O 7 > A ITA >) EAT y - a. / ) ) 3 ) ) ES I/ 0 od ARS ” ) , á es / ES > y API TS IA AE AA e | )/ E, 0) Vd DVVéza ABI PO - REO 5 SEEN AUS AOS 2 ON fan > de, A% 7, >, A ) > 20% » Pa! DAN? 0) A), 7 M; Pa AN los ys 07) AD Ty 4) ) " y ¡Ar / is Ma e ) 0 A AAN INTA A (ab) Ap Y APA ) AO 0) A O a sa, Y / AA) a) . e No / POR r ] a AA » / CORA NN ( 1 ARE 17 AN! el ro A AA A MA A y pe 2 Á A > j / IATA , 0 A A 4 e 3 E AN ES ESO Ni, OS Le MINAS rr A NIRO N IAN ALION EE gn % SD | d eE Ñ / LO Y Le arial O ") AAA PLENA as An > FOR THE. —PEOBLE FOR EDVCATION FOR S CIENCE Esp y 29 be , 4 LIBRARY ”/ £ 2 e) ai Y 1% 0, THE AMERICAN MUSEUM Va 1 OF 0 ' NATURAL HISTORY l e AA - BY GIFT OF A JA EI Lor Manr ln AO LASAR Er OGDEN MILLS e hi E uo h Ú ¡Na ee ss JA: NATURALEZA MMM MMAA+1—242»- _— _ ——e—— PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL TOMO Y AÑOS DE 1880-1881. MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM. 1. —— 1882 IM HO ABADIA AIDA Na Y, Academy Uf sciences Y ONOT 3/-122504- ec.30 O PT 0] 4 OOULAC cop MAS AA ¡EMI AA AA ao "e : 381 DA in DISCURSO PRONUNCIADO POR DON MARIANO BARCENA: SOCIO DE NÚMERO, AL TOMAR POSESIÓN DE LA PRESIDENCIA DE LA SOCIEDAD. —— 0 A SEÑORES CONSOCIOS: la constancia. Aquí, á la sombra de este recinto, humilde en su apariencia, ha existido du- rante doce años un grupo de personas entusiastas que han cultivado con decidi- do empeño al árbol de las ciencias naturales. Aquí hemos visto pasar los dias, los meses y los años, sin que los trastornos de la política ni otrás causas nocivas hayan venido nunca á-cortar la cadena que como buenos amigos hemos formado, al estrecharnos la mano bajo la enseña radiosa de la Sociedad Mexicana de His- toria Natural. Por esto hemos visto que la nave en que bogamos va siempre se- rena, no se agita ni languidece en sus movimientos, no se estrella ante los esco- llos ni ha tropezado nunca en los arrecifes del desaliento ó de la enemistad en que muchas veces desaparecen las Asociaciones. Hace un año, al dejar la presidencia de la Sociedad, manifestaba á mi sucesor que le entregaba encendida y brillante la antorcha que en su existencia represen- taba á esta ilustrada Asociacion, y hoy, al ocupar de nuevo el primer asiento en que la bondad de mis consocios me ha colocado, veo que persiste brillante aquel foco de luz en torno del cual nos hemos reunido. Es esta una circunstancia ver- daderamente feliz, que debe congratularnos, y con toda lealtad os presento mis felicitaciones, y os excito á que continueis entusiastas en la prosecucion de la obra, firmemente establecida y constantemente cultivada. Tenemos en presencia un conjunto de hechos que muestra las bases robustas en que se apoya nuestro programa y que manifiesta la seguridad de caminar con acierto en el ameno y amplio camino que en su estudio presentan las ciencias na- turales. La NATURALEZA.—Tomo V.—1. | | NA de las influencias más fertilizantes en el campo de la ciencia es sin duda 4 LA NATURALEZA En lontananza vemos á Alzate, Mociño, Sessé, Humboldt, Bompland, Veláz- quez de Leon, Lallave, Lejarza, Cervantes, del Rio, Bustamante, y tantos otros sabios, que abarcando con sus miradas la tierra vírgen, de esta parte del conti- nente americano, establecieron los fundamentos del estudio de la Naturaleza, en el sitio donde la Naturaleza misma estableció su trono: aquí, Señores, existen los metales preciosos y las piedras más ricas y vistosas, invadiendo en forma de filo- nes ó vetas á las rocas que forman nuestro territorio; en la superficie de la tier- ra veréis las selvas vírgenes, los bosques frondosos y las hermosas praderas pre- gonando por todas partes los privilegios con que la Providencia dotó abundante- mente á nuestro país. En el mundo alado encontraréis los más ricos plumajes de las aves, desde el diminuto Colibrí hasta el elegante Quetzal, en cuyas plumas se ostentan los vis= tosos reflejos del metal y de los tornasoles más variados. En el silencio de los bosques escucharéis las escalas cromáticas del jilguero y el canto arbitrario é in- terminable del zenzontli; rugirá el tigre y la maleza se conmoverá al paso rá- pido del ciervo.... En este país, gabinete el más precioso y más rico de las cien- cias naturales, debia existir y existe una Academia donde se oyese hablar de tan- tas maravillas, adonde pudieran concurrir los viajeros en busca de las noticias que en ambos continentes circulan sobre la riqueza natural de este país. Ante el programa tan vasto que á la vista se presenta, veréis casi perder lo que hasta ahora hemos hecho; pero no debeis desmayar, un grano de arena «que el torrente va á depositar en un lago, es siempre un cuerpo sólido, que fundará, por decirlo así, el lecho arenoso que con el tiempo vendrá á ser su regazo, y tal vez le sustituirá en aquel lugar. No tenemos aún á nuestro alcance todos los ele- mentos que son indispensables para adelantar nuestra obra, pero estos elementos vendrán y el edificio será coronado por esbeltas y elevadas torres. Los fundamentos que en la ciencia establecieron aquellos sabios, son robustos y dilatados. Mociño y Sessé, en su Flora inédita de México, abarcaron un gran número de plantas que vemos ahora citadas con la autoridad de sus nombres: Cervantes se dedicó con entusiasmo á los estudios de la Flora mexicana, y con especialidad á la descripcion de las Gramíneas. Lallave y Lejarza entraron de lleno en los campos de la Botánica y de la Zoología: Humboldt y Bompland hi- cieron colosales impulsos en la Geología, la Arqueología y la Flora: del Rio y "Bustamante se entregaron por completo al estudio de la Mineralogía, describiendo tambien las especies determinadas ó las nuevas que no se hallaban inscritas en el catálogo de la ciencia. Al gran Linneo debemos tantos y tan eminentes ser= vicios en las ciencias naturales de México; y Agustin Pyramus de Candolle, Alfonso su hijo y Casimiro su nieto, han enriquecido el conocimiento de nuestra Flora con tesoros del más alto valor. ¡Ilustre generacion de sabios es la que for- ma la familia De Candolle, y que las Academias como la nuestra, se complacen en tributarles los homenajes que la ciencia les debe! LA NATURALEZA 5 En los tiempos más recientes vinieron Oliva, Cal, Lauro Jiménez, González y otros compatriotas nuestros, á proseguir los caminos emprendidos con tanto acier- to. Oliva y Cal ensancharon los conocimientos de las Floras de Jalisco y Puebla; el Dr. González ha dado una reseña importante sobre la Flórula de Monterey, y el malogrado y siempre sentido Lauro Jiménez, impulsó en gran escala nues- tros estudios de ciencias naturales, especialmente en la Botánica microscópica. Como estos ilustres compatriotas nuestros, desaparecieron Nieto y Botteri, que enriquecian diariamente el conocimiento de la Entomología y de la Flora de las tierras calientes en la region veracruzana. En las aulas, escuchamos las lecciones de Castillo, Rio de la Loza, Pascua, Herrera, Barreda, Barragan, Villada, Cordero y otros ilustrados mexicanos, que guian á la juventud estudiosa al templo de las ciencias físicas y naturales. Viajeros ilustres, recorren de vez en cuando nuestro territorio ó se establecen en México, contribuyendo en alto grado al conocimieto de la Geología, de la Mi- _neralogia, de la Flora y de la Fauna de México. ¡Cuánto deben las ciencias naturales á Burkart, Berges, Rammlesberg, Mallet, Chevrolat, Schaffner, Sallé, Bates, Hemsley, Sumichrast, Saussure y otros hom- bres distinguidos, que viajando en México ó estudiando en Europa las coleccio- nes mexicanas, llenan de luz el conocimiento científico de esta parte del Conti- nente! En los Anales de nuestra Institucion, en los cuatro volúmenes de La Natu- raleza, encontramos caudal abundante de ciencia, que merced á esfuerzos desin- teresados y empeñosos, viene acumulando hace años la Sociedad. No me detendré en revisar esos cuatro volúmenes, para referir todos los traba- jos que contienen, porque las Revistas anuales de los Secretarios dan cuenta mi- nuciosa de ellos; pero debo citar, aunque en globo, algunos de aquellos estudios, ejecutados á la sombra de nuestra Asociacion. Entremos en los dominios de la Zoología: están allí iniciados los estudios de Villada sobre la Mamalogía mexicana; se encuentra el catálogo de las aves indí- genas, por Sánchez; las descripciones de insectos mexicanos, por Eugenio Dugés; la de los crótalos, por Alfredo Dugés, hermano de aquel distinguido naturalista; las metamórfosis de los individuos del género Siredon y descripcion de nuevas es- pecies, por Velasco y por Dugés; la historia y descripcion de los troquilídeos ó co- librís de México, por Montes de Oca y por Villada, etc., etc. En la Botánica encontramos los trabajos de Oliva, de González y otros conso- cios, sobre la Flora mexicana: la sinonimia vulgar y científica de nuestras plan- tas más importantes, por Herrera: las especies nuevas, descritas por Schaffner, Ibáñez, Velasco y el que se honra en dirigiros la palabra; hallaréis trabajos sobre Geografía Botánica mexicana, sobre las propiedades medicinales de nuestras plan- tas, y además estudios químicos de muchas de ellas, como son los que han escri- to Herrera, Altamirano, Mendoza y Laso de la Vega. En las publicaciones del 6 LA NATURALEZA Observatorio Meteorológico Central, encontraréis los Calendarios Botánicos del Valle de México y de otras localidades, enseñando las relaciones de los fenó- menos vitales de las plantas y de las variaciones atmosféricas, proporcionando tambien muchos datos sobre la Geografía Botánica. En la Geología y la Paleontología encontraréis, en La Naturaleza 6 en otras publicaciones, los trabajos importantes de Castillo, Ramirez, Arenas, y otros pro- fesores mexicanos, á los que se añaden los humildes trabajos del que habla, que dan á conocer la naturaleza geológica de algunas regiones y las especies fósiles, nuevas muchas de ellas, que se han determinado: veréis los estudios sobre las erupciones recientes de los volcanes que se hallan en Jalisco, y otros datos de la mayor importancia. En la Mineralogia mexicana veréis en la misma las descripciones de especies nuevas, como son las descubiertas por Castillo, por Rammlesberg, por Mallet, por Fernández y otros profesores nacionales ó extranjeros: hallaréis los datos importan- tes sobre la geografía de los minerales hidrargíricos y sobre el azufre nativo, por Castillo, y la descripcion de algunos carbones fósiles y cita de sus yacimientos, por López Monroy: encontraréis tambien una noticia pormenorizada de los fier- ros meteóricos mexicanos, por Cornejo, y trabajos mineralógicos y de química aplicada, por Navia. Impulso, y muy poderoso, recibirá el conocimiento de las ciencias naturales de México, con la publicacion de la Biología de México y Centro-América, que ac- tualmente se imprime en Lóndres, por el Sr. F. Duncan Godman. Esta obra cons- tará de cuatro grandes volúmenes, y en ella se insertarán los materiales colecta- dos asiduamente durante 22 años: en los cuadernos que hemos visto de tan im- portante obra, se encuentran descripciones numerosas de plantas mexicanas por el sabio profesor Hemsley: la parte zoológica está redactada por los profesores Alston, Godman, Salvin y Bates. Siento no poder extenderme, para hacer la cita completa de los trabajos refe- rentes al estudio de las ciencias naturales de México: basta lo manifestado para demostrar que existen bases preciosas sobre las cuales se puede construir un vas- to edificio: contamos con colaboradores entusiastas que en el país ó en el extran- jero caminan impulsados bajo el mismo pensamiento, el adelanto de las ciencias naturales, que en México tambien tienen su santuario, en la modesta é ilustrada Sociedad Mexicana de Historia Natural. Hg Dicho. Febrero 6 de 1880. E No AA dead Mid io dt a Me ps NT jaa OS IR ENTRA e y Lo PAR de ara ls e rt ds EIA 1 . d ¿9 Y a E 7 YN ra! ET o INE arg] Aer pin Melina playera » iS aii: E th mibi lr AÑ Ñ y EN o: sli ANA mute zS E leia: ret bdo Ms doren " premio Pao an A lr ' Jl Ap Mp sd O AP in dis ds ds «Alió a ha paga A sl io Jon 19 Mi la in ds sá, MS An a A e Aa o: pad 0 dew ' cid my sr ; mua bi 0d pa Paj | ho a ii ió de se ori da 0 dj pantano e da lesa Kun Pe loa aj mA Ud: os > O NN E di h ki e de SN y | $ O A Tomo V. LA NATURALEZA. Lám. 12 Fig. 5 Pegaduras que dejan sobre el carbon, las mezclas binarias de selenio, antimonio, plomo y bismuto, tratándolas al soplete. AL DISTINGUIDO MINERALOGISTA INGENIERO DE MINAS SEÑOR ANTONIO DEL CASTILLO. OBSERVACIONES soBRE LAS PEGADURAS QUE PRODUCEN LAS MEZCLAS BINARIAS DE SELENIO, ANTI- MONIO, PLOMO Y BISMUTO, TRATÁNDOLAS AL SOPLETE SOBRE EL CARBON, POR EL SR. SEVERO NA- VIA, SOCIO CORRESPONSAL, L estudiar la galena selenífera, cuya descripcion tuve el honor de presentar As esa respetable Sociedad el año próximo pasado, observé que la pegadura del selenio le comunica á la blanquecina del plomo un color semejante al de azul de patos con un tinte pardo-rojizo más 4 ménos marcado, particularmente cerca de la cavidad del carbon. Esta observacion me indujo á efectuar pruebas sobre las mezclas binarias de los cuerpos con cuyos nombres encabezo este artículo, y co- mo reconocí que en algunos casos la pegadura del selenio modifica á las de los otros cuerpos, comunicándoles coloraciones semejantes á las que les da la pegadu- ra de la plata, juzgo de importancia describir los caractéres pirognósticos de di- chas mezclas, á fin de evitar que se confundan las coloraciones que les comunica la pegadura de la plata á las de los otros cuerpos mencionados, con las que les da la del selenio; sobre todo, ahora que este cuerpo se encuentra con frecuencia, bajo diversas combinaciones, en las minas de este Estado. Los cara ctéres que presentan al fuego de oxidacion las referidas mezclas, son los siguientes: Selenio y antimonio. Se obtienen con esta mezcla las pegaduras de ambos cuerpos: la roja del selenio aparece primero, y despues la blanca del antimonio, la cual, mezclándose con la del primero, adquiere, en parte de su extension, un color rojo-rosado ó bermellon rodeado de amarillo más ó ménos intenso. Cuan- do el selenio está en gran cantidad, la zona roja es muy extensa y marcada (fig. 1%); se perciben al principio del tratamiento humos pardos, olor de coles podridas, y la llama se tiñe de azul-violado débil; si al contrario, está en corta cantidad, los caractéres mencionados son poco perceptibles, y la zona roja es ménos extensa (fig. 27): en ambos casos se observa léjos de la cavidad del carbon, en cuyo in- terior nada se deposita, si ambos cuerpos están puros. 8 LA NATURALEZA Vertiendo sobre la pegadura blanca del antimonio una gota de sulfuro de amo- nio, toma un color amarillo ó rojo naranjados, despues de seca. Raspando las pegaduras, no sulfuradas, y calentando el polvo en un tubo cer- rado por un extremo, ála lámpara de alcohol, se obtienen dos sublimados: uno blanco azulado, á corta distancia del fondo del tubo, y otro rojo-claro de sejenio á mayor distancia. Éste no es muy abundante, cuando la mezcla contiene poco selenio; pero se percibe con claridad colocando el tubo sobre un fondo negro. Se observa además el olor de coles podridas por la extremidad abierta del tubo. En algunos casos debe prolongarse la reverberacion, porque el sublimado de selenio dilata en aparecer algunas veces. Selenio y plomo. La mezcla de estos dos cuerpos manifiesta estos caractéres: aparecen, primero, la pegadura del selenio, y despues las del plomo: la blanca azu- lada de este cuerpo se mezcla con la del selenio, y adquiere un color azul de patos con manchas ó ráfagas pardas, como si hubiera sido sulfurada por las emanaciones del sulfuro de amonio, y la amarillo-verdosa se deposita en el interior de la cavi- dad, persistiendo cerca de ella, sobre el plano del carbon, una zona de color pardo- rojizo oscuro (fig. 3%). Si despues de esto se prolonga el soplo por más tiempo, la pegadura blanquecina del plomo cubre la del selenio, excepto cerca de la cavidad del carbon, en donde se conserva una zona de extension variable pardo-rojiza ó rosa, y en su interior la amarillo-verdosa (fig. 4*). Cuando el selenio está en can- tidad considerable, se desprenden al principio humos pardos; se percibe olor de co- les podridas, y la llama se tiñe de azul violado primero, y despues de azul de ul- tramar, ó de azul de esmalte debido al plomo. Si al contrario, está en corta can- tidad, los caractéres mencionados son poco marcados y la zona pardo-rojiza es me- nos extensa. Sulfurando las pegaduras obtenidas, paseando sobre ellas el tapon mojado del frasco del sulfuro de amonio, y vertiéndoles despues de esto una gota de tintura de iodo, se obtienen, al cabo de algunos minutos, las coloraciones amarilla y ver- de-amarillenta, que caracterizan la pegadura del plomo. Raspando las pegaduras, sin haberlas sometido al tratamiento anterior, y ca- lentando el polvo en un tubo cerrado por un extremo, sobre la lámpara de alco- hol, se percibe olor de coles podridas por la extremidad abierta del tubo y se ob- tienen dos sublimados: uno blanco azulado, cerca de la prueba, y otro rojo-pardo ó bermellon de selenio, arriba del anterior. La galena selenífera, y la mezcla de galena pura y selenio, manifiestan los ca- ractéres indicados. Selenio y bismuto. Se obtienen con la mezcla de estos dos cuerpos las pega- duras de ambos: la del selenio aparece primero, las más veces, y despues las del bismuto, modificadas en parte por la del selenio: en el interior de la cavidad se observa la pegadura amarillo-limon del bismuto; despues, cerca de ella, sobre el plano del carbon, una zona de color blanco, semejante á la del antimonio, y por LA NATURALEZA 9 último, otra zona roja bermellon, violada, rosa ó6 pardusca, léjos de la cavidad del carbon (fig. 5%). En algunos casos no aparece la zona blanca, y la roja se ob- serva cerca de la cavidad (fig. 6*). Cuando el selenio está en gran cantidad, se desprenden al principio humos pardos; la llama se tiñe de azul violado, y la zona roja es extensa; en caso contrario, todos estos caractéres son poco marcados. Sulfurando las pegaduras obtenidas, pasando sobre ellas el tapon mojado del frasco del sulfuro de amonio, y vertiendo una gota de tintura de iodo en la parte en donde no hay selenio, se obtiene, al cabo de algunos minutos, la coloracion roja de aurora que caracteriza á la pegadura del bismuto. Raspando las pegaduras, sin haberlas sometido al tratamiento de que acabo de hablar, y calentando el polvo en un tubo cerrado por un extremo, sobre la lám- para de alcohol, aparece un sublimado rojo de selenio, distante de la prueba, y se percibe el olor de coles podridas, que caracteriza á este cuerpo. El bismuto impuro que se extrae de los seleniuros de bismuto, presenta los ca- ractéres indicados, más ó ménos marcados, segun la cantidad de selenio que con- tiene. Los detalles que preceden manifiestan que la pegadura del selenio les comuni- ca á las del antimonio, plomo y bismuto, una coloracion roja, la cual podria con- fundirse con la que les da la de la plata, particularmente cuando el selenio se en- cuentra en corta cantidad. Pero pueden distinguirse por estos caractéres: la zona roja debida al selenio aparece, casi siempre, al principio de la operacion; tiene un tinte amarillo en los hordes, y se observa léjos de la cavidad del carbon las más ve- ces; en tanto que, cuando es debida á la plata, se obtiene al fin del tratamiento y cerca. de la cavidad; raspando las pegaduras no sulfuradas, y calentando el polvo en un tubo cerrado por un extremo, sobre la lámpara de alcohol, si hay selenio se percibe olor de coles podridas y se forma un sublimado rojo, que no aparece en el caso de que la plata haya producido la coloracion roja de la pegadura. Estas observaciones complementan las ya publicadas en los dos artículos que, «sobre caractéres pirognósticos » he tenido la honra de presentar á esa ilustrada Sociedad, quien se ha. dignado recibirlos bondadosamente, y por cuya inmerecida distincion le estoy muy agradecido. De todas las observaciones mencionadas se deduce: 12 Que la pegadura de la plata comunica un color rojo de tintes diferentes á las del antimonio, plomo, bismuto, zinc y teluro; 2” Que la pegadura del selenio les da coloraciones muy semejantes á las ante- riores, á las del antimonio, plomo y bismuto, sobre todo cuando se encuentra di- cho cuerpo en corta cantidad, y 3% Que, en algunos casos, la pegadura del cadmio les comunica coloraciones análogas á las que acabo de mencionar, á las pegaduras del plomo, bismuto y zinc. La del antimonio adquiere ordinariamente un color amarillo rojizo. De todas estas deducciones se puede inferir esta conclusion: cuando se trate al 10 LA NATURALEZA soplete, sobre el carbon, la mezcla ó un compuesto en los cuales figuren dos cuer- pos que sean susceptibles de dar pegaduras, siendo una de ellas roja y la otra blan- ca Ó amarilla clara, esta última adquirirá generalmente un color rojo de tintes di- ferentes, siempre que la volatilidad de los cuerpos ó de sus óxidos que formen las pegaduras no sea muy diferente. Colegio del Estado de Guanajuato, Abril de 1877. NOTA SOBRE LA CONCHA MADREPERLA, DE LA BAJA-CALIFORNIA, POR EL SEÑOR DON JESUS SÁNCHEZ, SOCIO DE NÚMERO. A concha Meleagrina margaritifera es una de las producciones más inte- ¡dos de nuestro país. El estudio de las conchas es indispensable á la Geo- logía, pues le da los minuciosos caractéres que necesita para comparar entre sí, ó con las especies vivas, los innumerables moluscos que existen en el seno de la tierra; pero además del interés científico general, algunos países privilegiados tie- nen el del comercio y la industria, cuando poseen ricos criaderos de la concha pro- ductora de perlas. Bajo este punto de vista, la Baja-California podria ser una fuente de riqueza para sus habitantes, siempre que la explotacion fuese hábil y prudentemente dirigida. La concha en cuestion pertenece á la subdivision de los Moluscos A céfalos, cla- se de los Conchiferos, órden de los Eucináceos, familia de los Aviculídeos y al género Meleagrina, cuyos caractéres son los siguientes:* Género. PrvrabiNa. Meleagrina, Lamarck, 1812. Perlamater, Schumacher, 1817. Margarita, Leach, 1818. Margaritífera, Browne, 1756. Concha sub-equivalva, redondeada, bastante gruesa, escamosa en el exterior, brillantemente nacarada en el interior, borde cardinal recto. Un seno en el bor- de posterior de las valvas para el paso del biso. Charnela lineal, sin dientes. Ca- rilla del ligamento marginal, alargada, casi exterior, dilatada en su parte média. Impresion muscular posterior, ancha y sub-central. Las pintadinas son poco numerosas en especies, casi esclusivamente propias á * Dr. Chenu. Manuel de Conchyliologie et de Paleontologie conchyliologique. Paris, 1862. LA NATURALEZA rel los mares de los países cálidos; se depositan en el fondo del mar, adhiriéndose al suelo ó fijándose unas sobre otras. Es bien sabido que algunas conchas marinas y fluviátiles producen perlas; pero principalmente la llamada Ostra perlera 6 Ma- dreperta; concha casi circular, verdosa en el exterior, del más bello nacarado en el interior, y que fué denominada por Lamarck Meleagrina margaritifera, y Mytilus margaritiferus, por Linneo. Se le encuentra en el Golfo Pérsico, en Japon, en Otaiti, en Panamá, en las Islas Marías y otros lugares; pero más abundantemente en Ceilan, donde está es- tablecido el buceo más productivo. Desde tiempo inmemorial, los indios de la California usaron las perlas como adorno, estimándolas como objetos preciosos y de valía. Hernando de Soto las halló en la Florida, principalmente en las provincias de Ichiaca y de Confachiqui, en las tumbas de los príncipes.* Cuando el Conde de Monterey envió una Comision exploradora á la California, el año de 1596, fué recibida con notables muestras de estimacion por sus habitantes, que les presenta- ron perlas y frutas en señal de paz y amistad. Por esta razon el Puerto de la Paz, en la Península, lleva este nombre, impuesto por sus descubridores.** Tambien en el antiguo imperio azteca eran debidamente apreciadas, como puede verse en los historiadores de México. «Por lo que hace á las conchas, dice el P. Clavige- ro, las hay de infinitas especies, y entre ellas algunas de incomparable hermosu- ra, particularmente en el mar Pacífico. En todas las costas de aquellos mares se hizo, en diversas épocas, la pesca de las perlas. Los mexicanos las pescaban en la Costa de Tototepec y en la de los Cuitlateques, donde hoy se pesca la tortu- ga.»*** En la relacion de las alhajas, hechas por artífices mexicanos, que fueron enviadas á España (segun el mismo Clavigero), se nota que muchas estaban ador- nadas con perlas. Por último, segun el cronista Herrera, las paredes del oratorio . de Moctezuma, brillaban con sinnúmero de piedras preciosas, contándose entre ellas las perlas. «La pesca de perlas y de ballenas, dice el Baron de Humboldt, algun dia serán objetos importantísimos para un país que abraza una extension de más de 1,700 leguas marinas. Lo que más atrae á los navegantes para visitar las costas desier- tas de la California, ha sido la pesca de las perlas, que abundan principalmente en la parte meridional de la Península; y desde que terminó cerca de la isla Marga- rita, frente á la costa de Araya, los golfos de Panamá y de California son los úni- cos de las posesiones españolas que surten de perlas al comercio de Europa. Las de California tienen una agua muy hermosa, son grandes, aunque casi siempre de figura irregular y poco agradable á la vista. La concha que produce las perlas se encuentra en más abundancia en la bahía de Cerralvo, y alrededor de las islas * La Florida, por el Inca Garcilaso de la Vega.—Madrid, 1723. ** Torquemada, Monarquía indrana. Tom. I, pág. 683. *** Francisco Saverio Clavigero, Historia antigua de México. Lóndres, 1826. La NATURALEZA, —Tomo V.—2. 12 LA NATURALEZA de Santa Cruz y San José. Las más hermosas de la Corte de España se hallaron en 1615 y 1665 en las expediciones de Juan Iturbi y Bernal de Piñadero. En la mansion que en 1768 y 69 hizo el visitador Gálvez en California, un soldado del presidio de Loreto, Juan Ocio, se enriqueció en muy poco tiempo, pescando perlas en la Costa de Cerralvo: desde entónces es casi nulo el envío de perlas para el co- mercio. La pesca está casi abandonada, porque los blancos pagan muy mal á los indios que se han dedicado al penoso oficio de buzos. » En otro lugar dice: «Las aguas que desde el descubrimiento del Nuevo Conti- nente han dado con más abundancia perlas á los españoles, son las siguientes: el brazo de mar, entre las islas Cobagua y Coche, y la Costa de Cumaná; el emboca- dero del rio de la Hacha; el golfo de Panamá, cerca delas islas de las perlas, y las costas orientales de la California. En 1587 se llevaron á Sevilla 316 kilógramos de perlas, entre las cuales habia 5 kilógramos muy bellas, destinados para el rey Fe- lipe II. La pesca de perlas en Cubagua y rio de la Hacha ha sido muy producti- va, aunque de poca duracion. Desde el principio del siglo diez y siete, especialmen- te desde las navegaciones de Tturbi y Piñadero, las perlas de la California han co- menzado á rivalizar en el comercio con las del golfo de Panamá. En esa época en- viaron los más hábiles buzos á las costas del mar de Cortés: á pesar de esto pronto se descuidó la pesca, y si en tiempo de la expedicion de Gálvez se intentó darle nuevo vigor, esta tentativa fué infructuosa por las causas expuestas anteriormen- te. Solo en 1803, un eclesiástico español, residente en México, ha fijado de nuevo la atencion del gobierno sobre las perlas de la costa de Cerralvo en California. Co- mo los buzos pierden mucho tiempo para subir á tomar aire á la superficie del mar, y se fatigan demasiado descendiendo varias veces al fondo, este eclesiástico ha pro- puesto emplear para la pesca de perlas una campana de buzo, que debe servir como un receptáculo de aire atmosférico, y bajo la cual se refugiará el buzo cada vez que tenga necesidad de respirar. Con una máscara y un tubo flexible, podrá pasearse en el fondo del Océano, inspirando el oxígeno dado por la campana, en la cual ter- mina el tubo. Durante mi permanencia en Nueva-España, he visto en un pequeño estanque, próximo al Castillo de Chapultepec, hacer una série de experiencias con objeto de poner en práctica este proyecto. Sin duda por primera vez se ha construi- do una campana de bucear á la altura de 2,300 metros. »* Los aztecas usaban un procedimiento análogo al empleado actualmente para ex- traer del fondo del mar la concha, y en seguida la arrojaban á la lumbre con objeto de asar la carne, que les servia de alimento, recogiendo las perlas que casualmen- te hubiesen salido. Por este motivo, segun los historiadores Herrera y Torque- mada, las perlas que repartió el conquistador Hernan Cortés á sus soldados, y las encontradas en California, estaban ahumadas ó ennegrecidas.** * Essai politique sur le royaume de la Nouvelle-Espagne, par A. de Humboldt. Paris, 1827. ** Herrera, Historia general de los hechos de los castellanos, Década III, pág. 78. Torquemada, Monarquía indiana, Tom. I, pág. 686. LA NATURALEZA 13 En un Informe hecho para el Gobierno por el visitador de rentas D. José Ma- ría Esteva, en 1857, se encuentran los siguientes curiosos detalles:? «Asertiva- mente, fué á mediados del siglo XVI cuando se comenzó á hablar de la existencia de las perlas en el Golfo de California, por las relaciones hechas en México por D. Alvaro Núñez Cabeza de Vaca: despues, á fines del mismo siglo, cuando el célebre corsario Francisco Diak arribó á las costas de la Península, los indios regalaron perlas á sus soldados, y Felipe 11 por ese tiempo recibió una hermosa perla sacada de la costa de la isla Margarita, situada al Oeste de California, frente á la gran bahía de la Magdalena, cuya perla pesaba 250 quilates y fué apreciada en 150,000 pesos: por último, en 1615, el capitan Juan Iturbi, de vuelta de su expedicion, condujo á México, entre otras hermosas perlas, una que fué avaluada en 4 6 5,000 pesos. Desde esa fecha data verdaderamente la explotacion de los placeres de Ca- lifornia, explotacion que comenzaron á hacer los habitantes de las costas de Sina- loa, con no poco riesgo despues de los de los primeros años, por las vejaciones que hacian sufrir á los pobres indios, debiendo creerse que si las perlas ocasionaron en mucha parte las reiteradas tentativas que se hicieron para la conquista de la Pe- nínsula, tambien fueron ellas la causa, quizás, de que se retardase dicha conquis- ta, porque la codicia de los expeculadores y la conducta observada por ellos con- tribuyó en gran manera al odio y á la resistencia de los indios californios, que eran naturalmente mansos y humildes. » El buceo fué permitido más tarde, dando al rey el quinto de las conchas cerra- das; y consta por Cédula dirigida por Felipe V al Conde de Fuen-€lara, Virey de Nueva-España en 1744, que en años anteriores se habian arrendado en 12,000 pesos cada quinto.** En otro artículo me ocuparé del buceo,.y principalmente de su estadística. Diciembre, 1879. * Memoria sobre la pesca de la perla en la Baja-California. México, 1865. "* Venegas, Noticia de la California, Tom. II, pág. 515. EL PERRO DE CHIHUAHUA POR EL SEÑOR DOCTOR DON ALFREDO DUGÉS, SOCIO CORRESPONSAL. Sin. Canis gibbus, Fr. Hernández, Hist. anim. et miner. Nov. Hisp. liber unus, Edit. Lync. MDCLI; C. americamus, Lin. VIEMPO há que esta raza de perros tan curiosa como inútil, pero interesante para los naturalistas, va desapareciendo á lo ménos de las provincias del Cen- tro de la República Mexicana: es muy posible que por falta de cuidado se acabe de extinguir completamente, y éste es el motivo que me ha impulsado á escribir el presente artículo, para conservar siquiera la memoria de este perro peculiar de México. En la obra de Hernández, publicada por la Academia de los Lynceos, se lee en el párrafo 20 (De quibusdam canum peregrinis generibus) la indicacion de tres razas: 1? Xoloytzcuintli, que es Canis Caribceus, L.; 2% Canis Michuacanen- sis, Hz.; y 3* Techichi, que Clavigero llama tambien Alco. Faltan descripcio- nes exactas para formar una idea de lo que eran estos animales, salvo el prime- ro, que es el perro pelon, y no se conoce hoy ninguna raza particular de Mi- choacan, ni tampoco el tercero, que tal vez sea originario del Brasil. Pero en el párrafo 31 (de Itzcuintepotzotli, seu canibus gibbis) me parece que se trata realmente del animal que nos ocupa, porque la mencion de una especie de jiva conviene al perro de Chihuahua, como lo verémos despues. El individuo que he tenido á la vista al escribir, y cuyo retrato fiel publico hoy, (v. fig. 1), pasaba por ser de raza pura: era del sexo femenino, y de color blanco con manchas leonadas. El perro de Chihuahua posée caractéres de los épagneuls (españoles?), pues su cráneo, visto de frente (v. fig. 2), ofrece parietales sin tendencia á aproximarse desde su nacimiento arriba de los temporales, y al contrario apartándose é in- flándose hácia afuera en su porcion mediana. Por otra parte, como los dogos, tiene el hocico bastante corto, y los cóndilos de la mandíbula inferior colocados arriba de la línea de los molares superiores (v. fig. 3); pero la cavidad craneana es amplia, y no presentan los lados la direccion ascensional tan marcada en los dogos. En fin, la cara no es semejante á la de ninguna raza de perros conocida. LA NATURALEZA 15 Seria, pues, preciso, establecer una division á propósito entre los Epagneu!s y los Dogos para colocar al chihuahueño, aunque sin embargo se nota bastante ana- logía entre su cabeza y la del Carlin. (Canis familiaris Mopsus, Lin.) ll cráneo del perro que nos ocupa es casi globuloso, pues el diámetro fronto- occipital no supera sino de 1/10 poco más ó ménos al diámetro biparictal (v. figs. 2 y 3): comparado con el de otro individuo jóven le observé la misma forma, que en algo recuerda la fisonomía de ciertos monos platirrinios. Carece absolutamente de crestas parietales, y toda su superficie es lisa: del nacimiento de los incisivos su- periores á la órbita, hay la mitad de la distancia de la frente al agujero auricular externo: desde el cóndilo maxilar hasta la sínfisis de la mandíbula, la longitud 16 LA NATURALEZA es igual al diámetro fronto-occipital. Como el individuo que me sirve para esta des- cripcion tenia la denticion incompleta, no la indico por temor de incurrir en al- gun error, pero los dientes del jóven á que aludí ántes no presentan nada de par- ticular, lo que hace pensar que sucede lo mismo con los adultos. Las dimensiones del cuerpo eran las siguientes: de la punta del hocico al na- cimiento de la cola, 0,31; cola con sus pelos, 0,19; de la cruz al suelo, 0,=18; largo de la cabeza 0,095, y anchura de ella 0,07; del codillo á las uñas, 0,11; de la tuberosidad de la tibia á las uñas, 0,12; de la frente al ángulo maxilar, 0,"06; de la punta de la nariz al occipucio 0,085, es decir, la tercera parte del tronco. Hay cuatro dedos posteriores y cinco anteriores: las uñas son curvas y más grandes las de las patas de adelante, y los tubérculos de las plantas muy abul- tados: las piernas son bastante delgadas. El dorso es muy arqueado (canis gibbus), el pecho angosto, el cuello medianamente grueso, el pelo corto y más ó ménos lustroso: la cola es algo poblada y caida. No sé como están las orejas al estado normal, pues este individuo las tenia cortadas; pero creo recordar que estaban caidas en otros sugetos no mutilados. El ojo, de un tamaño mediano, está has- tante abultado y como lagrimoso. El hocico es bastante fino y no arremangado. El color varía, y suele ser negro con algo de blanco: raras veces blanco, con fre- cuencia pardo-café. Estos animalillos son friolentos, miedosos, y en general ladran poco ó nada: su ladrido no presenta nada de particular. Algunas personas pretenden que si no les dan carne, su talla permanece más pequeña; en lo general, son de los tama- ños ya expuestos, ó más chicos. Por lo demás, la figura 1? dará las formas gene- rales exactas, reducidas al tercio. Como se ve, el perro chihuahueño no es igual á ninguno de los del antiguo Con- tinente, y como se sabe de positivo que los españoles lo encontraron al llegar á México, podemos concluir que es peculiar de este país, en donde hasta hoy ha conservado sus caractéres originales, sin poder encontrar su extirpe salvaje, pues ningun canídeo mexicano se le asemeja ni lejanamente. Algunas personas creen que se encuentra salvaje en las llanuras de Chihua- hua, y que habita allí en madrigueras. Consiste la equivocacion en que se hallan en estos puntos unos pequeños mamiferos cavadores, y cuyo grito se acerca algo á un ladrido: circunstancia que les ha valido de los norte-americanos el nombre de perros de pradera (prairie dogs); pero estos pretendidos perros son unos roe- dores de la familia de las marmotas (Cynomys Ludovicianus, [ord] Baird), y de consiguiente bien diferentes del carnicero que nos ocupa. Salvo la muy defectuosa figura que dieron los Lynceos, creo que no se ha pu- blicado hasta la fecha ningun retrato del perro de Chihuahua, y por este motivo lo estampo, en la inteligencia de que han sido tomadas las proporciones con la mayor exactitud posible, y el aspecto general lo he dibujado sobre el animal vivo. LA NATURALEZA 17 ¡A cada cual lo suyo! Como F. Hernandez ha sido el primero en describir este animal y le puso el nombre de Canis gibbus, por derecho de prioridad debe conservársele este nombre en las clasificaciones, y solamente como sinónimo el de canis americanus, que le dió Linneo, y con el cual ha sido conocido hasta ahora. Guanajuato, Octubre de 1879. DESCRIPCIONES DE COLEÓPTEROS INDÍGENAS POR EL SEÑOR DOCTOR EUGENIO DUGÉS, SOCIO CORRESPONSAL. * AMOS ahora principio á los artículos descriptivos de las especies mexicanas de este importante órden de la clase de los insectos, magistralmente tratados por el laborioso coleopterista á quien debemos otros muchos del mismo género, y ya publicados en los tomos anteriores de nuestro periódico. Los Cicindelidos que por sus hábitos por excelencia carnívoros, han merecido de Linneo el epíteto de tigres de los insectos, Cicindelw tigrides ex insectis, pues viven siempre de la caza desdeñando la carne muerta, componen la primera familia en la tribu de los Carabianos, segun Girard. En la inmensa legion de los Coleópteros, ménos numerosa sin embargo que la de los Dípteros y la de los Himenópteros, é inferiores á estos bajo el punto de vis- ta filosófico por sus maravillosos instintos, han ocupado en las clasificaciones el primer lugar los Carniceros, lo mismo que en la clase de los Mamiferos y en la de las Aves: esto sin duda ha sido más bien por la costumbre, pues la forma mé- nos complicada de su estructura que nos indica una menor division en el trabajo fisiológico, así como la poca centralizacion de su sistema nervioso, los coloca en lugar más bajo del que hasta ahora han ocupado. Los Coleópteros no ceden, sin embargo, el lugar á otros insectos, si atendemos á las extrañas formas y curiosa ornamentación que ofrecen muchas de sus espe- cies, y á los espléndidos y brillantes colores de otras tambien, bastante numero- sas. Pero todavía no son aún más interesantes, por sus diversas costumbres, pues unos, en efecto, son fitófagos, y se alimentan de hojas, raices, granos. etc., y otros, por el contrario, tienen un régimen carnívoro y se apoderan de presas vivas para satisfacer su apetito, ó de restos ó despojos de animales. Los prime- ros nos causan grandes perjuicios, y entre los segundos contamos auxiliares efi- 18 LA NATURALEZA as caces que destruyen un gran número de aquellos, y excelentes policías que con- tribuyen á mantener libre la atmósfera de las emanaciones pútridas, aunque al- gunos, sin embargo, son temibles destructores de muchas de las materias anima- les que utilizamos. Tres son, por ahora, los géneros de que se ocupa el autor, y son: Tetracha, Cieindela y Odontochetla, siendo de mayor importancia el segundo por la gran cantidad de especies que encierra, de las cuales unas viven en los lugares areno- sos Ó secos, expuestos á los ardientes rayos del sol, y otras, ménos numerosas, en las orillas de los depósitos de agua dulce ó salada, y algunas tambien sobre los troncos mismos de los árboles. De las especies descritas, dos corresponden al pri- mero; veinticuatro al segundo, y dos al tercero, tomadas algunas de ellas de la obra escrita por Chevrolat acerca de los Coleópteros mexicanos, y teniendo su ra- dicacion en regiones templadas y calientes de la República. . MaAnueL M. VILLADA. FAM. Cicindeletos. slo e es jose Barbá escotada.—Lengúeta córnea, desprovista de paraglosas, muy corta, do- blada, y ocultada por la barba.—Maxilas alargadas, delgadas, acabadas por una uña articulada, que falta algunas veces; su lóbulo interno palpiforme, bi-articu- lado, delgado.—Mandíbulas largas, arqueadas, pluridentadas en su lado interno, muy agudas, cruzándose completamente en el reposo.—Palpos de cuatro artejos; el primero formado por el sustentáculo, que ha crecido y se ha hecho libre.—An- tenas filiformes ó cetáceas, compuestas de once artejos.—Patas más ó ménos del- gadas y alargadas; piernas anteriores sin escotadura en el lado interno; ancas posteriores transversales, ensanchadas y prolongadas por un resalto en su extre- midad interna; trocánteres del mismo par, salientes en la base de los muslos; cin- co artejos en todos los tarsos.—Abdómen compuesto por debajo de seis ó siete segmentos; los tres primeros soldados entre sí. TRIBU 11. —HEGACEFALIDOS Th. La. L,C. p. 9. Palpos alargados: los labiales más largos que los maxilares; su primer artejo prolongándose mucho más allá del fondo de la escotadura de la barba, y muchas E LA NATURALEZA 19 veces de sus lóbulos laterales; el tercero de los maxilares más largo que el cuar- to.—Un diente en medio de la escotadura de la barba.—Los tres primeros arte- jos de los tarsos anteriores, dilatados en los machos.— Alas inferiores, muy raras veces abortadas. GEN, Tetracha. il il Led o dd Eo SIN.—Pheoxantha, de Chaudoir. Bullet de Moscou, 1850, p. 7. Ammosia Westw. Trans. of the entom. soc. 2* series 11.—Megacephala, Chev. Col. du Mex. Cent. 1. fasc. 22 n> 25 y 26. Diente de la barba mediano, agudo.—Lengiseta bastante acuminada, y muchas veces prolongada en una punta pequeña.—Ultimo artejo de los palpos, securifor- me; el tercero de los labiales un poco nudoso, y casi recto.—Labro fuertemente transversal, cortado en cuadro y con dientecitos por delante.—Cabeza gruesa no estrechada atrás, truncada por delante, poco convexa.—Ojos bastante grandes, medianamente salientes, sin órbita por encima.—Antenas largas, cetáceas.—Pro- tórax un poco cordiforme, aquillado en los lados, redondeado, ó un poco lobula- do en su base; sus surcos transversales muy marcados, limitando dos relieves se- parados por un surco longitudinal. —Élitros no cilíndricos, oblongos ó alargados, teniendo casi siempre sus ángulos humerales distintos á causa de-la presencia de las alas inferiores.—Patas largas, piernas redondeadas no acanaladas; los tres primeros artejos de los tarsos anteriores de los machos demasiado dilatados, es- trechados en su base, truncados oblícuamente en la extremidad, con gruesos pe- los, más numerosos en el lado interno, que es un poco alargado, que en el lado ex- terno, muy espongiosos por debajo.—Siete anillos abdominales, de los cuales el penúltimo está escotado en los máchos, seis en las hembras. Tetracha geniculata, Chevy. SIN.—Megacephala geniculata, Chevy. Coleóp. de Mex. Cent. 1, Fas. 2 n> 26. long. 0,013.—lat. 0,055,—0,007. Labro amarillo, con cuatro dientecitos en el borde anterior; los dos internos, puestos en medio, están unidos entre sí, y un poco más salientes; en la base de cada uno un punto negro, del cual sale un pelo bastante grueso y largo. Cada mandíbula ofrece, además del diente molar, que es bífido, y del gancho terminal, cuatro dientes, de los cuales los tres primeros están juntos, y el otro, bastante chico, un poco más abajo. Estos dientes presentan una disposicion particular en cada una de las mandíbulas: en la izquierda el mediano es el más largo, miéntras La NATURALEZA, —Tomo V.—3. 20 LA NATURALEZA que en la derecha los dos laterales. Todos estos dientes, como tambien la extre= midad, negros; el resto de la mandíbula amarillo. Órganos bucales normales, amarillentos, salvo la barba que es oscura. Cabeza brillante, metálica, finamente arrugada, un poco más á lo largo y detrás de los ojos; un punto grueso arriba de cada ojo, otro un poco más adelante; un pequeño surco ó una depresion en el vértice. La fente es elevada y está rodeada de una depresion en forma de surco, que naciendo en los ángulos del borde anterior viene á juntarse en medio, á la altura de la parte mediana de los ojos. Esta elevacion frontal es casi lisa, de co- lor de oro rojo en medio y verde amarillo en los lados. Las partes laterales hasta los ojos, de un verde muy vivo. Entre los ojos, en la extremidad del ángulo for- - mado por el surco frontal susodicho, la parte mediana ofrece un punto carmin; desde éste hasta los bordes, se va mezclando este color con el verde, de modo á tornarse naranjado más y más verdoso. Occipucio verde-negruzco. Epistomo es- cotado en ángulo ancho y romo, surcado en medio, con dos puntos en cada ex- tremidad, y separado de la frente por un surco bien marcado; verde brillante. An- tenas llegando hasta el cuarto anterior de los élitros, amarillo claro, con los 1, 2, 3, 1: artejos rayados de negro en el lado interno. Este color formando un ani- llo cerca de la extremidad de los 2, 3 y 4. Ojos blanquizcos con unos puntitos negros. Protórax más largo que ancho, estrechado por delante y detrás. Borde anterior recto, posterior lobulado en medio, atravesado, un poco ántes de cada extremidad por un surco, y longitudinalmente por una línea; los tres muy profun- dos. El surco anterior se inclina en medio, formando un ángulo abierto por de- lante. La parte anterior de las dos elevaciones formadas por los tres surcos, son: carmin en medio y anaranjadas en los lados, y al fin verdes: el lóbulo basal es más bien cobrizo. Escudete invisible. Élitros redondeados en la extremidad; en la ba= se, cerca de la sutura, vese una pequeña elevacion y una depresion; despues otra eleyacion y un surquito, bajando desde la base; su superficie, muy recargada de numerosos puntos hundidos, irregulares, rugosds, más numerosos y más granu- losos tambien, cerca de la sutura y del márgen; existen, además, unas cuantas líneas transversales en la base de algunos; y en fin, una línea de puntos más gruesos, dirigiéndose oblícuamente de la base hácia la sutura, hasta el cuarto pos- terior de ésta. Toda la porcion comprendida entre esta línea de puntos y la sutu- ra, es de un color carmin; despues viene una faja anaranjada; el borde externo es verde. En la extremidad hay una lúnula amarillenta, que partiendo del án- gulo sutural sigue el márgen hasta como al tercio del élitro, estando redondea- da en su extremidad superior. Esta lúnula recuerda bastante bien una coma, y está casi rodeada de una mancha negra, que se prolonga por delante en una len- gúeta angular, que separa hasta el primer tercio los colores cobrizos de la sutura, del verde del márgen. Trocánteres y patas amarillo claro. Rodillas negras, ex- tremidad de las piernas con una manchita, negra tambien, por debajo; las ante- riores apénas manchadas. Cuerpo por debajo verde, con las porciones centrales LA NATURALEZA 21 oscuras. Borde exterior del 4 y 5 anillos, amarillo, como tambien el resto, en el cual este color no deja sino una parte central negruzca: 6 anillos abdominales: alada. ; El insecto que nos ha servido para la descripcion es del Estado de Veracruz, y nos ha sido regalado por el Sr. A. Sallé. Nuestro ejemplar es hembra, y de eso de- pende tal vez la diferencia que existe en el color del abdómen con los que vió Chevrolat, á los cuales da á los bordes del 32 4%, y á casi todo el 5 y 6 un color amarillo. Dice tambien que este insecto es áptero, lo que ha sido un error, debi- do probablemente á que habiéndolo considerado como perteneciente al género Megacephala, no verificó el hecho. Nuestro ejemplar, por el contrario, está provisto de alas membranosas muy desarrolladas. Tetracha Mexicana. SIN.—Megacephala Mexicana, Chevy. 1. C. Cent. 1. E. 2. n* 25. Long. 0,018.—Lat. 0,006. 2 Esta tetracha se diferencia muy poco de la precedente, la que tomarémos co- mo tipo de comparacion, para evitar repeticiones'inútiles. Los órganos bucales son idénticos. La cabeza un poco más lisa, pero con las principales impresiones iguales, y de un color verde general. Antenas y ojos como en la (7eniculata. Pro- tórax de la misma forma, pero verde, salvo las eminencias, que tienen un refle- jo algo amarillo. Élitros de la misma forma, bastante puntuados en la mitad an- terior; lá posterior casi lisa; los puntos más gruesos sobre la sutura. El color carmin es mucho más reducido, el naranjado casi nulo, el verde tambien más pe- queño, y en el lado se extiende más el azul. Tambien la mancha negra es más erande y la lengúeta anterior penetra más entre los colores susodichos, y tiene la extremidad roma. Las líneas de puntos gruesos que recorren los élitros, como en la Geniculata, son más marcadas, y además se ve otra línea puntuada, situada sobre la mancha negra en la orilla interna de la parte superior de la lúánula; mas á veces está muy poco marcada y nunca pasa más allá del tercio posterior del élitro. Los apéndices locomotores son amarillo pálido, pero el negro de la rodillas está mucho más extendido, y ocupa casi la cuarta parte del muslo. El último anillo abdominal está ribeteado de amarillo, y vese el mismo color sobre las extremida- des del 4, 5 y 6. Hemos recibido uno de estos insectos de Guadalajara; otro lo cogimos en Tonila, cerca de Colima, y por fin, un tercero, nos ha sido traido de La Barca: este último, que es el más grande, parecia una variedad. En él domina el verde, que ocupa la cabeza y el centro del protórax, el cual tiene el borde late- 22 LA NATURALEZA ral azul de Prusia. En los élitros el color carmin está reemplazado por el naran- jado; luego una faja verde, y por fin la mitad externa azul de Prusia, con reflejos morados. TRIBU 111. —CICINDELIDOS. Th. Lac. 1. c.,t. 1. p. 44. Palpos medianos, raras veces iguales; los labiales casi siempre más cortos que los maxilares; su primer artejo alcanzando al máximum el nivel del ápice de los lóbulos laterales de la barba; el cuarto de los maxilares más largo que el tercero. —Un diente á veces poco aparente, en medio de la escotadura de la barba.—Ojos grandes, muy salientes, provistos de una órbita por arriba.—Los tres primeros ar- tejos de los tarsos anteriores, dilatados en los machos.—Alas inferiores, muy ra- ras veces abortadas. GEN. Cicindela, Linnéo. Sis. nat.' II. p. 657.—Th. Lac. l. ec. p. 17. SIN.—Calochroa, Abroscelis, Heptadonta, Hope, the Coleopt. Man, 2 p. 19 y 25.—Cylindera, Westw. Magaz. of Zool. and Bot. 1, p. 251.—Laphyra, Dupont. in Dej. Cat. ed. 3, p. 6. —Euryoda (Heptadonta, Hope), Cheilonycha, Lacord. Mém. d. 1. Soc. d. Liége 1, p. 107 y 108.—Euryar- thron, Captoptria, Guérin. Ménev. Rev. et Magaz. de Zool., 1849, p. 81 y 146.—0OEnictomorpha, Cratohcerea, Prepusa (Eulampra Chaud. Bull. Mos. 1848, p. 10, olim.) Chaudoir, Bull. Mos. 1850, p. 11, sq. Diente de la barba fuerte y agudo.—Palpos medianos y cortos; los maxilares más largos que los labiales; el último de todos subcilíndrico, obtuso en la extre- midad.—Labro de forma variable, dentado 6 no por delante,.cubriendo solo una parte de las mandíbulas.—Cabeza bastante fuerte, no ó poco estrechada por de- trás, las más veces deprimida ó excavada por arriba.—Ojos muy salientes, reni- formes, provistos de una órbita por arriba.—Antenas filiformes.—Protórax y éli- tros de forma variable; el primero siempre más estrecho en su base que los segun- dos: éstos más ó ménos largos y poco convexos por encima.—Los tres primeros artejos de los tarsos anteriores de los machos, dilatados en forma de cuadrilátero alargado, con más cejas adentro que afuera.—Sicte anillos abdominales: el penúl- timo escotado en los machos, seis anillos no más en las hembras. LA NATURALEZA 23 Cicindela Mexicana. Klug. Jahrbúcher der Insectenkunde. - long, 0,010,—lat. 0,003. Mandíbulas amarillo blanquizco, con los dientes verdes y la extremidad negra. Palpos maxilares verdes; el último artejo de los labiales del mismo color, los otros blanquizcos. Labro amarillo blanquizco, sinuoso por delante, con un diente me- diano, cuatro puntos en medio y uno lateral, todos guarnecidos de un pelo grueso. Antenas con los tres primeros artejos verdes, brillantes los otros. ? Epistomo escotado en ángulo por delante, ribeteado de un verde metálico mez- clado de azul vivo. Ojos morenos con una órbita verde y roja, y un punto arri- ba. Frente roja, el resto de la cabeza cobrizo-oscuro, con algo de verde en la ba- se de las órbitas. lEstá finamente arrugada. Protórax cobrizo, con reflejos rojos, verde-metálicos. Surco longitudinal poco marcado, el anterior y posterior angulosos, principalmente el primero, verdes. Borde anterior con una línea dorada. Élitros á vista desnuda moreno-grisientos, con reflejos metálicos: vistos con lente ofrecen una infinidad de puntos azules rodea- dos de verde, puestos en un fondo rojizo. Sutura rojo dorado. Márgen verde en la base y azul en la extremidad, finamente dentado. Sutura espinosa en la extremi- dad. En este punto hay una mancha verde dorado. En la espalda, en el surco for- mado por la callosidad, vense unos puntos gruesos, verdes y azules. Cerca del es- cudete sale una serie de puntos semejantes, los cuales, confluentes al principio, se apartan despues y desaparecen cerca de la extremidad. Lúnula humeral empezan- do sobre la espalda, siguiendo el márgen, y como al cuarto anterior prolongándose en una lengúeta interna bastante grande, que llega hastala parte mediana del élitro. La posicion marginal sigue formando una línea delgada, la cual llega hasta la mi- tad, y se prolonga tambien hácia dentro en otra lengiteta de forma cuadrangular, la que debe probablemente algunas veces juntarse con un punto sutural, de forma piriforme, con su porcion adelgazada, dirigida hácia una punta que baja de la len- gúeta susodicha. En fin, un punto grueso, redondeado, se ve en el ángulo mar- ginal. Lados del protórax rojos, guarnecidos de pelos blancos. Pecho del mismo color, el esternon azul oscuro. Ancas posteriores verde mezclado de azul, así como tam- bien los primeros anillos abdominales los otros. ? Muslos y piernas verdes dorado. Todo el cuerpo por debajo, principalmente los lados del abdómen, cubiertos de pe- los blanquizcos. He hecho esta descripcion sobre un insecto que el Sr. Boucard me hizo el favor de mandarme, bajo el nombre que encabezo esta descripcion. 24 LA NATURALEZA Cicindela luteolineata, Chey. long. 0,016.—lat. 0,007. Mandíbulas amarillo claro, con la extremidad y los dientes negros; á veces el amarillo ocupa solo la parte interna de la base. Palpos negros con reflejos verdo- sos, salvo el segundo de los labiales, que es blanquizco en los machos. Labro ama- rillo blanquizco, con el borde negro, tridentado, el diente de en medio más largo, y con seis puntos guarnecidos de un pelo grueso: de estos puntos hay cuatro en medio y uno en cada extremidad. Epistomo oscuro, escotado por delante en án- gulo bastante abierto, surcado transversalmente. Cabeza de un rojo de bronce, mezclado de verde, finamente arrugada en medio y mucho más arriba de los ojos: éstos con una órbita y un punto arriba de ella. Antenas con los cuatro primeros artejos brillantes de un negro verdoso, con anillos rojos, el tercero estando arma- do de tres ó cuatro pelos espinosos, los otros negruzcos. Protórax moreno rojizo, cubierto de una especie de pelusa, que le da la apariencia del terciopelo. Bordes laterales rojo dorados, con pelos blancos. Los surcos transversales angulares y muy marcados, el longitudinal muy poco. Élitros con el mismo aspecto atercio- pelado, la sutura sola, brillante, así como tambien el márgen, que es de un color verde dorado. En medio de la base hay una fuerte depresion, con dos líneas de puntos verde brillantes, pero solo visibles con un buen lente. El color general ne- gro moreno. Una larga faja amarilla los atraviesa longitudinal pero oblícuamen- te, de afuera hácia dentro. Esta faja nace un poco abajo de la espalda y acaba cer- ca de la sutura, como al cuarto posterior del élitro, siendo un poco sinuosa en su parte média. La lúnula apical está ligeramente redondeada sobre la sutura; á ve- ces es recta en este punto, sigue el borde apical adelgazándose, y al llegar al ángu- lo externo se prolonga en una lengúeta interna de forma triangular. A veces esta lengiieta se aisla, y entónces se tiene un punto triangular en el ángulo marginal, y una línea apical: una espina muy pequeña acaba las utura. El cuerpo por debajo verde, azul y morado. En la hembra el último anillo (sex- to) es negro y brillante, deprimido y escotado triangularmente. En el macho, el sexto y el sétimo, negros: este último, redondeado. Los miembros rojos, con las rodillas y tarsos verdes. Este insecto, cuya determinacion debemos al Sr. Sallé, nos ha sido traida de la Sierra de Guanajuato; lo he colectado tambien en la de Mazamitle, y por fin nos lo trajo últimamente nuestro buen amigo D. Epifanio Jiménez, de su hacienda de la Noria, cerca de la Piedad, con otros coleópteros demasiado interesantes. LA NATURALEZA 25 Cicindela unicolor. Dej. Sp. t¿1. p. 32. Chev. Col. d. M. C. 2. E. 8.-n* 177. long. 0,012.—lat. 0,005. Chevrolat dice que este insecto le parece ser el mismo que la (. unicolor de Dejean, de los Estados-Unidos, á pesar de ser más chica, y que la disposicion de sus colores sea un poco diferente. Es azul muy reluciente, con reflejos morados; los palpos y el protórax, por de- bajo, de un verde muy brillante (verde oscuro); el abdómen y el pecho verde azu- lejo (azul). Cabeza redondeada, azul por delante y atrás, amoratada en los lados, arrugada en medio por arriba y abajo de los ojos, y con un punto hundido debajo de la base de las antenas. Mandíbulas muy agudas, amarillas, negras y verdosas en la extremidad, con los dientes internos del mismo color. Labro amarillo (negro adelante y en los lados, amarillo solo en medio); tres dientes angulares (y un pe- queño resalto lateral); (cuatro puntos, y á veces seis, cerca del borde), el cual es negro. Epistomo anchamente escotado, en triángulo. Antenas negruzcas; los cua= tro primeros artejos de un azul muy vivo; tercero y cuarto verdes al principio (1* y 2% más bien cobrizos, 3” y 4” enteramente verdes), cubiertos de largos pelos blancos, principalmente el primero. Ojos morenos (blancos manchados de negro). Protórax un poco más largo que ancho, recto por delante y atrás, ensanchado la- teralmente entre los surcos transversales, de los cuales el anterior está más distan- te del horde; profundos, y con la parte central de la línea dorsal un poco elevada. Escudete ancho, redondeado triangularmente (agudo, verde en medio). Élitros cortos, apénas más largos que la cabeza y el protórax juntos; tan anchos como la primera, inclusos los ojos; convexos, redondeados en la espalda y la extremidad, puntuados; una serie de puntos, distantes, bastante cerca de la sutura; márgen ri- beteada; extremidad de la sutura verde, con una pequeñísima espina. El cuerpo, por debajo, verde (azul); patas tambien verdes; el tercer anillo abdominal como en muchas otras Cicindelas, se extiende lateralmente en forma de cuarto de luna, (estando ribeteados de amarillo; en la hembra, el sexto es negro y escotado trian- gularmente). Esta descripcion está tomada de Chevrolat, quien no vió sino un macho colec- tado cerca de México. Las palabras puestas entre paréntesis, indican las diferen- cias que he notadó en una hembra encontrada cerca de Guanajuato, y que va re- presentada en una de las láminas. 26 LA NATURALEZA Cicindela flavopunctata. Chev. Col. d. Méx. C. 1. E. 2. n* 28. long. 41 mil.—lat. 4 mil. Labro saliente y redondeado, amarillo, con seis puntos sobre el borde, guarne- cido de pelos. Palpos maxilares verdes, con la extremidad del 32 y 4% moreno claro; labiales amarillos, con el último artejo verde. Epistomo un poco cimbra= do sobre la cabeza, con un surco transversal. Antenas con los cuatro primeros artejos verde azulado, mezclado de cobrizo, los otros cenicientos; el tercer artejo un poco arqueado. Cabeza finamente arrugada por arriba, entre los ojos, con dos pequeñas lineas verdes, longitudinales: roja en medio. Protórax corto, un poco más largo que ancho, cilíndrico del lado de la cabeza, truncado en las ex- tremidades, y de un rojo vivo; con dos surcos transversales bastante distantes de los bordes, que se adelantan angularmente hácia el centro, donde se unen con la línea longitudinal; los lados tienen un ribete arqueado en el ángulo anterior: el posterior es elevado y brillante; surcos y lados verdes. Escudete triangular, rojo. Élitros más anchos que el protórax, redondeados en la espalda y en la extremi- dad, convexos, base deprimida arriba de la espalda; en cada élitro hay cinco man- chas redondeadas, dispuestas como sigue: 1* sobre la espalda; 2? y 3% una arri- ba de la otra: la 2% á veces muy chica; 4? pasado el medio más cercano de la sutura que las precedentes; 5? cerca del ángulo apical exterior. Extremidad fi- namente dentada; sutura apénas espinosa. Las patas y el medio del cuerpo, verdes; lados rojos, cubiertos de algunos -pelos blancos; abdómen de un azul violado, con los últimos segmentos de un rojo azafranado. El fondo del color de los élitros está de un rojo más ó ménos brillante, con puntitos azules rodeados de verde. Gracias á un ejemplar de este insecto, que me mandó el Sr. Sallé, colectado en Veracruz, y algunos otros encontrados cerca de Guanajuato, he podido comple- tar la descripcion ya tan exacta de Chevrolat. Cicindela Carbonaria, Chev. Coleóp. d. Méx. C. 2. Ent, 6, n' 128, long. 10 á 11 mi.—lat. 4% ¿44% mil. Corta, de un negro cambiante por arriba, azul por debajo. El macho tiene los élitros más estrechos y alargados. Cabeza desigual, con arrugas longitudinales apretadas, aplastada, azulada por delante; á veces tiene dos ó tres depresiones en su parte superior; frente convexa, surcada en su ápice: los lados, por debajo, ade- lantados, arrugados y azules. Labro amarillento, recto en el macho, arqueado LA NATURALEZA 27 en los lados en la hembra, negruzco en el borde, tres dientes en medio, seis pun- tos, con un pelo grueso en cada uno, más distantes en el macho. Mandíbulas amarillas, la extremidad y el último diente, negros. Palpos neeros: en el macho los labiales son leonados, con el último artejo moreno oscuro. Epistomo angular- mente escotado, surcado transversalmente. Ojos amarillentos ó morenos puntua- dos de negro. Protórax corto, cuadrado; el primer surco transversal, saliendo de los ángulos anteriores, angular; el segundo sinuoso, aproximado á la base, pro- fundo en sua punto de union con la línea longitudinal, como tambien en los lados; ligeramente ribeteado, salvo por delante; parte superior un poco desigual; la in- ferior transversalmente sinuosa en la base, lisa. azul, cubierta de unos cuantos pelos blancos. Escudete triangular, arrugadito, más grande en el macho. Élitros del tamaño de la cabeza, inclusos los ojos; redondeados en la extremidad del már- gen, angulares en la extremidad de la sutura, desiguales y marcados de varios puntos bastante gruesos. Muslos de un negro azulado, con una serie de puntos longitudinales y algunos pelos blancos; piernas verdes, dos largas espinas en su extremidad. Los tres primeros artejos de los tarsos anteriores del macho largos, dilatados y velludos por un lado. Pecho y abdómen azules, con pelos blancos. VARIEDADES: e Élitros enteramente negros. f£ Un punto amarillo encima de la espalda, por fuera. Y Negros, con dos puntos amarillos cerca de la sutura, más allá del medio. $ Negros, con un punto humeral, un sub-marginal en medio, un otro sutural más abajo, todos amarillos. > Puntos dispuestos como en la varie- dad $ pero más oscuros; el sutural trígono, alargado. $ Punto humeral, dos sub- marginales, y uno á lo largo de la sutura, amarillos; los tres últimos colocados en triángulo. Esta variedad es la C. lugens de Klug. Jahrbicher der Insecten kunde p. 34. 7 Punto humeral, punto sub-marginal casi unido al sutural, for mando una faja oblícua, lúnula apical entera, amarillos. Se encuentra en las Vigas y tambien en Guanajuato, donde cogimos una hem- bra en todo semejante á la descripcion de la variedad «a, de Chevrolat, y que va representada en las láminas. Sus élitros tienen un aspecto completamente seme- jante al moiré de aguas. Cicindela Papillosa, Chaudoir. Long. 0,010—lat. 0,005. 3 De un negro ceniciento por arriba, azul y violado por debajo. Cabeza un poco deprimida, longitudinal, y finamente arrugada en toda su superficie; negra, con reflejos cobrizos. Vese una faja verde en forma de herradura, empezando en las extremidades anteriores de las órbitas y acabando como á la mitad posterior. Una gruesa mancha verde detrás de los ojos. Ribete de las órbitas azul, verde y cobrizo. Frente arrugada como la cabeza, negra en medio: este color rodeado de La NATURALEZA. —Tomo V.—4. 28 LA NATURALEZA una faja violacto rojo. Epistomo separado de la frente por un surco angular hácia delante; su borde anterior al contrario, escotado tambien angularmente; mitad anterior azul verdoso, posterior violada. Labro amarillo oscuro, elevado en me- dio; su borde libre, muy onduloso, con un diente mediano; despues una escotadu- ra, y por fin dirigido oblícuamente hácia el ángulo lateral, formando así una on= dulacion dentiforme á cierta distancia del diente mediano. En nuestro único ejem-= plar, un incidente quizás partió la undulacion izquierda, y se formaron dos dien- tecitos: ángulos sub-agudos. Borde anterior negro. Cuatro puntos guarnecidos de un pelo de cada lado, tres cerca del medio; el cuarto casi en la orilla externa. Mandíbulas amarillo claro, con la extremidad y los dientes negros. Palpos maxilares con el segundo artejo negro, moreno en la extremidad, 32 y 40 verdes. Palpos labiales amarillo claro, con el último artejo verde. Antenas con los cuatro primeros artejos teñidos de negro, cobrizo y verde; los otros ne- gruzcos. Ojos negros. Protórax poco más largo que ancho, sub-cilíndrico, sur- cos transversales distantes de los bordes, los dos angulares en su punto de union con la línea longitudinal, los tres verdes; los bordes anteriores y posteriores co- brizo oscuro; los laterales con fajas de color cobrizo verde, azul y violado, con dos líneas de puntos guarnecidos de pelos blancos: el resto negruzco. Escudete an- gular, negro; élitros un poco redondeados en la espalda, más en la extremidad, que está finamente dentada; una espina bastante fuerte en la extremidad de la sutura. Al ojo desnudo, parecen de un negro ceniciento un poco rojizo; pero con un lente fuerte vense una infinidad de puntos azules en medio, rodeados de verde, y por fin de cobrizo; de estos hay tres ó cuatro más grandes, formando una línea presutural un poco oblicua hácia adentro. Vense tambien unas manchas de un ne- gro intenso y como aterciopeladas, dispuestas como sigue: 1* redonda, como al tercio, un poco más aproximada del márgen que de la sutura; 2? abajo de la 12, uniéndose por una línea delgada con la 3?*, que está más cerca de la sutura. Por fin, 4%, en el ángulo posterior externo, en forma de coma, dirigida de arriba abajo, y de adelante afuera. úl La cabeza, por debajo, violada; protórax cobrizo, con su borde posterior viola= do; mesotórax cobrizo vivo; metatórax violado, como tambien los primeros ani- llos abdominales; el 4* y 5% verdes en medio; 6% y 7* negro brillante. Todas estas partes, salvo el medio del abdómen y sus últimos anillos, cubiertas de pelos blancos. ' Miembros verdes con reflejos cobrizos y cubiertos de pelos blancos. Los tres primeros artejos de los tarsos anteriores, dilatados y finamente velludos por de- bajo. Encontré este insecto en las cercanías de Guanajuato, y fué determinado en el Museo de Lyon. No conozco la hembra. LA NATURALEZA 29 Cicindela Mellyi. Chaud. Bull. de Mosc. 1852. ' long. 0,012.—lat. 0,005. 3 Morena por arriba, cobriza por debajo. Cabeza finamente arrugada, cobriza en medio, despues con una faja azul y una amarilla, y por fin cobriza tambien encima de las órbitas; la parte posterior bronceada. Mejillas arrngadas, verdes y amarillas. Epistomo de forma normal, rojo en medio, verde mezclado de violado en los lados. Labro amarillo, con su borde negro ligeramente saliente en medio; recto en lo demás de su extension. Seis puntos guarnecidos de pelos: cuatro en medio, uno en cada ángulo. Mandíbulas largas, amarillas en la base por afuera, los dientes verdes y la pun- ta negra. Palpos maxilares con los primeros artejos cobrizo=oscuro: el último ver- de; labiales amarillo claro, con el último artejo verde. Antenas con los cuatro primeros artejos verdes mezclados de cobrizo, los otros negruzcos. Protórax apénas más largo que ancho, los surcos transversales algo distantes de los bordes, un poco angulosos en su punto de union con la línea lon gitudinal, la cual está poco marcada, todos verdes ó azules. Las elevaciones del disco cobrizo-oscuro en medio, rodeadas de un anillo cobrizo rojo muy vivo. Los bordes laterales con fajas alternativamente verdes, amarillas y rojas, con pe- los blancos, borde anterior cobrizo-oscuro, posterior cobrizo rojo. Escudete, agu- do, cobrizo. Élitros redondeados en la espalda y la extremidad, la cual está fina- mente dentada, y con una espinita en la sutura; cobrizos, salvo la extremidad apical, que es verde: los mismos colores se ven en el márgen. El color general, al ojo desnudo, es moreno cobrizo, y como aterciopelado; pero con un huen aumen= to vese un fondo cobrizo rojo, acribillado de puntitos verdes. Cada élitro tiene cinco puntos y una lúnula apical, amarillos: 1”, en la espalda; 2?, como al primer quinto, ovalar y más cercano del márgen que de la sutura; 3, abajo del 20, cua- drilongo, unido en el ángulo interno é inferior, por medio de una línea con el 4”, que es redondo, y colocado cerca de la sutura; 5%, en medio del élitro, enfrente del ángulo apical externo; 6?, entre 4% y 5%, en el márgen, en forma de medio círculo. Por fin, la lúnula apical, formada de dos puntos triangulares, unidos por una fajita. Cabeza por debajo verde, protórax cobrizo y verde, con pelos blancos en los lados. Pecho violado, con pelos blancos tambien. Abdómen ama= rillo anaranjado, velludo en los lados. Muslos verdes mezclados de cobrizo, pier= nas verdes con sus extremidades y los tarsos, violados. + Ista especie es originaria del Estado de Veracruz, y me ha sido remitida por el Sr. Sallé. Desconozco la hembra. 30 LA NATURALEZA Cicindela Sommeri. Mannevheim. Bull. de Mosc. 1837. long. 0,011.—lat. 0,004. á 3 Cobrizo-oscura, con reflejos verdosos por encima, negra y cobriza por deba- jo. Cabeza finamente arrugada, cobrizo-oscura, con dos pequeñas manchas ver- des, y tambien verde detrás de los ojos. Ribete de las órbitas cobrizo vivo; una depresion transversal separa la frente del vértice, el cual es algo elevado en me- dio. Epistomo arqueado, cobrizo-oscuro. Labro unduloso por delante, con un pe= queño diente mediano y ocho puntos hundidos; tres de cada lado del diente, y uno del ángulo; rojo mate con el borde negro, elevado en medio, ofreciendo cerca de la hase un surco arqueado. Mandíbulas con la parte exterior de la base, roja y el resto negro. Palpos maxilares negros, con reflejos cobrizos; el último artejo de los labiales de este color, y los otros blanquizcos. Ojos pálidos. Antenas con los cuatro primeros artejos, cobrizos, los otros negruzcos. Protórax sub-cilín- drico, más largo que ancho; surcos transversales bastante distantes de los bordes; el anterior más anguloso que el posterior, línea longitudinal poco marcada, los tres verdes; bordes laterales cobrizo vivo, con una línea de puntos verdes guar- necidos cada uno de un pelo blanco; el disco cobrizo-oscuro, mezclado de verdo- so. Escudete agudo, cobrizo. Llitros redondeados en la espalda, cortados un poco oblícuamente en la extremidad, finamente dentados en este punto; la sutura apé- nas espinosa. Son cobrizo-oscuro mezclado de verde á la simple vista, con un fuerte lente cobrizos y acribillados de puntos verdes. Tienen unas manchas leo- nadas así dispuestas: 1% Una lúnula humeral, empezando sobre el ángulo exter= no de la espalda, siguiendo un poco el márgen,, y acabando por dentro en una mancha sub-arredondada bastante grande. 2% En medio, una ancha faja nacien= do en el márgen, llegando casi hasta la sutura, un poco oblícua hácia abajo; en el márgen esta faja se prolonga de arriba abajo en unas lengiietas; la superior alcanza la lúnula humeral, pero la inferior no llega hasta la 3% mancha, que está formada de un grueso punto un poco ovalar, tocando por una extremi- dad el márgen y colocada en el ángulo apical externo. Sutura cobriza. Márgen azul, con la extremidad apical verde. Miembros velludos, cobrizos, salvo la ex- tremidad de las piernas y de cada artejo de los tarsos, que son verdes. Cuerpo por debajo cobrizo en los lados, donde es muy velludo; negro con reflejos cobrizos en medio. Abdómen, rojo-oscuro, velludo en los bordes, no metálico. Segun el Sr. Sallé, que me la remitió, esta Cicindela se encuentra en el Estado de Veracruz. : LA NATURALEZA an , - EXPLICACION DE LA LÁMINA. Fig, 1%, Tetracha geniculata.—Fig, 2%, T. mexicana; a 2 maxila, b 2 barba.—Fig. 3*, variedad. —Fig. 4%, Cicindela mexicana; a 4 barba.—Fig. 5, €. luteolineata; a 3 mandibula, b 3 barba, pal- pos labiales y maxila.—Fig. 6*, €. amicolor; a 6 labro.—Fig. 7%. €. flavopunctala; a 7 labro.— Fis. 82, €. carbonaria; a 8 labro.—Fig. 9*, €. papillosa; a 9 labro.—Fig. 10%, €. Mellyi; a 40 la- bro.—Fiz. 11%, €. Sommeri; a 11 labro. TRASFORMACION DEL AJOLOTE MEXICANO EN AMBLISTOMA POR EL SEÑOR DOCTOR AUGUSTO WEISMANN, Profesor de Zoología en Freiburg, Breisgan. (Traducido del Mmuual Report $: 0f the Smith. Inst., 1877, por el SR. MIGUEL PEREZ, socio de número.) mexicanos en la forma llamada Amblistoma, 1 esta Salamandra mexicana fué conservada en acuarios en muchos lugares de Europa, principalmente con la mira de examinar las condiciones en que tal cambio se efectuaba, para deducir en seguida las conclusiones debidas, acerca de las causas reales de esta excepcional qa que Duméril anunció por primera vez el cambio de algunos ajolotes y misteriosa metamórfosis. Los individuos se propagaron fácilmente en todas partes y en gran número. A pesar de ello, no solo permanecieron ignorados los casos en que ocurrió la tras- formacion, sino que nadie pudo darse cuenta de si ésta era debida á circunstancias externas, ó dependia de causas puramente intrínsecas, y mucho ménos pudo en- contrarse ninguna influencia externa definitiva que determinase con certeza la metamórfosis.? Pero entretanto se decide este punto, descansan sobre una base falsa todas las interpretaciones teóricas lo mismo que el uso del fenómeno. Siempre me ha parecido de un interés muy especial la historia de la trasforma- cion de los ajolotes. Me parece muy posible, que este 421co caso especial, pudie- ra servir para asegurarnos de la exactitud de los principios fundamentales, segun los cuales el orígen de las especies es debido, ó al desarrollo, 6 á una creacion distinta ó heterogénea. Así, pues, me resolvi á hacer yo mismo experiencias con el ajolote, esperando que podria, tal vez, dar aleuna luz sobre el particular. En el año de 1872, Herr von Kólliker tuvo la bondad de obsequiarme con cin- co de los ajolotes que habia criado en Wiirzburg. En el año siguiente, éstos ha- 1 Véanse las notas al fin. 32 LA NATURALEZA bian producido una abundante cría; con ellos traté de dilucidar la cuestion de si era posible ó no violentar la trasformacion en todas las larvas, Ó al ménos en la ' mayor parte, si se les ponia en circunstancias que hicieran difícil el uso de las aga- llas y fácil el de los pulmones. Esto, en otros términos, seria obligarlos desde cier- ta edad á vivir á médias en tierra. Más adelante se verá en qué principios teóri- cos se apoyaba mi idea. Por de pronto, no obtuve resultado en ese año. La mayor parte de las larvas murieron prematuramente. En los pocos que sobrevivieron no hubo trasforma- ción; pero vivieron hasta principios del año siguiente, muriendo paulatinamente. Esto fué debido, sin duda, al poco cuidado que pude consagrarles, por causa de una ausencia dilatada de Freiburg, así como por otras labores. Me convencí de que no puede obtenerse buen resultado en su crianza, si no es dedicándoles exqui- sitos cuidados, sin desanimarse por tener que emplear considerable tiempo todos los dias, durante meses enteros. Claro está que yo no podia hacerlo, sin desaten- der otros asuntos; así, pues, recibí con júbilo la oportunidad que se me presentó de ver los experimentos hechos por otra persona. Miss von Chauvin, señora bien conocida de varios corresponsales en este e- partamento por sus hermosas observaciones sobre las Friganídeas (por desgracia inéditas aún), se propuso el año siguiente tomar cierto número de larvas acabadas . de salir del huevo, criarlas, é intentar el traerlas, obligándolas en cierto modo, á las condiciones de la Amblistoma. Por los siguientes apuntes de la misma señora, puede verse el buen éxito obtenido, convenciéndose de que esto fué debido espe- cialmente al cuidado y delicadeza empleados en el tratamiento. * EXPERIMENTOS. «Dí principio á los experimentos en 12 de Junio de 1874, con cinco larvas de ocho dias de edad, que sobrevivieron á las doce que me habian dado: con motivo de lo muy tierno de dichas larvas, la clase y temperatura del agua, y la calidad y cantidad de alimento que se les dieron, especialmente en el primer período, ejer cieron sobre ellas grande influencia, al grado de que el mayor cuidado era insufi- ciente para atenderlas. « Los pequeños individuos se conservaron en pescaderas de 30 centímetros de diámetro; la temperatura del agua se llevó al grado necesario, y como alimento se les dió al principio Dafnidas, y despues animalejos acuáticos en mayor cantidad. De esta manera las cinco larvas se desarrollaron perfectamente. Hácia fines de Ju- nio se observaron en las larvas más robustas, los rudimentos de las patas delante- ras, y en 9 de Julio comenzaron á aparecer las posteriores. A fines de Noviembre noté que un ajolote, —al cual, por evitar confusion distinguia yo con el número £, y 4los demás con los siguientes números, — se conservaba constantemente en LA NATURALEZA 33 la superficie del agua, lo que me hizo suponer que habia llegado el tiempo preciso para prepararse á la metamórfosis en salamandra terrestre. «Coloqué entónces á £, en 1? de Diciembre de 1574, en un vaso mucho ma- yor, de fondo plano, colocado y lleno de tal manera, que solamente en un punto podia / sumergirse en el agua, miéntras en todos los demás podia quedar más ó ménos en contacto con el aire. En los dias siguientes, se le disminuyó el agua eradualmente, y durante este tiempo comenzaron á manifestarse en el animal los primeros indicios de cambio: las agallas empezaron dá contraerse; á la vez, mos- traba el individuo preferencia por los lugares ménos profundos: en 4 de Diciembre saltó sobre la capa de musgo húmedo, que anteriormente habia puesto sobre otra de arena, en la parte más alta del fondo plano é inclinado del vaso. A esto se si- guió la primera muda. En los dias del 1” al 4 de Diciembre se operó un cambio notable en el exterior de /: las crestas de las agallas se contrajeron casi por com- pleto; la cresta de la espalda se desvaneció del todo, y el tronco principal de la co- la adquirió una forma redondeada como la de las salamandras terrestres. El co- lor gris pardusco del cuerpo se trasformó gradualmente en negruzco; aparecieron en diversos puntos manchas blancas, apénas perceptibles al principio, y que poco á poco se hicieron más aparentes. «Cuando el dia 4 de Diciembre saltó el ajolote fuera del agua, los orificios de las agallas estaban aún abiertos, y en cerca de ocho dias ya no eran perceptibles y se cubrieron de piel. «De las otras larvas, tres estaban tan desarrolladas como /, cuando ésta salió á la superficie del agua á fines de Noviembre, —lo cual indicaba que tambien para ellas habia llegado la época precisa en que debia violentarse la trasforma- cion.— Se les sometió al mismo tratamiento. /7 cambió en el mismo tiempo que Í, y precisamente como ésta: tenia sus agallas perfectas cuando fué colocada en el agua, y despues de 4 dias estaba completamente desprovista de ellas. Saltó á tierra, y en el curso de 10 días se efectuó la desaparicion de los orificios de las agallas, tomando el animal la forma de salamandra. Durante este últi- mo tiempo no tomaba alimento el animal, sino cuando sele obligaba. «Con 111 y IV el cambio se efectuó más lentamente. No buscaban con tanta frecuencia los lugares secos, y generalmente no se exponian mucho tiempo al ai- re; de modo que trascurrió la mayor parte de Enero sin que hubieran saltado por completo á tierra. Sin embargo, la desaparicion de las agallas no exigió más tiem- po que con / y 17. La primera muda tambien se verificó tan luego como salta= ron á tierra. « V demostró más irregularidad en las trasformaciones, que 117 y IV. Esto no debia sorprender, pues este individuo desde el principio pareció mucho más dé- bil que los otros, y tambien fué tardío en su desarrollo. Se necesitaron quince dias en vez de cuatro, para que llegara al grado de poder abandonar el agua. Tenia un interés particular el estudio de la condicion de este individuo, durante 34 LA NATURALEZA este tiempo. Como era de esperarse de su naturaleza delicada, era mucho más sen= sible que los otros á todas las influencias exteriores; tomaba un color más claro si se le exponia mucho tiempo al aire. Además, producia un olor peculiar, semejan- te al que despiden las salamandras cuando se ven en peligro. Tan luego como se notó este cambio de color, se le colocó en agua más profunda, en la que se sumer- gió desde luego, recobrando gradualmente su primitivo color y cubriéndose de nuevo las agallas. Se repitió la misma experiencia varias veces, dando siempre el mismo resultado, de lo cual puede deducirse que violentando mucho al indivi- duo para acelerar su trasformacion, puede ocasionársele la muerte. «Queda por decir, que el ajolote Y saltó á tierra, no como los otros, á la pri- mera muda, sino al tiempo de la cuarta. « Todos ellos viven en la actualidad vigorosos y muy desarrollados. En cuanto á sus alimentos, para favorecer la propagacion, nada puede decirse de cierto. El mayor de los cuatro primeros mide 15 centímetros ee longitud, y el número Y 12 centímetros. y «Lo dicho hasta aquí demuestra la exactitud de lo asentado al principio: la ma= yor parte, si no todas las larvas de los ajolotes, completan su desarrollo, si salen sanos del huevo y se les alimenta de la manera debida, y si se encuentran en cir- cunstancias apropiadas para poder respirar en el agua y fuera de ella. Debe en- tenderse que esta série de operaciones debe hacerse muy gradualmente, de modo que no se violente demasiado la fuerza vital del animal. «Freiburg, Breisgau, Julio de 1875.—MarteE W. CHAUVIN. » Por lo ántes dicho, se comprenderá que en los cinco casos mencionados el cam- bio ha sido completo, sin que deban confundirse con los que sufren más ó ménos los ajolotes encerrados en pequeños vasos de agua, principalmente cuando hay con frecuencia variaciones que parecen acercarlos á la forma de la Amblistoma sin lle= gar á alcanzarla. In los cuatro ajolotes que en la actualidad poseo en completo desarrollo, y de los cuales dos tienen, cuando ménos, cuatro años de edad, las aga- llas todas están demasiado contraidas; pero la cola y la cresta no han cambiado. La cresta puede tambien desaparecer y la cola disminuir, sin trasformarse por completo en Amblistoma, como se demostrará más adelante. En cuanto al tiem- po en que se efectuó la trasformacion, el ajolote 7 se adelantó 12 6 14 dias al Y. En cuatro de dichos dias se efectuó el primer cambio, durante los cuales el ani- mal permaneció aún en el agua; el resto del tiempo se empleó en la terminacion del cambio. Duméril fija en 16 dias el tiempo en que se efectúa la trasformacion. De los experimentos anteriores, lo siguiente me parece especialmente digno de notarse: las larvas de cinco ajolotes únicos, que deben contarse, puesto que los otros murieron prematuramente, todas, sin excepcion, sufrieron cambio com- pleto, trasformándose en Amblistomas. Uno de ellos, el número /, por la afi- cion constant en nadar en la superficie, que se le notó desde el fin del sexto mes, de- LA NATURALEZA 35 mostró una inclinacion manifiesta al cambio y á respirar con los pulmones. Pue- de muy bien asegurarse, con respecto á este individuo, que sin la ayuda artificial hubiera llegado á salir á tierra y experimentado la trasformacion; precisamente lo que sucedió en un caso de treinta ejemplares, observado por Duméril. Por otra parte, en cuanto á los números 17, 111 y 1V, tal suposicion seria muy poco probable; las tres larvas trataban de colocarse en el agua más profunda, evi- tando, hasta donde era posible, los lugares descubiertos en donde estaban obliga- dos á solo la respiracion pulmonar, completando el cambio despues de más de un mes. En cuanto al número V, apénas puede caber duda de:que hubiera. efectuado el cambio sin el hábito forzado de permanecer en el aire. De estos resultados puede muy bien deducirse la conclusion, de que la mayor parte de las larvas de los ajolo- tes toman la forma de Amblistoma, si á la edad de seis á nueve meses son puestos en agua poco profunda, en donde tengan que respirar de preferencia con los pulmo- nes. Los experimentos en cuestion son en corto número, para poder asegurar que tal conclusion no sea aventurada, tanto más, cuanto que Duméril, entre muchos centenares de ajolotes, obtuvo solamente unas 30 Amblistomas, así como tambien entre varios centenares de ajolotes, Von Kólliker pudo apénas obtener una sola Amblistoma.3 Queda únicamente la duda acerca de si todas las larvas pueden ser obligadas á trasformarse, y esta cuestion solo se resolverá por nuevos experimentos. Tuve in- tencion de diferir la publicacion de los anteriores, hasta que Miss Von Chanvin los repitiese en mayor escala. Pero como mis ajolotes no tuvieron cría en este año (1975), tengo que dejar este asunto al tiempo, y puedo hacerlo, con tanta mayor voluntad, cuanto que es de algun valor para el interés teórico, el hecho de si todos los ajolotes ó la mayor parte de ellos pueden ser obligados á sufrir la trasforma- cion. Por otro lado, no debe pasar inadvertido que el preparador de este Museo Zoológico, Herr Gehrig, destinó un gran número de larvas, de la misma incuba= cion, á los experimentos de Miss Von Chauvin, y que de éstas, seis pasaron todo el invierno sin sufrir la tras formacion; fueron siempre conservados en agua pro- funda, es decir, de un modo contrario á lo que se habia hecho en los experimentos ántes mencionados, demostrando que toda esta incubacion estaba desprovista com- pletamente de disposicion para experimentar el cambio.1 Ahora, si hemos de utilizar estos nuevos hechos para aclarar nuestros conceptos acerca de la naturaleza de este procedimiento inusitado de trasformacion, debemos, ante todo, traer en auxilio nuestro, los datos ya conocidos. En primer lugar, debe asentarse que, el Siredon mexicano, en su país, has- ta donde sabemos, nunca sufre la trasformacion. En aquellas localidades solo es conocido bajo la forma de Siredon.2 De Saussure, que observó por sí mismo el ajolote en las aguas mexicanas, es quien lo asegura. Este naturalista jamás ha visto ni un solo Amblistoma en las cercanías de los lagos, y «sin em- La NATURALEZA.—Tomo V.—5. 36 LA NATURALEZA bargo, la larva del ajolote es en aquel país tan comun, que es llevado á milla- res al mercado.» De Saussure” cree que el ajolote no sufre trasformacion en México. Cope? asegura resueltamente lo mismo, é individuos del Siredon mexicanus, criados por él en América, tambien en cautiverio, no demostraron ninguna incli- nacion á la trasformacion. Por otra parte, Tegetmeier” vió el cambio iniciado en un individuo, entre cinco procedentes del Lago de México, quedando así estable- cido el segundo hecho de que los genuinos y reales ajolotes, en ciertas circuns- tancias se trasforman definitivamente en una Amblistoma. Esta observacion seriasupérflua, si fuera cierto, como se creyó por mucho tiem- po, que el ajolote del Jardin de Plantas de Paris, en el que primero se observó la metamorfosis, y que tanto llamó la atencion en su tiempo, perteneciera actual- mente á la especie Siredon mexicanas, el único Siredon que en su país lleva el nombre de ajolote. En su primer informe, el mismo Duméril fué de esta opinion; llamó al individuo Siredon mexicanas, sin. Humboldt; % pero más tarde, en su trabajo detalla- do* sobre el cambio del ajolote del Jardin de Plantas, insistió sobre este punto, y despues de un exámen crítico de los cinco Siredones descritos, llegó á la conclu- sion de que el ajolote del Museo de Paris seria probablemente Siredon lichenoi- dis, Baird. Así es que todas las trasformaciones de ajolotes, observadas en Europa, tenian que referirse á esta especie, porque (al ménos hasta donde se sabe), todos descien= den de la cría de Paris; de allí tambien indirectamente vienen los ejemplares que sometí á la experiencia. Seguramente, esto no va de acuerdo con el hecho de que la forma de Amblisto- ma que obtuvo Duméril de sus ajolotes, correspondia con la Amblystoma tigri- num, Cope, miéntras que segun Marsh, el Siredon lichenoides, Baird se tras- forma en Amblystoma mavortium, Baird, cuando sufre la metamórfosis comple- ta. Marsh encontró el Siredon lichenoides en los lagos Alpinos, á 7,000 piés sobre el nivel del mar, en la parte S. O. de los Estados-Unidos (territorio de Wyoming), y alimentándolo en acuarios obtuvo de él el Amblystoma mavortim Baird. Sin:embargo, duda acerca de si el animal siempre sufre el cambio en su país, de seguro, sin ningun fundamento cierto, y solamente por la hipótesis de que allí la temperatura es más baja, y por consiguiente ménos favorable para el cam- bio.2 Si dudo de la exactitud de esta última opinion, es solo porque la Amblys- a Verhandl. d. Schweiz. Naturforsch. Gefsellschaft. Emsiedeln, 1868. b Dana and Silliman, Amer. Jour., 3 d. series, i, p 89 Annals Nat. Hist., VII, p. 246. c Proceed. Zool. Soc. 1870, p. 160. d Compt. Rend., tom. 60, p. 765 (1865). e Nouvelles Archives du Muséum d'Hist. Nat. Paris, 1866, Tome 11, p. 268 f-y Proceed. Boston Soc,, vol. XII, p. 97, LA NATURALEZA 37 “toma mavortíum, en su estado natural, ha sido encontrada en muchas partes de los Estados-Unidos, principalmente en California, Nuevo-México, Texas, Nebras- ka y Minnesota. Sin embargo, no es enteramente increible, que precisamente en los Lagos Alpinos ocupe la especie, con respecto á la trasformacion, una posicion diferente de la que ocupan otros habitantes. Esto se verá en las observaciones so- bre el Triton, de que se hablará adelante. Así, pues, miéntras no se hagan ob- servaciones posteriores, debemos suponer que los ajolotes de Paris no son Siredon lichenoides, sino acaso una nueva especie que con ellos se relaciona muy ínti- mamente. Miéntras tanto, no quedará mucho que averiguar sobre esto, tan solo con llegar á demostrar que este ajolote, en su país, no experimenta la metamór- fosis, 6 á lo ménos la experimenta tan excepcionalmente como en Europa. Des- graciadamente no hay en el trabajo de Duméril ninguna noticia del lugar en que fué encontrado este animal «mexicano;» acaso la localidad le era desconocida, y así puedo solamente asegurar, apoyándome en la autoridad de Cope, que jamás ha sido traida una Amblistoma del Sur de las provincias de Tamaulipas y Chihua- hua; esto es, del Sur del Trópico,” lo cual, sin embargo, no está demostrado. Es de mucha más importancia el hecho ántes mencionado, de que el ajolote genuino de los lagos que rodean á México nunca experimenta el cambio en Amblistoma, si- no que esta especie, tambien en casos aislados, sufre la trasformacion en cautive- rio. Ahora, de esto, y del hecho de que los ajolotes de Paris en cautiverio solo se trasforman en muy corta proporcion, puede concluirse Jue tambien en su país ó no setrasforman del todo, ó esto acontece como una excepcion.” Pero hay aún otra série de hechos muy esenciales para el caso, al revisar la historia de las tras- formaciones: aludo á la existencia de un número considerable de especies de Amblistomas en estado natural. En la «Revision der Salamandriden-Gattun- gen» (Revista de los géneros de las salamandras) que Strauch? dió á luz hace al- gunos años, están representadas, segun los ejemplos de Cope,” veinte especies de la Amblystoma Tschudi, que habitan en la América del Sur. Ahora, aunque un corto número de estas especies están basadas en un solo ejemplar, y por consi- guiente, segun Strauch dice, con razon, «deben ser suprimidas con el tiempo,» sin embargo, queda toda una série de especies que ciertamente viven y se propa- gan como Amblistomas que moran desde la latitud de Nueva-York hasta la de Nuevo-México. De aquí se deduce que hay especies de Siredones que en sus condiciones naturales de vida toman regularmente la forma de Amblistoma y se propagan en ella, miéntras que por otro lado hay, al ménos, dos especies que, en sus actuales condiciones naturales de vida, solo se propagan como Siredones. Este hecho debe'mencionarse con una frase especial cuando decimos el ajolote mexicano, como cuando decimos el Siredon de Paris; pues este llama- a Dana and Silliman, Amer. Journ., 3* ser. i, p. 89. Annals of Nat. Hist. VIL, p. 246, b Proceed. Acad. Philad. XIX, 1867, pp. 166-209. c Mem, Acad. Petersb., t. XVL 38 LA NATURALEZA do lichenoides 6 algo más, descansa en un periodo filético de desarrollo, in-* ferior al de las otras especies que se propagan en la forma de Amblistoma. Na- da se puede objetar á esto, miéntras que otra proposicion expresa ó tácitamente admitida por todos los autores, incluye ó representa una teoría que juzgo inexac- ta. Esa proposicion es: «el ajolote mexicano ha permanecido en un período fi- lético inferior de desarrollo.» Todos los zoologistas que se han ocupado de las tras- formaciones del ajolote mexicano, y que no abrigan ya, como su primer observa- dor, las ideas de Cuvier acerca de la inmutabilidad de la especie, se ocuparon del asunto, como si se tratara de una especie que por ciertas circunstancias especia= les hubiera permanecido atrás en un período inferior de desarrollo, y por ciertas influencias se la hubiese estimulado á adelantar hácia un periodo superior.” Por mucho tiempo yo tampoco creí que el asunto pudiera entenderse de otra manera, supuesta la poca facilidad que tenia yo para realizar todos los fenómenos en armonía con lo propuesto. Así, pues, en 1872 hice uso de las siguientes expre- siones.* «¿Por qué no habria de tener una influencia directa sobre el organismo de los ajolotes, un cambio súbito en las relaciones de la vida (el cambio de México á Paris), para que repentinamente alcanzara un estado superior de desarrollo á que muchos de su misma especie habian ya llegado anteriormente, lo que á no du- darlo, está en la naturaleza de su organismo, y al cual ellos acaso tambien hubieran llegado en sus lugares nativos, aunque en un período posterior? ¿Ó seria tambien muy de suponerse, que por la súbita traslacion de una'altura de ocho mil piés so- bre el nivel del mar, en las altas mesas de México, á la altura de Paris, los órga- nos respiratorios hubieran sufrido una conmocion que los hubiera traido al cambio efectuado? Así, pues, tenemos que habérnosla con un efecto dimanado de la altera= cion en las condiciones de la vida.» Debe, pues, tambien deducirse, del sentido de la última sentencia, como una ver= dad emanada de los experimentos ántes mencionados, que por la aplicacion de una, influencia exterior definida, está hasta cierto punto á nuestro alcance el violentar la trasformacion. Precisamente de este hecho se desprende la luz que han dado los nuevos experimentos. ¿Pero debemos tambien comprender el fenómeno, de la ma- nera ántes indicada? esto es, ¿como un desarrollo filético precoz, de la especie que repentinamente se presenta como resultado hasta cierto punto de una con mocion? Yo creo que no. Lo que primero me hizo vacilar, relativamente á esta su= posicion, fué la vista de mis Amblistomas vivientes sacadas de las larvas del ajolo- te. Estos individuos no difieren del ajolote únicamente en su aspecto, sino que tam= bien se distinguen de él en sus hábitos. Difieren algo en todas sus partes; ligera- mente en unas, y del todo en otras; en una palabra, se han convertido en anima- les enteramente diferentes. De acuerdo con esto, su modo de vivir es completa- * Veber den Einfluss der Isolirung auf die Artbildung. (Sobre la influencia de la insolacion en la formacion de especies.) LA NATURALEZA 39 mente distinto; ya no van al agua, pero en el dia prefieren permanecer escondidos en el musgo húmedo de su prision, saliendo en la noche 4 buscar su alimento en terreno seco.? De seguro hubiera yo podido apercibirme de la gran diferencia en- tre los dos períodos de desarrollo, por los datos anatómicos que hacia tiempo me eran conocidos, y que Duméril habia dado sobre la estructura de los Amblistomas; pero por muy conocidos que me fueran en detalle, no habia formado nna idea exac- ta de ellos. ¡Sea de esto lo que fuere, la vista del animal viviente me hizo abrigar desde luego la conciencia de lo comprensivo que es el cambio con que tenemos que habérnosla; pero de ninguna manera puede esto referirse principalmente á aque- llas partes que son directamente afectadas por la alteracion en el modo de vivir, sino que la mayor parte de los órganos, si no es que todos los del animal, sufren una trasformacion que puede muy bien explicarse, en parte, como la adaptacion morfológica á las nuevas condiciones de vida, y en parte tambien como consecuen- cia de estas adaptaciones (cambios correlativos); pero de ninguna manera es po- sible explicarla como el efecto repentino del cambio en las condiciones de la vida. Tal es, á lo ménos mi opinion, ya que un desarrollo repentino de la, espe- cie, tal como en este caso debiera haberse verificado, es enteramente inconcebible. Debo decir, que hasta hace pocos años, la cuestion del desarrollo repentino era muy clara para mi; pero mis investigaciones me han infundido la conviccion con- traria como más adelante demostraré. Debo, pues, limitarme, al exámen de este caso individual; caso que me parece, como ántes dije, muy propio para dar una luz decisiva sobre la principal alternativa en que se encuentran las opiniones acer- ca de la doctrina de la descendencia. Puedo muy bien asegurar que hasta hoy ha acontecido á todas las personas que se han ocupado del estudio de las trasformaciones del ajolote, lo mismo que á mí; no han investigado hasta dónde llega la trasformacion, y de aquí es que la im- portancia teórica del caso y su valor como base de inferencia, no han sido debi- damente apreciados en todas sus fases, y es evidente que es tal caso, de inusitada importancia por los principios que envuelve. Creo que puede fácilmente demos- trarse, que la explicacion generalmente admitida hasta hoy acerca de las trasfor- maciones del ajolote de Paris, incluye á la vez el reconocimiento de un principio de grande alcance, y es éste: si dicha explicacion fuera la verdadera, entónces, á juicio mio, seria tambien exacta la opinion de los que como KOLLIKER, ASKENASY, NaácrL1, y entre los filósofos HArTMANN y Huber refieren la trasformacion de la especie por de pronto, á un poder motor existente en el mismo organismo, á una activa y espontánea «ley de desarrollo,» á un «principio de perfeccion,» Ó como yo preferiria nombrar, á una energía vital filética, en contraste con la corres- pondiente energía vital espontánea, del llamado «pA20sopher domain» en la na- turaleza de la ontogénesis. Si los ajolotes que han llegado 4 convertirse en Amblistomas son tomados como individuos que, estimulados por influencias exteriores se han adelantado á los de- 40 LA NATURALEZA más en su desarrollo filético, entónces este adelanto puede considerarse como el resultado de una energía vital filética, pues la trasformacion es repentina y no de- ja tiempo para la gradual adaptacion en el curso de las generaciones. Segun esto, la influencia indirecta de las relaciones de vida exteriores, p. €., la seleccion na= tural está excluida del primer supuesto; pero la influencia directa de las circuns- tancias alteradas de la vida, no basta en gran manera para explicar la total tras- formacion de toda la estructura, como ya lo he iniciado y más tarde explicaré mi- nuciosamente. Las diferencias entre el ajolote de Paris y la Amblistoma que de él resultó, son, segun Duméril, Kólliker y mis propias observaciones, las siguientes: 1.—Las agallas desaparecen; los orificios de éstas se cierran, y sólo la cresta más avanzada subsiste, desvaneciéndose las otras. Al mismo tiempo cambia el Os hyoideum. (Duméril.) 2.—La cresta de la espalda desaparece completamente? (Duméril.) 3.—El apéndice que parece cola se trasforma en una cola semejante á la de la salamandra (Duméril), la que sin embargo no es de seccion enteramente circular como la de la salamandra, sino algo comprimida lateralmente. (Weismamn.) 4.—La piel adquiere manchas blanco-amarillentas, irregularmente distribui- das en los costados y en la espalda (Duméril), miéntras que á la vez su primitivo color terrestre cambia de pardo-oscuro en un brillante color verdinegro (Weis- mann), y además se pierde la secrecion lustrosa de la piel y sus glándulas tambien. (Kólliker.) 5.—Los ojos adquieren prominencias, y las pupilas se vuelven pequeñas y se forman párpados que pueden cerrar el ojo completamente, miéntras que en el ajolote, un reborde circular estrecho rodea el ojo y no se puede cerrar. (Weis- mann.) 6.—Los dedos de los piés disminuyen y pierden sus apéndices membranosos (Kólliker), ó más bien el tejido membranoso que une la extremidad de los dedos en todos los piés. 7.—Los dientes paladiales en éste, como en todos los Amblistomas, forman una hilera diagonal, miéntras que en el ajolote, como en las larvas del Triton, se en- cuentran á los lados de la bóveda palatina formando una faja arqueada, con varias hileras de dientes" (Duméril.—Véase la figura. Zeitschrift F. Wissenschaft Zool. XXV Bd. Sup. p. 279.) 8.—En el ajolote, la mandíbula inferior tiene, además de los dientes del borde * Duméril pone los dientes del vómer separados de los del hueso palatino por un intervalo vacio. Probablemente esto es una cosa artificial, porque Gagenbaur (Friedrich und Gagenbaur, «Der Schá- del des Axolotl.»—El cráneo del ajolote.—Wiirzburg, 1849) figura las hileras de dientes pasando sin interrupcion de un hueso á otro. Lo mismo acontecia en tres ajolotes que examiné bajo este punto de vista; por lo demás, esta pequeña diferencia casi no tiene importancia para la cuestion de que aquí se trata. LA NATURALEZA 1 superior del hueso, algunos otros muy pequeños dispuestos en varias hileras, des- apareciendo estos últimos despues de la metamórfosis (Duméril), añadiéndose á esto que los dientes permanentes pertenecen al os dentale y los temporales al os operculare.* 9.—La faz posterior de cada vértebra es ligeramente cóncava en la parte ex- terior, tanto ántes como despues de la trasformacion; pero la faz anterior es mé- nos cóncava en la Amblystoma que en el Siredon. (Duméril.) No me ha sido posible confirmar por mis propias investigaciones los detalles ci- tados tomados de Duméril (7 y 9), pues no tenia gran deseo de dar muerte á nin- guno de mis Amblistomas con el sólo objeto de verificar los detalles de un natu- ralista que merece entera fe. Por una causa análoga, yo no he visto todavía el cambio en los orificios de las agallas, Puedo corroborar completamente los demás datos de Kólliker y Duméril. Las diferencias de estructura que existen entre el ajolote y el Amblistoma son considerablemente mayores y más importantes que las que hay entre géneros in- mediatos, y áun mayores que las que se encuentran entre las familias de los Urodelos. El género Siredon, sin duda alguna, pertenece á un sub-órden dife- rente del género Amblistoma, en el cual se trasforma ocasionalmente. Strauch, que ha hecho el último arreglo de este grupo, separa el sub-órden de los Sa/a- mandridos del de los Ichthioideos, por la presencia de los párpados y por la po- sicion de los dientes palatinos en una sola hilera sobre el borde posterior del hue- so del paladar, miéntras en los /chthioideos no hay párpados, y los dientes pa- latinos ó están en el borde anterior del hueso del paladar, ó cubren toda la super- ficie de éste, á manera de cepillo. No es posible considerar*estos caractéres ana- tómicos tan diferentes entre sí, como trasformaciones repentinamente ocasionadas por la simple variacion de las condiciones de la vida. A medida que van cayendo los dientes palatinos y apareciendo los nuevos, se verifica un cambio en la estructura anatómica de la columna vertebral, y segun las cuidadosas observaciones de Kúlliker sobre la interrupcion de la secrecion vis- cosa de la piel, se modifica á la vez la estructura histológica de ésta. ¿Habrá quien pretenda explicar estos profundos cambios como un efecto direc- to y repentino de influencias externas que, cualesquiera que sean, no han obrado sino una sola vez? Y si alguno tratara de explicarlos, como el resultado de la pérdida de las agallas, y por consiguiente como cambios correlativos, ¿cual se- ria la correlacion, sino la pretendida energía vital de que ántes se ha hablado? Si con motivo de na sola variacion causada por la influencia directa de los agen- tes exteriores, el cuerpo en todas sus partes se ha de cambiar en un par de dias, y adaptarse á las nuevas condiciones de vida en que ha de encontrarse en lo suce- * O. Hertwig. Ueber das Zahnsystem der Amphibien und seine Beduntung fir die Genesis des Skelets der Mundhóhle. (Sobre el sistema dental de los anfibios y su significacion, para la genesis del esqueleto de la boca.) Arch, f. Mikroskop. Anat. Bd. XI. Sup., 1874. 42 LA NATURALEZA sivo, entónces el término correlación no pasa de una palabra que nada explica, y que ántes bien, estorba para encontrar una explicacion mejor, siendo, en conse- cuencia más conveniente reconocer la probabilidad de nuestra creencia en una energía vital filética. Por otra parte, no es posible buscar una explicacion por correlacion, pues co- nocemos algunos Urodelos adultos sin agallas y que poseen todas las demás señales de los Ichthyoideos: carencia de párpados, tipo característico de los dien= tes paladiales, y de la colocacion de los huesos linguales. Tales son los géneros Amphiuma, L., Menopoma, Harl., y Criptobranchus, v. d. Hoev. Los dos primeros géneros, como es bien sabido, conservan los orificios de las agallas. El Criptobranchus por el contrario, ha perdido estos orificios, que han sido cubiertos por la piel, como en la Amblistoma, y es, además, segun el unánime testimonio de todos los zoologistas sistemáticos, un verdadero pez-lagartija, en costumbres, arreglo del hueso lingual, dientes paladiales, etc.* Debe agregarse que áun el mismo ajolote puede perder las agallas sin que por eso se convierta en Am- blistoma. He mencionado en alguna parte, que hay ajolotes que se han conservado en agua poco profunda, y sin embargo las agallas han disminuido de tamaño, ha- biendo tambien acontecido quese contraigan completamente. Tengo un ajolote con- servado en alcohol, en el que las agallas se han convertido en pequeñas protube- rancias irregulares, á la vez que la cresta de la espalda ha desaparecido de tal ma- nera, que ha venido á reemplazarla una estría, y en la cola los bordes de la piel se han desvanecido completamente en el márgen inferior y en la mitad del superior. Sin embargo, el animal difiere notablemente de la Amblistoma en su estructura: tiene las crestas de las agallas, los dientes paladiales, la piel, etc., del ajolote. Es- to demuestra, por consiguiente, que la pérdida de las agallas por ningun mo- tivo debe traer siempre tras sí todas las demás variaciones que hemos visto efectuarse en la metamórfosis del ajolote, y éstas, por consecuencia, no son los resultados debidos necesaria é inmediatamente á esa pérdida. Si acaso deben necesariamente aparecer despues de una larga sucesion de generaciones, ó si acaso tambien los descendientes del Cryptobranchus toman alguna vez, en lo futuro, la estructura de los Salamandridos, es cuestion que no me atreveria yo á resolver por la negativa, y que no viene al caso, puesto que solamente estamos entrando en consideraciones sobre un resultado posible y repentino de la pérdida de las agallas. La cuestion, pues, parece ser ésta: Si nuestras sospechas hasta el presente, segun lo que se dice, acerca de las trasformaciones del ajolote eomo un des- arrollo posterior son exactas, ó sies un hecho la existencia de una pal val filética demostrada por el caso del ajolote. Ahora, se presenta esta cuestion: si los hechos de esta trasformacion no admi- * See Strach, Zeitsch. f. Wissensch. Zool., XXV Bd. Sup., p. 10. yl LA NATURALEZA 43 ten otra explicacion. Creo que ésta es de cualquier modo posible, y que puede dar- se otra interpretacion exacta ó con buenos visos de probabilidad. Considero á estas Amblistomas procedentes del Siredon Mexicano (sin pisciformis) que en casos individuales se han desarrollado en cautiverio, así como del ajolote de Paris, no como casos de perfeccionamiento de la especie, sino al contrario, de degeneración. Creo que los ajolotes que ahora existen en los lagos de México eran ya Amblistomas en una época geológica (ó más bien zoo0lógica) anterior; pero que por alteraciones sufridas en las condiciones de vida, volvieron á su primitivo estado de Perenmibranquiados.? Indudablemente me incliné á esta interpretacion, por los resultados que habia obtenido en mis estudios sobre la época del dimorfismo de las mariposas.” Se pre- senta aquí tambien la cuestion de las dos formas bajo las cuales aparece siempre una misma especie, y de las cuales puede demostrarse con probabilidad, que una es filéticamente la mayor, y la otra es la más jóven. En mi opinion, la forma más jóven ó estival proviene de la forma invernal, por el calentamiento gradual del clima, y que era la única en una época zoológica anterior; pero esta última, la forma primaria, no por eso ha dejado de existir, sino que áun en la actualidad se alterna anualmente con la secundaria ó forma estival. Ahora, es fácil hacer con las mariposas susceptibles de dimorfismo, que la in- cubacion estival tome la forma de la de invierno, exponiendo sus crisálidas por más tiempo á una temperatura más baja, y es más que probable que esta varia- cion ó trasformacion, que aparece repentinamente y que rara vez se llega á veri- ficar, es repentina solamente en apariencia, y es tambien aparente el resultado de la accion del frio sobre esta generacion. No es ménos probable que la variacion dependa de un retroceso á la forma primaria de la especie, y así, el frio, que no obra sino en determinado tiempo y no constantemente, es solo el impulso al re- troceso, pero no la verdadera causa de la tras formacion. Esta causa debe bus- carse en la accion constante del frio, á que por largo tiempo fueron expuestas mi- llares de generaciones de los antecesores de nuestras actuales mariposas, y cuyo final resultado fué precisamente la forma invernal. ' Si suponemos, por un momento, que es exacta mi interpretacion de lo que se dice acerca de las trasformaciones del ajolote, ya en esto tenemos relaciones que en muchos puntos son análogas á las del dimorfismo estacional. A mayor abun- damiento, las dos formas en este caso ya no se alternan mútuamente, sino que la forma primaria puede, de cuando en cuando, aparecer en vez de la secundaria, resultando esto de la influencia de circunstancias exteriores. Así como allí con- seguimos que la incubacion de estío tome el aspecto de la invernal, estimulándola por la accion del frio, así aquí podemos llevar al ajolote al estado de Amblisto- ma, obligándole, á cierta edad, á respirar el aire. * Studien zur Descendenztheorie. (Estudio sobre la teoría de la descendencia.) Leipsic, 1875. La NATURALEZA.—Tomo V.—£. An LA NATURALEZA Además: asi como en el dimorfismo estacional puede demostrarse que esta tras- formacion obtenida por medios artificiales es solamente en apariencia una nue- va formacion repentina, pero en verdad una reversion á la más antigua forma in- vernal, así aquí hemos tenido tambien que habérnosla no con una nueva forma- cion actual de la especie, sino solamente con una aparente, es decir, una reversion á la forma filética más antigua de la especie. Parece, en verdad, paradójico, que haya una forma producida por reversion, y sin embargo, debe ser indudablemen- te considerada como la más perfectamente desarrollada. Pero creo que conside- rando más atentamente la cuestion, deben desaparecer muchas de las paradojas que parecen existir en este modo de ver. Ante todo, debe considerarse que el desarrollo filético de la especie, no impli- ca de ninguna manera un perfeccionamiento progresivo. Muchos ejemplos tene= mos de desarrollo retroprogresivo, aunque en un sentido algo diferente, como en los parásitos y otras formas tales, que han pasado de la libre locomocion á la vi- da sedentaria. No ignoro la diferencia que hay entre esta clase de desarrollo re- troprogresivo por la adherencia de ciertos órganos ó sistemas de órganos, y la re- version propiamente dicha. Esta última es la vuelta á una forma animal ya exis- tente, miéntras que en el otro caso, á pesar de toda la simplificacion en la orga- nizacion, siempre se forma algo enteramente nuevo; pero puedo decir que en prin- cipio, no me parece absurdo que se crea posible una reversion propiamente di- cha, ya sea en toda una especie ó en algunos individuos de la misma especie en ciertos casos. ¿Por qué, por ejemplo, seria tan absolutamente increible que el ajo- lote, en tiempos remotos, hubiera tenido una conformación á propósito para vivir en tierra, y que gradualmente, por la accion directa ó indirecta de las condicio- nes alteradas de vida haya adquirido la forma de Salamandra, pero que poste- riormente, por un nuevo cambio en las circunstancias de la vida, desfavorable para su organizacion presente, ha retrocedido nuevamente á la antigua forma ó á una muy inmediata á ella? De cualquier modo, tal suposicion no encierra nada que pueda estar en contradiccion con hechos bien conocidos, sino que puede sos- tenerse de diversas maneras. Y finalmente, se recomienda de por sí, supuesto que nos proporciona, al ménos en mi opinion, la sola explicacion posible de los * hechos que tenemos delante. La existencia ántes mencionada de todo un grupo de especies de Amblistomas, demuestra desde luego que algunas especies de Si= redon pueden llegar á la forma de Salamandra, en la cual pueden propagarse con regularidad, y además, que este perfeccionamiento filético ha tenido ya de hecho lugar en las diversas especies. Pero varias observaciones sobre nuestras Salamandras de agua, demuestran tambien que puede efectuarse igualmente un descenso de este elevado período de desarrollo al inferior. Es bien sabido que los Tritones en ciertas circunstancias adquieren, como co- munmente se dice, «madurez sexual en el estado de larvas.» LA NATURALEZA 15 En el año de 1861, De Filippi% encontró en un pantano inmediato del Lago Mayor, cincuenta Tritones, de los cuales solo dos tenian la estructura de Sala- mandra acuática en pleno desarrollo; pero todos los otros conservaban aún sus agallas, á pesar de ser animales ya formados y en completo desarrollo de sus ór- ganos sexuales, y esto en ambos sexos. Filippi dió á conocer el hecho de que estas larvas, en estado de madurez sexual, al exterior no parecian larvas, precisamente porque tuvieran agallas, sino que tambien presentaban todos los caractéres anatómicos de la larva; esto es, las hi- leras características de los dientes paladiales en ambos lados, en vez de la única hilera posterior y la columna vertebral que aún conserva la chorda dorsalis, ex- tendiéndose en toda su longitud. Segun mi modo de ver, este seria un caso de reversión del Triton al período filético que le es más inmediato; esto es, el periodo Perenmbranquiado, y en este caso, la mayor parte de los zoologistas que no van de acuerdo con la doctri- na de la degeneracion, convendrán conmigo en este modo de ver. Al ménos, to- maria yo como un juego infructuoso de palabras el que alguno viniera aquí ha- blando de reproducciones de larvas y creyera haber dado, por este medio, alguna explicacion. Más bien conocerémos á fondo la naturaleza del fenómeno, reflexionan- do que esta llamada madurez sexual de la larva, tiene precisamente la estructura que debe haber tenido el período filético anterior de la especie. Por consiguien- te, tenemos una reversion al período filético más remoto de la misma especie. Reputo como un error, el que Duméril ponga este caso del Triton, en paralelo con la reproduccion larval genuina, de las larvas de la Cecidomyia de Wagner. Ciertamente no hay en este caso una reversion á un período filético remoto, que ha- ga álas larvas capaz de reproducirse, porque éstas no presentan los caractéres de un período filético anterior de la especie, sino que deben haberse producido al mis- mo tiempo con la especie, en la forma actual. La gran diferencia entre la es- tructura de la larva y del insecto, no se explica admitiendo que éste haya prove- nido de aquel de una manera indeclinable, sino que ambos al mismo tiempo se han adaptado á condiciones de vida distintas una de otra.? Consideradas estas larvas filéticamente, no son absolutamente un punto necesario de transicion para el orí- gen de la mosca. Pueden tambien ser formadas de un modo enteramente distinto, sin que haya necesidad por esto, de que cambie la forma de la mosca, porque los períodos de trasformacion de los insectos varían independientemente uno de otro, segun las condiciones de vida á que estén sujetos, y no ejercen entre sí ninguna in- fluencia, ó al ménos muy ligera en la determinacion de la forma, como procuraré demostrar en otro lugar. De cualquier modo, «la aptitud de estas larvas (Ceci- domyia) para multiplicarse asexualmente, ha sido al principio considerada como secundaria, fundándose en el hecho de que hay numerosas especies del mismo gé- a Sulla larva del Triton alpestris, Archivio per la Zoología, 1861. b Compárese tambien á Lubbock. On the origin and Metamorphoses of Insects. London, 1874. 46 LA NATURALEZA nero de insectos que no alimentan á su cría.» En la forma que ahora tienen, nun- ca pueden haber pasado por la parte del período final de ontogénesis, y por con- siguiente tampoco pueden haber poseído en otros tiempos el poder de la reproduc- cion sexual.” En una palabra, este caso podemos considerarlo como una reproduc- cion larval genuina, miéntras que tratándose de los Tritones, podemos decir que es una reversion á un estado filético anterior. Tampoco puedo ir de acuerdo con Hacckel, cuando define la reversion de los Tritones como «una adaptacion á la vida continuada en el agua.»? Unicamente puede hablarse de « adaptacion » en este caso, en un sentido enteramente diverso de aquel con que Darwin y Wallace la han introducido en la ciencia. Estos natu- ralistas aplican esa palabra á un perfeccionamiento gradual del cuerpo, que se efec túa en el trascurso de las generaciones, segun las exigencias de las nuevas con- diciones de vida; ó en otros términos, á la accion de la seleccion natural, pero no al resultado de causas de variacion, que desde luego obran repentina y directa- mente sobre una generacion. Precisamente porque la palabra adaptacion puede, segun el uso del idioma, ad- mitirse en diferentes sentidos, seria de desearse que fuese tomada 'en una acep- cion que se fijara con exactitud, y sobre todo, no hablar de adaptacion, cuando no hay cambio morfológico, sino una especie de trueque de funciones en el sentido que indica Dohrn.* Asf, por ejemplo, cuando Forel“ demuestra que los caracoles de agua dulce que respiran en el aire, y cuya organizacion es apropiada para la respiracion libre del aire, pueden ir, sin embargo, á las mayores profun- didades de los lagos alpinos, haciendo uso de sus pulmones como de agallas. Las observaciones de Von Siebold* demuestran que con esto no se ha efectuado el más ligero cambio en los pulmones. Él vió las Pulmonatas de agua profunda ha- cer uso alternativamente de sus pulmones para respirar al aire libre ó dentro del agua, segun la mayor ó menor cantidad de aire disuelto en ésta. Si con Von Siebold aplicase uno la palabra adaptacion, simplemente en este caso, perderia el sentido que originariamente se le dió; como término técnico, debia desecharse esta palabra.1 De cualquier modo, hay tan raros casos de adaptacion genuina en las larvas de los Tritones que fueran capaces de reproduccion, como de ajolotes que excepcio- nalmente hayan cambiado en Amblistomas. En ambos Casos, la trasformacion de que se trata, no es absolutamente indispensable para la vida de los individuos. Los Tritones desarrollados (sin agallas) viven como yo lo he presenciado, muchos a Véase mi obra «Ueber den Saison-Dimorphismus der Schmetterlinge. » Leipsic, 1875, p. 60. b Véase la Anthropogenia de este autor, p. 449. c Der Hursprung der Wirbelthiere und das Princip des Functionswechsels. (Origen de los ver- tebrados y principio del cambio de funciones.) Leipsic, 1875. d Fauna profunda del lago Léman; Verhandl. d. Schweiz. Naturforsich. Gesellschaft. 1873. e Zeitschrift f. Wissenschaftl. Zool. t. XXI, 1873. LA NATURALEZA 47 meses y áun años enteros en agua profunda, aunque están constituidos para la simple respiracion en el aire, y los ajolotes, como ya he dicho ántes, pueden vi- vir perfectamente durante años enteros en agua profunda y tranquila. Sus agallas se contraen, es un hecho, y áun desaparecen enteramente; y sin embargo, esto tampoco es una adaptacion en el sentido Darwiniano, sino un resultado directo de influencias externas, y principalmente del menor uso de los mismos órganos. Un caso enteramente análogo al de Filippi fué observado en 1869 por Jullien. Cuatro larvas hembras, del Lissotriton punctalus Bell, (sin. Triton teeniatus), fueron pescadas en un pantano, y estaban en buen desarrollo sexual; en sus ova- rios tenian huevos ya formados y listos para salir, y dos de ellas pusieron en aquel entónces sus huevos. Otras cuatro larvas, machos, fueron igualmente tomadas en el mismo pantano; estaban bien desarrolladas, relativamente al tamaño, y no te- nian zoospermas en sus testículos, sino solamente celdillas seminales.” Encuentro citado un tercer caso de la misma clase,? por Seydig, en su ensa- yo «Sobre las Salamandras de la Fauna de Wurtemberg, » tan rico en detalles inte- resantes. Schreibers, el primer Director del Gabinete de Historia Natural de Vie- na, encontró tambien larvas de Triton, con agallas bien desarrolladas, pero del tamaño de machos adultos; y segun el exámen anatómico, con órganos sexuales bien desarrollados, así como ovarios llenos de huevos. Así, pues, queda estable- cido, que las especies que con gran anterioridad llegaron al período de Salaman- dridos, en el desarrollo filético pueden ocasionalmente retroceder al período de Perennibranquiados. Evidentemente, este hecho hace aparecer ménos paradójica mi opinion de que el ajolote no es sino una forma de reversion, pues los casos de reversion en el Triton son directamente análogos á la trasformacion que supongo -en el ajolote. Supongamos á la Amblistoma en lugar de los Tritones y considerémos los pan- tanos en que Filippi encontró sus larvas de Triton en «madurez sexual,» extendi- dos al Lago de México, considerando tambien como permanentes las causas des- conocidas y tal vez en este caso temporales de la reversion, y tendrémos todo lo que necesita para la restauracion del ajolote, tal cual le conocemos hoy; y obten drémos una poblacion de Perenmibranquiados del lago. No se sabe si acaso en el pantano de De Filippi ya no prevalece en la actualidad permanentemente la forma Perennibranquiada del Triton, porque segun sé, no se han hecho desde entónces investigaciones sobre el particular. Pero si concedemos, por un momento, que así fuera en la actualidad, que una colonia de Tritones Perennibranquiados habitase allí, ¿nos sorprenderia si se pro- dujera un Triton genuino en la cría, si hubiéramos estimulado con éxito á la ma- yor parte de los individuos de esta cría impeliéndolos á la metamórfosis en Trito- nes, en aguas poco profundas? Pero justamente esto va de acuerdo con mi modo de a Compt. Rend., t. LXVITI, p. 938, 939. b Archiv. f. Naturgeschichte, 1867, 48 LA NATURALEZA considerar el ajolote mexicano. Pero no debo limitarme á apoyar mi hipótesis, si- no que debo examinar la probabilidad de la que se ha emitido, puesto que está en oposicion con los hechos. Si realmente ocurre en el ajolote repentinamente un desarrollo posterior filético, entónces quedaria enteramente incomprensible un he- cho: la esterilidad de las Amblistomas. De cerca de treinta Amblistomas que Duméril habia tenido hasta el año de 1970, en ninguna de ellas habia apariencias de madurez sexual, y ni la cópula, ni la pos- tura de huevos se efectuó, y en los individuos que fueron examinados anatómica- mente se encontraron los huevos inmaturos, y aunque habia zoospermas carecian de las membranas onduladas de los Salamandridos. No carecian del todo de mo- vimiento, pero segun Quatrefages, éste era imperfecto.“ Las cinco Amblistomas á que aquí he aludido hasta ahora, no presentan seña- les de reproduccion. Es evidentemente una objecion poco juiciosa la de Sacc,” que atribuye la esterilidad de las Amblistomas procedentes de los ajolotes, á «mala alimentacion.» ¿Por qué, pues, los ajolotes, se reproducen tan fácilmente, ali- mentándolos de la misma manera? Y puedo asegurar, por otra parte, que mis Am- blistomas están perfectamente alimentadas. A mayor abundamiento: si éstas apé- nas han alcanzado á vivir año y medio, los ajolotes propagados el siguiente año y algunas Amblistomas de Duméril, tenian en 1870 cinco años de edad. El hecho de la esterilidad está en abierta oposicion con el supuesto de que estas Amblisto- mas son los centinelas avanzados del género Siredon, á medida que se perfeccio- na en su desarrollo filético. Por ningun motivo sostendré que mi teoría de rever= sion pudiera, de hecho, sostener la esterilidad; pero al ménos no está directamen- te en contradiccion con ella. Las formas meramente de reversion pueden perecer sin reproducirse. Una nueva forma producida por la accion de una energía vital filética desconocida no puede ser estéril, porque esto contraría el «fin» que se propone seguir la energía vital. La idea de la energía vital es del dominio teoló- gico. : Además, mirando la cuestion desde nuestro punto de partida, la esterilidad de la Amblistoma puede ser, si no completamente comprendida, sí al ménos demos- trada que no acontece enteramente sola. En el caso del Lissotriton puncitatus ya citado, las larvas hembras estaban indudablemente en perfecto desarrollo sexual y ponian huevos; pero al mismo tiempo los machos carecian de zoospermas per- fectos en los testículos. No conozco otros casos análogos á éste: en tiempo en que hacia yo mis experi- . mentos con las mariposas no se habia tratado este punto, y por consiguiente me descuidé en examinar las formas de reversion producidas artificialmente con rela- cion á los órganos genitales. Pero los principios generales nos llevan tambien á la conclusion de que las formas atavísticas (que recuerdan el tipo original de a Compt. Rend., t. LXX, 1870. b Bull. Soc Neuchátel, t. VIIL, p. 192. LA NATURALEZA 49 la especie en la progenie de sus variedades), pueden fácilmente permanecer es- tériles. Darwin” encuentra las más inmediatas causas de esterilidad, primero, en la in- fluencia de circunstancias de vida muy variables; y segundo, en el cruzamiento de individuos muy distintos en constitucion. Las circunstancias variadas de vida son indudablemente las que ocasionan la trasformacion del ajolote, y segun esto, no seria sorprendente el encontrar que estos individuos sean estériles habiendo da- do señas inequivocas de haber sido especialmente afectados por estas condiciones alteradas de vida, supuesto que han revertido á la forma de salamandras: mas en este razonamiento, por ningun motivo debe entenderse que la reversión va sieím- pre, y sín excepcion, acompañada de la esterilidad. Tampoco puede objetarse á mi interpretacion de la trasformacion de los ajolotes, que á causa de la reversión, nunca pudo haberse producido una colonia de ajolotes aptos para la reproduccion. Por el contrario, la larva hembra del Triton de Jullien, que ponia huevos, prueba exactamente que áun en la reversion la aptitud de la reproduccion puede perma- necer inalterable. De las causas universales de esterilidad ántes mencionadas, puede inferirse que por esas mismas causas la fecundidad se puede perder en di- ferentes grados, y por consiguiente puede, hasta cierto punto, comprenderse por qué la fecundidad se pierde en más alto grado en la reversion á la forma de Am- blistoma, que en la reversion del Triton á la forma de Perennibranquiado. Si en estos casos la reversion es impulsada por la alteracion de las condiciones de vida, uno puede tal vez imaginar que la extension de esta alteracion puede tambien fijar el grado de fecundidad que conserve la forma atavística; pero la fecundidad pue- de ser aún más influenciada por la magnitud de la transicion morfológica que se efectúa en la reversion. Sabemos que el conjunto de constituciones diversas (por ejemplo, en el eruza- miento de diferentes especies) produce la esterilidad. Algo semejante se efectúa en la reversion repentina á un período de desarrollo que hace variar en alto gra- do toda la estructura. Se efectúa aquí tambien, hasta cierto límite, la union de dos constituciones muy diferentes en un individuo, una especie de eruzamiento. Bajo este punto de vista puede comprenderse con cierta extension, por qué la es- terilidad puede ser el resultado de la reversion; pero por otro lado, no nos expli- camos por qué con la misma extension de variacion morfológica, se efectúa en un caso completa esterilidad, y en otro fecundidad relativa. El contraste morfológico entre el ajolote y la Amblistoma es del mismo carácter que el que hay entre el Triton y su larva en madurez sesual. La diferencia en los dos casos de rever- sion se encuentra enteramente en el sentido de la transición, la que en el primer caso se efectúa en un sentido enteramente contrario, á aquel en que se verifica en el segundo. * Origin of Species, 5* edicion, p. 325. 50 LA NATURALEZA Precisamente en eso huscaria yo la razon de la fuerza de variacion con que es afectado el poder de reproduccion; no en el sentido que lleva la transicion, sino en las diferencias de ontogénesis que dependen de esa transicion. La reversion del Triton á un estado filético anterior, coincide con la perma- nencia en un período ontogenético posterior; ó en otros términos, el estado an- terior de filogénesis hácia el cual se efectúa la reversion, está, sin embargo, enteramente incluido en el ontogenismo de cada individuo. Todos los Tritones son Perennibranquiados durante un tiempo considerable de su vida; el individuo en quien se efectúa la reversion, vuelve simplemente á un período filético ante- rior, permaneciendo en el estado de larva de su desarrollo individual. Sucede lo contrario con la reversion del ajolote á la forma de Amblistoma, á que una vez se ha llegado en tiempos remotos sin pasar de ella. Esta circunstancia no per- tenece á la ontogénesis del ajolote, sino que es extraña á ella. Durante una lar- ga série de generaciones (debemos suponer), la ontogénesis siempre se ha dirigido so= lamente á la forma Perennibranquiada. Ahora, si algunos individuos aislados son á propósito para volver á la forma de Amblistoma, no se efectúa una transicion más notable respecto de la morfología, que la que tiene lugar en la reversion de la forma de Triton á la de Perennibranquiado. Al mismo tiempo envuelve esto un paso en una direccion opuesta, es decir, un paso fuera de sendero, al través de una larga série de generaciones, retrocediendo á una forma animal no producida du- rante mucho tiempo por la especie, y que hasta cierto punto habia llegado á ser extraña á ella. Tendriamos aquí, por consiguiente, la coincidencia del efecto de una constitu- cion muy diferente, sobre la del ajolote, ó si se quiere, la mezcla de dos constitucio= nes enteramente distintas. Por supuesto, estoy muy léjos de querer que pase por exacta esta explicacion. Solo pretendo dar á conocer la fuerza en donde debemos buscar la variable exten- sion en que puede obrar el poder de reproduccion. Debemos dejar para más tarde la investigacion más profunda y la demostracion especial de la manera con que óbra esta fuerza. Por ahora bastará haber demostrado en esta relacion, que existe en lo general una diferencia esencial entre las dos clases de reversion, así como haber hecho comprender en lo posible, que esta diferencia es la causa de la esterilidad. Tal vez la ley aquí indicada, llegue á formularse alguna vez de la manera siguien- te: Los individuos atavísticos pierden el poder de reproduccion tanto más, cuanto más dilatada ha sido la série de generaciones de sus antepasados, cu- ya ontogénesis no contiene ya, el estado filético primitivo hácia el cual se ha ejecutado la reversion. Por consiguiente, nuestra hipótesis, que considera la trasformacion del ajolote como una reversion, nos hace más comprensible la esterilidad de la Amblistoma provenida del ajolote. Así, por lo contrario, para aquellos que creen que se ha ejer- cido una energía vital filética, la esterilidad de estas Amblistomas es, no solo un LA NATURALEZA 51 «verdadero enigma científico,» como Duméril dijo, sino una completa para- doja. Segun este razonamiento, era de esperarse que hubiera un principio impulsivo que produjera nuevas formas aptas para la vida, y no tan degeneradas que llega- ran á desaparecer; y esto con tanta más razon, cuanto que importa una combina- cion de particularidades estructurales que cuando reconocen otro orígen (princi- palmente de otras especies de Siredon), ya se han manmfestado con mucha an- terioridad capaces de vivir y de reproducirse. Conocemos especies de Amblis- tomas que se han reproducido como tales, viniendo cada una de una larva, como el ajolote. No se puede, por consiguiente, explicar la esterilidad de las Amblisto- mas que produjo el ajolote de Paris, como un esfuerzo inútil de energía vital, cu- ya explicacion seria de por sí, por demás presuntuosa. Pero puede preguntarse: ¿qué cambio en las condiciones de vida puede ha- ber acontecido, que haya obligado á las Amblistomas del Lago de México, á volver á la forma de Siredon? A decir verdad, solo podria contestar á esa pregun- ta con conjeturas que no pueden tener gran valor, puesto que no cuentan con el apoyo de un conocimiento más exacto de las circunstancias de la localidad y de las costumbres, tanto del ajolote como de la Amblistoma. En general, puede presumirse, que las mismas influencias externas exigieron la reversión que en un tiempo más lejano produjo la formacion del período Perennibranquiado. En favor de esta conjetura debemos aducir los experimentos que hemos men- cionado, porque evidentemente es el estímulo del aire ambiente el que conduce á los ajolotes jóvenes á la reversion á la forma de Amblistoma; por ejemplo, el mis- mo estímulo bajo cuya influencia dominante debe haberse producido la forma de Amblistoma. El caso es enteramente análogo al de las mariposas dimorfo-estacionales. Allí la reversion de la cría estival á la forma invernal se obtiene con mucha más facili- dad por la accion del frio; por ejemplo, en virtud de la misma influencia bajo cuya accion se desarrolló la forma invernal. Sabemos, á no dudar, que la reversion pue- de efectuarse tambien por el cruzamiento de razas y especies, y yo traté de demos- trar en ellas, que la reversion puede llevarse adelante por medio de otras influencias y no el frio. Pero la presuncion más probable es de que la reversion fué producida por la vuelta de las mismas causas que dentro de ciertos límites produjeron la forma Perennibranquiada. No hay duda que este tipo tomó su forma bajo la influencia de la vida en el agua; así, pues, conjeturo, que la hipotética Amblystoma Mex canum, forma supuesta de los antecesores del Lago de México, debe haberse vis- to impelida á la reversion á la forma Perennibranquiada, por haber perdi- do la posibilidad de ir á tierra y haberse visto obligada á permanecer en el * Como.no conozco el orígen del ajolote de Paris, tengo que restringirme en lo que sigue al Si- redon Mexicanus, Saw. La NATURALEZA. —Tomo V.—7. 52 LA NATURALEZA agua. No rechazaré desde luego todas las demás opiniones. Debemos hacer una cuidadosa distincion entre las circunstancias causales capaces de producir una reversion súbita y las causas actuales de variacion, cuyo resultado es directa ó indirectamente el modelamiento de una especie. Así, pues, no seria inconcebible, a priori, que la reversion se efectuase por la accion de un impulso que nada tiene que ver con el orígen de la forma filética más anterior. Ciertamente, la tempera- tura no tuvo ninguna parte, ó solamente una muy ligera en la modelacion de la forma Perennibranquiada. Sin embargo, el frio de por sí puede muy bien haber sido una de las circunstancias causales que un dia hicieron á la forma Amblisto- ma volver á la forma Siredon, y no se puede, a priori, contradecir á De Saussure, cuando dice, que en su opinion, la temperatura baja del invierno en México debe impedir la trasformacion (del ajolote á la Amblistoma), que tuvo lugar «en la mo- rada caliente del reptil» del Jardin de Plantas de Paris. Apoya su modo de ver de Saussure, en el hecho de que «Tschudi ha encontrado la Amblistoma» (por supuesto otra especie), «en los lugares más cálidos de los Estados-Unidos.» «En la Mesa Central de México nieva, sin embargo, todos los inviernos; y aunque el lago no se hiela, su temperatura debe bajar demasiado cer- ca de la superficie. Aunque ningunas consideraciones teóricas se oponen á este modo de ver, sin embargo, yo no lo admito como exacto. Es para mí asunto cuestionable, que la temperatura haya sido la que indujo á la Amblistoma á retroceder á la forma de ajolote, ó segun la explicacion de De Saussure, la que ahora impide la trasforma- cion del ajolote en el Lago de México. Hé aquí la razon de mi duda: En todos los lugares de los Estados-Unidos, hácia el N. de Nueva-York, se han recogido Am- blistomas; prueba de que áun un frio mucho más fuerte que el que pueda sen- tirse en la Mesa Central de México, no es un impedimento para la trasformacion del ajolote, y que el género no parece más sensible á este respecto, que nuestros géneros primitivos de Salamandrida. Creo que merecen más consideracion las siguientes observaciones de De Saussu- re, en que da á conocer el carácter del Lago de México. «El fondo del Lago ts plano, de manera que pasa uno imperceptiblemente del Lago á una extensa region pantanosa, ántes de entrar á la tierra firme. Acaso esta circunstancia hace que el ajolote no pueda pasar á tierra seca, impidiendo así la trasformacion.» De cual- quier modo, el Lago de México presenta condiciones muy particulares de vida pa- ra un animal anfibio. Mi estimado amigo, el Dr. V. Frantzius, me hace notar que este Lago, lo mismo que otros de México, es salado. En tiempo de la Conquista de México por Hernan Cortés, esta circunstancia aceleró la rendicion final de la plaza, pues los españoles cortaron los acueductos que abastecian á México, y el agua de los lagos no era potable. Los antiguos mexicanos tenian ya construidos conductos desde montañas distantes, y hasta estos dias todavía está abastecida la ciudad por los acueductos. LA NATURALEZA : 53 Ahora, lo salobre del agua no pudo de por sí ser la causa del retroceso á la for- ma Perennibranquiada, sino en tanto que estuvo relacionada con otras peculia- ridades del Lago. Las partes ménos profundas del Lago están hácia el Este, y solo allí viven los ajolotes. En las fuertes tempestades de invierno, el viento del E. so- pla con regularidad y persistencia viniendo de las montañas, arrastrando consigo el agua con tal ímpetu hácia las oriilas planas de Occidente, que las inunda con frecuencia, dejando seco el fondo oriental del Lago, en una extension de 2,000 piés.* Si reunimos estas dos peculiaridades, la sal y la sequedad periódica de una parte del fondo del Lago por los vientos continuados, resultan condiciones de yi- da para el ajolote tales, que apénas se encontrarán en otros lugares. Se podrian tomar estas circunstancias como desfavorables á mi teoría, porque la retirada de las aguas de una gran parte del fondo del Lago podria (así se puede creer), ser más favorable al animal para vivir en tierra, porque de hecho, se ve obligado á ello. Pero nos olvidamos, sin embargo, que el fondo desecado del Lago es un planío estéril, sin alimento ni guaridas, y sobre todo sin vegetacion, y más que nada, á causa de la gran cantidad de sal que contiene el agua (grav. esp. 1.0215), toda la superficie descubierta debe tener una costra de sal, condicion que hace entera- mente imposible la aclimatacion en tierra. El cloruro de sodio y el carbonato de sosa se hallan en disolucion en el agua en tal cantidad, que se precipita con regularidad como una costra en las orillas del Lago, cuya costra es recogida en tiempo de secas é introducida en el mercado con el nombre de tequezquite. Así, pues, se puede apoyar la cohjetura, de que esas circunstancias peculia- res hagan para el animal más difícil la vida en la tierra que en el agua, y que es- to solo pueda haber sido suficiente para hacerlo retroceder y obligarlo á adquirir los hábitos de la vida acuática solamente, y con eso tambien á la reversion á la forma Perennibranquiada ó lctioidea. Aún más conjeturas. No podemos culpar á la distancia y al trascurso del tiem- po, de que no podamos definir con certeza las causas que impelieron al ajolote al período de Amblistoma, puesto que no podemos resolver el caso de reversion que tenemos más inmediato en los Tritones de Filippi y Jullien. Aun aquí tambien ha habido causas universales desde el principio, que afectaron á toda la colonia de Tri- tones, puesto que, al ménos en el caso de Filippi, la mayor parte de los individuos permanecieron en el estado de larva. Los experimentos con las larvas de Triton debian darnos mayor claridad en esto. Habria que determinar, ante todo, si la re- version puede favorecerse artificialmente, y si es así, bajo qué influencias. Segun las experiencias ántes mencionadas, hechas con mariposas, así como los resultados obtenidos con ajolotes, seria de esperarse, tratándose de Tritones, que se efectua- * Múhlenpfordt, Versuch einer getreuen Schilderung der Republik Mejico, Hanover, 1844, II, p. 252. (Ensayo de una verdadera pintura de la Rep. Méx.) 54 LA NATURALEZA ra la reversion á la forma Ictioidea si continuara el estímulo del agua bañando las agallas y todo el cuerpo, y al mismo tiempo se apartara el estímulo bajo cuya influencia se modeló la forma Salamandrida, —el estímulo del aire sobre las aga- llas, la piel y los pulmones. Espero con el tiempo poder dar á conocer algunas ex- periencias de esta clase.” Ninguno objetará á mi hipótesis de la reversion, el que por un lado apoya lo que por otro combate: un repentino cambio de estructura. El carácter de la re- version consiste en llegar á un límite antiguo; es decir, á un período filético, exis- tiendo anteriormente. Es un hecho que esto se verifica, miéntras que nunca se ha probado ni hecho probable que se llegue á un límite más avanzado. Pero si hemos podido encontrar en el ajolote condiciones manifiestas de fuerza vital que hacen su vida terrestre difícil 6 enteramente imposible, y que por con- siguiente demuestran la razon de esa vuelta que parece haberse verificado á la forma Ictioidea, así tambien por otra parte puede sostenerse mi hipótesis por la presuncion de que los antecesores de los ajolotes habian ya sido Amblistomas en épocas anteriores. Sabemos, por Humboldt,? que la superficie del Lago de México era mucho ma- yor que ahora, y esto, en tiempo relativamente moderno. Sabemos, además, que la Mesa de México estaba cubierta de bosques que han ido desapareciendo á medi- da que se han establecido los hombres, principalmente los españoles. Ahora, si suponemos que en la época diluviana los bosques se extendian en las orillas del Lago, entónces todavía profundo, y con playas abruptas y conteniendo considera- blemente ménos sal, tenemos indicadas condiciones de vida, no solamente distintas en su esencia de las presentes, sino tales cuales debieran ser para la modelacion de una especie de la Salamandrida. Todo esto acaso no sea bastante para que se comprenda mi manera de explicar la metamórfosis excepcional del ajolote del Lago de México, atribuyéndolo á una fantasía. De cualquier modo, es la única explicacion que puede oponerse á aque- lla que supone que su trasformacion ocasional no es una reversion, sino una fuer- za al mejoramiento. Esta presuncion puede, á mi juicio, combatirse, puramente en el terreno teórico, por todos aquellos que creen inconcebible una repentina trasformacion de especies; al ménos, cuando va unida á adaptaciones á nue- vas condiciones de vida. Esta presuncion debe ser rechazada por todos aquellos que ven en la adaptacion no el resultado de un golpe mágico repentino, sino el a Sea lo que fuere, parece que Schreibers, en su Ensayo citado arriba, comunica experimentos de los que se desprende, tal como Leydig los recapitula en el lugar relativo, que el último cambio, esto es, la pérdida de las agallas, «puede retardarse por medios violentos.» Ciertamente, de aquí no se sigue que el animal en experimentación al mismo tiempo se vuelva sexualmente maduro. Por desgracia no pude examinar yo mismo el periódico, porque el volúmen del «Íris» de 1833, á que se hace referencia, no contiene nada de este género, y he vivido mucho tiempo léjos de una buena libreria. b Véase la obra ya citada: Múhlenpfordt, vol. 1. LA NATURALEZA 53 resultado final de una série de causas naturales, que separadas, parecen ligeras é imperceptibles. Si mi interpretacion de estos hechos fuese exacta, la historia de la trasformacion no tendria un significado tan lato, como si hubiera sido tomado en favor de la erea- cion heterogénea: en ese caso, demostrando la existencia de esa creacion, queda- ria terminada la cuestion entre ella y la trasmutacion. Ahora, por el contrario, no presenta ninguna decision definitiva, porque considerada estrictamente, la re- futacion de la trasformacion repentina en un caso, se limitaria á ese solo caso. Pe- ro es, despues de todo, una contribucion á la reprobacion gradual y completa de semejante trasformacion repentina. Si parecen insostenibles los casos que sucesi- vamente parecen hablar en favor de la creacion heterogénea en esa teoría, el ar- gumento por induccion debe, al fin, robustecerse, hasta el grado de ser reconocido como satisfactorio. Si mi modo de ver estos hechos es exacto, resultan de él algn- nos corolarios que mencionaré brevemente para terminar. Primero, un punto que es muy visible. Si el Siredon Mexicanus, Shaw, solo asume la forma de Amblistoma por reversion ocasional, pero nunca se reproduce co- mo tal, sino solamente como Siredon, no podemos aprobar la opinion de los últimos escritores sobre zoología sistemática, que simplemente excluyen del sistema al gé- nero Siredon, é incluyen el Siredon Mexicanus, como una adicion espúria en el género Amblystoma. Tan existe el género, cuanto que no hay solamente UNA sino varias especies de Siredon sobre la tierra, que se han reproducido regular mente como tales, y no de otra manera. Si no quitamos del todo á.los escritores sistemáticos la esperanza de que algunas veces estas especies de Siredon se convir- tieran en Amblistomas, corresponde, sin embargo, mejor al estado actual deco- sas sobre la tierra, si nosotros áun concedemos que el género Siredon esté en- tre los géneros de los peces-salamandras y reconocemos en él todas aquellas es- pecies que, como el ajolote de Paris, el Siredon Mexicanus, Shaw, y proba- blemente tambien el Siredon lichenoides, solamente toman la forma de Amblis- toma como una excepcion ó por medio de influencias artificiales, pero sin repro- ducirse en ella. Por otro lado, todas esas especies pueden ser probablemente añadidas al géne- ro Amblystoma que se reproduce en este estado, y en el cual el período Peren- nibranquiado aparece solamente como condicion larval. La distincion en el caso individual será principalmente la tarea de los natura- listas americanos, de cuya actividad, siempre creciente, podemos con justicia es- perar detalles más amplios sobre la reproduccion de las numerosas especies de Am- blistomas en su país natal. Mucho me agradará que mi explicacion aquí dada, contribuya en algo para tales investigaciones. El segundo corolario á que he aludido es puramente teórico. Encierra una adi- cion á la ley fundamental sobre el génesis de la vidq, iniciada primeramente por Fritz, Miller, y Haeckel. Es bien sabido que ésta descansa en la siguiente 56 LA NATURALEZA proposicion: la ontogénesis contiene en sí la filogénesis más ó ménos restringida, más ó ménos modificada. Aunque la proposicion no puede ser satisfactoriamente probada, porque carecemos de medios para palpar el desarrollo filético, sin emhar- go, su exactitud y general validez pueden hacerse hasta tal punto probables, de una manera indirecta, que pocos de los naturalistas de este tiempo, que se han ocu- pado de la historia del desarrollo y la morfología comparativa, pueden abrigar du- da acerca de ello. Ahora, de acuerdo con esta proposicion, cada período del desarrollo filético, cuando es reemplazado por uno posterior, debe permanecer incluido en la ontogé- nesis, y por consiguiente nace en la forma de un período ontogénico en el desarro- llo de cada individuo. Ahora, con esto parece que está en contradiccion mi expli- cacion de la trasformacion del ajolote, porque éste, que ha sido en generaciones pasadas una Amblistoma, no contiene nada de ella en su ontogénesis. Sin embar- go, la contradiccion es simplemente aparente. Tan luego como se trata de un des- arrollo más avanzado, y por consiguiente de la consecucion de un período todavía no realizado, el período más antiguo pertenece á la ontogénesis. Pero no sucede así cuando el estado nuevo no es de ahora sino que en un tiempo remoto ha presen- tado el período final del desarrollo individual, ó en otros términos, cuando hay una reversion, no del individuo aislado, sino de la especie como tal, al período filético anterior, y por consiguiente un retroceso filético de la especie. En este caso, el período final de la ontogénesis es simplemente eliminado, se aparta, y nos- otros podemos solamente reconocer su presencia, por el hecho de que puede ocasionalmente aparecer como una forma reversionaria. Así, pues, el Triton en ciertas circunstancias retrocede al período Perennibranquiado; pero no de tal manera que el individuo haya sido primeramente Triton, convirtiéndose luego en Perennibranquiado, sino como ya he hecho notar de una manera marcada, sim- plemente no alcanzando el período de la Salamandrida y permaneciendo en el pe- ríodo de la Ictioidea. Así tambien, de acuerdo con mi hipótesis, la Salamandri- da que antiguamente vivia en las playas del Lago de México, la Amblystoma Mesxicanum, ha degenerado al período de pez-salamandra, y el único vestigio que nos queda de su gran desarrollo anterior, es precisamente la inclinacion más ó ménos pronunciada en cada individuo, á alcanzar de nuevo, bajo circunstancias favorables, el período de Salamandra. Pero la tercera y última consecuencia que trae consigo mi modo de explicar los hechos, es aquella que puede aplicarse á la reversión en naturaleza orgánica. Hasta aquí, las formas atavísticas han sido so- lamente consideradas como casos excepcionales, aislados, interesantes en alto gra- do, no hay duda, para nuestro conocimiento, pero sin significación para el curso del desarrollo de la naturaleza orgánica. Ahora, tendrémos que concederles gran- de importancia en aquel sentido. Yo supondria que la reversion puede, de dos maneras, ser un poder ocasional de la preservacion ó restauracion de una forma de vida. En un caso como en el LA NATURALEZA 57 del ajolote, donde la forma más nueva, orgánicamente superior, parece inadrmisi- ble que proceda de causas externas, y en que no parece posible que se efectie un desarrollo posterior en otra direccion, sucede que en vez de morir simplemente, hay una reversion á la especie más antigua y ménos bien organizada. Pero de es- ta manera la forma filética más antigua no está desechada del todo, miéntras que la más jóven se desarrolla de ella, pero alternándose periódicamente, como vemos en las mariposas dimorfo-estacionales. Apénas se puede hacer objecion á esto, si se ve la alternacion de la forma estival é invernal como una reversión que ocurre periódicamente á la forma filéticamente más antigua (la forma invernal). Aunque la total reversion de una especie, como he supuesto tratándose del ajo- lote, puede ser un caso que ocurra muy rara vez, no sucede lo mismo con la rever- sion periódica ó cíclica. Ciertamente toma una parte muy considerable en el orí- gen de varias formas, el modo de reproduccion, alternado ó cíclico. POST-SCRIPTUM. Se habia insinuado en el curso de la discusion que antecede, que las causas de que derivaba yo la reversion de la hipotética Amblistoma mexicana al ajolote de nuestros dias, no me parecian suficientes para la explicacion del fenómeno. Por una parte me parecieron de naturaleza tan local, que podian ser solo aplicadas con exactitud al ajolote del Lago de la Capital de México, miéntras que el ajolote de Paris, procedente de otra parte de México, requiere una explicacion especial. Pe- ro por otro lado no me parecieron bastante convincentes, porque si acaso llegára- mos á saber despues, que el ajolote de Paris procede tambien de lago salado que es- tá expuesto á vientos semejantes á los del Lago de México, hay despues de todo en estas peculiaridades de los lagos, solo una fuerza que hace difícil la metamórfosis de la larva y la consecucion de una nueva habitacion favorable en la tierra. La im- posibilidad de obtener tal morada, ó la carencia total de ella, no son precisamente su resultado. Evidentemente seria un apoyo más fuerte para mi hipótesis, si lograra yo seña- lar fuerzas en las relaciones físicas del país, que impidiesen allí completamente la existencia de la Amblistoma.* (Traducido por el Sr. Joaquin Davis, asociado al Sr. M. Pérez.) E a SE SD 58 LA NATURALEZA ANOTACIONES Y OBSERVACIONES AL TRABAJO DEL SEÑOR AUGUSTO WEISMANN, SOBRE LA TRASFORMACION DEL AJOLOTE MEXICANO EN AMBLISTOMA. 1.—La trasformacion observada y descrita por A. Duméril, fué anunciada por el Sr. Jorge Cuvier, en su Memoria que se publicó en el primer volúmen de Hum- boldt y Bompland, el año de 1811. Como es bien sabido, por la citada obra, recibió dos ejemplares de Siredon del mismo Baron de Humboldt, cuya especie fué la que conocemos con el nombre especifico de Humboldti: Con estos ejemplares hi- zo un estudio muy minucioso, abrazando en él la descripcion exterior del animal, y al propio tiempo su oreanizacion interna; comprendiendo la osteología, los órga= nos de los sentidos, de la circulacion, de la respiracion, de la digestion y de la ge- neracion; terminando con algunas consideraciones de bastante importancia, entre las que se leen las siguientes: «De todas estas señales de juventud, y de esta semejanza íntima de todas sus par- «tes con las salamandras y sus larvas, concluyo que el ajolote de los Mexicanos 6 «Sirena pisciformis de Shaw, no es verdaderamente sino la larva de una grande «salamandra; quizás sea precisamente la misma á la cual se refiere Michaux.» (Pág. 116.) En otro párrafo de la siguiente pág. 117, dice: «Se objetará, sin duda, que «es hien difícil que un aparato tan complicado como es el de las branquias, de sus «arcos y de sus músculos que los mueven, desaparezcan sin que quede señal al- «guna; pero como nuestras larvas de salamandras prueban una revolucion seme= «jante, la singularidad del fenómeno no impide, pues, que sea posible. Creo, sin «embargo, que este es uno de los objetos que merecen ser observados con constan- «cia por los naturalistas.» Cincuenta y cinco años despues, el Sr. Duméril observó y describió la trasfor- macion de los ajolotes, en la especie /¿chenoides; y en 1978, es decir, 12 años más tarde, la observé en la especie que denominé tigrina, que se desarrolla en el lagui- to de Santa Isabel, situado al Norte de la capital de México, y como á legua y me- dia de distancia de esta poblacion. Y con motivo de la Memoria del Sr. Weismann, me dediqué á buscar ejemplares trasformados de la especie Himboldti, que habita los lagos de Xochimilco y Chalco, y la Sociedad ha visto ya los ejemplares que le presenté. De los que viven en el de Zumpango, que está al Norte de la capital, y á 16 leguas de distancia, el Museo Nacional tiene ejemplares trasformados. Á es- to debemos acregar, que en los pueblos cercanos á los lagos, son conocidos: en Santa Isabel, con el nombre de ajolotes pelones, ó mochos, ó sin aretes, á causa de no tener branquias: en los de los lagos de Chalco y Xochimilco, con el de Tla- Sa LA NATURALEZA 59 laxolotl, conservando su antigua denominacion en idioma mexicano, que quiere decir, ajolote de tierra, 6 que vive en la tierra; y tambien le dan algunos el nom- bre de ajolote de cerro, porque en las montañas que cierran el Valle de México, por el lado $S., y que están inmediatas á estos dos Lagos, se les encuentra debajo de las piedras y en los lugares húmedos. El Sr. Alfredo Dugés, nuestro socio corresponsal en Guanajuato, en su Memo- ria publicada en La Naturaleza, tomo 1”, pág.241, en la que describe una espe- cie nueva de ajolote, que dedicó al Sr. Augusto Duméril y le dió el nombre especí- fico dé Dumerilii, nos dice lo siguiente: «Esta nueva especie de ajolote proviene de «la laguna de Pátzcuaro: los habitantes de este lugar le llaman Achoque de agua, «para distinguirlo de la Bolitoglossa mexicana, al que dan el nombre de Achoque de «tierra.» En el pueblo de Lerma les dan el nombre de ajolotes sordos. Por lo dicho se ve, que las presunciones del Sr. Cuvier, sobre la trasformacion de los Siredones, en la actualidad, están plenamente confirmadas, ya por los he- chos observados en Europa, y ya tambien por los conocidos en México. 2.—Su metamórfosis ha sido observada en Europa y tambien en México, y de consiguiente en circunstancias muy diversas, puesto que las latitudes donde se han estudiado son distintas, así como las alturas lo son tambien; de consiguiente, es- tas circunstancias no obran en ellos de manera que pueda atribuirse á estas in- fluencias externas la trasformacion; por el contrario, su constitucion anatómica está dispuesta de tal modo para sufrir su metamórfosis, que basta estudiarlos en sus órganos de la circulacion y respiracion, para convencerse que este fenómeno es debido á causas intrínsecas, sin negar por esto que las extrínsecas puedan in- fluir para acelerar ó retardar su completo desarrollo. Es un hecho que unas especies se trasforman con más prontitud que otras, y unos individuos la verifican siendo jóvenes; otros en su edad adulta, y á otros no se les ve hacer cambio alguno, sorprendiéndoles la muerte ántes de llegar á este último estado. ¿Esto será bastante para negarles á algunos la posibilidad de hacer su me- tamórfosis? Claro que no. Los hechos nos lo demuestran con toda evidencia. Los ajolotes que viven en el lago de Santa Isabel se trasforman desde que el agua co- mienza á agotarse, y cuando se deseca por completo, ni un solo ejemplar se en- cuentra muerto, todos han salido á vivir en la tierra. Aunque la desecacion de este lago sea ayudada artificialmente, no se ve pasar ni uno solo por la boca del desagúe, para lo cual se ha puesto una red que cubra toda la abertura, y de noche han caido en ella uno que otro Amblistoma arrastrado por la corriente, quizá al buscar un lugar para salir con facilidad á tierra. En los últimos dias del mes de Febrero, es decir, en los dias en que el agua estaba casi agotada en el lago de Santa Isabel, hice que me recogieran con la red algunos de los ajolotes que debian permanecer allí, y todos los que caye= ron, en número de 40, estaban trasformados; con la particularidad que la ma- yor parte no tenian sino de Sá 10 centímetros de largo, alcanzando algunos á La NATURALEZA, —Tomo V.—S. 60 LA NATURALEZA 18 y 20 centímetros, siendo el tamaño normal de esta especie, de 22 4 25 cen- tímetros. Esto nos dice con toda verdad, que estos individuos, nacidos y desarrollados en este lugar, no pueden durar en él más que algunos meses, puesto que se deseca este laguito todos los años completamente. El lago de Zumpango suele desecarse algunas veces, cuando las lluvias son escasas. En vista de esta circunstancia, y no teniendo más que estos dos sitios donde es- tudiar á los Siredones, podria uno desde luego inclinarse algo á la idea de que di- cha metamórfosis era debida á la desecacion de los lagos, encontrándose obligados á salir del agua ántes de hallarse sin ese elemento, cuya falta les haria inevitable la muerte. Pero los lagos de Xochimilco y Chalco nos destruyen por completo aquella idea, .en atencion á que sus aguas son permanentes, de muy buena cali- dad, cubiertas en muchas partes, casi en su mayor extension, de una vegetacion flotante hastantemente rica; así como el fondo, que está tambien lleno de plantas, en las cuales se pueden abrigar perfectamente, y tienen además el alimento en can- tidad más que suficiente para nutrirse. Segun las observaciones de temperatura practicadas en estos lugares, que más adelante apuntamos detalladamente, y cuyas observaciones fueron hechas con este exclusivo objeto, demuestran: que las con- diciones en que viven dentro del agua, les son más propicias en este lugar que fue- ra de ella. Siendo esto así, creo no podrá dudarse de que tal cambio es debido á causas in- trínsecas, es decir, al desarrollo genuino de estos animales. Las circunstancias en que se encuentran en las diversas partes que habitan, pueden influir para acele- rarlo ó retardarlo, como ya dije ántes; pero nunca deben tomarse como causas únicas determinantes de la trasformacion. En otro lugar estudiarémos este punto con la extension que merece; pero segun lo expuesto, creemos que los ajolotes de los lagos citados de Chalco y Xochimilco, nos demuestran que están obligados por su naturaleza á trasformarse, puesto que lo verifican estando aún en condiciones excelentes para permanecer en el agua. ¿Cuál sea la época natural en que deben hacerlo? yo no lo sé; pero en la actualidad tenemos como hechos incontestables, que no solo se trasforma la especie liquenoides, sino tambien las demás: y no so- lo lo verifican en Europa, tambien en México sufren ese cambio; ya sea que las condiciones que las rodean sean convenientes, ó impropias para que vivan en el agua. -! 3.—Creo que la Srita. W. Chauvin se ha equivocado al pensar que artificial- mente se han trasformado sus ejemplares que puso en observacion. Ella misma re- fiere «que violentando mucho al individuo para acelerar su trasformacion, puede ocasionársele la muerte.» Parece que perdió de vista que salen periódicamente á respirar al aire, cuya operacion pone en juego los pulmones, dando por resultado que éstos, á cierto tiempo, nulifiquen las funciones de las branquias. Cuando un ajolote se coloca á flor de agua á respirar, es porque las branquias, ó ya no fun- LA NATURALEZA 61 cionan, 6 lo hácen con tal imperfeccion, que se encuentran obligados á respirar el aire libre. ¿Podrá creerse que en este estado un animal, se le pueda artificialmen- te obligar á trasformarse? En este caso, no solo está iniciada»su metamoórfosis, podemos asegurar que está muy adelantada. Habiendo llegado á este grado, ¿4 - qué fin colocarlos en agua ménos profunda? Si ellos no pudiesen mantenerse en la superficie del líquido, habria entónces alguna razon de ayudarles de ese modo; pero es todo lo contrario, permanecen en ella el tiempo que quieren y sin hacer movimiento alguno, equilibrándose perfectamente con el medio que los rodea. Los 70 ejemplares que puse en observacion el año de 1878, se trasformaron todos sin someterlos á ningun medio artificial. 4,—En la nota anterior dije que la Srita. Chauvin se habia equivocado al creer que sus cinco ajolotes se habian trasformado artificialmente: esto no debe suponer que sea absolutamente imposible conseguirla, ayudándola con los medios artificia- les; ya hice notar en qué consistió su equivocacion. Estando ya suficientemente aptos para sufrir ese cambio, yo creo que ayudán- dolos se podrá conseguir, siempre que no se comprometa su vida, y tambien que estos mismos medios obren eficazmente para su realizacion, por ejemplo: si se les somete á condiciones semejantes á las que tienen los que se desarrollan en el lago de Santa Isabel, es decir, si se ponen desde su estado de larvas en una cantidad de agua suficiente para que puedan funcionar sus branquias, de modo quesellas solas hagan la hematosis, y una vez que se ha desarrollado la mayor parte de los ani- males, al grado que la respiracion branquial pueda ser sustituida por-la pulmonar, se puede entónces gradualmente ir agotando el agua hasta la completa desecacion del recipiente, pero sin que ésta se efectúe de una manera brusca, porque si no “tienen el tiempo bastante para que el cambio anatómico de los órganos de la res- piracion y circulacion se efectúe con la debida regularidad, la muerte de estos ani- males será inevitable; pero si se hace del modo indicado, es casi seguro que se lo- orará su trasformacion. El Sr. Duméril dice que en quince dias se trasforman: yo creo que á los ojos de los observadores, á lo más es el tiempo que se les puede dar; pero se debe atender á que desde muy pequeños ponen en juego sus pulmones, y es muy difícil saber con toda seguridad cuándo las funciones de éstos comienzan á predominar sobre las de las branquias, ni cuándo estas últimas han desaparecido enteramente. He hecho estudios anatómicos con varios ejemplares, y todavía al mes de estar vi- viendo en la tierra, he encontrado vestigios de los arcos; pero poco más ó ménos, se puede decir, que en esta época han consumado su metamórfosis. No debemos pasar por alto la idea que nos refiere el Sr. Weismann, en su tra- bajo referente á los ejemplares que el señor preparador del museo zoológico, Herr Hehring, sometió á su observacion, que habiéndolos colocado en agua profunda, cuyo experimento fué contrario al que hizo la Srita. Chauvin, y no habiendo lo- grado el resultado que deseaba con ninguno de sus ejemplares, saca la conclusion . 62 LA NATURALEZA de que «toda esta incubacion estaba desprovista completamente de disposicion para experimentar el cambio.» Yo creo que no carecian de ella, no obstante que no se trasfor'maron, porque con toda seguridad podemos decir, que tanto los unos como los otros, tenian una conformacion anatómica igual, y de consiguiente, todos estaban dispuestos para sufrir el cambio. El hecho de que ambos experi-" mentadores no hayan tenido igual resultado con sus ejemplares, no debe preocu- par al grado de negar á los que no hicieron su metamórfosis, la posibilidad que tenian de verificarla. Los animales, aprisionados y sometidos al régimen que le place 6 cree conve- niente el observador que los estudia, hace, en nuestro concepto, que no alcancen su desarrollo completo y les sorprenda la muerte ántes de llegar á ese último es- tado. La razon es muy clara, ellos no tienen libertad de buscar los medios que les son más favorables á su género de vida, puesto que están á la voluntad del que los tiene aprisionados. ¿En los lagos podrá suceder lo mismo? Indudablemen- te que no, y lo vemos en los de México, que no en todos se desarrollan. Los en- contramos en los de Chalco, Xochimilco, Santa Isabel, Zumpango, y no en el de Texcoco ni tampoco en los vastos terrenos inundados de San Bartolo Tenayo y me porcion que se encuentran hácia el N. de la Capital, y algunos muy inmedia- tos al de Santa Isabel. Esto nos manifiesta que no en todas las aguas pueden vi- vir, y sutonveniencia ó inconveniencia debe tener una escala indefinida que ace- lere ó retarde su total desarrollo, y aunque los prive dela vida prematuramente. Además, la cantidad del agua debe tambien influir en ellos notablemente, puesto que no se desarrollan en los terrenos inundados aunque tengan una grande exten- sion, no alcanzando la profundidad que tienen los lagos; pero no basta esta últi- ma condicion, porque en los canales, áun de corriente poco rápida, y en las ace- quias y pozos, no se les encuentra sino por casualidad, y ya de cierta edad son los que suelen salir de los lagos cuando aquellos están en comunicación con éstos. Por tales hechos debemos creer que las condiciones que necesitan deben ser bien apropiadas para que su desarrollo sea completo, y por lo mismo la falta de esta circunstancia ha hecho indudablemente que las dos experiencias citadas no hayan dado iguales resultados. Es tan cierto lo que acabo de decir, que basta colocar algunos ejemplares de la especie que denominé tigrina, en un recipiente que contenga una cantidad cor- ta de agua, y se verá desde luego la frecuencia con que salen á respirar á la su- perficio del líquido, haciéndolo tan repetidas veces que lo verifican á cada minuto, por término medio, cuya observacion he hecho en yarios dias. En los lagos, po- cas veces salen á desempeñar esa funcion, y se colocan en el dia 4 una profundi- dad que no baja de un metro y medio, y solo de noche se colocan cerca de la su- perficie, de cuya circunstancia se aprovechan los pescadores para cogerlos, pin- chándolos con el instrumento que llaman fisga, á la vez que pescan el pescado blanco, que tambien se halla de noche cerca de la superficie del agua. ” LA NATURALEZA 63 Tal costumbre de salir periódicamente á respirar el aire ambiente, y que no encontramos referida en las observaciones que han servido al Sr. Weismann para tratar esta cuestion, tiene un grande interés para explicarnos de alguna manera el por qué los ejemplares que observó la Srita. Chauvin se trasformaron, y no lo hicieron los que puso en observacion el Sr. Herr Hehring. Sin pretender, por nuestra parte, dar una explicacion fisiológica tan clara y convincente respecto de las funciones de respiracion en estos animales, que no de- je ninguna duda sobre la mayor ó menor influencia que pueda tener sobre los ajo- lotes, y la que pueda á la vez ejercer la mayor ó menor cantidad y profundidad de la masa de agua en la que se les coloquen ó se hallen en los lagos, procuraré- mos al ménos, hasta donde nos sea posible, atendida nuestra poca pericia en tales estudios, entrar en algunas ligeras consideraciones. Los dos experimentos citados nos podrán desde luego servir para desarrollar nuestras ideas. En ambas experiencias, referidas en la Memoria que nos ocupa, notamos tansolo una diferencia en cuanto á las circunstancias en que fueron colo- cados los ejemplares, y es que la Srita. Chauvin colocó los suyos en poca agua, y el Sr. Herr Hehring en agua profunda: los primeros se trasformaron, y los segun- dos no dieron ni señales de efectuar ese cambio. Desde luego parece que la falta de este líquido los obligó 4 salir fuera de él; pero, ¿seria, quizá, porque les faltase el aire para respirar? En tal circunstancia podria venitles la asfixia, supuesto que su respiracion en ese estado tiene que ser branquial; pero recordemos que cuando están colocados de esta manera, como hice notar ántes, salen con frecuencia á res- pirar el aire ambiente, haciendo la respiracion pulmonar, la que tienen precision de poner en juego siempre que carecen de branquias ó éstas no pueden hacer la he- matosis á causa del empobrecimiento rápido en oxígeno que sufre el agua, tanto más fuerte cuanto menor es su masa y mayor el número de individuos que en ella están contenidos. En la misma proporcion es la frecuencia con que salen á la su- perficie, y la rapidez con que se trasforman. Despues de estas consideraciones, no encuentro repugnancia en creer que los individuos que viven en una masa considerable de agua, se trasformen despues de mucho tiempo y algunos no se les vea efectuar su metamórfosis, supuesto que la respiracion branquial en estas circunstancias les hasta para recomponer su san- ere, tanto más cuanto que la cantidad de oxígeno que necesitan absorber debe ser muy corta, en atención á la baja temperatura que tienen y el muy poco movi- miento que hacen en el agua, resultando de esto que sus pulmones no los ponen en juego sino en los dos casos ya indicados. Pero la parte más importante es saber cómo puede influir la frecuencia de la res- piracion pulmonar para operarse la metamórfosis. Si una cantidad determinada de oxígeno es la que debe absorber la sangre para hacer su recomposición, y ésta es suministrada por las branquias, los pulmones, en este caso, funcionarán como vejigas natatorias: pero si la cantidad de oxigeno que contiene el aire, disuelto en 6% LA NATURALEZA el agua, no proporciona al animal toda la que necesita, entónces los pulmones, no solo obrarán como acabo de indicar, sino que funcionarán como tales; la energía de las branquias habrá disminuido, y proporcionalmente la de los pulmones ha- brá aumentado, afluyendo á ellos alguna mayor cantidad de sangre que ántes. Me parece muy racional suponer, que cuando los pulmones desempeñan por completo la hematósis, la energía en las funciones de las branquias se nulifica; sus vasos nutritivos se atrofian, ocasionando la obliteracion de las láminas branquia- les, quedando la sangre obligada á pasar por las anastomosis para restablecer su circulacion; la lámina branquial póstero-superior-interna, careciendo de anasto- mosis se oblitera por completo hasta su nacimiento en el bulbo aórtico, engrosán- dose la arteria pulmonar. De esta manera queda sustituida la respiracion branquial por la pulmonar. Segun esta explicacion, parece que su metamórfosis está al arbitrio de cada in- dividuo, pudiendo hacerlo á la vez que les parezca conveniente, ya que no nece- sitan otra cosa que respirar por los pulmones con mayor frecuencia. Pero hay que advertir que no lo hacen sino cuando están obligados á. ello; pero dejándolos en libertad para esperar á que la traslormacion se inicie en ellos naturalmente, porque las branquias decaigan en su energía, como todo órgano que ha funciona- do el tiempo que dehe, y comienza á debilitarse en sus funciones por su propia edad, quizá entónces la trasformacion será ménos peligrosa, encontrándose bien desarrollados todos sus órganos, y especialmente los pulmones. Atendiendo solamente á los hechos que se observan en las costumbres de los animales, sin relacionarlos con su constitucion anatómica, es muy peligroso hacer deducciones, porque ellas pueden alejarse de la ciencia, así como hacerlas con es- tudios anatómicos aislados. Creo inútil, y áun fuera de lugar, repetir aquí las que hice, y fueron publicadas en el tomo IV de La Naturaleza, pudiendo consultar allí el referido trabajo. Resumiendo lo expuesto, y en atencion á dicho estudio anatómico, tenemos: que los reptiles conocidos con el nombre genérico de Siredon, tienen una disposi- cion anatómica á propósito para trasformarse: que los individuos que han habitado los lagos de Xochimilco y Chalco, y pertenecen á la especie Humboldtii, demues- tran no tener necesidad para verificarlo, de ninguna circunstancia exterior que los apremie para abandonar el agua: que los trasformados en Europa, así como los del lago de Santa Isabel de México, indican que pueden efectuar ese cambio, encontrándose obligados á verificarlo impulsados por las circunstancias en que vi- ven; por esto mismo es muy difícil llegar á saber el tiempo preciso en que natural- mente se opera su metamórfosis, retardándose en unos más que en otros indivi- duos, sorprendiendo la muerte á muchos de los que se tienen en prision, ántes de alcanzar ese último estado de su vida. 5.—Ya hemos dicho varias veces que en México se trasforman los ajolotes, y no solo los que viven én un solo lugar, sino todos los que se conocen en los lagos LA NATURALEZA 63 de México. No inculpamos al Sr. Weismamn por este error, porque no tiene culpa alguna de que los datos que le han servido para desarrollar su trabajo, hayan si- do equivocados, él los ha tomado de personas que merecen entera fé, pero ellas á su vez lo estaban tambien. Por el contrario, creemos que dicho Sr. Weismann tiene mérito, porque en su trabajo se nota! la intencion de ir en pos de la verdad, y por lo mismo, al anotar su trabajo, no nos lleva la intencion de censurarle su artículo, sino contribuir de alguna manera al mismo fin que él deseaba alcanzar, cual es el esclarecimiento de la verdad científica. 6.—Es verdaderamente imposible asegurarse de si todos los ajolotes que viven en los lagos que nunca se desecan, y que tienen además una extension de varias leguas, sufren su metamórfosis; creo que solo en estado de libertad es como se de- ben estudiar, y creo igualmente que es innecesaria tal exigencia, hastando, en nuestro concepto, la seguridad de que se tienen de todas las especies de ajolotes ejemplares trasformados, en mayor ó menor número; unida á ésta la que igual- mente se tiene hoy en México respecto de los que habitan en el lago de Santa Isa- bel, que anualmente se deseca, y salen á vivir fuera del agua ya trasformados. 7.—Es cierto que en México no se conocia la trasformacion de los ajolotes has- ta el año de 1878, que se presentaron á la Sociedad los ejemplares de la especie que habita el lago de Santa Isabel, y en este año, 1879, se conoció la de la espe- cie Humboldtii, que se halla en los lagos de Chalco y Xochimilco. Como trascur- rieron muchos años desde que Cuvier anunció la de los ajolotes en una especie de erande salamandra, como ya lo hicimos notar, y no se habia tenido noticia de que se efectuara en los individuos que habitan los lagos de México, y además, al- gunas personas de reputacion aseguraron igual cosa. por esto es que se ha atri- buido á un desarrollo filético más avanzado la trasformacion del Siredon liquenoi- des, observada en Europa, y que los ajolotes de que ántes hemos hecho mencion, permanecian en un estado filético inferior. Bastante dificuitoso es hacerse de estos ejemplares, porque salen del agua de noche y se ocultan prontamente. Por los últimos informes que hemos adquirido de las personas que viven cerca de los lagos, sabemos que se encuentran en las al- tas montañas del Sur de México, que limitan el Valle por este rumbo, y tambien se han hallado en las cercanias del pueblo de Juchi, situado en las mismas mon- tañas, en la parte meridional, principio de la tierra-caliente. Es fácil que estos animales se alejen 4 grandes distancias de los lagos, y por esto tambien es dificil encontrarlos, Sea como fuere, la teoría citada en el trabajo que nos ocupa sobre que el ajolote descansa en un período filético de desarrollo inferior al de las otras especies que se propagan en la forma de Amblistomas, descansando en una base entera- mente falsa, cual es la de creer que en México permanecen en el primer estado, es decir, en el de ajolotes, no tiene, en nuestro concepto, valor alguno. Nos parecen de alguna importancia los hechos observados. tanto en la especie 66 LA NATURALEZA tigrina como en la Humboldti, por los cuales no repugnamos enteramente la idea de que las especies sufren algunas modificaciones; pero que ellas no van tan léjos, que hagan desaparecer por completo el tipo de una especie. Al sacar los ejemplares del lago de Santa Isabel, cuya agua es muy turbia á consecuencia de la mucha arcilla que contiene, se nota en ellos una coloracion ge- neral verdosa y pálida; sobre este fondo tienen dos clases de manchas: unas negras y otras amarillas, con reflejos dorados. Puestos en agua limpia y en un lugar que tenga una luz fuerte, con bastante prontitud toman una coloracion muy oscura, semejante á la de la especie Humboldti, notándose, entre los muchos ejemplares puestos en observacion, una escala bastante variada, desde el amarillo uniforme con algunas manchas grises sumamente ligeras, y que no se podian notar á prime- ra vista, hasta el oscuro más fuerte con unas manchitas claras poco notables. El ejemplar amarillo fué sacado del agua teniendo ya ese color: no es raro el albinis- mo en este lugar. En.el lago de Chalco sabemos que se encuentran tambien ejem- plares bastante manchados de amarillo, y que viven en el agua que está cargada de sales: tambien en el de Xochimilco hemos visto dos tipos, que parece uno de ellos ser una variedad de la especie Humboldt. La más oscura la hemos encon- trado en algunos lugares cercanos al pueblo de Xochimilco, y la ménos oscura la traen á vender al mercado de México, del pueblo de San Lorenzo, situado en la parte Sur del lago. : Por lo dicho, no nos queda duda de que á lo ménos sufren una modificacion en sus colores; pero nos ha parecido muy singular el caso de que mezclados diversos individuos, tanto de la especie Humboldtii como de la tigrina, cuya coloración era semejante, podian desde luego distinguirse las dos especies, un por personas que no están iniciadas en la historia natural. Siendo nuestro propósito el anotar simplemente las ideas que no están confor= mes con los hechos naturales observadas respecto de la trasformacion y no comba- tir especialmente el Darwinismo, á pesar de que no estamos conformes con esta exagerada teoría, encontramos á cada paso hechos que se relacionan muy de cer- ca con ella, y nos vemos precisados á tratar esa cuestion, aunque sea muy super- ficialmente. Los cambios observados en la especie t¿grina, nos demuestran con toda eviden- cia que de ordinario está sujeta á ellos: tales variaciones en la série animal, en nuestro modo de ver, son las que han dado lugar á creer que unas especies se con- vierten en otras muy distintas, cuya opinion la vemos exagerada, al grado que se ha creído que la metamórfosis de los ajolotes, era debida á esos mismos cambios que la teoría evolucionista toma como el resultado de una energía vital, que tien= de al perfeccionamiento. La semejanza en la organizacion, tanto de unas como de otras especies, así como de los géneros, familias, etc., entre sí, han sido tomados en apoyo de tal teoría, sin descuidar el estudio de las costumbres de los'animales, en las diversas edades y condiciones de su vida. No obstante, debemos decir que LA NATURALEZA 67 tal teoría ha dado márgen á multitud de estudios que hasta entónces no habian si- do emprendidos; los que indudablemente han hecho avanzar en un grado bastan- te elevado muchos ramos de las ciencias naturales. Pero respecto del asunto prin- cipal de dichos estudios, hasta el dia no pasa de una mera hipótesis el sistema lla- mado evolucionista. El Sr. Weismann con mucha razon cree que el hecho de que en México los ajo- lotes permanezcan en ese estado, y en otras partes del globo se conviertan en Amblistomas, tenia mucho interés para probar dicha teoría, porque se creyó ha- ber encontrado la prueba más robusta, podemos decir, que desvanecia, ó más bien destruía por completo la fuerte objecion que se le ha hecho á esa teoría, cual era la de que hasta ahora no se habia podido presentar el paso bien definido de una á otra especie. Con este caso singular, no solo se pensó demostrar el cambio de una en otra especie, sino que podia ir más adelante, convirtiéndose el género Siredon en Amblistoma. Se avanzó á suponer, como llevamos dicho, que dependia de un estado filético alcanzado en dichas Amblistomas, miéntras que los Siredones de México estaban en un grado inferior, en cuya idea encontramos lo que ántes dije, la exageracion. Es bien sabido que hasta ahora no se tiene un límite bien marcado para deter- minar una especie, pasando igual cosa con los géneros y las familias, y no pocas ocasiones se vacila para colocar á tal ó cual individuo en su respectivo lugar, dependiendo esto de la escala de semejanzas que se encuentran en los séres vi- vientes. En la clasificacion de los Siredones, en varias especies notamos que la diferencia de coloracion ha sido tomada como carácter para determinarlas: segun este sis- tema, de la especie tigrina podíanse formar varias, porque la diferencia entre los diversos individuos quesetienen aprisionados, bajo este respecto, son muy conside= rables. ¿Podria creerse que los ejemplares que ántes describí correspondan á una misma, siendo evidente la grande diferencia que hay entre los de color amarillo y de color negro? Si á esto agregamos la diferencia del tamaño del cuerpo, así como el de las branquias, que disminuyen notablemente en algunos que están cercanos á su metamórfosis, sin que ésta pueda conocerse aún por el naturalista, indudable- mente que se podrian tomar como distintas especies. ¿No pasará cosa semejante con los que habitan los lagos de Chalco y Xochimilco, y que la variedad que se nota en estos individuos dependa de las condiciones en que viven, teniendo la seguri- dad de que cambia su coloracion con bastante facilidad; pues tenemos allí tres tipos bien marcados y en Santa Isabel uno solo, encontrándose de vez en cuan- do algun ejemplar amarillo que tiende al albinismo. En estado de libertad conser- van más su color, aunque es preciso no perder de vista que en los lagos men- cionados del Sur de la capital no tiene el agua una completa uniformidad en todas partes, siendo en unos lugares ligeramente salada y en otros dulce, y precisamen- te cada tipo vive en cierta clase de agua: las más oscuras de color, viven en la La NATURALEZA. —Tomo V.—9. 68 LA NATURALEZA que contiene ménos sales, y las manchadas de amarillo en la que está más carga- da de elias. Ahora, ¿podremos tomarlas como especies diferentes, ó como varie- dades, ó como simples modificaciones debidas á los medios en que viven? Se con- testará á esto que la diferencia de color no hasta para tomarlas como especies diferentes, y que se necesita un carácter de más importancia que agregar al de su coloracion; es menester atender á que los tres viven en un solo lago, puede decir- se, puesto que los dos solo están divididos por el dique de Tlahuac, y por lo mis- mo podrian mezclarse y reproducirse entre sí, y no obstante los encontramos se- parados, habitando diversas localidades de ambos lagos. De lo dicho podemos deducir que son susceptibles de modificarse, al grado que se tiene dificultad para determinar la especie á la cual pertenecen; pero que la tras- formacion en Amblistomas, verificándose en todas las especies del género Siredon, prueban suficientemente que ella no depende de esa energía vital de perfecciona= miento que se-supone existe en los séres organizados, tal como la consideran los partidarios del sistema evolucionista, sino que ella es debida al desarrollo natural de estos séres. 8.—Las Amblistomas que tenemos en número como de cuarenta, con frecuen ela entran al agua y permanecen en ella por mucho tiempo, y áun por varios dias, y no solo las de Santa Isabel, sino tambien las de Xochimilco, es decir, la de la especie Humboldtii y la que denominamos tigrina. Del mismo lago hemos saca= do algunas Amblistomas que tenian ya algun tiempo de trasformadas, á juzgar por la forma última que hemos observado en ellas. 9.—Con mucha razon el Sr. Weismann cree, que este caso, tan singular, «era «muy propio para dar una luz decisiva sobre la principal alternativa en que se en- «cuentran las opiniones acerca de la doctrina de la descendencia.» Nosotros abri- gamos la misma idea, y con los datos que poseemos acerca de este caso singular, procurarémos, á nuestro turno, dar alguna luz sobre tal doctrina. Nos dice en su Memoria: «hasta hace pocos años, la cuestion del desarrollo repentino me era muy «clara; pero mis investigaciones me han infundido la conviccion contraria;» (es decir, la del desarrollo lento). Pero poco ántes nos manifiesta, al hablar de los cambios que los órganos sufren por la trasformacion, que «todos ellos pueden ex- «plicarse en parte como la adaptacion morfológica á las nuevas condiciones de vi- «da, y en parte tambien como consecuencia de esta adaptacion (cambios correla- «tivos); pero de ninguna manera es posible explicarla como el efecto repen- «tino del cambio en las condiciones de la vida. Tal es mi opinion, etc.» Para darnos cuenta de si tales ideas puedan ser acertadas, debemos entrar en conside- raciones que á nuestro modo de ver tienen en este asunto una grande importan- cia. ¿Estos individuos sufren estos cambios por adaptacion, ó ellos les obligan á seguir un sistema de vida distinto al que ántes llevaban? Esta es, en nuestro con= cepto, la cuestion que tenemos que estudiar. Para resolverla, debemos seguirlos en todo su desarrollo y en las condiciones en que efectúan su metamórfosis. LA NATURALEZA 69 En su primera edad los ajolotes no tienen miembros, y se asemejan á los pesca— dos: en este período de su vida parece que están organizados para vivir única- mente en el agua: nadan con agilidad, se nutren y desarrollan perfectamente. A poco tiempo les vemos aparecer dos miembros y un poco más tarde otros dos, y los tenemos entónces provistos de cuatro: si ellos no tenian necesidad alguna de tales Órganos para este género de vida, ¿á qué fin se producen, si no es que ellos les han de servir para la locomoción, y no en la masa de agua sino en la tierra? Si los examinamos en su interior, les encontrarémos dos pulmones que se van gradual- mente desarrollando á medida que avanzan en edad, y están organizados de tal manera, que pueden utilizarlos como tales y tambien como vejigas natatorias; además, pueden contener el aire dentro de ellos sin esfuerzo alguno, porque sus tubos, que reemplazan los bronquios, están comprimidos cuando los músculos ari- tenoides están en reposo; y para introducir el aire en el momento de la deglucion, contrayéndose estos músculos los abren para darle paso. Estos mismos órganos tienen en perfecta relacion sus arterias y venas con el corazon, y funcionan en consonancia con las arterias y venas branquiales: los vasos dichos de los pulmones tienen un diámetro reducido, de modo que á estos órganos no llega sino una can- tidad de sangre muy limitada. Si estos animales están organizados para vivir en el agua, ¿á qué fin nacen y se desarrollan estos órganos que no necesitan para Operar su hematósis, teniendo el aparato branquial que la desempeña perfecta- mente? Tanto estos órganos de+la respiracion, como los miembros que nacen en su cuerpo desde una edad muy temprana, indican que están dispuestos para vivir más tarde de un modo distinto del que llevan en su primera edad. Pero veámos lo que pasa respecto de las branquias y de las membranas caudales: con las primeras respiran en el agua, y con las segundas nadan en ella y se mantienen en una di- reccion trasversalmente horizontal; su conformacion nos dirá si estos órganos es- tán constituidos para permanecer en el agua llenando sus funciones solamente en cierta época de la vida, es decir, si ellos son provisionales. Con respecto á las membranas caudales, están formadas simplemente por una prolongacion de la piel, y con facilidad se reabsorben, desapareciendo por completo más tarde. Pero examinando el aparato branquial, nos llena de admira- cion el ver en él esa conformacion tan propia para hacer la hematosis miéntras el individuo vive en el agua, y á cierto tiempo, ó más bien, 4la vez que debe aban- donar ese medio para salir á tierra se destruye, no quedando aún ni ligeros ves- tigios de tal aparato. Para que no quede duda de lo que venimos diciendo, démos- le una rápida mirada y tendrémos que confesar que está expresamente organizado para destruirse despues de haberse utilizado en cierta época de la vida. Del bulbo aórtico parten seis arterias, distribuyéndose tres de cada lado, y cada una de ellas se va á dividir en la lámina branquial respectiva, en una multitud de pequeños vasos que recorren sus filamentos, y á su vuelta sereunen para formar las venas branguiales. De las dos arterias posteriores, cerca de su orígen, parten dos 70 LA NATURALEZA ramitos muy delgados que llevan la sangre á los pulmones, y en el nacimiento de la lámina branquial póstero-superior-interna se desprenden otros dos de cada una de estas dos arterias posteriores, que nutren todo el aparato branquial. En las cuatro arterias restantes y en las bases de sus correspondientes láminas branquia- les, existe una anastomosis que une la arteria con la vena, cuyos vasos anastomó- ticos son extremadamente delegados. Las dos arterias anteriores, colocadas una de cada lado, nutren la cabeza; las dos médias, distribuidas de la misma manera, unidas á los dos ramos de las dos posteriores, se reunen para formar la aorta dor- sal, y los otros dos ramitos que se desprenden de estas dos arterias posteriores se asocian de cada lado uno, para auxiliar á los dos ramos que más tarde forman las arterias pulmonares; de modo que en este período, es decir, cuando la hematosis se hace con las branquias, una parte de la sangre y casi la mayor, es proporcio- nada por la vena de la lámina póstero-superior-interna, y por lo mismo recom- puesta en ella: de consiguiente, en este período, los pulmones hacen un papel in- significante en las funciones de respiracion. Ahora, ¿qué objeto tiene esta tan ad- mirable disposicion? Las dos láminas posteriores nutren el aparato branquial y carecen de vasos anastomóticos: las cuatro restantes están unidas á las venas por estos pequeñísimos vasos. ¿Qué quiere decir todo esto? Que llegada la vez de que el animal deba ya salir del agua, los pulmones, entrando en ejercicio, destruyen las funciones de las branquias, comienzan á marchitarse las extremidades de los filamentos de las láminas, y siguen más y más obliterándose á medida que los pul- mones obran la hematosis con más energía; entónces la sangre, que debia divi- dirse en esos filamentos mediante sus vasos, comienza á abrirse paso por las anas- tomosis y restablecen la circulacion; ellas se engruesan, y llega la vez en que su diámetro es igual al de la arteria y vena que unen, y confundiéndose con éstas for- man despues un solo vaso arterial. Pero la sangre que debia pasar por la lámina posterior, ¿cómo se distribuye? Hé aquí lo más admirable de la conformacion de este aparato. A medida que los pulmones aumentan su energía disminuye la de las branquias, como dije, y no obstante, este aparato podia permanecer aún sin hacer la hematosis, puesto que tiene sus vasos propios que lo nutren; pero no su- cede tal cosa, sino que una parte de la sangre va á los pulmones, engrosándose la arteria pulmonar, y el resto se une á la que llevan las dos arterias médias, .en- grosándose á su vez, y. de este modo los vasos nutritivos de las branquias se que- dan privados de sangre y su completa destruccion es inevitable. El aumento de los vasos arteriales va siendo lento y progresivo, lo mismo que el de las arterias médias y anastomosis: he examinado muchos ejemplares de los que ya han salido fuera del agua, y en los primeros dias el cambio completo aún no está consumado, sino hasta muchos dias despues; de modo que en esta época están estos animales en una situacion muy peligrosa, porque la sangre que va á los pulmones es en cantidad mayor; pero no es toda la que llevan sus arterias cuan- do la metamórfosis está terminada: quizá por esto es que desde luego que comien- LA NATURALEZA 71 zan á operar su cambio no toman alimento y se están en completo reposo por mu- chos dias, á fin de que la sangre no haga una presion demasiado considerable so- bre las arterias que deben engrosarse, y pueda verificarsé la metamorfosis sin comprometer su vida. En atencion á lo dicho, ¿podrémos suponer que estos cambios sean debidos á la adaptacion del nuevo género de vida que más tarde llevan, es decir, despues de trasformados? Pero el Sr. Weismann, por lo que nos dice en su Memoria, parece que no habla de los que hasta ahora llevo referidos, sino de los que preceden á la trasformacion, segun entiendo, como son: el cambio en la forma de las vértebras, del hueso hioides, de los dientes, nacimiento de los párpados, etc., los cuales apun- ta en su citado trabajo. Es menester, en primer lugar, saber si esos cambios los verifican despues de hecho el de su respiracion y circulacion, para decir, en segundo lugar, si ellos son debidos á las nuevas condiciones de vida que llevan ya trasformados. Por los experimentos mismos de la Srita. Chauvin, por la descripcion minuciosa del Sr. Duméril y por mis propias observaciones, sabemos que la trasformacion se comien- za á efectuar estando aún los animales viviendo dentro del agua: lo primero que se nota en ellos, es que el cuerpo se adelgaza, que no toman alimento, que sus membranas caudales comienzan á desaparecer, y las láminas branquiales dismi- nuyen de tamaño; y sus filamentos, tomando un color gris, se desprenden en pe- queñas fracciones: los animales salen con frecuencia á respirar el aire libre, pero se sumergen en seguida repitiendo esta operacion alternativamente. Un poca más tarde, la cola se nota más rígida y gruesa;'las membranas han desaparecido, las láminas casi no existen ya, ó permanecen muy reducidas en su longitud; la secre- cion viscosa ha disminuido, la cabeza se abulta en su parte superior, y comienzan á notarse los huesos del cráneo; los ojos adquieren párpados, extendiéndose la piel sobre ellos, y permanece la membrana trasparente que los cubre, etc.: un po- co despues, las membranas han desaparecido por completo; las láminas solo tie- nen ligeros restos arrollados hácia abajo; los párpados están enteramente forma- dos; la membrana branquióstega comienza á soldarse en el cuello, y el animal flo- ta en el agua los dias y noches, permaneciendo con la nariz fuera para respirar y sin mover el cuerpo, con los miembros extendidos: los huesos del paladar se mo- difican, aumentando el espacio que hay entre los dientes palatinos y los maxila- res, formando los primeros una línea ménos curva. El color de la piel, desde que puede conocerse la trasformacion, se va oscureciendo más y más, formando ma- yor contraste las manchas claras sobre el fondo oscuro. Hasta aquí, ¿qué causas han llevado á estos animales al estado de flotar en el agua para respirar al aire ambiente? ¿cuáles las que han influido para que las láminas branquiales se destru- yan, permaneciendo aún en el agua, y de consiguiente necesitando de ellas para respirar? ¿qué correlacion, qué adaptacion hay aquí para que se verifique todo es- te grupo de fenómenos que hemos señalado en estos animales, que se trasforman 72 * LA NATURALEZA y que aún no viven en la tierra, sino que están en los momentos de abandonar el agua? ¿Podrá decirse que hay adaptacion, cuando sufren un cambio que los obli- ga á separarse del medio en el cual han vivido y desarrolládose, operándose tal cambio nada ménos que en el agua misma donde por mucho tiempo han perma- necido? ¿qué adaptacion puede ser ésta? Pero no se dice nada de los cambios que el animal sufre miéntras está en el agua, sino de aquellos que se operan en él cuan- do está fuera. Pero creo que en este fenómeno de la trasformacion no podemos separar los que experimentan en el agua de los que siguen operándose fuera de ella, porque los primeros son los que obligan á los ajolotes á salir de ese medio; los segundos son el complemento de la metamórfosis. Si en este estado examinamos anatómicamente su aparato branquial, no encon- tramos otra cosa que la destruccion de las láminas y de sus vasos nutritivos que daban su nutricion áun á los arcos branquiales: en tales condiciones, podíase ase- gurar que los arcos deben destruirse enteramente, supuesto que no tienen arteria alguna que los nutra; y en efecto, desaparecen despues. Su destruccion no puede, por lo mismo, atribuirse á una adaptacion á las nuevas condiciones de vida; ella, necesariamente, tiene que efectuarse en cualquiera circunstancia en que se encuen= tren, y áun permaneciendo por mucho tiempo en el agua misma, para lo cual mu- chas veces no tienen inconveniente alguno. Usto que nos demuestra su estudio anatómico respecto del aparato branquial que está al alcance de nuestra limitada vista, ¿no podrá verificarse en las demás partes que con él hacen tambien sus modificaciones? De la misma manera que tan sábiamente están dispuestos los órganos de la circulacion, y respiracion para efec- tuar el citado cambio y poner á dichos animales en la posibilidad de vivir en la tierra, los que son de una importancia mucho menor que éstos, ¿no estarán tam- bien dispuestos á seguirlos en esos mismos cambios y con el mismo fin? Nos dice el Sr. Weismann: «¿quién podrá explicar estos profundos cambios?» Es la verdad; el cómo se efectúan es casi imposible saberlo, ni pretendemos expli- carlos tampoco; pero sí nos parece fuera de toda duda que ellos no son debidos si= no á su natural organizacion. Todos se relacionan y no aparecen unos ántes que otros, sino que se van sucediendo, ó más bien se van verificando con el órden mismo en todos y cada uno de los individuos. Le llama mucho la atencion que varios ajolotes pierdan sus membranas caudales, y que no obstante las láminas branquiales permanezcan solamente disminuidas en su tamaño, y concluye dicien= do, «que estos cambios tan profundos que se operan en casi todas las partes del «animal, no pueden atribuirse á la pérdida de las branquias.» Habiendo ya terminado mis observaciones, el Sr. Presidente de la Sociedad, Dr. Jesus Sánchez y el Sr. Tesorero Dr. Manuel Villada, me dieron la noticia de que en la Revue des Sciences, 22 de Noviembre de 1879, pág. 395, titulada: «La Nature,» habia un artículo en el que se referian algunos experimentos muy curiosos, puestos en práctica por la Srita Chauvin. Refiere lo siguiente: «la meta= LA NATURALEZA 73 «morfosis de log ajolotes da una observacion curiosa. Un ajolote trastormado casi «enteramente en Amblystoma, fué vuelto á poner en el agua ordinaria: sus bran- «quias se desarrollaron de nuevo, y la franja caudal se reformó. Puesto de nue- «vo en agua caliente recobró más completamente la forma de Amblystoma que «la primera vez.» Tales experimentos robustecen las ideas que hemos expuesto respecto de los 6r- ganos de la respiracion. Indudablemente que al oir decir que un Amblistoma ha recobrado sus branquias, llena de admiracion y de sorpresá; porque en efecto, la creacion de un órgano de esta importancia, debida al simple cambio en las condi- ciones en que se le ha puesto, es decir, con solo pasarlo de la agua tibia á la fria, no es para ménos. A la verdad, cuando recibí tal noticia, no tuve el valor de creerla, y cometí la falta de pedir se me permitiera la lectura de tal artículo pa- - ra cerciorarme de la verdad de este caso con mis propios ojos; pero al verlo me encontré con el adverbio casí, que es tanto como decir que estaba próximo á su trasformacion completa. De esta manera ya no me hizo la misma impresion, por= que en ese estado, cuando áun permanece en el agua, los arcos branquiales exis- ten aún; la membrana branquióstega se encuentra libre en el cuello; las anasto- mosis poco ó nada han cambiado en su diámetro, y los vasos que nutren todo el aparato existen tambien. Por lo mismo, ya no hay razon para sorprenderse de que haya recobrado sus dimensiones perdidas. He dicho que tales experimentos obran en favor de nuestras ideas expuestas ya. El ajolote fué colocado en agua caliente, y por lo mismo su respiracion debió ser más activa por la misma temperatura en la cual se le colocó. Además, el agua no ha de haber sido bastante para que las branquias recibiesen la cantidad de oxige- no que era menester, y la secrecion viscosa de la piel, tendiendo á coagularse con el aumento de temperatura, debió entorpecer la respiracion cutánea que es de im- portancia en todos los animales. Si atendemos á que la cantidad de aire dibuelta en el agua era escasa é insufi- ciente para llenar tales funciones con el aparato branquial, fué por lo mismo indis- pensable que los pulmones se pusiesen en juego para hacer la hematosis que las branquias no podian desempeñar: trabajando éstas con una actividad relativamen- te corta, respecto á la que necesitan para mantenerse en estado perfecto, dió por resultado que ellas comenzaran á atrofiarse, cuyo resultado fué la trasformacion. Cuando estaba muy adelantada ya, se le colocó de nuevo en agua ordinaria, y en- tónces recobró la parte que habia perdido. Su explicacion es clara: la secreción viscosa, vuelta á su estado normal, dió lugar á que la respiracion cutánea se hi- ciera con la misma fuerza que ántes; las branquias encontrándose con sus fun- ciones normales, puesto que podian absorber la cantidad de oxígeno necesario para recomponer la sangre, los pulmones no tuvieron, desde entónces, que prestar nin= guna ayuda; y las branquias, que habian decrecido por falta de funcion, restableci- da ésta hizo que recobrase la extension de sus vasos, puesto que en ellos habia 74 LA NATURALEZA nuevamente la energía bastante para que este aparato se mantuyiese en su per— fecto estado, aumentando de nuevo sus funciones. Si su atrofia hubiese sido ocasionada por la debilidad natural de todo órgano en- vejecido, y que en tal circunstancia no recobra su fuerza, porque su nutricion cada vez se debilita más á medida que la edad avanza, en tal caso el aumento de las branquias es imposible: de esto tenemos una experiencia bastante general, que los ancianos mueren por agotamiento, áun cuando en ellos no exista enfermedad alguna: tambien la tenemos de que cuando en los jóvenes se debilitan las funciones de sus órganos por cualquiera circunstancia que los conduce á ello, recobran su robustez perdida cuando las causas desaparecen y se ponen en buenas condicio- nes. En el caso que nos ocupa, la fuerza de las funciones del aparato branquial se debilitaron por dos motivos: por la falta de la respiracion cutánea, y tambien por- que en el agua no existia la cantidad necesaria de oxígeno para que los filamentos en la corta extension que ocupaban pudieran absorberlo de manera que bastase para llenar las necesidades del animal en el caso en que se encontraba. Induda- blemente que si ellos no tuviesen pulmones que reemplazasen á las branquias en tales condiciones, no podrian vivir, y la muerte seria su resultado. Los mismos pulmones los salvaban, conduciéndolos á su trasformacion; pero restituidos á las buenas condiciones para hacer la hematosis branquial, su natural energía dió lu- gar no ála creacion de un órgano, puesto que existia, sino solo al aumento en stus dimensiones. Volviendo á lo que en su Memoria nos dice el Sr. Weisman respecto á la di- minucion de las láminas branquiales y de las membranas de la cola, la misma ex- periencia que se nos refiere manifiesta que á medida que se atrofian las branquias, las membranas tienden á desaparecer. La suspension del cambio completo de ajolotes en Amblistomas, se explica del mismo modo que la destruccion de las branquias y el aumento ey su tamaño. Si ellas en ese estado recomponen la san- gre, auxiliadas de la respiracion cutánea, y los pulmones no desplegan una ener- gía capaz de destruirlas enteramente, permanecerán así por mucho tiempo. ¿Pe- ro esa reduccion dependerá de un verdadero principio de trasformacion? No nos parece que deba tomarse en rigor como tal, sino solo como el primer cambio que en ella se efectúa: su marcha es rápida, pero esto no quita que cuando los pulmo- nes se hallan bien desarrollados, conteniendo necesariamente una cierta porcion de aire, su oxígeno debe ser disuelto en la sangre de sus vasos, ocasionando que las branquias decrezcan, así como las franjas de la cola, en proporcion al auxilio que reciben de los pulmones. En cuanto á la fisonomía que presentan estos anima= les, ella es la que les corresponde, como se ha dicho ya. Bajo este punto de vista, es muy notable la marcha que siguen desde que se inicia la trasformacion hasta que concluye, y puede notarse, si no de un modo preciso, á lo ménos se puede aproxidamente conocer cuándo es el tiempo en que han dado principio á su cambio: fué lo que le sirvió al Sr. Duméril para separar LA NATURALEZA 75 á sus primeros ejemplares del acuario y seguirlos en sus diversas fases: igualmen- te se conoce cuándo han salido del agua, si lo han hecho recientemente, ó si tie- nen ya mucho tiempo de estar viviendo en la tierra. Entre el principio y el fin de la transformacion, ofrecen una escala muy variada en su fisonomía; pero se advierte que depende de ligeras modificaciones, pues la única radical es la pérdi- da del aparato branquial. Los cambios efectuados, en nuestro concepto, no pueden atribuirse como adap- taciones á las nuevas condiciones de vida, puesto que se producen precisamente cuando éstas aún no han variado, y que se verifican, en'gran parte, en el medio que más tarde tienen que abandonar por causa de ellos, estando todos relacionados con el principal, es decir, la pérdida de las branquias. Pero ¿serán realmente cor- relativos, supuesto que hemos dicho que no pueden atribuirse á adaptacion? Cree- mos que no, en razon de que la mayor parte no le son quizás propios á su nuevo género de vida: nuestra opinion es, que todos esos cambios y modificaciones reco- nocen el mismo orígen que el de los órganos de la respiracion y circulacion, es de- cir, de una genuina conformacion que está expresamente constituida para efectuar á cierta época tales variaciones que los obligan á vivir en un medio distinto. Nos dice tambien el Sr. Weismann que: «todas las personas que se han ocu- «pado del estudio de las transformaciones del Ajolote, lo mismo que á mí, no han «investigado hasta dónde llega la transformacion.» Estas palabras parece que en sí mismas envuelven una idea distinta de la que el Sr. Weismann quiso de- cir, pues supone que estos animales siguen cambiando más y más de forma, al grado que ninguno ha podido saber hasta dónde llega esa série de variaciones. El cambio total de la forma es rápido con relacion á su corta vida; á lo más no emplean para ello sino uno ó dos meses, y despues solo se les ve aumentar en «tamaño cuando se han transformado ántes de llegar á sus mayores dimensiones, conservando más tarde su forma adquirida; quizás quiso dar á entender el au- tor citado, que no se conocia su evolucion completa desde su estado de larva has- ta su reproduccion en estado de Amblistoma. Acerca de esto, diré que en la Socie- dad de Historia Natural de Paris, uno de sus miembros comunicó que, los huevos de las Amblistomas procedentes de los ajolotes habian producido ajolotes tambien; de consiguiente, en la actualidad, se conoce ya su completa evolucion. Por último, respecto de lo que nos manifiesta al decirnos: «considero á estas «Amblistomas procedentes del Siredon mexicano, que en casos individuales se han «desarrollado en cautiverio, así como del Ajolote de Paris, no como casos de per- «feccionamiento de la especie, sino al contrario, de degeneracion. Creo que los «ajolotes que ahora existen en los lagos de México, eran ya Amblistomas en una «época geológica (6 más bien zoológica) anterior, que por alteraciones sufridas en «las condiciones de vida, volvieron á su primitivo estado de Perenibranquiadas. » Conocida ya la completa evolucion de los ajolotes, no podemos tomar como anima- les distintos los ajolotes y las Amblistomas, así como sus hijos, porque los unes La NATURALEZA. —Tomo V.—10. 76 LA NATURALEZA producen á las otras, y éstas á aquellos, y no por causas de perfeccionamiento ni tampoco de degeneracion, sino que los ajolotes viviendo en el agua y respirando por branquias tienen que conservar esa forma, miéntras que las Amblistomas, sufriendo un cambio tan radical en los órganos de la respiracion y circulacion y las demás modificaciones consiguientes, toman la de su final desarrollo. Como más adelante sigue apoyando sus últimas ideas que hemos copiado, nos detendrémos especialmente en otro lugar para combatirlas. 10.—Antes de hablar con respecto á la reversion que procura probar el Sr. Weismann en los ajolotes, haré notar, que este mismo señor repugna que estos cambios de organizacion se atribuyan á adaptacion, y bien claro explica lo que debe entenderse con esta palabra, y áun propone que se excluya del tecnicismo científico, porque da lugar á diversas interpretaciones. Ciertamente, si los ajo- lotes respirasen con sus branquias el aire libre más ó ménos tiempo, se podria decir que estos órganos se adaptaban para respirar de esa manera fuera del agua; ó que las Amblistomas lo hicieran con sus pulmones en ese medio; estando, sin embargo, constituidas para respirar el aire libre fuera del agua. Pero aunque las Amblistomas puedan permanecer muchos dias dentro de ella, respirando necesa- riamente con esos órganos, no se puede, ni en estos casos, decir que lo hagan por adaptacion, porque pueden indistintamente estar dentro ó fuera de ese líquido, y áun permanecer varios años sin ir al agua, y respirar del mismo modo el aire libre como si hubiesen siempre permanecido en ella: pueden hacerlo, porque la dis- posicion anatómica de sus pulmones, se presta para que estos animales puedan vi- vir dentro ó fuera delagua. Los ajolotes, no obstante que tienen pulmones, cuando se les tiene fuera de este medio por varias horas, mueren asfixiados sin poderse adaptar; procuran desde luego poner en juego los pulmones; pero es tan corta la cantidad de sangre que circula en ellos, que solo pueden vivir unas cuantas horas, - pues son insuficientes para llenar las necesidades de una respiracion perfecta. 11.—Con motivo de lo que aquí se asienta, tomado de De Saussure, hice obser= vaciones hora por hora en los lagos de Chalco y Xochimilco, en los dias 16, 17 y 19 de Octubre de 1379, que es el tiempo en quecomienzan las Amblistomas á salir del agua.—Los resultados obtenidos en estas observaciones son los siguientes: DIA 16.—LAGO DE XOCHÍMILCO. POR LA MAÑANA. TEMPERATURAS. Horas. Mints. ) Aire. Agua. Á las 6 SS Dentro de la canoa cubierta..... AA 19% d Y 27 e E E descubierta A 159 AE sia 3 20 Al aire libre y la soMbra. ii 162 y ; 8 > A 54 A 170 190 AO 53 ls SE MA o Se 190 19" 3% e: 4) En >> 5 ds ai 2% 202 EA 5 ds ds A IR 990 19% 2» 19 7 ES ea e AA. sd . 261289 990 LA NATURALEZA 77 POR LA TARDE. k » TEMPERATURAS. Horas. Mints. Aire. Agua. Ála 4 O da ts 2 99 ad 2 ANECA AAA CORTOS TORAAAN 222 9904 RES? El O A TR A a Da boe 910 220 y Sd? b dnd AcS 240 21" SO OD ero yiento ed RAE LAIA do 222% 207 A AS AA TA AN 18% 19 MN 7 1 PES ATRAS AA A AO 19 19 e el ESA OEA 18% — 4 Y DIA 17 —LAGO DE CHALCO. POR LA MAÑANA, TEMPERATURAS. Horas. Mints. Aire. Agua. Álas 5 51 SAI TEA RIA AER 14 17> a) PS A prác Sis e MAZA? ING A E A IO A VES 8 is brand tordos 16%. 7% lado A A E O das les 492 172 A) E O a a is 990 18% a a ARO dai nea bo bi al 190% A E LI dar O IAE DOT O, DIC ASA 990 20 POR LA TARDE. TEMPERATURAS. Horas. Mints. Aire. Agua. AFERRA IS 2% 19% E IS do cios E SN A O STA rio de a A Ur 19% E E DIA 19.—LAGO DE CHALCO. POR LA MAÑANA. TEMPERATURAS. Horas. Mints. Aire. Agua. Álas 5 or E OA A VE ed > io e il ear de Led ora a e er did SJ 14 ES | ES IAS A IDAS IA 6 do Estas diversas temperaturas que fueron observadas en en el trayecto de la ma- yor extension de dichos lagos, demuestra lo contrario de lo que el Sr. Weismann nos dice respecto de la frialdad de la superficie del agua, puesto que hemos visto que el dia 19 en las primeras horas de la mañana, la temperatura del aire bajó á + 5%, y la del agua tenia + 14”, cuya diferencia es muy notable. Además, este ha sido uno de aquellos dias en que la temperatura ha sido casi de las más bajas que se observan en el Valle de México, pues en el mismo dia y á la misma hora, en el Ob- servatorio Meteorológico Central situado en el Palacio Nacional deMéxico, bajó á — 20; temperatura que no es frecuente en estos lugares. Desde luego nos llamó la atencion que en la Capital hubiese sido 7% más baja que en el lago de Chaleo; pero la explicacion de tal diferencia es clara en nuesto concepto. Teniendo la ma= 78 LA NATURALEZA sa de agua 14% de temperatura, el vapor que: se desprendia de ella, le comuni- caba su calor á la atmósfera modificándola: de aquí resultó que fuese más alta que la de la Capital. Pero el principal interés de nuestras observaciones consiste, en que ellas nos demuestran, que el agua conserva una temperatura ménos variable que la del aire, pues no la vimos bajar más que hasta 14%, ni subir más que á 222%, mién- tras que la del aire bajó á 5%, y subió hasta 24%. Podrá decirse que la superficie del agua, experimentando una pérdida constante de calor por la evaporacion, de- bió abatirse considerablemente;su temperatura, teniendo el aire una de + 5%, pero solo notamos alguna escarcha sobre la canoa y el suelo. Además, los ajolotes casi siempre están á una profundidad de 1 á 1% metros, y por consiguiente, están bas- tante léjos de la superficie, y envueltos en la masa de agua con la temperatura indicada de 14% cent. Queda, pues, demostrado, que el excesivo frío de que nos habla el referido autor, no tiene ninguna influencia en el sentido que supone De Saussure, de que óbra sobre los ajolotes, para impedir su transformacion. Respecto de las condiciones que señala en el lago de México, que por la can- tidad de sal que contiene, suponemos que habla del de Texcoco, debemos desde luego decir, que no viven en él los ajolotes, sino en los de Chalco, Xochimilco, Sta. Isabel, Zumpango y en uno que otro depósito de agua de algunas de las haciendas que están situadas en el Este de los dos primeros. Por lo mismo, nos abstenemos de indicar las inexactitudes indicadas respecto de algunas de las con- diciones del lago de Texcoco, porque á nada nos conducen supuesto que no lo habitan. Pero sí debemos hacer notar, que las de los lagos donde se les encuen- tra, en el Valle de México, como ya lo hemos dicho, son muy diferentes de las del lago de Texcoco, y lo son mucho más respecto de las que se indican en la Memoria, tomadas de De Saussure. Las buenas condiciones de estos depósitos de agua para la permanencia de los ajolotes, óbra en favor de las ideas del Sr. Weis- mann, de que ellas les son favorables y por esto no se trasforman; pero tal idea queda destruida con el hecho ya mencionado, de que no obstante las excelentes condiciones de los lagos en que viven, hacen su metamórfosis, y salen á vivir fuera de ellos. Inútil nos parece el ocuparnos en refutar la opinion de que las Amblistomas son un estado de reversion de los ajolotes; pero quizá las pruebas expuestas en esa Memoria, hagan que se les dé algun valor de credibilidad, 6, á lo ménos, establez- can alguna duda sobre su posibilidad, y por lo mismo, nos ocuparémos de com-= batirlas. Bastaria para nmulificar tal supuesto, la descripcion que en la anterior nota he- mos hecho de la marcha de estos séres, desde su estado de larvas hasta su com- pleto desarrollo bajo la forma de Amblistomas y su reproduccion, cuyos hijos vuelven á pasar por todas las fases que han seguido sus progenitores, teniendo en su primera edad la forma de los ajolotes. Dos cosas llaman fuertemente la LA NATURALEZA 79 atencion de este señor, á saber: la reproduccion fácil de los ajolotes y la infecun- didad de las Amblistomas que de ellos han provenido en Europa. Esto le hace suponer que en los primeros haya un estado de perfeccionamiento del que carecen los segundos. Los ajolotes se reproducen con facilidad; en las Amblistomas no se ha logrado su propagacion, no obstante que se les ha alimentado perfectamen- te. Indica despues las causas que, segun Darwin, producen la infecundidad, y entre ellas señala los cruzamientos, y supone que en estos séres hay esta particularidad. Respecto de que los ajolotes se reproduzcan en ese estado, este mismo hecho nos demuestra que en esa época ya no son larvas; y en efecto, no debe suponerse que sean tales larvas cuando han adquirido dimensiones que no aumentan más tarde, que sus órganos son completos y que se reproducen con una facilidad extraordi- naria, pero tampoco ellos han alcanzado su último estado; su misma disposicion anatómica les obligará á salir del agua más tarde, aunque en ella estén en las mejores condiciones. Con mucha frecuencia se ve que la madurez sexual se llega á alcanzar cuando los individuos viven en condiciones en que se desarrollan con ra- pidez, careciendo en caso contrario de esa facultad en toda la época de su vida. De lo primero he tenido un ejemplo que me causó grande sorpresa, en unos pequeños becerros que, alejados de la madre para impedir que mamasen, los machos han fe- cundado á las hembras, en una edad, que si no lo hubiese visto, lo habria tenido como imposible, pues su edad era apénas de diez á once meses, debiendo añadir, que no fué un solo caso el que observé, sino que se repitió con frecuencia en el es- tablo del Sr. D. Urbano Hernández, cuyo ganado fué muy conocido en México por su clase superior; pero las hembras que se tenian en el campo, no eran fecunda- das, sino de 2 á 3 años de edad, siendo del mismo ganado. ¿Por qué no podrá pasar igual cosa con los ajolotes, si ellos se encuentran en buenas circunstancias para reproducirse aún siendo jóvenes? Por el cóntrario, en las gallinas Bramapu- tra que se han traido 4 México de los Estados Unidos, no se ha podido lograr su reproduccion sino en una escala muy limitada, porque la mayor parte de los hue- vos son infecundos, no obstante que copulan y están al parecer en muy buenas condiciones. Actualmente tengo cuatro gallinas y dos gallos de esta raza, naci- das en casa, muy bien desarrolladas, y no hemos podido tener de ellas niun solo. pollo, habiendo puesto en incubacion más de 400 huevos en el espacio de tres años: parece que el cambio de clima les es desfavorable, pues se ha observado igual cosa con los ejemplares de varios amigos mios; y por otra parte, cuando se ha llegado á tener producto de ellas, sus hijos han degenerado en su tamaño cada. vez más. Refiriéndonos á las Amblistomas, es menester confesar, que ignoramos si en es- tado de libertad se reproducen ó no; y tan solo se las ha estudiado teniéndolas apri- sionadas, y en consecuencia, fuera de las condiciones, quizás, que necesitan para reproducires. No se sabe si lo harán en agua ó en tierra, ni en qué circunstancias SO LA NATURALEZA de alimentacion, temperatura, dec.; y ¿podrémos, sin tener datos seguros, afirmar que no se reproducen? Es natural suponer, que las Amblistomas que han salido á vivir fuera del medio en que se desarrollaron, hayan sufrido una cierta adaptacion á ese mismo medio: salen de él á tierra derepente, encontrándose desde luego en circunstancias entera- mente distintas; su reproduccion debe, en tal caso, ser difícil, en tanto que no se colocan en las condiciones que les sean favorables; quizá por esto es que las vemos alejarse delos lagos, probablemente en busca de los lugares más convenientes para su género de vida; entónces tal vez se pueden propagar con la misma facilidad que los ajolotes. Pero el caso presentado á la Sociedad de Historia Natural de Paris, aleja toda duda de que las Amblistomas se reproducen áun en estado de cautiverio. Este hecho, bajo el punto de vista de la reversion, destruye por completo tal idea; peroáun suponiendo que no se reprodujesen, ésta noseria una prueba, pues erapre- ciso asegurarse primero si los ajolotes están en un período filético más avanzado, para concluir en seguida, con datos enteramente ciertos, que las Amblistomas lo están en el de reversion. ¿Por qué suponer que en las épocas zoológicas ó geológi- cas, los ajolotes eran Amblistomas? Tal opinion, á la verdad, demuestra que la cuestion de la evolucion de las especies no se la ve con los ojos de la ciencia, sino á través de un cristal que tiene cierto color, y que todo lo colora igualmente. Exa-= minémosla detenidamente y nos convencéremos que tal idea no puede ser cierta. Supongamos que en esa época no existian más que las Amblistomas, y veámos si ellas naturalmente pudieran convertirse en perenibranquiadas. En ese estado carecian de branquias, de ese aparato tan perfecto y complicado, que está pro- visto de ocho aberturas, formadas por cuatro arcos de cada lado, engastados de pequeños dientes que los unen para impedir que el agua pase al hacer la deglu- cion; de una membrana opercular, libre en el cuello y de seis láminas branquia- les, en las que se distribuyen las seis arterias branquiales, y en este aparato se va disponiendo todo, y con tan grande inteligencia, para que llegada la vez de que las nuevas circunstancias no les sean propicias, vuelvan á su anterior estado. ¿Cuáles pueden haber sido esas circunstancias que tan sábiamente han dado orí- gen á ese órgano de la respiracion? El calor, el frío, la luz, el agua; estos elemen- tos aislados, todos reunidos, ¿cuáles son, pues, en una palabra, esas circunstan= clas que no alcanzo á comprenderlas por más esfuerzos que hago? ¿Serán tan im- propias que ellas no podian vivir sin cambiar de forma y de costumbres? ¿Fueron lentas ó rápidas? Silo segundo, debieron privarlas de la vida ántes que hacer- se un cambio tan grande en su organizacion; si lentas, ellas pudieran adaptarse más bien al medio en que vivian, porque careciendo de ese órgano, ninguno pudo colocarse en condiciones que hubieran originado su creacion; porque si las cir- cunstancias en que vivian les eran desfavorables, estando organizadas para vivir enlatierra, mucho ménes podrian colocarse en otras que indudablemente les hubie- ran sido más perjudiciales aún, porque no se prestabán sus órganos de la respira= LA NATURALEZA 81 cion para ese nuevo género de vida, puesto que sus pulmones estaban constitui- dos para vivir fuera del agua. ¿Cómo, pues, pudieran ir á ella debiendo necesitar un órgano enteramente distinto para respirar del que tenian? Además; para que un órgano permanezca y se desarrolle, es menester que fun- cione; de lo contrario, no puede existir. Si estos séres tenian pulmones, y funcio- naban, puesto que siguieron viviendo, ¿cómo se pudo destruir en parte la energía de ellos, para dar lugar á la creacion de un nuevo órgano de respiracion que reem- plazase á aquel? Se dirá que tenian una respiracion difícil en la tierra, y tales circunstancias las obligaron á crearse esos órganos: en tal supuesto, la muerte de ellas era inevitable. Pero hay además otra cosa que hace increible tal idea, y es: que si las Amblistomas de esa época estaban conformadas como las actuales, pudie- ron muy bien alejarse como lo hacen ahora en busca de mejores condiciones: ¿nolas encontraron porque eran generales en todas partes, en todo el globo? Entónces pudieron ir y permanecer en el agua sin necesidad de un órgano nuevo, puesto que así lo hacen en la actualidad. Pero no es esto todo: cualquiera que haya sido la causa que las haya obligado á convertirse en ajolotes, estas causas deben haberse extendido áun á las masas de agua: si la impropiedad del aire, el agua que lo toma de la atmósfera debe tambien haber sido impropio en ese, líquido; si el excesivo calor, ellas lo pueden destruir con la evaporacion cutánea, como lo hacen actualmente, para lo cual tienen su aparato bien apropiado, y por eso se mantienen siempre á una tempe- ratura baja; si el excesivo frío, en el agua de los lagos generalmente tienen los ani- males una temperatura inferior que en el aire, puesto que para mantenerse á una temperatura de ese género necesitan poner en la tierra en juego su aparato que les destruye el calor mediante la evaporacion; si la falta de alimento las obligó á ir con frecuencia al agua, no es creible que hubiesen permanecido más que el tiem- po preciso para*alimentarse, no estando aún constituidas para vivir siempre en ella, careciendo de branquias; aunque para no incurrir en contradiccion, debemos repotir aquí, que actualmente las vemos estar sumergidas sin necesidad de las branquias, lo que prueba tambien, que la permanencia en ese medio no les vuel- ve las que han perdido cuando se ha consumado su transformacion. Hasta ahora no vemos cómo pudieran haberse criado ese aparato branquial. Se dirá que las Amblistomas permanecian en la tierra y sus hijos fueron adqui- riendo al nacer esos órganos, siendo arrastrados los huevos á los lagos, y en ellos se desarrollaron con branquias, estando obligados por esta circunstancia á per- manecer allí, Tal idea, obra enteramente á nuestro favor, porque indudablemente este es el único modo como pueden nutrirse en su primera edad. Estos animales nacen sin miembros, y sus padres no les proporcionan la nutricion: si no nacie- sen en el agua, ¿cómo podrian buscarla en la tierra careciendo de órganos de lo- comocion á propósito? Esta imperiosa necesidad de procrearse en el agua, por su propia constitucion, nos da la prueba más clara de que en su primera edad han 82 LA NATURALEZA sido ajolotes, debiendo permanecer en ella más ó ménos tiempo, para despues sa- lir á tierra y seguir viviendo de la manera que los conocemos. De lo que resul- ta, en útimo análisis, que los ajolotes producen á las Amblistomas y éstas á aquellos, y que la reversion, tal como nos la presenta el Sr. Weismann en su Memoria, no tiene lugar; siendo la prueba más fuerte en contra de esta opinion, que se apoya sobre todo en el supuesto de que en México no se trasforman los ajolotes, el hecho contrario, que en todas las especies se verifica dicha tras- formacion. 12.—No dejarémos, para terminar, de decir unas cuantas palabras respecto de las últimas ideas expuestas en la Memoria del Sr. Weismann: nos dice, casi al concluir: «Las causas de que derivaba yo la reversion de la hipotética Amblistoma «mexicana al ajolote de nuestros dias, no me parecian suficientes para la expli- «cion del fenómeno. Por una parte me parecieron de naturaleza tan local, que «podian ser solo aplicados con exactitud al ajolote del lago de la capital de Mé- «xico, miéntras que el ajolote de Paris, procedente de otra parte de México, re- «quiere una explicacion especial.» Ya hemos dicho que este autor procura bus- car las razones que expliquen este caso excepcional de la no trasformacion de los ajolotes en los lagos de México; pero á mi vez me llama demasiado la, atencion la opinion citada muy al principio de mis observaciones, relativa al Sr. J. Cu- vier, que sin haber tenido noticia alguna de la transformacion de estos animales, * su estudio anatómico le hizo adquirir la conviccion de que los ajolotes que el Ba-= ron de Humboldt le habia dado por estudio, no.eran sino animales que no habian alcanzado su último desarrollo, debiéndose trasformar en una especie de grande salamandra. Los elementos en que apoya sus ideas el Sr. Weismann, son muy distintos de los que le sirvieron á Cuvier: este señor emitió su opinion fundándo- la enshechos innegables, en la estructura anatómica de sus ejemplares; miéntras que el primero se sirve de noticias que solo merecian algun crédito por las per- sonas de quien las tomó, y que podian ser falsas, como evidentemente lo son, tanto bajo el punto de vista de la no trasformacion de los ajolotes en los lagos de México, como en el de la mayor parte de las condiciones que se les han señalado. No obstante que desde el año de 1811, dió á conocer el citado Cuvier, su estu- dio anatómico que le sirvió para apoyar su opinion, el Sr. Weismann ni siquiera lo menciona, como si la estructura de estos animales no debiera intervenir en la marcha de su desarrollo, como si las condiciones en la vida fuesen de tanta in- fluencia en estos cambios de organizacion, que á ellas solas deban atribuirse. Nuestro fin no es reprochar á dicho señor su conducta, sino dar á Cuvier la honra que se merece por su recto juicio, el que le hizo predecir un hecho que ignoraba por completo, y que en la actualidad está plenamente comprobado. El dimorfismo de las mariposas que nos refiere en su Memoria, está en conso- nancia con nuestro modo de ver la cuestion. Sus mariposas no han dejado de ser= lo; solo han cambiado su forma, pero de manera, que ese cambio no las convierte Tom. V REVISTA CIENTIFICA OR a E a rn ( 1 MN Columna de vapor en el monte dan Andrés LA NATURALEZA 83 en animales tan diferentes que se les deba tomar no solo como de especies, sino aún como de géneros distintos. Por el contrario, el cambio de ajolote en Am- blistoma es tan profundo, que los colocaria, si él fuese como los partidarios del sistema evolucionista lo entienden, no solo en géneros, sino en familias distin- tas; puesto que no se trata solo de los cambios de los dientes, de los ojos, de las vértebras, de las membranas candales, sino del profundísimo de los órganos de la respiracion y de sus arterias; de modo que con mucha razon le llama la atencion la diferencia que existe entre los ajolotes y las Amblistomas, no solo por su sim- ple aspecto, sino por las diferencias estructurales que él nos indica. Si nos hablase de esos cambios que nadie puede negar, debidos á las influen- cias exteriores, y á la adaptacion de ciertos órganos á su modo habitual de vivir, estariamos conformes con algunas de sus ideas, aunque no con todas, porque no repugnará á nadie que el color en ciertas condiciones de luz, cambie; que en lu- gar de transformarse á los seis ú ocho meses, lo hagan ántes ó despues auxiliados en su desarrollo por las buenas ó malas condiciones en que vivan; que sus mem- branas candales sean más ó ménos desarrolladas, comenzando su nacimiento, en algunos, desde el cuello, y en otros desde la region coxal; alguna diferencia en la forma de las branquias, de la cabeza, pero sin que ellas impliquen una modifica- cion tal, que los cambie esencialmente; repetimos, que tal modo de ver no nos repugna, por el contrario, es muy posible; pues las influencias exteriores en ese sentido, es decir, en el desarrollo más ó ménos rápido y perfecto de los órganos existentes son manifiestas. : Pero las que se hacen derivar de una marcha filéti- ca, provenida de una energía vital existente en el organismo, no pasa de conjetu- ras, que á poco andar, son destruidas por nuevas observaciones, como sucede en el caso presente. No negamos tampoco que en los organismos exista una energía vital de per- feccionamiento, es decir, esa energía vital que hace que se desarrollen y funcio- nen con regularidad áun en medio de las condiciones que les son adversas, pero que ella ni conduce á los mismos organismos hasta una perfeccion que traspase de ciertos límites, ni una imperfeccion, de tal manera, que los ponga en condiciones de perder su tipo; pues en tal caso, pierden la vida ántes que originarse nuevos ór- ganos que los ponga en posibilidad de permanecer viviendo. Pero esa energía vi- tal de perfeccionamiento creciente, queen ciertas condiciones retrocede para avan- zar despues, que unas especies las convierte en otras, que de unos géneros pasan á otros superiores, etc., ni la naturaleza nos da las pruebas ciertas, claras, conclu- yentes, de que tales fenómenos pasen en los organismos, ni los conocimientos ac- tuales en las ciencias naturales alcanzan á probar tal teoría. En atencion á las diversas observaciones que nos hemos permitido hacer al tra= bajo del Sr. Weismann, sobre la transformacion de los ajolotes, concluimos, que dicha transformacion se ha observado en las diversas especies que habitan los la- gos de México; de modo que es falsa la idea de que no la hacian sino en determi- La NATURALEZA, —Tomo V.—11. S£ LA NATURALEZA nadas condiciones y solo la especie /iquenoides, estudiada en Europa. Que en el lago de Texcoco no se desarrolla ningun individuo de esta especie, sino que ha- bitan en lugares muy distintos, cuyas condiciones les son muy favorables para permanecer en ellos; y no obstante, á cierto tiempo, su organizacion los obliga á salir del agua al efectuarse su metamórfosis, como sucede con la especie Hum- bodlti de los lagos de Chalco y Xochimilco; y por último, estando conocidas en todas sus fases de desarrollo, y produciendo las Amblistomas hijos con la forma de ajolotes, todos sus cambios provienen de su genuina organizacion, y por con- siguiente, la teoría de la evolucion, no solo no se puede apoyar en el presente caso, sino que, su misma marcha, observada en las diversas especies, y en los distin- tos lugares donde residen, prueba lo contrario de lo que con ella se ha querido sostener, y es: la variabilidad sin límites de las especies, perfeccionándose más y más hasta convertirse de animales inferiores en otros muy superiores en la escala zoológica. Concluyo repitiendo lo que al principio se ha dicho, que mi objeto al hacer estas observaciones no es otro, que el de contribuir, en alguna manera, al esclarecimien- to de lo que pueda haber de cierto respecto de la doctrina de la evolucion, y no el de refutar la Memoria del Sr. Weismann, que creemos ha sido animado de nues- tras mismas intenciones. | México, Mayo de 1880. » José M. VELASCO, Socio de número. CIENCIAS AUXILIARES NUEVOS DATOS SOBRE LA LIVINGSTONITA POR EL PROFESOR J. W. MALLET F. RK. S. SOCIO CORRESPONSAL EN VIRGINIA. 1.2 EXÁMEN QUÍMICO DE LA LIVINGSTONITA, DE UNA NUEVA LOCALIDAD MEXICANA. Hace cerca de un año que mi amigo el Sr. D. Mariano Bárcena, director del Observatorio Meteorológico Central de México, describió en una de las sesiones de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, algunos ejemplares de un mineral de Guadalcázar (San Luis Potosí), semejante en muchos puntos á la Livingstonita de Huitzuco que ya ántes habia descrito, y cuya análisis completa, hecha en el La- boratorio de la Universidad de Virginia, se publicó el año pasado.* Notándose al- * Chem. News (London.)—0Oct., 17—1879—186,—La Naturaleza, tom. IV, pág. 271. LA NATURALEZA 85 guna diferencia en el aspecto general de las muestras de ambas localidades que están muy distantes entre sí, creyó el Sr. Bárcena que pudieran ser las muestras de Gualdalcázar, una variedad especial, ó una especie que contuviera los sulfu- ros constituyentes de antimonio y de mercurio en nuevas proporciones, pues tan solo habia examinado los ejemplares cualitativamente. Me mandó algunos para practicar una análisis química completa. La principal diferencia entre el mineral de la localidad primitiva, Huitzuco, y el nuevamente examinado, consiste en que el primero se presenta en prismas pe- queños, perfectamente definidos, aislados ó agrupados en direcciones paralelas, en tanto que el de Guadalcázar se presenta en pequeñas masas globulares, formadas por delicados cristales capilares ó ajugas, enlazados en todas direcciones. El color del último es gris de plomo, con lustre metálico, y en la quebradura, rojo de co- chinilla. Quebradizo. Dureza =2. Gravedad específica =4.41 (la del de Huit- zuco =4.81, pero la de Guadalcázar estaba ménos mezclada con matriz terrosa.) Muy fácilmente fusible al soplete, produciendo copiosos humos antimoniales blan- cos. Produce glóbulos de mercurio cuando se calienta con sosa en un tubo de vi- drio. Atacado por el ácido nítrico concentrado y caliente, deja un resíduo blanco insoluble. Se presenta como en Huitzuco, en una matriz de sulfato de cal, junta- tamente con azufre nativo y materia silícica. Estas sustancias extrañas se separa- ron mecánicamente con anterioridad, pero algunas pequeñas cantidades, íntima- mente mezcladas con la Livingstonita, se separaron en el curso de la análisis, y el azufre libre, por la solucion en agua régia, se obtuvo por la fusion con azota- to de potasa y carbonato de sosa. Se separó el mercurio por la destilacion con cal. La análisis hecha por Mr. W. Page, de Norfolk, Virginia, dió el siguiente re- sultado: AZ CA an cialala 15.12 O o UC TO E 3.67 AIM OA O O a 32.22 MELO E A A 13.95 ICO A O o 0.42 EA o et e 15.54 4.2 Residuolsilicico insoluble a SOL 98.93 Prescindiendo del fierro y otras sustancias no esenciales, las cifras anteriores dan la relacion atómica. HosS. 2Sh2 Ss 86 LA NATURALEZA de manera, que no hay razon para dudar de que el mineral de Guadalcázar debe referirse á aquella especie como con justicia lo ha hecho el Sr. Bárcena, especie ciertamente interesante, como se hizo notar en un trabajo anterior, á causa del ca- rácter fuertemente ácido del sulfo-antimoniuro que representa. 9, EXÁMEN DE UNA LIVINGSTONITA ALTERADA DE GUADALCÁZAR. Pué examinada otra muestra de la misma localidad que la precedente, pero de una apariencia enteramente diversa. Formaba una masa casi compacta, con ves- tigios solamente de estructura cristalina, gris de fierro casi negro, gris muy oscu- ro en la raspadura y lustre ligeramente submetálico. Dureza =3. Gravedad es- pecifica =4.06. Al soplete se conduce casi como la Livingstonita. Imperfecta- mente atacada por los ácidos nítrico ó clorohídrico. La matriz formada de los mismos materiales que las muestras precedentes contenia, además, una pequeña cantidad de materia al parecer arcillosa. El curso general de la análisis fué el mismo que en el caso precedente; pero ha- biendo revelado una pérdida aparentemente grande la presencia del óxido de anti- monio, se determinó el oxígeno de éste, por una cuidadosa reduccion en una cor- riente lenta de hidrógeno, pesando directamenteel agua producida. Se habiasecado el mineral á 100*C, y habia perdido el agua que no era de combinacion, llevándolo simplemente 4 una temperatura más alta. La análisis de Mr. Page, dió: AU A a o a: 9.35 A MR A A 10.11 AOS SOS OOS IBA 38.23 Merc loe ala mel OIR Rad 18.24 OIM Laos aaa ay lea a lero y NOAA 1.99 Mesa Ca SO HIDE ass AR 5.12 4 2 A TO OO DI 0.01 A A A O O o a IG 1157 Residuo silicico Insoluble o EE 11.01 98.63 Prescindiendo como ántes, de los ingredientes no esenciales, tenemos la siguien- te relacion atómica: S : 0: Sb : He=192.84 : 13.74 : 14 : 4.01 Enla Livinestonita 3 os 6. =28 E 6 No puede obtenerse una fórmula probable, y tenemos á la vista, no una ver- dadera especie sino una mezcla. La sustancia en cuestion, parece representar el resultado de una alteracion química de la Livingstonita, por la sustitucion de más LA NATURALEZA 87 de la mitad del Azufre por el oxígeno, formando probablemente Sb, Os, y la sepa- racion de otra cantidad de azufre, juntamente con una parte del antimonio. Sien- do la raspadura casi negra, sin ningun tinte rojizo, parece que el sulfuro de mercurio ha quedado libre, en la condicion física en que existe en la meta-cina- brita de California, ó que existe como un sulfo-antimoniuro básico de una com- posicion próxima á “HgS. ShaSj. La oxidacion de la misma especie primitiva, acompañada de la hidratacion, ocasionó probablemente la formacion del mineral llamado Barcenita, que fuí el primero en describir. *. 3.2 PRODUCCION ARTIFICIAL DE LA LIVINGSTONITA. Siendo interesante la composicion de la Livingstonita, por la gran proporcion de sulfuro ácido de antimonio que contiene, parecia interesante el intentar re- producirla artificialmente; con tal fin se hicieron los experimentos necesarios, por Mr. A. L. Baker, de Baltimore, quien trabaja en este laboratorio bajo mi direccion. Estudiandó la manera de fundir juntos los sulfuros de antimonio y de mercurio, encontró al principio muchas dificultades, porque el segundo se volati- lizaba rápidamente á la temperatura necesaria á la fusion. La misma Livingsto- nita natural, se descompone fácilmente calentándola en un tubo de vidrio cerrado en un extremo, produciéndose un sublimado de sulfuro de mercurio. De dos maneras, 'sin embargo, se obtuvo huen resultado. La primera (A) con- siste en fundir juntos los dos sulfuros, poniendo el de mercurio en exceso, en un tubo fuerte de vidrio lleno de bióxido de carbono, y sellado, conservándolo en po- sicion vertical, manteniendo por algun tiempo "la temperatura de fusion, y des- pues de enfriar, separando la parte superior de la masa fundida, dejando en el fondo una porcion impura en donde se habia depositado el sulfuro de mercurio excedente á causa de su mayor densidad. El segundo método (B), consiste en fundir los sulfuros mezclados en cantidad considerable, en un crisol abierto de Beaufaye, en la parte superior del cual se mantenia una atmósfera de carbono, disminuyendo gradualmente la temperatura y poniendo de vez en cuando en el interior, un pedazo compacto de cinabrio (artificialmente sublimado), hasta que la masa esté á punto de solidificarse; la porcion superior de la masa enfriada era la única que se tomaba para el exámen, dejando en el fondo el exceso de sulfuro de mercurio. El producto de cada uno de los dos procedimientos tenia los mismos caracté- res físicos que el mineral natural. La estructura era perfectamente cristalina, muy semejante al trisulfuro de antimonio comun, purificado por la fusion; el co- lor era casi el mismo, pero en la raspadura era rojo de cereza oscuro. Grav. esp.=4.928 á 32%C. * Amer. Jour. Sci—0Oct. 1878—306. La Naturaleza, tom. IV, págs. 193. 88 LA NATURALEZA La análisis dió: * (A) (B) Calc. p* HgS. 2Shbz Sy. IA A A) ANO A NA 52.20 53.10 METCUnio”. OJOS CTOA EL QA 9240 22.71 22.12 100.74 100.000 Universidad de Virginia, Setiembre 8 de 1880. AA A FLÓRULA DEL DEPARTAMENTO DE JALISCO ESCRITA EN EL AÑO DE 1859, POR EL SR. DR. LEONARDO OLIVA Y COMUNICADA Á ESTA SOCIEDAD, POR EL SR. DR. ALEREDO DUGÉS. Anonáceas...... VNinfeáceas...--.. Papaveráceas... Vumariáceas .... Crucíferas...... EIA Clematis triloba....... Huertos. Mano de Leon...-.- Ranunculus lanuginosus Prancesitas des. ee Ranunculus. ao. Huertas. e o E Le Thalictrum aquilegi- DMI es e Estrella del mar...... Nigella officinalis..... Huertas. Ealomitas como Aquilegia vulgaris... .. 5 Espuelita...---.--..--- Delphinium Ajacis.. . - - Chirimoyo.- ....-.-.- Anona cherimolia.... - 'ADODA eje glabra. ener E PUIPpUrea-....2 Mama. tadas excelsa. - 2. ....- Cabeza de negro.. ...- muricata.....- Chachamole ó cabeza (OMT. a ssonsas Nymphea pulchella, D. 0/Wialba, DIET Ohicalote cule. ón Argemone mexicana. . - Adormidera........- Papaver hortense....... Huertas. Amapola de China... Porhwas: 222 A. amarilla. .....- -- Chelidonium majus.... Baal as Fumaria spicata....... MOS Laz o Sinapis Digra.........- Von Ginandropsis speciosa, AD at O. ATA Huertos. Carraspique . .-....- Tberis umbellata....... O A e NAS TUU Comida de pajaritos.. Capsella bursa—pastoris. LA NATURALEZA $9 Crucíferas....... Sofia de cirujanos. ... Sisymbrium Sophia... OA SN Brassica oleracea...... Nabo PAE deta IBROIDUS rara a RADO AAA E Raphanus sativus...... RE de - Lepidium ruderale..... ATEU PRD 2 PIGUA Oheiranthus cheiri..... Deornato. Violaríeas....... Violetas e Viola odorata........- mr DOI E IVANPLICOLOLS A - Jariofíleas ...-..- Olavel:20>0:2:242 * Dianthus cariophyllus. . > O. de la nobleza. .... ID: barbatus. 22 2200 55 Minubiza E IDOL D. plumarius.-......- 53 Oruz de Jerusalem... Eychnis chalcedonica. - Sa Lináceas.. .-:-.. IN O Linum usitatissimum. - Malváceas - -.-.-- Algodonero.......-.- Gossypium vitifolium. - Otro: 22252 ARSIREY.. G. herbaceum..-.-....- Amúates: 220 20DE Malva LD: Malva de Castilla... M. lactea........----- M. de López. ......- M. angustifolia.......- Huinar;:.S2:>5: 2008 NMISCOpaa o Otro=+2207 2 MUIQTIA, ¿Sida? ¿vesicaria?..... Violeta del país. .... Si trilobass= << ESYizZ Ojo de Vénus...... . Hibiscus cannabinus... De ornato. Amor deestostiempos H. mutabilis.......... 33 Viuda ó Pajiza...-.. Hémanihobss Tn d7 Obelisco e AA E Monaco Malvaviscus pentacar- PUSE 7 M. amarillo... 2-02 VE. pilosus o Pa MIAbIAnco a M. grandiflorus ......- > Encantadora........ Ingenhouzia triloba.. - - or NEO oso oe Althea rosea.--.--.--- o Bombáceas... ... .Pochote 200200, Eriodendron anfractuo- SUM 0 O Clayellina PE el Carolinea fastuosa....- $ Camelíeas....... Cam On Camelia japonica...... s Auranciáceas.. . . Cedrato.---.-----2- Citrus medica........- : immer A ii A PI IIS) oncoscodas O. limonumt q. 00 Naranjo de Ohina..... O. aurantium....-...- NOS AL AR O. vulgariS LL IL POLO] ++ 770078 QM O desamanadt0: 0 009 . imac ¿Triphasia?........... Zapote blanco....... Casimiroa edulis....... ¿Seráéstasu verdadera familia! * Butneriáceas. .. .Guacimo.....-..... Guazuma polybotria. .. Cacaotero.......... Theobroma ovatifolia. . * Bentham y Hooker, en su “Genera Plantaram,” la colocan en las Rutáceas. M. Y. 90 LA NATURALEZA Tilidgcascs cuz. Sirimo ó Tilo.......- Tilia heterophylla. .... Gutíferas....... Palo-fierro......... Mesua ferrea........- ¡Elpocrateiccas A oe Hippocratea excelsa... Malpighiáceas... -Nauci Ó Nanchi..... Malpighia faginea. ...- Otrnelllolo ree 08 Bunchosia sessilifolia.. - Grano de Or0.....-.- Galphimia glandulosa. - nn AS Banisteria eglandulosa. Sapindáceas..... Copaljocote..-.-.-.- Sapindus copalxocotl (O oo rd Awmole de bolita..... $S. amolle (mihi)....... Contasquahuil - ....- S...- (an genus novum?) Meliáceas....... Paraiso ios UE Melia sempervirens. ... Cedro.2o2e222 2.00 Oedrella odorata.. - .-.. Caoborda beds Swietenia Mahogonii.... Ampelídeas. .... Vid EMI Vitis vinifera. -....-.- Wersilrestre oo e WE caribea=2 2068 . Geraniáceas..... Geranios ao Geranium Robertianum. Malva Luisa ó de olor. Pelargonium odoratis- SI Mit Y Bihybridunt a 'Tropeoladas. . -.- Masbuerzo.......100l Tropx*olum majus....- Balsamíneas. ....Beled.....0o.0o0o22- Balsamina hortensis. . . Ozalídeas 2. DOCoyol:.. Jade .-. Oxalis corniculata......- Agritos...---0. Jodie Ol ¡stricta. ¿tE Ióhe A... de maceta... Obviolacea. caps Chinlosta cesta O. tetraphylla...-..... Zigofíleas.....-- Guayacin de Guayacum verticale.... Gobernadora . -..... Zygophyllum tridenta- UE Rutáceas...... -Buda.lolis «alereda Ruta graveolens....... Yerba del clavo. .... Choysia ternata....... Palo mulato. .....-- Xanthoxyllum affine... Celastríneas. - . - Acebo... 2202-2222 Mex ¿A Agililote....ooo......2 (Genus HnOVUM. - 2.2.2... Ramneas...-..-- Chaqlita..ocooon. ai. Ceanothus mexicanus. . Terebintáceas.-. -Copal blanco......-. Rhus schinoides....... Guardalagua . ....-- R. texicodendron.....- Copal de piedra..... R. saxatilis.---.. Aetoar Perús. os 2 Schinus molle...........- Ciruelo del país. .... Spondias lutea........ Hobo 6 Jobo........ N. Purpurea.-..... Eta Copal chino........ Amyris bipinnata. ...... OtTO0.--.--albelbe sos A? an schinus therebin- ) ia A Mango ties sasrde Mangifera indica...... Leguminosas. . . Palo de bálsamo..... —Myrospermum peruife- A De ornato. De ornato. De ornato. LA NATURALEZA of Leguminosas. ...Alfalfa.......0..---=. ATOÍVA.-- 0meomominrn "Trébol oloroso....--.. Carétllas a Terciopelillo. ...04: Barbasco -----. PRA Cacabuananchi...... Viperina. wulladah. Garbanzo. ae Lentejas O Oberon Garabato HU amEd y Sensitivane. UB Tepemezquite. -..... Escoba colorada... .. Cuajiniquil. ........ Cabellos de ángel. ... Flor del moro. .....- Partlas «+. IN La NATURALEZA.—Tomo V.—12. Medicago sativa......- Trigonella fenum gro- Melilotus italica......- Medicago polymorpha, Indigofera anil......-- Tátinctoriasi 2. 0004 E vacuminatas 20000 I. microphylla..-.....- Olitoria mexicana. ...- Dalea citriodora..-...- Da gopus eme DIO Tephrosia toxicaria.. ... Eysenhardia amorphoi- De ornato. Lonchocarpus roseus.. - Sesbania.a. AED Myriadenos tetraphyllus Oicer arietinum.-...-- Faba vulgaris......--- Vicia verticillata...... Ervin, lens ja erororarana jee Pisum sativum......- OS ] Lathyrus odoratus. - -.- De adorno. Phaseolus caracalla. ...- : Bou garis bl ¡PALO TMOSUus: -. 2. dl ¡Bháseolas io... 2 Dolichos tuberosus. - .. Lupinus elegans.. ... --- 13 Erythrina coralloden- Brya ebenus..--..2:: Mimosa campechiana. - Inga vera I. pulcherrima et 1. or- E De ornato. Enyerbael pescado. 92 LA NATURALEZA Leguminosas. ...Huamúchil......... I. unguis cati.......2 Mochiquelite.. -....- A O Mezquite:.- 32023008 Prosopis dulcis.......- Tepeguaje..-.2-.- .-- Acacia acapulcensis...- Guerra taba nas A. seesculenta..-.....2: Mépame. ceca 1É 'A. COMDÍZETAL cono... Entisco. o AN A. lentiscifolia. ......- Uña de gato........ PO A E Gúiisache --.... o SO EME Taltacahuate. 2-2. Arachis hypogea...... Hoja sen del país. ... CUesalpinia exostemata. Brasil... Ojechinataronióna bos Haya... ejelidotlss C. mexicana ..t....... Cascalote .... -.-..42 2% CAcoriaria. ia Tabachin ra Poinciana pulcherrima.. De ornato. E 0 DIAN eSATA 1 OA A A Campeshe= Hematoxylum campe- chianum:. ds Tamarindero... --.--2 Tamarindus occidentalis. Cañafistolero ...-..... Cassia fistuloides. .. -.- Café del país... 2222. Ojlevigata. aaa A Bicho pepito C. sennoides...... il Mezquitillo. ......- O. occidentalis.......... A e sii O dipbylla.: lio A JUNCO Once 57 Amezquite. -........ Mete ral al Recomendado en la Elefanciasis. Retamaralacipcatols C. grandiflora......-.. De ornato. Huevos de toro.....- Vasili da Cuapinoli........... Hymenea Candolliana. - Baloidulce ep Varennea polystachia... Contrayerba--.-.-.... Alschynonema .......- Oreja de, raton det AREAS Rosáceas ..... ets: Elirbella. ccitacian ¿tds Capulinero.-...-.. . Cerasus Capollin.....- Duraznero.. 22002 Persica vulgaris.....-.- Chabacanero.......- Armeniaca vulgaris. -.-. ZarzaMoOTa....o..2.2. Rubus fructicosus......- ETeselOr ce c.s LL Fragaria Vesca.......- Pimpinela ----2=.-.. Poterium sanguisorba. . Tejocoberor 0.22 Crateegus mexicana. ..- Trepadora- ---....-.. Rosa sempervirens scan- densa bul De ornato. Rosa de Castilla. .... Rosa centifolia......... A Jericó). Late ys cana deptos JE 55 Flor del Norte.. -.-.-.-. Eigallica oa ñ Peral si Pyrus communis....... Manzano; le PAM A LA NATURALEZA 93 Rosácceas..... Nispero TES Mespilus vulgaris. ..... Membrillero......... Oydonía vulgaris......- Granáteas...... Granado. ca Punica granatum..--.. Rizofóreas ..... «Mangler0:= 2003 2 Rhizophora mangle. ... Onagráricas...... ase Jo Gaura biennis.......-- Agua de azahar..... CBnothera rosea.-....-. De ornato. A ys IA CE. tetraptera........- A E CE. ¿minima?.........- Ltrs .-- Jussiwa ranunculoides. - Fusia..... jc RI Fuchsia arborescens.... - $5 Adelaida..oicovo..: Didilgeons. visto. 2 Litráricas. .....- Atlanchán ...-.....- Ouphea lanceolata. ...- A A Oia a Lit a a Oitrico lor parra e Filadélfeas...... TA Phyladelphus flo ribun- Us SAO 77 Mirtáceas. . - ... -Guayabo silvestre... . Psidium pomiferum...- G. de Ohina: 22... 299 Bo pyriferuny....o.o..- E agrio and AGA ocirmididiras DUBÓBIE ATTQyan .. Lie IEn Myrtus arrayan......--- Otro. AUDIO sica A Palo ¿Oampomanesia lineati- folla? SSYLRDOI Dl. de Pié de cabra.......- Eugenia........ di Cucurbitáceas. ..Bule........... .--- Lagenaria vulgaris... ... Alacate:Ó acocote...o oocooo... var. 6. L..... Sandillitas.......... Cucumis campechianus. Melonero. 2.....2:--- , - Dimelo las Aya a 0 Pepinero..... dd O. sativus.....- Ide L DIAS Cidracayota ...... sn COireitrullaus ida Almichichi.-0..otido Bryonia variegata....... Uhayo LoS Sicyos angulatus......-. Chayote. Javi Sechium edule.......- Avellana: 0.04. Momordica balsamina. - Oalabaza:. oa Cucurbita melopepo.. - - Calabacilla amargosa. €. fostidissima. .......- Sandía... 0). Ed Anguria trifoliata.. ..... BixÍNEAS.. 4 << ¡ai ACO idea Bixa orellana......... Pasiflóreas..... -Granadita de China. . Passiflora serratistipula.. Granadilla fétida.. ... P.sexflora.......-....- Flor de la pasion.... P. incarnata.........- De ornato. «Busta add ..-.... P.xalisciensis......... ¿Es la pulchella? Loáseas......- A io tas Loasa palmata...=..- ZDital Mentzelia stipitata..... ¿Antisifilítica? Fouquieráceas. . .Rosalillo . ..... =--.. Fouquiera formosa..... De ornato. Portulacáceas ... Verdolaga.......... Portulaca rubricaulis... Paroníquieas ... . Tianguis........ .... Loflingia renifolia...... 9% LA NATURALEZA Crasuláceas....- Siempreviva de árbol. Echeverria coccinea.... De adorno. Brasil alepdaa. fe - Bryophyllum calycinum. A Siempreviva:oo....- Aizoon canariensis... pl Chismes ------ ale Sefl um. acres... ads es Hicoldeas an Flor del moro as TES AN Rocío... 205063308 Mesembryanthemum Y eristallinum. --..--...- 7) O M.+papulosuUM. 2.2... > Flor dellSolu+vurrersaio a e es es oy) O Biznagayranyscd uo Mammillaria magni et ParvimamMma-....ol > JUNCO; 648 arte Mammillaria coronaria.. De adorno. Pitahaya ú Organo... Cereus reductus...... . Flor del cuerno. -----. C. flagelliformis. ..----- ES Pitajaya. ino daaidlal Qiibrigonus lo ag Nopalllo C. phyllantoides...-..- an Pitayita de agua..... C.oxypetalus, affinis, vel ; Sp. Dove ld al Garambullo...2m...42 OC. Garambullus ....--- Santa Marta... O. speciosissimus...--- a Nopal. ata ajipio a é Opuntia pseudo-tuna.. - Tuna tapona. 2222... Orea sis e all Nopal de cochinilla. . O. cochinillifera.......- Patilon ...... Pereskiaportulaccefolia. Tasajillo 2022. male ed A A Saxifragáceas.. . . Hortensia - 22202... Hydrangea: hortensia.. - 50 Vela esgamadaryes tl aaa A A Maravilla de España: oia ale Umbelíferas. ... -Sombrerito de agua... Hydrocotyle umbellata. Yerba del sapo.-.... Eryngium gracile...-.. ACOCOte ri reppia Pentacrypta atropurpu- A E A z Apio anios plis Y Apium graveolens ....- Perelilaajes lilas ps Petroselinum sativum.. cio terna pet. AE Heliosciadium leptophyl- mn re 60 Sl Elinojo- e EOI Feniculum dulce.....- Eneldo. 300608052 Anethum grayeolens.. - JOMÍNEIO Miden Cuminum cyminum. --. Lamaboria nel Daucus carotta...-.--- (icuta-.-=--0eps Conium maeculatun. --. Qulantro. o. rota Coriandrum satiyum.... eros ta E - Perejil de ¿Purroza ss ias ME Lorantáceas. . .. -MalojO,- comodo. Loranthus calyculatus. - Tapaoojtuc idas e O Caprifoliáceas .. .Saúco....2....--.. Nambucus mexicana. ... LA NATURALEZA Caprifoliáceas. . . Azaron 6 madreselva. Lonicera caprifolium, A. DUREN DNA Rubiáceas.,..... Campanilloó Copalchi. Coutarea latiflora...... Oop.otro: + HON BURLA ISS Rosa de S. Juan.... Bouvardia longiflora... Tepopote ca ¿Oondaminea tinctoria?. Cafetero... Coffea arabica......--- Rubias 2IGNIqia e Rubia ¿levigata?.....- Gardenia... -- QUA Gardenia florida. ...... Valeriáneas: ...- Valeriana. .2 0.2 Valeriana Phu.......-. V. de jardines....--.. Centranthus ruber..... Dipsáceas..----- Ambarina. 22. Scabiosa atropurpurea. . Escabiosa.-. +=. SON LA UA, DI Cardencha..-------- Dipsacus fullonum. . ..- Compuestas. ....Vara de S. Francisco. Vernonia Karwinskiana. Yerba de:S.Márco IB A E Lagascea helianthifolia. Y. del tabardillo. .... Piqueria trinervia...... Y. de la pulga....... Stevia viscida...-..-... Tacote +. 2 DIDDL Dia Eupatorium.------.... A RA NI BAS chiedeanum 211% MAA ero MAL Ue LE Manzanilla... -....... ¿E. conyzoides?........ A eno Erigeron coronopifolium. Palancapatli de Mé- xi00.-> MISIZoLa Heterotheca inuloides. . E is e... Aplopappus ramulosus. Jícama del cólera. ... Dahlia coccinea....... Flor de invierno. ...- Georgina superflua... .- Escoba amargosa.... Milleria linearifolia.. ..... Ojo de perico. .....-. Melampodium perfolia- E Rosa panal. ....... . Gomezia melliodora. . -.- AltaMisa..iooooo.o-2 Ambrosia artemisiefolia. A OS e=--..- Parthenium coronopifo- UM ir Aya coo ALO UP hysterophorus.. 2-2. A “2 Mendezia bicolor... ... Mal de ojos...... .--. Zinnia uniflora........ de da Ll nn AUMOYa VO astonia. tn A A AUIGA SD egeria hirta o... 00 Zihoapatli.......... Montagnea frutescens. . Capitan. oc Verbesina pinnatifida.. . Ci otra DLL A o AAA IRC .----.. Simsia lagasceformis... DIOS eomoca o. Tiithonia tubeformis.... Acaute. 2... E Helianthus alatus...... La NATURALEZA.—Tomo V.—13. De ornato. De ornato. ” ” 96 LA NATURALEZA Compuestas. .... AO MO REuUld a H. multiflorus. 000.2 Mala Meco... caos EPA Dampote.lsbee H. giganteus.....0...< INE Bidens tripartita....... slds B. foeniculifolia. .....-- Capitaneja.. ...-....- B. heterophylla........ A B. ranunculoides....-.- Mirasol jocoatole.... Cosmos bipinnatus..... M. ¡amarillo cal C. sulphureus........- Sempazuehil. ....... Tagetes erecta......--. Do adorno y antelmíntico. Pastorcitascdes 108 Depatulare caber Amis e Tapusila.: Jodie Yerba de Sta. María. T.ducida.... coil Dimoncillo. retro yo RS ta Yerba del venado.... Porophyllum macroce- phalimi yal. Robe “Rosillasionitaaas --- Helenium mexicanum.. A o Galinsoga parviflora... - Ciento en rama...... Leucanthemum vulgare. Estaflate. .- 012 Artemisia laciniata.. ... Gordolobo.- 25 =20be Gnaphalium canescens. - GAO AA ia o ES Peyote 6 Piote...... Cacalia cordifolia .....- A E SOnecio ao e o tl Cacalia sinuata.....-..- Cardo santo. ........ Cirsium mexicanum.... Bardan ape Lappa major... .-.=....- Pipitzaboac. ........ Acourtia rigida.......- PLOMO: rai MDriSis: ¿02 orbe Escorzonera......... Pinaropappus roseus. .- Diente de leon...... Taraxacum mexicanum. De ornato. Cera Sonchus ciliatus....... ai Brickellia Schaffneri.. . - Sayulqueltesinec ade His ANUN Paniler tartas A VO So o ao Dale tot ESTO. 0 A a Aster chinensis. -.-..--- 5) Mercadela.. 02 Calendula officinalis. . . - ón Manzanilla. Anthemis nobilis .....-- o Alcachofa ..--- 24% Cynara scolimus......- Lechusa. cae Lactuca sativa. .-..-...- Nahuapastle........ Solidago montana...... Azafran romi..-.... Carthamus tinctorius.. - Lobeliáceas...... Cardenal. 10 a Heterotoma lobelivides.. De ornato. ZArculos eee Tupa Feuillel. . -..222- Cola de Zorra... lo. Lobelia fenestralis ...... .7 IA e EA Ie syphilitica.- 2.0% LA NATURALEZA 97 Gresneriáceas....- omar ar Y Ericáceas....... Pingilica...... A Madrona Primuláceas.....Jarrillacicciiaic Sapotáceas...... Mame... 12072 Comíngalo..---....- Tempizque ......-.- Ebenáceas.2o2.. Zapote prieto...-.--- Oleáceas.......-. Fresno...--2 DAA ga Jazmíneas ...... Jazmin de Arabia... J. mexicano........- Apocináceas.. . . . XOJOÍ. .ooo2o2o9.moc Narciso amarillo. .... N. encarnado ....-.-. ROSA. CUTE ae Ozotc Ó Palo bobo. - - Rosal ó Suehil........ Asclepiádeas. . . .Señorita..oo..00.222 Coamecate blanco. ... Loganiáceas. ....- Espieelas o eos de Bignoniáceas. .- -Bignonia........... Sabino 6 Ahuejote..- Trompetilla....-.-...- Tozcahuite - 230: Palo madera. lios Flor de S. Pedro.. ..- Ouastecomate....-.- Sesámeas......- Uña de gato. ..2.. Polemoniáceas. . . Huichichile. -....-.. Flor de la campana. . Jonvolvuláceas . .Oamote. ...ooio.o... GUORÍDA mm o 090.0. 2 1019 Arctostaphylos pungens. Á. tomentosa, M. V.... ¿Ledum latifolium?...... Mocinna heteropbylla . - Lucuma mammosa....- L. spherocarpa....--..- DA AO E, ferruginea..-..-...-.. Sapota achras. ..-.-..--- Dyospyros obtusifolia.. Fraxinus Schiedeanus. - Olea europea. ... 2.2. Jasminum cordifolium ..- De adorno. Je oiticinale ds 57 Thevetia ovata.......- Moferitfolla. 22... 30% cs Nerium oleander...-..-.- 23 Tabernemontana arcua- O A A UN ¿Nuevo género? Plumiera rubra......-- Echites hypoleuca ..... Asclepias incarnata..-. 'AMIVEA LA eco ¡Avípratensis.acoriados 13 Dicthyanthus Pavonii. - Ohthamalia pedunculata. C. nummularia.......- Spigelia hedyotidea . ... Bignonia tecomoides ... De ornato. Pithecoctenium buccina- Aia e Spathodea: a omaicacin Mera s ¡ROMS SE L. amplectens, 2.0.2 COaldasia heterophylla.. - Quiecerulea.....ooonsaz De ornato. 98 LA NATURALEZA E Convolvuláceas. . Ololiqui. ........... O. microcalyx.......... Ohacianari ida geo cn se < PONE Espantalobos.. ....-- Llavea Xalisciensis.. ... - Mantencion..-..-....- [pO PAU a rr Mec AIDA Evolvulus longifolius. . - Zacatascal......2. Ouscuta stylosa..... 02 Borragíneas..... Bortaja. +. UVAS Borrago officinalis... ...- a RA Tournefortia Hartwegia- 7 E E Heliotropo.- 02 Heliotropum limbatum. El, OlOTOSO MIO lo H. peruvianuM........ De ornato. Hidroláceas.. - - -Tabaquillo.... -.---- Hydrolea spinosa....-.-. Chichicaste..- 20 Wigandia Kunthii..... Escrofularidcaas ¡0 IO E Serophularia. oo Manguita. o. 0005 Maurandia semperflo- A E $ E A Pentstemon imberbis... Azafrancillo..-..-.-. Escobedia linearis....-. a REE SUERO PAG Mimulus pubescens...- TE y Stemodia pusilla....... Oreja de raton.....- Castilleja coccinea .....- 'Topoza..- ... - JOEL OL Buddleia sessiliflora. ... Cuanenepile. 0... Gerardia purpurea....- A ES ERA: Lamourouxia longiflora. Perritos. -..0ooo- 2 Antirrhinum'majus.... Y Acantáceas..... Miicle can cepa Sarotheca salvizeflora... A CU Dicliptera sexangularis. Verbenáceas . . - - Verbena. --o..coo.o. Verbena carolineana . -.- Alfombrilla. .....--. Cn ES Yerba del aire... WMiucllaba sd OZ Deia o ODO Se Lippia glaucocephala. . - Vedrone + ue teca de Acoso A L. umbellata.ccoloo Jalacate..o.oconcos E A Matisadilla.......--% Lanthana polyacantha. . O Tiivelutinas «+. IR A Hyptis rhytidea ....... Le H..polystachia. 220... Volkameria......... Volkameria japonica. .. De ornato. Labiadas......./ Albahaca... CUATE Ocimum basilicum...... Yerbabuena: -....... Mentha rotundifolia.... Mastranzos»..- LU 2IOZ M.. SylvestriS ooo... Poleo ala ciane Mpeg cols OTÉgADO. -..----<. U08 Origanum vulgare..... Tomillo; 4: 2UDDIGÓR Thymus vulgaris....... T. de Jalapa. ---1.:- Micromeria Xalapensis. Toronjl.Au0andoz Melissa officinalis. ..... LA NATURALEZA 99 Lraabiadas.......-...- A A Hedeoma pulegioides.. - Salar 1 Salvia polystachia...... A $. lasiocephala. ......-.- Betónica 123 data S. elongata...-..--...- MAS A e TAS IA: ode EMO a a ejtos ARIS e oa a e e RENA S. chian.—S. hispanica- Quiebraplato - ...--- $. tillieefolia.....-....- De ornato. ANmoradux id ee. 7 STA nditlola 13-328 y Pluma de Sta. Teresa. $. leucantha.........-- Chia cimarrona....- $S. angustifolia ......... o TNT ASES S. thyrsiflora........-.- ROMEO Rosmarinus officinalis. - Toronjil de China... Nepeta citriodora. - .... Marrubio .--....2.. Marrubiuam vulgare... - A dora de Stachys Lindenii......- MPirirbasa de E o ir a on a e Lamium...... pa de Verde A A ' Maroc da occ AED Teuecrium marum...... (Concluirá.) A TTALARIA DE LAS ESPECIES DEL GENERO BASSARIS * POR J. A. ALLEN. * TRADUCCION HECHA POR EL SEÑOR ANICETO MORENO, SOCIO CORRESPONSAL. Los mamiferos del género Bassaris, fueron durante mucho tiempo, un esco- llo para los creadores de sistemas, quienes, no obstante, en su mayor parte los comprendieron en los Viverridee, únicos representantes americanos de la familia. Algunos autores, entre ellos Gervais, aunque considerándolos como Viverrinos, encontraban en ellos algunas afinidades con los Mustelidce, miéntras otros, co- mo Waterhouse y Turner, apuntaron su parentesco con los Ursinos, especial- mente con los géneros Procyon y Nasua. El profesor Flower, que se ha con- sagrado al estudio de las afinidades de ese género, termina diciendo: —<« En suma, importa poco quese haya alegado la evidencia para probar que el Bassaris es miembro de la subdivision Arctoidea en los carnívoros y que entre estos está más 1 Bulletin of the United States Geological and Geographical Surwey «e., vol, Y, 1879. La NATURALEZA.—Tomo V.—14. 100 LA NATURALEZA cercano á los Procyon y Nasua.» El Dr. Gill, en 1872, los elevó al rango de familia (Bassarididee) de los Arctoidea, colocándolos al fin de este grupo en se- guida de los Procyonidee. HISTORIA GENERAL. Aunque los Bassarídeos son comunes en todo México y se encuentran tanto en el Sur como en el Norte de ese país, y aunque fueron conocidos de Hernández desde mediados del siglo xvIr, no lo han sido, sin embargo, de los formadores de sistemas sino hasta la mitad del presente. El primer trabajo moderno que acerca de ellos se ha publicado es el que Lichtenstein dió á luz en 1830, al cual sirvie- ron de base los ejemplares ministrados de México, por el Sr. Deppe en 1826 y en los años siguientes, lo que indica que esos ejemplares representan las formas sep- tentrionales del género. El mismo Lichtenstein en su Comentario á los mamíferos, publicados por Hernández, nombró y describió brevemente el Bassaris astuta, reconociendo en él el Cacomiztle ó Caco-miztli de Hernández que éste mencio- na con el nombre de Tepe-mowtla. Ambos son aún los nombres de esa especie en su país nativo y significan respectivamente gato saltador, gato con guedeja. * Pero despues el Bassaris astuta fué extensamente descrito y dibujado por Lich- tenstein. Durante los últimos treinta años, varios escritores se han ocupado de los hábitos del Bassaris astuta y ha sido dibujada la especie, conteniendo las lá- minas, figuras coloridas del animal. Todas las noticias publicadas ántes del año de 1860, se refieren exclusivamente (cosa muy singular) al Bassaris astuta, pues hasta ese año se describió por primera vez la segunda especie, ó especie me- ridional, el Bassaris Sumichrasti. El profesor Baird en 1338 (Mam. N. Am., p. 147) dice: «Es aún dudoso si la América posée una ó dos especies de Bassaris, y es necesario hacer todavía nuevas investigaciones para determinar el carácter de la especie de California cuyo límite septentrional es el Rio Colorado, Arkansas, en el declive oriental del continente; en el occidental llega hasta la latitud de San Francisco; hácia el Sur, se extiende por toda la region templada de México. En los Estados Unidos se co- noce con el nombre de «Civeta mexicana» ó gato de cola anillada, y con frecuen- cia se les amansa en México y California. En este último país son los favoritos de los mineros. Añade: solamente se ha recibido de California una piel (N. 2,343) cuya autenticidad no es dudosa: fué adquirida de un cazador; pero su mal estado no permitió dar una descripcion de ella.»—El año siguiente, el Profesor Baird, describió (Rep. U. S. and Mex. Bound. Surv., Mam. pp. 1819) con el nombre de Bassaris astuta, dos ejemplares de Texas, y otra procedente de localidad desco- nocida, que supuso venia de California y lo nombró provisionalmente Passaris 1 ¿No seria la palabra cacomistli corrupcion de tlacomiztli significando animal que en sus costum- bres ó en otras propiedades se semeje al leon? (N. del T.) LA NATURALEZA 101 raptor. Su descripcion pormenorizada de los caractéres externos de los de Tejas, indica claramente el Bassaris astuta procedente del Nordeste. tespecto al ejem- plar á que dió provisionalmente el nombre de Bassaris raptor, dice: —«En la Primavera de 1852 (Abril 23) fué matado un Bassaris en un gallinero cbrca de Washington despues de haber hecho gran matanza de aves de corral enla vecindad. Evidentemente se habia escapado de su prision, pues conservaba en el cuello seña- les de haber llevado collar. Por consiguiente, no pudieron adquirir noticias acerca de su patria, pero se supone que fué traido de California. Es un poco diferente de los individuos procedentes de México y Texas, aunque tal vez no sea específi- camente distinta. La cola difiere notablemente, pues los anillos negros son mé- nos numerosos y ocupan mayor extension que la porcion blanca. De aquellos so- lamente cinco se marcan distintamente hácia la extremidad de la cola y el último ó subterminal tiene más de dos pulgadas de ancho en vez de tener cerca de una. Los anillos negros son casi completos por debajo, y solo están separados en el grue- so de las vértebras por lo blanco de la parte inferior. No hay diferencia apreciable en el color de las demás partes del cuerpo. Las orejas son visiblemente más peque- ñas. El cráneo presenta grandes diferencias entre esta especie y las demás; es más ancho, pero más estrecho detrás del proceso orbital del hueso frontal: la distancia entre los zigomáticos mucho mayor, y las crestas temporales de los dos lados mucho más aproximados: los terigóideos más apartados: la proporcion en- tre la mayor anchura del cráneo y su longitud es como 63 á 100, en vez de 59 como en el núm. 4 (hembra) de Texas. Si el exámen de otros individuos mostrare que estas diferencias pueden ser bastantes para caracterizar un especie diferente, será necesario designarla con el nombre de Bassaris raptor.» De paso añadiré, que el exámen de mayor número de individuos, demuestra que las diferencias en el cráneo, indicadas arriba, no son importantes, y únicamente indican las variacio- nes comunes que acompañan las diferencias de edad en el Bassaris astuta. El color de la cola es mayor, semejante'al del individuo que tengo á la vista proce- dente del «Oregon,» coincidiendo más con éste que con los individuos de Texas, de donde creo que es originario el Bassaris raptor que se cree ser de California. La gran separacion de los terigóideos es ciertamente excepcional, pero probablemen- te individual, pues encuentro una variacion enteramente semejante en esta parte en los cráneos de los Bassaris sumichrasti. Por consiguiente, en el Bassaris raptor tenemos el primer sinónimo del Bassaris astuta. En 1860 De Saussure describió y dió el dibujo (Rev. et Mag. de Zool., 2* ser. XIL, Jan. 1860, p. 7, pl. 1, animal. Fig. sin color) de una nueya especie bajo el nombre de Bassaris Su- machrasti, fandada en un solo individuo muy viejo, cogido por el mismo en Méxi- co. No obstante que la descripcion De Saussure es esplicita y bien detallada; y á pesar de que en su minuciosa comparacion de las especies nuevas con el Bassaris astuta (de cuya especie ha tenido muchos individuos de distintas edades), fija con claridad todos los caractéres diferenciales, el Dr. Peters, en 1974, (Monatsb. der 102 LA NATURALEZA K. A Kad. der Wessensch. zu Berlin 1874, p. 104, sesion de Nov. 16 de 1874), refiere, aunque con duda, el Bassaris Sumichrasti de De Saussure al Bassaris raptor. Baird describe al mismo tiempo el Bassaris Sumichrasti bajoel nombre de Bassdris variabilis. De cualquier modo que sea, dice: —«Apénas hasta ahora ha sido conocida de una manera cierta una especie de México, el Bassaris astuta, á la que hay que agregar una segunda especie de Centro América que yo conozco.» Y áun señala entre los caractéres distintivos del Bassaris variabilis la mayor parte de los que especialmente menciona De Saussure caracterizando el Bassa- ris Sumichrasti, omitiendo, sin embargo, unos, y añadiendo otros no menciona- dos por éste. El Bassaris variabilis de Peters, se fundó sobre una piel y un cráneo de un macho muy viejo y en una segunda piel que se supone era de hem- bra; ambas fueron dibujadas por Peters. Casi al mismo tiempo que se publicaba la descripcion de Peters, el Sr. Cordero (La Naturaleza, tom. TH, pás. 270, con una lámina: su fecha, Diciembre 1.% de 1874, publicado en Mayo 31 de 1875) describió tambien el B. Sumichrasti bajo el nombre de Bassaris monticola. Su descripcion es muy detallada y en su comparacion entre el B. monticola y el B. astuta hace resaltar los caractéres distintos de ambas especies, compren- diendo todos los que mencionan De Saussure y Peters al caracterizar respectiva- mente el B. Sumichrasti y el B. variabilis. Tambien trae excelentes dibujos comparativos, coloridos, de los caractéres externos de las dos especies, cráneos y denticion del B. monticola. Aunque demuestra conocer perfectamente bien las dos especies de Bassaris, parece que ignora que su B. monticola habia sido ya descrito y determinado por De Saussure. El Dr. Gray en 1869 (Proc. Zoúl., Sec. Lond. 1864, 512) y en 1859 (Cat. Carn. Pachyd, and Edent. Mam. 1859, 246) publicó una variedad fulvescens, añadiendo: —«Piel más leonada tal vez por la diferente estacion. A este Bassaris astuta var fulvescens refirió el B. Sumichrasti de De Saussure. La enumeracion de los caractéres sacados del crá- neo indica que solo tuvo á la vista los del BP? astuta. De lo expuesto se ve que la grande especie meridional del Bassaris, ha sido descrita como nueva tres oca- siones, y sus cráneos se han figurado dos, y que se han publicado tres láminas coloridas (el Dr. Peters publicó dos) representando el animal. (Concluira.) LA NATURALEZA 103 DESCRIPCIONES DE COLEÓPTEROS INDÍGENAS POR EL SEÑOR DOCTOR EUGENIO DUGÉS. SOCIO CORRESPONSAL. * (CONTINÚA.) Cicindela Vasseleti. Cher Cd: ME E: 20 D:039. long. 0,013.—lat. 0,005. De color rojo, azul y verde brillante más ó ménos subido. Palpos amarillen- tos, los dos últimos artejos de los maxilares y el último de los labiales verdes. Mandíbulas largas, más en el macho que en la hembra, amarillas en el lado y un poco arriba; la extremidad verdes, los dientes negros; la derecha tiene cuatro de estos y la izquierda cinco. Labro recto en los lados, con un diente muy avanzado en el medio; en el individuo macho que poseo es un poco redondeado y sin diente, elevado longitudinalmente; ocho puntos negros y profundos, de los cuales, seis al centro y dos cerca de los ángulos con un pelo en cada uno, están colocados cerca del borde; amarillos con la base verde ó azul y el borde anterior negro. Epistomo un poco anguloso hácia adentro, separado de la frente por un surco impresionado. Cabeza alargada, bastante estrecha, arrugada entre los ojos y á lo largo de ellos, metálica adelante de las antenas, de un rojo brillante mezclado de verdoso; dos líneas frontales prolongadas hácia adelante; azul detrás de los ojos y por debajo. Ojos arredondados, más gruesos por debajo, pálidos; el ribete superior bronceado con un punto hundido más allá del medio. Antenas tirando á moreno, los cuatro primeros artejos verdes, violados en la base y en la punta. Protórax cilíndrico, un un poco más largo que ancho, redondeado sobre la cabeza, un poco sinuoso en la base, de un rojo muy vivo en las extremidades y cerca de los lados; los dos surcos traversales poco profundos, éstos y la línea longitudinal azules; el surco posterior sube un poco hácia el borde pero sin alcanzarlo, y está más hundido en este punto; márgen puntuado, azul, cubierto de pelos finos; lados por debajo con una placa ar- rendondada de color dorado metálico; el médio es de un azul ultramarino. Es- eudete chico, triangular. Élitros abatidos en los lados, la base casi truncada, el márgen casi recto, un poco arrendodado en medio; costados oblícuamente y fina- mente dentados, del ángulo externo á la sutura. Una línea longitudinal nace en la espalda, forma un codo sobre la sutura, como en medio, y se termina oblícuamen= te cerca de la extremidad de ésta; dicha E> es verde. La sutura algo levanta= da en la extremidad y cobriza, color general del élitro rojizo; pero con un fuerte aumento se ve que es cobrizo oscuro salpicado de manchitas verdes, más tupi- das en el ángulo apical externo y en la extremidad; márgen verde. El medio 104 LA NATURALEZA del cuerpo por debajo, así como los lados, azul verdoso, lados del pecho cobrizos con pelos blancos. Muslos cobrizo-dorado con pelos blancos tambien, piernas y tarsos de un verde negruzco; «trocánteros amarillos. Segun Chevrolat, esta Cicindela se encuentra en la orilla del mar, y luego que el sol desaparece se oculta en la arena. El ejemplar de mi coleccion proviene del Estado de Veracruz y nos ha sido regalado por el Sr. A. Sallé. Cicindela Sallei, Chev. €. d. M. €. 2. E. 6. n.* 126. long. 10% mil. lat. 4 mil. Negruzca. Cabeza fina y longitudinalmente arrugada cerca de los ojos. Ribete de las órbitas cobrizo brillante. Mandíbulas amarillas en la base por fuera, verdes más allá del medio, extremidad y dientes negros. Palpos maxilares, verdes, labia- les amarillos, pálidos, con el último artejo verde. Labro amarillo, prolongado en medio, formando así á veces un dientecito; otras sin diente, negruzco en el borde, derecho en los lados; con seis puntos, en cada uno un pelo. Epistomo escotado angularmente, separado de la frente por un surco. Antenas moreno-negruzco mate, los cuatro primeros artejos de un verde subido metálico. Ojos oscuros, manchados de negro. Protórax bronceado, oscuro, un poco más largo que ancho, casi recto en la base, recto tambien por delante: de los dos surcos trasversa- les el anterior es el más distante del borde, y angular en su punto de union con la línea longitudinal; lados rectos algo ensanchados en la parte comprendida en- tre los surcos. Por debajo, base y ápice surcados, azules, y de un color de cobre dorado en los lados. El disco presenta algunas grietas. Escudete triangular, agu- do, dorado, oscuro en la base. Élitros tan anchos como la cabeza inclusive los ojos, contorneados cuadradamente en la espalda, redondeados, y finamente dentados en la extremidad; sutura realzada, verde metálico oscuro, espina terminal múy chi- ca, porosos, de un negro azulado, tirando á verde cerca de los bordes; puntos ama- villos, redondeados, bastante gruesos: 1.%, en el ángulo externo de la espalda, 2.", abajo, más interior, cuadrado: 3.”, dos unidos entre sí por una ramificacion del- gada formando una faja oblícua hácia la sutura, pero sin alcanzarla: 4., cerca del márgen, un poco arriba del ángulo posterior externo: 5.%, lúnula apical casi divi- dida, delgada en medio. Márgen azul delgado, surcado por delante. Epipleuras azules, estrechas, cuerpo cubierto de pelos blancos. Abdómen rojizo. Patas verdes, velludas; los cuatro muslos anteriores gruesos, los posteriores más largos; los tres primeros artejos de los tarsos en el macho, largos, redondeados, apénas dilatados; el primero dos veces más ancho que el tercero. Dice Chevrolat que fué encontrado por el Sr. Sallé entre Veracruz y Orizaba. LA NATURALEZA 105 Tambien hastante comun en las cercanías de Guanajuato. El exámen de un nú- mero crecido de ejemplares nos hace pensar que la 7ubriventris, cuya descripcion está más adelante, es, á pesar de la duda expresada por Chevrolat, una especie del todo distinta, pues nunca hemos hallado aquí una Cicindela que ofrezca la dis- posicion de manchas de esta especie, no obstante, lo repetimos, el haber tenido á la vista muchas de la Sal/ei. Nora.—No hemos visto las Cicindelas cuyas descripciones signen á continuacion, lo que nos ha impedido dar sus figuras. Estos articulos están simplemente traducidos de Chevrolat. ———_——H Cicindela Cyaniventris. Chev. (.d. M.C.4.E. 2n.* 297. lons. 41 mil. lat. 4 mil. ¿ Negra por arriba, azul por debajo. Palpos (maxilares) verdes, labiales amari- llos con el último artejo verde. Labro amarillo, saliente, redondeado, dentado y negruzco en los bordes con ocho ó nueve puntos poco profundos, velludos. Episto- mo ensanchado angularmente por delante, separado por una línea de la frente. Ojos negruzcos en el centro, oscuros; el ribete de la órbita de un rojo subido me- tálico. Cabeza muy arrugada entre los ojos, algo metálica por delante. Protórax más largo que ancho, redondeado en cilindro sobre la cabeza, cortado en línea rec- ta por detrás y en los lados en la parte média, ménos aficho en los ángulos; borde lateral puntuado y cimbrado; por debajo liso y violado; surcos trasversales has- tante distantes de los bordes, principalmente el anterior; los dos undulosos, el an- terior angular en su punto de union con la línea longitudinal, estrechos y poco hondos.—Escudete redondeado por detrás, azulado. Élitros un poco convexos, más anchos que el protórax, redondeados en la espalda y en la extremidad; la sutura tiene una puntita realzada; espalda elevada con una impresion alargada. Están marcadas de un gran número de manchas grises, redondeadas, cinco un poco más grandes, estando colocadas 1%, 2%, 3%, 4%, en una línea cercana de la sutura, 5*, en frente.de la 4? y afuera. Márgen ligeramente ribeteado. Patas guarnecidas de pelos blancos. Muslos cobrizo metálico; los cuatro posteriores, azules en la base, verdes por dentro. Piernas verdes, un poco cobrizas atrás; tarsos de un verde negruzco; los tres primeros artejos de las antenas muy largos y bastante dilatados. Cabeza verde por debajo, ase del protórax y espalda matizados de varios colores metálicos. Lados con algunos pelos. De ojo chico, cerca de Córdoba. A a 106 LA NATURALEZA Cicindela Roseiventris. Chev. L. c. E. 2. n.” 29. Long. 0,012.—0,0125.—lat. 0,005. Esta especie ofrece muchas variedades en la disposicion de los dibujos de los élitos; son frecuentemente paralelos, algunas veces se ensanchan debajo de la lú- nula y muy redondeados lateralmente. Labro amarillo, saliente, dentado y ne- gruzco en los bordes, mas redondeado en la hembra, con cuatro puntos en medio y uno en cada lado cerca del ángulo. Mandibulas largas, muy agudas y arquea- das, verdes, amarillas lateralmente en la base; la derecha guarnecida en el lado interno de dos dientes negros, la izquierda, de tres. Palpos (maxilares) verdes, los labiales amarillos con el último artejo verde. Antenas, tirando á moreno, los cuatro primeros artejos verdes. Ojos salientes aplastados. Epistomo escotado casi angularmente por delante, verde subido. Cabeza cobrizo-rojiza, granulosa, apé- nas arrugada entre los ojos, ensanchada, ahuecada y un poco elevada en la frente; el ribete de las órbitas, como tambien la base de las antenas, verde metálico, muy brillante. Protórax mucho más largo que ancho, cilíndrico sobre la cabeza, un poco atenuado por delante, cortado casi rectamente en la base; el surco anterior distante del mismo borde, angular en su punto de union con la línea longitudinal, posterior profundo y oblícuo en el lado, recto en medio, los tres bastante marca- dos y azulados. Escudete triangular rojizo. Élitros verde ceniciento casi del doble, más anchos que el protórax, convexos, ensanchándose hácia el medio, cortados oblícuamente en el ángulo externo; la extremidad finamente dentada y brillante, sutura con una pequeña espina; la lúnula humeral nace exteriormente del ángulo del protórax y ésta un poco adelantada en su extremidad; faja recta hasta la mi- tad del élitro, unida oblícuamente con el punto redondeado colocado abajo cerca de la sutura; á veces este punto está separado de la faja, otras tambien la faja se prolonga más abajo y oblícuamente; el márgen (es decir, el ribete externo del élitro) alcanza el vértice del ángulo apical externo, y una mancha redondeada se ve debajo: todas son amarillas. La puntuacion es bastante numerosa sin ser pro- funda. Sutura saliente, márgen ribeteado y verde, con unos puntos en serie más ó ménos distantes. Cuerpo en medio de un rojo violado, lados muy cubiertos de pelos, últimos anillos abdominales de color de rosa. Chevrolat piensa que esta Ci- cindela debe tener un olor análogo ¿la €. campestris de Europa, porque los in- dios la ponen en infusion en aguardiente con azúcar para obtener un licor de un sabor muy agradable. Se encontró en una isla del rio Santorio. 1] —e LA NATURALEZA 107 Cicindela Fera. (O Do AS (UN Long; 13 mil. Lat. 5% mil. Tiene los mismos dibujos que la albohirta de los Estados-Unidos. Mandíbulas muy largas, arqueadas y agudas, verdes en medio, negras en la extremidad y amarillas en los lados. La derecha armada adentro de dos dientes, la izquierda, de tres. Palpos amarillentos con los últimos artejos verdes. Labro saliente, redon- deado lateralmente, cortado en línea recta por delante, guarnecido en medio de un diente agudo, con numerosos puntos velludos. Epistomo apénas escotado, sepa- rado de la frente por un surco trasversal. Antenas negruzcas, los cinco primeros artejos verdes. Ojos salientes, blanquizcos, el ribete de las órbitas verde brillante. Cabeza finamente arrugada en su largo, angostada detrás de los ojos. Protórax rojizo más alargado que el de la aldohirta; los dos surcos trasversales distantes de los bordes, el anterior naciendo en el ángulo, sinuosos, despues unidos en án- gulo con la línea mediana, siendo hundidos y azulados. Los ángulos posteriores se encorvan sobre la depresion basal del élitro, lados cubiertos de algunos pelos blan- cos esparcidos, iguales en longitud y con el borde lateral un poco arqueado, visto por debajo. Escudete chico, triangular. Élitros gris submetálico, algo convexos, redondeados en la espalda y en la extremidad, atenuados más allá de la lúnula y ensanchándose hasta el vértice. Sutura elevada. La lúnula nace en el ángulo del protórax, se encorva por debajo y está más adelantada; la faja pues- ta más allá del medio se dirige perpendicularmente en forma de anzuelo; su vér- tice está cerca de la sutura, el márgen se interrumpe entre esta última y la man- cha apical; cuerpo por debajo verde metálico brillante, en medio; lados cubiertos de pelos blancos, apretados. Patas del mismo color, velludas, últimos anillos abdominales de un amarillo rojizo. Véanse las diferencias que siguen entre la albohirta de los Estados Unidos del Norte y esta especie. La primera tiene los élitros puntuados granulosamente; en la segunda al contrario, la puntuacion está poco señalada; la aldohirta tiene el labro redondeado, la fera lo tiene cortado en cuadro, tambien en la primera el protórax es ménos largo.—De Tulepeck. Nora.—Hemos representado en las láminas la €. albohirta para facilitar la inteligencia de la des- cripcion de Chevrolat. Esta figura está sacada de la «Agriculture of New-York,» por E. Emmons, t. V, Lám. 17, y dibujada por E. Emmons Ir. La NATURALEZA.—Tomo V.—15. 108 LA NATURALEZA Cicindela Curvata., Chev.1.c.E.2.n.231. long. 0,009.— lat. 0,0035. Palpos amarillos con el último artejo verde. Mandíbulas largas y arqueadas, amarillas, verdes desde la mitad hasta la extremidad. Labro amarillo, saliente, recto por delante y en los lados; provisto en los bordes de cuatro puntos en el centro y dos laterales. Ojos aplastados y salientes, oscuros, manchados de negro. Antenas tirando á moreno; los cuatro primeros artejos verde metálico. Epistomo un poco arqueado, la línea que lo separa de la frente, arqueada y poco marcada. Cabeza finamente arrugada, principalmente entre los ojos, ver- de metálico. Protórax convexo, cortado rectamente en las extremidades, base mucho más ancha, surco trasversal anterior en el borde, tranguliforme, trasver- salmente rugoso en medio; posterior recto y profundo en el márgen, siendo roji- zos exteriormente; línea longitudinal poco visible. Por debajo se ven muchos pelos blancos formando á manera de haz debajo de los ojos, á lo largo de la ca- beza; los lados laterales y una pequeña parte del borde anterior cubiertos de pe- los blancos, cortos y erizados. Escudeteen forma de triángulo redondeado, grande. Élitros verde-oscuro abatidos en los lados, poco convexos, ovales; ángulo externo cortado oblícuamente y redondeado en la sutura; márgen continuo bastante an- cho; lúnula humeral naciendo del ángulo del protórax, formando en su extremi- dad una faja un poco oblicua que no alcanza la sutura, y á veces forma un codo que le es paralelo. 2*, Colocada cerca del medio del élitro en forma de anzuelo perpendicular, su extremidad se encorva un poco cerca de la sutura; la lúnula apical forma una pequeña lengieta fuera del márgen. Un poco más abajo que la espalda se ve una depresion en la cual hay dos estrías de puntos en forma de óva- lo, tambien en cada élitro nótanse una línea de puntos distantes que acaba en el ángulo. Patas verdes, las cuatro anteriores más gruesas en su nacimiento, cu- biertas por debajo de pelos blancos muy tupidos; posteriores largas, ganchos del- gados, largos y divergentes. Lados del cuerpo cubiertos de pelos blancos que van hasta el nacimiento de las patas; en medio verde. El protórax es redondeado en el macho y cónico truncado en la hembra. Chevrolat no dice dónde se colectó esta Cicindela; pero como le fué mandada por Sallé y Vasselet, está casi seguro que provenia del Estado de Veracruz. LA NATURALEZA 109 Cicindela Chlorocephala. Chey:.1. e. E. 2..N. 32. long. 0,008.— lat. 0,003. ¿ Palpos amarillos erizados de pelos blancos con el último artejo verde. Mandi- bulas largas y arqueadas, amarillas, verdes en la extremidad. Labro blanco ama- rillento, saliente, ancho, sin dientes, con una pequeña espina negra en medio. Antenas verdes; muy velludas, quinto artejo rojizo en la base, espinoso; último de un negro empañado. Cabeza arrugada longitudinal y oblícuamente en los la- dos, verde, escavada por encima. Ojos comprimidos, muy hinchados, más apro- ximados por delante. Protórax corto, casi cuadrado, redondeado en el costado, aplastado, empero algo convexo en medio, truncado en las extremidades, con una pequeña depresion en la base y una línea longitudinal poco marcada, ver- de-oscuro, cubierto de pelos lacios en los lados. Escudete verde brillante, bas- tante ancho, agudo. Élitros gris-oscuro, apónas más anchos que el protórax, parelelos, un poco ensanchados hácia el ápice, redondeados oblícuamente en la extremidad, gris oscuro con el fondo metálico; su puntuacion bastante dis- tante y profunda; sutura con una espina muy pequeña; márgen interrumpi- do solamente abajo de la lúnula humeral, la cual es entera, sigue la base na- ciendo en el escudete y se encorva debajo de la misma longitud; el márgen se ensancha hácia su medio y presenta una faja trasversal que baja perpendicular- mente y se encorva en la extremidad cerca de la sutura. La lánula apical es bí- fida y se adelanta en el ángulo externo, estando casi despegada del márgen: todos estos dibujos son de un blanco puro. Cuerpo por debajo muy aplastado, verde brillante, con los lados cubiertos de pelos blancos y “apretados. Muslos anteriores gruesos en su base, posteriores muy alargados, verdes y velludos, piernas y tar- sos negros; estos últimos así como los ganchos muy largos. Es originaria de Ta- cotalpam. Cicindela decostigma. Chev. 1. c. E. 3. N.* 47. long, 0,011 — lat. 0.004 — 0,0045. Oscura; cabeza finamente arrugada. Mandiíbulas largas, negras en la extremi- dad, verdes en medio, amarillas al exterior de la base; dientes negros. Labro, trasverso, sinuoso por delante y arredondado; seis puntos profundos cerca del borde, velludos. Epistomo escotado un poco en ángulo por delante; separado de 10 LA NATURALEZA la frente por un surco trasversal. Antenas con los cuatro primeros artejos verde subido, los otros negruzcos. Ojos oscuros, ribete de las órbitas verde. Protórax más largo que ancho, paralelo; surco anterior naciendo en los ángulos y avanza- do angularmente; el posterior, bastante distante del borde; línea longitudinal más 6 ménos hundida. Escudete triangular, ancho en la base. Élitros largos un poco más de dos veces y medio que el protórax, pero más anchos, casi rectos lateral- mente, oblícuos en la extremidad partiendo del márgen, finamente dentados y agu- . dos en la sutura, acribillados de manchas en forma de lentejuelas porosas; cinco manchas amarillo-blanquizcas en cada élitro: 1%, fuera de la espalda, 2? y 3* aproximadas al márgen, igualmente distantes entresi; 32, colocada como en medio; 52, cerca del ángulo apical externo, y 4*, aproximada á la sutura; debe algunas veces juntarse con la 3* y formar así una lúnula. Sutura elevada arredondada, lisa y rojiza. Cuerpo por debajo azul violado en medio, lados rojos, cubiertos de pelos blancos, ano color de rosa. Patas verdes. Tarsos del macho en los tres pri- meros artejos dilatados, disminuyendo sucesivamente de longitud, el 3. la mitad del segundo, pelos plateados en el lado interno. ¿Minas de Zimapam? Cicindela rubriventris. Chev. 1. c. E. 5. N.* 401. SIN.—16 punctata? Klug. var? Jahrbúcher der insektenkunde, p. 32. 1834. long. 0,011. lat. 0,00%. De un azul subido negruzco, más claro en los lados. Cabeza azul muy brillan- te por delante, fuertemente arrugada encima de los ojos, convexa encima. La- bro amarillo de marfil, desigual y redondeado oblícuamente en los lados, y esco- tado en su parte anterior; seis pequeños puntos cerca del borde, con un pelo cada uno. Mandíbulas negro-brillante desde la extremidad hasta el último diente, an- chas, amarillas por fuera. Palpos rojizos (maxilares), labiales leonados, los últimos artejos de todos, verdes. Epistomo cimbrado en la cabeza, jiboso, separado de la frente por un surco trasversal. Antenas moreno-ceniciento; los cuatro primeros artejos, azul subido. Ojos oscuros, con un fuerte hinchamiento por debajo, arruga- do y verde claro. Protórax azul negruzco, cilíndrico, más largo que ancho, un poco ensanchado en los lados adentro de los dos surcos trasversales; el anterior de estos muy profundo, su parte exterior vista de lado, muy inclinada; nace en el ángulo externo y marcha angularmente hasta el medio; el posterior tambien distante del márgen, flexuoso, angular en el centro, profundo en los lados, línea longitudinal LA NATURALEZA ¡eel poco hundida, las tres de un bonito azul subido; algunos pelos blancos cerca de los bordes, quilla lateral, por debajo verde con una línea un poco impresionada en el márgen. Escudete, ancho, agudo abajo. Élitros tan anchos como la cabeza inclusive los ojos, casi rectos en los lados, redondeados algo oblícuamente en la extremidad del márgen; muy finamente dentados; extremidad de la sutura con una larga espina; puntuacion porosa, bordes de un azul subido; ocho manchas pe- queñas, amarillas, irregulares: 1*, en el ángulo humeral externo; 2?, abajo y adentro del quinto de la longitud del élitro; 32, un poco despues debajo de la hu- meral; 4%, aproximada á la sutura; 5*, mucho muy chica, cerca del márgen, y á los dos tercios; 6*, cerca de la sutura; 7*, en el ángulo apical externo, y 8*, en el ángulo sutural: estas dos últimas deben reunirse algunas veces para formar una lúnula. Patas y pecho con pelos blancos, rojo-cobrizo más oscuro en las prime- ras. Cabeza y protórax por debajo verde cambiante en azul. Abdómen todo rojo. Hembra..¿Minas de Zimapam? Cicindela Hydrophoba. Chev. 1. c. E. 6. N.* 125, long. 0,0105— lat. 0,005. 2 Cabeza finamente arrugada por arriba, de un rojo muy vivo mezclado de co- brizo, azul á lo largo de los ojos; dos manchas de este color en medio de la órbita. Labro amarillo, saliente, arredondado, desigual, sin dientes aparentes, seis pun- tos velludos; un poco angular en el lado, en la hembra es longitudinalmente ele- vado en medio. Mandíbulas amarillas en la base, último diente y extremidad ne- gras, el resto verde. Palpos maxilares verdes, los labiales en el macho amarillos con el último artejo verde, todos de este último color en la hembra. Epistemo angularmente escotado, separado de la cabeza por una línea trasversal. Antenas morenas; los cuatro primeros artejos lisos, negros, con brillantes reflejos metálicos. Ojos hinchados, lividos. Protórax una vez y media tan largo como ancho, recto en los cuatro bordes, de un bonito rojo vivo, mezclado de cobrizo dorado; surco anterior trasversal, anguloso en medio, posterior bastante aproximado á la base, recto, los dos profundos de un azul subido en el macho, verdes en la hembra; sur- co longitudinal poco hundido, arrugado trasversalmente, y en los lados con unos cuantos pelos cortos y blancos. Escudete triangular un poco ensanchado ántes de la extremidad, de un rojo vivo con un cerco azulado. Élitros negro moreno, rec- tos adelante de la espalda, paralelos, un poco más anchos hácia arriba, redondea- dos y finamente dentados en la extremidad, angulosos en el ápice de la sutura 112 LA NATURALEZA que es apénas espinosa; manchas amarillas: 1*, fuera de la espalda; 2?, abajo un poco cuadrada; 3*, faja en medio, trasversal, flexuosa, no tocando ni el márgen ni la sutura, más distante de esta última; 4”, abajo, punto marginal muy chico; 52, lúnula apical entera, subiendo en medio de cada élitro en el que forma un punto ensanchado. Patas largas con algunos pelos blancos, muslos rojo-cobrizo; piernas verdes con dos espinas terminales; los tres artejos de los tarsos anteriores del macho, largos, velludos de un lado, poco ensanchados. El protórax por deba- jo rojo-purpúreo, base azul, pecho rojo, verde y dorado; cobrizo-dorado en la hem- bra. Abdómen color de rosa amarillento.—Se encontró cerca de Veracruz, léjos del agua, sobre la arena y las hojas. Cicindela incerta. Chevy. lc: E 6 N:9 497: long. 0,0105. lat. 0,0045. Gris moreno, con el fondo rojizo, mezclado de verde y azul. Cabeza apénas arrugada, por encima roja, verde y azul; estos colores son más vivos en su par- te anterior; ribete de las órbitas aplastado, verde metálico. Mandíbulas muy lar- gas, arqueadas, agudas, amarillas, extremidad y dientes negros con algo de verde en la base. Labro amarillo oscuro, saliente, un poco desigual por delante, sin dientes distintos, recto en el lado; seis puntos velludos. Palpos maxilares verdes, labiales amarillo claro, erizados de pelos blancos; último artejo verde brillante. Epistomo escotado en ángulo obtuso, separado de la frente por un surco profundo y azul. Antenas moreno-apagado, los cuatro primeros artejos de un verde subido brillante. Ojos amarillos oscuros, finamente reticulados, cabeza verde por deba- jo con arrugas delgadas, apretadas y longitudinales. Protórax casi tan ancho como largo, borde anterior recto, posterior un poco cimbrado en el escudete, encorva- do en cada extremidad; sus bordes rojos purpúreos; lados con pelos blancos cortos, verdes, con la quilla arqueada por arriba, y en este punto de un violado muy )ri- lante. Los dos surcos trasversales bastante profundos, distantes del borde ante- rior y del posterior; el anterior dirigido angularmente hácia el centro, unido á la línea longitudinal, la cual es poco marcada. Escudete trianguliforme, agudo, azul en la base, verde en la extremidad. Élitros del ancho de la cabeza, inclusos los ojos, tres veces tan largos como el protórax, redondeados en la espalda, un poco más estrechos en la extremidad, cortados oblícuamente; sutura algo realza- da con una pequeña espina; depresion encima de la espalda, un poco adentro, con dos séries de puntos azulados, otra línea debajo, más próxima á la sutura que del márgen; el fondo de los élitros color de moho, con puntos rodeados de verde en LA NATURALEZA 113 forma de lentejuelas. Epipleuras lisas, verdes, estrechas, sinuosas y salientes en la extremidad del pecho. El cuerpo por debajo cubierto de pelos blancos; lados del pecho cobrizos y rojos; ano amarillo rosado. Patas erizadas de pelos blancos; muslos verde-cobrizo con una serie de puntos en su longitud; piernas verdes, an- teriores violadas; tarsos largos, estrechos, apénas dilatados en el macho; el tercero mitad ménos largo que el primero; segundo y tercero velludos interiormente.— De Tutepec. Cicíndela Hemichrysea, . Chev. 1. c. E. 6. N.* 129, long. 0,008— lat. 0,0025. Cabeza color de bronce, dorada, finamente estriada, desigual por encima; ri- bete de las órbitas brillante con un punto hundido, Mandíbulas largas, arquea- das, amarillas, extremidad y dientes negros. Palpos leonados, el último artejo verde-oscuro. Labro amarillo subido, estrecho, recto en los lados y por delante, elevado en medio. Seis puntos velludos, los cuatro del centro más aproximados. Epistomo escotado angularmente por delante, separado de la frente por una línea recta, poco marcada. Antenas morenas, los cinco primeros artejos de un verde metálico; el tercero guarnecido en la extremidad de un pelo interno, cuarto, de un pelo externo. Ojos hinchados, redondeados, lívidos en los bordes y atrás. Protó- rax cilíndrico, más largo que ancho, del color de la cabeza, muy finamente arru- gado trasversalmente, línea longitudinal verde no entera; recto en la base y la extremidad anterior, las cuales tienen cada una una línea profunda. Escudete do- rado triangular. Élitros tan anchos como la cabeza, inclusos los ojos, redondea- dos oblícuamente en la extremidad, casi angulares en la sutura, de un moreno negruzco, fuliginosos en la extremidad, cubiertos de lentejuelas verdes y azules, las verdes más numerosas; punto ó mancha redondeada, amarilla más allá del medio, cerca de la sutura. Fl cuerpo por debajo verde-azulado, cubierto de pe- los blancos, abdómen de un bonito color azul. Muslos verde-cobrizo, anteriores gruesos, erizados de pelos; piernas verde oscuro; tarsos del mismo color; los tres primeros artejos del macho, ensanchados, muy largos, disminuyendo sucesiva- mente de longitud, velludos y con cejas en el lado, ganchos alargados. De las cercanías de México. Mes de Agosto. 1 LA NATURALEZA Cicindela inspersa. Chev. 1. c. E. 6. N.* 430. long. 0,008 —lat, 0,0033. Del tamaño de la €. hemichrysea con la cual tiene muchas relaciones. Ca- beza dorada, finamente arrugada, elevada trasversalmente entre los ojos, ribete de la órbita verde con dos puntos. Mandíbulas amarillo-subido, muy agudas, ex- tremidad y dientes verdes. Palpos largos, amarillo subido, con el último artejo verde. Labro amarillento, espeso, abatido en los lados, recto, sin dientes, eleva- do en medio, con algunos pelos (los puntos están aquí apénas visibles). Episto- mo escotado angularmente; un surco poco marcado lo separa de la frente. An- tenas con una depresion en la base, llegando hasta la mitad de los élitros, more- nas; primer artejo hinchado, cobrizo, un punto en su extremidad; segundo, tercero, cuarto y quinto verdes; segundo corto; el tercero es el más largo de todos y tiene una vez y media la longitud del cuarto. Ojos amarillo-pálido, muy hin- . chados, finamente reticulados. Protórax del color de la cabeza, cilindroide, un poco más grueso en medio, más largo que ancho, ribeteado y recto en la base como en el borde anterior, granulado, con delicadas arrugas trasversales; línea longitudinal poco marcada; es verde por debajo con la base y el ápice estrechos, algunas arrugas á lo largo de los bordes. Escudete, triangular, dorado, verde por encima y en los lados. Élitros del tamaño de la cabeza, inclusos los ojos, redon- deados en la espalda, oblícuos en la extremidad apical y angulares en la sutural, oscuros, con manchitas verdes; faja trasversal amarilla, encorvada, abatida cer- ca de la sutura, colocada más allá del medio, un pequeño punto redondeado abajo del mismo color, en el centro de cada élitro enfrente del ángulo marginal. Con un fuerte lente se ve arriba, á distancia igual de la faja, un punto amarillento. Cuerpo azul por debajo, lados del pecho verdes, velludos. Patas con pelos cortos, blancos, los cuatro muslos anteriores gruesos, con mezcla de colores metálicos co- brizos, verdes y azules. Piernas y apéndices leonado tirando á color de pez, la extremidad de los muslos posteriores con un anillo del mismo color, verde pálido en su extremidad, la cual está guarnecida de dos espinas rígidas. Los dos primeros artejos de los tarsos anteriores en el macho, largos, estrechos, con cejas en un lado, tercero, mitad ménos largos que los otros dos. Chevrolat no indica su mo- rada, pero es muy probable que sea el Estado de Veracruz. LA NATURALEZA 115 Cicindela Catharinz. Chey. 1. c. E. 8. n.*178. long. 0,0095 — lat. 0,0047. Verde tierno. Cabeza aplastada, bastante ancha, poco arrugada por encima, azulada por delante. Palpos maxilares con los dos últimos artejos verdes, el úl- timo de los labiales del mismo color, los otros amarillo claro. Mandíbulas amari- llas con la extremidad verde negruzco. Labro levantado en su longitud, recto en los lados, angular por delante, ménos en la hembra que lo tiene desigual; borde negruzco, seis puntos velludos. Epistomo de forma un poco cimbrada, surco su- perior poco marcado. Antenas morenas; los cuatro primeros artejos, cobrizo más ó ménos oscuro, el tercero es el más largo y apénas más que el quinto; tienen la mi- tad de la longitud del cuerpo. Ojos moreno-lívido. Protórax plano, un poco más alto que ancho, recto en la base, con las extremidades algo encorvadas, recto por delante, lados (probablemente ángulos?) anteriores redondeados, finamente granu- loso, poco elevado entre la línea dorsal y los surcos; de estos, el anterior nace en los ángulos; es angular en su punto de union con la línea longitudinal, la cual es estrecha y profunda; el posterior aproximado al borde, ménos recto en la hembra que en el macho. Escudete triangular, un poco redondeado en la hembra, de un color verde más claro que el de los élitros. Élitros apénas más anchos que la ca- heza, inclusive los ojos, dos veces y media tan largos como el protórax, en óvalo alargado, paralelos, redondeados en la extremidad del márgen; una espina corta, aguda en la sutura; márgen amarillo, interrumpido arriba de la lúnula apical; en medio se ve un principio de faja que se encorva luego en anzuelo, pero las más veces solo existe el rudimento de una faja unida al márgen con un punto oscuro debajo; otras, pero raras veces, la lúnula humeral está separada del márgen, y su extremidad no está adelantada, el ribete exterior es delgado y verde; tienen una puntuacion poco profunda, bastante esparcida y como granulosa. Cuerpo, por de- bajo, de un verde metálico, cubierto de pelos blancos, cortos y apretados. Patas cobrizo-dorado; rodillas (extremidad de los muslos) á veces rojo-brillante; los tres primeros artejos de los tarsos anteriores bastante largos. Algunas hembras tienen el pecho rojo. Chevrolatdedicó esta Cicindela á la Sra. Catherine Caillard, viuda de Sallé, que la descubrió cuando acompañó á. su hijo, el sabio entomologista, Auguste Sallé en su primer viaje á esta República. Fué colectada en el camino de Veracruz á México. La NATURALEZA, —Tomo V.—16, 116 LA NATURALEZA Cicindela Smaragdina. Chev. 1. c. E. 8. n.* 179. long. 0,009— 0,010 — Jal. 0,0035 — 0,0045. Verde esmeralda mate, muy brillante en los lados. Cabeza ancha, deprimida por arriba, apénas arrugada, azul por delante, base de las antenas verde claro brillante. Palpos verde-metálico. Labro amarillo, elevado en medio, recto late- . Talmente, redondeado y desigual por delante; seis puntos velludos, de los cuales cuatro están en el centro. Antenas moreno-negruzco, los cuatro primeros arte- jos verde y rojo-cobrizo. Ojos moreno lívido. Protórax corto, redondeado en los lados que son velludos; recto en las extremidades y un poco saliente en medio hácia la cabeza, los dos surcos trasversales aproximados de los bordes, línea lon- gitudinal poco distinta, finamente escabrosa. Escudete ancho, triangular. Llitros del ancho de la cabeza, inclusive los ojos, paralelos, un poco ensanchados en la extremidad, algo convexos; espina aguda en la sutura, con unos puntos dis- tantes, de forma porosa y de un verde mate aterciopelado; el márgen es muy bri- llante; en medio de cada élitro se ve una línea longitudinal, irregular, corta y ne- gra. El cuerpo por debajo es de un azul agradable. Epipleuras y patas, verde brillante. Camino de Veracruz á México en el mes de Junio. Cicindela Viatica. Chev. 1. c. E. 8. n.* 180. long. 0,011.—lat. 0,0045. ¿ De un verde agradable, igual y subido. Cabeza deprimida, arrugada regu- larmente por encima en su longitud. Palpos verde-oscuro. Mandíbulas amarillen- tas, negras en la extremidad. Labro amarillo de marfil, redondeado y desigual en los bordes, un diente muy pequeño por delante; seis puntos, cuatro en el cen- tro y uno en cada lado, con un pelo en cada uno. Epistomo casi recte. Ojos lívi- dos. Antenas negruzcas; los cuatro primeros artejos de un verde metálico. Pro- tórax tan ancho como largo, recto en las extremidades, aplastado, ensanchado y redondeado en el medio lateral; dos débiles surcos trasversales distantes de los bordes, principalmente el anterior; angulares en su punto de union con la línea longitudinal; ésta se detiene en un punto colocado en el surco posterior. Escude- te triangular. Élitros ovalares, convexos, con una pequeña espina en la extremi- dad de la sutura; son de un color verde, á veces azulado en el márgen, más ó ménos puntuados y con una série de puntos cerca de la sutura; depresion hasal LA NATURALEZA 117 adentro de la espalda. Cuerpo por debajo azul-violado. Patas erizadas de pelos cortos; rodillas cobrizas, piernas de un verde metálico. Tarsos negruzcos. Camino de Veracruz á México; mes de Junio. GEN. Odontocheila. Castelnau. Rev. ent. d. Silbermann T. 2. p. 34.—Th. Lac. G. d. C. t. 4. p. 22. Sin. Therates, Fischer de Waldh. Ent. d. C. Russie, gen. 1. p. 10.—Plochiocera, Hope the Col. Man. 2, p. 18. Cicindela Chevrolat. l. c. E. 8. n.* 176. Este género difiere del Cicindela solo por las particularidades siguientes: labro oval en bóveda, ocultando una gran parte de las mandíbulas, en general guarnecido de sicte dientes por delante; tercer artejo de los palpos labiales algo hinchado en la mayor parte.—Tarsos surcados por arriba; los tres primeros ar- tejos de los anteriores ménos dilatados y más largos, con cejas de los dos lados. Odontocheíla Mexicana. Castelnau. El. ent. long. 0,007. —lat. 0,0025. Metálica, roja, azul, amarilla, violada por arriba, azul por debajo. Mandíbu- las largas, amarillo-rojizo más oscuro en la extremidad. Palpos maxilares y la- biales blanquizcos con el último artejo verde, y el cual no está más hinchado en los lahialesque enlos maxilares. Labro largo, sub-angular, muy elevado en bóve- da en medio y á lo largo; siete dientecitos: uno en medio bastante saliente, dos más chicos de cada lado de éste; despues, el borde se dirige muy oblícuamente hácia atrás y un poco ántes de la base se ve un dientecito y cuatro puntos, dos de cada lado, uno cerca de la base del segundo diente y el otro en la base del diente inferior. El extremo del borde, negro, despues una faja amarilla y el resto negro. Epistomo anchamente escotado por delante, un poco cimbrado trasversalmente, separado por un surco, de la frente; azul vivo con una mancha violada cerca del ángulo externo. Cabeza muy deprimida entre los ojos, arrugada longitudinalmen- te. En la frente una mancha rojiza, rodeada de amarillo, verde y azul, el resto cobrizo mezclado de violado: ribete de la órbita nulo. Ojos lívidos; antenas con los cuatro primeros artejos violados, los otros negruzcos. Protórax mucho más largo que ancho, surcos trasversales bastante distantes de los bordes, angulares en su punto de union con la línea mediana; bordes laterales sin quilla; color azul muy vivo con reflejos rojos, dominando este último en los surcos y en los lados. Es- 118 LA NATURALEZA , cudete agudo, un poco deprimido en medio, verde. Élitros más anchos que el protórax, casi rectos en la espalda, paralelos, cortados oblícuamente en la extre- midad y truncados en el ángulo sutural, el cual tiene una espinita; superficie fuer- temente puntuada; en el ángulo sutural son muy deprimidos y tambien en la es- palda. La sutura es verde, despues se ve unaancha faja amarilla que nace en la de- presion humeral, se dirige oblícuamente hácia la sutura y termina como á los tres cuartos; á continuacion sigue algo de verde y azul con reflejos violados, el cual ocupa todo el resto del élitro: el violado domina en los bordes. Tres manchas blanco-puro; 12, en el ángulo humeral externo; 2%, cerca del márgen un poco más allá del medio; 3*, en el ángulo apical externo. Muslos violados; sus extre- midades, las piernas y tarsos, moreno-claro. Trocánteres de este mismo color. El cuerpo, por debajo, azul verdoso; el azul domina en el abdómen, el verde en las otras partes. Este honito insecto es originario del Estado de Veracruz y me ha sido remitido por el Sr. A. Sallé. Odontocheila Quadrina. Chev. 1. c. E. 8. N.> 176. long. 0,010— lat. 0,0035. Visto á media luz parece enteramente azul; empero tiene por arriba varios co- lores metálicos brillantes, entre los cuales dominan el rojo-cobrizo y el verde. Ca- beza gruesa muy deprimida y arrugada por encima, roja y verde metálicos, muy vivos. Palpos leonados, oscuros en la extremidad. Mandíbulas color de pez. La- bro del mismo color, saliente y acabando en punta aguda, guarnecida de siete dien= tes. Epistomo angular, separado de la frente por unsurco profundo; antenas delga= das, tan largas como la mitad del cuerpo, de color de pez oscuro; el tercer artejo muy largo, arqueado; su extremidad y la del cuarto, con la base del segundo, ama- rillentos. Ojos pálidos, muy grandes. Protórax más largo que ancho, cilíndrico, recto y muy estrecho en las extremidades; línea dorsal poco profunda; su color es muy brillante y liso, azul ultramarimo en los lados, con la parte superior cobrizo- dorado: algunas veces tiene arrugas trasversales. Escudete azul, grande, triangu= lar, arrugado trasversalmente. Élitros dos veces más largos que el protórax, tan anchos como la cabeza, inclusive los ojos, paralelos, cortados oblícuamente en la extremidad, un poco redondeados ántes de llegar á la sutura, espina muy peque- ña en la terminacion de esta última, están cubiertos de gruesos puntos escabrosos, contiguos, y con dos manchas marginales blancas: 1%, más allá del medio, 2%, api- cal. Cuerpo por debajo y labro muy liso, de un agradable color azul. Patas, tro- LA NATURALEZA 119 cánteres y apéndices color de pez; muslos cubiertos de pelos y en su base más pálidos; trocánteres anteriores, verdes; tarsos negruzcos. Tutepec, mes de Junio. No he visto este insecto. FAM, Curculionidos. Th. Lac. G. d: C. t. VI p. 1. Cabeza prolongada por un rostro, llevando en su extremidad los órganos buca- les: todos estos existen, salvo el labro que falta: barba colocada en una escotadu- ra de la sub-barba ó llevada por un pedúnculo que sale del fondo de esta última. —Lengieta ocultada por la barba ó descubierta.—Maxilas generalmente con un solo lóbulo.—Palpos muy cortos, cónicos ó subcilíndricos; los labiales de tres, los maxilares de cuatro artejos.—Mandiíbulas cortas, de forma variable.—Antenas insertadas en el rostro, de ocho hasta doce artejos, encorvadas desde el 2.” en la mayoría de los casos y acabando casi siempre en maza. Ojos muy variables.— Pronoto confundido con los lados del protórax.—AÁncas anteriores, contiguas ó no, con sus cavidades cotiloides cerradas por atrás, las otras distantes; tarsos ge- neralmente espongiosos por debajo, sub-pentámeros (salvo el género Dryophtobus); su tercer artejo las más veces bilobulado.—Abdómen compuesto de cinco, raras veces de seis segmentos; el 3." y el 4. generalmente más cortos que los otros. LecroN 2.*—Curculionidos Fanerognalos. Th. Lac. 1. c. t. VI p. 286. Barba, dejando las maxilas enteramente á descubierto.—Sub-barba las más ve- ces guarnecida de un pedúnculo más ó ménos saliente.—KRostro de forma muy variable, lo mismo que sus escrobos. ComortE 2.*—Curculionidos Fanerognalos apostasimeridos. Th. Lac: 1. e: VIL.-p: 1. Ancas anteriores más ó ménos distantes, raras veces contiguas; el prosternon muchas veces surcado entre ellas. FALANGE 2.* Cuadro bucal variable, las más veces anormal. —Funículo de las antenas desde cuatro hasta siete artejos; su maza, compacta, muy raras veces sub-articulada, en general córnea en su base y espongiosa por delante, á veces enteramente espon- giosa.—Tarsos, incompletamente, ó no espongiosos por debajo; su tercer artejo 120 LA NATURALEZA entero, y recibiendo el cuarto en una cavidad de su cara superior ó de su extremi- dad anterior, raras veces hilobulado. TRIBU 68.—CALANDRIDOS. Ud ¡ao lo Crtio YALE De 107, Cuadro bucal profundamente escotado, pedúnculo de la sub-harba alcanzando el borde anterior de la escotadura, dejando las maxilas enteramente á descubier- to.—Mandíbulas variables. —Antenas insertadas al maaimum en el primer ter- cio del rostro, en general mucho más cerca de su hase; funiculo de seis artejos; maza córnea en su base, espongiosa por delante, las más veces securiforme.— Ojos finamente granulados, muy grandes, deprimidos, trasversales, casi siempre subcontínuos por debajo. Élitros dejando el pigidio á descubierto.—Piernas un- guiculadas ó mucronadas en la extremidad, tercer artejo de los tarsos mucho más ancho que el segundo en el mayor número, jamás bilobulado.—Episternon y epí- meros del mesotórax, de forma muy variable. —Epímeros mesotorácicos, las más veces ascendentes. —Cuerpo variable, raras veces escamoso. Gnuro 1V.—Esfenoforidos. Mandíbulas en forma de tenazas, sin lóbulo. Cabeza redondeada.—Antenas medianas ó cortas, su maza securiforme en general. —Escudete, cuando más me- diano, de forma variable. Episternon del metatórax más ó ménos ancho; sus epí- meros medianos ó chicos. —Epímeros mesotorácicos truncados ú obtusamente re- dondeados en su extremidad superior, no ascendentes. Prosternon muy raras veces armado de un reborde post-coxal. GEN. Sphenophorus. Sehcenh. Cucurl. Disp. meth. p. 32. Th Lac: lc EVO 299: Como darémos en seguida la caracteristica del género Scyphophorus, vamos á copiar á Lacordaire en su comparacion del género Sphenophorus con aquel; dice así: «Antenas ménos robustas y relativamente más largas; su funículo no aumen- tando, ó muy poco por delante; sus artejos jamás excesivamente trasversales; ma- za más estrecha, de forma variable; su parte espongiosa más ó ménos grande y filosa. Piernas con su ángulo terminal externo, oblícuamente redondeado, muy raras veces truncadas en su extremidad; ésta nunca bi-espinosa. » LA NATURALEZA 121 Sphenophorus Spinole, Schcenherr. long. 0,023 — 0,017. lat. 0.008— 0,006. Este insecto es enteramente negro con unas manchas rojas más ó ménos ama- rillentas. Rostro largo puntuado con un surco longitudinal, empezando como á la mitad y acabando al nivel de los ojos por un hoyuelo alargado. Protórax tan ancho como la cabeza, formando en su parte anterior una espe- cie de cuello, pero que se ensancha muy pronto; finamente puntuado, salvo en la parte estrechada que tiene unos puntos bastante gruesos; negro con dos manchas rojas, triangulares, dirigidas de adentro hácia afuera y colocadas una de cada la- do de su parte anterior, en el punto donde empieza á ensancharse. Escudetenegro, entriángulo alargado, liso, perosub-surcado longitudinalmente. Élitros con diez estrías de puntos alargados y profundos; négro con dos fajas de un rojo amarillento ó anaranjado claro: la primera colocada como al sexto anterior, y la segunda como al tercio posterior, no tocando ni la sutura ni el márgen; un poco oblícuas por abajo y por afuera, y al parecer formadas de puntos cuadrados, más ó ménos largos, lo que proviene de las estrías que las dividen. Cuerpo por debajo negro, salvo dos manchas rojas rectangulares colocadas cada una sobre las parapleuras (episternones) metatorácicas, arriba de las ancas pos- teriores. ] | Pigidio excesivamente puntuado, como tambien el último anillo abdominal; todo el resto del cuerpo y de los miembros ofrece una puntuacion fina. He encon- trado la larva de este Coleóptero en los tallos podridos de los nopales, Opuntia pseudo-tuna, Oliva; tiene generalmente como 0,25 centímetros de largo, y es de un color hlanquizco que se oscurece al momento del paso al estado de ninfa. Su cabeza es grande, córnea, morena, redondeada atrás y aplastada. Labro ligeramente redondeado por delante con su borde libre guarnecido de muchas es- pinas; epistomo cuadrado, más ancho que largo, separado de la frente por una sutura que va de la base de una mandibula á la otra, y de un color más claro que las otras partes; frente grande negruzca, separada del vértice por una sutura triangular con el ángulo dirigido hácia atrás é inclinada en sus extremidades an- teriores sobre los lados de la cabeza, fina y longitudinalmente surcada: arriba de la base de las mandíbulas se ve una depresion irregular, profunda, guarnecida de un pelo grueso. De cada lado del surco mediano, hay una depresion profunda, dirigida de adelante atrás y con un pelo grueso en su parte anterior. El vértice es de color más claro que la frente, teniendo en su parte mediana un surco que continúa el frontal, y tres puntos, dos al lado de la línea oblicua y uno cerca del surco longitudinal. En los lados y arriba de la base de las mandíbulas, se ven dos tuberculitos, de 122 LA NATURALEZA los cuales, el más interno, presenta en la extremidad un surco circular, del centro del cual sale un tuberculito más chico. (¿Antenas?) Imposible me ha sido encontrar ojos ú ocelos, lo que no es de admirar, pues se sabe que estos órganos faltan con frecuencia en las larvas de los Curculionidos. Las mandíbulas son grandes, fuertes, bastante agudas, piramidales y con la ex- tremidad algo encorvada. Las maxilas de forma triangular, ofrecen un tubérculo grueso como pegado á la parte principal; despues otro libre, encimado de una puntita ovalar (palpos maxilares de tres artejos?); al lado interno se ve una espe- cie de lámina chica, ligeramente redondeada y espinosa. (¿Lóbulo?) La barba es triangular, carnosa, teniendo dos tubérculos cónicos y chicos en la parte ligular (lengúeta?), y en sus extremidades externas un grueso tubérculo encimado de un pequeño tuberculito cónico (palpos labiales de dos artejos?); por ésto se ve que la lengúeta está formada verdaderamente por los dos tubérculos medianos, pero está completamente confundida con la barba, no pudiendo separar estas dos piezas sin romper el tejido. El cuerpo se ensancha poco á poco hasta el tercio posterior, y de este punto se estrecha hasta la extremidad. ¡Se compone de doce anillos, sin contar la cabeza que ya hemos descrito. Los anillos torácicos no presentan vestigio alguno de apéndices locomotores; la larva anda por un especie de movimiento de reptacion; el primero es liso en su parte ó mitad superior, en los lados tiene un tubérculo triangular llevando un estigma; en seguida dos tubérculos, y en la mitad inferior se ve uno ancho, dividido por un surquito longitudinal y detrás una grande de- presion; los anillos segundo y tercero carecen de estigmas; su mitad inferior es lisa, pero la superior tiene dos repliegues guarnecidos de espinitas y de algunos pelos gruesos presentando en los lados cuatro tubérculos. Los 4.9, 5.2 y 6.2 (1.9, 2. y 3.” abdominales) tienen tres repliegues espinosos en su parte superior; en los lados un estigma colocado sobre un tubérculo trian- gular, y cuatro más con una elevacion central y un punto en medio; la parte in- ferior presenta un ancho tubérculo notablemente surcado á través. Kl7.* difiere de los precedentes por tener un tubérculo lateral más; 6 más bien, por sus lados como arrugados. Los 8.” y 9." son semejantes al 7.*, salvo que los tubérculos laterales son más estrechos, más espinosos, y que el surco de la parte ventral es= tá más profundo y guarnecido todo el rededor de finas espinas. El 10." se pare= ce por la forma al 3.?, pero los repliegues dorsales son lisos, sin espinas. El 11." se dirige un poco hácia abajo; su parte superior está formada por una especie de placa semi-córnea y arqueada; en medio se ve un espacio bastante grande, cua= drado; despues un surco longitudinal y una elevacion sobre la cual hay un estig- ma, otro surco y un espacio de ribete; en los lados una superficie cuadrangular, seguido de dos tubérculos: la parte ventral está surcada trasversalmente. El 12.0 está completamente dirigido hácia abajo; la parte superior en óvalo trasversal, con tres surcos longitudinales; el borde posterior tiene cuatro pelos rígidos de cada LA NATURALEZA 123 lado; en fin, la parte inferior lleva el ano formado adelante por un grueso ribete trasversal, atrás por un tubérculo triangular con el ángulo anterior libre, y de cada lado un tuberculito de la misma forma que este último, cuyo ángulo pene- tra entre aquellos dos. Pienso que los surcos ventrales, más 6 ménos espinosos de que he hablado, deben servir á la locomocion. Las larvas del Sphenophorus Spinole viven en el interior de los tallos de los nopales, y al momento de trasformarse en ninfas, se forman con los haces fibro- sos de este vegetal una especie de capullo. Esta ninfa no presenta de notable más que el último anillo abdominal que está bifurcado trasversalmente, y que visto por el lado abdominal, es el más grande de todos, terminando por una especie de tubérculo.—Creo que los dibujos que doy darán una idea más clara de su con- formacion que cualquiera descripcion que se haga. Se puede decir que es el insec- to perfecto envuelto en una membrana delgada y trasparente. GEN. Sceyphophorus. Schonh. Curcul. IV. p. 855.—Th. Lac. 1. c. VIL p. 295. Rostro bastante largo, medianamente arqueado, en un poco más de su tercio basilar engrosado, bastante robusto y cilíndrico por delante, sus escrobas inferio- res, profundas y rectas.—Antenas cortas, robustas; escapo sobrepasando mucho el borde anterior del protórax; funículo con el 1.* artejo un poco más largo que los otros; 2 y 6 trasversales, ensanchados poco á poco y fuertemente; maza mediana, trapeciforme; su parteespongiosa nada saliente, sub-cóncava.—Protórax más largo que ancho, poco convexo, sub-paralelo en loslados, brusca y demasiadamente tubu- loso por delante, con un surco trasversal poco marcado, oblícuamente truncado de cada lado en su base, consu partemediana redondeada.—+Escudete bastante grande, en triángulo alargado.—Élitros bastante convexos, 'oblongo-ovales, junta y débil- mente escotados atrás, fuertemente escotados en arco en su base, con los hombros un poco callosos; sus epipleuras apénas ensanchadas en su mitad basilar.—Patas cortas muy robustas, las anteriores algo separadas, muslos y piernas comprimi- das, veliudas interiormente, las primeras fuertemente en maza; las segundas de- rechas, truncadas en la extremidad, con su ángulo externo bi-espinoso y el inter- no mucronado; tarsos medianos, vellosos por debajo, con los artejos, 1 un poco mayor que 2, 3 medianamente ancho, cordiforme, 4 grande, así como sus ganchos. Pigidio declive, subtrasversal, en triángulo curvilíneo; el intervalo intercoxal ancho, un poco redondeado por delante.—Metasternon plano, ancho y truncado entre las ancas intermedias; sus episternones bastante anchos, sus epímeros me- dianos.—Realce mesosternal ancho, paralelo, truncado atrás. Prosternon sin realce post-coxal. Cuerpo oblongo, glabro. La NATURALEZA.—Tomo V.—17. 124 LA NATURALEZA Este género pertenece á las mismas divisiones que el género Sphenophorus, y por tal motivo he dado sus descripciones. Seyphophorus acupunctatus. Schcenh. loc. cit. p. 8S56.—Long. 0,614. —lat. 0,006. Este insecto tiene todos los caractéres del género, su color es de un negro in- tenso. Rostro liso en la extremidad, presentando más arriba unos puntitos que van engrosando poco á poco hasta encima de la cabeza; en su base, entre los ojos, se ve una depresion bastante fuerte. Protórax apénas puntuado sobre su parte estrecha, pero excesivamente en to- do el resto de su superficie. Escudete liso, pero demasiado surcado longitudinalmente. Élitros con 9 estrías de puntos bastante gruesos, no contando la marginal. De estas estrías las 2 primeras están libres en su extremidad; la 3? y la 8* se unen ántes de llegar 4 ella; lo mismo sucede con las 4% y 7? y tambien con las 52 y 6? Los intervalos de las estrías son bastante puntuados. Pigidio y todo el cuerpo por debajo, inclusive los muslos, demasiadamente pun- tuados. En las piernas la puntuacion es lineal y los intervalos forman como unas quillas delgadas. La descripcion detallada de la larva del Sphenophorus Spinole que he dado ya, me va á permitir describir la del Seyphophorus acupunctus en pocas pala- bras. Kn efecto, estas dos larvas presentan mucha semejanza, lo que era de supo- nerse por los puntos de contacto tan íntimos que tienen los dos insectos perfectos. Hé aquí sus diferencias: en las partes bucales no hay nada de notable y los di= bujos las presentan con bastante claridad á mi entender; en el vértice de la cabeza existen tres surcos longitudinales en lugar de uno solo, y cerca de la base del tubérculo antenífero un pezoncito que quizás es un ocelo. El cuerpo todo es glabro, es decir, sin presentar espinas como en la larva del Sphenophorus Spinolce, y en general ofrece las mismas disposiciones de replie- gues; pero lo que separa bastante estas dos larvas es la forma del último anillo abdominal. Éste, en la primera, como se ha visto, acaba por un ribete recto y liso; aquí se ve salir de cada ángulo posterior como un cuerno carnoso, elevado hácia arriba, ligeramente redondeado en la punta y fuertemente velludo. Jl ano ofrece la misma disposicion, pero los tubérculos son más gruesos. La ninfa no difiere sino por el forro de las antenas que es como estrechado en medio é indica mejor así la division en escapo y funículo. El último anillo abdo- minal es sencillo, redondeado y muestra las cuatro divisiones anales. He encon- trado la larva y la ninfa en compañía del insecto perfecto en un maguey, Ayave Cubensis. LA NATURALEZA 125 Me pareció útil dar la descripcion de estas larvas, por la tendencia que tienen hoy los entomologista de clasificar losinsectos, estribándosesobre los caractéres que presentan en sus primeros estados. Aquí se ve, por la diferencia que se nota entre ellas, que la separacion de los géneros Sphenophorus y Seyphophorus está bien fundada. EXPLICACION DE LA LÁMINA. Ficura 1..—Cicindela Vasseleti; a 1, labro.—Flt6. 2.* €. Salle; a 2, labro.—Ftc. 3.* €. albohirta, de los E. U. (como punto de comparacion).—Fia. 4.* Odontocheila mexicana; a 4, labro.—Fis. 5.* Sphenophorus Spinolee; a 5, rostro visto por debajo; b 5, larva vista por encima; e 5, id., de lado; d 5, id., por debajo; e 5, pierna; f 5, cabeza de la larva con el labro y las mandíbulas; y 5, sus maxilas, lengieta, barba y palpos; h 5, maxila; ¿ 5, capullo; j 5, ninfa vista del lado abdominal; k 5, id., de lado; 1 5, antena en su estuche; m5, tarso en su estuche.—Frc.'6.* Seyphophorus acupune- tatus; a 6, antena; b 6, pierna; e 6, larva; d 6, suúltimo anillo abdominal visto por encima; e 6, id., visto por debajo; f 6, cabeza; y 6, maxila; h 6, lensúeta; ¿ 6, ninfa; j 6, tarso y antena de la ninfa. HAS SINONIMIA vulgar y científica de algunas plantas silvestres y de varias de las que se cultivan en México, dispuestas en órden alfabético, ' por el Sr. D. Alfonso Herrera, socio de númer0.—(ContINúa.) NOMBRES VULGARES. NOMBRES CIENTÍEICOS. FAMILIAS. Gallitos, véase Grama. ..... La Gayuba, véase Pingilica.. .... Carambullo! A IE Rosa Moctezum«, H. B. K.. Rosáceas. Garalllza Lon O 0 Verbena flogiflora, Obam..... Verbenáceas. Garbarcillo.. PURA Sado. : Duranta Plumieri, Jacq... -. Id. IOFERE LA + e dc. od Lupinus elegans, H. B. K... Leguminosas. * Garbanzo... 20 DIA qe Oicer arietinum, L...----... Id. Garrapata 6 Jaboncillo...--.-.- Symplocos citrea, La Llave... Estiráceas. * Geranio de olor Ó geranio rosa. Pelargonium capitatum, Ait. Geraniáceas. «añTdimiude.la reina... 0472 » Speciosum, Wild.... Id. * Ginkgo de Cbina....-.....--- Salisburia adianthifolia, Sm.. Coníferas. Guiquilite, véase Añil. ...... Girasol morado... Cosmos bipinnatus, Cav..... Compuestas. Id. amarillo, Acahual, Mira- sol, Ohimalatl. Mex... .. Helianthus annuus, L....... Id. Girasol de agua... ..ocoooo2ol Bidens heliantoides, H. B, K. Id. * Gitomate. Xitotomatl, Mex. Ae A. A Lycopersicum esculentum, MI OS as Solanáceas. 1 Las plantas marcadas con un asterisco son las cultivadas. 1926 * Gitomate redondo.....-...-.. AS TO UA A o e * * Gloria, véase Guía de jazminci- Gobernadora de México ó Falsa Capa Gobernadora de Puebla. ..... Golondrina, Xnabmucui. Maya Gordolobo extranjero. -.....- Td. del monte. 222. Td. del país, Papaconi, Tzopotonic. Tlacochichic. Grama, Acazacahuistli. Mex.. Id. gallitos, Pata de pollo, Zacapatlachtli. Mex..... ErEia net y ora Grama, véase Rubia....-.... Guacamote, Yuca dulce, Hua- camobli Mex 4 e uE Guacanalá 6 Arbol de la cera. Guaco de Guatemala ó de Ta- de Jalapa. e de México ó Flordel pato Td.«Mde Veracruz 100448 Mérida Md ALT Guajiote 6 Ouajiote...-...... Guamatehi. ¿252000 QUe Gualda ó6 Ohalcaxihuitl. Mex... GUAPaque e ea o de ee ee Guardalagua 6 Mala-mujer. ... Guanabano 6 Cabeza de negro. Guau Ó Zumaque........... Guauchi, véase Llora sangre. . Guayabo, Xalxocotl. Mex.... Guayacan, Hoaxacan ó Matlal- quahuitl. Mex. 6 Palo Santo. LA NATURALEZA Id. ceraciforme, Dun... Td. piriforme, Dun.....- Zygophyllum fabago, L...... Eupatorium veronicefolium, e es Euphorbia polycarpa......-. Verbascum pyramidatum, Verbesina virgata, Alam.... Gnaphalium canescens, D. €. Solidago glauca, Schaff....... Triticum' repens, Lilas Passiflora coerulea, L......... Manihot aipi, Pohl......... Myrica cerifera, L. et M. Jala- pensis, HB ¡K.-- AeAaa Mikania guaco, H. B. K..... Td. denticulata, Willd...... Aristolochia grandiflora, SWEntE: Dd ds a Td. Houstonis, Willd...... Td. pentandria, L........- Rhus perniciosa, H. B. K.... Inga pungens, Willd.......- Reseda luteola, L-...--...£: Ostrya mexicana, Wild,..-... Rhus toxicodendron, L...... Anona muricata, L..------. Rhus radicans, D..---...-.2 Psidium piriferum et pomife- Guayacum verticale, D. O.... Melicocca bijuga, L......... Solanáceas. Td. Zigofiláceas. Compuestas. Euforbiáceas. Escrofulariáceas. Compuestas. Td. Td. Gramíneas. Id. Granáteas. Leguminosas. Pasiflóreas. Euforbiáceas. Miricáceas. Compuestas. Td. Aristolóquieas. Td. Td. Terebintáceas. Leguminosas. Resedáceas. Coriláceas. Terebintáceas. Anonáceas. Terebintáceas. Mirtáceas. Zigofiláceas. Sapindáceas. LA NATURALEZA 127 Guazimo 6 Pixoy. Maya..... - Guazumatomentosa, Kunt.. Butneriáceas. * Guía de jazmincillo, Dulcamara 6 Gloria. Vet sa 00 Solanum dulcamara, L...-:. Solanáceas. *IGUINAO. - E AIDA RRA Cerasus caproniana, D. O... Rosáceas. Guine 6 Yerba de las gallinitas. —Petiveria alliacia, L........- Atripléxeas. Giiiro, véase Cuahtecomate.....- Id. de Yucatan. Bal Jresentia cujete, L......--- 3ignoniáceas. (Continuará. ) O FLÓRULA DEL DEPARTAMENTO DE JALISCO ESCRITA EN EL AÑO DE 1859, POR EL SR. BR. LEONARDO OLIVA Y COMUNICADA Á ESTA SOCIEDAD, POR EL SR. DR. ALFREDO DUGÉS. (CONCLUYE, ) Tablada e EN TO Hedeoma pulegioides . . Salvia... e del Salvia polystachia. .-.- o Mont asa lasiocephalaloos. 2d Betónica. oo... -- S- elongataies lo bs deter! suero pasito lla des ds Hisopo.----- de an Sifizillaris 0.220 0 (ES A ---. $S.chian.—S. hispanica. Quiebraplato.--.-.-- S.tillieefolla. 0070 De ornato. Almoradux. un. So grandiflora..-..2322 4 Pluma de Sta. Teresa. S.leucantha..--.-...- Ohía cimarrona. -.... S. angustifolia ........ ENT se oia Salhyrsifora y... ORQUÍgA Romeronslduradaos Ros marinus officinalis - Toronjil de China... Nepeta citriodora...... Marrubio.--..- 220 Marrubiam vulgare... baldas Ca lo .- 11009 Stachys Lindenii. Jal pd su dia AuUibogo da Miu 2... 1 LOA Yerba del cAnco nas UAM A o 1090 90.01 Mar O ocio DI Teucrium marum.-.--. Plumbagináceas.. Plúmbago. -..---..- Plumbago eerulea....- a Peel AE AB chela. 00 adi Yerba del alacran.... P.scandens..........- Solanáceas ... - - -Gitomate..--......-. Lycopersicum esculen- AAA Baquerillodo de Solanum dubium.-..-- a Yerba del raton. .... S. pseudocapsicum...-. Tomate de Sosa... 43 Bionic. seis La NaTURALEZA.—Tomo V.—17.-22 128 Solanáceas..... - - - Yerbamora LA NATURALEZA Guía de jazmincillo. . Papa. - Berengena.. ------.. Maná ó flor del huevo. Conoca Chinchilegua...---.- Tomate de culebra... - Mabaco: 38 E A ChEItecpin Jalomale a Floripondio ..--.--..- Tabaquillo 422.20 Huele de noche. . ..- 7 Plantagináceas - - Llanten Zaragatona. 222. Nictagináceas - . Maravil A marantáceas... - Madroñ Cordon la dt A ET del Obispo. . - Qual 6 Quelite morado (). espinoso: - Je Quiltonile.------.--.- Salsoláceas... - - - Acelga. Betabel 'AAUIZON IA A Quelite Epazote Quauzontetl Quelite Alcanforada de comer... de puerco... . Romero Baseláceas.---.. Zacasile....-.. dsenole Sánigiomi... cs S. dulcamara......... Satabarosum. . ici S. melongena.......... S. ovigerum, A. Dugés. STO Un ll Nicandra physaloides - - Nieotiana mexicana... - N. Cavanillesii. ......- ¿Solanum?.-.... A Witheringia--.--..-.- Capsicum annuum.. -.. O. conoideum..... O O. microcarpum...---- Saracha dentata..--.-.- Physalis angulata . .--- IE MIO. Se so deseas. Dunalia ramiflora.. -..- Datura stramonium....- IDIAStuosa. lea Petunia nyctaginiflora - Cestrum nocturnum ... - Plantago Galeottiana. . EPs Mirabilis dichotoma..- - - Celosia Moquini....---- Amaranthus caudatus... ¡Ay bridas. JA ÍSPINOSUS: 2 es A. hypochondriacus.-.- Treneis interrupta -.-.- Beta vulgaris cicla... -- BIN Tuba. ASE Chenopodium album... O. mexicanum.....--- O. ambrosioides....---- C.bonus Henricus, M. V. Atriplex purshiana. ..- Camphorosma Mmonspe- llhca cda Chenopodinalinearis, M. WMillada..-.- o... OUIi0 ¿Boussingaultia leptos- tachys?.. 20%. 9h 02 De ornato. ” ” ” ” LA NATURALEZA AS A haa a Fitolacáceas..... Congeran... vuYO: Tepezapote Poligonáceas. .. Pimienta de agua. ... Persicana uE Coamecate...o..om...: Lengua de vaca..... Ruibarbo de frailes... «Maure... aid Aguacatero ......--. Tonalaguacatero..--. Laurináceas.. Aristoloquiáceas. Huaco ...-.-- cn 0 Tacopaste.....Duoyil Yerba del Indio. .... Y. de la Cuiji...200%2 Begoniáceas.. - - .Jocoyoli de víbora. -.. Euforbiáceas . . ..Catalina.........--2 Yerba de la golondri- DA A E Otra. cier Ad Buforbio brillante... ¡Pericos t...o. noia ¿Candelilla?........- Yerba del Pastor... -. Zorrillera. 04% EA Sangre de Drago. ... Azafran de bolita. .-. Dominguilla. .....-- Tenguanete.......- Elnoncillo A Higuerilla.-.-.....- Timeláceas......- Margarita. cllluno. Moráceas....-.-- Tescalama.... << 800 Higuera silvestre. . .. H. cultivada: Zalate 2d BESO Teopezalateta. caca Camichin .....- Man Anredera secandens .... Phytolacca decandra.. - Pireunia dioica...-...- Polygonum hydropiper.. Popersicaria: 222.01 Antigonum mexicanum. Rumex obtusifolius, - .. R.patientia. 21.02.02 Laurus Cervantesii.... Persea gratissima ..-..- RÁN. 077 201 Aristolochia fragantissi- AT MIRE DI A A e Begonia obliqua...-.-- Euphorbia heterophylla. E. maculata.------..- EN fulcata..---- PARES Ex splendens: 220200 E: porthlandia: ---.--- E. hypericifolia. ......- Es un Pedilanthus, A. Digo... "gira da Acalipha prunifolia. ... Croton vulpinum. ----- C. sanguifluum-...--.. Jatropha curcas....--- JAMARIODAS TOA Hura crepitans..------ Ricionus communis... - Daplme laureola...- --.- Ficus nympheifolia. . -. EA SR Er Bu Carica..009uo eel Ye y EZ: 201. 107. CoGaMa AA e eL 129 De adorno. ¿Es la Balmisiana? De adorno. ” 130 Moráceas........- Tepecamichin....--. Moral. ¿abres Barbudila:- ee Canabináceas . - - Marihuana... ---.-.- Yuglandáceas . --Nogal....---- e pursl ON A Nio0tro. epale Node ariquie ts Salicáceas -...-- Sauce. ¿Eireeae: Sloron.. meli Ulmáceas..----2 Alamo. cuyas an Cupuíferas . - --- Roblematasa ll iio Enecmnor ee AS, 0 Doniteras adn Pinabete: errado Ahuelnuete ó Sabino. . Oeote. o pulta $ Pino Eve 0] A ¿da Orquidáceas.. - -- Vainilla. 2222202 Dacia isis cor gia Vara de S. Miguel... - Drimirizáceas - --Ajengibre.. Hb Canáceas-.----- Frutilla... MsrBReY: Musáceas.---..- Plátano grande...... PSdOMINICO. 22.322 P. guineosi¿Uye pa midáccas eo 00 Cacomite.. 0. A Bermudiana. 44d OR sad Amarilidáceas... -Zagalejo Ó Venera de Santiago... a Llebato Asparagáceas -. - Espárrago. --..-.-.-- Esmiláceas.. -. -- Zarzapanila.. 2. Cocolmeca ...----- AE ----.Vara de San José... - Azucena Jia Diliáceas... - DANI A Maguey de pulque... Mi mezca la LA NATURALEZA Morus migra. Dorstenia contrayerba.. Camnabis indica... --- Juglans mucronata. . -- A A AS: Pterocarya fusiformis - . Juslans: mtb Salix Bomplandia....-. S. babylonica. . ..- elsoL Populus... misoepzel (Quercus. As Gimubrar se: 20 e Abies:excelsa...... ¿2 Sp Schubertia v. Taxodium ¡ButeligioSA.aco. il Vanilla aromatica....-.- ¡Dendrobium ca... Arethusa ophioglossoi- dea: lr Zingiber officinale.. ....- Janna indica......... omÍ Musa paradisiaca. - - -- a Miren yla M. sapientium.-.-..--- Tigridia cacomite..-..- Sisirynchium palmifo- Mn velo De Era Iris:germanica..20 020. Allium sativum..-----. Amaryllis formosissima. Asparagus officinalis... - Smilax medica -.---.--. S. rotundifolia. ....--- Polyanthes tuberosa. - - Eilium candidum.-.--- Eritillaria. 2-2 ALOTAga Aloés variegata.....2- Agave cubensis. .----- A. 'AMericada. oo... E AcMobeal it o d En A. mexicana....-.: Lale De ornato. ” ” ” Barbas de gato. LA NATURALEZA Liliáceas......... Pita... ¿UDI Estrella de $. Nicolas. nono. aro Bromeliáceas. .. -Piña..... Pe AB Jocuistléncocon.... UAMala-..... dad Henokauudbrsaada Colchicáceas.. .. Tempranilla......... Melantáceas - - - Cebadilla........... ATACOAS ela Colomo—anona -..--. Alcatraz os ds IE UÍA Palmeros..-.... Datilero micos OoGOtero 2.2.2.2. Cuacoyol.....c.o o... Zoyate 6 Palma dulce. Palma de sombreros. P. de sudaderos Coquito de aceite. . . - Gramíneas.....- Matzslerd da dl tos Cebada.....-..- AVE PABLO 0 proper E Mijor dual AUPpIStO o 020 302 Cola de Zorra... Grama comun.. GTO Caña de azúcar. O. de Otaiti. ... Camelote. ....- LA NATURALEZA.—Tomo V.—18. Furcrea fetida........ Pancratium Illyricum. . IDO ei Anthericum...... ¿e Tradescantia erecta. .... Ananasga sativa....... Bromelia pinguin.....- Dikarata colirio Tillandsia usneoides . - - Bonapartea........--- Colchicum alpinum. ... Assagrea officinalis... Calladium auritum .... Arun sagittefolium ... Phaenix dactylifera.... Coccos nuccifera....-.. C. pinnatifolia ......-- Coripha edulis........ (Otectorun comas Meh mays=. ==. Eye Triticum hibernum. . -. Oryza sativa.....-...- Milium sativum...-..- Phalaris canariensis... - ¿Luzula alopecurus?. ... Vilfa atropurpurea -... Setaria viridis...-.----- Bda AMA el Holeus muricatus... ... Agrostis stolonifera. . . - Paspalum distychum.. Molinzxa coerulea. ..--- Lithagrostislacryma Jo- A TE Panicum arborescens.. - Calamagrostis mexicana Hilaria cenchroides. - . . Cynodon dactylon ....-. Sacharum mexicanum.. > EN AAA Oplismena halisformis.. 143 ¿Vel potius mexicanumt De ornato. 132 LA NATURALEZA: Ciperáceas.. .-. -Peonía. 2-4 Ltda Cyperus rotundus ..-.. dass ata ia Oñcompactus lea ah sed Mulan «SABER O. triangularis.-....-- TDiotro. eur pagsue C. longifolius. -...-.-.- A o SO Elseocaris Humboldtii. - A 1 eo... Fimbristilis perennis. .. Bambusáceas.. - ¿Otate- HAB YUEzs qeda Bambusa arundinacea. - Camizo eo EE Ohusquea Galeottiana. - Yuccáceas:. 2020. lzote:.- ¿48% A aa Yucca latifolia. cias Alismáceas . -..- Colomo Sagittaria sagittefolia. - Hidrocaridáceas - Lechuguilla. -..----- Pistia stratiotes....... Equisetáceas -. - -Cola de caballo. - ... - Equisetum arvense...- depto sii di BoOtamogeton natansi A Br angustifolium - Jade Marsileaceas:.- e A Marsilea quadrifolia,.. - a de O Salviniolek ale dd de Hepáticas:. Doria PR Marchantia occidentalis. Liquenáceas.. --- Pulmonalia... 2... Lobaria pulmonaria. . - - Barba de viejo. ...22% Usnea barbata. 22 Hongos. -2.- MERC A qe Polyporus fomentarius. Licopodiáceas. - - Doradilla. ----... 2! Eycopodium circinale. - Helechos. A dEl Aspidium heracleifolium nt io ¿Naci adan «pel Ameimia birsuta.....-- Culantrillo o e Adiantum afíine....-.. da o PIES Aracena publi 00 .«------ Acrostichum piloselloi- SEU INE Dl Alosurus ciliatus. . -..- ANA Ad AR csm Ai pulchellusteris de A a EA Asplenium heterochroum o O ae al Bleclnun occidentale .. Aledo mor Cheilamthes lendigera. . a ll e ad Ciicandida: 2. Ep O O Aa Grammitis pilosa.....- O pl ago dim mexicanum. E A JE Notocleena sinuata..... e E aca N 4 palmataroa Jah pat Polino dota Polypodium aureum... cc o Sue BRIMCa UM Calaguala lio aio 1 E A eta <= UA as Plecosurus mexicanus.- Helecho hembra.. ... Pteris aquilina. ....-.- Sas emo Selaginela cuspidata:: .- O oa S. furcata.-.- 22 JH Nayadáceas... . - .Lenteja de agua..... Lemna minor. ....omoo 1,500 piés de altura sobre el ni- vel del mar. De 2,000 á 6,000 p. ” ” 2,500 4 3,000 p. 3,000 á 8,000 p. 1,500 á 2,000 p. 3,000 p. 4,000 p. 2,500 á 4,000 p. 1,500 p. 1,000 p. 3,000 á 4,000 p. 1,000 4 7,000 p. 7,000 4 7,500 p. LA NATURALEZA 133 E AA A A A A HE BO NÓTCUO. ca es TO A O CR AU acia Algas de agua dulce. Spirogyra, Nostoc, Hy- drodiction, A. Dugós. Varas stn no clasificadas HONOR, AUMENTO. Leguminosas (bis) Carretilla... ... ..-. Medicago polymorpha, INEADAL DE e A Rubiáceas (bis). . Faisan.-... IAEA OA IA 22, IO IORAT De ornato. Salsoláceas (bis) ..-.---- E ALIS e Papayáceas..... Melonzapote...-.. ».. Carica papaya... ...- Cuaguayote.......- O. quauhuayote......- Poligonáceas. . - Guayacan otro Ó6 Palo Triplaris octandra..-... Santo. tao lefa INCERTA SEDIS. Huisilacate.--..- e cs ciar ME SES RARE GUAM TenO E oo dnd. His atcara E e Capone A DI. STE: ChtuliquabutikanidOS_E6L E San RAE A. Eintilaguate yo. stat eu ds ENE NY Mo A A a iaa IND RS Nora. —Del texto original se modificó la desinencia en los nombres de algunas familias, y se agregaron las determinaciones que están de letra cursiva. 134 LA NATURALEZA DE LAS ESPECIES DEL GÉNERO" BASS ABD POR J. A. ALLEN. TRADUCCION HECHA POR EL SEÑOR ANICETO MORENO, SOCIO CORRESPONSAL. (CONCLUYE. ) CARACTERES DIFERENCIALES DE AMBAS ESPECIES. Los caractéres externos y los craneales de los Basarídeos son tan bien conoci- dos, que no creemos necesario especificarlos sino en cuanto sea conveniente para marcar con claridad los rasgos distintivos de las dos especies conocidas hasta hoy que constituyen el género Bassaris. Tienen, como es sabido, el aspecto general de pequeñas zorras, de pelaje suave y flojo, hocico y orejas puntiagudas, cola anillada, tan larga como el cuerpo, formando un todo intermediario entre los Coa- tis y los Racones por una parte y las Zorras por la otra, pero ménos corpulen- tas que las últimas. Los caractéres distintivos de las especies se expresan en la siguiente diagnosis. SINOPSIS DE LAS ESPECIES. CARACTÉRES COMUNES.—Cola cubierta de pelo igual ó más larga que la cabeza y el cuerpo; color de éste, en la parte superior gris, más ó ménos mezclado con moreno amarillento con una mancha negra de dimension variable producida por las extremidades negras de los pelos más largos, generalmente más marcada en la parte mediana del lomo: por la parte inferior, su color es blanquizco, más ó ménos teñido de amarillo bajo. Alrededor de los ojos hay un círculo ancho, de moreno-oscuro. Detrás y encima de cada ojo, una gran mancha, á veces indis- tinta, de gris amarillento y otras más pequeñas del mismo color abajo de cada ojo. Cola con anillos blancos ó gris-blanquizco alternando con anillos negros, de cuyo color es tambien la extremidad. El número de los anillos de ambos colores ceneralmente es de 7 á 9. Las hembras son notablemente más pequeñas que los machos. LA NATURALEZA 135 Bassaris astuta. Orejas angostas y puntiagudas. Palmas y plantas con pelo suave y corto en los bor- des y base de los dedos, y desnudos en el resto. Superficie superior de los dedos ligera- mente ó no del todo negruzca. Anillos claros de la cola, anchos, de un blanco puro Ó ligeramente grises Ó blanco amarillentos, casi tan anchos como los in- termedios, de color negro. Estos, divididos por debajo por una banda blanca en el cen- tro más 6 ménos ancha, que recorre la cola casi en toda su longitud. Esta es inferior- mente blanca, festonada de negro en sus lados. Cara anterior de los incisivos superiores lisa, lo mismo que la parte cortante. Primer par de molares superiores, de bor- des más grandes y más angostos que en el Bassaris Sumichrasti; los más interiores con dos puntas y otra en el ángulo poste- rior y exterior del diente. Segundo par de id., con el diámetro trans- versal comparado con el ántero-posterior, relativamente mayor que en el Bassaris Sumichrasti. Ultimo par de molares inferiores con una pequeña punta accesoria en el borde pos- terior. Caninos y todos los demás dientes rela- tivamente más débiles, molares más angos- tos y sus puntas más agudas y más número- sas que en el B. Sumichrasti: comparados individuos de edades semejantes y cuyos dientes se hallaban igualmente usados. Pabellon de la oreja muy inflado, esférico, y el conducto auditivo muy aucho. Bassaris Sumichrasti. Orejas más anchas y más cortas, tanto absoluta como relativamente y mónos agu- das. Palmas y plantas completamente des- nudas. Superficie superior de los dedos negro ó negruzca, y el color general de la superficie dorsal mucho más oscura que en el Bassa- ris astuta. Anillos claros de la cola, angostos, grises, á veces teñidos de pardo. Los negros mu- cho más anchos que los blancos, enteros, rodeando completamente la cola, cuya parte inferior apénas difiere de la superior en color. La cara anterior de los incisivos superio- res, condos surcos longitudinales superficia- les que se ahondan en el ápice y dan á la extremidad cortante el aspecto almenado. Primer par-de molares superiores más cortos y más gruesos que en el Bassaris astuta, sin puntas accesorias en el ángulo posterior externo, careciendo de los que se encuentran en el ángulo interior de los dien- tes del B. astuta. Segundo par de idem, más compacto que en el astuta, de diámetro trasversal relati- vamente más corto. Id., id., sin puntas accesorias en el borde superior. Id., id., ménos levantado, aplastado en su faz ántero-posterior, y conducto auditivo mucho más pequeño. 136 LA NATURALEZA Dimensiones menores que en el Sumi- Dimensiones mayores; long. de la cabeza chrasti; longitud de la cabeza y cuerpo 14 y cuerpo 153 pulgadas (9) 4 193 4: vérte- (2) 4 17 pulgadas 3; vértebras de la cola de bras de la cola 16 4 20; cola, hasta la ex- 12 á 15; cola, hasta la extremidad de los tremidad del pelo, 18 á 22. Cráneo, long. pelos, casi igual á la cabeza y cuerpo. Crá- 3.25 4 3.60; anch. 2.25 4 2,50, neo de 3.00 á 3.25 de long.; auch. 1.85 á 2.05. BASSARIS ASTUTA, Lichtenstein. SINONIMIA.—B. astuta v. fulvecens, Gray; B. raptor, Baird; Caca-miztle, Caco-mixtle, y Tepe- maxtlaton, Hernández; Cacomistle, Cacamiztli y Cuapiote, de los mexicanos; Katzenfret, de los autores alemanes; Civet Cat, dc., dic., de los americanos. Los caractéres comparativos que acabamos de enumerar marcan bien las dife- rencias específicas; pero en una serie de ocho individuos de esta especie, se en- cuentran variaciones considerables en el color y otros detalles. Con excepcion del menor tamaño de la hembra, no he encontrado otras diferencias sexuales de importancia. El número de los anillos blancos de la cola en el B. astuta, varía de 6 á 9, siendo más comun el de 7 á 8. Varian tambien en anchura, pero en general, son más ancostos que los negros; á veces iguales á éstos y pocas veces más anchos. El color general en la parte de abajo es gris ó gris moreno y en al- gunos moreno amarillento; la mitad anterior del cuerpo, es, por lo general, de un gris más puro (ó ménos mezclado con moreno amarillento) que la posterior. El color negro de la extremidad de los pelos largos, varía mucho en su tinte, pe- ro siempre es negruzco en la superficie dorsal, miéntras que en algunos el co- lor predominante, en medio del lomo, es el negro. En estos individuos la su- perficie superior de los piés, es más ó menos negruzca ó moreno-negruzca; los anillos negros de la cola más anchos, y la porcion negra terminal más extensa., Una sola piel del Oregon, es toda oscura, y tan negra como en los individuos más negros del B. sumichrasti, y contrasta mucho con los de color claro originarios de Texas y de la parte Nordeste de México, de los que el más oscuro procede de Orizaba (México). La parte inferior es á veces de un blanco casi puro; pero por lo general está teñido de amarillo claro, que en algunos individuos cambia en mo- reno amarillento pálido, especialmente en la barba y garganta. En los de color claro, la mayor parte de la cola es inferiormente blanco puro; en otros, los ani- llos negros están divididos por una banda blanca angosta. En los del Oregon son casi contínuos (los dos últimos del ápice son enteros), aunque más angostos que por encima. Los anillos generalmente más anchos de la base al ápice de la cola, es- pecialmente los negros. Los ejemplares que difieren más en el color, son los marcados con los números 11,549 de Camp Grant, Arizona (E. Palmer), y 12,846 del Oregon (A. H. Wood). El del Arizona es de un gris moreno pálido por encima, mezclado con negruzco, especialmente en la línea mediana á causa de las extremidades negras de los pe- LA NATURALEZA 137 los negros; por debajo es de un blanco amarillento pálido; la cola, por encima, es negra en su mayor parte, estando lo blanco limitado á la cara inferior donde forma medios anillos. Kl color en estos dos ejemplares (concuerda con las fases peculiares de las variaciones geográficas de color) que en lo general caracterizan los mamiferos y aves de las dos regiones citadas. Si el ejemplar del Oregon que queda descrito indicara el verdadero tipo de las especies de la costa septentrional del Pacífico (como parece probable), seria preciso distinguirlo de la forma predo- minante en esa region como variedad, bajo el nombre de raptor, Baird; pues este nombre se refiere sin dudaá la forma dela costa del Pacífico como queda explicado. Cinco ejemplares de las inmediaciones del límite meridional de Texas, se le seme- jan en que son más oscuros que el de Arizona y presentan una gradación sucesi- vaen el cambio de color. Un ejemplar de Orizaba, núm. 3,567 g Botteri, es más bien oscuro; la parte inferior, de amarillo más subido y lo blanco de la cola lige- ramente teñido de amarillo. En un individuo jóven, que solo habia llegado al cuarto de su estatura y aún conservaba los dientes de leche, el pelo es suave, largo y lanoso; el color, enci- ma, moreno pálido, amarillento, mezclado con moreno más oscuro pero sin negro; por debajo, gris blanco, ligeramente teñido, anteriormente, de amarillo. La cola tiene siete anillos blancos, y las manchas de encima y debajo del ojo son casi de un blanco puro. En los cráneos de las hembras viejas cuyos dientes están muy gastados, no se observa ya señal alguna de crestas. Probablemente sucederá lo mismo en los machos viejos, pues los únicos ejemplares que tengo á la vista son machos de media edad. La variacion más notable en los cráneos del B. astuta, consiste en la extraordinaria separacion de los huesos terigoides, y por consiguiente en la anchura extraordinaria de las aberturas nasales en el cráneo del B. raptor, de Baird. Como este es un rasgo sujeto á variar y en mi coleccion de cráneos del B. sumichrasti tengo un ejemplar de una aberracion semejante, lo considero solamen- te como variacion individual que se encuentra más ó ménos en otros mamiferos. DisTrIBUCION GEO0GRÁFICA.—El Civet Cat, del Norte, parece estar circunscrita á las porciones templadas de México, extendiéndose léjos, hácia el Norte, en los Estados Unidos. Las localidades más meridionales representadas por los ejempla- res que poseo son: Orizaba, en el listado de Veracruz; San Luis Potosí, en el Interior y Sierra de Santiago, cerca de las costas del Pacífico. Se dice que es muy conocido de los habitantes de la California y se encuentra al Norte y Suroeste del Oregon, donde, sin embargo, se cree que es raro. Mas hácia el Este se encuentra en Arizona, y es bien sabido que existe en la mayor parte del Estado de Texas. Tambien es muy conocido en Middle Kansas, donde se han colectado algunos ejemplares diferentes ocasiones, á la longitud y latitud del Ohio. Aunque al pa- recer en ninguna parte es abundante, es más comun al Norte de México y en Te- xas; pero más al Norte ó al Este es ya raro. 138 LA NATURALEZA BASSARIS SUMICHRASTI, De Saussure. SiN.—B. variabilis, Peters; B. monticola, Cordero; Tepechichi del cofre de Perote, Cacomistle de monte, id.; Souteru Civet Cat, de Allen. El Bassaris Sumichrasti presenta en el color general las mismas variaciones que el B. astuta. El color general, por debajo, varía del gris casi puro á more- no amarillento y áun dorado, y el lavado de negro á veces es bastante para que prevalezca este tinte en la parte dorsal: el primer color siempre es más fuerte en la mitad posterior del cuerpo que en la anterior. El color del vientre varía de un blanco casi puro á un amarillo de goma-gutta pálido. La parte dorsal de los piés generalmente es negro-oscura en todos los ejemplares que se han examina- do. La porcion terminal, como una cuarta parte ó más de la cola, es por lo re- gular de un negro subido, marcándose á veces ligeramente uno ó dos anillos gri- ses en la cara inferior. Los anillos claros son más angostos que los intermedios negros, y varían, en los diferentes individuos, de eris puro á gris blanquizco ó amarillento. Por lo general son más anchos en la cara inferior de la cola que en la superior. El número de los claros que se marcan más ó ménos distintamente, va= ría de 6 á 10 y más frecuentemente son 8 ó 9. Estos pormenores han sido toma- dos del exámen de siete pieles, procedentes del Sur de México y de Costa Rica. De los dos individuos cogidos en Tehuantepec, Enero 15, 1869, y de los que el colector (Prof. F. Sumichrast) marcó, dice haber sido cogidos en el coito; el ma-= cho es mucho más grande, gris moreno por encima, mezclado con negro y des- vanecido de leonado en la parte posterior; por debajo es amarillo pálido: la ter- cera parte terminal de la cola, completamente negra; los anillos claro-grises: longitud de la cabeza y del cuerpo 19% pulgadas; de las vértebras de la cola 20 pulgadas; de ésta hasta la extremidad de los pelos, 22 pulgadas. La hembra es superiormente de un gris más puro, con un tinte ligero de leonado oscuro poste- riormente; por debajo, amarillo pálido: los anillos claros de la cola, gris blanquiz- co. Longitud de la cabeza y cuerpo 15% pulgadas; de las vértebras de la cola, 18; toda ella, hasta la extremidad de los pelos, mide 20 pulgadas. Otro macho de la misma localidad, capturado en Marzo de 1872, conviene en color con el que queda descrito, pero tiene ménos leonado morenuzco; los anillos claros, son blancos tirando á gris, y la última quinta parte de la cola es deltodo negra. Otro ejemplar (sexo ignorado), del Mirador (Dr. Sartorius) es mucho más oscuro en todo el dorso, prevaleciendo el color negro; los anillos claros de la cola son más angostos y ménos distintos, y el tercio terminal completamente negro. Este co- lor predomina de tal modo, que por encima solo están bien marcados los anillos claros, cerca de la base de la cola. Dos ejemplares de la Palma, Costa Rica, co- lectados en Diciembre de 1876 (T. C. Zeledon), difieren muy poco del anterior, siendo los anillos claros de la cola más distintos y de un gris blanquizco. LA NATURALEZA 139 Así pues, se ve que el B. Sumichrasti es mucho más grande que el B. astuta, de un color más negro ó más oscuro, con cola relativamente mayor, y que en éste los anillos claros son más angostos ó más bien más numerosos y continuos por debajo, por donde se angostan más que por encima; las orejas más angostas, ménos agudas y como un quinto más cortas que en el B. astuta, no obstante ser especie ménos corpulenta. El Dr. Dugés, en algunas observaciones que sirven de apéndice á la descrip- cion hecha por Cordero del B. monticola, duda de la importancia de algunos de los daractéres que distinguen á esta especie del 45. astuta, especialmente por lo que hace á los surcos de los incisivos, afirmando que se encuentran tambien en los jó- venes de este último, y que es carácter que desaparece probablemente con la edad. Las observaciones del Dr. Dugés, tanto sobre este carácter como sobre otros, muestran que ha confundido las dos especies. Por lo que hace al borde trílobo de los incisivos que Cordero dice tienen la figura de una «flor de lis,»1 solamente diré: que no he podido encontrar señal alguna de este carácter en los dientes no gastados del B. astuta, miéntras que en el B. Sumichrasti persiste aún en los individuos más viejos y hasta en un ejemplar cuyos dientes están muy usados, teniendo rotos algunos incisivos; los dos ó tres que le quedan, muestran todavía los surcos y corte lobulado que es su consecuencia. DISTRIBUCION GEOGRARICA.—Ni De Saussure, ni Peters, ni Cordero fijan con exactitud de dónde han recibido ejemplares de este animal. El primero dice úni- camente de México: Peters, de Centro América, y Cordero, en su introduccion, parece indicar que esos ejemplares fueron conseguidos en las inmediaciones de Jalapa. No menciona esta especie Tomes como existente en la coleccion de ma- miferos que hizo el Sr. Salvin en Dueñas, Guatemala; ni el Dr. Von Frantzius, en su catálogo de los mamiferos de Costa Rica. Por consiguiente, las únicas no- ticias que puedo dar, están limitadas á los datos que he tomado de los trabajos que he podido examinar. Las localidades mencionadas en ellas son: Jalapa, el Mira- dor y Tehuantepec en la República Mexicana, y la Palma en Costa Rica. Como Cordero dice que ha examinado ocho ó diez individuos, debe de ser indudable- mente comun cerca de Jalapa, y probablemente habita la parte meridional de Mé- xico, Guatemala y Costa Rica. Aún no está bien determinado el límite de la ha- bitacion de las dos especies de Bassaris. El ejemplar procedente de Orizaba indica que ambos se encuentran á la vez en el Estado de Veracruz, y es de in- ferirse que el Bassaris astuta debe ser la especie dominante en los alredores de la ciudad de México.?2 Orizaba, Julio 20 de 1880. 1 En español en el original. 2 El Bassaris astuta es comun en esta ciudad, llegando hasta los patios de las casas, por la noche. y es frecuente verle retozar las noche de luna á las orillas del rio de Orizaba por los puentes Nuevo y de Santa Anita. Nunca he visto en los alrededores el B. Sumichrasti. La NATURALEZA.—Tomo V.—19. 140 LA NATURALEZA DESCRIPCIÓN DE ALGUNOS MELOIDEOS INDIGENAS POR EL SEÑOR DOCTOR EUGENIO DUGES, SOCIO CORRESPONSAL. Tetraonyx ochraceoguttatus. Deyr.—Long. 0,020”", —lat, 0,010". Partes bucales, normales, negras. Cabeza triangular, cubierta de puntitos muy apretados y con una línea débil realzada y longitudinal, negro-azul con pelos ne- gros. Antenas moniliformes, gruesas y cortas, 2.2 artejo el menor, los demás cónicos, sub-iguales hasta el 11 que es doble del 10 y en cono alargado: negras. Protórax un poco más ancho que la cabeza, en rectángulo trasversal; estrecho por delante para recibir el cuello de la cabeza; subredondeado en el borde poste- rior y un poco escotado en los laterales, de modo que parece tener 4 ángulos agudos, con un surco dorsal cubierto de puntitos como la cabeza: de color negro= azui submetálico. Escudete en triángulo, truncado en la extremidad, punteado como el protórax y del mismo color. Élitros mucho más anchos que el protórax; anchos y cortos, finamente granulosos, negro-mate, cada uno con tres manchas color de ocro rojo: 1* irregularmente redondeada, empezando como al cuarto an= terior y terminando poco ántes de la mitad, del ancho de la mitad del élitro, apoya= da interiormente sobre la sutura, y afuera separada por una rayita negra de la 22 mancha; ésta del mismo tamaño que la primera y situada un poco más atrás formando como un medio circulo cuya cuerda corresponde al márgen; la 32 man- cha es trasversal, nace como á los tres cuartos, no toca ni á la sutura ni al már- gen y se extiende en longitud hasta el último cuarto, de modo que representa un óvalo trasversal bastante irregular. Cuerpo negro-azul, submetálico, puntuado y con pelos negros. Miembros ne- aros. Espolon externo de las piernas posteriores espiniforme. Cuarto artejo dor- sal, escotado. Este insecto me fué regalado por el Sr. A. Sallé, y proviene del Estado de Ve- racruz. Cantharis bivirgata. Alf. Dugés. Long. 0,007— 0,014 —lat. 0,002— 0,004. 2 Labro grande, fuertemente escotado en medio; sus ángulos redondeados, puntuado; mandíbulas sub-escotadas en la extremidad; último artejo de los pal- pos maxilares un poco triangular, el de los labiales demasiado cónico y trunca= LA NATURALEZA va do en la punta, el resto normal: todas estas partes son negras. Antenas negras con el 1.* artejo largo, 2 muy pequeño, 3 triangular, 4, 5 y 6 subtriangulares con el borde interno más 6 ménos redondeado, dos veces tan largos y anchos co- mo el 3, puntuados y algo brillantes; 7, 8, 9 y 10 cónicos, subiguales mucho más estrechos y cortos que los precedentes; 11 ovóideo y agudo; todos estos últimos están cubiertos de puntos apretados y mates; cabeza de forma normal, puntuada, velluda y brillante, negra, con una mancha triangularroja en la frente; ojos negros. Protórax subcuadrado, subredondeado por delante, liso brillante, leonado, con 4. puntos negros; primeros, uno de cada lado, muy pequeños, como en el tercio anterior del borde lateral; segundos, sub-ovales de cada lado del disco, bastante gruesos y ocupando como el tercio intermedio. Escudete negro. Élitros normales, granulosos, leonados, con 4 fajas negras longitudinales, dos en cada estuche; 1? presutural, extendida desde el tercio anterior hasta el quinto posterior; 2?, premarginal, empezando un poco despues de la 1% y llegando hasta el ángulo apical externo; la sutura es negra en su tercio anterior. Cuerpo ne- ero, con los dos últimos anillos abdominales más ó ménos rojos; ancas leonadas, trocánteres negros, muslos leonados con sus extremidades negras, sin escotaduras; piernas leonado-apagado por los. pelos, con las extremidades más ó ménos negras, sin escotadura, tarsos negros, ganchos partidos; espolon externo de las piernas posteriores en forma de cuchara; penúltimo anillo abdominal anchamente escotado, el último sub triangular, profundamente escotado, con dos puntos al parecer; pi- gidio redondeado. P Antenas con los artejos desde 7 hasta 11, aumentando poco á poco; último anillo abdominal apénas escotado. Hemos colectado esta cantárida cerca de Silao, en el mes de Setiembre, sobre la planta nombrada vulgarmente «Sin collar.» Mi hermano, el Dr. D. Alfredo Dugés, á quien comuniqué este insecto, le impuso el nombre expresado. Las prin- cipales variedades son: A. Cabeza amarilla, salvo una raya media-posterior y el contorno de los ojos, que son negros. B. Las manchas posteriores del protórax, forman dos fajitas oblicuas. U. Estas fajas tocan al horde posterior. D. Éstas forman una mancha posterior profundamente escotada en medio. E. Esta mancha es ligeramente escotada. F. Los dos puntos posteriores del protórax son muy pequeños y los anteriores casi han desparecido. (+. Las fajas de los élitros se acercan mucho. H. Las fajas están confundidas pero no alcanzan la sutura. I. Las fajas están confundidas y alcanzan la sutura. J. Al fin estas fajas unidas dejan solo una fajita marginal; algo la extremidad apical y el hombro amarillos: todo el rostro negro. 142 LA NATURALEZA Cantharis monilicornis. Eug. Dug. Long. 0,010 — 0,015. lat, 0,003 — 0,005. Negra. Labro avanzado, subanguloso en los lados, fuertemente escotado en medio, hácia adelante, puntuado y velludo; mandíbulas inermes, agudas en la ex- tremidad; maxilas normales con el último artejo de los palpos en triángulo alar- gado; barba y lengiteta normales; el último artejo de los palpos labiales cuadrilon- go. Epistomo avanzado. Antenas moniliformes en la hembra; en el macho los artejos 4, 5 y 6 están más desarrollados'que los demás, y entre sí el 4 es el mayor; los otros están más ó ménos redondeados y disminuyen un poco hasta el 11 que es en cono agudo. En la hembra los artejos van al contrario, aumentando hasta el último. Cabeza cuadrada, cubierta de pequeñas erosiones apretadas y granulosas. Pro- tórax cuadrado, estrecho por delante, con un surco dorsal irregular y una depre- sion longitudinal, tambien irregular de cada lado de la base; su superficie es muy rugosa y tiene unas erosiones semejantes á las de la cabeza, pero mucho más es- parcidas. Escudete en triángulo truncado en la extremidad, surcado. Élitros fuertemente rugosos con tres nervaduras muy poco señaladas. Cuerpo negro; piernas anteriores sin escotadura; espolon externo de las piernas posteriores en forma de lanceta. Último anillo abdominal del macho demasiado escotado; el de la hembra entero. Esta cantárida ha sido descubierta en Uruapan por los jóvenes doctores D. Ma- nuel Sobreyra y D. J. M. Reynoso, que tuvieron á bien regalármela. Cantharis rufescens. Eug. Dug. Long. 0,018 —lat. 0,006. Moreno-rojiza. Labro fuertemente escotado en medio del borde libre, oscuro, con el centro rojo, punteado; mandíbulas morenas con la extremidad negra, iner- mes por dentro; maxilas normales; los palpos ferruginosos con el último artejo triangular; barba ferruginosa, en óvalo trasversal; lengíeta normal con sus palpos ferruginosos y el último artejo cuadrado. Epistomo punteado, negro y con pelos amarillos. Cabeza sub-cuadrada, punteada, surcada longitudinalmente; negra, con pelos amarillos y la mitad anterior del surco, roja. Protórax campanuliforme, con un surco dorsal, negro, con pelos amarillos y una faja de pelos blanquizcos en el borde posterior. Escudete en triángulo alarga- do, estrecho y truncado en la punta, cubierto de pelos blanquizcos. Élitros largos, cubiertos de pelos moreno-rojizo, y todo el rededor del élitro con una fajita de pelos blanquizcos. LA NATURALEZA 4 ÉS Cuerpo cubierto de pelos gris-amarillento. Miembro ferruginoso bajo, con las extremidades de los muslos, de las piernas y de los artejos tarsales más oscuros. Piernas anteriores, sencillas. Espolon ex- terno de las piernas posteriores, en forma de cuchara. Vive en Cotija y fué colectada por los mismos Doctores D. Manuel Sobreyra y D. J. M. Reynoso. Cantharis croceicincta, Eug. Duz. Lons. 0,015.—lat. 0,005. Negra. Labro normal; mandíbulas sinuosas por dentro y sub-escotadas cerca de la punta; último artejo de los palpos maxilares en triángulo redondeado; bar- ba trasversal; último artejo de los palpos labiales, securiforme. Epistomo normal, con puntos bastante gruesos. Antenas hiliformes, adelgazándose poco á poco hasta la extremidad, siendo el artejo 2 el menor. Cabeza sub-cuadrada, cubierta de puntos apretados, con una línea longitudinal un poco realzada y roja en su mitad posterior. Protórax campannliforme, cubierto de puntos como la cabeza, con un surco dorsal, negro, con una fajita de pelos amarillos en el borde posterior. Élitros alargados, gramulosos, negros en todo el redédor, con una fajita de pe- los amarillo subido. Cuerpo granuloso, negro, con el horde libre de los anillos abdominales, tenien- do una fajita de pelos amarillos como los de los élitros. Miembros negros; muslos anteriores escotados en su parte inferior, y con pelos dorados en la escotadura. Espolon de las piernas posteriores en forma de lanceta estrecha. Un primer ejemplar fué encontrado en Guanajuato y un segundo en la hacien- da de Tupátaro. Cantharis sobrina, Eug. Duz. Long. 0,010,—lat. 0,003. Sepia oscuro. Patas bucales, normales, salvo los últimos artejos de los palpos que están ménos triangulares que de costumbre. Cabeza cubierta de puntos gruesos irregularmente esparcidos; horde anterior del epistomo moreno, y la frente con un punto rojo central. Antenas moniliformes y acaso aumentando un poco hasta la extremidad. Protórax campanuliforme, con un vestigio de surco dorsal y una depresion en La NATURALEZA.—Tomo V.—19.-22 144 LA NATURALEZA medio de la base, punteado. De cada lado, en la parte intermedia, hay un espa- cio liso y brillante, un poco realzado. Escudete pequeño, sub-anguloso. Élitros ensanchándose poco á poco hasta la extremidad apical, granulosos, con dos nervaduras poco notables. Cuerpo subgranuloso, muslos anteriores sin escotadura; espolon externo de las piernas posteriores en forma de cuchara grande. Ultimo anillo abdominal del macho, bilobulado, y el penúltimo escotado en ángulo. In la hembra los dos son enteros. Vive en Pénjamo. Cantharis basalis, Chevy. Long. 0,020.—lat. 0,0065. Gris. Labro fuertemente escotado en medio del borde libre, sub-anguloso en los lados, punteado, de color sepia; mandíbulas fuertes, inermes, del mismo color; maxilas normales con los palpos leonados y con el último artejo securiforme, bar= ba y lengíeta normales; palpos labiales, leonados, con el útimo artejo sub-cua- drado. Epistomo recto por delante, separado de la frente por un surco sub-angu- lar; borde libre, amarillo, con una raya negruzca trasversal que divide este color en dos fajitas; lo demás es negro y cubierto de pelos grises. Cabeza sub-redondeada atrás, un poco deprimida en la frente y con un vestigio de surco longitudinal; negra, cubierta de pelos grises; antenas ferruginosas, so- brepasando un poco los muslos posteriores, hiliformes, con los artejos 1 tan largo como el ancho de la frente, 2 la mitad de 1, 3 del tamaño de 2, los demás dis- minuyen poco á poco en longitud y grueso, hasta 11 que es subredondeado en la extremidad. Protórax sub-campanuliforme, con un surco dorsal muy marcado en la mitad posterior y una depresion de cada lado de la base, cubierta de pelos grises. Élitros normales, grises. Cuerpo gris, con algunas partes negras por la falta de pelos. Muslos anteriores, escotados, teniendo en la escotadura unos pelos dorado- grises; piernas y tarsos negros, con pelos grises; espolon externo de las piernas posteriores, espiniforme. lista cantárida debe su color gris á los pelos tupidos que la cubren del todo. Vive en el Estado de Veracruz y me ha sido regalada por el Sr. A. Sallé. LA NATURALEZA 145 Cantharis labialis, Eug. Dug. Log. 0,013. lat. 0,0035. Negra. Cabeza triangular, recordando por su aspecto la de una hormiga, lo que es debido al desarrollo del labro y de las mandíbulas; negra con un punto rojo en el centro y cubierta de puntos gruesos muy apretados. Labro muy desarrollado, bastante largo, anguloso en los lados, y escotado de tal modo, que se puede decir que es bilobulado, cubierto de puntos en los lóbulos y liso en medio de la base; mandíbulas largas, agudas y desprovistas de dientes, pudiéndose aplicar la una sobre la otra por su cara interna; maxilas normales, con el último artejo de sus palpos, triangular, alargado; barba casi cuadrada; lengiteta normal, con el último artejo de los palpos, triangular. Epistomo fuer- temente trasversal y llevado por una prolongacion de la frente, lo que hace que el labro parezca más largo de lo que es en realidad; frente con una depresion triangular en el ángulo posterior. Antenas del macho con el 1* artejo bastante desarrollado, aplastado, encorvado atrás y anguloso en medio, por delante; el 2." á pesar de ser el menor, parece más desarrollado que de costumbre; 3.” bastante grande, en triángulo muy alargado, los demás, de la misma forma y disminu- yendo poco á poco: esta parte de la antena es verdaderamente sub-filiforme en la hembra, siendo ésta así. Protórax más estrecho que la cabeza, y los élitros, más bien cuadrado que campanuliforme; su parte anterior estrechada para recibir el cuello, con un surco dorsal y cubierto de puntos numerosos y apretados. Escu- dete triangular con la extremidad un poco alargada y truncada. Élitros normales, granulosos, con cuatro nervaduras poco distintas. Cuerpo finamente granuloso, miembros normales; muslo anterior escotado por delante con pelos dorados en la escotadura; espolon externo de las piernas poste- riores apénas más desarrollado que el interno. Como he dicho, esta cantárida es negra, pero acaso en vida esté cubierta de pelos grises, pues no la he tenido sino mezclada con una gran cantidad de can- táridas de otras especies, y pudiera muy bien ser que la pubescencia hubiera des- aparecido por el frotamiento. Vive en Pénjamo y me ha sido regalada por mi amigo el farmáceutico Don Homobono Gonzalez. Cantharis Borrei, Eug. Dug. Lonz. 0,015. lat. 0,004. Negra y gris. Labro fuertemente redondeado en los lados, un poco avanzado y escotado en medio; epistomo recto por delante, separado de la frente por un surco arqueado; mandíbulas escotadas en la punta y armadas por dentro de 3 64 146 LA NATURALEZA dientecitos; maxilas normales, con el último artejo de los palpos triangular; barba y lengúeta normales, el último artejo de los palpos labiales en triángulo subcua- drado. Cabeza de forma nermal, surcada longitudinalmente y con un punto rojo en medio; antenas alcanzando como el 1% quinto .de los élitros; el macho tiene el artejo 1 muy grande, con la mitad interna un poco encorvado y formando un ángulo recto con la 2% mitad (externa); 2, largo de la mitad del 1, un poco encorvado, convexo en su parte externa, y cóncavo en la interna; 3, pequeño, casi del tercio del 2, triangular; 4, idem; 5, un poco más largo; los demás an- mentando poco á poco en longitud, pero disminuyendo de grueso; de manera que esta parte de la antena es sub-filiforme. En la hembra, los artejos 2, 3 y 4 son casi iguales y triangulares, los demás como en el macho. Protórax campanuliforme, con un surco dorsal, más estrecho que la cabeza y los élitros. Élitros normales. Muslos anteriores escotados en su mitad inferior, con pelos dorados en la escotadura; espolon externo de las piernas posteriores en forma de lanceta. Es, como he dicho, negra, pero cubierta de pelos grises y negros, formando una mezcla que recuerda la de ciertos paños. Fué encontrada, por primera vez, por un dependiente de la hacienda de Tu- pátaro, el Sr. D. Ignacio Abad, al pié del cerro tan conocido bajo el nombre de «Fuerte de San Gregorio y Cueva del Padre Torres.» He dedicado esta especie al Sr. A. Preudhomme de Borre, el sabio Secretario de la Sociedad Entomológica belga, en prueba de mi gratitud. Zonitis atra, Euc. Duc. Long. 0,012. lat. 0,004. Negra. Labro en cuadro alargado, escotado en medio del borde libre, con un manojito de pelos en cada ángulo, de modo, que parece como bilobulado; man- díbulas casi tan largas como la cabeza, muy agudas y sinuosas solo interiormente; maxilas alargadas de dos lóbulos; el interno poco desarrollado; el externo pare- ciendo una continuacion del primero, en forma de triángulo alargado, sobrepa- sando apénas los palpos labiales; palpos maxilares largos, con los artejos 2 y 3 en triángulo muy alargado, como tambien el 4 que está muy poco ensanchado en la extremidad; barba en trapecio alargado; lengieta bilobulada, con cada lóbulo delgado, agudo y más ó ménos velludo; palpos labiales con los artejos 1 peque- ño, 2 muy largo, 3 un poco ménos, pero algo ensanchado cerca de la extremidad. Cabeza fuertemente triangular, con los ángulos posteriores redondeados, pero salientes, como tambien el borde posterior en medio. Está cubierta de puntos y depresiones irregulares; en una palabra, más bien esculpida que puntuada. LA NATURALEZA 147 Antenas bastante largas, sub-filiformes, los artejos un poco triangulares, y el último más grueso y más ancho que los demás y agudo. Protórax cuadrado, más estrecho que la cabeza, y los élitros, algo redondeado por delante, con un surco dorsal y cubierto de puntos apretados. Escudete en triángulo, truncado en la punta, puntuado. Élitros fuertemente granulosos. Cuerpo apénas granuloso; último anillo abdominal bilobulado, ganchos con la mitad superior pectinada y la inferior filiforme. * Es negra, pero se ven algunos pelos amarillos en los miembros, el cuerpo, y principalmente en el borde libre de los anillos abdominales. Fué encontrada muerta y mutilada en un cerro de Guanajuato, por un buen amigo, D. Enrique Palassou. Zonitis flavicollis, Eug. Dug. Long. 0,008. lat. 0,0025. Negra y amarilla. Labro alargado, estrechado por delante, apénas escotado, bri- llante, morenusco; mandíbulas muy grandes, agudas, sinuosas interiormente; ma- xilas con el lóbulo externo en triángulo bastante largo, palpos con los artejos 1, pequeño; 2, largo y delgado; 3, menor; 4, bastante largo, cilíndrico y truncado en la punta; barba bastante larga, trapezoidal; lengúeta sub-bilobulada; palpos con los artejos 1, pequeño, 2 y 3 sub-iguales, largos; el último truncado en la extremidad. Kpistomo recto por delante, separado de la frente por un surco arqueado, ne- gro y esculpido. Cabeza esculpida, negra, triangular, con los ángulos posteriores redondeados y uN surco longitudinal. Antenas negras, setáceas, con el artejo 2 apénas menor que los demás. Protórax campanuliforme, bastante largo, sub-puntuado, con un surco dorsal bien notable, amarillo bajo. Escudete negro en triángulo alargado y redondeado en la extremidad. Élitros negros, más anchos que el protórax, granulosos. Cuerpo negro con el protórax amarillo. Ganchos con la mitad superior pecti- nada, la inferior delgada. Espolon externo de las piernas posteriores, anchos y sub-iguales. , Vive en Guanajuato. Nora. —El Sr. A. Sallé, habiéndome hecho notar que el nombre de Cinerea habia sido dado ya á una cantárida de los Estados Unidos, se debia cambiar el nombre de la que designamos asi en nues- tra primera Memoria, y la llamarémos: €. Vicina. Y La NATURALEZA.—Tomo V.—20. 148 LA NATURALEZA yu : e oia Ma a y ' s . mi Dl EXPLICACION DE. LA LAMINA. / aida k POS, ¿ . PS FiGURA 1.*, Telraonyx ochraceoguttalus, E. Dug.—Fic. 2.*, Cantharis bivirgata, AM. Dug.; A. B. €. D. E. F.. variedades torácicas; G. H. 1 J., id. elitrales; 4 2, antena del macho; b 2, id. de la hembra; e 2, cabeza normal; d 2, labro y mandibula; e 2, lengieta; f 2, maxila; y 2, último anillo abdominal del macho; h 2, id., de la hembra; 7 2, espolon de la pierna posterior.—Ftc. 3.2 Can- tharis monilicornis, E. Dug.; a 3, cabeza; b 3, maxila y labio inferior.—FiG. 4.*, Cantharis rufes- cens; 4 4, labro, mandibula y antena; b 4, lengúela; c 4, último artejo de los palpos maxilares.— Fic. 5.*, Cantharis croceicincia, E. Dug.; a 5, labro, mandibula y antena; b 5, lengíeta; e 5, último artejo de los palpos maxilares.—F1c. 6.*, Cantharis sobrina, E. Dug.; a 6, labro, mandibula y ante- na; b 6, lengieta; e 6, último artejo de los palpos maxilares: d 6, mandibula; e 6, último anillo ab- dominal de la hembra; f 6, 1d., del macho.—Ftc. 7.?, Camiharis basalis, Chev.; a 7, labro y antena; b 7, último artejo de los palpos maxilares; e 7, 1d., 1d., delos labiales; 47, espolon de la pierna pos- terior.—Fic. 8.2, Cantharis Borrei, E. Due.; a S, labro; b $, mandibula; c $, último artejo de los palpos maxilares; d $, lengúeta.—Fi6. 9.*, Cantharis labialis, E. Dug.; a 9, labro y antena del ma- cho; b 9, antena de la hembra; e 9, último artejo de los palpos maxilares; d 9, lengúela y barba. —Fic. 10. Cantharis stigmata, Sturm; a 10, antena del macho.—FtiG. 11, Zonitis atra, E. Dug.; a 11, 1labro, mandibula y antena; b 11, labio inferior y maxila; c 11, gancho.—Fic. 12, Zonilis flavicollis, E. Dug.; a 12, labro, mandibula y antena; b 12, labio inferior y maxila; c 12, gancho.— Fic. 13, Macrobasis antennalis, Deysolle; 4.13, labro y mandibula; b 13, maxila y su palpo; c 13, labio inferior con sus diferentes partes; d 13; antena del macho; e 13, id. de la hembra; f 13, gancho. Á ka e í Pa F MN » ¡AN DY Ñ kl ds Tomo Y. LA NATURALEZA LOS / dam. 4 a. 2 b.2 b 4 LADA nt a £ Fig. 1 o 7) £ a YA Ur Ú PY e.6 d.6 pee - LN A L ES SS 1 sa Pú, ) 2 LE JE £T +3 E BO a.10 Meloideos indigenas. INPORME QUE RINDE: EL. PRIMER SECRETARIO Á LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL DE LOS TRABAJOS PRESENTADOS EN LOS AÑOS DE 1879 Y 1880. Señores: L presente Informe no tiene otro objeto que el de llenar el deber que tengo impuesto por nuestro Reglamento, cuya obligacion me es grato satisfacer. No quiero detenerme en consideraciones de ningun género, por- que ellas me desviarian del asunto á que debe ceñirse esta Memo- ria. Con tal fin, daré desde luego principio á mi tarea. Comenzaré á informar con los datos que he tomado de las actas. El Sr. José Ramos habló sobre las interesantes investigaciones de Frederieg, relativas á la sangre de los invertebrados; dicho autor ha. experimentado sobre los pulpos, y enccntró, en la parte líquida de la sangre, una sustancia albuminoide, la que llama hemocianina, por el color azul que toma al contacto con el oxígeno; así, cargada de este gas, la sangre va á servir para la hematosis, perdiendo su coloracion al cargarse de ácido carbónico en su paso, á través de los tejidos. Esta sustancia representa el papel de la hemoglobina que se encuentra en los elóbulos rojos de los vertebrados, siendo de notar, que en la hemocianina hay una pequeña cantidad de cobre que representa el mismo papel que el fierro en la hemoglobina. Cree útil proseguir estas investigaciones en diversos animales de sangre blanca. El Sr. D. José Ramírez, despues de haber dado lectura á su traduccion sobre la naturaleza y fisiología de la Clorofila, dió de palabra el dictámen que se le en- cargó, en compañía del Sr. Sanchez, de los trabajos sobre los Ajolotes; uno del Sr. Weismann, y el otro del que suscribe. Respecto del primero, hizo notar que nada trae de nuevo sino que Weismann es darwinista, y cree, sin embargo, que el ajolote transformado ha retrocedido; cuya opinion es contraria á la teoría de Darwin; en consecuencia tiende á destruirla. Esta extraña idea, la deduce de he- chos poco conocidos para él, porque ignoraba que los ajolotes se transforman en México. En cuanto al trabajo del que suscribe, dijo: que le parecia interesante por los hechos que refiere, nuevamente observados, y tambien por la refutacion 150 LA NATURALEZA del trabajo del Sr. Weismann. Manifestó no estar conforme con la que se hace de la teoría de Darwin, y concluyó pidiendo fuesen publicadas integras las ano- taciones, y de la Memoria solo los párrafos á que se refieren aquellas. “Despues de una ligera discusion, en la que tomaron parte los Sres. Sanchez, Herrera, Villada, Ramírez y el que suscribe, se acordó, á mocion del Sr. Herrera, pasara á la Comision de publicaciones, asociada á la del dictámen, para que ar- reglasen lo concerniente respecto de su publicacion. El Sr. Joaquin Arriaga manifestó que está arreglando para la Sociedad, una coleccion de plantas y animales, cuyo trabajo no ha podido terminar por sus mul- tiplicadas atenciones, estando dedicado al estudio de la hidrografía, en la hacienda de Queréndaro. El Sr. Herrera dió noticia de un escrito de Pasteur; habla acerca del cólera de las gallinas, y pidió se tradujese, por las aplicaciones que pueden hacerse con res- pecto á las enfermedades epidémicas en el hombre. Refiere experiencias muy in- teresantes. El Sr. Villada ha estudiado la langosta que devasta el país, y que parece ser el Acridium peregrinum, por haberse visto el mismo Acridium en Europa y en Asia. Dijo quese presenta en los Estados Unidos, hácia el Sur, el 4 cridium ame- ricanum; y hácia el Norte, el Coloptenus Spretus. El Acridium peregrinum es el mismo que se presentó el año de 1855. El Sr. Herrera recomendó al Sr. Villa- da una monografía, que sobre langostas publicó el Sr. Nieto. 21 Sr. Ruíz Sandoval hizo notar, que la langosta que describió el Sr. Nieto, recibió de este señor el nombre de Acridium Velazquez, y quese distingue por el color de sus alas que son violadas. El Sr. Ortega Reyes hizo presente, que en el trabajo que ha escrito sobre la materia, salió una lámina de la langosta igual á la del Sr. Nieto. Informó el Sr. Ramírez, que estudiando los ajolotes que le regaló el que sus- cribe, pudo ver en uno ya transformado, que habia en sus ovarios, huevos per- fectamente desarrollados, lo que demuestra que el animal es susceptible de repro- ducirse en estado de amblistoma. Al Sr. Herrera le pareció que lo referido por el Sr. Ramírez está de acuerdo con lo observado en Europa; hecho muy importante, pues es raro que el animal se reproduzca en sus dos estados. El Sr. Crescencio García mandó un objeto curioso acompañado de una carta. 2s un capullo llamado vulgarmente horreguito, que se encuentra adherido á una rama de árbol. Está formado por un conjunto de larvas pertenecientes al órden de los himenópteros abrigados en él; y á la vez es un capullo de un lepidóptero. En la carta hace explicaciones de este ejemplar y promete mandar algunos otros cerrados. El Sr. Bárcena recordó haber visto capullos semejantes, envolviendo las ramas de los huisaches. LA NATURALEZA 151 Se dió lectura 4 un trabajo sobre la descripcion del Adelophis Copei, género nuevo del Sr. A. Dugés; pasó ála seccion de Zoología, para que diese su dictámen. El Sr. Villada presentó, á nombre del que suscribe, un insecto curioso, traido de Chiapas, y regalado por el Sr. Genaro López. Ys la gora lanternaria de la América del Sur. Sobre sus propiedades fosforescentes no están de acuerdo los autores. Dió cuenta de dos exploraciones, una á los lagos de Xochimilco y Chal- co, la que hizo en compañía del que suscribe, y la otra al Volcan del Popocate- petl. Ofreció presentar sus estudios, lo que no ha podido efectuar á causa de te- ner que hacer algunas rectificaciones. Se dió lectura á'una carta del Sr. Alfredo Dugés, en la que describe una hi- bridizacion, fecundandola Nicotiana tabacum, con el pólen de la Nicotiana glau- ca; resultando de este cruzamiento una planta con los caractéres de la última. El Sr. Fernando Altamirano creyó conveniente, que al publicar la nota del Sr. Dugés, se acregue el estudio que un alumno de la Escuela de Medicina pre- sentó en su tésis; hizo el análisis de la Nicotiana glauca y encontró un alcaloide entre las sustancias que contiene. Kl Sr. Gonzalez informó sobre una expedicion que hizo á la hacienda de Joco. Trajo tres ejemplares de encinas y una especie de capulin que parece ser una monstruosidad, é hizo su descripcion. El Sr. Alfonso Herrera hizo uso de la palabra para decir: que la Jussicea cul- tivada por el Sr. Droege, es un efecto muy diferente de la que se desarrolla es- pontáneamente en el Valle de México; que en lugar de rastrera, es erguida, y áun las hojas son distintas de forma; que se propone hacer algunas experiencias para ver si recobra su forma anterior. Respecto del capulin de que habló el Sr. Gonzalez, le parece, que debido á un exceso de fertilidad, las hojas se han vuelto más carnosas, y las yemas florales, en lugar de nacer una en cada axila, hrotan dos ó más. En la sesion del 29 de Abril, el Sr. Bárcerna habló acerca del calendario bo- tánico. Manifestó haber pasado una circular á sus corresponsales, con el objeto de que en dicho calendario se fijara la época de la floracion, ya ordinaria como anormal, á la vez que las demás circunstancias dignas de notarse respecto al des- arrollo de las plantas, así tambien con relacion á los sembrados, el precio de las semillas, etc., para lo que les remitió esqueletos que puedan llenar, á fin de unifor- marlos diversos calendarios que remitan al Observatorio. Varios habian obsequia- do sus deseos, sobre todo en Tlacotalpam y otros puntos como los del Valle de Leon, (en Michoacan), hacienda de Ibarrilla (en el Estado de Guanajuato). De Tlacotal- pam le hablaron sobre las siembras de algodon, y de un insecto que lo destruye. Tambien se dirigió á los telegrafistas de diversas líneas para que contribuye- ran, con sus observaciones, al estudio de la meteorología, aparicion de diversas aves, insectos, etc.; todo lo cual dará una idea del estado general de la agricul- tura en la República. 152 LA NATURALEZA En los Valles de México, Puebla y Leon, casi concluyó la florescencia por los frios pasados. En Cuernavaca dominan las Rosáceas, y ha notado que en los diversos lugares donde crecen, no tienen sobre de ellas los cambios de tempera- tura una influencia marcada como en las otras plantas, de modo que no son es- tacionales. Hizo en seguida una descripcion del estado atmosférico que en esos dias domina= ba, y concluyó haciendo una extensa apreciacion sobre los resultados que habian producido los fenómenos eléctricos sobre la vegetacion, la que juzgó anormal en este año. En seguida se dirigió al Sr. Villada para que dijese algo sobre su expedicion á Cuernavaca. El Sr. Villada manifestó que lo habia llevado á ese lugar una co- mision que lo imposibilitó de estudiar aquella region como habria deseado; pero que sin embargo, daria por escrito el estudio que está haciendo de un pequeño herbario que colectó, y que aún no tenia determinadas todas las especies de plan- tas que contiene, asi como de algunos insectos y reptiles que trajo. El Sr. Ramírez, en cumplimiento de lo acordado por la Sociedad, dió cuenta de un artículo que se ocupa con especialidad de las floras alpinas. ln su Informe dijo: que al principio las floras consistian en simples listas de plantas sin ninguna observacion; más tarde, se tuvieron en cuenta la direccion de los vientos y otros fenómenos meteorológicos, despues que Darwin publicó su obra sobre el orígen de las especies; entónces se recogieron datos geológicos y compararon unas floras con otras. En México pudieran hacerse estudios comparativos, auxiliándose de los que se hacen en el Observatorio Meteorológico. Actualmente está estudiando la accion de los anestésicos sobre algunas plantas, con los Owalis especialmente. Ha visto que el éter retarda la hora del sueño y despierta la planta más tarde. En seguida informó sobre una planta que trajo del Popocatepetl(Arenaria brioi- des), cuyos caractéres especificos cambian aquí notablemente, pues allá, sus hojas son imbricadas, y aquí no lo son, porque los entrenudos del tallo se alargan; tam- bien se nota algun vello, aunque escaso, en los nudos mismos; en su estado na- tural es completamente lampiña. Es de las últimas que se hallan en aquella mon- taña, y las distintas condiciones que hay en uno y otro lugar, debe ser la causa de la diferencia de caractéres. Llamaron la atencion del Sr. Herrera el alargamiento del tallo y la aparicion del vello; las plantas que crecen en lugares escasos de luz, alargan considerable- mente sus tallos como se observa en los bosques; probablemente el Sr. Ramírez colocó su planta en un lugar poco iluminado; pero la aparicion del vello es aún más singular, porque el frio es una de las causas que obran cón energía para su desarrollo; quizá sea un efecto de adaptacion por haberse alargado los entrenudos y dejado, en consecuencia, desnudos los tallos; lo que no pasa en el volcan, es- tando cubiertos con las mismas hojas. Refiriéndose á la Flora alpina, manifestó estar de acuerdo con la opinion del LA NATURALEZA 1353 Sr. Ramírez en cuanto á su importancia; refiere, que cuando se hallan en dos lugares distintos plantas de una misma especie, es probable que hayan estado uni- das. Esto es aplicable 4:la flora de Cuba y México que son muy análogas. Agre- ga, además, que en tiempos remotos, las floras alpinas deben haber ocupado los valles, cuya temperatura les ha de haber sido muy favorable; y que habiendo cambiado ésta, situáronse entónces en las altas montañas, donde encontraron la temperatura que ántes tenian. Kl Sr. Ferrari presentó una especie de Combretácea; por el estudio que hizo de ella, encontró, que pertenece al género Combretum, pero difieren algunos ca- ractéres de la especie descrita por Humboldt y Bompland, por lo que vaciló entre si.se trataba de una especie nueva, ó solo de una variedad: pasó á dictámen á la Comision de Botánica. El Sr. Bárcena habló respecto á una consulta que se le hizo desde el extranjero con relacion á-las flores de madera que se desarrollan en el guayabo; cree sean producidas por un parásito. El Sr. Herrera dice: que tiene razon el Sr. Bárcena, pues realmente estas ex- crecencias son producidas por un parásito (Loranthus):los pájaros comen el fruto, y al arrojar el excremento, las semillas que pasan intactas por el tubo digestivo, van á incrustarse sobre la madera en que los pájaros arrojan las materias fecales, formándose las excrecencias y deteniéndose el crecimiento del ramo; agrega, que tambien las ha visto sobre la madera del Chirimoyo y de algun otro árbol, siendo de notar que su forma varía segun el árbol en que se desarrolla. El Sr. Bárcena recordó que la semilla es elutinosa, lo que facilita su adhesion y su implantacion sobre la madera. Al Sr. Villada le pareció que la cuestion no estaba del todo resuelta; que no basta la presencia del parásito para explicar la formacion de las excrecencias; que debe contribuir alguna otra causa desconocida, pues él ha visto en Cuernavaca algunos parásitos que no ofrecen ninguna excrecencia. El Sr. Herrera aceptó la opinion del Sr. Villada, pues hay distintas especies de Loranthus que pueden darse de distinto modo, segun el árbol donde se desar- rollan; tal vez en el mango se limitan á detener el crecimiento del ramo sin pro- ducir excrecencias. El Sr. Peñafiel ha visto en Jalisco á este parásito implantado sobre los mez- quites, y comunmente le llaman ingerto. Cree, que cayendo sobre el árbol, se implanta en él, verificándose una especie de placentacion. Anunció el Sr. Sanchez que el Sr. Felliére posée una coleccion de 200 á 300 flores de madera, y que puede conseguir que la Sociedad vea esta coleccion. Se le ocurrió al Sr. Herrera una explicacion para dar cuenta de las variedades que ofrecen: las raíces del Loranthus deben penetrar el árbol siguiendo los rayos medulares, que como se sabe, están formados de tejido celular blando y conteniendo jugo nutritivo. Como el número y disposicion de estos rayos medulares varían en 154 LA NATURALEZA los diversos árboles, deben presentarse variaciones correspondientes en el fenó- meno de que se habla; los frutos del parásito tienen una sustancia glutinosa y ad= hesiva que favorece su adhesion sobre los árboles. Se debe contar, además, con que hay varias especies de Loranthus, como el caliculatus y el mexicanus; todo lo cual basta, en su concepto, para explicar las diferencias de que se ha habla= do. Recordó, á propósito de esto, que existen algunos ocotes cuyos conos son ver- daderamente monstruosos, lo cual es debido á la existencia de unos hongos que los hipertrofian. El Sr. Bárcena participó á la Sociedad haber visto el maíz primitivo en las rui- nas de Xochicalco, lo que ofrece gran interés histórico, pues tal vez crecia allí esta planta desde tiempos muy anteriores. Tambien existe en gran cantidad, en Tuxtla, segun le han dicho: puso á la disposicion de la Sociedad este maíz que recogió con sus tallos, hojas y espigas. El Sr. Villada mostró los granos de una gramínea, que con el nombre de maíz primitivo envió el Sr. Ruíz, de Irapuato, con el objeto de que se estudie. El Sr, Herrera hizo notar la importancia de su estudio, pues tal vez sea, en efecto, el maíz primitivo, que bajo la influencia del cultivo se modifica al grado que lo co- nocemos. El Sr. Mendoza que ha estudiado este punto, cree que dicha gramínea en cuestion parece ser distinta del género Zea. El Sr. Villada recordó haber visto un artículo impreso en Bélgica, en el que se trata de este asunto y que va unido á un grabado. El Sr. Schaffner remitió una carta en la que comunica el envio del herbario que recibió la Sociedad, y la planta que hacia tiempo pidió se dibujase, la Leg- noa cerúlea; indica las inexactitudes que encierra la lámina dibujada en la obra de H. y B. La Comision de Botánica pidió á la Sociedad se le acordase al Sr. Schaffner un premio por la numerosa coleccion de plantas, determinadas la más de ellas, cuyo trabajo ha sido obra de mucho empeño y laboriosidad. Fué aprobada por unanimidad esta proposicion. El Sr. Villada, con motivo de la Legnoa, se expresó del modo siguiente: creí al principio que la Legnoa de Cuernavaca era la madreporoides, pero parece ser la misma que la que ha estudiado el Sr. Schaffner, la cerúlea. La encontré sobre la raíz del Helianthus annus. Anunció que habia traido las flores de madera de Cuernavaca y que las presentaria próximamente, En otra sesion pidió constase en el acta, que la Legnoa de ¡Cuetiandea no es parásita del Helianthus anmus, sino de la Tithonia tubeformis. Presentó el Sr. Bárcena un caso de faciacion y division de la Losselia coccínea llamada vulgarmente espinosilla; el ejemplar lo presentó disecado y colocado en un marco, y lo regaló á la Sociedad acompañado de su correspondiente descripcion. El Sr. Herrera creyó importante recoger la planta viva, para ver si las semi- llas reproducen el fenómeno. LA NATURALEZA 155 En una de las últimas sesiones dió cuenta el Sr. Bárcena con algunas obser- vaciones: notó que á causa de la suavidad del invierno, empezaron á florecer «1l- gunas plantas invernantes; despues bajó la temperatura y vió que las hojas tiernas se entristecieron; las que no habian acabado de secarse cayeron. Habia un proble- ma pendiente: si se detenia la evolucion, y se notó que hubo detencion en algunas yemas. Así, la vegetacion marcó un carácter primaveral, y la temperatura un carácter invernal. 1l año de 1880 ha sido muy propicio para la vegetacion; en el mes de Noviembre algunos árboles tenian tanta savia, que la corteza se rompia dejando escapar el jugo. Ha tomado nota de las plantas que resistieron á diversas temperaturas y á distintas exposiciones. Los 7 ropeolus resistieron al principio, pero despues se tostaron. Lasiempreviva ha seguido su período exacto de floración áun en las que se colocaron en forma de coronas en el monumento que se acaba de construir en Chapultepec. El Sr. Herrera advirtió que es necesario tener en cuenta si las plantas están en la sombra, pues cuando reciben los rayos del sol despues de una helada, se despren- den súbitamente los gases y desgarran las paredes de las celdillas de los vegetales. Así, las que reciben los primeros rayos del sol de la mañana, están más expuestas á secarse que las que están en la sombra. ElSr. Bárcena manifestó haber observado la influencia de la exposicion, y notó que elaño de 1879, la mejor fué la de Sur Oeste. Dió noticia el Sr. Bárcena de un artículo publicado en «El Monitor Republi- cano» del 17 de Marzo de 1880, sobre criaderos de oro, plata y carbon de pie- dra en el Valle de México. Cree sea una equivocacion del autor de ese artículo, porque la formacion del Valle no es á propósito para que haya tales criaileros; qui- zá confunda la turba producida por la vegetacion del lago de Xochimilco con el carbon de piedra. Tambien dió cuenta de un artículo publicado en el «American Journal,» en el que se da noticia de un criadero de óxido de antimonio en el Es- tado de Sonora; es amarillo ó negro-pardusco, muy reducible y fácil de beneficiar; se encuentra entre la roca caliza y el cuarzo. El Sr. Ruiz Sandoval presentó unos ejemplares de piedras recogidas en el tajo de Nochistongo. El Sr. Bárcena, refiriéndose á ellas, dijo que eran calizas con- crecionadas que muchas veces toman la forma radiada. El mismo Sr. Bárcena presentó un importante trabajo geológico; el primero en su género que se emprende en México. Sobre la Carta de la República, ha in- dicado con colores las diversas formaciones de las rocas, cuyos datos los ha sa- cado de los muchos apuntes que tiene coleccionados en sus carteras, hechos en los lugares marcados en el plano. Hay algunos aislados que los ha determinado por los ejemplares fósiles que ha estudiado de esos lugares. Cada color manifies- ta una época distinta; están indicadas las formaciones secundarias, posterciarias y modernas: este trabajo lo dedicó á la Sociedad. El 21 de Octubre del año pa- sado, dió lectura á una nota sobre geología, contenida en su Memoria de la Ex- posicion de Guadalajara. La NATURALEZA.—Tomo V.—21. 156 LA NATURALEZA ¿n 1879 dió un extenso Informe sobre la periodicidad y direccion que siguen los temblores en México; informó tambien sobre las canteras de la barranca del Cristo, sobre la formacion del pedregal de San Angel, é hizo una extensa y mi- nuciosa descripcion de los fenómenos geológicos acaecidos en Cacahuamilpa, di- bujando sobre el pizarron la topografía de aquella region, para que la Sociedad pudiera apreciar con mayor facilidad la dislocación que se habia efectuado, así como la direccion, tanto de las dos grutas, como de los rios que atraviesan la montaña y el sitio donde están situados los monumentos antiguos que fueron en- contrados en su expedicion. El Sr. Sanchez, con motivo del estudio que hizo para probar la existencia del cobre en México y que fué conocido y elaborado este metal por los antiguos me- xicanos, pidió á la Sociedad los datos que pudiera suministrarle, y dió noticia á la vez de todos los que hasta entónces habia encontrado. El Sr. Altamirano pidió al Sr. Herrera su opinion acerca del principio acre del maguey; este señor dijo que le parecia ser un principio volátil, como tiende á probarlo un hecho que le refirió el Sr. A. Ortega, el que describió minuciosamente. Expuso el Sr. Altamirano, que experimentando sobre el maguey, habia creido deducir que su acritud no es debida á un principio volátil, sino más bien á una infinidad de cristalitos insolubles. El Sr. Herrera refirió que estos cristalitos, for- mados de oxalato de cal (ráfidas), habian sido encontrados en el maguey por la Comision científica que vino en tiempo del Imperio; dichos cristalitos pueden que- darse en la ropa que se ha lavado con el maguey é irritar mecánicamente la piel; pero cree que además debe haber un principio volátil que explicaria la irritacion á distancia. El Sr. Altamirano insistió en su opinion, no habiendo tenido ningun efecto con el extracto acuoso ni con la tintura, en tanto que con los cristalitos siempre ha visto aparecer la erupcion. Le pareció al Sr. Ramos que existe un principio soluble acre, además de los cristales insolubles: refirió un caso que le pasó en San Luis Potosí, que le apare- ció una extensa erupcion despues de haberse mojado accidentalmente en un rio con el agua que habian empleado para lavar con maguey. Le pareció al Sr. Herrera que existe probablemente en el maguey ácido máli- co tan comun en las plantas grasas, y tal vez ácido fórmico, lo que explicaria la accion irritante además de la producida por las ráfidas; tambien la saponina como en el amole. El Sr. Altamirano dijo: que realmente hay un jugo ácido y una goma, pero independientemente del ácido las ráfidas ejercen una accion especial, porque des- pues de haberlas lavado perfectamente, producen, no obstante, una irritacion muy marcada. En la sesion del 2 de Diciembre de 1880 se hicieron funcionar varios aparatos con el fin de observar los fenómenos que produce la materia radiante. En varias LA NATURALEZA 157 sesiones se han leido artículos sobre este asunto, cuya obra fué regalada á la So- ciedad por el Sr Bárcena. El Sr. Director del Museo, D. Gumesindo M endoza tuvo la bondad de prestar dichos aparatos. Debo hacer notar con mucha especialidad, los Informes re lilas por los Sres. Ortega Reyes y Ruiz Sandoval respecto á la glosa de las cuentas de la Tesorería de los dos años. El primero de estos señores la hizo en 1878 y el segundo en 1879. Propusieron se aprobasen las cuentas presentadas por el Tesorero, las que revisaron con atencion, así como sus comprobantes, encontrado todo perfectamen- te arreglado y llevado con exactitud. Fueron aprobadas por aclamacion, cada una en su año respectivo. El Sr. Villada leyó una carta del Sr. Schaffner, en la que dice remite 24 pe- sos para que con ellos se pueda emprender la lámina de la Legnoa cerílea. Dió cuenta de la cantidad colectada entre los socios para los inundados de Matamoros; acordó la Sociedad que de los fondos se aumentasen los 21 pesos recogidos hasta 25. El Sr. Bárcena regaló á la Sociedad 50 pesos con el tin de auxiliar á la Teso- rería en el gasto del ornato del salon de sesiones. El que suscribe presentó, á peticion del Sr. Bárcena, el dibujo de la Legnoa cerúlea, que hizo por encargo de la Comision de publicaciones. El Sr. Montes de Oca, leyó la Memoria de su viaje al Estado de Chiapas, en la que se ocupa en describir las costumbres de los indígenas, la topografía, la flora y fauna de aquella region. Esta Memoria fué hecha con el objeto de agre- garla á la general que la Comision de límites entre México y Guatemala presen- tavá al Gobierno. Su objeto fué el de oir la opinion de la Sociedad acerca de ese trabajo. Entre los diversos animales que citó, hizo la descripcion de un Sar- coramphus que le pareció ser una especie nueva; dijo que el Sr. Villada se ocu- paba de estudiarlo, y si resultaba ser en efecto no conocido, proponia se le diese el nombre de Hlarregui, dedicándola al jefe de la Comision de límites. Despues de leer la descripcion de un colibrí, llamó la atencion de la Sociedad, diciendo: que esa especie, aunque estaba descrita, se creía no existiese en México, y por lo tanto, pedia se publicara su descripcion. El Sr. Sanchez dijo: que acerca del colibrí no habia inconveniente en publi- carlo, pero que respecto al Sarcoramphus, era menester asegurarse bien si era en efecto ó no una nueva especie; opinó porque sea tal vez la hembra del Sareco- ramphus papa. Advirtió el Sr. Montes de Oca que el color de las patas y del pico son iguales en los dos sexos, cuyo carácter no se halla en su ejemplar, con relacion á la es- pecie con que se compara. El Sr. Sanchez interrogó al Sr. Montes de Oca, si le constaba de alouna ma- nera que no diese lugar á duda del hecho que refiere en su Memoria, de que los murciélagos matan á los niños y á los animales chupándoles la sangre, porque pudiera ser más bien que la emigracion de las poblaciones de que ha hablado haya 158 LA NATURALEZA sido motivada por la molestia que su grande número ocasionaba, á lo que contestó, que personas verídicas se lo habian asegurado. Agregó el Sr. Sanchez, que era muy conveniente informarse sobre lo que haya en realidad acerca de lo que se refiere; porque se encuentra combatida esa idea con razones muy atendibles. El Sr. Brehm dice que no es posible que los mur- ciélagos ocasionen la muerte á los niños y á los animales, por la corta cantidad de sangre que puede extraer uno solo; que para ello seria necesario que se agru- pasen muchos á la vez, para que una considerable pérdida les produjese la muerte, lo que nunca sucede; son tan pequeños sus dientes, que no pueden penetrar más allá de la epidermis, y de consiguiente, sus heridas se limitan á romper los capila- res, lo que no puede dar lugar á ninguna hemorragia que los pueda privar de la vida. El Sr. Montes de Oca ofreció informar á su vuelta sobre el particular. El Sr. Ramos José dijo haber leido en un periódico científico, una fórmula de un líquido para conservar piezas anatómicas. Se compone de agua, alumbre, sal marina, nitro, potasa, ácido arsenioso, glycerina y alcohol metylico; suplicó al Sr. Sanchez lo experimente para ver si da resultado; á lo que contestó que ya ha- hia experimentado dicho líquido conservador sin obtener el resultado que se decia. Habia puesto algunos frutos, como mangos y algunas flores rojas, unos y otras ha- bian perdido su color; las flores se pusieron negras al cabo de poco tiempo. En la sesion de 15 de Agosto, se trató de un asunto de mucho interés para la marcha de la Sociedad. El Sr. Altamirano manifestó que seria muy conveniente organizar comisiones exploradoras que colectaran y estudiaran la flora del Valle de México. Los Sres. Iolesias y Monroy aprobaron la idea; el primero prometió influir con las empresas ferrocarrileras para obtener una rebaja de precios en los pasajes para facilitar las expediciones. El segundo opuso una dificultad, que no se podrian erogar los fuertes gastos que demandan esta clase de trabajos, y para salvarla, propuso se consiguiese del Gobierno los fondos necesarios para hacerlos realizables. Le ocurrió al Sr. Altamirano se nombrase una Comision para que examinase el asunto é hiciese las reflexiones que juzgare convenientes. Quedaron nombra- dos con tal objeto, los Sres. Villada é Iglesias. El Sr. Montoy notó alguna apatía en la Sociedad, y para animarla, pensó re- currir á las Comisiones especiales que están nombradas para hablar á la Sociedad de los asuntos que se les tiene encomendados. Que seria bueno hacer una exci- tativa para traer la animacion que tanta falta hace, y que en gran parte contri- buye á la decadencia en que se halla la Sociedad. 2l Sr. Monroy, al expresarse así, le guiaba la buena idea de alentarla: des- pues de varios años de ausencia, y de consiguiente, no estando al tanto de su marcha, la veía languidecer. El Sr. Villada hizo presente que las Comisiones á que aludia el Sr. Monroy, habian dado cumplimiento con lo que se les habia en- cargado; que en cuanto al periódico tenia el material suficiente; y aunque sale LA NATURALEZA 150 con algun retardo, la causa no está en la falta de material, sino depende de otras circunstancias. El Sr. Altamirano fué de parecer se aceptase la idea expuesta por el Sr. Vi- llada, de que se le autorice para que, como Tesorero, haga los gastos de una pe- queña Comision, para empezar por una ó dos expediciones al mes. Ofreció el Sr. Iglesias hablarle al Sr. Ministro de Justicia, en compañía del Sr. Villada, acerca del proyecto de la Sociedad, y solicitar una subvencion, si- quiera de cien pesos mensuales, porque sus fondos son insuficientes para empren- der esta clase de trabajos. El 19 de Agosto, con motivo de lo anterior, decia el Sr. Peñafiel: que para dar animacion á la Sociedad, era menester ir á buscar material fuera de México. El estudio de los diversos productos que encierran los Estados de la República, tienen el mayor interés para la prosperidad del país; es indispensable expensar Comisiones nombradas por la Sociedad; pero para ello es menester contar con fondos, no para pagarles sus trabajos, sino para remunerar dos Comisiones que se ocupen de estudiar, por ejemplo, una de Enero á Julio y otra de Julio 4 Di- ciembre; bastaria para ello dos mil pesosal año. Añadió, que á un Gobierno ilus- trado, no le importa gastar una cantidad tan corta como es la que ha indicado. il Sr. Altamirano creyó necesario esperar el dictámen de la Comision nombra- da anteriormente con motivo de este asunto. Manifestó el Sr. Villada que la Co- mision aún no se habia podido reunir; que las ideas manifestadas por el Sr. Pe- ñafiel le parecian buenas. Al Sr. Peñafiel le parece que con 100 pesos al mes poco se podrá hacer en un estudio que es por su naturaleza muy vasto, y terminó diciendo, que el Gobierno y la sociedad reportarian los beneficios que deben resultar de tales trabajos. For- muló en seguida la proposicion siguiente: «Se hará una iniciativa al Congreso de la Union, pidiéndole una subvencion de 2,000 pesos para gratificar á dos Comisiones que nombre esta Sociedad, para explorar algunos puntos del país, en los ramos de Historia Natural. » Puesta á discusion, en la que tomaron parte los Sres. Ramirez, Peñafiel, Al- tamirano, Villada, Alcacio, Ferrari, Ortega Reyes y el que suscribe, á mocion del Sr. Villada, la retiró su autor, quedando nombrado para formar parte de la Comision nombrada en la sesion anterior, para que sus ideas fuesen discutidas en el seno de la misma. El Sr. Ferrari invitó á la Sociedad para que vea los objetos que ha traido de su expedicion al. Estado de Puebla, comisionado por el Gobierno. No habiendo estado el Sr. Herrera en la sesion anterior, despues de oír la lec- tura de la acta, se expresó asi: Ya que se trata de hacer exploraciones, con el fin de estudiar la flora y fauna de algunas regiones del país, indicaré una idea que me parece más realizable. Debemos empezar por lo más fácil; por hacer la flora del Valle de México, y terminada ésta, se puede ir saliendo hácia los Esta- La NATURALEZA.—Tomo V.—21-22 160 LA NATURALEZA dos, tomando la Capital como punto de partida. Yo creo, así como se ha dicho en el acta y con razon, que carecemos por ahora de recursos y áun de personas que con cortos auxilios se atrevan á salir á grandes distancias. Creo que hecha la Flora del Valle, se irá poco á poco, como he dicho, hácia los Estados más próxi- mos á la Capital, y de este modo se conseguirán los resultados que se desean. Del Sr. Hugo Fink se recibió una extensa Memoria relativa á una expedicion á la Costa de Sotavento, algunos mármoles y otros diversos minerales, conchas y unas piedras con sedimentos salinos, recogidas en Santecomapan (Tuxtla). El Sr. Villada dió lectura al citado trabajo. El Sr. Ortega Reyes, presentó una Orquidea implantada en una corteza, cuyo ejemplar le parece curioso. Cree que la semilla de la Orquidea cayó en un tallo de Copalchi y germinó dentro, formándole la cubierta que envuelve los tubérculos. El Sr. Manrique regaló unas conchas terrestres y unos colmillos de Lagarto. El Sr. D. Juan Cordero regaló un retrato de su finado hermano D. Francisco Cordero. El 29 de Abril de 1880, presentó el Sr. Villada, á nombre de la Comision de publicaciones, la última entrega del cuarto tomo de «La Naturaleza.» El Pre- sidente, Sr. Bárcena, se dirigió á la Sociedad en los siguientes términos: «Es un acontecimiento agradable el que se haya terminado el cuarto tomo de la publica- cion; causa verdadera satisfaccion verlo concluido; en ella no solo se publican los trabajos de los socios, sino que las más veces se acompañan de sus respectivos dictámenes, lo que da una garantía al público. Aunque al parecer, la Sociedad esté fuera de toda responsabilidad acerca de los mismos trabajos, no obstante, colectivamente la tiene; por tanto, es de reglamento que sean revisados por las Comisiones respectivas.» El 10 de Julio del mismo año, el mismo Sr. Villada presentó la primera entre- ga del tomo quinto, y dió cuenta con las reformas que se le han hecho á la pu- blicacion. A la fecha, se lleva publicado hasta la sexta entrega y próximamente saldrá á luz la sétima. CONTINUACION DEL INFORME CON LOS DATOS TOMADOS DE LA PUBLICACION. SECCION DE ZOOLOGIA. En esta seccion tenemos un trabajo escrito por el Sr. Dr. Eugenio Dugés, el que se ocupa de la descripcion de Coleópteros indígenas. Este trabajo, como tan- tos otros que han sido publicados en «La Naturaleza,» del propio autor y sobre el mismo asunto, está ilustrado con una lámina colorida que lleva 10 figuras para dar idea de la forma y coloracion de cada especie y los correspondientes detalles que las caracterizan. Los géneros de que se ocupa son tres, segun el Informe que con este motivo se halla publicado en la entrega 1% del tomo quinto, suscrito por el Sr. Dr. Manuel Villada: el Tetracha, Cicindela y Odontocheila. De las es- pecies descritas, dos corresponden al primero, veinticuatro al segundo y dos al tercero, tomadas algunas de ellas de la obra escrita por Chevrolat acerca de los Coleópteros mexicanos, y teniendo su radicacion en regiones templadas y calien- tes de la República. El Sr. Dr. Alfredo Dugés remitió tres trabajos: uno de ellos se ocupa del perro llamado vulgarmente de Chihuahua, Canis gibbus. En la lámina que acompaña á este artículo, hay tres figuras: una da idea del aspecto exterior del perro, y las otras dos indican la configuracion de los huesos del cráneo. Otro de sus trabajos es referente á la Rata negra. Se ha observado que esta rata persigue y ahuyenta á los ratones, y que ella es, á su vez, la víctima de la rata comun. Refiere, además, haber visto en el largo período de 25 años que ha vivido en Guanajuato, la mejor armonía entre estos roedores. El tercer trabajo lo remitió en una nota dirigida á la Sociedad, en la que dice haber encontrado en el útero de una hembra de armadillo, tres fetos bien desar- rollados y una placenta discoidal. Las palabras siguientes son copiadas textual- mente de la nota referida. «Aunque algo superficial (el estudio), me ha parecido interesante esta observacion, pues no conozco ninguna otra sobre el particular; ella demuestra con evidencia que los desdentados desapídeos, á lo ménos el que hace el objeto de mi nota, están verdaderamente provistos de una placenta discoi- dal y no difusa como podria creerse por las analogías. El Sr. Dr. Jesus Sanchez presentó un artículo de bastante interés, sobre la concha Madre-perla, de la Baja California, reuniendo en él todo lo que pudo cc- leccionar sobre este asunto, que es sin duda de grande porvenir para nuestro país. No se limita á tratar en su escrito de la concha de la Baja California, sino señala 162 LA NATURALEZA tambien los diversos lugares del globo donde se explota en abundancia. Ofrece ocuparse despues del buceo y principalmente de la estadística sobre la concha de la Baja California. El Sr. Dr. José Ramirez nos leyó un trabajo sobre el orígen teratológico de las variedades, razas y especies, en el que expresa minuciosamente las diversas leyes que rigen á los tipos hereditarios, así como el diverso desarrollo de los embriones y los distintos modos de génesis ó reproduccion. Trata tambien de las leyes so- bre adaptacion. El Sr. Aniceto Moreno hizo una traduccion del trabajo escrito por el Sr. J. A. Allen, de los 1. U., sobre las especies del género Bassaris. Se juzgó de interés por tratarse de este género de animales tan comunes en México. El último de los trabajos, por su mérito, es el que se publicó en el IV tomo, llevando por título: « Descripcion, Metamórfosis y costumbres de una nueva es- pecie del género Siredon, » presentado á la Sociedad por el que suscribe. En él se trata de los cambios que los órganos de la respiracion y circulacion sufren este género de Batracios, á la vez que de sus costumbres en estado de libertad y tam= bien aprisionados. lstá acompañado de tres láminas acuareladas; dos para dar idea del tipo diverso que presentan en sus distintas fases de desarrollo, y la ter= cera que representa los cambios anatómicos ya referidos. La Comision que dictaminó sobre este trabajo, llama la atencion acerca de la formacion de los párpados horizontales y las vértebras anfiseles que se hallan en los ajolotes transformados, así como la coloracion característica de ciertos gru- pos de los no transformados y sus derivaciones en otros tonos, cuyos matices se aproximan. En el mismo año fué leida una importante y bien escrita traduccion hecha por nuestro consocio, el Sr. Miguel Pérez, encargada por la Sociedad, sobre el tra- bajo escrito por el Sr. Dr. Augusto Weismann, profesor de Zoología, en Freiburg Breisgau; trata de la transformacion del ajolote en Amblistoma. Habiéndome ocupado ya de este asunto en el trabajo anterior, la Sociedad creyó conveniente estudiara dicho artículo, y con este motivo presenté las anatocianes y observa- ciones que acaban de ser publicadas. En la seccion de Revista ha sido publicada una extensa traduccion hecha por el Sr. Ferrari, sobre la introduccion y sucesion de los vertebrados en América: trabajo escrito por el Sr. O. C. Marsh, miembro corresponsal en New Haben. SECCION DE BOTANICA. ElSr. Mariano Bárcena, presentó un Calendario Botánico, que fué publicado en la seccion de Revista, en el que ha apuntado la Sinonimia vulgar y científica, y el lugar donde se desarrolla cada planta. Va acompañado de una serie de reflexio= nes sobre la utilidad práctica que puede sacarse del estudio de la floracion, rela= LA NATURALEZA 163 cionándolo con el de los fenómenos meteorológicos. No es el único trabajo de este género que ha leido en el seno de la Sociedad, y cuyo estudio le ha hecho adi- cionarlo con importantes datos, acerca de la época en que comienzan á florecer las plantas, la en que están en plena florescencia y tambien aquella en que termina, para conocer por comparacion la influencia que sobre ellas ejercen dichos fenóme- nos meteorológicos. Ha extendido, además, sus observaciones en otros Estados de la República. El inteligente profesor, Sr. Alfonso Herrera, presentó una descripcion de una monstruosidad observada en un fruto de la Cucúrbita pepo. Hace una serie de reflexiones sobre la organogenia de los ovarios ínferos, estudiada en diversas plantas, y cita los varios casos que se han presentado, estudiados por autores de reputacion, y concluye apoyando la teoría de Schleiden sobre dicha organogenia, por hallarse comprobada con este caso de teratología vegetal. Por medio de un corto artículo, que fué publicado en la seccion de Revista, llamó la atencion de la Sociedad el Sr. Dr. Altamirano, sobre una planta muy comun lla- mada tabaquillo, Nicotiana glauca. Esta planta que fué estudiada por el Sr. En- rique Muñoz en 1976, es venenosa, segun lo demuestra el análisis practicado por este señor. Encierrra, entre otras sustancias, un principio tóxico y volátil; 30 á 40 gramos de extracto, matan á un perro, y el agua destilada, inyectada á una rana y á un conejo, les ha producido convulsiones y en seguida la muerte. El Sr. Dr. Alfredo Dugés, dedicó al Sr. Bárcena un género nuevo de la fami- lia de las Ramnáceas: le ha llamado Bárcena Guanajuatensis. Este trabajo, como todos los que remiten los Sres. Dugés, viene acompañado de su lámina corres- pondiente, dibujada con esmero y no escasa en detalles científicos. - El dictámen de este trabajo fué presentado por el inteligente naturalista, Sr. Dr. Manuel Villada, quien coloca á este nuevo género en el lugar que debe ocu- par en la quinta tribu de las seis en que Endlicher divide á esta familia. Despues de fundar las razones en que se apoya para aceptar el nuevo género, hace en la- tin su descripcion metódica, y la coloca al frente de la del género Columbrina por ser al que más se aproxima, á fin de que no quede duda de las diferencias genéricas de los dos. ' El mismo Sr. Dugés, D. Alfredo, remitió la flórula del Departamento de Jalis- co, hecha por el Sr. D. Leonardo Oliva en 1859. Está indicada la sinonimia vulgar y científica de cada planta. Un trabajo que se está publicando, por acuerdo de la Sociedad, es el Opúsculo de Botánica de los eminentes naturalistas La Llave y Lejarza, agotado desde hace mucho tiempo y es solicitado con empeño por los botanistas, por contener nuevos géneros y especies que han sido, en su mayor número, aceptados por los sabios extranjeros, y cuyas descripciones originales tienen bastante interés. El Sr. Dr. José Ramirez presentó un extracto de un trabajo publicado en la «Revue Scientifique» sobre la clorofila. En este artículo se hace resaltar la im- La NATURALEZA.—Tomo V.—22. 164 LA NATURALEZA portancia de la clorofila en las fanciones que desempeña en los vegetales donde casi exclusivamente se encuentra. Se hace notar tambien, que no solo se forma bajo la accion directa de los rayos luminosos, cuya condicion no se cree necesaria produciéndose tambien en la más completa oscuridad, en los helechos y granos de los pinos. Se detiene el autor en una serie de observaciones curiosas acerca de la influencia más ó ménos decisiva que tiene la luz para su formacion, descom= poniéndola, para observar cuáles son los rayos luminosos que más influencia ejer- cen sobre ella, en relacion con el grado de calor que cada color tiene. El Sr. Dr. Guillermo Schaffner remitió á la Sociedad una copia de la tribu de las Helenioideas, publicada en la Genera plantarum, de Benthan y Hooker, y que lleva el nombre de O/ivace, propuesto por el mismo Sr. Schaffner. Este se- ñor dedicó al Sr. Bárcena las cuatro especies nuevas colectadas por él en San Luis Potosí, de los géneros Marsilea, Condrosium, Ephedra y Bouvardia. MINERALOGIA Y GEOLOGIA. No obstante que estos ramos cuentan por ahora con un reducido número de colaboradores, se han publicado diversos trabajos, que con justicia lucen en las páginas de nuestra publicacion. El distinguido sopletista, Sr. Severo Navia, remitió un nuevo trabajo, semejante á otros que han sido publicados en años anteriores, sobre los caractéres que pre- sentan, tratados al soplete, sobre el carbon, los cuerpos simples que son suscepti- bles de dar pegaduras. El Sr. Bárcena dedicó á la Sociedad el artículo que leyó sobre una nueva espe- cie mineral, á la que dió el nombre de Livingstonita. Describe los caractéres físicos que la distinguen, y presenta su análisis químico cualitativo y cuantitativo. No estando plenamente seguro del resultado de su estudio, por no haber te- nido en sus manos ejemplares perfectamente puros, encargó los revisase el Se- ñor Dr. Rammlesberg, de Berlin, por conducto del Sr. Profesor Burkart, de Bonn; pero habiendo muerto este señor los ejemplares no llegaron á manos del expre- sado Dr. Ramnmlesberg. ; Habiendo recibido más tarde el Sr. Bárcena ejemplares más puros, emprendió de nuevo su estudio, del cual dió noticia á la Sociedad; pero no pudiendo termi- narlo por causas que se lo impidieron, encargó hiciese el análisis del referido mi- neral al célebre mineralogista, Sr. Mallet, conformándose el Sr. Bárcena con la fórmula que estableciese, no teniendo seguridad en el estudio que habia practicado. Es digno de referirse, que los resultados del análisis practicado por el Sr. Mallet, se aproximen, en lo esencial, á los que obtuvo por su análisis el Sr. Bárcena. Ambos trabajos están publicados en el IV tomo de la Naturaleza. En Setiembre de 1879 comunicó el propio Sr. Bárcena, que no solo se encon- traba este mineral, la Livingstonita, en Huitzuco, sino tambien en Guadalcázar, LA NATURALEZA 165 segun unas muestras que le regalaron en San Luis Potosí. Refiriéndose á ellas, dijo lo siguiente: «Como se ve, algunos de los caractóres físicos y las reacciones químicas, parecen identificar ese compuesto que describí con el nombre de Li- vingstonita. Se nota, sin embargo, una excepcion más prominente, y es el modo con que aquel mineral se presenta en Guadalcázar; y no pudiendo resolver si ese diferente estado físico indica solamente una variedad, ó es consecuencia de una distinta relacion atómica que la que constituye la Livingstonita, por hoy me re- duzco á presentar esta descripcion, etc. » En una nota que le dirigió el Sr. Mallet, que tambien se publicó en el mismo tomo, le comunica el resultado del análisis de los nuevos ejemplares de Guadal- cázar: confirma las ideas del Sr. Bárcena de ser un mineral alterado, no carac- terizando, por lo mismo, una especie diferente como lo indican las palabras del Sr. Mallet que copio textualmente: «Correspondiendo evidentemente á la fórmu- la ya establecida para Livingstonita, de manera que no hay razon para dudar de que el mineral de Guadalcázar debe referirse á aquella especie como con justicia lo ha hecho el Sr. Bárcena. » El Sr. Mallet describió una nueva especie mineral que dedicó al Sr. Bárcena, derivada de la Livingstonita mediante la oxidacion. La Barcenita es un com- puesto, un sulfuro de antimonio, procedente de Huitzuco. Tambien la Memoria referente á este mineral fué publicada en el IV tomo, en la que consta el análisis y la fórmula que le corresponde. CIENCIAS AUXILIARES. En esta seccion tenemos publicado un trabajo escrito por el Sr. Severo Navia. Se refiere á los estudios sobre análisis hechos con la tintura de Guayacan, la que propone como reactivo de los óxidos de manganeso. Cree el Sr. Navia que po- drá utilizarse tal vez para reconocer otras sustancias minerales, si nuevas obser- vaciones descubren caractéres que puedan distinguirlos con la citada tintura de Guayacan. En el dictámen presentado con motivo del estudio anterior, suscrito por el Se- ñor Andrés Almaraz, se lee lo siguiente: « El empleo de la tintura (de Guayacan) como reactivo de un gran número de minerales manganiferos, presentará muy buenos servicios á las personas que se dediquen al estudio de la mineralogía, pues les proporciona un medio fácil y sencillo para poder distinguir estos minerales de algunos otros, cuyos caractéres fisonómicos semejantes les hacen confundir. » «Las propiedades de la resina de Guayacan vienen á ser aumentadas con el notable estudio del Sr. Navia. Las reacciones que dicha resina da con los mine- rales manganiferos, son el enunciado de un problema que tendrán que resolver las personas dedicadas al cultivo de la química general. » Además de los trabajos mencionados, tenemos otros dos que han sido colocados 166 LA NATURALEZA por la Comision de publicaciones en una seccion especial, que le da el nombre de Apéndice. Uno es del Sr. Vicente Fernández y el otro del Sr. Miguel Pérez. El primero es un extenso escrito sobre la práctica del beneficio de minerales aurí- feros usado en el Distrito de Guanajuato, llamado de Patio; conteniendo algunas teorías con las que se procura explicar científicamente los fenómenos químicos en que está fundado. Este trabajo se publicó con una paginacion separada, por su extension, y va acompañado de una lámina dibujada á pluma, que representa un molino que grancea SO cargas en 24 horas. El segundo es un discurso que fué pronunciado por su autor en la velada que la Sociedad de Geografía y Estadística dedicó á la memoria de su ilustre miem- bro corresponsal, el Padre Angelo Sechi. Este notable discurso, no solo revela los conocimientos científicos que posée el Sr. Pérez, sino á la vez los literarios á que se ha dedicado: dejó por lo mismo bien puesto el nombre de nuestra Sociedad ante aquella ilustrada reunion, al desempeñar con tan notable acierto el encargo que se le confió. El Sr. Mariano Bárcena, al tomar posesion de la Presidencia de la Sociedad en Enero de 1880, leyó un notable discurso, en el que hace resaltar á los más distinguidos naturalistas del país, así como á los extranjeros que se han ocupado del estudio de nuestro suelo, á la vez que á los distinguidos profesores que emplean su tiempo con tanta abnegacion, digna de elogio, á la enseñanza de las ciencias naturales. SOCIOS QUE HAN INGRESADO EN 1880. Ascendieron á socios de número los Sres. Donaciano Alcacio y Miguel Pérez. Se nombraron socios honorarios á los Sres. José María Gaona, Prof. W. B. He- moley, Juan Quintas Arroyo, Manuel Aragon; y corresponsales, á los Sres. Libra- do Palomino, Dr. Rafael Montaño Ramiro, Prof. Atanasio Mier y Prof. Landlei. * LAS PUBLICACIONES RECIBIDAS EN EL MISMO AÑO SON LAS SIGUIENTES: Diario Oficial. —Boletin del Ministerio de Fomento.—Memoria de la Secretaría de Hacienda 1878-1879. —Gaceta Médica. —Escuela de Medicina. — Gaceta Agrícolo-Veterinaria.—Escuela Preparatoria.—Tésis escrita por el socio Manuel Ramos.— Independencia Médica.—Escuela de Agricultura. —Primera Memoria del Observatorio Astronómico de Chapultepec.—Escuela de Jurisprudencia.—Re- forma Médica.—Mecánica aplicada al molino de viento, por el Sr. Santiago Ramí- rez.—Escuela de Artes y Oficios. —Boletin de la Sociedad de Geografía y Estadís- tica.—El Método.—Minero Mexicano.—Boletin del Consejo Superior de Salubri- dad.—Enciclopedia de la Sociedad Quatimotzin.—Revista Científica Médica.— Revista Científica Mexicana.—Sociedad Agrícolo-Mexicana.—Clases Productoras de Guadalajara.—El Observador Médico.—La Tribuna de Pachuca.—El Estu- LA NATURALEZA 107 diante.—Estandarte Nacional de Yucatan.—KReglamento de la Sociedad latro- délfica de San Luis Potosí.—Memoria de la Comision Geográfica que se ocupa de hacer el plano del Estado de Puebla.—El Lucifer de Tepic.—Crónica Médico- quirúrgica de la Habana.—Monografía de los Hemípteros de la República Ar- gentina, por Berg.—Boletin del Museo de Florencia.—Seis volúmenes de la So- ciedad de Ciencias, de Conecticut.—Boletin de Zoología Comparada, de Cam- bridge.—Anales de la Sociedad de Historia Natural de España.—Un cuaderno del Instituto Geográfico Argentino.—El Grande Occidental.—Anales de la So- ciedad Geográfica y Zoológica de los E. U.—La Voz del Pacífico.—El Nuevo Occidental de los E. U.—Informe de la Sociedad de Ciencias Naturales de Bos- ton.—Boletin de la Sociedad de Naturalistas de Moscow.—Boletin de Zoología comparada, de Harvard.—Boletin del Instituto Geográfico Argentino.—Gaceta de Panamá.—Un catálogo de plantas de Alemania. —Estatutos de la Sociedad Bo- tánica de Prusia.—American Journal.—Historia Natural de América, por Asaph Allen.—El Médico Cirujano de Centro América.—Boletin de la Comision Geo- gráfica de los Estados Unidos. —Relacion Anual del Museo de Zoología Compara- da, de Cambridge. PUBLICACIONES REMITIDAS POR EL INSTITUTO SMITHSONIANO DE Los E. U. Relacion de la Comision Geográfica de los E. U., 5 volúmenes en folio, 1, 111, 1v, vI y un Atlas.—Relacion Anual del Instituto Smithsoniano, 1878, un volú- men en 4.”, empastado.—Coleccion Miscelánea del mismo, 2 volúmenes en 4.*, á la rústica, tomos xvi y xvr.—Contribucion á los conocimientos del mismo, un volúmen en folio, á la rústica; tomo xx1.—Comision Geológica de los E. U., un volúmen en folio, empastado; tomo x11.—Actas de la Sociedad de Historia Natu- ral, de Boston; dos cuadernos en 4.%, á la rústica, tomo xx.—Memorias de la misma, un cuaderno á la rústica, tomo 11, parte 12, núm. 3.—De la misma, un volúmen en 4.%, á la rústica.—De la Academia de Ciencias, de San Luis, 1 vol. en 4.%, á la rústica, tom. 4.*, núm. 1. De ALEMANIA POR EL MISMO CONDUCTO. Anales de la Sociedad de Naturalistas, de Wurttemberg, 7 cuadernos en 8.*, á la rústica.—Leopoldino Organano, de la Real Academia Alemana.—Leopoldi- no Carolinense de ciencias naturales.—Un cuaderno en folio mayor de la misma, sobre fósiles. —Archivos del Museo Teyler, en Harlem, 1 cuaderno en 4. mayor, á la rústica. De Francia. Boletin Mensual de la Sociedad de Aclimatacion de Paris, 26 cuadernos y un volúmen en 4.*, á la rústica. —Boletin de la Sociedad de Estudios Cientificos de Lyon, 4 cuadernos en 4.0, á la rústica. 168 LA NATURALEZA De BÉLc1ica. Anales de la Sociedad Entomológica de Bélgica, 1 vol. en 4.%, á la rústica; tom. xxH.—Atlas de la misma, 4 cuadernos, 1d., id. Socios que han concurrido á las Sesiones en el año de 1880. El número de sesiones fué de 34. Asistieron los Sres. Villada, Ramos José, Ramirez, Sanchez, el que suscribe, Bárcena, Altamirano, Herrera, Ortega Re- yes, Alcacio, Ruiz Sandoval, Ramos Manuel, Peñafiel, Castro, Pérez, Manri- que, Montes de Oca, Ferrari, Cárdenas, Amador, Gonzalez, López Monroy, Campos, lelesias, Ramon de la Peña, Andrade, Quintas Arroyo, y Mendoza. Réstame decir que mi Informe es demasiado incompleto, pero lo es mucho más con respecto al del año de 1879, á causa de no haber podido disponer de todos los datos de ese período de sesiones. Debo dar las más expresivas gracias al Sr. José Ramos, nuestro segundo Se- cretario, por la eficaz cooperacion que me ha prestado en las labores de la Secre- taría; y con mucha especialidad á la Sociedad Mexicana de Historia Natural, por haberme nombrado su primer Secretario en el año que hoy finaliza. Quiera Dios que en lo sucesivo se conserve la buena armonía con que hasta aquí ha camina- do esta Corporacion, para que sus trabajos puedan dar el fruto que se propuso desde su fundacion. México, Enero 27 de 1881. . José M. VELASCO. vi AA ISS SINONIMIA vulgar y científica de algunas plantas silvestres y de varias de las que se cultivan en México, dispuestas en órden alfabético, ' por el Sr. D. Alfonso Herrera, socio de númer0.—(ConTINÚA.) NOMBRES VULGARES. NOMBRES CIENTÍFICOS FAMILIAS. sabana a Elio Vicaiaba, Misato ab Leguminosas. Id. de la Costa.....-...--.-. Entada gigalobium, D. C.... Id. Td. de San Ignacio, v. Habilla. Habilla 6 Pepita de San Igna- cio, (la semilla) árbol del dia- blo. Quauhtlatlatzin. Méx. —Hura crepitans, L.....-...- Euforbiáceas. Habichuela, Frijol 6 Judía... Phaseolus vulgaris, L......- Leguminosas. Hachichinoa ó Patlahuac..... Tournefortia suffructicosa, L. Borragíneas. 1 Las plantas marcadas con un asterisco son las cultivadas. LA NATURALEZA Halantlaquacuitlapile.......- Hanchinol, Hanchinoli, 6 HU e Hayas. aa. Hediondilla Ó vulvaria. . - -- ds % 6 Heliotropo cimar- ron ó Rabo de mico. Td. ó belladona del país. - . Helecho hembra. -----.-.--- bo macho ó palmitas.. - A Eellotropo Utd 1d. cimarron, v. hediondilla. A Henequen blanco, Jenequen 6 Sacci (Maya). ..-...- Id. verde, Saxci (id.).. ... Heno, Pastle, Barba española, Salvagida ......22- cl Id. pequeño, Ó6 Agave palo... Ebicaco: Ós[caCcO::ocaneam in - * Hiedra morada ó6 Flor de la Campanas. 2 * Td. extranjera. -..... a * Id.rojaó Cundeamor.....- * Id. terrestre, v. Manto de la Id. de Indias, v. Nopal. .... Higuerilla, Palma Christi. Hi- guera del diablo, Rici- no, Tlapatl, Hueipo- chotl. (Mex.) Degha (Otomí) X Koch. (Maya) Higueron, Higuerote, Amacos- tic, Tescalamatl, (Mex.) Tescalama, (la resina que produce). ers Deal... ES A a qe ENPELIGO. 2 O: Heimia syphilitica, D. O. et H. salicifolia, Link ....... Oxsalpinia mexicana... ..- Ohenopodium vulvaria, Lo... Heliotropum curassavicum EL Bu Ko t EE: 32311: Jestrum roseum, H. B. K... Pteris aquilina, L...-....--- Polypodium pseudo filix mas, Schabtisl 00 4 ARA ce da Heliotropum peruvianum, L. > limbatum... ---- Agave americana, L........ Agave ¿sissaliana?...-.-.--- Tillandsia usneoides, L..._... Id. recurvata, D.-.-- 21% Crysobalanus icaco, L...-..- Cobwa scandens, Oav......- Elederamheli ooo (uamoclit vulgaris Chois. . ... Hydrocotyle americana, L... Sidaftrilobar lbs NO Ricinus communis, L. ..... É Ficus nymphei folia, L......- Feniculum vulgare, Gern... Hypericum formosum, H. B. K. H. fastigiatum, H. BK. et H. perforatum. H. B. K. 169 Convolvuláceas. Litrariáceas. Leguminosas. (Quenopodiáceas. Borragíneas. Solanáceas. Helechos. Id. 3orragíneas. Id. Amarilídeas. Td. Bromeliáceas. Id. Rosáceas. Polemoniáceas. Araliáceas. Conyolvuláceas. Umbelíferas. Malváceas. Móreas. Euforbiáceas. Móreas. Umbelíferas. Hipericíneas. 170 sopor 202.10, JURO Eloacaxochl A o oe Hoaxin, y. ¡Huaje so. 2D Hoaxinue, v. Tamarindo. ...- Hoayacan v. Guayacan.-.-.-- Hobo, Jobo, Ciruelo agrio, Mombin, Costilxocotl. Mex. Hocipochotli, v. Pochote..... Hoieachinquahuitl, v. Huiza- OACI A Hoitziloxitl, v. Palo bálsamo. - Hoitzmamazali, v. Tepame. . - Hoitzitzilxochitl, v. Espinosilla. Hoitzquahuitl, véase Palo del Brasilia e AD Hojas de Pascua, v. Papagallo. a de pescado. 220 Je ss POluUdas: e A mdeisan Pedro= 0.220 ») sen del país. 220020 Holquahuitl, y Hule... ...--- Hombrecillo, v. Eúpulo...-.. Hortensia to POLA drid? Huacamote, v. Guacamote - - - ACo vIGUACO o a Huamuchil. ....- ¿AE UPRO Huanita ó6 Izquixochitl.. -- -.- Huano, Xoan (Maya), Palma abanico des a di ae * Huachacata, Ichiculili 6 Ma- AN NS Huaje, Hoaxin (Mex.) 6 Guaje. Huaje cirian, v. Cuautecomate. Huey tochtlinacaztli ó Tlalayotl Huey pochotl, v. Higuerilla.. - * Huele de noche, Pipiloxihuitl MexpBarxl e. di Hueso de fraile, y. Yoyote ... - Huevos de bOro... ¿222.212 Huezotl, v. Sáuce.. ZOOL Huiehichile, v. Espinosilla. - ... Huichin29002.. 0 IA ER LA NATURALEZA Salvia axilaris Moc. y Sessé et S. polystachia Ort.....-.-- Arima e A Spondias mombin, L....---- Erimgium fotidum, L....--. Witheringia stramonifolia . . - Dapnosis salicifolia Meinn. . - Jesalpinia exostemata. -.-..- Agaricus campestris, L. etc... Lycoperdon ¡SPliouioo Hidrangea hortensia, D. C.... Mimosa unguis cati. Willd.. - Morelosia huanita, La Llave- Latania borbonica: 22 3iguonia stans, ---2--..--. Acaciaesculenta. Moc. eb Sessé Asclepias cornuti. Decaime. - Cestrum nocturaum. Murray. Cassia ¡SPl.l-.oommisiiósos á Labiadas. Aroídeas. Terebintáceas. Umbelíferas. Gencianáceas. Solanáceas. Dapnáceas. Leguminosas. Hongos. Id. Saxifrágeas. Leguminosas. Borragíneas. Palmeras. Bignoniáceas. Leguminosas. Asclepiádeas. Solanáceas. Leguminosas. Compuestas. LA NATURALEZA 171 Huinar, Popotalagua, Apilzat- pañiliv (Mex). Ur Ia. Malva scoparia Cav......:... Malváceas. A O Sida romboidea............ La. Aqui A o Huiro, v. Cuautecomate ..... Huizache, Hoitzachinquahuitl. Acacia albicans, K......... Leguminogas. EIA pol q A Holcus muricatus.........--. Gramíneas. Huitz tomatzin. (Mex.)...... Solanum Hernandesii, Moc. y Sestéacas cenar Ms Solanáceas. Huitzquizontecomatl, v. Alca- Huitlacoche, Cuitlacoche, Po- poiotl. Mex. Tizon de Maíz. AO ra o ape Uredo maydis. D.C........ Hongos. Huitztomatl, v. Jitomate....- Ica00, Y. ELICACO Soo ear sia Icohueyo Ó Iztactepetzacuxo- CA os Maxillaria liliacea, La Llave y RA IS Orquídeas. Icotli, v. Codo de fraile... ...- A A AA Tuecca filamentosa, L........ Liliáceas. Ichiculili, v. Huachacata.....- Igamollin, v. Amole de bolita. ; * Tenamé 6¡Inaméx oe dadeo= e Dioscorea alata, L.......... Dioscóreas. Jlama ó Ilamazapotl. ........ Amnona excelsa, (segun Oliva). Anonáceas. ELO y E NA Angelica verticilata, L...... Umbelíferas. * Imperial ó corona imperial.... —Amorphophallus sativus, EI A A Aroídeas. Incienso del país. ...-...-... ¿Amirisispruo Terebintáceas. Indigo TF Añili: dobocisina ts Inmortal, v. Amor seco.....- E Id. Ó sempiterna......-.. Helichrysum orientale, Geern. Compuestas. Ename a namé : <= 014 > TOtrama da. dq dejsigis ss has Tochroma tubulosum, Benth. —Solanáceas. Ipecacuana de Jalapa........ Psicothria excelsa, Will..... Rubiáceas. Fale MEXICO! 402.4 oo mexicana, H. B. K. et Cepheelis eyano- carpa, Fl. Mex. . .. Id. Id. Los 9er jar Ionidium poligaleefolium, Vent Violáceas. Itamo real, v. Díctamo real... A ES a a E an Itzcuinpatli, v. Yerba de laPue- Ttzumacua, v. Flor de Corpus. La NATURALEZA, —Tomo V.—23, 472 LA NATURALEZA xtió Dxcle:. de ue e Agave ixtli, KorW.......... Amarilídeas. AS A A a Íucca latifolia, (segun Oliva). Liliáceas. Izquixochitl, v. Huanita.....- Iztaccoanenepilli Pereira bra- OA NE A A Cissampelos pereira, L...... Menispermáceas. (Continuará.) DISCURSO SOBRE EL ESTUDIO DE"EA BOTAS. DIRIGIDO Á LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA DE MEDICINA DE MONTEREY, POR EL DOCTOR J, ELEUTERIO GONZALEZ, DIRECTOR DE LA MISMA ESCUELA. El hombre toma una gran parte de su alimentacion del reino vegetal, y los animales que le son más útiles se alimentan de yerbas: por eso los griegos, del verbo boskóo (yo nutro, yo apaciento) derivaron la palabra bótos (alimento) y de ella dotáne y botanike, que los latinos tradujeron herba y res herbaria. Así, pues, la Botánica es la ciencia de las yerbas, ó más bien, el estudio y conoci- miento del reino vegetal. El orígen mismo del nombre de esta ciencia está dicien= do cuánta es su importancia: en efecto, solamente al que no le importe comer, no le importará conocer las plantas, Desde el principio del mundo los hombres se dedicaron á conocerlas y cultivarlas. La experiencia les enseñó cuáles eran útiles y cuáles eran dañosas; por eso dice Celso: «Sic medicinam ortam, subin- de aliorum salute, aliorum interitu, perniciosa discernentem a salutaribus.» Tanto apreciaban los hombres de la antigúedad el conocimiento de las plantas útiles, que divinizaron á Céres porque les enseñó á cultivar el trigo y las demás plantas, que aún hoy conocemos, en honor de esta diosa, con el nombre de ce- reales: divinizaron á Baco que les enseñó el cultivo y los usos de la viña: inmor- talizaban el nombre de cualquiera que les daba á conocer una yerba. Hasta hoy conocemos con el nombre de Melampodio la planta que usaba el médico Melampo; hasta hoy conocemos con el nombre de Centáurea la yerba con que se curaba la úlcera de su pierna el Centauro Quiron; hasta hoy conocemos con el nombre de Aquilegia la yerba que usaba el grande Aquiles; y hasta hoy todavía una familia LA NATURALEZA 173 entera de plantas que llamamos Asclepiádeas, nos recuerda el nombre de Ascle- pion ó Esculapio, Dios de la medicina. Los Egipcios, que pretendian ser el pue- blo más antiguo del mundo, y que allí habian nacido todas las ciencias, decian, que su Dios Hérmes Trimegisto habia escrito un libro sobre las virtudes de las plantas. Lo cierto es que el pueblo egipcio era muy dado ála cultura de los ye- getales, y que los tenian en tal estimacion que, creyendo que tambien en las plan- tas se infundia el espíritu divino, las adoraban como á Dioses, y era comun ver en sus altares, como objetos de su culto, los rábanos, los puerros, los ajos y las cebollas: bien conocida es la exclamacion de Juvenal sobre este desatino de los egipcios: ¡Oh sanctas gentes quibus hoc nascuntuwr in hortis Numina! La Escuela alejandrina, á pesar de su esplendor, y de haber dado tan grande impulso á las ciencias, no produjo ningun botánico célebre; y solo se dice que la reina Cleopatra II estudió mucho los venenos, que para conocer bien sus efectos los administraba á los reos condenados á muerte; y que Juba Il, rey de Mauri- tania, su yerno, se ocupó de estudiar la historia natural y escribió un tratado so- bre una planta de la África, á la que llamó Huforbio, para inmortalizar el nom- bre de su médico favorito, que así se llamaba. Los israelitas, que tomaron sus ciencias y sus artes de los egipcios, conocian, cultivaban y usaban muchas plantas, no solamente alimenticias, sino tambien testiles y tintóreas que usaban en sus artes: sabian escoger las maderas y las re- sinas; tenian perfumistas de profesion que cultivaban los aromas; la esposa de los Cantares compara las mejillas del esposo á éras de aromas plantadas por los perfumeros: «Gen illius sicut areolc aromatum consitee 4 pigmentariis.» Conocian bien las plantas que les servian de jabon, y las que como remedios usa- ban sus médicos; pero lo que dá más alta idea del grado á que llegaron en los conocimientos botánicos, es lo que se lee en el libro II de los Reyes, en donde di- ce hablando de Salomon: «Lt disputavit super lignis a cedro, que est in Li- bano, usque ad hyssopum, quee egreditur de pariete.» La Grecia, que fué la cuna de las ciencias, recibió los conocimientos del Egip- to, y los cultivó y desarrolló de una manera prodigiosa. La botánica, como las otras ciencias, tuvo allí grandes creces. Homero, más de un siglo posterior á Salomon, nos conservó en sus inmortales poemas los nombres de muchas plantas útiles, y hasta el del meconio, que era un extracto que hacian de las adormide- ras con el cual apaciguaban los dolores. Habia hombres que se dedicaban á re- coger las plantas útiles y eran llamados herboristas. Cratevas era uno de estos, y se dice que escribió un tratado que se perdió. De este Cratevas se valia el grande Hipócrates para que le trajera en abundancia las plantas medicinales que habia menester. El mismo Hipócrates nos dejó en sus inmortales escritos, la des- cripcion de doscientas treinta y cuatro plantas. Aristóteles, el gran filósofo, no se desdeñó de insertar en sus obras las noticias de las plantas que se conocian y usaban en su tiempo; y su discipulo Teofrasto nos ha dejado seis libros de botá- 174 LA NATURALEZA nica. Mitrídates Eupator, rey del Ponto, fué, como Cleopatra, amante de estu- diar los venenos, y además, escribió sobre las virtudes de una planta que de su nombre llamó Eupatorium. Dioscórides, médico de Anazarbe, ya en el primer si- glo de la Era cristiana, escribió su «Colectánea de los medicamentos,» en la que nos dejó las noticias de seiscientas plantas. Esta obra es la coleccion más com- pleta y mejor ordenada que tenemos de la botánica de los griegos. Entre los romanos hubo tambien famosos herboristas, que estudiaron y dieron á conocer muchas plantas: las obras de estos sabios se perdieron, y solamente los conocemos por lo que de ellos cita Plinio: estos fueron Valgio, Muza, Emilio Ma- cer, Julio Baso, Sextio Níger y Euforbio, el célebre médico del rey Juba.: En el primer siglo del cristianismo, Columela, español natural de Cádiz, escribió en Roma su grande obra de agricultura, en la que da muy buenas descripciones de muchas plantas. A fines del mismo siglo escribió Plinio el mayor su Historia Natu= ral, obra, la más completa y célebre de su tiempo: en ella hizo la descripcion de un millar de plantas. Galeno, á quien se puede considerar tanto entre los médicos griegos como entre los latinos, pues aunquenació y fuéeducado en Pérgamo, ciudad griega, ysus obras están en griego, vivió, practicó y escribió en Roma. Este hombre extraordinario y privilegiado, este luminar de la ciencia, despues de haber viajado mucho por el Egipto, Grecia y Roma, recogiendo cuantos conocimientos pudo adquirir su vastísimo talento, escribió sus admirables obras á fines del segundo siglo; y en ellas se encuentra, sobre todo en sus libros de A/imentorum facultatibus, de antidotis y de Medicamentorum compositione, un tratado completo de la botá- nica de su tiempo aplicada al arte de curar. Sus descripciones están hechas con el mayor cuidado, y ya se encuentran en ellas muchos términos técnicos de que usamos en la actualidad. A este punto habia llegado la botánica, al par de las demás ciencias, cuando sobrevino la Edad Media: los bárbaros del Norte destruyeron el imperio romano á sangre y fuego, acabaron con las escuelas, con los libros, con los monumentos de las artes, é hicieron que la ignorancia sesobrepusiera al saber y la fuerza bru- ta á la razon. ¡Mil años de tinieblas para el mundo, esto fué la Edad Media! En este largo período de tiempo, las ciencias y las artes que no se aniquilaron, re- trocedieron; y las más afortunadas quedaron estacionarias. La Botánica fué de estas últimas, porque entre los pocos libros que escaparon del terrible cataclismo se encuentran las obras de Hipócrates, Aristóteles, Teofrasto, Dioscórides, Colu= mela, Plinio y Galeno, que tanto sirvieron despues para facilitar el renacimiento de las ciencias. En los diez siglos que duró este lapso de tiempo, la Botánica ade- lantó muy poco, únicamente losárabes añadieron el conocimiento de algunas plantas, que se encuentran en las obras de Serapion, Rhazis, Averroes, Albeitar y Avicena. La ruina del imperio romano produjo la oscuridad de la Edad Media, derraman= do millones de bárbaros del Norte sobre el Sur; y la ruina del imperio griego pro- LA NATURALEZA 175 dujo la luz del renacimiento de las letras, enviando dos hombres sabios del Oriente al Occidente: Constantino y Juan Lascaris, descendientes de los empera- dores de Constantinopla, huyeron despues de la ruina de su patria por no sufrir la tiranía de los Turcos, y se vinieron á Italia trayendo los preciosos manuscritos que allá se habian conservado. Constantino Lascaris enseñó el griego en Milan, en Nápoles y en Roma; y Juan fué mandado á Grecia por Lorenzo el Magnífico para que á toda costa reeogiera los demás manuscritos que sabia existian en Até- nas; así lo hizo y volvió con el precioso tesoro que habia ido á buscar: enseñó en Florencia, en Buda, en Paris y en Roma; gozó del favor de Cárlos VIII, Luis XII y Francisco I en Francia, y del de Leon X en Italia: habia venido á Europa y 4 muy jóven y murió de 90 años, de modo que tuvo tiempo de enseñar mucho. E descubrimiento de la imprenta facilitó singularmente los trabajos de estos sabios; multiplicando los libros se multiplicaron los discípulos y las escuelas, y el estudio de los clásicos griegos y latinos hizo renacer el buen gusto y el deseo de cultivar las letras: ¡cuánto es el poder de la ciencia! ¡Para oscurecerla en Europa se ne- cesitaron millones de ignorantes; y para volverla de nuevo á la luz bastaron dos hombres sabios! No tardó entónces la Botánica en salir de las tinieblas por los trabajos de al- gunos hombres eminentes que se dedicaron á cultivarla: Mathiolo, Mart-Mathée, Andrés Laguna y Amato Lusitano, tradujeron y comentaron á Dioscórides; y Be- lon tradujo tambien á Teofrasto. El estudio de estas dos obras despertó en muchos el gusto por la Botánica, y algunos hombres insignes se dedicaron á recoger los antiguos conocimientos y mejorarlos con sus propias observaciones. Trágus, en 1532, publicó su «Historia Stirpium,» y poco despues Conrado Gesner y Adan Lonicer dieron á luz muy buenos Tratados de Botánica: Dodoens, á mediados de aquel siglo, escribió su «Stirpium Pemptades sex,» es decir, treinta libros, ó sean seis pemptades de á cinco libros cada una: Belon, Matías Lobel, Clusio, Andrés Cesalpino, siguiendo las huellas de sus ilustres predecesores nos han dejado bellí- simos trabajos hotánicos; y en 1587 Delechamp publicó su grande obra Historia generalis plantarum. Tustraron con sus escritos los últimos años del siglo XVI los célebres botánicos Porta, Próspero Alpino, Saluzianski, Camerario y Millington. El siglo XVI fué no ménos fecundo en buenos botánicos que el anterior, co- mo lo atestiguan los imperecederos nombres de Gaspar y Juan Bahuin, Guiller- mo Lauremberg, Parkinson, Johnston, Rheede, Morison, Juan Ray, Grew, Bo- bart, Knaut, Magnol, Paul Herman, Rivin y otros muchos. Es de notarse que Tomás Millington, Joaquin Camerario, Juan Ray, Nehemias Grew y Jacobo Bo- bart comprobaron con irrecusables observaciones, razones indestructibles y de- mostraciones perfectas, que las plantas tenian órganos masculinos y femeninos, y que el pólen contenido en los órganos machos fecundizaba los óvulos contenidos en los órganos hembras. Los botánicos antiguos solo se ocuparon en estudiar las plantas del mundo co- La NATURALEZA.—Tomo V.—23.-22 176 LA NATURALEZA nocido de los romanos; mas Cristóbal Colon descubriendo el Nuevo Mundo en 1492 y Vasco de Gama doblando el Cabo de Buena-Esperanza en 1497, abrie- ron á los modernos ancha vía para que extendieran sus investigaciones á la Amé- rica, á la África meridional, á la India oriental, á la China, al Japon y 4las is- las del Mar Pacífico. Los repetidos viajes hechos á estos países durante el siglo XVI dieron á conocer al mundo la existencia de tan ricas como vastas regiones, y á los naturalistas dieron tambien abundante materia para que ejercitaran sus talentos. Los misioneros, tan ilustrados como verídicos, que comenzaron á intro- ducirse en la China en el año de 1580, llenaron la Europa con noticias exactas y minuciosas de aquellos países y con la descripcion de los objetos naturales que allí veían. Entre otros el jesuita Jartoux, mandó, en 1711, una relacion y un dibujo del Gin-seng, que es la planta más célebre de la China, y otro jesuita, el P. D'Entrecolles, en 1736, extractó un Tratado de Botánica de la China, intitu- lado El Herbario, cuyo extracto puede verse en el tomo 14 de las Cartas Edifi- cantes. Pero á pesar de esto, y á pesar de que César Cantú dice, que la escritu- ra figurativa de la China es muy propia para proporcionar los elementos de una clasificacion regular, para fijar en la imaginacion los caractéres distintivos de los cuerpos, y que ofrece como un esbozo de clasificacion para la historia natural, los sabios poco han utilizado de esto; y el resultado final es, que solamente cono- cemos de la China, lo mismo que de los demás países del mundo, las plantas que los botánicos han podido ver y ajustar á las clasificaciones científicas de la Europa. Miéntras el número de las plantas conocidas fué corto, cualquier clasificacion bastaba para estudiarlas, porque por defectuosa que fuera, las excepciones que resultaban eran poco numerosas; para el tiempo de que vamos hablando ya as- cendia el número de plantas conocidas á muchos millares, y se echó de ver la necesidad de una buena clasificacion. Por fortuna apareció á fines del siglo XVI un botánico no ménos famoso por sus dilatados viajes que por sus grandes talen- tos: este fué José Pitton de Tournefort, que adoptó en sus «/nstitutiones rei her- barice,» publicadas de 1694 á 1700, una clasificacion nueva fundada en las di- ferencias de los tallos, de las flores y de los frutos. Este método, á pesar de sus defectos, hizo adelantar algo la Botánica facilitando su estudio. A principios del siglo XVI! se hicieron célebres los botánicos Boerhave, Ru- pius, Pontedra, Andrés Thevecio, Buxbaum, Ludwig, Siegesbeck, y algunos otros. De 1735 á 1751 aparecieron en el mundo las inmortales obras del mayor de los botánicos conocidos, del caballero Cárlos Linneo, autor del sistema sexual, tan célebre entre los botánicos, y autor tambien de la nomenclatura botánica que usamos actualmente. Linneo conoció desde luego que no era posible hallar un nombre sustantivo para cada planta, y discurrió nombrarlas con dos palabras, la una es el nombre sustantivo que determina el género á que la planta pertenece, y la otra es un adjetivo que designa la especie: así, los sustantivos quedaron reser- vados á los géneros, que siempre han de ser mucho menores que las especies; y LA NATURALEZA 177 como los mismos adjetivos pueden repetirse en todos los géneros, resulta que no es posible agotarlos. Haber dotado á la ciencia de los vegetales de una nomencla- tura tan filosófica, tan fácil y tan bien aplicada á las ocho mil especies de plan- tas que clasificó, es el justo título de gloria que ha colocado á Linneo en el alto lugar que ocupa, y que ha hecho que le llamen Padre y Príncipe de la Bo- tánica. Adrian Royen, Haller, Sauvages de Croix, Morandi, Seguier, Vachendorf, Heister, Gleditsch, de Bergen, Duhamel, Allioni, Adanson y otros varios enri- quecieron la Botánica siguiendo los pasos de Linneo. Aunque la clasificacion de este gran botánico por el sistema sexual era tan des- lumbradora y habia hecho cambiar la faz de la ciencia, produciendo muchos y grandes adelantos; sin embargo se echó de ver que en muchos casos rompia las relaciones más naturales y más visibles de las plantas, y se pensó desde luego en buscar otra. Una familia de hotánicos eminentes apareció en Paris á fines del décimoctavo siglo, la familia Jussieu, Antonio, Bernardo y José, hermanos, y Antonio Loren- zo sobrino de ellos; todos cultivaron con asiduidad la ciencia de las plantas. Ber- nardo, de quien se dice que escribia muy poco y pensaba mucho, concibió el plan de una clasificacion enteramente natural, la cual fué expuesta por Antonio Lo- renzo en su obra titulada: «Genera ptantarum secundum ordines naturales disposita,» que vió la luz pública de 1778 á 1789. El método de Jussieu tiene sobre todos los otros la ventaja de conservar la division en familias naturales, de reunir las plantas análogas por sus virtudes, y presentar un cuadro graduado de la organizacion vegetal desde la planta más simple hasta la más complicada. Lamarck inventó despues su método analítico ó dicotómico, que consiste en dividir el reino vegetal en dos, y cada una de las dos divisiones en otras dos, y cada una de las cuatro que resultan en otras dos; y seguir así dividiendo siempre en dos hasta llegar á las últimas divisiones, que ya no puedan dividirse sino en individuos. Si la naturaleza fuera tan dócil que se dejara siempre dividir por par= tes alícuotas, este método, más matemático que natural, seria el mejor. Las clasificaciones ó métodos son el resultado de la facultad que tiene nuestro espíritu de considerar en un objeto ciertas propiedades, haciendo abstraccion de otras. Aplicados estos métodos á la Historia Natural, y más particularmente á la Botánica, consisten en catálogos razonados, en los que se presentan reunidos to- dos los séres que se quieren estudiar, y luego se dividen, segun sus diferencias, en grandes porciones reunidas segun sus analogías: á estas porciones se les llama secciones ó clases, luego cada clase se divide por el mismo método en otros gru- pos menores que se han llamado familias; á su vez las familias se dividen en gé- neros, los géneros en especies y las especies en variedades. Aunque á primera vista parece muy sencillo y fácil reducir á la práctica este modo de divisiones en el reino vegetal; no ha sido así, sino que ha resultado una 178 LA NATURALEZA multitud de métodos ó clasificaciones, segun los diversos principios 4 que los bo- tánicos se han ajustado para su formacion. Sin embargo de ser muchos los mé- todos inventados, pueden reducirse á tres clases: primera, los métodos analíticos, como el de Lamarck: segunda, los métodos artificiales, comunmente llamados sis- temas, que consisten en tomar por base de la division los caractéres de muy po- cos órganos de las plantas, despreciando los demás; tales son los sistemas de Tour- nefort y de Linneo: y tercera, los métodos naturales que consisten en valerse de todos los caractéres, de todos los órganos de las plantas para hacer las divisiones; tal es el método de Jussien. Muchos botánicos insignes, á más de haber hecho grandes adelantos en la cien- cia, se han aplicado á mejorar los métodos de clasificacion modificándolos: los tres De Candolle, Deslongechamps, Maquis, Mirbel, Brown, Casini, Humboldt, Des- fontaines y algunos más, han modificado el método de Jussieu: Sprengel, Richard y Merat se encuentran entre los modificadores del sistema de Linneo: Guiart re- formó el de Tournefort, y solo el método de Lamarck no ha sido modificado. Hoy dia el método más seguido es el de Jussieu con las modificaciones que los sabios citados le han hecho; pero seria de desear un método único y sencillo que viniera á reemplazar á todos los que hay, y sirviera de guía en el laberinto de clasificaciones que hacen tan fatigoso el estudio de la Botánica. En los tiempos modernos son dignos de memoria, á más de los citados, Don, Lindley, Palisot, Fée, Miquel, Moquin Tandon, Bompland y Kunt. Entre los botánicos viajeros los más célebres son, sin duda alguna, el insigne Baron de Humboldt, que recorrió herborizando desde Freiberg al mar del Sur, y del mar del Sur al lago Aral; y Commerson que dió la vuelta al mundo, reco- giendo en este viaje muchos géneros de plantas con que enriqueció la ciencia. De este botánico se cuenta que tuvo la peregrina ocurrencia de poner á unas plantas los nombres de sus amigos y á otras los de sus enemigos: áuna planta cuyo fru- to contiene dos almendras cordiformes muy unidas, le puso: «Pulcheria com- mersonia,» para perpetuar el nombre de su mujer; á otra planta, cuyas flores se marchitan muy presto, le puso: « Verronia tristiflora,» para honrar el nombre de su amigo Verron que habia muerto hacia poco tiempo; y á una planta espi- nosísima la llamó: «Colletía hórrida,» del nombre de Cellet que era su enemigo. Muy tardío fué el movimiento literario en América, porque los conquistadores, más parecidos á sus ascendientes los bárbaros que á los sabios Lascaris, vinieron destruyendo cuanto encontraban al paso, quemando los libros y matando á los sacerdotes que eran los depositarios del saber; y cuando para introducir aquí la civilizacion europea fundaron escuelas y universidades, lo hicieron poniéndolas en manos del clero, que en lo general era entónces jenorante y supersticioso; ¿qué esperanza podria haber de que cultivaran la Botánica hombres que creían que á las brujas el demonio les revelaba las virtudes de las yerbas? Ni á los mé- dicos que vinieron en tiempo de Hernan Cortés, y que fueron el Br. Escobar y el LA NATURALEZA 179 Dr. Cristóbal de Ojeda, les ocurrió estudiar una sola planta, ni cosa alguna del país, á pesar de la novedad que debieron ofrecerles. Cuando ya las cosas tomaron algun asiento, y pasados cosa de cincuenta años despues de la conquista del imperio mexicano, el rey Felipe II quiso saber, qué cosas naturales habia en la Nueva España dignas de saberse; y con este fin man- dó que viniera el Dr. Francisco Hernández, su médico de cámara, para que vien- do y examinando lo que hubiera de notable en esta tierra lo diera á conocer. Vino este insigne naturalista, que con tan justa razon ha sido llamado el Plinio de México; y habiendo cumplido fielmente con su encargo, despues de muy exquisitas investigaciones, escribió su obra-intitulada: «Francisci Hernandez rerum me- dicarum Nove Hispanic thesaurus, sive plantarum, animalium, el minera- livm mesicanorum historia.» Volvió á España, entregó la obra al rey, y éste le mandó poner en la biblioteca del Escorial, en donde permaneció desconocida casi un siglo, hasta que con notas de Juan Terencio se publicó en Roma por los años de 1648 á 1652, en dos tomos de á folio. El servicio que hizo Hernández á la Historia Natural es inmenso, es imponderable: basta decir que salvó del ol- vido no solo los nombres indígenas de los animales, minerales y plantas de esta region, sino tambien las tradiciones de la medicina azteca, pues al describir y nombrar cada cosa señala los usos que de ella hacian los indios. Despues de los trabajos de Hernández el Gobierno español nada hizo para im- pulsar el estudio de la Historia Natural. La decadencia de la monarquía española que comenzó con la muerte de Felipe II, que creció bajo los Felipes UI y IV, y llegó al extremo en el reinado de Cárlos II, alcanzó tambien á las letras:*se des- atendió la enseñanza, el mal gusto cundió por todas partes, y las escuelas se pla- garon de los embrollos de la dialéctica y de las sutilezas de la Teología, desaten- diendo lo principal en todas las ciencias. El advenimiento de Felipe V al trono es- pañol fué la señal del renacimiento de las letras en España. «Las reformas litera- rias, dice D. Modesto de la Lafuente, comenzaron en el reinado de Felipe V, conti- muaron en el de Fernando VI, y produjeron la brillante época literaria del reinado de Cárlos II. » En efecto, bajo el cetro de este gran rey todas las ciencias re- cibieron un benéfico impulso. La Botánica participa de este gran bien. El jardin botánico de Madrid fué restaurado y puesto bajo el cuidado y direccion de los in- teligentes Profesores D. Casimiro Gómez Ortega y D. Antonio Palau, que res- tablecieron el estudio de la Botánica y continuaron la Flora española, que habia comenzado treinta años ántes D. José Quer. Florecieron por este tiempo en Es- paña botánicos muy célebres, tales fueron Bernades, Canals, Villanova, Asso, Lorente y el clérigo valenciano D. Antonio José Cavanilles. Entretanto vino á Nueva España el padre Juan Esteynefer, jesuita aleman, discípulo de Boerhave, recorrió las provincias de Sonora y Sinaloa, y dió á co- nocer algunas plantas de aquella region: al mismo tiempo el Br. Venegas, el Dr. Montaña y el Padre Alzate se aplicaron á estudiar algunas otras plantas de México. La NaTURALEZA.—Tomo V.—24, 180 LA NATURALEZA En el año de 1787 mandó el rey que se establecieran jardines botánicos en va- rias ciudades de sus dominios, y que en ellos se enseñara la ciencia de las plantas: entre las ciudades agraciadas con este beneficio se encontraron México, Santa Fé y Lima. Tambien ordenó que se mandaran expediciones botánicas á todas las provincias de España y de América. En cumplimiento de estos mandatos fueron enviados á México D. Vicente Cervantes, y D. Martin Sessé; y á Lima lo fueron los Sres. Ruiz y Pavon. En 1. de Mayo de 1788 se abrió en México el Jardin botánico, con su cáte- dra correspondiente, hajo la direccion de D. Vicente Cervantes, que enseñó allí la Botánica por el largo espacio de treinta y cinco años. De la venida de Her- nández á la de Cervantes mediaron doscientos años: tan lentas así fueron las dis- posiciones de aquel Gobierno para el estudio de las ciencias naturales. El impulso que recibió entónces la Botánica fué muy grande, y los resultados fueron mayores que lo que podia esperarse. A propósito de esto dice en una nota el citado Lafuente: «Mutis y su discípulo Zea estudiaron las plantas de Santa Fé de Bogotá; Ruiz y Pavon. y su discípulo Tafalla las del Perú y Chile; Sessé, Mo- ciño y Cervantes las de Nueva España; Boldo las de la Isla de Cuba; Cuellar las de las Islas Filipinas; y viajaron alrededor del mundo Pineda y Née. » En tiempo de Cervantes vinieron á México los ilustres viajeros Humboldt y Bompland, á quienes tanto deben las ciencias, y principalmente la Botánica del Nuevo Mundo. De los primeros discípulos de Cervantes se distinguieron por sus grandes ade- lantos Mociño, Maldonado, Bustamante, Cervantes (hijo), Lorreategui, Bernat, Peña y Monroy, bien conocidos todos por los buenos servicios que hicieron á la ciencia. A los Sres. Sessé y Mociño se debe la formacion de la Flora Mexicana. Mas luego se hicieron célebres los botánicos Mayoli, Teran, los Cal; y sobre todo D. Pablo de La Llave y D. Juan Lejarza por sus Fascículos publicados en 1824 y 1825. Por este mismo tiempo pasó á la frontera del Norte D. Luis Berlandier, botánico de la Comision de límites que regenteó el General Mier y Teran, y es- tudió y dió á conocer algunas plantas de Texas, Tamaulipas y Nuevo-Leon. Pronto hará un siglo que se plantó en México la enseñanza de la Botánica, y en ese tiempo la generacion de sabios naturalistas, producida por Cervantes y Sessé, se ha multiplicado y engrandecido de tal manera, que hoy no es posible dar la nómina de los que en la capital de la República y en los Estados se ocu- pan del estudio de la naturaleza. El 6 de Setiembre de 1868 se fundó la Sociedad Mexicana de Historia Na- tural, por unos cuantos hombres tan desinteresados como sabios, y tan constan- tes como entusiastas: doce años lleva de existencia esta ilustre Sociedad, y en ellos sus fructuosos trabajos han llevado la ciencia que cultivan á un grado de adelanto ántes no visto entre nosotros. Hoy se encuentra esta corporacion in- signe ramificada en toda la República, y en contacto con las principales Socieda- LA NATURALEZA 181 des científicas del mundo sabio. Atendidas la calidad delas personas que forman tan importante asociacion, las relaciones que ha sabido crearse y los métodos á que somete sus trabajos, no es difícil profetizar cuál será el resultado de sus in- fatigables tareas; y yo creo que dentro de pocos años podrá decirse con verdad: Hernández echó los fundamentos del estudio de la Historia Natural Mexicana, Cervantes y sus numerosos discípulos la cultivaron con asiduidad; y la Sociedad Mexicana de Historia Natural la puso al nivel en que se encuentra en las nacio- nes más cultas de la Europa. Imperecederos serán en los fastos de la ciencia los nombres de Arriaga, Cas- tillo, Cordero, Herrera, Mendoza, Peñafiel, Rio de la Loza, Sanchez, Urbina, y Villada que concibieron y ejecutaron la luminosa idea de fundar tan ilustre cor- poracion, para engrandecimiento de la ciencia, propagacion de los conocimientos útiles, y para honra de la magnánima nacion mexicana. Ojalá y sirvan estas escasas mal coleccionadas noticias, ó más bien, este catá- logo incompleto de nombres preeminentes, para que, familiarizándose con ellos los jóvenes estudiantes, despierten en su espíritu el deseo del saber y el amor al estudio. Ojalá y la consideracion de los valiosos trabajos de tantos hombres in- sienes les infunda en el ánimo la constancia necesaria para continuar con decidi- do empeño el estudio de una ciencia que tanto les importa cultivar; pues aunque á todos igualmente aprovecha el conocimiento de las cosas naturales, no á todos les obliga el tenerlo: las ignorancias y los errores de los que se dedican al arte de curar refluyen en perjuicio de los enfermos, y las ignorancias y los errores de los demás á ellos solo perjudican. Pague, en buen hora, cada uno la pena de sus yer- ros; pero que no paguen los enfermos la pena de los yerros del médico: por eso la razon y la ley obligan á éstos á saber cuanto deben saber. La Botánica es uno de los más importantes ramos del saber médico, porque el reino vegetal es el más abundoso de los arsenales en donde están las armas con que se combaten las enfer- medades. Así, pues, conviene que los médicos y boticarios jóvenes se dediquen con teson al estudio de la Botánica, que, por otra parte, tanto facilita el estudio de los otros ramos de la historia natural. Los elementos que de la ciencia de las plantas se aprenden en los colegios son demasiado pequeños, y solo pueden servir para em- prender despues un estudio formal y metódico de ella; pero si esto no se hace, si se abandona este estudio, hasta los escasos elementos que se aprendieron en el colegio se olvidan. Muchos médicos conozco tan ignorantes en Botánica como el hombre más vulgar: yo pienso que la causa de este atraso es la ignorancia de la lengua latina: la tecnología botánica, como la de todas las ciencias, es greco-la- tina, compuesta de palabras griegas, alemanas, inglesas, francesas y de otros idiomas, pero todas latinizadas; y esta nomenclatura es incapaz de traducirse á los idiomas vulgares, porque si se tradujera perderia el carácter de universal que debe tener, y resultaria un fárrago ininteligible. Lo mejor seria saber las dos len- guas, griega y latina; pero si esto no se puede, á lo ménos conviene tener cono- 182 LA NATURALEZA cimientos ligeros del griego y profundos del latin. El que comienza el estudio de la Botánica, sin este preliminar, se encuentra desde luego con una multitud de nombres que no puede pronunciar y cuya significacion ignora: ¿y qué cabeza ha- brá que pueda conservar en la memoria palabras que no entiende y que ni áun articularlas sabe? Así es que no se pueden emprender estos estudios sin el auxi- lio de las lenguas sábias. Con frecuencia les sucede á los jóvenes con la lengua latina lo mismo que con la Botánica; estudian los elementos, se abandonan, no vuelven á verlos jamás, encuentran una frase latina y no piensan en traducirla, y hasta los elementos que aprendieron olvidan. Sucede tambien en muchos jó- venes que la pereza y las distracciones les enervan el entendimiento, les embo= tan la memoria; en tal estado el estudio los fastidia; y lo peor es, que el perezoso se halla bien con la ignorancia, y renuncia el saber porque cuesta trabajo estudiar. Necesarísimo es, por tanto, que los jóvenes se acostumbren al trabajo, de tal ma- nera, que contraigan un hábito inveterado é invencible de estudiar, porque solo así pueden cultivar con igual empeño todos y cada uno de los ramos de la cien- cia que están obligados á saber. Además, importa mucho estudiar las cosas que tenemos á la mano, las cosas de nuestro país, para usarlas; y solo en defecto de ellas usar de las extranjeras. Apre- ciar solo las cosas que vienen de otros países, y despreciar lo que la naturaleza nos ofrece á manos llenas, es cosa de gente ignorante y fútil. Lo racional y filosófico es apreciar igualmente todos los productos de la tierra, escoger los que sean más con= venientes, y de ellos usar los que con más facilidad y á ménos costo se adquieran. Por otra parte, en conciencia y por bien de la humanidad, debemos estudiar con todo esmero, y dar á conocer al mundo las cosas que produce nuestro país; para que así como nosotros utilizamos cuando nos conviene los productos de otros países, los moradores de otros países utilicen á su vez lo que les convenga de los productos del nuestro. Hay tambien que considerar lo que el hombre debe á la sociedad en que vive: habita en casas que no construyó, se alimenta de plantas que no cultiva, y de ani- males que no apacienta, se cubre de telas que no ha tejido; en suma, se aprovecha de cuantos beneficios le proporciona una sociedad establecida hace muchos siglos. ¿Y solo el hombre de letras se aprovechará del trabajo de todos sin trabajar él para nadie? Ciertamente que no debe ser así. ¿Y si escogió la carrera de las le- tras para trabajar en ella, cómo podrá hacerlo si no estudia? Esto no puede ser. Así es que el que se dedica á una profesion literaria, le es útil, conveniente, ne- cesario y obligatorio estudiar dia y noche por toda su vida, para poder cultivar todos y cada uno de los ramos de su incumbencia; so pena de que si así no lo ha- ce, no cumple con sus deberes; y por consiguiente, no merece más que el des- precio de la sociedad en que vive. Finalmente, conviene que los jóvenes no olviden jamás, que no hay sacrificio que el hombre no deba hacer por conservar su honor y por honrar á su patria. CALENDARIO BOTÁNICO DEL VALLE DE MÉXICO NOTICIA DE ALGUNAS PLANTAS QUE CARACTERIZARON LA FLORACIÓN EN EL AÑO DE 1879. LA NATURALEZA A E, E QA 183 ENERO Familias Orchidacee. -....- | Euphorbiace .---.. Polygonack....-.... Convolvulace --..- Gentianace.-.---2- Polemoniacee.... Solanace.-- Lilo. ADOCYDACR.--.---- Scrophulariacee -- | Hydroleacen -.---. Oleacese:-=--=--. Labiatez. - 22, Primulacee.---.. / Tricacee.----.---- Lobeliaceze --.--- Rubiacez - 22... Sinanterem -....- Nombro vulgar Palo del muerto Flor de hielo... Espinosilla..-... Banderilla..--.. Cautua.-- ==: Cola de Borrego. Bella Inés. . ....- Pluma Sta. Tes? Primavera-..... Azalea. -. Gallito rojo .... Trompetilla ...- Limpia tuna.--. Cachisdá-..-.-- Periquillo ..-... Tlemolito ---.--- Cinco llagas.... Papaloquelite.-. Ojo de gallo.... Girasol morado - exiodo oral — Nombro científico Odontoglossum Eremberghi. V..- * Loolia anceps y varieds. Lindl..- * Epidendron Cayendishianum ---. * Idem cochleatum. L-..--..---- * Oncidium ornithornynehum. H. B * Oncidiumincurvum. Bark...-..- * Tdem splendidum. Reich...----. * Euphorbia heterophylla. L.----- Polygonum hydropiper L..---.-- Ipomea murucoides. Rom.-.----- Gentiana calyculata------...<.-- Loecelia coccinea. Gooonooooo=io- Leptophragma prostrata. Bent...- * Nerium oleander. L Castilleja communis. D. O--.---2. Castilleja canescens. D. OU .------- Lamourouxia linearis. D. (-..---- Maurandia semperflorens. Ort.--.- * Lophospermum scandens. Don.. Budleia sesiliflora. H. B. K...--- Ligustrum japonicam. Thum.--.-- * Fraxinus juglandifolia. W....--. * Salvia mierophylla. Kunt...---. * Salvia Sessel. Bent .------------ * Salvia eryocalix. Bent.----.---- * Primula sinensis. Lind.--------- * Cyclamen europeum. L..--...- WAzalba md WE aa Lobelia pauciflora. H. B. K.---..- Lobelia fenestralis. Cay---...---. * Syphocampilus grandidentata?. .. Bouvardia Jaquini. H. B. K...--. Bouvardia quaternifolia. D. O-.... Ferdinanda augusta. Lag-.-..---. Aploppapus discoideuns. D. (...--. Helianthus budleiceformis. D. C--- Helianthus annus. lo-ooooo..---. Verbesina helianthoides. H. B. K-. Eupatorium deltoidem. Jaq----.-- Eupatoriam Bustamante. 1D. C.... Eupatorium pulchellam. H. B.... Stevia microcephala. D. U........ Stevia tomentosa. H. B. K--....-- Partenium histeroforus. L........ Tagetes erecta. Di... oooooooe==== Tagetes peduncularis. Lag......-- Tagetes pusilla. H. B. K..-.----- Tagetes lucida. Cav---.-----==-==- Tagetes patula. Dic. oocoiomcooo- Tagetes lunulata..---.-----===--=-- Porophyllum tagetoides. BD. U....- Sanvitalia procumbens. Lam... -.- Cosmos bipinnatus. CaVe.oo..=--- Lugares en que fueron observadas Casa del Sr. Manrique. Jardin de San Francisco. Casa del Sr. Manrique. Idem, idem. Idem, idem. Idem, idem. Idem, idem. Jardines. Acequias. Cerros de Guadalupe. Monte Ajusco. Todo el Valle. Idem, idem. Jardin de San Francisco. Todo el Valle. Jardines. Todo el Valle. Idem, idem. Monte Ajusco. Cerros de la Villa. * Jardin de Droege. Cerros de la Villa. Lomas de Tacubaya. Calles de México, Jardin del Zócalo. Jardines. Jardin de Droege. | Jardines. Idem. Idem. Idem. Hacienda de la Lechería. Idem, idem. Jardin de San Francisco. Todo el Valle. Idem, idem. Idem, idem. Cerros de Guadalupe. Hacienda de la Lechería. Todo el Valle. Cerro de Tezcotzingo. Todo el Valle. Chapultepec. Cerro de la Esmeralda Todo el Valle. Idem, idem. Idem, idem. Jardines. Todo el Valle. Zumpango. Todo el Valle. Jardines. Cerros de la Villa. Idem, idem. Todo el Valle. Hacienda de la Lechería. La NATURALEZA.—Tomo V.—24,-20 18% LA NATURALEZA Familias Nombre vulgar Poriodo floral Nombre científico Lugares en que fueron observadas A untóres Estrellitas..-...| A | Galisonga parviflora. Cav.------- Todo el Valle, PENA Estrella de agua| dd | Aganipea bellidiflora. Moc-.---.-| Acequias. Myrtaceze MirtO ----o----- P * Myrtus communis. L.-....---.. Jardin de San Francisco. EE Gigante-----.-=| P * Eucalyptus globulus. Lab..---.| Jardines. Houqueracca poe elle m | Fouquieria formosa. K....-.----- Cerros de la Villa. Oreja de raton..| 4 Echeyerría imbricata........----- Jardines. Crassulacez. --..< | Siempreviva....| Pp. | Echeverría coccinea. D. C..----.- Cerros de la Lechería. lo d Umbillicus sedoides..----..-------| Idem, idem. Sonadora. ..---- a: || Phaca mollis. HE. B. Ki. --¿4.200- Cerros de Guadalupe. Meno Moss ae PE ass a Malo ata seso leeis Jardin de Droege. A A P * Swainsonia albida.--...-...----| Idem, idem. co P * Swainsonia floribunda ..-.-. ----| Jardin de San Francisco. Crucifereze»...... Paniquesillo....| € Capsela bursa-pastoris. Maen..---- Todo el Valle. Sisimbrio..----- e Sisymbrium taraxifolium. D. C....| Idem, idem. Caryophylleee.-.... Pipiloxochitl....| dd | Silene catesbei. Walt..-....----- Cerros de la Lechería. Violeta campo--| d | Anoda triangularis. D. C-.----.-- Todo el Valle. Monacill. amar? ño ES tubiflorus. Moc--.-----. Cerro de Chapultepec. poso AS ad | * Hibiscus syriacus. L....--.-----| Jardin de Droege. A E d | * Hibiscus speciosus. Ait.--..---- Idem, idem. Yerba del negro. d | Malva angustifolia. CaV---=------ Todo el Valle. Euinari notte d Sida-romboidew-== === isis tests Idem, idem. e O bos as bdo d Gaudichaudia cynanchoides. L-...| Cerros de Guadalupe. AS $ Sec odas sees d Idem Enrico Martinez. Bárcena..| Tajo de Nochistonad: Papaya a caos p. | * Bocconia frutescens. 1---------- Jardines. Dare o qOaE Jacinto -L-o...2- C * Hyacinthus orientalis. L ..--.. -- Jardin de Droege. . Azucena roja---| € Amaryllis pediculata. L..---.---- Jardines. Ay Uy deb / liolinada ll: es) las Hi beat CRUE OS Jardin de Droege. Irideze -...-- AS Lirio morado -..| € * Tris germanica. Lo. 2..---2- Chapultepec. m. | * Calla etiópica. Gaer.....------- Jardin de Droege. Cc * Oncidium ornithorynchum. H. B.| Jardines. P A pitido. o Sr Lope : P * Odontoglossum Eremberghi. V-.| Idem. Orchidem:= == ===> Lirio parásito... E * Leelia anceps y bicdados Lindl.| Idem. Epidendro..----| p * Epidendron Cavendishianum. ..-- Idem. Last p | * Idem cochleatuam. L-------.-.-| Idem. Salicinez.-2om22.-. ÁLAMO ooo aoza cm BPopulusialba teo oder aos Idem. ¡Pro taCe oia Grevillea....... p | * Grevillea robusta. Oum...-..--- Jardin de San Francisco. Lauracer ---22-.-- Aguacate .-.---- m | * Persea gratissima. Gart-..-..---- Huertas. Phytolaccace:r. .-.- Congerad.-...-.-. m | Phytolacca octandra. D. C------.. Todo el Valle. Nyetarinc arcas lea e * Bugainvillea spectabilis. Wild---| Jardin de San Francisco. Cantua..-.----- m | *Cantua dependens..-....---===-- Idem, idem. Polemoniaceze--- ne OS d * Cantua buxifolia. Lam...--..---- Idem, idem. ¿ A TAS m | Phlox Drumondi Hook. ...-..---- Jardin de Droege. AR DP Leptophragma prostrata Bent...-.| Todo el Valle. Solanacere. 0229 | cocino p | Cestrum terminale. D. C...-..--.-- Chapultepec. Taba? cimarron.| p | Nicotiana glauca Grah..-.-.-.----- Tlalnepantla. ApOCynee.-------- Laurel rosa. .... p ¡Nerium oleander. L....- Jardines. Libonia.. ...-.. m | *Libonia floribunda..----- Jardin de Droege. AN 3 'ACANÍO 222 2-- e * Acanthus spinosus. P. S. Idem, idem. Ñ A ea e Veronica seats, b.- Dioresas Escuela rd? y ee Tepozan peque e Budleia sessiflora. H. B. K-...-.- Todo el Valle. Scrophulariacez - E Ze act E ÉS --| d | Maurandia semperflorens Ort....-- Cerros de Guadalupe. Mimulo..-..---. e Mimulus glabratus. H. B. K...-.. Arquería de San Cosme. Hiydrolacere ja. - Hs ACA ese P Wigandia kunthii. Chois.---..-=-- Lomas de Tacubaya. Olences IAN AS e * Digustrum japonicum Thn...---- Jardines. A cl ErOSnO) ess. 2. P * Fraxinus juglandifolia. W-.----- Idem. Eumulacea o ad | * Cyclamen persicam. Mill....--.-| Jardin de Droege. Bricacee.-=-=-=2-2 Azalea. 2225» d Azalea indica. W.---.---=---------| Jardines. Ap a ad | Eupatorium Bustamante. D. C....| Chapultepec. Papaloquelite...| «| Porophilum tagetoides. D. C---.-- Cerros de la Villa. TS Jarillo 22 22==. e Senecio vernus. D. C..-----.----. Todo el Valle. : ser A 3 | Cineraria....--- C * Cineraria candidissima?..------- Jardin de Droege. Yerba del carb?| e Baccharis multiflora. H. B. K...-- Monte Ajusco. 1] Cerraja.oooooa- e Taraxacum dens-leonis. Desf..-..| Todo el Valle. Caprifoliaces -- ---- Madreselva....- e ico eapifolium. L...-..-- J a 4 e ate de E, nothera rosea. Albooioooioc---. Todo el Valle. o thorate $ O A e Epilobium denticulatum.--------- San Jacinto. Siempreviva. -- m | Sedum dendroideuM.-.. 2.2. -=-- Cerro de Chapultepec. | Crassulacesa: 91 |FLdemiio da. one d | Echeverría coccinea. D. C-....--- Jardines. FIA Unmbillicus sedoides..----.-------| Cerros de la Lecheria. Familias Poríodo LA NATURALEZA 1 Nombre científico 185 Nombre vulgar fora Lugares en que fueron observadas Rosa de Castilla] e * Rosa centifolia. Siccanin.ooooo. | Jardines. MAanzano....... a MEJTIS malas De mo 2nio o oca 2 mila Huertas. Rosacess DUITALDO a ao caononl * Persica vulgaris. Mill..........- Idem, A Chubacano -.... ce. (* Prunus armeniaca. L...........| Idem. Capulid ...-...- C Cerasus capolin. D. Cooooc.oo.....- Idem. e A MN * Cydonia japonica. Pers.......-.| Jardin de Droege. a Huisache...-... e Acacia fotida. H. B-..-.-...---- Campos de Huehuetoca. Leguminosex, - .. DIGCÍON ¿22222 C * Dioclea glicinoides....--.....-.-. Tarda de Droege. Cactacet...ooo..-. Biznaga. ------- e Mamilacia espherriCa. o... .... Cerros de Guadalupe. Mesembryacee ....| ROCÍO.--..--=-- c Messembryanthemun cristalinum. L| Tacuba. Fouquieraces: 01 ES eee P Fouquiera formosa. K..........--| Cerros de Guadalupe. Caryophyllex....-- Olayell--..-.-.. m. | * Dianthus chinensis. L-... ....-. Jardines. Violacemiz= en... Pensamientos...| Mm | * Viola tricolor. L......-.-...--.| Idem. Paniquesillo....| € Capsella bursa-pastoris. Mien..... Todo el Valle. Crucifer.......- Sisimbrio.---.-. e Sisymbrium taraxifolium. D. C....| Idem, idem. ce ES pal e Lepidium ruderale L....-.....-.-.-| Idem, ide. > ñ Adormidera -...| € Papaver somniferum. L.......-- Chinampas de Santa Anita. Papaveraces .--- a Amapola roja...| € úl ds rhoas. L--.-.---...--..| Idem, idem. Bumaracen: cto ta os Cc Fumaria parviflora. Lam...-.----.| San Jacinto. Ternstrozmiacee .--| Camelia. ...---.| M | * Camelia japonica. L.--.-...---- Jardines. ACOTaCeR 2......-- Erablo .....-..- m- | * Negundo fraxinifolium. Nut.---. Idewm. Í ASparagelooooo.-- Dracena.---..--- e * Dracona spectabilis.... ---..---- Jardines. Ia... -oeoneses JACIOaatas m | * Hyacinthus orientalis. L..-...-- Idem. Amaryllidex ...... Azucena roja...| Mm | Amaryllis pediculata. L-..-...--- Idem. Wa EFlccoconconene Lirio morado -..| 2 | * Iris germanica. L..-.--....-..--- Idem. Cannes. Platanillo ...... cr Canna dica ito. no 22 Idem. m | * Oncidium omithorynchum. H. B.| Jardin de San Francisco. m. | “idem splendidum. Reich...--.-- Jardin de Droege. m. | *Odontoglossum Eremberghi. V-.| Idem. Lirio parásito-..| d | *Lolia anceps. Lindl..--.-.-..---- Idem. Betulacee..--..... ALO Lt ec | Alnus acuminata. Kuntb.-..-...--- Campos de Atzcapotzalco. Juglander ...----- Nogal decae: m- | *Juglans regia. Looooomom...-=-- Los Morales. Salicinem..-..-.--. ¿Alamo Ja. E oa sE Opalusalbay Le e -=5 pese Calzadas. Lauraces. ....---- Aguacate..----. d | *Persea gratissima. Grat.-....--- Huertas. Phytolaccacez..... Congueran.- --.- m | Phytolacca octandra. D. C.....--- Todo el Valle. Nyetaginea 20 o laa P a samies iS: W. M.-.-| Jardin de ia Francisco. : Espinosilla. ...- e ceselia cocoinem Gruecooca oo. Todo el Valle. Bolemoniaces.. > / Citas dudas P * Cantua dependens 2... .--.- Jardin de San Francisco. ApOCynez. ....-. ; -| Laurel rosa. --.- P ha E oOlBandern al. toceseles Jardines. 4 Jabonera....... e Anagallis arvensis. L...--..--.-- Los Morales. O Primavera-..... e * Primula sinensis. Lind.....----- Jardines. Acantacee -......- ACamtO om. 2... m | * Acanthus spinosus. L..-..------ Jardin de Droege. SOlanaces. -. ol O e os Cc Solanum fontanesianum. Dum.--.| Escuela de Agricultura. ; Minal0 3.2.2 Mm. | Mimulus Juteus:Wie>-- += === 2% Idem, idem. Serophulariacea is Mesillas m- | Mimulus glabratus. H. B. K..--... Acueducto. Tepozan peqño..| Pp Budleia sessiflora. H. B. K-.----- Todo el Valle. Eiydroleacams Mi q P | Wigandia kunthii Chois.....>----.| Lomas de Tacubaya. Orcos (Mo e * Olea europea. L-......-.------.| Los Morales. iiO A AA * Ligustram japonicum. Thum.-...| Jardines. Plumbaginee -. ---- Plúmbago..-... e * Plumbago europea. mooooooo=o==- Idem. cados Gu ¿Azaleal a. 202 d. | * Azalea indica. W...---..--=-=-- Idem. ! EI. Rododendron-..| € * Rhododendron arboreum. Son-..| Jardin de San Francisco. Palo bobo.....- e Senecio precox. D. C.... .------.| Pedregal. Jarillo... ----.. ec | Senecio vernus. D. C....-.-------| Todo el Valle. aora A | Eupatorium Bustamante - D. C...| Idem, idem. SynantereB ...... Yerba carboner.| mn | Baccharis multiflora. H. B. K..... Montañas. Cerraja---.-..-.. m | Taraxaeum dens-leonis. Desf...-. Todo el Valle. a e Aster californicus. Les.......----.| Acueducto. ; o NA Cc Montagnea da Balls. qe Escuela de Agricultura. san rifoli adreselva..... e * Lonicera caprifolium. L......... Jardines. dape 0 AA O e * Viburnum AS 1 AS Idem. Linda tarde....| € (Enothera sinsiada?.....-...--=.-- Escuela de Agricultura. (Enotheracen.. 204 [Wi REtE o. =28 e GEnothera rosea. Ait.......------| Todo el Valle. E a 05d Epilobiun: denticulatom.-...- <=. Idem, idem. Crassulacez....- Siempreviva.-..¡ P | Sedum dendroideun --... «..-=--.. Cerro de Chapultepec. Rosa de Castilla.| € *Rosa centifolia. L.--==.-=-====-- Jardines. ROSAOG Rosa the-..... ge ROSA da canBsuas=s- ss Idem. Papo E ia es Rosa pimpinela.| € *Rosa pimpinellefolia. L.-.--..--- Idem., MAanzadO. momo. e IE MA Huertas. 186 LA NATURALEZA Periodo Familias Nombre vulgar doral Nombre científico Lugares en que fueron observadas Peral ao m | *Pyrus communis. D.--....--.. Huertas. Chabacano - - m. | * Prunus armeniaca. L.......---- Idem. Durazno-- -. m | *Persica vulgaris. Mill..........- Idem ara e Membrillo m- | * Cydonia vulgaris. Pers. Idem. p pri ---4 M | *Cydoniajaponica. Pers. Jardin de Droege. Capulin -.. -| m | Cerasus capolin. D. C.--.- Huertas. Tejocote-- 2... C Orategus mexicanus. Moe Los Morales. CA dao C * Kerria japonica. D. C..-.-.-----| Jardin de San Francisco. Retama delgad-| e * Genista junceun ..--..- -| Jardines. Color 2420223 e * Terytrina coraloides. Moc -| Idem. Leguminoser.-.-. 3| Glicina..- -| m | * Glycine sinensis..---.--- -| Jardin de San Francisco. Mezquito--=.-=. e Prosopis dulcis. Kunt.----...----- Huehuetoca. Huisache...-...- m.- | Acacia fotida: (Hilo oem aos Idem. IA Biznaga.- O. Mamilaria sphevrica Cerros de Guadalupe. Flor de cuerno..| e * Cereus flajeliformis. L Jardin de San Francisco. Mesembryacez ...- m | Messembryanthemum cristalinum.| Jardines. Carophyllex..----- m- | * Dianthus sinensis. D--o.ooo..--- Idem. f Cc * Cheiranthus cheiri. L....-. -| Chinampas. ars: UN ) n . m- | Sisymbriun taraxifolium. D. C. Todo el Valle. Y | Paniquesillo....| m | Capsella bursa-pastoris. Man. -.-- Idem, idem. L] Comida pajarit?-| m | Lepidiam ruderale. L...---...---- Idem, idem. Resedacez -----.-- Gualda. 220... m | Reseda luteola. D. C...-- Idem, idem. $ Adormidera-...| € * Papayer somniferam. L- Chinampas. Papaveracez ---.< | Amapola roje e * Papaver rhosas. L..-..- Idem. ¿ Chicalote...---.. e Argemone mexicana. Dooooo..-.-.. Todo el Valle. Ternstroomiacez -..| Camelia m | * Camelia japonica y variedades. -.| Jardines. Fumariacez ------- m | Fumaria parviflora. L-..-.-....-- San Jucinto. ÍA $ e * Citrus aurantium. Ris -| Jardines. a ¿ A ¿ e Citrus limetla. Risco coco Idem. NC a A Cc * Negundo fraxinifolium. Nust.---| Escuela de Agricultura. ó AVODA anios (a Avouaisativa. dle. cto daa Campos. Graminek..-...- OS C * Triticam sativum. Lam..---.:--/ Terrenos cultivados. Cebada ===. e * Ordeum vulgare. Do .2oco...o-- Idem. ada Azucena blanca-| e * Lilium candidum. L.-... -| Jardin de San Prancisco. Jacinto.- d * Hyacinthus orientalis. L.- -| Jardines. Amaryllider -----. Azucena roja...| Mm | Amaryllis pediculata. L...- -| Idem. E ssososenosos Lirio morado ..-| 2 | *Iris germanica. L..--.. Aa Idem. Omtricos essbrol Platanillo ...-.- am Cannaindica cdo loe Idem. Musacek---.------ Pájaro azul.....| € Stella tepne locdenesess Jardin de San Francisco. Ordes ia / DP * Oncidium ornithorynchum. H. B-| Idem. P * Idem splendidum. Reich..-.-..- Jardin de Droege. Betulacexk..-.---.-- m | Alnus acuminata. Kunt...-.--.-.--- Campos de Atzcapotzalco. Salicinez. .---- 2: 0) * Salix babilonica. D--2-..ooo...2 Calzadas. Phytolaccacez.--.- a S m. | Phytolacca octandra. D. C. Todo el Valle. : Espinosilla- ....| € Loselia coccinea. (E--ctoamooomoo Idem, idem. Polemoniaces ..- y Catas Morse =az C OO a AAA Jardin de San Francisco. Borraginez.----.---| Heliotr? e Heliotropum curasavicum. L Todo el Valle. liarla $ Coralillo. m | Anagallis arvensis. L.-.--.--.---- Idem, idem. ¿| Primavera m * Primula sinensis. Lind ..-....--- Jardines. Acanthaceze.-----. ma Ca thts mole 2 o as Jardin de Droege. C * Yochroma cerulea:-.0oooooo=-. Jardin de San Francisco. Solanacer..----. m | Solanum fontanesianum Dun. -| Escuela de Agricultura. e Solanum Cervantesii Lag... -| Lomas de Tacubaya. P Mimulus glabratus. H. B.. -| Acueducto de San Cosme. Sorphutaicce Perritos. +.----- m | Antirrhinam majus. D..-----.-- Alameda. 'Pepozan peq?.--| d Budleia sessiflora. H. B. K...---. Todo el Valle. Orobanchex -----.-- Mazorca cuervo. € Conophila americana... --=-=-- -| La Cañada. nasa -..5| Olivo m | * Olea europea. L..- Los Morales. As 0 Prueno. 220 e * Ligustram japonicum. Thu...-.. Jardines. Plumbaginez.-.--- Plúmbago.----- m | * Plumbago europea. L....--.--.- Idem. Bignoniacez....... Borla des. Pedro| e Bignonia fragsinea. Desf..-.-.--..| Cerro de Chapultepec. Azal6a ooo. 222. d * Arale anndicas Vo dos clsiomes Jardines. IU A A m. | * Azalea mollis. Blum.---....----- Idem. Rododendro .-..| m | * Rhododendron maximum. L..... Jardin de San Prancisco. Palo bobo...--.| Mm | Senecio preecox. D. € Pedregal. Jarilla ---.- -| m | Senecio vermus. 2. € sig el Valle. e 20 ) | Motitas --====-- m | * Eupatorium odoratissimum.-----| Jardines. a osos Y | Yerba del carb?.| p col multiflora. H. B. K....- Montañas. | Cerraja-en=e css. P Taraxacum dens-leonis. Desf...... Todo el Valle. RA ta das m | Aster californicus. Les.....-...---.| Acueducto. Familias Nombre vulgar Sinanterer ......-- Zoapatle..-.---- Caprifoliacew -- Mnotheracemn.... Saxifragacee.... RoOsaceR -....--- | Myrtacez.... 22. Rubiacez......---- Leguminosex. --- | Grossulariacez..-..- Cactacee...--..- Cruciferee.- .----- Caryophyllese.- -- ? $ ( Resedacer .----. 3 Papaveracer --.. Aurantiacexe...-.. $ Malvacek -.----.-- Magnoliacee ---- $ Berberideze-. .----- Meliaceze.....----- Geraniacex...-.. Ranuneulacez... -- Rosa the.....- 4 Garambullo...--. Rosa pimpinela. Manzano Membrillo. . Capulin ...- Trompetilla -... IUPIMO: 2422 Habas. foods Mezquite. ..---. Huisache....-.-. Biznaga. .-.---- Flor de cuerno. Clavel AOÍÍ. 226 cnr e Comida pajarito. GUAlda Eo .. (3 Reseda.-... Adormidera.-.. Amapola roja... Chicalote...---. Lima -...- E Obelisco. - : Magnolia....-.- Arbol paraíso... Geranio de olor. GeraniO-....... Espuela de cab? 187 LA NATURALEZA Ley Nombre científico Lugares en que fueron observadas C Montagnea tomentosa. Lall....... Escuela de Agricultura. C * Viburnuom tinus. L.... --| Jardiñes. e CEnotbera rosea. Ait...... --| Todo el Valle. m Epilobium denticulatum.--.-...... Idem, idem. Cc * Hydrangea hortensia. D. C...-.. Jardines. C * Hydrangea arborescens. L......| Jardin de San Francisco. e * Hotteia japonica......---- --| Jardin de Droege. m | * Rosa centifolia. L....... --| Jardines. a E ARA Idem. ec Rosa Moctezame. H. B. K.....-. Todo el Valle. m | Rosa pimpinellefolia. L.. Jardines. p | Pyros malos. D....--... Huertas. p | * Pirus communis. L-........... Idem. P = Prunus armeniaca. L..---.. ....| Idem. P Persica vulgaris. L-....-.......| Idem. e Fragaria vesca. L....-.- --.-.--.| La Cañada. p | *Cydonia vulgaris. Pers..-..-.--.| Huertas. p. | Cerasus Capolin. D. C.----.--2--- Idem. e Crateegus mexicanus. MoC-.....-- Los Morales. m' | * Kerria japonica. D. C.-.-. -..... Jardines. C * Metrosideros vellosis. D. € Jardin de San Francisco. e Bouvardia Jaquini. H. B. K Lomas de Tacubaya. Cc aa San Angel. c * Vicia faba. L..-. --| Terrenos enltivados. e | *Swainsonia alba... --| Jardin de Droege. m | * Erytrina coraloides. E --| Jardines. m. | Prosopis dulcis. Kunt---.-o..---. Hnuehuetoca. m- | Acacia fastida, Ho-oooooooooo=--- Idem. m | “Latirus odorans. L-.--.-..- Chinampas de Santa Anita. e Ribes campanulatus ES La Cañada. C Opuntia Hernandezi.-- 55 Cerros de Barrientos. m Mamilaria speerica. Die..---. .----| Idem, idem. m. | *Cereus flajeliformis. L...-.----- Idem, idem. m | * Dianthus sinensis. L--..-. Jardines. e * Lichnes Hageana..... Jardin de Droege. m | * Cheiranthus cheiri. L. Chinampas de Santa Anita. m- | Lepidium ruderale. D.-.-.o...---. Todo el Valle. m | Reseda luteola. D. C-.:.---....-. Idem, idem. m | * Reseda odorata. L...--- -| Jardines. m | * Papaver somniferam. L.. -| Chinampas y jardines. m- | *Papaverrhoas.--..-.-.--- -| Idem, idem. > e Argemone grandiflora. L-.-...--- Campos de Mixcoac. C Argemone mexicana. L.--...----- Todo el Valle. m | * Citrus aurantium. L... -.| Jardines. m- | Citrus limetta. Ris.-- ----| Jardin del Museo. e * Hibiscus rosasinensis. L-....----| Jardin de San Francisco. m | * Magnolia grandiflora. L-...---- Jardines. e | * Magnolia fuschata. And...----. Jardin de San Francisco. m | * Mahonia fascicularis. D. C--.--.| Jardin de Droege. Cc * Melia azederach. L..-.---.-----| Jardin del Zócalo m | * Pelargonium odoratissim. Ait...| Jardines. m | * Pelargonium zonale. Wist...-.-- Idem. e * Pelargonium fulgidium. Ait..-.-- Idem. Cc * Pelargonium anemonefol. Jaq.--| Jardin de San Francisco. m- | * Delphinum ajaxis. L-...-..---- Jardines. MAYO Graminese Liliacese Amaryllidesw Orchideze Euphorbiaceze.. - Urticese Azucena blanca. Maguey Lirio del monte. Piñoncillo. - Camotito Ortiga ooo Avena sativa. L * Triticum sativum. Lam-.- * Ordeum vulgare. L Tturbidea augusta? * Lilium candidum. L Agave americana. L... * Lelia majalis. Lindl * Odonthoglosummaculatum. Lindl * Odonthoglosum citrosum. Lindl.. * Odonthoglosum nebulosum. Lindl * Brasavola pescatori * Cattleya citrina. Lindl.. - Euphorbia lathyris. L Euphorbia radians. Bent... --- Urtica urens. L Campos. Idem, idem. Varios lugares. Jardines. Todo el Valle. Idem, idem. Idem, idem. Idem, idem. Idem, idem. Idem, idem. Tacubaya. Lomas de idem. Todo el Valle. Terrenos cultivados Jardin de San Francisco. La NATURALEZA.—Tomo V.—25. 188 LA NATURALEZA Familias Nombre vulgar PencdA Nombre científico Lugares en que fueron observadas Proteacer. 2... ---. Grevillea-...... e * Grevillea robusta...-......---.22- Jardin de San Francisco. Polygonez -....--- Ghillo2-> =0 <=... e | Polygonum hydropiper. L-..-...- Acequias. | Ny gtagines- e E oe c | Boerhavia discolor. Kunt.-..-..-- San Bartolomé. cleniades $ | Romerillo ...--- ec | Asclepias linaria, CaV.------.--=-- Todo el Valle. DS (AMAR Le leo ale c | Asclepias lanuginosa. H. B. K....| San Bartolomé. ApOCime O 2a2o=..--- Marav* de Esp?.| Cc | *Lochnerarosea.-.ooomooooooo-. Jardin de San Francisco. Polemoniacez -----| Espinosilla. ....| € | Loselia coccinea. G..ooooooo---. Todo el Valle. Borraginez. -..---- Cola de mico -..| Mm | Heliotropum curasavicom. L..--.. Idem, idem. Primulacez --..--- Corarillo -....-. m. | Anagallis arvensis. L...-....----- Idem, idem. f MOMO e e Solanum cornutum. Lam....-..--.- Idem, idem. aa E SS c | Solanum fontanesianum. Dum....| Escuela de Agricultura. E Use ETA m | Solanum Cervantesii. Lag.......- Todo el Valle. a C Leptophragma prostrata. Bent.--.| San Isidro. ¡SCropaulariacoe¡. ooo aos m | Silvia serpyllifolia. D. C.-..-..--- Todo el Valle. Plantaginee...---- Dlanten ---...=-- m | Plantago minor..-.-.. EAN Idem, idem. Oleacee---..------ QUO as Di Olea europea. ico. end eccnos Huertos. Orobanchex--.-.--- Maz. de Cuervo.| .m | Conophila americada...ooo-..-.. La Canada. Bignoniacex..-.---- Borla de S. Pedr.| cc | Bignonia fraxinea. Desf...-...---- Cerro de Chapultepec. Mircea A c | Utricularia intermedia. Hay...-.--- Lagos de Chapultepec. Verbenaceze -.----- Verbena. -..-.--- ec | Verbena Erhembergiana.--....-..-- Lomas de Tacubaya. Estrell* del agua] ec | Aganipea bellidiflora. (Moc)...... Lago de Chalco. Gordolobo.- -.-- c | Gnaphalium canescens. D. C.....- Todo el Valle. Boton de oro- - ec | Spilanthes becabunga. D. O....... Escuela de Agricultura. Lechuga .....-. (a *Lactucaulsativa loss ceso Idem, idem. Synanterez Wlesasocdeebodes ec | Aster caricifolium. H. B. K....... Islotes del lago de Chalco. AN +| Yerba del carb?.| d | Baccharis multiflora. H. B. K..... Montañas. Cerraja. -..-....- Pp | Taraxacum dens-leonis. Desf....-. Todo el Valle. Zoapatle- ...-.. c | Montagnea tomentosa. Lall....... Escuela de Agricultura. Jarilla.-- .---=. d. |'Senecio vernus..D. U-ooooociiooc. Todo el Valle. d | Senecio precox. D. (..-.-.....--. Pedregal. $ m | * Viburmnunm pruneefolium. L,...--- San Bartolomé. Caprifoliacex -... m | Vibumnum glabratum. H. B......-| Idem. l SACO coman m | *Sambucus mexicana. Prest.--.-.. Jardines. Linda tarde. .... ec |.GHnothera tetraptela.-.--.-....-. 'Podo el Valle. (Enotheracee: os arce case m | (Enothera sinsiada?..--.<.-.....--- Idem, idem. Ett a m Fnothera Osea) Alise dci Zdera idem. os ortensia ..---- (a Hydrangea hortensia. D. C...... Jardines. Saxifragacez - .-- UA A m |* a arborescens. L....... Jardin de San Francisco. Rosa de Castill*.| p | *Rosa centifolia. L---...---. ---- Jardines. Rosa the-...-.- o 1 E Rosa ragansi. 0 cocineta Idem. Garambullo..... m | Rosa Moctezome. H--..o...2.22- Todo el Valle. Manzano ....-.- ANA Huertas. Ene al AP yToS COMIMuals leo cercc aos Idem. ROSACeR 2. -22- Chabacano . ...- a. '| * Prunus armeniaca. L...--..--.- Idem. Durazno....--.. p. | *Persica vulgaris. lio o2-o0..--=- Idem. Esto ccnos m || Fragaria yesta. Di--oooo.ocoooo--- La Cañada, Membrillo...... p | *Cydonia vulgaris. Pers...-.-..-.- Huertas. Cerezo! - 222 =-2- m |.* Cerasus vulgariS..oooooooeo--=-. Jardin de San Francisco. Tejocote - ------ C Crategus mexicanus. MOC..--....- Campos. Dalia $ Trompetilla. .... e | Bouvardia Jaquini. H. B.--...--- Idem. A e | Bouvardia quaternifolia. D. C. K--| Idem. ColoriM --...---- p | * Erytrina coraloides. H.......---- Jardines. Denmransca (OSOS RO TOSo m- | * Erytrina cristagalli. L......---- Jardin de San Francisco. = "25777 N | Chícharo de olor.| m | * Lathyrus odoratus. L......-----. Chinampas de Santa Anita. l Retama..---.-- pr | Genista jUneBa: o... ==. uc. ==. Jardines. Grossulariacer. -... Grosellero silvt..| mm | Ribes campanulatus-.-.-.-.--------| La Cañada. Terebinthacez...---| Árbol del Perú..| e | Sehinus molle. L..oooocooo-o---- Todo el Valle. Umbelliferex*.-..-- Cicuta -..----.- e | Conium maculatum (var?).. ------ Chapultepec. Cactacel-oooooo=-- a Sononimse m Opuntia Hernandezi. 2. oo==o.=.=- a de Barrientos. E Marcia 02 P * Dianthus Sinensis! Lil-.ccoooeoo. Jardines. Caryopilles..---- ; Arenaria------ e Arenaria prostrata..mooooo-.=--=-=" Campos. (anoto) sos ecos ¿MI bsocescobs p | *Cheiranthus cheiri. D--..-.-2=-- Chinampas. Resedacer ..-..---- Gualda ....-.--- p | Reseda luteola. D. (. -2.--.------ Todo el Valle, $ m | Argemone mexicana. L..-..-..--- Idem, idem. 7] m | Argemone grandiflora. L-.....--.- Idem. idem. f c | Malva leprosa. Orb=-.--===>==-===== Calzadas. | c | Malva angustifolia. CaV..----.---- Todo el Valle. c | Malva caroliniana. L.---.-.--------| Idem, idem. c | Hibiscus tubiflorus. MoC---.-.--- Cerro de Chapultepec. m | * Hibiscus rosasinensis. L.-.-...-- Jardines. ( O de olor.| m !* o E Ait.| Idem. a ) eranio m | * Pelargonium zonale. Will...----- Idem. ea esas mos Pelo fulgidiam. Ait.---- Idem. Wl sossoosssmmess m | * Pelargoniumanemonefolium. Jaq| Idem. Ranunculacez..... Espuela de cab?.| p en Jamas. dl Idem. o Agrito. ..- E xalis acetosella. U-oooooloooooo.. Campos. Oxalides, - .—===e ó Areas as dede Cc. Oxalis umbelatace ooo oo.os. conan Escuela de Agricultura. | LA NATURALEZA JUNIO ¡ | Poriodo Familias Nombro vulgar oral Nombre científlco Lugares en que fueron observadas DA a A IA C * TTemerocallis flava. L.....-.-... Jardín de San Francisco. Colchicacex...-... Tempranilla....| € idos Ey AAA Cerro de Chapultepec, Mido Maguey ....--.-| M Agave americana L.......-.-.-.... Todo el Valle. Amaryllide ....- $ Pata db gallo.-.| € Amaryllis formosissima. L.-..---- Jardin de Droege. CYPeracem ......-- Aybar Cyperus thyrsiflorus. Sch......--- Acequias. JUNCACON- -..222.0 C Juncus compresos. Hooooocco..--. Terrenos húmedos. ArOideD como. ===. D a Anthurium AE pádios Jardin de San Francisco s C Maranta metalicA..-.o......---- Idem. CANE: una A $ c |“ Maranta cebrida....oo.-.------. Idem. m '| “Delia majalis. Lindl.-.....---.. Idem. | C > pi ee ieSniha ARE Idem. ida mM Odonthoglosum maculatum Lind.| Idem. Orchides, ....=-- m | *Odonthoglosum citrosum. Lind!..| Idem. m | *Odonthoglosum nebulosum. Lind.! Idem. ) m | *Cattleya citrina. Lindl....-..... Idem. Urticem -...-- tido mi NUNCA MI Saa oe Todo el Valle. 7) Polygonum hydropiper. L...-...-- Acequias. Polygonerk--..-- 3 m | Polygonum acre. H. B.-.... -...- Idem. | ña A Boa ad Ja E soles Todo el Valle. | ES 0 irabilis dichotoma. L----------. Calzadas de Tacuba. y ElegInOa----- C Boerhavia discolor. Kunt.--.----- San Bartolomé. | Flor de cera....| m | * Hoyacarnosa. Br........-....-.| Jardin de San Francisco. Asclepiadex. --.. Romerillo....-- C Asclepias linaria. Cay ..----.----. Todo el Valle. del yea fas a m Aselepias lanuginosa. H. B. K....| Idem. Polemoniacee.-----| Huitzizilin.- --.- C Loeselia coccinea. Eooooooooooooo. Idem. Borraginex..------| Cola de Mico--.| m | Heliotropum curasavicum. L.----. Idem. Primulaces- --.---| Coralillo 22-22. mw | Anagallis arvensis. D..-....-2. Idem. | Moro an C Solanum cornutum. Lam. --.----- Escuela de Agricultura. | ec | *Solanum pseudo-capsicum. L..-.| Idem. | co aa m | Leptophragma postrata. Benth....| Observatorio Central. ' C Saracha jaltomata. Sehle......---- Escuela de Agricultura. | C Datura stramonium. L....o...--.. Idem. | ( e * Hyociamus niger. L.----.-.--.. Jamaica. P ds serpyllifolia. D. O ...--.---- ade Savall. | ñ aa mM enstemon gentianoides. 4.--.--- Jardin de Droege., | eS e Penstemon Marta IN Observatorio Central. Yerba Inés. -... e Castilleja scorzonerefolia. H. D...| Pedregal. md NI"Oha azul... 0 Salvia patens (var?) Cav Jardin de Droege. | AA AO Salvia polystachya. Art... Todo el Valle. Convolyulacex ----| Campanilla..-..| e Ipomea ¡ArvensiS. ..o-.ooocenoooo: Campos. | Cuscutacer -. Zacatlaxcale.---| € Cuscuta americana. L........-.. Varios lugares. | Bignoniacer. - Borla S. Pedro..| m | Bignonia fraxinea. Desf.-.-...---. Cerro de Chapultepec. | Uncle A es es m- | Utricularia intermedia. Hay..-.--- Lagos de Chapultepec. | OLOR Cea $ Verbena. .- m. | Verbena Erhembergiana.. - Lomas de Tacubaya. | Duranta.- -- m | * Duranta spinosa Jardines. Oleacee: ==. ==-- Trueno... -.- (e * Ligustram japonicum. Thu...... Idem. Peritre m- | Erigeron affine. D. C...----.....-. Todo el Valle. Rodante - ------ p | * Rodanthe atro-sanguinea:--.----- Jardin de Droege. Synanteres.----- Estrella de agua.| € Aganipea bellidiflora. Moc.. ..---. Lago de Chalco. Gordolobo. - ---- C Gnaphalium canescens. D. C.--... Todo el Valle. Boton de oro-..| mm | Spilanthes becabunga. D. C..---.. Escuela de Agricultura. Cc Aster caricifolium. H. B. K..--.-. Calzada de la Reforma. | MANUAL Las: DE ln eesces Jardines. n “fon m | Viburnum prunefolium L.--..---- San Bartolomé. A mo | Viburnunm glabratom. H. B....... Idem. (7 Simphoricarpus glaucecens. H. B-.| Monte Ajusco. Verdolag?acuát.| c Jussisega SWwartzlada--....ccoo ==. Acequias. (Enotheracemiis. Linda tarde.. -.| M | (Enothera tetraptera. ......<.--.- Todo el Valle. Ed ph e m | (Enothera sinsiana?.-..-.-..----.| Idem. A E Ol: EAS SS m | CEnothera rosea. Alb...o.o..-.-.- Idem. Philadelphiacex - -.| Mosqueta ------ Cc Philadelphus mexicanos... .----- Rio de San Angel. Myrtacesl ----.-=-=. m | *Jambosa vulgaris. D. C..-...---- Jardin de San Prancisco. Malastomacez. 5 e * E machrantha..--..----| Idem. En e Dythrun alabumi---. 22 20n====> Acequias. eE. N] e | Cupphea lanceolata. Ait.-.----.-- Idem. Granate... =-.- m | *Punica granatuam. Looooooo..-.- Jardines. a m | * Hydrangea hortensia. - - Idem. Saxifragacer.-. - e * Idem idem var. albo-ros Jardin de San Francisco. : m | * Hydrangea arborescens. L. Idem. Ros LAS $ | Rosa de Castilla| q * Rosa centifolia. L---.--.-- - --| Jardines. ¿| Garambullo -...| p Rosa Moctezuame. Red... - ---| Todo el Valle. RODA .- co C Bouvardia Barceniana. Schaf.. .. -.| Monte Ajusco. | 190 LA NATURALEZA Familias Nombre vulgar AAA Nombre científico Lugares en que fueron observadas / Trompetilla .-..| Mm | Bouvardia Jaquini. H. B. K...... Todo el Valle. O C Bouvardia quaternifolia. D. O-.-.. Idem. 7 LAI ya IES 20 A e Bouyardia triflora. H. B.---...-.. Jardin de San Francisco. U| Rosa de S. Juan| e Bouvardia longiflora. H. B -..-.-. Cerros de Tizayuca. CA IS m | Coxrmus striata. e donsitias aye seno Pedregal. : Cresta de gallo.-| d | *Erytrina cristagalli -..---..-.---. San Angel. IS a ¿ Amorfa ---=---. C a id glabra. Desf.-.--.---. Jardin de Droegoe. Tobeliatese 2222. JAarrtos2o.ceoo m | Lobelia laxiflora (var. ang. fol.).-.| Todo el Valle. Terebinthacex ....- Arbol del Perú. m | Sehinus molle: oooooo oodama neos Idem. Cactacee. -------- Moss Ses ad | Opuntia Hernandezi.-......----- Varios lugares. $ Arenaria....-.. m | Arenaria postrata? Sel.---o..--.. Todo el Valle. Caryophyllew....< | Estrellita...-.-. c || Stellaria media. Smith....-.---.- Huertas ' E o e Stellaria elegans. Ser...2o.-.--2-. Idem. Resedaces -------- a ISA DoiiReseda luteola DAI os Todo el Valle. QuE Chicalote...----- m | Argemone mexicana. L........... Idem. Papayeracez .... ; A A m Argemone candor le Varios lugares. l deso not salada mM A pa Cie a Calzada de la Reforma. a e A E P alva caroliniana. Lloo.oo.oooo.. Varios lugares. Malvaces-.- - --=- 3 Yerba del negro. e Malva angustifolia. CaV...---.---- Todo el Valle. less edi m. | Hibiscus tubiflorus. MOC----..--.. Cerro de Chapultepec. Ane y Linaza: 0222. e * Linum usitassimum. W---.-.---- Escuela de Agricultura. IT e * Linum grandiflorum. Desf...-.-.| Jardines, (repro Eta e Lepidium latifolium. L.-..---.---- Canal de la Viga. es ) | Paniquesillo.-...| e Capsella bursapastoris. Mwn..----- Huertas. CIA dd l iaa CO Sisymbrium taraxifolium. D. C....| Idem. Oe coses C Nastursium officinalis. Brow..-.-- Acequias. Ranunculacee..... Ranúnculo ....- Cc Ranunculus acris? LL. -.---...--=-- Idem. Geraniacee.---...-- AlfiJerillo ....-.. C Erodium cicutarium. Lem--....--- Todo el Valle. ( INGVId ce caia Al ETA Dre A ASS qEeS Lugares húmedos. | do A e Oxalis tetraphilla. Cav....--..---- Idem. | Us ee Ma oca e Oxalis acetosella. Do-.2.ooooooo.- Idem. ¡A AAA C Oxalis verticillata. Moc..----.---2 Escuela de Agricultura. Alismacee 202.222. Sagitaria...---. C Sagittaria sagittefolia. L--...-..- Lagos y canales. Cyperaceelacooooz- Duilio. oa m | Cyperus thyrseflorus. Sch....----- Acequias. | Graminerk-2oo.o--- MAZA Aaa e ACA MA Md sa Terrenos cultivados. Palmera DAI oa e * Phoenix dactylifera. Di... ----.- Jardin del Museo. Commelinex -..-..- Yerba del pollo-| e Tradescantia erecta. Jac....-.----- Pedregal. JUNCACee -----.--- lO deseas m. | Juncus compresus. H--2ooo.oo.---. Acequias y terrenos húmedos. as $ | Heno-Paxtle. -.-| p | Tillandsia usneoides. D-- ---------| Bosque de Chapultepec. CT) | Idem pequeño --| p | Tillandsia recurbata. H. B. K.....| Idem. [ Azuc? amarilla.| m | * Hemerocallis lava. L--...------ Jardin de San Francisco. leas ) | Flor de cristal-.| e * Bucomis regia. Alb......-.----. Idem. A 1 |Dritona 2 ale m | *Tritonia uvaria. Gaw-----.------| Idem. UL Agapando...-.-| m | * Agapanthus umbellatus. Hér.-...| Jardines. Tidacoe cos Gladiola. -.----- C * Gladiolus communis. L..2--..--. Idem. Orchidacex....---- Lirio del monte-| m | *Sobralia machranta...-.-.------| Jardin de San Francisco. Salicacern eos ISA boe es m | Salix pentandria. Li--...ooococeca.- a a : Minsa P NCAA oo a Todo el Valle. e / Cáñamo. ..0oo. E * Cannabis sativa. L--....-.------| Wscuela de Agricultura. Phytolacacex -----| Mazorquilla..... C Phytolacca octandra. D. C....---.| Chapultepec. (Cos p | Polygonum hydropiper. L.-....--- Acequias. Ma P Polygonum acre. H. B. K-....-.- Idem. EIA es A E alcoi aviculare. Declaro ooo. Todo el Valle. UL] Lengua de Vaca| m | Rumex obtusifolium. L..- eno cultivados. : Maravilla ....-. C Mirabilis dichotoma. L-.----.-=-- Todo el Valle. Ay emBlnaces- 5 PA e Boerhayla discolor Ra as Pedregal. Polemoniacez- ---- Huitzizilin.-..-- m. || Loselia coccinea: (2220-22-22. Todo el Valle. Convolvulacez ----| Hiedra ó Camp?.| mm | Ipomea arvensiS...oooooo=o====--- Idem. Cola de mico..-| p Heliotropum e e 29 sos E O JARA ele e Lithospermum strigosa. Bieb..-... Pedregal. ate l A e ra e O nosmodima strigosum. CAratcas Monte. Ajusco. A a CE C Myosotis grandiflorum. H. B. K...| Idem. / Romerillo....- -| mm | Asclepias LS Cay O ed el Nello A ass ol m | Asclepias lanuginosa. H. B. K.-.-.| Pedregal. Asclepiadaces.-- 2 1 AU C Aoleptas verticillata. L.- 2-02 Campos de Tacubaya. U| Florverde.----- C Gonolobus uniflorus. H. B. K-.--.- Chapultepec. E m. | Leptophragma postrata. Bent..---| Observatorio Central. ade Jaltomate -.---. m. | Saracha jaltomata. Schl...-.-.-=-=- Escuela de Agricultura. O Toloache...---- m | Datura strammonium. L...-.-.-.--- Campos. MORO ea m- | Solanum cornutum. Lam-..-.----- Todo el Valle. Familias Nombre vulgar Solanacez...-.... Serophulariacero.. Olano Labiatere. - IN GDL Primulacee. --..-- Synantherem, ---- Rubiacez --...-- Caprifoliaceze Saxifragacez--- --- Philadelphiacete - -- Melastomaceze..-- (Enotheracez. - -- Lythrariee.- ---- $ l Leguminosege- .---- Cucurbitacez - Pasifloracee..---- Loasacela..2...-- Caryophyllexe -. - $ Resedacee Cruciferee.---.-- Papaveracezr ---- $ Nympheacez..-- Oxalidea..----- Malvacez Yerba del perro. A Vela escamada.. Borla San Pedro MTroeno...- Ohiarazul: ----.. Cordon de Jesus. Marrubio Coralillo.. - Pertie- ho... Estrella agua. -- Gordolobo Boton de oro. -- Idem. Té milpa amar?- Idem blanco. --- Pericon Rosa San Juan. - Idem Verdolg? agua.. Linda tarde.---- Chayotillo . - Pegaropa. - ATYODALMÍA - .---. Estrellita. -----. (Ela stesos IDO E Chicalote. . Idem Ninfa Yerba del negro, LA NATURALEZA Poríodo floral Sc00000730800000 300 Nombre científico Solamam Cervantesil. Lag......-.. Neutoxia formosa. H. B Penstemon barbatum. Nut... ..... Castilleja scorzonevrifolia. H. B..-.- Castilleja canescens. D. O ---..---- Verbascum yirgatum. Wib..----.. Bignonia fraxinea. Desf..--....-.-. Privaraspera. . BB. Ko-oooooo-.-. Verbena Urbembergiana. D. 0..... Verbena graciliS..ooomooo-.o=--.-. * Ligustrum japonicam. Thum.---. Salvia patens (va?) CV. .--- Salvia polystachya. Orb.--- * Salvia erxyocalix. Béerb..-..=.=-=- Mentha rotundifolia. L-----.--.-- Anagallis arvensis. L.----.o..----- Erygeron afíine. D. Cooooooooooo-- Aganipea bellidiflora. Moc.------- Gnaphalium canescens. D. (--.--- Spilanthes becabunga. D. O-.----- Aster caricifolium. H. B. K...--.. Ambrosia artemiseefolia. L---..---. Parthenium histerophorus. L------ Ziunia uniflora. L Euphrosyne parthenifolia. D. C.--- Solidago velutina. D. U.----..---- Simsia awriculata. D. O-----.--.-. Pinaropappus roseus. Lep.--.----- Galisonga parviflora. Uav------=-- Bidens tetragona. D. O .---------- Bidens leucantha. Willd..-------- Sogalginia triloba. Cass.---------- Polymmnia aspera (var?) Mart.----- Cirsiuin mexicanus. D. Oooooooo-- Tagetes lucida. Cay------ == .«-==-=- Senecio cineraroides. H. B. K.---- Bouvardia longiflora. H. B. K ---- Bouvardia Barceniana. (var?)- ---- Bouvardia Jaquini. H. B--..-.--. Bouwvardia quaternifolia. D. € Bouwvaxdia triflora. H. B. K..----- Vibunwn prunefolium. L.--.---- * Hydrangea hortensia. D. C.----- * Lasiandra machrantha .----.---- Jussiea Swartziana. D. C---..-.--- GWnothera tetraptera. Oav.-. ------ (Wnothera Simsiada?. ooo. ------ (Enothera grandiflora. Lind.------ (Enothera rosea. Alb.-----2==---- Gaura odorata. SOS.--22--2-=---=-> Cuphea lanceolata. Ait------- Lythrum alatum. Purs.------- Es Eysenhardtia amorphoides. H.--.-- Sycios augulatus. L.----.--=-=-=- Tacsonia mollisima. H. B. K...---- Mentzelia hispida. Will.----.- Arenaria postrata..---.-----> Stellaria media. Will....--.-- 23 Reseda luteola. D. U.-------- En Nasturtium officinalis. Brow..--.-- Argemone mexicana. L.-----.---- Argemonve grandiflora. Salm Nymphaea alba? .---o..------- Oxalis Netzahualcotli (Bárcena). -- Oxalis violacea. L Oxalis tetraphylla. Cay -..---.---- Oxalis decaphylla..--=.--=--- Oxalis verticullata. Moc Oxalis acetosella. Ll. -..----..-=---- Malva leprosa. Orb--.-..------ Malva augustifolia. Cav 191 Lugares en que fueron observadas Lechería. Calzadas de Tacubaya. Observatorio Central. Pedregal. Idem. Pscuela de Agricultura. Chapultepec. Observatorio Central. Lomas de Tacubaya. Chapultepec. Jamaica. Jardin de Droege. Campos. Jardines. Escuela de Agricultura. Todo el Valle. Idem. Lagos y canales. Todo el Valle. Escuela de Agricultura. Calzada de la Reforma. Todo el Valle. Idem. Olivar de Mixcoac. Escuela de Agricultura. Rio del Consulado. Escuela de Agricultura. Tacubaya. Escuela de Agricultura. Campos. Idem. Tacubaya. Escuela de Agricultura. Todo el Valle San Angel. Idem. Cerros. Monte Ajusco. Todo el Valle. Idem. Jardin de San Francisco. San Bartolomé. Jardines. Rio de San Ancel. Jardin de San Francisco. Lagos y canales. Todo el Valle. Idem. Chapultepec. Todo el Valle. Idem. Idem. Acequias. San Angel. Todo el Valle. Mixcoac. Pedregal. Todo el Valle. Huertas. Canal de la Viga. Acequias. Todo el Valle. Tdem. Lagos. Chapultepec. Todo el Valle. Idem. Idem. Idem. Idem. Calzadas. Todo el Valle. La NATURALEZA.—Tomo V.—25,-2 LA NATURALEZA AGOSTO Familias Nombre vulgar Poríodo | floral Nombre científico Lugares en que fueron observadas Alismacez - Cyperacez .. A GramineRk. --..-... Liliacee..- nn Nygtaginacez -. - Polemoniace -.-. Convolvulacezx .--- Borraginaceze..-- l Sagitaria..----- Did MAIZ oca OO del pollo- Ayatito Cebollin...----- Azucena amall?. Estrella de S.Pedro Lirio del Japon. Torito. boobs obss Ortiga Mazorquilla .... ORO 220002 Idem Idem Idem Espinosilla -... Banderilla....... Sagittaria sagittaefolia. L.... -.-- Cy perus thyrsifloras. Sech * Zea maiz. L.....- Tradescantia erecta. Jyelobothra flava. Alium scaposum. Bent * Hemerocallis flava. L Milla biflora. Cav * Lilium japonicuam. * Alstroemeria hirte * Amarillis Josephine. Red * Stanhopea trigina. JA. Pra Lind DAL la ME MB Bite 2oscss * Stanhopea splendens.-.--.-----. Urtica urens. L.... Phytolaca octandra. Polygonum hydropi Polygonum acre. H. Polygonum avicular Mirabilis dichotoma. DC. 220 per BE Hs e oe Tan Mirabilis Jalapa. D...--.-.-.... Mirabilis longiflora. Allonia incarnata L Boerhavia discolor. eos justos Leeselia coccinea. ooo... Lceselia cerulea. E. * Quamoclit coccine Nama dichotoma... Nama undulata..-.- a. Men Heliotropum curasavicam. L...... Onosmodium strigosum. E--.. 2... Lithospermum strigosa. Bieb- --.. Myosotis grandiflorum. H. B. K... Lagos y canales. Acequias. Terrenos cultivados. Todo el Valle. Lomas de Santa Fé, Campos de Teotihuacan. Jardin de San Francisco. Todo el Valle. Jardin de San Francisco. Pedregal. Jardin de San Francisco. Observatorio Central. Jardin de San Francisco. Todo el Valle. Chapultepec. Acequias y terrenos húmedos. | Idem, idem. Todo el Valle. Idem. idem. Jardines. San Bartolo. Pirámide del Sol (Teotihuac.) Idem, idem. Todo el Valle. Teotihuacan. Jardines. Cerro de Chapultepec. Teotihuacan. Todo el Valle. Cerro de Ajusco. Tlalpam. Cerro de Ajusco. Romerillo...... p | Asclepias linaria.. Cav....-..----. Todo el Valle. o A a ec P Asclepias lanuginosa. H. B. K....| Idem, idem. e Albano uds hscbol m | Asclepias verticillata..-......----- Campos de Tacubaya. o E e * Aselepias incarnata. L........-. Jardin de Droege. Flor verde. ....| m | Gonolobus uniflorus. H. B. K..... Chapultepec. A A m. | Sarcostemma elegans. D. C..-.-..| San Angel. Ohle. lodos m | *Capsicum (varias especies) --.--. Terrenos cultivados. Tomate ---.---- m | Physallis costomatl .... ..---.---- Campos. l Sol: e Gloria hos: e Solanum machranteram. Dun----. Jardines. nac: 253 OO p | Solanum cornmutum. Lam..-.------. Todo el Valle. | Toloache ..----- Pp Datura strammonium. L....--.-- Idem, idem. Listos oseoesss m- | Neutoxia formosa. H. B...---.---| Chapultepec. Zacate dela playa..] MM | *Rouselia junceud..-ooo22- 2... Jardines. Tepozan.------. e Budleia americana. L....-..----. Todo el Valle. Salvia real. -... e Budleia globosa. LaM.-..--..----- Teotihuacan. Serophulariacee - 3 | 222200000000 e Lamourouxia multifida. H. B--... Santa Fé. IT os Cc Lamowrouzxiarhinantifolia. H. B. K| Monte Ajusco. Yerba Inés. -...| q Castilleja scorzoneerifolia. H. B-...| Todo el Valle. ETE AAA P Penstemon barbatum. Nut..------ Observatorio Central. Bignoniaceze.-... --| Borla de San Pedro p | Bignonia fraxinea. Dest....--.-.-- Cerro de Chapultepec. [ Sesamee-- co. boe Cabeza de vaca-| C( | Marthynia fragans. Lind.....----- Teotihuacan. Acanthacex.-..-. - Pluma de oro...| € * Aphelandra aurantiaca.-.-..-.-- Jardin de San Francisco. | Dale $ | Chia azul...--.. P Salvia patens (var?) Cav.----..-2-2 Jardin de Droege. eo MICA 1 E m | Salvia polystachya. Orb..---...---- Todo el Valle. | Primulacer...----- Coralillo ....-.. P Anagallis arvensis. L.-.-.--.-.----- Campos. | Caprifoliaceme;.-= ==. | CIA LA e | Simphoricarpusglaucescens. H.B.K| Monte Ajusco. | | Boton de oro-..-| M- | Spilanthes becabunga. D. C...---- Escuela de Agricultura. | Estrella del agua..| P | Aganipea bellidiflora. Moc-----==. Lagos y canales. ' Gordolobo.. ---. P Gnaphalium canescens. D. C.--... Todo el Valle. A Mm | Aster caricifolium. H. B. K..-.--.| Calzada de la Reforma. | Yerba amarga m | Ambrosia artemiseefolia. L.. .----. Todo el Valle. | FO ema A A m | Parthenium histeroporus. L....-.. Idem, idem. as Mal de ojo. --.- m | Zinnia uniflora. L--....oo2--...-. Idem, idem. . A A m | Euphrosyne parthenifolia. D. C..-.| Escuela de Agricultura. | Perú cimarron m | Solidago velutina. D. C...-.-.--.--| Rio deL Consuelo. A E C Solidago gonoclada. D. C....----.| Campo! A M- | Simsia auriculata. D. C-.....----- ola de Agricultura. | Motita2occcos P Pinaropappus roseus. Lep.....-.--- Campos. | Estrellita. ...-... Mm | Galisonga parviflora. Cav-.----.-- modo, el Valle. | Té milpa amarillo... M | Bidens tetragona. D. C.....-...----| Idem, idem. — == == > LA NATURALEZA 193 Familias Nombre vulgar a Nombre científico Lugares en que fueron observadas Té milpa blanco. € 3idens leucantha. Will........... Todo el Valle, ca Un ca m | Solalginia triloba. Cass.--...-....| Tacubaya. OU Aa OS 7) Polyinnia aspera (var?). Mart. .-.. Escuela de Agricultura. is m |.Cirsum mexicanus. D. C..........| Todo el Valle, Pericon.--.----| MW | Tagetes lucida. Cay......-.-.---- Idem, idem. y a Anisillo....---- C Tagetes pucilla. H. B. K.....-.... Santa FG, Synanthereze -..- Cempoaxochiltl.| Cc | Tagetes erecta. Deooooooocoocnonoo Jardines. Cenicienta..---- m | Senecio cineraroides. H. B. K..... Monte Ajusco. Boxosdá ..----- C Aplopappus discoidens. D. C.--.-. Teotihuacan. Alcanfor ------- m | Achillea millefolium. L.-..-.-..- Campos. VI Peribro---..---- P Erygeron affine. D. O.......-.-. Idem. Ds e Dahlia Cervantesi. Log.-...---=.- Chapultepec. Rosa de 5. Juan.| Pp Bouvardia longiflora. H. B. K..... Cerros. | a P Bouvardia Barceniana. Schaf. -.... Monte Ajusco. Rubiacee . --.-.. Trompetilla ....| M- | Bouvardia Jaquini. H. B. K...... Todo el Valle. ] Ilma. 2... m | Bouvardia quatrifoliata. D. O .-.-. Idem, idem. AA m- | Bouvardia triflora. H. B...-...-... Jardin de San Francisco Philadelphiacem --2| Loeselia cerulea ----..-200o22=-. Teotihuacan. A O m | Nama dichotoma.-...222o. -===.- Chapultepec. Ey droleaceias ->- 7 desádilo aicicicos m | Nama undulata Teotihuacan. 19% LA NATURALEZA Familias Borraginacex..-- Solanacez..----- Serophulariaces - ) Acantacez --....-- Lablatez.- --..-- Valerianacer -...--. Synantherez -..- SLobeliaceze-.---.-- Rubiaceze. .----.. Saxifragacese Snoteraceze. ---.< Lythrarieze--...-. Crassulacez..... Leguminoseze.--.-. Cucurbitacezx....< Papayacer-....--- Loasacee-o.. 2... Portulacaleze Nympheacez..---- Oxalde e ecc ade Nombre vulgar EaóO Nombre científico Lugares en que fueron observadas Pp | Onosmodinm strigosum. G------.| Monte Ajusco Pp | Lithospermum strigosa. Bieb.....| Idem. d | Myosotis grandiflorum. H. B. K..| Idem. Ayo tro IA d | Solanum cornutum. Lam... .--- Todo el Valle. Toloache...----- d Datura stramonium. L.-.-------. Idem. Vela escamada.| p |*Verbascum tapsus. L...------.-- Escuela Preparatoria. Tepozan ..----- m | Budleia americava. L...--..----. Diversos lugares. Salvia real..... m | Budleia globosa. Lam..---.-.----- Campos de Teotihuacan. casio opto eos P Lamowrouxia multifida. H. B. K..| Santa Pé. doo bso Pp | Lamourouxia rhinantifolia. H. B-.| Monte Ajusco Azafrancillo. ---| e Escobedia linearis. D. (...--.---- Tlahuac. Borla 5. Pedro.-| p Bignonia fraxinea. Desf.......--- Chapultepec. Cabeza de vaca.| m | Marthynia fragans. Lindl..-. --.. Teotihuacan. Ojo de Vénus.--| p * Thumbergia alata. Hook...-.... Escuela Preparatoria. (NET 5 AD p.. | Salvia polistachya. Ort.-.--.----- Todo el Valle. Td ais d Salvia patens. (var?) Cav----..... Varios Ingares. Ocuares -,------ m | Valeriana tolucada.----...oo-o-.. Idem. Girasol. --------| € Helianthus annus. L.-........-.. Todo el Valle. Idem morado..-| e Cosmos bepinatus. Cav.-..-----.- Barrientos. Idem pequeño--| e Cosmos parviflorus. H- B--.---..- Pedregal. Idem acuático--| m6 | Bidens heliantoides. H. B. K.--.. Lago de Xochimilco. Té milpa amarl9] m | Bidens tetragona. D. C.-.---..... Todo el Valle. Idem blanco..--| m | Bidens leucantha. Willd..-..-..-.| Idem. Cempoalxochitl-| e Magetesicreciasll: ode ctecoccns Jardines. Idem pequeño..| e Tagetes peduncularis. Lag. . Todo el Valle. e Tagetes pabula; il... - 2200222 Jardines. p. | Tagetes pusilla. H. B.K--....--- Todo el Valle. Pp Tagetes lucida. (Cay... 2----0 sees Idem. e Helenium antomnale. L....- + ----| Campos de Cuautitlan. Plumajillo...... m | Achillea millefolium. L.---- «----| Varios lugares. Limpiatunas..-.| e Ferdinanda augusta. Lag.--...-..- Todo el Valle. Mota morada.--| e Celestina ageratoides. H. B. K..-..| Cuautitlan. Ojo de gallo.---| e Sanvitalia procumbens. Lam-...--- Todo el Valle. EII AR e Melampodium perfoliatum. H. B..| Idem. DAMA EE ao nos m | Dahlia variabilis. Desf.-.--......- Jardines. dente m. | Dahlia Cervantesi. Lag.----....-- Cañada de San Lorenzo. 3oton de agua.-| p | Spilanthes becabunga. D. C. -| Terrenos húmedos. Estrll? del agua.| q Aganipea bellidiflora. Moc......--| Lagos y canales. Gordolobo.-----| 4d. | Gmaphalium canescens. D. C.---.. Todo el Valle. a P Aster caricifolium. H. B. K....-..| Hacienda de la Teja. Yerba amarge d Ambrosia artemiseefolia. L....---. Todo el Valle. Idem m | Parthenium histerophorus. L....- Idem. Mal de ojo. ----| + p Zinnia uniflora. L.....-- --| Idem. Perú cimarron..| p | Solidago velutina. D. C- --| Rio del Consulado. m | Solidago gonaclada. D. C.-:.--... Varios lugares. P Galisonga parviflora. Cav.-...-.--- Todo el Valle. m | Polyamnia aspera (var?) Mart. ---- Idem. P Cirsum mexicanus. D. C.-........ Idem. Cenicien a Senecio cineraroides. H. B. K.....| Pedregal. 3oxosdá ------.| M | Aplopappus discoideos. D. C-..-.. Campos. Peritr8-L. amm. d Erygeron affine. D. C..----..---22 Idem. Zoapatle -..---- P Montagnea tomentosa. Lall- .-.--. Ayotzingo. Cardenal - -..---- ml Lopela tulrenstas des 2-2. oe Lago de Xochimilco. O EE P * Lobelia Alzatei (Bárcena).-----.| Jardin de Droege. JATEILOS :------ d Dobelia laxídora ene cos ce Mixcoac. ddr -=-3| 2 | Lobelia paucidora. Ho=o--=...=.02 La Lechería. obesa m | Lobelia fenestralis. Cav.-.--.----| Idem. Trompetilla ---.-| p | Bouvardia Jaquini. H. B. K.-.-.- Todo el Valle. Lic dodo AS P Bouvardia quatrifoliata, D. C.---.| Idem. OS P Bouvardia Barceniana. Schaf. ....| Monte Ajusco. Escalonia -.---.- m | * Escalonia floribunda. H. B. K...| Jardin de San Francisco. AS Pp | Enothera rosea Ait...---.-----.| Todo el Valle. AA d Gaura odorata. Ses-.-.-..---- --| Idem. Perlilla ó zancd-| e Lopezia racemosa. Cav-.-.-------| Idem. Atlanchan --.-- p | Cuphea lanceolata. Ait.---------- Idem. O P * Cuphea strigulosa. H. B. K..--.| Escuela Preparatoria. A m | Umbilicus sedoides. D. C.-.-..-.-| Observatorio Central. go m | Echeverria pulverulenta..---. .--.| Escuela Preparatoria. Tebachinamarll.| d | * Poinciana Guillesi. Hook.. .---.. Jardin de Palacio. Calabaza....---- m | * Cueurbita maxima. Duch......-. Campos cultivados. Chayote... m | * Sechium edule. ¡SW.=--=2.-----> Huertas. Chayotillo.. ...- pp | Sycios angulatus. D..-.---- ===> Campos. Papaya los. 20 P * Carica papaya» D....---.-- -| Escuela Preparatoria. Pegaropa...---- P Mentzelia hispida. Will -| Todo el Valle. Verdolaga.-....- m. | Portulaca oleracea. L..-...------ Idem. Cabeza de negro.| Mm | Nymphea alba? Lago de Xochimilco. Xocoyole...--.- d Oxalis Netzahualcotli (Bárcena).-.| Campos. , ! | | | Familias Oxalidese.. ...... Malvaceze.. cd Nombro vulgar Violeta campo.. Poríodo li floral LA NATURALEZA Nombro científico Oxalis violac00-----.20o.... 2... Oxalis tetraphylla. Cay Oxalis yerticillata. Moc A Oxalis decaphylla..-............. Malva rotundifolia. L............ Malva lactea. Alt...-...ooooo-... Anoda triangularis. D. U........- Lugares en que fueron observadas Campos. Idem. Idem. Idem. Idem. Chapultepec. Todo el Valle. OCTUBRE AlismaceR-... .... ATACO Euphorbiacee. -... Lauracel oo ..-... Polygonacez .... $ Amarantacex ... ¿ Nygtaginer -.... | | L Polemoniacez .. - Solanacee. ....o..-. Serophulariacez - Bignoniacer....... Lentibulariaceze - $ Labiateze--....---. Synantherex .... Sagitaria-.-..... Colecita....-... Yerba del pollo.. Heno pequeño... Lentejilla MOT Flor Noch. buen Aguacate O es Yerba cáncer... Quelite comun.. Maravilla .--.-.. Flor de campan? Espinosilla ..... Banderilla... -.. Toloache. ...... Tepozan...-..--. Azanfrancillo. -- Borla S. Pedro. . Ahuehuexotl. .. Girasol rojo--..- Idem acuático... Té milpa amarill Idem blanco... Girasol amarill? Obotillo ..-.....-.. Girasol morado - Idem pequeño... Cempoalxochitl . Idem pequeño... Bastolai aaa. Pericon.-....... Plumajillo. ..... Limpiatunas.... Mota morada... Ojo de gallo .... Boton de oro... Estrel* del agua. Gordolobo. - -... Yerba amarga.. lomo Mal de ojo---... Perú cimarron.. Sagitaria sagiterfolia. L....-...... Pistia strat0ldeS.....o..o ooo... ---- Eriocaulon Benthami..--.....--.- air llecrcco rocosos Tradescantia erecta. Jaq--....-.--- Tillandsia recurbata. H. B........ Lemna trisulca. r...... 22. .<.... * Stanhopea tigrina. Bate........- * Euphorbia heterophilla. L....... * Persea gratissima. Gart.--...--- Polygonum hydropiper. L......-. Polygonum acre. H.B.ooooo oo... Gomphrena decumbens. Jaq.---.-. Amaranthus hypochondriacus. Z... Mirabilis dichotoma. L........-.-- Alliona incarnata. L-.........---. Oxibaphus agregatus. Waht....--- Boerhavia discolor. Kunt......--- Pisonia hirtella. Kunt.........--- * Cobwa scandens. CaV...-...---- Loselía coccinea. .ooooooo...--- Loeselia cerulea. (.-.---.-...<--.. Datura strammonium. L.-........ Penstemon campanulatus. W. M.. Budleia americana. L............ Budleia globosa. LaM--oooooo---. Lamourouxia multifida. H. B. K.. Lamourouxia rhinantifolia. H. B.. Lamouroxia linearis. D. C.....-.. Escobedia linearis. Sche.......-.. Bignonia fraxinea. Desf........--. Utricularia COrnUs..--.cooos==2220 Utricularia mexic? (Schaffner).--. Salvia polystachya. Ort....--..-.- Bidens cernua. W. M Bidens purpurea. D. C..ooooo..... Bidens heliantoides. H. B. K...... Bidens tetragona. D. Coooooco.-o. Bidens leucantha. Will.......--.- Helianthus annus. L--..2..2.. Verbesine virgata. CaV...o.oooo---. Cosmos bipinatus. CaV..ooooo.-.. Cosmos parviflorUS...ooooooooo=.. Tagetes erecta: Dioooooooncramooo. Tagetes peduncularis. Lag........ Tagetes patula. Lioocononncono..- Tagetes pusilla. H. B.-........-. Tagetes lucida. CaV-ooooooooo.... Helenium automnale. L......--.. Achillea millefolium. D.......---. Ferdinanda augusta. Lag. ........ Celestina ageratoides. H. B....... Sanvitalia procumbens. Lam...-.. Melampodium perfoliatum. H. B.. Dahlia variabilis. Desf........--.- Dahlia Cervantesi. Lag. ..-....--.- Spilanthes becabunga. D. C...--.- Aganipea bellidiflora. Mos....---- Gnaphalium canescens. D. O ..--.. Ambrosia artemisefolia. L......-. Parthenium histerophorus. L...... Zionia uniflora. L...-.... Solidago velutina. D. Conoooooo.. Lago de Xochimilco Idem. Idem. Terrenos cultivados. Todo el Valle. Chapultepec. Lagos y canales. Jardin de San Francisco. Escuela Preparatoria. Jardin de Droege. Acequias y terrenos húmedos. | Idem. Todo el Valle. Idem. | Idem. Idem. Idem. Pedregal. Chapultepec. Jardin del Museo. Todo el Valle. | Teotihuacan. | Campos. Monte Ajusco. Todo el Valle. | Teotihuacan. | Santa Pé. Monte Ajusco. | Lomas de Tacubaya. | Lagos de Chalco y Xochimile Varios lugares. Lagos de Chalco y Xochimile Idem. Tlalnepantla. Lago de Xochimilco. Monte Ajusco. Lagos. Todo el Valle. Idem. Idem. Cerro de Tlapacoya. Barrientos. Pedregal. Jardines. Idem. | Cuautitlan. Varios lugares. Todo el Valle. Cuautitlan. Todo el Valle. Varios lugares. Jardines. Varios lugares. San Jacinto. Lagos y canales. Todo el Valle. Idem. Idem. | --| Varios lugares. Rio del Consulado. ' ll La NATURALEZA.—Tomo V.—26. 196 LA NATURALEZA Familias Nombre vulgar PA Nontbre científico Lugares en que fueron observadas 2219 PERA p | Solidago gonoclada. D. C....--.--| Varios lugares. Estrellita....... p | Galisonga parviflora. Cav......---| Idem. dead AS m | Polymnia aspera (var?) Mart...--| Todo el Valle. tdo Cenicienta... ..-- d | Senecio cineraroides. H. B........| Lomas de Tacubaya. Synantherex .... Ed Boxosdá .....-- P | Aplopappus discoideos. D. C....-. Campos. Zoapatle ...---- Pp | Montagnea tomentosa. Lall....-..| Varios lugares. Seijas a AAA m- | Stevia microcephala. D. C.....----| La Lechería. O m- | Stevia tomentosa. H. B. K.....-.| Idem. Cardenal. ...--- p "|"Lobeliafulsenst- ==>. Lago de Chalco. ODO ARTE ZE d | *Lobelia Alzatei (Bárcena?).----. Jardin de Droege. Lobeliaces..... -- PP m | Lobelia pauciflora. H-........--.- Monte Ajusco A ES mm. | Lobelia fenestralis. Cav.........- La Lechería. Soros piano Pp | Borreria tampicana. D. C.....-...| Chapultepec. baoeco amino: Pp. | Borreria psylloides. H. B. K.-.-...| Idem. Rubiacezx. .--.-- ts Pp | Gallium aparine. D-.-ooo...0.--. Campos. | | Trompetilla ...-| p | Bouvardia Jaquini. H. B. K..---. Todo el Valle. Ud ato p | Bouvardia quaternifolia. D. C....- Idem. Umbellifereze. - ----| Sombrerit. agua.| p Hydrocotitle fluitants. D. C...---- Lago de Chalco. Saxifragacer ------ Escalonia ....-. P * Escalonia floribunda. H. B. K...| Escuela Preparatoria. Meta nem AN $ MIILO ooo 2=-- m | * Myrtas communis. L----..--.. Jardin de San Francisco. J o 2oco ds Si ec | * Eucalyptus globulus. Lab......- e del Zócalo. ; erlilla ó zane dl | Lopezia racemosa. Cav..----.----| Campos. NOIA 7 e P (Enothera 10st2. Alb. .ooooo.o--. Idem. » $ Atlanchan -.--- Pp. | Cuphea lanceolata. Ait..--..----- Todo el Valle. IAS A m. | * Cuphea strigulosa. H. B. K-..-- Jardines. O o e c | Lytrhum album. H. B. K---...... La Lechería. Crassulacezxe.------| Siempreviva....| d | Echeverria coccinea. D. € Jardines. $ Calabaza....-.-. d * Cueurbita maxima. Duch.-...... Campos cultivados. Cucurbitace- -.-- 9 | Chayotillo..-...| p Syelosangulatus. D--coo30 22020. Todo el Valle. ( Chayote.-.----.. P echando te a Huertas. Papayacee...-.---- 'RAPAyW---2 238 P * Carica papaya. Wiccoc-deonetos Escuela Preparatoria. Loasacee-... -2..- Pegaropa...---- P | Mentzelia hispida. Will.-.--....-.- Varios lugares. Portulacacez..----. Verdolaga...-... m | Portulaca oleraceea. L...-........ Idem. Caryophyllez. -----| Pipilolxochil.--.| p Silene catesbei. Walt... -----.-... Cerros de Guadalupe. Nympheacez -.---- Cabeza de negro.| e Nympheea alba?.-.. 2020-22 Lagos. Malva.... ----- d | Malva rotundifolia. L-.--...----.-- Varios Ingares. lam delta deso 9. |;Malva lactea. Alt.nocoooocococooo Idem. A ) | Violeta campo--| m ¡ Anoda triangularis. D. C---.----- Todo el Valle. UL] Huinari-..---.- e | Sida rombitola dle cocos Idem. Í AMÉUTIO oo... m | * Anthurium magnifica... ==. Jardin de San Francisco. ATACOw e 3 | Piña anona..--. m | *Tornelia fragadS.... ooo... ===- Jardines. l | Colecita....---- p | Pistia stratoides..--..------------| Lagos. Restiacerk-----.--- cari c ] PP >| Driocaulon Benthami.....-------=-- Idem. Lemnacee-. -----. Lentejilla ...... Pp | Lemna trisulca. L......---------| Idem. Lirio del monte.| e * Loelia anceps. LiMd.-.-..-.-=--- Jardin de San Francisco. FlorS. Francisco e * Loelia albida. Dind.----2-22220-2 Idem, idem. o IO * Loelia automale. Lind..----.-.-. Jardin del Museo. A oe e * Loelia acuminata. Lind...-.----.| Casa del Sr. F. Manrique. Oxchidatr a m | * Oncidium ornythorynchum-...-.-- Idem, idem. A on m- | * Oncidium splendidum. Reich---.| Idem, idem. Ad e ccren e * Oncidium straminium..---------| Idem, idem. IT Decreto C * Oncidium rose... ------»------| Idem, idem. E ima m. | * Odonthoglosum Rosi. Lind.-----| Idem, idem. Coniferexe-- -----... Ahuehete ..-... e Taxodium disticha. Rich..--..-.---.. Bosque de Chapultepec. Euphorbiacee ---... Flor Noch. Buen| e * Euphorbia heterophilla. L....--.| Jardines. LauraceR - 22m. cio eee: m | * Persea gratissima. Gart--..----- Jardin de Droege. A - o Chilillo ...----- d | Polygonum hydropiper. L.-...---.| Acequias y terrenos húmedos Eon cea Tdemt.2oomro=<- d Polteonam E mp, ialasses Idem, idem. Amaranthace mn lalo ETE m.- | Alternanthera latifolia? D. C...--.| Cerro de Chapultepec. Nygtaginacer --..- Yerba del golpe.| d | Allionia incarnata. L...-....----- Varios lugares. Espinosilla -... - P | Lceselia coccinea. E.ooooooooo---- Todo el Valle. Polemoniaceee.. -. Banderilla...... ad | Loselia cerulea. (E--22>. oem. Varios lugares. Flor de campan?| m | * Coba scandens. CaV.-....-..-- Jardin del Museo. Perrito silvestre.| (1 | Penstemon campanulatus. Will. -.| Monte Ajusco. | Tepozan.....-.. P Budleia americana. L..-......--2 Varios lugares. Serophulariacez . < | Salvia real. -...| 4 | Budleia globosa. Lam.----..----- Regiones N. E. [ O ec | Lamourouxia linearis. D. C-..---. Lomas de Tacubaya. Azafrancillo -...| dd Escobedia linearis. Sehl.-..--.-.-2 Lago de Chalco. Lentibulariacez.--.| 2.0.2. .2222 m | Utricularia Cernus......... 2 Idem, idem. LA NATURALEZA 197 Familias Nombre vulgar ii) *— Nombre científico Lugares en que fueron observadas Lentibulariace....| comocooooom.... m U tricularia mexic? (Schaffner)....| Lago de Chalco. Labiatet.-........ Ed a C - * Salvia Sessei. Ane A Jardín de Droege. Jasabuato. .....| € pomea murocuides. Roem........ Cerros de Guadalupe. | volulne aa / Hiedra roja C * Quamoclit coccinea. Mun.....-..| Jardines, E | Gentianacex....... Flor de hielo...| € Gentiana caleulata. Llav.......... Cerrog. + | A as d | Helianthus buleieeformis..........| Tepotzotlan. | Ahuehuezotl....| ¿| Bidens cernua. Will.-............ Lagos. Girasol rojo. .... m | Bidens purpurea. D. Co... Monte Ajusco. Idem acuático..| Q Bidens helianthoides. H. B. K..... Lagos. Tó milpa amaxr?.| dd | Bidens tetragona. D. O.-......... Bosque de Chapultepec. Idem blanco....| dd | Bidens leucantha. Will........... Idem. Ocotillo.......- da | Verbesine virgata. Cay.-.-........ Campos. ' al d. | Verbesine helianthoides. H. B. K..| Idem. Girasol morado.| ld | Cosmos bipinatus. CaV...ooooo.... Jardines. Pasta ama a | ¡Tagotespatula. D..-cio.commo.o.. Idem. Cempoalxochilt.| dd | Tagetes erecta. D--..o.oooo...... Idem. Synantherez .... (| Idem pequeño..| A | Tagetes peduncularis. Lag........ Bosque de Chapultepec. Rola. .3moma d | Helenium automale. L............| La Lechería. Limpiatunas....| A | Ferdinanda augusta. Lag....-.... Cerros de Barrientos. Mota morada...| p Celestina ageratoides. H. B. K....| Campos. Ojo de gallo.....| ld. | Sanvitalia procumbens Lan AS Todo el Valle. Estrella del agua| d. | Aganipea bellidiflora. Moc.....-.. Lagos y canales. LEA d | Solidago gonoclada. D. C.........| Cuautitlan. Boxosdá -...... d | Aplopappus discoideus. D. C...... Cerros. Zoapatle. ...... d | Montagnea tomentosa. Lall....... Chapultepec. Yerba del ángel.| e Eupatorium sanctuUM ooo... Varios lugares. | ll oonmnnrno o e Eupatorium Bustamante. D. C....| Idem, idem. E m. | Eupatorium deltoidem. Jaq-...--..| Chapultepec. Lobeliaces $ | Cardenal....-.. da | Lobeliafolgens? .--—--..oooooo.oo... Lagos de Xochimilco. AN e A d. | Lobelia pauciflora. H.............| Monte Ajusco. EIA MA ea ad | Gallium aparine. L--..-.-.--....... Varios lugares. Rubiacez .......< | Trompetilla -...| 4 | Bouvardia Jaquini. H. B. K...... Idem, idem. ' Idem I22...] d | Bouvardia quaternifolia. D. C..... Idem, idem. | Umbelliferez...... Sombrt? de agua| p | Hydrocotile fluitans. D. C.......- Lago de Xochimileo. ! rán $ | Escalonia ...... d | * Escalonia floribunda. H. B. K...| Jardin de San Francisco. = 7570] Hortensia ...... C * Hydrangea arborescens. L....... Idem, idem. Myrtacew Gigante ........ m * Eucalyptus globulus. Lab....-.. Jardines. Y | Mr m. | * Myrtus communis. L--.......... Jardin de San Francisco. | Wnotheracew Perlilla 6 zanedo| dd Lopezia racemosa. CaV-----..--.. Varios lugares. | AN ls e * Syphocampilus grandidentata?...| Jardin de San Francisco. Crassulaces $ Siemprv? amar e Sedum dendroidelUM.cooooco.ooo.. Cerro de Chapultepec. ALAN Siemprey* roja..| mM | Echeverria coccinea. D. C....-.-.| Jardines. Loasacege. -....... Pegaropa......- d | Mentzelia hispida. Will....-....-- Cañadas. Caryophylles -. --. Pipilolxochil....| 4 Silene catesbeei. Walt..--....--.. Idem. Nymphace:e--.----| Cabeza de negro) p | Nymphea alba? .ooooooo.oo... Lagos. | ( (Malva. .--.22. m | Malva rotundifolia. L...---...---. Varios lugares. lila E A NS AAA A A Chapultepec. Malvacer -...... ddenil- <=. ==5= Pp |.Malva lactea. Alt.ooouoooo.-.--- Varios lugares. ¡BUIDAr--. ===. d | Sida rhombifolia. Li... ...<--=. Chapultepec. A m- | Hibiseus tubiflorus. Moc. -... al Idem. | DICIEMBRE | Hydrocharidacee --| 2ooicoommoooo.. ad | Hydrocharis morsus-ranme?.-..-.--. Lago de Xochimilco. | j Piña anona ..... m | *“Tornelia fragans.-.--oo=====-- Jardines. ATACOD aa cn Alcatraz -.--.-.. m | *Calla etiopica. 1 E CS Escuela Preparatoria. Colecita.-.--.-- d | Pistia stratoides-==.==.-.«====.===- Lagos. Lemnaces -=--2=- Lentejilla ....-. d | Lemna trisulca. D.-.ooomoooo.=-.. Idem. Amomacex Platanillo ...... p. |" Camna indica. Diiz==2> 022202202. Escuela Preparatoria. Lirio del monte. m | *Leolia anceps. Lind..........--. Jardin de San Francisco. Flor San Franc? mm | *Loblia albida. Lind..-.--.-.----- Idem. TdbmoSesaseos m 4 PEA automnalis. Lind....--.-- Casa ql Sr. F. Manrique. ahi ida MEE os ha m | * Oncidium ornythorynehuam. H...| Idem, idem. Dre nidac A m | * Oncidium splendidum. Reich.--.| Idem. idem. o 7 O ncidlumn Straminiun.-det=s== Idem, idem. A A AO N CIAIUMAIOS Ol it Idem, idem. aan P | *Odonthoglosum Rosi. Lind...-.. Idem, idem. | Coniferem ---.-.--- Ahuehuete- ==. e Taxodium disticha. Reich. ...--.-- Bosque de Chapultepec. Euphorbiacex ....- Flor Noch. buen m | * Euphorbia heterophilla. L. -..... Jardines. Lauracexl .-..-..-- Aguacate!.--... d | *Persea gratissima. Grat-.-.--.-- Jardin de Droege. Proteaceze. -...-.-.. Grevilea ==... € * Grevillea robusta. Cun.-.--.---- Jardin de San Francisco. Amaranthacee -...| Cresta de gallo. m | *Celosia eristata. L....oo..o=-=-. Escuela Preparatoria. | Polemoniacer ---.- Espinosilla.- .... d | Loselia coccidea. Geooomoooo=-== Chapultepec. 198 LA NATURALEZA Familias Polemoniaceze-.- Convolyulacez... / Borraginacez.... Gentianacezr....- - Labiateez.-....-- Acantacek .....-- Bignoniacexk .-.. Solanacer.--....- Serophulariacez - Verbenacez..... Ericacee...-...- Oleacee.....---- Synantherez .--- Rubiaceze. ------ Lobeliacez.- -..-.-.. Umbellifereze.- -- Saxifragacez -..- Myrtacer. -----. (Enotheraceze. - -- Crassulacer --..- ROSACee ---22..-.- Leguminosez. .-- CactaceB--oo..-... Papayacez...-..-.--- Violacez.......- Cruciferez........- Nymphacez.-..- Ternstromiacez-.. Polygalacex......- Malvacee- .----. Nombre vulgar Poriodo floral Nómbre científico Flor de campan? Palo bobo... ... Hiedra roja..... Heliotropo - --.- Flor de Hielo... TdeM:o.eooases Cempoalxochitl- Limpiatunas...- Mota morada... Ojo de gallo.....- Yerba del ángel. Trompetilla AS Hnaojo-----==. Hortensia ...... [de moaconn=o: Escalonia ...-... Gigante -....... SiemprvYamarl? Siemprev? roja. - Rosa blanca. ... Vaioletar= 2222. Cabeza de negro Camelia.......- Bolígala.- 2 ===. Malva... ikymsadcsgane- * Cobaa scandens. CaV.-.......-. Jardin del Museo. Ipomea murocoides. Ram...--.-. Cerro de Chapultepec. * Quamoclit coccinea. Man. ..-... Jardines. * Heliotropum peruyianun.....-.. Idem. Gentiana calyculata. Llay....--.- Cerros. "Balvia SOSSOl cial Docs e Jardin de Droege. * TLibonia floribunda.--...=.=.-.-- Jardines. Bignonia fraxinea. Desf......oo.-. Escuela Preparatoria. * Solanum dulcamara. L.---.-.... Idem. * Veronica speciosa. CUD-..---..-- Idem. Budleia americana. L.-.--...--.-- Varios lugares. Budleia sesiflora. H. B. K-....... Bosque de Chapultepec. Lamourouxia linearis. D. C-...... Lomas de Tacubaya. Lantana Camara. L Jardines. * Azalea indica. W..... Idem. *¡Olea Europa. Do -.occooccecooo Huertos. * Fraxinus juglandifolia. W---.-.. Varios lugares. Tagetes patula. Dooooioooooc.o.... Jardines. Tagetes erecta. lioconiccncocenaso Idem Ferdinanda augusta. Lag--....... Celestina ageratoides. H. B. K....| Cañadas. Sanvitalia procumbens. Lam...... Idem. Eupatorium sanctuM..ooocoooo.. Varios lugares. Enpatoriam Bustamante. D. C....| Idem. Enupatorium deltoideum. Jaq...... Chapultepec. * Calendula officinalis. L......-.. Escuela Preparatoria. * Matricaria cinarocefala.-........ idem. Bouvardia Jaquini. H. B-..-......| Varios lugares. Bouvardia quaternifolia. D. C....- Idem Lobelia pauciflora. H...--..-.---- Cañadas. * Feniculum vulgaris. Gart...--.. Escuela Preparatoria. * Hydrangea hortensia. D. C...... Idem. * Hydrangea arborescens. L....... Jardin de San Francisco. * Escalonia floribunda. H. B. K...| Idem. * Eucalyptus globulus. Lab....... Jardines. * Metrosideros billosis............ Idem. * Fuchsia fulgens. D. C..-..-..... Escuela Preparatoria. * Fuchsia serratifolia. Ruiz........ Idem. * Fuchsia arborea. --.---..--.. .---| Idem. Fuchsia microphilla. Hort........ Monte Ajusco. * Syphocampilus grandidentata?.-.| Jardin de San Francisco. Sedum dendroideuM.-.oooomo-o... * Echinocactus cornigerus. D. C... Arica papaya Maa Idem. * Viola adorata. L....... SAO Jardines OA) y pS Idem. > * Alyssum maritimum. Lam ...... Escuela Preparatoria. Nympheea alba? oo-...ooo==s==cos Lagos. * Camelia Japonica. L.. Jardines. * Polygala vulgaris. L Malva rotundifolia. Loomoooo...--- Malva lactea. Ait Lugares en que fueron observadas Cerros de Barrientos. Cerro de Chapultepec. Jardines. Escuela Preparatoria. Jardines. Escuela Preparatoria. Escuela Preparatoria. Varios lugares. Idem. Jardines. Bosque de Chapultepec. Noras.—Las plantas marcadas con * son cultivadas; las otras crecen silvestres en el Valle. Las iniciales que se refieren al período floral, indican: e comienza, 72 máximum, p persiste y d decrece. Mariano Bárcena. dd ENUMERACIÓN ESPECIES DE MAMÍFEROS, AVES, REPTILES Y BATRACIOS OBSERVADOS EN LA PARTE CENTRAL Y MERIDIONAL DE LA REPÚBLICA MEXICANA, POR F. SUMICHRAST. El objeto del presente trabajo que el que suscribe tiene la honra de ofrecer á la Sociedad Mexicana de Historia Natural es de dar á conocer, como su título lo indica, las especies animales pertenecientes á las cuatro primeras clases de los Vertebrados que han sido observadas y colectadas por él en las partes de la Re- pública Mexicana que ha visitado desde el año de 1855 á esta fecha, añadiéndose á la enumeracion de las especies las observaciones críticas que le han sugerido sus propios estudios y otras referentes á sus hábitos y distribucion geográfica. Muy incompleto por cierto hubiera sido este bosquejo de la vida animal en México, si su autor no hubiese podido aprovechar las luces de varios eminentes naturalistas interesados en sus trabajos: bástele citar entre ellos los Sres. Baird, Lawrence y Cope, de los Estados Unidos; los Sres. Hilne-Edwards y Bocourt de Paris y el Sr. Enrique de Saussure, de Ginebra, en cuya compañía hizo sus primeras explo- raciones zoológicas en México. A los auxilios de toda clase que le han prestado dichos sabios y á las obras referentes á la materia que han estado á su alcance, ha debido el que firma este incompleto ensayo la posibilidad de emprenderlo, ani- mado por el único deseo de que, á pesar de sus defectos, sirva á añadir algo á lo que se conoce ya de la Fauna de nuestra hermosa patria. Tonalá, Mayo de 1881.—F, $. 1.—MAMÍFEROS. ÓRDEN PRIMERO.—PRIMATES. 1. Mycetes villosus. Gray. Catalogue of Monkeys, etec., p. 41. Alston. Biologia Centrali americana, p. 3. La existencia de un mono perteneciente al género Mycetes en la República Mexicana parece haber quedado enteramente ignorada hasta hoy dia de los na- turalistas extranjeros; pero no abrigo la menor duda de que una especie del re- ferido género se encuentre en los departamentos meridionales del país, siendo el rio Goazacoalcos el límite más setentrional de su extension geográfica: en las orillas de dicho rio y de su afluente el Uspanapa, existe en efecto, además del La NATURALEZA.—Tomo V..—26,-22 200 LA NATURALEZA Ateles vellerosus, una especie de mono conocida en el país bajo el nombre de mono s apra Jazminum officinale, L...... Jazmineas. pi E O o ad Id. grandiflorum, L......... Td. Tdde perro. AS Tabernomontana amygdalifo- MARACAS aaa Apocineas. Jenequen, v. Henequen..-.... Jengibre, Ancoas Mex. Sithí Otomí. Labitz Huasteco... Zingiber officinale, Roscoe... Zinziberaceas. Jericó v. Uña de gato....... Jícama, Cazotl. Mex..-.....- Dolichos tuberosus, Lam. et D. palmatilobus, Moc..... Leguminosas. Jícama del cólera........... Dahlia coccinea, Oav.....-.- Compuestas. Jicametl, v. Dahlia. ....-...- Jicamilltt o.oooocrcaso o. Euphorvía ¿Sp?..........-.-. Euforviaceas. Td. de Zacatecas. .cooo.oo... ¿Ipomea Spin sai Convolvulaceas. A Crecencia cujete, Lin....... Bignoniaceas. Id. de Yucatan, Huas. Maya.. Id. cuneifolia, Gardn......... Id. JA AA Inga jinicuili, Schl.........- Leguminosas. Jitomate, v. Gitomate....... A Jocoatole, v. Mirasol......... Jocoyo!, Xocoyol, Socoyol, Xo- coyolin, Mex. Xarimpscua DarastOs 3... Subcutánea. 4.19 4 centlg. ” Inyeccion sub- 11. 32 cutánea. 49 22 114 Convulsiones. sl, 32 ; - 2 90 3 29 OR “ E ce 26 90 > A 30 76 AO % 33 31 23 93 Sy dE 25 20 E a 35 0) Los mismos resultados se obtuvieron los neumo-gástricos- NUMERO 66. RATON. 4 Respiracion Respiracion TIEMPO. DOSIS. — por minutos. NOTAS. TIEMPO, DÓSIS. por minutos. NOTAS. 140 51 151 11.14 4 centig. BO Inyeccion sub- «5h 108 Convulsiones. cutánea. 57 40 NS 49 160 e , Parálisis. z Ñ . ba) 50 160 Convulsiones irregulares. La NATURALEZA.—Tomo V.—30. 224 LA NATURALEZA NUMERO 72. CONEJO. Respiración Respiración TIEMPO, — DÓSIS, — pormímutos, NOTAS, TIEMPO. — DÓSIS. — porminutos. NOTAS. 2 Nervios vagos. 18 64 10.14 19 72 Parálisis. 16 3% centig. .,, En las venas fe- 21 L£- Convulsiones. morales, 2% 0 Muerte. Pero como puede verse en la experiencia siguiente que la aceleracion en los movimientos respiratorios no sobrevienen despues de cortada la cuerda, lo cual demuestra que el aumento primero del número de estos movimientos proviene evidentemente de la excitacion de los centros respiratorios en la médula alargada. La dimension subsecuente y la cesacion completa de los movimientos se debe pro- bablemente á la accion que se ejerce sobre los músculos y nervios respiratorios, siendo posible que la sustancia tóxica obre sobre esas partes especiales. NUMERO 75. CONEJO. Respiracion Respiracion TIEMPO. DÓSIS. por minutos. NOTAS. TIEMPO. DÓSIS. por minutos. NOTAS. Se cortó la médu- .46 82 la en la region cervical; inyec- 48 64 cion en la yugu- 5 Aleta Pee ind de 50 Parálisis. 198 37 48 Convulsiones. 10:42 centig. 1 58 36 13 84 11.2 0 Muerte. ACCION SOBRE EL SISTEMA NERVIOSO.—Por los experimentos anteriores se ha visto que el thevetin produce convulsiones en los mamiferos con frecuencia, mé- nos en las aves (exceptuando tal vez los pichones); mas raras veces en los batra- cios: que las convulsiones son clónicas ó tetánicas, siendo mucho ménos frecuen- tes las primeras. Que las convulsiones producidas por el thevetin no se deben á la accion de esa sustancia en los músculos mismos, ó sobre las extremidades pe- riféricas de los nervios sensitivos ó motores, como se prueban por los siguientes experimentos: Experimento núm. 77. Gato.—Se ligó la arteria femoral derecha y se le inyecto % centig. en la yugular externa á las 12,5 del dia: á las 12,9 fué atacado de violentas convulsiones clónicas y murió á las 12.14. Experimento núm, 78. Perro.—Ligada la aorta abdominal y despues de asegurado de que no habia circulacion en la extremidad inferior, se hizo una inyeccion subcutánea de dos centig. de (he- vetin á las 9.35 de la mañana; á las 10.45 convulsiones clónicas muy marcadas en todo el cuerpo, por 5 minutos, al cabo de los que sobrevino la muerte. Las convulsiones fueron producidas por la accion del thevetin en la cuerda es- pinal ó en el cerebro. He notado en cuatro experimentos, que no sobrevinieron cuando se cortó la cuerda abajo del punto de division. De lo que se infiere que las producidas por el thevetin son cerebrales. Vd LA NATURALEZA 225 ParáLisis.—Queda ya asentado que los músculos y los nervios despues de la muerte ocasionada por el thevetin, responden fácilmente á la irritacion galvánica: es pues evidente que la parálisis producida por esa sustancia no es muscular sino que debe ser espinal ó central. Se ha hecho una serie de experimentos para fijar este punto, y de los resultados se ve que es espinal. Experimento núm. 83. Gatito.—Ligadura de todos los vasos de la pierna izquierda é inyec- cion bipodérmica de un centígramo; á las 10.23 parálisis inmediata: á las 14,43 muerte. El nervio sciático derecho se encontró irritado, respondiendo igualmente que el izquierdo. Aplicada la cor- riente galvánica á los músculos de la pierna derecha, produjeron contracciones musculares tan li- bremente como los del miembro izquierdo. Experimentos núms. 84 y 85.—Dieron iguales resultados. Repetimos que el hecho de perderse la accion refleja despues de la seccion de la cuerda tan fácilmente como en el estado normal del animal, muestra que la pará- lisis debe ser espinal. Experimento núm. 86.—Tomadas dos ranas de igual tamaño A y B. A la primera se le cortó la cuerda muy arriba dejándola reponerse. Despues se inyectó subculáneamente, un centig. de the- vetin á cada una á las 11.10 de la mañana. A las 11.59 se extinguió en ambas la accion refleja, que no se pudo obtener ni con estimulante químico ni con la irritacion galvánica. Otros experimentos semejantes dieron resultados iguales: luego la parálisis pro- ducida por el thevetin es especial. ACCION EN EL CANAL ALIMENTICIO. —Parálisis.—Se aumenta notablemente por la accion del thevetin. Llamó fuertemente nuestra atencion que despues de la muerte conservaban por largo tiempo los intestinos la facultad de moverse. Se hicieron varios experimentos en perros, gatos y conejos inyectando el veneno de- bajo de la piel ó en las venas; observando el abdómen ó abriendo sus paredes para ver los movimientos peristáticos de los intestinos y notar si la accion del veneno era constante, y en todos se ha observado que estaban notablemente desarrollados. Vónrros.—Para determinar si los vómitos ocasionados por el thevetin son el resultado de una accion local irritante sobre el estómago, esto es, en la membrana mucosa, ó si se deben á una excitacion refleja de los centros de la médula alarga- da, se estableció una serie de experimentos ligando la aorta de varios animales y procurando impedir que el veneno entrase al estómago. Por ejemplo: Experimento núm. 87. Perro.—Ligada la aorta abdominal á las 4.50, se inyectaron subcutá- neamente % de centigramo de thevetin. A las 5 se presentó la salivacion, no observándose otros síntomas marcados durante mucho tiempo. A las 6.6 de la tarde vómitos. Experimento núm. 88. Perro.—Se ligó la aorta en el punto en que atraviesa el diafracma y á la 10.53 inyeccion hipodérmica de un centig.; 11, salivacion; 41.8 vómitos. Experimento núm. 89. Gatito.—Ligada la arteria se le administró un centig. á las 2,48 de la tarde. Alas 3 y 5 murió el animal con gran disnea. No hubo vómito tal vez por la accion rápida de la sustancia sobre el corazon, y la respiracion produjo la muerte ántes de presentarse los otros efectos. Experimento núm, 90. Perro.—Se hizo la ligadura en la aorta precisamente en el punto en que se separa del diafracma: inyeccion debajo de la piel á las 11.34 1% centig. de thevetin: á las 12.40 vino la salivacion muy abundante seguida del vómito. Sin embargo, estos experimentos no fueron decisivos porque en el exámen post 226 LA NATURALEZA mortem se encontró que algunos pequeños vasos estaban en cumunicacion con el estómago, por lo que probablemente alguna cantidad de veneno pudo tener acceso á la entraña. Silos experimentos no prueban otra cosa, al ménos demues- tran que la operacion que debe producir una gran sacudida no impide la accion emética de la sustancia. SOBRE LA TEMPERATURA.—Como otros muchos venenos el thevetin hace bajar la temperatura. Para mostrar su influenciase detallan los siguientes experimentos: NUMERO 91. PERRO. 'PIEMPO. DOSIS. Temp? (Escl? centíg.) NOTAS. TIEMPO. DÓSIS. Temp? (Escl3 contig.) NOTAS. 39.3 .36 39.12 11.28.30 % centig. da Subentánea. 47.30 39. -L 39.25 12.47 39.3 ACCION EN LA PIEL.—Se ha hecho una serie de experimentos para determinar la accion de la sustancia sobre la pupila con los siguientes resultados. No se nota cambio alguno en la pupila cuando el thevetin se inyecta debajo de la piel ó en las venas. Su aplicacion local ocasiona conjuntivitis intensa y entónces se contrae la pupila, á causa por su puesto de una irritación refleja. ACCION EN EL SISTEMA GLANDULAR.—Uno de los efectos más marcados del the- vetin es el de estimular las elándulas salivares y aumentar mucho su secrecion. Así sucede, como se ha visto, siempre que se inyecta debajo dela piel ó directa- mente en la circulacion; de modo que el aumento no se debe á la accion local, y probablemente es el resultado de una accion en el nervio del tímpano: se jenora si el thevetin ejerce alguna accion en las glándulas cutáneas, no habiendo sido fácil observarlo en los animales sobre los que se han hecho los experimentos. La secrecion de la bilis tampoco parece afectarse por el veneno puesto que no se ha observado lesiones en el exámen post mortem. Nada puede decirse todavía respec- to á las demás secreciones. CONCLUSION. Darémos un resúmen de todas las proposiciones asentadas arriba: I. El thevetin es un veneno poderosísimo, siendo el minimmm fatal para la “ana comun, Rana escubenta, de ¿y de centígramo. M1. Produce la muerte por asfixia y por parálisis cardíaca; más fuertemente por la primera. HI. Es un irritante aplicado localmente sobre la piel, produciendo una sensa- cion peculiar de quemadura. IV. La diminucion en las pulsaciones del corazon es ocasionada por la accion del thevetin en el músculo cardíaco, pareciendo que el veneno no tiene accion so- bre los neumogástricos. LA NATURALEZA 227 V. La presion arterial aumenta por la accion de la sustancia sobre el corazon mismo, es decir, por una accion estimulante sobre los ganglios intracardíacos. VI. La aceleracion primaria en el número de las experiencias producidas por l thevetin se debe á la excitacion del centro en la médula alargada, el decrecimien- to subsecuente y la final cesacion de los movimientos respiratorios, 4 su accion en los nervios funcionales, y probablemente tambien 4 una accion particular so- bre los músculos de la respiracion. VII. Las convulsiones producidas por el thevetin son cerebrales. VIH. La parálisis producida por la misma es espinal. IX. Piérdese la sensibilidad ántes que los movimientos, y permanecen intactos los nervios despues de la muerte; es evidente que la abolicion de la actividad re- fleja es de orígen espinal é independiente de la accion de la sustancia en el tra- yecto sensorio de la cuerda. X. El thevetin aumenta la peristalsis intestinal. XI. Como la mayor parte de los venenos hace hajar la temperatura. XUH. Aplicada localmente produce contracción de la pupila á causa de su irri- tacion periférica. XII. En el envenenamiento con el thevetin la secrecion salival es la única que aumenta. Al concluir este escrito debo dar las más expresivas gracias á mi compatriota y amigo el Dr. Plutarco Ornelas, por haberme suministrado la sustancia y ha- berme animado á hacer este estudio, y tambien á mi distinguido amigo el Dr. B. F. Lautenbach, por su cooperacion importante, pues los experimentos los he ve- rificado bajo su inmediata direccion. Laboratorio fisiológico en la Universidad de Pensilvania. ue ENUMERACION DE LAS AVES ODSERVADAS EN BL TERRITORIO DO LA REPÚBLICA MEXICANA POR EL SR. F. SUMICHRAST,' SOCIO CORRESPONSAL EN CHIAPAS. En esta enumeración de las aves observadas en la República no es mi intento entrar en pormenores sobre sus hábitos: semejante biografía ornitológica exlgivia mucho más tiempo que el que me es lícito consagrarla, y excederia los límites de * El autor, huestro ilustrado corresponsal el Sr. Sumichrast, nos dice que no termina aún la 2.* parte de los mamiferos observados en la República Mexicana, cuya 4.* parte publicamos ya en «La Naturaleza. » Por este motivo continuamos hoy con las Aves, reservando para más tarde la pu- blicacion de la citada 2.* parte de los mamiferos mexicanos.—Por la Comision de publicaciones, J. Sanchez. 228 LA NATURALEZA un simple catálogo; debo, pues, limitarme á dar á continuacion la lista de las es- pecies sin sinonimia, añadiendo tan solo á sus nombres científicos y vulgares (cuando estos merezcan una mencion) la indicacion de los lugares ó altitudes en que han sido encontradas. En cuanto á la clasificacion adoptaré para los órdenes y familias, la de mi amigo el Sr. Ad. Boucard, en su Catalogus Avium, publi- cado en en Lóndres en 1876. Para mayor brevedad daré como sigue el nombre de las principales localidades. Aly. Alvarado (Estado de Veracruz). Cacop. Cacoprieto (rancho de) á 3 leguas S. de Tapanatepec (Oaxaca). Chim. Chimalapa (pueblo de) en el centro del Istmo de Tehuantepec. Córd. Córdoba (villa de) (Veracruz). Cosam. Cosamaloapam (villa de) (Veracruz). C. Or. Costa oriental de México. € Oce. Costa occidental de México. Goaz. Rio Goazacoalcos. Guich. Guichicovi (pueblo de) en la parte central del Istmo (Oaxaca). Huam. Huamelula (pueblo de) al Norte de Tehuantepec (Oaxaca). Huat. Huatusco (villa de) (Veracruz). Juch. Juchitan (villa de) (Oaxaca). Mir. Mirador (hacienda del), entre Huatusco y Jalapa (Veracruz). Moyoap. Moyoapam, localidad á 4 leguas de Orizava. Om. Omealca (hacienda de) á 12 leguas de Orizava (Veracruz). Oriz. Orizava (ciudad de). Potr. Potrero (hacienda del) á 3 leguas E de Córdoba. Pte. Col. Puente Colorado, en las cumbres de Aculzingo. Reg. alp. or. Region alpina ó montañas de Orizava. S. M. M. Santa María del Mar (pueblo de) á S leguas de Tehuantepec. Tap. Tapanatepec (pueblo de) entre Tehuantepec y Tonalá (Oaxaca). Tehn. Tehuacan (villa de) (Puebla). Tehpc. Tehuantepec (villa de) Oaxaca. Tebpc. Or. Parte oriental del Istmo de Tehuantepec, de Minatitlan al Barrio. Tehpc. Occ. occidental de do del Barrio al Pa- cífico. Tlacot. Tiacotalpam (villa de) Veracruz. Ton. Tonalá (villa de) Chiapas. Uv. Uvero, localidad entre Alvarado y Santiago Tuxtla (Veracruz). S. Efig. Santa Efigenia (hacienda de), á 2 leguas de Tapanatepec, Oax. V. de Méx. Valle de México. Se e DS wm LA NATURALEZA 229 ÓRDEN CRYPTURI. Familia Tinamide. Tinamus robustus. Sel. Vul. perdiz real. (Potr. Etriquehuite, Or). Tinamus Salle. Bp. (Potr. Cord. Om. $. Efig. Tap. Cacop. Ton.) . Tinamus Boucardi. Sallé. (Uv.) ÓRDEN RALLI. Familia Rallider. . Aramus scolopaceus. Gm. Vulg. toleche. (Alv. Uv. S. Efig. Cacop.) Aramides albiventris. Laur. Vulg. Gallina de Moctezuma ó popozcal. Ave comun en los manglares de ambas costas, en los bosques húme- dos y en la orilla de los rios. . Porzana carolina. Lin. (Oriz. V. de México, Cacop.) Familia Gallinulide.. . Gallinula galeata. Licht. Vulg. Gallina de agua. (Tehpc.) Fulica americana. Gm. (V. de Méx., S. MM., Tehpc.) . Heliornis surmamensis. Bp. ex Gm.—No he visto mas que dos ejempla- res de esta especie en el rio Goazacoalcos. 10. Parra gymnostoma. Wagl. Vulg. monjita, viudita. (Cosam. Alv. $. 14. 15. 16. 17. 18. Efig. Ton.) ÓRDEN GALLINE. Familia Cracidee. . Penelope purpurascens, Wagl. Vulg. Faisan griton, Cojolite, Pava. Ave abundante en los bosques de ambas costas. . Ortalida vetula. Wagl. Vulg. chachalaca. (C. or. Córd. Oriz. Uv. Chim. Guich.) . Ortalida polhiocephala. Wagl. (C. occ. Torullo, Barrio, S. Efig. Tap. fo) Ton.) Crax globicera. Lin. Vule. Faisanreal. En los bosques deambas costas. Familia Phasianide. Meleagris? mexicana, Gld. Vulg. Guajolote comarron. (Estados de Ve- racruz y Oaxaca, Paso del Macho, La Soledad, Mir.): se mantienen principalmente en los encinales. Familia Tetraonide, Odontophorus thoracicus. Gamb. (Cerro dela Defensa, cerca de Córdoba). Dendrortyx macrurus. Jard. (R. alp. de Oriz.) Dendrortyx barbatus. Licht. (R. alp. de Oriz.) Mbs e 230 LA NATURALEZA es 19. Cyrtonyw Massena. Less. No he tenido ocasion de cazar esta hermosa ave, pero he obtenido ejemplares de ella en la plaza de mercado de la capital. 20. Cyrionyx< Sumichrasti. Lawr. Vulg. perdiz de jáquima. *¿¿Cyrt. ocel- latus. Gld? Como la determinacion especifica de esta ave ha dado lugar á dudas, no con= sidero fuera de propósito de dar aquí algunos pormenores sobre ella. En 1869 los vaqueros de la hacienda de Santa Efigenia me indicaron la existencia de una perdiz que llamaban de jáqguima en las montañas que confinan con dicha hacien- da por el lado del Norte, pero á pesar del vehemente deseo que tenia de colectar ejemplares de ella, no me fué posible hacerlo hasta el mes de Febrero de 1877; despues de haber acampado cuatro dias en la serranía que se me habia señalado como principal morada de dicha perdiz no pude conseguir mas que un solo indi- viduo macho, adulto y en excelente condicion de plamaje. No queriendo desha- cerme desde luego de este unmicum hice de él una descripcion pormenorizada que comuniqué á mi excelente amigo y sabio ornitólogo, el Sr. Geo. N. Lawrence, de New-York, suplicándole me dijese si, en vista de la referida descripcion, conside- raba esta especie como inédita ó no. LlSr. Lawrence me hizo el honor de publi- car mi descripcion en los Annales 0/ the New-Vork Academy of Sciences, indicando al mismo tiempo los puntos en que se diferenciaba el C. Sumichrasti de las otras tres especies entónces conocidas, á saber: los C. Massena, C. Salleei y C. occellatus. Deseando por mi parte elucidar la cuestion, pedí al Sr. Boucard, de Lóndres, una copia de las diagnosis originales de las tres últimas especies. Des- pues de una minuciosa comparacion de dichas diagnosis con el ejemplar de la ave en mi posesion, no pude ménos de considerar el Cyrtonyx de Santa Efigenia co- mo especie distinta; tal fué igualmente la opinion del Sr. Lawrence, cuando des- pues de poco tiempo tuvo á la vista mi único ejemplar: se cercioró de que, á pesar de ser su especie quizás algo análoga al C. occellatus. Gld., no se podia referir á ella ni la figura ni la descripcion que habia dado el Sr. Gould del €. occellatus: el ejemplar típico de esta última no existe ya en el Museo británico, y el Sr. Sal- vin supone, sin duda con buen fundamento, que la descripcion y figura del Señor Gould, fueron hechas en vista de un bosquejo quizás inexacto. Dejando á un lado una cuestion que no está en mi poder elucidar, daré en se- guida la descripcion original que hice del C. Sumichrasti, Lawr. y las diagnosis del C. occellatus, Gld., que debo á la amistad del Sr. Boucard. Macho adulto. Cabeza de un negro intenso y listada de blanco (como en el - C. Massena); las plumas occipitales forman como una cresta floja de color more- no ceniciento pálido; las del lomo son de un gris aplomado claro y recorridas en el centro por un rasgo color de canela claro que ocupa toda la longitud del ástil de la pluma y con manchas trasversales negras en ambos lados; coberteras de las alas de un gris ceniciento claro con un rasgo color de canela á lo largo del ástil LA NATURALEZA 231 y con manchas negras en cada lado; remeras de un negro pardusco, manchadas de blanco en la parte exterior (en las primarias) y de blanco rojizo (en las secun- darias); pecho de un rojizo claro, las plumas de los lados de un gris aplomado en sus bases; parte superior del abdómen, de un hermoso color rojo de canela, las plumas de los flancos manchadas de gris aplomado y señaladas con manchas tras- versales salpicadas del mismo color gris; vientre, region anal y coberteras infe- riores de la cola, de un negro intenso y opaco; pico con la mandíbula superior negra, la inferior blanquecina; piés, gris aplomado; íris pardo-oscuro. Largo to- tal 07,20.—Ala 0m,13.—Tarso 07,025. Hé aquí ahora la diagnosis original del C. occellatus, Gld. Abdomine medio pallide castaneo; lateribus inferioribus splendide casta- neis, transversim mgro-fasciatis; corporis superioris plumis linea lata cen- trali ad apicem latiore ornatis.* Long. 6% poll. Rostrum % poll. Ala 4% poll. tarsus 1% poll. Habitat in Guatemala (!) 21. Ortyx pectoralis. Gld. Vulg. Codorniz (C. or. de México: abundante en los llanos de Paso de Ovejas, La Estanzuela, etc.) 22. Ortyx coyolcos. Gm. (C. occ. de México, Juch. S. Efig. Cacop. Ton.) 23. Callipepla squamata. Vig. No he visto de esta especie originaria de los Estados setentrionales de la República mas que los ejemplares que compré vivos en el mercado de la capital. 24. Lagopus leucurus. Lu. He visto en 1854 un ejemplar de esta ave en el Museo de México, cuya procedencia era, segun se decia, el Popocate- petl: es probable, sin embargo, que debia ser de alguna parte más se- tentrional de la República. ÓRDEN COLUMBE. Familia Columbide. 25. Lepidenas speciosa. Gm. Esta hermosa paloma es bastante comun en los bosques de las inmediaciones de Córdoba. (Potr. Chiquihuite.) 26. Columba fasciata. Say. Vulg. paloma volcanera. (Reg. alp. Oriz.) 27. Columba flavirostris. Wagl. (Tierras calientes y templadas de ambas cos- tas; Oriz. Córd. Potr. S. Efig. Tap. Ton.) 28. Zenaidura carolinensis. Lin. Vulg. chicalotera. Se halla en invierno en toda la República en considerable número. 29. Chamcepelia passerina. Lin. Vulg. tortolita. (Comun en casi toda la República. 30. Chamepelia rufipennis. Gr. (Y. cal. de Veracruz. Potr. Om.) * En esta diagnosis no se indica el color de la linea central de las plumas del lomo, ni se men- ciona el color negro de la parte inferior del abdómen, carácter por cierto muy notable en el €. Su- michrasti. La NATURALEZA. —Tomo V.—31. 232 31. 32. 33. 51. LA NATURALEZA Seardafella inca. Less. (C. or. C. oct. Córd. Oriz. Tehpc. Tap.) Helopelia leucoptera. Lin. (Parte occ. y centr. de la República. V. de Méx. Tehn. Oaxaca, Tehpc. Juch. Tap.) Peristera mondetoura. Bp. Especie rara: no he visto de ella mas que pocos ejemplares colectados en Omealca y Jocuila, en la tierra tem- plada del Estado de Veracruz. . Leptotila albifrons. Bp. Comun en los bosques de ambas costas. . Geotrygon albifacies. Gr. Vulg. Mateo (en Orizaba) (Oriz. Córd.) . Geotrygon montana. Lin. (Potr. Chiquihuite.) ÚRDEN LIMICOLE. Familia Charadriade, . Edicnemus bistriatus. Wagl. Vulg. Alcaraban. Ave muy comun en los llanos de ambas costas. . Squatarola helvesica. Lin. En ambas costas de la República, en las pla- yas del mar. . Oxyechus vociferus. Wils. Vulg. tildio. En casi toda la extension de la República, en las llanuras de la mesa central como en las costas. . =p $ SOLOS. - 2.2 CIEMOCALDO 2o2oooooo22. : Dehiscentes . ---- Plurifolículo......-.---- Diacarpados..... a Foraqueno 2.oo..<32=. (CA a id Ed Criptaqueno .ooooooomo.. 3 Pon dao a $ E ( E Samaridi0...ciceo..-3>. A o AL Bellota ó Glande..--.- $ Carcellla 532.20 3---= ¡Balaustla... o booioo SECOS... Sílicua ó Vaina. ...-.- $ So besse dorbrs pepe | Dehiscentes...... lA todas $ | HlAtenocasssors as es $ E Sincarpados..... - Cápsula ó Caja, -.-..-. S E E j INUCUlano OS ? AMÁSAarcOo dao ses ; y Peponida. ...o..o=====.. Melodina ó Pomo. ..-. (CET Ebos o Rao Hesperidia .......-==-=-» BaydA.cooonooazao m23> 1 G | SICA as ñ : CONO asa es EA SCCOS....on SCOntes.-.... E A EstrobilO- coche ooo nono | 3(Sinantocarpados. SArGOCONMO - ¿Loco cnocooos £ $ e s IO ala .... | ESA CIOOÍN dada l | SO a | Sinanto sua id Ejemplos. Trigo. 1. Maíz de Tejas, 2. Coalmecate. %. Jasela. 4, Maravilla. 5. Fresno. 6. Espuela de caballero. 7. Grevilea. 8. Frijol. 9. Bricho. 10. Mota. 11. Durazno. 12. Coco, 13. Nuez. 14. Almendra. 15. Borraja. 16. Mastuerzo. 17. Hinojo. 18. Aguilera. 19. Fresa. 20. Rosa. 21. Zarzamora. 22. Frambuesa. 23. Arce. 24. Encino. 25. Castaña. 26. Tila. 27. Granada. 28. Alhelí. 29. Rábano. 30. Miel vírgen. 31. Beleño. 32. Anagálide. 33. Ricino. 34. Habilla. 35. Quina. 36. Toloachi. 37, Amapola. 38. Trinitaria. 39. $ Zapote blanco. 40. Saúco. 41. Baobab. 42. Huaje cirial. 43. Pepino. 44. Pera. 45. Níspero. 46. Tejocote. 47. Naranja. 45. Jitomate. 49. Guayaba, 50. Fucsia. 51, Chile. 52. Chirimoya. 53. Piña de pino. 54. Lúpulo. 55. Enebro. 56. Higo. 57. Coutrayerba. 58. Piña. 59. Mora. 60. 254 LA NATURALEZA ie 1, Triticum vulgare, Vil.—2, Helianthus anmuus, L.—3, Antigonum me- xicanum.—1, Basella rubra, L.—5, Nyctago Jalapa, D. C.—6, Fraxinus Jjuglandifolia.—T, Delphinium Ajacis, L.—8S, Grevillea Thelemanmi, Hig. —9, Phaseolus vulgaris, L.—10, Cassia floribunda, Cav.—11, Celosia cristata, L.—12, Persica vulgaris, Mi1l.—13, Cocos nucifera, L.—14, Ju- glans regia, L.—15, Amyygdalus dulcis, J. Bauh.—16, Borrago officinalis, L.—17, Tropeolum majus, L.—18, Feniculum dulce, L.—19, Aqguilegia vulgaris, L.—20, Fragaria vesca, L.—21, Rosa indica, L.—22, Rubus fruticosus, L.—23, Rubus Ideus, L.—24, Acer campestre, L.—25, Quer- cus confertifolia, A. Bp.—26, Castanea vulgaris, Lamk.—27, Tilia micro- phylla, Vent.—28, Punica granatum, L.—29, Cheiranthus Cheiri, L.—30, Raphanus sativus, L.—31, Koniga maritima, Lamk.—32, Hyoscyamus ni- yer, L.—33, Anagallís arvensis, L.—34, Ricínus communis, L.—35, Hura erepitans, L.—36, Cinchona officinalis, L.—37, Datura stramontum, L.— 38, Papaver rhweas, L.—39, Viola (Melanium) tricolor, L.—40, Casimiroa edulis, Llav. et Lexarz.—41, Sambucus nigra, L.—42, Adansonia baobab. 43, Crescentia alata, L.—44, Cucumis sativus, L.—45, Pyrus communis, L.—46, Mespilus germanica, L.—47, Crategus mexicana.—48, Citrus aurantium, Risso.—49, Lycopersicum esculentum, Mill.—50, Psidium po- miferum, L.—51, Fuchsia fulgens, DC.—52, Capsicum anmuum, L.—53, Annona muricata, L.—54, Ananassa vulgaris, Lindl.—55, Humulus lupu- lus, L.—56, Jumiperus communis, L.—57, Ficus carica, L.—58, Dorstenia contrayerba, L.—59, Pinus pinea, L.—60, Morus nigra, L. Al concluir este Ensayo comprendo más que nunca sus imperfecciones; pero espero que mis lectores apreciarán las dificultades del asunto y no verán otra cosa en este pequeño trabajo, sino una tentativa que otros más felices y más sabios podrán tal vez aprovechar para llegar á un resultado más completo y satisfactorio. Guanajuato, Octubre de 1880. DICTÁMEN ACERCA DEL TRABAJO ANTERIOR. El escollo con que hasta ahora han tropezado los botanistas para la clasifica- cion metódica de los frutos, es la heterogeneidad que se advierte, áun entre aque- llos que están fundamentalmente constituidos de la misma manera, y la gradacion, á veces insensible, que suele existir de unos á otros; la resolucion de aquel pro- LA NATURALEZA 235 blema, es pues, uno de los desiderata en la carpología, y por lo raismo son de no escaso interés los trabajos que con tal objeto se emprendan. El Sr. Dr. Dugés establece en su clasificacion dos grupos primordiales que por su alto grado de comprensibilidad realizan, entre los propuestos por los autores, alguna mejora; sin embargo, podria reprochárseles el no ser estrictamente corre- lativos; pues los géneros colocados en la segunda rama * no son verdaderos fru- tos en la rigurosa acepcion de la palabra, en razon, como dice Duchártre, de que no provienen solo del pistilo ó pistilos de una misma flor, sino de toda una inflo- rescencia, y por esto han recibido el nombre especial de infrutescencias. El número de clases que establece en la clasificacion que analizamos es el de cuatro, como lo hacen muchos autores empleándose solo distintos nombres para designarlas: así, á los Apocarpos se les llama Monocarpados; á las Multíplices 6 Agregados, Diacarpados, y á los Sincarpios, Sincarpados. La ventaja de estas nuevas expresiones consiste en la uniformidad de su estructura filológica. En los géneros comprendidos en la primera clase, el Dr. Dugés restablece el diclesio y el esfalerocarpo de Desvaux que quizá haya utilidad en volverlos á admitir: el primero proviene de ovarios súperos y más tarde adheridos al periantio endu- recido ó algo jugoso, y el segundo, llamado tambien nuez abayada, tiene una en- voltura algo carnosa, ambos incluidos hoy en el aguenio ó aquena que se origina más bien de ovarios ínferos. En estos últimos nombres, así como en la cariopsis ó cariopside, el Dr. Dugés adopta otras desinencias como puede verse en su cua- dro. Algunos botanistas cosideran solo como aquenio al fruto monospermo é in- dehiscente que resulta de ovarios súperos yque no contraen adherencias ni inter- nas ni externas. De los demás frutos monocarpados que se adoptan en la nueva clasificacion, nada tendrémos que añadir, pues son por demás conocidos, faltando, sin embargo, entre ellos el 4emigiro que es realmente un folículo coriáceo ó le- ñoso, mono ó dispermo y el /omento que es una legumbre ó ejote dividido tras- versalmente en trozos monospermos: es de advertir que la ruptura trasversal del piside, palabra que no acostumbramos pronunciar como esdrújula, de las Ama- rantaceas, se hace más bien por efecto del choque que por dehiscencia natural: y, en fin, decimos drupa en vez de drupo. Entre los Diacarpados se coloca el polaqueno 6 polaquenio, cuyo nombre ha sido dado ya á frutos verdaderamente sincarpios que en la madurez se separan en otros tantos frutos simples ó verdaderos aquenios; miéntras en los de que nos ocupamos los carpelos libres en el fruto, y algunas veces áun en la flor, se reu- nen en el primero por intermedio de algunos de los órganos de la segunda. El polaquenio, cuyas partes ó aquenios han sido designados con el nombre de me- ricarpios, ha recibido el de diaguenio cuando contiene dos de ellos como en las * Para evitar confusiones advertiré que el cuadro sinóptico del Dr. Dugés considera como ramas las divisiones primarias, las que les siguen como clases, y géneros los nombres propios de los frutos. La NATURALEZA.—Tomo V.—34. 256 LA NATURALEZA Umbelíferas; iriaquenio si tres, como en las Tropeoladas; tetraquenio si cuatro, como en las Labiadas y las Borraginaceas, y pentaquenio 6 polaquento propia- mente dicho si es de cinco como en las Araliaceas. Sigue despues el cremocar- pio de Mirbel, que corresponde al «/aquenio, y por lo mismo debe pasar tam- bien á la siguiente clase. El p/urifolículo que pertenece á especies de la tribu de las Heleboreas y Peonieas en la familia de las Ranunculaceas, es en realidad un fruto diacarpado ó multíplice, al que los autores no habian creido necesario darle un nombre especial, expresando solo al describirlo si los carpelos estaban reunidos en capítulo ó en espiga: el nombre propuesto por el Dr. Dugés tiene la ventaja de evitar una perífrasis. Mas ahora bien; como en las tribus de las Anemoneas y Ranunculeas de la citada familia, los frutos simples que forman el multíplice son más bien aquenios, habia que designarlo más bien con el nombre de pluria- quenio. En cuanto al foraqueno y polidrupo han sido llamados ya por los au= tores con el de eterio, el cual ofrece tres variedades, que son: de carpelos y re= ceptáculos secos como en el ranúnculo; de carpelos secos y receptáculo carnoso como en la fresa, de carpelos carnosos y receptáculo seco como en la zarzamora. El nombre de criptaqueno propuesto para el fruto del rosal es bastante expre- sivo, y al cual, por su conformación particular, bien merece se le haya asignado; mas siendo ya conocido con el de cinarrodon tiene éste, por su prioridad, que preferirse á aquel. Suprime el Dr. Dugés en esta clase, para colocarlo en la si- guiente, el sincarpio que proviene de un conjunto de carpelos libres en la flor y que despues se reunen formando un fruto pezonoso como el de la magnolia y el del chirimoyo; distinguiéndose el del primero con el sobrenombre de capsular y carnoso el del segundo, al que Desvaux habia llamado asimina: la palabra sín- carpio ofrece el inconveniente de aplicarse tambien á toda una clase de frutos, como arriba se ha dicho, pudiendo ser el primero dehiscente ó indehiscente. En cuanto á la justificacion del cambio propuesto hablarémos de ella más adelante. En los frutos sincarpados se incluyen los admitidos por los autores, con excep- cion del polaquenio que se colocó en la clase anterior, pero que quizá corresponda más bien á la que ahora nos ocupa, pues en los diacarpados, los carpelos separados en la flor se unen en el fruto aunque de una manera mediata, y en el polaquenio, como en otros muchos sincarpios secos, se hallan aquellos unidos en la primera, pero separándose en el segundo; en el diaquenio quedan siempre reunidos por in= termedio de un carpóforo filiforme que se desdobla ó permanece simple. En la be- llota 6 glande caben muy bien dos variedades, segun que la cúpula sea propia á cada fruto como en el encino ó á varios como en el castaño: la primera seria ui carpada, y lasegunda pluricarpada, y ála que Desvaux llamaba núcula. Tocan= te ála carcelillay balaustia(carcerulo y balausta para nosotros) es conveniente la separacion de una y otra contra la opinion de los autores que han incluido la segunda en la primera. En la pixidia ó pieidio la dehiscencia es naturalmente transversal, lo inverso del pixide. La silicua puede ser articulada y se le llama LA NATURALEZA 257 entónces lomentacea; al elaterio, segun las partes ó cocos bivalves en que se divide, se le agrega el sobrenombre de bicoco, tricoco 6 multicoco. La caja ú cápsula puede ser en efecto silicuiforme por su forma, y por su dehiscencia p0- ricida, denticida y valvicida: no creyendo en efecto conforme con los autores que la caja que resulta de ovario ínfero deba recibir el nombre especial de diplos- tegio con que la designó Desvaux. ln cuanto al nuculano 6 nuculanio, el an- fisarco 6 anfisarca que algunos autores como Duchártre no admiten ya, creo ventajoso adoptarlos, pues á no ser así, el primero tendria que incluirse en la baya y el segundo en la peponida, lo que en verdad seria muy poco natural á pesar de que en aquella se han colocado frutos de muy diverso aspecto, que no han podido referirse á ningun otro de los sincarpios carnosos, lo que igualmente ha sucedido con la caja respecto á los sincarpios secos y dehiscentes. De la %es- peridia 6 hesperidio, de la peponida 6 pepon, de la melonida (que ignoro por qué la: habrá cambiado el Dr. Dugés en melodina ó pomo) que son demasiado conocidas y admitidas por todos los autores, diré tan solo que el pomo de huesecillos fué lla- mado pirenario por Desvaux. En cuanto á las cápsulas hay algunas carnosas que reciben el nombre de bayas capsulares, así como tambien drupas dehiscentes á las que se les agrega el sobrenombre de capsulares: como ejemplo de las prime- ras tenemos el fruto de los chinos, Balsamina hortensis, y de las segundas la nuez moscada, Myristica fragrans. Respecto al sincarpio para mí es un fruto de transicion, entre los Multíplices y Sincarpios; pero creo, como el Dr. Dugés, que debe colocarse más bien en los segundos, pues sus carpelos más ó ménos adhe- rentes en la flor, acaban por soldarse á veces en el fruto de tal manera, que es imposible referirlos aisladamente á ninguno de los apocarpios, como sucede, entre otros, en las especies del género Anona. En los frutos agregados ó policanto-carpios que el Dr. Dugés designa con el nombre de Sinantocarpados, Richard, Sinantocarpios ó Compuestas y Duchártre simplemente Antocarpios, están incluidos los géneros admitidos por los autores, separándose, y en mi concepto con razon, el cono del estrobilo, que hasta hoy se ha confundido en uno solo. Mas si estamos conformes en que no deba imponerse nombre especial al cono del ciprés, opinamos lo mismo en cuanto al del enebro al que el Dr. Dugés impone el de sarcocono, pues creo que á lo más podria agregár- sele el calificativo de abayado, sin necesidad de formar género distinto como á Desveaux se le habia ocurrido tambien llamarlo arcestida. Del sicono y la soro- sis, como acostumbramos decirles y que respectivamente se refieren al higo, im- pubescencia del Ficus carica y á la mora y piña, que la son la primera del Mo- rus alba y nigra, y la segunda de la Bromelia ananas, nada nuevo nos ocurre agregar. Antes de concluir no puedo ménos de manifestar, que para mí queda siempre en pié el problema de la clasificacion de los frutos, y por lo que más especialmen= te toca á los tropicales, no desconociendo, como dije al principio, que son por de- 258 LA NATURALEZA pa más laudables los esfuerzos que en esta vía se intenten, como el que motiva este escrito, y muy digno por lo mismo de la publicidad; advirtiendo, por último, á su apreciable cuanto ilustrado autor, que las modificaciones ortográficas de algunos nombres que he puesto en contraposicion con los suyos, muy léjos están de tener el carácter de correccion, para lo que me declaro incompetente, sino tan solo para que se vea la distinta manera de decirlos entre nosotros. Toluca, Octubre 30 de 1881. ManueL M. VILLADA. A E ALGO SOBRE MICROORGANISMOS POR EL SR. DR. ALFREDO DUGÉS, SOCIO CORRESPONSAL, En el momento en que la tendencia general en medicina es buscar la causa de las enfermedades en microbios especificos, generalmente en micrófitos, me parece á propósito propalar las ideas de un micrógrafo autorizado, el sabio profesor Cooke, siquiera para que una prudente reflexion venga á moderar exageraciones que lé- jos de servir á la ciencia no hacen más que atrasarla, dando lugar á reacciones ul- teriores proporcionadas y tan absolutas como las teorías en cuestion. Traduzco lo más literalmente posible las líneas siguientes sacadas de « Les Champienons, por M. C. Cooke, sous la direction de M. J. Berkeley; Paris 1875, pág. 194 et suivantes. » Despues de haber concedido que varias dermatosis son producidas por hongos, prosigue así: «Aun admitiendo que hay enfermedades de esta clase, es preciso convenir que algunas otras han sido atribuidas á unos hongos obrando como causa primera, sin que ninguna prueba venga á justificar esta conclusion. La difteria y las aftas han sido consideradas como debidas á los estragos de ciertos hongos; pero se en= cuentra positivamente la difteria sin apariencia de hongos. Algunas fiebres pue- den ir acompañadas por cuerpos fungoideos en las evacuaciones; mas es muy difícil determinarlos. La tecría que atribuye las enfermedades epidémicas á la presencia de hongos no parece fundada sino sobre pruebas muy incompletas. El Dr. Salisbury pensaba que el sarampion de los ejércitos provenia de la Puecinia graminis cuyas seudosporas germinan en la paja húmeda, esparcen en el aire los cuerpos secundarios que nacen de ellas y causan la enfermedad. Esto nunca se ha averiguado. El sarampion así como la escarlatina (Hallier y Zurn), han sido tambien atribuidas corrientemente á unas influencias fúngicas, y esfuerzos para explicar el cólera; por la misma causa han sido intentados con una obsti- nacion que no ha sido coronada por el éxito. La presencia de algunos cistos, pre= sentadas como siendo los del Urocystis, parásito del arroz, ha sido señalada por LA NATURALEZA 239 el Dr. Halliéer: mas cuando se demostró que este hongo no se encuentra sobre el arroz, se desplomó esta parte de la teoría. Peritos especiales y competentes fueron enviados de Inglaterra para examinar las preparaciones y oir las expli- caciones del Dr. Hallier sobre su teoría del contagio del cólera; pero ellos no fueron convencidos ni satisfechos. Desde 1853 el Dr. Lauder Lindsay inspec- cionó las evacuaciones coléricas, y en 1856 él hizo está declaracion: « evidente- mente no veo ningun fundamento sólido para la teoría que relaciona el cólera con los hongos, y me admira mucho que tenga todavía defensores tan autoriza- dos. » Hablando de sus exámenes, el autor escribe: «el micelio y las espórulas de varias especies de hongos, constituyendo diferentes formas de moho vegetal, han sido encontradas en la espuma de los vómitos y de las heces, pero única- mente en una fase de descomposición. Se hallan en semejantes circunstancias en las deyecciones que provienen de otras enfermedades, y en realidad en todos los líquidos animales en vía de descomposicion. Están, pues, muy léjos de ser espe- ciales al cólera. » Algunos autores han sostenido que la atmósfera está muy frecuentemente car- gada de esporas de hongos; otros han negado la presencia de cualquier cuerpo orgánico en el aire. Las experiencias del Dr. Cunningham en la India, son bas- tante perentorias. Jl dictámen de este sabio asienta, que esporas y células seme- jantes se observan constantemente en el aire, y generalmente en número consi- derable. Ha sido probado que la mayor parte de estas celdillas estaban vivas y próximas á desarrollarse luego que hallaban un medio favorable: así, en el caso en que las preparaciones se mantenian en observacion durante un tiempo bastan- te largo, la germinacion se verificaba en muchas celdillas: muchas esporas ya germinando se depositaban sobre las placas de vidrio. Raras veces el desarrollo pasaba de la formacion del micelio ó de grupos de células torulóides; pero en uno ó dos casos, unas espórulas distintas nacieron sobre los filamentos salidos de al- gunas de las esporas mayores tabiqueadas: algunas veces aparecieron fructifica- ciones características de Penicillium y de Aspergillus. En cuanto á la naturaleza de las esporas y otras celdillas presentes en varios casos, poco se puede decir, pues si no se sigue su desarrollo con cuidado en to- das sus fases, es imposible referirlas correctamente á sus especies y áun á sus géneros. El mayor número parece que pertenece á los hongos Esferonemados, Melanconados, Toruláceos, Dematieos y Mucedineos; mas es probable que va= rios de ellos se refieren á las Puecintas y Geomaceas. Entre las que se colocan en las Toruláceas, la más interesante era del raro género Tetraploa.... siguen despues en el dictámen del Dr. Cunningham observaciones pormenorizadas sobre el crecimiento y decrecimiento de las enfermedades: entre otras, la diarrea, la disenteria; el cólera, la fiebre, fueron estudiadas aisladamente y comparadas con el aumento ó la diminucion del número de las celdillas atmosféricas. Las con- clusiones son como sigue: 260 LA NATURALEZA «Se hallan constantemente en los polvos atmosféricos, y generalmente en nú- mero considerable, esporas y otras celdillas vegetales; la mayor parte vivas y aptas á crecer y desarrollarse. El número de estos cuerpos parece independiente de la rapidez y direccion del viento, y la humedad no disminuye su proporcion. «No se puede observar relacion alguna entre el número de bacterias, de espo- ras, etc., presentes en el aire, y la aparicion de la diarrea, de la disenteria, del cólera, de la fiebre; ni tampoco entre la presencia ó la abundancia de ninguna forma especial de celdillas, y la existencia de una de estas enfermedades. «La cantidad de partículas inorgánicas y amorfas, así como de otros desechos suspendidos en la atmósfera, depende directamente de condiciones de humedad y rapidez del vientoimal ol ica «el de ar el ma oler licor A Creemos haber dado á conocer la influencia de los hongos sobre el hombre, tanto como lo permite el estado actual de la cuestion. La presencia de algunas formas de moho al principio de su desarrollo en varias partes enfermas del cuer- po humano, al exterior ó al interior, no obliga á concluir que estos vegetales sean en alguna manera la causa de las enfermedades de los tejidos, salvo en ciertos casos ya indicados. Aquí toca hablar de la podredumbre de hospital: esta afeccion pue- de provenir de algun hongo vecino de las manchas carmesí (lluvia de sangre) que se observan sobre las sustancias vegetales moribundas y sobre la carne al des- componerse. Este hongo, considerado en un tiempo como una alga y en otro co- mo un animal, representa con más probabilidad el estadio inferior de algun moho comun. La facilidad con que las esporas de los hongos suspendidas en la atmós- fera, se fijan y establecen sobre todas las sustancias pútridas ó corrompidas, es conocida por experiencia de todos las que se ocupan en curaciones de llagas; en estos casos es de la mayor importancia evitar cuanto se pueda el contacto del aire. Un caso bastante nuevo acaba de presenciarse en los Jardines botánicos de Edimburgo. El preparador del profesor de botánica preparaba para una demos- tracion algunas muestras secas de un gran Lycoperdon llenas de esporas pulve- runtas: las aspiró por casualidad y tuvo que ver á un médico y curarse por algun tiempo de la irritacion ocasionada por este accidente. Este hecho parece probar que las esporas de algunos hongos pueden, respirándolas en gran cantidad, dañar la economía; pero es probable que, en condiciones ordinarias y naturales, no hay en la atmósfera una cantidad suficiente de estas esporas para que de ellas resulte algun inconveniente. Durante el otoño, el aire de los montes debe contener un gran número de Casidiósporas; no hay, sin embargo, motivo de pensar que sea más malsano respirar la atmósfera de un bosque en Setiembre ó en Octubre que en Enero ó en Mayo. Se habla de los terribles efectos producidos por una especie de chahwistli negro que ataca el Arundo donazx ó gran carrizo del Sur de Europa. Es probablemente la misma especie que hallamos en nuestro país sobre el Arundo phragmitis, y cuyas esporas determinan violentos dolores de cabeza y otros des= órdenes en los peones que cortan estos carrizos para hacer techados de chozas. LA NATURALEZA 261 M. Michel dice que las esporas del parásito del Arundo donas, respiradas ó in- troducidas, producen una intensa erupcion en la cara, acompañada de hinchazon y varios síntomas alarmantes en varias partes del cuerpo. Tal vez, si la Sarcina fuese decididamente considerada como un hongo, la podriamos añadir á la lista de los que agravan, si no determinan como causa primera, las enfermedades del cuerpo humano. .............................. o... ....—..—..... ...... <<... 0... .... ..... ................. 0... .. 0... ...0.2.0 0.2. . ...........— 0... +... .......... Los hongos ejercen una influencia mala en el hombre: 1.2 Cuando se comen sin precaucion, 2. Porque destruyen los alimentos naturales, y 3.2 Porque causan ó empeoran las enfermedades de la piel. Mas no está probado que determinen enfermedades epidémicas en el hombre y los animales, ni tampoco que la diseminacion de sus innumerables esporas en la atmósfera tenga alguna influencia apreciable sobre la salud del hombre. Así es que su relacion, como causa productora ó agravante, con el cólera, la diarrea, el sarampion, la escarlatina y las numerosas enfermedades que son el lote de la hu- manidad, debe, en el estado actual de nuestros conocimientos, ser considerada como quimérica.» N. B. Siendo mi intencion no entablar una polémica sobre cuestiones que ca- da uno está libre de entender á su modo, y queriendo únicamente dar á conocer la opinion del célebre micólogo inglés para que interviniera esta luz más en el de- bate, me abstengo de toda interpretacion y reflexiones que hien poco interés ten- drian despues de las sábias observaciones de los Sres. Cooke y Berkeley. Guanajuato, Noviembre 10 de 1881. ——_— > AáAáÁA A ÁAÁ)IA_X TECNOLOGÍA DE LAS.FIBRAS DEL CÁÑAMO Y DEL,LINO DICTAMEN PERICIAL, POR EL DR. ANTONIO PENAFIEL, PROFESOR DE QUÍMICA APLICADA EN LA ESCUELA N. DE AGRICULTURA Y SÓCIO FUNDADOR DE LA SOCIEDAD DE HISTORIA NATURAL. C. Juez 2.2 DE DISTRITO DE ESTA CAPITAL: Tengo, la honra de exponer ante vd. el resultado del exámen pericial que tuvo á bien encomendarme, con el fin de determinar la naturaleza de las fibras de un hilo en madejas, perteneciente á la casa importadora de los Señores. ... y que 262 LA NATURALEZA ha dado lugar á opiniones divergentes sohre su orígen tecnológico entre personas científicas muy competentes, afirmándose por una parte que el hilo mencionado es de lino y por la otra que es de cáñamo. Nuevas dificultades se presentan cada dia con los progresos de la industria mo- derna en la resolucion de esta clase de cuestiones, sencillas ántes, hoy complicadas y difíciles; pues se versan sobre más de quinientas cincuenta especies de testiles, sin tener en cuenta las de México, en su mayor parte desconocidas científica= mente y algunas poco estudiadas. Pero la ciencia tiene datos y procedimientos seguros para resolver en el caso presente si el hilo en cuestion es de cáñamo ó de lino, ó bien originario de otra planta. Las dificultades de esta resolucion, tratándose del cáñamo y del lino, provienen del procedimiento seguido para obtener industrialmente los filamentos; pues consiste, en lo general, en la maceracion en agua corriente, ó bien calenta- da por medio del vapor para quitar la materia incrustante de un modo más ó ménos perfecto, hasta dejar las celdillas limpias y de celulosa casi pura. Siguen despues las diferentes operaciones del hilado y tejido, en donde los hi- los sufren algun menoscabo ó detrimento en su forma, con perjuicio de sus ca- ractéres morfológicos. Agrégase tambien que el aderezo ó engomado de las telas, practicado fraudulentamente por el sulfato de magnesia, despues de blanqueadas por los cloruros decolorantes, deja á las fibras en un estado de deformidad, de difícil clasificacion. Mas en el caso presente los filamentos del hilo en cuestion han sido torcidos sin detrimento de la forma, por cuyo motivo con seguridad deben encontrarse en ellos los caractéres morfológicos de alguno de los filamentos usados como testiles en las artes. En el estudio microscópico y en los recursos de la química se en- cuentran los elementos de la resolucion que se me ha pedido. Despues de una exposicion pormenorizada de todos los procedimientos que he seguido, expondré las conclusiones que á mi juicio deban deducirse. I. Procedí, en primer lugar, á preparar fibras de cáñamo de cuya naturaleza no podia dudarse, y para esto tomé algunas ramas de cáñamo de la Escuela N. de Agricultura, que pertenecen al Cannabis sativa. Hirviendo la corteza ó liber en una solucion de carbonato de potasa, 20 gra- mos para 180 de agua destilada, despues del tiempo conveniente de ebullicion, los filamentos fueron bien lavados y blanqueados, y en seguida macerados en glicerina; estas fibras fueron sometidas á numerosas observaciones en el micros- copio para ver cuidadosamente el valor de los caractéres que dan al cáñamo las obras de Tecnología de Europa. El resultado final fué la apreciacion de los ca- ractéres morfológicos de ese filamento, muy interesantes para distinguirlos del lino y otras fibras en el caso presente. II. Fueron examinados en el microscopio la forma longitudinal de at cáña- mc tipo, los cortes transversales hechos con el microtomo y las formas de las ex- ! nda? A Vi ] “mn POS 0 ys E mE | A añ ÓN DAS NS "Y NO y . nn a A TOM? V. LA NATURALEZA. LA NATURALEZA 263 tremidades naturales de las fibras; además, por la importancia de la medicion en la comparacion de los diferentes filamentos entre sí, fueron medidos sus diá- metros por medio del micrómetro. La fibra del cáñamo de la Escuela de Agricultura es de forma cilíndrica, es- triada en su parte más gruesa, á veces lisa cerca de las puntas; la luz ocupa un tercio del diámetro, con nudos y tabiques que son más visibles por medio del pro- cedimiento micro-químico del yodo aplicado segun el método de Vétillard. La fibra es lisa cerca de las extremidades del filamento, sin apéndices 6 vellosidades, y muy parecida en este lugar á las fibras del lino. Recorriendo un filamento de la parte média para una extremidad, se ven los nudos, salientes en la forma ci- líndrica, como los de un carrizo, despues tabiques oscuros; los nudos prominen- tes solos 6 con filamentos adheridos en su circunferencia, no se hallan en el lino, en donde solamente pueden verse los tabiques celulares. Las extremidades del cáñamo necesitan cuidados especiales para observarse. Debe tomarse una fibra entera sin rupturas en las puntas, arrollada y colocada en una gota de glicerina, despues cubierta con el vidrio muselina para ver sus caractéres. Las extremi- dades del cáñamo son redondeadas ó espatuladas; las fibras ligeramente torcidas cerca de la punta, y por su misma forma da lugar á errores cuando no se ve de frente ó ligeramente inclinada en el campo del microscopio; pues vista lateral- mente parece terminar en punta agudísima como el lino. Es trabajoso hallar este carácter, que bien estudiado, es decisivo en cuestiones como la presente; pues las puntas de los filamentos ó celdillas primordiales por lo general están desgarradas, reventadas ó trozadas, principalmente en el cáñamo del comercio, preparado con peines de fierro; fuera de estos casos, las extremidades intactas se parecen á una espátula antigua (dibujos adjuntos). Las vellosidades ó filamentos adheridas á los nudos, son delgados, sencillos ó divididos, rodean por completo la fibra: hay veces que consiste en trozos lacera- dos de otras fibras que estuvieron adheridas á la primera. Láminas transversas ó cortes de la fibra del cáñamo tipo, preparados conve-= nientemente con una navaja de barba, cuyo filo fué glicerinado, fueron compa- radas con otras del mismo género, perteneciendo al lino; las primeras fueron poligonales irregulares, y reunidas varias dan una imágen de las circunvolucio- nes cerebrales; el centro de los cortes es una hendedura; en el lino un pequeño círculo oscuro. En más de veinte mediciones practicadas con el micrómetro en la parte más gruesa de la fibra de cáñamo y del lino, la relacion de los diámetros - fué de 7 4 4. Medidas tambien las espátulas ó puntas redondeadas del primero y las extremidades del lino, fué hallada la relacion de 3 á una fraccion de unidad y algunas veces de tres á una. El modesto cuanto inteligente profesor de farmacia, D. José D. Morales, tuvo la bondad de rectificar estas medidas. III. Para tomar el tipo del filamento del lino, las dificultades practicas son La NATURALEZA.—Tomo V.—35. 264 LA NATURALEZA menores que para el cáñamo, que tiene más sustitutos en las artes que el primero; pues no debo ni mencionar el algodon por ser el más fácil de distinguir entre to- dos los filamentos vegetales, sea solo ó mezclado con otros filamentos, por medio del microscopio. La tela conocida en el comercio con el nombre de Holanda cruda es de lino legítimo, pues tiene los caractéres morfológicos de esa planta y sirvió de término de comparacion, por ser fabricada con toscos filamentos en que se conservan los caractéres microscópicos de la forma con toda exactitud, como en las recientemente preparadas con el líber de la planta, por medio del carbonato de potasa. Fueron tambien convenientemente preparados varios filamentos y telas blan- cas del lino del comercio, desde las más gruesas hasta las más finas, sin mezcla de filamentos extraños, prévio reconocimiento de la trama y cadena por medio del microscopio. Las clases de fibras utilizadas en la industria europea pueden reducirse á lino grueso, de granos, para las telas comunes, y á lino delgado, muchas veces cul- tivado de especial manera, para la fábrica de finísimas telas. El lino grueso es el que tiene grandes semejanzas con el cáñamo; sin embargo, sus caractéres de for- ma bastan para la distincion de los demás filamentos. El hilo de lino no tiene sus fibras ásperas y rígidas como el cáñamo, son ménos largas; el cuerpo del filamen- to es liso 6 ligeramente estriado, de aspecto cilíndrico, con una ligera línea os- cura en el centro vista con grandes aumentos; hay depresiones oscuras, Irregu- lares, no siempre transversas; no hay nudos propiamente dichos, pero sí anillos de los tabiques, visibles con el yodo y sin él. Las puntas agudas; uniformemente disminuye el cilindro de la fibra, de la mitad á la extremidad y termina en pun- ta aguda como la cola de una serpiente. Estas fibras tienen filamentos ó vellosidades laterales, simples 6 divididas, ó ramosas muy finas, pero no arregladas circularmente como en los nudos del cá- ñamo; el diámetro más grueso de la fibra es al mismo del cáñamo, como 4 á 7, y menor todavía en los filamentos de las telas de cambray y de lino de Silesia. El corte es poligonal, regular ó circular con un pequeño punto en el centro. Las fibras de las telas de Silesia y otras parecidas han pasado por multitud de operaciones manufactureras que han estropeado su forma primordial, y sin em- bargo pueden determinarse con exactitud los caractéres morfológicos que les per- tenecen. Si se comparan estos filamentos con los del lino tipo, se ve que los tubos son machacados, deshebrados, fuertemente torcidos, con más vellosida= des ó apéndices que en el lino crudo. En resúmen, el cáñamo y el lino tienen caractéres morfológicos propios, tan importantes y de tanto valor, como otros que agrupados convenientemente establecen diferencias capitales entre los filamentos de orígen animal. IV. Se ha dado una grande importancia á los caractéres micro-químicos de las fibras sometidas á la accion de los reactivos; efectivamente, son de gran valor cuan- LA NATURALEZA 265 do se aplican á los cortes transversos muy delgados de las fibras y cuando se trata de distinguir un solo color; pero por lo general están sujetas estas observaciones á grandes errores, efectos del cromatismo, muy frecuente en los instrumentos de óptica, y otras causas de descomposición de la luz, y veces hay que en los resul- tados influyen hasta la naturaleza de la luz refleja que se aprovecha en el micros- copio. Sin embargo, los importantes trabajos modernos del Profesor Pennetier, en sus « Lecciones sobre las materias primas orgánicas, » vienen á resolver nues- tras dudas sobre las distinciones, como la que en el presente caso se trata de es- tablecer. V. Llegamos al punto capital de donde, en mi concepto, provienen las diver- gencias en opiniones del presente negocio, á la aplicacion de los reactivos ó á los recursos empleados de la química. La aplicacion del yodo y el ácido sulfúrico para distinguir en lo general el cá- ñamo del lino, da resultados muy diferentes con variar el estado de concentracion de esos reactivos; esto me obligó 4 buscar un nuevo medio sencillo y de tan fácil apreciación, que en mi concepto, resuelve de una manera satisfactoria la cuestion pendiente. Escogidos los tipos legítimos del cáñamo y del lino, preparados idénticos ma- teriales del comercio en hilos y telas, procedí á ensayar los reactivos más usados y principalmente el yodo y el ácido sulfúrico, y el resultado es que al comparar el valor de los caractéres químicos con los del microscopio, en el caso presente, la superioridad está del lado del microscopio. Los filamentos del lino de la tela de Holanda cruda y el ciñamo de la Es- cuela de Agricultura, dieron una coloracion amarilla igual por el ácido nítrico puro, debida á la materia incrustante de las fibras; lo mismo puede decirse de la coloracion negra de las mismas fibras originada por el cloruro de estaño. El yodo y el ácido sulfírico aplicados, segun el procedimiento micro-químico de Bolley y Kopp, no dan los mismos resultados que usados como el Dr. Penne- tier, bajo la forma de los reactivos de Vétillard. VI. Estos líquidos fueron preparados del modo siguiente: agua destilada 100 eramos, yoduro de potasio puro 1 gramo, yodo en exceso para saturar constan- temente el reactivo. Reactivo sulfúrico glicerinado, agua destilada un volúmen, olicerina 2 volúmenes, ácido sulfírico á 66%, 3 volúmenes. Preparadas las fibras, bien hervidas en agua destilada y convenientemente la- vadas y desecadas, puse unas gotas de la tintura de yodo anterior sobre varias preparaciones, de algodon, lino y cáñamo blancos; despues de cuatro minutos de contacto, fué quitado el sobrante de reactivo con papel poroso de filtrar; se pu- sieron encima cuatro gotas de ácido sulfúrico glicerinado en cada preparacion: todas guardaban un mismo aspecto; una coloración violeta oscurísima, casi negra, debida á la accion del yodo sobre el almidon, formado por la celulosa y el ácido sulfúrico durante un minuto de contacto. Las preparaciones colocadas en cápsu- 266 LA NATURALEZA las de porcelana, blancas, de fondo plano, fueron lavadas á grande agua y se obtuvieron los resultados siguientes, nuevos y de una seguridad que no tienen los procedimientos conocidos. El algodon pasó del violeta oscurísimo al moreno, al gris de cáñamo crudo y luego al blanco en el espacio de un minuto; el cáñamo del violeta oscuro al gris verdoso del hilo crudo y se conserva hasta algunas horas; el lino, sea en filamen- tos, en hilos ó tejidos blancos, del violeta oscuro al violeta claro, en seguida al azul violado, color de flor de romero, característico, si se suspende luego el la= vado, y dura desde un cuarto de hora hasta varias horas, desapareciendo por el agua y por la luz. Despues de secas y blancas las preparaciones se pueden repe- tir los mismos caractéres. Este carácter ha sido obtenido en más de cien experimentos comparativos, sir= viendo siempre hilos y telas de orígen legítimo, comprobado por el microscopio y prévia la consiguiente preparacion para quitar las materias extrañas á las fibras. El procedimiento que propongo puede ejecutarse en ménos de una hora, y no ne- cesita como los demás de difíciles comparaciones y apreciaciones de colores en el microscopio. VIT. Despues de estos estudios preliminares, pasé al exámen comparativo de los hilos en cuestion. No cabia duda que se trataba de un hilo vegetal, pero para proceder con mé- todo, preparé el hilo en la casa de los Señores..... convenientemente; ya seco, tomé unos hilos y los quemé para observar la combustion, cuyos fenómenos, bien apreciados, bastan para distinguirlos de las fibras animales: no hubo olor de cuerno quemado, ni abultamiento de la pavesa quemada, como sucede en los filamentos de orígen animal; los gases de la combustion tuvieron las propiedades ácidas de las materias vegetales. Deshebrados algunos hilos fueron macerados en glicerina como todas las preparaciones que he usado, en razon de su índice de refracción, y arreglados en la misma glicerina para verlos en el microscopio. Los caractéres hallados fueron dibujados conforme fueron encontrados, siendo el cuerpo de la fibra, los cortes transversos, nudos, anillos, puntas, vellosidades y diámetros micrométricos enteramente iguales á los del cáñamo tipo de la Es- cuela de Agricultura y á otros filamentos de cáñamo del comercio: tratados los hilos torcidos ó deshebrados, por el reactivo del yodo y el ácido sulfúrico gliceri- nado, conforme á las experiencias comparativas (mencionadas en el VI), pasaron al color gris verdoso del cáñamo crudo y no al azul característico del lino. VIH. Las obras científicas que me han guiado en la resolucion del presente negocio, fueron principalmente las siguientes: «Lecciones sobre las materias primas orgánicas, » por el Dr. Pennetier, 1881; « Química Industrial, » por Wagner, 1579; «Análisis Química Industrial, » por Bolley y Kopp, y la « Química Usual » aplicada á la agricultura y las artes, por Stóckhardt. LA NATURALEZA 267 IX. De lo expuesto anteriormente, puedo deducir las conclusiones siguientes: 1? La tecnología de las fibras testiles tiene datos suficientes y procedimientos seguros para distinguir en el microscopio las formas del lino y del cáñamo, y para establecer su diferencia por medio del estudio comparativo de la longitud, diáme- tro micrométrico, cortes y extremidades naturales de una y otra celdilla testil. 2% A pesar de que la celulosa es un mismo principio químico en el lino, el cáña- mo y el algodon y otras fibras bien preparadas, el yodo forma, en presencia del ácido sulfúrico glicerinado, una coloración azul violeta, flor de romero, caracte- rística para el lino. 3% Los filamentos del hilo de la casa de comercio de los Señores.... que se me han dado á reconocer, tienen los caractéres morfológicos y químicos del cáñamo y pertenecen á esta planta. México, 31 de Octubre de 1881. TECNOLOGÍA DE LAS FIBRAS DEL CÁÑAMO Y DEL LINO. Explicacion de la lámina 6. CÁÑAMO TIPO DE LA ESCUELA DE AGRICULTURA. 1, nudos de la fibra de cáñamo. 92, vellosidades. 3, anillo y extremidad. 4, 5, 6, puntas. 7, 8, cortes trasversales. 9, union de dos fibras. Lixo DE HOLANDA CRUDA. 10, 11, 12, cuerpo, vellosidad y extremidades de los filamentos del lino. 13, 14, cortes trasversales. HILO DE LA CASA DE COMERCIO DE LOS SEÑORES.... 15, nudos sin vellosidades. 16, vellosidades. 17, anillo y extremidad. 18, 19, puntas. 20, 21, cortes trasversales. CONTRIBUCION Á LA HISTORIA NATURAL DE MÉXICO Í. NOTAS ACERCA DE UNA COLECCION DE REPTILES Y BATRACIOS DE LA PARTE OCCIDENTAL DEL ISTMO DE TEHUANTEPEC, POR F. SUMICHRAST. (Sesion del dia 13 de Julio de 1880.) Habiéndome ocupado hace muchos años, en formar una coleccion de Reptiles y Batracios de esta parte de México, y considerándola hoy como suficiente para fijar el carácter de una pequeña fauna local, he recogido las notas siguientes, con la esperanza de que servirian para completar lo que se conoce ya de las produc- ciones herpetológicas de la costa occidental de México. La porcion muy limitada de territorio á la cual estas notas se refieren, se ex- tiende desde la ciudad de Tehuantepec hasta la frontera meridional del Estado de Oaxaca, sobre una longitud de cerca de cuarenta leguas; su latitud média es de cinco á seis leguas, del borde del mar hasta las rampas inferiores de la Sierra Ma- dre. Su superficie es ocupada por un planío contínuo y generalmente árido; está regada por dos rios de alguna importancia, el Chicapa y el Ostuta, y por los arro- yos que descienden de las pendientes de la Cordillera y van á perderse en el pla- nío, á poca distancia de su orígen. A pesar de la poca extension de la área de que se trata y el carácter de aridez que la distingue, se verá por la lista siguiente, que la clase de los Reptiles, en particular, está ampliamente representada: QUELONIOS. Chelopus incisus. Chelopus mexicanus. Callechelys callorostris. Claudius severas. Cinosternon Shawianm. COCODRILIDOS. Alligator chiapasius. Crocodilus pacíficus. SAURIOS. Coleonyx elegans. Phayllodactytus tuberculosus. Spherodaciylus glaucus. Anolis nebulosus. — Salles. Basiliscus villalus. Iguana rhinolopha. Ctenosaura pectnala. — ind. = quinque carmnala. Phymatolepis bicarinalus. Sceloporus melanorhinas. — siniferus. — variabilis. Batrachosoma asio. Ameiva undulata. Cnemidophorus microlepidopus. =— unicolor. =— imanutabilis. LA NATURALEZA Cnemidophorus lativillis. — Deppit. Heloderma horridum. Lepidophyma Smithit. Mabouia unimarginala. Mocoa astala. Epaphelus Sumichrast. OFIDIOS. Stenostoma phenops. Boa imperalor. Loxocemus Sumiclrasti, Geagras redimilus. Enulius? (indét.) Stenorhina apiata. — (indét.) Tantilla rubra. Coniophanes fissidens. = piceivillis. Ophibolus polyzonus. — (indét.) Enicognatlus annulatus. 269 Coluber ind. Masticophis (indét.) Drimobuis margaritiferus. Bascanium menlovarium. Conophis Sumichrasti. Tomodon nasalus. Spilotes variabilis. — —melanurus. Leptophis mexicanus. — diplotropis. Dipsas gemmastralus. Leptodira myslacina. — — annulala. Trimorphodon major. Dryophis fulgidus. Oxybelis acuminalus. Symphimus leucostomus. Eutenia proxima. — marciana. Otyrrhopus cleclia. Elaps nigrocinclus. — (indét.) Bothriopsis brachystoma. Ancistrodon bilineatus. Crotalus durissus. Leptognatus fascialus. Coluber (indét.) Una ojeada sobre la lista que precede basta para demostrar que el carácter de la fauna que nos ocupa es esencialmente, aunque no exclusivamente, tropi- cal. En efecto, de cincuenta y cuatro géneros que comprende, siete solamente tienen su máximum de desarrollo en la region neártica (Sceloporus, Phrynoso- ma, Coluber, Bascanium, Eutcenia, Ancistrodon, Crotalus), miéntras que quince por lo ménos (Callichelys, Claudius, Ctenosaura, Phymatolepis, Le- pidophyma, Heloderma, Loxocemus, Geagras, Stenorhina, Coniophanes, Enicognathus, Conophis, Tomodon, Trimorphodon, Symphimus, etc.) son característicos del distrito mexicano de la region neo-tropical: la mayor parte de los géneros restantes son esencialmente neo-tropicales. Sobre treinta y siete especies de Reptiles y de Batracios enumerados por M. Cope, como habiendo sido recogidos en Nicaragua por M. Mc Niel (Report of the Peabody Academy of Sciences, 1869, p. SO), veintidos se encuentran idénti- cas sobre los hordes del Golfo de Tehuantepec; estas son: Crocodilus aculus (pacificus Boc.) Leptodira annulata., Iguana rhinolopha. — mystacina. Cyclura pectinata. Spilotes melanurus. — acanthura. Masticophis margaritiferus. Sceloporus siniferus. Thrasops (Leptophis) mexicanus, Phyllodactylus tuberculosus. Oxybelis acuminalus. Mabouia unimarginata. Elaps nigrocinctus. Boa. Ancistrodon bilineatus. 270 LA NATURALEZA Caudisona durissus. Bufo agua. Chelops rubidus (C. incisus Boc.) Hyla Staufferii. Kinosternon mexicanum (Shawianum.) Siphonops mexicanus. De ciento treinta especies de Reptiles y de Batracios que pertenecen á la fauna de Costarica, segun M. Cope (On the Batrachia and Reptilia of Costarica. Journal of the Academy of natural Sciences of Phyladelphya 1875), veinte sola- mente pertenecen tambien á la de Tehuantepec; estos son: Bufo slernosignalus. Leptodeira annulata. — qua. Oxibelis acuminalas. Hyla Baudini. Leptophis mexicanas. Mocoa assata. Drimcobius margaritiferus. Coleonyx elegans. Spilotes pullatus (variabilis.) Sphuerodaciylus glaucus. — melanurus. Iguana rhanolopha. Coniophanes fissidens. Cyclura acanthura. Stenorhina ventralis. Basiliscus vittalus. Elaps nigrocinctus. Dipsas gemmistralus. Crotalus durissus. En compensacion, de 257 especies de Reptiles y 101 especies de Batracios que, segun M. Cope (Check List 0f North American Batrachia and Reptilia. Bulletin n.? 1 of the United States National Museum, p. 59) componen la fauna herpetológica de los Estados Unidos, seis solamente se encuentran el oeste del Istmo, y son: Bufo valliceps (Texas.) Phyllodactylus tubercaulosus. Hyla Baudinii (Bio-Grande.) Eutenia proxima. Rana haluina, var. Berlandier?. — MAarciana. Terminando esta revista zoogeográfica comparativa, haré notar que muchos géneros (Lemanctus, Chameeleopsis, Gerrhonotus, Plestiodon, Oligosoma, Diploglossus, Pliocercus, Catostoma, Ninia, Craspedocephalus (Bothrops atrox), Agalychnis, etc.) que habitan la costa del Golfo mexicano ó la region alpina, faltan en las planicies del Pacífico aunque se encuentren á algunas leguas solamente del litoral en las selvas de la Cordillera. Entre los Quelonios, los gé- neros Staurotypus, Chelydra y Dermatemys, que son representados cada uno por una especie en los pantanos ó los rios de la parte oriental del Istmo, faltan en la costa del Pacífico. QUELONIOS. 1. CueLopus 1ncisus Bocourt, Mission scientifique du Mexique, p. 11, pl. XIL.—Journal de Zoologie de P. Gervais, tome V, 1876. CueLopus ruBIDUS Cope, Proceedings of the Acad. Nat. Sciences Philad., 1869, p. 148. LA NATURALEZA 271 Este pequeño Emys ha sido descrito casi simultáncamente por MM. Cope y Bocourt, segun ejemplares que provenian, los unos de Tehuantepec y los otros de la República del Salvador. El bello dibujo colorido que ha hecho M. Bocourt, da una idea muy exacta de su coloracion que es más brillante aún en los indivi- duos jóvenes. Jl íris es de un azul pálido sobre el cual se continúan las rayas rojas de la region preorbitaria; está oscurecido hácia adelante y hácia atrás por una mancha de un color subido. Esta especie vive casi tanto en la tierra como en el agua cuya privacion resis- te mucho tiempo sin sufrimiento aparente. Sin embargo, ella no es absolutamen- te terrestre, pues no se aleja de los riachuelos sino cuando éstos se secan completa- mente; entónces busca otros ó se entierra en los lugares húmedos ó bajo las raíces de los árboles. Muy dulce de carácter, se deja coger y manejar sin manifestar te- mor, y en cautividad, demuestra adhesion á la persona que la cuida. En el es- tado salvaje su nutricion es casi exclusivamente vegetal; el fruto de las higueras y las hojas viscosas de una Malvacea (Sida) forman su principal alimento. La puesta tiene lugar á fines de Noviembre: en esta época he encontrado en los ovi- ductos huevos bien desarrollados y cubiertos ya de una incrustacion calcárea; son grandes en proporcion del cuerpo del animal y de forma cilíndrica. 2. CumLoPUS (Linoclemmys) MEXICANUS Gray, Proceed. Zool. Soc. Lon- don. 1870, p 723.—Supplement of the Catalogue of Tortoises, 1870, p. 30. Bocourt. Journal de Zoologie, tome V, 1876. Esta tortuga tiene costumbres del todo terrestres; no se le encuentra nunca en el agua, solamente en los lugares descubiertos, en las sabanas y hasta sobre las colinas pedregosas. Ella vive de frutos, bayas y hojas. El íris es de un amarillo subido con una mancha oscura hácia adelante y hácia atrás. 3. CALLICHELYS CALLIROSTRIS Gray, Catalogue of Shield Repules, p. 25, pl. XII, 1855.—Supplem. to the Cat. of Sh. Rept., 1870, p. 49. Bocourt, Journal de Zoologie, t. V. 1876. El género Callichelys ha sido formado por el Sr. Dr. Gray (loc. cit.) á ex- pensas del género Emys de los autores para recibir con el Z. ornata Bell, que es el tipo otras dos ó: tres especies de México y de la América Central. La de que se trata aquí y que M. Bocourt considera como idéntica al C. callorostris Gray," es muy comun en los lagos y pantanos de la parte occidental del istmo de Tehuan- tepec. Ella llega á tener una talla bastante grande y crece á más de medio me- tro de longitud. Los machos son siempre más pequeños que las hembras, de las que se distinguen á primera vista por la cola más gruesa y el hocico más puntia- gudo, la escotadura más pronunciada de las placas anales y su coloracion más * El Sr. Prof. Cope la refiere al tipo del género Emys ornata, Bell. La NATURALEZA.—Tomo V.—36. 272 LA NATURALEZA viva, tirando con frecuencia al melanismo. En las hembras, el carapacho es de un color pardo de aceituna más ó ménos subido, sobre el cual las manchas negras de las costales se perciben fácilmente; el peto es de un amarillo sucio y las man- chas que le oscurecen son difusas. ln los machos, el carapacho es más bien acel- tunado que pardo, y las manchas características de las costales son ménos distin- tas á causa del tinte oscuro del fondo: el peto es de un amarillo más claro y más vivo que en las hembras, y las manchas de un negro intenso que le adornan lle- gan á ser tan confluentes que la vuelven casi enteramente negra. Las bandas longitudinales de que están adornados los maxilares y el cuello, son de un tinte más vivo en los machos; el íris es amarillo y atravesado de cada lado por una lí- nea negra. La forma general del carapacho es bastante variable en el mismo sexo; algunos individuos la tienen oval oblonga, miéntras que en otros el disco se ensancha mucho sobre los lados y hácia atrás. Este Emys, el único de esta parte de México al cual se pueda aplicar el epíte- to de paludino, vive en las lagunas de agua dulce y lodosa; pero tambien, aun- que más raro, en los riachuelos de lecho arenoso. A pesar de la excelente calidad de su carne y la delicadeza de sus huevos, es poco buscada de las gentes del país, que prefieren la carne y los huevos de iguana. La época de la puesta es á me- diados de Marzo; se compone de 16 á 18 huevos de forma oval oblonga; su gran diámetro es de 45 milímetros; el pequeño cerca de 26 milímetros. El régimen de esta tortuga es esencialmente vegetal; se encuentran ordinariamente mezclados á los restos vegetales y á la arcilla lodosa que contienen los intestinos los restos de insectos acuáticos. Es ávida de los frutos del Amate, grande especie de higuera que crece de preferencia en el borde de los rios, y cuando estos frutos son madu- ros y caen de los árboles se encuentra á las tortugas ocupadas en comérselos. En ninguna otra época salen del agua sino para poner ó calentarse al sol. 4. CLAUDIUS SEVERUS Cope, Proceed. of the Acad. of Nat. Sciences Philad. 1872. p. 24. Bocourt, Revue de Zoologie, tome V, 1876. Por la analogía que parece existir entre esta especie y el Quelonio, por el Sr. Dr. Gray (Proceed. Zool. Soc. London, 1864, pág. 127), bajo el nombre de Stauremys Salvini, parece necesaria una comparacion de tipos. Las únicas di- ferencias de alguna importancia que se pueden señalar entre la descripcion de M. Gray (Supplement to the Catal, of Shield Reptiles, p. 65) y los numerosos ejemplares del C7. severus que tengo bajo la vista, pueden ser resumidos como sigue : : LA NATURALEZA 273 STAUREMYS SALVINIL. CLAUDIUS SEVERUS, : sobre tres hileras, una dorsal y sobre cuatro hileras, dos dor- sulos ( 0 F - ? Y , catre los de la cola dispues dos lalerales y muy pronun- so-laterales y dos laterales, cladas * poco salientes. movil al estado fresco y más ó ménos redondeado hácia adelante. muy móvil y agudo hácia ade- lante. Lóbulo anterior del pecho La cola del Cl. severus no presenta siempre los tubérculos al mismo grado de desarrollo: en los individuos viejos se atrofian y acaban por desaparecer entera- mente. En cuanto á la movilidad del lóbulo anterior del peto, existe á un grado más ó ménos notable en el Claudius vivo: en algunos individuos es muy marca- da, aunque nunca tan completamente como en los Cinosternos; en fin, la forma de este mismo lóbulo varía segun los individuos por la mayor ó menor agudeza ó redondez de su contorno. Aparte de las diferencias señaladas anteriormente, la descripcion de M. Gray parece en un todo aplicable al C/. severus: 1.%, el número, la forma y la dispo- sicion de las placas externales son idénticas; 2.%, la forma del cráneo y la de las superficies alveolares que M. Gray figura, es exactamente la de las mismas par- tes en el Claudius; 3.%, la coloracion de la cabeza y de los miembros es tambien análoga. Sin querer concluir por esto en la identidad especifica del Stauremys Salvini y del Claudius severus Cope, no seria permitido suponer que el género Staure- mys es sinónimo del de Claudius que es anterior en fecha? M. Bocourt (Loc. cit.) cree poder referir específicamente el Ol. severus al C7. pictus Cope,** especie que M. Bocourt mismo suponia primero,*** idéntica al Stau- remys Salvinú Gray. El bello dibujo colorido que representa el Cl. pictus (bajo el nombre de Stawrotypus Salvini) sobre la plancha V, fig. 3 de la Mission Scientifique du Mesxique me parece indicar una especie bien distinta del C/. se- verus. No he visto jamás en alguno de los numerosos ejemplares que he recogido de este último, tintes tan vivos como los que presenta el dibujo en cuestion; ade- más, en el C/. severus la placa abdominal se extiende sobre todo el ancho de la mitad interna de la frente que une el peto al carapacho, sin dejar tras ella lugar para un prolongamiento lateral de las femorales, como se observa en el C/. pictus. Se ve en los machos de nuestra especie, á la parte posterior del muslo y sobre la pantorrilla un tapiz de tubérculos aplanados, análogo á aquel que se nota en el * Gray dice, en la caracteristica del género Stauremys: «tail crested as in Chelydra,» lo que pa- rece indicar que los tubérculos son muy salientes, ** Synopsis of the species of the Chelidrina. Proced of the Acad. Nat. Sciences. Philad. April 1872, *** Mission scientifique du Mexique, p. 22. 274 LA NATURALEZA mismo punto en los machos de ciertos Ceriosternos y Staurotypos. El íris es circu- lar, de un pardo amarillento y sin manchas laterales. El Cl. severus no vive sino en los mares de agua cenagosa. Su nutricion se compone de pequeños animales acuáticos y sobre todo de ampullarias, que abun- dan en las ciénagas del istmo; yo he encontrado en el estómago de un individuo más de cuarenta opérculos córneos, proviniendo del molusco en cuestion, mezcla- dos á los restos del animal y arcilla. La puesta tiene lugar en Setiembre; los hue- vos puestos son en número de dos; su forma es la de un cilindro de cabos redon= deados; la concha está revestida de un depósito calcáreo resistente; el gran diáme- tro es de 38 milímetros, el pequeño de cerca de 23 milímetros. Esta tortuga es de un natural voraz é irritable; cuando se le coge se enfurece é intenta con obstinación el morder, alargando el cuello y lanzando su cabeza de un lado y otro y silbando de cólera. Su marcha en tierra es fácil y áun corre con bastante velocidad, gracias á la comodidad que para esto le presta la forma del peto, que deja 4 los miembros toda su libertad de movimientos. La parte oriental del istmo nutre otra especie de Claudius, Cl. angustatus Co- pe, cuyas costumbres son idénticas á las de la especie de que acabamos de hablar. 5. CINIOSTERNON SHAWIANUM Bell, Agassiz. Bocourt, Revue de Zoologie, tome V, 1876. Especie muy abundante en los pantanos de este lugar; vive de pequeños anima= les acuáticos, de insectos y de moluscos. Las carenas dorsales, muy pronuncia- das en los individuos jóvenes, desaparecen por el uso en los muy viejos. Ons. Tres especies al ménos de Thalassitas viven en las aguas del golfo de Te- huantepec. La primera conocida con el nombre vulgar de Carey, es rara, y solo á largos intervalos cae en las redes de los pescadores; es probablemente idéntica á la Chelonia imbricata L. Otras dos especies, que llevan en comun el nombre vulgar de parlama, la una pertenece al grupo de las Caouannes, y me parece se debe referir á la C. olivacea Esch.; la otra es vecina de la Chelonia virgata, del grupo de las Quelonias francas. COCODRILIDOS. 6. ALLIGATOR(Jacare) cHIaPAsIUs Bocourt, Revue de Zoologie,tom. V, 1876. Esta especie, descubierta primero por mí en el valle de Tonalá (Chiapas), ha- bita tambien en la parte meridional del Estado de Oaxaca, donde lo he encontrado cerca de Tapanatepec. Es probable que tambien viva en la América central, aunque, que yo sepa, ninguno de los viajeros que han recorrido este país hace mencion de ella. LA NATURALEZA 275 Segun M. Bocourt, que la ha descrito segun los ejemplares que le he enviado al Museo de Paris, este Alligator seria vecino del Jacare punctulatus Spix, del Brasil; parece acercarse tambien por la coloracion á los Jacare longiscutata et ocellata Gray (Synopsis 0/ the recent species of Crocodiles Transactions Linn. Soc. London, 1867, p. 164 pl. XXXIHI et XXXIV), teniendo como estos últi- mos el lado de los maxilares marcado con muchas manchas negras. Miéntras que el Cocodrilo indígena (Cr. pacificus) vive indiferentemente en las aguas dulces ó saladas, en los rios, los estuarios y las lagunas, el Alligator ó Huizizil * al contrario, no habita jamás las aguas corrientes ó salobres, sino úni- camente los riachuelos poco profundos y de fondo fangoso, en los llanos ó char- cos de agua estancada en los bosques; se alberga allí, en madrigueras ahuecadas á lo largo de los ribazos bajo las raíces sumergidas de los grandes árboles. De un carácter mucho más feroz que el Cocodrilo, sale de su retrete cuando se le inquie- ta y no teme atacar á su agresor, lo cual hace rara vez el Cocodrilo. La hembra defiende con valor á sus hijos, sea contra los ataques del macho que no deja de devorarlos cuando se le presenta oportunidad, ó contra los de cualquier otro ene- migo. Los Cocodrilos viven frecuentemente en reunion numerosa en los estua- rios de la orilla del mar; el Alligator, al contrario, vive aislado y tiene hábitos más nocturnos. Cuando se siente prisionero entra en furor, da violentos colazos y lanza un gruñido sordo y amenazador: aunque no llegue nunca á una talla tan considerable como el Cocodrilo, ** es más difícil de capturar. Su nutricion se com- pone de Peces, de Crustáceos y de Insectos acuáticos; he encontrado su estómago lleno de arena, pequeños guijarros y plantas acuáticas. El íris es como en el Cocodrilo, de un verde glauco. La edad no trae grandes cambios en la forma y las proporciones de la cabeza, como se puede juzgar por las dimensiones de esta parte en dos individuos, el uno aún muy jóven (n.* 1), largo de 073, y el otro (n.* 2), largo de 160 y llega á poco á su completo desarrollo. NunueEro 1. NUMERO 2. Longitud de la cabeza de la extremidad del hocico al borde posterior de la O A A 0083 0=195 Longitud de la arista interorbital á la extremidad del hocico............ 0. 045 0. 110 Ancho del hocico al nivel del décimo diente superior. ......o0ooooo.ooo.. 0.035 0. 070 7. CrocopILUs PAcIricUs Bocourt, Mission scientifiquedu Mexique. Reptiles, p. 31 et pl. IX, fig. 5. CROCODILUS AMERICANUS Gray, Cope. Este Cocodrilo, que habita probablemente toda la costa occidental de la Améri- ca central, ha sido generalmente considerado como idéntico al Cr. americanus Se- * La palabra huitzizil es de origen azteca: en los antiguos mexicanos se aplicaba á los Colibris. ** Los más grandes individuos que yo he observado no pasaban de 4272, La NATURALEZA. —Tomo V.—36.-22 276 LA NATURALEZA ba (C. acutus Geoff.) originario de las Antillas. El doctor Gray (Synopsis of the recent species of Crocodiles) refiere en efecto á esta última especie ejemplares del Museo británico provenientes de la costa occidental del Ecuador, de Nicaragua y de Guatemala occidental, M. Cope otros recogidos en Tehuantepec, en Nicara= gua y en Guayaquil. M. Bocourt, fundándose en ciertas particularidades en la for- ma particular de la cabeza, la disposicion de los huesos nasales, etc., que ha obser= vado en los individuos traidos de Guatemala occidental por la Comision científica francesa, los considera como distintos del C7. acutus, de las Antillas, y los ha dis- tinguido bajo el uombre de Or. Pacificus. Esta distincion parece tanto más moti- vada cuanto que es dudoso que el verdadero Cr. acutus delas Antillas se encuentre sobre la costa oriental de México donde viven otras tres especies, Cr. mexicanus Boc., Cr. rhombifer Cuv., Cr. Moreleti A. Dumeril. Segun las descripciones muy precisas de Bibron (Erpétologie générale) y de Cocteau (Reptiles de Cuba), el Cocodrilo de las Antillas tendria casi constantemente entre las órbitas, una arista longitudinal de la que no he encontrado alguna huella en los numerosos ejemplares de diferente sexo y edad que he recogido á la orilla del Golfo de Tehuantepec. La forma general del hocico varia sensiblemente con la edad; los individuos jóve= nes y los de edad avanzada tienen esta parte proporcionalmente ménos alargada que los demedia edad. Elnúmero de escudetes nucales y cervicales varia de tal ma= nera que rara vezse encuentran dos individuos idénticos bajo este punto de vista. GEKOTIDOS. 8. COLEONYX ELEGANS Gray, Annales and magaz. Nat. Hist., 1345. tom. XVI, p. 142. Bocourt, Mission scientifique du Mexique, p. 19, pl. X, fig. 7. Este Geko parece bastante raro; su nombre zapoteco es Guchachiguishi. Vive en los bosques y habita las dos costas opuestas de la América central: M. Morelet lo ha encontrado en Peten, M. A. Schotten Yucatan y yo en el Estado de Veracruz, cerca de Orizaba; se le indica tambien en Costarica. 9. PHYLLODACTUS TUBERCULOSUS Wiegmanmn, Bertráge zur Zoologie, 1835. Duméril et Bibron, Erpétologie générale, tome IT, p. 396. Bocourt. Mission scientifique du Mexique, p. 43, pl. 10, fig. 3. Este Geko es conocido de los habitantes del Istmo con el nombre español Sala- manquesaóconel de GFopa-10, queeszapoteco y significa «Guarda de las Casas.» Abundante en las habitaciones, es un huésped benéfico, un verdadero guardian, porque no daña á nadie y hace una caza activa á los insectos. Sale poco durante el dia de los numerosos albergues que encuentra en las grietas de las paredes y en los LA NATURALEZA 277 techos; mas luego que cae la noche, se le ve correr á lo largo de las paredes activa- mente ocupado en la caza de insectos y en sus amoríos. Sielincentivo de un exqui- sito bocado pone á dos machos en presencia, se contentan con rivalizar en destreza para alcanzarla; mas si se trata de una hembra vienen á las manos, y muchas ve- ces, durante la lucha, uno de los campeones pierde el equilibrio y cae del techo de- jando entre los maxilares de su rival un pedazo de cola ó un colgajo de piel. Esta especie parece confinada á la region litoral del Pacífico, donde se encuentra desde Sonora hasta Nicaragua. 10. SPHARODACTYLUS GLAUCUS Cope, Procecd. Acad. Nat.Sc. Philad., 1865, pLoR. Bocourt, Mission scientifique du Mexique, p. 46. Id. Jowrnal de Zoologie, tom. V, 1876. Este pequeño Lagarto se encuentra rara vez en las casas; prefiere permanecer en los bosques, guareciéndose en las grietas y bajo la corteza de los árboles viejos. Se le ha encontrado en Yucatan, en Tabasco, en Nicaragua y en Costarica. Se ha observado, segun los individuos, algunas variaciones enlos colores de esta especie. La parte superior de la cabeza y del cuerpo es ordinariamente de un gris moreno; la cabeza detrás de los ojos y la nuca son recorridas en longitud por rayas más claras que el fondo; el dorso es vermiculado y manchado de negro; sobre el sa- ero se ven dos manchas gemelas, algunas veces reunidas, de un blanco rojizo con bordes negros; la cola lleva arriba tres medios anillos de un rojo pálido con bordes igualmentenegros; abajo, ella esde un rojonaranjado. Losmiembros tienen por de- bajo manchas anuliformes más claras que el fondo; la barba yla garganta son fina- mente puntilladas de negro; el íris, de pupila circular, es moreno claro. IGUANIANOS. AxoLis SarLar Gúnther, Proceed. Zool. Soc. London, 1859, p. 421. Id. 1860, p. 423. Bocourt, Mision scientifique du Mexique, p. 90, pl. XII, fig. 3a y pl. XVI, fig. 21 ad. p Esta pequeña especie, la sola del género que sea comun en la region quenos ocu- pa, lo es tambien en la costa del Golfo Mexicano. Tiene formas esbeltas y el macho se hace notar por la vivacidad de los colores de su papera que es anaranjado con una mancha central de un bello azul ultramar. Tiene la facultad de distender con- siderablemente esta papera en los momentos en que le irrita la presencia de un ri- val y aun á veces por simple coquetería. Los machos se entregan 4 combates vio- lentos, y su furor es entónces tal que con frecuencia caen delos árboles asidos entre 278 LA NATURALEZA sí, sin que la caida ponga fin á sus ataques; en estos momentos de exasperacion, la papera (fanon) está anchamente desplegada y la piel de la nuca y de la base de la cola se levanta formando dos pliegues semi-circulares que dan al animal una fisono- mía del todo extraña. Poco tímido este Anolis se deja coger con la mano sobre el tronco de los árboles ó en el recinto de las habitaciones. Cambia de color con mucha facilidad, y su vestidura pasa, segun la intensidad de la luz, de un tono de bistre al amarillo dorado. ÁNoLIs NEBULOSUS Wiegm., Herp. mexic., p. 17. Bocourt, Miss. scient. du Mexique, p. 70, pl. XUT y XVL Tiene mucha relacion en la forma con el precedente; sin embargo, se distingue fácilmente por la disposicion de las escamas supracefálicas y su coloracion más sombría. No se encuentra en los llanos sino sobre el flanco de las montañas y en las barrancas sombrías, y yaciendo entre las rocas y las grietas de los grandes ár- boles. La papera es muy desarrollada en los machos; es de un color carmin 0s- curo que se vuelve amarillo sucio despues de la inmersion en el alcohol. BastLiscus virrarus Wiegm, /sis, 1828, p. 373. Bocourt, Miss. scient. du Mexique, p. 129, pl. XVIL, fig. 3. Sumichrast, B1b1. univ. et Revue Suisse, t. XIX., 1864. Muy esparcido en toda la region caliente y templada de México. IGuANA RHINOLAPHA Wiegm, Herp. Mex., p. 44. Bocourt, Miss. scient. du Mesx., p. 129. Sumichrast, Bib1. univ., í. XIX, 1864. Nada tengo que añadir á las observaciones respecto de sus costumbres, que ya hice anteriormente. OTENOSAURA PECTINATA Wiegm., Herp. Mex., p. 42, tab. 2. Bocourt, Miss. scient du Mexique, p. 129. Este Saurio, muy comun en la parte occidental del istmo, vive en los lugares áridos, en los bosques, en las barrancas y en el interior mismo de las ciudades, donde establece su habitacion en los escombros y bajo los techos: tambien apro- vecha, ensanchándolos, los agujeros hechos en el borde de las barrancas por los Motmots (momotus mexicanus), ó bien él mismo lo fabrica entre las raíces de los árboles ó en las cavidades de sus troncos. Vive de hojas, de bayas, de flores, á veces de insectos, y se asegura que no desdeña las materias fecales, lo que hace que no se coma la carne de los que viven cerca de lugares habitados. Esta especie parece habitar tambien en Yucatan, Nicaragua y otros puntos de la América Central. CTENOSAURA ACANTHURA Cope (ex Shaw) nec Bocourt. Cope, Sevent), Contrib. to the Herpet. of Trop. America, 1869. Sumichrast, Bibliot. univ. el Revue Suisse, 1864, p. 49. LA NATURALEZA 279 2. CTEN. CYCLUROYDES Wieg., Boc. La sinonimia de esta especie parece no estar fijada definitivamente. M. el Profe- sor Cope refiere al €. acanthura Shaw los ejemplares que yo le remití de Tehuan- tepec (loc. cit.), y con este mismo nombre indica tambien Ctenosauros recogidos en Yucatan, en Nicaragua y en Costarica.—ln la Mission Seientifique du Mexi- que, p. 138, M, Bocourt describe la C. Acanthuwra, segun ejemplares recogidos en California por M. Botta; su descripcion no se aplica en ningun modo á los Cteno- sauros indígenas de Tehuantepec, á los cuales M. Cope aplica este nombre. Por otra parte, M. Cope (Check List of North American Balrachia and Reptilia) no menciona como Norte Americana mas de una sola especie de Cyclura (C. hemilo- pha), indígena de la Baja California. ¿No seria posible que los ejemplares referi- dos por M. Botta sean de este lugar y hembras del C. hkemilopha? En espera de po- der asegurarme de esto con la adquisicion de nuevos ejemplares, estoy tentado á creer que la especie de que se trata aquí se refiere al Ct. eycluroídes Bocourt ex Wiegm. Sea como fuere, este Ctenosauro es aquel acerca del cual publiqué en otra oca- sion (Loc. cit.) observaciones relativas á sus costumbres; nada tengo ahora que añadir, más de que vive de preferencia en los bordes del mar, de donde le ha veni- do el nombre de Iguana playera 6 de las playas. CTENOSAURA QUINQUE-CARINATA Gray, Cat 0f Lizards in the Brit Mus., 1845, p. 192. Sumichrast, Bibl. univ. et Revue Suisse, 1873, p. 259. Bocourt, Journal de Zoologie, t. V, 1876. La área de distribucion geográfica de esta especie está limitada á los cantones más meridionales del Istmo, desde los alrededores de Tehuantepec hasta la ciudad de Zanatepec, á una distancia de treinta leguas casi de la costa del sud-este. PHYMATOLEPIS BICARINATUS A. Dum., Archives du Muséum, 1856, p. 549. Bocourt, Miss. scient. du Mexique, p. 165. Muy comun en los distritos occidentales del Istmo, este pequeño saurio no vive sobre el suelo, como podria hacerlo suponer laforma aplastada desu cuerpo, sinoso= bre los árboles, principalmente en aquellos cuya corteza gris les presta un medio de escapará la vista de sus enemigos: cuando se intenta cogerlos, se contentan con pa- sar al lado opuesto del tronco ó trepan á mayor altura. En la época de los amo- res la garganta del macho es de un amarillo naranjado vivo y el vientre de un be- llo azul celeste. SCELOPORUS MELANORHINUS Bocourt, Journal de Zoologie de P. Gervais, tom. v, 1876. Esta especie, de gran tamaño, vive de preferencia en los bosques poco espesos, La NATURALEZA. —Tomo V.—37. 280 LA NATURALEZA encontrándosele frecuentemente en las anfractuosidades del tronco de las higue- ras salvajes (Amate); sale temprano para dar caza á los insectos y vuelve á su ma- driguera cuando el calor se hace fuerte. Como es muy desconfiado, solo se le puede coger cazándolo con el fusil ó por medio de un lazo corredizo fijado á la extremi- dad de una larga varilla. Los colores del macho son elegantes. La barba es negra con una mancha blan- ca; sobre la garganta, el negro se funde en azul oscuro y éste en azul claro; lo al- to del pecho y la línea medio-abdominal son de color rojo saturno; los lados del abdómen son de un azul de cobalto y limitadas hácia afuera por un verde pálido; la parte inferior de los miembros inferiores y de la cola son de un rojo pálido. SCELOPORUS VARIABILIS Wiegm, Herp. Mex., p. 51. Bocourt, Mis scient. du Mex., p. 200. Esta especie habita las dos costas de México. Los individuos que provienen de la costa del Pacífico son más vivamente coloridas que los del litoral opuesto; en la época de los amores, los machos se hacen notables por el tinte de un rojo de Sa- turno muy vivo que cubre la cabeza y la garganta y el amarillo vivo de las ban- das laterales del tronco. El mismo tinte rojo colora la cola de los individuos jóve- nes. Vive principalmente entre las rocas, en las barrancas ó al borde de los ria- chuelos. SCELOPORUS SINIFERUS Cope, Seventh Contrib. to the Herp. of Trop. Ame- rica, 1869. Este pequeño lagarto, muy vecino del Sc. sguamosus Boc., de la costa occi- dental de Guatemala, es muy abundante en el Istmo. Purynosoma (Batrachosoma) asto Cope, Proceed. Acad. Nat. Sc. Philad., 1864, p. 178. Bocourt, Miss. scient. du Mex., p. 241, pl. XVII. Sumichrast, Bibl. univ. et Revue Suisse, 1873. Esta especie es probablemente el representante más meridional de la familia de los Phrynosomianos. LACERTIANOS. AMEIVA UNDULATA Weigm., Herpet. Mex. p. 27. Bocourt, Miss. scientific du Mex., p. 294, pl. XX y XX B. Despues de la excelente descripcion, las observaciones de costumbres y el be- llo dibujo que M. Bocourt (loc cit.) ha dado de esta especie, queda poco que de- cir, solo que en el Istmo vive en los bosques y que es muy comun. LA NATURALEZA 281 CNEMIDOPHORUS MICROLEPIDOPUS Cope, Tenth. Contrib. to the Herp. 0f Trop. America, 1877. CNEMIDOPHORUS UNICOLOR Cope ld. CNEMIDOPHORUS IMMUTABILIS Cope Id. CONEMIDOPHORUS LATIVITTIS Cope Id. De las cuatro especies que preceden, las dos primeras provienen de los alrede- dores de Tehuantepec, las dos últimas de los alrededores de Juchitan y de Ta- pana. CNEMIDOPHORUS DePPu Wiegm., Herp. Mex., p. 28. Bocourt, Miss scient. du Mex., p. 281, pl. XX y XXC. Esta especie, que M. Bocourt dice haber recibido de Tehuantepec me pareceser muy vecina, si no idéntica al C. /ativitlis Cope. HELODERMIANOS. HELODERMA HORRIDUM Wieg., Herp. Mex., p. 23 á 20. Bocourt, Miss. scient. du Mex., p. 297. Sumichrast, Bib/. univ. et Revue Suisse. ? HuL suspecrum Cope. Poco tengo que añadir á las observaciones de costumbres acerca de esta espe- cie, que publiqué hace algunos años, si no es que, despues de nuevas experiencias acerca de su mordedura, he llegado á la conviccion de que ocasiona rara vez la muerte en los animales de un cierto tamaño, y que, en la mayor parte de los ca- sos, no es seguida más que de una ligera hinchazon de la parte mordida, que des- aparece á las veinticuatro horas cuando más; por lo ménos, este es solo efecto que ha producido en varios perros jóvenes que hice morder últimamente. Esta especie seria la única de su género, si la forma que M. Cope ha llamado Hel. suspectum (Check. List of North America Reptilia, p. 47), y que pro- viene de la Arizona, no es distinta. LEPIDOPHYMIANOS.* LermoPHYMaA SmIrmn Bocourt, Miss. scient. du Mexique, p. 309, pl. XX E et 20 G. * M. Bocourt (Mission scientifique du Mexique) comprende el Heloderma y el Lepidophyma en la familia de los Frachydermianos, fundada por Wiegman. Con la mejor voluntad del mundo de no so- 282 LA NATURALEZA Lkp. FLAVIMACULATUM Sumichrast, Bibl. univ. el Revue Suisse, 1873, pági- na 261. Dando algunos detalles acerca de las costumbres de esta especie (loc. cit.), por error la he referido al Lep. flavimaculatum A. Dum., indicando de paso la presencia de poros femorales que M. Dumeril rehusaba á su especie. SCINCOIDIANOS. MABOUIA UNIMARGINATA Cope. Especie comun bajo los troncos, bajo las piedras y en las casas. Nombre. vul- gar, Lagartija lisa. Mocoa AssATA Cope. Esta pequeña especie es muy comun en las cercanías de Santa Efigenia y de Tapana: vive en los lugares húmedos y sombríos, bajo las hojas secas y los tron- cos podridos. EPAPHELUS SuMICHRASTI Cope. Reptil. and Batr. of Costarica. Este Gymnophtalmo de muy pequeña talla, parece raro: solamente he encon- trado dos ó tres individuos en Cacoprieto, bajo los troncos podridos en el bosque. OFIDIOS. l. STENOSTOMA PHENOPS Cope. On the Batrachia and Reptilia of Costarica, p. 128, note. Este Typhlopiano es comun en el Itsmo; vive bajo los troncos podridos en las maderas bajo las piedrasen los lugares áridos y áun en las habitaciones. Su nom- bre zapoteco es Benda-gusé ouini, es decir, serpiente pequeña. 2. BOA IMPERATOR Daud. Comun por todas partes. Habita en sus madrigueras al pié de los árboles, ó so- bre el borde de las barrancas. No lo he visto jamás trepar á los árboles, costumbre generalmente atribuida á su congénere, el B. constrictor; en compensacion, lo he encontrado una vez enteramente sumergido en el fondo de una balsa, de don- de lo retiré tomándolo por una gruesa anguila. Se nutre de pequeños mamiferos, brecargar la nomenclatura zoológica con nuevos términos adaptados á nuevas subdivisiones, me pa- rece imposible no considerar sino absolutamente necesario, al ménos muy fundada la ereccion de los géneros Heloderma y Lepidophyma á la dignidad de familias naturales: esta conviccion explica la ape- lacion á que se refiere esta nota. Si el género Xanthusia Baird es, como parece creerlo M. Bocourt, sinónimo del Lepidophyma, la familia de los Lepidophymianos seria sinónima de la de los Xantuside Baird. LA NATURALEZA 283 liebres, ratas y ardillas. Se le llama Mazacaatl en lengua azteca, y Gubisé- gopé en zapoteco. 3. Loxocemus SumicHrastI Bocourt Revue de Zologie, tomo V. 1876. *Loxocemus BIicoLOR Cope, Proceded. Acad. Nat. Sc. Philad, 1861, pá- gina. 304. Los ejemplares de esta serpiente que he enviado hace algunos años á el Insti- tuto Smithsoniano han sido referidos (in /1tt.) por M. Cope á su Lox bicolor: otros enviados al Museo de Paris, han sido considerados por M. Bocourt, como específicamente distintos de esta última especie. Será necesario ver en las dife- rencias observadas por el segundo de estos herpetólogos, simples variaciones indi- viduales, ó son constantes y por esto suficientes para establecer la validez especí- fica de el Lox. Sumichrasti? es lo que solo la comparacion de un cierto núme- ro de ejemplares podrá aclarar. La coloracion de las partes inferiores del animal varía, segun el sexo, del blanco puro al gris cenizo: es casi la única diferencia que puedo notar actualmenyge entre los indivi4uos que poseo; el número, la forma, y la disposicion de las placas cefálicas están en estos, tales como lo indica la descrip- cion de M. Bocourt. ' Esta serpiente habita terrenos profundos al borde de las barrancas; no sale mas que en la noche para volver al amanecer. Vive de ratas y de ardillas. Su nom- bre zapoteca es Benda Cuba. 4. GEAGRAS REDIMITUS Cope Bat. and Rept. of Costarica, p. 141. Esta serpiente, de muy pequeña talla, parece rara; no la he encontrado sino una sola vez cerca de la Huallaga, en el interior de un tronco de árbol podrido. 9. ¿EnuLtus indeterminado. Refiero á este género establecido por M. Cope (Report of the Peabody Acad. of Science, 1869), una serpiente calamariana encontrada en un pozo natural en Cacoprieto. 6. STENORHINA DEGENHARDTH Berth., var. aPIaTra Cope, Rept. and Batr, of Costarica, p. 142, STEN. FREMINVILLEL var. Cope, Seventh Contrib. to the Herpet. of Trop. America, 1869. De Barrio. 7. STENORHINA Sp. nov? De Tapana. 8. TANTILLA RUBRA Cope Batrachia and Reptilia of Costarica, p. 114 (note). Esta pequeña y bonita serpiente, proviene de los alrededores de Tapana y de Santa Efigenia; no es comun. La NATURALEZA. —Tomo V.—37.—2? 284 LA NATURALEZA e 9. CONIOPHANES FISSIDENS Giinther, Catal of Colubrina Snakes, p. 36 Cope, Reptlia of Costarica, p. 137. Este Ofidiano, es uno de los más comunes en el lugar, vive en los bosques. Ha- bita tambien en el litoral del Golfo Mexicano. 10. CoNI0PHANES PICEIVITTIS Cope, Seventh Contrib. to the Herp. of Tropi- cal America, p. 869.—Ib. Report of Costarica, p. 137. Bastante comun en los bosques. En Barrio, Juchitan, Tapana. Iris bronceado claro, salpicado de moreno. Su nombre zapoteco es Benda-dushka ó Serpiente de cintas. 11. OrmimoLus POLYZONUS Cope, Proceed. Acad. Nat. Sc. Philad. 1860, p. 258. Esta especie vive en las tierras calientes y templadas de las dos costas de México. Su coloracion análoga á la de los Elaps la hace injustamente acusar de venenosa por los habitantes que le llaman Coralillo. 12. ELIcoGNATUS ANNULATUS Dum. et Bibr., Erpétol. gén., í. VIL. Esta serpiente, cuya coloración es tan anómala que á primera vista estaria uno tentado á considerarla como el resultado de una hibridacion, se encuentra sobre las dos costas de México, sin ser comun en alguna parte. Presenta dos variedades muy distintas de color, á saber: Var. A. Collar occipital blanco; sobre el primer tercio del tronco (que es rojo vivo), seis anchos medios anillos negros, separados por un anillo blanco. Var. B. Collar occipital, así como los cuatro ó cinco anchos medios anillos or- lados de negro que le siguen, amarillo. Esta última variedad proviene de Caco- prieto. El conocimiento de las costumbres de esta serpiente sería tanto más interesan- te que daria sin duda alguna hipótesis sobre el orígen probable de un modo de coloracion puedeser único en los Ofidianos: todo lo que he podido aprender, es que como los Elaps, frecuenta los lugares herbosos y que no se le encuentra sino en la estacion de las lluvias. 13. Coxopnis SumicHrastI Cope Batr. and Rept. of Costarica p. 137. Coxopnis virratus Cope Seventh. Contrib. tothe Herp.of Trop. Amer. 1869. Bocourt Revue de Zoologie, t. V, 1876. La especie de que se trata aquí habia sido primero considerada por MM. Cope et Bocourt como idéntico al C. vittatus Peters. El primero de estos herpetólogos la ha distinguido más tarde comprendiendo dos variedades ó subespecies: la primera (C. Sumichrasti, sensu stricto) en la cual la banda lateral negra no desciende sino hasta la segunda hilera de escamos, la segunda (C. S. viduus) donde esta se- LA NATURALEZA 285 gunda hilera no está cubierta por la banda en cuestion. Los individuos de la pri- mera variedad provienen de los alrededores de Tapana y los de la segunda de Barrio. Estas serpientes, generalmente conocidas bajo el nombre de Savaneras viven sobretodo en los planíos y habitan agujeros. 14. Tomonon Nasutus Cope Proceded. Acad. Nat. Sc. Philad. 1864. pá- gina 166. Sumichrast, Bibl: univ. et Revue Suisse, 1873, p. 262. Esta especie de la que he recogido muchos individuos á la orilla del Rio Ver- de y en la Huallaga, me ha parecido tener las costumbres de los Tropidonotes. 15. EuraN1a PROXIMA Baird et Girard, Catal. of North Amer. Serpents. 16. Eurania MARCIANA Baird et Girard, Catal, of North Amer. Serpents. Estas dos especies, únicos Ofidianos de la América del Norte que se encuentran en el Istmo, no son comunes. Sus costumbres semi-acuáticas le han valido el nom- bre comun de Cantil de agua. 17. COLUBER sp. nov? Esta especie de gran talla, ha sido encontrada cerca de Tapana. 18. CoLubrr (indeterminada). 19. SPILOTES VARIABILIS Wied. 20. SPILOTES MELANURUS Dum et Bibr. Habiendo dado, hace algunos años algunos detalles sobre las costumbres de es- tas dos especies, he indicado por error, la segunda bajo el nombre de Sp. ere- bennus Cope (Bibl, univ. et revue Suisse, Marzo 1873). 21. BASCANIUM MENTO-VARIUM Dum et Bibr, Erpétol. gén., t. VI. Esta serpiente, que llega á una talla tan fuerte como el B. constrictor, L. de los Estados-Unidos, vive habitualmente en las planicies húmedas, de donde le ha venido el nombre de Savanera. Se nutre de reptiles y de ranas. 22. MasricoPHIs (indeterminado). De Cacoprieto, cerca de Tapana. 23. DRYMOBIUS MARGARITIFERUS Schleg. Essai, IU, p. 184. Este reptil se encuentra en todos los lugares templados y calientes de México. Vive en los lugares descubiertos y sobre el borde de las aguas. Se nutre de Ba- tracios anouros. 286 LA NATURALEZA 24. SYMPHIMUS LEUCOSTOMUS Cope, Sventh Contrib. to ihe Herp. of Trop. Amer. 1869. He encontrado esta serpiente, que parece genéricamente vecina del Cyclophis, en la vecindad de Barrio, donde se le llama Savanera. 29. LEPTOPHIS MEXICANUS Dum. et Bibr., Erp. gén. 4. VIL, p. 153. Indígena de las dos costas de México. 26. LEPTOPHIS DIPLOTRAPIS Cope. He encontrado esta hermosa serpiente en Juchitan, en Santa Efigenia y en Ta- pana, | Estas dos especies de Leptophis son, como la mayor parte de sus congéneres, notables por las bellas tintas verdes de su vestido, que presenta además frecuen- temente reflejos metálicos. "Tienen la costumbre de trepar sobre los matorrales, se enredan al derredor de los ramos ó de las lianas, para estar en acecho de peque- ños animales ó dar la caza á los Anolis y á las Rubetas. 27. DrYopuis rULGIDUS Daud. De las dos costas de México. Nombre vulgar, Bejuquilla verde. 28. OXYBELIS ACUMINATUS Wied. La misma habitacion que la precedente. Nombre vulgar, Bejuquilla. 29. LEPTOGNATUS FASCIATUS Gúnther, Cat. of Col. Snakes, p. 181. Cope Proceed. Acad. Nat, Sc. Plilad., 1868, p. 109, 137. Esta serpiente habita tambien las dos costas de México: en el Istmo la he en- contrado en Santa Efigenia y Cacoprieto donde no es comun y vive exclusivamen- te en los bosques. 30. LEPTODIRA MYSTACINA Cope, Seventh Contrib. to the Herp. of Trop. Amer. 1869. Especie comun. 31. LEPTODIRA ANNULATA Lin. Esta serpiente cuya zona de habitacion es muy extendida, es muy comun en el Istmo. 32. 'T'RIMORPHODON BISCUTATUS Dum. et Bibr., Erp. génér. t. VIL, p. 1153. Tr. MAJOR Cope, Sevent Contr. to the Herp. of Trop. Amer., 1869. Sumichrast, Bibliot. univ. el Revue Suisse, 1873, p. 253. El Señor Profesor Cope, considerando otras veces esta serpiente como distinta del Tr. (Dipsas), biscutatus D. B., la describió (Zoc. cit.) bajo el nombre de Tr. major, segun ejemplares enviados por mí al Instituto Smithsoniano. Más tarde LA NATURALEZA 287 (Batr. and Reptil. of Costarica, p. 131, note) abandonó esta opinion suponien- do lo que es probable, que los autores de la Erpétologie générale habian indi- cado por error el número de 23 como el de las séries dorsales de escamas, en lu- gar de 25 6 27 que le presentan todos los ejemplares provenientes del Istmo. 33. HIMANTODES GEMMISTRATUS Cope. Especie comun en los bosques de los alrededores de Tapana, bajo las cortezas y en las grietas de los árboles. 34. OXYRRHOPUS CLELIA Lin. De Barrio. 39. ELAPS? NIGROCINTUS Gir., Cope., Proced. Ac. Nat. Sc. Philad., 1859, p. 345. 36. ELaPs AGLAOPE Cope, Proc. Ac Nat. Se. Phil., 1859, p. 344.—Ip. Seventh Contr. to the Herp. of Trop. Amer. 1869. 37. ELaps? DIASTEMA D. B. La determinacion de las tres especies de F/aps que he encontrado en el Istmo me ha dejado dudas. La primera que creo ser idéntica á E. imgrocinctus Gir., es la más comun: habita los alrededores de Tapana. Santa Efigenia y Cacoprieto. 38. Bormrors (Bothriopsis) BRacHYsToMa Cope, roc. Ac. Nat. Se. Phal., 1859, p. 339. Bocourt, Revue de Zoologie, tom. V, 1876. A pesar de su pequeña talla, este Bothrops no es ménos temible por su mor- dida que produce frecuentemente accidentes graves. Vive, sobre todo, en luga- res secos y pedregosos, los bosques no espesos y los antiguos desmontes. Nom- bre vulgar Chatilla (español) y Benda-gubisi ó Serpiente peligrosa (zapoteco). 39. ANCISTRODON BILINEATUS Giinther, Annals and Mag .Nat. Hist., 1863. p. 334. Este Solénoglypho, felizmente bastante raro, no vive sino en las localidades boscosas. Fs muy temido por la violencia de su veneno que parece ser mucho más activo que el de los Crotalos. Su carácter es muy irascible. y se asegura que ataca frecuentemente sin provocación á los que pasan cerca del punto donde está agazapado. Nombre vulgar Cantl. 40. CROTALUS DURISSUS Lin. C. HorrIDUS Latr., Schl.. Dum. et Bibr., etc. La NATURALEZA.—Tomo V.—38. 288 LA NATURALEZA C. CASCAVELLA Wagler. Este Crótalo, muy esparcido en toda la América tropical, es comun en el Ist- mo, donde se le llama víbora de cascabel (español) ó Shunu (zapoteco). BATRACIOS. RuINoPHRYNUS DORSALIS Dum. et Bibr., Erpétol, génér., t. VUL, p. 758. Gúnther, Catal. of Batr. Salientia, 1858, p. 127, pl. XI; Proceed. Zol. Soc. Lond., June 1858. Este curioso Batracio ha sido descrito por la primera vez, hace más de treinta años, por los autores de la Erpétologie generale, más tarde por el Sr. Dr. Giin- ther, que dió una descripcion zoológica y anatómica. En el sistema de los erpetó- ogos franceses cierra la serie de los Phanéroglosos hufoniformes; en el adoptado para el Catálogo del Museo británico, compone él solo el grupo de los Protero- glossa y la única familia de este grupo, la de los Rhinophrynidae. En 1865, el Señor profesor Cope (Sketch of the primary groups of. Batrachia Salientia. In Vat. Hist. Review) forma con los géneros Rhmophrynus y Hemisus una familia, Rhinophrynidce; más tarde en 1875, (Check List of North American Batr. and Reptilia) no deja más en esta familia sino el género Rhinophryno. La forma casi cuadrangular del cuerpo del Rhinophryno, su hocico en forma de trompa, la pequeñez de sus ojos, y su existencia subterránea, hacen entrelos an- fibios un análogo del topo. Pero miéntras que, en el Mamifero, el tren delantero es el que está especialmente adaptado á la accion de huir, en el Batracio, es el pos- terior, que está encargado particularmente de esta funcion, y que, grueso y vigoro- so, está provisto además de un instrumento especial; quiero hablar de dos hincha- mientos estriados que se observan sobre el vestigio del primer dedo, y sobre la sa- lida del primer hueso cuneiforme, y que llenan el oficio de rastrillos para rechazar la tierra sobre los bordes del agujero que el animal quiere ahuecar. Si se coloca, en efecto, un Rhinophryno sobre un terrero blando y húmedo, se pone luego en aptitud de enterrarse; para esto se arquea sobre los piés anteriores y, por el juego alternativo de los posteriores llega á ahuecar en algunos minutos una excavacion suficiente para ocultarse enteramente á la vista. Durante toda la estacion seca. de Octubre á Junio, no se encuentra uno solo de estos animales, pero á los primeros aguaceros de la estacion lluviosa, salen en la noche de sus madrigueras para entregarse al acto de la propagacion. Su voz que no hacen oir sino durante la noche ó en la tarde despues de un fuerte aguacero, es un sonido gutural y profundo, bastante análogo al que acompaña los esfuerzos que hace un hombre para vomitar; al momento de la emision del sonido, el hin- LA NATURALEZA 289 chamiento de la garganta y de las partes laterales del cuello es considerable y forma en este lugar enormes vejigas. * El cuerpo del Rhinophryno exsuda una materia viscosa, que se pega fuerte- mente á las manos cuando se le maneja y exhala un olor nauseabundo; no es so- luble en el alcohol y se desprende con dificultad de la epidermis. Esta materia, análoga á la que escurre del cuerpo de los Siphonops y de los (Udipus, no ex- suda de parótidas distintas y salientes, como en los Sapos, sino de una masa de glándulas subcutáneas que se abren al exterior por una infinidad de pequeños poros que sirven de conductos excretores. ** La cópula de los sexos tiene lugar en una época determinada exclusivamente por las primeras lluvias: es inguinal, es decir, que durante este acto, el macho toma á la hembra por los lomos, y se trepa tan fuertemente que la marca de sus pulgares queda impresa largo tiempo despues de la inmersion en el alcohol. Igno- ro cuál es la duraciou de esta cópula, pero yo puedo asegurar que tiene lugar en la tierra y no en el agua. El Rhinophryno habita las tierras calientes de las dos costas de México: es muy comun sobre los bordes del Golfo de Tehuantepec, donde se le llama Sapo tam- bucu 6 Nandu; su nombre zapoteco es Bid yi-querungu ó Sapo de pequeña ca- beza. En el Estado de Veracruz lleva indistintamente los nombres de Poche ó Sapo sin huesos; esta última denominacion da cuenta fielmente de la fisonomía del Rhinophryno, porque la piel de su cuerpo es tan floja y desborda de tal mane- ra la parte muscular, que á cada movimiento se abate como una odre medio llena, y sugiere tambien la idea de un animal sin huesos. ExeYsToMa usTUM Cope, Proceed. Acad. Nat. Sc. Philad. 1866, p.131. E. mExicaNuM Peters (fide Cope). Este Batracio, descrito primero por M. Cope sobre ejemplarcs provenientes de Guadalajara, es tambien indígena del Istmo de Tehuantepec. Durante largo tiem- po lo creía raro, no habiendo podido recoger primero sino un pequeño número de ejemplares bajo los troncos podridos, pero he podido despues convencerme que no es así, y que su rareza aparente no es debida sino á su pequeñez que lo oculta fácilmente á la vista, á sus costumbres nocturnas y á la circunstancia de que du- * El Sr. Dr. Gúnther (loc. cit.) dice: «Si se examina la cavidad de la boca, se verá que es tan es- « paciosa como es estrecha la entrada natural. Hácia atrás de la articulacion de la mandibula, y so- « bre el lado de la insercion posterior de la lengua se abre una vasta cavidad, cubierta interiormente « por una mucosa muy plegada, y exteriormente por una capa de fibras musculares; la extremidad « del fondo de esta cavidad se extiende hasta atrás de la cabeza, y se encuentra situada cerca de la « inserción del músculo supraespinal al hueso del hombro. Como yo supongo que esta cavidad es un «saco vocal, no pienso que deba encontrarse en las hembras, etc.» ** «Exteriormente no hay señal de parótidas, pero haciendo una incision se encuentra un agre « gado de glándulas situadas arriba y abajo del hombro, y de la misma circunferencia que el cráneo, «etc.» (Gúnther, loc. cil.) 290 LA NATURALEZA rante la mayor parte del año, queda confinado en un agujero profundo. El año último (hácia mediados de Mayo) cerca de Santa Efigenia, mi atencion fué llamada por un sonido débil (análogo al rechinamiento producido por una lámina de cuchi- llo que se hace pasar sobre los dientes de un peine) que parecia salir de las raíces de un grueso árbol que bañaba la agua lodosa de una balsa; al cabo de aleunos ins- tantes de investigacion retiré una treintena de Engystomos, la mayor parte co- pulados. El macho toma á la hembra bajo las axilas, y esto tan fuertemente, que muchos pares así sorprendidos no se desunieron áun despues de haber sido su= mergidos en el alcohol. Esta union de sexos se completa aún de la manera si- guiente: la piel del pecho del macho es muy extensible: se pega sobre la del dorso de la hembra, y haciendo el vacío como una ventosa, ofrece bastante resistencia para que sea bastante difícil separar los dos cuerpos aun despues de que las ma- nos del macho han sido desprendidas de las axilas de la hembra. Esta especie se distingue principalmente de sus congéneres por la presencia de dos tubérculos en el talon. Buro AGUA Daud. Este Sapo, esparcido en toda la América tropical, y que alcanza probablemen- te la más grande talla á la cual llegan los Batracios anouros, es muy comun en todo México caliente y templado, y habita tambien los lugares habitados como las grandes selvas donde ménos expuestos á las falsas preocupaciones del hombre, adquiere las más fuertes dimensiones. Buro STERNOSIGNATUS Giinther, Cat. of Batr. Sal. Brit. Mus. De Tapana, Santa Efigenia. Buro vALLICEPS Wien. De Tapana. En los bosques. Buro ARGILLACEUS Cope, Proc. Acad. Nat. Sc. Philad., 1868 p. 138. Santa Efigenia, Cacoprieto. Buro CANALIFERUS Cope, Sevent Contrib. to the Herpet. of; Trop. Amer., 1877. De Cacoprieto. MicROPHRYNE(Paludicola)rustuLOSA Cope, Proceed. Ac. Nat.Sc. Philad., 1864 p. 180. Este pequeño Batracio es muy comun en los alrededores de Tapana, sobre el borde de los riachuelos en los bosques: se le ve en sociedad, algunas veces numero- sa, saltando sobre la arena ó entre las hojas secas. Su coloracion es admirablemen- te adaptada á las localidades que prefiere, y la costumbre que tiene de cubrirse ” LA NATURALEZA 291 con arena lo oculta fácilmente á las miradas de sus enemigos. En la estacion de lluvias abandona los riachuelos y se va á los campos, en donde á todas horas del dia se oye su canto de amor salir de los zarzales; su vejiga vocal es muy grande en proporcion de la talla del animal . OYSTIGNATUS MELANONOTUS Hallowell. Esta especie está abundantemente esparcida en el Istmo. CYSTIGNATOS GRACILIS Dum. et Bibr. Especie comun. RANA HALECINA Kalm., var. Berlandieri Baird. Esta especie norteamericana, muy abundante sobre la mesa de México, es bas- tante rara en el Istmo, yo la encontré en la falda de las montañas, cerca de San- ta Efigenia y Cacoprieto. ¿Raxa (Ranula) arrinIs Peters. Cope, Proceed. Acad. Nat. Sc. Philad., 1868, p. 117. Sin ser comun en alguna parte, este Batracio se encuentra esparcido sobre to- da la extension del Istmo, y vive de preferencia en los riachuelos y en las balsas, ó en el interior de los bosques. Llega á una grande talla; algunos individuos tie- nen hasta tres decímetros de largo. HyLobss (Lithodytes) rHuovor1s Cope, Proceed. Acad. Nat. Se. Phild., 1866, p. 323. HyLopes SaLLA1r Gthr. (ide Cope.) Comun en los bosques, donde se le encuentra bajo los troncos podridos y los montones de hojas secas; no se arroja á la agua sino cuando es perseguido. LimyLa RUGULOSA Cope, Seventh Contrib. to the Herpert. of. Trop. Ameri- ca, 1869. Esta especie habita los riachuelos, en las barrancas sombrías. Ella ofrece un gran número de variaciones de color, pasando del gris claro al moreno casi negro por transiciones intermediarias. Los individuos de color subido, tienen general- mente el dorso dividido por una línea longitudinal blanca. HyLa (Smilisca) Baubivu Dum, et Bibr., Erpét. génér., tome VII, p. 564. Esta ranilla, muy comun en todo México caliente y templado, se muestra en cantidad considerable en la época de la cópula, que es la de las primeras lluvias. HyLa SraurFERuU Cope, Proceed. Acad. Nat. Sc. Philad, 1865, p. 195. Esta pequeña especie que habita tambien el Estado de Veracruz, no es comun: La NATURALEZA.—Tomo V.—38.—22 292 LA NATURALEZA se le encuentra generalmente bajo las cortezas y bajo los troncos podridos, mas rara vez sobre las hojas de los árboles. HyLa (indeterminada). De Tapana. CEpipus SALVINIL Gray. Es probablemente el solo Urodelo que se encuentra en las planicies occidenta= les del Istmo: vive en los terrenos húmedos, en las plantaciones de plátanos, ba- jo las cortezas de los árboles muertos, etc. Cuando está vivo su color es naran- jado intenso, realzado por manchas negras orladas de blanco. SIPHONOPS MEXICANUS Dum. et Bibr., Erp. gén., tome VII. Este Peromelo es considerado en el Istmo como una serpiente; se le llama cu- lebra de dos cabezas y baretilla; vive bajo la tierra, no sale sino en la noche y no se encuentra sino en la estacion lluviosa. Os. En esta enumeración de Batracios del Istmo, yo he omito muchas espe- cies aún indeterminadas y probablemente nuevas. * ADICIONES A LA MEMORIA ANTERIOR. Sabiendo el Sr. Sumichrast que preparábamos una traduccion de su notable trabajo acerca de «Reptiles y Batracios en el Istmo de Tehuantepec,» nos remitió la lista de Batracios, estudiados por él posteriormente, y que damos á continuacion. Buro coccirer Cope, On the Reptilia and Batrachia of Costarica, p. 100.— Ibid. Proceedings of the american philosophical Society. 1879, p. 267. CYSTIGNATHUS LABIALIS ** Cope, Proceed. Amer. Philos. Soc. 1877. p. 90. —Ibid. 1879 pág. 270. Especie comun en las inmediaciones de Tapanatepec. “ Esta Memoria, inserta en el «Boletin de la Sociedad Zoológica de Francia» (1881) fué traducida para «La Naturaleza» por el Sr. socio D. Manuel Urbina. ** En un reciente trabajo publicado en el Bulletin de la Société Zoologique de France, 1881, page 30, Mr. Boulenger, de Bruselas, dió una nueva descripcion de dos especies de Cysiignallus (Lepto- dactylus. Fitz.) á saber: G. caliginosus. Gir y C. albilabris. Gthr. Como parte de los individuos de ambas que tuvo á la vista dicho señor al hacer su descripcion procedian de mis colecciones en San- ta Efigenia, no me cabe duda que la primera (L. caliginosus) es idéntica al C. melanonotus, Cope ex Hallowell, y segun toda probabilidad la segunda (£. albilabris) es igualmente referible al €. labia - lis. Cope. ' LA NATURALEZA 293 CYSTIGNATHUS PERLAVIS Cope, Proceed. Amer. Philos. Soc. 1879. p. 269. HyLones (Lithodytes) popicirerUS Cope, Rept. and Batr. of Costarica, pá- gina 107. Esta especie, que presenta mucha variacion de color, vive en las márgenes de los torrentes de la Cordillera y es bastante comun en el cerro de la Gineta. SYRROPHUS LEPRUS Cope, Proceed. Amer. Philos. Soc. 1879, pág. 268. El género Syrrhophus establecido por el profesor Cope en 1878, tiene afinidad con los Phyllobates por carecer, como estos, de dientes en el vómer: la especie actual es de muy pequeño tamaño, y vive debajo de las hojas húmedas, á orillas de los arroyos de las montañas. Elindividuo típico que describió el Sr. Cope proce- dia de Santa Efigenia. He capturado hace años, cerca de Córdoba, otra especie del mismo género, S. cystignatoides. Cope. HYLELLA PLATYCEPHALA Cope, Proceed. Amer. Philos. Soc. 1879, pág. 267. El género Hylella se distingue del de Hyla por la falta de dientes en el vó- mer, y la especie presente es, segun M. Cope, la primera encontrada hasta hoy en el distrito mexicano de la region neo-tropical. Vive entre las hojas de una Ti- llandsia que crece en los encinales del Cerro Prieto, al Norte de Santa Efigenia, en compañía con él. (EDIPUS RUFESCENS Cope, de la misma localidad. Tonalá, 20 de Agosto de 1881. MMMMBMAOAX2>2>—AYOSSAA/SA e Mayos, v. Cólchico ......-...- Mazatetes, v. Canónigos....... Mazorca, v. Huachacata....... Mazorquilla, v. Jabonera....- Mecapatli, v. Zarzaparrilla. . .. Mecapatli, Metlancasis ó Au- Mecaxochrle o Mefé, v. Estafiate...-....-..- Mejorana del país. -...--- pis Melianto ES k * Melindre de monja. -......-. ¡MENS av DOLO Melocotonero, v. Durazno... MEE tae Melon zapote, v. Papayo..... Menta, v. Yerbabuena... -...- * Mercadela, Reinita 6 Tostona. IMETCIMArOna 0 A E AS WMErCURIAE Es RA NS Merza;, v: ENcCinO: 22 ¿0d Mezquite, Chachaca, (Mixqui- copalli, Mex. (la goma que Produce)t A a Meza Mietatra AE e A Mei Macuey e ze A A Mexixquilitl, v. Mastuerzo.... Mexocotl 6 Manguel. ........ Micaquahuitl, v. Palo del muer- Michoacan, Tlaloncacuitiapilli, Mex., Tacuache 6 Puscua, Is A Mil enranma, v. Plumajillo.... Milefolio, v. Plumajillo .......- UNA A tad, MA nes 1d Olavelinas 2 e , * Miñoneta ó Reseda........-- LA NATURALEZA Sedum acre, L............. Orasulaceas. Pharbitis hispida, Chois...-. Convolvulaceas. Piper amalago, L.........- Piperaceas. Salvia grandiflora, Ettling... Labiadas. Meliantus mayor, L. et M. mi- ns e A Zisofiladas. Quamoclit coccinea, Meench.. Convolvulaceas. Cucumis melo, L........... Oncurbitaceas. Calendula officinalis, L.....- Compuestas. Manibot fetida, Pohl. ....-- Euforbiaceas. Galinsoga parviflora, Cav..-.. Compuestas. Prosopis dulcis H. B. K., et Inga circinalis, Willd. .... Leguminosas. Cassia occidentalis, seg. Oliva. Td. Trixis Corymbosa Don...... Compuestas. Lepidium iberis, L......-.. Cruciferas. Bromelia Karatas, Adams... Bromeliaceas. Batatas Jalapa D. O........ Convolvulaceas. Milium sativum.-....-----.-. Gramineas. Dianthus plumarius, segun QUVA MA 0 PR Cariofiladas. Reseda odorata L.......--. Resedaceas. Myoporum elipticuam, Br. Mioporineas. * LA NATURALEZA Miramelindos, v. Belenes. .... TIAS pul acia cia aiii MirH80l:. «30 ¿lord Id., v. Jocoatole. omo...» TA ias cl cos dae 1 o Cin pescao aoes MO Mirto IMISD ALI UE aora dd Moco de Guajolote........-. Td. de Pavo 6 Cordon del obispo. WMochiquelte Ji loa MOL at Molonqui, v. Tripa de Judas. . Monacillo amarillo.......... ASTORIA COL E k Id. rojo, Atlalzopillin......-. " “Monaspebo.: > Ia do * k MIE A Td. negro Morisca, v. Ambarina.....-.-. MOSQUEOIVS o. ET Tl le AMOS IL A a Dis * Motita, 6 Escorzonera........ Mozo alle. ds Muérdago, Viscocuercino, Liga, Visco, Mal Ojo, Quautzitli, Muitle, Muicle, Charaitzicua, Tar. Mohitli, Méx......... Mualtler dotó: 2umncaadida de Munditos, ocotillo Ó varal.... Cosmos crysanthemoides, H. Cosmos bipinnatus, Oav.....- Cosmos sulfureus, seg. Oliva. Harpaliumn rigidum, Cass... Salvia microphila, H. B. K.. Budleia verticillata, H. B. K. Polygonum persicaria, L.... Amaranthus caudatus, L.... Inga ¿sp? segun Oliva....... Mucor mucedo, Bolt........ Anissacanthus virgularis, Nees Sida picta, Hok.....-....-... Hibiscus candidus.....---.-- Hibiscus pentacarpus, L..... Bignonia radicans, L.......- Phyladelphus coronarius, L.. Sinapis Blgra, L.-....-----=208 Eruca Sativa, Lam.......... Celestina ageratoides, H. B. K,, segun Bárcena........ Pinaropappus roseus, Lep..-.. Ooreopsis coronata, Hook... Loranthus calyculatus, D. O.. Sericografis mohintle, D. O... Sarothecha salvieflora, Nees. Cardiospermum molle, H. B. Diversas especies del género Bryum, Polytricum, etc... Aquilegia vulgaris, L....... 297 Compuestas. Td. Id. Td. Labiadas. Escrofulariaceas. Poligoneas. Amarantaceas. Leguminosas. Hongos. Acantaceas. Malyaceas. Td. Id. Bignoniaceas. Sapindaceas. Moreas. Id. Filadelfaceas. Oruciferas. Id. Compuestas. Id. Td. Lorantaceas. Acantaceas. Td. Sapindaceas. Musgos. Ranunculaceas. 298 INDICO) DINA EA TACO MESS AR o o oe Nac O o aa Nacazcul, v. Cascalote......- Nahuapaste, v. Palancapatli. . Nanahuapatle e ME Nance, nanche, nananche, ó Nanzinxocotl, Mex. .2000] Nancenes, Chi, (Maya)..----- Nancie uN ancora Td., v. Oapulincillo..---- 2. NAAA O *Mddulco act, 1d Neldos, v. Eneldos..........- Nenúfar, v. Nimfv. 01 02L Neueticxihuitl, v. Yerba dulce. Nexmtzi, v. Estafiate.--.----- Ngedri, v. Copaliquabuitl..... Na=ijóv Obilesm ss A0UdL. 0080 Ngidri, v. Copaliquahuitl ...... Nina ts sete ceceeek * Nigela ó Cabellos de Venus... Ninfa, Nenúfar, Lampazo ó pan caliente, Cumbacuare, Nixtamaxoch como ee o... + INOMeoMdes toneles LA NATURALEZA Brassica campestris napobras- SICA AMADO. 2 is . —Orucíferas. Brassica campestris oleifera, DIO e da e AE Id. Brassica napus esculenta, D. OB AE EE sá Id. Enterolobium ¿sp? seg. Fink.. Leguminosas. Smilax aspera, L............ Asparragineas. Malpighia favinea, Sd. et M. nanchi, seg. Oliva........ Malpigiaceas. Malpighia glavra, L. segun Dond6.£. .. pl polar Td. Citrus vulgaris Risso........ Auranciaceas. Id. aurantium, Riso.-.-.-.- Id. Id. vulgaris var., myrtifolia ISSO RTE. E Id. Narcisus pseudo-narcisus L. et N. poeticus L. et N. bico- ¡A o Amarilideas. Thevetia ovata D. C., et T. neriifolia Juss............ Apocineas. Polianthes tuberosa L......- Amarilideas. Piratinera guaianencis, segun Is E A - —Moreas. Calonyction speciosum, Chois. Convolvulaceas. Nigella damascena, L.-..... . Ranunculaceas. Nymphea odorata, Ait........ Ninfeaceas. Himnanthemum nymphoides, Link, seg. Colmeiro....-.. Gencianeas. Mespilus germanica, L.....- Rosaceas. Eriobotrya japonica Thumb, segunKink ..... ele Id. Tecoma stans, Suss..-....... Bignoniaceas. Myosotis palustris, With.... Borragineas. LA NATURALEZA 299 Nocheznopalli 6 Nopalnocheztl, Opuntia Hernandesis, D. O. E AA segun Colmeiro.......... Cacteas. Nochtli, v. Nopal. 222... 0. * Nogal, Quaucacacatl, Méx. Rta 6 Dumtza, Otomi, Nuez (el IO) 29 O. JUAS Tea Juglandeas. Nogal silvestre - 2.20... Id. granatensis, seg. Fink... ld. Tiida ra Da aa Da Id. mucronata, Mielk, seg. Oli- A A O Id. CA Pterocarya fusiformis, segun Olivas da o Id. AAA a a Juglans ¿sp? seg. Oliva....--. Id. Nopal, Nochtli, Mex. Pari Ta- Opuntia tuna Mill, et vulgaris rasco Oulhua 6 Higuera de Mill. et O. cochinillifera Indias. Tuna (el fruto)... - MICA Cacteas. Nopal de monte... lic... Ficus indica L., seg. Gonzalez. Moreas. Nopalillom 4 ce dis Opuntia nopalillo Karwins... Cacteas. Id. Nopalxochicuezaltic, Méx. Epiphylum speciosum Haw. et Cereus phyllantoides, Dec.. Id. Nopalnochestli, v. Nocheznopa- lios eta e den O, E Nttzirza, V. Saúco..-.....-- Nuez vo Nogal. 21 Nuez encarcelada...-...-.... Carya Oliveeformis, Nat. .... Caryáceas. * Tdimoscadarlsegiscidn atico Myristica moschata, Thumb. Miristiceas. Ñamé, v. liaMé..oooommom.o Ñawmole, v. Jabonera...-..... (Continuará.) PSICOLOGIA E A DE LAS SENSACIONES Y DE LA INTELIGENCIA EN LOS ANIMALES ' Tl. De las sensaciones. La agudez de las diversas facultades sensorias en diferentes animales, está su- jeta á grandísimas variaciones, siendo los extremos superiores é inferiores á los del hombre. h Así, las impresiones visuales que algunos gusanos y moluscos pueden reci- 1 Este artículo es el extracto de un libro, cuyo nombre es, «Le Cerveau, organe de la pensée,» y que pronto verá la luz en la Bibliotheque scientifique internationale. Paris, Germer Bailliere, 1882, La NATURALEZA.—Tomo V.—39.—22 300 LA NATURALEZA bir de sus ojillos simples, áun enlas circunstancias más favorables, no pueden con- siderarse sino como de naturaleza muy vaga y general, careciendo, sin duda más ó ménos, de lo que constituye la parte consciente de nuestras propias impresiones visuales. Pero ¡cuán diferente es esta misma actividad sensoria en las aves! En casi todas éstas, las facultades visuales exceden mucho á las del hombre, tanto bajo la relacion de la extension, como de la agudez. La vista es indisputablemen- te el sentido dominante de las aves. Dice Buffon, que un halcon distingue, volando, á una alondra posada sobre un pedazo de tierra del mismo color que ella, y esto, á una distancia veinte veces mayor á la que pudieran distinguirla un hombre ó un perro. Un milano, que se ha elevado más allá de los límites de nuestra vision ordinaria distingue áun á las lagartijas, á los ratones y pajarillos, y escoge aquellos sobre los cuales quiere lan= zarse para devorarlos. Casi todos los invertebrados poseen únicamente, á un grado sumamente débil, la facultad de oir ó de distinguir diferentes clases de sonidos. * Por ejemplo, di- ce Sir. John Lubbock: * «He producido varias veces los sonidos más agudos posibles, sirviéndome para esto de un flajolé de dos sonidos, de un silbador para llamar á los perros, de un violin y de mi propia voz; y he acercado una hormiga en completo reposo, pero de esto no he obtenido ningun resultado. No deduciré de aquí que las hormigas son realmente sordas, sino que siempre los sonidos perceptibles para ellas difieren mucho de los que nosotros podemos oír. Sabemos que algunos insectos producen sonidos frotando uno con otro dos de sus anillos abdominales. Landois cree que las hormigas los producen tambien de la misma manera, aunque no podamos perci- birles. Por otra parte, la extension de los sonidos que podemos percibir es muy limitada, y probablemente hay en el universo una infinidad de sonidos que para nosotros son imperceptibles. Además, hay en las antenas de las hormigas unos órganos curiosos que bien podrian ser auditivos. El oído, no obstante, es más desarrollado, bajo ciertas relaciones, en el buho, por ejemplo, y otros pájaros nocturnos, que en nosotros. Segun Swainson, «este mismo sentido es especialmente fino en algunos cuadrúpedos, y sobre todo en los de las tribus herbívoras: así, la danta, aunque no está dotada de una ligereza no- table, puede huir de sus enemigos, gracias á una delicadeza poco ordinaria en sus percepciones auditivas. Se sabe, además, que el ciervo posée la misma finura de oido.” La agudez de este sentido en el caballo, la foca y la marsopa es tambien, segun se dice, muy notable. El sentido del tacto presenta, en los diferentes animales, variaciones conside- rables en su delicadeza y en el discernimiento que le acompaña. Aunque este sen— 1 Véase la Nature, p. 540 y 568. 2 Journal of Linn. Soc. (Zool.), vol. XII, p. 244. LA NATURALEZA 301 tido sea siempre, en un grado cualquiera, cierta clase admisible de sensibilidad, en los organismos inferiores no es mayor al que existe en el protoplasma. No su- cede lo mismo en los animales superiores: en estos el sentido se localiza en una ó varias partes del cuerpo, que se les debe considerar como órganos táctiles espe- ciales. El sentido del tacto no se encuentra localizado distintamente, y sin duda no es muy fino ni se halla acompañado de gran discernimiento en los peces ó reptiles, aunque se desarrolla y se localiza más en las aves. Sawainson dice: «ln las aves está confinado probablemente en las patas y en el pico. Esto es aparente, sobre todo, en los rapaces, que hacen uso de sus garras para asir y retener ásu presa; miéntras que en otros, como los patos, las becadas y las gallinas ciegas, que sumergen sns largos picos en el fango, la punta de la mandibula no solamente es blanda, sino que además está cubierta de una piel fina y membranosa, lo cual implica evidentemente una sensibilidad considerable.» Este sentido no está tal vez muy desarrollado en la mayoría de los cuadrúpedos, aunque parece localizarse, como en los pájaros, en las patas y en la boca. Hay, sin embargo, dos excepciones notables. La trompa del elefante está dotada evi- dentemente de un sentido táctil muy fino, y le sirve, hasta cierto punto. para los mismos usos que las cuatro manos á los cuadrumanos ó las dos al hombre. Las fa- cultades táctiles de todas estas partesse ignoran, no obstante, considerando única- mente la sensibilidad, en la segunda excepcion que se cita cada momento, es decir, por la sensibilidad que presentan las membranas interdigitales, ó sea las alas de los murciélagos, y la piel de sus largas orejas. La sensibilidad de estas partes es tan grande, que puede reemplazar á la vista, y servirle álos murciélagos para evitar el encuentro de los más débiles obstáculos en su vuelo tortuoso y rápido. Como loob- servó Spallanzan1, por primera vez, estos animales pueden, aun cuando se les ha- ya cegado, «guiarse á través de los lugares más sinuosos y complicados, sin tocar una sola vez los muros, y sin chocar alguno de los obstáculos que parecen oponerse á SU Paso.» En este estado, pueden evitar el encuentro en sus giraciones rápidas, áun de hi- los de seda que se les hubiese tendido de intento en una galería ó en otro lugar. Los tres sentidos de que acabamos de hablar constituyen los sentidos especial- mente intelectuales del hombre: sobre ellos reposan casi todossus conocimientos del mundo exterior. Hay, sin embargo, otra facultad sensoria: el sentido del olfato; el cual, aunque no goce sino un papel poco importante en los hombres civilizados, es de la mayor utilidad como sentido intelectual en un gran número de animales in- feriores; y en algunos individuos pertenecientes á razas poco civilizadas, este senti- do, así como otras facultades sensorias, es muy delicado. En séres como los gusanos y un gran número de moluscos, el sentido del olfato, 1 Se encontrará, á propósito de esto, varios hechos interesantes, mencionados en la obra de Hou- zedn, titulada, Les Facultés mentales des animaux, 1872, vol. L.*, p. 90-94. 302 LA NATURALEZA ó no existe ó es sumamente vago é indiferente. Hay motivos para creer que existe en los gasterópodos, en las diferentes clases de j¿vias y en muchos crustáceos. En algunos insectos parece que la facultad sensoria dominante es un sentido olfatorio muy desarrollado. Sir John Lubbock, ha hecho ver que los insectos más inteligen- tes, es decir, las hormigas sociales, casi no hacen caso de sus sentidos, y relativa- mente hacen poco uso de sus ojillos. El sentido del olfato es indisputablemente su facultad dominante. * Parece que con el auxilio de este sentido es como ellos pue- den recorrer su camino y dedicarse á sus diversas ocupaciones diarias. Un nuevo escritor, hablando de la manera como las hormigas siguen una ruta determinada, dice: * «He hecho varias vecesla experiencia de modificar el olor del terreno sobre el es- pacio de algunas pulgadas solamente, y he visto á las hormigas extraviarse, cami= nando cada una á la distancia de una pulgada, cuando ménos, de la que le antece= de, hasta pasar el intervalo. Cuando el nuevo camino diferia por igual razon del antiguo, era andado exactamente del mismo modo, y más aún sl era largo.» Como prueba de que las abejas y las mariposas escogen las flores que visitan por medio del olfato, más bien que con la vista, un autor escribe: * «Las abejas, sobre todo, y tambien las mariposas buscan una sola variedad, y du- rante cierto tiempo solo fijan en ella su atencion y no se posan ni liban más miel que la de esta variedad únicamente: por ejemplo, una abeja parándose sobre un geranio escarlata nó irá despues á otra especie ó variedad, sino que permanecerá solamente en esta variedad.... no dirigiéndose nunca de un geranio escarlata á otra flor del mismo color, aun cuando ésta se encuentre tan próxima de la otra, que la toque... no he observado nunca que una abeja vaya de un lirio 4 un amarilis, ó recíproca= mente.» W. M. Gab, escritor de Santo Domingo, refiriéndose á la mariposa, dice: * «Mis criados llevaban siempre una pasta fermentada de harina de maíz, que mezclaban con agua para hacer un brebaje. Al llegar al borde de las corrientes de agua en una garganta estrecha, aparecieron indistintamente despues de que se ha- bia abierto un paquete de esta pasta, algunas mariposas, que llegaban en la misma direccion del viento, y cuando no se veía ninguna un momento ántes. De esta ma- nera he hecho maravillosas capturas. Les he puesto tambien como cebo un pedazo de plátano muy maduro ó podrido. De otro modo era imposible que se acercasen. Tenemos otro hecho notable que demuestra una delicadeza análoga de sentido del olfato en las mariposas nocturnas. ? «Los coleccionadores de lepidópteros han 1 Journal of Linn, Soc., vol. XI, (Zool.), p. 239-244, y Nature, Abril 10, 1873, p. 444. 2 Nature, Febrero 7, 1878, p. 282. 3 Nature, Octubre 18, 1877. 6 Nature, Febrero 7, 1878, p. 282. 3 Quarterly, Review of science. Oct. 1877. Articulo: Our Six=Foo!ed Rivals,—Véase la Pis Julio 18, 1878, p. 302 y 311. LA NATURALEZA 303 observado que si se encierra en una caja á una hembra de cierta especie, los ma- chos pertenecientes á esta última, llegan despues de recorrer distancias rela- tivamente enormes. » Hay razones para creer que las acciones de un gran número de insectos son de- terminadas casi siempre por un sentido olfatorio muy sutil, acompañado de mucho discernimiento, y que puede igualar, ó quizás superar en agudez al de cualquie- ra otro animal. Sin embargo, en algunos insectos, como las /¿be//ules, la vista es un sentido muy importante; de manera, que el olfato y la vista dirigen las acciones de los insectos, aunque su accion no sea igual en la misma especie. El sentido del olfato es en los peces, segun Kirby, el más agudo de todos.” Dice Lacépede: «Puede llamarse verdaderamente ojo, puesto que con su auxi- lio descubren á su presa ó á sus enemigos á distancias enormes; él es quien les guía en medio de las espesas tinieblas y en las agitadas olas. Los órganos de este sentido están colocados en el espacio comprendido de un ojo á otro. La extension de la membrana, sobre la cual se distribuye el nervio olfatorio en un tiburon de veinticinco piés de largo, es cuando ménos de doce á trece piés cuadrados. » Se supuso por mucho tiempo en algunos pájaros, como los buitres, y otros, un sentido olfatorio sumamente delicado; pero las observaciones de Darwin y otros na- turalistas tienden á demostrar que tal suposicion es de todo errónea, y atribuyen á la grande agudez del sentido de la vista, los hechos sobre los cuales se apoya. En ver- dad que, en casi todos los pájaros, el sentido del olfato es poco desarrollado. En un gran número de cuadrúpedos salvajes y domésticos, al contrario, el ol- fato es muy agudo. Como ejemplo de los primeros citarémos alguno. Swainson, dice aún: * «Se refiere que el olfato del bisonte de América es tan fino que supera al del hombre y del perro, excepto en el viento; y el camello puede, gra- cias á la perfeccion de este sentido, reconocer la proximidad del agua á la distancia de una milla, caminando por los arenosos y abrasadores desiertos que atraviesa con frecuencia. »* La agudez del olfato en el perro, con la cual descubre y sigue la pista á los diver- sos animales de caza, así como los pasos de su amo, áun en las calles muy concur- ridas, es bastante conocida de todos. Hay razones para creer que el perro emplea el sentido del olfato para usos que apénas podemos concebir. Un ejemplo de esto ha sido referido por el doctor Huggins,*el cual posée un perro, hijo de un célebre 1 Kirbyss, History, Habits and Instincis of animals, vol. A, p. 278. 2 Habits and Instincts of animals, p. 49. 3 R. C. Norman dice que «las ranas tienen la facilidad de conocer la proximidad del agua y que son atraidas instintivamente hácia ella. He tenido oportunidad de asegurarme de esto en las locali- dades donde habia agua estancada cerca de un muro ó barrera semejante. Las he visto reunirse du- rante el invierno en gran número contra el obstáculo, con la cabeza dirigida hácia el agua; y cuando yo las cambiaba de posicion, inmediatamente se colocaban como ántes, siempre en la direccion del agua.» White's, Natural History of Selvorne (Bolin's edition), p. 407. k Nature, Febrero 13, 1878, p. 281. La NATURALEZA.—Tomo V.—40. 304 LA NATURALEZA mastin inglés, llamado Turk, y quien descubrió inmediatamente en dicho perro una extraña antipatía hácia los carniceros y las carnicerías. Tomando las primeras no- ticias que le diera el primer poseedor del Turk, el doctor Huggens, supo que se- mejante antipatía habia existido en el padre y en el abuelo de su perro, así como en los demás hijos del Turk. Ha publicado algunos hechos interesantes observa- dos en uno de estos últimos perros, llamado Paris. Paris posée, dice, en alto grado esta antipatía; se resiste á pasar por una calle adonde se encuentra una carnicería, y cuando ha pasado ésta, corre inmediata- mente. Cuando un carro de alguna carnicería llegaba al lugar donde estaban los perros, aunque ellos no pudieran verle, se enfurecian tanto que rompian las cade- nas. Una tarde fué el dueño de una carnicería con su traje de trabajo á la casa del amo de Paris, con el objeto de ver al perro. Apénas hubo entrado á la casa, cuan- do el perro (aunque estaba encerrado), se puso tan furioso, que fué necesario co- locarle en un sotechado, y que el carnicero se hubiera ido sin verle. Un dia, este mismo perro, en Hastings, se lanzó sobre un señor que entraba á la casa. El pro- pietario regañó á su perro, y se excusó, diciendo que nunca habia visto al animal conducirse así, excepto cuando un carnicero entraba á la casa.—Esa es mi profe- sion, contestó el visitante. Esta facultad de descubrir á los carniceros á cierta distancia, y áun sin verles, así como cuando estaban disfrazados, no podia depender sino del gran desarrallo del sentido del olfato, con el cual percibia el perro olores que para nosotros habrian sido inapreciables. Los caballos tambien están dotados de un olfato muy fino; y esto lo prueba el hecho interesante citado por M. Darwin.* Dice, en efecto: «Hace algunos años que yo viajaba en un mal carruaje, y apénas hube llegado á una posada, cuando se detuvo el cochero quince minutos. Hizo lo mismo cuan- do llegamos á un segundo albergue; y pregunté entónces la causa de esto. El con- ductor me mostró entre los animales del tiro á una yegua, y me dijo que estaba completamente ciega desde hacia mucho tiempo, y que se detenia en todos los lu- gares del camino adonde ántes habia sido detenida. La experiencia le habia de- SUERO á dicho cochero que perdia ménos tiempo deteniendo su tiro por un momento, que tratando de seguir adelante. Examiné en seguida al animal; era indudable que éste reconocia todas las posadas del camino, ántes que los otros ca- ballos, porque cerca de ellas detenia á estos varias veces. Yo creo que esta yegua reconocia todos esos albergues por medio del olfato.» Sin embargo, los animales ejecutan muchas acciones cuando se encuentran en lugares desconocidos, que no pueden ser explicadas por medio de los sentidos, que hasta ahorahemos considerado, ya sea tomados aisladamente, ó ya combinados. ¡Có- mo, por ejemplo, pueden volver el gato, el perro ó el caballo á su casa en un cor- 1 Nature, Marzo 13, 1873, p. 1873, p. 360. LA NATURALEZA 305 to espacio de tiempo, al través de un país que les es desconocido, ó por un camino que jamás han recorrido? ¿Cómo puede el pájaro emigrador dirigir su vuelo a] través de los mares, y volver despues de haber recorrido millares de leguas hasta el mismo bosque, techado, ú otro lugar, adonde ha fabricado su nido y criado á sus hijos en la primavera anterior? Nosotros suponemos que existe en muchos animales un sentido de direcion, muy superior á los otros. Esta facultad no se manifiesta en todos los hombres, sino en estado rudimenta- rio, y en algunos animales es tan desarrollado, que se le considera como facultad nueva y misteriosa. El grado en que existe en nosotros este sentido varia mucho en los diferentes individuos. Algunos habitantes de las ciudades, bastante inteligentes, además, no son capaces de encontrar su camino en medio de las calles que se cruzan, aun en en un lugar cercano, y cuya direccion les era conocida en el momento de su par- tida; otros, al contrario, andan con perfecto conocimiento del punto á que se di- rigen y llegan fácilmente atravesando un laberinto de calles desconocidas. Esta facultad de conservar en el espíritu una direccion conocida, en medio de nume- rosos cambios de direccion, se observa, sin embargo, en un grado más elevado, en algunas razas humanas salvajes ó semicalvajes. Así, segun Darwin, von Woran- gel ha referido la manera realmente maravillosa con que los indígenas de la Si- -beria Septentrional conservan una direccion exacta hácia determinado lugar, aun recorriendo distancias considerables sobre los hielos de los hummocks; some- tidos, por consecuencia, á incesantes cambios de direccion, y sin tener nada que les guíe en el cielo ó sobre las llanuras cubiertas de hielo. Los indios de la Amé- rica del Norte muestran una facilidad semejante para encontrar su camino en me- dio de inmensos espacios montañosos, y tan, cubiertos de árboles, que la vista no puede penetrar sino algunos metros de distancia, ó en las soledades sin caminos donde únicamente reina una lúgubre uniformidad. G. C. Merrill, escribe de Kansas á este respecto: * «He observado que los cazadores y guías que pasan casi toda su vida en las llanuras y sobre las montañas, cazando al bisonte ú otro animal, vuelven siem- pre al lugar de donde han partido, cualesquiera que sean las vueltas y distancia que hayan recorrido. Para explicar esto, dicen ellos que sin tener conciencia han conservado todas las vueltas en la mente. * 1 Nature, Mayo 22, 1873, p. 77. 2 M. Henry Forde, hablando de sus viajes á Virginia occidental, dice lo siguiente (Nature, Abril 17, 1873, p. 163): Se dice que hasta los cazadores más hábiles de las montañas de esta resion son victimas de un sobrecogimiento, (que les confunde de pronto, porque conocen que han seguido una direccion absolutamente opuesta á la que deseaban); los razonamientos de sus compañeros, la vista de las desigualdades del terreno, las observaciones de la posicion del sol, no pueden vencer este sentimiento, que es acompañado de una gran nerviosidad y de una sensacion general de pavor y de trastorno. La nerviosidad viene despues del sobrecogimiento y no es la causa de éste. Los indizenas dicen que se han perdido. Este estado cesa algunas veces de una manera brusca, ó se puede disipar 306 LA NATURALEZA La perfeccion de esta facultad en los siberianos, los indios y otros, á los cuales su modo diario de vivir les da poderosos motivos para cultivarla, parece demos- trar que la práctica puede perfeccionarla, tanto bajo este respecto como bajo otros, miéntras que la ausencia habitual ó la existencia rudimentaria de esta facultad en los habitantes de las ciudades que llevan un género de vida artificial y completa- mente diferente, tendería á hacer creer que esta facultad se ha atrofiado única- mente por la falta de uso. Pero lo que distingue, sobre todo, 4 un gran número de animales, es que éstos pueden conservar de una manera admirable, esta primera nocion de direccion, en circunstancias donde las facultades de los siberianos ó indios de la América del Norte, no les seria aparentemente sino de poco provecho. M. Darwin, refiere, á propósito de este género de facultad en el caballo una historia que da lugar á re- flexiones. Dice:* Envié, por el camino de fierro, un caballo de silla, desde Kent, vía Yarmouth á Freshwater Bay, isla de Wight. El primer dia que fuí á pasearme al Este, al volver, mi caballo no quiso entrar á su caballeriza, y se volvia atrás repetidas ve- ces. Esto me hizo contrariarle, y cada vez que yolo arrendaba, giraba bruscamen- te y comenzaba á trotar hácia el Este, un poco al Norte, cuyo punto era casi la direccion de su antigua casa de Kent. Yo, todos los dias habia montado en este caballo, por espacio de algunos años, y nunca se habia conducido de este modo. Mi impresion nació de considerar que de cualquiera manera conocia la direc- cion adonde habia sido llevado. Debo decir que el resto del camino de Yar- mouth (isla de Wight), á Freshwater Bay, está casi en direccion del Sur. Elani- mal habia sido conducido á este camino por mi criado que cabalgaba en él; pero jamás mostró deseo de volver 4 esta direccion. Compré dicho animal, algunos años ántes, á un individuo de las cercanías que le habia tenido durante mucho tiempo. Esta historia es curiosa é instructiva, pero como ejemplo de la facultad de que acabamos de hablar, se puede referir uno de los numerosos casos referido por A. W. Howit, de Gippsland, á saber: ? M. Mackintosh, de Dargo, me refiere que hace dos años, al reunir el ganado salvaje á las márgenes del Annor River, se alejó de sus criados á algunas millas de distancia, sin notar que se habia extraviado. Viendo que su caballo persistia en z tomar cierta direccion, le dejó caminar á su voluntad, y el caballo se fué en línea gradualmente. El coronel Lodze, en su Hunting Grounds of the Far West, 1876, habla de este mismo género de sentimiento, sorprendente y desmoralizador de los viajeros de las praderas áun viejos y ex- perimentados. Algunos jefes indios le aseguraron áG. Gatlin (Life amongst the Indian, p. 96) que «cuando se pierde un hombre en: las praderas, recorreun círculo invariablemente hácia la izquier- da.» A este hecho singular agrega el autor «que se ha convencido de eso por pruebas subsecuentes.» 1 Nature, Marzo 1873, p. 360. 2 Nature, Agosto 21, 1873, pág. 323. LA NATURALEZA 307 recta al lugar en que estaba el campo, recorriendo casi 16 kilómetros en mal ter- reno y sin la menor huella de camino. Puede citarse otro ejemplo típico de este género de facultades manifestado des- pues de largo tiempo en un perro.* M. Charles Cobbe, de Newbridge, condado de Dublin, envió un perro á Mog- nalty, condado de Meath, y de allí, mucho tiempo despues le enviaron 4 Dublin. Escapóse de este condado, y regresó á su antigua casa en Newbridge, en la mis- ma mañana, recorriendo así el lado de un triángulo, por un camino que jamás ha- bia recorrido en su vida. Una facultad semejante á la que desplegan el caballo y el perro, se observa igualmente, pero más perfeccionada, en otras muchas especies de animales, entre los cuales pueden citarse en órden ascendente: los insectos, los cangrejos, los pe- ces y las aves emigradoras, algunos reptiles, así como cuadrúpedos, como el gato, el carnero, el asno y tal vez muchos otros. * Kirby y Spence han citado un ejem- plo muy notable, y fundado en la facultad de que se trata en este último animal. * En Marzo de 1816, un asno, perteneciente al capitan Dundas, de la marina real, residente entónces en Malta, fué embarcado en la fragata Ister, cuyo capitan era Forest, de Gibraltar á dicha isla. Habiendo tocado el buque en un banco de arena á cierta distancia del Cabo Gal (?), el asno fué lanzado de la embarcacion para de- jarle el arbitrio de nadar hasta llegar á tierra; débil recurso, en verdad, porque el mar estaba tan borrascoso que un hote que se desprendió de dicho buque se perdió. Sin embargo, algunos dias despues, al abrir por la mañana las puertas de Gibral- tar, se presentó el asno, el cual se dirigió directamente hácia las caballerizas de la casa de un comerciante, M. Weekees, adonde habia permanecido ántes; cau- sando esto gran sorpresa á ese individuo, quien pensó que por algun accidente no habia sido embarcado el animal en el Ister. Fl misterio se aclaró cuando regresó el bajel; y se probó que Vaillante (este era el nombre del asno), no solamente ha- bia nadado con buen éxito hasta llegar á tierra, sino que sin guía, mapa, ni brú- ¿ula habia encontrado su camino de Gal á Gibraltar, recorriendo así una distan- cia de más de doscientas millas (320 kilómetros) al través de un pais montañoso, embrollado y cruzado de rios, que jamás habia atravesado; y ésto, en un tiempo tan breve, que no habria podido hacer algun rodeo. En cuanto al hecho de que no ha- bia sido detenido en su camino, se le atribuye á que habia servido otras ocasiones para el castigo de los criminales; lo cual les era indicado á los aldeanos (que les tienen un horrorsupersticioso á estos burros) por los agujeros que tenian en las ore- jas, y que sirven para atar á los reos para azotarles. En vista de los hechos de esta naturaleza, es evidente que no podemos explicar- los por una extension,tan considerable como se la pueda suponer, de los sentidos 1 Quarterly Review, Octubre 18792. 2 Véase los casos citados en la Nature, vol. VIL 3 IMitrod. to Entomology, 7* ed., 1860, p. 552. LA NATURALEZA.—Tomo V. —40-20 del olfato ó de la vista; y debemos suponer á los animales en general, aunque des- igualmente, dotados de un sentido particular que les permite conservar, en medio de todas sus peregrinaciones, una percepcion constante, ó sentido de direccion, de los lugares adonde han sido llevados y á los cuales estaban perfectamente ha- bituados. Ultimamente, M. Cyon, ha dirigido una comunicacion* que dará (tarde ó tem- 308 LA NATURALEZA prano) muchas luces sobre la cuestion del órgano y de los centros nerviosos que in= tervienen en este supuesto sentido de direccion, el cual parece existir, aunque desigualmente, en el hombre y otros animales inferiores. Las investigaciones de M. Cyon, le han conducido á declarar la existencia de un órgano sensorio más ó ménos independiente (formando parte del órgano del oído) y de gran importancia fisiológica, que él designa con el nombre de órgano del sentido del espacio.? Il. De la inteligencia. Creíase que todos los actos definidos de los organismos inferiores son de la na- turaleza de las acciones reflejas, ó de la de los actos instintivos, con los cuales esas acciones se confunden por graduaciones casi insensibles. Esta proposición podria ser verdadera para todas las acciones de las medusas, de los gusanos y moluscos; á excepcion tal vez, entre estos últimos, de algunos cefalópodos, activos y bien dotados. Cualquiera contacto áspero y extraño solo produce en la babosa, cuando anda, una accion: su cuerpo y sus cuernos se contraen, y el primero es atraido á la con- cha por su músculo retractor. No se observó nunca otra accion despues de seme- jante stímulus. En su caminata diaria, los diversos movimientos de la babosa son de igual naturaleza; excitados estos en alto grado, segun parece, por la sensacion general conocida con el nombre de hambre; y variados rara vez por otras exci- taciones. Influenciadas por una ¿mpulsion 6 un deseo de alimentarse, las impre- siones olfatorias y visuales guian al animal hácia las plantas de que acostumbra alimentarse, pero con un tino que solo puede depender de sus acciones nerviosas rudimentarias. Verémos que miéntras ménos sea el desarrollo del cerebro en los organismos que ejecutan estas acciones instintivas complexas, con ménos frecuencia encon- 1 Comples rendus, 31, dic. 1877. 2 Todo lo que se refiere á este punto no es aún conocido. Además de lo que aqui se ha escrito, han aparecido dos artículos que se ocupan de esta cuestion, los cuales, además de la exposicion y la críti- ca, contienen las indicaciones sobre la literatura del objeto. El uno, del doctor Crum Brow, se ha pu- blicado en la Nature (Octubre 1878); el otro, del profesor Croom Robertson, en Mind (Octubre 1878, p. 559). LA NATURALEZA 309 trarémos algo análogo á la razon, interviniendo en sus relaciones accidentales con los fenómenos poco familiares y que están fuera del límite de sus experiencias ins- tintivas or dinarias. Para probar la exactitud de esta suposicion, es conveniente estudiar bien alguno de los actos que se refieren de los insectos sociales, sobre los cuales tenemos conoci- mientos más exactos, y cuyos instintos son muy notables (como las abejas, avispas y hormigas). Podemos llegar así á algunas conclusiones sobre la extension en la cual lo que llamamos ordinariamenterazon, parece influenciar sus acciones. Tam- bien podrémos aprovechar el informe de las numerosas observaciones experimen- tales hechas últimamente por Sir John Lubbock, * y ejecutadas con el mayor cui- dado posible, sobre la grande inteligencia por la cual son reputados estos animales. Estos han sido, particularmente las abejas y las hormigas, las favoritas de los naturalistas, los cuales no han dejado de interpretar, de la manera más imparcial, los actos y la conducta de otros insectos semejantes de seis patas. Ha habido in- disputablemente una tendencia á considerar estos actos bajo el punto de vista ex- clusivamente humano. En vista de esto, era preciso que algun observador inteligente, como Sir John Lubbock, hiciese nuevas observaciones especialmente sobre este objeto. Algunos ejemplos bastarán al lector para formar una opinion sobre la extension de la facultad que poseen los insectos de adaptarse á condiciones que no les son habituales. El primer ejemplo muestra irremisiblemente, la incapacidad relativa de las abe- jas para acomodarse á los cambios de medios, y hace ver tambien, de una mane- ra accidental, su falta de lealtad real, ó de simpatía hácia la reina cuando ésta se encuentra separada de lo que la rodea ordinariamente. Deseando cambiar mi abeja reina por otra de raza distinta, la coloqué, dice Sir John Lubbock, con algunas obreras, en una caja que contenia un pedazo de pa-= nal. En estas nuevas y extrañas condiciones, las obreras no tuvieron ninguna atencion hácia su reina, de manera que despues de tres dias se la encontró débil, sin auxilio y hambrienta. Al dia siguiente el observador colocó á la desdichada reina en la ventana á que llegaban algunas abejas que venian de una provision de miel; ninguna de sus semejantes tuvo la menor atencion hácia ella. Esta mis- ma reina, colocada despues en un panal, atrajo inmediatamente á un gran nú- mero de abejas. Otra experiencia tiende á confirmar la regularidad maquinal é inmutable de la inteligencia de la abeja, mostrando la dificultad que experimenta al reconocer su alimento cuando difiere ligeramente del que acostumbra tomar. Nótase cierto número de insectos muy atareados alrededor de algunos agrace- jos, y, dice Sir John Lubbock, coloqué, entre dos ramos de flores de éstos, un 1 Journal of Linn. Soc. (Zool.), vol. XII, XIII y XIV. 310 LA NATURALEZA platillo con miel. Estas flores eran visitadas frecuentemente por las abejas, y aquellas estaban tan próximas que apénas habia espacio para poner el platillo; no obstante, de las nueve de la mañana hasta las tres y media de la tarde, ninguna abeja hizo caso de la miel. Entónces puse una poca de miel en uno de los ramos de flores, que presto fué chupado con avidez, y dos abejas volvieron continua- mente por espacio de cinco horas. Además, la incapacidad de reemplazar el uso del sentido por el de otro, como en el caso siguiente, referido por el mismo observador, parece una falta extraña de inteligencia adaptable por parte de la abeja. A las diez y cuarto de la mañana puse á una abeja bajo una campana de vidrio de diez y ocho pulgadas de alto y de seis y media de ancho, hácia la boca; allí es- tuvo volando hácia la extremidad cerrada; zumbó casi hasta las once y quince minutos, cuando viendo que no se escapaba la puse en la colmena. Dos moscas, al contrario, que habia puesto en su compañía, se fugaron en seguida. A las on- ce y treinta minutos puse otra abeja y una mosca en el mismo vaso. La mosca voló en seguida. Durante media hora la abeja intentó salir por la extremidad cerrada; giré entónces la abertura hácia la luz, y el insecto voló inmediatamente. Para estar seguro, repetí la experiencia y obtuve el mismo resultado. Las abejas y las avispas, crée Sir John Lubbock, que encuentran su camino por un sentido de direccion más bien que por la vista; aunque la avispa no lg- nore tanto como parece hacerlo la abeja, este último orígen de conocimiento. La hormiga, al contrario, parece estar apénas dotada de este sentido de direccion. Parece guiarse casi solo por el olfato, y cuando éste es imperfecto, camina á la casualidad, haciendo poco ó ningun uso del sentido visual. Esto se ha demostra- do suficientemente. * Las hormigas, las más veces, guardan poca ó ninguna consideracion hácia sus compañeras en la desgracia, así como á aquellas que encuentran muertas á su pa- so. Sin embargo, si alguna de ellas es aplastada en un camino frecuentado, todas las demás que llegan inmediatamente parecen horrorizarse y espantarse. Corren agitadamente de un lugar á otro y pronto se extravian y retroceden. Esto quizá es debido sobre todo, al mal olor que emana de las hormigas machucadas, más bien que á una emocion violenta producida á la vista de sus semejantes muertas, de quienes no hacen caso. Esta idea es confirmada por el hecho de que se condu- cen casi de la misma manera cuando pasamos la extremidad del dedo, una pie- dra, ó un baston, al través de su camino por un muro ó por el suelo. Estos in- sectos parecen realmente excitarse y horrorizarse por las impresiones inusitadas que reciben por medio de sus órganos sensorios dominantes, y esto en un grado de perfeccion debido ála fuerza de estas impresiones.” 1 Journal of Linn. Soc. (Zool.), vol. XUL, p. 239-244. 2 Nature, vol. VIL, p. 443; vol. VIIL, p. 24-303. LA NATURALEZA 34 Las hormigas comunes de nuestros países no se deciden, á pesar de una fuerte tentacion, á saltar ó á dejarse caer de una pequeña altura. Sir John Lubbock ha repetido varias veces experiencias de este género. Introdujo algunas hormigas (Lasius niger) entre las larvas, y despues que se hubieron ocupado, durante al- gun tiempo de llevárselas, quitó una porcion del puente por la cual tenian nece- sidad de pasar para volver adonde estaban las larvas, de manera que quedó éste interrumpido en un espacio de ocho milímetros. El resultado de varias experien- cias fué que despues de que anduvieron corriendo hácia adelante y hácia atrás, se fueron todas, abandonando á su presa, á pesar de que hicieron grandísimos esfuerzos, porque no se les ocurrió saltar ocho milímetros hácia arriba. ? El mis- mo observador agrega: « Kn el momento en que se efectuó la separacion, habia quince hormigas sobre las larvas. Habrian entrado indudablemente si una de ellas hubiera permanecido fija y hubiese permitido á las otras que subieran sobre su dorso, lo cual no se les ocurrió tampoco.» Por algun tiempo anduvieron inde- cisas y errantes. Esta falta aparente de habilidad y esta aversion que muestran las hormigas para salvar las pequeñas alturas, son notables, pero no se encuentran en todos estos animales en general. listo ha sido demostrado por los hechos que el coro- nel Sykes ha comunicado á Kirby, * el cual ha hecho en la India varias observa- ciones con unas grandes hormigas blancas. Cuando yo estaba en Peona, dice el coronel, me sirvieron para mi experiencia unas frutas, pasteles y conservas diversas, que estaban en una pequeña mesa que habia á un lado del comedor. Para precaverlas contra las incursiones de las hor- migas, se habian sumergido en cuatro vasos llenos de agua los piés de la mesa, y ésta distaba de la pared una pulgada, y estaba cubierta con un mantel para resguardarla del polvo que entraba por las ventanas. De pronto, las hormigas no intentaron atravesar el agua; pero como el intervalo no tenia más que una pulgada ó pulgada y media de ancho, y como las dulceras estaban muy apetito- sas, al fin, desafiando todos los peligros, atravesaron y saltaron el canal, hasta que hubieron llegado al objeto de su deseo; porque se encontraban todas las ma- ñanas centenares en la mesa; se les perseguia constantemente, sin que por esto disminuyeran; hasta que, por último, se untaron los piés de la mesa con tremen- tina. Esto pareció al principio una barrera eficaz; y no obstante, solo por algunos dias surtió efecto; porque pronto decidieron estos animales un nuevo ataque: no se comprendia cómo llegaban á los dulces, hasta que el coronel Sykes, que pa- saba seguido por frente á la mesa, vió caer 4 una hormiga de la pared, á la distan- cia de un pié arriba de aquella, sobre el mantel que la cubria. Otras la siguieron, de manera que, aunque la trementina y la distancia al muro parecian serios obs- 1 Journ. of Linn. Soc. (Zool.), vol. XUL, p. 217. 2 Habits and Instinets, vol. 1, p. 251. La NATURALEZA.—Tomo V.—41. 312 LA NATURALEZA táculos, no se le agotaron al animal los medios de que disponia para conseguir su objeto; y subiendo por el muro hasta cierta altura, les bastaba un ligero brinco para caer con seguridad en la mesa. Parece que estos actos son determinados por la 7azo2; pero éstos son guiados, probablemente, por un sentido visual superior al que poseen las hormigas de nues- tros países, las cuales, así como lo ha demostrado Sir John Lubbock, se sirven poco de este sentido. Debe notarse que la falta aparente de inteligencia, manifestada por la aversion que tienen nuestras hormigas á saltar, es debida tal vez simplemente á la debilidad de su vista. El sentido del olafto por más desarrollado que sea, no les bastaria en el caso de que tuvieran que saitar, y los ojos laterales de nuestras hormigas, bastante pequeños además, no serian de mucha utilidad para realizar este acto. Se ha admitido generalmente que las abejas dan algunas pruebas de compasion hácia sus compañeras heridas ó desgraciadas. He aquí lo que dice respecto á esto, Sir John Lubbock: * Se sabe que cuando alguna de ellas tiene miel sobre sí, es lamida por las otras hasta que está apta para volar; pero he podido convencerme que esto ha sido más bien por la miel que por la abeja. El 27 de Setiembre, por ejemplo, experimenté con dos abejas, una de las cuales habia sido sumergida en la miel, y la otra untada apénas; ésta fué limpiada: en cuanto á la primera, no le prestaron nigun auxilio. Además, coloqué varias veces algunas abejas muertas al lado de la miel que iban á tomar las otras; pero éstas nunca hicieron caso de aquellas. Otras experiencias confirman esta opinion, y Sir John Lubbock, dice en su segunda Memoria (loc. cit., vol. XH, p. 231): «Léjos de haber podido descu- brir en ellas una huella cualquiera de afeccion, me parecieron absolutamente in- sensibles, y del todo indiferentes las unas hácia las otras. » No se ha citado ningun caso que pruebe que la conducta de nuestras hormigas sea diferente bajo esta consideracion (loc. cit., p. 492), sino ántes bien que aquellas que habian sido marcadas con pintura han vuelto á sus nidos despues de haber sido lamidas por sus compañeras.” Pero M. Belt, en su obra titulada Natura- listin Nicaragua, cita algunos casos muy notables en que las hormigas forra- ¿eras manifiestan cierta simpatía hácia sus compañeras, cuando éstas se encuen- tran en la desgracia. Dice que un dia que examinaba una columnilla de hormigas (Leiton hamata), colocó una piedrecita sobre una de ellas. La que se acercó en seguida, apénas hu- bo descubierto su situacion, cuando corrió rápidamente hácia atrás comunicando la noticia á las otras. Todas se precipitaron sobre el obstáculo; las unas, mordiéndo- le éintentando moverle, las otras. tomando á la paciente de las patas y estirándola 1 Habits and Instincts, vol. XIL, p. 428. 2 Habits and Instincts, vol. XML, p. 230. LA NATURALEZA 343 con tanta fuerza, que temí que se las arrancasen. Cubrí despues á otra con un pe- dazo de arcilla, dejándole á descubierto únicamente las antenas. Fué encontrada inmediatamente por sus compañeras, las cuales se pusieron desde luego á trabajar, y la libertaron arrancando con sus mandíbulas los pedazos de arcilla. Tal vez se observen actos semejantes á los que ejecutan las hormigas forra- Jeras en favor de sus compañeras, en otras especies de hormigas, aunque en éstas no sean habituales. Por lo demás, no estamos seguros de que, como dice M. Belt, cada una de las hormigas que fueron en auxilio, habia recibido determinado aviso. Ellas pudieron seguir simplemente una campaña excitada. Pronto se darán á co- nocer las pruebas acerca de esta opinion, al ménos para lo que concierne á las hor- migas ordinarias. Creíase tambien que los insectos sociales daban muestras de alegría, á juzgar por sus mútuas caricias, cuando se encontraban despues de haber permanecido separados algunas semanas ó meses. Pero las experiencias de Sir John Lubbock no han dado ningun resultado que tienda á confirmar ese aserto. Se ha dicho que todos los individuos de un enjambre se conocen, y que cuando hay algun extraño es expulsado de la colmena. Jsto solo en parte es verdadero. Sir John Lubbock ha observado que las abejas conocen su colmena y entran á ella con certeza. Al- gunas veces, sin embargo, entran á otra, sin el menor temor, y sin ser por esto molestadas. Las hormigas parece que se conocen mucho mejor que las abejas. Sir John Lubbock, ha notado * que las hormigas no pueden permanecer en un nido extraño; son atacadas siempre con tenacidad, y matadas, por último (á excep- cion de una sola especie. —Lastus flavus—.) Las antiguas compañeras, despues de una separacion de seis meses ó más, no son recibidas con ninguna mues- tra de cordialidad; pero no se oponen en general ¿ su venida. Esta memoria aparente en los individuos de una colonia, puede depender quizás de alguna dis- tincion delicada establecida por el sentido del olfato. Una hormiga de otra socie- dad, aunque pertenezca á la misma especie, puede presentar alguna circunstan- cia que le distinga de las demás; miéntras que un miembro de la misma colonia, áun despues de una larga ausencia, no presenta ningunos caractéres particulares, y pasa desapercibida en lugar de ser reconocida por sus compañeras. ¿Qué debemos pensar, además, de la memoria en las avispas, ó de la aptitud del individuo para instruirse por su propia experiencia, en vista de los hechos siguien- tes, referidos por Sir John Lubbock? * A una avispa, que habia sido marcada para encontrarla, se le enmelaron las alas de manera que no podia volar; y como el experimentador no sabia donde es- taba su colmena, no pudo hacérselas limpiar por sus compañeras del modo ya indi- cado. Él creyó que se moriria; pero como último recurso, decidió lavarla, su= 4 Journ. of Linn. Soc., vol. XL, p. 224-237. 2 Loc. cit., vol. XI, p. 138. 314 LA NATURALEZA poniendo que tal operacion «le causaria tanto susto que no volveria.» La tomó + y la puso en una botella que contenia agua hasta la mitad, sacudiendo aquella hasta que la miel se hubo lavado. Se le cambió entónces á una botella seca, la cual se puso al sol. Habiéndose secado, dice Sir John Lubbock, «la dejé ir y voló inmediatamente á su colmena. "Trece minutos despues me sorprendió verla ya de regreso como si nada le hubiera sucedido, y continuó visitando por algun tiempo la miel. ... lista experiencia me interesó tanto que la repetí con otra avispa marcada, á la cual sumergí en el agua hasta que quedó inmóvil é insen- sible. Cuando la saqué se reanimó, le dí de comer, y voló tranquilamente á su colmena como de ordinario, volviendo despues de su acostumbrada ausencia. En la mañana siguiente ella fué quien visitó primero la miel. » Segun lo que se ha dicho, el lector no se sorprenderá al ver que las minu- ciosas investigaciones de Sir John Lubbock, no dan ningun apoyo al supuesto lenguaje de los insectos sociales: no ha encontrado nada que le pruebe que estos posean la facultad de comunicarse, ya sea por medio de sus antenas ó ya por otro motivo. Sus investigaciones fueron hechas con el mayor cuidado y repetidas va- rias veces, en vista de elucidar definitivamente esta cuestion; y por el resultado de ellas pudo convencerse de que, opuestamente á lo que han dicho Húber y Du- jardin, las avispas y las abejas, «no poseen la facultad de comunicarse entre sí, ni de darse ningun aviso sobre el alimento, etc., que han encontrado. » El mis- mo observador agrega: «Indudablemente cuando una avispa ha descubierto una provision de miel, las otras inmediatamente tienen conocimiento de esto; pero se cree que tal cosa solo depende de que se siguen mútuamente. Si se comunicaran el hecho, apareceria desde luego, en gran número, pero esto no se observa.» Las experiencias y las observacicnes que Sir John Lubbock ha hecho con las hormi- gas, para elucidar la misma cuestion, le han conducido á la siguiente conclusion: * «Cuando una hormiga descubre alguna provision de alimentos, y las demás se agrupan gradualmente hácia el mismo punto, son guiadas en unos casos por la vista, y en otros se siguen la pista. » Además, varias personas han creido que las abejas y las avispas se comunican sus impresiones por medio de los sonidos, lo cual implica en ellas la existencia del sentido del oído. Pero como ya se ha dicho, el observador citado notó, no obs- tante, que las abejas, las avispas y las hormigas no dan muestras de la menor atencion cuando se producen cerca de ellas lo más variados sonidos. Estas investigaciones de Sir John Lubbock, son las mejores que se han hecho para probar realmente, por medio de experiencias satisfactorias, la inteligencia adaptable de los insectos sociales, cuyos actos instintivos son tan complexos como admirables; y hasta ahora nos bastan para demostrar que no habia ningun fun- damento al admitir en dichos animales algo análogo á la razon. Sus experiencias A Loc. cil., vol. XML, p. 485. LA NATURALEZA 315 han probado, en muchos casos, la falta absoluta de razon; áun cuando no habia necesidad de desviarse mucho las acciones ordinarias para que estos insectos (los más inteligentes de su clase) pudiesen adaptarse á ciertas modificaciones hechas de intento á los objetos que les rodean. El corolario siguiente es precisamente el recíproco del que se acaba de probar. Dice así: —Miéntras mayor es el desarrollo del cerebro en los organismos que eje- cutan alguna de las acciones instintivas complexas, con más frecuencia interven- drán los actos de la razon en sus relaciones accidentales con los fenómenos poco habituales, y que están fuera de los límites de su experiencia instintiva ordinaria. Despues de los insectos las aves son notables por sus instintos: como el cere- bro y el sistema nervioso en general es mucho más desarrollado en los pájaros que en los insectos, debemos encontrar, segun el corolario mencionado, en los primeros mayor libertad y variedad en las acciones, así como un ejercicio más constante y evidente de los actos de razon, emocion, imaginacion y volicion.” No será difícil probar que en las aves existe una variada serie de fenómenos vitales. Citarémos algunos ejemplos. Referirémos primeramente una historia interesante escrita por el naturalista escocés, Tomás Edwards, el cual ha pasado casi toda su vida estudiando las cos- tumbres de los animales inferiores. Dicha historia trata de un pájaro llamado Gira-piedras, que se alimenta en las playas con pequeños crustáceos. Los actos citados parecen domostrar la existencia de una imaginacion distinta del objeto deseado, y de una adaptacion razonada y conforme con los medios que hay que poner en práctica para llegar al fin propuesto. «Un dia, dice T. Edwards, que yo me paseaba por la playa, al oeste de Bantf, observé á lo léjos á dos pájaros que estaban en la arena cerca de un objeto gran- de. Bajando mi fusil de la espalda y preparándole, logré arrastrarme por la pen- diente atravesando los galetes hasta llegar, en fin, cerca de dichas aves, las cua- 1 El lector no debe deducir de aquí que no se encuentran manifestaciones distintas de estos ac- tos mentales, hasta que se llegue áanimales de este grado de organizacion. Los signos de emocion, por ejemplo, son tipicos en ciertos reptiles. R-M. Middleton dice (Nature, 31 de Octubre de 1878, p- 696): «Durante el último estio, yo conservaba cinco camaleones, y observé varias veces que les causaba terror y rabia estar cerca de las serpientes. Cuando un camaleon grande, de Alceria, que yo poseia, vió á una serpiente ordinaria saltar cerca de él, comenzó inmediatamente á inflar su cuerpo y su buche, se agitó hácia adelante y atrás con grande enercia, ó se retiró rápidamente girando el cuer- po del lado opuesto á la serpiente, abriendo su cavernosa boca, soplando é intentando morder á lo que consideraba como un enemigo natural. Al mismo tiempo su cuerpo experimentó un cambio de color casi instantáneo; prontamente se cubrió de un gran número de manchas morenas. Es curioso ver cómo los mismos sintomas de miedo y de cólera se manifiestan cuando se le presenta una lagar- tija Ó una rana. El colmo de esta nerviosidad grotesca se notó un dia que un camaleon hubo visto á una muñeca de niño. Quizás los ojos de vidrio de la mencionada muñeca, dándole á ésta la aparien- cia de vida, causaron terror al reptil.» Ultimamente el autor ha comprobado estos signos de terror ó de cólera en el camaleon. La oscilacion del cuerpo hácia adelante y hácia atrás y su enorme boca abierta eran los caracléres constantes: cuando se tomaba al animal en este momento, se podia sentir una especie de temblor particular. La NATURALEZA. —Tomo V.—41.-22 316 LA NATURALEZA les estaban ocupadísimas en voltear un pez muerto que era de un volúmen seis veces más grande que el de cada pájaro. Eran dos gira-piedras. No queriendo interrumpirlos y deseando presenciar sus operaciones procuré deslizarme, sin ser visto, á un agujero que habia en los galetes un poco más cerca de ellos. Yo dis- taba solo algunas varas de los pájaros, y podia, sin que me vieran, observar todos sus movimientos. . . . Habiéndome instalado perfectamente en mi observatorio de galetes fijé toda mi atencion. Empujaban de una manera atrevida al pescado con su pico primeramente y despues con su pecho; pero en vano (el objeto permane- cia inmóvil). Se dirigieron entónces al lado opuesto y comenzaron á rascar la arena debajo del pescado. Despues de haber quitado una gran cantidad, volvie- ron al lugar en que estaban primero y continuaron trabajando con el pico y el pe- cho; pero aparentemente con tan poco éxito como al principio. Sin desalentarse, sin embargo, volvieron por segunda vez hácia el otro lado, y siguieron su exca= vacion, con la firme intencion de no abandonar sus proyectos que eran evidente- mente ahuecar debajo del animal muerto á fin de lograr voltearle fácilmente. Miéntras se ocupaban en esta operacion, y habiendo trabajado tanto de un lado como de otro durante media hora, se juntaron con otro pájaro de su especie que llegó rápidamente de las rocas vecinas. La oportuna llegada fué celebrada con señales de verdadera alegría. Concluidas sus mútuas congratulaciones, continua- ron los tres la obra; y habiendo trabajado vigorosamente algunos minutos en 'se- parar la arena, se dirigieron hácia el otro lado, y apoyando simultáneamente sus pechos contra el pescado lograron alzarlo algunas pulgadas mas sin poderlo vol- tear; volvió éste á caer sobre la arena á pesar del esfuerzo de los tres pájaros. No obstante esto, despues de reposar un momento y sin moverse de sus puestos respec- tivos (un poco distantes unos de otros) resolvieron, segun parece, poner en juego otro medio. Apoyando el pecho sobre la arena, lograron introducir el pico debajo del pez al cual levantaron áun casi á la misma altura que la primera vez: retiran= do entónces el pico, y sin perder el adelanto obtenido, aplicaron el pecho contra el cuerpo con tal esfuerzo y habilidad, que cediendo éste por último, rodó á algunas varas de distancia al fin de un pequeño declive. Los pájaros hicieron tal esfuerzo que le siguieron ántes de recobrar su perdido equilibrio. Volvieron inmediata= : mente con ardor al lugar de que habian desalojado el obstáculo que por tanto tiempo se les opuso, y sus movimientos rápidos y contínuos probaron eviden- temente que una abundante comida era la recompensa de su loable é industrioso trabajo. Un escritor refiere tambien en la Nature* un incidente del cual ha sido testigo frente á una posada cerca de Richmond donde merodeaban algunas palomas. La manera de obrar de úna era de un carácter del todoinusitado, y habia sido probable- mente adiestrada por algun individuo. Además, parecia que sus actos debian ha- 1 Agosto 21 de 1873, p. 325. LA NATURALEZA 347 ber sido guiados por un conocimiento enteramente distinto del fin que se esperaba. Hé aquí el suceso: Cierto número de estos animales, recogian varios granos de avena que acci- dentalmente habian caido del saco suspendido á la boca de un caballo. Así que hubieron consumido el grano que habia cerca de ellas, una, batiendo furiosamen- te sus alas, se lanzó directamente á los ojos del caballo, el cual sacudió la cabeza y naturalmente hizo caer algunos granos. Vi repetirse esto varias veces siempre que se agotaba la provision. El autor bien podria preguntar en vista de esto si no hay algo superior al instinto. Es muy conocida la afeccion natural de los pájaros hácia sus polluelos, pero aún es más notable la razon que desplegan algunas veces bajo la influencia de esta emocion. Esto lo probarán algunos ejemplos. White, en su obra Natural History of Selborne, dice, que varios papa-mos- cas construían cada año sus nidos en las parras adheridas á los muros de su casa. «Un par de estos pajarillos, añade, habia en cierto año, colocadoinadvertidamen- te su nido en una rama desnuda (tal vez en un tiempo sombrío, sin tener en cuen- ta el inconveniente que esta circunstancia presentaria); pero á la llegada de una estacion ardorosa, cuando la pollada no habia emplumado aún, la reflexion del sol sobre el muro llegó á ser insoportable, y habria hecho perecer inevitablemente á los polluelos si el afecto no hubiera sugerido un medio y obligado á los padres á permanecer sobre el nido durante las horas de mayor calor,con las alas extendi- das y con el pico abierto para respirar, preservando así del calor á sus hijos.» El editor de la obra mencionada' ha citado otro ejemplo muy notable: «Un dia que llovia, dice, un nido de golondrinas saturado de humedad cayó al suelo. Contenia éste cinco polluelos sin pluma aún. Una señora que vió el accidente re- cogió á los pajarillos, y colocó los restos del nido en un canastillo que puso dentro (2 ó fuera) de la ventana de su gabinete de aseo: tuvo el gusto de ver que los pá- jaros fueron á darles de comer á sus hijos. Uno de éstos estaba tan débil que no podia tomar tanto alimento como los otros, y por lo mismo, cuando éstos pudieron abandonar el nido, aquel apénas estaba medio emplumado y soportando el frio por hallarse solo en el nido. Este frio agudo soplaba del Nordeste, y penetraba en ese tiempo por las aberturas de la canasta, aumentando así los sufrimientos del pobre pajarillo. Entónces se vió que llegaron inmediatamente los padres llevando tierra en su pico, y en breve construyeron contra el canasto un muro que pre= servaba perfectamente al polluelo de la fria brisa. Acabó su desarrollo y voló. » En estos casos, es evidente que encontramos actos razonados ejecutados con una imaginacion distinta del objeto propuesto, y esto en presencia de condiciones desconocidas. “Tenemos pues, á la razon, la imaginacion, y la volicion combinán= 1 Illustrated Library, edition Bohn, p. 154. 318 LA NATURALEZA dose para lograr un nuevo fin. Pero se pueden citar aún otros casos notables. El editor de la obra de White, dice aún:* «Se me han referido varios hechos interesantes acerca de la disposion caracte- rística de los martinetes, cuando sus nidos han sido invadidos por los gorriones. Un individuo de Hampton-Court, me informó de un hecho observado por él una mañana y que consistió en que dos gorriones habian incuvado sus huevos en un nido de martinetes, cuando dos ó tres dias despues de nacidos los polluelos, llegó cierto número de martinetes, los cuales hicieron pedazos el nido. El observador encontró á aquellos, no emplumados aún, abajo de la ventana. Otra vez, el con- tramaestre, carpintero de palacio, en Hampton-Court, me refirió que miéntras trabajaba en su establecimiento, unpar de golondrinas hizo su nido en el codo de una ventana inmediata, adonde las observaba con frecuencia. Cuando hubieron concluido el nido, llegaron aleunos gorriones, los cuales tomaron posesion de él y depositaron allí sus huevos. Miéntras que la hembra les encuvaba llegaron va- rios martinetes y taparon el agujero. Algunas semanas despues, examinó el nido y encontró al gorrion muerto sobre sus huevos. Además, segun Swainson, «muchos pájaros, de la familia de los papagayos, son muy conocidos por mostrarse unos á otros una grande y duradera afeccion;» y este autor añade: «Bonnet menciona la mútua afeccion observada en dos pájaros, llamados de amor, los cuales estaban en la misma jaula. Al fin, la hembra se en- fermó, y su compañero mostró grandes señales de apego; le llevaba el alimento desde la parte inferior de la jaula hasta el perchero donde estaba parada; cuando murió, el pobre pájaro voló alrededor de ella con grande agitacion, intentando á veces abrirle el pico para darle de comer. Pronto languideció y no sobrevivió si- no algunos meses despues de la muerte de su compañera. Pero las acciones que ejecutan los pájaros para defensa de sus hijos, son quizás más notables, y más aún si están dotados de una gran emocion («parece que no se tienen ninguna consideracion individual y que no temen al peligro»). Como dice Swainson, «los pájaros más débiles atacan á los más fuertes y les persiguen durante el tiempo de la incuvacion. Sabemos que si existe un par de cuervos en alguna cavidad de las rocas de Gibraltar, no tolerará que un buitre ó una águila se aproximen á su nido, sino que les atacará de una manera terrible. » Y los me- dios empleados por la perdiz, el frailecillo, el chorlito y otros muchos pájaros para entretener y desviar la atencion de los que pudieran acercarse á sus polluelos, -son muy curiosos. ' En cuanto á los mamiferos (perro, elefante, mono) son los que dan pruebas más notables de inteligencia. No faltan pruebas acerca de que algunas emociones del perro pueden tener una base independiente de la pura afeccion instintiva hácia sus hijos.: La simpatía del 1 Edition Bohn, p. 1666. LA NATURALEZA 319 perro hácia su amo en la desgracia es más marcada que la que puede tener hácia los miembros de su propia especie en circunstancias más ó ménos análogas. Ke- fiérense numerosas anécdotas del primer género de simpatía de parte del perro, y debe verse este sentimiento como un efecto de la inteligencia y de su amor hácia sus amos. Son relativamente poco numerosos los ejemplos de simpatía hácia su misma especie. Swainson, sin embargo, cita un ejemplo. Dice: ” El reverendo M. $... de M., .. . en Denbighshire, tenia un perro de Terra- nova, favorito, el cual vivia cómodamente y ejercia su poder con gran bondad. Más de una vez se le vió saltar la puerta que ponia en comunicacion el patio de la casa con la quinta, llevando grandes huesos que le habian dado á él, 4 un per- ro de caza que estaba atado en la caballeriza. La aversion que algunas veces manifiesta el perro hácia los individuos de su misma especie, aversion que nace á primera vista, es admirable en sí misma; pero cuando hallamos que este animal conserva un recuerdo de esta clase de emocion, recuerdo que se despierta, despues de algun tiempo por una simple asociacion de ideas y con tal fuerza que determina una accion inmedita, merece citarse como un ejemplo de procedimientos mentales y de emocion en el perro. El doctor Paladilhe, de Montpellier, cita un caso interesante de esta naturaleza. Debiendo ir á pasar algunos dias con unos parientes que habitaban en una pequeña aldea, á unos 39 kilómetros de distancia, se llevó á una hembra de galgo que jamás ha- bia estado allí, Sucedió, dice, * que: «no léjos de allí habia una perra perteneciente á uno de los vecinos de mi primo: entre los dos animales se despertaron (desde el principio de mi corta permanencia) un odio y un coraje grandísimos: tenian lugar actos terri- bles, no solamente todos los dias, sino cada momento. El tiempo no bastó para que esa perpétua hostilidad disminuyera, y hasta en los últimos momentos de mi partida, ambos riñeron varias veces. ll año siguiente volví, acompañado de mi perra, al mismo lugar: tres cuartos de hora próximamente ántes de llegar al pue- blo, el animal, como herido por una idea súbita, partió hácia adelante con rapidez; y todos los esfuerzos que hice para detenerle fueron inútiles. Al llegar al pueblo supe que habia tenido lugar un ataque terrible entre mi galga y la perra de la aldea, las cuales estaban á punto de seguir el combate despues de que hubieron cesado momentáneamente las hostilidades.» Algunos perros parece que tienen tambien una nocion rudimentaria de lo que es justicia é injusticia, lo cual lo atestigua la existencia de los procedimientos men- tales de cierta complexidad para los animales de este género. Léuret cita la anéc- dota siguiente: «Arago, el astrónomo, fué sorprendido una vez por la tempestad en un pueble- 1 Habits and instincis of Animals, p. 72. 2 Nature, Agosto 7, 1873. La NATURALEZA.—Tomo V.—42, 320 LA NATURALEZA cillo del Sur de Francia; y Dureau de Lamalle, el cual ha referido la hisloria (Ann. des sc. nat., t. XII, 1831), dice que en la casa de los aldeanos adonde habia buscado refugio, no pudieron ofrecerle más alimentos que un pollo (el cual dió á cocer inmediatamente). El torno estaba provisto de un tambor en el cual entra- ban unos perros que ya se habian acostumbrado á imprimirle el movimiento nece- sario. Uno de los perros que se tenia para este objeto (y que se llamaba yira- torno) estaba en la cocina, y de allí quiso tomarle el campesino para hacerle trabajar; pero se le enfureció, y fué en seguida á ocultarse desobedeciendo resuel- tamente las órdenes de su amo. Árago, sorprendido, preguntó la causa de esto; se le dijo que el perro rehusaba obedecer porque se le queria poner en el torno de su compañero. ll astrónomo hizo que buscasen al otro perro, el cual al llegar, entró al tambor á la primera señal de su amo, é hizo girar el torno por espacio de diez minutos. Para completar la experiencia, Árago hizo que detuviesen el tam- bor y que pusieran en libertad al perro, diciéndole al aldeano que llamase al ani- mal, que desde luego se resistió. Dióse la órden, y el animal, que tan obstinada- mente se habia resistido al principio, convencido de que habia llegado su. tiempo de tarea, entró voluntariamente en el tambor y comenzó á dar vueltas.» Los que han tenido perros inteligentes saben hasta qué grado, verdaderamente sorprendente, llegan á ser capaces de comprender el lenguaje, es decir, cómo obran por medio de simples instrucciones verbales. Ultimamente ha citado un ejemplo Mr. Charles Stewart, de Tighnduin, Perthshire. «Hace algunos años, dice, ' tenia yo en mi quinta, un perro llamado Bcdach, destinado á cuidar las vacas de ordeña. Este perro reconocia por ama á la lechera: cuando ésta le mandaba que cuidase á las vacas en determinado lugar del campo, solia acostarse en medio de la línea que juzgaba conveniente. Paciente y vigi- lante permanecia en reposo hasta que alguno de los animales confiados á su cui- dado traspasaba el lindero que él habia señalado; entónces se arrojaba sobre el transgresor, y asiéndole de las pesuñas le hacia retroceder. Es de advertir cómo hubo de bastar á la vaca poco tiempo para reconocer y respetar esta medida. Llegó este perro á conocer tambien á las vacas por sus nombres. Una de ellas llamada Aggí, necesitaba, en ciertas estaciones ser ordeñada más que las otras, y la lechera no tenia más que decir: Bodach, vé á buscarme á Aggi, y el per- ro la conducia cuidadosamente á la casa.» El elefante es visto generalmente como el más sagaz de todos los cuadrúpedos que viven en el estado natural. Sin embargo, parece del todo seguro que dicho animal no conservaria este rango ante todos los brutos inclusos los cuadrumanos. Como los monos, el elefante añade á sus demás facultades sensorias un sentido tangible, fino en extremo y dotado de discernimiento. Su trompa prehensil le sirve para todas las funciones en las cuales pudiera obrar una mano muy sensible. 1 Nature, Mayo de 1879, y Marzo 20 de 1879, p. 458. LA NATURALEZA 32 El animal goza además, de la ventaja de vivir mucho tiempo. Siempre que un animal posée desde su juventud una gran dósis de inteligencia, ve prolongarse sus experiencias durante un período de ciento cincuenta años 4 lo más; nosotros tenemos la esperanza de que los individuos, y, por último, la raza adelante mucho respecto á la sagacidad. La importancia de este punto será mejor apreciada por aquellos que conocen las diferencias de sagacidad que existe generalmente entre los perros jóvenes y los que han vivido hasta el término de su vida activa. Por- que si se manifiestan tantas diferencias en el curso de ocho ó diez años, debemos esperar esfuerzos mayores en una vida cuya duracion ha sido al ménos diez veces la del perro. No debemos olvidar, por otra parte, que el elefante no se reproduce cuando se halla cautivo; por consecuencia, opuestamente al perro, no lega á las generaciones sucesivas ninguno de los desarrollos tan notables de sus facultades que pueden resultar de sus relaciones con el hombre ó con su educacion. Así, pues, el ele- fante puede obtenerlo el hombre; pero la raza no tiene las agudas facultades que adquiere en la extensa escuela que constituye el medio natural del animal. Una vez aprisionado, el elefante llega á ser, como dice Buffon, el más dócil y el más sumiso de todos los animales. Posée afecto h:úcia su custodio, le acaricia y hace todo lo que le agrada. En poco tiempo llega á comprender las señales y áun la expresion de los sonidos: distingue el tono de mando del de la cólera y de la bondad, y óbra conforme cada uno de ellos. Jamás equivoca las palabras de su amo; recibe sus órdenes con atencion, y las ejecuta con prudencia y esmero. Lo que Swainson refiere de la inteligencia y sagacidad tan conocidas que mues- tra el elefante cuando ayuda á su amo á capturar los sauns, ó machos solitarios, en estado salvaje, es tan sorprendente, que esto seria increible si los hechos no fuesen notoriamente atestiguados. La relacion es bastante extensa para que pu- diese tener cabida en este lugar. (Taducido de la Revue Scientifique, núm. 20, (1881). ENUMERACION DE LAS ESPECIES DE MAMÍFEROS, AVES, REPTILES Y BATRACIOS OBSERVADOS EN LA PARTE CENTRAL Y MERIDIONAL DE LA REPÚBLICA MEXICANA, POR E pDUMICARAS TI: 1. —MAMÍFEROS.—2* PARTE, * ÓRDEN SEXTO.—UNGULADOS. (UNGULATA.) 46. ¿Tapirus (Elasmognathus) Bairdi. Gill. Vulg. anteburro, danta. Con cierta vacilacion refiero aquí la danta del Sur-Oeste de México al Tapi- rus Bairdi. Gill., porque no me ha sido posible encontrar una perfecta concor- dancia entre los caractéres asignados á esta especie y la configuracion de los cráneos que he podido examinar: uno de estos que aún tengo á la vista y que compárado minuciosamente con las figuras y diagnoses comparativas de la Biología Centrali- Americana, ** me parece referirse con más propiedad al Tap. Dow: nada extraño fuera además que ambas formas *** se encontrasen á la vez en las partes meridio- nales de la República. Las dantas parecen ser más comunes en la parte S. O. de México que en la opuesta: en toda la Sierra Madre del Istmo de Tehuantepec y del Estado de Chia- pas se ven con bastante frecuencia en las orillas de los torrentes, y su presencia se manifiesta allí á cada paso por la abundancia de sus excrementos y sus hue- llas en el suelo arenoso. El carácter muy arisco de la danta y lo quebrado de los sitios que aficiona, hacen su caza en extremo penosa y las más veces ingrata. Corre con suma velocidad en las vertientes más escabrosas de los cerros y en los más espesos matorrales: si en su fuga encuentra un torrente y se ve seguida de cerca por los perros, suele echarse en alguna hondura en donde se halla á cubierto de los ataques de sus perseguidores: otras veces, sobre todo, si es una hembra ” Véase la 4.? parte de los Mamiferos en la pág. 499. ** En la parte mamalógica de esta magnífica obra, el Sr. Alston ha dado una reseña completa de lo que se conoce hoy de las dantas Centro-americanas. *** Hé aqui cómo el Sr. Alston en la citada obra expresa los caractóres especificos de ambas formas: 1 T. bairdi. Huesos nasales bien desarrollados, cada uno de ellos estando osificado de un solo centro, gruesos á su base y articulados uno con otro en la mayor parte de su longitud. 2 T. dowi. Huesos nasales muy pequeños, cada uno de ellos osificado de dos centros, delgados, más ó ménos separados uno de otro por una prolongación delos h. frontales, con los que se anquilo- san en parte ó en totalidad ántes que el animal llegue á la edad adulta. LA NATURALEZA 323 con cria, hace frente á los perros y al cazador, y es entónces la mejor oportuni- dad para apoderarse de ella. Los rancheros consideran la danta como un animal muy cobarde, lo que á su entender significa que muere con la mayor facilidad, y esta opinion parece ser confirmada por la experiencia: he visto úna, cogida con un simple lazo de bejuco echarse en la orilla de un arroyuelo y espirar allí en pocos momentos sin que se hubiese podido atribuir su muerte á otra causa que al furor que experimentaba al sentirse prisionera. Poco se caza la danta en México por el sabor de su carne que se asemeja al de la carne de toro, y sólo su piel muy gruesa y resistente sirve á la fabricacion de so- gas despues de haber sido durante cierto tiempo enterrada en el suelo para darle mayor flexibilidad. 47. Dicotyles tajasu. Lin. Vulg. Jabali, Cochino de monte. El jabalí es muy abundante en todas las regiones cálidas de la República. 48. Cervus (Cariacus) virginianus. Lin. Vulg. Venado. Sinon. Cerous mexicanas. Pen- nant., etc. Corvus Capricornis. Saussure. Es la opinion de los naturalistas modernos que se han ocupado de esta mate- ria, y entre otros de los Sres. Allen y Alston, que el C. mexicanus, de Pennant, Cuvier, Gray, etc., no es sino una raza meridional del C. virginianus. Bodd., y á esta última refieren igualmente los citados zoólogos el Venado cuernica- bra Cervus, capricornis, que mencionó de paso el Sr. de Saussure en su tra- bajo sobre los Ciervos mexicanos (Revue et magasin de Zoologie, 1860). Durante mi permanencia en la hacienda del Mirador, en 1855, tuve ocasion de recoger varios cráneos del cuernicabra, y de allí remití al Sr. de Saussure las astas de que habla en el referido trabajo: abrigo la conviccion, fundada en las relaciones de los cazadores á quienes he consultado, en la completa analogía que presenta el cráneo del cuernicabra con el del venado comun, de que, como el mismo Sr. de Saussure lo sospechaba, no es el C. Capricornis otra cosa sino un €. virginia- nus muy adulto. 49. Cervus (Cariacus?) toltecus. Saussure. Esta interesante especie parece ser muy rara en las partes de la República que he visitado: no he visto, en efecto, en el espacio de más de 23 años más que dos individuos, el uno en el Estado de Veracruz y el segundo en la Sierra de Oaxaca: la forma achatada de su hocico lo hace distinguir á primera vista del venado co- mun y del temasate. 50. Cervus (Coassus) rufinus. Pucheran. Vulg. temasate. Cervus Sartorii. Saussure. El temasate, tan comun y por lo mismo muy conocido en la costa oriental de México no se encuentra en la parte occidental del Istmo de Tehuantepec, aunque algunos individuos han sido matados, en remotos intervalos, en las montañas de La NATURALBZA.—Tomo V.—42,-22 324 LA NATURALEZA la Gineta adonde habian llegado de regiones más cercanas á la costa del Golfo de México. Este bonito animal no vive indiferentemente, como el venado comun, en las selvas y en los llanos, pero se mantiene siempre en lugares de densa ve- getacion y en la orilla de los bosques, y su proximidad no deja de ser algo perju- dicial á los indios milperos por los daños que causa en las siembras de maíz y de frijol. Cuando se le da caza, no sigue el temasate como el venado una carrera recta, sino que va dando vueltas circulares, volviendo á menudo al sitio de donde ha sido lanzado por los perros; maniobra intentada sin duda para hacerlos perder más fácilmente el rastro. ÓRDEN SÉTIMO. ROEDORES. (RODENTIA.) 51. Sciurus variegatus. Erxleben. Vuls. Ardilla. Esta especie, en cuya definicion sistemática ha existido mucha confusion hasta los trabajos de los Sres. Allen y Alston, ha recibido un crecido número de apelli- dos segun las variaciones de color que presenta en las diversas localidades que habita. Es muy comun en toda la tierra caliente y templada de Veracruz, é igual- mente en la parte occidental del Istmo de Tehuantepec y de Chiapas. 52. Sciurus hypopyrrhus. Wasgler. Vulg. Ardilla. He encontrado individuos de esta especie en los Almagres, á orillas del rio Groa- zacoalcos. 53. Sciurus Deppei. Peters. Vulg. Ardilla. Esta ardilla es bastante comun en las localidades calientes y templadas del Es- tado de Veracruz hasta dos mil metros de elevacion. 54. Spermophilus mexicanus. Erxleben. Vulg. Ardilla de tierra, Este espermófilo, tan abundante en la mesa central de México, parece faltar completamente en las costas. 55. Mus rattus. Lin. Vulg. Rata. 36. Mus alexandrinus. Geoffr. Vulg. Rata. 57. Mus musculus. Lin. Vulg. Raton. Estas tres especies cosmopolitas de ratas existen en mayor ó menor abundancia en la República: las dos primeras, tan comunes en el Estado de Veracruz, pare- cen de muy rara ocurrencia en las poblaciones de la parte occidental del Istmo. El Dr. Dugés indica el Mus decumanus, Pallas, como indígena de Guanajuato y LA NATURALEZA 325 de Guadalajara: me parece haberlo visto en Veracruz en donde no seria extraño hubiese sido importado por los buques que arriban á este puerto. 58. Hesperomys aztecus. Saussure. Vulg. Raton de monte. 59. Hesperomgs fulvescens. Sauss. (Hesp. aureolus. Aud. fide Alston.) 60. Hesperomys mexicanus. Sauss. He encontrado estas tres especies en la tierra templada de Veracruz. 61. Hesperomys melanophrys. Coues. El Dr. Coues describió esta especie en vista de ejemplares colectados por mí en Tehuacan y Tehuantepec, pero tanto él como el Sr. Alston opinan que puede ser una simple variedad del núm. 60. 62. Hesperomys Sumichrasti. Sauss. He colectado el ejemplar típico de esta bonita especie en los bosques del Uvero, cerca de Tuxtla, en el Estado de Veracruz: tenia por habitacion el interior de un grueso otate. 63. Hesperomys palustris. Baird ex Harlan. Ejemplares de una especie de Hesperomys que remití hace años al museo de Washington, han sido referidos por el Dr. Coues á esta especie norte-americana. 64. Ochetodon (Reithrodon. Sauss.) mexicanus, Sauss. 1860. Especie bastante comun en los cañaverales inmediatos á Orizaba. 65. Ochetodon (Reithrodon) Sumichrasti. Sauss. 1861. El Sr. Alston refiere esta especie á la anterior. (Véase Biología Centrali-Ame- ricana, págs. 151, 152.) 66. Sigmsdon hispidum. Say. Hesperomys toltecus. Sauss. (lide Allen y Alston). Bastante comun en los Estados de Veracruz y Oaxaca. 67. Neotoma ferruginea. Tomes. Los ejemplares típicos de esta hermosa especie fueron colectados por el Sr. Sal- vin en Guatemala y descritos en 1861 por Mr. Tomes. A fines de 1868 pude con- seguir en Juchitan (Oaxaca) varios ejemplares que remití al Museo del Instituto Smithsoniano. Estos animales viven en los árboles, particularmente en los de mez- quite, y establecen allí su nido hecho de yerba seca en las cavidades del tronco ó en la bifurcación de las ramas: los indígenas los sacan de sus guaridas por medio de una larga fisga, siendo imposible cogerlos de otro modo por la presteza de sus mo- vimientos. 68. Arvicola guasiater. Coues. De Orizaba (Tuxpango). 326 LA NATURALEZA 69. Geomys mexicanus. Licht. 70. Geomys hispidus. Leconte. La primera de estas dos especies de tuzas vive particularmente en los llanos de la mesa central, la segunda en ambas costas de la República, 71. Synetheres mexicanus. Kerr. Vulg. Huitztlacuatzin. Bastante comun en las tierras templadas del Estado de Veracruz (Córdoba, Huatusco, etc.) y sube en las faldas de la cordillera hasta cerea de 2,000 metros. 72. Dasyprocta mexicana. Sauss. Vulg. Quauhtusa, Quauhquechi. Bastante comun en la costa del Golfo mexicano. La Quauhtusa se deja ver has- ta una altitud de 900 á 1,000 metros: en la costa del Golfo de Tehuantepec es de muy de rara ocurrencia, y esto tan sólo en localidades inmediatas á la Sierra Madre. : 73. Crlogenis paca. Lin. Vulg. Tepeizcuintle. Comun en los bosques de la costa de Veracruz: no he tenido otro dato de su existencia en la costa opuesta que el hallazgo que hice de un cráneo en una ca- ñada del cerro de la Gineta. 74. Lepus sylvaticus. Bachman. Vulg. Conejo. Esta especie (si se refiere á ella como lo han hecho sin duda con buen funda- mento los Sres. Allen y Alston, las formas denominadas Auduboni, Artemistee, etc.), es extensamente distribuida en México y ocurre en altitudes muy diversas, desde el nivel de ambos océanos hasta cerca del límite de la vegetacion en el flan- co de los grandes volcanes de la mesa central. “75. Lepus callotis. Wagler. Vulg. Liebre. Este animal habita una gran parte del territorio de la República, pero sin duda no se halla en ninguna parte en tan grande abundancia como en las costas del golfo de Tehuantepec. En las llanuras de San Mateo y de Santa María del Mar, cerca de la Ventosa, en las de la Venta, cerca de Juchitan y en otros lugares in- mediatos al mar, se puede ver á la vez grupos de liebres ó individuos aislados tan poco temerosos de la presencia del hombre, que apénas se dignan ceder el paso á los transeuntes, y llegan sin recelo hasta la puerta de los ranchos. En la mañana y en la tarde son bastante activos, y se entregan entónces con harta animacion á sus juegos ó luchas amorosas, miéntras que en las horas calurosas del dia buscan para hacer su siesta la sombra de los arbustos. 76. Lepus aquaticus. Bachman. Vulg. Conejo. Bastante comun en el Estado de Veracruz. . > no -i LA NATURALEZA ÓRDEN OCTAVO. EDENTADOS. (EDENTATA.) 77. Tatusia novemcincta. Lin. Vulg. Armadillo. El armadillo ó tochi, como se llaman en ciertas localidades del Estado de Ve- racruz, vive en toda la República. 78. Myrmecophaga tetradactyla. Lin. Vulg. Chupamiel. El chupamiel no es de rara ocurrencia en ambas costas de la República desde el nivel del mar hasta una altitud de 1,000 á 1,200 metros. Vive en los bosques, y su alimentacion se compone, segun creo, únicamente de hormigas: la creencia popular le atribuye la costumbre de comer tambien la miel de las pequeñas abejas silvestres (Trigona); pero varios individuos que he conservado cautivos se rehu- saban á tomar este alimento, y no aceptaban otro sino las hormigas que iban á bus- car en los palos: tan luego como su olfato les indicaba la presencia de una colonia de estos insectos debajo de las cáscaras ó en las grietas del tronco, comenzaban á desgarrarlas con sus poderosas uñas, y por un movimiento sumamente rápido de su lengua larga, extensible y pegajosa, atraían hasta su esófago un crecido núme- ro de víctimas. Se tiene la creencia que al ser atacado por un perro, el chupamiel suele introducir su lengua en las fosas nasales de su agresor, y logra así privarle de la respiracion y de la vida: este hecho, sin embargo, merece confirmacion. La tenacidad de la vida es extrema en el chupamiel: aunque traspasado por una ó dos balas tiene suficiente resistencia para treparse en algun palo ó buscar asilo en al- guna cavidad ó debajo de algun peñasco. El Sr. de Saussure, en vista de ciertas diferencias en las proporciones de los huesos del cráneo que creyó observar entre individuos procedentes del Brasil y otros de orígen mexicano, consideraba estos últimos como constituyendo una va- riedad de los primeros; pero estas diferencias son puramente individuales. ÓRDEN NOVENO. MARSUPIALES. (MARSUPIATIA.) 79. Didelphys virginiana. Ker. Vulg. Tlacualzin. Especie de gran extension geográfica y conocida en todas partes de la Repú- blica. 80. Didelphys quica. Natterer. Vulg. Tlacuatzin. He colectado varios ejemplares de esta especie en los alrededores de Huatusco y de Córdoba (Veracruz): vive en los bosques, pero suele acercarse de noche á las habitaciones rústicas para hacer allí presa de aves de corral, de huevos y de frutas. LA NATURALEZA.—Tomo V.—43. 328 LA NATURALEZA $1. Didelphys murina. Lin. Vulg. Raton tlacuatzin. Este pequeño y gracioso animal vive en ambas costas de la República, pero sin ser comun en ningua parte: habita en los bosques y mora por lo general en ni- dos de aves abandonados por sus primitivos dueños. La fecundidad de esta especie es extrema: tuve ocasion de conservar viva, durante algun tiempo, una hembra con diez y seis hijuelos: estos se mantenian casi constantemente agarrados con las uñas al lomo de su madre, y enroscaban sus colas á la suya para mantener con más seguridad su equilibrio. He encontrado en la parte occidental del Istmo un Didelphys del tamaño del D. murina, pero cuyo pelo, en vez de ser rojizo como en este último, era por en- cima de un gris ceniciento claro: ignoro si es una especie inédita ó una simple variedad local de la anterior. FIN DEL TOMO Y. REVISTA CIENTIFICA DE MEXICO Y EL EXTRANJERO. FAUNA INDÍGENA.—En el núm. 2 de La Independencia Médica se lee un artíenlo suscrito por el Sr. Alberto V. Alas, que trata de un curioso hemiptero de México, y que el autor designa con el nombre de Lystra cerífera. Despues de describirlo, dice lo siguiente respecto á sus costumbres: «En los meses de Agosto y Setiembre, las hembras depositan los huevecillos en la superficie de las hojas de la Leucothoe axillaris, y cerca de las flores que despues han de convertirse en alimento y morada de las larvas. Estos huevecillos, que son arredondados y blanquizcos, quedan adheridos á la epidermis de las hojas, en virtud de la viscosidad que los cubre en el momento de la postura. Se conservan en este estado hasta Noviembre y Diciembre, época en que aparecen las pequeñas lar- vas, que permanecen algun tiempo ocultas en las hojas. Cuando estas larvas han llegado á su mayor desarrollo, lo que sucede generalmente en Enero y Febrero, son cilíndricas, de 0,05 de largo y 0,-006 de diámetro; constan de doce segmentos transversales, de un amarillo anaranjado, y su ca- beza de un color castaño-oscuro. En los meses de Marzo y Abril se trasforman en crisálidas; éstas son desnudas, lisas y brillantes, de un amarillo verdoso; están adheridas en el interior de algunas hojas plegadas, y unidas por sus bordes, formando como unos sacos pequeños y cónicos, que les sir- ven de habitacion y abrigo á la intemperie, en donde permanecen hasta Julio, época en que rompen y se desprenden de la cubierta que las habia tenido encerradas, pudiendo volar despues de algunas horas, para efectuar la union de los sexos y propagar la especie. Este insecto es muy singular por la sustancia algodonosa que envuelve su abdómen, por el penacho que cubre su cabeza y coselete, siendo tanto una como el otro de naturaleza cerosa, pudiendo proporcionar, cada insecto, de 30 á 40 centigramos de cera. Se le encuentra en la hacienda de Soltepec, del Estado de México, viviendo en la referida planta que vulgarmente se conoce con el nombre de Palo Santo, y de cuyas hojas y flores se alimenta. » Desde el año de 1865, el Sr. D. Antonio del Castillo se ocupó del mismo insecto, y en una Me- moria especial que publicó en esa época, acompañada de una lámina bastante exacta, tanto en el con- junto como en los detalles, dió á conocer su clasificacion, describiéndolo en seguida. Teniendo pre- sunciones de que fuese una especie nueva, la designó con el nombre de £. certfera, aludiendo ála + particularidad de estar envuelta por una sustancia cerosa, acerca de la cual expuso lo que copiamos á continuacion: - «Revisten á este insecto un polvo, pelusilla, cirros, largos filamentos, copos blancos y un singu- lar copete amarillo, siendo toda esta vestidura de cera. En efecto, se funde á una baja temperatura, con fenómenos de cristalización. Así, si se acerca una corta cantidad de las partes que la componen, + sobre un vidrio delgado, á la llama de una lámpara, se derrite ántes de tocarla, formando innume- rables círculos concéntricos extendidos sobre el vidrio, acumulándose encima de ellos multitud de agujas finisimas, como los radios de otras tantas estrellitas. » «Vive, dice adelante, sobre el Quercus lanceolatus, H. y B., que el vuleo designa con el nom- bre de encino manzanillo, y que crece en los bosques de la falda N. E. de la serrania del Real del Monte. Se le ha encontrado tambien en el Sur del Valle de México, arriba del Pedregal, y en las sierras de la Huasteca, habiéndose colectado algunos ejemplares áun en la Alameda de esta Capital. » Agregaré que el insecto en cuestion es un hemiptero del sub-órden de los Cicadarios y fami- lia Fulgoridos; como de 5 centimetros de largo y 7% de envergadura; amarillo de cera en lo gene- ral, con las alas negro-parduscas y manchadas de rojo en su ángulo de insercion; estando revestido, en efecto, de una abundante secrecion, blanco puro en el abdómen y amarillo de oro en el protó- rax. El mismo Sr. Castillo nos comunicó alguna vez, que posteriormente habia sabido que la refe- rida especie era ya conocida con el nombre de Phenax auwricoma, de Burmeister. Por otra parte: la sustancia cerosa que tanto habia llamado la atencion, es secretada tambien por otras muchas especies 1 2 de la misma familia, siendo tan abundante en la Flata limbata, que en el comercio extranjero lleva el nombre de cera.chima; y la cual, mezelada con aceite, tiene en-aquel país y en las Indias Orienta- les los mismos usos (que la de abeja. —MANUEL M. VILLADA. NUEVOS ESTUDIOS SOBRE LA CLOROFILA.—Se conoce de qué importancia es la funcion que desempeña la clorofila, esta sustancia verde que se encuentra casi exclusivamente en el reino vegetal, En presencia de la clorofila y bajo la accion de la luz, la materia viva puede asimilar el car- hon descomponiende el ácido carbónico del aire. Recordemos en pocas palabras el aspecto bajo el cual se presenta la materia verde. Lo más c0- mun es percibir en las celdillas de clorofila, pequeñas masas arredondadas coloridas en verde, lo que se llama granos de clorofila; pero se sabe que estas pequeñas esferas no están formadas enteramen= te de esta sustancia; no contienen sino una pequeña cantidad. Son glóbulos de protoplasma denso, sin paredes propias, sumergidos en medio del protoplasma fundamental de la celdilla. Están teñidos por la materia verde: en efecto, basta tratarlos por el éter, el cloroformo ó-un aceite graso para po- nerlos descoloridos, sin quese modifiquen en su forma y en su volúmen. Además, si se sigue el desarrollo de una de estas pequeñas masas arredondadas en sus diferentes edades, se nota que al principio es incolora, despues amarilla, y por último verde. Asi la clorofila se presenta, como un tinte verde, que colora ciertos granos de protoplasma. Aun hace poco tiempo, se creia que la clorofila solamente se formaba bajo la eS de los. rayos luminosos. Pero ahora se ha visto que esta condicion no siempre es necesaria, Asi, se sabe que las hojas de los helechos y los granos de los pinos, cuando germinan, producen clorofila en la oscuridad más perfecta; y Wiessner ha logrado que algunas plantas se pongan verdes bajo la accion del calor oscuro... Por lo mismo la influencia de las radiaciones sobre el desarrollo de la clorofila, no esla misma que la que ejerce sobre la accion quimica de esta sustancia. Todos los observadores es- tán de acuerdo en que la descomposicion del ácido carbónico solo se opera bajo la influencia de la luz y en presencia de la materia viva, es decir, del protoplasma. Por lo mismo, una disolucion de cloro= fila en la luz, y una hoja verde y viva:en la oscuridad, no descomponen el ácido carbónico; para que la accion se produzca, es necesario que la clorofila y la materia viva, en contacto intimo estén ex- puestas á las radiaciones luminosas. Asi, pues, la influencia de los rayos luminosos es necesaria. ¿Pero todos los rayos luminosos obran de la misma manera? Se ha buscado la infhuencia de las diferentes radiaciones simples sobre la asimilacion clorofiliana, haciendo pasar la luz al través de diferentes líquidos coloridos, ó colocan- do directamente los. vegetales sometidos al experimento, en las diferentes regiones del espectro so= lar. Despues de muchos experimentos, que no siempre han estado de acuerdo, y sobre todo, des= pues de las observaciones de Pfeffer, se admitia un solo máximum colocado en el amarillo vivo; pe- ro verémos que estos resultados no se han confirmado posteriormente. Porque ántes que todo, es , hecesario saber si todas las radiaciones las absorbe la clorofila; y para saberlo, es indispensable ha= cer el estudio del espectro de esta sustancia, y ver cuáles son las bandas de absorcion que presenta. Kraus, que ha hecho este estudio con sumo cuidado, ha observado lo siguiente: el espectro obtenido despues del paso de la luz, al través de una disolucion alcohólica de clorofila, recientemente prepa= rada, presenta en el rojo una banda de ahsorcion muy bien limitada, de un negro absoluto, que se extiende desde la raya B. hasta más allá de la raya €. Es la banda de absorcion más: clara y caracte- ristica de la clorofila. Otras tres bandas más estrechas-y ménos intensas están situadas en el anaran= jado, el:amarillo.y el/amarillo verde; en fin, otras tres bandas anchas, absorben casi completamente los rayos azules y violetas del espectro. Kraus ha obtenido el mismo resultado, haciendo pasar la luz al través de las hojas de plantas diversas, hecho que era sumamente importante comprobar. Cono- ciendo estos estudios, es evidente que solo las radiaciones que corresponden álos rayos de absorcion, son los únicos que determinan la descomposición del ácido carbónico, Por otra parte: estos experimentos de Kraus, están en perfecto acuerdo con los que ha empren- dido Timiriazeff. Él fué el primero que demostró, que una luz aún muy fuerte, que ha atravesado una cantidad suficiente de clorofila, no determina ninguna asimilacion de carbono en una hoja yer- » Y s de; esta luz, por intensa que sea, es oscura para la accion clorofiliana, y se comprende perfectamen- te, puesto que se compone de rayos que no pueden absorberse. Además, el Sr. Timiriazeff hizo el experimento siguiente: Colocó en un espectro muy puro una série de probetas, invertidas sobre el mercurio. Estas probetas contenían aire atmosférico con 5 por 100 de ácido carbónico, y un fragmento de hoja de bambú de 10 centímetros cuadrados; estos [rag- mentos recibian la luz de la misma manera, y se interpusieron pantallas negras para impedir las ra- diaciónes de una probeta á otra, etc., etc. Estas probetas estuvieron sometidas á la influencia del es- pectro, de seis 4 diez horas, 'en el mes de Julio. Despues se hizo el análisis de los gases de cada una de ellas, y siempre dieron resultados absolutamente concordantes; de este modo el sabio ruso encon- tró varias máximas para la accion clorofiliana. La más considerable corresponde exactamente á la rá- ya característica de la clorofila, á esa banda tan clara y tán absolutamente oscura que vimos situada en el rojo, entre las rayas B y €; despues un segundo ménos grande en el anaranjado, otro en el amarillo, y en fin, uno más débil en el amarillo verde. El rojo extremo, aún muy cerca de la raya B, y todos los otros colores, así como la parte infra-roja y ultra-violeta, no dan ningun desprendi- miento de oxigeno. Por el contrario, se encuentra frecuentemente en estas probetas una proporcion más fuerte de ácido carbónico, producido por la respiracion del protoplasma que, como se sabe, ab- sorbe oxigeno y emite ácido carbónico, tanto en los vegetales como en los animales. Para que obren las radiaciones sobre la clorofila no basta que se absorban, sino que necesitan tener una intensidad calorifica considerable, puesto que sabemos que el ácido carbónico exige para descomponerse una gran cantidad de calor. Se puede prever que los rayos más activos son los que, poseyendo mayor fuerza viva calorífica, se absorban al mismo tiempo por la clorofila. Si compara- mos estos resultados con la nueva curva de las intensidades calorificas, determinada experimental- mente por el Sr. Mouton, verémos que las radiaciones que corresponden á la raya caracteristica de la clorofila, son las más completamente absorbidas, y al mismo tiempo de una grande intensidad calo- rífica; las tres siguientes son aún de una grande intensidad, pero se absorben ménos; en fin, las que están situadas en el azul y el violeta tienen una intensidad calorífica más débil. Pero en los experimentos que se han hecho sobre la influencia de las diversas radiaciones, no se ha tenido en cuenta la accion que pueden tener sobre la existencia del protoplasma y de la clo- rofila, y sabemos que la reaccion química no se produce si una de estas dos materias está alterada. Pringsheim se ha ocupado de esta cuestion, operando de tal manera, que pueda observarse la cloro- fila colocada en una luz muy intensa obtenida por la concentracion de los rayos, por un lente de 6 centimetros de diámetro. En estos experimentos ha observado que más allá de cierta intensidad, la luz destruyela clorofila cuando se encuentra en un medio que contenga oxigeno; fenómeno de com- bustion que es independiente dé la descomposicion delácido carbónico. Resulta de estos experimen- tos, que es necesario no pasar de ciertos limites cuando se opera en presencia del oxigeno, porque. la clorofila se destruye y no es posible la accion asimiladora. Existe otra circunstancia que no se ha tenido en cuenta en los experimentos siguientes. Se ha juzgado de la intensidad de la accion química de la materia verde en presencia de la luz, por el vo- lúmen de oxigeno formado; pero en realidad se obtenia la resultante de dos acciones contrarias. Por- que durante la descomposicion del ácido carbónico, la respiracion continúa, absorbiendo oxigeno y produciendo ácido carbónico. Los autores de los experimentos citados, han supuesto implicitamente que esta respiracion era constante para todas las radiaciones oscuras Ó luminosas, porque se produ- de tanto en la noche como en el dia; pero en realidad esto noes exacto. Aun cuando no se han he- cho estudios muy precisos sobre este punto, sin embargo, se sabe que los infusorios exhalen mayor cantidad de ácido carbónico cuando están expuestos á la luz violeta. Por lo mismo hubiera sido necesario separar las los acciones contrarias, en todos los experimen- tos precedentes, para obtener resultados verdaderamente exactos. Esto nos explica por qué no se ha obtenido el menor desprendimiento de oxigeno en los vegetales verdes colocados en el azul y en el violeta del espectro; en estos casos la accion clorofiliana ha sido más que compensada por la accion respiratoria inversa. Además, esta accion de la luz sobre la combustion respiratoria ofrece mucho interés, porque más allá de cierta intensidad, más débil de lo que es necesario para destruir la 4 / «clorofila, el protoplasma es matado por la luz, á consecuencia, sin duda, de esta combustion más rápida. Sa Poco se sabia acerca de la composicion elemental de la clorofila; las materias que se habian ana- lizado, eran sustancias alteradas por oxidacion 6 por la accion de los reactivos empleados. Sin em- bargo se admitia de una manera general que la clorofila contenia fierro, y á este metal se atribuía su color verde, comparándola á la hemoglobina de los animales, que tambien tiene fierro; con este motivo se citaba la coloracion verde que toman las plantas regadas con sales de fierro. Gautier ob- tiene la clorofila pura y cristalizada, tratando la solucion alcohólica de clorofila por el carbon ani- mal; el carbon retiene la materia colorante, y el licor amarillo guarda las otras sustancias (pigmen= tos, granos, materias cerosas), que se habian disuelto con la clorofila. El carbon animal se apodera al mismo tiempo de la clorofila y de una sustancia amarilla cristalizable, que ya se habia señalado, Se le separa por medio del alcohol á 659. Despues se vierte aceite ligero de petróleo sobre el car- bon desprovisto de la materia amarilla, y se obtiene un licor de un verde muy oscuro. Se hace eva- porar lentamente este licor en la oscuridad, y se obtiene la clorofila cristalizada. Es una sustancia un poco blanda, y de un verde intenso cuando acaba de prepararse. Cristaliza en pequeñas agujas aplastadas, y con frecuencia radiantes: pertenecen al sistema clinorrómbico. Es soluble en el éter, el cloroformo, el petróleo, el sulfuro de carbono y la benzina. Cuando se pone esta clorofila, cris- talizada en el ácido clorohidrico concentrado y caliente, se obtiene el desdoblamiento señalado por el Sr. Frémy. Se producen entónces dos sustancias: una verde-olivo, que queda disuelta en el áci- do clorohídrico, es el ácido filociánico; la otra, que se disuelve en el alcohol caliente, dando una co- loracion morena y que puede separarse por cristalizacion, es la filoxantina. Gautier ha demostrado, además, que la clorofila pura no contiene la menor cantidad de fierro. La composicion elemental de esta sustancia. encontrada por Gautier, es la siguiente: O Sa Sl 73,97 EC o o A DEE a 9,80 NT LEA A A A e Ei SL 4,15 Oxireno e e A tee le A A E 10,33 Fosfatos, COnizas.-.enosmsroena on. ic da pda a a e 1,75 Hoppe-Seyler habia encontrado tambien una composicion muy semejante de la clorofila. El Sr. Prinesheim ha separado recientemente una sustancia que llama hipoclorina, y que es una de las sustancias cerosas que Gautier considera como impurezas de la clorofila. Se presenta ba- jo la forma de una sustancia oleasinosa cristalizable, no se le ha obtenido perfectamente pura. Para verla, basta tratar las celdillas verdes por el ácido clorohidrico diluido, y con el microscopio se ven gotitas finas que se reunen en gotas pastosas; despues la sustancia poco á poco cristaliza, bajo la for- ma de agujas rojo-morenas. Es una sustancia aceitosa, soluble en el alcohol, el éter, la esencia de trementina y la benzma, insoluble en el agua y las soluciones salinas, muy rica en carbono. Prings- heim considera de mucha importancia esta hipoclorina, y la ha encontrado en todos los granos de clorofila, excepto en los de las algas, en donde la clorofila está asociada á otros pigmentos especia- les, rojos, morenos 6 azules. Por los datos anteriores se ve que ahora es más bien conocida la composicion de los granos de la clorofila y la clorofila sola. Ahora verémos si se puede decir lo mismo en cuanto al papel que des- empeña en la asimilación, en la manera como se hace esta asimilacion de carbono, y las asimilacio- nes ulteriores que concurren á la formacion de los diferentes cuerpos orgánicos en la planta. Es fácil observar en medio de los granos de clorofila, granos de almidon que aumentan de yo- himen á medida que se verifica la asimilacion. De esta observacion se dedujo que el almidon era 5 uno de los primeros cuerpos formados despues de la asimilación, á consecuencia de una combinacion de la agua de la celdilla con el carbon asimilado. Tomando este almidon como punto de partida, se habrian imaginado las formaciones sucesivas de la dextrina, de la glucosa, de la celulosa, ete., ete. Para Pringsheim, la hipoclorina de que hablamos es la que representa el primer producto de la asi- milacion del carbono. Su presencia más constante en los granos de clorofila, su oxidación más fácil que la de la clorofila, en la cual el almidon falta algunas veces, su formacion siempre anterior á la del almidon en los casos en que los dos cuerpos se forman, son las razones que da el sabio autor ale- man en favor de esta idea. Pringsheim ha determinado el órden de aparicion de la hipoclorina y de la clorofila, y siempre ha encontrado la primera despues del desarrollo de la segunda, suponiendo, por lo mismo, que la hipoclorina es el resultado de la oxidacion de la clorofila. Como los experimentos del autor aleman no han.sido muy numerosos, no se puede admitir su teoria, pues él mismo admite que los gimnos- permos, cuando germinan, forman hipoclorina en la oscuridad absoluta, sin que haya la menor ac- cion asimiladora. Por lo mismo, la presencia de este cuerpo, á pesar de su importancia, parece más bien ligada á la existencia de la clorofila y á su formacion, que á la accion asimiladora del carbono. El Sr. Prinesheim sostiene, además, que la presencia de la clorofila no es necesaria para la des- composicion del ácido carbónico. Supone que sirve simplemente de pantalla protectora para el pro- toplasma. En efecto, ya dijimos que el protoplasma se destruye más fácilmente que la clorofila, por las radiaciones más refrangibles (azules y violetas). Ahora, segun lo que hemos dicho del espectro de absorción de la clorofila, todos estos rayos refrangibles son casi enteramente absorbidos por ella. Absorbiendo, por lo mismo, la clorofila en pleno sol los rayos más perjudiciales al protoplasma, fan- cionaria como pantalla protectora. Por lo mismo la clorofila seria el regulador de la respiracion en el protoplasma. Teoría que no nos parece muy fundada, porque no es aplicable á todos los casos. Por ejemplo: ¿cuál es la pantalla, el regulador de la respiracion en las plantas desprovistas de cloro- fila, como las Neottia, las Orobánqueas y los honzos? ¿Cómo todas estas plantas y las variedades de hojas blancas, pobres en clorofila, soportan los rayos solares tan bien como las otras? Las celdillas igualmente están llenas de un protoplasma que tiene las mismas propiedades, y que no está prote- xido de una manera especial contra las acciones luminosas. Además, no solo los rayos azules y violetas favorecen la respiracion, la combustion del proto- plasma, sino que los del rojo extremo que no son detenidos por la clorofila, tienen una accion muy grande sobre el desprendimiento del ácido carbónico por la materia viva. El Sr. Pringsheim niega que la clorofila intervenga de cualquiera manera en la accion química de la asimilacion del carbono. Es cierto que no se sabe cómo obra la clorofila, que no parece gas- tarse ni usarse durante la asimilacion; pero no es ménos cierto que nunca se ha observado la descom- posicion del ácido carbónico del aire, por celdillas sin clorofila. : A pesar de estos estudios, todavia quedan muchas cuestiones por resolver; pero es indudable que han hecho surgir ideas nuevas que destruyen las adoptadas hasta ahora, é indudablemente mul- tiplicándose estas observaciones tan precisas, se llegará á conocer mejor, en sus partes esenciales, uno de los fenómenos más importantes de la naturaleza organizada.—(Extractado de la Revue Scien tifique, por José Ramirez, socio de número.) AGUA POTABLE Y AGUA CORROMPIDA.—El profesor Hirt, de Breslau, acaba de publicar el resultado de las investigaciones microscópicas que ha hecho sobre el agua y sobre los productos or- gánicos que pueden alterar sus cualidades. Divide estas materias en cinco grupos: 1% Las Bacterias; 2 los Saprofitos ó Mónades; 3" las Algas; 4% los Infusorios; 3% los demás productos orgánicos, no comprendidos en los grupos precedentes. 19 Las Bacterias son agentes de infeccion. El agua que las contiene se pone turbia, lechosa y opaca. Siendo curioso que cuando se consumen las sustancias, á expensas de las cuales viven, desaparecen, y el agua recobra su limpidez. 2 Los Saprofitos no producen la infeccion, pero viven á expensas de las sustancias en descom- posicion. Se les puede encontrar en corta cantidad, en el agua potable, 6 30 Las Algas verdes existen en toda agua expuesta al aire, y si están en gran cantidad, por su muerte, pueden engendrar la infeccion. Estos organismos son incapaces de vivir en el agua corrom- pida, así es que su ausencia indica la putrefaccion. ho Algunos Infusorios se alimentan de Saprofitos, otros de Algas verdes 6 morenas. Su presen- cia en el agua mada tiene de extraordinario, y no indica necesariamente que aquella esté corrompi- da. Pero si existen en número considerable, la corrupcion es indefectible. 52 Los demás productos orgánicos que se encuentran en el agua, unos la corrompen y otros no ejercen sobre ella sino muy poca accion. El profesor Hirt considera tres especies de aguas: 1? Agua pura esencialmente potable. No se encuentra en ella ningun producto orgánico, ni áun despues de 4 á 5 dias de permanecer en un lu- gar cerrado ó expuesto al aire libre. Si existen algas en cantidad bastante considerable pava nutrir á los infusorios, el agua es aún potable; pero no merece ya el título de agua pura. 2? Agua dudosa. Contiene Saprofitos. 3? Agua corrompida no potable. Contiené siempre Bacterias, Saprofitos é In- fusorios. Es preciso, pues, el exámen microscópico, para reconocer una agua que se sospecha insalubre; al ménos es el método más sencillo, cuando se conoce el manejo de aquel instrumento.—EuGENE Forrer.—(Jownal d'Hygiéne. Paris, 1880.) ; NUEVO MODO DE PRESERVAR LOS TEJIDOS ANIMALES y VEGETALES—Mr. Wichersheimer, preparador de anatomía en la Universidad de Berlin, ha descubierto un líquido preservador por me- dio del cual los restos animales pueden conservarse al contacto del aire sin perder nada de su apa- riencia natural, suavidad y flexibilidad. Por este medio han sido preservados, durante muchos me- ses, cuerpos humanos, conservando su flexibilidad en las articulaciones y su color natural en vida. Los pulmones de diferentes animales, sumergidos en el líquido preservador, pueden sacarse despues, tomando al enjutarse un color moreno; pero con un fuelle se inflan con facilidad como: durante la vida, adquiriendo entónces un color rojo fresco y todo el aspecto de un pulmon reciente. Esquele- tos añejos de diferentes pescados que habian sido preparados juntamente con sus cartilagos, han re- cobrado su flexibilidad natural sumergiéndolos en el liquido por algun tiempo. El mismo liquido es tambien á propósito para la conservacion de pequeños animales, así como de hongos, alzas, flores, frutos y otras diferentes partes de los vegetales. La fórmula para prepararlo ha sido comprada por el gobierno de Prusia y publicada por órden del Ministerio de Instruccion Pública, la cual es como sigue: Alumbre, 100 gramos; cloruro de sodio, 25 id.; nitrato de potasa, 12 id.; carbonato de la mis- ma base, 60 id.; ácido arsenioso, 10 id. * Todo esto se disuelve en 3,000 gramos (tres litros) de agua hirviendo, se deja enfriar y se fil- tra, y á cada diez gramos del liquido neutro, incoloro y sin olor que resulta, se le. agregan 4 de gli- cerina y 1 de alcohol metilico. Las preparaciones animales que han sido conservadas en estado seco, se sumergen en el líqui- do por 6 6 42 dias, segun su tamaño, y se les seca despues exponiéndolas simplemente al contacto del aire; los tendones, músculos, etc., permanecen suaves y flexibles, pudiéndoles imprimir todos sus movimientos naturales. Los órganos huecos, como pulmones y otras visceras, se llenan (ántes de sumergirlos) con el liquido preservador; en seguida se inflan y se secan. Pequeños animales como cangrejos, coleópteros, lagartijas, etc., y tambien vegetales, conservan su color natural sumergiéndolos en el liquido expresado. Se puede usar tambien en inyecciones pa- ra la conservacion de cuerpos animales, para lo cual se requiere una cantidad como de 1% 45 litros: cortando la carne áun despues de trascurridos varios años, presenta el mismo aspecto que cuando es- taba reciente. La epidermis toma gradualmente un color moreno, pero esto puede prevenirse res- tregando la piel con la solucion y manteniendo el cuerpo en el aire, extendiéndolo lo.más que fuere posible. La inyeccion para embalsamar se combina con la inmersion, envolviendo en seguida el cuer- po en lienzos empapados en el mismo líquido, y colocándolo en una caja herméticamente cerrada. —(American Jowrnal of Pharmacy. Philadelphia, Febroary of 1880.) 7 VENENO DE LAS SERPIENTES.—Tengo, la honra de llamar la atencion de la Academia sobre un hecho que he observado en el laboratorio de Fisiología, del Museo Nacional de Rio Janeiro, en mis investigaciones sobre la accion del veneno de la serpiente de cascabel, Se creía en general, hasta hoy, que la materia venenosa secretada por ciertas especies de ser- pientes, no era otra cosa sino una saliva tóxica, que obraba de la misma manera que los fermentos solubles. He observado hechos que prueban por el contrario, que esta materia contiene fermentos fi- gurados, en los cuales la analogía con las bacterias me parecen notables. Hé aquí cómo he llezado á este resultado: : Una serpiente, bastante jóven y muy vigorosa, que se encuentra actualmente en el Museo Na- cional, ha sido sometida por mi, en diferentes ocasiones, á la accion del cloroformo; he extraido una gota de veneno, haciéndola caer sobre una placa de vidrio, préviamente lavada con alcohol, y luego calentada ligeramente. He llevado en seguida la preparacion al microscopio, y he visto allí una es- pecie de materia protoplásmica filamentosa, formada por una agregación celular dispuesta bajo la forma arborescente, como ciertas Licopodiáceas. Poco á poco, el filamento espeso de donde brotan estas esporas, se disuelve y desaparece, quedan las esporas en libertad, afectando una disposicion lineal. Entónces, si las condiciones del medio son favorables á su desarrollo, se hinchan y engruesan sensiblemente, brotando al cabo de algun tiempo una especie de tubito (que se alarga rápidamente. Este tubito se separa bien pronto, y va á constituir otra espora que se reproduce de la misma manera. Cuando estas esporas han alcanzado cierta magnitud, se observa en su interior un filamento que se vuelve más y más marcado, y que está dirigido en el sentido del mayor diámetro de la espora. Este filamento presenta. en varias partes, corpúsculos ovoides muy refrinsentes; en poco tiempo el protoplasma de la espora se retrae, su membrana se disuelve, y los corpúsculos quedan en libertad para continuar en secuida el mismo procedimiento de reproducción. Las esporas del veneno tienen. sin embargo, dos modos principales de multiplicación: por ex- ceision y por núcleos interiores. En la sanere de los animales que habian muerto por la mordedura de la serpiente, hemos observado los fenómenos siguientes: Los glóbulos rojos comenzaban por presentar pequeños puntos brillantes en la superficie del disco: estos pequeños puntos formaban algunas veces salidas, y se volvian más y más numerosos. Si- guiendo atentamente las diferentes fases de la alteracion, se llegaba á ver destruirse completamente el glóbulo y ser reemplazado por numerosos corpúseulos ovoides muy brillantes, dotados de movi- mientos oscilatorios espontáneos. Otras veces, los corpúsculos oyoides no se desprenden de la masa globular y quedan allí aprisionados, se confunden los glóbulos unos con otros, formando una especie de pasta amorfa muy difluente. En los animales que eran mordidos por este crótalo, y cuya sangre se recogía ántes que la ac- cion del veneno hubiera sido bastante pronunciada, hemos observado siempre el primer grado de la alteracion; poco tiempo ántes de la muerte, los glóbulos se presentaban ya confundidos en su mayor parte. Los animales en los cuales hemos hecho una inyeccion hipodérmica con esta sanere, inmedia- tamente despues de la muerte del animal mordido por la serpiente, todos han muerto al cabo de al- gunas horas, casi con los mismos sintomas, y su sangre revelaba siempre las mismas alteraciones que habiamos notado en los animales envenenados directamente. Hemos reconocido tambien por numerosas experiencias, que el alcohol inyectado bajo la piel ú ingerido por la boca, era el verdadero antídoto de este fermento.*—(Nota de Mr. Lacerda, presenta- da á la Academia de Ciencias de Paris, por Mr. de Quatrefazes, 1879, traducida por F. Sologuren, socio de número.) ' * Mr. de Quatrefages, al presentar el trabajo de Mr. Lacerda. añade que en su opinion deben aceptarse, con re- serva, las determinaciones adoptadas porel autor. SECRETARÍA DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL ——SO PRIIAAKÁ ACTA DE LA SESION CELEBRADA EL DIA 12 DE FEBRERO DE 1880. Presidencia del Sr. Dr. Jesus Sánchez. Se abrió la sesion á las siete de la noche, dándose lectura á la acta de la anterior, que fué apro- bada con una ligera modificacion á mocion del Sr. Bárcena. Se dió cuenta con las publicaciones siguientes: «Memoria de la Secretaria de Hacienda y Crédi- to Público,» presentada al Congreso de la Union: á la biblioteca, y que se den las gracias; «Boletin del Ministerio de Fomento;» los números del «Diario Oficial,» de la semana; «Gaceta Agricolo-Vete= rinaria,» y «Reforma Médica. » El Sr. Herrera presentó una carta que le dirigió el Sr. Dr. Ulharvrun, de Leipzig, en la que le suplica le den noticias sobre las publicaciones botánicas de México, para utilizarlas en una obra que va á publicar, con el objeto de dar á conocer las que en la actualidad hay en las diyersas partes del mundo. Impuesta la Sociedad de su contenido, acordó se le remitiese «La Naturaleza» y las no- ticias que pudiesen servirle para el objeto que propone. El Sr. Tesorero Dr. Manuel Villada, dió en seguida lectura al corte de caja, el que presentó de- talladamente, y para glosarlo fué nombrado por el Sr. Presidente, el Sr. Dr. Ruiz Sandoval. El mismo Sr. Villada manifestó que no podia darse lectura al Informe de Reglamento que la Secretaría debia presentar, porque las crecidas ocupaciones del Sr. Altamirano le privaron, á su pe- sar, de llenar ese deber. Antes de proceder á la eleccion de la Mesa, se dió lectura á los artículos correspondientes, y con- cluida se hizo la eleccion, resultando electos los socios siguientes: Presidente, Sr. Mariano Bárcena, por siete votos, contra uno en favor del Sr. Villada. Vice-presidente, Sr. Dr. Fernando Altamirano, por seis votos contra dos, que obtuvo el Sr. Dr. Jesus Sánchez. Primer secretario, el que suscribe, por siete votos: uno el Sr. Ramos. Segundo secretario, Sr. Ramos, por seis votos, obteniendo dos el Sr. Dr. Ruiz Sandoval. A propuesta del Sr. Bárcena fué reelecto por aclamacion, Tesorero, el Sr. Dr. D. Manuel M. Villada. El Sr. Presidente Dr. Jesus Sánchez, hizo las declaraciones correspondientes en cada Caso. El Sr. Ramos hizo uso de la palabra para dar las gracias á la Sociedad por haberlo nombrado segundo secretario, ofreciéndole cumplir con este encargo hasta donde le sea posible. El Sr. Bárcena demostró su gratitud por habérsele nombrado Presidente, y el Sr. Herrera, á nombre de la Sociedad, dió las gracias al Sr. Dr. Jesus Sánchez, por haber desempeñado con tan buena voluntad el encargo que la Sociedad le hizo al nombrarle su Presidente en el año que finali- 76. Por último, el que suscribe, lleno de pena, hizo presente á la Corporacion que está plenamente convencido de que es incapaz de desempeñar debidamente la Secretaria que se ponia en sus manos, y dió las gracias por el honor que se le dispensara con tal nombramiento, el que aceptaba solo por no desairar á la Sociedad, de la que recibia este favor. El Sr. Dr. Sánchez manifestó su complacencia por los nombramientos que se acababan de ha- cer, y dió las gracias á todos los socios presentes por su puntual asistencia á las sesiones y por su cooperacion en la marcha que ha llevado la Sociedad en el periodo que la presidió. Terminó la sesion felicitándose mútuamente esta Sociedad de amigos, que se ha conducido con tan buena y cordial armonía, abrigando la esperanza de que continuará siempre como hasta aquí. Asistieron los Sres. Bárcena, Herrera, Ramirez, Ramos José, Ruiz Sandoval, Sánchez, Villada, y el Secretario que suscribe.—José María VELASCO. REVISTA CIENTIFICA DE MEXICO Y EL EXTRANJERO. ANÁLISIS DE UNA PLANTA INDÍGENA.—En La Independencia Médica, n. 9, 1. 1, se lee la descripcion y el análisis de nuestro Tlanchinole 6 Hanchinol, Heimia syphilitica, Link y OtL., Ginoría syphilitica, flor. mex. inéd., de la familia de las Litrarieas y que Bentham y Hooker, en su Genera Plantarum, incluyen en el género Nessera; planta de los climas templados de México, y á la que se atribuyen importantes propiedades terapéuticas. Del trabajo citado, cuyo aulor es el Sr. Alberto Y. Alas, copiamos á continuacion lo que sigue: «AnaLisis.—Pulverizadas las hojas y perfectamente seco el polvo, lo coloqué en el aparato de lexi- «viacion, lo traté por el éter que dió una solucion verde, que evaporada, dejó un residuo compuesto «de clorofila y una sustancia grasa. Traté en seguida por el alcohol 495 y obtuve una solucion de un «amarillo oscuro, la que evaporada, dejó un residuo compuesto de una resina y un principio colorante «amarillo; y por último, traté por el agua que formó un mucilago muy espeso; evaporada la solucion, «obtuve un producto en el que reconocí una gran cantidad de goma, un tanino particular y un prin- «Cipio amargo combinado con el tanino y hecho soluble por un exceso de éste. Por la incineración «obtuve una ceniza compuesta de cal, potasa, sosa, silice, ácidos clorhídrico y carbónico. «Resulta de este análisis, que el Tlanchinole contiene: Sustancia gras clon ia Depa a 12 Principio extractivo y resina... E A 14 Principio amargo (Nesina)........ PE IAS OA 9 Goma..... PL EEES ROS E E eo es da ol. 18 DAI A dee AO o 15 Sales minerales. ............ tt a Se 5 Esqueleto vegetal .......... Nas A a 100 «El principio amargo que es la parte activa del Tlanchinole y que he llamado Nesina, obtenida por «el éter ó cloroformo, se presenta en pequeñas láminas brillantes incoloras, inodoras, de un sabor «muy amargo, soluble en el alcohol, el éter y el cloroformo; se combina con los ácidos y forma sales «solubles en el agua. «Tratada por el ácido sulfúrico concentrado, toma un color castaño que pasa poco á poco al vio- «aleta, cuyo color desaparece por la adicion de una corta cantidad de agua. «El ácido nítrico la colora en amarillo anaranjado. «El ácido clorhídrico la colora en amarillo bajo. «El cloruro de platino forma un precipitado anaranjado. «El cloruro de oro no precipita inmediatamente, pero despues de algun tiempo precipita en ama- «rillo claro. Por las reacciones citadas se ve que la Nesina es un alcaloide: C* H*0*, «El tanino es un polvo de un amarillo de haba, inodoro, de sabor muy astringente, muy soluble «en el agua y pertenece al segundo grupo, en el cual se encuentran los taninos que coloran en ne- «gro verduzco las sales de fierro. y «La goma se presenta bajo la forma de una materia sólida, amarilla, incristalizable, inodora, su «sabor es astringente y amargo, debido probablemente á la nesina y tanino. Se disuelve en el agua «y le comunica una consistencia mucilaginosa considerable. Se encuentra en gran cantidad en el «Tlanchinole y le comunica sus propiedades emolientes. » LA PAPAINA.—El año último, Mr. Wurtz presentó á la Academia de Ciencias Naturales, unas observaciones sobre las propiedades digestivas que habia descubierto en el jugo de la Carica Papaya 6 Papayo, árbol de las regiones ecuatoriales de América. 5) E 10 En presencia de las materias azoadas (carne de animales terrestres, clara de huevo cocida, queso); el juzo del Papayo óbra como el jugo gástrico contenido en el estómago de los animales; las disgrega, las trasforma poco á poco en una especie de papilla de aspecto poco agradable y acaba por disolverlas. Era, pues, preciso aislar la materia que da á esta secrecion vegetal una de las propiedades más caracteristicas de uno de los liquidos «lel organismo animal. Para un fisiólogo y químico, tal como Mr. Wurtz, la existencia de esta diastasa no era dudosa, no podia dejar de existir, y todos la llama- ban anticipadamente Papaina. En la última sesion de la Sociedad Quimica, viérnes 12 de Marzo, el sabio miembro del Instituto expuso el resultado de sus indagaciones sobre la Papaina. Para aislarla, se comienza por conseguir frutos de Papayo maduros y en el mejor estado posi- ble: su aspecto exterior es como el de una pera grande y su interior es algo semejante al del melon.. Se abren estos frutos y sale un liquido que no tarda en coagularse. Se agotan los frutos y el coágulo que sale, por el agua fria; por medio del baño-maria ó por evaporación en el vacio, se reducen á consistencia de extracto que se precipita por el alcohol. Se re- voge el precipitado, se redisuelve en el agua y se le precipita de nuevo. Despues de cierto número de precipitaciones, se tiene la Papaina impura, reteniendo con tena- edad materias extrañas de las que es imposible desembarazarla. Mr, Wurtz no ha podido dar la composicion de la sustancia que con tanto trabajo habia prepara- do: sin embargo, ha podido estudiar sus propiedades fisiológicas: disuelta en el agua pura, en pre- sencia de materias azoadas, produce verdáderas digestiones artificiales. En doscientos centimetros cúbicos de agua, se han disuelto dos gramos de Papaina. En este liquido se ha introducido una rana viva del peso de cincuenta gramos, y el todo se ha abandonado ási mismo. Al cabo de dos horas, la pobre rana comenzó á desahaserse; su piel empezó á disolverse en el líquido en que á su pesar se le obligó á permanecer. Seis horas despues del principio del experimento, los músculos! fueron atacados, los miembros posteriores en parte disueltos, y el pobre animal no se agitaba ya sino débilmente. Á las cinco de la tarde la rana habia muerto. Algunos filamentos flotaban en el líquido, que habia tomado una coloración rojiza, indicando todavia la forma del cuerpo del animal. Al dia siguiente, por la mañana, el líquido tenia un aspecto opalino, ligeramente rosado, donde no se distinevian ni trazas de lo que habia sido un animal anfibio del órden de los batracios. A despecho de la resistencia opuesta por las fuerzas vitales, la rana estaba muy bien digerida; resultado que no se habria obtenido con la pepsina, principio activo del jugo gástrico: la pepsina no obra sino en presencia de algunas gotas de un ácido, y sobre todo, del ácido láctico, que preexiste en el jugo gástrico y que se puede preparar por centenares de kilógramos por medio de la leche. Uu exceso de acidez detiene la accion de la pepsina. En presencia de un sér vivo, de cierto volúmen, elácido, agregado á dósis moderadas á la pepsi- na, es saturado por los álcalis que existen en la sangre del animal sometido á la experiencia, y la ac- cion digestiva se detiene forzosamente. La accion de la pepsina está necesariamente limitada por las fuerzas vitales, sin lo cual nos di- geririamos á nosotros mismos, y no sabemos que se haya presentado semejante caso. Sin embargo, animales de dimensiones exiguas pueden ser muertos rápidamente por el jugo gástrico, y disueltos por la pepsina que contiene, se concibe que ésta sea una cuestion de. masas; pero tambien es cierto que la digestion de los sapos, que el difunto Talleyrand aconsejaba á aquellos que se destinan á las delicadas funciones de diplomáticos, es muy dificil, tanto en el sentido propio (dado el caso que un sapo lo sea) como en el figurado, Por un momento se pensó en aplicar la accion de la Papaina á la disolucion de los tumores can- cerosos en el lugar mismo que ocupan; pero se ha renunciado á la esperanza de aliviar á los desgra- ciados atacados de estas terribles úlceras. Un cáncer tiene ramificaciones, raíces, que penetran profundamente en el tejido nusonlar y que la inteligencia y habilidad práctica del mejor cirujano no siempre pueden alcanzar y cortar. 11 Pero ejerciéndose la accion de la Papaina, tanto sobre las carnes sanas como sobre las produe- ciones vitales morbosas, se ve que seria necesario para destruir el cáncer en sus más lejanas rarmi- ficaciones, disolver una porcion considerable de la sustancia del enfermo, No obstante los descubrimientos de la ciencia, el cáncer subsiste como una enfermedad con- tra la cual son impotentes todos los recursos de la terapéutica; solo una operacion quirúrgica da alguna esperanza de éxito.—(Copiado de El Médico y Cirujano Centro-Americano. Mayo de 1880.) DESCUBRIMIENNTO DE UN ANTIGUO VOLCAN.— ...... Habeis tenido la bondad de pedir- me que os comunique algunos detalles respecto de 1mi viaje á México; pero hasta ahora no ha sido posible comenzar la redaccion de mis observaciones sobre la geografía de este interesante país. Me limitaré, por ahora, á hablaros del descubrimiento de un antiguo volcan apagado que encierra no- tables curiosidades dignas de llamar la atencion, tanto del geógrafo como del geólogo. Al hablaros del descubrimiento de esta gran montaña, no pretendo que áun no haya sido visitada por nadie, pues los habitantes del Distrito que la rodea la conocen muy bien; pero ningun viajero ha sospecha- do nunca su existencia y áun los mismos habitantes de las ciudades de México están, en este punto, en la ¡enorancia más absoluta. Al Sud-oeste del Valle de México, se extiende la fértil provincia de Michoacan, que con razon pasa por ser el jardin de México, y que, á las ventajas de un terreno accidentado, reune las de es- tar surcada por multitud de corrientes de agua y gozar de un clima templado. Cuando el viajero desemboca en estas verdes praderas, despues de haber recorrido largo tiempo los arenosos llanos del Anáhuac y los pantanos del Valle de México, experimenta un deleite particular á la vista de aquellas colinas boscosas entre las que se extiende, exuberantes praderas, arroyos de ondas frescas y puras, y lagos encantadores de cuyo seno se elevan islas cubiertas de rica vegetacion. En otros distritos de tan fértil país, las montañas de aspecto salvaje y rudo, ocultan en sus entrañas esas venas de metales preciosos que, al presente, son las únicas riquezas de las Repúblicas españo- las. El más floreciente de estos Distritos es el de Angangueo, situado en los confines del Es- tado de México, Dejé este lugar el 6 de Agosto de 1855 y me dirigi por el Oeste hácia el pueblo de Taximaroa, Habia recibido algunas vagas indicaciones acerca de la existencia, en esta rezion, de una gran montaña llamada San Andrés, pero me costó Agua trabajo hallar un guía que me con- dujese alli. Todos los volcanes de México son de fácil acceso, la pendiente de sus vertientes es tan suave, que se sube á caballo hasta una altura considerable; pero siempre están invadidas por inmensas sel- vas que ocultan el horizonte y la cima de la montaña. Por todas partes los rayos visuales se detienen en los troncos de árboles seculares, que parecen disputarse el terreno, 6 que yacen y se acumulan en inmensos montones de pudricion en la que toda una naturaleza viviente se mueve, oculta á los ojos del transeunte. Esta vegetacion vigorosa y gigantesca, producto ae una naturaleza tropical emi- nentemente fértil, excita largo tiempo la imaginacion del viajero; pero acaba por fatigar y llena el alma de enojo y de tristeza. Aqui, sin embargo, se altera la uniformidad por grandes huecos cuyo suelo horizontal parece haber pertenecido á una serie de pequeños lagos desecados. La montaña de San Andrés tiene, en efecto, un considerable desarrollo. Sus vertientes no son uniformemente inclinadas, sino cortadas por blancos montículos y colinas colocadas sobre la misma montaña. Este vasto conjunto presenta un macizo de cúpulas y abras separadas por llanos y valles, y se eleva gradualmente por pisos hasta' la última meseta de cuyo nivel surge la roca redondeada que forma la más alta cima. El estrecho sendero que conduce del pueblo de Taripeo al lugar de pod: del azufre, ser- pentea al través de estas selvas impenetrables, tan pronto atravesando los pantanos de las mesas como internándose en los vericuetos cuyos difíciles pasos constituian para nuestras cabalgaduras un peli- ero constante. El piso de la montaña se compone todo de una traquita azulosa, atravesada por infi- nidad de vetas de obsidiana de grande anchura hasta el punto que, en muchos lugares, hombres y animales caminaban literalmente sobre vidrio, Todas las llanuras cercanas ofrecen el mismo carác= ter, y están además inundadas por desbordamientos basálticos que han hecho erupcion por la multi 12 tud de hendiduras de que está acribillado el suelo á causa de los numerosos cataclismos producidos por las incesantes conmociones volcánicas. Despues de muchas horas de caminar, desembocamos súbitamente en un anfiteatro rocalloso, donde se ofreció á nuestra vista el más curioso espectáculo, En el fondo de una especie de embudo se ve un estanque circular de más de cien metros de ancho, lleno de agua turbia é hirviente, de la que se eleva una nube de vapor cargada de gases mefiticos. Todas las paredes del anfiteatro son de rocas desprovistas de tierra vegetal, reblandecidas y blanqueadas por los vapores sulfúreos de que es- tá impregnada la atmósfera de este antro. Sobre estas rocas se dibujan algunas aureolas amarillas y rojas que atestiguan la accion incesante del azufre, y una lánguida vegetacion corona por todos la- dos los bordes cortados á pico. Esta lucha entre una vegetacion invasora y las emanaciones perni- ciosas que la rechazan, tiene alzo de triste, que hace aún más salvaje el aspecto de estos desolados lugares. El charco de agua caliente que ocupa el fondo, si se juzga por sus bordes, debe tener una gran profundidad. De su seno es de donde se retira el azufre mezclado con lodo de que se usa para la fabricacion de las pólvoras, despues de purvificarlo por fusion. Para estos trabajos se han fabrica- do algunas chozas de tierra y un pequeño edificio para la explotacion, á cierta distancia de la laguna en donde se resienten ménos las emanaciones sulfurosas; peroáun alli es tal la influencia de los va- pores sulfurosos, que trasforma la tierra arcillosa de que están construidas las casas, en varios sul- fatos y particularmente en alumbre, al punto de hacerlas desplomarse periódicamente. Este es uno de los más curiosos fenómenos que es dable observar: Consagramos el resto del dia á explorar diversas partes de la montaña, y guiados por dos indios, penetramos en un valle elevado, abriéndonos camino con el hacha á través de la selva, cuya vege- tacion extraordinaria sobrepuja en vigor y majestad á cuanto he visto sobre las montañas de México. El suelo está sembrado de troncos gigantescos que se acumulan sin ningun órden bajo el espeso fo- Maje de árboles vivientes, y cuando se les quiere franquear apoyándose en sus cortezas, se deshacen inmediatamente convirtiéndose en polvo y arrastrándoos en su caida hasta el fondo de un monton de helechos y plantas diversas donde permanece uno como sepultado entre montañas de madera picada. Hacia como media hora que llamaba nuestra atencion un ruido extraño, muy semejante al de una catarata lejana, cuando percibimos una columna de vapor blanco, proyectando con violencia sus copos aborregados por encima de los sabinos que cubren los flancos del valle. Al llegar al lugar de donde salia el ruido, quedamos pasmados con el espectáculo que se nos presentó. Delante de nosotros se levantaba una pendiente blanqueada, que parecia cubierta de por- celana. En Ja cima se halla un pozo de dos metros de abertura, del que se escapa con un silbido hor- rible un chorro de vapor que se eleva en el aire á una altura considerable. Al mismo tiempo una oleada de agua hirviente se desborda de la abertura y se escurre por mu- chos caños hasta el fondo del valle. Este gran fenómeno solo puede compararse con el de los Gey- sers de Islandia, y tanto aquí como allá, los resultados son los mismos. Las aguas, al escurrirse, de- jan una gran cantidad de silice y forman á los alrededores esas rocas blancas cuya sustancia comparo con la de la porcelana. Todas las piedras que humedecen estas aguas, están en vía de crecimiento. Su superficie es suave como pasta y se solidifica en seguida para formar una especie de ópalo compacto. : El San Andrés encierra aún otras curiosidades. Á corta distancia del chorro de vapor, se ve saltar otro manantial caliente, en medio de diversos vallecillos que parecen tallados por la mano del hombre. Pero esto no ofrece más interés que el de una fuente termal y el de la alta Fontana de sus aguas que llega á 100", Continuamos caminando á través de los bosques, siempre guiados por nuestros indios, elevándo- nos gradualmente por los flancos del valle, pero sin salir de un radio de media legua. Repentina- mente vimos abrirse delante de nosotros un antro cuyos bordes arcillosos, cortados á pico, amena- zaban hundirse bajo nuestras pisadas. En lo profundo de este agujero vimos un charco de agua tur- bia agitada por una violenta ebullicion. Su nivel se bajaba para elevarse despues en inmensas burbujas que estallaban arrojando por todos lados torrentes de espuma. Los sabinos que el derrum- bamiento de los bordes habia arrastrado, se habian abatido en forma de embudo, y agitados por las 13 ondas hirvientes, sufrian un verdadero cocimiento, yendo y viniendo como una legumbre en un puchero de agua en ebullicion. Lo inesperado de este espectáculo lo hace todavía más espantoso: nos retiramos poseidos de terror por la idea de que la tierra podria faltar bajo nuestros piés, y que la menor imprudencia nos precipitaria en aquel abismo, donde una muerte horrorosa seria inevitable. No pudimos prescindir de comparar esta maravilla pintoresca con ciertas escenas feéricas, que la imaginacion de la edad média ha procreado. Si en vez de estar colocada en el seno de los desiertos de América, la montaña que describimos, se elevase á orillas del Rhin, ya habria añadido una le- yenda más á las tradiciones góticas de la Alemania. La marmita de Rubezalh ¿no se halla realizada en esta caldera de la montaña en que se cuecen los árboles de la selva? Aquel infierno animado por las brujas de Macheth, ¿no formaria un cuadro perfecto? + Es probable que el San Andrés encierre aún otros objetos dignos de atencion; pero las selvas impenetrables que lo cubren por completo, impiden al viajero explorarlo á su gusto. En otra excursion que hice despues, más allá de la fábrica de azufre, ví un vasto claro en el que el suelo está ocupado por un lago de agua amarga alimentado sin duda por manantiales subterráneos. Nada hay más triste que estos lugares aislados; esa sabana de agua salobre, rodeada por los árboles de la selva, monótona y silenciosa, que ni los venados ni las aras, ni los pericos, han conseguido animar. Alli fué, donde po- seido de un violento acceso de calentura, no pude llevar más adelante la exploracion del San Andrés, Deploré tanto más este contratiempo, cuanto que me puso en la imposibilidad de visitar el pico de la montaña, que los habitantes del pais designan con el nombre de Cerro Grande, y cuya altura sobre- puja sensiblemente los limites de la vegetacion arborescente. Se pretende tambien que no está des- provisto de nieves perpétuas; pero los datos que puede obtener el viajero, de los naturales, son dema- siado vagos para concederles gran confianza.—(Carta de M. H. Saussure, á M. de la Roquette. Bulle- tin de la Societé de Géographie, traducida por el Sr. Ingeniero Juan Quintas Arroyo, socio honorario.) ESTUDIO SOBRE EL ESCARABAJO DE LAS PAPAS.—La Chrysomela (Doryphora) decemlinea- la, vulgarmente llamada escarabajo de las papas, en los Estados Unidos conocido bajo los nombres de Colorado-bug 6 Patato-bug, es un escarabajo de un centímetro de largo, de forma ovalada, de dorso bombeado en semicírculo, el cuerpo algo brillante, sin vello y de un color rojo amarillento, De color negro son: los cinco artículos finales de sus antenas ligeramente engrosados, los ojos y una mancha frontal en forma de corazon. El coselete tiene además de su parte anterior y posterior, que son tambien negras, unas manchitas del mismo color, siendo la de en medio algo más grande y en forma de V romana. Del lado del abdómen se encuentran tambien, ordenadas en lineas trasversales, numerosas manchas y puntitos negros. En fin, de color negro son, además, en las patas, las rodillas y los tarsos; éstos cada uno formado de cuatro artículos. Los élitros 6 cubiertas de las alas son de color amarillo claro, y unidos, presentan once lineas negras, longitudinales, la de en medio ocupando la sutura; de las demás, la tercera y cuarta linea de cada élitro, se unen hácia atrás, y aquella de las lineas que está más cerca del márgen exterior, es la más angosta. Las alas membranosas, plegadas trasversalmente en el estado de reposo bajo los élitros, son de un color rosado vivo, ' Los huévecillos, anaranjados, están pegados de diez á doce en la cara inferior de la hoja de la papa. Las larvas que salen de los huevecillos son al principio más oscuras, casi color de sangre; al desarrollarse se ponen más claras y más anaranjadas; cuando la larva ha alcanzado su completa mag2- nitud cerca de doce milimetros, su forma, vista por encima, es de la figura de una pera; á diferen- cia del escarabajo de cubierta dura, ella es de piel suave y más bien carnosa; su color es, en lo ge- neral, anaranjado, y solo son negros la cabeza, el márgen posterior del primer anillo del abdómen, las patas y dos lineas longitudinales de verrugas en cada lado del mismo. Tal es el aspecto, bien puede decirse agradable de este insecto, que es uno de tantos coleópte- ros que conocemos con el inocente nombre de catarinitas, que hacen muchas veces el encanto y la diversion de los niños, pero que contiene en su cuerpo liquidos corrosivos que al aplastarlo, ca- yendo en la piel, producen llagas y úlceras, y que al tocar los ojos, pueden hacer perder la vista, 14 Este escarabajo se encontró la primera vez, por el año de 1823, en las comarcas de los Rocky Mountains, 6 sea de las Montañas Rocallosas en donde se alimentaba de algunas soláneas silvestres. Cuando la colonizacion de los americanos del Norte se extendía en estas comarcas y con ella el cul- tivo de la papa, el escarabajo se domicilió en estos campos, y á consecuencia de la rica alimentacion se propagaba con rapidez prodigiosa. En el año de 1859 se notaban ya grandes devastaciones en las campinas del Estado:de Nebraska; en 1861 el escarabajo habia pasado el rio Missouri y la plaga cayó en los campos del Yowa, y se extendió, en 1862, al Estado de Kansas. Desde Yowa, el Colorado-buy se marchó á los Estados de Minnesota y Missowri (1865); pasó en el año de 1866 el Mississippi y de- vastó los plantios de papas, en proporciones siempre crecientes de los Estados de Wisconsin, Mlinois y Kentucly y algo más tarde, en 1870, los de Indiana, Michigan y Ohio, en donde ni el ancho lago de Michigan formó una barrera á este voraz insecto. En el año de 1871 ya encontramos el escara- bajo de las papas en el Sur del Canadá, en Nueva-York y en Pensilvania, y en el año de 1874 la vanguardia de este ejército destructor habia ya llegado á los Estados más orientales de la Union y á las costas del Océano Atlántico, recorriendo en pocos años una distancia de 1,700 leguas y devas- tando una superficie de 40 4 50,000 leguas geográficas cuadradas. Para comprender cómo es posible un desarrollo tan inmenso, explicarémos á nuestros leclores la marcha de su procreación fabulosa, como ésta se ha observado en los Estados Unidos. Al principio del mes de Mayo, el escarabajo sale debajo de la tierra donde ha pasado el invier- no en estado de ninfa; doce ó catorce dias más tarde, la hembra comienza á poner sus huevecillos de diez ó doce en la cara inferior de las hojas de las papas y prosigue durante cuarenta dias la mis- ma operacion. En este tiempo, tanto la hembra como el macho, devoran continuamente las hojas de las tier- nas plantas de papas, y lo mismo hacen las larvas que despues de cinco ú ocho dias de haber sido puestos los huevecillos salen de estos. Estas larvas son sumamente voraces, crecen muy pronto y lleganásu completo desarrollo en un espacio de diez y siete á veinte dias; despues de este tiempo, se introducen en la tierra para meta- morfizarse, y á cabo de diez 6 doce dias que dura el estado de crisálida, sale el insecto perfecto, que ya á mediados de Junio está en estado de poder producir una segunda cria de devoradores, que á su vez, despues de un trascurso de cincuenta á cincuenta y cinco dias, han recorrido toda la escala de trasformacion para poder dar vida á la tercera cria en el mes de Agosto, y los productos de esta ter= cer cria, que aún durante todo el mes de Setiembre devastan todas las siembras de papas, son los que pasan el invierno en estado de ninfa bajo la tierra. Para hacer bien comprensible esta asombrosa facultad de procreación, supondrémos que una sola hembra invade un campo en el mes de Mayo, en Junio tendrémos 1,200 escarabajos, en Agos- to 1.440,000 insectos, y en Setiembre dormirán en estado de ninfa, para salir de debajo de la tierra en Mayo próximo, la asombrosa cantidad de 1,728.000,000 de animales. , ¿Cómo nos puede, pues, asombrar la noticia que las más extensas comarcas se encuentran com- pletamente devastadas por este voraz insecto, que en busca de nuevo alimento, se ve obligado á emprender siempre nuevas peregrinaciones, sembrando el hambre y la desolacion en su marcha en la que nada le detiene, ni anchos rios, ni vastos lagos, ni la inmensidad del Océano, porque resisten de una manera admirable á los cambios más bruscos de la temperatura y pueden existir más de seis semanas sin tomar alimento alguno. Una reciente circular de la Cancillería del Imperio Aleman, recuerda á todos los agentes diplo- máticos y consulares del mismo, que un decreto del 26 de Febrero de 1875 prohibe severamente la introduccion de papas de América en los puertos alemanes; hace constar que en Junio de 1876 se ha encontrado en el muelle de Bremen un ejemplar vivo de este pernicioso insecto, que en inmen- sas bandadas revolotea en el muelle de Nueva-York; que casi todos los navios que salen de este puerto se encuentran en los primeros dias de su viaje invadidos por un número mayor ó menor de este coleóptero; que continuamente existe un peligro eminente de ver trasportada esta plaga á las, playas europeas, y por lo mismo, recomienda la mayor vigilancia á los capitanes para que sean des- truidos estos escarabajos si se encuentran en los buques; que se compre el menor número de pro=" 15 visiones necesarias en papas y legumbres para los viajes; ordena además distribuir, al efecto, ins- trucciones detalladas para poder reconocer el insecto donde se encuentra, encareciendo de la mane- ra más terminante los peligros que encierra cualquier negligencia en esta línea. Desgraciadamente hemos ya experimentado la facilidad con que se propaga é introduce este nocivo coleóptero en México. En 1875 ha hecho la aparicion en unos plantios de papas de la Escne- la de Agricultura, no muy distantes de la estacion del ferrocarril de Veracruz, siendo seguramente llevado por algunos buques norte-americanos á este último puerto, y habiéndose trasladado por el ferrocarril con algunas mercancias á nuestro valle de Anáhuac. Por fortuna se ha dirigido á los campos de la Escuela de Agricultura, donde reconocido por los inteligentes profesores, se debe de seguro, á sus eficaces medidas, que no se haya propagado la peste como era de temerse, pero por la misma razon creemos que el Gobierno federal de México y los gobiernos limitrofes del Golfo, deben dirigir su atencion muy detenidamente á ésta, en verdad, muy interesante cuestion, para tomar todas las medidas necesarias á fin de preservar al país y á la oprimida clase de los agricultores de esta nueva tribulacion.—Mayo de 1877.—Olhon £. Baron de Brackel- Welda. UNA FLOR NARCUTICA,—Segun el Dr. S. Guzman, de San Salvador, poste esta propiedad la flor de la Erythrina corallodendron, vulgarmente llamada pito, siendo tan marcada y conocida en aquel pais que de ordinario se toma una sopa de pitos, cuando se sufre de alguna afeccion dolorosa. Produce siempre un sueño apacible, sin la congestion que determina el opio en la base del encéfalo cuando se usa con frecuencia. Es notable dicha propiedad en una flor de la familia de las Legumi- nosas, áun cuando ya se sabe por el Sr. Dr, F. Altamirano, las muy tóxicas de sus granos. Por un procedimiento que no se indica, los Sres. Guzman y Lievand, obtuvieron del extracto acuoso, un precipitado blanco, sedoso: y muy abundante de reaccion ácida y al que impusieron el nombre de Eritrinaria 6 Petina. be En las diferentes regiones de México vegetan algunas especies del género citado: en el Valle la E. Coralloides, que llaman colorín 6 tzompanili, y cuya madera y semillas:son tan conocidas; en el Sacromonte, la E. setosa, que no es arbórea como la anterior sino una simple mata; la que crece en Orizaba y Jalapa se conoce con el nombre de ¿químite, y las flores pitos; la. de la costa de Veracruz lleva el de pichoco, y madre de cacao en Tabasco; vegetando, en fin, una en la costa de Chiapas. Todas ellas son, seguramente de distinta especie que las del Valle, pues de México están señaladas, fuera de las referidas, las siguientes: E carnca, leptorhiza, longipes, horrida, breviflora, patens, divaricata, reliculata, rosea y princeps. La accion hipnótica de las flores parece que tambien ha sido reconócida en nuestras especies, pudiendo asegurar, que son un alimento sumamente agradable y con la particularidad de tener un sabor de carne muy pronunciado, HEMOCIANINA.—Este es el nombre dado por Fredericg á una sustancia albuminosa contenida en la sangre del pulpo: parece que en este invertebrado desempeña el mismo papel que la hemo- elobina en la sangre de los vertebrados: como ella, sirve para la hematosis, absorbiendo el oxigeno que le comunica una coloración azul, y decolorándose cuando la pierde; en el vacio y al contacto con los tejidos, se desoxigena; de donde resulta, que la sangre venenosa es incolora: se ha encon- trado en la hemocianina una pequeña cantidad de cobre que parece estar en el mismo estado que el fierro en la hemoglobina. Este hecho es de grande importancia para la fisiologia comparada, pues viene á dar alguna luz sobre la hematosis en los invertebrados, funcion cuyo mecanismo se jenora- ba hasta hoy completamente.—J. Ramos, socio honorario, AECA AQ —— MISCEDANEA. DATOS RELATIVOS AL PRODROMO CANDOLEANO.—En 182% salió á luz el tomo 1.* de esta obra en la cual el ilustre Prramus DE CANDOLLE, se propuso publicar Monografias de todas las fami- lias del reino vegetal. El tomo XVII, último de dicha obra, cuya conclusion habia llegado á ser im- posible bajo el plan primitivo, pero que, en el dia continúa bajo otra forma, por los SRES. ALFONSO Y Casimiro De CanpoLtE, ha sido publicado en 1870. A. De CanpoLtE ha dado en el tomo XVII una historia interesante de la publicacion, á la cual ha consagrado la mayor parte de su carrera cientifica, siendo su único director desde la muerte de su ilustre padre, acaecida en el año de 1844. El número de páginas del Prodromo es de 13,194, conteniendo la descripcion de 214 familias, 5,134 géneros y 58,957 especies. En él han colaborado 35 botanistas: 11 suizos, 9 franceses, 8 ale- manes, 3 ingleses, l italiano, 1 sueco, 1 holandés y 1 belga. De las mencionadas páginas, casi 6,000 han sido redactados por los tres Sres. De CanpoLLE: el mundo sabio debe, pues, al celo cientifico de tres generaciones, no solo la existencia de una obra continuada con perseverancia á través de difi- cultades de todo género, sino tambien la redaccion de casi la mitad de ella.—(Traducido.) HIDROLOGÍA.—Segun el análisis de los Sres. J. D. Morales y Nicolás R. de Arellano, publica- do en el núm. 2 del Boletin del Consejo Superior de Salubridad de la ciudad de México, el agua fer- ruginosa del pozo artesiano que surte á los baños medicinales, establecidos en la ciudad de Guada- lupe Hidalgo, contiene en un litro lo siguiente: Bicarbonato de protóxido de fierro, O g”. 216; id. de cal, 0, 072; id. de magnesia, O, 139; id. de sosa, 0, 504; cloruro de sodio, 0, 307; alumina, 0, 048; silice, O, 168; ácido crénico, O, 007; potasa, litina, magnesia, ácido fosfórico, huellas; materia orgánica azoada,no se dosifica: total, 1 gr. 46. De gases libres: ácido sulfhídrico, huellas; id. carbónico, 87, 23; azoe, 11, 97; oxigeno, O, 80: total 100. El pozo produce por minuto, de 1584 176 litros de agua acompañada de casi un volúmen igual de gases que á su salida se desprenden; reteniendo, to- mada en este momento, una cantidad de 573% 4 0* de calor y á la presion de 0” 76; su temperatura, al salir, es de 22? 8, y en la fuente, de 22 6 del centigrado y su densidad, de 1,001, 1; y como es de suponer, las sustancias fijas que tienen en disolucion, es algo menor á la cifra expresada arriba. Los reflejos de iris que se observan en la superficie, estando depositada, son debidos, como lo ase- guran los mismos señores, á películas muy finas que se forman de sesquióxido de fierro, y no al petróleo como creían algunas personas: el olor, débilmente sulfuroso que tiene al principio de la mañana lo pierde despues al oxidarse el ácido sulfhídrico que lo produce; siendo, en fin, de un sa- bor marcadamente ferruginoso y acusando una reaccion ácida con el papel de tornasol, merced al exceso de ácido carbónico que contiene. DATOS AGRÍCOLAS.—El Distrito de Córdoba, con cerca de 11,000 habitantes, produce hoy, de café, por valor de $ 750,000 (50 quintales); de tabaco, $300,000; de arroz, $50,000; de frutas, $ 100,000; de diversos, como maíz, almidon, leche, queso, ganado, etc., $300,000: total, $1.500,000. Advirtiendo, que ni la décima parte de los terrenos está cultivada, no siendo exagerado aventurar que con la inmigracion se podria cuadruplicar dicha suma.—H. Finck. UNA BUENA RECETA.—Creemos que podrá ser útil á los preparadores la de un pegamento, llamado Diamante, que da excelentes resultados en el vidrio, porcelana, etc., y la cual es como si- gue: Se disuelve %¿ onza de grenetina en 2 onzas de agua caliente, y por separado, % dracma de goma archipin, en la menor cantidad de agua fría. En 3 dracmas de alcohol se disuelven, 1 drac- ma de almáciga y otra de goma amoniaco, y se mezcla todo estando aún caliente la solucion de gre- netina. ManueL M. VILLADA, Encargado de la publicacion. REVISTA CIENTIFICA DE MEXICO Y EL EXTRANJERO. EL PLÁTANO.—Los autores no están de acuerdo sobre si esta planta es aborícene de América 6 fué traida por los conquistadores. Oviedo, en su Historia Natural de las Indias, dice que Fray Tomás Berlangas, plantó en el año de 1516 los primeros plátanos en la Isla de Santo Domingo. (De plantis «seulentis comentatio bota- nica, 1786, pág. 28. En las relaciones de los viajes de Cristóbal Colon, Alonso Negro, Pinzon y Cortés, se hace men- cion del maíz, el guacamote, el papayo y otras plantas alimenticias usadas por los indígenas, pero no se cita al plátano; ¿será esto debido á que los antiguos habitantes de América no conocian este vege- tal, 6 á la poca atencion con que los conquistadores miraban las producciones americanas, como lo cree Humboldt? El Dr, Hernández habla del plátano designándolo con el nombre de Quauhxilollaltera, para dis- tinguirlo del árbol al que dieron los mexicanos el mismo nombre y equivale al que se conoce en el dia con el de cuajilote: este autor llegó á Nueva España á fines del siglo XVI, y halló muy extendido en ella el cultivo de dicha planta: dice, sin embargo, que se tenia por extraña en el país, y que ha- bia sido trasladada á 6l por los indios y negros orientales. El Sr. Baron de Humboldt, en su Ensavo Político sobre la Nueva España, se expresa en estos términos: «Tal vez en cuanto á la verdadera patria de los plátanos, sucede lo mismo que sobre la de los perales y cerezos. Por ejemplo, el cerezo de monte, Prunus avíwm, es indigena de Alemania, y en Francia se halla en nuestros bosques desde la más remota antigiiedad, como el roble y el tilo: al paso que otras castas de cerezos que se consideran como variedades que se han hecho permanentes, y cuyos frutos son más sabrosos que los del cerezo del monte, los romanos los trajeron del Asia me- nor y en particular del reino del Ponto. Asimismo en las regiones equinocciales y hasta el paralelo 33% 6 34* se cultivan bajo el nombre de plátanos un gran número plantas, que difieren esencialmen- te por la forma de sus frutos, y que quizá constituyen verdaderas especies. Si hasta hoy no se cree bastante probada la opinion de que todos los perales cultivados traen su origen del peral silvestre, como de un tronco comun, debe sernos todavia más permitido el dudar que el gran número de va- riedades constantes del plátano, lo traen de la Musa trogloditarum que se cultiva en las Islas Molu- cas, que segun Gaertner, tal vez el mismo no es Musa, sino una especie del género Ravenala de NAPA SAI A ad O O A A A E ii Ahora bien, en México y toda la tierra firme de la América meridional es una tradicion cons- tante que el plátano harton y el Dominico se cultivaban allí mucho tiempo ántes de la llezada de los españoles, pero que el Guineo, que es una variedad del Camburi, fué llevado de las costas de África como su mismo nombre lo prueba. El autor peruano, Garcilaso de la Vega (Comentarios reales de los Incas. Tomo 1, págs. 282), que es el que ha señalado con más atencion las diferentes épocas en las cuales la agricultura ameri- cana se ha enriquecido con producciones extranjeras, dice expresamente, que en tiempo de los In- cas, el maíz, el quinoa, las patatas, y en las regiones calientes y templadas los plátanos, formaban la base del alimento de los indigenas: describe la musa de los valles de los Andes, distinaue áun la es- pecie más rara, que da una frutilla azucarada y aromática, el Dominico, del plátano comun ó harton. El padre Acosta (Historia natural de Indias, 1608, pág. 250) afirma tambien, aunque ménos po- sitivamente, que los americanos cultivaban la Musa ántes de la llegada de los españoles. El plátano, dice, es un fruto que se encuentra en todas las Indias, aunque hay gentes que pretenden que es ori- ginario de Etiopia, y que de alli vino á América. En las márgenes del Orinoco, del Casiquiare ó del Beni, entre las montanas de la Esmeralda y las fuentes del Rio Carony, en medio de los bosques más a py 18 espesos, casi en todas partes en donde se descubren pueblos indios, que no han tenido relaciones con los establecimientos europeos, se encuentran plantios de cazabe y de plátanos. El padre Tomás Berlangas no pudo trasportar de las Islas Canarias á Santo Domingo, otra espe- cie de Musa que la que alli se cultiva, que es el camburi, y no el plátano harton ó zapalote de los mexicanos. Solo la primera de estas dos especies se cria en los climas templados como las Islas Ca- narias, Túnez, Áncel y la costa de Málaga. Tambien en el Valle de Caracas, situado á los 107 30” de latitud, pero á 900 metros de altura absoluta, solo se encuentra el camburi y el dominico, y no el plátano harton, cuyo fruto solo madura bajo la influencia de una temperatura muy elevada. El mismo Humboldt dice que en el hemisferio austral los Puris aseguran haber cultivado en las orillas de Prato, mucho tiempo ántes de sus comunicaciones con los portugueses, una pequeña espe- cie de plátano, que designan con las palabras paruru en tamanaco, y urata en maypuro; voces que sienifican no traidos. (Humboldt, Relations histor.) Se ve por todo lo expuesto, que es más que probable que los antiguos indigenas conocieron y cul- tivaron algunas especies del género Musa, y que otras fueron traidas más tarde por los conquistadores. El nombre de Musa con que se designa el género, viene, segun opinan algunos, de la palabra árabe mauz, que significa plátano; otros creen que el género fué dedicado á Musa, médico griego, liberto de Augusto. Banana viene seguramente del sanscrito, baranabusa, que segun Amarascosha es sinónimo de radala, rambha y mocha, palabra con que en eseidioma se designa el plátano. (Ains- lie, Materia Médica, of Hindostan, 1813, pág. 234.) Este género encierra varias especies; las que se cultivan en México son: 1. M. paradisiaca, L., llamada vulgarmente plátano largo, plátano hembra, banana, zapalote y plátano harton: se conocen diversas variedades. El nombre con que Linneo designó esta especie, hace alusion á la creencia que tienen los cris- tianos del Oriente, de que esta planta fué el llamado árbol del Paraiso, cuyo fruto hizo pecar á Adan y con cuyas hojas se cubrió cuando perdió su inocencia; otros creen que un racimo de plátanos de esta especie fué la presentada á Moisés por los exploradores que mandó á la tierra prometida. La discusion de estas creencias no presenta ningun interés, solo las refiero porque se relacionan con la historia de este vezetal. 2.2 M. sapientium, L. Llamado así porque se cree que bajo su sombra, los gymnosofistas Ó sa- bios de la India pasan su vida en contemplacion, alimentándose con sus frutos. Algunos autores opinan que esta especie es el dudaim de la Biblia; Virey, por el contrario, ase- gura, que el afrodisiaco de Raquel era un orchis. Este plátano se conoce con los nombres de Guineo ó Camburi. 3.2 M. regia, Rumph. lleva los nombres de Dominico, costeño ó plátano hembrita. 4.2 M. ensete, Bruce. Especie recientemente aclimatada en Córdoba: he visto un individuo de ella cultivado en San Áncel, con gran esmero é inteligencia, por el Sr. Rapontic; seguramente que es uno de los vegetales más hermosos, tanto por la elegancia de su porte, cuanto por la belleza de sus enormes hojas de cuatro y cinco metros de longitud, con su nervio mediano de un color vio- leta que resalta agradablemente sobre el fondo verde del limbo: aunque sus frutos no son comesti- bles, es una planta de ornato, muy interesante, y de la que se puede sacar algunas otras ventajas como diré más adelante. 5.2 M. textilis, Née. Se cultiva en Córdoba: segun el distinguido botánico Sr. Hugo Finck, se le distingue con el nombre de plátano Manila. Además de estas especies, y de algunas variedades de ellas cultivadas en la República, tenemos la M. superba y la M. vittata que, segun el citado Sr. Finck, se han introducido recientemente en Córdoba. Composición química. Segun Mr. Boussingault (Journal de Pharmacie, tomo XXI, pág. 385), el fruto maduro de la Musa paradisiaca contiene los principios siguientes: azúcar, goma, ácido máli- co, idem gálico, ácido péctico, una materia véseto-animal coagulable por el calor, fibra leñosa. La sávia de la misma planta está compuesta de: tanino, ácido gálico, idem acético, sal marina, sales de cal, de potasa y de alúmina. J) . 19 Propiedades y usos. Son tantos, tan variados 6 importantes los beneficios que el hombre saca del plátano, que con razon se le ha llamado el rey de los vegetales. Como planta alimenticia ninguna hay que pueda comparársele, bajo el punto de vista de la can- tidad de productos que suministra. Tanto en el antiguo como en el nuevo mundo, en los continentes como en las islas, en todas las localidades cuya temperatura média anual es de 24” se cultiva el plátano, y es uno de los principa- les alimentos de los hombres que viven allí. Veamos cómo se expresa Humboldtal hablar de este in- teresante vegetal: «En los valles calientes y húmedos de la Intendencia de Veracruz, al pié de la cordillera de Orizava, el fruto del plátano harton tiene algunas veces más de tres decímetros, y mu- chas de 20 á 22 centimetros de largo. ln aquellas regiones fértiles, principalmente en los alrededo- res de Acapulco, de San Blas, y del Rio de Guatzacoalco, una támara 6 racimo de plátanos contiene de 160 á 180 frutos, y pesa de 30 á 40 kilógramos. Dudo que en el globo haya otra planta, que en un pequeno espacio de terreno pueda producir una cantidad tan considerable de sustancia nutritiva. Ocho 6 nueve meses despues de plantado el renuevo, empieza el plátano á desarrollar su racimo, y puede cosecharse el fruto á los diez ú once meses. Cuando se corta el tronco, entre los numerosos tallos que han brotado de la cepa, hay cons- tantemente un renuevo, que teniendo dos tercios de la altura de la planta madre á los tres meses da fruto. De esta manera un platanar se perpetúa, sin que el hombre tenga más trabajo que el de cor- tar los troncos cuyo fruto ha madurado y cavar un poco la tierra alrededor de las raices una ó dos veces al año. Una superficie de terreno de 100 metros cuadrados, puede contener por lo ménos de treinta á cuarenta piés de plátanos; y en un año este terreno da más de dos mil kilógramos de sus- tancia nutritiva, no calculándo cada racimo más que de 15 á 20 kilógramos. ¡Qué diferencia entre este producto y el de las gramineas de los parajes más fértiles. El trizo, suponiéndole sembrado segun el método chino y calculando sobre la base de una cosecha décupla. en un terreno de 100 metros cuadrados, no produce más que 15 kilógramos de granos. » El mismo autor calcula que el producto de los plátanos es al del trigo, como 133 esá 1, y al de las papas como 44 es á 1, y que en una misma extension de terreno se pueden producir 106,000 kilógramos de plátanos, miéntras que de papas no se obtendrian más que 2,400 k. y de trigo 800 k.: media héctara sembrada de plátano harton, produce el alimento necesario en un año para 50 hom- bres, miéntras que de trigo no bastaria para dos individuos. El plátano verde contiene una gran cantidad de fécula; los campesinos preparan una harina de plátano, á la que dan los mismos usos que á la del arroz y del maíz, cortando el fruto verde en rebanadas, secándolo al sol y pulverizándolo despues. El fruto maduro secado al sol constituye lo que designamos con el nombre de plátano pa- sado, cuyo sabor, como es sabido, es muy agradable: deberia intentarse la exportacion de los pláta- nos asi preparados. Las yemas de esta planta se comen cocidas, y su gusto es exquisito. La médula, rica en fécula, tambien es comestible. Las flores infurtidas en vinagre son muy agradables. La can- tidad de azúcar que contienen los frutos es tan considerable, que podrian servir para la extraccion industrial de esta sustancia, si la cana de azúcar no fuera tan abundante. La pulpa del fruto, princi- palmente del guineo, produce por fermentación un licor llamado vino de plátano, del que puede sacarse alcohol por medio de la destilacion. Las vainas secas de las hojas se emplean á guisa de yesca. De la M. textilis sobre todo, pero tambien de otras especies, se extraen filamentos finisimos: recuerdo haber visto en la exposicion de Filadelfia algunos tejidos fabricados con ellos, que llamaron mi atencion por su belleza. Seria de desear que nuestros campesinos se dedicaran á la extraccion de estos filamentos: es de advertir que el plátano los produce de diversos gruesos, desde algunos que pueden emplearse en la fabricacion de objetos de jarcia hasta otros comparables con el alzodon. En algunas localidades de la Sierra usan el jugo del plátano para tenw rebozos y otros lienzos: ol tinte es un negro hermoso y firme: el de la M. Fehei, produce con el cloruro de estaño un color violeta hermosisimo, que puede aprovecharse en la tintoreria. Sabido es que las hojas se emplean para techar las cabañas y para otros usos económicos. La fécula extraida del plátano verde podria emplearse como sucedánea del arrowroot. El jugo es un buen astringente. 20 Al plátano guineo se le atribuyen propiedades pectorales y afrodisiacas: el vulgo lo usa en aleu- nas afecciones de las vias urinarias. . Eljugode la M. ensete, tiene reputacion de diaforético, México, Enero 2 de 1878.—A. Herrera.—(Gaceta Médica de México, T. XII, 1878.) DESCUBRIMIEMTO DE ÓXIDO DE ANTIMONIO EN EXTENSOS CRIADEROS, EN SONORA.— Hasta el presente, el antimonio del comercio se ha obtenido principalmente por la reduccion del sulfuro; y aunque este mineral se halla abundantemente distribuido sobre la tierra, por lo regular es- tá asociado con cierta variedad de sustancias minerales que impiden su reduccion y aumentan los gastos de la purificación del metal. Estos sulfuros se encuentran tambien en tan esparcidas cantida- des, que el metal comunmente supera tres ó cuatro veces el precio del plomo, teniendo el del esta- ño y el cobre. En la actualidad, la adquisicion de los sulfuros de antimonio para los fundidores in- eleses, se obtiene de Algeria, España y Ceilan. Cortas cantidades de óxido de antimonio se han encontrado en algunas partes de Europa y en Ceilan, pero que no merecen una atencion especial; de manera, que cuando hace como un año que llamé la atencion de los metalurgistas y fundidores ingleses acerca de la existencia de vastos terrenos de óxido de antimonio casi puro, en el distrito de Altar, Sonora, á treinta millas del golfo de California, esto pareció demasiado maravilloso para ser creido. Una compañía de Boston ha denunciado estas minas de antimonio, y el mineral estará muy pronto en manos de los fundidores. La formacion geológica del lugar donde abunda éste, es semejante á la del Sur de Arizona. Las montañas están dispuestas en cortas y estrechas hileras dirigidas, la mayor parte, de Norte á Sur. Las cimas son desiguales, ó en conos arredondados segun la naturaleza de las rocas que forman su masa; entre estas hileras está lo que se llama la mesa, formada por los despojos de las montañas; el material es tan suelto y poroso, que la corta cantidad de agua que cae en el año, se resume y deja la tierra seca y árida. Por lo que he podido observar, la naturaleza de las rocas de esta cadena de montañas, consiste en granito primitivo rodeado por calizas subcarboniferas, en muchos lugares tan cristalina que borra toda huella de fósiles; levantándose á través de éstas y formando las cimas de las montañas, están el pórfido, cuarcitas, basaltos, dioritas y traquitas. Las rocas inmediatas á las minas de antimonio, son de cuarcita y caliza. Los criaderos tienen desde cuatro á veinte piés de anchura y las obras de exploracion llegan á una profundidad de treinta piés, mostrando que las hendiduras están llenas de lado á lado de óxido de antimonio casi puro, y de un carácter notablemente uniforme. La direccion de los criaderos es casi de Norte á Sur; el echado está inclinado hácia el Oeste. La área en la cual se ha encontrado el mineral se puede calcular de cin- co á seis millas de largo, y média ó poco más de ancho. La compañía de Boston ha denunciado nueve minas, teniendo cada una, segun las Ordenanzas Mexicanas de Mineria, 800 metros (2624” 8”) de largo y 200 id., (656' 2”) de ancho. En tres de ellas el creston, el cual es de óxido de antimonio sólido, se levanta abiertamente sobre la superficie general, pudiendo trazarse á lo largo del criadero, por varios centenares de piés. Como se ha dicho arriba, el mineral, segun lo han indicado las exploraciones, es casi de óxido puro de antimonio, siendo de sílice las pocas impurezas que encierra. Los primeros ensayos demostraron que contiene de 60470 p% de metal puro, estimando en 50 el de todo el criadero, por término medio, el que por eleccion puede aumentarse. Á mayor profundidad es posible que los óxidos sean sustituidos por los sulfuros, pero hasta ahora no hay señal ningunade cambio. Este descubrimiento está destinado á producir una marcada influencia en la produccion del an- timonio metálico y á extender notablemente su empleo. El Profesor S. P. Sharples, de Boston, despues de un exámen de muchas muestras de óxido de antimonio que recibió de mi, ha establecido lo siguiente: El mineral varia de color desde el blanco al moreno oscuro. La gravedad especifica de las más puras es de 5.07, conteniendo 3 por ciento de agua y 78 por ciento de antimonio. Esta composicion y la gravedad especifica, lo aproxima á la estibiconita. El mineral es muy poco soluble en el ácido hidroclórico ó nitrico ó en el agua régia. Se funde 21 solo parcialmente con el bisulfato de sosa. Sin embargo, pronta y fácilmente se descompone en un erisol de platina con el carbonato de sosa. El óxido de antimonio hasta ahora solo se habia encontrado formando una ligera costra entre otros minerales de antimonio, habiendo sido difícil conseguir ejemplares del peso de alennos granos. El mineral se reduce con dificultad al soplete, pero con facilidad en un erisol con polvo de car- bon vegetal ó cianuro de potasio, dando un boton de antimonio metálico. E. T. Cox. (The Ameri- can Journal of Science, d., Vol. XX, 1880.) LAS BACTERIAS Y LAS FERMENTACIONES.—Las Bacterias son los más pequeños de todos los séres vivos; más que por sus propiedades fisiológicas, por su facultad de multiplicarse, por decirlo asi, al infinito en ciertas condiciones dadas; gozan un gran papel en la economia de la naturaleza y pueden aún ejercer sobre el hombre una accion fatal. Desde algunos años han sido el objeto de nu- merosas investigaciones. Resumirémos en algunas líneas, lo que se sabe de más cierto acerca de ellas, ayudándonos sobre todo de los preciosos trabajos de Pasteur y Cohn, de quienes tomarémos casi tex- tualmente los detalles siguientes. Estos pequeños organismos son los más esparcidos de todos los séres; se encuentran donde quie- ra, en el aire como en el agua. Se detienen á la superficie de todos los cuerpos sólidos, pero no se desarrollan en masa sino cuando la materia organizada se descompone y se corrompe, es decir, cuan- do es el sitio de la fermentación y putrefaccion. Si se pone en el agua-una partícula de materia or- gánica, cualquiera que sea, el agua pierde su trasparencia al cabo de un tiempo más ó ménos largo y se vuelve lechosa, debido á la multiplicación de Bacterias en inmenso número. Al mismo tiempo la putrefacción se propaga dando nacimiento á un desarrollo de diversas combinaciones quimicas; la ma- yor parte afectando desagradablemente el olfato, Cohn ha calculado que una Bacteria puede engendrar en veinticuatro horas á diez y seis millo- nes y medio de Bacterias, y que al cabo de una semana su descendencia estaria representada por un número de cincuenta y una cifras. Al cabo de algun tiempo el enturbamiento del liquido disminuye; el agua se pone clara é ino- dora: la materia organizada ha sido devorada por las Bacterias. Éstas cesan de multiplicarse, perma- necen inmóviles y se acumulan en el fondo del depósito en donde forman un precipitado blanquizco. ¿Qué relaciones existen entre las Bacterias y la putrefaccion, 6 en otros términos, cómo es que estos pequeños séres se desarrollan siempre en las sustancias que entran en putrefaccion? En un cuerpo vivo cualquiera los elementos quimicos están reunidos en combinaciones particulares á las cuales se les ha dado el nombre de combinaciones orgánicas. Cuando la muerte llega, el lazo que reune estos elementos entre sí, se rompe formándose compuestos más simples. Al mismo tiempo el oxigeno del aire que posée una viva afinidad para ciertas materias del cuerpo, trata de combinarse con ellas; se producen asi descomposiciones y nuevas combinaciones que tienen por efecto destruir completamente la forma y la composicion del cuerpo; es lo que se llama la putrefacción, que consis- te, por consecuencia, en una sucesion de fenómenos quimicos; pero estos fenómenos químicos no son únicamente una consecuencia de la muerte, porque un animal ó un vegetal muerto no se cor- rompe si se le coloca en ciertas condiciones que impidan la llegada de las Bacterias. Resulta, en efecto, de los trabajos de Spallangi, del conde Appert, y sobre todo de los de Pasteur, que la pre- sencia de las Bacterias no es solamente concomitante de la putrefacción, sino que es causa de ella. La putrefacción es, pues, un compuesto de fenómenos quimicos correlativos de acciones fisiológicas de naturaleza particular. A las Bacterias de la putrefaccion les llama Pasteur, acrobias, porque res- piran el oxigeno libre por oposicion á las Bacterias de las verdaderas fermentaciones que no respira en lo general sino el oxigeno combinado contenido en otras sustancias que reducen, anacrobias. Las fermentaciones propiamente dichas, son tambien debidas á Bacterias especiales, que obran pro- vocando descomposiciones reductrices, que no consisten sino en un simple desdoblamiento sin 0xi- dacion. Tal es, por ejemplo, la fermentacion alcohólica que consiste en la descomposicion de la azú- car de uva en alcohol y ácido carhónico y en una corta cantidad de ácido suecinico y elicerina. En fin, las enfermedades epidémicas, el cólera, la peste, el tifo, la podredumbre de hospital, son producidas 22 tambien por Bacterias. La enfermedad no se declara jamás espontáneamente, sino que siempre es llevada de un lugar donde reinaba anteriormente. Cuando el contagio se produce se pasan horas y áun dias, ántes de que los signos característicos aparezcan exteriormente; al cabo del tiempo necesa- rioá la incubacion, la enfermedad hace irrupcion causando turbaciones profundas en la regularidad de la actividad vital de todos los órganos, desde el cerebro hasta el aparato digestivo; el enfermo su- fre como si estuviese bajo la influencia de un veneno que se hubiese infiltrado en la sangre, siendo él mismo como una fuente de envenenamiento, porque esparce á su turno el veneno por su respira- cion, por su sudor, por sus evacuaciones y áun por su ropa. En la podredumbre de hospital, las pi- caduras anatómicas, el más ligero vestigio que queda en el cuchillo del cirujano 6 en el escalpelo del anatomista, basta para envenenar toda herida abierta. En fin, á las Bacterias son debidos los fenó- menos tan curiosos de la septicemia así como la enfermedad del carbon, segun lo han probado Jos trabajos recientes de Pasteur. La clasificacion de las Bacterias es una de las cuestiones más oscuras y más embrolladas; Los autores que se han ocupado de ellas en los últimos treinta años, han admitido sin exámen los gé- neros de Ehremberg y de Dujardin, ú bien han designado las formas que han observado por térmi- nos algunos puramente arbitrarios. El mismo autor, por ejemplo, habla ya de vegetales criptóga- mos microscópicos, ya de animáculos, hongos ó infusorios. Cohn, que ha estudiado largos años las Bacterias, y que ha procurado reconocerlas eu medio de la confusion casi inextricable que reinaen la sinonimia de estos pequenos séres, los considera como Algas. Su parentesco con las Ficocromáceas es tan estrecho que no es posible el separarlas de ellas y formar una familia aparte. (Claus, Traité de Zoologyic. N. €.) "dd 4 > MISCELANEA. UTILIDAD PRÁCTICA DE LA AUTOGRAFÍA, ESPECIALMENTE PARA LAS PUBLICACIONES DE HISTORIA NATURAL.—La autografía es un procedimiento tiempo há conocido, por el cual los manuscritos 6 dibujos se hacen sobre papel comun con una tinta particular pasándolos despues á la piedra litrográfica para su impresion. Este sencillo y económico método ha tenido un uso muy limi- tado. Casi solamente ha servido para la reproduccion de manuscritos originales, geroglíficos ú otras figuras sencillas para las cuales no se usan tipos. En Noruega se introdujo en 1873, por el Dr. Lieblem, quien ilustró su obra sobre el Egipto, con algunas páginas de inscripciones geroglíficas reproduci- das en autografía. Esto me sugirió la idea que el mismo procedimiento podria servir para la repre- sentación de objetos de zoología, removiendo así uno de los grandes obstáculos que han impedido el amplio desarrollo de esta ciencia, á causa de los gastos dispendiosos que exigen las láminas. Siendo numerosas las objeciones que se hacian á la autografía, emprendi algunos experimentos con el fin de desvanecerlas, y tuve la fortuna de encontrar un método sencillo y de un uso práctico extensivo, (ue comunico con gusto al mundo sabio, creyendo asi prestar un servicio á la ciencia. Debo decla- rar ántes, que su éxito lo debo en parte al Sr. Feb», quien me ha ayudado en todos mis trabajos. Hé aquí el procedimiento en todos sus detalles: El dibujo se hace en papel comun no muy grue- so (como el comun de cartas), el cual se cubre en una de sus caras (por donde se dibuja), por medio de una esponja, con una capa delgada de almidon. Como no es conveniente, para las sombras, que el papel sea enteramente liso, se granula la tez comprimiéndolo enuna piedra litográfica de superficie más ó ménos unida, segun el carácter del dibujo. Se extiende en seguida el papel en un restirador 6 en una hoja de carton y se dibuja con un lápiz de litografía. Yo empleo cierta clase de lápices que contienen copal, lápiz-copal, que son ménos quebradizos que los comunes, teniendo además otras ventajas. Se les puede conseguir en pequeñas cajas, en la casa de Lemercier, calle del Sena, San German, 57, Paris. 23 El papel se corta al tamaño del dibujo y las figuras se disponen en el órden en que han de apa- recer en la impresion. La ejecucion es demasiado sencilla, y cualquier dibujante puede adquirir fá- cilmente la práctica necesaria para este trabajo. El método es el mismo que el comun con lápiz-plo- mo, 6 más bien lápiz de dibujo. Se delinearán, sin embargo, las fignras primeramente, en papel comun para trasladarlas despues al papel preparado del modo usual, por medio de papel trasparente y papel plúmbago, papel azul, 6 mejor, papel rojo, usando un lápiz-plomo que no sea demasiado sua- ve. Los pormenores de las figuras, las sombras, y en general los detalles más finos se ejeentan en el papel preparado despues de haber pasado en él los perfiles. Fácilmente se puede corregir el di- bujo raspando con un escalpelo fino, cuidando solo de no destruir la capa de almidon. Tengo en mi poder multitud de dibujos asi corregidos, sin el más ligero inconveniente para la impresion. Cuando la lámina se haya terminado á entera satisfaccion, se traslada á la piedra litográfica del modo que sigue: el reverso del papel se humedece con agua ligeramente acidulada con ácido nítrico, y despues de colocarlo por algun tiempo entre papel húmedo y suave de impresion, se aplica la lámina en la piedra por el frente, y se pasa por un momento en la prensa. Para asegurar el resultado, se restreor el dorso del papel ligeramente con el dedo; si se retira entónces el papel, el dibujo y la delgada capa de almidon permanecen en la piedra con las figuras invertidas. Despues de esto se trata la piedra de la manera ordinaria para hacer la impresion. La traslacion del dibujo á la piedra es sencillo, pero requiere práctica y gran cuidado, siendo preferible dejar esta operacion á cargo de un litógrafo. Podria decirse que se aumentaba excesivamente el trabajo del zoologista teniendo que ejecutar él mismo sus láminas, lo que en realidad no es exacto, pues en todo caso es preciso que de uno ú otro modo, él haga sus dibujos para que el litógrafo ú el grabador los copie: la sola diferencia con- siste reslmente en que él mismo tiene que arreglar sus figuras en la lámina: este corto aumento de trabajo se compensa ampliamente por las siguientes ventajas: 1. Baratura. Los gastos de una lámina semejante se reducen simplemente al costo del papel y á la impresion, siendo mucho ménos que el de una página de impresioncomun. Asi, cualquier zo0- logista puede ilustrar suficientemente sus obras sin tropezar con-el obstáculo de mayores gastos que con frecuencia son la causa de que la ilustracion de tales obras sea imposible. 2. Exactitud. Evita los errores que son tan comunes al sacar las copias. 3. Pronta ejecucion. Tanto el autor como el editor quedan independientes de la más 6 ménos expedicion del grabador. Tengo ejemplos de haberse retardado por años, á causa de esto, importan- Les investigaciones, con perjuicio delautor y de sus: obras, y nada puede ser tan desazradable como esta ocurrencia. El método autográfico lo evita del todo, pues las láminas una vez dibujadas, la edi- cion puede hacerse en pocos dias. ; A las grandes y obvias ventajas que se han mencionado, se objetará quesolo los zoologistas que conocen el dibujo pueden aprovecharlas, á lo que puede contestarse que este conocimiento les es de todo punto necesario. En muchos casos, especialmente en las investigaciones microscópicas, solo un momentáneo relámpago, por decirlo así, ilumina ciertas cuestiones de importancia, y se comprende- rá desde luego que solo el dibujante, que sea zoologista, podrá representar lo que ve con toda exac- titud. Algunos zoolosistas modernos hacen sus dibujos directamente en la piedra; tales láminas tie- nen sin duda el valor de una autografía; pero se requiere para ello una práctica constante y un estudio especial de la litografía, lo cual no les es dable sino á muy pocos, siendo inconcusamente mucho más expedito el método que se propone. (G. 0. Sars. (American Journal of Science and Arts. Vol. XIV. Qct. de 1877.) LA CELULOIDE.—Es una materia complexa de base de celulosa descubierta en 1869 por un americano, el Sr. Hyatt, Una compañia americana establecida en Newark, New Jersey, la puso en explotacion en 1874. En Paris se ha establecido últimamente una fábrica. El procedimiento de fabricacion consiste en hacer caer sobre una hoja de papel (de un tejido fino como el de cigarros) que se desenrolla de una manera continua, un chorro de un liquido com- puesto de agua con el 15 p% de ácido sulfúrico, y 2 p% de ácido nítrico. El producto se somete á la prensa y se Java en seguida para privarlo de todo el ácido que pueda contener, La pasta, = na vez 2% que se ha secado al aire libre, se pasa por un molino, y se mezcla despues con alcanfor. Se vuelve á repasar el todo en el molino, se comprime fuertemente en una prensa hidráulica, entre papel de estraza; se seca aún, se corta, se muele, se lamina y se comprime todavia en aparatos especiales con- venientemente calentados. En la masa se puede incorporar cualquiera materia colorante, hacerla tan dura como el marfil, y siendo bastante elástica, se le puede dar con el molde toda clase de formas. La celuloide es fusible á 125%; se puede soldar consigo misma, se adhiere á la madera, al mármol y á la piedra. Se inflama dificilmente y arde con una llama fuliginosa esparciendo un olor de aleanfor. Es insoluble en el agua, pero se disuelve en el ácido sulfúrico. (Journal de Pharmacie et de Chimie, 5.* serie, t. II, 1880, Paris.) EL HUMO DEL TABACO.—Segun los Sres. (+. Le Bon y G. Noel, contiene: 4.9 Ácido prúsico; 2.*, un alcaloide de un olor agradable, pero peligroso á la respiracion, y tan tóxico como la nicotina, pues mata á los animales á la dósis de un veinteavo de gota; 3.*, principios aromáticos que contri- buyen con el alcaloide anterior á dar al humo del tabaco su perfume. El alcaloide, segun parece, es idéntico á la collidina, cuya existencia se ha señalado ya en los productos de la destilación de ciertas sustancias, pero cuyas propiedades tóxicas, se ignoraban com- pletamente. (El mismo periódico.) NUEVOS PROCEDIMIENTOS PARA LA CONSERVACION DE LOS ANIMALES INFERIORES.— Las Medusas, los Tenóforos, las Noctilucas y la mayor parte de estos séres inferiores, trasparentes como el cristal, que viven en la'superficie del mar, y que la pesca con la red los proporciona en abun- dancia, se conservan perfectamente de los dos modos que vamos á exponer, evitándose asi la accion destructiva del alcohol. Uno de ellos consiste en el empleo del ácido ósmico en solucion débil y el otro en el uso del ácido pícrico. El primero se emplea diariamente en histología, especialmente para el estudio de las termina- ciones nerviosas, desde que Max Schultze, ha dado á conocer, por sus interesantes investigaciones sobre la estructura de la retina, todas las ventajas que presenta el empleo de este reactivo. No sola- mente el ácido ósmico endurece los tejidos y los órganos más delicados, de modo que pueden hacer- se con ellos cortes muy delgados, sino que posée además la preciosa propiedad de colorar, primero, en moreno y despues en negro las materias grasas en general y más particularmente la mielina. Tiñe de moreno las celdillas epiteliales y los elementos musculares; pone muy trasparente la estruc- tura fibrilar del cilindro-eje y hace que las fibrillas nerviosas se presenten aisladas. Hé aquí cómo se procede. Se deja obrar el ácido ósmico en solucion muy débil 1% ¿4H p% de agua, durante un tiempo que puede variar segun la naturaleza de estos pequeños objetos: quince á veinticinco minutos. Trascurrido aquel se ve que los animales se tiñen muy ligeramente de more- no: las celdillas de la endodermis y los órganos formados á expensas de la hojilla endodérmica son los únicos que toman color, los demás tejidos conservan su trasparencia primitiva. Debido á esta co- loracion de las celdillas endodérmicas, los canales gastro-vasculares se dibujan admirablemente, y los cirros se ven más distintamente que en la pequeña Medusa viva. Al mismo tiempo todos los tejidos se endurecen y se pueden entónces retirar de la solucion ácida los objetos que se han sometido á su accion, lavarlos cuidadosamente y por varias veces, colocándolos en seguida en alcohol fuerte sin temor de que pierdan ya en lo sucesivo, ni sus elegantes formas ni la trasparencia de sus tejidos. Se puede aún despues de algunas semanas y probablemente despues de varios meses, estudiar la or- ganizacion y la estructura de estos séres tan delicados como si estuviesen vivos. ; El otro método que he empleado con éxito, consiste en el uso del ácido pícrico en solucion acuosa concentrada. Durante seis semanas he conservado en este liquido pequeñas Medusas y Noc- tilucas, sin perder la claridad de sus formas y los caractéres todos de sus tejidos, notándose solo una ligera opacidad en ellos. Ed. Van Beneden (Bull. de VAcad. Roy. des Sc. dc. de Belgique. T. XXXII. 1871.) Por la Comision de publicaciones, MawueL M. VILLADA. REVISTA CIENTIFICA DE MEXICO Y EL EXTRANJERO. DE LA INFLUENCIA DEL AISLAMIENTO EN LA FORMACION DE LAS ESPECIES, pon EL Dr. W;ismann, PROFESOR DE Zo0LOGÍA EN FRIBOURG, ANALIZADA POR Luis QUAEDvLIEG.—« Cuando Darwin y Wallace expusieron su teoria de la seleccion natural, el campo de estos estudios estaba muy léjos de ser agotado; todo lo contrario, apénas comenzaban las investigaciones. No puede haber otro ramo de las ciencias naturales que, al lado de un interés tan grande, pre- sente tantas dificultades como la filosofía natural. Extensos y profundos conocimientos, un juicio recto para profundizar los hechos, un talento lógico, prudente, sin predisposiciones, que no se deje influenciar por nada, tales son las cualidades que debe tener el que se entregue á estos estudios: ¿y cuántos pueden vanagloriarse de tenerlas? De la misma manera que algunos exageran los caractéres por el deseo de ver figurar su nombre con el descubrimiento de una nueva especie, asi tambien la esperanza de fundar un sistema nuevo puede extraviar á eminentes naturalistas. Tal es la moralidad que podemos deducir de la primera parte de la obra del Dr. Weismann con- sagrada á la refutación de la «Theorie des Migrations,» del Dr. Wagner. El Dr, Moritz Wagner, que ha adquirido un gran renombre por sus viajés cientificos, tuvo la Lorpeza de exagerar la potencia del aislamiento en la formacion de las especies. Basándose sobre un conjunto de hechos mal establecidos 6 mal interpretados, ha hecho de un factor secundario, muy sujeto á la variedad, un agente de primer órden, superior á la seleccion natural. No seguirémos al Dr. Weismann en los detalles de la refutacion de esta teoría, que no parece haber hecho, fuera de Alemania, el ruido que era de esperarse. Nonos detendrémos en analizar los argumentos que en pró ó en contra se han sacado de los fósiles de Steinheim. Harémos, igualmente, á un lado las pruebas tomadas del fenómeno bien conocido del polimorfismo sexual; pero nos toma- rémos la libertad de llamar la atencion de nuestros colegas sobre una série de hechos observados por el autor sobre el dimorfismo independiente del sexo. Entre los lepidópteros, dice, un gran número de especies tienen orugas de dos ó muchas for- mas que difieren entre si por el color, y con frecuencia tambien por sus dibujos. Todo lepidopteris- ta conoce las formas negra, morena y verde de la oruga del Cherocampa Elpenor; las tres se en- cuentran con frecuencia en la misma localidad y no tienen ninguna relacion con el sexo. Sucede lo mismo con las orugas de la esfinge del Laurel-rosa, Chwerocampa Nerii, y conozco tambien tres for- mas de la oruga del Sphinx convolvuli, la negra, la morena y la verde, y he recogido las tres en el mismo lugar; en fin, los dibujos de Húbner nos dan á conocer dos formas de las orugas del Smerin- ihus tilie y de la Macroglosse stellatarum. Entre las mariposas diurnas se encuentran tambien dos formas de orugas; aunque las diferen- cias sean ménos marcadas que en los casos precedentes. Rósel habia descrito ya, y yo mismo he ob- servado, dos especies de orugas de la Vanessa prorsa, y se ha establecido que su diferencia no tiene ninguna relacion con el sexo. ' La Vanessa wrlicee tiene una oruga de color oscuro negruzco y otra de color oscuro amarillento. La Vanessa Atalanta posée cuatro especies de orugas: la primera verde, la segunda de un rojo mo- reno, la tercera de color de carne y la cuarta completamente negra. En muchas especies he observado dos clases de ninfas: asi, en la Vanessa urtice una forma es de un tinte gris moreno sin ninguna mancha dorada, ó con una mancha en el primer tubérculo ab- dominal del lado del vientre; la otra es de un moreno amarillento; pero está adornada de brillantes reflejos dorados sobre toda la parte superior de la cabeza, del tórax y de los segmentos. La Vanessa lo tiene una crisálida verde y otra morena; la Vanessa prorsa, cardui y atalanta presentan tambien dos formas, y en las diurnas de ninfa suspendida seria fácil multiplicar los ejem- plos, miéntras que no conozco un solo caso de dimorfismo en las ninfas ocultas de las mariposas noe- turnas: lo que demuestra hasta la evidencia que no se trata de casos accidentales é insignificantes. 4 26 Este dimorfismo de las ninfas no sé que haya sido observado por álguien; sin embargo, merece un estudio más profundo. Como el dimorfismo de las orugas no tiene ninguna relacion con el sexo, y como tampoco depende del color ó del dibujo del insecto perfecto, demuestra aún, en la Vanessa wrticee, una grande tijeza de tipo.» Como el Dr. Weismann ¿verémos estos hechos como muy dignos de, llamar la atencion de los observadores? ¿Será necesario ver en estas diversas formas de orugas ó de ninfas un dimorfismo particular? Y si en efecto es esto un caso de dimorfismo, ¿cuál ha podido ser su origen? Por nuestra parte no nos pondrémos á dilucidar la cuestion; sobre todo, en lo que se refiere á las ninfas. Recor- darémos solamente, á propósito de las ninfas doradas de la Vanessa urticee, la opinion emitida por Wallace: las investigaciones de Jenner Weir han probado que las crisálidas de las orugas de la Va- nessa urtice e To, son de mal gusto para las aves insectivoras. De aqui infiere Wallace que el brillo metálico de la ninfa tiene la ventaja de que la ave la reconoce más fácilmente y está ménos tentada á picotearla. Todavia hay en esta refutación muchas cosas importantes, sobre todo para los lepidapteristas: ta- les son las reflexiones relativas á las especies sustitutivas de la Vanessa Cardui, 6 la diferencia de nu- tricion de las especies de un mismo género, etc. Mas es necesario pasar á la segunda parte de la obra en la cual el Dr. Weismann desarrolla sus ideas sobre la influencia del aislamiento. El aislamiento obra de dos maneras: primero, impide el cruzamiento entre los individuos aisla- dos y los del territorio primitivo, 6 empleando la denominacion del Dr. Weismann, obra por amixia, y despues puede tener por consecuencia el cambio de condiciones de vida para las especies aisladas. Basándose sobre datos sacados de los fósiles de Steinheim establece un principio el Dr. Weismamn: que cada especie permanece variable durante un tiempo más ó ménos largo; pero que el cruzamien- lo entre las diversas variaciones acaba por determinar una forma fija, constante, y el periodo de constancia es casi siempre de mucha más larga duracion que el periodo de variabilidad. Nosotros debemos confesar que la demostracion de este principio no nos ha parecido bastante completa. El Sr. Weismann se funda en un solo órden de hechos, y no se ocupa en explicarnos las razones de sér del periodo de variabilidad; y atribuye la determinacion de la forma constante á leyes que aún son mal conocidas. Un teorema como éste, que debe servir de base para la demostracion de otros muchos, creo que debe ser explicado con argumentos sólidos y hechos numerosos. Pero sigamos al aulor en sus razonamientos. Si la forma constante es el resultado del cruza- miento entre las variaciones, es muy probable que si el cruzamiento no puede efectuarse sino entre algunas formas de la especie variable, la forma constante que resulte no sea idéntica á la que pro- duce el cruzamiento entre todas las variaciones de esta misma especie. Si un mayor ó menor nú- mero de individuos de una misma especie se encuentran aislados de los demás en su periodo de va- riacion, es de suponer que ninguna causa externa (como un cambio en las condiciones de vida) viene á obrar sobre los individuos aislados; es evidente que la forma constante producida sobre este territorio aislado, no es la misma que la que produciria el cruzamiento entre todos los individuos que ocupan Ja habitacion primitiva de la especie. Pero nótese que si la separacion tiene lugar du- rante el periodo de constancia, no produciria ninguna diferencia en la forma de la especie, admi- tiendo que las condiciones de vida, en el territorio aislado, son las mismas que las del territorio pri- mitivo. Además de una demostracion teórica, el Sr. Weismann da, sobre este mismo punto, pruebas convincentes sacadas de la observacion: la conformidad del tipo de ciertos animales de agua dulce, aunque el aislamiento de sus estaciones sea evidentemente completa; la identidad del tipo de la Lu- cena Donzelii con la Pheretes, de la Argynnis Pales con la Erebia Manto en sus estaciones polares y alpinas. Por otra parte, el autor ve en las variedades propias á la Cerdeña y á la Córcega los resul- tados de la amixia. De otra manera no se explica que la Vanessa urticee se haya cambiado allí en V. ichnusa, y la Pieris tagís típica, en una variedad ¿nsularis, miéntras que la Vanessa polychlo- ros y la Pieris daplidice, especies muy vecinas no tienen variedad. Es necesario observar que la amixia no puede hacer variar más que los caractéres que no constituyen la especie, los caractéres pura- mente morfológicos. Si resulta alguna variacion ventajosa para la especie, la seleccion natural se apodera luego de ella y forma un carácter predominante, el cual no tarda en hacerse constante ha= 27 ciendo á un lado todas las formas que no lo constituyen. ¿Pero hay caractéres especificos puramente morfológicos? ¿No son todos productos de la seleccion? Hemos dicho que el orígen de estos caracté- res puramente morfológicos queda muy oscuro en el trabajo del Sr. Weismann. Sin embargo, la existencia de tales caractéres es al ménos muy probable por las pruebas que acumula y de las cuales no podemos hacer más que una corta reseña. Se basa «sobre hechos tomados del grupo de animales que se presta más para estas demostraciones y que presenta mejores ejemplos de la influencia del aislamiento; es el grupo de los Lepidópteros diurnos.» Observa, ó hace ver, que la cara inferior de las alas presenta los colores protectores de las mariposas diurnas. Si se nota en ciertos casos una adaptacion del color de los dibujos de la parte inferior de las alas, esto pasa solamente, siempre que la mariposa, en oposicion á la mayor parte de los Ropalóceros, tenga sus alas extendidas, al ménos en ciertos casos, cuando está posada ó cuando hay la ventaja de que la mariposa sea confundida al volar con otras especies suficientemente protegidas contra sus enemigos (mímica). Ciertamente mu- chas hembras presentan, en los colores inferiores de las alas, particularidades del dibujo ú de tinte, particularidades que no constituyen caractóres puramente morfológicos, en el sentido de que si no son el resultado de la seleccion natural, sí son el producto de la seleccion sexual. Pero el Dr. Weis- mann no tiene embarazo en demostrar, que las diferencias debidas á la seleccion sexual no difieren, bajo el punto de vista en que las coloca, de los caractóres puramente morfológicos. En efecto, es claro que los caractéres tomados de la seleccion sexual no son de ninguna utilidad para la conser- vacion de la especie, y no le dan ninguna superioridad sobre las otras especies. Cuando el carácter en cuestion es propio ó comun á todos los individuos de un sexo, su utilidad se hace nula. De todo esto el autor saca esta conclusion: «el tinte y el dibujo de la superficie superior de las alas de las mariposas diurnas deben considerarse como caractéres puramente morfológicos de la especie, salvo el caso de la mímica ó de un tinte generalmente protector.» Tales son los elementos constitutivos de las diferencias entre las especies producidas por el aislamiento; y basándose sobre esta conclusion el Sr. Weismann, hace ver que la amixia ha causado la formacion de las razas propias á ciertas islas, 6 á las cimas de muchas montañas lejanas, 6 á las alturas de los Alpes y á las tierras polares. El autor examina luego las causas que, como la amixia, producen caractéres puramente morfo- lógicos: estas causas son, como se sabe, la accion directa de las condiciones fisicas de la vida, la cor- relacion del crecimiento y la seleccion sexual. Demuestra que de las formas que ha citado como ori- ginadas por la amixia, ninguna ha podido producirse por ninguno de estos agentes. A propósito del último (la seleccion sexual), el Dr. Weismann procura explicar, por la amixia, las formas Jocales di- morfas de ciertas mariposas diurnas: tal es la Pararga Xiphia que representa en Madesa la P. Meo- ne de la Europa meridional, pero que difieren en que la P. Meone es monomorfa, miéntras que la P. Xiphia es dimorfa; en otros casos las formas locales no pertenecen más que á un solo sexo: asi, la variedad Zermatlensis del Polyommatus virgacee no afecta más que el sexo hembra. La variedad Syngrapha de los Pirineos no afecta más que la forma hembra de la Lycena Coridon. El Dr. Weis- mann explica todo esto diciendo que los dos sexos de una misma especie no tienen al mismo tiempo su periodo de variabilidad y su periodo de constancia. Al ménos admite que ciertas variedades lo- cales de un mismo sexo no pueden explicarse convenientemente por la amixia: tales son la variedad macho Cleopatra de la Rhodocera rhamni, y las formas locales hembras del Papilio turnus. En este último caso el autor ve una combinacion de las influencias de aislamiento y de la seleccion sexual. Pero el aislamiento obra tambien por el cambio de las condiciones de vida. Toda especie tras- portada á un territorio aislado, nuevo para ella, está, al mónos, para cierto tiempo, sometida á nue- vas condiciones de vida, puesto que le falta por completo la concurrencia con los individuos de la misma especie. Pero la rapidez con que se multiplican las especies introducidas, no permite suponer que esta circunstancia ejerza una influencia marcada sobre los caractóres especificos. Ahora bien: ¿es esta la sola modificacion á las condiciones de vida inherente á la inmigracion en un nuevo sér? Se sigue de aqui que el aislamiento no produce forzosamente un cambio en los caractéres de la es- pecie, y el cambio de las condiciones de vida puede no tener ninguna influencia. Hay casos en que el aislamiento tiene lugar solamente para una especie, otras en que la mayo- ría del reino y áun el mundo organizado, se encuentran aislados. En el primer caso las condiciones de 28 vida permanecerán las mismas en las diversas estaciones de la especie; pero si el aislamiento se ex- tiende á la mayor parte de los habitantes, los nuevos colonos estarán casi siempre sometidos á nue- vas condiciones de vida. Como los cambios en las condiciones fisicas de la vida son independientes del aislamiento, el autor no se detiene en esto; no se ocupa más que de los cambios que provienen de las diferencias en la concurrencia vital. Sobre un territorio aislado se encuentran, ya especies que vienen de diversos rumbos, ó ya los colonos que vienen de un solo rumbo; pero muchas veces no han podido pasar del territorio primi- tivo al nuevo. En los dos casos la concurrencia vital no podrá producir los mismos resultados que sobre el territorio primitivo en la trasformacion de la especie. En ese caso el aislamiento dará á la seleccion natural modos de accion nuevos; pero una vez que la seleccion natural comience á obrar, ¿el aislamiento favorece la marcha de la trasformacion? Darwin y Heeckel asi lo creen; pero el Dr. Weismann es de contraria opinion, ó más bien cree que la importancia del aislamiento ha sido exa- gerado. Nos falta espacio para asentar la demostracion ingeniosa que da el autor de su opinion; tam- poco podemos asentar la extension que es necesario dar al sentido de la palabra aislamiento. En una digresion, el Dr. Weismann declara no estar de acuerdo con Darwin cuando éste dice que para que un carácter pueda ser dominante por la seleccion, es necesario que se encuentre en un gran número de individuos. «Se puede admitir esta condicion cuando se trate de diferencias indivi- duales; pero es necesario pensar que frecuentemente se producen divergencias de un grado más elevado, y esto comunmente en un individuo sobre muchos millones;» y el Sr. Weisman cree que estas «aberraciones» 6 «variedades accidentales,» como las llaman los sistemáticos, pueden llegar á ser formas predominantes, y encuentra una prueba de lo que dice, en la formacion de dos razas hembras del Papilio turnus, Yo creo que no hay necesidad de señalar la importancia de esta ex- tension que el aulor atribuye á la potencia de la seleccion. El ejemplo escogido y la demostracion á que sirve de base, son por otra parte de los más convincentes. El Dr. Weismann es de opinion, que para la mayor parte de las formas locales, la amixia es la causa primera de su formacion, puesto que los caractéres son puramente morfológicos. Un caso lo tenemos en las formas representativas americanas de la Vanessa cardui. No podemos dejar de ver como muy atrevidas las conclusiones basadas sobre la naturaleza de los caractéres. Es difícil, en el estado actual de nuestros conocimientos, saber á punto fijo si tal carácter es ó no útil á la conserva- cion de la especie. En fin, el Sr. Weismann demuestra que cualesquiera que sean las causas del origen de una for- ma pacida sobre un territorio aislado, esta forma conservará casi siempre un carácter endémico. «De que la especie tipica haya podido llegar al territorio aislado, no se sigue que la nueva especie formada ahi pueda volver fálcilmente á la madre patria; pues lo que constituye hoy un territorio in- sular puede haber estado ántes en continuidad con un territorio de una grande extension. Pero st no tenemos en cuenta más que lierras aisladas desde su origen, por ejemplo, muchas islas del Pací- fico, es evidente que aunque la especie tipo haya podido penetrar fácilmente, la forma nueva, para entrar en la madre patria muy poblada por el tipo, tendrá que sostener una viva concurrencia vital contra la especie típica, y es muy raro que le aventaje.» En la Cerdeña y la Córcega el carácter en- démico de las faunas insulares en veneral son hechos en favor de las conclusiones del autor. Señalamos este pasajeá los naturalistas que se ocupan de la distribucion geográfica de los orga- nismos. Cuántas divisiones faunisticas que hasta hoy nose han podido explicar, se comprenderán fá- cilmente cuando se admita el carácter endémico de las especies formatlas en territorios aislados. En muestros dias no se dice más que la superficie del globo ha sufrido modificaciones. M. A. Murray explica las relaciones de las faunas sirviéndose de la hipótesis de que en épocas geológicas anterio- res existian comunicaciones entre un territorio y otro. El Sr. Weismann explicaria el carácter di- vergente de faunas hoy contiguas con la hipótesis de que en otro tiempo han estado separadas. Nos- otros consideramos el estudio de la influencia del aislamiento sobre la formacion de las faunas tan importante como su influencia sobre la formacion de las especies. (Concluird.) EL SEÑOR LICENCIADO DON MANUEL OROZCO Y BERRA. El 27 de Enero de 1881 dejó de existir este ilustre mexicano, á quien la Sociedad de Historia Natural contaba entre sus miembros. La muerte de este eminente sabio afectó profundamente á la Sociedad, la cual se asocia de todo corazon al justo duelo de las Aso- ciaciones científicas mexicanas y de la familia del finado. La Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística dedicó una sesion solemne á honrar la memoria del Sr. Orozco y Berra. En dicha velada tomó parte la Sociedad de Historia Natural, representada en la tribuna por su socio de número, Miguel Pérez, quien pronun- ció el siguiente DISCURSO. SEÑORES: Célebres son las obras que levanta el hombre; á asombro mueven el ánima la audacia de sus monumentos, la alteza de sus empeños; la mole de sus fábricas de inmensa pesadumbre se levanta hasta las nubes, hasta la region del rayo, hasta donde no pudo llegar más que el mortal que les die- Ya cima, hasta donde no alcanza la mirada de los que desde la hase las juzgaran quimera vana si no las tocasen. Fantásticas parecieran las historias de hazañas y conquistas, y creaciones de imaginacion calen- turienta, la prez y gloria que ganan los pueblos en porfiadas luchas, si no asistiésemos tambien nos- otros, espectadores 6 actores á las veces, al espectáculo ó al combate que con su fama ó su estruendo llenan el orbe entero. Las razas, como el individuo, débiles en la infancia, menesterosas de apoyo, vislambrando apé- nas la via de la civilizacion, crecen, cobran brios, se desarrollan, y llegan á puesto tan encumbrado y á grado tal de poderío, que se tuviera por fabuloso, si la Historia, oráculo de la humanidad, no lo relatara á una y á otra y á todas las generaciones. Mas el monumento altísimo, el coloso que llevó en las sienes corona de nubes y oprimió á la tierra con su peso, cae herido por la mano sañuda del tiempo; la gloria de los pueblos se olvida; los impe- rios mueren, se derrumban las instituciones que desafiaban el embate del mar embravecido de las revoluciones sociales; las razas desaparecen envueltas en la corriente irresistible de los siglos; el mapa terrestre muestra pueblos que ayer no existieron; los huracanes sociales, los choques de las razas borran del haz de la tierra las nacionalidades, conmueven á la humanidad; el planeta mismo se modifica, en cataclismo estruendoso que allana montañas y levanta valles, que deseca mares y es- 30 parce muerte, pero jamás hiere el tiempo, ni se olvida, ni muere, el único monumento que, cual arca salvadora, sobrenada encima de las aguas de las tempestades, la única luz inextinguible, la me- moria de los grandes hombres. El lenguaje cambia; la civilizacion y el ejercicio continuo de la inteligencia que dan todos los dias nuevos frutos, inventan día por día nuevas palabras y trasforman el idioma en breve plazo, y á esas vicisitudes sobreviven los trabajos de los sabios, cuyas labores, ni á una familia, ni á un pueblo pertenecen, sino á la humanidad entera, que con ellos se identifica, que vive con ellos, que los asi- mila á su espiritu, y los trasmite á las generaciones sucesivas como herencia preciosa y como tesoro de enseñanzas. El hombre desaparece, pero las obras del sabio son inmortales; queda algo más: que-. da algo terrible.... el dolor de los que pendientes de los lábios de los inmortales escuchábamos su palabra como simbolo de verdad. Por eso viste hoy duelo la Academia; la desierta cátedra ostenta negras pompas, en el hogar pe- netra viento de muerte, está oscuro el cielo de nuestra inteligencia... Aún está fresca la lierra que cubrió los restos venerables de Orozco y Berra; todavía parece oirse el marchar acompasado, la voz de lamento reprimida, de la comitiva que escalaba la colina en que duerme en humilde tumba aquel anciano de timido mirar, que hundido siempre en meditacion pro- funda, no hablaba simo para enseñar, no amaba más que á la ciencia. Parece que sopla todavía el viento glacial que acariciaba la frente del ilustre muerto en el borde de la fosa, y llevaba en sus ráfagas violentas la entrecortada palabra, el afanoso suspiro de sus discí- pulos y amigos. Ilustre es de años atrás el nombre de Orozco y Berra, y más alto y de más subidos quilates ha de encontrársele, cuanto más lo alejen los años de nosotros; han de ser sus obras palenque amplisi- mo en que justarán doctas plumas para estudiarle y loar sualta valia, que digno fué y de sobra me- reció loa y honores, el varon de intuicion clarisima, nunca tildado de iluso, que explorando infati- sable en los laberintos de nuestra historia, desentrañaba la verdad y la sacaba á la luz del dia. ¿Qué mucho que así fuese, pues que modesto y convicto de la ignorancia de la ciencia, nunca penetraba en la mies de los estudios sin llevar la hoz de la critica fria? Sin ansia de renombre, sin afan de lucro, en retiro humilde, amando la ciencia por la ciencia misma, fatigando la pluma, am- pliaba siempre y cada vez más, los horizontes de nuestra Historia, alumbrándolos con la luz podero- sa de su inteligencia, y señalando una época en nuestra ciencia y en nuestras letras; época que será tenida en estima inmensa por nuestros pósteros; éstos recabarán para México la honra de haber da- do cuna á Orozco y Berra; la Escuela de Minas hará ostentación de haberle amaestrado en su saber; nosotros serémos tenidos por dichosos, porque le vimos de cerca, nos sentamos en torno de la cáte- dra del Maestro, hoy desierta, y en su luz encendimos nuestras antorchas, las que sustentamos con mano débil, las que nos alumbran en los pasos todavia vacilantes que nos encaminan á la ansiada meta de la perfeccion cientifica. Amado por sus discipulos, respetado por propios y extraños, admirado por los sabios, ció, sin embargo, Orozco y Berra la corona del infortunio: ¿cómo habria de rodear la grandeza en la vida misera, á quien estaba destinado á ser grande en la historia?>—Enemigos irreconciliables son, que parecen huirse, la dicha y la inmortalidad; la amargura es el factor de la gloria. ¡Oh! benditas penas, benditas fatigas de Orozco y Berra que nos depararon obras hasta hoy no ¡igualadas por los propios, y admiradas por los extraños; veníuroso sabio que no fué rodeado por los halagos de la opulencia; feliz olvido en que rindió la jornada.—Volcan que bajo la nieve de los años alentaba fuego, espiritu que vivia en perpétuo éxtasis cientifico, corriendo tras un ideal: la verdad y la honra de la patria; espiritu que volaba más allá del mundo en que el cuerpo vivia, adivinando una gloria superior á los goces que se recogen en esta vida, camino de la muerte, buscó la soledad, venero de meditaciones, para ver desde ella el desfile tumultuoso del mundo, para interrogar desde ella á las muertas generaciones sepultadas entre el polvo, que ha levantado y levanta la planta de las generaciones que viven. Espiritu apocalíptico de la historia patria, ¡levantaos muertos! dijo com. acento eléctrico á la antigúedad mexicana, y la corriente galvánica levantó al hombre prehistórico y á los monarcas y á los súbditos de remotos siglos; las ruinas se restauraron, los sacerdoles hablaron, 31 los templos fueron, se irguió la azteca ciencia y penetró el sabio en los palacios; aprendió la ciencia aquella, vivió la vida de los coetáneos de aquellos tiempos, y nos reveló sus misterios y sus costum- bres, nos describió sus moradas é inundó/de luz el caos que de nuestros antecesores nos ha separado. El alma austera del sabio se retiró del estruendo social en donde la existencia arrastra sus ins- tantes entre quimeras y vanalidades, y se ocultó como azorada aye entre sus amigos eternos, los li- bros, voces nunca extinguidas de los que fueron, que se oirán hasta que la última generacion se hunda en los abismos de la muerte. Osadía sin nombre fuera que yo analizase las obras de muestro Orozco; siempre medi la distan- cia inmensa que de él me separaba, y que ahora veo aumentada con grandes creces. ¿Pudiera yo demostrar hasta qué punto abarcó la matemática, penetró en los misterios de la lingitistica, sometió la antropología, profundizó las épocas geológicas y dominó la historia?>—¿Me fuera fácil comprender hasta qué alto punto llegaron sus conocimientos en el habla noble de Cervantes?—¿Vishumbro acaso sus alcances en la Geografía, en la ciencia que marcha á compás con la Historia y con ella está uni- da por apretado nudo de parentesco? —¿Alguna vez pude llegar hasta la altura del sabio, para empa- parme en la atmósfera de ciencia y ver frente á frente la luz de su auréola?.... Flacas fuerzas son las mias para llegar,.... no; para comprender siquiera alteza tanta. Lástima grande es, por lo tanto, que no haya evocado su recuerdo, quien fuese más digno del sabio y más digno de vosotros, y no estuviese tan menesteroso de vuestra indulgencia, y no trajese como yo, por único caudal, mi admiracion hácia Orozco, á quien no vine á estudiar, sino tan solo á tributar el homenaje rendido de mis respetos. Generacion que pártes: las acciones de tus hombres descuellan como términos muy altos de tu época; te alumbraron los resplandores de Rio de la Loza, el gran químico; oiste el acento de los dos Jiménez; te cautivó la profunda inteligencia de Fernando Ramirez; fueron para ti modelos, Lacunza y el Conde de la Cortina, y otros sinnúmero que fueron envueltos en la estela persistente que va dejando la Sociedad de Geografía en su incesante y luminoso viaje; estela en cuyo término veo á Orozco y Berra, á quien proclamo grande de primera clase, en la aristocracia de la ciencia y de las letras mexicanas. Generacion que vives: los sabios hirieron la roca y brotó la corriente de la ciencia; apaga en ella tu sed; aunque son sus aguas muy peligrosas, pues cuanto más gustadas, más atractivas, y como fue- ron célebres los que ya no existen, podrás llegar á serlo ante las generaciones futuras. Sea firme tu paso, y mira siempre al lema del grande Orozco, el lema de todos los hombres de gian corazon: «Respeto al pasado, libertad en el presente, fé en el porvenir.»—Dur. A TEOIEIIAAA SECRETARÍA DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL EXTRACTO DE LA ÁCTA DE LA SESION DEL 27 DE ENERO DE 188Í. Presidencia del Sr. Bárcena. Se abrió la sesion á las siete y veinte minutos de la noche. El Sr. Presidente hizo que el Sr. Secretario primero leyera los articulos del Reglamento, rela- tivos á la eleccion de funcionarios á que se iba á proceder en seguida. Anunció la Secretaria que se pasaba desde luego á elegir Presidente. El Sr. Herrera propuso, que como una muestra de gratitud al Sr. Dr. Manuel M. Villada, por los 32 importantes servicios que ha prestado á la Sociedad, y tambien como justo tributo á su mérito, se le nombrara Presidente por aclamacion. La Sociedad aceptó la proposicion del Sr. Herrera, con muestras inequivocas de agrado y simpatia. El Sr. Villada dió gracias á la Sociedad, y pasó desde luego á ocupar el lugar del Presidente. Se procedió á la eleccion de Vice-Presidente en escrutinio secreto. Hecho el cómputo, se vió que había 13 cédulas, que correspondian al número de votantes. Obtuvieron votos: el Sr. J. M. Ve- lasco 9, el Sr. Dr. J. Sánchez 2, el Sr. Herrera 1, el Sr. Ortega Reyes 1. Declaró el Sr. Presidente que el Sr. J. M. Velasco quedaba electo Vice-Presidente por mayoria absoluta. Se pasó á elegir primer Secretario en escrutinio secreto. Obtuvieron votos: el Sr. Pérez 9, el que suscribe 2, el Sr. Peñafiel 1, el Sr. Ramirez 1. El Sr. Villada declaró que quedaba electo el Sr. Pérez primer Secretario, por mayoría absoluta. El Sr. Bárcena pidió, que sin votacion, se eligiera segundo Secretario al que suscribe. La Sociedad aceptó la proposicion del Sr. Bárcena. El que suscribe dió las gracias por el alto é ¡inmerecido honor que la Sociedad se dignaba dis- pensarle. En escrutinio secreto se procedió á la eleccion de Tesorero. Obtuvieron votos: el Sr. J. Sánchez, 11 y el Sr. Ortega Reyes 2. Declaró el Sr. Villada que el Sr. Sánchez quedaba electo Tesorero por mayoria absoluta. El Sr. Sánchez da las gracias á la Sociedad, y dice: que el cargo de Tesorero es muy difícil, y que como él no tiene la práctica del Sr. Villada, pide indulgencia si no desempeña con toda atingen- cia su encargo, prometiendo poner el mayor empeño, y esperando, si es necesario, la ayuda del Se- ñor Villada. El Sr. Bárcena, haciendo uso de las atribuciones que al Presidente saliente confiere el Regla- mento, nombró al Sr. Ortega Reyes para glosar las cuentas de la Tesorería. El Sr. Velasco leyó un extenso y bien escrito Informe de lamarcha que ha seguido la Sociedad y de los trabajos que ha emprendido durante los dos últimos años. El Sr. Ortega Reyes, cumpliendo con un encargo del Sr. Juan Quintas Arroyo, manifiesta á la Sociedad, que no ha concurrido aquel señor á las sesiones con la puntualidad que hubiera deseado, á causa de enfermedad. El Sr. Villada comisionó al Sr. Peñafiel para que, á nombre de la Sociedad, visite al citado se- nor socio. El Sr. Bárcena leyó un expresivo y elegante discurso de despedida como Presidente saliente, deseando que la Sociedad camine felizmente en sus trabajos. El Sr. Villada dió lectura al corte de caja, y dice: que causas ajenas á su voluntad, le impidieron presentar el Informe respectivo, pero que lo hará en la sesion próxima. El Sr. Bárcena comunica con sentimiento la muerte del Sr. Socio, Lic. Manuel Orozco y Berra, y desea que en sus funerales, que serán el dia siguiente, la Sociedad haga una pública manifestacion de respeto á aquel hombre ilustre, y que nombre un orador por si fuere necesario. El Sr. Villada excita á los socios para que concurran á los funerales: nombró orador al Sr. Pérez, y miembros de la Comision de pésame al mismo Sr. Pérez, al Sr. Sánchez y al que suscribe. El que suscribe hace presente, que el Dr. Alejo Monsivais que acaba de llegar de Europa, le dejó para que entregara á la Sociedad, una Memoria sobre la distribucion Geográfica de las Gramí- neas de México, por el Sr. Dr. Fournier, socio corresponsal en Paris, y un tomo del Boletin de la Sociedad Real de Botánica de Bruselas que remite el Sr. Crepin. Tanto éste como el Sr. Fournier, manifestaron al Sr. Monsivais grandes simpatías por nuestra Sociedad, deseando el Sr. Crepin entrar en relaciones con ella. El Sr. Villada acordó se les contestara dándoles las gracias, y manifestándole al último, que la Sociedad acepta estas relaciones. No habiendo otro asunto de que tratar, se levantó la sesion, á la que concurrieron los Sres. Her- ra, Bárcena, Villada, Sánchez, Altamirano, Velasco, Ortega Reyes, Urbina Amador, Pérez, Ramirez, Ruiz y Sandoval, Penafiel, Alcacio y el 2.” Secretario que suscribe.—J. RAmos. REVISTA CIENTIPICA DE MEXICO Y EL EXTRANJERO. DE LA INFLUENCIA DEL AISLAMIENTO EN LA FORMACION DE LAS ESPECIES, por EL Dr. Wrismann, ProrESOR DE Zo0LOGÍA EN FRIBOURG, ANALIZADA POR LUIS QUAEDVLIEG.—CONCLUYE. Hénos aqui al fin de la obra del Dr. Weismann. Nuestro análisis no ha podido hacer resaltar sus méritos sino de una manera muy imperfecta. Sin embargo, esperamos que él inducirá á nuestros colegas á estudiar los razonamientos, y sobre todo, á repetir, á continuar y á extender las observa- ciones del autor. Lo que él dice de la teoría de Darwin y Wallace, lo dirémos nosotros de la obra que acabamos de analizar: aún no se ha dicho todo sobre los efectos del aislamiento; por el contra- rio, apénas empiezan las investigaciones. Por nuestra parte, llamarémos la atencion de nuestros colegas sobre un conjunto de hechos que tienen mucha relacion con lo que ha estudiado el Dr. Weismann. Cuando hay dos ó muchas apa- riciones de una clase de insectos; cuando los huevos de las hembras de la primera generacion no son los que producen la segunda; el tiempo que pasa entre el fin de la primera y el principio de la segunda los separa más que un brazo de mar ó que una cadena de montanas: entónces no hay que buscar la causa de este aislamiento en los cambios geológicos 6 en emisraciones accidentales; me parece que estaria más bien en la concurrencia vital y la ley misma de la seleccion natural. Despues de esta lectura, el Dr. Breyer hace notar que no seria posible discutir sobre las propo- siciones contenidas en un trabajo tan largo y que tocan puntos muy importantes de Historia Natural. Solamente despues de haberlo impreso y leido reposadamente, se podrá discutir con fruto. El Sr. Morren pide la palabra para hacer algunas observaciones que le han ocurrido por esta lectura: ha notado desde luego que el Sr. Weismann llama dimorfismo á los casos en que una mis- ma especie se presenta manchada con distintos colores. En botánica se tiene una palabra especial: dicroismo, para distinguir esos casos que no pueden tener una importancia ¡gual á las diferencias presentadas en las formas, verdaderos casos de dicroismo. ¿No sería lo mismo en entomologia? El Sr. Breyer dice: que efectivamente la asimilación de los casos de dicroismo y palicroismo que el profe- sor Weismann hace á los casos de dimorfismo y polimorfismo, es muy discutible y que los primeros tienen ménos valor en una discusion sobre la variabilidad de las especies que los segundos. Morren dice que en hotánica es muy generalmente admitido que la constancia en una forma, nota- blemente en el centro de su área, es una resultante del cruzamiento de todas las formas no variadas, llegando á hacer predominar el tipo constante sobre la desviación de este tipo ú sobre las variaciones. Le parece que para el Dr. Weismann, al contrario, si lo ha comprendido bien, la forma constante re- sullaria de una neutralización, la una para la otra, de una ecuacion de todas las formas variadas por medio de sus cruzamientos entre si. En fin, Morren objeta al Sr. Weismann, la tendencia á considerar las variaciones como adqui- ridas gradualmente, el ejemplo de las variaciones que se producen completamente, por ejemplo, la péloria, cuando una planta de corola irregular se trasforma en corola regular, cuando una corola gamopétala se trasforma repentinamente en polipétala. - El Sr. Borre replica que el ejemplo que acaba de citarse no le parece muy concluyente. Toda especie posée en si dos fuerzas á cuyo impulso obedece, una fuerza centrifuga, 6 la tendencia evolu- tiva, y una fuerza centripeta, 6 la tendencia á volver á lo pasado, el atavismo. Además, cree él que debe considerar la péloria en las flores como una variacion retrocresiva producida bajo el imperio de esta última fuerza. La flor irregular ha tenido por punto de partida, en el pasado, un tipo regular; la corola gamópela debe ser la descendencia de una corola primitivamente polipétola. No es de ad- mirar que de tales variaciones, como por lo demás todos los casos de atavismo, se manifiesten com- pleta y repentinamente. Mas no cree que fuese lo mismo de la variacion evolutiva, es decir, del des- arrollo de la especie, planta ó animal, no importa, hácia caractéres de que no tomaria el gérmen, el tipo, en su pasado. (Annales de la Société entomologique de Belgique; traducido por el Sr. Donacia- no Alcacio, socio de número.) 3 NUEVAS APLICACIONES DE LA PARAFINA PARA CONSERVAR LOS OBJETOS DE HISTO- RIA NATURAL.—/mportancia de la conservacion de las colecciones de Historia Natuwral.—1.—Con- servar en buen estado los objetos de la Zoología y de la Botánica es un asunto de alta importancia para la enseñanza práctica de esas ciencias. Basta recorrer los procedimientos actuales para convencerse de que se emplea mucho tiempo en la preparacion de las plantas, y que despues de grandes cuidados quedan expuestas á deterjorarse de un modo, que al cabo del tiempo, quedan inconocibles. La desecacion de los vegetales destinados á los herbarios, en estufas 6 corrientes de aire á de- terminadas temperaturas, ó bien por la renovacion de papeles porosos en departamentos bién venti- lados, no siempre están al alcance de los naturalistas y mucho ménos en las expediciones científicas lejanas. Se necesita un procedimiento de preparacion sencillo, fácil, poco costoso y que desde su principio asegure la conservacion de las plantas, evitando quebrarse en los herbarios, el picarse con los insectos, y aún algo más, de ser inatacables por la humedad y los hongos microscópicos. Estos fines han sido conseguidos, en mi concepto, con el procedimiento que presento á la res- petable Sociedad de Historia Natural. IL.—Los herbarios se preparan hoy por dos procedimientos capitales. Las plantas se desecan entre papeles porosos, de estraza, más ó ménos absorbentes, que se renuevan y comprimen en una pequeña prensa, despues se pasan al herbario, libro en blanco, en donde se sujetan con tiras de pa- pel y marcan con su clasificacion, dándoles, hasta donde es posible, su posicion natural. Se puede, además, apresurar la desecación formando paquetes de diez plantas solamente, con poco papel in- terpuesto y por una y olra cara un cojin de cinco hojas de papel, que se comprimen con dos alam- brados, especies de parrillas, que se sujetan con hilos ó correas; estos paquetes se dejan al sol ó se someten á una corriente de aire caliente que evaporan el agua de las plantas. Cuando se tiene que preparar una gran cantidad de ejemplares, se necesitan rejillas ó aparatos abundantes. En los climas húmedos pocas ventajas pueden sacar de este procedimiento las expedi- ciones cientificas. El procedimiento de Schelivsky, está más de acuerdo con las exigencias de la ciencia: la pre- paracion de las plantas viene acompañada de su preservacion consecutiva. «Se conservan los colores naturales, la elasticidad y plasticidad, quedando el herbario al abrigo de los insectos destructores. » El naturalista de Leipzig emplea una solucion alcohólica de bicloruro de mercurio, 20 gramos de sublimado por litro de alcohol á 36%; impregna la planta seca en esta solucion ó bien la extiende con una brocha, se seca la planta entre papeles, operacion que dura poco liempo. Este liquido produce una desecación rápida; sustrae la potasa y con ella desaparece la tendencia de ser atacado el vegetal por las mucedíneas. En vez de impregnar la planta, se puede humedecer con la solucion el papel y colocarla entre las hojas. Es preciso para usar de este medio preservativo, que los ejemplares hayan permanecido en la prensa, que no estén húmedos y que sean por seis ú ocho horas fuertemente comprimidos. El estado higrométrico del arre influye poderosamente, como es de suponerse, en los buenos resultados del procedimiento 6 en los defectos que tendrán más tar- de las plantas conservadas, como son: las manchas morenas ó negras de las hojas y otras alteraciones de coloración en las flores. Como se ve, las plantas lienen que desecarse por medio de cuidados trabajosos que demandan tiempo y no con la seguridad de buenos resultados, ántes de aplicárseles el baño de sublimado cor- rosivo. No hemos obtenido los resultados enunciados. II1.—Pasemos á otra clase de inconvenientes de la conservacion de los herbarios, si desde su principio no ha podido aplicarse el procedimiento del sublimado corrosivo disuelto en alcohol, para asegurar su preservacion definitiva. Solamente me fijaré en dos medios usados para evitar la destruccion que causan en las plantas los hongos micoscrópicos en los paises húmedos, y en todos los climas los insectos pequeños, pero activos en sus trabajos devastadores. Estos medios son: el uso del ácido sulfuroso y del sulfuro de carbono. Las aplicacioues de una ú otra sustancia son semejantes y se parecen á una verdadera fumiga- 35 cion, en que las plantas secas reciben los gases destructores de los insectos de los géneros: Dermes- ter, Anobíum, Plinus, Pellio y Psocus. El Anobíuwm paniceum PF, tiene tres milímetros de largo y dos de ancho, es de un color moreno rojizo y lustroso, le dan un tinte gris pequeños pelos blancos. La larva de este coleóptero es blanca, provista de dos mandibulas destructoras de los libros viejos, de las colecciones entomológicas, del pan guardado, de las provisiones de galleta en las expediciones marítimas, y por último, de los teji- dos vegetales. El empleo del sulfuro de carbono, como insecticida, es una sustancia que merece una séria alten- cion, y fal vez sus aplicaciones como paraciticida vegetal le den más tarde mayor importaneía en la medicina y en la agricultura. En Alemania se emplea el sulfuro de carbono en el tratamiento de la sarna, y yo lo he empleado con éxito completo y pronto en el tratamiento de las tinas. PROCEDIMIENTO DE J, B. SCHNETZLER PARA LA DESTRUCCIÓN DEL Anobium paniceum, POR MEDIO DEL SULFURO DE CARBONO: En una caja de madera de 300 decimetros cúbicos de capacidad, se colo- san cinco fasciculos de 200 plantas, sin desligar los ejemplares que los componen. Se vierten en ellos 120 gramos de sulfuro de carbono rápidamente, 6 derramando el líquido de un vaso colocado den- tro de la caja tapada, por medio de un movimiento que se le dé. Como este líquido no mancha ni el papel mejor satinado y blanco, se puede derramar con confianza en el mismo herbario, con la segn- ridad de que al evaporarse no dejará más señales que algo del olor desagradable de sus vapores. El uso de este liquido demanda ciertas precauciones, pues como hierve á 46? 5, produce vapores abundantes á la temperatura ordinaria, forma con el aire mezclas detonantes, basta para inflamarlo la temperatura de 170%, y sus vapores son peligrosos para la respiracion. Son suficientes quince dias Ó un mes de tener cerrada la caja con las plantas, para matar los insectos destructores de los herbarios y principalmente al Anobitwm: con 120 gramos de sulfuro de carbono se desinfectan mil plantas. El procedimiento anterior es poco costoso y fácil de aplicar; pero necesita repetirse para asegu- rar la conservacion de las plantas, y solamente toca uno de los puntos del problema, los insectos des- tructores, dejando en pié la fragilidad de los ejemplares que no se ha podido remediar. IV.—Los efectos de la desecacion de las plantas son del órden fisiológico y quimico. El agua se evapora por medio de papeles porosos; la planta sigue siendo un aparato de evaporación despues de separada de la tierra, los tejidos celular y fibroso se deforman, los tallos y hojas se aplanan ó se plie- gan si la evaporación es pronta, y sobre todo, pierden su flexibilidad. Las hojas principalmente se «quiebran como tabaco seco; los órganos florales quedan tan maltratados, que el mismo De Candolle ha renunciado, en casos semejantes, clasificar algunas plantas que le han sido remitidas de América. El color verde de la clorofila se pierde ó altera; las plantas más jugosas adquieren un tinte ne- ero 6 eris oscuro; Jos colores florales se pierden, se cambian por otros; la descomposición ó las fermentaciones se apoderan del organismo muerto. Si se preparan líquenes, siguen viviendo en los herbarios y es preciso para quitarles la vida sumergirlos en una solucion alcohólica de ácido arsenio- so. Los vegetales inferiores cuyos esporos caminan suspendidos en el aire, forman sobre las plantas un polvo blanquizeo 6 verdoso: los organismos vivos atacan á los organismos muertos. El calor excesi- vo ó la humedad contribuyen, como las causas anteriores, de un modo poderoso á la destruccion de interesantes y valiosos herbarios y otros objetos de la Historia Natural. Si éstos tienen que traspor- tarse á grandes distancias, pocas plantas llegan á su destino en buen estado, y llega una época para ellas en que se necesita una verdadera habilidad para distinguir un género ó una familia en estas osamentas del reino vesetal. Las colecciones entomológicas, puede decirse que están sujetas, con poca diferencia, á causas ¡suales de deterioro y destruccion; debiendo agregarse la mayor fragilidad de las patas y artejos de los insectos: basta muchas veces una pequeña vibracion de los aparadores, producida al andar, para que se mutilen los ejemplares. APLICACIONES DE LA PARAFINA COMO MEDIO CONSERVADOR. —I.—Encontrar un medio de conser- var á las plantas de los herbarios, la flexibilidad de sus hojas y tallos, la integridad de sus flores, quitarles lo quebradizo, en una palabra, y evitar que los hongos y los insectos, la humedad y el ca- lor hicieran en ellos destrozos irremediables, es la cuestion resuelta por medio de la Parafina, 36 Impregnar con esta sustancia incorruptible las plantas, es darles la flexibilidad que han perdido por la desecacion: cerrar sus poros con un barniz en que no germinan ni pueden germinar las plantas inferiores, ni alimento pueden encontrar los insectos pequeños, es asegurar su preservación definitiva. Los resultados prácticos pueden apreciarse en todos sus pormenores en los ejemplares que han sido entregados á la Sociedad de Historia Natural. I1.—La Parafina fósil, que tan variadas aplicaciones ha recibido en cincuenta años en la indus- tria moderna, es una sustancia carburo-hidrogenada más blanda que la cera, algo grasosa al tacto, inodora é insipida, ménos densa que el agua, fusible á 45% 5 6 63? 5, segun su origen, hierve arri- ba de 300%. En el comercio de México hay tres clases, una de quebradura netamente cristalina, otra blanda como cera de Campeche, la última de color opalino, trasparente y quebradura granulosa. Su nombre es derivado de su poca afinidad (parum ajfinis), no es atacable por los ácidos y las basesá la temperatura ordinaria: se mezcla por fusion con la estearina y la cera; sus disolventes son: el sul- furo de carbono, el éter, la esencia de trementina, la benzina, el cloroformo, el aceite de olivo; es insoluble en el agua, ¿mpermeabiliza los objetos porosos, y esta cualidad le da grande interés en la galvanoplastía y en la conservacion de los herbarios. Ha sido la Parafina empleada en hacer im- permeables los tejidos, en la conservacion de las maderas y yo la he aplicado en los vendajes del em- balsamamiento de los cadáveres. En la industria, para quitarle lo untuoso al tacto y la blandura excesiva á la temperatura ordi- naria de los climas intertropicales, se le funde con un quinto de su peso de estearina para la fabri- cacion de las velas, Sus aplicaciones como medio conservador de los herbarios están basados en su poca afinidad, en las temperaturas de fusion comprendidas entre 40 y 60%, temperaturas que indi- can que la sustancia se conserva blanda á la temperatura ordinaria de nuestro clima. M.—Se puede hacer uso de la Parafina cualquiera que haya sido el método de desecación usa- do para las plantas; pero se puede hacer uso de otro que no exige tantos cuidados y fácil en todas condiciones y en todos los climas. Con este objeto se colocan las plantas entre papeles de estraza po- rosos, y como medio absorbente para quitarles la humedad, pongo capas de yeso calcinado, entre papeles, entre una y otra planta, y se comprimen moderadamente para no deformarlas. Para que el yeso pueda servir indefinidamente, se coloca tambien dentro del pliegue de un papel del tamaño del que sirve para los ejemplares, se extiende con igualdad en esta superficie; se pegan los bor- des y queda el yeso encerrado en una bolsa de papel que durará miéntras pueda absorber la hu- medad. Se pueden abandonar de este modo las plantas (excepto las jugosas en alto grado) entre los papeles con yeso hasta su completa desecación sin comprometer los ejemplares; en seguida se sacan de la prensa y se les aplica la Parafina fundida en baño de María ó fuego directo, cuya temperatura no pase de 80, por medio de un pincel ó una brocha aplanada. Si la Parafina es muy blanda se le puede fundir con una pequeña cantidad de estearina para quitarle lo adherente al papel. Dos condi- ciones son necesarias para el éxito del procedimiento: desecación completa de la planta y rapidez en la ejecucion, de lo contrario, se coagula la Parafina de un modo defectuoso sobre los ejemplares. Segun la naturaleza de las plantas se pueden sumergir en la sustancia fundida. Para dar el baño pre- servativo á los insectos, á los líquenes, hongos leñosos, frutos secos y semillas, el baño de Parafina debe estar más caliente que para las plantas, sin pasar de 100% y practicarse rápidamente. Las arti- culaciones de los insestos se encuentran reforzadas con la interposicion de esta sustancia; la super- ficie, lo mismo que en los vegetales, no es atacable por los insectos que no se pueden alimentar de Parafina, ni los hongos microscópicos encuentran poros ni humedad en que fijar su residencia: los ejemplares pueden sumergirse en agua sin mojarse, quedan impenelrables á la humedad. La Parafi- na disuelta en banzina en la proporcion de 15 6 20 por ciento, es de más fácil aplicacion y prontos resultados; pues el preservativo se extiende con rapidez por el objeto que se quiere conservar y se seca inmediatamente al evaporarse la benzina. Se puede decir que las plantas conservadas de este modo están momificadas; y la comparacion es tanto más exacta, cuanto que los egipcios usaban del asfalto (que contiene Parafina) para barnizar sus cadáveres; las momias de Tébas se han conservado por miles de años en los necrópolos de la más avanzada de las antiguas civilizaciones. 37 IV.—¡Seria conveniente usar de los barnices resinosos ú aceitosos para conseguir iguales resul- tados que con la Parafina? Probablemente nó: los barnices, áub los que tienen como componente la cera, se endurecen al contacto del aire y con el tiempo son quebradizos; era preciso que la sustan- cia empleada en la conservacion de las colecciones de Historia Natural fuera permanente en sus pro- piedades, blanda, inalterable á las oxidaciones atmosféricas y solamente sujeta á las variaciones del termómetro, V.—Mucho provecho podrá sacar la enseñanza objetiva de esta clase de preparaciones para la enseñanza de la Historia Natural. Los ejemplares que presento á la Sociedad indican hastas dónde podrá llegarse más tarde en las aplicaciones del procedimiento: benzina, yeso, papel y Parafina son sus materiales; los resultados po- drán apreciarse en los ejemplares de hojas, plantas, insectos y reptiles, que presento á esta Sociedad, siendo de notar en estos últimos que los colores se han avivado, la piel ha recobrado su aspecto na- tural, y que en los caractóres exteriores nada se encuentra ni cambiado ni reformado. Prosigo haciendo investigaciones de otro género sobre las aplicaciones que pueda recibir esa sustancia curiosa que se llama Parafina, y los resultados ulteriores serán presentados á la Sociedad despues de algunos meses de estudio y experiencias comparativas. En el estudio de la conservacion de órganos de anatomia vegetal, el señor consocio nuestro. D. José María Velasco, me ha aconsejado que emprenda una série de experimentos con la encáustica que, como se sabe, es uno de los más antiguos y mejores barnices, y que por lo que se sabe, puede juzgarse de sus propiedades conservadoras: los magnificos frescos de Miguel Ángel están en Roma bajo esta preparacion, que despues de tantos años poco deterioro han sufrido. Debo advertir á esta Sociedad, que para los estudios que estoy haciendo de este ramo de conservacion de los objetos de Historia Natural, el Sr. Director del Museo Nacional, D. Gumesindo Mendoza, ha mandado facilitar los medios y recursos necesarios para que estos estudios puedan utilizarse en este Establecimiento. —México, 27 de Junio de 1881.—Antonio Peñafiel. MEMORIA BOTÁNICA SOBRE EL EMBARBASCAR, Ó SEA LA PESCA POR MEDIO DE LAS PLANTAS VENENOSAS, POR A. ERNST.—Segun el Diccionario de la Academia la palabra embar- bascar significa «inficionar el agua, echando en ella alguna cosa para entontecer los peces. » Es de- rivada de barbasco, que á su vez viene del latin verbascum, nombre de cierto género de plantas de la familia de las escrofulariáceas, que comprende más de cien especies en las floras de Europa, Nor- te de África y Oeste de Asia: tres se han aclimatado tambien en los Estados Unidos de la América Septentrional; ninguna crece en el suelo Sur-Americano. ¿Poseen estas plantas propiedades tóxicas para los efectos del embarbascar? Colmeiro (Curso de Botánica, I edic. IL, 525) dice del Verbascum Thapsus L. 6 gordolobo, que las semillas por su acritud sirven para envenenar los peces, y que el Verbascum phlomoides y V. sinuatum (llamados vulgar- mente acigulre y lientayernos) no difieren de aquel en virtudes. Las hojas trituradas del Verbascum Blattaria (polillera) son amargas y algo acres con olor fuerte, y las flores del Y, Lyehnitis (candile- ra) se usan para matar los ratones, segun se dice. Rosenthal (Synopsis Plantaram diaphoreticarum, Erlangen, 1862, páz. 470) refiere que el Vey- bascum Ternacha se emplea en Abisinia para embarbascar con él. El uso correspondiente del gordolobo (Verbascum Thapsus) fué prohibido en España por un de- creto del rey Juan Il en 1453, y repitieron la misma prohibicion los reyes Cárlos 1 y Felipe II, como se puede ver en la Novisima Recopilacion de las Leyes de España, libro VIL, tit. XXX, ley VIH (Madrid 1805, vol. III, 641, 642), en donde se lee lo que sigue: « Prohibimos que de aquí en adelante ninguna persona, de cualquier estado y condicion que sea, no eche en los rios cebos de cal viva; ni veneno, ni beleños, ni torvisco, ni gordo-lobo, ni otra cosa ponzonosa con que se mate ni amortigie el pescado. » Parece, pues, cierto que algunas especies de Verbascum se empleaban antiguamente en el sen- tido indicado, aunque ninguno de los autores latinos menciona este uso. Plinio conoce cuatro espe- cies (V. Thapsus, sinuatumn limnense, lychmitis), pero nada dice de sus propiedades venenosas (lib. XXI,61; XXV, 73; XXVI, 17). 38 Encuéntrase en la Historia de los Animales, de Aristóteles (Hist. anim, VII, 132; ed. Wimmer el Aubert, IL, 178. 179) una observacion de la que debemos decir algunas palabras. Refiere Aristó- teles que los peces mueren por el plómos y que en algunos lugares vescan con él (plomidzontes) en rios y estanques, miéntras que los fenicios cogen asi los peces del mar. Los traductores y comenta- dores de Aristóteles opinan generalmente que plómos sea una planta, y Gaza traduce directamente verbasco herba. Otros, y entre ellos los últimos editores de la Historia de los Animales (en el lugar citado), dudan de esta interpretacion y dicen que es completamente incierto qué cosa signifique esta palabra, la cual acaso ni siquiera se refiere á una planta. Creemos que no hay motivo para tanto es- cepticismo, puesto que aún hoy el Verbascum sinuatum lleva en Grecia el nombre vulzar de plómos ó pliómos (Sibthorp, Flora greca, UL, tab. 227), lo que confirma Fraas en su Flora classica. No es imposible sin embargo, que la palabra plómos de Aristóteles signifique más de una espe- cie de plantas, caso que es harto comun en los nombres vulgares, basados como están sobre seme- janzas exteriores y á veces muy superficiales. Dioscórides menciona una planta que llama /¿thymalos platyphyllos, y agrega (XXVI, 20) que es muy semejante al phlómos, y mata los peces, cuando tritu- rada se echa en el agua. Esta planta es la Euphorbia platyphylla L., y Giene indudablemente propie- dades tóxicas en un grado mucho mayor «que cualquiera especie de Verbascum. Los comentadores de Dioscórides confirman el hecho. Así dice Andrés Laguna (P. Dioscóride annotado y añadido p. Suárez de Ribera, Madrid 1733, lib. IV, 161): «Llaman esta planta Tortumaglio * en Toscana, adon- de crece en grande abundancia, y con sus raices hacen mortal guerra á los peces. ... Con cualquie- ra de dichas especies, majada, ó6 envuelta con harina y echada en los estanques, lagos ó rios, de tal suerte emborrachan, aturden y amodorrean los peces que se vienen el vientre arriba por encima del agua todos amortecidos, de modo que los pueden tomar á manos, y como dicen, á bragas enjutas, la cual manera de pescar, por ser muy perjudicial, es defendida debaxo de capitales penas. » Plinio menciona tambien las propiedades venenosas de la planta tithymalus (XXVI, 44): cpisces necal. » Sea cual fuere el significado de la palabra plómos en el pasaje de Aristóteles, el interés princi- pal está en la circunstancia de que el estagirita forma de ella un verbo (plomidzo), que por su eti- mología y sentido guarda un paralelismo completo con el castellano embarbascar, paralelismo tanto más curioso cuanto que no existe una voz correspondiente en la lengua latina. Fuera de las citadas, se empleaban por cierto aún otras plantas en la antigúedad para entontecer los peces. Plinio (XXV, 54) habla en este sentido de una especie de Aristolochia: «Piscatores Cam- «paniee radicem eam que rotunda est, venenum terre vocant, coramque nobis contusam immixta «calce, in mare sparcere: advolant pisces cupiditate mira, stalimque examinati fluant. » Es de supo- ner que en este caso la cal haya producido la mayor parte del resultado. Carus (Geschichte der Zoologie, pás. 186, nota 146) refiere que la pesca por medio de aleuna planta echada en el agua, es mencionada en el poema latino de Roudlieb, escrito poco ántes del año 1000 de nuestra éra, por Fromund, monge en el monasterio de Tegernsee en Baviera. Se atribuye la propiedad ictiócida al polvo de una planta llamada lengua de buey (pulvis buglosst), que se es- parce sobre el agua, miéntras que ésta se golpea con varas delgadas. Muchas plantas diferentes 1e- nian, ó tienen aún en Alemania este nombre, todas con hojas más ó ménos ásperas. Una de ellas es conocida por sus propiedades venenosas, la dedalera con hojas de gordolobo (Digitalis Thapsi L.); á ella, ó á una especie semejante, se refiere probablemente la nota de Grim, Dewtsche Mythologie, pág. 1.166: «foxes elófva (vulpis chirotheca) ist buelossa, ahd. hrindeszunge. » Hemos entrado en pormenores acaso un tanto prolijos al discutir el origen del embarbascar en los liempos antiguos; pero sirvanos de excusa el interés que tiene el principio de cada costumbre humana, y la circunstancia de que para el pleno conocimiento de las cosas la historia de sus nom- bres es por lo ménos de reconocida utilidad. A pesar de las prohibiciones de las autoridades, la pesca por medio de cebos venenosos seguia praclicándose en varios paises de Europa, aunque es poco probable que se hayan empleado en rea- * Corrupcion de titimaglio, que viene de tithymalus. (Menagio, Origine de la Lingua italiana. Geneva 1685.) 39 lidad todas las sustancias que en este sentido encontramos citadas por los autores. Así se lee en el tomo XII, pág. 22% le la Enecyclopédie, por Diderot y d'Alembert: «Les appas empoisonnés sont la «chaux vive, la nojx vomique, la noix de cypres, la coque de Levant, la momie, muse el autres dro- «gues qui enivrent el 6tourdissent le poisson. Il faut y joindre Pherbe qwon appele Valrese. » No hemos podido descubrir cuál planta sea esta última. No solo en Europa se embarbascaba para coger los peces: la costumbre existia y existe aún en casi todos los paises ribereños, con la diferencia de que no son las mismas plantas que se emplean en los diferentes lugares. Escasos son los informes que hemos podido reunir acerca" del embarbascar de los pueblos de Asia, y casi ningunos tenemos relativos á los de África. El conocido ictiólogo, Francis Day, habla del embarbascar en varios lugares de su interesante obra: «Report on the Fresh Waler Fish amd Fisheries 0f India and Burma» (Calcuta 1873, pág. 76, XXXVII, CCXID). Entre las plantas usadas cita el Anamirta Gocculus, las hojas del tabaco, y un gran número de otras con solo sus nombres vulgares, siendo muy sensible que éstos no estén acompaña- dos de sus equivalentes cientificos. La práctica de embarbascar parece muy comun en todas las pat- tes de las Indias, produciendo un grandisimo daño á la pesca regular. Por esta razon se propuso en 1870 una ley prohibitiva con las penas siguientes para los infractores: en el primer caso una multa hasta de cincuenta rupis (un rupi=46 centavos fuertes); en el seeundo caso la multa puede llegará cien rupis, y veinte más por cada día en que se cometiere la infracción despues de dada la senten- cia; todos los casos de reincidencia posterior á la primera, son penados con una multa hasta de 200 rupis, y 200 más por cada dia en el cual el delito se repitiere, contando desde la tercera sentencia. (Day, |. c. pág. CCXVI.) Muchos pueblos indigenas del Nuevo Mundo eran y son aún hoy ictiófagos, á quienes rios cau- dalosos y dilitadas costas marinas brindan abundante alimento. Nada más natural, por eso, que en- contrar entre ellos gran habilidad en los diferentes artes de pescadería, tanto con la caña, como con redes de variadisimas formas y dimensiones, y hasta con la flecha persigue, seguro siempre, el indio sur-americano, los escamosos moradores de sus rios y lagunas. «Y tambien usan de cierta hierva «que se dice baygua, en lugar de belesa ó barbasco: la cual desmenucada en el agua, ora sea comien- «do della el pescado, 6 por su propia vertud, penetrando el agua, embeódanse los pescados, é des- «de á poco espacio de tiempo se suben sobre el agua vueltos de espaldas ó el vientre para suso, dor- «midos 6 atónitos sin sentido, é los toman á manos en grandisima cantidad. Esta bayoua es como «bexuco: é picada é maxada aprovecha para embarbascar é adormecer el pescado, como he dicho. » Con estas palabras describe el Heródoto de las Indias Occidentales, González Fernández de Ovie- do y Valdés, primer cronista del Nuevo Mundo, el embarbascar como lo practicaban los indios de Cuba y Santo Dimingo (Hist. Gen. y Nat. de Indias, lib. MIL cap. l, ed. de la Acad. 1851, vol. 1. 124). No hemos podido descubrir cuál planta sea la baygua de Oviedo; parece, sin embargo, que es una sapindácea; yaicua llaman hoy en Cuba las especies de Hypelate, arbustos y arbolitos de esta misma familia. Es singular que los demás historiadores de la conquista no mencionen la pesca con barbasco, aunque tanto Herrera como Gomara hablan detalladamente de otras maneras de pesca. El Padre Labat (Nouveau Voyage aux Ísles de l'Amérique, La Haye 1724: 1, 140) vió en 1694 los habitantes de Martinique «enivrer la grande viviére, » y coger muchos peces bien hermosos. Res- pecto de la planta se expresa como sigue: «On se sert pour enivrer les riviéres des racines et des «feuilles d'un arbre qui n'a point (autre nom que celui de bois á enivrer. Je Wen ai point vu qui « passát dix pieds de hauteur; ordinairement il n'en a que six. C'est un bois mal fait et tors, quoi- «qwil soit assez dur; il n'est bon qu'á brúler, encore les Négres ne veulent-ils pas s'en servir á cause «de la qualitée qu'il a Venivrer les poissons. Son écorce est rude, brune et épaisse; il est assez «branchu, et fort chargé de feuilles approchantes pour la figure de celles des pois communs; elles « tiennent trois á trois altachées á la méme queue; elles sont épaisses, cotonnées et d'un verd foncé. » Refiere en seguida el autor que la corteza de las raices se pila junto con las hojas, agregándose cal viva, y que esta mezcla se echa en el agua. 0 Ningunas de las plantas conocidas hoy en las Antillas francesas con el nombre de bois d enivrer Ú bois enivrant (Tepbrosia toxicaria, Piscidia Ery!hrina, Jacquinia armillaris) corresponde á la des- cripcion del Reverendo Padre; ni hemos podido adivinar hasta ahora de qué otro vegetal pueda ha- blar que posea iguales propiedades. Sea como fuere, el Gobierno francés prohibió pronto la práctica, como se ve de la Ordenanza de 20 de Enero de 1752 (Loix et Constitutions des Colonies francoises de PAmérique, par Moreau de St. Méry, tome IV, pág. 88, 89), dirigida « contre ceux qui se servent de bois et autres drogues pro- pres pour enivrer le poisson dans les riviéres et rivages de la mer,» y que establece «Ja peine de fouet contre les négres esclaves quí seront trouvés dans P'un de ces cas, est de 50 livres d'amende contre les négres libres, pour la premiere fois, et de plus grande peine au cas de récidive. » En la isla de Jamaica empleábase sobre todo la Piscidia Erythrina (dog-w000d de los habitantes), planta de la familia de las leguminosas, citada ya por Sloane (A Voyage to Jamaica, London, 1725; vol. 11, 39, 275), y mencionada en igual sentido más tarde por P. Browne (The Civil and Natural History of Jamaica, London 1789; pág. 296, 297), quien la llama por eso Ichthyomethia, 6 sea borra- chera de los peces. Jacquin (Selectaram Stirpiuum americanarum Historia, Vindobone 1763, pág. 54) refiere que en Martinica y Curazao se empleaba la Jaequinia armillaris, llamada por los franceses bois bracelels, y barbasco por los españoles: «contusa folia ramique, et aquis injecta, feruntur pisces inebriare, su- pernatantes ut manu capi queant. » Aublet (Plantes de Guayane, II, 776) hace mencion de la Tephrosía cinerea, que los indios cari- bes llamaban sínapou. Humboldt agrega á las plantas mencionadas aleunas especies de Phyllanthus y el Clibadium Barbasco de la familia de las compuestas, que encontró usada entre los indios del Tuameni y Temi, en las misiones del Orinoco. (Nova Gen. et Spec. Plant. IV, 288.) Martius (Reise in Brasilien, TIT, 1063, 1064) habla de Varias sustancias vegetales por medio de las cuales los indios del rio Amazonas aturden los peces. La principal es la leche del Oassacú (Hura brasiliensis Willd.), que produce en ellos una enorme dilatación de la pupila, lo cual comprueba que la accion tóxica afecta el sistema nervioso. Teval propiedad tienen varias especies del género Serja- nia, y. £. 8. erecta Radlk. (Timboó bravo), $. lethalis St. Hil. (cipó de Timbó), $. ichthyoctona RadIk., S. piscatoria Radlk. (Tingui) y S. inebrians Radlk. La última especie crece en Costa-Rica, donde fué descubierta por Oersted, quien refiere que tiene el nombre vulear de barbasco. (Radlkofer, Mono- eraphie der Sapindaceen-Gattune Serjania, Múnchen 1875, pág. 347.) En la familia de las Sapindáceas hay aún otros vegetales que deben citarse en este sentido, co- mo la Paullinia pinnata L., P. grandiflora St. Hil., P. Curura L., Magonia pubescens St. Hil. y otras especies del mismo género. En el Brasil se emplean además varios Cocculus, sobre todo el €. Meme Mart., cuyo nombre vulcar tarairamorá sienifica segun Martius «inebrians pisces taraira » (Radlkofer, Serjania, 341). Richard Schomburok (Rejsen in Guayana, II, 434) refiere que los caribes de Arratia embarbas- caban con pequeñas bolas hechas de carne picada mezclada con las hojas machacadas del Clibadiwm asperum DC., cogiendo asi grandes cantidades de un pez llamado Leporinus Predericí Agass. Weddell (Voyaze dans le Nord de la Bolivie, Paris 1853, pág 442) menciona que los indios de Guanay se sirven del jueo de la Hura erepitans L. (nuestro javillo), miéntras que en Yungas usan el bejuco Pehko 6 Sacha, que es la Serjama lethalis St. Hil. Orton (The Andes and the Amazons) habla varias veces (pág. 469 y 179 de la 3.* edicion de 1876) del embarbascar, y para terminar esta larea, aún por cierto fragmentaria lista, citarémos to- davia á Appun (Unter den Tropen, Il, 302, 303) quien presenció entre los indios de Roraíma el em- barbascar con una planta que llama Heterri; ignoramos su nombre botánico. En Caracas se conoce con el nombre de barbasco además el Polygonum acre HBK., que por cier- to posée propiedades venenosas; pero no hemos oido jamás que por aquí se use para pescar. Las sustancias enumeradas son ó acres ó narcóticas, de modo que atacan las unas directamente los órganos respiratorios de los peces, miéntras que las otras ejercen una influencia perturbadora en REVISTA CIENTIFICA DE MEXICO Y EL EXTRANJERO. el sistema nervioso, produciendo una especie de parálisis más ó ménos duradera. Noes suficiente la accion tóxica para echar á perder la carne, de modo que peces cogidos así, bien pueden servir de alimento. Claude Bernard trata de la accion fisiológica de estas sustancias en la vigésima leccion de su obra: Lecons swr les effets des Substances toxiques el médicamenteuses (Paris 1857, 294 á 302), co- mete, sin embargo, el error geográfico de trasladar al Oregon el pueblo peruano de Sarayaen, don- de Castelnau y Weddell presenciaron esta manera de pescar. La práctica de embarbascar es sin duda altamente perjudicial, porque es una destruccion por mayor de los peces, que debe tener el resultado de disminuir, y áun de aniquilar por completo la cantidad de estos animales, sobre todo en los rios y lagunas de menor extension. Nada más justo, pues, que prohibirla bajo penas correspondientes, como lo han hecho casi todos los gobiernos celo- sos del cuidado de aquellos ramos de la riqueza nacional que se relacionan directamente con la alt- mentacion del pueblo. Es singular que España, á pesar de tener leyes contra el embarbascar en la peninsula, no hiciese extensiva la misma prohibicion á sus posesiones americanas: á lo ménos no existe nada semejante en la voluminosa Recopilacion de Leyes de los reinos de las Indias. Acaso se creía que era cosa de poca importancia, y aún más, de escasa utilidad para los intereses de la corona. Terminarémos con un resúmen sistemático de las especies de plantas empleadas en los diferentes paises como barbasco, lista que por cierto no será completa, por ser muy limitados los recursos lite- rarios que tenemos á nuestra disposicion. Creemos, sin embargo, que nuestro trabajo no dejará de tener algun interés, ya que es, que sepamos, el primer ensayo de presentar este asunto en forma de un estudio especial. I. Dileniáceas. 1. Tetracera Assa DC. Indias Orientales (?) II. Menispermáceas. 2. Anamirta Cocculus Wightd Arnott. Indias Orientales. 3. Cucculus (?) neme Mart. Brasil. MI. Bixáceas. 4. Pangium edule Reinw. Java, Islas Molucas. 5. Hydnocarpus venenata Gernt. Ceilan. IV. Meliáceas. 6. Walsura Piscidia Roxb. Indias Orientales. V. Sapindáaceas. . Serjania erecta Radlk. Brasil. . Serjania lethalis St. Hil. Brasil, Bolivia. . Serjania ichthyotona Radlk. Brasil. 10. Serjania piscatoria Radlk. Brasil. 11. Serjania inebrians RadIk. Costa Rica. 12. Paullinia pinnata L. Antillas, America Me- ridional. 43. Paullinia Cururu L. América Meridional. 14. Magonia pubescens St. Hil. Brasil. 15. Harpullia arborea Bl. Islas Filipinas. VI. Leguminosas. 16. Tephrosia toxicaria Pers. Indias Occiden- tales y Guayana. (co 01 17. Teprosia cinerea Pers. Indias Occidentales y Guayana. 18. Tephrosia piscatoria Pers. Islas del Pacifico. 19. Tephrosia emarginata Kth. Islas del Pa- cifico. 20. Tephrosia ichthyoneca Benth. Mozambi- que. 91. Millettia sericea Wight «€ Arn. Jaya, Su- malra. 92. Lonchocarpus Nicou DC. Guayana. 23. Lonchocarpus densiflorus Benth. Guayana. 2%. Derris uliginosa Benth. Indias Orientales. 25. Pongamia Piscidia Sweet. Indias Orien- lales. 26. Piscidia Erythbrina L. Antillas. 97. Albizzia stipulata Bath. Java. Vil. Compuestas. 28. Clibadium asperum DC. Guayana. 29. Clibadium surinamense L. Guayana. 30. Clibadium Barbasco HBK. Alto Orinoco. 31. Ichthyothere Cunabi Mart. Brasil. VI. Mirsináceas. 32. Agiceras majus Gert. Islas Molucas. 33. Jacquina armillavis L. Antillas. IX. Primaláceas. 34. Cyclamen europeum L. Europa meri- dional. X. Solaniáceas. Nicotiana Tabacum L. Indias Orientales. Hyoscyamus niger L. España. XI. Escrofulariáceas. Verbascum Thapsus L. Europa. Verbascum nigrum L. Europa. Verbascum phlomoides L. Europa. Verbascum sinuatum Lam. Europa. Verbascum Ternacha Hochst. Abisinia. Digitalis Thapsi Brot. Europa (?) XII. Aristoloquidceas. Aristolochia sp. Italia. XIII. Piperáceas. Piper Darienense Cas. DC. Istmo de Pa- 35. 30, 37. 38. 39. 40. LA. 142. 43, ht. namá. XIV. Timeleáceas. Daphne Gnidium L. España. Daphne Cneorum L. Espana. XV. Euforbiaceas. 17. Euphorbia Hyberna L. Condado de Kerry, Irlanda. 45, 6. 42 48. Euphorbia punicea Ait. Jamaica. 49. Euphorbia piscatoria Ait. Islas Canarias. 50. Euphorbia platyphylla L. Europa. 51. Euphorbia cotinifolia HBK. Brasil. 52. Hura crepitans L. (H. Brasiliensis.) Bra- sil, Bolivia. 53. Johannesia princeps Velloz. Brasil. 54. Excoecaria indica Múll. Arg. Indias Orien- tales. 55. Phyllanthus conami L. Brasil. 56. Phyllanthus piscatorum HBK, América Meridional. 57. Phyllanthus brasiliensis Múll. Arg. Brasil. 58. Securinega leucophyrus Múll. Arg. In- dias Orientales. XVI. Poligonáceas. 59. Polygonum acre HBK. América Meridio- nal. (?) XVII. Melantaceas. 60. Veratrum album. L. (“Vedegambre.”) Espana. ESPECIES DE LAS CUALES CONOCEMOS SOLO EL NOMBRE VULGAR. Milk-bush. (Day.) Indias Orientales. > 1. Bayegua (Oviedo) Antillas. 2. Bois enivrant (Labat). Antillas. 3. Heierri (Appun). Guayana. . 5. Hinganbet. ,, 6. Yathil. e Ze ¿(Gato an S. Thor. 8 9. Soopli. 10, Jel Phul. E 11. Bunboay. A 197""Kyee: 59 13. Hong. 50 14. Bongalono. Caracas, Diciembre 18 de 1880. RELACION DEL SR. MILNE-EDWARDS ACERCA DEL INSECTO LLAMADO ANIMAL PLAN= TA.'—.... El Sr. Mariscal Vaillant ha tenido á bien enviarme algunos ejemplares de dicho insecto y el exámen de estas piezas no me ha dejado alguna incertidumbre sobre la naturaleza de Ja ano-= malía que ha valido á estos insectos el nombre de Animal Planta. La excrecencia que se eleva en la parte anterior de su dorso, consiste en un vegetal parásito de la familia de los Hongos, que los bo tanistas llaman Spheria (6 Torrubia) sobolifera (Hill. y Watson). Esta planta crece en la sustancia * Archives de la Commission Scientifique du Mexique, T. I, pág. 206. 43 del cuerpo de estas cigarras al estado de larva 6 de ninfa, como los vegetales ordinarios crecen en el suelo; no es producida por el animal que la lleva, sino que llegada de afuera, echa allí raíces y se va desarrollando.* Se conocen muchos hechos del mismo órden, y para demostrarlo, pongo bajo la vista de la Comision, Orugas de la Nueva Zelanda, que al estado vivo, han sido invadidas de la misma manera por otra especie del género Spheeria 6 Torrubia, y se puede ver en las galerías del Museo de Historia Natural, muchos ejemplares de insectos indigenas, en los cuales, accidentes análogos han sido probados. Recordaré tambien que la enfermedad de los gusanos de la seda, llamada muscardina, es debida á la presencia de una planta parásita en la sustancia del cuerpo de estos insectos. La mus- cardina es una especie de hongo microscópico cuyos gérmenes, trasportados por las corrientes at- mosféricas, ó de otra manera, se depositan sobre la superficie del cuerpo del gusano de la seda; des- pues, desarrollándose, penetran por los orificios respiratorios 6 á través de la piel, hasta en el tejido erasoso subcutáneo, se ramifican, invaden poco á poco el organismo entero, y haciéndose paso hácia afuera, producen órganos de fructificacion por medio de los cuales su especie se perpetúa. El cuerpo del hombre mismo no está al abrigo de parásitos análogos; asi, la enfermedad cono- cida bajo el nombre de algodoncillo (muguet) parece depender del desarrollo de una especie de hon- go microscópico sobre la membrana mucosa de las vías digestivas. Además, en ningun caso estos cuerpos extraños son productos del organismo sobre el que ellos viven, sino que siempre nacen de vegetales de su especie y llegan de afuera como el trigo que germina en la tierra. —(Traduccion del Señor socio M. Urbina.) SALUBRIFICACION DE TERRENOS PANTANOSOS.—El Ministro de México residente en Bru- selas, ha dirigido á la Secretaria de Relaciones la siguiente comunicacion, cuya lectura recomenda- mos:—«27 de Agosto de 1881.—«En el antiguo archivo de esta Legación he encontrado una carta del Sr. J. A. Van der Burgh, Vicepresidente la Sociedad de Agricultura del Canton de Breda, rela- tiva á la salubrificacion de terrenos pantanosos por el cultivo en grande escala de la planta conocida con el nombre de «Girasol,» (helianthus annuus). La carta á que hago referencia fué dirigida al marqués de Corio para que comunicara su contenido al gobierno de Maximiliano, lo que parece no tuvo efecto, pues el único acuerdo que se lee en ella, dice así: «Bruxelles, 7 Mars 1867: Repondu en remerciant.» El Sr. Van der Burgh manifiesta haber lei- do en una publicacion intitulada: «La Science pour tous,” que la causa principal y casi exclusiva del vómito negro es el envenenamiento ocasionado por los miasmas de los pantanos en el clima tórrido de nuestras costas; que asimismo leyó en un periódico de agricultura un artículo sobre las propie- dades higiénicas de los plantios de girasol, y que estos antecedentes le impulsaron á estudiar el asunto y á escribir una Memoria que acompaña. «Este documento dice, en suma: Existen tratados sobre agricultura escritos desde hace siglos, sobre los que el profeser Morin, de Lieja, y otros agrónomos han llamado últimamente la atencion, donde se encuentran pruebas de que los miasmas de los pantanos son absorbidos completamente por el girasol, planta dura y muy fuerte, que en unas cuantas semanas alcanza de 10 á 15 piés de alto. - y produce flores amarillas de 60 á 80 centimetros de circunferencia, llenas de semillas oleaginosas, que dan un aceite excelente para diversas aplicaciones de la industria. La publicacion hecha por el profesor Morin dió lugar á varios ensayos para corroborar las virtudes de la planta, que tuvieron el mejor éxito. El Sr. Van Alstein, hábil agricultor, que por espacio de cuarenta años habitó las már- genes del Escalda, cuyos aluviones producen fiebres tan malignas que cada año hacen perecer gran cantidad de gente, dice que los miasmas de aquellas riberas son tan fuertes, que las guarniciones alli estacionadas tenian que ser renovadas con mucha frecuencia, y que aunque el gobierno no des- tinaba á ellas sino personas nacidas en la localidad, se vió obligado á abandonarla. Durante la guer- ra de 1810 las fiebres atacaron con tal vigor á las tropas beligerantes situadas en Flesinga, en la isla de Walcheren, en Bath y todo el litoral, diezmando de tal modo los soldados que, puede asegurarse * Se nos dice que las cigarras infestadas de este modo, se encuentran principalmente en una localidad llamada Hacienda de Santa Clara, cerca de Cuautla. 44 apresuró el fin de aquella guerra, despues de hacer millares de victimas. El Sr. Van Alstein, testi- go presencial de esa epidemia, fué por tres veces atacado de la fiebre de los pantanos, y tuvo que cambiar de residencia otras tantas. Al regresar la tercera vez, resolvió hacer un ensayo de cultivo de girasol, recomendado por los antiguos, y continuó la siembra durante diez años con un éxito per- fecto, verdaderamente maravilloso. La siembra se hacia plantando tres ó cuatro grupos á distancia de treinta, cuarenta ó cincuenta metros de su habitacion. «El girasol crece en los terrenos de peor calidad, áun en aquellos donde no crece la zizaña; Mega á tener una altura de diezá quince piés y da unas flores grandes y gruesas, que solo puede alimentarse por la absorcion. Tanto el Sr. Van Alstein, como su familia, y unas veinticinco perso- nas que habitaban en su heredad, nunca volvieron á padecer calenturas. Sus vecinos, en cambio, continuaron sufriendo de ellas; pero siempre que alguno adoptaba el sistema de siembras de girasol, obtenia el mismo resultado que el Sr. Alstein. «El cultivo del girasol es muy sencillo: la simiente se siembra de 30 á 50 centimetros (me pa- rece que quiso decir milímetros) de profundidad, y la planta se debe dejar crecer hasta que obtenga toda su madurez. «Esto es lo que dice la Memoria del Van der Burgh. A mi vez recuerdo haber leido en el Bo- letin austriaco de metereología, que la cantidad de humedad que absorben las flores del girasol en el Hrmino de veinticuatro horas, es verdaderamente asombrosa: el periódico á que me refiero expre- sa en cifras los gramos que absorben: pero como hace ya osho años que lo lei, no puedo traerlas á la memoria con exactitud. Al terminar este oficio creo conveniente agregar, que en el ejército italia- no se curan las fiebres con inyecciones cutáneas de ácido fénico, y que este remedio ha dado los mejores resultados: sé tambien que ha sido aplicado con buen éxito en el Brasil para la curacion de la fiebre amarilla. «Tengo la honra de renovar á vd. la expresion de todo mi respeto. «(Firmado), A. Núñez Orteya.—Al Secretario de Estado y del Despacho de Relaciones Exteriores. «Es copia. México, 1.? de Octubre de 1881.—(Firmado), José Fernández, oficial mayor.» LAS MANCHAS PIGMENTADAS DE ALGUNOS PECES.—Un naturalista ruso, M. M. Ussow, se ha dedicado al estudio de las manchas pigmentarias cuya presencia habia sido señalada por Cuvier sobre el vientre y los rayos branquiostegos de diversos pescados huesosos. Estas manchas habian sido consideradas como verdaderos ojos accesorios, por Leuckart en una Memoria que publicó en 1864. M. Ussow ha estudiado estos órganos en los siete géneros Astronesthes, Argyropelecus, Chaulio- dus, Gonostoma, Maurolicus, Scopelus y Stomias; son pescados de pequeño tamaño, que no se to- man fácilmente con la red y que no son buscados porque no son comestibles. En estos diferentes véneros las manchas se presentan casi con el mismo aspecto; están dispuestas en dos séries longitu- dinales paralelas, de cada lado de la linea mediana del abdómen, desde la cola hasta las aletas pecto- rales; están distantes unas de otras cuatro milimetros y siempre cubiertas por las escamas. Tambien se encuentran aleunas de estas manchas cerca de los ojos; sobre los rayos branquiostegos, sobre el hueso dental y sobre el preopérculo. Su número varia con la edad y la talla de los animales, y el tér- mino medio seria de 300. En los Astronesthes los ojos accesorios son los más simples. Se presentan con el aspecto de una lente biconvexa, muy curva hácia el interior y casi plana al exterior; y rodeada totalmente por una cubierta conjuntiva. Una capa pigmentaria reviste'por todas partes la cubierta conjuntiva, excepto en el lado externo en donde se encuentra un cuerpo lenticular idéntico al cristalino de la mayor parte de los inverte- brados. Entre esta lente y el fondo del ojo se extiende una cámara relativamente espaciosa llena de un liquido acuoso, especie de cuerpo vitrio fácilmente coagulable. La pared de esta cámara está ta- pizada con una capa de placas exagonales desprovistas de núcleos dispuestos en circulos concéntricos, incoloras, trasparentes y reposando directamente sobre la cubierta pigmentada; se puede asimilar estas placas á la retina y asimilar de igual manera la capa pigmentaria á la coroides. Los ojos accesorios de los Stomias son más complexos y el maximum de complicacion se obser- 45 va en los Chauliodus. La forma del ojo es la de un elipsoide estrangnlado casi en su medio y nota- hlemente más ancho atrás que adelante; al nivel del estrangulamiento se eneventra en el interior del ojo un diafragma que lo divide en dos cámaras independientes una de otra. La cámara anterior está llena de una masa vitriosa. El cristalino que está atrás de ella se adelanta mucho en su cavidad, es hemisférico, sólido, trasparente y formado por la reunion de un número considerable de cónitos alargados, hinchados en su base y dispuestos en el sentido de los rayos de una esfera, de manera que en un corte ofrece el aspecto de un abanico abierto. Hácia atrás, los conos que lo componen se ren- nen en una especie de prolongacion claviforme ó de manga que penetra muy adentro de la cámara pos- terior. Esta manga da nacimiento á filamentos que vienen á ponerse en relacion con las celdillas multipolares especiales, cuya reunion forma una capa gruesa que tapiza el fondo del ojo, arriba del pigmento. Se puede creer que estas celdillas representan los elementos retinianos, tanto más que M. Ussow los ha visto continuarse con los filamentos nerviosos que emanan de las raices espinales. Estas observaciones parecen mostrar que, en los géneros Astronesthes, Chauliodus y Stomias, se trata de verdaderos ojos, aun cuando hasta el presente no se conciba de qué manera pueda llegar la impresion luminosa hasta el cerebro; en los géneros Argyropelecus, Gonostoma, Maurolicus y Sco- pelus, las manchas pigmentarias corresponderian, al contrario, constantemente á elándulas, de las cuales M. Ussow no ha determinado suficientemente la naturaleza y sobre las cuales son necesarias nuevas investigaciones. Por otra parte, es conveniente agregar que M. B. Solger, que ha observado órzanos del mismo género en los Porichthys, los ha considerado como ojos rudimentarios y no como glándulas. En fin, M. Leydig acaba de publicar sobre esta cuestion una Memoria importante. En lo con- cerniente á los órganos oculiformes que M. Ussow considera como glándulas, aun cuando no Jes ha- ya visto su canal escretor, Leydig cree tambien que no son órganos destinados á recibir la impresion luminosa. Como lo hace notar, no son tampoco órganos de los sentidos análogos á los de los otros pescados, porque los órganos de los sentidos son simples diferenciaciones epiteliales, miéntras que estos puntos oculiformes son anexos de la dermis. La naturaleza de estos óreanos no puede aclarar- se sino por la anatomia comparada. Leydig ha estudiado estos órganos en diez especies de Scopelidos y de Sternoptychidos, y sus estudios lo han conducido á clasificar estos órganos en tres grupos: 1.?, órganos oculiformes propia- mente dichos, que se encuentran en los Sternoptychidos; 2.*, óreanos aperlados: 3.%, órganos lumi- nosos especiales á los Scopelus. Los órganos oculiformes verdaderos se encuentran en diversos puntos del tesumento exterior, tambien con frecuencia se les ve en la cavidad buco-branquial. Su forma y su estructura son tales, como los. ha descrito Ussow:; pero Leydig refiere á celdillas de tejido conjuntivo la especie de reves- timiento epitelial pigmentado que Ussow asimilaba á la coroides. El contenido del órgano está divi- dido en abanico por un gran número de tabiques radiantes en los cuales están sumergidos los ele- mentos celulares. Estas celdillas son de forma variable, pero con más frecueucia son cónicas, con una base ancha y un pediculo estrecho dirigido hácia el centro y refractando fuertemente la luz; se parecen mucho á ciertos elementos del ojo de los artrópodos. Los órganos perlados no difieren de los precedentes sino por su forma más aplastada y porque su contenido está constituido por un tejido conjuntivo gelatinoso, en el cual se encuentran celdillas delicadas y ramificadas que se disponen en forma de red. Los órganos luminosos no se encuentran sino en la cabeza y en la cola de algunas especies de Scopelus. Su estructura es la misma que la de los órganos perlados, y no difieren de éstos sino por su forma más aplastada. Leydig cree que estas tres clases de órganos no son ni ojos accesorios ni órganos de los senti- dos; serian, segun él, órganos eléctricos 6 seudo-eléctricos. Pero debe uno ser muy reservado sobre este punto, y considerar esta opinion por lo ménos como prematura. En efecto; importa notar que los estudios de Ussow, de Solger y de Leydig todos se han hecho sobre animales más ó ménos bien conservados en el alcohol, y que la cuestion solamente se resolverá con animales frescos. 46 En cuanto á la luz que emiten estos órganos, Leydig hace notar que puede ser debida á dos causas; 6 bien es reflejada por la capa crisada que se encuentra adentro de la capa pigmentada y que puede compararse al tapete, ó bien es producida directamente por el órgano mismo. Willenwes- Subm ha visto Scopelus fosforescentes. Si la fosforescencia depende de los órganos en cuestion, es ne- cesario no decidir segun Leydig, que estos órganos son incapaces de otras funciones, porque no se conoce en toda la escala animal un solo ejemplo de un órgano exclusivamente luminoso.—(De la Revista Zoológica publicada por la Revue Scientifique. Traduc. del Sr. Dr. José Ramirez.) SINONIMIA Y DISTRIBUCION GEOGÁRFICA DE LA LANGOSTA PEREGRINA.—(Acridium (Schistocerca) peregrimum (Oliv.) Stál), por el Doctor Cárlos Berg. *—Nuestra langosta destructora, peregrina 6 migratoria, ha sido considerada por varios naturalistas como una especie verdadera, y como perteneciente en especial á la República Argentina y los territorios inmediatos. No es, sin em- bargo, ni lo uno ni lo otro. Aunque de origen americano, ha alcanzado una distribucion geográfica muy vasta, encontrán- dose en cuatro partes del globo terrestre, y causando de vez en cuando grandes estragos. Al principio, confundida con la langosta migratoria del Oriente, ú otras especies, fué reconocida como especie por el célebre entomólozo Olivier durante su viaje por el Oriente, y descrita por el mismo, con el nombre de Acridium peregrinum, en el año de 1802. No obstante, muchos autores modernos, no conociendo la descripcion de Olivier, ni sus ejemplares tipicos, volvieron á confundirla de nuevo con otras especies, ú obteniéndola de otros países, la consideraron varias veces como dife- rente, denominándola y describiéndola de nuevo. Resulta de esto, que tiene una sinonimia bastante amplia. Stál, por estudios comparados de los ejemplares tipicos, se ha resuelto por la identidad del Gryllus migratoríus var. £ Thunb., del Gryllus rufescens Thunb., y del Acridium flaviventre Burm., con la especie en cuestion, y fundándose en el gran material que conserva el Museo Real de Sto- kolmo, ha podido indicar varios paises y lugares en los que se encuentra esta langosta peregrina. Por lo que me toca, puedo contribuir tambien en algo al estudio de la sinonimia y distribucion geográfica de esta especie. Poseo varios individuos de esta langosta de la América Meridional, principalmente de la Repú- blica Argentina, de Chile, de la Banda Oriental, del Brasil, etc., asi como tambien del Senegal, del Egipto y de la Nubia, los cuales me comprueban que además de los indicados, deben ser considera- dos como sinónimos los siguientes: Acridium cancellatum Serv., Acridiwm carneipes Serv. y Acri- diuwm paranense Burm., hecho que amplia de nuevo la distribucion geográfica de esta langosta des- tructora. Observado todo esto, la sinonimia y distribucion geográfica del Acridium (Schistocerca) pere- orínum, será la siguiente: Acridium (Schistocerca) peregrinum (Oliv.) Stál. Acridium peregrinum Oliv., Voiyage dans Empire Otoman, Egypte et la Perse. II, p. 424 (1802). Serv., Orth. p. 666, 28, pl. 12, fig. 3 4 (1839). Sel. Longeh., Bol. et Brun., Compte Ren- du. Soc. Ent. Belg. XX, p. XI, XMII et LX (1877.) Gryllus migratorias var. £ Thunb., Mém. Acad. Pét. V, p. 243 (1815), et Mém. Acad. Pét. IX, p. 417 (1821). Cryllus rufescens Tlumb., Mém. Acad. Pét. V, p. 245 (1815), et Mém. Acad. Pét. IX, p. 418 (1824). Acridium flaviventre Burm., Handb. U, 2, p. 631. 11 (1838). Acridiwm cancellatum Serv., Orth. p. 664, 25 (1839). Phil., Zeitschr. f. d. gesammten. Natur- wiss XXI, p. 238. 1 (1863). Acridium carncipes Serv., Orth. p. 665. 26 (1839). Acridiwn paranense Burm., Reise durch die La Plata-Staaten. 1, p. 491 (1861). Acridium (Sehistocerca) peregrimum, Stál. Rec. Orth. 1, p. 65, 11 (1873). * (Anales de la Sociedad Científica Argentina, Tomo IX, página 275.) 47 Acridium Strobeliz Brum., in litt. (sec. A. Doering). Hab. observ. República Argentina.—Ban- da Oriental del Uruguay.—Paraguay.—Chile.—Brasil.—México.—Senegambia.—Tenerife.—Made- ra.—Argel.—Egipto.—Nubia.—Arabia.—Indias Orientales.—Siria.—Mesopotamia.—Islas Jónicas. —Gibraltar.—Cádiz.—Huelva.—Britania Meridional. La langosta peregrina pertenece al sub-género Sehistocerca Stál. (R. Orth. 1, p. 64, 1873), cu- yas especies todas son americanas, lo que da á presumir que debe ser tambien originaria del Nueyo- Mundo, habiendo atravesado el Océano Atlántico, sea voluntaria, sea involuntariamente, propagándose despues en el Africa y Asia. Esto no representaria ningun caso extraño. Se han observado muy á menudo mangas de langostas en alta mar, y la Phylloxera vastatrix y la Leptinotarsa (Doryphora) decemlineata, han cruzado tambien el Océano Atlántico! En Inglaterra, punto más boreal de sus visitas, ha sido observada por la primera vez en el año de 1869, invadiendo las costas del canal y del mar, y extendiéndose desde Plymouth hasta cerca del Birmingham. En el año 1876 apareció en el Sud-Oeste de España, en Corfú fué observada en el año 1866, y causó grandes estragos en Argel en los años 1865 y 1866. (Véase C. R. Soc. Ent. Belg. XX, p. X y LX. 1877.) La especie representa dos variedades que fueron ya mencionadas por Olivier, que son: una ama- rillenta y una rojiza 6 rosada; coloraciones que se manifiestan sobre todo el abdómen. La variedad amarillenta ha sido observada principalmente en Argel, Egipto, en la Nubia y en Corfú. La variedad rosada fué encontrada en los lugares siguientes: México, Senegal, Siria, Indias orientales, Islas británicas y España. Sin embargo, no hay constancia en cuanto á la coloracion y los lugares correspondientes. Serville ha tenido individuos amarillos del Senegal, de donde yo poseo tambien un macho de esta coloración, y se ha coleccionado la variedad rosada en Sennaar. Nuestros países nos muestran con evidencia esta irregularidad, hallándose, por ejemplo, en la República argentina las dos variedades, aunque en general en mangas 6 en lugares separados. En buenos Aires y en Corrientes he observado los individuos de un tinte amarillo más subido; en la Sierra de Córdoba y en el Rio Negro en Patagonia los de una coloración roja muy viva. Los ejemplares que poseo de Chile son de un amarillo impuro, como la mayor parte de los individuos argentinos. No es objeto de estas líneas tratar del desarrollo y de la manera de vivir de la langosta peregri- na. En cuanto á sus costumbres en la República Argentina, conocidas por todos y apénas diferentes de las que demuestran en otros paises, poseemos va muchas observaciones. Azara trata de la lan- gosta en su obra « Voyages dans l'Amérique méridionale, » tomo I, pág. 218 (1809). Darwin deseri- be una manga de gran extension en la relacion de su viaje («Reisen, » etc., IM, pás. 95—1844, y «Voyage, » elc., pág. 353— 1875), que observó al Sur de Mendoza, el 25 de Marzo de 1835; pero considerando la especie como el Pachytylus migratorius Lin. Como perteneciente á la misma espe- cie la consideraba Martin de Moussy, que trata de esta langosta en su obra «Description eéozraph. et statist. de la Conféd. Argent. » I, pág. 536 (1860), y el Dr. Burmeister nos da una descripcion de este ortóptero en su «Reisedurch die La Plata-Staaten, » T, pág. 491 (1861). CALENDARIOS BOTÁNICOS DEL VALLE DE MÉXICO. (Año de 1879.)*—En el mes de Enero se hicieron sentir aún los efectos del invierno sobre la vegetacion: pero los impulsos de la sávia al- macenada en el periodo de reposo, se hicieron sensibles al fin del mes: las yemas de las plantas in- vernales comenzaron á crecer y brotaron aleunas hojuelas. En los campos germinaron espontánea- mente algunos semillas, especialmente las del chicalote (Argemone mexicana) y las de varias especies espinosas. La floración en las plantas silvestres se hizo notar especialmente en el género Eupatorim y en * Anales del Ministerio De Fomento, tom. IV, pág. 300. 48 diversas especies de Euforbiaceas: la flor de hielo (gentiana calyculata), persistió en el máximum de florescencia sobre las pendientes del Ajusco y otros cerros del Suroeste y del Occidente. En las plan- tas cultivadas abundaron las Orquideas, y se conservaron, aunque en decrecimiento, algunas de las Compuestas que estaban en su máximum de florescencia durante el Otoño. En Febrero se hizo más sensible la foliacion, especialmente en la última semana del mes en que los árboles se veian ya envueltos en una cubierta de magnifico color verde: comenzó en este mes la florescencia de las Rosáceas de primavera, especialmente las cultivadas, como son los perales, duraz- nos, membrillos y otros árboles frutales: se inició tambien la floracion de varias Cruciferas. La foliacion y la floración indicadas se vigorizaron notablemente en Marzo; los árboles estaban completamente vestidos con sus nuevas hojas, ostentando los favores de la primavera. La floracion se veneralizó en las Rosáceas y Cruciferas, Leguminosas y Auraciáceas; llegaron á su máximum los géneros Pyrus Prunus, Persica, Cydonia y Cerasus; y comenzaron á florecer las especies de Papa- ver, Argemone, Erylrina, Genista, Glycima, Prosopis, Acacia y Citrus. A la entrada del mes de Abril se habian desarrollado ya las hojas de las especies invernales: los tubérculos de las Colchicaceas, Liliaceas y otras plantas habian levantado sus primeras hojas, y los vientos primaverales esparcian las semillas en todas direcciones, formando las almácigas que de- bian esperar á las primeras lluvias de la estacion, para poblar los campos con las plantas del estio. En Abril concluyó la foliacion y se hicieron los trabajos preparatorios para esperar á la estacion si- guiente. La forescencia fué espléndida, sosteniéndose el carácter primaveral en todo su vigor. La alza del calor y las lluvias de Mayo favorecieron la germinación en las semillas: en este mes aparecieron sobre los campos las primeras hojillas de multitud de plantas que venian á representar á las generaciones que nacieron, se desarrollaron y murieron en el año anterior. La germinacion dle las semillas fué fácil y precoz, especialmente en las Gramineas, Amarantaceas y Compuestas. La floración sostuvo por una parte el carácter del mes anterior, y por otra se distinguió con los tipos particulares del mes de Mayo, como son algunas especies de Lelia y Amaryllis, En Junio se generalizó el nacimiento de las semillas y el desarrollo de las plantas que habian aparecido en el mes anterior, hacióndose más notable el crecimiento en las"trepadoras, que con gran precipitación extendían sus tallos envolviendo los troncos de los árboles ú otros apoyos que estaban ásu alcance. Se inició en este mes la floración de algunas plantas de estio, se sostuvo la correspon- diente á Mayo, y decrecieron notablemente las especies de Primavera. Llegado el mes de Julio recibieron un impulso poderoso en su desarrollo las especies que ha- bian poblado los campos en los meses anteriores; el desarrollo se complicaba con el crecimiento de los tallos y de las hojas, y la floración se iba generalizando hasta imprimir el carácter estacional en todas direcciones. Las Asclepiadeas, Nigtagineas, Solaneas, Compuestas y otras familias, comenza- ron á dominar por el número y distribucion de sus especies. En Agosto, puede decirse que se estacionó el crecimiento de las plantas, y todas las fuerzas vi- tales se encontraron en la floracion. Las inflorescencias se colocan en el extremo de los tallos ó sobre los ramos secundarios, como si tratasen de sellar su crecimiento para ocuparse de otras fun- ciones vegetativas: las flores más variadas por sus formas y colores aparecen en todas direcciones, notándose una mezcla indefinible de tipos pertenecientes á diversas familias vegetales, sin resolverse todavía de un modo sensible los géneros ú especies que deben dominar en la estacion. El mes de Setiembre ofrece las más ricas galas del estío, pues entónces llegan al máximum de florescencia todas las plantas herbáceas que aparecieron en los meses anteriores. En el Valle de Mé- xico alcanzaron las Compuestas un dominio bien marcado en este mes, sobreponiéndose á la confu- sion observada en Agosto: fué más sensible el dominio de los géneros Bidens Heliantus y Tayetes. La floración parece estacionarse en todo su máximum en Octubre; asi sucedió en las dos pre meras décadas del mes, pero una baja notable de temperatura que hubo el dia 20, mató á un gran número de plantas herbáceas, y los campos comenzaron á secarse con gran rapidez. Empezó la flo- rescencia de algunas plantas invernales, como son la Euphorbia heterophilla, la Lamouwrouzia linea- ris, las especies de Echeverria y el Eucalyptus globulus. En Noviembre se habian conservado algunas plantas al abrigo de las rocas ó de las cañadas, 49 pero vino un enfriamiento mayor que el acontecido en Octubre, y las plantas herbáceas casi desa pa- recieron en el Valle de México, En los dias 20 y 21 el termómetro á la intemperie marcó tempe- raturas de 5% bajo cero. Se precipitó la caida de las hojas que venia efectuándose con lentitud y re- gularidad. Comenzó en este mes la florescencia de varias especies de Orquideas, y avanzó la de las plantas citadas en Octubre. Al llegar el mes de Diciembre se pudieron ver más claramente los estragos causados por el en- friamiento anormal ocurrido en el mes anterior. Las hojas tostadas de los fresnos, de los eucalyptus y de otros árboles caian con precipitacion; las plantas herbáceas estaban secas, y en varias partes se notaban los efectos nocivos de aquella baja de temperatura. Se conservaban, sin embargo, muchos árboles verdes en las montañas, y en los jardines continuaban viviendo algunas especies cultivadas que se hallaban expuestas á los rumbos E., 0. y S. El género Populus resistió perfectamente en Lo- das las exposiciones, lo mismo que las especies Gentiana calyculata, Schinus molle, Hibiscus tubifio- rus y Eupatorim sanctum. Las hojas de los eucalyptus adultos se secaron y cayeron despues; pero pronto brotaron nuevas hojas, demostrando que ese importante árbol de la Australia puede resistir en muestra latitud á un frio de —5*6: los individuos de ménos de dos años y expuestos á descubier- to, perecieron en su mayor parte. De lo expuesto se pueden deducir, en resúmen, las familias y especies que caracterizan la flo- racion del Valle de México en los diversos meses del año de 1879. Mes be Enero: dominan las Euforbiaceas, Compuestas, Gencianaceas y Jasmineas, en sus géne- ros Euforbia, Eupatorium, Genciana, y Praxinus. Mis ve Fesrexo: dominaron aún las familias anteriores, y se anuncian las Rosaceas en sus gé neros Prunus, Pyrus, Rosa, Persica, ete. Mes pe Marzo: dominaron las Rosaceas y se anunció en las Papaveraceas, Cruciferas, Compues- tas y otras familias primaverales, en los géneros Papaver, Argemone, Cheiranthus, Lepidium y Se- necio. Mes DE ABrIL: dominaron muchos géneros de las familias anteriores, asi como las Ericaceas, Terstreemiaceas y Auranciaceas en sus géneros Azalea, Rhododendron, Camelia y Citrus. Mayo: continuaron dominando muchas familias primaverales, asociándose á ellas las Orquideas, Saxifragaceas y Amarillideas en sus géneros Lelia, Hidramgea y Amaryllis. ' Junio: decrecieron las especies de primavera, se sostuvieron las correspondientes á Mayo y se presentaron muchas familias estivales, como son las Polygoneas, Urticeas, Nyclagineas, Asclepiadeas y otras, en sus géneros Polygonum, Urtica, Mirabilis, Asclepias, etc. 4 JuLto: prosigue la floracion de los géneros pertenecientes á las familias citadas en el mes ante- rior, apareciendo como dominantes las especies Polygonum hydropiper y Erigeron affine. Acosro: á las familias anteriores se asocian las Liliaceas, Alismaceas y Rubiaceas, en sus géne- ros Alíum, Milla, Cyclobothra, Sagitaria y Bouvardia. SETIEMBRE: dominan las Compuestas, especialmente en sus géneros Tagetes, Bidens y He- lianthus. OcrtuBRE: persiste el carácter anterior hasta la mitad del mes, en que comienzan á decrecer las Compuestas; aparecen algunos géneros de las Euforbiaceas, Escrofularineas y Mirtaceas. Noviembre: dominan las Orquideas, Euforbiaceas, Mirtaceas y Compuestas, en sus géneros Le- lia, Oncidium, Euforbia, Eucalyptus y Eupatorium. DiciemBRE: á las familias y géneros anteriores deben añadirse las Gencianaceas y Malvaceas en sus géneros Gentiana 6 Iibiscus.—Mariano Bárcena. REVISTA CIENTIFICA. —7. 50 LA HORMIGA AGRICOLA. *—Las más notables de todas las hormigas son las de México, per- tenecientes á la especie Myrmica 6 Atta malefaciens, 6 sea barbata, llamada tambien Hormiga agrí- cola. Por más inverosimil que parezca. esta grande hormiga morena, no contenta con acumular el erano, lo siembra y lo siega cuando ha llegado á su madurez; es decir, que practica la agricultura, tomando, como agrónomo previsor, disposiciones adaptadas á las diversas estaciones. Entre otros ob- servadores, el Dr. Lincecum, de Texas, y su hija, han estudiado, durante diez años, las costumbres de estos curiosos animales en la proximidad de su casa; y el célebre Charles Darwin ha comunicado á la Sociedad lineana de Lóndres los hechos recogidos sobre este asunto. Hé aquí los principales pasajes de la carta del Doctor, insertos en esta relacion: «La especie que llamo «agrícola,» es una grande hormiga morena. Habita ciudades, por decirlo asi, pavimentadas, y verdadero agricultor activo, previsor y hábil, sabe tomar á tiempo las disposiciones adaptadas á las diversas épocas del año. En una palabra, está dotada de una habilidad, de un juicio y de una paciencia infatigables, de manera de poder luchar ventajosamente contra todas las desgra- cias accidentales que pudieren surgir en la lucha por la existencia. Cuando ella ha escogido el sitio para su domicilio, si el terreno es un suelo ordinario, seco, hace un agujero, alrededor del cual amontona tierra á la altura de 3 á 6 puleadas, y construye un terraplen circular, bajo, que sube en suave pendiente desde el centro hasta el borde exterior, distante algunas veces de la entrada de 3 4 4 piés. Si la localidad escogida es un suelo húmedo y blando, expuesto á inundarse, áun cuando es- té seco en el momento en que la hormiga comienza su obra, levanta el terraplen en forma de cono bastante puntiagudo, de 15 4 20 pulgadas y áun más, y coloca la entrada cerca del vértice. « En los dos casos la hormiga escarda el terreno alrededor del terraplen, quita todo lo que podria estorharle, aplana y nivela la superficie á la distancia de 3 6 4 piés de la puerta de su habitacion, y le da la apariencia de una hermosa plaza, lo que es en realidad. No tolera en el interior de este pa- tio ninguna vegetación, á excepcion de una sola especie de graminea. Despues de haber sembrado esta planta en todo el derredor ála distancia de 2. 6 3 piés del centro del terraplen, el insecto la cul- tiva y la cuida con el mayor afan, royendo todas las plantas y yerbas que nacen casualmente en el circuito, ó que crecen á la distancia de 4 á 2 piés fuera de este radio cultivado. La graminea sem- brada se desarrolla con gran vigor. y da una rica cosecha de semillas blancas, duras como el guijar- ro, y que vistas con el microscopio se asemejan mucho al arroz ordinario. Se les cosecha cuidado- samente cuando están maduras, y los obreros las llevan en haces á los graneros, adonde se les se- para de la paja y se les almacena. En cuanto á la paja, es arrojada por arriba de los confines del patio pavimentado. «Si por casualidad el tiempo húmedo llega más pronto que de ordinario, las provisiones moja- das corren el riesgo de germinar y de echarse á perder. En este caso, luego que hace buen tiempo, las hormigas trasportan los granos húmedos y averiados y los secan en el sol, en el cual permane- cen los eranos intactos, los almacenan de nuevo y abandonan los averiados. «No léjos de mi casa y sobre una eminencia de cierta altura, se encuentra en medio de un yer- gel una capa rocallosa. En la arena que la cubre en parte florece una hermosa ciudad de hormigas aerícolas, segun toda apariencia, desde hace mucho tiempo. Mis observaciones sobre sus USOS y COS- tumbres se limitan á los doce últimos años, durante los cuales unos vallados separaban á las hormi- sas agricolas del ganado. Las ciudades de afuera del cercado, asi como las del interior estaban en cierta estacion plantadas de arroz de hormigas. La gramínea floreaba en los primeros dias de No- viembre de cada año. En el último año, habiendo aumentado el ganado considerablemente, y consu- miendo éste una cantidad más considerable de yerba que ántes (lo que impedía que las semillas ma- durasen), yo noté que las hormigas agricolas se pusieron á edificar sus ciudades á lo largo de las calles del jardin, donde creian no ser molestadas por el ganado. » Buckley refiere aún que la hija de Lincecum iba todos los dias á su jardin para ver á las hor- migas hacer sus provisiones de cereales, los cuales llegaban algunas veces á la cantidad considerable dle más de media fanega.—(Tomado de «La Nature,» núm. 439.—1881.) * La curiosa noticia que se va á leer, ha sido formada de extractos sacados del libro del Dr. Buchner: “La Vie Psychique des Bétes,” 1 vol en 89, traducido del aleman por Ch. Letourneau. Paris, C. Reinwald, 1881. 51 EL PODER MUSCULAR EN LOS INSECTOS. *—El sistema muscular de los insectos, considera: do como potencia, en nada cede al de los animales vertebrados, y áun se puede afirmar que es ca- paz de desarrollar un trabajo infinitamente mayor, lo que demuestra con exceso la observacion. ¿Quién de nosotros no ha visto á la hormiga arrastrar presas enormes, diez, veinte veces más volurmi- nosas que ella; no ha seguido los incesantes movimientos de algunas moscas pequeñas que durante horas enteras se balancean alrededor de los rosetones que decoran nuestras casas; no ha probado que los tábanos alcanzan y dejan atrás á los mejores caballos lanzados al galope? Un escarabajo ¿no puede sostener con sus mandíbulas, subiendo y bajando alternativamente la cabeza y el corselete, una regla de acero de 30 centímetros de largo y de 400 gramos de peso, y el no pesa más que dos gramos? (M. de Lucy.) Para hacer el caso más palpable, M. Félix Plateau, ha emprendido una série de experiencias ingeniosas y bastante demostrativas; ha hecho arrastrar pequeños carros llenos de deter- minados pesos, verdaderas balanzas, por gruesos abejorros trasformados así en bueyes; ha cargado con fardos á insectos que vuelan bien, trasformándolos en aves de presa, y ha probado desde luego este hecho notable: que la potencia muscular está en razon inversa de la talla, siendo capaces los más pequeños insectos, de desarrollar los mayores esfuerzos; pues ha asentado que un abejorro es infi- nitamente más fuerte que un caballo, casi 21 veces más fuerte; que una abeja es 30 veces más vigo- rosa: en efecto; un caballo no puede ejercer un esfuerzo superior al 27 de su peso, miéntras que un abejorro arrastra fácilmente 14 veces su peso, y una abeja pone en movimiento, sin esfuerzo, un car- rito pesando 20 veces más que ella; en otros términos: un abejorro puede arrastrar fácilmente 14 de sus semejantes, y una abeja 20 de sus compañeras. ¿Puede uno imaginarse los prodigios que el hom- bre habria ejecutado si hubiera sido tan felizmente dotado, si tuviese á su servicio animales domés- ticos con el poder muscular de los insectos? Quedamos sorprendidos ante los gigantescos monumen- tos de la antigúedad; ¡cuánto más gigantescas serian las construcciones que el hombre levantara si tuviese á su servicio la fuerza de que dispone el más insignificante mosquito! La figura 4 ** dará una idea exacta del aparato de que se ha servido M. Plateau para medir los esfuerzos de traccion que pueden ejercer los insectos. Los insectos, obligados para sostener su vuelo á gastar una gran fuerza, no son capaces de cargar pesos enormes, y por lo mismo, no pueden tras- portar presas más pesadas que ellos; tal es el caso del Caballito del Diablo (Libellula) que represen- tamos cargado con una bola de cera. Se pueden distribuir los insectos en dos grandes divisiones: 1.*, los que tienen músculos alares insertados directamente en las alas y un sistema de músculos independientes para cada uno de estos órganos, la mayor parte de los Nevrópteros por ejemplo, en los cuales cada par de alas puede indi- ferentemente concurrir al vuelo sin la intervencion del otro par, de tal manera, que la supresion de un par de alas no impide la locomocion aérea: 2.*, los que no tienen sino un solo sistema de músculos, moviendo, ya un par de alas, ya los dos pares. En el primer caso un solo par de alas se utiliza en el vuelo (Coleópteros, Orthópteros); en el segundo, los dos pares de alas ligados uno á otro se mue- ven solidariamente (Lepidópteros, Hemipteros, Dipteros). Es esencial hacer notar que las alas no desempeñan el mismo papel en todos los insectos, y que no tienen ni las mismas dimensiones ni la misma estructura en todos los grupos. M. de Lucy ha demostrado que la superficie del ala decrece á medida que aumentan las dimensiones y el peso del animal: por ejemplo, el cousin (zancudo) que pesa 460 veces ménos que el escarabajo, tiene 14 veces más superficie en las alas; la coccínelle (ca- tarinita) que pesa 150 veces ménos que el mismo escarabajo, tiene cinco veces más superficie; y tenemos siempre á la vista las mariposas (Limenites, Morpho) de cuerpo delgado y con alas inmen- sas, y los Tábanos con cuerpo pesado y rechoncho y alas reducidas. Se concibe muy bien segun * Hemos tomado estas páginas de la obra de A. E. Brehm, Merveilles de la nature, les Insectos, traduccion francesa de Kiinckel. ** La figura á que alude el texto francés, y que omitimos, consta esencialmente de una pequeña tabla rectan- gular de madera, de superficie áspera, teniendo fija en la mitad de uno de sus lados menores una polea de reducidas dimensiones; sobre esta polea corre un hilo que tiene uno de sus extremos atado al jusecto que sirve para la expe- riencia y que está colocado sobre la tabla, y el otro desciende sosteniendo un platillo de balanza en el cual se co- locan pesas gradualmente, las que miden el mayor peso posible que cada insecto es capaz de arrastrar. 52 esto, que no hay relacion fija entre la superficie de las alas y la del animal; pero hay, como lo ha hecho notar Petigrew, una relacion invariable entre el peso del animal, la superficie de las alas y el número de veces que éstas se mueven en tiempo dado, «resolviéndose el problema del vuelo, en otro de peso, potencia, velocidad y superficies pequeñas, ó bien en un segundo de poca densidad, me- diana potencia, pequeña velocidad y grandes superticies, siendo el peso una condicion sine qua non.» Asi, siendo 330 el número de veces que una mosca comun mueve sus alas en un segundo, y 190 el de una abeja, no es más de 28 en un Caballito del Diablo y de 9 en una mariposa, la Pierida de la col (M. Marcy.) Se cree que en todos los insectos, en general, las nervaduras constituyen una red traqueana, aerifera, á la que se atribuye un papel importante. Esto no es exacto; en los Lepidópteros, los Ney- rópteros los Hymenópteros, todas las nervaduras contienen una tráquea; pero en los Coleópteros y los Dipteros hay solamente un ramal traqueano en la nervadura costal; el desarrollo de la red traqueana y de las nervaduras está en relacion con las dimensiones del ala. Muchos autores han querido hacer intervenir los élitros en el vuelo, y han pretendido que ser- vian á menudo de paracaidas; la observacion no justifica su opinion. La Cetoine, cuyas alas quedan pegadas durante el vuelo, hacia una embarazosa excepcion; pero un jóven naturalista, M. Poujade, ha publicado excelentes figuras representando una série de insectos en las actitudes del vuelo; y su exámen nos hace ver que muchos de ellos colocan sus élitros en tal posicion que no es posible pue- dan apoyarlos en el aire; los Necróforos como lo ha dicho Rcesel, los Silfos, los Stafilinos, levantan sus élitros, los invierten y disponen sobre el abdómen en un plano longitudinal; los Onthophagus los levantan simplemente haciéndolos girar alrededor de la sutura como charnela; los Hister ponen sus élitros horizontales y perpendiculares al eje del cuerpo, pero extendidos apénas exceden las pie- zas axilares del ala inferior. Las figuras 2 á 9 adjuntas son instruetivas por más de un título: nos ma- nifiestan la posicion muy especial de las patas medias levantadas encima del cuerpo, indicándonos la posicion del borde anterior del ala durante el vuelo que permite comprender que funciona realmente como una verdadera cometa (papelote). Tenemos pues una confirmacion nueva de la explicacion del mecanismo del vuelo que hemos dado. De todos modos la superficie del ala es infinitamente demasiado considerable y puede reducirse sin perjuicio en muy fuertes proporciones: las experiencias hechas por M. Girard, M. Petigrew, M. Tousset de Bellesme, lo demuestran con amplitud. Se puede quitar perpendicularmente al borde anterior la tercera parte de las cuatro alas en los Caballitos del Diablo, la misma cantidad en las dos alas de las moscas, sin que se modifique el vuelo; se puede tambien suprimir completamente el ala inferior en varias mariposas y en algunos Himenópteros sin abolir por esto la locomocion aérea. Sobre este asunto relataré una experiencia personal: habiendo recogido y trasportado á mi ga- binete todos los zánganos que se pudo hallar en un dia en la Escuela Botánica del Jardin de Plantas de Paris, los cloroformaba cada uno á su turno, y seguro de operarlos sin lesion, les cortaba delica- damente las alas inferiores; la ventana estaba completamente abierta, el tiempo hermoso; los ampu- tados despertaron uno despues de otro y echaron á volar sin parecer afectados en lo más mínimo de la pérdida de dos de sus miembros. Al dia siguiente capturaba mis inválidos sobre las flores de la Escuela á algunos cientos de metros del lugar de la operacion. (Kúnckel.) Sin embargo, en los Dipteros la pérdida de los pequeños órganos rudimentarios, los balancines que ocupan el lugar de las alas inferiores, destruye el vuelo ascendente; fisiologistas y naturalistas han probado el hecho, pero sin poder dar una razon absolutamente satisfactoria de la importancia de sus atribuciones. El Dr, Tousset de Bellesme, despues de interesantes experiencias (1878) ha sido conducido á pensar que los balancines tenian por funcion limitar Ja carrera de la ala hácia atrás, trasladar el eje de sustentación adelante del centro de gravedad, y de determinar, por esto, el vuelo ascendente. De todas las experiencias que permiten medir la superficie útil del ala, resalta un hecho de ca- pital importancia, y es: que se puede impunemente partir, cortar, mutilar la region posterior mem- branosa del ala; pero que está vedado suprimir y áun lastimar el borde rigido anterior, las nerva- duras costales y sub-costales que hacen absolutamente el mismo papel que el tirante del papelote. 53 ¿No sabe el niño por experiencia que la destruccion 6 rotura de este tirante impide que su juguete se eleve en los aires? (Artículo traducido del francés para «La Naturaleza,» por el señor socio hono- rario, 6. Alcocer.) a a E A COLL LA. 19 Naturaleza de la materia colorante de ciertas Medusas, por M. Mac Kendrick.—2? Sistema nervioso en los Sifonoforos, por M. C. Chun.—3? Determinacion específica de los renacuajos y delas diferentes especies de Batra- cianos anouros, por MM. Heron-Royer y Van-Rambeck.—4? Observaciones embriológicas, por M. P. Praisse.—5? Museo do Historia Natural de Caen, por M, Budes Deslongchamps.—6? Expediciones noruegas para el estudio de la fauna del Norte del Atlántico.—72 Los rizopodos como alimento de los alevinos, por M. Forbes.—8?2 Aparato de estridulacion en un pez del género Callomistazx, por M. Haddon.—9? Percepcion de los colores por las hormigas, por Sir J. Lubbock.—102 Nomenclatura de los seres organizados, por M. Charper. 1.2 M. Mas Kendrick* ha estudiado la naturaleza de la materia colorante de ciertas medusas; su atencion se ha fijado especialmente en los géneros Cyanea, Awrelia y Chrysaora, pertenecien- tes á los Acéfalos monostomos. Las Cyanea son de un bello color azul uniforme, las Aurelía presen- tan alrededor de los ovarios masas coloridas en forma de media luna, las Chrysaora, en fin, ofrecen manchas morenas alrededor de los tentáculos y en el borde de la sombrilla. El exámen microscópico, bajo un aumento de 1200 diámetros, muestra á la materia colorante bajo Ja forma de pequeñas particulas irregulares, inclusas en el protoplasma incoloro de pequeñas celdillas. Estas granulaciones tienen casi un diámetro de 35555 de pulgada ú cerca de 3 puntos. El autor ha procurado extraer esta materia colorante. Para esto, corta en su base los largos brazos de Chrysaora y les somete á la accion de la potasa cáustica, del agua de mar, del alcohol absoluto y del éter. Estas dos últimas reacciones han perma- necido sin accion; pero con los fragmentos de tejido sumergidos en la potasa y en el agua, M. Mac Kendrick ha podido hacer cierto número de reacciones quimicas que le han demostrado que estas materias colorantes son solubles en los ácidos, insolubles en los álcalis Ó en un medio neutro. Estas materias se presentan al estado de granulaciones en la medusa viva, porque efectivamente sus teji- dos son neutros. Despues de muerta, los tejidos llegan á ser al contrario, rápidamente ácidos, el pro- toplasma se desagrega y las materias colorantes se disuelven. En el exámen espectroscópico estas materias colorantes, al ménos en lo que concierne á las Chry- saora, absorben el violeta, el indigo, el azul, una porcion del verde, y disminuyen la intensidad de los otros colores del espectro; no hay bandas de absorcion. Con la materia colorante de Cyanea se observan, sin embargo, dos bandas de absorcion, la una en el rojo y la otra en el naranjado. 2.” En estos últimos tiempos se ha descubierto un sistema nervioso en diversos grupos de coe- lenterados; pero hasta este dia no se ha indicado nada semejante en los sifonóforos. M. €. Chun, ** miembro del Instituto Zootécnico y Zoológico de la Universidad de Leipzig, acaba de llenar este va- cio. Este autor pensó que si los órganos nerviosos existen realmente en algunos coelenterados, se les deberia encontrar en los sifonóforos, y comenzó su investigacion en los velélidos, en los cuales pudo encontrar un plexus bastante claro de celdillas ganglionares ramificadas y anastomosadas en- tre si. Estos plexus se encuentran sobre toda la superficie del animal, iumediatamente abajo del ecto- dérmis, excepto en el punto donde el ectodérmis produce las partes quitinosas destinadas para sos- tener la vejiga aérea. Las celdillas son multipolares de tres ó cuatro prolongamientos; están casi lle- * Mac Kendrick, Colouring matter of Meduse, in Journal of Anatomy and Physiology, XV, p. 261, 1851. ** €. Chun, Das Nervensystem der Siphonophoren in Zoologischer Anzeiger, IV, p. 107, 1881. REVISTA CIENTIFICA, —7* 5h nas por un núcleo finamente granuloso. Los prolongamuentos se dividen y se subdividen en ramas más y más finas que permanecen siempre rígidas, desprovistas de inflexiones y ondulaciones, y que es raro verles terminándose libremente; de ordinario se anastomosan entre si. Este plexus nervioso no da nacimiento á ningun nervio, y el autor no ha podido encontrar nin- gun elemento nervioso en la endodérmis. Es verdad que sus investigaciones solo han sido hechas con animales conservados en el alcohol. Tal vez el estudio de ejemplares frescos permita descubrir un nervio marginal como en otros coelenterados. Es fácil distinguir las diversas especies de batracianos anauros de Europa, siempre que se les considere en sus formas adultas; pero cuando se les tiene al estado larvario esta distincion presenta erandes dificultades. Los renacuajos de las diversas especies se asemejan bastante; en efecto, y por esto es dificil, si no imposible, decir exactamente á qué especies pertenecen: todo lo que se puede hacer en el estado actual es colocarlos, ó bien en la division de los Laevogyridinde, 6 bien á la de los Mediogyridindc, dos grupos establecidos por M. F. Latasteen los batracianos anauros y basados s0- bre la existencia en el renacuajo de una espirilla mediana ó colocada del lado izquierdo. Esta espi- rilla, como se sabe, es el orificio por el cual sale de la cámara bronquial el agua que ha bañado los bronquios. 3.2 MM. Héron-Royer et Van-Rambeck “acaban, por sus interesantes observaciones, de indicarnos un medio seguro y preciso, á la vez que fácil, para llegar á la determinacion especifica de los rena- cuajos y de las diferentes especies de bactracianos anauros. Ellos han notado que el aspecto de la boca varia considerablemente de una especie á la otra, y las diferencias que han observado depen- den de los labios externos, del número y la disposicion de los labios armados ó láminas pectinadas y de la misma trompa córnea. Estos observadores han estudiado bajo este punto de vista diez y nueve especies ó variedades de batracianos anauros de Europa ó exóticos. De una especie á la otra han observado siempre dife- rencias notables en la disposicion de las diversas piezas locales, asi como tambien han observado constantemente la misma disposicion. Los estrechos limites de esta Revista no nos permiten entrar á esta consideracion en largos detalles. Nos bastará haber indicado estas interesantes investigacio- nes cuyo resultado será indudablemente provechoso á cualquiera que se interese en la herpetologia. .* Un profesor de la Universidad de Leipzig, M. P. Praisse,”* ha visto que ciertas papilas del pato adulto son constituidas por la union y fusion completa de las plumas desarrolladas en el embrion. Estas plumas se observan fácilmente en el embrion del pato dos dias ántes de su nacimiento; en esta época las plumas linguales tienen exactamente la misma estructura que las que revisten la superfi- cie exterior del cuerpo; como éstas, nacen de una pequeña folícula, y la única diferencia consiste en que son un poco más cortas que las plumas cutáneas. A priori esta observacion no presenta nada de sorprendente: se sabe, en efecto, que la mucosa bocal se desarrolla como en la piel, á expensas de la ectodérmis, de manera que embriológicamen- te, el epitelio bocal es el equivalente de la epidérmis. Se sabe, por otra parte, que en los leporidos se encuentran pelos en el interior de la boca. 5.2 Tenemos á la vista el primer volúmen de una publicacion nueva é interesante, *** cuya ini- ciativa ha sido presentada por M. Euy. Eudes Deslongehamps, profesor de zoología en la facultad de ciencias de Caen y director del museo de esta ciudad. En este anuario, publicado con recursos per- sonales del autor, serán consignados todos los hechos que interesan al Museo de Historia Natural de * Héron Royer et Ch. van Banbeck, Sur les caractéres fouwrnis parla bouche des tetards des batraciens anoures W Ewrope dans le Bulletin de la Société Zoologique de France, p. 75-81, 1881. ** Paul Fraisse, Embryónalferon in der Mundhohle der Vógel, in Zoologischer Anzeiger, IV, número 85, página 310, 1881. **x* Anmuaire du Musée d' Histoire naturelle de Caen, publié par M. Eudes-Deslongchamps. ler. année, 1880, in $? de 598 pages, avec 6 pl. 55 Caen; se encontrarán tambien los catálogos de las colecciones más importantes del museo, así como la descripcion de las piezas más nolables que existen ya ó que llegaren despues. El primer volúmen, debido completamente á la pluma de M. Eudes Destongehamps, comprende tres Memorias. La primera, 6 el Catálogo descriptivo de las aves del Museo de Caen, pertenecientes ala familia de los Paradiscide, es una monografía completa del grupo de los Paradiseos; el autor estudia aquí tambien las especies, tanto las que no se encuentran en su museo como las que ahí fi- guran. La segunda Memoria es un Catálogo descriptivo de las aves del museo de Caen, pertenecientes á la familia de tos troquilidos 6 pájaros-moscas. Estees un trabajo concienzudo y que será de grande utilidad para los ornitologistas: el autor ha estado en mejores circunstancias que cualquiera otra per- sona para hacer este estudio, porque, como sabemos, la coleccion de los troquilidos del museo de Caen es una de las más notables y completas que existen en Francia. En el volúmen que acaba de salir a luz, el autor no publica sino la mitad de su Memoria: estudia solamente, clasificados en 236 especies, los pájaros-moscas, cuyo pico es más Ó ménos arqueado. Los especialistas esperarán con gran impaciencia el fin de esta importante publicacion. La tercera y última Memoria es una nota sobre la coleccion etnográfica del museo de Caen, y so- bre dos láminas de piedra pulida procedente de Colombia. Esta parte etnográfica del museo, para ha- ber sido organizada en ménos de tres años, forma ya un conjunto importante: ésta es la que posée las colecciones enviadas de la Oceanía por Dumont de Urville. No nos detendrémos á hablar extensamente sobre el Anuario del museo de Caen, porque esta publicacion nos parece caracteristica por encerrar en sí una gran enseñanza. ¿Ella no indica un im- pulso dado al movimiento cientifico, retardado en nosotros desde algunos años? Además, esta publi- cacion es interesante, porque nos hace conocer las riquezas científicas que encierra el museo de Caen. Este museo no es, sin embargo, el único que contiene modelos preciosos entre nuestras colecciones de provincia: se puede decir que la mayor parte de nuestros museos, dirigidos por sabios modestos y afanosos, presentan colecciones importantes, ya en una rama de la ciencia, ya en otra: en Caen, por ejemplo, predominan los pájarosamoscas; en Bordeaux los monos, huevos, conchas, etc. Hemos visitado casi todos los museos zoológicos de Europa, y por este estudio comparativo tenemos la firme convicción de que la Francia posée riquezas incomparables: estas riquezas, desgraciadamente, son ignoradas, dispersadas como están en diversos lugares, en los museos cuyo presupuesto es bastante limitado para cubrir los gastos de una publicacion del género de la que acaba de emprender el mu- seo de Caen. La utilidad de esta clase de catálogos es, sin embargo, incontestable: creemos tambien que el Estado que en estos últimos años tanto ha hecho ya por la ciencia, contribuiria poderosamen- te al levantamiento del nivel cientifico en nuestro pais, dotando á los principales museos de las pro- vincias, de sumas que deberian dedicarse á publicaciones análogas á aquellas cuya iniciativa presen- tó generosamente M. Eudes Deslongchamps. Esta útil innovacion tendria verdaderamente otra yen- taja: quizás la concurrencia de los museos de las provincias sacaria de su estupor á nuestro Museo de Historia Natural. 6.2 Durante los años de 1876, 1877 y 1878 tuvieron lugar en el Norte Atlántico una serie de ex- pediciones noruegas destinadas á estudiar la fauna de las regiones comprendidas entre la Noruega, el Spitzberg, la Groenlandia y la Islandia, regiones que no habian sido nunca exploradas hasta en- tónces. Las expediciones operaron especialmente entre los 632 y 80% grados de latitud norte y los 33% grados de longitud este de Greenwich. Se examinó el terreno á grandes profundidades, se or- ganizaron pescas cuidadosamente, y los sabios que tomaron parte en la expedicion pudieron recoger materiales considerables. Ahora ya concluyó el estudio de estos materiales y comienza la publica- cion de los resultados. Nosotros tenemos ya las tres primeras entregas de la magnífica publicacion en folio que ha emprendido el gobierno noruego. El texto está escrito en danés y en inglés. Ade- más, numerosos grabados hechos con el mayor cuidado, hacen más recomendable á esta obra monu- mental. * * Den Norske nordhavs.—Expedition, 1876-1877, Christiania, 1850-1881, faso. 1-3. 56 La primera entrega es el resultado de las observaciones químicas relativas á las cantidades de aire, ácido carbónico y de sales disueltas en el agua de mar. El autor es M. Hercules Tornóde. La segunda, por M. Robert Collet, se ocupa del exámen de los peces recogidos por la expedi- cion. La descripcion de cada especie comprende la dignosis, la discusion de la sinonimia, las dimen- siones del macho y de la hembra, y una descripcion anatómica detallada; y además las consideracio- nes relativas á la alimentacion, á la etnología, etc. Asise han examinado 32 especies, pertenecientes á 12 géneros. Un género es nuevo, el Rhodichtys, pero las especies nuevas son siete; éstas son: Li- panis batliby, Licodes frigidies, L. Lukenú, L. Muraena, E. Palidus, Roja hyperborea y Rhodichtys regina. Además, acompañan á este trabajo cierto número de grabados del texto, cinco cartas dobles en folio: todas las especies nuevas se encuentran aquí figuradas. La tercera, escrita por MM. D. C. Danielssen y Johan Koren, se ocupa de los zefirianos. La ex- pedicion encontró 10 géneros y 16 especies, comprendiendo 2 familias, 7 especies nuevas y 4 góne- res nuevos. Los géneros nuevos son: Steplanostoma, Hamingia, Saccosoma y Epithetosma. Las nuevas especies son: Phaslosma, Lilljeborjúi, Aspidosplon armatum, Onchmesoma glaciale, Steplanos- loma, Hanseni, Hamingia árclica, Saccosoma vilreum y Epúthelostina Norvegieum. Además de las in- dicaciones concernientes á sus lugares de residencia y costumbres, los autores exponen con grandes detalles la anatomía y la histología de cada especie. Siete láminas acompañan á esta entrega. Nos limitamos á estas palabras relativamente á esta publicacion, cuyo lujo es igual á la de nues- tra Expedicion cientifica 4 México. Los especialistas deberán consultarla, y sacarán, sin duda, gran provecho; hablarémos de las entregas siguientes á medida que sean publicadas. 7.2 M. Forbes, del laboratorio de historia natural de Mlinois, ha observado que los alevinos de los géneros Hypelriteliuwm y Mycsostoma tenian en el intestino restos de rizópodos, pertenecientes á los géneros Diffugia y arcella. M. Leidy * ha encontrado en el intestino de Mixostoma macrelipodo- tum los siguientes rizópodos. Diffugia globulosa y Acuminata. En el Eremyron succeta ha encon- trado Diffugia globulosa, D. labostoma, D. puriformis. Arcella vulgaris y A. discoides. Estos proto- zoarios constituyen una gran parte de la alimentacion de los alevinos; pero no se les encuentran en el intestino de éstos sino representados por sus restos: la pequena masa de protoplasma que compo- nia su sustancia viva ha sido digerida probablemente. 8" Se sabe que cierto número de peces gozan de la facultad de producir ciertos sonidos: las lo- jas, los barbos y las carpas son bastante conocidos bajo esta consideracion; el arenque, cuando se siente apresado por la red, chilla como un raton. La causa del sonido es variable segun las especies. En lo que concierne á un sivuloide, el Callomystax, M. Haddon ** ha observado una disposicion ana- tómica particular en relacion con el fenómeno. Las dos ó tres primeras vértebras están soldadas en- tre si y con la cabeza; y el primer ligamento intervertebral hácia atrás de este punto, es más espeso que en cualquiera otro: esta disposicion indica ya á priori que esta region es el sitio de los movi- mientos más extensos que en cualquier otro punto de la columna vertebral; ésta es, en efecto, la verdad de las cosas, porque si se coloca verticalmente el cuerpo del animal, se oye un sonido agudo y estridente. Además, los largos apófises neurales de las vértebras unidas, se confunden y se unen por sutu- ra oblicua á la cresta occipital, de manera que representan hácia atrás Ja continuacion de esta cres- ta. La mitad posterior de esta lámina buesosa está dividida en dos láminas verticales, cuyos ángulos superiores y posteriores están provistos de pequeños dientes en su superficie interna. > Jos. Leidy, Rhizopodes as Food for soung fishes, in Proceed of the Acad. of nat. se. of Philadelphia, p. 9, 1881. »* Alfred C. Haddon, On the stridulating apparatus of Callomystax gagata, in The Journal of Anat. and Physio- logy, XV, p. 322, 1881. REVISTA CIENTIFICA DE MEXICO Y EL EXTRANJERO. Los dos huesos interespinales anteriores se unen entre si por medio de suturas; ellos se ensan- chan de manera de soportar la fuerte espina anterior de la nadadera dorsal. El hueso cuneiforme que constituyen, está igualmente dentado de los dos lados, de manera de representar una lima, y viene á alojarse entre las dos láminas ya mencionadas. Es fácil comprender por qué mecanismo se produce el sonido. La cabeza, las vértebras anterio res y sus apófises neurales unidos forman un todo rígido; el resto de la columna, comprendiendo los huesos interespinales, es al contrario, más ó ménos flexible. Cuando la doble lima que lleva el pri- mer hueso interespinal pasa por la cara interna dentada del apófisis neural, se produce un sonido estridente. 9.” Las experiencias sobre los órganos de los sentidos, como sabemos, son muy difíciles, y á esto debemos atribuir lo poco que han progresado nuestros conocimientos en este punto. Las dificultades llegan á ser más numerosas cuando el observador opera con animales inferio- res. La atencion se encuentra vivamente excitada cuando alguno trata de levantar parte de ese espe- so velo que cubre á estas interesantes cuestiones. Por esto merecen ser citadas las experiencias de Sir Johm Lubbok. * Este distinguido sabio se ha preguntado qué colores podian percibir las hormigas, y si pára es- tos animales los limites de la vision son los mismos que para nosotros. Para llegar á la solucion de este problema coloca algunas hormigas con sus larvas en una lámina de vidrio de un octavo de pul- gada, espacio suficiente para que los animales pudiesen moverse libremente. Si cubre en parte la lámina con una sustancia opaca, las hormigas pequeñas son trasportadas á la region sombría. Si se colova de la misma manera delante de la lámina, y uno enfrente del otro un vidrio amarillo pálido y un violado oscuro, las larvas se duigen siempre hácia el vidrio amarillo: la luz amarilla que para nuestro ojo es mucho más trasparente que la luz violeta, para el ojo de las hormigas sucede todo lo contrario: la luz violeta es más trasparente que la luz amarilla. En seguida se preguntó cuál seria el efecto producido por los rayos ultra-violetas, que para nos- otros son invisibles. Para resolver esta cuestion emplea sulfato de quinina y bisulfito de carbon, li- quidos que trasmiten rayos visibles, y son por consecuencia completamente incoloros y trasparentes para nuestro ojo, pero que detienen completamente todos los rayos ultra-violetas. En la mitad de la lámina de vidrio él pone los líquidos mencionados, y en la otra mitad coloca un vidrio violeta oscuro; en esta disposicion las larvas se trasportan hácia detrás del liquido traspa- rente, y no detrás del violeta. Si se proyecta un espectro sobre la lámina de vidrio, se ve que las hormigas colocan á sus larvas, 6 bien en los ultra-violetas ó bien en el rojo, pero sobre todo en este último. Él deduce de aquí que las hormigas perciben los rayos ultra-violetas que no son visibles para NOSOtros. Por otra parte, como cada rayo de luz homogénea nos da una sensacion particular, es probable que estos rayos ullra-violetas den tambien una sensacion semejante, de la cual no podemos tener ninguna idea, pero siempre tan diferente de la que dan los otros colores del espectro, como las del rojo y el verde, de las que nos producen el amarillo y el violeta. Como hay en la naturaleza pocos colores puros, y como la mayor parte de los colores que vemos provienen de la fusion de los rayos que difieren por la longitud de sus ondas, y como tambien en los casos de que se trata la resultante visible está compuesta, no solamente de los rayos que percibimos, sino que se compone de éstos y de los rayos ultra-violetas, resulta que el color de los objetos y el aspecto general de la naturaleza no son los mismos para las hormigas que para nosotros. * Sir John Lubbock, On ¿he Habits of Ants, in The Zoologist, V, 1. 56 p. 340, 1881. 8 58 10. Todos los que se han ocupado de zoología descriptiva y de clasificacion han manifestado varias veces que la nomenclatura no reposa sobre ninguna ley fija, y que las reglas que sirven de base para la denominacion de las especies varian segun el gusto del autor. La Sociedad Zoológica de Francia ha resuelto que en vista de estas irregularidades tan crecientes, ya había que someterá una forma fija las reglas de la nomenclatura; y acaba de publicar sobre esto un buen escrito, debido á la auto- rizada pluma de M. Charper.* Dicho escrito expone y resume los trabajos de una comision encar- gada de estudiar esta importante cuestion, y cuya discusion ha conducido á la adopcion de las reglas siguientes, que como se verá son aplicables á todos los séres organizados, animales ó vegelales, fó- siles Ó vivos: 1.2 La nomenclatura adoptada para los séres organizados será binaria 6 binominal. Será esencial- mente latina. Cada sér se dististinguirá por un nombre genérico seguido del nombre de la especie. 2.* Los nombres genéricos consistirán en una palabra simple ó compuesta, pero siempre única, ya sea latina, latinizada ó considerada y empleada como tal si no viene del latin. 3.2 Los nombres especificos, ya sean sustantivos ó adjetivos, deberán ser 10ualmente únicos. Sin embargo, por excepcion serán admitidas denominaciones especificas á un vocablo doble que tenga por objeto dedicar una especie á alguna persona cuyo nombre sea doble, 6 establecer una comparacion con un obj2to simple. Ejemplos: Sanctee Catarina cornu pasloris, cor-anginum, etc. En este caso, las dos palabras que componen el nombre especifico estarán siempre unidas por un guion. 4.* Los nombres especificos pueden ser colocados bajo tres categorias: a. Sustantivos ó adjetivos recordando una especie caracteristica (forma, color, origen, patria, usos, costumbres, etc.): cor, cordiformis, gigas, giganteus, fluviorum, fontinalis, edulis, piscivorus. Si el nombre especifico exige el empleo de un nombre propio ge>eráfico, este último deberá trasformarse en adjetivo, segun las reglas de la derivación latina, conservando la ortografia exacta del radical, si él no ha sido empleado en latin. Ejemplos: Petrocoriensis, Neo-batavus, Brasiliensis, Canadensis, etc. Si el radical del nombre geográfico da lugar en latin á dos derivados adjetivos. Ejemplos: His- panus é Hispanicus, no podrán ser empleados en el mismo género. Sucede lo mismo para los nombres comunes. Ejemplo: serán considerados como doble empleo de los nombres tal como fluviorum, fluvialis, fluviatilis. b. Nombres de personas á las cuales se dedica la especie. Estos nombres serán siempre empleados en genitivo. Este genitivo estará formado siempre por la adicion de una ¿ al nombre exacto y completo de la persona á quien se dedica la espesie, excepto el caso en que el nombre de que se trata sea un pronombre que haya sido empleado y declinado en la lengua latina. En este caso se seguirán las reglas de la declinacion. Ejemplo: Victoris, Antoni, Elisabethe. c. Nombres unidos al género por via de oposicion, y constituyendo una clase de pronombres, Ejemplos: les, coret, Hebe, Trapoleo, arctos, calcar. 5.2 La primera letra del género deberá ser mayúscula. 6.* El nombre especifico llevará mayúscula 6 minúscula segun las reglas ordinarias de la es- critura. 7.2 El nombre del autor de la especie se escribirá á continuacion del nombre especifico, con caracléres diferentes á los de los nombres genéricos y especificos. 8.2 Cuando un género se subdivide, el nombre antiguo deberá conservarse en una de las sub- divisiones, y en la que encierra el tipo originario del género. Cuando el tipo originario no está claramente indicado, el autor que subdivide primero el géne- ro puede aplicar el nombre antiguo á la subdivision que cree conveniente, y esta atribucion no po- drá ser modificada ulteriormente. * Dela nomenclature des étros organisés, in 82 de 37 pages. Paris au siége de la societé, 7, rue des Grands-An- gustins. 59 9.* Un género formado por la reunion de varios debe llevar el nombre del másantigno de los componentes. 10.2 Los nombres de las familias se formarán agregando la desinencia ide al radical del géne- ro que sirve de tipo. 141.> El nombre atribuido á cada género y á cada especie no podrá ser ningun otro sino aquel con el cual han sido designados, con la condicion: a. Que este nombre haya sido divulgado en alguna publicacion, adonde haya sido clara y sufi- cientemente definido; b. Que él autor haya sabido aplicar Jas reglas de la nomenclatura binaria. 12.2 Todo nombre genérico empleado ya en el mismo reino deberá desecharse. No se deben considerar como nombres genéricos diferentes de los nombres los que no se dis- tinguen sino por la terminacion masculina, femenina ú neutra, ó un simple cambio de ortografía. 43. Será desechado de la misma manera todo nombre especifico empleado ya en el mismo género, 44.2 Todo nombre genérico 6 especifico que ha sido desechado por la aplicacion de las reglas precedentes no podrá ser empleado de nuevo si es un nombre de género en un reino, 6 nombre de especie en el mismo género. 15.2 Una vez publicado un nombre genérico 6 especifico, no podrá ser desechado á causa de impropiedad, áun por su mismo autor. 16. Todo barbarismo, toda palabra formada contra las reglas de la ortografía, de la gramática y de la composicion deberá ser rectificada. 17.2 Cuando algunos nombres de géneros ó especies tengan en latin casi la misma pronuncia- cion, de manera que resulte alguna confusion, el primero deberá conservarse siempre. (Ejemplo: aquellos que tuvieren por radicales Philips y Phillips, Hermann, Herman, Erman, Ermann, etc., y que tomaran la misma forma de derivacion.)—Traducido de la Revue Scientifique. AA pi 147 eE ba po bicho e o E A 2 UY ho , de oe 5 aupa iría 0% ca IO Aa ble $ e > Y Y be 5d ne Pr 4 e Adi bles ¿ DA pee AN TL : [ A TIN ADS Jo INES dl spinidah 4 ne dul to 10 n AN «Sxbal» 4 opa, A Dit sl ba 0 di (aho E: en a bao;4 ¡Mg 104 desp soho Sil e LN Me AOS 4. ec PANES GA ¡AUIGIO: ++ di A Here eE no e. E NOVORUM VEGETABILIUM DESCRIPTIONES. INPEE MPRODEUNT OPERA BAUIBI.DE LA. LLAVE. ET IOANNIS LEXARZA PBI MEIOrPEn: FEPSECTCOTE ST: OUEN AA DESCEREBTLONES COMPLECTENS QUARUM TREDECIM TOTIDEM GENERA NOVA. EXHIBENT MEXICI: APUD MARTINUM RIVERAM. ANN. DOM. M.DCCC.XXIV. HAMAS A la TON j 5 MAJAVIA MUMITTAM CUIA 1 NITO ME AA AV NN o SS añ LS TO í y? ¡Mera PE "s e OFEGUDLAA ici ba de AAA sl DO Srbcot > opi edr rcsdd ed do vurgnodds ¿modes baliidqoaiod eta: Derrotado bogota da a od BL borre mnsiiv jr en tibio SRA ms univ bnrvu embrosois tuyos dro luis ALAS PE AROSA aii ia brrido ¿pg 99m 02eria anidar edimelbsnicitoyoymudinp tesis Mi + Mondo arar qdo iros: do au ¡gd pei 0 Bid aqu) wOspbivconiamoleindal pinlioonismqnil Doa astra foc Aide — anotada ada rd hindi A AAA CAST Tb cit e - Oñeniinadicorb oreairdd avoba errar 10d goya ri Al pain citroen euge br ¡005 S0p = recagidos. con: practica abableatiperioyo upalays supaorsitais ote — eommopapaccblenluopre cos rtio= STE opúsculo de botánica, que presentamos hoy á los cultivadores de ] (aya la ciencia, fiados no en nuestras fuerzas sino en su bondad, y que ha si- NA %) do hecho con todo el esmero que es posible á los amantes de esa mis- ma ciencia, adornado con apropiadas láminas, si no se nos hubieran presentado graves obstáculos, habria sido impreso y circulado en el año próximo anterior; mas apénas habiamos comenzado esta obrita, cuando, lo que en manera alguna era de esperarse, atendida nuestra corta inteligencia, fuimos llamados al desem- peño de asuntos de la República, y se hizo necesario obsequiar los deseos de personas, cuya autoridad debe valer mucho para nosotros, suspendiendo el es- tudio de las ciencias naturales; y, en verdad, consagrados enteramente á los ne- gocios en que se interesa la salud del pueblo y su felicidad, ni tenemos tiempo, y sí nos faltan elementos, que son ó absolutamente indispensables, ó sirven de erande auxilio, para que nuestro trabajo no parezca impertinente, ó inútil del to- do, y pueda ser juzgado digno de la aprobacion y alabanza de los sabios. Siendo esto así, y teniendo en consideracion, que, si el proyecto indicado se deja para mejor oportunidad, debemos temer fundadamente, que los vegetales recogidos, con gran trabajo, por los peritos de Europa, principalmente en estos tiempos en que México ha abierto sus puertas al extranjero, sean descritos allá, con detrimento de la gloria de los mexicanos, juzgamos conveniente imprimir y publicar la obra, aunque sea por cuadernos, y no obstante que se halle no per- fecta y carente de las láminas. Si al presente damos á luz como nuevas, segun muchas veces se hace, algu- nas familias ya conocidas y estudiadas, esto más bien debe atribuirse á la caren- cia de libros, que á falta nuestra; y así, las plantas que conocemos como /Mela- nantheras y Jegerias, fueron reputadas por nosotros como enteramente nuevas; pero habiendo venido á nuestras manos el segundo volúmen de Humboldt y Kunt, hemos tenido necesidad de separarlas del conjunto de los nuevos géneros. De otra fuente puede venir tambien el error, á saber; de que conocidas y cuida- dosamente descritas las familias, los autores las colocan, sin embargo, en lugares impropios; así por ejemplo, nos disponiamos á presentar como enteramente nue- vos, los vegetales que Wildenovio y otros llamaron Vernonias; y esto tambien, sin culpa nuestra; porque ¿quién podria, en verdad, persuadirse de que, entre las innumerables plantas arborescentes y sarmentosas, cuyas flores, con cálices inermes, notablemente campanulados y que se presentan sentadas á las espigas secundarias, estuvieran mezcladas y confundidas, en el órden de las capitadas, juntamente con las Cx2c¿s, Carduis y Carlinis? Mas ya, por lo que pertenece á los nombres de los nuevos géneros, pensamos que los botánicos de nuestra época no llevarán á mal, que los derivemos de los — nescius, qui non animadvertat, quantum boni in posterum rerum naturalium dis- ciplinis libertas allatura sit, quam nobis illi et consilio divino prorsus, et invicto animi robore paraverunt? Ad aliam nunc veniamus rem, gratique animi satisfaciamus officiis. Vincentius Cervantes qui triginta abhinc annis summa cum laude Mexici botanicam docet, consilio, libris, atque iteratis novorum generum explorationibus presto fuit, ne- que lis contentus; veteri que inter nos est amicitia tactus, reique herbarise boni percupidus plantas donavit novas, quibus fasciculorum opus illustrari atque au- seri facile poterit; atque hic data occasione celeb. et amicissimi Cervantesii pes- suma deploranda sors est, adversaq. fortuna, qui innumerabiles ab ipso determi- natas stirpes, partim publicis demonstratas lectionibus, partim botanicis Europeis, siccis exemplaribus ac descriptionibus humanissime et liberalissime communica- tas, editas jam in libris animadvertit, raro quod iniquum est, auctoris mentione facta; multum etiam Cervantes una cum Sesseo, Mocinno, et Echeverria peritissi- mo delineatore, nec zoologise ac botanices ignaro, insudavit, in preeparando ac conficiendo opere quod á mexicana rel naturalis expeditione, multis abhinc annis adverso fato cogitata atque incepta profectum est; haec enim tribus maximis vo- luminibus hucusque ineditis consignata sunt, hisque sexcentee et amplius icones respondent, quibus animantia et vegetantia quee rariora visa sunt vivis expri- muntur coloribus; quee quidem omnia licet in Europa transcripta jam fuerint, hoc diligentia factum est honestissimi viri, de cujus integritate et candore minime spe- randum est, quod aliorum labores et vigilias sibi impudenter referat. Que cum ita sint, ut ne id quod in aliis reprehendimus nobis fortasse objici possit, utque suus labor cuique tribuatur, nec induamur alienis, ad descriptionum calcem, ini- tiales cognomentorum nostrorum sillabas adjiciemus. Lexarza orchide?s pro viribus deditus ut sequenti liquebit fasciculo, in Valliso- leti viciniis quee Michuacanensium urbs est princeps, temperataque regio, plan- tas colligit; eso vero preeterito anno ab Europa rediens, in fundo familiae mex S. José del Corral, Corduvensi ditione, ferventi sub coelo apud Veracruzanos si- to, tribus mensibus commorátus sum, ibique nec libris instructus, nec chartis ad conservandas plantas munitus, siccaque ad hoc museum folia in usum adhibens, singenestanas selegi quee licet vita orbatae, commode tamen omni tempore re- cognosci ac determinari possunt. Sic quamvis uterque nostrum area perexigua se exercuerit jamque antea a botanicis visitata, adhuc tamen nova non pauca of- ferre ac in medium depromere valemus ¡tanta enim terrarum nostrarum feracitas est! ¡tanta apud nos nature vis atque varietas! Faxit igitur Praepotens vegetantium Conditor et Custos ut quam citius immen- sa Reip. Mexicanae superficies a botanicis omnibus praesidiis paratis perlustrari quet; quod ad nos attinet, ut aliquando tandem finem faciamus, si otium in pos- terum nobis concedatur, nec reliqua desint adjumenta, pro scientie bono quan- tum in nobis sit laborabimus, tuncque opusculum nostrum majori et venustiori traditum forma, stirpiumque figuris auctum atque ditatum sapientum judicio at- que induleentiez submittemus. —h= de los inmortales caudillos de nuestra patria, aunque, en manera alguna, versa- dos en el conocimiento de los vegetales: en verdad sus nombres son carísimos para nosotros, y no creemos que deben verse con menosprecio, á los que, mo- vidos é impulsados por el amor á la verdad, ó cultivan las ciencias, ó excitan á su cultivo con su proteccion y bondad: pues, omitiendo toda otra consideracion, ¿quién no ve que las increibles hazañas de nuestros héroes han marchado uni- das con el progreso en las bellas artes? ¿quién es tan ignorante de los aconteci- mientos, que no advierta cuánto bueno habia de producir en lo sucesivo, á las ciencias naturales, la libertad que aquellos prepararon con invencible firmeza de espíritu, y guiados por la inspiracion divina? Vengamos ya á otro asunto, y satisfagamos un deber de gratitud. Vicente Cer- vantes, que, treinta años há, enseña en México, con aplauso general, la botáni- ca, y que estuvo siempre solícito á cooperar con su consejo, sus libros y repeti- das exploraciones de los nuevos géneros, y no contento con esto, atraido por nuestra antigua amistad, y deseoso del progreso de esa ciencia, donó nuevas plan- tas, con las cuales puede ilustrarse y enriquecerse fácilmente la obra que de ella trata, merece bien, que aprovechemos la ocasion, de lamentar su mala suerte y adversa fortuna, de que, innumerables familias determinadas por él, explicadas en parte, en lecciones públicas, y en parte, trasmitidas bondadosa y liberalmen- te, á los botánicos europeos, por medio de ejemplares secos, y las correspondien- tes descripciones, las haya encontrado ya publicadas en diversas obras; sin que, con raras excepciones, se haya hecho mencion del autor. Digno es tambien de elogio el mismo Cervantes, porque, unido con Sesseo, Mociño, y Echeverría, ha- bilísimo dibujante, y no extraño á la zoología y á la botánica, tanto trabajó para preparar y perfeccionar la obra que, para expedicion de las ciencias naturales me- xicanas, se pensó, y fué comenzada, bajo malos auspicios hace tantos años. To- do ese trabajo aparece en tres grandes volúmenes, hasta hoy inéditos, con más de sesenta figuras; en las cuales, se representan, con vivos colores, aquellos ani- males y vegetales que parecieron más raros; todo lo cual, aunque fué trascrito ya en Europa, por la diligencia de un baron ilustre de cuya integridad y pureza na- da podia temerse, sin embargo, lo verificó, atribuyéndose á sí mismo, trabajos y vigilias ajenos. Siendo esto así, para que no se nos pueda echar en cara lo que en otros censuramos y reprendemos, y para que á cada uno se atribuya el tra- bajo que le pertenece, y no seamos cubiertos con vestiduras ajenas, pondré- mos al calce de nuestras descripciones, las sílabas iniciales de nuestros ape- llidos. Entregado empeñosamente Lejarza al estudio de las Orquideas, como se pa- tentizará en el cuaderno siguiente, recogió plantas, en las cercanías de Vallado- lid, capital de Michoacan, region templada; mas yo al volver de Europa el año pasado, fuí á vivir tres meses en una hacienda de mi familia, llamada Sar José del Corral, situada en jurisdiccion de Córdoba, bajo el cielo ardiente de Veracruz; y allí, sin libros, sin papel á propósito para la conservacion de las plantas, y usan- do para ella, de hojas secas de plátano, elegí las singenesias, que pueden recono- == cerse y determinarse en todo tiempo, áun cuando estén disecadas. Así áun cuan- do ambas operaciones tuvieron lugar en una área pequeña y visitada con ante- rioridad por los botánicos, sin embargo, podemos presentar todavía, no pocas plantas nuevas; porque tanta así es la feracidad de nuestro suelo, tanta la fuerza y variedad de la naturaleza, en nuestra patria. Quiera el Omnipotente Autor y Conservador de los vegetales, que, lo más pronto posible, sea visitada la inmensa superficie de la República Mexicana, por los botánicos todos, con toda clase de auxilios: por lo que á nosotros toca, para dar fin á nuestra empresa alguna vez, si en lo futuro se nos concede algun des- canso, y contamos con los demás elementos, trabajarémos en bien de la ciencia, cuanto quepa en nuestros esfuerzos; y, entónces, someterémos al juicio é indul- gencia de los sabios, nuestro opúsculo, bajo mayor y más elegante forma, y au- mentado con las figuras correspondientes. (Traducido por el Sr. Lic. D. Tomás Sierra y Rosso. ) CLARISSIMIS MEXICAN GENTIS VIRIS MAGNO ANIMO EXCELSA. PRADITIS MENTE MICHAELI HIDALGO. IGNATIO ALLENDE IGNATIO ALDAMA. MARIANNO ABASOLO TOSEPEO MORELOS. MARILANNO MATAMOROS LEONARDO ET MICHAELI BRAVO, FRATRIBUS HERMENEGILDO GALEANA, TOSEPHO XIMENEZ FRANCISCO XAVERIO MINA. PETRO MORENO VICTORI ROSALES. JOACHIMO LENNO. A POPULO IN COMITIIS QUAM OB LIME DE: RATDRIA MERTDLS HONORIFICENTISSIME DECLARATIS HIS ETERNA PERQUAMDIGNIS MEMORIA CIVIBUS QUI QUOD MAXUME GLORIOSUM DIVINUMQUE PRORSUS EST ETEERAM FELORENTEMQUE PATRIAM REDDERE ET COGITAVERUNT ET ADGRESSI SUNT PauLLus DE LA LLAve er loannes LeExARZA CONCIVES NOVA HOC FASCICULO CONTENTA GENERA D. 1 QUO dy eosinacsnen tes y do aña pera dp ados so ¿E E hee ps 4] ¡uedavy los oeblasi h Mm los ¡pén ñ des rd pod plan € ¿rl 0/0. ¿a 7 BIDOAANOAL í % e ps AT AMA): Am , y > 173 úl HU. ¿ULA CAvIMOD uta e ASADO ALVITV9D OLJDI )2AR 7 os Ae de an Fon " NOVORUM VEGETABILIUM DESCRIPTIONES. MORELOSIA. * Pentandria monogiínia. Calix adherens. Corolla rotata, staminifera. Stylus furcatus. Stigmata duo capitata. Pericarpium; drupa, tetragona, nuce tetrasperma. M. HUANITA. Arbuscula modice altitudinis, trunco scabro, ramis tortuosis, alternis, ad extremitatem defor- matis, angulatis, virescentibus. . Folía; in ramulorum summitate alterna, ovata, longe petiolata, tri, quadripollicaria, nitida, in- tegerrima, ” Flores; terminales, corimbosi, ad extremum pedumculorum articulati, odoratissimi, ante fe- cundationem sponte caduci. Calíx; ventricosus, subcoriaceus, monophyl- lus, limbo quinquefido. Corolla; monopetala, alba, rotata, perigina, tubo calice breviori, laciniis, subrotundis, paten- tissimis, inter se in capitulum cucullatum ante explicationem convolutis. Filamenta; quinque exserta, subulata, basi to- mentosa, tubo coroll«e interpositive inserta. Antheree; subsagittatee, ochro-fuscee, bilocula- res, polline albido. Ovarium;, conicam, adherens, striatum. Stylus ; unicus, albicans, longitudine stami- num, ad furcatus, stigmatibus duobus incrassatis, virescentibus, Drupa;, carnosa, coriacea, subglobosa, obscure tetragona, acuminata, basi laciniis calicis cir- cumdata. Vux; oblonga, ossea, quadrilocularis, quadri- sulca, loculis monospermis, Unicum tantum individuum, Michuacanen-. sium lingua Huanita adpellatum, hucusque in- ventum est, in oppido Uruapam vegetans totaque estate florens. 1. Observatio 7. An Izquixochitl Hernandez, t. IL, p. 436, edit. Matrit? 2. Cortex ab incolis propter antiquitatem sin- gularitatemque individui adhuc existentis, magno pretio habetur, antifebrilisque stomachica et ads” tringens existimatur. 3. Corolla rotata, perigina, tubo brevissimo la- ciniissubrotundis patentissimis, drupa coriacea te- tragona, nuce quadrifulca tetrasperma, habitu de- mum a Cordiis deffert, ideoque genus novum inter Ebenaceas, Sebestenasque collocandum. —Lex, * Semper et Uruape Guarita ignota lateres? Non ita: namque decor denegat ipse tuus. Exi Morefosía, raraque nomine terris Mexicei Martis, nomina magna refer, MINA. Pentandria monoginia. Perianthium; monophyllum, liberum Corolla; mono- petala, tubulosa, basi dilatata. Filamenta; corolla duplo longiora, ore tubi inserta. Germen; oblongum glandula carnosa cinctum. —1 9 MM. LOBATA. Planta; volubilis ramosa, caule cilindrico slabro. Fohia; cordato trilobata, inferiora scabriuscula aliquantulum villosa, superiora glabra, parum Nervosa. Pedumculi; communes longissimi, glaberrimi, striati. 3 Inflorescenfía; racemi gemini, secundi, in extre- mitate cujuslibet pedunculi communis 7-9-11 flori. Flores; semipollicares, ad exortum rubri, adul- tiores luteo rubentes, postrémo dum ad summam explicationem pervenerunt luteo-albicantes, api- ce tantum rosei. Perianthium; brevissimum, liberum, mono- phyllum, carnosum, 5 fidum, laciniis oblongis carinatis, marginibus membranaceis, dorso sub apice mucronatis, mucrone carnoso, colorato inermi. Corolla; monopetala, tubulosa, incurva, basi ampliata, lateribus compressa, 5 angularis, tubo intra calicem brevissimo, limbo angustato 5 den- tato, dentibus post explicationem floris, rotun- datis mucronatis. Filamenta; quinque, ins*qualia corolla duplo longiora, incurva, ad latus superius corolle in- clinata, ore tubi inserta. Anthere; oblonge, sulcatee, biloculares, basi crenate, .polline globoso'referta. Germen; oblongiusculum, obtusum, 5-angula- re, angulis obtusis, glandula carnosa basi cinctum. Siylus; filiformis, filamentis paullo longior, stigmate globoso, glandulis tecto. Pericarpium; capsula. . .. SEMA o Genus zpomeis ajfene. Vasis testeis Mexici prop- ter florum elegantiam colitur. Floret estate. —Cer. MORENOA. Pentandria monoginia. Corolla; incurva, compressiuscula, limbo globoso aut explicato. Filamenta exserta, reclinata. Reliqua, ut in Ipomcea. 12M. GLOBOSA. Caulis; teres, scandens, perennis. Folía; alterna, longe petiolata, glabra, hastata, lobo intermedio lanceolato-acuminato, laterali- bus in angulum acutum anticé protractis, posti- ce, prolongato-amplificatis, truncatis, hic ut plu- rimum angulosis nec raro repandis. Flores; axilares, subfasciculati, petiolo com- muni preelongo; proprio, brevi. Calix; quinque—partitus, laciniis rotundatis, margine membranaceis, «equalibus, subtus, ver- sus apicem corniculo carnoso donatis. Corolla; punicea, incurva, compressa, limbo globoso, flamentis exsertis, reclinatis. Reliqua ut in ipomcea. Florettoto anno in S. Jose del Corral, ad vias in montosis. Colitur etiam in horto mexicano.—Llav. Cervantesio auctore habemus, plantam quam nunc Morenoam appellamus aliasque bene mul- tas Marianno Lagasca Botanic. Hispan. Principi, multis abhinc annis ab ipso fuisse communicatas, ut nova instituerentur genera; sed cum Morenoa presertim in libris qui ad nos pervenerum mini- me descripta inveniatur, rité jure nostro utimur. —13— BrAvoa. Hexandria monoginia. Flores; gemini spathacei. Perigonium; infundibulifor- me, ore amplificato. Filamenta; sex fundo tubi inserta, longitudine perigonii. Ovarium; trigonum adherens. Capsula; oblonga trilocularis, trivalvis. Semina; numerosa reniformia. B. GEMINIFLORA. Radix; bulbus solidus piriformis, tuberculis inferioribus fasciculatis. Scapus; longissimus, teres, articulatus, erectus, apice coloratus. Folía; radicalia ensiformia, patenti-reflexa, ba- si punctis coccineis maculata. Flores; alterni, gemini, penduli, breviter pe- dunculati, spatha squamiformi suffulti. Perigontum; infundibuliforme, fere cilindri- cum, extus puniceum, intus lutescens ore ampli- ficato, limbo sex-—dentato, dentibus tribus alter- natim minoribus paulullum introflexis, omnibus obtusis brevissimis. Filamenta; tubi fundo inserta, filiformia, lon- gitudine perigonii, antheris versatilibus. Ovarium; oblongum, obscuré trigonum, ad- heerens, styloincrassato, filamentis longiore, stig- mate triquetro. Capsula; oblonga trilocularis, trivalvis perigo- nio persistenti obtecta. Semina; plurima, reniformia, duplici serie in unoquoque loculamento ordinata. Habitat in montibus Micciacanis, et prope Val- lisoletum. Floret autumno.—Lex. LENNOA. Octandria monoginta. Calix inferus marsescens. Corolla hypogyna, plicata Stamina octo inclusa. Stigma, truncatum. Capsula unilocularis polysperma. L. MADREPOROIDES. Planta; nana, crassa. Caulis; teres, carnosus, niveus, radiculis fibro- sis simplicissimis. Squamule; foliacee, bracteseformes, coloratee, imbricatee, marcescentes. Flores, corimboso-thyrsoidei, purpurini, pe- dunculis carnosis, ut plurimum fasciculatis. Calíx; monophyllus, basi gibbosus, profunde laciniatus, segmentis octo linearibus, ligulatis, tomentoso—hyalinis, linea purpurina tota longi- tudine, intus amplius explicata notatis, apice in- volutis. Corolla; monopetala, hipocrateriformis purpu- reo-violacea, tubo calice breviori, ventricoso, albicanti, limbo stellato-plicato, octo fido, den- tibus emarginatis, fauce lutescenti. Filamenta; octo, tubo inserta, plicaturis alter- natim Opposita, incurva, nec exserta, antheris ge- minis, subrotundis, lutescentibus. Ovarium; superam, hemisphericum colora- tum, stylo subulato, tubo corol«e breviori stigma- te truncato. Capsula; piriformis, unilocularis, octo-valvis, polysperma, seminibus minutissimis. Floret prope Vallisoletum autumno. —Lex. — 14— MATAMORIA. Poligamia equalis. Calix 4-florus, 4-phyllus, ¿-caliculatus. Receptaculum, nudum. Pappus, multiaristatus, aristis duabus longioribus inflexis atque reflexis in hamulum. MM. SPICATA, Cauhs; bipedalis et ultra, nunc simplex omni- no, nunc ramis florigeris in summitate composi- tus, piloso-hispidulus. Folía; alterna in petiolum brevem decurrentia, obtuse serrata, adultiora obovata, juniora, lan- ceolata. Flores; bini, terni in axillis sessiles spicam ex- hibent. Calix—4 phyllus, foliolis-4 per paria insequali- bus caliculatus. Flores 4 tubulosi, 5 dentati, in umbrosis vio- lacei, in ceetero albi. Pappus multi-aristatus, aristis 4 longioribus, quarum duze majores virentes inflexee atque re- flexee in hamulum. Semina sublinearia villosa. Floret februario in semitis et pascuis S. Josephi del Corral. —Llav. RosaALeEsrta. Poligamia equalis. Calix de medio ad imum foliolis apice revolutis imbricatus. Receptaculum, nudum. Anthere in imo tubi; styli exserti, eminenter clavati. Pappus, villosus. Semina, striata villosa. R. GLANDULOSA. FPrutex; biorgialis, ramoso-—virgatus, ramis ju- nioribus striatis, pubescentibus, florigeris in ex- tremitate viscosis. Folia; opposita, ovato-subcordata, petiolata, supra aspera, subtus pube subtomentosa, margine crenis subserrata. Inflorescentia; ramulorum extremitate atque in axillis corimbosa, pedumculis 2—3 flores ge- rentibus. , Calix; foliolis constat 8—12 acutis, erectis, sequalibus, striatis, ad medium usque duplici fo- liorum ordine cinctis, quee ovata sunt, apiceque revoluta; omnibus glanduloso viscosis. Flores; calice paullo longiores, numerosi, pal- lide flavi, tubis linearibus, ore stricto, limbo brevissime 5 dentato. Anthere; in fundo corollze. Siylus; ab oretubiin stigmata duo dividitur, pre- longa, eminenter clavata, divaricata, nec revoluta. Receptaculum; nudum, scabrum. Pappus; pilosus, floribus paullo minor. Semina; cilindracea, striata/ villosa, Habitat in pasctis S. José del Corral; florebat martio. —Llay. Genus, calice, antheris, et stylis presertim, qui singularitatem quandam plantee tribuunt, a Caca- liis afinibusque prorsus diversum. —15— ALLENDEA. Poligamia superflur. Flos discoideus. Calix imbricatus. Feminz in peripheria semiflosculose, erecte. Receptaculum squamosum. Pappus pilosus uniformis. “4. LANCEOLATA. Caulis; herbaceus, 6 pedalis et ultra, virgatus, rumulis striato-teretibus, tomentoso-sericeis. Folía; opposita, connata, late lanceolata, in petiolum brevem decurrentia, supra lete viridia, subtus trinervia, tomento argentata sericeo, mar- gine una alterave papila denticulata. Inflorescenfía; terminalis, subcorimbosa, pe- dunculis communibus prelongis, propriis multo minoribus. ; Calix; imbricatus, foliolis acutis. Flores; pallide flavescentes; hermaphroditi, pauciores, in disci centro, tubulosi, limbo 5 fido laciniis revolutis; feminei, multiplici serie, semi- flosculosi, filiformes, erecti circunstant. Receptaculum; convexum, paleis preditum mi- nutis, apice subaristatis, in centro longioribus. Pappus, pilosus uniformis. Florebat martio ad ripas stagni vulgo balsa in rio seco. non longe a S. José del Corral. Folia nonnulla altera medietate versus basim abreviata, quasi clauda apparent. —Llav. ABASOLOA. Poligamia superflua. Flos radiatus. Receptaculum, paleaceum. Flosculi disci 4- dentati. Semina, papilla coronata. 4. TABOADA. Caulis; 3 pedalis, ramosissimus, dichotomus. Folía; opposita, lineari-lanceolata, asperula, dentibus distantibus serrata. Flores; solitarii, dichotomia inserti, longe pe- dunculati. Calíx, seequalis, ex foliolis constans 12-16 du- plici circumpositis serie. Flores; feminei; semiflosculosi, albi, numerosi, capillares, 2-3 serie collocati; hermaphroditi; concollores, tubulosi, 4 dentati, antheris et sty- lis flavis, vix ad os tubi pertingentibus. Receptaculum, planum, paleis linearibus acutis, ciliato-serratis. Semina, tetragonoromboidea, apicis centro pa- pilla umbilicata insignita. Floret februario et martio in S. José de Corral ad ripas Huehueyapa. —Llav. In honorem Emmanuele Taboada, Marianni Abasolo dum inter vivos versabatur dignisim= conjugis, singulari erga patriam et maritum amo- re, virilique animi fortitudini et constantia inter mexicanas feeminas notissime. == GALEANA. Poligamia superfla. Calix, 5 phyllus. Receptaculam nudum. Pappus—o. Se- mina radii, ovata compressa, concava, marginata; disci prismatica. G. HIASTATA. $ Caulis; herbaceus, procumbens, striatus, di- chotomo—ramosus. Folia; opposita, breviter petiolata, ut pluri- mum glabra, succulenta, nunc hastata, nunc sa- gitata. Inflorescentía; duplex; in ramorum extremitate racemosa pedunculis brevibus; in inferiori parte, flores solitarii longe pedunculati in dichotomia inserti. Calix; 5 phyllus, foliolis «qualibus carinatis. Flores in disco 5 ut plurimum, hermaphroditi, flavi, tubulosi, 5 dentati. Radius albus ex tribus constans ligulis, brevis- simis, bifidis. Receptaculum; nadum. Semina; in radio, concava margine subdenta- to; in disco prismatica. Habitat in satis S. José del Corral; florebat martio. —Llav. ZEXMENIA. * Poligamia superfíua. Flos radiatus. Calix, duplici foliorum ordine. Recepta- culum palaceum. Semina compressa marginata; disci 2— aristata; radii, 3— aris- tata; inter aristulas coronula paleacea. Z. SERRATA. Frutex; sarmentosus, 12-pedalis et ultra, ra- mis oppositis, teretibus, pubescentibus. Folia; opposita, sublanceolata, petiolata, mar- gine serrato, utrinque aspera; juniora, subtus pu- bescentia. Inflorescentia; terminalis racemis, nec raro um- bellulis disposita, floribus pedunculatis. Calíx; foliolis 10-12 duplici ordine positis, ovatis, apice revolutis. Receptaculum; planum, paleis stratum carinatis, apice dilatatis. Discus; aureus, multiflorus, tubis 5 dentatis. Radius; 10 12 semiflosculis concoloribus, ova- tis, emarginatis. Semina; compressa margine in aristulas duas desinente, inter quas coronula paleacea. Semina radii ut plurimum aristis tribus. Florebat martio in S. José del Corral ad vias. —Llav. Verbesinis affinis, sed ab his pappo habituque presertim quam maxime differt, * Inversis hic litteris Ximenez cognomen exhibetur, cum jam inter compositas Ximenesise genus inveniatur. y > ÁLDAMA. Poligamia frustranea. Flos, radiatus. Calix, subimbricatus. Receptaculum, conicum, paleaceum. Semen, palea claustratum apice cucullata. A. DENTATA. Caulís; procumbens, dichotomus, teres, infe- riori parte striatus, Folia; opposita, petiolata, sublanceolata, utrin- que aspera, dentibus serrata distantibus. Flores; ut pluarimum solitarii, longe peduncu- lati, dichotomia inserti. Calix; foliolis 12. duplici circumpositis ordine, interioribus latioribus, omnibus ciliatis. Radíus; aureus 8-10 semiflosculis linearibus, emarginatis. Discus, concolor, tubis numerosis 5 dentatis. Receptaculum; paleis obsitum flosculos ample- xantibus. Semina; clausa receptaculi paleis, corrugatis, costatis, apice cucullatis. Florebat martio in inundatis rivuli Huehueya- pa S. Josephi del Corral. —Llav. Folia superiora alterna nec raro lineari-lanceo- lata. HIDALGOA. Poligamia necessaria. Flos, radiatus. Calix, duplex. Receptaculum, paleaceum. Pericarpium, drupa. H. TERNATA. Caulis; volubilis, altissimarum arborum sum- mitates attingens, easque undequaque venustis- sime vestiens. Folía; opposita, longe petiolata, ternata, folio- lis ovatis, crassiusculis, glabris, serratis. Calíx; exterior 3-4 phyllus; interior 5 fidus. flores; solitarii, longe pedunculati, axillis in- serti. Radius; 5 florus, ligulis coccineo-aurantiacis, ovatis, tridentatis, stylis clavatis, nec revolutis. Discus; flavus, multiflorus, tubis 5 dentatis, stylis concoloribus, simplicibus, abortientibus. Receptaculum; planum, paleis stratum, floribus paullo majoribus, apice deauratis, obtusiusculis. Pericarpíum; drupa, ovata, compressiuscula, apice initio auriculata, in maturitate forcipata. Nux; ossea compressa, etiam ovata, Florebat aprili in margine densissimarum sil- varum, prope ultimam cataractam fluminis Blan- co, non longe a S. José del Corral. —Llav. COGNITORUM JAM ANTEA GENERUM SPECIES NOVAE. CONVOEÉVULEUS SUEPHUREUS Folia cordato-sagittata; filamenta, basi villosa; antherx retortee. Caulis; volubilis, perennis. /o/a; alterna, petiolata, acuta, cordato-sagittata, margine integro. Flores; axillares, ut plurimum tres, pedunculis propriis brevibus, communi petiolis multo longiori. Calix; 5 partitus, laciniis glabris, obtusis, adpressis, flavescentibus. Corolla; sulphurea, campanula- ta, limbo quinque—plicato, plica unaquaque in duas portiones rotundatas crenata. /i/amenta; basi villosa, inclusa, autheris in spiram retortis. S/ylus; filamentis longior. S/igma; capitula duo viren- tia. Capsula; spheerica, extus nigra, velutina, bilocularis, 4 valvis, seminibus 4. Habitat in muris S. José del Corral; floret februario.—Llav. Congruentius convolvulis quam ipomceis adjungenda. MORENOA GRANDIFLORA. Volubilis, foliis subhastatis, floribus puniceis, limbo explicato. Caulis; teres, scaber, volubilis, perennis. /1o/a, alterna, juniora ovato-acuta, cordata, integra; adul- tiora trilobatosubhastata, profunde cordata; omnia subtus glabra, supra molliuscula, longe petiolata. Flores; fasciculato-racemosi, pedunculis propiis brevibus, communi axillari, rigido, petiolis longiori. Corolla; punicea, bipollicaris, limbo explicato, incurva, compressiuscula. Pilamenta; paullulum ex- serta, reclinata, Ca/ix; pentaphylus, foliolis sub apice corniculo carnoso donatis. Reliqua ut in genere. Crescit in Mexico viciniis coliturque in hortis propter florum elegantiam, quos emittit junio julio- que. —Llav. GENTEANA COMICO ATA? Corollis quinque—fidis campanulatis; calicibus caliculatis. Planta; bipedalis et ultra. Radíx; tuberoso-fasciculata, tuberculis elongatis, pendulis. Cauls; simplex, articulatus, rubidulus, erectus. /'o/a; opposita, sessilia, lanceolata, internodis longiora, trinervia, gradatim angustiora, marginibus aliquantulum revolutis. //ores; axillares oppositi, decli- nati, sessiles. Ca/?x; monophyllus-tubulosus, s-partitus, striatus, basi foliolis duabus connatis cali- culatus. Corolla; monopetala, hypogyna, campanulata, punicea, tubus albovirescens, punctatus, ca- lyce paulo longior: limbus profunde s5-partitus; laciniis subrotundis revolutis. .Stamina; filamenta —19— quinque subulato-depressa, tubo corolx inserta: anthere oblonge exserte. Germen; pedicellaturn: stigmata duo ligulata, reflexa, Capsula; unilocularis, elongata, bivalvis, polysperma: Semina; linea- ria minutissima. Habitat prope Santa Maria, oppidum indianum juxta Vallisoletum. Floret martio et aprili. —Lex. GENTIANA MACROCALIX. Corollis quadri-fidis infundibuliformibus fimbriatis; calycibus tetragonis sub- campanulatis, costis elongatis, acutissimis. Planta; gracillima 3 pedalis. Radíx; tenuis perpendicularis inferne fibrillosa. Cawlis; simplex, ci- lindraceus, leviter striatus, aliquando divisus, ramis oppositis. /'o/a; lineari-lanceolata, elongata, opposita, uninervia. //ores; terminales solitarii, longissime pedunculati. Calíx; subcampanulatus, tetragonus, albicans, segmentis quatuor elongatis acuminatis, costis dorsalibus virescentibus. Corol- la; monopetala hypogyna, infundibuliformis, coerulea: tubus amplificatus albus, calyce brevior: lim- bus quadripartitus, laciniis fimbriatis revolutis. Sfamina; filamenta quatuor, canaliculata, depressa, corollee tubo inserta: anthere lineares, non exserte. Germen; oblongum. Stigmata: duo subrotunda, compressa. Reliqua ut in congeneribus. Habitat prope Valliscletum, et Irapeum. Floret Novembri.—Lex. PITCAIRNIA VALLISOLETANA. Foliis ensiformibus, angustissimis, aculeatis; interioribus linearibus subulatis; floribus squama nectarifera destitutis. Planta; perennis, vix pedalis. Radix; fibree fasciculatee, capillares, crinitee. 4/7; subrotumdi, confertissimi, basi foliorum amplificata tecti. Zo/ia; ensiformia, angusta, canaliculata, sibi invicen incumbentia, ultra basim marginibus aculeata, aculeis recurvis: interiora subulata, incana, sublepro- sa, inermia. Squamea; inferiores sesquipollicares, imbricatee, pulverulentee, superiores sensim brevio- res. Scapus; pedalis, articulatus, incarnatus, incurvus. /'/ores; alternatim spicati, bracteis ovatis, concavis, levigatis, coccineis, amplexicaulibus suffulti. Calíx; trigonus, tripartitus, coloratus, basi contortus. Pe/ala; tria, calyce duplo longiora, rosea, lineari-lanceolata, apice obtusa, spiraliter con- voluta. / lamenta; sex, filiformia, corolla breviora, receptaculo inserta. 42/here; lineares, sagittatee, elongata, erecta. Germen; superuam, trigonum, trisulcatum. S/pZws; filiformis triqueter, longit, sta- minum. Sfigmata; tria colorata, in spiram contorta. Reliqua ut in congeneribus. Habitat in montibus Vallisoletanis inter saxa. Floret Aprili.—Lex. IO PANCRATIUM TRICHROMUM. Spatha 5 flora, floribus umbellatis nutantibus: nectario brevissimo, denticulis furcatis, erectis. Bulbus; ovatus. Scapus; anceps. /oha: canaliculata obtusa, viridi-glauca, scapo parum breviora. Flores: subtripollicares, nutantes, inodori; Zubus: bipollicaris, obtuse trigonus, ad medium amplia- tus, leniter puniceus, sulcatus. ZLacime limbt: ovate, suberectee, tres exteriores uncinatee, interiores acute, omnes externe macula ovato-oblonga virente, interne macula eadem albicante, lineis latera- libus virentibus, ornatee. /Vectarium . brevissimum dentibus apice viridibus. S/amina: nectario multo longiora, erecta. Anthere. lineares, erecte, post deflorationem versatiles. Collitur summo studio in Hortis Mexicanis, et reponitur frequentius in vasis futilibus ab pulchir- tudinem florum; qui in diversis anni temporibus explicantur. Cer. CUBHEA, LLAVEA: Foliis ovato-lanceolatis, strigosis: floribus dipetalis. Radix; fibrosa. Caules: plurimi, cylindracei, hispiduli, ramis paucis ascendentibus. /o/a: oppo- sita, subsessilia, ovato-lanceolata, strigosa, limbo integerrimo. lores: interfoliacei, solitarii, erecti, breviter peduncalati. Calix.: fere pollicaris, tubulosus, striatus, basi gibbosus, dorso, fauceque pur- pureo fuscus, villosus, ventri virescens, ore sex-dentato. Pefala: duo superiora magna, obovata, di- lJute coccinea, unguibus acutis, macula nigra inferne terminatis: rudimenta ceeterorum petalorum, dentibus calycinis alterna, raro observantur. Sfamina: filamenta undecim purpurescentia fauce cali- cis inserta, quorum tria intermedia alternatim longiora, nuda: quatuor alterna paululum villosa: duo externa valde lanata; infima vero infra seriem inserta. Az/hera; subsagittate, coeruleo purpurez, sulcatee. Germen: superum oblongum. S/y/us; filiformis, subulatus, calyce longior. S/gma; incur- vum. Capsula; oblonga tecta calyce, simulque cum illo dehiscens. Seira; plurima lenticularia, emarginata. Habitat in montibus prope Vallisoletum. Floret Martio et Aprili. Hanc novam Micciacanam stirpem, Paulo de la Llave amico et socio dedicat J. de Lexarza. CUPEIEA BUSTAMANTA. Foliis cordato—ovatis, acuminatis, paralleli nerviis: floribus dipetalis; dentibus calycinis externis valde elongatis. Radix: fibrosa, repens. Caules: herbacei, procumbentes, colorati, teretes, ramis ascendentibus. Folia: opposita, cordato-ovata, acuminata, breviter petiolata, interdum rubentia, hispidula, uniner- via, ramulis nervosis, parallelis. //ores; interfoliacei, terminales, penduli. Ca/?x, pollicaris, liber, di- lute coccineus, tubulosus, striatus, ad os amplificatus, pilosus, basique gibbus, duodecimdentatus, persistens; dentibus sex externis virescentibus ligulatis, sulcatis, obtusis: fauce duplici macula albi- canti, vel potius dentibus duobus albis prope petalorum insertionem notata. Corolla; petala duo su- Y A periora obovata, atro-purpurea, fere nigra, velutina, summo calyci inserta: squamulze quatuor peta- liformes, vix perspicuz, lutescentes, erecto, dentibus interioribus calycinis alterna, Stamina: fila- menta novem purpurascentia medio calycis inserta, alternatim insqualia, exserta. Anthere; ovate, coeruleo—purpurez, sulcate. Pollen; album. Germern: superuam, basi glandula cordiformi gibbosum. Stylus; subulatus, post fecundationem valde exsertus. Stigma; simplex. Capsula; oblonga simul cum calyce dehiscens. Semina; lentiformia maculata. Habitat prope Vallisoletum. Floret toto anno. (Var. petalis violaceis aut roseis, linea longitudi- nali purpurascenti. ) * Planta dignissimo amico D. Josepho Marie de Bustamante scientiis ingenuis, botanica et mine- ralogia peritissimo, consecrata. —Lex. AMORPHA RABIA. Dentibus omnibus calycinis obtusis: floribus racemosis. Planta; herbacea? bipedalis. Camus: teres, cicatriculis foliorum scaber, levigatus. /o/a: alterna, imparipinnata, foliolis ovatis, tomentosis, acutis. Zfacemi; ad axilas fasciculati, bracteis acutis, bre- vissimis. /ores; albidi. Calyx; cyathiformis obscure 6-dentatus, limbo irregulari truncato, extus tomentosus, dentibus obtusis. Corolla; petalum unicum obovatum vel cuneiforme: lamina alba, ru gata, subcarinata; ungula longitudine calycis receptaculo inserta. Stamina:hypogyna, 6-11 filamen- tis subulatis, inequalibus, infra pedicellum germinis inserta: anthere oblongre, lutescentes. Germen; superum reniforme, pedicellatum lana vel tomento sericeo tectum. S£yZus; brevissimus incurvus. Stigma; incrassatam. Pericarpiem legumen monospermum, extus glanduliferum. Semen; reniforme. Habitat prope Vallisoletum in Monte vulgo de Quinzeo, ubi eam invenit D. Emmanuel de Rabia. in arte picturee eximius. Floret februario. —Lex. SIMPLOCOS CITREA. Foliis ovato-oblongis, subserratis, subtus pilosis: floribus aggregatis, sessili- bus, nudis. Arbor; procera, trunco scabro. ¿fam1; alterni, teretes, glabri: juniores rufiduli, tomentosi. olía: alterna, ovato-oblonga, petiolata, subserrata, tum obtusa, tum breviter acuminata, subtus rufo—pi- losa, aspera; supra nitida glabra. Pefto/i: breves, tomentosi, rufescentes. //ores: quatuor ad septem, rosei, sessiles, aggregati valde cdorati, bracteis destituti. Calyx.: monophyllus pubescens, foliolis vel laciniis quinque obtusis margine coloratis. Corolla; monopetala rosea 5-fida: tubus brevis amplifi- catus; lacinise obtus:e, reflexee, apice concavo. S/amira: filamenta quadruplici serie disposita, mo- nadelpha, apice attenuata. 4m/herce; erectee lutescentes, Ovarium : inferum, disco annulato cinctum. Stylus; basi villosus non exsertus. Sfiema: viride, capitatum, obscure trigonum. Pericarpium; dru- pa oliveeformis, subcarnosa, dentibus calicinis coronata. Vx: oblonga, durissima 3-locularis; locu- lis monospermis. Habitat in montibus prope Vallisoletum, juxta Chaqueo; foretque autumno. 5 o 29 a Vernacule Garrapata Xaboncillo. Obs. Vere nova species a ceeteris ejusdem generis a Cl. Humboldtio (Pl. «*quin. Vol. I, p. 180) numeratis omnino diversa, eamque odoris similitudine, florum dispositione, figura, nitoreque fo- liorum, nomine triviali Citrea distinguere non dubitavi.—Lex. VERNONIA STELLARIS. Arborea; foliis alternis lanceolatis, floribus in paniculis spicatis, flosculis in- curvatis. Frutex; arboreus, ramosissimus, ramis junioribus tomentosis. /o/a; alterna breviter petiolata, ut plurimum lanceolata, superiori pagina pilorum vestigiis quasi granulosa, inferiori, tomento obsita fuscescenti, marginibus revolutis; juniora integra, adultiora uno alterove denticulo papilleeformi pree- dita. /nflorescentfía; in ramorum summitatibus, paniculee tomentosz, spicatee, dichotome, ad forum insertionem flexuose. //ores; odoratissimi, sessiles, verticales, calicibus campanulatis, imbricatis fo- liolis acutis, rigidulis, pilosis, centro viridirubentibus. //osculi; albi aut roseo tincti, tubis extus in- curvatis, (ex quo forma stellaris) limbi dentibus adproximatis, conniventibus. Receptaculum; squamis minutis cellulatum. Floret februario et martio in pascuis S. José del Corral. Flores vanillse odorem intemse redolent. —Llav. VERNONIA FRAGRANS. Folia sublanceolata; calix ventricosus; flores spicati. Caulis; fructicoso-sarmentosus, ramis alternis. Zola; sublanceolata, integra, alterna, scabriuscula, breviter petiolata, exsucca, margine revoluta, subtus subnuda nervo primori eminenti, lateralibus arcuato-parallelis. Znflorescentía; spice non raro composite, ut plurimum simplices, quibus flores sedent distantes, unilaterales, albi, odoratissimi. Calyx; ventricosus imbricatus multiflorus. Zecep- taculum; scabrosum. Reliqua ut in genere. Planta a V. odoratissima Humboldtii satis ut liquet distincta, inter congeneres notabilis est, flo- rum magnitudine, insertione unilaterali, et intensissimo vanille odore, Crescit S. José del Corral ad vias in montosis, floretque februario. —Llav. TURPINIA? TOMENTOSA. Caule tomentoso inermi: foliis ovatis transverse venosis, subtus lanatis; flori- bus corymbosis, calicibus unifloris. Frutex; bi-aut triulnaris, alpinus, inermis. Cawles; plurimi, cylindracei, ramosi, inferne nudi. Rami; alterni, lanati, ad extremitatem foliosi. /o/2a; ovata, alterna, brevi petiolata, subtus tomento- sa, limbo integerrimo; ramea tri-quadripollicaria et amplius; floralia minima. Corimbus; terminalis, —=23= nitidus, foribus fasciculis pédicellatis congestis. Calyx; polyphyllus, imbricatus; foliolis ovato-acu- tis puniceis, apice villosis, externis minoribus. Corolla; flosculus unicus, albo-violaceus, tubulatus, quinquefidus, in singulo calyce. Slamiína; quinque, medio corollw inserta, capillaria. Anthera; cy- lindracex, albicantes. Ovarimyoblongum, subvillosum. S/ylus; filiformis. Sl/emala; duo, revoluta. Semina; oblonga, pappo, piloso, dentato, multiradiato coronata. Receptaculum; nudum. Habitat in monte excelso de Quinzeo prope Vallisoletum; floret januario. —Lex. Obs. Stigmate bifido, pappoque non plumoso, tantum differt a Turpinía Humboldtii. (Pl. sequin. t. 1, pag.) PEREZIA TURBINATA. Foliis amplexicaulibus coriaceo-membranaceis, dentatis; caule simplici subtri- floro; floribus terminalibus; calyce communi turbinato. Planta; pedalis et ultra. Cawulis; simplex coloratus, leviter striatus, erectus. /o/a; alterna, ovata, acuta, coriaceo-membranacea, reticulata, amplexicaulia, sinuato-dentata, dentibus spinosis. //ores; tres ad quinque terminales, pollicares, pedunculis brevibus. Calyx; turbinatus, imbricatus, multi- florus: squamul:e lanceolate, limbo scarioso; interiores longiores, apice purpurascentes. Corolla; ra- dialis, purpureo-violacea, composita, equalis. Corollule; tubulose, bilabiate, trifidee, laciniis linea- ribus; externa ampliore tridentata; externis duabus ad spiram revolutis. S/amina; filamenta quinque, interiori corollulee tubo infra laciniarium divisionem inserta. Am/hera; cylindrica, basi setis decem capillaribus decurrentibus. Ovarium; cylindraceum, subvillosum. S/yZus; filiformis exsertus. S/g- mata. duo revoluta. Semira; oblonga. Pappus; sessilis, setaceo=pilosus, dentatus. ZReceptaculum; planum, nudum, punctatum. Habitat prope Vallisoletum et la Jordana. Floret octobri et novembri. —Lex. PEREZIADERNUCTICOSA. Foliis amplexicaulibus coriaceis, reticulatis, nitidis; caule fructicoso, ramoso, multifloro; floribus corymbosis; calyce communi cilindraceo. Frutex; orgyalis alpinus. Caulis; ramosus, striatus, purpurascens. Zola; caulina, alterna ample- xicaulia, subrotunda, coriacea, reticulata, nitida, obtusa, serrata, dentibus spinosis; floralia acuta, edentata. /lores; corymbosi, confertissimi. Calyx; communis, cylindricus, imbricatus; multiflorus: squamulze ovato subcolorate, limbo lanuginoso. Corolla; radialis, rosea, composita, «equalis. Corol- lule; parve, bilabiate, trifide. Reliqua ut in precedenti. Habitat, floretque simul cum turbinata, in montibus Vallisoletanis. —Lex. —24— PEREZIA MOSCHATA. ¿AN GEN. NOV? Caule simplici; foliis alternis subimbricatis; foribus thyrsoideo-corimbosis, thyr- so composito; calicibus communibus oblongis, foliolis linearibus. Planta; 3-4 pedalis, foliis, floribusque tyrsum longissimum efformantibus. Caulis; simplex erec- tus. Zola; alterna, sessilla, subimbricata, ovata, amplificata, scarioso-membranacea, reticulata, lee- vigata, serrata, apice, dentibusque acuta; superiora sensim minora. 7%yrsus; oblongus, pedalis et ultra, corymbis florum confertissime compositus. Coxymbz; axillares, multiflori, bracteati, pedicellati, Bractee; ovato-lanceolate, rigidee, acute. Calyx; communis, oblongus, imbricatus, foliolis lineari- bus, acutis, apice reflexis. Corolla; radialis, violacea, octodecem-—flora; flosculis bilabiatis ut in ce- teris hujus ordinis. S/amina; antheris cylindraceis, setis decurrentibus. Ovarium; cylindraceum. Sty- lus; filiformis. Sigma; bipartitum. Zeceptaculum; nudum. Habitat in montibus Vallisoletanis. Floret hiberno tempore. Vernacule Cola de Zorra. —Lex. Obs. 1. Planta tota odorem fortissimum Musci spirat unde nomen. 2. Squamis calycinis non scariosis differt a Perezia: calyce oblongo non hemispheerico, cauleque non lanato a Leucheria; pap- po sessili, setisque staminum a Dolichlasio: figura denique calycis, lacinisque ipsius a Proustia. ¿An genus novum? PERDICIUM CORDATUM. Foliis cordato-oblongis, amplexicaulibus, minutissime dentatis; caule herbaceo, simplici, stricto. ' Herba; tripedalis. Cau/is; simplex, strictus, teres, glaber, atropurpureus. /o/ia; cordato-oblonga, alterna, subimbricata; inferiora ovalia; superiora acuta, membranaceo-coriacea, minutissime dentata, utrinque glabra, nervo unico intermedio crasso atropurpureo. Peduncul; terminales corimbosi. /Mlos- culi; labiati, purpurei, inodori. Habitat in montibus del Desierto Mexico viciniis, floretque novembri. —Cerv. TRIXIS MEXICANA. Caule subfruticoso, ramoso: foliis lanceolatis: floribus corymbosis. Planta; subíruticosa, tripedalis et ultra. Radix, fibrosa. Caulis; cylindricus superne alatus, ramis alternis. Zolia; alterna, lanceolata, subtus tomentosa, supra nitida, integerrima, petiolis decurrenti- bus: floralia linearia sparsa. /M/ores; terminales, corymbosi luridi, ad marcescentiam albicantes. Ca- lyx; cylindraceus, octophyllus, basi foliolis quinque linearibus patulis calyculatus. Corolla; radialis, composita: flosculi labio inferiori bifido, superiori tri-dentato. S/amina; anthera cylindrica basi setis —25— decem capillaribus. Ovarium; oblongum. Stylus; filiformis. S/igmata; duo revoluta, Receplaculum; pilosum. Semina; pappo sessili, setoso denticulatoque coronata. Habitat in urbe Vallisoleti, prope Coenobium de Cosamaluapan dictum. Floret octobri et novera- bri.—Lex. TRIXIS MICHUACANA. Caule simplici herbaceo: foliis ovatis: floribus thyrsoideis. Chenanthophora; herbacea, viscoso—resinosa, graveolens. Ztadíx. fibrillosa lutescens. Carulis; sim- plex cylindraceus, tomentosus, triquadri-pedalis, erectus. Zola; sessilia, alterna, ovata, punctata, subtus villosa: floralia gradatim minora. Z/ores; thyrso magno conico-oblongo, subpedali, ramuloso dispositi. Calyx; communis cyathiformis, prismaticus octo-phyllus; foliolis erectis; calycularibus quinque ovatis amplicatis cinctus. Corolla; composita radialis aurea; flosculis bilabiatis, lacinia in- feriori bifida, spiraliter revoluta: superiori erecta tridentata. Reliqua ut in precedenti. Habitat prope Vallisoletum. Floret januario. —Lex. SPILANTHES NITIDUS. Volubilis, foliis oppositis integris; calicibus imbricato—caliculatis; seminibus ci- liatis et biaristatis. Caulis; teres striatus, fructiculosus, volubilis. Zola; opposita, ovatolanceolata, per petiolum bre- vem decurrentia, utrinque glabra, nitida, integra, margine revoluta; adultiora, uno alterove denti- culo predita. Zaforescenfia; corimbis terminalibus et axillaribus. Calyx;de medio ad imum, foliolis ovatis argutissime ciliatis imbricatus. //ores; discoidei, tubis albo—flavescentibus, pistillis et antheris aureis. Semirza; biaristata, compressa, margine ciliata, In speciminibus siccis folia, juniora preesertim, olivaceo et etiam cuprino nitore splendentia ad- parent. Crescit in S. José del Corral ad vias in montosis; florebat martio et aprili. —Llay. CACALIA SINUATA. Foliis sinuato-pinnatifidis, pinnis lobatis, aliquantulum dentatis. Radix; fibrosa perennis. Cawls; 3-4 pedalis, teres, glaber, striatus, subnudus. olía; sinuato— pinnatifida, sinubus rotundatis, integerrimis, fere omnia radicalia, longe petiolata, petiolis amplexi- caulibus; caulina, amplexicaulia ovato-acuminata, apicibus parum dentatis remotissima, omnia gla- 6 cas 2 Ó as bra. Pinne; ad extremum trilobate, lobis uno alterove denticulo notatis. Pedunculi; paniculato— corimbosi. //ores; albo lutescentes. Habitat in montibus del Desierto de S. Angel prope Mexicum, totaque «estate floret, —Cerv. CINERARIA PINNATA. Caulis simplex; folia pinnata; calix octopartitus. Caulis; simplex orgialis. /'0/2; alterna, impari-pinnata, inferiora rachide striata bipalmari; supe- riora, palmari; foliola; etiam alterna, brevissime petiolata succulenta, sublanceolata, glabra, margine dentibus distantibus serrata. Znflorescentíia; umbellulis terminalibus. Calyx; cilindraceus, octoparti- tus, (an potius octophyllus?) laciniis acutis. Discus; flavus; 20—florus, tubis 5-dentatis. Radius; se- miflosculosus, 5 florus, concolor. Reliqua ut in genere. Crescit ad umbram in petrosis, eamque martio florentem inveni, in declivitate quee ducit ad ulti- mam cataractam fluminis Blanco. —Llav. ANTPEEMIS 1 rRESEENS: Foliis alternis, lanceolatís, tomentosis, caule suffruticoso. Suffrutex; 3-5 pedalis, ramosissimus, odoratus. /b/a; alterna, lanceolata, obtusiuscula, integra, inferne tomentosa, superne viridi-lutescentia, pube tenuissima induta, petiólis brevissimis. Peduncu- li; terminales, subcorimbosi, glabri. Calices; subeequales, foliolis ovatis. Discus; multifiorus, lutens. Radius; concolor, semiflosculis integris aut bidentatis. Receptaculum; conicum, paleis ad apicem in- z=qualiter dentatis. Frequentissima in aridis collibus de Guadalupe prope Mexicum. Floret augusto, septembri et oc- tobri. —Cerv. Folia et flores fragantissimum odorem Abrotani emulum spirant, pro quo substitui possunt in officiniis Mexicanis. ANTHEMIS SINUATA. Foliis pinnatis; foliolis sinuato-repandis; caule erecto; floribus subpaniculatis. Herba; sesquipedalis. Caulis; ramosus, teres, pubescens, leviter striatus. Zolía: alterna, pinnata, foliolis sinuato-repandis, villosis. Calyx.: polyphylus, foliolis alternis, brevioribus. Semifosculi; lutei, frequentius bidentati.. XLadíus; concolor. Palee; disci tridentati. Viget in collibus de los Remedios, San Angel, 4c., estate florens, —Cerv. —27— ' TAGETES SUBULATA. Foliis pinnatis, foliolis subulatis, floribus longissime pedunculatis. Caulis; bipedalis, ramosus, glaber. Folia; pinnata foliolis subulatis. Pedunculi; terminales, lon- gissimi, uniflori. Discus el radíus; lutei, semiflosculis obcordatis. Calices; oblongi, ventricosi, ma- culis oblongis luteis verticalibus ornati. Pappus; paleaceo-aristatus, arista una longiori. Habitat in Sanctuario de Chalma, foret hyeme. —Cerv. COREOPSIS TETRAGONA. Foliis oppositis lanceolatis serratis integrisque, caule tetragono. Radix; fibrosa. Caulis: tetragonus 3=5 pedalis, striatus, glaber, ramis oppositis, erectis. ola; op- posita lanceolata, inferiora serrata, superiora integra, utrinque glabra, petiolis brevibus subconnatis. Peduncult; terminales, longissimi, solitarii. Calyx; exterior; pubescens, viridis, foliolis linearibus ci- liatis; interior; foliolis oblongis lutescentibus. Radíus; 8—florus, semiflosculis ovatis, striatis, crena- tis, bidentatis, luteis. Dscus; concolor. Semina; oblonga, compressa, striata, biaristata. Ariste; setis brevioribus retroflexis munite. Reliqua ut in charactere generico. Frequentissima in pratis humidis et in defossibus Mexico viciniis. Floret tota estate. —Cerv. NOCCA LATIFOELA, Caule fruticoso, foliis supra basim ampliatis, acutissimis, 3—plinerviis, sub- connatis. Frutex; a radice ramosus ad altitudinem-ulnarum quatuor assurgens. Caules; teretes, pubenter scabri. ola; opposita, amplexicaulia, subconnata, prope medium ampliata, ex hoc puncto folium ovato-acutissimum representantia, membranacea, scabra; inferiora ad medium caulis majora, distan- ter breviterque dentata: superioriora; integra, parumper undulata. Pedunculi; axillares, terminales- que frequentissime tres ju extremitate ramorum, flosculis breviores, pubentes. Ca/lyx; communis 5-8 phyllus, foliolis omnibus oblongis, acuminatis, inequalibus. Zlosculi; plures discoidei, albi. Zudus; ad originem filiformis, ad medium ampliatus, tubulosus, limbo quinque dentato. Amthere; palles- centes, tenues, extra tubum. P2sf2/a; flosculis, duplo longiora. Stigmatfa : insigniter revoluta. Recep- taculum; favosum, nudum, palea una alterave, quandoque ornatum, alveolis ciliatis. Semina : oblonga, compressa, basi acutiuscula, nigra, intra calycem propium recondita. Papprs, corona duplici una intra alteram ex membrana tenui multipliciter ciliata conflatus. Habitat in horto Mexicano. Floret toto anno.—Cerv. EZ INDEX NOVORUM GENERUM. CLASSES. FAMILIA AUT AFFINITAS. MOTE. ao AER E Pd o Lo as a A SS ad Sebestenas. Morenoa IE AN AR AAA SA RA NR SA ad Convolvulaceas. Mina A EAT AR ad Convolvulaceas. Bravoa E A A o Ea Oe ad Liliaceas. Lennoa O DN a A NS A e A ad Lisimachias. Matamona Oo ras ca oi sad IN ad Cupatoreas. Rosales ON AI AS ALE ROS A ad Cupatoreas. A O a A ad Conisas. IN CA ad oa NOS los ad Anthemideas. IA O O SN IA SUN AA RS ad Verbesinas. ¡Galeana DO MERO. II ro id rd OS SE ad Heliantheas. Aldama On ARA IO TE DE ad Heliantheas. Elidalgdar. ayto ayas e e dr ad Heliantheas. E IA E NOVORUM VEGETABILIUM DESCRIPTIONES. INSPUCEM"PRODEUNT OPERA PAULLI DE: LA LLAVE ET TOANNIS LEXARZA REIP. MEXIC. CIV. FASCICULUS II. DES GIN TA DE SCRIPTLONES“COMPLEGTENS QUARUM TREDECIM TOTIDEM GENERA NOVA EXHIBENT MEXICI: APUD MARTINUM RIVERAM. ANN. DOM. M.DCCC.XXV. NES AAANIA ALS CUA pb £ Mo ; VERBINA Y OA e , e muueroh Mnjirit e AA id de . . y > TEIDE e Oy hi ceenia eto nia de amic a lib y 1 ' dis aj upmiayon io (5 ola due mulvoen EN h z qu e mud rg aula. ¡rusia aio 9 don) malito loque DR IAS abras: AREAS Ma RIO AO UN panic di su doi ¿pul ada y odos, hugá ES A De asa. IUPLOU gn Saf ' a More VEO a na TN (409 y ib ramitas irdbanib! tao vit dis 134 eiPiyiid Ñ pen url ns essa A, Galocilla'/ dlatiabostl ode , HEN Arias, Basloy sidigo y q UN y po . et: a rd > 2100991099400 oo Raga qu Ipcaihi hr : Adibod (d: ro) disiber 19 O hs: aros esta EY ura al, dolls cohigiotibana sparilliaa ri: dd ton pie; etola Sid unir dll Lig unica . ID IN 0 int: diu. do pus Adalsa más Mooalsbio domo ldimi0 19 ,amoorg maigoleronim al lo cita re Dipilos dial “mb fis ist mí E Ep ple solid tmb Al 3 : e nl : a y” ET pteiindiof gal ¿y BO TAOA , leida ) ol RARA 000 5 JA $ Por TN ¡2 E, ly 2. IQ IAE dol, Alo) ¿dea 0 k dar rola ton allas dd tom des y bh 0 +33 09 olivo ut) eyolimnia est pp pilas iesior noé ira iribrr: FRENOS aut icon stc: dis todo masa pan oprr gal; seso! rmeosalobs: peeneidan ne 3 : 0 centros by SEIS: Simao od all si q «b n abortar. pia PIM parida do aten dra hu e inc a dolio EDRNAN SIAM ' tud tidiboh bib dativo Lidia ¿sd OEA. pie s Je y PON bl picar do. 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Sed ab initio est ordiendum. Lexarza Vallisoleti Michuacanensium anno milessimo sep- tingentessimo octogessimo quinto e familia genere et opibus valenti editus est, atque initio his doctrinis, quibus ingenua pueritia impertiri solet, post vero Pe- ripateticorum Philosophix (sic enim illorum temporum conditio ferebat) deditus, nobilis inter equales «estimabatur, facillimeque condiscipulos antecellebat. Duo- decimum «etatis agebat annum, cum ad illud mexicanum Liceum translatus est, cui maxumam peperere celebritatem, et hispanus Delrio, qui summa cum laude triginta ab hinc annis mineralogiam profitetus, et Oteiza, Chovel, et Valencia mexicani, quorum primus nulli geometrarum secundus fuit, reliqui vero in scien- tia mineralogica principes, atque in odium libertatis, a Real2starum ferocia tru- cidati, academis palmam cum clarioribus triumphis conjunxere. In percelebri isto Seminario, physicis, mathematicis ac delineatorum arte decem et octo mensium spatio se exercuit, ac in certamen vocatus, Humboldtium interrogatorem habuit et laudatorem; sed scholam reliquens, nec mineralogistarum curriculo confecto, in domum revocatus, familiaribus intentus negotiis, ac studia intermittens, in- gloriam aut satis illustrem transegit adolescentiam. In vigessimo vite sus ver- sabatur anno, cum beatitatis domestice jacturee solatium queerens, iterum se ad studia revocavit: poetas et oratores avidissume perlegit, identidem historiam ad- didiscit, et musicis se dedit, in quibus ductore usus est percelebri Michuacanensi Elizaga, quem natura musicum finxit, doctrina vero ad culmen artis evexit: sic et ligata componendo oratione, et gallorum vertendo libros, et musica ludendo instrumenta, ad majora se insciente parabat, et pessundatum mcerore animum reficiebat. Adventante per id temporis amico, ab eoque in botanic.* eruditus ele- mentis, nec «eri nec fracte parcens valetudini, tan ardenter huic se contulit stu- dio, ut brevi intervallo scientissimus in re herbaria existimaretur; nec reliquas aspernabatur naturalium rerum disciplinas (una excepta mineralogía a qua ins- tinctu quodam abhorrebat) aliosque eadem vi ac constantia suscipiebat labores, quo factum est, ut paucis annis, propiis impensis, seque magistro et ductore, Mi- chuacanensium vegetantia et animantia quamplyrima collegerit ac descripserit, JUAN LEXARZA tuvo conmigo relaciones estrechas de amistad, y fué Al un colaborador muy diligente y experimentado en la obra de los fascí- 8] culos. El primero de Setiembre del año pasado murió de una terrible y dilatada en- fermedad que le agotó completamente las fuerzas, cuando su Opúsculo, intitulado Orchidianum, estaba ya en prensa, y cuando preparaba para el porvenir una nue- va série de plantas. Desapareció de entre nosotros la luz de la Botánica. El con- greso de Michoacan llora al hombre á quien conviene llamar Padre de la patria, y nosotros todos, á quienes ha llegado la noticia de un ciudadano tan ameritado, echarémos ménos por mucho tiempo un hombre semejante á éste. Mas se debe comenzar desde el principio. Lexarza nació en la ciudad de Valladolid (de Mi- choacan) tl año de 1785, de una familia noble y acomodada; y habiéndose dedi- cado primero á aquellas ciencias en que suelen instruirse los niños nobles, y despues á la Filosofía de los Peripatéticos (pues así se acostumbraba decir en . aquellos tiempos), era estimado entre sus iguales y aventajaba con suma facili- dad á sus condiscípulos. Andaba en los doce años de edad cuando fué trasladado á aquel Liceo Mexi- cano, á que dieron tan gran celebridad el español del Rio que profesa con gran renombre la mineralogía desde hace treinta años, y los mexicanos Oteiza, Cho- vel y Valencia, de los cuales el primero no tuvo en aquella época ningun rival, y los otros dos, despues de ser los de más nombradía en la ciencia mineralógica, fueron degollados por la crueldad de los realistas, á causa de su odio á la liber- tad, conquistando así una palma á la Academia con sus esclarecidos triunfos. En este celebérrimo Seminario se ejercitó por espacio de diez y ocho meses en la Física, en las Matemáticas y en el arte de la delineacion, y estando apto para el exámen fué interrogado y alabado por el baron Humboldt; mas separán- dose de la Escuela sin concluir la carrera de la mineralogía, volvió á su casa, y dedicado á los negocios de familia, interrumpidos sus estudios, pasó su juventud sin hacer progreso alguno.—Estaba ya en los veinte años de su edad, cuando, buscando el consuelo de la pérdida de su dicha doméstica, volvió á seguir los estudios: leyó con grande anhelo los poetas y oradores, aprendió de vez en cuan- do la historia, y se dedicó á la música, en todo lo cual tuvo por maestro al distin- guido michoacano Elizaga, á quien la naturaleza dotó de las cualidades propias para la música, y la enseñanza lo elevó á la cumbre del arte. De esta manera, componiendo en prosa seguida, traduciendo libros franceses y tocando instru- mentos músicos se preparaba, sin notarlo él, á mayores cosas y desahogaba su ánimo oprimido por la tristeza. a ae ejusdem ditionis Estad?sticam composuerit, ac geographicam chartam magna ex _ parte invenerit, atque industrie elaboraverit. Pulchra sunt hec, dignaque ut sum- mis prosequantur laudibus, sed pulchrius magisque gloriosum, se totum reipu- blicee conferre, salutem civium ac commoda procurare, se suaque oblivisci ut communibus consularetur rationibus; quee quidem omnia tanta animi contentione in vita Lexarza perfecit, ut potius quam vi morbi, laboris pondere obrutus ac sub- latus predicari possit. Ad hec honores non petiit cum paterent, sed ultro ei a concivibus, reipublicae- que rectoribus sponte delati sunt. Sic ter eum Vallisoletani electorem popularem constituerunt, et «eedilis factus est, et colegii provincialis VII vir ac tandem ad Supremum Michuacanensem conventum apellatus; jam vero et Tejas preefectu- ram, et honorificentissimarum legationum a secretis esse quoniam id dimittere licebat, recusavit. Militi, cum inter pueros adhuc versaretur, licet ingenii doci- litate dulcissimisque reluctantibus moribus adscriptus, ad prochiliarchi gradum mature, nec intercedente favore pervenit, tuncque uti vicarius collegio cooptatus est cui castrorum prefectura commititur, itinerariumque militare scripsit, quod summa cum laude supremus rei bellicae senatus excepit, atque probavit. Sed ante quam finem faciam, (vereor enim ne cum talis persone amplificare "velim, mi- nuam gloriam) illud unum minime pretermittendum est, quod Lexarzam maxime ornat atque commendat, quodque uno ictu quantus qualisque fuerit ostentat aper- tissime: equidem vir modestus, temperans, mitissimus, nec audaci preeditus na- tura, patri tamen agitatus amore, libertatis partes ardentissime amplexatus est, atque optimis et animosis secundatus civibus, iturbidianam apud Michuacanen- ses imperium labefactavit, funditusque evertit. Lexarza igitur prestantissimo atque incomparabili extincto cive, ¿quid aliud restat, nisi ut illius memoriam quantura in nobis sit decoremus, utque immorta- lem in fastis saltem botanica reddamus? quod profecto, ¿cui potius quam mihi, amico, collabaratori, et orchidianarum ejus iconum nature coloribus expresarum heredi aut quando magis usurpandum est, quam cum editam Stadisticam ejus vidimus, orchidianumque opusculum hoc fasciculo traditum exhibemus? Ouzx cum ita sint officio me satisfecisse «estumo, cum plantam nomini ejus nuncupo, statura proceram, floribus ornatam odoratissimis familia singularem admodum, omnibus- que numeris raram, et magnificam: etenim piramidalis funebris arboris aspectus, et luctum nastrum exprimit, et quod gloriosum illi nomen, «ternamque beatita- tem exoptamus. Mexici idibus Januarii anni M.DCCCXXV, Llegando por aquel tiempo un amigo que le instruyó en los Elementos de la Botánica, se dedicó tan apasionadamente á este estudio, sin perdonar gasto ni atender á su quebrantada salud, que en corto tiempo adquirió profundos cono- cimientos en dicha ciencia, sin descuidar por esto los demás ramos de las cien- cias naturales, excepto una, la mineralogía á la que tenia cierta aversion por ins- tinto. Emprendió asimismo con igual empeño y constancia otros trabajos, de que resultó que en pocos años, de su propio peculio, siendo él solo el maestro y la guía, reunió y describió muchísimos vegetales y animales de Michoacan, formó la Estadística de esta Jurisdiccion, levantó en gran parte la Carta Geográfica de la misma y la trabajó hábilmente. Todo esto es honroso y digno de que se alabe en gran manera; pero más hon- roso y glorioso es el haberse consagrado todo á la República, y el haber procu- rado el bien y adelantos de sus conciudadanos, olvidándose de sí mismo y de lo suyo para mirar por el bienestar comun; todo lo cual desempeñó Lexarza con tanto esfuerzo de voluntad, que más bien puede decirse que murió oprimido por el peso del trabajo que por la fuerza de la enfermedad. Demás de esto, cuando se presentaba una oportunidad para los honores, no los solicitaba, sino que le fueron ofrecidos por sus conciudadanos y por los que gobernaban la República. Así es que los habitantes de Valladolid le hicieron tres veces elector popular, fué nombrado Regidor y septenviro del Colegio Provin- cial, y por último fué llamado al Supremo Tribunal de Michoacan.—Cuando se le nombró para la Prefectura de Tejas y para Secretario de las Legaciones más honoríficas, se rehusó, puesto que estos cargos podia ó no admitirlos. Alistado en la milicia, siendo todavía niño, no obstante que á ello se oponian la suavidad de su carácter y sus costumbres tan morigeradas, pronto llegó al grado de primer Capitan, sin que en esto se le hiciera favor, y fué elegido lugarteniente por el Colegio á que está encomendada la Prefectura de los campamentos, y en esta vez escribió un Itinerario militar, que recibió y aprobó con grande elogio el Su- premo Consejo de Guerra. Mas ántes de concluir (pues temo que queriendo enaltecer los méritos de una tal persona, los disminuya), no debe de ningun modo pasarse en silencio esto que honra y recomienda sobremanera á Lexarza, y que manifiesta muy claramente de un solo golpe, cuán grande fué: ciertamente era un hombre modesto, pruden- te, de un carácter muy afable; y aunque no dotado de un natural audaz, sin em- bargo, impulsado por el amor de la patria, abrazó con grande entusiasmo el par- tido de la libertad, en lo cual fué secundado por los mejores y más valerosos ciu- dadanos, de manera que derrubió y echó completamente por tierra el imperio de Iturbide en Michoacan. Habiendo, pues, muerto Lexarza, ciudadano tan aventajado é incomparable, ¿qué otra cosa nos resta sino el que honrémos su memoria en cuanto esté de nuestra parte, y que inmortalicemos su nombre, á lo ménos en los fastos de la Botánica? ... Y á la verdad, ¿quién mejor que yo, su amigo, colaborador y here- dero de sus dibujos orquidianos, expresados con colores naturales, ha de tomar qe dE esto á su cargo, mayormente cuando he visto publicada su Estadística y presento ahora su Opúsculo Orquidiano expresado en este fascículo? Siendo esto así, creo haber cumplido con mi deber, llamando con su nombre de él una planta de ele- vada estatura, adornada con las flores más olorosas de una familia demasiado singular, rara y magnífica en todas sus circunstancias, pues el aspecto del árbol fúnebre piramidal expresa nuestro duelo, y el glorioso nombre y la eterna di- cha que le deseamos. México, á 13 de Enero de 1825. (Trad. del Dr. A. Caréaga. ) NOVORUM VEGETABILIUM DESCRIPTIONES. TRUJANOA. Pentandria monogynia. Calyx duplex. Antherz sessiles, glandulis alternantes. Fructus, lentiformis. T.. PINNATA. Arbor; mediocris et ramosa, foliis vestita alter- Semem; unicum, subcorneum, figura et mag- nis, imparipinnatis, foliolis ovatis, oppositis, bre- nitudine lenti simile, visco indutum, pellicula in viter petiolatis, integris, supra glabris, subtus pu- maturitate rubra tectum. bescentibus. Inflorescentia; spica subpinnata, spiculis alter- — nis, petiolis communibus axillaribus et termina- libus insertis. Martio florentem inveniad ripas Huehueyapan, Flores; minuti. ad S. Josephum del Corral. Calyx; duplex, exterior 3-fidus spicul:we insi- dens; interior 5—fidus. Valerio Trujano Axuchitlanensi, inter primos Corolla; penta petala, foliolis albis, erectis, mexican libertatis defensores spectatissimo, ipsi, ovatis, quod bellicis jam antea factis illustris, Huajuapan Antheree; quinque, subsessiles, glandulis 5-ru- et fame aflictam, et dura obsidione pressam, par- bris alternantes. va nec veteranorum manu, mensibus quinque Stylus; brevissimus, stigmate trifido, ovario de- tectam sustinuit, ac tandem incolumen servavit. presso. —D. LI. CASIMIROA. Pentandria monogynia. Calix quinquedentatus. Corolla quinque petala. Fila- menta receptaculo inserta. Bacca pulposa pentasperma. C. EDULIS: Arbor; ramosa et mediocris, foliis instructa Germen; heemisphericum, stigmate sessili, obs- pinnato—palmatis, foliolis 5-7-petiolatis, lanceo- cure quinque-partito. latis, glabris, integris, subvitellinis, longitudine Pericarpium; lbacca subglobosa, pulpa sapidis- 3-4-pollicaribus. sima referta, malorum fructum magnitudine ut Flores; in racemum dispositi. plurimum excedens, Calyx; brevis quinquedentatus. Semina; quinque, pollicaria, cortice vitellino Corolla; pentapetala, foliolis albescentibus, re- induta. volutis, —— Filamenta; quinque, subulata, receptaculo in- serta, corollee, subeequalia. Habitat in callidis et temperatis regionum nos- 15] trarum, flores vere emittens. /stactzapotl Mexica- norum, hispanice safpote blanco audit. In botanicorum libris, in his saltem qui ad nos pervenerunt, minime hujus plante mentio fit, quod mirum fortasse videbitur si proceritatem ejus spectemus, et suavitatem fructum, qui ubique in emporiis venditantur. Casimiro Gomez, ad Cardonal ex tribu Otto- mitarum edito, viro sobrio ac temperanti, in ge- rendo bello, promto, sagaci animosissimo, ipsi, quod a luxu abhorrens, et'se milites suos humili victu ac vestitu conservans ac ducens, exigua Ot- tomitarum manu, innumerabilia ac gloriosissima pro patriz bono gesserit.—D. Ll CALIBRACHOA. Pentandria monogynia. Habitus convolvuli. Perianthium pentaphyllum. Co- rolla monopetala, fovea excavata in lacinia inferiori. Capsula unilocularis, bivalvis. C. PROCUMBENS. Caulis; 1-2-pedalis, teres, procumbens (quan- doque repens), ramis alternis subdichotomis. Folia; alterna, oblonga, integerrima, glabra. Flores: solitarii, parvi, violacei, pedunculis fo- liis brevioribus ex dichotomia enatis. Perianthium;, pentaphyllum, foliolis linearibus, integris, erecto—patentibus, subx*qualibus, longi- tudine corollz. Corolla; monopetala, infundibuliformis, tubo teretiusculo, brevi, fauce angulata, limbo plicato quinquelobo, lobis ad medium cordato-acumi- natis, fovea excavata in lacinia inferiori, intus pa- lati instar prominenti. Filamenta; quinque, ineequalia, ad basim tubi, illoque breviora, antheris subrotundis. Germen; conicum, stilo filiformi longitudine staminum, stigmate obtuso. Capsula; conica, unilocularis, bivalvis, semini- bus plurimis, angulosis, receptaculo conicoaffixis. In arvis Mexicanis frequens. Floret tota «state. In honorem Antonii de la Cal et Bracho, horti Matritensis alumni, horti Mexicani socii, Phar- macix, Chemix et Botanices optime meriti Pro- fesoris. —Cerv. D. JULIANIA. Decandria monogynia. Perianthium pentaphyllum foliolis oblongis deciduis. Corolla pentapetala, patens. Filamenta decem subulata alterna breviora. Anthe- ree tetragonze, quadrisulcata. Ovarium globoso—pyramidatum, ad medium quin- queangulatum. Stilus brevissimus. Stigma capitato pentagonum. Capsula quin- que locularis quinquevalvis. J. CARYOPHILLATA. Frutex; elegans, 5-7 pedalis, ramosissimus. Rami; alterni, sparsi, frequentius subcymosi, antiquiores teretes, juniores parum compressi, pu- bescentes. Folía; alterna Oppositaque, ternata, rarissime digitata, foliolis nunc obovatis, nunc subspathula- tis, nunc denique oblongis, intermedia longiore, integerrima, glabra, parum ciliata, utrinque glan- dulis plurimis translucidis conspersa. Petiolí; communes longitudine foliorum, par- EAS tiales nulli, foliis simplicibus oppositis exceptis, que petiolo breviori ornantur. Pedunculi; cymosi, longissimi, paniculati, 4-6 flori, pubescentes, bracteis oblongis, acutis, cilia- tis, villosis, instructi. Calyces; corolla breviores, foliolis glandulosis, ciliatis, patentibus. Petala; ovalia, glandulosa, apice dente obliquo notata, candida, odorata. Stamina,; compressa, crasiuscula. Stylus; teres, villosus: stigma quinquestriatum, villosum. Semina; ovata, duo in singulo filamento; hac omnia in germine visa, pericarpia enim nunquam ad maturitatem perveniunt. In hortis Mexicanis magno pratio habetur, etab Indorum gentibus ad exornanda altaria diligentis- sime colitur, in emporiisque ad hoc usum magna copia venditatur. Folia masticata saporem Caryo- philli aromatici ««mulum prabent, propter quod Ferba del Clavo aut Plor de Clavo commmuniter audit. Floret tota fere «state. Obs. Genus Fagoniz affine, differt tamen ab illo, petalis, staminibus, antheris et stigmatibus. Juliano Cervantes, Vicentii filio, presbitero me- xicano, Phisice, Chemix, ac Pharmaciz cultori egregio, ipsi, quod in re herbaria versatissimus, in Mexici horto, moderatoris vices, per multos annos, summa cum laude gesserit.—D. Llay. LEONIA. Didynamia gynospermia. Habitus salviz. Perianthium monophyllum labio su- periore truncato. Corolla monopetala labiata ringens. Stamina duo superne fur- cata. Semina quatuor oblonga. £. SALVIFOLIA. Herba; pedalis, ramosa, pubescens, caule te- tragono, ramis brachiatis. Folía; cordata, crenata, rugosa, pubescentia, petiolata. Flores; eleganter rubri, per verticillos 5-6 flo- rum pedunculatos dispositi, et bracteis ovato-acu- minatis sessilibusque instructi. Perianthium; monophyllum, striatum, bilabia- tum, labio superiori truncato tridentato ascen- dente, inferiori bidentato dentibus acutissimis lon- gioribus. Corolla; monopetala, ringens, tubo brevissimo, fauce sensim ampliata, striata, subtrigona, rictu subrotundo, labio inferiori trifido, lacinia inter- media majori emarginata, superiori erecto, cari- nato, emarginato, breviori. Stamiína; duo, fauci corollee ad latus labii in- ferioris inserta, superne furcata, antheris quatuor oblongis, quarum singula in qualibet divisione filamenti. Ovarium; superum, tetragonunm, stilo filiformi, corolla longiori, stigmate trifido, lacinia inferiore majore. Habitat in Presidio de Sancta Rosa, ad Chi- guaguam. Floret vere. Genus dicatum D. lgnatio Leon ex nobilium Tlaxcaltecarum genere, et Chimalpopocarum san- guine orto, Pharmacologix et Botanices Profeso- ri, qui plurimis seminibus novorum generum et specierum in Presidio de Sancta ¿Rosa collectis, hortum Mexicanum ditavit, —Cerv. — 12 LExARZA. Monadelphia poliandra. Calix bracteolis caliculatus. Corolla 5—petala. Glans monosperma calice cincta. L. FUNEBRIS. Arbor; procera e ramis deorsum versis compac- tum conum ad terram usque productum exhibens. Altitudo coni 60 ped. Diameter basis 36 ped. Diameter trunci % ulne Circumferentia fornicis seu camerze provenientis e ramis inferioribus qui ad altitudinem trunci 6 ped. inserti alia vero ex- tremitate ad terram pertingunt, 108 ped. Folía: alterna, sublanceolata, acuminata, inte- gra, glabra, subtus ad nervorum angulos tomen- tosa, petiolo donata brevi; mediocria longitudine, 12 majora 16 pollicaris. Flores; solitarii subsessiles, suaveolentes, nunc axallis inserti, nunc ex adverso prodeuntes. Calyx; tubulosus, crassus, subcoriaceus, stria- tus, intus pilosus, limbo eroso-crenato, basi brac- teolis 2-3 caliculatus, Corolla; petala 5-linearia, albo eburnea, stylum magnitudine «*equantia, unguiculis attenuatis ca- lici eequalibus. Staminum tubus; calice duplo longior, striatus, apice 5s-crenatus, antheris hic adglomeratis, ova- tis, adpressis, margine polliniferis, Stylus; subtetragono-sulcatis, staminuam tubo paulo major stigmate capitato. Fructus; semen unicum figura et magnitudine corilliforme cortice fibroso sublignoso tectum, ca- lice ampliato jamque lignoso ad medietatem glan- dis cinctum. Habitat solitaria ad /zwcar in suburbio S. Di- daci. Claris. Reip. Preeses Guadalupe Victoria, cum adhucIII vir ad australem inter Oaxacam et Ange- lopolim plagam, publice tranquilitatis causa pro- ficisceretur, per Izucar transiens ibique funebrem Lexarzee majestatem admirans, ramum foliis flo- ribus et fructu instructum ad manus meas ut des- criptio fieret pervenire fecit; post vero, charisimus meus collega, Doctor Josephus Ignatius Luna, benemeritus izucarensis parrochus, arboris ico- nem et dimensiones missit accuratas, addens, sub magnifica hujus camera e ramis eformata inferio- ribus, indigenas primitivos, mortuos suos lugere venire, floresque ejus solitos, esse miscere pozon- qui (potus est, ex theobromate frigido confectus) quo in nuptiis et festis recreantur, ut sapidiorem reddant, ex quo fortasse, arbor vernacule Caca- hoaxochitl appellata est, quod hispanice verti po- test, Flor de Cacao. Eodem testante parrocho, nec lzucarensi ditione, nec reliquis huic vicinis, ullum aliud invenitur individuum, sed Doctor Michael Valentin Huamantlensis parrochus re- rumque naturalium observator non ignobilis Ca- cahuaxochitl descriptionem considerans, mihi as- seruit, se cum per Mistecas iter ageret, conos huic similes a longe prospexisse. Licet stipulas non viderim, tum reliqui descrip- tionis characteres, tum maxima mucilaginis copia que floribus madefactis in parte antherifera cum- mulatur cacahoaxochitl ad malvaceas revocant. —Llav. MIERIA. Polygamia equalis. Calyx, oligophyllus, pauciflorus, caliculatus. Receptaculum nudum. Pappus, paleaceus. M. VIRGATA. Caulis; bipedalis, striatus, scabriusculus, de medio ad summum ramosovirgatus. Folía; alterna; superiora simplicia, reliqua pin- nata, ut plurimum ternata, foliolis linearibus, an- gustissimis, integris, scrobiculatis. Flores; solitarii, longe pedunculati, panicula dichotoma dispositi. Calyx; turbinatus, pentaphyllus, foliolis obo- vatis, adpressis, concaviusculis, margine imbri- catis, hic rubentibus, apice membranaceo-flavi- cantibus, basi foliolis duobus ineequalibus cali- culatus. Plosculi; quinque, lutei, calici subeequales, lim- bo quinque-dentato, stylis vix exsertis, antheris inclusis. Semina; tetragona, basi attenuata, angulis non raro ciliatis, vertice paleis hyalinis brevibus coro- nato, ad angulos in aristulam desinentibus. Habitat ad colles Zacubaya et aliis in loci Mexico vicinis. Servando Theresize Mier, Mex. Universitatis Doctori, ad comitia generalia pro Regiomontana ditione Delegato, ipsi, quod scriptis nervo plenis, bellum tirannis indixerit, nec unquam, vexatus licet et ad necem persecutus, libertatis causam deseruerit,—D. Llay. RoLDANa. Polygamia superflua. Flos radiatus. Calyx, olizophyllus, «equalis, caliculatus. Radius ex ligulis remotis. Receptaculum favosum. Pappus pilosus. Z?. LOBATA. Caulis; orgyalis, ramosus, pilis obsitus, teres, subflexuosus. Folia; alterna, rotundato-lobata lobis 5-7 nunc repandis, nunc obtuse angulosis, crasiuscula, mollia, longe petiolata, superiori pagina pubes- centia, inferiori viridi-albicantia, pube subtomen- tosa. Flores; lutei, mediocres, primo adspectu dis- coidei, in racemos paniculatos ramorum extremi- tate dispositi, ac pedunculis 2-3 floris, foliolis instructis filiformibus, suffulti. Calyx; cilindricus, ex foliis 8, acutis, «equali- bus, basi foliolis 2-3 filiformibus caliculatus. Radius; ex semiflosculis constat 5-7 brevibus, erectiusculis, subcucullatis, 2-3-5-partitis, stylo erecto preelongo, stigmatibus revolutis, Discus; multiflosculosus, limbi dentibus revo- lutis, antherarum tubo preelongo, eminenter ex- serto. Receptaculum; squamoso-favosum. Pappus; dentato-pilosus, uniformis. Semina; linearia, glabra. Januario floret in horto mexicano. Eugenio Montaño et Roldan Otumbensi, inter strenuos tibertatis duces fortissimo, qui in campis Apam, postquam multoties profligaverat regis co- pias, ab lis tandem equo deficiente obsessus ac circundatus, ne animam tirannorum dimitteret arbitrio, memor pristinee virtutis, solus contra hostium agmen pugnans, usque eo se gladio de- fendit, quod plumbis confosus vitam exuit glo- riosissime; ipsi eb invictum animi robur, et pree- clara pro communi libertate gesta. —D. Ll. MONTAÑOA. Polygamia frustanea. Flos radiatus. Perianthium pentaphyllum. Pappus-o. Receptaculum, convexum, paleis vestitum hirsutissimis, semina aliquantulum in- volventibus. M. TOMENTOSA, Frutex; 5-8 pedalis, ramosissimus, ramis Op- positis, erectis, villosis, tomentosisque. Folía; inferiora cordato aut ovatotriangularia, acuta, inferne tomentosa, superne pubescentia, 5 3 A dentatosinuosa, petiolis plerumque alato=subpin- natifidis: superiora frequenter alterna ovato-oblon- va lanceolataque. Pedunculi; paniculato-corymbosi, foliis aliquot floralibus, linearibus, instructi. Flores; albi, suaveolentes, uti tota planta. Perianthium; pentaphyllum, foliolis oblongis, ineequalibus, parvis. Discus; ex flosculis tubulosis 12-14, tubo te- reti, filiformi, limbo campanulato, quinquefido, lacinis revolutis. Radíus; ex semiflosculis 4-5, oblongis, emar- vinatis, bitrique dentatis, genitalibus infoecundis. Receplaculum; parvum, convexum, paleis hir- sutis admodum, membranaceis, calycem propium mentientibus, seminaque aliquantulam amplex- antibus, instructum. , Semina; obovata, Compressa. Frequentissima ad ripas defossarum juxta Me- xicuam, ubi a naturalibus C:4uapatlí nuncupatur. Floret estate et autumno. Ludovicus Montaña angelopolitanus, virmagno ingenio, acad. mexicanee Doctor insignis, in re medica nulli apud nos secundus, rerumque na- turalium vegetantium preesertim indagator dili- gentissimus hujus memoriz novum hocce genus. —D. Cer. JALAMBICEA. Monecia hexandria. Flos masculus. Spatha diphylla, foliolis oblongis, acumi- natis, compressis, marcescentibus. Corolla hexapetala, petalis lanceolatis, tribus exterioribus parum latioribus. Filamenta sex brevissima; anthere oblonge qua- drangulares erectee sulcate. /os hermaphroditus femineus. Spatha ut in mas- culis, folio exteriore breviore. Corolla tripetala, petalis oblongis, masculinis inter- nis simillima. Filamenta sex brevissima, singula duo ad basim cujusque petali: anthere nulle. Germen inferum oblongum striatum; stili sex bipartiti; stigmata duodecim subspiralia stilis longiora. Capsula ovalis striata unilocularis. Semina plurima subrotunda pedicellata glandulis plurimis referta. 7. REPENS, Planta; aquatica, perennis, radice fibrosa, fila- mentis plurimis barbatis onusta. Caulis; repens, teres, striatus. Folía; omnia radicalia, ovata, integerrima, gla- bra, superne nitida, inferne post florescentiam preesertim gibba, vesiculis plurimis «ere distentis repleta. Pedunculi; longissimi, striati, subfistulosi, pa- rum rufescentes, supra plani, subter convexi; mas- culi communiter tres in singula spatha, altero longiore; foeminei, solitarii, longissimi, omnes radicales. Flores; albi, inodori, parvi, marcescentes ex- terne punctis rufescentibus adspersi, spatha tam florum quam foliorum oblonga, acuta, compre- sa, tenerrima, striis rufescentibus notata, cito mar- cescenti. Semina; subrotunda. parum echinata, pedicel- lis brevibus instructa, pulpaque elastico-fibrosa nidulantia. Obs. Caulis vix 2—pollicum magnitudinem at- tingit, dum novas radiculas in verticillum dispo- sitas profert, supra quas folia, spathee, floresque nunc masculi, nunc foeminei, nun utrumque sexum complectentes enascuntur. Frequentissima in defossis Mexicanis, aquam undique obtegens. Floret Junio et Julio. In honorem D. Joannis Jalambic, Medicinse et Chyrurgise Professoris, ingenuarum artium cul- toris, plantarum americanarum scrutatoris inde- fessi, funesto fato ex vivis apud nos erepti. —Cerv. ORCHIDIANUM OPUSCULUM. RINEMOSPERMEZ * SEU ORCHIDE£. (Gynand Diandr. Linn.) Character universalis ex Decandolle. (Six. For. Gall. fp. 168.) Perigonium petaloideum, ovario adherens, sexpartitum, laciniis irregularibus, 3-exterioribus, 3 interioribus, 5-superioribus florem quasi vere constituentibus, inferiore (/adelo) forma semper direc- tione seepius diversa; anthere 1-2, uni-adquadriloculares, sessiles super stylum nunc ad apicem, nunc ad latus sitse; pollen in massam agglutinatum: stylus columnaris simplex; stigma orbiculare viscosum positione varium; capsula unilocularis trivalvis tricarinata inter nervos lateraliter dehiscens; semina numerosa scobiformia receptaculis tribus mediis valvis adnatis imposita; corculum ad basim peri- spermi carnosi. EAST RINEMOSPERMAE HYPOGEAE. Secrio 1. Monandre.—Anthera loculis discretis, gynostemo longitudinaliter, adnatis. Pollinis massxe granulosee. —Herbx terrestres radicibus nunc fasciculatis, nunc tuberosis, tuberibus ovatis aut palmatis; foliis integris amplexicaulibus, floribus bracteatis spicatis. Z. NEOTTIA. Perigonium 6 partitum, laciniis 5-superioribus basi conniventibus apice liberis, labello basi ven- tricoso cucullis duobus in ovarium productis instructo: stylus acute appendiculatus: stigma termina- lis antice obliquum; anthera 2-locularis postica. 1. NEOTTIA AURANTIACA. Foliis omnibus ovatis vaginantibus; spicis oblongo-thyrsoideis; perigoniis ur- ceolatis amplificatis; labello carinato, erecto. Planta terrestris, bipedalis et ultra. —Radix tuberoso-fasciculata; tuberculis oblongis pendulis, levi tomento tectis, odorem hircinum valide emittentibus. —Caulis cylindricus teres, articulatus paululum * Semina scobiformia. — MR striatus, —Folia ovata, ampla, lineata, vaginantia, alterna: vaginule levigate, striate, ad genicula caulis superposite. —Flores spicato-terminales: spica oblonga, thyrsoidea, magna, ad spiram con- torta. —Bractee colorate membranace, extus pubescentes, magnitudine forum. —Perigonium urceo- latum, flavum sicut et bractea; tomentosum 6 fidum, tribus laciniis superioribus connexis; duabus inferioribus parum divergentibus; labello carinato, erecto, basi gibbo, concolore, extus tomentoso. Anthera lincari-sagittata, bilocularis, insidens styli parti superiori. Pollen farinaceum, glutinosum, album. —Ovarium inferum contortam. Stylus infundibuliformis, limbo oblique trifido. Stigma ca- vum, hemispheericum glutine plenum in externa tubi parte anthere opposita. Vaginula alba, linea- ris depressa, apici tubi contra antheram incumbens. —Capsula ovata, unilocularis, trivalvis, ad spi- ram disposita. Semina scobiformia. Habitat in montibus prope Vallisoletum. Floret Junio et Julio. Vernacule Cu/sís. Antiqui Mi- chuacanenses radicibus superstitiose abutebantur ad venerem concitandam. 2. MEOTTIA CINNABARINA. Foliis omnibus lanceolatis; spicis conico-thyrsoideis, compactis; perigoniis ur- ceolatis subtomentosis; labello erecto, apice reflexo. Planta bi-aut tripedalis, terrestis elegantissima. —Radix tuberculis crassioribus pendulis, fascicula- tis, fcetidis, —Caulis cylindraceus pallido-rubens, articulationibus vaginulis foliorum tectis. —Folia lanceolata, lineata, vaginantia, sensim breviora, acuta. —Flores spicati, terminales. Spica conica- Bracteze coloratee, subtomentosze, acute, perigonio breviores. —Perigo- ihyrsoidea, spiraliter torta, nium croceo-carneum, urceolatum, gracile, incurvum, parum pubesces; laciniis intus Iutescentibus approximatis, apice reflexis. Labellum concolor. —Reliqua ut in precedenti. Habitat prope Zrapaum, S. Michael del Monte; foret Augusto. —Vernacule Cuisis. 3. NEOTITA “MICHUACANA. Foltis ensiformibus nervosis; spicis secundis lanatis; perigoniis ringentibus sub- tomentosis; labello sub—hastato, venoso. Planta lanata, bipedalis, terrestris, odoratissima. —Canlis teres striatus, erectus, vaginulis foliorum omnino tectus. —Folia radicalia ensiformia, nervosa, levigata, vaginantia: caulina lanceolata, alter- na, gradatim minora.—Flores thyrsoidei, fragrantissimi, spica secunda lana argentea dense induta, dispositi. —Bractew longitudine florum, basi carnosee, amplexicaules, nervose, acuminate, marces- centes. —Perigonium luteum, ringens, extus parum tomentosum, laciniis 3-superioribus connatis, duabus lateralibus liberis, obliquis; omnibus lineis longitudinalibus nigricantibus variegatis, apice reflexis. Labellum concolor, subhastatum, carinatum, venosum, intus basi lanatum, reflexum.— Gynostemum breve. —Anthera sagittata 2-locularis postica. —Pollen farinaceum, lamellis quatuor sectum. —Ovarium contortum, extus lana tectum. Reliqua ut in Charactere generico. Habitat in provincia Michuacana, juxta Vallisolefum, preecipue versus J/esus-del-Monte. Floret Octobri. e 4. NEOTTIA SULPHUREA. Foliis radicalibus lanceolatis; spicis secundis; floribus confertis; perigoniis hiantibus tomentosis; labello acuto, intus lanuginoso, Planta sesquipedalis, tristis aspectu.—Radix tuberosofasciculata ut in congeneribus. —Canlis cy- lindricus pallido-virescens, articulatus. —Folia radicalia lanceolata, glauca, vaginantia, nervosa, ner- viis parallelis, —Squamule cauline membranacexe, amplexicaules, alterne, marcescentes. —Spica florum oblonga, secunda; floribus confertis sensu diverso contortis. —Bractese membranacez, acute, nervosezx, apice nigricantes. —Perigonium urceolatum, hians, sulphurei coloris, tomentosum:; laci- niis nerviis longitudinalibus virescentibus lineatis. —Labellum concolor tomento lanuginoso intus ad basim vestitum.—Vaginula Styli, gynostemumque brevius quam in precedentibus. Habitat simul cum ipsis; floretque mensibus autumnalibus. e NENE PabUEOSA: Foliis radicalibus lanceolatis; spicis laxis, perigoniis urceolatis papulosis; la- bello calcarato. Planta terrestris, gracillima. —Radix tuberosa, fasciculata, tuberibus pendulis sublanatis, —Caulis rubens, villosus, vix pedalis. —Folia radicalia lanceolata, lineata: caulina breviora-vaginantia. —Flo- res alterni, spica laxa dispositi, bracteis rubris suffulti, —Perigonium urceolatum, erectuam, rubrum; laciniis linearibus connatis, extus glandulis hyalinis indutis. Labellum concolor, papulosum, nec- tario vero calceiformi, ad basim tubulatum.—Anthera, gynostemumque ut in congeneribus. Habitat versus 7'202%m, prope Vallisoletum, Floret Julio. 6. NEOTTIA MICRANTHA. N. Foliis radicalibus ovatis; spicis spiralibus; floribus secundis; perigoniis hian- tibus; labello crenulato. Planta terrestris, radice tuberosa ut in precedentibus, fibrillis capillaribus ad originem caulis cir- cumdata, —Caulis fistulosus, filiformis, squamulis acutis vaginatus, —Folia radicalia ovata, basi caulem amplectentia. —Flores spicato-secundi; spica elongata spiraliter contorta. —Bractew membranacex, lineares, acuminate, —Perigonium album, laciniis tribus superioribus connatis, duabus lateralibus lanceolatis liberis. Labellum concolor, amplificatam, canaliculatum, reflexum, margine crenulato, undulato, delicatissimo. —Genitalia minuta, sicut et (lowes, disposita un in congeneribus. Habitat versus Sancta Maria et Jesus, prope Vallisoletum, floretque Aprili. Obs. WN. spirali, Pers planta afinis. L. a. N. michranta floribus carnets, labello discolore vartegato. —=4 — IZ. CRANICHTS. Perigonium resupinatum, subrigens. Labellum fornicatam. Anthera Neottise. (Pers. Ench. t. 2. P. 511.) 7"ERANICHTS"SPECIOSA: C. Monophylla; radicibus fasciculatis; caule vaginato; floribus incurvis cernuis; labello discolore. Planta terrestris, bipedalis et ultra. —Radix fasciculata, tuberculis oblongis, carnosis, subhyalinis, fcetidis. —Folium unicum radicale lanceolatum, glaucum, caulem amplectens. —Caulis teressqualidus, membranis laceratis juxta basim, filamentisque rigidis tectus.—Squamulee cauline membranacex, vaginantes acute. —Flores alterni, incurvati, bracteis lineatis precincti.—Perigonium infundibuli- forme, ringens, pallido carneum, recurvum, laciniis duabus internis brevioribus, omnibus lanceolatis basi conniventibus, ad apicem reflexis, lineis longitudinalibus rubris et ochreis alternatim dispositis variegatis. Labellum amplificatum, venosum album, venis virescentibus ramificatum, limbo undu- lato. —(Genitalia ut in Neottiis. ) —Fructus ut in precedentibus. Habitat juxta predium vulgo del-Riíncon, prope Vallisoletum. Floret Majo et Junio. —Vernacule, apud Mexicanos Atzauhíli. (V. Hernand. T. 1. p. 235. ed. Matr. De Tzauhtli aquatica. ) 8. CRANICHIS TUBULARIS. C. Aphylla; radicibus fasciculatis teretibus praemorsis: caule vaginato: floribus incurvis tubulatis; labello concolore. Planta humilis terrestris. —Radix, tuberculis crassis, fasciculatis, preemorsis, —Folia radicalia. ... (Nondum vidi in hac specie.) Caulis cylindraceus, squalidus, vaginatus squamulis foliaceo-mem- branaceis acutis. —Flores alterni, paululum incurvati, bracteolis pallescentibus cincti. —Perigonium tubulatum, pallido-carneum, hians: tubus incurvus, laciniis tribus externis subxqualibus, duabus internis angustioribus acutis, omnibus longitudine lineatis, nervosis, extus pubescentibus. Labellum ovatum, amplum, concolor, pendulum, limbo emarginato. —Genitalia basi laciniarum intime adna- ta. —Reliqua ut in Congeneribus. Habitat versus la cañada del Rincon, cum precedenti. Floretque eodem tempore. Vern. Acatlzquh- dlz, seu Tzauhtlí arundinaceum. (Hern. t. 1. p. 236 ed. Matr.) TIVA RITA Perigonium ringens, foliolo superiore fornicato. Labellum lineare, partitum aut subintegrum. Calcar breve, subinflatum, aut nullum. Anthera Orchidis. (Pers. Ench. t. z, p. 506.) e 9. SATYRIUM VALLISOLETANUM. S. Bulbis fasciculatis: foliis septemnerviis: floribus pellucidis; labello subdiviso erecto, lacinia media reflexa. Planta terrestris, scapo aphyllo. —Radix tuberosa, fasciculata, bulbis crassis oblongis, tortuosis, pendulis. —Folia radicalia ovata, lata, leevigata, septem-nervia, acumine reflexo terminata. Scapus teres, fuscus villosus, squamulis foliaceis alternis vaginatus. —Flores laxi spicati. —( Habitus Neottia:. ) Perigonium s—fidum, segmentis 3-superioribus in galeam connatis; 2-lateralibus divergentibus am- plificatis; omnibus ferrugineo-virescentibus, herbaceis, extus pellucidis. —Labellum erectum conco- lor, obscure 3-lobum, genitalia amplectens, lacinia intermedia petaloidea, albida, revoluta, tomento levi intus vestita. —Gynostemum clavatum, obtusum. Anthera postica bilocularis. Pollinis massa dux farinacex apice congglutinate. Stigma obtusum, antice excavatum. —Germen inflatum, perigo- nio majusculum.—Capsula villosa, incurva, clavata, sulcata. Semina scobiformia. Habitat prope Vallisoletum, juxta predium de Quinzéo. Floret Majo. LI VRORECATNS: Perigonium personatum, 6—partitam, supra fornicatum, labello basi calcarato; stigma convexum anticum; anthera bilocularis terminalis. (Decand. Sin. Fl. Gall. p. 168.) 10. ORCHIS ENTOMANTHA. O. Labello biglanduloso quinque partito; laciniis linearibus revolutis; calcare ovario longiore; foliis vaginantibus ovatis, quinque nerviis. Planta terrestris vix pedalis. —Bulbus solidus, subglobosus indivisus; radicule filiformes. —Caulis simplex, angulatus, erectus. —Folia ovata, rugata, alterna, vaginantia, nerviis quinque longitudina- libus. —Spica florum laxa. Flores alterni, bracteis lanceolatis, carinatis involuti.—Perigonium lac- teum, concavum, 5 fidum: tribus segmentis superioribus connatis; duobus lateralibus divergentibus acutis. —Labellum quinque-partitum, concolor, laciniis lineari-sectaceis revolutis. —Gynostemum capitatum, conico ovatum, obscure bifidum. Anthera bilocularis supra excavata. Pollinis massulee due obovate, pedicellate, lutescentes. Stigma cavum, intra duos loculos antherze hians. —Ovarium triquetrum, nonnihil contortum. Calcar, sive Nectarium longissimum, filiforme, tubulatum, intra labellum et gynostemum excavatum, duabus glandulis virescentibus versus faucem corniculi promi- nentibus. —Capsula ut in congeneribus. Habitat prope Vallisoletum; floretque Julio et Augusto. Obs. Orchidi 5 sete Michauxii planta parum affinis; characteribus plurimis sane diversa. L. a. Orchis entomantha, floribus herbaceis. —Prope Vallisoletum. V. OPARIS. Perigonium 6—partitum, segmentis patentibus, labello ecalcarato; Stigma convexum anticum:; an- thera bilocularis terminalis. (Decand. Sin. Flor. Gall. p. 170.) Ea E 11. OPHRIS MACROSTACHYA. O. Labello subrotundo concavo; segmentis perigonii patentissimis: spica flo- rum elongata. Planta terrestris, habitu gracilis. —Radix tuberosa, bulbo unico oblongo, filamentis ad basim cir- cumdata: radiculee paulo incrassatee. Folium unicum radicale ovatum, vaginans, uninerve: squamu- lee foliace basim amplectentes. —Scapus tetragonus, longissimus, erectus. Flores spicati sessiles, conferti, bracteis linearibus cincti. —Perigonium herbaceum, 5-fidum. Segmenta 3-exteriora ovata, patentia; duo lateralia angustiora lunulata. Labellum concavum subrotundum, concolor, obtuse acu- minatum. —Gynostemum brevissimum. Anthera 2-locularis ad apicem. Pollinis massulee duz mi- nutissimze. Stigma non aspectabile. --Capsula hexagona striata. Semina scobiformia. Habitat prope Jesus-del-monte, juxta Vallisoletum. Floret Augusto. Obs. Rachidem graminearum semulatur scapus post lapsum florum. L. Secrio 11. Drandre.—Anthere due distincte laterales. Pollen conglomeratum.—Herbe terres- tres, radicibus tuberosis, foliis vaginantibus integris, floribus alternis. VI. CYPRIPEDIUM. Perigonium 6-—partitum: labellum inferum maximum obtusum, inflatum, calceolatum. Stylus ap- pendiculatus. Stigma obtegens. Anthere 2-distincte laterales basi appendice lanceolato instructe, 12. CYPRIPEDIUM IRAPEANUM. C. Caule folioso; lobo styli subcordato, deflexo; labello segmentis perigonii breviore; fauce villosa auriculata. Planta terrestris, tripedalis et ultra.-—Radix tuberosa, tuberibus magnis tum ovatis, tum oblongis, pendulis. —Caulis simplex, foliosus, articulatus, tomento lanuginoso indutus. —Folia ovata, alterna, vaginantia, tomentosa, acuminata, nerviis plurimis longitudinalibus rugata: vaginule ore ciliate.— Flores axilares, penduli. —Perigonium cruciforme, segmentis ovato-lanceolatis, membranaceis, ner- voso-striatis, lutescentibus, tomentosis. Labellum duplex: primum subcordatum in formam cuculli apici gynostemi adnectitur, genitaliaque involvit: secundum majus scrotiforme, concolor, cavum, venoso—reticulatum, fauce villosum, cujus auriculee due introflexe maculis coccineis sunt variega- tee, a basi columellz ut in ceeteris Orchideis procedit. —Gynostemum clavatúm, auriculatum, carno- sum, obscure 3-gonum, auriculis antheriferis. Stigma 3-angulare, infundibuliforme, glutinosum. Anthere due hemispherics, biloculares, pedicello brevi ad auriculas gynostemi affixee. Ovarium elongatum, incurvum.—Capsula cylindracea, oblonga, obtuse hexagona, tomentosa, unilocularis, tribus placentis seminiferis linearibus. Semina scobiformia. Habitat in montibus /rapez, versus Arumbaro; floretque Augusto. —Vernac. Flor del Pelicano. RADA EARS LL RINEMOSPERMAE EPIGEAE. Anthera opercularis, bi-aut quadrilocularis terminalis. Pollinis massee cereacew.—Herbe potius terrestres, bulbis aut tuberculis extra terram prodeuntibus; fibrillis radicalibus fasciculatis, incrassatis. Secrio L. Anthera decidua, massulis quatuor divisa. VIT. CYMBIDIUM. Perigonium 6-—partitum; labellum inferum basi concavum, ecalcaratum stylo minime adnatum: stigma anticum; anthera opercularis decidua terminalis hemispheerica, 2-vel-4 locularis: pollen gra- nulosum pedicello antico adfizxum. (Decand. Sin. Fl. Gall. p. 172.) 13. CYMBIDIUM VEXILIFERUM. C. Bulbo oblongo tunicato; foliis radicalibus lanceolato-ovatis; scapo triquetro multifloro; foribus segmentis perigonii patentibus; labello vexilliformi. Planta terrestris, vix pedalis. —Radix tuberosa, 'bulbo unico oblongo tunicato, fibrillis capillaribus ad collum tecta: radiculoe simplices vermiformes. —Folia radicalia, lanceolato-ovata, nervosa, levi- gata, vaginantia. —Scapus triqueter, angulis decurrentibus, floribus spica diffusa ordinatis, cernuis. Bractex lineares acute, amplexicaules. —Perigonium herbaceo-membranaceum, luridum, segmen- tis tribus externis lato-lanceolatis, duobus internis lineari-elongatis, omnibus patentibus, marginibus revolutis. Labellum magnum, ovatum, carinatum, purpureo-fuscum, venosum, ad marcescentiam nigricans, vexillum papilionacearam emulans, limbo integerrimo. —Gynostemum conico-incurvum, antice canaliculatum, ad apicem incrassatum, auriculis duabus carnosis foveam stigmatis concluden- tibus. —Anthera opercularis caduca. Pollinis masse quatuor ovate, pedicello brevi glutinoso adfixv. Capsula prismatica oblonga, 3 valvis, Operculum petaloideum reniforme, biloculare, herbaceum. angulis acutis. Semina scobiformia. Habitat in montibus Vallisoletanis. Floret Septembri. VIT. MAXILLARTA. Perigonium quinque-fidum, segmentis subequalibus falcatis, supremo concavo. Gynostemum maxilleforme incurvatum subcalcaratum. Labellum inferne caniculatum, superne latum. Pollinis masse bipartite. (Syst. veget. Flor. Peruv, sec, cl. Swartz, p. 219.) gi 14. MAXILLARIA LILIACEA. M. Radice tuberosa; foliis ensiformibus plicatis; floribus spatha vera tectis. Planta subterrestris, liliacearum habitu. —Radix; bulbus solidus subglobosus, membranulis tectus, extra terram fere productus: radiculee breves cylindrico-flexuose fasciculatae. —Folia radicalia bina aut terna ensiformia, petiolata, longitudinaliter plicata, ad basim membranis purpurinis collum ra- dicis amplectentibus convoluta. —Scapus solidus subpedalis, erectus. Spatha membranacea mono- phylla lateraliter dehiscens ad extremitatem cinctus. Flores nivei bracteolati spica thyrsoidea elegan- tissime dispositis. Bracteolw lanceolate, ad marcescentiam ut tota planta nigricantes. —Perigonium ringens, 3-segmentis superioribus connatis, quorum duo lateralia lineis purpurinis variegata, duobus inferioribus lunulatis convergentibus eodem modo maculatis. Labellum concolor ovatum, carina- tum, ascendens, limbo integro, ad basim punctis ochreis maculatum, obscure calcaratum. —Gynos- temum clavatum, canaliculatum, incurvum, versus apicem amplificatam. Stigma subrotundum. Anthera opercularis decidua. Pollinis masse 4, lutew, reniformes, cereacex, supra foveam stigmatis adglutinate. Operculum 2-loculare, acuminatum. —Capsula pyriformis 6-gona, rudimento calcaris oblique terminata. Semina plurima scobiformia. Habitat prope Vallisoletum sub umbra arborum, aliquandove supra radices, floretque mensibus wstivis. —Vernac. Azucena del-monte.—lztactepelzacuxochitl, Icohuevo, Hern. t. 1. p. 237 ed. Matr. 15. MAXILLARIA SUPERBA. M. Radice tuberosa; foliis lato-lanceolatis rugatis, nervosis sub-petiolatis; flo- ribus thyrsoideis spatha cinctis. Planta liliacea, aspectu pulcherrima. —Radix ut in precedenti. —Folia lato-lanceolata, subpetiolata 3-nervosa, longitudinaliter rugata. —Scapus bipedalis spatha vera purpurascenti munitus. Flores thyr- soideo-spicati, lutei, maculis, punctisve coccineis variegati, bracteis membranaceis marcescentibus precincti. Reliqua ut in JZ. Jiliacea, ex qua foliis, magnitudine partium, et florum coloribus differt. Habitat in montibus prope Vallisoletum. Floret Augusto. Vernac. Azucena amarilla (Cozliczacat- zacuxochitl, seu luteo, herbaceo ac florenti Zzacuxochitl, Hernan. t. 1. pag. 237.) Sucrio II. Anthera persistens, pollinis massa bipartita. 1X. ARETHUSA. Perigonium subringens, segmentis conniventibus. Labellum ecalcaratum. Anthera opercularis persistens. Pollen pulvereo-granulatum. (Pers. Ench. t. 2. p. 512.) o 16, ARETUSA TIGRIDI/EFOLTIA. A. Subterrestris; radice tuberosa; foliis nervosis ensiformibus rugatis: scapo spatha munito. Planta liliacea, precedentium habitu.—Radix tuberculosa, bulbo externo oblongo, fibrillis pau- cis incrassatis. —Folia radicalia ensiformia, nervosa, acuta, longitudinaliter rugata, versus basim squamulis foliaceis vaginata. —Scapus pedalis teres, ad apicem spatha monophylla dehiscenti munitus. Flores alterni, squalidi, bracteis membranaceis marcescentibus suffultis. —Perigonium herbaceo-fus- cum, segmentis subxqualibus, 2-lateralibus angustioribus. Labellum trilobum albicans, lacinia in- termedia longiore, sulcata limbo purpurascenti. —Gynostemum subcompressum, brevissimum. An- thera ovata, loculis discretis, persistens, duplicatura gynostemi operculata. Pollinis masse due dis- tinctee, pulvereo-granulose. Stigma rima transversali infra antheram hians. —Capsula ignota. Habitat prope Vallisoletum. Floret Julio. EA.R:5:. LE, RINEMOSPERMAE EPIDENDRAE. Anthera opercularis bi-quadri-octo-locularis, terminalis, decidua. Pollinis massee cereacezw.— Herbx parasiticee: paucissimee terrestres aut saxatiles, £c. (Humb. nova pl. gen. et sp. tom. 1.) Secrio I. Pollinis massulee octo. Xa BLETIA. Perigonii segmenta quinque subxqualia. (duo interiora latiora) patula, oblongo-lanceolata. La- bellum ecalcaratum, cucullatum, liberum, trilobum, lobo intermedio magno. Gynostemum apterum. Anthera terminalis operculata. Pollinis massee octo cereacez.—Plante parasiticee bulbifere. Scapi multiflori, rarius uniflori. (Humb. ibidem. ) $ 1. BLETLE EPIGEZ. IA BEBTIA*PUNCIATA, B. Subterrestris, radice tuberosa; bulbis externis subrotundis; foliis lato-lan- ceolatis plicatis; floribus punctato-miniatis. Planta liliacearum habitu. —Radix; bulbi subrotundi, carnosi aut pyriformes extra tetrram produc- ti, tuberculo grumoso subterraneo adnati: radicule cylindracez fasciculatee. —Folia radicalia quatuor vel sex lato-lanceolata, longitudinaliter plicata, versus basim membranis involuta, —Scapus longus, 3-pedalis, ferrugineus, punctis rubris maculatus. Spatha membranacea monophylla lateraliter de- hiscens. Flores alterni, bracteolis acutis virescentibus cincti. —Perigonium regulare, segmentis 5-sub- zequalibus, cuneiformibus (utin Alstroemeriis) ferrugineo-virescentibus punctis purpurinis variegatis, Labellum luteum, eodem modo punctatum, trilobatum, lacinia intermedia latiore, limbo undulato. —Gynostemum carinatum, incurvum, maculis rubris lineatum. Anthera operculumque ut in con- generibus. —Capsula cylindrico-clavata, fusca. Semina scobiformia. Habitat supra arborum radices, in montibus /rapez; floretque a Junio usque ad Augustum. 18. BLETIA COCCINEA. B. Subterrestris, radice tuberosa; tuberculo horizontali pediformi; foliis ensi- formibus plicatis; floribus labello profunde emarginato. Planta potius terrestris, pedalis et ultra. Radix tuberosa, complanata solida, pediformis, fibrillis paucis cylindraceis ad calcem tuberculi fasciculatis. —Folia radicalia duo ensiformia longitudinaliter rugata, rigida, squamulis spathaceis inferne involuta. —Scapus longus, coloratus, teres, floribus al- ternis. Bracteolw breves, acuminate. —Perigonium pollicare dilute coccineum, velutinum, segmen- tis 5-subxequalibus ad basim lutescentibus. Labellum concolor 3 partitum, laciniis lateralibus con- tra gynostemum convolutis, media pendula, profunde emarginata, tribus prominentiis petaloideis plano ipsius perpendicularibus sulcata. —Gynostemum, anthera et operculum ut in congeneribus. — Capsula ignota. Hxc rarissima species habitat juxta Tzitzium, prope Vallisoletum, supra radices arborum; floret Augusto. (Tonaloxochitl, sive Tzacuxochitl altera Hernand. t. 1. p. 239 ed. Matr.) 19. BLETIA CAMPANULATA. B. Subterrestris; radice tuberosa; foliis ensiformibus nervosis, planis; floribus subcampanulatis cernuis. Planta pedalis, gracillima. —Radix solida grumosa horizontalis, fibrillis paucis fasciculatis. —Folia radicalia ensiformia, nervosa, plana, acuta, squamulis foliaceis ad basim vaginata. —Scapus pallido— virescens, erectus, fistulosus, floribus alternis, bracteolatis, cernuis. —Perigonium regulare subcam- panulatum, purpureo-violaceum, sesquipollicare, segmentis 5-lanceolatis, subeequalibus conniven- tibus; duobus internis albicantibus; 3-externis crassioribus. Labellum trilobatum, albo-violaceum, laciniis lateralibus convolutis; intermedia plana protuberantiis petaloideis longitudinaliter sulcata; limbo undulato purpurascenti. —Gynostemum apterum carnosum, incurvum, anlice canaliculatum. Anthera opercularis decidua octo-locularis. Pollinis massee 8-cereacese. Operculum petaloideum personatum. Stigma orbiculare concavum infra antheram.—Capsula oblonga hexagona. Semina scobiformia. Habitat prope Vallisoletum versus Irapseum et Acuitzium. Floret Augusto. (Tzacuxochitl, seu florida Tzautli, Hernand. t. 1. p. 238 ed. Matr.) a. Bl. campanulata, laciniis perigonii acuminatis: labello concolore miniato, —Cum illa pr. Vall. — || — $ IL. BLETIAL EPIDENDRA. 20. BLETIA GRANDIFLORA. B. Parasitica; bulbis oblongis, pyriformibus aut subrotundis; foliis lanceolatis flore minoribus; scapo uni—bifloro aut dichotomo. Planta elegantissima. —Bulbi pyriformes oblongi, aut subrotundi, crassi, bi-tri-pollicares, confer- tissimi, membranis ex basi prodeuntibus tecti: radiculee tenaces filiformes, materia alba fungosa, spongiosave indutoe. —Folia bina aut terna in singulo bulbo, lanceolata, crassa, coriacea, purpureo ferruginosa, enervia, basi scapum amplectentia, magnitudine fere florum.—Scapus cylindraceus, te- res purpureo-fuscus 1-2 florus aut dichotomus, floribus resupinatis. —Bractex membranacez ad di- chotomiam vel articulum scapum complectentes. Flos magnus spithameus, purpurinus, elegans, paululum odoratus. —Perigonium dilute purpureum, segmentis 3 esternis lanceolatis; duobus internis ovatis latioribus, lateraliter emarginatis; omnibus carnoso-venosis, subequalibus, patentissimis. La- bellum positione floris erectum, purpureo-violaceum, ad basim et medium albicans, profunde 3 partitum; laciniis lateralibus contra gynostemum convolutis, media maxima, emarginata, subcrenata, limbo undulato purpurescenti, prominentiis variis petaloideis lutescentibus sulcata, punctis coloratis diversi modo maculata. —Gynostemum ut in precedenti. Anthera opercularis, decidua. Filamenta quatuor ligulata, elastica, ex adverso latere adheerentia massulis 8—pollinis utrinque terminata. Oper- culum album, 8-loculare. Stigma sub ungula gynostemi excavatum.—Capsula oblonga, 6-gona, 3-pollicaris, angulis 3-prominentibus obtusis. Semina scobiformia lutescentia. Habitat supra truncos arborum in tota Provintia Michuacana. Floret Majo et Junio. —Vernacule Lirio, Flor de Corpus. (Ltzúmaqua inter michuacanos. ) Obs. Apud indigenas Flor de Corpus hec planta vulgare nomen obtinuit, ex eo quia solemne festum Dom. Corp. thyrsis et stratis, diversisque aliis formis floribus compositis, inter coetera leeto devotionis testimonia celebrare consueverunt. L. 21. BLETIA AUTUMNALIS. B. Parasitica, bulbis turbinatis sulcatis; foliis oblongo-lanceolatis, carinatis ar- cuatis; scapo elongato multifloro. Planta parasitica, fere precedentis habitu. —Bulbi turbinati, crassi, bipollicares et ultra, longitu- dinaliter sulcati, membranis precincti: radiculee fungosee vermiformes. —Folia bina aut terna, oblon- go-lanceolata, carinata, arcuata, crassa, coriacea, enervia, scapum basi supra bulbos amplectentia. —Scapus cylindraceus, tripedalis, purpurascens, multiflorus, bracteis membranaceis cinctus. —Flo- res alterni, pedunculati, resupinati, infundibuliformes, fragrantissimi, magnitudine duplo minores quam in precedenti specie. Reliqua ut in congeneribus. Habitat in montibus Vallisoleto vicinis. Floret tantum Autumno.—Vernacule Flor de los Santos. (Z/zumaqua, insula de Xanichu lacus Pazquarensis pulchriore. ) Obs. Species omnino aiversa a precedenti. 10] X71, ARPOPHYLUM. (Gen. novum.) CHAR. DIFFERENTIALIS. Perigonium gibbosum, segmentis subsequalibus. Labellum concavum, subrotundum.—Gynoste- mum apterum. Anthera terminalis operculata. Pollinis mass. octo, cereacexe, monadelphe, Habitus. —Planta parasitica, polypoda, non bulbifera. Scapus teres e sinu folii falcati, spatha cincti, procedens. Flores dense spicati. CHAR. NATURALIS. Perigonium 6-—partitum, segmentis 3 externis latioribus 2-internis lanceolato-linearibus; omnibus subzequalibus in gibbam inferne connatis. Labellum subrotundum concavum, rugosum, ad basim breviter calcaratum; ungula canaliculata. —Gynostemum prismaticum, erectum. Anthera opercula- ris decidua. Pollinis massule 8-solidwe, pyriformes, inter se filamentis glutinosis ligatee: manipulus liber, operculo reniformi, 4-loculare tectus. Stigma, rima transversalis infra antheram.—Ovarium cylindraceum sulcatum.—Capsula striata, in 3 valvulas lineari-lanceolatas dehiscens. Semina mi- nutissima. Afinitas. —Genus novum Dendrobo affine, sed labelli forma, et massularum pollinis numero satis diversum. LEtymologia.—A folio falcato. 22. ARPOPHYLLUM SPICATUM. Planta parasitica, bulbis destituta. —Radix lignosa, articulata, fibrillis plurimis spongiosis ex nodis prodeuntibus. —Caules cylindrico depressi, basi articulati, membranulis scariosis involuti. —Folium unicum in singulo pede, crassum, coriaceum, longissimum, canaliculatum, enerve, ad extremum brevissimi caulis scapum complectens, necnon articulatum, arcuatum vel falciforme, pagina superiori carnoso—hyalina, inferiore leevigata. —Spatha membranacea, colorata, 1-phylla, lateraliter dehiscens, liquorem glutinosum distillans. —Scapus conico-elongatus, purpurascens, teres, floribus innumeris spica cylindracea densissime conglomeratis. Flores parvi, dilute purpurini, sessiles, glutine indutis, labello concolore, operculo albicanti. Habitat juxta Arúmbaro. Floret Septembri et Octobri. (Zzauhxilofl, seu Tzauhtli spicse Maizii tenerx, Hernand. t. 1. p. 242 ed. Matr.) Obs. Falci messorum folia assimilantur. L. Secrtio II. Pollinis massulee quatuor. AID “SOBRALTA. Perigonium resupinatum. Segmenta 5-oblonga patentissima, subdeflexa, «equalia, 2-interiora pau- loangustiora. Labellum, obcordatam, fimbriatum. —Gynostemum sublineare 3-fidum canaliculatum. (Bulbi fasciculati, etc. Syst. veget. Flor. Peruv.—Pers. Ench. t. 2. p. 517.) —13= 23. SOBRALIA CITRINA. S. Bulbis turbinatis aut ovatis, membranulis albicantibus tectis; foliis oblongo- lanceolatis glaucescentibus; floribus concoloribus crassis. Planta parasitica speciosa. —Bulbi oblongo-turbinati aut ovati, membranis albicantibus tunicati, confertissimis: radiculee veriformes, spongiose. —Folia tum ovata, tum oblongo-lanceolata, condu- plicata, carnosa, glauca, enervia, levigata; bina aut terna in singulo bulbo. —Scapus teres, supra bul- bos natus ad basim squamulis distichis bracteatus uni, raro biflorus, pendulus. Flos terminalis mag- nus, odoratissimus, concolor, pulpam citrinam referens. —Perigonium carnosum, crassum luteurn, glaucescens, segmentis 5-squalibus patentissimis, 3-externis ovatis integerrimis; duobus interius angustioribus emarginatis, limbo interius crenulato. Labellum 3-lobatum, concolor, lobulo inter- medio venoso, undulato, emarginato, limbo scarioso albicanti. —Gynostemum columnare carnosum, obscure 3-quetrum, apice 3-fidum, dentibus lateralibus acutis, intermedio crassiori obtuso, anthe- ram operculatam concludentibus. Pollinismasse quatuor (*), triangulari—reniformes, cereacez, fila- mentis ligulatis lateraliter adheerentibus; libere sub operculo reniformi 4-loculare, acuminato, ca- duco.' Stigma obcordatum, glutinosum antice excavatum.—Capsula oblongo—turbinata, 6-angularis, 3 valvis. Semina scobiformia floccosa, tenuissima, utrinque acuminata. Habitat supra arbores in montibus Vallisoleto proximis. Floret Majo et Aprili (Vernacule 7a1- zinguent, inter Michuacanos: Corficoatzontecoxochitl, Hernand. t. 1. p. 240 ed. Matr.) Obs. * Numero massularum pollinis tantum a Sobraliis, (Fl. Per.) differt.—Planta Epidendro pulcherrimo. Sessé et Moc. proxima. L. X111. EPIDENDRUM. Perigonii foliola quinque patentia; labellum ecalcaratum unguiculatum; unguis cum gynostemo in tubum connatus. Anthera terminalis operculata. Pollinis massee quatuor cereaces,—Herbx pa- rasiticee, bulbifers aut caulescentes. Flores paniculati, spicati, rarius solitarii. Swartz. (Humb. nova pen etispat 115) $ I. BULBIFERA SCAPO SIMPLICI. 24. EPIDENDRUM ADENOCAULUM, (VEL GLANDULOSUM.) E. Bulbis turbinatis striatis; follis ensiformibus subternis coriaceis bulbo inna- tis; scapo simplici glanduloso; lamina labelli cordata, emarginata. Planta parasitica valde speciosa. Bulbi congesti, oblongo-turbinati, profunde rugati, membranis laceratis omnino tecti: radiculw spongios«e, vermiformes, fasciculatee. —Folia bina aut terna in sin- gulo bulbo, pedalia, ensiformia, coriacea, angusta, paululum canaliculata, acuta, superne divergen- — 14 — tia, scapum amplectentia. Scapus bi-aut=tripedalis, teres, fuscus, erectus, glandulis tota superficie punctatus; floribus alternis, raro paniculatis. Bractew membranacez, vaginantes. Pedunculi glan- dulosi. —Perigonium patentissimum, dilute violaceum, segmentis subxqualibus lineari-lanceolatis, 3-externis carinatis latioribus. Labellum concolor 3—partitum, gynostemo adnatum; laciniis latera- libus acutis columellam obvolventibus; media magna cordata, emarginata obtusa; venis purpurini— ramificatis variegata. —Gynostemum depressum, obscure trigonum, virescens, duabus auriculis pe- taloideis prope rimam stigmatis convolutis, duobusque dentibus acutis cellulam antherx concluden- tibus. Operculum carnosum, 4-loculare, bisulcum.—Reliqua un in charactere generico, —Capsula lgnota. Habitat supra arbores prope Vallisoletum. Floret Aprili. 25. EPIDENDRUM PASTORIS. (*) E. Caule repenti, bulbis in seriem ordinatis; foliis elliptico-oblongis; floribus alternis, lamina labelli cordata, acuta; pericarpiis triquetris. Planta repens, parasitica. —Caulis lignosus, articulatus, nodis membranis imbricatis, laceratis tectis. —Bulbi turbinati, oblengi, paralleli, «equidistantes, perpendiculariter una serie supra caulem ordi- nati: radicule spongiose ad articulos fasciculatee. —Folia bina; raro terna, elliptico oblonga, leeviter striata, subcoriacea, ad extremum bulborum basi scapum amplectentia. —Scapus anceps, nudus, depressus, pauciflorus. Flores alterni, pedunculati, odorem quasi Vanile suavissimum emitentes. Bracteole* membranacez, lineares. —Perigonium herbaceo-membranaceum, lutescens, patentissi- mum, segmentis 5-subrwqualibus lineari-lanceolatis, lineis longitudinalibus purpureo—fuscis, striatis, margine revolutis, acutissimis. Labellum album, ad marcescentiam vi aromatis pallens, cordatum, auriculatum, lineis purpurinis versus basim ad auriculas maculatum, lamella sulcata. —Gynostemum columnare fuscum, ad apicem 3-glandulis luteis coronatum. Anthera opercularis decidua. Pollinis masse 4. Operculum album. Stigma supra canaliculam gynostemi cavatum.—Capsula oblonga, tri- quetra, angulis acutis. Semina scobiformia. Habitat supra arbores versus Acuitztum, Undameum usque ad Arium in Provincia Michuacanensi, floretque Junio et Julio. (Amatzauhilí species vel Tzacu?l?, Hern.) * Diximus in honorem D. Joanm. Joss. Pastor Morales, amici dignissimi, in scientia Botanica valde periti. L. 26. EPIDENDRUM ADENOCARPON. E. Bulbis confertis; membranulis preecinctis; foliis lanceolatis; scapo simplici; lamina labelli subrotunda; pericarpiis cylindraceis glandulosis. Planta parasitica. Bulbi turbinati obovati, conferti, ad medium membranis transverse precincti: fibrillee radicales spongiosee.—Folia bina, lanceolata, coriacea, supra bulbos nata. —Scapus simplex bracteatus, floribus alternis, bracteis scariosis.-—Perigonium luteum patens, segmentis 5-ligulatis, paulo elongatis, obtusis, punctis linearibus purpurinis miniatis. Labellum luridum, columelle ad- —15— natum 3-partitum; laciniis lateralibus acutis; intermedia maxima subrotunda, ungula líneis rubris striata, —Capsula cylindrica 3-valvis, glandulis exterius omnino tecta. Semina scobiformía. Habitat in montibus /raper, floret Aprili. 27. EPIDENDRUM SQUALIDUM. E. Bulbis ovatis subancipitibus; foliis lanceolatis retusis; scapo simplici Ñlexuo- so; lamina labelli reniformi trisulcata. Parasitica; bulbi aggregati, ovati, subcompressi, basi squamulis scariosis tecti, tenelli glancescen- tes: radicule ut in coeteris. —Folia bina bulbis innata, lanceolata, glauca, retusa, basi scapum am- plectentia. —Scapus filiformis Ñexuosus, floribus alternis resupinatis. —Perigonium herbaceum luri- dum, extus purpurascens, segmentis 5-subwqualibus, patulis. Labellum albidum 3—partitum, laciniis lateralibus linearibus, intermedia subreniformi, emarginata, undulata, longitudinaliter 3-sulcata. — Gynostemum album: operculum luteum. Capsula ignota. Habitat in montibus prope Vallisoletum. Floret Octobri. Obs. Planta E-viridi; Pers. paulo ajfinis. 28. EPIDENDRUM CONCOLOR. E. Bulbis confertis ancipitibus monophyllis; scapo filiformi; floribus concolori- bus; lamina labelli integerrima. Planta parasitica, gracillima. —Bulbi conferti, ancipiti-lenticulares subrotundi, depressi, membra- nulis tecti: radiculee incrassatee, spongiose. —Folium unicum lato-lanceolatum, subcoriaceum, acu- tum, bulbo adnatum.—Scapus filiformis articulatus, tenellus, 5—florus, floribus alternis squamis brevissimis vaginatis. —Perigonium dilute ochro-leucum, segmentis ligulalis impunctatis, duobus internis sublinearibus. Labellum concolor, 3-partitum, striatum, laciniis lateralibus parum convo- lutis; intermedia majore, limbo integerrimo; ungula gynostemi longitudine. Pericarpium ignotum. Reliqua ut in congeneribus. Habitat supra arbores prope Vallisoletum. Floret Aprili. 29. EPIDENDRUM LIGULATUM. E. Bulbis ovatis nudis depressis; foliis lanceolatis subcoriaceis; scapo simplici erecto; lamina labelli obcordata, crenata, pericarpiis trigonis. Planta gracilis parasitica. —Bulbi ovati, nudi, depressi fasciculati: radiculis vermiformibus spongio- sis. —Folia lanceolata bulbo innata, subcoriacea, striis longitudinalibus sulcata. —Scapus filiformis, 7 RR floribus alternis resupinatis, squamulis vaginatis. —Perigonium purpureo-fuscum, segmentis ligulati. reflexis. Labellum lutescens obcordatum, punctatum, limbo subcrenato.—Capsula parva, trigonas Semina ut in congeneribus. Habitat, floretque in montibus /rapez, mense Aprili. Obs. E. adenocarpo differi fructu, sed alús notis est illo valde afinis. $ 2. BULBIFERA, SCAPO RAMOSO. 30. EPIDENDRUM MICHUACANUM. E. Bulbis pyriformibus nudis; foliis ensiformibus conduplicatis; scapo ramoso floribundo; lamina labelli reniformi biloba. Planta parasitica elatior. —Bulbi magni subgloboso-pyriformes, nudi, levigati, adolescentia folio- lis spatheeformibus tecti. —Folia terna aut quaterna ensiformi-lanceolata, pedalia et ultra, condupli- cata, levigata, glucescentia, basi scapum distiche supra bulbos vaginantia. —Scapus teres ramossisi- mus, racemis alternis, bracteis axillaribus brevissimis squamatus. Flores parvi, alterni, inodori, ra- mulis sparsi. —Perigonium dilute ochro-fuscum, segmentis quinque cuneato-lanceolatis amplificatis; duobus internis angustioribus. Labellum tripartitum albicans, lacinia media reniformi biloba.— - Capsula jgnota. Habitat in montibus Michuacanensis Provincix, et prope Vallisoletum. Floret Autumno. Obs. E. bifido Persooni ajínis, plurimis notis diversa=species. S 3» CAULESCENTIA, BULBIS DESTITUTA. ¿e BID END RUN A NLISA TUD, E. Radice tuberculosa fasciculata; caule simplici lignoso; foliis distichis; fori- bus racemosis; scapo prolifero terminali. Planta parasitica, pedalis et ultra, bulbis destituta. —Radix tuberculi cylindracei, carnosi, purpu- rini, prehensiles, extus tomentosi ad basim caulis confertim fasciculati, medulla fibrosa tenacissima, —Caules simplices, lignosi, articulati, erecti, membranulis imbricatis tecti. —Folia disticha elliptico— lanceolata, vaginantia, carnosa, enervia. —Scapus terminalis lignosus, incurvus ut plurimum prolifer, subdivisus, foliolis aut bracteis membranaceis imbricatis squamatus. Flores racemosi, conferti, lon- ge pedunculati, noctu odorem anisatum emittentes. —Perigonium stellatum patentissimum, tum ru- fidulum, tum albicans aut luridum, segmentis subequalibus margine revolutis; 3-superioribus di- vergentibus, omnibus linearibus, obtusis, aliquandove impunctatis. Labellum concolor 3-partium, apici styli adnatum, laciniis lateralibus obtusis, intermedia profunde bilobata, lobulis acutis, lamina convexa 3-lineis purpurinis ad insertionem notata. —Capsula siliqueeformis 3-valvis pedicellata. Se- mina scobiformia. Habitat supra arbores prope Vallisoletum. Floret Junio. (in testis omni tempore. ) —I7— 32. EPIDENDRUM LIGNOSUM. E. Radice tuberculosa fasciculata; caule ramoso lignoso; foliis confertis disti- chis; floribus sparsis. Planta pedalis parasitica. Radix tuberculosa precedenti simillima, tuberculis virescentibus: fibri- le vage, repentes, ad nodos caulis fasciculate.—Caules plurimi, lignosi, ramossisimi, articulati, squamosi, membranis laceratis a basi usque ad ortum foliorum omnino tecti.—Folia bina, terna, aut plurima. lineari-lanceolata, obtusa, emarginata, disticha, ad articulos conferta. Fasciculi sparci in tota planta. Scapi terminales pauciflori, in singulo fasciculo. —Perigonium herbaceum, squali- dum, punctatum, segmentis ut in specie precedenti dispositis. Labellum concolor, 3-partiturm, la- mina convexa integra, basi 3-striis purpurinis sulcata. Reliqua ut in Z. anisato. Habitat, floretque simul cum ipso in montibus Vallisolefanis supra arbores. XIV. PACHYPHYLLUM. Perigonii foliola 5-subequalia, patula, carnosa: labellum ecalcaratum, medio tuberculatum, libe- ram. —Gynostemum apicem versus alatum. Anthera terminalis operculata, €c.—Plante parasitico. Caulis foliosus. Folia disticha, carnosa, basi vaginantia. Spice axillares bracteatee. (Humb. nova gen. et sp. t. 1. fam. Orch.) 33. PACHYPHYLLUM? SCANDENS. P. Radice lignosa scandenti; caule folioso erecto; foliis ovatis vaginantibus dis- tichis; spica terminali bracteata. Planta parasitica. —Radix lignosa scandens, articulata, tuberculis vermiformibus materia albicanti indutis, ad nodos fasciculatis. —Caules articulati, foliosi, ex nodis prodeuntes, ad ortum membra- nulis vaginantibus tecti. —Folia ovata, vaginantia, disticha, crassisima, enervia, acuminata. —Scapus longissimus, terminalis, purpurinus, inferne squamatus, squamulis vaginantibus. Flores alterni, bracteati, inodori. Bractew coloratee, filiformes, revolute. —Perigonium dilute purpurinum, patu- lum, segmentis 5-ovato-lanceolatis, subcarnosis, «*qualibus, reflexis, venis longitudinalibus lineatis. Labellum concolor, ovatum, carinatum, ecalcaratum, vexilliforme; ungula albicanti, tuberculis lon- gitudinalibus striata. —Gynostemum purpureum, subtriquetrum, canaliculatum, duobus anriculis decurrentibus alatum. Stigma orbiculare. Anthera opercularis decidua. Pollinis masse* quatuor. — Capsula ignota. Habitat supra arbores Erythryn* prope HZuandacareo, oppidum Micciacanum. Floret Septembri. Obs. Numero massularum pollinis differt ¿ Pachyphyllo Humboldtii. ¿da diversi generis taímest co- leris notis, folús pracipue, valde conventat cum illo? =T8'= XV, PSITTACOGLOSUM.** (Gen. novum.) CHARACTER DIFFERENTIALIS. Perigonium subcarnosum, segmentis limbo scariosis. Labellum crassum, linguaeforme, basi tu- berculatum. Gynostemum clavatum, apterum incurvum. Anthera decidua operculata. Pollinis mas- see quatuor insequales. Capsula oblonga 6-angularis, 3-valvis. Habitus. Planta parasitica bulbifera; bulbis ancipitibus monophyllis: scapo unifloro, squamis im- bricatis vestito. CHARACTER NATURALIS. Perigonii segmentis 3-externis lanceolato-elongatis; duobus internis angustioribus incurvis, apice erectis, omnibus subcarnosis acutis, limbo scarioso; externis inferis infra labellum paulo connatis. Labellum crassum, scabrum, obscure auriculatum, ad unguem tuberculo prominenti concavo ins- tructum, linguam, palatumque psittacorum semulans. —Gynostemum clavatum, incurvum, subtri- quetrum, antice canaliculatum, ad extremitatem planum. Stigma orbiculatum. Anthera decidua, operculo 2-loculari, petaloideo mitrata. —Pollinis mass quatuor lenticulares agglutinate supra pla- num gynostemi: ex lis duo externa majora.—Capsula oblonga 6-angularis, rudimeuto gynostemi incurvi terminata. Semina scobiformia. Afinitas. Maxillarie afinis, habitu tamen satis diversa, et potius generi subsequenti proxima. Etimología. Ex verbis grace psittacum et linguam significantibus; linguam enim psittacorum la- bellum refert. 34. PSITTACOGLOSSUM ATRATUM: Planta parasilica. —Bulbi conferti, subrotundi, aut oblongi, depressi, ancipites, monophylli. —Fo- lium oblongo-lanceolatum, levigatum, integerrimum, conduplicatum. —Scapus radicalis brevis, ex- tra bulbos natus, squamulis membranaceis spatheeformibus, cuneato vaginantibus distiche imbricatis tecus. —Flos magnus atropurpureus terminalis, erectus. Labellum concolor, nigricans. Operculum album. Crescit supra arbores inter lichenes, prope /esus-del-monte. Floret vere. XVI, ALAMANTA. .,*. (Gen. nov.) CHARACTER DIFFERENTIALIS. Perigonium regulare, segmentis inferioribus basi connatis calcar referentibus. Labellum basi glan- dulosum aut tuberculatum, lamina lanceolata segmentis perigonii conformi. Gynostemum apterum —19— tricuspidatum. Anthera operculata. Pollinis mass quatuor. Capsula oblonga, hexagona, subgibbo- sa. Semina minutissima. : Habitus. Planta parasitica pumila, bulbifera. Scapi simplices multifiori. Flores pollicarez pulcher- rimi, spathelati, liliacearuam habitu. CHARACTER NATURALIS. Perigonium 6-partitum, segmentis subequalibus lanceolatis, trinervosis. Labellum segmentis con- forme, basi glandulosum aut tuberculatum: lamina lanceolata erecta. Nectarium verum tubulatum, infra labelli insertionem productum. Gynostemum carnosum subclavatum, tricuspidatum, apterum. Anthera opercularis decidua. Pollinis masse quatuor cereacez, pedicellate. —Operculum reniforme, 4-loculare. Capsula tenella, gibbosa, clavata, elongata: adulta oblonga, 6-gona, 3-costata. Semina minuta, scobiformia. Ajfínilas. Genus STENEGLOSSO Humboldtii, labelii forma tantum affine, characteribus memoratis satis diversum. Etymología. Diximus in honorem preclarissimi viri D. D. Luca Alamant, Reipublice nostre or- namenti, in Scientia Botanica maxime eruditi, nunc exterarum, interiorumque relationum publici Ministri. 35. ALAMANIA PUNICEA. Planta exigua, arboribus parasitica. Bulbilli oblongi conferti, apice bifolii, Aoriferique, membra- nis scariosis tecti: radices; vermiformes, fasciculatee, crassitudine digiti, diverso sensu contortee, intus fungosee, virescentes, extus albidxee, leevigate: fibrillee centrales filiformes. —Folia bina, raro terna in singulo bulbo, opposite sessilia, divergentia, ovata, crassa, enervia, acuminata, fusca, parum condu- plicata. —Scapus bipollicaris, coloratus, tenuis, ex apice bulbi procedens. Flores alterni, inodori, bracteolis acutis membranaceis cincti. Flores punicei, perigonio regulari. Labellum concolor, glan- dula baseos lutescenti. Gynostemum carnosum luteum. Operculum atropurpureum. Viget supra arbores in monte excelso de Quinzeo, prope Vallisoletum. Floret Aprili. 3%, Srcrio 111. Pollinis massule duz. $ L Parasitica bulbifera, scapo extra bulbos nato. AVPIETCUTTEACZINA.: 5 y (Gen. novum.) CHARACTER DIFFERENTIALIS. Perigonium carnoso-venosum, segmentis 5-subrotundis breviter ungulatis. Labellum fabellifor- me, edentatum, ungula canaliculata: lamina amplificata, rugosa biloba. —Gynostemum ventricosum tripterum. Anthera operculata decidua. Pollinis masse dux cereacex, pyriformes, cave, pedicello communi suftulte. Habitus. Planta parasitica bulbifera, pulcherima. Bulbi depressi, rugati. Folia lato-lanceolata pa- tentia, Scapus ebracteatus pendulus. => CHARACTER NATURALIS. Perigonium patentissimum, segmentis quinque subrotundis carnosis, venosis, ut plurimum irre- gularibus. Labellum amplum, ungulatum; lamina venosa, rugata, flabelliformi, biloba; limbo un- dulato; ungula canaliculata edentata. —Gynostemum ventricosum breve: auriculee tres petailodeze, sublacerate antheram, foveamque stigmatis circumdant, Anthera opercularis. Pollinis massee due pyriformes, cavee, pedicello communi canaliculato suffultee, apici gynostemi affixee. Operculum pe- taloideum, uniloculare, cucullatum. Capsula. ... Ajínitas, Certe novum genus Cyrtochilo Humboldtii, parum affine. LEtymología. Diximus in memoriam CuzHahuatzin, Reguli Iztapalapee, qui Mexicanos Hesperideos hortos maximo labore arboribus plantisque rarissimis exornare curavit, 36. CUITLAUZINA PENDULA. Planta parasitica, formosa.—Bulbi ovati, depressi, tripollicares conferti, foliiferi, ad vetustatem rugati, basi membranis induti: radiculee cylindracee spongiosz, albicantes. —Folia bina lanceolata, coriaceo membranacea, patentissima, basi supra bulbos conduplicata (unum ab altero amplexum. ) —Scapus radicalis teres, multiflorus, extra bulbos natus, bracteis destitutus, pendulus. Flores magni odoratissimi, alterni. —Perigonium candidum, aut violaceum, punctis purpurinis diversimode varie- gatum. —Labellum tum concolor, tum discolor ungula lutescenti, punctis coccineis miniata. Oper- culum ale*que candidoee. —Capsula ignota. Habitat supra arbores juxta Jesus del monte prope Vallisoletum. Floret Junio et Julio. XVH!. ODONTOGLOSSUM. Perigonii foliola quinque subequalia patentia: labellum unguiculatum, ecalcaratum; unguis gy- nostemo basi adnatus; lamina reflexa, plana, dentibus carnosis instructa, Gynostemum apice alatum. Anthera terminalis operculata, Pollimis massee duse cereacee pedicello communi suffulte. —Herbe parasiticse bulbiferse. Scapus multiflorus, Flores magni, spathellati. (Humboldt, nova gen. et sp. t. 1.) 37. ODONTOGLOSSUM CERVANTESII. O. Bulbis ovatis ancipitibus confertis; foliis solitariis lanceolatis, basi attenua- tis, bulbo innatis; scapo distiche vaginato; floribus longe pedunculatis, gynoste- mo alato. Planta parasitica, habitu gracillima, odore grata. —Bulbi ovati, carnosi, lenticulares vel ancipites, pollicares, confertissimi, monophyllii (raro diphilii); radiculee spongios:ze, vermiformes. —Folium unicum in singulo bulbo, lanceolatum, leevigatum, basi attenuato-conduplicatum, vix 4 pollicare, —2]— acuminatum, reflexum. —Scapus flexuosus extra bulbos natus, squamulis distichis spathaeformibus vaginatus. Bractesw magne membranacez, rugose, acute. —Flores alterni, longe pedunculati, pe- dunculis ad insertionem incrassatis. Perigonium subcarnosum, niveum, segmentis tribus externis lanceolatis, carinatis, angustioribus, acutis; duobus internis ovatis, latis, breviter acuminatis; omni- bus venosis, mollissimis, maculis concentricis versus basim purpurinis aut sanguineis variegatis. La- bellum concolor, ungula incrassata biloba lutescenti, dentibus duobus instructa, punctisque macu- lata; lamina nivea, cordata, nervosa, limbo undulato sublacerato. —Gynostemum columnare 3-gonum, elongatum prope rimam duabus auriculis subrotundis munitum. Stigma ovale concavum, amplifica- tum, glutinosum. Anthera opercularis decidua. Pollinis mass dux pedicellate. Operculum cucul- latum album. —Capsula ventricosa, costis non prominentibus. Semina scobiformia. Habitat in montibus prope /rapeum, foretque vere. Obs. Species omnium pulcherrima, sapientissimo Magistro D. D. Vincentio Cervantes, Botanices Professori dicata.-—L. 38. ODONTOGLOSSUM APTERUM. O. Bulbis ovatis depressis; foliis lato-lanceolatis nervosis conduplicatis; scapo tereti paucifloro; gynostemo aptero crasso. Planta preecedenti simillima. Bulbi bipollicares et ultra ancipites, di-aut-triphylli: radiculis spon- giosis.—Folia radicalia lato-lanceolata, nervosa, conduplicata, tum supra bulbos, tum extra bulbos nata scapum amplectentia, basi squamulis foliaceis preecincta. —Scapus teres pauciflorus, spathelis membranaceis vaginatus. Flores pedunculati, articulati, mollissimi. —Perigonium album; segmentis internis latioribus, maculis subrotundis purpurinis versus basim congestis variegatum. Labellum ungula carnosa bilobata, denticulis terminalibus incrassatis divergentibus; lamina petaloidea alba, limbo crenato, ad insertionem maculata. —Gynostemum columnare apice inflatum, fovea cordiformi, glutinosa aptera. Anthera preecedentis. —Capsula ignota. Habitat supra arbores juxta /rapeum, floretque Martio. 39. ODONTOGLOSSUM MACULATUM. O. Bulbis ovatis subancipitibus monophylis; foliis lanceolatis conduplicatis; scapo elongato depresso multifloro; floribus bicoloribus maculatis; lamina labelli integra cordata acuminata. Planta parasitica. —Bulbi ovati elongati, subancipites monophylli: radicule ut in ceteris parasitis. —Folium unicum in singulo bulbo, lanceolatuam, conduplicatum subcoriaceum, nerviis longitudi- nalibus. —Scapus radicalis simplex elongatus depressus, floribus alternis, inodoris, resupinatis, spa- thelatis, —Perigonium bicolor, segmentis 3-externis lanceolatis, carinatis, castaneo-fuscis, acutissimis; duobus internis ovatis amplificatis, luridis, venosis paulo brevioribus; omnibus versus basim maculis ochreis diversimode variegatis. Labellum basi carnosum bi-auriculatum, denticulis duobus incurvis, ER lamina lutescenti, cordiformi, acuminata, maculata; limbo integro Gynostemum alatum, Anthera precedentium.-—Capsula oblonga, costis parum prominentibus. Habitat supra arbores in montibus Zrapez, Jesus del monte prope Vallisoletum. Floret Martio. ' Obs. Characteribus memoratis addere possumus ut essentiales in hoc genere: 1. Segmenta interna perigonii ampliora: 2. Externa carinata acuta: 3. Gynostemum elongatum: 4. Stigma patens: 5. Sca- pus extra bulbos procedens. —L. XIX. ONCIDIUM. Perigonii foliola 5-subxwqualia, patentia; labellum maximum ecalcaratum, basi tuberculatum (eristatum), planum, liberum. Gynostemum apice alatum. Anthera terminalis operculata. Pollinis masse duze, cereacezx pedicello commun-affixe. —Herbz parasiticee, bulbifere. Scapi radicales mul- tiflori, paniculati, rarius pauci aut uniflori. —Swartz. (Humb. nova gen. t. 1.) 40. ONCIDIUM TIGRINUM. O. Bulbis ovatis ancipitibus; foliis lanceolatis bulbo innatis; scapo tereti sim- plici; floribus lamina labelli reniformi longe unguiculata. Planta parasitica, pedalis et ultra, formosissima. —Bulbi ancipites ovati, obscure hexagoni 3-—pol- licares et ultra; foliolis membranaceis ad basim convolutis: radiculse spongioso-albicantes. —Folia lanceolata, subcoriacea, levigata, bina aut terna in singulo bulbo, basi conduplicata. —Scapus bipe- dalis, cylindraceus, purpureo-—fuscus, incrassatus, extra bulbos natus; ad articulos squamulis mem- branaceis vaginatus. Flores tres, quinque, magni, alterni, speciosi, pellem tigrinam referentes, odore viole suavissimo. —Perigonium regulare patens, segmentes quinque lanceolato—ovatis lutescentibus, maculis tigrinis castaneo purpureis tota superficie variegatis; subtus carina virescenti, marginibus re- volutis. Labellum maximum luteum, immaculatum, ad ortum lobulis duobus obtusis auriculeefor- mibus; ungula convexa, margine etiam revoluto, obscure denticulata: lamina amplissima carnosa, reniformi, aut bilobata, emarginata, limbo undulato, —Gynostemum ventricosum, bi auriculatum; auriculis basi subrotundis, apice acuminatis, foveam stigmatis post fecundationem claudentibus. An- thera opercularis decidua. Pollinis masse dux pyriformes, cave, cereacex, pedicello canaliculato affixee. Operculum petaloideum, 1-loculare, cucullatum.—Capsula oblonga, 3-costata. Semina sco- biformia. Habitat in montibus /rapar prope Vallisolefum. Floret Novembri. —Vernacule ¿lor de muertos. a. O. tigrinum giganteum, scapo ramoso multifloro (Onc. altissimo Pers. afíínis.)— cum precedentr. b. O. tigrinum elatum, scapo attenuato, foribus gracillimis prope Paxacho. — "A 41. ONCIDIUM FUNEREUM. O. Bulbis subrotundis depressis congestis; foliis lanceolatis bulbo innatis; sca- po tenuissimo elongato; floribus lamina labelli convexa, emarginata. Parasitica supra arbores. —Bulbi lenticulares, subrotundi, depressi, hyalino-virescentes, vix polli- Folia lanceolata spithamea, basi conduplicata, bulbis cares, diphylli: radiculee veriformes albide. adnata. —Scapus simplex longissimus, attenuatus, bracteolis vel spathelis membranaceis brevissimis vaginatus. Flores alterni, gracillimi, longe pedunculati. —Perigonium olivaceum, segmentis sub- «equalibus patulis, miniatis, apice reflexo, Labellum carnoseum luteum, lamina convexa emargina- ta; ungula prominentiis variis, denticulisve larvata. —Gynostemum capitatum, incrassatum, breve. Reliqua ut in precedenti. —Capsula clavata, gynostemi rudimento crasso coronata, 3-valvis, obscure 6-gona. Habitat in diversis locis hujus provinciv, precipue juxta /raparm el fesus-delomonte. Floret No- vembri. Obs. Michuacanenses accole veluti ornamenta sepulchralia flores hujusce, et precedentis species, jam inde ab antiquitate, ad nostra usque tempora abhibere consueverunt, hinc non incongrue eam Jfuneream nominamus. —L. 2. O. funereum, dulbis Ó-gonts, floribus bicoloribus, peris. segmentis inferioribus divergentibus arcualis. b. O. funereum, bi Aorum, labello difformi.—Supra arbores prope Vallisoletum. 42. ONCIDIUM HYALINOBULBOM. O. Bulbis lenticularibus subhyalinis; foliis lineari-lanceolatis; scapo filiformi flexuoso; floribus insectiformibus resupinatis; lamina labelli lanceolata; gynoste- mo cuneiformi longe rostrato. Planta exigua, parasitica. —Bulbi lenticulares, subrotundi, hyalino-virescentes, punctati, confer- tissimi: radiculee spongiose filiformes. —Folia graminea lineari-lanceolata, conduplicata, bina in sin- gulo bulbo.—Scapus radicalis extra bulbos, filiformis, flexuosus, pauciflorus. Bracteolee membrana- cex. Flores resupinati. —Perigonium membranaceum, subhyalinum, segmentis 5-lanceolatis sub- zequalibus marcescentibus. Labellum maximum luteum, carnosum, 3-partitum, basi tribus auriculis tuberculosis prominentibus; lobulis lateralibus cuneatis subrotundis, intermedio ovato, acuminato, pendulo. —Gynostemum cuneiforme retroflexum. Anthera operculata. Pollinis mass dux elliptice, filamento communi lateraliter affixee. Operculum calceiforme, 1- loculare, longe rostratum.-—Capsu- la ignota. Habitat supra arbores ad 4cuzzdum. Floret vere. Obs. /stius plante fructificatio singularis differt á precedentibus. ¿An genus diversum? Cl. Humbodt. Onc. ornithorinchum, Au simillimum, hic retulu,—L. $. IL Parasitica, bulbis destituta: Scapi in sinu folii vaginati. 9 A XX. DENDROBIUM. Perigonii foliola 5 patula; lateralia exteriora cum ungue labelli connata, calcar referentia. Label- lam ecalcaratum, unguiculatum, cum gynostemo continuum; lamina articulata. Anthera terminalis operculata. Pollinis masse cereacex. A. Dendrobia parasitica Caulescentia, folio terminali solitario. Pollinis masse duz. 43. DENDROBIUM SCARIOSUM. D. Caule brevi unifolio; folio elliptico, limbo scarioso; scapis filiformibus in sinu folii congestis; segmentis externis perigonii latioribus concavis. Planta parasitica, exigua, caulibus plurimis brevisimis unifoliis; fibrillis radicalibus spongiosis al- bicantibus; filamentis crispatis é collo prodeuntibus intertextis. —Folium unicum in singulo pede, ovale aut ellipticum, carnosum, pagina superiori hyalinum, planum, enerve; limbo scarioso lutes- centi; scapus ad basim vaginans. —Spatha membranácea brevissima in sinu folii. —Scapi tres aut qua- tuor filiformes, flexuosi, paucifiori; floribus secundis bracteolis suffultis. —Périgonium segmentis 3- externis luteo virescentibus, submembranaceis concavis: duobus lateralibus planis, niveis, linea lon- gitudinali, limboque purpurascenti variegatis. Labellum 3-partitum purpureum.—Gynostemum depressum, incurvum, versus apicem amplificatum. Anthera operculata. Pollinis masse dux* obo- vatee cereacex. Operculum parvum uni-loculare. —Capsula oblongo-triquetra. Semina pulveriformia. Habitat supra arbores versus Arzmbaro, foretque Octobri et Novembri. 44. DENDROBIUM RETUSUM. D. Caule elongato unifolio; folio lanceolato retuso; scapis plurimis in sinu fo- Iii fasciculatis. Parasitica, habitu precedentis. —Folium unicum lanceolatum, carnosum, retusum, longitudinali- ter sulcatum, limbo integro revoluto.—Scapi plurimi in sinu folii fasciculati, filiformes; floribus ar- ticulatis dilute purpureo-fuscis, subcalcaratis. —Capsula ignota. Habitat in montibus Vallisoleto proximis supra arbores. Floret Januario. 45. DENDROBIUM QUADRIFIDUM. D. Caule elongato unifolio; folio cuneato-oblongo; racemis folio longioribus in sinu fasciculatis; perigonio 4—fido. Planta parasitica, caulibus plurimis aggregatis, seu polypoda. —Radices fibrillose vermiformes, spongiosx ut in ceteris orchideis. —Folium unicum in singulo pede, cuneato-oblongum carnosum, —25= ucidum, vaginans, planum, basi articulatum, limbo integerrimo. —F'lores racemosi, secundi; race- mis 2-3-5, spathella membranacea in sinu folii precinctis. Scapi longissimi articulati erecti, brac- teolis acutis brevissimis vaginati.-—Perigonium herbaceum lutescens, mollissimum, quadri-partitum, segmentis duobus externis amplificatis oppositis, apice reflexis; duobus lateralibus sublinearibus erec- tis, acutis. —Labellum 3-lobatum, carinatum, concolor; filo tenuissimo articulato-pendulum, mo- bile. —Gynostemum cylindraceum incurvum, antice planum, Fovea glutinosa ovata. Anthera oper- cularis decidua. Pollinis masse due, oblongo—pyriformes apici gynostemi adglutinate. Operculum uniloculare acuminatum. Capsula clavata 6-gona. Semina scobiformia. Habitat supra arbores versus Jesus del monte, prope Vallisoletum, Wloret Septembri. Obs. Species vere nova. lores odorem citrinum vespere expirant.—L. a AD APA" RINEMOSPERMAE MICHUACANAE, NONDUM SATIS NOTAE. I. RINEM-BULBIFERE. 46. EPIDENDRUM? TURBINATUM. E. Bulbis oblongo-turbinatis confertis, membranis laceratis preecinctis; scapo ex bulbis prodeunte; foliis lineari-lanceolatis coriaceis bulbo adnatis. Flores nondum explicati. Vidi eam supra arbores prope Arím in provincia Michuacana. 47. PACHIPHILLUM? UNIFLORUM. P. Bulbis turbinatis unifloris, segmentis perigonii subrotundis. Planta parasitica repens. —Bulbi oblongi, turbinati, graciles, foliis destituti. —Folia. . . . —Scapus 2—pollicaris, uniflorus. Flos magnus pedicello articulato. —Perigonium dilute roseum, segmentis 3-externis subrotundis; 2-internis angustis, obtusis. Labelium ovatum, dilatatum, pendulum, ad insertionem sulcatum, ungula macula purpurina notata. —Gynostemum carinatum, obtuse 3-gonum, alatum, antice punctis ochreis variegatum. Anthera operculata, decidua. Pollinis mass quatuor? — Capsula ignota. Y Vidi eam floridam mense Junio, absque foliis in via Z/rapar supra arbores. e AN 48. EPIDENDRUM? (MAYZIFOLIUM) MACROBULBON. E. Bulbis fusiformibus pedalibus, articulatis; foliis distichis, ensiformibus, tri- nerviis. Planta parasitica. —Bulbi pedales fusiformes, articulati, rugati, membranis imbricatis adolescentia tectis. —Folia 8-9 in singulo bulbo, ensiformia, disticha, 3-nervia, elongata, quodammodo Ze Maytit Habitat supra arbores, prope Zuricalo in regione calida provincise Mi- simillima. Reliqua ignota. chuacanensis. Floret. ... Obs. Hac Orchidearum peregrina species, omatum rarissima, ad hortos vallisoletanos translata, non- dum florescit. 2. RINEMOSPERME BULBIS DESTITUTA. 49. DENDROBIUM? ALOIDEUM. D. Foliis carnosis triquetris, scapo in sinu foliorum vaginato. Parasitica supra arbores prope 47m. Flores ignoti. Amatzauhtli sp.? (V. Hern. t. 1. p. 169. ed. Matrit.) 50. DENDROBIUM? BRACTEATUM. D, Caule elongato polyphyllo; foliis distiche vaginantibus linearibus; scapo terminali paucifloro, bracteis concavis subrotundis, magnitudine florum. Parasitica graminearam habitu. —Caules plurimi elongati, articulati, tenuissimi. —Folia vaginan- tia disticha, lineari-lanceolata, longissima, nervosa, apice obtusa. —Scapus terminalis brevis, incur- vus. —Flores roseii, bracteis magnis concavis alternis cincti, Habitat supra arbores, prope Paracho. Floret Octobri. Obs. Labello diftert ab Zsochylo gramini folio Humboldt. NOTA.—Por acuerdo de la Sociedad Mexicana de Historia Natural se reimprime esta obra. México, Diciembre de 1881,—Por la Comision de publicaciones, Jesus SANCHEZ. FTNTS. ÍNDICE DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO Y. Veneno de las serpientes, por Mr. Lacerda................ O: NOR SARA KK ZOOLOGÍA. PÁGINAS. * Nota sobre la concha madreperla de la Baja California, por el Sr. Dr. Jesus Sanchez... 10 El Perro.deChihuahna, por el Sr. Dr, Alfredo Dugés -. ooo ea 14 Descripciones de coleópteros indígenas, por el Sr. Dr. Eugenio Dugés.......... 17, 103 107 Trasformacion del Ajolote Mexicano en Amblistoma, por el Sr. Dr. Augusto Weisman.. 31 Anotaciones y observaciones al trabajo anterior, por el Sr. José María Velasco.......- 58 De las especies del género Bassaris, por el Prof. J. A. AlleD............ooom...o.... 99 134 Descripcion de algunos Meloideos Indígenas, por el Sr. Dr. Eugenio Dugés............ 140 Enumeracion de las especies de Mamíferos, Aves, reptiles y Batracios, observados en la parte Central y Meridional de la República Mexicana, por el Sr. F, Sumichrast, SA E IT A SS O CORTO 322 Notas acerca de una coleccion de reptiles y batracios de la parte occidental del Istmo de Tehuantepec apor el si ES UIC tae o nas oil e 268 Adiciones á la Memoria anterior, por el mismo Sr. Sumichrast.......ooooo.o.ooo.mooo.... 292 De las sensaciones y de la inteligencia en los animales.......oooooooo.. << <«ben==o-. 299 BOTÁNICA. Flórula del Departamento de Jalisco, por el Sr. Dr. Leonardo Oliva................ 88 127 Sinonimia vulgar y científica de algunas plantas silvestres y de varias que se cultivan en MéSICO PON els palos Oe aloe sia 125, 168, 215 293 Discurso sobre el estudio de la Botánica, por el Sr. Dr. J. Eleuterio Gonzalez.......... 172 Calendario Botánico del Valle de México para el año de 1879, por el Sr. M. Bárcena.... 183 Apuntes relativos á la Lennoa Cerulea (Corallophyllum), H. B. y K., por el Sr. Dr. Ma- al AM e O SS Da SR O IR IS e e: La Thevetia:tecodla y sus glucosidos, por el Sr. D. Cerda. ..oooomocnoosco renos 218 Ensayo de una clasificacion anatómica de los frutos, por el Sr. Dr. A. Dugés.......... 251 Dictámen acerca del trabajo anterior, por el Sr. Dr. Manuel M. Villada............... 254 Algo sobre microorganismos, por el Sr. Dr. A. DUgésS.......ooooooooooocororcaronano 258 Tecnología de las fibras del cáñamo y del lino, por el Sr. Dr. A. Peñafiel.............. 261 MINERALOGÍA. Observaciones sobre las pegaduras que producen las mezclas binarias de selenio, antimo- nio, plomo y bismuto, tratándolas al soplete sobre el carbon, por el Sr. Severo Navia. . T Nuevos datos acerca de la Livingstonita, por el Sr. Prof, J. W. Mallet................ Sá REVISTA CIENTÍFICA DE MÉXICO Y EL EXTRANJERO. Fauna indígena, por el Sr. Dr. Manuel María VilladQ......ooooomooorcrorncenccnnao 1 Nuevos estudios sobre la Clorofila, extractados de la Revue Scientifique, por el Sr. Dr. JOSE RAMIS A SI IS O 308 2 Agua potable y agua corrompida, por Mr. Eugene Fosfer......ocoococororonccccncn.s 5 Nuevo modo de preservar los tejidos animales y vegetales, por Mr. Wichersheimer...... 6 T PÁGINAS. Análisis de una planta indígena, por el Sr. Alberto V. AlaS..........oo.ooo.oooonono... Da Lapaina, POR ME WULLZ Sheena a e A aa o o Descubrimiento de un antiguo volcan, traduccion del Sr. Ignacio Juan Quintas Arroyo. Estudio sobre el escarabajo de las papas, por el Sr. Othon E. Baron de Brackel Welda. . Una lor narcótica portelist. DIS. CUE Hemocianinar poniclStid RAMOS. e e El plátano pones A cerrara SR Descubrimiento de óxido de Antimonio en extensos criaderos, en Sonora, por el Sr. E. AN SS eo ol O ola >. Las Bacterias y las Fermentaciones, por el Dr. €. Claus..............o0.ooooo.oooooo.. Dela influencia del aislamiento en la formacion de las especies, por el Sr. Dr. Weismann. 25 Nuevas aplicaciones de la Parafina para conservar los objetos de Historia Natural, por CNS: As Denanel. Mes e saciedad RS A SN Memoria Botánica sobre el embarbascar, ó sea la pesca por medio de las plantas veneno- sas porel... A E A A Relacion del Sr. Milne-Edwars acerca del insecto llamado animal-planta.............. Salubrificacion de terrenos pantanosoS...........oooocorooo.... A oo asimanchas pementadas de nO NS Sinonimia y distribucion geográfica de la Langosta peregrina, por el Sr. Dr. C. Berg... Calendario botánico del Valle de México (año de 1879), por el Sr. M. Bárcena.... Ja hormiga tasricola poc DS El poder muscular en los Insectos, por el AEB Revista de LODO ao a MISCELANEA. Datostrelativos al iBrodromo Landon Hidrología, por los Sres. J. D. Morales y Nicolás R. de Arellano..................... ¡Datos aerícolas, porel. ca es o O Una buena receta. El pegamento llamado Diamante. loo.ioicoococ ooo ee Utilidad práctica de la Autografía, especialmente para las publicaciones de Historia Na- A RN O A A AS O Daaos- TEME A A A Ra AAA e eat de reee AA Nuevos descubrimientos para la conservacion de los animales inferiores, por el Sr. Ed. VA Bco A A e ia lalalala do Celso elo o ess os IEA SECRETARÍA. Acta de la sesion celebrada'el:12 de Febrero de LEMA ¡Acta dela sesion del 21:de Enero de 1 A o Informe que rinde el primer Secretario de la Sociedad de los trabajos presentados en los años de. 1379, 1SSO! có danita: «ade rca t ela aftosa ge fed Sendo soc E SS CRÓNICA. Discurso pronunciado por el Prof. Mariano Bárcena al tomar posesion de la Presidencia de la Sociedad: e. o AE LL ab do 0 IIS APÉNDICE. Novorum vegetabilium descriptiones. In lucem prodeunt opera Paulli de La Llave et Joan- nis Lexarza. Reip. Mexic. CIV. Lleva foliacion separada. 8 31 149 29 TA: ATURALIEZ - PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA F SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.—Entrega 1! SUMARIO 1.—Discurso pronunciado por D. Mariano Bárcena, socio de número, al tomar posesion de la presidencia de la Sociedad. d 2.—Observaciones sobre las pegaduras que produ- cen las mezclas binarias de selenio, antimonio, plomo y bismuto, tratándolas al soplete sobre el carbon, por el Sr. Seyero Navia, socio corresponsal. s 3.—Nota sobre la concha madreperla de la Baja- California por el Sr. D. Jesus Sánchez, socio de número. 4.—El perro de Chihuahua, por el Sr. Dr. D. Al- fredo Dugés, socio corresponsal. * 5. —Deseripciones de coleópteros indígenas, por el Sr. Dr. Eugenio Dugés, socio corresponsal. 6.—Revista científica. . 7.Secretarías Acta do la sesion del 12 de Febre- ro-de 1880. MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM. 1. 1880 LA NATURALEZ PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.—Entrega 2; SUMARIO 1.—Descripciones de coleópteros indígenas, por 2.—Trasformacion del ajolote mexicano en am- el Señor Dr. Eugenio Dugés, socio corresponsal, (con- blistoma, por el Sr. Dr. Augusto Weismann, Profesor tinuacion,) de Zoología en Freiburg, Breisgau. MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM. 1, — 1880 ó% . Sl a AS E 4 UA 2 vÉRAj AS + E ; : + Li , ; qa e. NATURALEZA PERIÓDICO CIENTÍFICO: DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL - Tomo V.—_Entrega 33 : SUMARIO 1.—Trasformacion del ajolote mexicano en am- , 2. Anotaciones y observaciones al trabajo ante- blistoma, por el Sr. Dr. Augusto Weismann, Profesor rior, por el Sr. D. José M. Velasco, socio de número. “de Zoología en Freiburg, Breisgau. (Concluye.) 3. Noyorum vegetabilium descriptiones, auct. P, de La Llave et J. Lexarza. MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DESAN AGUSTIN, NUM, 1, 1880 IL A: NATURA LL PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL + Tomo V.—Entrega 45 SUMARIO 1.—Anotaciones y observaciones al trabajo del Sr. Dr. A. Weismann sobre la trasformacion del ajolote mexi- cano en amblistoma, por el Sr. J. M. Velasco, socio de número. 2.—Revista científica. 3.—Miscelánea. MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DESAN AGUSTIN, NUM. 1. += 1980 JAMITLAE AIMOTALE HA ALOE OLA AIOOA es ñ > 5 PR UR Noa , a + y >> Ñ S 4 0) : Mi Eu ] A A CA A A NA $ 1] a ELA! 2 % Ft Y 4 j > A PDA j Le An dh eri la dos rad Abed ta pato rida (¿20abi> oa a TM LA ; NATURALEZA + PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA .DE HISTORIA NATURAL Tomo V.—Entre ga 5 SUMARIO 1.—Anotaciones y observaciones ¿la Memoria del | nita, por el Sr. J, W. Malleb, socio corresponsal en Vir- Sr. Weismann, por el Sr. J. M. Velasco, sociode nú- ginia. mero. (Conclnye.) : | 3.—EFlórula del Departamento de Jalisco, escrita 2.—Algunos datos núevos acerca de la Livingsto- | en 1859, por el Dr. L. Oliva, (socio difunto.) 4,—Noyornm vegetabilinm descriptiones, por los Sres. Lallave y Lexarza, (Contimúa.) x - NOTA.—La lámina que se reparte con la presente entrega, se refiere 4 un artículo publicado en la última Revista. MÉXICO E ; IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM, 1. — 1880 dle % + Ed AIRIS NATA AE dnd pa pc "a - pu rd, e] HISTORIA DE LAS AVES DE NORTE AMERICA. Los Sres. Little, Brown « C*, tienen la satisfaccion de anunciar al público la obra original sobre las aves de Norte América, redactada por el Profesor Spencer F. Baird, secretario del ' Instituto Smithsoniano, con la colaboracion del Dr. Thomas M. Brewer, de Boston, y el Sr. roberto Ridway, de Mlinois. Hasta el año de 1827 el libro de Alexander Wilson de Ornitología americana era el único que servia de norma en esta materia. In ese mismo año Audubon comenzó su grande obra sobre las ayes de América, terminándola en 1839: apareciondo una nueva edicion, con ligeras adi- ciones, en los años de 1841 á 1844. En 1832 y 34, Nutall publicó su Manual de Ornitología. Las biografias y descripciones de es- ta obra son sustancialmente las mismas de las de Audubon. El tratado más reciente; sobre las aves de Norte América, publicado en 1858, fué escrito por el Profesor Baird; como Secretario del Instituto Smithsoniano y especialmente encargado del Museo Nacional, era de su deber ocuparse de estudiar los numerosos ejemplares de ayes colectadas por las expediciones del Gobierno, organizadas para el reconocimiento de los caminos de fierro del Pacífico, y con el gran número de especies nuevas que llegaron á4 sus manos, de los territo- rios de occidente, tuvo los materiales necesarios para volver á examinar las ayes de Norte América, y su Informe, que compone el noveno volúmen de las Séries del camino de fierro, del Pacífico, es un tratado completo de la fauna ornitológica Borcal-Americana. Esta obra, sin . embargo, está limitada á la descripcion técnica de las. familias, géneros y especies, redactada con erande minuciosidad, comprendiendo una laboriosa sinonimia y lista detallada de los ejem- plares: el todo constituye: una enciclopedia de Grnitología Americana, que sirve, desde entónces, de norma sobre esta materia. A pesar de que forma un volúmen en cuarto, de cerca de mil pá- ginas, no se tuvo la intencion de hacer de ella un Manual popular, no conteniendo, de consi- 2 euiente, nada relativo á las costumbres de las aves y sin más ilustraciones que unas cuantas figuras de las que Audubon habia dado anteriormente. "El último tratado sistemático que se ocupa de Ornitología Americana apareció en 1872 bajo el título de “Clave de las aves de Norte América,” por ol Dr. Conues, siendo un excelente suma- rio, pero sin detalles biográficos. ; "Las exploraciones de nuevas comarcas, las cuantiosas colecciones y voluminosos manuscri- tos relativos á la Ornitología adquiridos por el Instituto Smithsoniano, hacian ya necesario la publicacion de una obra de esta clase, que estuviese á la altura de los conocimientos actuales. El objeto, pues, de la obra anunciada es dar una relacion completa de las aves de todo Nor- to América y Norte" de México, arreglada conforme á los modernos sistemas de clasificacion, con descripciones en un lenguaje e claro y sencillo, excluyendo el tecnicismo que no sea de rigor y todo asunto inconducente; además, los principales sinónimos en cada especie, haciéndose la correspondiente distincion entre éstas y las variedades. Las descripciones van precedidas de tablas analíticas y sinópticas, lo que disminuy e considerablemente el trabajo de identificacion. Esta parte de la obra ha sido redactada por el Profesor Baird y Mr. Ridway, y la relativa á costumbres y especies propuestas, por el Dr. Brewer, y en su mayor parte original. La distribucion geográfica de cada especie, se halla trazada en toda América y en las demás partes del mundo, “siendo el resultado de inv estigaciones especiales. Las ilustraciones consisten: primero, en una série de perfiles para mostrar las peculiaridades de las alas, cola, pico y patas, de cada género; pero como además de estos diagramas, muy úti- les para los ornitologistas, era necesario dar una idea de la forma general de la ave, se aumenta- ron con una segunda série, en la que se representa la figura total de una especie de cada gé- nero. Además de esto, una série de láminas con uno ó más perfiles de la cabeza, muchas del tamaño natural de las distintas especies de Norte América, incluyendo la de los diferentes sexos y edades siempre que se creyó necesario para la aclaracion del texto, y dibujadas con la mayor exactitud; formándose con suayuda una idea mejor y más completa de las especies, que con otras muchas láminas coloridas que se han publicado. La mente de los autores y editores al publicar lá Nueva Historia de aves americanas, ha si- dlo presentarla bajo una forma sencilla é inteligible; revistiéndola á la vez de atractivo; de ma- nera que los principiantes en Ornitología puedan identificar con facilidad las especies y apren- der su historia completa. Las aves terrestres componen tres volúmenes en 4%, ilustrados con 593 grabados en madera y 64 láminas con figuras del tamaño natural de las distintas especies. El volúmen cuarto esti destinado á las aves Epa con suficiente número de ilustraciones, que no indica el prospecto; siendo muy superior la obra en ejecucion tipográfica, en la belleza y exactitud de los dibujos a cuantas del mismo género se han pubeneo en América, , LAA ADOAONA E TA A Hon nos NIÑA ora aii soil R cdi vléngoiaD ed Da DY ns sed aia: a RDA sea e ero onto ce AA TE ANO de OLRATO LA Job eel, pol oleo A, cli o e ul alias oa A 6 pe Si le la en 135 sb id JOLIE DN catre: PL Slip EN ntotibA eo? og enbinster biz 100 Gaby Motigo BOLT IA Sed A do 0x2] T AL? >bloosobia 1us yd e 991.80 “ñas ab Ag | ali abs pica Av ds Dip 255 po NARA hoj ; copa elle o Fei ido hato viales Eno iia: vob arobusrmos sado 2 hb 0) A rio bs Ene 1118] Eos OS $4 ' Papiol ob lo ¿uoisuloado 210 dado: A die de Ol 110 A LLO 0% dol dao LI OS | Pa e do peseta Kimi des ke vid ¿Pintdod bh ño rl odo Ss 20h alta. Dos] e ero niba, PAN nt e o el ob asma dono ol 9 e ap AAA 075 AA: dormia: > dean otero eii Ud ei . id re cie Udo eS ; j be et alos def abad . Cobb] ot penbia a 0 sg bso ee Mito rias bir a os nte ls cyrpalinos db abone hb 540 AT OMAN. ML dios pro Ral 0) ello pas esc y Mo 41 AD YY ria Lx exi Em nu RADAR 97 VIA BIOLOGIA CENTRAL-AMERICANA PUBLICADA POR F. D. GODMAN Y OSBERT SALVIN. —— SS — PROSPECTO. Bajo este título se han propuesto dar á luz una série de volúmenes en cuarto, sobre la Fauna y la Flora de México y la América-Central; es decir, de México, desde los valles del Rio Grande y el Gila, al Norte, las cinco Repúblicas Centro Americanas: Guatemala, Honduras, San Salvador, Nicaragua y Costa-Rica; Hon- duras británica, Panamá, en la República de Colombia, hasta el Istmo de Darien, al Sur. : Por espacio de veintidos años los Editores han colectado materiales para la la obra que ahora se proponen llevar á cabo. Personalmente han visitado parte de los lugares, estableciéndose en ellos por algunos años: durante todo aquel tiempo han recibido colecciones de sus corresponsales y de los naturalistas especialmente dedicados en recorrer los distritos inexplorados. De los materiales así acopiados, parte han sido retenidos por los Editores y parte distribuidos por la redaccion de la presente obra. Para aumentar los materiales citados, los mismos tienen el pro- pósito de examinar los que hayan sido colectados por otras personas, con el fin de que su trabajo sea una reseña la más completa posible de la vida animal y vegetal en aquellos lugares. La obra comprenderá dos partes, una zoológica y otra botánica. Lo relativo á zoología contendrá, en cada cuaderno, partes de diferentes asuntos, que se com- pletarán á su conclusion; el todo formará una série de volúmenes de diversos grue- sos, segun la extension de los asuntos: en. la botánica se seguirá el mismo plan. Cada parte contendrá doce pliegos, 6 96 páginas, tipo de lectura, y por térmi- no medio seis láminas litografiadas, las más iluminadas á mano en la de zoología, y solo algunas en la de botánica. Como los Editores se proponen incluir todos los materiales que lleguen á sus ma- nos en el trascurso de la publicacion, no es posible señalar con fijeza el número de cuadernos ó partes; pero creemos que no excederán de 60, equivalentes casi á 12 volúmenes de 500 páginas cada uno para la zoología, y 20 de la botánica. La obra se publicará por suscriciones; y quedarán en libertad los suscritores de recibir las dos partes ó solo una; mas de ninguna manera, solo determinados asun- tos de cada una de ellas; dando para esto, al tomar la suscricion, una responsiva de que continuarán hasta la conclusion de la obra. El precio de cada cuaderno de zoología es de 21 chelines, y de botánica 12 che- lines, 6 peniques. En México, importan los primeros $5, y los segundos $4. Aunque los Editores creen difícil que la publicacion salga con regularidad, se empeñarán en dar mensualmente un cuaderno, alternando una parte con otra. EXPLORACIÓN CIENTÍFICA DE LAS ANTILLAS PROSPECTO Las Indias Occidentales, aunque fácilmente accesibles y las primeras conocidas de la América, han quedado hasta el presente imperfectamente exploradas, habiendo sido ol- vidadas por los sabios, sobre todo en el siglo actual. Por un lado, los grandes continentes de Africa, la Nueva—Holanda y la América del Sur, han absorbido la mayor parte de las fuerzas disponibles al servicio de la Historia Natural y de la Geografía; por otro, los acontecimientos políticos, sobre todo la Revolucion de Haiti y la emancipacion de esclavos, han disminuido considerablemente las relaciones en- tre las islas y las madre—patrias de Europa. Los trabajos importantes de los siglos pasados acerca de la historia natural de las islas, por los Sres. Sloane, Plumier, Browne, Jacquin, Swartz, Vahl y otros, comparados á los de este siglo, harán aparecer á estos últimos insignificantes, y áun la grande obra de Gri- sebach sobre la Flora de las Antillas Inglesas, además de que deja ignoradas las demás, sobre todo las tres grandes islas de Ouba, Haiti y “Puerto-—Rico, es incompleta para las islas de que se ocupa, á causa de colecciones imperfectas. 'Tanto la flora y la fauna, como los minerales, especialmente de las dos grandes islas de Haiti y de Puerto-Rico, 90,000 y 11,000 kilómetros cuadrados de extension, así como tambien varias de las pequeñas Antillas, tales como la Dominica, Santa Lucía, San Vi- cente, Tóbago, la Granada y la Trinidad, nos ofrecen multitud de objetos nuevos é inte- resantes, no solo bajo el punto de vista puramente sistemático y descriptivo, sino tambien para la distribucion de las especies y sus relaciones con las condiciones geológicas de las diferentes islas. En vista de lo expuesto, ha parecido conveniente volver á comenzar, de una manera. completa, la exploracion, al presente casi interrumpida, de aquel interesante" Archipiéla- go, á fin de completar y renovar las colecciones diseminadas que existen, y formar nuevas de los ricos tesoros, en su mayor parte desconocidos, de las referidas islas. El que suscribe, que durante varios años se ha ocupado de la exploracion botánica de las Antillas, se ha propuesto organizar, bajo su direccion, una exploracion completa de las Indias Occidentales, y con especialidad de las que son ménos conocidas, é invita á parti- cipar, por medio de suscriciones, de las colecciones ya hechas, y de las que en lo de ade- lante se hagan. : La exploracion se limitará, por ahora, á la botánica en todos sus ramos (plantas dese- cadas, ejemplares de maderas, frutos y semillas, y plantas vivas), 4 la entomología (mi- crolepidópteros y coleópteros), moluscos terrestres y de agua dulce, y minerales. Las colecciones se distribuirán á los suscritores, determinadas ó numeradas, para deter- minarlas más tarde, libres de todo gasto, y á los precios abajo citados: podrán convenir, tanto á los museos privados y públicos como á los floristas, horticultores, etc. Los que desearen tomar suscriciones se servirán dirigirse al que suscribe, Ó á su corres- ponsal en Europa, el Dr. Eug. Warming, en Copenhage (Dinamarca), indicando la direc- cion, clase y número de las colecciones que se. deséen. : PRECIO DE LAS COLECCIONES: > Plantas desecadas, FanerósaMasS.... ooo... ron... 100 especies........ .. 65 fr. Id. id. CAI e ACE ala OO OS SN ON Ejemplares de maderas (corte trasversal de los troncos : 10m de largo)... on... ad E A EOI 100 ,, IA LO LA A SO NO 100 Peas Y : Plantas vivas (lista especial que se dará de tiempo en tiempo). Microlepidópteros y ColeúpteroS. ...orooororooomoo... A ISA DY Moluscos terrestres y de agua dulce............... OO o A AS: a O Minerales: ......... RO LS as le O El importe de las suscriciones se pagará al recibirse las colecciones. Baron EcGERs. . EEN Saint-Thomas.—Antillas, Pp , La yA - > he > 0% y A 4 4 10%. j 5 77 , Dro ? ” ado ies -) ss EAT sen mn is s » APARTA DI AMES IN ALA EN A ee y AAMT IS da de A F IIA eV AO ARS RA SE o A 3 s 4 r to 4 Eta Ao! > A sa Y y $ - Y ES ue A 4D ¿ AR VEA . _ IR : > ee EA piel . as ada ARAN OR Ap - El k E Ge x 4 w - Y E Ly es Á LOS SEÑORES CORRESPONSALES. Desde la entrega 1=, tomo V, de este periódico, se servirán entenderse con el Sr. D. José M. Aguilar y Ortiz, quien ha quedado encargado de su administracion; suplicandoles AGPIORO sus cuentas con el que suscribe, hasta la entrega 212 del pi IV inclusive. * Junio 30 de 1880.—MANUEL M. VILLADA. AN O DE AO TANGA POR EL PROFESOR de CON LA COLABORACION DE LOS SREs. J. DE SEYNES, J. De Lanessan, E. Mussar, W. NyLanber, E. FOURNIER, H. A. WebpEL, dc., de. ; Esta obra, escrita en francés, de la que ya tienen noticia nuestros lectores, se publica por en- tregas de diez pliegos en 4 mayor (80 páginas), y se ilustrará con cerca de 10,000 grabados en madera, intercalados en el texto, y algunas estampas iluminadas: apareciendo una cada seis se- manas, estando ya terminado el segundo tomo. Su precio, en Paris, 5 fr. entrega, en la librería Hachette. (79, Boulevard qna: Germain.) HISTORIA DE LAS PLANTAS, POR BAILLON, * CON FIGURAS. DIBUJOS POR FAGUET. En la misma librería se encuentra tambien esta obra, cuyo juicio crítico hemos publicado, tomado de un diario francés. A México han llegado ya, para la biblioteca de la Escuela Prepara- toria y del Museo Nacional. seis tomos, conteniendo cada uno de ellos algunas Monografías delas familias naturales. Su precio en Paris es de 25 fr. tomo. ; TALA ISA PRODROMUS SYSTEMATIS NATURALIS REGNI VEGETABILIS. AUCTORE: AUG. PYRAMUS DE CANDOLLE, «c., «e. “Esta importantisima obra, indispensable á todos los que se ocupan de estudios sistemáticos, forma 17 tomos publicados en 20 volúmenes en 87. Su precio á la rústica, en la libreria de G. Masson, Paris, es 280 francos, y empastados 300 francos. Del tomo VIII en adelante, se venden . volúmenes separados al precio de 12, 14, 16 y 34 francos, segun el número de páginas. El INDEx CANDOLLEANUS, conteniendo la tabla de los géneros, especies y sinónimos del Prodro- Y mus, redactado por M. Buek,.forma 4 volúmenes en 8? y se vende al precio de de francos, enla misma librería. N y / 'CONTINUACIONES AL PRODROMO MONOGRAPHIA PHANEROGAMARUM PRODROMI NUNC CONTINUATIO, 'NUNC REVISIO: AUCTORIBUS, ALPHONSO ET CASIMIR DE CANDOLLE ALJIISQUE BOTANICIS ULTRA. MEMORATIS. TOMO PRIMERO.—Un grueso volúmen en 8?, con 788 páginas y 9 láminas. PRECIO: 30 francos. G. Masson, editor, Paris. Librería de la Academia de Medicina (120, boulevard, Saint Germain.) PROSPECTO. No ignoran los botanistas los obstáculos que ham impedido lá continuacion del Prodro- mus, despues de publicado el tomo XVII. Eran demasiado graves; en particular raras veces se obtenian los manuscritos de los. NARRA autores, en el momento preciso para publicarlos en el órden que de antemano se habia fijado. Por otra parte, se han manifestado deseos que nos han hecho reflexionar, y nos hemos preguntado si no seria posible, con el concurso de nuestros amigos, dar una especie de con- tinuacion del Prodromus, bajo una forma simplificada en cuanto á la direccion, y mejo- rándola bajo el punto de vista de las exigencias actuales de la ciencia. Despues de un maduro exámen comenzamos ahora una série de Monografías, sin órden determinado de familias, y que se publicarán por volúmenes ó medios volúmenes, en épocas variables. Se dejará á los autores, como se hizo en el Prodromus, en completa libertad para expo- ner sus opiniones, y nos atendrémos ménos á la uniformidad en cuanto al modo de redac- cion y exposicion. Además, cada quien será libre de dar algunas láminas, consagradas so- bre todo á análisis Ó á detalles de anatomía, así como para redactar tambien, en lenghg vulgar, consideraciones generales sobre el grupo de que se ocupe. Estos dos puntos se considerarán, sin duda, como útiles adiciones. Al mismo tiempo, una impresion ménos condensada que la del Prodromus, y tablas de especies al fin de cada % volúmen, harán que la obra sea más fácil de consultarse. Procurarémos conseguir, y áun las redactarémos nosotros mismos, monografías de Mo- nocotiledóneas, como continuacion del Prodromus y de los icono ibabas, ya tratadas en esta obra, y que necesiten un suplemento ó una revision. La eleccion de familias depen- derá del estado de la ciencia y de la buena voluntad de los autores que quieran secun- darnos; éstos saben perfectamente que los trabajos monográficos exigen mucho tiempo y perseverancia; pero aprecian tambien su utilidad, para coordenar y completar una multi- tud de Memorias y floras, en las cuales solo se consideran ciertas cuestiones ó determina- das fracciones de los grupos más naturales. A nuestro pedido, muchos sabios distinguidos han puesto manos á la obra. El manus- crito de las Aráceas, por el Sr. Dr. Engler, que formará nuestro segundo volúmen, actual- _mente está en prensa, y otros artículos, en particular uno muy importante, está bastante adelantado. o Para estos trabajos de nuestros colaboradores, y para los nuestros, solicitamos la bene- volencia de todos los botanistas.—Esta benevolencia, que ha hecho caminar al Prodromus durante medio siglo, y 4 la que debemos tan eficaces estímulos. ALFONSO DE CANDOLLE.—CASIMIRO DE UANDOLLE. pe : El tomo 1 que acaba de publicarse, contiene: Las Esmiláceas, por A. De Candolle. Las Restiáceas, por M. Masters. Las Meliáceas, por C. De Candolle. LA NATURALIEZ PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.—_Entrega 6! SUMARIO 1.—Flórula del Departamento de Jalisco, por el 3.—Descripciones de Coleópteros indígenas, por Dr, L. Oliva, (Continúa.) el Sr. Dr. E. Dugds, socio corresponsal. 2.—De las especies del género Bassaris, por J. 4.—Revista científica. A, Allen, de los E, U: traducido por el Sr. A. Moreno, 5.—Miscelánea. socio corresponsal, MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM, 1, — 1880 LD season. omo T Y (199 e comal ld loe magod lob sia Areno a ebioOS 0903 ¿8900 A pre qe on (álunico) y OS A odo aer A O Jah esigagzs ent 90. sou 9 | pamoll A do 104 obivibar ¿93 aul ab. LA NATURA LEZ PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo v.—E ntrega 7% $ SUMARIO 1.—Descripciones de Coleópteros indígenas; por | México, dispuestas en órden alfabético, por el Sr. D. el Sr. Dr.-E. Dugés, socio corresponsal. (Continúa.) Alfonso Herrera, socio de número. (Continúa. ) 2.—Sinonimia vulgar y científica, de ilgunés 3.—Novyorum vegetabilium deseriptiones, por los plantas silvestres y de varias de las que se cultivan en Sres. Lallave y Lexarza, (Contimúa.) a MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM. 1. — 1884 LA NATURALE PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA e” SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.—Entrega Ss; er SUMARIO 1.—Flórula del Departamento de Jalisco, por el 3.—Descripcion de algunos Melóideos indígenas, Dr. L. Oliva. (Concluye.) ; ; por el Sr. Dr. Eugenio Dugés, socio corresponsal. 2.—De las especies del género Bassaris, por J. 4,—Revista científica. A, Allen, de los Estados Unidos: traducido por el Sr. 5.—Necrología. A. Moreno, socio corresponsal. (Concluye.) 6.—Secretaría: Acta de la sesion del 27 de Enero de 1881. + 'MEXICO. IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM. 1. —— 1881 NATURALEZ PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL + -+—o Tomo V.—Entrega 95 SUMARIO 1.—Descripcion de algunos Melóideos indígenas, ciedad Mexicana de Historia Natural, de los trabajos por el Sr. Dr. Eugenio Dugés, socio corresponsal. —(Con- presentados en los años de 1879 y 1850. tinuacion.) | 3.—Noyorum vegetabilium descriptiones, por los 2,.—Informe que rinde el primer Secretario de la So- | Sres. La Llaye y Lexarza.—(Continúa.) MEXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM, 1. — 1881 1 poomrtati—. 0 NE AE sordas ULA A ORAR ly nia ER Orar ó pa A na ceso Ptas wnililipsge y ADA: sH > MAA dd 7 A ad me eee TV omo E A s 1oníbad sombiala Ml ara do inubinza te ¡IAS O pd ve E otto vajar lo oBUt: Sito Set A dl .o LA ATURALE PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.—Entrega 10% SUMARIO 1.—Informe que rinde el primer Secretario de la So- | 3.—Discurso sobre el estudio de la Botánica, diri- ciedad Mexicana de Historia Natural, de los trabajos | gidoá los alumnos de la Escuela de Medicina de Mon- presentados en los años de 1879 y 1850. (Concluye.) terey, por el Dr. J. Eleuterio González, director de la 2,—Sinonimia vulgar y científica, de algunas misma Escuela. plantas silvestres y de varias de las que se cultivan en 4.—Noyorum vegetabilium descriptiones, por los México, dispuestas en órden alfabútico, por el Sr. D, Sres. La Llaye y Lexarza.—(Continuacion,) Alfonso Herrera, socio de número. (Continuacion. ) MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BaJos DESAN AGUSTIN, NUM, 1. — 1881 EIA 001 AAMTVLZ ELMODLÓA MA AAA WAOLDO *0Ll agora A aro E GARA y e YD Aoiólo ¿bob bites (a wr oiusritl E de tng es odio ano tratando ae sol als suis M sh rise dar rd dl abla . ) L-«h OO rad IIA AL E PA E , de, h O. ATA A RASO loiasd El AAA q EA RA dd alos and ardor (> ria de oda e lr aida hy ES sol wi msgid eallidaloasr muero” daaós: cell MED Y PA AA MOD rad rela AAA e robó 5 DUI e ODLZA LE | TMALAJEA OIDAZOL 14 LVZARAO Ad MIA AIUTEIA NN q > y Y " tp Y y "Y j t 4 y AN oidos mides, pidnton MUS 110 obre De ALOE ARO ds E dao A MET sde til III Liga 84 Alli 005 + A O AN ci E EA ole Pride NY wokiPsh brian: O ab omaromTl Leto le der ¿ vd; A 140) Y dalt A sob NS O EOI AN y gio ote hhbllas sl to besar e eritino eL ah 2% sapos lb viso (A Sd gogo be deidad sal e. eb crea bas a 1 eos 6-00 quavidol dee Tod pod gi y ES Mall GOrA A o role [olaa » »MEd3Í loan ob balizid Ce OLMO BAD lao: ab Da pop 20 ps 2 0 db lesigas al ya pi ye VA O 20: | odo Y ss ta dl 08 a ad lohan ns ns al rl q «ey dlimo(! braga oh all ls gbúsia ¿ATO y «li NA Pe Ade Pt “LA NATURALEZA.” Las colecciones de este periódico se venden con una notable rebaja sobre el precio de suscricion. Las personas de la capital que quieran suscribirse, se diri- girán al actual Tesorero de la Sociedad de Historia Natural, en el Museo Nacio- nal; las de los Estados pueden dirigir sus pedidos al Sr. Aguilar y Ortiz, en su librería, situada en la calle de Santo Domingo. ¡3 El precio de la entrega es de 25 centavos. ————— TALLA A OASAS_———_— ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE MEXICO. Se ha publicado ya la entrega 4* del tomo II de este importante periódico cien- tífico. Consta de 74 págs. en folio, y de 3 láminas que representan asuntos ar- queológicos de México. Contiene las materias siguientes: 1. Códice Mendozino: Ensayo de descifracion geroglífica. (Continuacion.)— 2. La Piedra del Sol. (Continuacion.)—3.” Noticias geológicas de algunos ca- minos nacionales. —4. Mitos de los Nahoas.—5.” Dos antiguos monumentos de arquitectura mexicana.—6.” Anales de Cuauhtitlan. (Continuacion.) Su precio en la capital es de 1 peso; y en los Estados, franco de porte, 1 peso 25 centavos. Se halla de venta en la Secretaría del Museo Nacional y en la librería del Se- ñor Aguilar y Ortiz, situada en la calle de Santo Domingo. JESUS SANCHEZ. Tesorero. y ee 5h CANA TA Ade y s ' aci ap. Al A al antor194 dd srisitozi ob ol: ag Ln de > de bubaigor sl 9h os ed bundos la desa a soci a DA ME: Saa ¿arado de sde «8 a ib niob leds pu + + MaS Me SAS “LA NATURALEZA.” Las colecciones de este periódico se venden con una notable rebaja so- bre el precio de suscricion. Las personas de la capital que quieran suscri- birse, se dirigirán al actual Tesorero de la Sociedad de Historia Natural, en el Museo Nacional; las de los Estados pueden dirigir sus pedidos al Sr. Aguilar y Ortiz, en su librería situada en la calle de Santo Domingo. El precio de la entrega es de 25 centavos. JESUS SANCHEZ, Tesorero. NUEVAS PLANTAS COMERCIALES CON INSTRUCCIONES PARA PROPAGARLAS CON EL MEJOR PROVECHO, y POR TOMÁS CHRISTY, T. L, S. Es bien sabido que existen numerosas plantas, especialmente en las regiones tropicales, que serian de un valor incalculable para la humanidad, si fuesen más generalmente conocidas y cul- tivadas en nuestras colonias; mas la falta de empresas comerciales en los lugares cálidos y la indolencia de los indígenas, han sido un grande obstáculo para su descubrimiento y aplicacion al comercio. El cafeto de Liberia y la diversidad de hules de la India, son una prueba de esto. Por el primero se han pedido hasta hoy precios caprichosos, siendo, además, muy escaso el sur- tido de plantas jóvenes y de semillas, hasta que mi-agente en Liberia estableció un jardin. Las mejores clases de árboles de hule de la Indía se están destruyendo, y muy pronto será preciso'establecer nuevos plantíos para reproducirlos, á fin de tener abastecidos los mercados con aquel producto; y es de primera importancia que los cultivadores sepan la mejor manera de levantar la cosecha, para obtener productos de mejor calidad; lo que más especialmente se refiere al hule, pues muy pocos artículos llegan tan adulterados á los mercados como éste. Las ventajas que se obtienen con el cultivo, lo demuestra claramente la grande estimacion que: tiene la quina de Java, la cual se cotiza á un precio tres ó cuatro veces mayor que la de los bos- ques de Sud América. Con el fin de extender el cultivo de plantas valiosas para la agricultura, la horticultura, medicina y las artes textiles, he hecho arreglos, para obtener en cantidades sufi- cientes y en las mejores condiciones de crecimiento, las nuevas plantas que de tiempo en tiempo se descubren, colocándolas de esta manera, bajo una base verdaderamente comercial. Mis agen- tes en el Brasil, Liberia, Sierra Leona, Mozambique, Natal, Guyana británica, Fiji y otros va- rios lugares, tienen encargo de formar : jardines, colectar:semillas, propagar plantas en su cli- má natal y al aire libre, para remitirlas directamente á los puertos donde se soliciten. Me he propuesto dar, además, de vez en cuando, los informes más completos que se puedan obtener de los mejores métodos de cultivo y de otros asuntos de interes comercial. El cuaderno que ahora publicamos se ocupa de plantas que en la actualidad llaman mucho la atencion, como el cafeto de Liberia, el árbol de hule de la India y el tabaco. Recibiria, en fin, con suma satisfaccion, las noticias de nuevos productos ó plantas útiles que se me quieran comunicar, remitiéndoseme por el correo ejemplares, en papel secante, de hojas y flores, expeditando por mi parte, lo más a to posible, el convenio que pudiera hacerse con ellas. El precio en Lóndres, de cada cuaderno de esta publicacion, es de un chelin. . > CORRESPONDENCIA. Mazatlan.—$8r. L. O. Recibí $16 53 “cent. por saldo de su liquidacion hasta la entrega 20 inclusive, del tomo IV de “La Naturaleza.” Damos á vd. las más expresivas gracias. Guanajuato.—$Sr. O. R. El Sr. Aguilar y Ortiz ha girado á cargo de vd., por la cantidad de $4 68 cent., que segun aviso, tiene yd. -á nuestra disposicion por saldo de su liquidacion has- tala entrega 21, tomo IV de este periódico: quedamos muy agradecidos por su eficacia. Tepic.—Sr. A. O. Por conducto del Sr. Aguilar y Ortiz girarémos próximamente, segun su aviso, por la cantidad de $17 25 cent., importe de las entregas remitidas, desde la 13 á la 21 del tomo IV, inclusive, cargando solamente cuatro entregas en cada remision: reciba yd. el agradecimiento de esta Sociedad. : . Puebla.—Sr. S.L. Como avisé á vd., me fué pagada á fines del año pásado su libranza de $128 48 cent. pot suscriciones á “La Nola! y le agradecerémos infinito se sirva mandar cobrar el resto como nos ofreció. x E Los Señores Corresponsales se servirán saldar sus cuentas pendientes hasta la entre- ga 21 del tomo IV, con el Sr. Dr. Jesús Sánchez, actual Tesorero de la Sociedad, da rigiendo su correspondencia al Museo Nacional. México, Febrero 28 de 1881.” de MANUEL M. VILLADA. E qn, PA y , 5 ; 2 $ . a , e . p A vw y EI. Ma ade - y w . > y 4 4 27 4 4 r Ñ Co - ; e ia A . J * Vid á 5 Y US Y “e ” SS a id Ra e > Y a% 38 ad ps ta dE - a y GAMBIA Ab o AS da aer E 1% Estatutos de la Sociedad Botánica del Cambio. Silesia. L Todo socio debe enviar al Agente de la Sociedad, ántes de la mitad del mes de Octubre, una lista albafética (conteniendo separadamente las criptógamas y las fanerógamas) de las “plantas que tiene destinadas para el cambio, con noticia de los autores, del Ingar de orígen y del número de ejemplares que ha de remitir. El Agente forma con las listas recibidas el Inventario general, y lo envia á los socios que despues deben mandar, dentro de 14 dias, su lista de desiderata. , En Marzo, ó cuando más en Abril, los socios reciben el catálogo de las plantas que deben re- mitir. La Sociedad no conserva ningun sobrante para que se pueda elegir fuera del tiempo del cambio. La reparticion de las plantas tendrá lugar, en lo posible, en Abril y Mayo. TI. Del número total de las plantas se apartarán, por cada ciento, veinte, con cuya venta (en. primer lugar á los socios y álos establecimientos públicos) serán cubiertos los gastos que se originen. HI. Los socios enviarán la correspondencia franca de porte. IV. Las plantas que se pidan, se enviarán cuidadosamente, empacadas en pliegos suficiente- mente grandes y ordenadas de un modo estrictamente alfabético. Cada ejemplar se debe depo- sitar en un pliego especial del tumaño de la planta, pero que no exceda mucho de 25 4 40 cen- tímetros. V. Los ejemplares mal desecados, muy frágiles, no instructivos (por ejemplo, Umbelíferas sin frutos) Ó muy raquíticos, no se tomarán en cuenta cuando su estado defectuoso no haya sido señalado de antemano:en la lista de las ofertas. Las especies visiblemente mal determinadas, y con mayor razon las que no estén determinadas, serán destruidas. VI. Las plantas cultivadas deben apuntarse claramente como tales en la lista de las ofertas, porque los ejemplares cultivados que se Wayan apuntado como silvestres, serán destruidos. A los socios que envien solamente, ó en gran cantidad, plantas cultivadas, se les contará nada más como una mitad. No se apuntarán en el Catálogo general las plantas que se remitan en núme- ro menor de 5 ejemplares. VII. De las especies grandes (archangelica) ó de las muy raras, basta, en general, un solo individuo; de las especies medianas (Veronica spicata), de 2 4 4 individuos; serán contadas como un ejemplar; de las plantas pequeñas (Centuculus) deberán enviarse 5 individuos por ejemplar. VIIL A cada ejemplar se le pondrá una etiqueta que, además del nombre de la planta, de- berá contener el del autor y el del colector ó remitente; así como una noticia del lugar donde se encuentra, y cuando este sea: poco conocido, el de la proyincia, departamento ó país á que per- tenece. Son de desearse tambien noticias sobre las localidades (como praderas, valles, de.), sobre la cualidad geognóstica y la altura del lugar de orígen, así como tambien sobre la época de la cosecha ó recoleccion. No se tendrá en cuenta los ejemplares sin etiqueta. IX. Nada se podrá disponer sobre las plantas ofrecidas para el cambio, ántes de que el Agen- te haya hecho su eleccion. Se descontarán dos ejemplares por cada uno de los que habiendo si- do ofrecidos, no se remitieron á pesar de haber sido pedidos por la Sociedad. do X. Para facilitar las labores del Agente, cada socio procurará -poner al calce las listas res- pectivas, la suma de los ejemplares, de sus ofertas y la de sus desiderata. XI. El Agente tiene el deber de mirar por el exacto cumplimiento de los artículos precedén; tes, y tiene derecho para excluir del Cambio á los socios contraventores. Las ofertas y las cartas se dirigirán á Adolph Toepffer. Brandenburg. a. d. Havel. —(Preussen.) 05 las: dl só TAM AIHGOTEIR 31 o8 Ya A ai: cido — y al ab. 0da0201 pbolio bh onridliioo sizolooR sb obsisrt | di n obédotia Y la la Disc lab pbivubey ed +) ten UN Pr EA y | le Maid elgolotiootaat Y q de obider o HO el Bog star: Jano lo soy isnsto ALO AA) AA 104 ya eb > tó nomad D ob rien y OS Y Sad E dh : TVS) oa OBRAS IMPORTANTES SOBRE HISTORIA NATURAL, PUBLICADAS EN ESTOS ÚLTIMOS AÑOS. Tratado de Zoología conforme al estado presente de la ciencia, por el Dr. C. CLaus, traducido del aleman al francés y anotado por G. Moquin-TANDON. Tratado de Botánica conforme al estado presente de la ciencia, por el Pro- FESOR SACHs, traducido del aleman al francés, por PH. Vaw TiEGHEM. Tratado de Geología y Paleontología conforme al estado presente de la ciencia, porel PROFESOR CREDNER, traducido del aleman al ffancés por R. MoNIEz. Estas tres obras se encuentran en la Librería de F. Savy, Paris, cada una al precio de 20 fr. Fitografía ó arte de describir los vegetales considerados bajo diferentes puntos de vista, por A. De CANDOLLE. Libreria de G. Masson, Paris. Tratado elemental de entomología, comprendiendo la historia de las es- pecies útiles y sus productos, de las perjudiciales y modo de destruirlas: estudio de las metamórfosis y costumbres, procedimientos de caza y conservacion, por Mauricio GIRARD. Thesaurus literature botanice, auctore Pritzel. 2% edicion. Xenia Orchidacea. Beitrage zur Keuntniss der Orchideen von Dr. H. G. Reinchenbach, fil. Libreria de J. B. BarLLIERE, dc.—Paris. Monographia Aracez, auctore Engler. Libreria de G. Masson, Paris. ELA ¡ATURALEZ ' AF , PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.—_Entrega 115 SUMARIO 1.—Discurso sobre el estudio de la Botánica, dixi- 2.—Calendario Botánico del Valle de México.— gido á los alumnos de la Escuela de Medicina de Mon- Noticia de algunas plantas que caracterizaron la floracion terey, por el Dr. J. Eleuterio González, director de la en el año de 1879, por el Sr. Mariano Bárcena. misma Escuela, (Conclusion) 3.—Noyorum yegetabilinm descriptiones, por los ] : Sres. La Llaye y Lexarza.—(Continuacion.) MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DESAN AGUSTIN, NUM. 1. —— 1881 LA ATURALEZA PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.— Entrega 12; —SUMARIO 1.—Calendario Botánico del Valle de México.— Noticia de algunas plantas que caracterizaron la floracion en el año de 1879, por el Sr. Mariano Bárcena.—(Con- elusion.) ES ' 2.—Enumeracion de las especies de mamíferos, aves, reptiles y batracios, obsorvados en la parte con- tral y meridional de la República Mexicana, por Y. Su- michrast, 8.—Revista científica.—Do la influencia del aisla- miento en la formacion de las especies, por el Dr. Weis- mann, profesor de Zoología en Fribourg, analizada por Luis Quaedvlieg.—(Conclusion.)—Nuevas aplicaciones de la Parafina para conservar los objetos de Historia Na- tural, por el Dr. Antonio Peñafiel. —Memoria botánica sobre el embarbascar, ó sea la pesca por medio de las plantas venenosas, por A. Erost. MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DESAN AGUSTIN, NUM. 1. — 1881 A: Re A AN Edi il soi ha A DN PO VEL pa y LIDO TAO. LA ñ dada e OCA » Í En pu 0 OI ; Ae Es Me Z O PS ca Je 13 Í k a Pia" $ 4 ' Ñ % , ; il E dd A AA UN E AAA A AE DR y le IN AN Str pa Pe NORIA a ST TE Ar ES AI E dde k y > ) A 4 á yo hi ¿ yo ' LON A RL DNI ATA 10 14) EN E 07% NN, e de E J SA india 45 Mrs ul yaaa y q a í ETT Na po > » A A 19 va E dal “Y 4 4 : . » A ob DE eÑ » RN MEA E ro ES Í IN dns ' A j AAN NO o sf) SY alos A O ARAS cs ' OS MAT E Ñ , A. > ., Ly (dd OYE, 107095 migo AA ls ; 7 A y J A , LA NATURALEZ e > PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.— Entrega 13% SUMARIO 1.—Enumeracion de las especies de mamíferos, | tas silvostres y de varias de las que se cultivan en Mé- aves, reptiles y batracios, observados en la parte cen- | xico, dispuestas en órden alfabético, pór el Sr. D, Alfon- tral y meridional de la República Mexicana, por el Sr. |.so Herrera, socio de número.—(Continuacion.) F. Sumichrast, socio corresponsal en Chiapas.—(Con- 4.—La Thevetia Iccotli y sus glucosidos, por el elusion de la 1% parte de los mamíferos.) Sr. David Cerna. Artículo traducido por el Sr. D. Ani- 2.—Apuntes relativos á la Lennoa Cerulea (Co- | coto Moreno, socio corresponsal. rallophyllum) H. B. y K, por el Sr. Dr. Manuel M. | * 5.—Noyorumvegetabilium descriptiones, por los Villada, socio de número. Sres. La Llave y Lexarza.—(Continuacion.) 3.—Sinonimia vulgar y científica, de algunas plan- li pe AE Si rey" ACOMPANA A ESTA ENTREGA LA LAMINA QUINTA. MÉXICO ; . IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE 6 BAJOS DESAN AGUSTIN, NUM, 1, — 1881 AER LA NATURALEZA e - PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.—_Entrega 145 SUMARIO 1.—La Theyetia leeotli y sus glucosidos, porel ¡ territorio'de la República Mexicana, por el Sr. E. Sr. David Cerna. Artículo traducido por el Sr. D. Ani- " Sumichrast, socio corresponsal en Chiapas. aeto Moreno, socio corresponsal. —(Conclusion. ) 8.—Novorum vegetabilinm descriptiones, por los 2.—Enumeracion de las aves observadas en el | Sres.La Llave y Lexarza.—(Continuacion.) 1 MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM. 1. —— 1884 AGA 1 40 ACADIZA 8% E Ci y h c Es A AE A A e LA NATURALEZA PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.—_Entrega 15 SUMARIO 1.—Enumeracion de las aves observadas en el territorio de la República Mexicana, por el Sr. F. Sumichrast; socio corresponsal en Chiapas. (Conelusion.) 2.—Ensayo de una clasificacion anatómica de los frutos, por el Sr. Dr. Alfredo Dugús, socio corresponsal. 3.—Dictámen acerca del trabajo anterior, por el Sr. Dr, Manuel M. Villada, socío de número. 4.—Revista científica.—Memoria botánica sobre el embarbascar, ó sea la pesca por medio de las plantas ye- e 0 nenosas, por A, Ernst. (Conclusion.)—Relacion del Sr. Milne-Edwards acerca del insecto llamado Animal Plan- ta.—Salubrificacion de terrenos pantanosos por el culti- vo en grande escala de el “Girasol,” porel Sr. J. A. Yan der Burgh.—Las manchas pigmentadas de algunos pe- ces.—Sinonimia y distribucion geográfica de la langosta peregrina, por el Dr. Cárlos Berg.—Calendarios botáni- cos del Valle de México (año de 1579), por el Sr. Maria- no Bárcena. MÉXICO k IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM, 1. 18841 “LA NATURALEZA.” Las colecciones de este periódico se venden con una notable rebaja sobre el precio de suscricion. Las personas de la capital que quieran suscribirse, se diri- girán al actual Tesorero de la Sociedad de Historia Natural, en el Museo Nacio- nal; las de los Estados pueden dirigir sus pedidos al Sr. Aguilar y Ortiz, en su librería, situada en la calle de Santo Domingo. [7 El precio de la entrega es de 25 centavos. ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE MÉXICO. Se ha publicado ya la entrega 52 del tomo II de este importante periódico cien= tífico.. Consta de 40 págs. en folio, y de 3 láminas que representan asuntos ar- queológicos de México. Contiene las materias siguientes: 1.9 La Piedra del Sol. (Continuacion.) 2.2 Noticias geológicas de algunos caminos nacionales. 3. Mitos de los Nahoas. 4.9 Anales de Cuauhtitlan. (Continuacion.) Su precio en la capital es de 1 peso; y. en los Estados, franco de porte, l peso 25 centavos. Se halla de venta en la Secretaría del Museo Nacional y en la librería del Se- ñor Aguilar y Ortiz, situada en la calle de Santo Domingo. JESUS SANCHEZ, Tesoyero. , AA Ls , A Í as no CE TG ios tl ale a 2 O gl A A bb perrera UG care RAN de e y beds del E RA tarot is ¡E y ñ E . ¿ $1 - a $ A VIVIDA ¡ » AS «A a dele ye r Tb As Yi! » “LA NATURALEZA.” Las colecciones de este periódico se venden con una notable rebaja sobre el precio de suscricion. Las personas de la capital que quieran suscribirse, se diri- girán al actual Tesorero de la Sociedad de Historia Natural, en el Museo Nacio- nal; las de los Estados pueden dirigir sus pedidos al Sr. Aguilar y Ortiz, en su librería, situada en la calle de Santo Domingo. ¡35 El precio de la entrega es de 25 centavos. - ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE MÉXICO. : Se ha publicado ya la entrega 5* del tomo II de este importante periódico cien- tífico. Consta de 40 págs. en folio, y de 3 láminas que representan asuntos ar- queológicos de México. Contiene las materias siguientes: 1.2 La Piedra del Sol. (Continuacion.) 2.2 Noticias geológicas de algunos caminos nacionales, 3.2 Mitos de los Nahoas. ) 4.2 Anales de Cuauhtitlan. (Continuacion.) Su precio en la capital es de 1 peso; y en los Estados, franco de porte, 1 peso 25 centavos. ; Se halla de venta en la Secretaría del Museo Nacional y en la librería del Se- ñor Aguilar y Ortiz, situada en la calle de Santo Domingo. Jesus SANCHEZ, Tesorero. ES e AS Ta Dar “LA NATURALEZA.” Las colecciones de este periódico se venden con una notable rebaja sobre el precio de suscricion. Las personas de la capital que quieran suscribirse, se diri- girán al actual Tesoréro de la Sociedad de Historia Natural, en el Museo Nacio- nal; las de los Estados pueden dirigir sus pedidos al Sr. Aguilar y Ortiz, en su librería, situada en la calle de Santo Domingo. I2> El precio de la entrega es de 25 centavos. ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE MEXICO. Se ha publicado ya la entrega 4* del tomo II de este importante periódico cien= tífico. Consta de 74 págs. en folio, y de 3 láminas que representan asuntos ar- queológicos de México. Contiene las materias siguientes: ' : 1.2 Códice Mendozino: Ensayo de descifracion geroglífica. (Continuacion .)=— 2.9 La Piedra del Sol. (Continuacion.)=—3.* Noticias geológicas de algunos ca- minos nacionales.—4. Mitos de los Nahoas.—5.* Dos antiguos monumentos de - arquitectura mexicana.—6.” Anales de Cuauhtitlan. (Continuacion. Su precio en la capital es de 1 peso; y en los Estados, franco de porte, 1 peso 25 centavos. Se halla de venta en la Secretaría del Museo Nacional y en la librería del Se- ñor Aguilar y Ortiz, situada en la calle de Santo Domingo. - Jesus SANCHEZ, Tesorero, , > É Jm y cd ln 07 w AA o y - $ hh K EH ¡E 1 M4 , E AA sE 0 O! eh ob pen “y 40% US sul Dl Alpe ali edu ri ge Al ¿0H pa e yd | Calaa Ba, dana a h ap cia yoo cm Ñ y EN 88 he ES + e . Pa A y DA O er, , be es IS ¡A AN e É: y y, $ 4% 4 , “LA NATURALEZA.” Las colecciones de este periódico se venden con una notable rebaja sobre el precio de suscricion. Las personas de la capital que quieran suscribirse, se diri- girán al actual Tesorero de la Sociedad de Historia Natural, en el Museo Nacio- nal; las de los Estados pueden dirigir sus pedidos al Sr. Aguilar y Ortiz, en su librería, situada en la calle de Santo Domingo. [>El precio de la entrega es de 25 centavos. ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE MÉXICO. Se ha publicado ya la entrega 4* del tomo II de este importante periódico cien- tífico. Consta de 74 págs. en folio, y de 3 láminas que representan asuntos ar- queológicos de México. Contiene las materias siguientes: 1.2 Códice Mendozino: Ensayo de descifracion geroglífica. (Continuacion.)— - 2." La Piedra del Sol. (Continuacion.)—23." Noticias geológicas de algunos ca- minos nacionales.—4. Mitos de los Nahoas.—5.” Dos antiguos monumentos de arquitectura mexicana.—6.* Anales de Cuauhtitlan. (Continuacion.) Su precio en la capital es de 1 peso; y en los Estados, franco de porte, 1 peso 25 centavos. Se halla de venta en la Secretaría del Museo Nacional y en la librería del Se-- ñor Aguilar y Ortiz, situada en la calle de Santo Domingo. JESUS SANCHEZ, Tesorero. Me A A] “LA NATURALEZA.” Las colecciones de este periódico se venden con una notable rebaja sobre el precio de suscricion. Las personas de la capital que quieran suscribirse, se diri- girán al actual Tesorero de la Sociedad de Historia Natural, en el Museo Nacio- fal; las de los Estados pueden dirigir sus pedidos al Sr. Aguilar y Ortiz, en su - librería, situada en la calle de Santo Domingo. [=> El precio de la entrega es de 25 centayos. ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE MÉXICO, Se ha publicado ya la entrega 4* del tomo II de este importante periódico cien- tífico. Consta de 74 págs. en folio, y de 3 láminas que representan asuntos ar= queológicos de México. Contiene las materias siguientes: 3 1. Códice Mendozino: Ensayo de descifracion geroglífica. (Continuacion.)— 2.2 La Piedra del Sol. (Continuacion.)—3." Noticias geológicas de algunos ca- minos nacionales.—4.2 Mitos de los Nahoas.—5.% Dos antiguos monumentos de arquitectura mexicana.—6. Anales de Cuauhtitlan. (Continuacion.) ; Su precio en la capital es de 1 peso; y enlos Estados, franco de porte, 1 peso 29 centavos. Se halla de venta en la Secretaría del Museo Nacional y en la librería del Se-. ñor Aguilar y Ortiz, situada en la calle de Santo Domingo. JESUS SANCHEZ, Tesorero. PERIÓDICO (CIENTÍRICO SOCTEDAID MEXICANA DE MISTORIA NATURAL Tomo v—Entrega 16; SUMARIO Tino.—Dictámen pericial, ¡porel Sr. 'Dr. Antonio “Pe- mufiel, socio: de: número. 4,—Cortribucion: ¿a Historia Natural dde Méxip> (00. —Votas:acerca ¡le tuna «colección de ¡Reptiles y Ba- itracios:de!la;parte occidental del Istmodle Teluantepeo, ¡por :6l:Sr. ¡F.-Sumichrast, socio «corresponsal:en Chiapas. 1.—Bictámen. acerca del trabajo:muterior, ¡porel Sr. ¡Doctor Manuel M. Villada, socio:de:múmero.—(Con- «elusion.) : -—2.—Algo sobre Microorganismos, ¡por el ;Sy. Dr. Alfredo Dygés, socio:corresponsal. -:B.—Tecnología le las Mbras «1el (Cáñamo ¡y del | - 5.—Novorumvegeotabilium descriptiones, por'los Sres. La Llave y hexarza.—(Conclusion.) Í : . . JS ACOMPAÑA Á ESTA ENTREGA LA LÁMINA SEXTA. MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE ¡BAJOS DESAN AGUSTIN, NUM. 1. —- 1881 Sintra ad HICE % de al hd Jade di ib lasitaX. EN O 2 ell rcñalos: a 2 non 44 CAM E dios suomi pd , Icod Dad onde l 9h Lo mabicoo eq alba E h ys o! ¿BOS Venido y aos poda doi de 0 de li e añ ADA EE a mps ATZS $ LA ATURALEZ PERIÓDICO CIENTÍFICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL + — Tomo V.—_Entrega 17% SUMARIO 2.—Revista Científica. —Calendarios botánicos del Valle de México (año de 18379), por el Sr. Mariano Bárce- na.—(Conclusion.)—La Hormiga Agrícola, por el Dr. 1.—Contribucion á la Historia Natural de Méxi- Buchner.—El Poder muscular en los Insectos, por 4. E. co.—Notas acerca de una coleccion de Reptiles y Ba- tracios de la parte occidental del Istmo de Tehuantepec, por el Sr. F. Sumichrast, socio corresponsal en Chiapas. Brehm,—Reyista de Zoología. —(Continuacion.) MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM, 1. o 1882 LA —NATURALEZA Po PERIÓDICO CIENTÍAICO DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL + y Tomo V.— Entrega 18 SUMARIO 1.—Contribucion á la Historia Natural de Méxi- ¿ -3.—Sinonimia vulgar y científica de algunas plan- €0.—Notas acerca do una coleccion de Reptiles y Ba- | tas silvestres y de varias de las que se cultivan en Mé- tracios de la parte occidental del Istmo de Tehuantepec, | xico, dispuestas en órden alfabético, por el Sr. D, Alfon- por el Sr. P. Sumichrast, socio corresponsal en Chiapas. so Herrera, socio de número.—(Coutinuacion.) —(Conelusion.) 4.—Psicología.—De las sonsaciones y de la iuteli- 2.—Adiciones á la Memoria anterior, porel mismo ; gencia en los animales. Sr, Sumichrast, MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DESAN AGUSTIN, NUM, 1. . — 1882 LA NATURALEZ, DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA NATURAL Tomo V.—Entrega 19 SUMARIO F. Sumichrast, socio corresponsal en Chiapas. —(2* par- te. Conelusion de los mamíferos.) 3.—Revista Científica. —Reyista de Zoología. 4.—Indice de las materias contenidas en el tomo Y 1.—Psicología.—De las sensaciones y de la inteli- sencia en los animales.—(Conelusion.) 2.—Enumeracion de las especies de mamíferos, aves, reptiles y batracios, observados en la parte cen- tral y meridional de la República Mexicana, por el Sr. "12" CON ESTA ENTREGA TERMINA EL TOMO V, Y SE REPARTE LA PORTADA CORRESPONDIENTE. “Gx MÉXICO IMPRENTA DE IGNACIO ESCALANTE BAJOS DE SAN AGUSTIN, NUM, 1. —— 1882 A a Agar é hijos, situada en la calle de Santo Do A IS ES “LA NATURALEZA.” - Las colecciones de este periódico se venden con una outs rebaja. sir el ¿precio de suscricion. Las personas de la capital que quieran suscribirse, se diri E girán al actual Tesorero de la Sociedad de Historia Natural, en el Museo. Nacio- : nal; las de los Estados pueden dirigir sus pedidos al Sr. Aguilar y Ortiz, en su Pe libre ería. situada en la calle de Santo Domingo. 15 El precio de la entrega es de 25 centavos. A O cule de Mel: Contiene las materias siguientes: : 1.2 IEnsayo sobre los Simbolos Cronográficos de los mexicanos. de 2.0 La Piedra del Sol. (Contimuacion.) E 3 pal de Cs: UE ON a 4” INTERESANTE. 07 A Habiéndose terminado la reimpresion de la obra botánica, agotada ya, de los Sres. La Llave y Lexarza, que lleva por título: Novorum vegelabilium descrip= tiones. Mexici. MDCCCXXTYV, se pone en conocimiento del público que se halla de venta, al precio de 50 centavos el ejemplar, en la librería de los Sres. Aguilar é hijos, situada en la calle de Santo Domingo. AAA A AAN “LA NATURALEZA.” Las colecciones de este periódico se venden con una notable rebaja sobre el precio de suscricion. Las personas de la capital que quieran suscribirse, se diri- oirán al actual Tesorero de la Sociedad de Historia Natural, en el Museo Nacio- nal; las de los Estados pueden dirigir sus pedidos al Sr. Aguilar y Ortiz, en su librería, situada en la calle de Santo Domingo. 135 El precio de la entrega es de 25 centavos. TL GP AAA ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE MÉXICO. Se ha publicado ya la entrega 5* del tomo Il de este importante periódico cien= tífico. Consta de 40 págs. en folio, y de 3 láminas que representan asuntos ar- queológicos de México. Contiene las materias siguientes: 1.2 La Piedra del Sol. (Continuacion.) 2." Noticias geológicas de algunos caminos nacionales. 3.2 Mitos de los Nahoas. 4. Anales de Cuauhtitlan. (Continuacion.) Su precio en la capital es de-1 peso; y en los Estados, franco de porte, 1 peso 25 centavos. Se halla de venta en la Secretaría del Museo Nacional y en la librería del Se= ñor Aguilar y Ortiz, situada en la calle de Santo Domingo. E 30 $ JESUS SANCHEZ, Tesoyero. | e NATURALEZA.” e yl a E É ER nal las de E Estados pueden dirigir sus pedidos a Sr. Al y nin, - librería, situada en la calle de Santo Domingo. 13 El precio de la entrega es de 25 centavos. ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE MÉXICO. Se ha publicado ya la entrega 5* del tomo Il de este importante periódico « cien- tífico. Consta de 40 págs. en folio, y de 3 láminas que representan asuntos ar - queológicos de México. Contiene las materias siguientes: p 1.2 La Piedra del Sol. (Continuacion .) 2.2 Noticias geológicas de algunos caminos nacionales, : e 3.2 Mitos de los Nahoas. : o o 4,0 Anales de ca: acid al ES 2 a qn ¡ota am Su Hgo? Ss MT a alos dia Ja E librería, ula. -en dá calle de Santo Domingo. ES Do 137 El precio de la entrega es dle 25 centavos. AS E, queclégicos de México. Contiene de materias siguientes: | AN vil 1.2 La Piedra del Sol. (Conta: » 2.2 Noticias geológicas de algunos caminos nacionales. - 3. Mitos de los Nahoas. Ae Anales de Cuauhtitlan. Coria) E ; Su precio en la capital. es de 1 | 0 dei en los ' Estados, franco de, porta, lp peso ÓN PR) centavos. de 0 ad 7] Pts dE a == A A >» TA AP Y Ha Y la Po S A AN 2 > Y / Pr, 18 103 12D a 1 E ) >: / as 1 A We A aa y / ) A 1) AN, ) AN e AR : PA Ye MA p ra /. 1) Y » AE (a AN AR ON EPA : '! Copo! ¿Ca Ay COn . SN SS NE a SN A AS VAS Y, OVA US a wee NY e Ly: LA WAS 1142798, ' non “YN E A Y NN ye: É VR fr O — 5 e > (EAS o 7 7) AAN an de AN Ñ AV EPA 0 ISSN : SN 5 SN SS if any Ne DN EN AN yy YO, DES PON EN E OS ES ¿NS a NES . DUES SES A SN ION e S Ni Pe Dña 105, p 22, > NY OS SN En NE eN E pol SANA as SA OS EN SD R 'Ñ AT 135483 1d E Pd