¿W j<3W? DEPARTAMENTO NACIONAL DE HIGIENE REVISTA DEL INSTITUTO BACTERIOLÓGICO DIRECTOR R. KRAUS Redactores: J. Bacigalupo, B. Barbará, M. V. Carbonell, B. A. Houssay, A. H. Roffo, A. Sordelli, L. Uriarte, R. Wernícke. Vol. II Mayo de 1920 BUENOS AIRES Núm. 5 Contribución al estudio del gen, Triatoma Lap. ^v ^ -, v 3 Contribiicióo al estudio del gen. Triatoroa Lap. Por EDUARDO DEL PONTE PRIMERA PARTE ANATOMÍA EXTERNA El estudio de estos insectos es interesante, no solamente por su abundancia en la República Argentina y países limítrofes, sino también por estar acusado de trasmitir la tripanosomiasis americana, como es la enfermedad de Cruz y Chagas. En nuestro país no existe hasta hoy un estudio de anatomía sistemática de estos insectos y por esta razón presentamos el trabajo para llenar un vacío en la literatura entomológica Ar- gentina. Pertenecen a los Iiemiptcros heteropteros, y a la familia Re- duvüdae, pudiendo resumirse sus caracteres genéricos, como sigue: Cabeza más o menos alagada; parte anteocular mayor que la postular; tubérculos auteinferos no insertos en el ápice de la ca- bez i; ocelos visibles; rostro j articulado, no curvo, y que llega hasta la parte anterior del prosterno; tórax no o muy poco estre- chado antes de su parte media, este y el escudete sin espinas; gérmenes a ufen ares armados con espinitas, par 1 de patas menor que el par II y este menor que el par III; corrosivo no muy ancho. Empezaré primero por describir la anatomía externa. A) — Anatomía externa e interna. I) — Anatomía externa, técnica seguida. Para el estudio de la anatomía externa, consideraremos á una Triatoma cualquiera como tipo 'del género. La diferencia con la especie tipo Triatoma cubro/a ■santa. De (Geer, 1773) y con las otras especies, serán pequeñas y fácilmente eliminables al estudiarlas. La especie a que me referiré cuando 110 nombre a' ninguna será 1 1 Triato n tnfestans, (Klug, 1834,) muy abundante en la República Argentina. Estudiaremos en ella cuatro partes a) cabeza, con sns apéndices; b) tórax; id míen; d ¡ aparato locomotor pasivo. a).- Cabt 1 (figs. 1; 2, 3; 4 y 5). Consideramos al estudiar la cabe/a, dos partes: la . ■■.■'• 1 p. d., y sus apéndt < >. el rostro y las antenas en los diversos estados de evolución del insecto. Cabe ! /. d. Imago. lis larga delgada, más o menos cilin- dricas, con y dos oc lo llevando el rostro y las antenas. Los ojos son bien visibles encontrándose en esta especie, en la unión del tercio basal con el tercio medio, siendo salientes y grandes, (figs. 2 y 3: lámina Triatoma in/estans.) La parte anteocular es el doble mayor que la postocular, conteniendo ésta última los ocelos insertos en dos pequeños tu- bérculos dispuestos en arco de círculo (fig. 2, láminas que repre- sentan en colores a las diferentes especies.) La parte anteocular presenta un lóbulo colocado en la parte dorsal, anterior y media; este lóbulo afecta la forma de una carena semicilíndrica con su extremidad posterior ensanchada. Es el lóbulo medio citado en las descripciones de Stol. (1). A la derecha e izquierda de este lóbulo se encuentran dos lóbulos careniformes, separados del mediano, por un surco de aspecto brillante de color castaño-oscuro. Son los lóbulos late- rales de Stol ; se dirigen hacia adelante y abajo. En un plano vertical, posterior a los tubérculos laterales, se encuentran los tubérculos auteníferos, son semicilíndricos con una base que se confunde con el cuerpo de la cabeza ; en la extremidad apical donde se insertan las antenas, se encuentran algunos pelos. Toda la cabeza es punteada o granulosa, y hacia la parte posterior, se estrecha en forma de cuello, el que se presenta de color castaño-oscuro en su parte superior; la parte inferior es un poco más oscura que la superior, teniendo a cada lado una mancha de color amarillento sucio. Observando la cabeza por la parte ventral, se puede ver (le- vantando el rostro), entre los dos tubérculos anteniferos, un surco de poca profundidad que es más ancho en su extremidad ante- rior que en la posterior, esta desaparece poco antes de llegar a los ojos. Tiene en su parte anterior la forma de una V, y en los costados de su extremidad anterior se insertan los músculos que flexionau al rostro sobre la cabeza. Este surco es de color más claro que el resto de la cabeza, y se continúa hacia atrás por una faja de color castaño, menos oscura. La mayor diferencia que existe entre esta especie, y las otras, consiste en el tamaño comparado entre los lóbulos laterales y el lóbulo medio; la posición de los tubérculos anteniferos, com- parados con la de los ojos ; y el tamaño de la porción anteocular comparada con la postocular. Todos estos datos, se pueden ver en Sistemática, en las descripciones de las 38 especies conocidas. Ninfa. — En las ninfas no se observan los ocelos; en ellas encontramos solamente ojos compuestos. En ellas, se observan tu- bérculos semejantes y colocados en la misma situación que los tu- bérculos en donde están colocados los ocelos en el adulto, separados del resto de la cabeza per una estrecha faja de color claro (fig. 5). En otra ninfa, de Triatoma infestans, con rudimentos alares y en la que pude ver el escudete, se observan también dichos tubérculo.-. En general la cabeza es semejante a la del adulto. íli Es en la extremidad anterior de ese lóbulo, que se inserta el labro, por medio de una ancha membrana. Larva. — En la larva la cabeza es también semejante a la del adulto, pero hay que considerar en ella cinco segmentos, dos an- teriores (derecho e izquierdo), uno medio y dos posteriores. En el segmento anterior se encuentran los tubérculos anteníferos, los posteriores llevan cada uno los ojos ; se pueden delimitar clara- mente dichos segmentos por su parte ventral. El segmento medio comprende todo el resto cíe la cabeza ; los colores de la cabeza son más claros que los de la Imago, siendo más claros cuanto más joven es la larva. El cuello se puede decir que recien aparece cuando la larva ha adquirido un cierto tamaño (8-10 mm.) siendo su tamaño función directa del largo de la larva. El surco obser- vado en la parte ventral de la cabeza de la Imago, se presenta en la larva, bajo la forma de una faja de color más claro que el resto de la cabeza, teniendo su extremidad anterior, de igual forma que en el adulto, (V) En una larva de mayor edad, se ob- serva únicamente el segmento postero-derecho y el postero-iz- quierdo; son los segmentos de soldadura más tardía, (prep. n.° 3,fig. 5.) El surco ventral es ya más visible, siendo siempre del mismo color. . ipéndices de la 1 abeza. . Iníenas. — Se insertan en los tubérculos anteníferos, ya citados. El creador de este género, Eaporte (F. L. de), (Essai,.... 1832) consideró al principio que las antenas de estas especies, eran trímeras, pero después en el Suplemento de ese trabajo, en la pág. 77 dice: 'Le grand nombre de documents nouveaux que je posséde sur la íamille des Reduvites m'oblige á en redonner ici le tablean complet. D'ailleurs dans le précédent jarais été plusieurs fois induit en erreur par la grande difficulté que présente l'étude de l'antenne chez ees insectes; c'est ainsi que j'avais in- diqué les genres Lophocephala et Jriatoma, comme n'ayant que 3 articles, ce qui provenait de ce qu'elles n'étaient pas completes dans les individus que j'avais eu ocassion d'examiner. Des lors le moni du deuxiéme doit étre changé: je lui ai substitué celui de Conorhinus. Cette difficulté provient 1" de ce que la grande fragilité de ees antennes, ordinairement tres longues et tres gréles fait qu'elles sont presque toujours incomplétes dans les espéces exotiques de cette famille, et qu'alors il est presque imposible de s'en assurer; 2" de la présence ou absence etc. Esta última parte se refiere a la presencia o ausencia de pequeños tubérculos que no existen en las Triatomas. Las antenas (figs. 1, 2, 3, 4, 5 y 6 preparado 11." 2, 3, 4, 5 y 011 pilosas, disminuyendo los peí e hasta el api de caja artículo. Hay dos clases de pelos, caracterizados por su tamaño y cantidad, ambos dirigidos hacia adelante (de I 1 >ase al ápice de cada artículo). I. os mayores son amarillentos, con su extremidad apical bastante agmla, casi dos ve res otros, y cuyo ángulo de inclinación respecto a los artículos es mucho mayor que el de los pelos pequi ñ 6b); estos mucho más claros, son más abundantes que los gran enl : 1 ¡11- — 4 — serciones de dos pelos mayores se encuentran un cierto número de pelos menores la inserción de los pelos mayores es más re- friugeute que el resto del artículo. Los artículos apical y 3.0, son totalmente anillados irregular- mente (prep. n." 6, fig. 6 b) ; en esta preparación se puede ver cla- ramente la tráquea que recorre la antena. En las larvas (fig. 5), las antenas son de distinto color que en el adulto, el artículo basal o i.° es claro, y ese color va aumentando de tono hasta llegar a la mitad del artículo apical. La mitad distal de este artículo es clara, siendo algo ensan- chada en forma de masa. Los cuatro artículos se pueden observar con facilidad, en el insecto vivo, así como también sus movimientos de circunducción, para cada uno de ellos; las cabezas articulares son más claras que el resto de la antena. El artículo 2.", tiene el borde dentado a causa de los tubérculos pilíferos, lo mismo sucede en el 3.0, aunque no como en el 2" ; el apical ya no presenta este aspecto. Rostro. — Se compone de tres artículos ; sus movimientos son verticales y muy limitados en sentido lateral. Estas articulaciones son diferentes entre si, respecto a sus movimientos, les que no son idénticos en los dos primeros proximales respecto a su amplitud, y en lo que se refiere a su calidad para estos y la medio-apical. En la parte superior de la articulación basal, (rostro-basal), se observa (fig. 2, 7, 8 y 9), una pequeña pieza quitinosa, más o menos de la forma de un triángulo isósceles esférico, cuyo lado menor corresponde al lado basal, pieza que se articula con la cabeza y acompaña al rostro en sus movimientos. Es el labro ; este tiene una parte basal más oscura, pilosa, con los pelos dirigidos hacia el ápice, esa parte más oscura o basal afecta la forma de un trapecio, mientras que la porción anterior se presenta de color más claro (figs. 8a y 8b; prep. n.° 8). El labro no tiene movimientos propios o independientes del rostro; el movimiento de que goza es producido por su desliza- miento sobre la parte antero-superior del artículo basal, cuando este se extiende o se flexiona. Es convexa en sentido longitudinal y transversal ; protege la articulación del rostro y se articula con la cabeza por medio de un ligamento ancho, el que se inserta en la base del triángulo (labro). A causa de que las articulaciones basal-media y media apical, permiten un cierto movimiento hacia arriba, es decir, pasando la línea horizontal que corresponde al eje de la cabeza, el rostro puede tomar entonces un aspecto curvo, de concavidad superior. Estas dos articulaciones tienen movimientos que las diferencian. Para la primera (basal), los movimientos son únicamente verticales mientras que los de la última son verticales y laterales; ellos pueden ser de circunducción. Es posible que el animal recurra a esos movimientcs para buscar el mejor sitio para picar. Los artículos son de diferente tamaño, el apical es el más pequeño, de color oro-rojo; el artículo medio o 2.", es castaño-oscuro y más largo que los otrcs dos; el basal tiene un tamaño intermedio entre ambos. Si consideramos que el artículo apical equivale a uno (a la unidad), el basal equivale a uno y media y el medio o 2.", a dos v medio. Este es un carácter usado en la clave que se en- cuentra en el capítulo de Sistemática. Respecto a la estructura del rostro, vemos que ella es idéntica a la de los demás artrópodos hematófagos que tienen un pico punzante; un labio inferior, que forma una vaina a los apéndices maxilares y mandibulares (véase- Anatomía interna), y un labio superior o labro, ya descripto. El labio inferior es inarticulado. El rostro es semejante en los tres estados evolutivos de las Triatomas. En la larva es más claro que las ninfas, y en estas más que en los adultos, debida a la menor cantidad de quitina. El artículo apical de la larva es menos piloso (pie el del adulto. La cabeza se articula con el protorax, por medio de músculos y ligamentos. Tórax. — (figs. 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 16). Sus tres segmentos, protorax, mesotorax y metatorax, son bien delimitados en la región ventral (fig. n). Cada segmento está formado como en todos los insectos por dos partes de anillo que se complementan y se unen por medio de una pleura, que en estos insectos es semiquitinosa ; las dos porciones de anillo se llaman tergo y noto. L,a pleura es quitinosa en el primer segmento solamente. El prouoto, cubre casi totalmente a los segmentos 2." y 3.", considerándose en las descripciones bajo el nombre de tórax por algunos autores. Tiene una forma trapezoidal siendo su base anterior cóncava, y la posterior convexa con los ángulos redon- dea los; trapecio más o menos alargado según la especie que se considere, llevando siempre tubérculos y lóbulos. En la Jriatoma ////■ el tórax presenta en los roígalos anteriores y dispuestos en arco de círculo, dos pequeños tubérculos cónicos que se dirigen hacia adelante y afuera. Más hacia atrás, casi tocando a esos tubérculos cónicos, existen dos lóbulos que dada su situación podríann s llamar lóbulo antero derecho y lóbulo antero izquierdo; estes los lóbulos son simétricos respecto al plano medio, y seme- jantes entre sí, pudiéndosi minar bajo un solo nombre: anteriores. Esti s lóbulos están sepáralos entre sí por 1111 pequeño surco longitudinal. En todas las especies que tengo en la colección, existe dicho surco, en las descripciones de Stal, Burmeister, etc., no dice sobre si existe o nó, peí 1 que si él no existiera, lo hubieran hecho notar, como lo ha hecho Walker en su descrip- ción 'le la Triatoma lignaria: n: suture betveen the lobes . Existen en esos lóbulos unos tubérculos situados más ■> menos cerca de los ángulos internos y postero-externo, pues ellos se pue- den considerar como cuadrados de lados curvos. Podemos con- — 6 — sideral- un tubérculo mayor antero-interno y tres más pequeños posteriores: postero-interno, postero-medio y postero-externo. De los tubérculos postero-interno y p. externo parten dos carenas di- vergentes, dirigidas hacia afuera y atrás, curvas, y que terminan en el borde posterior del pronoto. Entre las carenas internas, existe un surco medio que es continuación del surco divisorio de les lóbulos anteriores, surco que divide al pronoto en dos partes iguales ; la profundidad de este surco es variable. La carena ex- terna eme parte del tubérculo postero-externo forma él borde lateral del pronoto, y termina rodeando a una incurvación del pronoto llamada lóbulo posterior, más pequeño que el anterior y que dada su situación podría denominarse postero-externo ; esta carena representa el límite entre el pronoto y el prosterno, equi- vale a la pleura. Por lo demás el tórax (pronoto), es rugoso excepto en las carenas y en los lóbulos anteriores. Presenta manchas de diversas formas y colores, como se puede ver por las descripciones, y en las láminas coloreadas. Estas manchas tienen bastante im- portancia como carácter de especie. El mesonoto, está cubierto por el pronoto y la parte basal de de los hemielitros, excepto en su prolongación posterior denomi- nada (escudete>, (fig. i.° y 12); es la única parte quitinosa del mesonoto (véase su descripción más adelante). Se puede observar bien el mesonoto arrancando el primer segmento torácico, enton- ces lo observaríamos tal como aparece en la fig i.° d; presta in- serción por su parte dorso-lateral a los hemielitros; su color es rosado claro. El metanoto, es difícilmente visible en una Imago con las alas plegadas, pues lo que no cubren las alas lo cubre el escu- dete. Presta inserción a las posteriores o membranosas (fig. i.° a y 26). Se articula con el abdomen por medio de una membrana, estrechándose en esa región el cueqjo del insecto, en sentido ver- tical y algo menos en sentido horizontal. Esto obliga a los ór- ganos internos a ponerse más en contacto unos con otros. En la región ventral del tórax, se pueden ver las patas (su articulación) >• un límite bastante neto entre los tres segmentos. El prosternum es corto, más pequeño que los dos siguientes, y en él se articula el primer par de patas. En su borde anterior y en la línea media existe una depresión o muesca en la que se aloja el extremo apical del rostro, en estado de reposo; (este seg- mento se diferencia de los demás por su forma). El mesosternum, se podría comparar a un pentágono más o menos regular, con uno ele sus ángulos (ápice truncado), dirigido hacia adelante, que se introduce en el prosternum a manera de una cuña (fig. 11). Con él se articulan el par de patas II. El metasternum es semejante al prosternum y al metaster- num en sus caracteres físicos, excepto en la forma, aunque esta no tenga una característica especial. En él se articula el par de patas III, en lo que llamo (tubérculos trapezoidales del metas- teniuní (ver fig. 9); el límite del metastenium es neto solamente en la parte posterior, donde se encuentra en contacto con el pri- mer anillo abdominal. Por su región antero-externa se pone en contacto con la parte posterior del mesosteruum, que se prolonga hacia atrás (fig. 11). En el tórax de las larvas se observan estig- mas. Se encuentran en la membrana, (qne une al mesotorax con el tórax) quitinosos, de color más oscuro que la membrana inter- segmental, con una parte central más clara, aunque no cerno la membrana que los rodea. La forma general de los estigmas ha sufrido aquí una modificación, consistente en un cambio de forma, debida seguramente a la presión que han ejercido los movi- mientos de los dos segmentos torácicos posteriores, (fig. 16). En el tergo de la ninfa, se pueden delimitar tres regiones que podríamos llamar: central (1); media (3); y externa (2), y que responden a la mayor o menor cantidad de quitina que poseen . La región 1 ó central es blanca, blanda v completamente trans- parente; la región 2, tiene un color más o menos oscuro según el segmento observado, sobretodo en el protorax, pero más opaca que la región 1. Por último la región 3, es oscura, marrón y más opaca que la región 2; puede ser perfectamente delimitada. Con dos, este límite es neto y está representado, por un surco cuyo ancho disminuye a medida que nos acercamos al protorax; con 1, el límite no es tan neto. En la región 1, existen en los anillos II y III, en su partes au tero-media, placas quitinosas, intermedias (por su tenor en quitina), entre 1 y 2. En el anillo III, esta re- gión que podríamos denominar 1, se encuentra muy adelante (le- la parte céntrica del anillo, en cambio en el segmento II, existen dos placas una anterior y otra posterior; la región 1 es pilifera, encontrándose los pelos dirigidos hacia atrás. Creo que es razo- nable suponer que la región 2 equivale a la pleura membranosa . Las articulaciones de las patas responden a -un mismo tipo, aunque existen diferencias entre el par I y el par II y III. Exis- te en el primer anillo una especie de prolongación quitinosa hueca que protege la articulación, bien visible, que alcanza a 1 mm . y a veces más. En los dos segmentos siguientes esta prolonga- ción disminuye hasta desaparecer por completo en el tercer seg- mento, siendo aquí la articulación de las coxas con el tórax bien visibles. Estas prolongaciones se observan también en las larvas. Que rol 0 mejor dicho a que necesidad funcional responden esas prolongaciones huecas quitinosas existentes en el primer par de patas? Carezco de elementos de juicio para poder solucionar este interrogante. El noto está separado del tergo por una línea negra lisa (es la carena que parte del tubérculo ]>. externo del lóbulo anterior), bien marcada, contrasta con el noto rugoso y punteado, no exis- tiendo pleura membranosa. En algunas especies existen manchas de diversas formas en el prosternum, como se verá en las des- cripciones, en el capítulo de la Sistemática. — 8 — En las ninfas el pronoto y mesonoto se distinguen claramente, siendo el metanoto confundible con el primer segmento ab lomi- nal. En las larvas — ya de cierta e lad — se observan los tres anillos bien distintos unos de otros, sobretodo en la región dorsal (prep. u." 4). El segundo segmento es menor que el primero y mayor que el tercero (considerando su diámetro longitudinal), siendo todos trapezoidales y formando en conjunto un triangulo truncado, con la base hacia atrás y el vértice hacia alelante, ocupado por el primer anillo. Estos segmentos a medida que el insecto va creciendo, varían de tamaño pero proporcionalmente; el primero aumenta y el segundo y tercero disminuyen, si se les compara con el primero, y con el' tamaño que tenían antes; cuan- do el insecto se transforma en adulto, el primer anillo cubre al segundo, y este al tercero. Al poco tiempo, el tórax en la larva, toma el aspecto de la fig. 13. El primer anillo o protorax es el que efectivamente tiene por oficio proteger los órganos torácicos. En una larva de 7. tnfestans, (prep. n.° 2; figs. 14 y 15), montada en gelatina, no se observa ni en la región dorsal ni en la ventral, diferenciación ninguna entre el anillo II y el anillo III. Nos encontramos aquí con 2 segmentos toráxicos, uno anterior y otro posterior; en este segmento posterior se articulan el II y III par de patas. Su tamaño es doble mayor que el anterior, siendo sus bordes más oscuros que el resto del- segmento. Late- ralmente, entre la región dorsal y la región ventral se encuentran 2 expansiones, uno en cada lado y que tienen en el medio una escotadura que corresponde a la mitad del segmento. Esta esco- tadura parece corresponder a la próxima división de este seg- mento con el meso y metatorax. En una larva de edad mayor — que se puede reconocer por su color más oscuro — se observan los 3 segmentos torácicos, siendo el i.°, el mayor de los 3, más an- cho que largo; su longitud equivale a la suma del 2° y 3er. anillo. En cxuvius de T. infestans con rudimentos alares, no se observa en la región ventral diferenciación alguna entre el 2." y el 3tr. anillo torácico y entre este y el i.° abdominal. Aquí encontramos otra vez el segmento posterior, que en este caso — que puede ser general — está fusionado al abdomen. Lateralmente se observa en el segmento de la larva posterior, que los pares de patas II y III, se articulan en regiones prominentes, perfectamente delimitables. Este límite, excepto el que corresponde a la línea media, — límite que podríamos llamar interno — limita más o menos un trapecio. Es en ese 'tubérculo trapezoidal' (ver pág. 7), en su cara interna, que se insertan el 2." y el 3er. par de patas; en el adulto se observa el tubérculo correspondiente al par III. En los costa- dos se observan escotaduras que corresponden a la diferenciación de los segmentos (exuvius de ninfa, fig. 16). El «escudete >, en el adulto cubre parte del 3er. segmento, estando el resto de éste, cubierto por los hemielitros. Es una pro- longación quitinosa, triangular, con la base dirigida hacia adeHn- te; como ya se ha hecho notar es una prolongación hueca del mesonoto. En esta s'p., T. infcstans tiene el vértice un poco alargado y no prolongado hacia arriba. (Véanse las descripciones de las di- versas spp., hechas por los diversos autores). Su color contrasta a veces con el color general del cuerpo del insecto, como sucede en la sp. T. ptatensis, Neiva, en la cual es negro, siendo el color general de esta especie, castaño. En la T. infesians, es negro, pero menos oscuro que en la plaiensis, siendo en todas las espe- cies, excavado en su parte central. Esta excavación, tiene una forma triangular; en su parte media (algo subbasal), existen 2 tu- bérculos careniformes, dispuestos en ángulo agudo. Todo el escu- dete está arrugado transversalmente (7. infcstans). Los colores y el ápice de dicho escudete, los he usado, como carácter diferen- cial en el ensayo de una clave como se podrá ver en el capítulo de la Sistemática. c) abdomen. — Es segmentado, como en todos los insectos. El número de segmentos visibles varia en — Triatoma infcstans — con la edad; siendo en el adulto seis, en la ninfa siete, y en la larva ocho; en Triatoma platensis el número de dichos segmentos en el adulto macho, es de siete, siendo seis en las especies megista, vitficeps, circummaculata, rubrovaria, sórdida. Como puede verse, existe en la infcstans, una contracción de los segmentos en el adulto, hecho que es probable que se repita en las demás especies. No se cuenta como segmento a la arma- dura genital externa. (Al contar el número de los segmentos, más o menos super- ficialmente, nos encontramos en una ninfa, que dorsalmente hay ocho segmentos y ventralmente seis. La diferencia consiste en que se ha considerado como primer segmento abdominal al tercer torácico — en la región dorsal — y que en la región ventral se lia dejado de considerar al primer abdominal, que está, comprimido entre el tercer torácico y el segundo abdominal. Se puede ver solamente la parte media, como resto de segmento; es un error fácil de cometer). En ninguna época de su evolución los segmentos abdomina- les llevan patas falsas. Existe en la parte ventral v hacia la línea media abdominal de una ninfa, en los cuatro últimos segmentos, áreas brillantes situadas en la parte central de caria anillo, circu- lares y que aumentan de tamaño y de brillo hacia los últimos segmentos. En el segmento seis deja de ser redonda, y adopta una forma oblonga, la que se continúa en la armadura genital por una coloración rojo-salmón que se diferencia del resto del segmento, (fig. 18). Estas áreas, se observan también en mu las de Triatoma in- /estans, con rudimentos alares, en los segmentos posteriores excepto en el último; son brillantes, negras y circulares, 110 observándose en el adulto. Serán estas áreas, restos de orificios glandulares; — IO — corresponderán acaso a órganos cordotónicos o simplemente a restos de patas ancestrales? No sé. Cualquiera que sea su función, se pueden considerar estas áreas como caracteres larvales y nin- fales, ya que no existen en los adultos; es posible que en estos se hallen atrofiados esos órganos internos y externos que se en- cuentren en los estados jóvenes. Existen en ninfas con rudimentos alares, (prep. N.° 17) lateral- mente en cada segmento, tanto dorsal como ventralmente, regiones o áreas no redondas, sino elipticas, cuyo eje mayor es perpendi- cular al plano medio vertical del cuerpo. Vistas con mayor aumen- to, resultan ser ovoidales, con un limbo que las circunscribe y que las hace aparecer como elipticas. Estas áreas son tres, siendo bastante grandes en la ninfa de Triatoma especie? (Chagasi?). Ocupan los vértices de un triángulo rectángulo imaginario, cuyo ángulo recto se encuentra colocado más o menos en el ángulo anterior de cada segmento, (fig. 17 a y b). La que se encuentra en el ángulo ántero-externo del triángulo, (área ántero-externa), es ovoide-elíptica, de color amarillo-sucio, algo oscura, con una región libre de tubérculos que la circunscribe. La más interna (área ántero-interna) es circular-elíptica, del mismo color que la anterior, y también con una región límite semejante a aquella; esta región es semejante a la de- la área posterior o postero- externa y proviene como las otras de la carencia de tubérculos. Estas áreas no se observan en el adulto; en un gen. próximo al Triatoma, el gen. Rkodnius, de Colombia (especie R. prol¿xus\ se observa en un adulto macho, junto a los estigmas, áreas negras, semejantes a las de las ninfas de Triatoma (1). La parte dorsal de los anillos de una ninfa de Triatoma Chagasi, además de pre- sentar esas regiones ya descriptas, se encuentra sembrada de tu- bérculos, negros, brillantes y piliferos, implantados en el tegumento imperceptiblemente granuloso. Se nota hacia la línea media, un surco longitudinal que desaparece en el tercer segmento (parte interior); este surco se convierte en una línea clara — de color amarillo-testácea — en los segmentos ¡posteriores del tórax. En el abdomen, sobre ese surco, se nota una aglomeración de tubércu- los de color amarillo-testáceo dorado, esta aglomeración empieza (1) Estas áreas son tres, ocupando como en las Triatomas, los ángulos de un triángulo rectángulo imaginario, siendo también elipticas, pero con su eje mayor paralelo al eje longitudinal del insecto. Se pueden denominar: antero-interna, antero-externa y pos- terior, esta es la mayor de las tres, afectando una forma ovoidea con el polo más agudí dirigido hacia adelante. En los segmentos 2 y 3, en ambos lados encontramos que el tegu- mento situado entre las regiones antero-externa y posterior, tiene un aspecto i color, ru- gosidad), más o menos idéntico a dichas manchas, las que aparecen como una sola apea, en foima de balancín, dirigido en sentido antero-posterior. en el que uno de los pesos (el posterior), es mayor que el otro. En el segmento 4, la unión de ambas áreas entre si, no es ya tan neta, y en los segmento 5 y 6 estas áreas están francamente aisladas uras de otras. En el segmento 1, se observan únicamente dos manchas, que parecen correspon- der a las que hemos llamado antero-interna y posterior; esta última por su relación con el estigma y la primera a causa de que habiéndose inclinado el borde anterior del segmento, sobre su borde posterior, esta área antero-interna se ha corrido hasta colocarse en una misma línea transversal que pasa por la área posterior. Todas estas regiones son negras brillantes y visibles a simple vista. II (no muy compacta), en el primer segmento donde consta de tu- bérculos, no tan claros como los eme existen en el segundo anillo, donde dicha aglomeración adquiere — se puede decir que brusca- mente,— su mayor tamaño; este va disminuyendo en los segmen- tos siguientes hasta desaparecer en el séptimo anillo. Estos tu- bérculos son pilíferos y están en contacto unos con otros, formando dos mitades separadas entre sí por el surco ya mencionado. En la región dorsal de los segmentos Imago, se observan a cada lado y en la parte anterior de los segmentos una mancha oscura, más o menos redonda. Respecto a la posición y número de los estigmas, encontra- mos dos en cada segmento, en su región ven tro-lateral, en los tres estados evolutivos del insecto. Se encuentran junto al cone- xivo, siendo amarillos en 1 ' riatoiua i/i/estaus, amarillo-sucios en Tr ¡atonía sórdido ( amarillo - sucio claro), y Triatoma vittreps (amarillo-sucio oscuro), negros en Triatoma megista. El estigma tiene generalmente la forma de una eminencia con una abertura; hay especies (Triatoma sórdido), en que dicha eminencia desapa- rece quedando tan solo la abertura que forma el estigma. Parece suceder lo mismo que con el estilo de las flores. En las larvas, los estigmas se encuentran en las mismas con- diciones que en el adulto; tanto los adultos como los estados jó- venes de Triatoma infestans carecen de dichas prominencias. d), Aparato locomotor pasivo. — Se le puede considerar como formados por dos clases de órganos morfológica y fisiológicamente distintos. Son las patas aparato locomotor pasius terrestre, y las alas aparato locomotor pasivo etc. La constitución de las fibras musculares del hidrófilo (coleóp- tero) son distintas según se las considere en la pata o en el ala. En aquellas existe una doble estria de Hensen que separa al disco opaco en tres segmentos: disco principal, y dos segmentos terminales o accesorios. La fibrilla del ala, tiene únicamente una sola estria de Hensen, que dividen al disco opaco solamente en dos semi-discos, uno superior y otro inferior. Sucederá lo mismo en las Triatomas! A más de los músculos encontramos ligamentos; estos como aquellos se- insertan en el tórax. Estudiaremos primero las patas, (fig. [9, 20, 21 y 22) (prep. 2, 3, 10, 11, 12 y 13). Son, como en todos los insectos adultos, tres pares, siendo también hexápodas las larvas y las ninfas, (insectos de metamorfosis progresiva). Son completas, es decir que ningún artículo está atrofiado, y responden al tipo de patas corredoras; sus fémures son fuertes y no muy gruesos; las uñas dirigidas en estado normal, hacia atrás y abajo. Eos fémures poseen en su parte inferior y cerca del ápice unas pequeñas espinillas, una o dos, como se verá en las descrip- ciones, (fig. 20). Se articulan cada una con un anillo torácico, — 12 — diferenciándose algo el par I de los pares II y III morfológica- mente como ya se ha dicho al hablar del tórax (p. 8). El tarso es trímero en los adultos y dímero en las larvas y en las ninfas; su color en el adulto varía según la especie, {Tria- toma in/estans, Triatoma sórdido, oro rubio, Triatoma megista, Triatoma vittireps; negro, etc.), con los pelos dirigidos hacia las uñas que son dos, simples y dispuestas en arco de círculo, (figs. 20, 21 y 22), prep. n.° 2, 3, 10 y 11). Por lo demás las patas no se alejan casi nada del tipo co- rredor, encontrándose en algunas especies pequeñas fosetas espon- josas como en Triatoma megista, Bitrm, ( Tibiae anteriores marium subtus fossula parva spongiosa instructae, Stal). Hay otras especies, que también tienen estas pequeñas fosetas ; he citado solamente a T megista, porque es en la única especie donde las he podido observar. En lo que se refiere a las alas consideraremos dos órganos: las alas p. p. y los hemielitros (que han dado su nombre a los Hemipteros Heteropteros). Estos son semimembranosos en su extremidad apical ¡membrana! y coriáceos en su región basal corio; insertándose en el borde dorso lateral del. mesonoto (fig. 26), (prep. n.° 15) ; por consi- guiente esta articulación se encuentra protegida, aunque solamente en parte, por el pronoto. Las alas totalmente membranosas, se insertan en el metanoto, también en el borde dorso lateral (fig. 26). El corio, tiene una forma triangular (triángulo isósceles), cuyo lado mayor está formado por el borde anterior o externo (según se considere al hemielitro extendido o plegado), siendo los otros dos lados uno posterior o interno y el otro, que sirve de línea divisoria entre la membrana y el corio, irregular, formando una línea quebrada. Los hemielitros están formados por dos capas una inferior y otra superior, unidas entre si por su cara superior e inferior res- pectivamente. Se pueden observar la existencia de pelos en el corio (figs. 24, 24 b y 24 c), todos semejantes y cuya base es de color más claro que el corio (el cual es de color castaño oscuro) ; todos se encuentran dirigidos hacia la base del corio (figs. 24 b y 24 c.) La membrana es glabra, tanto ella como el corio está reco- rrida por nervaduras que parten todas de las articulaciones; en algu- nas nervaduras pueden observar las tráqueas, existiendo tanto en la membrana como en el corio regiones que limitan- las nervaduras y que son de color más oscuro que el resto de la membrana o el corio. No habiendo podido encontrar ninguna monografía que tratara de la nomenclatura de las nervaduras de los hemielitros, he adoptado una denominación original que creo ha de ser fácil; he procurado seguir en lo posible la denominación de las alas de los demás insectos, variandola cuando ella debía ser variada (fig. 24). — 13 — Las manchas del cirio y de la membrana, varían según la especie, como puede verse en las descripciones ; las he utilizado para la clasificación. Las alas son totalmente membranosas, sirviendo para el vuelo. Sus nervaduras son claras y poco diferenciadas del resto del ala. Los apéndices aéreos empiezan a hacer su aparición en las ninfas, bajo la forma de estuches quitinosos (prep. n.° 14), cuando adquieren más o menos un tamaño de 15 milímetros, no articulados (articulación siuartrósica) y no sirviendo por consiguiente para el vuelo. Por su tamaño llegan hasta el segundo anillo abdominal, insertándose como sucede en el adulto, en el meso y metatorax, (fig. 16). Las alas están casi totalmente cubiertas por los hemielitros en la parte dorsal, dejando un pequeño espacio del metanoto al descubierto, dando lugar a que este segmento se confunda con el i°, abdominal. En las larvas no se observan rudimentos alares; es un carácter propio de las ninfas, como las alas y hemielitros articulados son propios del adulto. Continuará Contribución al estudio del Gen. Triatoma Lap. Figura i a — Triatoma infestans, adulto, esquematizado, macho. » i b — » » » hembra. LAMINA II Figura 2. — Cabeza de 7. infestans, adulto, dorsal, rostro extend. (por io) > 3. — » » » » » ventral » (por 10) > 4. — » » •> » ninfa, dorsal » (por 10) » 5. — » » » » larva, » » (por 40 1 Nota.— En las figuras 2, 3 y 4, no han sido representados los arts. IV de las antenas; en la fig. 5.a falta además el artículo III. Figura 5. — Cabeza de T. sp.'f Ninfa, dorsal, rostro extendido (por 10). LÁMINA III Figura 6. — Antena de adulto de T. megista. Arts. II, III y IV (por 20). ■> 6 a — » Artículo IV (por So). » 6 b — de larva de T. infestans. Artículos. III y IV (por 20). » 7. — Articulación de rostro de T. infestans Rostro plegado y visto de frente, (por 10). * 8. — Articulación de rostro extendido en ángulo recto y vis- to de frente (por 10). » 8 a — Labro de T, infestans. » 9. — Cabeza de T. infestans, de perfil ipor 10), hematófago. » 9a.-. » de hemiptero fitófago. LÁMINA IV Figura 10. — Pronoto de T. infestans (por S). » 10 a — Tórax de » adulto, sin pronoto (por 5 . » » t, ventral, adulto. » Corte óptico, de perfil, adulto. » de larva, con 3 segmentos, dorsal. » » » 2 » » » 2 » ventral. » de cxuvios de ninfa. » J. í. 12. » 13- ■j> 14. » 15- » 16. - i5 - LAMINA V Figura 17. — Segmentos abdominales de T. infestans. Ninfa, región ven- tral y lateral (por 11). » 17a — Segmentos de T. sp. Ninfa, dorsal. Región central y lateral. » 17 b — Segmentos. Región posterior muy aumentada. » iS. — Ultimo y penúltimo segmento T. spj Ninfa ventral por 11). LAMINA VI Figura 19 —Pata tipo de Blanchard Zool. T. II. p. 418. » 20. — Pata del par I de T. infestans, adulto (por 11). » 21. — Ultimo artejo del tarso de 7. infestans. adulto. 22. — Tarso de T. infestans, adulto. 2;,. — Armadura genital de T. infestans, macho (por 11 . » 23 a — hembra » » » 23 b — » » de Athaumastus liaematicus Stal. ma- cho (por ii). » 23 c — Armadura genital de Athaumastus liaematicus Stal. hem- bra (por 11). LÁMINA VII Figura 24.— Hemielitros de 1, infestans ipor 5). Células; ,t) célula marginal; \!> discoidal sub-axilo-costal) (d) clavus; d axilar: (,■) costal -intercostal; (/■ costal externa de la membrana; costal interna; [h) sub-axilo costal; (i) periférica. Nervaduras; r. ext. cost.: rama externa de la costal; r. i. cost.; rama interna de la costal; sub-axil.; sub-axilar. Trans. mar.; transversa marginal; t. int. marg: transveí la intercostal mayor; t. ax. costal mayor; transversa axilo-costal mayor. Figura 25 b — Corio aumentado. 25.— Alas posteriores (por 551. /> 26. — inserción Je alas y hemielitro. » 27.— Alas que ocupan los estuches quitinosos en las ninfas. 28.— Vainas <> estuches quitil le las ninfas. LÁMINA VIII Figura 2' mas abdominales 'le T. plat, 30. is torácicos de /'. infestan en exuvius). ji. Tráqueas ventrales de ninfa de . ans, Esquema. 32. Sistema tráquea » posterior. » 36 a, — Ápice del par posterior. » 36 b — » » » anterior."* » 36 c — Imaginación del filamento interno, Esquema. » 37. — Apéndice impar o medio de exuvius de 7. infestans. » 37 a — » adulto. LAMINA i — J cT i ira NA I 9 LAMÍN' A II l-'i'jura 2 LAMINA II Figura 5 LAMINA II Figura i ¡.AMINA II I- ¡gura 5 LAMINA II i 5 (ai LAMINA III Figura i i a LAMINA !Ii Figura 6 í LAMINA III i LAMINA III Figura 8 LAMINA II! Kigura ■ ■■ LAMINA III Figura 9 LAMINA III Figura 9 [n LAMiNA IV Figura 10 LAMINA IV Figura M a LAMINA IV Figura 1 1 LAMINA IV Cabeza LAMINA IV Figura 15 LAMINA IV Fiyura 14 LAMINA IV ! Figura 15 LAMINA V Figura 16 LAMINA V LAMINA V Figura 1? (a) LAMINA Y Figura I 'i (b LAMINA Y Figura i - LAMINA VI Figura 19 LAMINA VI LAMINA VI Fiama 21 LAMINA VI - LAMINA VI Figura '25 LAMINA VI Figura 25 (el LAMINA VI cT Figura 23 fi; i AMINA VI í Figura LAMINA VII (/Or Figura 'M LAMINA Vil i ¡gura 24 e í»< ;■ ■ ■;;*' Figura '24 [b) LAMINA VII J Figura 25 LAMINA Vil H Figura '- • LAMINA VII Figura 27 LAMINA Vil Figui i ñW/50 La Revista del Instituto Bacteriológico del Departamento Na- cional de Higiene aparece trimestralmente. Todos los trabajos científicos relacionados con la microbiología, patología e higiene, remitidos a la dirección de la revista, serán publicados en orden cronológico, según la fecha de su entrada. Los trabajos deberán ser escritos en castellano, trayendo siem- pre conclusiones en los idiomas castellano, alemán, francés e inglés. Toda la correspondencia se dirigirá al director del Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene, Profesor Ro- dolfo Kraus, Calle Velez Sarsfield 565. A la misma dirección se dirigirán también todos los pedidos de canje. Alie Zuschriften sind zu richten an : Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene, Prof. R. Kraus, Buenos Aires, Calle Velez Sarsfield 565. Austausch erbeten. Toute la córrespondance doít étre adressée á: Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene Prof. R. Kraus, Buenos Aires, Calle Velez Sarsfield 565, Priére d'échange. All Communications should be adressed to th'e: Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene, Prof. R. Kraus, Buenos Aires, Calle Velez Sarsfield 565. Exchange reqüested. DEPARTAMENTO NACIONAL DE HIGIENE REVISTA DEL INSTITUTO BACTERIOLÓGICO DIRECTOR R. KRAUS Redactores: M. V. Carbonell, A. H. Roffo, A. Sordelli, L. Uriarte, R. Wernicke. Vol. II Marzo de 1921 BUENOS AIKES Núm. 6 % Contribución al estudio del gen, Triatoma Lap. Contribución al estudio del gen. Triatoma Lap. Por; EDUARDO DEL PONTE Segunda Parte anatomía interna I i Aparates de la vida vegetativa. I' ) -De nutrición. a ) — Aparato respiratorio. 1) ) digestivo. c i circulatorio. I") — De reproducción. a ) Aparato reproductor: a': macho. a" : hembra. a) Apando respiratorio.— (Figs. 29, 30,31,32,33,34). Se compone de tráqueas, que se abren en el abdomen y en el tórax por medio de estigmas ya descritos anteriormente (figs. 29 y 30). Estas tráqueas se encuentran en todas las regi >- nes del cuerpo, siendo más abundantes en los sitios donde existe un mayor gasto fisiológico. En efecto, encontramos en los ganglios nerviosos, en los ova- rios, etc., apelotonamientos formados por tráqueas que por su analogía con los capilares sanguíneos de los vertebrados, podríamos llamar «capilares traqueales.» Es sabido que los insectos tienen sus órganos colocados en posición inversa respecto a los ver- tebrados; su corazón es dorsal (vaso dorsal) y su sistema nervioso ventral, ocupando la región central o media el aparato digestivo o intestino. Existe en cada segmento abdominal un par de estigmas, uno a cada lado; en el tórax se pueden observar los estigmas tanto en las larvas como en las ninfas; solamente en los estados jóvenes se encuentran estigmas torácicos. Ea posición que ocupan los estigmas en el ibdi men no es semejante a los (¡ue ocupan en el tórax: estos se encuentran en las membranas inter- anulares, siendo oblongos y teniendo más o menos la forma de un hematíe visto de perfil, (fig. 30). En el abdomen se encuentran casi en la partí lateral media de cada segmento, y son más o menos cin ulares (fig. jo). Ventralmente se pueden observar /// vivo las tráqueas en las ninfas, por transparencia de las paredes abdominales. Su parte superficial está formada por tráqueas que parten de un estigma — 2 — al otro, correspondiendo ambos estigmas al mismo segmento, es decii", que atraviesan el abdomen siguiendo una línea me.lia que corresponde a la mitad de cada segmento. Kstos troncos mayores emiten unos más pequeños, arboriformes (sistema dicotómico). Se puede catalogar las tráqueas ventrales en dos clases: móviles e inmóviles (i). Las primeras, tienen su origen cerca de los estigmas, en los troncos principales y acompañan a los movimientos del tubo digestivo, siendo dichos movimientos traqueales, verticales y horizontales, describiendo sus extremidades un circulo vertical. Los inmóviles, parten del tronco medio ya citado y que descri- biremos a continuación. Estos que se pueden observar muy bien en las larvas y ninfas recién alimentadas y cubiertas por un vidrio (que puede ser de reloj (2), de tal manera que el vidrio toque las paredes del abdomen i son transversales y de ellos parten las tráqueas inmóviles (fig. 31). El aspecto que ofrecen las tráqueas transversales, permite deducir, que ellas se han de formar por la unión de las tráqueas que corres- ponden a cada estigma de un mismo segmento. Efectivamente tienen la forma de dos conos truncados que se unen por su base menor, existiendo en su punto de unión un pequeño engrosamiento. De estos troncos gruesos parten otros menores, que son longitu- dinales; esto se puede ver en el esquema correspondiente con mayor claridad (fig. 31). De los estigmas parten tres tráqueas: una mayor que ocupa casi todo el estigma y otros dos menores, casi la cuarta parte del tronco mayor. A poca distancia del origen de estas tráqueas mayores, par- ten otros vasos menores, los que junto con los vasos que se abren directamente en el estigma forman la categoría de los vasos móviles. Los grandes vasos son los que hemos citado más arriba y que van de un estigma a otro; son inmóviles por estar comprendidos entre el diafragma y la pared quitinosa del abdomen. Al abrir la pared dorsal se puede observar con relativa facilidad el sistema traqueal dorsal. Las tráqueas correspondientes a cada segmento se unen entre si por medio de pequeños vasos longitudinales; esto se encuentra en cada segmento, excepto en los dos últimos. En estos las tráqueas se dirigen hacia la parte posterior del último segmento, y allí se unen como se puede ver en la Respecto a la estructura de las tráqueas, es semejante a la de los demás insectos; se puede observar el espesamiento de la (1) Los movimientos que tienen las tráqueas son producidas, por aquellos que son propios de los órganos que ellas innervan. (21 Estos vidrios tienen la ventaja de qie al inmovilizar las ninfas, no las lastima i. capa interna, en algunas tráqueas se presentan dispuestas irregu- larmente, células en las que se puede (sobre todo en algunas) delimitar un núcleo, (fig. 3$). Existen troncos traqueales principales en el tórax, uno para cada lado, de los que parten pequeñas tráqueas. Estos troncos torácicos, se continúan en la cabeza; como se puede ver en la figura esque- mática n " 34, terminan en forma de pincel. ó) Aparato digestivo. — (Fig. 35 a 51). Podemos considerar como en todos los insectos, tres regiones más o menos delimitadas: intestino anterior, intestino medio e intestino posterior. 1 ) Intestino anterior. Comprende la boca, con sus 5 apéndices, labro, labio inferior, y el tubo digestivo (hasta la unión del tórax con el abdomen). El rostro es 3 - articulado y punzante, ya conocemos su morfo- logía externa, nos falta describirlo internamente. Los dos pares de apéndices comunmente citados en todos los libros más o menos elementales, son fáciles de disecar; son las maxilas y las mandí- bulas, pudiéndoseles denominar también par anterior y par posterior, tomando en cuenta sus iusertaciones musculares en la cabeza. El par posterior se inserta detrás de los ojos en la parte supe- rior de la pared de la cabeza; la extremidad interna del par an- terior no llega tan hacia atrás, como el par posterior, lo que hace creer a primera vista que se inserta hacia la parte anteocular de la cabeza; además se puede distinguir muy bien del par anterior por el carácter siguiente: Se observa en cada par, una región cilindrica que recorre ■ i el apéndice en sentido longitudinal, excéntrica, que en el par anterior ocupa algo más de mitad del diámetro transversal de dicho apéndice (fig. 35), mientras que en el posterior esta región es delgada, filiforme (fig. 36). L,os apéndices que forman el par posterior se aplican uno contra otro, en el rostro, de manera que al hacer la disección se encuentran unidos y se asemejan a un solo apéndice; se efectúa 1 unión en el tercio basal del rostro, formando uno de ellos un canal que aloja al otro. Este par posterior es más largo que el rostro y en la parte subapical de la cabeza, firma un pliegue tal como se ve en la fig. 36. Es posible que este par se encoja o se alargue según las ne- cesidades del insecto, explicándose entonces la incurvación cuando . están replegados. listos apéndices no son cilindricos, sino foliados, aplanados en sentido vertical. I.os apéndices bucales o estilos (mandíbulas y maxilas), son hue- su inserción en los músculos que los mueven ofrecen el aspecto de un cilindro cortado oblicuamente respecto a su eje mayor o longitudinal, con un ángulo bastante grande: insertándose los apéndices en la parte po ten ir de la cabeza detrás de los ojos, por medio de un músculo retroactor que termina en una membra- na, la que se enrolla sobre si misma para formar el apéndice hueco. El filamento interno del apéndice anterior más obscuro que el resto, es excéntrico en casi toda su longitud, y hacia la base se va ensanchando hasta terminar en el esófago. Es posible que este filamento interno se forme por una inva- ginación de la cutícula externa del apéndice (fig. 366'), formando entonces éste una vaina de protección o de guía para los movi- mientos de aspiración de los líquidos. Los apéndices se unen con el esófago por intermedio de un conducto membranoso, conducto que sirve para transportar la sangre al intestino anterior. No solamente el esófago empieza en esa membrana, sino que también allí terminan conductos de glándulas torácicas, que como veremos más adelante corresponden a las glándulas salivares. Todos los apéndices aumentan de diámetro a medida que se acercan a su base. La inserción de los apéndices es distinta para cada par. Si bien los músculos que los mueven se insertan detrás de los ojos y en la parte posterior de la cabeza, el apéndice p. d., termi- na, si se considera al anterior, más adelante que el posterior, y los conductos glandulares son más largos en el par anterior que en el posterior; lo mismo sucede con los nervios y los músculos retroactores, sucediendo lo inverso con los músculos protractores que se insertan en la pared anterior de la cabeza. Existe también otro apéndice morfológicamente distinto a los otros y fácilmente diferenciable (fig. 37, 37a). Es un apéndice medio, impar y que se puede encontrar también en los exuvius. Mientras que las mandíbulas y las maxilas son más o menos cilíndrico-foliados, y sobre todo son de un largo mayor que el rostro, este apéndice medio, es más corto y no pasando de la parte media basal del 2° artículo. Su forma es semejante a la de una espada (ensiforme), con una vaina membranosa transparente y algo quitinosa, que se ensancha en la mitad basal del rostro; este apéndice está compuesto por 2 artículos, y cuya articulación se encuentra junto a la medio- basal del rostro. En la figura se puede ver esta articulación con bastante claridad, viéndose además que la extremidad apical del filamento interno tiene la forma de un pincel, no pudiéndose delimitar enteramente este ápice; la membrana en esa región es claviforme. En esta preparación se ve junto a dicho apéndice trozos de quitina. En una preparación hecha con el apéndice medio, proveniente de un exuvius de una ninfa con rudimentos alares coloreado con hematoxilina y luego decoloreado con ácido nítrico, se puede obser- var muy bien dicha articulación. La figura 37, 37c?, dará a enten- der mejor que cualquier explicación, más o menos detallada su constitución. Se pueden notar las diferentes coloraciones que ha tomado, diferentes coloraciones que nos indican las diferentes estructuras del apéndice. El ápice de este apéndice es distinto al ya citado más arriba; este es de una forma joven, y aquel es de un adulto. La membrana de este apéndice ha tomado una coloración idéntica a la de la articulación, aunque algo más clara. Resumiendo tene- mos: el rostro está formado por el labro (o labio superior), el labio inferior 3 -articulado, un par de maxilas un par de mandíbulas v un apéndice medio o impar. Ambos pares de apéndices son cilindricos en su base y foliados en su parte apical y más o menos media; el apéndice medio es foliáceo en su totalidad. Como se puede ver en la fig. 36'/ y 36^, los ápices de I 1 apéndices pares se diferencian bastante. Encontramos en la cabeza además de la parte basal de los apéndices bucales, el esófago (del que hablaré más adelante), y una especie de cono truncado o cilindrico, que llamaré «cuerpo cefálico para mayor comodidad y hasta que se le de su verdadero nombre; quitinoso, y con su base menor diiigida hacia el ápice de la cabeza, (fig. 38, 38a y 38o). No es verdaderamente un cono, sino un cilindro con sus bases más o menos engrosadas, una de ellas mayor eme la otra, lo que lo hace aparecer a simple vista más o menos como a un cono truncado. La parte cilindrica interna es de un color más o menos ama- rillo-testáceo claro, algo marrón, color idéntico al de los filamentos internos de los apéndices, la membrana es transparente y más bien incolora. El filamento interno se interrumpe bruscamen- te al llegar a la extremidad engrosada más o menos en formado semiesfera hueca, y en esta se vuelve a encontrar bajo el aspecto de un apelotonamiento u ovillo, de un colorínas claro de forma elíptica, con una región central oblonga, más obscura cuya dirección es oblicua respecto al eje del cilindro. De este ovillo, parte un fila- mento externo respecto al cuerpo cefálico, que es mucho más claro que el ovillo; el color de este filamento externo es aun más claro que la membrana que rodea al filamento interno y al ovillo. La otra extremidad tiene una forma más o menos trapezoidal, con una de sus bases ila mayor), colocada casi perpendicularmente al eje di 1 1 ilindro; se puede diferenciar en este trapecio una región central de color claro, siendo sus bases de color marrón amari- llento, igual que el de los filamentos. En otro cuerpo cefálico el ovillo no es elíptico, sino más bien triangular esférico, el tra- pecio se ha transformado en un triángulo que se une poi un vértice al cilindro; el filamento se puede diferenciar bien de la membrana, laque es de un color amarillo-marrón claro. Se observa en la disección de la cabeza de una ninfa, un nio más o menos semejante al cuerpo cefálico. Se peed' observar un paquete de fibras musculares, que se insertan en la te upero-anterior de la cabeza 5 por su otra extremidad, en un — 6 — cuerpo quitinoso, que se comunica con la parte anterior del esó- fago por un conducto también quitinoso, (fig. 38). (Las variacio- nes que se observan en los diferentes cuerpos cilindro-cefálicos es posible que sean debidas a defectos de disección). Los apéndices bucales pasan por entre el labro v una mem- brana semiquitinosa, transparente que se encuentra casi inmedia- tamente por debajo de él. Las glándulas salivales cuyo estudio es de importancia en casi todos los artrópodos hematófagos, acusados casi todos de ser transmisores o vehículos de diversas enfermedades infecto-couta- giosas, como ser el paludismo, la enfermedad del sueño, el dengue, la lepra, etc., interesa conocerlas, tanto por el hecho de la posi- ble transmisión del Tripanosoma Criizi como por su anatomía, y seguramente por su fisiología y filogenia. El número de estas es distinto según se considere un macho o una hembra, y en los estados jóvenes (ninfas) existen glándulas accesorias que no he observado en los adultos. En los machos nos encontramos con dos glándulas, una derecha y otra izquierda (figs. 39^7, 39/; y 39c ), adosadas al aparato digestivo, en en la región del mesotorax. De la glándula izquierda parte de la región ventro-lateral un conducto que casi inmediatamente se bifurca, en otros conductos más delgados; estos se colocan dorsalmente respecto al tubo digestivo o intestino anterior. De su ángulo antero-interno parte un delgadísimo filamento, blanquecino, que llega hasta la masa nerviosa cefálica: es el nervio glandular que trasmite las órdenes a las glándulas. En una disección de ninfa (cuya pared quitinosa externa pude desprender fácilmente de la pared interna semiquitinosa), se observan cuatro fondos de saco dispuestos dorso-laterahnente, respecto a la glándula salival principal. Estos cuatro fondos de saco se disponen en pares/uno a cada lado de la glándula principal, y adosados a ella de manera que su presencia puede no ser notada por ser del mismo color que la glándula principal. Estos fondos de saco terminan cada uno en un apéndice bucal, sea la maxila o la mandíbula, ya se considere los fondos de saco derecho o izquierdo. Estos, repre- sentados en las figs. 39^ y 39c, (prep. N." 33 y 34), forman en su parte basal o ciega un signo de interrogación, colocándose el fondo de uno de ellos en el espacio que deja el otro, de manera que al principio parece existir solamente un solo par de fondos de sacos. Por su situación y sobre todo por la existencia de con- ductos que van a desembocar en los apéndices bucales, cree que se deben considerar como glándulas accesorias, ya sean genera- doras de saliva antieoaqulante ya de saliva anestésica, porque esas dos propiedades deben existir en la saliva de todo artrópodo hematófago que no sea sentido al picar. Los conductos desembocan en los apéndices, en el punto en que se insertan los músculos retractores y protractores. (Cuando empezaba a hacer el estudio de las glándulas saliva- les, tuve que interrumpir este trabajo por causas ajenas a mi voluntad. Espero que alguna vez, podré terminar el estudio de estas glándulas; mientras tanto he querido indicar los pocos hechos que he podido constatar, por si algún investigador desea rectifi- carlos o ratificarlos, o simplemente le interese este estudio; debo por consiguiente interrumpir aquí mi exposición sobre las glán- dulas salivales). El esófago es continuación de la luz del rostro, quitiuoso, no cilindrico, de forma sumamente variable (en un mismo individuo), insertándose en la cara externa de su parte superior, gran cantidad de músculos, los que por su otra extremidad toman inserción en en la parte dorsal de la cabeza, (figs. 40, 41 y 42), estos haces musculares ocupan casi toda la región cefálica, dificultando las disecciones si ellas se hacen por la parte dorsal. El esófago se continúa con el intestino anterior por medio de un conducto membranoso, que pasa por entre los ganglios cerebrales, dando asi nombre a los ganglios supra e infra- esofágicos. liste esófago quitinoso es cóncavo longitudinalmente, exis- tiendo una curva anterior; se encuentra en las mudas o exuvius. Se puede observar el esófago y sus relaciones con el sistema nervioso en la figura. Es evidente que el esófago debe fun- cionar com 1 una bomba aspirante impelente, pues los músculos propios que posee, están dispuestos de tal manera que su luz debe variar continuamente de tamaño y de forma, a causa de que, contrayéndose dichos músculos, la pared superior o techo debe subir o bajar, quedando la parte inferior o piso, inmóvil por la carencia de músculos y por estar fijada al piso de la cabeza por tejido conjuntivo (fig. | , )i y 42). En la parte del tubo digestivo que corresp tnde topográfica- mente al tórax, (intestino anterior), vemos que es cilindrico en las ninfas y algo aplanado verticalmente en los adultos. Esta parte del tubo digestivo está rodeada por una membrana estriada longitudinalmente, que se extiende desde la parte anterior del tórax hasta el límite del intestino anterior y el intestino medio. De esta membrana parte en dirección a la cabeza un filamento dorsal respecto al tubo digestivo, \ que es confundible con este, al principio. Su diámetro transversal es menor v el carácter que muestra la fig. 39^, es suficiente para distinguirlo o diferenciarlos. El límite entre el intestino anterior y el medio es algo con- fuso, pues aunque el intestino anterior se ensancha bastante bruscaü: 1 1 región posterior, este ensanchamiento no taii brusco como para poderse netamente delimitar ambas regiones. Creo que se podría colocar dicho límite en la región de la arti- culación del tórax con el abdomen, aunque es posible que cuando se haga \\]\ estudio más detallado y microscópico del aparato digestivo, se coloque algo más adelante, en el principio del ensanchamiento del intestino anterior. Esto tratándose de adultos; respecto a las ninfas, este límite es más neto, el intestino anterior tiene la forma de un cilindro que se implanta en un estómago más o menos esférico y arrugado (fig. 44). En todo el tórax el intestino anterior es ventral respecto a la aorta anterior; en la parte anterior del protórax, cuando los órganos van a entrar en la cabeza, la disección de estos se vuelve más difícil, aun más que en- el tórax, por la cantidad de músculos allí existentes y sobre todo por el espacio tan pequeño del cuello, lo que hace que esta disección sea más complicada. Intestino medio. — El intestino medio está recubierto por una membrana (fig. 45, 46 y 47); dicha membrana encierra todos los órganos abdominales, hecho que se puede observar en las larvas cuva pequenez dificulta las disecciones, en las que al sacar esta membrana completa, se sacan los órganos abdominales. Esta membrana, que es el diafragma cardiaco, está formada por dos láminas una de ellas, la inferior, muy delgada y formada por una sola capa de células, mientras que la otra es más gruesa y en la que se encuentran lagunas, (fig. 45 y 46). Estas lagunas alter- nan con regiones que se tifien más fuertemente por los coloran- tes (hematoxilina y eosina); ellas son superficiales no comunican- do el siuus cardiaco con el ventral, estando la membrana inferior adherida a la superior. Se puede considerar a esta membrana como el diafragma eme divide a la región abdominal de los in- sectos en tres sinus: sinus dorsal o cardiaco; sinus-medio o intes- tinal; sinus-ventral o nervioso. Este último sinus no encierra al sistema nervioso en las Triatomas, como se verá en el capítulo referente al sistema nervioso. El intestino medio, en los adultos, no tiene una posición constante; tan pronto se encuentra en el plano medio, como se coloca en un costado; en este individuo (hembra) se encontraba lleno de aire y substancias alimenticias que habían adoptado la forma de celdillas poliédricas llenas de ese aire. En las hembras grávidas, el intestino se encuentra comprimido por la enorme distensión del ovario lleno de huevos. Se puede notar en esta región del intestino movimientos expontáneos, verticales y horizontales, pudiendo a veces ver algunos peristálticos; estos arrastran a las tráqueas que alimentan a los tejidos intestinales y que hemos catalogado como móviles. La membrana que recubre al intestino medio y posterior lleva el nombre de diafragma cardiaco y se une al diafragma ventral por su periferia, formando así una sola envoltura. Su forma esque- matizada se representaría como la figura 47, en la que de indica el d. cardiaco; dv el d. ventral; c el corazón o aorta anterior; d el intestino medio; n los dos filetes del sistema nervioso; q la pared quitinosa del abdomen. Este último diafragma no se debe llamar diafragma nervioso porque el sistema nervioso no está separado del tubo digestivo por dicho diafragma, ni por ningún otro, sino que se encuentra inmediatamente por debajo de él; en las figs. 47'/, 47¿, están representados los diafragmas según Berlese. Kn los adultos el intestino medio, como se puede ver fácilmente cuando ellos están recién alimentados, consta de una parte que podríamos llamar estómago y de un intestino delgado, el que después de varias sinuosidades se va adelgazando poco a po;o hasta convertirse en intestino posterior, cuyo límite se pueie determinar por la desembocadura de los tubos de Malpighi?". Kn las ninfas, se puede también aceptar esta división (figs. 43, 441. La estructura histológica del intestino de las Triatomas, apenas la he estu liado, habiendo solamente hecho unos cortes del esófago (intestino anterior) y de estómago de una ninfa ,íi~s- 's- 1".' En los individuos recién alimentados el intestino medio ocupa casi toda la región abdominal, dejando apenas el espacio necesario para los órganos reproductores. Esta manera de distenderse v llenarse el intestino medio, permite considerarlo como un estó- mago cilindroideo de paredes sumamente elásticas, fisiológica mente idéntico al estómago de los vertebrados. Intestino posterior. — El intestino posterior empieza donde 1 >s tubos de Malpighi, desembocan sus productos de secreción. En las ninfas este límite es bien neto (fig. 44) en efecto los tubos de Malpighi desembocan en una región bruscamente ensanchada del intestino posterior, de un color más claro que el resto del intestino. Estos tubos son largos y apelotonados entre ellos, y su número no es muy grande, son dos pares. Es un hecho general en los insectos que el número de dichos tubos está en razón inversa de su longitud, así encontramos en las Triatomas, cuatro tubos, que tienen una longitud bastante grande, lis posible que sea necesaria una cierta superficie glandular, más O menos idéntica para todos los insectos, superficie que se obtiene ya sea con una gran longitud o con un gran número de tubos. Este número varía de dos (algunos acaros), hasta algunos cientos (himenópteros) {Henneguy). Respecto a la fisiología de estos tubos, se ha creído que sus funciones eran semejantes a la de los órganoo hepáticos (Ctwier, Dufour). Brugnatelli habiendo encontrado ácido úrico creyó que fueran órganos urinarios. Píate y de Schindler lian mostrado que el rol hepático no existe siempre y que todos los tubos de Malpighi deben ser considerados como urinarios; ellos segregan oxalatos, uratos, leucina y taurina. {Henneguy). Al abrir el inserto sumer- gido ni solución fisiológica se observa que ellos tienen mo- vimientos propios; por la ríase (le estos movimientos es posi- ble que existan en estos tubos, fibras musculares longitudinales y circulares o anulares. Kilos concuerdan con los cita los por Henneguay en su libro desinsectes (pág. 81): Leger et Dubo (i889),ont étudié aveí soin les mouvements des tubes de Malpighi des Grillides. ( <¡r\ll>ts, Gryllomorpha, Gry¡,lotalf>a.)Q\ia.ná on examine ees tubes \ i \ .111 • ['i ni salee áo , on les voit se tordre — IO — et se contourner avec la plus grande activité. Les mouvements en apparence complexes, peuvent se ramener, en un point consideré du tube, á une torsión suivie d'une detente brusque; la complexité de mouvements d'une entier resulte de la discordanee des contrac- tions qui s'effectuent en méme teinps dans de differents regions . Estos tubos desembocan cada uno como ya se ha dicho, en el intestino posterior, en regiones más o menos blancas y redondas, colocadas simétricamente alre:le:lor del intestino posterior (figs. 44, 50). El intestino medio en su porción intestiniforme, se pliega va- rias veces sobre si mismo antes de desembocar en el intestino pos- terior; éste termina en la cloaca, junto con los órganos genitales. Este intestino tiene también movimientos los que se pueden considerar como peristálticos; en una pequeña larva se observaban «ondas» que podrían ser representadas por el esquema de la fig. 50a; la parte anterior del recto quedábase inmóvil. Al hacer la disec- ción de esta parte del abdomen, se pueden observar los dos filetes nerviosos terminales, que dirigen probablemente los movimientos de evaginación e invaginación de la armadura genital y los de contracción y extensión para los músculos del recto. Respecto a dicha inervación se puede ver un resumen en el capítulo referente al sistema nervioso. c) Aparato de la circulación. — Ea sangre es de un color amarillento muy claro y circula como en todos los insectos, por cavidades abiertas interviscerales; el sistema circulatorio es lacunar. Existe un vaso dorsal o corazón cuyas contracciones rítmicas se propagan de atrás adelante. El diámetro transversal de este vaso dorsal, no es igual en toda su extensión; su grosor va disminuyendo desde la extremidad posterior a la anterior, como se puede observar en la fig. 45. En la figura citada se observa que su extremidad posterior se ensancha en forma de clava, y que allí sus paredes son más grue- sas, terminando en un fondo de saco. No solamente en esta re- gión las paredes son más gruesas sino que la cavidad interna es más grande que el resto del vaso. Tomando en consideración esta morfología del vaso dorsal, creo que puede considerarse a este ensanchamiento como la parte verdaderamente motriz del vaso dorsal, el que entonces debía ser considerado simplemente como una < aorta anterior , existiendo un corazón póstero-dorsal . Esta aorta anterior tendría contrac- ciones debidas simplemente a un efecto mecánico de la impulsión del líquido sanguíneo por el verdadero corazón. También el hecho del menor espesamiento de las paredes del vaso dorsal a medida que se aleja de su extremidad posterior, podría ser consecuencia mecánica de la menor resistencia que deben ofrecer las páreles a causa de la menor fuerza impulsiva del líquido sanguíneo, fuerza de la que se ha gastado una parte en producir las dilata- ci mes de las regiones posteriores. Tampoco existen los músculos 1 1 — alares que casi todos los insectos poseen. Los ventriculites cámaras cardiacas y los ostiolos no se observan en ninguna de las preparaciones hechas. El diafragma cardiaco está íntimamente adherido al vaso dorsal; es casi imposible separar uno de otro. Este diafragma cardiaco, no presenta lagunas, es decir, que no hay comunicación entre el sinus dorsal y el medio; existen espesamientos en dife- rentes regiones de ellas, en otros sitios falta la capa superior de dicha membrana. lista capa superior, como ya se ha dicho, es mucho más gruesa que la inferior observándose que las lagunas aparentes son formadas por la ausencia de la capa superior o parietal, y por la gran transparencia de la capa inferior o visee- ral. En un corte transversal de esta membrana, se puede observar los hechos citados más arriba; la membrana inferior (capa visce- ral), es apenas visible en algunos sitios a causa de su delgadez y de encontrarse unida a la capa parietal. Esta capa es hialina en casi toda su extensión, encontrándose núcleos muy raramente en regiones no hialinas; sería simplemente una capa cuticular segregada por el tejido subyacente de la capa o lámina superior. En ella no se observa ninguna clase de tabicación. Respect :• a las regiones y a la situación de estos diafragmas diremos algunas palabras (fig. 47,47^, 47$). Encontramos tres regiones distintas deli- mitadas por los diafragmas, uno medio o peritoneal, uno superior o dorsal y otro inferior o ventral; entre estos tíos diafragmas no existe una diferenciación neta, no se puede decir donde empieza uno y termina el otro, has regiones, por consiguiente, perfectamente delimitadas se deben reducir a dos, una externa que comprende al corazón en el sinus dorsal y al sinus ventral que 110 encierra ningún, órgano, y a otra interna o peritoneal (peritoneo-nerv i ¡ que comprende al aparato digestivo y al sistema nervioso. El sinus cardiaco aluja al vaso dorsal en toda la región abdominal y parece extenderse a la parte posterior del tórax (región meta y mesotoráxica); se continúa por los costados con el sinus ventral. Estos diafragmas, el dorsal o cardiaco y el ventral un; uno ya se ha dicho entre si en la región periférica, forman una envoltura al intestino medio y posterior, a los órganos reproduc- tores ien los adultos) y al sistema nervioso pudiéndose llamar membrana peritoneal, la que necesariamente tiene que estar perforada por las dos extremidades del intestino medio y posterior, por el sistema nervioso y por las tráqueas. En la extremidad anterior de la aorta anterior, se puede observar dos cuerpos (fig. [$a), uno de ellos reniforme y an- terior respecto del otro, que es más bien ovoide u ovalado; el cuerpo anterior so encuentra colocado con su eje mayor perpen- dicular al vaso dorsal, mientras que el otro el ovalado, tiene mi eje mayor paralelo a este'. No deben ser considerados como dilataciones del vaso dorsal, porque se pueden delimitar peri tamente de este eran 1 ganglios nervi 1 u implemente — 12 — se encuentran allí por un error de disección? Kstos cuerpos cpie llamaré por ahora, hasta que se pueda determinar su verdadero significado, cuerpos cardiacos se encuentran envueltos por una mem- brana íntimamente adherida a la aorta anterior, membrana que parece ser continuación del diafragma cardiaco. La aorta anterior se ensancha al pasar por debajo del cuerpo cardiaco anterior; este tiene el borde ele la concavidad mayor dirigida hacia adelante. En esta preparación se puede notar que el vaso dorsal se continúa hacia adelante de los cuerpos cardiacos; este vaso anterior parece ser continuación del cuerpo cardiaco reniforme. Hacia un costado y de este vaso anterior, se desprende una masa más o menos alargada triangular de límites no netos, que se fija en la pared del cuello creo que lia de ser un músculo o un ligamento. El vaso dorsal se en- cuentra interrumpido poco después del cuerpo cardíaco anterior; a la altura de ese cuerpo es de donde parte el vaso ya citado, que en caso de que fuera un vaso sanguíneo podría llamarse «aorta cefálicas, reconocible porque la membrana allí emite una porción lateral que cubre a dicho vaso, tal como sucede en la aorta an- terior. En ambos diafragmas se observan gran cantidad de tráqueas que se dirigen, la mayor parte, a la aorta anterior donde terminan por capilares traqueales. 1"). — Aparatos de reproducción. — (Figs. 51 a 56); La existencia del aparato reproductor en los insectos, en la mayoría de los casos, es indicio ele la madurez o del estado adulto de ellos; como excepción, pueden citarse las larvas de ciertos dípteros (pedogénesis, Wagner, \ron Bauer, etc.) Dicho aparato consta de una glándula principal simétrica y par, y de conductos colectores y excretores, tanto en el macho como en la hembra; en los machos, en esos conductos excretores desembocan los conductos de las glándulas accesorias, mientras que en las hembras encon- tramos un par de bolsas cpie sirven de depósitos de reserva (espermotecas). En los machos existe un órgano copulador lo mismo que en la hembra; en las ninfas que han de convertirse en hembras y en las que el aparato reproductor está ya casi total- mente formado no se pueden diferenciar bien las espermo- tecas. . [parata reproductor del macho. — (Figs. 51, 53, 55). Encontramos dos testículos y varias glándulas accesorias, cuyos productos desembocan en los canales excretores. Los testículos se encuentran adosados al estómago, el que cuando está lleno, los comprime contra el conexivo, (fig. 51.) Está formado por tubos enrollados y apelotonados formando un ovillo, envueltos por una membrana. Este tubo se continúa por el conducto secretor y después de varias sinuosidades, presenta una vagina más o menos dilatada y tubulosa, opaca, continuándose por un conducto transparente, sobre el que se pueden ver algunas tráqueas, En toda su extensión, salvo en la parte que se en- — 13 — cuentra inmediatamente después de la vagina, se presenta de doble contorno, con una parte central obscura que en algu- nos sitios desaparece. Los tubos excretores desembocan aisla- damente en la cavidad que podríamos llamar de la armadura genital, pero reciben antes cada uno los tubos vectores de los productos de las glándulas accesorias. Estas se presentan en número de cuatro, pudiéndose diferenciar- las, ya sea por su forma o por su situación. Combinando ambos caracteres, podemos decir que existen: una glándula anterior, sacu- liforme y otras tres posteriores, dos saculiformes y una filiforme. Estas tres desembocan en sitios más o menos próximos entre si, en el tubo vector de la glándula anterior accesoria, (fig. 53). Los conductos de las glándulas accesorias son dorsales respecto a los de la glándula principal o testículo. Se puede observar, al hacer la disección de los órganos de la reproducción, un filamento blanquecino que se dirige hacia adelante y termina en los ganglios toráxicos posteriores; es un nervio. El conducto eyaculador es mu\ corto, pudiéndose decir que casi no existe, pues los conductos deferentes desembocan en lo que he llamado ■ cavidad de la arma- dura genital , aisladamente uno de otro. Esta cavidad representaría el conducto eyaculador; en ella se encuentra el pene quitinoso. Los conductos diferentes reciben poco antes de terminar, ios productos de las glándulas accesorias. Aparato reproductor de la hembra.- (Figs. 52, 54, 56). Existen dos ovarios, que se continúan por un conducto vector o trompa que se ensancha para formar un pequeño cáliz; la unión ios conductos forma una vagina.la (pie termina en la vulva abdominal, (región ventral). Los ovarios están formados por tubos moniliformes;esta forma es causada por los óvulos que se encuentran en mayor o menor estado de desarrollo, y (pie ocupan las cámaras ovillares. Estos ovarios se prolongan hacia adelante, bajo la forma de un fila- mento bastante resistente, formado por las prolongaciones de cada ovario y envueltos en una vaina de tejido conjuntivo son los filamentos terminales, cuya función se reduce a la de filamentos suspensores (según Hennegtiy). La vaina conjuntiva es prolongación de la (pie envuelve a los ovarios; esta origina dos grupos de ovarios, el derecho y el izquierdo. Existen dos receptáculos seminales, ven- trales respecto a la vagina, formado por una bolsa piriforme (cápsula seminal) y un conducto fecundador. Se puede notar en el conducto, sobre todo más claramente al principio de él una estriación transversal que parece indicar una pared muscular. estriación se puede notar también en la parte perifén la cápsula seminal. La existencia de esta cápsula explicaría el hecho de que la Triatoma hembra siendo fecundada una sola vez por el macho, pueda hacer un número de posturas de c-40 veces ( Veiva). — i4 — La cápsula seminal y el conducto fecundador son huecos teniendo este último una estrecha luz para el paso de los esper- matozoides. Sería interesante saber si los músculos del conducto fecundador son músculos voluntarios o no, lo que implicaría una puesta a voluntad de huevos fecundados o no, es decir que el insecto poseería un principio de voluntad, ya que el poner huevos fecun- dados o no, no implica un acto necesario para la existencia; existen huevos estériles. El diafragma ventral termina en la vagina por medio de una membrana que forma unos pliegues bastante apretados; estos se encuentran cerca de la cloaca; se inserta por otra parte en un músculo transversal que existe en la cloaca (fig. 56). La estructura de las cloacas, macho y hembra son distintas, como se puede ver en las figuras 55 y 56; no diré nada sobre ellas porque el material que tenía era muy escaso. II). — ^[páralos de la vida de relación. Comprenden al aparato locomotor y al sistema nervioso. El primero se divide en a. 1. activo representado por los músculos, y a. 1. pasivo representado por el esqueleto quitinoso. Este ya ha sido descrito en la Anatomía externa, pues todo, él, excepto las láminas internas del tórax, es externo. Sistema nervioso. — Encontramos en estos insectos algunas particularidades interesantes. Existe un cerebro, dos ganglios torá- cicos, y dos filetes que inervan el abdomen y los órganos que este encierra. Los ganglios cerebrales están formados por los lóbulos que corresponden a los ojos, ocelos y por regiones pertenecientes a las antenas y apéndices bucales. Tanto los ganglios cerebrales como los toráxicos se encuentran envueltos por una membrana; de ellos parten los nervios que inervan a las antenas, maxilas y mandíbulas. El ganglio infraesofágico se continúa hacia atrás por un conectivo, más o menos grueso, que se ensancha para convertirse en el ganglio torácico anterior. Los ganglios supra e infraesofágicos se encuentran colocados en la parte posterior de la cabeza, cerca del cuello. El ganglio torácico anterior presenta un principio de coales- cencia transversal que no se encuentra en el ganglio posterior (parte posterior). Se observa una incisura media longitudinal que abarca desde el conectivo que une a dicho ganglio con el infra- esofágico, hasta la mitad anterior del ganglio torácico posterior, Al hacer las disecciones no se observa esta incisura media, para poder observarla, es necesario separar por medio de agujas las dos mitades laterales, no siendo una incisura artificial, porque no se pueden observar bordes desgarrados, ni es necesario hacer un esfuerzo que implique una rotura. En la preparación n. 61, esta incisura ha desaparecido, encontrándose el ganglio torácico anterior bajo la forma de un hexágono del cual parten los nervios destinados al Ier par de patas. Este ganglio se une al posterior por medio de un conectivo grueso y corto, en el que se puede observar dos manchas lineales obscuras que parten del ganglio anterior. Este conectivo se puede decir que no existe, uniéndose los dos ganglios por sus bordes anterior y posterior (para el ganglio posterior y el anterior respectivamente). En la preparación n. 63, este conectivo es largo y formado por dos filetes transpa- rentes en los que 110 se puede observar ninguna mancha interna más o menos obscura. Este conectivo es estriado longitudinal- mente, y se encuentra envuelto por una membrana. Dicha membrana, que envuelve al ganglio cerebral, y a los ganglios torácicos, es transparente mientras que el ganglio anterior, el conectivo y el ganglio posterior son más obscuros, pudiéndose delimitar en el ganglio posterior una masa pentalobada (con dos lóbulos pares y una impar, anterior). El ganglio anterior está formado por una masa trian- gular derecha y otra izquierda. La membrana que rodea a los gan- glios nerviosos, sirve también de vaina conjuntiva a los nervios. En el ganglio torácico posterior de la prep. n.° 61; todo el ganglio adopta la forma de un hexágono con los ángulos truncados, y de los cuales parten los nervios para el abdomen, patas, etc.. (%■ -,:)■ De este ganglio parten los nervios que corresponden al abdomen; es un par en el que no se observan ganglios de ninguna clase y del cual parten a su vez los nervios que corresponden a las diferentes partes y órganos del abdomen. Estos filetes nerviosos terminan inervando a la cloaca (fig. 50). Eos ganglios toráxicos se encuentran colocados en el tórax, en el borde posterior del protórax. Existen en el tórax láminas internas quitinosas que forman o separan cavidades incompletas, las que son ocupadas por los órganos toráxicos (aorta anterior, tubo digestivo, sistema nervioso y los músculos de las patas y alas). Ellas se encuentran colocadas unas, siguiendo una dirección paralela y orlas, una perpendicular al eje longitudinal del cuerpo del insecto, y en ellas se insertan músculos, pudiéndoseles consi- derar por estas razones y por las anteriores citadas como diafrag- mas torácicos que harían también el papel de soporte para los músculos del aparato locomotor activvo. En la región protorácica observan claramente esta-- láminas, formando en él dos cavi- da les incompletas (pie se comunican entre sí; esta comunicación se produce por la parte dorsal y también por una pequeña esco- tadura que ofrece la lámina interna vertico-transversal. En la cavidad anterior, en su parte más posterior se encuentra colocado el ganglio toráxii ajiterior, y por la escotadura ya mencionada pasa el conexivo que une a los dos ganglios toráxicos. El ganglio posterior se halla situado sobre el borde anterior mesotórax, pero no tiene con él otra relación que de continuidad; — i6 — no existe ninguna clase de tejido que lo una a sus paredes quitinosas. Esto se puede ver claramente cuando se saca el protórax, saliendo los dos ganglios íntegros. Del ganglio posterior parte un filamento impar, cuya ter- minación no he podido encontrar. Estos ganglios nerviosos, como los filetes abdominales, se encuentran inmediatamente por deba- jo del aparato digestivo, existiendo por debajo de ellos la membrana que representaría el diafragma nervioso, y que he llamado diafragma ventral. No se encuentra ningún otro sis- tema nervioso, que pudiera ser considerado como sistema ner- vioso central. El filamento par que inerva al abdomen y a sus órganos, termina en la cloaca, dando origen a otros nervios cpie van a terminar, en los estigmas, tráqueas, etc. Este filamente no presenta ganglios, (prep. n.° 64); existe en el sistema nervioso de estos insectos una gran contracción del sistema nervioso, contrac- ción que se ha producido en el abdomen, en sentido longitu- dinal. b) biología general B) — Biología general (1). a ) Evolución. 1 ) Huevo. Como casi todos los insectos, las Triatomas ponen huevos, de donde al cabo de un cierto tiempo nacen las larvas, idénticas a los adultos excepto en algunas particularidades anatómicas como ser la no existencia de alas ni de órganos sexuales, tanto en el niacho como en la hembra. El huevo de estos hemipteros es pequeño (1,6 mm. a 2,3 mm.), variando apenas este tamaño con la especie (T. sf-/ 2,3 por 1,4 mm.; T. infestan?. 1,6 por 1,2; '/'. ?negista;. i,9_ por 1,2 mm.) Su forma es elíptica con uno de sus polos convertido en un cas- quete opercular. polo por el cual se efectúa la salida de la larva, v que se separa totalmente del resto del huevo. Este es de color blanco, más o menos opaco, más o menos translúcido según las diferentes especies, pudiéndose diferenciar los huevos de T. infestans de los de T. sf>? por ser estos de aspecto más abombado, y de un color translúcido blanco algo amarillento mientras que el de /'. infestans, es más pequeño y ofrece el aspecto de la cascara de huevo de gallina, barnizada. Dicho color blanco se encuentra solamente en el huevo recién puesto v en el va vacío; ese color no existe durante el tiempo que transcurre entre esas dos épocas, porque a medida que el embrión se vá formando, el huevo toma un color rojo-carne claro, color que se observa a través de la transparencia de la cascara. Este, el embrión, se va obscureciendo con el tiempo, hasta tomar un color más o menos rojo-obscuro, lo que significa que él ya 17 - ha termina lo su evolución casi totalmente y eme su eclosión se encuentra próxima. La puesta del huevo se hace sin regla fija, unas veces los huevos se encuentran agrupados, otras, están aislados o escondidos entre los desperdicios orgánicos. Neiva, en su Revisao... dice (pág. n): Os ovos sao postos a granel etii qualquer lugar; todavía observamos certa vez a /'. megista desovar sobre folhas verdes dum arbusto colocado no interior de um caixao, onde existiam muitos exemplares desta especie; nesta ocasiao observamos que os ovos se encontravam aglutinados, como e de regra para os representantes da familia. , El número de huevos que pone cada especie no es ni puede ser fijo, depende del mejor o peor estado fisiológico del animal, sea a causa de la temperatura, luz, humedad, acción fecundante del macho y otros tantos factores que son función del medid ambiente; lo mismo sucede con el número de puestas y el de huevos de cada una de ellas. Estos números términos medios, varían también con la especie: As posturas sao sempre parceladas, podendo constar de 1-45 ovos e o numero depende da especie, assim como o total de ovos; na 7'. megisfa, por exemplo, podem se observar mais de 40 posturas como total ácima de 220 ovos; segundo Lafont a 7'. rubrofasciata poe no máximo 1S2 ovos; a T. in/estans ñas nossas observacoes, pode atinjir o total de 163 ovos; certamente este numero será ultrapasado por quanto temos a impressao de ser exiguo, comtudo, foi este o resultado que obtivemos con o exemplar que forneceu 26 posturas , Neiva (pág. 11). La época de postura depende del medio ambiente. No existe en estos insectos la pedogénesis ni puede existir a causa de no haber en la ninfa (y menos en la larva), órganos reproductores. Neiva dice que a mediados del año (Junio?), predominan las larvas y los adultos van siendo raros. En Septiembre los adultos de todas las especies comienzan a aparecer, efectuándose el desarrollo más o menos en 9 meses. En una caja que me fué enviada por el Sr. Jorge Casíex, de Hcrsilia (X. de Santa Fe, más o menos 30o Lat. Sud), recibida el 7-I-919 había adultos, huevos y en poca cantidad ninfas y larvas, aun que estas eran más abundantes que las ninfas. Suponiendo que Triatomas adultas (y las ninfas) hubieran sido recogidas entre 7-15 días antes de recibirlas, tendríamos (pie la época de posturas se encontraría entre el 23-12-91S y el 7-5-919- Hay que considerar el cambio de clima al pasar de Hcrsilia a Buenos Aires, lo que implica un cambio de temperatura, di' humedad, de presión atmos- férica 5 sobre todo, lo (pie creo que haya tenido un cierto efecto 1 ' 1 Casi todos In3 datos han sido tomados de Neiva, Revisao do gen Trialoma Lap. Lo mismo que para el capítulo de si temática, se puede decir une es una recopilación eli m ntal. — iS- de aceleración sobre la postura y sobre la eclosión, ha de haber sido el sacudimiento sufrido durante el transporte; algunos huevos ya habían hecho eclosión. Neiva dice que el mínimo de que verificó con T. infestans (tiempo en que tardaron en eclosionar los huevos), fué de 15 días. En el caso citado no creo que se hayan recogido ni huevos, ni larvas, demostrando éstas por su tamaño ser muy jóvenes (dos días). La hembra es fecundada una sola vez, pero pueden existir cópulas secundarias; la postura comienza a los 30 días de la cópula (T. sórdida, 20 días), y la eclosión a los S- 16 días (Neiva). Las paredes externas del huevo están formadas por polígonos pentagonales y hexagonales. Estos tienen cada uno una parte central; todos los polígonos se asemejan a células de tipo epitelial pavimentoso, semejando toda la cascara un tejido de esta clase. b ) Larva. Al hacer eclosión el huevo, nos encontramos con una pequeña larva, muy parecida a la imago. Esta larva de color carne-claro es pequeña (2,3 mm.), con un metatorax muy grande en propor- ción al que tiene el adulto. Esta larva sale por el casquete que hemos llamado opercular; este casi semiesférico, se separa total- mente del resto del huevo para dar paso a la larva. Junto con él sale la parte del saco amniótico que corresponde a la región cefálica, en la que se puede observar el molde de las ante- nas, los ojos y la parte anteocular de la cabeza. El tiempo, que transcurre entre la postura y la eclosión depende, como todos los periodos de evolución, de los diferentes agentes químicos-físicos y biológicos. La larva cambia de coloración bien pronto, volvién- dose obscura y a los pocos días efectúa su primera muda; el insecto sale de la piel antigua por una abertura longitudinal que abarca desde la parte que se encuentra inmediatamente por delante de los ojos hasta casi la parte media del abdomen. Después de varias mudas (5), el insecto se transforma en ninfa, caracte- rizada por la existencia de rudimentos alares. Es poco posible, a lo menos en las condiciones naturales, que el sexo futuro pueda ser influenciado por el alimento, como sucede en las abejas; en efecto el alimento de las Triatomas, ya sean larvas, ninfas o adultos, es el mismo, sangre caliente (mamíferos y aves): Respecto a la experimentación sobre la posible influencia del alimento sobre el sexo futuro no conozco ninguna cita al respecto, no siendo dicha experimentación posible, sin conocer de una manera exacta los caracteres larvales que permitan predecir el sexo del futuro adulto. c) Ninfa. Después de adquirir un cierto tamaño la larva, y después de un cierto número de mudas (que son 5 según Neiva), ésta se con- vierte en ninfa. Los rudimentos alares son semimembrauosos, existiendo los correspondientes a los pares anteriores y posteriores. Se insertan — 19 — en la parte dorso-lateral del meso y metatórax. El tiempo de vida ninfal se puede referir, con las variantes debidas a las mismas causas que actúan durante todas las épocas de evolución, a 2 ó 3 meses; el mecanismo de la muda es idéntico al de las larvas. El escudete no se observa en las ninfas (y tampoco en las larvas); sin embargo en una ninfa, en la que el mesotórax se ha roto, el escudete se encuentra presente. En cuanto a los olores cpie des- piden, son los mismos que los de los adultos, por glándulas cuyos orificios se abrirían en la faz inferior del metatórax al nivel del tercer par de patas {Raillicí). En las ninfas se puede reconocer ya el sexo del futuro adulto, por los mismos caracteres que se encuentran en el adulto: arma- dura genital. d) Adulto. Inmediatamente de salir de la piel ninfal, tiene un color mucho más claro que el que tendrá más tarde; el color definitivo tarda un cierto tiempo en aparecer, habiendo ocasionado la ignorancia de este hecho la creación de nuevas especies «Odes- conhecimento deste lato tem dado orijem a erros com a criaeáo de especies novas, como acontecen com a /'. mbroniger Stál o '/'. porrigens Wolker. (Neiva). La coloración del tórax, en la parte anterior v en sus bordes, tarda varios días en adquirir su color definitivo. Es en el último segmento abdominal donde se puede observar las diferencias sexuales, como se puede ver en las figuras 23^? y b. Existen también otros caracteres sexuales secundarios, como se puede notar al leer las descripciones de Stál, las que consisten en pequeñas fosetas esponjosas en los ápices de las tibias de los machos de ciertas especies. Estas fosetas esponjosas no son tan visibles como las espinas de los fémures de las patas anteriores. La reproducción es heterógama. siendo precedida por la cópula como en todos los insectos. Los olores son idénticos a los de las ninfas, y los orificios glandulares se abrirían en la faz inferior del tórax (Raillicí). La partenogenesis no se ha observado hasta ahora, y la pedogenesis no puede existir .a causa de la ausencia de aparato reproductor en las ninfas y larvas. 1) — (_ 'oslumbres. Las costumbres de estos insectos son más o menos idénticas a la de los insectos parásitos no o poco transformados, como -mu las Triatomas. Son hematófagos, activos, pudiendo ser sapró- fagos \ caníbales facultativamente [Bruinpí). liste último hecho ha servido para explicar la infección entre ellos; dicho caniba- lismo 110 ha sido aun comprobado. Respecto al saprofagismo, se acepta romo origen de la infección del insecto por los tripanosomas, flagelado adaptado a la vida parasitaria interna (liematozoario). Briimpt señal/) el coprofagismo, diciendo que 1 1 1 manera > podrían reinfectai — 20 — las Triatomas, sin necesidad de picar a animales enfermos; indicó este hecho también en el RJiocínius firolixus. (Brumflt, Impor- tance du canibalisme....) El siguiente hecho creo que se puede referir al canibalismo: puse una larva, de cierto tamaño (6 mm.), recientemente alimen- tada con sangre de cobayo, entre otras más pequeñas (más o menos 3 mm.); estas guiadas, posiblemente por el olor, se han dirigido hacia la larva mayor llena de sangre y han tratado de chupar la sangre que ella llevaba. No lo pudieron hacer, ya sea por la poca consistencia de sus rostros o por la dureza de las paredes abdominales de la larva mayor. Su alimentación consiste en sangre, atacando a mamíferos y también a las aves (animales de sangre caliente). ¿Cómo se guía hasta la presa que ha de atacar? Creo que interviene la vista y el olfato. Respecto a este se puede citar el caso de la larva mayor entre las otras menores citado más arriba. Respecto a la vista podemos considerar la observación siguiente: una Triatoma adulta, encerrada en una cápsula de Pctri, se dirigió hacia donde yo tenía colocado el dedo para agarrar la cápsula y extendió el pico como procurando picar». Creo que allí ha habido una mayor intervención de la vista, porque los olores tenían dificultad en llegar hasta el insecto. El alimento es el mismo en las diferentes épocas de evolu- ción: sangre. Respecto a la influencia de los alimentos sobre la coloración de los adultos, Neiva dice «Além da repugnancia que temos em aumentar o numero das especies, apenas baseados em nugas, sabemos cpie quanto ao colorido ás razoes ácima expostas, (se refiere al cambio de coloración después de la muda), temos que aditar as alteracoes ocasionadas pela alimentacáo a qual, ao cabo de algum tempo, torna os exemplares mais escuros < (Revisáo pág. 28). Respecto a la influencia que pueda tener el alimento sobre sexo futuro no conozco ninguna cita al respecto. Los excrementos son de dos clases unos obscuros casi negros y otros amarillos marrón claro. La composición química de los primeros es la siguiente: [Neiva, op. cit., según Lafont, Boname y De Sornay, deyecciones de T. rubrofasciatá): Deyecciones amarillas Reacción acida Agua 12,72 Urea 3,04 l'rato de soda 41,7:; Ázoe combinado 7,53 Materias indeterminadas 34,98 100,00 — 21 — Estas deyecciones amarillas se secan rápidamente en contacto con el aire, mientras que las de color negro se secan lentamente. El análisis de las deyecciones negras, hechas por los mismos autores y citado por Neiva es. Deyecciones neyras Reacción neutra Cloruro de sodio 47,;¡ii Sesquióxido de fierro 42,10 Cal, ácido fosfórico, azufre e indeterminadas. 10,. 54 lOU.oi) Estas deyecciones no presentan ácido úrico y dejan un residuo ferruginoso. Creo que la existencia de estas dos clases de deposiciones, siendo el alimento uniforme y único, debe corres- ponder a un mayor o menor tiempo transcurrido entre la ingestión del alimento y su expulsión una vez digerido. En Triatomas abiertas 30 días después de haber sido alimentadas, he observado en el intestino grueso (recto), una substancia obscura formada por partículas sólidas en suspensión en un líquido incoloro. Nunca he observado en estas condiciones substancias de color más o menos amarillas o claras. Dichos excrementos tienen una gran importancia en la transmisión de las tripanosomiasis (ver «transmisión de las tripanosomiasis ). Las Triatomas se encuentran casi siempre en las casas o en los corrales domésticos. < Guando nos referimos a domicilios, comprehendemos as dependencias frequentadas tamben por ani- máis domésticos como cavalaricas, chiqueiros, galinheiros, curráis, etc. onde as especies de triatomas domésticos sao tamben encon- tradas, (pág. 15) y en la página 14 «Os reiterados esforcos efectuados com o fin de encomtrarmos exemplares de T. megista fóra de casa, tem sido ate boje infructíferos; muita gente afirma ter encontrado a especie em questao sobre arvores distante das moradias, mas, todos os exemplares apanhados en estas circuns- tancias e que nos tem nido entregados, sao representantes dos géneros Aptomerus, Ectrickodia, Pachylys, Hammatocerus,tííc. Fato análogo, íoi registrados por ¡11/011/ com a '/'. rubrofasciata em Mauricia ■. (Revisáo....) Brumpt y Gómez encontraron la especie '/'. Chagasi en la serra do Cahral cregion inhabitée situé a 12 kmts., a vol d'oiseau de Lassance (Etat de Alinas Geraes)». En las casas se encuentran escondidas entre las hendiduras, detrás de los cuadros, etc. Son muy ágiles y corren bastante ligero, siendo a veces difícil agarrarlas. Se trasladan fácilmente de un punto a otro, ya sea volando o siendo llevadas de un punto a otro por los troperos. A causa de esta facilidad de traslado, su área de dispersión es bastante grande (ver zoogeografía). Los sitios picados son, en el hombre, las manos y la cara no por un tactismo particular, sino por permanecer dichas regio- nes generalmente descubiertas durante el sueño; en cobayos el sitio preferido era la mucosa anal y en las articulaciones dé los dedos de las patas y de las manos. Respecto a la acción de las picaduras se dice que es muy dolorosa, hinchándose la región picada por la vinchuca, y provocando dolores en dicha región. Blanchard (refiriéndose al Reduvius personatus) dice: Latreille fut atteinte une fois a l'épaule, et eut le bras engourdi pendant plusieurs heures. Mégnin á rapporté l'observa- tion d'un peintre connu qui, en traversant un taillis, fut victime d'un Réduve qui luí etait tombé dans le comen quelques minutes, il eut tout le corps couvert de piqúres tellement douloureses qu'il en frissonait; la sensation de demangeaison et de brulure etait insuportable (vSur la piqúre des quelques hemipteres). Railliet, en su Traite de Zoologie, hablando de los Reduvideos dice:-> le Bichu/jue ou Benchuca (Conorhinus nigrovarius), des pampas de l'Amerique du Sud, dont la piqíire n'est pas moins redoutée et fait enfler rapidement le membre attaqué: en moins de dix minutes, cet Insecte, d'abord tres plat, se gorge de san g et devient globuleux, (pág. 819). Carbajal (La Patagonia, t. II pág. 378) dice que: tra i molesti succhiatori di sangue umano si presenta l'Acanthia lec- ¿uaria, (cimice), ed il grande e terribile Lygaeodae Conorkinus infestans Klug, chiamato dal volgo vinchuca, che e le piu temibile cimice per la sua avidita di sangue. Según la gente del campo y los que han viajado por el interior de la República, la picadura de las vinchucas es muy desagradable. Algunos viajeros refieren que las vinchucas se dejan caer encima de la cama donde duerme la persona, sintién- dose un ruido especial «como de un pequeño objeto que cae». Por mi parte he observado a cobayos, en los que había doce vinchucas picando, y los que no sentían o por lo menos no demostraban, molestia alguna. Seguramente se produce una anestesia local al picar, anes- tesia producida antes o sincrónicamente con la picadura. Es la única manera de explicar una picadura no dolorosa en el momento de hacerla: ya depositando sobre la piel una gota de anestesio, ya introduciéndolo con el rostro. Estos insectos son sumamente resistentes a la falta de alimentos; en 1876 Fairmaire «a presenté a la Societé Entomo- logique de France, un Bichuque provenant de Córdoba (Republique Argentine) et vivant encoré apres 7 mois de jeun; malheureseu- ment cet iusect n'a pás determiné . (Blandía ra) seguramente sería la T. infestans Klug, de la que he recibido ejemplares de Córdoba. 3. Dimorfismo: selección sexual, natural, lucha por la vida, etc. — No existe el dimorfismo, no pudiéndose aceptar como carac- teres diferenciales de dimorfismo a las espinas de los fémures, las fosetas esponjosas de los machos de alguna especie, a caracteres generalmente poco visibles, y que se encuentran en casi todas las especies; la porción quitinosa externa de los órganos repro- ductores, es el único carácter sexual bien visible (ver las figuras correspondientes, y las láminas de las diferentes especies). Respecto a la selección sexual, no creo que ella exista, salvo en la preferencia de un macho o una hembra de la misma especie con preferencia a otro de la distinta especie (no hibridismo) «á copula pode verificarse entre exemplares de especies diferentes, e em laboratorio obtivemos que 7. megista, sórdida e infestaiis copulassem entre si; todavía nenhum fenómeno de hibridismo foi observado como consequencia.» (JVet'va, Rev pág. 10). No creo, por ejemplo, que una hembra haya de preferir un macho que tenga un mayor tamaño que otro, diferencia que no pasa de 4-5 mm. en cada especie, o en el que el artejo basal de la antena llegue o no hasta el ápice de la cabeza, o lo sobrepase; estas diferencias tienen solamente su importancia como medio para llegar a un fin: la Sistemática. Respecto a la selección artificial, no existe prácticamente. Kl triunfo del más apto se debe aplicar aquí como en todos los demás casos, aunque no tiene la importancia de muchos otros, como en aquellos en que el alimento está en relación mínima con el número de individuos; en este caso, el alimento es mucho más abundante (pie el número de individuos. 4. Tripanosomiasis: mal de caderas. Xenodiagnóstico [Brnmpt). — Respecto a los parásitos, causantes de las tripanosamiasis ame- ricanas, el que es mejor conocido, es el causante del mal de caderas, el Tripanosoma cquinum (Vogues, 1902). Es una enfer- medad muy conocida en los territorios del Norte de la República, y que ataca a los equinos. La transmisión de este parásito, se puede efectuar por la '/'. i 11 tesinas. El siguiente protocolo, demuestra (pie esa especie (y para especificar aún más, en eje individuo) existía el parásito patógeno, con una virulencia suficiente para ocasionar una enfermedad mortal: Chanchito 440. Julio 3/918: Inoculado subcutáneamente con 2 ce. de (solución fisiológica más gota de sangre de oreja de rata con mal de caderas). Julio [0/918: Hay tripanosomas. Julio ti/918: Fué picado por una '/'. infestam (Kl.) Julio i" 918: Muere. Chanchito 923. Agosto ! 918: Se tritura una vinchuca en solución Eisiológica, y se inoculan a este chanchito 2 ce. En ese triturado, se observan tripanosomas; picó al chanchito | [o, muerto el 19-JUH0-918, 1 u ti ¡panos nías. — 24 — Agosto 26/918 : No se observan tripanosomas. Septiembre 3/918: Se encuentran tripanosomas. Septiembre 11/918: Gran cantidad de tripanosomas. Septiembre 14/918: Muere. Cbanchito 928. Septiembre 11/918: Se inocula con 2 ce. de (solución fisio- lógica más sangre de oreja de 923). Subcutánea. Septiembre 20/918: No se observan tripanosomas. Septiembre 23/918: Se observan tripanosomas. Octubre 9/918: Muere. De este cobayo se inoculan otros, y asi sucesivamente, lo que demuestra que el parásito transmitido por esa Jriatoma ¿n/estans (Klug), era patógeno y mortal. Brumpt demostró que las deyecciones de los Triatomas, eran infectantes respecto del Tripanosoma Cruzi, pues este podía atravesar las membranas y mucosas sanas; se lian encontrado parásitos en la leche de perras inoculadas después del parto; siempre los exámenes microscópicos de la leche han dado resul- tados negativos, pero por su inoculación a ratas, se demostró que contenían parásitos. Los experimentos fueron hechos por Lanfrauclii, con T. Brucci, Evansi, rhodesiense y gambiense. (Lanfranchí. Sur le passage des Trypanosomes dans le lait). Respecto al Xénodiagnostico que creo que es un trabajo de gran importancia, por las aplicaciones y generalizaciones, que podría tener, 110 puedo hacer nada mejor que transcribir en síntesis el trabajo de Brumpt (Le Xénodiagnostic ), copiando los párrafos principales: «Je donne le nom de Xénodiagnostic (De Xenos = lióte), au diagnostic pouvant étre fait au moyen de Fhóte agent vecteur habitud de la maladie parasitaire ou a l'aide d'un lióte vicariant pouvant assurer la culture et l'évolution du parasite. C'est en somme, une culture naturelle du parasite chez des hótes favorables». El examen con resultados positivos de las tripanosomiasis y ds las enfermedades parasitarias, son en general, escasos. La inoculación, la centrifugación, etc., dan generalmente resultados negativos. A Brumpt le había llamado la atención, qué sangui- juelas nuevas, alimentadas en peces que, por el examen de la gota fresca habían sido considerados como sanos, presentaban parásitos flagelados. Lo mismo le sucedió con ranas consideradas como indemnes, después de varios exámenes de resultados nega- tivos. Le fait est facile á éxpliquer par l'éxcellence de l'iióte trans- metteur chez lequel l'évolution se fait dans le 100 % des cas et aussi par la quantité de sang ingéré qui est de 10 a 500 fois plus grand que la goutte de sang susceptible d'étre éxaminée au microscope». — 25 — Aplicó este método al estudio de los tripanosomas de las serpientes; estudiando la evolución en una sanguijuela (Placb- della brasiliensis), de una hemogregarina de una serpiente acuática (Radinia Merremii) «j'ai été surpris de trouver en abondance dans 1'estoniac des Sansues, des flagellés et finalment des Tripanosomes metacycliques. C'est seulement á une 5éme. examen á frais que jai pu trouver le Trypauosome de cet exemplaire de Serpent dont l'éxistence m'était signalée par le xénodiagnostic . «Chez un cobave infecté avec le Tripanosome Cruzi (virus de Bahía), et, n'ayant pas de Tripanosomes a l'éxamen direct, l'éxistence des parasites a pu étre demontrée en faisant piquer cet animal par de larves au 3éme. stade de Triatoma (Conorhiuus) megista >. Cita luego el caso de tres niños atacados por la enfermedad de Chagas, siendo los resultados negativos con ninfas de T. me- gista, y dice: Les autres moyens avaient d'ailleurs egalment échoué (No es de extrañar este resultado negativo, cuando se considere que, la entidad patogénica de la enfermedad de ( 'rus y Chagas, es dudosa). Las Triatomas pueden asegurar el cultivo del T. Cruz/, en cualquier estado de su evolución, y la cantidad de sangre que absorben es mucho mayor que la de la gota de sangre que se examina al microscopio. La inoculación también puede fracasar si el número de parásitos inoculados es pequeño, y son destruidos por los leucocitos. «Done pour le diagnostic de la maladie de Chagas, je crois qu'il est bou de tenter le Xénodiagnostic avec des larves ou de nimphes de Triatomas, chaqué fois que les autres moyens ue seront pas applicables ou seront negatifs». Es fácil de obtener Triatoma indemnes, partiendo de los huevos que siempre son sanos y alimentando a las larvas en animales sanos. Dans les experíences d'infestation que j'ai fait avec des diverses éspeces des Triatomes (T. infestans, megista, sórdida, Chagasi),ou de Rhodnius (R. prolixus),j'ai toujours obtenu roo % de succés; ce pourcentage distingue ees merveilleux hótes vecteurs des Glossines qui, dans la maladie du sommeil et d'autres tripa- nosomoses animales, s'infectent dans une proportion minime». Recomienda el uso de este método, para hacer el estudio sistemático y geográfico de la enfermedad de Chagas en el hombre o cu los animales salvajes; indica las facultades del examen de la gota fresca, de los frotis: D'ailleurs ees frottis de sang son generalment inutilizables par suite de la rareté et de la fragilité des Iripanosoma Cruzi*. La punción raramente es aceptada por el enfermo. C'est en presence de ees difficultés d'ordre materiel que je propose Pemploi anodin du .\'t:iii>i//x/i< . Tous les malades . — 26 — connaissent les Triatomes et peuvent consentir á se laisser faire une ponction de sang naturelle par ees Insectes dont la piqúre est indolore». Las Triatomas jóvenes absorben una regular cantidad de sangre (T. megista ninfa: gr. 0,870; T. infestans, ninfa: gr. 0,435), durando la succión de 1/4 a 1/2 hora. Las Triatomas llenas y debidamente etiquetadas, se envían al laboratorio donde se colocan en estufas a 30o para que los Tripanosomas se desarrollen, se les alimenta, v en sus deyecciones o al disecarlas se puede comprobar cuales están infectadas y cuales no lo están. C'est ainsi que peut se faire le Xénodiagnostic, moyen nouveau d'investigation appelé a rendre des grands services quand 1 'lióte vecteur d'une maladie parasitaire de l'homme ou des animaux, est facile á eléver, et absorbe une bonne quantité de sang . C) SISTEMÁTICA La posición en la serie zoológica de los insectos conocidos vulgarmente en la R. A. y en los países hispano-americanos con el nombre de 7>¿nchucas, está perfectamente determinada. Les corresponde el nombre genérico de Triatoma, nombre que fué creado por Laporte en el año 1833. (Essai. . . .). En el suplemento publicado el mismo año, dicho autor rectifica el error cometido por él, al considerar que este géne- ro poseía tres artejos en las antenas (antenas trímeras) en lugar de cuatro (antenas tetrámeras); explica su error diciendo que: Le granel nombre de documeuts nouveaux que je posséde sur la famille des Réduvites m'oblige a en redonner ici le tableau complet. D'ailleurs, dans le précedent, j'avais été plusieurs fois induit en erreur par la grande dificulté que presente l'étude de l'antenue chez ees insectes; c'est ainsi que j'avais indiqué les genres Lopliocephala et Iriatoma comme n'ayant que trois articles; ce qui provenait de ce qu'elles n'etaient pas completes dans les individus que j'avais eu ocassion d'examiner. Dés-lors le nom du deuxiéme doit étre changé:je luí ai substitué celui de Conorhtnus. Cette dificulté provient i° de ce que la grande fragilité de ees auttennes, ordinairement tres longues et tres gréles, faít qu'elles sont presque toujours incomplétes dans les espéces éxotiques de cette famille et qu'alors il est presque impossible de s'en assurer; 2o- de la presence ou absence » Esta última parte se refiere a la presencia o ausencia de tubérculos pequeños que no existen en este género. Rectifica el cuadro dicotómico que ya había publicado y cambia el nombre del gen. Triatoma por el de Conorhinus (nariz alargada), nombre adoptado por todos los naturalistas hasta hace poco tiempo. Por ley de prioridad el nombre de Iriatoma debe ser antepuesto al de Conorhinus^eto creo que después de tantos años, no se debía haber cambiado dicho nombre impuesto por el uso y por la lógica. Ahora sería ilógico volverlo a adoptar, por la difusión que ya ha tomado el nombre Triatoma y por haber sido aplicada dicha ley de prioridad por algunos congresos de zoología (refiriéndose al conexivo) y en otra sp. : manchas del conexivo negras», caracteres ambos que pueden coexistir en una misma especie. He considerado a las descripciones como verdaderas y exactas, ampliando la de los ejemplares que poseo: 7. infestans Klug '/'. megista Burm. T. sórdida. Stál; Tvitf/ceps Stál; T. circumma- c u tata. Stál; T. rubrovaria, Blanch; 7. platensis Neiva. Walker, en su Catálogo de Hemípteros Heterópteros (T. VII I, pág. 12), trae una sinopsis en forma de clave de 12 especies, pero ella no sirve, porque ahora se conocen 38 especies, es decir, 26 más que en 1873. En este ensayo he podido colocar a 35 especies, quedando fuera de ella, las siguientes: 7. máxima, (Uhler, i^'oq), 7'. m/graus. Bredding 1903 y 7. prot nieta (Uhler, 1894). Creo que esta clave podría titularse EXSAYO PARA una clave DKI. GEN'. TRIATuMA I.A1'. - 29 - ENSAYO DF. UNA CLAVE TEÓRICA PARA EL GEN. TRIATOMA I.AI' A. Con surco o sutura entre los lóbulos anteriores del protórax 1 Sin surco o sutura entre los lóbulos anteriores del pro- tórax 1 '• lignaria i II alker) . I. Corio unicolar o apenas manchado (o con manchas im- perceptibles i '_' "_'. Corio francamente manchado S '■'■. Corio amaiúllo 7. /¿ávida, -V, iva. no amarillo 4 4. Membrana con manchas 5 sin manchas (lisa o unicolor] i¡ .*>. Membrana con varias manchas blanquecinas, sucias pe- queñas T. rugulosa I St.il). Membrana con una mancha más pálida en su parte in- terna 7. recurva [Stal). 6 Con pubescencia dorada en todo el cuerpo 7. platensis A",.., Sin j> » » y » » 7 7. Conexivo con manchas negras 8 marrones /'. africana, M 8. Escudete negro , 7. howardi, Neiva castaño obscuro '■' '.'. Conexivo con manchas que llegan hasta su borde 7. mexicana, Neiva . Conexivo con manchas que no llegan 10 10. Región posterior del protórax más clara T.ocellata, Neiva » lateral » » » /. uhleri, Neiva 3. Corio amarillo - testáceo-elaro con manchas negruz- cas 7'. dimidiatat. \ Stal) Corio con una especie de raya pálida en su mi- tad 7 . ritbida, | Uhler \ Corio amarillo o gris amarillo con manchas obscu- ras 11 Corio castaño más o menos obscuro 12 > negro con una mancha roja, en su sub-ba- se T. Chagasi, Brumpt y Gómez II. Membrana unicolor /. neotomae, Neiva » con manchas pardinegras 7. nigromaculata, (Stal) VI. Corio con manchas lineares u orbiculares de tonos rojos 13 Corio con manchas lineares u orbiculares de tonos testáceos M Corio con manchas lineares u orbiculares de tonos negros 1 5 13. Membrana parda, con nervaduras del mismo color 16 » rojizas T.megista, (Bttrm 16. Tórax con los lados rojizo-castaños /'. variegata, (Drury^ la cuarta parte de la mitad posterior, rojo sal món /. rubrovaria, Bla 11. Artículo basal del rostro menor (pie el apical 17 » » igual ls » mayor » 1'.» 17. Fémures I y II con varias espinitas. ... T. venosa, [Stal) » I y 1 1 • dos » T. circummaculata, Stal I- Artejo II» de las antenas, cuatro veces mayor que el I I "I : Artejo II de las antenas, tres \0-ü cni.) 21 21. Tórax con líneas longitudinales testáceas T. vitticeps, (Stal) » sin 5 » d T.infestans,[Klu¿) 19. Artejo II de las antenas igual a tres veces el 1 22 » II » r, i mayor que tres veces el pri- mero 7. rubro fasiiata {de Geer) 22. Tórax con manchas longit. testáceas T. saugui silga [Lee, » sin » » » 7. gerstaeckeri, (Stal) 15. Corio castaño con pocas manchas negras grandes 25 » » s muchas manchas negras pequeñas... 26 25. Mancha en forma de faja, en la parte media, casi negra u obscura 27 l'na mancha negra entre dos porciones castañas o berme- jas T. licidcmanuí, Neiva Dos manchas negruzcas, la mayor cerca de la ba- se 7'. dim. maculipenniS) Stal l'na mancha cerca de la base y dos angostas en parte unidas T. rufotuberculata, > Chainp.) 27. Mancha unicolor 7. indictiva, Neiva a su vez con una mancha interna T. oceulta, Neiva 26. Abdomen con cinco series longitudinales de man- chas 7. geniculata, i I.atr. \ Abdomen sin cinco series longitudinales de man- chas 28 28. Patas con tres anillos amarillentos. 7'. brasiliensis, Neiva » sin » » » I\ tenmiis, Neiva En primer término pondré la descripción de la especie-tipo, Triatoma rubrofasciata (De Geer, 1773). (Berl. Ent. Zeit., 3-1859, pág. 106). Existe en Neiva (Revisáo do gen. Triatoma l.ap. ¡914) una estensa bibliografía para cada una de las especies de este género. Triatoma rubrofasaata (/Je (¡eei\ 1773) Pardo-testácea, granulosa, tórax a veces pardinegro cuello, t abrir a los anteriores y márgenes o bordes estrechos laterales del tórax, tira estrecha del corio terminada por ana mancha en el ápice y fajas del conexiva, testáceo. % ^ Long. 20 -22; I. al. ¿-Jj4 mm. Patria: Brasil, Para, Port-au-Prince, Sierra Leona, India Oriental, Ceilán. Pardo-testáceo obscura. Cabeza apenas más corta que el tórax, sutilmente granulosa, lóbulos laterales de igual longitud que el del medio, obtusos, no prominentes. Rostro con el artejo basal casi el doble más largo que el apical. Antenas más claras bacia el ápice, insertas a igual distancia del ápice de la cabeza y de los ojos, con el artejo basal que apenas ultrapasa el ápice de la cabeza, el 2 casi 3,5 veces más largo. Tórax en el medio a cada lado, apenas sinuoso, no estrechado, granuloso, con los tubérculos apicales y bordes laterales testáceos. Escudete granuloso, poco saliente en el ápice, algo más largo que ancho. Hemielitros algo más cortos que el abdomen, sutilmente granulosos, tira angosta del clavus a veces interrumpida en el medio, terminada en el ápice por una mancha igualmente colo- reada, testácea; membrana parda. Abdomen por abajo más claro, disco del vientre de las hembras algo aplanado. Conexivo pardi- negro, limbo exterior estrecho y bordes o márgenes basal y apical de los segmentos, testáceas. Fémures anteriores, armados por abajo con algunas espinillas. Tibios anteriores de los machos con una foseta esponjosa pequeña en el ápice. Triatoma circitmmaculata (Sía¿, i8¡g) Macho. — Color general castaño-claro y más obscuro en el tórax y en la cabeza. Cabeza. — Subcilíudrica, muy poco estrechada por detrás de los ojos, inmediatamente detrás de este estrechamiento existe un ensanchamiento que luego se continúa por detrás con el cuello, la parte anteocular, dos veces mayor que la postocular; lóbulos laterales apenas más cortos que el intermedio, este truncado oblicuamente y los tres pocos prominentes. Ojos. — Moderadamente prominentes, ocelos distantes, cuello con una mancha amarilla- testácea en su región dorso-lateral. Antenas — con el artejo basa! que no llega hasta el ápice de la cabeza, el n", cuatro veces mayor que el primero, los dos apicales más claros; tubérculos anteníferos colocados algo más adelante de la mitad de la porción anteocular. Rostro. — Deprimido, con los artículos medio y apical, sub-iguales, (el medio algo mayor), el artículo apical casi 2 veces mayor que el basal. Tórax.— Con dos tubérculos cónicos en los ángulos anteriores, y más claros en su parte apical; hacia atrás, dos lóbulos que ocupan cada uno una tercera parte de cada mitad lateral del prenoto, y que carecen de tubérculos; en la porción pos- terior del pronoto, hay dos carenas poco visibles, que al di verger se desvanecen, con su parte superior y media, lisa; el disco del pro- noto es arrugado; ángulos posteriores más o menos abultados, prominentes y redondeados; en el disco se encuentra un surco medio longitudinal, (pie lo divide en dos mitades laterales, este surco no es tan profundo entre los lóbulos anteriores, encontrán- dose allí bajo la forma de una línea de color más obscuro que el de los lóbulos. Escudete;- De igual color que el tórax, con el ápice algo prolongado, y más pálido. Hemielitros -Castaño-claros, algo más cortos que el abdomen. Cono. Testáceo-amarillenl , con nervaduras negras y algunas manchas testáceo-amarillentas obscuras. Membrana-. De color castaño, con nervaduras que resaltan por su color más obscuro. Conexivo. — Con manchas testáceo-amarillentas, separadas entre si, por fajas marrón obscuras, casi negras, que ocupan la base y el ápice de cada segmento; tanto estas fajas como las manchas citadas llegan hasta el bordi del conexivo. Abdomen. — Castaño-rojizo, casi negro, glabro. Pa- — 32 - tas. i y ii, castaño-negras, tarsos más claros, fémures. — Por debajo y cerca del ápice, armado con dos espinitas. Segmentos del abdomen: 6. — Eong.: 15,5; Eat: (en los ángulos posteriores del pronoto): 3,5 mm. Ejemplar del laboratorio de Zoología de la Facultad de C. E. F. v Naturales. Triatoma infestans {Klug 1834) Color general castaño, variando desde el obscuro hasta el claro, con los henielitros casi siempre más claro. Cabeza. — Negra, algo más larga que el tórax; parte anteocular casi el doble mayor que la parte postocular; lóbulos laterales e intermedios, casi de igual longitud; tubérculo anteníferos insertos en la mitad de la parte anteocular. Antenas. — Con el artejo basal que no llega hasta el ápice de la cabeza (en uno de los ejemplares, hembra que poseo, ese artejo llega hasta el ápice de la cabeza, pero en las otras T. infestans hembras, él no llega hasta el ápice), artejo 11", tres veces mayor que el basal, los apicales setáceos y pilosos, más claros que los dos básales. Rostro. — Rostro pardo-obscuro, con los artejos basal y apical subiguales, más densamente piloso hacia el ápice. Ojos. — Negros, ocelos castaño-claros. Tórax. — Castaño- obscuro, con tonos imperceptiblemente rojizos, apenas con los tubérculos semicónicos de los ángulos anteriores, y los ángulos posteriores casi imperceptiblemente más claros; lóbulos anteriores con cuatro tubérculos pequeños, lóbulo posterior con dos carenas negras; superficie densamente rugosa. Escudete. — Castaño muy obscuro con el ápice bastante prolongado y transversalmente rugoso (un ejemplar con el ápice de color amarillo-testáceo-sucio). Hemielitros. — Que a veces llegan hasta el ápice del abdomen, de color general. Cario. — Más obscuro que la membrana, con una mancha en la subbase del clavus, subbase de la célula discoidal (subaxilo-costal), ápice de la intercostal, de color amarillento-testáceo sucios. Membrana. — De color castaño, no muy obscuro, con la nervadura costal media más obscura y más nítida que las otras. Conexivo. — Regularmente ancho (más angosto en los machos), con manchas irregulares negras,, que ocupan el ápice y la base de cada segmento, y que alternan con fajas amarillo-testáceas. Abdomen. — Testáceo, más obscuro hacia la periferia. Patas — Negras, con los trocánteres, los ápices de los fémures y los tarsos de color testáceo-amarillentos. Fémures. — Anteriores (1 11), con dos pequeñas espinitas, por debajo y cerca de los ápices. Muy abundante en la República Argentina, encontrándose hasta en Ea Pampa; recibe el bien conocido nombre de «vinchucas. Descripción basada sobre cuatro hembras y un macho de la colección de la Sección Zoología del I. B. del D. N. de H. - 33 — Triatoma megisttt {Bürmeister, iSjj) Cabeza corta, negra, porción ante-ocular más del doble mayor que la p istocular, tubérculos anteníferos insertos por delante y y junto a los ojos. Ojos prominentes, negros. Antenas con el r° artejo que sobrepasa al ápice de la cabeza; el n", algo más del doble que el i . Rostro negro, excepto en el ápice del artejo medio, cónico, los artejos van siendo hacia el ápice del rostro cada vez más pilosos; el artejo basal más del doble mayor que el apical, el 2", triple mayor que el 3". Tórax negro, con los lóbulos anteriores (que poseen tres tubérculos; el mayor o antero interno, prominente y cónico-truucado; el mediano, postero-externo y el menor se encuentra donde termina las dos carenas del lóbulf posterior del pronoto), borde anterior con los dos tubérculos semicónicos de los ángulos anteriores, de color negro; dos carenas anchas y obtusas en la parte posterior casi como los ángulos posteriores, de color rojo-salmón, que contrasta con el fondo negro de la superficie del pronoto. Escudete triangular negro; ápice un poco encorvado hacia arriba y dos carenas que terminan en él, de color salmón-sanguíneo. Conexivo con manchas angostas de color salmón sanguíneo, que alternan con fajas anchas negras o casi negra--. Hemiclitros con una mancha basal en el corto salmón-sanguíneo, y otra del mismo color en el ápice de la célula costal, la nervadura subaxilar de la membrana, en su parte basal, de color testáceo-rojizo-obscuro; coloración general de los hemielitros, obscura, con nervaduras algo más claras. Fémures negros con los ápices claros, 1 y n, por debajo y cerca del ápice con dos espinitas. Descripción basada sobre, dos hembras y un macho, de la colección de Zoología de I. B. del I). X. de Higiene. Triatoma platensis Neiva igij Color general castaño-obscuro, con el escudete negro que contra-si 1 con el color general. ( o/nzu algo más obscura que el resto del cuerpo, gruesa, con los ojos salientes y negros; parte a iteocular tres veces mayor que la postocular; lóbulos laterales e intermedio de igual longitud; ocelos claros casi imperceptibles a simple vista. Antenas con el artejo basal (pie no llega hasta el ápice de la cabeza, el 2o piloso, tres veces mayor que el 1'; tubérculos anteníferos insertos algo más adelante de la mitad dé- la parte anteocular; los dos apicales faltan. Tórax con su parte anterior algo más obscura que la posterior, coloración que se continúa más hacia atrás, en la parte media (entre las dos carenas del lóbulo posterior), que en los costados ile c-llas; ángulos ante- riores con do- tubérculos semicónicos; lóbulos anteriores separados por un surco (pie se continúa en la parte posterior del pronoto; dos carenas divergentes, negras, brillantes, y que terminan en la — 34 — parte posterior, borde posterior más claro, superficie del pronoto arrugada, excepto en las carenas y en los lóbulos anteriores. Escudete totalmente negro, con el ápice algo encorvado hacia arriba y poco prolongado, su largo es más o menos igual al ancho de la base. Hemielitros de igual largo que en el abdomen, de color general. Coria apenas un poco más obscuro que la membrana, siendo muy pequeña esta diferencia; con una mancha pálida casi triangularen la célula discoidal. Membrana con la célula periférica, en su parte antero-interna, algo más clara; nervadura del corio, en el límite de este con la membrana (nervadura limítrofe), negra o casi negra; la membrana con arrugas longitudinales. Conexivo no muy ancho, algo menor que el de T. infestans, con grandes manchas negras que se alternan con fajas angostas amarillo- testáceo-claras, estas a veces estranguladas o interrumpidas; las manchas negras ocupan la base y el ápice de cada segmento, más anchas en la base. Patas de color general, pilosas, con la base de los fémures, y las coxas, de color más claros. Femares i v n, por debajo y cerca de sus ápices, con una pequeña espinita. Tarsos más claros. Ejemplar macho; abdomen 7-segmeutos. Des- cripción hecha sobre un ejemplar del Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires, etiquetado «T. platensis. Tipo . Tria toma rubro-caria {Blanchard, rS^j). Cabeza negra, subeilíndrica, algo más larga que el tórax; parte anteocular doble mayor eme la postocular; tubérculos anteníferos insertos algo más adelante de la mitad de la parte anteocular; lóbulos laterales e intermedios de igual longitud, pocos promi- nentes. Ojos moderadamente prominentes, negros. Antenas con el artejo basal que no llega hasta el ápice de la cabeza; los tres apicales faltan. Rostro deprimido, testáceo-amarillento, con los artejos basal y apical, subiguales; más densamente piloso hacia el ápice. Tórax negro, excepto en los lados de la parte posterior (fuera de las carenas) y ángulos posteriores, que son de color rojizo-salmóu, (var. b de Stál). Escudete negro, con el ápice algo prolongado. Hemielitros algo más cortos que el abdomen. Corio rojo-testáceo, con el clavus pardo obscuro, y una mancha más obscura que abarca el ápice del corio, excepto en la célula inter- costal, de color castaño-obscuro. Membrana parda, con las nervaduras costales, nítidas y más obscuras que la superficie de la membrana. Conexivo ancho, rojo-testáceo, con fajas angostas negras, que ocupan el ápice y la base de cada segmento, más anchas en la base. Abdomen pardo obscuro, con tonos casi imperceptiblemente rojizos. Patas negras, con trocánteres y tarsos castaño-claros. Ejemplar hembra de la colección del Laboratorio de Zoología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Buenos Aires). Etiquetado «Banda Oriental.» — 35 — Triatoma sórdida (¿'tal 1859) Color general de la cabeza y el tórax de color pardo-negro hemielitros y conexivo gris amarillento sucio (más claro en la hembra), este último con fajas negras, muy angostas. Cabeza casi negra; con la parte anteocular casi el doble mayor que la post- ocular; lóbulo medio algo más corto que los laterales, y de color más claro que el resto de la cabeza; tubérculos antenííeros insertos casi en la mitad de la parte anteocular. < >¡os prominentes, negros en el macho, blancos en la hembra. Antenas con los dos artejos básales pardo-testáceos; el 3" amarillo-sucio, con las dos extremi- dades del mismo color que los dos artejos básales; el 20 y el 30 pilosos; el basa] que casi alcanza al ápice de la cabeza (en la hembra es 1111 poco menor que en el macho), el 2 ', tres veces mayor que el 1". Rostro de color gris amarillento pardo-claro, algo plano, con el artejo basal más corto que el apical, el 11o, o medio algo mayor que aquel; cuello liso, negro, con una mancha a cada lado de color amarillo-pardo. Tórax negro, brillante (en la hembra más claro), con los tubérculos anteriores, manchas en el borde posterior, parte media del surco medio longitudinal (excepto en la hembra), tubérculos y manchas pequeñas del lóbulo anterior (más nítida en la hembra), de color gris-amarillento-sucio. Escudett ruguloso, algo más obscuro que el tórax, excavado triangularmente en su parte central, y con el ápice algo saliente de color pálido. Hemielitros un poco más cortos que el abdomen; gris-amarillento sucios, i algo más obscuros en la hembra), parte media y apical de las células axilar y discoidal, y membrana con la base de las células periférica y costal interna del hemielitro derecho, de color negro que contrasta con el color general del hemielitro izquierdo, que tiene los ápices de las nervaduras longitudinales del corio; negro en la hembra estos mismos ápices sonde color negro brillantes. (M Conexivo amarillo, con fajas muy estrechas negras, situadas en el ápice de los segmentos, estas terminan en su extremidad externa, por una mancha fiel mismo color; alternan con fajas anchas gris- amarillentas, sucias. Abdomen de color pardo obscuro, con el limbo amarillo. Fémures amarillo-sucios, con el anillo apical pardo; 1 ■ 1 1, por debajo y cerca del ápice, con dos espinitas, tibias pardo-testáceas, tarsos algo más obscuros que los fémures. Descripción basada sobre un ejemplar macho y otro hembra, de la colección de la Sección de Zoología del 1. I!, del I'. X. de Higiene de Buenos Air* Triatoma vitti > ps { ■' ■'. ■ ' , ' 1' de coloi obscuro, casi negra, ruguiosa, con una cinta ¿Será esta tfariaciói ind I «poco val n de los isados en los colores. i>or lo menos en esti - 36 - longitudinal testácea, que llega hasta un poco por delante de su mitad; la parte anteocular es el doble mayor que la postocular; lóbulos laterales e intermedio de igual longitud. Ojos prominentes; tubérculos anteníferos insertos en la mitad de la parte anteocular; ocelos distantes entre si. Rostro negro, más densamente piloso hacia el ápice; con el artejo basal algo más largo que el apical, artículo medio casi 2,1/2 mayor que el tercero. Tórax rugoso; con los tubérculos de los ángulos anteriores, colocados en arco de círculo, semicónico; más hacia atrás dos lóbulos separados pro- fundamente entre sí por un surco que se continúa hasta el principio del 1/3 posterior del pronoto; en estos lóbulos se pueden observar varios tubérculos, de los cuales el mayor y el más visible es el antero-mterno, de color amarillo-testáceo; una mancha oblonga longitudinal externa y el borde lateral de estos lóbulos del mismo color, en la unión del 1/3 interno con los dos 1/3 externos, en el borde posterior de dichos lóbulos anteriores, tiene su origen una carena negra, brillante, que separa a dos manchas oblongas longitudinales del lóbulo posterior del pronoto, amarillo-testáceas, prolongándose la externa más hacia atrás que la interna; ángulos posteriores de color testáceo, pero no tan claro como el de las manchas del lóbulo posterior; borde posterior obscuro. Escudete castaño, casi negro; con el ápice prolongado y arrugado trans- versalmente, con su parte central excavada y de color testáceo- rojizo. Hemielitros algo más cortos que el abdomen. Cono castaño obscuro, parte posterior del borde interno (con respecto al eje del cuerpo), parte periférica de la célula axilar, base de la discoidal, y subbase de la marginal de color testáceo. Membrana con nervaduras costales y manchas en la subbase de las células costal interna y costal media, un poco más claras que las manchas del corio; color general de la membrana castaño no muy obscuro. Abdomen con- vexo transversalmeute y plano longitudinalmente, del color general, castaño-obscuro, estigmas del mismo color que las fajas más angostas del conexivo, amarillo-testáceos; lateralmente se observan las tres regiones descriptas en la página 14, del capítulo de la Anatomía externa, bajo la forma de impresiones discales. ( 'onexivo negro, con fajas angostas amarillo-testáceas, que a veces llegan hasta el borde y que están situadas cerca del ápice de los segmentos; parte externa de la cisura intersegmental de color rojizo. Patas de color castaño-obscuro, con los ápices de las tibias, dorados Fémures 1 y 11, con dos espinitas, por debajo y cerca de los ápices. Ejemplar hembra, sin antenas, de la colección de la Sección de Zoología del I. B. del D. N. de Higiene. 1 7 riatot/ia africana. Neiva, igir. Rostro, Antenas y Cabeza marrones, esta última algo más obscura; ocelos bien visibles. Pronoto con dos "randes lóbulos en su parte anterior, que se encuentran unidos a la parte posterior por cintas de quitina bastante llamativas, la parte posterior es menos obscura, con cuatro manchas claras, situadas en los ángulos posteriores y dos en el medio. Escudete marrón, y con el ápice claro. Alas en el corto y la membrana marrones. Abdomen marrón. Conexivo con manchas marrones obscuras y fajas oblicuas apicales de color amarillo-ocre, lado ventral marrón, /'atas del mismo color, - -límente los tarsos un poco más claros. Fémures anteriores con espinas poco llamativas. Longitud: 26 mm. Lat.: 8,5 ímn. Descripción hecha según un ejemplar bien conservado. Tipo en el Museo Real Zoológico de Berlín. Patria: África (Coleccionada por Emin Pascha, África tropical) (Revisao do gen. Triatoma Lap. Neiva p. 32 1914). 2. Triatoma arenaria Walker i8yj. Patria: Brasil. Especie coletada por Bates 110 estado do Para; nunca a conhecemos táo pouco encontramos o tipo no musen británico. Distant propóe que se a considere inexistente o que nos parece razoavel» {Neiva, pág. jj). 3. Triatoma brasiliensis Neiva, ign. Rostro, A11 fritas y Cabeza castaño-obscuro. Tórax del mismo color pero con fajas claras en la región central comenzando en el pronoto v que van divergiendo hacia la porción posterior; su colorido castaño-claro. Ilcmiclttros con el curio manchado de negro; la membrana obscura con nervaduras bastante visibles y obscuras. Conexivo ancho, negro y amarillo siendo las manchas amarillas más anchas y separadas por fajas negras. Latas castaño-obscuras, con tres anillos amarillos encontrándose dos en los fémures, el i", en la base y el 2" que es el mayor en el medio; el 3" en el ápice de la tibia, tarsos claros, principalmente en el lado inferior. Longitud: 25 mm. Lat.: 9 mm. Habitat: Caico. Río Grande do Norte. *Las especies que más se aproximan son /'. in/estans, Klug, x /'. maculata Erichson. La distinción se hace principalmente por ía ausencia de anillos en esta especie, la sp. /. in/estans posee apenas el anillo do la base del fémur y la /'. maculata tiene piernas unicolores ►. (Ne, 1 Tipo 111 el Instituto <)>:<■, i/t/o Cruz. Revisao do gen. Triatoma. Lap. Neiva. [914, pág. 33. 4. Triatoma Cnagasi, Brumpt y Go'm>. , 1914. Especie do _>■) por 12 mm. Color general negro, como /'. - 38 - megista, con manchas rojo-obscuras sobre la cabeza y el tórax, y rojo claro sobre las alas y el conexivo. Cabeza alargada como en T. infestans, de color negro, con una faja longitudinal rojo-obscura, extendiéndose desde los ocelos hasta cerca de la extremidad anterior. Entre los ojos esta faja roja tiene una anchura de 0,75 mm.; al nivel de las antenas, ella se adelgaza y termina en punta hacia la extremidad anterior. Ojos negros. Ocelos negros colocados sobre un tubérculo como en todas las Triatomas. Antenas con 4 artículos; el primero, tres veces más pequeño que el segundo y negro como él; el tercero más pequeño y más claro que el segundo. Rostro negro, grueso, los dos primeros artículos mucho menos vellosos que el tercero. Tórax de color negro, presentando en su parte anterior dos tubérculos salientes y tuberosidades como en, T. infestans. En su parte posterior, el tórax presenta 4 líneas rojo-obscuras divergentes y del mismo largo, dos medianas bor- deando anteriormente las crestas submedianas y no llegando hasta la extremidad del tórax. Dos pequeñas manchas de un rojo menos resaltante que las líneas precedentes, entre las crestas. Escudete negro rugoso, con la extermidad puntiaguda y saliente, negra y con la base manchada de rojo. I leinielitros llegando hasta la extremidad posterior del cuerpo. Coria negro, presentando una mancha roja cerca de su inserción sobre el tórax. Membrana ennegrecida de color obscuro, un poco más claro cerca del corio. Patas negras, tarsos negros. Abdomen negro en las faces dorsal y ventral. Conexreo ancho, negro, con 6 manchas rojo-claras. Estas manchas triangulares, de base externa, de lado posterior paralelo al borde de los anillos, de lado anterior oblicuo, están colocadas más cerca del borde posterior que del anterior. La primera mancha es más pequeña que la segunda, pero esta es más pequeña que las otras cuatro. El mayor ancho del cuerpo del animal en ayunas, se encuentra entre la tercera y cuarta mancha del conexivo. La extremidad del abdomen en esta hembra, es trilobada como en T. infestans. Huevo blanco de 2,5 mm. por 1,3 mm. «Esta descripción es basada sobre una hembra capturada en una cueva de mocó (Kerodon rupestris), en la sierra de Cabral (más o menos 800 mm. de altitud), región inhabitada situada a 12 kilómetros a vuelo de pájaro de Lassance (Estado de Minas Geraes). (Ann. Paul, de Medicina y Ciruggía. An. n, S. Paulo, Oct. 1914, Vol. ni, N.c 4, p. 75.) 5. Tria toma circumm acula ¿a, (Stal 1859.) Negruzca, tabulo posterior del tórax a veces pardo testáceo, base y mancha pequeña cerca del ápice del rorio hacia la membrana y manchas grandes del conexivo, rojo-testdcea. Long.: 15; Lat.: 3.5111111. Patria: Buenos Aires. - 39 - Negruzca, glabra. Cabeza apenas la mitad más larga que el tórax, la porción anteocular más del doble más larga que la postocular, lóbulos laterales de igual longitud que el intermedio, no prominentes, obtusos, parte posterior inmediatamente por detrás de los ojos, algo estrechada. Ojos moderadamente prominentes. Rostro deprimido, con el artejo basal corto, los dos siguientes de igual longitud, casi dobles más largos que en aquel, el apical amarillo-testáceo. Antenas insertas casi en el medio de la porción anteocular de la cabeza, el artejo basal muy corto, el 9.0 casi 5 veces mayor que aquel. 'Tórax ruguloso, con el lóbulo anterior apenas más corto que el posterior. Escudete con el ápice un poco saliente, apenas más largo que el ancho basal. Hemielitros un poquito más corto que el abdomen, pardo-testáceos, base del corio y mancha subapical velada, rojo-testáceas; membrana parda. Conexivo rojo-testáceo, segmento en la base y en el ápice, estre- chamente marginados de negro. Pemtires 1 y n, por debajo, cerca del ápice, armados de dos espinitas pequeñas. Tibias 1 y 11, de los machos con una foceta esponjosa pequeña. (('. circummaculatus, Stal. Berl. Enf. Zeits. 1859, ni, p. 114. (4). <'. Triatoma diñad ¡ata. (t.a/r. j8ii). Negmzca o picco-negruzca, can ios hemielitros y el a indio lit do! abdomen^ amarillo-testáceos-claros, con casi la mitad 'basal do clavns, v li mancha pequeña discoidal del corio asi como las man- chas 111a roí nalos casi redondeadas del abdomen, noy ras: membranas parduzcas con la laso mas obscura. Long.: 31; L,at.: 7 mm. I'atria: Costa Rica, Veragua, Guayaquil. Negra o negro-picea, glabra, ('aboza apenas más larga que el tórax, la parte anteocular casi doble más larga que la posterior, los lóbulos laterales apenas más cortos que el intermedio, obtusos, tubérculos anteníferos insertos apenas detrás del medio de la liarte anteocular. Ojos moderadamente prominentes. . liitriias con los 2 artejos apicales, testáceo-amarillentos, el basal apenas llega al ápice de la cabeza, el n mide 2,5 veces más largo que aquel. Rostro bastante delgado con el artejo apical apenas más largo que el basal. Tórax ruguloso, lóbulo anterior la mitad más corto qui el posterior, el disco antes del medio con 2 tubérculos dimi- nutos, imperceptibles. Escudete con el ápice un tanto saliente, apenas más largo que la anchura basal. Hemielitros casi de igual largo que el abdomen, amarillo-testáceo-claros con la mitad basal del clavus, (1 ángulo apical del corio, y una mam-ha pequeña discoidal debajo del medio cerca de la membrana, negruzi membrana, pardusca con la base más obscura. Pecho rugoso. . Xbdomén con el limbo anchamente amarillo-testáceo manchas marginales en la base de los segmentos, casi redondeadas negras. Fémures 1 y ir, por debajo cerca del ápice con 2 espinitas ó 3 distintas, los posteriores (m), armados de una espinita impercep- - 4o — tibie. Tibias i y n de los machos en el ápice, con una f oseta pequeña esponjosa. (Couorhiuiis dimidiatus. Sliil Berl. En/. Zeits. ni, 1859, pág. no (7).) 7. Triatoma dimiata maculipennis (Stdl, 1X59) Negra, hemielitros y ancho limbo del abdomen amarillento- sucio, parte basa/ de clavus, ápice v mancha mayor discoidal del corio, asi como las manchas redondeadas marginales del abdomen, negras. Long.: 27; Lat.: 7 muí. Patria: México. Parecida a' la sp. anterior (C. dimiatus y, menor, negra, glabra. Cabeza un poco más larga que el tórax, la porción anteocular con la mitad más larga que la postocular, lóbulos laterales de igual longitud que los intermediarios, obtusos, tubérculos antení- feros insertos un poco por detrás de la mitad de la parte ante- ocular. Ojos moderadamente prominentes. . inte ñas con los 2 artejos apicales amarillento-testáceos, el basal llega hasta el ápice de la cabeza, el 11, casi 2,5 veces más largo que aquel. Rostro bastante delgado, coii el artejo basal la mitad más largo que el apical. Jorax ruguloso con el lóbulo anterior la mitad más corto que el posterior, inmediatamente antes del medio con 2 tubérculos discoi- dales pequeños brevemente subeónicos y posteriormente a c/lado con 2 tubérculos menores; lóbulo posterior con las carenas discales obtusas, desvanecidas posteriormente. Escudete con el ápice algo saliente, apenas la mitad más largo que el ancho basal Hemielitros amarillento-sucios, con la parte basal del clavus, el ángulo apical del corio, y la mancha mayor discal irregular, negruzcas; membrana pardo-obscura. Pecho rugoso. Abdomen con el ancho limbo ama- rillento, manchas marginales menores orbiculares en la base de los segmentos, negras. Fémures 1 y 11, por debajo cerca del ápice armados de 2 espinitas. Tibias 1 y 11 de los machos con una foseta esponjosa pequeña. (C. maculipennis. SI. Berl. En/. Zeits. 11 1, 1859, p. 111 (8).) 8. Triatoma flavida. Afeiz/a, /<;//. Rustro y antenas amarillas. Cabeza del mismo color salpicada sin embargo, de negro, así también como el pronoto el que posee los tubérculos de la región posterior muy pronunciados. Escudete también salpicado de negro, pero con la porción terminal más clara. Corio amarillento con manchas obscuras esparcidas; membrana amarillenta, t 'onexivo amarillo, poseyendo manchas obscuras que llegan hasta los bordes, ocupando sin embargo la mitad 'del seg- mento. Abdomen castaño-osbcuro. Ratas de color más claro que el color del abdomen; los lémures anteriores y los medios 1 y 1 r, poseen espinas bastante acentuadas. Long.: 24; Lat.: 8 mm. - 4i — Patria: Cuija. [T. flavida, Nciva. Rev. do gen. Triat. Lap., 1914, p. 38). (Trans- cripto del N.° 44 de Brazil-iMedico de 22 de Nov. de 191 1 1. 9. Triatoma geniculata. (Latreille, rSii) Tcstdcea-amarillenta o gris-amarillenta-clara; antenas, tubérculos anteníferos, rostro, manchas x figuritas pequeñas del lóbulo anterior y limbo posterior del lóbulo del tórax, disco y ápice del escudete, manchas del abdomen x del pecho, fémures (exceptuando los ápices) x tibios, pardinegras. L,ong.: 24-22; Lat.: 6-7 mm. Var. a: Faja basal del tórax trisinuada anteriormente con todas las manchas del vientre separadas. Var. Ir. Como var. a pero la faja basal es íntegra, no sinuada. Var. c: Como var. b pero con las manchas laterales del vientre confluentes hacia la tira desigual. Patria: La Guayra, Suriuam, Río de Janeiro, Perú (Perú, Venezuela, Guayana Francesa, Brasil, Paraguay, según Neiva). De color gris pálido amarillento o testáceo-amarillento, glabro. < 'abeza de igual longitud (pie el tórax, la porción anteocular apenas más corta que la posterior, tubérculos anteníferos por fuera sub- espinosos-prominentes, lóbulos laterales de igual longitud que el intermedio, obtusos, tubérculos anteníferos, a veces también la mancha situada detrás de los ocelos, asi como dos líneas inter- oculares longitudinales, pardinegras. Rostro pardinegro, un poco piloso hacia el ápice, el artejo apical a veces casi totalmente amarillo-testáceo. Antenas con los artejos basal y pardinegros el 1 apenas llega hasta el ápice de la cabeza, el 11 , 2,5 veces más largo que aquel. Ojos bastante grandes y prominentes. Tórax con el lóbulo anterior variado de negro, el disco con dos tubérculos pequeños; lóbulo posterior casi doble más largo que el anterior, ruguloso, carenas del disco, imperceptibles; faja basal (a veces trisinuada, anteriormente), asi como una mancha pequeña anterior a c lado, con otra opuesta confluente con el lóbulo anterior, pardi- negras. Escudete rugoso con el ápice largamente saliente, más del doble más largo que el ancho de la base, bordes laterales, impresión del disco y la parte apical saliente, pardinegros. Hemielitros de igual largo «pie el abdomen con las nervaduras distintamente pardas, areolas del corio, más o menos indistintas y diluidamente manchadas de pardo y salpicadas de puntos, borde anterior del ángulo apical del corio pardinegro hacia la membrana, l'e, lio rugoso con el borde posterior del prostermun ampliamente, disco y las manchas laterales del mesostermun, disco \- banda lateral del metasternum sobre las COxaS, pardinegras. Abdomen con las manchas del conexivo inmediatamente detrás de las incisuras y las 5 series longitudinales de manchas del vientre, negruzcas, una serie media de manchas mayores triangulares, ..' series laterales muy aproxima las, la exterior de manchas pequeñas situadas — 42 — inmediatamente detrás del medio de los segmentos, serie interna de manchas mayores situadas cerca de la base de los segmentos, a veces confluentes hacia la banda desigual. Patas excepto las coxas, los trocáteres, los ápices de los fémures y tarsos, y a veces los ápices de las tibias), pardinegras. Fémures i y n, inferior- mente debajo del medio con varias espinitas, los posteriores (ni), cerca del ápice armados de 2 espinitas. Jibias 1 y 11, de ambos sexos, con pequeña foseta esponjosa. (Lamus geniculatus. Berl. Ent, Zeus. 111, 1S59, p. 116 12). Redu-oñis geniculatus. Latr. Ins. de l'Amer. Merid. Eqtiin. pág. 1 j i-i 12) el XV. fig. 12 i ns. compl. col. i u Voy. Humb. et Bon- pland. Pars, II vol. I Rec. d'obs. zoolog. et d'Anat. eoin. iS/f.J (Xo encontrando la descripción hecha por Latreille de esta especie, me he visto obligado a transcribir la dada por Stal). 10. Triatoma Gerstaekeri {Stal, rS^p) Negra, con la base misma y el borde costal basa/ asi como una mancha pequeñita oblonga del cono en el borde medio apical v los anillos apicales de los segmentos di l abdomen amarillo- testáceos sucios. £ Long.: 25; Lat. 6 mm. Patria: Texas. Negra, glabra. Cabeza vea poquito más larga que el tórax, con la parte anteocular más de la mitad más larga que la posterior, tubérculos anteníferos insertos apenas detrás del medio de la parte anteocular, lóbulos laterales de igual longitud que el inter- medio, redondeados por fuera, no prominentes. Ojos moderada- mente prominentes. Antenas con el artejo r.° que apenas llega hasta el ápice de la cabeza, el 11 casi 3 veces más largo que aquel. Rostro bastante delgado, con el artejo basal casi más largo que el apical. Tórax ruguloso, el lóbulo anterior la mitad más corto que el posterior, 2 tubérculos discoidales más distintos antes del medio, y más lejos hacia cada lado y atrás con 2 tubérculos casi imperceptibles; lóbulo posterior con las carenas discales obtusas, que se desvanecen detras del medio. Escudete con el "ápice saliente, un tanto más largo que el ancho basal. He.mi élitros de igual longitud que el abdomen, con la base misma y el borde angosto costal hacia la base, casi como una mancha pequeña oblonga en el borde medio apical entre las ramas de la 2.a nervadura, amarillo- testáceo-sucios; membrana parduzca. . I/domen con los ángulos apicales así como el borde apical de los segmentos a c lado, amarillo-testáceos. Fémures 1 y 11, cerca del ápice por abajo armados de 2 espinitas. Tibias anteriores (1 y n), con una pequeña faceta esponjosa en el ápice. (C. gerstaekeri. Stal. Berl. Rut. Zeus, ni, 1859, p. 111 (9)). — 43 — ii. Triatoma Heidemanni Nciva ron. Rostro, cabeza v antenas de color castaño. Tórax c m los lóbul >s, partes laterales y posteriores de color castaño; la parte central es negra, formando a veces tres largas estrías de este color. Escudete negro, con la extremidad casi siempre castaña. Cor/o con una gran mancha negra colocada entre dos porciones de color casta ñ i, el que en algunos ejemplares posee un matiz bermejo más acen- tuado. Conexivo bermejo y negro. Abdomen de color castaño. Patas del mismo color que el abdomen; los tarsos son sin embargo siempre más claros. Long.: 18-22; Lat.: 7-8 mm. Habitat: listados Unidos, Texas, Belfrage, Illinois, Pensilvania, Tenesis. Pode ser confundida com a sanguisuga Lee.; do qual se separa pelo tórax que e liso e nao possue o estrangulamiento tao acentuado da sanguisuga] alem disto, a parte posterior do tórax, e invadida sempre pelo colorido castanho, o que nao acontece com a outra especie, a qual e de cor mais avermelhada na porcáo- lateral do tórax, na base e na porcáo sub-apical do corio» (Neiva p. 42). (Transcripto do Brazil-Mcdico, X." 44, Novembro 191 1). (Revisdo 1/0 gen. Triatomo Laf>. />. -11-KJ14). 1 2. 7 riatoma hoivardi tVciva, rgi i Rostro, los primeros artejos délas antenas, y la cabeza, negros. La parte anterior del prouoto es bien visible, con fondo negro y 6 lóbulos marrones; parte posterior también negra, pero con los ángulos posteriores marrones y muy resaltantes; en el medio di s manchas marrones, atravesadas por dos líneas en relieve, las cuales en su origen y en la parte posterior del pronoto, son marrones, mientras que al converger hacia alelante toman una coloración negra. Escudete, negro con el ápice marrón; Cor, membrana marrones. Abdomen por arriba de un color marrón- claro; el conexivo con peqneñas manchas de color negro-basalto, el lado inferior es de un color marrón-obscuro en el medio 1 i que forma un c ntraste con las partes laterales. Patas del mismo color como la parto media del abdomen, los tarsos algo más claros. Fémures anteriores sin espinas, y con pequeñas elevaciones apenas perceptibles. Long.: 25; Lat: pequeño del lóbulo mili ñor, asi como 6 manchas ¡te! lóbulo posterior del tórax, manchas del conexivo, y hemirlitros amarillo-testaceo-sucios, nervaduras del cono y limbo costal, negruz- cos, membrana pardiclara; ojos muy prominentes. Jt P Long.; I.at.: 5 mm. (De honte Vlieg-Wanh Stoll Wantzen p. 82, pl. XX, Eig, :4c). Patria: Guayana Inglesa. - 46 - Negruzca, glabra. Cabeza casi de igual longitud que el tórax, lóbulos laterales casi de igual largo que el intermedio, oblicua- mente truncados en el ápice, no prominentes, borde exterior de los lóbulos laterales, línea del lóbulo medio, tira infraocular muy estrechada hacia atrás, y que llega hasta los tubérculos antení- feros, la misma, anchísima y casi ahorquetada, asi como la mancha a cada lado del cuello, amarillo-testáceos. Ojos muy prominentes. Rostro gruecesillo, con el artejo apical densamente piloso, algo más corto que el basal. . Intenas insertas casi a igual longitud de los ojos y del ápice de la cabeza, con el artejo basal que no llega hasta el ápice de la cabeza, el n casi 4 veces más largo que el anterior. Tórax con e' lóbulo anterior casi una tercera parte más corto que el posterior, con dos tubérculos apicales cónicos, dos pequeños del disco, así como el marginal posterior un tanto imperceptible a cada lado, amarillo-testáceo; lóbulo posterior rugu- luso con seis manchas orbiculares menores, dos hacia el borde anterior, cuatro en el borde posterior, amarillo-testáceas; dos carenas medias gradualmente desvanecidas hacia atrás. Escudete con el ápice algo saliente, apenas la mitad más largo que al ancho de la base. Hemielitros un poco más cortos que el abdomen, testáceo- amarilleutos nervaduras y limbo del corio, fuera de la nervadura intracostal, negruzcas, mancha diminuta cerca de la base, mancha pequeña, quizá mayor que aquella, debajo del medio y borde exterior apical del limbo, de aquel, amarillo-testáceas; membrana de color pardiclara, con las nervaduras más obscuras. Pedio sub- rugoso. Conexivo con manchas grandes en los segmentos ventrales continuadas por encima de los estigmas, amarillo-testáceas. Fémures anteriores (1 y n), por abajo cerca del ápice, armados de dos tubérculos agudos. Tibias anteriores de los machos en el ápice con una pequeña foseta esponjosa. 'Tarsos testáceo-pardos. \C. maculatus. Herí. Ent. Zeus, m, 1859, p. 10S (5)). (No puliendo obtener la descripción hecha por Erichson de esta especie, me he visto obligado a transcribir la dada por Stal). (Bibliografía indicada por Neiva: C. maculatus. Erich. 111 Schomb. Vcrsuch Fauna u Fio. Brit. Guiaiía vol. III p. 614,1848). 17. Triatoma máxima (Uhler, /'v expandido, con todo el borde rojo brillante en todo su contorno; vientre en extremo alisado, transversalmente rugoso. Long. al ápice del vientre: 35 mm. ancho del pronoto S 1/2 mm. Solo un ejemplar macho asi ha llegado a mi conocimiento. Me fué regalado por el doctor George 11. fíem, como cazado en la baja California. Difiere de todas las otras especies conocidas por mi por presentar el borde extremo del conexivum engrosado, no filoso, como es común en todas las formas mexicanas mayores. (C. máximus, Uhler. Proc. Cal. Acad. Se. Ser. 2 Vol. ix ]>. 286-7. Año 1894). 18. Triatoma megista {/¡una. rSj¿) Pardi-negra, pronoto anteriormente con seis espinas obtusas, posteriormente e<>ii cuatro lineas, nervaduras ¡le les hemielitros, 1 los segmentos del abdomen, con el lee, le, sanguíneos. Long. //". ( ( '. tus. I luí, der Entom. I 'al. _< r8j¿, p. 246 (-•). Lamus megistus (Burmi): Negra eon les ángulos posteriori 1 v parle posterior de tas carenas del tórax, ápice del es, udete, mancha siilmsal del , urio y 0/ m cerca del ápice hacia la membrana, asi coma las lajas del conexivo, sanguineo-sucio-claros. t ? Long.: 29-35; Lat.: 7-9 mm. Patria: Brasil, Guayana inglesa. - 48 - Negra, glabra. Cabeza apenas más larga que el lóbulo posterior del tórax, la porción anteocular casi de igual largo que la posterior, lóbulos laterales algo más cortos que el del medio, obtusos. Ojos ciertamente prominentes. Antenas con el artejo basal que llega al ápice de la cabeza, el n", dos veces y media mayor que aquel. Rostro escasamente peludo, más densamente hacia el ápice. Tórax con' el lóbulo anterior con cuatro tubérculos cónicos, dos discoi- dales, i a cada lado, encontrándose el externo más hacia atrás; lóbulo posterior doble más largo que el anterior, ruguloso, con los bordes laterales subreflexos, ángulos prominentes, dos carenas discoidales que se desvanecen hacia atrás, ángulos posteriores y dos tiras posteriores, sanguinolentas. Escudete con el ápice apenas avanzado, apenas más largo que el ancho de la base, sanguíneo en el ápice. Hemielitros de igual largo que el abdomen, manchas subasal del corto (de tamaño variable), y otra junto a la mem- brana entre la vena intra-costal, sanguinea-sucias, corto con una tira angosta imperceptible discoidal y nervaduras de la membrana, pardas, dos internas parda-testáceas en la base. Pecho rugoso. Conexivo con los segmentos, en la base y en el ápice estrecha- mente marginados de sanguíneos. Fémures i y n, por debajo y cerca del ápice, armados de dos espinitas discales pequeñas. Tibias i y ii de los machos, por debajo con una pequeña f oseta espon- josa. (I.ami's megistus, Burn. Rut. Zeitsch. i/i, 1859, /. 115 (1). Descripción de Stal). 19. Triatoma mexicana Nema 1912 Rostro, antenas, cabe:.-/ y tórax castaño-obscuros, así como el escudete el que termina en punta muy afilada; hemielitros con el corio y la membrana castaño-obscuros; dos ejemplares presentan tonos más claros en la base y en el ápice del corio. Conexivo con manchas negras separadas por estrechas estrias ocráceas bermejas. Vientre castaño asi como las patas. E'una especie bastante característica e que se pode perfei- tamente separar da confusao reinante com as especies designadas sob o nome de C. rubrofasciatus. A especie que mais se lhe aproxima e a Triatoma protacta Uhler, da qual fácilmente se separa, nao so por ser mais escura, como principalmente pelas manchas ocraceas-avermelhadas do conexexivo, os quaes nao existem na T. protracta Uhl. Separase da especie TriatomaUhlen\ Xciva Scutellum ceasely knbbed at base, more finally towards the tip, deeply scooped otit, the apical portion narrow, subcylindrical, ending ¡" a knob like tip. Corium minutelyseabrous, and the clavas more coarsely so. Abdomen long ov'ate, u'ider than the wing-cover, but not expanded, with the margin bright red all around; venter highly polish transversely wrinkled. Length totip of venter: 55 mm. Width of pronotum: 8 ' L. mm. only onc specimen, a male, has thus far been hrougth to my notice It vas given to me by Dr. George Ii. Hern. as having been taken in Lower California. It differs from all species known to me by having the outer edge of the conexiVum thickened, not shrape - edged as is common to the large Mexican forms. — 49 — com a qual se confunde pelo tamanho, pelas manchas negras que nao atinge os bordos do conexivo do '/'. Uhlcri, circunstancia que so nao observa na '/'. mexicana (Xeiva p. 50) Patria: México. [Neiva. Rev. do gen. Triatoma Cap. p. 50, 1914). 20. Triatoma migrans Breddin 1903 (') Semejante a /'. rubrofasciata De Creer. Pronoto granulado. El primer artejo de la antena, que tiene 3, no llega claramente, hasta el ápice de la cabeza ocre-amarillo-sucio. Artejo 1 y 2 dé- la antena, la cabeza en su mayor parte cuatro cintas divergentes longitudinales ele la región posterior del protorax, el escudete (excepto la extremidad), y manchas del borde del abdomen, a menudo también el artejo 1 del rostro, y las patas marrones- obscuro. Base de los //emieh'tros, ápice del corio, una gran mancha en el ángulo interno del corio y en la mitad apical del clavus, marrón aun más obscuro. Membrana negra. Long.: ■£ 17 1/4; 24 rnm. Sud de Java, N. E. de Sumatra. (Transcrito de Neiva, loe. cit. p. 52. Al final de la descripción dice: Transcripto do N° 3 paj. 11 da Sitz. Berieht. d. Gessellsch. Naturforsch. Freunde zu Berlín 1903). 21. Triatoma neotomae Neiva mu Rostro castaño, siendo más claro en el último artejo que es muy piloso. Antenas castaño-obscuras con excepción de las articu- laciones y del último artejo que son más claros. Ees lóbulos anteriores del pronoto son poco acentuados, asi como los de la porción posterior, los que son más claros. Parte media del tórax atravesada por dos estrias divergentes y salientes. Escudete del mismo color que el tórax. Corio amarillento con una mancha obscura y ancha en el medio y otra larga (comprida) en el ápice. ( onexivo con manchas negras y amarillas. Vientre de color castaño asi como las patas, cuvos tarsos son más claros. El cuerpo es brillante. Eong.: 19; Lat: 9 mm. Patria: Estados Unidos: Texas, Ari/.ona (Tugsson, Oracle, Hotspring, Sta. Catalina), California (San Diego) Nuevo .México (Manila Park). Descripción basada en 10 í y 8 $. (Neiva. Rev. do gen. Triat. J.ap. igi/¡. />. <¡j.) 1 1' 1 Tr. rubrofasciata Oeg. in Schnabelbau und Faerbung verwandt. Pronotum geko ernelf Fuehlergruben den Auyi n deutlich naeher ;iis dem Kopfende; 1 Fuehlerglied das deiitliih drei lapplge Kopfende nichl erreinchend Schmutzig ockergelblich, Fuehlerglied 1 und 2, der Kopf groesstenteils), vier divergiereí de Laengstreifen des Promotum-rJinterteldes ilas Schildchen (ausser dfr Spit?t- und kand l-'lecke des Abdnmens, nft aucli Schnabelj lii d 1 und Beine schwarzbraun. Basis der Fluegeldecken. Coriumspitze ein sehr grosser Fleck im Innenwinkel des Corium und die EndhaeTfte des Ctavus verwaschen schwarzbraun. Mem- branen scharz. Laenge 17.11-1 I g ), 24 ( O ) mm. Sued-Java, Nordest-Sumatra . — 5c — 22. Iriatoma nigromaculata (Stal 1872) Cris amarillenta sacia por arriba, por debajo con las antenas, ápice de. la raheza, cuatro manchas del lóbulo posterior del tórax, manchas pequeñas del cono, dos mayores indeterminadas de la membrana y las patas de color pardi-uegro, limbo del abdomen pardo-testóceo, mancha de negro. $ Long.: 23; Lat.: 5 mm. Patria: La Guayra. Negruzca, glabra. Cabeza algo más larga que el tórax, por arriba entre los tubérculos anteníferos y los ocelos, amarillenta testácea-sucio, lóbulos laterales obtusos, de igual longitud que el intermedio; tubérculos anteníferos insertos en el medio de la parte anteocular. Ojos moderadamente salientes. Rostro delgado, con pubescencia escasa. Antenas con el artejo basal que no llega hasta el ápice de la cabeza, el 11o, apenas tres veces más largo que el. Tórax por arriba, gris-amarillento-sucio, el lóbulo anterior casi 1/3 parte menor que el posterior, disco con dos tubérculos pequeños, tubérculos anteriores cónicos, manchas confluentes negras, lóbulos posterior ruguloso con cuatro manchas negras, dos medias cuadrado-oblongas las laterales ovales menores. Escudete gris-amarillento-sucio. J lemiclitros gris-amarillo-sucios, una mancha apical del clavus, ocho manchas menores oblongas o subalargadas del corto asi como las manchas de la membrana de las cuales dos discoidales son mayores, pardi-negras. I}echo densamente rugoso. Abdomen más ancho que el limbo, testáceo-pardusco, manchado de negro. Fémures anteriores (1 y 11) por abajo cerca del ápice con 3 espinitas, los posteriores (111), armados de una sola, libias sin foseta esponjosa. C. variegatus. Stdl.J Ber. Zeits. ///. 1859, p. r/j { /y) ). 23. Triatoma ocellata Neiva H114. Rostro, cabeza, torai , escudete, alas y vientre de color castaño- obscuro, apenas más claro en la base del corlo y en la región posterior del tórax. Conexivo con manchas negras que no llegan hasta los bordes; este carácter es específico y fácilmente separa esta sp. de 7. protracta Uhl con la que se asemeja mucho. Des- cripción basada en tres ejemplares sin piernas. Long.: 29; Lat.: 16 mm. Patria: Estados Unidos: Arizona (Moave). (jVeiva, Revisao do gen. Triatoma Jjip. i(>¡4 p. 55). 24. Triatoma oceulta Nema, 1911 Rostro, antenas y cabeza castaños; el color de la cabeza es más acentuado. Tórax con la parte anterior más obscura que la posterior, cuyos ángulos y parte media son castaño-claros. Escudete obscuro con el ápice claro. Coria con una mancha negra en el centro; la base es clara, lo mismo que la porción subapical; con una mancha estrecha, negra en el ápice. Membrana obscura. Conexivo con manchas negras y ocráceas, siendo estas más anchas. Abdomen castaño. Patas del mismo color, los tarsos más claros. Long.: 18; Lat.: 7 mm. Patria: Estados Unidos (Texas). A especie que mais se aproxima e a '/'. gerstackeri, a qual, alem de ser muito mayor, possue o tórax completamente negro e as manchas do conexivo muito mais largas. Tambem e diferente da 7. Heidemanni porque esta especie tem tons avermelhados; separase da T. sanguisuga Lee. var. ambigua Neiva porque as manchas do conexivo no lado inferior desta variedade sao muito aparentes. {Neiva, 56). [Neiva.Rev. do gen. Tr. Lap. i. 56), 25. Tr ¿atonía platens¿s Neiva, mij Color general castaño; las antenas en los artículos aun exis- tentes, asi como el rostro, del color general. Ocelas graneles. Pro- noto con tubérculos bastante saliente; la parte posterior del tórax es de un color más claro; los ángulos posteriores son bastante aparentes pero obtusos, el tórax tiene dos crestas no muy salientes, las que empiezan en el pronoto y van divergiendo para terminar en el borde posterior del tórax. El escudete es negro con una opina obtusa. El cono y la membrana de un castaño-claro. El conex¿vo es negro con estrias apicales amarillas; las estrias se encuentran a veces estranguladas o aun interrumpidas. Las patas ile castaño-obscuro. Los fémures con un pequeño diente obtuso, los tarsos de un color más claro. Largo: 25 mm. ancho: 18 mm. Un carácter bastante interesante es la pubescencia dorada que tienen los ejemplares de esta especie y que presentan todas las partes del cuerpo; además las piernas y el rostro son más pilosos de lo que pasan en otras especies». Habita la República Argentina; Pampa Central (Esteban Caride leg.) Tipo en el Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires. (Neiva. Anales de] Museo de Historia Natural de Buenos Aires, T. XXIV, p. 95, tojj oí: 197»)- 2<>. Triatroma protracta (U/iter, 1894) .Vegro-pii < '/, estrecha, muy próxima a ( . rubrofasciatus De Geer, pero mucho más estrecha y con los ojos pequeños, profundamente insertos y situados muy hacia abajo, en los lados de la cabeza. ' abt '.1 larga y estrecha, más gruesa en la hembra que en el macho, con el lóbulo posterior casi tan ancho como los ojos; la superficie diminutamente escabrosa y débilmente pubescente, el artejo basa! de las antenas no llega hasta el ápice de la cabeza; los artejos 3° y 4o delgados, piloso-testáceo-oscuro; espacio detrás de los ojos densa y rudamente granulado, rostro grueso-pardo, con pubescen- cia densa, y que llega hasta el medio del prosternum. Pronoto imper- ceptiblemente rugoso, más estrecho que en C. rubrqfasciatus, menos profundamente sinuado en los costados, y con la línea carenada estrechamente unida con el tubérculo humeral, rudo e imperceptiblemente punteado. Escudete, moderadamente granulado en los lóbulos carenados. Cor/o con pubescencia diminuta, muy fina y densamente escabrosa. _ i bdo men apenas un poco más ancho que el corio, con las escotaduras de los segmentos señaladas por una tira pálida; la inferior pardo más claro (uuderside paler-brown), diminutamente rugoso. Tarsos y extremos de las tibias, leonado claro oscuro. Long. del extremo del vientre: 16-17 mm. Lat. del pronoto: 3-$ 1/2 mm. Dos ejemplares llevan la etiqueta «Cal. 11 . Un ejemplar de la Baja California (¿Sta. Cruz?), me ha sido enviado por el Dr. /. L. Le Coate. Es común en San Diego, Sur de California. (Uhler. Proc. Acad. Scienc. Ser. 2. Yol. iv. p. 2S4. 1894. < Observations upon the Heteroterous Hemiptera of lower Cali- fornia, with descriptions of new species). 2 */■ Triatoma recurva (Stál, 1868) Negra, lóbulo posterior del tórax y el abdomen, pardo-testáceos, el borde de éste estrechamente amarillo-testáceo. Ileniiclitros pardo- obscuros, por dentro con la 11 embrana más pálida. Espina apical del escudete un poco refleja. Artejo 1" del rostro un poco más largo que la porción anteocular de la cabeza, el artejo 11 , un poco más de la mitad más largo que el 1", el artejo ni", cerca de la mitad más corto que el Io y un poco piloso; tamaño el de C. dimidiata. Long. 27; Lat. 6 mm. Patria: Brasil. (C. recurvas Stal, Hem. Fabr. Par. 1. 1868 p. 124 (h) 5). 28. Triatoma rubí da {Uhler rSpf) Estrecha, algo más ancha que la especie precedente (se refiere a '/'. protracta ¿7/1.) con la cabeza larga y estrecha y los ojos prominentes, pardo-ahumado-obscuros, con la parte basal del prouoto y la parte exterior del conexivo más o menos ampliamente rojas o rojizas, y con el borde costal rojo, pero más ampliamente en la base. Cabeza subcilíndrica, con la porción anterior que no disminuye gradualmente hacia adelante, rugulosa. Antenas, gruesas más largas que en la /'. protracta, el artejo basal llega justamente hasta el ápice de la cabeza, el 2" artejo más largo que en C. pro- — 53 — tractus, los dos artejos apicales también largos, obscuramente testáceos, espacio situado detrás de los ojos casi liso, el cuello estrechado. Rostro corto, pardo-castaño, con fajas blancas en los artejos, llega al medio del prosterno corto y ciliado por largos pelos. Pronoto, corto y moderadamente ancho, imperceptiblemente rugoso v áspero, el lóbulo anterior corto, simplemente un poco convexo en cada lado, separados por el profundo surco longitu- dinal, con las líneas longitudinales carenadas divergentes y casi imperceptibles; borde lateral distintamente estrechado y algo sinuado detrás del lóbulo anterior, con el borde externo carenado, y la carena extendiéndose por fuera del tubérculo humeral. Escudete lleno en el medio, ruda y transversalmente rugoso, con el ápice agudamente encorvado hacia adelante, largo y rojo. Cono muy finamente escabroso, con una tirita corta y pálida en el medio del borde posterior; las nervaduras de la membrana negruzcas en una superficie pardi-clara. Patas, y extremos délas tibias, leonado apagado-claro. .Unióme n ampliamente bordeado de rojo tanto arriba como abajo, incisuras de tergum más o menos roja,1-; el borde no está cubierto por los estrechos hemielitros. Largo del ápice del vientre: 19-21 mm. Lat. del pron. 4-4 2/5 mm. Unos pocos ejemplares fueren coleccionados en Cabo San Lucas, por Mr. John Xantus. (Uhler. Proc. Acad. Se. of Cal. Sor. 2. Vol. IV 1894 p. 285.; 29. Triatoma rubrovaria {¡Ha noli 184.3) Negruzca, una mancha a 001/0 lado del cuello, tnbc' reídos ante- riores v lóbulo posterior del tórax totalmente o en parte, manchas grandes del conexivo y hemielitros, rojo-testáceos. El dico indeter- minado ¡lo estos, y mancha pequeña en lo membrana pardinc- uegros. ? Long. 22-24; Lat. 5 mm. \ ir. o: Lóbulo posterior del tórax, rojo, exceptuando las carenas negras. Var. Ir. Lóbulo posterior del tórax entre las carenas negruzco. Patria: Buenos Aires, Maldonado. Negra, glabra. Cadozo, algo más larga que el tórax, parte anteocular casi doble más larga que la posterior, los lóbulos laterales un poco más largos «pie el del medio, apenas prominentes. Ojos, algo prominentes. Mostró, delgado, glabro, con el artejo basa! apenas de igual longitud que el apical. Antenas insertas algo más lejos de los ojos que del ápice de la cabeza, con el artejo basa! que no llega al ápice de la cabeza, el 2V casi a veces más largo que aquel. V'ori/x, con el lóbulo anterior con dos tubérculos apicales rojo-testáceos, disco con dos tubérculos apenas perceptibles; lóbulo posterior rugoso, rojo-testáceos, con las carenas imperceptibles desvanecidas hacia atrás, ó todo el espacio situado entre las carenas, pardinegras. Esctidete, con el ápice algo saliente, un tanto - 54 — más largo que el ancho basal. Hemielitros, algo más cortos que el abdomen, rojo-testáceos, clavus con una mancha grande discoidal que alcanza a la comisura, (no a la costal) una mancha pequeña cerca del ápice hacia la membrana, pardi-negras. Membrana, parda. Conexivo, rojo-testáceo, siendo negros los bordes basal y apical de los segmentos. Fémures i y II, por abajo con dos tubérculos. Tibias i y n, sin foseta esponjosa. Tarsos amarillo-testáceos. (C. rubrovarius, Blanchard, B. E. Z. III, 1^59, p. 113 (12)). 30. Tria toma rufo tuberculata {Champ. iqoi). Macho: alargado opaco, negro, tenuemente cubierto con pelos tálidos, cortos y tendidos; la cabeza, con la porción central levan- lada del lóbulo anterior, los lados del lóbulo posterior, y una marca en el disco, en forma de Y, rojo-ferruginoso. Pronoto, con los ángulos anteriores, los tubérculos y varias líneas sinuosas en el disco del lóbulo anterior rojo-brillante, y los ángulos posteriores una mancha en cada lado del disco cerca de ellos, una mancha longitudinal en el centro de la base, y dos lunares en el disco del lóbulo posterior en la parte anterior (in front?), (incluyendo las carenas), roj izo-ocre-obscuro. Escudete, con las dos carenas y el proceso apical rojo. Los liemielitros, ocre-sucio. Coria, con la nervadura apical, una mancha cerca de la base, y dos angostas, en parte unidas (party connected?), faja negra angulosa, la mem- brana con toda la mitad interna muy moteada con rojo, y con un largo lunar similarmente coloreado en la base del área dis- cal externa; el conexivo, rojizo-acre, cada segmento con el margen basal y un lunar negro lateral, subcuadrado; el artículo basal de la antena ferrugineo por encima; los fémures, cada uno con un angosto anillo en el ápice, y el lado superior más o menos cerca de la extremidad, rojo-ferrugineo; las piernas v las antenas pilosas, los tres artículos apicales de las últimas con largos y finos pelos. Cabeza más corta que el tórax, el lóbulo anterior corpulento, paralelo al lóbulo posterior y algo más corto que él, el proceso antenífero corto, cerca de la mitad de longitud de los ojos (muy anchos y prominentes, la porción postocular muy corta, les ocelos largos y prominentes). Antenas con el artejo Ier, que casi alcanza hasta la extremidad del ápice déla cabeza, artejo 11" más de tres veces más largo que el i°, el 30, y 40, son más pequeños rostro con el artejo apical o 3 , piloso y mucho más corto que el 1 ". Pronoto hexagonal, profundamente surcado detrás de la mitad anterior; el lóbulo anterior casi liso, con dos tubérculos redondeados, lisos y prominentes en el disco, y posteriormente uno a cada lado; los ángulos anteriores dentiformes, oblicuos, fuertemente formados; el lóbulo posterior rugoso, con las dos carenas que convergen hacia adelante en el disco; estas se desvanecen hacia atrás y se extienden en la base del lóbulo anterior, que se encuentra por delante (...and extending 011 to the base of the anterior lobe in front...); los — 55 — ángulos posteriores redondeados, pronunciados y moderadamente dilatados. Escudete transversalmente rugoso, con las carenas poste- riores colaescentes, el ápice horizontal, corpulento y más bien corto. Al/domen moderadamente dilatado en los lados, redondeado en el ápice. Patas moderadamenta largas. Femtires 1,11, armados por debajo y cerca del ápice, con dos pequeños dientes, colocados transversalmente, fcmii res ni ligeramente engrosados en la parte inferior cerca del ápice. Long.: 25; Lat: 8 1/2 mm. Patria: Panamá, Rugaba (Champion). Un ejemplar. Esta especie tiene un aspecto parecido al C. venosas, Stál; pero la cabeza es mucho más corta, con los procesos anteníferos cortos, (las antenas, por consiguiente, estando insertas mucho más cerca de los ojos), la porción postocular un poquito más larga que los ocelos (...the postocular portiou very little longer thau the ocelli...), y los ojos muy grandes. Tiene un pronoto más largo y un proceso escutelar (scutellar process-apice) más corto que la especie sudamericana. Lamas geniculatus [I. at re Ule) {corti- catis, Walker). Los tubérculos rojos del disco, lados del lóbulo anterior del pronoto, se parecen a las del Spiniger rubropictus. Lamus rufotuberculatus. Biol. Cent. Amer. n. Hemip. Heterop. pp. 210-11 (1). Pl. XII. Fig. 27, 27a, macho. 1901. cEstodamos o tipo no museo británico; e sem duvida urna boa especie bem caraterizada pelas manchas ocráceas que ocupam grande parte de um dos lados dos fémures, e ainda pela faixa negra que atravessa a parte mediana de mancha ocrácea do conexivo, cujos segmentos sao ben limitados pelas estreitas estrias negras bastante características- [Neiva, p. 61). 31. Triatoma rngulosa {Stal 1859) Negra, opaca, rngulosa, ápice del escudete amarill; con dos manchas pequeñas de la membrana hacia el cario y las fajas del , onexivo sncia/acnlc blanquecino-amarillas. Q Long.: 10.5; Lat.: 3.1/2. Negra, opaca, glabra, rngulosa. Cabeza granulosa, apenas la mitad más larga que el tórax, dilatada por detrás de los ojos, inmediatamente después de ellos, levemente estrechada, lóbulos laterales en el ápice salientes, un tanto agudos; tubérculos ante- níferos situados algo más adelante de la mitad de la porción anteocular, ápice externo, prominente y espinoso. Antenas con el i artejo que no llega hasta el ápice de la raheza, el 11 , dos veces mayor que aquel. Tora* granuloso-ruguloso, con el lóbulo anterior casi de igual largo (pie el posterior, multituberculado, el posterior con los ángulos prominentes, subsinuados posteriormente con las carenas que se encuentran en los dos intermedios. Escudete con el ápice estrechamente salientes, algo más largos que el ancho de la base, con c-1 ápice alargado, amarillento. Hcmiclitros casi de - 56 - igual longitud que el abdomen, sutilmente rugulosos, coriáceos. Membrana en el borde basal con dos manchas blanquecinas, pequeñas, la una media, la otra" en el ápice del corto. Abdomen con el disco plano, fajas angostas del conexivo amarillo-blanquecinas. Tibias anteriores (por lo menos la de las hembras), sin f oseta esponjosa. (C. rugulosus. Stal. Ber. Ent. Zeits. ///. 1859. />. 102 (/) ). Neiva da como patria: Costa Rica, Colombia, Venezuela, (p. 62). A /". rugulosa e a menor triatoma conhecida. Picudo encon- trón urna ninfa entre as bromeliaceas de Costa Rica; provavel- meute trata-se de uní fato totalmente acidental.» 32. Triatoma sanguisuga (Lee. 1855) Pardo-testáceo-obscura, lados, y dos tiras muy estrechadas hacia adelante del lóbulo posterior del tórax, base, limbo costal angosto y faja snbapical del corio, fémures por debajo y fajas det conexivo, t, slacco. £ £ Long.: 22; Lat.: 5 trun. Patna: Carolina (Mus. Schaum) India Oriental (Mus. Berol). Pardo-testáceo-obscura. ( 'abeza casi de igual longitud que el tórax, la parte anteocular casi la mitad más larga que la posto- cular, lóbulos laterales de igual longitud que el del medio, obtusos, no prominentes. Ojos moderadamente prominentes. Postro gruese- cillo, muy escasamente piloso, con el artejo apical la mitad más corto que el basal. Antenas con el artejo basal que apenas llega al ápice de la cabeza, el 11 , casi tres veces más largo que aquel. 'Tórax ruguloso, pardi-negro, tubérculos del lóbulo anterior, así como dos tiras estrechadas hacia adelante y lados del lóbulo posterior, amarillo-testáceo; su longitud es algo mayor que el ancho de la base. I lemielitros pardi-negros. Membrana más clara, base, limbo costal estrecho y faja subapical del corio, amarillo- testáceos. IJecho subrugoso. Abdomen con el disco y los ángulos apicales de los segmentos del vientre, pálidos hacia el conexivo. Conexivo negruzco, segmentos muy estrechamente en la base, más anchamente en el ápice, rojizo-testáceo-claro. Fémures más pálidos por debajo, los anteriores (1 y 11), cerca de ápice armados de dos espinitas. Tibias anteriores de los machos, con una foseta esponjosa pequeña. Tarsos amarillo-testáceos. (C. lee tu la rins. Stal. Per. En. Zeits. j. /. — 59 — tipo perdeu-se; ha alguns anos atrás o Dr. Uhler deballe o proenrou na Inglaterra; as nossas pescpiizas e indagacoes tambem resul- taram imitéis. A fauna da Antigua ofrece toda semelhanca com a das Guyanas e muito poco com a dos Estados Unidos assim, e muito poco provavel que, a especie de Drury se refiera a /'. san- guisuga Lee, especie muito abundante naquela república. * 37. Triatoma vitticeps (S'ldl, 1859) Negruzca, tira t/r la cabeza, una mancha a cada luda de ¡a del cuello, htbcrculos anteniferos manchas del lóbulo anterior y tiras di! lóbulo posterior del tórax, mane has subbasaly nervaduras discales di' tos liemielitros, pcqtieña mancha lateral del antepecho v fajas del conexivo,, testdceas. £ $ Long.: 30-32; Lat: 7 111111. Patria: Rio de Janeiro. Negruzca, glabra. Cabeza casi de igual longitud que el tórax, tira superior subrecurrente y mancha a cada lado del cuello, testáceas, lóbulos laterales de igual longitud que el del medio, obtusos no prominentes. Ojos moderadamente prominentes. Rostro grueso, por dentro y hacia el ápice densamente piloso, el artejo basal apenas más largo que el apical. Antenas con los dos artejos apicales amarillo-testáceos, el basal casi llega hasta el ápice de la cabeza, el 11 apenas tres veces más largo (pie aquel, tórax algo estrechado, con el lóbulo anterior una cuarta parte más corto que el posterior, con los bordes laterales, los tubérculos anteriores subeónicos y los dos discoidales pequeños asi como una mancha diminuta oblonga a cada la lo. amarillo-testáceos, lóbulo posterioi densamente ruguloso, con los bordes laterales estrechos y seis tiras (las dos intermedias más tortas, situadas antes del medio, liras situadas inmediatamente por fuera de aquellas, percurrentes diver- gentes hacia atrás, las laterales cortas), amarillo-testáceas; carenas imperceptibles. Escudete con el ápice algo prolongado. Hemielitros algo más cortos que el abdomen, pardo-obscuros o pardo-testáceo Membranas un tanto más claras, manchas subbasales del y otra cerca del ápice, así como una nervadura que separa a la membrana del corio y las ramillas de la misma, cen 1 déla b — 6o — amarillo-testácea-claras; la membrana en la base más densamente parda, frecuentemente con la misma manchada de pálido. Pecho rugoso. . íbdomen pardo-testáceo-obscuro, con el limbo negro, el conexivo cerca del ápice de los segmentos, con una faja algo ancha, testácea. Fémures i y n cerca del ápice y en la parte inferior, con dos espinitas. libias i y 1 1, con una foseta esponjosa pequeña, en el ápice. [('. vitticeps, Stt'il. /1er. Ent. Zeitsch. 2 p. rop. (6) 1X59). DESCRIPCIÓN Y LAMINAS LAMINA X Figura 38. — Cuerpo cefálico. 38a » de ninfa. oi>. -Glándulas salivales de hembra. 39a » » macho. » > izquierda. » 39i » aumentad,!. 39d » filiforme de macho. 39e » » ninfa. >!; »f Sistema nervioso e intestino anterior. » 39g Diferencia entre intestino anterior y filamento superior. LAMINA XI Figura 40. — Varios cortes de esófago de ninfa. T = teóricos. 41 42 » 43. Aparato digestivo de adulto hembra. 44 » ninfa. LAMINA XII Figura 45. Diafragma cardiaco. » 45a Cuerpos cardiacos. 45b Aorta anterior. ' 46. — Corte transversal del diafragma cardiaco y de la aorta anterior 47. — Corte esquemático de los sinus abdominales de /. ¡nfes am 17a » de los insectos según 171) según Graber en Berl, 48.— Corte de intestino anterior de ninfa. 49, -Corte de intestino medio de ninfa. 62 LAMINA XIII Figura 51. — Órganos abdominales del macho. Esquema. » 52 » » de la hembra. Esquema, a 53.— Aparato reproductor del macho. Esquema, a ."4 » de la hembra. •■> ó5. — Cloaca del macho. Esquema. » 56 » de la hembra. Esquema. LAMINA IX Figura 57. — Sistema nervioso de /. injestans. LAMINA xv Figura 58. — Sistema nervioso de Machilis marítima, según Oudemans en Lang. » 59. — Sistema nervioso de /'. infestan*. » 00. — Sistema nervioso de Sarcophaga carnario, según Brandt en Lang. (Obras consultadas y sitadas en este trabajo . lítales del Musen Nacional de I listona Natural de Buenos . lires. T. XXIV [>. 195-193. Alguns datos sobre Hemipteros hematófagos de la América del Sud, con la descripción de una nueva especie. berlese. — Gli insetti. brumpt — Le Xénodiagnostic. (Bull. Soc. Path. Exot. 1914). brumpt. — Importance du canibalisme et de la coprophagie chez les Reduvides hematophages (Rhodnius, Triatoma) pour la conservation des Tripanosomes en dehors l'hote vertebré. {Bull. Soc. Path. Exot. T. VIL p. 702. Dec. 1914). brumpt v GÓMEZ j. F. — Description d'une nouvelle éspece de Triatoma ('/'. Chagasi), lióte primitif du TripanosomaCruzi. (Chagas). {Aun. Paul. Med. y Cir.T. III. Oct. 1914). HURMEISTER C. — Ilnnd. der Euloiu. Vol. II. p. 246 (2). 1835. ulaxchard R. — Les piqures de quelques hemipteres. [Arc/t. Parasit. p. 139-148). 1902. BERG C. — Hemiptera Argentina. Enumeravit speciesque novas. 1879. BERG. C. -Addenda et Emendenda ad Hemiptera Argentina. 1883. Champion c. c. — Biolog. centro. Ameiic. Insecta Rhynchota Flemip-Heterop. Vol. II (p. 210-11.) 1901. CARBAJAL i. .— /.'/ Patagonia, Studi genérale, Ser. 2a (p. 378). 1900. KXUG F.- -In Reise um die Erde. (1830-31-32, T. I. p. 412) 1834. i.an'c, a. Traite ¡i . inatomie e de Zoologic comparée. Laporte, l. i;. de. — Essai d'une classijication sistematique de Pordre des Hemipteres. /// Magazin de Zoologic publié par /•'. /.. Guerin. Deuxieme anné. 1832. LAPORTE L. y. DE. — Essai d'una nouvelle classification de l'ordre des hemipteres, renferment les caracteres de plusieurs genres nouveaux et la description de beaucoup d'especes nouvelles. Lanfranchi. Sur le passage des Trvpanososmes dans le lait. [Bull. Soc. Path. Exot. T. VIH p. 438). [915. HENNEGUY. Les insectes. neiva \. Revisao do genero Triatoma Lap. 193 |. neiva a. Contribuqao para o studo dos reduvidas hematófagas con a di rii lo de nov. sp. /'. tennuis. {Mr/u. I. O. ' ni T. VI. fase. I. p. 35). 191 |. STAL C. Monographis der Gattung Conorhinus und Verwand- ten. (Bcrl. Entom. Zeitschr) T. III. [859. -64- stal c. — Hemip. Fabric. Pars I. uhler R. p. — Observations upon the Heteropterous Hemiptera of Lower California, {/'roe. Cal. Acad. Se. Ser. 2a Vol. IV. p. 223) 1894. walker. F. Catalogue of the species of Hemiptera Heteroptera in the collectio of the Britisch Museum. Part. VIII. 1873. Se puede encontrar una buena bibliografía en el trabajo de Neiva: Revisao do genero 'ín aloma Lap. Respecto a la relación existente entre las Triatomas, y los diversos tripanosomas, las Memorias del Instituto Osvaldo Cruz, han publicado un gran número de trabajos sobre ellos. El Bnll. de la Soe. de Pathologie Exof/i/i/e. ofrece una gran base para el estudio de la biología de los Tripanosomas. LAMINA XIII LAMINA XIII LAMINA XIII 56. LAMINA XIII LAMINA IX 35 2r LAMINA IX LAMINA IX 56^ LAMINA IX Figura 37 LAMINA IX Figura 57 o LAMINA VIII 29 LAMINA VIH LAMINA Vil LAMINA VIH LAMINA VIII 3*. LAMINA VIH -j? "V1 Figura 3) LAMINA X Figura 38 LAMINA X LAMINA X Fiyura Ó9 LAMINA X 393 LAMINA X LAMINA X 39? LAMINA X 39^ LAMINA X Figura 39 LAMINA X 39g. LAMINA X 39Í 'bf&íl'&fVati** , LAMINA XI •W. LAMINA XI ■W, < z -s < LAMINA XI SO* 1-VL. LAMINA XI LAMINA XI A . Figiini 1" LAMINA XI Figura H LAMINA MI - áS ■ 'i ' í - m^ Figura 45 LAMÍN' A XII Figura 15 a LAMINA XII \ Figura 45 b LAMINA XII Figura 16 LAMINA XII LAMINA XII w LAMINA XII ^V r*>»t r'4 Figur.i 18 LAMINA XII Figura 1 LAMINA Xlll 51. LAMINA XII 52. Triatoma vitticeps. (Stal"). Triatoma rubrovaria (Blaxchard) TRIATOMA CIRCl'MMACn.A'l A (St.\I. ) d Triatoma sórdida < S r ai. d Triatoma IXKHSTAXS Ixl. li,, 1834) ? Triatoma platensis: ^Neiva) nr ó LAMINA XIV Figura 57 LAMINA XV Figura 59 LAMINA XV Figura 6(1 !■>' LAMINA XV fo- r -an -oe _.-- usg ./ W .^ ir i-' 2-' .S a , 8cb' ra 57 ñVISO La Revista del Instituto Bacteriológico del Departamento Na- cional de Higiene aparece trimestralmente. Todos los trabajos científicos relacionados con la microbiología, patología e higiene, remitidos a la dirección de la revista, serán publicados en orden cronológico, según la fecha de su entrada. Los trabajos deberán ser escritos en castellano, trayendo siem- pre conclusiones en los idiomas castellano, alemán, francés e inglés. Toda la correspondencia se dirigirá al director del Instituto Bacteriológico-del Departamento Nacional de Higiene, Profesor Ro- dolfo Kraus, Calle Velez Sarsfield 565. A la misma dirección se dirigirán también todos los pedidos de canje. Alie Zuschriften sind zu richten an : Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene, Prof. R. Kraus, Buenos Aires, Calle Velez Sarsfield 565t Austausch erbeten. Toute 4a correspondance doít étre adressée á: Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene Prof. R. Kraus, Buenos Aires, Calle Velez Sarsfield 565, Prióre déchange. All Communications should be adressed to the: Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene, Prof. R. Kraus, Buenos Aires, Calle Velez Sarsfield 565. Exchange requested. Revista del Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene COMISIÓN DE REDACCIÓN: P. BELTRAMI. - M. V. CARBONELL. - J. T. LEWIS. G. PACELLA C. E. PICO. - A. SORDELLI. L. URIARTE. - R. WERN1CKE. DIRECTOR DE LA PUBLICACIÓN: L. URIARTE ñ HIGIENE ¡) VOL. IV MARZO 1925 N.» I BUENOS AIRES ÍNDICE Página R. WERNICKE. Determinación de las bases totales del suero y demás líquidos orgánicos por electrodiálisis y otras aplicaciones de este nuevo método analítico 7 A. SORDELLl, R. WERNICKE Y V. DEULOFEU. — Natura- leza del antígeno heterogenético 15 EDUARDO DEL PONTE. — Nota adicional sobre el género Triatona Laporte, con la descripción de 3 especies nuevas 23 MANUEL V. CARBONELL Y E. MAYER. — Nueva técnica para la preparación de vacunas bacterianas 35 C. ZANOLLI Y A. SORDELLl. — Identidad del carbunclo sintomático y de "la mancha'' 40 ROBERTO L. DIOS — Ensayos de tratamiento preventivo y curativo con "Bayer 205" . 51 JUANA PETROCHI Y J. A ZUCCARINI. - Sobre la presen- cia del Plasmodiun danilewsl(y y de Haemoproteus sp. en la sangre de los gorriones (Passer domesticus) de Buenos Aires. 57 C. E. PlCO. — La influencia del manganeso sobre los fenó- menos de la inmunidad 63 JUANA PETROCHI. — Descripción de un nuevo Anopheles . . 69 C. ZANOLLI Y N. CATINO. — Infecciones gangrenosas en caballos producidas por gérmenes anaerobios 76 Roberto L. Dios y Juan A. Zuccarini. — Primera comprobación de Tripanosomosis bovina en la R. Ar- gentina . . 80 A. SORDELLl Y J. A. GEZ. — Sobre los caracteres del Bacillus sporogenes Metchnikoff 85 REVISTA DEL INSTITUTO BACTERIOLÓGICO DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DE HIGIENE OTERO & Co.. Impresores — 856, Perú, 858 INSTITUTO BACTERIOLÓGICO DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DE HIGIENE DIRECTOR: ALFREDO SORDELLI JEFES DE SECCIÓN: PEDRO BELTRAMI, MANUEL V. CARBONELL, JUAN T. L.EWIS, Guido Pacella, César E. Pico, Leopoldo Uriarte, Raúl Wernicke. BACTERIÓLOGOS (encargados de laboratorio): RO.MIRIO BiGLIERI, ROBERTO L. DIOS, NÉSTOR MORALES Villazón. Juan M. Miravf.nt, Carlos Zanolli. Revista del Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene COMISIÓN DE REDACCIÓN: P. BELTRAMI. - M. V. CARBONELL. - J. T. LEW1S. G. PACELLA - C. E. PICO. - A. SORDELLI. L. URIARTE. - R. WERNICKE. DIRECTOR DE LA PUBLICACIÓN: L. URIARTE VOL. IV MARZO 1925 N." I BUENOS AIRES Nota adicional sobre el género Triatoma Laporte, con la descripción de 3 especies nuevas. Por el Dr. EDUARDO DEL PONTE (con la lámina I ) El presente trabajo es una modesta contribución al me- jor conocimiento de los Triatomas y está destinado también a completar el estudio que sobre ellos he publicado en esta re- vista ( 1 ) . Hago en él la descripción de tres especies nuevas, a las que doy colocación dentro de la clave publicada en el es- tudio arriba mencionado. Una nota preliminar, con las diag- nosis latinas de estas especies, se ha publicado anteriormen- te (2). Si estudiamos el área de dispersión de las especies de es- te género, observaremos sin ninguna dificultad que ellas se encuentran casi todas en América. Las encontramos también en las islas de Oceanía, en el África tropical y en las islas Azores . Podemos considerar que las emigraciones se han produ- cido de la siguiente manera: habiendo partido ambos grupos de las islas de Oceanía, uno se ha dirigido hacia el E., y ha terminado su viaje en América, difundiéndose luego a am- bos lados del Ecuador hasta alcanzar los 40 grados de latitud N. y S. (Platensis, Pampa central, R. Argentina y Heideman- ni, Illinois, EE. UU.), mientras que el otro dirigiéndose en sentido opuesto y dejando representantes a su paso por la India, terminó su viaje en África (de donde se conocen hoy día tres especies) y en las islas Azores (Europa) . Suponiendo siempre que el origen se encontrara en las islas oceánicas, la hipótesis contraria o sea la penetración en (1) Contribución ai estudio del género Triatoma Laporte, p. 829, vol II, n.° Ti, rna\o 1920 v p. 133, vol. 111, n.° I, enero lü-'l. Revista del Instituto Bacteriológico de Buenos Aires (2) Septiembre Jl de 1VJ3, vol. Vil, n.' 23, p. Mi. "Physis". Recibido para publicarse, octubre de 1921- ^ Sobre el género triatoma América por vía africana, es poco convincente ciado que el cruce del océano Atlántico debió ofrecer grandes dificultades para poder ser cruzado por dichos Insectos. Por otra parte no podemos olvidar la existencia de 3 es- pecies africanas (las hoy conocidas), mientras que la espe- cie T. sanguisuga ha sido señalada en las islas Carolinas y en ambas Américas. Es conveniente recordar que a fines del eoceno, habían ya desaparecido los continentes geológicos lla- mados1 Gondwana, Etiope-Brazileño y Arquelenis, y que el océano Atlántico había avanzado hacia el N. cortando la po- sible emigración de estos hematófagos. Se nos presentan tres cuestiones interesantes que son: 1.° — La gran cantidad de especies distintas en puntos próximos o en un mismo lugar. 2.° La enorme difusión de T. rubrofas- ciata (única especie cosmopolita) y 3.° la existencia en Áfri- ca de 3 especies únicas y la falta en Europa (excepto en las islas Azores) de representantes de este género, no obstante ser su fauna tan bien conocida. El primer punto puede ser explicado fácilmente por la mutua compenetración de las áreas geográficas de dichas es- pecies. El 2.° punto podemos enunciarlo así : T. rubrofasciata, es una especie primitiva que luego ha dado origen a las otras o es derivada de algunas de ellas? En este último caso su consti- tución es tal, que ha podido adaptarse a diferentes medios am- bientes sin sucumbir o transformarse. Si ella es una especie primitiva o nó, es por cierto asunto muy difícil de dilucidar y por otra parte es cuestión puramente teórica. Podemos explicar el gráfico adjunto (Fig. 1), que sinte- tiza nuestra idea de la siguiente manera: A' especie hoy fósil, ha dado origen a Y y a Z, fósiles también que han seguido el camino siguiente: Y cuya patria debe haber formado parte de las islas oceánicas, por evoluciones sucesivas, por fenómenos de mutación o simplemente sin sufrir mutaciones profundas (lo que es muy posible, por las razones que he dado más arri- ba) ha dado origen a rubrofasciata. Z, cuya idiosincracia era distinta de la de Y, al seguir las mismas emigraciones que ésta, se ha modificado y ha originado a las otras especies. Posiblemente los geólogos nos muestren algún día esas especies fósiles que designo bajo las letras X, Y, y Z, y po- dremos entonces combatir o apoyar esta teoría con nuevos fun- Eduardo del Ponte 25 (lamentos. De esta manera podemos nosotros explicar lógi- camente las causas de la gran difusión de rvbrofasciata, su origen primitivo y sus pocas modificaciones. La escasez de especies africanas conocidas podríamos atri- buirla a la falta de investigaciones en el continente africa- no para el estudio de estos Artrópodos. La falta de represen- tantes de este género en el continente europeo, no es tan fácil de explicar, puesto que su fauna es muy bien conocida. Por Tu i '"J\" ru/mic* a &. ofrajejjíi \ 7 Figura I otra parte la temperatura y el clima no son inconvenientes pa- ra la vida de estos Insectos, desde que de los 40° de latitud N . llegan hasta Madrid, Cerdeña, Calabria, Sicilia y Grecia. Po- dríamos suponer que haciéndose la propagación por el conti- nente africano (1), el desierto de Sahara haya sido un impedi- mento que ha detenido el avance de estos Insectos . Revisando la clave que publiqué en mi trabajo ya rila- do, he observado un hecho interesante que me limito a indi- car. Numerando las especies según el orden en que ellas se encuentran colocadas, pueden ser divididas en grupos bastan- d a homogéneos. (i) l.as condiciones orogáficas de! S. de Asia o sea, las montañas del S. de China, la cade- na del Himalaya con el Tihct por el N., las montañas del N. de Persia y el deiierto de Arabia lian de haber constituido senún la hipótesis que indico, obstáculos invencibles para la difusión de estos Insectos. 26 Sobre el género triatoma a). — norte de sud américa, centro américa y sud de Norte América Especies: 1, 2, 3, 4,-8, 9, 10, 11, 12-14, 15, 16, 17-19-23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33. (Véase en el mapa que Figura II acompaña este trabajo, las indicaciones geográficas corres- pondientes a estas especies en América) . Las especies N.° 5, 6, y 7 se encuentran respectivamente en la Pampa de la Rep. Argentina (platcrisis) a 3,500 kilóme- tros de Río de Janeiro y en el África tropical (Hoivardi y afri- Eduardo del Ponte 27 cana). La N.° 18 (rubrovaria) en Buenos Aires; las N.° 20, 21, 22, (sórdida, vitticeps, infestans) se encuentran desde Río de Janeiro hasta Pampa argentina. 3,500 kms., no impiden a estos Insectos trasladarse de un punto a otro. T. sanguisuga se encuentra en EE. UU. y en Misiones (R. Argentina). B). — Parte central y sud de Sud América (hasta la Pampa argentina) . Especies 5, 13, 18, 20, 21, 22. Estas 6 especies se encuentran ligadas entre sí por la 22, infestans, que abarca desde Solivia hasta la Pampa argentina. C). — África Especies: 6 y 7. D). — Islas de Oceanía Islas Carolinas: 24. (Esta especie se encuentra en Amé- rica y en las islas Azores ; es la rubrofasciata) . * * * Después de hacer algunas pequeñas advertencias respec- to a mi trabajo anterior, daré la diagnosis y la descripción de :; especies nuevas, terminando con la clave ya citada, comple- tada con dichas especies. En el capítulo de la sistemática, me oividé de transcribir la descripción de T. venosa (Stál), 1872, por lo cual indico aquí donde se encuentra la diagnosis de esa especie: Conorhi- nus venosas Stal. Enumeratio Hemipterum pp. 111.2 (12).- Vol. II. — 1872. A ella le correspondería en mi tesis el N.° 37. Brumpt en la nueva edición de su Parasitología, indica como 41 el número de las especies que yo describo (ed. 1922, pág. 806) lo que debe atribuirse a un error de imprenta (por otra parte sin gran importancia), porque considerando a T. urinaria ( Walk. 1873) como inexistente, tal como lo propone Neiva (Revisao do gen. Triatoma Lap. p. 33) serían en total 38, agregando T. venosa que había dejado de transcribir. Sin embargo ese error deja de serlo, al ser publicadas estas 3 nue\ sobre todo si ellas quedan como tales. Los ejemplares de estas especies forman parte de una co- 28 Sobre el género triatoma lección existente en el laboratorio de zoología de este Instituto y probablemente han de haber sido traídas por el Dr. A. Nei- va en alguna de sus giras por el norte de nuestra república. No pudiendo dar precisamente la localidad de origen, la indi- cación de Sud América como patria de ellas me parece justifi- cada, teniendo en cuenta la enorme dispersión que se observa de algunas especies, como p. ej. la sanguisuga. Dedico una de estas tres especies al Dr. Roberto Wernic- ke, académico y profesor de la Facultad de Medicina, fallecido en la ciudad de Buenos Aires, cuyos méritos como hombre y como médico son por demás conocidos ; la otra al Dr. Eduar- do Holmberg, naturalista y médico argentino, persona de re- conocido talento; y la tercera al Dr. Arturo Neiva, a quien consideramos como un maestro en este difícil arte de la en- tomología. Triatoma Holmbergi nov. sp. Dihite fusca; capitis vitta, corii fusci macula, thoracis (suko interlobulari donafi) vittis 6, testaceis; antenarvm seg- mento 2.° primo ultra triplicem longiore; rostri segmento basali apicalem superante. 5 Long. 30 mm. Lat. 11 mm. Patria: Sud América. Cabeza negra, delgada, con una cinta longitudinal de color rojo testáceo (1) que corre sin interrupción y con lími- tes precisos desde el lóbulo medio hasta los tubérculos ocela- res; lóbulo medio algo menor que los laterales; tubérculos an- tea i feros colocados algo por detrás de la mitad de la parte an- teocular; antenas con el artejo basal que llega hasta el ápice de la cabeza, el 2.° 4 veces mayor, los dos apicales faltan ; ojos no muy prominentes ; ocelos claros ; rostro más densa- mente velloso por debajo, de igual color que la cabeza, con el artejo basal casi 1 1|2 veces mayor que el apical, labro alarga- do; cuello negro por debajo y testáceo en ambos lados. Tórax de igual largo que la cabeza, con mitad anterior más estrecha que la posterior, dicha mitad (la anterior) es ne- (1) En los varios léxicos castellanos que hemos consultado, no se encuentra el término "tes- táceo" con la acepción que le damos en este artículo, que es para significar el color del barro cocido con que se hacen los tiestos o macetas. Creemos lícito emplear asi el voca- blo, por su origen del latin (testaceus, a, um), habiéndolo usado Plinio en sus descripcio- nes con igual significado que el que aquí le damos. Eduardo del Ponte 29 gra excepto en su borde lateral y en los tubérculos divergen- tes de los ángulos anteriores, los que son de color testáceo; en la mitad posterior encontramos 6 cintas testáceas, colocadas longitudinalmente, (2 internas paralelas, 2 medias divergentes y 2 externas que terminan en los ángulos posteriores del pro- noto) ; dichas cintas están separadas por otras negras; una mancha en el prosterno, semejante a un arco de círculo, y la parte externa de la prolongación quitinosa de la articulación coxal del par 1." de patas, testáceo-rojizo. Escudete ne- gro, con una escavación central de color amarillo testáceo-ro- jizo. Hemiélitros de igual largo que el abdomen; corio más obscuro que la membrana, con tres manchas color castaño cla- ro, una en la base, otra mayor cerca de la base y la tercera en la parte externa de su límite con la membrana, la cual tiene su parte basal del mismo color castaño claro. Abdomen lampiño, de color rojizo obscuro. Conexivo con fajas testáceas más o menos trapezoidales, situadas cerca de los ápices de los segmentos y que alternan con fajas negras, las que ocupando el ápice y la base de cada segmento son de un ancho más o menos igual a las fajas testáceas. Patas del mismo color que el abdomen; fémures 1." y 2." armados por debajo, y cerca del ápice, con dos pequeños tubérculos no muy prominentes, colocados en los extremos de un lóbulo carenifor- me transversal; tarsos más claros. Triatoma Wernickei. nov. sp. Satúrate fusca, thorace sulco interlobulxtri donato, corio fusco plus minusve satúrate, antenarum artículo 2." primun ul- tra triplun longiore; rostri segmento basali apicalem su- perante. 9 Long. 30 1 2 mm. Lat. lli/2 mm. Patria: Sud América. Cabeza negra, más ancha que la de T. Ncivai, con los "los laterales más cortos que el lóbulo medio; tubérculos anteníferos insertos inmediatamente por delante de los ojo antenas con el artejo basal que llega hasta el ápice de la ca- fa -;i. artejo 2." casi 2 y ' ;'.¿ veces mayor que el i."; faltan los : ojos colocados inmediatamente por detrás de la mitad de la cabeza, rostro más velloso hacia :•! ápice, con el ar- 30 Sobre el género triatoma tejo basal casi el doble mayor que el apical ; labro con su trián- gulo anterior alargado y de color amarillo testáceo; triángu- lo posterior o basal negro. Tórax algo más largo que la cabeza, estrechado trans- versalmente algo por delante de su mitad, ángulos anteriores espinosos, lóbulos anteriores con dos tubérculos (ántero inter- no y póstero externo, que forman parte del borde lateral del pronoto) de color negro ; bordes laterales, ángulos posteriores y 2 líneas divergentes, cuyo ancho aumenta progresivamente hacia atrás, de color testáceo ; en lo demás esta mitad es gra- nulosa y de color rojizo-obscuro. Escudete negro, con el ápice amarillo testáceo y no muy alargado. Hemiélitros casta- ño obscuro, de igual largo que el abdomen ; corio algo más lar- go que la membrana, con una mancha oblicua cerca de la base en el derecho, mientras que en el izquierdo esta mancha se pro- longa hacia la membrana; membrana de color castaño obscu- ro, más acentuado en la base que en el ápice, nervaduras trans- versales (las que separan a ambas partes dcí hemiélitro) y algunas de sus ramificaciones hacia la membrana, de color castaño claro. Abdomen negro. Conexivo con fajas amarillo-testá- ceas, las que llegando hasta su borde externo, ocupan la base y el ápice de cada segmento. Patas roj izo-negras; fémures 1.° y 2.° por debajo y cerca del ápice, con dos espinitas; tibias de igual color; tarsos, más claros. Triatona Neivai nov. sp. Dilute fusca; thoracis vittis longitudinalibus-6, maculisque in corto (plus minusve satúrate fusco) testaceis; anten- narum segmento 2." primun triplicen sequante; rostri seg- mento basali apicalem superante. ¿" Long. 31 mm. Lat. 9 mm. "• Patria: Sud América. Cabeza casi negra; son de color amarillo-testáceo-rojizo: la parte posterior del lóbulo medio y una línea, no continua, co- locada longitudinalmente en el dorso de la cabeza; tubérculos anteníferos colocados por detrás de la mitad de la parte ante- ocular; antenas, con el artejo basal que no sobrepasa el ápice de la cabeza, el 2.°, 3 veces mayor que el 1.°, los dos artejos api- cales faltan; ojos y ocelos de color claro; rostro con el artejo Eduardo del Ponte 3 i basal 1|3 mayor que el apical; cuello obscuro, teniendo a cada lado una mancha del mismo color que la cinta de la cabeza. Tórax negro, excepto en los bordes laterales ; son de color amarillo testáceo-rojizo: los tubérculos internos de los lóbulos anteriores, que no son prominentes; 6 cintas (2 inter- nas paralelas entre sí, 2 medias divergentes hacia atrás y 2 ex- ternas aún más divergentes que las anteriores, que terminan en los ángulos posteriores del tórax) y los tubérculos semicó- nicos colocados en los ángulos anteriores del tói-ax. Escude- te negro, con el ápice bastante prolongado, escavación trian- gular media, de color testáceo-rojizo. Hemiclitros más cortos que el abdomen ; corlo más obscuro que la membrana, con dos manchas testáceas. una cerca de su base y otra externa cerca de la membrana; membrana de color castaño claro, con man- chas aún más claras al lado del corio y seguidas de una zona obscura. Abdomen negro. Conexivo con fajas testáceo-rojizas, las que llegando a veces hasta su borde, están separadas entre sí por fajas negras más anchas. Patas negras; fémur res 1." y 2.° con dos espinitas por debajo y cerca del ápice; fémures 3." con un engrosamiento en el ápice; pelos de los ápi- ces, de las tibias y de los tarsos, amarillo-dorado. Buenos Aires, mayo de 1923. Explicación de la lámina I A. — Triatoma Wernickei. B. — Triatoma Holmbergi. C. — Triatoma Neivai. Clave para el género Triatoma Laporte A. — Con surco entre los lóbulos anterio- res del tórax 1 Sin surco entre los lóbulos anterio- res del tórax 1 . T. lignaria (Walk). 1. — Corio unicolor o apenas manchado con manchas imperceptibles 2 Corio francamente manchado . . 3 2. — Corio amarillo 2. T. flavida (Neiva). Corio no amarillo 4 4. — Membrana con manchas. 5 Membrana sin manchas (lisa o uni- color) 6 5. — Membrana con varias manchas de un color blanquecino sucio, pequeñas. 3. 7". rugulosa (Stal). Membrana con una mancha más pá- lida en su parte interna 4. T. recurva (Stal). 6. — Con pubescencia dorada en todo el cuerpo 5. T. platensis Neiva. Sin pubescencia dorada en todo el cuerpo 7 7. — Conexivo con manchas negras 8 » » » color castaño. 6. T. africana Neiva. 8. — Escudete negro 7. T. Howardi Neiva. Escudete castaño oscuro 9 9. — Conexivo con manchas que llegan hasta su borde libre 8. T. mexicana Neiva. Conexivo con manchas que no llegan hasta su borde libre 10 10. — Región posterior del tórax más clara 9. T. ocellata Neiva. Región lateral del tórax más clara.. 10. T. Uhleri Neiva. 3. — Corio amarillo-testáceo claro, con manchas negruzcas 11. T. dimídiata (Stal). Corio con una especie de raya cla- ra en su mitad 12. T. rubida (Uhler). Corio negro con una mancha roja debajo de la base 13. T.Chagasi Brumpt & Gómez Corio amarillo o gris amarillo con manchas obscuras H Corio castaño más o menos obscuro 12 11. — Membrana unicolor 14. T. neotoma Neiva. Membrana con manchas pardinegras 15. T. nigromaculata (Stal). 12. — Corio con manchas lineares ú or- biculares de tonos rojos 13 Corio con manchas lineares ú or- biculares de tonos testáceos 14 Corio con manchas lineares ú or- biculares ce tonos negros 15 13. — Membrana parda con nervaduras del mismo color 16 Membrana parda con nervaduras ro- jizas 16. T. megisia (Burm). 16. — Tórax con los lados rojizo-castaño. 17. T. vahegata (Drury). Tórax con la cuarta parte de la mi- tad posterior rojo-salmón 18. T. rubrovaria (Blanch.) Eduardo del Ponte 83 14. — Artejo basal del rostro menor que el apical 17 Artejo basal del rostro igual que el apical 18 Artejo basal del rostro menor que el apical 19 17. — Fémures 1.° y 2. "con varias espinitas. 19. T. venosa (Stál). Fémures l.°y2.° con dos espinitas. 20. T. circummaculata(Sta\). 18. — Artejo 2.° de las antenas. 4 veces mayor que el 1.° 21. T. maculata (Erichson). Artejo 2.° de las antenas, 3 veces mayor que el !.° 20 20. — Facie clara, especie pequeña (más o menos 2 cm.) 22. T. sórdida (Stal). Facie casi negra especie grande (2-3 cm.) 21. — Tórax con líneas longitudinales tes- táceas 23. T. vitticcps (Stál). Tórax sin líneas longitudinales tes- táceas 24. T. infestans (Klug). 19. — Artejo 2.° de las antenas menor que 3 veces el 1." 25. T. Wernickei Del Ponte. Artejo 2." de las antenas igual a 3 veces el 1.° 22 Artejo 2.° de las antenas mayor que 3 veces el 1." 23 22. — Tórax con manchas longitudinales testáceas. 24 Tórax sin manchas longitudinales testáceas 26. T. Gerstaekeri (Stál). 24. — Tórax con dos líneas longitudinales testáceas 27. T. sanguisuga (Lee.) Tórax con seis líneas longitudinales testáceas 2S. T. Neiviai Del Ponte. 23. — Tórax con 6 líneas longitudinales testáceas 29. T. Holmbergi, Del Ponte. Tórax sin 6 lineas longitudinales testáceas 30. 7. rubrofasciata (De Oeer). 15. — Corio castaño con pocas manchas grandes negras 25 Corio castaño con muchas manchas pequeñas negras 26 25. Mancha en forma de faja casi negra u obscura en la parte media 27 Una mancha negra entre dos porcio- nes color castaño o bermejo 31. T. Heidemanni Neiva. Dos manchas negruzcas, la mayor cerca de la base 32. T. maculipennis. Una mancha cerca de la base y dos angostas en parte unidas 33. T. rufnttiberculata. 27. — Manchas unicolor 34. T. inúictiva Neiva. Mancha a su vez con una mancha interna 35. T. oceulata Neiva. 26. — Abdomen con 5 series longitudina- les de manchas 36. T. geniculata (Latr.). Abdomen sin 5 series longitudina- les de manchas 28 28. — Patas con 3 anillos amarillentos ... 37. T. brasiliensis Neiva. » sin > » » ... 38. T. tennuis (Neiva). 34 Sobre el género triatoma RESUME Nous supposons cine, des especes vivantes do Triatoma, la plus an- eienne est le T. rubrofasciata (De Geer). Nous émettons l'hypofhése que la diffusión de ees Inseetes s'est pro- duite par deux courants emigratoires, partís en sens opposé des íles de l'Oeéanie, 1' une vers 1' E. a í'ini son parcours en Amerique et a envahi tout le eontinent. L'autre courant partie vers 1' O a passé par 1' lude et 1' Afrique jusqu'aux Acores ou on trouve des exemplaires de ees In- 5i 'tes. Nous decrivons 3 especes nouvelles: T.Holmbergi, T.Wemiekei et Tüeivai. SUMMARY It is supposed that the most antique speeies is T. rubrofasciata. These insects would have heen originated in Oeeania, from whenee tliey wou'ld have migrated in two groups:1 one in an Easterly direction towards Ame- rica, having invaded all the Continent; another goiug westward lias left eolonies in India, África and the Azores. Thre new speeies are described TJIolmbergi, T.Wemiekei and T.Neivai. ZUSAMMENFASSUNG Naeh nnserer Meinung ist die altaste lebeude Speeie die T.rubrofas- ciata und stellen wir die Hypothese auf dase diese Inserten in zwei Gruppen von den Inseln Oeeanias auswanderten . Eine Gruppe wandte sieh naeh Osten und endigte seine Reise in America, sich iiber diesen Kontinent verbreitend; die andere Gruppe wandte sich naeh entgegengesetzter Seite, das heisst^ naeh Westen, und liess Vertreter in Indien, Afrika luid den Azoren. In diesem Aufsatz beschreiben wir drei nov. sp. T.Holmbt rgi, 7 .Wer- vickei und T.Neivai. é REV. INSTITUTO BACTERIOLÓGICO TOMO IV. - AÑO I LAMINA I DEL PONTE D ^ d JO . B * S i » '» i ' iDi» «CULPO. AVISO Todos los trabajos científicos relacionados con la microbiología, patología e higiene, remitidos a la dirección de la revista, serán publica- dos en orden cronológico, según la fecha de su entrada. Los trabajos deberán ser escritos en castellano, con conclusiones en los idiomas castellano, alemán, francés e inglés. Toda la correspondencia se dirigirá a la: Dirección de la Revista del Instituto Bacteriológico, Vélez Sársfield 563. A la misma dirección se dirigirán también todos los pedi- dos de canje. Alie Zuschriften sind zu richten an: Dirección de la Revista del Instituto Bacteriológico, Vélez Sársfield 563. Austausch erbeten. Toute la correspondance doit étre adressée a: Dirección de la Revista del Instituto Bacteriológico, Vélez Sárefield 563. Priére d'écbange. All Communications should be adressed to the: Dirección de la Revista del Instituto Bacteriológico, Vélez Sárfield 563. Exchange requested. El autor que quiera aprovechar la composición tipográfica, para hacer imprimir por su cuenta folletos Je su trabajo, deberá indicarlo por escrito en los originales, expresando el número de folletos que desea.