<< LOS ELEFANTES DE AFRICA ENTES Y El COMERCIO DE MARFIL Digitized by the Internet Archive in 2010 with funding from UNEP-WCMC, Cambridge http://www.archive.org/details/loselefantesdeaf86mart LOS ELEFANTES DE AFRICA, CITES Y EL COMERCIO DE MARFIL R.B. Martin J.R. Caldwell y J.G. Barzdo 1986 Secretaría de la Convención sobre el Comercio Internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres 6, Yue du Maupas Case postale 78 1000, Lausanne 9, Suiza Una publicación de la Secretaría de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), Lausanne, Suiza. El editor agradece a la Comisión de la Comunidad Europea por su contribución financiera, que permitió la elaboración de este documento. Secretaría de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, 1986 La presentación de los datos que figuran en el presente documento así como las denominaciones geográficas empleadas, no implican la expresión de opinión alguna por parte de la Secretaría CITES, por lo que respecta al status legal de cualquier país, territorio o regiones mencionadas, así como tampoco en lo que concierne a la indicación de sus fronteras o límites. PREFACIO El presente documento está compuesto de dos informes elaborados por consultores de la Secretaría CITES. El primero, "Establecimiento de Cupos de Exportación de Marfil de Africa y Procedimientos de Control Correspondientes”, de Rowan B. Martin, se refiere a las poblaciones de elefantes, al sistema de contingentes de las exportaciones de marfil y a los procedimientos administrativos relativos. El segundo informe, “Comercio mundial del marfil no trabajado, 1983 y 1984", de John R. Caldwell y Jonathan Barzdo (de la Unidad de vigilancia continua del comercio de fauna y flora silvestres del Centro UICN de vigilancia continua de la conservación de la naturaleza), se refiere al comercio internacional del marfil. Esos informes fueron enviados a un número limitado de lectores, en abril de 1985, bajo la forma de proyectos. Luego de la quinta reunión de la Conferencia de las Partes de CITES (Buenos Aires, 1985), se revisó y corrigió el texto original en inglés y se lo tradujo al español y al francés. Aunque las opiniones emitidas en esos informes sean las de sus autores y aunque no reflejen necesariamente el punto de vista de la Secretaría CITES, se reconoce que su contenido ofrece las bases necesarias al establecimiento de los procedimientos requeridos por la correcta y total aplicación de la resolución Conf. 5.12 sobre el "Comercio del Marfil del Elefante de Africa". La Secretaría CITES está convencida de que esos informes contribuirán positivamente al establecimiento de programas de conservación del elefante de Africa. La Secretaría agradece a los autores por su excelente trabajo y a la Comisión de la Comunidad Europea por su contribución financiera al proyecto y a la traducción de los informes. Además, agradece al Gobierno de Zimbabwe por la colaboración prestada y por haber autorizado al Sr. R.B. Martin a realizar el estudio. ESTABLECIMIENTO DE CUPOS DE EXPORTACION DE MARFIL DE AFRICA Y PROCEDIMIENTOS DE CONTROL CORRESPONDIENTES Informe elaborado para la Secretaría de CITES por R. B. Martin 1 de marzo de 1985 (Enmendado el 1 de agosto de 1985) INDICE DE MATERIAS Posada o dd a Voda oooO aa 0.0 SO a O aODO Sab ono ao Nao. dON nn oaro i Iudicerde maternas... cosacia celo alels lalalala carol a ala lola alejas 11 Condiciones del contrato y trabajo realizado .......ooo.... iv Compendio ess sata aacatalaa ala a lalalale elote lala olafolo o lelalelala elale a ieioja v NR O O O O PA OI O viii CAPITULO 1: CALCULOS DE POBLACION DE ELEFANTES DUES 0900900000040 J00000000d000rIOIO CIU DIODOS TABLA 1 : CALCULOS DE POBLACION DE ELEFANTES.......o...o CONSIDERACIONES POR PAISES ...ooooocoocormmorncomoo.soo COMENTARIOS ..cooooooooooocccorcccorcrcccoroccorosonon.. 0o0uy N- CAPITULO 2: CALCULO DE LA PRODUCCION DE MARFIL Y CUPOS DE EXPORTACION INTRODUCCION Li A A ld eS 11 ENFOQUE AER SA A Ns todo 12 PRENCIPEOS DENCESTION ITA aa atea alfel 15 MENODOLOCGTAS HA islote elele lejelala Za Resumen del método ........ ada atea iala ls 21 Formulario Q1 del CUPO s..ooooooomoonomoroccrsasoso. 23 Formulario Q2 del CupO ...ooooooooooooooooooososco 32 FACTORES CLAVES EN LA DETERMINACION DE CUPOS .....+.... 35 CUPOS DE EXPORTACION EN CADA PAIS ..ooooooooooooooo.oo. 37 UNACUBLOMPARAVAERICA E do ale eetale il 49 Cupo obtenido partiendo de los valores por países 49 Cupo obtenido partiendo directamente del cálculo de población total ...ooooooooooooooooococnonsosos 50 Estrategias para mejorar la situación ...........- 51 Consideraciones más ampliaS .......ooooooooooooo.»o 53 CAPITULO 3: ADMINISTRACION ....oooocooooocoococcconsccsos 57 INTRO DECO alla ilola 58 PROCEDIMIENTOS INTERNACIONALES ....oooooooooomooooooo.”oo 59 ADMINISTRACION INTERNA ...... A OE, 69 CONSIDERACIONES POR PAISES ...oooooooooooorrooomooonoo 78 REFERENCIAS 102 APENDICES (véase la lista en la siguiente página) (ii) APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE APENDICE 13: 14: Población Población Población Población Población Población Población Población Población Población de de de de de de de de de de APENDICES elefantes elefantes elefantes elefantes elefantes elefantes elefantes elefantes elefantes elefantes Resolución CITES Conf. Documento CITES Doc. 5.22.1 (enmendado). de (Cinex o 10 o del Congo . + de de de de de de de de Gabón . . Zaire . . Etiopía . Kenya +. + Malawi . . Mozambique Zambia . . Zimbabwe . 5.12 Ejemplo de cálculo del cupo para Zimbabwe 1985 Cartel de exportación de productores de marfil (IPEC) Caza furtiva legalizada (111) página página página páginas página página página página páginas página páginas páginas páginas páginas CONDICIONES DEL CONTRATO Y TRABAJO REALIZADO Los objetivos del proyecto eran: (1) Recopilar y clasificar los datos y la información más confiables disponibles “sobre el estado del elefante africano Loxodonta africana, (11) Ayudar a los gobiernos a definir cupos de exportación de marfil no trabajado. (iii) Recomendar procedimientos para el control y la coordinación del sistema de cupos de exportación. El proyecto se extiende del 15 de noviembre de 1984 al lo. de marzo de 1985, En este período visité los siguientes países, en el orden en que se mencionan; Botswana, Zambia, Malawi, República Unida de Tanzanía, Kenya, Somalia, Etiopía, Sudán, Chad, República Centroafricana, Camerún, Gabón, Zaire y Congo. Esperaba visitar igualmente Angola, Mozambique y Costa de Marfil, que también son productores importantes, pero faltó tiempo. El poco tiempo disponible sólo permitía una estancia de 3 a 5 días en los países visitados. Me entrevisté con el Dr. David Western, presidente del Grupo especializado en el Elefante Africano y en el Rinoceronte, en Nairobi, para tratar del proyecto, y obtuve datos recientes de lain Douglas-Hamilton sobre la población de elefantes. Observé el trabajo de elaboración de modelos de población que realizan Pilgram y Western, que tiene aplicaciones importantes en el control de elefantes. Este informe es la última prestación del contrato. NOTA: Se preparó el borrador definitivo para publicación después de la 5a. Reunión de la Conferencia de las Partes de la Convención CITES, en Buenos Aires, del 22 de abril al 3 de mayo de 1985. En atención a la resolución adoptada y a los documentos aceptados en esta reunión, modifiqué el último capítulo sobre gestión para incluir una descripción de los procedimientos de control acordados por los Estados Contratantes, así como las razones de este control y los efectos que cabe esperar en el comercio del marfil. (iv) COMPENDIO Se reunieron cálculos de diferentes fuentes para la población de elefantes en los países productores de marfil. Se utilizaron los resultados de observaciones recientes disponibles; en algunos países se prefirieron los cálculos oficiales de los responsables de la fauna, sí estaban basados en información reciente. No habían datos de algunos países; en estos casos, se hizo un cálculo fundado en la precipitación de lluvia y en la densidad humana, teniendo en cuenta además la información local de varias partes del país. En las regiones para las cuales no existía información reciente, se utilizaron los cálculos de población de la reunión UICN/SSC celebrada en Hwange en 1981. Todos los países visitados son favorables a la instauración de un sistema de cupos. Dicho sistema excluiría los países que no tienen elefantes, daría pie a un mejoramiento de la gestión interna en los países productores de marfil, y reforzaría la autoridad de las agencias gubernamentales responsables de la fauna en sus propios países. Se da un método para calcular la producción de marfil de un país, tomando como base las características de las regiones en que vive el elefante, el número de animales en estas regiones y las diferentes causas de muerte de elefantes. Se puede calcular un cupo de exportación partiendo de la producción total de colmillos, adicionando los excedentes de años anteriores, y restando las cantidades para el consumo de las industrias nacionales de talla. Hay que subrayar que el establecimiento de cupos se ha de considerar como una forma de control activa y adaptable. Si bien los cupos calculadas pueden resultar inexactO0s los primeros años, se pueden ir mejorando cada año, siempre que se introduzcan los sistemas necesarios de recopilación de datos desde un principio. Se tratan varios principios de explotación de las poblaciones de elefantes, utilizando modelos de computador para predecir los resultados. La producción máxima de marfil continuada sería la que corresponde a la mortalidad natural de una colonia estable que ha alcanzado la población de equilibrio (“carrying capacity") (Pilgram y Western, 1984). Se pone en duda la utilidad de dejar que las poblaciones alcancen esta estabilidad, y se estudian los efectos de una explotación de poblaciones en crecimiento rápido por debajo de la población de equilibrio. Con una población de un millón de animales, los modelos indican que se puede obtener una producción continuada de 750 toneladas mediante una explotación selectiva de manadas que se reproducen, y el control de machos grandes. Se estudian modelos que suponen una explotación permanente de marfil de las colonias, y una caza selectiva para colmillos grandes. La explotación sostenida máxima de un millón de animales resulta ser de unas 400 toneladas por año. Las cantidades superiores provocan una merma acelerada de la población. Se ha simulado la situación actual del comercio de marfil con modelos, tomando como base el peso promedio del colmillo, el número de animales explotados cada año, la explotación anual en toneladas, y la población de elefantes en disminución. La población que corresponde a todas las condiciones es de unos 800,000 animales, reduciéndose en el 1,8%. Si se mantiene el nivel de explotación actual, cabe esperar un aumento acelerado del Índice de reducción en un futuro cercano. (v) Ahora bien, hay que subrayar que estos modelos sólo tienen un valor relativo: la población de elefantes de Africa no es una gran manada que se explota de manera uniforme. Hay muchas poblaciones en seguridad en parques nacionales, lo que significa que se explota únicamente una parte de la población continental. El proceso actual es una serie de extinciones locales, y no una reducción general de elefantes. Se calcularon cupos para cada país, fundados en el principio de que la cantidad explotada no debe exceder del 1-3% de la población, según las políticas de gestión y las circunstancias del país de que se trata. De estos supuestos se desprende una producción sostenida de unas 230 toneladas para Africa en general, de las cuales 80 son para el consumo interno, y 150 para la exportación. A esto puede sumarse un excedente actual de 185 toneladas en depósitos del gobierno, para el primer año del cupo. El resultado corresponde a una cantidad explotada del 2% calculada globalmente para una población de un millón de animales. Asimismo, el resultado no desmiente un modelo que se ha utilizado para estudiar los efectos de varios niveles de explotación en la reducción de la tendencia actual. No se puede considerar que el nivel actual de explotación, combinado con la selección para los colmillos más grandes, €S el tipo de gestión ideal. Se tratan los procedimientos administrativos necesarios para que el sistema de cupos funcione en un plano internacional. Esto incluye los procedimientos de exportación, la marca de colmillos, normas para el marfil trabajado, la definición de reexportación, la verificación de permisos de importación, y disposiciones sobre piezas pequeñas de marfil. Se recomienda por separado la exportación del marfil confiscado, pues, por una parte, es difícil calcular la cantidad, y, por otra parte, no cabe considerarlo como un resultado de programas de gestión. Se comentan las grandes diferencias de precios del marfil entre los países de Africa, y se presenta la posibilidad de una comercialización conjunta entre países como una forma de mejorar la situación. El problema principal en la mayoría de los países es la administración interna. Hay que poner énfasis en medidas eficaces contra la caza furtiva, mejor control del marfil no trabajado en manos del sector privado, instauración de procedimientos de caza adecuados y métodos de venta del marfil. Las industrias internas de talla en muchos países son consumidores importantes de marfil ilegal; los gobiernos deben preparar estrategias para controlar esta corriente. Pocos países tienen programas de utilización racional de la fauna; la mayoría del marfil del gobierno proviene de confiscaciones y no de una explotación planificada. El hecho de tener en cuenta la realidad de la situación fuera de las zonas protegidas de considera como una prueba de fracaso de las políticas de conservación. Se sugiere que en algunos casos los gobiernos reconozcan que la caza ilegal es inevitable, y busquen formas de controlarla, en vez de prohibirla o ignorarla. Finalmente, se tratan los sistemas administrativos en cada país: políticas referentes a la fauna, procedimientos para manejar el comercio de marfil y personal encargado. Se mencionan prácticas que son exclusivas de ciertos países. (vi) En la quinta reunión de las Partes CITES en Buenos Aires, en abril/mayo de 1985, se adoptó una resolución que pondrá un sistema de cupos en ejecución en enero de 1986. Al mismo tiempo, empezarán a aplicarse diferentes procedimientos administrativos: io Se creará una Unidad del Marfil manejada por la Secretaría de CITES, encargada de mantener un banco de datos sobre cantidades de colmillos negociados, así como de controlar los cupos de exportación y colaborar en los procedimientos de verificación. Tanto los países productores como los mo productores registrarán todas las existencias actuales de marfil que puedan entrar en el comercio internacional, y darán detalles a la Unidad de Marfil. Esto permitirá distinguir las estadísticas de primeras exportaciones y de reexportaciones, al analizar el volumen del comercio mundial de marfil. Se instaurará una serie de procedimientos de verificación, que no permitirán a ningún país importador dar el visto bueno de aduanas a un cargamento de marfil .sin que los responsables del país exportador hayan confirmado la validez del permiso de exportación a los responsables del país importador. Se remitirán copia de todos los permisos de exportación a la Unidad del Marfil, a fin de que ésta pueda controlar los cupos y colaborar en los procedimientos de verificación. (vii) AGRADECIMIENTOS Quiero agradecer en primer lugar a los responsables de la fauna de los países que visité. En todos ellos encontré funcionarios dedicados y entusiastas, lo que permite esperar buenas acciones en un futuro. La gente que no trabaja en este campo tiende a pensar que los responsables de fauna de los países productores de marfil son una de las causas de los problemas del comercio internacional del marfil. Considero que esto tiene poco fundamento. La mayoría de los responsables están bastante preocupados por la reducción del número de elefantes en sus países, y están ansiosos por poner término a la caza furtiva. Ahora bien, disponen de presupuestos, personal y equipos insuficientes, y están a menudo bajo una presión importante de políticos y del sector privado, que no pueden entender bien las democracias occidentales. Como funcionario del Estado de Zimbabwe, tengo mis propias impresiones sobre la interminable cadena de consultores que utilizan mi tiempo y me sacan información para sus informes, los cuales no tienen en mí parecer mucho valor. Ahora me ha tocado desempeñar el papel de consultor, y me ha sorprendido que las personas que menciono .a continuación me hayan consagrado tan voluntariamente su tiempo para permitirme realizar esta misión. BOTSWANA: Mushanana L. Nchunga (Director), G.T. Masina (Guardián Principal). ZAMBIA: Star M. Yamba (Director), Dr. H.N. Chabwela (Subdirector), A.N. Mwenya (Guardián Principal), George Mubanga ("Sen.Wl.Res.Off."). MALAWI: Moses Kampumula ("Chief Parks and Wildlife Officer”), Henri Nsanjama ("Principal Parks and Wildlife Officer”), Dr. R.V.H. Bell ("Sen. Parks and Wildlife Officer" (Investigación)). REPUBLICA UNIDA DE TANZANIA: Fred Lwezaula (Director), J.A. Kayera (Subdirector), Muchungusi Katalihwa ("G.0.”), Mr. Merinyo ("Chief Admin.Officer”), Karim Hirji (Director General del "Serengeti Wildlife Institute"), Mr. Ndalango (Director TAWICO), Mr. Kente ("Regional Game Officer”), Bokari Mbano (Director del Mweka College). KENYA: J.P. Oriero (Director Conservación). SOMALIA: Dr. Abdillahi Ahmed Karani ("Gen.Manager National Range Agency”), Yusuf Mohammed Ahmed Harare ("Director Wildlife"). ETIOPIA: Abdou Mohammed ("OIC Wildlife Utilisation and Anti-Poaching”). SUDAN: Dr. El Rayah Omer Hasaballa ("Diector WL Conservation and National Park Forces"). CHAD: El Sr. Ministro Ali Djalbord Diard ("Tourisme, des Eaux et Foréts”), Deboulaye Ban-Ymari ("Directeur Eaux, Foréts, Chasses"), Mr. Naipadja ("Chef Div. Fauna"), Djimet Moudzima, Todjimbaye Nahodjim, Daniel Djelarde. REPUBLICA CENTROA- FRICANA: Raymond Mbitikon (haute commissaire), Nicaise Ngoupandé (directeur des Chasses), Gustave Dogouambé (directeur technique CNPAF), Raymond Damango (directeur-général CNPAF), Jean-Paul Tomassey (conseiller). (viii) CAMERUN: Dr. Abdoulaye souiabou ("Délégué Général au Tourisme"), David Momo ("Directeur de la Faune et Parcs Nationaux”), Djoh a Ndjannissah ("Chef Service des Chasses”). GABON: Raphael Dipouma ("Directeur Eaux, Foréts, Chasses"), Henri-Max Boudiala ("Chef Service des Chasses”). ZATRE: Mankoto ma Mbaelele (Director de IZCN, "Conseiller au Cabinet du Commissaire d'Etat"), Muembo Kambeba ("Directeur Scientifique et Technique du Service Chasse"), Dr. Bihini won wa Musiti ("Chef du Service Chasse"). CONGO: Francois Ntsiba ("Sec. Général aux Eaux et Foréts”), Rigobert Ebonzo, Opouya Joseph, M'beri-Mbabou-Emmanuel . Me permito mencionar aparte países e individuos sin querer restarle a la colaboración de los demás. Quiero manifestar mi agradecimiento en particular a los funcionarios de Chad y Zaire, con los que sostuve una relación especial durante mi trabajo. George Mubanga (Zambia), Bokari Mbano (República Unida de Tanzanía) y Abdou Mohammed (Etiopía) me consagraron mucho tiempo y me hicieron muy agradable la estancia en sus países. En mis viajes por varios países conté con la ayuda de las siguientes personas no miembros de entidades gubernamentales: en Kenya, el Dr. David Western, del Grupo Especializado en el Elefante Africano y en el Rinoceronte, me ayudó en el proyecto con sus consejos pertinentes; Tom Pilgram pasó bastante tiempo discutiendo conmigo sobre estrategias de gestión, y lain Douglas-Hamilton me suministró datos sobre el estado y las tendencias de la población de elefantes. Mike Norton-Griffiths me dio una imagen clara del proceso actual en las regiones rurales de Kenya, y Tony Archer me ofreció su asistencia sin limitarse a la organización del viaje. El Dr. Murray Watson me ofreció datos e información de base en Somalia; gracias a Martin Butterworth y a Trevor Wilson de "ILCA" mi estancia en Addis Abbeba fue muy agradable. Gaafar Elias Basaid, en Sudán, me explicó muchos aspectos complejos del comercio de marfil; Richard Carroll, de la Universidad de Yale, ¡interpretó amablemente durante mis reuniones en la República Centroafricana. David Lloyd y G. von Wild, de "Uele Safaris", en Zaire, me ayudaron muchísimo, con “su información y su hospitalidad. Brigitte Manet fue mi intérprete en Gabón, y Ernest Fausther, de "UNDP Congo” me consagró mucho tiempo en interpretación y asistiéndome en otros problemas. Agradezco a las oficinas de PNUD/PNUE que me ayudaron en los problemas logísticos de un viaje por tantos países en un tiempo tan corto. Quiero agradecer en particular a Robin Kinloch, Representante Residente en Zaire, que se interesó bastante en mi trabajo, me ofreció su hospitalidad y me solucionó varias crisis menores. En el Congo, el Representante Residente interino, Michael Askwith, me acogió también muy bien, y su personal me ayudó bastante. Jaques Berney y Chris Huxley, de la Secretaría de CITES, trabajaron bastante por el éxito de este proyecto; les agradezco por su eficiente labor en todos los aspectos. Quiero manifestar mi agradecimiento al Dr. Graham Child, Director del “Department of National Parks and Wildlife Management” de Zimbabwe, POr permitirme emprender esta misión de consulta, y por sus valiosos consejos al respecto. Quiero agradecer igualmente a mis colegas, John White y Graham Nott por todo el tiempo consagrado a explicarme la administración interna del comercio de marfil en Zimbabwe. Pude comprobar en mis viajes que ningún otro país de Africa tiene un sistema de contról tan eficaz. Jonas Chifota, de nuestro departamento de informática, me ayudó verificando cálculos, y nuestra bibliotecaria, Maggie Taylor, “suministró con la mayor prontitud la documentación solicitada. (ix) Finalmente, mi agradecimiento muy especial a las siguientes personas: Jean—-Marc Froment, de la FAO, viajó de Senegal a Bangui para entrevistarse conmigo y comunicarme los resultados de un estudio suyo de importancia sobre el comercio de marfil en la R.C.A. Este trabajo fue una fuente preciosa para mi, muy superior a lo que yo hubiera podido lograr en una visita tan corta. Así pues, pude consagrar mi tiempo en la R.C.A. para tratar las importantes cuestiones de conservación con una base de información sólida. Además del informe, la estrecha relación con él durante cuatro días en Bangui me dejó una imágen clara de los sistemas que funcionan en países de habla francesa, que me sirvió mucho en el resto de mi viaje. Richard Bell, de Malawi, me ha prestado asistencia en el análisis de datos, la discusión minuciosa de aspectos administrativos, correspondencia sobre aspectos prácticos de administración, y una crítica extremadamente minuciosa y valiosa del borrador final de este informe. El concepto de "caza furtiva legalizada" que se defiende en este informe es una sugerencia suya. Mi agradecimiento a Richard y a su esposa Kathy por su hospitalidad y su estimulante compañía. lan y Chris Parker fueron muy amables conmigo durante una larga estancia en Kenya, y han debido descansar cuando al fín salí para Somalia. Le doy mucho valor a las opiniones pragmáticas de lan en todo lo que se refiere al comercio de marfil, y le considero como un filósofo destacado. A veces me deja totalmente frustrado, cuando descubre las lagunas de mis propuestas “idealistas” para mejorar la acción de conservación en Africa, pero he aprendido a tener en cuenta sus consejos. Mi agradecimiento a ambos Parker por su sapiencia y su hospitalidad. Mi agradecimiento a David Cumming, jefe y colega, por su parte en este informe. Al aceptar esta misión de consulta perturbaba los planes que ya tenía desde hace tiempo para ausentarse, pero aun así lo aprobó. Las técnicas rápidas de cálculo que utilicé provechosamente en varias partes de esta misión son fruto del trabajo que €l ha dirigido en nuestro Departamento de Ecología Terrestre. Los aspectos prácticos de la gestión de poblaciones de elefantes fueron probados en Zimbabwe, dirigidos y planeados por él. David Cumming hizo una crítica de este informe y sugirió cómo mejorarlo, y siempre ha estado dispuesto a discutir durante todo el proyecto. Por último, mi agradecimiento muy especial a mi esposa Elizabeth, que ha sido de hecho una viuda durante esta misión de consulta, pero no ha descuidado nada durante mi ausencia. Me ha ayudado con su crítica del borrador final del informe, me ha aconsejado acertadamente y me ha estimulado, y, en general, hizo posible esta misión. (x) 1. CALCULOS DE POBLACION DE ELEFANTES FUENTES Se ha calculado la población de elefantes de Africa (tabla 1) tomando como base los datos de Cumming y Jackson (1981), Douglas-Hamilton (1984), los cálculos oficiales de los responsables de la fauna de los países visitados, y algunos cálculos nuevos que hice en colaboración con el personal técnico de los países de que se trata. En la reunión reciente del comité "TEC" de CITES, en Bruselas, se acordó utilizar los cálculos de la reunión UICN/SSC de Hwange, en 1981, como datos oficiales en tanto se preparan otros más acertados. He aceptado los cálculos UICN/SSC en cada caso en la elaboración de este informe, aunque hay bastantes razones para modificarlos. En algunos países las autoridades manifestaban de forma decidida que sus cálculos oficiales debían tener prioridad sobre cualquier otro, y en estos casos acepté sus opiniones. En la tabla 1 se dan todos los cálculos que acabamos de mencionar, para que se pueda hacer una comparación. Douglas-Hamilton ha hecho un cálculo bajo y un cálculo alto en cada país; se incluyen ambos. Se dan en el texto los intervalos de confianza que existen para algunos países. He redondeado todos los cálculos en la centena más cercana; hay pocos casos que justifiquen mayor precisión. Se trata por separado cada país, y se dan las razones de la elección de un cálculo determinado. Cuando se remite a la tabla resumen de la reunión UICN/SSC de Hwange, se escribe WM; cuando se remite a los trabajos mencionados de Douglas-Hamilton, se escribe IDH (en el texto que sigue). Desafortunadamente, no hay referencias formales en este último trabajo, de suerte que en la tabla maestra he debido juzgar las proporciones de los cálculos que se desprenden de "observaciones aéreas”, "recuentos en tierra y de excrementos”, y "tanteo basado en información” cuando se dispone de información posterior a la reunión de Hwange. TABLA 1 : CALCULOS DE POBLACION DE ELEFANTES DOUGLAS HAMILTON UICN/WWF ESTIMACION NUEVA ESTIMACION NACIONAL ESTIMACION FINAL AFRICA Bajo Alto 1981 OCCIDENTAL Benin 2 085 2 503 1 250 2 300 Ghana 2 599 2 599 970 1 000 Guinea 615 615 800 800 Costa de Marfil 4 840 615 800 4 840 4 800 Liberia 763 763 2 000 800 Malí 616 617 780 700 Mauritania 0 10) 40 0 Niger 745 745 800 800 Nigeria SS) 1 579 1 820 1 500 Senegal 67 80 370 100 Sierra Leone 260 260 500 500 Togo 100 100 150 100 Burkina Faso 3 865 4 503 3 500 3 500 TOTAL 16 900 AFRICA CENTRAL República Centroafricana 6 815 10 850 31 000 19 500 19 500 Camerún 12 056 12 773 5 000 12 400 Chad 16 453 31 900 2 500 2 500 Congo 2 765 4 506 10 800 12 500 59 000 59 000 Guinea Ecuat. 1 800 1 800 18 000 Gabon 12 014 24 028 13 400 14 000 48 000 48 000 Zaire 116 472 248 564 376 000 100 000 523 000 523 000 ES AE TOTAL 666 200 AFRICA ORIENTAL Etiopía 6 041 7 249 9 000 9 000 Kenya 52 330 61 196 65 056 27 956 28 000 Rwanda 72 77 150 100 Somalia 5 576 10 944 24 323 15 000 8 600 8 600 Sudán 26 616 37 939 133 772 32 300 República Unida de Tanzanía 196 418 235 438 203 900 216 000 Uganda 1790 2 107 2 320 2 000 TOTAL 296 000 AFRICA MERIDIONAL Angola 1 922 3 980 12 400 12 400 Botswana 41 226 49 471 20 000 45 300 Malawi 21358 727398 4 500 2 350 2 400 Mozambique 48 620 48 620 27 350 27 400 Namibia 33 533 40 239 2 300 2 000 2 000 Sudáfrica 7 961 9 483 8 000 8 273 8 300 Zambia 91 142 107 212 160 000 58 000 58 000 Zimbabwe 54 576 64 891 49 000 47 000 47 000 CONSIDERACIONES POR PAISES AFRICA OCCIDENTAL Benin: Las cifras de IDH sugieren que se tienen datos nuevos de observaciones aéreas después de 1981; por consiguiente, adopté el promedio de sus cálculos y bajo. Ghana: El cálculo de IDH está fundado ante todo en una densidad arbitraria de 0,15 km, considerada en toda la zona. Adopté el cálculo de WM. Guinea: El cálculo de IDH está fundado en una densidad arbitraria de 0,057km2. Adopté el cálculo de WM. Costa de Marfil: Hay datos nuevos de Roth. y col (1984), que corresponden al cálculo bajo de IDH. Liberia: IDH menciona en el texto información nueva de Peal; adopté esta cifra. A juzgar por conversaciones recientes que he tenido con voluntarios de los Cuerpos de Paz de Liberia, poco se sabe sobre el número de animales, Malí: IDH menciona una observación de Robert Olivier, así como información más reciente de Olivier y van Wijngaarden. Adopté estos últimos cálculos. Mauritania: Supongo que ya no quedan elefantes desde 1981. De todas maneras, los cálculos redondeados quedan en cero. Niger: El cálculo de IDH está fundado en información reciente de John Newby, y es por poco idéntico al cálculo de WM. Nigeria: Según parece, el cálculo de IDH se funda en datos de observaciones hechas después de 1981; adopté el promedio de sus cálculos alto y bajo. Senegal: El cálculo de IDH es mucho más bajo que el de WM, y, según parece, se desprende de datos de observaciones aéreas recientes. En la reunión de CIC en Dakar, el 19 de abril de 1985, los responsables de la fauna de Senegal presentaron un cálculo de 50 aproximadamente. Sierra Leone: Adopté el cálculo de WM, pues no parece que los cálculos de IDH estén fundados en observaciones más recientes. Togo: IDH tiene información reciente de las autoridades gubernamentales de Togo. Adopté su cálculo. Burkina Faso: Acepté el cálculo de WM en este caso, pues no está claro cómo se han incluido los datos de observaciones de Bousquet, mencionados por IDH, en los cálculos de IDH Bousquet considera que la caza furtiva representa actualmente una cantidad importante, y es más apropiado utilizar el cálculo más bajo. AFRICA CENTRAL República Centroafricana: En un informe reciente de Froment (1985) se calcula la población en 19.500 ul 8.600 cabezas. Tanto Froment (trabajo mencionado) como Ruggiero (1984) hablan de una sobreexplotación generalizada del elefante en la R.C.A.; las autoridades gubernamentales confirman esta afirmación. El cálculo requiere probablemente los grandes intervalos de confianza que da Froment; los números seguirán cayendo en el futuro. (Nota: Observaciones recientes de Douglas-Hamilton, de julio de 1985, indican que la población es de menos de 10.000) Camerún: El cálculo de IDH se funda en un cuestionario de Victor Sunday Belingo, y es ¡información de Allo, Ngong Nje y Woodford (mo se dan referencias). Principalmente, las cifras se obtienen aplicando una densidad de 0,04/km? a una superficie de 277.225 km2; se utiliza esta densidad tanto en el cálculo bajo como en el alto. Se da una densidad de 0,23 por "tanteo basado en información". El Director de Servicio de Caza, Djoh a Ndiang Issa, considera que en muchos casos la densidad de elefantes es similar en las zonas protegidas y fuera de éstas. Si esto es cierto, y suponiendo que la caza furtiva no es particularmente importante, como se ha afirmado, es posible que la población en Camerún sea bastante superior al cálculo de IDH que he adoptado. Chad: Antes de mi viaje a Chad, las autoridades habían solicitado cálculos de población de elefantes de todas las provincias a sus empleados. Se dan estos cálculos en el Apéndice 1; el total está entre 2.020 y 2.885. Estos números son extremadamente bajos. Por mi parte, tiendo a aumentar los cálculos fundados en recuentos en tierra. Sin embargo, no lo he hecho por los siguientes motivos: a) El personal técnico del "Ministére du ktourisme et de eaux, foréts, chasses” defiende con vehemencia los cálculos dados. b) No cabe duda de que ha ocurrido una baja catastrófica de elefantes desde que estalló la guerra en 1979. La situación es similar a la de Uganda a mediados de los setentas. Se recibieron informes de testigos presenciales sobre matanzas de manadas completas con helicópteros y cañones antiaéreos montados en vehículos. e) En realidad, los cálculos del personal gubernamental pueden estar bien fundados. El terreno es el Sahel o la sabana sudanesa, y el elefante es muy visible. Los campesinos se interesan bastante en las manadas, y pueden informar con bastante precisión sobre le número de animales en las cercanías. Tengo experiencia directa al respecto, en una región al sur de N'Djamena en la se había asentado una manada grande de elefantes desde la guerra. Viajamos de pueblo en pueblo tratando de localizar los animales, y recibimos información precisa sobre el número de cabezas y el último sitio en que se habían visto. La información se confirmaba observando el rastro y los excrementos. Me pareció que los elefantes no corrían mayor peligro con los campesinos; era evidente la emoción que provocaba su presencia en la región, y todo parecía indicar que la gente no deseaba volver a la situación de caza que predominó durante la guerra. d) Se comunicó igualmente la presencia de elefantes en el lago Chad, y en el desierto al este del lago, cuanda estaba en N'Djamena; el personal del departamento de fauna pensaba que muchas manadas volvían de Nigeria, Camerún, R.C.A y Sudán, movidas por las perturbaciones de la guerra. La sequía en la región del Sahel está originando grandes movimientos de las manadas dentro de las grandes zonas de actividad propias de esta región, que se adentran en los países vecinos. Hay un movimiento generalizado hacia el sur, tanto de hombres como de animales, y cabe pensar que se reducirá la población de equilibrio de elefantes sin intervención de la caza. Congo: Los cálculos de IDH para el Congo, bajo y alto, se obtienen principalmente aplicando _la misma densidad (0,02/km*) en zonas de 74.185 km? y 159.385 km? respectivamente, lo que da 2.700 y 4.500 elefantes. El cálcuco de WM es 10.800 cabezas, y los responsables gubernamentales consideran que la población es de 10.000 a 15.000 cabezas. Me he arriesgado a presentar una población de 59.000, que se calcula en. el Apéndice 2 utilizando el mismo método que en Zaire. Guinea Ecuatorial: Acepté en este caso el cálculo de IDH, pero hago ver que no hay diferencia entre el cálculo bajo y el alto, y que está fundado arbitrariamente en una densidad de 0,09/km*%. Gabon: El cálculo bajo de IDH, 12.014, se obtiene aplicando una densidad de 0,09/km2 en una zona de 133,490 km?; el cálculo alto, 24.028, se obtiene ampliando la zona a 266.979 km?. Los cálculos de WM y el oficial, 13.400 y 14.000 respectivamente, caen dentro de la gama de IDH. He calculado una población de 48,000 (véase el Apéndice 3) utilizando el método descrito para Zaire. Zaire: Este país es la grán incógnita en Africa, y todos dan sus cálculos de población de elefantes. En la reunión de Hwange se mencionaban sin mucho fundamento cifras de 1,000,000 a 2.000.000 de cabezas, pero no hay ninguna de los responsables gubernamentales. Durante mí estancia en Zaire nos reunimos 6 horas para calcular la población de elefantes utilizando una técnica híbrida derivada de Parker (1984) y de los mejores conocimientos locales de unos ocho empleados del servicio técnico del IZCN ("Institut Zairois pour la Conservation de la Nature”), procedentes casi todos de regiones diferentes del país. El cálculo es bastante elevado, y soy el primero en admitir la naturaleza arbitraria de algunos de los factores de multiplicación utilizados. Ahora bien, este cálculo tiene la ventaja de estar fundado en cifras base propias de cada provincia, y de mo aplicar una densidad general al país considerado globalmente. En los sistemas de clasificación hay formas de adaptar los cálculos por aumento o disminución, según el conocimiento directo de las condiciones particulares de cada provincia. En el Apéndice 4 se explica detenidamente el método utilizado; esta misma técnica se utilizó en el Congo y en Gabón. Se trata de un método de adaptación para suministrar rápidamente información solicitada por las autoridades. Es sabido por todos que un recuento completo de la población de elefantes en Zaire costaría mucho dinero y necesitaría varios años. Las prioridades de conservación en Zaire no justifican necesariamente este recuento. Quizá sea mejor afinar el conocimiento del número de elefantes en el transcurso de varios años mediante un método “activo” y "de adaptación” (Holling, 1978), que supone el emprender programas positivos de gestión, calcular la producción de marfil, y controlar los resultados de estas acciones. AFRICA ORIENTAL Etiopía: Adopté los cálculos oficiales, que me suministraron los responsables de la fauna de Etiopía (Apéndice 5). WM no tiene cifras para Etiopía, y el cálculo de IDH se funda en un índice indirecto para una cuarta parte de la zona aproximadamente, y una densidad arbitraria aplicada en el resto de la zona. Kenya: Las autoridades de Kenya me informaron que consideraban los datos de observaciones del "Kenya Rangeland Ecological Monitoring Unit” (KREMU) como los únicos cálculos oficiales. Así pues, tomé la información más reciente (observaciones de 1983) de Stelfox y co. (1984) para hacer un cálculo para el país considerado globalmente. Extrapolé para años anteriores, a fin de obtener cifras de zonas no observadas en 1983 (Apéndice 6). Rwanda: Utilicé en este caso el cálculo de IDH, redondeado a 100. Somalia: Tuve la suerte de obtener datos recientes del Dr. Murray Watson en Mogadisio, que él había incluido en un informe de asesoría que estaba preparando para el gobierno de Somalia. Los responsables gubernamentales estaban de acuerdo con los cálculos hechos. Se dan dos cifras fundadas en observaciones aéreas en la estación de lluvias y en la estación seca: nov./dic. 1983 = 12.773; marzo 1984 = 4.476. Adopté como cálculo de población el promedio de estas dos cifras (8.600). Watson afirma que hay indicios para pensar que muchos elefantes salen de Somalia en la estación seca y se dirigen a Kenya, aunque hasta cierto punto la diferencia entre las dos observaciones puede significar un cambio de habitat preferido por los animales dentro de Somalia entre las dos estaciones. Los elefantes están asentados exclusivamente en mosaicos de arcilla/arena, piedra caliza costera cubierta por suelos mixtos profundos, las zonas de arcilla profunda entre el Jubba y el Shabeelle, el este de la zona de arcilla pesada que se inunda a veces, y los suelos de aluvión no cultivados, y que se inundan con frecuencia, de los valles del bajo Shabeelle y el Jubba. Ahora bien, Watson considera que serias perturbaciones han modificado la repartición de los elefantes con respecto a sus habitats, de suerte que su repartición actual no corresponde por completo a factores ecológicos. Considera que los elefantes están en vías de extinción. Las manadas que quedan son grupos nerviosos de grandes proporciones, típicos en poblaciones sometidas a una intensa caza furtiva. No se vieron machos con colmillos grandes. De un análisis de cuerpos de animales muertos, Watson deduce que entre 1979 y 1982 murieron aproximadamente el doble de los elefantes que ahora viven en Somalia. La disposición de los cuerpos en grupos sugiere que los animales fueron muertos por cazadores furtivos bien armados, para comercio, de la misma forma que ocurría en Kenya y Sudán. Sudín: Adopté el promedio de los cálculos bajo y alto de IDH. En vista de la intensa caza de estos tiempos (Merz, 1984), es probable que el cálculo de WM ya no sea válido. Watson y col. (1976) calculaban unos 134.000 elefantes en el sur de Sudán y el Dr. El Rayah Hasaballa (inf. pers.) considera que podía haber aún más. Ahora bien, las observaciones aéreas realizadas por Hillman, Snyder, Tear y Somerlatte en la región del Shambe del sur de Sudán, en 1981, indicaban una tendencia marcada a la baja. Es bastante probable que aun el cálculo de IDH ya no sea válido. República Unita de Tanzanía: Se utiliza el promedio de los cálculos bajo y alto de 1DH. Hay que subrayar que la mayoría de los elefantes de República Unida de Tanzanía están concentrados en la reserva de caza Selous (unos 86.000 según Borner, 1981), en el parque nacional de Ruaha y en la reserva de caza Rungwa Kizigo (15.000 y 20.000 respectiva- mente, según Borner y Severre, 1983). En trabajos de Douglas-Hamilton se examinan las tendencias en el Selous (1984a), y se discute el estado general de los elefantes en República Unida de Tanzanía (1983). Uganda: Se utiliza el promedio de los cálculos alto y bajo de IDH. IDH afirma que no se tienen datos nuevos en Uganda desde las observaciones de 1982. AFRICA DEL SUR Angola: IDH señala que no hay datos nuevos de Angola debido a la guerra. Por esta razón, y porque aun 12.400 elefantes es un número muy bajo para un país con la superficie de Angola, adopté el cálculo de WM. Botswana: IDH menciona información reciente de observaciones aéreas de Melton, Moroko y Work; utilicé el promedio de los cálculos bajo y alto. Malawi: Se utiliza el cálculo suministrado por el Dr. R.H.V. Bell ("Senior Parks and Wildlife Officer"). En el Apéndice 7 se presenta una distribución de la población de elefantes en Malawi. Mozambique: Se utiliza un cálculo reciente de José Tello. Esta información la da Douglas-Hamilton, pero todavía no la ha incluido en sus tablas maestras. En el Apéndice 8 se descompone en las diferentes zonas. Namibia: Utilizo los cálculos de Joubert y Mostert (1975). Está claro que las cifras de IDH se deben a un error de computador. Hall-Martin (inf.pers.) considera que los números no han cambiado significativamente. La distribución es aproximadamente como sigue: Kaok ol and 200 Etosha NP 1.200 MW. Damaraland 100 (100-150) Otras zonas 500 (incluyendo a Caprivi Strip) Total 2.000 (aproximadamente) Sudáfrica: Se utiliza el resultado del último censo de 1984 (Hall-Martin, inf.pers.). Se trata de un recuento global, y no hay límites de confianza inferior ni superior. Zambia: Se utilizan los números suministrados por George Mubanga ("National Parks and Wildlife Service"). En el Apéndice 9 se da una distribución por zonas. Hay una merma considerable desde 1981. (Un estudio de Gilson Kaweche y Dale Lewis, de enero de 1985, muestra que la población total del valle del Luangwa, incluidas las zonas de gestión de animales de caza, sería de unos 25.000 animales. Este cálculo es inferior en unas 10.000 cabezas al número utilizado en este informe). Zimbabwe: El cálculo del Dr. D.H.M. Cumming ("Chief Ecologist") es de 47.000 + 3.000 animales. Se elegirán unos 7.000 en 1985, como parte de un programa para reducir a largo plazo la población a unos 33,000 animales. En el Apéndice 10 se presenta la distribución en las diferentes regiones del país. COMENTARIOS Desde la reunión UICN/SSC celebrada en 1981 han ocurrido algunos cambios importantes en la situación de los elefantes en algunos países. En algunos la población ha mermado espectacularmente, como ocurrió en Uganda a mediados de los setentas. Pertenecen a esta categoría Chad, la República Centroafricana y Sudán. Las estadísticas del comercio del marfil (Caldwell, 1984) y las reducidas dimensiones de los colmillos exportados O destinados a las industrias nacionales de talla dan bases al argumento de que las poblaciones de elefantes de estos países están bastante reducidas. Ya no se trata de exportadores importantes de marfil. La caza furtiva tiene grandes proporciones en los países de habla francesa que visité, a excepción quizá de Camerún. Los responsables gubernamentales informan que las poblaciones de elefantes presentan un índice de reducción mucho más alto que el que podría atribuirse a la reducción de la zona de actividad debido al aumento de la población humana. Están en esta categoría Zaire, el Congo y Gabón. En Camerún, Etiopía, Kenya, Mozambique, Somalia y Zambia es casi seguro que la caza ilegal excede del rendimiento sostenido de las poblaciones de elefantes. En República Unida de Tanzanía no es tan evidente; faltan pruebas para sostener esta afirmación. Su población de 200.000 animales podría soportar fácilmente una explotación anual de un 3% (6.000 animales) repartidos en la pirámide de edades; suponiendo que el peso promedio de los colmillos es de 5 kg., cabe pensar que entrarían unas 60 toneladas en el mercado internacional cada año (menos una cantidad destinada a las industrias nacionales de talla). El promedio de las exportaciones oficiales de República Unida de Tanzanía es de menos de 10 toneladas por año (Caldwell, trabajos citados). Sin embargo, hay una caza ilegal de grandes proporciones en el país, que las autoridades están ansiosas por controlar. Según parece, la población de elefantes de Botswana está aumentando. En Malawi, Súdafrica y Zimbabwe el número de elefantes depende grandemente de las políticas de gestión. Si bien es cierto que la población de elefantes se reduce en la mayoría de los países africanos que visité, no hay razones para pensar que los elefantes van a desaparecer en los próximos años, aun en los países más afectados. La tragedia en algunos países es que se están malgastando los recursos, ya se trate de producción de marfil, de carne o de turism. Varios de los países que visité tienen poblaciones humanas relativamente reducidas, y tienen el potencial para sacar un rendimiento económico elevado de las poblaciones de elefantes, manejándolas de forma adecuada, mediante la explotación por la utilización de sus productos y la caza en safari (por ejemplo, R.C.A., Congo, Gabón y Zaire). Se tratará este tema más adelante en este informe. Parker (inf.pers.) criticó el primer borrador de este informe porque no examinaba los cálculos de población de elefantes en relación con el volumen conocido de marfil en el comercio estos últimos años. Para corregirlo, he examinado de forma somera el número de animales muertos que suponen las cifras en el comercio del marfil entre 1976 y 1984. Año Elefantes Fuente muertos 1976 68 128 *Parker (1979 p.68):. 932 toneladas 1977 56 140 *Parker (1979 p.68): 768 toneladas 1978 51 681 *Parker (1979 p.68): 707 toneladas 1979 32 982 Caldwell (1984) Hong Kong y Japón únicamente 1980 56 335 Caldwell (1984) Hong Kong y Japon únicamente 1981 52 240 Caldwell (1984) Hong Kong y Japon únicamente 1982 55 213 Caldwell (1984) Hong Kong y Japon únicamente 1983 47 076 *Caldwell (1985) ; 644 toneladas 1984 26 059 *Caldwell (1985) ;. 356.5 toneladas TOTAL 403 395 * Se ha calculado el número de animales según el tonelaje, suponiendo que el peso medio del colmillo es 7,2 kg. (Caldwell, 1985) y que el rendimiento es de 1,9 colmillos por elefante. Sé muy bien que estos datos pueden tener omisiones, pero los he utilizado únicamente como punto de partida, para probar si el orden de magnitud de los cálculos de población de elefantes en Africa considerada globalmente podía soportar esta explotación. Los cálculos más bajos de población de elefantes son de 1,2-1,3 millones de cabezas aproximmdamente; he examinado las implicaciones para poblaciones de elefantes con un índice de desarrollo de 3,4 y 5%, suponiendo que no hay caza. Estimacíon Indice de eraci- Indice de creci- Cantidad final inicial miento potencial miento neto 1.200,000 5% 0,98% 1.305.395 1.300.000 5% 1,37% 1.460.528 1.200.000 4% -0,22% 1.176.045 1.300.000 4% 0,16% 1.318.377 1.200.000 3% -1,32% 1.056.927 1.300.000 3% 0.96% 1.187.404 Los resultados sugieren que el orden de magnitud de los cálculos de población son totalmente compatibles con el nivel de explotación de marfil.- La construcción de modelos tiende a descartar cálculos de más de 1,300,000, pues una población en condiciones de desarrollo en tan sólo 3% por año estaría aumentado con estas condiciones de explotación, y según parece esto no sucede. El límite inferior es de unos 800.000 animales, con un índice de desarrollo del 5%, lo que deja suponer un índice neto de reducción del -1,6% por año. Hacen falta más datos sobre las poblaciones de elefantes de Africa. Antes estaba convencido de que esto era un prerequisito esencial de cualquier programa de gestión acertado' ahora estoy menos seguro. Me parece que no se deben dedicar todas las energías al censo, y que hay otros aspectos con mayor prioridad en la atribución de recursos. Se puede resumir así el estado actual del conocimiento sobre el elefante de Africa: a) La mayoría de los países de Africa tienen poblaciones importantes de elefantes, que no están en peligro inmediato de extinción. b) Según parece, el índice de reducción del número de animales es superior al que implica la expansión de la población humana, teniendo en cuenta el índice de desarrollo de ésta. c) Las causas de la baja no son únicamente el alto valor mercantil del marfil, ni el aumento de la población humana, ni la codicia desmedida de los "cazadores furtivos”. Hay problemas socioeconómicos fundamentales referentes a la propiedad de los recursos, diferencias en el valor del marfil entre países, y grandes deficiencias administrativas que tienen cada uo su parte en el problema. Para lograr controlar la situación hay que hacer mejoras internas en estos tres aspectos. No se justifica consagrar grandes sumas de dinero únicamente para referir la reducción continuada de las colonias. El estar enterado de la baja no sirve de mucho para frenarla. Es todavía más grave pensar que hay que hacer un estudio preciso del número de animales, antes de considerar cualquier medida de gestión; pude observar esta actitud en varios países. Quizá un recuento exacto sea necesario únicamente en aquellos países que tienen problemas de degradación de la vegetación causados por una sobre-población de elefantes, y en los cuales se proyecta una reducción. Después de viajar por varios países, me queda la impresión de que en algunos debemos dejar el censo en segundo lugar, y empezar a considerar estrategias de gestión adaptables. El conocimiento del número de animales se irá afinando como resultado de programas positivos y bien estudiados, destinados a organizar la explotación de las poblaciones de elefantes bajo control eficaz de los responsables de la fauna de los países respectivos. 10 2. CALCULO DE LA PRODUCCION DE MARFIL Y CUPOS DE EXPORTACION INTRODUCCION Lo siguiente está tomado de la propuesta inicial de la Secretaría de CITES para esta misión de consulta: "El control del comercio de marfil ha sido objeto de bastantes discusiones durante muchos años, tanto en CITES como en otros círculos, y predomina la impresión de que los controles actuales son inadecuados, y que hay que mejorar bastante la eficacia de los procedimientos de CITES al respecto. En la tercera reunión de la Conferencia de las Partes (Nueva Delhi, India, 1981) se adoptó una resolución (Conf. 3.12) solicitando algunas me didas relativas al control del comercio del marfil, incluyendo la marca de los colmillos por separado. Hasta ahora, estas medidas no se han hecho efectivas sino en parte y, aunque hasta cierto punto han tenido éxito, no han permitido lograr el grado de control deseado. En la cuarta reunión de la Conferencia de las Partes (Gaborone, Botswana, 1983) se trató de nuevo el asunto largamente, y se acordó, en vista de la complejidad y el alcance de la cuestión, que el Comité Técnico de CITES dedicaría buena parte de su primera reunión a la formulación de propuestas para mejorar la situación”. En el seminario de la F.A.O. sobre gestión de la fauna y parques nacionales, celebrado en Arusha, República Unida de Tanzanía, en septiembre de 1983, 24 Estados africanos aprobaron una resolución en favor de un control adecuado del comercio del marfil en Africa, y solicitando cupos de exportación anuales para los países productores de marfil. En la reunión del Comité Técnico de CITES en Bruselas, en junio de 1984, se adoptó una resolución similar. Se presentó un proyecto de resolución de la Conferencia de las Partes a la Secretaría de CITES en noviembre de 1984, que fue aceptado más tarde con enmiendas, en la reunión de Buenos Aires en abril de 1985 (Apéndice 11). Esta resolución defiende la instauración de un sistema de los cupos de exportación determinados en números de colmillos para cada país productor, lo que limiítaría las cantidades de marfil legal disponible para los países consumidores. La Secretaría de CITES considera que el éxito de las nuevas medidas dependará de tres factores principales. En primer lugar, los cupos establecidos por cada país de Africa deben ser realistas y estar fundados en la información más fiel disponible sobre el número de elefantes y su utilización prevista. En segundo lugar, debe haber procedimientos de control bien centrados en la Secretaría de CITES. Por último, los principales países consumidores deben cooperar aceptando el nuevo sistema, JESL ENFOQUE La primera pregunta que hice en todos los países que visité es: "¿Desea de veras este sistema?", Esto daba pie generalmente a una discusión sobre el pro y el contra del sistema de cupos. La ventaja principal que se menciona prácticamente por unanimidad es que no se atribuirá un cupo a los países que no poseen elefantes, lo que permitirá llegar a la situación deseada en que cada país exporta únicamente el marfil que se explota en su territorio. Dejando de lado los aspectos de conservación, esto sería una mejora importante de la situación actual. La segunda ventaja del sistema de cupos está en sus implicaciones en la gestión interna de cada país productor de marfil. Serviría de acicate para que las autoridades consideren con espíritu crítico el proceso del marfil, desde el elefante en la selva hasta el mercado de exportación, y tomen las decisiones en sus políticas con arreglo a sus observaciones. En el transcurso de varios años, esto podría llevar a una mejor gestión de los recursos mediante un proceso de modificación anual. Se fijarían los cupos al principio del año, y al final del año se evaluarían los resultados y se corregirían los cálculos para el siguiente año. Las autoridades encargadas de aspectos técnicos tienen en cada etapa la oportunidad de crear programas de gestión adaptables que permitan mejorar los conocimientos al final del año. No veía claramente la tercera ventaja al iniciar el proyecto, pero a medida que visitaba países se hacía más evidente. Muchas agencias gubernamentales apoyan la instauración de un sistema de los cupos para reforzar su propia posición en el interior en lo que toca al comercio de marfil. Hoy día, la mayoría de los departamentos de la fauna tienen poca influencia dentro de la jerarquías de gobierno, y a menudo se ven obligados a conceder permisos de exportación, les guste o no. Ahora bien, cuando el asuntp adquiere carácter internacional su posición cambia bastante, y pueden esgrimir con seguridad las normas que se han obligado a cumplir los Estados Parte de CITES. Un posible inconveniente del sistema es que puede dar pie a una interferencia no justificable de algunos países no productores y de ciertos grupos de presión conservadores, cuando se establezcan definitivamente los cupos y se den a conocer. Se harán tal vez juicios de valor sobre la importancia numérica del cupo, y esto se puede convertir en un asedio al país productor. Al respecto, en casi todos los países que visité se afirma con vehemencia que no están dispuestos a tolerar la invasión de sus derechos soberanos en esta cuestión. Un punto débil del sistema es el creer que al establecer un cupo el número de elefantes muertos en el país de que se trata se ajustará automáticamente a este cupo. Este pensamiento idealista existe tanto en los países productores como en los no productores. Cabe esperar que al cabo de cierto tiempo será más difícil entrar marfil ilegal en el mercado internacional, debido al sistema de los cupos, pero no es seguro que éste sea de por sí un factor para impedir la caza ilegal. En muchos países, casi todo el marfil de la caza ilegal va al comercio interior de la talla, de suerte que el sistema de los cupos de exportación no tiene ninguna influencia. En otros países, los responsables de la fauna tienden a interesarse únicamente en las poblaciones de las zonas protegidas oficiales, y consideran que su papel es controlar la caza internacional de safari. Las autoridades no registran ni marcan el marfil procedente de zonas no protegidas del país, bien sea en la zona de origen o al llegar a centros importantes. Si bien las autoridades pueden verse obligadas a 12 expedir permisos de exportación para este marfil, el comercio permanece básicamente en manos del sector privado desde el punto de origen de los colmillos hasta el punto de exportación. Este es un aspecto clave, que sólo se puede tratar a través de la administración interna. Hasta es posible que el sistema del cupos “sea contraproducente en estos países: cuando los negociantes del sector privado soliciten un permiso de exportación a las autoridades, y se les niegue porque su cargamento no está previsto en el cupo establecido, su reacción puede ser recurrir a la exportación ilegal, o almacenar el marfil en espera de una legalización. A pesar de estas salvedades, encontré en todos los países una posición muy favorable al sistema. La opinión general es que las ventajas pesan más que los inconvenientes. Hubo algo de confusión por la interpretación de la palabra "cupo". En algunos casos, las autoridades temían que al establecer un cupo se obligaban a exportar toda la cantidad fijada. Esto trae un punto importante. La palabra “cupo” mo es apropiada en el sentído en que se utiliza en este contexto. Desde el punto de vista de los países productores, lo que se quiere es dar un cálculo del marfil que entrará en el comercio internacional durante un año determinado, y hay que evitar toda la connotación de satisfacción del mercado de consumo. La esencia del sistema es constituir un mecanismo que permita a los países productores servirse de las políticas y los dispositivos de control de otros Estados miembros CITES para lograr sus propios objetivos de control de exportaciones, en su propio beneficio. En su propuesta de esta misión de consulta, la Secretaría de CITES menciona la limitación de la cantidad de marfil legítimo disponible para los países consumidores. Hay que tener cuidado de que el sistema de cupos no se convierta en una espada de doble filo; si los países consumidores exigen que se cumplan los cupos, el sistema será contraproducente para la conservación. Hubo también algo de confusión en cuanto a saber quién fijaría el cupo, y las autoridades de algunos países pensaban que era incumbencia de CITES. De nuevo, la palabra "cupo” resulta inapropiada, porque sugiere que CITES tiene poder para imponer un cupo limitativo a cada país productor. Esto no es cierto; la decisión corresponde por completo a las autoridades del país que se trata. En algunos países tuve la impresión de que preferían que alguien fijara los cupos; quizá sea porque así podrían librarse de las presiones que recibirán inevitablamente si los cupos que fijan no corresponden a los deseos de los exportadores de marfil, En cada país hice ver que convenía utilizar los conocimientos biológicos, así como políticas de gestión positivas, para calcular la producción de marfil. El resto del mundo podría tener razón al poner en duda la magnitud de los cupos si éstas se obtienen únicamente observando las exportaciones de años anteriores, y estableciendo arbitrariamente la misma cantidad, o ajustáíndola en más o en menos sin ningún fundamento científico. Ofrecí mi colaboración para realizar un "ejercicio de simulación” de la determinación del cupo, si lo deseaban, utilizando los métodos descritos más adelante en este capítulo. Subrayé sin embargo que no se debían adoptar ni utilizar estos números sin considerarlos de forma más completa, y que en algunos casos había que procurarse datos más completos antes de la fecha de presentación del cupo. Asimismo, manifesté a las autoridades que no estaba dispuesto a publicar el resultado de este ejercicio como el cupo "conveniente" para el país. 13 Manifesté en todos los países que hay que cuidarse de establecer cupos "idealistas". Si bien las autoridades pueden esperar reducir el número de elefantes muertos estableciendo un cupo reducido, no habrá ningún resultado si lo que se hace es crear un comercio "subterráneo", o una acumulación de existencias de marfil que el país no quiere exportar para quedar bien, pues ha fijado un cupo. El marfil es dinero, y se podría acusar con razón a una agencia de administración financiera inadecuada si los ingresos de este recurso permanecen inmovilizados durante cierto tiempo. Diez toneladas de marfil valen alrededor de un millón de dólares; los gastos de funcionamiento de un departamento de vida silvestre podrían cubrirse en buena parte con los intereses de este importe. Más vale establecer un cupo demasiado alto que demasiado bajo; no hay obligación de exportar toda la cantidad fijada, y de todas maneras se deja la posibilidad de ampliar el cupo en cualquier año. Muy pronto se vio claro que muchos de los principios fundamentales de la explotación de poblaciones de elefantes eran desconocidos para algunos. Por consiguiente, antes del ejercicio de determinación del cupo sostenía, cuando alcanzaba el tiempo, una charla corta sobre los límites de la explotación del elefante, y las estrategias ideales para diferentes objetivos de gestión. Esta es la base de la sección que sigue. 14 PRINCIPIOS DE GESTION Pilgram y Wester (1984) tratan varias estrategias para manejar las poblaciones de elefantes con miras a obtener el rendimiento máximo sostenido de marfil. De su trabajo se desprenden dos principios fundamentales. a) Le explotación máxima es el rendimiento sostenido de marfil que corresponde a la mortalidad natural de una población estable. No hay ninguna estrategia de explotación a largo plazo que pueda producir más marfil. Es más rentable recoger los colmillos pesados de pocos animales viejos que mueren, que explotar cualquier número de animales que no tienen todavía la edad máxima normal. Esta afirmación se funda en la curva exponencial de crecimiento de los colmillos de los machos. Al contrario de la explotación de carne del ganado vacuno, en la que lo ideal es sacrificar las reses cuando dejan de ganar peso (o aun antes), en el caso del elefante se obtiene el rendimiento máximo dejándolo vivir hasta la muerte natural, Parker y Bradley Martin (1982) afirman con respecto a la muerte natural con condiciones estables, sin intervención del hombre, que "si pudiera recuperar todo este marfil, bastaría para satisfacer practicamente toda la demanda mundial, y quizá hasta habría demasiado". Pero no está claro en su trabajo si están conscientes de que la explotación por muerte natural es en realidad el rendimiento máximo teórico. b) Cualquier otra forma de explotación con miras a obtener un rendimiento superior al que se obtiene por muerte natural en una población estable, ocasiona al cabo la exterminación de la población. Esto se debe al hecho de que cada año se necesitan más animales para cumplir con el mismo nivel de explotación. Si bien a primera vista no cabe pensar que este sea el tipo de estrategia adoptado por una agencia de la fauna responsable, puede ser la situación de hecho en algunos países de Africa. Se puede lograr una explotación permanente de marfil especificando un número de animales para explotación cada año (siempre que se respete la capacidad de rendimiento de la población), pero no se obtendrá así una cantidad superior a la que se obtiene por muerte natural en una población estable. Estos dos principios se aplican al caso de poblaciones manejadas con miras a un rendimiento míximo de marfil, y son dos argumentos económicos de peso. Da aún más fuerza al argumento el hecho de que el precio por kilogramo de marfil es muy superior cuando se trata de colmillos grandes, y el hecho de que mientras los machos se desarrollan hasta su edad máxima pueden constituir una fuente importante de ingresos como atracción turística. La suposición fundamental en lo anterior es que la población es estable. Más adelante se discute la factibilidad de este estado. En la elaboración de modelos de poblaciones de elefantes los parámetros más críticos son tal vez la fecundidad de los animales en edad de reproducción, de 15 a 45 años, y la mortalidad en la misma gama de edades (siempre que no haya una mortalidad neonatal excesiva). Durante la elaboración de modelos de la población de elefantes del valle del Luangwa, Hanks y McIntosh (1973) descubrieron que, entre todos los mecanismos homeostáticos de reproducción, las variaciones de los intervalos entre partos (fecundidad) tenían la mayor influencia en el desarrollo de la población. Si se logra la estabilidad con una fecundidad muy baja y una mortalidad muy baja, la producción de animales (y, por tanto, de marfil) no será alta. Lógicamente, para una producción máxima, cuanto más alta sea la fertilidad mayor será el potencial. Una población estable como resultado de una fecundidad elevada y una mortalidad igualmente elevada será más productiva. Ahora bien, en esta población hipotética no se tienen en cuenta los mecanismos conocidos de los elefantes para autoregulación. Desafortunadamente, hay muy pocos casos documentados de poblaciones estables, y aún menos análisis de la fecundidad y la mortalidad de éstas. Laws y col. (1975) realizaron un estudio detallado de la dinámica de la población del parque nacional de Murchison Falls, pero en esa época esta población estaba en realidad reduciéndose. Esta población se caracterizaba por una fecundidad muy reducida y una mortalidad elevada. He elaborado un modelo para una población estable partiendo de los valores de mortalidad y fecundidad calculados para la población del parque nacional de Murchison Falls (Laws y col., trabajos citados). En un principio resultaba una población en baja; corregí las cifras de fecundidad aumentándolas, y las de mortalidad reduciéndolas hasta lograr la estabilidad. Las condiciones medias eran una fecundidad de 0,2 crías por hembra adulta por año, y una mor talidad en cada categoría de edad de 0,03 animales por año. Utilizando las fórmulas para peso de colmillos de Pilgram y MWesterm (1983) para machos y hembras de Africa oriental, estudié los resultados de wa población estable de un millón de animales. Mi cálculo del total de marfil producido por muerte natural es de unas 670 toneladas por año. El peso medio considerado para el colmillo de un macho es 12,6 kg, y 3,4 kg para las hembras, lo que da un promedio combinado de 8 kg. El resultado es similar a la demanda del comercio internacional (700-800 toneladas por año, E. Bradley Martin, 1983). Ahora bien, €s totalmente irrealista esperar que todas las poblaciones de elefantes de Africa alcanzarán un día un estado estable con estos parámetros específicos de población en una escala de un millón de cabezas. Esto no ocurrirá nunca. Se considera que uma población es estable cuando alcanza el nivel de población de equilibrio ecológico ("carrying capacity"). Al parecer, hay muy pocas poblaciones de elefantes en Africa cerca de este nivel. Los animales están desmejorando la vegetación en el parque nacional de Chobe, Botswana (Clive Walker, inf. pers.) y en el parque nacional de Ruaha, República Unida de Tanzanía (Borner y Severre, 1983), pero esto no significa que, sin intervenir, la población dejará de aumentar. Al considerar la estabilidad de poblaciones de elefantes, no se deben olvidar los largos intervalos de espera antes de que se puedan apreciar los efectos de la autoregulación. Ocurre con frecuencia que las poblaciones exceden del nivel conveniente y reducen la población de equilibrio de la zona antes de que se puedan observar indicios de regulación. Caughley (1974) sugiere que quizá los elefantes no estén regulados en una situación de estabilidad, con números constantes, sino que tienen ciclos prolongados que corresponden a sus propios efectos en el medio ambiente. Todo esto es algo hipotético; se dejan muy pocas poblaciones en las condiciones necesarias para probarlo. Es muy posible que las poblaciones de Africa estén hoy muy por debajo de la población de equilibrio, en vista del régimen actual de caza, y aunque se suspendiera toda caza ilegal, no es seguro que haya la zona de actividad necesaria para que se desarrollen de forma arbitraria hasta un límite indeterminado que corresponda a la población de equilibrio, y, por lo tanto, a la estabilidad. 16 Supongamos que la población de elefantes de Africa es de un millón de cabezas, y que este número es muy inferior a la capacidad de carga. Si se retira la influencia de la caza, cabe esperar que los animales se desarrollarán rápidamente hasta alcanzar una población de equilibrio ecológico distante. La mortalidad natural sería baja, y la fecundidad alta. Supongamos que en principio la población de elefantes no llega al millón de cabezas, y que al llegar al millón se ha logrado una estructura de edades estable. Es interesante estudiar la explotación de marfil durante el año en que la población excede de un millón de cabezas (marfil derivado de la mortalidad natural únicamente). Elaboré un modelo de esta situación utilizando parámetros de una población en crecimiento rápido en Zimbabwe (R.B. Martin - tesis de doctorado en preparación) con una fecundidad en la escala media de 0,25 crías por hembra adulta por año, y una mortalidad de 0,01 animales por año en cada categoría de edad, con un índice de desarrollo del 5%. Utilizando la misma técnica para calcular la producción de marfil presentada más arriba, se obtienen 200 toneladas en el año en que la población llega al millón de cabezas. El promedio de los pesos de colmillos es de 11,3 kg para los machos, 3,1 kg para las hembras y 7,2 kg en general. El bajo índice de mor talidad es causa de la escasa producción. Con el mismo enfoque pero ajustando los parámetros para obtener un índice de desarrollo del 3,6% (0,22 crías por hembra adulta por año, y una mortalidad de 0,015 en la escala media), aumenta la producción a 300 toneladas, con el mismo peso medio de colmillos. Si por algún milagro se acabara toda la caza ilegal, y todos se sentaran a esperar la prosperidad de la mortalidad natural, tendrían una decepción. Lo primero que ocurriría sería un crecimiento acelerado de las poblaciones de elefantes, y habría que esperar mucho tiempo la estabilización y el aumento del rendimiento de marfil por mortalidad natural. Veamos ahora las aplicaciones de la explotación selectiva para estabilizar artificialmente la población en un millón de cabezas. La estrategia de ges tión utilizada en el modelo fue eliminar un número suficiente de animales en las manadas en edad de reproducción para nivelar la población. Se hizo una reducción de hembras en la misma proporción en que éstas se presentan en la población, y se aplicó el mismo tratamiento a los machos que habrían acompañado las manadas de hembras (mi suposición es los machos de menos de 12 años). No se tocaron los machos de más de 12 años. Se supone que la mortalidad natural interviene además de la explotación selectiva. En este caso, no se trata de una suposición infundada, siempre hay un nivel de mortalidad natural debido por ejemplo a accidentes, enfermedad y predación, que no está relacionado con el grado de densidad. En el caso de la población descrita más arriba, que aumenta en un índice del 3,6%, la explotación anual aumenta a 765 toneladas (peso medio de colmillos; machos 15,2 kg, hembras 2,7 kg, general 8,8 kg). En el caso de la población que aumenta en el 5%, la explotación es de 784 toneladas (peso medio de colmillos. machos 15,6 kg, hembras 2,4 Kg, general 8,8 kg). Después de estudiar estas posibilidades, no puedo dejar de probar el efecto que tendría en la explotación cierto nivel de caza de machos de más de 45 años. Resulta un aumento muy reducido cazando el 5% de los machos de esta categoría: la explotación aumenta a 790 toneladas. Estoy seguro de que todavía se pueden mejorar los resultados con otras manipulaciones de los datos y de las estrategias de gestión, pero no se alcanzó el tiempo para hacerlo. Un ejercicio de simulación con una caza selectiva de las mismas proporciones entre los machos y las hembras dio como resultado una reducción del marfil recogido; está claro que toda gestión del marfil debe tender a dejar un máximo de machos en la categoría superior de edades. 17 En la estrategia de gestión que acabamos de presentar, y en la de Pilgram y Western (trabajos citados) se supone que se hallarán todos los colmillos de animales muertos naturalmente. Parker (1979) da ejemplos de índices de hallazgo, que son generalmente bajos (un 6% de los colmillos disponibles; sin embargo, Bell, en un análisis del trabajo de Parker (1979), calcula de nuevo los índices de hallazgo y habla de un 25%). Según Paker, el 20% de los colmillos en el mercado se obtienen por muerte natural; tengo la impresión de que el porcentaje es mucho más bajo hoy día. En los colmillos que examiné en varias tiendas de marfil en países africanos hallé muy pocos que cumplían con las condiciones de Parker (trabajos citados) para hablar de muerte natural. Sería irrealista pedir que todo el marfil africano se obtenga por recolección de animales muertos naturalmente; es inevitable que los cazadores con iniciativa quieran acelerar el proceso. Ahora bien, lo importante es que sólo se han de cazar los machos más viejos, y que la caza debe limitarse a un pequeño porcentaje para que no caiga la explotación de marfil. Este es un proceso relativamente fácil de controlar; el peso medio de los colmillos que se obtienen en cazas de safari son un buen indicador del grado de explotación. Naturalmente, no todas las poblaciones de elefantes se controlan por razones económicas, y se puede pensar que los argumentos anteriores sólo tienen una aplicación limitada. La caza selectiva se realiza normalmente cuando las poblaciones exceden de la población de equilibrio, con el único fin de reducir el número de animales y proteger la vegetación. Sin embargo, es interesante observar que una estrategia de caza selectiva utilizada por razones de conservación quizá sea también la solución ideal por consideraciones de producción de marfil. El objetivo de la última serie de pruebas con modelos que realicé era examinar los efectos de exigir un rendimiento constante de marfil de una población en crecimiento rápido, utilizando la caza selectiva para los colmillos más grandes. Esto tal vez se aproxime más a la situación africana actual. El grado de selectividad era directamente proporcional al peso de los colmillos en cada categoría de edad; utilicé las fórmulas de regresión de Pilgram y Western para el marfil de Africa oriental. El resultado es que se puede mantener una producción de un poco más de 400 toneladas con una población de un millón de animales. En este nivel, el índice de desarrollo de la población era efectivamente cero. El índice de desarrollo inicial de la población no era particularmente crítico, las dos poblaciones que acabamos de definir, que se desarrolarían con un índice de 5% y 3,6%, sin caza, y otra población con un índice de crecimiento de 2,3% daban una producción de más de 400 toneladas, con pequeñas diferencias debidas al valor de la mortalidad natural. El peso medio de los colmillos de machos era de 3,6 kg, que es bastante inferior a los del mercado hoy día. En el estudio de modelos se observan algunos puntos interesantes. Partiendo de la distribución de edades estable obtenida antes de iniciar la caza, la población daba muestras de una gran capacidad de adaptación, y tardaba 25-50 años para adquirir otra distribución de edades estable con condiciones de explotación por caza. A pesar de que estas poblaciones sólo lograban un índice de desarrollo del 2,3-5% sin caza, podían soportar una explotación apenas inferior al 7% en el punto de rendimiento máximo sostenido. Esto se obtiene gracias a la nueva distribución en la pirámide de edades, pues predominan los animales jóvenes en la población, lo que origina un índice de reproducción aparentemente alto. Ahora bien, si se suprime la influencia de la caza, el índice de desarrollo vuelve al valor que se había definido en un principio. Parker y Bradley Martin (1982) en su trabajo titulado "How many elephants are Killed in the Ivory Trade” afirman que "dentro de la capacidad que puede mantener teóricamente una población de elefantes” cabe esperar porcentajes de hasta 4,1%. Este modelo confirma esta afirmación. 18 Como 400 toneladas no es bastante para cubrir la demanda comercial, he examinado rendimientos sostenidos de poblaciones de 1,5 a 2 millones de animales, Como era de esperarse, el rendimiento aumenta a 600 y 800 toneladas respectivamente. Examiné luego una situación en que se trataría de explotar una cantidad superior al rendimiento sostenido de una población con capacidad para desarrollarse en un 5% sin caza. En este caso, las condiciones iniciales del modelo tienen mucha influencia en el resultado final, y hay una amplia gama de posibilidades que se pueden probar. Trataré únicamente dos. La primera es considerar una población de 2 millones de elefantes con una distribución de edades estable que resulta de una explotación de 800 toneladas, que la población puede dar como rendimiento sostenido, y aumentar luego la explotación a un poco más de 800 toneladas. La población tarda 34 años en reducirse a un millón y medio de animales, otros 6 años para reducirse a 1 millón, y otros 5 años para extinguirse. La segunda posibilidad es someter una población de 1 millón de animales con un índice de desarrollo del 5%, con una distribución de edades estable, a una explotación de 750 toneladas por año. La población sigue aumentando durante 22 años hasta un tope de algo menos de un millón y medio de animales, y de ahí empieza a reducirse. Tarda otros 14 años para reducirse hasta el nivel anterior de 1 millón de animales, y luego se extingue en 7 años. Los resultados de estos modelos con explotación constante dan pie a un debate interesante; todo el debate se funda en la suposición de que el modelo no dista mucho de ser correcto. Si consideramos que la cantidad de marfil en el mercado ha sido de 600-800 toneladas durante los últimos cuatro años, y que el peso medio de colmillos en el mercado es superior a los límites que se obtienen con modelos de explotación constante, estamos tentados de pensar que los cálculos actuales de población de elefantes de Africa son demasiado bajos. Sólo una población de unos 2 millones de animales podría dar este rendimiento. Para los cálculos he considerado los pesos de colmillos de Africa oriental, y éstos tal vez sean superiores a los de otras poblaciones de elefantes de Africa, lo que daría aún más peso al argumento; si el peso de los colmillos es inferior, se necesitan más animales para lograr el rendimiento. Los colmillos vendidos en Hong Kong y Japón en 1983 se obtuvieron de 67.000 animales (Caldwell, 1984). El máximo de la caza sostenida en una población de 2 millones de elefantes es de unos 130,000 animales. Este argumento sólo tiene un defecto, pero que basta para invalidarlo. Si la población de elefantes de Africa fuera de 2 millones, y se estuvieran explotando 750 toneladas por año, la población no sólo podría dar este rendimiento sostenido sino que estaría aumentando con un índice del 2-3%. Ahora bien, hay bastantes indicios para pensar que no ocurre esto. Es prueba suficiente la reducción que evidencian numerosos estudios (Douglas-Hamilton, 1984b). Esto me motivó a buscar un escenario que cumpliera con las siguientes condiciones: a) La población se está reduciendo. b) La explotación es de 750 toneladas por año. Cc) La cantidad explotada se obtiene de unos 700,000 animales. d) El peso medio de los colmillos es de 6 kg aproximadamente. Mediante la elaboración iterativa de modelos logré obtener una solución que cumplía con todas las condiciones. Se lograban las condiciones impuestas iniciando la explotación de una población de 750.000 animales con una estructura de edades normal. La población aumentaba hasta 1.000.000 de animales aproximadamente, a pesar de la explotación, y empezaba a reducirse. 19 Al bajar a menos de 800,000 animales se cumplían todas las condiciones. El proceso tardaba unos 30 años desde el comienzo de la explotación, y daba una población actual de unos 800.000 animales reduciéndose en un 1,8%. La distribución de edades era inestable, y con este grado de explotación la población caería en menos de 10 años. Antes de extender inquietud y desaliento, permítaseme repetir que se trata de un modelo, que puede tener errores, y que no tiene en cuenta numerosos factores que pueden influir en la situación. Cladwell (1985) corrigió su cálculo del número de animales muertos en 1983 para el comercio del marfil, y ahora habla de unos 47,000, y se ha reducido el número de 1984 a unos 26.000, Por otra parte, mo se han incluido consideraciones de exportaciones ilegales ni de industrias de talla nacionales de los países productores. Teniendo en cuenta lo anterior, ¿qué principios se han de adoptar para establecer cupos? Después de mi visita a los países productores de marfil, se completó el estudio de modelos que había realizado; por esa época no disponía de los resultados. Si consideramos que los resultados son acertados, es evidente que las poblaciones no podrán seguir sosteniendo una explotación de 750 toneladas mucho tiempo, y por lo tanto, hay que fijar cupos destinados a corregir la situación. Durante mi viaje dí los siguientes principios, que todavía pueden tener validez: a) Si se tiene controlada una población de elefantes para caza deportiva (colmillos grandes), no se debe autorizar la caza anual de más del 0,5% de los animales. b) La caza de una parte de machos que no exceda del 2% de éstos no afectará seriamente la población, pero la cantidad de marfil obtenido a largo plazo no será necesariamente superior. Cc) Para obtener el máximo rendimiento de una población que no ha alcanzado la población de equilibrio, lo mejor tal vez sea la caza únicamente en las manadas en edad de reproducción. Siempre que la caza constituya una "banda" a lo largo del borde de la pirámide de edades, explotando todas las categorías de edades en la proporción en que se presentan en la población, mo cambiará la forma de la pirámide de edades, y se po drá llevar un control de machos con miras a un rendimiento máximo de marfil. Una caza de 5% máximo no provocará la reducción de la población. (Los modelos tratados antes confirman que así se obtiene el rendimiento máximo en una población que no ha alcanzado la población de equilibrio). d) Debe evitarse wa explotación importante por caza selectiva. (El estudio con modelos demuestra que las poblaciones pueden soportar con seguridad hasta el 6% en esta forma, pero así no se logra la mayor cantidad de marfil, y es la forma que más perturba las poblaciones.) En la sección que sigue se tratan los métodos para calcular el número de animales que mueren cada año, la cantidad de marfil que se obtiene de ellos, y los cupos de exportación que se desprenden de este marfil. 20 METODOLOGIA Para llegar a un cálculo definitivo del número de colmillos que podrá exportar un país, es necesario realizar una serie de etapas diferentes. Sería fácil calcular el cupo especificando sencillamente un porcentaje de la población de elefantes, pero se dejarían probablemente de lado una serie de factores. La metodología que se presenta puede parecer demasiado compleja, y se Puede pensar que pocos países pueden disponer de la información necesaria para realizar este ejercicio. Manifiesto con vehemencia que no estoy de acuerdo. ES muy posible que el primer año pocos países tengan datos precisos ya del número de elefantes, ya de los factores que influyen en estos números. Sin embargo, pienso que el objetivo del sistema de cupos ha de ser mejorar la gestión de los elefantes de Africa en el transcurso de varios años, y el empezar con un método que no cubre todas las ramificaciones no es la mejor forma de lograrlo. En la metodología descrita se especifican claramente los puntos oscuros del proceso de cálculo definitivo, estos puntos deben ser objeto de investigación mientras funciona el sistema de cupos. Obsérvese que el solo hecho de adoptar públicamente la decisión de aplicar un sistema de cupos ha puesto sobre el tapete muchos interrogantes que, por lo que sé, no se habían tratado nunca con detenimiento. En el primer capítulo dije que era necesario instaurar un sistema de gestión activo y de adaptación. El establecimiento de un cupo de exportación de marfil ofrece una buena oportunidad para poner esto en práctica. Ninguna persona familiarizada con los aspectos técnicos, que realice el siguiente ejercicio de definición del cupo, se sorprenderá por el hecho de que desconoce los factores apropiados a utilizar en cada etapa del cálculo. El procedimiento adecuado es hacer un cálculo aproximado (aun si se trata de ua pura suposición), y ver que ocurre al final del año en que se aplica el cupo. Se puede corregir el cálculo y mejorarlo para el siguiente año. Pero lo más importante es poner en práctica sistemas de recopilación de datos durante el año, que permitirán examinar el cálculo inicial. Se compararán el cálculo inicial y el resultado final, a fin de hacer cálculos precisos el siguiente año. En la cantidad de marfil disponible para exportación en un país intervienen muchos factores, y cada país tiene políticas diferentes que hay que tener en cuenta. Al comenzar este viaje llevaba un formulario establecido para determinar cupos, que hubiera podido servir en Zimbabwe, pero que no cubría todas las diferencias del resto de Africa. Probando el método en muchos países se pusieron de manifiesto los desperfectos de mi sistema inicial, y lo que se expone aquí ya está muy mejorado. Esta serie definitiva de procedimientos no debe encontrar problemas mayores en los países en que las autoridades trabajaron conmigo en el ejercicio inicial. Para aquellos que leen el tema por primera vez, he tratado de presentar una serie clara y secuencial de etapas que permiten llegar al cupo final de exportación. Zi l: Resúmen del Método Se da a continuación una descripción breve de cada etapa del procedimiento: 1. Calcular el número de animales que mueren en el año del cupo. 2. Calcular cuántas de estas muertes quedarán registradas oficialmente, es decir, los casos en que los responsables gubernamentales registrarán los colmillos. 3. Calcular cuántos animales tendrán colmillos, es decir, aquéllos que no son demasiado jóvenes. 4. Calcular el múmero de colmillos (hay que considerar un porcentaje de animales con un colmillo o sin colmillos). 5. En caso de que el país haya establecido un tamaño mínimo del colmillo para exportación, calcular el número de colmillos por debajo y por encima de este límite. 6. Calcular el número de colmillos que las autoridades confiscarán el año del cupo, tanto los procedentes del mismo país como los que vienen de países vecinos. Una vez confiscados, los colmillos se pueden exportar legalmente. 7. Calcular las existencias de marfil que quedan de años anteriores, tanto en manos del gobierno como del sector privado, que se pueden exportar el año del cupo. 8. Calcular el número total de colmillos disponibles el año del cupo, adicionando las cantidades anteriores (puntos 4.+ 6.+ 7.) 9. Calcular el nmúmero de colmillos que consumirá la industria nacional de talla. 10. Restar esta cantidad del total de colmillos; la diferencia es el CUPO DE EXPORTACION. 11. Restar del cupo el nmúmero previsto de colmillos como trofeo de caza deportiva, la diferencia es el número de colmillos que se calcula van a entrar en el comercio. He preparado dos formularios para calcular la producción de marfil. El primer (Formulario Q1) sirve para calcular el número de animales que mueren el año del cupo, y el número de colmillos que se obtienen de ellos. El segundo (Formulario Q2) sirve para calcular el número de colmillos exportados. A continuación tratamos detenidamente cada etapa del método. 22 Anexo 3 ESTIMACION DE LA PRODUCCION DE MARFIL Y DEL CUPO DE EXPORTACION FORMULARIO Q1: ESTIMACIÓN DEL NUMERO DE ANIMALES QUE MUEREN DURANTE EL AÑO DEL CUPO PAIS — +e.........o cooocon.ooo.oo AÑO ..oooo FICHA ++». DE»... Peso mín.de los colmillos a la A Kg. 112688" I MORTALIDAD TOTAL REGION DE ESTIMACIO E ESA E EE mort. elimin.] explo- [caza caza de|caza ORIGEN DE LA POB. natural| de anim tacion |[deport. MERA AT Subtotal de las fichas precedentes: E e] E TOTALES [unrima Picma unzcamenTE | 7 de la pob.que muere durante el año del cupo(100xH/A) MN Factor de recuperación EE] [Ela TY AE COLMILLOS LEGALES Factor: no. con colmillos ¡A ¡E [PA] ames co conos E A Factor: no. de colm./anim. Factor: no. de colm.>límite E | (EA! ¡| No. DE COLMILLOS SUPERIOR AL LIMITE a No. DE COLMILLOS INFERIOR AL LIMITE EN Los totales de las casillas X, Y, Z se transfieren a la fórmula Q2. du Formulario Q1: Cálculo de elefantes que mueren el año de la cupo Zonas con elefantes; Se divide el país en zonas con poblaciones de elefantes. El principio en este caso es señalar un número de zonas suficientes para tener en cuenta las diferencias en los factores que afectan las poblaciones de elefantes. Por ejemplo, se puede empezar con una relación de los parques nacionales, las reservas de caza y las zonas oficiales de caza, y terminar con las zonas que no tienen un destino particular pero que contienen elefantes. Hay espacio en el impreso para señalar 25 zonas de ZONA DE ORIGEN. En algunos países, como Zambia y República Unida de Tanzanía, se puede necesitar otra hoja para hacer una lista completa; en estos casos, los subtotales de la primera hoja se pasan a la segunda. Se rellenará la parte inferior de la hoja, titulada HOJA FINAL UNICAMENTE en la segunda hoja en estos casos. En general, es mejor dividir el país en las unidades más reducidas posibles en esta etapa del ejercicio. Cálculos de poblaciones de elefantes: Se escribirá el cálculo del número de elefantes en cada zona mencionada en el punto 1, en la columa CALCULO DE POBLACION. Aunque pueda resultar pesado, repito que es mejor cualquier cálculo que dar ninguno, y el hecho de que no se tengan números precisos para una zona determinada no es motivo para no hacer una suposición basada en la información disponible. Causa de muerte; Bajo el título CAUSA DE MUERTE hay tres subtítulos, que establecen tres clases principales de muerte de elefantes: NATURAL - edad avanzada, inanición, enfermedad, predación, lucha y accidentes. GESTION - muertes decididas en las políticas de gestión y operaciones planeadas. ILEGAL - muertes provocadas por la caza sin permiso oficial. La sección GESTION está dividida a su vez en cuatro tipos de acciones de gestión que se definen a continuación: a) SELECCION - la caza de elefantes por razones de conservación. La razón más corriente de esta acción es el deterioro del habitat. La selección puede ser una reducción en gran escala para reducir la población a un nivel inferior, o puede consistir en la muerte de un número de termina do de animales cada año para evitar que la población siga creciendo. b) EXPLOTACION- la muerte de elefantes por razones económicas. Todas las poblaciones de elefantes pueden soportar cierto nivel de explotación sin reducirse; aunque hasta ahora ningún país (que yo sepa) explota oficialmente las poblaciones de elefantes, esta categoría puede tener aplicaciones importantes en la gestión del futuro. 24 Cc) CAZA DEPORTIVA- la muerte de elefantes en caza recreativa. En esta categoría están incluidos los turistas extranjeros y los residentes del país que tienen permisos de caza expedidos por las autoridades. d) CAZA DE CONTROL- la muerte de elefantes para proteger cultivos, cercados y la población humana. Cálculo de muertes en cada zona, por categorías: Se dan a continuación una serie de principios para calcular el número de animales muertos por cada categoría de CAUSA DE MUERTE. Al final de cada sección doy una "regla" arbitraria para aquéllos que la necesiten. a) MUERTE NATURAL: En esta etapa nos interesa determinar el número de animales que mueren por causas naturales durante el año del cupo, ya sea que se recuperen sus colmillos o no. No deben incluirse en esta categoría los animales que mueren por las heridas de cazadores. Para realizar este cometido de una forma verdaderamente científica sería necesario disponer de datos precisos sobre la estructura de edad de población y la mortalidad por edades. No es seguro que esto exista para alguna población de elefantes en Africa, Laws y col. (1975) calcularon niveles de mortalidad elevados para la población de gran densidad de North Bunyoro (5 - 6,5% global)1. Estos niveles tal vez se presenten únicamente en poblaciones que no se cazan, y que exceden en mucho de la población de equilibrio. Douglas-Hamilton (1973) da una mortalidad del 10%-de crías, y del 3 - 4% en adelante, para la población de Lake Manyara, que es muy densa. Hanks y McIntosh (1973), en modelos del elefante de Luangwa, consideraron tres niveles de mortalidad en la mayor parte del abanico de edad: bajo (1%), medio (1,5%) y alto (4%). La mortalidad natural es generalmente muy baja en las poblaciones cazadas, y esta es tal vez la situación en la mayor parte de Africa. En mi propio trabajo, con datos de una pobla ción bastante "jóven" de la "Sengwa Wildlife Research Area”, los niveles de mortalidad resultaban muy bajos. alrededor de 2 - 3% de crías, y alrededor de 1% en la mayor parte de la vida. En un análisis de causas de muerte en el registro de muertes de elefantes del parque nacional Kasungu en Malawi, Richard Bell y yo observamos que los colmillos obtenidos de animales muer tos por causa natural ascendían aproximadamente al 1% de la población calculada. El control por tierra en el parque es relativamente intenso, y cabe pensar que se registran la mayoría de las muertes. ¿Qué puede ocurrir cuando se aplica a una pirámide de edad típica de una población de elefantes una curva de mortalidad con valores elevados para crías, y en los últimos años de la vida? Si bien la mortalidad es alta entre los animales viejos, hay pocos de éstos, y su influencia no es muy importante en las cantidades totales. Hacia el centro de la escala de vida la mortalidad es baja pero el número de animales es importante. En la primera edad hay muchos animales y la mortalidad es alta, pero se hallan pocos cuerpos, pues es más difícil verlos, y a menudo los destruyen los depredadores. Me parece que lo más acertado en este ejercicio es aplicar un porcentaje fijo al número total de animales, de aproximadamente 1%, y confiar en que los años siguientes habrá suficiente información para corregirlo. Norma 1: trabaje con el 12 de mortalidad por causas naturales, a no ser que se tengan datos más precisos. 25 b) c) d) e) SELECCION: Actualmente sólo se hace la selección de elefantes en Zimbabwe y en Sudáfrica, el número de animales que se han de cazar cada año depende grandemente de la relación entre las densidades de las poblaciones de elefantes y el daño hecho a la vegetación. Por ejemplo, en el parque nacional de Hwange, en Zimbabwe, que es una zona de poca precipitación de lluvia (400-600 mm.), se considera que ocurre daño grave de vegetación cuando las densidades de elefantes son superiores a 1 por km“; el programa actual de selección busca reducir la población de unos 18.000 a unos 13.000 al fin de lograr esta densidad. El problema se complica por la distribución irregular de la población en el parque, debido a la disponibilidad de agua. En el valle del Zambesi, en los complejos de Mopane/Miombo, el nivel que determina la selección es una densidad de 0,7 por km?. La selección depende de las políticas de conservación de bosques, y del cálculo del "daño" causado a estos bosques según las especificaciones de las políticas. En general, la población de equilibrio de elefantes se reduce con arreglo al promedio de precipitación anual de lluvia y a la fertilidad del suelo. EXPLOTACION: Intervienen aquí los principios de explotación de poblaciones de elefantes tratados en secciones anteriores de este capítulo. Los porcentajes se aplican a la población considerada globalmente, no únicamente a los machos adultos. Norma 2: La caza de explotación no debe exceder del 0,57 sí se busca una producción máxima de marfil, Norma 3: Sí se cazan finícamente machos adultos, el máximo será el 2Z. De esta forma se permite que algunos machos lleguen a la categoría de edad más avanzada. Norma 4: El máximo rendimiento sostenído es de un 5% cuando se explotan todas las categorías de edad. Con este nivel de explotación, es mejor matar manadas enteras en edad de reproducción, que cazar de forma selectiva. CAZA DEPORTIVA: La Norma 2 se aplica a las poblaciones de elefantes que se manejan exclusivamente para obtener colmillos grandes como trofeos de caza. CAZA DE CONTROL: El múmero de animales que se cazan por medida de control depende de dos factores. El primero es el grado de reclamación de los agricultores que quieren proteger sus cultivos, y el segundo es el límite en que las autoridades están dispuestas a aceptar estas reclamaciones. En las políticas de algunos países se prohibe la caza de machos con colmillos muy grandes, como medida de control (por ejemplo, Zimbabwe), mientras que en otros se cazan los animales con colmillos grandes. El matar animales para proteger los cultivos es con frecuencia la forma más ineficiente de utilización =del elefante, y no siempre la mejor forma de evitar los ataques de los «cultivos (Bell, 1985a). Estos animales serían mucho nmás productivos en la actividad de caza de safari, o dejándolos morir por causa natural para obtener el peso máximo de marfil. Sin embargo, no cabe duda de que los elefantes pueden hacer daños enormes en los cultivos, y si no se atiende a las reclamaciones se puede incitar a la caza ilegal. La mejor forma de calcular las cifras de esta columna es hacer caso de la historia de la caza de control en cada zona mencionada. Con este fin, es importante instaurar un sistema de información preciso. 26 Norma 5: Para hacer cálculos de la caza de control, obsérvense las cífras de años anteriores anotadas en el registro del marfil para la zona de que se trata. f) CAZA ILEGAL: Es difícil hacer un cálculo de animales muertos por cazadores sin permiso, pero no imposible. Si bien el marfil de cazadores sin permiso que no se dejan atrapar no formará parte del cupo de exportación legal de un país, es importante calcular el número de animales muertos por su influencia en el programa de gestión preparado por el país de que se trata. Se incluirán en esta categoría los animales cuya muerte haya sido provocada por heridas de cazadores furtivos. (Los animales que mueren por heridas de caza de otras categorías de gestión se incluyen en esas categorías.) Se pueden hacer cálculos tomando como base los datos de cuerpos hallados en el terreno, o comparando con estadísticas interiores de exportación de marfil con las de los países importadores, y considerando la diferencia como una medida de la caza ilegal. Finalmente, si no se tienen datos de ninguna clase, una suposición totalmente arbitraria es mejor -que nada; fuera del marfil que se recupera de animales muertos por heridas (véase más arriba), la vaza ilegal no entra en el cupo de exportación. Animales que mueren el año del cupo: Se adicionan las filas y las colummas de la tabla, para obtener los siguientes totales que se anotan en las casillas marcadas con letras: B- Mortalidad natural 6.2 Selección D - Explota ción 5 => Caza deportiva F - Caza de control G - Caza ilegal H - Total de los anteriores Se ha completado la primera parte del impreso de cálculo del cupo;-se calcula luego la sección titulada HOJA FINAL UNICAMENTE. El primer paso es obtener la proporción de la población que muere el año del cupo. se divide el número de animales muertos por la población calculada (100 x H/A %). Si el porcentaje es superior o inferior al conveniente, puede ser necesario corregir algunos de los cálculos de GESTION, pues esta es la única sección en que las autoridades tienen influencia. Si los cálculos de CAZA ILEGAL son superiores al 1-2%, tal vez mo se pueda hacer ninguna caza de GESTION, y la acción indicada es velar por la aplicación de la ley. Muer tes que dejan colmillos legales: Este total comprende únicamente las muertes de elefantes que dejan marfil legal, incluyendo por el momento los animales que no tienen colmillos por ser demasiado jóvenes. No se incluyen los cuerpos registrados de los que se había retirado ilegalmente el marfil. Las autoridades registrarán y marcarán todos los colmillos de los animales que entran en esta categoría. Se registrarán (o se deberían registrar) todas las muertes en los casos de selección, explotación, caza deportiva y caza de control, y los totales 207 de las casillas C, D, E y F se pueden transferir directamente a la fila de MUERTES QUE DEJAN COLMILLOS LEGALES. Se trata a continuación de dos columnas que requieren una explicación. a) MORTAL IDAD NATURAL: Hay que multiplicar el número de animales que mueren (Casilla B) por un Factor de recuperación para obtener el total de la Casilla Il. En zonas bien patrulladas, en las que se recuperan la mayoría de los colmillos, o en las que los residentes entregan regularmente los colmillos hallados a las autoridades, este factor puede ser elevado (p.ej. 0,9); en las zonas en que no hay personal del departamento de la fauna que controle la tierra, o en las que se hallan los colmillos pero éstos pasan al comercio ilegal, este factor puede ser cero. b) CAZA ILEGAL: El único marfil recuperado es el de los animales heridos que no pueden recuperar los mismos cazadores furtivos. En este caso, el Factor de recuperación no se puede fundar sino en la experiencia en la zona de que se trata. Depende tanto del grado de vigilancia por tierra como del porcentaje de animales heridos que escapan de los cazadores furtivos, y mueren sin que éstos los hallen. En el análisis mencionado del parque nacional de Kasungu, el número de colmillos recuperados de animales que se sabía habían muerto por causa natural. Así pues, en el caso de Malawi, se elegirá un factor de multipli- cación del número de animales muertos ilegalmente que dé como resultado para la Casilla J la mitad del número de colmillos de la Casilla Il. Tal vez el mejor método en estos dos casos sea retroceder partiendo de los datos que se tienen del año anterior sobre cuerpos hallados cuando se puede establecer “uma muerte natural o provocada por heridas. Los resultados se anotan en las Casillas J e I. Se debe calcular por otros métodos el número de muertes naturales y provocadas por heridas (por ejemplo, suponer una mortalidad natural del 1% de la población para obtener el total de la casilla B). Se puede calcular luego el factor retrocediendo. Norma 6: Para obtener el factor de recuperación calcule hacia atrás partiendo de los totales de las casillas 1 y J. Se adicionan las casillas I, C, D, E, F, J para obtener K —MUERTES QUE DEJAN COLMILLOS LEGALES. Número de animales que tienen colmillos: El objetivo de este cálculo es sacar del cupo calculado los animales que no han alcanzado la edad en que salen los colmillos. No se incluirán en este punto los animales adultos sin colmillos. Hay grandes diferencias entre las categorías de muerte del animal; en cada caso se requiere un factor diferente. La excepción es la CAZA DEPORTIVA, en la que se puede transferir el número directamente a la próxima fila (Casilla E). Se trata a continuación el Factor: múmero con colmillos en el impreso de cál culo del cupo. a) MORTALIDAD NATURAL: El índice de mortalidad más alto entre los elefantes jóvenes se presenta poco después del nacimiento, cuando aún no han desarrollado colmillos permanentes. Esto podría inducir a pensar que un alto porcentaje de los animales que mueren por causas naturales no tiene colmillos. Sin embargo, esto está compensado con 28 creces por el hecho de que se hallan pocos cuerpos de animales jóvenes. El factor para calcular el número de animales que mueren por causas naturales, y que tienen colmillos, se podría sacar de un registro de marfil en el que se anoten todas las muertes de elefantes, incluidos los animales sin colmillos. Esto se hace en el registro del parque nacional de Kasungu; se observa que hay muy pocos casos de muertes naturales de animales sin colmillos. Lo mismo se observa en los datos de SWRA, en los que no hay más de 4 - 5 cuerpos de animales muy jóvenes en un período de unos 10 años. La situación puede cambiar en condiciones de sequía extrema, en 1984 , en el parque nacional de Mama Pools, Zimbabwe, se registraron bastantes muertes de elefantes muy jóvenes. Recomiendo utilizar un factor elevado (0,9 o superior). (Casilla L = Casilla I x Factor) b) SELECCION: En una muestra de unos 800 animales muertos en SWRA, que comprende manadas completas y una cantidad equilibrada de machos, el porcentaje de animales que todavía no tenían colmillos era de 0,15. Por lo tanto, el factor para el número de animales con colmillos debe ser 0,85 aproximadamente. “(Casilla M = Casilla C x Factor) c) EXPLOTACION: Si la explotación se realiza de la misma forma que la selección, se utiliza el mismo factor. Ahora bien, si se cazan únicamente machos adultos, el factor es 1. (Casilla N = Casilla Dx Factor) d) CAZA DE CONTROL: En este caso, el factor depende grandemente de las políticas del país de que se trata. Si no se matan nunca animales jóvenes como medida de control el factor es 1. Si se mÍitan a veces animales de esta categoría, se puede obtener el factor de los registros. Cabe pensar que en cualquier país se cazan muy pocos elefantes demasiado jóvenes para tener colmillos; tiene fundamento fijar un factor muy cercano a uno. (Casilla O = Casilla F x Factor) e) CAZA ILEGAL: La única razón para trabajar con un factor en este caso es considerar la posibilidad de que haya animales demasiado jóvenes para tener colmillos entre los cuerpos de animales muertos por heridas de cazadores furtivos, que éstos no logran hallar. Un ejemplo son los animales que pierden su madre en la caza, y mueren poco después. La única base del factor son los registros existentes de la región de que se trata. Es poco probable que el factor se apar te mucho de uno. (Casilla P = Casilla J x Factor) La casilla Q es la suma de las casillas L,M,N,E,O,P, y representa el número total de ANIMALES CON COLMILLOS que quedarán registrados oficialmente. Número de colmillos: Se introduce un factor de corrección por el número de animales con un solo colmillo, o sin colmillos. La proporción de estos animales no es la misma en todas las regiones de Africa, de suerte que el Factor: aúmero de colmillos/animal depende de la región. En una muestra de selección en SWRA se obtuvo un factor de 1,92 para ambos sexos combinados. Ahora bien, 29 el factor era más elevado para los machos (1,98) que para las hembras (1,88). Rodgers y col. (1978) observaron un factor de 1,88 para animales de República Unida de Tanzanía. Tal vez haya que utilizar un factor superior en el caso de CAZA DEPORTIVA, pues se cazan menos con un colmillo que en otras clases. Ahora bien, todo esto puede ser insignificante; el resultado no cambiará micho si se aplica en todas partes un factor de 2. Se aplica este factor a las casillas L, M, N, O, P y Q para calcular el nuevo valor de las casillas R, S, T, U, V, W y X, que es el NUMERO TOTAL DE COLMILLOS. Peso mínimo del colmillo para exportación: Algunos países han impuesto un límite mínimo para el tamaño de las colmillo de los animales que se pueden cazar, y han utilizado este límite para la exportación. Varios países de habla francesa siguen utilizando este sistema, y en general en los países en que hay una industria nacional de la talla de marfil desarrollada hay tendencia a destinar los colmillos más pequeños a esta industria, y exportar los más grandes. Pilgram y Western (1984) hacen ver que si se limita la caza a ciertas dimensiones del colmillo, se garantiza la seguridad de las poblaciones de elefantes. Como hay políticas diferentes en los países productores de marfil (que se tratan en el siguiente capítulo), no se puede introducir en esta etapa un tamaño mínimo "general" para el colmillo en el comercio internacional de marfil. Sin embargo, nada impide a un país determinado imponer este límite en su territorio, y el objetivo de esta sección es tener en cuenta esta posibilidad. En la parte superior del Impreso Q1 hay una casilla para indicar el tamaño mínimo del colmillo para exportación. Para calcular el número de colmillos que exceden de este tamaño, se determina un Factor: múmero de colmillos > límite. El factor depende del origen de los colmillos, y tal vez la mejor forma de calcularlo en cada caso sea tomar datos de los registros del marfil en cada país. Otra forma de obtener un valor para el factor es hacer una serie de aproximaciones a lo largo de varios años de cálculo de cupos. A continuación se trata someramente el caso en las diferentes categorías; a) MORTALIDAD NATURAL: De los datos del parque nacional de Kasungu se obtiene un factor de 0,35 para el número de colmillos de más de 1 kg. de animales muertos por causas naturales. Esto indica que se recogen muchos colmillos pequeños; es muy posible que el factor sea más elevado en la mayoría de los países. b) SELECCION: De una muestra de 800 animales cazados por selección de SWRA se obtienen los siguientes factores para el número de colmillos que exceden de un peso determinado. En los datos están incluidos machos adultos que formaban parte de las manadas en edad de reproducción. 30 Límite inferior en peso Porcentaje superior al peso límite inferior 0,67 0,47 0,32 0,23 0,19 0,13 0,11 Sa ob ooobado E A aa ORO Y 0,07 0,05 KB. cooocoooororrrororrrrrccrcrcrromooos. KB. cooooooooooomooPoorcrrrrrannrnnoooooos. ES dodo boob So o ela loja lole lalo loja tato io No altela e 1 2 3 5 6 7 8 ORB. cocococonooooooPomocccccccorarananoooo... 0 Zo ga OO 0008000 0 DOI OOO c) EXPLOTACION: Si se realiza de la misma forma que la selección, los factores deben ser los mismos. Si la selección se limita a los machos adultos, y no se matan animales por debajo del límite oficial, el factor es naturalmente l. d) CAZA DEPORTIVA: Todos los colmillos deben ser superiores al límite legal, y el valor de la casilla U se puede transferir directamente a la casilla inferior correspondiente. e) CAZA DE CONTROL: De los datos del parque nacional de Kasungu se obtiene un factor de 0,97 para el número de colmillos de más de 1 kg. Sin embargo, en Malawi hay un incentivo para cazar animales con colmillos grandes por razones de control, y es muy posible que esta cifra sea inferior en otros países. f) CAZA ILEGAL: De los datos de Kasungo sobre animales muertos por heridas se obtiene un factor de 0,93 para colmillos de más de 1 kg. Téngase presente que mo se incluye en esta etapa el cálculo del marfil confiscado. Se anota el total de colmillos por encima del límite impuesto en la casilla Y (NUMERO DE COLMILLOS POR ENCIMA DEL LIMITE). El número de colmillos por debajo del límite (Casilla Z) se obtiene restando la casilla Y de la casilla X. Se tranfieren los totales de estas tres casillas a las casillas apropiadas del impreso Q2 para empezar la segunda parte del cálculo del cupo de exportación. RERXAXAXKAAAAKAAXAAKAAA 31 EST1:4CION DE LA PRODUCCION DEL MARFIL Y DEL CUPO DE EXPORTACION FORMULARIO Q2: ESTIMACION DEL CUPO DE EXPORTACION DE MARFIL PAIS AÑO Peso mín.de los colmillos a la exportaci A A Ko. En Ha ZU Rmn TOTAL DE COLMILLOS ORIGINARIOS DE REGIONES DEL PAIS Transferencia de la formula Ql + ESTIMACION DEL MARFIL CONFISCADO ORIGINARIO DEL PAIS + ESTIMACION DEL MARFIL CONFISCADO ORIGINARIO DE OTROS PAISES Y QUE NO SERA DEVUELTO MARFIL ALMACENADO DESDE AÑOS ANTERIORES 1. “STOCKS GUBERNAMENTALES + 0:0-00000000 2. COMERCIANTES PRIVADOS 10000 3. RESERVADO PARA LAS EXPORTACIONES DE EFECTOS PERSONALES + 0000000 TOTAL DE COLMILLOS PARA EL AÑO DEL CUPO + TOTAL DE COLM.UTILIZADOS A NIVEL INTERNO 100 TOTAL DE COLMILLOS A EXPORTAR CUPO MENOS: NUMERO DE TROFEOS (COLMILLOS) CAZA DEPORTIVA, Casilla U de la fórmula Ql Y, EFECTOS PERSONALES, Casilla P de la presente formula NUMERO NETO DE COLMILLOS COMERCIALIZADOS Ñ 1. Formulario 0 2 Cálculo del cupo de exportación TOTAL DE COIMILLOS DE LAS ZONAS DEL PAIS Las tres candidades del impreso Q1 se anotan en las casillas X, Y y Z. Los títulos POR DEBAJO DEL LIMITE y POR ENCIMA DEL LIMITE se refieren al Peso mínimo del colmillo de exportación especificado en la casilla en la parte superior de la hoja. CALCULO DEL MARFIL CONFISCADO CON ORIGEN EN EL PAIS Esta categoría es la más difícil de calcular sin una bola de cristal. Observando los registros de varios países se ve claramente que las cantidades de marfil confiscado tienden a ser cantidades discretas muy grandes imposibles de prever. El problema es que en varios países constituye la mayor parte del cupo de exportación, y se ridiculiza el sistem si una gran cantidad de marfil confiscado hace que parezcan pequeñas todas las cantidades calculadas con cuidado en el impreso Ql. Como este marfil lo confiscan las autoridades, es desde luego legal para exportación por el gobierno. Ahora bien, está claro que ningún gobierno desea fundar su gestión en esta base. La opinión general manifestada en los debates que sostuve en varios países es que el incluir una parte importante de marfil confiscado en el cálculo del cupo no es práctico ni conveniente. La mejor solución es administrativa; tener el marfil confiscado separado del resto del cupo, y dejar una posibilidad en el sistema de cupos para que el país que confisque una gran cantidad de marfil pueda informar a la Secretaría de CITES, después de la confiscación, que esa cantidad se sumará al cupo de exportación durante el año del cupo. Sin embargo, es muy raro que un país pase un año sin confiscar una cantidad mínima de marfil, esta es la cantidad que debe anotarse en las casillas correspondientes de esta sección. El cálculo se puede fundar sencillamente en las cantidades mínimas o típicas de años anteriores. Analizando el registro del marfil del país de que se trata se pueden obtener los porcentajes de colmillos por encima y por debajo del límite de exportación. Por ejemplo, en el depósito de las oficinas centrales de Malawi, el 77% de los colmillos confiscados pesaban más de 1 kg., y el 23% menos. Se anotan estos totales en las casillas a, b y c. MARFIL CONFISCADO CON ORIGEN EN OTROS PAISES Aquí también valen los argumentos de la sección precedente. Las posiciones en cuanto a devolver el marfil confiscado al país de origen son diferentes según el país en Africa. Existe un proyecto de colaboración en los países de Africa central para impedir que un país exporte el marfil de otro. En cambio, en los países de Africa del sur no es probable que se devuelva el marfil. Se han hecho propuestas de creación de un fondo con este marfil confiscado, para apoyar los esfuerzos de conservación de Africa. Se trata el tema con más detenimiento en las medidas administrativas. En lo que toca a políticas, sería poco aconsejable incluir una cantidad importante de este tipo de marfil en las casillas d, e y f. 33 4. EXISTENCIA DE MARFIL DEL AÑO ANTERIOR 1. Existencias en manos del gobierno: Esta parte es para los colmillos que queden del año del cupo anterior. Se pueden definir con precisión los porcentajes por encima y por debajo del límite de exportación, pues los colmillos están en manos del gobierno. Se anota esta información en las casillas g, h y 3. 2. Existencias en manos de negociantes del sector privado: Es muy importante considerar esta parte en el cálculo del cupo; cualquier cantidad de marfil de esta categoría es una causa potencial de problemas graves si no se considera en el resultado. Se debe aplicar únicamente a los negociantes del país de origen (se trata más adelante, en el siguiente capítulo). Como en el caso anterior, se pueden definir con precisión los valores de las casillas k, 1 y m. 3. Parte para la exportación de artículos personales de par ti culares: Es una categoría menor que cubre el caso específico de un residente del país que tenga colmillos como trofeos, no adquiridos el año del cupo, que decide dejar el país y exportar estos trofeos como efectos personales. Necesitará un permiso de exportación. Se puede dejar una parte para estos casos en las casillas m, o y Pp. Es muy poco probable que estos colmillos pesen menos que el mínimo de exportación, o que entren en el comercio. TOTAL DE COIMILLOS DISPONIBLES EL AÑO DEL CUPO En las casillas q, r y s se anotan los totales de las casillas anteriores. TOTAL DE COIMILLOS PARA EL CONSUMO INTERNO Se deja una parte para los colmillos que consumirá la industria nacional de la talla. Es el total de todos los colmillos que pesan menos del mínimo de exportación (casilla q) y una parte de los colmillos por encima del límite de exportación (casilla t). La suma de estas dos cantidades es el número de colmillos para el consumo interno (casilla u). TOTAL DE COIMILLOS PARA EXPORTACION La cantidad de la casilla v se obtiene restando la cantidad de la casilla t del número total de los colmillos por encima del mínimo de exportación (casilla r). Esta cantidad es la CANTIDAD DE EXPORTACION definitiva. NUMERO DE COIMILLOS QUE ENTRAN EN EL COMERCIO INTERNACIONAL Se obtiene el número de colmillos en el comercio (casilla x) restando el número de colmillos como trofeo (Caza deportiva - casilla u en el impreso Ql, y casilla o en el impreso Q2 del total del cupo de exportación (casilla v). RRXAARAHKA RARA AAA El Apéndice 12 es un ejemplo de cálculo del cupo por medio de los formularios Q1 y Q2 para Zimbabwe. 34 FACTORES CLAVES EN LA DETERMINACION DE CUPOS En esta sección trataré las consecuencias del establecimiento de cupos para todos los países, y en la sección que sigue trataré aspectos de los cupos que son propios de cada país. ES El método presentado puede parecer desalentador. Cada país puede seguir un método diferente; lo importante es que se traten las siguientes preguntas importantes; a) ¿Cuántos elefantes mueren en el país el año del cupo? b) ¿Cuántos colmillos se obtienen de estos animales? c) ¿Cuántos colmillos se obtienen de otras fuentes? d) ¿Cuántos de estos colmillos entrarán en el comercio internacional? Aunque parezca evidente, no sobra decir que el cálculo del cupo puede tener muy poco valor si no se estudia el problema de esta form. Es necesario que las agencias encargadas de la fauna en cada país consideren la población total de elefantes en el país, y no únicamente los animales que viven en zonas protegidas. Es necesario que estas autoridades consideren todas las existencias de marfil del país, y no únicamente los colmillos que pasarán por las manos del gobierno. Hay que registrar los colmillos de negociantes del sector privado y de las industrias de la talla. Si bien el sistema de cupos para el comercio internacional mo puede influir de ninguna manera en las industrias nacionales de talla, las agencias responsables de la fauna que trabajan a conciencia deben considerar ellas mismas tanto el marfil para exportación como el interno. Un cupo de exportación que parezca muy inferior al mínimo rendimiento sostenido de una población de elefantes no tiene sentido sí la industría nacional de la talla consume una gran cantidad de marfil que las poblaciones no pueden soportar. Un aspecto fundamental del cálculo del cupo es entender los diferentes componentes del total final. ¿Cuántas muertes de elefantes son el resultado de una gestión positiva de las autoridades, y cuántas muertes se deben a factores que éstas no pueden controlar? Está claro que el objetivo es lograr que cada vez más muertes se atribuyan a la gestión, y reducir la parte de caza ilegal. Realizando un proceso de establecimiento del cupo como el descrito, se ve claro rápidamente qué parte del marfil circula sin dejar huella en los registros de las autoridades. Esta parte no está constituida necesariamente por los colmillos de la caza ilegal; en muchos de los sistemas administrativos que conocí se ve claramente que una parte importante del comercio del marfil empieza y termina en el sector privado, sin que las autoridades controlen ni observen el proceso en ninguna etapa, y no se está infringiendo ninguna ley. Es esencial considerar la introducción de un sistema de cupos como un paso hacia una gestión activa y flexiabla. En un principio, hay que aceptar por completo que pocos países tienen la información necesaria para calcular con precisión su producción de marfil. Sin embargo, es esencial que las autoridades de que se trata se atrevan a hacer suposiciones basadas en los datos disponibles en todas las etapas del proceso de cálculo, y acepten que 35 el año siguiente se podrán mejorar éstas. Al mismo tiempo, para poder mejorar los cálculos, hay que poner en ejecución un sistema de recopilación de datos, que permitirá responder a las preguntas que surgieron el primer año del cupo. Se discutió la cuestión de la explicación del cupo en todos los países visitados. ¿Sería suficiente comunicar una cantidad a la Secretaría de CITES, o hay que acompañar esta cantidad con una explicación del cálculo? La mayoría de los países preferirían algún tipo de procedimiento standard para el establecimiento de cupos; después de seguir el método presentado aquí, manifiestan que no ven inconveniente en presentar sus cálculos de una forma similar. Todos los países estaban muy conscientes de que, quiera o no quiera, sus cupos serían sometidos irremediablemente a algún tipo de examen, de modo que lo mejor era anticiparse a las preguntas dando una explicación completa del resultado. Un cupo basado únicamente en registros anteriores de exportaciones sería mucho menos aceptable que un cupo que se explique por razones de gestión. Una ventaja de presentar todos los cálculos que llevan al cupo de exportación final es que se muestran claramente las fuentes principales de marfil a los países no productores. Muchos critican los países africanos diciendo que las exportaciones de marfil no trabajado son en gran parte el resultado de los permisos de exportación expedidos. Es una idea simplista que no tiene en cuenta las numerosas fuentes de marfil. En efecto, en todos los países visitados, la menor parte de las exportaciones de marfil corresponde a la caza deportiva, y estos colmillos no entran en el comercio internacional. Aun así, parece que todavía hay grupos de presión que reclaman la prohibición de la caza como la solución para la preservación del elefante; el hacer efectivas estas prohibiciones no reducirá de ninguna manera el comercio ilegal, y hasta puede agravarlo. Al principio de este capítulo cité un aparte de la Secretaría de CITES en que se afirmaba que "para que el sistema de cupos tenga éxito, los cupos deben ser realistas". En cada país manifesté que había que cuidarse de establecer un cupo reducido, irrealista a la luz de la historia reciente de las exportaciones de marfil, Por otra parte, es prácticamente seguro que en muchos países el índice de explotación de las poblaciones de elefantes es muy superior al máximo que pueden soportar éstas. Por consiguiente, considerar únicamente el nivel de exportaciones de marfil de años anteriores para establecer un cupo es evitar enfrentarse con las responsabilidades de conservación. Me parece que el único enfoque acertado es aplicar un método similar al que se presenta en este capítulo, y en caso de duda sobre los valores correctos de cada etapa del cálculo adoptar un valor superior más bien que un valor inferior, No tiene ningún interés subestimar el número de animales que morirán el año del cupo, y en el plano financiero sería irresponsable provocar una situación en que se tiene que almacenar mar fil para no excederse del cupo establecido, debido a un error técnico. Ahora bien, hay que comparar minuciosamente el cupo final de expor ta ción obtenida por este método, con las exportaciones recientes registradas, y si hay grandes diferencias, o si el resultado no es lo que desean las autoridades por razones de conservación, repetir el cálculo hasta encontrar una solución aceptable. El cálculo del cupo por es pe ci fi ca ción de sus partes constituyentes deja la posibilidad de decidir en qué aspecto se hacen modificaciones. Si en vista del resultado las autoridades concluyen que se estaban sobreexplotando innecesariamente las poblaciones de elefantes en el pasado, no veo ninguna razón para seguir apli cando sencillamente el mismo nivel de explotación. 36 CUPOS DE EXPORTACION EN CADA PAIS La Secretaría de CITES me pidió calcular un cupo de exportación total para Africa, para lograrlo hay que calcular los cupos que se podrían atribuir a cada país. Mi posición es delicada. En cada país subrayé que mi función no era establecer el cupo de exportación sino ofrecer asistencia cuando fuera necesario. En los ejercicios de simulación para la definición de un cupo se trataba ante todo de demostrar la técnica, y no fijar un cupo final de exportación. Da la impresión de que voy a romper mi palabra en este capítulo. Ahora bien, no voy a reproducir los resultados del ejercicio de definición del cupo en cada país, sino que haré mi propio cálculo de cupos. Los responsables gubernamentales no deben pensar que el objetivo de mis cálculos es influir sobre decisiones, y deben considerar estos únicamente como una guía general. Es posible que en muchos casos no haya considerado las políticas de los gobiernos de que se trata, ni las realidades políticas de la situación. El tiempo disponible no permite realizar todo el proceso de los formularios q1 y Q2 para todos los países. Se han hecho los cálculos muy rápidamente, tratando únicamente de poner de manifiesto los aspectos principales del cupo que se podría prever en cada país. He aplicado los siguientes principios: a) A largo plazo, cuando se maneja una población de elefantes para la producción de marfil, el rendimiento máximo sostenido se obtendrá mediante una caza reducida de machos grandes, combinada con un programa de selección en manadas de edad de reproducción si no se puede permitir que las poblaciones aumenten hasta el nivel de estabilidad. Sin embargo, sugerir de pronto que hay que suspender la caza de elefantes inmediatamente en toda Africa es una acción que seguramente no será acogida con aprobación, y que probablemente dará fuerza al comercio ilegal. Una estrategia más acertada en esta etapa sería tratar de limitar la caza aproximadamente al 2% de la población, lo que permitiría el aumento del número de animales, y reducir después gradualmente la caza de machos en el transcurso de varios años. Lo anterior vale siempre que haya una zona de actividad suficiente para que las poblaciones de elefantes aumenten; de no ser así, las estrategias adecuadas de selección son una alternativa para lograr una producción elevada. Subrayo que, al contrario de lo que se piensa intuitivamente, la mayor producción de marfil a largo plazo se obtiene mediante una baja explotación de machos adultos. b) Teniendo en cuenta las necesidades de los países consumidores, he calculado adrede el cupo más alta posible compatible con la estrategia presentada en el punto a) anterior. Pasar inmediatamente a la estrategia óptima de explotación mínima provocaría una depresión de la producción de marfil que duraría varios años, mientras las poblaciones de elefantes se recobran, y empiezan a aparecer colmillos grandes. He tratado de trazar una ruta que permita cierto nivel de producción mientras las poblaciones se recobran. c) He dividido el cupo en dos; o una cantidad correspondiente al rendimiento sostenido, y un excedent que puede resultar el primer año del sistema de cupos debido a cantidades de marfil almacenadas, o a operaciones de selección, pero que no se puede considerar como una parte del cupo en los años siguientes. Hay excedentes de este tipo al escribir este documento, en febrero de 1985, pero es posible que hayan ingresado en el comercio internacional antes de la instauración del sistema de cupos, en 1986. 5 d) e) f) 8) h) 1) 3) He tratado de considerar, dentro de lo posible, las políticas de utilización de la fauna en cada país. Es posible que haya sugerido algún tipo de caza incompatible con las políticas de conservación de algunos países; en estos casos, el cupo final de exportación sería inferior. No he incluido la caza deportiva en el cálculo del cupo, ya que estos colmillos no entran en el comercio internacional. Siempre que el cupo de caza deportiva no exceda en cada país del 0,5% aproximadamente del cálculo de población, se puede permitir ésta además del cupo mercantil sin poner las poblaciones en peligro de reducción. Para hacer cálculos de peso de marfil en los casos en que no tenía datos sobre el promedio del peso del colmillo, utilicé la cifra de Caldwell (1984) (5,9 kg., redondeado a 6 kg.) para colmillos que entraron en el comercio de Hong Kong y Japón en 1983. En cuanto a las operaciones de selección, supongo que el 85% de los animales tienen colmillos, y que el peso medio del colmillo es de 3 kg., tomando como base los datos de Zimbabwe. Para facilitar los cálculos, supongo que todos los elefantes tienen dos colmillos. Todos los pesos dados son en kilogramos. He excluido la caza ilegal del cupo, pues no tengo medios para calcular su importancia. Parker y Bradley Martin (1982) afirman que la mayoría de los colmillos de origen ilegal salen sin embargo de Africa con documentos legales. Si esto es cierto, estos colmillos constituirían una parte del cupo de exportación, y habría que reducir proporcionalmente el resto del cupo, que corresponde a las políticas de gestión. No explico cómo se obtienen las pequeñas cantidades de colmillos que he considerado en algunos países como excedentes de fin de año, marfil confiscado o hallazgos de animales muertos por causas naturales. Parker (1979) calculaba que la proporción de marfil hallado, en el mercado de Hong Kong, era de un 20%, pero yo considero cantidades menores en estos cálculos porque pienso que la mortalidad natural ha disminuido en los últimos años debido a la caza intensiva. En los registros del marfil de Malawi y República Unida de Tanzanía, este marfil representa alrededor del 1%. Es muy difícil establecer cupos para países que afirman que su política de explotaión de elefantes es la prohibición total de la caza, O autorizar únicamente un número limitado de trofeos de caza de safari, pero exportan a menudo cientos de toneladas. En estos casos, he considerado un cupo de explotación, ciñéndome al principio presentado en el punto b) anterior. Ahora bien, este cupo de explotación no forma parte de las políticas oficiales. Es difícil de tener en cuenta el estado de guerra de algunos países. En estos casos, me limito a calcular un cupo que se podrá hacer efectiva una vez restablecido el orden. Las siguientes consideraciones están en el orden en que se presentan los países en la tabla 1. Se utilizan los cálculos finales de población de esta tabla. 38 AFRICA OCCIDENTAL Población de elefantes: 16.900 Africa occidental tiene poco peso en el comercio internacional. Con una explotación del 2%, producirá unos 700 colmillos, destinados por completo al consumo interno. Cupo sostenida: 700 colmillos, que pesan 4,2 toneladas Excedente 1986 únicamente: cero Industria interna; 700 colmillos, que pesan 4,2 toneladas Cupo de exportación 1986: cero AFRICA CENTRAL República Centroafricana Población de elefantes: 19.500 Con una explotación del 2,1% de la producción sería de 800 colmillos por año, que pesan 4.8 toneladas. Froment (1985) calcula que la industria nacional de la talla consume entre 15 y 30 toneladas cada año. Está claro que la producción sostenida no puede satisfacer esta demanda, aun destinándola enteramente a la industria interna. No quedan excedentes para un cupo de exportación. Cupo sostenido: 800 colmillos, que pesan 4,8 toneladas Excedente 1986 únicamente: cero Industria interna; 800 colmillos, que pesan 4,8 toneladas Cupo de exportación 1986: cero Camerún Población de elefantes: 12,400 Prácticamente toda la producción de marfil de Camerún es para el consumo interno, y el país no exporta desde 1981 (Caldwell, 1984).- Sin embargo, las autoridades desean tener un pequeño cupo de exportación, en previsión de un excedente, y para mantener una parte de competencia entre la industria de la talla y los compradores internacionales. Actualmente, los artesanos utilizan una proporción importante de marfil ilegal en su trabajo, y las autoridades están tomando medidas para reducirla. Es posible que las poblaciones de elefantes del país sean estables, y aun que estén aumentando modestamente. Una explotación del 2% produciría unos 500 colmillos. El peso medio del marfil confiscado en la bodega de Yaounde es de unos 12 kg.; la producción anual sería de 6 toneladas calculando con esta cifra. Dejando 400 colmillos para el consumo nacional, resultan 100 colmillos para exportación cada año, que pesan 1,2 toneladas. Las autoridades poseen unos 400 colmillos (4,8 toneladas) en sus depósitos. Supongo que se exportará totalmente este marfil en 1986. Cupo sostenido: 500 colmillos, que pesan 6 toneladas Excedente 1986 únicamente; 400 colmillos, que pesan 4,8 toneladas Industria interna; 400 colmillos, que pesan 4,8 toneladas Cupo de exportación 1986: 500 colmillos, que pesan 6 toneladas 39 Chad Población de elefantes. 2.500 Se ha cazado intensamente en esta población de elefantes, y quedan pocos animales con colmillos grandes. El objetivo principal de las autoridades es llevar la población a niveles anteriores, después de la guerra. El rendimiento máximo durante varios años no debe exceder del 2% - menos de preferencia. Se obtendrían pues unos 100 colmillos únicamente, que absorbería por completo la industria interna de la talla. Las autoridades creen que todavía hay mucho marfil ilegal escondido en el país, después de la guerra, y están considerando medidas especiales para recuperarlo. Suponiendo que su proyecto tendrá éxito, se prevén 25 toneladas mínimo de marfil recuperado y exportado. Cupo sostenido: 100 colmillos, que pesan 0,6 t. Excedente 1986 únicamente; 4.000 colmillos, que pesan 25 t. Industria interna; 100 colmillos, que pesan 0,6 t. Cupo de exportación 1986: 4.000 colmillos, que pesan 25 t. Con go Población de elefantes; 59.000 El Congo exportó las siguientes cantidades a Hong Kong en los últimos años: 1979 1980 1981 1982 1983 Peso total: 52.754 68.493 117.882 61.009 814 kg. Promedio peso colmillo; 9,8 6,7 6,8 5,8 5,9 kg. Número de animales; 2.692 5.111 8.667 5.259 69 Datos de Caldwell (1984). Utilicé los promedios de pesos de colmillos de Hong Kong y Japón combinados, que pueden ser un poco altos. Las autoridades se sorprendieron al enterarse de estas cifras, pues en sus propios registros sólo aparece una parte del total. Es muy posible que se hayan presentado certificados de origen falsos para documentar exportaciones de Zaire. A continuación el cálculo de un cupo posible, que comprende un cupo de explotación del 1% fundado en la propuesta de "caza furtiva legalizada", que se trata en el último capítulo de este informe. Animales Colmillos Peso medio Peso total Mort. natural: 50 100 6 600 Explotación: 600 1.200 10 12.000 Confiscaciones: 100 200 6 1.200 Excedente: 250 500 6 3.000 TOTALES: 1.000 2.000 16 .800 Se supone que 800 colmillos van al consumo interno, de 6 kg.c/u- 4,8 t. Se supone que 1.200 colmillos se exportan, de 10 kg.c/u - 10 o Cupo sostenido: 2,000 colmillos, que pesan 12 t. Excedente 1986 únicamente: cero Industria interna; 800 colmillos, que pesan 4,8 t. Cupo de exportación 1986: 1.200 colmillos, que pesan 12 t. 40 NOTA: El cupo representa el 1,6% de la población calculada por año. Aun si la población real fuera de sólo 20.000 animales, el porcentaje de explotación acendería al 5%, que todavía se puede soportar. Guinea Ecuatorial Población de elefantes: 1.800 La producción sostenida sería de menos de 100 colmillos, que representan menos de una tonelada por año. Toda la producción es para el consumo interno. No se ha incluido aquí esta cantidad. Gabón Población de elefantes: 48.000 Como el Congo, gabón es un país para el cual es difícil calcular un cupo. La historia de exportación de marfil de Gabón es insignificante, ante todo porque hay un mercado importante de marfil trabajado en Libreville. Si suponemos que cada uno de los 35.000 residentes franceses compra 0,3 kg. de mar fil trabajado, el consumo interno anual sería de 10 toneladas. Algunos residentes de Gabón me afirmaron que esta cifra sería superior. Una cantidad importante de marfil bruto y trabajado entra al país ilegalmente, procedente de países vecinos. Una caza de 1.000 animales (2,1%) da una producción de 2.000 colmillos. Si suponemos que la industria interna consume 1.800 de estos colmillos con un peso de 6 kg., y que se exportan los otros 200 colmillos, de 10 kg., el cupo de exportación sería de 2 toneladas. Como en el caso del Congo, si la población sólo fuera la mitad de la calculada, el cupo todavía sería sopor table. Cupo sostenido; 2.000 colmillos, que pesan 12,8 t. Excedente 1986 únicamente: cero Industria interna; 1.800 colmillos, que pesan 10,8 t. Cupo de exportación 1986: 200 colmillos, que pesan 2,0 t. Zaire Población de elefantes; 523.000 Hay una prohibición de caza vigente en Zaire actualmente, pero esto no ha impedido una cantidad importante de caza ilegal. En 1983, Zaire exportó 40 toneladas a Hong Kong, y es posible que circulen grandes cantidades de marfil hacia países vecinos. Por eso es difícil calcular un cupo legal. Reconociendo la situación de hecho, se ha hablado de un sistema de "caza furtiva legalizada” con las autoridades en Zaire, para substituir la caza ilegal. En los cálculos a continuación he incluido un cupo de explotación de 0,5% para este medio de obtención de marfil. Animales Colmillos Peso medio Peso total Mort. natural: 500 1.000 6 6.000 Explotación: 2.500 5.000 10 50.000 Confiscaciones: 500 1.000 6 6.000 Excedenter, 500 1,000 6 6.000 TOTALES; 4.000 8.000 68.000 Se supone que 3.000 colmillos van al consumo interno, de 6 kg. c/u - 18 t. Se supone que 5.000 colmillos se exportan, de 10 kg. c/u - 50 t. 41 Cupo sostenido: 8.000 colmillos, que pesan 68 t. Excedente 1986 (úinicamente» cero Industria interna: 3.000 colmillos, que pesan 18 t. Cupo de exportación: 5.000 colmillos, que pesan 50 t. NOTA: Este cupo representa el 0,8% de la población; si no hubiera sino 100.000 animales, el cupo aumentaría al 4% de la población, que sigue siendo soportable. AFRICA ORIENTAL Etiopía Población de elefantes; 9.000 La confiscación es la fuente principal de marfil legal. No hay selección ni explotación, y la caza por razones de control es muy reducida. Las autoridades no tienen micho interés en fomentar la utilización de los elefantes para el comercio del marfil, y es raro que en un año se extiendan más de 10 permisos de caza deportiva. Hay actualmente ww excedente de 500 colmillos en Addis Abbeba, que he considerado para exportación. Se podría establecer el cupo de esta forma: Animales Colmillos Peso medio Peso total Mort. natural 15 30 6 180 Control: 10 20 10 200 Confiscaciones: 75 150 10 1.500 TOTALES: 100 200 1.880 Excedente A 300 10 3.000 (1986 únicamente) B 200 6 1.200 (Hay 2 tipos princi- pales en los depósitos 500 4.200 de marfil) Se supone que 100 colmillos van al consumo interno, de 9 kg. c/u - 0,9 t. Se supone que 100 colmillos se exportan, de 10 kg. c/u - IONES Cupo sostenido: 200 colmillos, que pesan 1,9 t. Excedente 1986 únicamente: 500 colmillos, que pesan 4,2 t. Industria interna; 100 colmillos, que pesan 0,9 t. Cupo de exportación: 600 colmillos, que pesan 5,2 t. Kenya Población de elefantes: 28.000 Kenya es un caso aparte, por no tener industria interna de la talla ni negociantes del sector privado. Hay que exportar todo el marfil. Se obtiene marfil únicamente de la caza deportiva, las muertes por causas naturales y la confiscación. Los elefantes en Kenya sirven ante todo en el turismo; por lo tanto, no tiene micha utilidad calcular un porcentaje de caza tomando como base la población. 42 Animales Colmillos Peso medio Peso total Mort. natural: 50 100 6 600 Control; 150 300 6 1,800 Confiscaciones: 200 400 6 2.400 Excedente” 100 200 6 1.200 TOTALES: 500 1.000 6.000 Cupo sostenido: 1.000 colmillos, que pesan 6,0 t. Excedente 1986 únicamente: cero Industria interna: cero Cupo de exportación 1986: 1.000 comillos que pesan 6,0 t. El cupo representa el 1,7 % de la población. Somalia Población de elefantes: 9.000 Rige desde 1971 una prohibición de caza, y están prohibidos igualmente toda industria privada y el comercio de marfil no trabajado. El gobierno es tá montando una pequeña industria de la talla. La mayor parte del cupo de Somalia son las existencias de 40 toneladas en manos del gobierno actualmente; el gobierno tiene la intención de deshacerse de estas existencias en un futuro cercano. El marfil que se adquiera en adelante será para el consumo interno; un rendimiento sostenido del 1,1% representaría 200 colmillos para este fin. Cupo sostenido: 200 colmillos, que pesan 1,2 t. Excedente 1986 Gfinicamente: 12.276 colmillos, que pesan 40 t. Industria interna: 200 colmillos, que pesan 1,2 t. Cupo de exportación: 12.276 colmillos, que pesan 40 t. Su dán Población de elefantes. 32.300 Desde 1983 están prohibidas las exportaciones de marfil no trabajado. Sin embargo, algunos negociantes del sector privado están cumpliendo contratos que se extendían más allá4 de la fecha de prohibición. Las autoridades desean establecer un cupo bastante alto el primer año del sistem para deshacerse de las existencias actuales, y piensan establecer un cupo reducido en adelante para negociar el marfil que pueda recibir el gobierno. Animales Colmillos Peso medio Peso total Mort. natural 25 50 6 300 Control: 150 150 10 3.000 Confiscaciones:; 125 250 6 1.500 TOTALES”: 300 600 4.800 Excedente (1986 únicamente ) 5.000 6 30.000 Se supone que 300 colmillos van al consumo interno, de 6 kg. c/u - 1,8 t. Se supone que 300 colmillos se exportan, de 19 kg. c/u - 3,0 t. 43 Cupo sostenido: 600 colmillos, que pesan 4,8 t. Excedente 1986 Ginicamente: 5.000 colmillos, que pesan 30 t. Industria interna: 300 colmillos, que pesan 1,8 t. Cupo de exportación 1986: 5.300 colmillos, que pesan 33 t. Es posible que la población de elefantes de Sudán pueda dar un rendimiento sostenido superior, pero en este caso tengo en cuenta el deseo de las autoridades, que están ansiosas por recobrar el estado de la población, que ha soportado una caza intensa estos años, y está constituida ante todo por animales jóvenes. Caldwell (1984) afirma que el peso medio de un 90% de los colmillos exportados era de 3,9 kg. República Unida de Tanzanía Población de elefantes: 216.000 Se gún parece, el nivel de explotación es bastante bajo comparando con el resto de Africa, aunque no se sabe qué cantidad representa el comercio ilegal. República Unida de Tanzanía ha exportado últimamente unas 10 toneladas anuales. Una característica del cupo de República Unida de Tanzanía es el porcentaje elevado de animales muertos como medida de control (en este punto se diferencia de todos los demás países). Las cantidades de confiscaciones y de colmillos recuperados de animales muertos por causas naturales son relativamente bajas. He calculado un cupo "máximo"; la explotación aumenta durante algunos años sin exceder de este nivel. Reduje el número de animales muertos como media de control, y establezco en cambio un cupo de animales muertos como explotación económica (caza furtiva legalizada) en las zonas por fuera de los parques nacionales. Se considera que el peso medio de colmillos de animales de explotación económica es de 15 kg., pues el estado de conservación de las poblaciones del país es relativamente elevado. Considero igualmente un cupo de selección en el parque nacional de Ruaha, en atención a los trabajos de Barnes (1983). Barnes recomendaba un número mucho más grande que el que se da a continuación, pero pensó después que la caza ilegal podría representar la reducción necesaria. Mi punto de vista es que estableciendo un número más bajo oficialmente durante varios años sucesivos se obtienen mejores resultados. La cantidad para el consumo de las industrias nacionales de la talla se funda en un consumo de unas 7,5 toneladas en Dar es Salaam (datos del "Ivory Room”); se considera una cantidad equivalente para el resto del país. No hay negociantes de marfil del sector privado, todos los colmillos para la industria interna provienen de ventas del gobierno. Animales Colmillos Peso medio Peso normal Mort. natural: 200 400 5 2.000 Explotación: 1.000 2,000 15 30.000 Control: 500 1.000 10 10.000 Confiscaciones:; 300 600 5 3.000 Excedente: 250 500 10 5.000 TOTALES: 2.250 5.000 50.000 Excedente 3.000 5.000 3 15.000 (1986-1988 Gínicamente) (operaciones de selección) Se supone que 2.000 colmillos van al consumo interno, de 7,5 kg. c/u - 15 t. Se supone que 2.500 colmillos se exportan, de 14 kg. c/u - 35 t. 44 Cupo sostenido: 4.500 colmillos, que pean 50 t. Excedente 198% únicamente: 5.000 colmillos, que pesan 15 t. Industria interna: 2.000 colmillos, que pesan 15 t. Cupo de exportación 1986: 7.500 colmillos, que pesan 50 t. Dejando de lado las operaciones de “selección, el cupo representa aproximadamente el 1% de la población de elefantes, a lo que se puede añadir un pequeño porcentaje de caza deportiva. Uganda Población de elefantes: 2.000 Una producción del 2,5% representaría unos 100 colmillos, los cuales supongo que se consumen en el país, AFRICA MERIDIONAL An go la Población de elefantes: 12.400 En vista de la incertidumbra actual en Angola, quizá sea lo mejor es table cer una parte de un 2% que se hará efectiva cuando se normalice la situación. Esta parte representa 250 animales (500 colmillos). Suponiendo que 100 colmillos se quedan en el país (promedio del peso del colmillo 6 kg.), el cupo de exportación sería de 400 colmillos (4 toneladas, pues peso unitario 10 kg.). Cupo sostenido: 500 colmillos, que pesan 4,6 t. Excedente 1986 únicamente: cero Industria interna: 100 colmillos, que pesan 0,6 t. Cupo de exportación: 400 colmillos, que pesan 4,0 t. Botswana Población de elefantes; 45.300 Las poblaciones de elefantes están aumentando en Botswana. Se prohibió la caza hace dos años, y las confiscaciones constituyen la fuente principal de marfil. Como en República Unida de Tanzanía, calculé un cupo "máximo", que comprende la posibilidad de seleccionar en el parque nacional de Chobe, y una parte de explotación para satisfacer las necesidades rurales. Si bien el gobierno no tiene actualmente excedentes de marfil significativos, queda la posibilidad de que el sector privado tenga existencias. En los cálculos que siguen no se ha dejado ninguna parte para esta categoría de marfil. Animales Colmillos Peso medio Peso normal Mort. natural: 50 100 10 1.000 Explota ción: 250 500 10 5.000 Control; 50 100 10 1.000 Confiscaciones: 150 300 10 3.000 TOTALES: 500 1.000 10.000 Excedente 2.000 3.400 3 10.200 (1986-1987 finicamente) (operaciones de selección) Se supone que 200 colmillos van al consumo interno, de 10 kg. c/u - 2 t. Se supone que 800 colmillos se exportan, de 10 kg. c/u - 8 t. 45 Cupo sostenido: 1.000 colmillos, que pesan 10 t. Excedente 1986 únicamente: 3,400 colmillos, que pesan 10,2 t. Industria interna: 200 colmillos, que pesan 2 t. Cupo de exportación 1986: 4.400 colmillos, que pesan 18,2 t. Dejando de lado las operaciones de selección, el cupo representa aproximadamente el 1,1% de la población de elefantes. Malawi Población de elefantes. 2.400 Malawi consume la mayor parte de su producción de marfil en su industria de talla. Tal vez el país necesite un cupo para el caso de cantidades importantes de marfil confiscado, que se puede presentar de vez en cuando, pero las autoridades preferirían informar al respecto llegado el caso y cuando sea necesario. Una explotación del 2% dejaría 100 colmillos. Cupo sostenido: 100 colmillos, que pesan 1 t. Excedente 1986 Ginicamente: cero Industria interna: 100 colmillos, que pesan 1 t. Cupo de exportación 1986: cero Mozambique Población de elefantes: 27.400 Como en Angola, es difícil hacer planes para Mozambique en la situación de inestabilidad actual. Por suposición, establezco un cupo de 500 colmillos (1,8%), todos para exportación. Cupo sostenido: 500 colmillos, que pesan 5 t. Excedente 1986 únicamente; cero Industria interna; cero Cupo de exportación 1986: 500 colmillos, que pesan 5 t. Namibia Población de elefantes: 2,000 Se calcula un cupo del 2,5%. Los colmillos de elefantes de Namibia tienen un peso inferior al promedio. Cupo sostenido: 100 colmillos, que pesan 0,5 t. Excedente 1986 únicamente: cero Industria interna; cero Cupo de exportación: 100 colmillos, que pesan 0,5 t. Sudáfrica Población de elefantes; 8.000 Se mantiene una población más o menos constante de 8,000 elefantes en el parque nacional Kruger, con uma caza de explotación anual del 3% aproximadamente. Se obtienen a veces colmillos grandes de animales muertos por causas. naturales. Una parte importante del marfil se destina a las industrias de la talla en el país. He considerado una parte de 10 toneladas de existencias de marfil que pueden tener los negociantes del sector privado. Animales Colmillos Peso medio Peso normal Mort. natural 25 50 20 1.000 Control: 25 50 6 300 Selección: 250 400 3 1.200 TOTALES: 300 500 2.500 46 Se supone que 450 colmillos van al consumo interno, de 3,3 kg. c/u > 1,505t Se supone que 50 colmillos se exportan, de 20 kg. c/u - 1,0 t. Existencias en manos de comerciantes del sector privado: 1.000 colmillos de 10 kg. c/u - 10 toneladas. Cupo sostenido» 500 colmillos, que pesan 2,5 t. Excedente 1986 únicamente: 1.000 colmillos, que pesan 10 t. Industria interna; 450 colmillos, que pesan 1,5 t. Cupo de exportación 1986: 1.050 colmillos, que pesan 11 t. Zambia Población de elefantes: 58.000 Si los datos de población de 1981 y 1985 son correctos, Zambia perdió 100.000 elefantes en el transcurso de 4 años. Esto no parece probable. Las cifras del comercio de Hong Kong muestran que Zambia sólo exportó 10 toneladas en 1983; las estadísticas de Zambia para el mismo año muestran 10 toneladas exportadas al Reino Unido, que se han podido reexportar a Hong Kong. Las existencias en los depósitos del gobierno a finales de 1982 ascendían a 10 toneladas, lo que concuerda con los datos anteriores. La única conclusión posible es que Zambia tiene mas de 58.000 elefantes, que los primeros cálculos de población eran demasiado elevados, o que ha pasado desapercibida una caza ilegal en gran escala, de unos 30.000 elefantes cada año. La última posibilidad es la menos aceptable; en primer lugar, se trata de una cantidad superior a las posibilidades de equipos de selección altamente profesionales, y en segundo lugar es prácticamente imposible ocultar una matanza de estas propor ciones. Me quedo con la explicación de que la población es un poco superior a lo calculado, y que tal vez los cálculos iniciales eran demasiados elevados. Sin embargo, no todo son buenas noticias sobre la población de elefantes de Zambia. La mayor parte de las exportaciones de Zambia es marfil confiscado' si se puede considerar que el registro del depósito de marfil es una muestra representativa, se observa que el marfil que se obtiene en Zambia ha pasa do recientemente de pocos colmillos grandes a muchos colmillos pequeños. Esta situación anual constante (o en aumento) con eliminación selectiva de los animales más grandes. 1980 1984 Cant. Peso P. medio Cant. Peso P. medio Grado 1 (colmillos de más de 10 kg.) 215 5.412 25,2 99 1.134 11,5 Grado 11 (de 6 a 10 kg.) 181 1.710 9,4 298 1.992 6,7 Grado 111 (menos de 6 kg.) 90 343 3,8 2.996 7.338 2,5 La mayor parte del marfil obtenido en 1980 eran 215 colmillos con un promedio de peso de 25 kg., cuando en 198 la mayor parte son 2.996 colmillos con un promedio de 2,5 kg. Ha cambiado el promedio de peso de cada grado; hay menos colmillos de grado I, y muy pocos pesan más de 10 kg.;, el promedio de los colmillos de grado 11 es hoy de 6,7 kg. cuando antes se acercaba al límite superior de 10 kg., y los colmillos del grado 111 son hoy de 2,5 kg. cuando antes pesaban 3,8 kg. Zambia decretó una prohibición de caza en 1982, y retiró todos los permisos de industrias de talla y de negociantes en 1984. Si se acepta el cálculo de población actual, el cupo que se da es el máximo. La parte de explotación corresponde al 1% de los animales por fuera de los parques nacionales (14. 000 47 animales); la caza de control es reducida (el cupo de explotación debe comprender la mayor parte de la caza de control); las confiscaciones están reducidas (la explotación legalizada debe reducir la caza ilegal). El peso medio de los colmillos confiscados se funda en los datos de 1984 presentados más arriba. Animales Colmillos Peso medio Peso total Mort. natural: 10 20 5 100 Explotación: 190 380 10 3,800 Control: 50 100 10 1.000 Confiscaciones: 1.250 2.500 3 7.500 TOTALES: 1.500 3.000 12.400 Excedente: 3.400 3 10.400 (1986 únicamente) (Existencias actuales) Se supone que 1,000 colmillos van al consumo interno, de 2,4 kg. c/u - 2,4 t. Se supone que 2.000 colmillos se exportan, de 5 kg. c/u - 10,0 t. Cupo sostenido: 3.000 colmillos, que pesan 12,4 t. Excedente 1986 únicamente: 3.400 colmillos, que pesan 10,4 t. Industria interna; 1.000 colmillos, que pesan 2,4 t. Cupo de exportación 1986: 5.400 colmillos, que pesan 20,4 t. El cupo representa aproximadamente el 2,5% de la población, y la mayor parte procede de confiscaciones. Sería preferible un cupo inferior, pero esto sólo se puede lograr reduciendo la caza ilegal. Zimbabwe Población de elefantes. 49.000 Zimbabwe decidió en 1983 reducir su población de elefantes a unos 33,000 animales en el transcurso de varios años, por razones de conservación. Se eliminaron unos 6.000 animales en 198, y el plan de eliminación de 1985 es de 7.000 animales. Ei cupo que se da aquí toma como base un rendimiento sostenido de la población, de un 3%, y un excedente importante tempor al debido a la reducción de la población en gran escala. Animales Colmillos Peso medio Peso total Control: 100 200 10 2.000 Confiscaciones: 100 200 10 2.000 Selección: 1.000 1.700 3 5.100 TOTALES”, 1.200 2.100 9.100 Excedente 7.000 11.900 3 35.800 (1986-1987 finicamente) (selección en gran escala) Todos los colmillos del rendimiento sostenido final se destinan al consumo interno. Cupo sostenido”, 2.100 colmillos, que pesan 4,3 t. Excedente 1986 únicamente: 11.900 colmillos, que pesan 35,8 t. Industria interna: 2.100 colmillos, que pesan 4,3 t. Cupo de exportación: 11.900 colmillos, que pesan 35,8 t. El cupo representa aproximadamente el 3,6 % de una población final de 33,000 animales, que no ha de aumentar. 48 UN CUPO PARA AFRICA Cupo obtenido partiendo de los valores por países De la sección anterior se obtienen los siguientes totales; Una producción a largo plazo fundada en una estrategia que utilice del 1 al 3% de la población de los diferentes países productores, y que permita un aumento lento de la población, asciende a 227,8 toneladas, constituidas por 29.000 colmillos, de 14.700 animales. Esto representa el 1,2% de una población de elefantes de Africa de 1.183.900 animales. De esta cantidad, las industrias africanas de la talla consumen 84,1 toneladas (14.250 colmillos). Queda una diferencia de 143,7 toneladas (14.750 colmillos) disponibles para exportación. Además de lo anterior, debe haber otras 185,4 toneladas (45.576 colmillos) para el cupo de exportación del primer año. Esta cantidad corresponde a las existencias actuales de marfil del continente, y a las operaciones de selección temporales planeadas. Los totales redondeados son: PRODUCCION TOTAL SOSTENIDA .... 29.000 colmillos (228 toneladas) menos CONSUMO INTERNO DE AFRICA ..... 14.000 colmillos (84 toneladas) CUPO DE EXPORTACION SOSTENIDO NETO ..o.oooooooocooooomoo.m...... 15.000 colmillos (144 toneladas) más EXCEDENTE TEMPORAL (1986) .... 46.000 colmillos (185 tonela das ) CUPO DE EXPORTACION (1986) ... 61.000 colmillos (329 toneladas) RAAXARAAARARAAAAXAX 49 Cupo obtenido partiendo directamente del cálculo de población total Suponiendo que la población total de elefantes de Africa en números redondos es de un millón, se pueden calcular los resultados de diferentes niveles de explotación. Utilizo un peso medio del colmillo de 6 kg. (Caldwell, 1984 - de las importaciones combinadas de Japón y Hong Kong en 1983). 1% de explotación representa 10.000 animales, o sea 20.000 colmillos, que pesan unas 180 toneladas. 2% de explotación representa 20,000 animales, o sea 40,000 colmillos, que pesan unas 240 toneladas. 3% de explotación representa 30,000 animales, o sea 60,000 colmillos, que pesan unas 360 toneladas. Los argumentos presentados más arriba en este capítulo ponen de manifiesto que una explotación superior al 3% con los métodos actuales de caza selectiva de las poblaciones de elefantes en Africa produciría un resultado inferior a largo plazo. Se podría realizar de forma sostenida una explotación del 5% con caza selectiva, pero no sería nada recomendable; se reduciría aún más el promedio del peso del colmillo, y se colocarían las poblaciones en una posición vulnerable, en la que el más mínimo aumento en la explotación -provocaría una baja vertiginosa. Además, esta forma de explotación no se puede aplicar a todas las poblaciones de elefantes de Africa; muchas están en parques nacionales, en los que las políticas oficiales no autorizan la caza. La reducción del promedio del peso del colmillo en el mercado de marfil es una indicación clara de que estamos en un proceso direccional. Parker y Bradely Martin (1983) estudiaron las razones de esta reducción en los años 1979 - 1982, y llegaron a la conclusión de que se debía en gran parte a los acontecimientos en Sudán. Sus cálculos del promedio del peso del colmillo son un poco mayores que los de Caldwell (1984), que habla de un promedio aún inferior en 1983 (5,9 kg.). Ahora bien, este fenómeno ya no se puede atribuir a Sudán únicamente; en muchos otros países ocurre una reducción similar, por ejemplo, Zambia (véase la sección precedente), y la R.C.A. (Froment, 1985), Esto indica que se están explotando por encima del nivel que se puede sostener los animales de las categorías de edades superiores de las poblaciones de elefantes (Pilgram y col., 198%a). RAXAXAAARALAARARAX 50 Fut e il ps a A, y e e bn Ei ad, COLA si He ES eS RDA 3 Zeltaler A MA meri ANA e E vito AA Ep E pa ar 1 - 34 de A nl y mba LEA. > ” eb er AE M A pe ys PES ] 10 E ! Gr A AO ¿e á ESOEAIRA SER RM ZAR AS ln > t ) a ER A A A A 1, q. ] a PA: SE ¿e a Pei A ua ad ati. CA li OA ha odios A bs : O AMM ; ios. as, da jalo ido PA sli 214 eb 0, E Ads 16 de ' DA y 4 A A A A E E E TE Le K A Raj A Sri pá e, 44 ni hs Se A. ¿Je : Eonia us Aa Ho di dae 0 a opa: e Pm ado; ro 3 oda all 9 AA L0% Mia nd Sub e ADS AMAN er E rd a UG A E ON WD cla A E das Ii. ARAS A e Me añ ¿np? ria 11 ATRIO ws paoridor E A TS sl pes k0dm ca sele po dla POL Am abí “e py A > ME 0 AAA A utiiida :4)- oúsr: Jade eri hd CR A AT cd sur PAE do oO o, pes aptas a DA, d 10 + “ela, Pp ho CN Eo ei. ie % Ad dado Sa ste) di bdd ap . ly promo 0% qa bará 0 A sidad Ea A " ob NN E Ez a EN Ml o 7 O E a ' ; A o Ñ 0 k , ñ Ms Í a í e Ñ ñ Estrategias para mejorar la situación En las conclusiones de los modelos que presenté más arriba en este capítulo, di el conjunto de parámetros que se ajustan a todos los aspectos de la situación de 1983 en el comercio de marfil. Estos parámetros son. la población actual debe ser de unos 800.000 animales, reduciéndose en un índice del 1,8%, de los cuales se están cazando 70.000 animales para obtener unas /50 toneladas de marfil, con un promedio de peso del colmillo de 6 kg. Si se mantiene este índice de explotación, la población caerá muy rápidamente (10 años). (VEASE NOTA AL PIE DE PAGINA) La pregunta lógica que se presenta después en el estudio de modelos es "¿A qué nivel hay que reducir la explotación para invertir el proceso de reducción?” He probado con otro nivel de explotación en el punto del modelo en que se llega a la situación de 1983, Resulta que sólo se puede obtener de forma sostenida una explotación de 380 toneladas, pero la población necesita unos 50 años para recobrarse o estabilizarse con el nuevo índice. Con niveles de explotación inferiores, si tomamos como criterio el tiempo necesario para aumentar a un millón de animales, un rendimiento de 350 toneladas permitiría el restablecimiento en 25 años, 300 toneladas en 10 años, 250 toneladas en 7 años, y 200 toneladas en 5 años. En el último caso, el índice de crecimiento de la población al pasar el nivel de un millón de animales es de más del 4%. En esta etapa se pueden considerar estrategias de selección. En el caso de una explotación de 300 toneladas, hay que reducir la caza a 26.000 animales, y en el caso de 200 toneladas a 18.000 animales (lo que equivale aproximadamente al 1,5 - 2,5% de la población). Lo anterior está muy bien, pero se funda en la suposición de que todas las poblaciones de elefantes de Africa constituyen una gran manada que se explota de la misma forma en todas partes. La realidad es diferente. Las condiciones de las poblaciones son diferentes, desde las que están bien conservadas hasta las que corren graves peligros. Los planes maestros para las zonas protegidas de muchos países mo comprenden una explotación elevada de marfil para satisfacer el comercio. Los modelos que elaboramos tomando como base las estadísticas del comercio del marfil no corresponden al proceso real en Africa. Ya que algunas poblaciones están bien protegidas, otras están dando una parte excesiva de la explotación. En efecto, esta debe ser la situación actual. Las 750 toneladas anuales de marfil no trabajado provienen de una serie de extinciones efectivas de poblaciones de elefantes en diversos países de Africa. Según parece, Sudán, Chad, la República Centroafricana y el Congo, que han exportado recientemente grandes cantidades de marfil, están atravesando este proceso. Si lo que precede es cierto, no es lógico considerar a Africa globalmente para establecer un cupo de marfil, como se hizo al principio de la sección. El único procedimiento lógico es considerar cada país por separado. Algunos tienen poblaciones en buenas condiciones, y pueden dar una parte importante €n el comercio del marfil, cuando otros necesitan una prohibición temporal de toda caza. Los totales de las principales cifras de todos los países hacen ver que la explotación no debe exceder del 3% de la población total. A KA ETT EA NOTA: Cuando ya estaba terminado este informe (marzo de 1985), Caldwell (1985) corrigió el cálculo del marfil en el comer cio internacional en 1983 (644 toneladas), y la cantidad en 1984 es de 357 toneladas. El cálculo del promedio del peso del colmillo es ahora más alto (7,2 kg). 51 Se mejoraría mucho la situación con estrategias de gestión positivas. He mostrado que con una población de un millón de animales no es difícil producir 750 toneladas de marfil de forma sostenida, pero ello supone adoptar estrategias científicas de selección que substituyan la explotación incontrolada que predomina hoy. La conclusión de Pilgram y Western (1984), de que la mortalidad natural de una población estable es el nivel de explotación máximo, también podría ser válida en zonas protegidas. La instauración de una estrategia de selección, o el decidir esperar que las muertes por causas naturales constituyan la producción en poblaciones estables, no son posiciones miy realistas. La selección sería inaceptable para muchos responsables gubernamentales y organizaciones privadas de conservación; la estrategia de supresión de la caza puede ser aceptable para estos dos grupos, pero el cazador furtivo estará en oposición total. Es fundamental definir objetivos de gestión de poblaciones de elefantes, y dichos objetivos deben permanecer dentro de lo realizable. Lo que sí es cierto es que los sistemas actuales de gestión en Africa no están logrando el objetivo de manejar las poblaciones de modo que se obtenga un máximo de marfil para el comercio. Pilgram y Western (1984) hacen ver que una reducción importante del número de elefantes tiene consecuencias negativas a largo plazo para todos los que intervienen en el comercio del marfil, ya se trate de productores, negociantes oO artesanos de la talla de: marfil. A esto podríamos añadir que esta actitud tampoco corresponde a los deseos de los gobiernos ni de los conservacionistas. ARAARAXAAARAA ARA A A KAXxR 52 Consideraciones más amplias Parker y Bradley Martin (1983) afirman que el aumento de la población humana es la razón principal de la reducción de elefantes. El campo de actividad de los elefantes se va reduciendo constantemente ante un aumento de la población humana de un 3%. No pongo en duda esta afirmación; lo que hay que saber es si el índice de reducción de las poblaciones de elefantes es superior al que exige la necesidad de tierras para el hombre. En la República Centroafricana, una región de unos 200.000 km? al este del país está prácticamente deshabitada, pero se están cazando intensamente los elefantes de toda la región. Hay bandas de sudaneses que recorren grandes distancias a caballo para cazar elefantes, y se establecen campamentos de cazadores furtivos en el interior de esta región durante meses. Las exportaciones de la R.C.A. en los últimos años ponen de manifiesto un índice de explotación que excede con creces el índice de crecimiento de la población humana. El Congo y Gabón son países grandes con poblaciones reducidas (menos de 2 millones) en regiones relativamente vastas (más de 250.000 km2). En efecto, en estos países el flujo neto de la población humana va en dirección de las zonas urbanas, y las densidades rurales disminuyen. El solo hecho de que se caza en algunos parques nacionales indica en general que en el proceso intervienen otras fuerzas de la necesidad de la tierra. Tal vez sea inadecuado separar el simple aspecto del ansia de tierra en este problema, de las consideraciones más amplias de la situación económica. El aumento de población en Africa, y el decaimiento económico que lo acompaña, ponen a una parte importante de la población en una situación financiera muy difícil, de suerte que tiene que echar mano de cualquier oportunidad para sobrevivir. El marfil es una solución parcial de sus problemas. Manejando mejor este recurso se obtendría mucho más. Parker y Bradley Martin afirman que el futuro del elefante está en una serie de parques nacionales, y no sería de extrañar que la situación nos lleve a este fin. Sin embargo, sería una lástima acabar así en grandes regiones de Africa en las que los elefantes podrían vivir, y se podrían utilizar de forma rentable durante muchos años sin causar problemas al hombre. Los argumentos económicos para la conservación de los elefantes no son infalibles. La crianza de elefantes como forma de utilización de la tierra no es compatible con la agricultura, y en general no es tan rentable, especialmente ahora que las políticas gubernamentales en Africa tienen entre sus objetivos el monopolio del Estado de toda la fauna. Tal vez el único sitio fuera de los parques nacionales en el que haya razones para la presencia de elefantes es en tierras marginales, y en zonas que todavía no se necesitan para asentamientos humanos. Pilgram y Western (1984) afirman que las estrategias actuales de explotación de elefantes no están bien fundadas en el plano económico, pero esta afirmación tampoco se puede considerar Como absoluta. Clark (1976) da la conclusión ló6giva de estos argumentos; se pueden considerar los elefantes como una forma viviente de capital (grandes dólares grises), y en tanto se dejen errar por fuera de un banco este capital producirá cuando más el 5% (su índice de desarrollo). Económicamente parece lógico recoger todo el capital de un solo golpe y ponerlo a interés en un banco, donde puede producir el 10%, en vez de dejarlo inver tido de una forma no rentable. Naturalmente, este es el punto de vista a corto plazo del cazador furtivo que compite con otros cazadores furtivos por el marfil. Ahora bien, aunque el argumento de Clark es muy hábil, no cubre todos los aspectos. No se considera la cuestión del aumento de valor del capital; los dólares guar da dos en el sótano de un banco no aumentan su valor como capital, cuando las poblaciones de elefantes que viven y utilizan la tierra sí aumentan su valor. Los activos vivos se parecen en algunos aspectos a la propiedad de una casa; 53 ofrecen una seguridad real que resiste a las fluctuaciones económicas. Tampoco se considera el nuevo costo de un substituto para el producto; suponiendo que se pueda encontrar un substituto, hay que medir el costo en pérdidas de empleo de las personas que viven de este recurso. En general, las tasas de interés bancarias son inferiores a las tasas de inflación, de suerte que las ventajas en forma de intereses sobre el capital pueden resultar sólo ilusorias. La centralización del capital que resultaría de poner en un banco el valor del elefante no es una mejora económica en lo referente a la repartición de la riqueza. Los recursos vivos pueden dejar dividendos a muchas personas, pero muertos sólo benefician a unos cuantos. Por último, se ha dejado de lado en la educación el valor estético del elefante, y este aspecto también tiene un valor real. Todos los gobiernos de Africa han puesto en marcha políticas de conservación del elefantes, que en general no están fundadas en teorías económicas. El sistema de cupos es una idea de Africa, como un paso hacia este objetivo. Sería ingenuo afirmar que el solo hecho de establecer una cantidad va a salvar vidas de elefantes de un día para otro. Se trata más bien del deseo de instaurar una forma de gestión. Por mi parte, estoy en un dilema con el cometido de recomendar un cupo para Africa, Se me ha dicho que si el cupo es demasiado bajo el único resultado será desarrollar un comercio subterráneo. Asismismo, va en contra de todos los principios de gestión recomendar un cupo demasiado alto si los cálculos del número de elefantes son correctos, y si las estructuras de edad actuales de las poblaciones están tan desequilibradas como parecen indicar todos los indicios. Me parece que la única posición que puedo adoptar es aceptar que los responsables de los aspectos técnicos en cada gobierno son sinceros al afirmar que desean establecer un cupo que no constituya una sobreexplotación del elefante, y ofrecer los conocimientos técnicos de que pueda disponer para recomendar los límites máximos de dicho cuota. No creo que sea posible lograr el programa de gestión ideal en uno o dos años, y por eso recomiendo una reducción gradual del cupo a medida que se restablecen las estructuras de edad de las poblaciones de elefantes, y aumenta el rendimiento de marfil. Hago ver otro programa de gestión que produciría más marfil a largo plazo, manteniendo las poblaciones de elefantes en un estado de máximo desarrollo, y realizando una caza de selección para impedir que el número de animales pase de cierto límite. ¿Qué pasaría a finales de 1986 si, como consecuencia de unos cupos muy inferiores a la cantidad de marfil obtenido realmente, las cantidades son muy superiores a los cupos, o se constituyen grandes existencias de marfil en espera de permisos de exportación del gobierno de que se trata? Se supone que los propietarios del marfil todavía no han encontrado alternativas de exportación. Quizá haya que hacer la pregunta de otra forma: ¿Qué debe hacer un gobierno ante una situación que no corresponde a las políticas que defiende? Una posibilidad es instaurar sus políticas utilizando toda la fuerza de su sistema legal; otra posibilidad es reconocer que sus políticas mo se pueden realizar, y buscar otros métodos para lograr el mismo objetivo, de una forma más aceptable para su población en general. Se trata el tema con mayor detenimiento en el capítulo siguiente, que trata de administración. Estoy muy consciente de los peligros que tiene el perpetuar una impresión de crisis en esta cuestión del comercio del marfil, que es muy explosiva y levanta los ánimos con gran facilidad. Parker (1982) hizo ver las consecuencias negativas que esta clase de acciones ha tenido para la conservación. Prefiero adherirme a la afirmación de Pilgram y Western (1984a): 54 "Si bien es prematuro alarmarnos al considerar nuestros resultados, sería irrazonable considerarlos sin preocupación". No creo que haya un riesgo considerable de extinción de los elefantes en los países que visité, aun localmente, en el futuro cercano. Parker (1984) mostró que aun en los países en que teóricamente debían haber desaparecido los elefantes en vista de la densidad de la población humana, sobreviven algunos en refugios, y al cabo están libres de la predación del hombre. Ahora bien, estoy convencido de que se puede hacer mucho más para manejar mejor los elefantes que sobreviven en países que todavía no han alcanzado niveles de densidad de población humana que impiden la existencia de grandes zonas de actividad de elefantes. 55 e py nm > náe y Dec. de peruto: : Y La T De -4poaR É q ji eceoe! ho % ¿sk bs ¿117 en dai 0] ve A E dese qe +24 - 206 pl E , a ayu > ofi. e. j : : c160 que puedo :, » A E ” «2. e ” ¿cua ¿ee dia: ] iy Ada QUA A 1 de j end M5. arar n 4 Ln AL 304Y L: i 13 208 dp ¡a h ¡DN y w y 211 1 400 ER Pt NS '. On e ná , ve y LA ci ña y ae Y 4 ) | Y 4% ' ) NG tal Ñ 11 - ms sa rival d+ pi An 150% mA - . ql 14130 2 y LAA ¿A , ] Tb tanidoyis "us Y PA QUA ld e + Mas Lori (198 3. ADMINISTRACION Se tratan en este capítulo los aspectos administrativos del comercio del marfil, y en particular lo relacionado con el sistema de cupos propuesto. Me permito tratar algunas cuestiones administrativas que se salen del sistema de cupos, cuando considero que son importantes para la conservación de los elefantes. El capítulo está dividido en tres secciones principales: PROCEDIMIENTOS INTERNACIONALES - los procedimientos necesarios para exportar el marfil de los países productores a otros continentes y a otros países de Africa. ADMINISTRACION INTERNA 5 procedimientos administrativos internos que no estarán considerados en las normas que se obligan a respetar los Estados miembros de CITES, pero que son sin embargo importantes en el funcionamiento del comercio de marfil y del sistema de cupos. CONSIDERACIONES POR PAISES = un informe de mi visita a cada país, tratando principalmente las políticas específicas y los procedimientos administrativos de estos países. NOTA DEL AUTOR Se enmendó este capítulo para incluir los resultados de las deliberaciones de la quinta reunión de la Conferencia de las Partes de CITES, celebrada en Buenos Aires, en abril-mayo de 1985. Se presentó el informe original en la reunión. 57 INTRODUCTION Antes de entrar a tratar los procedimientos administrativos, vale la pena considerar las diferentes formas de marfil ilegal, y hasta qué punto el sistema de cupos puede reducirlo. Muchos piensan que el comercio internacional de marfil es el principal responsable de la reducción del número de elefantes, y que el futuro de los elefantes estaría asegurado si se pudiera controlar este comercio. Esto no es del todo cierto. a) Se pueden cazar elefantes ilegalmente, y vender el marfil en el mismo país productor, para la industria de talla nacional. b) Se puede exportar marfil ilegal sin documentación, evitando el paso por aduanas o por medio de funcionarios corrompidos y el marfil puede entrar de la misma forma en el país importador. Un ejemplo de esto es la exportación de marfil en equipajes diplomáticos. c) Puede darse el caso de un funcionario corrompido que extienda permisos de CITES para marfil ilegal en el país productor, que será exportado dentro del sistema de cupo. Los procedimientos de verificación acordados en Buenos Aires pueden resolver este problema hasta cierto punto. d) Si un país presenta un cupo superior a lo que realmente correspondería, puede "lavar" los excedentes de marfil de los países vecinos y/o la parte de su propia producción de marfil que exceda de una cantidad razonable. Para que ocurra esto es necesario que la agencia esté totalmente corrompida, y no preste atención a la opinión internacional. e) Se puede utilizar el marfil ilegal en un mercado de trueque en Africa, sin que sea necesario entre tanto recurrir a la exportación (véanse las Consideraciones por países - Malawi - en este capítulo). f) Se pueden cazar los elefantes por su carne, o para proteger los cultivos, y los colmillos se obtienen como resultado totalmente secundario. El sistema de cupos tendrá muy poco efecto, o ninguno, en cualquiera de las causas de muerte de elefantes que acabamos de mencionar. La única forma de reducir este tráfico ilegal es la aplicación de la ley, y una administración responsable en los países productores. El sistema de cupos tendrá mayor efecto en la limitación del comercio ilegal en los casos en que los negociantes ilegales tratan de moverse dentro del marco existente de normas de exportación establecidas en el foro de CITES. 58 PROCEDIMIENTOS INTERNACIONALES La mayoría de los procedimientos presentados a continuación forman parte de la Resolución de la Conferencia de las Partes (Apéndice 11); en estos casos me refiero a la Resolución como Conf. 5.12, y doy la letra del apartado de que se trata (por ejemplo, Conf. 5.12 - a). En el mismo Apéndice se presenta otro documento que da más detalles sobre el papel de la Secretaría de CITES (Doc. 5.22.1, con enmiendas en al Com. 5.27). 1. Los países productores de marfil establecen cupos (Conf. 5.12 - a, c y e) Todos los países aprobaron esta propuesta, y quedó claro que en atención a la Resolución se les pediría comunicaran por escrito a la Secretaría de CITES sus cupos antes del lo. de diciembre del año anterior al del cupo. Se acordó que en caso de no respeto del plazo no se exportaría marfil, y esto hasta llenar los requisitos. 2. Unicamente los países que tienen poblaciones de elefantes establecen cupos (Conf. SanunEn) LAA Esto está implícito en el párrafo anterior, pero quiero subrayarlo por separado. En todos los países que visité se manifiesta la convicción de que un país sin una población de elefantes no debe tener un cupo. Se mencionó con frecuencia a Burundi como un país que "lava" el marfil de los países vecinos. Esto no sólo vale para los países de Africa, sino también para los puertos libres (como Jiddah y Djibouti). Estos puertos aceptan marfil ilegal con certificados falsificados de origen de países productores, y extienden permisos de exportación. Sudán ha sido una víctima de estos procedimientos. 3. Los cupos se establecerán en números de colmillos (Conf. 5.12 - a) Este es un punto esencial. Uno de los países que visité consideraba que el cupo se debía definir en peso, pero finalmente aprobó el sistema de número de colmillos. El objetivo del sistema de cupos es limitar el número de animales que mueren cada año, y es evidente que se debe tomar como base un índice fácil, como los colmillos. El sistema crea un incentivo para exportar únicamente colmillos de peso elevado, a fin de lograr el máximo de ganancias de un cupo determinado, y esto va en beneficio de las poblaciones de elefantes. 4. Permisos de exportación de países con cupos (Conf. 5.12 - b) La condición necesaria y suficiente para la importación de marfil no trabajado en un país no productor será el permiso de exportación de un país con cupo. Esta cláusula está destinada específicamente a los países que tratan de introducir una legislación sobre las importaciones de marfil a considerar superpuesta a los requisitos del foro de CITES. Todos los países que visité desaprueban las acciones recientes de la CEE y Australia para introducir legislaciones internas a considerar superpuestas a los requisitos establecidos por CITES, y consideran que esto va en detrimento de la estructura de CITES. 59 Sl Papel de la Secretaría de CITES (Conf. 5.12 - d) a) b) Vigilancia continua del comercio de marfil El sistema de cupos no es factible si no se observa continuamente la entrada de colmillos en el comercio, a lo largo del año del cupo. Es irrealista pensar que las oficinas de aduanas, O las autoridades de gestión de CITES pueden hacer efectivo el sistema como es debido en los puntos de entrada de los países importadores. Muy poco se haría esperando hasta el final del año para examinar los cupos finales de exportación publicados en los Informes Anuales de los Estados Partes. Se podría encomendar la misión de observación a la Unidad de Marfil que propone crear la Secretaría de CITES (Doc. 2 ASE establecerá un banco de datos central que contendrá los diferentes números de colmillos en el comercio, y los países exportadores notificarán a la Unidad de Marfil todos los detalles sobre permisos, cada vez que se autoriza la exportación de un cargamento de marfil. Procedimientos de verificación Los procedimientos de verificación mencionados en el Doc. 0522 deben producir una reducción importante de casos de cargamentos de marfil que entran en países importadores con una documentación incorrecta o fraudulenta. Hay varios casos recientes de cargamentos de marfil que han entrado en países consumidores con permisos de exportación no expedidos por las autoridades de gestión de CITES en el país de origen. No incluyo aquí los casos legítimos de reexportación. He sabido de casos en que se extendieron permisos de exportación en un puerto libre para marfil de Sudán, justificándose con certificados de origen falsos. También hay casos en que se ha falsificado un permiso de exportación extendido por las autoridades de gestión de CITES en el país de origen para pequeñas cantidades de marfil, para cubrir grandes cargamentos. Sudán tiene un caso con todas las pruebas, en que se alteró un permiso de 2 toneladas a 62 toneladas. Las medidas acordadas por los Estados Partes productores en Buenos Aires podrían contribuir a limitar estos casos. Se enviarán copias de todos los permisos de exportación expedidos por los países productores, a la Unidad del Marfil de CITES y a las autoridades de control de CITES del país importador, antes de admitir el cargamento de que se trata en el país importador. De esta forma se podrá comprobar la validez de un permiso antes de expedir el certificado de aduanas para el cargamento, y se pondrá una barrera a los casos de permisos de exportación extendidos en un puerto libre sin conocimiento de las autoridades de control. Un país importador no expedirá ningún permiso de importación sin el consentimiento de las autoridades de control de CITES en el país exportador. Esto puede parecer en contradicción con el apartado b) del documento Doc. 5.12 sobre los permisos de exportación, pero no se trata más que de un sistema de doble verificación antes de completar las gestiones de importación. Este proceso de verificación no tiene por qué retrasar la importación de forma significativa, si se tiene en cuenta cuando el negociante privado solicita el permiso de importación. Se utiliza este procedimiento en muchos países para toda exportación de animales vivos. 60 Todos los países productores afirman de manera inexorable que el papel de la Secretaría en los procedimientos de verificación es ante todo ayudar a los países productores. Es inadmisible que la Unidad de Marfil intervenga de alguna forma como regulador del comercio. 6) Publicación de una lista de cupos La Secretaría publicará una lista de los cupos de todos los Estados Partes a principios del año del cupo. Me di cuenta de que la mayoría de los países productores estaban ansiosos por conocer los cupos de otros países productores. En los Estados de Africa central se piensa con preocupación que un cupo demasiado alto o demasiado bajo de sus vecinos influirá en el movimiento del marfil ilegal entre los Estados. d) Manual del sistema de cupos En cada país pregunté si les parecía conveniente presentar los cupos a la Secretaría de CITES con impresos normalizados, y utilizando unos métodos como los que se presentan en este informe. La mayoría de los países aprueban este procedimiento, y no tendrían inconveniente en dejar sus cupos a la vista para inspección. La mayoría de los países piden que se presenten los métodos en forma de manual, que les serviría de referencia al calcular sus cupos. La Secretaría acepta preparar un manual que se pondrá en circulación entre todos los Estados Partes (y no Partes), que presente los principios para establecer cupos, y los procedimientos que se han de aplicar en el comercio del marfil, en conformidad con la Resolución Conf. 5.12. Marca de colmillos (Conf. 5.12 - f) Más de la mitad de los países visitados no estaban marcando los colmillos como se estipula en la Conf. 5.12, es decir, con punzones metálicos para estampar las letras de código del país de origen, el número asignado al colmillo, el año de exportación y el peso del colmillo, en el reborde del colmillo, y destacar la marca con un parche de color. Muchos estaban dejando exportar colmillos sin ninguna marca, o colmillos marcados por exportadores privados en vez de las autoridades gubernamentales. Entre las numerosas personas con las que traté el tema, hay muchos que piensan que se podría utilizar el marcador de fieltro indeleble en vez de un punzón, y que la marca se leería más fácilmente. No obstante las disposiciones de la Conf. 3.12, que estipula la utilización de punzones, pienso que se deben aceptar otras formas de marca claras y que den la información especificada en la Conf. 3.12. (Esto no significa que admita el incumplimiento de las disposiciones de la Conf. 3.12; pienso que los países que no se ciñen al acuerdo deben elaborar una propuesta de modificación.) Ningún país importador debe aceptar colmillos no marcados o con marcas que no corresponden a lo estipulado. Un aspecto esencial de las propuestas de Buenos Aires es la creación de un banco de datos en la Secretaría CITES con los números de registro de todos los colmillos en el comercio. No se puede hacer efectivo como es debido al sistema de cupos sin un sistema de marca bien establecido, que respeten todos los países productores y no productores con existencias de marfil no trabajado. 61 No es de esperar que los países importadores sepan qué colmillos fueron marcados por las autoridades de control CITES del país exportador, y cuáles fueron marcados ilegalmente por particulares. Hace falta crear una marca específica para colmillos, además de la información que se estipula en la Conf. 3.12. El instrumento de marca, bien sea un punzón con un símbolo particular del país, o una calcomanía que no se puede retirar, estará exclusivamente en manos de las autoridades de control, y ninguna otra persona podrá utilizarlo. Se ha sugerido que la marca de cada colmillo comprende igualmente el número de colmillos del cupo del país. Después de considerar detenidamente esta posibilidad, y tratarla con muchas personas, decidí no recomendar la. En primer lugar, marcar el mismo número de cupos en cientos de colmillos necesita mucho trabajo. En segundo lugar, cuando se exporta el marfil por primera vez a un país intermediario, que lo guarda hasta otro año de cupos, se crearía uma confusión, y hasta podría ocurrir que se rechazen cargamentos legales. En los países en que se pueden exportar legalmente los colmillos desde varios centros, habría que asignar series de números al principio del año del cupo a los diferentes centros, para marcar los colmillos durante el año. Si se quiere marcar el cupo en el colmillo para observar el avance de las exportaciones a lo largo del año, en la situación que acabo de presentar la operación quedaría sin fundamento, pues sería imposible decir cuantos colmillos se han exportado durante el período transcurrido, al observar el número grabado en un colmillo. He considerado sistemas que comprenden otros datos en la marca del colmillo, como una letra de código que indique la causa de la muerte, y un código que indique si se trata de un colmillo entero o de una parte de un colmillo. Richard Bell (inf. pers.) considera la cuestión con mayor detenimiento y propone sistemas que darían mucha información para la observación y la administración del comercio del marfil, en los planos interno e internacional. Sin embargo, es en gran parte el cometido de los países productores obtener esta información como parte del sistema de establecimiento del cupo (otras consideraciones al respecto en la próxima sección). Tiene muy poco interés desarrollar sistemas de marcado más perfeccionados hasta tanto que todos los países pongan en ejecución las recomendaciones de Conf. 3.12. Fecha grabada en el colmillo y fecha del permiso de exportación Los países importadores no aceptarán un cargamento de marfil si la fecha del permiso de exportación no corresponde con el año del cupo establecido para el país de que se trata (Conf. 5.12 - 8). Se presenta un punto importante en estas consideraciones. En muchos países se marcan los colmillos rutinariamente de acuerdo con CITES Conf. 3.12, enseguida de adquirirlos. Por consiguiente, un colmillo puede estar marcado con un año anterior al año del cupo, y un número que no corresponde a el cupo. Es posible que muchos de estos colmillos no se exporten sino que vayan al mercado interno. El sistema de cupos no podría funcionar si se exige que cada colmillo tenga una marca con el año de que se trata, y un número de identificación inferior al cupo de ese año. Se debe seguir aplicando el sistema de marcado actual, como se ha hecho desde 1981, sin relación con el sistema de cupos. El banco de datos de la Unidad de Marfil de CITES será el principal instrumento revelador de números de colmillos duplicados o fraudulentos. 62 10. Reexportación de marfil no trabajado Es importante definir claramente en qué condiciones se considera que un colmillo se ha exportado. Caben las siguientes posibilidades: Cuando salga del país de origen. Cuanda salga de Africa. Cuando entre en el país en que se va a trabajar. La única posibilidad práctica es la primera. Sólo se aplicarán una vez las restricciones del sistema de cupos propuesto, la primera vez que el colmillo sale del país de origen y entra en otro, sin importar en que parte del mundo está situado el último. En adelante, todos los movimientos del colmillo serán considerados como reexportaciones o reimportaciones. Considérese la situación hipotética de un negociante de marfil de Sudáfrica que importa un colmillo de Zimbabwe, y cumple con todos los procedimientos estipulados en un año de cupo determinado (digamos 1986). Si este negociante decide guardar este colmillo varios años antes de reexportarlo a Hong Kong, hay que saber qué requisitos debe cumplir en el marco del sistema de cupos del año de que se trata (digamos 1989). Está claro que no se considerará el colmillo como parte del cupo de Zimbabwe en 1989, ni como parte del cupo de Sudáfrica para este mismo año. Se exigirá al negociante únicamente la prueba de que el colmillo fue comprado legalmente a Zimbabwe el año del cupo de 1986. Para probar eso, necesita copias de los originales del permiso de exportación y del de importación. Los requisitos son los mismos para toda reexportación futura del colmillo. Se corre el riesgo de que se utilice esto para exportar marfil ilegal. La oficina gubernamental que controla la exportación tiene la responsabilidad de comprobar si los documentos originales no son falsos, y cerciorarse de que no se han utilizado estos documentos originales para una exportación anterior. Si quedan dudas sobre la exportación, los procedimientos de verificación presentados en la subsección 5 son el medio de comprobación final. El sistema de cupos aplicado a los Estados no Partes Los Estados no Partes que visité (Somalia, Etiopía y Chad) tienen la intención de obrar de acuerdo con el sistema de cupos. (Conf. 5.12 - h) Comercio del marfil trabajado (Conf. 5.12 - j) Recomiendo que CITES abandone todo esfuerzo por regular o mantenerse enterado de las importaciones y las exportaciones de marfil trabajado, a pesar de que la Resolución de la Conferencia de las Partes estipula que debe mantenerse la actividad en estos aspectos. Doy a continuación los motivos de mi posición: a) Parker (1979, página 225) recomienda lo mismo. b) Una ley no es adecuada si no es realizable (CITES Doc. 3.10.4). Los procedimientos actuales para el marfil no son realizables, y están produciendo mucho papeleo, que ayuda muy poco para la conservación de los elefantes, y resta fuerzas en el campo en que más se necesitan (el control del tráfico de marfil no trabajado). 63 c) d) e) El control del comercio del marfil trabajado es ante todo un problema interno, que la legislación internacional no puede abarcar. Un país puede utilizar la documentación de CITES para apoyar sus esfuerzos por el control del comercio del marfil trabajado, pero no puede esperar que esto influya en otros países (por ejemplo, Zimbabwe la utiliza únicamente para ayudar a los turistas que salen del país, y para dar mayor importancia al marfil dentro del país). El comercio del marfil trabajado sólo se puede controlar dentro de los Estados Miembros. Estoy consciente de que uno de los motivos principales para seguir imponiendo controles en el comercio del marfil trabajado es el problema con el marfil de elefantes de Asia, que se trata en CITES, Apéndice Il. Aquí también podemos utilizar el argumento del apartado anterior; es incumbecia de las autoridades indias resolver el problema en el plano interno. Por no hacerlo, están creando problemas considerables en el resto del mundo. Por marfil trabajado debe entenderse lo que se define en la Conf. 3.12, y esta designación no debe incluir los colmillos pulidos ni piezas de marfil pulidas, que no tiene ninguna talla. Negociantes privados de la R.C.A. están exportando colmillos pequeños pulidos como "obras de arte" a fin de burlar la legislación nacional que exige que todos los colmillos no trabajados para exportación debe pesar más de 10 kg. En Sudán hay comerciantes que hacen pequeños cilindros de marfil, que conviene para la fabricación de tapas, y los exporten como marfil trabajado para burlar la prohibición de exportación de marfil no trabajado del gobierno de Sudán. 11. Tamaño mínimo del colmillo en el comercio No se debe imponer un límite para el tamaño mínimo de los colmillos que entran en el comercio internacional. Si bien me doy cuenta de que los esfuerzos por “imponer este límite responden al deseo de conservar los elefantes, no es sensato por las siguientes razones: a) b) c) d) e) En algunos países se obtienen colmillos legftimamente de elefantes de todas las categorías de edad, mediante el programa de selección, y a menudo se prefiere exportar estos colmillos para no tener el problema de seguir su proceso en la industria de la talla de sus propios países. Mueren por causas naturales animales con colmillos pequeños. En algunos países se ha abolido todo comercio de marfil, y la talla, dentro de sus fronteras, de modo que no quedan sino dos posibilidades: destruir estos colmillos o exportarlos. Una parte importante de la industria del marfil trabajado en los países consumidores trabaja exclusivamente con colmillos pequeños, y parece ilógico ignorar el mercado que ésta representa. No es muy probable que el hecho de fijar un límite de tamaño para el colmillo de exportación produzca el resultado esperado (que únicamente se maten elefantes con colmillos superiores al límite). En todos los Estados de Africa central que visité se utilizan colmillos pequeños en la industria de la talla, y gran parte de éstos sSs€ obtiene ilegalmente. El comercio internacional no tiene cartas en esta cuestión; se trata exclusivamente de una cuestión de aplicación de la ley y administración interna de los países productores de que se trata. 1740 13. f) Muchos países productores han establecido un tamaño mínimo de colmillo por su cuenta, tanto para la caza como para la exportación. Esta es la única forma sensata de imponer un umbral de tamaño del colmillo. Exportación de colmillos pequeños y de piezas de marfil La opinión general en todos los países que visité es que no es sensato marcar colmillos pequeños ni trozos de marfil. A menudo, el impacto del punzón de marca en un colmillo pequeño lo rompe en trozos. Si bien la cantidad de estos artículos pequeños es grande, su parte en peso en el comercio internacional es insignificante. Es pesado preparar la documentación para estos artículos, y no se justifica. Todos los países productores preferirían un sistema que permita la exportación de piezas de marfil no trabajado, y colmillos de menos de 1 kg., en lotes con el número de piezas y el peso total del lote especificados en el permiso de exportación. Habría que considerar cada lote por separado, es decir especificar en un documento que no abarca otros lotes el peso y el número de piezas de cada cajón de embalaje o caja que contenga esta clase de artículos. Habría que especificar el número de colmillos enteros y el número de trozos de marfil que constituyen el lote. En este caso, tenemos que considerar en qué forma intervienen estos cargamentos por lotes en el cupo de un país. ¿Debemos deducir del cupo cada pieza de estos lotes? Pienso que se deben deducir los colmillos enteros y no los trozos. El interés principal de CITES es el número de animales que mueren; un par de colmillos pequeños representa un animal muerto, de la misma forma que un par de colmillos grandes. Para que se pueda poner en práctica el sistema, quizá sea lo mejor especificar, en el documento de presentación del cupo a la Secretaría de CITES, que el país de que se trata tiene la intención de exportar, además del cupo de colmillos marcados de acuerdo con la Conf. 3.12, cierta cantidad de colmillos de menos de 1 kg. c/u, en lotes. Para la identificación de estos lotes en aduanas, se da un Número de Lote y el total de lotes del cupo (por ejemplo, "Lote 2 de 7 - cupo de Kenya"). Marfil confiscado En el apartado b) de la Resolución Conf. 5.12 se estipula que "los permisos de exportación, emitidos para el marfil no trabajado expedidos por los Estados productores Partes de la Convención que hayan fijado cupos ..... sean considerados compatibles con la conservación de las poblaciones de elefantes ..... en el país de origen". Está claro que el marfil confiscado no corresponde a esta disposición. Si bien esta clase de marfil es lógicamente propiedad legal del Estado una vez confiscado, y no hay ninguna razón para que el Estado no obtenga ganancias exportándolo, no se podría argúir que la muerte de los animales de que se trata corresponde de alguna forma a la conservación. En la mayoría de los países que visité, la mayor parte del cupo sería normalmente marfil confiscado. Se ridiculiza el procedimiento de establecimiento del cupo si se calcula minuciosamente el número de elefantes que han de morir en el marco de programas de gestión, y luego se incluye una cantidad de colmillos confiscados que hace parecer pequeño aquel número. Todos los países están conscientes de esta paradoja, y piensan que la solución es considerar la mayor parte del marfil confiscado aparte del 65 14 15. cupo que se presenta a la Secretaría de CITES. En el cupo representado se puede señalar una parte nominal para una cantidad mínima de marfil confiscado que podría presentarse durante un año determinado. Antes de exportar cualquier cantidad significativa fuera de ésta, se informaría a la Secretaría de CITES que se ha confiscado un determinado número de colmillos, y que se van a exportar fuera del cupo existente. La Secretaría aprobaría la exportación y notificaría su decisión al país importador. Lo anterior pone sobre el tapete la cuestión de los procedimientos que se han de adoptar para el caso de un país que desee exportar una cantidad superior a el cupo establecida. Legalmente, nada puede impedir que lo haga; lo más indicado sería tal vez que el país informe sencillamente a la Secretaría poco antes de rebasar el cupo, y se remita la notificación del caso a otras Partes de CITES. Otra posibilidad sería impedir que se almanece todo el marfil que excede del cupo, hasta el siguiente año, para considerarlo normalmente en el cupo de este año como "Existencias del gobierno disponibles". El inconveniente es la pérdida de fondos que ocasiona este procedimiento; tampoco se saca ninguna ventaja en lo relativo a la conservación. Estados no Partes, y Estados que cumplen con los requisitos de CITES Todos los Estados aceptaron tácitamente las disposiciones de Conf. 5.12 - h), k) y n). Puede ocurrir que sea necesario transitar el marfil por países que no están de acuerdo, por razones de logística. No veo ningún inconveniente, siempre que el marfil esté en depósito ("in bond") durante el tránsito. Algunos países (como la R.C.A.) no permiten el tránsito de marfil por la pérdida de ganancias potenciales para el gobierno, y exigen que la remesa se importe y se reexporte a fin de cobrar impuestos de entrada y salida. Hay un riesgo real de que la introducción del sistema de cupos fomente el comercio ilegal de marfil entre los Estados no Partes. Para burlar el nuevo sistema es necesario que el importador y el exportador decidan no acatar los procedimientos y es posible que algunos países estén dispuestos a hacerlo. Por ejemplo, si Burundi exporta marfil ilegal a China, CITES puede hacer muy poco para evitarlo. Registro de las existencias de marfil (Conf. 5.12 - 1) Se trata de un procedimiento importante para observar el comercio total anual de marfil, y la cantidad que corresponde a los cupos de los países productores. El volumen de marfil en el comercio en un año determinado comprende una cantidad obtenida de animales muertos durante ese año, y una cantidad obtenida de animales muertos en años precedentes. En la recopilación de estadísticas lo más difícil es separar estas dos categorías. Naturalmente, la cuestión fundamental de conservación es el número de animales muertos el año de que se trata, y no se puede establecer esto si no se identifican todas las exportaciones y reexportaciones de marfil de años anteriores, y se restan del total de colmillos en el comercio. La forma más sencilla de establecer las existencias de marfil de años anteriores al año del cupo es que cada país los registre y facilite los detalles a la Unidad del Marfil de CITES. Hay que marcar los colmillos de estas existencias como se especifica en la Conf. 3.12 antes de exportarlos o Treexportarlos. 66 16. 17. En la reunión de Buenos Aires, algunos Estados no productores se mostraban reacios a llevar a cabo este trabajo en sus países. Sin embargo, se hizo ver que si se esperaba que los países productores lo realizaran, no había ninguna razón para que los países no productores no lo hicieran. Cooperación regional La exportación ilegal de marfil no trabajado de un país por negociantes privados de otro ha enturbiado las estadísticas de exportación e importación. Es importante avanzar hacia una situación en la que cada país exporta su propio marfil, cualquiera sea la cantidad. Por esta razón, hay que evitar las prohibiciones de caza y exportación que incitan al comercio subterráneo. Se están preparando medidas importantes de cooperación en los países de Africa central, para evitar que un país exporte marfil de otro, y montar una gran campaña contra la caza furtiva que no se limite a las fronteras de un Estado. La Organización para la Conservación de la Fauna de Africa Central (OCCAF) fue creada en 198; la secretaría está establecida en Sudán. Actualmente, la OCCAF está reuniendo fondos para iniciar operaciones. Cooperación en el plano continental En mi viaje por muchos países me di cuenta claramente que el precio del marfil varía de una parte del continente a otra, y que algunos estados no se dan cuenta del verdadero valor de este artículo. El caso es grave cuando se vende marfil en ventas del gobierno, a oferentes privados, a menos de US$ 10 el kilo. Esto va en contra de los intereses de la conservación. el artículo es demasiado barato, y por consiguiente no atrae la atención necesaria de la administración. Se están matando demasiados animales para obtener una cantidad de dinero que se podría obtener con unos pocos animales, mediante una comercialización adecuada. Es necesario que Africa se muestre comercializando sus productos como es debido, manejando su industria de la fauna con una gestión técnica adecuada, y corrigiendo sus propias irregularidades. Si existiera esta situación, la comunidad internacional se sentiría mucho menos llamada a insistir en la aplicación de reglamentos en el comercio del marfil. El marfil será cada vez más escaso en los años venideros; si los países de Africa colaboran para mantener el precio elevado, todos los países podrán sacar mucho provecho de este recurso. En todos los países que visité consideramos la posibilidad de constituir un cartel entre países productores para exportar el marfil con las mejores condiciones. En la industria africana del diamante, la comercialización de todos los diamantes pasa por una sola organización (la Organización Central de Venta), que ha logrado mantener el valor de los diamantes durante el último siglo. Los objetivos declarados de la OPEP son lograr el máximo de ganancias del petróleo, y hacer que el recurso dure mucho tiempo. La OPEP tiene el inconveniente de no controlar más que una parte del petróleo del mundo, y es vulnerable a las acciones económicas de otros países. Los principales recursos de marfil de Africa están limitados efectivamente hoy día a unos 13 países; si éstos lograran ponerse de acuerdo podrían presentar un frente formidable a las naciones consumidoras de marfil. 67 18. En el apéndice 13 se presenta una estructura posible de un Cartel de Exportación de Productores de Marfil ("Ivory Producer's Export Cartel (IPEC). Se tratan de integrar en una estructura las funciones esenciales de comercialización, control y servicios técnicos necesarios para que una organización de este tipo pueda funcionar. No la presento como una recomendación, sino más bien como una posibilidad que si se llega a poner en práctica puede mejorar la situación actual del marfil y de los elefantes de Africa. Todos los países que visité manifestaron su aprobación de la idea, y las reacciones iban de la positiva a la muy entusiasta. No ignoro las dificultades que supone la creación de una organización como ésta. A diferencia del petróleo y de los diamantes, que se pueden monopolizar fácilmente, los elefantes están muy repartidos, y pocos gobiernos, a pesar de que se declaran propietarios de este recurso, pueden hacer valer su monopolio. Cooperación internacional Para que las propuestas de cupos tengan los resultados esperados, es indispensable, por una parte, que los países productores establezcan cupos Tealistas y hagan todo lo posible para no matar más elefantes que lo establecido, y por otra parte, que los países consumidores pongan en ejecución todos los procedimientos estipulados. En algunos de los países de Africa que visité supe de casos de misiones diplomáticas extranjeras que habían utilizado sus privilegios diplomáticos para realizar contrabandos importantes. Doy tres ejemplos. En un puesto de control cerca de un paso de frontera, empleados del servicio de la fauna detuvieron un vehículo diplomático y lo inspeccionaron, sin saber el alcance de los privilegios diplomáticos. En el portaequipaje del vehículo había varios colmillos de rinoceronte y colmillos grandes de elefantes. El gobierno reprendió más tarde a sus empleados por no haber observado que los visitantes tenían inmunidad diplomática, y no se habló más del caso. Empleados del servicio de la fauna detuvieron una furgoneta de una tonelada a punto de cruzar la verja de una embajada. Estaba cargada con una tonelada de marfil no trabajado. Empleados del «servicio de la fauna «sobornaron al cocinero de una residencia diplomítica para sacar marfil de la casa mientras el diplomático estaba en la embajada. Las autoridades gubernamentales recuperaron un alijo importante, de más de una tonelada. Los funcionarios de los países en que ocurrieron estos incidentes me pidieron que no revelara los nombres de sus países para no poner en dificultades sus propios gobiernos, que no reaccionaron en ninguno de estos tres casos por razones políticas. Se ganarían puntos para la conservación si todos los ministerios de asuntos exteriores precisaran a su personal diplomático en misión en Africa que los privilegios diplomáticos no deben servir en ningún caso para el movimiento de marfil o de cualquier otro producto ilegal de fauna. 68 ADMINISTRACION INTERNA Se pueden obtener algunos resultados mediante la regulación del comercio internacional del marfil. En mi parecer, el aspecto más importante es la administración interna de los países productores. Mi intención no es criticar ahora los países que hace tan poco tiempo me ofrecieron su hospitalidad. El objetivo de esta sección es dar recomendaciones generales constructivas, y dento de lo que cabe he evitado referirme específicamente a algun país. Ahora bien, no cabe duda de que cada país reconocerá las observaciones que corresponden a su propia situación, y pido disculpas de antemano por cualquier ofensa que provoque. Empezaré con asuntos de administración directamente relacionados con el sistema de cupos, y trataré luego problemas más generales que seguirán impidiendo a los funcionarios de varios países lograr sus objetivos de control del comercio del marfil, hasta tanto no se resuelvan. En viste del actual status quo, es decir, que en la disposición oficial de casi todos los gobiernos se afirma que la fauna pertenece al Estado, consideraré las medidas necesarias para hacer efectivo este monopolio. Finalmente, consideraré posibilidades diferentes de la propiedad total del Estado, que pueden ofrecer mayores oportunidades de resolver los problemas a largo plazo. Se necesitan políticas con “una secuencia de medidas armonizadas y procedimientos administrativos para poder controlar el comercio del marfil (y la utilización de la fauna en general). He tratado de presentar éstas en un orden lógico. No se puede descuidar ningún paso del proceso, pues se crea una falla que puede acabar con toda la organización. No doy a continuación el marco de un plan maestro de conservación, sino un simple conjunto de procedimientos para la utilización de la fauna. 1. Control de los recursos Es fundamental que los gobiernos logren proteger su fauna, y que no quede duda de que dominan la situación. En todos los países que visité se repetía que los responsables de la fauna no tenían bastante personal, fondos mi equipos para vigilar las amplias zonas de las que eran responsables. Esto es cierto en mayor o en menor grado en cada caso; siempre ha sido así, desde que los servicios de la fauna tratan de imponer su control. Sin embargo, no creo que la culpa siempre sea de otros, Algunas agencias de la fauna logran obtener fondos más fácilmente que otras, y esto depende en gran parte de la fuerza con que su director defiende su causa ante los responsables de la atribución del presupuesto del país. Muchas agencias de la fauna reciben fondos suficientes en el presupuesto nacional, y a menudo terminan el año financiero con dineros no invertidos. El número de empleados de las agencias de la fauna me sorprendió por lo alto, más bien que por lo bajo. Es cierto que el personal no tiene equipos suficientes, pero hay muchos donantes potenciales, deseosos de colaborar con equipos, siempre que se les presenten propuestas bien fundadas. Me deprime oir que no se puede hacer nada para mejorar la situación hasta que haya fondos disponibles, porque, en general, pienso que no es cierto. Lo primero es la lucha contra la caza furtiva. Para acabar con la caza ilegal de elefantes hay que actuar en el terreno, y no mediante restricciones en el comercio internacional. Está claro que no se puede afrontar una banda de cazadores furtivos armados con armas automáticas, 69 con una lanza o un viejo fusil 0,303, pero este aspecto se puede tratar con las autoridades de más alto nivel del país. En las calles y los aeropuertos de muchos de los países que visité pululaban los soldados armados con los equipos más modernos; no sería irrazonable pedir a las autoridades militares algunas armas en préstamo, o hasta el destacamiento de soldados armados. En la lucha conta la caza furtiva se necesita ante todo mucha iniciativa y motivación, y esto debe venir de un nivel alto. Desafortunadamente, muchos altos mandos de agencias de la fauna no han participado nunca en la lucha contra la caza furtiva, y por lo tanto no tienen las facultades de dirección y organización de patrullas. Se puede reprimir la caza ilegal por otros métodos menos evidentes, que no suponen necesariamente la utilización de grandes fuerzas. Con un trabajo indagatorio adecuado, y la creación de una red de informadores, se pueden lograr michos arrestos (con frecuencia de los criminales más importantes involucrados en el comercio del marfil). La sola medida administrativa de inspeccionar, registrar y marcar todos los colmillos que presentan los negociantes del sector privado para exportación es un método para detectar marfil obtenido ilegalmente, y da motivos suficientes para arrestar cuando se comprueban irregularidades. Si es completamente imposible tratar alguna de las acciones que acabo de presentar, no queda más que una posibilidad, el gobierno debe abandonar su pretensión de propiedad de la fauna, y buscar otras soluciones para su manejo. Se trata este aspecto en la subsección 8. Antes de cerrar el tema de control, hay que hacer una aclaración fundamental. En michos de los países que visité las leyes referentes a la adquisición de marfil tienen lagunas tan grandes que la lucha contra la caza furtiva sería tiempo perdido. En estos países lo primero es considerar los siguientes puntos de esta sección, antes de consagrar tiempo y esfuerzos a destinar personal de lucha contra la caza furtiva a unas acciones inútiles. Quizá capturen a un cazador con un elefante, pero no podrán tocar a un cazador semilegal que mata manadas enteras. Políticas y legislación sobre la utilización de la fauna Si se aplicaran las políticas oficiales sobre la fauna de la mayoría de los países africanos, no habría sino unos cuantos colmillos obtenidos por cazadores deportivos extranjeros, que de todas maneras no entrarían en el comercio. No vi ningún programa de explotación o de selección que pudiera producir legítimamente el marfil que circula actualmente en el comer cio. La mayor parte del marfil de los gobiernos se obtienen en confiscaciones, lo que no se puede considerar como el resultado de programas de gestión. La mayor parte del marfil de República Unida de Tanzanía se obtiene por protección de los cultivos; si bien este es un enfoque de gestión limitado a casos inmediatos, tiene el mérito de ser el resultado de una acción positiva del gobierno. La mayor parte del marfil de países productores lo exportan particulares, y en muchos casos la cantidad de marfil que éstos logran reunir para exportación excede de cupos legítimos establecidos por el gobierno, y es superior a la mortalidad natural de los elefantes. Me parece muy difícil de entender el dualismo de la posición final ante esta contradicción evidente de las políticas oficiales. Por una parte, hay disposiciones legales para una explotación mínima de marfil, y por otra parte se autoriza la exportación de grandes cantidades de colmillos que se han obtenido evidentemente de forma ilegal. 70 Toda agencia de la fauna debe hacerse de forma crítica esta pregunta; "¿Cómo obtiene la gente el marfil?". El método de cálculo del cupo presentado en este informe da las diferentes fuentes, y permite asignar cantidades en cada categoría. Por el hecho de que las políticas oficiales del gobierno no comprenden ninguna forma de utilización de la fauna, no se puede volver la espalda a una intensa explotación real en todo el país. Si las prohibiciones no surten efecto, hay que aceptar que hay alguna forma de explotación, a pesar de lo establecido en las políticas gubernamentales, y lo más indicado es tratar de controlarla y mantener la dentro de límites que se puedan manejar. Los responsables de la fauna de muchos países consideraban que su misión empieza y termina en las zonas protegidas oficialmente. Lo que suceda en el resto del país no es su incumbencia. El cupo de exportación de marfil no será únicamente el resultado de los permisos expedidos para caza deportiva en determinadas zonas de caza; en realidad, esta será la menor parte del cupo. La mayor parte del marfil la producirán las poblaciones de elefantes sin protección en tierras de nadie. Alguna autoridad tiene que asumir la responsabilidad de esta situación. Hay que hablar del sistema de "recolección" que todavía se practica en algunos países. Ha podido ser razonable extender un permiso a par ti culares para comprar marfil encontrado a los campesinos, cuando en las tierras africanas todavía no había armas modernas; hoy día, es ni más ni menos dar carta blanca para una gran matanza de elefantes. El sistema podría funcionar con responsables de la fauna muy entendidos, que examinaran cada colmillo recogido, y estuvieran dispuestos a encarcelar a quien presentara un solo colmillo de animal no muerto por causas naturales. Ahora bien, en los países que practican la recolección, los responsables de la fauna ni siquiera examinan los colmillos. Desde principios del siglo, la forma de obtener los colmillos de animales muertos por causas naturales es un problem que atormenta a los responsables de la fauna. Si se ofrece una recompensa interesante a los particulares que los entreguen a las autoridades gubernamentales, la recompensa se convierte en acicate de la caza ilegal. Si no se ofrece una recompensa, la persona que encuentra el marfil preferirá venderlo al que recoge o al negociante ilegal. Con las políticas actuales de Africa, muy poco marfil “encontrado” pasa al gobierno, salvo los colmillos que recogen los empleados del servicio de la fauna. El gobierno podría pagar buenas recompensas por el marfil encontrado, sin crear un acicate para la caza ilegal, si los empleados del servicio de la fauna supieran distinguir entre un colmillo tronchado de la mandíbula de un elefante, y un colmillo sacado de una calavera encontrada en un bosque. Parker (1979, página 169) da criterios detallados para establecer la diferencia. El presentar un colmillo que indique la caza del elefante, sería motivo suficiente para encarcelar a la persona. Administración de la caza Una vez establecida la magnitud de la caza legítima de elefantes, las autoridades deben instaurar un sistema administrativo para garantizar que el número de elefantes muertos se limitará a los especificado en el cupo. Los diferentes aspectos son: a) Decidir quien interviene en el cupo. Se puede repartir entre cazadores por deporte, tanto residentes como de otros países, particulares que realizan la explotación por razones comerciales, y los mismos empleados del servicio de la fauna que llevan a cabo una caza de control o de selección. 71 b) Extender un permiso de caza, que ha de ser específico en cuanto al número de animales, la edad y el sexo, y la localidad en que se llevará a cabo la caza. c) Supervisar la operación de caza. Lo ideal sería que un empleado del gobierno tomara parte en toda excursión que realiza el equipo de cazadores desde su base. De no ser posible, el equipo de cazadores debe adquirir el compromiso de presentarse a un puesto de control al entrar en la zona de caza y al salir de ella; se inspeccionará el vehículo para cerciorarse de que los colmillos obtenidos no exceden del múmero previsto en el múmero de caza. Si no hay forma de hacer este control, el cazador se presentará al responsable gubernamental de la fauna tan pronto termine la caza. d) Registro de los colmillos. El representante del gobierno examinará el permiso de caza, anotará en el registro de marfil del puesto el número del permiso, el nombre del cazador, el peso y la descripción de cada colmillo. Se marcarán los colmillos con el número correspondiente del registro, y se extenderá un certificado de propiedad. El gobierno puede exigir que se presenten de nuevo estos trofeos en el centro administrativo principal para confirmar el registro, y expedir la documentación de exportación cuando el cazador la necesita. En algunos países, los colmillos no se registran, ni se marcan, ni se examinan, en ningún punto entre el origen en el terreno y el punto de exportación. No me refiero a los colmillos ilegales. En los países en que existe la "recolección”, este marfil es legal en cualquier momento en conformidad con las leyes del gobierno. A menudo los mismos negociantes marcan los colmillos, no porque el gobierno lo exija, sino porque el país importador lo exige. Este sistema permite toda clase de abusos. Movimiento del marfil dentro de país Después de registrar todos los colmillos en el punto de adquisición en el terreno, el mejor sistema para controlar el movimiento del marfil dentro del país es hacer registrar, marcar y examinar todos los colmillos en un centro principal único, por una sola agencia responsable. Este centro se encargaría de la venta del marfil del gobierno, y de la exportación de todos los colmillos. - Puede ser difícil llevar a cabo este sistema en un país grande. No es económico transportar el marfil sin necesidad, en particular si hay puntos de exportación apropiados, o mercados internos cerca del punto de origen del marfil. Los clientes de organizaciones de safari internacionales no aprecian la burocracia, ni los plazos demasiado largos para obtener sus trofeos, y es necesario ser flexible en este punto. Ahora bien, en estos casos es indispensable colocar a funcionarios muy responsables en cada centro, y sí sus funciones puede necesitar que firme documentos de CITES, se debe registrar su firma en la Secretaría de CITES. El movimiento del marfil es extremadamente complicado en varios países africanos. Hay varias agencias en el manejo del marfil, cada una con su propia esfera de autoridad, y parece algo arbitraria la decisión de vender el marfil en el distrito de origen, exportarlo, o llevarlo al centro principal. Esto no tiene importancia en sí, siempre que las autoridades sepan en todo momento cuántos colmillos hay, y dónde están almacenados. 72 El principal motivo de preocupación debiera ser el marfil en manos del sector privado. Este marfil circula en más de un país sin ninguna clase de control; no se registra en el terreno, y no se inspecciona antes de exportarlo. Asimismo, casi no hay control en el abastecimiento de marfil de las industrias de talla, cuando un simple sistema de controles de carretera de vez en cuando constituiría una inspección parcial del tráfico del marfil. Si bien en Zambia no se obtienen muchos resultados en la represión de la caza ilegal, los puestos de control de carretera dan excelentes resultados en la captura del marfil que se transporta. Ventas de marfil Fuera de los trofeos de caza deportiva, conviene que el gobierno se encargue de la venta de todo el marfil obtenido en el país. Dicho de otra forma, el gobierno debiera ser la única fuente de marfil, Si los negociantes privados desean exportar, deben adquirir marfil del gobierno, salvo en los casos aislados en que se compra un par de colmillos de trofeo a un particular (de todas maneras, se registrará la operación ante las autoridades). La única excepción válida que puedo imaginar a esta regla es el caso de un negociante de marfil privado que haya estado realizando un programa de explotación de elefantes con permiso del gobierno. No tendría ninguna utilidad ordenar que debe venderlos al gobierno, y comprarlos luego. (Que yo sepa, no hay ningún programa de este tipo en funcionamiento). En la mayoría de los países de habla francesa, el gobierno maneja muy poco marfil, fuera de las ventas de marfil confiscado, que se realizan de vez en cuando. La mayor parte del comercio está en manos del sector privado; se pagan impuestos diferentes por certificados de propiedad y permisos de exportación, y a menudo se cobra un recargo o derechos por peso de marfil. Creo que esta es la fuente de muchos de los males del comercio del marfil en estos países. La falta de interés de los gobiernos crea la ocasión para que se incluyan grandes cantidades de colmillos obtenidos ilegalmente en los cargamentos de exportación. Me han sorprendido los bajos precios que sacan del marfil los gobiernos de la mayoría de los países de Africa. Creo que esto se debe en gran parte a la venta del marfil por ofertas. El riesgo de irregularidades en esta operación es muy grande. Un funcionario corrumpido puede aceptar pagos por fuera de la venta, sin despertar sospechas. Ahora bien, esta no es la única explicación. El marfil se vende frecuentemente en subastas en los países de habla francesa, pero los precios mo suben mucho porque sólo asisten algunos negociantes locales, que ademas se ponen de acuerdo por lo general. Los precios también son muy bajos cuando se vende el marfil a precios fijos del gobierno. Quizá la mejor forma de vender sea organizar subastas con buena publicidad, en las que participen compradores internacionales, dirigidas por subastadores profesionales, y presentando el marfil en lotes bien organizados. Así se obtienen los precios más altos del momento, y queda poca oportunidad de acuerdo entre compradores, o de procedimientos irregulares entre los funcionarios del gobierno. Los peores administradores financieros son los funcionarios en general, y los responsables de la fauna en particular. Tal vez sea porque manejan fondos públicos y no su propio capital. Me horrorizó ver la cantidad de marfil que deja acumular el gobierno en su poder antes de organizar una venta. El marfil almacenado es como el dinero no invertido; no produce 73 intereses. Un negociante astuto puede acumular el marfil como especulación, en espera del alza de precios, pero esta no es la explicación en el caso de los funcionarios públicos. El hecho de no vender regularmente, y de no lograr los mejores precios del marfil, es ni más ni menos que una pésima administración financiera. Expor tación del marfil La mayoría de los gobiernos, y especialmente los negociantes privados, conocen bien los procedimientos internacionales para la exportación. No voy a repetir aquí los procedimientos de CITES, y sólo quiero hacer ciertas observaciones sobre prácticas internas que pude observar durante este viaje. En un país, los negociantes privados obtienen pedidos del marfil prometiendo a los compradores de ultramar el suministro de grandes cantidades. Al recibir el pedido solicitan un permiso de exportación y empiezan a adquirir la cantidad del cargamento (que puede alcanzar las 40 toneladas); no tienen nada en su poder al hacer la oferta, ni pueden adquirir el marfil por vías legales. Nada se arregla con decir que "estos comerciantes son pícaros y codiciosos"; la culpa es del gobierno del país, que acepta estas prácticas. El país de que se trata necesita urgentemente moneda extranjera, y las autoridades mercantiles que expiden el permiso de exportación acogen con entusiasm cualquier pedido que signifique un importe importante. Se necesita la aprobación de los responsables de la fauna, pero éstos distan micho de tener el poder necesario para rechazar el permiso. Ha habido movimientos significativos de marfil entre los países de Africa central, utilizando certicados de propiedad para obtener el visto bueno de aduanas, en vez de verdaderos permisos de exportación. Se ha acostumbrado considerar estos movimientos como "comercio interior” y no como verdaderas exportaciones. Se puede comprar un permiso de propiedad por un importe insignificante, y muchos de éstos son sencillamente fraudulentos. Zaire pidió hace poco a la República Centroafricana que no autorizara importaciones de marfil de aquel país sin los debidos permisos de exportaciones de CITES expedidos en Kinshasa. Esto demuestra que los esfuerzos de CITES por controlar el comercio están surtiendo efecto. Control del comercio interior de marfil, y de la industria de la talla El marfil ilegal utilizado en la industria de la talla interior es con creces el principal problema en los países de habla francesa, y en algunos países de habla inglesa. Es muy posible que haya subestimdo su importancia al hablar de 85 toneladas en el capítulo anterior; no me extrañaría que fuera el doble. Las autoridades de todos los países que visité están conscientes de que al seguir dando su sanción a la venta de marfil trabajado en tiendas y en la calle están permitiendo que se siga llevando a cabo una explotación ilegal de los elefantes. Cuando pregunté de dónde venían los colmillos para la talla, me respondieron sin más ni menos "no sabemos; estos colmillos no figuran en nuestros registros". Puede parecer una solución atractiva cerrar sencillamente todas las tiendas de marfil, acabar con las ventas, las industrias de talla y otras relacionadas, pero no creo que sea lo indicado. La industria da los medios de subsistencia a muchas personas, y es una expresión de la cultura y de formas de arte. Prohibirla sería crear un tráfico subterráneo de marfil trabajado, y dar uma ventaja injustificada a los países vecinos, Sería mucho mejor reconocer esta industria, y tratar de regularla, como están haciendo los funcionarios de la mayoría de los países de habla francesa actualmente. 74 Es importante garantizar el abastecimiento de marfil legítimo para esta industria; esta es la siguiente tarea de los países de habla francesa, una vez registradas todas las personas que trabajan en este campo. Hay un problema en la realización de este registro. en Gabón, por ejemplo, sólo se ha presentado un artesano; está claro que éstos temen las represalias del gobierno. Creo que a largo plazo el futuro está en una relación estrecha entre los tallistas, que deben crear una asociación comercial sólida, los cazadores, que deben trabajar por cuenta de los tallistas o del gobierno, y el mismo gobierno. Los responsables de la fauna podrían establecer un cupo de animales que se pueden cazar legitímamente para la industria de la talla, y permitir que los tallistas empleen sus propios cazadores para obtener el marfil. El gobierno asignaría zonas específicas a estos cazadores, y les exigiría mantenerlas libres de toda caza ilegal. Los responsables de la fauna registrarían todos los colmillos que obtengan estos cazadores. Este proceso permitiría pues el control de la situación. No creo que sea una solución que el gobierno se haga cargo de la industria. Hay campos en los que es importante la iniciativa privada, y la actitud de un funcionario público no supone la mayor productividad. República Unida de Tanzanía y Malawi tienen este punto de vista. Así pues, han prohibido el comercio del marfil a particulares, pero el gobierno suministra marfil a los tallistas privados. Zambia y Somalia nacionalizaron totalmente la industria de la talla; habrá que esperar para juzgar si tienen éxito. En Zimbabwe, la industria sigue en manos del sector privado, pero está fuertemente controlada. Todos los negociantes y los tallistas de marfil están registrados ante el gobierno, y pagan derechos anuales de permiso. Todos los detallistas de marfil están registrados igualmente, pero no pagan derechos. Los negociantes sólo pueden obtener el marfil en las ventas del gobierno, y pueden exportarlo o venderlo a los tallistas. Hay una parte de las ventas del gobierno que no se puede exportar, a fin de garantizar el suministro de los tallistas. Algunos ciudadanos tienen licencias de negociantes y de tallistas, y en efecto se venden a ellos mismos. Los negociantes, los tallistas y los detallistas presentan una relación mensual al gobierno de compras y ventas de marfil. El negociante especifica los números de todos los colmillos comprados al gobierno, y los nombres de las industrias de la talla a las que los vendió. En los informes de los tallistas se indican el nombre del negociante al que se compraron los colmillos, y los números de los colmillos; se precisan igualmente los objetos trabajados sacados de cada colmillo, y el nombre del detallista al que se vendieron. Los detallistas dan los nombres de los tallistas a los que compraron objetos durante el mes, y los nombres de los particulares que los compraron. De esta forma se puede observar perfectamente el comercio, y se puede vigilar estrechamente a cualquier encargado "sospechoso” de una de las empresas de este comercio. En realidad, el sistem ha excluido a esta clase de empresas, y sólo quedan en el país negociantes y artesanos responsables. Sistemas de recopilación de información en el comercio del marfil Tan pronto como el personal de los servicios técnicos de cada país empiece a tratar de calcular un cupo en conformidad con la recomendación de CITES, se darán cuenta de que no disponen de la información esencial sobre el número de colmillos que pueden resultar cada año de muertes naturales, confiscaciones, caza de control, etc .. Esto vale para todos los países, incluyendo el mío. 75 a) b) c) d) Por consiguiente, es muy importante que al principio del primer año del sistema de cupos cada país ponga en práctica una estructura de recopilación de datos que permita disponer de la información al final del año. Se justifica encargar a un empleado específicamente del análisis de las estadísticas del comercio del marfil durante el año, y seguir los puestos en el terreno para garantizar que se suministran los datos como es debido. El valor del marfil en términos financieros justífica con creces el gasto, sin contar los aspectos de conservación. Debe ponerse en práctica el sistema de recopilación de datos presentado a continuación, al principio del primer año de cupo, y dejarse rutinariamente como parte de la gestión de las poblaciones de elefantes. Registro de muertes de elefantes: Todo puesto en el terreno de la agencia de la fauna debe llevar un registro, en el que se anotan, cuando menos, los siguientes puntos: “Fecha de la muerte o de hallazgo del cuerpo. - Lugar de la muerte. - Edad y sexo del elefante. - Peso y dimensiones de los colmillos derecho e izquierdo (si los tiene). - Otras medidas del cuerpo, como la altura del lomo (de poderse). - Causa de la muerte. - Tiempo transcurrido desde la muerte. - Destino de los colmillos, la piel, la carne y otros productos. - Persona que informa de la muerte. Se anotarán todas las muertes de elefantes en el registro; se reunirá la información de todos estos registros en las oficinas principales del servicio de la fauna. Estos datos permitirán hacer un cálculo del número de animales en cada categoría de “Causa de la muerte” en el impreso Ql1, el número de animales con colmillos, el número de colmillos por animal, el número de colmillos que exceden de un límite mínimo de exportación, y se puede estimar el valor del índice de hallazgo de cuerpos. Registro de marfil confiscado: Además del registro de muertes. de elefantes, se llevará un registro separado en las oficinas principales, con los detalles de todos los colmillos confiscados. Este registro compr ende: — La fecha de confiscación. - La persona a quien se confiscaron. - El peso y las dimensiones de los colmillos. - La zona de origen de los colmillos (de poderse). Registro de existencias de marfil y ventas del gobierno: Es una forma de llevar el acta directamente de todos los colmillos almacenados en los depósitos de marfil del gobierno, y de las ventas a negociantes privados, tanto del país como del extranjero. Se anotarán en el registro todos los números de los colmillos (marcados en conformidad con Conf. 3,12). La industria nacional de la talla también forma parte de estas operaciones; los datos aparecerán “igualmente en las relaciones mensuales de los negociantes y de los tallistas de marfil. Registro de colmillos propiedad de particulares: Abarca todos los colmillos no trabajados que haya en el país en manos de particulares, que no entran en el comercio. 76 Papel del gobierno en la industria de la fauna Históricamente, casi todos los gobiernos han tratado de hacer valer que toda la fauna pertenece al Estado. Esto parece muy lógico en los parques nacionales y en zonas protegidas, pero hay pocas razones para que así sea en otras partes. En la época colonial se podían poner en juego poderes considerables para hacer valer este monopolio, pero por ese entonces la posición moral mo era más correcta que la de hoy. Es una lástima que después de la independencia tantos gobiernos nuevos hayan copiado las políticas de la fauna de la era colonial sin ponerlas en duda, y sigan tratando de ponerlas en práctica. En un país de la extensión de Zaire se necesitaría un ejército para poner en ejecución unas políticas gubernamentales que prohibían la explotación de la fauna, fuera de unas cuantas excursiones de caza para la élite. Para el campesino "si el gobierno afirma que estos animales son su propio ganado, que venga pues a cuidarlos". Esto no es únicamente no entender el valor de la fauna, para el campesino que tiene que vivir al lado de elefantes que atacan sus cultivos, no es más que un problema de supervivencia, que se opone a todo el argumento de conservación. La numerosa población rural es el único recurso que tienen muchos gobiernos para proteger la fauna. La única esperanza del gobierno es ganarse su ayuda, en vez de desentenderse de sus problemas. El primer paso de este proceso es aceptar que las ganancias de la utilización de la fauna deben pasar a los pueblos, y no a las arcas del gobierno central. El siguiente paso es establecer programas de utilización racional de la fauna en la comunidad rural; el gobierno tendrá ante todo el papel de asesor. Se habla mucho de la utilización de la fauna en beneficio del pueblo, y se establece que el gobierno seguirá manejando, explotando y comercializando los productos, asignará subsidios a los campesinos para tener los contentos. Esta política no es constructiva a largo plazo. Los beneficios no se verán hasta tanto que los campesinos se hagan cargo de la gestión de su propia fauna. Fuera de Zaire, hay muchos países que no cuentan con bastante personal, fondos ni equipos para llevar a cabo el trabajo que exigen los propios gobiernos y la comunidad internacional por la conservación. Es muy poco probale que las cosas cambien si siguen tratando con sus políticas actuales. Una solución puede ser aceptar que la caza ilegal es inevitable, y buscar la forma de mantenerla dentro de límites controlables. El objetivo de la conservación .a largo plazo es sencillamente la supervivencia de las especies, y no hay que echar marcha atrás si para lograrlo hay que utilizar métodos que acaban con algunas de las ilusiones sobre la conservación. En el apéndice 14 se presenta una propuesta para legalizar la caza furtiva discutida en Zaire. Los principios se pueden aplicar en cualquier país en que las políticas actuales de conservación sean cada vez más difíciles de poner en ejecución. 17 CONSIDERACIONES POR PAISES Se tratan los países en el orden en que los visité. Bo tswana Botswana tiene un poco más de un millón de habitantes, con una superficie de 600.373 km?. Es pues uno de los países de Africa de más baja densidad de población humana. En Botswana se acostumbraba sortear cada año los permisos de caza entre ciudadanos y residentes. El sistema garantizaba a todas las personas la misma oportunidad de obtener un permiso, y tal vez la única falla del sistema era que los grandes organizadores de safaris negociaban sus cupos por separado. Se prohibió la caza en el país en 1983, como consecuencia de algunas irregularidades de cazadores. Las autoridades piensan que la prohibición ha sido positiva porque ha eliminado irregularidades como el no seguir los animales heridos, la "caza doble" (si el primer elefante muerto no tenía colmillos bastante grandes, a menudo se cazaba otro ilegalmente), y las entradas y salidas de las zonas de caza sin autorización. El servicio de la fauna no ha podido destinar personal a todos los puestos de control a la entrada de las zonas de caza, por falta de personal (para todo el país hay unas 350 personas). Actualmente, las únicas fuentes de marfil son las confiscaciones, las muertes de animales heridos, y unos pocos casos de caza de control. El país acostumbra exportar unas 2 toneladas de marfil cada año, que se venden por oferta. Los colmillos se marcan de acuerdo con los procedimientos de CITES, y hay 5 personas con la firma registrada, en Francistown, Maun, Kasane, Gaborone y Machaneng. El país autoriza las industrias de la talla y el ejercicio de negociantes privados; se permite la importación de marfil no trabajado de otros países, para abastecer la industria nacional. Todos los negociantes de marfil llevan registros detallados del marfil comprado y vendido. No logré determinar con las autoridades si Botswana autorizaba la reexportación de marfil no trabajado a los negociantes privados. En su parecer, si esto ocurre, el negociante no solicita la autorización de importación de marfil con el único fin de venderlo en el mercado interno. Botswana apoya con vehemencia la idea de un cartel de exportadores de marfil. El país conoce muy bien el sistema de venta de diamantes, y de sanciones por poseerlos sin autorización, pues es un productor importante de diamantes. El Director considera que sería provechoso para la conservación establecer para el marfil el mismo nivel de valoración de los diamantes. Actualmente, las multas por caza ilegal son insignificantes en el país (unas 200 pula), lo que no logra amedrentar a los cazadores furtivos. Zambia El país tiene unos 6,5 millones de habitantes, con una superficie de 752.610 km2;, está pues relativamente poco poblado. Tiene grandes zonas de actividad de elefantes, que comprenden 61.000 km? de parques nacionales, Y 159.000 km? de zonas de caza controladas. A pesar de esto (o al contrario, debido a ello), las poblaciones de elefantes se están reduciendo de forma acelerada. No hay bastante personal para controlar como es debido las extensas tierras reservadas a la fauna. 78 Zambia prohibió ia caza de elefantes en 1982, pero la impresión general del personal del servicio de la fauna es que la medida es contraproducente. Es posible que la caza ilegal se haya desarrollado por no estar presente los organizadores de safaris. En junio de 1984, el gobierno retiró los permisos de todos los negociantes de marfil privados, y de las industrias de la talla. El gobierno es hoy día el único propietario de marfil; se ha creado un fondo específico al que van todas las ganancias de las ventas de marfil. Buena parte de estos ingresos pasa al servicio de la fauna. El fondo financia una industria de la talla que trabaja unas 2 toneladas de marfil cada año. Actualmente, el problema principal que tiene esta industria es la comercialización de sus productos. La principal fuente de marfil es la confiscación (unos 2.500 colmillos cada año), pero es posible que sólo se confisque una pequeña parte del marfil ilegal. El 75% de las confiscaciones en Malawi es marfil de Zambia; está bien capturar “una parte de las piezas cazadas, pero sería muchísimo más satisfactorio evitar esta caza. Hay actualmente un excedente importante de marfil en Chilanga (unas 12 toneladas), cuya exportación está prevista pronto. Zambia marca todos los colmillos en conformidad con las disposiciones de CITES. El marfil no trabajado se vende por oferta, a precios miy inferiores al verdadero precio del mercado. Se están preparando desarrollos interesantes en el valle del Luangwa, para introducir nuevos programas sociales que prevén un beneficio directo para los residentes de la utilización de la fauna; estas acciones auguran una situación mejor en el futuro. El Programa de Desarrollo de Lupande (Dalal-Clayton y Lewis, 1984) es un proyecto bien estudiado, que ataca el problema por la base, y que debe funcionar. Se debate igualmente un importante plan regional para el valle del Luangwa, pero en mi opinión es innecesario, y no debiera permitirse que éste perjudique los proyectos municipales que son mucho más urgentes. La experiencia sobre planes regionales adquirida en Zimbabwe (Martin y Taylor, 1983 - Martin, 1982) me ha convencido de que aunque son ejercicios útiles, my pocas veces su aplicación es constructiva. Malawi El país es relativamente pequeño (118.484 km?) y muy poblado (7.000.000 de habitantes). Al contrario de Zambia, no hay zonas extensas de tierras sin dueño, y la principal fuente de ingresos en el país es la agricultura rural. A pesar de la necesidad de tierras, los parques nacionales y las reservas de fauna están bien conservados, y los campesinos respetan los linderos. En zonas de conflicto potencial se utilizan cercas eléctricas para impedir que los animales entren en los cultivos. Buena parte del éxito de Malawi se debe a un personal bien formado, a planes maestros de conservación que abarcan todos los aspectos (Bell y Clarke, 1985), y una lucha contra la caza furtiva muy bien llevada (Bell, 1984 - Bell, 1985b). Como en Zambia, la mayor parte del marfil de Malawi procede de confiscaciones; la diferencia está en que la mayor parte de los colmillos confiscados en Malawi vienen de Zambia. Vale la pena tratar aquí de los mecanismos de esta situación, pues no es algo que se pueda resolver con sanciones internacionales. Un colmillo puede venir de muy lejos, Zaire por ejemplo; en la frontera con Zambia se cambia por alimentos básicos, y luego va por todo el territorio de Zambia en etapas pequeñas, en una serie de transacciones que no se hacen siempre con dinero. El colmillo representa un riesgo elevado, y por eso hay que deshacerse de €l rápidamente, anted de que las autoridades lo descubran. Finalmente, cuando algún desafortunado se deja capturar con el colmillo, después de muchos cambios, éste se convierte en propiedad legal del 79 gobierno. El colmillo ha representado un papel importante como moneda en un sistema de comercio rural que ignora las fronteras internacionales, y las restricciones modernas de la importación/exportación. El marfil confiscado es un 75% del marfil de Malawi, el resto es ante todo marfil que se obtiene de la caza de control. Malawi tiene en funcionamiento un sistema que no vi en ningún otro país de Africa. Los ingresos por ventas de marfil se destinan al presupuesto del servicio de la fauna, de suerte que su personal tiene un fuerte incentivo para cazar en control animales con colmillos grandes, y perseguir energícamente a los cazadores furtivos. El tamaño de los colmillos de animales muertos en caza de control, registrados en el parque nacional Kasungu, es más que suficiente para trofeos de caza deportiva en muchos países. El personal responsable de la fauna está muy consciente de la ironía de su situación: si logran acabar por completo con la caza furtiva, y si las cercas eléctricas evitan que los animales dañen los cultivos, empeorarán las condiciones financieras del servicio. La industria nacional de la talla consume casi todo el marfil obtenido en Malawi. El Director de Parques y del servicio de la fauna no está nada satisfecho de esta situación, pues la industria de la talla puede ser una salida del marfil ilegal muy difícil de controlar. Ahora bien, la industria de la talla está bien organizada en Malawi, y teóricamente se puede saber de qué colmillo procede cada artículo tallado. Malawi podría exportar marfil en caso de una confiscación importante, que exceda de las cantidades consumidas por la industria nacional, y las autoridades piensan que se debe prever una parte en el sistema de cupos para estos casos. Malawi mo está marcando los colmillos con punzones metálicos actualmente porque no exporta. El marfil se vende por oferta, o a precios fijos del gobierno, bastante inferiores a los actuales precios internacionales. En los debates sobre el sistema de cupos se afirmó que los países africanos pueden juzgar mejor que nadie qué cantidades pueden producirse en sus países, y el hemisferio occidental no debe poner en duda los cupos finales. Puede ocurrir que medidas drásticas para controlar la utilización de la fauna en el foro de CITES sean contra-producentes para la conservación en los Estados Partes; se discutió el ejemplo del cocodrilo del Nilo. Con respecto a la cuestión de un tamaño mínimo del colmillo de exportación, Malawi no considera importante establecerlo, pues la mayoría de los colmillos que se recuperan en el país son relativamente grandes, y no tendría ninguna influencia en la caza ilegal en el país. Se considera conveniente crear algún impreso normalizado para la presentación del cupo. República Unida de Tanzania El país tiene una superficie de 945.166 km?, y la población actual es de 20 millones de habitantes, con un índice de crecimiento del 3% anual. El país está relativamente poco poblado, pues su densidad es de 20 personas por k (cuando en Malawi es de 60/km?), y hay extensas zonas despobladas, como la reserva de caza de Selous al sureste del país, que es la más extensa de Africa (55.000 km?). El 24% del territorio nacional aproximadamente son parques nacionales, reservas de caza y zonas controladas (en las que hay viviendas). La caza de control es la fuente principal de marfil en República Unida de Tanzanía. Douglas- Hamilton y Davitz (1978) calcularon que ésta representaba el 73% en 1967-68. En una muestra del registro del marfil de Arusha, desde 1981 hasta 1984, observé que la proporción era del 67%. La proporción de marfil confiscado en este mismo registro era del 27%, los autores que acabo de 80 citar calculaban que esta fuente representaba el 1% en 1968; la diferencia es muy grande, y puede indicar un aumento importante de la caza ilegal. Es interesante observar que las proporciones son muy diferentes entre este país y sus vecinos, Zambia y Malawi, en los que el marfil confiscado es con creces la parte más importante del total. La mayor parte del marfil de República Unida de Tanzanía se obtiene en el sureste del país (Selous). El movimiento del marfil del país es bastante complicado. Douglas-Hamilton y Davitz (1978) dan un diagrama posible de las rutas del marfil en el territorio nacional, pero en mi parecer no corresponde a la situación de 1984 (más complicada que antes). En el nivel ministerial, la división de la fauna comprende tres cuerpos principales; "Tanzania National Parks" y TAWICO ("Tanzania Wildlife Corporation"), que son paraestatales, y la "Wildlife Division” propiamente dicha. Los tres cuerpos intervienen en el campo del marfil, pero TANICO es el que trata con la mayor parte de las exportaciones. La mayor parte de los colmillos se almacenan en el "Ivory Room" en Dar es Salaam, en particular los más grandes, de todas las regiones del país. En las regiones, se pueden vender directamente colmillos pequeños a los tallistas locales. Los trofeos de caza se pueden exportar directamente. Los parques nacionales pueden exportar “su propio marfil, y TAWICO puede recibir directamente colmillos procedentes de la región, siempre que se notifique al director. El "Ivory Room" vende 20 kg. al mes a cada una de las industrias de la talla en las cercanías de Dar es Salaam, lo que suma unas 7,5 toneladas. No se pueden exportar estos colmillos. TAWICO compra en el "Ivory Room", y organiza las exportaciones directamente de Dar es Salaam. Me pareció que no había mucha relación entre el total de exportaciones de República Unida de Tanzanía y las existencias anuales del "Ivory Room", pero me aseguraron que esto se debía al hecho de que los colmillos no siempre se exportaban el año de ingreso en el "Ivory Room”, y que TAWICO obtenía marfil de otras fuentes. si se permite hacer una recomendación, me parece que se debiera simplificar el sistema actual. Hay una diferencia muy grande entre el número de colmillos que acostumbraba recibir el "Ivory Room" entre 1971 y 1977 (Douglas-Hamilton y Davitz, trabajos citados), y el número entre 1982 y 1984. La menor cantidad en el primer período fue de 3.967 colmillos en 1971, y en los otros años se recibieron unos 6,000 colmillos cada año, con un peso de unas 30 toneladas. En 1982 se recibieron 1.480 colmillos, que pesaban 7,7 toneladas; en 1983, 1.696 colmillos, que pesaban 9,6 toneladas, y en 1984 (excluidas las dos últimas semanas de diciembre), 1.301 colmillos, que pesaban 5,9 toneladas. No tengo ninguna explicación sobre la baja repentina de estos números. Lo que es aún más difícil de explicar es que prácticamente no habría excedentes para exportación en las cantidades de los últimos años, pues se afirma que se venden cada año unas 7,5 toneladas del "Ivory Room" a los tallistas locales. República Unida de Tanzanía exportó 9,4 toneladas en 1982, y 4,6 toneladas en 1983, de modo que TAWICO ha debido obtener casi todo este marfil de otra fuente en el país. República Unida de Tanzanía no permite las importaciones de marfil, y los negociantes privados no tienen autorización para exportar. La caza de safari estuvo prohibida entre 1974 y 1978, pero hoy día se practica de nuevo, y Se expiden unos 100 permisos cada año. Se marcan los colmillos en conformidad con las disposiciones de CITES, y la firma del Director del servicio de la fauna es la única autorizada para los permisos de exportación. El marfil se vende por oferta, y los precios son muy inferiores a los que predominan en el mercado internacional. República Unida de Tanzanía no estaría en contra de un tamaño mínimo del colmillo para exportación, ya que la regla general es tratar de exportar únicamente colmillos de más de 10 kg. del "Ivory Room”. 81 El gobierno da recompensas por marfil encontrado, y por información que permita la condena de cazadores furtivos. Sin embargo, casi todo el marfil encontrado lo traen los empleados del servicio de la fauna, lo que indica que las recompensas no son bastante elevadas para atraer a los particulares, que más bien venden el colmillo al comprador ilegal. La caza ilegal se está convirtiendo en un problema grave. El Director de TAWICO piensa que muy poco de este marfil llega a la costa, y que la mayor parte desaparece a través de Burundi. Todos los funcionarios con que hablé están convencidos de que Burundi es el principal punto de salida de grandes cantidades de marfil de Kenya, República Unida de Tanzanía, Zambia y Zaire. Mi impresión general es que República Unida de Tanzanía ha logrado un nivel alto de conservación, especialmente si se tienen en cuenta los bajos sueldos y el personal limitado para patrullar unas tierras tan extensas. Sin embargo, existe la amenaza de un aumento de la caza ilegal, y si las cosas empeoran, el personal actual del servicio de la fauna tendrá mucha dificultad para evitar una explosión de caza furtiva. Me parece que están haciendo mucha falta programas que permitan a las comunidades rurales hacerse cargo de la gestión de la fauna por fuera de los parques nacionales, aun si hay que enmendar la legislación actual. Se me informó que en las cercanías del parque nacional de Ruaha la población local estaba ofreciendo amplia cooperación a los cazadores furtivos, y sentía antipatía hacia el personal del gobierno. La mejor solución para este tipo de problema quizá sea dejar de reclamar que toda la fauna es propiedad del gobierno, y buscar en cambio formas de incitar a las comuni da des a hacerse responsables de ella, ofreciendo toda la asistencia técnica necesaria, y permitiéndoles obtener las ganancias sin controles burocráticos excesivos (Martin, 1983 - Martin, 1985). Tal vez se pueda substituir el alto nivel de caza de control que realizan empleados del gobierno, por programas municipales de explotación bien controlados, en los que el marfil y los demás productos de la fauna pertenecería al municipio y no al gobierno, de suerte que los campesions estarían utilizándolos legítimamente. Ken ya A primera vista Kenya no está sobrepoblada, pues tiene una superficie de 582.647 km2 y una población de 20 millones. No obstante, una parte importante del país es extremamente árida, y sus habitantes no es tán repartidos uniformemente; la mayor concentración es en el tercio sur del país que son tierras mejores. La población de elefantes de Kenya está reduciéndose constantemente desde 1977 (Stelfox y col., 1984); esto puede ser inevitable, considerando el alto índice de aumento de la población humana, y la necesidad de tierras cultivables en el país. Kenya es el único país africano que ha prohibido todo lo relacionado con el comercio del marfil en su territorio; no hay negociantes, ni tallistas, ni detallistas de artículos de marfil. El país no autoriza las importaciones de marfil, pero permite el tránsito si la documentación está en regla. El poco marfil que se obtiene de la caza de control, las muertes por causas naturales y las confiscaciones, se centraliza en Nairobi, y el gobierno lo exporta. Las autoridades prefieren venderlo por ofertas, porque piensan que en una subasta los compradores se asociarían para frenar los precios. Sin embargo, se obtienen precios muy bajos por el marfil (40 US$/kg.). En Kenya los colmillos no se marcan con punzones metálicos sino con marcadores de fieltro, y la identificación es NRB (Nairobi) en lugar de un código nacional. 82 Kenya está en contra de un tamaño mínimo del colmillo de exportación, porque no tiene un mercado interno para el marfil, y debe exportar todos los colmillos. Se afirma con convicción que Kenya no está dispuesta a tolerar una interferencia indebida de países no productores en lo relativo al establecimiento de cupos, y que se consideran irrealistas las solicitudes de planes de gestión dirigidas por la Comunidad Económica Europea a los países exportadores de marfil. Las autoridades del país piensan que pueden establecer su propio cupo, y no consideraron necesario probar el método presentado en este informe. Kenya goza de un mercado de turismo para la fauna, que quizá sea el más importante de Africa, y esto determina sus políticas en materia de conservación. Los programas de utilización de la fauna están relegados a un puesto de menor importancia en la lista de prioridades del país, y tal vez sean poco realizables, teniendo en cuenta la alta densidad de la población humana en los alrededores de muchos parques nacionales. Lo primero es la protección eficaz de la fauna en las zonas oficiales, aunque exista el problema adicional de las poblaciones de animales que emigran saliendo de los parques nacionales. En este aspecto, tal vez haya que estudiar alguna forma sensata de existencia con la población humana real de los alrededores. Kenya siempre ha llamado la atención de científicos internacionales de muchas especialidades relacionadas con la fauna, y especialistas de conservación. En Nairobi trabajan numerosas organizaciones no gubernamentales, además de algunos especialistas de la conservación de renombre. Me sorprendió estar en un país en el que hay tantas entidades y personas interesadas en la fauna, fuera de la agencia del gobierno, y enterarme de que esto era frecuentemente una molestia para las autoridades. Esta situación no favorece la conservación, y convendría lograr una cooperación más estrecha entre el gobierno y las entidades privadas, fundada entre todo en iniciativas de estas últimas. Una característica de los cuatro países que siguen, Somalia, Etiopía, Sudán y Chad, es que están todos en guerra, en mayor o menor grado, ya con países vecinos, ya con facciones disidentes en su territorio. La acción militar consume las riquezas del país, y hay muy pocos fondos disponibles para la conservación. En estas condiciones, la legislación sobre la fauna tiene poca influencia. Me pareció admirable que todavía haya agencias gubernamentales activas tratando de instaurar normas de conservación a pesar de los reveses desalentadores. Somalia A primera vista, Somalia es un país poco pobla co con sólo 4-5 millones de habitantes en una superficie de 637.664 km”. No obstante, la mayor parte de la mitad norte del país es desértica, y la población humana está concentrada en el sur; en esta región, hay muchas posibilidades de interferencia entre el hombre y el elefante (Watson, 1984). Aun en el sur la precipitación de lluvia es muy baja (400 - 600 mm.); se cría mucho ganado doméstico, lo que constituye una competencia para la fauna. El parlamento de Somalia ratificó los acuerdos de CITES, y sólo quedan problemas burocráticos para lograr la adhesión. La "National Range Agency 7 responsable de la fauna - no tiene personal en el terreno, y cuenta únicamente con la intervención de la policía, que tiene un cuerpo para la lucha contra la caza furtiva. Su trabajo es desalentador, pues los cazadores de Somalia son de los más hábiles de Africa, y esán activos en todas partes. 83 Somalia prohibió toda la caza en 1971, y desde entonces cerró la industria de la talla de marfil, y retiró los permisos de los negociantes. La Agencia abrió un pequeño laboratorio experimental para enseñar el arte de la talla, y volver a formar la industria, en manos del gobierno. El consumo máximo sería de una tonelada al año. El gobierno tiene un excedente de 40 toneladas de marfil confiscado, que piensa exportar en un futuro cercano; no se tiene previsto ninguna producción sostenida en adelante. Somalia adoptaría inmediatamentee el sistema de marcado de CITES para los colmillos, al ser admitida. Ultimamente ha habido mucha caza ilegal en Somalia (funcionarios, y Watson, 1984), y el gobierno lanzó una importante campaña publicitaria para combatir el problema. No obstante las 40 toneladas almacenadas actualmente, las autoridades piensan que quedan cantidades importantes de marfil ilegal enterradas por todo el país. Se ha ido recuperando este marfil gracias a un sistema de recompensas por información (20% del valor capturado), que permite recuperar, según parece, una tonelada de marfil cada año cuando menos. Las penas para cazadores furtivos son muy severas, hasta 15 años de prisión. Se cree que muy poco marfil sale de Africa ilegalmente (Parker y Bradley Martin, 1982). Somalia puede ser una excepción. El país tiene un litoral muy grande, difícil de vigilar, y la distancia de navegación a los países del Oriente Medio no es muy grande. En varios medios oí decir que estaban pasando cantidades importantes de marfil ilegal a India y a Paquistán en pequeños botes. Djibouti también compra marfil ilegal de Somalia y Kenya, y no hay problema para exportarlo a países lejanos, pues es un puerto libre. El sistema de cupos puede hacer algo al respecto, si los países consumidores cooperan. Somalia ha estado solicitando asesoría para la conservación desde hace muchos años, para constituir un cuerpo de hombres en el terreno, y para reestructurar su organización central para la fauna, empezando por las oficinas principales. Las autoridades me insistieron enérgicamente en ciertos puntos, que me siento obligado a mencionar en este informe. El país pasó a la independencia sin ninguna clase de legislación, políticas o infraestructura de conservación. Sus solicitudes al extranjero, en la época en que había unos 25-30,000 elefantes, no dieron casi ningún resultado, fuera de cuestionarios y estudios superficiales. Las fuentes potenciales de fondos consideraron que el país no merecía una ayuda, porque no acordaba importancia a la conservación, cuando en realidad era por falta de fondos que el país no podía actuar. El país tampoco ha sacado mada de las resoluciones de comercio internacional, ni las visitas "relámpago" de consultores (referencia a mi visita), y se cree muy poco en el esfuerzo internacional de conservación - tal vez con razón. Durante mi estación en Somalia no oí sino comentarios favorables sobre la "National Range Agency", tanto de funcionarios públicos como de particulares. Etiopía Etiopía es uno de los países de mayor población de Africa, unos 40 millones de habitantes. A pesar de la superficie de su territorio de 1.237.000 km“, menos de la mitad ofrece condiciones para un asentamiento humano. La reciente sequía en el país provocó una crisis humana importante, y parecía frívolo estar discutiendo sobre la fauna con los actuales problemas. Etiopía todavía no es signatario de CITES, pero está ansioso por obrar de acuerdo con Jas normas de CITES. No obstante, se consideran inadecuadas algunas restricciones, en particular las referentes al leopardo. Se aprueba el sistema de cupos propuesto, y se considera que cada país debe establecer su 84 cupos. Se aprueba la acción internacional en favor de la conservación como una forma de hacer presión en el interior contra el gobierno, para que reconozca sus propios recursos naturales. La "Wildlife Conservation Organisation” es un departamento de la sección de recursos naturales del ministerio de agricultura. Está dividida en dos cuerpos principales: la división de parques nacionales, y la división de la utilización de fauna y la lucha contra la caza furtiva. Hay además una sección administrativa separada. La división de utilización de la fauna (con la que traté) maneja diferente industrias, como la algalia de civeta, y la exportación de mandriles y monos. Se centraliza todo el marfil en el depósito de Addis Abbeba, pero los colmillos no se marcan en el terreno, y permanecen sin marca hasta que llegan a la capital. La confiscación es la principal fuente de marfil. Hay muy poca caza de control, y se matan unos doce elefantes cada año con permisos para caza deportiva. Los colmillos confiscados son más grandes que en otros países (el 40% de los colmillos pesan más de 5 k., y el par más grande es de 48 kg. cada uno). Por otra parte, este es uno de los pocos depósitos en los que había un porcentaje “importante de marfil encontrado. Los propietarios ilegales cortaron muchos de los colmillos más grandes en dos partes para facilitar el transporte. Se acostumbraron confiscar alrededor de 1,5 toneladas de marfil (200 colmillos) cada año. El gobierno no exportó marfil en 1983 ni en 1984. Al escribir este informe, el gobierno tiene existencias de unas 5 toneladas; los negociantes privados - siete en Addis Abbeba y otros tantos en Asmara - tienen unas 4 toneladas. Se exporta muy poco de este marfil.; la mayor parte se consume en la industria nacional de la talla. El gobierno atribuye un cupo de marfil a las industrias de la talla, y se autorizan otras compras si se consume ésta. Entre los particulares hay unas 5 toneladas de marfil, con certificados de propiedad. Se autorizan las importaciones de marfil en situaciones controladas estrictamente, para la industria de la talla, pero en realidad sólo ha habido un caso en los últimos cinco años. El marfil trabajado necesita permisos de exportación; las exportaciones registradas ascendieron a un poco menos de 400 kg. en 1983 y en 1984. El marfil se vende por ofertas, o a precios fijos del gobierno en ventas directas. Las autoridades de Etiopía están poco dispuestas a hacer del marfil una cuestión importante. La explotación activa de las poblaciones de elefantes no entra en sus políticas de conservación y de gestión, y tienen muchos otros programas de utilización de la fauna en los que están más interesados. Hay un nivel de conservación relativamente elevado en el país, y no hay zonas extensas de tierras inutilizadas con elefantes; casi toda la población de elefantes está en zonas protegidas. Se fomenta activamente el turismo, incluyendo la caza deportiva. En muchos aspectos, Etiopía y Malawi son similares. Ambos países tienen políticas de conservación maduras, que al parecer corresponden a una situación de la población humana caracterizada por cierto nivel y la falta de tierras para seguir desarrollándose. Sudán Sudán es el país más extenso de Africa (2.505.810 km2), con 20 millones de habitantes. Al contrario de Zaire, que tiene casi la misma superficie, el desierto ocupa una tercera parte de Sudán. Sólo en el sur del país viven elefantes, y hace unos años había más de 76.000 (Watson y col., 1976). No se 85 tienen datos recientes, debido a la guerra en el sur del país, pero las exportaciones importantes de marfil de los últimos cuatro años sugieren que se ha reducido bastante la población. Después de las exportaciones de 1981 y 1982 (y la publicidad correspondiente en todo el mundo), Sudán prohibió las exportaciones en diciembre de 1983. No obstante, inmediatamente después de la prohibición algunos negociantes influyentes protestaron enérgicamente ante las autoridades más elevadas, y los responsables de la fauna se vieron obligados a retirar su decisión, amenazados con un proceso. Unos 3 o 4 negociantes obtuvieron permiso para cumplir contratos ¡importantes de exportación. Al escribir este informe no tengo certeza de que se hayan cumplido estos contratos. Se trataba de cantidades muy grandes, del orden de 10 a 40 toneladas por negociante (pude ver las cantidades exactas en un registro del ministerio de comercio, pero no recibí autorización para copiarlas). El Director de Fomento de Exportaciones me dijo que la cantidad pendiente era de 13,7 toneladas, pero el Director del servicio de la fauna considera que se trataba más bien de unas 22 toneladas.; Lo anterior pone sobre el tapete un punto extremadamente importante referente a la administración interna. Según parece, negociantes de Sudán han conseguido pedidos de marfil de países “importadores sin poseer en realidad las existencias. Al recibir el pedido y el permiso de importación del posible importador, el negociante empieza a buscar los colmillos necesarios, y presenta los documentos mencionados para apoyar su solicitud de un permiso de exportación. Muy pocos sistemas podrían dejar tantas posibilidades de abuso. La mayor parte de las existencias de marfil del gobierno proceden de confiscaciones. Actualmente, hay unas 7 toneladas almacenadas en Jartum, y otro tanto en Juba. Se esperan otras confiscaciones en el sur de Sudán en un futuro próximo. La caza de control representa unos 100 colmillos cada año. Las autoridades establecerán un cupo de unas 30 toneladas para deshacerse de las existencias actuales, y esperan tener una producción modesta en adelante, la mayor parte de la cual está destinada al consumo interno. En caso de confiscación de una cantidad importante, se utilizaría un cupo especial para cubrir la exportación. Sudán no autoriza las importaciones de marfil, pero permitiría el tránsito por su territorio si la documentación está en regla. El gobierno no desea abrir de nuevo la puerta a los negociantes de marfil privados, cuando se haga efectivo el sistema de cupos. El gobierno vende el marfil por ofertas, pues los negociantes locales se ponen de acuerdo para mantener los precios bajos en las subastas. Sudán no sería partidario de un tamaño mínimo para el colmillo de exportación, pues los lotes confiscados comprenden con frecuencia colmillos pequeños y trozos de marfil. En sudán es ilegal vender colmillos de menos de 5 kg. Según parece, la comunidad internacional criticó sin razón a las autoridades de Sudán por las grandes cantidades exportadas recientemente; buena parte de este marfil era ilegal, con certificados de origen de Sudán. Caldwell (1984) muestra que Hong Kong importó 214 toneladas de Sudán en 1981, y 219 en 1982. Las estadísticas oficiales del ministerio de comercio indican que el total de exportaciones de marfil no trabajado de Sudán fue de 19,6 y 57,2 toneladas en estos dos años respectivamente. De estas exportaciones, nada estaba destinado a Hong Kong en 1981, y únicamente 4,9 toneladas en 1982. En 1981 Bélgica importó 6,7 toneladas, India 4,3 toneladas, los Estados Arabes del Golfo 4,1 toneladas, y España 3 toneladas. En 1982, la mayor parte de las exportaciones estaba destinada a Bélgica (36 toneladas), a la República Federal de Alemania (12 toneladas), y la cantidad indicada a Hong Kong. Recibí la misma explicación 86 de esa discrepancia de dos fuentes independientes: se exportaron grandes cantidades de marfil ilegal, que comprenden partes de Zaire, Chad y la R.C.A., de puertos libres por el mar Rojo, con falsos certificados de origen de Sudán. El Director del servicio de conservación de la fauna sostiene con vehemencia que los países importadores no deberían aceptar cargamentos procedentes de puertos libres, porque éstos son casi siempre ilegales. El gobierno de Sudán prohibió hace poco el transporte por el mar Rojo en embarcaciones pequeñas, para tratar de poner freno a las exportaciones ilegales. El Dr. El Rayah Hasaballa también sostiene que se debería verificar con el país de origen la validez de los documentos de exportación de todos los cargamentos importantes que llegan a puertos como Hong Kong y Tokio (cita el ejemplo de un permiso legal expedido por las autoridades de Sudán para 2 toneladas de marfil, que fue alterado con habilidad para 62 toneladas). En efecto, se deberían remitir automáticamente copia de todos los permisos de importación expedidos por el país importador para cantidades importantes, a las autoridades de CITES el país exportador de que se trata. En la primera sección de este capítulo están incluidas todas las sugerencias del Dr. El Rayah. (NOTA: después de la quinta reunión de CITES en Buenos Aires, se incorporan estas recomendaciones en los procedimientos del comercio del marfil). Pude conversar con uno de los negociantes más importantes de Sudán, y escuchar su opinión sobre el tema. La familia de que se trata negociaba con marfil desde el siglo pasado, y el abuelo del actual jefe del negocio participó en el comercio de esclavos, utilizándoles para transportar el marfil. Era evidente que la persona con quien hablé dirigía un imperio financiero, y nuestra conversación se interrumpía frecuentemente para leer un telex. También era evidente que conocía perfectamente el marfil; me mostró las diferencias entre los numerosos tipos de colmillos en el comercio, que tienen todos sus nombres, y hablaba con bastante autoridad. Su posición con respecto al comercio ilegal era bastante decidida, y aprobaba totalmente la reciente prohibición de exportaciones, que en su parecer había reducido bastante el flujo del marfil. En calidad de comerciante legal, protestaba enérgicamente contra el hecho de que la competencia ilegal estaba evadiendo los impuestos debidos al gobierno, y vendiendo a precios inferiores al verdadero valor del mercado (el gobierno de Sudán impone un impuesto de exportación de 35% al marfil, y un recargo de una libra sudanesa por cada libra de marfil, además, los cargamentos legales de marfil necesitan certificados veterinarios y permisos CITES). Confirmó igualmente ejemplos de funcionarios de aduanas corrompidos en los países importadores, que permitían la entrada de cargamentos de hasta 40 toneladas con documentos para 5 toneladas. En algunos casos se utilizan fotocopias de permisos ya utilizados, y en otros se dejan pasar varios cargamentos con un solo permiso de exportación válido durante seis meses. En su opinión, Sudán exportó en 1983 unas 75 toneladas de marfil legal, y unas 400 de marfil ilegal; se piensa que la mayor parte de esta cantidad se despacha de Jiddah, en Arabia Saudita. En su opinión, Sudán todavía tiene una población importante de elefantes, pero ya no quedan animales con colmillos grandes - rememoraba con melancolía los días en que negociaba con colmillos de hasta 150 lb.-. Está en contra de abrir de nuevo el comercio a cualquiera, y considera que cuando el sistema de cupos empiece a regir el gobierno debe repartir el cupo entre negociantes conocidos, con arreglo a los ingresos en moneda extranjera en el pasado, y excluir a los desconocidos. (Este argumento se parece muchísimo al que presentaban hace poco unos organizadores de safari de Zimbabwe). Considera que un cupo apropiada sería de unas 60 toneladas. Finalmente, subrayó un punto muy importante: que la reglementación internacional del comercio no puede hacer nada para salvar los elefantes de Sudán, y que la única solución está en mejorar la administración interna y llevar un control. 87 Los gobiernos de Sudán, la R.C.A., Gabón, Camerún y el Congo están tomando medidas importantes para evitar que un país exporte marfil de otro, y para combatir la caza furtiva. Se espera que también participen en un futuro próximo Zaire, Chad y Uganda. La Organización para la Conservación de la Fauna de Africa Central (0OCCAF) ha creado un fondo para intervenciones, y ha nombrado un Secretario, que residirá en Sudán, que ya empezó a recoger subscripciones. La organización proyecta montar unidades de lucha contra la caza furtiva con gran movilidad, con derecho a cruzar fronteras ("tras los cazadores") cuando persiguen a cazadores furtivos. Lo confiscado se devolverá al país de origen. Chad Si bien es un país extenso (1.284.000 km?), el tercio norte del país es verdadero desierto de Sahara, y el tercio central es zona árida de Sahel. El desierto gana terreno hacia el sur con gran velocidad; se piensa que un cambio climático prolongado que lleva a mayor aridez está afectando el país. El país tiene unos 5 millones de habitantes. La reciente guerra dejó el país en la miseria, y se lucha por reparar los daños de la guerra y dar nueva vida a la economía. Como en Sudán y Etiopía, hay una crisis humana importante provocada por la sequía. En realidad, lo referente a la conservación de la fauna son problemas menores en Chad por el momento. Chad no es miembro de CITES, pero desea adherirse. Si bien se ha oído hablar de la convención de Washington, CITES era un factor casi desconocido en Chad. A pesar del deseo de adherirse, se afirma que en la situación actual del país sería imposible reunir los derechos de participación. La administración de la fauna en Chad es incumbencia del ministerio de turismo, aguas y bosques. Hay unas 400 personas empleadas en parques y reservas, y unas 600 en los bosques. Muchos de estos empleados no recibieron ningún sueldo durante los años de la guerra, y sólo ahora está normalizandose el pago de sueldos. Hay dos parques nacionales en el país (el "Parc National de Zakouma" - 300 km2 =, y el "Parc National de Manda" - 1,140 km?-), y 7 reservas de caza, 5 de las cuales tienen elefantes, a saber: Mandelía (1.380 km?), Bahr Salamat (20.600 km2), Siniaka-Minia (4.260 km2), Abou Terfan (1.100 km2), E Binder Here (1.350 km2). Las otras dos reservas son Fada Archai (2.110 km*) y Oudi Rime/Oudi Achim (80.000 km2). Tuve la suerte de entrevistarme dos veces con el ministro durante mi estancia en el país; me informó sobre michos de los problemas actuales del país. Quizo dejar muy claro que si estaba saliendo marfil “ilegalmente de Chad era totalmente contra los deseos del gobierno, que trata de restablecer las poblaciones de elefantes, y desea utilizar eficazmente este recurso. El personal administrativo y técnico del Departamento es muy competente, y defiende con mucha convicción la conservación. Cada momento de los 5 días en Chad se consagró a sesiones de trabajo, y el personal no pensó para nada en horas de oficina o fines de semana. Muchas veces trabajamos hasta tarde, y acababa el día completamente agotado. Se comunicaron al ministro los resultados de cada sesión, y en la última entrevista con él me di cuenta de que estaba al corriente de todos los aspectos de los temas tratados. Me dijeron que era la primera persona del mundo internacional de la conservación que visitaba a Chad después de muchos años, y se sentía que el personal había estado esperando a alguien dispuesto a escuchar sus problemas. 88 No cabe duda de que la guerra tuvo efectos devastadores en las poblaciones de elefantes del país. Escuché descripciones de camiones militares grandes cargados con marfil con destino a Libia, y de una matanza de grandes porporciones con armas militares, que hacía pensar en los acontecimientos de Uganda en la decada pasada. El resentimiento contra el vecino del norte es grande; Libia no sólo ocupa todavía buena parte del territorio de Chad; lo que es más, la zona ocupada es la más rica en petróleo y minerales. Muchos cazadores furtivos de otras naciones, como la R.C.A., Kenya, Sudán y Eritrea, aprovecharon el caos que reinaba durante la guerra. Hace poco se confiscaron en Nigeria 161 colmillos procedentes de Chad. Chad ya firmó un acuerdo con la R.C.A. para instaurar de nuevo sistemas de aduanas organizados, y controlar la caza ilegal con personal paramilitar. Antes de que estallara la guerra en 19/79, Chad tenía un sistema de caza organizada para turistas y residentes, y todos los colmillos se registraban y se marcaban con el número del permiso, una letra de código para indicar si era el colmillo izquierdo o derecho, el año y el peso. Este sistema se desplomó después de 1979, y cualquier funcionario subalterno de cualquier distrito del país extendía autorizaciones para poseer marfil, y permisos de exportación. Actualmente, las autoridades se esfuerzan por imponer el sistema anterior, pero todavía es un problema la caza que realizan los militares. Durante la guerra, se encarceló al Jefe de la Division de la Fauna, por tratar de impedir la caza de elefantes, y se obligó al Director General a firmar documentos de exportación con una pistola apuntándole a la cabeza. El ministro insiste ahora en que haya sólo una persona en N'DJamena autorizada para firmar permisos y certificados de exportación. Se acostumbraba vender el marfil del gobierno en Chad a través de una entidad paraestatal llamada Domaine; se vendía en subastas o a precios fijos del gobierno en pequeñas cantidades. También se vendían pequeñas cantidades a los tallistas de los distritos en oficinas departamentales, pero la industria de la talla no es importante en Chad. La mayor parte del marfil se obtiene en confiscaciones. Además, se matan cada año unos 10 animales por razones de control. Está totalmente prohibido tener colmillos de menos de 5 kg.; cuando se confiscan estos colmillos, no se exportan sino que se utilizan en el país. El tener ilegalmente colmillos de más de 5 kg. se castiga con multas elevadas y prisión con trabajos forzados. No hay ningún sistema de recompensas por entrega de marfil encontrado. No está permitida la importación de colmillos no trabajados. Chad considerará la posibilidad de autorizar de nuevo el ejercicio de negociantes privados, cuando se hayan establecido nuevas reglas para el comercio del marfil. Las exportaciones oficiales de 1983 ascendieron a 1.723 colmillos, que pesaban 10,6 toneladas, y en 1984 498 colmillos, que pesaban 3,7 toneladas. Las importaciones registradas en Hong Kong ascendían a 29 y 31 toneladas para estos dos años respectivamente (Caldwell, 1984). Es evidente que una parte importante de estas exportaciones era ilegal. El precio del marfil es sorprendentemente bajo (alrededor de 7 US$/kg.). Para las autoridades de Chad, uno de los principales problemas es la cantidad de marfil que aún hay escondido en todo el país. Estaban considerando una amistía, como la declarada en Sudán en 1973 (Parker, 1979), que permita a la gente presentar los colmillos y registrarlos legalmente previo pago de un impuesto al gobierno. Debatimos largamente sobre esta cuestión, y llegamos a la conclusión de que en vez de legalizar los colmillos, el gobierno podría comprarlos a un precio bastante más alto que el que acostumbran pagar los negociantes ilegales. El precio del marfil en Chad es tan bajo que las autoridades están convencidas de que ofreciendo 20 US$/kg. se atrae todo el marfil que aún está escondido. Se podría vender luego este marfil al precio normal del mercado; una parte de las ganancias va al tesoro de la nación, y otra serviría para montar de nuevo el servicio de la fauna. Se estudia actualmente esta propuesta. 89 República Centroafricana El país tiene una superficie de 622.984 km?, y 2,5 millones de habitantes. La R.C.A. es una de las regiones menos pobladas de Africa. Esto puede ser un resultado del tráfico de esclavos, que duró hasta 1939, y del servicio obligatorio que instauraron los franceses en las plantaciones de caucho. Actualmente se observa claramente una emigración hacia las ciudades, que está dejando el campo aún más desierto. Todo el tercio este del país está prácticamente despoblado (las provincias de Vakaga, Haute Kotto, Haute Mbomou y Mbomou), y es ante todo habitat de elefantes (sabana selvática). No se han llevado a cabo observaciones desde los trabajos de Spinage (1978), que calculaba una población de elefantes de 70.000 + 10,000, (NOTA: Douglas-Hamilton acaba de terminar una observación (junio de 1985), que pone de manifiesto una reducción importante). Froment (1985) presenta todos los aspectos de la explotación del elefante en la R.C.A.; su informe nos muestra un sistema administrativo que quizá sea el peor, la gestión financiera menos acertada, y los métodos de conservación de elefantes menos eficaces de Africa. Buena parte de la culpa se puede atribuir al régimen de Bokassa, pero la situación todavía es deplorable. Mencionaré únicamente los principales puntos del informe de Froment. En vista del gran número de elefantes muertos durante el reino de Bokassa, el nuevo gobierno decidió prohibir toda caza en 1979. El único resultado fue fomentar las exportaciones ilegales a través del Camerún, el Chad y el Congo. En vista de la pérdida que representaban para el Estado estas exportaciones ilegales, se abrió de nuevo el comercio del marfil a finales de 1981, y la caza en 1982. Se estableció un cupo de caza de 200 elefantes; el país exportó 22.000 colmillos legalmente en 1982-83. Se dijo que la gran mayoría de estos colmillos (el 91%) procedía de países vecinos, pero en realidad la mayoría eran de la R.C.A. Los negociantes adquirieron certificados de origen falsos, especialmente en Zaire, y luego "importaron" su propio marfil en la R.C.A., pagando un impuesto nominal. El comercio del marfil en la R.C.A. lo maneja una red muy eficaz de cazadores ilegales, compradores en el terreno y grandes negociantes. Es tal vez el único país de Africa que todavía permite el sistema de "recolección". Cuando todavía no había armas modernas en el país, se daba permiso a un "recogedor” para comprar a los campesinos el marfil encontrado. Hoy día, el "recogedor” conduce un camión grande con contenedor, y distribuye armas a los campesinos, que las pagan con marfil (parece que actualmente basta un Toyota Land Cruiser, pues queda muy poco marfil). Los colmillos recogidos no se marcan ni se registran, y en ningún momento pasan por manos de los responsables de la fauna, desde el punto en que se obtienen hasta la exportación, y no se viola ninguna ley. Las autoridades consideran que en realidad no tienen alternativa, si prohiben la “recolección”, fomentarán el tráfico ilegal por otros países. Sea como sea, se exterminarán los elefantes. Prácticamente no hay ningún trabajo efectivo de lucha contra la caza furtiva, fuera de acciones menores en el parque nacional de Manuou Gounda St. Floris. Froment considera que, además de las exportaciones, hay que tener en cuenta un consumo de 15-30 toneladas de marfil no trabajado en la industria nacional de la talla, que es todo ilegal. La R.C.A. exporta la mayor parte del marfil trabajado a Africa Occidental; a pesar de que el impuesto de exportación es extremadamente bajo, la mayor parte sale del país ilegalmente. El gobierno obtiene unos 3.000 dólares de los Estados Unidos de estas exportaciones. El país prohibe la exportación de colmillos de menos de 10 kg. Hace poco se exportaron cantidades importantes de colmillos pulidos de menor peso a Hong Kong, como "obras de arte", Froment recomienda que: a) Se prohiba todo negocio con marfil, especialmente la “recolección”. b) Se prohiba toda importación de marfil. c) Se prohiba la exportación de marfil no trabajado, y se utilice todo el marfil obtenido en la industria nacional de la talla. d) Se suspenda toda forma de caza de elefantes por un período de dos años, durante el cual las autoridades reprimirán la caza ilegal. Se abriría después otra vez la caza, con cupos específicos para cada ZzOna, controlados rigurosamente por las autoridades. e) El gobierno sea la única fuente de suministro de marfil, y organice todas las ventas. f) Se registren todos los tallistas de marfil, y que se exija a éstos una relación periódica al gobierno de sus existencias de marfil, indicando los números marcados por el gobierno en los colmillos. g) El gobierno haga cumplir todas las disposiciones de su último Decreto 84.045 del 27 de julio de 1984, relativo a la fauna, que establece medidas de protección y normas para el control de la caza. h) El gobierno marque y registre todos los colmillos. i) El gobierno vuelva a instaurar un sistema de recompensas para funcionarios públicos que logren capturar cazadores furtivos, y que permitan recuperar marfil ilegal. j) Se inspeccione regularmente el trabajo de los funcionarios públicos, tanto en los puestos en el terreno como en las oficinas centrales, para incitar a un trabajo eficiente y evitar la corrupción. k) Se aumente el personal en el terreno; actualmente no hay más que un guardia forestal por cada 2.600 km?2. 1) Se aumente el presupuesto de funcionamiento de la Comisión Alta para el Turismo, las Aguas, los Bosques, la Caza y la Pesca. Actualmente, la Comisión Alta no dispone sino de 22.000 dólares de los Estados Unidos, aunque es responsable de una producción de 12 millones de dólares de los Estados Unidos cada año. m) Se atribuyan fondos al Centro Nacional para la Protección y la Gestión de la Fauna (CNPAF), destinados a la lucha contra la caza furtiva. El Centro obtiene hoy buena parte de sus ingresos de impuestos de exportación de marfil, que va a perder cuando se pongan en ejecución las medidas anteriores. 91 n) Se dé más importancia a la lucha contra la caza furtiva en los parques nacionales; entre otras acciones, hay que entrenar y equipar equipos de represión, y construir caminos forestales para permitir el acceso a zonas alejadas. Oo) Se fomente el turismo para generar ingresos en los parques nacionales, Pp) Se establezcan otras zonas protegidas en las regiones de selva tupida, para proteger la vegetación, así como los elefantes de selva, gorilas, chimpancés, puercos monteses gigantes, y una variedad de antílopes ("bongos”). q) El gobierno haga participar los organizadores de safaris en la conservación; éstos tienen concesiones en zonas de caza actualmente están presentes únicamente por temporadas. Tr) Se encomiende un censo de la población de elefantes en la R.C.A. a investigadores competentes. (Esto ya se hizo). s) Se realice un estudio de utilización de la fauna, como se presenta actualmente, que permita formular políticas y estrategias para el futuro. t) Se establezcan “sistemas de recopilación de datos, para preparar estadísticas esenciales sobre el comercio del marfil, y para determinar la contribución de la fauna en la economía nacional. u) Se establezca un sistema de informes mensuales y anuales para el servicio de la fauna, los organizadores de safaris y los artesanos. Durante mi visita a la R.C.A. se acordó una cantidad importante de fondos internacionales para poner en práctica un proyecto presentado por Froment, que comprende las recomendaciones que acabo de mencionar; el gobierno tiene la intención de sacar un nuevo decreto que abarca la mayoría de los puntos. (Informes recientes de Douglas-Hamilton indican que se han puesto en ejecución las recomendaciones). Apoyo todas las recomendaciones que acabo de mencionar. Lo único que se podría añadir sería una acción a largo plazo para crear alguna forma de asociación entre los tallistas nacionales y los cazadores que les suministran el marfil, y lograr así un grado de interdependencia. El gobierno debe entablar negociaciones con ambos grupos, y tratar de suscitar su responsabilidad en la utilización de los recursos de la fauna. Al contrario de los países que siguen en esta sección, la R.C.A. no es necesariamente un caso en que se pueda aplicar la recomendación de "caza furtiva legalizada". Las zonas en que viven los elefantes tienen una población humana insignificante, y la mayoría de los cazadores furtivos no residen en la zona. La única solución es acabar con esta forma de caza mediante métodos eficaces de represión. Como se dijo al tratar del Chad y del Sudán en esta sección, se están preparando medidas para fortalecer la cooperación regional entre los países productores de marfil de esta parte de Africa. Zaire pidió a la R.C.A. que no autorice la importación de ningún cargamento de marfil que no esté acompañado por la documentación completa de CITES expedida en Kinshasa. Se confiscó hace poco en el Congo un cargamento con un valor de 4 millones de dólares estadounidenses procedente de la R.C.A. Durante mi estancia en la R.C.A. se celebraron reuniones con las autoridades de Sudán para tratar de la lucha contra la caza furtiva. 92 En la opinión del señor Raymond Mbitikon, "Haut Commissaire"”, respetado por todos, y tal vez la principal esperanza de la conservación en la R.C.A., el comercio del marfil ha debido llegar a un máximo. Es probable que se suspendan en un futuro cercano la caza y la “recolección”. El señor Mbitikon considera que la cooperación regional es un paso muy importante para mejorar la situación. Las autoridades de la R.C.A. estaban particularmente interesadas en las propuestas para IPEC. Piensan que este tipo de entidad resolvería muchos de sus problemas internos de comercialización, especialmente si los países importadores respetan la organización. En su opinión, IPEC no sólo ofrecería el mejor sistema de comercialización; además, como OPEP, su objetivo debería ser hacer durar micho tiempo este recurso. Se mencionó la existencia de una organización similar para la comercialización de la madera en Africa central. El precio del marfil es extremadamente bajo en la R.C.A. El cazador ilegal no obtiene más de 6-8 dólares de los Estados Unidos por kilo (Froment compró marfil directamente a cazadores furtivos), y en las ventas del gobierno se obtiene cuando más 10-14 dólares de los Estados Unidos por kilo. En un principio pensé que alguien estaba haciéndose con grandes ganancias, pero no es dentro del país. Compré marfil trabajado en el mercado, que es la prueba definitiva de ganancias ocultas de intermediarios, y pude comprobar que Se vendían por 10 dólares de los Estados Unidos pulseras que deberían costar 100 dólares. Esta situación se observa en casi todos los países de Africa central. Es evidente que los están explotando los importadores de marfil no trabajado y trabajado en todo el mundo. Fuera de que están obteniendo un precio insignificante por el marfil, no se explota en absoluto el valor del cuerpo del animal -piel, carne y huesos-. La R.C.A. tiene un sistema de recompensas del gobierno por marfil encontrado, pero la gente obtiene más dinero vendiéndolo al "recogedor”. Las cantidades de marfil confiscado en los distritos son muy bajas, y generalmente se venden directamente a los tallistas de la región. La R.C.A. ha definido un peso mínimo del colmillo de exportación (10 kg.), pero el gobierno puede exportar colmillos más pequeños. Podemos resumir así la situación en la R.C.A.: si bien no cabe duda de la necesidad de una intensa lucha contra la caza furtiva (que tal vez sobrepase los recursos del país), se perderá este esfuerzo si no se mejoran los controles internos. La reglamentación actual facilita en realidad la caza ilegal, y es poco probable que las cosas cambien sin una revisión general de los procedimientos administrativos. Camerún El Camerún tiene una superficie de 475.425 km, y 9 millones de habitantes. La densidad de población es más alta en las provincias del occidente y del centro, y algunas partes del país están totalmente despobladas. La precipitación de lluvia forma un gradiente desde unos 500 mm. en el norte, cerca del lago Chad, hasta unos 2.000 m. en el centro del país, y desciende a unos 1.500 mm. en el sur. En el extremo oeste, la precipitación puede alcanzar los 4.000 mm. Las sabanas del centro y del norte del país, del tipo de Zambia y Sudán, son ante todo habitat de elefantes, y las densidades son a menudo tan altas al exterior como al interior de las zonas protegidas. Una par ti cularidad de la planificación de la tierra es la definición de zonas tampón alrededor de los parques nacionales, que se utilizan como zonas de caza (se han establecido unas 27). La sequía está afectando a los elefantes del parque nacional de Waza al norte del país; se observa escasez de agua y daños en la vegetación. Las autoridades consideran que la selección puede ser necesaria. 93 Tuve el privilegio de entrevistarme con el Dr. Abdoulaye Souiabou, "Délégué Général au Tourisme”, que me hizo saber que el Camerún colabora con gusto con entidades internacionales como CITES, y considera la fauna como un recurso valioso. El Camerún es favorable al sistema de cupos, y haría todo lo posible por hacerlo efectivo. Si bien el país lleva más de dos años sin exportar marfil, y actualmente se utiliza toda la producción en el país, las autoridades desearían tener un cupo de exportación para evitar que algunas personas den por sentado el suministro de marfil para la industria nacional de la talla. El sistema de cupos también les daría mayor poder dentro del país para rechazar solicitudes de demasiados permisos de caza. Las autoridades manifiestan su preocupación por no saber exactamente cuantos elefantes hay en el país. El Sr. David Momo, Director del Servicio de la Fauna y de Parques Nacionales, me explicó la estructura del sistema administrativo del Camerún. El servicio de la fauna tiene unos 600 empleados en 10 provincias. El Camerún tiene la suerte de contar con un control riguroso de armas y municiones, de suerte que la caza ilegal no es tan importante como en los países vecinos. En 1982 se prohibió el sistema de recolección de marfil (descrito en el texto sobre la R.C.A.),-y el resultado ha sido una reducción vertiginosa de la caza furtiva. Una red de informldores pagados ayuda a reducir el comercio ilegal. Cualquiera puede comprar marfil en el Camerún, siempre que esté acompañado con un certificado de propiedad; este certificado lo expide el Departamento previo pago de un impuesto. No se puede obtener un certificado de propiedad para marfil ilegal. Se puede calcular el número de elefantes muertos por cazadores furtivos, pues es difícil esconder el cuerpo, y las autoridades se enteran pronto del paradero de aquéllos. La caza furtiva tiene mayor importancia en el norte del país; la mayor parte de los cazadores son nigerianos. Ahora bien, buena parte de la caza furtiva en general se hace por la carne. En el sur todos los cazadores furtivos son camerunenses, por la carne y por el marfil. La caza está prohibida en el extremo norte, cerca del lago Chad; en el resto del país, se cazan con permiso entre 100 y 200 animales cada año. Pocas veces se caza el número total de animales del cupo anual de caza. Estos cazadores son extranjeros y residentes, que pueden vender los colmillos a la industria de la talla, pero en general prefieren conservarlos como trofeos. La caza por protección de cultivos deja una pequeña cantidad de colmillos. Hay un peso mínimo de 5 kg. para los colmillos obtenidos en la caza, pero esto no se aplica a la exportación. La mayor parte del marfil se envía a la capital, Yaoundé, pero el “Délégué-Général” puede autorizar la venta directa de los colmillos a tallistas de la región en donde fueron confiscados. “Domaine” se encarga de la venta de los colmillos, de acuerdo con los responsables de la fauna; se vende generalmente en subastas. Visité el depósito de marfil de Yaoundé, y vi unos 400 colmillos. El promedio del peso es de wmos 12 kg., bastante elevado en comparación con la R.C.A. y el Chad. El 95% de los colmillos se obtuvieron en confiscaciones;, el resto son colmillos encontrados, o de animales muertos por razones de control. Se habían confiscado a industrias de la talla unos cuantos colmillos cortados en trozos. Había algwmos colmillos maravillosos de elefantes de selva del sureste del país. Me dijeron que había otros 200 colmillos aproximadamente en el depósito del gobierno de la provincia del norte. El Camerún todavía no marca los colmillos de acuerdo con las especificaciones de CITES, pero proyecta introducir pronto el sistema. El precio del marfil es bajo, juzgando con criterios internacionales, pero mucho más alto que en países como el Chad y la R.C.A.; los tallistas pagan unos 15 94 dólares de los Estados Unidos el kilo en el mercado ilegal, y el precio en las ventas oficiales pocas veces excede de 30 dólares de los Estados Unidos el kilo. El Ministerio de Comercio e Industria estableció un servicio en 1984 para registrar a todos los artesanos del país. Es muy difícil registrar a los tallistas de marfil, pues evitan darse a conocer. El objetivo es crear una asociación sólida de tallistas, y empezar a estudiar qué cantidades de marfil son necesarias, de modo que el gobierno pueda regular legalmente el suministro. Todavía hay una parte importante de comercio ilegal en la talla; en las visitas de talleres de la talla pude observar que algunos se escondían al ver que viajaba en el vehículo el Jefe del Servicio de Caza. Este me explicó que el Servicio inspecciona frecuentemente estos talleres, y arresta a personas si se encuentran colmillos ilegales. He oído muchas veces a expertos del comercio del marfil decir que sería imposible controlar estos talleres de talla en esta parte de Africa. No estoy nada seguro de que así sea. En Zimbabwe se logró, y en el Camerún vi que los artesanos respetan bastante a las autoridades, que tienen mucho éxito en la captura de colmillos ilegales. Estuve en el "Artisanat"” de Yaoundé, que es un bazar en que se venden artículos de marfil tallado, y otros objetos de bisutería y curiosidades producidos en el país. En este mercado conocí al vendedor más insistente y acometedor de Africa; después de que mostré interés por una pulsera grande de marfil que tendría más de 100 años, el vendedor me siguió durante tres días por toda la ciudad, y al cabo hasta el aeropuerto para concluir la venta. Las formas de arte del Camerún son de las más elevadas de Africa, y muchos objetos son piezas de colección. Estoy convencido de que una gran cantidad de marfil que se destina a las industrias locales de la talla en Africa se desperdicia por completo en la producción de artículos sin gusto; si bien estos artículos se venden, son insulto para el medio en el que se tallan. El Camerún, mediante sus esfuerzos por controlar y limitar el comercio de la talla, respaldado por una tradición artística rica, puede ser uno de los primeros países en lograr desterrar los productos inferiores, y la gente que los produce. El nivel de la administración del Camerún es relativamente elevado, y las poblaciones de elefantes parecen seguras. El problema principal es el tráfico ilegal de colmillos para la industria de la talla, que quizá consuma un tonelaje comparable al de la R.C.A. Las autoridades están muy conscientes del problema, y están tomando medidas para controlarlo. Gabón El país tiene una superficie de 267.658 km?, y menos de 2 millones de habitantes. Está —mermando la densidad de población del campo, pues hay emigración hacia las ciudades. El Gabón tiene petróleo, y es uno de los países más ricos de Africa, juzgando por los ingresos per capita. La precipitación de lluvias es muy grande; el mínimo es de 1.400 mm., y el máximo de 3,000 mm. Gran parte del país está cubierta de selva tropical tupida, que quizá no sea el habitat ideal de elefantes. Richard Barnes está a punto de emprender un estudio patrocinado por la "New York Zoological Society”, que puede producir una información muy esperada sobre la densidades típicas de elefantes en estos habitats. Una particularidad del Gabón, que lo distingue de los demás países productores de marfil, es la existencia de un mercado importante de marfil trabajado en el país. Unos 35.000 residentes franceses compran cada año grandes cantidades de marfil trabajado, que se exporta regularmente a Francia. El Gabón no necesita 95 preocuparse por la exportación de marfil no trabajado; es mucho mejor trabajarlo y venderlo en el país. Muchos de los países vecinos también se dan cuenta del mercado gabonés; al mercado de Libreville llega marfil trabajado del Zaire, del Camerún, de la R.C.A. y del Congo, y en realidad muchos de los tallistas del Gabón son ciudadanos de otros países. Muy poco de este marfil trabajado entra legalmente al país, y muy pocos de los colmillos tallados en el país se compran legalmente. Estuve en un emporio dirigido desde la residencia de un francés que tiene la reputación de vender artículos de gran calidad. Los precios de todos los artículos eran muy elevados, representativos del mercado internacional. No obstante, bastó mi presencia en la tienda para que la vendedora se pusiera pálida de temor, porque pensó que yo representaba la "Ley", y estaba en busca de pruebas de productos obtenidos ilegalmente. Aunque no hubiera sospechado nada al entrar, tendría razones para sospechar al salir de la tienda. Me aseguraron que todo el marfil se compraba legalmente, y que los artículos se tallaban en colmillos obtenidos en el Gabón -aunque ni siquiera había hecho la pregunta-. El marfil se vende mucho más barato en la calle, pulseras que hubieran costado aquí 50 dólares de los Estados Unidos se vendían por unos 20 dólares de los Estados Unidos, y el precio del marfil en colmillos pulidos era de unos 25 dólares de los Estados Unidos por kilo. Estos son los precios más elevados que pude observar en Africa central; no obstante, no son ni la mitad de los precios en Zimbabwe, República Unida de Tanzanía o Botswana. Los franceses conocen muy bien las ventajas de comprar marfil en el Gabón, y muchos se llevan cantidades importantes para la venta en Francia. Actualmente se están modificando las políticas de gestión de la fauna en el Gabón. El presidente Bongo defiende en forma decidida la conservación, y ha prohibido la caza en su propia provincia. El director del Servicio de Aguas, Bosques y Caza me hizo saber que el país estaba reestableciendo sus reservas de animales de caza (no hay ningún parque nacional oficial), rodeadas por zonas de caza. Se espera aumentar el personal del ministerio -unos 300 actualmente- en el futuro cercano, y poner en práctica un sistema de recompensas por marfil encontrado. En el Gabón no se ha practicado nunca el sistema de “recolección”. Todo el marfil no trabajado del gobierno se dirige a Libreville, y se vende a través de "Domaine". Los precios característicos van de 11 dólares de los Estados Unidos por kilo para colmillos de menos de 5 kg., hasta 33 dólares de los Estados Unidos por kilo para colmillos de más de 10 kg.; se vende en subastas, a las que asisten algunos compradores internacionales. Si bien los compradores pueden exportar el marfil, sólo sale del país una cantidad insignificante. No se conoce la importancia de las exportaciones ilegales de marfil no trabajado del Gabón, pero el Director piensa que se trata ante todo de marfil que ha entrado ilegalmente al Gabón. Es posible que la caza ilegal se haya extendido últimamente en Gabón. Se trata ante todo de cazadores extranjeros, del Senegal, Malí y Burkina Faso. Un periódico de Libreville publicaba una entrevista de un cazador gabonés -como una curiosidad-, que explicaba que había aprendido la caza trabajando con senegaleses durante varios años. He oído decir que los gaboneses en general temen al elefante, y que para muchas tribus son sagrados. Se dice que los elefantes del Gabón son pequeños y agresivos; los habitantes les huyen. (Esto me parece difícil de aceptar, pues no parece que los cazadores extranjeros tengan ningún problema). Se emplean frecuentemente a los pigmeos para cazar; los gaboneses les compran el marfil a precios muy bajos y llevan los colmillos a Libreville en piraguas por la extensa red fluvial. En algunas regiones también intervienen europeos expatriados. Se dice que la aviación francesa, que no tiene que pasar por aduanas, y puede moverse libremente por muchos países de Africa central, ha sacado varios cargamentos de marfil fuera del país. Hay una comunidad libanesa importante en el Gabón, que según se dice está exportando grandes cantidades de marfil a Hong Kong. Obtuve los anteriores informes de personas que venden marfil trabajando en Libreville. 96 Oficialmente, no hay mercado de marfil trabajado en el Gabón. "Promogabón", que es una agencia creada para fomentar las pequeñas industrias, no ha logrado localizar ningún tallista de marfil gabonés; el único artesano que encontraron es de nacionalidad extranjera. Los tallistas de marfil no están registrados, y se sabe que utilizan ante todo marfil para su trabajo. El Director considera que únicamente el 30% de este marfil es de origen gabonés. Las nuevas leyes ordenan el registro de todos los artesanos, y los obligan a utilizar únicamente colmillos marcados y registrados. En Gabón, como en casi todos los países de Africa central, el principal problema es la industria nacional de la talla. Las medidas que toman las autoridades son desde luego un paso en la dirección correcta, pero tengo la impresión de que será muy difícil mejorar la situación si todas las medidas del gobierno son restrictivas. En el apartado Administración Interna, de este capítulo, se dan algunas ideas de enfoques positivos. Quedé con la impresión de que los responsables de la fauna en Gabón asumen en realidad únicamente la responsabilidad de los elefantes de las reservas de animales de caza y de las zonas de caza oficiales. A juzgar por las apariencias, los elefantes del resto del país constituyen un bien no registrado, con pocas normas que regulen “su explotación. Quizá esté equivocado. Zaire El Zaire es el segundo país de Africa por extensión, después de Sudán; tiene una superficie de 2.345.410 km2, y una población de 35 millones, concentrada especialmente en las ciudades, pueblos y aldeas; las zonas rurales están poco pobladas. La población de elefantes es tal vez la más numerosa de Africa; los cálculos, como los que aparecen en este informe, toman como base datos que no tienen más que un mínimo de solidez. Son asombrosos “los problemas internos del control de la explotación de elefantes y del flujo del marfil en el Zaire. La enormidad del país, y la falta de comunicaciones de un extremo al otro, desalientan en esta misión. Se ve aquí mejor que en cualquier otro país hasta que punto es inútil que un gobierno pretenda tener el monopolio de un recurso como los elefantes. Se necesitaría un ejército para hacer esto efectivo; la misión de los responsables de la fauna del Zaire es agobiadora, pues cuentan con un per sonal que dista micho de ser un ejército (sería más bien todo lo contrario por el momento). El presidente prohibió toda la caza a finales de 1983 (cuando se estaba llevando a cabo con buenos resultados un proyecto positivo de caza controlada), pero esto se queda por completo en el papel. Se siguen cazando elefantes en todas partes en el Zaire. El marfil sale por Burundi, Zambia, República Unida de Tanzanía, Uganda, Sudán, la R.C.A. y el Congo. Esta prohibición ha hecho micho daño. le resta credibilidad a las estadísticas de todos los países vecinos, acaba con todos los aspectos positivos de las operaciones legítimas de caza de safari y de proyectos como el mencionado al principio del párrafo, y abre la puerta al cazador furtivo osado e inescrupuloso. Algunos grupos de presión de la «conservación agravan la situación exigiendo al resto del mundo que no acepte el marfil del Zaire; equivale a decir al Zaire "como se prohibió la caza, no puede haber marfil”, y dar la espalda a la realidad, que sin embargo ahí está el marfil. 97 El Ministerio para la Conservación de la Naturaleza, el Turismo y el Medio Ambiente tiene dos divisiones con responsabilidad de la fauna. el IZCN (Instituto para la Conservación de la Naturaleza del Zaire), responsable de los parques nacionales y de las zonas de caza, que comprenden un 10% del territorio nacional, y la División del Medio Ambiente, responsable del resto del territorio. Personas de fuera me dijeron que existía un conflicto entre las dos ramas del ministerio, debido en parte al hecho de que el Departamento del Medio Ambiente ha expedido numerosos permisos de caza (a pesar de la prohibición), que no especifican el número de animales que se pueden cazar, en cada provincia del país. El IZCN es la autoridad de control de CITES en el país, y con ellos traté durante mi estancia. Tengo que subrayar que la colaboración con el personal del IZCN (que me pareció muy competente) no podía ser mejor; desde un principio establecimos una atmósfera de trabajo, y, como en el Chad, se trabajó para completar lo emprendido sin preocuparse por las horas de oficina del gobierno. La confiscación es la fuente principal de marfil legal en Zaire. En 1984 las autoridades confiscaron 1.200 colmillos, que pesaban 5,5 toneladas. Una parte importante de esta cantidad es el cargamento hallado en un aeroplano privado "en tránsito" en el Zaire, el resto es de cazadores furtivos sorprendidos in fraganti. Casi no se entrega marfil encontrado al gobierno; la prohibición de la caza excluye toda caza para protección de los cultivos. Los colmillos confiscados se depositan en bancos en las regiones antes de llevarlos a Kinshasa. Se clasifica el marfil, que se acostumbraba vender a negociantes privados a través del "Office National d'Ivoire", pero últimamente no ha habido ventas en espera de la definición de nuevas políticas. El precio característico de estas ventas eran de unos 7 dólares de los Estados Unidos/kg.; se paga un precio similar a los cazadores furtivos en el terreno, y los negociantes de Kinshasa compran marfil ilegal a unos 25 dólares de los Estados Unidos/kg. Es evidente que el precio del gobierno es demasiado bajo; se perdonará a alguien de fuera deducir que estos precios son el resultado de alguna forma de acuerdo entre compradores y vendedores. La caza ilegal en Zaire no es lo que se podría pensar. Es muy difícil cazar machos con colmillos grandes, pues se internan en la selva en busca de refugio. Se acostumbra más bien matar manadas enteras de hembras cuando aparecen en tierras del tipo de sabana despejada, en las que se ven bien. Hay muy poca caza ilegal en las cercanías de las poblaciones; los campesinos no vacilan en denunciar a los cazadores, con la esperanza de una recompensa. Los elefantes saben que hay cierta seguridad cerca de las poblaciones, y se reúnen en estas tierras. Por consiguiente, los animales hacen muchos daños en los cultivos, pero las autoridades no pueden hacer nada debido a la prohibición de caza. La situación sería divertida si el problema no fuera tan serio. La industria nacional de la talla consume una cantidad importante de marfil ilegal, especialmente colmillos pequeños. Los precios del mercado en Kinshasa son muy bajos; una pulsera de marfil que valdría unos 50 dólares de los Estados Unidos se vende por unos 10 dólares; un par de colmillos pulidos que pesan 7 kg. se vende por 35 dólares o 5 dólares/kg.. Me informaron que muy poco marfil venía de zonas próximas a Kinshasa; la mayor parte se trae de muy lejos. Las autoridades están muy conscientes del problema, y están tratando de hacer un registro de artesanos actualmente. El proyecto es vender las actuales existencias de marfil confiscado a los tallistas, al mismo tiempo que se prohiben las exportaciones. Permitiendo la venta continuada de artículos de marfil trabajados en colmillos ilegales, en realidad las autoridades están dando su sanción al comercio ilegal; mientras esté vigente la prohibición de caza, será casi imposible para los artesanos obtener marfil. 98 El gobierno del Zaire tiene que darse cuenta de que es imposible controlar la explotación de los elefantes en un país tan grande, con el personal de que disponen actualmente, y sin los fondos ni los equipos adecuados. Como no es probable que se reúnan las condiciones necesarias en alguno de estos aspectos en un futuro cercano (o nunca), no queda sino una posibilidad; un cambio Tadical de políticas. El gobierno debe buscar una solución que saque par tido del único recurso disponible, esto es, los millones de habitantes. Si los campesinos se hacen cargo del buen manejo de los elefantes, y el gobierno ejerce alguna forma de control, se podrán abrigar mayores esperanzas para el futuro lejano que si se continúan las actuales políticas. Se trató con las autoridades del Zaire una propuesta para legalizar la caza furtiva (Apéndice 14). El Zaire no tiene nada que perder tratando con un plan así, y en caso de éxito pueden dar el ejemplo en la conservación en Africa. Congo El Congo es un país poco poblado (unos 2 millones de habitantes en un territorio de 342,000 km2). Como en el Gabón, hay emigración a las ciudades, lo que reduce aún más la densidad de población en el campo. Las regiones menos pobladas son el norte y el oeste del país, en las que el clima es ecuatorial y subecuatorial, con zonas de selva tropica tupida. El personal de los servicios técnicos del departamento de "Eaux et Foréts” me hizo saber que las zonas selváticas del Congo tienen poblaciones de elefantes más grandes que la sabana, y que en el país no había elefantes del tipo "de sabana" (únicamente los tipos selvático y pigmeo). Los cálculos del número de animales, incluyendo los de este informe, son pura imaginación. No obstante, si los datos del comercio del marfil son correctos (aun si la mitad de los colmillos vienen del Zaire) habría millares de animales. Poco antes de mi llegada al Congo, las autoridades de control de CITES habían sido reemplazadas por nuevos encargados, que desgraciadamente tenían muy poco tiempo para poder tratar en forma exhaustiva los aspectos del problema. El nuevo Secretario General de aguas y bosques y su personal trabajaron amablemente después de las horas de oficina, a fin de que pudiéramos lograr el máximo de resultados. El Congo aprobó el sistema de cupos, pero consideran que es difícil hacerlo efectivo. El principal problema era el saber cuántos elefantes había en el país; además, estaba el problema del marfil que entraba ilegalmente en el Congo procedente de países vecinos. No obstante, la mejor cooperación que se ha ido estableciendo entre los países de la región puede reducir este flujo. Las autoridades del Congo devuelven actualmente el marfil confiscado al país de origen, siempre que éste se conozca con certeza, el problema es que el marfil ilegal va acompañado generalmente con muy poca documen ta ción. La principal fuente de marfil es la caza con permisos; se expiden cada año unos 300. La confiscación pocas veces deja más de 200 colmillos al año. No hay caza de control, y se recupera muy poco de animales muertos por causas naturales. El gobierno vende todo el marfil a negociantes privados en el país. Los colmillos se marcan en conformidad con los procedimientos de CITES acordados en Nueva Delhi en 1981. Los precios característicos del marfil van de 10 US$/kg. para colmillos de menos de 5 kg. hasta 50 US$/kg. para colmillos de más de 20 kg. Las políticas del país excluyen la exportación de colmillos de menos de 5 kg. y está prohibida la caza de animales con colmillos inferiores a este límite. Las autoridades del Congo son favorables a la introducción de un sistema de explotación de elefantes basado en la legalización de la caza furtiva propuesta para Zaire. En su opinión, se puede extender fácilmente a los 99 elefantes un sistema similar que ya funciona en el país para la explotación de madera de las selvas. Hacen ver que el riesgo de sobreexplotación es el mismo, sea que el gobierno tenga el monopolio, sea que las comunidades rurales utilicen los elefantes, pues se teme que alguna persona de alto rango en el gobierno no haga caso de sus recomendaciones para un cupo de caza, y pueda fácilmente sobreexplotar el recurso. Zimbabwe Zimbabwe tiene unos 8 millones de habitantes y la población aumenta en un 3.6% anual cuando menos; la superficie es de 390.580 km?, La zona de actividad de los elefantes se limita a la periferia del país, en zonas de poca precipitación de lluvia (menos de 800 mm. por año en promedio); hay elefantes en parques nacionales, zonas de safari, en la selva, en tierras municipales y en tierras privadas. La legislación introducida en 1975 deja la utilización y el manejo de los animales de caza por fuera de las zonas protegidas oficiales al dueño de la tierra. Esto dio pie a una multiplicación de haciendas privadas que crían animales de caza en el país, y en muchas zonas los animales de caza están reemplazando al ganado vacuno. El buen éxito de estas operaciones se puso de manifiesto durante los últimos años de sequía; los granjeros con animales de caza lograron su subsistencia, y muchos obtuvieron ganancias. Para obtener ganancias, se llevan a cabo en las haciendas diferentes actividades: la caza deportiva, la explotación de carne, y actividades secundarias como el curtido de pieles, la talla y la fabricación de artículos de cuero (Child, 1984). Actualmente, las autoridades tratan de extender este sistema a las tierras muncipales de Zimbabwe; el gobierno todavía maneja la fauna en estas tierras, en tanto las comunidades se preparan para hacerse cargo. Se llevan a cabo programas para lograr este objetivo (Martin, 1983 - Martin, 1985). Hoy día, las comunidades locales reciben del gobierno todas las ganancias que deja la fauna en las tierras municipales; estas ganancias ascienden a más de 2 millones de dólares en los dos últimos años. La mayor parte del marfil de Zimbabwe se obtiene en operaciones de selección en los parques y en tierras reservadas a la fauna. También se obtiene marfil en confiscaciones, de animales muertos por causas naturales y en caza de control. Fuera de los colmillos de trofeo de caza de safari, todo el marfil se lleva de las provincias al depósito de marfil del gobierno en Harare. Los lotes grandes de marfil de operaciones de selección se marcan en las provincias con el número de registro definitivo que les corresponderá en las ventas del gobierno. Se asigna un número local a los demás colmillos en los registros de los puestos del terreno, y en Harare se da el número definitivo. Todo el marfil se vende en subastas del gobierno 3 o 4 veces al año, organizadas por una sociedad de subastadores profesionales. El marfil se divide en lotes "restringidos" y "no restringidos”; aquéllos están destinados a las industrias locales, y por lo tanto no se pueden exportar, los últimos son para exportación. Es posible que dentro de poco ya no sea necesario que el gobierno mantenga el equilibrio entre las cantidades exportadas y las que se dejan en el país, pues los procesos del mercado libre podrían determinar las proporciones. Actualmente hay poca diferencia entre los precios de los dos tipos de marfil, y los negociantes de Zimbabwe compiten por ambos lotes. Se prevé el consumo de todo el marfil en la industria interna en un futuro, pero quizá sea conveniente dejar que los compradores internacionales sigan compitiendo por el marfil, a fin de evitar un acuerdo entre los compradores 100 locales. Se pueden vender cantidades reducidas de marfil directamente en el depósito de marfil, entre las subastas; los precios se ajustan a las subastas más recientes. Los precios que se obtienen en las subastas son los más elevados de Africa; esto se debe en gran parte a la presencia de compradores internacionales. Los precios pagados en la última subasta, en octubre de 1984, son: 20 dólares de los Estados Unidos/kg. por trozos de marfil, 62 dólares de los Estados Unidos/kg. por colmillos de 5 kg., 75 dólares/kg. por colmillos de 10 kg., y más de 100 dólares/kg. por colmillos de más de 20 kg. Se ha dicho que los precios del marfil en Zimbabwe son exageradamente elevados porque sus ciudadanos utilizan el marfil como un medio de sacar su riqueza del país. Esto se refiere ante todo al marfil trabajado (Bradley Martin, 1984), y menos al marfil bruto. Los negociantes extranjeros pagan en moneda extranjera toda compra de marfil, calculando con las tasas de cambio del momento; si los negociantes locales desean exportar, tienen que hacer pagadero el precio en moneda extranjera en el Banco de la Reserva. Las autoridades descubrirían rápidamente cualquier intento de un negociante local de vender su marfil a un precio inferior al de compra. Están registrados ante las autoridades todos los tallistas de marfil, los negociantes y los minoristas que venden marfil trabajado; los negociantes y los tallistas pagan derechos de permiso al gobierno. Fuera de los negociantes registrados, ningún particular puede comprar ni vender marfil; la única excepción es el caso muy poco frecuente de una venta de colmillos de trofeo de caza deportiva (la transacción tiene que registrarse ante las autoridades). Todos los negociantes, los tallistas y los detallistas presentan informes mensuales al gobierno. El negociante declara todos los colmillos comprados y vendidos, mencionando el múmero de cada uno, y el tallista que lo compró. Los tallistas declaran todo el marfil bruto comprado, mencionando los números de los colmillos y el negociante a quien lo compraron, así como el tipo de artículos tallados de cada colmillo y su descripción, y la persona que los adquirió. Los detallistas declaran las cantidades de marfil trabajado compradas a los tallistas, y las personas a quienes vendieron. El detallista entrega un impreso CITES No. 1 a la persona que compra artículos de marfil trabajado; este impreso permite la exportación del artículo y la entrada en otro país. Si bien se puede pensar que no son necesarios los procedimientos de CITES para este marfil trabajado, las autoridades decidieron ponerlos en práctica, no tanto para cumplir con los requisitos internacionales, sino más bien para establecer un nivel elevado de control, y dar mayor prestigio al marfil en el país. Este sistema de declaraciones de las diferentes personas que intervienen en el comercio del marfil permite seguir todos los colmillos desde el punto de origen hasta la tienda del detallista. A primera vista se diría que hay mucho trabajo de oficina, pero en realidad no consume tanto tiempo. Sólo hay que examinar minuciosamente las declaraciones cuando se sospecha que alguien está cometiendo fraude. Lo único que puedo criticar a la industria de la talla de Zimbabwe es la falta de calidad de sus productos. A diferencia de algunos países de Africa central y Occidental, la mayoría de los artículos tallados en marfil en Zimbabwe son representaciones de animales salvajes sin gusto, y figuras africanas "“occidentalizadas” sin ningún valor estético. Ya es hora de que la industria local emplee a los escultores Shona más destacados, que realizan un trabajo perseguido por los coleccionistas internacionales, y que alcanza precios muy elevados. De esta forma, la industria podría justificar mejor la utilización del marfil. RAXAXAKALXAXKA 101 REFERENCIAS Atlas de la République Populaire du Congo (1977): ISBN 2-85258-043-8, Editions Jewe Afrique, Paris. Atlas: Géographie et Cartographie du Gabon (1983): EDICEF, Paris. Atlas de la République du Zaire (1978): ISBN 2-85258-123-X, Editions Jewne Afrique, Paris. Barnes, R.F.MW. (1983): Effects of elephant browsing on woodlands in a Tanzanian National Park, measurements, models and management. J. Appl. Ecol. 20; pp. 521-540. Bell, R.H.V. (1984): Law enforcement in Malawi conservation. African Elephant and Rhino Specialist Group Newsletter, No. 3; p. 7. Bell. R.H.V. (1985a): The man-animal interface; an assessment of crop damage and control methods. In Bell, R.H.V. € E. McShane-Caluzi (1985): Conservation and Wildlife Management in Afríca. Proceedings of a workshop organised by the U.S. Peace Corps at Kasungu National Park, Malawi, October 1984. 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Resource Management and Research Ltd., Nairobi. 105 APENDICE 1 POBLACION DE ELEFANTES DE CHAD Prefectura No. 1: Lac Bol 500 - 700 Prefectura No. 2: Batha (Athi) 70 - 100 Prefectura No. 5: Chari-Banguirmi 300 - 450 Prefectura No. 6: Bongor (Mayo-Kebbi) 50 - 150 Prefectura No. 7: Tangile y Logon-0Orientale 100 - 135 Prefectura No. 8: Moyen Chari (Sarh) 200 - 350 Salamat 800 - 1,000 TOTALES 2.020 2.885 Observaciones: 1. En la región del lago (Lac Bol) hay generalmente muy pocos elefantes. Durante la guerra emigraron a Nigeria, pero ahora están regresando (debido a la intensa caza furtiva en Nigeria). 2. Los elefantes de Batha se contaron en observaciones aéreas en el desierto. 3. Todos los elefantes de Chari-Banguirmi están en las cercanías de N'Djamena. Hay una colonia a 80 km. al norte de la capital, y otra a 53 km. al sur. En 1979 había en el Chad más de 15,000 elefantes. Muchos animales emigraron del país durante la guerra, y están regresando ahora. Están formando manadas muy grandes, lo que constituye una reacción característica a la caza. La única zona relativamente tranquila durante la guerra es el sureste (Salamat), pero se sabe que los cazadores furtivos sudaneses trabajan en esta región. El Chad tiene una superficie de 1.284,000 km?. La mayor parte del territorio es desierto; los elefantes viven generalmente al sur de la isoyeta de 400 mm. de precipitación de lluvia, de suerte que la zona de actividad es de unos 400,000 km“. Es posible que el número de elefantes en la zona de mayor precipitación (1.300 mm.), en el extremo sureste del país, sea algo inferior al calculado, debido ante todo a la agricultura. 106 al [e] mm . . . . o... .. . e a] al . .. .. .... . .....e So ES DONNA HANAND00?NAN AR ?N>)nnansSs . . m o al "IVLOL IN NDA SY SS AA SYSSRNNS] SMN m [3 YT INS S] ASNO??? ANA NON ral Z 6L 1" 87 Y 0" +T 9"e7 rá 9” TT 6* TZ Z LS y" 9T rá €” 91 T"ZZ rá 8" +1 G"E€ rá y" OT 0" 8% 6 T "EZ rá 9"7 96 Z 6"L £"TZ Z 6"€ 0* 61 rá Y" ZT 6" TZ CANO PE 0” 9T rá 67 €" €T CAT OT T* 61 rá T"zI E" LZ rá £"8T Tr8 rá L"6S €" L€ rá y" LT "11 rá 6" EZ 0” ZT z yY*ZT ¡A rá 5 Ly GS” 61 rá "65 9” T£ 000T Xx 000TX TU ST/H-4 TPIOL *qod * FTF[puenoT *OBuouTA *zt “omoqnoT] *T+y *“O[puassox *Oty “aSpusaAtTaq *Ox0g “gc “equueln *Gc€ “ETeNUTA *y9€ *FINOPUFH *€€ *EuBLen * TABNOJH “67 “OYSUuOS-oy0g *FZpuoÁAnNON */¿Z7 “N9BuUTpeN “927 “FÁBAN “67 “euppno7 *¿uoques *61 *“ejequefa MS) AE “TE “8z mE “8l *e]ao]oxno7] “yt][ “BABSSON “EL “OPuemO *zT “BNAPH *6 -+s973Ue3o]9 Aey ou e sauoy331-qns sa3uspn3]s sel “+41 0*€ VAN 86 07 L*T 6"? 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HNMNSmoOomnm o = (MOTINOA > IWVIN = “100d VZN4NOY - MVHALVId ALLTANnO UH :B30N nOTINOA TYUVIN "I00d NONNOA4T NVALV Id ALLIAno VINVS VIVNOXATT NOIOJA 107 APENDICE 3 POBLACION DE ELEFANTES DEL GABON (Véase el método en el Apéndice 4) ELEFANTES HUMANOS Super- Llu- ficie via Dmax Max Pobl. E-H/15 Pob. E km? mm.x por Ex Total FINAL PROVINCIA x1000 1000 km? 1000 x1000 x 1000 R1 x 1000 1. ESTUAIRE 20,1 2,4 59) 18,2 622,3 -23,2 1 1,0 2. HAUT-OGOOUE 303 Ue) 1,8 63,5 344,8 40,5 2 4,1 3. MOYEN-OGOQUE 18,2 2,0 1,6 29,1 44,0 26,2 2 2,6 4. NGOUNIE 38,7 2,0 1,6 61,9 109,0 54,6 2 5,5 5. NYANGA 19,6 1,6 2,0 39,2 121,0 31,1 2 3,1 6. OGOOUE-IVINDO 44,2 1,7 2,0 88,4 50,0 85,1 2 8,5 7. OGOOUE-LOLO 30,0 1,8 1,9 57,0 44,0 54,1 2 5,4 8. OGOOUE-MARITIME — 24,1 1,9 1,8 43,4 290,4 24,0 2 2,4 9. WOLEU-NTEM 37,5 1,7 2,0 75,0 184,4 62,7 3 15 TOTAL 48,3 Notas: 1. No hay datos para los rangos R2 y R3. 2. El método anuncia la extincción de los elefantes en la provincia de Estuaire. Quedan algunos en realidad; se ha calculado una población de 1.000 animales. 3. La caza ilegal es intensa en todo el territorio del Gabón; por eso se ha dado el rango 2 a todas las provincias. La provincia de Woleu-Ntem tiene un rango de 3 porque la mitad de la región está totalmente despoblada y no hay accesos. 4. Se ha calculado la población humana extrapolando las tendencias de cada provincia durante el período 1970-1976. La tendencia no es de aumento en todas; en algunas provincias el índice de aumento de la población alcanza el 8%, cuando en otras la población está disminuyendo. 5. Todos los datos son de "Géographie et Cartographie du Gabon” (1983). 108 APENDICE 4 POBLACION DE ELEFANTES DEL ZAIRE Se calculó la población de elefantes del Zaire combinando las hipótesis de Parker (1984) con los datos más confiables de que disponen los servicios técnicos del 1IZCN. La hipótesis de Parker es que los elefantes, sin intervención del hombre, alcanzan una densidad máxima con arreglo a la precipitación de lluvias y las características geológicas. Como los elefantes y el hombre compiten por los mismos recursos, el número de elefantes bajará a medida que aumenta la población humana; el tipo de relación depende de la biomasa metabólica de ambas especies. Este método utiliza la relación obtenida por Parker entre elefantes y precipitación de lluvias, pero en vez de incorporar los factores que él da para aumentar o reducir la densidad según las características geológicas, me he servido de los conocimientos locales, y del examen del mapa de vegetación del Zaire, para hacer estas correcciones. El método supone los siguientes pasos: 1. Se dividió al Zaire en sus 24 subregiones, y se calculó la superficie de cada una con un digitalizador. 2. Se ha clasificado cada provincia en una categoría de precipitación de lluvia, según el promedio que se obtiene del mapa de precipitación del Zaire. 3. Se ha calculado la densidad máxima de elefantes sin la intervención del hombre, interpolando el gráfico de Parker (1984), que presenta la densidad de acuerdo con la precipitación de lluvia. En la tabla 1 de este apéndice se dan los valores utilizados. 4. Se han calculado poblaciones de elefantes provisionales para cada provincia, con esta densidad y la superficie de la provincia. 5. Se calculó la población humana urbana en cada provincia, tomando como base el mapa del "Atlas Jeune Afrique", teniendo en cuenta el aumento desde 1974, 6. Se calculó una densidad de población humana rural de acuerdo con este mismo mapa, con una corrección de aumento desde 1974. 7. Se calculó6 la población rural de cada provincia, según esta densidad y la superficie de la provincia. 8. Se sumaron las poblaciones urbana y rural de cada provincia para obtener el total de población humana. 9. Se dividió por 15 la población humana de cada provincia (Parker da 15,4 humanos como equivalentes a la biomasa metabólica de un elefante), y el resultado se restó del número provisional de elefantes obtenido en el punto 4. 109 10. Tomando como base los conocimientos de 8 personas de la región, se clasificaron las provincias en una escala de O - 5, para tres atributos: R1: El grado actual de caza ilegal. R2: El estado actual de abundancia de elefantes. R3: El grado en que la región conviene como habitat de elefantes, considerando los tipos de vegetación y la abundancia de elefantes en el tiempo. 11. Se asignó un factor de multiplicación arbitrariamente a cada rango; se utilizó este factor para aumentar o reducir el cálculo de población de elefantes obtenido en el punto 9. En la tabla 2 de este apéndice se da una lista completa de los criterios de clasificación, y los factores de multiplicación que corresponden a cada rango. 12. El cálculo final de población de elefantes de cada provincia es el resultado de tres multiplicaciones “sucesivas con estos factores (Tabla 3). Cuando el resultado era demasiado reducido, se asignó a la provincia un número mínimo de 100 elefantes. KAXRAAAXKKKAAA Comentarios Parker (1984) es el primero en admitir que se necesitan datos más completos que los que él tenía para establecer la relación entre los elefantes y la precipitación de lluvia. Examiné los datos de las diferentes regiones que producen el valor medio de Parker para cada categoría de precipitación de lluvia, y me di cuenta de que no están distribuidos normalmente en las clases inferiores de precipitación. Sin embargo, East (1984) propone regresiones para elefantes y precipitación de lluvia, hasta una precipitación máxima de 700 mm.; sus valores corresponden casi exactamente a los de Parker hasta un nivel de precipitación de 600 mm.; y desde este punto la curva de Parker es inferior a la región lineal. Todos los tres países en los que apliqué la relación están en categorías de precipitación muy superiores a este nivel, y es posible que las densidades calculadas sean demasiado elevadas para el tipo de selva de que se trata. Parker también hace ver que las poblaciones de elefantes son pocas veces estables, y que varían alrededor de un valor medio, o están en diferentes estados de un ciclo límite estable (Caughley, 1974). Como no hay otros trabajos sobre el tema, los datos de Parker son un punto de partida conveniente. Puede parecer una simplificación exagerada restar un elefante por cada 15 seres humanos en la zona. Parker (1984) no utiliza sus datos de esta forma, y quizá nunca haya previsto esta forma de calcular. El método parte de la suposición de que los espacios ecológicos de ambas especies son exactamente los mismos, lo que no es cierto en realidad. Parker demuestra que la relación entre humanos y precipitación de lluvia llega a un máximo en un nivel de precipitación un poco inferior al gráfico para el elefante, pero hace ver que el aumento de la población humana está corriendo el máximo hacia el valor correspondiente al elefante, según parece. Hay que señalar en este ejercicio 110 que en las provincias en que se obtiene un resultado negativo restando un elefante por cada 15 humanos, los elefantes han desaparecido en realidad, y en las provincias en que se obtiene un valor muy reducido o un valor negativo muy pequeño, quedan muy pocos elefantes. Esta es la primera razón para confiar en el método. El punto más débil del método son los factores de multiplicación que corresponden a los diferentes grados de caza ilegal. Supongo que el número de elefantes es aún inferior al que resulta de la relación de Parker (1984). Parker afirma (inf. pers.) que la interacción entre el hombre y el elefante ocurre en la interfase entre los asentamientos humanos en crecimiento y la zona natural de actividad del elefante. Por consiguiente, no sería necesario ir más allá del punto 9 del ejercicio para calcular el número de elefantes. Sin embargo, en los países en que se ha aplicado el método, hay bastantes pruebas de que se está cazando ilegalmente a grandes distancias de esta interfase, y no se trata únicamente de la presión de la población humana que obliga los elefantes a ir más lejos. He utilizado factores de multiplicación muy severos para reducir el cálculo de la población con arreglo al grado de caza, que deberían producir un cálculo demasiado bajo. Por ejemplo, en casos en que la caza ilegal se considera intensa, he dividido por 10, si es muy intensa divido por 20. Esto significaría que ha muerto el 90 y el 95% de la población respectivamente. No obstante, los cálculos parecen muy elevados en comparación con las cifras anteriores. Dan crédito a los cálculos la elevada producción de marfil sostenida en el pasado (Parker, 1979), las elevadas cantidades recientes (Caldwell, 1984), y la gran extensión de las zonas no perturbadas; todo esto sugiere que la población es numerosa. Los factores de multiplicación que hacen intervenir la abundancia de animales de acuerdo con los conocimientos presentes, y el grado en que la región conviene para los elefantes, no modifican el resultado de forma tan pronunciada como la caza ilegal. El segundo de estos factores puede llegar a modificar el cálculo por un orden de magnitud, cuando el primero doblará el cálculo o lo reducirá a la mitad en los casos extremos. La ventaja del método es que divide el país en unidades más pequeñas que se pueden controlar, y da por lo menos los estados relativos de las provincias. 111 CUADRO 1: ¡Densidades máximas de elefantes sin intervención del hombre en una gama de categorías de precipitación de lluvia media. Datos interpolados de la curva de Parker (1984). Precipitaciones Densidad (mm. ) (/km2) 200 0 300 0,1 400 0,2 500 0 600 0 700 0 800 0 900 0 1.000 al 1.100 1 1.200 1 1 1 1.300 1.400 1.500 1 1.600 2 1.700 2 1,800 1 1.900 1 2.000 1 2.100 1 2.200 1 2.300 1 2.400 0 112 CUADRO 2: Rango Rango Criterios de clasificación y factores de multiplicación de tres parámetros que afectan las poblaciones de elefantes. R1: Caza Ilegal Descripción Coeficiente o factor Elefantes exterminados 0 Caza intensiva en todas las categorías de edad, por el marfil y la carne 0,05 Caza intensiva, por el marfil únicamente; todos los animales con colmillos 0,01 Nivel medio, adultos de ambos sexos; marfil únicamente 0,25 Nivel bajo; machos adultos de vez en cuando 0,5 No hay caza 1,0 R2: Presencia de elefantes comprobada Descripción Nunca se ven elefantes en la región; tampoco hay indicios 0 Muy pocos animales; indicios de vez en cuando; se ven de vez en cuando 0,1 Inferior al promedio; se sabe que hay, pero no se ven con frecuencia 5 0,5 Promedio; el número de animales calculado en esta región 1,0 Superior al promedio; más animales que en las cercanías 1,5 Abundantes; se ven concentraciones fuera de lo normal en la región 2,0 R3: Grado en que la región conviene para los elefantes: habitat y registro histórico Descripción La región no conviene para los elefantes; no se han visto 0 Habitat inhospitalario; es raro ver elefantes 0,1 Habitat no es el preferido; elefantes escasos, históricamente 0,5 Región promedio; los elefantes no abundan, pero tampoco son escasos 1,0 Habitat favorable: bastantes elefantes, historicamente 1,5 Habitat excelente; es conocida la abundancia 2,0 113 S*Z75 “IVLOL 1 + 8e“€ V) 9“8L € e“8 € E" z 18 rá E“ Ez y 9*TZ z S“En Y zz € 6 Ls € 8*8s t 8*/8 S Er € “El t 9*Z€ y 61€ Y OA) y [12 z 15 € 13 V) 0 T 0 z 000TX IVNIA €N Cl *1904 ODONA ANS 3S3D03NOAMNSNATAnANaA A y" /- s*0S Z*LST s*oT 9*19Z1 917 129 T“STT T*SyI € €r T“OL T“€6 s*+oT G*6TZ 1*887 109 8* +11 €* 891 G*96T T“9YT 167 6611 VS LóTT- ONAANAAAAANAAANSANS+AAS3NSy 000T X Tu ST/H-4 s93U871q8y 0*8/TT 0* 9/81 8“EzL S“El6 1958 £*T188 tv" 6641 0991 0*067ZT 0“8LS G*Ezr 9% E ES 8“ 8£TT Y “EZOT 9*S8TT 0*ZOOT 8*018 0*5/9 5“ 16% “94 O“ tvY£9T 8*£98 0* O0ZOT GS“ 1S€ O000T x x —eana * suaq Teana "1904 *“en[n7] »*p u9p331qns BP] ua sazueja]a sozueno soun uepanb “o1pen2 2359 US OA[]IP339U 10]PA Top 18sad y *21]PZ-SP Sp UQT391 Pe] US sajueja]o 4ey ou ex 2P 000*000*' soun ausf3 anb “eseysufy PPINTIUT PIS ON sl QUAN eS cis eN mima Na uy 00l 08T 0z 0€S OTz O9TT oyt 0z€ OT Z 077 067 OL OovT [07 0z? [oJ0J (Al 04 oyT 0 08€ oyT 0z? OyT o000T XxX *qan *1904 VNVHNH NOIOVIIOd 8* ¿TT 9* 18T 8*907 8* 9TT L*S6T L“€9T Y*TLT 0“ 981 T“StZ 8*60T O*STT Y “E€T 8* 681 v“z6z ZS6€ 9“E€T Z*0TZ 0*9TZ 0* 661 9*8LT v“E9T 8917 9*18 G“TZ O00T x cl ... .«.. .. .. 2... . . a. a SORA. .2£S) A ,$£( £$s »€ € . a nOoo0oo0o0o0vOoOo0Oo0Oo0Oo0OnAan Inma oooO ANAIAAANA ANNAN ON yr HTA ATA AAA NANA uy 10d 9'T 685 9'T 8't6 9*T +“€0T v“T 619 ENTES CCT TT 6“SZI €*T T“LOT ZT 0“4YZI 81 0“6zI 81 8'/s 81 s'09 LT ¿99 91 6't6 LT z*9YT LT 9*L6T 9'T 899 LT T“SOT Oz 0“SET 81 5s'66 91 £68 91 “18 91 +“EZT LT 801 O A 000T 000TX xum uy bs BJA apor XPN Xeuq -n[T -19dns SALNVAd Ta enTn7 Fesey nI1NAUES epuT qe eqnTenT eqeys-3neH TWeuo7-3NeH eypueguez PuaT Ue NnATA-PnS NATA-PAON FAN31I 219/11 1N8H 2 [9/(1-SPg odouysi n3ueqng e]e3u0N edenysil an93enb3 O3UBeMy] ATT 9QUOoPpN-TF EN S9]32B1838J) 2AN9T4-SPY u9y331-qnS “vz “Ez “zz “TZ “07 “ET >] a! . OA ANMOTINOAONnOo e SEJON "TVINIATODO -IVSVA “TV.LN4ATYUO -IVSVA VAVHS NATA AYIVZ -4LONVH unaLvnda NANNANVE HYUIVZ-SV4 NOIO4U ll AYIVZ TIA SALNVI4 TA HA NOIOVIEOd +£ OYAVOno 114 APENDICE 5 POBLACION DE ELEFANTES DE ETIOPIA ZONAS PROTEGIDAS Complejojide JOmo/Mag Olot atte oj aleta ais e eZ DON Parque nacional de Omo Parque nacional de Mago Reserva de fauna de Tama Zona de caza controlada de Murle-Kenya Complejo de AkO0ba....oooooo.... a DON Reserva de Gambella Zona de caza controlada de Akoba Zona de caza controlada de Omo occidental Zona de caza controlada de Jokau Zona de caza controlada de Tedo Bosque de Mizan Teferi y Guaraferda.....ooooooo... 2.000 Refueñto ¡de fauna des HalTaT ...ooooossiosracaas css» 300 (incluída la zona de caza controlada de Harrar-Wabi Shebele) Reserva de fauna de Bash-Setit.....ooooooooooo.oo.o». 250 Zona de caza controlada de Metekel y Dabus UM ona ens asa ae stes DOSOOADgOS 400 Complejo de Borana (véase la observación)........- 50 Zona controlada de Borana Zona controlada de Murle-Frontera de Kenya Reserva de fauna de Chew Bahar Refugio de fauna de Yabello TOTAL 9.000 Nota: No es seguro que haya elefantes en las zonas que constituyen el complejo de Borana. Se da una pequeña cantidad por si acaso, y para redondear el total en 9.000. Las demás zonas protegidas de Etiopía mo tienen elefantes. Tampoco es seguro que haya elefantes fuera de las zonas mencionadas. 115 APENDICE 6 POBLACION DE ELEFANTES DE KENYA Todos los datos son de la publicación de "Kenya" Rangeland Ecological Monitoring Unit" (KREMU), preparada por Stelfox y col. (1984). El Departamento de Manejo y Conservación de la fauna de Kenya afirma que consideran la KREMU como la fuente oficial de información. Los datos más recientes de KREMU son de 1983, y algunas regiones no se estudiaron ese año. Para hacer cálculos de las zonas que faltaban, cal culé primero un factor de tendencia tomando como base las zonas estudiadas en 1977, 1978, 1980-81 y 1983; calculé los valores de las zonas que faltaban tomando los cálculos más recientes de años anteriores, y corrigiéndolos con el factor de tendencia. Tendencia: Todos los estudios de KREMU abarcaban las siguientes zonas: 1977 1978 1980-81 1983 Ka jiado 484 76 646 655 Kilifi 1586 25 : 338 72 Ki tui 2671 4134 3698 699 Lamu 4916 1909 3535 2118 Nar ok 1174 2668 2274 2474 Taita/Taveta 13324 17552 12898 12291 Tana River 9483 3565 5745 1340 TOTALES 33638 29929 29134 19649 El total de 1983 es el 67% del total de 1980-81 y 1978. No comprobé si era significativa, y es posible que la tendencia no sea real debido a la variabilidad de los datos. No obstante, utilicé un factor de 0,67 para interpolar los cálculos que faltaban para 1983. Se señalan con un asterisco los cálculos interpolados. Cálculos para 1983 Baringo 95% Garissa 3 661 Isiolo 1 154* Ka jiado 655 Kilifi 72 Ki tui 699 Kwale 224 Laikipia 1 197* Lamu 2 118 Mandera 229* Marsabit 155%* Nar ok 2 474 Samburu 62 6* Taita/Taveta 12 291 Tana River 1 340 Turkana 775% Wa jir 62%* West Pokot 129* TOTAL 27 956 | 116 (Datos del Dr. Superficie Cálculo Límites Fuente m Parque nacional de Nyika 3.134 100 B Reserva de animales de caza de Vwaza Marsh 1,000 300 (300-500) A Parque nacional de Kasungu 2.316 800 A Reserva de animales de caza de Nkhotakota 1.802 400 (300-500) C Reserva forestal de Thuma 200 50 D Bosque de Phirilongwe (propuesto para reserva) 200 100 C Parque nacional de Liwonnde 548 300 A Zona de Mangochi/Namizumi 600 100 D Reserva de animales de caza de Ma jete 690 200 A TOTALES 10.490 2.350 Fuentes: A - Observaciones aéreas, patrullas regulares de tierra, recuentos por excrementos. B - Recuentos por excrementos, recuentos directos. C - Observación preliminar, recuentos por excrementos. D - Aproximaciones basadas en informes. Notas: En la reserva de animales de caza de Vwaza Marsh hay algo de APENDICE 7 POBLACION DE ELEFANTES DE MALAWI R.H.V. Bell - "Senior Parks and Wildlife Officer”) movimiento hacia Zambia, y de Zambia hacia Malawi. La población de elefantes del parque nacional de Kasungu está muy localizada dentro de la zona. La población de elefantes de la reserva de animales de caza de Ma jete pocas veces ocupa más del 10% de la zona protegida; la mayoría de los animales vive en una zona despejada al norte. La población de Majete en realidad excede pocas veces de 60 animales (informes de Brian Sherry). 117 APENDICE 8 POBLACION DE ELEFANTES DE MOZAMBIQUE Los siguientes datos fueron facilitados a lain Douglas-Hamilton por José Tello en diciembre de 1984; se reproducen con la autorización de Tello. Los datos se obtienen con aproximaciones basadas en informes. Región norte (Niassa, Cabo Delgado) Ruvuma - Lugenda West 10.000 Ruvuma - Lugenda East 5,000 El resto de la región 2.000 Región central Reserva de animales de caza de Gile, y Entre Ri 50 Margen norte del Zambezi 200 Parque nacional de Gorongosa 2.000 “UT" del valle del Zambesi 1.500 Bloque de caza No. 2 250 Bloque de caza No. 6 1.000 El resto de la región 2.000 Provincia de Tete Zumbo Fingoe 200 Furancungo 50 Messenguezi 75 Chioco 25 Sur de Mozambique Save-Busi 500 Zinave 500 Bamine 750 Zona de Emofauna (Limpopo) 50 Olifanti-Incomati 0 Maputo 200 El resto de la región 1,000 TOTAL 27.350 Nota: Estos datos ponen de manifiesto una reducción del 46% aproximadamente desde 1982, 118 APENDICE 9 POBLACION DE ELEFANTES DE ZAMBIA Los siguientes cálculos son de George Mubanga Officer"); están fundados en informes del personal en las zonas de que se trata. Super- PARQUES NACIONALES ficie Cálculo 1. Luangwa del Nor te 4.636 7,000 2. Luangwa del Sur 9.050 18.000 3. Lukusuzi 2.720 3.500 4. Luambe 254 300 5. Mweru Wantipa 3.134 1.000 6. Nsumbu 2.020 800 7. Llanura de Lusen ga 880 500 8. Isangano 840 200 9. Lavushi Manda 1.500 50 10. Kasanka 390 50 11. Kafue 22.400 4.000 12. Nyika 80 0 13. Lochinvar 410 0 14. Lunga 1.684 350 occidental 15. Llanura de Li uwa 3.660 350 16. Sioma Ngwezi 3.527 2.500 17. Mosi-0a-Tunya 66 (0) 18. Laguna Azul 450 0 19. Bajo Zambezi 4,090 4.000 20. Refugio de Ncete 15 50 TOTALES 61.806 42.650 CIFRAS GLOBALES: PARQUES NACIONALES ZONAS DE GESTION DE ANIMALES DE CAZA (véase la página siguiente) REGIONES DE BOSQUES - EL RESTO DEL PAIS TOTALES GLOBALES Rec. aéreos: ("Senior Wildlife Research Notas 1973-17700, 1979-7360 1973-31600, 1979-22800 1973-9100, 1979-4500 1973-850, 1979-420 No hay recuentos; basado en lo que han visto las patrullas Aproximación basada en informes Información de M. Ranger. Caza furt. intensa Caza furt. caso perdido intensiva; probablemente Caza furt. intensiva del “Copperbelt” Rec. aéreo 1977 - 3700, poca caza furt. Problemas de seguridad; caza furtiva por elementos de fuera Lo mismo que en Lunga occidental Se funda en patrullas de tierra Densidades humanas bajas; algo de caza fur tiva Rec. directo en refugio de aves Super ficie 61.806 159.713 1.000 221.519 Ki 119 Elefantes 43.000 14.000 58.000 ZONAS DE GESTION DE ANIMALES DE CAZA 23. 25. ZE 28. 29. Zambesi occidental bezi Kasonso Busanga Chizera Musele-Matebo Lukwak wa Chibwika-Ntambu Lunga-Luswishi Sichifula Mulobesi Bilili Springs Kafue Flats Mazabuka Namwala Mumbwa Petauke occidental Chis omo Sandwe Lupande Lumimba Musalangu Machiya-Fungul we Mun y ama dz i Ka finda Bangweul u Chambeshi Luwingu Tondwa Kaputa Mansa Nkala TOTALES Super- ficie 38.070 7.780 2.280 3.700 2.540 1.550 13.340 3.600 3.420 3.080 5.175 3.600 3.370 8.930 4.140 3.390 1.530 4.840 4,500 17,350 1.530 3.300 3.860 6.470 620 1.090 540 3.600 2.070 194 159.249 Cálculo 750 50 0 2.600 120 Notas Caza ilegal de militares en la zona Emigran del P. Nac. Kafue; 50 en permanencia. De vez en cuando animales Lun ga Operaciones militares en la zona . . de MW. Lo mismo que 2. Kasonso Busanga Poca caza furt.; animales colmillos grandes con Muy invadida por el hombre Ya no es zona oficial De vez en cuando animales de Kafue (200-300) Caza furt. intensiva, cerca de Lusaka Basado en una dens. supuesta de 0,3 Muy poblada; caza furt. intensiva Lo mismo que 17 y 18. Pone en peligro el P.Nac. de Luangwa Basado en una dens. supuesta de 0,5 Rec. aéreo 1973-12.500 / 1979-3,350 Caza furt. intensiva del norte Rec. aéreo 1973-6.700 / 1979-3.350 El desarrollo acabó con los elefantes No es habitat preferido; caza furt. Lo mismo que 25. Kafinda Muy poblada y caza furtiva Protegida socialmente en zona del Director De vez en cuando emigran de Kafue APENDICE 10 POBLACION DE ELEFANTES DE ZIMBABWE Informes del Dr. D.M.H. Cumming (Director de Ecología) Parque nacional de Hwange....... OBS ROCOASbSS LO /ALÓ Complejo del valle del Zambesi. Parque nacional de Mana Pools Zona Zona Zona Zona Zona Zona de de de de de de safari safari safari safari safari safari de de de de de de Charara Urungwe Sa pi Chewore Dande Doma ADD CNO O nio. o.a dea ILL ONO) Roptontde?r SEDUNLM O e. cosacos a a a OZ gil: Parque nacional de Matusadona...... 1 283 Parque nacional de Chizaira........ 1 822 Zona Zona Zona Zona de de de de Tierras Tierras Tierras zatatriide Chetes ele olotaiaie tala safari de Chirisa.......... bosques de Sijaira bosques de Kavira municipales de Omay municipales de Binga ) municipales de Gokwe ) ) ) ) 815 E ZaL 3.600 Parque nacional de Gona Re Zh0QU...ooooooooooooooooo. 3,937 METE o dela te Es da neto ls aa a DOS Zona de safari de Matetsi Parque nacional de Kazuma Pan Parque nacional del Zambesi Parque nacional de Victoria Falls Zona de safari de Deka EM reSto SMED aLS. creo pena torero lejano slo jenei ooo ojoloi= lala ajoro lo etaje 2.000 Zona de safari de Tuli, y SO Matabeleland Zonas de bosques en el norte de Matabeleland SE Loweld, excluyendo Gona Re Zhou Tierras municipales del valle del Zambesi NE Mashonaland 121 TOTAL 46.977 + 3.000 APENDICE 11 E CONVENCION SOBRE EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES Quinta reunión de la Conferencia de las Partes Buenos Aires (Argentina), del 22 de abril al 3 de mayo de 1985 RESOLUCION DE LA CONFERENCIA DE LAS PARTES Conf. 5.12 Comercio del marfil del elefante africano VIS") QUE el comercio ilegal del marfil pone en peligro el futuro de algunas poblaciones de elefante africano y podría poner en peligro a otras si se mantiene a los niveles actuales, privando de esta forma a los países productores de los recursos de fauna y de los beneficios económicos que producen sus poblaciones de elefantes, en el marco de la política establecida por los países productores para su manejo) VISTO QUE la resolución Conf. 3.12, adoptada en la tercera reunión de la Conferencia de las Partes (Nueva Delhi, 1981), define los términos marfil "no trabajado” y "trabajado" y tiende, en cierta medida, a reforzar el control del comercio del marfil) VISTO QUE la resolución Conf. 4.14, adoptada en la cuarta reunión de la Conferencia de las Partes (Gaborone, 1983), encarga al Comité Técnico que, en estrecha colaboración con las Partes del continente africano así como con otras Partes que cuentan con poblaciones de elefantes, elabore lo antes posible directrices encaminadas a controlar el comercio del marfil trabajado) RECONOCIENDO que un cierto mímero de Estados africanos ya aplican con Éxito programas de manejo con el objeto de conservar sus poblaciones de elefantes) RECONOCIENDO que el marfil africano y el marfil asiático no se pueden diferenciar y que el elefante de Asia se halla incluido en el Apéndice 1, es necesario asegurar que el comercio del marfil africano no se transformel en una amenaza suplementaria para el elefante de Asia) ACOGIENDO con beneplácito las recomendaciones adoptadas, en setiembre de 1983, por la séptima reunión del grupo de trabajo sobre el manejo de la fauna y de los parques nacionales de la Comisión de Bosques de la FAO para Africa que se celebró en Arusha, República Unida de Tanzanía y la resolución sobre el comercio del marfil no trabajado africano adoptada por las 24 Partes africanas de la Convención, en el Seminario sobre la aplicación de la Convención en Africa, realizado en Bruselas en junio de 1984) S00/a90o 122 NOTANDO que la coordinación efectiva de los controles del comercio del marfil, por parte de la Secretaría de la Convención, no podría realizarse sin disponer de los medios adecuados, incluso de personal; LA CONFERENCIA DE LAS PARTES DE LA CONVENCION RECOMIENDA a) que, a partir del lro. de diciembre de 1985, cada estado que posea una población de elefante africano y que desee exportar marfil no trabajado, establezca, dentro del marco del manejo de esta población, un cupo anual de exportación de marfil no trabajado y que dicho cupo se exprese en cantidad máxima de colmillos) b) que los permisos de exportación, emitidos para el marfil no trabajado por los Estados productores Partes de la Convención, que hayan fijado cupos tal como lo recomienda el ítem a) arriba indicado, sean considerados compatibles con la conservación de las poblaciones de elefantes y de sus habitats en el país de origen, tal como fue discutido en la reunión conjunta de los grupos de especialistas en elefantes y de rinocerontes de Africa de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN, realizada en Hwange (Wankie), Zimbabwe, en agosto de 1981) Cc) que cada cupo para el año civil siguiente sea comunicado, por escrito, a la Secretaría de la Convención, hasta el primero de diciembre) d) que la Secretaría de la Convención colabore en la aplicación del Sistema de cupos manteniendo un banco de datos, comunicando una lista de cupos en curso, a más tardar, el lro. de enero de cada año, preparando y distribuyendo un manual práctico sobre los procedimientos más eficaces para la aplicación de la presente Resolución, que sirva de orientación a los Estados Partes (y no Partes) y ofreciendo además su opinión con respecto al estado de conservación de las poblaciones de elefantes de Africa) e) que si el cupo no se presenta dentro del término previsto, el Estado en cuestión tenga un cupo cero hasta que comunique su cupo, por escrito, a la Secretaría y hasta que la Secretaría lo haya comunicado por su parte a todas las Partes) f) que no se efectúe ninguna exportación, reexportación o importación de marfil no trabajado, tal como se lo define en la resolución Conf. 3.12, a menos que ese marfil haya sido marcado de acuerdo a lo estipulado en esa resolución o en el manual de la Secretaría mencionado en el inciso d) arriba citado); g) que las Partes solamente acepten el marfil de los Estados productores cuando la fecha de emisión del permiso de exportación corresponde a un año para el cual el Estado productor ha fijado su cupo de acuerdo a la presente resolución) h) que las Partes acepten el marfil no trabajado proveniente de Estados productores no Partes solamente cuando el Estado no Parte haya entregado un informe anual sobre su comercio de marfil ante la Secretaría de la Convención y cuando fueron respetadas todas las Son //9oS 123 i) 3) 1) m) n) o) condiciones estipuladas por la presente resolución, por la resolución Conf. 3.12 y por el Artículo X de la Convención (tal como lo interpretan las resoluciones adoptadas por la Conferencia de las Partes); que al elaborar sus informes anuales, las Partes productoras y los Estados productores no Partes que exportaron marfil no trabajado refieran esas exportaciones a su cupo del año en cuestión, ofreciendo a la Secretaría el máximo de información pertinente posible, incluso, y se trata de lo mínimo, la cantidad de colmillos enteros o substancialmente enteros, el peso de cada uno de ellos y su número de serie; que, hasta tanto el Comité Técnico elabore directrices para el control del comercio del marfil trabajado conforme a lo estipulado en la Resolución Conf. 4.14, el comercio del marfil trabajado continúe sometido a las disposiciones de la Convención, las cuales no solicitan que el marfil trabajado, exportado o importado como efectos personales o bienes del hogar se incluya en los informes anuales; ue todos los Estados Partes traten de orientar sus exportaciones de marfil no trabajado hacia los países de destino, solamente vía Estados Partes o no Partes que hayan adoptado medidas de control del comercio del marfil conformes a la presente resolución) que todas las Partes establezcan un inventario detallado de los stocks de marfil no trabajado existentes en sus Estados que puedan estar destinados al comercio internacional, que transmitan esa información a la Secretaría antes del lo. de diciembre de 1986, con el objeto de que ésta la comunique a las Partes y que, previamente a la exportación o reexportación marquen la totalidad de este marfil de acuerdo con el inciso f) arriba indicado si ya no se ha hecho); que todas las Partes incluyan en sus informes anuales información completa sobre las importaciones, exportaciones y las reexportaciones de marfil no trabajado, incluso, y se trata de lo mínimo, el país de origen, el año para el cual se acordó5 el cupo y la exportación autorizada, la cantidad de colmillos enteros o substancialmente enteros, el peso de cada uno de ellos y su número de serie) que se prohiba el comercio de marfil no trabajado con, o vía, cualquier Estado que no se conforme a su cupo y a las exigencias de la Convención en materia de comercio si así lo demanda la Secretaría y lo confirma el Comité Permanente de la Conferencia de las Partes) y que las Partes ayuden a la Secretaría para que pueda cumplir con las funcidnes descritas en la presente resolución) y URGE a todos los gobiernos, organizaciones no gubernamentales interesadas en la conservación de la naturaleza y a cualquier otra institución apropiada para que ofrezcan los fondos y los medios necesarios a la Secretaría y a los Estados productores para que pueda asegurarse la aplicación efectiva de las recomendaciones contenidas en la presente resolución. 124 Doc. 5.22.1 (Rev.) CONVENCION SOBRE EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES Quinta reunión de la Conferencia de las Partes Buenos Aires (Argentina), del 22 de abril al 3 de mayo de 1985 Interpretación y aplicación de la Convención Comercio del Marfil del Elefante Africano COORDINACION PARA LOS CONTROLES DEL COMERCIO DEL MARFIL Este documento fue preparado por la Secretaría. 1. 1.1 1.3 ANTECEDENTES Es de suma importancia un correcto control del comercio internacional del marfil no trabajado, tanto para CITES como para los países interesados. Los 24 países africanos Partes de CITES que asistieron al Seminario sobre la Aplicación de la Convención en Afríca (Bruselas, Bélgica, Junio de 1984) adoptaron una resolución al respecto. Esta resolución sirvió de base al proyecto de resolución preparado por el Comité Técnico y que se considera (con algunas enmiendas menores) en el documento Doc. 5.22 Anexo 1. Esas dos resoluciones hacen un llamado para establecer, en forma simultánea, un sistema de “cupo de exportación” y un mejoramiento de los controles del comercio. Aparentemente existe un acuerdo general sobre el principio y sólo quedan por discutir algunos detalles. Reconociendo que el deseo de las Partes africanas fue (también con el acuerdo del TEC) establecer ese nuevo tipo de procedimiento, la Secretaría elaboró un proyecto cuyos objetivos son los de proveer las bases necesarias para ello. El proyecto en cuestión fue financiado totalmente por la Comisión de la Comunidad Europea, a quien la Secretaría desea expresar su sincera gratitud por haber suministrado tan rápidamente el necesario apoyo financiero. El proyecto se llevó a cabo en Africa, por el Sr. Rowan B. Martín y en Cambridge, Reino Unido, por el WIMU. El informe del Sr. Rowan Martin se presenta en el documento Inf. 5.3 y el informe del WTMU en el documento Inf. 5.4. Aunque por el momento esos documentos solamente están disponibles en inglés, la Secretaría piensa publicarlos en un sólo documento en español, francés e inglés tan pronto como sea posible. La Secretaría desea expresar su agradecimiento al Gobierno de Zimbabwe por haber permitido al Sr. Rowan Martín llevar a cabo el proyecto. También desea agradecer a los autores de ambos informes por el excelente trabajo realizado y por haber analizado en forma tan profunda e incisiva el tema. 125 1.5 La Secretaría estima que los documentos Inf. 5.3 e Inf. 5.4 tienen una gran importancia para el tema y proveen las bases necesarias para el establecimiento de nuevos procedimientos para el control del comercio del marfil no trabajado. Por tal motivo se recomienda encarecidamente que el proyecto de resolución del Anexo 1 del documento Doc. 5.22 debería ser considerado tomando en cuenta esos dos informes. EL PAPEL DE LA SECRETARIA 2.1 Quedó implícito en las discusiones sobre el tema, que la Secretaría debería desempeñar un papel central en la coordinación de los controles relativos al comercio del marfil. La resolución del Seminario africano y el proyecto de resolución del documento Doc. 5.22 hacen un llamado a la Secretaría para que desempeñe ese papel. Por tal motivo, la Secretaría elaboró las líneas principales de un proyecto provisional que propone el establecimiento y acción de una unidad especial dentro de la Secretaría CITES para coordinar el control del comercio mundial del marfil no trabajado. 2.2 El objetivo primordial del proyecto es: Asegurar una utilización sostenida y a largo plazo de la conservación del elefante de Africa sometiendo al comercio mundial del marfil no trabajado a un apropiado control CITES para de esta manera, dentro de lo posible, facilitar el comercio legal y eliminar el comercio ilícito. 2.3 Los sub-ojetíivos del proyecto son; i) establecer y coordinar la operación de un sistema de control del comercio del marfil aceptado a nivel mundial y basado en cupos de exportación. ii) asistir y aconsejar a los gobiernos sobre la aplicación de los controles del comercio del marfil estableciendo especialmente cupos anuales de exportación, la autenticación de la documentación, la aplicación y los mecanismos de control y vigilancia continua del comercio y de la situación de las poblaciones de elefantes. 111) asistir y aconsejar a los comerciantes y asociaciones comerciales sobre el cumplimiento de los procedimientos de los controles del comercio del marfil. 2.4 El proyecto preve la contratación de un profesional a tiempo completo así 2.5 com de un asístente administrativo. Además, el WIMU se ocupará de procesar los datos necesarios. El profesional ("Coordinador para el control del marfil”) será responsable de asegurar que los procedimientos establecidos por la Conferencia de las Partes se aplican en forma efectiva de acuerdo con la (s) resolución (es) correspondiente (s). En el momento de la redacción de este documento, la Secretaría ya ha recibido (de parte de la Ivory Division of the Japanese General Merchandise Importers' Association a través del World Wildlife Fund - Japón) la seguridad de la obtención del 60% de los fondos necesarios para establecer la Unidad en cuestión. Se espera que el resto del presupuesto necesario se podrá obtener de otras fuentes. 126 2.6 La necesidad de establecer una Unidad de ese tipo mo requlere ser enfatizada y es ampliamente explicada en los documentos Inf. 5.3 y Inf. 5.4. En especial, esos dos documentos confirman repetidamente que una gran proporción del comercio internacional se ha efectuado sin los adecuados controles de CITES ya sea a la exportación, a la importación o en ambos, Además de esa función primordial, la Unidad para el marfil podría también ser responsable de investigar más profundamente la idea de crear un "Panel de Productores Exportadores de Marfil" (PPM) el cual fue apoyado por muchas Partes africanas (ver documento Inf. 5.3). Por otra parte, la Secretaría quisiera que la Unidad para el marfil investigue los métodos que aseguren fuentes permanentes de financiación con el objeto de que la Unidad pueda autofinanciarse dentro de tres años. Con respecto al sistema propuesto de cupos de exportación y de los nuevos procedimientos de control que entrarán en vigor el lro, de enero de 1986, es esencial que la Unidad para el marfil ya se encuentre operando a más tardar en setiembre de 1985. Esto permitirá que el profesional utilice los tres primeros meses para establecer todos los aspectos administrativos, elaborando efectivos métodos de comunicación y asegurando que los cupos establecidos por las Partes y procedimientos esten listos para el lro. de diciembre de 1985. Por tal motivo, la Secretaría propone que el proceso para contratarlo comience inmediatamente después de la presente reunión de la Conferencia de las Partes. PROCEDIMIENTOS PARA EL CONTROL DEL COMERCIO 3.1 la Secretaría estima que sería muy importante que las Partes implicadas en el comercio del marfil no trabajado posean un breve manual o “directivas” sobre la manera de operar del sistema de cupos y sobre la aplicación de los procedimientos de control asociados. Por tal motivo, se cree que ese manual debería prepararse tan pronto como sea posible y por lo menos antes de fines de 1985. Si las Partes dan su acuerdo se intenta proceder a su elaboración para lo cual se propone, más abajo, una enmienda al respecto al proyecto de resolución. Tales "directivas” proveerán a las Partes descripciones prácticas de cómo debe aplicarse de la mejor manera posible la resolución. 3.2 Sin embargo, existen ciertos aspectos del procedimiento de control que necesitan ser explícitamente acordados y que la Secretaría considera esenciales para el éxito de la propuesta. Estos procedimientos no están destinados y no serán utilizados por la Secretaría para reglamentar el comercio. Se los propone concretamente con dos fines; a) asegurarse de que los países importadores mo acepten los envíos de marfil que no han sido exportados desde el país de origen evio control pertinente por parte de CITES, es decir si han sido exportados contrariamente a los deseos de la Autoridad Admin ístrativa del país exportador, y b) facilitar los medios y arbitrios para la vigilancia del comercio y asegurar así la provisión de retroinformción para el sistema de cupos de exportación. Los procedimientos son los siguientes; 1) Cada vez que la Autoridad Administrativa de un país exportador autoriza la exportación de un envío de marfil no trabajado debe 127 3.3 3.5 notificar en forma inmediata a la Autoridad Administrativa del país importador y a la Secretaría el peso, número de colmillos, número de permiso y destino. Una copia del permiso y todos los detalles de cada número de colmillo debería ser enviado a la Secretaría cuando se lo emite o cuando se controló el envío para la exporta ción. 1i) Al recibir esa información, la Secretaría informará a los países concernidos. Al controlar cada envío, la Autoridad Administrativa del país importador debe notificarlo a la Secretaría. 111) Si el país importador no fue informdo por la Autoridad Administrativa del país exportador y/o por la Secretaría de que el envío fue autorizado para la exportación no debe permitir la importación hasta que la Secretaría haya consultado y noti fi cado a la Autoridad Administrativa que el país exportador permitió la exportación del envío de acuerdo con el sistema de cupos. iv) Las importaciones de un país de reexportación deben permitirse solamente cuando se dispone de toda la documentación CITES, incluyendo el número de colmíllos, y cuando se dispone de la adecuada documentación que asegure a la Autoridad Administrativa de que el marfil fue, sea exportado de acuerdo con el sistema de cupos Oo registrado por la Autoridad Administrativa con anterioridad al 31 de diciembre de 1985. Aunque ese tipo de comercio no necesita estar sometido a los estrictos controles descritos en 1), 1i) y 11ii) mencionados más arriba, las Autoridades Administrativas deberían solicitar la opinión de la Secretaría sí existe la menor duda con repecto al envío en cuestión. v) Todo marfil confiscado que no está incluido en el cupo, incluyendo cualquier marfil confiscado en un país que no estableció un cupo, no debería ser exportado o reexportado hasta que la Secretaría no haya sido notificada. Todas esas notificaciones deberían incluir detalles del envío. A continuación, su exportación o reexportación inicial debería estar sujeta al mismo procedimiento que se menciona en 1), ii) y iii). Estos procedimientos fueron elaborados para asegurar que la Unidad para el marfil de la Secretaría tiene los detalles completos de todos los colmillos enteros, o substancialmente enteros, cuando entraron por primera vez en el comercio internacional. Sín esta informÍación, la Secretaría no podría coordinar adecuadamente los controles y el sistema de cupos no sería efectivo. 1 La gran qantidad de datos (que implican inicialmente por lo menos 50.000 colmillos por año) serán computarizados por el WTMU y luego estarán disponibles para utilizarlos en el ajuste de los cupos, para revisar los programas de manejo, etc, etc. Con respecto al marcado de los colmillos, en el documento Inf. 5.3 se presentan y discuten varios problemas. La Secretaría tiene la fuerte impresión de que este tema requiere una solución práctica, la cual puede diferir de acuerdo a los requerimientos y/o restricciones nacionales. Por lo tanto, la Secretaría recomienda exhibir cierta flexibilidad en esto y cree que la mejor solución para la Unidad para el marfil sería la de coordinar la información sobre cómo. son marcados los colmillos por los 128 países o cómo podrían marcarlos y que debería aceptarse cualquier sistema de marcado siempre que se respete lo estipulado en la resolución Conf. 3.12. Este es un campo donde las “directivas” arriba mencionadas serían de micha utilidad. Por tal motivo, se citan a continuación las apropiadas enmiendas al proyecto de resolución. ENMIENDAS SUGERIDAS AL PROYECTO DE RESOLUCION 4.1 La Secretaría recomienda las siguientes enmiendas al proyecto de resolución del Anexo 1 del documento Doc. 5.22: i) Agregar a li recomendación d) después de las palabras ",. elefantes de Africa” y que prepare y distribuya para guía de las Partes (y no Partes) un manual práctico que describa el procedimiento más efectivo para la aplicación de esta resolución. 11) En la recomendación f), reemplazar "o a la recomendación 1) citada más abajo" por o de acuerdo con el manual de la Secretaría que se menciona en la recomendación d) citada más arriba. CON CLUS ION ES 5.1 La Secretaría cree que los informes citados en los documentos Inf. 5.3 y Inf. 5.4 son una excelente base para establecer un apropiado control del comercio internacional del marfil no trabajado junto con el proyecto de resolución (con alguna revisión de detalle) del Anexo 1 del documento Doc. 5.22. 5.2 Por tal motivo, la Secretaría espera que la Conferencia de las Partes apruebe el establecimiento de la Unidad para el marfil, mencionada más arriba, sobre la base descrita en este documento. La Secretaría también solicita que la Conferencia de las Partes apruebe el contenido de este documento como un documento de base para la aplicación de los controles CITES en lo que hace al comercio del marfil no traba jado. 129 APENDICE 12 EJEMPLO DE CALCULO DE CUPO PARA ZIMBABWE - 1985 Se utilizaron los impresos Q1 y Q2 para establecer un cupo hipotético para Zimbabwe en 1985. Hay que señalar los siguientes puntos al respecto. US En realidad, Zimbabwe no tiene un límite de 1 kg. para colmillos de exportación. Se ha incluído esto únicamente para explicar el procedimiento. El gran número de animales previstos para caza de selección (Casilla C) es parte de un programa para reducir la población total de elefantes de Zimbabwe a 33.000 en el transcurso de los próximos años. La categoría EXPLOTACION ("Cropping") comprende animales utilizados para dar de comer a las cuadrillas y entrenar el personal. Los cupos para CAZA DEPORTIVA ("Sport hunting") pueden parecer algo elevadas con respecto a las poblaciones de las zonas de que se trata (constituyen únicamente el 1% de la población global del país). Estos cupos comprenden, además de los machos con colmillos de trofeo, cierta cantidad de machos con colmillos que no convienen como trofeos (de menos de 10 kg. c/u), y hembras de trofeos. El porcentaje total de caza de la población parece elevado, debido a la parte de selección ("culling"). Dejando de lado la caza de selección, el número de animales muertos es el 2,8% de 40,000 cabezas, lo que puede soportar la población sin problemas. Los diferentes factores utilizados en la parte inferior del impreso Q1 son muy experimentales en este momento; podremos definirlos con más fundamento a finales de 1985, 130 Anexo 3 ESTIMACION DE LA PRODUCCION DE MARFIL Y DEL CUPO DE EXPORTACION FORMULARIO Ql: ESTIMACIÓN DEL NUMERO DE ANIMALES QUE MUEREN DURANTE EL AÑO DEL CUPO DAL PAIS —+e.« Falco abordan... ... AÑO NOS FICHA So DE A . Peso mín.de los colmillos a la a e Kg. REGION DE co ara een de Ta población TE IrTALIDAD elimin.] explo- [caza caza de|caza ORIGEN DE LA POB. TOTAL leal de anim tacion ada a po] ichas precedentes: Kw ANG IN 1279 O IS A O O O A PAT AIR AA A O O IAS ERAS ad a MR cas 00 E A E E 4 ELIO MD ME AO OA O A o) arica AS IS A O PT E O E Z ATTE LEA O MA A E AA A sl ON O IN O DEP A 2 AA NA A A E AE EAS AAA pre CHAIR ISA E al LEA ST O PI O A E CACA ACA SEO MAA NOS ETT EA 3 A AO EA EZ O EA ESA AE ERA E AAA, A A A AAA mas de A Bnarasrona ta] 1309 1/31 400. 5 l=|-=_ | ol 425) E CTA E A A AA a + E ¡BRESTO DEL o CAE, EEES RE VEA ES PEA AO A ES 274274 E vane del [ooo olas Aaclato|- | so|u/cc5] 2D ZA MBESE a A A MA O 21 AA O A A EGowee2Rou| < woo] «ploteo | - | 20l 10%0] 23 A o O A DO AS 24 RESTO DEL O o E CA A ie pr E 2SZIMBABWEÉ TOTALES aura FICHA UNICAMENTE | 7 de la SS que muere durante el año del cupo(100xH/A) 1134) actor de recuperación DOS LEALES factor: no. con colmillos ES EFANEZA == [o-3] menes cos cosmos [39 Pos ro Piola lactor: no. de colm./anim. | E Ú x E) lo. TOTAL DE COLMILLOS | e. no. de colm. >1ímite [o-3] => == NO. RIOR > | z No. DE COLMILLOS INFERIOR AL LIMITE Suda AL LIMITE Los totales de las casillas X, Y, Z Se transfieren a la fórmula Q2. nl EST1.2CION DE LA PRODUCCION DEL MARFIL Y DEL CUPO DE EXPORTACION FORMULARIO Q2: ESTIMACION DEL CUPO DE EXPORTACION DE MARFIL PAIS ep año LIB Peso mín.de los colmillos a la srién EA Kg. INFERIOR AL SUPERIOR AL ILDMENE LIMITE TETAL TOTAL DE COLMILLOS ORIGINARIOS DE REGIONES DEL PAIS Transferencia de la formula Ql N U o a (9 St < E CO ESE Úl 0 x ES J A 9) 9) ESTIMACION DEL MARFIL CONFISCADO ORIGINARIO DEL PAIS NOS E ADO D U ñ SS SS 0) ESTIMACION DEL MARFIL CONFISCADO : = ORIGINARIO DE OTROS PAISES Y QUE 20|+ 200 NO SERA DEVUELTO MARFIL ALMACENADO DESDE AÑOS ANTERIORES w IN S) O + J| eS) Ú 0) 8 ct. OS O El S O) O 1. STOCKS GUBERNAMENTALES 2. COMERCIANTES PRIVADOS 3. RESERVADO FARA LAS EXPORTACIONES DE EFECTOS PERSONALES J3 o 2) Xx UI | O o) + AN o) 0) ll 3 Y) o J q r G TOTAL DE COLMILLOS PARA EL AÑO DEL CUPO +| ac6071|=1|:23250 J 5 + == a TOTAL DE COLM.UTILIZADOS A NIVEL INTERNO |" 4243 | + oti=] 459 TOTAL DE COLMILLOS A EXPORTAR a oOODO| cupo MENOS: NUMERO DE TROFEOS (COLMILLOS) CAZA DEPORTIVA, Casilla U de la fórmula Ql RS EFECTOS PERSONALES, Casilla P de la presente fórmula AO DAA NUMERO NETO DE COLMILLOS COMERCIALIZADOS : 94 2 al 1327 APENDICE 13 CARTEL DE EXPORTACION DE PRODUCTORES DE MARFIL (IPEC) Presentamos una estructura posible de un cartel de productores de marfil para la exportación. La necesidad de crear una organización de este tipo nace de las grandes diferencias de precios de exportación entre los países de Africa. Muchos países no obtienen todo el valor del recurso para sus gobiernos. En los años venideros, a medida que el marfil se hace más escaso, el cartel podría ser de gran beneficio para los países productores, manteniendo unos precios elevados, y garantizando la mejor comercialización. Es importante para Africa mostrar que comercializa eficazmente sus productos, controla su propia industria, y sabe llevar los aspectos técnicos de ésta. La comunidad internacional de personas interesadas en la conservación asume actualmente buena parte de la responsabilidad por la conservación del elefante africano. La intervención de la comunidad internacional podría ser menos marcada si los países de Africa lograran demostrar eficazmente que manejan la población de elefantes de forma adecuada, y que se garantiza la conservación de la especie. El Dr. G.F.T. Child (Director del "Department of National Parks and Wildlife Management” de Zimbabwe) ya ha tratado el tema de la coordinación de la comercialización de productos de la fauna entre los países productores de Africa, y considera una organización de mayor envergadura que la tratada en este apéndice. No se trata aquí de restarle validez a otras medidas que se estudian actualmente para mejorar la comercialización de productos de la fauna; queremos únicamente presentar una posibilidad que se refiere exclusivamente al marfil no trabajado. XKAXKALXAAX 133 El cartel sería una agencia pequeña empleada por los países productores de marfil; no sería una organización constituida por funcionarios destacados por los países participantes, y dentro de lo posible se evitarían los procedimientos burocráticos y los compromisos políticos que dificultan todos los proyectos de actividades comunes de los países africanos. El primer requisito para la creación de IPEC es la: formación de una junta en la que estén representados los países productores. La junta en sí no es IPEC; se trata de la "asociación de patronos” que controlan el cartel. LA JUNTA Estaría formada por dos representantes de los gobiernos de los países productores, cuando más: el más alto responsable de la fauna, y un representante de la hacienda pública, o el ministerio encargado de finanzas (los responsables de la fauna se destacan por su falta de comprensión de los aspectos financieros y económicos). La junta tendría las siguientes funciones: a) Proponer y adoptar las políticas de IPEC. b) Contratación y destitución del personal de IPEC. Se establecerían los siguientes puntos en el reglamento de la junta: a) Frecuencia de las reuniones. No tienen que ser muy frecuentes, tal vez una vez al año, en el mismo lugar que la reunión anual de CITES. b) El sistema de votación. Quizá sean necesarios dos sistemas de votación; en las cuestiones financieras, la votación sería proporcional a las exportaciones de marfil; cuando se trate de contratación de personal, por ejemplo, cada país tendría el mismo voto. c) Normas de respeto de la soberanía de las naciones. d) Normas para definir la dirección de la junta. e) Condiciones de ingreso en el cartel, y condiciones para dejar el cartel. La mayoría de los carteles están fundados en el principio de que cuesta muy poco entrar, pero es extremadamente costoso salir. IPEC El personal del cartel El proyecto es una agencia pequeña, con unas 10 personas cuando más, con las funciones específicas presentadas a continuación. Se ofrecerían sueldos muy elevados para poder constituir el cartel con las personas más capacitadas disponbles. a) Director su función es poner en ejecución las políticas de la junta, representar el cartel en las reuniones de la junta, y elaborar un informe anual; dirigir el personal del cartel, y definir las políticas internas de IPEC. 134 b) Comercialización (2 personas) la única función de los encargados de la comercialización es vender marfil con las mejores condiciones. No tienen ningún papel en la conservación, y aceptan invariablemente el marfil para la venta, sin tener en cuenta sus propias impresiones sobre los orígenes del marfil. c) Investigación (2 personas) detectives especializados que buscan información sobre irregularidades en el comercio del marfil. No tienen poder para detener a una persona, pero dan la información a las fuerzas de policía de los países de que se trata. d) Servicios técnicos (2 personas) ecologistas que se hacen cargo del manejo de los elefantes a largo plazo. Sus funciones principales serían el recuento de elefantes (censos de población), proponer programas para el manejo de los elefantes cuando sea necesario, y elaborar modelos de los efectos de estrategias de gestión de poblaciones de elefantes. Su trabajo sería totalmente práctico, en el sentido contrario de académico. El personal de comercialización y de investigación trataría con cuestiones a corto plazo ante todo; en cambio, el personal de servicios técnicos velaría por el futuro del elefante a largo plazo. El cartel necesitaría igualmente a un empleado para la contabilidad, una secretaría y un auxiliar de oficina. Se contratarían los servicios especializados necesarios cuando la situación lo exija, por ejemplo, especialistas de control en el terreno, equipos de observación aérea, 0 consultores en economía. Contratación de personal Podría aplicarse el siguiente procedimiento de selección para los 7 cargos superiores: a) Publicar anuncios en todo el mundo con una descripción detallada del cargo. b) Los candidatos deben presentar su curriculum vitae precisando su experiencia, y mencionando sus exigencias en cuanto a sueldo y las ventajas supletorias; c) Se llamarán a entrevista los candidatos de la selección final. Sede de las oficinas centrales de IPEC Sería mejor dejar esta decisión en manos de un asesor independiente, que tendría en cuenta diferentes factores, como el costo de vida, las facilidades de viaje, las restricciones de moneda extranjera, las posibilidades de comunicación, y el ambiente de trabajo. 135 Fondos de IPEC Se podría asignar a IPEC una tasa del 1% del total de ventas que realice. Si el comercio mundial de exportaciones de marfil asciende a unos 50-100 millones de dólares americanos, esta tasa dejaría fondos más que suficientes. El cartel podría manejar un fondo específico de reinversión, en el que se invertiría el saldo de la tasa del 1%, para obtener dividendos para los países productores, o utilizarlo para fines de conservación. Métodos de venta de marfil Los responsables de comercialización exportarían todo el marfil de los países miembros. No sería conveniente llevar todo el marfil a un centro; el personal del cartel viajaría a los países para hacer inventarios de existencias de marfil; para mantener los registros al día se necesitan buenas posibilidades de comunicación. En general, las ventas a los países consumidores se harían negociando el precio más elevado posible. El fundamento de los carteles es que en tanto se tenga almacenado el producto los precios suben, pero no se obtiene capital. Cuando se vende el producto se obtienen ganancias, pero si se sigue vendiendo durante un período demasiado prolongado los precios caen. Lo ideal es lograr un ritmo de alimentación del mercado que mantenga los precios elevados, y al mismo tiempo genere ingresos adecuados. El cartel también puede invitar a compradores internacionales a participar en subastas en Africa. Las subastas se podrían celebrar en los diferentes países, por rotación. Se comunicaría a todos los países el precio del marfil al día, así como se comunican los tipos de cambio de moneda extranjera. El marfil podría venderse a este precio en las ventas internas a la industria de la talla, con descuentos que cada gobierno puede decidir. Para transportar el marfil se exigiría un permiso CITES expedido por IPEC. Este sería el único permiso válido. Estos movimientos sólo ocurrirían una vez cerrado un negocio con un país importador. Hay que estudiar el papel de los negociantes privados. Quedan dos posibilidades: el gobierno prohibe todos los negocios de marfil en el sector privado, o se deja un campo de acción muy limitado a los negociantes privados. Los negociantes privados sacarían provecho si el cartel logra hacer subir los precios del marfil. La situatión de los negociantes privados sería similar a la de los negociantes de diamante en el mundo de hoy día, es decir, el cartel haría la primera venta, pero los negociantes manejarían las demás etapas del mercado intermedio, antes de la talla del marfil. Repercusiones en el mercado ilegal Se aplicarían sanciones muy severas por tener marfil ilegal, como en el caso de los diamantes. Sería mucho más difícil exportar marfil ilegal si se adhieren bastantes países al cartel, y si los países consumidores compran únicamente en el cartel. 136 Nc obstante, el punto vulnerable del cartel sería que al hacer subir los precios del marfil, todo comerciante ilegal podría colocarse en una posición más favorable vendiendo a precios algo inferiores. La mayor ventaja del cartel es la gran demanda de marfil; si ésta sigue tan alta como ahora, el cartel podrá vender todo su marfil a precios elevados, así haya un mercado ilegal con precios inferiores. Si el cartel tiene éxito, los gobiernos tendrán mayores razones para acabar con el comercio ilegal. Relación con el sistema de cupos El personal de servicios técnicos de IPEC ayudaría a los países a establecer los cupos, y a manejar sus poblaciones de elefantes dentro de éstas. Por último, el sistema de cupos daría estabilidad al mercado de marfil. 137 APENDICE 14 CAZA FURTIVA LEGAL IZADA El objetivo de esta propuesta es solucionar dos problemas que tienen varios países de Africa. a) Los gobiernos necesitan controlar la caza que existe en realidad, en un nivel de distrito en sus países. Actualmente, no hay políticas de utilización de la fauna, pero la caza furtiva es intensa. Las prohibiciones de caza no logran su objetivo. b) El producto de la caza tiene un valor muy bajo, tanto en la provincia como en un nivel nacional. El cazador vende el marfil a menos de 10 US$/kg. al negociante del distrito; éste lo vende a menos de 29 US$/kg. al negociante de la ciudad, quien a su vez, lo exporta por menos de 30 US$/kg. Este marfil vale 75 US$/kg. al llegar a Hong Kong. Se trata de subir el precio en el origen. El cazador debe recibir la mitad del precio final, y el intermediario debe sacar ganancias inferiores. No es la primera vez que se presenta una propuesta de este tipo. Parker (1983, página 20) cuenta que él y otros encargados del Departamento de la Caza de Kenya dirigieron hace treinta años una solicitud al gobierno para tratar de poner en práctica un programa para los cazadores de Wata de Kenya. El gobierno colonial impidió su realización. Richard Bell (inf. pers., y 1985c) ha definido el principio en correspondencia con Richard Barnes y en publicaciones. La propuesta de este informe contiene ideas que nacieron en discusiones con los responsables de la fauna de Zaire. l. Para poner en práctica el sistema, la agencia debe contar con la aprobación de altas esferas del gobierno. Los responsables de la fauna tienen que estar seguros de que el gobierno les apoyará decididamente cuando se trate de hacer efectivas las disposiciones, aun en los casos de oposición de políticos influyentes. 2. La agencia de la fauna establecerá un cupo de animales que se puedan cazar sin afectar la población de elefantes de una zona determinada. La superficie máxima de la zona será la que pueda cubrir correctamente un cazador o un grupo de cazadores, y el cupo no excederá del 0,5% de la población de elefantes de la zona. Se podrán designar varias zonas de éstas. 3. Hay que identificar un cazador furtivo activo, que debe residir en la zona, y presentarle la propuesta. La mejor ocasión es cuando se ha sorprendido y está en prisión. 4. Se le hará la proposición de tener el monopolio con un cupo legal de elefantes machos en la zona definida, con ciertas condiciones. Se especifican las condiciones a continuación. 5. El cupo no se dará gratuitamente. Esto iría en contra del aumento del valor del producto en la fuente, y habría algo de injusticia social en el hecho de conceder a una persona unos recursos valiosos de un día para otro en medio de una comunidad empobrecida. Los organizadores de safaris atacarían al gobierno alegando que ellos podrían producir más moneda extranjera con el cupo que el cazador local. Además, quizá el gobierno deba tener una parte en el recurso. LA SOLUCION ES QUE EL CAZADOR DE AL GOBIERNO UN COLMILLO DE CADA ANIMAL MUERTO. Entregaría el colmillo que primero toque el suelo. 138 6. Los elefantes que hagan daños en los cultivos serían incumbencia del cazador. Cazaría estos animales en primer lugar, antes de buscar caza en otros sitios. Se expone a perder su permiso de caza si las autoridades reciben quejas de los campesinos sobre daños de cultivos causados por elefantes. 7. Protegerá su zona de caza contra otros cazadores ilegales. Si las autoridades responsables de hacer respetar la ley pueden intervenir, el cazador informará sobre todas las muertes ilegales, y dejará el problema principalmente en manos de las autoridades, en particular si se trata de bandas grandes con armas militares. Si las autoridades no están en condiciones de intervenir, se dará autorización al cazador para hacerse cargo de la situación. Debe informar sobre todos los elefantes cazados ilegalmente en su zona; se deduciría de su cuota todos los cuerpos hallados que no hayan sido comunicados. 8. Si en su zona intervienen cazadores de safari, cazará únicamente los machos con colmillos entre 10 y 20 kg., a fin de evitar el conflicto con la industria de la caza deportiva, que necesita colmillos más grandes. añ Presentará ambos colmillos a las autoridades tan pronto como sea posible después de la muerte del animal. Se registrarán y marcarán los dos, con el código del distrito; se dará un certificado de propiedad al cazador para un colmillo. Hasta aquí, la solución es elegante. Se ajusta a las normas tradicionales de la caza, que disponían que los cazadores, considerados como un gremio escogido, ofrecían siempre al jefe uno de los colmillos obtenidos. Crea un suministro legítimo de marfil para los particulares, y garantiza el suministro de marfil del gobierno. Resuelve el problema del daño de los cultivos, y da razones de primer orden territoriales y económicas para mantener alejados a los cazadores ilegales. El cazador mo puede cazar impunemente por encima del cupo; las autoridades saben por dónde empezar las investigaciones. Ahora bien, este sistema no resuelve el problema de aumentar el valor en la fuente. Cuando el cazador salga de la oficina distrital con el colmillo legal bajo el brazo, irá a venderlo al negociante cercano acostumbrado, por el precio mínimo que siempre ha obtenido. Aquí tiene que dar el gobierno su segundo golpe maestro. 10. EL GOBIERNO PROPONE COMPRAR EL SEGUNDO COLMILLO AL CAZADOR, a un precio un poco más alto que el del negociante local. Para el gobierno es un negocio rentable; no puede perder en tanto los precios internacionales sean bastante superiores a los precios que acostumbra recibir el cazador. Ahora bien, el objetivo del gobierno no es comprar todos los colmillos al cazador; se trata sencillamente de obligar al negociante local a pagar más. 11. El gobierno está interesado en la prosperidad de la industria local de la talla, y desea establecer un suministro de colmillos para la industria. Si no lo logra, la industria se aprovisionará de marfil ilegalmente. Tal vez tenga que comprar algunos colmillos al cazador local, para hacer subir el valor del mercado, pero esto no es importante. Una vez que el marfil alcance un precio de unos 50 US$/kg., el gobierno podrá dormir sobre sus laureles. El sistema excluirá a algunos negociantes y algunos tallistas, pero esto es inevitable. Los elefantes no pueden soportar el nivel de explotación actual, y hay que poner en marcha algún proceso de selección que descarte a los peores. 139 1243 13, 14. 15. Des pués de hacer efectivos estos puntos, el panor ama cambia completamente. Se registrarán durante cierto tiempo los negociantes, los tallistas y los detallistas de marfil. El gobierno ya tiene un pié en el comercio ilegal, y por medio del cazador tiene acceso a todos los eslabones de la industria. Es mucho más fácil preguntar al cazador ilegal “¿a quién vendió el colmillo?”, que preguntar a una persona que vende marfil trabajado en la calle "¿dónde obtuvo el colmillo?”. Es fácil eliminar a las personas que intervienen en el comercio ilegalmente. Se puede recuperar todo el valor del cuerpo del elefante. Se puede recuperar la piel, y se puede vender la carme en la comunidad. Las condiciones ya no obligan a dejar el cuerpo pudriéndose en la selva. Puede parecer que el cazador se lleva la mejor parte del programa. Esto no es necesariamente cierto. El cazador gastará sus ingresos en la comunidad. Tal vez tenga que pagar a otras personas del pueblo para ayudarle a sacar los cazadores ilegales de su territorio. Como la operación es legal, nacerán diferentes industrias secundarias en la comunidad. Como el marfil se vende más caro en el distrito, el número de elefantes que hay que cazar para obtener los mismos ingresos que antes del programa es muy inferior. Por último, el cazador se asociará con el gobierno en el manejo de los elefantes. Los responsables de la fauna podrán juzgar por sus informes el número de elefantes del distrito, y ajustar los cupos a estos números. Si el sistema tiene éxito con los elefantes, se podrá extender a otras especies. Compartiendo su monopolio de la fauna, el gobierno puede crear las condiciones para un manejo responsable de la población de elefantes, que hasta ahora no ha podido lograr. 140 EL COMERCIO MUNDIAL DE MARFIL NO TRABAJADO, 1983 Y 1984 Informe preparado para la Secretaría de CITES por J. R. Caldwell y J. G. Barzdo Unidad de Vigilancia Contínua del Comercio de Fauna y Flora Silvestres (WTMU) Centro de Vigilancia Contínua de la Conservación de la TUCN 219c Huntingdon Road Cambridge 15 de marzo de 1985 INDICE Página Página Introducción 1 Métodos 2 Resul tados 3 Sección 1 - Exportadores Benin 3 Gabón 7 Burkina Faso 3 Zaire 8 Ghana 3 Burundi 9 Guinea 3 Etiopía 9 Costa de Marfil 3 Kenya 9 Liberia 3 Ruanda 9 Mali 3 Somalia 10 Mauritania 4 Sudán 10 Niger 4 Tanzanía, República Unida de 11 Nigeria 4 Uganda 12 Senegal 4 Angola 12 Sierra Leone 4 Botswana 13 Togo 4 Malawi 13 Camerún 4 Mozambique 13 República Centroafricana 5 SWA/Namibia 13 Chad 6 Sudáfrica 13 Congo 6 Zambia 14 Guinea Ecuatorial 7 Zimbabwe 15 Sección 2 - Importadores Japón y Hong Kong 16 India 24 Bél gica 19 Italia 25 República Popular China 21 Taiwan 26 Francia 22 Tailandia 28 República Federal de Reino Unido 30 Alemania 23 Estados Unidos de América 33 Análisis 35 Referencias 40 ANEXO 41 INTRODUCCION El presente informe fue redactado por el personal de la Unidad de Vigilancia Continua del Comercio de Fauna y Flora Silvestres, del Centro de Vigilancia Continua de la Conservación de IUCN, bajo contrato con la Secretaría de CITES. Este es uno de los dos informes preparados a petición de la Secretaría para facilitar información básica para una propuesta destinada a establecer mejores controles en el comercio internacional del marfil. Forma parte de estos controles el establecimiento de cupos para la exportación de marfil no trabajado desde cada país africano con una población explotable de elefantes africanos (Loxodonta africana). El otro informe para la Secretaría considera el estado biológico del elefante y estudia los posibles cupos en base a la información de tal estado. El presente informe complementa el otro examinando la escala y el patrón del comercio mundial del marfil africano no trabajado, y presentando datos sobre el peso medio de los colmillos objeto de comercio. Nuestra finalidad primordial fue facilitar la información más actual sobre la amplitud de las exportaciónes de marfil no trabajado desde cada país africano. El análisis, realizado por J. Caldwell, aparece en la Sección 1 de los Resultados. Para algunos países africanos no se dispuso de datos de exportación 0 fueron tan escasos que resultó necesario estimar las exportaciones en base a datos de los países importadores. Estos también han facilitado una valiosa comprobación incluso cuando se disponía de estadísticas de exportación. Nuestro análisis de los datos de los países importadores aparece en la Sección 2 de los Resultados; los correspondientes a Hong Kong y Japón han sido realizados por J. Caldwell, y el resto por J. Barzdo. El comentario, que contiene un nuevo análisis del peso medio de los colmillos, fue escrito por ambos autores, que expresan su agradecimiento a T.P. Inskipp y A.M. Dixon por la ayuda que les prestaron en la preparación del presente informe, y a la Secretaría de CITES, R.B. Martin, G. Hemley y D. Fuller (TRAFFIC USA), Tom Milliken (TRAFFIC Japón), J-P. d'Huart (TRAFFIC Bélgica) y T.Friedlein, por su ayuda en la recolección de datos. METODOS En Diciembre de 1984 la Secretaría de CITES pidió a las Autoridades Administrativas de las Partes Africanas y a una serie de destacados países importadores de mar fil que facilitaran información sobre las exportaciones/reexportaciones e “importaciones de marfil no trabajado correspondientes a los años 1983 y 1984. Mr. Rowan Martin, durante su misión de estudio en Africa, recogió mucha información comercial y nos la facilitó. A principios de Febrero de 1985, la MWIMU escribió a las Autoridades Administrativas de CITES de todos los países de los cuales no habíamos recibido respuesta. Como resultado de todas estas gestiones, recibimos algunos datos de los siguientes países, a los que estamos agradecidos: Bélgica, Benin, Burkina Faso, Camerún, Chad, Congo, Etiopía, Gabón, Ghana, Hong Kong, Japón, Liberia, Mozambique, Namibia, Reino Unido, República Centroafricana, Ruanda, Senegal, Somalia, Sudáfrica, Sudán, Tanzanía, Togo, Uganda, Zaire, Zambia y Zimbabwe. Los datos de Hong Kong merecen especial mención porque son de excelente calidad y están completos, para ambos años, con indicación del peso de los colmillos, el número de colmillos y el número de permisos de exportación. Los datos recibidos de cada país se citan en la sección correspondiente de los Resultados. También examinamos las estadísticas aduaneras publicadas de un gran número de países, pero desgraciadamente muy pocos países incluyen una categoría solamente para el marfil o los colmillos de elefante. Las que resultaron útiles procedían de Japón, Kenya, Sudán, Taiwan, Tailandia y EE.UU. Además hemos celebrado conversaciones con comerciantes de marfil de Europa y hemos encontrado de gran utilidad su ayuda y sus estadísticas comerciales. En general, nuestros métodos han sido los mismos que se utilizaron en nuestro anterior informe al CITES sobre el comercio del marfil (Doc. TEC. 1.4) (Caldwel1l, 1984; Barzdo, 1984) que debería consultarse. También hemos hecho un gran uso de las estadísticas del informe anual de CITES para 1983, especialmente con respecto a los países importadores. Sin embargo, la distinta calidad de los informes disponibles y el carácter complejo del comercio han impedido realizar un enfoque uniforme en los tratos con cada país. Sin embargo, creemos que la presentación de los datos hace que los métodos resulten más o menos claros en cada caso. Al relacionar los números de colmillos con los números de elefantes hemos vuelto a utilizar el factor de corrección de 1,88 colmillos por elefante, de Parker y Martin (1982), a menos que se indique de otro modo. RESULTADOS Sección 1 PAISES EXPORTADORES AFRICA OCCIDENTAL BENIN La Autoridad Administrativa de CITES en Benin informó a la Secretaría que la legislación del país con respecto a CITES todavía no estaba en funcionamiento hasta el punto de poder facilitar estadísticas con respecto al comercio del marfil. Además, no existe ningún registro sobre el comercio procedente de este país. BURKINA FASO La información del Director de Parques Nacionales de Reservas de Fauna y Caza señala que no existe comercio de marfil en Burkina. Hay un comercio muy escaso de marfil tallado en los mercados locales. GHANA El Departamento de Caza y Fauna informa que en 1983 se exportaron nueve tallas, de las cuales dos representaban sustancialmente colmillos enteros. En 1984, las cifras fueron de siete colmillos sustancialmente enteros y 12 tallas. GUINEA No hay ninguna indicación de que en el comercio internacional exista marfil no trabajado originario de Guinea. COSTA DE MARFIL Se informa que no existe marfil no trabajado de la Costa de Marfil en el comercio internacional. En realidad, este país importa colmillos para apoyar su industria local de tallas de marfil. Sin embargo, es posible que algunos de los trofeos exportados de Senegal fueran originarios de la Costa de Marfil. Sin embargo, la WIMU recibió información que indica que la Costa de Marfil pudo haber reexportado algunos colmillos no trabajado a Europa durante 1984 (Friedlein, comunicación personal). LIBERIA La Autoridad Administrativa CITES en Liberia ha informado a la Secretaría de CITES que no se han realizado comercio de marfil durante los dos últimos años. También se ha informado, pero sin confirmarlo, que Liberia prohibió la exportación de marfil o cualquier parte o derivados de elefantes silvestres en Mayo de 1984. MALT No se recibió de Mali información alguna referente al comercio del marfil, pero como desde 1978 está prohibida toda la caza no tiene que haber exportaciones de marfil no trabajado. Sin embargo, la Secretaría de CITES ha recibido información de que un comerciante de Hong Kong solicitó importar marfil de Mali en 1984. MAURITANIA No existe indicación alguna de que se comercie con marfil procedente de Mauritania. Martin (1985) cree que la población de elefantes del país se ha extinguido. NIGER No se informa sobre marfil no trabajado procedente de Níger en el comercio internacional. NIGERIA No se informa sobre marfil no trabajado procedente de Nigeria en el comercio internacional. SENEGAL La Autoridad Administrativa CITES en Senegal notifica una exportación total de 11 colmillos a Francia durante 1983 y 1984. No está claro si eran de origen senegalés y algunos, como mínimo, pueden ser procedentes del Camerún y la Costa de Marfil. SIERRA LEONE No existen pruebas de que actualmente se encuentre marfil no trabajado procedente de Sierra Leone en el comercio internacional. Las aduanas del Reino Unido embargaron un colmillo declarado como de origen de Sierra Leone que se importaba de Francia en 1983. TOGO La Autoridad Administrativa CITES en Togo menciona ocho colmillos exportados a Canadá, República Federal de Alemania y Francia en 1983 y 12 colmillos exportados a Suiza y Francia en 1984. AFRICA CENTRAL CAMERUN La Dirección de Fauna y Parques Nacionales ha indicado que las exportaciones en 1983 ascendieron a 33 colmillos, y en 1984 a 34 colmillos. Estos trofeos fueron principalmente a destinos de Europa y América del Norte. El Dr. Martin informa que hay aproximadamente 400 colmillos en el establecimiento de marfil de Yaounde en espera de ser vendidos, y posiblemente otros 200 colmillos en las provincias. REPUBLICA CENTROAFRICANA (RCA) De acuerdo con las cifras recibidas de la Autoridad Administrativa de la RCA y de Froment (1984), las exportaciones de marfil no trabajado disminuyeron de 201.714 kg en 1982 a 101.410 kg en 1983, y de nuevo a 42.336 kg en 1984. El número de colmillos no se registró en 1982, pero se calculó que el peso medio de los colmillos fue de 11,7 kg y 14,6 kg en 1983 y 1984, respectivamente. En el Seminario CITES para las Partes Africanas, celebrado en Bruselas en Junio de 1984, representantes de la RCA manifestaron que se estaba intentando reducir el nivel de exportaciones de marfil, El gran volumen de marfil exportado en 1982 no llegó todo a los mercados de Extremo Oriente durante ese año. Hong Kong y Japón declararon solamente unas importaciones de 110 toneladas, algunas de las cuales pueden haberse exportado originalmente en 1981. Es razonable suponer, por lo tanto, que como mínimo 100 toneladas y posiblemente más estaban almacenadas en Europa o se hallaban en tránsito a finales de 1982. Este "depósito" de marfil procedente de la RCA ha tenido un efecto de choque sobre las estadísticas anuales declaradas por Hong Kong y Japón en particular, y ha deformado la imagen global de las exportaciones anuales de marfil procedentes de Africa. Por ejemplo, las estadísticas aduaneras japonesas de 1984 registran importaciones de más de 100 toneladas de marfil de origen de RCA a pesar de que este último país declarara unas exportaciones de sólo 42 toneladas en tal año. Un examen más a fondo de los datos de que dispone CITES con respecto a Hong Kong, Japón y Bélgica, indica que una gran proporción de este marfil (más de 60 toneladas) fue reexportada por Bélgica a Extremo Oriente a finales de 1983. La RCA informó que Bélgica fue el destino de la mayoría de exportaciones realizadas en 1983 y 1984, y es probable que también fuera así en 1982. Los datos correspondientes a 1984 se comparan bien con los de las importaciones de la RCA facilitados por Bélgica; la RCA declaró haber exportado 2.102 colmillos con un peso total de 32,187 kg, y Bélgica señaló unas importaciones de 2.316 colmillos con un peso de 36,660 kg. La diferencia entre los totales es casi con toda certeza el resultado de exportaciones de fin de año no declaradas como importaciones hasta el año siguiente. Por ejemplo, de los 22 envíos que llegaron a Bélgica procedentes de la RCA en 1984, como mínimo 5 salieron de la RCA en 1983, y por lo menos uno de los 17 embarques de la RCA a Bélgica en 1984 no llegarían hasta principios de 1985. La RCA exportó 1,122 colmillos con un peso de 11,981 kg, directamente a Hong Kong, 192 colmillos con un peso de 1,648 kg a Italia, y una pequeña cantidad de 12 colmillos, que pesaban 200 kg en total, a Jamón en 1983. En 1984 tel patrón del comercio varió ligeramente, al no efectuarse exportaciones directamente a Hong Kong, y enviarse pequeñas cantidades, 29 y 15 colmillos respectivamente, a Portugal y Gabón. Sin embargo, 566 colmillos con un peso de 7,320 kg fueron exportados directamente a Japón y otros 176 colmillos con un peso de 2,060 kg se exportaron a Singapur, probablemente en tránsito hacia Japón. Esto puede señalar que los comerciantes de colmillos empezaban a utilizar Singapur como punto de tránsito, quizá como resultado de que Bélgica pusiera en práctica el CITES y las líneas aéreas Sabena rehusaran transportar marfil. La RCA también exporta marfil confiscado a cazadores furtivos, y este marfil puede registrarse como de origen de la RCA por parte del importador. Sin embargo, como mínimo dos de los embarques notificados por la RCA como exportaciones directas en 1984 fueron, en realidad, reexportaciones de marfil originario del Zaire, y fueron declaradas como tales por Bélgica. CHAD Grandes cantidades de marfil salieron del Chad ilegalmente en 1983, según fuentes oficiales de dicho país (R. Martin, in litt.). Sin embargo, las estadísticas oficiales del gobierno indican que las exportaciones legítimas en 1983 fueron de 1.723 colmillos con un peso de 25.335 kg. procedentes directamente del Chad, en el año 1983, y otros 5.641 kg de Japón, que los había importado dicho año el Chad vía Bélgica. Por lo tanto, el total de exportaciones del Chad en 1983 parece haber sido como mínimo de 31 toneladas, aunque una proporción de esta cantidad puede haber salido del Chad en 1982, Los datos de las aduanas japonesas registran algo más de 22 toneladas de marfil de origen del Chad que se importaron en 1983, pero más de 15 toneladas de esta cantidad pasaron por Hong Kong. En 1984 se exportó oficialmente del Chad un total de 498 colmillos con un peso de 3.69% kg. Sin embargo, la información facilitada por el comercio del marfil indica que un solo comerciante importó 1.263 colmillos, con un peso de 4.564 kg en 1984. Hong Kong declaró haber importado un embarque de 447 colmillos (1.533 kg) directamente del Chad en Enero de 1984, dos embarques vía Bélgica que contenían 581 colmillos (2.544 kg) en Septiembre de 1984, y cuatro embarques vía Japón de 684 colmillos (2.183 kg). Sin embargo, es posible que las importaciones de Japón puedan haber contenido marfil expedido desde Hong Kong a Japón en 1983, Las estadísticas aduaneras japonesas de 1984 registran una importación total de 3.156 kg de marfil de origen del Chad. Sin embargo, el examen de las estadísticas de CITES en Japón y Hong Kong revela que sólo 410 kg de esta cantidad procedieron directamente del Chad, siendo el resto Teexportaciones efectuadas desde Hong Kong. La cantidad total de marfil a los mercados de Extremo Oriente que fue exportada desde el Chad en 1984, parece haber sido, como mínimo, de 4,5 toneladas, pero muchísimo menos que en el año anterior. Es probable que el peso medio por colmillo fuera de 4 kg o menos. CONGO La información del Congo indica que en 1983 se exportaron 12.701 kg de marfil no trabajado, con destino a Francia. Sin embargo, 11 de los 12 embarques notificados como exportaciones, fueron declarados por Japón como procedentes directamente del Congo, por lo que parecería que solamente pasaron por Francia en tránsito. El total fue de 902 colmillos con un promedio de 14,08 kg cada uno, lo cual indica que abarcaban 480 elefantes. Las importaciones de marfil directamente del Congo declaradas por Japón en 1983 se comparan bien con las exportaciones notificadas por el Congo. La cifra de Japón para estas importaciones es de 14.412 kg, y la diferencia con respecto a la cifra notificada por el Congo es causada por los envíos de fin de año. Sin embargo, además de estos, Japón declaró haber importado otros 16.070 kg de marfil del "Congo" vía Bélgica y 2.797 kg vía Hong Kong. Por lo tanto, de los 33.280 kg de marfil declarados como de origen belga, solamente el 43% puede atribuirse a exportaciones legítimas del país de origen durante 1983. Desgraciadamente, no es posible estimar qué cantidad de este marfil se exportó en 1982 y qué parte de la misma representa comercio ilegal no registrado por la Autoridad Administrativa CITES en el Congo. En 1984 el Congo notificó unas exportaciones de 20,457 kg de marfil no trabajado, 1.276 colmillos con un peso medio de 16 kg, y de nuevo se indicó Francia como destino principal. Se declaró un embarque de 1.586 kg, que comprendía 108 colmillos con un promedio de 14,7 kg, con destino a la Costa de Marfil. En los seis primeros meses de 1984, Japón declaró cuatro embarques directamente del Congo, pero solamente tres tenían número de permiso de importación del Congo. Es posible que el cuarto embarque fuera atribuido incorrectamente al Congo y es más probable que se tratara de marfil de origen del Zaire, reexportado por Burundi. Los tres embarques "legítimos" también se declararon como exportaciones del Congo pero existían algunas discrepancias interesantes entre los detalles notificados sobre la exportación y los referentes a la importación. El permiso no. 16/86 del Congo fue concedido, por lo visto, para 189 colmillos con un peso de 3.012 kg, pero Japón declaró una importación de 191 colmillos que pesaban 3.189 kg. El permiso No. 30/84 se concedió para 259 colmillos con un peso de 4.116 kg, y aunque se registró un peso idéntico con referencia a la importación, el número de colmillos había aumentado a 272. El permiso No. 32/84 se concedió para 98 colmillos con un peso de 2.035 kg, pero según los datos japoneses el embarque comprendía 312 colmillos que pesaban 2.095 kg. En cada caso intervinieron los mismos agentes expedidores. Durante el año 1984, Francia embargó un embarque de colmillos procedentes del Congo con destino a Japón, porque el número de colmillos del embarque era muy superior al número especificado en el permiso. El permiso original se concedió para 203 colmillos con un peso de 3,640 kg, pero el embarque constaba realmente de 713 colmillos que pesaban en total 3.863 kg. Estas diferencias hacen muy difícil realizar estimaciones precisas del número de elefantes implicados en el suministro al comercio del marfil. Si se emplea la información procedente de la Autoridad Administrativa CITES en el Congo, se obtiene un total de 678 elefantes con un peso medio por colmillo de 16 kg. Sin embargo, el efecto de compensar los cuatro embarques mencionados anteriormente es aumentar el número de elefantes implicados hasta 1.071 y disminuir el peso medio por colmillo a 1.4 kg. Es probable que estas cifras corregidas todavía sobreestimen el tamaño de colmillo y subestimen el número de elefantes. El Congo también declaró haber exportado colmillos que eran casi con “toda certeza trofeos de caza privados. Ascendieron a 34 colmillos en 1983 y 22 en 1984, con un peso medio por colmillo de 10,4 kg. GUINEA ECUATORIAL No se ha informado en el comercio internacional acerca de marfil no trabajado procedente de Guinea Ecuatorial. GABON El Director de Fauna y Caza informa que en 1983 se exportaron 19 colmillos y en 1984, 56. Los destinos fueron principalmente Europa, con unos pocos expedidos a EE.UU. ZATRE Zaire tiene la mayor población de elefantes de Africa pero existe una prohibición para exportar marfil no trabajado. En la Notificación No. 148 de CITES, de fecha 27 de Agosto de 1980, se informó a las Partes de CITES al respecto y se pedía que los permisos del Zaire que se otorgaron a las Partes importadoras debían enviarse a la Secretaría para su comprobación. Por lo tanto, es probable que los comerciantes de marfil que importan colmillos de origen de Zaire intenten ocultar el verdadero origen de sus importaciones de marfil no trabajado y dirijan los embarques a través de Estados que no sean Partes o vía Estados que lo sean y que estén dispuestos a extender certificados de reexportación. Este proceso hace que la estimación de la producción de marfil en Zaire sea muy difícil y, por lo tanto, tal estimación debe tratarse con precaución. Es sabido que existe un alto grado de caza furtiva de elefantes en Zaire (Martin, 1985) y que el marfil se traslada a países vecinos para su reexportación. Burundi, Uganda, Sudán, la República Centroafricana y el Congo son, todos ellos, cómodos canales y pueden haber sido responsables de la reexportación de marfil de origen Zaire en los últimos años. Las exportaciones declaradas por el Zaire en 1983 y 1984 ascienden a 28 colmillos de trofeo dirigidos a Europa y América del Norte, y un embarque de 728 colmillos, con un peso de 2.077 kg. que se exportó ilegalmente. Si suponemos que las exportaciones oficiales declaradas por Sudán para 1983 representan “solamente el marfil sudanés, hemos de considerar que se Teexportaron de Sudán otras 180 toneladas cuyo origen es desconocido (ver sección sobre Sudán). Por lo tanto, para simplificar las cosas, hemos supuesto que el origen de este marfil era Zaire. Aunque es casi seguro que cierta proporción de esta cantidad fuera llevada ilegalmente a la RCA y otros países, también se sabe que las exportaciones del Congo y de la RCA incluyen reexportaciones de marfil desde Zaire. Además de estas 180 toneladas, las estadísticas aduaneras japonesas registran importaciones de 10 toneladas procedentes de Burundi, que es probable sean originarias del Zaire, y otra importación de 110.422 kg. de marfil del Zaire. Esta última cifra asciende a 20 toneladas más de la cifra notificada por la Autoridad Administrativa CITES, MITI, que declara que se importaron de Bélgica 80 toneladas de marfil procedente de Zaire. Por lo tanto, el total de exportaciones de Zaire en 1983 es probable que haya ascendido, como mínimo, a 270 toneladas y puede haber sido superior a 290 toneladas, especialmente si las 11 toneladas notificadas por Japón como procedentes de Uganda, tuvieron su origen real en el Zaire. Las estadísticas aduaneras japonesas indican la importación de 49.827 kg. de marfil procedente de Zaire en 1984. Además, se declaran importaciones por 33.118 kg de Burundi y 99.320 kg de Uganda. Como es improbable que Uganda sea el verdadero origen de esta última cantidad (ver sección sobre Uganda), hemos supuesto, para simplificar los cálculos, que todo el marfil declarado como procedente de Uganda y Burundi en 1984 era originario del Zaire. Parte de este marfil casi con toda certeza procedía de Tanzanía y Zambia. La información procedente de EE.UU señala que se importaron 5 toneladas de marfil del Zaire. Hong Kong declara haber importado 450 colmillos con un peso de 3 toneladas de Sudáfrica y 234 colmillos con un peso de 3,468 kg de Bélgica, cuyo origen se declaró como de Zaire. Por lo tanto, las exportaciones de Zaire en 1984 pueden estimarse entre 190 y 200 toneladas. AFRICA ORIENTAL BURUNDI Burundi no tiene población de elefantes silvestres y, por lo tanto, no exporta marfil no trabajado. Sin embargo, la situación central del país dentro de Africa significa que está bien emplazado para reexportar marfil procedente de los países vecinos tales como Zaire, que posee un gran número de elefantes. Hasta 1980 se reexportaron grandes cantidades de marfil desde Burundi a Extremo Oriente, registrando Hong Kong unas importaciones superiores a 85 toneladas ese año. Sin embargo, Hong Kong dejó de importar de Burundi en 1981 y Japón solamente declaró haber importado 2,5 toneladas de Burundi aquel año, siendo la mayor cantidad reexportaciones de Hong Kong. En esa fecha los comerciantes de marfil empezaron a exportar marfil de Africa vía Sudán y, por lo tanto, Burundi apenas figuraba en las estadísticas del comercio internacional del marfil correspondientes a 1982. La prohibición sudanesa de exportar marfil no trabajado que entró en vigor a finales de 1983, hizo que los comerciantes de marfil se dirigieran de nuevo a Burundi, y las estadísticas aduaneras de Burundi indican que, como mínimo, se Teexportaron 50 toneladas a Bélgica aquel año. Durante 1984, la cantidad total exportada puede haber sido de hasta 190 toneladas y muy probablemente incluía el marfil declarado por las aduanas japonesas como procedente de Zaire y Uganda. La ruta comercial de Burundi parece haber sido principalmente vía Bélgica durante 1983, pero quizá como resultado de que Bélgica pasara a formar Parte de CITES y estableciera unas medidas de control más estrictas sobre el comercio del marfil, parece que Singapur se convirtió en el principal punto de tránsito, dirigiéndose a veces los vuelos vía Luxemburgo, Portugal u Omán. En un intento de impedir que el marfil obtenido de forma ilegal saliera de Burundi, la Secretaría CITES emitió la Notificación a las Partes No. 303 en Junio de 1984, haciendo un llamamiento a las Partes para que no aceptaran marfil no trabajado de Singapur. ETIOPIA Las últimas estadísticas aduaneras de Etiopía se refieren a 1978. Sin embargo, la información procedente del Dr. Martin indica que no se efectuaron exportaciones comerciales de marfil no trabajado en 1983 o 1984. La exportación de trofeos procedentes de caza en safaris ascendió a 128 kg durante aquel periodo de dos años. También se informa (R. Martin, in litt.) que el total de stocks mantenido por el gobierno y los distribuidores asciende a aproximadamente 1.850 kg. Sin embargo, la Secretaría CITES ha recibido información de que la Autoridad Administrativa CITES de Hong Kong recibió dos solicitudes para importar marfil de Etiopía durante 1984, para unas cantidades de 1.188 kg y 1.720 kg. KENYA Las estadísticas aduaneras más recientes de que se dipone con respecto a Kenya se refieren a 1982 e indican una exportación de 7.276 kg de marfil de elefante a Hong Kong. El informe de CITES Hong Kong para 1982 señala una cantidad similar de colmillos y recortes importados de Kenya, con datos que señalan un peso medio por colmillo de 5.2 kg. Los informes anuales japoneses a CITES indican que se importaron 2.29% kg de marfil de Kenya, vía Bélgica, en 1982,' y otros 500 kg vía Bélgica en 1983. El único comercio declarado en marfil de Kenya durante 1984 se refería a 29 colmillos que MITI declaró haber sido importados por Japón desde China; sin embargo, esta operación no aparecía en las estadísticas aduaneras japonesas por lo que es probable que se refiera a colmillos tallados. RUANDA La Autoridad Administrativa CITES en Ruanda notifica que en 1983 se exportaron cuatro colmillos no trabajado, un colmillo trabajado y tres tallas, y en 1984, tres colmillos no trabajados, uno trabajado y más de siete tallas. SOMALTA Las estadísticas de Somalia indican que solamente se ha efectuado una exportación comercial de marfil durante los dos últimos años. Se trató de un embarque de 1.170 colmillos con un peso notificado de 7.500 kg, que se exportó a Abu Dhabi, en los Emiratos Arabes Unidos, en 1983. Este embarque de marfil somalí con un peso medio por colmillo de 6.4 kg, fue declarado por Japón como importado en Junio de 1984, Otro marfil de origen somalí declarado comercialmente parece haber consistido únicamente en reexportaciones del importado por Hong Kong en 1981 y 1982. R. Martin (in litt.) informa que todavía existen, por lo visto, unas 40 toneladas de marfil almacenadas en Somalia a la espera de ser vendido. SUDAN Las estadísticas de la Autoridad Administrativa CITES en Sudán indican que en 1983 se exportaron 17.348 colmillos con un peso total de 150.100 kg. Sin embargo, la Autoridad Administrativa ha manifestado que las estadísticas sobre importaciones y Treexportaciones de marfil mo trabajado no se registraron en los años 1983 y 1984. El análisis de los datos facilitados por Japón y Hong Kong señala que la cantidad exportada declarada por Sudán representa menos del 50% del marfil que entró en los mercados mundiales aquel año, y que se afirmó eran de origen sudanés. Hong Kong declaró haber importado 260.885 kg, al parecer directamente de Sudán, y Japón notificó importaciones por 25.744 kg vía Bélgica. Así pues, parece que como mínimo 286.629 kg pueden haber salido de Sudán durante el año, aunque es posible que una proporción de esta cantidad represente marfil exportado inicialmente en 1982. Sin embargo los datos de las aduanas japonesas indican que se importaron más de 111.000 kg de marfil declarado como de origen sudanés, que representa 20.000 kg más que la cifra indicada en el informe anual japonés a CITES. Por lo tanto, es posible que la cantidad de marfil que salió de Sudán en 1983 fuera superior a 306,000 kg. Si las exportaciones oficiales de origen sudanés ascendieron a 150.100 kg, parecería razonable suponer que el resto de 156.000 kg fuera de fuentes distintas de Sudán. El gobierno sudanés prohibió la exportación de marfil no trabajado con efecto a partir del 30 de Diciembre de 1983, sin embargo, se permitieron algunas excepciones para que los comerciantes pudieran expedir los stocks vendidos para exportación antes de que entrara en vigor la citada prohibición. Las cifras oficiales indican que en 1984 se exportaron 4.471 colmillos con un peso total de 23,000 kg. Bélgica declaró haber reexportado algo más de 12.000 kg de marfil sudanés a Hong Kong y 11.000 kg a Japón en 1984. Sin embargo, en los tres primeros meses de aquel año, Japón notificó haber importado de Bélgica 3 embarques de marfil sudanés por un total de 7.233 kg. y otro embarque mixto con un peso de 7.957 kg. que se alegó era de origen sudanés y congoleño. Ninguno de estos embarques fue notificado por Bélgica, por lo que parecería probable que fueran reexportados desde aquel país a finales de 1983. Asimismo, Bélgica declaró haber importado solamente 1.872 kg de Sudán en 1984, y, por lo tanto, fue un reexportador neto de 21.156 kg de marfil "sudanés”. Por lo tanto, es probable que 30.000 kg de los 50.000 kg estimados de marfil que llegaron a los mercados de Extremo Oriente en 1984, fueran embarcados desde Sudán en 1983 y, por lo tanto, se incluyeran en el total de aquel año. 10 Hong Kong declaró haber importado 3.621 kg de origen sudanés de la República Federal de Alemania, y 2.139 kg de los Países Bajos. Japón también notificó importaciones de 6.000 kg directamente de Sudán y 8.000 kg vía Singapur. Es posible que este último embarque fuera uno de los primeros en utilizar la ruta de Singapur después que se hicieran más estrictos los controles en Bélgica y, si era realmente de origen sudanés, puede haber salido de Africa vía Burundi. TANZANIA De acuerdo con el informe anual de 1982 de Tanzanía a CITES, se exportó un total de 9.436 kg de marfil para fines comerciales. Hong Kong declaró haber importado 5.248 kg con un peso medio de 10 kg por colmillo. Del resto, se informó qsue 4.119 kg tuvieron como destino el Reino Unido, y 117 kg la República Federal de Alemania. El año siguiente solamente se mencionaron 781 kg en el informe anual de Tanzanía como exportados para fines comerciales: 300 kg al Reino Unido, 442 kg a Hong Kong y 39 kg a Japón. Hong Kong declaró haber importado 544 kg (39 colmillos con un peso medio de 10.6 kg, y 6 colmillos con un peso medio de 21,7 kg) durante aquel año, pero notificó haber importado otros 2.445 kg en 1984. Sin embargo, este último embarque salió de Tanzanía en 1983, y la información recibida de R. Martin (in 1litt.) sugiere que la exportación comercial total en 1983 fue de 4.620 kg. No se ha recibido información de Tanzanía referente a las exportaciones efectuadas durante 1984, pero las estadísticas de las aduanas japonesas registran un total importado aquel año de 19.932 kg. Gran parte de este marfil salió ilegalmente de Tanzanía y pasó por Dubai y Singapur. Un embarque de 960 colmillos con un peso de 5.307 kg fue visto por un miembro de la Secretaría CITES en Dubai en Agosto de 1984 y el mismo peso figura en las estadísticas de las aduanas japonesas correspondientes a dicho mes. Además, Bélgica declara haber importado 1.279 kg directamente de Tanzanía en 1984, y el Reino Unido importó como mínimo 5.565 kg. Por lo tanto, el total de exportaciones legales e ilegales de Tanzanía en 1984 fueron, como mínimo de 26.776 kg, excluyendo los trofeos de caza privados. El peso medio de los colmillos importados por Bélgica y el Reino Unido en 1984 fue de 10.5 kg. Si este valor se aplica al total de exportaciones en aquel año, el número de colmillos exportados hubiera sido de 2.563; sin embargo, es muy posible que los embarques ilegales fueran de colmillos de menor peso medio. Este número de colmillos representa 1.363 elefantes. Embarques de trofeos privados De acuerdo con el informe anual de 1982 de Tanzanía para CITES, se exportaron 226 colmillos con un peso de 5.071 kg como trofeos de caza privados ese año. El peso medio de estos colmillos era de 22.4 kg y probablemente representa un total de 120 elefantes. El número de colmillos exportados en 1983 no se indicó pero el peso total fue de 5.007 kg, muy similar al de 1982. Si se emplea el peso medio de 1982 para estimar el número de colmillos implicados en 1983, da un total de 223 colmillos, equivalente a 119 elefantes. Por lo tanto, parecería que los cazadores de trofeos privados representan aproximadamenate 120 elefantes al año en Tanzanía y que los colmillos de trofeo pesan más de 20 kg por término medio. 11 UGANDA De acuerdo con el Guarda de Caza Principal, Uganda tiene una prohibición completa sobre la caza de animales y, por lo tanto, no exporta marfil no trabajado. Todo el marfil recolectado por el Departamento de Parques Nacionales es vendido a la única tienda de tallas de marfil del país. A pesar de ello, en las estadísticas aduaneras japonesas figuraban 7.891 kg de marfil, supuestamente de origen ugandés, y en 1983 se notificaron otros 11.799 kg. No se dispone de más detalles referente al número de colmillos implicados o su tamaño. MITI informó que en 1982 llegaron 7.203 kg vía Bélgica y en 1983, 9.976 kg, y es posible que estos embarques fueran el resultado de caza furtiva en Uganda. No obstante, en Agosto de 1984 la situación varió notablemente: las estadísticas aduaneras de Japón correspondientes a aquel mes regitran la importación de 20.277 kg de marfil de Uganda. Esto fue seguido por 17.706 kg en Septiembre, 18.550 kg en Octubre y 42.878 kg en Diciembre, que llevaron el total del año a 99.320 kg. Martin (1985) ha estimado que la población de elefantes de Uganda es de aproximadamente 2.000 animales, por lo que es improbable que esta cantidad de casi 100 toneladas haya tenido su origen en ese país. En agosto de 1984, un grupo de importadores de marfil japonés decidió dejar de importar marfil de Burundi y Zaire y es quizá significativo que las estadísticas aduaneras japonesas no muestren más importaciones de Burundi después de Julio de 1984, cuando se importaron 27 toneladas, y figuren importaciones por lo visto de Uganda. Parece probable que la fuente de este marfil fuera la misma que la declarada anteriormente como procedente de Burundi y que la prohibición sudanesa de las exportaciones y reexportaciones de marfil no trabajado hubiera obligado al comercio a encontrar nuevas salidas. AFRICA MERIDIONAL ANGOLA No se ha recibido información alguna de Angola y el único comercio declarado es de ocho colmillos, probablemente trofeos de caza, importados en EE.UU, uno en Francia y otro en Suiza en 1983. BOTSWANA No se ha recibido información alguna de Botswana, por lo que las exportaciones de marfil no trabajado se han estimado por las importaciones notificadas. En 1983 Japón importó 1.222 kg de marfil de Botswana según las estadísticas aduaneras. Hong Kong declaró haber importado 52 colmillos con un peso de 342 kg, y el Reino Unido notificó haber importado 32 colmillos con un peso de 444 kg. El número de colmillos no fue declarado por Japón pero el peso medio de los importados por Hong Kong y el Reino Unido fue de 9,3 kg. EE.UU declaró haber importado 315 kg y 50 colmillos de Botswana en 1983, En 1984 Hong Kong declaró haber importado 482 colmillos de origen de Botswana vía Sudáfrica, con un peso medio de 8.5 kg por colmillo. Hong Kong también declaró haber importado colmillos del Reino Unido y de Japón originarios de Botswana, pero es casi seguro que formaran parte de las importaciones realizadas en 1983 por estos países. Es interesante observar que si los 276 colmillos importados por Hong Kong de Japón en 1984 formaban parte de los 1.222 kg importados por Japón en 1983, su 12 peso medio de 3.5 kg implica que solamente permanecieron en Japón muy pocos colmillos miy grandes, y que el peso medio de los colmillos de importación japonesa no podía haber sido superior a 4.5 kg. Por lo tanto, las exportaciones estimadas de Botswana fueron de aproximadamente 2.5 toneladas en 1983 y 4 toneladas en 1984. El peso medio por colmillo en 1984 fue de 8.5 kg y en 1983, de 9.3 kg, si se emplean solamente los datos procedentes de Hong Kong y del Reino Unido. Si se incluye la importación japonesa en el cálculo, el peso medio por colmillo puede haber sido de sólo 5.3 kg en 1983, MALAWI No se ha recibido información alguna de Malawi y el único marfil no trabajado declarado comercialmente por los pafses importadores ascendió a 20 colmillos con un peso de 430 kg que Hong Kong importó y posteriormente reexportó a Japón, en el año 1983. Martin (1985) informa que prácticamente todo el marfil de Malawi se talla en la localidad y las estadísticas comerciales lo confirman. MOZAMBIQUE La Autoridad Administrativa CITES en Mozambique ha informado a la WIMU que no se ha realizado comercio alguno de marfil en dicho país durante los dos últimos años. Se registró una exportación de dos colmillos con un peso de 13 kg cada uno, a Italia, como trofeos de caza. Sin embargo, Sudáfrica declaró haber exportado 14 colmillos con un peso de 160 kg a EE.UU en 1984, pero no existe indicación alguna sobre cuándo fueron importados estos colmillos por Sudáfrica. NAMIBIA Namibia declaró haber exportado 247 colmillos con un peso de 1.320 kg en 1983 y 688 colmillos con un peso de 2.924 kg en 1984. Todos los colmillos, excepto tres, exportados en 1984 fueron inicialmente a Sudáfrica, pero se informa que luego se reexportaron a Portugal 48, con un peso de 211 kg. El peso medio por colmillo fue de 5.3 kg en 1983 y 4.3 kg en 1984. SUDAFRICA La estimación de la cantidad exacta de marfil sudafricano en el comercio se ve complicada por la existencia de la Unión Aduanera, lo cual significa que el marfil procedente de Botswana, Namibia y Zimbabwe pasa por Sudáfrica y su origen exacto no siempre se declara correctamente. La Autoridad Administrativa CITES en Sudáfrica declaró haber exportado 688 colmillos con un peso de 6.402 kg en 1983, cuyo origen fue manifestado como de Sudáfrica, y otros 392 colmillos con un peso de 1.933 kg de origen distinto. Sin embargo, los pafses importadores declaran una cantidad bastante mayor. Los datos de las aduanas japonesas señalan importaciones de 12.050 kg durante 1983. Una gran parte de esta cantidad fueron reexportaciones de Hong Kong y se han descontado del cálculo del total de exportaciones” sin embargo, los datos facilitados por MITI indican que se importaron 1.938 kg vía Bélgica y esta cantidad ha sido incluida aunque puede haber salido de Sudáfrica antes de 1983. Hong Kong declaró haber importado 2.195 colmillos con un peso de 12.385 kg directamente de Sudáfrica, EE.UU notificó la importación de 1.800 kg y la información del comercio señala que el Reino Unido importó como mínimo 55 colmillos con un peso de 1.039 kg. Esta informicción de kos países importadores indica que las exportaciones reales de Sudáfrica en 1983 fueron como mínimo de 17 toneladas con un peso medio por colmillo de 6 kg. Además, parece que como mínimo, Sudáfrica reexportó 20 toneladas de marfil de países vecinos pertenecientes a la Unión Aduanera. 13 Sudáfrica declara haber exportado 948 colmillos con un peso de 12,481 kg en 1984, de los cuales 8.051 kg fueron a Japón. Esta cantidad, más las reexportaciones de Hong Kong por un total de 7.519 kg de marfil sudafricano a Japón, se aproximan mucho a los 15.541 kg indicados en las estadísticas aduaneras japonesas. Hong Kong declaró haber importado 1.858 colmillos con un peso de 13.099 kg en 1984 directamente de Sudáfrica, un comerciante del Reino Unido importó 38 colmillos con un peso de 1.016 kg y las estadísicas aduaneras americanas registran 1.413 kg importados de Sudáfrica hasta Noviembre de dicho año. Esto indica un total de, como mínimo, 23.5 toneladas procedentes de Sudáfrica durante 1984, con un peso medio por colmillo estimado en 7.4 kg. Como mínimo 5 toneladas de este total fueron exportadas de Sudáfrica en 1983 pero no llegaron a Hong Kong hasta Enero de 1984. Por lo tanto, esta cantidad debería añadirse al total correspondiente a 1983, Sin embargo, no se sabe cuántas importaciones declaradas en 1983 fueron exportaciones realizadas en 1982, pero sí se supone que fueran como mínimo de 2 toneladas (que Hong Kong declaró como importadas en Enero de 1983), los totales anuales fueron de 20 toneladas en 1983 y 18 toneladas en 1984, Embarques de trofeos privados En 1983 se exportaron 63 colmillos como trofeos privados, principalmente a Europa y América del Norte. Se registraron los pesos de 37 de estos colmillos, indicando un peso medio por colmillo de 11.2 kg. en 1984, se exportaron 114 colmillos de trofeo, también principalmente a Europa y América del Norte. Se notificaron los pesos de 68 colmillos, que dieron un promedio de 9.9 kg. ZAMBIA No se dispone de datos de Zambia referentes a las exportaciones comerciales de marfil efectuadas durante 1983. Sin embargo, la información recibida de un comerciante de marfil indica que importó más de 10 toneladas de marfil a Europa procedentes de Zambia durante 1983 y 1984 y las reexportó a Japón y Hong Kong. Datos de CITES de Japón y Hong Kong registran importaciones por esta misma cantidad en 1983, notificándose que el marfil con destino a Japón fue reexportado de Bélgica y el embarcado a Hong Kong fue una importación directa de Zambia. Si se trató realmente del mismo marfil, es interesante observar que el comerciante importó 1.925 colmillos con un peso medio de 5.3 kg y Hong Kong importó 1.761 colmillos que dieron un promedio de 4,2 kg. Esto indica que los 2.803 kg importados por Japón dieron un peso medio de 17,1 kg por colmillo, y que los embarques desde Africa se dividieron en Europa, reexportándose los más pequeños a Hong Kong y los más grandes a Japón. El proyecto de informe anual del Reino Unido para CITES correspondiente al año 1983 registra importaciones por un total de 5.499 kg de Zambia, y la información del comercio señala que pueden haberse importado otros 723 kg. Hong Kong también declaró la importación de marfil zambiano desde Sudáfrica en 1983, pero este marfil salió de ese país casi con toda certeza en 1982. Por lo tanto, el total de exportaciones de Zambia durante el año 1983 puede haber sido de aproximadamente 16 toneladas y los datos de que se dispone indican un peso medio por colmillo de aproximadamente 6 kg. 14 En 1984 Zambia ofreció a la venta 1.900 kg, y los libros de permisos de exportación de Zambia indicaban exportaciones por un total de 577 colmillos con un peso de 1.816 kg (R. Martin, in litt.), que representa un peso medio por colmillo de 3,2 kg. Hong Kong declaró haber importado 47 colmillos con un peso de 673 kg y los datos de las aduanas japonesas registran una importación durante Septiembre de 1729 kg procedentes de Zambia. Sin embargo, en Octubre de 1984 se observó la importación de un embarque de aproximadamente 375 colmillos con un peso de unos 1.500 kg a Burundi vía el Lago de Tanganica. El buque utilizado por este transporte procedía, según se indicó, de Zambia, por lo que es probable que el marfil también viniera de ese país. El total de exportaciones de Zambia durante 1984 parecería haber sido de aproximadamente 4 toneladas, pero es imposible determinar la escala real del comercio ilegal. La ¡información facilitada por el Dr. Martin indica que en Zambia están almacenadas aproximadamente 12 toneladas de marfil. ZIMBABWE El Departamento de Gestion de Parques Nacionales y Fauna informa que durante el año 1983 se vendieron para exportación un total de 2.550 colmillos con un peso de 8.625 kg. De estos, 1.871 colmillos fueron a Sudáfrica, 663 a la República Federal de Alemania, y 16 a Kong Kong. El peso medio por colmillo fue de 3,38 kg y estuvieron implicados aproximadamente 1,500 elefantes. Hong Kong declaró haber importado otros 24 colmillos con un peso e 475 kg de Zimbabwe durante dicho año, pero éstos fueron exportados inicialmente en 1982. En 1984 se exportó un total de 1.786 colmillos con un peso de 9,250 kg, estando destinados 1.081 colmillos a Africa del LSur y 705 a Japón. El peso medio de los colmillos fue de 5,2 kg, que representa aproximadamente 1.051 elefantes. Debe señalarse que se ha utilizado la cifra de 1,7 colmillos por elefante en estas estimaciones de números de elefantes, ya que las operaciones de selección en Zimbabwe incluyen a elefantes muy jóvenes. Embarques de trofeos privados En 1983 Zimbabwe exportó 453 trofeos con un peso de 4.946 kg como trofeos de caza privados, principalmente a Sudáfrica, Europa y América del Norte. Esto indica que estuvieron implicados aproximadamente 241 elefantes con un peso medio por colmillo de 10.9 kg. En 1984 el número de trofeos exportados aumentó a 578 colmillos con un peso de 5.990 kg, implicando unos 307 elefantes con un peso medio por colmillo de 10,4 kg. Zimbabwe exportó aproximadamente 9 toneladas de marfil no trabajado tanto en 1983 como en 1984 para el comercio del marfil. Estas exportaciones comerciales tenfan un peso medio por colmillo muy bajo y reflejan el efecto de las operaciones de selección. Los datos correspondientes a los Embarques comerciales y los trofeos de caza indican que estuvieron implicados unos 1.741 elefantes en 1983 y aproximadamente 1.358 en 1984. Sin embargo, además del marfil exportado, Zimbabwe tiene una floreciente industria de talla de marfil que utiliza cada año de 14 a 15 toneladas de marfil, según se ha estimado (Martin, 1984). 15 Sección 2 PAISES IMPORTADORES Por las estadísticas CITES correspondientes al año 1983, resulta que hay solamente doce países que han importado más de 1 tonelada de colmillos en 1983: Hong Kong, Japón, Bélgica, República Federal de Alemania, República Popular China, India, Reino Unido, Estados Unidos de América, Francia, Taiwan, Italia y Tailandia. Por lo tanto, hemos seleccionado estos países para su ulterior examen. Debe señalarse que dichas estadísticas indican que el volumen de comercio mundial de colmillos en 1983 ascendió como mínimo a 761 toneladas, más un posible máximo de 8.440 colmillos (si ninguno de ellos se incluyó en la cantidad notificada en peso) o (suponiendo un bajo promedio de 6 kg por colmillo) 812 toneladas de colmillos. Esto no representa necesariamente la cantidad que salió de Africa durante el año, porque se han mantenido en almacén grandes cantidades, en algunos casos durante más de un año, y porque algunas exportaciones efectuadas desde Africa en 1982 es posible que no aparezcan en las estadísticas comerciales hasta 1983 cuando sean declaradas por un país importador. Sin embargo, esto significa que una importación de 1 tonelada representa sólo aproximadamente el 0.1% del volumen de comercio mundial registrado. Por lo tanto, la lista de estos países no implica ninguna significación en el comercio mundial, Al considerar las estadísticas CITES, excepto cuando se ha especificado de otro modo, se ha hecho caso omiso del comercio de recortes y trozos; cuando se registran por número, estos datos no tienen utilidad alguna para fines de vigilancia. Cuando existe la posibilidad de una superposición entre los embarques registrados por número de colmillos y los registrados por peso, se ha ignorado el registro por número para evítar un doble conteo. Por lo tanto, debe tenerse en cuenta que las estimaciones resultantes pueden ser demasiado bajas. Por constituir el mayor mercado del marfil no trabajado, Hong Kong y Japón se consideran en primer lugar, y los demás importadores principales se comentan por orden alfabético. JAPON Y HONG KONG La industria de la talla del marfil de Hong Kong y Japón es el destino de la mayor parte de la producción de marfil de Africa. El comercio entre estos dos países es intenso y en general los colmillos más grandes van de Hong Kong a Japón y los más pequeños de Japón a Hong Kong. El comercio del marfil de estos países durante 1983 fue objeto de un estudio realizado por la WIMU por cuenta del Comité Técnico de CITES en 1984, y esta sección del informe actual suplementa la información del informe anterior. Los datos de que dispuso la WIMU fueron; estadísticas de Hong Kong correspondientes a 1984, facilitadas por la Autoridad Administrativa CITES en Hong Kong; estadísticas japonesas referentes al periodo de Enero a Junio de 1984, proporcionadas por la Autoridad Administrativa CITES en Japón; y estadísticas aduaneras japonesas de colmillos de elefante, incluyendo residuos y polvo, de Enero de Diciembre de 1984. El Cuadro 1 muestra el origen de las importaciones brutas de Hong Kong de marfil no trabajado, de 1981 a 1984. Los datos comerciales para 1981-1983 se han tomado de Caldwell (1984). 16 Cuadro 1 Origen notificado de las importaciones brutas de colmillos enteros (kg) realizadas por Hong Kong en 1981-84 PAIS 1981 1982 1983 1984 A A A A A Botswana - 1185 342 4257 RCA 75982 63096 186494 65956 Congo 117882 61009 814 39291 Camerún 464 - - - Kenya 824 5864 - - Malawi - - 430 - Sudán 214187 219619 268677 25451 Somalia 14000 7468 - - Chad 8232 29411 30976 6260 Tanzanía 2240 5073 545 4871 Uganda 26740 1957 403 22389 Sudáfrica 6578 9801 15468 21596 Zambia 8195 7628 9659 3686 Zaire 8560 8921 40263 48038 Zimbabwe - 72 1465 4421 Africa (sin especi- ficar) 3340 25194 2318 2694 A BILL A A AODOS) PISE Chil 2 48010; Por el Cuadro 1 está claro que el comercio de marfil de Hong Kong sufrió un notable cambio en 1984. Las importaciones brutas disminuyeron en un 55% con respecto a su nivel de 1983, y el total fue el más bajo registrado desde que Hong Kong empezó a facilitar datos a CITES en 19/78. La mayor diferencia entre 1983 y 1984 radica en la cantidad que se declaró como importada de Sudín, que disminuyó de 269 a 25 toneladas, y refleja claramente la prohibición de Sudán sobre las exportaciones. Las importaciones procedentes de la RCA también disminuyeron en 120 toneladas y las del Chad, de 31 a 6 toneladas, lo cual puede reflejar las menores cantidades que salieron de estos países en 1984. Esta disminución también es debida parcialmente a que Bélgica estableció unas medidas de control más estrictas después de ratificar el CITES. Las importaciones brutas de Japón no muestran una reducción similar. Las estadísticas aduaneras de 1984 registran una importación de 473.782 kg, solamente 2 toneladas menos que la importación record de 475 toneladas efectuada en 1983. Grandes cantidades de marfil de la RCA y de Sudán que salieron de Bélgica a finales de 1983, fueron importadas durante Enero y Febrero y luego las importaciones disminuyeron al bajo nivel de 11,6 toneladas en Abril. Sin embargo, para Junio, el comercio parece haberse recuperado por los efectos conjuntos de la prohibición de exportar en Sudán y las medidas de control más estrictas de Bélgica, y el segundo semestre del año muestra grandes cantidades de marfil declaradas como procedentes de Burundi, Tanzanía y Uganda. Las importaciones brutas de Japón se recogen en el Cuadro 2. 17 Cuadro 2 Importaciones japonesas de colmillos de elefante, incluyendo residuos y polvo, en 1984 Taiwan 1740 kg Birmania 407 kg Sudán 60282 kg Chad 3156 kg RCA 100744 kg Congo 75799 kg Zaire 49827 kg Burundi 33118 kg Somalia 7247 kg Uganda 99320 kg Tanzanía 19932 kg Zimbabwe 4217 kg Namibia 723 kg Sudáfrica 15541 kg Zambia 1729 kg Total 473782 kg El total de importaciones realizadas por Japón y Hong Kong en conjunto (excluyendo las efectuadas entre sí) ascendieron a aproximadamente 755 toneladas en 1983 y disminuyeron a 501 toneladas en 1984. El análisis de los datos por el método utilizado anteriormente (Caldwell, 1984) indica que estuvieron implicados aproximadamente 71.619 colmillos durante 1984 y que el peso medio por colmillo fue de 7 kg. Los resultados de este análisis se ilustran en el Cuadro 3, Cuadro 3 *Importaciones de colmillos no trabajado realizadas por Hong Kong y Japón, corregidas para eliminar el doble conteo. 1981 1982 1983 1984 HK JP HK JP HK JP HK JP Peso (t) 371.3 300.6 344.6 256.2 413.7 341.2 193.7 307.1 Total 671.9 600.7 754.8 500.8 No. de colmillos 76865 21345* 77392 26411* 91978 35067* 42455 2916/ Total 98210 103803 127045 71619 Peso medio por colmillo(kg) 4.83 14.08 4.45 9.70 4.51 9.73 4.56 10.53 HK+JP conjuntamente 6.8 5.8 5.9 7.0 No. de elefantes 40886 11354 41165 14048 48829 18653 22582 155 Total HK+JP 52240 55213 67482 38095 Total mundial estimado sobre la base de 62939 66524 81303 45896 HK + JP = 83% * Estimado a base del peso medio de colmillos reexportados por Hong Kong a Japón. 18 Sin embargo, para 1984 es posible estimar el número de colmillos objeto de comercio utilizando los pesos medios por colmillo derivados de las importaciones realizadas por Japón y notificadas por MITI para los seis primeros meses del año. El total de importaciones realizadas por Japón en 1984, menos los colmillos y recortes procedentes de Hong Kong y el marfil de Birmania, ascienden a 415.502 kg. Si suponemos que el peso medio por colmillo del año fue el mismo que durante los seis primeros meses (7,72 kg), el número de colmillos importados por Japón habría sido de 53.882. Hong Kong importó solamente 85.326 kg (13.179 colmillos) que no pasaron por Japón. Así, pues, el total de importaciones en 1984 de Japón y Hong Kong conjuntamente se estima en 67.001 colmillos con un peso de 500.828 kg. Esto da un peso medio por colmillo de 7.47 kg e indica que estuvieron implicados 35.639 elefantes. Además de colmillos enteros, Hong Kong importa una considerable cantidad de recortes y trozos cortados de marfil, que ascendieron a 100 toneladas en 1983 y 125 toneladas en 1984; sin embargo, la mayor parte de este marfil fue importado de Japón y no aumenta la cantidad destinada de marfil que tuvo el Extremo Oriente como destino. Las reexportaciones de Hong Kong en 1984 ascendieron a 99 toneladas, consistiendo el grueso de esta cantidad en colmillos enteros con destino a Japón e Indica, con un peso medio de 10,5 kg y 4,5 kg, respectivamente. Los detalles se facilitan en el Cuadro 4. Japón solamente notifica reexportaciones a Hong Kong tanto en 1983 como en los seis primeros meses de 1984. Cuadro 4 Reexportaciones de marfil no trabajado notificadas por Hong Kong en 1984 Des tino Peso total Peso de los Total de los colmillos recortes China 2765 9279 12044 India 9543 - 9543 Japón 55180 2693 57873 Tailandia 1645 1491 3136 Taiwan 3516 12640 16156 EE. UU 147 70 217 Rep. Fed. de - 7 7 ' Alemania Macao - 20 20 México - 143 143 Singapur - 115 115 Total 72796 26458 99254 BELGICA Debido a sus conexiones históricas con Africa Central, Bélgica ha desempeñado desde hacer largo tiempo una función primordial como centro de tránsito para el marfil procedente de Africa en su camino hacia los principales países consumidores. Sin embargo, Bélgica no fue Parte de CITES hasta el 1 de Enero de 1984; por lo tanto, a pesar de su gran importancia, para 1983 solamente tenemos conocimiento de su comercio por informes de otros países. 19 Las exportaciones a Bélgica que figuran en los informes anuales de CITES para 1983 totalizaron 80.550 kg de colmillos, más 33 colmillos, procediendo la mayor parte (80.245 kg = 99,6%) de la RCA (República Centroafricana). Las “importaciones de colmillos desde Bélgica, notificadas por las otras Partes aquel año, ascendieron a 264.085 kg, yendo a Japón el 99,3% de esta cantidad (262.376 kg). Esto apoya el conocimiento común de que grandes cantidades habían estado almacenadas en Bélgica en años anteriores, pero también puede ser el resultado de que se exportaran grandes cantidades a Bélgica pero no fueran declaradas por el país exportador. La Autoridad Administrativa CITES en Bélgica ha facilitado información sobre su comercio de marfil no trabajado en 1984, a la Secretaría. Las importaciones en 1984 totalizaron 3.776 colmillos con un peso de 48.858 kg, más 2.123 kg de trozos cortados, todo ello directamente de países africanos. La Mayoría de los colmillos se importaron de la RCA (43.147 kg = 88%), incluyendo varias toneladas (6.847 kg) que se declararon como originarias del Zaire. Sin embargo, las reexportaciones notificadas por Bélgica en 1984 ascendieron a 6.765 colmillos, con un peso de 71.89% kg (todos destinados a Hong Kong y Japón) y 2.425 kg de trozos cortados. Estos informes indican que en 1984 Bélgica volvió a ser un reexportador neto, de más de 23 toneladas de marfil no trabajado. Las importaciones notificadas por Japón, procedentes de Bélgica, en los seis primeros meses de 1984, ascendieron a 114.317 kg de colmillos; Bélgica solamente declara haber reexportado 35.356 kg a Japón durante el año, pero la discrepancia puede ser debida en gran parte a los embarques que salieron de Bélgica en 1983 y llegaron a Japón el año siguiente. Las reexportaciones notificadas de Bélgica a Hong Kong y las importaciones declaradas de Hong Kong parecen corresponderse casi exactamente, excepto los embarques desde Bélgica que, en realidad, fueron a Japón. Por conversaciones sostenidas con comerciantes y funcionarios del Gobierno, parece que en la actualidad no es probable que queden grandes stocks de marfil en Bélgica. Registros CITES de marfil no trabajado destinado a Bélgica en 1983 Expor tador Origen Importaciones Exportaciones declaradas declaradas CF 30 colmillos CF 80245 kg colmillos DE [ZA] 205 kg colmillos GB [XX] 1 trozo de mar fil GB [XX] 50 kg de recortes de marfil TZ 100 kg colmillos ZM 3 colmillos 20 REPUBLICA POPULAR DE CHINA En los informes anuales de las Partes de CITES, solamente Hong Kong declara haber reexportado marfil no trabajado a la República Popular de China en 1983, por un total de 26.912 kg de colmillos y 6.314 kg de recortes y trozos de marfil. Además, Sudáfrica ha notificado a la WIMU la exportación a China en 1983 de 149 kg de colmillos o trozos cortados de marfil. La información facilitada por la Autoridad Administrativa de CITES en Hong Kong indica que en 1984 Hong Kong reexportó 124 colmillos con un peso de 2.765 kg a China y 9.279 kg de trozos cortados y recortes. Estos son los únicos datos de que se dispone sobre las exportaciones comerciales a China en 1984, Registros CITES de marfil no trabajado destinado a China en 1983 Exporta- Origen Importaciones Expor taciones ciones declaradas declaradas HK [B1] 20 kg de trozos de marfil HK [CF] 212 kg de trozos de marfil HK [CF] 22876 kg colmillos HK [CG] 332 kg de trozos de mar fil HK [CG] 39 kg colmillos HK [SD] 1061 kg de trozos de marfil HK [SD] 2420 kg de recortes de marfil HK [SD] 2007 kg colmillos HK [ZR] 2269 kg de trozos de marfil HK [ZR] 1990 kg colmillos Reexportaciones de Hong Kong de colmillos enteros a China en 1984 Origen Cantidad Peso RCA 73 1841.9 RCA 45 906.3 RCA 2 7.5 Congo 4 9 Total 124 2764.7 21 FRANCIA Las estadísticas del informe anual de CITES indican que Francia importó como mínimo 9 colmillos y 5.774 kg de colmillos en 1983, de los cuales como mínimo 5 colmillos y 4.440 kg procedían directamente de países africanos, y que solamente 27 colmillos más 40 kg fueron reexportados desde Francia aquel año. No existe indicación alguna del nivel de comercio francés en marfil no trabajado en 1984. Hay que señalar que existen dos distribuidores de marfil principales con base en Francia. Sin embargo, gran parte del marfil con el que tratan no entra en Francia si no que atraviesa ese país en tránsito o se expide vía Bélgica a Hong Kong y Japón. Registros CITES de marfil no trabajado destinado a Francia en 1983 Exporta- Origen Importaciones Exportaciones dores declaradas declaradas AO 1 colmillo AT 77 kg colmillos BW 128 kg colmillos CF 1705 kg colmillos 446 kg colmillos CG 938 colmillos CG 225 kg colmillos CI 254 kg colmillos CM 2 colmillos CM 440 kg colmillos 194 kg colmillos DE [SD] 4 colmillos DE [ZM] 36 kg colmillos GA 131 kg colmillos GB [BW] 8 kg trozos de marfil GB [BW] 37 kg colmillos GB [CF] 2 kg trozos de marfil GB [CF] 967 kg colmillos (probable error) GB [TZ] 4 kg trozos de marfil GB [TZ] 5 kg colmillos GB [XX] 1144 kg colmillos GB [ZM] 48 trozos de marfil GB [ZM] 1 kg de trozos de marfil GB [ZM] 976 kg colmillos IT [XX] 27 kg colmillos NG 15 kg colmillos SD 250 kg colmillos TG 2 colmillos 4 colmillos TN [ CM] 74 kg colmillos TZ 867 kg colmillos 520 kg colmillos XX [GB] 77 kg colmillos ZW 351 kg colmillos 22 REPUBLICA FEDERAL DE ALEMANIA Las estadísticas del informe anual CITES indican que la República Federal de Alemania fue el 1,002 colmillos en cantidad registrada incluyendo 7.463 kg Federal de Alemania de marfil, Se dispone de pocos datos sobre las importaciones de 1984. que en destino 1983. de, como mínimo, 33.059 kg de colmillos, más Los 1.002 colmillos más 24.472 kg (74% de la en peso) procedieron directamente de países africanos, (23% del total) de procedencia del Sudán. también importa una gran cantidad de recortes y trozos 1983 ascendieron a 1,532 kg como mínimo, casi todo procedente del Reino Unido. La República El gobierno de Hong Kong declara una exportación a la República Federal de Alemania de 7 kg de recortes y trozos de marfil; Sudáfrica exportó 6 colmillos enteros de trofeo, y un comerciante del Reino Unido ha informado a la WTMU que expor tó 1.771 kg de colmillos y 2.423 kg de recortes a Alemania. Exportadores Origen Importaciones declarados CM FR FR FR GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB GB HK HK JP NL SD Registros CITES de marfil no trabajado destinado a la República Federal de Alemania en 1983 [SD] [SD] [TG] [CF ] [CF] [CM] [NA] [NA] [NA] [NA] [TZ] [TZ] [TZ] [TZ ] [XX] [XX] [ZA] [ZA] [ZA] [ZA] [ZM] [ZM] [ZM] [2M] [2H] [ZW] [CF] [SD] [XX] [TD] 40 kg 40 kg 176 kg 490 kg 415 kg 3199 kg 423 kg 200 kg 3016 kg 2046 kg 216 tr 110 kg 7463 kg 216 tr 529 kg 13044 kg 3033 kg colmillos colmillos colmillos recortes marfil recortes marfil colmillos recortes marfil recortes marfil colmillos colmillos ozos de marfil colmillos colmillos ozos de marfil colmillos colmillos colmillos 23 Exportaciones declarados 2 892 colmillos colmillos kg trozos de kg colmillos kg colmillos marfil trozos de marfil kg trozos de marfil kg recortes de marfil kg colmillos trozos de marfil kg trozos de mar fil kg recortes marfil kg colmillos trozo de marfil kg colmillos trozos de marfil kg trozos de kg colmillos mar fil trozos de marfil kg trozos de kg colmillos colmillos kg colmillos kg colmillos kg trozos de colmillos kg colmillos marfil marfil INDIA Las estadísticas del informe anual CITES para 1983 indican que India fue el destino de, como mínimo, 14.332 kg de colmillos de marfil aquel año (ver más abajo). Solamente 82 kg de esta cantidad (0,6%) procedieron directamente de fuentes africanas. India es un centro de talla de marfil y el segundo exportador neto mundial de tallas de marfil. En 1983 exportó como mínimo 12.582 kg de marfil trabajado, según las estadísticas del informe anual CITES, cantidad que tiene el mismo orden de magnitud que en los dos años anteriores y puede indicar el nivel de futura demanda de material no trabajado. Las fuentes de colmillos de India en 1983 fueron Hong Kong y el Reino Unido. en 1984, Hong Kong exportó 2.108 colmillos, con un peso de 9.543 kg, a India, y un distribuidor principal del Reino Unido reexportó 1.555 kg, que es probable que constituya el grueso procedente de este país. Por lo tanto, el suministro total conocido de marfil no trabajado a India en 1984 fue, como mínimo, de 11,098 kg de colmillos. Registros CITES de marfil no trabajado destinado a India en 1983 Exporta- Origen Importaciones Exportaciones dores declaradas declaradas DE [TZ] 500 kg de colmillos 138 kg de colmillos GB [ CM] 94 kg de colmillos GB [TZ] 591 kg de colmillos 1241 kg de colmillos GB [ZM] 682 kg de colmillos 1170 kg de colmillos GB [ZW] 228 kg de colmillos 734 kg de colmillos HK [CF] 2268 kg de colmillos 6517 kg de colmillos HK [CG] 1422 kg de colmillos 1217 kg de colmillos HK [SD] 1165 kg de colmillos 434 kg de colmillos HK [SO] 685 kg de colmillos 1232 kg de colmillos HK [TD] 404 kg de colmillos 1004 kg de colmillos HK [ZR] 107 kg de colmillos TZ 82 kg de colmillos 24 ITALIA Las estadísticas del informe anual Cites indican que Italia importó como mínimo 11 colmillos más 4.240 kg de colmillos en 1983, los 11 de colmillos y los 4.086 kg fueron importados directamente de países africanos. Una pequeña cantidad de marfil no trabajado (6 colmillos más 27 kg) fue rexportada en 1983. Es probable que el marfil se utilice en su mayor parte en el interior del país, e Italia es uno de los principales importadores mundiales de marfil trabajado. No tenemos estadísticas referentes al volumen italiano de comercio de marfil no trabajado en 1984, y no figura como país de destino en los datos facilitados por Hong Kong y Japón. Registros CITES de marfil no trabajado destinado a Italia en 1983 Exportador Origen Impor taciones Exportaciones declaradas declaradas CF 77 kg colmillos 1287 kg colmillos CG 67 kg colmillos CI 3 kg colmillos CM 4 colmillos CM 157 kg colmillos EG [Xx] 2 kg colmillos ET 11 kg colmillos GB [ZA] 96 trozos de marfil GB [ZM] 384 trozos de marfil GH 15 kg colmillos GQ 1 colmillo HK [MZ] 15 kg colmillos HK [ZA] 99 kg colmillos LR 2 kg colmillos MW 1 kg colmillo NG 4 colmillos NG 14 kg colmillos SA [Xx] 9 kg colmillos SD 4 colmillos SN 1 kg colmillo TH [XX] 1 kg colmillo TZ 118 kg colmillos 1347 kg colmillos ZA 1222 kg colmillos , ZM 4 colmillos ZM 2 kg colmillos ZN 2 colmillos 25 TA IWAN Las estadísticas aduaneras publicadas de Taiwan (ver más abajo) indican que en 1983 Taiwan importó 15.543 kg de marfil no trabajado y 9.678 kg desde Enero hasta Julio de 1984. Las fuentes en 1984 no figuran registradas pero en 1983 las fuentes principales registradas fueron: Congo, República Centroafricana, Japón y Sudáfrica, en este orden. Las importaciones registradas procedentes de Japón se comparan bien con la reexportación de Japón notificada por CITES de 2.955 kg de recortes de marfil a Taiwan. Sin embargo, las importaciones declaradas por Hong Kong no son comparables en absoluto con los datos de dicho país. Las estadísticas CITES de Hong Kong para 1983 registran 4.517 kg de colmillos y 8.581 kg de trozos de marfil exportados a Taiwan en 1983 y 3.516 kg de colmillos enteros más 12,640 kg de trozos cortados y recortes en 1984, Con respecto a 1983, existe una discrepancia entre los informes de los dos países, de 12.516 kg. Parte de esta diferencia puede ser debida a embarques en tránsito en Taiwan. Sin embargo, es probable que una gran cantidad de lo que declara Hong Kong aparezca en las estadísticas de Taiwan por países de origen. Apoyando esta idea, las cifras del marfil procedente de Tanzanía concuerdan exactamente (ver tablas más abajo). Por el contrario, algunos orígenes notificados por Hong Kong no aparecen en absoluto en las cifras de importación de Taiwan, pudiendo considerarse por tanto que subestima el volumen de su comercio. Además, las estadísticas CITES para 1983 parecen subestimar las importaciones de Taiwan en aproximadamente 10 toneladas. Si Taiwan no declaró las importaciones de Hong Kong por países de origen, puede haber importado casi 29 toneladas de marfil no trabajado en 1983, Los datos correspondientes a 1984 son insuficientes. Importaciones de Taiwan de marfil mo trabajado 1983 1984 (Enero a Julio) Fuen te Peso Valor Peso Valor (kg) (NT91000) (kg) (NT$1000) RCA 4169 5859 Congo 5352 7184 Hong Kong 684 689 Costa de Marfil 104 139 Japon 2492 2217 Sudáfrica 1662 2222 Sudán 51 71 Tanzanía 500 695 EE, UU 29 50 Uganda 500 683 Total 15543 19809 9678 12339 Fuente: Departamento de Estadística, Inspección General de Aduanas, Taipei. 26 Exportaciones de colmillos de Hong Kong a Taiwan 1983 Origen RCA Congo Kenya Tanzanía Sudáfrica Zaire Total Peso(kg) 963 2490 58 500 435 71 4517 Ori gen RCA Sudan Zaire Total 1984 Peso(kg) 2853 163 500 3516 Registros CITES de marfil no trabajado destinado a Taiwan en 1983 Exportador Origen HK [CF] HK [CF] HK [CG] HK [CG] HK [KE] HK [TD] HK [TZ] HK [XF] HK [ZA] HK [ZA] HK [ZR] JP [KE] JP [xx] Importaciones declaradas 27 Expor taciones declaradas trozos de marfil colmillos trozos de marfil colmillos colmillos trozos de marfil colmillos trozos de marfil trozos de marfil colmillos colmillos recortes de marfil recortes de marfil TAILANDIA Las Estadísticas de Comercio Exterior más recientes de Tailandia (ver más abajo) registran una importación total de 5.355 kg de marfil no trabajar, de Enero a Noviembre de 1983, procedente de Sudán en un 59% (3.146 kg). Las siguientes fuentes más importantes registradas fueron Zaire y Hong Kong. Las importaciones de Tailandia en 1983 representan un aumento sobre el total de 1982, que fue de 3.921 kg para todo el año (69%) procedente de Sudán. Las únicas estadísticas CITES para 1983 referentes a Tailandia son de 113 kg de trozos de marfil declaradas como reexportaciones efectuadas por la República Federal de Alemania (que concuerda con los datos de Tailandia) y 2.875 kg de colmillos y 2.276 kg de trozos de marfil reexportados por Hong Kong. Esta última cantidad es muy superior a la que indican los datos de Tailandia. La discrepancia no puede explicarse suponiendo que Tailandia declarara los países de origen de las importaciones procedentes de Hong Kong, aunque la cantidad que se indica como originaria de Sudán (ver más abajo) podría haberse incluido en el registro de Tailandia de mar fil sudanés. En 1984 Hong Kong declaró haber exportado 70 colmillos con un peso total de 1.645 kg y 1.491 kg de trozos cortados y recortes a Tailandia. En base a estos datos, si los registros de Tailandia y Hong Kong no se superponen, Tailandia parece haber importado como mínimo 9.833 kg de marfil no trabajado en 1983. Los datos correspondientes a 1984 son insuficientes. Importaciones de marfil sin trabajar realizados por Tailandia 1982 1983 (Enero a Noviembre) Fuente Peso Valor Peso Valor (kg) (Baht) (kg) (Baht) Burma 103 75700 44 40450 RCA 42 9098 Rep. Fed. de Alemania 112 4941 Hong Kong 112 145850 673 687497 México 654 180686 Namibia 112 147554 Burundi 128 175532 Congo 203 264960 Sudáfrica 304 385174 Sudán 2721 1323029 3146 1252637 Suecia 115 25423 Zaire 807 871594 Total 3921 2165757 5355 3424368 Fuente: Foreign Trade Statistics of Tailandia, Department of Customs, Bangkok 28 Exportaciones de colmillos de Hong Kong a Tailandia RCA Sudán Chad Total Registros del CITES de marfil no trabajado destinado a Tailandia en 1983 Expor tador Origen DE [XX] BK [CF] HK [CF] HBK [SD] HK [SD] HK [TD] 1983 Origen Peso (kg) 990.84 1395.3 488.85 2874.99 Impor taciones declaradas 29 1984 Origen Peso (kg) 914.42 486.2 244.22 1644.84 Exportaciones declaradas 113 kg trozos de marfil 152 kg trozos de marfil 991 kg colmillos 2124 kg trozos de marfil 139 kg colmillos 489 kg colmillos REINO UNIDO DE GRAN BRETAÑA E IRLANDA DEL NORTE La información facilitada por la Autoridad Administrativa CITES en el Reino Unido indica que las importaciones comerciales de marfil no trabajado totalizaron 10.557 kg de colmillos más 1.509 colmillos en 1983 y 10.185 kg más 600 colmillos más 7 trozos en 1984. (Los informes de "trozos" no se tuvieron en cuenta en los datos de 1983 por ser de carácter incierto). Los informes de CITES de las Partes exportadoras subestiman el comercio con el Reino Unido. Sin embargo, un comerciante principal del Reino Unido ha informado a la WTMU que sus importaciones de colmillos en 1983 totalizaron 13.388 kg (más 203 kg de recortes). 11.555 kg de esta cantidad procedieron directamente de países africanos. En 1984 el mismo comerciante importó 9.924 kg de colmillos (más 440 kg de recortes), de los cuales 1.321 kg procedieron de la República Federal de Alemania y 760 kg, de Bélgica; el resto (7.844 kg) vinieron directamente de países africanos. El Reino Unido también reexporta marfil no trabajado y, según las estadísticas CITES, reexportó como mínimo 13.123 kg de colmillos más 1,006 colmillos en 1983, lo cual hizo que fuera un exportador neto aquel año. Un comerciante del Reino Unido reexport6 9.343 kg (excluyendo los recortes) en 1984, y esta cantidad es probable que constituya el grueso de las reexportaciones del Reino Unido efectuadas aquel año. Importaciones de 1983 al Reino Unido de marfil no trabajado para fines comerciales Origen En consignación Volumen Botswana Sudáfrica 15 kg Botswana Sudáfrica 444 kg RCA Bél gica 227 kg RCA Bél gica 617 kg RCA Bél gica 746 kg Malawi Malawi 2 colmillos Ni geria Nigeria 1 colmillo Sudáfrica Sudáfrica 388 kg Sudáfrica Sudáfrica 500 kg Tanzanía Tanzanía 260 kg Tanzanía Tanzanía 271 kg Tanzanía Tanzanía 390 kg Tanzanía Tanzanía 500 kg Zaire Zaire 5 colmillos Zambia Zambia 2705 kg Zambia Zambia 2794 kg Zimbabwe Sudáfrica 1500 colmillos Desconocido Suecia 1 colmillo Total 10557 kg 1509 colmillos Importaciones de 1984 al Reino Unido de colmillos para fines comerciales Origen En consignación Volumen Sudáfrica Sudáfrica 440 kg Sudáfrica Sudáfrica 2250 kg Tanzanía Tanzanía 5000 kg Tanzanía Tanzanía 600 colmillos Uganda Uganda 7 pieces Zambia India 15 kg Zimbabwe Sudáfrica 1000 kg Zimbabwe Sudáfrica 1480 kg Total 10185 kg 600 colmillos 7 pieces 30 Registros CITES de marfil no trabajado destinado al Reino Unido en 1983 Exportador Origen Importaciones Exportaciones declaradas declaradas AE [XX] 1 colmillo AO 5 trozos de marfil AT [Xx] 8 trozos de marfil BE [CF] 1590 kg colmillos BE [XX] 1 trozo de marfil BW 8 trozos de marfil BW 518 kg trozos de marfil BW 700 kg colmillos CA [ZA] 43 trozos de marfil CG 2 colmillos CI 6 trozos de marfil CM 6 trozos de marfil CN [Xx] 95 trozos de marfil DE [XX] 44 trozos de marfil ES [XxX] 4 trozos de marfil FR [SL] 1 colmillo FR [Xx] 37 trozos de marfil FR [Xx] 1 colmillo GI [XX] 1 trozo de marfil HK [XX] 72786 trozos de marfil HK [XX] 3 kg trozos de marfil HK [ZA] 2622 trozos de marfil IN [XxX] 925 trozos de marfil IN [Xx] 20 kg trozos de marfil IN [Xx] 2 colmillos IT [NG] 2 colmillos JP [Xx] 7 trozos de marfil KE 4 trozos de marfil KE [TZ] 2 trozos de marfil KE [UG] 20 trozos de marfil MC [Xx] 4 trozos de marfil MO [XX] 2 trozos de marfil MY 86 trozos de marfil MW 2 colmillos NG 20 trozos de marfil NG 19 colmillo NG [XX] 3 colmillos NZ [Xx] 2 trozos de marfil SD 53 trozos de marfil SE [Xx] 1 colmillo sG [XX] 34 trozos de marfil TH [SD] 6460 trozos de marfil TH [Xx] 1975 trozos de marfil TZ 152 trozos de marfil TZ 1 kg trozo de marfil TZ 4 colmillos TZ 1421 kg colmillos 670 kg colmillos US [Xx] 8 trozos de marfil Us [xx] 1 colmillo US [ZA] 1 colmillo XX 8 kg trozos de marfil XX 56 colmillos ZA 30 trozos de marfil ZA 812 kg trozos de marfil 31 Registros CITES de marfil no trabajado destinado al Reino Unido en 1983 (cont.) Exportador Origen Impor taciones Expor taciones declaradas declaradas ZA 4 colmillos ZA 888 kg colmillos ZA [BW] 459 kg colmillos ZA [NA] 150 kg trozos de marfil ZA [XX] 2 colmillos ZA [ZW] 570 kg trozos de marfil ZA [ZW] 1500 colmillos ZA [ZW] 1 colmillo ZM 20 trozos de marfil ZM 4 colmillos 101 colmillos ZM 5499 kg colmillos ZR 96 trozos de marfil ZR 7 colmillos ZW 60 trozos de marfil ZN 7 colmillos ZN [XX] 1 colmillo 32 ESTADOS UNIDOS DE AMERICA Las estadísticas del informe anual de CITES indican que en 1983 EE.UU importó como mínimo 5.990 colmillos de marfil más 7.39 kg de colmillos. De este total, 653 colmillos más 6.179 kg de colmillos procedieron directamente de países africanos, viniendo el gruso de Sudáfrica, Zaire, Tanzanía y RCA. Las estadísticas aduaneras americanas correspondientes a Enero-Noviembre de 1984 registran una importación total de 7.551 kg de marfil no trabajado, incluyendo 7.258 kg (96%) procedente de países africanos. En mucho, la mayor proporción de esta cantidad está registrada como procedente de Zaire (5.560 kg = 74% del total), que todavía prohibe las exportaciones comerciales. Los datos sobre exportaciones facilitados por el gobierno de Sudífrica están aproximadamente de acuerdo con los registrados por las aduanas de EE.UU. Registros CITES de marfil no trabajado destinado a EE.UU en 1983 Exportador Ori gen Impor taciones Exportaciones declaradas declaradas AO 8 colmillos BE [ZR] 263 lbs colmillos BW 50 colmillos BW 315 kg colmillos BW [ZA] 375 lbs colmillos CA 2 colmillos 3 colmillos CA [KE ] 5 colmillo CF 1095 kg colmillos 103 kg colmillos CG 1 colmillo CH [XX] 2 colmillos CI [XX] 8 colmillos CM 4 colmillos CM 10 kg colmillos DE [ZM] 2 colmillos FR [CF] 2 colmillos FR [SD] 4 colmillos FR [XX] 9 colmillos GA 3 colmillos GB [BW] 139 kg colmillos GB [BW] 306 lbs colmillos GB [CF] 67 kg colmillos GB [CF] 149 lbs colmillos , GB [MW] 2 colmillos GB [TZ] 28 lbs colmillos 28 lbs colmillos GB [xx] 139 kg trozos de marfil GB [XX] 2 colmillos GB [ZA] 48 trozos de marfil GB [ZA] 175 lbs trozos de marfil GB [ZA] 175 lbs colmillos HK [CF] 8 colmillos HK [CF] 26 kg colmillos HK [KE] 32 kg trozos de marfil HK [KE] 1 colmillo HK [KE] 37 kg colmillos HK [KE ] 30 lbs colmillos HK [MZ] 1 kg colmillo HK [MZ ] 2 lbs colmillos 33 Registros CITES de marfil no trabajado destinado a EE.UU en 1983 (cont. ) Exportador Origen HK [ZA] HK [ZM] HK [ZM] HK [ZR] HK [ZR] HK [ZR] LR MA [Xx] MW MX [KE] NA NG NG [xx] NO [Xx] SA [ZA] SA [ZM] SD TH [xx] TZ TZ TZ Us [ZR] XX XX [CF] XX [NG] XX [TZ] XX [ZM] XX [zM] ZA ZA ZA ZA [ZW] ZA [ZW] ZA [ZW] ZM ZR ZR ZM ZW Impor taciones declaradas 5 colmillos 2 colmillos 9 kg colmillos 4938 colmillos 2 kg colmillos 1445 lbs colmillos 2 colmillos 2 colmillos 2 colmillos 2 colmillos 2 colmillos 6 colmillos 2 colmillos 6 kg colmillos 4 colmillos 22 colmillos 1 colmillo 14 colmillos 293 kg colmillos 298 lbs colmillos 340 colmillos 10 colmillos 103 kg colmillos 2 colmillos 2 colmillos 1 colmillo 26 kg colmillos 50 colmillos 11 kg colmillos 1789 kg colmillos 3 colmillos 1000 kg colmillos 31 lbs colmillos 81 lbs colmillos 314 colmillos 946 lbs colmillos 178 colmillos 70 kg colmillos 34 Expor taciones erecta 4 colmillos 1239 kg colmillos ANAL 1S IS Recientes cambios en el comercio La complejidad del comercio del marfil hace que la estimación de la producción total de marfil en Africa resulte muy difícil de determinar. Ha resultado evidente durante la preparación del presente informe, que todo estudio basado en datos facilitados por los países importadores no reflejará necesariamente la situación actual con respecto a las exportaciones realizadas desde Africa. Además, debe recordarse que la cantidad de marfil no trabajado exportado no constituye de por “sí una medida absoluta del número de elefantes sacrificados. Varios países africanos poseen industrias de talla que utilizan marfil obtenido en la localidad. El presente estudio se limitó al comercio realizado en 1983 y 1984 por lo que se disponía de pocos datos de países africanos que se relacionaran con años anteriores. Por la evidencia disponible parece que aproximadamente 644 toneladas de marfil salieron de Africa en 1983, y alrededor de 357 toneladas en 1984 (ver Cuadro 5). Esta última cifra está quizá 50 toneladas o más por debajo de la cifra real de 1984 ya que no se ha tenido en cuenta el marfil que salió de Burundi hacia finales de año y que todavía no ha aparecido en las estadísticas comerciales del país importador. Por lo tanto, es más probable que las exportaciones reales de Africa en 1984 hayan sido entre 410 y 450 toneladas. Es posible que en todo lo que antecede las cifras para las exportaciones de 1983 sean sobreestimaciones, ya que parte del marfil que salió de Africa en 1982 es posible que no haya sido descontado. Entre Japón y Hong Kong importaron 755 toneladas en 1983 y 501 toneladas en 1984, y otros países importadores habrían representado quizá hasta 100 toneladas cada año. Por lo tanto, durante este período de dos años resulta una discrepancia de aproximadamente 450 toneladas entre las exportaciones y las importaciones. Una posible explicación de esta diferencia es que cantidades muy grandes de marfil salieron de Africa en 1981 y 1982 y se mantuvieron almacenadas, probablemente en Bélgica, antes de llegar a sus mercados finales. Parece que ha sido así con respecto a las exportaciones de la República Centroafricana - se declararon exportaciones por un total de más de 200 toneladas en 1982, pero solamente la mitad de esta cantidad apareció en las cifras de importación - y parece probable que se produjera una situación similar con respecto al marfil que salió de Sudán y Burundi. Esto implica que en 1982 salieron de Africa bastante más de 1,000 toneladas de marfil no trabajado. 35 Cuadro 5 Peso estimado (en toneladas) de marfil no trabajado exportado desde Africa en 1983 - 1984 País 1983 1984 Chad 31 4.5 RCA 101 42 Congo 14 21 Zaire 270 195 Sudán 150 23 Somalia Y = Kenya 1 a Tanzanía 10 32 Zambia 16 4 Malawi 0.5 = Zimbabwe 9 10 Botswana Zi) . 4 Uganda 11 = Namibia 1 3 Sudáfrica 20 18 Total 644 356.5 Dos acontecimientos hicieron que el comercio del marfil sufriera un cambio entre 1983 y 1984. Tales acontecimientos fueron la prohibición de las exportaciones de marfil no trabajado introducida en Sudán, y el establecimiento de medidas de control más estrictas por parte de Bélgica después de que este país ratificara CITES. La prohibición de exportar parece haber sido eficaz y el poco marfil que salió de Sudín en 1984 fue vendido para la exportación durante 1983, La prohibición afectó sensiblemente las importaciones de Hong Kong porque Sudán había sido anteriormente el principal proveedor de dicho país. Una de las diferencias existentes entre las políticas de importación de Japón y Hong Kong era que la legislación japonesa permitía la importación de marfil únicamente a base de un certificado del país de origen, mientras que Hong Kong exige un certificado de exportación o reexportación CITES. Por lo tanto, habiendo cerrado Sudán las exportaciones y al intentar la República Centroafricana reducir el nivel de exportaciones, el principal canal para el marfil adquirido ilegalmente pasó a ser de nuevo Burundi. Era posible expedir marfil de Burundi a Japón pero no directamente a Hong Kong, lo cual explica por qué las exportaciones de Japón no muestran ninguna diferencia de cantidad entre 1983 y 1984 pero las importaciones de Hong Kong disminuyeron en un 55%. El efecto del cambio de situación en Bélgica es menos fácil de determinar pero parece que los grandes stocks de marfil se redujeron durante 1983 y 1984, apareciendo Bélgica como un rexportador neto en 1984. Como resultado de estos cambios en Bélgica el comercio necesitó un nuevo puerto de tránsito fuera de Africa. La mayor parte del marfil que salió de Burundi parece haber ido primeramente a Singapur y el marfil procedente de Tanzanía parece que se ha encaminado a través de Dubai. Por lo tanto, en general, los comerciantes de Hong Kong se han visto afectados más seriamente que los de Japón, y las importaciones procedentes del Japón constituyeron casi el 66% del total de importaciones efectuadas por Hong Kong de colmillos no trabajado en 1984. 36 Peso medio de los colmillos La medición del peso medio de los colmillos del comercio facilita una base para calcular el efecto que tiene el comercio sobre las poblaciones de elefantes e indica las clases de edad y tamaño de los elefante que se sacrifican. si embargo, la estimación del peso medio de los colmillos partiendo de datos del comercio resulta difícil tanto por la escasez de datos disponibles como por el carácter complicado del propio comercio. Desgraciadamente, el peso medio de los colmillos no puede calcularse de modo fiable utilizando los datos facilitados por los países exportadores de Africa porque en el pasado estos han sido demasiado pocos y la falsificación de permisos ha permitido que se realizaran exportaciones mucho mayores que las registradas por las pertinentes Autoridades Administrativas CITES (ver sección sobre el Congo). Dada la importancia de Bélgica como puerto de tránsito para el comercio entre Africa y Extremo Oriente, y cuando se ha efectuado la selección de los embarques, el peso medio de los colmillos importados y reexportados merece ciertamente tomarse en consideración. Estos se indican en las Cuadros 6 y 7. Sin embargo, gran parte del comercio ilegal dejó de pasar por Bélgica en 1984, por lo que los datos de importación no serán representativos del patrón de los años anteriores. Las reexportaciones de Bélgica en 1984 proporcionan una muestra mayor que sus importaciones, pero el peso medio de los colmillos se ve afectado por las importaciones de los años anteriores. Cuadro 6 Peso medio de los colmillos en base a las importaciones realizadas por Bélgica en 1984 País de Número de Peso de los Peso medio Ori gen colmillos colmillos (kg) por colmillo (kg) Botswana 6 71 11.83 RCA 2316 36660 15.82 Sudan 281 1872 6.66 Chad 579 2489 4.29 Tanzanía 129 1279 9.91 Zaire 426 6487 15.22 DS a A A A A Total 3137 48858 13.07 37 Cuadro 7 Peso medio de los colmillos en base a las reexportaciones realizadas desde Bélgica en 1 País de Número de Peso de los Peso medio Ori gen colmillos colmillos (kg) por colmillo Pi =_ (kg) Botswana 6 71 11.83 RCA 2416 38399 15.89 Sudán 3248 23028 7.08 Chad 579 2539 4.38 Tanzanía 68 595 8.75 Zaire 426 6412 15.05 Sudáfrica 22 850 38.63 Total 6765 71894 10.62 Es bien sabido que el tamaño de los colmillos que Hong Kong reexporta a Japón es más grande que el tamaño medio de los que importa y asimismo que Japón rTeexporta sus colmillos pequeños a Hong Kong. Además, los envíos de marfil pueden clasificarse en Colmillos más grandes y más pequeños en Europa antes de reexportarlos a Extremo Oriente. Por lo tanto, el análisis del peso medio de los colmillos importados por cualquiera de los principales importadores, por sí solo, condicionará en gran manera el resultado. En los informes anuales de Japón a CITES para 1982 y 1983 solamente se declaró el peso del marfil importado y no el número de colmillos implicados. Así, pues, en anteriores estudios del comercio, realizados por la WIMU (WIMU, 1983; Caldwell, 1984), el peso medio de los colmillos importados por Japón se ha estimado suponiendo que sería equivalente al peso medio de los colmillos reexportados a Japón por Hong Kong. Sin embargo, esta situación ofreció un peso medio inferior que el indicado por Parker y Martin (1983), que basaron su estimación de las importaciones de Japón en la información facilitada por los comerciantes japoneses. Si tratamos los datos de 1984 de Hong Kong tal como se indica arriba, el peso medio de las importaciones de Hong Kong menos las rTeexportaciones a Japón resulta ser de 4,6 kg y las reexportaciones a Japón de 10,5 kg. , Sin embargo, MITI ha facilitado, por primera vez, cantidad de colmillos así como el peso de las importaciones de Japón durante los seis primeros meses de 1984, y por ellos resulta posible estimar el peso medio de las importaciones de Japón con mayor precisión. Por lo tanto, para obtener el peso medio por colmillo, se utilizaron los datos de importación de Japón para los seis primeros meses de 1984 y los datos de importación de Hong Kong para el mismo período, y se descontó el comercio entre ambos países. Se considera que todavía existen sesgos causados por la clasificación en el punto de exportación o reexportación pero, como las importaciones conjuntas de Japón y Hong Kong abarcan la gama completa de pesos de colmillos y representan aproximadamente el 90% del marfil que sale de Africa, tal sesgo sería despreciable. Como gran parte del marfil importado por Japón y Hong Kong procede de Bélgica e incluye colmillos de elefantes que murieron algunos años antes, el peso medio total por colmillo no refleja necesariamente el estado actual de la poblaciones silvestres. Cuadro 8 Peso medio de los colmillos basado en las importaciones de Japón y Hong Kong País de Número de Peso de Peso medio Origen colmillos colmillos (kg) por colmillo (kg) Botswana 345 3208.30 9.29 RCA 9008 68824.30 7.64 Congo 4758 30519.20 6.41 Sudán 3882 26256 .90 6.76 Chad 447 1533 3.42 Tanzanía 30 167.5 5.58 Somalia 1170 7500 6.41 Sudáfrica 2258 19724.20 8.73 Zaire 3618 32135.15 8.88 Zimbabwe 1831 6681.65 3.64 Total 27347 196550.20 7.18 Las importaciones de Japón en los seis primeros meses, aparte de las rf ocedentes de Hong Kong, ascendieron a 20.678 colmillos con un peso de 159.833 kg, que da un peso medio de 7,7 kg. Esta cifra es mucho más baja que la estimada para Japón en el pasado. Las importaciones de Hong Kong durante el mismo período, excluyendo las procedentes de Japón, representaron 6.669 colmillos con un peso de 36.717 kg, siendo el promedio de 5,5 kg por colmillo. En el Cuadro 8 se facilitan los pesos medios de los colmillos de Japón y Hong Kong conjuntamente. Por lo tanto, el peso medio por colmillo, estimado por la información facilitada por Japón y Hong Kong, es de aproximadamente 7,2 kg. No obstante, debido a la falta de información sobre los colmillos importados por Japón en el segundo semestre de 1984, especialmente los declarados como procedentes de Uganda, no existen garantías de que esta cifra sea correcta para todo el año. Debe señalarse que, como esta cifra se calculó mediante una técnica distinta a la utilizada en informes anteriores (WIMU, 1983, Caldwell, 1984) no puede compararse directamente con las estimaciones de años anteriores. Si el peso medio por colmillo del comercio correspondiente a los seis primeros meses de Japón se aplica a sus importaciones (en base a los datos de las aduanas) durante todo el año, el peso medio general para Japón y Hong Kong aumenta a 7,47 kg. Sin embargo, la producción de esta cifra introduce una mayor incertidumbre por el supuesto del peso medio constante y recomendamos el uso de 7,2 kg (ver Anexo más abajo). Permisos La falsificación de documentos es una práctica común en el comercio del mar fil dentro de algunos países africanos y los archivos de la Secretaría de CITES contienen muchos ejemplos de permisos que han sido puestos en duda, especialmente por la Autoridad Administrativa de Hong Kong. Es ta falsificación a menudo oculta el verdadero origen del marfil objeto de comercio y, tal como se ha indicado anteriormente, dificulta seriamente la estimación de un peso medio realista. Además, priva a los países africanos de los ingresos completos por exportación de marfil. Durante el año 1984 las autoridades tanto de la República Centroafricana como del Congo actuaron contra los comerciantes que participaron en tales actividades. 39 REFERENCIAS Barzdo, Jonathan. 1984: The Worked Ivory Trade. Traffic Bulletin Vol. VI, No. 2. Caldwell, J.R. 1984: Recent Developments in the Raw Ivory Trade of Hong Kong and Japan. Traffic Bulletin Vol. VI, No. 2. Froment, J-M. 1984: L'exploitation des Eléphants, Aménagement de la Faune République Centrafricaine, FAO reporte CAF/78/006. Martin, E. 1984: Zimbabwe's Ivory Carving Industry, Traffic Bulletin Vol. VI, No. 2. Martin, R. 1985: Establishment of African Ivory Export Quotas and Associated Control Procedures, Reporte preparado para la Secretaría CITES, No publicado. Parker, 1.S.C. and Martin, E. 1982: How Many Elephants are Killed for the Ivory Trade? Oryx Vol. XVI, No. 3. Parker, 1.S.C. and Martin, E. 1983: Further Insight into the Ivory Trade. Oryx Vol. XVII, No. 4. WIMU. 1983: The Hong Kong and Japanese Trade in Unworked Ivory 1979 - 1982. Traffic Bulletin Vol. V, No. l. 40 Después de terminar el presente informe, se recibió más información de la Autoridad Administrativa de Japón referente a las importaciones de marfil no trabajado en Japón para el período de Julio a Diciembre de 1984, permitió recalcular el peso medio de los colmillos importados por Hong Kong El Cuadro 8 se Peso medio de los colmillos ANEXO y Japón durante 1984, utilizando un tamaño de muestra mayor. ha actualizado y se presenta a continuación. Cuadro 8 (revisada) Peso medio de los colmillos basado en las importaciones de Japón y Hong Kong País de Número de Origen colmillos Burundi 630 Botswana 351 RCA 10963 Chad 1472 Congo 11051 Namibia 67 Somalia 1170 Sudáfrica 4299 29191.40 Sudán 5574 Tanzanía 2769 Uganda 5347 Zaire 4283 Zambia 47 Zimbabwe 1541 Africa (sin espec.) 2884 Total 52,448 Por lo tanto, el peso medio de los colmillos de 351 toneladas de marfil no trabajado importado por Japón y Hong Kong en 1984, fue de 6,69 kg, 0,5 kg menos que lo indicado por los datos de los seis Aunque Japón declaró haber importado como mínimo otras 68 toneladas de las cuales no se disponía del peso de los colmillos, no es probable que aumentaran el peso medio ya que el peso medio de los colmillos de los embarques de las Peso de los colmillos (kg) 3790.00 3279.30 98276.50 5305.10 63367.00 313.30 7500.00 6.79 42139.34 17420.10 14418.70 40536.91 673.00 7516.85 17469.90 351,197.40 mismas fuentes fue, en general, inferior a 6 kg. 41 Peso medio por colmillo (kg) 6.01 9.34 8.96 3.60 5.173 4.67 6.41 7.55 6.29 2.69 9.46 14.31 4.87 6.05 6.69 primeros meses del año. al dde aubaleass 2d =stjo or tfalk ateo > cares osas E ke. OE 2 Las: ol ab 2299 Ia Sere. Apta sol só: so linia e st .0l and Pdo mar. a ve $ñ Pa y va em biien ¡ecos 0 mantos mm ab TARDA 3, dl det AGPE na gue anohi .a» > ¿ O ne MN e gal sb: a be x ao? ha Ep. er Sa e eran ú IA h Ll - MS be Me aa 2ñ | 44%) Sis dea: 0. 108 ELA 04 10 ias y ; j a AA Y A] a e AS. EDS A CA va Lsh * sein el le Jus ol: * ci sal 304 Mo al. al - rm esa. de 3 E air E Mc s 0 E UN RE E y z ñ 5 ¿ p. LEA 2 Dv % I de ete. ' g ' me El j , Y . E