nata eN eS Masia ho 1 0 hd Es AAA AA pai Cine a DOS ORILLA DE ALTA SELVA, EN LAS LLANURAS ATLÁNTICAS ADMINISTRACIÓN DEL SEÑOR LIC. DON CLETO GONZALEZ VÍQUEZ. ENSAYO PLAMAS US LEN DE UN POR HET TTER Ex-Director del Instituto fisico-gé oyráfico nacional de Costa Rica, hoy Oficial del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos Washington, D. C., U.S.A. H. L. £ J. B. MCQUEEN, Inc. 1908 o LIBHARY of CONGRESS Two Copies Receive NOY 2 1908 Dopyrignt entry SÍ. 26/1908 CLASS (A. XXc No, 128758 Coryricrrr, 1908 By Hexky Prrrier Tue McQueen Press WasHINGTON PROLOGO. Los nombres vulgares de plantas pueden aprovecharse en tres senti- dos distintos, á saber: contribuyen á la difusión entre el público letrado de ciertos conocimientos técnicos; ayudan en la recolección de las tradi- ciones populares para objetos científicos; y tienen además valor propio é intrínsico en el estudio de los idiomas y de la etnología. La penetración de la civilización europea en regiones nuevas, hace indispensable la adquisición de una gran variedad de hechos relativos á los productos naturales de éstas, por medio de personas que las más de las veces no tienen la preparación ni el tiempo necesarios para iden- tificar las plantas siguiendo los métodos técnicos. A estas personas les queda como única alternativa la de conseguir de los naturales los nombes y usos de las plantas que les interesan, completando despues los conocimientos así adquiridos por medio de las obras en que se hayan consignado aquellos nombres, juntamente con la nomenclatura científica y los demás datos recogidos por los viajeros y especialistas que previamente las hayan estudiado. Así es, pues, que una de las tareas fundamentales en la investigación de las plantas y del uso de éstas, en un país como Costa Rica, ha tenido que ser la de recoger los nombres indígenas y vulgares, y la de identificar las plantas á que se refieren, de una manera autoritativa y científica, como lo ha realizado satisfactoriamente el Profesor Pittier. ¿s un hecho bien comprobado que cuando se trata de adquirir esos conocimientos sobre las plantas, no se aprovecha en lo general de los refinamientos de una civilización extremada, porque, bien al contrario resulta que cuanto más incipiente es el grado de ésta, es más íntimo el contacto del hombre con la naturaleza que lo rodea. Los viajeros que han podido familiarizarse con los pueblos primitivos del Asia, del Africa y de América, están casi unánimes en expresar su admiración al v vl PROLOGO. constatar que los naturales, aún cuando son meros salvajes desnudos, demuestran un conocimiento corriente de centenares de nombres dis- tintos de plantas y animales, aplicados todos con extrema precisión y correlacionados con nociones acerca de sus hábitos y propiedades, tales como las poseen entre los llamados hombres civilizados, solo aquellos que hacen una especialidad de los estudios bionómicos. La mayor parte de lo que hoy sabemos acerca de los usos de las plantas como alimentos, medicinas y materias primas para la industria, se ha deri- vado de los pueblos primitivos, y no cabe duda de que muchas tradi- ciones y muchos hechos prácticos quedan aún por recoger. Los nombres aborígenes se aplican 4 menudo con tanta precisión como los científicos y por lo tanto merecen conservarse con el mismo cuidado que cualesquiera otros datos acoplados por los botánicos. En lo referente á América, su recolección principió ya en los primeros tiempos despues del descubrimiento, por hombres como Oviedo, Acosta y Hernández, cuyas inmortales obras respiran un interés verdadera- mente científico en la averiguación de los hechos. Es muy sensible de veras que los escritores más recientes hayan echado tantas veces en olvido este lado más humano y más práctico de la ciencia botánica. Mientras que los primeros exploradores se mostraron muy á menudo impresionados por el extenso conocimiento que de las plantas tenían los naturales, los modernos se figuran con demasiada frecuencia que el indio nativo es tan atrasado en relación con la naturaleza como lo es en materia de literatura ó de industria. Esto es por lo general un pro- fundo error. Lo que el indio sabe acerca de las plantas de sus bosques es casí siempre mucho más interesante y significativo que cualquier cosa que el botánico viajero pueda aprender en el curso de sus casuales observaciones. Los conocimientos de los naturales representan la experiencia acu- mulada y los descubrimientos accidentales de muchos siglos, y á veces anticipan de extraña manera los resultados de las indagaciones cientí- ficas modernas. Civilizaciones primitivas, fundadas en la agricultura, parecen haber existido en la América tropical durante períodos de indefinida y larga duración. Ni es remoto que el arte de la agricultura sea más antiguo en lo que se ha convenido en llamar el Nuevo Mundo PROLOGO. Vil que en el hemisferio oriental. La historia de la palma de coco y de otras plantas cultivadas de orígen americano aduce razones para ercer que una antigua comunicación á través del Pacífico haya facilitado la traslación de una cultura primitiva desde América hasta las Indias del Este. No podemos anticipar los hechos que puedan surgir en el curso de futuros estudios y asegurar que aún nos queda por aprender de los naturales de la América tropical el uso de alguno ó de algunos productos vegetales de la importancia del algodón, del maíz, de la papa, del tabaco, del caucho, de la quinina ó de la cocaina. Empero, aquellos indios, como los llamamos por una tradicional equivocación, nos han enseñado ya bastante acerca de la agricultura, medicina y otras artes, para que no desmayemos en la investigación de sus conocimientos, tanto por razones prácticas como por motivos de interés puramente científico. Al presentar en conjunto lo que se sabe de los nombres y usos de las plantas de Costa Rica el Profesor Pittier ha hecho obra útil, que no tan sólo contribuirá al desenvolvimiento de la educación en aquella pro- eresista República, sino que tambien auxiliará poderosamente los esfuerzos de los que tengan la oportunidad y el deseo de acopiar nuevos materiales referentes á la botánica y á la agricultura del mismo país y de las secciones adyacentes de Centro-América. El Gobierno de Costa Rica al hacer bajo sus auspicios la presente edición de esta obrita, ha dado por su parte una nueva prueba de su afán en promover investigaciones que más ó menos pronto habrán de resultar de gran provecho en la administración inteligente de los recursos naturales de la República. O. F. Cook. WasHINGTON, Setiembre de 1908. INDICE. A A A Introducción... Esbozo de la exploración botánica de Costa Rica Breve reseña sobre la distribución de las plantas en Costa Región basal... ... Región montañosa +... ...... Región andina .... Las plantas usuales de Costa Rica... ... A. Plantas útiles Ó económicas ..... (a) Plantas alimenticias . ... +... ISGTADOS +... $5 tas 2. Raíces y tubérculos . .. .. 3. Legumbres y verduras .... 0 ¿EPULAS 4 arar 5. Condimentos, ett... . 6. Cacao, café, caña de azúcar y tabaco. (b) Plantas forrageras . ...... NU TLASTOM ¿ana a 2, Forrajes de corte ....... 8. GAnOS Y ÍMULAS ls 5.9 00 4, Otros árboles que suministran forrajes. DAURAICes e o ana (e) Plantas medicinales ...... (d) Plantas fibrosas . ....... (e) Plantas oleaginosas... . . .. ($) Gomas y resinas (y) Plantas y árboles ornamentales (h) Maderas de usos diversos . . .. B. Plantas dañinas ...:%. . .«...... (a) Plantas venenosas... . . .. (b) Malas hierbas . ...... Acerca del orígen de los nombres de las plantas de Enumeración de las plantas de Costa Rica Costa Rica Familias de plantas conocidas hasta hoy en Costa Rica Indice de los nombres científicos con sus equivalentes vulgares Nombres indígenas... ... Nombres de plantas no identificados... Catálogo de las obras que hacen referencia á la Flora de Costa Rica dispensables para el estudio de la misma 1x Rica , o que son in- Pate 1. ICUSTRACIONES, En frente de la pagina Orilla de alta selva en las llanuras atlánticas ... oo FE rontispicio TI. Selva en la zona litoral de la Babia de Salinas II. Cacao criollo en Las Huacas de Nicoya IV. Luecuma mammosa, 6 arbol de zapote V. Cacao calabacillo, arbol con frutas —. OR ON VI. Couepia Kunthiana, ó zapotillo de Nicoya VIL Grupo de Castilla costaricana en el valle de Tuís VII. Cacao eriollo, mazorca E Gacao calabacilló, MazorCa «e mine ps a a X. Cacao pataste, MAazorCa . . . . . . .. . . . . . . . . . . o. NT Conca arabiao, Cale COMU a a a o AA XII. Cofea liberica, café de Liberia . ..... XII. Cuclanthera Tonduztt, CALA. e. <<... 2. 0... NINO COS MN UCTeras COLOCO aa e a ar a a is RI CTOCO MOI Era CONOLA ¿ea ar e a XVI. Pithecoctenium muricatum, ó cucharilla .. oa 08 XVII. Passiflora ligularis, granadilla . XVIM. Lúhea Endopogon, molenilld . ... +... ...... XIX. Genipa Caruto, guaitil XX. Bryophullum calyeinaan, hoja del aire... .. XXI. Castilla costaricana, hule de Turrialba XXIT. Castilla nicoyana, hule de Nicoya . . . . . ... .. XXI. Sapota zapotilla, níspero XXIV. Porcelia nicaraguensís, palanco, ramito con flores XXV. Attalea gomphococca, palma real, en Matambú, Nicoya XXVI. Bosque de eulumates en la zona litoral de Salinas... +. XXVIL Apeíba aspera, peine de mico, fruto XXVII. Apeiba aspera, peine de mico, arbol en Rio Hondo . XXIX, Mucuna pruriens, pica-pica, Nicoya... ..<.... XXX. Croton xalapensis, terré, El ParaíSO0 . ... +...» .... XXXI. Lucuma mammosa, Zapote . . . ........... pal Ss Is Las Plantas Usuales de Costa Rica. INTRODUCCION. ESBOZO DE LA EXPLORACION BOTANICA DE COSTA RICA. El estudio sistemático de la flora de Costa Rica se inició hacia 1846, con la llegada al país del naturalista danés Andrés Sandoe Oersted. Sólidamente preparado y ferviente en su deseo de investigar los tesoros de la rica naturaleza tropical, el joven botánico—andaba á la sazón en su trigésima primavera—dedicó cerca de dos años al estudio de las vírgenes florestas costarricenses. Entró por Puntarenas y exploró cuidadosamente la zona quescatravesaba entonces para llegará la meseta central, haciendo amplia cosecha de especies nuevas. — Durante su permanencia en San José, hizo varias excursiones importantes en las que podemos seguir aún sus huellas por medio de las numerosas plantas recogidas. Así es que visitó el vallecito del Jarís, y los alrededores de Pacaca, entonces habitado solamente por Indios. No podemos leer sus referencias á los hermosos bosques de la Candelaria sin que nos duela el corazón al recordar las despojadas cuestas, los peñascos y la aridez del mismo districto, tal como lo hemos conocido. Y si realizamos la incuria demonstrada con relación á la conservación de los bosques por las succesivas legislaturas del país, llegamos sin dificultad á prever la misma suerte para muchos otros vallecitos, hoy gulas de la vertiente del Pacífico. Carestía de aguas potables, deterioro del clima, lavado del suelo arable expuesto al golpe directo de los aguaceros, derrumba- miento de las faldas, esterilización y aniquilamiento de las fuerzas productoras de la tierra—tales son las consecuencias, fatalmente expe- rimentadas en muchos países, de ese afán de destruir con el terrible auxilio del fuego, los bosques que constituyen uno de los mayores bienes puestos por la naturaleza al servicio de la humanidad. Despues de algunos meses de permanencia en San José, Oersted se trasladó á Cartago, en donde se granjeó la simpatía y el apoyo de dos egregios patricios—don Francisco María Oreamuno y don Francisco Gutierrez. Como testimonio de su agradecimiento, el modesto sabio 1 “4 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. dedicó más tarde á estos dos amantes del progreso la primera—y des- graciadamente única—entrega de la obra en que había proyectado condensar los resultados de su viaje. Además, quizo conservar á la ciencia el nombre del primero, dedicándole un género nuevo descubierto por el en los alrededores de lo que es hoy Juan Viñas. Me refiero al Oreamunoa pterocarpa Oerst., úmico representante en Costa Rica de la familia de los nogales y que no se ha vuelto á recoger por ningún botánico, abstracción hecha de un fruto que encontré algunos años ha cerca de La Gloria, sin reconocer inmediamente su identidad. Otras dos plantas (Lamourouxia Gutierrezti y Siphocampylus Gutierrezit) fueron destinadas para conmemorar en los anales de la botánica el nombre del segundo protector y amigo de Oersted, don Francisco Gutierrez. Desde Cartago, el naturalista danés exploró la falda meridional del Volcán Irazú, atrevesando para llegar hasta la cumbre gloriosos robledales, de los cuales bien pronto ni el recuerdo quedará. Luego permaneció por algunas semanas en la finca de El Naranjo (hoy Juan Viñas), de donde salió para hacer el entonces peligroso viaje hasta Moín, siguiendo el valle del Reventazón. Aquellos días de dura caminata por los montes vírgenes ya se acabaron para los costarricen- ses, y pocos son los que pueden realizar las dificultades que se ofrecían, especialmente para un naturalista encambrado con el equipo indispen- sable á sus trabajos. Entrado al país por Puntarenas, Oersted salió por vía del valle del Sarapiquí, del cual dejó una descripción fragmentaria pero sumamente valiosa. Una vez en Nicaragua, su interés se concentró en el canal que se trataba á la sazón de excavar entre el lago de Granada y algun punto de la costa del Pacífico. Estudió con cuidado la linea de Sapoa á la Bahía de Salinas, y demostró sus ventajas en varios escritos. Su per- manencia en aquella zona le dió oportunidad para hacer acopio de materiales florísticos en el Guanacaste. Despues de permanecer cerca de tres años en Centro-A mérica, Oersted regresó 4 su patria y durante 25 años, poco más Ó menos, se dedicó activamente, con el auxilio de varios colaboradores, al estudio de los materiales recogidos en sus viajes. Desgraciadamente sucumbió en la tarea antes de haberla concluído: murió el 3 de setiembre de 1872, dejando de su proyectada obra sólo la primera entrega, especialmente dedicada á Costa Rica. En el primer fascículo de los Primitiae Florae costaricenses, hemos publicado una lista de más de 700 especies, que forman el bulto de la EXPLORACIÓN BOTANICA. parte referente á Costa Rica del herbario del naturalista danés. — Des- pues, varias otras especies de su colleccion han sido descritas y muchas más yacen olvidadas en varios herbarios europeos. Uno queda asom- brado al constatar que, en pocos meses, Oersted logró juntar cerca de las tres cuartas partes de las especies que sumaban nuestro conocimiento de la flora de la República hasta 1887. En esta ligera reseña de la exploración botánica de Costa Rica, no me es posible entrar en los pormenores de todos los viajeros que con sus colecciones Ó por las descripciones que hacen de la vegetación, contribuyeron al presente estado de nuestros conocimientos sobre la flora. He de callar varios nombres, algunos de los cuales son más conocidos en otros dominios de la ciencia. Entre los que no pueden dejarse olvidados, se encuentra el jardinero polaco Warscewiez, quien vino primero á Centro-América como miembro de la comisión de estudios enviada en 1844 por la Sociedad belga de Colonización. Esta junta se disolvió, según parece, en Nicaragua, ó talvez en Guatemala, después de haber escogido la bahía de Santo Tomás como sitio de la futura y desventurada colonia. Warscewiez se dirigió luego hacia las altas cordilleras guatemaltecas, y después emprendió una larga expe- dición hacia el Sur, por los Estados de Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Penetró en este último país por el valle del Sarapiquí, hacia 1848, pero poco sabemos de sus ulteriores movimientos. Se dedicó especialmente á la recolección de las especies ornamentales y de inver- nadero, como las Orquídeas, y el valor de su pequeña colección está muy disminuido por el hecho de ser incompleta su documentación. Durante mi permanencia en Costa Rica, he tratado muchas veces de provocar interés en los círculos literarios y en la esfera gubernamental por el libro que aún hoy considero como el más interessante de los que se han publicado sobre Costa Rica. Me refiero á los “* Estudios de viaje y esbozos ** de los Doctores Moritz Wagner y Carl Scherzer, publicados en segunda edición en 1857, bajo el título de * Die Repu- blik Costa Rica in Central-Amerika.” Ningún autor extranjero ha descrito con más simpatía el minúsculo Estado llamado por ellos la más apacible y tranquila entre las hermanas repúblicas de la América española, país bendito del cielo, en donde la naturaleza ostenta en las faldas de los montes la más maravillosa variedad de climas y de productos.?” Como queda explicado en el prefacio del librito en referencia, Scherzer y Wagner no eran botánicos. El primero dedicó su atención á la geo- grafía en general, á la etnografía y estadística, mientras su compañero 4 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. se interesó especialmente en los fenómenos volcánicos y, como línea general, en la distribución de los organismos. A la pluma de Scherzer debemos esas pinturas exquisitas de los detalles del menaje interior costarricense en tiempos de Juan Rafael Mora, mientras Wagner describe con pluma elegante cuadros varios de la exhuberante natu- raleza del país. En estos últimos, se encuentran muchas indicaciones útiles para la fitogeografía y es á este título que mencionamos aquí la obrita que debería figurar, traducida, en la biblioteca de todo buen costarricense. Scherzer y Wagner entraron á Costa Rica en Abril de 1853 por vía de Greytown y el valle del Sarapiquí, y salieron por el Guanacaste en Febrero de 1854, después de haber visitado todas las partes accessibles del país. El Dr. Scherzer concluye el prefacio del interesante librito con los siguientes conceptos, todavía aplicables hoy día y cuya realidad todos los costarricenses amantes de su patria es de esperarse que se esforzarán en mantener: “El Estado de Costa Rica sobresale entre los demás de Centro América por la felíz concurrencia de favorables circunstancias como lo son la disposición de su territorio en mesetas y altiplanicies de clima saludable y sin extremos, la inagotable feracidad y extraordinaria riqueza de su suelo, el predominio del elemento blanco de raza española, de modales suaves y de tradicional hospitalidad, y en fin, la paz interior, el. orden y la seguridad de bienes y personas como apenas existen en ninguna parte de Europa ó6 de Norte- América.” El Dr. Wagner es conocido tambien por sus viajes en la provincia de Chiriquí, y á este propósito cabe recordar que el fué quien primero trató de establecer para esta sección de Centro América, zonas altitu- dinales fundadas en los caracteres de la flora. En el mismo año de 1853, en que los dos autores anteriores iniciaban sus exploraciones por Costa Rica, ó talvez á principios de 1854, llegaron al país los Doctores Alejandro de Frantzius y Carlos Hoffmann, y el Ingeniero Franz Rohrmoser. A corto intervalo, los siguieron otros dos ingenieros alemanes, Valentini y Daser, y el estadista Dr. Streber. Esta pequeña falanje de intelectuales dejó huellas indelebles en los anales científicos de Costa Rica. Daser fué uno de los iniciadores de la cartografía de precisión del país y se ocupó durante varios años en los estudios preliminares del ferro-carril al Atlántico. El Dr. Streber organizó la Oficina de Estadística y con Rohrmoser, establecido en Heredia, respondió á las excitaciones del Dr. Frantzius, cuando se trató de iniciar en el país los estudios de climatología. Frantzius era un sabio en toda la acepción de la palabra. Médico EXPLORACION BOTANICA. 2) de nombradía y como tal incansable en su afán de aliviar las dolencias de sus prójimos, recorrió en poco tiempo toda la zona habitada del país, teniendo así mil oportunidades para recoger datos sobre la zoología y geografía, y observar varios detalles interesantes de la naturaleza. — Es curioso constatar que la maravillosa vegetación que por fuerza hubo de imponerse á su atención durante sus diarias excursiones por los campos, y que es por lo general tan interesante para los médicos desde luego que casi no hay planta que no tenga su uso en la medicina popular, nunca mereció mucho interés de su parte. Ha dejado sobre el clima de Centro-América una monografía que ha sido el punto de partida de todos los estudios emprendidos despues en esta dirección; sus trabajos sobre la fauna y la geografía de Costa Rica quedarán igualmente clásicos, y hasta sus incursiones en el dominio de la historia revelan no sólo profunda erudición sino tambien inagotable amor para la minúscula pero hospitalaria República. El Dr. Valentini, aunque ocupado principalmente durante su permanencia en Costa Rica en la localización del ferro-carril entre Limón y Siquirres, tenía inclinación especial por los estudios his- tóricos y etnográficos. Ha dejado varios cuadernos manuscritos de impresiones recogidas en sus excursiones por el Guanacaste, una “* Historia de Castilla de Oro,'” tambien manuscrita, y que supera á todo lo que se ha escrito despues. Valentini fué uno de esos hombres que nacen para el infortunio: á pesar de ser hombre de educación esmerada, instruido y apasionado hasta el exceso por sus estudios de predilección, no logró nunca tener una posición independiente y murió hace pocos años en New-York, en la más triste miseria. Pero volvemos al Dr. Hoffmann, cuya carrera desgraciadamente muy corta tiene para nosotros especial interés, desde luego que se ocupó con afán del estudio de la flora. Establecido en San José, sus diarias carreras por los campos le daban oportunidades para mil observaciones interesantes acerca de la fisonomía general de la vege- tación, algunas de las cuales nos han sido conservadas en el relato de su ascención al Irazú, publicada en 1856 en Bonplandía, y especial- mente en el de otra excursión al Barba, efectuada del 27 al 29 de Agosto de 1855, en el que pinta (Bonplandia 1856) con vigorosa pluma los caracteres sobresalientes de la flora y las transiciones producidas en ella por la altura y las consiguientes variaciones del clima. En 1856, Costa Rica se levantó en armas para acudir á la defensa de la desgraciada Nicaragua, presa á la sazón del aventurero Walker y convulsada por contínuas luchas. Hoffmann tomó parte como O) LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. cirurjano mayor en la campaña de Juan Rafael Mora y aprovechó sin duda esta oportunidad para recoger sobre el Guanacaste observaciones y colecciones que no parecen haberse conservado. A su regreso, su actividad hubo de concentrarse en el ejercicio de su profesión con ocasión de la epídemia de cólera que visitó á Costa Rica. Las ex- cesivas fatigas de más de un año de arduo trabajo y repetidas vigilias le causaron una enfermedad que puso en peligro sus días. Además, el malogrado doctor había traído de Alemania los gérmenes de una afección de los pulmones, á la que esas desfavorables circunstancias dieron desgraciadamente nuevo impulso. Il enfermo tuvo que trasladar su residencia á Puntarenas en donde vegetó hasta 1859. Des- cansa en el olvido del pequeño cementerio de Esparza. La parte de sus colecciones que aún se conserva en los Reales Herbarios de Berlin, se compone de cerca de 800 números de plantas costarricenses, parte de las cuales están aún sin publicar. Por los años de 1856 y 1857, el jardinero de la corte hanoveriana, Hermann Wendland, quien más tarde se dió á conocer por sus hermosos trabajos sobre las palmeras, visitó á Costa Rica en donde hizo una colección de plantas que, aunque pequeña, tiene el mérito de com- ponerse en su mayor parte de plantas como las Orquídeas y las Aráceas, que por la dificultad que se experimenta en secarlas, son raras veces recogidas por los botánicos viajeros. Además, Wendland se mostró atrevido explorador y visitó secciones del país hasta entonces consideradas como inaccessibles. Entró por vía del río Sarapiquí y recorrió principalmente la parte de la cordillera central que se extiende entre el Barba y el Turrialba. Aunque no dejó sino pocos datos relacionados con la flora, no podemos dejar de consignar aquí el nombre del geólogo Carl von See- bach, quien permaneció en Costa Rica en 1864 y 1865 con el objecto de continuar sus notables investigaciones sobre fenómenos volcánicos. Hizo la primera ascensión del Tenorio, en la cordillera del Guanacaste, y visitó el volcán de Turrialba en Marzo de 1865, un poco más de un año despues de la memorable ascensión de Juan Braun, Dr. Roche de la Tour y Martin Flutsch. En 1885 murió en San José el muy conocido jardinero Julian Carmiol, dejando un jardín interesante por contener buen número de especies poco conocidas, traídas de varias partes del país. Muchas de las plantas de Costa Rica adoptadas por los floricultores europeos deben su introducción al modesto jardinero alemán. Además Polakowsky asegura haber visto en casa del mismo una colección de plantas EXPLORACIÓN BOTANICA. 7 desecadas, procedentes en su mayor parte de los Cerros de Dota, y que era destinada para el Instituto Smithsoniano en Washington. Es de dudarse que esta colección haya llegado á su destino, pues no se encuentra traza de ella en las ricas colecciones del Museo nacional de los Estados Unidos. En los años de 1870 á 1880, Costa Rica fué visitada por varios otros coleccionistas, entre los cuales los de más nota fueron Endrés, muerto poco después (1877), Lehmann, el conocido explorador botánico del Ecuador y de la parte occidental de Colombia, y el Dr. Otto Kuntze, quien se hizo después muy notable como ardiente reformador y pole- mista en cuestiones relacionadas con la nomenclatura botánica. De los dos primeros y de sus movimientos en el país no sabemos así nada; el último hizo la travesía de Limón á Puntarenas, y dejó aleunas notas de interés en la relación que publicó de su viaje alrededor del mundo. En 1875 llegó á San José el Dr. Helmut Polakowsky, cuyas ulteriores publicaciones marcan la segunda etapa importante en la historia de la botánica costarricense. El Dr. Polakowsky fué llamado, en compañía de varios otros professores europeos, para colaborar en la reorgani- zación de la enseñanza secundaria intentada durante la presidencia del General Guardia, y desempeñó por algún tiempo la cátedra de historia natural en el Instituto nacional. Durante su permanencia en el país, hizo una pequeña colección de plantas, estudiando con preferencia los alrededores de la capital y de Cartago, además de una corta visita á Angostura, en donde se hallaban establecidos á la sazón varios de los colonistas alemanes traidos por el barón de Búlow. De regreso en Europa hacia 1577, el referido profesor se dedicó por algún tiempo al estudio de su herbario y á la publicación de varias interesantes notas, entre las que sobresale su “* Contribución al estudio de la fitogeografía centro-americana,'” traducida después por el señor don Manuel Carazo Peralta, y publicada por mi con anotaciones. En este laborioso ensayo, el autor da un resúmen detallado de los estudios de sus predecesores, sacando de aquellos, así como de sus propias inves- tigaciones, ciertas deducciones acerca de la distribución de las especies en el territorio de la República. Es facil comprender la dificultad que ofrecía tal empresa en una época en que apenas mil especies de nuestra flora habiánse catalogado y era casí absoluta la carencia de indicaciones acerca de la vegetación del resto de Centro-América. Pero si bien es cierto que muchos de los conceptos emitidos por el sabio alemán no han resistido á ulterior exámen, fundado en un mejor lo] LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA, conocimiento de la materia, no por ésto deja de ser muy valiosa la modesta contribución del Dr. Polakowsky, hasta hoy no superada por ninguna de las ulteriores publicaciones. Las páginas que anteceden dan una idea de los progresos alcanzados en el estudio de la flora de Costa Rica, hasta la publicación de la última entrega de la parte botánica de la conocida * Biologia centrali- americana, *? editada por los naturalistas ingleses, Godman y Salvin. En aquella laboriosa recopilación, el ilustre botánico W. B. Hemsley, de los Jardines reales de Kew, trató de juntar en una enumeración sistemática infinidad de datos fito-veográficos referentes á México, las Antillas y Centro-América, dispersos en periódicos científicos de muchos países ó en otras obras por lo común poco accesibles. Aunque esta obra, que contiene tambien la descripción original de muchas especies nuevas, cs ya anticuada, á consecuencia de los considerables adelantos realizados en los estudios HfHorísticos de los tres territorios referidos durante los últimos veinte años, no por eso ha dejado de prestar inmensos servicios á los que han contribuido al ensanche de nuestros conocimientos. —Porsu medio se han realizado las deficiencias de estos últimos y así se ha provocado el interés y dado un nuevo impulso á la exploración científica de las secciones menos conocidas. In lo referente á Costa Rica, la obra de Hemsley ha servido de base y punto de partida á los estudios que inicié en 1887 y que se continuaron bajo mi dirección hasta 190838. Mi preparación fué realmente muy facilitada por el extracto de los datos botánicos de la Biología emprendido por el laborioso señor Anastasio Alfaro, Director entonces del Museo nacional fundado en el mismo año por el Señor Licenciado don Cleto González Víquez. Según este catálogo, pu- blicado en 1888 en el tomo primero y único de los ** Anales?” del Museo, el número de especies de plantas conocidas en Costa Rica no pasaba en aquella época de 1218, y muchos grupos importantes, como por ejemplo las Gramíneas, no tenían siquiera representación. ¡Se comprenderá mejor la riqueza de nuestra flora y el progreso realizado en su estudio, si se agrega de una vez que hoy día se conocen en el país cerca de 5000 especies, distribuidas en las dos terceras partes del número total de las familias abrazando las Fanerógamas y Criptó- gamas vasculares! Justo es decir que mientras estaba preparando dicho catálogo, el señor Alfaro no dejó de realizar lo deficiente de los conocimientos adquiridos hasta entonces, y procuró emprender nuevos estudios. Por su iniciativa, se designó al señor Juan J. Cooper de Cartago, “ALSVIVNAV AD) SVNTIVS HA VUANVISO) VUANV IT VU N4 VIAS EXPLORACION BOTANICA. 9 entusiástico aficionado de la historia natural y compañero de Gabb en su memorable exploración de Talamanca, para formar colecciones que debían enviarse á especialistas del exterior. Y el señor Cooper preparó efectivamente un buen número de especies, la mayor parte de las cuales pasaron á incorporarse en el herbario del Capitan John Donnell Smith de Baltimore, mientras que algunas pocas formaron con mis primeras cosechas el nucleo del herbario del Instituto físico- geográfico. El señor Donnell-Smith, conocido por sus laboriosos estudios sobre la flora de Centro-América, ha dedicado mucho tiempo 4 la clasifi- cación de las colecciones costarricenses y aún permaneció en el país durante varios meses del año de 1896. Tn sus excursiones ú4 Atírro, Turrialba, Sta. Clara y otros lugares, enriqueció nuestras listas con un buen número de especies nuevas Ó poco conocidas, y su inagotable complacencia é interés en todo lo referente á nuestros estudios lo han hecho acreedor al sincero agradecimiento de los naturalistas amigos de Costa Rica, y al mío muy especialmente. Durante los años de 1887 á 1889, dediqué bastante tiempo á la exploración del valle del Reventazón, del camino á Carillo, de las faldas del Irazú y del Barba y de otros puntos facilmente accessibles de San José. Por otra parte mi querido amigo y colaborador, Prof. don Pablo Biolley, que la suerte inexorable y ciega acaba de arrebatar á su tierna familia, ásus amigos y á la Ciencia (Enero 1908), formaba interesantes colecciones en lugares aún no tocados por anteriores exploradores. Pero no fué sino después de la fundación en 1889 del Instituto arriba mencionado, por la iniciativa del inolvidable don Mauro Fernández, que los trabajos relacionados con nuestra flora lograron formalizarse. Con la lucidez que le era propia, aquel eminente estadista comprendió que la exploración biológica del país debia ir á la par con los trabajos referentes al mapa, y que no tenían menor importancia que éstos como medio para facilitar el conoci- miento y el acceso de las riquezas naturales del país. Por eso, no escatimó los recursos ni troneó mis programas y como primer paso procuró la llegada al país de mi paisano don Adolfo Tonduz, quien durante cerca de catorce años me acompañó en mis viajes, dividiendo conmigo las duras tareas y los peligros que generalmente son la parte de los exploradores, así como tambien las alegrías que procuran al naturalista el maravilloso espectáculo de ciertos cuadros escondidos en lenorados rincones de las vírgenes selvas ó de las salvajes serranías, Ó el hallazgo de formas nuevas y nunca soñadas., 10 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. No sería posible entrar aquí en el detalle de mis diecisiete años de exploraciones en Costa Rica, ni aún si quisiera limitarme á la parte exclusivamente botánica de ellas. Bastaría con decir que aquellos viajes cubren la totalidad del territorio de la República, exceptuando los valles que dan directamente al lago de Nicaragua, desde el río Frío hasta el Sapoá. El admirable valle del Diquís y toda la parte meridional del país han recibido especial atención y han sido recorri- dos en todos sentidos. Así la Talamanca, el valle del Reventazón y la parte central, incluyendo la pintoresca cordillera volcánica desde el paso del Sarcero hasta el Turrialba. El resultado de nuestras investigaciones, á las cuales participaron, además del señor Tonduz; el Profesor Biolley, y en menor escala, los señores Wercklé, Brade, Brenes y aleunos otros, consiste en más de dieciseis mil muestras, representando igual número de estaciones y cerca de cinco mil especies de plantas. Todo considerado, no hay en la América española país que haya sido explorado tan á fondo, y el herbario de Costa Rica es hoy todavía la colección más rica de su clase, desde el Río Grande del Norte hasta el estrecho de Magallanes. Esta colección, por supuesto, no es más que el medio para llegar á establecer el inventario de la flora y definir su distribución en las varias zonas del país. Su complemento indispensable lo forman los numerosos apuntes tomados al tiempo de formarla y referentes á las condiciones climáticas y topográficas en que se desarrollan nuestras ricas florestas, y sus relaciones económicas y otras con el hombre. La determinación de los elementos exclusivamente endémicos y de las cireunstancias especiales en que han aparecido, las maravillosas migraciones de otras especies, con ó sin el concurso del hombre, y su definitiva naturalización en el país, la aplicación que de las propiedades reales Ó supuestas de todas esas plantas hicieron los naturales en sus primitivas artes, y en fín, el papel que muchas desempeñan como fac- tores de las actuales condiciones económicas, todas esas eran cuestiones que no podían sernos indiferentes. Efectivamente, hemos logrado juntar un considerable acopio de notas tocantes á esos varios puntos y el trabajo que aparece á continuación es parte de ellas. Es mi creencia que su publicación en la presente forma es obra útil. Al botánico novicio, ya familiarizado con la nomenclatura vulgar, darán un buen punto de partida, pues, conociendo la sinonímia científica de una especie, aquel podrá, ayudándose de las descripciones técnicas, comprender mejor sus caracteres analíticos, y procediendo de lo conocido EXPLORACIÓN BOTANICA. Jul á lo desconocido, extenderá poco á poco sus conocimientos fundándose en la similitud del plan general de la flor y de los demás órganos. Al etnográfo y á todos los que ven en las plantas una ayuda natural del hombre puesta á su alcance por una providencial dispensación, dará una idea de los mil usos, fundados los unos en reales propiedades, los otros en supersticiones trasmitidas de generación en generación, á los que tanto los naturales como los descendientes de los conquistadores y los inmigrados en épocas recientes han aplicado aquellas. En su nomenclatura extraordinariamente variada, queda uno como reflejo de las incesantes migraciones que sucesivamente han traído al privilegiado suelo de Costa Rica poblaciones distintas por su orígen, sus lenguas y sus costumbres. En fin, y ésto no es lo menos importante, las pocas notas económicas que hemos podido dar en relación con las plantas de cultivo, algunas de las cuales son la base de la riqueza nacional, no carecerán de interés para nuestros agricultores, El presente trabajo no es obra definitiva y completa. Le he agregado una larga lista de nombres vulgares é indígenas para los cuales no tenemos aún sinónimos científicos, por no haber podido examinar é identificar las especies á que se refieren. Por otra parte no nos ha sido siempre posible obtener los nombres vulgares. Es cierto que un número considerable de especies ha escapado casí completamente á la atención de los campesinos, pero no así á los naturales, quienes suelen tener una nomenclatura tan minuciosa que apenas lo cede á la de los naturalistas, Entre las Repúblicas euyo conjunto forma Centro-América, ninguna se ha estudiado con tanta detención como Costa Rica. Hemos visto ya que ha sido especialmente favorecida por los exploradores botánicos, y la lista de las publicaciones referentes á la flora que acompaña como apéndice á la presente obrita muestra que las cosechas de los referidos coleccionistas han sido objeto de los estudios de muchos especialistas, entre los cuales figuran varias notabilidades científicas. 12 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. BREVE RESEÑA SOBRE LA DISTRIBUCION DE LAS PLANTAS EN COSTA RICA. Ya se ha dicho muchas veces, y con razón, que la fauna de Costa Rica es, proporcionalmente á lo reducido del territorio, la más rica conocida. Pero á nadie aún parece habérsele ocurrido que la misma aseveración se aplica á la flora, y sin duda con mejor fundamento. 19 La obra clásica de Engler y Prantl, titulada “ Pflanzen-Familien 2 ó “Familias de plantas,” distribuye todas las plantas fanerógamas conocidas en unas 300 familias. De éstas, como ya lo noté arriba, 175 están representadas entre las especies cuya existencia en el país se ha averiguado hasta la fecha. He indicado también que el número de estas últimas asciende á cerca de 5000, pero no debe perderse de vista que, aunque la flora de Costa Rica es una de las mejores conocidas en el continente occidental, muchísimas especies aún no han sido catalogadas, sea porque son nuevas ó sin identificar, ó porque han escapado á las pesquisas de los coleccionistas. Me atrevo á asegurar que el número Oz total de nuestras fanerógamas pasa mucho de los cinco mil, y si á éstas se wregan los Helechos, que son entre tres y cuatro cientas especies, los Musgos y Hepáticas de los cuales 300 por lo menos se conocen ya, y la multitud de Hongos, el estudio de los cuales apenas se ha iniciado, llegaremos á una sama aún mucho más respetable. Esta extraordinaria congregación de plantas en tan pequeño espacio se explica en primer término por la variadísima topografía del país y los aspectos climáticos muy diversos que son la consecuencia de ella. Costa Rica se eleva en medio de la zona tropical desde el nivel del mar hasta cerca de 3900m., ofreciendo asímismo, con relación á la tem- peratura, todas las gradaciones que se observan desde el Ecuador hasta los 35 grados de latitud. La dirección general de sus montañas, perpendicular á la de los alicios del noreste, determina dos tipos cli- máticos en cuanto á la distribución de las lluvias, siendo éstas muy abundantes y repartidas en todo el año en la vertiente del Atlántico, más escasas y limitadas á algunos meses en la vertiente del Pacífico. Si á ésto se agregan las condiciones particulares del suelo, y se toma en consideración la infinita variación de nuestra fragosísima topografía, ofreciendo aquí anchurosos valles y mesetas, allí gargantas, peñascos Ó DISTRIBUCION DE LAS PLANTAS. 13 atrevidas cimas, y más adelante, en la proximidad de los mares que bañan ambas costas, dilatadas llanuras litorales, se comprenderá que Costa Rica es lugar privilegiado como centro de desarrollo de la vida animal y vegetal, y sobretodo que ofrece las condiciones más favorables posibles para ser la receptora de los representantes de la flora y de la fauna de las regiones eircunvecinas. Pero otra circunstancia que ha contribuído á hacer de Costa Rica el emporio zoológico y botánico del continente, es sa proximidad á ambas Américas y á la región de las Antillas, ésto es, á tres faunas y tres floras distintas, cuyos representantes han encontrado en su suelo hospitalaria acogida. La vegetación de nuestra costa atlántica se forma principalmente de tipos que vuelven 4 encontrarse en todo el litoral norte y oriental de la América del Sur y, en sa minoría, en las islas del Mar Cáribe. Las sabanas y florestas del valle del Diquís, de Nicoya y del Guanacaste recuerdan á la vez por su vegetación ciertas partes de Venezuela y Colombia, y los districtos semi-áridos de Guatemala, Yuca- tán y México occidental. En medianas altitudes, uno admira la mezcla armoniosa de elementos igualmente diversos por su procedencia y en fin, los picos más elevados abrigan á un mismo tiempo represen- tantes de los majestuosos Andes de Colombia, y de los no menos imponentes volcanes de México. Intimamente mezclada con estos varios elementos y formando como el cimento que llena los vacios y oculta las asperidades, se halla otro constituyente, de no escasa importancia, de nuestra vegetación, que ha originado precisamente en las especiales condiciones de configuración y de clima á que hemos aludido y que, según la opinión de varias autoridades que se han dedicado con marcada preferencia al estudio de nuestra flora, es particularmente desarrollado en el país. Este es el elemento endémico, Ó autóctono, compuesto por lo tanto de todas las especies que son propias de esta tierra y no se encuentran en otras partes. Este conjunto de plantas, unas humildes hierbas, otras árboles gigan- tes, con todas las imaginables transiciones entre los extremos, están asociadas de diversos modos según sus hábitos y según las condiciones físicas del suelo, la topografía y el clima. En la vertiente del Atlántico, generalmente muy húmeda y lluviosa, la selva se extiende tupida desde la margen del Océano hasta muy cerca de las cumbres más altas, siendo interrumpida raras veces, por los pantanos costaneros, las peñas y fragosidades de las serranías, Ó por las abras cada día más extensas del industrioso agricultor. Aquí, la humedad obra á manera de un 14 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. moderador, supliendo todas las otras deficiencias, y á su empuje la vegetación cubre espesa, exhuberante, cada pulgada del suelo. No así del lado opuesto, en las faldas que envían el excedente de sus aguas al azúreo Pacífico. La pobreza de un suelo esencialmente arcilloso, la sequía dominante durante la mitad del año, la violencia de los vientos que bajan de las altas cimas, y talvez, hasta cierto punto, la intervención, en épocas remotas, de los primitivos moradores, son los principales factores causantes de las sabanas y de los páramos en miniatura que interrumpen á menudo los altos bosques, en las llanuras del Guanacaste, en el anchuroso valle del Diquís y en las faldas de los montes. En las sabanas, las Gramíneas y las Ciperáceas son predomi- nantes, pero abundantemente entremezcladas con especies sociables como ciertas Labiadas (Hyptis), Compuestas (Eupatoriuam, Vernonia), Malváceas (Sida) ú otras plantas más ó menos herbáceas que invaden á veces esos repastos naturales hasta inutilizarlos. In las hondonadas y á lo largo de los riachuelos, aparece tambien una vegetación arbores- cente las más veces raquítica, en la que sobresalen los chumicos ó raspa- guacales en los lugares más secos, los guayabos, varias Melastomáceas, ete., en la zona de transición á la alta selva, la que siempre queda más ó menos despejada y de fácil exploración, excepto en grandes alturas ó en las faldas más próximas á las cumbres, que reciben aún su parte de los aguas traídas por los alicios. Aquí el soto, compuesto á menudo de intricados cañuelares, se vuelve impenetrable, como lo es tambien en ciertas partes de los bosques cercanos á las costas, en donde pitales y piñuelares extensos se oponen sin posible alternativa al progreso del viajero. Los páramos—ó mejor paramillos, pues como hemos dicho, no son más que miniaturas de la formaciones conocidas con el primer nombre en los Andes del Sur,—cubren las partes más altas de las cordilleras, en el Irazú, el Cerro de Buena Vista, el Chirripó, el Duricá y el Pico Blanco. Su menuda vegetación, notable por el tamaño relativamente mayor de las flores, recuerda la de los repastos alpinos de la Europa central, y como ella, alimenta rebaños que dan leche, mantequilla y queso insuperables, y forman uno de los rasgos más interesantes de la economía agrícola del país. Esos modos típicos de aglomeración—selva cerrada del lado del Atlántico, selva despejada y sabanas del Pacífico, y paramillos en las grandes alturas—, son susceptibles cada uno de infinitas modifi- 'aciones en sus menores detalles. Aún la selva cerrada ó húmeda, el Regenwald de los autores alemanes, con su aparente monotonía, ofrece DISTRIBUCION DE LAS PLANTAS. 15 los cuadros más variados al observador ejercitado. Al penetrar en ella por primera vez, el viajero se siente como deprimido por la uniformi- dad de las escenas que lo rodean. — Los troneos majestuosos se suceden unos á otros, los piés muellemente hundidos en un inextricable tapiz de verdura, mientras sus cimas se pierden en lo alto, en confusa red de ramas y bejucos. Cada nuevo sitio es la reproducción del que se acaba de dejar y uno se admira como el nativo de esos bosques puede reconocerse en ellos con la misma facilidad que el citadino en sus calles y fija en su mente los detalles de configuración por medio de una nomenclatura no menos complicada que la de una gran metrópoli. Pero poco á poco el ojo se ejercita, distingue matices en el eterno verde, nota diferencias en la conformación de la base de los troncos y en las raíces, en el color, en la altura, en la esbeltez de esas gigantescas columnas. La verdura del suelo, que aparecía primero como una confusa masa, se ve aquí compuesta de delicados y multiformes helechos, allá de palmeras enanas, de platanillos y bijaguas de anchas hojas, de Aráceas terrestres que el olfalto descubre á veces antes que la vista (sahinillo), en otras partes de cañuelas y carrizos que desafian el filo del machete, 6 cordoncillos elegantes, á menudo perfumados. Del domo cerrado que todo lo cubre dejando apenas algunas ventanillas por donde penetra una luz difusa, cuelgan una infinidad de bejucos, á veces simples cuerdas que caen rectas como el hilo de una plomada y se estiran hasta alcanzar el suelo, otras veces verdaderas guirnaldas, en las que se descubren de vez en cuando flores de admirable estructura. Las maravillas ocultas arriba, á cincuenta metros y más sobre la cabeza del explorador, escapan casí completamente á la observación. Solo cuando uno de los gigantes de la selva, abatido por el último huracán, yace despedazado en el suelo bajo el chorro de luz que penetra por el espacio antes ocupado por él, puede uno darse cuenta de la extra- ordinaria diversidad de ese mundo aún por explorar. Una profusión de plantas parásitas y epífitas, reviste cada rama, y sirve ella misma de huesped á otro mundo parasítico, de modo que toda una flora encuentra su asiento en cada arbol. Puede el observador permanecer día tras día en la solitud de la vírgen floresta, y cada día se le revelan nuevos detalles de ese mundo que en un principio le aparecía como prototipo de la uniformidad. Lo mismo se notará si pasando á otra vertiente estudiamos las selvas despejadas—los parkartiye Wilder de los fitogeógrafos. Asociaciones idénticas aunque generalmente menos impenetrables y formadas de especies distintas, cubren el suelo, tal vez con menos profusión; los ár- 16 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. boles parecen menos numerosos, sus troncos menos altos y sus coronas más anchas y menos cargadas con orquídeas y bromeliáceas, de modo que una luz más brillante penetra sus arcadas. Otro caracter especial de la vegetación de esta vertiente es que muchos de los árboles que integran su conjunto son de hojas caedizas y se ven completamente despojados durante la estación seca. Las sabanas son tambien una fuente de incesantes observaciones, de las cuales se deduce que su uniformidad tampoco es sino aparente. Aún las Gramíneas y Ciperáceas de carácteres exteriores tan seme- jantes ofrecen una gran diversidad en los detalles de su organización y en sua modo de vivir. Mientras algunas, como los Paspalum y los Panicum, entre los cuales figuran varios de nuestros mejores pastos naturales, casí nunca pasan de ser humildes y rastreros zacatillos, otras, como los Andropogon, son por lo general de cálamos tan altos que apenas los supera la cabeza del jinete recorriendo la sabana, y que precluden la orientación del que anda á pié, así como lo experimenté varias veces en Cañas Gordas, en el año de 1897. Allí, cuando se quería cruzar de un punto á otro de la pradera, vírgen hacia mucho tiempo de ganado, el único modo de llegar era de fijarse en que el trillo dejado atrás esté siempre en linea recta, sino se describián invo- luntariamente las curvas más fantásticas, acabando por alcanzar otre vez el monte alto en cualquier parte, excepto la que se tomara por objetivo. Entre las especies de porte minúsculo que forman el principal ele- mento de la flora sabanera, merece especial mención una modesta cipe- rácea, señalada por mi compañero Sr. A. Tonduz, y descrita por el difunto Bóckeler, quien la dió el nombre de Rhynehospora perrigida. Es probablemente el más viváz entre sus congéneros y la primera en brotar de nuevo despues de los periódicos incendios de las sabanas. Posée una cepa gruesa y en apariencia perenne, que se eleva vertical- mente de año en año, y está coronada con un penacho de hojas largas de 4 hasta 6cm. y menudas como agujas. En medio de éstas, aparecen con las primeras lluvias, en Marzo ó Abril, las inflorescencias de color amarillo claro. La lucha por la existencia y la victoria de los tipos mejor acondi- cionados puede ilustrarse con muchos ejemples sacados de las mismas savanas. A las familias señaladas—Gramíneas y Ciperáceas que con- sideramos como las dueñas naturales del terreno, especialmente porque son las únicas de provecho para el ganadero, —ciertas especies de otros grupos hacen una guerra que casí llamariamos encarnizada, y 4 menudo DISTRIBUCION DE LAS PLANTAS. yá logran aniquilarlas en extensas manchas: así los /fyptis (Chirrites), ciertas Melastomáceas (Miconia, Leandra), algunas Compuestas (Eupa- torium, Vernontia, Calea, ete.), que, como se dice vulgarmente, echan -á perder la sabana. Su invasión recibe un auxilio muy eficaz del ganado y de los incendios; estos últimos facilmente destruyen el sistema radicular poco desarrollado y superficial de los zacates, mientras no alcanzan á matar las otras plantas de raíces pivotantes y hondas. Se prepara de esta manera el suelo para el establecimiento más dura- dero de las especies leñosas, entre las que el guavabo es una de las primeras en aparecer. En donde falta por completo la intervención del hombre, la selva vuelve indudablemente á reconquistar la sabana, y ésta es una de las muchas razones porqué parece probable que, al menos en Costa Rica, éstas han tenido con pocas excepciones su primer orígen en desmontes artificiales, punto que no podemos discutir aquí. Los tipos de vegetación que hemos esbozado hasta aquí son princi- palmente el resultado del modo de agregación de los elementes de la flora, según sus hábitos individuales. Si consideramos el modo como se comportan según la elevación sobre el nivel del mar, y la tempera- tura, podemos establecer tres divisiones altitudinales que, aunque son sumamente artificiales y pasan insensiblemente de una á otra, no carecen de razón de ser para una mejor comprensión de la distribución de las plantas en Costa Rica. No es por demás observar, que esta división puede aplicarse á todo Centro-América. (1) Región basal—De O á 1000m. Temperatura media 252 421 0 — Comprende en su nivel inferior las llanuras costaneras, cubiertas en su mayor parte de inmensas selvas, y caracterizadas por la presencia de árboles gigantes como el espavel, el ceibo, el javillo, el guanacaste, el guapinol, y el cenízaro. Los tres últimos son especiales de la zona inferior de la vertiente del Pacífico, mientras el cocobola (Leeythis costaricensis), que produce la fruta conocida con el nombre de olla de mono, el Sloanoa medusula y el Bully-tree de los Jamaícanos (níspero) solo se encuentran en la costa del Atlántico. En la zona superior de la misma región, ciertas familias como las Melastomáceas, las Lauráceas y las Piperáceas, alcanzan su mayor desenvolvimiento. Aquí tambien se encuentran varias Compuestas arbóreas, y la diferencia de una vertiente á otra es menos notable. Las llanuras costaneras y las primeras faldas de los montes hasta unos 600 metros, que corresponden á lo que generalmente se llama tierra caliente, cuentan entre sus plantas indígenas muchas especies 18 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. útiles. Entre éstas viene en primera linea el hule, representado en cada vertiente por especies distintas del género Castilla, y que está rápidamente pasando á la categoría de planta cultivada, en razón de la demanda siempre creciente de la industria para la preciosa goma. Algunas especies dan resinas (Guttiferac, Sapotaceae, Hymenaea) aplicadas á varios usos, mientras otras proporcionan fibras gruesas utilizadas para cordeles (Apeíba, Hibiscus, Cecropia, Heliocarpus) y para ciertas partes de la indumentaria de los indígenas (mastate), ó estopas finísimas y fuertes (Triumfetta, Sida, Yucca) que aún no se han estudiado con la merecida detención. Las maderas de la costa del Pacífico, pertenecientes á árboles de los grupos de las Dalbergiáceas y de las Caesalpínias (Leguminosas), incompletamente investigados, son conocidas por su finura y dureza. La tierra caliente del Atlántico da el cedro dulce, el caoba: y el laurel, la del Pacífico el incorruptible cedro amargo, el cacique, el corteza, así como maderas de tinte (mora, nacazcol) y muchas otras, cuya enumeración se encuentra en el lugar correspondiente de la presente obrita, salvo que aún no se hayan podido identificar. Otra especie indígena de la tierra caliente que ha pasado á la condición de planta cultivada es el cacaotero. Se encuentra aún en estado silvestre en el Guanacaste, en Nicoya, en varios puntos del valle del Diquís, y, aunque más escasamente, en los bosques húmedos de la Talamanca, de la Estrella, del Sarapiquí, y en otros puntos sin duda de los llanos y de las lomas cercanos al Atlántico. Su talla, la forma de su fruta y otros carácteres nos permiten admitir que sea el orígen del llamado cacaotero de Matina, ó criollo. El calabacillo ó Matinita fué importado de la isla de Martinica. Los Indios no parecen haber cultivado este árbol, al menos en el sentido que damos á la palabra. Cuando en sus correrías por los montes, encontraban ejemplares aislados ó bosquecitos de él, señalaban con cuidado el lugar, limpiaban el suelo de su vegetación más gruesa, y repetían sus visitas y sus cuidados indefinidamente en tiempo de cosecha. Daban especial atención á los arbolitos que se criaban de las semillas extraviadas al rededor de los árboles viejos, de modo que sus cacaotales se renovaban insensiblemente y se mantenían de generación en generación. Es probable que la siembra de madera negra, 6 madre de cacao, cerca de los árboles de cacao, cuyos buenos efectos sobre éstos son conocidos de los naturales de Talamanca y se han trasmitido á los campesinos de otras partes, debió su orígen á la necesidad de protegerlos contra los estragos de las taltuzas. Las raíces de la madera negra, Ó madre de Huacas (Nicoya) A LO EN 1 I ACA O CRIO DISTRIBUCION DE LAS PLANTAS. 19 cacao, son efectivamente para estos roedores mortal veneno y es poco probable que los Indios hayan conocido primero las propiedades de aquel arbol como nitrificador del suelo; se fijaron sin duda en que el 'acaotero crecía mejor en su proximidad, sin darse cuenta por qué razón, y así se hizo tradicional la costumbre de sembrar ambos árboles juntos. El cacaotero se cultiva en ambas costas, siendo de notar que el 'alabacillo parece mejor adaptado para el clima húmedo de la del Norte. Otra planta, importada probablemente de alguna de las Antillas, ha adquirido en los últimos veinte años una importancia enorme, desde el punto de vista industrial, para la tierra caliente del Atlántico, y ha dado un carácter especial á toda la zona costanera. Me refiero al banano, 6 4 la variedad del Musa sapientum conocida en Costa Rica con el nombre de patriota, aunque tiene muy poco de nacional, siendo de orígen probablemente asiático, cultivado en gran parte por compañias y colonos immigrados y consumida en Norte- América y en Europa. Sin embargo, gracias á la nueva industria de que es objeto, se ha puesto en cultivo una vasta extensión de tierras fértiles que antaño se consideraban como sin valor á consecuencia de su mortífero clima, y dado tambien un poderoso impulso al desarrollo del puerto de Limón y al del país en general. Kl plátano y los guíncos, allegados muy cercanos del banano, aunque probablemente introducidos en América muy anteriormente á la lle- gada de los españoles, se cultivan en menor escala en toda la región basal, para las necesidades del consumo interior. El camote y la yuca, otras dos plantas alimenticias de no escasa importancia, tambien indí- genas, no dan tampoco un buen producto arriba del nivel superior de esta región. (2) Región montañosa ó intermediaria—De 1000 á 2600m. Tem- peratura media 212 4 142 C.—Esta región, en la que los árboles gigantes y las enredaderas de vistoso follage del trópico se mezclan con los representantes más modestos por la talla pero más fornidos y fuertes de la tierra fría, es privilegiada de la naturaleza por su begnino clima y la variedad de sus producciones. En ella se hallan los centros de desarrollo de la civilización moderna y tambien una infinidad de plantas y árboles importados, la mayor parte en razón de su utilidad; pero algunos tambien, entre las primeras, involuntariamente, y en de- trimento de la agricultura. Fácil sería hacer una enumeración de especies naturales que sólo se 20 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. encuentran entre los límites de esta región. Más, como ya se explicó, la vegetación selvática demuestra carácteres imsensiblemente transi- torios entre los de la flora de tierra caliente y de la tierra fría, y además la mano del hombre ha modificado á tal extremo la naturaleza primi- tiva, que la región está mejor caracterizada por sus condiciones arti- ficiales. El precioso cafeto, por ejemplo, se extiende en vastas plan- taciones desde una altura algo inferior á la de la región (S00m.), hasta cerca de 1400m. Con justa razón se le ha tomado algunas veces como especie típica de la región media, alterando entonces ligeramente los límites de ésta, pues su influencia en la tierra templada es visible en todo tiempo, y más especialmente en Marzo cuando sus abundantes y níveas flores resplandecen bajo las caricias del sol como la primera nieve del invierno boreal, y sus perfumes saturan el aire de las noches; ó tambien en tiempo de cosecha cuando los cafetales resuenan con las alegres exclamaciones y las risas de las cogedoras. Esas hermosas plantaciones, que cubren los llanos y las faldas de los montes en casi toda la meseta central, dan vida á las dos terceras partes de la población del interior y no se puede exagerar demasiado su importancia. La vertiente del Atlántico se presta menos para el cultivo del cafeto, por su excesiva humedad, la que favorece en demasía el desarrollo de enfermedades parasíticas, á la vez que quita al grano la dureza y finura que son el índice exterior de su excelencia. In la zona del Pacífico, por otra parte, existen aún extensos terrenos propios para ese cultivo y que sólo esperan brazos que vengan á derribar las hermosas selvas. Mientras tanto, éstas ofrecen á la industria, en ambas vertientes, una infinidad de maderas útiles, entre las que sobresalen el colpachí, los quizarrás, los iras, los robles y los encinos. Los últimos pertenecen ya á la zona superior de nuestra región montañosa, y forman allí esos her- mosos bosques que recuerdan á la gente venida del Norte los robledales encantadores de la madre-patria. Desgraciadamente es preciso ir le- jos ya, hasta los contrafuertes del Cerro de Buena Vista ó las faldas meridionales del lejano Kámuk, para ver todavía esos bosques en toda su majestad. En las alturas de la meseta central, no subsisten sino los fragmentos que han escapado al fuego ó á la hacha, y el arbol de las antiguas supersticiones, en la misteriosa sombra del cual los sacer- dotes de los Aztecas y de los Chibchas celebraron sin duda sus ritos lo mismo que los druidos de la heróica Galia, ha cedido su lugar á la vulgar pero sustanciosa papa, á los frijoles queridos de los costarri- censes, al maíz y á las praderas. En esta misma zona superior de la región montañosa es tambien en eme AEA—2— DISTRIBUCION DE LAS PLANTAS. nl donde se dan mejor las hortalizas y los árboles frutales importados del Norte. No es para cl immigrante una de las menores ventajas del país, el encontrar en él los sabrosos repollos, las tiernas lechugas, los espárragos, las cebollas, los ajos, en fin todas las verduras de su tierra, que se dan aquí de inmejorable calidad. Entre las frutas, la manzana es la que tiene más probabilidades de éxito, más nunca le llevará la ventaja á nuestras incomparables naranjas, que se producen hasta con vicio desde las orillas del Golfo de Nicoya hasta Cartago. (3) Región andina ó superior—De 2600m. hasta las cimas. Tempera- tura 15 45% € —Cuando el excursionista sube las faldas de nuestros volcanes, nota que desde una cierta altura los árboles pierden en tamaño, pero alargan y engruesan sus ramas laterales y dan una sensible impresión de vigor y de resistencia á la intemperie. Cuanto más arriba subimos más achaparrados se nos presentan, hasta que en la proximidad de la curva de nivel de 3000m., su conjunto, aunque tupido todavía y cubriendo extensas faldas, ya no merece el nombre de selva. En estas altitudes se manifiesta además un cambio marcado en la naturaleza específica del monte. Las Lauráceas, los Styrax, los Podocarpus, los Talarmma y aún los Quercus desaparecen, repuestos poco á poco por Ericáceas, Mirtáceas, Miricáceas, y otros grupos que gustan del aire puro y frío así como de la intensidad calórica y actínica de las grandes alturas. Los espacios libres, cuando no cubiertos por los lapillá volcánicos como sucede en el Trazú y en el Turrialba, están ocupados por los ya mencionados paramillos, que alcanzan su mayor desarrollo en el Cerro de Buena Vista y en el Chirripó Grande. En este último cerro, rey inviolado aún de los Andes costarricenses, se ven en lontananza entre- cortados por altas y desplomadas peñas que deben abrigar una flórula saxícola de especial interés. Ya los paramillos de Buena Vista fueron una revelación, enseñando como por encima de los hombres, que se agitan y penan en sus piés, el mundo vegetal de los montes gigantes de México y de Norte América se entrelaza con el de las incomparables cor- dilleras suramericanas. Fiesta pacífica de las flores en la que participan muchos convidados de nuestro propio suelo, como lo son el Mirroden- drón de Donnell-Smith, Umbelífera gigantesca que se abriga friolenta entre las piedras de las hondonadas ó en la margen extrema de los chaparrales, y varias delicadas especies, algunas de las cuales quedan aún por describir. Es de notarse que en esas grandes alturas, la flora pierde el caracter 22 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. impuesto por la diversidad de clima en una y otra vertiente en altitudes inferiores. Lascumbres más elevadas emergen como islotes por encima de las selvas, pasando éstas sin otra interrupción de una vertiente á otra. Sus faldas rápidas y poco extensas no ofrecen campo para una diferenciación climática de las plantas, de modo que en los macizos principales como el Volcán de Turrialba, se puede dar vuelta al cerro, quedándose á un mismo nivel, sin notar mucha alteración. En la altura, las transiciones son mucho más notables, pero poco estu- diadas aún. ¡Que admirable campo para una investigación de esta clase ofrecería la falda setentrional del mencionado Turrialba, que se eleva de un sólo golpe desde unos 300 metros, en las llanuras de Santa Clara, hasta más de 3300 metros, pasando de un modo casi imperceptible de las altas selvas de la costa hasta los escasos matorrales de la cima! PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 23 UNAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Las especies cuyos nombres vulgares é indígenas hemos podido in- cluir en la presente obra no son todas plantas de directa utilidad para el hombre. Muchas de ellas han merecido su apellido simplemente porque caen diariamente bajo la observación, y ésto explica nuestro título “plantas usuales '” con preferencia al de “plantas útiles,” sugerido por varias personas. ¿stas plantas usuales, pues, pueden dividirse en tres grupos, com- prendiendo el primero todas las especies que son de alguna utilidad, el segundo las que son dañinas ó nocivas y el tercero las que son indiferentes, ésto es, que no entran en ninguno de los dos anteriores. Aunque hemos dado en el lugar reservado para cada planta la mayor parte de los datos que le corresponden, no será por demás hacer aquí una recapitulación metódica de los dos primeros grupos, añadiendo ocasionalmente detalles que bo han encontrado lugar apropiado en otra parte. A. PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. Las plantas que por su utilidad contribuyen de un modo más directo á nuestro bienestar forman naturalmente la lista más larga entre las enumeradas en este libro. Con el objeto de poner de relieve su impor- tancia en la economía privada y pública del país, daremos aquí una corta reseña de sus usos, agrupándolas por mayor claridad bajo las siguientes rúbricas: (a) Plantas alimenticias (IS forrageras (e) de medicinales (d) 7 fibrosas (e) de oleíferas (£) ps gomíferas y resiníferas (8) E ornamentales (árboles, plantas) (h) Maderas, y otras especies de usos varios. 24 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. (a) Plantas alimenticias. Estas á su vez pueden subdividirse, según su naturaleza Ó sus usos, del siguiente modo: 1. Granos 2. Raíces ó tubérculos 3. Verduras ó legumbres 4. Frutas 5. Condimentos 6. Varias. 1. Graxos.—En su obra ya citada sobre la flora y la geografía física de la América central, Oersted dice (p. 6) hablando de los «alrededores de Cartago, que “aquí el cultivo del cafeto ocupa menos extensión que en la vertiente opuesta, y el banano y la caña de azucar no se elevan más arriba, pero toda esta meseta se distingue por sus magníficos repastos, sus campos de trigo y de maíz, y, en el distrito de Chilcagre en particular, por su excelente tabaco.” Más adelante agrega que en las cercanías de Cot, el límite superior del maíz se halla entre 7000 y 7500 piés y que este grano está repuesto en mayores alturas por el trigo, las lentejas y las papas. Estas citas, que podrían complementarse por otras así como por varios testimonios personales, nos demuestran que hace como medio siglo, el trigo desempeñaba todavía un papel de alguna importancia como producto de la zona superior de la región montañosa. Su abandono, que es ciertamente de deplorar, se debe sin duda á dos razones. Primero, á la par que se fueron mejorando las vías de comunicación, se hizo más fácil y barata la importación de las harinas extranjeras, procedentes principalmente, al principio, de San Francisco y de Chile. Luego, con la introducción del cafeto, nuestr agricultura, halagada por los precios altísimos alcanzados por este pro- ducto en los mercados del exterior, se especializó, reduciéndose todos los agricultores á meros cafetaleros, de tal modo que no solamente se dejó el trigo, sino que el país no siempre llegó á producir el maíz y los frijoles necesarios para su consumo. Para un pequeño país como lo es Costa Rica, el abandono del antíguo sistema, en el que cada finca produce de todo un poco, y la falta de éxito de una cosecha se compensa por la abundancia simultánea de otra, es de sentirse. Del trigo, nos ha quedado el recuerdo—y un molino, traído de fundiciónes inglesas, y en el que molineros extranjeros muelen un poco de trigo importado. Bueno es agregar, que ésta es probablemente la única harina legítima que se consume en el país. ¡Hace algunos años, se despertó un cierto PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. des, entusiasmo para el cultivo de aquel útil cereal, se hicieron ensayos, con resultados satisfactorios, según creo, y despues—acabóse la paja y se apagó el fuego! Mientras tanto vastas extensiones, que podrían convertirse en trigales dorados, quedan inutilizadas y miles de colones salen del país en cambio de las malas harinas que se importan y la inferioridad de la cual se revela en la del pan que se consume. El trigo cultivado antiguamente era de orígen oriental, como lo son el centeno y la cebada, traídos tambien por los primeros colonos y como aquel caídos en desuso. La avena, que se da en abundancia como forraje cuando se cultiva en las tierras templadas y frías, no parece ser de buen rendimiento en cuanto á grano y se cultiva poco. JE) arroz, de la variedad llamada arroz de montaña, se siembra en terrenos relativamente secos y se produce de calidad muy superior á la de la clase importada, pero en cantidad notablemente insuficiente. Los datos estadísticos demuestran una notable disminución del cultivo de este grano durante los últimos años, lo que viene á comprobar la ineficacia de las provisiones aduaneras para el fomento de la agri- cultura. El maíz, el cereal por excelencia de nuestro continente, originado probablemente en el suelo centro-americano, es sin disputa la planta doméstica más generalizada en el país y se da desde el nivel del mar hasta las cumbres, pero poco se ha hecho para mejorar su cultivo y perfeccionar las distintas variedades. Aquí tambien, la importación debe suplir la escasez debida á la incuria é imprevisión de nuestros campesinos. Una excitativa constante por todos los conductos «al alcance del Gobierno, y sobre todo nociones racionales de agricultura en las escuelas, podrían hacer mucho en favor de la realización de uno de los objetos primordiales de la economía nacional, el exceso de producción y abaratamiento de los granos de primera necesidad. Una fiesta del maíz, vendría con ventaja á sustituir la fiesta de los árboles que ciertos charla- tanes imitadores han querido imponer á nuestra juventud; y el culto de la mazorca de maíz, renovado de los antiguos Aztecas, sustituiría con ventaja ciertas supersticiones que bajo un nombre augusto se inculcan hasta en nuestros centros docentes. Aunque es probable que las variedades de maíz hoy cultivadas en la parte central y realmente poblada del país descienden en sa mayoría de semillas importadas, no es menos cierto que los Indios conocieron este grano, esparcido ya previamente á la conquista por todo el continente. En los idiomas hablados aún en Costa Rica, encontramos 26 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. cuatro raíces distintas para designarlo. En brunka es lkúp, que se sufija tambien á los nombres de plantas, frutas, etc., para designar su semilla y es por consiguiente la semilla, ó grano, por excelencia. En el mismo idioma, eétse significa á la vez el grano de maíz y la unidad, lo que nos demuestra por una parte el uso que de dichos granos hacían los naturales para contar y por otra la antigúedad del conocimiento del mismo entre ellos. En térraba, el maíz es 4p y en bribri y cabécara ík. En bribri se usa tambien vó, equivalente á semilla, para el grano: por ejemplo, el maíz colorado se llama Castilla-u6, un término que revela el origen exótico de esa clase, mientras se-40, es decir nuestra semilla, aplicado al maíz negro, designa á éste como variedad indígena. Esos varios términos no tienen al parecer analogía alguna con los idiomas hablados más al Este en el Istmo de Panamá, mientras el guatuso aím no deja de asemejarse un poco con el azá de los misquitos, am y aú de los Sumos y Payas de Nicaragua y Honduras. Despues del maíz, el frijol—y especialmente el negrito querido de los costarricenses al extremo de que se ha pretendido que ninguno de ellos se aventura en un viaje de paseo á los Estados Unidos ó á Europa sin llevarse entre sus equipajes un saquito de ellos, —desempeña el papel preponderante en la alimentación de todas las clases sociales. Tal es la creencia del pueblo en la fuerza de este alimento, que es costumbre tan corriente como perniciosa el dar el caldo negro de los mismos, á nenes cuyo estómago no está preparado aún sino par: digerir la leche maternal. Aunque una de las especies de Phaseolus de que se derivan los frijoles cultivados es indígena en el país, este grano parece tener para los naturales una importancia relativamente secundaria. Por otra parte se han importado muchísimas variedades extranjeras, parte de las cuales aparecen en el lugar correspondiente. El guandú ó frijol de palo (Cajan cajan) es un arbusto común en las cercanías de las casas de la región inferior. En tierra fría se cultivan en menor escala la haba y las arvejas y lentejas. 2. Raíces y TUBÉRCULOS.—La mayoria de nuestras raíces alimen- ticias son de las tierras caliente y templada: los ñames pueden aún con- siderarse como pertenecientes exclusivamente á la primera y la yuca, el camote y el tiquisque no se producen de muy buena calidad en un nivel superior á 1200m. La primera, especialmente, se vuelve muy fibrosa y dura y para los tres se alarga considerablemente el período necesario para la maturación. PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 27 Los ñames (Dioscoreae sp. pl.) no parecen ser indígenas, excep- tuando tal vez la papa cáribe : es possible que los ñames blanco y negro hayan sido traídos á las costas del Norte por los Misquitos. Entre los Indios se conocen por el sólo nombre tá, hecho que indicaría una tras- misión reciente de tribu á tribu. Los negros jamaicanos tambien han contribuido al esparcimiento de esas plantas, las que se cultivan más extensivamente del lado del Atlántico. La yuca amarga casí no se conoce en Costa Rica, mientras tenemos dos ó tres variedades de la otra especie cultivada, que es probablemente indígena. Suele propagarse por si misma en los desmontes abando- nados y no difiere tal vez de la especie silvestre conocida con el nombre de Manihot carthagenensis Mull. Arg. El chayote figura á la vez entre las raíces y las legumbres. Esta interesante cucurbitácea es indudablemente de orígen centro-ameri- “ano, aunque parece poco esparcida entre los naturales de este país y no se conoce su forma primitiva. Lo mismo puede decirse del tiquis- que, que muchos confunden con el taró de la Polinesia. La curiosa etimología rahuatl de la palabra tiquisque Ó quequexque, que demuestra su correspondencia con el denominativo rascadera usado en Co- lombia para la misma planta, y el hecho de que ésta no puede comerse sino cocida, indican suficientemente la presencia en sus tejidos de los ráfides ó cristales de oxalato de potasio que se encuentran tam- bien en el taró; estos cristales han sido señalados por varios obser- 'uadores y extensamente descritos por el señor Win. 1. Safford en su hermosa monografía de Guam. En tiempos de escasez, los naturales de Costa Rica parecen haber hecho uso para su alimentación de las raíces de otra Arácea, el Dracontium Pittieri ú hombrón. La papa es, como bien se sabe, de orígen sur-americano. Pero su introducción en Costa Rica es de fecha reciente, aunque no me ha sido posible precisarla. Uno al menos de nuestros Solanum herbáceos de las sierras desarrolla pequeños tubérculos, pero no ha atraído la atención de los naturales, que ni aún hoy día parece que conozcan la papa. Esta se da de superior calidad en las tierras sueltas de las faldas superiores de los volcanes, pero puede cultivarse tambien con buenos resultados en alturas muy inferiores, y siendo así es de sentirse verla figurar, aún, en los cuadros de importaciones. 3. LEGUMBRES Y VERDURAS.—Son muy numerosas las frutas y yerbas que desempeñan un papel en la alimentación. —En primera línea, vienen todas las legumbres de la zona templada del Norte, cuyas 28 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. semillas se importan anualmente de Europa ó de los Estados Unidos, y que se dan con exhuberancia, sobre todo en la región andina y en la parte superior de la región media. Se ha pretendido que esas verduras no son tan exquisitas como en su tierra natal, pero esta aseveración no parece justificada y si hay alguna diferencia, se debe más bien al modo distinto de prepararlas. Además, no parece que los costarricenses entiendan aún el verdadero objeto de un plato de legumbres en la dieta diaria: lo consideran no sin razón como un alimento muy escaso de nutrimento y por consiguiente poco digno de figurar en el menu corriente. En realidad las verduras desempeñan su parte como reguladores de las funciones digestivas, y como tales deberían figurar á menudo en toda mesa. Como consecuencia del incremento en el país del elemento extranjero, el consumo de verduras y legumbres aumenta rápidamente y los hortelanos no logran mantener los mercados suficientemente abaste- cidos. A pesar de ésto, la jardinería, ó pequeña agricultura, que es la más lucrativa y la más accesible, no parece que progrese en el país; la mayor parte de los jardineros son extranjeros, y los jardines que en Europa son el orgullo de las campesinas á penas merecen la atención de las matronas de Costa Rica. Esta es tambien sensible laguna, que señalamos á la atención de los educadores de la juventud. Como no ha sido possible incluir en el cuerpo del libro los nombres de todas las legumbres y verduras importadas, damos aquí una lista de las principales: Acelga.—Se da de excelente calidad en Cartago y más arriba, pero es poco conocida en el país. Ajo.—Prefiere las tierras livianas de las alturas; de uso muy corriente en el pueblo. Alcachofas. —Las de Cartago son inmejorables, pero su cultivo es muy reducido. Acedera .—Observada una vez en una huerta de Cartago; se nos dijo que no había demanda de ella, aunque es verdura sana y agradable. Apio.—Se produce bien desde San José para arriba. Berengena.—Se aclimata muy bien, fructifica abundantemente y parece ser apetecida por la generalidad aunque es plato que vale más por la salsa en que se eoce. Berro. —Véase p. 69. Es una de las verduras más saludables y es reconocida como tal por todos. Cebollas. —Se cultivan de varias clases, algunas de inmejorable calidad, en la parte superior de la región montañosa y en la región PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 29 superior, pero se importan en cantidad considerable de los Estados Unidos. Espinaca.—En San José y más arriba se da con abundancia, pero es una de las hierbas poco apreciadas de los epicúreos de Costa Rica. Guisantes. —Varias clases, algunas de las cuales se comen en vainicas y otras en granos tiernos, se producen en las partes altas del país. Lechugas.—Se dan desde la costa en la vertiente Atlántica, pero sobre todo en la tierra fría. Esta verdura es de uso muy general y fué sin duda una de las primeras que se importaron. Melones. —Se conocen algunas variedades pero no se cultivan general- mente. Mostaza.—No se cultiva, pero es aclimatada y crece silvestre en los :afetales de Tres Rios y Cartago, y en los campos de tierra fría. No hemos podido averiguar si se usa como verdura. Nabos.—Se dan bien en tierra templada y fría. Pepinos.—Se cultivan poco, pero producen bastante y es probable que todos los encurtidos que se consumen en el país podrían prepararse en él tambien. Es otra rama poco desarrollada de la industria doméstica. Perejil. —Se encuentra en casí todas las huertas de las tierras templada y fría. Puerros.—Exigen las mismas condiciones de suelo y de clima que las cebollas. Rábanos.—Se cultivan desde la costa hasta la tierra fría, pero solo los de la alturas pueden compararse en calidad con los producidos en el Norte. Remolachas.—La remolacha carmesí con la que se hace una ensalada excelente, se produce bien arriba de 1000m. de altura sobre el nivel del mar, pero su cultivo está poco esparcido. Repollos.—Es tal vez la verdura de mejor rendimiento en la región de Cartago. Los hay de muchas variedades y su uso es muy general, Ruibarbo.—Fste es otro producto poco preciado entre los costarri- censes, de las huertas de tierra templada y fría. Con los peciolos de las hojas se hacen dulces y pasteles de sabor inmejorable. Sandía.—Véase esta palabra en la enumeración general de las especies. Tomate. —NV éase esta palabra. Vainicas.—Se hace un gran consumo de ellas; desde hace algunos años se ha generalizado el uso de las vainicas del frijol de vaca, que son sin hilos y muy tiernas. 30 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Zanahoria.—Se cultiva con buenos resultados en las tierras templada y fría. Es de notarse que para la mayoría de esas verduras es necesario importar cada año nuevas semillas ya sea porque no las producen, ó porque las plantas nacidas de semillas indígenas se crían con marcada degeneración. De las verduras indígenas ó propias de los trópicos y cultivadas en Costa Rica, se comen algunas veces las frutas, otras veces los brotes ó quelites, y aún las flores. Entre las primeras sobresale el aguacate, del cual se hacen deliciosas ensaladas y que, en su género, es ciertamente uno de los mejores pro- ductos de la América tropical. El arbol de pan, oriundo de la Polinesia, aunque frecuentemente cultivado, no desempeña todavía un papel muy notable entre los naturales de las costas. Sin embargo, la fruta bien preparada casí se equipara con los ñames y la papa y merecería tener más aceptación. Las cucurbitáceas suplen nuestras mesas de un fuerte contingente de frutas-legumbres entre las cuales los ayotes, chiberres, chilacayotes y otras del propio género Cucurbita no están aún bien conocidos en cuanto á su clasificación científica. El chayote es uccessorio casí indispensable de toda comida costarricense y tanto las caífas como los tacacos se consideran como delicados bocados. Los dos últimos crecen silvestres, así como tambien el cuayote que es de otra familia. El seso vegetal, plato favorito de los negros antillanos, no ha entrado aún en la dieta regular de la gente del país, como tampoco el ocrá 6 gumbo que parece tambien importación africana. Las palmeras están representadas entre las plantas cuyos frutos se usan en la alimentación del hombre despues de sufrir una preparación culinaria, por el pejivalle, heredado de los antiguos y muy popular. El plátano y el banano son de gran importancia, el primero en la economía doméstica tanto de los naturales como de la mayoría de los civilizados, el segundo como artículo que se exporta en cantidades cada día mayores. Ambos son de orígen asiático, pero los plátanos se introdujeron en América desde la más remota antigúedad, mientras la banana es de reciente aclimatación. En el cuadro siguiente, que sentimos dar incompleto, figuran algunas de las variedades de estas frutas, con sus correspondientes nombres en los idiomas indígenas: PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. Sl Cabécara Bribrí Brunka Térraba | Guatuso Plátano común . éteba kórub muá ibín xluú as curaré tsrá SATA SOrols | iras: bin is rado “chingo. u-sño-Ú chingo ““* — guineo. ska-tsmú bud-uá Guineo macho rl AA dominico MA A Ea NN AA | IA o eplorado . |. ssvérses tsmú matkré| — ......... LE EA A A A A A Banana ó Patriota | ..o.o.o.. tsmú ¡E A El uso los quelites ó brotes de ciertas plantas como el chayote y el chicasquál, se ha trasmitido de los antiguos pobladores de la América Central: la palabra misma quelíte es nahuatl y se usaba en el mismo sentido; la verdolaga y el bledo son tal vez importados, pues casi pueden considerarse hoy como plantas cosmopolitas, el calalú se us: exclusivamente por los negros de la costa del Atlántico. Otras verduras indígenas y en apariencia exclusivamente costa- rricenses son el rabo de mico ó cogollo de algunos helechos arbóreos, las pacayas y los palmitos, que son las yemas y espatas florales de ciertas palmeras. Y tambien se comen flores, pues todo el mundo en el país conoce las tortas de flores de ¿tavo y en las costas se preparan con las del ojoche y los cogollos florales de la piñuela casera otros platos de delicado sabor. 4. Fruras.—Nuestra lista no contiene menos de sesenta especies distintas de frutas comestibles, la mayor parte de ellas indígenas, y que han merecido poca atención por parte de los agricultores y de los jardineros, aunque muchas podrían mejorarse por el cultivo y una selección bien entendida. Entre las frutas exóticas bien establecidas en el país, algunas son tropicales y limitadas á la región basal y á la zona inferior de la región montañosa, así el banano, la chirimoya, el mamón, los mangos y la piña; otros, como las diversas especies del género Citrus (naranjas, mandarinas, limas, ete.) son á penas subtropicales y se desarrollan con todo su vigor casi exclusivamente en la estrecha zona de 800 á 1400m. Las demás proceden, con una sola excepción, de la zona templada del Norte y prosperan desde 1200m poco más ó menos, hasta donde las heladas les permiten cuajar sus flores. En algunos árboles frutales importados del Norte, como por ejemplo en el manzano, se nota que en los primeros años producen frutas 159) LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. perfectas en tamaño y en calidad, con las semillas bien desarrolladas; pero poco á poco se va reduciendo el tamaño, y atrofiando los órganos de propagación, de tal modo que al cabo de cierto período las manzanas se ven reducidas á las dimensiones de una bala de rifle y no presentan trazas de semillas. Sabido es tambien que todos esos árboles de la zona templada se reproducen aquí de estacas, lo que no es el caso en su patria. Pero con eso poco se gana en el caso de la manzana, pues hemos visto árboles así obtenidos permanecer largos años sin florecer, á pesar de verse plenamente desarrollados. Todas las clases de naranjas y mandarinas se dan en el país de calidad verdaderamente exquisita y es de extrañarse que su cultivo y exportación no hayan aún tomado mayor incremento. Lo mismo puede decirse de la piña, pues quien ha comido una vez las de Turrialba se queda con el agua en la boca al solo recuerdo. Su envío á los Estados Unidos no ofrece mayores dificultades y ellas se comparan muy ventajosamente bajo todos conceptos con los raquíticos especímenes que se ven en los escarapates de los fruteros amerl “anos. Con un buen cultivo las fresas producen abundantemente en las altas mesetas de Cartago y aún en San José, y su aceptación por los gourmets habla á favor de su excelencia. No así con los duraznos, de los que no hemos visto un ejemplar maduro durante todo el tiempo de nuestra permanencia en Costa Rica. He aquí la lista, incompleta sin duda, de las frutas exóticas que se dan en el país: Frutas exóticas oriundas de los trópicos y subtrópicos de las zonas templadas Almendro (Terminalia—Asia) Durazno (Europa) Banana (Asia) Fresas y Chirimoya (Perú) Granada Se Grosella (Asia) Higos Es Lima (Mediterráneo) Manzanas AS Limón se Membrillo Es Limón dulce“ Níspero del Japón (Japón) Mamón (Perú) Sandía (Europa) Mamón de Cartagena (Sur-América) Siguapa (Chile) Mandarina (Mediterráneo) Uvas (Europa) Piña (América del Sur) Tirignuro (Oceania) Toronja (Mediterráneo) | PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 30 Entre las frutas indígenas cultivadas, muy pocas, si alguna, pueden reveindicar á Costa Rica como su exclusiva patria. Algunas, como el anón, la anona, el cuajilote, las granadillas, la guanábana y otras pocas, no se encuentran en estado silvestre, mientras que algunas otras, como el mamey, el marañón, el zapote (Pl. IV), el yás y el sonzapote suelen encontrarse en condiciones que no dejan dudas acerca de su orígen indígena. El níspero, llamado chicozapote en Salvador y Guatemala, en donde abunda, es natural de Centro-América; tambien así son algunos más, que probablemente eran cultivados ya, Ó semi-cultivados, en época anterior á la conquista. En la lista, muy larga, de estas frutas, pocas pueden señalarse como especialmente sabrosas: las preferidas son las anonas, los guavos, las guanábanas, los nísperos, las granadillas, las papayas y los marañones. Los euajilotes, los mameyes, el sonzapote y los zapotillos parecen ser exclusivos de la tierra caliente del Pacífico y estar poco esparcidos. Entre los demás, algunos á penas merecen clasificarse como frutas, aunque es cierto que podrían mejorarse con la aplicación de los métodos modernos de cultivo. Entre las frutas silvestres, muchas son comestibles aunque no tienen por lo general nada de notable. Algunas, sin embargo, merecen especial mención: como por ejemplo, varias zarzamoras que dan moras ex- quisitas y que han atraído la atención hasta de los jardineros ameri- “anos. Tambien el papaturro ó uva de playa merece señalarse como susceptible de cultivo en las costas, particularmente en la del Atlántico donde son pocos los demás árboles frutales. Aunque todas esas frutas indígenas están enumeradas en el lugar correspondiente de esta obrita, me parece interesante reunirlas en el siguiente cuadro: Frutas indigenas (a) Conocidas solamente en estado de cultivo.' Anón 1. 2. P. Granadilla real 2. A. P. Anono 1.2. .P. Guanábana 1. A, P. Coco 1. A. P. Matasano 1. 2. A. P. Jocotes 1. 2. A. P. Papaya 1. 2. A. P. Cuajiniquil 1. 2. A. P. Pepino mango 2. A. P. Guavo real 1. 2, A. P. Tina 2.4. TP. Cuajilote 1. P. Zapotillo (Vitellaria) 2. P. Granadilla 1. 2. A. P. “ (Couepia) 1. P. 11= region basal, 2= region montañosa, 3= region andina; A= vertiente atlán- tica, P, vertiente pacífica. 34 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. (b) Conocidas cultivadas y espontáneas. Acerola 2. P. Níspero 1. A. P. Caimito 1. P. Mamey 1. P. Cereza 2. P. Marañon 1. A. P. Guavos 2. A. P. VMÁSIiZ HAC Bs Guayaba 1. 2. A. P. Zapote 1. 2. P. (e) Conocidas solamente en estado silvestre. Arayán 3. A. P. Jorco 1. A. P. Gás 1..2,-P. Madroño de comer 1. P, Jobo 1.2. P, Nance 1. 2. P. Cocobola 1. A. Papaturra 2. 3. A. P. Coyól 1. 2. A. P. Papaturro 1. A. P. Granadilla bellísima 2. A. P. e agrio 1. P. Guapinol 1. P. Pepinillo 1. 2. A. P. Fruta de pava 1. 2. A. P. Pitahaya 1. P. Guavitos 1. 2. A. P. Pococa 2..A. P. Gúísaro 1. P. Turia es Higuito 2. A. P. Zarzamoras 2. 3. A. P. Icaco 1. A. P. 5. CONDIMENTOS, ETrc.—Muchos alimentos se vuelven aceptables á la vista Ó delicados al paladar mediante los condimentos empleados en su preparación y es un hecho conocido la existencia en todas las naciones primitivas, de ciertas plantas así usadas, como accesorias, en el arte culinario. Entre los Indios de la América tropical, el achiote ó rocá desempeñó siempre un papel importante como sustancia colorante, tanto en su primitiva cocina como en las pinturas que aplicaban á su cuerpo para defenderse de los mosquitos ó darse une apariencia más bélica. Parte de sus usos se ha trasmitido á la raza neo-americana de aquellas regiones y á ninguna cocinera se le ocurriría preparar arroz Ó tamales sin la tradicional adición de la pasta colorada. Algunas hierbas, como el culantro, se agregan á los alimentos para darles sabor, á veces extraño y hasta repugnante. Ciertos chiles menudos, como el chilpete, reponen la pimienta, en tanto que las variedades mayores, de poco consumo hoy, fueron en un tiempo ver- dadero artículo de alimentación, como lo son todavía en México y en otras partes de la América Central. El camotillo es poco usado, mientras que el gengíbre entra en la clase de los condimentos calientes, como el elavo de olor, la pimienta de Jamaica, la canela y el anís, que, introdu- cidos por los europeos y aún de contínuo empleo por sus descendientes, han encontrado tambien muy favorable aceptación entre los Indios. La hermosa Mirtácea cuyas frutitas constituyen la jamaica del comercio es tal vez indígena en el país, pues lo es seguramente en Nicaragua y Lucuma MAMMOSA. PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 35 Honduras; el canelero, de cuya corteza se saca la canela del comercio, es oriundo de la India, pero se da bien en la meseta central, aunque no parece que fructifique. La vainilla, de delicado perfume, es indígena en la tierra caliente, pero no se cultiva, ni abastece el consumo local, aunque el producto silvestre se usa algunas veces entre la gente de las costas y en los pueblos indios del Diquís. El chían y el tamarindo no son exactamente condimentos, sino que se usan para refrescos, sobre todo en la tierra caliente del Pacífico. De la palmera de coyol se saca una savia azucarada, que fermentada es en alto grado embriagadora, y se usaba por los naturales de la costa del Pacífico en sus fiestas; y precioso recurso del cazador perdido en las partes desprovistas de agua de los montes es el agrá, cuyos tallos divididos en trozos, propinan una bebida deliciosa y sana. 6. CACAO, CAFÉ, CAÑA DE AZÚCAR Y TABACO.—Junto con la banana, el café y el cacao son los dos principales productos de exportación. Despues de haber sido por muchos años la única preocupación de nuestros agricultores y seguido una marcha ascendente tanto en canti- dad como en calidad, el primero parece haber Megado á un punto de equilibrio, debido á una depresión general de su valor, causada por el exceso de producción en el Brasil. Por esta cireunstancia, se ha temido aún la completa aniquilación de nuestra industria cafetalera, pero hoy día ha vuelto la confianza, pues es reconocido por todos que tanto en los detalles de su cultivo y en la perfección de su beneficio, como en sus calidades naturales, el café de Costa Rica supera á todos los demás. Si algunas marcas extranjeras se cotizan á precios más altos, es debido á la caprichosa moda más que á cualquier otra razón, y el valor que pueden tener los dictados de ésta, se halla ilustrado en el hecho de que el grano grande, que los conocedores estiman fofo, liviano, y pobre en principios esenciales, ha imperado en los mercados durante los últimos años. Pero para los que saborean el delicioso nectar con el paladar, antes que con los ojos, esta moda no puede ser sino pasajera, y aunque Costa Rica ha podido competir tambien en esa fruslería, la fama de su café se funda en propiedades más sólidas, así como lo comprueban los siguientes análisis, practicados por el Dr. Duserre de la Oficina federal de Ensayos químicos agrícolas de Suiza: DE COSTA RICA. USUALES PLANTAS AS 36 “ootuumb “aas a SO6L “61 03505 y “duuresne] Ll —= in E-=>+ ooo a d= 30 (orpouu so[etvadso SOPpepIe;) OXJUOJYOY UN SP OSdA OJJUPJ-09189 Oproy * + RULAR) U0MNINPpIL DP ABOUZY SOSONIV SOJOBAPNA So[YJ0.L ES ze “18908 ) SOPruoñod] ru OU SOJOR.INXST (esoua] ojaed) O 19) (1079 “SPSe.IO) SO9.L9J9 SOJOB.IPNOL (puiue vurojod) SBpeuodo. 1 SeLLoJe IN u2ruo9,) IST SUL JA JIGAS 210 [9p trpon UOLISOULO, ) c “UL 006 13 FCTZO "IS FOLIO 6 : : | “3 ZC"S9 33 ce . ss | %EL'G 2609 A % ES"T k E Ñ “001 AN “16 A 6 a E Ps “El Aoc o “21 A 9UF A | LOL E AS Ss y lo! AS A o: E ECO sE sé 25 SSE 0 SEE o SL2 P 2,2 ¿8% pe 573 35 ll E” PS _ ES a Y: | "(VEINS:) JUUVSNVT 9p SOJUMIND SONDSUZL 9P ]VAIPIS DUIIUL) V] AO SOPVIYIDAS “VR D]50) 9P 2/09 IP SVAJSINUM IP SISIDU A CACAO CALABACILLO. PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 7 En los tiempos de la colonia, el cacao de Matina gozaba de gran renombre. Pero las contínuas invasiones de los negros Mosquitos, el mortífero clima de la costa del Norte y las dificultades y peligros del camino desde el interior, hicieron que poco á poco se abandonaran los famosos cacaotales, y desde aquellos tiempos la produeción ni siquiera logró dar abasto al pequeño consumo del país. En los primeros años del 1890, el cacao se vendía aún á precios altísimos en el mercado de San José, y no eran todos los que podían proporcionarse el lujo de ese brebaje tan sano como exquisito. Pero la apertura de la vía férrea á Limón dió de repente inesperado impulso al desarrollo de esa región hasta entonces reputada de difícil habilitación para los fines de la agricultura, y varias personas emprendieron otra vez la siembra de cacaotales. Otro momento de no poca importancia en el desarrollo de la renaciente industria fué la importación por el Dr. José María Castro, de un barril de semillas, procedentes según se dice, de la isla de Martinica, y entre las que venían el calabacillo (PL V), pronto rebautizado con el nombre de Matinita. En un principio, esa variedad de grano más pequeño y amargo no gustó: todos insistían en que, teniendo nuestro hermoso Matina, era una barbaridad sembrar el menudito y feo Matinita, y aún recordamos cuan trabajoso fué convencer á varios que el agricultor no ha de afanarse por la hermosura de un producto si éste no paga. El Matinita se cotizaba, es verdad, á la mitad del valor del Matina, pero produce á los tres ó cuatro años, su rendimiento es de tres á cinco veces mayor, es marca más corriente en los mercados extranjeros, y el arbolito está mejor adaptado para el clima de la costa del Norte. Hoy todos los que han emprendido en el ramo conocen este evangelio del Matinita, y algunos ya han podido convencerse de que es éste otro granito de oro. La exportación, nula hace poco, va subiendo de año en año, y no está lejano el día en que el cacao de Costa Rica pueda competir con las mejores marcas en las plazas del exterior. Entre los naturales el cacao desempeña, y parece haber desem- peñado siempre, un papel importante. Como es sabido, no tienen ellos cacaotales sembrados de su mano, sino que se limitan á cuidar los árboles que crecen espontáneamente en sus bosques. Estos árboles pertenecen á la especie Theobroma Cacao L. llamada káju por los Guatusos, lkaó por los brunka, ko por los térraba y tsirúá por los cabécara y bribri. Los últimos reconocen las siguientes variedades: murú-uak, cacao con mazorcas de cáscara blancuzca. 38 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. tsipá-ual, cacao con mazorcas de cáscara verde. ¿iznale, cacao con mazorcas de costillas muy salientes. betsú-ual, cacao con mazorcas de puntas muy alargadas. má-uak, cacao de mazorcas alargadas y delgadas. La caña de azucar, que se da desde la costa hasta cerca de 1500m. de altitud, se cultiva por mayor en alturas medianas (de 600-1200m.) en cantidades casi suficientes para el abasto del mercado interior. Suple tambien los materiales para la elaboración del aguardiente, cuyo consumo tiende á disminuir, y desempeña un papel de no poca consideración en la alimentación del ganado. Pero á pesar de la importancia de esta planta en la economía interior, poco se ha hecho para su mejoramiento, ó para perfeccionar los productos de la industria azucarera. A no ser tantos los países que concurren á la producción mundial del tabaco, Costa Rica pudiera tal vez entrar en la competencia, pues si se han de creer los conocedores, el Chircagres, de antiguo renombre, y la hoja que se produce en las vegas del Río General, son de calidad á penas superable. Pero esa fama tambien puede proceder, por una parte de que el recuerdo de los tabacales de Chircagres va se ve perdiendo en lejana tradición, y por otra de los trabajos que pasaban los Generaleños contrabandistas, en tiempo del monopolio, para trans- portar sus hojas secas por las fragosidades del Cerro de la Muerte, deslizándose con mil dificultades entre precipicios sin fondo y los cela- dores del fisco. Tanto lo lejano como lo prohibido tienen y han tenido en todo tiempo especial sabor; y lo primitivo de los procedimientos usados aún hoy en la preparación de ese producto, tan singularmente popular, como es de mal gusto, escasamente justifican aquellas pretensiones de excelencia. (b) Plantas forrajeras. Son dignos de ponderación los progresos realizados en Costa Rica, en los últimos veinte años, en el ramo de la industria ganadera. El esfuerzo es tanto más de admirarse cuanto que se debe exclusivamente á la iniciativa privada, habiendo unas pocas personas dedicado su inteligencia y su capital, tanto á dotar al país de buenas razas lecheras como á asegurar á éstas una alimentación adecuada. Si bien es cierto que el progreso no es aún general y que quedan muchos detalles para perfeccionar, no es menos seguro que el impulso está dado y es de esperarse que nada venga á entorpecer sus efectos. PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 39 El país ofrece para la alimentación del ganado una gran variedad de recursos naturales cuyo estudio estásá penas iniciado; además la expe- riencia ya adquirida nos enseña que un buen número de forrajes extranjeros son susceptibles de aclimatarse. La tierra fría ofrece las condiciones más propicias para el desarrollo de la industria ganadera y de las que se derivan de ella. Bien se conocen las preciosas fincas del Trazú y del Turrialba, y en el Cerro de Buena Vista queda aún vasto campo en donde la misma industria puede desarrollarse en condiciones casi iguales. En la tierra templada, las cireunstaneias no son las mismas, debido especialmente á la escasez de tierras que puedan dedicarse á potreros. El pastaje es más limitado y la producción de forrajes de corte adquiere una importancia correlativa, La tierra caliente ofrece otra vez inmensos recursos para la referida industria, pero dificultades inherentes al clima estorban considerable- mente el ramo de lechería, de modo que la atención se ha concentrado más en la producción de ganado de carne, para lo cual se prestan admi- rablemente las sabanas de la vertiente del Pacífico. Como se ha dicho antes, las plantas forrageras indígenas de Costa Rica, no se han estudiado todavía. Hay entre ellas cerca de 250 espe- cies de gramíneas de las cuales una docena acaso sean generalmente reconocidas como pastos de un valor más ó menos apreciable. Hay, además, un número considerable de Leguminosas y plantas de otras familias apetecidas por el ganado, pero cuyo valor nutritivo no se conoce sino por meras inferencias. En la siguiente enumeración entran las especies más conocidas, cuyas distribución está indicada como se hizo para las frutas, y acerca de la mayor parte de las cuales se encontrarán más detalles en el lugar correspondiente: 1. Pastos. (a) Naturales. Acedera (Trébol) 3. 2. A. Setilla 2. 3. A. P. Cañuelas 1. A. P. Tepalón 1. A. P. Churristates 1. 2. A. P, Turvara Ll. A. E. Escobillas 1. 2. A. P. Triguillo 3. A. P. Gamalote 1. A. P. Uizcoyól 1. P. Gengibrillo 1. 2. A. P. Zacate amargo 1. 2, A. P. Pega-pega 1. 2. A. P. Zacate de caballo 2 P, Pitrila:2. 3: A. P. La importancia relativa de estas plantas es muy distinta. La acedera, impropiamente llamada así, es el único representante del género 40 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. trébol y, siendo planta de poco desarrollo, es de escasa significación. Las escobillas (Sida sp. pl.) aunque muy gustadas del ganado, deben considerarse más bien como refrescante que como alimento, y tienen la desventaja de reproducirse al extremo de arruinar los potreros al rededor de las casas y de los sesteos. La excelencia del gamalote es disputada, sin duda por la variedad de las especies comprendidas bajo este nom- bre. El gengibrillo está reconocido como excelente, no solamente en Costa Rica, sino en Colombia, en México y en toda la América central, en donde se le dan varios nombres; es la mejor base para los potreros de tierra caliente y templada y es de desearse que se generalice más su cultivo. Bajo el nombre de pega-pega, se incluyen varias especies del género Desmodium 6 Meibomia, al que pertenece tambien la hierba del mendigo, Ó beggar=weed de los Americanos; el valor de estas plantas como alimento nitrogenado es igual, sino superior, al de la alfalfa y merecen por consiguiente propagarse, aunque casi todas tienen el inconveniente de ser trepadoras y propias de los rastrojos. La pitilla y la setilla se consideran como los mejores zacates de la tierra templada, mientras el triguillo lo es de la tierra fría. (b) Extranjeros. Cizaña común (Lolium perenne) 3. A. P. Cizaña de Italia (Loliuwm italicum) 3. A, P. Cola de zorro (Alopecurus pratensis) 3. A. P, Flava olorosa (Anthoxanthum odoratum) 2. 3. A. P. Holco lanudo (Holcus lanatus) 2.3. A. P. Llantén extranjero (Plantago lanceolata) 3. A. Pata de gallo (Dactylis glomerata) 2. 3. A. P. Trébol de prados (Trifoltion pratense) 2. 3. A. P. Trébol encarnado (Trifolium incarnatiem) 2. 3. A. P. Trébol rastrero (Trifolium repens) 2.3. A. P. Zacate azul (Poa pratensis) 2.3. A. P. Zacate de Bahama (Cynodon Dactylon) 1. A. P. En esta lista van incluidas solo las especies cuya actimatación está ya demostrada. Como se vé, la mayor parte de ellas se cultivan en la tierra fría y en la zona contigua de la tierra templada, en donde la industria lechera tiene su principal desarrollo. 2. Forrajes de corte (todos importados). Alfalfa 2. 3. A. P. Maicillo 1. 2. A. P. Avena 3. A. P. Maíz (Guate) 1. 2. 3. 4. P. Caña de azucar 1. 2. A. P. Teocinte 1. A. P. Consuelda Trébol gigante 3. A. P. Frijol de vaca 1. 2. A. P Zacate de Guinea 1. A. P. Hierba del mendigo 1.2. A.P. — Zacate de Pará 1. 2. A. P. PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 41 La alfalfa se desarrolla muy bien en tierra templada y fría pero con la condición de sembrarse en suelo bien preparado, y en la época conveniente; además no da todo su rendimiento sino despues de varios cortes y se defiende mal contra la invasión de las malas hierbas; por estas razones, su cultivo no se ha generalizado. > El frijol de vaca, que se cultiva á veces como abono verde, es excelente forraje, y tambien de mucho provecho para el engordo de los marranos. El teocinte es de tierra caliente y en contra de lo que generalmente se supone, prefiere las faldas arcillosas de las lomas; en la Alta Verapaz (Guatemala), donde he tenido la oportunidad de observarlo, el ganado no parece tocarlo. — El maicillo se da hasta á mayor altura (1300m.) que la especie anterior; su rendimiento es superior como productor de leche. Los zacates de Guinea y de Pará casí pueden considerarse como natu- 'alizados; son de uso muy corriente, no porque llenen los requisitos como alimento, sino por la facilidad con que se reproducen. 3. Granos y frutas. Banana 1. 2. A. P. Guanacaste 1. P. Cenízaro 1. P. Maíz (Grano) 1. 2. 3. A. P. Chilamates 1. 2. A. P. Plátano 1. 2. A. P. Guácimo 1. P. La banana y el plátano, que se suministran aún estando celes, se consideran como buen alimento para las vacas de leche; el maíz en grano ó quebrado se usa muy poco, lo que explica la total ausencia de buena carne de res en nuestros mercados, pues es sabido que el com- plemento necesario del engordo, en el ganado de matanza, es una alimentación esencialmente hidrocarbonada durante los últimos días, siendo el efecto de ésta ablandar los músculos del animal. In la tierra caliente del Pacífico, el guácimo, el guanacaste y el cenózaro, constituyen con sus frutas un precioso recurso durante la estación seca. Además de algún alimento, el cenízaro, que es el famoso samán ó arbol de la lluvia de Jamaica y Venezuela, saministra una preciosa sombra á los rebaños de la costa del Pacífico. 4. Otros árboles que suministran forraje. Balsa (hojas) 1. 2. A. P. Ojoche (flores y hojas) 1. P. Banano (hojas y tallos) 1. 2. A. P. — Plátanos 1. 2. A. P. La hoja de balsa se usa mucho en el Salvador para la alimentación de las vacas, pero no parece haber atraído aún la atención de los 49 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. ganaderos de Costa Rica. Allí tambien se cultivan ciertas variedades de plátanos exclusivamente por el empleo que tienen sus tallos como forraje durante la estación seca; entre nosotros se utilizan los tallos de todas las variedades de bananos y plátanos. En los bosques de la región basal del Pacífico, la presencia del ojoche se señala en tiempo de su florescencia, por la huella del ganado, ávido de sus perfumadas y abundantes flores. 5. Raíces. Estas se usan poco aún en la alimentación de las vacas. El camote, indígena en la tierra caliente, y la remolacha gigante (Mangel Rúbe), de enorme rendimiento en la tierra templada, ambos favorecen la producción de la leche y sería ventajosa la generalización de su empleo. (c) Plantas medicinales. En muchos casos, se ha exagerado la eficacia de las plantas en la curación de las enfermedades. Además, andando el tiempo, se ha perdido muy á menudo la noción de las verdaderas propiedades medicinales que los antiguos atribuían á ciertas especies. Pero no por ésto han caído en olvido, sino que bien al contrario, se han vuelto verdaderas panaceas, que sirven para la curación de cualesquiera dolencias. Sea de ello lo que fuere, la mayor parte de esas plantas son poco cono- cidas y como parece que muchas de ellas realmente tuvieran propiedades susceptibles de aplicación en la medicina, no será por demás ensayar su clasificación de acuerdo con dichas propiedades, preparando asimismo el terreno para su estudio metódico, en el que no solo el botánico sino tambien el químico y el médico deben participar. A la par que se vayan haciendo los ensayos químicos y los experimentos terapeúticos correspondientes, muchos nombres irán desapareciendo de las listas, pero no es remoto tampoco que se reconozcan, para bien de la humani- dad, las virtudes curativas de alguna que otra de esas plantas. Aún si todas tuviesen que considerarse como inadecuadas para figurar en la farmacopea oficial, no por eso dejarán de seguir empleándose algunas, con propiedades mejor definidas, en la medicina popular, la única corriente en muchos lugares apartados del país. Hemos seguido aquí la clasificación usual en la terapeútica, aunque muy á menudo ha sido difícil encontrar lugar adecuado para ciertas especies, por lo vago de los datos que á ellas se refieren. Esta parte PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 48 de nuestra tarea nos ha sido facilitada por la interesante obrita de HL. Bocquillon-Limousin, titulada Manuel des Plantes médicinales coloniales et exotiques (Paris 1905). A nuestras propias listas, hemos agregado arios nombres de plantas indígenas, cuyas propiedades se mencionan en aquella obrita, aunque no parece que se conozcan en Costa Rica; en este caso hemos indicado la fuente de nuestros informes por medio de la inicial (B). Alexíteras (Contra-venenos). Alcotán Hoja de guaco Cedrón Hombrón Chirca (B) Pastora Habilla Venadero Antiasmáticas. Ceragallo (B) Tapate Antivenéreas. Bledo Prailecillo Cacalojoche Jiñocuave Camibar Nauapate Cativo Zarzaparilla Antidiarréicas y antidisentéricas. 3roma Juanilama mocha Escobilla (niños) Marañón Guanábana Saca-tinta (Jacobinia Mohintli-B) Guapinol (B) Simaruba Antihelmánticas. Ajenjo Paraíso (B) Apazote Reseda Granadero Antireumatismales, Albahaca Paraíso (B) Ortiza (Wigandia) Hoja de guaco (B) Afrolístacas. Aguacate Ñorbito Juanilama Astringentes. Acerola Guapinol Aromo Guayabo Brasil Habilla Colpachí Ieaco Granadero Mango Guácimo (B) Papaturro 44 LAS PLANTAS USUALES DE Cholágogas. Coquillo Diaforéticas. Alacrancillo Borraja Cinco-negritos Dinréticas. Agrá Anisillo Cabuya (B) Cola de caballo Hoja de salbe Lásrima de San Pedro (B) Eméticas. Balsa Canchalagua (Polygala) Cardo santo (B) Dormilona (semilla) COSTA RICA. Poró-poró Hoja de Guaco Saúco Níspero (B) Pichichío Pico de pájaro Piriquitoya Poró Venadero Habilla (Entada scandens) Habillo (Hura, B) Ipecacuana Emeto-catárticas. Cardo santo (B) Coquillo Emenágogas. Aguacate Ajenjo Bombillo Canchalagua (Sehultesia) Emolientes. Alacrán Anona Escobilla Hoja de salbe Laurel (B) Habillo (Hura, B) Viborrana (B) Ciprés Guayabo Llantén Mastuerzo Llantén Majagua Mamey (B) Mozote de caballo Piriquitoya Enfermedades de la piel. Achiotillo Carao Coquillo Garrapatilla Expectorantes Copey Eucalipto Mozote de caballo Saragundín Viborana "Ós Zopilote Nance Orozúz Zapote (aceite de zapoyol) PLANTAS UTILES O Achicoria (B) Ajenjo Febrifugas. Cabalonga (fiebre amarilla) Cacalojoche (B) Caoba (Carapa-B) Cedrón Chirca (B) Cinco-negritos (B) Copalehí Contrayerba Culantro (B) Caimito Cardo santo (B) Matasano (B) Piehichío Quiebra-muelas Acedera Anona (semilla) Apazote Achicoria Cabalonga (B) Calabacero Canafístola Barba de viejo Bítamo Habillo (B) Apazote Caimito Caoba (Carapa-B.) Cedrón Cinco negritos Chirrite amargo Dormilona Frailecillo Gavilana ECONOMICAS. Frailecillo (B) Gavilana Hoja de calentura Hoja de estrella Hombre grande Mamey (B) Níspero (B) Quina amarga Simaruba Sípia Zacate de Limón Hemostáticas. Hipnuóticas. Algodón Poró (B) Litontripticas. Pico de pájaro Odontályicas. Targuá Parasitácidas. Purgantes. Tónicas. Mata-tórsalo Tabaco Viborana Carao Prailecillo (B) Sávila Rewulsivas y vesicantes. Marango (B) Marañon (B) Gengibre Granadero Hombre grande Manzanilla Pastora (B) Quiebra-muelas Roble de sabana Simaruba (B) 46 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Vulnerarias. Arbol del pan Mamey (B) Camíbar Ojo de buey Carana Quiquicirrí Cativo Talcacao Copel Tapate Gúitite (d) Plantas fibrosas. La corteza de varios árboles se usa desde la mayor antigúedad entre los naturales en vez de las cuerdas de cáñamo ó de abacá (manilas). Los nombres burío y majagua' son probablemente de orígen indígena y correspondían primitivamente al mecate y al mecapal de los mexi- “anos. Hoy día el sentido de esas palabras parece haberse restringindo, y se usan solo para designar ciertos de los árboles que usualmente proporcionan el material de dichas cuerdas. Con raras excepciones, éstos pertenecen á la tierra caliente, siendo los principales la balsa, los buríos, el guarumo, el jucó, la majagua, la majagúita, y el palanco. El algodón, igualmente, es de uso importante entre los indígenas. Era planta semi-cultivada, de la que se conocían dos variedades, una blanca y la otra color chocolate (tecolote) y hasta hace unos veinticinco años, las mantas y huípiles de las mujeres indias se hilaban y tejían por ellas mismas en los varios pueblos. Hoy día las fábricas extranjeras han dado el golpe de gracia á esa industria primitiva. Un cierto número de plantas indígenas proporciona fibras fuertes y más ó menos finas. Entre ellas, las cabuyas, que no difieren mucho del henequén de Yucatán, dan un producto para el cual hay mucha demanda en las plazas del exterior, y como se pueden utilizar para su cultivo terrenos impropios para otros usos, y que, además, la fibra es relativamente de facil extracción, es de esperarse que ésta se vea figurar, en no lejano porvenir, entre las exportaciones del país. Estopa fina y resistente pero más corta y de más difícil preparación, propor- cionan tambien el daguillo, el itavo, la piña, las piñuelas y el mozote de caballo. De los tallos de plátanos y bananos se ha extraído un material más grueso que se ha pensado podría utilizarse en la fabrica- ción de sacos para café. En fin, las cañitas del chayote contienen una fibra fuerte, de que se aprovechan los jardineros para sus amarras y “PH Ki COUEPIA PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 47 (e) Plantas oleaginosas. Aunque varias especies, como el cacahuate, el cocotero, el coquito, el terré y el zapote, tienen semillas muy oleaginosas, la extracción de los aceites no se ha elevado aún en el país hasta el rango de una industria formal. Algunos ensayos han fracasado, y solo los Indios y los habitantes de la costa del Pacífico preparan para el uso doméstico y por procedimientos muy primitivos pequeñas cantidades de aceite de coco y de coquito. (£) Gomas y resinas. Como queda explicado en el lugar correspondiente, el cultivo del hule ó6 Castilla ha tomado gran incremento en los últimos años. Otras especies, como los yoses, los chilamates é h/guerones y algunos bejucos poco conocidos, no se han estudiado aún debidamente y pueden llegar á tener cierta importancia como productores de caucho. Ya se sabía que la leche del yós de Colombia (Sapíum tolómense) contiene este producto, y últimamente se ha descubierto que casi la totalidad del caucho producido por la Guayana inglesa se extrae de un Sapinm de las selvas de tierra caliente. No es imposible, pues, que nuestros yoses contengan tambien esa sustancia; al menos, en un sentido ú otro, falta que se haga la prueba. Hace algunos años, inicié investigaciones sobre la leche de varias especies de Fiens y en dos casos con seguridad constaté la presencia de una fuerte proporción de caucho; desgraciada- mente mis pesquisas fueron interrumpidas por algún motivo y luego perdí mis apuntes. El campo queda abierto para otros investigadores y es susceptible de proporcionarles interesantes sorpresas. Se sabe que la leche del arbol del pan contiene tambien caucho, aunque, según parece, en cantidad insignificante. El hule macho y el Zabernaemontana dan una sustancia análoga á la guta-percha, pero, en el último caso, al menos, no se ha encontrado aún un procedimiento práctico para la extracción. Aunque algunos de nuestros árboles, como el cerillo, el copal, el quapinol, el j¿Roeuave (Jiñote) y el resino, producen resinas de varias clases, éstas no han llegado todavía á ser objeto de una explotación comercial. g) Plantas y arboles ornamentales. Pocas son las plantas indígenas habitualmente cultivadas en los jar- dines para adorno, mientras la inmensa mayoría de las plantas y 48 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. arbustos ornamentales extranjeros se producen con una pujanza y variedad de formas verdaderamente maravillosas, cada una en la región que le corresponde. Las magníficas colecciones de rosales que se ven en muchos jardines de San José, y las más hermosas de las cuales pronto se esparcen hasta los más humildes patios, por la facilidad con que se reproducen por estacas, atestiguan la delicadeza artística de los josefinos. Muchos tienen colecciones de raras Orquídeas, vulgarmente llamadas parásitas, entre las que sobresalen algunas especies indígenas como las guarias. Muchos viajeros han descrito los encantadores patios interiores de las casas costarricenses, verdaderas miniaturas de las selvas vecinas, con sus azahares de monte de perfumadas flores, sus begonias de vistoso follaje, sus elegantes camedoreas, entremezcladas todas éstas con rosas, verbenas y otras especies extranjeras y ocultando bajo su sombra algún chirrite (Beslería, Achimenes) 6 las olorosas violetas. Difícil sería dar aquí una lista de las riquezas florísticas contenidas en los jardines: su extensión pasaría de los límites que se han asignado á este bosquejo y además creemos que nunca se ha tratado de establecerla; pero las especies siguientes, sin mengua de algunas otras que pueden habersenos esca- pado, son las que se hallan más esparcidas y completamente aclima- tadas: Azucena Chispa Jupíter Bambalí Chureca Mírame-lindo Boca de león Dalia No-me-olvides Bougainvillea Españolita Paraíso Claveles Espuela de caballero Rosales Corazón tranquilo Geranios San Rafael Corona de Cristo Tulipán A éstas se agregan, en los jardines de la tierra templada, algunas otras especies indígenas, como la reína de la noche, el San Miguel, el juche, la mosqueta trepadora, la guatemala y algunos lirios poco conocidos. El parquecito de Limón, el más hermoso y mejor cuidado de las costas tropicales de América, reune una numerosa colección de especies de tierra caliente, en la que la India está representada por una Dillenia de inmensas y solitarias flores de un blanco de cera; el Japón por su náspero; Australia por las grevileas, las casuarinas y los eucaliptos ; las Antillas por sus erotones y acalifas de vistoso follaje; la América del Sur por la palma real, el Caryota urens, el árbol de la Cruz, ete., etc. Este parquecito, que se empezó, según se dice, con una colección de plantas traída de Kingston y obsequiada por el filántropo Dr. Calnek, V XVI VISO.) VIS VO) PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. 49 de grata memoria para todos los que lo han conocido, ha contribuido mucho á enriquecer los jardines de la costa y del interior y á desarrollar el gusto artístico de los costarricenses. Pero en la costa del Pacífico, nos encontramos con toda una selección de plantas y arbustos especiales, semi-cultivados ó las más de las veces á penas tolerados en los jardincillos al rededor de las casas, y que parecen haberse transmitido de los antiguos habitantes del país. Así el cacalo- joche, la clavellína, el choreque, el esquijocho, las gotas de oro, el ingerto, el jiquilijoche, el Jupiter, y el quisjoche. Naxios de esos arbustos son tambien medicinales y con ellos se ha transmitido la costumbre que tienen las muchachas campesinas de adornar con las flores de algunos de ellos sus cabellos de azabache. El grupo de los higuerones y chilamates proporciona un buen número de árboles de sombra y de adorno; el muñeco, las damas, las grevileas, se aprovechan tambien en la tierra templada para el adorno de las calles y de los parques, y así el almendro es muy generalmente plantado en los paseos públicos de la tierra caliente, en compañio con algunas especies de Ficus. (h) Maderas y otras especies de usos diversos. En las publicaciones de la Oficina de Estadística así como en las referentes á las varias Exposiciones en que ha participado Costa Rica, aparecen listas de maderas con centenares de nombres, de los cuales se deduce á primera vista que los bosques del país son un variadísimo emporio de materiales de construcción y ebanistería. Pero aunque hay de veras una gran variedad de tales maderas, están lejos de ser inagotables y las colecciones que se han formado han demostrado que muchas de ellas aparecen repetidas bajo nombres distintos, que un número no insignificante no reúnen las condiciones de duración, resistencia y uniformidad que se requieren, y en fin, que debido precisamente á la inmensa variedad de las esencias forestales, sería difícil reunir de ciertas de ellas una cantidad suficiente para satisfacer pedidos, si de ellas se hicieran. Durante mi permanencia en Costa Rica, he hecho muchos esfuerzos para desenredar la intricada nomenclatura de esas maderas y para reducir su número á las verdaderas proporciones. Pero encontré que es tarea muy ardua y casi imposible la de reunir á la vez muestras botánicas y muestras industriales. Los carpinteros conocen casi siempre las materiales con que trabajan, pero no los árboles de donde proceden; por otra parte, teniendo de estos últimos muestras bien identificadas, 50 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. es las más veces difícil obtener datos seguros acerca de las maderas, sea porque su aspecto varía según estén aún verdes ó ya secas, Ó porque el nombre dado en el lugar de la recolección difiere del usado en el punto donde se labran. Con todo, logré identificar como cincuenta variedades, sin mengua de un buen número de otras especies forestales cuyas muestras se reco- gleron sin objeto especial por mis colaboradores ó por mí, y para las cuales no tenemos los nombres vulgares. Si tomamos primeramente las llamadas maderas de construcción que se enumeran en el adjunto catálogo, veremos que se dividen en dos grupos según se trate de las livianas viviendas de los habitantes de las costas y de los naturales, ó de los edificios más sustanciales de la tierra templada. Las primeras se forman por lo general de cuatro horcones esquineros, con otros intermediarios, y que soportan un marco de vigas, encima del cual se levanta el techo. Los horcones se hacen de guachi- pelín, de madera negra, 6 de otras clases que resisten bien la humedad del suelo. Para las vigas se usan el madreño, el palo cuadrado, el copalehá, 6 cualesquiera otras clases de árboles que tengan tronco adecuado, sin fijarse mucho en su posible duración. Las paredes, las tijeras del techo, ete. se hacen de varas y varillas delgadas, de hugre, de maría, de quira, de ratoncillo y de sierra. Los mismos materiales se usan para los pisos, cuando los hay, las hojas de las puertas, las camas, y demás detalles interiores del piso bajo y del llamado tabanco. En las partes más humedas, el piso bajo se pone á alguna distancia del suelo, usándose muy á menudo para su con- strucción los tallos abiertos longitudinalmente y tendidos en forma de tablas de la palmera maquenque. El entechado es de paja, de palmera coligallo 6 de palma real. Una casa así construida dura de 15 4 20 años y cuesta á lo más 50 colones. Entre los indios su erección se hace usualmente con el concurso de toda la comunidad y en medio de mucha alegría, bebederas y comilonas. Los Bribrí y los Cabécara de Talamanca tienen casas de un tipo distinto, de forma cónica y muy espaciosas, llamadas por los blancos, no sé por qué razón, palenques. Por supuesto, no queda aquí agotada la enumeración de los árboles y arbustos usados en la construcción de tales chozas, pues, para muchos tengo los nombres solo en los dialectos indígenas. De la lista de maderas empleadas en las construcciones al estilo moderno, es preciso eliminar desde luego, por flojas, expuestas á la carcoma de los insectos ó defectivas en otros sentidos las siguientes clases, que aparecen algunas veces en los mercados: PLANTAS UTILES O ECONOMICAS. Aguacatillo blanco Fruta dorada Jorco Anonillo Garrocho Molenillo Calabacero Guácimo Palanco Jaboncillo Todos esos árboles de rápido crecimiento y de madera suave, pueden á lo sumo usarse para cajones de empaque y otros artefactos de carácter provisional, á ejemplo del álamo ó del pobo de la zona templada. Entre las demás el copalehí, el eurá, el ¿ra, el ¿ra colorado, y el roble son propias para piezas de artesón, el copalehí, el lawrel, los varios quizarrás y el roble de sabana para pisos, el caoba, las varias clases de cedros, el laurel para cielos rasos, puertas y ventanas. En las casas de marco las partes enterradas del armazón se hacen de guachipelín ó de madera negra y debe tambien tenerse especial cuidado en la selección de las piezas que van incluidas en paredes de ladrillos, pues muchas maderas se dañan rapidamente al contacto de estos últimos. Para durmientes de ferrocarriles, el mangle, el zapotillo (sin identi- ficar), el bully-tree, el laurel, y el palo de sal son los más corrientes. Il mangle se usa tambien en lugar de los maderos creosotados impor- tados, para pilotes en la construcción de los muelles. Entre las maderas finas, usadas para carrocería, muebles y piezas pequeñas, hemos logrado identificar las siguientes: Brasil Chaperno Muñeco Cacique Cobola Murta Caoba Cocobola Naranjo Cedro amargo Guanacaste Níspero Cenízaro Guapinol "apaturro Guayacán El guapinol se usa especialmente para los cilindros de trapiches y el espavel para bateas. Los Indios hacen sus arcos y flechas, ciertas piezas de sus telares, bastones y baquetas de escopetas con la madera durísima del pejíbaye ; los que navegan labran en forma de bongos los troncos del cedro, del espavel y del javíllo; los canaletes son de cedro tambien, y para palo se escoge el tallo recto y delgado de algún culumate. Maderas de tinte y de curtir son el almendro, el aromo, el brasil, el nacazcol, y el palo de mora. azul, del guachipeliín, del guaitál y del saca-tinte. Los Indios extraían colores del añil, del La industria del añil no parece haber tenido nunca gran desarrollo y se ha extinguido del todo en Costa Rica; en los pueblos, se usan todavía el azul y el saca-tinte para dar color á la ropa blanca. 52 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Entre las poblaciones primitivas no se conocen los clavos; la armazón de las casas, las hojas del techo y las varillas de las paredes se amarran con el bejuco real. Este sirve tambien, junto con el bejuco juriso, el ¿asú y hebras sacadas de las cañas flexibles de la matamba, para hacer canastas. Los guacales, jicaras y calabazas se distinguen mucho entre los utensilios culinarios tanto de los Indios como de los habitantes de la costa del Pacífico. En la preparación de los primeros se usa en lugar de esmeril las hojas de los chumicos y raspa-quacal, mientras otras hojas, como las del terciopelo de Sta María son de empleo corriente en la cocina para fregar los platos y demás enseres. Otras hojas, como las del plátano y de la viíjagua, sirven á modo de papel de envolver; los Indios Bribrí amortajan sus muertos con las de la v/jagua plateada. Para escobas se usan el apazote, que pasa por recoger ó ahuyentar las pulgas, la escoba negra, la escobilla, el escobillo,—los nombres de estas tres son sugestivos del empleo,—los abanicos de la palmera guagra, que se emplean tambien para avivar el fuego. El arte de hacer sombreros y petates está en sus últimos días. Se practica todavía en reducida escala en Pacaca, en Nicoya y entre los Indios brunka, siendo las materias primas el junco para los petates, la palma de sombreros, y la chidra. Las lavanderas usan á veces en lugar de jabón las frutas del jaboncillo ó las hojas del calalú (Phytolacca) que contienen, según parece, sustancias análogas á la saponina. Antes de haber llegado la dinamita á ser el único utensilio de pesca, el que amenaza aniquilar completamente y en corto tiempo la fauna rica en un tiempo de los ríos, se usaban como barbascos con resultados menos desastrosos, ciertas Sapindáceas y la corteza del espavel. A este propósito diremos aquí que en lugar de tratar de introducir en nuestras aguas, con problemáticos resultados, especies de peces extranjeros, sería más práctico protejer las especies indígenas, entre las cuales hay algunas que no le ceden en delicadeza á las mejores de aquellas. Para leña se usan todas clases de plantas leñosas, contándose entre las mejores el cafeto y el guayabo. Uno de los rasgos característicos de los distritos agrícolas lo consti- tuyen las cercas, Ó setos vivos, cuya utilidad es hipotética y el inconveniente patente, en el caso de tierras cultivadas, como lo son los cafetales. Si se considera que esos pretendidos linderos son movedizos, como lo comprueba su rápido apartamiento de la linea recta, se PLANTAS DAÑINAS. 53 realizará tal vez que habría ventaja en reponerlos por mojones, como se practica en todos los países en donde la propiedad raíz ha alcanzado altos precios. Las maderas y otras plantas de pega, más frecuente- mente usadas en esas cercas son, en tierra caliente el jobo, el ¿¿¡ote, el madera negra, el mateares, el poró-poró, las tunas y los cardones, en tierra templada el bítamo, el espino-blaneo el gitítite, el ¡¿nocuave, el jocote, la lechilla, el poró y, en las partes más frías, una de las varias clases de ortigas. Nos queda aún por mencionar aquí el servicio que desempeñan varios de estos árboles como sombra en las plantaciones de café y de cacao. Se ha disputado y se disputa aún la utilidad y la necesidad de dicha sombra y es indudable que en la controversia, muchos puntos no se han dilucidado suficientemente. Pero no es menos cierto que el empleo de esos árboles, juiciosamente escogidos, tiene un efecto favorable sobre el suelo y actúa como moderador y regularizador de la producción. —La mayor parte de los agricultores insistirá aún por mucho tiempo en la conservación de los árboles de sombra, entre los cuales los que pertenecen á la familia de las Leguminosas son de reconocida excelencia, A éstos, de los cuales hay amplio surtido, se debe dar la preferencia, y la práctica adquirida aconseja rechazar ciertas especies como el higuerón, el guaruamo, el hule y otros, que se han aconsejado por personas inexpertas. B. PLANTAS DAÑINAS. Dividiremos éstas en plantas venenosas y malas hierbas. No se pretende que ninguna de las dos listas sea completa: es probable que la flora del país ofrezca mucho más especies sospechosas de tener pro- piedades tóxicas, y por otra parte, muchas plantas inofensivas ó inconspícuas pueden de repente volverse verdaderas plagas para los cultivos ó los potreros. (a) Plantas venenosas. Barrabás Guijarro Manzanillo de playa Bítamo Habillo Piehichío Cohatacó Hinchador Tapate Chircas Lechilla Uruca Algunas otras como el colmillo de puerco, la reina de la noche, ete. podrían formar otra categoría bajo el nombre de plantas sospechosas. Por regla general hay que desconfiar de las Solanáceas, y de casi todas 54 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. las plantas que echan leche (Apocináceas, Asclepiadáceas y Euforbi- áceas). (b) Malas hierbas. Entre éstas encontramos un pequeño número de esas especies que parecen seguir á la raza blanca en sus migraciones. Así el amargón, el bledo, el chileperro, el chiquizá, y la lechuguilla. Otra parece proceder, como su nombre lo indica, de Guatemala, y se ha intro- ducido sin duda como planta de adorno. Pero el contingente indígena, susceptible aún de extenderse, es muy respetable y contiene hasta especies leñosas, como el guayabo que invade á menudo los potreros, y el guarumo y la balsa, que suelen aparecer con asombrosa rápidez en las tierras recientemente desmontadas de la tierra caliente. — Entre las demás citaremos los siguientes: Berengenas Espinillo Rudillo Camarón Jalacates > Tomate cimarrón Cundeamor Jaltomate Tuete Churristate Mozote Uña de gato Dormilona Parra rosa Varilla negra Escobillas Platanillo Verdolaga ORIGEN DE LOS NOMBRES. SiS ACERCA DEL ORIGEN DE LOS NOMBRES DE LAS PLANTAS DE COSTA RICA. La gran mayoría de los nombres vulgares reunidos en esta obrita son de orígen castellano. Fueron traídos por los colonos de la Penín- sula y aplicados, con más ó menos acierto en cuanto á analogía, á especies indígenas. — Varios escritores del país, inexpertos en la ciencia botánica, han tenido por cierto que los nombres científicos latinos correspondientes á las plantas de España tambien se aplican á las especies costarricenses. Otros han creído acertar mejor, usando la nomenclatura binomial de las plantas de México ó de alguna parte de la América del Sur para designar con mayor precisión las especies á que aquellos mismos nombres vulgares, inmigrados con los colonos, se han propinado entre nosotros. Tanto los unos como los otros han incurrido de este modo en ridículos errores, que desgraciadamente han hecho muy á menudo caer en descrédito tanto sus propios escritos como gene- ralidad de los casos, se llega al nombre latino, es decir á una especifi- los de otros, tal vez más meritorios. La realidad es que, en la ación exacta, solo despues de un detenido exámen de los caracteres de la planta, para averiguar su concordancia con las descripciones. Este trabajo presupone una preparación técnica que pocos poseen, y biblio- tecas que no existen en estos pequeños países. Los naturales tienen una nomenclatura muy completa de las plantas y de los animales que caen bajo su diaria observación y muchos de esos nombres, más Ó menos españolizados, han pasado al vocabulario de los últimos llegados al país. Unos setenta de tales nombres van inclusos en el presente catálogo, pero es muy curioso constatar que con excepción de unos cinco ó seis, ninguno pertenece, al menos en apariencia, á los idiomas aún hablados entre las tribus indígenas. He aquí esas excepciones: Bicho del térraba bi-s6, mata bruja, ó matorral del diablo. Cás, del brunka kás, nombre del mismo arbol. Crucha, del brunka kurá-tsá, el chumico bejuco. Hugre, del térraba hu-gró, de igual significado. Nótese el cam- bio de o en e y el traspaso del acento fuerte á la sílaba anterior. 56 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Orozúz, tal vez del térraba orosú, aunque el Diccionario de la R. Academia lo hace derivar del árabe. Poró, del térraba froró, ó del bribrí boró. En el caso de caragra, y caregre, que tienen el mismo orígen, se ve un ejemplo de derivación análogo al apuntado arriba para hugre. La palabra indígena hoy desaparecida, ha debido ser Nara-9ró, 6 Kra-gró. Otros vocablos semejantes como Chireagres, Picagres y Savegre, hoy nombres locales ó de ríos, tienen sin duda el mismo orígen: en el pri- mero entra la palabra chírea, usada aún en la costa del Pacífico. Cabagra, otro nombre local, se deriva de kebek-íra, de distinto significado. Pú, en lengua de Térraba, significa monte, charral; en la meseta central se aplica al Conostegía lanceolata, uno de los arbustos más comunes en las cercas y matorrales. Desu variante purré, se deriva el nombre local El Purral. Turá, una Mirtácea de la region media, es el orígen de Purúbales, Turácares y Turujal. Tubusí ha dado Tobosi ; la terminación sí, significa seco, y se encuentra en Orosí (Uru-sí, la palmera seca; Urútska, trasformado en Uruchico, punto de Talamanca, equivale á El Palmital). Tito ha dado El Titoral, Lasú y jurisó recuer- dan por su terminación los nombres locales frazú, Tarrazú, € Iscazú. Sin embargo, es preciso no olvidar que Irazú es tambien appellido bascuense. Los demás nombres indígenas, sin mengua de muchos otros que se hayan escapado, van inclusos en la siguiente lista. Varios han contri- buido á la nomenclatura local y su estudio en relación con la linguística indígena ofrece un interesante problema sometido á la sagacidad de los aficionados: Burío Guúitite Sipia Carao Ira Supara Cobola Izarco Surá Cocobola Ttabo Tacaco Cocora Jorco Targuá Copey Jucó Terré Curá Mocó Tiriguro Chiquizá Ñorbo Tucuíco Chiverre Pacaya Tucuso Chirrite, chirrití Peipute Turvará Churristate (?) Papaturro Uruca Espavé Pococa Yás Guagra Poró-poró Y olillo (?) Guaria Quira Yós Gúísaro Quitirrí Yuca GuitÍ Quizarrá Zahino (?) ORIGEN DE LOS NOMBRES. 57 Un fuerte contingente de nuestros nombres de plantas se deriva del nahuatl y forma un grupo de especial interés. La mayoría de esos nombres están en uso en Guanacaste y Nicoya, en donde se han tras- mitido de generación en generación desde los tiempos anteriores á la conquista. Pues es sabido que Nicoya y las costas del Golfo de Nicoy: son el límite extremo, del lado del Sur, de las invasiones de los mexi- canos y que la esfera de influencia de éstos no se ha extendido mucho más allá. Pero, en su prolongado contacto con las poblaciones del propio México, los Españoles enriquecieron su vocabulario con muchos otros términos cuyo uso estaba primitivamente restringido á un pequeño territorio, y que fueron por aquellos esparcidos en los países de su con- quista, y últimamente incorporados al idioma castellano. Entre éstos citaremos achiote, aguacate, apazote, ayote, camote, chile, tomate, zacate, etc. La composición de estos nombres nahuatl es bastante uniforme, dominando en ellos ciertos términos, prefijados ó sufijados: (a) xochitl = flor. Cacalojoche Esquijoche Jelinjoche Jiquilijoche (b) ayotlí, calabaza. Ay te Cidrayote Cuayote (e) quelitl, quiotl, brote, vástago. Cuajiniquil Cuásquite (?) (d) uíztli, espina. Malacahuite Mochigúiste (e) patlí, medicina. Nauapate Tapate (£) tomatl, tomate. Guástomate Jáltomate Juche Ojoche Pumpunjuche Quisjoche Chayo te Chilacayote Chicazquil Jiquilite Uizcoyól Tempate Miíltomate Tomate [a] 02) LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Otros nombres de mismo son orígen los siguientes: Cacahuate Churristate (1?) Paste Cacao Esquitillo Pataste Caliguate Guachipelín Pichichío Capilote Guacuco (?) Piriquitoya (?) Capulín Guaitíl Pochote Copal Guanacaste Sismoyo Copalehí Guapinól Sontól Coyól Guate Talcacao Cuajilote Hule Tempisque Culumate Ismoyo Teocinte Chichicazte Jalacate Tiquisque Chilamate Jiñocuave Zacate Chile Jiñote Zapote Chilpete Jocote Zapoyól Chipilino Mozote Zopilote Nacazcol La lengua mangue, ó chiapaneca, que se hablaba en Nicoya, á la par del nahuatl, en la época de la conquista, ha dejado muy escasas y dudosas trazas en la nomenclatura vulgar. Se dificulta la identificación de tales nombres por el hecho de que no existe ningún vocabulario algo extenso de este idioma esparcido en otros tiempos en Nicaragua y hablado hoy día únicamente en el pueblo de Suchiapa, cerca de Tuxtla-Gutierrez, en la provincia de Chiapas (México). Con duda pueden atribuírsde los nombres cohatacó (?), matamba, nambiro, y nance (7). Entre los nombres locales del mismo orígen tenemos Nicoya (El Lagartero), Nantihume, una quebrada y Mararomé, una loma. La palabra chián parece pertenecer al maya. La isla de Santo Domingo ó Haití fué una de las primeras tierras americanas con las cuales los Españoles tuvieron íntimo contacto. Allí conocieron por primera vez varios de los árboles frutales y otras plantas útiles de los trópicos y no es de extrañarse que muchos nombres vulgares tengan su orígen en el taíno, que era el principal idioma de los aborígenes de esta isla. Entre los de Costa Rica, los siguientes deben considerarse de tal orígen : Ají Guarumo Mamey Cabuya Guayabo Maní Caimito Guayacán Ñame, niame Caoba (caúvana) Icaco (aícaco) Papaya Cóbano 5: Jagua Pitahaya Guácimo Jobo Vijagua (bijao) Guabo, guavo Maíz (mahiz) Yuca manábana (guanarán Majagua lahino (zaino G 1 (9 ) Majagua Zabi ( ORIGEN DE LOS NOMBRES. 59 Los siguientes nombres nos han venido del Quíchua, hablado en la vertiente occidental de los Andes desde Bolivia hasta Colombia : Jaíla (Caíhua) Poroto (purutú) Chirimoya Sapayo (sapayú) Papa Saragundín (zara = espiga) De Chile procede canchalagua, y pejibaye es corruptela del pírbay ó pijibay de los panameños, citado ya por Oviedo. Cativo, maíz, maquenque, marañon, plátano? y simaruba parecen haber originado en varios idiomas de la parte oriental de Sur América, mientras que calalú, guandú, gumbo y ocrá son importaciones africanas, Maiz: musiú (Cayapo), maki (Puri) majer (Guate), maz (Cauixana), marisi (Aruaco), mahúz, mayz (Taíno, Yucatán).—Von Martius. ? Platano: palatna, palatana (Caniva), balatana (Galibí, Calinago), pratane (Aruaco). (Id.). ELANTAS DE COSTA RICA. Abrojo. Elaeocarpaceae. Sloanea macrocarpa Spruce, ex Benth. in Journ. Linn. Soe. Y, Suppl. 2 (1861) 67. Arbol de mediana estatura, común en las selvas inferiores del valle del Diquís y de la costa del Pacífico al Sur de Puntarenas. —Etim.: abrojo es el nombre castellano del Tribulus europaeus L. y además de un cardón de la flora del Mediterráneo, aplicado al Sloanea por la analogía de las frutas espinudas. Acedera. Oxalidaceae. Oxalis corniculata Linn. Sp. Pl. 1: 435. 1755. Aunque muy impropiamente y á causa de la semejanza de la hoja, se da tambien este nombre á nuestro trébol indígena, considerado como idéntico al Trifolium amabile de Humboldt, Bonpland y Kunth, por los botanistas que se han ocupado de la flora de Costa Rica. Ambas especies son plantas herbáceas y pequeñas. La primera se encuentra por lo común en terrenos cultivados y es mala hierba molesta; sus flores son amarillas y todas sus partes tienen un sabor acídulo, Los campesinos dan las hojas á mascar á sus pequeñuelos, pues se consideran como muy efícaces contra los gusanillos, El trébol forma uno de los mejores elementos de nuestros repastos; sus flores son rosadas y juntas en cabezuelas. Acerola. Malpighiaceae. Malpighia edulis Donnell-Smith in Bot. Gaz. XXIV, 391. 1897. La fruta de este arbol es comestible y podría tal vez mejorarse por el cultivo. ls ligeramente astringente y se usa en algunas partes para aliviar los desarreglos del estómago. Hasta la fecha, la Malpighia edulis ha sido señalada en Costa Rica solamente, pero varias otras especies, poco diferentes, se conocen en otras partes de la América tropical con el nombre de cereza, que se da entre nosotros á la Bunchosia costaricensis. Achicoria. Umbelliferae. Eryngium Carlinae Cav., Delar. Eryng. 53, t. 23. 1808, La infusión de las raíces es laxante y tónica, y se usa como tal para los niños de pecho. Esta planta es muy común en los repastos estériles y puede considerarse como mala hierba. Se llama algunas veces culantro simarrón.—Etim.: achicoria es el nombre castellano de una planta europea (Cichorivm Intybus L.). Achicoria. Compositae. Flephantopus scaber Linn. Sp. Pl. 1: SI4. 1755. Elephantopus spicatus Aubl. Pl. Gui. 11, S0s, 1775. Bajo el mismo nombre que la anterior se conocen nuestras dos especies de Elephan- topus, plantas perennes, de hojas radicales cuneiformes y más ó menos estrechadas hacia la base: los tallos alcanzan hasta 50em. y rematan en espigas de flores poco aparentes. La decoeción de las hojas se usa como específico contra la disenteria, y todas las partes de la planta encierran un principio amargo y astringente. 61 62 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Achiote. Bixaceae. Bixa Orellana L. Sp. Pl. 1: 512. 1753. Arbusto y aún arbol de porte elegante, de flores rosadas bastante vistosas, con fruto capsular cubierto de aguijotes suaves y conteniendo varias semillas. El tegumento exterior, ó testa, de estas semillas, contiene un tinte rojo amarillo, que se extrae tratándolas con agua caliente y que es susceptible de descomponerse, según Chevrenl, en dos principios colorantes, la buxrina, que es amarilla, y la orellina, roja. El Bixa Orellana parece indígena en toda la América tropical y se cultiva, á seme- janza del cacaotero, desde los tiempos más remotos, Madura bien sus frutas hasta 1200m. de altura. La forma silvestre Ó Achiote simarrón, de hojas más menudas y órganos florales menos desarrollados, se encuentra en Costa Rica en los bosques de la vertiente del Pácifico, hasta una altura de SO0m. próximamente. El tinte, firme y vistoso, se usaba por los naturales para teñirse el cuerpo y tambien para el adorno de sus ropas y de varios otros objetos. Hoy día se emplea para dar color á la mante- quilla, á ciertas clases de queso, á sarazas y demás tejidos. En la cocina criolla, sirve para colorar el arroz. La palabra achiote, que designa á la vez el arbol y la pasta roja y resinosa que se extrae del tegumento exterior de las semillas, es una corruptela del nabuatl achiotl. En las Guayanas, los Indios llamaban el arbol y su producto urucú, de donde se derivó el francés rocou. —Anatto y bija son otros nombres dados al tinte. Achiotillo. Guttiferae. Vismia guianensis DC. Prodr. 1, 542. 1824. Arbusto de hojas opuestas y enteras, cenicientas en su cara inferior: de flores amaril- lentas formando corimbos y de bayas negras conteniendo muchas semillas. Crece en los tallares y montes bajos bien asolados de la vertiente del Pacífico, de 200 hasta 1200m. El zumo se emplea á veces para curar las enfermedades de la piel. Agrá. Vitaceae. Vitis caribaca DC. Prodr. 1, 634. 1824, Bejuco trepador, la base de cuyo troneo mide hasta 20cm. de diámetro. Se encuentra en Costa Rica en los lugares secos y montuosos de ambas vertientes, desde el nivel del mar hasta 1500m., y es conocido por el agua pura, de sabor ligeramente astringente, que dejan escapar trozos del tallo separados con presteza. Un pedazo de un metro de largo suele llenar un vaso ordinario, y la presencia harto frecuente de esta planta en los bosques ha salvado tal vez la vida á más de un montero extraviado y asediado por la sed. El agua se reputa diurética y eficaz tambien en las enfermedades secretas. El bejuco es dióico, produciendo en los pies hembras racimos de una uva menuda y acídula. —Etim.: Agrá es corruaptela de agraz, nombre castellano de la vid silvestre de Europa. En algunas partes, nuestra planta se llama parra. Aguacate. Lauraceze. Persea gratissima Gaertn. Fruct. TT, 222. 1807. Las numerosas variedades de esta fruta difieren tanto por su forma como por su tamaño y sabor y no han sido aún muy bien estudiadas. En las costas, se cria el hermoso aguacate de Cuba, ovalado, y que pesa hasta dos kilógramos; en la tierra templada, se encuentran las clases pequeñas, algunas en forma de pera más ó menos alargada, otras completamente redondas. Entre las últimas, es digno de especial mención el aguacate de anís, con ligero perfume de canela, y que parece poco esparcido. La pulpa del aguacate tiene la consistencia de la manteca y contiene una fuerte proporción de un aceite verdoso. Es muy agradable al paladar y se come sea simple- mente con sal, ó hecho en ensalada. En algunas partes, se usa en las enfermedades A ENUMERACION DE LAS ESPECIES. 653 de las mujeres, y tambien se le atribuyen propiedades afrodisiacas. La semilla ó almendra es astringente. Los carácteres del arbol varían poco. ls de mediano ó gran porte y muy hermoso. Crece ligero: su madera es de grano fino, pero suave, muy expuesta á la carcoma é impropia para obras de artesón ó de ebanistería. Segun Cook y Collins (Economic Plants of Puerto Rico), su gravedad específica es o, 643. Aunque se le da por patria la América tropical, el aguacate se encuentra pocas veces en Costa Rica en condiciones que hagan patente su espontaneidad y es muy admisible que sus variedades se hayan derivado de especies distintas y en varios lugares y épocas. La cireunstancia de que el nombre aguacate 6ahuacate, derivada al parecer del nabuatl, se usa no solamente en Méjico sino en las Antillas españolas, en toda la América central, en el Norte de Colombia y hasta Venezuela, no favorece la opinion de un orígen exclusivo del primer país mencionado, pues en el Tolima, la fruta se lama cura, y desde Popayán hacia el Sur, del lado del Pacífico, palta, que es palabra queclna. Además esta misma fruta leva nombres distintos en los numerosos dialectos de Centro- América, como por ejemplo 0, 0), ju, un, wn, on, en los del Maya, amó, en Bribrí, debó-ua en Térraba, di-kora (el arbol) en Guatuso, ete. Lo más probable, pues, es que el aguacate fué cultivado desde la más remota antigúedad y en distintas variedades por toda su presente area de dispersión y que el nombre nahuatl, adoptado por los españoles, se extendió con ellos muy allá de los límites de la influencia mexicana anteriormente á la conquista. Aguacatillo blanco. Lauraceae. Phoebe Tonduzií Mez in Beibl. z. Engl. Bot. Jahrb. 67. 1901. Arbol poco corpulento, de madera blanca, suave, expuesta á la carcoma de los insectos y de poca duración. Se encuentra más esparcido en la tierra templada del la vertiente del Pacífico. Ahuacate— Véase Aguacate. Segun Ferráz (Nahuatlismos p. 2, nota 1) la ortografía ahuacate es más conforme con la etimología. Ajeniillo simarrón. Compositae. Guaphalium oxyphyllum P semilanatum D. C. Prodr. VI, 225, 1837. Con esta sinonimía científica y una ortografía algo distinta (asenfillo simaron) indica Oersted una planta recogida por él en los alrededores de Cartago y en la Candelaria. Aienio. Compositae. Artemisia vulgaris L. Sp. Pl. 2: 848. 1753. Planta europea raras veces cultivada en los jardines y usada en infusiones como tónico, febrífugo, anti-helmíntico y emenágogo. Ala de angel. Begoniaceae. Begonia guyanensis A. DC. in Ann. Se. nat. Sér. 4, 11: 142. 1859, Begyonia Cooperí C. DC. in Coult, Bot. Gaz. 20: 538. 1895. Plantas trepadoras, de flores pequeñas y blancas y frutas provistas con tres alitas, comunes en los bosques húmedos de las tierras caliente y templada y cultivadas algunas veces como ornamentales. Alacrán. Boraginaceae. Heliotropium indieum L. Sp. PL 1: 130, 1753. Especie esparcida por todos los trópicos y no escasa en la vertiente occidental de Costa Rica, desde el nivel del mar hasta los 1200m. Las hojas machacadas se usan á veces para resolver abcesos y furúneulos. El nombre vulgar recuerda la inflorescencia escorpioídea de la planta. Se dice tambien hoja de alacrán. 64 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Alacrancillo. Fabaceae. Dalea alopecuroides Willd. Sp. Pl 3: 1336. 1800. Esta mala hierba de los repastos de tierra templada parece tener propiedades emo- lientes y sudoríficas. Se llama tambien Rabo de ratón. Albahaca. Labiatae. Ocimum basilicum L. Sp. Pl. 2: 597. 1753. Planta oriunda de la región mediterránea, que los campesinos cultivan á menudo en sus jardines y usan en fricciones en caso de resfriamiento. Albahaca simarrona. Labiatae. Salvia Alvajaca Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 38. 1853. Planta recogida en el Irazú y en la Candelaria por Oersted. Aunque no he visto la descripción del sabio danés, sospecho que sea la misma especie descrita por Briquet bajo el nombre de Salvia Pittieri. Alcornoque—Véase Almendro. Alcotán. Piperaceae. Piper acuminatissimum C. DC. ined. Piper medium Jacq. Tc. Pl. Rar. 1, 2: t. S. 1786-93. Las plantas conocidas bajo el nombre de alcotán tienen en el país mucha notoriedad por ser consideradas como antídotos del veneno de las serpientes y por tener varias otras propiedades por el estilo. El Piper acuminatissimum, que se encuentra con frecuencia por todo el gran valle del Río San Juan, contiene con seguridad un principio muy activo, que no ereo se haya extractado y estudiado hasta la fecha. Al mascar las hojas y renuevos, se percibe un sabor agridulce, pungente y muy intenso, y al poco rato, ocurren nauseas violentas. No he experimentado con el Piper medium, ni tam- poco con el Baccharís, que son plantas conocidas especialmente de Nicoya y del litoral del Pacífico. Ambas especies de Piper pertenecen al grupo de los cordoneillos; el primero es her- baceo y de porte bajo, mientras el segundo forma matorrales de Im. á 1, 50m. de altura. Las hojas son pequeñas, ovaladas, y, en la primera especie, rematan en una punta larguísima. Alcotán. Compositae. Baccharis trinervis Pers. Syn. Pl. 2: 428. 1807. Planta sarmentosa, de hojas lanceoladas con característica nervación, y de flores poco vistosas, en racimos erectos blanco amarillentos. Este es el alcotán de San Mateo. En Térraba, las hojas frescas de esta planta se usan para curar úlceras. Algodón. Malvaceae. Gossypium peruvianum Cav. Diss. 6: 313, t. 168. 1790. Gossypivm acuminatum Roxb. Hort. Beng. 51. 1814. Gossypium hirsutum L. Sp. Pl. 2: 975. 1753. Gossypivin barbadense L. Sp. Pl. 1: 693. 1753. El algodón arboreo, de que hay tal vez dos especies ó dos formas, (7. peruvianum ó algodón de riñon, y E. acuminatum con las semillas sueltas, es probablemente indígena en toda la América tropical, y los naturales lo tenían generalmente en estado semi- cultivado al rededor de sus casas, en dos variedades, una blanca que era más corriente, y otra color de cacao, llamada hoy día en Costa Rica algodón tocolote. La baratura de los tejidos extranjeros ha hecho que se abandone ese cultivo y las interesantes industrias á que daba lugar entre los Indios. Los algodones anuales (G. hirsutum y G. barbadense) se dan muy bien en el país y podrían ser objeto de un cultivo extenso si no fuera que el gorgojo y otras plagas lo atacan con tal severidad que cada ensayo de cultivo ha resultado en fracaso por la completa aniquilación de la cosecha. ENUMERACION DE LAS ESPECIES. 65 Algodonillo. Rubiaceae. Rondeletia afiinis Hemsl. Diagn. Pl. Nov. 28. 1875-80. Arbusto del valle del Rio San Carlos. Almácigo. Burseraceae. Pro Bursera gummifera L. Sp. PL. 2: 471. 17 Este nombre, aplicado á nuestro ¿Note Ó jiñocuave, se usa solamente en la comarca de Limón y debe haberse importado de Panamá—Véase Jiñote. Almendro. Rhizophoraceae. Terminalia Catappa L. Mant. 1: 128. 1767. Este arbol, oriundo de la India, pertenece á la familia del mangle y no tiene nada común con el verdadero almendro del Sur de Europa. Es el arbol preferido para som- bra en las plazas y alamedas de la tierra caliente, en toda la zona tropical, Su madera es suave y no tiene uso: las raíces, la corteza y especialmente las frutas contienen mucho tanino y se emplean para curtir. Las últimas dan además un tinte negro muy firme y las semillas oleaginosas tienen un sabor bastante agradable. En Nicoya, el Terminalia Catappa se lama alcornoque. Altamisa—Véase Artemisa. Amapola. Malvaceae. f. 1. 1790. Arbusto común en los setos y las breñas húmedas de la tierra templada. El mismo Malvaviscus arboreus Cav. Diss. 5, t. 48, nombre se dá, con más derecho y propiedad, al Paparer RKhoeas de Europa, que se ve algunas veces en los jardines. En Rio Segundo, he oido llamar á este mismo arbusto saca-tinte, pero ereo que por error, ya que no produce ningun tinte. Amargón. Compositae. Taraxacum officinale (Weber in) Wigg. Prim. Fl. Holsat. 56. 1750. Planta introducida de Europa ó de los Estados Unidos, en conjunto probablemente con otra especie del mismo género. Se encuentra en los enltivos y praderas, arriba de 1000m. Anisillo. Compositae. Tagetes congesta Hook. £ Arnott: Bot. Beech. Voy. 299. 1840. Hierba pequeña, de hojas menudas y flores amarillas, común en las praderas y orillas de caminos de tierra templada. Todas sus partes desprenden un fuerte olor á anís. Su infusión se usa como diurética. Anisillo—Véase Hoia de estrella Anón. Anonaceae. 753 Anona squamosa L. Sp. 1: 537. 1753. Arbol pequeño (S-10m.) que se encuentra enltivado en varios puntos de la costa del Pacífico. Las frutas son del tamaño de una ehirimoya, pero los carpelos casi aislados las dan una apariencia escamosa característica. En calidad, esta fruta es inferior á la anona del interior. Se da tambien el nombre de anón á la fruta de otra especie no identificada del género Anona, lisa, de mayor tamaño y rosada del lado expuesto al sol una vez madura. Sn sabor es desagradable y la carne parece como mezclada con arena. He visto esta especie en Santo Domingo de Osa solamente. Anona. Anonaceae. Anona reticulata L. Sp. Pl 1: 537. 1753. Las varias clases de anonas que aparecen en nuestros mercados y que merecen en su mayor parte ocupar un lugar preferente entre nuestras frutas, pertenecen tal vez á 66 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. especies distintas, algunas de las enales quedan aún por estudiar. La mejor, que es la de piel lisa con el contorno de las escamas apenas indicado, y de carne perfumada y blanca, es el producto de un arbol de mediana estatura, el Anona reticulata L. Este arbol solo se da en la parte de la tierra templada que tiene veranos bien marcados; en los lugares extra húmedos de la vertiente del Atlántico, echa continuamente vásta- gos sin adquirir nunca su desarrollo normal. Por error se llama á veces chirimoya á nuestra anona, que es efectivamente muy parecida, y quizás no inferior, á la especie peruviana. La pulpa se emplea en cata- plasmas para desinflamar las úlceras y madurar los abcesos. El polvo de las semillas sirve para matar piojos. Anonillo. Anonaceae. Donnell-Smith, Bot. Gaz. 23, 1. 1897. Arbol pequeño de la tierra templac Guatteria olivaeformis Su madera es medioere y no resiste al agua. Anñil. Fabaceae. Indigofera anil L. Mant. 2: 272. 1771. Indigofera tinctoria L. Sp. Pl. 2: 751. 1753. Estas dos plantas, que dan el conocido color lamado añil, caído en desuso hoy día á consecuencia de la baratura de los colores químicos, no han sido nunca de mucha importancia en Costa Rica, y ahora se encuentran solamente en estado silvestre, con especialidad en la tierra caliente de ambas vertientes. En Nicoya, se conocen con el nombre de Jiquilite. Apazote. Chenopodiaceae. 219. 1753. Planta común en los escombros y los lugares secos al rededor de las casas. Desprende Chi nopodium ambrosioides L. Sp. Pl. 1: un olor fuerte y nauseabundo y su sabor, algo picante, es sumamente desagradable. Se dice que su presencia aleja las pulgas y en la medicina popular su infusión se reputa soberana contra la dispepsia y los cólicos; el zamo mezclado con aceite de castor es un vermífugo eficaz. Se extrae de todas las partes de la planta un aceite esencial que se usa tambien para expeler las lombrices, tomando algunas gotas en un terrón de azucar. En Nicoya, suele llamarse tó de México. Arbol del pan. Artocarpaceae. Artocarpus communis Forst. Char. Gen. 102, 1776. Este hermoso arbol se encuentra con frecuencia en los lugares poblados de ambas costas. Los indígenas no parecen haberlo conocido, pues al lado de la iglesia de Boruca se halla el único ejemplar que he visto en la región hoy ocupada por ellos; fuésembrado hace como treinta años por uno de los curas residentes. En una de las variedades las frutas son estériles y sa pulpa farinosa es la que se come como fruta de pan. En la otra variedad, que parece menos esparcida en el país, la fruta contiene numerosas semillas, algo parecidas á castañas por su forma, y aún más por su sabor una vez cocidas. La madera no tiene uso. La leche que mana de las heridas hechas en la corteza, mezelada con aceite de coco, forma una especie de brea que se usa en el calfateo de las pequeñas embarcaciones. Hervida con agua, la misma leche da un caucho de calidad muy inferior; se usa tambien para curar heridas. Aromo. Mimosaceae. Acacia Farnesiana (L.) Wild. Sp. Pl. 4: 1083. 1805. Arbol pequeño y espinudo que se cree es oriundo del Oriente y se encuentra cerca de las casas en tierra caliente de toda la América central. Aunque nunca adquiere grandes dimensiones, sa madera es muy dura y fina y puede usarse para cabos y otros pequeños objetos. El tronco y las ramas exsudan una goma parecida á la arábiga. Sus vaínicas abundan en tanino y se emplean en algunas partes para curtir cueros; la infusión de ENUMERACION DE LAS ESPECIES. 67 las mismas es astringente. Las flores, de color amarillo vivo, son muy olorosas y se ponen en la ropa blanca para perfumarla; por distilación se extrae de ellas una esencia agradable que se reputa estimulante. Arroz. Graminae. Oryza sativa L. Sp. PL 1::333, 1753 Se admite generalmente que el arroz es oriundo del Oriente. Hoy día su enltivo está muy generalizado en los trópicos y subtrópicos. En Costa Rica se produce de excelente :alidad, pero en cantidad muy insuficiente para el consumo local, en toda la parte poblada de la tierra caliente del Pacífico y en los llanos de San Carlos y de Sarapiquí. Nuestra variedad pertenece á lo que se conoce como arroz de montaña, y erece sin que sea necesaria la inundación periódica del terreno. El cultivo es muy primitivo y no ha recibido aún la atención que merece, si se considera que el país podría producir una buena parte de los dos millones de kilógramos y más que de este grano se importan anualmente, Artemisa. Compositae. Chrysanthemum Parthenium Pers. Syn. 2: 462. 1807. Oriunda de Europa y cultivada en los jardines, esta planta aparece algunas veces espóntaneamente en los escombros y en las vegas. Ayote. Cucurbitaceae. Cucurbita pepo L. Sp. PL 1: 1010. 1755. El ayote es extensivamente cultivado en todo el país, especialmente como eultivo intercalario en las milpas, y constituye un elemento de no escasa importancia en la alimentación del pueblo. Azahar de monte — Véase Copel. Azul — Véase Añil. Azul. Acanthaceae. Justicia tinctoria (Oerst.) Hemsl. Biol. Centr. Amer. Bot. 2: 522, 1881-82, Planta subleñosa de los setos de la región templada; tiene ramas delgadas y erectas, hojas elípticas angostas y flores alargadas púrpuro-amarillentas. Debe sa nombre á la sustancia colorante que los Indios sacan de sus hojas (Oersted 1847). Balsa. Bombacaceae. Ochroma Lagopus Sw. Prodr. Veg. Ind. Oce. 985, 1783-87. La balsa es uno de los árboles característicos de la región inferior de Costa Rica, desde el nivel del mar hasta una altitud de 1000m. próximamente. — Prefiere los aluviones de los ríos y las laderas despobladas, pero nunca se encuentra en la espesura de la selva; á veces, despues de un desmonte, cubre el suelo de sus almácigos, sin que se conciba de donde procedió la semilla. Es arbol vistoso, de hojas anchas, flores grandes y frutas alargadas, parecidas á una pata de conejo cuando se ha desarrollado la fibra que envuelve las semillas. Su tronco alcanza hasta 60em. de diámetro y se eleva hasta 25m. Crece rápidamente y su madera es muy liviana y suave. Desde tiempos inmemoriales los Indios se valen del tronco para improvisar embarcaciones con que eruzan y bajan los ríos. Las fibras de la corteza son asaz resistentes y se emplean para amarras y mecapales. Las fibras ó plumas que envuelven las semillas sirven para colchones y almohadas y se ha tanteado su exportación con el objeto de extender su empleo para tal objeto. La madera, que es muy porosa además de suave, tambien se usa para afilar navajas de afeitar y otros instrumentos finos. Se asegura, en fin, que la infusión de la corteza de la raíz es un activo emético y, en el Salvador, las hojas sirven de alimento para el ganado, sobre todo en el verano cuando escasean las gramas de los repastos. 65 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. El Ochroma Lagopus está esparcido en las Antillas, la América central y las partes setentrionales de la América del Sur. Abunda en la Isla de Cocos, en donde se ven ejemplares notables por su corpulencia. En Nicoya, el mismo arbol se llama enea y su fruto, gato. Bambalí. Dipsaceae. Scabiosa maritima L. Cent. Plant. II, S. 1756. Escabiosa, planta exótica, cultivada bajo este nombre de bambalí en los jardines del Zarcero de San Carlos. La vimos tambien en los parques de Cartago, en donde no se le conocía nombre. Banano — Véase Plátano. Banano enano. Musaceae. Musa Cavendishii Lamb. in Paxt. Magaz. 3: 51, cum icone—1837, Esta especie, extensamente cultivada, según parece, en las islas Canarias, se ve con frecuencia en las orillas de los bananales y en los jardines de la costa del Atlántico, en donde se tolera por mera curiosidad. Por ser muy rica en tanino, la fruta conserva siempre un sabor algo amargo; además es más quebradiza y su cáscara estalla antes ' que esté bien madura. Nose considera, pues, deseable para la exportación, pero, á no ser así, el cultivo de esta especie resultaría á menudo ventajoso; su tallo más corto y macizo lo hace más resistente á la acción del viento, á la par que facilita la cosecha del racimo. Banano indio. Musaceae. Musa paradisiaca L. Sp. Pl. 1: 1043 (1753) var.? Variedad de fruta muy pequeña y muy dulce del banano común. Se encuentra en lugares apartados, en las abras abandonadas de los naturales, lo que hace creer que era conocido de éstos en tiempos ya remotos. Al cruzar en 1897 la región completa- mente despoblada que se extiende entre la Uvita y la boca del Río del Convento, en la cuenca del Diquís, encontramos manchas bastante extensas, formadas al parecer de esta variedad exclusivamente, y que eran sin duda antiguos cultivos de los Indios. Barba de viejo. Ranunculaceae. Clematis dioica L. Syst. 10: 1084. 1758-59. Clematis grossa Benth. Pl. Hartw. 33. 1840, Bejucos de las tierras caliente y templada, conocidos por sus semillas lanudas, á que deben su nombre, y por sus propiedades caústicas y vesicantes. Barbasco. Sapindaceae. Serjania inebrians Radlk. Monogr. Serj. 346. 1875. Bejuco de los charrales y setos de tierra caliente. Los Indios machacan las hojas y retoños y los echan á los ríos para embriagar los peces, los que luego se dejan coger sin mayores dificultades. El nombre de barbasco se aplica también, en Costa Rica y en otras partes de la América tropical, á varias otras plantas de mismo uso (Budleia, Jacquinia, Piper, Tephrosia). Barbudo. Compositeae. Piptocarpha costaricensis Klatt ex Dur. «€ Pitt. Prim. Fl. Cost. f. 2, 120. 1895. Valle del Diquís. Barrabás. Euphorbiaceae. Euphorbia cotinifolia L. Sp. Pl. 2: 465. 1799. Arbusto, ó aún arbol pequeño, del que mana una leche en extremo venenosa, usada antiguamente por los brujos indios y por las mujeres terrabeñas cansadas de sus amos. Valle del Diquís. ENUMERACION DE LAS ESPECIES. 69 Bejuco de canasta. Graminae. Chusquea Liebmannii Fourn. in Hemsl. Biol. centr. am. Bot. 3: 587. 1882-86. Bosques de Térraba. Bejuco de culebra. Mimosaceae. Bauhinia sp. Bosques de Nicoya. Bejuco de zapo. Asclepiadaceae. Marsdenia nicoyana Pittier, ined. Bejueo laticífero que crece en las orillas de los caminos y en las breñas en Nicoya y Guanacaste. Bejuco espinoso. Sapindaceae. Serjania mexicana Wild. Sp. PL 2: 465. 1799. Turrialba (Oersted, Mayo 1849). Bejuco ¡iasú—Vóase lasú. Bejuco juriso. Sapindaceae. Serjania rufisepala Radlk. in J. D. Smith Enum. Pl. Guat. 2: lla. 1891. 1875. Serjania sordida Radl. Mon. Serj. 272. Barba. Se usa para hacer los canastos que sirven para la recolección Jel café. (El S. rufisepala está descrito en Bot. Graz. 16: 191. 1891.) Bejuco real. Araceae. Anthurim scandens Engl. in Mart. El. bras. TI, 2, 78. 1840. El tallo flexible y fuerte de este bejuco se usa en la industria indígena para hacer canastos y sobretodo para amarrar el armazón de las casas. Tiene para los Indios la misma inrportaneia que el alambre y los clavos para la gente civilizada. Bejuco trompeta. Convolvulaceae. Ipomoea Bona-nox L. Sp. PL. 2: 228. 1762. Nicoya. Berengena. Solanaceae. Solanum aculeatissimum Jacq. Coll. 1, 100, 1786. Solanum sinuatum At. ex Loud. Hort. Brit. Suppl. TL, 673. 1832. Solanum toreum Sw. Prodr. Veg. Ind. Occ, 47, 1788, Berengena es el nombre castellano de una especie cultivada y comestible del mismo género Solanum, el S. Melongena L. En Costa Rica, este nombre se aplica á varias especies subleñosas y por lo general espinudas, que son las malas hierbas más molestas y dañinas de los repastos y tierras cultivadas, desde el nivel del mar hasta la región superior. Hay más: tenemos razones para sospechar que hay que buscar en esas plantas el orígen del hongo (Uredo Pittierí Hennings) que hizo tantos estragos en los papales del Trazú en los últimos años. Sobran, pues, motivos para recomendar su activa destrucción. Berengena simarrona. Solanaceae. Solanum lanceolatum Cav. Te. 3, 23, €. 245. 1794, Solanum torvum Sw. Prodr. Veg. Ind. Oce. 47. 1788. Siendo todas las berengenas costarricenses silvestres, el calificativo de símarrón es casi por demás. Parece sin embargo aplicarse en particular á estas dos especies. Berro. Cruciferae. Nasturtium ofiicinale R. Br. in Ait. Hort. Kew. 2: IV, 3. 1812, El berro es completamente naturalizado en las aguas corrientes de la vertiente atlán- tica, en donde su introducción y esparcimiento se deben en gran parte al Dr. J. P. 70 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Valverde. Es una planta verdaderamente sana y refrescante, sin mengua de los pro- piedades medicinales que le atribuye el vulgo. En la región superior parece repuesto por el Nasturtium palustre. Biborrana—Véase Viborrana. Bicho. Caesalpiniaceae. Cassia bicapsularis L. Sp. PL. 1: 376. 1753. Leenminosa común en los lugares incultos de la tierra caliente. Ln Térraba, las semillas tostadas se usan aleunas veces en lugar de café. Bijagua—Véase Vijagua. Bijarro—Véase Guijarro. Biojo. Labiatae. Huyptis capitata Jacq. Coll. 1: 102, 1786. Térraba. Planta aromática, cuya infusión se usa para calmar los dolores de muelas. En el dialecto de Térraba, se llama kung-uá. Bítamo. Euphorbiaceae. Pedilanthus tithymaloides Poit. in Ann. Mus. Par. XIX, 390, t. 19, 1812. Planta de hojas gruesas, carnosas y con una especie de ala en la cara inferior, á lo largo del nervio mediano. Se usa á veces para formar setos vivos, pero no es de aconsejar como planta de adorno en los jardines, en razón de la leche corrosiva que contiene. Bledo. Amaranthaceae. =EO Amaranthus spinosus Sp. Pl. 2: 991. 1753. Amaranthus retroflexus L. Sp. Pl. 2: 991. 1753. Malas hierbas de las tierras secas y ricas. Las hojas y renuevos se usan á veces como que lites. Boca de león. Scrophulariaceae. Anthirrhinum majus L. Sp. Pl. 1: 617. 1753. Especie oriental, cultivada como adorno en los jardines. La hemos visto en San José, Cartago y El Zarcero del Naranjo. No parece producir semillas, Bombillo— Véase Ñorbo. Borraia. Borraginaceae. Borago officinalis L. Sp. Pl. 1: 187. 1753. Planta del Mediterráneo muy conocida en la medicina popular como sudorífica y emoliente. Cultivada algunas veces en las partes altas del país (Cartago, Tierra Blanca, El Zarcero). Bracino. Styraceae. Styrax argenteum Presl. Rel. Haenk. TI, 60. 1835-36. Styrax guatemalense Donnell-Smith Bot. Gaz. 15, 27. 1890. Arboles de las regiones templada y fría de la vertiente del Pacífico. Brasil. Caesalpiniaceae. Haematorylum campechianum L. Sp. Pl. 1: 384. 1753. Arbol de la costa del Pacífico, especialmente de Nicoya y Guanacaste, en donde se explota para la exportación. Es el Logwood de los ingleses. Su madera contiene una materia colorante especial, la hematoxilina, que de roja se vuelve morado-oscura cuando se halla expuesta al aire y á la lnz. Este tinte se encuentra principalmente en el cora- zón de la madera, el que se usa en tintorería, asi como también para hacer muebles finos. Se dice que las hojas, las raíces y la corteza, tienen propiedades medicinales. ENUMERACION DE LAS ESPECTES. yal Brasil. Moraceae. Morus celtidifolia H. B. £ K. Nov. Gen. « Sp. 2:83. Arbol de la tierra caliente del Pacífico. Broma. Bromeliaceae. Piteairnia heterophylla Beer, Bromel. 68. 1857. Epífita de hojas angostas y escasas, y de flores rosadas protejidas por envolturas velludas y aguijoneadas. Habita la región montañosa, sobre todo en la vertiente del Pacífico y la infusión de las hojas veraniegas se reputa soberana contra la disentería. Buena noche—Véase Dama. Burío. Tiliaceae. Heliocarpus glanduliferus Robinson, Contr. U. S. Nat, Herb. 5, 127. 1. Heliocarpus appendiculatus Turez. Bull. Soc. Nat. Mosc. 31, 1, 226. 18. Apeiba Tibourbou Aubl. PL Guian. 1,538, €, 213, 1775. El nombre de burío ó palo de burío, se aplica á varias Tiliáceas y tal vez á árboles de otras familias, euya corteza fibrosa y fuerte es adecuada para hacer mecapales, everdas de amarrar bultos, ete. De hecho, me parece que burío es más bien el nombre que se da á la amarra y que, al designar los árboles que la proporcionan, se debería decirsiempre palo de burio. Por su fruta en forma de disco y cubierto de largos aguijones, el Apeíba Tibvurbou se lama tambien peine de mico—Véase esta palabra. Cabalonga. Cucurbitaceae. Fevillea cordifolía L. Sp. 1: 1013. 1753. Bejuco afamado en la medicina popular; crece en los árboles altos de los Manos de Santa Clara y el señor don Anastasio Alfaro me lo describió del modo siguiente: “Las hojas se parecen á las del poró (es decir, cada hoja se parece áuna de las hojuelas de la hoja del poró—H. P.). La fruta tiene la forma y tamaño de una naranja, de color verde lustroso, como las jícara diam. l0cm., grueso del pericarpio lem. Número de semillas en cada fruta 12, en tres gajos de 44 almendras cada uno. Una almendra molida, infusada en medio litro de agua, es un purgante muy enérgico para una res atacada de morriña, y por eso la cabalonga se considera como remedio muy eficaz de tal enfermedad. Se ha usado tambien con muy buen éxito contra la fiebra amarilla.?? En Térraba, la misma planta se llama chichemora, y en Boruca contraveneno. Cabellos de angel-— Véase Carboncillo. El nombre es alusivo á los largos y níveos filamentos de este muy conocido arbusto. Cabulla—Véase Cabuya. Cabuya. Furcraea sp. pl. Amaryllidaceae. Agave sp. pl. Liliaceae. Estos dos géneros, aún no bien estudiados con referencia á la flora del país, incluyen nuestras principales plantas téxtiles, las que se ven con bastante indiferencia á pesar de su valor comercial. Estas plantas crecen naturalmente y con abundancia en todas las tierras áridas, especialmente en la zona de 1000 á 2000m. La palabra cabuya se deriva sea del taíno de Santo Domingo ó del galibí, otro idioma cáribe de la Guayana. Cacalojoche. Apocynaceae. Plumeria acutifolia Poir. Eneyelop. Suppl. 2, 667. 1811. Arbusto cultivado á veces en los jardines Ó cerca de las casas, pero que crece naturalmente en las peñas y acantilados de la costa del Pacífico. Sus flores olorosas forman el adorno favorito de la cabellera de las muchachas indias. —Etim.: nahuatl cacaloxochitl, flor de cuervo, de cacalotl, cuervo, y xochitl, flor, El juche de San José es la misma especie. 12 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Cacahuate—Etim.: del nahuatl cacahuatl, cacao—Véase Cacao maní. Cacao. Sterculiaceae. Theobroma Cacao L. Sp. Pl. 2: 782. 1753. PRATS TIAS El cacaotero es probablemente indígena en Costa Rica, como lo es tambien en las demás partes de América Central. Se encuentra silvestre en los bosques de Nicoya y de la parte Sur de la vertiente del Pacífico y se cultiva desde los tiempos más remotos. En la actualidad, nuestras principales variedades comerciales son el cacao Matina, que es sin duda el criollo de los antillanos, y que puede considerarse como una raza mejorada de la especie indígena; el Matinita, traído, según se afirma, de la Martinica y cuyo nombre legítimo sería calabacillo; en fin el Matinita grande, que correspondería al forastero, si no es sencillamente un híbrido inestable entre las dos anteriores varie- dades. El nombre Matina se deriva de la cireunstancia de haber gozado el producto de las fincas del lugar así denominado de especial fama entre los costarricenses, desde los tiempos coloniales. Matinita y Matinita grande son expresiones que no requieren explicación y que, siendo muy impropias, deberían abandonarse. En cuanto á la palabra cacao, se deriva del nahmatl cacahuatl. El criollo Ó Matina es ciertamente un producto exquisito y es posible que su cultivo sea de mejor provecho para el consumo interior. Pero en lo relerente á la exporta- ción, el calabacillo es ciertamente preferible: el agricultor no debe esforzarse en pro- ducir una calidad superior para mero aliciente de su vanidad, sino que debe concretar exclusivamente sus esfuerzos en hacer su trabajo lucrativo. Ahora bien, los fabri- cantes de chocolate prefieren el grano del calabacillo, —pequeño, de mala apariencia y de calidad ciertamente inferior, —porque, siendo este más amargo, gastan más azucar, producto baratísimo, para endulzar la pasta. Prodúzcase, pues, cacao calabacillo» tanto más cuanto que éste rinde regular cosecha á los cuatro años, mientras el criollo hace esperar hasta doce y dieciseis años, y que el primero es, término medio, cuatro veces más prolífico que el segundo. Agréguese á estas desventajas del eriollo que parece poco adaptado á la costa del Atlántico, y que es muy delicado, mientras el calabacillo es planta rústica y robusta que aguanta sin perjuicio la lluvia y el sol. La producción cacaotera ha recibido en Costa Rica un impulso notable en los últimos años, habiéndose establecido varios grandes cacaotales, con sus respectivos beneficios, en la costa del Atlántico. En 1805, se importaba todavía algo de este grano para abastecer el mercado interior: en 1905, se exportaron cerca de 140,000 kilogramos, sin mengua del consumo del mismo país, que no deja de ser considerable. Cacao de ardilla. Sterculiaceae. Herrania sp. n0v. Arbusto de los bosques inferiores de la vertiente del Atlántico, de troncos sencillos, de 3 44m. de altura, hojas digitadas de cinco hojuelas y mazorcas pequeñas, sésiles y fijas del tronco; estas frutas cubiertas de pelitos caedizos é irritantes, se vuelven amarillas en su madurez y encierran numerosas semillas del tamaño de un grano de maíz, envueltas en una pulpa agridulce, como las del cacao común. Los indios bribrí, quienes llaman esta especie uwis-ub, usan dichas semillas, despues de tostadas, para preparar una bebida algo amarga. Cacao simarrón—Véase Cacao de monte. Cacao de mico. Sterculiaceae. Theobroma simiarum Donnell-Smith in Pitt. Prim. Fl. Costar. 2, 52. 1898. Theobroma angustifolium Moy. « Sessé ex DO. Prodr. 1, 484. 1824, El Theobroma simiarum es un arbol de mediano tamaño, cuyos frutos alargados, aterciopelados y de color castaño erecen en el propio tronco. El nombre de cacao de VIT. Pr. ACAO CRIOLLO. C 13. CACAO CALABACILLO, Cacao PaArasTE. ENUMERACION DE LAS ESPECIES. 73 mico se usa para esta especie en Buenos Aires (Diquís), Turrialba, Talamanca y San Carlos. En Nicoya, la misma denominación se aplica al Theobroma angustifolium (Véase Cacao silvestre). En Térraba, el Th. simiarum se designa con el nombre de teta negra. Cacao de monte. Sterculiaceae. Herrania albiflora Goud. in Ann. Se. Nat. Sér, III, 2, 230, t. 5, fig. 1-10. 1845. Arbol de las selvas inferiores del Diquís. Cacao maní. Fabaceae. Arachis hypogaea L. Sp. Pl. 2: 741. 1753. Esta planta, de semillas oleaginosas que tienen la propiedad de enterrarse á si- mismas para madurar, es muy poco cultivado en Costa Rica, aunque se da muy bien. Se importan pequeñas cantidades de estas semillas y se venden en las calles, despues de tostadas. Son bastante alimenticias, pero muy indigestas. En Nicoya, lo mismo que en las demás secciones de América Central, el Arachis hypogaea se lama cacaluate. Cacao pataste. Sterculiaceae. Theobroma bicolor Humb. « Bonpl. El Aequin. 104, t. 30. 1808. PL Xx, Esta especie es muy escasa en el país, sea silvestre ó sembrada en los cacaotales. Es notable por su fruta, parecida á una nuez enorme y de envolturas leñosas y duras. La almendra se usa como la del cacao común y se mezcla á veces con este último. Cacao silvestre. Sterculiaceae. Theobroma angustifolium Moc. « Sessé ex DC. Prodr. 1, 484. 1824. En la vertiente del Pacífico, este arbol es casi siempre alto y grueso, y de ramificación simétrica, mientras los ejemplares que he podido observar del lado del Atlántico eran por lo general deformes y bajos. La corteza es lisa, las hojas lanceoladas, angostas y blancuzcas por debajo; las flores, que se dan solo en las ramas nuevas, son de color amarillo vivo y muy abundantes; las mazorcas son ovaladas, más ó menos irregulares, de color castaño oscuro ó canelo y no muy grandes. En Nicoya, donde el arbol abunda en los bosques, usan las almendras para refrescos y llaman la especie cacao de mico. Cacao silvestre. Sterculiaceae. Theobroma Cacao L. Sp. Pl. 2: 782, 1753. El cacaotero silvestre es un arbol esbelto, y de ramificación poco desarrollada, que se encuentra con especial frecuencia en los bosques de Nicoya y en algunas partes de los valles del Diquís, del río Coto de Osa y del río de las Esquinas. Las mazorcas son chiquitas, pero parecidas á las del tipo criollo. Véase tambien cacao. Cacho de venado. Araliaceae. Gilibertia arborea E. March. Bull. Soc. Roy. Bot. Belg. 30, 281. 1891. Arbol de medio porte (10-20m.) y de corona deprimida. Sin uso conocido. Crece en Costa Rica desde el nivel del mar hasta una altura de 1500m. El nombre se origina en el parecido que el vulgo ha creido ver entre sus inflorescencias en espigas y los cuernos del venado. Cacique. Myrtaceae. Eugenia lepidota Berg. in Linnaea, 17, 226, 1854. Arbol de mediano tamaño, de la región superior de la vertiente del Pacífico. El corazón del tronco, de color rojizo oseuro, es durísimo y casi inalterable, de modo que aún se encuentra en el mantillo de humus del bosque, cuando el resto del arbol está ya enteramente carcomido. Los pedazos así extraídos del suelo se usaban por los antiguos indígenas para confeccionar los bastones de mando de sus caciques, y de allí se origina el nombre conservado al arbol. La misma madera se usa para hacer los timones de las carretas. En Alajuela y otras partes se conoce con el nombre de murta, que se da tambien al Eugenia costaricensis. 74 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Cafeto. Rubiaceae. Coffea arabica L. Sp. Pl. 1: 172. 1753. PLATA Según datos recientes, recopilados y analizados por el Sr. Lic. don Cleto González Víquez, | el cafeto, al que Costa Rica debe en gran parte su presente prosperidad, se intro- dujo hacia 1808 por el Gobernador Acosta, contribuyendo mucho los esfuerzos del Padre Velarde á implantar su cultivo. Poco se tardó en palpar los beneficios que éste, generalizándose, podía reportar, por lo cual las autoridades se afanaron en facilitar su esparcimiento en la zona habitada del país, ya sea cediendo terrenos baldíos en ventajosas condiciones, ó mejorando las vías de comunicación. Así es que poco á poco, el café llezó á ser el principal producto de Costa Rica y, siendo su cultivo compensado por ganancias muy pingúes, las demás ramas de la agricultura decayeron asi por completo. Este fué un error cuyas consecuencias hubieran llegado á perturbar gravísimamente el equilibrio económico del país, á no ser que otras industrias, en particular la bananera, vinieron á buen tiempo á contrarrestarlas. Hoy día, el café ha tomado el segundo lugar entre los productos exportados de Costa Rica, pero sigue siendo fuente de bienestar para la gran mayoría de la población del interior. En ningún otro país ha alcanzado su cultivo y beneficio un grado de perfec- ción tan elevado como entre nosotros. Pero al decir ésto con pleno conocimiento del asunto, desde luego que ha tenido bastantes ocasiones de establecer por si mismo el paralelo con lo que se hace en otros países, el que ésto escribe no pretende ser absoluto, pues bien le consta que mejoras pudieran aún introducirse y errores corregirse, ésto con especial referencia al cultivo. Con todo, el grano de oro de Costa Rica ocupa un lugar preferente en los mercados extrangeros y las preciosas calidades que posee con- stituyen una sólida garantía para el porvenir de su industria en la pequeña República. Los cafetales se encuentran principalmente en la parte central del país, en la zona comprendida entre las alturas de S00 y 1400 metros. En la vertiente del Atlántico, el caleto no prospera en niveles bajos, ni en districtos muy húmedos, en donde lo acosan las enfermedades parasíticas. En la costa del Pacífico, es probable que pudiera culti- varse con éxito hasta cerca del nivel del mar, ésto es, hasta un límite inferior de 200m., poco más ó menos. Caifa. Cucurbitaceae. Cyelanthera Tonduzii Cogn. ex Th. Dur. « H. Pitt. Bull. Soc. Bot. Belg. 30: 274, 1892. PTE Planta enredadera de la zona superior de la región templada, de la que nuestros campesinos comen los renuevos y frutas celes. La palabra caífa se deriva del quechua : en el Perú se da el nombre de caíhua á otra Cucurbitácea del género Anguria, que tiene los mismos usos. Caimito. Sapotaceae. Chrysophyllum Cainito L. Sp. Pl. 1: 192, 1753. Este arbol crece en las selvas de ambas vertientes, en tierra caliente. Existen en San José algunos ejemplares que florecen, pero no fructifican. La madera es buena: la infusión de la corteza se reputa tónica y refrescante, y la fruta, del tamaño y forma de una ciruela europea, tiene una carne blanca ó morada y un sabor bastante agradable. Calabacero. Bignoniaceae. Crescentía Cujete L. Sp. Pl. 1: 626. 1753. Arbol de corona á menudo deprimida, ó que raras veces pasa de 57m. de altura. Tanto en el tronco como en las ramas más delgadas nacen flores grandes y acampana- das, que producen la fruta conocida con el nombre de guacal, cuando es de forma UCleto Gonzalez Víquez. Carta á don Francisco María Iglesias, en el “* Figaro?” de Agosto 19, 1897. COFFEA ARABICA E 4 Ñ ' iS Ñ ka ra Maa 1 E Pl a Ñ sb e ' o EN 4 SN] el í Y - Y ñ E: 108 Ml , a Ñ í 4 ñ ' l x , - U 4 , . : . ñ : Ñ Ñ : ' ñ ' % 4 ñ XII Pr COFFEA LIBERICA. CYCLANTHERA TONDUZIHM. ENUMERACIÓN DE LAS ESPECIES. 70 esférica ó deprimida, de Jícara, cuando es delgada y alargada. El pericarpio muy duro de estas frutas se emplea en confeccionar esas vasijas de uso tan corriente entre los campesinos. La pulpa interior de las mismas es purgativa, y aún se pretende que obra á manera de un abortivo en el ganado. La madera es poco fina pero bastante flexible, y se usa para obras de carpintería ordinaria. Calabaza. Cucurbitaceae. Lagenaria lagenaría (L.) Cockerell, Bull. Torr. Bot. Club 19: 95. 1892. Se distingue de los ayotes y de los sapayos por sus flores y frutas blancas y de pericarpio leñoso. Las últimas, á veces más ó menos esféricas ó tambien en forma de botella, se usan para confeccionar varias clases de recipientes. En Nicoya, se cultivan por separado tres formas de esta planta, la una grande, casí redonda, llamada nambiro, otra alargada en forma de salchichón grueso, se llama calabaza dulce y se usa principalmente para las cajas de resonancia de las marimbas; la tercera variedad es la ordinaria, en forma de botella. La calabaza dulce tiene las semillas más menudas y es tal vez distinta específicamente. Nambiro es palabra chiapaneca, Calabaza boba—Véuse Chilacayote. Calalú. Phytolaccaceae. Phytolacca decandra L. Sp. Pl. 1: 991. 1753. Usado á manera de espinaca por los negros jamaicanos de la costa del Atlántico. El nombre ha venido con ellos de las Antillas, Caliguate. Musaceae. Heliconia psittacorum L. f. Suppl. 158. 1828. Nicoya. Usos y etimología (nahuatl?) desconocidos. Camándula—Puriscal. Véase Jaboncillo. Camarón. Amaranthaceae. Iresine celosivides L. Sp. Pl. 2: 1456. 1753. Cartago. Camiíbar. Copaiferae. Prioria copaifera Griseb. Fl. Brit. W. Ind. 215. 1864, Grande y hermoso arbol de los bosques vírgenes que rodean el Golfo de Osa. — De él se extrae la resina conocida en el comercio con el nombre de bálsamo de copaíba, y que tiene varias aplicaciones en la medicina y farmacia. El género Prioría se distingue á primera vista du su vecino Copaiba (véase cativo) con el que muy á menudo se ha confundido, por su vainica enderezada, mientras en el último es colgante. Camote. Convolvulaceae. Tpomoea batatas Poir. Eneyel. 6: 14. 1804. En tierra caliente, el camote se propaga espontáneamente é invade las playas y los cultivos. A pesar de su excelencia como alimento, poca atención se da á la producción de este útil tubérculo. Se conocen dos variedades, el camote morado, de hojas divididas, y el blanco ó amarillo, con hojas enteras y acorazonadas, Pero aún no son conocidas las numerosas variedades, más sabrosas ó de mejor rendimiento, que se encuentran en los mercados de los Estados Unidos. Según el venerable anciano don Napoleón Millet, su padre Santiago trajo los primeros camotes del Perú á este país, hacia 1837. Más tarde, los Escalantes (don Alejandro y un hermano), desterrados por el Presidente Carrillo, se fueron tambien al Perú y á su regreso trajeron nopaleros, moreras y gusanos de seda. El padre de don Napoleón trajo tambien del mismo país la rosita pequeña que es hoy día silvestre en las tapias y cercas. Es posible, sin embargo, que existe alguna confusión en este relato, pues el 76 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. camote era conocido en toda la América central en los tiempos anteriores á la conquista, así como lo atesta sa nombre, derivado del nahuatl camotli, de igual sienificado. Camotillo. Zingiberaceae. Curcuma longa L. Sp. Pl. 1: 2. 1753. Condimento poco usado en Costa Rica, en donde se le llama tambien yuquilla. Am- bos nombres son diminutivos y recuerdan la semejanza de los rhizomas amarillos del Curcuma con el camote y la yuca respectivamente. Campanilla blanca—El Zarcero—Véase Reina de la noche. Canchalagua. Gentianaceae. Schultesia stenophylla Mart. Nov. Gen. et Sp. 2: 106, t. 182, 1826. En Nicoya se usa esta planta en ciertas enfermedades de las mujeres, para mejorar la sangre, ésto es, como depurativo. Canchalagua— Véase Quiebra=piedras. Canchalagua. Poly galaceae. Polygala paniculata L. Syst. Ed. 10, 1154. 1758-59. Meseta central. La misma planta se llama tambien ¿pecacuana, aunque no parece tener las propiedades de este conocido específico. Candelillo. Caesalpiniaceae. Cassia oxyphylla Kunth Mimos. 129, t. 59. 1819. Cassia spectabilis DC, Cat. Hort. Monsp. 90. 1813, El Cassia oxyphylla, ó candelillo de la costa del Atlántico, es un arbustillo econ flores poco vistosas y hojuelas grandes, ovaladas, en número de tres 4 cinco en cada hoja, común en los charrales y aún en los cultivos. El Cassía spectabilis ó candelillo del interior es un arbol de hojuelas pequeñas y numerosas en cada hoja, y de flores formando hermosos racimos dorados. Candelillo. Bignoniaceae. Stenolobium stans See. Journ. Bot. 1: Ss. 1863. Arbusto y aún arbol pequeño de las faldas de los montes de tierra templada, notable por sus flores amarillas y vistosas. Canelo ó canelillo. Lauraceae. Ocotea veraguensis Mez in Jabrb. Bot. Gar. Berl. 5: 243. 1889, Arbusto de las lomas de Nicoya. Canillito. Melastomataceae. Miconia Matthaei Naud. in Ann. Se. Nat. Ser, TI, 16, 176. 1851. Arbusto común en los sotos de los bosques del valle del Diquís. Canistel—Véase Siguapa. Caña agria—Véase Cañagria. Caña blanca. Graminae. Gynerium saccharoides Humb. « Bonpl, Pl. Aequin. 2: 112, t. 115. 1800, Esta hermosa graminea, común en las vegas húmedas y arenosas de los ríos, en alturas inferiores á 1000m.,se usa con frecuencia en la construcción de ciertas partes de las casas de habitación. En Talamanca, se forman con ella las paredes de las chozas, y tal es su importancia en la economía de los naturales, que su florescencia sirve para señalar el principio de la estación de verano. En la construcción más elaborada de las casas modernas, la caña blanca se emplea en el bajareque y asi mismo en la techumbre para formar el asiento de la teja. ==] == ¿NUMERACION DE LAS ESPECIES. Caña danta. Palmae. Geonoma sp. Palmera de los bosques de San Carlos, no identificada especificamente. Caña de azucar. Graminae. Sacecharum oficinarum L. Sp. Pl. 1:54, 1755. La caña de azucar es una de las plantas económicas de más importancia para Costa Rica. —Abastece el mercado interior con la casi totalidad del azucar que se consume sea en forma de panela ó dulce, sea en forma cristalina más ó menos refinada. —Deella tambien se obtienen el aguardiente y parte de los licores llamados finos, industria que se halla monopolizada por la Nación y cuyo producto constituye una de las principales entradas del Erario. Se ha hablado y escrito mucho en contra del tal monopolio, pero fuera de su importancia como recurso para la Administración, esindudable que tiene el efecto de regularizar el consumo del aleool, previniendo asi el desarrollo del vicio de la embriaguez. Es de esperarse que haya siempre en nuestros gobernantes la prudencia necesaria para no impulsar el vicio por medio de una produeción exagerada, y que más bien se buscarán medios para mantener ésta en sa minimum. Desde hace aleunos años á esta parte, se ha esparcido algo el uso del aleool desnaturalizado como medio de alumbrado. No debe omitirse tampoco el papel desempeñado por la caña de azucar en la alimentación del ganado vacuno, especialmente de los bueyes de tiro. La caña de azucar se cultiva principalmente en la tierra templada, aunque está generalmente esparcida tambien en la tierra caliente. De las dos variedades corrientes, amarilla y morada, la primera es preferida para los trapiches, por ser de mejor rendi- miento, mientras la segunda, más suave, conviene mejor para la alimentación de los animales, Cañagria. Zingiberaceae. Costus laxus O. G. Peters. in Fl. bras. 3,3: 56. 1890. Costus lima K. Sehum. in Regn. veget. 4, 46: 588, 1904. Costus Malorticanus Wendl. in Hamburg. Garten-u. Blumenzeite, 19: 50, 1863, Costus maximos K. Seham. in Regn. veget, 4, 46: 405. 1904. Costus nutans K. chum. in Regn. veget, 4, 46: 407. 1904, Costus podocephalus 3. Donn. Smith in Bot. Graz. 23: 250, 1897, Plantas suculentas, de los lugares frescos y cenagosos y de las orillas de los ríos, notables por el desarrollo helicoidal de sus tallos. Las hojas son gruesas, amplexícaules y elípticas, las flores, de perízgonos cáducos, forman espigas en la extremidad de tallos sencillos. El jugo ácido que se obtiene de todas las partes de estas plantas por infusión ó maceración se considera como medicinal. Canafistola. Caesalpiniaceae. Cassia leiantha Benth. in Hook. Journ. Bot. 2: 78. 1840. Este arbol de la tierra caliente del Pacífico es muy ornamental. La pulpa que llena las vainicas, envolviendo las semillas, se usa disuelta en agua como laxante. Noes la verdadera cañafístola (Cassía fistula). Cantarillo. Sapindaceae. Cupania guatemalensis Radl. in Sitzb. Math-Phys. Acad. Múneh. 9: 562. 1879. Arbusto de los bosques de Nicoya. El nombre alude á la forma de los frutos. Se le llama tambien carne asada, huesillo, pozolillo y manteco, y no se le conoce uso. Cantarillo. Melastomataceae. Conostegía Oerstediana O. Berg. ex Triana in Transaet. Linn. Soc. 28: 98. 1871. Arbusto. Barba, Turrialba y Juan Viñas (Oersted, 1949). En Goicoechea y alrede- dores, se le da el nombre de leña gata (Hofímann). T LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Cañuela. Graminae. Chusqueae sp. plur. Los cañuelares hacen á veces la desesperación del explorador ó del cazador en las partes secas de las faldas de las montañas, en donde se extienden por los sotos hasta cubrir á veces varios kilómetros cuadrados en una sola colonia. Los carrizos durísimos de la cañuela se cortan dificilmente y en un tris le quitan el filo al mejor cuchillo. Caoba. Meliaceae. Guarea Caoba C. D. C. ex Bull. Herb. Boiss. Ser. 2, 5 :-421. 1905. Carapa guianensis Aubl. Pl. Guian. Suppl. 32, t. 387. 1775. Hermosos árboles de la zona superior de tierra caliente, en la vertiente del Atlántico. Su madera de grano fino y bastante dura aunque fácil de trabajar, les ha valido el nombre, pero no deben confundirse con la verdadera caoba (Swietenia Mahagoni). Según se asegura, ésta existe en las costas de Costa Rica, pero es posible tambien que las maderas que se exportan bajo este nombre pertenecen á especies distintas de la misma familia. La palabra caoba es de origen haítiano. Capilote— Véase María. Capulín. Santa Clara. Véase Jucó. Caragra. Verbenaceae. Lippia callicarpaefolia Cham. «€ Schl. Lippia umbellata Cav. lc. 2: 75,4. 194. 1793. La primera especie es de Nicoya, la segunda de la tierra templada del Pacífico. Carao. Caesalpiniaceae. Cassia grandis L. f. Suppl. 230. Hermoso arbol que crece en la tierra caliente de ambas vertientes; alcanza hasta 15m. de altura y se distingue de las demás casias indígenas por sus racimos de flores rosadas. Los pocos ejemplares de carao sembrados en San José florecen, pero no fruetifican, sin duda á consecuencia del exceso de altura. En Nicoya, este arbol se llama sándalo. La fruta machacada se pone á macerar en leche ó agua y el líquido que resulta se usa como laxante y tambien como depurativo en ciertas enfermedades de la piel, Carboncillo, Mimosaceae. Calliandra grandiflora Benth. in Hook. Journ. Bot. 2: 139. 1840. Arbol común en las breñas y setos de la meseta central. Sus hojas son muy divididas y los luengos filamentos de las anteras son la parte más conspícua de sus flores rosadas. Se la llama aleunas veces cabellos de angel. Cardón. Cactaceae. Cereus Aragoni Weber, in Bull. Mus. Hist. Nat. Paris, 455. 1902. Usado con frecuencia para setos vivos en Puntarenas y en el Guanacaste. Cardo santo. Papaveraceae. Argemone mexicana L. Sp. Pl. 1: 508. 1 Esta planta espinosa, de foliaje verde blaneuzco y de flores amarillas ó blancas, es común en los escombros y cultivos. Su latex amarillo es narcótico y purgativo, pero de uso algo peligroso á consecuencia de su acidez. A pesar de ésta, se emplea con frecuencia en la medicina popular. Caregre. Simarubaceae. Pieramnia Bonplandiana Tul. in Ann. Se. Nat. Sér. 3: 7, 266. 1847. Heredia. Arbusto de los setos, con racimos de flores verduzcas. Carne asada—Véase Cantarillo. ENUMERACION DE LAS ESPECIES. ES, Carricillo trepador. Graminae. Panieum martinicense Griseb. Fl. Brit. W. Ind. 552. 1864. Cartago. Grama trepadora común en las breñas. Cás. Myrtaceae. Psidium friedrichsthalianum Benth. « Hook. Gen. PL I, 713. 1866. Arbol de S-12m. de altura, de madera muy fina y dura, hojas menudas y frutas pomiformes, pequeñas y agrias. Fs de tierra templada y caliente. El nombre es indígena y se encuentra en el brunka Kás-kra, de igual significado. Casco de venado. Caesalpiniaceae. Bauhinia inermis Pers. Syn. Gr, 455. 1805, Meseta central y valle del Diquís. —Alusión á la forma de las hojas. Catarina —Véase San Miguel. Cativo. Caesalpiniaceae. Copaifera hemitomophylla Donn.-Sm. in Coult, Bot, Gaz. 27, 332. 1900, Este arbol alcanza de 40-60m. de altura y abunda en las llanuras medio cenagosas del litoral del Atlántico, en donde puede considerarse como especie característica. Sus flores son blancas y dispuestas en numerosísimas y menudas espigas. Sus frutos son vainicas coleantes, de una sola semilla y tan abundantes que cubren literalmente el suelo debajo de estos gigantes de las selvas. La resina que mana del tronco es muy eficaz en la curación de las llagas. Cedro. Meliaceae. Cedrela mexicana Roem. var. gibbosa C. DC. inéd. Las flores son verduzcas y huelen á ajo. Nicoya. Cedro amargo. Meliaceae. Cedrela Glaziovii var. puberula C. DC, in Mart. Fl. Bras. 11, 1, 224, t. 65, £. 2, 1878. Arbol alto y corpulento de la vertiente del Pacífico. ¡Su madera olorosa y de sabor amargo se reputa incorruptible; es de grano fino y muy preciada para obras de car- pintería y ebanistería. Se llama á veces cedro blanco. Cedro blanco—Véase Cedro amargo. Cedro cóbano. Meliaceae. Trichilia Pittieri CO, DC. in Ball. Herb. Boiss. Sér. 2, 5: 425, 1905, Valle del Reventazón. Arbol de 25-30m. de altura, cuya madera es muy parecida á la del cedro dulce. Cóbano se deriva de la lengua taína de Haití. Cedro colorado — Véase Cedro dulce. Cedro dulce. Meliaceae. Cedrela montana var. mexicana Turez. in Bull. Soc. Nat. Mosc. 415, 1858, Este arbol desempeña en la vertiente del Atlántico el papel del cedro amargo en la del Pacífico. Su madera muy fina es aparente para puertas y muebles de cajón, pero se pica fácilmente y no es tan buscada como la del último. El cedro dulce es un arbol de erandes dimensiones. En varios lugares se llama cedro colorado. Cedro espinoso— Véase Pochote. Cedro macho. Meliaceae. Guarea Sp. ? Valle del Reventazón. Ceáro pochote— Véase Pochote. al) LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Cedrón. Simarubaceae. Simaba Cedron Planech. in Hook. Journ. Bot. 5, 566. 1846. Planta afamada para la curación de las calenturas y de las mordeduras de las serpientes. En Costa Rica, erece solamente en la llanura costanera del Pacífico, desde la Punta Burica hasta los Quepos, siendo sus estaciones preferidas en los lugares secos al pié de las lomas. Sus tallos delgados, de 4-6m. de altura, rematan en un penacho de hojas compuestas. Se usan los cotiledones de las semillas, de los que se hace una pequeña exportación por el puerto de Puntarenas. Ceiba, 6 Ceibo. Bombacaceae. Ceiba pentandra Gaertn. Fruct. 2: 244, 1791. Uno de los arboles más imponentes de la región basal. Su tronco enorme y recto, más grueso á veces en la parte mediana, alcanza hasta 40m. de altura. La corona es deprimida y ancha y abriga por lo común variada colonia de plantas epifíticas. Durante cierto período del año, este arbol se despoja de sus hojas, las que son compuestas y digitadas, y entonces aparecen sus flores blancas ó rosadas. Las semillas están envueltas en una especie de lana que sirve para hacer colchones y almohadas. Este arbol es mal conocido botánicamente y es posible que varias especies vayan incluídas bajo el mismo nombre vulgar. La madera no tiene uso. Cenizaro. Mimosaceae. Pithecolobium Saman (Jacq.) Benth. Hook. Lond. Journ. Bot. 3: 216. 1844. Nuestro cenízaro es decididamente idéntico con el samán ó arbol de la lluvia, si se ha de juzgar por las muestras recogidas por el señor A. Tonduz en Nicoya. Este arbol, que en Trinidad y en Venezuela se considera de mucha importancia como sombra en las sabanas y aún en los eultivos, se encuentra en los llanos y valles calientes del Guanacaste, de Nicoya y de las partes vecinas de la comarca de Puntarenas. No penetra en el interior, ni tampoco parece extenderse hacia el Sur del país. Su corona deprimida eubre una gran superficie y ostenta un hermoso espectáculo cuando se cubre con encarnadas flores. El ganado come con ávidez las vainicas; la madera es dura y fina y es buscada para obras de ebanistería. Ceragallo. Lobeliaceae. Lobelía laxiflora H. B. « K. Nov. Gen. et Sp. 3: 311. 1818. Puntarenas (Oersted 1849). Cereza. Malpighiaceae. Bunehosia costaricensis Rose ex Pitt. in An. Inst. Fis. Costa Rica 8: 63. 1898. Fruta de mediocres calidades y en nada parecida á la verdadera cereza de Europa. La produce el arbol del mismo nombre, que es indígena y á menudo cultivado en los jardines. Se da tambien á esta fruta el nombre de tereza, que es corruptela del anterior. Cerillo. Guttiferae. Symphonia globulifera Linn. fil. Suppl. 502. 1781. Arbol pequeño de los bosques de tierra caliente. De la corteza mana una leche amarilla que se evaja en una especie de cera, usada por los Indios para candelas, para calfatear sus botes, etc. Cerito. Flacourtiaceae. Casearía corymbosa H. B. £ K. Nov. Gen. et Sp. 5: 366. 1821. Arbusto de flores blancas numerosas, abundante en los sotos de la tierra caliente del Pacífico, sobretodo en Nicoya. El nombre se deriva de cera, tal vez por la apariencia cerosa de las flores. ENUMERACION DE LAS ESPECIES. s1 Cerraia—Véase Lechuguilla. Cidra. Rutaceae. Citrus decumana L. Murr. Syst. ed. 13: 580, 1781. Arbol ó arbusto de la familia del naranjo, pocas veces enltivado. A esta misma especie pertenece la toronja, shaddock ó Grape Fruit de los ingleses y americanos, de frutas grandes, con cáseara gruesa y carne rosada y suave. Cidra. Orchidaceae. Corymbis decumbens Cogn. in Mart. Fl. Bras. TI, 6, 276: t. 67. 1895. Debe su nombre á su perfume especial, recordando el de la flor del naranjo. Cinco negritos. Verbenaceae. Lantana Camara L. Sp. Pl. 1: 627, 1753. Arbustillo de hojas aromáticas, que crece en los lugares áridos y en los potreros de la tierra templada. Las flores forman manojitos en las áxilas de las hojas; al abrirse son amarillas pero luego se tornan rojas. La infusión de las hojas es estimulante y tónica. Cipreso. Coniferae. Juniperus faccida Sehlecht, in Linnea 12: 405. 1838, Este arbol, indígena en México, está esparcido por toda la América central, pero nunca lo hemos encontrado en condiciones que permitan ereerlo en su natural habitación. La madera resinosa da un excelente combustible y las ramas se usan para decoraciones de altares, etc. Ciruelo. Anacardiaceae. Spondias purpurea L. Sp. PL 2: 613. 1753. Arbol pequeño, común en los setos, en donde se multiplica por medio de estacas, La fruta de la variedad típica es pequeña, ovalada, de color rojo amarillento y de sabor acídulo. Los jocote, jocote tronador y sismoyo parecen ser razas cultivadas de la misma especie. Clavel. Caryophyllaceae. Dianthus caryophyllus L. Sp. PL 1: 410, 1753. Exótico y enltivado en los jardines en numerosas variedades, Clavel del monte. Onagraceae. Jussiena geminiflora Donn.-Sm. in Coult. Bot. Graz. 28: 246. 1901. Planta insignificante de los lugares cenagosos. Clavellina. Caesalpiniaceae. Poinciana puleherrima L. Sp. PL 1: 380. 1753. Arbusto común en toda la costa del Pacífico. Prefiere las cercanías de las habita- ciones, en donde se le tolera por sus flores vistosas, y tiene á menudo todas las apariencias de ser eultivado. El nombre de clavellína se usa en Nicoya, en donde el mismo arbusto se llama tambien malínche. En Puntarenas se conoce como hoja de sen y la infusión de las hojas se usa como purgante. Cobola. Podocarpaceae. Podocarpus salicifolia Klotzsch € Karst. ex Endl. Syn. Con. 209. 1847. Podocarpus taxifolia UL. B. £ K. Nov. Gen. et Sp. TH, 2, £. 97. 1818. Con el mismo nombre se designa la madera de las dos Coníferas indígenas de Costa Rica, las que se encuentran solamente en la zona superior de los bosques, en la cordillera principal. Ambas especies son árboles de gran porte y erecen en grupos pequeños y aislados en las faldas de los montes. Así como lo indica el nombre técnico, las hojas del primero se asemejan por su forma á las del sauce, pero son rígidas y de un verde 82 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. oscuro. El P, taxifolia, por su lado, tiene las hojas menudas del tejo de Europa, al que se asemeja al extremo de que Frantzius, al descubrirlo en el volcán de Poás, lo colocó en el mismo género. La madera es fina y fuerte y muy buscada para la fabri- cación de ciertas partes de las carretas. Coco—Véase Cocotero. Cocobola. Lecythidaceae. Lecythis costaricensis Pittier, Contr. U. S. Nat. Herb. 12, 2: 99. 1908. Este es uno de los gigantes de la selva tropical, en las llanuras de la vertiente del Atlántico. Su madera es fina y fuerte y se usa para trabajos de ebanistería, etc. Es arbol notable también por su truta enorme, en forma de urna, y que contiene un gran número de nueces parecidas á las del Brasil, con almendras de muy agradable sabor. Le conoce esta fruta con el nombre de olla de mono. Cocora. Meliaceae. Guarea mierocarpa C. DC. in Bull. Herb. Boiss. Sér. 2, V, 420. 1905. Arbol pequeño del valle del Reventazón. Cocotero, Palmae. Cocos nucifera L. Sp. Pl. 1: 1188. 1753. j ELEXTVE En los últimos diez años, la palma de coco, ó cocotero, ha ido multiplicándose á lo largo del Atlántico y no es tal vez remoto el día en que será objeto de un importante comercio de exportación. En la costa del Pacífico, existen algunos extensos cocales, pero trechos considerables de la playa carecen todavía de esa hermosa palmera, de la que se ha dicho, no sin alguna apariencia de razón, que es uno de los más útiles entre los vegetales. La variedad del Pacífico parece algo distinta á la del Atlántico, que se importó, según ereo haber oido decir, de las Antillas. En la Isla del Coco crece otra 'ariedad, con nuez pequeña y deprimida. Según von Martius, la patria del cocotero es en el Istmo de Panamá, de donde se ha esparcido en la zona tropical de ambos hemisferios; esta opinión concuerda con la de varios autores más modernos. Cohatacó. Apocynaceae. Rauwolfia heterophylla Willd. ex Roem. «€ Sehult. Syst. 4, 805. 1819. Arbustillo lechoso de los setos de Nicoya. Cola de caballo. Equisetaceae. Equisetum bogotense H. B. « K. Nov. Gen. et Sp. 1, 42. 1815. Esta planta, común en las zanjas húmedas y en las ciénagas de las tierras templada y iría, se reputa como remedio muy activo en las enfermedades de la vejiga. Tanto esta tradición como el nombre de la plant», han venido de Europa. Cola de gallo. Graminae. Panicum Crus-Ardeae Willd. ex Nees, Agrost. bras. 255. 1829, Zacate de hojas anchas parecidas á palmitos, abundante en las tierras aluviales de las llanuras del Atlántico y considerado como muy dañino para los cultivos. Cola de venado. Graminae. Andropogon bicornis L. Sp. Pl. 1046. 1753. Zacate duro é impropio para la alimentación del ganado, común en las sabanas desde el nivel del mar hasta cerca de 1200m. de altura. Es una de las peores malas hierbas en ciertos bananales. Coligallo. Palmae. Calyptrogyne sarapiquensis H. Wendl. in Bot. Zeit. 17, 72. 1854. Palmera enana que cubre espacios considerables, por lo general arcillosos y medio cenagosos, de las grandes llanuras del Norte del país. Los naturales la usan para COCCOS NUCIFERA. A A o ENUMERACION DE LAS ESPECIES. 83 tapar las paredes y techos de sus ranchos. El nombre colígallo es una contracción de cola de gallo; la misma planta se llama también s/uta, nombre que es probablemente de orígen nicaraguense. Colmillo. Scrophulariaceae. Dermatocalyx parviflora Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 20. 1856. Bejuco algo escaso encontrado en Sta Clara y en la meseta central, Colmillo de puerco. Loganiaceae. Apigelia splendens Hort. Wendl. ex Hook. Bot. Mag. t, 5268. 1861. Planta herbácea, de flores encarnadas, común en la meseta central. En algunas partes se llama con mejor ocurrencia eresta de gallo. Conchudo—Véase Lorito. Consuelda. Boraginaceae. Symphytum asperrimon Don. in Sims, Bot. Mag. t. 929. 1806, Planta forrajera oriunda del Caúcaso. Produce una enorme cantidad de forraje y se da muy bien en las tierras templada y fría de Costa Rica. Contrayerba. Moraceae. Dorstenia Contrajerba L. Sp. PL 1: 121. 1755. La infusión de la raíz de esta planta se usa como febrífugo. Tambien se reputa como muy eficiente en la curación de las diárreas rebeldes y como emenágogo. Es de tierra caliente, pero alcanza la altura de San José. Contra=veneno— Véase Cabalonga. Copal. Burseraceae. Protium Copal Engl. in D. €. Monog. Phan. 4, 83. 1882, Arbol grande de hojas compuestas y de flores pequeñas y verduzcas; crece en los bosques de tierra caliente de ambas vertientes. Por las heridas que se hagan en la corteza del troneo mana una resina trasparente que es tal vez la caraña, aunque parece que ésta se extrae también de otro arbol de la misma familia—Véase Guapinol. —Etim.: nahuatl copalli, nombre de una resina odorífera. Copalchíi. Euphorbiaceae. Croton glabellus L. Syst. 10: 1275. 1758-59. Croton niveus Jacq. Enum. Pl. Carib. 32. 1762. El Croton glabellus es un arbol de gran tamaño que crece principalmente en los bosques de la tierra templada de ambas vertientes. Se llama tambien quizarrá copalehi y es muy importante por su madera fuerte, fina y perdurable, que se usa extensiva- mente en la construeción de las casas, sobre todo para los pisos. El Croton niveus, empleado en la medicina popular, es un arbusto de poca impor- tancia, también de la tierra templada. Copalchí parece ser un compuesto de copal, Copel. Guttiferae. Clusia minor L. Sp. Pl. 1: 510. 1755, La leche amarilla que mana de todas las partes de este arbol, se usa de diversos modos por nuestros campesinos, ya sea como purgante energético, ó en composición para unguentos de sanar las llagas, ó en fin para calfatear los botes. Las flores son muy buscadas por su olor, que conservan aún secas, y tambien se usan en la prepara- ción de un té pectoral. El nombre copel es usado en Nicoya: en el interior se dice copey, y las flores son conocidas como azahar de monte. Copey —Véase Copel. sd LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Coquillo. Euphorbiaceae, Jatropha Curcas L. Sp. Pl. 1: 1006. 1753. Arbusto subleñoso que alcanza hasta 3 y 4 metros, en la tierra caliente. Las hojas se usan en cataplasmas para las enfermedades del bazo y las erisipelas. Las semillas son purgativas y eméticas y su empleo en fuerte dosis es peligroso. Coquito. Palmae. Elacis melanococca Gaertn. v. semicircularis Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. dl. 1858. Palmera que crece en los lugares pantanosos cercanos al mar, en ambas costas. Es baja, con frutas parecidas á diminutos cocos de color rojo y que erecen en piñas aguijoneadas escondidas entre las áxilas de las hojas. Estas son muy parecidas á la de la palma real, pero las márgenes de su raquis ó nervio mediano tambien son pro- vistas de aguijones encorvados y agudos. Esta palmera es congénera del Elacis guianensis del Africa, cuyas frutas dan el aceite de palma, y produce tambien un aceite muy preciado entre los costeños, pero extraído en escasa cantidad. En Nicoya, esta misma especie lleva el nombre de palmiche. Coralillo. Ericaceae. Satyria Warscewiczii Klotzseh. in Linnaea 24, 22. 1851. Este arbustillo epifítico de las selvas húmedas de la región superior es notable por lo vistoso de sus flores encarnadas, pero, según Wereklé, sus frutas menudas y moradas, juntas en racimos, son comestibles y podrían usarse, lo mismo que los mirtilos, para hacer confituras y jaleas. En algunas partes esta misma especie se llama matapalo de uva, y también palo de miel. Coralillo— Véase Poró. Corazón tranquilo. Papilionaceae. Lupinus sp. El Zarcero. Una de las numerosas especies de este género cultivadas como plantas ornamentales. Cordoncillo. , Piperaceae. Piper angustifolium Ruiz « Pav. Fl. Peruv. 1: 38. 1798. Pacaca. Este nombre, que tiene su orígen en la forma cilíndrica y alargada en forma de cordón de los amentos, se aplica tambien á las demás especies muy numerosas en Costa Rica, del mismo género Piper. Corona de Cristo. Euphorbiaceae. Euphorbia splendens Boj. ex Hook. Bot. Mag. t. 2902. 1829. Planta exótica y ornamental, de tallos subleñosos, torcidos y espinosos, y de flores rojas muy vistosas. Corral. Malpighiaceae. Heteropteris laurifolia A. Juss. in Arch. Mus. Par. 3: 458. 1843. Valle del Rio San Carlos. Un arbusto pequeño, de flores amarillas. Corteza amarilla — Véase Guayacán. Corteza de chibo. Bignoniaceae. Godmania macrocarpa Hemsley. Diagn. Pl. Nov. 35. 1879. Nicoya. Corteza de venado. Acanthaceae. Ruellia tetrastichantha Lindau in An. Inst. Fis. Geogr. Cost. Ric. 8: 300. 1896. Hay otra corteza de venado que es madera de ebanistería. Nicoya, S. Mateo. ACROCOMIA VINIFERA. ENUMERACION DE LAS ESPECIES. 85 Cotán—Véase Alcotán. Coyól. Palmae. Acrocomia vinifera Oerst. in Kjoeb. Vidensk. Meddel. 47. 1858. Pl XV: Palmera característica de las sabanas y faldas secas de la costa del Pacífico, en donde llega á formar verdaderos bosques. Fué una de las plantas económicas de los antiguos Indios, quienes sacaban de su tallo una sabia rica en azucar, la que fermentada, formaba una de las bebidas embriagadoras con que animaban sus fiestas, En tiempos de escasez, se ha usado como alimento la fruta, que es muy gustada del ganado. Ya han desaparecido. muchos de los grandes coyolares de la vertiente suroeste del país. Con más razón tal vez, este arbol se llama palmera de coyól.—Etim.: nmahuatl coyoll, ascabel, por alusión á la forma del fruto, Coyolillo. Palmae. Astrocarium polystachyum Wendl. ined.? in Biol, centr. am. Bot. 3: 414, 1882-86, Palmera de 2=3m. de altura, de hojas irregularmente divididas, de frutas redondas y erizas, agrupadas en piñas pedunculadas. Es de la tierra caliente de ambas costas y el nombre de coyolillo se aplica tal vez á especies distintas. Cresta de Gallo — Véase Colmillo de puerco. Crucha (derivado probablemente del brunka kurú-t84) —Véase Chumico bejuco. Crucillo—Véase Mostrenco. Cuaja=tinta—Véase Escoba negra. Cuajiniquil. Mimosaceae. Inga edulis Mart. in Flora 20: 2, Beibl. 113. 1837. Uno de los árboles preferidos para sombra en los cafetales. La pulpa que envuelve las semillas hace las delicias de chicos y grandes. —Etim.: nabuatl guanhtrniquil, forma que no encuentro en ningún documento antiguo, y se derivaría de quanitl, arbol, xini, caer, y quilitl, verdura, leguambre, ete., Ó quiotl, brote, vástago, y tal vez vainica, conjunto que se traduciría entonces por arbol de vaínicas cadentes. Cuajilote. Bignoniaceae. Parmentiera edulis DC. Prodr. 9: 244, 1845, El verdadero cuajilote, conocido en Costa Rica solo en Nicoya y en el Guanacaste, es un arbol pequeño, algo parecido al jícaro y como el cauliflor, ésto es, de flores desarrollándose en el tronco y en las ramas mayor El fruto es parecido á una mazorca de ca “ao criollo muy larga y delgada; es comestible y de sabor dulce cuando está bien maduro.—Etim.: nahuatl quawitl, arbol, tronco, y « FAMILIAS DE PLANTAS CONOCIDAS EN COSTA RICA. 145 Sterculiaceae 19 Myrsinaceae 22 Dilleniaceae 12 Primulaccae 1 Ochnacene 3 Plumbaginaceae 1 Marcgraviaceae al Sapotaceae 1 Theacene 4 Ebenaceae 1 Guttiferae 23 Styracaceae 5 Cistacene l Symplocaceae 1 Bixaceae 1 Oleaceae 3 Cochlospermaceae l Logantaceane 11 Violaceae 9 Gentlanaceae 15 Flacourtiaceae 20 Apoeynaceae 26 Turneraceae 1 Asclepiadaceae 16 Passifloraceae 22 Convolvulaceae 30 Caricaceae 4 Polemoniaceae 6 Loasacene 4 Hydrophyllaceae 2 Begontaceae 28 Borraginaceae 26 Cactaceae Zi Verbenacene 36 Lythraceae 10 Labiatae 40 Leevythidaceae 4 Solanacene 48 Punicaceae 1 Serophulariaceae 28 Rhizophoraceae 2 Bignonlaceae 22 Combretaceae 5 Orobanchaceae 1 Myrtacene 25 Gessnerlaceae 6S Melastomataceae 149 Lentibulariaceae 3 Venotheracene 20 Acanthaceae 6S Halorrhagidaceae 2 Plantaginaceae 3 Arallaceae 112 Rubiaceae vid Umobelliferae 15 Caprifoliaceae Ñ Cornaceae 1 Valerianaceae 4 Clethraceae 2 Cucurbitaceae 33 Pirolaceac il Campanulaceae 21 Ericaceae 23 Compositae 274 RECAPITULACION DE LAS ESPECIES CONOCIDAS EN COSTA RICA. Eumycetes (Liquenes y Hongos) . . . . +... ... 3877 Embryophyta asiphonogama (Helechos)... .. . 946 Embryophvta siphonogama (170 familias ó 61% de las que COMPONEM ESTO UNO) a as OL UI E II A 2 146 LAS PLANTAS USUALES INDICE DE EOS" NOMBRES:CIENTIEICOS CON DE COSTA RICA. SUS EQUIVALENTES VULGARES. Abelmoschus esculentus Moench. Acacia Farnesiana (L.) Willd. Acanthorhiza sp. pl. Aenistus arborescens Sehlecht. Acrocomia vinifera Oerst. Bejuco de culebra as Escalera de mono E Casco de venado es Ala de Angel Me Ala de Angel da Ira colorado Ñ Papaturro agrio ss Palo de San Juan ES Chirrite la Mozote de Achiote ER San Miguel E” Seso vegetal Es Guacamayo Bl Pochote eds Borraja Me (Quisjoche Esquijoche il Palo de agua de Piñuela casera E Triguillo a Hoja del aire e Hoja de salbe E Uña de gato $ Cereza de Almácigo qe Jiñocuave ds Nance e Nancite Md Nacazcol Ey Zahino AR Guandú de Vijagua q Patito as Jalacate DS Carboncillo EE Sálamo És Murta S Coligallo y Frijol de playa e Piriquitoya es Chile dulce 14 148 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Capsicum baccatum L. Véase Chile Capsicum frutescens L. E Chilpete Carapa guianensis Aubl. le Caoba Cardiospermum grandiflorum Sw. E Chimbolillo Carica papaya L. E Papaya Carica peltata Hook. « Arn. Carica dolichaula J. Donn. Sm. Carludovica Oerstedii Hemsl. dE Tucuso Carludovica palmata R. « $. Re Chidra Casearia corymbosa es Cerito Casearia parvifolia Willd. Es Palo María Casimiroa Sapota Oerst. AE Matasano Castilleja irazuensis Oerst. e Gallito Castilla costaricana Liebm. is Hule Castilla fallar O. F. Cook ra Hule macho Castilla nicoyana O. F. Cook E Hule Cassia bicapsularis L. de Bicho Cassia brevipes DC. ds Sípia Cassia grandis L. pe Carao Cassia hispidula Vahl. e Nauapate Cassia leiantha Benth. de Caña fístola Cassia oxyphylla Kunth.- E Candelillo Cassíia pubescens Jacq. sl Pico de pájaro Cassia reticulata Wild. de Saragundín Cassia spectabilis DC. da Candelillo Cattleya Dowiana Batem. Ei Guaria de Turrialba Cattleya Skinneri Batem. ES Guaria Cedrela Glaziorii var. puberula C. DC. Pa Cedro amargo Cedrela mexicana Roem. var. gibbosa €. DO. ** Cedro Cedrela montana var. mexicana Turez. % Cedro dulce Cecropia mexicana Hemsl. E Guarumo Cecropia obtusa Tréc. o Guarumo Cecropia polyphlebia Donn. Sm. S Guaramo Ceiba pentandra Gaertn. dá Ceiba Cereus sp. > Tunilla Cereus Aragoni Weber e Cardón Cereus trigonus Haw. de Pitahbaya Cestrum aurantiacum Lindl. 2 Pavoneillo Cestrum lanatum Mart. « Gal. ha Zorillo Chaetium bromoides Benth. ES Setilla Chamaedorea bifurcata Oerst. E Pacaya Chenopodium ambrosioides L. E Apazote Chlorophora tinctoria Gaud. ei Palo de more Chrysanthemum Parthenium Pers. os Artemisa Chrysobalanus Ieaco L. ; Icaco Chrysophyllum Cainito L. PE Caimito Chusqueae sp. plur. E Cañuela Cissampelos Pareira L. ñ Venadero Citharexylum caudatum L. 2 Dama Citrullus citrullus Small e Sandía Citrus Aurantium L. ño Naranjo Citrus decumana L. e Cidra Papaya de mico Papaya de monte INDICE DE Citrus deliciosa Ten. Citrus Limetta Risso Citrus medica L. Citrus medica limon L. Clavija biborrana Oerst. Clematis divica L. Clematis grossa Benth. Cleome spinosa Jacq. Clethra lanata Mart. « Gal. Cleyera theoides Choisy Clusia minor L. Cochlospermum hibiscoides Kunth Coecoloba caracasana Meissn. Coccoloba uvifera L. Cocos nucifera L. Coffea arabica L. Coie Laeryma Jobi L. Combretum farinosum H. B. « K. Conostegia lanceolata Cogn. Conostegia Oerstediana O. Berg Conostegia Pittieri Cogn. Copaifera hemitomophylla Donn. Sm. Cordia Gerascanthus L. Cordia mierocephala Willd. Cordía ulmifolia Juss. Coreopsis sp. Cornutía eymosa Donn. Sm. Corymbis decumbens Cogn. Costus sp. Costus laxus O. G. Peters Costus lima K, Sehum. Costus Malortiecanus Wendl. Costus marimus K. Sehum. Costus nutans K. Sebum. Costus podocephalus Down. Smith Couepia Kunthiana Benth. Couralia rosea Donn. Sm. Crescentis Cujete L. Crotalaria stríata Sehrank Crotalaria vitellina Ker. Croton glabellus L. Croton gossypiifolius Vahl. Croton niveus Jacq. Croton Tonduzii Pax Croton xalapensis H. B. « K. Cucumis Melo L. Cueurbita moschata Duchesne Cueurbita ficifolia Bouché Cucurbita pepo L. Cupania quatemalensis Radl. Cuphea utriculosa Koehne Curatella americana L. LOS NOMBRES Véase e Ce CIENTIFICOS, Mandarina Lima Limón de Florida Limón Viborrana Barba de viejo Barba de viejo Espuela de caballero Nance Tito Copel Poró-poró Papaturro blanco Papaturro Cocotero Caleto Lágrima de San Pedro Papa miel Lengua de vac: Cantarillo Escobillo Cativo Laurel Escoba negra Varilla negra Chispa Muñeco Cidra Caña agria Calagria Zapotillo Roble de sabana Calabacero Chipilino (Quiebra-plato Copalehí Targuá Copalehí Quina amargo Targuá Melón de olor Sapayo Chilacayote Ayote Cantarillo Quiebra-piedras Chumico de palo 149 150 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Curcuma longa L. Véase Camotillo Manzanillo de playa e Tepalón Eb Quizarrá ES Habillo ds Guapinol e Culantro simarrón pe Biojo pe Juanilama mocha “ China ss Añmil ss Añnil E Guavo real y Guajiniquil Si Guavo mecate dd Sotacaballo Es Guavito di Guavo peludo de Guavo machete Es Churristate ss Camote Es dejuco trompeta bes Mechoacan EN Camarón E Maquenque .. Saca-tinte N Saca-tinte y Siempre-viva es Coquillo LE Frailecillo de Chicasquil Dl Cipreso 133 Clavel del monte és Azul Piñuela de garrobo EN Calabaza ee Jupiter ne Cuásquite da Cineo negritos eS Ira colorado e Chureca Pi Reseda pe Lengua de vaca e Cocobola De Chiquizá es Lirio E Orosús e Juanilama de Caragra y Lentisco E Chichicaste “ Ceragallo INDICE DIE Lucuma mammosa Gaertn. Lucuma rívicoa Graertn. Lucuma sp. Luehea Endopogon Turez. Luehea Seemanni Planch «€ Triana Luehea speciosa Willd. Lupinus sp. Lychnis dioica L. Lycopersicum esculentum Mill. Macrocnennon grandiflorum Wedd. Malpighia edulis Donn. Sm. Malpighia glabra L. Malpighia nitida Orantz Malvariscus arboreus Cav. Maummea americana L. Mangifera indica L. Manihot palmata Muell. Manihot utilissima Pohl. Mariscus Jacquini HU. B. « K. Marsdenia nicoyana Vittier Mutricariía Chamomilla L. Melia Azedarach L. Melochia hirsuta Turez. Miconia aeruginosa Naud. Miconia argentea DO. Miconia dolichopoda Nand. Miconia impetiolaris D. Don. Mikania Guaco Humb. « Bonpl. Miconia Matthaei Naud. Miconia minutiflora DC. Mimosa invisa Mart. Mimosa sensitiva L. Moquilea platypus Hemsl. Moringa moringa (L.) Millsp. Mucuna Mutisiana DC. Mucuna pruriens DC. Mueuna urens Medic. Musa Cavendishii Lamb. Musa paradisiaca L. Musa sapientum Lo. Nasturtium oficinale R. Br. Nectandra panamensis Mez Nectandra sinuata Mez Nectandra villosa Nees « Mart. Neurolaena lobata R. Br. Nicotiana tabacum L. Ocimum basilicum L. Ochroma Lagopus Sw. Ocotea cuneata Mez Ocotea pedalifolia Mez Ocotea veraguensis Mez —Oyra latifolia L. LOS NOMBRES CIENTIFICOS. 58 Véase Zapote e Siguapa An Mamón És Guácimo molenillo e Guácimo macho de montaña a Guácimo macho y Corazón tranquilo se Españolita se Tomate E Palo cuadrado es Acerola Ey Jupíter ES Guacuco E Amapola + Mamey e Mango de Yuca be Yuca amarga E Jacintillo zacate is Bejuco de zapo dE Manzanilla .l Paraíso E Raíz de toro ye Terciopelo de Santa María e María En María ye Hoja de pasmo ml Hoja de guaco ss Canillito Es Resino > Dormilona e Puta- vieja dE Sonzapote bl Marango A Ojo de buey a Pica-pica dy Pica-pica pl Banano enano ds Plátano h ee Banano e Berro dl Quizarrá y (Quizarrá hediondo eS Quizarrá $ Gavilana El Tabaco pS Albahaca be Balsa . tra se (Quizarrá barcino Canelo ó canelillo Gamalote 54 LAS PLANTAS USUALES Oncoba laurina Benth. Onoseris paniculata Moq. « Sess. Oplismenus Humboldtianus Nees. Opuntia sp. Oreodoxa regia H. B. XK K. Oreoponar xalapense Dene. « Planch. Oreopanax oligocarpum Donn. Sm. —Oryza sativa L. Ovalis corniculata L. Pachira sp. Panicum Crus-Ardeae Wild. Panicum larum Sw. Panicum martinicense Griseb. Panicum maximum Jacq. Panicum molle Sw. Papaver somniferum L. Parmentiera edulis DC. Paspalum conjugatum Berg. Paspalum fasciculatum Wild. Paspalum mandiocanum Trin. Paspalum notatum Fluegge Paspalum platycaule Poir. Passiflora sp. Passiflora foetida L. lora ligularis A. DC. fora lunata Wild. fora membranacea Benth. siflora quadrangularis L. Pavonia dasypetala Turez. Pedilanthus tithymaloides Poit. Pentaclethra filamentosa Benth. Peperomia cireinnata Link, Peperomia reflera A. Dietrich Pereskia nicoyana Weber Persea sp. Persea gratissima Gaertn. Petrea arborea H. B. « K. Phaseolus lunatus L. Phaseolus multiflorus L. Phaseolus vulgaris Lobel Philadelphus trichopetalus Koern. Philibertia erassifolia Hemsl. Phoebe betazensis Mez Phoebe helicterifolia Mez Phoebe Tonduzii Mez Phyllanthus acuminatus Vahl. Phyllocactus sp. Physalis pubescens L. Phytolacea decandra L. Piceramnia Bonplandiana Tul. Pimenta Pimenta Cock. Piper angustifolium Ruiz « Pav. DE COSTA RICA. Véase 117 “ Hugro Hoja quema Zacate de ratón Tuna Palma real Higuera Matapalo Arroz Acedera Jelinjoche Cola de gallo Tepalón Carricillo trepador Zacate de Guinea Zacate de Pará Tulipán Cuajilote Turvará Gamalote Zacate de caballo Gengibrillo Zacate amargo Pococ: Ñorbo Granadilla Ñorbito Granadilla bellísima Granadilla real Majagúita Bítamo Gavilán Garrapatilla Garrapatilla Mateares Yás Aguacate Choreque Frijoles cubaces Frijol de flores Frijol común Mosqueta trepadora Mata-tórsalo Quizarrá Quizarrá amarillo Aguacatillo blanco Chilillo Pitahaya de hoja Miltomate Calalú Caregre Jamaíca Cordoncillo INDICE DE LOS NOMBRES Piper auritum H. B. «KK, Véase Piper peltatum L. Piper tenuispicum O. DC. Piptocarpha costaricensis Klatt Pitcairnia heterophylla Beer Pithecoctenium echinatum K. Sch. Pithecovetenium muricatum Mog. Pithecolobium eognatum Benth. Pithecolobium dulce Benth. Puthecolobium filicifolium Benth. Pithecolobium Saman (Jacq.) Benth. Pittiera longepedunculata Cogn. Plantago mayor L. Platymiscium polystachyum Benth. Plumeria acutifolia Poir. Plumeria bracteata A. DC. Plumeria Lambertiana Lindl. —Poa annua L, Podachaenitum paniculatum Benth. Podocarpus salicifolía Klotzsch «£ Karst. Podocarpus taxifolia H. B. « K. Poinciana pulcherrima L. Polygala paniculata L. Polygonum acre H. B. « K. Polymnia maculata Cav. Porcelía nicaraguensis Benth. « Hook. Portulaca oleracea L. Posoqueria latifolia Roem. «£ Schult. Pourouma aspera Trec. Prioria copaifera Griseb. Protium Copal Engl. Prunus persica L. Prunus sphaerocarpa Sw. Psidium friedrichsthalianum Benth. « Hook. sida Guayava L. Psidiuwm molle Bertol. Psidium savanarum Donn. Sm. Punica granatum L. Quamoclit coccinea Moench. Quararibea turbinata Poir. Quassiacamara L. Quercus guatimalensis A. DO. Quercus insignis Mart. « Gal. Randía aculeata L. Randia jalapensis Mart. « Gal. Rapanea ferruginea (R. £ P.) Mez Rapanea pellucido-punctata (Oerst.) Mez Raphia taedigera Mart. Rawwolfia heterophylla Wild. Rhamnus capreaefolía Sehlecht. Rheedia edulis Planch. Rhizophora mangle L. CIENTIFICOS. Hoja de la estrella Santa María Hoja de calentura Barbudo 3roma Peine de mico Cueharilla Sotacaballo Mochigúiste Lorito Cenízaro Chiberrillo Llantén Quira Cacalojoche Jiquilijoche Ingerto Zacate de ratón Tora Cobola Cobola Clavellina Canechalagua Chileperro Tora Palanco Verdolaga Guayaba mica Guarumo de montaña Camíbar Copal Durazno Mariquita Cás Guayabo Guúisaro Guúísaro dulce Granadero Cunde amor Molenillo Hombre grande Roble Encino Espino blanco Horquetilla Ratón Ratoncillo Y oliilo Cohatacó Duraznillo Jorco Mangle 109 LAS PLANTAS USUALES Rhus juglandifolia Wild. Ricinus communis L. Rondeletia affinis Hemsl. Roupala complicata H. B. « K. Roupala nitida Rudge. Ruellia tetrastichantha Lindau Rubus costaricanus Lieb. Rubus floribundus H. B.« K. Rubus poliophyllus Focke Ruta graveolens L. Saceharum oficinarum L. Salvia Alvajaca Oerst. Salvia brevicalyr Benth. Salvia Chia Fernald Salvia costaricensis Oerst. Salvia polystachya Ortega Sapindus Saponaria L. Sapium sp. pl. Sapota Zapotilla Coyille Saracha Jaltomata Sehlecht. Saurauia costaricensis Donn. Sm. Saurawia Pittieri Donn. Sm. Sassafridium veraguense Meisn. Satyria Warscewiezii Klotzsch Seabiosa maritima L. Schinus Molle L. Sehultesia stenophylla Mart. Seoparia dulcis L. Sechium edule Sw. Senecio Candelariae Benth. Senecio Oerstedianus Benth. Selaginellae sp. pl. Serjania inebrians Radlk. Serjadia mexicana Wild. Serjania rufisepala RadIk. Serjania sordida Radl. Sida rhombifolia L. Simaba Cedron Planch. Simaruba glauca DC. Sideroxylon sp. Siparuna patelliformis Perk. Sloanea macrocarpa Spruce Sloanea medusula K. Sch. Sloanea quadrivalris Seen. Smilax sp. Smilax oficinalis H. B. « K. Solandra grandiflora Sw. Solanum aculeatissimum Jacq. Solanum Humboldtii Dunal. Solanum lanceolatum Cav. Solana mammosum L. Solanum muricatum Ait. Véase e “( DE COSTA RICA. Hinchador. Higuerilla Algodonillo Danto hediondo Danto hediondo Corteza de venado Zarzamora Zarzamora Zarzamora Ruda Caña de azúcar Albahaca cimarrona Chirrite amargo Chián Hierba de corazón Jalacate Jaboncillo "Ós Níspero Jaltomate Mocó Mocó Quizarrá Coralillo Bambalí Pimiento de California Canchalagua Mastuerzo Chayote Vara blanca Papelillo Doradilla Barbasco Bejueo espinoso Bejuco juriso Bejuco Juriso Escobilla Cedrón Simaruba Níspero Limoncillo Abri jo Mano de león Terciopelo Zarzón Zarzaparilla Papaturra Berengena Tomate cimarrón Berengena cimarrona Pichichío Pepino mango INDICE DE LOS NOMBRES CIENTIFICOS. Solanum sinuatum Ait. Véase Berengena Solanum torvum Sw. d Berengena Sonchus oleraceus L. Lechuenilla Spigelia splendens Hort. Colmillo de puerco Spondias sp. Ismoyo Spondias lutea L. E Jobo Spondias purpurea L. ES Ciruelo —NSporobolus indicus R. de Pitilla Stachytarpheta jamaicensis Vahl. Ñ Verveine Stanhopea costaricensis Reich. SN Torito Stanhopea ecornuta Lem. sE Flor de vaca Stemmadenia bignoniaeflora Miers e Guijarro Stenolobiumn stans Seen. Ml Candelillo Styrax argenteum Presi. il 3racino Styrar guatemalense Donn. Sm. de Bracino Styrac Warscewiczió Perk. As Quiquicirrí Symphonia globulifera L. £il. ER Cerillo Symphytum asperrimum Don id Consuelda Synedrella víalis Asa Gray A Espinillo Tagetes congesta Hook. £ Arnott sE Anisillo Tagetes mieroglossa Benth. h: Rudillo Tamarindus indica L. e Tamarindo Taraxacum oficinale Weber e Amargón Tecoma chrysantha DC. 4 Guayacán Terminalia Catappa L. A Almendro Tetracera sessiliflora Tr. ds Raspa-Guacal Theobroma angustifolium Mo. « Sessé Cacao silvestre Theobroma bicolor Humb. «€ Bonpl. ha Cacao pataste Theobroma Cacao L. di Cacao Theobroma simiarum Donn. Sm. E Cacao de mico Thevetía nertifolia Juss. y Chirea Thevetia plumeriaefolía Benth. Ñ Chirca venenosa Tigridia Pavonia Ker ss Guatemala Trema micrantha Blume A Jucó Tribulus maximus L. id Talcacao Trichilia havanensis Jacq. E Uruca Trichilia Pittieri €. DC. ES Cedro cobano Triplaris tomentosa Weddell pe Hormigo < Tripsacum dactyloides L. Es Maicillo Triumfetta Josefina Polak. Es Mozote de caballo Triumfetta Lappula L. AS Mozote de caballo Ulmus mexicana Planeh. E Ira Urera caracasana Griseb. Ml Ortiga Vanilla Pittieri Schlecht be Vainillón Vanilla planifolia Andr. AS Vainilla Vernonia brachiata Benth. as Tuete Vernonia canescens H. B. « K. úl Tuete Vernonia dumeta Klatt. iS Tubusí Viburmum costaricanum Hemsl. AS Surá Viburnum glabratum H. B. £ K. ES Curá Vicia Paba L. ds Haba Vigna Catjang Walp. Le Frijol de vaca LAS PLANTAS USUALES Villamilla octandra Hook. Virola Koschnyi Warb. Vismia guianensis DO. Vitellaria multiflora CA. DC.) Engl. Vitis caribaea DC. Vitis sicyoides Mig. Vochysia guatemalensís Donn. Sm. Wigandia urens H. B. « K. Xanthosoma sagittifolium Sehott Xylopia frutescens Avbl. Xylosma Salzmanni Yiehl. Yuecca sp. Yueca elephantipes Regel Zanthoxylum Limoncello Pl. « Oerst. Zanthoxylum procerum Donn. Sm. Zea Mays L. Zexmenia costaricensis Benth. Zingiber officinale Rose. Zinnia elegans Jacq. DE COSTA RICA. Véase £ es Sotacaballo Fruta dorada Achiotillo Zapotillo Agrá Lasú Palo chancho Ortiga Tiquisque Majagua Mata-Cartago Daguillo Itabo Limoncillo Lagartillo Maíz Quitirrí Genglbre San Rafael NOMBRES INDIGENAS, 159 NOMBRES INDIGENAS. Aeacía spadicigera Cham. « Sehl. Térraba: — unkad guá Acacia farnesiaona Wild. Brunka: aromo Térraba: — aroma-ierón Acanthorrhiza Warscewiczió Wendl. Cabécara: Skuí Bribrí: tús Brunka: — susin+krá Térraba: — kin-26 Acrocomia rinmifera Oerst. Cabécara: será Brunka: u+krá, na+krá Térraba: — zurí Ananas ananas (L.) Karst, Cabécara: karú-ru-buí Bribrí: amú Brunka: boa-6t Térraba: — pon-2-06 Guatuso: —iú-úxa; ki-kurú Anona muricata L. Bribrí: tsá Brunka: — gsós+krá Térraba: — (S6s), Sós-rí Anona reticulata L. Cabécara: só Brunka: gsós-ri+krá Guatuso: uisíro Anthuríum scandens Engl. Bribrí: kú +kitsa Térraba: — beri-tsúa Apeiba Tibourbou Aubl. Brunka: — kura-krá Térraba: — kutsin-+gró Ardisía excelsa Ait. Brunka: — dzibi +kom-krá Ardisia ranúflora Oerst. 3ronka: — kran-krox-Ekrá Térraba: — kuetán+gró Aristolochia mira Masters Bribrí: dzo-dZúr Aristolochia sp. Bribrí: ná-but-skrí Aselepias curassarica L. Brunka: — kin-Si+krá Attalea rostrata Oerst. Cabécara: urú 3ribrí: orú Brunka: — o-krá Térraba: — sú 160 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Baccharis trinervis Pers. Bactrís horrida Oerst. Begonia carpinifolia Liebma. Beyonia guyanensis O. DC. Begonia sp. Bellucia costaricensis Cogn. Bixa Orellana L. Bombax ellipticum H. B. « K. Bromelia Pinguin L. Brosimum sp. Bursera gummifera L. Biyrsonima crassifolia H. B, « K. Calathea imsignis Peters Canna indica L. ( 'apsicum annuun L. Capsicum baecatum L. Capsicum frutescens 15: Térraba: Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Brunka: Térraba: Cabécara: Bribrí: Cabécara: Térraba: Bribrí: Brunka: Térraba: Guatuso : Bribrí: Brunka: Cabécara: Térraba: Bribrí: Térraba: Guatuso: Térraba: Cabécara: Bribrí: Brunka: Cabécara: Brunka: Térraba: Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Brunka: Bribrí: Térraba: Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Bribrí: Brunka: Térraba : Guatuso: zbin+kor-gá4 suri +kkuó skub; seró tsua+krá Sír trot+krá kitáng-0á4 ko Pkú Skikri4+kú hak-rik4kú Skuar-bón katsá kri+krá Son-gnó xló, só purí brisa-krá kurí Zgun amú bi-skú lu-axán fe-2nó kar+mari dorí-+tska dibit4krá bek Sipkrá Skír-ko murú (k)-+sik murú-+sik krán+ka dur+gó táa+krá dipá-+boró-boró ibo-+friurí Sá dipá, baca-ri-pá lebá, dzebá lebó tiés ketsua+ká kras+kuó tuex-hú NOMBRIS Carica Papaya L. Carica peltata Hook. Carludorica palmata R. « P. Cassia bicapsularis Lo. Castilla costaricana Liebm. Castilla fallar O. E. Cook Castilla nicoyana O. E. Cook Cecropia sp. pl. Cedrela Glaziovii C. DC. Cedrela montana Turcz. Cestrum nocturnum L. Calyptrogyne sarapiquensis Wendl. Chamaedorea bifurcata Oerst. Chamaedorea pacaya Oerst. Chlorophora tinctoria (L.) Gaudich. Chusquea Liebmanni Fourr. Chusquea sp. INDIGENAS. Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Guatuso: Bribrí: Térraba: Bribrí: Térraba: Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Brunka: Térraba: Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Guatuso: Cabécara: Brunka: Térraba: Guatuso : Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Guatuso: Guatuso: Brunka: Térraba: Cabécara: Bribrí: Térraba: Cabécara: Bribrí: Guatuso: Brunka: Térraba: Bribrí: Térraba: Guatuso : kitsú hu + kitsú ku-ú+krá Ze-0Ó katón kitsú Zan-06 bon tu +kró tuns Sta-kuo-+gró tseni sini, tsini vsi4krá serú, soró kur xkur 161 ko+krá, ko-kua+krá serúng-00; srung-dó kú tiri-gú, tiri+krú vara Ekrá rru-argá urúk urúk urúk ruon+krá rru-rrugá: urúk ko-kír saát+krá rruk (tirub) Sró-nemo: (tirnb $rón-g0) sór tsepa, hú-ko srón +go (tirub) kerár kabú kué-tiki-tsía tsu+krá Síin-mra-Z2ná úka kru+gró: di-u+gró petára uírba (tirab); 162 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Citrus aurantium L. Cabécara: nemár-ue tsina-rí Bribrí: ás-1Ó Brunka: — drah tsína Guatuso: —kikúre (arbol), kámum (fr.) Citrus medica limon L. Bribrí: ás+sku-sku Guatuso: foora Citrus Aurantium L. Bribrí: as-ko-Skunó Clusia minor L. Brunka: aréng+krá Térraba: seré Cochlospermum hibiscoides Kunth Cabécara: poró4-poró Brunka: min-+krá Térraba: — bing-0á Cocos nucifera L. Cabécara: kúku Bribrí: kúku Brunka: — sia +krá Térraba: —kóko Cordia gerascanthus L. Bribrí: dze-uí Couralia rosca Donn. Smith Térraba: — loró Crescentia cucurbitina L. Brunka: — gsifdkrá Crescentia Cujete L. Cabécara: mé-+kuru Bribrí: mé Brunka: — tam+krá: kua+krá Térraba: — ferú-kó-uo Croton glabellus L. Bribrí: mrús Croton gossypiifolius Vahl. Cabécara: dará+krú Brunka: — eskuát+krá Térraba: — Skin Cucurbita pepo L. Cabécara: pís Bribrí : apí Brunka: — bát Guatuso: póri-xla Cuphea autriculosa Koehne Brunka: — tsu-krá Desmoneus oxyacanthos Mart. Brunka: — tsua+krá Térraba: — Sír Dioscorea sp. pl. Cabécara: serí-dé-ua Bribrí: tú Brunka: dú Térraba: tú Guatuso: tú-e Diphysa robinivides Benth. Cabécara: Sin-grá Bribrí : urxk Brunka: — tsi4+krá Térraba: sSi+kró NOMBRES Dracontium Pittieri Engl. Plephantopus spicatus Aubl. Enterolobium eyelocarpum Griseb. Orylhrina corallodendron L. Euphorbia cotinifolía L. Euphorbia Hoffímanniana Boiss. Euterpe sp. Euterpe sp. Ferillea cordifolia LA Ficus sp. pl. Chiguerones) Fieus sp. (chilamates) Fureraca (cabuya) Genipa Caruto H. B. « K. (reonoma sp. Gliricidia maculata H. B. « K. Gonolobus edulis Hemisl. (rossypium sp. pl. Guarea xriroresana €. DC, INDIGENAS. Brunka: Térraba: Cabécara: Bribrí: Brunka: Terraba: Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Guatuso: Térraba: Cabécara : Cabécara: Brunka: Térraba: Cabécara: Brunka: Brunka: Cabécara: Brunka: Térraba: Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Cabécara: Bribrí: Térraba: Guatuso: Térraba: Cabécara: Cabécara: Brunka: Bribrí: Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Guatuso: Bribrí: 163 dZeba-sán tsicordias (chicoria?) kurú kudéir kru+krá Soró horó boró bru-+krá, burú-krá froró: frú kuere + kángi horla hárr-hu kerar-tebu Sin-krá ze-rebó sí, sí-tebu exif+krá srán-ua gu-tóa psií-krá krop de-tsí betsúr kána+krá: keba+krá sigín bís amú kik ¡n-uxán brir taparxk burí+kri aí+krá sió-1nÓ de-kuó seui-dzúk tsebuk+krá $kui-86 xlu-xío turubúk 164 LAS PLANTAS USUALES DE Guazuma ulmifolia Lam. Guilielma utilis Oerst. Gynerium saccharoides Humb. «€ Bonpl. Hamelia patens Jaeg. Heisteria sp. Heliconia Bihai L. Heliconia imbricata (O. Kze) Baker Heliconia Mariae Hook. fil. Heliconia pendula Wawra Heliconia psittacorum Helicostylis Ojoche K. Sch. Helicostylis sp. Heliocarpus appendiculatus Turez Hemitelia horrida R. Br. Herrania albiflora Goudot Herrania sp. Hibiscus tiliaceus L. Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Guatuso: Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Guatuso: Cabécara : 3ribrí: Brunka: Térraba: Brunka: Guatuso : Brunka: Térraba: Bribrí: Brunka: Térraba: Guatuso: Bribrí: Cabécara: Bribrí: Bribrí : Térraba : Bribrí : Brunka: Térraba : Bribrí : Cabécara : Bribrí : Brunka : Térraba : Bribrí : Bribrí : Bribrí : Brunka : Bribrí : Brunka: Térraba : COSTA RICA. kudzir udZir dian+krá Sun-gín: sun-gí (tirub) serúra diká dikó, dikóx suba+krá sup xluma-kóra ka-grú, uká du-uás, uká+kur bak-+krá soró tsus+krá pilií-tso srót4-krá trár+kro kar +sík krang+ká kro+gá pu-kuri tsa-ora pó tsi+mak tsid-ma tsi+pi Zin-gró bi kabá+krá fe-guó birxk gsii+krá rús-ura +gró kepú kar-tsirú uí-sub tsé-ua stsá kró-kua, krók-ua kip-kuó : tro-kró NOMBRES Hirtella americana L. Hura crepitans L. Hiymenaea Courbaril L. Iiymenachne amplexicaulis (Rudge) Nees Iliyptis capitata Jacq. Huyplis suarveolens Poit. Indigofera Anil L. Inga edulis Mart. Inga ingoides Wild. Ipomoea batatas Poir. Ipomoea sp. Iriartea exorrhiza (Wendl.) Jacaranda filicifolia D. Don. Jacobinia tinctoria Hemsl. Jatropha Curcas L. Lagenaria vulgaris Ler. Lippia dulcis Trevir: Loasa speciosa Donn. Sm. Loranthus sp. Loranthus sp. INDIGENAS. Térraba : Bribrí: Brunka : Térraba : Cabécara : Brunka: Térraba : Térraba : Brunka: Térraba: Térraba: Brunka: Térraba: Cabécara Bribrí: Brunka: Térraba : Guatuso : Cabécara: Bribrí: Brunka: Térraba: Bribrí: Térraba: Brunka : Brunka: Térraba : Brunka : Térraba : Brunka: 3runka : Cabécara Brunka : Térraba Térraba: Bribrí : Brunka : Bribrí : serín-gró betsúr tsul krá ví (tirab); igún (Si-tSi-na-Ú surix Pkrá temá Zír-uo +86 surém krá kúng-0á, kún-guó tsián-ko tibi-káh debé-ira seuí ataña tsoe-¡b+krá surenna; se-0Í spuru ña: uxu-puru-ña-bá guaró-má saní, seuí guarób-ua u-gurók; gruók arabá deki (tirub) sebé+srut uráa+krá; gan+krá rru gsan +krá sán tebi-ká (tambien Indigofera) kuubín-uá deka dziún, iún—+kra, lo+krá loúg oOrosús dZenitsinán ua+grán sí-derí 166 LAS PLANTAS USUALES Lueuma mammosa Gaertn. Lycopersicum esculentum Mill. Machaeríum sp. Macroecnemum grandiflorum Wedd. Mammea americana L. Manihot palmata Mull-Org. Maranta arundinacea L. Mauria glauca Cul. Miconia argentea DC. Mimosa pudica L. Mucuna Mutisiana DOC. Muntingia Calabura L. Neurolaena lobata R. Br. Nicotiana tabacum L. Ochroma Lagopus Sw. Ocotea veraguensis Mez Oliganthes discolor Schz. Oneoba laurina Benth. Oryza sativa L. Pachira barrigon Seem. Cahécara : Bribrí : Brunka : Térraba : Guatuso : Térraba : 3runka: Brunka: Térraba : Cabécara : Bribrí : Brunka : Térraba : Guatuso : Bribrí : Bribrí: Térraba : Cabécara : Bribrí: Brunka: Térraba : Cabécara : Brunk Térraba : Brunka : Térraba : 3ribrí : Cabécara : Bribrí : Brunka : Térraba : Guatuso : Bribrí : Térraba : Guatuso : Térraba : Térraba : Térraba : Térraba : Brunka: DE COSTA RICA. bekó kurók kom-+krá Sá nli4+kámo guré sooda| krá; kran-bot+krá tsép srú Sku arí unkáh 1k 1-1 D tsmó koró zorka-kró dika+kerík, kerebi+kerfík de-krá+díke tSú-tSA Sku+86: kop-kuo +Skú tsugi-kar koók-tsa+kúp kuá tebe+krá duis+kap-kuo+gró ax +ki-krí dá-ná dé-uá dé-ná dú-16 tú-uá urú pung (tirub) piú sing-00-gró Skur hu+gró 1Ók-koro psi+krá NOMBRES INDIGENAS. Panicum barbinode Trin. Térraba: — ¡ik-sa para Pavonia dasypetala Turez. Térraba : — kutSi-tsid-aró Persea gratissima L. Cabécara : ha-=mó Bribrí : amó Brunka : bu+krá Térraba : debor +kór Guatuso : di-+kóra, xlú-utu Pharus glaber Kunth Bribrí: tsubúk-uo Phoebe Tonduzii Mez Térraba: sun+gró Phytolacca decandra L. Térraba: — kru+rebó Piper sp. var. Brunka: — kuí+krá Piper auritum H. B. £ K. Cabécara : pir-kú Piper peltatum L. Bribrí : koró Pithecolobium cognatum Benth. Cabécara : kitá Bribrí : kitá Brunka: kuéb+krá Térraba: — kuér Pittiera longepedunculata Cogn. Bribrí : urmeme-0Ó Platymiscium polystachyum Benth. Brunka: sin+krá Térraba: zrok Poinciana pulcherrima Benth. Térraba: — guaca+Zorón guaca-lérón Polyporus sp. Bribrí: Skí-ku+kár ON sorl Psidium friedrichsthalianum Benth. £ Mook. Cabécara 3runka: kás8+krá, kuríb+krá Térraba: kás Psidium Guajaba L. Cabécara: Sori Bribrí: sure Brunka: Suib+krá Térraba: — seuf (tirub) Guatuso: otera sidium savanarum Donn. Sm. Bribrí : surú Térraba: tuz-bó Quararibea turbinata Poir. Bribrí: pía Quercus sp. Cabécara: kós Bribrí: kós Brunka: — kós+krá Rapanea pellucido-punctata (Oerst) Mez Brunka: — kag-dzi4krá Térraba: kirba+aeró Ricinus communis L. Brunka: sii+krá 168 LAS PLANTAS USUALES DE COSTA RICA. Roupala complicata H. B. « K. Brunka: kag-dzi4+krá Térraba: — dipsa+ gró Saecharun oficinarum L. Cabécara: pasto Bribrí: ipá-kur Brunka: — bax dziráh Térraba : srór-bó Guatuso: aló-fóra Sapota Zapotilla Coville Bribrí : korób Seleria bracteata Cav. Térraba: derus-uá Sechium edule Sw. Cabécara: pís Bribrí : se-0ák Brunka: tsua-ná Térraba: surú Guatuso: pok-pog í-ku Sida rhombifolia L. Térraba: — kuar+só Solanum mammosum L. Cabécara: terós-ue 3ribrí : tsu-tsu krí-uo Brunka: kahabut+krá Térraba: noí-bo Spondias lutea Cabécara : brá, braá, bará Bribrí: brá Brunka: brá+loí Térraba: fráp Guatuso: — xlúru Stanhopea sp. Brunka: — kidZ2ur-krí Guatuso : macháru-dZuu-xá Tecoma chrysantha DO. Brunka : gsis+krá Térraba: gurí Theobroma angustifolium Moc. « Sessé Bribrí : soró Theobroma bicolor Humb. « Bonpl. Bribrí : skar-úb Térraba: — uérba (Tirub) Theobroma Cacao L. Cabécara: tsiru+kurú Bribrí: tsirú Brunka: kao+krá Térraba: ko Guatuso: kaxu-tsía Theobroma simiarum Donn. Sm. Bribrí: uir-úb runkaz dzue-mane-04 Térraba: — ku-gín, bik Triplaris tomentosa Wedd. Brunka: — turi-S3van-+krá Ulmus mexicana Planeh. Cabécara : dZzuí NOMBRES INDIGENAS. 169 Vismia ferruginea H. B. «€ K. Brunka: — hunkri4krá Térraba: srin+gró Vismia tomentosa Ruiz « Pav. Térraba: gurák Vitis caribaea DO. Cabécara: gsa-kitsa-dié 3ribrí: bi-kro+kitsá: bisurúr-kitsá Brunka: — bi-úu+ts84 Guatuso: sirisír Vochysia guatemalensis Donn. Sm. Bribrí : tskirík Welfia Georgii Wenadl. Bribrí: urú Xanthosoma sagittifolium Sehott Cabécara: bu-Í 3ribrí: bu-é Brunka: san Térraba: — tis: hóko Guatuso: piná Ximenia americana L. Brunka: tsu-krá Xylopia frutescens Aubl. Térraba: — trup-+kró Zamiía acuminata Oerst. Brunka: sém Zanthoxylum procerum Donn. Sm. Bribrí : norí Brunka: ku+krá Zea Mais L. Cabécara : ik Bribrí: 1k Brunka: rut+krá Térraba: ip Guatuso: al 170 NOMBRES DE PLANTAS NO IDENTIFICADOS: Albahaca de anís Albahaquilla Albarrana Amarillo Arcá Arco Arrayano Arrocillo Ascá Bálsamo negro Bateo 3ejuco de amarrar ! Brasil de clavo Brasileto negro Burio blanco * Buriogre Cacique amarillo Capitana Capitaneja Caraña Cascuá Catazín Cirrí Cocobola negro Cocobola ámbar Come negro Contra-veneno* Copalillo Corozo * Corteza amarga Corteza blanca LAS PLANTAS USUALES DE Corteza gruesa Cristóbal Cucanilla Cuculmeca Curacha Chichica? Chirraca Chonta Choreque Ébano Encino blanco Erepe Fierrito Gasparillo 6 Granadillo Guácimo amarillo Guáchara Guúitimonte Guicharo Hierba tora Hoja de pato* Huúiligúiste Incienso Ira caballo Tra mangle Ira rosa Madera hierro Madero Maderón Mariá colorado? Mastate * COSTA RICA. Mastate colorado Mayo" Morate Mosepo Nambiro Ocotillo Orquídeas parásitas '! Palo azul Palo macho monte!? Palo santo Papaturro negro Quiebrahacha Quina Quirrá Quizarracillo Quizarrá zopilote Roble amarillo Saca-guacal San Juán San Juanillo Sirrí Tigúelote Tirrá Títora Psipú Yabo Zabino Zahinillo Y Zapote colorado '? Zapotillo danto Zapote mico 'Brunka: sánkua. 2 Brunka: gsii-krá. 3 Brunka: kurá-kup. 1 Brunka: tsa+krá. $ Térraba: hen-kuán-gró. ' Bribrí: kló, kró. “Cabécara: buík. * Brunka: dét-kri+krá; duti+krá; Cabécara: det-Sór+ku. Y Bribri: da-tsí, de-tsí, di-tsí; Brunka: kavák-krá; Cabécara: de-tsí, kar-tsí. 1 Bribri: tskirík; Brunka: bé-krá, bi-krá; Cabécara: beék. "Bribri: tís; Brunka: kín, kín-srút; Cabécara: ña-pa-grÍ. Y? Brunka: trit+krá. 1% Brunka: tsurít; Cabécara: dZirar-krú, zrun-krú. “MCabécara: buí-ku. 15 Brunka: buúm. CATALOGO DE LAS OBRAS. lil CATALOGO DE. LAS OBRAS QUE. HACEN REYFE- RENCIA A LA FLORA DE COSTA RICA O QUE SON INDISPENSABLES PARA EL ESTUDIO DE LA MISMA, (a) Obras generales. Brrrrow, L. N., and Rose, J. N.—New or Noteworthy North American Crassulacene. Bull. N. Y. Bot. Garden, 3: 1-45. 1903, Curisr, Dr. H.—Die Farnkráuter der Erde. 1897. Cook, O. F. and CoLLixs, 6. N.—Economic Plants of Porto Rico. Contributions from the U. S. National Herbarium, S: 2. 1905, De CaxporLe, Avc. Pyr.—Prodromus Systematis naturalis Regni vegetabilis, 1824 1873. De CaxpoLtE, ALemn. et Casimir.—Monographiae Phanerogamarum. Suites au Pro- drome. 1875-1896. Excuer, A. und PraxtL, K.—Die natúrlichen Pflanzen-Familien. 1890. (En vía de publicación.) Excrer, A.—Das Pflanzenreich, Regni vesetabilis conspectas. (En vía de publicación.) Freobe, Freberico.—Repertoriuam novarum specierani regni vegetabilis. Berlin, Wil- mensdorf. Vol. 1, 1904; Vol, II, 1905; Vol. TIL, 1906. Hunrr, J.—Revue critique des especes du genre Sapium. Bull. Herb. Boiss. Ser, 2, 6: 1906. KuytzE, Orro.—Um die Erde, Reiseberiehte eines Naturforsehers. 1888, Lispau, G.—Acanthaceae americanae. Bull. Herb. 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Le Mr 09 ADMINISTRACIÓN DEL SEÑOR LIC. DON CLETO GONZALEZ VÍQUEZ. . ENSAYO PLAMAS USUALES DE COSTA 1061 Hi" PTETFER Ex-Director del Instituto fisico-geográfico nacional de Costa Rica, hoy Oficial del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos Washington, D. C:, U.S. A. H. L. £ J. B. MCQUEEN, Inc. 1908 Este libro se halla de venta: En San José, en la Librería de don Antonio Lehmann. En Berlin (Alemania), donde Friedláander € Sohn, Carlstrasse 12. En Washington, donde el Autor, 2111 K Str, NW. Precio: 2,15 (=$1,00 =Mk.4,00 =Fr.5,00) 41 ¿añ ICO cre Aye rapero COCA e an A 0027634144 nr re , t