FAS CACTACEAS MÉXICO. Por el PROFESOR ISAAC OCHOTERENA MONOGRAFIAS MEXICANAS DE DIVULGACIÓN BIOLOGICA PUBLICADAS POR LA ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA. EDITORIAL “CVLTVRA,” MEXICO 1922 DE PROLOGO NTRE las familias que constituyen la flora mexicana, pocas hay que por sus admirables adaptaciones, su aspecto singular, su intere- sante ecología, sus múltiples productos alimenticios o medicinales, sus bellas flores y su abundancia en el suelo patrio, hasta poder servir como típicas de él, que sean tan dignas de llamar la atención del naturalista, del hombre práctico y del amante de la belleza, como las Cactáceas, que ya te- niendo el porte humilde de una Pelecyphora o el soberbio y majestuoso de un Pachycereus, abundan desde más allá del Suchiate, hasta también más allá del Bravo. Por desgracia aquí, en la tierra más propicia para su estudio, en don- de ni el cultivo ni las diversas condiciones mesológicas las alteran, no exis- te, que sepamos, ni un humilde folleto en español dedicado al estudio de tan importantes plantas; en países extranjeros en donde los libros y publicacio- nes dedicados a la difusión científica, las más de las veces producto de doctas plumas, abundan, no tendría razón de ser un trabajo como el nuestro; pero aquí, por las razones ya expuestas, quizá pueda prestar algunos ser- vicios el que hoy presentamos a los aficionados a la amable ciencia de las plantas. En diversas ocasiones, durante los últimos once años, hemos publicado varios estudios que dispersos en distintas publicaciones no pueden presentar, siquiera sea de una manera imperfecta, un cuerpo de doctrina; por eso he- mos aceptado con verdadero gusto, la iniciativa del Señor Licenciado Vicente Lombardo Toledano, actual Director de la Escuela Nacional Preparatoria, que entusiastamente ha querido hacer una obra de difusión científica, pro- curando la publicación de estes libros en donde reuniremos nuestros estu- LAS CACTACEAS DE MMM dios, destinados a procurar el conocimiento de nuestra Patria, con el fin de contribuir a que sus hijos la amen más. Con verdadera complacencia hago constar la empeñosa e inteligents ayuda de mis discípulos y muy principalmente de las señoritas Helia Bravo Hollis, Ana María Reyna y de los jóvenes José De Lille, Clemente Robles y Antonio Ramírez Laguna. También me complazco en dar las gracias a mis distinguidos colegas log señores Profesores D. Carlos C. Hoffmann, por las veintitrés bellas fo- tografías de las Cactáceas de Tehuacán y D. Luis Murillo por las acuarelas del fruto de la pitahaya que amablemente me han facilitado para esta pu- blicación. Il. OCHOTERENA México, noviembre de 1922. GENERALIDADES ACERCA DE LA FAMILIA DE LAS CACTACEAS STA familia, típicamente mexicana, es originaria de las elevadas E planicies del Anáhuac y a pesar de su aspecto arcaico, es una de aquellas que más recientemente se han constituído, lo que se expli- ca si se recuerda que los vegetales primitivos debieron vivir, o bien en las aguas o bien en un medio cargado de humedad, y siendo las Cactáceas las plantas mejor adaptadas a vivir en un medio seco, constituyen un grupo natural que por su admirable estructura es una de las obras maestras de la Naturaleza. Llama la atención, al recorrer las abrasadas y secas llanuras del norte del país, encontrar plantas de esta familia, secas, enjutas, con sus tejidos tan fuertemente endurecidos, que más recuerdan una piedra que un vege- tal y que, al caer las primeras lluvias, aprovisionan gran cantidad de agua, se hinchan, se expanden, entran activamente en crecimiento, y presto lucen sus grandes flores hermosísimas, de sedoso aspecto, de colores tan vivos y brillantes, que en medio de la severa gama gris que predomina en el paisaje, ponen la fuerte y fecunda nota de la vida en un ambiente en que subsistir y prosperar es triunfo glorioso. El fruto aparece y madura con rapidez y tras de un corto período de adquisición de reservas, vuelve la planta a su vida LAS CA CTA CEAS. DES TEoMNS premiosa, mostrando sus portentosas cualidades de resistencia a un medio inciemente, hasta que tornan las lluvias y el ciclo se repite. Fig. 1.—Grupo de Cactáceas típicas del Valle de México. Sin que las Cactáceas pierdan su típica *“fascie”, como conviene a grupo tan natural, tienen un porte muy variable: en la región comprendida entre los 30” y 35” de Lat. N., vive en las laderas de las montañas o arraigado en las hendiduras de las rocas, el Cereus giganteus Eng., hasta de 16 metros de altura, erecto, simple o candelabriforme y de aspecto monumental, con trastando singularmente con la Pelecyphora pectinata, pequeña plantita elobular de 4 a 5 cm. de altura, en su comarca y provista de florecillas color de rosa; es también elocuente para mostrar la gran variedad de formas, com- “parar el Rhipsalis, planta epífita, de tallos cilíndricos y delicados de 1 em. y menos de diámetro, con los gruesos y toscos artículos aplanados de las es- pecies arborescentes del género Opuntia. 8 ES, AS AG OA ET MOES TAE EAS ES LANA Fig. 2.—Profesores y alumnos de la Escuela N. Preparatoria en una excursión destinada al estudio de las Cactáceas. Difícil es señalar, siquiera sea de un modo aproximado, los centros de distribución de estos vegetales: de un modo general, para las Mamillarias es, probablemente, la región N. W. situada entre los Estados de Durango y Chihuahua; para las Opuntias, la parte N. y N. E. del Estado de San Luis Potosí y para los Pachycereus, la zona situada entre los Estados de Puebla y Oaxaca y la comprendida entre Sonora y Baja California. SS SS OS S Fig. 3.—Cerro del Risco, una de las estaciones botánicas más importantes del Valle É de México, particularmente por sus Cactáceas. E) LE AS. CC. AC TAC E.A S: DOE. "MIES AMOS ESTRUCTURA RAICES.—Las Cactáceas, como gran número de jerófitas (plantas adaptadas para vivir en los lugares secos), poseen raíces delgadas, horizon- tales y colocadas a muy poca profundidad, lo que hace que en la época de los erandes calores se suspendan las corrientes osmóticas y pasen sus celdillas al estado de vida latente. En algunos Cereus, así como en otros géneros, se observa que las raíces se dividen en dos partes: una carnosa y perpendicular que penetra más o menos profundamente y otra formada por raíces delgadas y horizontales. pero siempre más profundas que las de los Hchinocactus. En la Opuntia megarhiza ne múltiples células fibro- Rose, en el Penmiocereus sas divididas por gruesos Greggíi Eng. y en otras E tabiques que dejan en el plantas, las raíces son grue- _- a centro un pequeño orificio; sas, carnosas y plenas de N también posee una gruesa epidermis corchosa con tres regiones bien distintas. Los rayos medulares de la Opuntia imbricata Haw., están literalmente cuaja- dos de gruesas maclas de materias nutritivas, como se observa en muchas je- rófitas. Los pelos radicales están por lo común formados por una sola celdilla, pero en la raíz del “nopal de castilla” do oxalato de calcio. Opuntia castilla D. Griffth. Citaremos por último co- a Fig. 4.—— Esquema que : : son ramificados. muestra el sistema MO particularidad notable, La raíz del Echinocactus radical de un Cereus. que al desarrollarse los ha- multicostatus Hildm., tie- tes liberoleñosos en los Cereus, se nota que las raíces laterales tienen un número de haces que difiere mucho del que posee”la raíz principal. TALLOS.—Los tallos afectan las más diversas formas, tan pronto son sencillos como ramificados, cilíndricos o marcados con excrecencias se- paradas que, como en la Mammillaria, corresponden a las inserciones de las hojas; en los Phyllocactus que poseen hojas dísticas, se aplanan a modo de cinta. Otras veces se dilatan en esfera (Melocactus), o bien, para reducir tanto cuanto es posible la superficie de evaporación, afectan como en el “peyote” (Lophophora), la forma de un trompo del que sólo la parte supe- rior queda descubierta. | La epidermis se encuentra recubierta por una espesa cutícula y pro- 10 Mo AA E DESC EA A AA o IN vista, en el Peniocereus, de numerosos apéndices pilosos que miden hasta 70 micras; posee pocos estomas, sólo hay 18 por mm.? en el Cereus speciosus Haw. según Krocker, los cuales son muy pequeños y están situados profun- damente, por lo común en oquedades cuticulares como se observa en la epi- dermis de la “biznaga de chilillos” (Mamillaria Heyderi Múhlenpf.) Los ostiolos están generalmente situados en el sentido del eje longitudinal del tallo, excepto en los géneros Pfeiffera y Rhipsalis, según Lauterbach en los que están colocados transversalmente. Ninguna regla podría sentarse para las Mamillarias, Echinocactus y Phyllocactus, pues en ellos su colocación es irregular. Inmediatamente después de la epidermis se encuentran celdillas colenquimatosas de gruesas paredes y dispuestas de un modo variable: en una sola hilada como en el Ce- reus Curtissit Otto y en las Mami- llarias, según lo observó Schleiden, en otros Cereus, como en el varia- bilis, hay dos, y existen tres o más en otras varias especies. Muy notable es la gran abundan- cia de oxalato de calcio, el cual pue- de llegar a constituir hasta el 85 por ciento de las cenizas de ciertas especies y es curioso observar el aspecto ceniciento de ciertos Cereus quemados parcialmente, en los que la forma de las partes incineradas se conserva gracias a esta sal. El oxalato se encuentra: En el hipodermo de la Pelecyphora, del Astrophytum y del Echinocac- tus, e irregularmente distribuído en los géneros y especies de numerosas Mamillarias. Fig. 5.—Estoma de la biznaga de chilillos, Mamillaria Heyderi Múhlenpf. Encuéntranse también cristales en los tubos laticíferos y en las células mucilaginosas. El parenquima clorofiliano está dispuesto en palizada, ocupa muchas hiladas y posee abundantes cloroleucitos, excepto en la zona que rodea los haces liberoleñosos. Debajo de este tejido clorofiliano está un parenquima acuífero formado por células ovoides o redondas de paredes muy delgadas. Es digna de llamar la atención la gran cantidad de ácidos orgánicos 11 LAS CC A.CTA CEJAS DOE MPSS libres que existen en el jugo celular y hacen que las celdillas aumenten su capacidad osmótica facilitando la conservación y retención del agua, de la que almacenan grandes cantidades, constituyendo por esto, una fuente que suministra líquido potable tanto a los animales como a los hombres que habitan en las comarcas desérticas. Humboldt observó que en las llanuras situadas entre los Andes y el río Orinoco, los caballos y las mulas abren a coces las “biznagas” para comer su pulpa; de idéntico medio se valen, para saciar su sed, los ganados que viven en nuestras estepas y los indios Pápagos exprimen la pulpa o la majan y así obtienen líquido fresco para beber. Se ha señalado en el jugo del “peyote” la presencia de sales higroscópicas ; nosotros las hemos encontrado en otras especies diversas por lo cual cree- mos que constituyen uno de sus medios de adaptación, con respecto a los cuales deben recordarse también que las Mamillarias provistas de jugo le- choso (de la Sección Galactochylus de Schumann), están provistas de vascs cuyo látex contiene glóbulos más pequeños que los que posee el del árbol del hule (Ficus elastica Roxb. Urticáceas). y En el Cereus gumosus Eng., hay abundante producción de materia resinosa y aunque en menor grado, se observa este mismo fenómeno en otras plantas de la misma familia. En todos los demás géneros existe un aparato secretor de mucílago, que en las Opuntias llega a formar gruesos canales hasta de 0.5 mm. de ancho. El aspecto micrográfico del mucílago de estas plantas es el de una pared celular finamente estratificada y muy gruesa; nosotros lo consideramos como una membrana profundamente mo- dificada, aunque Lauterbach opina que es un producto debido al protoplasma. Es indudable que todas estas disposiciones y otras, tienden a aumentar la densidad de los líquidos y a darles una composición química adecuada para dificultar tanto cuanto sea posible su evaporación. La transpiración de estas plantas, según el profesor Coville, llega a ser tan pequeña que comparada, en igualdad de circunstancias, con la de la planta del café, resulta equivalente a 1 /600, por lo cual pueden vivir mucho tiempo sin renovar su provisión de agua; nosotros hemos sembrado una Lophophora conservada durante más de dos años en un frasco de cristal, extraordinariamente desecada; suministrándole agua poco a poco, recobró sus condiciones primitivas y floreció perfectamente. En la época de las lluvias el sistema radical absorve bastante agua y en- tonces los tubérculos y costillas se separan; en la época de sequía al suspen- derse la absorción y venir la pérdida de este líquido, las costillas de los Echinocactus y Cereus, se encogen y se animan de particulares movimientos, en los que la exposición influye de una manera considerable. 12 ES. SS e: OS OR TASA A NA Los haces liberoleñosos están bien provistos de células fibrosas, de vasos especiales, con una lámina enrollada en hélice, así como de otras for- mas que constituyen un esqueleto leñoso bien desarrollado en las especies arborescentes. La madera secundaria de diversos tallos contiene únicamente traqueidas espirales y anilladas, algunos poseen fibras de débil grueso cuya sección transversal es casi isodiamétrica; otros afectan una forma anillada; los principales elementos son los vasos propiamente dichos, los segundos, las traqueidas, siendo difícil establecer una distinción bien marcada entre ellos, puesto que entre unos y otras existen numerosas formas de transición. Va- rias especies de Cereus y Opuntias tienen vasos reticulados que acompañan a las traqueidas en el engrosamiento de los anillos perivasculares. En la Fig. 6.—-Colenquima de la Mamillaria chionocephala Purpus. Opuntia, en torno de la zona anular de engrosamiento, en la parte interna (O. tunmicata Leh.) o en ángulos (O. cylindrica P. D. C.), existen traquei- das que forman proyecciones en forma de placas. Las formas ramosas presentan un modo peculiar de inserción; los con- tados haces que descienden de las ramas, atraviesan la gruesa corteza, pa- ralelamente al haz foliar, pasan al través de los radios medulares que sep2- ran los haces del tallo y se hunden en la médula; tan sólo en los puntos en que atraviesan el círculo liberoleñoso alcanzan a ponerse en comunicación con los otros haces por medio de anastomosis transversales. HOJAS.—Las hojas se encuentran bien desarrolladas en las Peireskias, en donde se notan muy bien las nervaduras; en el género Pereskiopsis ya 13 LAS. CACTACESS DEC Cum E CAS Fig. 7.-—Espina de Echinocactus Emory Eng. d J A $ e LA Fig. 8.—Espina de Echinocereus cylindraceus Eng. j Ñ Fig. 9. —HEspina de Echinocereus stramineus Riúmpl. 14 A AO ON COTAS ARO! EE ARE IS A: NOA no se notan con tanta perfección; en las Opuntias son subuladas y caducas y en los demás géneros están casi atrofiadas y reducidas a vestigios micros- cópicos. Generalmente están dispuestas en espiral según divergencias de gran denominador (en la Opuntia vulgaris Mill. 5/18) : en las axilas de las hojas están las aréolas, que morfológicamente deben considerarse como bo- tones atrofiados, en los cuales existen las espinas, las glóquidas (aguates) y la borra. Fig. 10.—Parenquima escleroso en forma de arcos en la raíz del Echinocactus multicostatus Hildm. . Las espinas conforme a la teoría de Delbrouch, deben considerarse co- mo eslabones entre las espinas de origen foliar y los aguijones epidérmicos, pues no están por lo regular como las hojas, en comunicación con los haces leñosos de la planta, salvo en ciertas especies, conforme lo han demostrado Cannong y Kauffmann. Afectan estos apéndices las más diversas formas: tan pronto son setáceas como gruesas y rígidas, redondeadas o aplanadas, lisas o estriadas, rectas o curvas y ganchudas, desnudas o provistas de una vaina formada con los pelos axilares reunidos para este fin. Es indudable que los órganos de que tratamos han sido el producto de la acción del medio en que viven estas plantas y que estas disposiciones, junto con la estructura peculiar de las glóquidas, son altamente favorables para impedir que sean destruidas por los animales herbívoros. Se ha dicho en 15 DAS CC 4. COTO A CEC A..S: DE" ¿ME NN contra de esa opinión que: ¿cómo los “peyotes” (Lophopora) y ciertos As- trophytum que también viven en condiciones de extrema sequedad están desprovistos de espinas, y sin embargo, no son destruidos por los animales ? Esto se debe, según creemos, a que siendo estas plantas venenosas, no sirven de alimento a los herbívoros y por lo tanto no necesitan de espinas para su protección. : . Las glóquidas, denomina- das vulgarmente aguates, son muy abundantes en la Opuntia y presentan una es- tructura retrobarbelada que impide que cuando penetran en la piel, puedan salir fácil- mento, | de La borra de que se encuen- tran provistas ciertas Ma- millarias y ciertos Echino- cactus, está formada por múltiples células alargadas, superpuestas y ornadas al- gunas veces de poros o listas en sus paredes. Esta! borra constituye, según el ingenie- ro Patoni, un dispositivo apropiado para soportar las bajas temperaturas, y debe considerarse en suma la lana de las axilas de la Mamillaria, así como las espinas numerosas y reducidas a consistencia pilosa en sus aréolas, como el resultado de un fenómeno biológico general pues se presenta en los mamíferos en los cuales las especies de las regiones frías o templadas llevan un indumento piloso abundante, mientras que en las especies de la zona tórrida el pelo es escaso o falta casi enteramente como en el Canis caribaeus, en los elefantes, en el rinoceronte, etc. Aun en las mismas zonas templadas o frías el pelaje es más espeso en invierno que en verano. | Fig. 11.—- Sección transversal de una espina del Echinocactus electracanthus Lem. En las Cactáceas no se han observado pelos glandulares. Las flores nacen en las axilas de las hojas situadas generalmente en la parte superior de las aréolas; pero en la Mamillaria y géneros cercanos nacen entre los tubérculos; casi siempre son regulares y sólo por excepción son irre- 16 MS + A A E ONTIE de e OI O o ANA. A gulares, como en el “floricuerno”. La inflorescencia es solitaria y sólo en la Peireskia es racimosa. No siempre pueden distinguirse los sépalos de los pétalos pues generalmente se pasa de unos a otros por insensibles gradua- ciones. Todas las piezas del perianto se sueldan a menudo en la parte inferior. están dispuestas en espiral y en número indeterminado; forman a veces las internas dos verticilos y están provistas de nectarios que deben consi- derarse como formaciones de origen pulvinar. Generalmente las flores diur- nas poseen colores muy vivos: purpúreos, anaranjados, color de rosa, ama- rillos o carmesíes. Es común que las flores nocturnas sean blancas, de gran tamaño, aromáticas y bien provistas de nectarios. Las flores diurnas se abren a la salida del sol o al medio día, son muy sensibles a las radiaciones luminosas y valoríficas y se cierran comúnmente al anochecer, para no volverse a abrir; sin embargo, hay algunas que duran varios días. Las nocturnas permanecen, como su nombre lo indica, abiertas en la noche y mueren a la salida del sol. Los estambres son numerosos, libres o entresoldados con los pétalos, insertos en espiral y provistos de anteras introrsas de cuatro cavidades que se abren longitudinalmente. Los granos de polen son redondos, con la exina punteada y más débil en ciertos puntos, en los cuales se rompe para dar paso al tubo polínico. El ovario es ínfero, escamoso en ciertos Cereus y Echinocactus, con una sola cavidad formada por varios carpelos en donde existen muchos óvulos, provistos a veces de un largo funículo, como en la Opuntia; el estilo es úni- co y está coronado por un número variable de estigmas que a veces, como en el Astrophytum, tienen un bello color esmeraldino y están dispuestos en for- ma de radios; estos órganos corresponden no a la línea media de los carpelos, sino a las placentas y son de origen comisural. Como se ve por la constitución de la flor representan las Cactáceas, en- tre las polipétalas de ovario ínfero, un tipo que corresponde a las Ninfáceas entre las polipétalas de ovario súpero. Conforme a los principios de la selección natural el aroma y los bri- llantes colores de las piezas del perianto, tienen por objeto atraer a los in- sectos, preferentemente a los himenópteros y a los dípteros, para que efec- túen la polinización. Con igual fin las flores nocturnas son, como ya se dijo, grandes, fra- gantes, provistas de nectarios y de colores muy claros (generalmente blan- cas), para atraer a los lepidópteros y a otros insectos nocturnos. 17 EAS .C.A COTA CEA SS: DE CU ETS La polinización es casi siempre cruzada, anticipándose a la madurez los estambres y retardándose los carpelos, de aquí que en esta familia existan numerosos híbridos y mestizos, como los que se conocen entre el Echinocac- tus y el Cereus y entre el Cereus y el Phyllocactus. Como ya se dijo, el ovario de las Cactáceas es unilocular y al conver- tirse en fruto produce comúnmente una baya, que en el género Petreskia tiene la forma de una manzanita recubierta de brácteas persistentes; los frutos de las Peresktiopsis son conocidos en Guadalajara y otros puntos con el nombre de “tunas de agua”. Todas las Opuntias producen verdaderas tu- nas las cuales como la “cardona”, la “duraznilla”, la “tapona”, la “castilla”, etc., constituyen un alimento importante, especialmente entre las clases po- bres; los Cerews producen “pitahayas” que generalmente son un fruto delicio- so; los Echinocactus tienen sus bayas escamosas y las Mamillarias producen frutos verdes o rojos conocidos vulgarmente con el nombre de “chilitos” “chilillos”, son aromáticos y de sabor muy agradable. Fig. 12.—Distintos ejemplares de semillas de Cactáceas: Semillas de Echinocactus eeesis, tamaño natural y aumentadas y.semillas del Cereus variabilis, - tamaño natural y aumentadas. Las semillas de estas plantas difieren mucho entre sí; en la Perreskia 18 MS AS AC ONE PESADAS A E E NOA el tegumento es negro y crustáceo, en las Pereskiopsis están cubiertas de pelos algodonosos; las Opuntias producen numerosas semillas auriculadas u orbiculares de cotiledones foliáceos con albumen carnoso más o menos abundante; los Cereus dan semillas pequeñas y lustrosas con el tegumento a veces finamente punteado; los Echinocereus producen granos con pequeños tubérculos o punteados; las de la Mamillaria tan pronto son lisas como pun- teadas, sus cotiledones son rudimentarios y están desprovistos de albumen; los Cereus (Pachucereus) producen frutos con muchos granos que a veces son comestibles como los “higos de Tetetzo”, del sur del Estado de Puebla. Los animales son los principales agentes de diseminación de las semi- llas; a este respecto debemos hacer notar que los brillantes colores de los frutos atraen a los pájaros y a les insectos, etc.; a veces se nota que cuando el fruto está maduro se eleva rápidamente haciéndose, de este modo, más vi- sible. Gracias al tegumento crustáceo que poseen las semillas pueden atra- vesar impunemente el aparato digestivo, no sin ocasionar a veces serias obstrucciones intestinales, y ser arrojadas al exterior sin deterioro alguno y en muy buenas condiciones para germinar. Sin embargo, no se crea por esto que escapan a la destrucción, pues los “chichimecos” (Tamtas quadri- vittatus Say., Roedores) y otros animales de la misma familia, las destru- yen en gran número. CLASIFICACIÓN El grupo de las Cactáceas, que presenta las mayores afinidades con las Mesembriantemáceas, por su constitución anatómica, su textura crasa, sus numerosos pétalos y su embrión curvo (Opuntia), tiene tan humercsas ana- logías, tan perfectas graduaciones entre los géneros que lo 'tomponen, que resulta difícil, si no imposible, decidir en ciertas formas, dónde principia y dónde termina un nuevo grupo. Sabido es además, que en éstas como en otras plantas, la fecundación directa es muy difícil y a veces impracticable, por las diversas épocas en que maduran los estambres y les pistilos, por la conformación propia de la flor, por las características del tubo polínico, etc. De esto resulta que la fecundación está encomendada, muy particularmente a los insectos, y que los híbridos y mestizos son muy comunes, aumentando por esta causa su variabilidad, ya que se añaden estos factores al parasitismo, a la simbiosis y a otras causas que contribuyen al fenómeno de que se trata. La distinción de los géneros está basada principalmente en la cons- 0 LAS CACTACEJAS DE" DMT ANS titución de las aréolas, en la ausencia O presencia de las hojas, en la forma de los tubérculos o artículos, en el lugar en donde nace la flor y en los ca- racteres de las semillas. Por desgracia ninguno de estos puntos de vista puede servir de base a un criterio fijo. No hay diferenciación propiamen- te dicha en las aréolas, pues está bien demostrado que tanto las espiníferas como las floríferas, no son sino regiones más o menos separadas de la aréo- la simple de las Opuntias; el estudio anatómico demuestra también que aun- que sea temporalmente y reducidas a dimensiones microscópicas, todas las Cactáceas tienen hojas. En cuanto a la forma de los tubérculos se observa que es muy semejante en plantas de distinto género, pues verbigracia en el Echinocactus uncinatus Gal. y otras especies, hay un surco comparable en todo a los de ciertas Mamillarias; por la forma también es difícil distin- guir algunas especies entre el Cereus y el Echinocactus. Con respecto al lugar en donde nace la flor se observa, verbigracia, que la Mamillaria macromeris Eng. es tipo de transición entre las Mami- llarias con surco, como la M. Scheeri Múnhlenpf. y los Echinocactus, pues en la macromeris, la flor nace como en los Echinocactus, contigua a la aréola que lleva espinas. En muchos Cereuws hay también una relación semejante, desde este y otros puntos de vista, el Ariocarpus parece solamente una Mamillaria modificada. Las semillas aunque en un grupo menor, presentan también caracteres variables. De lo anteriormente expuesto se colige que nosotros también creemos que la clasificación de este grupo deja que desear, pues en muchos puntos es completamente arbitraria y en todos artificial; mas sin embargo, no por esto dejamos de reconocer su extraordinaria utilidad, puesto que sin ella sería imposible estudiar convenientemente esta familia. La familia de las Cactáceas comprende tres tribus: 1." —Pereskioideae. 2."—Opuntioideae. 3."—Cereoideae. TRIBU PRIMERA PERESKIOIDAE Probablemente es el tipo ancestral de la familia. La constituyen ar- bustos provistos de ramas crasas, cilíndricas, armadas de espinas, sin gló- quidas; hojas carnosas a veces, caducas, y flores terminales, solitarias o sub- paniculadas, diferenciándose por esto de las demás Cactáceas, que las poseen 20 a A A ORFAUEI EA TAS US e NA solitarias; óvulos con funículo muy corto y baya emergente, sin restos del perianto, con lascinias foliáceas. Género PERESKIA Plum. Ex. Linn. Syst., ed I (1735) Mill. Dict. ed 8 (1752), dedicado al Dr. Ni- colás Claudio Fabricio Peiresc, natural de Provence, del parlamento D'Aix (1703), aficionado a la Botánica. Flores a menudo terminales, solitarias o subpaniculadas, a veces pe- dunculadas, rotáceas y grandes. El tubo del perigonio no excede al ovario; lascinias sepaloides foliformes; las petaloides dispuestas en forma de ro- - sácea; estambres numerosos, libres, más cortos que el limbo; estilo filiforme, estigma multiradiado; radios fasciculados o dispuestos en espiral. Plantas carnosas, leñosas, con hojas persistentes o caducas en el invierno, tubuladas o planas. PEIRESKIA PEIRESKIA L. Arbusto trepador, con ra mas delgadas; armado con espinas recurvas y provisto de hojas verdes, oblongas, acuminadas y glabras. Flo- res subpaniculadas; sépalos verdes, lineares; pétalos blancos o de un color ama- rillo bajo con un tinte ver- le, están colocados en dos series y tienen forma oval; estambres amarillos y esti- lo blanco, con cinco estig- mas radiados. El fruto es una baya escamosa, globo- sa, amarilla, de 3 centíme- tros de diámetro y usada en algunas partes como medi- camento. Vive esta plantar en las Fig. 13.—Peireskia peireskia L. 21 EL AS € A:C UT A: COUE CA Si DE. UE NN regiones cercanas a las costas del Golfo y es común en toda la América Tropical. PERESKIA LYCHNIDIFLORA P. D. C. Ramas cilíndricas, leñosas, un poco: carnudas; hojas grandes, ova- les, puntuadas, sesiles, caducas, planas, provistas de una nervadura lon- Fig. 14.-——Pereskia lychnidiflora P. D. C. gitudinal. De sus axilas parte un largo aguijón solitario. Las flores sos: solitarias y terminales; el ovario o la dilatación de la rama que lo encierra, está provisto de sépalos foliáceos, pequeños y desprovistos de espinas en sus 22. LO A A ON ARA IR EN A di LND ¿A axilas. Esta Cactácea llega a tener el tamaño de un arbolillo y produce flo- res anaranjadas con franjas en el margen de los pétalos, como las que se encuentran en el género Lychnis. P. TAMPICANA Weber Fruticosa, ramosa; hojas brevemente pecioladas, oblongas u oblongo- Fig. 15.—Pereskia bleo P. D. C. lanceoladas, agudas; falta de aguijones o con éstos solitarios; flores de color rosa carmesí. Esta especie, como su nombre lo indica, vive en Tampico. PABLO: DIC: Arborescente, ramosa; ramas cilíndricas, verdes; aréclas obscuras; con Y 23 LAS CA. TA E A SS" DE" UEFA u 8 espinas desiguales, negras, rígidas, subfasciculadas; hojas puntuadas en el envés, obovadas, acuminadas. Es una de las especies más bellas; su tallo se eleva a más de 2 metros, y su diámetro es de cerca de 5 centímetros; espinas de 24 a 32 milímetros; hojas de 10 centímetros de largo por 4 de diámetro, son casi pecioladas. Flores pedunculadas; sépalos cortos, verdes; pétalos ovales, tunicados, extendidos; encarnados o de un rosa subido y blanquecinos por debajo; es- tambres rojos, blancos en su base; estigma dividido en 5 ó 7 lóbulos. Esta planta florece muy joven, terminando su floración hacia los meses de mayo y junio. Fig. 16.—Pereskia zinntiflora P. D. C. Esta especie mexicana se ha recolectado en los bancos del Río Pánuco y en la parte norte del Estado de Veracruz, y es por lo demás su área de distribución muy extensa, pues también se encuentra en el Brasil. PERESKIA ZINNIIFLORA P. D. C. Frutescente, con hojas ovales, puntuadas, de color verde claro, que se estrechan en su base hasta su pequeño peciolo; las hojas de las ramas tienen 24 o CASA E DEPAGINAS DS ME A NA en cada axila una sola espina erecta, de color moreno rojizo; las aréolas de las ramas viejas tienen hasta 3 y 5 espinas periféricas. Flores solitarias, terminales, semejantes a las de la Zinnmia elegans, pé- talos purpúreos, verdosos en el envés, profunda, obtusa y cordiformemente escotados; estambres cortos, numerosos, con filamentos rojizos y anteras de color amarillo claro; estilo más corto que los estambres. P. CONZATTII Britt. and Rose Arbol de 8 a 10 metros de altura, con la corteza lisa y morena; hojas orbiculares u obovadas, agudas, de 1 a 2.5 centímetros de largo; aréolas pe- queñas, provistas de lana blanca y de algunos pelos largos; espinas de 2 a 6 en las ramas jóvenes y de 10 a 20 en el tallo, aciculares, de 2 a 2.5 centíme- tros de largo, de un amarillo obscuro que vira al moreno con el tiempo; fru- tos piriformes, desnudos, de 3 a 4 centímetros de largo. Esta Pereskia vive en Salina Cruz, Tehuantepec, Oaxaca, en donde ha sido colectada por el Pro- fesor D. Casiano Conzatti. ú TRIBU SEGUNDA OPUNTIEAE Plantas suculentas, nunca epífitas, ramosas; con artículos de diversa estructura, cilíndricos, comprimidos o aplanados, con aréolas irregularmen- te repartidas y, a excepción de la Grusonia, sin costillas; hojas por lo común caedizas, pequeñas, subuladas, cilíndricas pero en algunas especies más o menos aplanadas y persistentes; aréolas provistas de glóquidas (aguates) a excepción de un género; espinas rectas y delgadas, a veces con vaina; corola rotada, excepto en el género Nopalea; flores sesiles, diurnas, una en cada aréola; fruto en baya carnosa denominada entre nosotros, “tuna”; semi- llas blancas o negras, aplanadas, con una testa muy dura; cotiledones alar- gados. De los siete géneros que comprende esta tribu, cuatro son propios de México. 25 LAS CACTACECA S. DE. MEANS CLAVE DE LOS GENEROS MEXICANOS Hojas anchas y planas Pereskiopsts. Hojas pequeñas, subuladas o cilíndricas; por lo co- mún caedizas: Estambres más grandes que los pétalos Nopalea. Estambres más pequeños que los pétalos : Artículos desprovistos de costillas Opuntia. Artículos provistos de costillas longitudinales Grusonta. Género PERESKIOPSIS Según los señores Britton y Rose, ciertas plantas comprendidas en el género Pereskia deben separarse para formar otro género, el Pereskiopsis, por sus flores muy semejantes a las de las Opuntias. Ovario sesil con hojas en las aréolas; fruto rojo y jugoso y semillas duras cubiertas de vello. Como en este libro hemos seguido la clasificación instituída por los citados botánicos, describiremos por separado estas es- pecies. | PERESKIOPSIS VELUTINA Rose Tallos ramosos y extendidos, quebradizos, formando arbustos compac- tos, de más de un metro de altura, las ramas jóvenes son verdes y se derivan en ángulo recto del tronco, que en estado adulto pcsee una corteza del color de la del cerezo; aréolas con largos pelos blancos, varias espinas pequeñas, y algunas glóquidas; hojas elípticas u ovadas de 2 4 6 centímetros de largo por 1.5 a 2.5 centímetros de ancho, acuminadas o agudas; flores sesiles; ovario oblongo y pubescente provisto de hojas y de aréolas verdes, rojos 0” amarillos; pétalos de un amarillo brillante. - Vive esta planta en Querétaro y en la Mesa Central, y se conoce con los. nombres vulgares de “nopalito” y “cola del diablo”. P. DIGUETTII Weber Arbusto más grande que el anterior, con tallo rojizo; aréolas con péta- los lanosos, blancos cuando jóvenes y después negros; hojas elípticas u ova- das, abruptamente apuntaladas y más o menos cuneadas en la base; espinas 26 AS AA 6 OO ON EN IIA AA CE Ne A por lo común de 1 a 4, casi negras, de 7 centímetros de largo; glóquidas mo- renas, no muy abundantes; flores amarillas; fruto rojo y pubescente. Vive en Guadalajara, Oaxaca y otros puntos de la Mesa Central. En la primera de las ciudades citadas, se conoce con el nombre de “tasajillo” y “alfilerillo”.. P. OPUNTIAEFLORA D. ee Arbórea, las hojas son obovadas, mucronadas, planas, un poco reco. 4 y yor 17.—Pereskiopsis' opuntiaeflora Des 7 gidas en la base, como pecicladas,:de una longitud de 18 a 25 milímetros, en algunas ocasiones geminadas; las más veces sale de su axila una espina solitaria, esplendente y dos veces más larga que las hojas; las flores son a LAS CACTACEA.S DE. METANO terminales y ligeramente pediceladas, se parecen a las de la Opuntia en que el ovario, en lugar de llevar escamas foliáceas, no presenta sino pequeños tubérculos o haces de pelos abortados; los sépalos están en dos series en la parte superior del ovario, son ovales, obtusos y verdosos; los pétalos son de un amarillo rojizo, ovales, abiertos y enteros; la flor no mide más que 2 centímetros de diámetro; los estambres son numerosos, muy cortos, de an- teras amarillas agrupadas en derredor del estigma. Se encuentra un ejem- plar vivo de esta planta en el jardín de la Dirección de Estudios Biológicos. Fig. 18.—Pereskiopsis rotundifolia D. C. P. ROTUNDIFOLIA D. C. Arbórea, tallo cilíndrico, leñoso, con ramas extendidas; hojas alternas, planas, sesiles, caducas, orbiculares, mucronadas y de 1 centímetro de diá- metro aproximadamente; tiene en sus axilas espinas solitarias más largas que las hojas; las flores nacen en las ramas cortas y laterales; ovario con sépalos foliáceos; pétalos en número de 8 a 10; redondeados, abiertos, lige- ” 28 hr MS AAA OCA CONS HH NS A ramente mucronados, de un amarillo claro tirando al rojo vivo; estambres cortos; estilo claviforme, rojizo, con dos estigmas que afectan la forma de punta de flecha. El fruto es una baya ovalada, trunca y umbilicada en la parte superior, de color rojo, desprovista de escamas, pero que posee pe- queños tubérculos de los cuales nacen haces sedosos poco aparentes. Esta especie vive en las regiones calientes y húmedas. 'P. CHAPISTLE Weber Arbusto de 3 a 4 metros de altura, con ramas extendidas, globosas; una espina blanca, fuerte, de 6 centímetros; hojas carnosas y persistentes, obo- vadas u orbiculares de 3 a 4 centímetros; flores amarillas; fruto rojo. Brit- ton y Rose le dan como área de distribución los Estados de Oaxaca y Morelos. P. PORTERI Weber Fruticosa, ramosa; ramas delicadas como las de la Pereskia spathula- ta; hojas lanceoladas, agudas, de base estrecha y sentada; aréolas con to- mento negro; espinas solitarias con zonas castaño obscuras y puntas negras, a veces son geminadas; flores amarillas. Vive esta especie en Topolobampo, en donde se le da el nombre de “rosa amarilla”. P. SPATHULATA Otto Fructicosa, ramosísima; tallo elevado, delgado, leñoso; ramas espar- cidas, torcidas; aréolas espaciadas, tomentosas, las jóvenes son lanosas, pro- vistas de 1 a 2 espinas blancas insertas en la parte inferior, y de sétulas ca- fés, fasciculadas, insertas en su parte superior; hojas verdes, espatuladas, de 3 a 8 centímetros de largo por 13 a 20 milímetros de diámetro. Las flores son de color rojo. P, PITITACHE Weber Tallo elevado, leñoso; aréolas próximas, convexas, grises, tomentosas y casi sin lana; 5 ó 6 aguijones delgados, de color leonado café; foliolos espatulados, lanceolados, agudos, muy atenuados en su base, carnosos y de un color verde claro, su longitud es de 8 centímetros y su mayor anchu- ra de 2. En nuestro país se eleva el tallo a una altura mayor de 1.60 metros. Las hojas tienen una longitud de 4 cm. por 2 de diámetro. El nombre vul- gar de esta especie es “patilón” o “pititache”, en Jalisco. Hay una espe- 29 EJAUS € A CCUT A CE AS: DEM E CAM cie desconocida en esta misma región, llamada por el vulgo “pitahayita de agua”. P. AQUOSA Weber Fruticosa, ramosa, de un verde glauco; hojas subespatuladoelípticas, agudas o brevemente acuminadas; espinas solitarias, blancas o cenizas, rí- gidas, comúnmente torcidas; baya terminal, piriforme, umbilicada, endocar- po acuoso, de un sabor parecido al de la piña, semillas de base caudada con cubierta algodonosa. Se encuentra esta especie en el Estado de Jalisco, cerca de la ciudad de Guadalajara, en donde es llamada vulgarmente “tuna de “agua”, “pitayita de agua”, “chirrioncillo”, “tasajillo”, “alfilerillo”. Género NOPALEA Hojas pequeñas, subuladas o cilíndricas; por lo común caedizas; estam- bres más grandes que los pétalos. Este género difiere del Opun- tia en que las piezas de su pe- riantio, son erectas en vez de extendidas; los estambres más largos que los pétalos y el estilo excede a los estambres. La planta más notable de es- te género es, sin duda alguna, la Nopalea cochenmillifera; Her- la época de los aztecas, según nández dice: “que era un cierto afirma el sabio Alzate, se sabía género de tunas que se crían y Fig. 19.—Flor que este insecto podía vivir so- , de Nopale: a 4 ; guardan con cuidado, que lla- mostrando sus Pre Otras Opuntias que los in- man nochestli nopalli o nopal estambres dios en su elegante idioma lla- nochestli, en lugares común- Hkertos. maban “tlalnopal” (esto es, no- pal de tinte), pues cuando el Coccus invade a otros nopales les viene la en- fermedad llamada “chahuixtle nopal” a causa de la cual éstas se enferman y 'crían moho amarillo.” La N. cochenillifera, vegeta especialmente en Oaxaca y en las Mixtecas: es una planta de 3 a 4 metros de altura cuyo tronco y ramas viejas son casi cilíndricas a diferencia de las jóvenes que son planas; las flores tienen un hermoso color purpúreo. | : El nombre científico de esta planta fué puesto porque es una de.las especies de Cactáceas en que vive la cochinilla (Coccus cacti), este insecto mente para ello, porque los ga- nados Y bestias no las destru- yan”; el Padre Clavijero dice que “desde en tiempo de los reyes mexicanos, se tenía cui- dado particular en criarlos por ser el alimento de la cochinilla (Coccus cacti) aunque ya desde 30 AS AA O OCA ORAL CA ES AN A fué, en la época colonial, un valioso producto que México exportaba a Espa- ña, del cual obtenían la púrpura, pues las anilinas con que ahora se fabrica no eran aún conocidas. Pertenecen también a este género: la N. dejecta conocida con el nombre vulgar de “nopal chamacuero” que vive en Tamaulipas, y la N. Karwinskt0- na, conocida en Guadalajara con el nombre de “nopalillo de flor”. La N. inaperta Schott, es una especie propia de Yucatán. Género OPUNTIA El género Opuntia se divide en dos subgéneros: Con artículos cilíndricos Cylindropuntia. Con artículos planos Platyopuntia. Subgénero 1: CYLINDROPUNTIA Con artículos cilíndricos o algo cónicos y a veces globosos. Clave de las series mexicanas I.—Espinas con vainas papiráceas. a.) Tubérculos no aplanados: Tuna sin espinas. 1. Leptocaulis. b.) Tubérculos aplanados lateralmente. 2 Imbricatae. - 11.—Espinas sin vainas papiráceas : Postradas, con artículos claviformes. 3. Clavatae. SERIE 1—LEPTOCAULIS Subírutescentes, con artículos cilindrocónicos, los últimos de 4 a 15 mm. que se desprenden fácilmente; flores pequeñas. O LEPTOCAULIS DC. Pertenecen a esta sección los “tasajillos”, O. leptocaulis D. C. que tienen sus artículos cilíndricos, de 4 a € cm. de diámetro, sus espinas son muy agudas y tienen hasta 12 mm.; las flores son verdosas o de un amarillo azu- frado y el fruto escarlata, prolífero, es decir, que a veces de sus aréolas na- cen flores y ramas; abundan mucho en la parte norte de México en donde molestan 2 los viajeros y cabalgaduras con sus penetrantes espinas que una vez hincadas en la piel, hacen que se desprenda el artículo respectivo. 31 AS O SO YA C E-A 8: DIE SEAS TI “CO La O. Kleinae D. C. es una especie muy afín a la anterior, el arbusto mi- de de 60 em. a 1 m. de altu- ra, los artículos son más gruesos que en los “tasaji- llos”, tienen aréolas con una espina y raras veces existen 16 2 más pequeñas abajo; flores de color rojo ladrillo, y fruto cobovado de 1.5 a 2 cm. de largo y de color maarillo. Esta Opuntia que en las O tasajo Eng. Fig. 28.—Opuntia dbulbispina Eng. obras Estado-unidenses a- parece descrita con el im- propio nombre de “tesajo”, es un arbustito de cerca de 1 m. de altura, con artícu- los indistintamente tuber- culados de 2 a 5 em. de lar- go; con 2 espinas en cada aréola, de color moreno obs- curo, de 4 a 8 mm. de largo, amarillas cerca del vértice: estilo blanco con 5 lóbulos en el estigma, amarillos. Este “tasajo” es propio de la parte central de la Baja California. Fig. 21.-—Opuntia imbricata. Planta adulta. 32 Sierra de Guadalupe. MUSA. A A O DIRE UNI EAS E CESSNA SERIE 2—IMBRICATAE Especies frutescentes, ramosas y espinosas. El artículo terminal car- noso y fuertemente tuberculado; fruto también tuberculado. 1.—Especies de 2 a 4 metros de altura, muy ramosas; flores grandes, pétalos de 2 a 3 centímetros de largo O. imbricata 11.—Especies de menos de 2 metros de altura en forma de arbolillo. y O. cardenche. 111.—Especies de 60 centímetres o menos de altura; flores amarillas O. tumicata flores color de rosa. O. pallida O. IMBRICATA D. C. Planta arbórea, de 3 ó más metros de altura, con tronco leñoso más oO menos definido, artículos fuertemente tuberculados; hojas de 8 a 24 milí- metros de largo; espinas desde 8 hasta 30, provistas de vainas papiráceas; fruto desnudo, amarillo, seco y tuberculado. Esta especie está diseminada en toda la Altiplanicie Mexicana y es abundante en los cerros de la Sierra de Guadalupe y en otros puntos del Valle de México. OPUNTIA CARDENCHE D. Griffiths Arbolillo anchamente ramoso, de 1.50 a 2.50 metros de: altura, con un tronco obscuro y escamoso de 6 a 10 centímetros de diámetro; artículos va- riables, los laterales se separan con facilidad y son más cortos (1 diámetro) que los que están en los ejes principales o secundarios, siendo el tamaño de éstos, de 20 a 60 centímetros de largo, los más jóvenes alcanzan 2 cm. de diáme- tro; todos los artículos poseen tubérculos prominentes y tienen grandes aréo- las ovales, situadas en la parte superior y más corta: de la cresta del artículo, cuya región es casi perpendicular; las ya citadas aréolas son anchamente ovadas, de 5 a 7 milímetros de diámetro mayor; se notan en ellas, común- mente, varias áreas distintas de color gris obscuro abajo y un poco cafés arriba, el espacio lanoso continúa creciendo hasta volverse subcircular, llegando a adquirir hasta un centímetro de diámetro o alargándose trans- versalmente; las glóquidas en haz compacto, ocupan la parte superior, son de un color gris obscuro o amarillentas en la planta viva, pero separándolas de ella adquieren un color rojo obscuro; las aréolas de los artículos jóvenes, 33 LAS CACTACEAS DE: MEANS tienen de una a cuatro espinas, comúnmente cuatro, más numerosas cerca de la mitad del artículo, blancas, traslúcidas, semejantes al hueso o teñidas de un anaranjado rojizo, erectas, separadas, la central inferior, más larga (2.5 centímetros) y las otras un poquito más cortas; vainas de un color gri- sáceo O pajizo, un poco desprendidas de su parte inferior; entremezcladas con las espinas y bien distintas de las glóquidas, existen de 4 a 6 cerdas, caedizas, de color gris obscuro y de 3 a 6 milímetros de largo; flores sedosas, Fig. 22.—Opuntia cardenche D. Griffiths. Planta adulta. de un brillante color púrpura y de cerca de 4 centímetros de diámetro, péta- los obovados u obcordados, terminados en punta, denticulados y a veces un poco crenados; sépalos verdosos en el segundo verticilo, cortos y acuminados; filamentos robustos, purpúreos y a veces algo verdosos, estilo blanco en la Y base y purpurino arriba; estigmas 6. de un blanco amarillento; ovario 34 MS AR AE (NC AO ANS TA UE E 2 NE A obovado, de 2.5 centímetros de largo, con el ápice profundamente cóncavo y con arécias subcirculares, de 2 a 3 milímetros de diámetro, situadas en la parte más corta y vertical de los tubérculos, llevan un compacto hacecillo de glóquidas y algunas pequeñas y delicadas espinas blancas o amarillentas, parcialmente envainadas y muy caedizas; permanece el fruto adherido a la planta durante varios años; pero desde fines del primero madura, ad- quiriendo un color amarillo claro. La anterior descripción, no es una traducción fiel de la descripción del señor Griffiths, pues la hemes modificado en algunos puntos, según nuestras Fig. 23.—Opuntia cardenche D. Griffiths. Flores. propias observaciones, en virtud de haber vivido en la localidad en donde natu- ralmente vive la planta y haber tenido ocasión de observarla con detenimiento en múltiples ejemplares y cuantas veces lo hemos juzgado pertinente. Es muy interesante hacer notar, que tanto en esta planta como en la Opuntia tunicata y en otras afines, existe una disposición muy favorable para la diseminación de la especie, en efecto, hay ciertos artículces peque- ños provistos de espinas muy agudas, gracias a las cuales se hincan fácil- mente, el artículo se separa con el más ligero esfuerzo de la planta madre, y es eccsa digna de edmiración, la prontitud cen que emiten raíces, si en- cuentran un medio favorable para ello. (Av) SI DAS CAC TAC E A SDE" MID Fig. 24.—Opuntia cardenche D. Griffiths. Planta vieja. Fig. 25.—-Opuntia tunicata Leh. Sierra de Tehuacán. 36 ES E SS ON AO DIRE A E EIN. CA O. TUNICATA Lehmann Planta muy variable, aunque en nuestro país afecta por lo común, la for- ma de grupos cespitosos como se ve en las figuras respectivas.. Los artículos se desprenden fácilmente, son un tanto cblongos y llevan de 6 a 10 largas es- pinas de color mcreno rojizo en la parte superior de los artícules y amarillentas Fig. 26.—Grupo aislado de Opuntia tunicata Leh. en la base de los mismos; con una vaina papirácea biaunca y brillante; flo- res amarillas, de 3 centímetros de largo. Esta planta está ampliamente distribuida, se extiende en toda la Mesa Central, en el Ecuador, en el Perú y en el norte de Chile, etc. 37 PAS CA CTACEAS DE MIL O. PALLIDA Rose Con el nombre de O. rallida ha sido descrita una especie más pequeña, que alcanza hasta un metro de altura, con ramas muy abiertas y flores de color rosa pálido. Vive esta Opuntia cerca de Tula, Hidalgo. SERIE 3—CLAVATAE Especies postradas, extendidas; espinas con rudimento de vaina, cuan- do son jóvenes; artículos en forma de clava. Fig. 27.—Opuntia tunicata Leh. Cerro del Risco. O. VILIS Rose Densamente cespitosa, formando grupos que alcanzan muchos metros; los últimos artículos son verticales o claviformes, de un verde pálido, con 12 y más espinas radiales y 4 centrales, rojizas, con la punta blanca, de 1 a 4 centímetros; flores de 4 centímetros, con pétalos purpúreos, brillantes; estilo blanco y estigmas lobuloses, amarillos. Esta especie es propia de las planicies zacatecanas. 38 A E. A O ORO AO NE RS E ANO A O. BULBISPINA Eng. Forma grupos de 1 a 2 metros; artículos ovoides, en contorno, de 2 a 2.5 centímetros de largo por 10 a 12 milímetros de ancho. Espinas radiales de 8 a 12, aciculares, de 3 a 6 milímetros, 4 centrales, mucho más grandes y fuertes. Esta planta vive en Ciudad Lerdo, Durango y en las regiones adyacentes. Fig. 28. Opuntia bulbispina Eng. 99 AS CACTACcCE4A..sS. DE "UE Subgénero 11: PLATYOPUNTIA CLAVE DE LAS.SERIES MEXICANAS 1. Con tallos anuales Chaffeyanae Con tallos perennes: 53) Con fiores dioicas y pétalos muy pequeños Stenopetalae Con flores hermafroditas y pétalos anchos: 3. Con artículos más o menos cilíndricos y caedizos Pumuae Con artículos planos más o menos persistentes: 4. Provistos de aréolas con largos pelos Orbiculatae Desprovistos de aréolas con largos pelos : 5. Raíces tuberosas y espinas morenas Setispinae Sin raíces tuberosas: 6. Con artículos azulados Robustae Con artículos verdes: 7. Artículos glabros: Sin espinas o casi así Ficus-Indica Con espinas: Blancas o cinéreas Streptacantha Amarillas o morenas en la base Dillenianae 8. Con artículos pubescentes o puberulentos: Sin espinas Bastlares Con espinas: Blancas y delgadas semejantes a cerdas, cuando menos en las plantas jóvenes Leucotrichae Aciculares o subuladas : Plantas de menos de 1 m. de al- tura Tunae Plantas de más de 1 m. de altura: Con espinas amarillas Macdougalianae Con espinas morenas . Phaeacanthae Con espinas blancas Tomentosae 40 MS A CARA E ONCE OS ME E LENA Subgénero II: PLATYOPUNTIA Con artículos planos o casi planos. SERIE 1¡.—PUMILAE Subfrutescente, espinosa, con artículos ligeramente aplanados. Esta serie es interesante porque es de transición entre las Cylindropuntias y las Platuopuntias. La especie más importante es la O. pumila Rose que vive en Mitla, Oaxaca; mide de 1 a 5 metros de altura; las aréolas poseen de 1 a 3 espinas, y sus gruesos artículos tienen de 1 a 3 centímetros. Forma densos mato- rrales. Fig. 29.—Artículo de Opuntia pumila Rose. Fig. 30.—Opuntia decumbens S. D. SERIE 2.—TUNAE Plantas erectas o postradas, con artículos que se desprenden fácilmente y con numerosas espinas amarillas o blancas, aciculares o subuladas; am- rliamente extendidas no solamente en México sino también en las Indias Occidentales y Centro y Sud América. O. DECUMBENS S. D. Planta pequeña, de 30 a 40 centímetros de altura, comúnmente rastrera; artículos de 10 a 20 centímetros de largo, ovales u oblongos, pubescentes, aréolas por lo común pequeñas, rodeadas de una zona purpúrea; glóquidas amarillas; no es raro que estén desprovistas de espinas o que posean sola- mente algunas solitarias; flores numerosas y pequeñas, amarillentas; tuna colorada. 41 LAS € ATC TA CE AS: DTD Vo Esta planta tiene amplia área de distribución pues se halla en las cos- tas del Golfo y del Pacífico y se extiende hasta Guatemala. Muy cercana a esta especie es la O. depressa Rose, colectada cerca de Te- huacán; vive asociada formando grupos de 3 a 4 metros; sus artículos son de un verde amarillento, pubescentes y obovados con una espina en cada aréola, encurvada y rodeada en su base de 1 a 3 más pequeñas; flores rojas; fruto pequeño y globular con haces de aguates morenos, umbilicado. SERIE 3——BASILARES Postradas o frutescentes, muy ramosas, con artículos planos, provistos de aréolas pequeñas y por lo común muy juntas y numerosas. O. MICRODASYS Leh. Planta de 60 centímetros a 1] metro de altura; artículos oblongos u orbiculares de 10 a 15 centímetros, de un verde pálido, sin espinas pero con aréolas provistas de numerosí- simos “aguates” amarillos y morenos; flores de un ama- rillo puro más o menos man- chadas de rojo; filamentos estaminales y estilo blancos, 6 u 8 lóbulos en el estigma, tuna de color rojo obscuro, ca- si lobular. Esta especie ha sido confun - dida por el Dr. Schumann con la O. rufida, de la que difiere completamente puesto que es- ta últime posee: un troneo de- finido, hojas subuladas y ca- ducas, flores amarillas o ana- ranjadas de 4 a 5 centímetros, y tunas de un rojo brillante con grandes aréolas. Fig. 31. — Ar- A estas Opuntias se las de- tículo de “no- nomina vulgarmente “nopal pal cegador” O. E LE edu cegador” pero la O rufida es- que vive en el tá perfectamente localizada en Bolsón de Ma- la región de Calizas N. Edel 20 as Estado de Durango, en el Va- lle y en la Cañada del Nazas y en los afluentes de este río hasta Santiago Papasquiaro. La O. microdasys vive perfectamente en el Estado de Coa- huila y si llega hasta Durango abarca sólo algunas partes del Bolsón de Ma- pimí. SERIE /.—SETISPINAE Especies frutescentes, con raíces tuberosas; artículos anchos con gran- des espinas morenas, aciculares; frutos grandes y jugosos. O. MEGARHIZA Rose Raíces carnosas; planta de 30 a 40 centímetros de altura, muy ramosa, 42 '034 “ued[mbrux] op “yorí siisopoxu nqundo e e e AE CAPA AS is pa si . A OPTOMA A CENA Ol Y con artículos alargados, cuneados inferiormente; en las márgenes de las anti- guas pencas aparecen las nuevas y no siempre en el mismo plano; espinas de 2 a 4, aciculares; hojas pequeñas; flores de color amarillo limón a menudo manchadas de rosa. Vive esta planta en las montañas de Alvarez, de San Luis Potosí. Dice el Dr. Palmer que esta Opuntia posee raíz carnosa que se utiliza en San Luis Potosí para curar las fracturas de los huesos; una persona fidedigna de aquel Estado nos asegura que son las pencas las que machaca- das producen mejor resultado para este objeto. Quizá sea a esta Opuntia a la que se refiere el célebre naturalista descriptor Hernández, cuando dice en su Libro Primero... “De los árboles, Parte 11...acuérdome haber leído en un cartapacio muy viejo y antiguo, que el árbol grande que nace por los montes, que llaman árbol de las soldaduras, y los indios “sacanochtli”, que es especie de tunar, dicen que majadas las hojas y puestas en forma de emplastos a los vottsíi abundante huesos quebrados, en el centro del Es- Mseconcierta y tado de Chihuahua suelda con mucha y la O. setispina facilidad y preste- Eng., propia del aa) ¿todo lo. cual ceste del mismo creería que hará, Estado y colectada supuesto que es entre los montes de elutinosa, fría y MAN binos por el Dr. A. astringente.” Wislizenius desde A este grupo Fig. 32.—Raíz de la Opuntia 1846. Ambas po- pertenecen la 6. de O seen raíces tubero- sas, henchidas de materias nutritivas. SERIE 5—PHAEACANTHAE Plantas con espinas morenas cuando menos en la base; artículos relati- vamente grandes, orbiculades u cbovadces. O. AZUREA Rose Compacta, erecta, con tronco simple y ramificado desde una región cer- cana a la base; artículos orbiculares, obovados, de 10 a 15 centímetros de diá- metro, de un verde azulado pálido; las aréolas inferiores carecen de espinas y las superiores llevan de una a tres; glóquidas morenas; flores de amarillo 43 LAS CA'CTACEAS DE Mm ES cbscuro con uña purpúrea, pero con la edad se vuelven color de rosa; fruto globoso, purpúreo, comestible. El área de vegetación de esta planta radica principalmente en la región noroeste del Estado de Durango y en los Distritos de Nieves y Mazapil de Zacatecas, y es conccida en ambos Estados con el nombre de “nopal coyo- tillo”. O. ENGELMANNII $. D. Hasta de 2 metros de altura y sin tronco definido; artículos oblongos u orbiculares, de 20 a 30 c.m. de largo y de color verde pálido; espinas más o menos blancas, con bases morenas rodeadas de rojo obscuro y a veces con puntas negras, existen de una a cuatro y en las aréolas inferiores nin- guna; hojas subuladas de 15 milímetros; glóquidas muy numerosas, more- nas, con puntas amarillas; grandes flores amarillas; tuna roja de 3 a 4 cen- tímetros. Esta planta se extiende desde la frontera norte, Sonora, Chihua- hua y Durango hasta otras partes de la Mesa Central; es sumamente varia- ble y probablemente existen gran número de razas no estudiadas todavía. La O. rastrera Weber, es una especie propia de San Luis Potosí, con artículos circulares y obovados hasta de 20 centímetros de diámetro; es- pinas blancas; flores amarillas y fruto rojo con pulpa ácida. SERIE 6—DILLENIANAE Especies frutescentes, con artículos grandes, planos y persistentes y espinas amarillas que algunas veces son morenas en la base; algunos de es- tos nopales casi carecen de espinas. O. LINDHEIMERI Eng. Esta Opuntia, colectada en Tamaulipas, es extremadamente variable y se distinguen diversas razas que difieren en armamento, en el color de las flores (amarillas o rojas), y en la forma y tamaño del fruto. La gran va- riabilidad de esta planta ha hecho que sea decrita muchas veces, y tenga más de 20 sinónimos. O. CANTABRIGIENSIS Lynch. Planta de 1 a 2 metros de altura, con artículos orbiculares u obovados de 12 a 20 centímetros de largo, con remotas aréolas provistas de una borra morena; 3, 6 y aún más espinas aciculares, amarillas, con la base morena O rojiza; aguates numerosísimos, hasta de un centímetro y más de largo; uv 44 NS Acs AR E O EN ACI RO ASS E AER NO CA flores de 5 a 6 centímetros de diámetro. Esta especie es muy común en los Estados de San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo. SERIE 7-—-MACDOUGALIANAE Plantas erectas, con artículos anchos, planos, delgados y persistentes; epidermis pulverulenta, espinas amarillas. O. DURANGENSIS Britt. and Rose Especie postrada, de ramas esparcidas, que comúnmente alcanza de 75 Fig. 33.—Opuntia durangensis Britt. and Rose. Aspecto de la planta adulta. centímetros a 1 metro de altura, aunque por excepción se ven ejemplares de una talla más grande; sus artículos son bastante crasos, orbiculares y a veces un pcco ovalados, de 28 a 39 centímetros de diámetro y de un color glauco-cinéreo, las aréolas no muy juntas, orbiculares, provistas de 3 a 5 45 LAS CACC TAC ESAS DoS UA largas espinas, amarillas en su base, aleanzando las más grandes, hasta 8 cen- tímetros de largo; existen en los mismos órganos, numerosos pelos, cerdas y glóquidas retrobarbeladas, también amarillas. Los artículos jóvenes tienen una coloración especial aa verdosa. con reflejos metálicos y llevan hojas comparativamente bien desarrolladas. La epidermis está fuertemente cutinizada y la región sub-epidérmica Fig. 34.—Artículo florido de “nopal tapón”, Opuntia durangensis Britt. y Rose. con incrustaciones, en número extraordinario, de maclas de oxalato de cal- cio que a excepción de los lugares ocupados por los estomas, la tapizan por completo. Los estomas son pequeños y se encuentran colocados en unas cavidades formadas hasta por dos hileras de células. Existen también, en la superficie de los artículos, canales secretores de 46 AS 1 AE AE E OREA AN IRE de NS A una substancia resincsa que tiene en suspensión cristalitos de oxalato de calcio. Florece en los meses de abril y mayo; sus flores son de un color ama- rillo de ámbar, poco sensibles a la acción de la luz. A veces se encuentran plantas cuyas flores tienen un color anaranjado y su aspecto general re- cuerda las del “ncpal duraznillo”; los estambres maduran primero que los pis- tilos, y las abejas, unos pequeños coleópteros negros y las hormigas (a pe- sar de la teoría de Schumann, son los insectos que principalmente efectúan la polinización. ig. 39. Flor de Opuntia durangensis en el borde del artículo florido. E] fruto consiste en una tuna globcsa de color carmín, con la pulpa rojiza, tiene un sabor muy agradable y sus semillas son perfectamente crustáceas y por lo tanto indigeribles, pudiendo atravesar impunemente el intestino y aun obstruirlo en las personas o animales que lo comen en exceso. Pro- 47 DAS CC ATCTACE AS ¿DEN MP viene de esta circunstancia común a otras muchas tunas, el nombre de “no- pal tapón”, con que es conocido. Vegeta esta planta en los alrededores de la ciudad de Durango y según el señor ingeniero Patont, se extiende hasta 100 metros más arriba del ni- vel de los valles en donde está situada la ciudad; vive también en los mal- países y en las llanuras o mesetas elevadas; pero no desciende a las estepas Fig. 36.— Opuntia tomentosa S. D. £ de la parte baja del Estado, situadas como es sabido, a 1,100 metros de altura sobre el nivel del mar. j Ao Al pie de la Sierra Madre Occidental en el Estado de Durango y en las sierras de rocas ígneas, hay una variedad del “nopal tapón” conocida vulgar- mente con el nombre de “nopal mantequilla”. 48 APA AN E O CA OA A AS E CANA Pu SERIE 3—TOMENTOSAE Erecta, pubescente, con artículos lisos, persistentes; las espinas son blan- cas, en caso de haberlas. O. TOMENTOSA S. D. De tres a seis metros de altura, con copa ancha y tronco liso de 10 a 30 Fig. 37.—Opuntia leucotricha D. C. Planta joven. centímetros de diámetro; artículos estrechamente obovados de 10 a 20 cen- tímetros de largo, pubescentes, tuberculados cuando jóvenes; gelóquidas amarillas, sin espinas aunque algunas veces existen una o más; flores ana- 49 HAS CACTACE.4A.8So DUECSMTERNNS ranjadas, de 4 a 5 centímetros de largo; filamentos blancos o rosa; estilo purpúreo más largo que los estambres; estigma con 5 ó 6 lóbulos blancos; fruto rojo, ovoide. : Esta planta vive en el Valle de México y en la Mesa Central, ha sido PS exportada hasta Australia. Fig. 38.—Opuntia leucotricha D. C. Planta adulta. SERIE 2%—LEUCOTRICHAE Artículos pubescentes, a veces sin espinas pero abundantemente provistos de púas. Según el Sr. Patoni, el “nopal duraznillo” (O. leucotricha D. C.), abundantemente repartido en el Estado de Durango, se desarrolla muy bien al pie de la Sierra Madre Occidental y en los malpaíses; en estos lugares es 50 O q ENS: ON TACA? UL ON) CIA ER E, E. NA en donde alcanzan su mayor desarrollo el número de individuos y las dimer.- siones de éstos; en la breña o en los campos basálticos y en los ya citados mal- países no son raros los ejemplares de 6 metros de altura; en estos terrenos forma esta planta verdaderos bosques, también es muy abundante en las in- mediaciones de la Ciudad de Durango. Se ha señalado como el carácter más saliente que distingue a la especie de que nos ocupamos, de otras de su grupo, el de sus espinas que se alargan notablemente con la edad y se hacen delegadas, semejándose a pelos o cer- das; y como esas espinas son enteramente blancas, de aquí que se diera por De Candolle a nuestra planta, el nombre específico de leucotricha. Fig. 39.—Flores de la Opuntia leucotricha D. C. El “nopal duraznillo” de Durango y el que he visto en buena parte del Estado de Zacatecas, no presenta ese fenómeno de alargamiento de las es- pinas, hasta aparecer pilosas. En cualquier planta bien desarrollada, todos los artículos a cierta altura llevan en sus aréolas espinas cortas, rígidas y pican- tes. Es cierto que en los artículos de la base, que en estas plantas desarro- lladas forman el tronco y las ramas principales, las espinas se presentan más alargadas que en los artículos secundarios o planos; pero nunca llegan a tener la consistencia de cerdas, sino que conservan todos los caracteres de es- 51 EAS -CACITAC EAS "DE MID pinas, entre ellos, el de ser pungentes. Sólo en las plantas jóvenes de “duraz- nillo” de un año o poco más, y que provengan de semilla, he observado el alar- gamiento notable de las espinas, que se presentan entonces también poco rí- gidas. Es probable que De Candolle al describir y dar nombre a la especie, haya tenido a la vista un ejemplar joven nacido de semilla. Las plantas que provienen del enraizamiento en el suelo, de artículos desprendidos de otras plantas, que es el modo más común de propagación del “duraznillo” en el esta- do natural, no muestran alargamiento ni adeleazamiento notable de sus espinas aun cuando sean muy jóvenes. Es bien sabido para todos los habitantes del Estado de Durango, que el “nopal duraznillo” presenta plantas que producen frutos de corteza y carne rojas, y otras, aunque en menor número, en que la corteza es blanco verdosa. Se ha llegado a creer por algunos botánicos extranjeros que se trata de dos especies distintas o por lo menos de dos variedades bien definidas y aun se ha dado como signo característico de esas dos especies o variedades, el que en el fruto blanco la corteza es fácilmente separable del resto del fruto y no así en la del fruto rojo; pero el hecho en que se quiere fundar esa distin- ción es falso, pues se encuentran muchas plantas de frutos blancos, en loz cuales al querer mondarlos se adhiere el centro o parte comestible a la cor- teza; y en cambio, hay plantas de frutos rojos, que fácilmente se descor- tezan. La mayor o menor facilidad con que se separa la corteza, depende en mucho, por otra parte, del grado de madurez de los frutos, la cual es inde- pendiente del color del fruto. La diferencia principal que yo he notado en los frutos, además de la del color, consiste en que los rojos son de gusto más agradable que los blancos: en general todos los que comen esta tuna pre- fieren la roja. El Dr. Weber, muy entendido cactologista francés, que visitó a México en la época de la intervención, como médico del ejército francés, opinaba res- pecto a la cuestión de variedades o formas del “nopal duraznillo”, que el nopal de fruto rojo y el de blanco son únicamente formas de cultivo, obtenidas por siembras repetidas y después conservadas y propagadas por trasplanta- ción. Todos los “duraznillos” que he visto en las regiones del Estado de Du- rango, en que habita esta Opuntia y los de una buena parte del Estado de Zacatecas, son plantas espontáneas que nunca han sido cultivadas; y no sólo sino que tienen todas las probabilidades de ser indígenas. En los campos de lavas basálicas o “breña” y “malpaís” como se les llama entre nosotros, alcanza el “duraznillo” una altura hasta de cinco metros y no de tres como indica el Dr. Weber. 52 AS VEZ a EC DONE AOS ST AO TE ON A Tratándose de una planta indígena o por lo menos espontánea, es inad- misible la hipótesis del sabio citado, sobre eí origen de las plantas de frutos blancos y de frutos rojos. En realidad, las plantas de fruto rojo y las de fruto blanco no son espe- cies ni variedades distintas, y ni siquiera formas diferentes de una misma especie como es común que se presente este fenómeno en las plantas culti- vadas; la razón de que los individuos de una misma especie produzcan fru- tos blancos los unos y rojos los otros, no debe buscarse en ese caso en relatcio- nes ancestrales, sino en ciertas condiciones internas de eses individuos; toca por lo tanto a los fisiologistas estudiar este curioso fenómeno que presenta el “nopal duraznillo”. SERIE 10.—ORBICULATAE Corresponde a la antigua serie Criniferae, tan bien caracterizada por sus aréclas densamente vilosas. O. PILIFERA Weber Alcanza hasta cinco metros de altura; tiene un tronco grueso y leñoso; artículos orbiculares hasta de 30 centímetros; espinas de 2 a 9, blancas, y aréo- las llenas de pelos caedizos de 2 a 3 centímetros de largo, caducos. Es conocida vulgarmente con el nombre de “nopal crinado” o “nopal de crinas” y vive en Chiautla, Acatlán, Tehuacán y otros puntos del sur del Estado de Puebla. SERIE 11.—FICUS-INDICAE Grandes plantas con artículos por lo común sin espinas y cuando éstas existen son escasas, blancas y poco pungentes; grandes flores amarillas o anaranjadas. Todas las especies son cultivadas. O. FICUS-INDICA Lin. Plantas erectas, con pocas o ningunas espinas y grandes frutos; desde la época de los aztecas era conocida la O. ficus-indica Lin., la denominaban “noxtli”, después los conquistadores le dieron el nombre haitiano de “tuna” y como vive en muy diversas partes del país, es conocida con los nombres de “tuna de castilla”, “de alfajayuca”, “mansa”, “amarilla”, “verde”, “pelona”, “tempranilla”, etc., etc., siendo muchas de éstas, variedades mal estudiadas y otras especies distintas. Tiene los siguientes caracteres: erecta y prolífera, de 4 a 5 metros de altura, con un tronco cilíndrico que se vuelve leñoso con la edad; artículos 53 LAS .COA CTA CEA US. PES OU gruesos, elípticos u obovados de 19 a 45 centímetros de largo, aréolas hundi- das, distantes e ivermes, rara vez con una espina solitaria; flores amarillas, de 7.5 a 10 centímetros de diámetro; fruto gloquidioso, obovado, rojizc (tuna sarca), o blanco y comestible. OPUNTIA CASTILLA D. Griffiths Orpinamos con Mr. David Griffiths (Illustrated studies in the genus Opuntia ky David Griffiths. Nineteenth report 19083, Missouri Botanical Garden) que la Opuntia de que tratamos, debe ser considerada como especie distinta de la O. ficws-indica. Tomando como base la descripción de este autor y modificándola confor- me a las okservaciones que hemos verificado en los ejemplares que viven en los terrenos próximos a la estación del ferrocarril de Durango, puede ser caracterizada como sigue: Planta erecta, compacta, ramosa, de 2,25 a 3 metros de altura, con el tronco negro, fuerte y escamoso, de 30 a 40 centímetros de diámetro, de un color verde obscuro cuando es joven, después se vuelve moreno y escamoso y por último, tira al negro; artículos obovados de 30 a 42 centímetros de diá- metro mayor, bastante carnosos; aréclas subcirculares, en los artículos vic- jos o en la cercanía de la articulación, están a veces alargadas transversal- mente, primero sen de un color moreno obscuro algo purpúreo, pero después tienen un color negro; hojas lustrosas de un color verde obscuro, de sección circular, con el ápice rojo, terminan en un delicado apículo blanco o gris; elóquidas amarillas, rara vez visibles en las aréolas; espinas recientes de un color blanco trasiúcido, semejante al del hueso, que cambian progresivamente de color hasta quedar de un gris sucio, en los artículos nuevos 1-5, pero más comúnmente 1-2, las centrales generalmente erectas, cuando hay dos o más, algunas son ligeramente recurvadas, más o menos planas, nunca anulares pero a veces encorvadas u onduladas, de un tamaño variable, pues crecen du- rante varios años; pero por término medio de 15-22 milímetros de largo, flores amarillas o anaranjadas, de 8-9 centímetros de diámetro, pétalos an- chamente obovados con una muesca en su ápice retuso y pequeña e jrregular- mente dentados en el margen, amarillos, con la costilla teñida de rojo en la parte externa, sépalos carnosos en el segundo verticilo, de un color verde ro- jizo obscuro, terminados en una punta triangular, con una expansión mem- branácea en sus bordes laterales, estambres con filamentos amarillos arriba y verdes abajo; pistilo de 2.5 a 3 centímetros de largo, con el estilo de un rojo brillante y estigmas de un verde claro, 8-12 partido; ovario anchamente obovado o subgloboso, con aréolas subcirculares de cerca de 2 milímetros de 54 ES O TOR Y DAA IRA AO IE + TEL NO Al diámetro y 5 milímetros de distancia entre una y otra, de moreno obscuro, con algo de tinte purpúreo, rodeadas de glóquidas moreno obscuras y algu- nas pequeñas y delicadas espinas capilares de cerca de 6 milímetros, rectas O retorcidas, caedizas, fuertemente coloreadas en su ápice; fruto amarillo, grande y agradable. NOTAS:—Sólo hemos visto esta planta cultivada, aunque se conocen ejemplares silvestres o espontáneos, en varias partes del Estado de Duran- so, siendo relativamente escasa; también hemos visto y comparado con cui- dado, plantas de flor amarillo claro, con las que la preducen de color ana- ranjado, y creemos que sólo se trata de variedades de una misma especie, sin embargo, no hemos comparado los frutos. noreste del Estado de Du- rango, conocido también con el nombre de “nopal de liebre”, O. mesacantha caespitosa Raf. O. UNDULATA Griffiths Esta especie deserita en vista de los ejemplares cultivados en Aguasca- lientes, es muy cercana a la O. castilla. Difiere principalmente por sus ar tícules amarillos cuands jóvenes, espinosos y de la forma peculiar que mues- tra el grabado. SERIE 12 —STREPTACAN- THAE. Plantas arborescentes, ramosas, glabras, con ar- tículos verdes y espinas subuladas; grandes flores En esta sección coloca- Fif. 40.—Artículo de rojas y amarillas y fru- remos también el “nopa- A tos carnosos Avent eni la lillo” de la región media y od Mesa Central y son plan- tas típicamente mexicanas; han sido cultivadas probablemente desde antes de los toltecas, según Humboldt; sus frutos tienen un sabor muy agradable. son alimenticios y sirven para la preparación de numerosas bebidas, tama- les, quesos, etc., etc. Según el profescr Cordero, el fruto de las tunas con- tiene: LA A RA UI 83.010 CORTINA sI 0.320 AIDUIIMOIAES 2 oi E A 0.952 E A O AA 0.043 LUCO cn a ARTO 10.492 Celulosa y materias no dosificadas.. 5.183 pudiendo producir 47 32 calorías por ciento. DU SM LAS CCA CTA CEA SS DIE CU TENES El queso de tuna según el mismo químico, tiene la composición si- guiente: Humedad»: 316 IITEN $ CANO de 11.290 Cenizas ono A O, 1.530 Albunminoides” 2.0 o NICO EA 5.250 o E A 0.226 GLUCOSA a iO 13.529 Celulosa y materias no dosificadas... 5.685 GOMA E 241 ED e RE cil dl al 2.490 A es E ES , Es o 23% Fig. 41.-—“Nopal de liebre” del Estado de Durango. Opuntia mesacantha- caespitosa Raf. O. LASIACANTHA Pfeiff. Planta arborescente con tronco más o menos definido; artículos obova- dos u oblongos, de 20 a 30 centímetros de largo, con pequeñas hojas rojas; aréolas pequeñas, distantes entre sí de 2 a 3 centímetros; espinas de 1 a 3, aciculares, blancas, de 2 a 4 centímetros de largo, ligeramente divergentes; elóquidas numerosas, de color amarillo obscuro; flores grandes, amarillas o anaranjadas; ovario con cerdas caedizas. Esta especie ha sido recolectada 56 | 8 NN AO ERE OS ENRICO A cerca de la Ciudad de México; por el Dr. Rose en Tehuacán y en otros pun tos de la Mesa Central. O. HYPTIACANTHA Weber Plantas hasta de 3 ó 4 metros de altura, con artículos obovados, verde obseuros, que vistos con la lente muestran pequeñas papilas pubescentes, ho- jas subuladas, de 3 centímetros, con 2 ó 3 espinas blancas en cada aréola, poco pungentes, en los artículos viejos aumentan con la edad, existen 4, 6 ó más; glóquidas morenas, poco abundantes; aréolas que distan 1.5 centímetros, fruto globular, amarillo, ampliamente umbilicado. Esta especie recibe el nom- bre de “tuna chaveña” y ha sido estudiada en ejemplares colectados en Oaxaca, Aguascalientes, etc. O. STREPTACANTHA Lemaire Planta arborescente metros, amarillas o ana- hasta de 5 metros de lar- ranjadas; estigma con 8 a go, con tronco de 45 cen- 10 lóbulos verdes; fruto tímetros de diámetro, lobular de 5 centímetros muy ramosa; artículos o- de diámetro, rojo y algu- bovados u orbiculares de nas veces amarillo. 25 a 30 centímetros de lar- Esta especie se denomi- go y de color verde obscu- na vulgarmente “tuna ro; aréclas pequeñas, muy cardona”; prospera admi- cercanas; espinas nume- rablemente en San Luis rosas, algunas un tanto Potosí y en Zacatecas, en quidas de un moreno ro- donde, en la época de pro- aplanadas, blancas; gló- E ducción de frutos, consti- jizo; flores de 7 a 9 centí- YPHwcantha Weber. tuye un alimento abun- dante para los pobres. Con la miel exprimida de las tunas, mezclada con agua y fermentada, se fabrica una bebida alcohólica en San Luis Potosí, el “colonche”, también con esta tuna se fabrica una pasta denominada “que- so de tuna”. O. MEGACANTHA $. D. Planta arbórea de 5 ó más metros de altura, con tronco leñoso más o me- nos definido; artículos, en los grandes ejemplares, obovados, oblongos a me- nudo, oblícuos, hasta de sesenta centímetros de largo; aréolas levemente 97 LAS CAC TATCE!AAS DE MA YSN glaucas; hojas pequeñas, de 3 milímetros, verdes o purpúreas, aréolas peque- ñas, separadas 4 Ó 5 centímetros y provistas en su juventud, de borra more- na; espinas blancas de 1 a 5, a veces confinadas a las aréolas superiores. Flores amarillas o anaranjadas, fruto de 7 a 8 centímetros. Muy cercana a esta especie es la O. amyclaea Tenore, que produce la “tuna de Alfajayuca”. Fig. 43.—Opuntia streptacantha Lemaire. Existen numerosas razas originadas por el cultivo, que llevan los nombres vulgares de “hartona”, “cascarona”, etc. SERIE 13—ROBUSTAE Plantas grandes, con artículos azulados o glaucos, en algunas especies con espinas y en otras sin ellas; cuando existen son amarillas o blancas. O. ROBUSTA Wendland Planta erecta y hasta de cinco metros de altura, muy ramosa, con ar- tículos orbiculares u oblongos de 20 a 25 centímetros de largo y de 10 a 12 de ancho, muy gruesos, de color verde azulado glauco; hojas de 4 milí- metros, rojizas y agudas; espinas de 8 a 12, fuertes y de diversos ta- mañcs, morenas o amarillentas en la base, blancas en la punta, hasta de Se MS 1 A AE CA RENO MESES ES NA 5 centímetros de largo; flores amarillas de 5 centímetros; fruto globular o elíptico, rojo, de Y a 9 centímetros. Una variedad de esta tuna se denomina “tuna camueza” en San Luis Po- tosí. Vive esta planta en la Mesa Central, pero su área de vegetación es muy extensa; se cultiva en la República Argentina. Fig. 44.—Opuntia strepiacantiia Lem. Hay dos especies muy afines a ésta, la O. guerrana Griffiths, hasta de 2 metros de altura, y la O. crystalenia Griffiths, un poco más grande que la anterior; la primera de estas especies se ha colectado cerca de Durango y la segunda en Cárdenas, San Luis Potosí. 59 EAS CA:CTACEAS.D ES MESAS SERIE 1/.-—STENOPETALAE Este grupo anómalo está caracterizado por sus flores y por sus pétalos lineales más o menos erectos. O. STENOPETALA Eng. Rastrera, formando matorrales, artículos obovados u orbiculares de Fig. 45.—Opuntia robusta Wendland. 10 a 20 centímetros, de un verde grisáceo y a veces más o menos purpúreo; flores dioicas que conservan los estambres o el pistilo abortados. Fig. 46.-—Opuntia stenopetala Eng. Vive esta planta en los Estados de Coahuila, Querétaro e Hidalgo. Se ha cultivado como especie ornamental. SERIE 15—CHAFFEYANAE Hay una planta notable, la Opuntia choffeyi Britton y Rose, que forma esta serie, provista de un tallo anual que brota de una gran raíz carnosa, los 60 IS AS ALE OR OSO TRAE NO, A artículos parecen más bien de una Cylindropuntia, aunque las flores y el fruto corresponden a las Plaiyopuntias. Esta planta vive en el Estado de Zacatecas y ha sido colectada también en la comarca lagunera del Estado de Coahuila. Las tortugas del desierto se alimentan con ella. Vulgarmente se le denomina “sacacil”. Fig. 47.—Opuntia chaffeyi Britton y Rose. Aunque no corresponde a esta serie citaremos una Opuntia del Brasil co- nocida con el nombre de “nopalito de maceta” y que se encuentra cultivada como especie ornamental. Género GRUSONIA Artículos provistos de costillas longitudinales GRUSONIA BRADTIANA Coulter En la parte desértica del Estado de Coahuila existe una curiosa Opuntia, que más bien semeja por su aspecto un Cereus; forma grandes matorrales impenetrables y en su parenquima almacena enormes cantidades de oxalato de calcio. Durante mucho tiempo se describió con el nombre de Opuntia ce- reiformis y en la monografía de Britton y Rose aparece con el nombre d= Grusonia bradtiana, en Durango se encuentra al sur del Móvano en los con- trafuertes de la Sierra de la Campana y se le denomina vulgarmente, “viejo” u “organillo”. 61 DAS CAC TACE MAS DIE UIT TRIBU TERCERA CEREOIDEAE CLAVE DE LAS SUBTRIBUS MEXICANAS Perianto rotado o casi así, con pocos segmen- tos; sin espinas; epífitas Rhipsalidanae (7) Perianto infundibuliforme, salviforme, tubular o campbanulado: Aréolas sin espinas, artículos grandes y planos, epífitas Epiphilanae (6) Aréolas con espinas, artículos con costillas o tubérculos, plantas te- rrestres. (a) Flores y espinas en aréolas diferentes Mamillarianae (5) (aa) Flores y espinas en la misma aréola: (x) Plantas multiarticuladas: Erectas o frutescentes sin raíces aéreas Cereanae (1) Postradas o trepadoras con raíces aéreas Ayllocereanae (2) (xx) Piantas uniarticuladas, con costillas : Flores en aréolas laterales Echinocereanae (3) Flores en aréolas centrales Echinocactanae (4) SUBTRIBU 1. CEREANAE Plantas erectas, tallos y ramas con varias articulaciones, muy espinosas, no epífitas; flores una o rara vez varias en la parte superior de las aréolas, estando éstas, en algunos géneros, muy modificadas; estambres numerosos, li- mitados al tubo floral; fruto carnoso. 62 AS A AO OCA EE UE A ESE NO A 1—CEREUS La especie más importante de este género es, entre nosotros, el C. Bene- ckei Ehr. que, aunque dudosamente, puede considerarse en este grupo; es muy ramoso, de 4 a 5 m. de altura y ha sido recoiectado, por el Dr. Purpus cerca de Tehuacán, Pue. y en el cañón de Iguala, por el Dr. Rose. 2—CEPHALOCEREUS Es característico de estas plantas, comúnmente columnares y erectas, que la parte que lleva las flores esté diferenciada del resto por una porción Fig. 48.—Cephalocereus Hoppenstedtii K. Sch., de la Sierra de Tehuacán en el camino a Zapotitlán. pilosa, simétrica o unilateral que se halla cerca del ápice (cephalium, pseudo- cephalium). Las costillas están divididas por pequeños tubérculos provistos de largos pelos y espinas; las flores pequeñas, nocturnas y campanuladas 63 LAS EC 0OA CTA CE AS Di MTS o infundibuliformes, nacen en el vértice de los tubérculos a que nos hemos referido. El perianto persiste en el fruto que es globoso o deprimido y está recubierto por una cáscara que se arruga cuando envejece. Como tipo de este grupo puede tomarse el Cephalocereus senilis Haworth, desde 6 hasta 15 metros de altura, columnar, algunas veces ramoso en la base; costillas numerosas. El pseudocephalium se desarrolla en las plantas desde que tienen 6 metros de altura, rara vez se halla confinado a un so!a lado, las aréolas están muy juntas y en la base de las plantas viejas se pro- ducen largas cerdas grises semejantes a las del pseudocephalium pero en- Fig. 49.—Cephalocereus Hoppenstedtii K. Sch. Ejemplar joven. Sierra de Tehuacán en el camino de Zapotitlán. tremezcladas con densa lana amarillenta; la flor tiene 5 centímetros, es de color rosado; fruto obovoide, de 3 centímetros de largo, lleva pocas es- camas con pelo en las axilas. Vive esta planta en las regiones calizas de los 64 MS Av. AO OMAN AOS CE IA E NA Estados de Guanajuato, Hidalgo y Puebla, constituyendo sus grandes ejem- plares, hasta de 15 metros de altura, uno de los más atractivos elementos del paisaje. C. HOPPENSTEDTII Weber Es una especie muy vecina a la anterior, aunque no llega a alcanzar la misma altura y es propia del sur del Estado de Puebla, muy especialmente de Tehuacán. Es también una planta muy vigorosa, de 10 a 16 metros de altura, que vive asociada formando grupos con gran número de individuos; las aréolas Fig. 50.—Cephalocereus Hoppenstedtii Weber. Sierra de Tehuacán. floríferas carecen de espinas pero tienen numerosos pelos rígidos. Vive en Tehuacán, Puebla. En el Estado de Veracruz, cerca de la Soledad, existe el C. scoparius Poselger, también arborescente, con ápice no lanuginoso, pero con aréolas provistas de cerdas numerosas. LAS CACCTACEA:SS DE Ma C. CHRYSACANTHUS Weber Mide de 3 a 5 metros de altura y es ramoso desde cerca de la base; las espinas jóvenes son de un amarillo de oro que se vuelve obscuro con la edad; encuéntranse las flores limitadas a una zona definida en uno de los lados de las ramas y brotan en medio de una densa masa de largos pelos blancos, son de color purpúreo, nocturnas; fruto de 3123 centímetros de ancho. Vive en la región caliza del Estado de Puebla. La fotografía que ilustra este trabajo ha sido tomada en Tehuacán. Fig. 51.—Cephalocereus macrocephalus Weber. Cerro de Santa Ana, Tehuacán. C. COMETES Scheidweiler Abundante en el Estado de San Luis Potosí, posee una área de vegeta- ción que se extiende hasta el sur del Estado de Durango; sus aréolas flo- ríferas están provistas de una masa de pelos amarillos o de lana más larga que las espinas. 66 A E OS SER Y OS NRO NE A E E ANA C. SARTORIANUS Rose Es una planta de 3 a 5 metros de altura, con epidermis de color verde azulado, aunque según la descripción original del Dr. Purpus, “las ramas son de un verde amarillento y aparentemente no pruinosas”, y están pro- vistas de grandes masas lanosas en el vértice; flores de 6 a 8 centímetros de largo, de color rosado; fruto rojo. Vive formando densos grupos en el Estado de Veracruz. C. LEUCOCEPHALUS Poselger Conocido en el Estado de Durango con el nombre de “pitayo barbón”, Fig. 52.—Cephalocereus chrysacanthus Weber. Sierra de Tehuacán, Pue. se extiende hasta los Estados de Sonora y Chihuahua. Es una planta de 2 a 5 metros de altura, provista de cephalium bien definido. Otra especie muy afín, es el C. alensis Weber, propio de la Sierra del Alto, y el C. Pur- pusti Britt. y Rose, del Puerto de Mazatlán, común en las colinas vecinas a la costa. 67 AS CARAC A E EAS AT US 3—ESCONTRIA DE. M E X UON E. CHIOTILLA Weber Este género, dedicado al señor don Blas HEscontria, ex-Ministro de Fomento, comprende una sola espe- cie que produce las agra- dables “jicotillas” de Izú- car de Matamoros, Puebla. Son plantas de 4 a 7 metros de altura, muy ramosas, con pocas costillas, espinas pecti- nadas; pequeñas flores ama- rillas, estambres y estilo que no exceden en longitud a la Fig. 53.—“Jiotilla”, fruto de Escontria chiotilla Weber. corola; ovario globular, recu- bierto por escamas papirá- ceas, persistentes en los fru- tos, que son purpúreos y glo- bosos. 4—PACHYCEREUS En este grupo, netamente mexicano, deben incluirse los enormes “pitayos” o “cardo- nes”, de 12 a 15 metros de altura, que vegetan en la re- gión costanera del Pacífico. Entre ellos figuran principalmente los siguientes: Fig. 54.—Fruto del Pachycereus pecten-aboriginum Eng., usado como escobeta por los indios Pápagos. Fig. temada de las Contr. U. S. Nat. Herb. 68 e? MS A E OEA AO ANS RES E NA P. PECTEN-ABORIGINUM Eng. Vive de preferencia en el Estado de Durango, en el fondo de las que- bradas y entre los 700 y 750 metros sobre el nivel del mar. De un tronco único se desprenden múltiples ramas con 10 u 11 costillas, sus pequeñas flores blancas de 5 a 7 centímetros de largo, producen un fruto globoso que a causa de sus numerosas cerdas era usado por los indios Pápagos de Sonora, como escobeta para peinarse, debiendo a este uso su nombre es- pecífico. » Fig. 55.—Pachycereus chrysomallus Lem. H2rmoso ejemplar de la Sierra de Tehuacán. P. PRINGLEI Watson Este gran “cardón” de más de 10 metrcs de altura, propio del nor- ceste de México, vegeta en las llanuras vecinas a Guaymas en aislados ejemplares, probablemente restos del gran bosque que en otras épocas constituyeron, como se ve actualmente en ciertos puntos de la Baja Cali- 69 LAS CA CTA CE AS: "DE (MSI fornia en donde vive esta Cactácea. Las plantas jóvenes están muy bien pro- vistas de espinas que van perdiendo poco a poco con la edad. Los Indios Ya- quis, moliendo las semillas de esta planta fabrican tamales, y los campesi- nos utilizan sus ramas para construir sus chozas, como combustible, etc. En Guaymas se conoce con el nombre vulgar de “hecho”. P. GRANDIS Rose Al noroeste de Cuernavaca y en el pedregal que se halla en esa diree- ción, existe el P. grandis Rose, con tallo simple o ramoso, de 6 a 10 m. de al- Fig. 56.—Pachycereus chrysomallus Lem. parasitado con Tillandsia recurvata. tura, con ramas columnares que llevan numerosas constricciones; las jóve- nes son glaucas y las adultas de color verde pálido; tiene de 9 a 11 costillas y las aréolas están provistas de lana blanca y de espinas subuladas; las aréo- 70 RAE: a HO ORCOS ADO TE IDOL RS: E NA A las floríferas son grandes y elípticas y producen unas flores pequeñas de 4 ce. m. de largo. El tronco llega a adquirir dimensiones extraordinarias (hasta un metro de diámetro). El P. Gaumer: Britt. and Rose, es una especie propia de Yucatán y el P. Orcutti K. Brandegee, de la Baja California. P. CHRYSOMALLUS Lem. Es una de las plantas características de las mesetas cercanas a Tehuacán, Fig. 57.—Pachycereus chrysomallus Lem. El mismo ejemplar de la figura 56, completo. Sierra de Tehuacán. prcduce centenares de ramas fuertemente leñosas las cuales pueden llegar a medir hasta 18 m. de altura; posee un magnífico cephalium en el vértice de eL LAS CA CTA CE AS DE “UN las ramas, del que emergen las flores blancas, con numerosos estambres y un estilo exerto, que se abren en la noche y continúan así hasta las primeras horas de la mañana. El “órgano”, común en la parte central de México, según los señores Britton y Rose, debe ser comprendido en este grupo con el nombre de Pachy- cereus marginatus Zucc.; su fruto no es comestible y sus aréolas se en- cuentran tan próximas que forman una línea continua a lo largo de sus cos- tillas. Es muy común ver las calles de los pueblecitos situados en la Mesa Fig. 58.—Pachycereus marginatus Zucc. Central, formadas con vallados de esta planta, columnar y hasta de 15 me- tros de altura, con un tronco simple de 30 a 40 c.m. de diámetro y con cerca de 26 costillas; se encuentra silvestre en la cima del Peñón del Marqués. Ve- geta el P. ruficeps Weber, en Tehuacán y Oaxaca, así como el notable P. tetetzo Weber, muy cercano al anterior, formando hermosas agrupaciones como la que representa nuestra figura. Su área de vegetación está compren- dida en la parte sureste del Estado de Puebla, entre Tehuacán y Zapoti- tlán, (en salinas grandes). Sus frutos pasados se venden en Tehuacán, Pue- bla, con el nombre de “higos de tetetzo”. 5—LEMAIREOCEREUS Plantas por lo común grandes, aunque hay ciertas especies postra- das; con aréolas grandes y lancsas; espinas fuertes y abundantes, y flo- 72 A < E A: A Ss DA MEE AROS FE IS a. | NE A Y res por lo común diurnzs, una en cada aréola y de forma campanulada, con estambres numerosos, insertos en la parte interna de la corola; ovario más o menos tuberculado o escamoso y fruto muchas veces comestible. L., HOLLIANUS Weber Recuerda por su aspecto el P. marginatus, pero se distingue fácilmente de él, porque es más delgado, ramoso únicamente en la base; mide de 4 a 5 metros de altura y las aréolas están separadas de 1 a 3 centímetros. Las es- pinas jóvenes sen de un rojo brillante y hay en cada aréola 12 espinas des- iguales, de 1 a 3 centímetros. El fruto es muy grande, purpúreo y cubierto con grupos de espinas y cerdas. Esta planta se denomina vulgarmente “ba- boso” y vive en Tehuacán, Puebla, y en las regiones adyacentes. Fig. 59.-—Pachycereus tetetzo Weber. Camino de Zapotitlán a Metzontla. L. CHICHIPE Gosselin Ha sido colectado por diversos botánicos en Cerro Colorado, cerca de 713 LAS. CA CTA CE AS DUE ME AMM Tehuacán; mide hata 5 metros de altura y es muy ramoso; sus frutos son comestibles y se conocen con el nombre de “chichitunas”. Muy cercana a esta especie es el L. chende Gosselin, es una planta muy ramosa, vive en la misma localidad que la anterior y difiere de ella, principalmente, por tener menor número de costillas y por llevar en sus aréolas sólo cinco espinas ra- diales y una central, grande, amarilla o morena. En el sur del Estado de Puebla se conoce con el nombre de “xoconochtle” el L. stellatus Pfeiffer, que mide de 2 a 3 metros de altura, es ramoso desde la base y tiene un color verde azulado. L, TRELEASEI Britton y Rose Es una especie afín a la anteriormente descrita, aproximadamente con 20 costillas y aréolas vecinas con una depresión en forma de V cerca de cada Fig. 60.—-Lemaireocereus stellatus Pfeiffer una de ellas; espinas amarillentas y flores rojas. Es propia también de la región comprendida entre Tehuacán y Oaxaca y recuerda mucho por su as- pecto al L. stellatus. L. WEBERI Coulter Es una gran planta hasta de 10 metros de altura, con cien o más ramas, de un color verde azulado obscuro, un poco glauco; costillas en 74 A o AO IDA EROS MERO BES IN A número de 10; grandes aréolas con 6 a 12 espinas más o menos acicula- res y una central hasta de 1 centímetro de largo, aplanada; flores de 3 a 10 centímetros de largo y ovario globular que produce un fruto oblongo y comestible de 6 a 7 centímetros de longitud, inmaturo es muy espinoso pero cuando llega a la madurez, las espinas caen. En la región de Tehuacán, en donde vive esta planta, se denomina vulgarmente “cardón”. En Querétaro vegeta el L. queretaroensis Weber, de 3 a 5 metros de al- tura, con tronco leñoso y aréolas glandulares cubiertas de lana morena. Esta Cactácea produce tanto en Querétaro como en Jalisco, gran número de frutos conocidos con el nombre vulgar de “pitahayas”. L, THURBERI Eng. Esta notable Cactácea que vive desde el sur de los Estados Unidos del Norte hasta las quebradas de Durango y de Nayarit, se distingue fá- cilmente porque carece de tronco definido y sus grandes ramas se elevan has- ta 7 metros de altura; posee costillas numerosas, de 12 a 17; florece desde marzo hasta agosto y produce magníficas “pitahayas” dulces muy estimadas. L. DUMORTIERI Scheidweiler Se encuentra en los Estados de Hidalgo y Morelos y llega a alcanzar hasta 15 metros de altura, casi nunca forma grupos y sus grandes indivi- duos viven aislados enraizando en las grietas de las rocas. 6—WILCOXIA Pertenecen al género Wilcorta, generalmente plantas pequeñas y deli- cadas, con raíces tuberosas y tallos delgados de 1 a 2 centímetros de diáme- tro, con escasas costillas poco marcadas. Sus magníficas flores diurnas en forma de embudo o de campana son rojas o purpúreas y nacen interesando solamente una aréola. Cuatro especies importantes y dignas de ser cultiva- das ampliamente por su belleza, forman este grupo: la W. viperina Weber, colectada en Zapotitlán, al sur del Estado de Puebla y conocida con el nom- bre de “organito de víbora”; la W. Poselgerií Lem. propia de la región texano- mexicana; la W. striata K. Brandegee, de la Baja California, denominada allí “sacamatraca” o “pitayita”, y la W. papillosa Britt. and Rose colectada por el Dr. Purpus en Culiacán donde es conocida con el nombre de “car- doncillo”. 7 —PENIOCEREUS En el Bolsón de Mapimí y en las estepas de la región texano-mexicana 15 LAS -C A CTACE AS. DIET UR ES vive el representante más notable de este grupo, conccido vulgarmente con el nombre de “huevo de venado”, Peniocereus Greggí Eng.; presenta bayas oviformes de color escarlata. Es notable el enorme desarrollo que llega a al- Fig. 61.—Peniocereus Gregg del Bolsón de Mapimí. canzar su raíz, comparable tan sólo a la de ciertas jerófitas del Africa del Sur como el Harpagophitum, pues se han recolectado raíces de 60 kg.; sobre el nivel del suelo se levanta un frágil artículo con 4 ó 5 costillas del que penden otros secundarios; sus hermosas y fragantes flores tienen un tubo muy largo 76 MASAS A SE ONMTACA LS IRMA 1 BS E E NDA provisto de espinas en la parte exterior, son blancas y nocturnas. Con esta planta fabrican en Mapimí y en otros lugares una bebida refrescante de gusto agradable. 8 —MACHAEROCEREUS Este género comprende dos especies propias de la Baja California: 21 M. eruca Brandegee, singular planta postrada con la extremidad ascendente. de 1 a 3 metros de largo, semejando grandes culebras; está provista de espl- Fig. 62.—Nyctocereus serpentinus Lagasca y Rodríguez, en flor. nas numerosas, de las cuales la central afecta la forma de una daga; y el M. gumosus Eng. abundantísimo en la Baja California y en las islas adya- centes, más erecto que el descrito con anterioridad, rara vez alcanza un me- gon LAS Cl AC TAC E AUS: DEM tro de altura, produce una “pitahaya” agria y comestible; y con el agua en donde se han machacado sus tallos se envenenan los peces. 9 —NYCTOCEREUS Citaremos como típico el N. serpentinus Lagasca y Rodríguez, conoci- do vulgarmente con el nombre de “gigante” o con el de “junco espinoso”; sus ramas flexibles, suberguidas y espinosas, llegan a alcanzar de 5 a 7 metros de altura; tiene numerosas aréolas lanosas, distantes una de otra cerca de 1 centímetro, llevan de 11 a 14 espinas radiales y una central; sus enormes flores blancas tienen estambres de filamentos blancos soldados a la base del tubo, que es melífero, y son más cortos que el limbo, el estilo es un poco más largo que los estambres; estas flores se abren cuando cae la tarde y se cie- rran al amanecer, son muy olorosas; el fruto es una “pitahayita” colorada, de sabor agradable, tiene pocas semillas grandes en medio de una pulpa ge- neralmente roja y cristalina. Esta planta, entre nosotros, es ampliamente cultivada. El N. oaxaquensis Rose, colectado por el Dr. Nelson cerca de Lagunas, Oaxaca, y también cerca de Huilotepec, entre los 30 y 255 metros de altura sobre el nivel del mar, es una especie afín a la descrita antes; con el tallo más delgado, provisto de 7 a 10 costillas, y con flores de 8 a 10 centímetros, blancas por dentro y rojas por fuera y con las piezas del perianto lineares. 10.-—ACANTHOCEREUS Según el Prof. D. Gabriel V. Alcocer, el 4. baxaniensis Karw., tiene flo- res blancas, nocturnas, y fruto oval de 5 a 7 centímetros de longitud, espino- so, de color carmesí exterior e interiormente, la pulpa es muy dulce. Se ha recolectado esta planta en Córdoba y en Orizaba, Ver. 11—HELIOCEREUS Diversas plantas correspondientes a esta sección son conocidas con el nombre vulgar de “Santa Marta”, H. speciosissimus Desf., o “xoalacatl”, H. speciosissimus Desf. var., poseen flores rojas o blancas, muy lindas, con el centro atornasolado, iridiscente, duran abiertas varios días. Los tallos trian- gulares o pentagonales, de aristas aserradas, llevan las aréolas lanosas con 263 espinas ganchudas. Estos Heliocereus producen hermosos híbridos con el Phyllocactus y con el Epiphyllum. Viven enraizados en las rocas de lava de los pedregales de San Angel y Tlalpan. Como especies vecinas citaremos el H. Sehrankiu Zucc. de Zimapán, con 18 SER 1 AO OIC UT NONE ENS EAN E NO A flores rojo obscuras; el H. amecamensis Heese de un verde pálido, con 3 a 3 costillas, flor de más de 10 centímetros de largo, piezas exteriores del perian- to de un amarillo verdoso e interiores blancas y oblanceoladas. Es propio de Amecameca. 12—RATHBUNIA Este género comprende dos plantas mexicanas: la R. alamosensis Coul- Fig. 63.—Myrtillocactus geometrizans Martius. Sierra de Tehuacán. ter, columnar, de 2 a 3 metros de altura, erecta cuando joven, pero después encorvada, con 5 a 8 costillas y flores escarlata, es propia del sur de Sonora, Sinaloa y Nayarit en donde vive formando densos grupos hasta de 8 metros de diámetro, y la R. Kerberi Schumann colectada en el volcán de Colima, has- 19 LAA S.C. A COTA CE AS DE. "UU DNS ta de 2 metros de altura y provista de 4 costillas; flores de 2 centímetros de largo; el nombre vulgar de esta planta es “sina”. 13 —LOPHOCEREUS Una sola especie comprende este género: el L. Schottii Eng. propio de Arizona, Sonora y Baja California; por lo común es ramoso en la base y for- ma densos matorrales con cien y más tallos ascendentes; las aréolas florífe- Fig. 64.—Myrtillocactus geometrizans Martius. y M. Schenckiíú Purpus a la izquierda. Sierra de las Mixtecas. ras se desarrollan en el vértice de las ramas y tienen tan numerosas cerdas que dan a la planta la apariencia de poseer blancos penachos terminales; las flores tienen de 3 a 4 centímetros de largo, el nombre vulgar de esta planta es “sinita” y es una de las mejor adaptadas a las severas condiciones de vida de la árida región comprendida entre México y los Estados Unidos. 11—MYRTILLOCACTUS El M. geometrizans Martius, es un arbusto con tronco definido, muy 80 SS E O EE AI NDS e E NA ramoso, con ramas encorvadas hacia arriba, de un verde azulado, con 5 ó 6 costillas; flores pequeñas que por su color y tamaño se parecen a los azahares del naranjo, nacen muchas, de 5 a 9, de una misma aréola; fruto pequeño, liso y rojo obscuro. Sabido es que los “garambuyos” pasados o en dulce, constitu- yen una agradable golosina. Habita esta planta una gran parte de México, y llega hasta la barranca por donde corre el río del Mezquital, en Durango, o hasta los 23 grados 30 minutos de latitud norte. El M. Schenckit Purpus, descrito por Rose como especie nueva, es suma- mente análogo al “garambuyo”, vive en la sierra de las Mixtecas, y el M. cochal Orcutt. es propio de la Bahía de Todos Santos y de otros puntos de la Baja California; vulgarmente se le denomina “cochal” y su fruto es comes- tible. A - 3 Fig. 65.—Hylocereus. 1.—Hylocereus triangularis. 2 y 3.—Hylocereus Ocamponis, (artículo aislado y detalle de uno de los bordes mostrando la margen córnea, las aréolas y las espinas). SUBTRIBU 2. HYLOCEREANAE Plantas rastreras, trepadoras o pendientes, ramosas; con un número variable de costillas, rara vez planas; los artículos emiten raíces aéreas, y las aréolas por lo común llevan espinas; flores comúnmente grandes, blan- 81 LAS €A CTA C E A .S..D. E- "IEEE cas y aromáticas, regulares, rara vez color de rosa; fruto en baya, grande y carnoso. 1.—HYLOCEREUS Plantas trepadoras, por lo común epífitas, con tallo triangular y ramas que emiten raíces aéreas; aréolas lanosas con varias espinas cortas; grandes flores nocturnas en forma de embudo, ovario y tubo que lleva grandes esca- mas foliáceas, piezas interiores del perianto rosa, aunque algunas veces son rojas, numerosos estambres dispuestos en dos series, estilo cilíndrico y estigma con numerosos lóbulos. Los grandes frutos que producen estas plan- tas, conocidos entre nosotros con el nombre de “pitahayas”, poseen un sabor ácido y se comen con azúcar y vino. En nuestro país vive el H. Purpusii Weingart, cerca de Tuxpan, Vera- cruz; con tallos azulados; 3 ó 4 costillas con márgenes córneos, ligeramente ondulados, y flores con los segmentos externos del perianto purpúreos, los in- termedios de un amarillo de oro y los internos blancos. El H. Ocamponis $. D. de color verde brillante que pasa con la edad a verde obscuro; costillas profun- damente onduladas y márgenes córneos con borde ancho; aréolas separadas de 2 a 4 centímetros y limitadas al vértice de cada ondulación; de 5 a 8 espinas aciculares, y flores de 25 a 30 centímetros, con las piezas exteriores del perian- to verdes y las interiores blancas; lóbulos del estigma lineares, verdes, y ova- rio con escamas imbricadas y agudas; fruto rojo. Es muy común como planta cultivada. El H. napoleonis Graham es muy ramoso; sus artículos tienen tres án- gulos agudos y lados cóncavos, bordes no todos córneos; aréolas separadas y centímetros, con 4 ó 5 espinas de base lanosa; flores de 20 centímetros de lar- go que llevan en el tubo algunas espinas rojo obscuras, los segmentos del perianto son amarillos y los internos de un blanco muy puro, estambres nu- merosos, amarillos y pistilo con numerosos lóbulos estigmáticos. Esta espe- cie también es cultivada. | 2.—SELENICEREUS El género Selenicereus está abundantemente representado entre nosotros; lo forman plantas trepadoras provistas de raíces aéreas; con aréolas peque- ñas, algunas veces salientes y provistas de pequeñas espinas; sus flores gran- des y nocturnas llevan un tubo recto o encorvado. Puede tomarse como tipo de este grupo de plantas, el S. hamatus Scheid- weiler, provisto de un tallo verde, cuadrangular, de unos 2 a 5 centímetros 82 e A E ONE MONA ERRE A NA de diámetro; las espinas de las plantas jóvenes son setáceas y blancas y en las ramas viejas las hay en menor número, café obscuras o negras; sus flores son realmente admirables, de más de 20 centímetros de largo y con las pie- zas interiores del perianto blanquísimas, los filamentos del estilo y los ló- bulos estigmáticos son de color amarillo. Esta planta se cultiva en las huer- tas y en los jardines. Fig. 66.—Selenmicereus hamatus Scheidweiler. S. CONIFLORUS Weingart Posee un tallo con 5 ó 6 cotillas purpúreas; sus flores, también de gran tamaño, poseen las piezas exteriores del perianto lineares, anaranjadas o bronceadas y las internas blancas y apiculadas, filamentos verdosos, lóbulos del estigma amarillo verdosos, y fruto globoso; vive especialmente en el Estado de Veracruz. S. DONKELAARII $. D. Posee enormes tallos trepadores de 8 metros y más de longitud y cerca 83 LAS CACTA CE AS “DET de un centímetro de diámetro; costillas de 9 a 10; flores grandes, con las piezas exteriores del perianto rojizas y las interiores blancas. Esta especie es propia de Yucatán. S. VAGANS K. Brandgee Es una especie colectada en Mazatlán, y el S. Murrillii Britton and Ro- se posee un tallo fino de 8 milímetros de diámetro ampliamente provisto de raíces aéreas, con 7 u 8 costillas más o menos purpúreas; sus flores de 15 centímetros son nocturnas, con las piezas exteriores del perianto ama- rillo verdosas y las internas blancas. Esta especie ha sido colectada por el Dr. Murrill cerca de Colima. Fig. 67.—Aporocactus flagelliformis en flor. S. BOECKMANNII Otto Posee de 3 a 8 costillas levemente onduladas; aréolas primero more- nas, pero después blancas con la edad, y flores enormes, no fragantes, de 24 a 39 centímetros de largo; según el Prof. Hoffmann, esta especie ha sido re- colectada por él en la hacienda de Zacuapan, Veracruz, enraizada en las rocas. 3.—DEAMIA D. TESTUDO Karwinski Posee tallos articulados, de 3 a 10 y más centímetros de ancho, con costi- 84 AO DS E IN CRONEERS EO NA llas delgadas y aladas de 1 a 3 centímetros de altura; las aréolas están cer- canas en los artículos jóvenes y en los adultos separadas de 1 a 2 centímetros. Esta planta es epífita y por medio de sus raíces aéreas se adhiere íntima- mente al tronco de los árboles. Las flores alcanzan hasta 28 centímetros de Fig. 68.—Aporocactus flagelliformis injertado en Nyctocereus. largo, las piezas interiores del perianto son lineares, oblongas y acuminadas; estambres numerosos y ovario con escamas de un milímetro de diámetro. El Prof. Hoffmann ha recolectado esta planta en las cercanías de Huatusco, Veracruz. 85 LAS CACTAJC EAS DTE CIAO 4.—APOROCACTUS Plantas con tallos colgantes, flageliformes, provistas de raíces aéreas; con flores diurnas que varían desde el color de rosa hasta el purpúreo, el tubo es recto y el limbo oblícuo, las piezas exteriores del perianto son li- neares, extendidas y recurvadas, las piezas interiores, mucho más anchas y compactas, estambres exertos en un solo grupo con sus filamentos insertos en el tubo; fruto globular, pequeño y rojo. La especie típica es el 4. flagelliformis Linnaeus, cultivado en cuernos como especie ornamental por sus graciosas flores irregulares, color de rosa, que son usadas por el vulgo, en infusiones endulzadas, para curar ciertas enfermedades del corazón. | Citaremos como especies vecinas las siguientes: El 4. leptophis D. C. con flores más pequeñas que el flagelliformis, y estambres no agrupados; el A. flagriformis Zuccarini con estambres rojos, exertos y estigma con lóbulos blancos, ha sido recolectado en San José del Oro, Oaxaca; el 4. Conzattii Britt. and Rose, con flores casi erectas, de color rojo ladrillo, estambres y estilo más cortos que el perianto y estilo blanco; ha sido recolectado por el Prof. Conzatti en el Cerro de San Felipe, Oaxaca. El A. Martianus Zucc. difiere especialmente del A. Conzattit por sus pé- talos acuminados. Todas estas especies son, probablemente, nativas de nuestro país. SUBTRIBU 3 ECHINOCEREANEA Esta sección, muy numerosa, difiere de las series anteriores por sus flo- res diurnas y escasamente tubuladas, el ovario posee escamas que persisten en el fruto, y estambres en gran número, el estilo termina en múltiples es- tigmas radiales que siempre tienen un hermoso color verde. Citaremos co- mo especies más notables las siguientes: | SERIE 1.——GRACILES. E, TUBEROSUS Rimpl. Planta cilíndrica de 1 a 2 centímetros de diámetro, ramosa en el vértice, con 8 costillas apenas marcadas; de 9 a 12 espinas pequeñas, no pungentes; flor vistosa de color rosado; fruto oviforme, lanoso y casi seco. | El área de vegetación de esta planta está comprendida entre la parte norte del Estado de Coahuila y en la región vecina al de Tamaulipas. 86 MS AS IA OEA OR AS SAAN A SERIE 2.—SUBINERMIS. Como propios de esta serie citaremos los siguientes: E. SUBINERMIS S. D. Posee un tallo primero simple y después ramoso, acabando por for- mar grupos compactos, el ápice es glauco; costillas de 5 a 8, sinuadas; 3 ó 4 espinas radiales, pequeñas, cónicas y amarillas; flores amarillas. El área de distribución comprende la parte sur de los Estados de Chihuahua y Coa- Fig. 69.—Echinocereus stramineus Rúmpl. de Nazas, Durango. huila y desde la porción noreste del Estado de Durango hasta los límites con Zacatecas. E. PULCHELLUS K. Sch. Planta francamente cespitosa, con tallos erectos, glaucos; 12 o 13 cos- tillas, algunas veces torcidas en espiral; espinas radiales 3 Ó 4, encorva- das hacia abajo y pungentes; flores de 4 centímetros que varían desde 87 DAS CACTACCEAS DE MTRS el rosa hasta el púrpura, con tubo infundibuliforme; estambres blancos con anteras de un color amarillo canario. Este Echinocereus fué recolectado en Pachuca por el Barón von Kar- winski, y Ehrenberg ha descrito una variedad denominada Beta, en el mi- neral Real del Monte. SERIES PROS ARA nie E. BERLANDIERI Lem. Ramoso, de un color verde obscuro, con 5 a 8 costillas tubercula- das; de 6 a 8 espinas radiales, setáceas y una central solitaria; flores en las Fig. 70.—Echinocereus stramineus de los cerros cercanos a C. Lerdo, Durango. aréolas superiores, de 6 a 8 centímetros y de color encarnado; fruto ovi- forme, verde, casi seco. Se extiende desde el sur de Texas hasta Aguascalientes. E. STRAMINEUS Rimpl. Cespitoso, con tallos erectos más o menos cónicos; costillas de 11 a 13, sinuadas; espinas radiales de 7 a 10, blancas y subvítreas, espinas cen- 88 MOS: PR AL CAE ADO e E E EAN A trales 3 Ó 4, muy largas; flores de 6 a 9 centímetros de largo, de un rojo escarlata; fruto elipscidec. Su área de distribución es casi la misma de la especie anterior, pero se extiende más al sur, hasta el Estado de San Luis Potosí. E. PHOENICEUS Lem. Cespitoso, con tallos articulados, de color verde, erectos; costillas Fig, 71.—Echinocereus phoeniceus Lem. de 9 a 11, sinuadas con la edad; espinas 15, flor de color escarlata. Area de vegetación: desde los Estados de Arizona, Colorado, etc. de los Estados Unidos y Baja California, hasta la porción meridional del Estado de Durango. 89 LAS C€CACTACESS DE UTN E. CINERASCENS Lem. Planta francamente cespitosa, con tallos decumbentes, de color verde, verde-claros arriba y cenicientos en la base; 6 ó 7 costillas obtusamente si- nuadas; de 7 a 10 espinas radiales y de 1 a 4 centrales, todas blancas o ví- treas, pungentes; flores que varían desde el rosa hasta el violado; fruto elip- soideo, verde y de 2 a 3 centímetros de diámetro. Fig. 72.——Echinocercus cinerascens Lem. Esta planta vive en el Valle de México (Sierra de Guadalupe) y en otros puntos de la Mesa Central. SERIE 4.—ERECTI. E. PECTINATUS Eng. Forma grupos cespitosos de muchos individuos, sus flores, de un rojo púrpura y de 5 a 8 centímetros de largo, producen una “pitahayita” roja, subglobosa, ovada, de 3 a 5 centímetros de largo, con grupos caedizos de espinas; varias especies cercanas tienen fajas transversales rojas y ama- rillas; se conocen numerosas variedades que Schumann en su obra, describe prolijamente. 90 E NOS ANNO AENA ango, De Dur nor sI 1nocereus peciimatu Echi ES A LA DC AAN RO NA E E NA Area de distribución: desde la frontera norte de México, hasta la parte meridional del Estado de Durango. SUBTRIBU 4 ECHINOCACTANAE ECHINOCACTUS Las plantas de este género tienen el tallo carnoso, oblongo, globoso o cilíndrico, provisto de costillas o tubérculos distintos, verticales o dispues- Fig. 73.—Echinocereus pectinatus Eng. tos en espiral y adornados con aguijones o cojinetes lanudos. Las flores son * vistosas, por lo general grandes, situadas hacia el ápice de los tubérculos; tienen el tubo calicino escamoso, a la vez que prolongado más allá del ovario, de lóbulos pluri-seriados, los exteriores escamiformes y los interiores largos y extendidos; corola de pétalos semejantes a los lóbulos interiores del cáliz; estambres indefinidos, de filamentos adheridos al tubo calicino; ovario sa- liente, liso o escamoso, con un estilo columnar, apenas más largo que los es- tambres, con varios estigmas radiados, cortos o largos; baya lisa o escamosa 91 LAS C:AC.TACEMS DE. MAE TM a consecuencia de los lóbulos persistentes del cáliz, lampiña o adornada con frecuencia con cojinetes lanudos o cerdosos; semillas sub-reniformes, lisas o punteaditas, a menudo albuminosas, de cctiledones muy pequeños y sol- dados entre sí. De este género hay en México unas 130 especies con 5 variedades, to- das ellas muy difundidas. Fig. 74.—Echinocereus pectinatus Eng. de la parte oriental del Estado de Durango. CLAVE DE LOS SUBGENEROS MEXICANOS. Sin espinas; con epidermis flexible Lophophora (20) Con espinas y epidermis más o menos dura: Con tubérculos más o menos confluentes Thelocactus (7) Con tubérculos no confluentes: 92 S A A C O E > y 0) IE TZ EAN TI. Espinas no terminadas en gancho: Con manchas pilosas blancas Astrophytum Sin manchas pilosas y sin cefalio Euechinocactus Con cefalio distinto Cephalocactus IT. Espinas terminadas en gancho Ancistrocactus TIT. Espinas papiráceas o aplanadas, plantas con muchas costillas | Stenocactus _x EN > Y Fig. 75.—Echinocactus grandis Rose.—Este hermosísimo ejemplar de la Sierra de Tehuacán ha sido, por des- gracia, mutilado a machetazos. Debe lamentarse que en nuestro país no existan disposiciones apro- piadas para la protección de estos monumentos de la Naturaleza.—Junto a la planta está don Floren- tino Sartorius, conocido naturalista y gran amante de la flora mexicana. 93 EAS CLA COTA CEJAS" DES ME 1.—CEPHALOCACTUS En Tehuacán, al sur del Estado de Puebla, vive quizá la especie más grande de este género, el Echinocactus (Cephalocactus) grandis Rose de un ta- maño mucho mayor que la estatura de un hombre y de más de 90 centímetros de grueso; posee muchas costillas que llevan las aréolas de donde nacen las espinas; en la pulpa abundan, como en la Grusonia bradtiana Coulter, grue- 4 Fig. 76.—Echinocactus grandis Rose. Sierra de Tehuacán. sea maclas de oxalato de calcio que junto con otras sales hacen su jugo des- agradable para mitigar la sed; pertenecen también a este grupo: el E. (Ceph.) horizonthalonius Lem., del cual, cuando menos hay tres formas diversas: una recolectada en la región central del Estado de Durango; otra en el Cañón de Calabazas, en la región de las llanuras calizas del mismo Estado, y la tercera en el Cerro del Risco de la serranía de Guadalupe, Dis- trito Federal. 94 Lo O A NN OR NOE SA AA, ON A El E. (Cephalocactus) bicolor Gal. muy estimado en Europa por sus hermosas flores de color rosa subido, más acentuado en la parte superior de las piezas del perianto, la base de éstas es rojo lacre, se abren al medio día y se cierran al ponerse el sol; esta planta es muy floribunda. El E. (Ceph.) heterochromus Weber, es una especie muy cercana al E. (Ceph.) Fig. 717.——Echinocactus grandis Rose. Junto a la planta está el distinguido botánico C. A. Purpus. bicolor, es simple o globoso, con copiosa lana en el vértice; 9 costillas gran- des, transversalmente tuberculadas, glaucas; 9 espinas radiales y tres cen- trales con fajas transversas de dos colores, amarillo y rojo (variegadas) ; vive preferentemente en el noreste de Durango y suroeste de Coahuila. El E. (Ceph.) pilosus Gal. var. Pringlei Coult. cuyas aréolas además de sus bellas espinas purpúreas y estriadas, lleva a los lados una cerdas blancas; el ejemplar que muestra la fotografía proviene de la hacienda de Juan Pérez Durango. : 95 LAS CA CTA CEA. .DE CUM 2.—LOPHOPHORA Con estas plantas han pretendido Coulter y otros botánicos americanos establecer un género diferente, el Lophophora, que Carlos Schumann en su clásica monografía considera insostenible; hacemos nuestra la opinión del ilustre cactologista alemán y consideraremos por tanto, a estas plantas, como formando un subgénero. Las Cactáceas de este grupo son plantas globosas, cespitosas, o sim- Fig. 78-—Echinocactus (Cephalocactus) horizonthalonius Lem. Cerro del Risco, D. F. ples, con costillas tuberculadas, con epidermis flexible y desprovistas de espinas; los tubérculos primero cónicos, llevan en la extremidad una aréola florífera y las aréolas, en las plantas muy jóvenes, están provistas de es- pinas. | qe Se conccen dos especies muy importantes con el nombre vulgar de “peyote”, el E. (Lophophora) Williamsii y el E. (Lophophora) Lewinii. El E. (Lophophora) Williamsii Lem. es hemisférico, con una raíz carnosa, densamente prolífero y en la parte inferior conserva las cicatrices de los uv tubérculos; costillas 6 en las plantas jóvenes y 8 en las adultas, muy anchas, 96 SA AA 0 DN TENEMOS E. E No, A tanto más salientes cuanto más cercanas son a la periferia y provistas de pinceles de pelos blanquecinos; la flor emerge de una aréola central, es pe- queña, blanca o color de rosa y posee 4 estigmas. El área de vegetación de esta especie abarca toda la región texano-mexicana hasta la parte norte del Estado de San Luis Potosí. ———————— Cl AAN > | | | | | | | | | Fig. 719. —Echinocactus (Cephalocactus) horizonthalonius Lem. Cerro del Risco, D. F. E. (LOPHOPHORA) LEWINII Hennings Es una especie mucho más robusta que la anterior, con 9 a 13 costillas de bordes sinucsos, irregularmente tuberculadas, densamente ilanosas en el vértice; con flor de color amarillo, y fruto rojo, coronado con borra blan- quecina. El área de distribución es casi la misma que la de la especie an- terior, pero está más abundantemente representada en la parte noroeste del Estado de Durangc. Estas importantísimas plantas poseen una acción fisiológica digna del x LAS. CACTAC.EUEAS DE CU CEPA mayor interés y de atento estudio; los indios, a través del nebuloso velo de sus prácticas religiosas, las conocen detenidamente. El Dr. Lumholtz dice en su bello libro “El México Desconocido”, lo si- guiente: Fig. 80.—Echinocactus (Cephalocactus) horizonthalonius Lem. Conocido con el nom- bre vulgar de “mancamula” en el Partido de Nombre de Dios, Durango, y también con el de “biznaga meiloncillo”. “A todas las especies de Mamillaria y Echinocactus, cactus pequeños, para los que existe un culto regular, se les atribuyen altas cualidades men- tales. Los tarahumares dan a diversas variedades el nombre de “jículi”, aunque sólo le corresponde con propiedad a la clase que más comúnmente emplean. Dichas plantas siguen viviendo varios meses después de desarral- gadas, y producen, cuando se comen, una especie de éxtasis, razón porque las consideran semidioses dignos de gran reverencia a quienes hay que ofrecer sacrificios. 98 SS IO E OACI AS EA E E IN Al Las principales clases que se distinguen, son conocidas científicamen- te con los nombres de Lophophora. Williamsii y Lophophora Williamsti, var. Lewinti. En los Estados Unidos se llaman “mescal buttons” y en México “pe- yotes”. Los tarahumares les dicen “jículi superior” (jículi huanamé) o sim- plemente “jículi”, siendo ellos mismos los jículis por excelencia. También los indices huicholes, que viven a muchos centenares de millas de los tarahumares, rinden culto al jículi, y es un hecho interesante y curio- so que le den el mismo nombre, a pesar de que no hay entre una y otra tribu relación ni afinidad. Los cultcos muestran asímismo muchos puntos Fig. 81.—Echinocactus heterochromus Weber. de semejanza, bien que para la tribu suriana representa la planta un papel de mayor importancia en la vida de los indios y se la venera con más minu- ciosidad. Los huicholes, además, emplean sólo las especies que se ven en nuestros grabados, mientras que los tarahumares tienen varias. El mayor J. B. Pond, de Nueva York, me ha informado que en Texas, durante la Gue- 99 LAS CAC TACEAS DE UTE rra Civil, los llamados Texas Rangers (rurales texanos), cuando caían pri- sioneros y se veían privados de otras bebidas estimulantes ponían “botones de mezcal” o “white mule”, como ellos las llamaban, en agua que les servía para embriagarse. Fig. 82.—Echinocactus bicolor Gal. de la región poniente de C. Lerdo, Durango. La planta preduce en el sistema humano, cuando se toma, una grande alegría y aplaca toda sensación de hambre y de sed. Desarrolla también ia visión colorida. Su sabor, cuando está fresca, es nauseabundo y ligeramen- te ácido, pero extraordinariamente refrescante para el que se ha expuesto a una fuerte fatiga. No sólo alivia de todo cansancio, sino que se siente rena- cer el esfuerzo, lo que yo mismo puedo testificar, por experiencia personal. En este respecto, se parece a la coca del Perú, con la diferencia de que deja después cierta depresión o dolor de cabeza. Aunque los indios se sienten co- mo si estuviesen ebrios cuando comen un poco de “jículi”, y les parece que 100 A AE AOS OL AIICO SS E SES) RE NN A les bailan los árboles, se mantienen sin tambalearse y con el cuerpo más fir- me que en su estado normal, pudiendo caminar por la orilla de los precipicios sin que se les desvanezca la cabeza. En sus fiestas nocturnas, cuando han consumido mucho “tesgúino” y “jículi”, numercsos individuos se ponen 2 llorar y a reír alternativamente. Otro efecto notable de la planta consiste en Fig. 83.—Echinocactus pilosus Gal.—TFotografía del Dr. C. A. Purpus tomada en una barranca de la Sierra de Parras, Coahuila. Copiada del Monats. f. Kakt. 1912. quitar temporalmente cualquier deseo sexual, hecho en que seguramente se funda el que los indios, por medio de curioso razonamiento aborígen, impo- nen la abstinencia de las relaciones sexuales como condición necesaria del culto. Tan grato es para los tarahumares el efecto de la planta, que atribuyen a ésta el poder de dar salud y larga vida, y de purificar el cuerpo y el alma. 101 LAS € A ¡CTA CEAS DE MENS Muelen en metate dichos cactos, ya sea frescos o secos, para ponerlos en agua, siendo este líquido la forma usual en que se consume el “jículi”. Se aplica exteriormente contra las picaduras de víbora, quemaduras, heridas y reumatismo, para lo cual se masca o simplemente se humedece en la boca antes de ponerlo en la parte lesionada. No sólo cura la enfermedad y la aleja, sino que fortalece al cuerpo para que resista cualquiera otra por lo que se usa mucho como preservativo, y aunque no se les da a los muer- Fig. 84.—Echinocactus pilosus Gal., var. Pringlei Coult. De la hacienda de “Juan Pérez”, Durango. tos porque ya no necesitan de remedios, siempre interviene en las fiestas que se les tributan. El “jículi” es poderoso protector del pueblo en cualesquiera circunstan- cias y trae la buena suerte. El hombre que lo lleva bajo su ceñidor, puede estar seguro de que no lo morderán los osos y de que los venados, lejos de 102 LS SIS: MESA O RACE ANA huírle, se le mostrarán tan mansos que podrá matarlos fácilmente; y si los apaches lo encontrasen, no podrían dispararle sus rifles. Hace afortu- nados a los que toman parte en las carreras y teda clase de juegos, a los que trepan a los árboles, etc. Es la gran salvaguardia contra la hechicería, pues el “jículi” ve todavía mejor que los astrólogos y cuida de que no echen los brujos nada malo en la comida. Los tarahumres cristianos creen que to- Fig. 85.—E. (Lophophora) Williamsiíi Lem. de la región noreste del Partido de Cuencamé, Durango. mándolo se les sale el diablo del estómago. La planta, además, purifica a tou- do el que trata de sacrificar alguna oveja o de fabricar “tesgúino”. Ningún remedio, sin embargo, hay para un asesinato: ni el “jículi” puede curarlo. LAS CACTACCE AS DE mM ANDES Los tarahumares cristiancs, cuando llegan a presencia de la planta, ha- cen la señal de la cruz, y al ejecutar dicha práctica, me decían que me qui- tase el sombrero, pues siempre se le saluda como si fuese una persona y se supone que contesta de la manera usual a las salutaciones que se le dirigen. El “jículi” no es tan grande como el Padre Sol, pero se sienta a su lado. Es hermano de Tata Dics, su hermano gemelo, y por lo mismo se le llama tío. Fig. 86.—E. (Lophophora) Williamsii Lem. Fotografía del Dr. C. H. Thompson. En ocasiones cubren dichas plantas los indios con pedazos de frazada y les ponen un cigarro delante. Los muchachos no deben tocarlas ni tampoco las mujeres, si no es en los casos en que las muelen, con carácter de ayu- dantes del sacerdote. Los curanderos son, de hecho, los únicos que pue- den propiamente manejar el “peyote”, mas para ello se lavan antes las ma- nos; y a veces, ni aun ellos lo toman con los dedos, sino por medio de unos palillos. Algunos se lavaban las manos y se enjuagaban la boca inmediata- 104 AS AE A O OOO E O Ate JE, IN A mente que acababan de comer de mis platos, para que el “jículi” no se eno- jara con ellos, porque aceptaban comidas extrañas, hechas por gente de fuera. El “jículi” no se guarda en las casas, porque es extremadamente vir- tuoso, y se ofendería de ver cualquier cosa indebida; sino que se le coloca en un jarro o chiquihuite especial, y dentro de la troje, no sacándolo nunca sin ofrecerle previamente la ofrenda de carne y “tesgúino”. Si descuidaran hacerlo así devoraría las almas de los indios. Cuando algo le sucede, como Fig. 87.—E. (Lophophora) Lewini Hennings. por ejemplo, que se lo coman los irreverentes ratones, se llena el dueño de miedo temiendo volverse loco por su negligencia. Si alguno se lo roba, pue- de estar seguro de que perderá la razón si no lo restituye a quien lo hurto, y debe además matar un buey y hacer una gran fiesta para ponerse nueva- mente bien con el poderoso dios y con el pueblo. A los cuatro años se hace viejo el “jículi”” y se enmohece, perdiendo sus virtudes. Entonces lo entierran en un rincón de la cueva o de la casa, o lo llevan al lugar de donde procede, recogiendo plantas frescas. Según la tradición, cuando Tata Dios se fué al cielo, al principio del mundo, dejó el 105 LEAD. Cc AC TAC Ss DOUE UMTS *“Sículi” como un gran remedio para el pueblo. El “jículi” tiene cuatro ca- ras y todo lo ve. Su poder está demostrado en la siguiente fábula: El Oso dijo en la cueva al Jículi: “Vamos a fumar y a pelear en seguida.” Y fumaron y pelearon, y el “Fículi fué más fuerte que el Oso”. Cuando el Jículi derribó al Oso, se le salió a éste todo el aire del cuerpo; pero volvió a decir: “Vamos fumando y peleando algunas veces más.” Y así lo hicieron, y el Jículi volvió a tirar al Oso, y el Oso se sentó a llorar sobre una pie- dra, se fué y ya nunca volvió. - Además del “jícu- li huanamé” ordinaria- mente usado, los tara- humares conocen y ve- neran las variedades si- parte en las carreras. . Rosapara.—Consti- tuye únicamente un grado vegetativo más avanzado de la especie guientes: precedente, aunque pa- 1. Mulato (Mamilla- rece muy distinto por ria micromeris). — Se ser blanco y espinoso. También debe tocárse- grandar los ojos y po- le con las manos muy der ver a los hechice- Fi8- 88.—E. (Lophophora) Le- limpias en el sentido wint Hennings, en fruto. Fi- ros; para prolongar la gura tomada de las publica- MOral, a lo que parece, vida, y para dar veloci- ciones del Instituto Médico tanto como en lo físico, A Nacional, 1913. , > dad a los que teman pues sólo a la gente bie bautizada le es lícito tomarlo. La planta es buena cristiana, y como está muy pendiente de todos, siempre que advierte algo indebido, se enoja muxcho, vuelve loco al culpable o lo arroja en algún precipicio. Es, por lo mismo, muy benéfica contra la gente mala, especialmente contra los ladrones y los apaches. cree que sirve para a- 3. Sunami.—(Mamillaria fissurata).—Es raro, pero se le supone más poderoso que el “huanamé”, y tiene las mismas aplicaciones que el último, siendo su bebida fuertemente embriagante. Los ladrones no pueden robar nada en donde el “Sunami” llama soldados en su ayuda. 4. Jículi huálula saeliami.—Es el mayor de todos,y su nombre signi- fica “Jículi de gran autoridad”. Extremadamente rara entre los tarahuma- res. No llegué a ver ninguna muestra, pero según me lo describieron, crece en tubérculos de ocho a doce pulgadas de diámetro, asemejándose al “hua- namé” con muchos vastaguitos al rededor. Todos los demás “jículis” son sus servidores, y el motivo porque llevan los tarahumares tan pocas plantas 106 [ASA O SUS Y OCA REO DS E A ON A de esa clase, consiste en que es un dios muy goloso que no se satisface con ovejas ni cabras, sino que exige reses; de manera que son pocos los indios que pueden mantenerlo. Si no se le mata un buey, se comerá a un hombre. Tiene siempre la cabeza hacia abajo, porque está escuchando todas las ce- remonias que se hacen en la tierra de los tarahumares, y vive pensando el modo de proteger a sus hijos. No muere nunca. Cuando alguien está muy enfermo, y no se encuentra dicho “jículi” en la región, el sacerdote vuela con el pensamiento a la tierra en que se produce la planta donde “la gran au- toridad” está cuidando a sus hijos (el pueblo) y le ofrece el alma de una res que ha sido sacrificada. El “jículi” acepta la ofrenda y envía sus bendiciones con sus sirvien- tes que andan siempre bien vestidos y con sombrero de paja “como los ame- ricanos” según me dijo mi amigo el doctor Rubio; pero sólamente los as- trólogos o sacerdotes pueden verlos llegar, y la manera como curan los co- razones y limpian las almas”. Se ha iniciado el estudio científico de esta planta, en los experimentos llevados a cabo por los señores D. W. Prenters y J. Francis P. Morgan, la acción fisiológica más notable fué la de producir visiones. Dicen los aute- res que en la mayoría de los casos, las visiones aparecen después de haberse tomado tres “peyotes”. Las visiones consisten en mal definidos relámpagos de colores, de las más hermosas formas, y figuras de paisajes; y a tal nú- mero llega la variedad de las visiones, que no parece que tenga límite la acción de la droga. En muy pocos casos puede permanecer la visión tenien- do los ojos abiertos; pero inmediatamente que se cierran aparece un nuev panorama. El tambor o algún otro ruido rítmico, tiene un efecto marca- do sobre las visiones, cuya variedad y hermosura aumentan. Esto está da acuerdo con lo que dice el Sr. Mooney sobre la producción de un ruido con- tinuo cuondo los indios están tomando mezcal. En tres casos estuvieron sujetas las visiones a la voluntad, y en dos el asunto fué sugerido por ter- cera persona. El efecto de la droga es debido probablemente a la excitación de los centros nerviosos cerebrales. La persistencia del dolor de cabeza y la sensación de cansancio en la región occipital, que persistió varios días des- pués del experimento, tienen algún interés en este relato. Dice uno de los individuos sometidos a los experimentos referidos, que la primera de las sensaciones que tuvo a les pocos momentos de tomar la droga fué de que los ojos se le cerraban de un modo involuntario. “Después surgió del campo de la visión un ejército de pequeños tubos de brillante luz, y en la parte de abajo bolas del tamaño de un chícharo que giraban sin ce- 107 LAS. C.A COTA C E AS D'"E MESS sar. Los tubos luminosos se retorcían y formaban letras; pero no era po- sible deletrear algo, y lentamente se convertían en figuras grotescas que giraban con mayor velocidad y en sentido inverso a como se movían las bo- listas verdes y rojas. Todo el campo visual comprendido entre estas silen- ciosas ruedas estaba ocupado por una masa verde cambiante. Los colores eran maravillosos. Había colores del espectro aumentados como si hubie- ran sido bañados por la luz del sol. No hay palabras que den una idea so- bre la intensidad, constancia y persistencia del movimiento. Las figuras constantemente cambian de forma y color, pero siempre for- man series de curvas fantásticas que giran con velocidad de atrás hacia ade- lante y sobre su propio eje. Las formas mudan en ricos arabescos, dibujos de tapetes sirios y sencillas formas geométricas, y a cada nueva forma aparece otra serie de colores, y cada matiz cambia del blanco más puro al más intenso púrpura. Cuando los ojos se abren, la habitación, las mesas, las sillas y todo lc que no rodea, vuelve a la existencia real, como si se palparan las cosas con las manos”. : | Se ve, pues, que dominan las alucinaciones de la vista, que son fuentes de placer y admiración. En ningún caso llegó a observarse efecto alguno sobre la razón o la voluntad. En cada experimento se pudo notar que las pupilas se dilataban y que su dilatación persistió doce o veinticuatro horas después de haber tomado la droga. Este fenómeno se acompañó de ligera pérdida del poder de acomodación, y, por consecuencia, de marcadas pertur- baciones visuales. También se produjo notable depresión muscular, como primer efecto después de haber tomado el “peyote”. Dicha depresión se manifiesta por una dulce pereza, y su intensidad varía mucho. No se averiguó si el efecto es sedante, si proviene de logs nervios centrales o de los periféricos, o de una acción electiva sobre las fibras musculares; pero lo más probable es que dependa de una acción directa sobre el sistema nervioso. Hubo anestesia parcial de la piel, que apareció en tres casos cuando los otros efectos de la droga comenzaban a desaparecer. La acción sobre el corazón es primero lenta y enérgica; después se ele- va sobre la normal y continúa durante el período de gran actividad. En los casos en que la depresión muscular fué muy intensa, ninguna depresión cardiaca hubo, o fué muy ligera. La respiración no fué atacada, excevto en un caso en que tal vez el hecho se debió a la gran depresión muscular. Respecto al estómago, sensación de malestar y de plenitud, náuseas y vómitos. Insomnio durante las doce ho- 108 MS A ¿A E OE ARE ME ALS E INEA “as subsecuentes a la toma del “peyote”, y esto fué uniforme en todos los casos. Los individuos perdieron invariablemente la noción del tiempo. Na- da se observó por parte de los intestinos, la piel, la temperatura y secrecio- nes de las diversas glándulas del cuerpo. La acción fisiológica del Anhalonium Lewinti no tiene semejanza con la de drogas conocidas. El Cannabis indica, v. g., produce visiones con di- latación de la pupila y efecto ligero sobre la circulación; pero este vegetal es hipnótico; el delirio y las alucinaciones a que da lugar son seguidas en la mayoría de los casos por el sueño. El Anhalonium Lewinti en todos los casos tiende a producir la vigilia. Los individuos no duermen durante las veinticuatro horas siguientes al prin- cipio de la ceremonia, en tanto que en los citados experimentos no fué po- sible conciliar el sueño en el mismo período de tiempo. La tendencia a producir el insomnio se parece a la acción de la cocaína. Las visiones causadas por el Cannabis son generalmente de carácter risueño y producen generalmente muchas alegrías acompañadas de gran inclinación al movimiento muscular. Las visiones del Anhalonium son portentos de admiración, pero no de alegría, y la planta produce desgano para efec- tuar cualquier esfuerzo muscular. El Dr. W. E. Dixon, del Hospital de Santo Tomás, de Londres, ha ex- traído cuatro alcaloides del “peyote”, que no producen la menor excitación sobre la piel, y ningún efecto en la conjuntiva cuando se aplican en solución al 5 por 100; sobre la boca cobran como sialagogos, y en dosis mayores pro- vecan náuseas y vómitos. En pequeñas dosis constipan, y en mayor canti- dad producen diarrea y, en algunos casos, evacuaciones sanguinolentas. Se obtienen estos efectos ya sea que se tomen por la boca o que se inyecten. “Las dosis pequeñas disminuyen el número de contracciones cardiacas, pero aumentan su energía y elevan considerablemente la presión arterial. Las dosis tóxicas producen la parálisis de las terminaciones del nervio va- go; las moderadas no obran sobre el aparato respiratorio, pero las tóxicas aceleran la respiración y pueden causar la muerte por falta de acción del centro respiratorio. Su acción sobre el sistema nervioso consiste en un estado de excitación. locuacidad, excesiva actividad cerebral, a lo que sigue un perícdo de em- briaguez. Sus efectos son variables en diversos individuos, como sucede con la marihuana. Durante el período de embriaguez aumentan los fenó- menos reflejos, las pupilas se dilatan mucho, hay hiperestesia olfativa y auditiva, incoordinación, convulsiones, embotamiento de la sensibilidad cu- 109 LA(S "CCA CoOTACEAMAS Do MESA tánea, abundante flujo de ideas, dificultad de fijar la atención, alucinaciones de los sentidos, principalmente de la vista, consistiendo aquéllas en un juego caleidoscópico de colores que están siempre moviéndose y cuyos matices cam- bian constantemente. Los movimientos son lineales, rotatorios o pulsátiles, y generalmente no se ven estas visiones sino con los ojos cerrados. La co- loración de los objetos se ve más intensa de lo que es. Parece que la inteli- gencia se conserva en estado normal. En algunos casos se nota una sen- sación indescriptible de doble existencia. Las dosis mortales producen pa- rálisis completa y la muerte sobreviene por axfixia”. “Los efectos terapéuticos importantes de los referidos alcaloides son: primero, un estímulo directo del ganglio intracardíaco; segundo, lentitud de las contracciones del corazón; tercero, aumento de la tensión arterial; cuarto, estímulo del cerebro y de los centros motores, que se pone de mani- fiesto por el aumento de la excitabilidad refleja”. El Sr. Francisco Río de la Loza refería que en Tepic los indios usan el “peyote” como medicina que sirve para fortificar a los caminantes. Les frotan las articulaciones con la raíz molida, y de este modo pueden andar largas distancias sin cansarse. Lo usan también para curar los dolores reu- máticos. Como se ve, por lo anteriormente expuesto, la acción fisiológica de estas Cactáceas es verdaderamente interesante, pues obra con marcada preferen- cia sobre el palencéfalo respetando los centros corticales y permitiendo una disociación tan bien marcada de estas dos partes del encéfalo que, cuando la Psicología deje de ser, como ciertas personas aún la consideran, un menester literario, permitirá adquirir grandes enseñanzas por una cuidadosa experi- mentación. 3.—ASTROPHYTUM Las plantas de este grupo son paucicostadas y provistas de unas man- chitas pilosas, blanquecinas; tienen a veces espinas grandes y delgadas, pe- ro en ocasiones carecen de estos apéndices; sus flores son de un color ama- rillo bao, tienen una delicadeza maravillosa y emiten un olor suave y agra- dable. El E. (Astrophytum) myriostigma Lem., conocido en Monterrey y San 110 AS A UE Luis Potosí con el nom- bre de “mitra” tiene solamente 5 Óó 6 costi- llas y carece de espi- nas; el E. (Astrophy- tum ornatus, es simple, eyloboso o columnar, con 8 costillas altas, muy agudas, de un color ver- de obscuro, con pelos estelados que les dan un aspecto irregular- 89.—Echinocactus trophytum) myriostigma Lem. PH ANA mente punteado; espi- nas radiales 6 u 8, de un color amarillo obs- curo, rectas, un poco encorvadas hacia abajo, las centrales por lo co- mún solitarias; flores amarillas; ovario esca- moso y lanoso. Area de distribución: ha sido recolectado en Real del Monte, Hidalgo. Fig. 90.—Echinocactus (Astrophytum) capricornus Dietr. De la parte occidental del Estado de Coahuila. E. ARS CUA CITA CBA S. DE ¿MENS . E. (ASTROPHYTUM) CAPRICORNUS Dietr. Es simple, globoso o columnar; con aréolas ligeramente hundidas; cos- tillas 7 u 8, altas, agudas y verdes; sus espinas están retorcidas simulando las antenas de un cerambicidio; flores amarillas; ovario escamoso y lanoso. Area de distribución: parte occidental del Estado de Coahuila, sierras del norte de la Laguna de Mayrán o Sierra de los Alamitos. En esta región Fig. 91.—Echinocactus (Astrophytum) capricornus Dietr. De la parte occidental del Estado de Coahuila. se le conoce con el nombre de “biznaga de estropajo”; forma una variedad que se distingue de la que describe Schumann porque sus espinas son más numerosas (16 a 18 en lugar de 5 a 10) y porque carece de los haces de pe- : los lanosos que cubren la epidermis de la planta. El Sr. Patoni opinaba que por los caracteres arriba indicados, se trata de una variedad bien definida a la que puede imponerse el nombre de oc- 112 MS A A 1 DTO ONE AOS A E NE. A cidentalis aludiendo a su distribución geográfica, pues las variedades tipo y minor son de región más occidental, Saltillo y Rinconada. 4.—EUECHINOCACTUS En esta sección están comprendidas las grandes “biznagas” muchas de cuyas especies se emplean para hacer dulces cubiertos; tienen costillas bien definidas, salientes, que nunca se resuelven en tubérculos y están provistas de espinas más o menos encorvadas; el fruto se desarrolla, por lo común, en medio de una espesa borra. ION? Fig. 92.—Echinocactus (Astrophytum) capricornus Dietr. De la parte occidental del Estado de Coahuila. E, (EUECHINOCACTUS) ROBUSTUS Lx. et Otto. Es globoso o columnar y a veces copiosamente prolífero; posee de 8 a 10 costillas agudas, crenadas en el adulto y de color verde obscuro; espinas de 10 a 14, complanadas y con estriaciones anulares, las 4 centrales son menos complanadas; las flores son de un amarillo de oro, de 3.5 a 4 centímetros, 113 L ADS CACA CUE A SS DE Fig. 94.—Echinocactus (Euechinocactus) robustus Lk. et Otto. Sierra de Tehuacán. A la derecha de la parte media e inferior de la figura está la Mamillaria mutabilis Scheidw. 114 A A DIE ANS ON SES AAN A con tubo en forma de embudo; ovario provisto de escamas semilunares. El fruto es conocido con el nombre de “piñitas”. Area de distribución: en los lugares arenosos de la región cactífera de Tehuacán. En el Estado de Chihuahua vive el E. (Buechinocactus) Pottsii S. D., eloboso o un tanto cónico, con 12 a 13 costillas crasas, 6 espinas radiales amarillas y una central, todas rectas o subcurvadas, flores carmesíes. Fig. 95.—Echinocactus (Euechinocactus) flavovirens Scheidw. Sierra de Tehuacán. E. (EUECHINOCACTUS) FLAVOVIRENS Scheidw. Esta planta prolifera densamente formando grupos globosos, los indi- viduos que las integran son brevemente columnares o globosos, con el vér- tice redondeado y cubierto con lana blanca; posee 13 costillas complanadas. 1015, LAS CACTACE"An..SsS,D E ME IS claramente sinuadas, de un color verde; aréolas separadas de 1.5 a 2 cen- tímetros, circulares o elípticas, con 14 espinas radiales, anuladas, rojas o castañas y 4 centrales. E. (EUECHINOCACTUS) ELECTRACANTHUS Lem. Esta gran “biznaga” abunda en el Partido de Nombre de Dios, Du- rango; cuando joven es globcsa:y con la edad se vuelve más o menos colum- Fig. 96.—Echinocactus (Euechinocactus) electracanthus Lem. del Partido de Nombre de Dios, Durango. nar, llegando a alcanzar hasta cerca de 1 metro de altura y teniendo un diá- metro de más de 60 centímetros, con la extremidad redondeada, cubierta de lana amarillenta; costillas muy numerosas, hasta 25, complanadas, subere- nadas y de color verde obscuro; espinas radiales 8, ambarinas, más o me- nos subcurvadas, pungentes y córneas, las 4 espinas centrales son más gran- des; las flores aparecen cerca del vértice, son numerosas, melíferas, de un amarillo claro, con las piezas exteriores rojas, poseen un olor ambarino muy delicado. El fruto es una baya elipsoide y escamosa, de 2 a 3 centíme- tros de largo. 116 A IA E EOS TO CETRO E NA Area de distribución: además de la región a que nos hemos referido y que corresponde al Estado de Durango, ha sido recolectada esta “biznaga”, en el Estado de Hidalgo (Ixmiquilpan, Actopan, etc.) y también en la re- gión vecina a San Luis Potosí. Fig. 97.--—Echinocactus (Ancistrocactus) Scheeri S. D. var., brevihamatus Eng. 5—ANCISTROCACTUS E. (ANCISTROCACTUS) SCHEERI S. D. Simple, globoso o elipsoideo, con 13 costillas tan profundamente sinua- das, que se resuelven en tubérculos; aréolas orbiculadas cuando jóvenes y cubiertas con un breve tomento blanco; espinas radiales 12, delgadas, rectas y blancas, con el ápice más obscuro, y 3 ó 4 centrales, blanquizcas, un tanto 117 LAS CACTACIEJA S: DUE E PARO complanadas, la inferior mucho más grande y ganchuda; flores infundibu- liformes, de color rosa; 10 u 11 estigmas radiados y amarillos y ovario es- camoso, filamento de los estambres de color verdoso, con las anteras de co- lor amarillo de azufre. Algunas variedades de esta planta tienen flor ama- rilla. Distribución geográfica: Eagle Pass, Río Pecos, Río Grande, Monte- rrey, Parras y San Pedro de las Colonias, Coahuila. Fig. 98.—Echinocactus (Ancistrocactus) longihamatus Gal. vegetando junto con la Jatrophd- spatulata Múll. en los cerros al poniente de €. Lerdo, Dgo. E. (ANCISTROCACTUS) LONGIHAMATUS Gal. Simple, globoso o cónico, con el ápice arredondado y cubierto de lana amarillenta; costillas por lo general 13; epidermis de un color verde azula- do; espinas radiales de 8 a 12, de las 4 centrales la inferior es larguísima y terminada en forma de gancho; las espinas, cuando jóvenes, tienen un hermoso color. rojo y con la edad se vuelven más o menos córneas. Las flo- res aparecen en las aréolas que están provistas de nectarios, miden de 5 a Y » 118 GS AE A A DNCD A MEA Rs E. NA centímetrcs de largo y poseen en el tubo numerosas escamas, son de color amarillo, con estambres cuyo filamento es amarillo canario y las anteras amarillo cromo, el ovario es escamoso. Distribución geográfica: se extien- de esta planta desde los Estados de Texas, Nuevo México y Arizona hasta Coahuila y Durango y se conocen, cuando menos, tres variedades bien defini- das de ella. Fig. 99.—Echinocactus (Ancistrocactus) uncinatus Gal. Cerro de Calabazas, cerca de Gómez Palacio, Durango. E. (ANCISTROCACTUS) UNCINATUS Gal. Simple, globoso u oviforme, con 13 costillas obtusas, glaucas; 7 u 8 espi- nas radiales, las inferiores ganchudas, de 1 a 4 céntrales de las cuales la in- ferior es también ganchuda; flores de un rojo muy'obscuro y ovario escamoso; 119 LAS € ACYTACSCGCIEAS DE TU NN el fruto es oviforme, de 1.5 a 2 centímetros de largo, rojo, con escamitas blan- cas. Distribución geográfica: región comprendida desde el sur de Texas hasta Saltillo, San Luis Potosí y Parras, Coahuila; en el Estado de Durango lo he recolectado en el cerro de Calabazas, cercano a Gómez Palacio, y en la Ha- cienda de “Juan Pérez”. Todos los Echinocactus de la sección que hemos des- crito, pertenecen al grupo Hamatz, caracterizado por sus espinas ganchudas y no aplanadas; los que vamos a describir en seguida poseen una o más de sus / espinas centrales aplanadas, en forma de daga, con su extremidad más O menos | encorvada hacia abajo. | Fig. 100.—Echinocactus (Ancistrocactus) texensis Hopff. de los barreales de La Paila, Coahuila. E, (ANCISTROCACTUS) RECURVUS Lk. et Otto. Simple o globoso, cónico y aun columnar, con 10 a 14 costillas altas, sub- crenadas y agudas; espinas radiales de 6 a 8, la central encorvada, de color rojo; flores de 4 a 5 centímetros, con las piezas exteriores del perianto lan-- ceoladas y verdosas y las interiores rojas con reflejos violeta y'con el mar- 120 DD SS. 147.4 € OCA E ORESTES O INE A gen blanco; ovario escamoso y glabro. La forma que representa la fotogra- fía que publicamos, tomada por el señor Profesor Hoffmann, en la Sierra de Tehuacán, es la spiralis, aunque según nos advierte el citado Profesor, se halla también en la misma zona la forma común. Area de distribución: ade- más del lugar señalado, ha sido recolectada en el Estado de Oaxaca por el Ba- rón von Karwinski y también en el Pico de Orizaba, (variedad beta.) Fig. 101.—Echinocactus (Ancistrocactus) recurvus Lk. et Otto. Forma spiralis. Sierra de Tehuacán. E. (ANCISTROCACTUS) CORNIGER P. D. C. Simple, semigloboso, con 21 costillas por lo común altas, complanadas, agudas, subsinuadas y glaucas ;' con 8 a 12 espinas radiales y 4 centrales, la inferior muy aplanada, con la extremidad encorvada hacia abajo, y todas 12Y ” EAS. Co AL C-TA. CEA SD E" UDS muestran claras estriaciones, siendo en unas plantas completamente amari- llas (var. flavispina) y en otras de un rojo rubí, cuando jóvenes, adquiriendo con la edad un aspecto córneo. Las flores nacen en el vértice de la planta, son de color carmesí, tienen un ovario escamoso y glabro y despiden un olor suave y agradable; fruto oviforme, de 2 centímetros de largo, escamoso. Distribución geográfica: cerca de Pachuca, Hidalgo; Serranía de Gua- dalupe, D. F.; San Luis Potosí, Tula y además en el Partido de Nombre de Dios, Durango. j Fig. 102.—Echinocactus (Ancistrocactus) corniger P. D. C. Cerros de Guadalupe Hidalgo, D. F. 6.—STENOCACTUS E. (STENOCACTUS) COPTONOGONUS Lem. Este Echinocactus forma pequeños grupos de 6 a 8 individuos; cada uno de ellos es globoso o brevemente columnar, con el ápice arredondeado,. cu- h 122 RS DARA. ¿As DE OFIC VES AOS oo ES A NA bierto de escasa lana; costillas de 10 a 14, de sección triangular, de 1 a 1% centímetros de altura, crasas, crenadas, de un verde glauco; espinas 5, más o menos encorvadas, nacen de una aréola de 6 a 8 milímetros, provista de lana amarilla o morena cuando joven; las espinas poseen un color rubí, punta morena y posteriormente un aspecto córneo o grisáceo; flores cerca del vér- tice, con las piezas exteriores del perianto lineares y morenas y las inferiores blancas con manchas o con líneas rojas. Distribución geográfica: San Luis Potosí, Pachuca, Concepción del Oro y Real del Monte. Fig. 103.—Echinocactus (Stenocactus) multicostatus Hildm. Forma colectada cerca de la Ciudad de Durango. E. (STENOCACTUS) CRISPATUS P. D. C. Simple, globoso o brevemente columnar a medida que crece, vértice arre- dondeado, cubierto de lana blanca, superado por las espinas; costillas 29 ó 30 y aún más; espinas radiales 7 u 8, foliáceas cuando jóvenes, de 2 centímetros de largo, de un amarillo córneo, con la punta morena, la central es solita- 123 LAB GQ ACTA CUE DS DOE UD OC ria, más grande que las demás, pungente, moreno obscura o grisácea; flor de 3 a 3.5 centímetros, de un color violáceo purpúreo, los estambres tienen el filamento blanco y la antera amarilla. Distribución geográfica: ha sido recolectado por Coulter en Pachuca, Hidalgo, y por el Barón von Karwinski en Real del Monte. ' E. (STENOCACTUS) MULTICOSTATUS Hildm. Simple, depreso, globoso, ciertos ejemplares adquieren un aspecto elip- soideo y aun brevemente columnar; todos poseen ápice arredondado, cubierto Fig. 104.—Echinocactus (Stenocactus) multicostatus Hildm. Del Cerro del Risco, Distrito Federal. de escamas y delicada lana blanca y superado por las espinas; Schumann des- cribe esta planta hasta con cien costillas, pero en los numerosos ejemplares que he recolectado, raros son los que exceden de cien, siendo, por el contrario, numerosos los que poseen menos de este número; las costillas tienen consis- tencia análoga a la del cartón, son comprimidas y muy angostas; espinas 6 ú 7, rojizas, levemente pruinosas y con la punta de color café, tienen consis- tencia papirácea, aunque en ciertos ejemplares son un poco más fuertes, las 124 PUT. A - UD Y EL OS CILA AR NA superiores son de 3 a 4 veces más largas que las inferiores y éstas más pe- queñas y lineares; flores blancas, con una lista violada en medio de las pie- -zas interiores del perianto. Distribución geográfica: Saltillo, Coahuila; noroeste de la Ciudad de Durango; Cerro del Risco, D. F. NOTA: La gran variabilidad de este Stenocactus ha hecho que se descri- ban como especies nuevas, simples variaciones locales relacionadas con el me- dio en donde vive esta planta; las variaciones de color en la flor tampoco pueden servir para fundar una nueva especie como se ha pretendido, pues nosotros hemos tenido en cultivo varios ejemplares de esta misma planta, Fig. 105.—Echinocactus (Thelocactus) lophothele S. D. recolectados en el mismo lugar y que sin embargo presentaban o carecían de la faja violácea en los pétalos a pesar de ser, evidentemente, de la misma especie. 71 —THELOCACTUS E. (THELOCACTUS) LOPHOTHELE S. D. Cespitoso, globoso, o brevemente columnar, con ápice arredondeado, pro- visto de lana; costillas de 15 a 20 que se resuelven en mamilas confluentes, crasas, glaucas o cinéreas, con aréolas por lo regular elípticas, oviformes oO 125 LAS €CACTACEAS DE merma romboideas, cuando jóvenes, cubiertas de escasa lana blanca o amarillenta que pierden con la edad; espinas radiales de 3 a 5, fuertes y grandes; no existe espina central. Las flores aparecen en el vértice y son hasta de 6 centíme- tros, corola en forma de embudo hasta de 5 centímetros de diámetro, con las piezas exteriores del perianto verdes y las interiores amarillas o rosa- Fig. 106.—Leuchtenbergia principis Hook. et Fisch. das, agudas y con delicado brillo sedoso. Distribución geográfica: parte occidental de los Estados de Coahuila y Chihuahua. A esta misma sección pertenece el E. (Thelocactus) durangensis Run- ge. Simple u oviforme, con 18 costillas que se resuelven en mamilas com- planadas; 30 espinas radiales, las inferiores muy pequeñas y las superiores muy largas, de un gris obscuro y 4 espinas centrales s Schumann le da a esta 126 MAIS AE AS NC OREA AR ON: TAN er O EN A planta como área de distribución la parte occidental de Ciudad Lerdo, Du- rango. Género LEUCHTENBERGIA Hook. et Fisch (Dedicado a Max Leuchtenberg, Mineralogista de Munich). Es un gé- nero monotípico de México que comprende una planta de tallo carnoso, ma- zudo y endurecido por su base, con largos tubérculos atenuados, triangu- lares y truncados, provistos de largas cerdas glumáceas. Flores grandes y vistosas, procedentes del ápice de los tubérculos más tiernos; tiene el tubo calicino cilíndrico y prolongado, con numerosos lóbulos multi-seriados, los exteriores escamiformes y los internos lineales y extendidos; corola de pé- talos semejantes a los lóbulos interiores del cáliz; estambres indefinidos, de filamentos largamente adheridos al tubo calicino, pero luego conniventes al grado de que cierran su garganta; ovario sumergido, de estilo grueso y columnar, con varios estigmas radiados. La especie única que pertenece a este género es la L. principis Hook. et Fisch. | Distribución geográfica: Real del Monte, Hidalgo; suroeste de San Luis Potosí, sureste de Coahuila, cerca de Parras; vegeta junto con la Grusonia bradtiana Coulter y la Mamillaria Scheeri Múhlenpf., según Schu- mann; nosotros la hemos recolectado en diversas partes del Bolsón de Ma- pimí, en el Partido de Cuencamé y en el de San Juan de Guadalupe, Estado de Durango. SUBTRIBU 5. MAMILLARIANAE Género MAMILILARIA Haw. (Del latín mamilla, diminutivo de mama). Las plantas de este géne- ro tienen tallos cilíndricos o globulosos, provistos de tubérculos mamili- formes, cilíndricos o angulosos, terminados en una aréola tomentosa o con aguijones. Las aréolas floríferas son axilares o supra-axilares. velludas, desnudas, o cerdosas y más o menos distintas de las aculeí- feras. Las flores amplias o pequeñas, dispuestas con frecuencia en una zona que rodea el tallo, nacen en las axilas de los tubérculos y presentan los si- guientes caracteres: tubo calicino cilíndrico, campanulado o infundibulifor- me, con lóbulos pluri-seriados y cortos; corola de pétalos anchos, erguidos, encorvados o extendidos; estambres pluri-seriados, de filamentos filifor- 172 b LAS _C€ A CTA CC ETA SD ECM TEN mes, insertos sobre el tubo del cáliz; ovario liso y ovóideo, casi siempre su- mergido, con un largo estilo filiforme, con 4 ó más estigmas radiados; baya lisa, oblonga o mazuda, coronada por la corola marcescente y al fin emer- gente; semillas diminutas, raras veces grandes, lisas o arrugaditas, de al- bumen muy escaso y pequeños cotiledones soldados. CLAVE DE LOS SUBGENEROS Tubérculos surcados Coryphantha (1) Tubérculos no surcados : Estambres exertos Cochemiea (3) Estambres no exertos: Mamas muy grandes, cilíndricas, flojamente dispuestas, ovario exerto Dolichothele (620) Mamas cónicas o piramidales, no muy grandes, ovario inserto Eumamillaria (4) Con látex Galactochylus. Sin látex Hydrochylus. Subgénero CORYPHANTHA SERIE I—AULACOTHELAE Desprovistas de glándulas. MAMILLARIA STROBILIFORMIS Muinhlenpf. Cespitosa, oviforme, claviforme o cilíndrica, glauca o de un verde ce- niciento, con tubérculos o mamilas de base ampliada, rómbico y apreso im- bricados, dispuestos en 13 a 21 series, siendo la porción inferior de la planta marcadamente tuberosa; espinas radiales de 20 a 30, blancas, con el ápice esfacelado, y de 5 a 9 centrales; aréolas circulares de 2 a 3 milímetros; las flores aparecen cerca del vértice, en los meses de mayo y junio y miden de 2 a 2.5 centímetros, corola en forma de embudo, de color rosado o amarillo; estambres con filamento de color rosa, los externos y los internos blancos, an- teras de color amarillo cromo; baya claviforme o cilíndrica de color rojo car- mín. Area de distribución: Estados de Chihuahua y Coahuila, según Schu- 128 MS AS A TE OCIO AS ANTAS BE ENE A mann; nosotros la hemos recolectado en los Partidos de Cuencamé y de Mapi- mí, Estado de Durango. M. DURANGENSIS Rge. El Dr. Schumann, en su Monografía, describe con este nombre una plan- ta cespitosa, cilíndrica, de un color verde glauco, con 5 a 8 series de mamilas; 6 ó 7 espinas radiales, subuladas y vítreas, la central solitaria y negra y con axilas lanosas, e indica que esta Mamillaria vive cerca de Ciudaa Lerdo, Du- Fig. 107.—Mamillaria macromeris Eng. De la estación de Pasaje, Durango. rango. Tanto nosotros como el eminente botánico D. Carlos Patont, profundo conocedor de nuestras Cactáceas, hemos residido durante años en esa región y hemos explorado con cuidado tanto las vegas del Nazas como las serranías de la Comarca Lagunera y no hemos encontrado ninguna planta que tenga los caracteres mencionados. 129 LAS CACTA CE AS DEM ENS M. MACROMERIS Eng. Irregularmente cespitosa, se multiplica por brotes que aparecen en el cuerpo de la misma planta, vista en general es elipsoidea o casi cilíndrica, con mamilas muy grandes, en forma de cono alargado y dispuestas en 8 a 13 series flojamente implantadas; aréolas circulares, lanosas; espinas ra- diales de 10 a 17, grandes, blancas y pungentes, cuando jóvenes rojas con la punta café, en los ejemplares bien desarrollados hay 4 espinas centrales y de la 3 en los jóvenes; flores rosa o carmesí, de 5 a 7 centímetros de lar- go, con ovario verde y corola en forma de embudo, con algunas piezas del perianto fimbriadas; fruto elipsoideo de 1 a 2 centímetros de largo. Dis- tribución geográfica: hemos recolectado la variedad tipo en la estación de Pasaje, Durango, esta variedad es la más rara; la común, en el Bolsón de Mapimií y en los barreales de Coahuila, es una planta más pequeña en todas sus partes. ' M. SCHEERI Muúhlenpf. Simple, con el ápice arredondeado al que sobrepasan las espinas; ma- milas crasas, ovadas, con un hondo surco, de color glauco cinéreo y dispues- tas en 8 a 13 series apretadas; aréolas de 5 a 6 milímetros de largo, cuando jóvenes escasamente lanosas; espinas radiales 6, y 4 Ó 5 accesorias, centra- les 1, más fuerte que las demás; flores de 5 a 6 centímetros, amarillas o ro- jas; fruto ovado o subgloboso, verde. Area de distribución: parte occiden- tal de Coahuila; cauce seco de la antigua Laguna de Tlahualilo. NOTA: Esta especie ha sido descrita nuevamente por el Dr. Purpus con el nombre de M. valida. M. PYCNACANTHA Mart. Simple, pero con la edad emite numerosos brotes; oviforme o cilíndrica, de un verde azulado y con el ápice redondo, cubierto de lana blanca”; mamas dispuestas en 5 a 8 series, con base rómbica y vértice obtusamente trun- cado, poseen un surco lanoso; aréolas circulares de 2 a 3 milímetros de diá- metro, lanosas cuando jóvenes; espinas radiales de 10 a 12, amarillas, con el ápice café, y 4 centrales encorvadas; flores de 3.5 a 4 centímetros, amari- llas, estambres con filamento amarillo claro y anteras color de oro, estilo 130 NC EOS SE AOS TP. GEO, RE E UN Á blanco, con 5 estigmas amarillos. Distribución geográfica: Pachuca, Ato- tonilco, entre Tacubaya y Santa Fé, D. F. M. RADIANS P. D. CG. Simple, esférica u oviforme, brevemente cilíndrica y aun columnar, con el ápice redondeado, lanoso, y espinas amarillas; mamilas dispuestas en 8 a 13 series, cónicas; espinas radiales de 12 a 20, subuladas y pectinadas, Fig. 108.—Mamillaria radians P. D. C., var. daemonoceras K. Sch. De Cuencamé, Durango. centrales O, 1 ó 4; flores amarillas y axilas lanosas. La variedad que representa nuestro grabado, es la daemonoceras, aunque no concuerda exac- tamente con los caracteres que le asigna Schumann; está recolectada en la región cercana a Cuencamé, Durango. 1531 LAS CAC. .TA CE AS. DIES INN NOTA: Con el nombre de M. radians, se han descrito numerosas plan- tas que vegetan desde cl sur de los Estados Unidos hasta el Estado de Oaxa- ca, presentando, por lo tanto, variaciones numerosísimas; en nuestro con- cepto se impone una revisión de este grupo, al que seguramente pertene- cen Mamillarias, que aunque parecidas por ciertos caracteres, deben, por otros, separarse para poder hacer un estudio eficiente de ellas. Las principales variedades descritas son las siguientes: — Var. impexicoma S. D. con numerosas espinas radiales, grandes y pecti- nadas y sin espinas centrales. Fig. 109.—Mamillaria Ottonis Pfeiffer. Var. echinus K. Sch. Con espinas radiales imperfectamente pectinadas y de una a cuatro centrales; la inferior de éstas es muy fuerte. Var. daemonoceras K. Sch. Más o menos columnar, con una a cuatro es- pinas centrales siendo una de ellas fuertemente encorvada y oscura. Var. sulcata Coult. Pequeña, con pocas espinas radiales, sin espina cen- tral cuando joven y con una sola en las plantas adultas. 132 DEE EOI BR E. NA 78 ¡Ds ¡Do a SERIE 2—GLANDULIFERAE Provista de glándulas. M. OTTONIS Pfeiff. Simple, globosa o brevemente cilíndrica, con mamilas crasas sub-bilo- badas; de 8 a 12 espinas radiales y 3 ó 4 centrales; flores blancas; axilas la- nosas. La especie que representa nuestra fotografía, tomada de un ejemplar Fig. 110.—Mamillaria Ottonis Pfeiffer. Planta en fruto. del Valle de Cacaria, Durango, difiere del tipo descrito por el Dr. Schumann además de en lo que respecta al área de vegetación, circunscrita en la Mono- grafía de este sabio al sur del país, en que no es columnar o esférica sino hemisférica y en que posee no un color verde cinéreo, sino un verde intenso, así como también en que presenta cierta variabilidad en las espinas, pues de las centrales las superiores apenas son tan largas como las radiales y a menudo más cortas, la infericr es la mayor, pero no excede mucho en lon- gitud a las radiales pero sí en grueso; he comprobado estas divergencias en numerosos ejemplares que estudié en unión de mi sentido amigo el S>. Poton1. 133 LAS CAC TACEAS DE MC Distribución geográfica: en la obra de Schumann aparece la planta ti- po como propia del Estado de Hidalgo; la variedad que describimos vive en los Valles situados al pie de la Sierra Madre Occidental, extendiéndose has- ta los alrededores de la Ciudad de Durango. M. MACROTHELE Mart. Simple, fasciculada, cilíndrica, con el ápice redondeado, hasta de 60 centímetros de altura y 10 de diámetro, de color verde ciaro; mamilas dis- Fig. 111.—Mamillaria senilis Lodd. Fotografía que muestra la planta en floración; las flores vistas de lado. puestas en 5 a 8 series, con escasa lana blanca en el surco; aréolas redon- das, de 3 milímetros de diámetro, cuando jóvenes provistas de lana blanca o amarillenta y después glabras; espinas radiales de 6 a 3, horizontales, pun- gentes, de un amarillo de miel cuando jóvenes y posteriormente de un co- lor más obscuro; espinas centrales 1 ó 2; flores de 3 centímetros de largo, de un amarillo limón, con las piezas interiores del perianto provistas de una línea violeta; estambres con filamentos color de rosa, anteras amarillas, y estilo con 6 ó 7 estigmas. Distribución geográfica: Estado de Hidalgo: Actopan, Real del Monte, Atotonilco el Grande y Zimapán. 134 IN ca OA POH OP SE SE E E ON A M. CLAVA Pfeiff. Cespitosa por brotes que emite la parte inferior del cuerpo de la planta forma grupos de 50 a 60 centímetros de altura y de 40 a 50 de diámetro, es cilíndrica o claviforme, con el ápice arredondeado y un poco sobrepasado Fig. 112.—Mamillaria senilis Ledd. Fotografía que muestra la planta en floración; las flores vistas de frente. por las espinas en los ejemplares viejos y más vigorosamente en los indivi- duos jóvenes; de un verde azulado; mamilas dispuestas en 8 a 13 series, con el aspecto de una pirámide triangular, más o menos imbricadas y clara- mente recorridas por un surco, con el ápice obtusamente truncado; las aréo- las son circulares o elípticas, de 5 milímetros en su diámetro mayor, lanosas cuando jóvenes y después glabras; espinas radiales 9 ó 10, subuladas, ree- 135 LAS CACTACEAS DES MD tas, blancas cuando jóvenes y después amarillentas, con el ápice obscuro; espinas centrales 4, morenas, dispuetas en eruz, con la porción inferior roja cuando son jóvenes y la punta un poco más obscura, la espina inferior es la más grande y mide de 21% a 3 centímetros; flores amarillas, de 5 centíme- tros de largo; axilas lanosas, provistas de una glándula roja o amarilla. Distribución geográfica: cerros vecinos a la Ciudad de Pachuca, Hi- dalgo, de donde provienen los ejemplares cuyas fotografías ilustran esta descripción. Schumann señala también el Mineral del Doctor y Almolón ? (Almolonga) ?, del Estado de Hidalgo. Subgénero DOLICHOTHELE SERIE 3—LONGIMAMMAE De las dos especies que forman esta serie, ncs referiremos a una de ellas solamente, a la M. longimamma P. D. C. Cespitosa, con mamas alar- gadas, de 6 a 8 y más centímetros de largo, digitiformes, flojamente dis- puestas e implantadas formando de 5a 8 series; aréolas circulares, de 2 a 21 centímetros de diámetro, lanosas cuando jóvenes y después glabras; espinas radiales de 3 a 12 y de 1 a 3 centrales, subuladas; flores de 4 a 6 centímetros, amarillas, con el ovario exerto, provisto de estilo verde y de 5 a 8 estigmas amarillos; filamentes de lcs estambres, amarillo claro y anteras amarillo obscuro; fruto en baya, elipsoideo, de 10 a 12 milímetros de largo. Area de distribución: Estado de Hidalgo, Ixmiquilpan y Zimapán. Se conocen dos variedades de esta planta, una denominada uberiformis, con 4 espinas radia- les y sin ninguna central, propia de Tolimán y Pachuca, y otra con dos es- pinas radiales y 2 Ó 3 centrales, denominada var. globosa, sin localidad definida. Subgénero COCHEMIEA SERIE /.-—EXSERTAE M. SENILIS Lodd. Se halla en grupos que provienen de la proliferación de las plantas adultas y forma matorrales conglomerados; es semiglobosa o elipsoidea y aun brevemente cilíndrica, con el ápice redondeado, hasta de 18 centíme- tros de altura y 12 de diámetro; mamas dispuestas en 8 a 13 series; cónicas, con el ápice oblícuamente truncado, de un verde pálido, aréolas oviformes, de 2 milímetros de largo, orbiculares, cubiertas de lana blanca; espinas ra- diales muy numerosas (40), setáceas, no pungentes y blanquísimas; cen- 136 yy 7 y 7 a A Y, Mamillaria senilis Lodd. De la Sierra Madre Occidental, Dgo. Re mn - e £ ii ESOS IAB EIA, O OIEA A DAS ES E NA trales 5 ó 6, la inferior ganchuda, con el ápice moreno; ílcres, en los ejern- plares bien desarrollados y en su medio natal, de 7 a 8 centímetros de largo, pero por lo común de 4 a 5 centímetros, con tubo escamoso, de un rojo ana- ranjado, la parte superior de la corola es de color más obscuro, casi carmesí con reflejos violados; filamentos de les estambres fasciculados y libres, que exceden en longitud a la corola, abajo verdosos y arriba anaranjados, con anteras de un color anaranjado; el estilo termina en 5 ó 6 estigmas verdes. Distribución geográfica: hemos recolectado esta planta en la región boscosa de la Sierra Madre Occidental, en las rocas más altas de la Sierra, en donae se halla expuesta a muy bajas temperaturas. El Sr. Ing. Armando Gonzá- lez Garza, la recolectó para el Sr. Patoni en el límite sur del Estado de Du- rango, más abajo del paralelo 23; el Dr. J. M. Rose dice haberla recogido en la sierra del Estado de Nayarit, y el Dr. Weber hace mención de una variedad Diguetii de esta especie, encontrada a 2,500 metros en la Sierra de Nayarit. NOTA: Las demás plantas de esta sección, instituida por Mrs. Kath. Brandegee, son propias de la Baja California. Subgénero EUMAMILLARIA. Sección Il. HYDROCHYLUS SERIE 5-—LEPTOCLADODAE Esta serie está formada únicamente por una Mamillaria, la M. elongata P. D. C., prepia del Estado de Hidalgo. Es una planta irregularmen- te cespitosa, los brotes provienen de la base del cuerpo, de manera que queda rodeada por ellos; en estado adulto es cilíndrica, con 3 a 5 series de mamilas brevemente cónicas, de 3 a 4 m.m. de altura; con aréolas circulares, escasamente lanosas; espinas radiales de 15 a 20, setáceas, recurvadas y ama- rillas; centrales O, 1 6 2, rectas, más fuertes y obscuras que las radiales; flo- res de color amarillo; fruto en forma de baya, claviforme. Schumann des- crite hasta 5 variedades de esta planta. Distribución geográfica: como ya dijimos, es propia del Estado de Hidalgo y ha sido recolectada en Zimapán, Ixmiquilpan, Meztitlán, Zacualtipán, etc. SERIE 6—CANDIDAE M. MICROMERIS Eng. Con el ápice deprimido y muy raras veces cespitosa, globosa o breve- mente cilíndrica, con tubérculos muy pequeños, de cerca de 1 m.m. de diá- 137 EJ A'S € ACTA CELA SD E MTS metro, dispuestos en 13, 21 y aun 34 series, brevemente cónicos; con aréo- las circulares, pequeñas y escasamente lanosas cuando jóvenes; epinas muy numerosas, 20 y más, de 2 a 4 m.m. de largo, blancas o cenicientas y agru- padas en el vértice de la planta; no se observan claramente espinas centra- les; flores blancas o resadas, muy pequeñas (6 m.m. de diámetro), con 3 a 5 sépalos, 10 a 15 estambres y 3 estigmas. Se ha descrito una variedad, con espinas centrales y mamilas más largas, con el nombre de M. micromeris var. Greggí Eng., y se ha recolectado cerca de Saltillo. Distribución geo- gráfica: Schumann le da a esta planta como sitio de vegetación los Estados Fig. 113.—Mamillaria leona Pos. Planta recolectada al sur del Partido de Cuencamé, Durango. de Coahuila y Chihuahua, sin localidad definida. Nosotros la hemos reco- lectado en la región sur del Partido de Cuencamé, Durango. M. LEONA Pos. Por lo común cespitosa, con cuerpo cilíndrico y simple, con el ápice arredondado y con axilas cubiertas de lana corta y blanca; mamilas dis- puestas en 8 a 13 series, cónicas; espinas radiales 30, setáceas, rectas y cor- 138 PI A. E OACI a + RA NA tas, que dan a la planta un aspecto blanquísimo; espinas centrales de 6 a 10, con axilas lanosas; flores pequeñas, rojo ladrillo, con las piezas internas del perianto lanceoladas. Distribución geográfica: Rinconada, Nuevo León y Saltillo. Nosotros la hemos recolectado en Avilés, (hoy Villa Juárez), Du- rango. M. CANDIDA Scheidw. Esta especie es muy cercana a la anterior, cespitosa, cilíndrica, cubierta de espinas blancas; mamilas dispuestas en 13 a 21 series; espinas radiales numerosísimas, hasta 50, centrales de 5 a 9, subuladas y pungentes, con la punta morena; flores rosadas; axilas cespitosas. Distribución geográfica: Estado de San Luis Potosí. SERIE 7.—STYLOTHELAE M: PUSILLA =P. D..C. Cespitosa, globosa o brevemente cilíndrica, de 4 a 6 centímetros de lar- go y de 2 a 2% de diámetro, de color verde obscuro con determinadas por- ciones rojizas; mamilas delgadas y cónicas, dispuestas en 5 a 8 series, con aréolas muy lanosas cuando jóvenes; es tan abundante esta lana que aun se emplea para ciertos usos domésticos con el nombre de “algodón de biznaga”; espinas radiales numerosas (20), blancas y capilares, las centrales son de 5 a 9, rectas, cuando jóvenes morenas y después más claras, vistas con la lente son puberulentas; axilas pilosas; flores de 13 a 14 milímetros, amari- llas, y fruto en baya claviforme de color rojo coral. Distribución geográfica: cerca de Monterrey; Piedras Negras, Coahu:- la. El Ingeniero Rouaix la recolectó para el Sr. Ing. Patoni en la Quebrada de Ventanas, Durango. Es interesante hacer notar que esta planta ha sido encontrada en la Isla de Cuba. ' SERIE 8—POLYACANTHAE M. SPINOSISSIMA Lem. Simple, cilíndrica o subclavada, con el ápice redondeado, de un color verde obscuro y puberulenta; mamilas dispuestas en 13 a 21 series o en 10 a 16; aréolas circulares, de 2, milímetros de diámetro, con lana blanca cuando jóvenes; espinas radiales hasta 30, diversamente coloridas, y de 8 a 10 centrales, varias de ellas ganchudas; flores carmesíes que forman una corona cerca del vértice. Distribución geográfica: Estado de Hidaleo, Real del Monte. En el Estado de Morelos hay una forma con espinas amarillas. 139 EAS CA CTACECA SDE CUNA SERIE 9.—ANCISTRACANTHAE M. PHELLOSPERMA Eng. Cespitosa, oviforme o cilíndrica, hasta de 10 centímetros de diámetro y 6 de altura, mamilas dispuestas en 8 a 13 series, laxamente ordenadas, cla- viformes o subceilíndricas; aréolas circulares, de 1 milímetro, escasamente lanosas; espinas radiales muy numerosas (40), de 5 a 11 milímetros de lar- go, blancas, con la punta morena; espinas centrales 3 ó 4, (ganchudas, de 1 a 3); flor de 2 centímetros, de un rojo obseuro, y fruto de 1 a 2 centímetros de largo, claviforme. Fig. 114.—Mamillaria Ocamponis Ochoterena. Planta recolectada en el Cerro de Mercado, Durango. Distribución geográfica: aunque esta planta es propia del sur de los Estados Unidos se extiende hasta algunos puntos de la frontera con México. M. GRAHAMII Eng. Cespitosa, globosa u oviforme, con mamilas oviformes o cilíndricas, dis- puestas en 13 a 21 series; aréolas circulares u oviformes, de 1 milímetro de diámetro, provistas de cerdas blancas; espinas radiales de 15 a 30, las su- periores más cortas, blancas, con el ápice moreno, pungentes y vistas con la lente, puberulentas, las centrales son de 1 a 3, café obscuras y ganchudas; 140 - US AE: Y MS - IA DENCIA MO. le 30 E NA flores rosas o blancas, con líneas de un color rojo obscuro; fruto de 2 cen- tímetros de largo, claviforme, de color escarlata. Distribución geográfica: la misma de la especie anterior. M. OCAMPONIS Ochoterena. Bol. de la Dir. de Est. Biol. Tomo II Pág. 365. Simple, por lo común del tamaño de una nuez, depresa, semiglobosa o. subglobosa, de un color verde claro, un tanto puberulenta, con mamilas có- Fig. 115.—En la porción inferior y a la izquierda de la figura, está un grupo de Ma- millaria sphacelata Mart., vegetando entre una euforbiácea, conocida vulgarmente con el nombre de “gallitos” y numerosos Agaves. nicas, dispuestas en 7 a 13 series, laxamente ordenadas; espinas radiales de Z0 a 30, muy blancas, con el ápice moreno y vistas con la lente, retrobarbe- ladas; centrales de 4 a 7, una de ellas ganchuda; flores color de rosa y axilas escasamente lanosas. s Hay dos variedades de esta especie: una con flores pequeñas, hasta de 3 centímetros, y otra con flores mucho más grandes, de corola infundibuli- forme y de color rosa. Esta planta fué dedicada por el Autor de este libro a la memoria de don Melchor Ocampo, uno de los preelaros varones que han contribuído con más entusiasmo y abnegación al conocimiento de nuestra 141 LAS. CA Co PACE CAS DUE CM ESMAS flora y en el cual es patente cómo la observación de la Naturaleza y su cons- tante estudio, influyeron para formar una personalidad moral admirable. Distribución geográfica: hemos recolectado esta planta en las rocas fe- rruginosas del Cerro de Mercado, Durango. SERIE 10—HETEROCHLORAE M. SPHACELATA Mart. Irregularmente cespitosa o fasciculada, con cuerpo erecto, cilíndrico, ápice redondeado cubierto de lana blanca de la que emergen las espinas; ma- de: Fig. 116.—Mamillaria rhodantha Lk. et Otto. Fotografía de un grupo de esta planta tomada en el Cerro del Teuhetli, D. F. milas cónicas, dispuestas en 5 a 8 series; aréolas circulares, de 2 milímetros de diámetro, lanosas; espinas radiales de 9 a 11, cuando jóvenes de un rojo rubí, rectas y con el ápice obscuro; centrales 1, 26 4, mucho más grandes que las radiales; las flores aparecen en la parte superior del cuerpo, son de un color rojo sanguíneo; las axilas son lanosas. Distribución geográfica: se ha recolectado esta planta en el Estado de 142 MS E) AL ES ORO OL Ed AE, IN A Hidalgo y Scheer afirma haberla encontrado cerca del puerto de Guaymas y en otros puntos de la costa del Golfo de California. Nuestra figura está tomada de un ejemplar que proviene del Valle de Tehuacán, Puebla. M. RHODANTHA Lk. et Otto. Cilíndrica y aun extraordinariamente claviforme, densamente cespi- tosa y con el vértice más o menos dicotomizado, de color verde obseuro un Fig. 117.—Mamillaria rhodantha Lk. et Otto. Fotografía de un ejemplar del Cerro del Teuhctli, D. F., difiere un poco de las variedades descritas por Schumann, tanto por el color de sus espinas, como por la curvatura de las que se hallan en el vértice y por el color de las flores. tanto azulado; mamilas cónicas, dispuestas en 13 a 21 series; aréolas circu- lares o elípticas; espinas radiales de 16 a 20, delgadas, subuladas, rectas, de un blanco sucio o amarillas; centrales 4, por lo común diversamente coloridas; axilas lanosas. Las flores nacen formando una corona en torno de la planta. miden de 15 a 16 milímetros y son de color carmesí; fruto lineal o clavifor- me, de un color carmín. Distribución geográfica: Serranía de Guadalupe y Peñón del Marqués, Cerro del Teuhctli, D. F., Rancho del Sabino, Estado de Hidalgo. NOTA: Schumann describe hasta 11 variedades de esta planta que di- 143 EAS CAC TA CE AS: DEE: TU ANNE fieren, especialmente, por el color de las espinas y la manera como están colocadas. Nosotros hemos colectado en el Cerro del Risco, D. F. la curiosa forma de esta Mamillaria que muestra la figura 119, de 70 centímetros de largo, pendiente de las rocas. M. GRACILIS Pfeiff. Densamente cespitosa por la proliferación de las diversas partes de su cuerpo; los brotes son subglcbosos o elipsoideos y caducos; las plantas adui- tas más o menos cilíndricas; mamilas cilíndricas o subclavadas, dispuestas en 8 a 13 series; espinas radiales de 12 a 14, rígidas, setáceas y blancas, cen- Fig. 118.—Mamillaria rhodantha Lk. et Otto, del cerro del Risco, D. F., cerca de ella está una planta de “sangre de drago”, Jatropha spatulata Mill. trales de 1 a 3, blancas, con la punta morena. Flor con las piezas externas del perianto de un blanco amarillento, con una lista roja o color de rosa, las piezas más internas, más y más obscuras hasta llegar al color carmín; fruto de un centímetro de largo, aromático. Distribución geográfica: Puente de Dios y barrancas de Meztitlán y Zimapán en el Estado de Hidalgo. 144 MS A AO OE CRIA ON TA > ALE SO ANA Sección GALACTOCHYLUS SERIE 11—ELEGANTES M. ELEGANS P. D. C. Simple y por proliferación densamente cespitosa; depresa, globosa c Fig. 119 —Mamillaria rhodantha Lk. et Otto. Singular forma pendiente de las rocas en el Cerro del Risco, D, F., sobre ella vegeta una Tillandsia. más o menos cilíndrica; con el ápice redondeado y aplanado en el vértice, 145 LAS CA C.TACEAS: DE "UTE cukierto de lana blanca y sobrepasado por las espinas; hasta de 10 centí.- metros de altura; mamilas cónicas, dispuestas en 13 a 21 series, regular- mente ordenadas; aréolas elípticas, de 11 a 2 milímetros de largo, con lana blanca, escasa; espinas radiales numerosas (20), setáceas, blancas, de 5 a 6 milímetros de largo y con la edad afectan una disposición claramente pec- tinada; centrales 1, 2 óÓ 3, por lo común 2, blancas, con la punta de color cas- taño; axilas abundantemente lanosas. Las flores aparecen en invierno (di- ciembre) formando una corona cerca del vértice de la planta, miden de 13 a 20 milímetros y son de un color carmesí; baya de 16 a 17 milímetros de largo, encorvada y de color carmín. Fig. 120.—Mamillaria elegans P. D. C. Del Pedregal de Tlalpan, D. F. Distribución geográfica: Valle de México, especialmente en los pedre- gales de San Angel y Tlalpan, proviene de este último la planta que represen- ta nuestra figura. Se encuentra también en Ixmiquilpan y Zimapán, Estado de Hidalgo, y en Tehuacán, Puebla. SERIE 12.—LEUCOCEPHALAE M. BICOLOR Leh. Cespitosa, formando apretados grupos hasta de 2 metros de diámetro; 146 MS. LAS AE OSCE OST ERES di GE? NN cuerpo cilíndrico, con el ápice redondeado, lanoso y recubierto por las espi- nas; mamilas de color verde glauco o ceniciento, cónicas y dispuestas en 13 a 21 series; aréolas elípticas o circulares, muy lanosas; espinas radiales numerosas (16, 20 y aun más), de 2 a 4 milímetros, setáceas, de un blanco muy puro; centrales de 2 a 6, rígidas y con el ápice esfacelado. Las flores aparecen formando una corona en el vértice de la planta, so: de coior carmesí; fruto en baya, claviforme. K. Schumann describe una variedad globosa, con espinas numerosas y blanquísimas, que denomina var. nivea, recolectada en Venados, San Luis Potosí. | Fig. 121.—Mamillaria chionocephala Purpus. Distribución geográfica: Tampico, Tamaulipas, con abundancia de for- mas cristatas; Real del Monte, Ixmiquilpan, Zimapán y Barrancas de Mezti- tlán, Estado de Hidalgo. Vulgarmente es conocida con el nombre azteca de “metzolle” o “met- zollin”. Muy cercana a esta especie es la M. chionocephala, colectada en la Sierra- rra de Parras, Coahuila, por el Dr. C. A. Purpus y descrita y figurada en el Monaths. fúr Kak. 1906 p. 41, por J. A. Purpus; nosotros la hemos re- colectado en Nazas, Durango, y el Sr. Patoni en la Sierra del Rosario. 147 DAS CA CTAC E 4XAS.DE UM DANOS SERIE 13.—MACROTHELAE H. HEYDERI Minhlenpf. Depresa, globosa y aun brevemente columnar, de color verde azulado obscuro, con el vértice deprimido, lanoso, de 8 a 12 centímetros de diámetro y de 2 a 3 de áltura; mamilas alargadas, cónicas y dispuestas en 13 a 21 series; aréolas escasamente lanosas; espinas radiales de 16 a 18, tenues, rungentes, blancas, de 5 a 12 milímetros de largo, las inferiores son, por lo común, las más grandes, fuertes y de color más obscuro; espinas centrales 1. Fig. 122.—Mamillaria Heuderi Múhlenpf., en fruto. de un moreno rojizo, con la punta esfacelada; flores blancas, con estrías rojas, forman una corona en el vértice de la planta; fruto en baya, denomi- nado vulgarmente “chilito”, claviforme, brillante y de color rojo coral. Distribución geográfica: es propia de la región texano-mexicana. Los ejemplares que representan nuestras figuras provienen de los alrededores de la Ciudad de Durango. En el Estado de Durango hemos recolectado, en la región de Calizas, es- pecies muy próximas que difieren principalmente de la ya mencionada Hey- 148 NS LAR A LO OCASO EE EA NA deri, tanto en la forma de sus cabezas, mucho más grandes y esféricas, como en las espinas centrales, robustas, de 2 a 4 y en la lista de las piezas del pe- rianto, etc.; se necesitan nuevos estudios para poder separar correctamente estas especies tan extraordinariamente parecidas; una de ellas es la que re- presenta nuestro grabado y está recolectada en los terrenos cercanos al Rancho de Morcillo, Durango. M. CENTRICIRRHA Lem. Simple, se vuelve cespitosa por los brotes que aparecen en la base de la Fig. 123.—Mamillaria Heyderi Múhlenpf. var., en plena floración. planta, subglobosa, claviforme o cilíndrica, de color verde obscuro y con el ápice deprimido; mamilas gruesas, tetragonales y dispuestas en 8 a 13 se- ries irregularmente ordenadas; aréolas circulares, lanosas cuando jóvenes; espinas radiales de 4 a 6, de diverso tamaño, aunque se observan numerosas variaciones en torno de estos números; centrales 1 ó 2, muy encorvadas, pungentes, amarillas cuando jóvenes, con el ápice obscuro, córneas o ceni- 149 LAS C.A:CTA CE: A: $) DEE UM CDA cientas con la edad; axilas a veces lanosas. Flores que forman una corona cerca del vértice, carmesíes. E Esta planta es muy variable, se han señalado hasta 6 variedades. Distribución geográfica: Distrito Federal; Estado de Hidalgo: Ixmi- quilpan, Pachuca, San Mateo. Fig. 124.—Mamillaria centricirrha Lem. SERIE 1/—TETRAGONAE M. UNCINATA Zucec. Simple, globosa o semiglobosa, con el ápice redondeado, lanoso y sobrepa- sado por las espinas, de color verde azulado, de 6 a 8 centímetros de altura y de 9 a 10 de diámetro; mamilas subpiramidales, dispuestas en 8 a 13 series, de 7 a 9 milímetros de largo y de 8 a 11 de ancho; espinas radiales de 4 a 6, subuladas y complanadas, blancas; centrales de 1 a 3, más fuertes y gran- 150 a AA. E OMACRSAEAO + TD EW ANT A des, ganchudas; flores rojizas, con una estría más obscura en los pétalos. Distribución geográfica: Estados de Hidalgo, Chihuahua, (Querétaro y San Luis Potosí. SERIE 15—POLYEDRAE M. MUTABILIS Scheidw. Simple y prolífera en la base; depreso globosa o brevemente cilíndrica, Fig. 125.—Mamillaria mutabilis Scheidw. hasta de 12 centímetros de diámetro, con el ápice redondeado y lanoso, de color verde obscuro glauco; mamilas en forma de pirámides cuadrangula- res, dispuestas en 13 a 21 series; espinas radiales pequeñas, de 1 a 6, des- iguales; centrales de 1 a 4, más grandes y flexosas, hasta de más de 5 centí- 151 LD A,5S "CAC TACEAS DE. WM DÚO metros, de un rojo rubí cuando jóvenes y córneas con la edad. Flores de color carmesí, dispuestas en corona cerca del vértice de la planta. | | ó | | | 1 í Fig. 126.—Pelecyphora aselliformis Ehrbg. aumentada seis veces; figura tomada del trabajo de W. E. Safford. Fig. 127.—Pelecyphora pectinata K. Sch. Distribución geográfica: Estado de Hidalgo: Ixmiquilpan, San Pedro Nolasco; Tehuacán y estación de Esperanza; se ha recolectado también, se- 152 ES - AE. AN EMOS AL DAS MEET IL E A AN A eún Schumann, a 2300 metros de altura, en el Estado de Oaxaca, sin indi- car localidad determinada. NOTA :—Esta planta es muy variable, notándose especialmente que se modifican las espinas centrales conforme viva en el sol o en la sombra. XK Género PELECYPHORA Ehrbg. Flores regulares, comparativamente pequeñas e infundibuliformes, ta- llo humilde y mazudo que cuando viejo puede ser ramoso y estar cubierto de tubérculos muy apretados, dispuestos en hélice, de base rómbica, ahon- dado-comprimida y ápice truncado en donde se halla una aréola provista de un surco longitudinal con espinas bilateralmente dispuestas. El cuerpo e€s cilíndrico o esférico en las plantas jóvenes, posteriormen- te llega a ser claviforme, forma grupos por brotes que se producen en la base de la planta. Existen dos especies de este género. P. ASELLIFORMIS Ehrbg. Cuando joven, simple, cilíndrica y después claviforme y cespitosa; ma- milas glaucas o de un verde cinéreo, con el ápice obtuso, dispuestas en 5, S ó 13 series; espinas numerosas, en forma de peine y dispuestas a uno y otro lado de un surco longitudinal; savia acuosa; flores de color violeta o rojo carmín. Distribución geográfica: Estado de Nuevo León y Valle del Maíz, San Luis Potosí, en donde desde 1839 la recolectó Ehrenberg. Pp. BECTINATA K. Seh. Simple, esférica y con la edad cespitosa por proliferación en la base, ápice arredondado y hundido en el centro; provista de jugo lechoso; axilas - glabras; espinas muy blancas y numerosas (40), dispuestas a uno y otro la- do del surco longitudinal, de color anaranjado. Flores en las axilas de los flancos, de color amarillo, infundibuliformes, de 21% centímetros de diáme- tro, con las piezas externas del perianto verde amarillentas y las siguientes de un verde olivo, con la punta rosa, filamentos de los estambres blancos, muy delicados, anteras amarillo canario y estilo terminado en 4 estigmas de un verde amarillento. 153 LAS CC. ACTA CEA CS” DOE USE Distribución geográfica: Estado de Oaxaca según Weber, y Estado de Puebla según el Dr. J. N. Rose. El ejemplar que representa nuestra figu- ra me fué bondadosamente cedido por el Dr. Blas P. Reko, quien lo recolectó en Tehuacán, Pue. Xx Género ARIOCARPUS Scheidw. El género Ariocarpus comprende las plantas conocidas con el nombre Fig. 128.—Ariocarpus retusus Scheidw. vulgar de “chautes”; poseen flores infundibuliformes, ovario rodeado de la-- na, piezas exteriores del perianto a menudo carnosas y las interiores de color rojo, muy delicadas. El cuerpo es siempre aplanado y constituído por tu-. kérculos imbricados, carnosos, provistos de una epidermis fuertemente cu- tinizada; aréolas, cuando jóvenes, con espinas visibles a la lente y después desprovistas de ellas; flores en la parte superior, rodeadas de un denso pin- . cel de pelos largos y suaves; semillas grandes, negras y tuberculadas. 154 MS AA E ORACIONES EI. NA Las plantas de este género son venenosas y se impone una labor de in- vestigación científica para conocer sus propiedades; basados en algunas ob- servaciones, suponemos que la composición química de la planta varía nota- kblemente según sus diversos estados fisiológicos y particularmente antes de la floración. Comprende este género cuatro especies, todas mexicanas, principalmen- te localizadas en los Estados de Chihuahua, Ccahuila y Durango. Fig. 129.—Ariocarpus fissuratus K. Schumann. Forma simple. ARIOCARPUS RETUSUS Scheidw. Cuerpo simple, deprimido, de color verde glauco o ceniciento, con gran- des mamilas triangulares, dispuestas en 5 a 8 series. Aréolas suborbiculares, escasamente lanosas y sin espinas en la planta adulta. Flores numerosas (8 ó 9), en la porción lancsa del vértice, de 515 a 6 centímetros de largo, infundibuliformes, de color rosa pálido; axilas la- nosas; fruto elipsoideo, blanco o rosado. 155 LAS CAC TA CIE AS: DE "UU DRA Distribución geográfica: mi estimado amigo el Dr. Francis Eschauzier, lo ha recolectado en San Luis Potosí; también vive cerca de Rinconada y Paso de Carneros. A. FISSURATU SK Seo: En los lugares donde crecen espontáneamente, son plantas muy depri- midas que no se elevan nada sobre la superficie de la tierra, así es que sólo se encuentran fácilmente en la época de la floración; mamilas dispuestas en 5 a 8 series, triangulares, agudas, carnosas y con toda la superficie llena de Fig. 130.—Ariocarpus fissuratus K. Schumann. Forma simple. fisuras; aréolas apicales y flores subcampanuladas que aparecen en septiem- bre, son de un tamaño mediano y contrastan agradablemente con el color ceniciento y parduzco de la planta. Distribución geográfica: nuestras fotografías de la forma simple, son de ejemplares recolectados en los terrenos de Filipinas, Coahuila, y las de la forma agregada, que es la más común, son de ejemplares de la región noreste del Estado de Durango. Schumann nos enseña que esta planta vive también en la desembocadu- ra del río Pecos, en el Cañón del Río Grande y al sur de Coahuila. 156 AA REE OE ESE OS E ER E NA A. FURFURACEUM Watson Debe considerarse como una especie muy cercana a la anteriormente des- crita o quizá como una simple variedad, que difiere principalmente del tr:- conus porque la porción triangular del tubérculo es acuminada, la parte su- perior con salientes irregulares y sus flores de color más obscuro. La dis- tribución geográfica de esta planta es la misma que la de la especie anterior. Fig. 131.—Ariocarpus fissuratus K. Sch., de aspecto ceniciento y resquebrajado; vive en la región desierta comprendida entre Coahuila y Durango, cuando no tiene flores parece más bien piedra que planta. Este Ariocarpus ha sido con- fundido con el “peyote”, (Lophophora), planta sagrada para los indios. A. KOTSCHUBEYANUS K. Sch. Simple o prolífero, de un verde ceniciento; con mamilas pequeñas, trian- gulares, agudas y surcadas en su porción media, el surco está provisto de lana; mamilas dispuestas en 5 a 8 series; aréolas inconspícuas, sin espinas. Flor infundibuliforme, de color carmesí. Distribución geográfica: al norte de Matehuala, San Luis Potosí, donde fué recolectado por Weber; Ciudad Lerdo, Durango. Vulgarmente es conocida esta planta con el nombre de “pata de venado”. 157 ln CACTA CE CAS "DE MU PA Fig. 133.—Ariocarpus Kotschubeyanus 158 K. Schumann. Al O AA. A O OACI OIEA VE E IN. A SUBTRIBU 6. EPHIPHYLLANAE Género PHYLLOCACTUS Su traducción libre equivale a Cacto de expansiones foliáceas. Comprende arbustos epifíticos, de tallos con ramas comprimidas, fo- liáceo dilatadas, provistas de un vigoroso nervio central, leñosas y rolli- ” zas en la base cuando viejas, mientras que las más tiernas van acompañe- das de una escamita y llevan en la base de las ondulaciones y en el ápice Fig. 134.—Phyllocactus anguliger Lem. de las ramitas, aréolas o cerdas pequeñas. Las flores blancas, rojas o rosa- das y con frecuencia vistosas, son axilares y nacen en la base de las ondu- laciones. Tubo calicino delgado, flexuoso y muy lampiño, prolongado más allá del ovario de garganta recta u oblícua y lóbulos esparcidos, distantes y coloreados; corola de numerosos pétalos extendidos; estambres definidos y desiguales, de filamentos derechos o inclinados, adheridos a la garganta 159 LAS CAECTACELAS DE. MU ma del cáliz, los externos más largos y los internos gradualmente más cortos; ovario muy lampiño, poco escamoso o provisto de aguijones, con estilo fili- forme, más largo que los estambres y estigma pluri-radiado; el fruto es una baya emergente y muy lampiña, anguloso-costilluda, que contiene semillas reniformes, de cotiledones soldados y subfoliáceos. Se halla representado en México por 5 Óó 6 especies. PHYLULOCACTUS ANGULIGER Lem. Erecto y muy ramoso, con las ramas alargadas, crasas y frecuentemen- Fig. 135—Phyllocactus phyllantoides Lk. te onduladas; el nervio medio es muy saliente; flores blancas, de 15 a 16 centímetros de largo, con el tubo grande, verde, carnoso en la parte inferior y provisto de escamas escasas; las piezas exteriores del perianto son tam:-- bién un poco carnosas y las interiores muy blancas. Kerbert ha recolectado este Phyllocactus en el volcán de Colima; nos- otros solamente lo conocemos cultivado por sus hermosas flores blancas y 160 MS AR As O CS PAREADO A TS NESARA E. NS A olorosas. En Durango se conoce con el nombre de “nopalillo de olor” o “nopa- lillo blanco” y en otras partes del país con el de “pitahayita del cerro” “pitahaya” y su fruto mazudo sirve para preparar una bebida refrescante. Muy cercana a esta especie es el Ph. stenopetalus S. D. de flores color de rosa en la parte externa y en la interna de un amarillo pálido, o de un rojo claro. PH. ACKERMANNII $. D. Fruticoso, erecto y ramosísimo, hasta de un metro de altura, con el tronco provisto de una corteza amarilla o verdosa, con ramas moderada- mente crasas; aréolas cubiertas de escasa lana; flores hasta de 15 centí- metros, con tubo pequeño y limbo extendido, de un rojo vivo, con brillos sedosos y reflejos violados; los estambres son blancos abajo y de color rosa arriba, y las anteras violeta, estilo terminado en 7 u 8 estigmas blancos; fru- to elipsoideo, escamoso, de color rojo obscuro, hasta de Y centímetros de largo y 4 de diámetro. | En la obra de Schumann, se expresa que esta planta vive silvestre en Itshuatlancillo ? Nosotros solamente hemos visto este “nopalillo” encarnado, cultivado en los jardines por sus hermosísimas flores, de las que pretende dar una idea la lámina. PH. PHYLLANTHOIDES LK. Erecto, ramosísimo y hasta de un metro de altura, ramas foliáceas y obtusamente aserradas, de un verde claro; flores infundibuliformes, hasta de 10 centímetros de largo, con ovario piramidal, anguloso, verde y provis- to de escamas rojizas; tubo corto, claramente escamoso, piezas exteriores del perianto lanceoladas y las internas espatuladas y de color rosa; estam- bres con filamentos blancos y anteras amarillo claro, estilo blanco, termi- nado en 5 u 8 estigmas; fruto elipsoideo, anguloso y escamoso, de 3 a 4 cen- tímetros de largo y de 3 centímetros de diámetro, cuando madura tiene un color rojo. Sólo hemos visto este “nopalillo” color de rosa, cultivado por sus flores or- namentales. NOTA :—Suele encontrarse en algunos jardines con el mismo nombre vulgar de “nopalillo”, el Epiphyllum truncatum Haw. 161 LAS CA CTA CECAS: DE UM EN SUBTRIBU 7 RHIPSALIDANAE Género RHIPSALIS Del griego rhipsis, acción de precipitar. Fig. 136.—Esquema de un Rhipsalis. Son arbustos carnosos, de eje leñoso y tallos alargados, rollizos o foliá- ceos, ensanchados, con ondulaciones provistas en su base de escamas, lana o aguijones. Flores pequeñas y laterales, de tubo calicino no prolongado más allá del ovario, con tres o más lóbulos muy cortos y escamiformes; pé- talos oblongos y extendidos; estambres numerosos, de filamentos casi igua- les y anteras cortas; ovario saliente o sumergido, casi siempre lampiño y liso, sobrepuesto de un estilo filiforme, con dos o más estigmas igualmente filiformes, radiados; baya subglobosa y pisciforme, lisa y lampiña, coronada por el perianto marcescente, o con una cicatriz en su lugar, y provista de pla- centas proyectadas hacia el centro; semillas subperiformes y sin albumen, de cotiledones gruesos, subfoliáceos, cortos y agudos. En México se encuentran, según Conzatti, las siguientes especies: Rh. cassytha Gártn. en Córdoba y en San Luis Potosí; var. Mociniana D. C. en México, y Rh. Saglionis Lem. en México. 162 IO: CE A On TE H OIR IDO RES. O INE PA BIBLIOGRAFIA fundamental para el estudio de las Cactáceas me- xicanas e indicación de otros trabajos consultados. ALIANZA CIENTIFICA UNIVERSAL Boletín del Comité Regional del Estado de Durango, pu- blicado bajo la dirección del Prof. Isaac Ochoterena. tomos 1, EL. TIL. 1909. 1910 1911. N. L. BRITTON AND J. N. ROSE The Cactaceae. Descriptions and illustrations of plants of the cactus family. The Carnegie Institution of Washington, D. C. Vols. I € II. TOY 1920: La obra de los Sres. Britton y Ro- se, editada con superabundancia de recursos materiales, está impresa en magnífico papel y en ella abun- dan las ilustraciones en colores y las grandes planas de grabados; es un . trabajo importante y de gran mé- rito, que en muchas ocasiones nos ha servido de guía. Son de lamen- tarse su elevadísimo costo, la econo- mía y parquedad con que el rico Ins- tituto que la edita hace su distribu- ción y el sistemático olvido de los trabajos de botánicos mexicanos, a pesar de haber estado el Dr. Rose en el país y haberle comunicado, libre- mente, nuestras modestas investi- gaciones. 163 COULTER J. M. Preliminary revision of the N. American Species of Cac- tus Anhalonium and Lopho- vhora. CONZATTI C. Los Géneros Vegetales Mexi- canos. 1903. Esta obra nos ha servido para la descripción de los géneros. CONTRIBUTIONS FROM THE. TU. S. NAT. HERB. En estos trabajos se hallan también importantes estudios acerca de las Cactáceas mexi- canas. ENGELMANN G. Cactaceae of the Boundary. Esta magnífica obra con sus bellísimos grabados en acero, es una de las más importantes contribuciones para el estudio de las Cactáceas. ENGELMANN G. « Description of the Cactaceae. FORSTER Handbuch d. Kakt. Vols. 1, II. PAS O AT. CT AAC NAEAS DA INSTITUTO MEDICO NACIONAL Estudio Relativo al Peyote. isis: LEMAIRE CH. Les Cactées. LUMHOLTZ C. El México Desconocido. En este magnífico trabajo se hallan importantes datos acer- ca de los peyotes. MAC DOUGAL D. T.. Botanical Features of North American Deserts. 1908. MONATSSCHRIFT FÚUR KAKTEEN- KUNDE. Organ der Deutschen Kakt. Ges. Zeitschrift der Liebhaber von Kakteen und anderen Fett- pflanzen. Periódico publicado desde 1891 hasta la fecha y destinado al estudio de las cactáceas y de las plantas su- culentas. OCHOTERENA ISAAC. En colaboración con A. D. Gutiérrez). Monografías de las Peres- kias Mexicanas. Dirección de Estudios Biológi- cos de la Secretaría de Agri- cultura y Fomento. 1918. M, E” XT UCD OCHOTERENA ISAAC. Investigaciones acerca de la acción morfogenética del oxalato de calcio en las Cac- táceas. “El Estudio”, Gómez Palacio, Durango. Núm. 3. OCHOTERENA ISAAC. El Echinocactus violaciflo- rus, es una variedad del Echinocactus .multicostatus, Hildm. Mem. Soc. Alzate, 1922: - OCHOTERENA ISAAC. Una nueva especie de Mamai- llaria. Bol. de la Dir: de Est. Biol Tomo III. 19183. ICHOTERENA ISAAC. (En colaboración con el Sr. Ing. C. Patoni.) Iconografía de las Cactáceas del Estado de Durango y Re- giones Adyacentes. Boletín de la Sociedad Científi- ca de Durango. Tomos II, ITI. OCHOTERENA ISAAC. Descripción de Algunas Es- pecies de Opuntias Propias del Estado de Durango y Re- giones Adyacentes. Sociedad Científica “Antonio Alzate”. 1921. AS AO A O Or TE OCHOTERENA ISAAC. Apuntes para el Estudio de las Cactáceas Mexicanas. Memorias de la Sociedad Cien- tífica “Antonio Alzate”. 1911. PATONI CARLOS. Distribución de las Cactá- ceas en el Estado de Duran- go. Sinonimia vulgar y científi- ca de las plantas espontáneas o cultivadas más comunes en el Estado de Durango. Iconografía de las Cactáceas del Estado de Durango y re- giones adyacentes. (En cola- boración con el Prof. Isaac Ochoterena). Los trabajos de este ilustre botá- nico durangueño son importantísi- mos y se distinguen por su erudi- ción y exactitud. REICHE CARLOS DR. La vegetación de los alrede- dores de la Capital de Mé- xico. 1914. SAFFORD VW. E. Cactaceae of Northeastern and Central México. Smithsonian Report for 1908. Este estudio está ilustrado con excelentes figuras. H 165 OA RENA A ANT AA SCHUMANN KARL. Gesamtbeschreibung der Kak- teen. 1899. SCHUMANN KARL Gesamtbeschreibung der Kakteen. Nachtr. 1893 bis 1902. Estas obras del gran cactologista alemán, Dr. Schumann son, sin duda alguna, capitales para el estudio de esta familia y ellas son las que, prin- cipalmente, nos han servido de guía en nuestro trabajo. THOMPSON CH. H. Ornamental Cacti: their Cul- ture and Decorative Value. U. S. Department of Agricul- ture. 1912. The species of Cacti com- monly cultivates under the generic name of Anhalo- NUM. Nine Report of the Miss. Bot. Gard. En esos Informes se hallan tam- bién los importantes trabajos del Dr. Griffiths acerca de las Opun- tias; del trabajo del Dr. Thompson hemos copiado algunas figuras de peyotes. L. AS O AICA MATOS DE ME XxX DIAN Sinonimia Científica y Vulgar de las Princi- | pales Cactáceas Mexicanas Aporocactus flagelliformis Lem. Ariocarpus Kotschubeyanus K. Schumann Ariocarpus, varias especies Cephalocereus leucocephalus Poselger Echinocactus Echinocactus Echinocactus (Cephalocactus) horizonthalonius Lem. Echinocactus (Euechinocactus) robustus Lk. et Otto. Echinocactus (Lophophora) Lewiníi Hennings Echinocactus (Lophophora) Williamsiíi Lem. Echinocactus, varias especies Epiphyllum truncatum Haw. Escontria chiotilla Weber Grusonia bradtiana Coulter Heliocereus speciosissimus Desf. Heliocereus speciosissimus Desf., var. Hylocereus, varias especies Lemaireocereus chichipe Gosselin Lemaireocereus Hollianus Weber Lemaireocereus queretaroensis Weber Lemaireocereus stellatus Pfeiffer E (Astrophytum) capricornus Dietr. (Astrophytum) myriostigma Lem. 166 floricuerno. pata de venado. chautes. pitayo barbón, en Durango. biznaga de estropajo, en la parte occiden- tal del Estado de Coahuila. mitra, en Monterrey y en San Luis Potosí. biznaga meloncillo. piñitas. (Al fruto). peyote, jículi los tarahumares y los hui- choles. | | peyote, jículi los tarahumares y los hui- choles. mancamula. nopalillo. xiotilla o jiotilla. organillo, viejo en Durango. Santa Marta. xoalacatl. pitahaya (al fruto). chichituna, en Tehuacán (al fruto). baboso, en Tehuacán. pitahaya. xoconochtle. NS A A E OE 6 Lemaireocereus Weberi Coulter Lophocereus Schottii Eng. Mochaereocereus gummosus Eng. Mamillaria bicolor Leh. Mamillaria fissurata Ehrbg. Mamillario Heyderi Múhlenpf. : Mamillaria micromeris Eng. Mamillarias Myrtillocactus cochal Orcutt Myrtillocactus geometrizans Martius Nopatea Nopalea Nopalea cochenillifera Linn. dejecta Salm-Dyck. Karwinskiana S. D. Nyctocereus serpentinus Lag. y Rod. Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia amyclaea Tenore azurea Rose cardenche D. Griffiths - castilla D. Griffiths chaffeyi Britt. and Rose durangensis Britt. and Rose, var. durangensis Britt. and Rose ficus-indica Linn. hyptiacantha Weber. leptocaulis D. C. leucotricha D. C. megacantha Salm-Dyck. megarhiza Rose mesacantha-caespitosa Raf. microdasys Leh. pilifera Weber. robusta Wendland var. rufida Eng. H 167 OP TIAS TE NP A cardón, en Tehuacán. sinita. pitahaya, en la Baja California. metzolle o metzollin. sunamí, los tarahumares. biznaga de chilillos, mulato, los tarahumares. chilitos (a los frutos). cochal. garambuyo. nopal nochestli, nochestli nopale o tlal- nopal. nopal chamacuero, en Tamaulipas. nopalillo de flor, en Guadalajara. gigante o junco espinoso, pitahayita (al DUO) o tuna de Alfajayuca. nopal coyotillo., en Durango y en Zaca- tecas. cardenche, en Durango. nopal de castilla. E organillo, sacacil, en Coahuila; viejo, en Durango. nopal mantequilla. nopal tapón. noxtli, los aztecas; tuna de Alfajayuca, de castilla, mansa, pelona, tempranilla, ver- de, etc. tuna chaveña. tasajillo. nopal duraznillo. tuna de Alfajayuca. sacanochtli. nopalillo, nopal de liebre y nopal rastrero. nopal cegador. nopal crinado o nopal de crinas, en el sur del Estado de Puebla. tuna camueza nopal cegador. Gra ES. 06. TASNC Opuntia streptacantha Lem. Opuntia tasajo Eng. Pachycereus marginatus P. D. C. Pachycereus Pringlei Watson Pachycereus tetetzo Weber Pachycereus, varias especies Peireskin Porteri Weber Peniocereus Greggíú Eng. Pereskiopsis aquosa Weber Pereshiopsis Diguetii Weber Pereskiopsis rotundifolia D. C. Pe1eskiopsis sp. Pereskiopsis velutina Rose Phyllocactus anguliger Lem. Phyllocactus phyllantoides Lk. Rathbunia Kerberi Schumann Wilcoxia papillosa Britt. and Rose. Wilcoxia striata K. Brandegee Wilcoxia viperina Weber A OR OS 168 D-E- M E X TICS tuna cardona, cascarona, hartona. tasajo, en la Baja California. órgano. hecho, en Guaymas. higos de tetezo, en Tehuacán. (Al fruto). cardones o pitayos. rosa amarilla, en Topolobampo. huevo de venado. alfilerillo, chirrioncillo o tuna de agua. alfilerillo, tasajillo en Guadalajara. patilón o pititache. pitahayita de agua, en Jalisco. nopalito, en Querétaro; cola del diablo, pitahaya, nopalillo de olor o nopalillo blanco en Durango; pitahayita del cerro, en otras partes del país. nopalillo. sina. cardoncillo. sacamatraca, en la Baja California. organito de víbora, en Zapotitlán. MS? VA, A O H OÍ PRES ANDES 2 ENS A Sinonimia Vulgar y Científica de las Princ1- pales Cactáceas Mexicanas Alfilerillo Alfilerillo Baboso, en Tehuacán Biznaga de chilillos Biznaga de estropajo, en la parte occidental del Estado de Coahuila Cardenche, en Durango Cardón, en Tehuacán Cardoncillo Cardones Cochal Cola del diablo Chautes Chichituna, en Tehuacán Chilitos Chirrioncillo Floricuerno Garambuyo Gigante Hecho, en Guaymas Higos de Tetetzo, en Tehuacán Ch 169 Pereskiopsis aquosa Weber. Pereskiopsis Diguetiúi Weber. Lemaireocereus Hollianus Weber. Mamillaria Heyderi Mihlenpf. Echinocactus (Astrophytum) capricornus Dietr. Opuntia cardenche D. Griffiths. Lemaireocereus Weberi Coulter. Wilcoxia papillosa Britt. and Rose. Pachycereus, varias especies. Murtillocactus cochal Orcutt Pereskiopsis velutina Rose. Ariocarpus, varias especies Lemaireocereus chichipe Gosselin.. Frutos de las Mamillarias. Pereskiopsis aquosa Weber. Aporocactus flagelliformis Lemaire. Myrtillocactus geometrizans Martius. Nyctocereus serpentinus Lagasca y Ro- dríguez. Pachycereus Pringlei Watson Pachycereus tetetzo Weber. L AS Huevo de venado Jículi, los tarahumares y los huicholes Jículi, los tarahumares y los huicholes Jiotilla Junco espinoso Mancamula Metzolle Metzollin Mitra, en Monterrey y en San Luis Potosí Mulato, los tarahumares Nochestli nopale Nopal cegador Nopal cegador Nopal crinado ES ADO TN AMECOE ANOS D E. Mc E X ICC Peniocereus Greggíi Eng. Echinocactus (Lophophora) Lewinii Hen- nings. Ecninocactus (Lophophora) Williamsi Lem. Escontria chiotilla Weber. Nyctocereus serpentinus Lag. y Rod. Echinocactus, varias especies. Mamillaria bicolor Leh. Mamillaria bicolor Leh. Echinocactus (Astrophytum) myriostigma Lem. . Mamillaria micromeris Eng. Nopal coyotillo, en Durango y en Zacatecas Nopal chamacuero, en Tamaulipas Nopal de castilla Nopal de crinas, en el sur del Estado de Puebla Nopal de liebre Nopal duraznillo Nopal nochestli Nopal tapón Nopalillo Nopalillo Nopalillo Nopalillo blanco, en Durango Nopalillo de flor, en Guadalajara Nopalillo de olor Nopalito, en Querétaro Noxtli, los aztecas Organito de víbora, en Zapotitlán Organo 170 Nopalea cochenillifera Linn. Opuntia microdasys Lehmann. Opuntia rufida Eng. pilifera Weber. azurea Rose. dejecta Salm-Dyck. castilla D. Griffiths. pilifera Weber. Opuntia Opuntia Nopalea Opuntia Opuntia Opuntia Opuntia mesacantha-caespitosa Raf. leucotricha D. C. Nopalea cochenillifera Linn. durangensis Britt. and Rose. Epiphyllum truncatum Haw. Phyllocactus phyllantoides Lk. Opuntia mesacantha-cespitosa Raf, Opuntia Phyllocactus anguliger Lem. Nopalea Karwinskiana S. D. Phyllocactus anguliger Lem. Pereskiopsis velutina Rose. Opuntia ficus-indica Linn. Wilcoxia viperina Weber. . Pachycereus marginatus P. D. C. MS O ASA a O ¡9 Sa Organillo Organillo Pata de venado Patilón Peyote Peyote Piñitas Pitahaya Pitahaya Pitahaya Pitahaya, en la Baja California Pitahayita, al fruto del Pitahayita de agua, en Jalisco Pitahayita del cerro Pitayo barbón, en Durango Pitayos Pititache Rosa amarilla, en Topolobampo Sacacil, en Coahuila Sacamatraca, en la Baja California Sacanochtli Santa Marta Sina Sinita Sunami, los tarahumares Tasajillo, en Guadalajara A Tasajillo Tasajo, en la Baja California Tlalnopal Tuna camueza Tuna cardona Tuna cascarona 171 O Ie ed 2, ANT 2 Opuntia chaffeyi Britt. and Rose. Grusonia -bradtiana Coulter. Ariokarpus Kotschubeyanus K. Sch. Pereskiopsis rotundifolia D. C. Echinocactus (Lophophora) Lewini Hen- nings. Echinocactus (Lophophora) Williamssii Lem. Al fruto del Echinocactus (Euechinocac- tus) robustus Lk. et Otto. Lemaireocereus queretaroensis Weber. Phyllocactus anguliger Lem. Hylocereus, varias especies. (Al fruto). Machaereocereus gummosus Eng. Nyctocereus serpentinus Lag. y Rod. Pereskiopsis sp. Al fruto del Phyllocactus anguliger, Lem. Cephalocereus leucocephalus Posel. Pachycereus, varias especies. Pereskiopsis rotundifolia D. C. Peireskia Porteri Weber. Opuntia chaffeyi Britt. and Rose. Wilcoxia striata K. Brandegee. Opuntia megarhiza Rose. Heliocereus speciossimus Desf. Rathbunia Kerberi Schumann. Lophocereus Schottii Eng. Mamillaria fissurata Ehrbg. Pereskiopsis Diguetii Weber. Opuntia leptocaulis D. C. Opuntia tasajo Eng. Nopalea cochentllifera Linn. Opuntia robusta Wendland, var. Opuntia streptacantha Lem. Opuntia streptacantha Lem. L AÍIS “CCA COTAICCE:A S "DE DEN Tuna chaveña : Opuntia hyptiacantha Weber. Tuna de agua Pereskiopsis aquosa Weber. Tuna de Alfajayuca Opuntia amyclaea Tenore. Tuna de Alfajayuca Opuntia megacantha Salm-Dyck. Tuna de Alfajayuca Opuntia ficus-indica Linn. Tuna de castilla Opuntia ficus-indica Linn. Tuna hartona Opuntia streptacantha Lem. Tuna mansa Opuntia ficus-indica Linn. Tuna pelona Opuntia ficus-indica Linn. Tuna tempranilla Opuntia ficus-indica Linn. Tuna verde Opuntia ficus-indica Linn. V Viejo, en Durango Opuntia chaffeyi Britt. and Rose. Viejo, en Durango Grusonia bradtiana Coulter. 9: Xiotilla Escontria chiotilla Weber. Xoalacatl Hylocereus speciosissimus Desf. var. Xoconochtle Lemaireocereus stellatus Pfeiffer. 172 En. dice PAG. ACANTHOCEREUS Berger 78 baxaniensis Karw. 78 APOROCACTUS Lem. 86 Conzattir Britt. and Rose. 86 flagelliformis Lem. 86 flagriformtis Zucc. 86 leptophis D. C. 86 Martianus Zucc. 86 ARIOCARPUS Scheidw. . 154 fissuratus K. Sch. | 156 furfuraceum Wats. 157 Kotschubeyanus K. Sch. 157 retusus Scheidw. 155 trigonus K. Sch. 157 CEPHALOCEREUS Pfeiff. 63 alensis Weber 67 chrysacanthus Weber 66 cometes Scheidw. 66 Hoppenstedti Weber 65 leucocephalus Pos. 67 173 -macrocephalus Weber Purpustii Britt. and Rose Sartorianus Rose j scoparius Pos. senilis Haw. CEREUS Mill. Beneckez Ehrbg. Curtisti Otto. giganteus Eng. gummosus Eng spectossus Haw. variabilis DEAMIA Britt. and Rose testudo Karw. ECHINOCACTUS Lk. et Otto. CEPHALOCACTUS K. Sch. bicolor Gal. grandis Rose heterochromus Weber horizonthalonius Lem. pilosus Gal., var. Pringlei Coult. LOPHOPHORA K. Sch. Lewinti Hennings Williamsti Lem. ASTROPHYTUM K. Sch. capricornus Dietr. capricornus Dietr., var. occidentalis Patoni myriostigma Lem. ornatus P. DC: EUECHINOCACTUS K. Sch. electracanthus Lem. Flavovirens Scheidw. Potts S.—D. robustus Lk. et Otto. ANCISTROCACTUS K. Sch. corniger P. D. C. longihamatus Gal. recurvus Lk. et Otto. recurvus Lk. et Otto, var. spiralis K. Sch. 174 94 110 112 112 110 db 113 116 115 115 115 117 121 118 120 121 Scheeri S. D. uncinatus Gal. - STENOCACTUS K. Sch. coptonogonus Lem. entspatus E. DC: multicostatus Hildm. THELOCACTUS K. Sch. durangens?ís Runge lophothele $. D. ECHINOCEREUS Eng. Berlandierí Lem. cinerascens Lem. pectinatus Eng. phoeniceus Lem. pulchellus K. Sch. stramineus Rúmpl. subinermis S. D. tuberosus Riimpl. PAPTPAYELUM Prelff. truncatum Haw. GRUSONIA F. Reichenbach bradtiana Coulter ESCONTRIA Rose chiotilla Weber HELIOCEREUS Berger amecamensis Heese. Schrankii Zucc. speciosissimus Desf. HYLOCEREUS Berger napoleonis Graham. Ocamponíis S. D. Purpusti Weingart LEMAIREOCEREUS Britt. and Rose chende Gosselin: chichipe Gosselin Dumortieri Scheidw. Hollianus Weber queretaroensis Weber stellatus Pfeiff. 175 00 00 00 BD Ny ty Po 0/9) thurberi Eng. treleasei Britt. and Rose. Weberi Coulter LEUCHTENBERGIA Hook. et Fisch. principis Hook, et Fisch. NOPALEA Salm-Dyck. cochenillifera Linn. dejecta Salm-Dyck. inaperta Schott. Karwinskiana S. D. NYCTOCEREUS Berger oaxaquensis Britt. and Rose serpentinus Lag. y Rod. MACHAEREOCEREUS Britt. and Rose eruca K. Brandegee gummosus Eng. MAMILLARIA Haw. bicolor Leh. candida Scheidw. centricirrha Lem. chionocephala Purpus clava Pfeiff. durangensis Runge elegans P. D. C. elongata P. D. C. fissurata Ehrbg. gracilis Pfeiff. Grahami Eng. Heyderi Múhlenpf. leona Pos. longimamma P. D. C. macromeris Eng. macrothele Martius micromeris Eng. maicromeris Eng., var. Gregg Eng. mutabilis Scheidw. Ocamponis Ochoterena Ottonis Pfeiff. phellosperma Eng. pusilla P. D. C. 74 127 radians P. D. C. 1 var. impexicoma S. D. 132 var. echinus K. Sch. 132 var. daemonoceras K. Sch. 132 var. sulcata Coulter 132 rhodantha Lk. et Otto. 143 Scheer? Múnhlenpf. 130 semilis Lodd. 135 sphacelata Martius 142 spinosissima Lem. 139 strobiliformis Múnhlenpf. 182 uncinata Zucc. 150 valida Purpus 130 MYRTILLOCACTUS Console 80 cochal Orcutt 81 gecmetrizans Martius 80 Schenciir Purpus. 381 OPUNTIA Tournefort il amyclaea Tenore 58 azurea Rose 43 brasiliensis Willdenow 61 bulbispina Eng. 39 cantabrigiensis Lynch. 44 cardenche D. Griffihts ; 33 castilla D. Griffiths | 54 cereiformis F. Reichenbach 61 chaffeyi Britt. and Rose 60 crystalenia D. Griffiths 59 cylindrica P. D. C. 13 decumbens S. D. 41 depressa Rose k 42 durangensis Britt. and Rose 45 Engelmannt: S. D. | 44 ficus-indica Linn. E 53 guerrana D. Griffiths 59 hyptiacantha Weber 51 imbricata D. C. | 33 Kleiniae D. C. | 32 lasiacantha Pfeiff. 56 leptocaulis D. C. ea 31 177 leucotricha D. C. . rd pt 50 Lindheimeri Eng. | de” 44 megacantha S. D. 57 megarhiza Rose 42 mesacantha-caespitosa Raf. 55 microdasys Leh. | | 42 pallida Rose | 38 pilifera Weber | 53 Pottsii S. D. | 43 pumila Rose | 41 rastrera Weber pe 44 robusta Wendland 58 rufida Eng. NE 42 setispina Eng. | | 43 stenopetala Eng. 60 streptacantha Lem. 57 tasajo Eng. 32 tomentosa S. D. 49 tunicata Leh. 3 undulata D. Griffiths 313) vilis Rose 38 vulgaris Mill. 15 PACHYCEREUS Berger 65 chrysomallus Lem. ul Gaumeri Britt. and Rose ' 71 grandis Rose 70 marginatus P. D, C. Wa Orcutti K. Brandegee | 71 pecten-aboriginum Eng. : 19 Pringler Wat:s. 69 ruficeps Weber ñ 72 tetetzo Weber | 12 PELECYPHORA Ehrbg. de 153 aselliformis Ehrbg. 155 pectinata K. Sch. 153 PENIOCEREUS Berger. 75 Gregg Eng. a 76 PERESKIA Plumier. AE 21 | bleo P. D. C. PT ] 23 Conzattii Britt. and Rose a | 25. 178 lychnidiflora P. D. C. 23 vereskia Linn. 270 tampicana Weber 23 zinnúuflora P. D. C. 24 PERESKIOPSIS Britt. and Rose 26 aquosa Weber 29 chapistle Weber 29 Diguettii Weber 26 opuntiaeflora D. GC. 21 pititache Weber ; 29 Porteri Weber 24, rotundifolia D. C. 28 spathulata Otto 29 velutina Rose 26 PHYLLOCACTUS Lk, 159 Ackermanna S. D. ; 161 anguliger Lem. 160 vhyllantoides Lk. 161 stenopetalus S. D. 161 RATHBUNIA Britt. and Rose 719 alamosensis Coulter 79 Kerberi K. Sch. | 79 RHIPSALIS Gartn. 162 cassytha Gártn. 162 cassytha Gártn., var. Mociniana D. C. 162 Saglionis Lem. 162 SELENICEREUS Berger S2 Boeckmannti Otto 84 coniflorus Weingart 83 Donkelaarií S. D. 83 hamatus Scheidw. 82 Murrillii Britt. and Rose 84 vagans K. Brandegee 34 WILCOXIA Britt. and Rose ! 75 papillosa Britt. and Rose 75 papilosa Britt. and Rose 75 Poselgeri Lem. 79 striata K. Brandegee 16 viperina Weber pe » AA ARE y o e > 4 > Se terminó de imprimir esta primera monografía de extensión universitaria el día 14 de febrero de 1923 bajo la dirección del C. Lic. don Vicente Lombardo Toledano, Director de la Es- cuela Nacional Preparatoria; corrigió la obra su autor, ayudado por sus discí- pulos José De Lille y Ana M? Reyna hizo los grabados y tricromías el C. don Juan Antonio Vargas y cuidó de su impresión y formación tipográfica el C. Ing. don Rafael Loera y Chávez propieta- rio de la casa editorial “Cvl- tvra” 1% de la Rep, Arg. Núm. 5, México, D: E: P > A ER A A io dd cti da a Ad 0 A y 8 a AA IR £ M0 A 00S EL u ¡Sr - Las cact:aceas de M:exi