^*»- V>¿ «-.-• s^ V '1^ - ^ ^''^tj^ ;Í**^' ..t;1^^^ -4." ""-:*r' -^ÉW - ■■ ■■» -t . ' '^ ^?^^ ENSAYO SOBUK LA AGRICULTURA, KL COMERCIO Y LA INDUSTRIA EN MARRUECOS r\ \ v.4^^S^ Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS ENSAYO SOBllE LA AGRICULTURA EL COMERCIO V LA INDUSTRIA EN MARRUECOS POR JOAQUÍN VÉLEZ VILLANUEVA MADRID 1916 Imprenta Ibérica, E. Maestre. Pozas, 12, Madrid.— Teléfono 3.854. DOS PALABRAS AL LECTOR Conocí al autor de este librito en el último viaje que hice con misión oficial a la zona española de Marruecos. Atrajo mi simpatía y cariño el Sr. Vélez, modesto y celoso oficial de los correos de España en Tánger, por la asiduidad y aplicación inteligente con que se dedicaba, las horas libres de oficina, a reco- ger datos acerca de la vida del pueblo marroquí, en la parte que más podía interesar a los españoles: su geografía económica. Noté que lo único que podía desanimarle era la consideración de la escasez de sus medios persona- les, que no le consentían sufragar los gastos de la pu- blicación de sus apuntes. Después de haber examina- do yo el caudal reunido, y persuadido de que la obra realizada con tan excelentes propósitos merecía ser estimulada con la protección oficial, solicité y obtu- ve de la Junta para Ampliación de Estudios que fuese aceptada para su publicación. No es la bibliografía española marroquí tan rica en producciones serias de primera mano, que poda- mos desdeñar modestos ensayos como el presente, el cual, si bien no constituye una obra original, científi- VI ca y acabada, de todos los aspectos de la vida del pueblo marroquí, es libro útil, por una parte, al hom- bre científico, por contener datos para el estudio de la psicología social y las instituciones económicas marroquíes, y por otra, al público general, por ha- ber acumulado en él multitud de noticias provecho- sas que conviene saber a todo español que haya de entablar relaciones con esos indígenas, acerca de las costumbres agrícolas, modos y formas de explotar los terrenos, clases de productos que se cosechan y consumen, industrias en que se labora, usos del co- mercio, etc., etc., etc. Ojalá el generoso ejemplo del Sr. Vélez estimule a otros españoles que viven en Marruecos a aplicar su actividad seriamente y trabajar con ahinco para ir perfeccionando y ensanchando el estudio de mate- rias de interés vital para los españoles. Julián Ribera. Madrid, Marzo 1916. INTRODLCClüX La bibliografía bispano- marroquí no cuenta con una obra que estudie extensamente la Geografía eco- nómica de Marruecos en todos sus aspectos, como son: procedimientos comerciales; negocios realiza- bles; prácticas seguidas en las relaciones mercantiles; producción; c iracterística de cada producto; regiones que se distinguen por la calidad o cantidad de su pro- ducción; importación; estadísticas; monografías de los principales productos de exportación e importación; industrias establecidas; industrias posibles; transpor- tes marítimos y terrestres; artículos españoles suscep tibies de ser importados inmediatamente y en condi clones ventajosas de competencia, y otros datos ab- solutamente indispensables para el perfecto conoci- miento del mercado marroquí. Para España, el estudio del mercado que nos ocu- pa es de grandísima, de capital importancia econó- mica, puesto que este país, que no cuenta con ningu- na industria, es tributario del mundo entero y repre- senta un magnífico mercado para nuestra sobrepro- ducción industrial y un palenque donde adquirir la experiencia necesaria para la lucha mercantil en los restantes mercados exteriores. VIII Para su conquista comercial contamos con una en- vidiable posición geográfica, la cual permite estable- cer las comunicaciones marítimas en condiciones de rapidez y baratura que no tiene ningún otro país de los que se reparten el intercambio mercantil de Ma- rruecos. La Zona española y Tánger están muy bien situa- dos por hallarse en el paso de todas las grandes lí- neas de navegación y por encontrarse en ellas la ca- beza de las vías más importantes por donde se reali- za la comunicación del comercio mundial con el in- terior del país. Conocidos son los esfuerzos que todas las nacio- nes realizan para adquirir la supremacía comercial en Marruecos, en especial Inglaterra, Alemania y Francia, principalmente esta última. En ella se han publicado varias obras de carácter económico, estadísticas, manuales para el emigrante repartidos profusamente, etc., y cuenta con Centros de información, en los que se facilitan todos los de- talles necesarios para que su comercio e industria puedan conseguir las mayores ventajas. Una vez establecido el Protectorado de España en la zona que le corresponde en Marruecos, se en- cuentra en la ineludible necesidad de imprimir un fuerte impulso a las corrientes mercantiles entre los dos países, y favorecer su incremento, dando a cono cer en España el mercado de Marruecos; disipando temores y recelos que por desconocimiento del país han germinado entre nuestros industriales y comer- ciantes; facilitándoles obras económicas serias que convenzan hasta el más suspicaz de los negociantes y borren la mala impresión que en ellos han produ- IX cido algunas desgraciadas especulaciones verificadas a la ligera y la lectura de ciertos libros (cuyos auto- res, por lo general, no han visitado jamás este país) y que han sido la causa del estado de opinión hostil a Marruecos que se observa en algunos medios in- dustriales y comerciales. Son tan excepcionales las condiciones de este mer- cado, que sin un previo estudio especial del mismo a fin de conocer perfectamente los detalles, requisi- tos y circunstancias que le son peculiares, es difícil realizar en él negocio alguno. Esta es la necesidad que viene a llenar la presen- te obra, al ofrecer reunidos de un modo sistemático y ordenado todos cuantos dalos pueden servir para dar idea de cómo vive y se desarrolla el comercio en este país. También se incluyen en ella los dalos necesarios para el estudio de la agricultura y de la industria indígenas. Y al desarrollar lodos estos extremos aquí enun- ciados, no nos guía otra mira ni otro designio que el deseo patriótico de coadyuvar, en la medida de nues- tras fuerzas, al engrandecimiento de la Industria, Co- mercio y Navegación de España. No debo terminar sin rendir las más expresivas gracias a D. Maximiliano Alarcón, catedrático de ára- be vulgar en la Escuela de Comercio de Barcelona, por haberse prestado a revisar cuidadosamente mis apuntes, unificar la variada grafía de los nombres geográficos, y ayudarme en la corrección de las pruebas. IN-IDIOH3 Págs. Dos PALABRAS AL LECTOR V Introducción vii APUNTES GEOGRÁFICOS Límites, situación geográfica y extensión 1 Oleografía 2 Hidrografía 10 AGRICULTURA Estado actual de la agricultura 59 Instrucciones para la compra de terrenos 62 Calidad de las tierras 65 Régimen de las lluvias, humedad, vientos 68 Cultivo de forrajes 71 Cultivo del maíz forrajero y de la alfalfa 72 Abonos 73 Labores agrícolas 73 Siembra, recolección, siega y trilla 71: Productos agrícolas.— Cereales 76 Cilantro. Patata 82 Cviltivo de la vid en Marruecos 83 Alternativa de cultivos 84 Cultivos actuales. Cultivos nuevos 85 Cultivo de huerta 86 El palmito 86 La remolacha 87 Caña de azúcar 87 XI Págg. Algodonero 88 Tacaut 88 Los alcornocales de Marruecos y su explotación 89 Adquisiciones forestales 90 Situación de los bosques de alcornoques 92 Arar o tuya 93 Argán 93 Olivo 95 F^uforbio. Fasuj. Sarguina 96 Lino 97 Cáñamo 97 Rosales 97 Alheña 98 Fenogreco 98 Alcaravea 98 Asociaciones; Mujalata. — Semsar. — Condiciones y pro- cedimientos para obtener las patentes.- Un consejo.. . 98 Asociaciones agrícolas o aparcerías. Generalidades 101 Ganado lanar 101 Ganado caballar 103 Ganado porcino 103 Ganado vacuno 104 Asociación para transportes 106 Aparcerías agrícolas 106 Aparcerías a mitad 107 Anticipos de dinero « 107 Modelo de un contrato 108 Mano de obra y contratos entre obreros agrícolas y te- rratenientes 108 La ganadería en Marruecos 111 Razas caballar, mular y asnal 112 Ganado bovino 1 14 Ganado lanar 115 Principales razas 116 Regiones para la cría del carnero 117 Cabrío 119 Ganado de cerda 119 Aves de corral 120 XII INDUSTRIA. Paga. Tenerías en Tafilete 122 Industria de los tejidos en Fez 123 Tenerías en Fez 126 Fabricación de babuchas 127 La alfarería en Fez 127 Las tenerías en Tetuán 128 Fabricación de mosaicos en Tetuán 129 Fabricación de espingardas 129 Industria textil 130 Fábrica de jabones blandos en Mazagán 130 Alfombras de Rabat 131 Industrias varias en Rabat 132 Salé 133 La industria salinera 133 Canteras 13 1 Industria europea, actual y futura 134 Obras públicas 139 La pesca en Marruecos 139 Pesca con almiurabas 141 COMUNICACIONES, NAVEGACIÓN Y TRANSPOR- TES TERRESTRES Correo^ 143 Telégrafos , 146 Teléfonos 147 Radiotelegrafía 147 Tasas y lista de oficinas radiotelegráficas 148 Navpjgación 148 Puertos 149 Flete corrido desde el norte y noroeste de España para los puertos marroquíes 152 Líneas de vapores españoles con escala en puertos ma- rroquíes 152 Servicio de vapores correos: entre Tánger, Cádiz, Algeci- XIII P&gs. ras y Ceuta, 155; entre Algeciras y Ceuta, 155; de Meli- 11a para Tánger y viceversa, 156; Cádiz a Larache, 156; Arcila, Larache y Tánger, 156; entre Tánger y Casa- blanca 157 Distancias entre algunos puertos de Marruecos 158 Derechos de capitanía y an^slaje 158 Puertos de Mehedia y Rabat 160 Patente española 163 Transportes tbrrestkks.— En el interior de las pobla- ciones 16 1 Transportes y viajes por el interior de Marruecos 165 Distancias entre poblaciones, medios de comunicación y coste del transporte de mercancías 167 Precios de alquiler de bestias de carga para el transpor- te de mercancías 172 Transporte de mercancías a tanto alzado 173 COMERCIO Estudio de mercado 176 Estadísticas 178 Crédito 180 Pagos 182 Cobro de créditos por medio de los Consulados 183 Persecución de los morosos ante los Tribunales IS-I Régimen de justicia en las zonas española y francesa. . . . 185 Viajantes de comercio 185 Grupos comerciales. Museos 186 Mercancías en depósito 187 Intermediario 188 Catálogos 189 Embalajes 190 Pesos y medidas 19 1 Relación de los i)esos y medidas usados en el norte de Marruecos 191 Marcas de fábrica 194 Bancos 195 XIV P&gs. Banqueros 196 Monedas circulantes en Marruecos 197 Empréstito de 1904 199 Empréstito 5 por 100, 1910 201 Empréstito 4 por 100 de 170.250.000 francos 202 Aduanas 203 Puertos abiertos al comercio 204 Taras aplicables en las Aduanas de los puertos de Ma rruecos 204 Artículos de importación prohibida 205 Abonos químicos 206 Forma de fijar los derechos de Aduanas 206 Lista de los valores de las principales mercancías impor- tadas en Marruecos 207 Derechos de importación 221 Tarifa de exportación aprobada por el artículo 60 del Tratado de España con Marruecos y modificada por los tratados de Alemania y Francia 222 Reglamento para la admisión temporal de mercancías por las aduanas de Marruecos 225 Exportación de bueyes 233 Cabotaje 234 Cabotaje de monedas 235 Transbordo de mercancías de puerto a puerto marroquí. 235 Embarque y desembarque de mercancías. 235 Almacenaje y entrega de mercancías 236 Plazos y derechos de almacenaje 236 Tarifa de tasas cobradas por e) servicio del puerto, por el embarque y desembarque de mercancías 238 Tarifa de tasas cobradas por el servicio del puerto, por el reconocimiento y manipulación de las mercancías en el almacén 241 Tarifas de tasas cobradas por el servicio del puerto y por la manipulación de las mercancías en la Aduana 244 Larache. — G&stos para el embarque y desembarque de mercancías 247 XV EXPORTACIÓN Págs- Almendras. Alpiste 248 Aves de corral 240 Aceite de olivas 249 Babuchas 249 Bueyes 250 Cera en bruto 25H Cuernos, huesos, pezuñas y cascod 251 Corcho 252 Cestos, esteras, bandejas de cobre y estribos de hierro. . 252 Tripas secas y saladas 252 Pelo de cabra 252 Cilantro, Comino. Fenogreco (alholva) 253 Cereales 253 Dátiles. Algazul. Gomas 255 Garbanzos. Habas. Lentejas 25G Alheña 256 Huevos 257 Lanas 258 Naranjas. Limones' 260 Orégano 26Ü Rosas 260 Sarguina 261 Simiente de lin o 261 Pieles 261 Pieles de buey 262 Pieles de cabra y de carnero 263 IMPORTACIÓN Substancias alimenticias.— Coloniales 264 Especies 265 Cacao 26T Azúcar 267 Granos y lbgujmbrbs. — Arroz 269 Harinas y sémolas 269 Legumbres secas. Patatas. Hortalizas y frutas 270 XVI Págfs. Frutas secas 270 Varias,— Azafrán 270 Mantequilla 27 1 Chocolate 272 Leche en conserva 272 Dulces, confituras, galletas, conservas en azúcar 27B AcBíTRS Y BEBIDAS. — Aceítes de olivas 273 Aceite de algodón y otros 274 Alcohol 274 Bebidas 275 Bujías 27 fi Cerillas 277 Jabones ordinarios 277 Petróleo 277 Zapatería 278 Vidrio y cristal 278 Espejos 278 Sacos, harpilleras 279 Papelería 279 Sal marina y gema ■. . . . i 279 Ámbar 280 Armas y pólvoras 280 Muebles 280 Materiales deí construcción.— Maderas 281 Mármoles. Ladrillos, tejas 281 Piedras de construcción 282 Baldosas. Cales, cementos, yesos 282 Metales 282 Quincalla, calderería y hojalatería. Camas de hierro. . . . 28;3 Tejidos. — Tejidos de algodón 284 Hilos de algodón. Tejidos de lana. Cachemir 286 Hilo de lana 286 Seda cruda. Satén de lana. Sedería 287 APUNTES GEOGRÁFICOS Límites, situación geográfica y extensión. Elniagreb Elacsa (el Occidente extremo o Marrue- cos) se halla situado en la extremidad más septen- trional de Aírica. Está limitado: al oeste, por el Oqiiianus el Atlantic ex-xemali (Océano Atlántico septentrional); al norte, por el Bogaz chébel Taric (estrecho del monte Taric) y el Bailar Ezzegiier (Mar Mediterráneo). Por la parte de tierra los límites no están bien de- terminados; pero, en general, puede decirse que li- mita por levante con Argelia, y al mediodía, con arre- glo al artículo 2." del Convenio hispano-francés de 27 de Noviembre de 1912, con el paralelo 27° 40' de latitud norte, que pasa un poco al sur de Giiad Mér- cala, llamado más abajo Tasegiiecant, afluente iz- quierdo del Guací Dra y muy poco al norte de la des- embocadura de Soqiiia el Hamara, en el Océano Atlántico, 44 kilómetros al sur del Cabo Yubi. La situación geográfica de Marruecos puede fijar- se aproximadamente entre los 27° 40' y 35° 55' 3 ' de — 2 - latitud norte y entre los 4° 26' 40 " de longitud este y los 9° 26' de longitud oeste del meridiano de Madrid. El desarrollo de sus costas y fronteras puede cal- cularse en 1.250 kilómetros para la costa del Atlán- tico, 65 para el Estrecho de Gibraltar, 430 para la del Mediterráneo, 1.130 para la frontera de Argelia y 1.450 para la frontera meridional, siguiendo el ya ci- tado paralelo 27° 40', resultando en total 4.325 kiló- metros. La extensión superficial será de unos 640.000 kiló- metros cuadrados, de los cuales, en virtud del Conve- nio franco-español, corresponden aproximadamente 21.600 a la zona Norte de influencia de España. 25.000 id. Sur ídem id. 400 para la zona internacional de Tánger. 591.500 a la zona de influencia de Francia. Orografía. El sistema orográfico de la comarca llamada El- magreb por los antiguos geógrafos árabes está cons- tituido por El Adrar n'Deren (la montaña de las montañas), o gran Atlas, macizo montañoso que se extiende desde el Cabo Bon, en el Mediterráneo, en Túnez, hasta Cabo Guir o Ras Oferni en Marruecos, en el Océano Atlántico al sur de Mogador. Sigue la di- rección general ENE-OSO., atravesando Túnez, la Argelia y Marruecos, al que corta casi en sentido dia- gonal, alcanzando en esta región las mayores alturas. Según la Geografía de Theophile Lavallée, el sis- tema del Atlas está compuesto de cadenas distintas y — 3 — uniformemente alineadas, por series de grupos aisla- dos y unidos por sus bases. Se divide en tres partes: el pequeño Atlas, el medio y el grande Atlas. El pequeño Atlas se extiende desde el río de Bu- gia hasta la desembocadura del Chelif, en una lon- gitud de 350 kilómetros, perteneciendo todo él a la Argelia. El Atlas medio comienza en el Golfo de Túnez, atraviesa la Argelia y al entrar en Marruecos es cor- lado por el Giiad Miiluya y termina en el Estrecho de Gibrallar. Y el gran Atlas comienza y termina donde se ha dicho anteriormente. El Alias medio se halla cortado, como se ha dicho, por el Miiluya y, por lo tanto, dividido en dos frac- ciones, de las cuales la correspondiente a Marruecos se enlaza con el gran Atlas en las fuentes del citado río. Obsérvese, antes de entrar en el examen del gran macizo montañoso en Marruecos, que a la ramifica- ción que el indicado autor, Godard y otros, en gene- ral franceses, dan la denominación de Atlas medio, los autores españoles (1) denominan pequeño Atlas, y esta denominación será la empleada en estos apuntes. Llamaremos, pues, gran Atlas y pequeño Atlas a las dos cadenas princi[)ales de Marruecos La cadena principal del sistema del Atlas marro- quí, o sea el gran Atlas, parece surgir del Atlántico en Ras Oferni o Cabo Guir, a 100 kilómetros al sur de Mogador, y siguiendo la dirección OSO-ENE. (1) Entre otros, los señores D. José Gómez de Arteche y D. Fran- cisco Coello en su notable obra Descripción y mapas de Marruecos. cruza todo el imperio, penetrando en la Argelia por el paralelo 33°. Esta gigantesca cordillera divide al país en dos grandes vertientes, por donde corren las aguas, unas hacia el norte, al Mediterráneo, al Es- trecho de Gibraltar y al Océano, y otras hacia el sur, yendo las de la parte occidental al último mar cita- do, y derramándose las de la parte oriental en el Sahara, en cuyas arenas quedan absorbidas muchas de esas corrientes, mientras que otras fertilizan al- gún oasis y otras forman lagos de agua salobre o co- rrompida. Entre el grande y el pequeño Atlas se extiende una estribación que, arrancando del primero en el punto donde se hallan las fuentes del Muluya, a unos 460 kilómetros del Cabo Guir, va a encontrar al segun- do, al cual se une con Chébel Beni flassen, que se halla a los 34° 45' de latitud norte y 8' de longitud oeste y distante 100 kilómetros del Muluya. Próximo al punto del gran Atlas, de donde arran- ca la estribación septentrional acabada de mencio- nar, se desprende otra hacia el sur, que separando los ríos Dra, que desemboca en el Océano, y Ziz^ que se pierde en el desierto, va desvaneciéndose en este mar de arena, y divide la vertiente meridional de Marruecos en dos, que son: la del Océano y la del Sahara. Expuesta la idea general sobre el sistema orográ- fico de Marruecos, vamos a completarla con los lige- ros detalles que permite la breve extensión de los presentes apuntes; y al efecto, se empezará haciendo una rápida reseña del gran Atlas. La primera altura de importancia que aparece en territorio marroquí es el Chébel Tandrara al oeste y - 5 - próximo a la frontera de la Argelia, al que siguen una serie de montes y puertos hasta Chéhel Sc/ifiim, donde elévase gradualmente la cresta del gran Atlas hasta alcanzar la altura de 2.000 metros en Chébel Asfeti y Xiif Agmai\ en el que tienen sus fuentes aunque en laderas opuestas, un alíñente izquierdo del Miiluijd y el (¡iiad Guis, que corre hacia el sur al país del Tiiai y sirve de paso al camino de Fez a ese país. Continúa por Ari (montaiía) Ahari (3.500 ms.) a lizi (puerto) 'ralíjunt (2.000), a través del cual pasa el camino de Fez a Tafilete, elevándose nuevanjente en Ari Aldin (2.100), Ari bu Trai (11 000) y Ari Aniiccal (4.000), y volviendo a descender muy poco en Tizi Idil, por donde atraviesa otro camino de Fez y de Mequínez a Tafilete. Vuelve a ascender hasta Ari el Aija.v, en el cual se halla el pico de Sidi Ali bu Abii, punto el más culminante del Atlas (4.300 ms.), cresta casi constantemente cubierta de nieve, y desde la cual continúa la cordillera en una longitud de 210 kilómetros, presentando numerosos cerros y puertos, siendo notable entre éstos el Tizi n'Téliiel (2.050), que sirve de paso al camino de Marraquex, por Sidi Rabal a Dar Caid el Glayiii, que se encuentra en la vertiente sur del gran Atlas, a unos seis kilómetros del puerto. Elévase nuevamente la cordillera, formando las cimas de Cbébel bu Vriul (4.250) y Chébel Licumi (más de 4.000) hasta Tizi n'Tajral, por donde pasa el camino de Marraquex a la región meridional del At- las, cortando los ríos que forman el Guad es-Sus. En- tre este puerto y el citado Téluel median 70 kilóme- tros. Continúa el gran Atlas formando varias infle- xiones durante 115 kilómetros, por Chébel Tubcal — 6 - (superior a 4.000) y otra serie de alturas y puertos hasta Tizi n'Test, atravesado por el camino de Ma- rraquex a Tarudant y sigue a Tizi n'Serba o Tizi ríFerc-er-Rich o Tizi Bihagiien (1.488), que da paso al camino de Mogador a Tarudant, terminando en este puerto las mayores elevaciones del Atlas, que empiezan en Ari Ayax y se ven cubiertas de nieve en invierno. Desde Bibagüen hasta Cabo Guir, en una longitud de 80 kilómetros, no presenta grandes elevaciones, ni se cubre jamás de nieve, siendo la mayor altura la de Chébel Tazenajt (1.099), distante 30 kilómetros de aquel cabo. La estribación que, como se ha dicho, enlaza el grande y el pequeño Atlas dentro del territorio de Marruecos, se dirige primeramente hacia el NE,, for- mando muchas sinuosidades, con un recorrido de 300 kilómetros; cambia después de dirección hacia el norte, y separando las cuencas de los ríos Muluya y Sebu llega a los montes de Beni Hassen. Presenta alturas de diferente elevación, figurando entre ellas Ari Musa, de 2.500 metros; siguen después otras que llegan a 3.000, y el pico Chébel Musa u Za- lah, de 4.000. Hay en ella una depresión de 900 me- tros por la cual pasa el camino de Fez a Taza y Uchda. Desde el punto de enlace, el pequeño Atlas va si- guiendo la dirección de la costa mediterránea, de la cual dista en los puntos más alejados unos 72 ki- lómetros. Constituido este macizo por una serie de cadenas paralelas, de las cuales arrancan estribaciones áspe- ras y resquebrajadas que se rompen frecuentemente " 7 - sobre las aguas del mar, se extiende por el Occidente hasta Punta Leona, y desde allí parle una prolon- gación que llega hasta Cabo Espartel. La cordilleía del pequeño Atlas divide a su vez la vertiente norte del gran Atlas en otras dos, a saber: la vertiente del Mediterráneo y del Kstrecho y la del litoral del Atlántico. Después de Chébcl Beni Hassen, siguiendo hacia Occidente, vienen Chébel el Aroz, Chébel Daluhi, Che- bel Tazaran o Tiziren, en el que aparece un pico de 2.500 metros de elevación; cambia su inclinación al NO., y al llegar al término de ese último monte tuerce bruscamente hacia el SO. En esta sección tie- ne lugar el nacimiento del Giiad el Hexaix, que pasa por Xexagiien y que desemboca en el Mediterráneo con el nombre español de río Ornara; el de los arro- yos que forman el Giiad Liicciis y el de los varios que originan el Giiarga. Se encuentra también en ella Bab (puerta) Bibagiien (900 metros), por donde pasa el camino de Teluán a Fez por Xexagiien. Cam- bia después de dirección al NNO. por Chébel Alferni, Chébel bu Haxen, Chébel Muley Ab desSelám o Ché- bel Alan (2.000 metros), que se encuentran en la re- gión llamada Chebala (montañeses); tuerce hacia el este, y forma poco después un puerto por donde pasa el camino de Tetuán a Tánger por el Fondac de Ain Chedida, ijue queda un kilómetro escaso al po- niente de ese puerto. Vuelve a tomar la dirección NNO. ya en territorio de Anchera, y forma las cum- bres llamadas Chébel Sehena, Chébel Behniri y Ché- bel Zemzem, penetrando inmediatamente en la zona internacional de Tánger y formando una línea sinuo- sa de cerros, en cuyas cúspides se ven los Dexui - 8 - Momhar, Daimiiz, Harraren y Chébel er-Rmila, que se utie a Chébel Qiiebir, el cual cae en áspera pen- diente sobre la cosía del Estrecho de Gibraltar, al oeste de Tánger, y se prolonga después por Chébel es Seloqiiia, que se hunde en el mar en Cabo Espartel- La parte del pequeño Atlas, que a partir de Chébel Betii Hassen se prolonga al este para cortar el Muluya y penetrar en la Argelia, continúa paralela y poco distante del Mediterráneo por Acbat el Cadí (1.320 metros), por donde pasa el camino de Melilla a Fez; Chébel Azon (1.500), en la tribu de Metalsa; Tenia Miiled Carcor y Bab el Qiierima, en Beni bu Yahi. Destácase de él hacia el norte un ramal que llega hasta la costa, formando en ella el cabo Ras n'Chebdan (punta Quebdana), y en cuyo ramal se encuentran las alturas llamadas Ras Ibercánia, Ras Temdet y Ras Tacabet. Continúa después de atravesar el Muluya formando el Chébel Beni Señasen, donde se encuen tran Chébel el-Hari y Chébel bu Isra, y penetra en la Argelia. En la prolongación que arrancando de la vertien- te meridional del gran Atlas se dirige hacia el sur, se hallan las alturas de Chébel Sarro, que corta al para- lelo 31°, y Chébel bu SernaL situado a los 30° y 30 de latitud norte y próximo a los 2° de longitud oeste. Esta estribación se halla cortada por una cordillera paralela al gran Atlas, llamada Anti Atlas, a la que atraviesan los ríos que riegan la región meridional. Se encuentran en ella alturas de más de 2.000 metros, siendo notables: Tizi Terec Iri n'Oiclob (2.280); Chébel Tifernen (2 000), continuación del anterior, del cual se halla separado por una depresión llamada Jendac .Iini nDra, por la que atraviesa el Guad Idermi, -■^ 9 -^ afluente derecho del Dra; Tizi lijernen (1.870); Tizi Agni (1 674); lizi nHarum (2.059); Tizi Arrar (1.93Í); Tizi Ibercaqiiem {\.dV2)\ Tizi nTancátem, y otros de menor altura, continuando en descenso hasta morir en el Océano, en la orilla derecha de la desemboca- dura del CTiiad Asaca o Xiiii, en la llamada Punta Roja. Si pudiera observarse el suelo de Marruecos a vista de pájaro, se vería que la gran cadena del Atlas no forma una sola masa coherente, de la que se des- prenden ramales uniformes por sus dos flancos, sino que se compone de sierras paralelas, alf^unas de gran elevación, siendo las más importantes las del peque- ño Atlas al norte y la del Anti Atlas al sur. En la vertiente septentrional se ven ligados el gran- de y pequeño Atlas por una cadena sensiblemente perpendicular a ambos, la cual, unida al segundo, de- termina la divisoria de aguas que, terminando en Cabo P2spartel, separa las que se dirigen al Océano, de las que van al Estrecho de Gibraltar y al Medi- terráneo. Esta segunda vertiente, a partir de la iz- quierda del Muluya, tiene su cresta muy próxima a la costa, y está formada por cadenas paralelas de montes de gran elevación, ásperas y resquebrajadas, que se hunden en el mar formando cabos y calas, y constituye un importante macizo montañoso en la parte norte del imperio, próxima al Mediterráneo, donde se hallan establecidas las indómitas tribus ri- feñas y los Chebala (montañeses). Presenta esta zona un aspecto muy distinto del que ofrece la vertiente del Atlántico, pues en las alturas de esta última se nota una tendencia general a formar mesetas de su- perficie unida,. constituyendo altas llanuras que lie- — lo- gan hasta las faldas del gran Atlas. Las más elevadas están en la parte norte, desde el Estrecho de Gibral- tar hasta el Giiad Sebii; en la parte central, entre el Sebii y el Giiad Um er-Rbea, va deprimiéndose hacia el oeste por mesetas llanas escalonadas, acentuán- dose aún más la depresión en la del sur, en la cuen- ca del Giiad Tensijt, que es la más baja; pero en toda la vertiente es uniforme la pendiente. El gran Atlas y el anti Atlas se hallan también uni- dos por otra cadena, formada como ellos por sierras paralelas, que en conjunto determinan una divisoria de aguas que separa las que se pierden en el Océano de las que lo hacen en el Desierto. Puede, pues, considerarse el territorio marroquí dividido en tres grandes vertientes: la del Mediterrá- neo y Estrecho de Gibraltar, la del Océano Atlántico y la del Desierto. Hidrografía. Vertiente del Mediterráneo. — Xot el Garbi. — Es una laguna que se encuentra en la frontera de la Argeha, al norte del gran Atlas, cerrada al oeste por una estribación que arranca de él en Chébel lebutiot. Está alimentada por varios ríos poco importantes, y no tiene salida. Giiad Isli y Guad el Qíds. — Pastos dos ríos, como el Xot el-Garbi, se encuentran al oriente de la divisoria que arranca del gran Atlas en Chébel lebutiot y se- para sus aguas de las que vierten en la derecha del Muluya. Esa divisoria avanza hacia el norte como — 11 - unos 90 kilómetros, cambiando después su dirección al NE. para penetrar en la Argelia a los 40 kilómetros. Conserva esta dirección hasta Chébel Mecaidii, dis- tante otros 40 kilómetros de la frontera, para cam- biar, en él, bruscamente hacia el poniente y volver a penetrar en Marruecos por Menchel el Aácal (1.221 metros). Ya en Marruecos sig.ie por Chébel Ciierada, Chébel bu Yala, Chébel Zeccáro, Chébel Tanessara y Chebilal Msúl-lac, inclinada ligeramente al sur, re- cobrando en el último punto citado su dirección norte para terminar en la costa entre las desemboca- duras de los ríos Qiiis y Miiluija. El primero nace en la frontera argelina y, otro ramal, en Chébel Cherada, recogiendo aguas de Men- chel el Aácal; corre hacia el norte con el nombre de Giiad Gan/iida, recibe por su izquierda el pequeño Giiad Zeccára, designándosele a partir de este punto con el nombre de Giiad Isli. Deja a Uchda algo a su derecha, penetra en la Argelia, 14 kilómetros agua abajo, recibiendo, poco después, por su izquierda el Xabel Jiesa, que baja de la divisoria con el Muluya, que nace en los montes de Beni Señasen, en Ma- rruecos. El segundo río, o sea el Giiad el Qiiis, se forma de varios manantiales procedentes de la Argelia, y de los citados montes de Beni Señasen, y dirige su cur- so hacia el norte, formando la frontera hasta su des- embocadura en el Mediterráneo, junto a la Casba es-Saida, que queda a su izquierda. Gaad el Malaya. — La cuenca de este río, poco conocida, está formada: al este, por la estribación citada que arranca del gran Atlas en Chébel Tebut- tot; al sur, por la parte del Atlas comprendida en- — 12 — tre el arranque de esa estribación y el de la divisoria que separa la vertiente del Mediterráneo de la del Atlántico, y por el oeste, esa divisoria ya descrita, que, como se ha dicho, llega hasta Chébel Beni Has- sen en el pequeño Atlas. El río de que se trata está formado, en su naci- miento, por las aguas que bajan del gran Atlas y de la divisoria general; corre en dirección OSO. -ENE. por un valle estrecho y muy accidentado, viéndose cerca de su origen a Agbálu n'Sandún, y llega a Caz- ba el Majzen (alcazaba del Gobierno), situada a unos 140 kilómetros de su nacimiento, en un lugar en que el valle se ensancha y a una altura de 1.210 metros. Eñ este trayecto se hallan varios poblados esparci- dos a derecha e izquierda en las faldas de las mon- tañas, y el río recibe por ambos flancos las aguas procedentes de numerosos barrancos. Poco más aba- jo de la Cazba empieza a seguir la dirección NNO., que adquiere, en definitiva, en el santuario Sidi el Hach el Aárbi (871 ms.), distante 82 kilómetros de aquélla, recogiendo también, en este trayecto, por las dos orillas varias corrientes. Agua abajo, a unos seis kilómetros del santuario anterior, se halla el poblado de Aryán (873 ms.), jun- to al cual se desvía un camino que ha venido descen- diendo por el valle y conduce a Debdú. A los 100 ki- lómetros recibe el Giiad Meli-la, primer afluente iz- quierdo de importancia, y por la derecha el Giiad Beni Guies; corta, 10 kilómetros después, el camino de Fez y de Taza a Uchda, en Mexra (vado) Szrfz Abd Aláh Sebbáhri, y en seguida afluye por la iz- quierda el Guad el Mesán.y por la derecha, cuatro . kilómetros agua abajo, el Guad el Abd (río del escla- -la- vo), encontrándose en una altura que domina este paraje el poblado de Debdü. Cambia, en seguida, el Muluya su dirección al NO., empezando a describir grandes curvas, después de recorrer un trayecto de 20 kilómetros, estrechado, por su izquierda, por Che- bel Giiillis, al final del cual recibe por la derecha el Giiad Za, río considerable que es el mayor de to- dos sus afluentes Desde esa confluencia sigue reci- biendo por ese mismo costado derecho varios ríos no muy considerables, pudiendo citarse, entre ellos, Gudd el Mariija, Gund elllasínies, Guad el-Caráb, Giiad Zigzel, Giiad ed-Dih, Giuid Ali ex-Xelmb, Giiad bu Abd esSiijed, Giuid Ifavrúden y Giiad Taima (1), desembocando, poco después, en el mar, seis kiló- metros al este de (^abo de Agua. Dado el carácter general de esta obra, que no per- mite conceder excesiva extensión a la parte geográ- fica, nos vemos obligados a dar sólo ligeros detalles sobre los ríos de Marruecos, y sólo nos lijaremos con alguna detención en el Muluya disde su confluencia con Gaad el Mesan basta que desemboca en el mar, porque este río está llamado a desempeñar un papel importante en los sucesos que han de desarrollarse con motivo de la acción de España y Francia en Ma- rruecos, toda vez que en esta parte de su curso sirve de límite entre los protectorados de ambas naciones. Por el valle del Gaad el Mesan se extiende el ca- mino de Fez a Uchda por Taza. Nace ese río, con el nombre de Gaad Azerii, en un punto que existe entre (1) Ha de advertirse que el nombre con que se desigjna a cada uno de estos ríos, es uno de los varios con que se les conoce, pues muchos de los ríos de Marruecos so denominan de distinta mane- ra en cada una de las comarcas por donde atraviesan. - 14 -^ Chébel Beni Hassen y Chébel Azerii, del pequeño At- las; corre de norte a sur pasando por Soc el-Tenín Xania y los poblados Abercán, el Merabitín, Amar Uxín, Faqiiih Abbií, Anizen, Soc Xania, en donde re- cibe por su derecha el Giiad Aiamena Cheberna, uniéndosele después, también por su derecha, el Giiad Felcal, cambiando entonces su dirección al SE., después de haber recorrido 32 kilómetros. Pasa en esta nueva dirección, de unos 27 kilómetros, por Xerbet el Fiinun, y al encontrar al camino citado si- gue hacia levante dejándolo a su derecha. Poco des- pués deja a su izquierda a la Cazba de Mesún, y 20 kilómetros después, a su derecha, se ven las ruinas de Tandrara, y avanzando otros diez kilómetros aparecen el santuario de Sidi Mohamed beii Abd-er- Rahmán y la Cazba de Miiluya, uniéndose 10 kilóme- tros más adelante al Muliiya junto a Sidi Ahd Alah Sebbahrí^ del que toma nombre un vado que allí se encuentra. Después de la confluencia del Mesún, el Mnliiya recibe por su izquierda pequeños afluentes, como Guad el Tefla (Río de la Adelfa) Saheb el Sarna, en cuya cuenca está Hási (pozo) Bercan; otro que baja por Ain Zayo y se llama Saheb Zarzor; después uno que deja en su vertiente derecha a Mnáyen de Sobra, y, por último, otros de menos importancia. Y antes de continuar, puesto que la importancia que para nosotros ofrece se debe a que forma la frontera oriental de nuestro protectorado, vamos a consignar la línea por la que éste se halla limitado. Según los Convenios existentes entre España y Francia, fechas 3 de Octubre de 1904 y 27 de No- viembre de 1912, la frontera que separa las zonas — 15 - de influencia española y francesa partirí» de la des- embocadura del Miiliiija y remontará la vaguada de este río hasta un kilómetro aguas abajo de Mexra el Clila. Desde este punto la línea de demarcación se- guirá hasta Chébel Beni Ilassen, continuando, a partir de él, hacia el Giiad Giiarga, al cual alcanzará al nor- te de la Cháináa de los Xor/a de Ta/raut, aguas arriba de la curva formada por el río, y de allí continuará en dirección oeste por la línea de alturas que domi nan la derecha del Giiad Giiarga hasta ganar por la cresta más septentrional el Chébel Mnleij Bu xetá. En este trayecto la frontera seguirá lo más estrechamen- te posible el límite norte de las tribus ribereñas del Giiarga y el límite sur de las que no sean ribereñas, asegurando una comunicación militar no interrum- pida entre las diferentes regiones de la zona española. Remontará en seguida hacia el norte, mantenién- dose a una distancia de 25 kilómetros, por lo menos, al este del camino de Fez a Alcázarquivir, por Giia- zán, hasta encontrar el Giiad Lucas, cuya vagua- da seguirá hasta las tribus de Sarsar y Tlig. Desde este punto contorneará el Chébel Gáni dejando esta montaña en zona española a reserva de que no se construyan sobre ella fortificaciones permanentes. En fin, la frontera se unirá al paralelo 35*^ de lati- tud norte entre el aduar Megarcha y la Marcha de Sidi Seláma y seguirá este paralelo hasta el mar. Para terminar todo lo relativo al Muluya se cita- rán los principales vados que se encuentran en el trozo de este río, que sirve de límite oriental a la zona de influencia española. Son los siguientes: Mexra es- Sebáb, Mexra bu Delab, Mexra Zayo, Mexra ex Xe- rráa, Mexra el-Araib y Mexra er-Rhail. - 16- Ríos y barrancos en la vertiente mediterránea a par- tir de la desembocadura del Muluija. — La estribación del pequeño Atlas que se prolonga por la izquierda del Muluya hasta su desembocadura en el mar, forma en su final, que es el Cabo de Agua, una cadena estrecha y abrupta, en la que se encuentran Chébel Tameriigt (998 ms.) o monte Tessan, de las cartas marinas, y el monte Berar (686), de las mismas, que se extienden por la tribu de Qiiebdana, casi paralelos a la costa, bajando por entre sus grietas al Muluya las aguas de la parte sur y al mar las de la parte norte, siendo tan numerosas las quebraduras en este último rumbo, que los naturales le llaman Mia jandac ujandac (los ciento y un barrancos). Más al oeste baja el Igzar (arroyo) nZeluán o Guad Gud o Tigud, que proce- dente del pequeño Atlas recorre el territorio del Ga- ret, de la cabila de Beni bu Yahi, y pasa por un des- filadero llamado Bab el-Querima; deja a su izquier- da sucesivamente a Sidi Ahmed bu Jussef, Sidi Ali Musa y a la Cazba ez-Zeluún, dirigiéndose a la Sebja bu Areg. Es ésta una laguna que se extiende paralelamente al mar, y en la que se encuentra un promontorio, conocido por el Atalayen. A partir de este punto se estrecha, recibiendo en esa parte el nombre de Sebja ez-zira, y termina al sur y cerca de Melilla. Esa la- guna se llama también Mar chica y Mar pequeña, y comunica con el Mediterráneo por una pequeña abertura. La costa, al empezar la citada laguna, principia a inclinarse suavemente hacia el norte, y a la termina- ción acentúa esa dirección, formando la península que termina en el Cabo Tres Forcas, en cuya costa - 17 - oriental se encuentra la plaza española de Melilla. A esa costa descienden pequeñísimos barrancos por terreno muy abrupto, pudiendo citarse como más importante el Igzar n'Demdúnar, (jue baja de Adnir n'/Amex (el Guriigú) y pasa por Soc el Had, tomando después el nombre de Río de Oro en su desemboca- dura en el mar al sur y junto a aquella plaza. (iiiad el Qiiert. — Este río procede del pequeño Atlas de los montes Chébel Mezroi\ Chébel Azrii y Chébel Beni Hassen que limitan su cuenca por el sur; por el este la cierra una estribación de aquél que, separan- do sus aguas de las del Igzar n'Demdúnar, va por Monte Milón (890 ms.) y Adrar n'Zimex a terminar en Cabo Tres Forcas; y por el oeste un ramal que se desprende de Chébel Beni Ilassen con los nombres de Chébel Beni Sedán (1.000 ms.), Chébel Beni Melúl y Monte Rebagliato (GOü) y termina en Punta Negrí. Nace el Qiierl en un puerto que existe entre Chébel Azru y Chébel Beni Hassen cerca de Sidi Ahined el Filali, y pasa por los poblados de Taribas, Hadria y Sidi Ali bu Xocba; deja después a su derecha el Ché- bel Guebbaba (1.100), recibiendo en seguida por ese mismo ílanco un arroyo que baja de Chébel Azru; pasa a continuación por entre el Azib del Caid Alai y Soc el Arbdu, enriqueciéndose después, también por su derecha, con el Gnad Ziíjah, que nace en Chébel Mezror. Unido el Ziyah con el Qiiert corren hacia el norte pasando por varios poblados, dejando a su derecha el Chébel bu Cheddar (836 ms.) o Monte Devranches, y desemboca en la pequeña ensenada de Azanen, entre Punta Garet y Punta Betoya. Entre Igzar n'Zehián y Giiad el Quert, al final de sus cursos se prolonga hacia el norte el territorio que 2 — 18 — termina en el Cabo Tres Forcas, formado por una sierra, por la que se deslizan a oriente y poniente in- significantes barrancos. Giiad el Chemáa e Igzar n'Taczefí Ugran o Giiad bu Azúm. — Estos dos ríos, o mejor arroyos, son los más importantes que desembocan en el Mediterrá- neo entre Punta Betoya y Ras Sidi Xáib bu Mej'táh o Cabo Quilates. El primero nace en Chébel Tra Azu y el segundo en Chcbel Beni Hassen, recogiendo aguas de Chébel Beni Sedán. Corren ambos de sur a norte, siendo el curso del último, que es el más largo, de unos 50 kilómetros. La costa desde Cabo de Agua hasta el de Tres For- cas forma una ensenada muy abierta, cuya cuerda es de unos 60 kilómetros de longitud, y su profun- didad de unos 20, hallándose fuertemente combatida por los vientos del este al norte. Al norte, y a unos dos kilómetros de Cabo de Agua, se encuentran las tres islas Chafarinas, llamadas por los rífenos Zazrut n'Jebdán, pertenecientes a España. Pasado Tres Flor- eas, la costa se inclina hacia el sur, encontrándose sucesivamente la ensenada de Zera, Punta Negrí, Punta Garet, ensenada de Azanem, en cuya extremi dad occidental se halla Punta Betoya, a partir de la cual toma el rumbo oeste, y siguen Rosa de León, que es un peñasco enfrente de la costa; Caleta, Cala Abdím, en la desembocadura del Guad Chemáa, Ras Yabdunen o Punta Abdiin, desembocaduras de los pequeños arroyuelos Igzar Sidi Sáleh e Igzar Am- eran, Cabo Biesta, Ras Bu Azún o Cala Babazún y Cabo Quilates. Guad en-Necor y Guad Guis. — Entre el Cabo Qui- lates y Ras Abed o Morro Nuevo, separados por una - 19 - distancia de 15 kilómetros, se forma Marsa n'Xecoi (Bahía de Alliucemas), de ociio kilómetros de saco, en cuyo fondo desembocan los dos ríos citados que na- cen en el pequeño Atlas, entre Cliébel Deni Hassen y Chébel el Arez. Por el este cierra la cuenca la estriba- ción que la separa de los ríos úllimamente citados, y por el oeste la que arrancando de (Chébel el Arez corre primero hacia el norte y después al noroeste, para volver a recobrar la primitiva dirección hasta terminar en el Morro, formando muy cerca de éste el Chi'bel ex-Xcujaen o Monte Malmusó, de las cartas hi- drográficas. Los dos ríos Xecory (iiiis están separados por otra estribación que, desprendiéndose del peque- ño Atlas, se dirige en forma de arco hacia el norte, formando varios altos montes, entre ellos el Chébel líamam, los cuales se desvanecen poco antes de lle- gar a la costa, en la que se forma una extensa playa. El primero de los citados ríos se forma de varios manantiales reunidos y pasa por Soc el Had y Soc el Teiiín hasta desembocar en el fondo de la bahía. El segundo, que en su origen corre de este a oeste, pasa por Soc es Sebt, en el que se encuentra el santuaiio de Sibi bu Zemin; después cambia su dirección al NO. a través de la Cabila de Beni Uriagiiel y des- emboca en la misma bahía, dos kilómetros al oeste del anterior, dejando a su izquierda, cerca del mar, al poblado de Adir. Los barrancos que bajan a la bahía por sus costas orientales y occidentales son muy cor- tos. En el fondo de ella, muy próximas a la costa y poco al norte del punto donde empieza a inclinarse al norte, se encuentran tres islas que constituyen el Peñón de Alhucemas o Taixert n'Necor, pertene- cientes a España. - 20 - Ríos que desembocan entre Morro Nuevo y Guad Adelau. — En el trozo de costa que se extiende hacia el oeste, en una longitud de unos 120 kilómetros, des- embocan en el mar numerosos ríos y barrancos pro- cedentes del pequeño Atlas, los cuales son de corto curso porque esa cordillera, en todo el trayecto de que se trata, va paralela y muy próxima al Medite- rráneo, siendo su mayor distancia la de 50 kilómetros, que corresponde al Guad Adelau. A continuación del Morro Nuevo siguen: Manes n- Carden Erumien, que es la Punta de los Frailes; Marsa (bahía) nXarqui; Marsa Ixdain, nombre de la playa de la Cebadilla; Marsa Irúgan; Ras n'buSiccur (Punta de Bocicu), y Marsa n'bu Sicur, en la que desemboca el río del mismo nombre o Guad o Igzar n'bu Sicur, de un curso de 35 kilómetros, que en sus orígenes riega la tribu de Beni Uriaguel y después la de Boccoya has- ta el mar. Siguen luego: Ras (cabo) n'Tiquiz; Ras Tausat; Ras Aduz (Punta Salú); Marsa ex-Xárqui, en la que se encuentra, casi tocando a tierra, el Islote del Topo y Ras n'Temzort (Punta de la Parida) o Cabo Baba, en donde la costa, inclinándose al sur en muy corta extensión, hace un pequeño entrante, ha- llándose en su fondo, muy próximo a ella, Bades, o Peñón de Vélez de la Gomera, perteneciente a España. En esa rinconada que forma la costa desemboca el Igzar n-Bades, de 25 kilómetros, el cual separa la Cubila Boccoya de la de Beni lieft, que quedan res- pectivamente a derecha e izquierda del río. Este se forma de dos ramas: Igzar Imasinen e Igzar Iselfán, que se reúnen y, con el primer nombre, corren hacia el norte, recibiendo cerca del mar, por su derecha, el Igzar Acarear. - 21 - Después del Peñón se ven: El Berách o Las cuatro torres de Alcalá; un islote junio a tierra llamado Che- zira Yálex o Isla Iris; Marsa de Yálc.v (Cala Iris), en la que desemboca un barranco de 20 kilómetros proce- dente del pequeño Alia»; Mdrsa de McsUisa (Cala de Mestasa), en la que desemboca el río del mismo nom- bre, procedente también del pequeño Atlas entre Cliéhel el Arez y Chébel Tiziri y tiene 35 kilómetros; Marsa ¡iTajmiinl o l^nsenada de los Traidorc s; En- senada de Rosas Negras; Punta de Pescadores y, poco después, el Giiad Odmja, que nace en Chébel Ti- ziri, corre hacia el norte, pasa por Soc et-Telata y des- emboca en el mar después de un recorrido de 45 kiló- metros, sirviendo de límite occidental al Uity orien- tal a la tribu de Gomara, que pertenece a Chebala. Pasado el Uringa siguen el Guad Tagsa, de 35 ki- lómetros, en cuya desembocadura se ve a la derecha el santuario de Sidi Meflali; Ras Tagsa; Guad Mler, también de 35 kilómetros, y en cuya desembocadura se halla Sidi el Aliar; lias Meler; dos pequños peñas- cos junto a la costa llamados Ijnineii (los mellizos), cerca de los cuales desemboca el i)equeño Guad Ara- ben; Ras Sebáa Lmjal (Cabo de las Siete Revueltas o Punta e isla de Jagerschmidt); Marsa Tiguisats o En- senada de los Alamos, con otro arroyo de 35 kilóme- tros; Ras Tiguisals; Guad el Targa, de 20 kilómetros, que desemboca junto a Háxera (piedra) La il-láha Ha al-láh entre Sidi Abd-es Selam, que queda a la iz- quierda, y Targa a la derecha, y Ras Targa o Punta Cotelle, donde empieza una ensenada que termina en Punta Ornara y en la que desemboca el Guad Adelau, término de la cabila de Gomara y límite oriental de las de Beni Said y Be ni Hassán. — 22 — Giiad Adelaii o Giiad Laii. — Su cuenca está forma- da al sur por el pequeño Atlas entre Chébel Tnngaya y Chébel Muley Abd es Selam ben Mexia; al este por un ramal que partiendo del primero sigue formando una serie de alturas, de las cuales, la más próxima al origen alcanza una elevación de 1.820 metros y termina en Punta Cotelle, y por oeste otro ramal que se desprende del segundo monte y forma otra cordi- llera, en la que se destaca Chébel Qiiilti (2.200 me- tros) o Monte Ana, de las cartas marinas, continuan- do hasta el mar en Punta Omara. Nace el Adelaii en el pequeño Atlas y corre al principio con el nombre de Giiad el Hexaix, regando la gran tribu del Jamás; deja un poco a la derecha el poblado de Xáiien o Xexáiien; recibe después por su izquierda un arroyo de unos 15 kilómetros de longitud y toma el nombre de Giind Isiimatlen, que más abajo cambia por el de Adelaii, y recorriendo un hermoso valle desemboca en el Mediterráneo entre los dos citados cabos. Ríos que desembocan enlre Punta Ornara ij Pun- ta de la Almina, en Ceuta.— De Chébel Zemzem., si- tuado en territorio de Anchera, parte una estribación sensiblemente hacia el NE., por Chébel Feham, Cu- dia el Buad, D aliar el Hamriy Chébel Garra, a partir del cual cambia al este para entrar poco después en el territorio de Ceuta y terminar en Punta de la Al- mina; desprendiéndose en este último rumbo hacia el norte dos estribaciones, que son: Chébel Musa (840 ms.) y Chébel Xender (450), que forma el fondo de Marsa Bel Yunex (Bullones), o sea la Bahía de Benzú. Entre esa estribación que forma la vertiente iz- quierda del Adelau, corren a desaguar en el Medite- — 23 - rráneo varios ríos de pequeño curso, que son los si- guientes: Giiad Tamarabat, que desemboca entre los cabos Ras Menead y Ras Tasembell: Gimd Msa, de 20 kilómetros, que baja de Chébel Qiiilti, riega como el anterior la cabila de Beni Sdid y desagua en el Medi- terráneo entre Ras Tascmbdl y Ras ez-Zlá o ('.abo Mazari. La costa que entre Punta Ornara y C.abo Mazari es generalmente al)rui)la, desde este último iiasta Ras lar/ o Cabo Negro, en una extensión de 15 kilóme- tros, es casi toda baja, arenosa y con extensa playa. Corren por ella el (iuad Ilelila, de seis kilómetros, que riega a la cabila de Reni líozmar; el (iuad Maiiil o Martín, cuya cuenca está formada poi- una sierra que se destaca de la estribación que terruina en Pun- ta de la Almina en dirección sur, con los nombres de Chébel líauz y Chébel Dersa, en cuyas faldas me- ridionales está asentada la ciudad de Tetuán, per- diéndose después en ios llanos de Martín por la par- te del pequeño Atlas últimamente citada, y por otro ramal de éste que termina en Cabo Mazari. Se forma este río de dos brazos, que son: el Guad el Haxera (Río de la Piedra) y el Guad el Jemis. El primero desciende de Chébel bu Háxem; corre de sur a norte por la cabila de Bení Lail; recibe por su derecha el Guad en Nájla, que riega a la cabila de Beni Hasán y se une en el llano con el segundo, que encauza las aguas de Chébel Feham, Cudia el Ruad, Dahar el Haniri y Chébel Hauz; corre de norte a sur, sirviendo de límite entre el Hauz y Anchera, ¡casan- do entre otros poblados por el de Bel-Aixi.v o Bu l-Aix; separa después el Hauz de Cuadras; cerca del llano pasa por debajo del puente Bu-sfeha y se une al — 24 - Háxera, caminando en seguida hacia el este por una hermosa vega; deja próxima a su izquierda a la ciu- dad de Tetuán, y nueve kilómetros después desem- boca en el mar entre las playas de Beni Madán y Be- ni-Salem, viéndose cerca de la costa y en su izquier- da la casa de la Aduana y el histórico fuerte INIartín. Ya en los llanos, antes de llegar al mar, el río Mar- til recibe por su izquierda el Giiad Beni-Salem, que baja de Chébel Haiiz y pasa por el Dexar del mismo nombre; toma después el nombre Giiad ex Xechera (Río del árbol), y dejando próximos a su izquierda a los Dexiir Rifien y Melelien, y a su derecha al Dexar Queleli, iunio al que se encuentra el Zíoíc/í Qíze/e/z (Torre Queleli), cruza el camino de Ceuta a Tetuán, cerca de Bir ex-Xeij (Pozo del Xeij), y penetra en el llano en un terreno pantanoso; tiene después un puen- te por donde atraviesa el camino de Tetuán al mar, y desemboca en Río Martín, cerca de la Aduana (1). El Giiad el Lila baja de la sierra del Hauz; corta el camino de Tetuán a Ceuta; penetra en el llano, también pantanoso; forma una pequeña laguna, en cuya derecha se ven las salinas de Beni-Salem; deja a su izquierda, en un pequeño cerro, cerca de la cos- ta, a Dar Esquiri ((^asa de P2squiri), y desemboca en el mar. entre Río Martín y Cabo Negro. La costa que en Giiad Uringa empezó a inclinarse suavemente al NO. al llegar a Cabo Negro, forma un entrante de unos centenares de metros de profundi- dad, tomando en seguida resueltamente la dirección norte. Dicho entrante se llama el Rincón del Medie. (1) Actualmelite se están convirtiendo en carreteras los caminos citados. - 25 - En esa nueva dirección la costa sigue recta y casi toda ella baja y arenosa hasta pasado el Giiad el Fondnc^ donde empieza a ser algo escabrosa durante 12 kiló- metros, al cabo de los cuales cambia de rumbo hacia el este para formar la Punta de la Almina, recibien- do en todo el trayecto, desde C.abo Negro, los ríos que van a enumerarse. El (iiiad Seniir.- Ln cuenca de este río está forma- da: al oeste, por un trozo de Chébel Haaz, compren- dido entre Bab el Aonzar y el punto de unión con la ramificación que muere en Punta de la Almina; al sur, por un ramal que partiendo de B(d) el Aonzar va por Ciidia bu Zeguelel, Docom el Oolic (Puerto de las Zarzas), que sirve de paso al camino de Outa a Tetuán, y Ciidia T(djor, y penetra en el mar, for- mando Ras Tai/ o Cabo Negro, sobre el que se ve un torreón en ruinas, y al norte, cierra la cuenca del Semir oiro ramal que, arrancando de la citada estribación, va disminuyendo de altura hasta for- mar un puerto del que bajan aguas al sur, al Senut por el (¡liad Mexnóa, y al norte, al (¡iiad Negro o Ne- grón por el Jandac Ain Diiana (1), y elevándose des- pués rápidamente en Cliébel Sbilian o Cliébel Zem- zem, extiende sus faldas paralelamente a la costa has- ta desvanecerse en ella entre las desembocaduras de los ríos Semir y Negro, formando en la derecha de éste una colina llamada Chébel Nigro que termina en la Restinga, y con la cual se halla Borch Negro. Nace el Guad Semir en la citada estribación con el nombre de Jandac Acba el Iliiidi, corriendo de oeste (1) Por cuyo puerto pasará probablemente el futuro ferrocarril de Ceuta a Tetuán. - 26 - a este durante cuatro kilómetros hasta que recibe por su izquierda un pequeño barranco que baja del puer- to de la divisoria con el Giiad Negro; toma entonces la dirección sur, recogiendo un kilómetro después, también por su izquierda, el Jandnc biic Mecáli pro- cedente de Chébel Sebihan, y por la derecha de la estribación barrancos que riegan los Dexiir Giiad Zaryosi, Ciif men Taht y Ciif men Fue, situados los tres en las vertientes orientales de aquélla y no lejos de su cumbre; cambia en seguida el nombre del Ihiidi por el de Giiad Mexnoa, y se enriquece por la izquier- da con el Giiad Sebihan y por la derecha con el Giiad el Boyen, procedente del Dexar del mismo nombre, situado en la falda oriental de la citada estriba- ción; un kilómetro más abajo cambia hacia el norte, recibiendo en el recodo por la derecha el Giiad Lél que nace en Chébel Haiiz, y éste a su vez por su derecha el Jandac Alinaga, que desciende de la divi- soria con el Giiad el Lila, ya conocida. Desde ese re- codo toma el nombre de Giiad Seinir y sigue el rum- bo NE., enriqueciéndose por derecha e izquierda con las aguas de Chébel bu Zeguelel y Chébel Sebihan; en- tra en un llano pantanoso, en el que se ensancha no- tablemente, formando una laguna poblada de aves acuáticas; se estrecha nuevamente, y después de cru- zar el camino de Ceuta a Tetuán en Megáz (vado) ed Disa, entra inmediatamente en el mar. Su des- embocadura suele estar cerrada por las arenas De Chébel Sebihan o Chébel Zemzem bajan al mar pequeños barrancos, que caminan de sur a norte, siendo los principales: Guad es-Sania, en el que se ve la Jarica (aceña) de Torres; Jandac Mucsibat, Guad Mentz, Jandac er-Abait y Jandac el-Marisa. Al pie de — 27 — la Restinga corta a todos ellos el camino de Tetiián a Ceuta junto a sus desembocaduras, que también es- tán cerradas. GiKid Negro. — Kslá formada su cuenca al sur, por la divisoria con el Semir: al este, por Chébel Garra, y al norte, por un ramal que se desprende de éste con el nombre de Chébel Hariex, el cual lo separa del Giiad el Fenidac y se desvanece en el mar, sirvien- do de límite septentrional al Haiiz de leliián. Nace el río en Chébel Garra con el nombre de Guad Queb- dána, que es el de un Dexar próximo; pasa por otro Dcrar llamado Ail Lian, jnnio al cual penetra en él por su izquierda un barranco que baja de (Uiébel Ga- rra y Chébel Hariex: toma en seguida su denomina- ción de Negro y continúa recibiendo por su izquierda el Jaiidac Jarraca, Ilo/ra ez Zeilún (Hondonada de los Olivos) y el Jandac .ladra; ya en el llano pantanoso que riega recibe por su derecha el Jandac Ain üua- na., que pasa al este de la pequeña Cudia Tanc con el nombre de Gnad el Mena, y se pierde en los pan- tanos, como el Negro. Vuelve éste a encauzarse y co- rre de norte a sur por espacio de un kilómetro, pe- netrando en el mar cuando no lo impiden las arenas. Al norte del Negro, antes de llegar al Gnad el Feni- dac, en una longitud de seis kilómetros bajan al mar pequeños barrancos procedentes de las últimas ra- mificaciones de Chébel Hariex. Guad el Fenidac —Tiene su cuenca limitada: al sur, por la divisoria con el Negro; al oeste, por Ché- bel Garra, y al norte, por un ramal que se desprende de éste con el nombre de Cudia Haniara, que se en- laza con Cudia el Medafá para terminar en el mar. De Chébel Garra se desprenden hacia el este tres ra- - 28 - males, llamados Acba Sefaga, Dahár el Guest y Hafa el Hatnara, por entre los cuales corren el Giiad Memí- fac, el Giiad el Laimiina, con sus afluentes izquier- dos Jandac Agiierra y Jandac Barrana y el G'uad Asál-las, que pasa por Dexar Menizla. Reunidos to- dos forman el Giiad el Fenidac, que recibe por su iz- quierda el Giiad Beni Mézala, el cual deja a ese mis- mo costado al Dexar de que toma nombre; penetra en el llano quedando a su izquierda las ruinas de Fenidac o Castillejos, y entra en el mar después de cruzar el camino de Ceuta a Tetuán. También suele tener cerrada su desembocadura. Al norte del Fenidac corren vanos barrancos, como el Jandac exXeta, el Jandac Abarran y otros más pequeños, hasta el Jandac Sidi Ibrahim o Arro- yo de las Bombas, que sirve de frontera al campo ex- terior de Ceuta. Jandac Sidi Ibrahim.— Este río tiene una cuenca muy estrecha, formada por la estribac ón que termi- na en Punta de la Almina, por la divisoria con el Fe- nidac y por otro ramal en que se asientan varios fuertes españoles. El río en cuestión, desde su origen hasta donde toma el nombre de Arroyo de las Bom- bas, es en realidad un afluente izquierdo del Giiad el Solot, que nace en el Boquete de Anchera, estando se- parados ambos ramales por una línea de colinas lla- mada Dakar el Berach (1). Unidos los dos arroyos cerca del mar desembocan en éste. La línea fronteri- za que forma el curso del Jandac Sidi Ibrahim, des- (1) Sobre ella se encuentran los guardianes moros, hallándose el Borch o Serrallo Moro, en la vertiente derecha del Jandac Sidi Ibrahim, no lejos de su nacintiento. - 29 - de su origen hasta el mar, mide unos cuatro kilóme- tros y medio. Ya en territorio de Ceuta, la costa toma el rumbo hacia el este y el terreno va estrechándose corriendo entre sus pliegues pequeños barrancos, hasta llegar al foso de la muralla real, donde empieza a ensan- charse, formando un istmo, que se enlaza con el Acho, por cuyas vertientes bajan también pequeños barrancos hasta Punta de la Almina. Vkrtiente del Estkecho de Gibraltar. — A par- tir de la Punta de la Almina, la costa del Acho va redondeándose para torcer hacia el oeste y llegar a formar el indicado istmo, en el que se ve la plaza de Ceuta asentada en las faldas septentrionales de seis cerros que, en unión del Acho, forman los Septem Fnitres. En la boca norte del foso vuelve a ensan- char el territorio del campo exterior de la plaza, in- clinándose la costa al NO. y desembocando en ella, ya en el Estrecho, en una extensión de unos siete ki- lómetros, una porción de arroyos hasta el que sirve de frontera al campo español, y que nace en la parte opuesta del Jandac Sidi Ibrahim y desemboca en la parte oriental de Mana bel Yiine.v o Bahía de Benzú. Esta bahía está limitada al poniente por Ras es-Sebaa (Punta Leona), término del ramal montañoso que, desprendiéndose de la estribación que termina en Punta de la Almina, forma el Chébel Musa (850 me- tros). El fondo de la bahía lo constituye Chébel Xen- der o Chébel bel Yiinex (450) (Sierra Bullones) y des- embocan en ella pequeños barrancos. El Chébel Xen- der forma a media ladera un gran escarpado de pie- dra, a cuyo pie se ven varias fuentes muy abundan- tes. En la bahía sólo existe el Dexar Bel-Yunex. -so- punta Leona es el saliente más septentrional de Marruecos, y a partir de ella, hacia occidente, la cos- ta se inclina primero al SSO. durante dos y medio kilómetros, y luego al oeste hasta Ras ed Dalia o Punta Gires en una extensión de seis kilómetros, es- tando formada por terreno muy montuoso y cortado por pequeños barrancos, siendo el más importante el Giiad el-Marsa, que naciendo en el Boquete de Anchera, entre Chébel Dakar el Yiiáhel y Chébel Ga- rra, corre primero al sur; después al oeste, dejando a su izquierda en las faldas de Chébel Garra al Dexar el Biiit; cambia más adelante su dirección al norte, recogiendo por su izquierda aguas del Dexar din el Chiry desemboca en la bahía llamada el Marsa (que significa «bahía»), enlre Ras el Marsa (Punta Almar- sa) y Punta Cruces. Cerca de Punta Leona, se en- cuentra un peñasco llamado Taiira o Isla del Pere- jil, muy cerca de la costa. A Punta Cruces sigue Punta Cires, separadas tres kilómetros, cerrando la última una pequeña bahía que lleva su nombre, y a partir de esa misma punta vuelve a inclinarse la costa hacia el SSO. hasta Alcá- zar, en una extensión de 10 kilómetros, y en ese tra- yecto desembocan en el Estrecho los ríos siguientes: Giiad er Remel. — Baja de Chébel Garra, y recibe aguas del Dexar Ain Xixa; recibe por su izquierda un arroyo compuesto de dos lamas, llamadas Giiad Melabeb y Giiad Anazar; por su derecha el Giiad el- Lil, y tributa sus aguas en el Estrecho, en la bahía de er-Ren\el, entre Punta Cires y Ras es-Samar (Punta Samar). En su cuenca se encuentran: Merah Dubban, Dexar el Háfa y Dexar Amasiic. Siguen Guad es-Sahia o el Huzd, Giiad et-Tagara- - 31 - mer, Giiad el-Giielála y otros menos importantes, en cuyos valles se ven Dexar el Maiisiira y Dexar Ain el Agaiz. Giiad el-Cazar. — Es mayor que los anteriores y nace en la citada estribación que termina en la Pun- ta de la Alniina, hacia Ciidia el Biiad y Daliar el lla- mara; se forma por la reunión de varios ramales lla- mados Giiad Cahalem y Gnad Dar Aides, que al jun- tarse reciben el nombre de Giuid Taganimt, en el cual penetran por la izquierda Gnad Acdaim, Gnad Diiiab y Gnad Harihar, a partir del cual, corre hacia el norte con la denominación de Gnad el-C.azar a desembocar en el Estrecho, junto a la Punta de Al- cázar, que queda al oeste, en una playa donde aún se conservan las ruinas de El Cazar-ez-Zegnir o Al- cázar Seguir. Cerca de la desembocadura recibe por su izquierda el Gnad Qnitanat. En su cuenca se ven los siguientes lugares: Dexar ain Xnca, Dexar Dac- xir, Dexar Ini Adda, Dexar Cahalem, Soc elTelala de Tagaramt, Dexar Tagaraml, Dexar bain el Gi'iidan, Dexar el Joain, Mézala el Faliz, Dexar elAonzar, De- xar el Húmma, Dexar Ain erRamla, Dexar Lexba, Azib bel Aixix, Dar el-Cazar y Dexar bel-Aixix. Después de la Punta de Alcázar, la costa se incli- na sensiblemente al oeste hasta Ras el Menar o Pun- ta Malabata, que forma la extremidad oriental de la bahía de Tánger. En todo ese trayecto, de unos 16 o 17 kilómetros, se encuentran Xat elHelia, Merisa el Maura, Ras el Máára, Ras el Boara, Ras Cancux y Punta Altares, donde empieza la zona internacio- nal de Tánger. En esta parte de la costa desembocan varios ríos, arroyos y barrancos dentro de una cuen- ca que está formada: al sur, por un trozo del peque- - 32 - ño Atlas; al este, por otro de la estribación que mue- re en Punta de la Almina, y la que, arrancando de ésta en Chébel Feham, se prolonga al norte por Ché- bel Tajriija y Ciidia Gomara, para terminar en la Punta de Alcázar; y al oeste, por un ramal que, par- tiendo del pequeño Atlas, en dirección NNO., íorma el Chébel Beni Mechimel y termina en Punta Altares, sirviendo todo él de límite oriental a la zona inter- nacional de Tánger. Entre los cursos de agua que riegan esta cuenca merecen citarse: Giiad el-Qiielia, que desemboca en Xat el Helia; Jandac bel Aixix, que lo hace en Meri- sa el Maura; Giiad el Lian, entre Ras el Maára y Ras el Boara; Jandac Talaa el Jerif, entre Ras el Boara y Ras Cancnx, y Jandac Zema, entre Ras Cancnx y Punta Altares. De todos ellos el mayor es el Gnad el-Lian, de unos 17 kilómetros de curso, que nace en el pequeño Atlas y se forma por la reunión de dos ramas, llamadas Jandac el-Quedina y Guad el Giie- rara, los cuales, al unirse, corren hacia el norte, reci- biendo sucesivamente los nombres de Guad el Fra- za, Guad el Haddad y Guad el Lian. La citada cuenca está bastante poblada, encon- trándose en ella: Dexar Meliex, Dexar Gauchin, De- xar Hasána, Dexar Bu Selam bel Aixix, Dexar Hadi na, Dexar Aguenuau, Dexar Hamumi, Dexar Final, Dexar ain el Humara, Dexar Egzilex, Dexar Lanche- ri, Dexar ez-Zeinex, Dexar Quedáni el Arbaa, Dexar er-Rumán, Dexar Tafualt, Dexar Ain el Aonzar, De- xar Melusa con Soc el Etnin, Dexar Ain Said, Dexar bu Yeduex, Dexar Beni Mechimel, Dexar Zeiliín, De- xar Chapu, Dexar Talaa el-Jerif y Dexar Jandac Ze- rára. Total, 24. — 33 - Zona internacional de Tánger. — Empieza en Punta Altares, en virtud de lo estipulado en el Convenio hispano-francés de 27 de Noviembre de 1912, ar- tículo 7.°, que dice: «La ciudad de Tánger y sus alrededores estarán dotados de un régimen especial que será determina- do ulteriormente, y formarán una zona entre los lí- mites abajo descritos. ^Partiendo de la Punta Altares, en la costa sur del Estrecho de Gibraltar, la frontera se dirigirá en derechura a la cresta del Chébel Beni Mechimel, de- jando al oeste la aldea llamada Dexar ez-Zeitún, y seguirá en seguida la línea de los límites entre el Fahz, por un lado, y las tribus de Anchera y Guad Ras, por otro, hasta el encuentro del Guad Zeguir. De allí la frontera continuará por la vaguada del Guad Zeguir, y después por la de los Guad Meharhar y Tza- hardat hasta el mar (Océano Atlántico); todo confor- me al trazado indicado en la carta del Estado Mayor español, que tiene por título Croquis del Imperio de Marruecos, a escala de 1 por 100.000, edición de 1906.» Cursos de agua a partir de Punta Altares. — Desde esta punta hasta Ras el Menar o Punta Malabata, en una extensión de tres kilómetros sólo bajan pequeños barrancos de un cerro donde se encuentra Dexar el Menar. En la última punta citada empieza la bahía de Tánger, en cuyo extremo occidental, distante de aquélla algo más de cinco kilómetros, se halla situa- da la ciudad en la falda del Marxán. En esa bahía desembocan varios cursos de agua de escasa impor- tancia, mereciendo citarse Jandac el-Caxaxin, que recibe por la derecha el Jandac Ain es-Susa, proce- — 34 - dente del cerro en que se encuentra Dexar el Menai\ y más abajo, por la izquierda, el Jandac el Haira ed- Dib, que desciende de otro cerro en el que se ve el Dexar Niiimiyes, pertenecientes ambos a la cabila de Anchera. Jandac el Asiiis, de muy corto curso y que corre por el Fahz. Giiad ex-Xaty mayor que los anteriores: viértense en él parte de las aguas de Chébel Beni Mechimel; bordea por la derecha Chébel Tiiatí y Chébel Hará- rex, recibe por la izquierda el Jandac ez-Zarca que baja del Dexar Chagiii, el Jandac Cudia Jamsa y el Jandac el Tualí, y desemboca en la bahía junto al Bir (pozo) es-Sarrab. Giiad el- Hale. — A partir de la desembocadura de Guad ex-Xat, la costa, que sólo presentaba muy pe- queñas playas en las bocas de los ríos, forma una sola muy hermosa hasta la población de Tánger. A un kilómetro del Gnad ex-Xat, desemboca Guad el- Halc, compuesto de dos ramas que se unen junto al mar. La derecha nace con el nombre de Guad el Me- záben en Chébel Beni Mechimel, y más abajo, hasta la unión con la otra^ se llama Guad el Meláleh, que deja a su derecha los Dexar Xechirat, Harárex y Sania, y a su izquierda el Dexar Tancha el Balia (Tánger viejo), próximo a las ruinas del mismo nom- bre que se encuentran junto al mar. La rama izquier- da nace en el pequeño Atlas, cerca de Dexar el Borch; pasa por Dexar Homrán, perteneciente a Anchera, y penetra en seguida en territorio del Fahz, donde em- pieza la zona internacional, con la denominación de Guad Mixelágua, que es el nombre de un dexar pró- ximo y de una fuente; recibe por la derecha aguas procedentes de Dexar el Harreb y Dexar Hunuanes, — 35 — y, por la izquierda, dos arroyos también originarios del pequeño Atlas, los cuales corren de sur a norte, viéndose en la divisoria que los separa al Dexai Mombcir, Dexar Chaman y Azib Abaquiíi y, en la iz- quierda del segundo, Dexar Aguama. Después de unirse el segundo de estos arroyos con el Giiad Mi- xelágiía, recibe el nombre de Giiad Mogoga. Deja a su derecha los Dexiir Mogoga Qucbira y Mogoga Se- guirá, y a su izquierda el de Beni Macada y el Dexar Xarf en la loma de este nombre o Monte de la Direc- ción, como le llaman las cartas marinas, al pie del cual corre por la parte norte el Giiad cs-Siiáni, aíluente izquierdo del Mogoga. Este Siiáni desciende de Mero Tarjex, situado en una meseta junto a Tán- ger, a dos kilómetros de las murallas; corre hacia el este por Dexar es-Siiáni, recibiendo por su derecha las aguas del Jamlac Ayiica y del De.var BemUbaa\ continúa su curso sirviendo de límite a las huertas de la ciudad y penetra en el Mogoga cerca de la unión de éste con el otro ramal. Giiad el Unid. — Es el último curso de agua que desemboca en el Estrecho, y tiene unos nueve kiló- metros de recorrido. Su cuenca está formada, a la de- recha, por una estribación del pequeño Atlas, que se dirige hacia el norte y termina en el Marxáii, mese- ta de unos 94 metros de altura y de un kilómetro de largo, que se extiende paralelamente a la costa, y cae sobre ella en áspera pendiente, por la cual se desli- zan pequeños barrancos. En la falda oriental de di- cha meseta se halla asentada la ciudad de Tánger. Por la izquierda, cierra la cuenca el indicado peque- ño Atlas, que termina en Cabo Espartel por Chébel Seloquia^ el cual se prolonga hacia oriente con el - 36 - V nombre de Chéhel Quebir y cae sobre el mar como el Marxán. Nace el Ihúd con el nombre de Giiad Ba- haraní en el pequeño Atlas; corre hacia el norte de- jando a su derecha los Dexiir Hairáren, Baharáni y Yaqiiilen, llegando a él por ese mismo costado un arroyo que pasa por Dexar Beni Gnariagiiel y por el Azib del Hach Cadiir; se ensancha en seguida el valle, penetrando en él por la izquierda el arroyo llamado Guad Biibána, y vuelve a estrecharse entre el Marxán y Chébel Quebir, tomando ya el nombre de Guad el Unid hasta que desemboca en el mar en la Cala de los Judíos. La costa, hasta Cabo Espartel, forma las Puntas de los Judíos, de los Pichones, del Frailecito y las Agu jas, todos en Chébel Quebir y Chébel Seloquia, cono- cidos éstos en Tánger con el nombre de a kilogranío.sl de ar queo neto. u — 162 - TARIFA PARA LA DESCARGA De Mehedia rada a Mehedia muelle por tonelada: P. H. Barcaza 10 Cargadores. • • 5 Total 15 De Mehedia rada a Quenitra muelle por tonelada P. H. Barcaza 10 Bemolcador 10 Cargadores 5 Total 25 Quenitra río a Quenitra muelle por tonelada: P. H. Barcaza 5 Cargadores 5 Total 10 De Quenitra descargadero a Quenitra muelle por tonelada: P. H. Derechos de descargadero 5 Cargadores «^ Total 10 TARIFA DE REMOLCADORES De Mehedia rada a Mehedia puerto por tonelada de arqueo, 0,20 p. h. De Mehedia rada a Quenitra por tonelada de ar- queo, 0,10 p. h.; por milla, 1 p. h. — 163 - Patente española. Aranceles consulares aprobados por Real decre- to de 1° de Septiembre de 19()ü: Art. 1." Por la expedición o referendo de una pa- tente de sanidad para un buque nacional o extranje- ro con destino a puertos españoles: Pesetas. Pagará: si el buque no excede de 150 toneladas netas l,r)0 ídem si no excede de .lOO toneladas netas, por cada una 0,01 ídem si no excede de 1.000 por to- nelada neta 0,02 Ídem de 1.000 toneladas en adelan- te, cualquiera que sea el tonelaje. 2.'),00 Art. 2.° Por el visado de los manifiestos de la car- ga destinada a puertos españoles: Pesetas. Pagará: si el buque mide hasta 150 toneladas netas 5,00 ídem si no excede de 500, por cada una 0,03 ídem si no excede de 1.000 0,01 ídem si mide más de 1.000 üO,00 Art. 7.'' Por el referendo del rol en los Ijucjues nacionales o el V.'' B." de la lista de liipulantes en los extranjeros: Peseta.»! . Pagará: hasta 150 toneladas 1,50 ídem si no excede de 1.000 0.01 ídem si mide más de 1.000 10.00 - 164 - Art. 18. Por el embarque en buques nacionales o extranjeros de cada pasajero con destino a puertos españoles, 0,75 pesetas. Además se carga el 20 por 100 como impuesto transitorio y el tipo del cambio de cada mes, deter- minado oficialmente, puesto que los derechos se per- ciben en oro. EN LASTRE Los buques que lleguen en lastre solamente paga- rán con arreglo a la anterior tarifa los derechos de expedición o referendo de la patente de sanidad, re- ferendo del rol o V.° B.° de la lista de tripulantes y los derechos de impuesto transitorio y tipo del cambio. TRANSPORTES TERRESTRES En el interior de las poblaciones. En las poblaciones marroquíes, excepto en Tán- ger y Casablanca, en las que existen automóviles y carros de transporte, todo el movimiento se verifica por medio de los diminutos asnos del país. Cargan en ellos pesos enormes, y frecuentemente se ven atra- vesar por las calles borriquilos de muy poca alzada llevando sobre sus lomos fardos de una altura doble que la suya. El fardo va en equilibrio, sostenido por el moro con una mano, mientras que con la otra va - 165 - descai'fjando palos sobre el animal, palos que van acompañados de loda clase de insultos, entre ellos, como cosa altamente ofensiva y denigrante, los de crislidno y judío. Guando los bultos exceden a la resistencia de un solo animal, acoplan dos o hasta cuatro si el caso lo requiere. Las deficiencias de este medio de transporte ha- cen que resulte demasiado lento y excesivamente costoso. Transportes y viajes por el interior de Marruecos. Kl transporte de mercancías en todo Marruecos se verifica por medio de caballos, muías o camellos. Los automóviles son muy caros, por lo que su em- j)leo se halla limitado generalmente a la conducción de viajeros. Existen arrieros, personas de toda confianza y ga- rantía, que recorren en un espacio de tiempo deter- minado la distancia que separa un punto de otro. Si durante el viaje han de pernoctar fuera de poblado, hacen alto en las ¡iczalds, alojamientos donde hay instalados unos guardianes, nombrados por el sul- tán, los cuales se encargan de mantener la vigilancia nocturna, para impedir los robos que pudieran veri- ficarse. A estos guardianes se les abona como dere- chos de nczdld próximamente una peseta por ani- mal. Los europeos siem|)ie acostumbran a darles una peíjueña propina. Luando se pernocta en alguna cabila, antes de le- - 166 — vantar la tienda, se pide permiso al jeque o al caíd, para establecer el campamento. Si está dispuesto a conceder el permiso o necesita algo que cree lleva el europeo, comienza por remitirle un pilón de azúcan leche, hierbabuena, té verde, etc., y lo invita a que vaya a su tienda. El europeo está obligado a corres- ponder con otros regalos, y el caíd se arreglará para manifestarle lo que desea. Guando no quiere nada es- pecial se le regalará café, algún objeto de capricho, etcétera; si están por allí sus hijos se les dan algunas monedas, lo mismo que al criado que sirvió el té y al que llevó los regalos. Los que viajan por el interior de Marruecos, para atravesar por las comarcas pertenecientes al Belad el majzén, han de ir acompañados de un mejazni (soldado del Gobierno), y de este modo los viajeros van bajo la salvaguardia y responsabilidad del Esta- do marroquí. Gobra este mejazni a razón de 7,50 pe- setas diarias, más su comida, y la cebada para el ca- ballo. En las regiones de Belad essiba, que no reconocen la autoridad del Gobierno, hacen el oficio del mejaz- ni los jefes o personajes importantes de las tribus, los cuales acompañan a los viajeros por el territorio de su jurisdicción y garantizan su seguridad, me- diante el pago del derecho de setal. Gonviene tener en cuenta al ir a emprender el via- je, que, si se exceptúa la leche, huevos, gallinas, pan moruno y alguna hortaliza, nada se podrá adquirir en el camino, y, por tanto, hay que llevar ropa, algu- nos medicamentos, batería de cocina, conservas, es- pecias, aceite, café, té, azúcar y todo lo que se crea que puede ser útil o necesario, debiendo tener muy - 107 - présenles los excelentes servicios que puede prestar un filtro. Kn la primavera es la época más a propósi- to para viajar, porque el agua es más sana y se en- cuentra pasto abundante para las acémilas. l'J paso de los ríos en barcazas cuesta próxima- mente una peseta por persona y por animal. Distancias entre poblaciones, medios de comuni- cación y coste del transporte de mercancías. DE TETuXn a CEUTA Recorrido de 40 kilómetros. Hay servicio de coches y automóviles. K\ transpor- te de una tonelada de mercancía cuesta de lü a 50 pe- setas. DE TETUÁN A HÍO MARTÍN Recorrido de nueve kilómetros. Kl transporte de una tonelada de mercancía entre estos dos puntos cuesta de 20 a 25 pesetas. DE TETU.VN A TÁNGER Distancia: unos 00 kilómetros, que se recorren en dos jornadas. La primera hasta el Fondac, a 20 kiló- metros (le Tetuán, y la segunda a Tánger; si se cuen- ta con un i)uen caballo, se puede hacer en una jor- nada. Hn la actualidad no se |)uede viajar por este tra- vecto. — 168 - DE TÁNGER A LARACHE Pxecorrido de 60 kilómetros. La primera jornada hasta Arcila, nueve horas, y la segunda a Larache, cinco horas, tiemj30 calculado con arreglo al paso natural de un caballo, cuya mar- cha se considera de cinco kilómetros por hora. DE LARACHE A ALCÁZARQUIVIR Hay dos caminos: uno llamado alto, que mide unos 35 kilómetros y se utiliza especialmente en épo- ca de lluvias, y el camino bajo o de verano, que mide unos 30 kilómetros y atraviesa el Adir del Sultán, donde está establecido el servicio de remonta del Es- tado español. Hay automóviles que transportan via- jeros al precio de 20 pesetas por asiento. La carretera de Larache a Alcázar comprendida dentro del plan de Obras públicas, está comenzada en tres trozos. Han vuelto a reanudarse, por una Compañía ale- mana, las obras del ferrocarril, que habían quedado interrumpidas. Tiene contratados los trabajos por el precio de 5.903.850 pesetas. Este ferrocarril, de un ancho de 1,44, tiene una longitud de 33 kiló- metros, de los que actualmente están explanados 23. Va a unirse en Alcázar con el internacional de Tán- ger a Fez. DE LARACHE A FEZ El camino directo a Fez es el más usado por las caravanas, por ser más corto que el que pasa por - l()í) - Alcázar: distancia de 1G5 kilónielros, que se recorre en cinco o seis días. La primera etapa se hace en Lala Maimuna, a 10 kilómetros. La segunda en el Ihibbasi, 27^ kilóme- tros. Al día siguiente se atraviesa el Sebú, que tiene en esta parte unos 70 metros de ancho, por medio de grandes barcazas, y se entra en la gran llanura de Beni Hasen, cuya travesía dura unas quince horas, yendo a pernoctar en Melaina; a continuación se atraviesa el desfiladero de Bab-tuica en tres horas y media, pernoctando en Beni Amar; luego en Me- ques, y al otro día se entra en Fez por la j)uerta de VA Marum. Este camino es una de las mayores vías comercia- les de Marruecos. DE IWNGEH A FEZ Unos 250 kilómetros, que se recorren en seis días por el camino llamado de verano. La primera para- da es en la (Luesta Roja, a los 20 kilómetros, o en Be- rrián, a los (^5, o en L'lad Muza, a los 4.") kilómetros; la segunda en Alcázar, situada a í)0 kilómetros de Tánger; la tercera en C.hemaja, a 150 kilómetros de Alcázar; la cuarta a 3.") kilómetros, en el (iuaiga; la quinta en Beni Amar, ¡íunto en el que se unen los dos caminos de Tánger a Fez, y la sexta en Meques, donde se juntan los caminos de Tánger a Fez con el de Larache a l-'ez, y al día siguiente se entra en Fez por la puerta de Kl Marum. Poi el camino llamado de invierno la distancia será de unos 170 Uilómetros. 170 DE FEZ A MEQUINEZ Una jornada de nueve a diez horas, camino llano. Hay que vadear el río Mauda; los restantes tienen puentes de piedra. P^xiste un servicio de automóviles y un ferrocarril militar de vía estrecha que va a Rabat. DE FEZ A UXDA Este camino hace varios años que no se usa, por la inseguridad que en él existe. La distancia entre los dos puntos es próximamente de 350 kilómetros, con las siguientes etapas: De Fez al río Innagüen, 45 kilómetros; de este pun- to a la alcazaba de Ben Solimán, 40 kilómetros; de la alcazaba a Taza, 45 kilómetros; de Taza a la alca- zaba de Messún, 48 kilómetros; desde este punto a Er Reyín, 45 kilómetros; de Er Reyín a Sidi Meluc, 50 kilómetros; de Sidi Meluc a Uxda, 60 kilómetros. DE FEZ A SEFRÚ Un recorrido de unos 25 kilómetros de camino re- gular. Los alrededores de Sefrú son preciosos y sus jardines pueden considerarse como los mejores de Marruecos. DE RABAT A FEZ El recorrido está marcado por servir de línea de etapas al ejército francés de ocupación. Hay establecido, para el transporte de viajeros, un servicio de automóviles que, partiendo de Casablan- -ni- ca, se dirigen a Rabal, y de aquí sale una línea a Fez y otra a Mequínez., Flxiste también un ferrocarril militar de vía es- trecha. DE CASABLANCA A RABAT 90 kilómetros. DE RABAT A FEZ 220 kilómetros. DE RABAT A MEQUÍNEZ 170 kilómetros. Los automóviles de (^asablanca a Rabat salen dia- riamente, uno a las cinco y otro a las siete de la ma- ñana. Precio: 10 y 20 francos asiento. Existe un fe- rrocarril militar de vía estrecha. Vía comercial. DE MARRAQUEX A SAFI Recorrido: 1()9 kilómetros. DE MAZAG.\N A MARRAQl'EX Recorrido; 194 kilómetros. DE CASABLANCA A MAZAG.ÁN Un recorrido de 100 kilómetros en automóvil. Vía comercial. DE SAII A .MAZAGÁN 1 11 kilómetros. — 172 — DE CASABLANCA A MARRAQUEX Distancia: 250 kilómetros. El automóvil recorre este trayecto con una velocidad media de 36 kilóme- tros por hora y tarda unas siete horas. Pasa por Ber Rechid y Seltal; después cruza por medio de un puente de lanchas el Um-er Rebia, por el vado de Mexera Ben Abu; se atraviesan unas gran- des llanuras, el río Tensift y en seguida se entra en Marraquex. Precio del asiento: 70 y 100 francos. Vía comercial de importancia. Precios de alquiler de bestias de carga para el transporte de mercancías. DESDE LARACHE O RABAT A MEQUÍNEZ Burros: 30 a 42,50 p. h. cada uno. Muías: 45 a 75 p. h. cada una. Camellos: 60 a 120 p. h. cada uno. DESDE LARACHE O RABAT A FEZ Burros: 35 a 47,50 p. h. cada uno. Muías: 60 a 120 p. h. cada una. Camellos: 70 a 140 p. h. cada uno. DE FEZ A TÁNGER Camellos: 100 i)esetas solamente la ida, y las muías 120 pesetas en las mismas condiciones; estos precios — 173 - sufren una alteración en invierno y en la recolección, y pueden «^ozar de una rebaja los grandes envíos. DE CASABLANCA A MARRAQUEX Cada camello, ida, 15 p. h. DE MAZAGÁN A MAHRAQUEX Cada camello, ida, 2') a 30 p. h. DE SAFI A MAHHAQUEX Cada camello, ida, 20 a 2.") p. li. DE MOGADOR A MARRAQUEX Cada camello, ida, 35 p. h. DE RABAT A MARRAQUEX Cada camello, ida, 00 p. h. DE CASABLANCA A RABAT Cada camello, ida, 20 a 25 j). h. Transporte de mercancías a tanto alzado. DE UARACUE AI. ZOCO DEE ARBA 12 a 10 p. Ii. los 100 kilogramos, 70 Uilómelros de recorrido. 174 DE ALCÁZAR A ZOCO DEL ARBA 8 a 10 p. h. los 100 kilogramos, 36 kilómetros de recorrido. DE LARACHE A ALCÁZAR 8 a 10 p. h. los 100 kilogramos, 35 kilómetros de recorrido. COMERCIO El estudio del comercio de Marruecos es de suma importancia económica para España, pues se trata de un país que, por carecer de toda industria, es tributa- rio del mundo entero, y que por estar lindando con nuestra patria debe ser nuestro mercado ideal, en el (jue, además de colocar nuestra sobreproducción, ad([uiramos la experiencia y conocimientos mercan- tiles necesarios para triunfar en otros mercados más lejanos geográficamente. Por ser importantísimo este mercado, trataremos de darlo a conocer a nuestros lectores en todos sus detalles y de una manera completa y exacta. Desea- mos vivamente que después de leído este trabajo se disipen mucbos temores y recelos que, por descono- cimiento de este país y de sus prácticas mercantiles, mantienen todavía nuestros exportadores. Deben convencerse de que este mercado es como los demás, quizá más solvente, y de que algunos negocios frus- trados, unas veces por culpa del intermediario, otras por el comprador y otras por el exportador, no de- ben servir de pauta para calificar el comercio ma- irocjuí en general, antes al contrario, conviene tener presente que es muy raro (jue el elemento indígena - 176 - se declare en quiebra. Muchas veces hemos visto mercancía completamente averiada procedente de España (en otros países también se da este caso, pero no tan profusamente) remitida por fabricantes que, a pesar de su calidad inferior, la han creído con suficientes condiciones para el mercado de Marrue- cos, lo cual constituye un criterio muy equivocado si se proponen vender en este país, en el cual se suele dar el caso de que en un mismo día le ofrezcan a un almacenista o tendero un mismo artículo proce- dente de distintos países. Para el estudio del comercio marroquí hemos adoptado el plan siguiente: 1.°, estudio del mercado; 2°, formación de las estadísticas; 3.^, formas de crédi- to usadas en Marruecos; pagos y persecución de mo- rosos; 4.°, viajantes, grupos comerciales, museos, mer- cancías en depósito e intermediarios; 5.°, catálogos, embalajes, pesos y medidas y marcas de fábricas; 6.°, Bancos, monedas circulantes y empréstitos; 7.°, Adua- nas: su organización; tarifas para la importación y ex- portación, para el embarque y desembarque, para el almacenaje; taras, reglamentos, etcétera; en una pa- labra, todo cuanto se refiere a Aduanas y puertos, y cuyo conocimiento es tan difícil para la generalidad, por no estar recopilado todo lo concerniente a estos servicios; 9.°, estudio individual con todos los deta^ lies necesarios para conocer particularmente las mer- cancías objeto de la importación y exportación. Estudio del mercado. Es imprescindi))le, para poder vender en Marrue- cos, estudiar con detenimiento las aficiones del con- 177 sumidor marroquí, amoldándose completanienle al gusto y costumbres de los moros. Esto es de necesi- dad absoluta, porque el indígena es apegado por ru- tina a las marcas que le son habituales y, para que abandone una marca, es necesario que su similar sea mejor; que se presente en la forma con que él está acostumbrado a consumirla, y que sea más barata, a ser posible y, si se introduce en ella alguna variación, debe tenderse a que se amolde al gusto indígena más que la similar que ocupa el mercado, lo cual contri- buirá a que alcance una buena venta. En general, conviene tener en cuenta que no es suficiente que un producto sea bueno para acaparar el mercado, y que sólo amoldándose completamente al gusto indí- gena, aunque sea de calidad inferior, podrá competir en condiciones favorables. Los indígenas se íijan a veces en pormenores tan nimios, que ningún exportador que no conozca estos mercados creería que en la venta del artículo puedan influir detalles de tan poca consideración, y, sin em- bargo, esto es lo que aquí sucede. Por eso lo más prác- tico es lo que acostumbran hacer los fabricantes de otros países, los cuales, cuando quieren importar sus productos, empiezan por personarse en Marruecos y estudiar los gustos del i)aís, los detalles de los artícu- los similares al suyo y que ya ocupan el mercado, crédito, transportes, etcétera, una serie de datos que únicamente la observación personal puede facilitarle. VA fabricante observador, en un mercado como el de Marruecos, en el que se presentan mercancías procedentes de todos los centros mercantiles de im- portancia, siempre encuentra algo (jue innovar como resultado de la comparación de los productos simi- — 178 — lares al suyo. Además, el fabricante puede personal- mente resolver en el acto cuantas cuestiones y dudas se le presenten, y defender sus productos como nun- ca podría hacer por medio de cartas. Estadísticas. Antes de que la Delegación de los Empréstitos de 1904 y 1910 interviniera las Aduanas de Marrue- cos, redactaban los distintos Consulados representa- dos en Tánger las estadísticas de importación y ex- portación, basándose en los manifiestos de cargo. Aunque las estadísticas inglesas merecían más con- fianza por la exactitud de sus datos, en general se comunicaban sus trabajos unos a otros. Establecidos los interventores en las Aduanas, y confeccionadas por ellos las estadísticas, los Consu- lados dejaron de redactar las suyas. Estas estadísticas no son reflejo exacto de la ver- dad, y para demostrarlo exponemos los siguientes hechos. El señor conde de Buisseret, ministro de Bélgica, dice que las estadísticas redactadas por el servicio de Aduanas en la parte referente a Bélgica no son exactas, pues él ha comprobado por el estudio de los manifiestos que las tres cuartas partes de los pro- ductos belgas llegados en vapores alemanes están anotados como procedentes de Alemania; de donde resulta que tanto la parte de Alemania como la de Bélgica están equivocadas. El Sr. d'Huyteza, cónsul de Francia en Mazagán, en su Memoria anual sobre el comercio de dicha - 179 - plaza, dice que el movimiento comercial ha sido de 21 óOO.OOÜ francos en lugar de 14 millones, que figu- ran en las estadísticas de la Aduana. Esta diferencia proviene de que el Sr. d'IIuyteza determina el mo- vimiento del tráfico marítimo por medio de los ma- nifiestos de los buques, tanto en la importación como en la exportación; y las Aduanas lo computan sobre el valor de los derechos percibidos, y alegan que no pueden hacerlo de otra forma, por no disponer de la suficiente autoridad para obligar a que las evaluacio- nes sean exactas. Al comercio de Austria se le disminuye una parte de su importe total, que se carga a Alemania, de- bido a que parte de las mercancías austríacas son transportadas por el río Hlba hasta llamburgo, y desde este puerto a Marruecos por vapores alemanes. Al comercio de Italia se le carga parte que corres- ponde a España y algo de Argelia, porque la Com- pañía «Servicio ítalo Spagnolo>, que verifica su re- corrido entre Genova, Marsella, puertos de España y Argelia, embarca en todos ellos mercancías, ya es- pañolas o francesas, las cuales figuran luego como italianas en las estadísticas. Muchísimos artículos anotados como ingleses son procedentes de otras naciones, y una parte importan- tísima anotada en favor de Gibraltar es de origen español, pues por mayor facilidad y baratura se em- barca en este puerto en vapores ingleses. Es también frecuente el caso de que los importa- dores, para congraciarse con los interventores de Aduanas, haciéndoles ver que consumen género fran- cés, en lugar de indicar en las declaraciones el ver- dadero punto de procedencia, lo hagan ligurar como — 180 — francés. Además, en las declaraciones en que se dejó de poner la procedencia, subsánase esta omisión por los empleados de las Aduanas, considerándola inva- riablemente como procedente de Francia. España no figura en el lugar que verdaderamente le corresponde, ya por las razones indicadas, ya tam- bién porque muchas mercancías llegan por vía Mar- sella: unas, tal como se compraron en España, y otras con alguna alteración, haciendo objeto de estas adul- teraciones lo mismo a las vendidas por mediación de traficantes de Marsella, que a las expedidas por cuenta del fabricante desde Barcelona a Marsella, y desde allí a Tánger. En Marruecos se vende por valor aproximado de un millón de pesetas de tejidos estampados, que figu- ran como procedentes de Inglaterra y son de origen catalán. Este error obedece a que un fabricante de dicho artículo se ha comprometido mediante con- trato con una casa inglesa a venderle anualmente la cantidad arriba indicada, no pudiendo el fabricante vender nada directamente en Marruecos. Crédito. Es indudable que para conquistar un mercado se necesita dar a los compradores alguna ventaja en los artículos que consumen, ya en la calidad, ya en el precio o en la forma de pago, porque es completa- mente imposible arrancar un cliente a otras manos sin concederle algo más que palabras. La carencia en España de Bancos de descuento es un gravísimo inconveniente para el desarrollo de la 181 - exportación española en Marruecos, porque los com- pradores de este país están por lo regular habituados a largos plazos, y les es difícil acomodarse a los que les conceden los industriales españoles, que en reali- dad al girar los Bancos españoles son de unos cuatro meses, aunque se haya negociado a noventa días. Esta ampliación del plazo es debida sólo a la buena voluntad de esos Bancos y a su deseo de acomodar- se en lo posible a las exigencias del mercado. En algunos países, tales como Alemania, Inglate- rra, Austria y Bélgica, la organización de los Bancos de descuento permite a los exportadores conceder créditos extensísimos, con lo que facilitan grande- mente sus negocios en determinados artículos de ven- ta lenta y es necesario buscar el medio de que la in- dustria española pueda dar al comprador las mismas facilidades de pago que encuentra en otros lados, porque generalmente el comerciante en este país dis- pone de poco capital y está muy solicitado por los exportadores de otras naciones. Francia concede plazos de tres o cuatro meses con- tra letras aceptadas, excepto en las harinas, azúcar y sémolas, que se venden al contado y contra conoci- miento en Tánger. Italia sigue la misma norma. In- glaterra, cuyo comercio se realiza por medio de co- misionistas, nunca por los fabricantes directamente, concede muchas facilidades al cliente. Generalmente le abren una cuenta corriente y le remiten mercan- cías a medida que las solicita, cobrándole cantidades a cuenta. Alemania y Austria son los dos países que conceden el máximum de facilidades, puesto que casi todos los artículos se venden i)ara pagar a cua- tro o seis meses y algunos a ocho y nueve meses. 182 Pagos. - Varios son los procedimientos de pago actualmen- te en uso, según la índole de las mercancías objeto del tráfico. Se suelen verificar al contado con un 5 por 100 de descuento; se giran a noventa, a ciento veinte días y hasta a nueve meses, y también con crédito abierto en un Banco del puerto de embarque. Inglaterra ha usado el sistema de cuenta corriente para el pago de algunos de sus artículos, té, bujías, et- cétera, de mucho consumo, cargando al capital, im- porte de los artículos, un 6 por 100 de interés anual. En estas cuentas corrientes los compradores ingre- san las cantidades de que pueden disponer sin impo- nerles cuantía. También se usa el pago contra letras aceptadas a cualquier plazo. El sistema de pago en Tánger contra conocimien- to se usa en ocasiones satisfactoriamente; pero en ge- neral solamente es posible aplicarlo a mercancías de mucho consumo, tales como el té, jabón, bujías, azú- car, harinas, sémolas, etc., que pueden ser rápida- mente vendidas por el importador. Y no recomenda- mos se aplique a otros artículos, porque un dejo de cuenta puede originar grandísimas molestias, pues debido al Régimen de Capitulaciones en vigor en Tánger para todas las Potencias, y para Alemania e Inglaterra en todo el Imperio, se hace bastante difícil perseguir a los morosos cuando pertenecen a otras naciones. Una de las causas de retraso en el pago obedece - 183 - a las íluctiiacioncs en el tipo de cambio de la mo- neda hassani, porque los comerciantes europeos gi- ran sus letras, pagaderas en oro, contra los impor- tadores, y éstos las tienen que pagar, o bien en un cbeque pagadero en oro, o por su valor al cambio del día. El importador, para evitarse el riesgo del cambio, vende al tendero al pormenor las mercancías por su valor en oro, y éste, como es natural, le hace pagar al cliente un buen precio, que le deje margen sobra- do para prevenir el riesgode las oscilaciones del cam- bio; pero aun no queda satisfecho con este beneficio y espera a que el cambio le sea favorable para pagar al importador, el cual, debido a estos retrasos, se ve muchas veces en la imposibilidad de cumplir sus compromisos en el día fijado. Afortunadamente, el nivel del cambio se halla en la actualidad bastante estabilizado y no son de temer las funestas consecuencias de sus oscilaciones. Cobro de créditos por medio de los Consulados. Por Ueal orden de 1 de .hinio de 1891 se dispuso que los españoles puedan gestionar por medio de los Consulados del reino el cobro de los créditos que ten- gan pendientes en el exiranjero. Para ello llenarán dos ejemplares del poder, (¡ue facilita el Centro, con los detalles (|ue en la referida R. O. se señalan, y los remitirán, con un breve resumen de hechos, a la cita- da oficina para su tramitación. Para cubrir los gastos de este servicio, percibirán los cónsules un derecho de ó por 100 sobre el producto líquido de los crédi- — 184 — tos que se hagan efectivos hasta las primeras 50.000 pesetas, y además un dos y medio por la cantidad que exceda de esta cifra, quedando a su favor en la forma determinada por el párrafo último del artícu- lo 5.^ tílulo II de la ley Orgánica de 27 de Abril de 1900. Persecución de los morosos ante los Tribunales. Como en Tánger existe el Régimen de Capitula- ciones, resulta que hay tantos Tribunales como na- ciones están representadas, y por consiguiente, si el moroso es, por ejemplo, un francés, se ha de proceder contra él por mediación del Consulado de Francia; si es alemán, por el Consulado de Ale- mania, y así sucesivamente con todas las naciones. Como generalmente se encuentran bastantes dificul- tades en los Tribunales extranjeros, por la diferen- cia de procedimiento, es conveniente que el co- merciante español tenga en cuenta la nacionalidad del comprador. Los deudores indígenas que no gozan de ninguna protección son juzgados por las autoridades locales. El acreedor se dirige a su Legación y ésta tramita el asunto administrativamente. Los semsares, protegidos especiales, domésticos e intérpretes dependen de la jurisdicción del país que les concedió protección. Los /níí/«/rtías también son juzgados por las au- toridades locales; pero éstas tienen por costumbre avisar a su asociado europeo antes de tomar contra aquéllos medidas coercitivas. 185 Régimen de justicia en la zona española En cada población de la zona existe un Juzgado de paz; en Tetuán, Larache y Nador un Juzgado de primera instancia, y en Tetuán, además de estas ins- tituciones, una Audiencia territorial. En estos Tribunales se juzgarán las diferencias que se susciten entre indígenas no protegidos y extranje- ros de cualquier nación, excepto los de Inglaterra y Alemania, que, por conservar las capitulaciones, se- guirán siendo juzgados por sus respectivos Consu- lados. Además se establecen cuatro Tribunales para la administración de justicia indígena. Régimen de Justicia en la zona francesa. Es el mismo que el establecido en nuestra zona, Tallándose todas laí-. diferencias ante el Juzgado co- rrespondiente francés, excepto las de los alemanes e ingleses. Viajantes de comercio. Si el fabricante en persona no puede visitar Ma- rruecos, el único medio de conocer a fondo el mer- cado es enviar buenos viajantes, formales y conoce- dores del negocio, los cuales, al ofrecer las mercan- cías, se irán dando cuenta de las condiciones del mercado y de los gustos del consumidor, y así, con conocí mÍLMilo de causa, podrán indicar a la fábrica las modiíicaciones necesarias en la mercancía; pro- — 186 — pondrán la forma de venta más adecuada a los usos del país, determinarán las personas que en cada pla- za están en condiciones de asumir la representación y, en fin, todo lo necesario para asegurar la venta del producto que fabrique su casa. En esta forma se trabajan los mercados por los alemanes. Una vez introducida una mercancía, no conviene abandonarse, sino que es preciso seguir trabajando y estudiando para poderla ofrecer siempre al merca- do en las condiciones que las circunstancias exijan en cada caso. Grupos comerciales. No todas las casas de comercio disponen de me- dios que les permitan enviar viajantes a estudiar el mercado de Marruecos. Pero esta dificultad puede vencerse mediante la constitución de un grupo de negociantes para sufra- gar entre todos los gastos que pueda originar el viaje de una persona que vaya a Marruecos a trabajar la venta de sus artículos respectivos. Museos. Los Museos comerciales deben ser centros donde los compradores se enteren prácticamente de la cali- dad, forma de presentación y coste de los artículos. En Marruecos es de necesidad absoluta la institu- ción de establecimientos de esta índole, por lo que pueden contribuir a la introducción inmediata de los artículos que estén en condiciones para ello y a es- - 187 - ludiar las modificaciones a inlroducir en los que no lo estén. Se deben instalar en sitios públicos y bien visibles, donde todo el mundo pueda fácilmente visitarlos, no colocarlos, como hasta ahora se ha hecho, en el in- terior de oficinas y en condiciones tales, que su exis- tencia sólo es conocida de contadas personas. Al frente de dichos establecimientos deben estar personas reconocidas como verdaderos comercian- tes, especializando hasta lo posible las secciones, y poniendo al cargo de cada una personas idóneas que tengan un interés directo en las ventas futuras. Mercancías en depósito. I^ara la introducción de nuevos productos o de distintas marcas, es indispensable la creación de de- pósitos, porque es inútil pretender del cliente que compre una mercancía que no conoce y que no sabe si aceptará el consumidor. C.omo son pocos en Marruecos los grandes estable- cimientos mercantiles, la mayor parte de la venta al detall se hace por pequeños traficantes, de escaso ca- pital, y cuyos pedidos son, por tanto, de j)oca consi- deración y muy frecuentes. Por consiguiente, tan pronto como el depósito quede establecido se pre sentará ocasión de empezar a facilitar estos peque- ños pedidos, (jue poco a poco acreditan la marca entre los consumidores, los cuales luego la exigirán de los comerciantes. También se puede abrir un des pacho |)ara vender al por menor durante el primer |)eríodü (le propaganda. - 188 Hemos visto valerse, para dar a conocer una mar- ca determinada, de unos cuantos moros y hebreos, los cuales, situados en parajes concurridos, tales como zocos, calles céntricas, etc., y llevando consigo cestos llenos del género que se trate, lo anuncian a voces y venden en más o menos cantidad. Si sus con- diciones de precio y calidad ofrecen alguna ventaja sobre sus similares, la aceptación es segura. Tam- bién se acostumbra a dejar pequeñas cantidades del artículo en los bacalitos, que son pequeñas tiendas de moros y hebreos, de 4,65 metros cuadrados las ma- yores; el propietario está sentado en medio y sirve al parroquiano muchas veces casi sin necesidad de le- vantarse. El valor de estas mercancías se va reco- giendo por pequeñas cantidades. Es un trabajo muy molesto y necesita el conocimiento del árabe. Intermediarios. Entre los judíos de Marruecos se considera casi como un título honorífico el de representante o comi- sionista, y desde el momento en que lo alcanzan pro- curan ostentarlo estampándolo en los membretes de sus cartas para darse aires de grandes comerciantes. Frecuentemente se da el caso de que niños de doce o pocos más años, dediquen los céntimos que poseen a franquear cartas dirigidas a fabricantes solicitando la representación de sus casas, y no es raro que, al cabo de algunas cartas bien escritas en estilo comercial, algunos fabricantes lleguen a concederles tales re- presentaciones. No es preciso decir que, por regla ge- neral, estos representantes no venden un céntimo. I.S9 Prescindiendo de estas representaciones nominales o íiclicias, las reales y efectivas son: unas, generales para lodo el país, a cargo de intermediarios residen- tes en Tánger, y otras, locales, para población o co- marca determinada. Entre las primeras, hay casas serias que tienen establecidas sus sucursales por el interior y en la cosía y trabajan con fruto los artícu- los que se les confían; pero algunas exigen, para ven- der determinado artículo, poseer la exclusiva, y lue- go no venden más que en Tánger, porque sus nego- cios no se extienden fuera de esta población. Los representantes locales son necesarios, porque dadas las artimañas que usan determinados comer- ciantes para quedarse con la mercancía a un precio menor del real, conviene contar con personas que puedan hacerse cargo de la mercancía para venderla a otro cliente y evitar los dejos de. cuenta originados por averías que no ha sufrido la mercancía. Antes de emprender un negocio, le será muy útil al comerciante extranjero fijarse bien en la clase de personas de que se vale para que ostenten la repre- sentación de su casa, procurando adquirir, ya direc- tamente, ya mediante informes confidenciales de los cónsules, los datos necesarios para formar juicio acerca de su moralidad v solvencia. Catálogos. Son éstos un instrumento de comercio al que con- viene se dcilitpie gran atención, porque en Marruecos está el indígena acostumbrado a la enorme publica- ción extranjera y recibe catálogos de todo el mundo- — 190 - Estos se envían generalmente a los comerciantes grandes y pequeños, pero hay muchísimas casas que remiten los suyos a toda persona de alguna signifi- cación. Es conveniente que el comerciante español indi- que en los catálogos las listas de precios y el valor del artículo, franco bordo puerto de embarque, o franco bordo puerto de destino, incluidos seguro y ílete. También es práctico indicar las formas de pago que se aceptan. Embalajes. El embalaje debe estar muy bien dispuesto para las mercancías desti'hadas a Marruecos, porque en sus puertos los vapores no pueden atracar a los mue- lles y tienen que verificar el desembarco por medio de barcazas, en cuya operación suelen recibir las mercancías golpes violentos. Las destinadas al inte- rior deben de embalarse mejor, si esto es posible, porque como tienen que ser transportadas durante varios días por medio de camellos o muías, de no tener una fuerte cubierta protectora, sufrirá averías de consideración en la carga y descarga diaria veri- ficadas con poco cuidado, y siempre con prisa, al hacer alto y reanudar la marcha. Una muía transporta como máximum 180 kilogra- mos, divididos en dos bultos, y un camello transpor- ta también como máximum 250 kilogramos en dos bultos; de manera que se ha de procurar que los en- víos para el interior no pasen de uno de estos dos lí- mites de peso. Cuando se trata de objetos volumino- - 101 sos, indivisibles, se transportan i)or medio de pari- huelas llevadas por dos camellos. Pesos y medidas. No existe en este país un sistema oficial de pesos y medidas, por lo que resulta que éstos ofrecen algu- nas diferencias entre sí. Las medidas oficiales en las Aduanas van indica- das en la parte destinada a ese servicio. Afortunadamente, parece que se va extendiendo el uso de los pesos y medidas del sistema métrico deci- mal, declarado obliííatorio en determinados órdenes, pero no en todos, y sin que su uso haya desterrado el de los pesos y medidas tradicionales en el país. Relación de los pesos y medidas usados en el norte de Marruecos: MEDIDAS DE LONGITUD PARA LA AGRIMENSURA, MEDIDA DE POZOS, ETC. I Cama, 3 draa, 1,50 metros próximamente. ALBAÑILERÍA Draa, O.ÓO ])róximamente. Quedem, 12 pulgadas. EBANISTERÍA V CARPINTERÍA Xeber, 0,25. Feter, 0,20. PARA LOS TEJIDOS 1 ARRICADOS EN EL PAÍS, COMO TAPE- TES, ALFOMBRAS, JAIQUES, ETC. Draa, 0,r)0 próximamente. Nus-draa, 0,23 ídem. 192 -- Reba-draa, 0,12 ídem. Temen-draa, 0,06 metros. PARA LOS TEJIDOS IMPORTADOS Cala, 0,54 metros próximamente. Ñus cala, 0,27 ídem id. Reba cala, 0,14 ídem id. Temen cala, 0,07 ídem id. MEDIDAS DE CAPACIDAD PARA ÁRIDOS Unidad: el mud, 64 litros, 40 kilogramos trigo. Ñus mud, 32 ídem, 20 ídem id. Reba ídem, 16 ídem, 10 ídem id. Tomín, 4 ídem, 2,500 ídem id. PARA ACEITE Unidad, la cola, pesa 30 libras de 800 gramos, 24 ki- logramos. Ñus cola, 12 ídem. Reba ídem, 6 ídem. Gas, pesa 1,500 ídem. Casin, 3 ídem. Ñus cas, mitad del cas. PESOS PARA LOS ULTRAMARINOS Y MERCANCÍAS IMPORTADAS Unidad: el quentar attari, 100 libras de 20 duros, siendo el patrón el duro español o hassani de 25 gra- mos o sean 50 kilogramos. Ñus quentar, 50 libras. Reba ídem, 25 ídem. Ñus reba, 12 ídem. Reba de reba, 6 ídem. Artal, libra, 500 gramos. Xus artal, 2rii) ídem. Arbai^iiac, 4 onzas, 12.") ídem. Uíjuiliii, 2 ídem, ()2 ídem. Uquia, 1 ídem, 'M ídem. I'AHA LEC.nMIlMES Y FRUTAS QiRMilar hacali, 100 libras de 32 dur(;s, 80 kilogmos Nuz, 40 ídem. Heba,20ídem. Niiz reba, 10 ídem. lU'ba 00 ídem. Keba de reba, (),'\')0 ídem. Artal, 1.000 ídem, 1 kilo. Ñus arla!, 500 gramos. Arbaguac, 2r)0 ídem. LJ(|uiliii, 12.") ídem, l'íjuia, ()2 y ''.j ídem. MKDiD.vs SI i'i;iui(:iALi:s Se llama (inido a la extensión de terreno (jue se pueile cultivar en un año con una pan-ja de anima- 13 — UH — les. Según la clase de animales que se empleen, la medida es mayor o menor, recibiendo las siguientes denominaciones: Arado grande. —La extensión de terreno labrada por dos caballos, dos muías o dos camellos. Superfi- cie que se calcula, de 12 a 15 hectáreas. Arado mediano. — Extensión que puedan labrar dos bueyes, unas 8 hectáreas. Arado pequeño. — La extensión labrada por dos bu- rros, alrededor de 4 hectáreas. Sania es una medida superficial que equivale de una hectárea a hectárea y media. Se da el nombre de sania a un pozo con noria, y por extensión, al terre- no regado por el mismo. Marcas de fábrica. En el acuerdo franco-marroquí de 25 de Octubre de 1892, en su artículo 3.®, se estipuló que: «El Go- bierno marroquí se compromete a proteger las mar- cas de fábrica puestas en las mercancías francesas, en el sentido de que si un negociante marroquí fal- sificara dichas marcas o indujera a su falsificación, las mercancías que se encontraran revestidas con es- tas marcas falsas serán confiscadas en provecho del Majzen, y el autor de la falsificación será castigado severamente». Esta cláusula es apl¡cai)le a todas las naciones, en virtud de nación más favorecida. 195 Bancos. VA Banco de Kspaña, con domicilio social en Ma- drid, tiene en Tánger una representación, sin sucur- sales en el resto del Imperio. Banqiic (VElal dii Maroc, establecido en Tánger, donde radica su domicilio social conforme al ca- pítulo 3." del Acta de Algeciras. Sus principales fun- ciones son las de tesorero, pagador y agente finan- ciero gubernamental. Tiene el privilegio de emitir billetes y acuñar moneda. Kl caj)ilal social es de 15.100. 000 francos, regido por la ley francesa. Sucur- sales en C.asablanca, Laracbe, Mazagán, Safi, Moga- dor, Rabnt y Uxda. Compíujnic AUjeviennc, Sociedad anónima, ('.api tal 02.r)00.00() francos invertidos y 75 millones de re- serva. Domicilio social en París, calle de Louis-le- Grand, 22. Agencias en Laracbe, Marraquex, Maza- gán, Uabat, Safi y Uxda. Sucursales en Tánger y Ca- sablanca. Crrdit Foncier d'Algerie el de Tiinisic. Capital 75 millones de francos. Domicilio social, Argel. Domici- lio administrativo, París. Sucursales en Tánger, Casa- blanca, Fez, Uabat, Safi, Mogador, Mazagán y Ma- rra que. \. Sücieté Géncnüe, para favorecer el disenvolvimien- to del comercio y la industria en Francia. Sociedad anónima fundada de liStil. Domicilio social en Pa- rís. (Capital 500.000.000 de francos. Agencias en Tan ger y Casa blanca. (Ircdil Míiiocdin, Sociedad anónima con un capi- tal de O.OOO.OOO de francos. Dumicilio social en Cetle 196 — (F'rancia). Administración central en París. Agencias en Tánger, Casablanca, Rabat y Mariaquex. Banqiie Algero-liinisien, representante de la Ban- qiie d'Algerie el Tiinisie. Banqiie Commerciale, Sociedad anónima. Capital 5.000.000 de francos. Domicilio social en París, calle de Mogador, 10. Agencias en Tánger y Casablanca. Banqueros. Braunschvig y C.'*; E. Chappory y C.^=\ repre- sentante del Anglo Egyptian Bonk; Renschhausen y C.i% corresjtonsal de Bancos alemanes; Moses Pa- riente, corresponsal de Bancos ingleses; Salvador Hassán, con sucursal enTetuán; John y Toledano, y Theo Parth y C.'*, con sucursal en Tetuán, corres- ponsal del Banco de París y de los Países Bajos. Cada uno de los Bancos citados se dedica con preferencia a determinado género de operaciones. Son propiamente comerciales el de España, el de Estado y la Societé Genérale, dedicándose a toda clase de operaciones, y especialmente a las hipotecarias el Crédii Foncier y la Compagnte Algerienne. El Crédit Murocain y la Banqiie Commerciale, además de las operaciones de banca, comerciales e hipotecarias, se ocupan del estudio de toda clase de negocios y de la comandita de los mismos. En esta relación se advierte la falla de Bancos es- pañoles, excepción hecha del de España, el cual, por su condición especial de Banco de emisión, no pue- de ocuparse de las operaciones a que se dedican los Bancos de las dos últimas categorías, operaciones que 197 puedLMi coiisÜliiír un hucn negocio j)ara un Ikni- co español í\ue se estableciera en Tánger, con su- cursales en Arcila y Larache. Monedas circulantes en Marruecos. De las extranjeras cilaremos en |)rinier lugar la es- pañola, (|ue se emplea en toda clase de operaciones en Tánger y en la zona española. La moneda española tiene en Mai mecos fuerza liberatoria en virtud del aitículo 37 del Acta de Al- gL'ciras; pero por no estar (ijada su paridad circulan- te con la moneda bassani, y en virtud de su mayor valor en el cambio, esta prescripción legal ha resul- Iddo sin valor efectivo. La moneda española es co- nocida con el nombre de • Alfonso». La moneda francesa no circula en Tánger ni en la zona es|)añola, ])orque por su mayor valor en el cam- bio es guardada por los poseedoies para compra de cheques sobre París; pero en la zona francesa circu- la profusamente, pagándose en francos los hoteles y muchos artículos corrientes. MONKU.AS ni-: OIU) Circulan las de todos los países sin distinción. Kn ciertas épocas han estado en mayoría las onzas es- pañola.s, luego domitiaron las libras, desj)ués los lui-. ses y ahora todas ellas por igual, más algunas alema- nas e italianas. Los billetes franceses tienen bastante circulación para pagos en el comercio, y los españoles son muy — 198 - buscados, pagando algunas veces una prima por el cambio. MONEDA DE COBRE Es corricnk la española, con todo su valor, junta- mente con la del país. Los ochavos morunos van desapareciendo de la circulación, y sólo se usan por el interior y en el sur. Las oficinas de Correos jerifianas de la zona fran- cesa están recogiendo toda la moneda de cobre lla- mada luises. Actualmente lanzó el Majzen una acu- ñación de monedas de cobre. SISTEMA MONETARIO MARROQUÍ La moneda indígena se llama hússani o azizí, se- gún el monarca que la mandó acuñar; pero lo gene- ral es que a toda la moneda marroquí se le ll^me hassani, aunque se haya acuñado durante el reinado de Abd-el-Aziz, Abd-el-Hafid o Muley Hassán, BILLETES El Banco de Estado de Marruecos ha emitido 5.000 billetes, de 20 ríales hassani (100 pesetas mo- grebíes), de los cuales hay en circulación LOOO El texto del anverso está en árabe, y el del reverso en español y francés, tastos billetes son solamente pagaderos en metálico por su valor en Tánger y en las oficinas del Estado. MONEDA DE PLATA De 5 pesetas, rial o duro. De 2,50 ídem, ñus rial. De 1.25 ídem, robiia rial o jamsa beliún. — 19í) — De (),.")() ídem, ziich hclii'in. l)c 0,25 ídem, heliún. Toda la moneda de piala está acunada en varias omisiones, una en Kspaña por valor de l.()()2. ;')()() pe- setas, Y olía en París, Londres y Berlín; la úll¡m;i fué acuñada en París en 19U. MONEDAS DE OKO Kn la actualidad no existe casi ninguna, y las que hay se venden para los coleccionistas o para fabricar objetos de adorno, gemelos, alíilercs, etc. Existían el bendcqui y el mis bendcqiii. MONEDA DE COFÍRE La escasa que hay en ciiculación es poco emplea- da en el comercio, porque la abundancia de peque- ñas monedas de plata permite en la mayoría de los casos prescindir de la de cobre. Empréstito de 1904. Este em|)réslito de 02.000.000 pesetas oro fué rea- lizado por el (iobierno de Marruecos para el pago de sus deudas, entre ellas el saldo de la indemni- zación que debía a b^si)aña como consecuencia de la guerra do Tetuán. So le llama empréstito del 5 por 100, y fué contratado por el Banco de París y de ios Países Bajos en nombre de otros Bancos franceses. Consta de 12."). 000 obligaciones al portador, por valor de 500 pesetas oro cada una, las cuales reciben un interés anual de 5 por 100 de su valor nominal, pa- gadero en dos parles iguales, on 1." de Enero y 1." de Julio, conlra los cupones semestrales. — 200 - Cada cupón será pagado a luzón de 12,50 fiancus en París en los Bancos contratantes. La amortización de este empréstito se verificará en treinta y cinco años, a partir del I." de Julio de 1906 hasta 1.° de Julio de 1941, por sorteos semestrales. El Gobierno de Marruecos se compromete a no reembolsar el presente empréstito ni aumentar su amortización antes de un período de quince años, o sea antes del 1.^ de Enero de 1922. Al término de este plazo tendrá derecho, si lo desea, a reembolsar- el empréstito o a aumentar su amortización, dando avi- so por escrito al Banco de París y de los Países Ba- jos, con tres meses de antelación. Los títulos y cupones del em[)réstito estarán exen tos de todo impuesto, tasa o derecho de cualquier clase que sea, instituidos o por iastituír, en provecho del Gobierno marroquí, estando éste obligado a pa- gar siempre en francos el servicio del empréstito, sin disminución y sin excusa. Este empréstito está garantizado por todos los de- rechos de Aduanas, y si éstos no bastaren, por otros impuestos, hasta pagar los gastos de amortización. Como estos derechos pasaron de 12 millones en los últimos cuatro años, había un sobrante, y se decidió tomar el 60 por 100 de los derechos de Aduanas en cada puerto y dejar el 40 por 100 restante paia el (io- bierno. Este 60 por 100 se tomará, aunque anmenlt ii los derechos de Aduanas; pero si disminuyen, se au- mentará hasta donde haga falta para pago de la amortización. Los tenedores del empréstito designarán una per- sona para que intervenga en las Aduanas, la cual a su — 201 ve/ t'stíiblecc (.MI cada una de las Aduanas dek'j^ados suyos, a ((uicnes deben ser [jiesenladas diariamenle todas las opeíaciones de caja, verilicadas por los l'un- ciouarios del (lobierno marroquí. Empréstito 5 por 100, 1910. Este enipréslilo, de un valor de 101.121.000 fran- cos, o 101.121.00 pesetas oro, o 31. 910. 110 viales Iias- sdiii, está <»aranlizado |)or el saldo disponible en los deiechos de Aduanas, por el producto del mono- polio de tabacos y del monopolio del quif, los dere- chos del MosldfdddU) en los puertos, los derechos de ios l)ienes im|)eriales y la parte de la tasa urbana co- rrespondiente al Majzen. Kste empréstito está representado por 202.218 obli- <^aci(ínes al portador, de 500 francos o 5(10 pesetas españolas oro, o 150 ríales luissdni, con un interés anual sobre el capital nominal de un 5 por 100 paj^a- dero por semestres, el 1." de Abril y 1.° de Octubre de cada año. l'^l |)rimer cu; ón, correspondiente al vencimiento de 1." de Octubre, se ha pagado por excepción 8,35 francos, o 2.50 riales, u 8,35 pesetas españolas oro. La amortización a la par se efectuará en setenta y cuatro años, a partir del 1." de Octubre de 1911, por medio de sorteos semestrales, efectuados los I.** de l'\*l)re(() y 1." de Octubre de cada año, conforme con el cuadro de amortizaciones impreso en cada título. 1^1 Gobierno de Marruecos se com|)romete a no reembolsar el empréstito ni a activar su pai^o antes del l."de Octubre de 192(1. — 202 — Los títulos y cupones de este empréstito estarán exentos de toda clase de impuestos, tasas, derechos o censos de cualquier naturaleza que íean, instituidos o por instituir y en beneficio del Gobierno imperial de Marruecos. Empréstito 4 por 100 de 170.250 000 francos. Por la lev del 16 de Marzo de 1914 se ha autori- zado al Gobierno de Mai'ruecos (zona francesa) para emitir un empréstito garantizado por el Gobierno francés. El 4 de Junio de 1914 se ha procedido a la emisión a 99 por 100, o sea a 495 francos cada obligación de 500 francos, de una parte del empréstito, que ascien- de a 70 millones. Será pagadero en setenta y cinco años el total del empréstito, figurando cada anuali- dad en el presupuesto general de Marruecos. Los cupones quedan exentos de toda clase de im- puestos actuales y futuros. El empréstito se irá realizando en fracciones y con arreglo a las necesidades, siendo en cada ca'so ne- cesaria la autorización del presidente de la Repú- blica. El total del empréstito se aplicará en la siguiente forma: 1.° Para pago de diferentes deudas del Majzen. 2." Indemnizaciones para las víctimas de los san- grientos sucesos de Fez y Marraquex, 5.000.000. 3.° Para los trabajos del puerto de Casablanca, 50.000.000. 4.^ Para los departamentos públicos, arreglos de - 2():í — In Hesidencia y servicios de administrucióii en iia- hat, ;{l)(»().()()(). 5." Para el establccimienlo de los servicios judi- ciales y penales. 2.()()().0()(). 6." I*ara construcciones, hospitales, ambulancias, dispensarios y establecimientos para servicios médi- cos, 10.000. 000. 7." Para colegios y establecimientos de enseñan- za, 10.000.000. 8." Para líneas telegríificas y telefónicas y ofici- nas para estos servicios, 11.000.000 \).^ l*ara el fomento del turismo en Marruecos, li.OOO.OOO. 10. Para canalizaciones y otros servicios análo- gos, 2 000.000. 11 Para el tnapa de Marruecos, ."iOO.OOO. 12. Para tral)ajos preliminares, 1.. ■)()(). 000. 13. Para subvenciones a los municipios de Ma- rruecos, 7.500000. 14. Para caminos y carreteras marroquíes, 3ü mi- llones 250.000. 15. Para subvencionar los ferrocarriles, 500.000. y para conservación de monumentos históricos, un millón. Aduanas. Kl servicio de Aduanas está desempeñailo por riiKinn (administradores), Adul (notarios) y Tolha. nombrados por el Sultán o por el Jalifa en la zona española. 1^1 funcionatniento de este servicio está bajo la inmediata intervención y dirección de em- pleados españoles del Cuerpo pericial de Aduanas en — 204 — la zona española y de la de los empleados de la In- tervención de la Deuda marioquí en la zona fran- cesa. Puertos abiertos al comercio. Se puede exportar e importar por los puertos de Tetuán, Arcila y Larache, de la zona españoki; Tán- ger, de la zona internacional, y Mehedia, Quenilra, Rabat, Fedala, Casablanca, Mazagán, Safi, Mogador y Agadir, en la zona fiancesa. Taras aplicables en las Aduanas de los puertos de Marruecos. ('ajas de té de China: embalaje de madera y hojas de palmera forrado exteriormente de lela, 21 por 100. Caja de té de la India, con igual embalaje, 30 por 100. Pipas de hierro de las llamadas de petróleo, 17 por 100. Manteca de cerdo en cajas o barriles, 16 por 100. Cajas de bujías, 14 por 100. Cualquiera otra mercancía recibida o expedida en cajas, barriles,, pipas o embalaje de madera, 12 por 100. Las mercancías expedidas o recibidas en arpillera, junco, serón, esteras de junco y tejidos ordinarios de pelo de cabra, O por 100. Fardos de tejidos de algodón, peso neto real. Pipas de hierro o madera envueltas en paja y con- teniendo aceite, 15 por 100. - 1^05 - Pipns di' liiiTio y niii»^ Malta De otro.s países Cabeza. a.. . •J.'x» a !..')» M ■» 7' • 1T.'> » ' • ■ ' .k i .'J* o a ;; 1 a ó'i • '-0 a 5ó Productos 7 dccpojos de animales. 5 Ci\rn« fresca: De buev . . n>» kilo .... 145 180 IOl kilos.. . 125 » KiO » ÜO 209 - VALOR UNIORD — Fr a n COI . 100 kilos.. .. 125 » 100 a 120 » feOa 90 » 400 a 600 » 800 a 1.200 » 1.050 a 1.800 • » 1.100 a 2.500 E^ DESIGNACIÓN DE LflS MERCANCIRS 1° 29 Mflrgaiina: 1.'' calidad 100 kilos 2.'^ ídem S.'"* ídem 80 Seda cruda: (!e Bengala 31 Del Japón 32 De Italia 33 China, India y otros paíaes Productos de la pesca. 31 Pescados en conserva: ba- calao 100 kilos. ... 20 a 80 '15 Arenquesahumados eu ba- rriles » CO 36 Sardina.s eu lata.-. » 15 a 60 37 .aceites de pescados » 35 Sustancias animales brutas, em- pleadas para la medicina y far- macopea. 38 Esponja-s preparadas Kilo 4 a 10 Sustancias harinosas alimenticias- 39 Harinas duras 100 kilos. 40 Tiorna.s » 41 .Sémolas » 12 Pastas alinieiilioia-> » 43 Arroz » 44 {..enteja^: 1.' calillad » 2 ■'' ídem » 45 Ctuisantes: secos, 1.' calioad. » 2.* ídem » 46 Hahicliuelas secas » 47 Castañas » 48 Patatas » 49 Pan de ácimo » Frutas y granos. 50 Albaricoques 100 kiloa 15 a 3f) 51 Cerezas » 15 a 30 u 18 a 25 20 a 45 22 a 37 4(1 a 65 23 a 40 3()a 34 20 a 28 80 a 34 20a 28 20a 35 18 1 «; a 11 65 a 100 aló — ■a £ 1° DESIQNñCIÓM DE LRS MERCflhCÍñS UNIDñD VRLOR Francos. 52 53 54 Membrillo Melocotón Manzanas 100 kilos.... » » » » » » » » » » » » » » » » 100 sandías.. 100 kilos.... » » » » 100 frascos. . Kilo 100 kilos.... » » » » » » » » > > » » » 16 a 30 15 a 30 15 a 30 55 Peras 16 a 30 56 57 58 Nueces: mo.-cadit, l.'^ calidad 2.a ídem.. ordinaí^ia Avellanas 150 a 155 140 a 145 50 40 a 50 59 Uvas frescas: 1.'^ culi Jad. . . 2.^ ídem 20 a 30 15 a 20 3.^ ídem 10 a 16 60 Pasas 40 a 75 61 Higos secosj 20 a 4i ! 62 Dátiles: en caja^, preLsados. No prensados 20 a 82 25 a 50 En sacos 25 a 40 63 Melones 30 a 40 64 Sandías 30 a 40 65 Cacahuet 20 a 45 66 Cominos: l.'^ calidad 2.« ídem 75 60 67 Aceitunas frescas: en barri- les grandes 86 68 En barriles pequeños En frascos de un litro .... Anís 46 67 0,60 a 1,00 100 a 140 80 a 150 69 70 Géneros coloniales de consumo. Canela Clavo 71 Pimienta blanca 150 a 180 72 ídem negra 70 a 130 78 Pimientos 65 a 116 74 Cacao 130 75 Chocolate extrafino En tablitas 400 100 a 300 76 77 Azúcar: en pilón En cuadradillos En polvo y machacado . . . Cristalizado en polvo Café: Puerto Rico 35 a 60 32 a 55 20 a 50 28 a 45 120 a 200 78 Santos 80 a 150 - 211 "O z. E-S DESIQNñCIÓN DE L/15 MERCRNClñS 2 o Z VALOR UNIDAD — Francos KK) kilos. . . . 7H a 15U » lOt) a 200 .■> 90 a 450 /> 100 a 350 » T2aBlKi » t;5 a 11 H» 79 Río KK) kilos aO Caracolillo 81 Té: verde 82 Negro 83 Bizcochos azucarados: en ca jas En barriles Aceites vegetales. 84 De oliva comestible lOO kilos 00 a 2iK) 85 Para alumbrado » 75 a 125 80 De sésamo » 80 a 1 a G5 30a 60 30 a 55 212 — E-S DESIGNACIÓN DE LñS MERCRNCÍñS UNIDAD VALOR Francos. De Trieste Metro cúbico 45 a 125 99 Nogal negro de Amér.ca o de Italia » 90 a 300 100 Olmo de Trieste en planchas » 75 a 125 101 Caoba » 100 a 600 102 Haya: en troncos . » 60 a 80 En tablas » 80 a 130 103 Fresno en troncos » 75 a 160 Madera de tinte. 104 Madera de campeche: en pe- dazos 100 kilos.... 18 a 24 En astillas » 18 a 30 Filamentos, tallos y hebras para la industria- ios Algodón en rama 100 kilos. . . . 106 ídem en mantas » 107 ídem hidrófilo antiséptico . . » 108 Cáñamo peinado » 109 Crin vegetal » Tinturas y taninos. 110 Rubia o granza 100 kilos. . . . 111 Cúrcuma ' » 112 Coiteza para tenería » 113 Azafrán ordinario Kilo 1 14 De Valencia » 115 Azafrán falsificado » 116 Alheña 100 kilos . . . Diversos productos. 117 Legumbres frescas 100 kilos. . . . 118 Paja » 119 Forraje- . 7 a Bebidas. 120 Vinos comunes en toneles: tinto Hectolitro.. 20a 50 100 a 170 125 a 225 1511 a 200 100 a 175 8a 20 150 a 2(0 50 a 75 50 a 125 20 a .'0 20 a 100 10 a 20 100 a 180 10 a 25 4 a 7 1-) — 213 — DESIQNñCIÓN DE LRS MERCñNCÍRS UNlDRD VALOR Francos. 6a 10 8a 15 9a 12 8a 10 10 a 12 12 a U Blanco Hectolitro.. 25a fiO 121 Cerveza: en botellas 100 botellas. 25 a 45 12-2 En toneles Hectolitro.. 20 a 45 123 Ginebra de Holanda en ces- tas de 50 cántaras KK) cár.taras 45 a 00 En cajas de 12 frascos. . . . l'iO frascos».. .5n a 75 i21 Alcohol ordinario H'^ctolitio. . 4o a GO Marmoles, piedras, tierras, com- bustibles, minerales. 125 Mármoles en losas: blanco. . .Metro caidtado.. . Xeofro » Mezcla . . » 126 Mármoles en planchas: de 0m,02 de jí^rueso » De Om,03 ídem » De 0"i,04 ídem » 127 Mármoles de otras formas y peldaños de escaleras . . Pitza 10 a 15 Materiales de construcción. 128 Ladrillos de Marsella: maci- zos grande.*- Millar Ídem pequeños » 120 Huecos grandes de 0ra/)7 ... » Ídem pequeños de 0m,05 . . » 130 Ladrillos de España: maci- zos grandes » Idein pequeños » Ídem Borgoñfl » 131 ídem huecos » 132 Teja-» de Marsella: planas... Acanaladas » 133 Losas encarnadas de Marse- lla: 1." calidad » 2." ítiem » 134 Cal (en saros de 50 kilos): de Mhr>olla Tonelada... . De Kspnña » 185 Cemento: en sacos » 136 En barriles » 40 a 60 35 a 55 20 a 30 15 a 25 40 a 60 !30a 45 ."iO a 65 25 a 100 80a 130 90 a 140 40 a 75 35 a ai 25 a .T<^ 25 a 40 20a 50 25 a 50 — 214 — E-2 DESlOMñCIÓh DE LflS MERCRNCÍRS UNIDRD 137 Yeso (en sacos de 50 kilos): calidad extra, de París. Tonelada 138 1.^ calidad, de Marsella.. . » 139 2.a ídem, de Oran » 140 3.^ ídem, de Baleares » 141 Carbón de Cardiff , de piedra » De ídem en ladrillos » 142 De Newcastle » 143 Antracita » 144 Vaselina 100 ki'cs. 145 Aceite mineral en barriles. . » 146 Petróleo en cajas de 35 litros (32 kilos netos) Caja En barriles de 170 litros (130 kilos netos) 100 kilos. Metales. 147 Hierro en T, viguetas planas redondas acanaladas y cuadradas lOU kilos. 148 Hierro laminado » 149 Planchas galvanizadas » 150 Espino artificial » 151 Acero de Suecia » 152 Columnas huecas de hierro fundido » 163 Cinc lamina'lo » 154 Plomo en galápagos » 155 En tubos » 156 En hojas » 157 En munición para caza. . . » 158 Estaño en galápagos » 159 Para hojalateros (mezcla 30 por 100 de estaño y 70 por 100 de plomo) » 160 Cobre rojo, en hojas » 161 En discos » 162 Amarillo, en hojas » 163 ídem eu discos » 164 Latón, en hojas » 165 Punta.s de París » VRLOR Francos 30 a 40 25 a 35 15 a 30 15 a 30 20 a 40 21 a 55 15 a 30 40 a 55 100 a 320 25 a 55 3,50 a 7 12 a 18 14 a 17 25 a 30 20 a 35 30 a 32 25 a 35 20 a 40 60 a 70 80 a 65 35 a 55 35 a 66 35 a 60 350 a 390 150 a 230 l'A5 a 200 200 a 210 150 a 210 150 a 210 30 a 40 20 a 40 215 E-S DESIGNACIÓN DE LRS MERCANCÍAS UNIDBD VRLOK F r a ncoj Productos farmacéuticos. 166 Raíces, tlores, frutas, hojas y semillas medicinales . 167 Acido acético 168 Bórico 169 Fénico 170 Cítrico 171 Fórmico 172 Clorhídrico 173 Nítrico 174 Oxálico l76 Pirogálico 176 Salicílico 177 Sulfúrico (para comercio). 178 Tánico 170 Tártricf^ 180 Anilina IHl Alcohol puro 182 Aluml)re 183 Antipirina 184 Amoníaco 185 Árnica 186 Aloe 187 Arseniato de sosa 188 Acetato de plomo 189 Bencina 190 Bórax 191 Bicarbonato de sosa 192 Bergamota 198 Bálsamo tranquilo 194 Cafeína 195 Calomelanos 196 íocKÍna (Clorhidrato de) .. . 197 Codeína 198 Cloruro de calcio 199 Cloroformo 2(X) Clorato de potasa 201 Carbonato de creosota 2<>2 De maf;ne>ia 2tKi Cascara sagrada ( Extracto de) 2U4 Clorhidrato de morfina Ki'o 0,50 a 0,80 » 0,50 » 3,50 » 1,20 J> O.ñO , 0,50 a 0,60 » 1,40 » 0,50 » 3,25 » 0,15 a 0,20 » 3,20 » 2,00 a 2.25 » 4,00 a 10,00 » 2,90 » 0,li; a 0,90 » 21,00 » 0,70 » 0,60 a 1,00 » 2,60 » 3,00 ^> 1,15 » 0,50 a 1,00 » 0,40 a (\70 » 0,20 a 0,40 » 27,00 » 1.50 a 3,00 » 36,00 » 7,15 » 525,00 » 5W,00 » 0,20 a 0,30 » 3 25 » 0,85 a 1,15 » 8.75 » 0,40 a 0,90 » 7,50 » 285,0L» 216 — . (U DESIQNflCIÓN DE LñS MERCRNCÍflS UNIDRD VRLOR Francos. 205 206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225 226 227 228 229 230 231 232 233 234 235 236 237 238 239 240 241 242 243 244 245 De cocaína Kilo. . . Crema de tái'taro » Éter sulfúrico » Éter acético » Extracto de belladona » De cascara paerrada » De digital » De genciana » De ipecacuana » De opio » De qiiiua » De regaliz » De ruibarbo » Fucsina » Glicevina » Aceite esencial de almendras » Hidrato de doral » lodoformo » Lactato de cal » Magnesia calcinada » Mentol » Naftalina » Nitrato de plata » Oxido de cinc » Opio » Pep'iina » Peptona » Sulfato de hierro » De cobre » De cinc » De quinina » De estricnina » De magnesi" » Salol » Salicilato de bismuto » Santonina » Flor de azufre » Vaselina » Agua destilada » Aguas minerajes de mesa: en rajas de 50 botellas. . Caja . . . En botellas Botella, Purgantes » 525,00 2,20 3,30 2,45 3,25 7,50 3,00 4,50 105,00 59,00 8,00 1,00 a 2,00 8,80 10 a 20 1,55 a 1,75 33,50 6,40 33,50 2,80 2,25 " 30,00 0,35 84,00 1,10 56,00 3,25 12,50 0,06 a 0,10 0,45 a 0,75 0,40 0,45 a 0,50 0,90 0,05 a 0,15 7,00 20,00 150,00 0,10 a 0,25 0,75 a 1,40 0,15 13,00 a 50.00 0,25 a 1,00 0,50 a 0,85 - 217 — ■S ¿ VALOR E-S DESIQNRCIOn DE LRS MERCRNClflS UNIDBD — '¿ ° Francos. 80 a U)0 50 a 70 2(K) a 70 330 600 a 2.600 180 160 a 1. 275 000 175 a 1, xm Tintes preparados. 246 Extracto de madera de cam peclie: en cajas de 80 kilos 10(j kilos ídem de 25 ídem » 217 Cochinilla » 248 Cachunde » 249 índigo (añil) » 250 Acedera preparada » 251 Fucsina » 252 Acido pírrico » 253 Anilina » Comp siciones diversas. 254 Jabón: blanco 100 kilos. . . 20 » 75 255 Ja-í^iieado de azul o encar- nado » 30 a 55 256 Blando » 20 a 40 257 Bujías: De parafina » 5("( a 85 258 De otras clases » 60 a 116 Alfarería. 259 Ladrillos refractarios de l)m,05 Millar 65 a TO De Om,07 » 85 a 95 Hilos. 2tiO Hilo de algodón para coser, en carretes de 100 yar- das Gruesa 5 a 6 ídem de .500 id » 18 a 21 Algodón tórrido para gé- neros de punto atadura rosa) en paquetes de ki- logramos Sfiíy* compren- diendo 40 paquetes pe- queños Paquete.. 12 a 14 261 Trenza de algodón (slifa). . . Kilo.. 7 a :• 262 Kitáu (trencilla) de algodón . (U E "? — 218 DESIQtSnCIÓN DE LñS MERCñNClñS UNIDRD VALOR Francos. oi'dinario en paquetes: blanco Kilo 26B De color » 264 Hilos de cáñamo (para la za- patería) en paquetes de 10 ovillos, de un peso to- tal de 250 gramos Paquete. Tejidos (de algodón puro). 265 Satén: de Om, 50 de ancho. . . Metro.... De lm,30 ídem » De Im,. 30 ídem (calidad in- glesa) » 266 Satén China: de 85/90 de an- cho, 1.* calidaH » 2.* ídem » Satén China: de 13^/138 de ancho, 1.*^ calidad » 2.* ídem » Satén China: de 152/156 ancho, 1.^ calidad » 2.'''^ ídem » 3.^^ ídem » 267 Plumetis: de ÜmJO de ancho (por piezas de 10 yardas), legítimas » Imitaciones » 268 Tul bordado en piezas de 10 yardas, de Oni,70 de an- cho » De lm,10 ídem » 269 Muselinas bordadas en pie- zas de 10yflrdas,deO'n,70 de ancho » De lm,10 ídem » 270 Granadina brochada de seda u oro, ancho Om,54 » 271 Salambolés género Poudi- chery: la pieza de 1 y 1/2 kilo Pieza... La pieza de 2 kilos » La pieza de 8 kilo^ » 3 a 5,50 Ba 8 0,50 a 0,60 0,60 a 1,00 0,75 a 1,20 0,6Ua 0,90 1,50 a 2,00 0,80 a 1,20 2,50 a 4,00 1,50 a 2,50 4,00 a 4,50 2,50 a 4,00 2,00 a 3,00 17,00 a 22,00 3,00 a 6,00 3,00 a 12,00 5,00 a 12,00 2,50 a 7,00 5,00 a 12,00 0,55 a 1 ,45 6,00 5,60 5,50 a 7,50 219 - E-s DESIQNRCIÓM DE LflS MERC«NC(flS UNIDRO VRLOR Francos. La pieza do H y 1/2 kilo--. . Pieza 7,(X) a H,UO La pieza de 4 kilos » 8,00 a 9,(X) 272 Ter.iopelo Metro 0,7U a 2,(XJ 273 Gasas » 0,20 a 0,.50 {De algodón y seda, domi- nando el algodón.) 274 Terciopelo, calidad corrien- te Metro. 2,00 a .5,f!0 Calidad superior » 5,00 a 9,00 ídem extra » 9,00 a 20,00 {De lana pura.) 275 Paños, teñido en lann, ancho 150/1()0, L» calidad Metro 15,00 a 25,0() 2." ídem » 12,00 a 15,(>^ 3." ídem » 8,00 a 12,(f() 4."'' ídem (corriente) » 7,00 a 8,00 5.^ ídem » 5,50 a 7,00 Ancho 130/140, 1.» calidad. » 9.(K") a 15,00 Mein id. 2." ídem » 6,lX) a 9,00 ídem id. 3.* ídem .» 4,») a 6,00 276 Paños teñidos en pieza, an- clio 150/l(it>, L'' calidad. » 7,CX) a 12,0(t 2.'' calidad » 3..50 a 7,00 Ancho 180/1 10, 1 n calidad. » 6,a) a 12,0Ü Ídem id. 2.' ídem » 4,0l) a 6,(j0 ídem id. 3." ídem » 2.50 a 4,(X) 4.» ídem » 2,00 a 3,00 277 Merinos: ancho 90/10'. 1.* calidad » 1,20 a 2,00 2." ídem » 0,80 a 1,20 Ancho 140/160, 1." calidad. » 6.00 a 9,00 2." ídem » 5,0: i » fi.cX) 3." ídem . 4.00 a 5,iX") 4." rJem » 3 IX) a 4,00 278 Chechias (gorro) Docena 4,U» a 30,00 279 Azizia ( fez, gorro) « :{,5 ídem Pieza 2,50 a 10,1X1 281 Muselina no e.stainpada, an- cho 150/ 152, I." calidad. Metrc 3,00 a 4,a) - 220 — E-S DESIQNRCIOM DE LRS MERCflíNCIRS UNIDRD VRLOR Francos. 2.^ ídem Metro . , 3.* ídem » Ancho 90/100. » Estampada, ancho üni,70. . » (De lana y algodón.) 282 Muselina (del Sus), ancho 150/152, de 1/ calidad . . Metro . . 2.^ ídem » 283 Muselina no estampada, lisa, ancho 150/152 » Rayada, ancho 9't » Ancho 136 » Anchi) 152 » Estampada, ancho Om^TO... » {De seda pura.) 284 Tejido: liso, 1.^ calidad Metro . . 2.^ ídem » 3.* ídem » 285 Trabajado (con o sin oro), 1.*^ calidad » 2.^ ídem » 3,^ ídem » 286 Brochado de seda con o sin oro, extra » 1.^ calidad » 2.*^ ídem » 3.* ídem » 287 Fular sin franja, l.'^Crtlitlad. Docena. 2.**^ ídem » 288 ídem con franja, J.^ calidad. » 2.^ ídem » S.'*^ ídem » 4.^ ídem » 5.* ídem » {De seda y algodón.) 289 Tejidos lisos, 1." calidad.. . Metro... 2.* ídem » 2.25 a 3,00 1,60 a 2,25 Precio fii proporción 1,00 a 1,50 2,25 a 3,00 1,50 a 2,25 2,50 a 4,00 0,90 a 150 Proeio en proporción 1,00 a 1,50 5,00 a 10,00 3,00 a 5,00 0,80 a 3,00 6,00 a 20,LX) 2,00 a 6,00 0,80 a 2,00 20,00 a 50,00 10,00 a 20,00 5,00 a 10,00 2,a) a 5,00 10,00 a 20,00 4,00 a 10,00 50,00 a : 160,00 32,00 a 50,00 25,00 a 32,00 20,00 a 25,00 14,00 a 20,00 3,00 a 5,00 2,00 a 3,00 221 - E-S DESIQNñCIÓN DE LRS MERCftNClRS UNIDRD Francos. 13.* íáera Metro. 0,60 a 2,00 290 Tejiílos trabajaüod (coa o aiu oro), de 1.'' calidad » 3,00 a 5,00 2.» ídem » 2,Wa 3,00 3. « ídem » 0,60 a 2,0Ci 291 Tejidos brochados (cou o siu oro), extra » 10,00 a 50,00 Localidad » 5,00 a 10,00 2.^^ ídem » 3,00 a 5,00 H^ ídeiu » 1,50 a 3,00 292 Pañuelo de seda y algodóu.. Docena. ... 8,(M) a 35,ílO Derechos de importación. l'^ii virliul de los Tralados español, inglés, alemán y francés, ios derechos de Aduanas se han fijado en un 10 por 1(H) (id valoiem, estimadas las mercancías por su valor mercantil al contado y al por mayor en el [)uerto de desembarque'. Además se le aplica un 2 ^ por KM) para la ejecución de obras públicas, se- gún está determinado en el Acta de Algeciras, suman- do un total de 12 \ por 100 ad valorem. Las mercancías conten iilas en la sii»uiente lista so- lamente |)agarán el 7 \ por 100: Tejidos de sec'a pura o mezclada Alhajas de oro y plata. Piedras preciosas y falsas. Rubíes Chalones de oro. , Pastas alimenticias. l'odas las especies de vinos o liíjuidos deslilados y los trajes de seda confeccionados. TARIFA DE EXPORTACIÓN aprobada por el artículo 50 del Tratado de España con Marruecos y modificada por los tratados de Alemania y Francia. DESIGNACIÓN DE LAS MERCANCÍAS UNIDAD VALOR Reales. Maíz y aldorá Fanega rasa 10 Habas » 10 Cortezas de árbol Quintal G Corcho » 6 Mineral de cobre » 5 Mineral de hierro .... » 2 Mimbre » 2 Madera de araar y de cedro; la me- dia carga de camello 6 ídem la media carga de muía ^ Lentejas Fanega 10 Garbanzos » 10 Alpiste Quintal 5 Dátiles » 20 Almendras » 1-^ Naranjas, limones agrios y dulces. Millar 4 Orégano Quintal .... 4 Cominos » f) Aceite » 25 Gromas > 8 Alheña » 6 Cera purificada » 60 Cera virgen > 50 Arroz » 93 — 2X\ - DESIGNACIÓN DE LAS MERCANCÍAS UNIDAD V A i.OK Reales. Lana lavada Quintal 40 Vellones (lana sucia) » 27 y '/o Cueros, zaleas y pieles de cubra.. . » 18 Pieles curtidas (filali) » 50 Sebo » 23 Tierra de batanero [(liyazul, greda saponaria) » "^ J' V2 Carvi (alcaravea) > 8 Gallinas Docena. ... 10 Huevos Millar 25 Astas > 8 Babuchas Ad vaiorem. 5 o/^, Púas de puerooespíu Millar 2 Plumas de avestruz Libra 18 Espuertas Ciento 10 Peines de madera » 2 Fajas de lana > 50 Tamiza de alpiste IW manojos. 8 Pelote y crin. Quintal 15 Pa.sas » 10 Tacaut (tint«) » 10 Badanas • 18 Cañando y lino » 16 Anús > 10 Queso » .20 Berros > 10 Pasuj (perfume) » 10 Colchas de lana Ad vaiorem. 5 o/^ Alfombras > 5 "/o .Vlmohadones bordados eu seda o lana » 5% Ilaiques > 5 0/q Chilabas . 5% Carteras de cuero » 5 o/^j Sogas de pelos de cabra Ciento 10 Liebres Pieza 1 Huevos de avestruz » */$ Perdices » 1 Conejos » 1 Fenof^reco (alholva) Quintal 5 Kermes (tintes) > 10 Linaza » 5 urchilla » 10 ~ 224 DESIGNACIÓN DE LAS MERCANCÍAS UNIDAD VALOR Reales. Recortes de cuero para la fabiñca- ción de cola Quintal 4 Peras > lO Trapos > 5 Hojas de roo.t » 10 Samuch » 8 Sésamo » 10 Esparto » 2 Intestinos » IQ Nueces > 8 Sarguina (raí/) » 5 Pesca salada ¡> 20 Cedazos Ad valorem. 5 % Estribos de hierro ^ 8 o/q Hilo de lana » 8 o/^ Calcetines de lana » 8 % Esteras , 8 o/^ Tiendas y tejidos de paimito » 5 % Bandejas de cobre » 8 o/q Capullos de seda (de gusano üe). . . » 50% ^•atatas. Quintal 5 «/„ Cidras » 5<^/q Tomatesj > 5 ^/q Bananas » 5 ^/j Guisantes » 5 o/q Cebollas . • 5 o/o Tortugas 50 kgrs 2 y 1/2 Escobas de palmito Kilogramo. . 1 y V2 Fibra de palmito » 2 y 1/2 Mijo fino Fanega... . 10 Antimonio Quintal 5 Queda, .'-in embargo, convenido que las cortezas Je árboles, el corcho y to.los los similares y los minerales, solo p'.drán ser a Iquiridos de los indíg ñas en los puertos abiertos al comercio. MEDIDAS USADAS EN LAS ADUANAS La fanega, tiene 5G litros. El quintal tiene 50 kilogramos. La libra en uso es la inglesa. R EG L A M ENTO para la admisión temporal de mercancfas por las aduanas de Marruecos. ARTICULO IMUMKHO Con objeto de desarrollar las transacciones comer- ciales en su imperio y de facilitar en la más amplia medida posii)le la exportación de los productos ma- rroquíes, S. M. .leriíiana ha decidido autorizar la ad- misión temporal, con íranquicia de derechos de aduana, de los productos y objetos cuya nomencla- tura sigue: 1." Sacos iHicíüs, de ori<íen extranjero, destinados a la exportación de cereales, leguminosas, especias, sal y otros productos de la tierra. 2." Telas para einlHildJrs, utilizadas para la expor- tación de lanas u otros productos de origen ma- rroíjuí. 3." (aij'üs vacías o labias para la fabricación de cajas, destinadas a la exportación de huevos, fru- tas y legumbres frescas, pescailo y otros productos naturales del país. •i. ' Virulas, destinadas al embalaje de los huevos exportados. 1» - 226 — 5.° Cajas vacías de hojalata, armadas o no, desti- nadas a la exportación de pescado, fruta, legumbres y carnes en conserva . 6.° Pipas de madera^ chapa o hierro, vacías, desti- nadas a la exportación de vinos, aceites, pescado, al- caparras, agua de azahar u otros productos de la tierra. 7." Botellas vacías, destinadas a la exportación de aguas gaseosas, aguas de azahar fabricadas en Ma rruecos, aguas minerales naturales y otros productos del país. 8.° Aros y alambres de hierro, destinados a refor- zar el embalaje de los paquetes que contengan mer- cancías marroquíes exportadas. 9." Muestras introducidas por representantes y viajantes de comercio. 10. Herramientas mecánicas y material en uso, traídos por artesanos y obreros que vengan temporal- mente a ejercer su industria en Marruecos. 11. Objetos destinados a las exposiciones. 12. Sogas y cuerdas, destinadas al embalaje de las pieles exportadas y de otros productos del país para los que se use este modo de embalaje. 13. Aceite, destinado a la fabricación de conser- vas para la exportación. ARTICULO II El régimen de admisión temporal será aplicable en todos los puertos del Imperio abiertos al co- mercio. - 227 Airncrij) iii Operaciones de enlnida. — Las mercancías destina- das a la admisión tem|)oral deben ser objeto de una declaración detallada, tnlregada en la misma forma y bajo las mismas penas (¡ue si se tratara de mer- cancías declaradas para el consumo inmediato. Al mismo tiemj)o (pie la declaración detallada, los importadores deben depositar otra declaración, f»a- rantizada mediante el depósito del importe de los de- rechos que la mercancía debería pa<»ar normalmen- te, y en la cual se comprometen a reexportar en tér- mino de doce meses los objetos admitidos con l'ran- quicia temporal; si eslo no ocurre, transcurrido ese término, los derechos depositados pasan al Tesoro. ARTICULO IV Oprniciones de .sví/zí/íí.- -Salvo en lo que se refiere a las muestras, los objetos para exposiciones, las herra- mientas y el aceite, la reexportación de los objetos admitidos con franquicia temporal y comprendidos en la nomenclatura indicada en el artículo I precita- do, puede hacerse sin itlentidad de mercancías; es decir, que los im|)ortadores no están oblij^ados a re- exportar los mismos artículos (¡ue han sido importa- dos por ellos; los importadores pueden desea rgai su cuenta de admisión tem|)oral por la reexportación de ecpiivalentes; es decir, de recipientes y de continentes en el mismo número o cantidad, misma calidad y mismo contenido que los importados — 228 — El término de doce meses previsto en el artícu- lo III, empieza a contarse desde la fecha de la com- probación efectuada a la entrada de los productos en el Imperio jerifiano. Se considera como fecha de salida la del embarque en el buque exportador. La reexportación debe tener lugar por el puerto en que se haya hecho la declaración de entrada. Puede ser efectuada por fracciones; las reexportaciones se anotan en cada caso en la declaración. Se exceptúan de esta regla los sacos vacíos, que pueden ser reexportados por un puerto marroquí distinto de aquel por donde fueron importados, con la obligación, en todo caso, para los interesados, de cumplir las formalidades indicadas más "adelante. (Véanse las formalidades relativas al envío, de puer- to a puerto marroquí, de sacos vacíos admitidos tem- poralmente.) ARTÍCULO V Las pipas de hierro, madera o plancha que conten- gan petróleo, bencina, alquitrán, alcohol, aceites mi nerales, sulfuro de carbono, etc.; Los tubos o botellas de hierro conteniendo ácido carbónico u otros ingredientes; Las cajas de hojalata o estañadas conteniendo biz- cochos o bombones azucarados; Los recipientes de cobre o de otros metales, en los cuales se importen aceites o esencias; Pueden ser admitidos en todos los puertos de Ma- rruecos, a petición del importador, con suspensión — 229 - de los derechos de importación, medíanle depósito de nna declaración garantizada por la entrega de los derechos que esos embalajes deberían pagar normal- mente y compromiso de reex[)orlarlos por la oficina de admisión en el término de un año o de pagar los derechos que hubieran adeudado a su entrada aque- llos embalajes no reexportados. AHTÍCLIJ) VI Para que la cuenta de las admisiones temporales sea descargada de las cantidades de embalajes u ob- jetos sucesivamente reexportados, los interesados deben, obligatoriamente para cada reexportación parcial o total, hacer la petición por escrito en la declaración de exportación, con la fórmula siguiente: «Solicito que expresados, sean aplicados en descuento de mi declaración de importación tempo- ral, núm de » Expirado el término de un año concedido j)ara la reexportación, y si la cuenta de entradas no está compensada por la de salidas, sucesivamente com- probadas por medio de las declaraciones acompaña- das de la fórmula indicada y del visado de embar- cjue. los derechos correspondientes a los restantes objetos serán cobrados deüniliva mente. ARTICULO Vil Las mercancías de fabricación marroquí, suscep- tibles de ser descritas a la salida y reconocidas a la vuelta por medio de marcas de nacionalidad que les - 230 — sean inherentes y para las cuales se haya hecho a su salida reservas sobre su vuelta, para el caso de que la venta no pudiera efectuarse en el extranjero, pue- den ser readmitidas con franquicia por la oficina de salida, en el término de un año, en vista de la decía ración descriptiva expedida a la salida y de la com- probación de su identidad. Los frutos de la tierra y otros productos naturales o de consumo, las bebidas de todas clases, así como los productos de íábrica o laboratorio, que son o pueden ser idénticos en todas partes, se excluyen del beneficio de vuelta. Queda igualmente autorizada la readmisión con franquicia, en el mismo término, de los embalajes vacíos (pipas, sacos, toldos o cubiertas, cajas, cestas, bidones, recipientes, botellas de vidrio o de barro) que hayan servido para la exportación de productos marroquíes de la tierra cuando se hayan hecho re- servas para su vuelta y se les haya puesto, si es nece- sario, una marca o estampilla destinada a establecer su identidad. Lo mismo los instrumentos, utensilios, máquinas o muebles enviados al extranjero para ser reparados. Para beneficiar de la reserva de vuelta, los decla- rantes están obligados a depositar una declaración detallada y descriptiva, por duplicado, en la que ha- gan estas reservas. Una de estas declaraciones se en- trega, a la salida, al expedidor. La readmisión con franquicia, que debe tener lu- gar por la oficina de salida en el término de un año, no exige otra formalidad sino la presentación de la declaración de exportación y la comprobación de identidad. — 231 — Si la reiniporlación lieiu' lii<íar por |)artes, la cíici- na anotará en las declaraciones los retornos sucesi- vos hasta que aquélla se complete. KNVÍÜS DE PUERTO A Pl'ERTO MAMIUJQl'í DE LOS SACOS VACÍOS ADMITIDOS TEMPORALMENTE Siempre que un imjiortador de sacos vacíos quie- ra expedir, con destino a otro puerto marroquí, sa- cos vacíos admitidos temporalmente y desee que el número de los expedidos se le rebaje de su cuenta de admisión temporal, deberá proveerse en la forma ordinaria de un permiso, por duplicado, de trans- bordo de puerto a j)uerto marrocpu'. Kl encabezamiento de esta fórmula se modifica- rá así: *K\ que suscribe declara, bajo las penas a que haya lu^ar, que quiere embarcar con destino a , en el buque capitán las mercancías abajo desig- nadas, admitidas temporalmente por esta oficina, se- gún la declaración núm > \iu el imj)reso se hará constar, además, el compro- miso siguiente firmado j)()r el declarante: l'no de los ejemplares de este doi límenlo de en- — 232 - vio se conservará en la oficina de salida; el duplica- do será devuelto al expedidor. En la oficina de llegada, el destinatario presentará, al mismo tiempo que su declaración, el permiso de transborde. Los sacos podrán, en esta oficina, ser declarados, ya sea para el consumo inmediato, sea para la ad- misión temporal o ya también para su reexporta- ción, como vacíos. I. En el caso en que los sacos sean declarados para el consumo inmediato, los Umana procederán como si se tratase de una importación directa y ha- rán constar en el descuento del transbordo, además de las indicaciones de costumbre, la condonación de los derechos y el número de la factura. II. En el caso de declaración para la admisión temporal, la oficina procederá en la forma habitual. La facultad concedida, no debiendo tener por efecto prolongar el término de un año, primitivamente con- cedido para la reexportación de los sacos llenos admi- tidos temporalmente, los Umana harán en la decla- ración depositada la anotación siguiente, que deberá ser firmada por el declarante: «Sacos venidos de . ... el admitidos temporal- mente en esta primera oficina el , fecha a partir de la cual corre el plazo acordado para su reexportación llenos.» IIL Por último, si ocurre que el destinatario de- clara vacíos los sacos para la reexportación inme- diata, se hará la anotación al dorso del permiso de transbordo. En todos los casos, el permiso de transbordo, ya descargado, será entregado al declarante, que debe- — 233 - rñ hacerle llegar al expedidor. Antes de descarriar la cuenta de este último, los L'mana de la oficina de emisión esperarán la devolución y entreoía del trans- bordo descargado. Si en la oficina de destino los sa- cos han sido empleados o declarados para la admi- sión temporal, el servicio de la oficina de emisión imi)ulará a la cuenta del expedidor la cantidad ex- pedida y mencionará el número y la fecha del per- miso en vista del cual este descargo ha sido con- cedido. Si los sacos, en lugar de ser declarados para uno de estos dos casos, han sido reexportados vacíos, la cuenta no se beneficiará de ningún desi-argo. La oficina de emisión deberá conservar aparte y cuidadosamente el permiso indicado. .virncLLo VIII Kl présenle Reglamento se establece a titulo pro- visional. Kl Majzen se reserva el derecho de modifi cario o derogarlo si lo juzga útil. 22 de Diciembre de 1911. Exportación de bueyes Los bueyes al ser exportados pagarán como dere- chos a razón de 2.') pesetas hassaní por cabeza. (Ion arreglo al Acta de Algeciras y Heglamenlo para la exportación de bueyes, cada nación tiene el dere- cho de exportar 1 ().()()() cabezas por año. mediante permiso solicitado por la Legación correspondiente. - 234 - Las naciones que no exportan bueyes, suelen ce- der su derecho a las exportadoras. Queda bien entendido que las cantidades de bue- yes transportados por cabotaje de un puerto a otro del Imperio jerifiano no son imputables a la cifra de 10.000 cabezas. Cabotaje. Todas las mercancías no sometidas al derecho de exportación y transportadas de uno a otro puerto de Marruecos deberán ir acompañadas de una guía por duplicado bajo la pena de pago de los derechos de importación. La primera hoja de envío será conservada en la oficina de aduanas de salida (Servicio de Estadística), y el duplicado se enviará a la aduana de llegada. Se pagará un derecho especial de 0,75 por 100. El transporte por cabotaje de las mercancías so- metidas a un derecho de exportación no podrá efec- tuarse sino depositando en la oficina de salida, con- tra recibo, el total de los derechos de exportación correspondientes a estas mercancías. Estas expedi- ciones deberán ir acompañadas de doble guía. La primera será conservada en la oficina de origen y la duplicada se presentará en la oficina de aduana de destino, la cual después de haber comprobado la mercancía a la llegada, certificará esta comprobación al reverso de la guía. Este duplicado, ya con la certificación, se devolve- rá por los interesados a la oficina de origen, en el plazo de tres meses, y mediante su exhibición y la — 235 - presentación del recibo el depósito será reembolsado. Pasado este pla/o, salvo en el caso de fuerza mayor, los derecbos pasarán a ser propiedad del Majzen. Cabotaje de monedas. Kl Majzen exige a los comerciantes (|ue deseen transportar monedas por mar de nn puerto a otro del Imperio de Marruecos que se provean de un cer- tificado expedido por los administradores de la adua- na de embarque, especificando la clase y cantidad de moneda. En caso contrario, la moneda podrá ser de- comisada por las autoridades marroquíes, conside- rándola como contrabando, sin admitir excusa ni reclamación. Transbordo de mercancías de puerto a puerto marroquí. Las mercancías |)rocedentes del extranjero podrán depositarse provisionalmente en las aduanas para ser reexpedidas a otro puerto mediante un permiso de transbordo. Las procedentes de los puertos marroquíes para el extranjero disfrutan del mismo derecbo Embarque y desembarque de mercancías. Hste servicio se verifica por medio de varias barca- zas de 0,75 1 ,00 — 239 DESIGNACIÓN DE LAS MERCANCÍAS UNIDAD 1 A^A uobraüji. P. H. f) Barrilen. Cemeuto (Barril >l«) Uno 2.° irticulos de alimentación. a) Toneladas. Café Tonelada. Cereales Coinostiblas ultrixniariuos Harina Patatas Arroz Azúcar b) nuUos. Cacahuet Uno Manteca (Cubo de) Galletas (Paquete de} Canela Dátiles Nebrina Pastas alimenticias Pasas Tes 0,75 c) Cajas. Contitf^ría (Caja de) Una. Huevos Vino d) Balas. Conlitería (Barril de) Uno . Aceite I Barril de) Vino Tabaco H." Artículos fabricados. a) Toneladas. 4,.'>0 4,50 4,50 4,50 4,50 4,50 4,60 0,375 0.25 0.25 0,25 0,1875 0,75 0,1875 0,1875 0,25 0,75 0,75 a 2,00 0,1875 a 0,50 0,50 a 2,00 1 .U^ a 3,(X) 1.00 a 3,iU 5,00 a 6,00 Ladrillos Tonelada 4.50 — 240 DESIGNACIÓN DE LAS MERCANCÍAS UNIDAD Tasa cobrada. P. H. l^apel Tonelada . . . 4,50 Pintura , 4 50 Vidrio . 4*50 6) Bultos. Bujías Uno 0,25 Paja y virutas > 0,25 Jabón » 0^25 Cubos (Docena de) > o'l875 c) Cajas. Cerillas (Caja de) Una 0,75 d) Balas. Babuchas (Bala de) Una 0,75 Confecciones > 0,75 Chilabas » 0,75 f) Barrüles. Alfarería Uno 2,00 a 3,00 4.° Varios. « a) Bultos varios. Bultos varios en fardos Uno 1 ,00 a 10,00 6) Cabezas de ganado. Bestias de tiro Por cabeza.. 10,00 Bueyes , 1,25 Carneros , 0,375 TARIFA DE TASAS COBRADAS por el servicio del puerto, por el reconocimiento y manipulación de las mercancías en el almacén. DESIGNACIÓN DE LAS MERCANCÍAS UNIDAD 1." Materias para la industria. a) Sacos. o o Artículos de alimentacióa. . í . ■ ..,,ru'. P. H. Cera. Fardo o saco. 0.50 Orégano » 0,50 Yeso • 0,G25 b) Cajas. Acero (la caja) Una 0,125 c) liari'iles. Cemento (el barril) Uno 0,125 d) Fardos. Pieles (Fardo de) Uno 0.50 Sarguina » 0.50 a) Sacos. Cncahuet (Saco de) Uno 0,75 Dátiles » 0, 125 Agua de Vichy y aguas minerales. » 0,25 Licores » 0,125 Pastas alimenticias » 0,125 Té » 0,125 c) Barriles. Manteca (Barril de) Uno 0,125 Aceite » (>.50 Vino » 0,125 a 0,50 Vino (medio barril) » 0,875 Vino (barriles pequeños) » 0,125 a 0,50 d) Fardos. Tabaco (Fardo de). Uno 0,75 » (fardos medianos) » Oi'^O » (fardos grandes) » 1)^0 3.° Artículos fabricados. a) Cajas. Cerillas (Caja de) Una 0,875 Bujías » 0,1875 Clavos » 0>125 Jabón » 0,1?^ Cristalería > 0r"5 b) Barriles. Alfarería (Barril de).. Uno ^¿^^ n -f Alfarería (barriles pequeños) » 0,125 a 0,í)0 — 243 — Tasas cobradas. DESIGNACIÓN DE LAS MERCANCÍAS UNIDAD - P. H. c) Fardos. Babuchas (El fardo de) Uno 0,373 í^oufecciones del país » 0,376 Jaiques » 0,375 Seda . 0,625 4." Diversos. Barriles (pequeños) Uno 0,125 a 0,50 Fardos de grandes dimeusioues. .. » 2,5<> Cajas (pequeñas) Una 0,125 a 0,50 Damajuanas, varios tamaños » 0,125 TARIFA DE TASAS COBRADAS por el servicio del puerto y por la manipulación de las mercancías en la Aduana. DESIGNACIÓN DE LAS MERCANCÍAS UNIDAD 1.° Materias para la industria. a) Sacos. Tasas cobradas. P. H Carhóu (le tierra (Saco Je) Uno 0,375 Cal... » 0,125 Algazal » 0,50 Oiég;,125 c) Fardos y paquetes. Virutas (le madei a (fardos grandes) Uno 0,375 Virutas de madera (fardos peque- ños) o 0,25 Seda cruda ^ 0,G25 d) Barriles. Cemento Uno 0,375 e) Toneladas. Ladrillos Tonelada... 2,25 - 245 - DESIGNACIÓN DE LAS MERCANC AS UNIDAD Tasas cobradas. P. H. 2." Artículos de alimentación. a) Sacos. Cacahuet (Saco de) Cflfé Cereales Uno.. 0,25 0.125 0,25 Especias.. 0,1875 Harina i 0.25 Patatas 0,25 0,25 Arroz Azúcar 0,25 b) Cajas. Cerveza íla caja') Canela Coiifiterí-' Una.. ■ 0,25 0.125 0,75 Aífuas minerales 0.25 Licoros 1 Pa-tas alimenticias i 0,125 ü,l¿5 Pasas " 0.62 Vinos > 0,125 r) Fardos y paquetes. Fanlo de 3 kantar de tabaco Uno. . . Fardo de 8 kantar de tabaco » Pequeños fardos db tabaco » (/) Barriles. Aceite Uno . . . e) Espuertas. Nebrina Una . /■) Cuhns. Manteca Uno. 0,75 1.50 0,25 0,75 0,375 0,126 246 - DESIGNACIÓN DE LAS MERCANCÍAS UNIDAD B° Artículos fabricados. • a) Cajas. Tasas cobradas. P. H. Cerillas Una 0,375 Bujías (cajas grandes) » 0.1875 Bujías (cajas pequeñas) » 0,125 Loza » 0,625 Hojalata » 0,125 Alfarería » 0,75 Jabón » 0,125 Cristalería » 0,75 6) Fardos y paquetea. Babuchas Uno 0,125 Tejidos » 0,125 c) Barriles. Clavos. Uno 0,125 4.° Varios. Barriles Uno 0,125 a 0,50 Medias pipas » 0,875 Pipas grandes > 1)75 Bultos grandes » 0,50 a 5,00 LARACHE Gastos para el embarque y desembarque de mercancías. mercancías UNIDAD Mozos. Bar- cazas. Total P. H. P. H. P. H. Paja en pacas de 30 a 40 kgs El KX") 12,50 25,00 37,50 Arroz 100 sacos . . . 20,00 40,00 60,00 Habichuelas, etc . 20,00 40,00 60,00 Vino eu barriles de 100 litros El la) 50,00 100,00 150,00 Vino en bocoyes de 500 a (JOO litros » 150,00 400,00 550,00 Ladrillos El millar ... » » 50.00 Patatas, etc 100 sacos.... 20,00 40,00 60,00 Petróleo en cajas de 2 li- tros El KK) 10,C0 16,W 26,00 EXPORTACIÓN Los datos que en nuestro estudio vamos a consig- nar representan el promedio obtenido por la compa- ración de las estadísticas de los últimos años de vida normal en el país antes del comienzo de la guerra con franceses y españoles. — 248 Estos datos se hallan alterados en la actualidad por causa del estado de agitación existente en el territo- rio; pero cabe presumir que una vez restablecida la normalidad, las cifras que aquí señalamos volverán a ser las mismas o sólo experimentarán ligeras alte- raciones. Nos ocuparemos principalmente de los artículos que son objeto de comercio con España, y se hará la enumeración de los puertos por donde cada uno se exporta, por orden de importancia. Almendras. La cantidad de almendras exportadas anualmente es próximamente de 2.000.000 de kilogramos. Corres- ponden al puerto de Mogador las tres cuartas partes del total, y el resto a los de Mazagán y Safi. Las almendras exportadas por Mogador se dividen en dos clases: en Sus y en Haha. Las segundas de ca- lidad superior. Es necesario tener muy en cuenta, cuando se ad- quieren las almendras, que al hacer la recolección acostumbran los indígenas a mezclar las amargas con las dulces. Alpiste. La exportación total anual es de unos 60.000 quin- tales métricos, de cuya cantidad corresponde más de la mitad al puerto de Larnche, siendo el procedente de este punto el de mejor calidad. - 249 - Aves de corral. La anilina marro(|uí es pequeña y de mediana ca- lidad, dihido a la falta absoluta de cuidados. La cría de gallinas se hace en pleno campo y sin atender a su selección y reproducción y menos a su alimen- tación. Realizan la compra agentes moros por cuenta de negociantes que habitan en Tánger, puerto que ex- portaba unas 20ü.()ü() pesetas al año. Aceite de olivas. Es exportado casi en su totalidad (unos 00. ()()() ki- logramos anuales) por i'l puerto de Mogador. Proce- de del Gran Atlas occidental y del Sus. Kste aceite, no sólo se extrae del olivo, sino tam- bién de los frutos del argán, variedad marro(|uí del olivo. Los aceites exportados a Europa no son utilizados en usos culinarios por su excesiva acidez, empleán- dose |)ara la industria. Los indígenas consumen la mayor parte de la pro- ducción del país, cuya calidad es muy iiderior debi- do a los rudimentarios prcícedimientos por que se obtiene. Babuchas. Fez es el centro productor de babuchas, que prin- cipalmente surte a casi todo el lm()erio v a la expor- tación. Es término de las caravanas (|ue vienen de Tafilete y que traen los cueros denominados ///(/// o — 250 — tafilete. La mano de obra y la materia prima es más barata en Fez que en Tetuán y Rabat, poblaciones en las que también se fabrican babuchas. Se exporta por valor de un millón de pesetas,la mayor parte a Egipto. Para la suela se emplea cuero de buey y para el el resto de cabra. Va disminuyendo mucho la importancia de esta industria; lo primero, porque se exporta mucha piel y cueros, y luego, porque sufre la competencia del calzado argelino, que fabricado a máquina, es más económico. Bueyes. Estos últimos años. Marruecos, de exportador, se ha convertido en importador. Es de esperar que cuando cambien las actuales cir- cunstancias, dadas las condiciones del clima, la vita- lidad y la fuerza procreadora del ganado marroquí vuelva este país a adquirir su rango de exportador de este artículo. Cada buey exportado paga como derechos arance- larios de Aduanas 25 pesetas hassanís. La exportación se halla sujeta a ciertas restriccio- nes, pues sólo se permite exportar 10.000 cabezas por año como máximum a cada una de las poten- cias signatarias del acta de Algeciras. Cera en bruto. La época más favorable para la exportación de la cera en bruto, son los meses de Junio y Julio. La mejor se produce en las regiones montañosas, — 251 - ya en las colmenas silvestres o en las ailificiales ins taladas por los indí<^enas. lisios consumen la miel y exportan la cera sin obtener de ella ningún provecho industrial. Anualmente se exportan unos 300.000 kilogramos, pero esta cantidad podrá aumentarse considerable- mente el día que existan medios de comunicación con el interior más baratos que los actuales. La mi- tad de la exportación se verifica por Mogador y el resto se divide entre los restantes puertos. La proce- dente de Tetuán es de buena calidad, así como tam- bién la miel, que tiene mucha fama. Los inviernos poco lluviosos perjudican mucho la producción, porque después es muy pobre la vegeta- ción primaveral y los enjambres, no encontrando sustento, mueren en gran cantidad. Es necesario estar prevenidos para evitar las adul teraciones que acostumbran a realizar los vendedo- res, los cuales suelen í'alsiíicar la cera añadiéndole sebo o para fina. Cuernos, huesos, pezuñas y cascos. La exi)ortac¡ón de estos productos se verifica en épocas determinadas, fijadas por el Gobierno jerifia- no, generalmente cada seis meses. El Gobierno jerifiano pone trabas a esta exporta- ción, por temor de que, mezclados con los huesos de animales, puedan ir huesos humanos. Casi toda la cantidad exportada, (jue asciende anualmente a unos 100.000 kilogramos, va consigna- da a Inglaterra. 252 Corcho. Se exporta en poca cantidad, la mayor parte por Rabat y el resto por Tánger, y viene casi en su tota- lidad a España para utilizarlo en la industria de los conglomerados y como serrín. Su extracción se realiza por los indígenas con muy poco cuidado, resultando un producto de calidad muy inferior. Cestos, esteras, bandejas de cobre y estribos de hierro. Son poco importantes las cifras de la exportación de estos artículos. Los cestos se exportan a Gibraltar por valor de unas 600 pesetas. Las bandejas a Inglaterra, Alema- nia, Grecia y España por unas 7.000 pesetas, y los estribos se exportan a Argelia por unas 500 pesetas. Tripas secas y saladas. Las tripas proceden de los carneros, y son expor- tadas en su mayoría a Alemania para la fabricación de salchichas. La mitad de la exportación corresponde al puerto de Casablanca; después sigue en importancia Larache. Pelo de cabra. Se exportan unos 115.000 kilogramos anuales por Safi, Larache, Tánger, y también por Kabat, Casa- blanca, Mazagán y Tetuán. — 253 — Cilantro Simiente empleada en la confitería, en la farmacia y en la destilería. Se exportan uno.s 2 (KJÜ.ÜOU de kilo- «framos anuales por el puerto de C.asablanca, y una pequeñísima parle se embarca en Mocador, Sifi y Mazagán Comino Simiente aromática, de precio variable. Se cultiva especialmente en los alrededores de Marraquex y Sali. Se exportan anualmente l.r)ÜO.()0() kilogramos; de ellos las tres cuartas partes por el [)Uerlo de Saíi. Fenogreco (alholva). Simiente empleada con i)uenos resultados para en- gordar el ganado, pero que tiene el inconveniente de comunicar a la carne un tuerte olor algo desagrada- ble al jugo de esta simiente. TambitMi se extrae de ella un aceite industrial ulili/ado por los veterinarios y en la fabricación de ti'jidos. Se exportan unos .').()()()()()() de kilogramos, por C.asablauca en su mayor parte. Cereales. TIUC.O l'^l trigo que se produce en Marruecos es de la va- riedad denominada «trigo duro» . Los precios se regulan por el mercado de t.asa- blanca - 254 — El más estimado por su calidad es el procedente de Safi, siguiéndole el procedente de la Chauia. La exportación total es de unos 300.000 quintales métricos, correspondiendo unos 180.000 a Casablan- ca, 90.000 a Safi y 30.000 a Mazagán; los demás puer- tos exportan pequeñas cantidades. Es conveniente, al verificar las compras de cerea- les, asegurarse bien, antes de hacerse cargo de ellas, de que la calidad de la partida adquirida es la misma que la de la muestra que sirvió para hacer el trato. CEBADA La cebada marroquí es buena para la fabricación de la cerveza; pero se considera como mediana para los demás usos. Su calidad varía, según que el año ha- ya sido lluvioso o seco, y también según su proceden- cia. La exportada por Mogador es superior al resto. La exportación total es de 1.300.000, con tendencia al aumento. Los puertos exportadores por orden de im- portancia son Safi, Casablanca y Mazagán y unos 50.000 quintales por Mogador. La cebada no paga derechos de importación en Inglaterra y Alemania, principales compradores. MAÍZ Exportación total de unos 100.000 quintales anua- les embarcados en Casablanca, Mazagán y Safi. El cultivo del maíz tiene bastante importancia en Ma- rruecos, consumiendo los indígenas la mayor parte. Casi toda la exportación se verifica por medio de veleros^ por tratarse de una mercancía que no puede ser recargada con los gastos de un flete caro. - 255 - Dátiles. Los dátiles proceden de la región de Tafilete y son los más sabrosos y finos del mundo. Debido a lo muy costoso que resulta su transporte por medio de caravanas, alcanzan precios altos. Los mejores se ex- piden a Inglaterra y el resto a España. El total exportado no pasa de L5U0 kilogramos anuales. Algazul . Algazul es una tierra jabonosa que se recoge en los alrededoi es de Fez y se emplea en Argelia y en Egip- to en los baños moros y en el lavado de los tejidos de lana blanca. Gomas. Goma de euforbio. Se exportan unos 900 kilogra- mos anuales, la mayor parte por Safi. Goma fassiij (goma amoníaco). Unos 35.000 kilo- gramos por Casablanca, Saíi, Mogador y Mazagán. Se emplea en fumigaciones. Goma arábiga. I' nos lóO.OOO kilogramos anuales, por Mogador en sus tres cuartas partes y casi todo el resto por Saíi. Goma sandáraca. Toda la exi)ortación, unos .'{'i.'). 00(1 kilogramos al año, se verifica por Mogador. Se ex- porta en barriles de 120 kilogramos y se emplea en la composición de los barnices. La goma compuesta de granos gruesos y de un amarillo clai o, es la más solicitada por el comercio. - 256 — Garbanzos. Exportación de unos 125.000 quintales anuales, la mayor parte por Casablanca y el resto por Mazagán, Safi y Larache. Los procedentes de Safi son de mejor calidad. Las dimensiones de los garbanzos corresponden a las cribas números 27, 28 y 29. Marsella compra el 27, Malta el 28 y España el 29. Habas. Las habas marroquíes son pequeñas, de mediana calidad y se destinan para alimento del ganado. La exportación alcanza unos 220.000 quintales anuales; la mitad, próximamente, se exporta por Safi y el resto por Casablanca, Mazagán y Larache. Lentejas. Exportación de unos 2.000 quintales, casi todos por Mazagán. Alheña. Polvo rubio obtenido de las hojas secas al sol de la planta así denominada. Este polvo, disuelto en agua, se transforma en una pasta de color rojo naranja, bastante espesa, que uti- lizan las moras para pintarse las uñas de las manos y de los pies, los ojos, las manos y los cabellos a los niños pequeños. Artículo de poca importancia. - 257 Huevos. Este producto ocupa por su valor, generalmente, el tercer lugar entre todos los exportados. Los puertos de mayor exportación propia son Ma- zagán y Mogador y después Tánger, que alcanza una cifra importante debido a que allí se reciben buevos de varios puntos de la costa y en el puerto se clasifi- can y se reexpiden a Europa. La región de Dukala produce los buevos más gor- dos, pagándose j)or cada diez docenas un cbelín más que el precio alcanzado por la misma cantidad pro- cedentes de otras regiones. Desde Noviembre a Mar- zo se exporta a Londres, en cuyo mercado están bien pagados. A Málaga, C.ádiz y (iibraltar se exportan todo el año, pero no en la actualidad, porque abora todos se exportan a I'rancia. En invierno es la época de menos abundancia, pero es el período de mayor exportación. Málaga, Cádiz y (iibraltar compran los huevos, generalmente, en comisión, y Londres recibe casi todo en consignación, verificándose el negocio en la siguiente forma: Se expiden una vez por semana, y desde el mo- mento en que están embarcados, el expedidor en consignación puede cobrar el 80 por 100 del valor aproximado del precio de venta en Londres, para lo cual libra una letra de cambio por este valor al con signatario, letra que el expedidor negocia en Ma- za gán Estas letras son, generalmente, pagaderas a la vista 17 — 258 ~ o a ocho días. El librador comunica al librado el giro y le remite el conocimiento de embarque, el cual puede ser negociado por el consignatario en un barco. Después de hecha la venta, el consignatario envía al expedidor la diferencia entre el importe de la letra girada y el producto de la venta de la mercancía. Se remiten los huevos en cajas que contienen 1.440. En Londres se considera que estas cajas con- tienen solamente 1.150, determinándose sobre esta base el precio. Los 290 que comprendo la diferencia entre 1.440 y 1.150 representan las roturas y dete- rioros. El millar de huevos pesa de 45 a 55 kilogramos. Lanas. La lana es uno de los productos más importantes de la exportación marroquí. Su calidad en general es mediana, excepto las de Larache, reputadas como su- periores. Se dividen en dos clases: blancas (abiidias), proce- dentes de tierras negras, y rojas {remlias), las proce- dentes de tierras silíceas arenosas. Las lanas abiidias contienen un 15 por 100 de lana basta, y esta propor- ción es mayor en la remlia. La primera es más fina y ligera, la segunda pesa más por contener mucha arena. Cien vellones de lana alnidia pesan de 165 a 175 kilogramos, y de lana remlia pesan de 200 a 225 kilogramos. La diferencia de precio entre una y otra es de un 13 a un 15 por 100 en favor de la primera. En la lana lavada se encuentran las dos clases mez- cladas. — 259 — Las lanas se exj)ortan en su mayor parte sucias. La época de las ventas comienza a fines de Marzo para terminar a Unes de Mayo. Es necesario prestar mucha atención en este ne- gocio, porque los indígenas mezclan la lana con tie- rra y barro para darle mayor peso. Los precios se entienden por 100 vellones. Los vellones metidos en sacos suelen estar incom- pletos, porque los indígenas hacen de uno, dos. Al- gunos negociantes compran directamente la lana, por mediación de sus mojdlatas y semsares, antes de la esquila, con la condición estipulada de antemano de que ésta se verificara bajo la vigilancia de una persona de garantía para el comprador y el vende- dor. El coste de la esquila se abona entre los dos; el transporte y el derecho de puertas corre a cargo del comprador. Algunos negociantes especulan con las lanas en la siguiente forma: Unos meses antes de la esquila compran a sus agentes una cierta cantidad de lana a entregar en su época. Si al llegar ésta el agente no puede cumplir sus compromisos, está obligado a pagar la lana que le falte por entregar al precio del mercado. Casablanca exporta dos calidades, llamadas beldia y iirdcíjiiia: esta última más lina ([ue la primera. Safi exporta la lana llamada simplemente laiKi de S(i/i\ es menos fina. Habat ex|)orta lanas beldia y uhudia; esta última es de igual calidad (jue la urdeiiiiin de Casablanca. Los años de buena cosecha se exportan pocas lanas, y lo mismo sucede con todos los productos anicnales. - 260 - El mercado de Londres es el principal regulador de los precios. La exportación total es de millón y medio de kilo- gramos anuales; de ellos un millón se exporta por el puerto de Casablanca y unos 400.000 kilogramos por el de Larache y el resto por el de Mazagán y Safi. Naranjas. Este producto es de buena calidad. Se exporta toda a España y Gibraltar. Debido al mal embalaje suele estropearse bastante. Los puertos exportadores son Tetuán y Larache, por unos 70.000 kilogramos. Limones. Toda la exportación, de unos 7.500 kilogramos, se verifica por Mogador, y una pequeña cantidad por Tetuán. Orégano. Unos 30.000 kilogramos anuales que se exportan por Larache, Arcila y Tánger. Rosas. Se exporta por unos 20 000 kilogramos de hojas de rosa para utilizarlas en la confección de perfumes. Las tres cuartas partes del total exportado correspon- den a Safi y el resto a Mazagán. — 261 - Sanguina. lis una raíz linlórea que se exporta con cascara, principalmente por Larache, y después por Habat y Tánger, y va destinada a Argelia, Túnez y Kgipto. Simiente de lino. Este producto se da en Marruecos de una manera admirable; pero los moros no quieren cultivarla por- que dicen que fatiga a la tierra. No se hace de ella ninguna aplicación en el país, y los indígenas exportan toda la que se recolecta, íjue asciende a unos 1 l.OÜO.OOÜ de kilogramos. De ellos salen 8 por Casablanca y 5 por Mazagán, y el resto por los otros puertos. Esta simiente se presenta en el mercado con un 4 por 100 por término medio de materias extrañas. Omitiremos la descripción y examen de los tejidos de lana fabricados en Marruecos, porque la exporta- ción de los mismos se hace con destino a otros paí- ses musulmanes, Argelia y Egipto principalmente, y no son objeto de comercio con España. Pieles. Las pieles, por regla general, son de mediana ca- lidad. La época más favorable para su compra es la pri- mavera y el verano, porque el ganado marrocpií. que, como ya hemos visto en la parte destinada a su estudio, carece hasta de los más elementales cuida- dos, falto de pastos y de establos, perece de inanición — 262 - en otoño e invierno, sobre todo si los inviernos son rigurosos, y los ganados muertos en esta forma, de- jan lina piel miserable y raquítica. En cambio, el ganado inmolado en primavera y verano, gracias a la temperatura benigna y a los abun- dantes pastos naturales, se ha repuesto de la escasez sufrida, est'j más gordo y su piel es más lustrosa y sana. Los años de mala cosecha son buenos para la ex- portación de pieles. Los indígenas, con objeto de aumentar el peso de las pieles, las ensucian con tierra o las echan en un recipiente de materias fecales para que se introduz- can entre el pelo. Los cueros en general son secos con sal o dulces, casi nunca frescos. Es difícil obtener cueros directamente del matade- ro, porque ya están contratados por antiguas casas exportadoras, las cuales los compran por pequeñas partidas sueltas. En ocasiones, el precio de las pieles disminuye no- tablemente, llegando a venderse un 15 ó un 20 por 100 por bajo del tipo normal; pero esto es debido a que están infectadas del barrillo (el bicho). PIELES DE BUEY La piel se presenta en el mercado salada en seco, sin cabeza ni cola. Para la exportación se acomoda en fardos de 175 a 225 kilogramos. Se dividen estos cueros en dos clases: cueros de 6 — 203 — a 7 kilogramos y cueros de un peso superior, que sue- len alcanzar hasta 15 y IS kilogramos. (^asabianca, Mogador, Tánger y Larache son los principales puertos exportadores. Las pioles exportadas por Tánger están mejor acondicionadas que las restantes por los cuidados con que se practica el desuello de la res. PIELES DE CABRA Las mejores pieles de cabra proceden de Tánger y de Fez. Se exportan principalmente por Mogador y C.asa- blanca, y en cantidad interior por Saíi y Larache. Se dividen en dos clases: guizari y bnchiid, siendo esta última de clase superior a la primera. Se exportan en fardos de 80 a 100 pieles y se ven- den al peso o por docenas. PIELES DE CARNEKO C.asablanca exporta las tres cuartas parles de la cantidad total, y le siguen por orden de importancia Sali, Mogador, Larache. Mazagán y Tánger Las pieles procedentes de C.asablanca están más cuidadlas y se venden, unas raspadas, o sea sin lana, y otras imperfectamente estjuiladas. Las primeras va- len (le 10 a 15 pesetas más (|ue las segundas cada 100 kilogramos. Los compradores buscan principal- mente la piel limpia y no la lana que pueda tener adherida. IMPORTACIÓN Consideramos de utilidad dar algunas noticias res- pecto a los productos que son objeto de importación en Marruecos, por creer que su conocimiento puede ser de utilidad para el industrial y el comerciante es- pañol. Debido a las considerables alteraciones que las cir- cunstancias creadas por el conflicto europeo han producido en el mercado marroquí, tanto en lo que se refiere a los precios de los artículos, como a las ci- fras de la importación, tenemos que referirnos a los datos anteriores al momento en que se redactan es- tas notas. Los actuales no pueden servir de base, por- que no dan idea ni remotamente de lo que es este mercado en situación normal. SUBSTANCIAS ALIMENTICIAS Coloniales. Café. — Su consumo no está tan generalizado como el té entre el elemento indígena; pero en estos últi- mos años se observa un aumento grande en su im- - 21)5 - portación, debido, no solamente al crecimiento de la colonia europea y residencia de fuerzas milita- res, sino también a (jue los naturales se van aficio- nando a esta bebida. Los cafeteros morunos, con el objeto de rebajar la fuerza del café, lo mezclan con garbanzo y otras semi lias. No filtran el café para beberlo, sino que presen- tan el vaso lleno hasta la mitad inferior de esta mez- colanza que se precipita al fondo por decantación, quedando el líquido limi)io en la parte superior. Sl» vende el café a razón de 0,25 hassani cada dos vasos. VA café de mayor co¡;sumo por su bajo precio es el de vSantos, el llamado Río. También se gasta, pero en pequeñas cantidades, el de Moka y Puerto Kico. Los puertos importadores son Kl Havre, Marsella, Ilamburgo, Amberes y (iibraltar. Este último punto importa también algunas partidas de café tostailo. La cifra media anual se eleva a unas ÜOO.ÜUO ptas. Especies. hispana, ya directa o indirectamente, por medio de Gibrallar introduce en este Imperio todo el pimiento molido que se consume, |)or valor de un centenar de miles de pesetas, excepto alguna pequeña |Kirtida de calidad inferior o falsificada (jue llega a veces de otras |)rocedencias. La pimienta negra y gris de Penang, los clavos de especie de Zanzíbar, canela de ('.eilán y Cayena, raíz de jengibre, nuez moscada y otros productos exóticos vienen reexportados por Inglaterra en su mayor parle. 266 Té. Se introdujo a mediados del pasado siglo y su con- sumo se ha extendido considerablemente, convirtién- dose en la bebida nacional, a lo cual ha contribuido mucho la prohibición de consumir bebidas alcohóli- cas impuesta a los mahometanos. Todo visitante es invitado a tomar el té, confeccio- nado por el amo de la casa, por un amigo suyo o por un sirviente de su mayor confianza; pero cuando tie- ne interés en extremar el obsequio, lo hace perso- nalmente. Cuando los obsequiados son europeos, presenta dos teteras, una con té verde y la otra con té negro. Se considera de etiqueta beber tres tacitas. El té es aromatizado con hierbabuena, hierbalui sa, menta, etc., y entre los moros pudientes con ámbar. Inglaterra ocupa el primer lugar en la importación de té, puesto que alcanza unos cuatro millones y me- dio de los siete millones de pesetas a que sube el valor total delimportado anualmente. En la actualidad algu- nos comerciantes lo traen directamente de Shanghai. El té verde es el de mayor aceptación. Vale de 6 a 15 peniques la libra inglesa y viene en cajas de 60 a 80 libras inglesas (peso bruto). Estas cajas están fo- rradas exteriormente de una hoja de plomo o de es- taño con el objeto de preservarlas de la humedad, y por encima con crin vegetal trenzada y arpillera con inscripciones en chino. El té negro, consumido por las colonias europeas e israelita, viene en cajitas de 2, 1, | y | de libra inglesa. - 267 - Cacao. Este producto se i ui porta en primer lérinino de Iii<^l:iterra y de Ilolandu, y después de Sui/a y Fran- cia, por valor total de unas 10 ()()() pesetas anuales, en cuya cifra está comprendido el cacao en polvo, clase superior, y el inferior en panes. Azúcar. Ks el más importante de todos los artículos impor tados en Marruecos, alcanzando cifras que <»iran al- rededor de los 30 millones anuales, repartidos entre Inglaterra, Francia, Alemania, Austria y Bél<^ica. Fspaña importó a fines del año IDl.") y durante el transcurso del corriente año, cantidades de alguna importancia; pero esta importación cesará por com- pleto, en el instante en que terminen las actuales circunstancias. Y no cesará por la calidad del azúcar español, sino porque su cotización es tan alta que no puede resistir la competencia de azúcares extran- jeros, cuyos precios en Marruecos son la mitad del esj)añ()l, tal como se cotiza en la actualidad. La causa de que se importe una cantidad tan ele- vada, es que los indígenas consumen muchísimo té y acostumbran a hebcrlo muy cargado de azúcar. Se presenta al mercado en pilones de 2|, 2 y 11 kilogramos, los cuales vienen en sacos que contie- nen de 10 a .")(). Fl tipo más coniente es el de l.r)(M) gramos. Fl embalaje para la destinada al interior del país debe — 268 — de ser cuidadoso, con el objeto de que no se deterio- re con la carga y descarga diaria en el transcurso del viaje. El azúcar alemán es harinoso y deja algún resi- duo; su valor era de 43 a 46 francos los 100 kilogra- mos. El holandés, lo mismo que el francés, es más blanco, duro y soluble; el primero cuesta unos 39 francos los 100 kilogramos, y el segundo, unos 52. Los pilones de azúcar destinados a Marruecos, deben ser de dos clases: una de grano grueso, utilizado por los confiteros indígenas, y otra de grano fino para los demás menesteres. Para probar la dureza del azúcar lo parten de un golpe y después examinan el grano. Algunas clases españolas no gustan a los moros, porque partido el pilón, el interior se deshace con el dedo, lo mismo que si fuera de harina, y ellos desean que el azúcar sea muy duro. Otro detalle en el que conviene fijarse es en el del peso exacto de los pilones, porque el indígena acos- tumbra a comprobarlo con los del azúcar holandés, único que en la actualidad nos disputa el mercado, y, si observan que les falta, aun cuando sea una can- tidad insignificante, se resisten a aceptarlo. Con respeto a las marcas, por haber venido tantas de tantas naciones, ya no hay predilección por nin- guna determinada, como sucedía antes, que el mer- cado marroquí estaba monopolizado por tres casas extranjeras. No hay, pues, en la actualidad que lu- char con ese inconveniente, que ha sido de tanta importancia en otras ocasiones. '2fi9 — GRANOS Y LEGUMBRES Arroz. Los indígenas hacen de él poco consumo, excepto en los años de mala cosecha, en los cuales es algo so- licitado, especialmente la clase más inferior. La colo- nia europea consume el arroz español, que llega ya a granel en grandes sacos, ya en pequeños saquitos. Casablanca importa mucho arroz, que constituye la base de la alimentación de las tropas senegalesas. Harinas y sémolas Su importación eslí'i en razón inversa de la cose- cha marroquí. vSi la recolección es buena, C.asablan- ca y Mazagñn surten a los puertos septentrionales de trigo y de harinas; pero si el año es malo, entonces la importación de harinas y sémolas alcanza gran importancia. Kn los años normales, se importan harinas y sé- molas por valor aproximado de un millón a millón y medio de pesetas, y se exporta trigo por valor de () a 7 millones. La harina inijiortada se destina especialmente para los europeos, poríjue la variedad de trigo que produ- ce el país, (jue i's fl llamado trino duro, no da la ola se de harina que aíjuéllos acostumbran a consumir, (-on el trigo duro, se fabrica la sémola i\\\c se emplea para la confefción di"! alcuzcuz. - 270 - Legumbres secas. Se importan garbanzos, judías, lentejas, habas, guisantes, etc., por valor de unas 150.000 pesetas, la mayor parte procedentes de España. Patatas. Alcanza su importación cerca de medio millón de pesetas, repartido casi en su totalidad entre España y Francia. Hortalizas y frutas. Las hortalizas y legumbres verdes de todas clases, así como las frutas, vienen de España, embarcadas en puertos españoles o por mediación de Gibraltar. Frutas secas. Los higos, muy apreciados por los indígenas; las uvas^ pasas, almendras, avellanas, nueces, castañas, etcétera, proceden de España; los dátiles, prensados en cajas, de Argelia. VARIAS Azafrán . Se produce en Fez y Marraquex. De España se importa por valor de 50.000 pesetas para el uso de los europeos y hebreos y moros pudientes, y los años - 271 - de mala cosecha de :izalián, procede de Kspaña todo el que se consume, aumentándose la cifra de la can- tidad importada. Kl indígena me/xla el azafrán con mucho aceite. Mantequilla. Es un artículo de uso muy generalizado, viniendo de fuera casi toda la que se consume, sobre todo por los extranjeros, porque la que fabrican los indígenas ofrece pocas garantías respecto a la limpieza con que ha sido elaborada, y no suele ser aceptada por los europeos. Dos son las clases más corrientes: la salada, de procedencia inglesa, que viene en barriles para ser expendida al detall, y la danesa, dulce y salada, en latas de varios tamaños, de precio algo más elevado que la anterior. Al estallar la guerra, por encontrarse estas plazas con escasez de este artículo, se hicieron algunos pedi- dos a España; pero tenía la salada un gusto tan pro- nunciado a queso, que se vendió con gran dilicultad la poca cantidad introducida, cesando por completo su venta en el momento en que llegaran las mante- quillas inglesa y danesa. Los italianos colocaron unas pai.tidas de latas de mantequilla blanca dulce, que tampoco ha teni- do aceptación. Es necesario que la mantequilla salada sea igual a la inglesa y la dulce a la danesa, tipos (¡ue están acep- tatios por todo el público europeo y que es dilícil re- tirar, a no ser |)rescntand() ai líenlos superiores, de — 272 — buena calidad y frescos, sin pretender remitir los res- tos rancios que no se hayan podido colocar en otras plazas. Chocolate. Se importan por valor de 200.000 pesetas anual- mente. Hasta ahora el chocolate español no ha podi- do nunca competir en estas plazas con el francés y el inglés, bien porque nuestros fabricantes no hayan sabido aprovecharse de las facilidades concedidas por las leyes de 19 de Diciembre de 1899, 3 de Agosto y 26 de Octubre de 1907, en virtud de las cuales el Es- tado devuelve al exportador 18 pesetas por cada 100 kilogramos de peso neto exportado, o porque el azú- car empleado en la elaboración es tan caro, que hace imposible la competencia de ningún similar extran- jero. Actualmente, debido a la guerra europea, empie- zan a verse en los establecimientos, tanto extranjeros como españoles, los anuncios de chocolates fabrica- dos en España. Leche en conserva. La leche condensada, esterilizada, etc., es de uso muy corriente en Marruecos, especialmente la con- densada, para alimento de los niños, para los viajes por el interior, o bien por prevención hacia la leche del país que es cara y algunas veces portadora del bacilo de la fiebre mediterránea. La cifra alcanzada - 273 — en la importación oscila entre tOf) 000 y r)00.000 pe- setas. May una clase llamada de '; vienen en cajas de 50 kilogramos neto; se venden a 10 pesetas españolas caja. Los jabones de perfumería alcanzan la cifra de I.IO.OOO pesetas. Petróleo Kste artículo está casi por completo monopoliza- do por la .Sociedad norteamericana *\Vacuum Oil Companv», la cual tiene una red de oficinas y depó- sitos por todo Marruecos, (¡ue imposibilita toda com- petencia en gran escala por su capital y buena orga- nización. - 278 - Los mismos depósitos venden toda clase de artefac- tos para el consumo del petróleo, tales como lámpa- ras, caloríferos, hornillas, etc., etc., a precios módicos. También se importaba en pequeñas cantidades de los puertos de Trieste y Fiume. Zapatería. La mayor parte de los artículos del ramo se im- portan de España, alcanzando un valor de unas 750.000 pesetas. De Viena llega algún calzado de señora muy bo- nito y bien terminado, pero reputado como de poca duración. Inglaterra importa una pequeña cantidad de cal- zado de caballero, más caro que el de España, de muy buena clase, tuerte y muy bien terminado; pero demasiado duro. Francia e Inglaterra importaban últimamente can- tidades de alguna importancia de calzado de regla- mento destinado a las tropas de policía, cuyo apro- visionamiento se sirve por concurso. Vidrio y cristal. Estos artículos son, en general, de clase ordinaria, y se importa por valor de más de un millón de pesetas. Espejos. Son los moros muy aficionados a adornar sus ca- sas con espejos encuadrados en marcos llamativos, colocando varios de ellos en cada habitación. Como ~ 279 — por razones religiosas les está prohibido tener cua- dros que representen seres animados, usan en su lu- gar los espejos, relojes, pianos, etc. Dadas las dificultades que para el desembarque y manipulación de los bultos ofrecen los puertos ma- rro([uíes, es conveniente ((ue los embalajes sean li- geros y que los espejos vayan en su interior bien su- jetos, para evitar roturas. Sacos, harpilleras. Generalmente los sacos son importados por Ale- mania e Inglaterra, que son los dos países que más granos expvjrtan de Marruecos. Las lelas y sacos vacíos de yute son casi todos pro- cedentes de Dundee (Escocia). Papelería. Todo el papel de fumar procede de España. Del papel de embalar y de envolver se importa cada día mayor cantidad, siendo KspaF'ia actualmen- te la que surte este mercado. Sal marina y gema. Producto (jue casi en su totalidad procede de Es- palda. La sal obtenida de las sabrías marinas marro quíes, se usa para el salado de las pieles y se consu- me por la clase pobre. La de España lambión se sue- le usar en la preparación de los cueros salados. 280 — Ámbar. Este artículo lo usan los moros por sus condicio- nes fortificantes, febrífugas y afrodisíacas. Es producto muy caro, por lo que sólo está al al- cance de los moros pudientes, los cuales se sirven de él para aromatizar el té, ya colocando un grano en una rejilla situada en el fondo de la taza, o bien suje- tándolo al borde con una cadenita, o lo que es más corriente, introduciéndolo en el té, al cocerlo, el tiem- po necesario por medio de unas tenacillas de plata. Es pequeña la cantidad importada, pues sólo al- canza unas 12.000 pesetas próximamente al año. Armas y pólvoras. Inspirándose en los artículos 17 y 18 del Acta de Algeciras, se redactó un reglamento entre la Delega- ción jerifiana y el Cuerpo diplomático, en el cual se determinan las condiciones de venta, en los despa- chos autorizados, de las armas sin rayar, cartuchos y pólvoras. Todo europeo tiene derecho a introducir, para su uso personal, una escopeta de caza y una determina- da cantidad de cartuchos, para cuya introducción necesita presentar en la Aduana el permiso de uso de armas concedido por la Legación respectiva me- diante el pago de 10 pesetas oro. Muebles. Provienen en su mayor parte de España y en se- gundo lugar de Inglaterra y Francia, — 281 — MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN Maderas. Vienen de Austria (madera blanca), de Suecia y Noruega y de los Kslados Unidos, por valor de unos dos millones de pesetas. Mármoles. No <»uarda relación el movimiento comercial de este artículo con el gran desarrollo que han adquiri- do las construcciones, sobre todo teniendo en cuenta la afición de los moros ricos a pavimentar sus patios con baldosas de mármol blancas y negras. Las dimensiones más solicitadas son 28 X 28 M) :\ y 32 X 32 centímetros. Ladrillos, tejas. Los ladrillos macizos provienen todos de Lspaña. debido a las ventajas que por la gran proximidad se encuentran para el transporte. Antes de la guerra, los barcos de vela conducían huevos de Tánger a Málaga, y en retorno, como las- tre, embarcaban ladrillos. Se han importado canti- dades considerables, basta el |)unto de que ha habi- do ocasiones en (pie los fabricantes no podían servir todos los pedidos por no llegar a producir sus fábri- cas ladrillos en cantidad suficiente. También fabrican los moros unos ladrillos maci- - 282 — zos de inferior calidad, que no se usan por los euro- peos en las construcciones de viviendas. Los ladrillos huecos y las tejas se importan casi exclusivamente de Marsella. Estas tejas se venden de 175 a 200 pesetas el millar. En Tánger se fabrican ladrillos huecos para tabi- ques que no dan mal resultado. Piedras de construcción. Casi toda proviene de España. Baldosas. Las baldosas de cemento vienen de España en su mayor parte. Los baldosines y mosaicos de barro fino cocido barnizado para zócalos y revestimiento de suelos proceden exclusivamente de España. Las baldosas de barro ordinario cocido provienen de Marsella. De todos estos artículos se importa por va lor aproximado de 350.000 pesetas. Cales, cementos, yesos. Artículos de mucho consumo, que cada vez ha de aumentar más, porque en este país todo está por ha- cer, y especialmente lo que a las construcciones se refiere. Se importa aproximadamente por valor de millón y medio. Metales. Se importa hierro para la construcción en barras de T y doble T; en alambre grueso para la armadura 283 — tlcl cemento, y en planchas galvanizadas onduladas y lisas para cubiertas. Los países imj)oitadores son> especialmente, Injilaterra y l)élgica. También se itnporta hierro viejo para la fabrica ción de instrumentos agrícolas. De Suecia viene casi todo el acero en barras que en el país se consume. Además del hierro, se gasta también zinc de los números 8 al 12, que viene en láminas de 2,25 X 1,00, embaladas en barriles de 2rt{) kilogramos; discos de latón destinados a la fabricación de bandejas moru- nas, y cobre que se emplea en la calderería indígena- Quincalla, calderería y hojalatería Los principales artículos son: teteras y cafeteras de eslíiño, samovares, cubos de zinc, etc., que en su ma- yor parte provienen de Birmingham. Son también de mucho uso los utensilios esmalta- dos. Antes, casi lodo este artículo procedía de Ale- mania, y España imj)orlaba una parte menor, pero de calidad más superior y de precio más elevado. Actualmente se importa de España. Las herramientas en general venían de Westfalia. Kn cerrajería, herrería y cía vería la parte de Lsi)a- ña es (le poca importancia. Camas de hierro. De uso muy corriente en Marruecos. í>os moros pudientes las gastan de latón y bronce y el resto de hierro pintado. Los europeos las pretieren a las de madera por ser más higiénicas y no prestarse tanto como las otras a la cría de parásitos. 284 — TEIIDOS Tejidos de algodón. Inglaterra tiene acaparada la venta de tejidos de algodón, porque hace muchos años que viene traba- jando el mercado marroquí y lo tiene estudiado a detalle, debido a lo cual, ha adquirido en él una situación tan preponderante, que es difícil luchar con ella. Hay negociantes de Fez que están establecidos en Manchester y se ocupan en la compra de estos te- jidos por cuenta de sus socios en Marruecos. Algunos de ellos tienen su marca registrada. Los comercian- tes marroquíes llaman al tejido de algodón en gene- ral Manchester. El fabricante que quiera vender en Marruecos debe seguir el ejemplo de las casas que actualmente monopolizan el mercado, los cuales han realizado una larga tarea de estudio y costosas pruebas hasta conseguir conocer el gusto indígena y adaptarse a él. De no hacerlo así, se puede asegurar que los resulta dos serán nulos. No se requiere que los artículos sean de buena ca- lidad porque el moro no lo sabe apreciar. Basta que tengan mucha apariencia y que sean baratos. La mayor parte de la importación corresponde a los géneros blancos. En segundo lugar, vienen los teji- dos de algodón teñidos, tales como satenes y franelas de algodón, guineas y telas azules teñidas con índigo. Las franelas de algodón blancas y teñidas en rojo, azul, rosa, lila y en otros colores llamativos, tienen - 285 - últimamente gran aceptación entre los moros pobres que las utilizan como mantas. Las telas de algodón llamadas guineas se venden especialmente en el Sus, importándose hasta ahora sólo en las poblaciones del litoral, pues en el inte rior todavía guardan sus compras para las marcas conocidas; pero pronto las comprarán también, por- que género que se venda en el litoral, con el tiempo se venderá en el interior. Los indígenas exigen que en los extremos de estas telas estén las huellas de las manos del obrero que verificó el tinte. Estas telas se venden en piezas de 16 metros de largo por un metro de ancho y pesan según su calidad: 3,500 gramos, 4,200, 1,750, 5,200 y 5,400. Los precios varían de O a 12 pesetas franco bordo puerto de embarcjue. Cada bulto contiene 00 piezas. Los principales im- portadores habitan en Fondichery. Se venden las marcas «Savana», «Gaebele» y «B. B. B.» Esta cla.se de telas se llama en Marruecos .Kghant>. En tercer lugar figuran las muselinas de algodón. Por lo general son blancas, rayadas, a cuadros y rameadas, de 51 a 50 centímetros de ancho, vendién- dose por piezas de 10 yardas, desde 1,75 a 3.75 pieza. Estas muselinas las emplean las mujeres del campo para trajes interiores. Vienen, por último, los tejidos de algodón eslam- pados, de calidad inferior, (jue son los que más se venden por su mayor baratura, y las muselinas bor- dailas en algodón. La importación de todos estos géneros alcanza la cifra de unos treinta y cinco millones, de los cuales treinta y tres corresponden a Inglaterra. 286 - Hilos de algodón. Se importan hilos de algodón en carretes y made- jas por valor aproximado de 1.300.000 pesetas. Tejidos de lana. Casi todos los paños usados por los europeos vie nen de Inglaterra. Los paños alemanes y austriacos son los más apre- ciados por los moros del campo, por su apresto es- pecial que les da mayor consistencia y pesadez. Hay muchas clases, y su precio de venta oscila entre 5 y 14 pesetas metro, según su finura, apresto y espesor. Los colores preferidos son el rosa, verde, rojo, azul, granate y, en general, todos los vistosos. Su anchura varía entre 150 a 154 centímetros, y algunas clases solamente tienen 136. En cambio, los moros ricos de las ciudades pre- fieren los paños ingleses, franceses y belgas, por sus condiciones de finura y ligereza. Cachemir. Este paño, fino, tiene buena venta, y su precio os- cila de 3,50 a 3,75, según la anchura, que varía de 148 a 150 centímetros. Hilo de lana. Los hilos de lana para tejer vienen solamente de Inglaterra. — 287 - Seda cruda Destinada a los tejedores de Fez para fabricar pa- ñuelos de seda y jaiques de lana y seda, (^asi toda proviene de Francia. Satén de lana. El precio varía de 3,50 a íi pesetas, según su finura y apresto. Los colores usados son los mismos (jue los de los paños antes citados. La cifra alcanzada por la importación de todos estos géneros de lana que se mencionan, es de unos ocho millones de pesetas. Sedería. Casi toda lávenla está monopolizada por Francia. Los pañuelos constituyen la mayor parte de la importación de esta clase de tejidos, y se clasifican de la manera siguiente: Pañuelos de algodón, de 8,r)Ü a 1.') pesetas docena, ídem de seda, sin recamar, de 20 a 50 íden ídem, ídem de id., recamados, de 10 a 200 ídem id. Los de la primera clase son los que usa la clase pobre, y las otras dos, los indígenas e israelitas pu- dientes. Medidas de los pañuelos de seda de mayor venta: De 83 centímetros ancho, tejidos en varios colo- res, a 33 pesetas la docena. ídem de 85, con bordado de llores, de 40 a 00. ídem de 90, de 70 a 75. Los tejidos de seda, bordados de oro y plata, se — 288 — venden en piezas de 25 a 30 metros, y valen de 40 a 200 pesetas el metro, según su finura, recamado y clase. Estas telas se consumen en los harenes. Tienen mucha aceptación; son tejidos llamados damas, de Barcelona, y su similar. El precio del legí- timo es de 5 a 10 pesetas el metro, y el de irtiitación a 3 pesetas el metro. Se venden además otros muchos tejidos de seda, que no merecen la pena de estudiarse, porque ningu- no alcanza la importancia de los que van mencio- nados. El valor de los importados pasa de millón y medio de pesetas. r:*v *'» N .-**! 4>f^ -<• * ..^v "' h: > o* o tí > N > +» »H =J O •»^ U bi) (d ri tt o ;^ tí W r ' ■^ < üniversity of Toronlo Library DO NOT REMOVE THE CARD FROM THIS POCKET Acmé I,ibrar>' Card Pocket l'nücr I'at. "Rcf. Index lile" \!ade by LIBRARY BUREAU