^o^^C /fj^ HARVARD UNIVERSITY LIBRARY OF THE MtrSEUM OF COMPARATIVE ZOÓLOGY AUG 13 ^92\ \^^ m.ÉS'^.fff' ""^"l^^ f 9»> MEMORIAS DE LA. REAL ACADEMIA DE CIE\'CIAS EXACTAS, físicas y naturales DE MADRID Tumo X MADRID IMPliENTA DE LA VICD.V É HIJO DE AGIADU cíille de Poníi'JoSj 8 1884 I s .^■r^'^Éi AUG 13 1921 MEMORIAS DE LA REAL ACADEMIA DE CIENCIAS EXACTAS, físicas y naturales DE MADRID Tomo X /\ /\ ^/\ /\ "^ /\ r\ /\/\ /\ />. ^ /\ y^y^/^ /x p: ^ Albaricoque damasquino. Fruto: Es globoso, un poco aplastado eu dirección al eje, de 3 á 4 centímetros de largo por 4 de diámetro: epicarpio amai'illento, lavado de rojo por la parte que le lia bañado el sol, un poco afelpada; la sutura dorsal poco marcada: mesocarpio blanco, ligeramente ama- i'illentOjfibroso-mantecoso, jugoso, de sabor dulce y aromático, excep- to en la parte próxima y adherida á las semillas, donde es amargo; la semilla tiene la forma globosa-aplanada, tegumentos testáceos y par- dusco-rojizos; núcleo blanco-amarillento. Este fruto madura en liltimos de í\Iayo, y se le destina para postre verde; no puede con- servarse muchos días sin que se pudra. Albaricoque del Patriarca. Hojas: Son grandes, más anchas que largas, ordinariamente de un decímetro desde la base al ápice, terminadas en punta aguda, finamente festoneadas en sus bordes; peciolo más largo que la mitad del limbo, con glandulitas, y de color rojo de carmín. Fruto: Es globoso, de 4 centímetros de diámetro; epicarpio afel- pado, color amarillento, ligeramente bañado de rojo por la parte que ha recibido los rayos solares: mesocarpio amarillento, fibroso-fino, jugo agradable y aromático, parecido al del melocotón; la parte del mesocarpio que se adhiere al hueso, tiene un sabor ligeramente amargo: la semilla es oval, comprimida, pardu.sca y contiene un nú- cleo blanco y amargo. Este fruto madura á últimos de Mayo, y cons- tituye un postre verde muy exquisito por sus buenas cualidades; no puede trasportarse sin cogerlo antes que esté sazonado ó maduro, porque, en este estado, se pudre pronto. Esta es una variedad poco extendida en esta región, y que debía multiplicarse por ser de las que producen mejor fruto. 65 Albai'ícoque moscatel. Fruto: Es redondo, un poco comprimido, de 5 centímetros desde la base al ápice: epicarpio poco velloso, brillante; color amarillento, verdoso y sombreado de rojo de carmín por el lado que La sido baña- do por los raros del sol: mesocarpio fibroso-mantecoso, azucarado y con sabor pronunciado á moscatel; semilla oval-aplanada; núcleo amargo. Este fruto madura en primeros de Junio, y es muy estimado para postre verde por su buen sabor: se le conserva pocos días, porque, como sus tejidos son tan jugosos y azucarados, fermentan á seguida y se descomponen, circunstancia por la que no se pueden exportar á mercado alguno que esté lejano. Albaricoque tapa-la-hoja. Fruto: Es globoso, de 4 centímetros; sutura dorsal marcada en un solo lado: epicarpio afelpado, de color amarillo en la superficie de la sombra; rojo de carmín en la que corresponde al sol: mesocarpio blanco-amarillento, fibroso-fino, jugo un poco acídulo; la semilla que se desprende con facilidad del mesocarpio, es parda, oval-apla- nada y de núcleo amargo. Este fruto madura á mediados de Junio. Hojas: Son redondeadas, algo acorazonadas en la base, de 7 á 8 centímetros desde su base al ápice, muy herbáceas; verdes y mates en ambas caras, pero de color algo más claro en el envés, finamente festoneadas: peciolo verdoso y tan largo como la mitad del limbo. Esta variedad se encuentra muy extendida por toda esta zona y aun se la debe aumentar muclio más, porque sus frutos, si bien son un poco ácidos, lo cual no deja de ser agradable para muchas perso- nas, sin embargo, esta circunstancia hace que no fermenten con^faci- lidad los jugos del mesocarpio y se puedan conservar algunos días dichos frutos, pudiendo ser trasportados á mercados lejanos donde se pagan bien. Albaricoque de Reina. Hojas: Tienen de O á7 centímetros de largas por 7 á 8 de anchas; limbo escotado hacia su base y donde se inserta al peciolo: éste es verdoso, tan largo como la mitad del limlio, y con la canal rojiza. 66 Fruto: Es g-loboso, achatado, de 4 á 5 centímetros en el eje por 5 de diámetro: epicarpio liso, afelpado, algo brillante; color ama- rillo eu la superficie y lavado de rojo pardusco en la parte que lia recibido el sol; dicho epicarpio es tan delgado que suele trasparen- tarse el mesocarpio: éste es de color amarillo rojizo, fibroso, muy jugoso y azucarado; la semilla es oval abultada, muy adherida á los tejidos del mesocarpio, y contiene un mlcleo amargo. Aliueiidrolao tardío. Hojas: Grandes, ovales, algo acorazonadas, de 8 centímetros de largas; limbo finamente festoneado en los bordes; peciolo de 4 cen- tímetros y rojizo. Fruto: Es alargado y comprimido en los lados, de unos 6 centí- metros en el eje por término medio; la sutura dorsal es bastante marcada y forma dos rebordes: epicarpio afelpado, de color amarillo- verdoso en la parte que corresponde a la sombra, y color más claro en la completa madurez; por la parte de superficie que ha recibido los rayos solares el color es rojo: mesocarpio amarillo-rojizo, muy blando, muy jugoso y azucarado; semilla oval-aplanada con tres aris- tas muy pronunciadas; núcleo amargo. Este fruto madura á media- dos de Junio; se le destina para postre verde de mesa, y hay que comerlo poco después de cogido, porque de lo contrario, como sus tejidos son tan jugosos y esponjosos, se descomponen muy pronto; razón por la que, á pesar de su buen tamaño, no sirve para exportar- lo á centros de g'ran consumo, donde obtendrían muy buen precio. Porte y dimensiones. Es árbol que alcanza de 7 á 8"' de altura; el tronco es grueso; la corteza pardo-rojiza y resquebrajada; ramas numerosas y largas y copa irregular. Almendrolao tardío ináxiino. Este nombre hemos dado á una variedad que hemos encontrado cultivada en la Veg'a de Mui'cia, si bien representada en muy pocos ejemplares, cuyo aspecto y forma es casi parecida á la variedad an- terior, pero la diferencian diversos caracteres que vamos á exponer. 67 Fruto: Tiene la forma alargada, ordinariamente mide unos 8 centímetros; la sutura dorsal es poco marcada, y le divide en dos hemisferios iguales; epicarpio afelpado, de superficie desigual, color amarillo -verdoso casi en la totalidad de la superficie y ligeramente sombreada de rojo en la parte que ha sido bañada por el sol: meso- carpio amarillo-rojizo, fibroso, de tejido compacto, jugoso, azucarado y olor aromático; la semilla es oval- abultada, casi esferoidal, con las dos aristas laterales más desarrolladas y cortantes que la del centro; se separa' con facilidad del mesocai'pio, del cual está com- pletamente libre, quedando limpia y seca; la almendra es amarga. Este fruto madura á mediados de Junio, y es sumamente estima- do para postre verde y aun para dulce, por su gran tamaño y sabor agradable; ésto, unido á que su mesocarpio no se altera en algunos días, hace de él un fruto muy á propósito para ser exportado á mer- cados extranjeros, donde indudablemente debe alcanzar precios fa- bulosos; los pocos frutos que se producen de esta variedad se consu- men en la misma localidad. Albaricoqiie porquiíio. Fruto: Es de 4 centímetros desde su base al ápice, por poco más de diámetro: epicarpio amarillento, lavado de rojo por la parte del sol; mesocarpio blanco-amarillento, fibroso-mantecoso, jugo dulce; semilla oval-comprimida, y amargo el embrión. Este fruto madura á últimos de Junio, y como su tamaño es pe- queño relativamente á las demás variedades descritas y que maduran antes que él, se le aprecia poco, y casi no se le cultiva. ENFERxMEDADES Y ACCIDENTES A QUE ESTA EXPUESTO EL ALBARICO- QUERO, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS Heladas: Estas ocasionan graves daños á esta especie, porque si ocurren cuando se encuentra cubierta de flor, en este caso, no sólo se pierde esta, y por consiguiente la cosecha del fruto de aquel año, sino 68 que también dañan á los nuevos brotes que principian á desarrollarse, perjudicando el normal desarrollo del árbol y su vida vegetativa. No está en nuestro poder evitar este accidente que tiene lugar sólo cuando á Dios con su infinita previsión le agrada que así ocurra; por tanto, lo único que es factible para nosotros, es adoptar medios pre- ventivos; tales son, el proporcionar abrigos á las plantas, ó el cuidar de buscar entre las sinuosidades del terreno al liacer una plantación, un sitio que esté resguardado de los vientos fríos del Norte, y aun más del N. O., que aquí son fríos y secos, por atravesar elevadas montañas cubiertas de nieve. Clorosis: C5omo esta enfermedad es producida por un exce.so de liumedad del suelo, se corregirá saneando éste por los medios gene- rales indicados ya en otro lugar, y que se proponen en agricul- tura. Goma: Una de las enfermedades que más frecuentemente acome- te al Albaricoquero es la Goma. Para evitar este accidente, deberá huirse de bacer las plantacio- nes^^de esta especie en terrenos que sean muy húmedos, ó carezcan de luz y ventilación, cuyas circunstancias son las que producen dicha enfermedad; pero si ésta se ha presentado ya, en este caso, debe com- batirse, practicando incisiones en la corteza, y aun si se quiere un medio más radical, levantar ésta, limpiar toda la parte dañada con un instrumento bien cortante hasta dejar los tejidos sanos y cubrir la herida que resulte con el ungüento de ingertar; además de los me- dios indicados anteriormente, deberá ponerse especial cuidado en hacer la poda con regularidad, y siempre equilibrando la parte absor- bente con la exhalante, cuya negligencia ocasiona las más de las veces alteración de las funciones orgánicas del vegetal, y como consecuencia, la enfermedad de que nos ocupamos; este será un buen medio preventivo que no debe olvidarse. Insectos: Como árbol productor de frutos jugosos y azucarados, suele verse muy acometido por varios in.sectos, siendo de ellos los más perjudiciales las Hormigas y Tijeretas, por atacar especial- mente sus frutos. Para combatir dichos insectos, proponen algu- 69 nos autores el cubrir uua zona del tronco con lana empapada de una sustancia viscosa, á fin de que queden todos los insectos pegados, siendo muertos inmediatamente. Hay otros medios de extirpar diclios insectos, cuales son: para las Hormigas, la destrucción de sus hormigueros con una azada j de los huevos depositados en ellos: también produce resultado, el echar cal en dichos hormigueros, según hemos indicado ya al tratar de las enfermedades y accidentes del Níspero. A las Tijeretas, pertene- cientes al género Forfícula, que esperan sólo que el fruto esté ma- duro para subir al árbol y comerlo, seles combate poniendo rodea- dos al tronco unos trapos bien mojados de agua, donde dichos insec- tos se ocultarán por gustar mucho de la humedad; al cabo de algún tiempo se retiran dichos trapos para matar todos ios insectos que en ellos se encuentran, j hecho esto se vuelven á colocar para repetir la operación cuantas veces sea necesario. EL ALMENDRO. Aynygdahís communis, Lin. Esta especie corresponde al género Amygdalns de Touruef. de la familia Amijgdaleas, Juss. Vulgar- mente es conocido con el nombre de Almendro. Flores: Hermafroditas, regulares; aparecen antes que las hojas; tienen el color blanco, ligeramente rosado; son solitarias ó gemina- das á lo largo de los ramillos, y casi sentadas. La flor tiene el cáliz gamosépalo, con 5 divisiones, libre y caduco. Corola perigyua, rosá- cea, de pétalos oblongo-aovados, obtusos, cóncavos é insertos en el cáliz. Estambres numerosos, filiformes, derechos é insertos con los pétalos; antera sencilla, introrsa, bilocular y longitudinalmente dehiscente. Estilo simple, de la longitud de los estambres. Ovario de un sólo carpelo y libre. Hojas: Son simples, verdes y brillantes por el haz; oblongo-lan- ceoladas, dentadas y peninerviadas. 70 Pre foliación: Couduplicada en yemas espirales. Fruto: Es apocarpio seco ó drupáceo: oblongo-comprimido; epi- carpio de consistencia callosa; velloso ó afelpado en la superficie, color gris-verdoso: sarcocarpio dehiscente; monospermo por aborto; semilla ó hueso, llamada aquí almendra, de forma ovoidea -compri- mida, de testa asurcada-punteada, consistencia leñosa-fibrosa, ence- rrando en su interior un núcleo carnoso-farináceo, aceitoso y de color blanco. Florescencia y fritcfi/icación: Florece en este país en primeros de Enero, presentándose la ñor mucho antes que las hojas; y el fruto está completamente maduro en Julio. Poríe y dimensiones: Es árbol que alcanza de 8á 12'" de altura; el tronco es cilindrico y alto; la corteza está formada en la super- ficie por un periderma gris-pardusco, que al desarrollarse se levanta en capas delgadas y lisas; con la edad se organiza un periderma in- terno, que forma un rhytidoma negrusco y hendido longitudinal- mente, las ramas son derechas, flexibles, delgadas, lisas, y de color verde-claro; algunos ramillos se hacen espinosos por trasformación; la copa es algo prolongada é irregular, y da poca sombra. Madera: Esta es sumamente dura y homogénea; la albura es de color blanco, y se distingue perfectamente del leño propiamente dicho ó duramen, que es rojo-pardusco, con venas que le atraviesan de color más oscuro; también se distingue en las zonas concéntricas de los crecimientos, las que corresponden á los de primavera, por ser la coloración mucho más intensa; todo el leño está penetrado por di- ferentes radios medulares, finos y medianamente espesos, que pro- ducen en aquel láminas ó espejuelos de color blanquizco y muy per- ceptibles á simple vista. Clima y suelo: Es árbol originario del Asia, y casi espontáneo en varios sitios que corresponden á la región del olivo; en Argelia también se han encontrado espontáneos en montes de aquel país, alo-unos ejemplares. En España le tenemos cultivado como frutal en varias localidades; y en la zona de que nos venimos ocupando, le vemos vegetar unas veces en sitios elevados y montañosos, y otras 71 en los llanos y valles; pero siempre con la precaución de resguar- darlos de los vientos del Norte y N. O. que traen bajas temperaturas, debido á las masas de nieve que atraviesan, y que suelen helar sus flores, las cuales sólo esperan los serenos días que presenta Enero en esta región, para presentarse cual multitud de blancas mariposas posadas sobre sus ramillos. El Almendro es árbol al que agrada toda clase de terrenos, con tal que no sean búmedos, porque estos le per- judican notablemente pudriendo sus raíces, y alterando sus funciones orgánicas, ocasionando un derrame casi continuo de Goma, que le produce la muerte como consecuencia. Los terrenos más propios para esta especie son los sueltos, ligeros; los de formación sedimen- taria ó aluvión con buen fondo; y con especialidad, los fértiles y fres- cos: es árbol que resiste mucho la sequía y gusta poco de los exce- sivos riegos. Reproducción: El Almendro se reproduce por medio de su semi- lla; para ello se cava y abona suficientemente el trozo de terreno que se dedica á vivero; durante el mes de Noviembre se efectúa la siem- bra, cuidando de que la semilla no esté á mayor profundidad de 8 á 9 centímetros; hecho esto se riega el suelo, y se repiten los riegos si la estación es seca. Teniendo presentes y aplicando cuantas reglas y cuidados exigen los viveros, se espera que las nuevas plantas tengan de 2 á 3 anos, y entonces se sacan y se llevan á los sitios que han de ocupar definitivamente. Una particularidad presentan los nuevos individuos obtenidos por semilla, cual es, la de que casi una cuarta parte producen fruto de almendra amarga, á pesar de haberse emplea- do dulce, teniendo que recurrir en dicho caso al ingerto de buena casta ó variedad; el método para 'ello adoptado es el de corona ó escu- dete, según el grueso del patrón. Indican algunos el ingerto de Al- mendro sobre pie ó patrón de ciruelo; pero el árbol que se obtiene alcanza poca vida. Caltivo: Este árbol, que se cría casi espontáneo, no requiere un cultivo esmerado, sino simplemente darle al terreno alguna labor durante el invierno, quitar en la poda las ramas llamadas chuponas, las secas, punti-secas, y todas aquellas que impidan la ventilación 72 de la copa; regar elsuelo alguna vez, pero poco, porque el exceso de humedad le perjudica uotablemente; y finalmente, dar algún abono de tarde en tarde, En este país se le cultiva en los terrenos del campo ó de secano asociado con la vid; pasado el tiempo oportuno y cuando el viñedo es viejo, se arranca éste y queda hecha una buena planta- ción de almendros, que no exige entonces más que el cultivo antes indicado. Usos y aplicaciones: La madera, por efecto de tener grano fino y compacto en su tejido, recibe bien el pulimento, empleándose por esta condición y la de su color agradable, en el embutido de maderas ó chapado: la ebanistería también la usa para imitar el palo-santo: los torneros hacen aplicación de ella por su dureza y consistencia, así como los carpinteros, para confeccionar varios obj etos de adorno y usuales. Si se la destiua para combustible, arde bien, con viva llama, y es de bastante duración. Las cenizas que se obtienen por la combus- tión de la cubierta exterior que recubre la almendra, ó sea el sarco - carpió, se venden con estima en el comercio por la gran cantidad de potasa que contienen. La cascara leñosa que cubre el embrión, ó sea los tegumentos de la semilla, son un excelente combustible usado en las chimeneas y estufas de las casas particulares. La almendra ó embrión contiene cerca de la mitad de su peso, de un aceite dulce, claro, trasparente y ligeramente amarillento, el cual es muy usado en medicina y las artes; la de las variedades amargas contienen ácido hydrocyánico que se les extrae para em- plearlo en medicina y aun en el arte culinario con mucha circuns- pección, porque en altas dosis es sumamente venenoso. La misma almendra ó núcleo es comestible en su variedad dulce, constituyendo un artículo de comercio de bastante importancia, no sólo en ésta pro- vincia, sino también y en mayor escala en las próximas de Alicante y Valencia, donde recibe diferentes usos: verde ó tierna, esto es, por el mes de Mayo, época en la quesumesocarpio y tegumentos son toda- vía herbáceos, se le destina para dulce seco y de compota; poco más tarde se come su embrión^ y se llama entonces almendra tierna; y 73 finalmente, á últimos de Julio ó primeros de Agosto, ya completa- mente secas, se recog-en y conservan en un sitio seco y ventilado, donde pierden su mesocarpio, el cual, endurecido y seco se abre y cae, dejando limpia la semilla que en este estado es entregada al comercio. La almendra mondada ó sin tegumentos, se la emplea, bien seca ó bien tostada, en repostería, en la cocina y otros usos, entre ellos, para confeccionar una pasta muy agradable y delicada que recibe el nombre de Turrón, siendo el de más renombre por su buena calidad el que se manufactura en Jijona, provincia de Alicante; con la almendra de las variedades amargas se confeccionan jabones y pastas usadas en el arte del tocador. VARIEDADES. El cultivo del Almendro común ha producido diferentes varieda- des, cuyos frutos toman un carácter especial y distintivo. Hay entre ellas unas, que tienen amargo el núcleo ó embrión; y otras, que por el contrario, lo tienen dulce y agradable al paladar; esta particulari- dad constituye un carácter diferencial para agruparlas en dos seccio- nes, que denominaremos de Almendras amargas á la una, y de Almendras dulces á la otra. VARIEDADES DE ALMENDRA AMARGA. En esta sección tenemos tres castas distintas, atendiendo á su tamaño; y así las llamaremos grandes, medianas y jjequeíias. Las variedades de este grupo son muy escasas y se cultivan aquí muy poco ó nada; cuando existe alguna, se cuida de ingertarla á seguida de otra de buena calidad y de núcleo dulce. VARIEDADES DE ALMENDRA DULCE. Tenemos cultivadas en esta zona de que nos ocupamos las siguientes: Almendro blancal. Flores: Son grandes y blancas. Fruto: Es abultado y corto; semilla pequeña, poco más de 2 cen- tímetros desde su base al ápice; forma oval, ligeramente comprimida y más delgada hacia el ápice; tegumentos muy duros, casi lisos en la superficie finamente punteada; embrión muy fino, dulce, oleagi- noso y delicado. Este fruto es muy buscado en el comercio, donde adquiere buen precio, por ser uno de los de mejor calidad y recibir todas las aplica- ciones anteriormente indicadas. En Alcoy, provincia de Alicante, se confecciona con este fruto la almendra bañada, que vulgarmente se llama peladilla fina. Otra variedad se cultiva aquí, que no recibe nombre alguno característico, pero cuyo fruto es muy parecido al de la variedad anterior en sus caracteres generales; simplemente le diferencia el tamaño, el cual es algo mayor y alargado. Este fruto es también muy preciado en el comercio, y se le destina para los mismos usos que el anterior. Porte y dimensiones: Es árbol que adquiere buen desarrollo, como el de la variedad anterior; pero esta tiene las ramas largas y algo horizontales, mientras que en aquella son gruesas, largas y derechas, formando una copa prolongada. Otra variedad se encuentra, que tampoco tiene nombre propio, la cual tiene su fruto muy parecido en forma y tamaño á la primera ó sea la Blancal; pero se diferencia de ella en tener los tegumentos fofos, delgados y poderse cascar con facilidad; el embrión es, en esta, menos fino y delicado. 75 Otra variedad hemos encontrado, que tampoco recibe nombre alguno, que es parecida á la segunda indicada anteriormente; pero le diferencia el tener los tegumentos de la semilla más punteados, su tejido de constitución fofa, y el embrión menos fino y oleaginoso. Almendro de pestaneta. Flores: Rojizas y resistentes á las heladas. Fruto: Grande, algo aovado, prolongado en su ápice; tegumen- tos de la semilla duros, gruesos, de superficie punteado-asurcada, de 4 centímetros de largos y muy aplanados hacia el ápice; embrión pequeño relativamente al volumen de los tegumentos, alargado y plano; constitución de grano grueso y poco oleaginoso. El fruto de esta variedad suele ser poco estimado. Porte y dimensiones: Es árbol que tiene buen desarrollo, el tronco derecho y limpio; la corteza muy resquebrajada; las ramas elevadas y la copa prolongada y abierta. Almendro mollar. Flores: De pétalos sonrosados y color más vivo hacia su uña. Fruto: Tiene el carácter diferencial de ser el tejido de los tegu- mentos tan fofo ó blando que pueden aplastarse con los dedos sin el menor esfuerzo, y ser mondada la semilla con facilidad, circunstan- cia que le da el nombre que recibe esta variedad. El tamaño del fruto hace que se distingan tres sub-variedades de ella, y se les denominan grandes, medianas y pequeñas. Todas ellas son muy apreciadas por la bondad de sus frutos, los cuales reciben las numerosas aplicaciones apuntadas en otro lugar. Porte y dimensiones: Es árbol que adquiere buen desarrollo; el tronco es derecho; las ramas erguidas y su copa prolongada y de ancha cima. 76 ENFERMEDADES Y ACCIDENTES A QUE ESTA EXPUESTO EL ALMENDRO, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS. Amarillez de las hojas: La alteracióu del color verde de la clo- rofila contenida en el pareuquima de las hojas, es señal de un estado mórbido en el vegetal, y que, si no se corrige, termina con la muerte del mismo. En el momento que se observa este fenómeno en el Al- mendro, ó sea que sus bojas palidecen y toman una coloración ama- rilla, es señal de que el árbol está situado en un terreno falto de principios nutritivos, oque tiene exceso de humedad. Si ocurre el primer caso, entonces se saca toda la tierra alrededor de las raíces, y se sustituye con otra de buena calidad y bien abonada; si se pre- .senta el .segundo, se corregirá disminuyendo los riegos; y si el te- rreno es pantanoso, saneándolo por los medios ya indicados en otro lugar. Heladas: Estas afectan muchas veces á las flores y brotes tiernos de la planta; ya hemos dicho al tratar de ellas en el Albaricoquero, que no es potestativo en el hombre el poder corregir este accidente por lo tanto, que lo único que le es factible, es el procurar abrigos á las plantaciones. Goma: Cuando el árbol se encuentra en un terreno que es de- masiado húmedo, sus funciones vegetativas .se alteran; ciertos jugos aumentan en cantidad dentro de las cavidades que les están desti- nadas; los tejidos ceden al empuje que produce el aumento de volu- men de dichos jugos, y resquebrajando.se la corteza, salen al exte- rior de ellas, formando una excreción que al contacto del aire .se endu- rece y toma el aspecto de una goma amarillo-pardusca y cristalina. La misma extravasación de dichos jugos propios tiene lugar, cuando se hace una poda indiscreta en la que se dejan uñas ó repelos en las ramas ó tronco, por cuyos puntos salen aquellos. Los medios de corregir este accidente que tanto extenúa al vege- 77 tal, son los mismos indicados ya al tratar de ella en el Albaricoquero, por cuya circunstancia nos abstenemos de repetirlos. Caries: Esta tiene lugar en los ramas y troncos, cuando la poda no se ha heclio con limpieza y se han dejado destrozados los tejidos vegetales; para destruir este accidente se seguirán las indicaciones ya apuntadas en otro lugar y para otras especies. Putrefacción de las raices: Hemos indicado anteriormente que esta especie gusta poco, ni de terrenos húmedos, ni de excesivos rie- gos; así es, que un suelo de estas condiciones, claro está que le ha de perjudicar mucho: cuando así sucede, las raicillas más finas y deli- cadas, incluso las extremidades radicales celulares, descomponen sus tejidos y entran en putrefacción; esta desaparición de gran parte de ios órganos absorbentes de la planta, le ocasiona falta de equilibrio en sus funciones vegetativas, y por consiguiente una enfermedad que termina con la muerte del árbol. Para corregir este accidente bastará disminuir el exceso de hume- dad por medio del saneamiento del terreno ' en un caso, y supresión de los riegos en el otro, según sea motivado por una ú oti'a causa. Insectos: El más perjudicial es el pulgón, que se fija en los bro- tes tiernos y hojas del Almendro, chupando sus jugos, arrollando aquellas, y en general ocasionando alteraciones en las funciones or- gánicas; inseparablemente van las Hormigas, que se alimentan de los jugos que aquellos segregan, si bien estas no suelen ocasionar graves daños. Si estos insectos se presentaran en uno ó pocos Almendros, el remedio .sería local y pudieran aplicarse los indicados en otras espe- cies anteriores. Pero como la reproducción de estos insectos es con- siderable, y el mal no se circunscribe sólo á un árbol sino á muchos y aun á plantaciones considerables, no podemos por esto dar impor- tancia á estos medios, sino á uno que sea más general, cual lo es la protección y cría de las aves é insectos que los atacan pai'a ali- mentarse de ellos; tales son varias especies de aves del orden Páse- res y familia de los FringiUdos y Motacilidos, y algunas especies del orden Coleópteros. 78 EL CIRUELO. Pertenece al género Prunas, Liu. familia Amygddleas, Juss. Clase Icosandria de Lineo, Tribu Monogynia. Se distingue este género por ser su fruto una Drupa, globulosa ú oblonga, cubierta de un epicarpio liso y pruinoso, ó sea, cubierta de un polvillo garzo que desaparece con el roce; mesocarpio carnoso- suculento; semilla oblonga ü oval, lisa ó ligeramente rugosa en la superficie de los tegumentos; obtusa en uno de sus bordes y con dos surcos en el opuesto. Hojas convolutadas. De este género tenemos cultivadas en esta Provincia y la de Alicante dos especies, que son: elP. Poméstica, Lin., y el P. Insi- titia, Lin., cuyos caracteres distintivos son: que la primera tiene los brotes tiernos, lampiños ó lisos; las flores se presentan antes que las hojas, y sus frutos son alargados; y en la segunda por el contra- rio, los brotes tiernos son pubescentes ó tomentosos; las flores se presentan al mismo tiempo que las hojas y geminadas; y los frutos son globulosos y esferoidales. Prunas doméstica: Esta especie es conocida con el nombre vulgar de Ciruelo. Flores: Son hermafroditas, regulares, con pedúnculos largos y tomentosos, y dispuestas de dos en dos. Cáliz gamosépalo; de 5 di- visiones, velloso interiormente, libre y caduco. Corola de pétalos blanco- verdosos, algo amarillentos, redondeados, cóncavos é inser- tas sus uñas sobre el cáliz. Estambres numerosos, también del mismo modo. Estilo único. Ovario unicarpelar. Hojas: Elipsoídeas y agudas, festoneado-dentadas, pubescentes, sobre todo en el envés y nei-vios, los cuales son bien marcados; estípulas lineales y persistentes. Fruto: Es drupa oblonga, pendiente; de epicarpio liso, rojo ó violado, cubierto por una eflorescencia que desaparece al roce: meso- carpió caruoso y suculento; semilla de tegumentos testáceos; forma oval- prolongada, y comprimida en ambos lados. Florescencia y fricctitlcnción: En este país se presentan las flores á últimos de Marzo y antes que las hojas, que lo efectúan des- pués, hallándose situadas sobre los brotes del año anterior, y alguna vez sobre ramas viejas. El fruto está maduro á mediados de Junio ó primeros de Julio. Porte y dimensiones: Es por lo regular un arbolito que á lo sumo alcanza de 4 á 7'". Su forma es muy irregular, porque las ramas y ramillas, que son largas y delgadas, se inclinan por su propio peso y hacen que tenga el árbol poca simetría y mal aspecto: el tronco es tortuoso, con un periderma pardo-gris; en los primeros años su corteza es lisa, pero con la edad se hiende trasvé rsalmeute, formando unas pequeñas grietas horizontales; después se forma un rhytidoma más oscuro, hendido longitudinalmente, dejando al des- cubierto trozos del periderma interno. Madera: Es compacta, homogénea, de grano fino, dura, de color pardo-rojizo, veteada de rojo de carmín ó violado; el duramen, de color pardo bastante oscuro. Suelo: Se acomoda á toda clase de terrenos, con tal que no sean arenosos y pantanosos; porque estos últimos, especialmente, des- componen los tejidos de sus raíces, hacen enfermar al árbol, y íinal- mente perece. Los mejores, y donde mejor vegeta, desarrollándose con lozanía, es en los de bastante fondo, frescos, sueltos, y sustan- ciosos; también crece y fructifica bien en los terrenos secos, pero susceptibles de poderse regar alguna vez. Clima: Es frutal europeo de las regiones templadas; aquí se le cultiva al aire libre en las Vegas de Murcia y Orihuela; pero efecto de ser su florescencia tan adelantada, es propenso á helarse en los sitios altos y fríos, donde alguna vez se encuentra', siendo necesa- rio en este caso procurarle algún abrigo ó situarlo en una expo- sición al Sud ú Oeste. Reproducción: El ciruelo se reproduce por su semilla, por el acodo de sus ramas y por los renuevos ó sierpes que producen sus 80 raíces cuando están someras. Generalmente se usa este último me- dio, porque por él se obtienen pronto buenos y frondosos individuos, que se ingertan de las castas ó variedades que se deseen, siendo además de mejores condiciones y mucho más precoces en la fruc- tificación que si hubiéramos obtenido dichos pies por medio de la siembra: el ingerto que deberá emplearse para este caso es el de es- cudete, que es el que aquí se acostumbra. También se utilizan estos pies para patrón de Albaricoquero, según hemos dicho anteriormen- te, y es curioso en extremo el ingertar una de sus ramas de este fru- to, y dejar las otras ingertas de buena clase de ciruelo; de este modo se tienen en un mismo árbol dos clases diferentes de frutos que for- man cierto contraste. Cultivos: Como frutal, es el ciruelo uno de los que dan mayor rendimiento, pues el fruto de algunas variedades suele alcanzar pre- cios muy subidos en los mercados; por consiguiente, el fin predilecto del cultivador debe ir dirigido á la obtención de la mayor y mejor fructificación: con tal objeto, deberá procurar en primer lugar, elegir sitios y terrenos convenientes donde hacer la plantación de asiento; igualmente deberá dar al suelo dos labores bien profundas, á fin de que las raíces no se hagan someras ó superficiales y produzcan des- pués numerosos barbados: dichas labores tendrán lugar: una á la co- gida del fruto, y la otra durante el mes de í'ebrero; tanto los abonos como los riegos deben economizarse lo posible, y sólo hacer uso de ellos, cuando prudentemente lo aconseje la estación. Respecto á la poda tampoco deberá abusarse de ella, sino simplemente efectuarla con el fin de dejar en el árbol el clareo necesario, sin afectar su equi- librio normal, y conseguir la ventilación y la luz necesaria á la mejor fructificación; sin embargo, esta deberá hacerse con mucha parsimonia y aun de tarde en tarde; aquí generalmente se abusa mucho de esta opei'ación, y es la causa de que los ciruelos se desarrollen poco, se lle- nen de goma, enfermen y perezcan miiy jóvenes; además se le cultiva asociado á otros árboles, y en suelos cubiertos de hortaliza y otras pro- ducciones de estas vegas; razón por la que no se le puede sujetar á un plan ordenado, sino sufrir el variable que reciben dichos productos. 81 Productos y aplicaciones: La madera, por efecto de la coloración que presenta j de sus buenas cualidades, indicadas anteriormente, se aplica en ebanistería para el chapado y muebles de lujo, en la torne- ría para objetos de adorno, en carpintería para varios usos. El producto principal que se obtiene de este árbol es su fruto, y por él se le cultiva especialmente; en el estado verde se le emplea en confitería para dulce seco, escarchado y de compota; completamente maduro, en postre, y también en confitería para confeccionar jaleas y almíbares, y para otros usos; seco al sol el de algunas variedades, y cocido en legía se hace una pasa que recibe el nombre de ciruela pasa, que es muy apreciada para postres y que alcanza buen precio en los mercados. VARIEDADES. Ciruela dorada. Este nombre damos á una variedad que recibe aquí el general de ciruela. Fruto: Este tiene una forma prolongada, ordinariamente de 4 centímetros desde la base al ápice, casi cilindrica; epicarpio liso, co- lor amarillo intenso, de oro mate en la madurez, cubierto de una eflo- rescencia gris azulada que desaparece al roce;' mesocarpio amarillen- to, jugoso, muy azucarado y agradable al paladar. Este fruto madura en los primeros días de Julio, y es muy apre- ciado para dulce seco y de compota, y también para postre. Porte y dimensiones: Es árbol que adquiere buen desarrollo, el tronco es grueso, ramas numerosas y largas, forma de la copa irre- gular. Ciruela de yema de huevo. Hojas aovadas, de 5 centímetros desde la base al ápice, finamen- te dentadas en sus bordes, algo tomentosas por el haz y mucho por el envés y peciolo; estas se encuentran amontonadas con los frutos en los extremos de los ramillos. 6 82 Fruto: Este es poco prolougado. de unos 4 centímetros de largo; algo deprimido en la inserción del pedúnculo y donde principia el surco longitudinal, que luego se liace poco marcado hacia la mitad del lado del fruto; pedúnculo corto, epicarpio consistente, de color verde amarillento, cubiei'to por una eflorescencia blanca: mesocarpio amarillento, fino, de jugo azucarado y aromático, adherente á la se- milla, la cual es oval aplanada, redonda en un extremo, prolongada en el opuesto, y de superficie lisa los tegumentos. Este fruto madura á primeros de Julio, y se le destina para pos- tre; resiste bastantes días sin descomponerse, y por esta razón puede ser exportado á los mercados lejanos donde alcanzaría más precio que el que aquí obtiene. Porte y dimensiones: Es árbol de poca elevatión; las ramas son delgadas y derechas, dando á aquel una forma algo prolongada. Ciruela verdal. Fruto: Este es prolongado, de 4-5 centímetros desde la base al ápice, comprimido en su parte media y algo adelgazada hacia donde se inserta el pedúnculo, el cual es corto; epicarpio delgado, color verde, y marcado en un lado el surco longitudinal en toda su exten- sión; mesocarpio muy blando, color verdoso, jugoso azucarado, lige- ramente acídulo; semilla oval-comprimida, grande, de 3 centímetros de larga, terminada en punta en ambos extremos y adherida al me- socarpio. Este fruto madura á primeros de Julio, y se le destina para pos- tre, porque se pone muy blando y el sabor es muy poco acidulado; estas cualidades hacen que tampoco pueda ser exportado á puntos dis- santes, ni aun embalado. Ciruela de flor de baladre. Fruto: Es prolongado ú oblongo, de 4-5 centímetros de largo por 3-4 de diámetro medio: la sutura dorsal está bien marcada desde la base al ápice; epicarpio fino, de color pardo amarillento por el lado de la sombra, y rojo sanguíneo salpicado de puntitos más oscuros por 83 el que lia sido bañado por el sol; mesocarpio separable con facilidad del epicarpio, color amarillento; muy jugoso, azucarado y de sabor aromático y agradable; la semilla es prolongada y aplastada, de 3 centímetros de largo, terminada en punta en ambos extremos; super- ficie de los tegumentos lisa. Este fruto madura en primeros de Julio, y es de los mejores y más apreciados por sus buenas cualidades. Se le destina para comerlo verde ó recién cogido como postre; y en confitería recibe varias aplicaciones. Puede ser trasportado á grandes distancias, si se cuida de cogerlo del árbol antes que esté completamente maduro. Porte y dimensiones: Es árbol de mediano tamaño: sus ramas se desarrollan mucho y forman una copa de cima redondeada. Ciruela pasa. Hojas: Son aovadas, más estrecbas hacia la base: el limbo tiene unos 6 centímetros de largo; verdes y casi lisas por el haz, muy to- mentosas por el envés: consistentes y dentado-aserradas finamente en los bordes; peciolo largo, delgado y de 2-3 centímetros. Fruto: Oblongo, de 4-5 centímetros de largo: epicarpio liso, delgado y fuerte; color verdoso, cubierto por una eflorescencia azu- lada; en completa madurez, color gris azulado: carece la superficie de surco alguno; pedúnculo largo, y por la parte de su inserción al fruto, se estrecha éste para formar una especie de punta, mientras que el opuesto permanece redondeado; mesocarpio verdoso, jugoso azucarado y poco adherente á la semilla; ésta es ovalada, de 2 centímetros ó poco más, y comprimida en ambas caras. Este fruto madura á mediados de Setiembre, y se puede comer en este estado, pero tiene un sabor acídulo poco agradable, por cuya razón se seca al sol ó se cuece en lejía y se obtiene una «pasa» muy agradable para postre, y para ser trasportada á los mercados extranjeros, donde adquiere buen precio, dispuesta en cajas hechas con este objeto. Porte y dimensiones: Esta variedad alcanza poca elevación, siendo de regular tamaño; el tronco es tortuoso; ramas derechas ó 84 irregulares; la corteza del tronco es pardo-gris, y la de las ramas gris-plateada; la copa tiene una forma irregular. Prmms insititia, L. Esta especie es conocida también con el nombre vulgar de Ciruelo, cultivándose diferentes variedades de ella en esta región de que nos venimos ocupando, de las cuales algunas son muy estima- das por producir frutos muy exquisitos y delicados. Los caracteres específicos de la especie son los siguientes: Cáliz: Gamosépalo, de 5 divisiones y liso interiormente. Corola compuesta de pétalos grandes y de color blanco-verdoso. Las flores se presentan al mismo tiempo que las hojas, y tienen los pedúnculos tomentosos. Hojas: Ovales-lanceoladas, lisas por el liaz, pubescentes por el envés; estípulas, lineales y pubescentes. Fruto: Es de forma globosa; color oscuro ó amarillo manchado de rojo; colgante; y la semilla con los tegumentos rugosos en la superficie. Po7-te y dimensiones: Esta especie es un arbolito de forma irre- gular, cuyas dimensiones son de 2 á 5™ de altura; sus ramas son ro- bustas, levantadas hacia arriba, y los extremos colgantes; algunas ramillas se hacen espinosas por aborto. Esta especie florece y fructifica en las mismas épocas que la ante- rior; requiere el mismo suelo y clima, y su reproducción y cultivo es idéntico. Es considerada como la forma tipo, de donde proceden todas las variedades cuyo fruto es redondo, y de las cuales se encuentran cultivadas en las Vegas de Murcia y Alicante las siguientes VARIEDADES. Ciruela cascabelillo. Homs: Aovadas, agudas en su ápice, dentadas, verdes y lisas por el haz, verde más claro y vellosas por el envés, con especialidad 85 los nervios; peciolo tan largo como la tercera parte de su limbo, aca- nalado j velloso. Fruto: Es pequeño, esférico, poco mayor de 3 centímetros: epi- carpio liso, de color rojo-violado, cubierto por un polvillo garzo que desaparece con el roce; surco lateral poco marcado, que presenta una depresión en los dos extremos, ó sea en la base y ápice del fruto: mesocarpio de color amarillo-rojizo, jugoso, de sabor ligeramente acidulado, separable de la semilla, excepto por su base, ó sea donde se inserta el pedúnculo, el cual apenas tiene un centímetro de largo. Florescencia y fructificación: Las flores se presentan en prime- ros de Marzo; y la fructificación en primeros de Julio. Porte y dimensiones: Es árbol de pequeña magnitud; ramas gruesas y largas; copa irregular; es muy productivo por la abun- dancia de su fruto. Usos y aplicaciones: La principal aplicación que se bate de esta variedad es la de su fruto, el cual, en el estado verde, se destina para postre; suele adquirir buen precio, no obstante su tamaño, por su precocidad. Ciruela de dama. Hojas: Son aovadas, de unos 5 centímetros desde la base al ápice; un poco prolongado el limbo hacia su base, dentadas fina- mente en los bordes; pubescentes por el haz y muy tomentosas en el envés y peciolo; se encuentran amontonadas, lo mismo que los frutos, en los extremos de los ramillos. Fruto: Es esferoidal, de poco más de 3 centímetros de diámetro; surco lateral bastante marcado, y hacia el ápice forma una depre- sión, como igualmente en el otro extremo donde se inserta el pe- dúnculo, que es corto y tomentoso: epicarpio de color amarillo- ver- doso por el lado de la sombra, y manchado de rojo -sanguíneo por el que ha sido bañado por el sol: mesocarpio amarillento, azucarado, poco adherido á la semilla, la cual es oval-abultada, redonda en un extremo, alargada en el opuesto y de superficie desigual en sus tegu- mentos. Este fruto madura en primeros de Julio. 86 Porte y dimensiones: Es árbol de poca elevación; ramas levan- tadas y delgadas que daná la planta uua forma alargada eu su copa. Usos y aplicaciones: El fruto, objeto preferente del cultivo de esta variedad, es empleado para postre; sufre el embalaje algunos días sin descomponerse, por cuya circunstancia se le exporta á mer- cados lejanos, donde adquiere buen precio. Esta variedad es muy común eu esta localidad, y se encuentra muy extendida en toda la Vega.- Ciruela bresqiiilla. Hojas: Ovales; prolongado el limbo hacia su base; generalmente de unos 5 centímetros de largas; verdes y lisas por el liaz, color más claro y pubescentes por el envés, de bordes festoneados, y el peciolo tomentoso. Fruto: Redondeado, de 5 centímetros el eje, por algo más de diámetro; pedúnculo corto, poco más de un centímetro, delgado, ver- doso é inserto al fruto eu una pequeña depresión; sutura dorsal bien marcada: epicarpio liso, color rojo-sanguíneo, más intenso en la parte que corresponde á la superficie bañada por el .sol, y en la de la sombra con manchas amarillo-parduscas; exteriormente le cubre una eflorescencia azulada que no impide ver la coloración: mesocarpio amarillento, fibroso-fiuo, muy jugoso, azucarado, de sabor ligera- mente acidulado y agradable; muy adherido á la semilla, que tiene más de 2 centímetros de larga; es oval-comprimida y de tegumentos rugosos y color amarillento. Este fruto madura en primeros de Julio, y es muy estimado para comerlo verde y en dulce seco ó de compota; recibe todos los usos generales indicados al principio; y como se conserva algunos días sin descomponerse, puede destinarse para el embalaje y trasporte á mercados lejanos. Po7'te y dimensiones: Es árbol que no alcanza gran elevación, pues ordinariamente llega á tener unos 5'" de altura; las ramas y tallos son gruesos, levantados hacia arriba, dándole á la copa una forma abierta. 87 Esta variedad no se encuentra muy generalizada, apesar de sus buenas condiciones. Ciruela claiidia. Fruto: Es redondeado, de 4 centímetros de diámetro; surco dorsal apenas marcado; epicarpio de color verdoso, maucliado de pardo-roji- zo por el Jado que ha sido bañado por el sol, y cubierto de una eflo- rescencia azulada; mesocarpio fibroso, fundente, azucarado, de sabor muy agradable, color amarillo-verdoso, adberente al epicarpio, 'y libre la semilla, la cual es oval-abultada, redonda por un extremo y un poco aguda en el opuesto, de teg-umeutos amarillentos y surcados en la superficie por elevaciones en dirección de la base á su ápice. Madura este fruto á mediados de Julio, y es muy estimado para cogerlo maduro y comerlo á seguida, porque si se espera algunos días, entra en descomposición y se pudre. Porte y dimensiones: Este árbol es de los más robustos y de mejores dimensiones que los de las demás variedades de esta especie; las ramas son gruesas y numerosas, dirigidas hacia arriba para formar una copa de ancha cima. Ciruela níspero. Flores: Pequeñas; color de los pétalos blanco -amarillento. Fruto: Es casi esférico; un poco irregular, de poco más de 2 cen- tímetros de diámetro; epicai'pio liso, brillante, de color amarillo -ver- doso, duro y cubierto de polvillo violáceo que desaparece al roce: surco dorsal apenas marcado; mesocarpio verde-amarillento, muy jugoso y dulce; semilla oval-comprimida, de color pardo-oscuro; superficie de los tegumentos desigual y separable del mesocarpio, pero envuelta por su abundante jugo; pedúnculo verdoso y tan largo como la mitad del fruto. Madura este fruto á liltimos de Julio y se le destina generalmen- te para postre verde ó recién cogido: si se le quiere conservar, puede hacerse por bastante tiempo sin que durante este espacio se descom- ponga su mecocarpio ni se pudra; circunstancia esta que le hace á . 88 propósito para exportarse á mercados de importancia donde se paga- rá á buen precio; secado al sol, se obtiene una pasa muy exquisita. Generalmente puede decirse que esta variedad es muy escasa y no recibe nombre alguno, pues el anterior se lo hemos dado atendiendo á la semejanza que presenta su aspecto exterior con el fruto del Nís- pero: de esta variedad solo hemos visto algunos ejemplares. Porte y dimeiisiones: Es árbol de regulares dimensiones: el tron- co es tortuoso y elevado; las ramas gruesas y levantadas hacia arri- ba; la corteza del tronco de color pardo-gris, la copa de cima ensan- chada. Cascabelillo dorado. Flores blancas y agrupadas en las ramillas. Hojas ovales prolongadas, finamente dentadas. Fruto: Es casi esférico, de poco más de 2 centímetros de diámetro: carece de surco dorsal: elepicarpioesde color pardo-amarillento y en la completa madurez casi amarillo; por el lado del sol está punteado de rojo: mesocarpio muy jugoso, azucarado, y sabor á vino moscatel; este se separa con facilidad de la semilla, que es oval-abultada, de tegumentos parduscos y parecida á la de un melocotón en miniatura. Madura este fruto á últimos de Julio, y se le destina á los usos generales apuntados anteriormente: puede conservarse mucho tiem- po, si se cuida de envolverlo en papel, donde se convierte en ciruela pasa de buena calidad: esta particularidad le hace á propósito para ser embalado y remitido á puntos lejanos. vSon pocos los ejemplares que se cultivan aquí de esta variedad, por cuya circun.stancia su fruto no recibe oti'o u,so que para comeido recién cogido del árbol como postre; no hemos hecho más que el en- sayo anteriormente indicado, pero pudiera convertirse también en pasa, puesto á secar al sol dicho fruto. Porte y dimensiones: Es árbol de 5-6" de altura; su tronco es tortuoso y elevado: las ramas gruesas, pocas y erguidas; pero por efecto de su longitud se hacen colgantes en los extremos; la copa es irregular y el follaje muy claro. 89 Ciruela flaniasquina. Fruto redondeado, de mediano tamaño, el surco dorsal bien mar- cado; pedúnculo corto; epicarpio de color rojo-violado oscuro, consis- tente, cubierto de una eflorescencia gris-azulada: mesocarpio consis- tente, de color rojo amarillento, jugoso dulce y de sabor agrada- ble: semilla oval: color pardo-rojizo, separable con facilidad del meso- carpio. Madura este fruto á primeros de Agosto, y se le destina para pos- tre; puede ser conservado algunos días sin descomponerse, por cuya causa se pueden exportar á puntos distantes; recibe ademas las apli- caciones generales indicadas anteriormente. Esta variedad se encuentra bastante extendida en esta Vega, pero salpicada en diversos sitios. Porte y dimensiones: Es árbol de pequeñas dimensiones: de ra- mas numerosas y largas y de copa irregular. Esta variedad debe de cultivarse más por ser muy fructífera. ENFERMEDADES Y ACCIDENTES A QUE ESTA EXPUESTO EL CIRUELO, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS. Clorosis ó amarillez: Un terreno demasiado húmedo, ó que sufre excesivos riegos, ataca y destruyelos tejidos corticales de las raíces más tiernas y delicadas, alterando las funciones orgánicas del vege- tal y ocasionando su muerte. Para corregir efectos tan desastrosos, deberá procurarse el saneamiento de los terrenos ó la disminución de los rieffos, conforme hemos dicho anteriormente al tratar de este ac- cidente en otras especies. Heladas: Estas son poco frecuentes en la Vega durante la flores- cencia del ciruelo; pero no sucede lo mismo en los sitios altos y fríos; por cuya circunstancia, en estos deberá procurársele algún abrigo en la forma indicada ya en otro lugar. Goma. Ya hemos indicado, al tratar de este accidente en el al- 90 mendro y albaricoquero, sus causas, efectos y medios de combatirle; por tanto uo repetiremos lo dicbo ya. Insectos: Esta especie y sus variedades suelen verse atacadas por varios insectos que acuden, los unosá cliupar los jugos que contienen las hojas, sus frutos y brotes tiernos, ocasionando extravasaciones y accidentes que producen mucbas veces la muerte del vegetal, y los otros á destruir sus tejidos leñosos; algunos de estos insectos se des- arrollan en las grietas y hendiduras que se forman en la corteza de los troncos y ramas; y efectivamente, si durante el invierno se ob- serva una de estas grietas, se descubre, unas veces á la simple vista y otras con el auxilio de una lente, multitud de estos iusectitos, y aun huevos de otros que solo esperan la suave temperatura que anun- cia la primavera, para salir de estos escondrijos y extenderse por el árbol para alimentarse de sus jugos y tejidos. Es evidente, que unos pocos de estos insectos no ocasionarían grandes daños, pero es tal su asombrosa fecundidad y multiplicación, que lo regular es aco- meter á los árboles formando una verdadera plaga. Para atacar y destruir estos insectos, debe esperarse la época de los grande fríos, que es cuando se encuentran aletargados ó en sus metamorfosis de crisálida ó huevo; entonces se levanta la corteza, y se machacan con un cuerpo duro todos los que se encuentren: por este medio perecerá una gran parte de la futura prole. Si el remedio propuesto anteriormente ha sido insuficiente ó no se ha aplicado con oportunidad, en este caso, el medio destructivo es más difícil y dispendioso, porque es necesario atacar las orugas cuando están esparcidas ya por todo el árbol, destruyendo los brotes y las hojas: para conseguir tal objeto, proponen algunos el untar con aceite de enebro una zona del tronco; hecho esto, un operario sacu- de las ramillas y hojas atacadas, las orugas caen al suelo y enton- ces son pisadas parte de ellas y las restantes, que al volver á subir se detienen en la zona impregnada del tronco, lo son igualmente: esta operación deberá repetirse hasta conseguir la extinción del in- .secto. Algunos de estos insectos que atacan el ciruelo, sufren su meta- 91 mórfosis de crisálida eu la base del tronco* ó en la unión de las ra- mas. Teniendo presente esta costumbre instintiva, deberá procurarse, para combatirlas en este estado, el poner sustancias á propósito don- de diclias orugas puedan albergarse á verificar su metamorfosis; cuan- do esto lia tenido lugar, se retiran las plantas secas y fibrosas que se pusieron, y se queman, pereciendo todos los insectos que contienen. Entre los insectos más dañosos al ciruelo se encuentra el Cossus ligniperda, perteneciente al orden Lepidópteros y familia Faléni- dos. En el estado de oruga destruye todos los tejidos de la zona ge- neratriz del tronco, practicando galerías. Tanto la descripción del insecto, como los medios destructivos y preservativos, se ha hecho ya al tratar de él en el manzano, por cuya razón no repetiremos lo ya dicho. Otro insecto también sumamente perjudicial al ciruelo es el Saturnia Cecropia, perteneciente á la familia Falénidos, Orden Le- ¡ñdópteros . Las orugas de esta especie atacan á las hojas de dicho árbol, causándole una perturbación eu sus funciones. Pueden ser combatidos estos insectos en el estado de oruga por medio del sacu- dimiento de las ramas, según acabamos de indicar anteriormente. En el estado de crisálida puede ser atacado por medio de la recolección de aquellas sobre las ramas y ramillas donde se encuentran encerra- das en un capullo: pero este medio es dispendioso y de resultados poco satisfactorios. En el estado de insecto perfecto, ó sea de mari- posa, puede ser destruido por medio de luminarias durante la noche, donde acuden las mariposas y son quemadas. Pero el mejor medio preventivo que puede adoptarse para que dichos insectos no lleguen á constituir plaga, es la conservación de todos los animales que los destruyen. Los Piügones también atacan las yemas, hojas y brotes tiernos del Ciruelo, ocasionándole extravasaciones grandes de savia. Se les combate por los mismos medios apuntados en otro lugar. Inseparables de los Pulgones se encuentran las Hormigas pertene- cientes al género Fórmica, familia Fonnicidos: estos insectos, no sólo acuden en busca del líquido que segregan los Pulgones, sino 9-2 también del jugo azucarado del mesocarpio de los frutos, el cual destruyen. Se les combate igualmente por los medios indicados en otro lugar, cuando se trató de ellos. Las Tijeretas son otros insectos que atacan los frutos del Ciruelo, y ocasionan daños de consideración cuando se presentan en número considerable. Se les combate por medio de paños mojados en agua y puestos en la cruz del árbol, donde dichos insectos se albergan por gustar mucho de esta humedad, y retirándolos para matar todos los que en él se encuentran: esta operación deberá repetirse varias veces, según llevamos dicho en otro lugar. En la aplicación de los medios destructivos que proponemos, debe tenerse en cuenta la oportunidad y la generalización; esto es: que los medios se apliquen en la época y estado que sea menester, te- niendo presente las costumbres de los insectos que se combaten; y que los medios se pongan en práctica al mismo tiempo en la mayor extensión .superficial posible; porque poco aprovecharía y nada se conseguirá, sino trabajo y gastos inútiles, si se destruyen los insec- tos en una sola propiedad y no se hace lo mismo en las demás colindantes, porque los de esta vendrán después sobre la que se con- cluye de limpiar. EL CEREZO. Corresponde al género Cerasus, Tourn. Clase Icosandria, orden Monogi/>iia, L. y familia Amygdaleas de Jussieu. Está caracterizado por ser su fruto una Drupa globosa, lisa y brillante, y por sus hojas conduplicadas. Se cultivan en esta región, de que nos ocupamos, dos e.species distintas, conocidas con el nombre genérico de Cerezos: estas son el Cerasus avium y el C. acida: que se distinguen por tener los frutos dulces y los peciolos bi-glandulares la primera; y la segunda, los peciolos sin glándulas y los frutos ácidos. Cerasus avium, 'Moeuch.= Prunus avium, Lin. Vulgarmente es conocida con el nombre de Cerezo. 93 Flores: Sou hermafroditas, regulares, fasciculadas en número de 2 á 6; blancas, presentándose al mismo tiempo que las hojas, Cáliz gamosépalo, de 5 divisiones, libre y caduco. Coro¿« de 5 pétalos é insertos en el cáliz. Estambres numerosos é insertos de igual modo. Estilo uno. Ovario uni-carpelar. Hojas: Simples, alternas, en disposición quincuncial sobre las ramas; ovales-oblongas, prolongadas en el ápice, doblemente denta- das, lisas, color verde mate por el haz, más claras j tomentosas por el envés, principalmente sobre los nervios, peninerviadas; peciolo largo, rojizo y con dos glandulitas rojas hacia la base del limbo. Yernos: E.stán compuestas de escamas de color pardo-rojizo y brillantes, las más exteriores. Las hay de dos clases, de flor las unas y de madera las otras; las primeras son más abultadas; las escamas son consistentes, se desarrollan poco, y son las que producen las flores, fasciculadas sobre largos pedúnculos; las de madera son más delgadas y largas, y dan lugar á los nuevos brotes. Las yemas se desarrollan á últimos de Marzo; la prefoliación es conduplicada. Fruto: Es una Drupa globosa, suculenta; el epicarpio es liso, brillante, sin polvillo garzo; la sustancia pulposa ó mesocarpio con- tiene un hueso ó semilla de forma oval, con tegumentos testáceos y lisos, y embrión blanco y carnoso -farináceo. Este fruto recibe el nombre vulgar de Cereza. Florescencia y fructificación: Florece á primeros de Abril en este país y fructifica á últimos de Mayo. Porte y dimensiones: Es árbol que suele alcanzar hasta 18° de altura en buenas condiciones; el tronco es derecho, el cual se prolon- ga hasta la cima de su copa que afecta una forma piramidal; las ramas son gruesas, levantadas, y se subdividen poco; la corteza de los troncos y ramas jóvenes, es gris-plateada y casi lisa; pero en las ramas viejas y troncos, el color es gris, levantándose aquella en fajas circulares; conforme el árbol llega á tener más edad, el peri- derma externo forma un rhytidoma pardo-negrusco que se hiende longitudinalmente. Raíz : Es central , pero esta suele atrofiarse dividiéndose en 94 otras secundarias, las cuales son fuertes, largas, profundizando mucho. Modera: Tieue un color pardo-rojizo claro, más intenso en el duramen; es compacta, homogénea, de grano fino, dura, pesada. Situación y suelo: Es planta que requiere exposiciones templadas para poder librar de los fríos y heladas sus flores tan precoces. Se cría bien en toda clase de terrenos, hasta en regiones montañosas, donde sube á 1.900" sobre el nivel del mar, siendo poco exig-ente respecto á la calidad de los suelos; aquí le hemos visto criarse en las Vegas de Murcia y Orihuela, si bien con poco desarrollo y vigor por efecto del exceso de humedad que parece no agradarle; también le hemos visto en terrenos elevados, sueltos y aun calizos prosperar con loza- nía y adquirir buen desarrollo. Germinaeión y creciiniento: Las semillas, sembradas durante el verano, germinan en la primavera siguiente: las nuevas plantitas se desarrollan lentamente en sus primeros años; pero al llegar á los 20 ó 30, el crecimiento es muy activo; es árbol entre los demás frutales, que alcanza una gran longevidad, pueslleg-a á tener lO y 80 años. Reprodu,cción: Los Cerezos se multiplican por medio de sus se- millas, y por los barbados que brotan de sus raíces. La conservación de las variedades y su multiplicación, se hace por medio del ingerto sobre pie que proceda de semilla; con este objeto se hace el semillero, se practica la siembra de buenas castas, y se espera á conocer el fruto de los nuevos individuos; si aquel no llena ó satisface por sus buenas condiciones, en este caso se ingerta de otra casta ó variedad, usándose bien el ingerto de piía ó el de escudete, según la edad y grueso del patrón. Cultivos: Como especie que es casi forestal, debe procurarse que intervenga poco la mano del hombre; limitando todas las operacio- nes á dar algún riego al suelo, cavarlo á la entrada y salida del in- vierno, suprimir los brotes de las raíces, despojarlo de las ramillas secas, de las ramas erizadas y todas las que sean inútiles, pero sin practicar jamás una poda formal; porque esta operación produce en 95 las heridas grandes derrames gomosos que empobrecen la vida del árbol y la acortan; de modo, que casi debe reducirse más bien esta operación á una limpia, que á una verdadera poda; es inútil decir que todo corte que se haga, deberá cubrirse á seguida con el ungüento de ingertar, para evitar los derrames anteriormente indicados. Respecto á los abonos deben emplearse con mucha cautela, y lo más prudente será usarlos de tarde en tarde. En esta localidad no se ob- servan las prescripciones que acabamos de apuntar, cavando y abo- nándolos suelos en cualquier época y practicando podas frecuentes y aun de ramas gruesas: tal sistema conduce á que los ejemplares que hemos visto estén poco desarrollados, llegando á tener pequeñas di- mensiones; los troncos y ramas llenos de goma, y la fructificación escasa y mala. Productos y aplicaciones: La madera, efecto de las buenas cua- lidades anteriormente dichas, se emplea por los carpinteros, torneros, guitarristas, y ebanistas, para confeccionar diversos objetos, como son: muebles de lujo, juegos de ajedrez y damas, y multitud de ador- nos; recibe muy bien el pulimento; y sujeto á varios preparados, imita la caoba y otras maderas preciosas. Las ramas suelen ser buscadas para hacer aros de cubas. El fruto es el principal producto de esta especie, y por el que se le cultiva en este país: cuando está maduro y recién cogido del árbol, se le destina para postre y es un artículo de comercio importante, si bien no sufre el trasporte por descomponerse con facilidad el meso- carpio; cuando todavía no está completamente maduro dicho fruto, se confecciona una conserva hecha de aguardiente, canela, y azúcar, que suele ser agradable para muchas personas; también 'se emplea para postre seco en forma de pasa, cociéndolos con lejía y secándolos des- pués al sol; en confitería se usa para dulce seco y de compota, y aun para jalea. La goma que se obtiene es algo parecida á la arábiga, y casi produce efectos análogos. Desleída en vino se dice que combate el mal de piedra. 96 VARIEDADES. Cereza uegra. Hojas: Son prolongadas hacia su ápice, más angostas en su base colgantes de su peciolo provisto de dos glandulitas. Fruto: Tiene una forma acorazonada, de poco más de dos centí- metros de largo; pedúnculo de 4 á 5 centímetros é implantado en una cavidad: epicarpio liso, brillante y de color rojo oscuro, cuando el fruto está maduro: mesocarpio de color encarnado oscuro, de consis- tencia floja, muy jugoso y azucarado. Este fruto madura á últimos de Mayo; v por esta precocidad y por su buena calidad, es muy apreciado para postre; tiene el incon- veniente de pudrirse pronto, si no se le coge un poco antes de la com- pleta maduración, pero de todos modos no sufre el trasporte á largas distancias. Cereza negra de pediínculo largo. Este nombre damos á otra variedad bastante parecida á la ante- rior, pero cuyos caracteres diferenciales son como sigue: Flores: Pequeñas, muclio más que en la anterior; los pétalos pre- sentan en su extremidad una escotadura. Fruto: Es parecido al de la variedad anterior, pero el mesocarpio en esta tiene un color rojo de carmín; es más consistente; el jugo es abundante y tintóreo y deja á la semilla, cuando se la separa, igualmente teñida de encarnado; el pedúnculo es más largo. Este fruto madura á últimos de Mayo ó primeros de Junio, y es muy estimado en esta localidad, no sólo por sus buenas cualidades, sino también por resistir el embalaje y trasportarse á los mercados lejanos, adquiriendo por estas circunstancias buen precio. Porte y dimensiones: Es árbol que alcanza buenas dimensiones; el tronco es robusto y elevado; las ramas gruesas y numerosas, dando á la copa del árbol una forma redondeada en su cima. 97 Esta variedad se encuentra muy extendida en esta localidad; pero los ejemplares que hemos visto en la Vega son raquíticos, rela- tivamente al porte que debe tener este árbol: esto es debido á la na- turaleza de estos terrenos, y más que todo, al sistema de cultivos que aquí se sigue, tan contrario al que naturalmente requiere esta variedad. Cereza de Holanda. Fruto: Tiene una forma redondeada-aplastada, de 2 centímetros de largo, desde la base al ápice; pedúnculo de 3 á 4 centímetros: epicarpio de color rojo-vinoso un poco jaspeado: mesocarpio blanco- rojizo, muy jugoso, de sabor vinoso -agradable; la semilla tiene una forma esferoidal comprimida y con teg'umentos amarillentos. Este fruto madura á primeros de Junio y es muy estimado para postre por su dulzor agradable; no sirve para exportarlo porque se pudre con facilidad. Porte y dimensiones: Es árbol que alcanza buen desarrollo; las ramas son gruesas, poco levantadas, y la copa de forma redondeada. Garrafal roja. Fruto: Tiene la forma acorazonada; es de poco más de dos centí- metros de largo: epicarpio liso, de color rojo de carmín: mesocarpio amarillo-rojizo, suculento, azucarado y sabor aromático y agra- dable. Este fruto madura en Junio, y es bastante apreciado para postre: puede tener también todas las aplicaciones y usos indicados al tratar de la especie tipo. Porte y dimensiones: Es árbol que adquiere buen desarrollo cuando se encuentra en buenas condiciones para ello; las ramas se presentan casi verticiladas y son levantadas; la copa grande y redon- da; un poco plana en su cima. Garrafal roja de pedúnculo largo. Esta variedad es bastante parecida á la anterior, pero se distingue de ella en tener la parte del epicarpio que no ha sido bañado por el 1 98 sol, de un color amarillento, debido á unas manchitas de este color que salpican el fondo rojizo que le cubre; pero lo que más le diferen- cia es el tener su pedúnculo mucho más largo y su color verdoso. Garrafal negra. Hojas: Son grandes, de color verde esmeralda oscuro. Frido: C4raude, mayor de dos centímetros; pedúnculo de unos 5 centímetros: epicarpio liso, brillante, color muy oscuro ó casi negTo: mesocarpio fuerte y consistente, de color violado oscuro, jugo de igual color y dulce; semilla de forma almendrada y de tegumentos pardo-amarillentos. Este fruto madura á primeros de Junio, y es muy apreciado para postre por sus buenas cualidades, y alcanza un valor regular por sufrir el trasporte para mercados distantes. Porte y dimensiones: Es árbol de buen desarrollo y de un as- pecto gallardo, porque su elevado tronco y ramas levantadas le dan una forma piramidal. La otra especie es la denominada: Cerasus acida, Gfertn, Prunus Cerasus, Lin. Flores: Fasciculadas, las cuales nacen de yemas, cuyas escamas interiores son de consistencia herbácea. Hojas: Parecidas á las de la especie anterior, pero mates y de peciolo no glanduloso. Fruto: Globoso-comprimido: epicarpio rojo y consistente: meso- carpio fuerte y fundente; el jugo ácido. Porte y dimensiones: Es un árbol que á lo sumo alcanza en buenas condiciones de 1 á 8™ de altura; las ramas y ramillas se inclinan bastante, y la copa tiene su cima redondeada. Raíz: La central suele atrofiarse, desarrollándose muclio las late- rales, las cuales profundizan poco y .se liacen muy rastreras. Madera: Esta es en un todo semejante á la de la especie ante- rior; pero la diferencia el presentar unas manchas medulares de color pardo-oscuro. Florece y fructifica en igual época que la especie anterior, exi- 99 g'ieudo el mismo suelo y clima é idéntico cultivo. El fruto, aunque recibe los mismos usos, sin embargo, se le prefiere para la conserva de aguardiente anteriormente indicada. Esta especie es la tipo de donde proceden todas las variedades, cuyo fruto es ácido, y de las cuales se encuentran cultivadas en esta región de que nos venimos ocupando, las siguientes; Cereza de corazón de cabrito. Hojas: Simples, ovales, agudas, deutado-aserradas en los bordes, peninerviadas, y peciolo de 4 á 5 centímetros de largo. Fruto: Tiene la forma acorazonada, de unos 2 centímetros desde la base al ápice: epicarpio liso, brillante, color rojo de carmín: meso- carpio blanquizco, consistente, tierno, muy jugoso y acídulo; la se- milla es oval-abultada, y se separa con facilidad del mesocarpio; el pedúnculo es largo, de 7 centímetros. Este fruto madura en primeros de Junio y se le destina para postre, y para los demás usos anteriormente indicados. Porte y dimensiones: Es árbol de tamaño medio y de ramas extendidas. * Se cultiva otra clase ó casta que podemos considerar como una subvariedad, pues sólo se diferencia por su color, el cual es muclio más claro, llegando á ser blanco-amarilleuto por el lado de la sombra. Esta variedad y sub-variedad se encuentran muy extendidas en esta localidad. Cereza blanca. Fruto: Tiene una forma acorazonada, pero es muy grueso, sien- do sus dimensiones de unos 2 centímetros desde la base al ápice, por otros 2 de diámetro en su base, el cual disminuye hacia el ápice para tomar la forma anteriormente dicha: carece del surco ó hendidura que suelen tener otros frutos en su base ó donde se inserta el pe- dúnculo: epicarpio liso y de color blanco-amarillento: mesocarpio blanco, fuerte, jugoso y sabor un poco amargo. Este fruto madura á mediados de Junio, y se le destina para postre. Garrafal común. Fruto: Tiene la forma acorazonada; su tamaño es de poco más de 2 centímetros de largo por 2 de diámetro en su base: pedúnculo de 4 centímetros: carece de surco ó hendidura en la base: epicarpio brillante; de color amarillento, matizado de puntos rojos de color de carmín; la parte bañada por el sol, de rojo intenso; mesocarpio, fuer- te, consistente, suculento y de sabor acídulo amargo, un poco azu- carado. La maduración del fruto tiene lugar á mediados de Junio: se le destina para postre; también sufre el embalaje y puede ser traspor- tado á puntos distantes de consumo. Porte y diraensiones: Es árbol de mediano tamaño; sus ramas se inclinan uu poco y toman una disposición horizontal; la copa es irre- gular. Cereza común. Fruto: Es redondo, de 2 centímetros de diámetro; epicarpio de color rojo de carmín claro; mesocarpio amarillento, suculento y sa- bor ácido agradable. Este fruto madura á mediados de Junio, y se le destina para pos- tre y para exportarlo á mercados lejanos. De esta variedad hemos encontrado otra que puede ser considera- da como sub-variedad, puesto que se diferencia tan sólo de ella en ser el fruto mucho más pequeño y tener éste una hendidura ó surco en su base, circunstancia de que carece aquella. Estos frutos suelen ser poco estimados en esta localidad; pero la va- riedad es buscada para aprovechar los retoños ó barbados y aun las se- millas, para que sirvan luego de patrón á buenas castas y variedades. Guinda común. Fruto: Tiene la forma redonda, mayor de 2 centímetros de diá- metro; pedúnculo poco más largo que el fruto; carece de la hendidu- 101 ra en la base; epicarpio de color oscuro: mesocarpio rojizo-oscuro, suculento y el jugo de igual color j sabor dulce-acídulo. Madura este fruto á mediados de Junio y suele ser poco usado á no ser para la conserva de aguardiente. Se cultivan de esta variedad pocos ejemplares. Guinda ó Cereza. Fruto: Es de forma redondeada, de unos 2 centímetros de diá- metro: epicarpio rojo-claro: mesocarpio de igual color, .suculento y de jugo bastante ácido. Madura á mediados de Junio. El cultivo de esta variedad se encuentra poco extendido, y sólo hemos visto pocos ejemplares de pequeñas dimensiones. El fruto es poco estimado por sus cualidades acidas, pero es á propósito para hacerla conserva de aguardiente. Guinda garrafal. Fruto: Este es redondo, de mayor tamaño que el de la variedad precedente; el pedúnculo es de 4 centímetros de largo; epicarpio bri- llante, de color rojo subido, ca.si negro; mesocarpio color rojo de car- mín fuerte, jugo de igual color y sabor, un poco amargo, pero muy agradable . Madura á mediados de Junio y es comestible; pero el sabor amar- go que tiene le hace desmerecer para muchas personas: puede utili- zarse también para la conserva en aguardiente. Porte y dimensmies: Es pequeño árbol; de pequeño tronco; ra- mas casi horizontales y copa de cima redondeada. ENFERMEDADES Y ACCIDENTES A QUE ESTA EXPUESTO EL CEREZO, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS. Clorosis: Esta enfermedad, cuyos caracteres exteriores son amari- llez en las hojas, secamiento de los ramillos extremos y paralización 102 del crecimiento, es producida por un exceso de humedad en las raí- ces. Se corrige dicha enfermedad por los medios ya apuntados ante- riormente. • Heladas: Estas no son frecuentes en la Vega durante la época de la florescencia, pero no sucede lo mismo en los sitios fríos y ele- vados de la provincia donde suelen repetirse á menudo; en estos las heladas destruyen las flores y brotes tiernos y ocasionan á las plan- tas graves perturbaciones. No indicaremos aquí los medios que pue- den adoptarse para evitar en lo posible ó atenuar tan desastrosos efec- tos, por haberlo hecho ya en otro lugar al tratar del albaricoquero. Críptógamas. Existen en el Orden Hongos algunas especies, las cuales, por efecto de su fácil y extraordinaria multiplicación, se des- arrollan sobre las capas exteriores de la corteza de las raíces del ce- rezo en el momento que son bañadas por uu exceso de humedad; porque los frecuentes riegos ó un terreno demasiado hiímedo descom- ponen los tejidos de las capas corticales de las raíces sobre las cuales se desarrollan y alimentan innumerables criptógamas que producen la muerte del vegetal. De consiguiente, para evitar este accidente, deberán evitarse los riegos abusivos y de aquellos terrenos que sean muy húmedos; pues sin duda su origen forestal aconseja cómo y dónde debe cultivarse: es quizás esta la causa por la que no hemos podido encontrar en esta ^'ega, y menos aun en la de Ürihuela, bue- nos ejemplares de cerezos, sino solamente alguno que otro esparcido en distintos sitios y cultivados tan sólo por recreo, y aún éstos muy jóvenes, porque es probable que la excesiva humedad de que cons- tantemente se encuentra bañado este suelo por su situación, constitu- ción geológica é índole especial de sus cultivos, motiva el que di- chos individuos alcancen poco desarrollo y longevidad. Pulgón. Ya en otro lugar hemos indicado que los daños que pro- ducen estos insectos suelen destruir las plantas que atacan, como igualmente los medios que pueden adoptarse para combatirlos: por consiguiente nos eximimos de volver á repetir lo dicho, ateniéndo- nos á lo allí expuesto. Hay un insecto, correspondiente á la familia Escolitidos, orden 103 Coleópteros, que es el Scolihis primi, el cual ataca la madera del cerezo practicando galerías verticales que comuDÍcau al exterior de la corteza por medio de agujeritos redondos por donde salen; estos insectos se alimentan, en el estado de larva v en el perfecto, de la corteza, especialmente de la albura y líber del cerezo; para esto la hembra penetra en lu corteza, val llegar á la albura hace una galería donde va depositando los huevos á cierta distancia unos de otros: cuando estos se desarrollan, practican las larvas otras galerías perpen- diculares, las que ensanchan en su extremo para sufrir allí su meta- morfosis en crisálida: llegado el estado perfecto, hacen un agujero en la corteza para salir. Puede emplearse como medio destructivo de dichos insectos, el poner ramas ó troncos de árboles dañados donde aquellos acuden con predilección, y, cuando estén llenos de insectos, se queman sus corte- zas. Como medios preservativos proponemos en primer' lugar la con- servación del arbolado, teniéndolo siempre limpio de ramas secas ó dañadas; en seg-undo lugar, la extracción fuera del arbolado de la hojarasca que se encuentra á sus pies y bajo la que suelen albergar- se con frecuencia; finalmente, deberá protegerse la cría y conserva- ción de todos los animales insectívoros que los atacan y destruyen. Otro insecto hay cuya hembra pone los huevos á lo larg-o de los nervios de las hojas, á fin de que al desarrollarse puedan las orugas alimentarse de ellas: este insecto es el Saturnia Cecropia. Su oruga come todo el mesófilo de la hoja, empezando por sus bordes y dejando sólo sus nervios; estas orugas son de color amarillo-pardusco con manchas pardo-oscuras sobre la cabeza y lomo, y en su extremidad se observan unas glandulitas; para trasformarse en crisálida buscan las hojas enroscadas ó sus nervios y tejen un capullo de seda, donde per- manecen hasta su estado perfecto, saliendo al exterior y practicando la hembra la ovación, según hemos dicho. Estos insectos son sumamente perjudiciales cuando acometen á un árbol en gran número, porque entonces le dejan sin hoja y perjudi- can su buen desarrollo. Para combatir dichos insectos se espera al Otoño y se recogen 104 los huevos; pero este medio es sumamente pesado y casi sin aplica- ción. En el estado perfecto se le puede atacar por medio de lumina- rias de noche, donde acuden las mariposas y perecen entre las llamas. También pueden ser combatidos dichos insectos por medio de la pro- tección á los animales insectívoros, los cuales los destruyen por ali- mentarse de gran parte de ellos. EL MELOCOTONERO. Pérsica vulgaris. Mili. Pertenece á la gran familia de las Rosa- ceas. D. C. Tribu Amygddleas. Lineo llama á esta especie A?n?/^í^a- lu.s Pérsica, y Jussieu la comprende en la familia Amygddleas. Esta especie comprende los individuos llamados vulgarmente Melocotoneros, Abridores y Bresquilleros, cuyos frutos se diferen- cian entre sí, por ser el de los dos primeros de epicarpio velloso, y el último liso; el mesocarpio del primero, ó sea del Melocotonero, es fi- bro.so, compacto, jugoso, azucarado y adherido á los tegumentos de la semilla; el de los abridores, por el contrario, es fibroso-blando, de jugo acídulo, y se desprende con facilidad de los tegumentos de la semilla, y el del tercero ó bresquilla, es fibroso-duro, compacto, tierno y dulce. Estos caracteres nos servirán para formar tres grupos con las variedades de esta especie, considerando como tipo el Melo- cotonero, y los otros dos como variedades suyas; pues en nuestro concepto no reúnen los caracteres suficientes para poder constituir, por sí solas, especies distintas. Los caracteres específicos del Melocotonero son los siguientes: Flores: Tienen un color rosa vivo; se presentan solitarias ó ge- minadas á lo largo de las ramillas y casi sentadas, apareciendo un poco antes que las hojas. Cáliz g-amosépalo, de 5 divisiones, libre» color pardo-rojizo, y caduco luego que el fruto principia á desarro- llarse. Corola perigyna, de pétalos oblongos ú ovales, de color rosa , y más intenso hacia su base. Estambres filiformes, color morado, más 105 cortos que la corola, é insertos sobre el cáliz. Pistilo velloso en su base y tan largo como los estambres. Ovario formado de un sólo car- pelo y libre. Hojas: Son sencillas, alternas, alargadas ó ligei'amente lanceola- das, de consistencia herbácea, color verde -esmeralda limpió, muy dentadas en los bordes, peninerviadas, nervio central bien marcado, y su prolongación forma un peciolo corto y no glanduloso. Yemas: Las de flor y las de hoja se encuentran situadas á lo largo de los ramillos tiernos de un año, y son de color morado-oscuro; las primeras se distinguen por ser más abultadas y menos agudas que las segundas: unas y otras se componen de escamas imbricadas de color pardo-rojizo, cubiertas de vello y caducas tan luego como se desarrollan las flores ó las hojas; estas son conduplicadas dentro de las yemas citadas, y salen al exterior amontonadas en los ramitos, formando una especie de pincel, el cual se va prolongando para cons- tituir un tallito. sobre el cual se han de desarrollar las futuras yemas. Fruto: Es una drupa suculenta, redonda ó globosa, con un surco longitudinal, marcado desde la base al ápice: epicarpio de su- perficie ■ vellosa ó afelpada, amarillo por el lado de la sombra, ja.spea- do de rojo por el del sol: mesocarpio suculento, amarillo-rojizo, ence- rrando la semilla compuesta de tegumentos testáceos, de superficie muy asurcada y que contiene en su interior el núcleo ó embrión. Este fruto está adherido al árbol por medio de un corto pedúnculo que se introduce en una cavidad bastante profunda que aquel tiene en .su base. Florescencia y fructificación: Florece en este país á últimos de Febrero, pero la fructificación varía según las variedades; las prime- ras principian en Julio y continúan después en los meses sucesivos, según indicaremos en cada una de ellas. Porte y dimensiones: Es árbol que no alcanza gran elevación, pues generalmente fluctúa de 5 á 7™ de altura; el tronco es tortuoso, cubierto de una corteza gris-pardusca, que con la edad produce un rhytidoma negrusco y hendido en sentido longitudinal; las ramas 106 son también tortuosas, delgadas y levantadas; pero el peso de los frutos y su longitud, las inclinan un poco, dando á la copa una forma irregular. Raíz: Esta es central y profunda, si el terreno es suelto; pero si es duro y compacto ó el sub-suelo presenta alguna roca, en este caso se atrofia la central y se desarrollan muclio las laterales que suelen profundizar poco, produciendo abundantes sierpes. Madera: Es dura, homogénea, de grano fino, color rojo-pardusco, y mucho más intensa la coloración en el duramen; los crecimientos de Otoño y Primavera son muy marcados, debido á la mayor y menor finura de sus fibras y vasos, y los radios medulares forman numero- sos lunares blancos, ó espejuelos que dan á la madera un aspecto agradable. Suelo: Esta especie requiere un terreno suelto, fresco, sustan- cioso y profundo, donde las raíces se extiendan y profundicen bas- tante; así es que adquiere buen desarrollo y produce abundante y delicado fruto en algunos terrenos de esta Vega, pertenecientes á la formación cuaternaria: los calcáreos y tenaces le son poco favorables, porque en ellos ni las raíces .se extienden lo bastante, ni el árbol crece con vigor: tampoco le conviene los secos, ni los muy húmedos; porque en los primeros crece poco y mal, y en los segundos el árbol se cría pobre y enfermizo. Clima: Es planta muy delicada y propia de los países templados, donde llega á adquirir buen desarrollo y abundante fructificación. En los climas fríos, estos árboles se desarrollan poco y apenas fructi- fican, y si llega á conseguirse que vivan, es debido á repetidas siem- bras que los aclimatan, connaturalizándolos en estos países, donde indudablemente perecerían, si se les trasportase directamente de estas regiones templadas. Aquí se encuentra cultivado, segiín lleva- mos dicho, en diversos puntos de esta Vega, sin necesitar abrig-o. Reproducción: E.sta tiene lugar por medio de la semilla de sus frutos y por ingerto. Cuando se adopta el primero, que es el más natural, debe cuidarse de elegir semillas de frutos bien desarrollados y maduros, y que procedan de árboles sanos y. vigorosos: es además 1 107 conveniente hacer la siembra en semillero, con el fin de extraer des- pués lasplantitas y ejecutar las plantaciones de asiento; pero en este país no se acostumbra hacerlo así, sino que por el contrario, se tiene la preocupación de que los árboles que resultan, no suelen ser buenos, sin reflexionar que es el único medio natural de perpetuar la especie, j aun en muchos casos, de obtener variedades nuevas, debidas á cir- cunstancias especiales, difíciles de apreciar; de manera, que lo más generalmente usado es el ingerto, por cuyo medio se perpetúan las castas. La reproducción por medio del ingerto puede hacerse sobre pa- trón procedente de semillas de dicha especie ó de Almendro, Atba- ricoquero y Ciruelo; lo más usual es sobre patrón de Almendro ó Albaricoquero, y mejor sobre el primero, por la razón de que se adelanta mucho la fructificación, tanto que en esta localidad suele ser un mes sobre las demás variedades, y además se consiguen frutos tempranos que alcanzan precios subidos en los mercados. El ingerto sobre patrón de Ciruelo se acostumbra á usarlo poco. En algunos puntos de esta región, de la cual nos venimos ocu- pando, se acostumbra hacer viveros con pies procedentes de semillas de albaricoquero y almendro, y cuando estos tienen de 2-3 años se hace el ingerto de púa de una buena casta. Tanto en los viveros como en el arranque, embalaje y trasporte de las plantitas á los si- tios donde ha de hacerse la plantación, se observan aquí pocas pre- cauciones, así es, que los lugares destinados para viveros suelen ser los menos convenientes; el arranque se hace de cualquier modo, cor- tando la mayor parte de las veces muchas raicillas y magullando otras, magullamiento y cortes que producen el que se pudran y enfer- men muchos de ellos, sirviendo unas veces de pasto á los insectos y contribu^^endo otras al desarrollo de varias criptógamas que conclu- yen con la vida del árbol: el embalaje suele hacerse también de un modo imperfecto, dejando al descubierto raicillas tiernas y capilares que se secan y endurecen al contacto del aire, haciéndose impropias para efectuar la succión de los alimentos. Esta falta de cuidado y poco esmero, producen retraso en el desarrollo del vegetal, enferme- 108 dades muchas veces de difícil curación, y como consecuencia de to- do, perjuicios de consideración para el labrador. Cultivos: Como frutal exige los cuidados y precauciones de los demás, así es, que después de caida su hoja, lo que tiene lugar aquí durante el mes de Noviembre, deberá darse al suelo un riego, áfin de reblandecer la tierra endurecida por las continuas pisadas durante la cogida del fruto, y ponerla suave para recibir á seguida una labor de arado y cava al pie de los árboles, sin dañar sus raíces; al mismo tiempo debe practicarse la operación de la poda; ésta, como es sabido, tiene por objeto principal hacer que cese la acción de la savia sobre el órgano amputado y se extienda á fomentar el desarrollo de las ye- mas contiguas que han de producir después nuevos brotes y abundan- te fructificación. En este país se acostumbra á ser poco escrupuloso en la operación de la poda; de manera que causa extrañeza ver que en una provincia como esta, esencialmente agrícola, se desconozcan muchos de los principios generales en que aquella se funda, siendo por lo general sus cultivadores, más que podadores, verdugos de los árboles; pues tal lo parecen cuando empuñan el hacha, y haciéndola vibrar en el aire, descargan el 'golpe á ciegas á diestra y siniestra, arrebatando con su tajadura tallos lozanos y ramas fructíferas. La poda es la operación agrícola que requiere mayor caudal de cono- cimientos teóricos y prácticos: pero ante la imposibilidad de trazar aquí un cuadro con las reglas y preceptos que son necesarios, indica- remos para este caso concreto y aplicado al melocotonero, lo que de- be hacerse: en primer lugar, se espera la caída de la hoja del árbol, y esta es la mejor época de practicarla; después se efectúa esta, em- pezando por cortar las ramillas secas, las chuponas, las que se entre- lazan, y finalmente, todas las que impidan el libre acceso del aire, de la luz y la buena ventilación de la copa del árbol. Una vez, practicada la poda en la forma y tiempo antedicho, y cuando es lle- gado el mes de Febrero, se abona el suelo con buen estiércol de cua- dra, dándole la labor que se dijo anteriormente, y se termina con otro buen riego; durante la fructificación se regará cuantas veces se juzgue necesario, si la estación se presenta seca. Aquí se desconoce 109 por completo la poda que se acostumbra dar al melocotonero en al- gunos puntos en espaldera, abanico, columna, pirámide, y otras, por- que exclusivamente se le cultiva, más que como árbol de adorno ó de jardín, como árbol productivo á la agricultura; así es que se encuen- tra criado al aire libre en toda la zona que comprende la cuenca del Segura mezclado con los demás frutales. Productos y aplicaciones: La madera admite muy bien el puli- mento y es empleada por esta circunstancia en carpintería y ebanis- tería. Pero el principal producto que se obtiene de esta especie es su fruto, el cual es de gran valor por servir para postre, verde ó recién cogido, y poder ser exportado á Madrid y otros mercados extranje- ros; en confitería también se usa para hacer con él dulce seco y de compota y jalea. La medicina suele usar sus hojas como purgantes y febrífugas; son también antisépticas. VARIEDADES. IMELOCOTONES. Melocotón amarillo temprauo. Fruto: Es redondo, de unos 6 centímetros desde la base al ápice, dividido por un surco longitudinal en uno de sus lados, terminado en el ápice por una eminencia apenas pronunciada, y en la base por una cavidad profunda donde se inserta el pedúnculo: epicarpio cu- bierto de un bello blanquizco; es amarillento, y ligeramente mancha- do de rojo por el lado que ha sido bañado por el sol; mesocarpio ama- rillo, un poco blando, jugoso y de sabor aromático y agradable; se adhiere mucho al hueso ó semilla, la cual es de tegumentos testáceos, ovalados v rosados. Este fruto madura en los primeros días de Julio, y se le conoce simplemente con el nombre de melocotón; pero nosotros hemos dado no el anterior, fundado en alguno de sus caracteres. Es muy estimado por su precocidad, y debido á ella, alcanza buen precio en el merca- do: no puede sufrir el embalaje ú puntos distantes, porque á seguida se descompone su mesocarpio. Melocotón de la Ribera de Molina. Fruto: Es redondo, tiene unos 6 centímetros de diámetro; el surco longitudinal se prolonga en ambos lados de la superficie divi- diéndola en dos hemisferios desiguales; en su ápice tiene marcada una eminencia aguda, y en el extremo opuesto una cavidad profunda donde se inserta el pedúnculo; el epicarpio es de color amarillo-ver- doso y mancliado de rojo aterciopelado en la parte que ba sido baña- da por el sol; mesocarpio amarillento, fuerte ó consistente, jugoso, sabor ligeramente acídulo, y muy adherido al hueso ó semilla, que tiene un color rosado. Este fruto madura en primeros de Julio, y es muy estimado para postre: puede resistir el embalaje; y por esta cualidad y por su pre- cocidad, adquiriría buen precio en Madrid y otros mercados, si se en- contrase más aumentada esta variedad, puesto que son pocos los ejemplares que de ella hemos visto. También' puede recibir los usos generales anteriormente indicados. Melocotón blanco. Flores: pequeñas, de color rosa; se presentan á mediados de Marzo. Hojas: Ovales-lauceoladas, grandes, de 18-20 centímetros, her- báceas, de color verde esmeralda, finamente dentado-aserradas; ner- vio central pronunciado y arqueado en su ápice, en el opuesto se prolonga para formar el peciolo de la hoja que es corto, acanalado y glanduloso. Fruto: Es redondo, de unos 6 centímetros de diámetro, dividido según su longitud por medio de un surco poco profundo que pasa al opuesto lado; en la ba.se tiene una cavidad ancha y profunda donde se inserta el pedúnculo, y en el opuesto se levanta una pequeña emi- \\\ neucia aguda parecida á un pezón; epicarpio blanco-amarillento, ex- cepto por el lado del sol que es jaspeado de encarnado y cubierto de un vello fino y abundante; mesocarpio blanco, firme, suculento, de sabor agradable y adherido al hueso ó semilla, siendo atravesado aquel en esta parte por multitud de fibras rojizas: semilla oval-aplas- tada, de poco más de 3 centímetros y de color rojo de carmín oscuro. Porte y dimensiones: Es árbol de buen desarrollo; el tronco es robusto, cubierto de una corteza gris-plateada, que con la edad se resquebraja bastante; las ramas son gruesas, largas y derechas, dan- do á la copa una forma regular y redonda en su cima. Esta variedad se encuentra muy extendida en esta Vega, siendo sus frutos muy apreciados para comerlos verdes ó recién cogidos, co- mo postre; maduran á últimos de Agosto. Pavía blanca. Flores: Grandes y de petalos de color rosa: se presentan sobre los ramos á primeros de Marzo. Hojas: Ovales-lanceoladas, generalmente de 10-12 centímetros, anchas relativamente á su tamailo, finamente dentadas en los bordes, color verde-esmeralda mate en ambas caras; consistencia herbácea; nervio central bien marcado, y su prolongación en la base forma un pedúnculo de poco más de un centímetro y glanduloso; estas hojas propenden á doblarse en sentido longitudinal ó sea en forma envo- lutiva. Fruto: Grande, algo esferoidal, ordinariamente de 8 á 9 centí- metros desde su base al ápice: surco dorsal apenas marcado; el ápice levantado: epicarpio afelpado, color blanco-amarillento en el lado de la sombra, y lavado de rojo por el que ha sido bañado por el sol; mesocarpio blanco, ligeramente amarillento, fibroso, consistente, jugoso, sabor dulce y agradable, aunque ligeramente acídulo; alre- dedor del hueso ó semilla toma un color rojizo, y algunos de sus filamentos de igual color peneti'au en el interior de dicho mesocarpio, el cual se halla muy adherido á la semilla; ésta es oval, aplastada, de tegumentos gruesos, testáceos, de poco más de 4 centímetros de 112 largo poi' 2 de diámetro, de superficie exterior muy asurcada y con- teniendo un embrión amargo. Este fruto madura en primeros de Setiembre, y es muy exquisito para postre, verde ó recién cogido; presenta el inconveniente de uo poder ser trasportado á grandes distancias, porque su mesocarpio se descompone con facilidad y entra en fermentación. Aquí no recibe nombre particular, sino simplemente el de Melocotón; nosotros le hemos dado el anterior, sacado de sus caracteres más importantes. Porte y dimensiones: El tronco es derecho con la corteza gris- plateada, pero con la edad se resquebraja mucho en sentido longitu- dinal; ramas largas, gruesas y levantadas, pero se inclinan un poco y le dan á la copa una forma irregular; es árbol de buen desarrollo y que suele alcanzar de 10 á 12'" de altura. Pavía amarilla. Flores: Grandes, se presentan á últimos de Marzo. Hojas: Üval-lanceoladas, ordinariamente de 11 á 12 centímetros de largas, terminadas en punta aguda, finamente dentadas; consis- tencia herbácea; color verde-esmeralda por el haz, y más claro en el envés; plegadas según el nervio medio que es muy marcado, y pe- ciolo corto. Finito: Es de forma redondeada, ordinariamente de 8 centímetros de diámetro; surco dorsal poco marcado ; en la base una cavidad donde se inserta el pedúnculo; en el ápice, tiene una pequeña emi- nencia: epicarpio amarillo de paja y cubierto de vellosidad que le da un aspecto afelpado: mesocarpio amarillento, fuerte o consistente, muy jugoso, de sabor dulce y agradable de moscatel; está adheri- do á la semilla que es oval- abultada, de 4 centímetros; de tegumentos gruesos, testáceos, asurcados en la superficie y de color pardo-claro. Este fruto es muy estimado por su buen tamaño y sabor dulce y agradable, para servir de postre, verde ó recién cogido; también se le emplea para dulce de compota. Madura en primeros de Setiembre. Porte y dimensiones: Es árbol que adquiere buen desarrollo; la corteza del tronco es rojo pardusca; pero con la edad forma un rhy- 113 tidoma pardusco y hendido en todas direcciones; ramas erguidas, robustas y largas, que dan á la copa una forma redondeada. Esta variedad, apesar de ser tan excelente por sus frutos, se encuentra poco extendida, siendo escasos los ejemplares que de ella hemos encontrado en esta Vega. Melocotón del hueso colorado . Flores: Pequeñas, cuyos pétalos son de un encarnado fuerte, y se presentan sobre los ramillos en los últimos días de Marzo. Hojas: Ovales-lanceoladas, grandes, de 15 á 16 centímetros, finainente deutadadas, de consistencia herbácea, color verde-esmeral- da en ambas caras; el nervio central es grueso, amarillento y curvo, lo cual hace que el limbo tenga ondeado uno de sus bordes y curvo el opuesto; el peciolo es corto y glanduloso. Fruto: Globoso, de 5 á 6 centímetros; de surco bien marcado que se extiende á toda la circunferencia, formando dos hemisferios des- iguales; en la base tiene una grande depresión, donde se inserta el pedúnculo; y en el ápice, una eminencia aguda é inclinada hacia un lado, de forma parecida á un pezón: epicarpio rojo-oscuro por el lado que le ha bañado el sol, y amarillo-rojizo, salpicado de man- chas rojizas por el de la sombra; es velloso ó afelpado: mesocarpio amarillento, consistente, jugoso, muy azucarado, sabor vinoso y agradable; próximo al hueso ó semilla, toma una coloración roji- za-fuerte, como igualmente ésta. Este fruto madura á mediados de Setiembre, y es muy estimado para postre, verde ó recién cogido, por su tamaño y sabor agradable; tiene el inconveniente de no poder sufrir el embalaje sin descompo- nerse; así es que al menor golpe ó contusión, blandean sus tejidos; éstos se ponen oscuros y fermentan sus jugos, siendo simultánea- mente acometidos por multitud de insectos que después descri- biremos. Porte y dimensiones: El tronco es derecho, grueso y consistente; corteza rojo-pardusca, cubierta por zonas ó fajas circulares, gris-pla- teadas; las ramas son muy largas y delgadas, por lo cual se inclinan 8 114 un poco, dando á la copa una forma irregular; la altura general del árbol suele ser mediana. Melocotón amarillo tardío. Hojas: Lanceoladas, ordinariamente de 11 á 12 centímetros de largas, finamente dentado-aserradas en los bordes; ner\áo central marcado; peciolo corto y con glandulitas; cuando el fruto está toda- vía sobre el árbol, principia á alterarse la clorofila, y toman aquellas una coloración roja. Fruto: Es globoso, de 6 centímetros de diámetro; surco dorsal poco marcado: epicarpio de color amarillo por el lado de la sombra y lavado de rojo por la parte del sol, y todo cubierto por un vello afel- pado: mesocarpio amarillento-verdoso, consistente, poco jugoso, y sabor poco dulce y agradable. Madura este fruto á mediados de Setiembre y es de los menos estimados para comerlo verde ó recién cogido por sus malas cualida- des; sin embargo, puede resistir el embalaje para puntos distantes, y usarse también en confitería. Porte y dimensiones: Es árbol de mediano tamaño; el tronco es derecho; la corteza lisa, gris-plateada en sus primeros años, después resquebrajada }'■ oscura; ramas largas y robustas; la copa irregular. Esta variedad se encuentra bastante extendida por toda la Vega, pero siempre en individuos aislados, jamás componiendo sola una plantación. Melocotón aliuendrolao. Hojas: Ovales-lanceoladas y anchas en su ápice, finamente den- tado-aserradas en sus bordes; nervio medio, bien marcado, y su pro- longación forma el peciolo, el cual es largo relativamente al tamaño del limbo, siendo acanalado y glauduloso. Fruto: Es globoso, comprimido y estrechado hacia su ápice: tiene generalmente de 5 á 6 centímetros; surco dorsal poco marcado, y en su ápice conserva la base del estilo como si fuese una espinita: epicarpio de color amarillo -verdoso por el lado de la sombra, y man- 115 ctado de rojo-bermellón por el que corresponde al del sol, cubierto todo él por abundante vello de color blanco-rojizo: mesocarpio ama- rillento-verdoso, consistente, poco jugoso j de sabor ligeramente acídulo; está muy adherido á la semilla, cuyos tegumentos son rosados. Madura este fruto á mediados de Setiembre, y es poco estimado por sus malas cualidades y por ser propenso á agusanarse. Porte y dimensiones: Es árbol de buen desarrollo; de tronco de- recho; ramas largas, gruesas y extendidas; la corteza de color rojo- gris; con la edad se oscurece más y se grietea. Esta variedad no recibe aquí otro nombre que el de Melocotón; y nosotros le liemos dado el anterior por la semejanza que presenta con el Albaricoque así denominado; se encuentra muy extendido en esta zona y se le destina para postre, bien verde ó bien en almíbar. Melocotón amarillo máximo. Hojas: Lanceoladas, estrechadas en la base y ensanchadas hacia su ápice; peninervias, nervio central bien marcado, y su prolonga- ción forma el peciolo que suele tener menos de un centímetro, sien- do el limbo de 5 á 7; el color es verde esmeralda en ambas caras, pero mates en el envés y brillantes por el haz. Fruto: Es redondeado, pero un poco aplastado; sus dimensiones son generalmente poco más de 7 centímetros desde la base á su ápice, por 8 de diámetro; la sutura dorsal es muy marcada por un lado: epicarpio afelpado al tacto, de color amarillo, pero jaspeado de rojo por el lado que ha recibido los rayos solares: pedúnculo corto, robus- to é inserto en una cavidad profunda; en el opuesto lado, ó .sea el ápice se observa una pequeña cavidad, y en su centro una pequeña eminencia: mesocarpio amarillento, excepto junto á la semilla donde es de color de carmín con fibras del mismo color, que parten de este punto y atraviesan toda la masa pulposa; esta es fuerte ó consistente, jugosa, un poco acidulada y de sabor agradable y algo aromático; muy adherida á la semilla, la cual es oval-comprimida, de 4 centí- metros, rugosa al exterior. 116 Este fruto madura á mediados de Setiembre, y es muy estimado para comerlo verde ó recién cogido, y también en dulce de compota: puede sufrir el embalaje, si bien á no grandes distancias, porque es propenso á pudrirse. Porte y dimensiones: Es árbol de mediano tamaño: el tronco es grueso y corto, las ramas gruesas, pocas y largas; estas se inclinan bacia abajo y le dan á la copa una forma irregular. Esta variedad se encuentra poco extendida y escasos los ejempla- res que hemos visto. Aquí no recibe nombre alguno particular más que el genérico de melocotón; pero nosotros le damos el anterior, fun- dado en sus caracteres más esenciales. Melocotón verde. Este nombre damos á otra variedad que aquí bemos visto repre- sentada en pocos ejemplares y cuyos caracteres son los siguientes: Fruto: Esferoidal, de 6 centímetros de diámetro, el surco dorsal poco marcado: el ápice carece de eminencia ó pezón; epicarpio de color amarillo verdoso, y en el lado que ha sido bañado por el sol, la- vado de rojo; mesocarpio duro, color amarillo verdoso claro, y este mismo color presenta hasta la semilla; es poco jugoso y sabor dulce y aromático. Madura este fruto á últimos de Setiembre, y sería más estimado para comerlo verde ó recién cogido como postre, si no fuese tan pro- penso á ser acometido de los insectos, los cuales destruyen el meso- carpio, según diremos después. Porte y dimensiones: Es árbol de mediano tamaño; el tronco es derecho, cubierto de una corteza gris; las ramas largas y casi hori- zontales; la copa tiene una forma irregular. ABRIDORES. Abridor encarnado temprano. Flores: Grandes y de color rosa intenso. U7 Hojas: Ovales, prolongadas, terminadas en punta en su ápice, dentadas, de color verde amarillento, plegadas según el nervio medio. Fruto: Es redondo, de mediano tamaño, dividido en un lado por un surco longitudinal; epicarpio fino, velloso, teñido de color rojo de bermellón por el lado que ha sido bañado por el sol, el opuesto es de color amarillo claro; mesocarpio blanco, un poco encarnado bajo el epicarpio que corresponde al lado del sol y sin filamentos encarnados junto á la semilla; es jugoso, algo dulce j aromático; se desprende con facilidad de la semilla. Madura este fruto á últimos de Julio, y es muy apreciado para comerlo de postre, verde ó recién cogido, por sus buenas cualidades, adquiriendo buen precio, por su precocidad, en los mercados locales: no puede trasportarse porque se pudre á seguida. Porte y dhnensiones: Es árbol que no se bace grande, pero es muy fructífero, y por esta circunstancia debía extenderse más su cultivo, puesto que son pocos los individuos que se encuentran. Pequeña miñona. Flores: De color de rosa pálido. Hojas: De color verde-esmeralda oscuro y finamente dentadas. Fruto: Pequeño, redondo; el surco longitudinal bien marcado; epicarpio velloso, de color rojo intenso por el lado del sol, y por el de la sombra amarillo jaspeado de rojo; mesocarpio amarillento, y rojo cerca de la semilla, jugoso, sabor acidulado y agradable; se separa con facilidad de la semilla, pero no sin dejar algunos filamentos ro- jizos de sus tejidos. Madura este fruto en Julio, y suele estimarse para postre, si bien son muy escasos los ejemplares que temos visto de esta variedad. Abridor piu'purado temprano. Flores: Grandes y de un encarnado intenso. Hojas: Grandes, de color verde esmeralda fuerte, agudas en su ápice, finamente dentadas en los bordes. 118 Fruto: Es redondo, de unos 6 centímetros de diámetro, achatado un poco en su base; epicarpio de color encarnado y mucto más inten- so en la parte que le baña el sol, encontrándose todo él cubierto por un vello también rojizo y espeso que le bace aparecer afelpado; me- socarpio blanco, fibroso, jugoso, de sabor acidulado, encarnado jimto á la semilla, de la cual se desprende con facilidad; ésta es pequeña, muy asurcada en la superficie y de color encarnado sus tegumentos. Este fruto madura en primeros de Agosto, y suele comerse recién cogido del árbol: si se le quiere conservar después de cogido, se pu- dre á seguida: estas circunstancias hacen que sea dicho fruto poco apreciado; sin embargo, hemos encontrado cultivados bastantes in- dividuos de esta variedad. Porte y dimensiones: Es árbol que alcanza buenas dimensiones; su tronco es derecho y alto, la corteza pardo-gris, cubierta por un periderma gris-blanquizco; las ramas gruesas, vigorosas y dirigidas hacia arriba; la copa es ancha en su base y redonda en su cima. Abridor amarillo temprano. Hojas: Estas tienen un color verde poco intenso. Fruto: Aunque redondo, se prolonga un poco según la dirección de su eje: su diámetro medio es de 6 centímetros: en uno de sus la- dos tiene una sutura con una eminencia ó lomo; el pedúnculo se in- serta en medio de una cavidad profunda; el epicarpio es velloso, de color amarillo de oro por el lado de la sombra y encarnado more- no por el del sol; mesocarpio de color amarillento, excepto junto á la semilla que es rojo de carmín; es fibroso, fino, jugoso y agri-dulce. Madura á últimos de Agosto, y suele ser de las más estimadas por las personas que gustan de dicho fruto. Son escasos los ejempla- res que hemos visto de esta variedad. Abridor Magdalena encarnado. Flores: Grandes, de pétalos encarnados, color más intenso hacia su base. Hojas: Lanceoladas, de 10 á 15 centímetros de largo, por poco 110 más de 3 de ancho, finamente dentadas en los bordes, color verde- esmeralda y mates por el haz, más claro en el envés; nervio central amarillo j marcado, los secundarios apenas visibles; peciolo corto. Fruto: Tiene la forma globosa, ox'dinariamente de 7 á8 centíme- tros de diámetro por poco menos en su eje; uno de los dos hemisferios en que le divide el surco dorsal es mucho más abultado; epicarpio de color blanco-amarillento por el lado de la sombra, y rojo de berme- llón por el del sol, estando todo él cubierto por un vello blanco-ama- rillento; el mesocarpio está compuesto de tejido fibroso, suculento, de sabor ácido y algo aromático; éste puede desprenderse, no sólo del epicarpio, sino también de la semilla en la cual quedan sólo adheri- dos algunos filamentos rojizos como parte del mesocarpio, que tiene en esta parte dicho color: la semilla es oval-comprimida, de superfi- cie muy desigual y de color pardo-rojizo oscuro. Este fruto madura á mediados de Setiembre, y es comido por al- gunas personas que gustan de él recién cogido; no puede conservarse sin descomponerse; circunstancia esta que, unida á su sabor poco agradable, le hace desmerecer mucho y que generalmente no se lleve á los mercados, sino que se pudra y desprenda del árbol, cuando está maduro. Porte ¡j dimensiones: Es árbol de mediano tamaño; el tronco es derecho y poco grueso; la corteza de los brotes tiernos es rojo par- dusca, pero la que cubre á las ramas gruesas y tronco es pardo-gris con un periderma gris de plata, que forma sobre aquellas fajas y zo- nas horizontales; las ramas son delgadas y levantadas hacia arriba, formando una copa cónica de ancha base. Esta variedad se encuentra muy extendida pero sin valor alguno por la mala calidad de sus frutos. BRESQUILLAS. BresqitíUa violada. Flores: Pequeñas, y los pétalos de color rojo-pardusco. 120 Hojas: Prolongadas, de color verde-esmeralda limpio, y lisas. Fruto: Es redondo, pequeño; el surco dorsal poco marcado; en su ápice tiene una especie de punta ó pezoncito: epicarpio liso, del- gado, sin vello alguno, de color encarnado violeta por el lado que le lia bañado el sol, y amarillo claro en la parte de la sombra: me- socarpio amarillento, excepto próximo á la semilla que es encarnado y fuertemente adherido á ella; es fibroso-fino y consistente, jugoso, dulce, y de sabor aromático de vino moscatel. Este fruto madura á últimos de Agosto, y es muy estimado para comerlo verde, ó recién cogido, como postre; resiste el embalaje, y esto le hace ser doblemente apreciado para ser trasportado á los mer- cados lejanos, donde alcanza buen precio. Porte y dimensiones: Es árbol que adquiere buen desarrollo, y es muy fructífero, circunstancias que le recomiendan por sí solas. El tronco es alto, derecho y delgado; las ramas numerosas y fron- dosas: la copa redondeada. Esta variedad se cultiva poco, y son escasos los ejemplares que hemos visto de ella; generalmente su fruto es llamado simplemente bresquilla ó fresquilla. Bresquilla moscatel. Hojas: Son oval-oblpngas, dentadas; verdes, lisas y brillantes por el haz, y mates y de color más claro en el envés: peciolo corto y acanalado. Yemas: Están compuestas de escamas pardo-rojizas, vellosas y caducas; se desarrollan á últimos de Marzo, y á mediados de Abril se ven, á lo largo de los tallos del año precedente, las hojas dispues- tas en pincel y los frutitos del tamaño de una almendra mondada. Fruto: Es casi esférico, ligeramente comprimido, de 5 centí- metros de diámetro; el surco marcado en un sólo lado: en la base una cavidad donde se inserta el pedúnculo; en el opuesto ó ápice está un poco aplastado: epicarpio liso, delgado, .sin vello, rojo de ber- mellón en la parte que recibe el sol; amarillo-verdoso con puntos rojos en la parte de la sombra: mesocarpio de fuerte consistencia, compacto, 121 de color amarillo-verdoso, excepto junto á la semilla que es encar- nado, jugoso, dulce, muy aromático y sabor á vino rancio moscatel; la semilla está muy adherida al mesocarpio, y tiene poco más de 3 centímetros, es oval-aplastada y de tegumentos asurcados en la superficie. Este fruto madura á primeros de Setiembre y es muy apreciado para comerlo de postre por sus buenas cualidades; puede ser traspor- tado á mercados lejanos sin pudrirse ó descomponerse. Es árbol vigoroso, de buen desarrollo, de abundantes ramas y de copa redonda; es muy fructífero y se encuentra bastante extendido en esta región, recibiendo el nombre de Fresquilla. Bresquilla roja ó de Italia. Fruto: Es pequeño y redondo; el surco dorsal es bien marcado y pasa al lado opuesto; en la base tiene una cavidad ancha y profunda, donde se inserta el pedúnculo, y en el opuesto ó ápice se levanta una eminencia ó pezón: el epicarpio es liso, delgado, brillante y de color rojo sanguíneo por la parte que ha sido bañada por el sol; por el opuesto lado, color amarillo-blanquizco: mesocarpio blanco, duro, jugoso, algo azucarado, y sabor insípido; está muy adherido al hueso ó semilla que es redonda-aplastada, pequeña, y de color pardo-ama- rillento los tegumentos. Este fruto madura en Setiembre, y es de los menos estimados por sus cualidades. Esta variedad es muy escasa, y son pocos los ejemplares que hemos visto de ella. ENFERMEDADES Y ACCIDENTES A QUE ESTA EXPUESTO EL MELOCO- TONERO, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS. Tumores de las hojas: Los cambios bruscos en la temperatura, con especialidad los que ocurren en la Primavera, ocasionan un arru- 422 gamiento del limbo de las hojas, que paralizando la acción de la savia, entorpece además las funciones naturales de la planta. El medio que puede adoptarse para evitar en lo posible este acci- dente, es hacer las plantaciones de manera que se encuentren res- guardadas por otros árboles más corpulentos y de distinta especie, ó buscar sitios abrigados y con exposición al Sur ú Oeste. Amarillez de las hojas: Esta enfermedad, que pi'oduce muchas veces la muerte de los Melocotoneros, debe su origen á un suelo demasiado húmedo, ó bien á un suelo compacto y demasiado pobre en principios nutritivos: en el primer caso se corrige por medio del saneamiento del terreno, según hemos indicado en otro lugar: en el segundo, cavando bien alrededor del árbol, sustituyendo la tierra por otra de mejor calidad, y abonando el suelo suficientemente. La goma se presenta asociada a la enfermedad anterior, puesto que procede de iguales causas, si bien algunas veces es debida á un abuso en la poda. Como medio preservativo proponemos el hacer las plantaciones en los sitios más convenientes al Melocotonero, y como destructivo el practicar la limpieza de todas las partes enfermas con un buen ins- trumento cortante hasta dejar al descubierto los tejidos sanos, cu- briéndolos con el ungüento de ingertar, según ya anteriormente hemos indicado. La lepra ó moho: Esta se presenta bajo la forma de un polvo blanco que cubre el tronco, los tallos y las hojas del Melocotonero, entorpeciendo sus funciones vegetativas, y la cual no es otra cosa que multitud de criptógamas que se desarrollan y viven sobre los tejidos más exteriores. Esta enfermedad, cuando se presenta en muchos árboles, es difícil de extirpar; sin embargo, deberá emplearse para ello una lluvia artificial producida con una bomba de jardín, y de un líquido que contenga sal marina en disolución. Insectos: Estos cuando se presentan en grande número constitu- yendo una plaga, deben ser mirados con atención por los graves daños que ocasionan á los árboles que atacan. Entre los insectos más perjudiciales por su número y fatales consecuencias que producen, 123 se encuentran varías especies del género Aphis, llamados pulgones vulgarmente: estos insectos se desarrollan, viven y crecen sobre las flores, brotes tiernos, raíces y hojas del Melocotonero, produciendo una especie de tumores con sus picaduras. Como medio preservativo de combatir estos insectos, que por su multiplicación asombrosa llegan á constituir verdadera plaga, pro- ponemos el favorecer la cría y multiplicación de otros insectos y ani- males, que se mantienen casi solo de pulgones, tales son los llama- dos vulgarmente «come pulgones» y «caballitos del diablo», perte- necientes al género Libellula, familia Libellulidos, orden Neuróp- teros; y todas las especies pertenecientes á la familia Coccinélidos, cuyas hembras tienen la propiedad de depositar sus huevos cerca del sitio donde se encuentran los pulgones, para que su nueva prole ten- ga con que alimentarse al ti-asformarse en larva. Además de estos medios naturales, el hombre ha tenido necesidad de agotar los recur- sos de su imaginación, para librar á unos árboles, que tanto beneficio le reportan, de unos enemigos tan perjudiciales y tan dañosos: áeste fin se pondrán en práctica los medios destructivos que ya en otro lu- gar hemos indicado, al tratar de dichos insectos. Otros insectos hay que también producen grandes daños al Me- locotonero por atacar sus flores, frutos, hojas y raíces; tales son los llamados vulgarmente Abejorros ( Melolontha vulgaris y M. villosa); el Kermes fCocGUS hesperidumj, las Tijeretas {Forfícula gigantea): varias orugas pertenecientes al género Tenthredo, familia Tentredi- nidos, las Avispas correspondientes al género Vespa; y las Hormi- gas del género Fórmica. Los Tentredinidos se combaten destruyendo los capullos de seda que hilan para encerrarse y sufrir la trasformación en ninfa; las Avispas y Hormigas, que atacan los frutos del Melocotonero, des- truyendo los panales de las primeras, y los hormigueros de las se- gundas, según llevamos indicado: los Melolonthas se les destruye cuando están en el estado de larvas bajo de la tierra, donde perma- necen en este país cerca de tres años, alimentándose de las raíces del Melocotonero; con este objeto se cuidará de labrar y cavar el suelo, 124 especialmente en la Primavera, para que, puestas al descubierto, sean destruidas por los animales insectívoros que se alimentan de ellas; en el estado perfecto son difíciles de extirpar; las Tijeretas, que también atacan los frutos, se las combate por medio de paños húmedos puestos alrededor del tronco, donde se albergan y son recogi- das y pisadas, conforme hemos dicho anteriormente; y el Kermes por la recolección directa, si bien es mucho más fácil esperar la caída de la hoja y quemarla, con cuya operación se destruyen multitud de huevecillos. Como medio preservativo proponemos la conservación de ciertos insectos, aves y animales insectívoros, cuya alimentación, en gran parte, es de dichos insectos perjudiciales; circunstancia que los hace ser útiles para nosotros, debiendo protegerlos y aumentarlos y no destruirlos , como por ignorancia ejecutan los niños , y aun personas que por sus condiciones debieran poseer conocimientos siquiera fue- sen superficiales de estas cuestiones. La conservación de los anima- les que proponemos como útiles, son, entre los Mamíferos, los per- tenecientes á los Ordenes Quirópteros é Insectívoros; entre las Aves, las correspondientes á los Ordenes Paseres, Trepadoras y Rapaces; gran parte de los Reptiles; y entre los Invertebrados , algunos Co- leópteros, Ilimenópteros, Hemípteros y Dípteros. Estos son en ge- neral los animales cuya destrucción debemos evitar: por alimentarse de los insectos ya mencionados al tratar de las especies y variedades correspondientes á las familias Pomáceas y Amygdáleas. TERCEEA SECCIÓN. ARBOLES FRUTALES QUE CORRESPONDEN A DIFERENTES FAMILIAS. En esta sección comprendemos las especies siguientes: EL GRANADO. Púnica granatiim: Lin. Corresponde al género Púnica, Tourn., familia Mirtáceas, Juss. Clase Icosdndria de Lineo. Tribu Munogy- nia. — Grandteas, D. C. — Vulgarmente es conocida esta especie con el nombre de Granado. Flores bermafroditas, regulares, grandes, sentadas sobre los ra- millos extremos, solitarias ó en número de 2-3; color rojo subido y muy agradable á la vista. Cáliz gamosépalo; de 5-8 divisiones, tur- binado, de consistencia coriácea, acrescente. Corola perigyna, de 5-8 pétalos casi redondos, más largos que las divisiones del cáliz é inser- tos á él por sus uñas; color rojo escarlata; caduca. Estambres nume- rosos, más cortos que las divisiones del cáliz; filamentos delgados, li- bres, anteras introrsas, biloculares, longitudinalmente debiscentes. Pistilo único, tan largo como los estambres é inserto su estilo sobre una prolongación del receptáculo; estigma ensanchado ó cabezudo: tanto los estambres como el pistilo, persisten entre las divisiones del cáliz en el fruto maduro. Ovario infero, soldado al tubo calicinal, multilocular, formado cada lóculo de dos divisiones y cada una mul- tiovulada. 126 Hojas: Simples, ohlongo-lanceoladas, de 4 á 6 centímetros de largo, enteras, lisas, brillantes en ambas caras, sin estípulas; color verde-esmeralda, consistencia herbácea, pero fuerte, ó sea algo coriá- cea, peninervias, nervio central bien marcado, peciolo muy corto, limbo de la lioja estrechado hacia su base; cerca de ésta parten los nervios secundarios que caminan próximo á sus bordes, donde vienen á unirse los demás formando como un marco ó bastidor; dichas hojas se encuentran, bien aisladas, bien amontonadas en los ramillos tier- nos, situadas en puntos opuestos, y son caducas. Yemas: Axilares, compuestas de escamas verdoso-rojizas; se pre- sentan en el mes de Setiembre sobre las ramillas del año precedente; principian á desarrollarse las de hoja en este país á mediados de Marzo, presentándose las hojitas de un color pardo-rojizo, que dan al árbol un aspecto agradable; mucho tiempo después se desarrollan las de flor, las cuales se manifiestan durante el mes de Junio. Fruto: Llamado por Lineo Poma, otros le denominan Carcéndo y también Balausta; es sincarpio seco, grande, de 7 á 12 centíme- tros, forma globosa, pericarpio seco, indehiscente, delgado, color amarillo -verdoso por el lado de la sombra, y pardo-rojizo en la parte que ha sido bañada por el sol, superficie lisa , algo levantada, for- mando tajadas, brillante; fuertemente adherido por su base á la ra- milla, y en el ápice se nota parte del tubo calicinal acrescente con sus divisiones; estambres y pistilo persistentes; interiormente se ha- lla formado de varias celdillas , dividida cada una en dos partes por medio de un tabique membranoso, alojando en su interior multitud de granos ó semillas de placentación central, que afectan una forma poliédrica por lo comprimidas que se encuentran, con el epispermo traslucido, pulposo y de sabor acídulo. Florescencia y fructificación: Florece en el mes de Junio, y fruc- tifica á últimos de vSetiembre ó primeros de Octubre del mismo año. Potete y climensio7ies: Esta planta no alcanza grande tamaño, siendo sus dimensiones generalmente de 4 á 6 metros de altura; el tronco es irregular, tortuoso, de escasa longitud; la corteza se halla recubierta de un rhytidoma delgado, pardo amarillento, escamoso ó 127 laminar, con-espondieute al tejido suberoso, y que se desprende con facilidad: ramas numerosas, muy sub- divididas, delgadas, largas, levantadas, pendientes los extremos por el peso del fruto, formando una copa de espeso follaje, alegre y redondeado; por aborto, algunas ramillas se hacen espinosas. Madera: Compacta, homogénea, de grano fino, dura, pesada, de color amarillo claro. Reproducción: Tiene lugar por semilla, por estaca y por los bro- tes que nacen de sus raíces; por el primer medio se obtienen indivi- duos fuertes, vigorosos y de larga vida; por los dos últimos, indivi- duos que adquieren más pronto desarrollo y fructificación precoz, pre- sentando la casta ó variedad del pie de que proceden, con poca dife- rencia: tanto en el primer caso como en los otros, deberá recurrirse al ingerto cuando se desee cierta casta ó variedad determinada, puesto que éste nos la trasmitirá sin alteración alguna; el método generalmente usado es el de escudete ó yema: hay que hacer pre- sente una particularidad en la plantación de estaca, y es, que si ésta se pone en el suelo invertida, en este caso no reproduce la misma casta del pie de donde procede, sino otra distinta; tal sucede con una estaca de granado dulce, que si se planta invertida, resulta- rá un pie cuyo fruto será agrio. Suelo y clima: Es planta que se acomoda á toda clase de terre- nos, con tal que sean susceptibles de algún riego: se cría bien en los sueltos, frescos, arenosos, de buen fondo y sustanciosos; en los pró- ximos á la orilla del mar, que son un poco salobres, donde la hemos visto producir frutos muy exquisitos, si bien no crece mucho en al- tura; no desdeña tampoco los muy húmedos , como son los que están junto á acequias ó cauces por donde circulan las aguas para los rie- gos; en los terrenos calizos, en los compactos y secos, se desarrolla poco, y la fructificación es escasa. Este árbol es propio de la región Mediterránea;, en España le tenemos en el Sur y litoral de Levante; en esta región de que nos ocupamos se le encuentra muy extendido, siendo numerosas sus variedades, según después indicaremos. Cultivo: Es árbol que requiere poco cultivo, y que basta simple- 128 mente, cuando está en terreno apropiado á sus condiciones, el regarlo cuando sea conveniente, dar al suelo una lijera labor en primavera y algún abono cada dos ó tres años. La poda debe ser muy parca y tar- día, dirigida exclusivamente á quitar las ramas llamadas vulgarmen- te chuponas, las entrelazadas que quitan ventilación á la copa, las puntisecas y los brotes que salen en abundancia al pie del árbol. Productos y aplicaciones: La madera, á pesar de sus buenas con- diciones, no se la puede dar otra aplicación que para tornería, por efecto de las pequeñas dimensiones de sus troncos. La corteza del fruto, ó pericarpio, es empleada en tintorería para el curtido de pieles y fabricar el cordobán amarillo; la medicina también bace uso de ella como de su raíz, para combatir varias enfermedades, entre ellas la tenia, y de la pulpa de sus semillas para jarabes; las artes tam- bién la emplean para obtener una tinta negra con la caparrosa verde. El principal producto de este árbol, y por lo que se le cultiva, es su fruto, que recién cogido y maduro, es un postre saludable, gra- to al paladar, y del cual se hace un extenso comercio exportándose á mercados lejanos donde se paga á buen precio; en confitería también se le emplea para hacer jaleas y licores con su pulpa ó epispermo. VARIEDADES DEL GRANADO. Piüonenca dulce colorada. Nombre que recibe el fruto de esta variedad. Hojas: Son de buen tamaño relativamente á la especie de que procede, ordinariamente de 5 á 6 centímetros, color verde-esmeralda claro. Fruto: Grande, globoso, aplastado en sus dos extremos, de 8 á 9 centímetros desde la base al ápice por 11 á 12 de diámetro; super- ficie del pericarpio lisa, brillante, col )r amarillo claro, con puntitos rojos por el lado de la sombra, y por el que ha sido bañado por el sol de color rojo pardusco con manchas de rojo-carmín; en el ápice se 429 ven los extremos del cáliz acrescente casi unidos, sin formar cuello alguno, sino al contrario, una cavidad donde se ven ¡los estambres y pistilo persistentes: pericarpio carnoso y tierno, semillas con el epis- permo de color de rosa, jugoso, sabor dulce y agradable, dejando trasparentar una testa sumamente gruesa y leñosa, llamada vulgar- mente piñón, y que hace que este fruto no sea muy preciado. Prin- cipia á madurar en primeros de Octubre. Porte y dime7isiones: Árbol que alcanza de 6 á 7 metros de alto; tronco grueso, tortuoso, de 2 metros de altura, corteza gris- blanquizca, poco oscura, con un rlij^tidoma laminar muy delgado que se desprende paulatinamente. Copa espesa, abundante en follaje, de forma redondeada en su parte superior, compuesta de ramas ro- bustas, erguidas, y ramillas no espinosas. Insectos: El fruto suele verse acometido por una Oruga del género Papilio, la cual se desarrolla bajo las escotaduras del cáliz acrescen- te, comiendo la parte carnosa del pericarpio, y aun el epispermo de las semillas. Se combate el insecto en este estado, ó bien durante el invierno, que lo pasa en el de crisálida, suspendida en las ramas; en el estado perfecto, ó sea de mariposa, es muy difícil exterminarlo. Cagin. Este nombre recibe el árbol de esta variedad, cuyos caracteres diferenciales son: Hojas: De tamaño medio, de 4 á 5 centímetros; más estrechas que los de la variedad anterior, y el color es verde más oscuro. Fruto: Globoso, de 8 centímetros desde la base al ápice por 10 de diámetro; superficie del pericarpio de color verde amarillento uni- forme, brillante y con varias elevaciones ó tajadas; tubo calicinal muy marcado; este pericarpio es delgado y consistente; semillas con epispermo de color sanguíneo, traslúcido, jugoso y de sabor ácido; testa pequeña, leñosa y dura. Principia á madurar en primeros de Oc- tubre, y suele ser poco estimado por su excesiva acidez. Porte y diynensiones: Es árbol de mediano tamaño, generalmen- te de 4 á 5 metros de altura, tronco muy tortuoso, copa iri*egular; 130 ramas y ramillas largas, delgadas y espinosas muchas de estas úl- timas. Insectos: üentro del tubo calicinal del fruto hemos visto unos in- sectos a primeros de Octubre entre una sustancia algodonosa blanca, que pertenecen al género Coccus, familia Coccidos; sus picaduras sobre el pericarpio hacían brotar jugos, de los que se alimentaban. Es- tos insectos, si bien no son muy dañosos, pues solo atacan el peri- carpio del fruto, se les combate en dicho estado introduciendo un pa- lito para sacar la sustancia algodonosa, entre la cual se hallan en- vueltos y machacándola con un cuerpo duro. Dulce colorada. Nombre que recibe en este país el fruto de otra variedad, cuyos caracteres son los siguientes: Hojas: Grandes, de 5 á 6 centímetros, anchas, de color verde claro. Fruto: Globoso, de 7 á 9 centímetros de la base al ápice, por 10 á 11 de diámetro; superficie del pericarpio lisa, brillante, color ama- rillo verdoso, y por la parte que ha sido bañado por el sol con man- chas rojizas; forma tajadas; en el ápice se ve el tubo calicinal bien marcado; pericarpio delgado y duro; semillas de color rojo sanguí- neo, traslucidas, jugosas y de sabor dulce y agradable; testa alarga- da, blanca y algo tierna. Este fruto es bastante estimado para postre y se paga á buen precio; principia su maduración en primeros de Octu- bre, y suele conservarse hasta Diciembre ó Enero. Porte y dimensiones: Árbol de 6 á 7 metros de altura, tronco tor- tuoso, irregular, corteza cubierta de un rhytidoma laminar y delgado que se desprende con facilidad. Copa de follaje espeso y abundante, color verde agradable, y de forma regular; ramas robustas, dirigidas hacia arriba, y ramillas espinosas por aborto. Grauada blauca, tierna ó albar. Tiene los caracteres siguientes: Hojas: De tamaño medio, de 4 á 5 centímetros, estrechas en la 131 base del limbo y ensanchadas liacia su ápice; color verde esmeralda claro en ambas caras. Fruto: Globoso-aplastado, de tamaño medio, regularmente de 6 centímetros desde la base al ápice, por 8 de diámetro medio: pericar- pio liso, brillante, formando tajadas, sumamente delgado, de color amarillo verdoso en la madurez y pardo rojizo claro por el lado que ha sido bañado por el sol; en el ápice se conserva el cuello calicinal con sus divisiones muy separadas entre sí, dejando ver los estambres y el pistilo: semillas de epispermo color rosa, traslúcido, jugoso, sa- bor dulce y agradable; testa alargada y tierna. Es muy estimado este fruto para po.stre por sus excelentes condiciones: madura en primeros de Octubre. Porte y dimensiones: Árbol de mediano tamaño, de 5 á 6 metros de altura; tronco corto, corteza gris-pardusca, cubierta de rhytidoma laminar; ramas delgadas, largas, ramillas espinosas por aborto. Co- pa de forma irregular. Granado agri-híerro. Hojas: De 3 á 5 centímetros de largas, estrechas, algo agudas en su ápice, color esmeralda claro en ambas caras. Fruto: Globoso, de mediano tamaño, generalmente de unos 7 centímetros desde la base al ápice, por 9 de diámetro: pericarpio liso, brillante, formando tajadas; algo delgado, color amarillo verdoso por la sombra, rojo de bermellón con manchas más oscuras por el lado que le ha bañado el sol; en el ápice se conserva parte del cuello cali- cinal con los estambres y pistilos, los cuales se ven por estar las di- visiones de aquel abiertas; semillas de un centímetro de largas, de epispermo color rojo, jugoso, muy ácido y sabor desagradable; testa muy dura y leñosa. Este fruto madura en Octubre; pero no es esti- mado por su sabor ácido y por lo poco agradable al paladar que son sus semillas y por lo duro de su piñón. Porte y dimensiones: Es árbol generalmente de escasas dimen- siones, por lo regular de 3 á 4 metros de elevación; el tronco es tor- tuoso, corto, cubierto de corteza gris-oscura; copa irregular. 132 Se cultiva en esta localidad una sub-vai-iedad de la agri-liierra, la cual tiene la semilla de su fruto de mayor tamaño y con la testa menos leñosa y más tierna que aquella. Madura á principios de Se- tiembre, pero conservados los frutos en sitios secos y ventilados has- ta Enero ó Febrero, el jugo ácido del epispermo se modifica desarro- llándose el principio azucarado y toma entonces el sabor de la varie- dad descrita ya anteriormente con el nombre de Cagin. ENFERMEDADES Y ACCIDENTES A QUE ESTA EXPUESTO EL GRANADO, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS. Sequedad de los tallos. Ocurre algunas veces que los tallos más tiernos se secan, presentando la corteza exterior de un color pardo ro- jizo oscuro, lo cual ocasiona, además del mal aspecto que presenta el árbol, alteración en las funciones orgánicas del mismo; dicha enfer- medad reconoce como causas principales la falta de jugos ó princi- pios nutricios, y también un suelo compacto, cascajoso y seco; cual- quiera que sea el motivo, se procederá inmediatamente á corregirlo, bien abonando el suelo, bien cavándolo ó regándolo según el caso. Putrefacción de las raices. Hemos dicho que esta planta requie- re poco cultivo, y le agrada más el estado casi silvestre, de manera que cuando se abusa de los abonos y humedad, las pequeñas raíces de la planta enferman, se descomponen sus tejidos y muere el indi- viduo. Esta enfermedad es tanto más importante, por cuanto hemos observado, que en el momento que muere uno de sus individuos, su- cede igual á todos los que se encuentran próximos á él, circunstancia que ocasiona grandes pérdidas al labrador y que está en el deber de evitar; para ello, deberá cuidar muy especialmente de hacer las plan- taciones de estos árboles en terrenos donde no sea preciso sostener un cultivo muy intenso y permanente, sino simplemente en aquellos que puedan recibir los beneficios del que sea más apropiado á sus condiciones vegetativas. .133 Insectos: De estos los hay, unos que atacan á los frutos, y otros á la corteza de los troncos de los árboles de que nos ocupamos; entre los primeros se encuentra una oruga perteneciente al género Papüio, y de la cual ya hemos tratado al describir la primera variedad, ó sea la Peñonenca dulce colorada: los otros insectos pertenecen al orden Coleópteros y familia de los Curculiónidos, cuyas hembras deposi- tan los huevos bajo las escamas de la corteza de dichos árboles, especialmente cuando son jóvenes, desarrollándose allí y comiendo y destruyendo todos sus tejidos hasta obstruir la libre circulación de la savia muchas veces, en cuyo caso el árbol perece; la importancia de estos daños merece que se estudie algún medio de destrucción; con este fin proponemos levantar la corteza en aquellos árboles en que se note su existencia, y con instrumento á propósito seguir el curso de sus galerías hasta encontrarlos y destruirlos; también pueden combatirse durante el invierno, en cuya época permanecen en estado de huevo bajo el rhytidoma, levantando éste y machacando aquéllos con un cuerpo duro. LA HIGUERA. Ficus carica, Lin. Esta especie corresponde al género Ficus de Lineo, familia Ficaceas, Gaudich. Algunos botánicos la inc],uyen en la familia de las Mareas. Vulgarmente es llamada Higuera. Flores: Monoicas, muy pequeñas y numerosas, encerradas en un receptáculo común muy cóncavo, piriforme, carnoso, y cuyas paredes forman una cavidad tan sólo abierta por el ápice. Las flores masculinas están compuestas de 3 sépalos, y las femeninas de 5; los estambres son en número de 3 en la flor macho, y el estilo único, lateral y bífido en la flor hembra. Ovario unilocular. Hojas: Son simples, pecioladas, palminerviadas, con3 á 71óbulos y estos sinuosos, ó sub-lobadas y de senos profundos, verdes, pubes- centes-escabrosas por el haz, verdes más claras y sub- tomentosas por el envés, alternas y caducas. Frutos: .Son akenios tan numerosos como las flores de que pro- 134 vienen, colocados en la pulpa parietal del receptáculo carnoso que los encierra, y al cual impropiamente se le considera como fruto, reci- biendo el nombre vulgar de Higo: esta disposición de las numerosas flores asentadas sobre un receptáculo común, formando una flor com- puesta, recibe el nombre de Ilipantodio ó Cenantio. Dicho recep- táculo, llamado higo, según liemos dicho anteriormente, se presenta afectando la forma de una pera con la superficie lisa, cubiei'ta de un polvillo garzo que desaparece con el roce, axilar y solitario. La dis- tinta coloración de la superficie de dicho receptáculo, el tamaño y jugo más ó menos azucarado de su pulpa, hace presentar numerosas variedades, de las cuales nos ocuparemos oportunamente. Yemas: Los brotes tienen una yema terminal que se desarrolla anualmente y da lugar á tallos que se visten de hojas y cuyas axilas cubren 1 á 2 y 3 yemas; de estas sale un tallo al siguiente año, y las otras producen la Breva llamada impropiamente pi'imer fruto, no desarrollándose sobre todas las variedades, según después indicare- mos. En este país á mediados de Marzo principian á desarrollárselas yemas de madera, cuyas escamas son pardo-rojizas las exteriores, y verdosas las interiores, afectando aquellas una forma alargada; al mismo tiempo se desarrolla otra yema abultada que produce la Breva, lo que tiene lugar en los brotes del año anterior, diferen- ciándose de la del Higo, que lo hace en los del mismo año. Florescencia y fructificación: Los receptáculos florales se pre- sentan en Abril, y están completaüaente desarrollados á mediados de Junio, constituyendo la Breva, pero estos persisten poco en el árbol, pues caen al poco tiempo; los que forman el higo se presentan en Mayo, desarrollándose á mediados de Agosto y primeros de Setiem- bre, época en que está ya maduro. Porte y dimensiones: Es árbol que llega á alcanzar de 4 á 12 metros de altura, por O'" 60 á 1'" de diámetro; el tronco es un poco tor- tuoso, las ramas desiguales y ligeramente pendientes, especialmente las extremas; los brotes ó renuevos son fuertes, robustos y vigorosos, rervestidos de una corteza delgada, lisa y gris -pardusca clara; la del tronco es también lisa y gris-blanquizca, pero con la edad se forma 135 un periderma ligeramente corchoso y débilmente agrietado. La copa es redondeada y da una sombra muy tupida, debido á la gran mag- nitud de sus hojas. Madera: Es blanda, esponjosa, muy ligera, abundante en paren- quima que está saturado de un jugo lechoso de color amarillento; en contacto de la humedad se pudre con facilidad; arde muy mal y da mucho humo; todas estas cualidades hacen que se le aprecie poco para ningún uso ó aplicación. Crecimiento y duración: Es árbol que se' desarrolla muy pronto en sus primeras edades, si encuentra condiciones convenientes para ello; después se hace más lento á medida que el árbol va adquiriendo mayor edad; su longevidad suele ser grande, pues hemos visto ejem- plares de esta especie llegar á tener 150 años, precisamente en un terreno el menos á propósito para su buen desarrollo. Situación: Requiere las llanuras y valles de la región Medite- rránea, y exposición al Sur y Este, si el terreno es inclinado; pero donde mejor vegeta y adquiere gran desarrollo es en las márgenes de ríos, arroyos y azarbes, como sucede en esta provincia donde le tenemos muy extendido en toda la Vega. Zona: Es originaria esta especie de la región Mediterránea y Oriental, y conocida desde la más remota antigüedad: en esta pro- vincia se encuentra muy multiplicada por todas partes y estimada por las variedades de su fruto, los cuales son de bastante importancia para el agricultor. Suelo: Es planta que requiere suelos de bastante fondo, sustan- ciosos, sueltos y susceptibles de poderse regar; así es, que en los terrenos de esta Vega que reúnen aquellas condiciones, llegan á adquirir mucho desarrollo y crecimiento. También se cría en terrenos de secano del campo, creciendo con mucha lentitud, pero en cambio el higo es más almibarado y agradable; de manera que en general puede decirse que esta planta es poco exigente para su desarrollo, pero requiere terrenos susceptibles de poderse regar, adquiriendo rápido crecimiento en las orillas de las acequias y regueros, como sucede en esta Vega. 136 MuUiplicación:'Se'veT^voánGe por semilla, llamando así á los grani- tos que se encuentran en el higo; por las sierpes, barbados ó retoños, por acodo y por estaca; de todos ellos, la reproducción de estaca y sierpe es la más segura, mejor, y usada en esta localidad común- mente. Si se trata de utilizar las sierpes que salen al pie del árbol, en este caso, se lia de cuidar de que aquellas tengan por lo menos dos años; entonces se cava bien todo alrededor para descubrir sus raíces sin magullarlas, ni cortarlas, se envuelven bien con tierra un poco húmeda para preservarlas del contacto del aire; y en esta disposición se trasladan al hoyo donde han de ser colocados y que deberá estar abierto con antelación. Algunos cultivadores tienen la costumbre de acodarlas sierpes al pie del árbol dejando 15 centímetros fuera de la tierra. Si se hace uso de la estaca, se cuidará el que las ramas de donde proceden tengan de 2 á 3 años, y los cortes que se hagan sean lim- pios, siendo después introducidas en el hoyo que deben ocupar; la estaca debe tener de 2 á 3 centímetros de diámetro por 1™ 25 de largo; por algunos se acostumbra hacer incisiones en la parte infe- rior de la rama ó sea en la que ha de ser enterrada á fin de desarrollar mayor número de yemas adventicias. La multiplicación por semilla se usa poco, porque lo general es obtener la especie tipo, y se tiene que recurrir al ingerto si se desea una variedad determinada; siempre que se use del ingerto, se practi- cará por el medio de canutillo ó escudete. Cultivo: Cuando se trate de plantar una extensión de terreno con esta especie, que aquí se llama vulgarmente plantar un higueral, deberá procurarse en primer lugar elegir un terreno que sea suscep- tible de poderse regar, bien directamente por medio de alguna rega- dera ó acequia, bien deteniendo y conservando el agua que procede de la lluvia. La Higuera es una planta, ala que, como hemos dicho al tratar del suelo, le agrada mucho el que se pueda regar con frecuen- cia, sin embargo que absorbe gran cantidad de vapor acuoso de la atmósfera por los estomas de sus hojas y partes verdes y tiernas de I 137 su supei'ficie: uu ejemplo de esta verdad nos presenta una Higuera que hemos conocido en una finca de nuestra propiedad, la que llegó á perecer á los 160 años de su edad; precisamente este árbol se des- arrolló y creció á unos 700 metros de la orilla del mar sobre un sub- suelo de caliza compacta, cuyas raíces, no pudiendo penetrarla, tuvie- ron que liacerse rastreras, saliendo gran parte de ellas á la superficie y teniendo que ser cortadas con frecuencia por los labradores, porque perjudicaban á la superficie igual y lisa de ima era, junto á la cual se encontraba; á pesar de estas mutilaciones, la Higuera llegó á uu desarrollo tal, que midió 1" 14 de diámetro por 14 metros de altura, lo cual no pudo en manera alguna conseguirse, sino recibiendo una alimentación atmosférica en gran parte, porque el suelo poco ó nada podía suministrarle, que ni aun detenía las aguas pluviales por su especial disposición, ni jamás fué laboreado ni abonado. Elegido el sitio para la plantación , se principia la apertura de hoyos, cuidando de que estos disten entre sí de 5 á 6 metros, y tengan cada uno 1™ 25. Hecha la plantación, según las reglas ge- nerales dictadas para este objeto, debe darse un buen riego para que la tierra se una y no deje oquedades ni intersticios por donde pueda penetrar el aire á las raíces; si se viera que el tiempo es seco, debe- rán repetirse los riegos con frecuencia, hasta tanto que se vea que la planta ha arraigado, en cuyo caso serán más tardíos. La Higuera es planta que no exige un cultivo especial, siuo que colocada en buen terreno y susceptible de ser regado, sólo necesita para su buen desarrollo, el labrar el suelo alguna vez para tenerlo mullido y esponjoso, y abonarlo de tarde en tarde con buen estiércol de cuadra, especialmente á la salida del invierno. Como el cultivo esencial de la higuera va dirigido exclusiva- mente á conseguir el buen desarrollo y abundante fructificación, una de las operaciones más importantes para conseguir estos resultados, es la poda: esta debe practicarse, quitando del árbol los secos que contenga, aclarando las ramas para que penetre la luz y el aire, y cortando aquellas otras ramas que irregularicen su copa; sin embargo, hay algunas localidades donde se acostumbra á podar las Higueras, 138 de manera que la cruz del árbol esté baja y sus ramas pendientes; tal sucede en el campo de Cartagena; pero allí tal práctica está fun- dada, en que siendo los vientos impetuosos, puesto que su velocidad no es moderada por ningún obstáculo, destruirían las copas de los higuerales, si estos tuvieran un tronco y copa elevados, razón por la que se sigue tal proceder. Recolección y conservación del fruto. La recolección de los higos para conservarlos secos debe hacerse después de las primeras horas de la mañana, y cuando han perdido la humedad del rocío de la no- che; para estas faenas se dedican á las mujeres y niños, los cuales, provistos de una escalera ó j^erigallo, van cogiendo todos los higos que están sazonados y maduros, depositándolos con cuidado en ces- tos ó canastillos; después son llevados al sequero ó sitio donde han de ser expuestos á los rayos del sol; aquí se les extiende sobre unos zar- zos de caña, y una ó dos veces durante el día se vuelven sus caras aplastadas un poco por los dedos, para que sufran la acción solar por igual y vayan perdiendo la humedad que se contiene en el recep- táculo: al llegar la noche, es necesario preservarlos de la acción del relente que les perjudica notablemente; para esto se van superpo- niendo unos zarzos á otros, para cuyo efecto llevan estos unos lar- gueros longitudinales que impiden con su grueso que el peso de im zarzo se ajuste aplastando al inferior, y el último ó superior se cubre con una estera: al siguiente día, y cuando los rayos del sol han di- sipado toda la humedad, se van separando y colocando los zarzos unos á continuación de otros para conseguir el objeto indicado ante- riormente, practicando iguales operaciones hasta lograr la completa sequedad de los higos. Viene después el encofinado, operación que está reducida á comprimir el ápice y base de cada higo con el dedo pulgar, pasarlos por harina y colocarlos por capas ó tongadas en unos cestos ó cofines hechos de esparto, poniendo entre cada una de ellas unos trocitos de hinojo que comunican cierto sabor ag-radable; en e.ste estado se entregan al comercio. Usos y aplicaciones: La higuera es uno de los árboles más útiles al labrador por los grandes rendimientos que produce: su fruto es 139 aprovechado, verde y seco, como alimento sano .y nutritivo por los co- lonos y gentes pobres de esta provincia, y también como postre en la mesa de las personas acomodadas; en el estado seco forma un ar- tículo de muclio comercio, llegando á adquirir buen precio el de cier- tas variedades; cuando está verde se le da al ganado de cerda, el que lo come con avidez, le alimenta mucho y hace un tocino muy craso y de sabor agradable. El higo seco se suele usar en infusión para gargarismos: facilita la espectoración y es diurético. También se obtiene por fermentación un líquido, que destilado produce aguardiente de regular calidad. VARIEDADES DE LA HIGUERA. Higuera aoral. Hojas: De uuos 15 centímetros desde la base al ápice del limbo, palmiuerviadas, lóbulos muy profundos, generalmente ennúmerojde 6, redondeados, á su vez estos sub-lobados; color verde esmeralda más claro por el envés; velloso- espiuosillas en ambas caras, especial- mente sobre el envés y nervios; bordes irregulares; peciolo grueso, amarillento, de 8 á 9 centímetros de largo, y cubierto de vello fino. Fruto: Receptáculo de forma de trompo, de unos 4 centímetros de largo; pedúnculo grueso, corto, de medio centímetro; superficie del receptáculo de color verdoso-pardusco por el lado de la sombra, y pardo-rojizo oscuro por el que ha sido bañado por el sol, cubierta de un polvillo ó eflorescencia gris-azulada; cuando está completamente maduro el higo, la cubierta e"xterior se resquebraja ó agrieta longi- tudinal y trasversalmente, presentando líneas blancas-amarillentas, que es el color del tejido celular inferior; la pulpa interna, donde se encuentran los akeuios, es de color blanco con filamentos rojizos, jugosa, azucarada y muy grata al paladar. El primer fruto ó breva es de mayor tamaño, de sabor menos azucarado, y se encuentra si- tuado en la parte media de las ramillas. 140 Este árbol fructifica dos veces en el año; la primera es á últimos de Junio ó primeros de Julio, y produce la breva: la segunda, en que es mucho más abundante y de mejor calidad el fruto, lo verifica á primeros de Setiembre. Porte y dimensiones: Es árbol de gran magnitud, que alcanza hasta 14 metros de altura; el tronco es grueso, con la corteza casi lisa, y de color ceniza claro. Ramas gruesas, larg-as y pendientes en los extremos; copa muy frondosa, de color esmeralda fuerte y redon- deada en su ápice. Aplicaciones: Tanto "el primer fruto ó breva, como el segundo ó higo, son muy preciados por sus buenas cualidades para comerlo verde ó seco como postre, especialmente el último, que alcanza buen precio en el mercado cuando está seco, llegándose á vender los 46 kilogramos en 5 ó 6 pesetas. Higuera negra. Hojas: De color verde- claro, delgadas, más suaves al tacto que las de la variedad anterior, de 25 centímetros de largo en su limbo; este tiene de 2 á 4 lóbulos no muy profundos; peciolo delgado y de 5 á 6 centímetros. Fruto: De forma de trompo, pero alargado; de 4 á '5 centímetros desde la base al ápice; color de la superficie pardo-violado muy os- curo, casi negro, recubierto de una eflorescencia azulada, y cuando está maduro, con grietas longitudinales; la pulpa es blanca-dorada, algo jugosa, de sabor dulce y agradable. El primer fruto ó breva es muy escaso. Maduración y usos: El higo de esta variedad madura en esta localidad á mediados de Agosto; y más que para comerlo verde ó recién cogido, se le destina para secar, en cuyo estado alcanza los mismos precios en el mercado que los déla variedad anterior; son las más estimadas para tal objeto. Porte y dimensiones: Es árbol de mediano tamaño; de tronco corto y robusto; corteza gris-oscura y resquebrajada longitudinal- mente con la edad; ramas largas, delgadas, dirigidas hacia arriba. 141 formando una copa alargada; g-enevalmente los labradores de este país destruyen la guía terminal, para que el árbol no se eleve mucho, y cortan los extremos de las ramas, para que éstas no se des- gajen con su excesiva longitud y peso. Higuera verdal. Hojas: Son de color verde-esmeralda oscuro por el haz, algo más claro por el envés, de 15 á 20 centímetros de largo el limbo, gene- ralmente con 4 lóbulos algo redondeados y profundos, con 5 nervios principales muy marcados y de color amarillo -verdoso; superficie del limbo espinosilla por el haz y tomentosa por el envés; peciolo grueso, corto, de 5 á G centímetros, casi liso, poco tomentoso, y de color ver- de-amarillo pálido. Fruto: De forma algo globosa el receptáculo, aplastado en su ápice, adelgazado hacia su inserción en el pedxínculo, que es grueso y corto; su tamaño es de 5 centímetros generalmente; coloración exterior verde; ligeramente pardusco por el lado que le ha bañado el sol, recubierto por eflorescencia gris-azulada, y se agrieta en todas direcciones cuando está completamente maduro. La pulpa es muy abundante, blanca, con filamentos i-ojizos, muy azucarada y agra- dable al paladar; cuando está completamente maduro el fruto, sale un jugo ó melaza, por lo que vulgarmente se llama la flor. Maduración y usos: El primer fruto ó breva se aprovecha poco, porque se cae del árbol y es muy escaso: el segundo ó higo madura en últimos de Agosto y principios de Setiembre, y se usa como postre recién cogido, y también seco, en cuyo último estado es bas- tante preciado en el comercio. Porte y dimensiones: El tronco es algo tortuoso, corto, de corte- za gris-cenicienta clara; ramas gruesas, largas, tortuosas y pendien- tes; copa irregular y no espesa. Higuera martinenca. Hojas: De 15 á 16 centímetros de la base al ápice del limbo; co- lor verde oscuro; consistencia herbácea; vellosas en ambas caras, pero 142 mientras que en el haz son espinosillas , en el envés son afelpadas; peciolo de color verdoso, sumamente prolongado, generalmente de unos 10 centímetros. Fruto: El receptáculo tiene la forma apeouzada, de 4 centímetros de largo, superficie lisa, color pardo oscui'o ligeramente morado, por el lado de la sombra verdoso; le recubre una eflorescencia azulada; en la madurez se resquebraja y se ven unas rayas blancas amarillentas del tejido inferior; pulpa blanca-amarillenta algo rosada, jugo ácido poco agradable. Maduración y usos. No produce más que el higo, el cual madura en primeros de Octubre, y se aprecia poco por sus malas cualidades; se le destina para pienso del ganado de cerda. Porte y dimensiones: Es árbol de buena magnitud; llega de 10 á 12 metros de altura; el tronco es grueso; corteza gris oscura y al- go resquebrajada; las ramas largas y pendientes; la copa irregular. Higuera de higos tle carne doncella. Hojas: Pequeñas, de 10 á 12 centímetros de largo el limbo, con los dos lóbulos laterales bien marcados; de color verde esmeralda y es- pinosillas por el haz; de color más claro y tomentosas por el envés; peciolo largo, de 7 á 8 centímetros, delgado y velloso- espinoso. Fruto: El llamado así, ó higo, es cónico, achatado en su ápice, muy adelgazado en su base, ó inserto en los tallos por medio de un pedúnculo delgado y de un centímetro de largo; su tamaño varía entre 3-5 centímetros; la superficie exterior es verdosa con rayas más oscuras que se dirigen desde la base al ápice, y recubierta de un polvillo azulado que desaparece después; en la madurez se rompe la epidermis y se deja ver la parte carnosa inferior, que es blanca: pulpa interna de dicho receptáculo, blanca, ligeramente rosada, jugosa y azucarada. Los frutos se encuentran situados en la axila de las hojas, y son pendientes. Maduración y usos: No .se le reconoce á esta variedad más que la segunda cosecha ó sea el higo, el cual madura á primeros de Oc- tubre y es muy apreciado para comerlo recién cogido. 143 Porte y dimensiones: Es árbol que alcanza de 9 á 12 metros de altura: el tronco es derecho, con la corteza gris-oscura y resquebra- jada; ramas robustas, largas y delgadas; ramillas de color pardo-ver- doso oscuro. Copa de follaje espeso y redondeada en su cima. Higuera pajarera. Hojas: Bastante pequeñas, de 11 á 14 centímetros el limbo, bi- lobado, poco profundo; consistencia herbácea; color verde esmeralda en ambas caras; brillantes y poco espinosillas por el haz, mates y ve- llosas por el envés, con especialidad sobre sus nervios; peciolo delga- do y de 4 á 5 centímetros. Fruto: Receptáculo floral de forma parecida á la variedad verdal, pero mucho más pequeño, pues generalmente tiene unos 3 centíme- tros de la base al ápice; color de la .superficie verde amarillento, re- cubierta de una eflorescencia cenicienta; pedúnculo corto y grueso: pulpa rosácea, jugosa y de sabor dulce. Maduración y usos. No produce masque la segunda co-secha ó sea la del higo; se destina, más que para comerlo verde, para seco, sien- do entonces muy azucarado y de sabor muy agradable, tanto que en el comercio alcanza un gran valor, pues los 4G kilogramos se pagan de 35 á 40 pesetas. Porte y dimensiones: Es árbol que no alcanza grandes dimensio- nes: el tronco es bastante derecho y no grueso; la corteza de color pardo oscuro y lisa en la primera edad, después se resquebraja un poco; ramas delgadas y erguidas hacia arriba; copa redondeada en su periferia y aguda en su ápice, teniendo el follaje poco espeso. Higuera blauca. Hojas: De 15 á 18 centímetros de largo el limbo, cuadrilobado; consistencia fuerte; color verde esmeralda; algo espinosillas por el haz, de color mucho más claro y suaves por el envés; peciolo delgado, grueso en su base, cilindrico y amarillento. Fruto: El higo es apeonzado, de 4 á 5 centímetros de largo; co- lor de la superficie amarillento verdoso; eflorescencia cenicienta; pe- zón corto y grueso; pulpa blanquecina, ligeramente rosada, muy ju- 144 gosa y azucarada, tanto que en completa madurez sale al exterior por el ápice del receptáculo, conocido con el nombre vulgar de flor, como si fuese una melaza. La primera cosecha, ó sea la breva, es muy es- casa ó nula. Maduración y usos: El higo madura á mediados de Agosto, y es muy exquisito para comerlo de postre en el estado seco y verde. Porte y dimensiones: Árbol de mediana elevación; tronco robus- to, cilindrico y derecho; corteza gris cenicienta y lisa; ramas grue- sas, con la corteza igual á la del tronco; se ramifican poco, erguidas hacia arriba las unas, inclinadas otras, y todas ellas forman una copa de aspecto redondeado en la base, que es ensanchada, y cónica en su vértice, teniendo el follaje claro. Higuera de Esmirna. Es llamada así por ser oriunda de este país; en esta localidad de que nos ocupamos, la tenemos cultivada desde 1858, pero sólo por curiosidad y en .pocos puntos. Sus caracteres distintivos son los si- guientes: Hojas: De 20 á 24 centímetros de largo el limbo con 2-4 lóbulus; poco profundos; bordes ondulados; color verde esmeralda, brillantes y ásperas al tacto por el haz, de color más pálido, mates y vellosas, es- pecialmente sobre los nervios, por el envés; peciolo tan largo como la mitad del limbo, de color verde amarillento, cilindrico, lleno y ás- pero al tacto. Fruto: Tiene dos cosechas: la primera, que es la breva, madura á mediados de Junio; es de gran tamaño, generalmente tiene de 12 á 13 centímetros de larga, adelgazada hacia el pezón, que es un poco largo; la superficie, de color morado oscuro, casi negro, recubierta de una eflorescencia azulada; pulpa color de rosa, poco jugosa y azuca- rada. El fruto de la .segunda cosecha, ó sea el higo, madura á me- diados de Agosto; es de menor tamaño que la breva; ordinariamente tiene de 6 á 7 centímetros de largo, color morado oscuro, casi negro; eflorescencia azulada, pezón corto, y grueso; pulpa rosácea y no muy jugosa, pero algo azucarada. 145 Usos: En el estado verde se aprovechan poco tanto la breva como el tigo, por ser poco jugosos; pero no sucede lo mismo secados al sol, en cuyo estado son muy sabrosos, y constituyen un postre muy ex- quisito, vendiéndose á muy buen precio, debido éste á su buen ta- maño. Porte y dimensiones: Es árbol corpulento que se desarrolla con prontitud; el tronco es robusto y elevado; la corteza lisa, gris ceni- cienta; la de las ramillas de color pardo rojizo, oscura; ramas delga- das, erguidas hacia arriba; copa frondosa, redondeada en su contorno y alargada hacia su vértice. ENFERMEDADES Y ACCIDENTES A QUE ESTA EXPUESTA LA HIGUERA, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS. Caries: La naturaleza y poca consistencia de los tejidos de la madera, hacen que las astillas ó repelos que se dejan cuando la poda se practica con in.strumentos poco cortantes, entren en descomposi- ción al contacto de la humedad de la atmósfera ó de las gotas de lluvia retenidas, y que adelantando á la parte interna del árbol, se produzcan oquedades, donde las aguas de las lluvias se detienen, cau- sando la total descomposición de dichos tejidos; este estado anómalo del árbol, ocasiona la alteración de sus funciones vegetativas, retar- da su buen desarrollo, aminora la cantidad de su fruto, y finalmente le hace entrar en un período de debilidad que termina algunas veces con su muerte. Para corregir este mal, deberá cuidarse, desde un principio, de limpiar la parte enferma con un instrumento bien cor- tante, hasta dejar solo la parte sana, y seguidamente cubrir la lieri- da con el ungüento de ingertar; si la enfermedad se presenta en una rama ó parte superior del tronco, podrá evitarse por medio de la poda de dicha rama, ó según acabamos de indicar; pero si la caries está si- tuada en la base del tronco y ha profundizado mucho los tejidos, en 10 146 este caso la operación se hace más difícil, pero no imposiI)le, si se acude cou oportunidad. Putrefacción del fruto: El fruto ó receptáculo en el estado ver- de, y sobre el árbol, suele abrirse y pudrirse, cuando sobreviene una ligera lluvia que lo llega á humedecer; la misma descomposición experimenta si llega á mojarse antes de estar completamente seco. Como este accidente es debido á influencias atmosféricas, que no nos es dado evitar; no existe remedio alguno, especialmente para el pri- mer caso; para el segundo podrá evitarse el daño, cuidando de hacer los sequeros en sitios convenientes donde los rocíos ó lluvias no puedan perjudicarles. Insectos: La higuera en su estado vegetativo no es atacada por insecto alguno en su corteza ni madera; pero no sucede igual á su hoja, la que suele ser acometida por un insecto perteneciente al gé- nero Coccw^. L.: estos insectos, que podíamos clasificar de Coccus fici, se fijan sobre el envés de las hojas chupando sus jugos. Se pre- sentan en Primavera en forma de pequeños puntos negros que los la- bradores de este país llaman vulgarmente piojo; no causan grandes daños como no sea que aparezcan en gran cantidad constituyendo plaga; en este caso pudieran ensayarse para lograr su exterminio los sahumerios ó fumigaciones de azufre, tabaco ó plantas que produzcan un humo acre y fuerte; también daría resultado la frotación, con brocha mojada en petróleo, de toda la superficie atacada por los in- sectos: pero estos medios son costo-sos, pesados, casi irrealizables y de resultados poco satisfactorios. El mejor medio destructivo que po- demos aplicar, es el recoger todas las hojas que se desprendan del árbol durante el Otoño, amontonándolas en un sitio, y quemarlas; de este modo se destruirán todos los huevos depositados en ellas y se evitai'á su notable multiplicación para el siguiente año, llegando á ser hasta medio preservativo para los siguientes. Otros insectos que también atacan á la higuera son los Pulgones, los cuales viven parásitos sobre sus tallos y hojas tiernas, extrayén- doles sus jugos; son sumamente dañosos cuando se presentan en gran número, puesto que causan grandes pérdidas de savia. Se les com - 147 bate por medio de disoluciones hechas con plantas acres ó de esencia de trementina, y esparciéndolas con una bomba de jardín sobre las partes de los árboles atacados; también por medio de la espolvoriza- ción de la cal sobre los tallos tiernos donde aquellos se encuentran, los cuales perecen á su contacto: pero estos medios no pueden ser aplicados más que en pequeña escala por lo dispendiosos que son, siendo de mejor resultado los animales que los destruyen, que debe- rán ser protegidos. Las Hormigas también acuden con los Pulgones en busca de los jugos que éstos segregan y de los de los frutos. Se les combate destruyendo los hormigueros. EL GINJOLERO. Zizyphus vulgaris, Lam. ó Rhamnus zizyphus de Lineo. Co- rresponde esta especie al género Zizyphus de Tournef. y familia Rhamneas de R. Brown. Vulgarmente es conocida con el nombre de Azu faifa ó azofaifo; pero aquí su nombre es Ginjolero. Flores: Pentámeras, regulares, hermafroditas, axilares, peque- ñas, amarillentas, solitarias ó fasciculadas. Cáliz gamosépalo, de 4 á 5 divisiones triangulares, y que llegan cerca de su base. Corola de 4 á 5 pétalos y de forma de espátula, enroscados hacia dentro, alter- nos; algunas veces son tan pequeños que apenas se ven. Estambres opuestos á los pétalos é insertos con estos sobre un disco adherido al tubo calicinal: anteras introrsas, biloculares y longitudinalmente dehiscentes. Estilos en número de dos. Ovario rodeado por el disco y soldado á él. i/q/a^/Elipsóideas oblicuamente, algo obtusas, festoneadas, de un vivo verde y agradable en ambas caras; brillante por el haz; en el envés se observan tres nervios principales, siendo el uno medio, y los otros dos laterales y convergentes hacia el ápice; peciolo corto y acanalado; estípulas caducas y espinosillas á veces por aborto: las hojas se encuentran situadas en los ramillos y ramas dísticamente, siendo además caducas. 148 Fruto: Nuculanio ovoideo, casi sentado, de 2 centímetros de largo: pericarpio carnoso, fofo, miicilaginoso, blanco-amarillento; sabor dulce y agradable; superficie exterior lisa, brillante, pardo- rojiza oscura ó encarnada en la madurez; uni-locular por aborto, y contiene un sólo hueso ovoideo terminado en punta en sus dos extre- mos, y el cual encierra en su perispermo el embrión. Yemas: Se desarrollan á últiuios de Abril, y brotan entonces los tallitos portadores de las hojas, y de las flores más tarde. Florescencia y fructiftcación: Florece á mediados de Mayo en esta región y fructifica á primeros de Setiembre. Porte y dimensiones: Es árbol de 7 á 9 metros de altura; el tronco es tortuo.so, de 2 á 3 metros, recubierto en sus primeros años de un periderma liso y delgado, de color gris de plata; pero cuando el árbol es más crecido se forma un rhytidoma pardo-oscuro, agrie- tado profundamente de un modo irregular, hasta formarse unas cos- tras ó escamas de aspecto parecido á las que presentan los troncos de los pinos. Las ramas son tortuosas, delgadas, largas, flexibles, se ramifican mucho, tienen la corteza lisa, color gris de plata, y forman una copa irregular, vestida de vivo y agradable follaje, por cuya circunstancia se destina este árbol para adorno de jardines. Madera: Es compacta, dura, amarillenta, de grano fino y homo- géneo; el duramen presenta un color rojo; en ella domina el tejido fibro.so, y en medio de él se encuentran varios vasos pequeños y ais- lados; los radios medulares son iguales y sumamente delgados. Suelo y clima: El Ginjolero es árbol que requiere terrenos sueltos, sustanciosos y frescos; los muy secos, tenaces ó muy húmedos le perjudican abiertamente: es planta cuyas raices propenden á hacer.se rastreras, circunstancia que la favorece para criar.se hasta en suelos de escaso fondo. Encuéntrase muy extendida en Córcega, Argelia, y en general en toda la región Mediterránea: en España la tenemos cultivada en varios puntos, y en esta localidad, con especialidad en Lorca, y salpicados algunos ejemplares en la Vega y huertecitas de los campos, donde se la tiene más bien como planta de adorno ó por curiosidad, que como útil y productiva. 149 Reproducción: Esta tiene lugar por medio de las semillas de su fruto, por las ramas ó estacas y por los barbados que se desarrollan al pie del árbol. Si se emplea el primer medio, la siembra deberá hacerse en almáciga durante el mes de Abril, j en tiempo oportuno se ingiere el patrón que resulte de la casta que se desee. Si la repro- ducción se hace por rama, estaca ó barbados, en este caso, se pon- drán estas, durante el mes de Marzo, en los hoyos que se tendrán destinados al efecto, procurando regarlos cuando sea necesario, así como el practicar las demás operaciones que en tales casos son pre- cisas, y que no apuntamos aquí por no ser su lugar ni corresponder á nuestro objeto: de este medio es del que generalmente se sirven los labradores de este país, para obtener nuevos individuos que adquie- ren pronto desarrollo, abundante fructificación y las cualidades á veces de la clase del pie, de donde procede la estaca, rama i) bar- bado. Cuando se desee una casta ó variedad determinada, nos valdre- mos de la operación del ingerto, la cual deberá hacerse durante el mes de Marzo ó primeros de Abril, con las precauciones dictadas para este caso, en aquellas ramas que sean robustas, y si es en el tronco, cuando tenga por ló menos de 6 á 7 centímetros de circun- ferencia, eligiendo para esto el método de escudete ó de púa. Cultivo: Este árbol no requiere más cultivo que una labor com- pleta durante el invierno y algún riego en la primavera; si la esta- ción se presenta seca, como generalmente acontece en este país, donde las lluvias son nulas durante el verano, deberá repetirse el riego y dar un ligero abono al suelo . La poda deberá hacerse á últimos de Enero, y muy ligera, esto es, reducida únicamente á cortar las ramas puntisecas, entresacar las que impidan la ventilación de la copa, y arrancar los vastagos que brotan de la base del tronco y raíces. Usos y aplicaciones: La madera, efecto de las buenas cualidades apuntadas anteriormente, recibe muy bien el pulimento y presenta un aspecto agradable á la vista, por cuya razón puede aplicarse en ebanistería y tornería para varios objetos. Empleada como leña, pro- 150 duce un excelente combustible, y hecha carbón, es este uno de los más superiores y de primera calidad, puesto que su potencia calorí- fica es grande. El principal y casi único uso que de este árbol se hace, es de su fruto, el cual recibe aquí el nombre de Gínjol: éste es comestible recién cogido, porque si se deja para comerlo algún tiempo después, en este caso se seca la parte carnosa y sólo queda el epicarpio endu- recido; se hace un uso muy frecuente de él en este país hacia media- dos de Setiembre por la gente pobre y artesanos, quienes lo adquie- ren para comerlo durante la velada de la noche en los talleres de sas- tres y modistas, siendo muy curiosa la costumbre arraigada en esta localidad, de que el dueño del establecimiento sea el primero en pre- sentar á sus dependientes una cierta cantidad de este fruto el día en cuya noche ha de dar principio la velada. La medicina también lo usa para confeccionar jarabe y pectora- les. La industria obtiene de él una bebida alcohólica. VARIEDADES DEL GINJOLERO. Ginjolero comúu. Hojas: Son aovado-alargadas, brillantes, de color verde intenso, finamente dentadas en sus bordes. Fruto: El de esta variedad tiene la forma ovoidea y casi el mismo tamaño que el de la especie tipo; la superficie del epicarpio es lisa, de color amarillo-verdoso por un lado y pardo-rojizo por el que ha esta- do expuesto á los rayos .solares; la parte carnosa del pericarpio es de color más claro, más consistente, más compacta j dulce que la de la especie tipo; cuando se con.serva algún tiempo cogido este fru- to, no se arruga tanto, ni se pudre con la facilidad que aquel. Maduración y usos: El fruto madura á principios de Setiembre, y tiene los mismos usos ó aplicaciones que el de la especie tipo; sin 151 embargo, este fruto suele ser más estimado por sus buenas cualida- des y ser menos acometido por los insectos. Porte y dimensiones: Es árbol que adquiere en buenas condicio- nes bastante altura; el tronco es elevado, la corteza pardusca-oscura; copa alargada j follaje alegre. Gínjol (le corazón de cabrito. Hojas: son aovado-agudas, festoneado dentadas; dientecitos bien marcados; estípulas espinosas; color verde esmeralda, intenso, bri- llante. Fruto: Generalmente es conocido con el nombre vulgar de cora- zón de cabrito, calificativo que recibe por la forma especial que tiene: su tamaño ordinario es de 3 á 4 centímetros de largo por 2 á 3 de an- clio cerca de su base, que es donde tiene mayor dimensión, pues el opuesto ó ápice se adelgaza bastante hasta terminar en punta, de modo que presenta una forma cónica, algo aplastada; el pedúnculo es corto, delgado é implantado en una pequeña cavidad: el epicarpio es delgado, de color rojo, ligeramente pardusco cuando el fruto está ma- duro, con manchas parduscas y puntitos amarillentos: mesocarpio carnoso, consistente, blanco-verdoso, jugoso y muy azucarado; se- milla aovada, de 1 á 2 centímetros de larga, terminada en una aguja ó espolóu en el ápice; tegumentos lapídeos rugosos, blanco rojizos, y en su interior se encuentra el albumen. Maduración y usos: Este fruto madura á principios de Setiem- bre: se le destina especialmente á comerlo recién cogido del árbol, siendo el más estimado por lo abundante y buenas cualidades de su mesocarpio, por su tamaño y forma: en el mercado es el que mayor precio alcanza. En este fruto suele ser raro el que se vea su mesocar- pio acometido por insecto alguno. Porte y dimensiones: Es árbol que no alcanza gran tamaño; el tronco y sus ramas son tortuosos y la copa tiene una forma irre- gular. 152 ENFERMEDADES Y ACCIDENTES A QUE ESTA EXPUESTO EL GINJOLERO O AZU- FAIFO, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS. Clorosis: Los terrenos muy liúmedos ocasionan la palidez de las hojas; después sigue la alteración de las funciones orgánicas del ve- getal, y finalmente su muerte: para corregir esta enfermedad, tan luego como se presente, se cuidará de sanear el terreno; hacer las plantaciones en suelos que no tengan esa mala cualidad, será el me- jor medio preventivo. Insectos: El ginjolero ó azufaifo suele verse acometido, especial- mente la especie tipo, por unos insectos que corresponden á la fami- lia Falenidos, género Saturnia j especie Saturnia Mylitta. Estos insectos atacan en el estado de oruga al mesocarpio de los frutos, ocasionando graves perjuicios, puesto que por esta circunstancia des- merece mucho en el mercado. Para combatir dichos insectos debe esperarse el Otoño, época en que sufren su metamorfosis en crisálida; para lo cual tejen con hilo de seda un capullo en las ramas ú hojas enroscadas, y en esta situación se recogen y matan. En el estado perfecto ó sea de mariposa, pueden también ser destruidas por medio de hogueras á donde acuden de no- che y son quemadas. EL NOGAL. Jaglans regia, Liii. Esta especie corresponde al género Ju- glans, L., familia Juglandeas, D. C, clase Monoecia, orden Po- lyandria de Lineo. Es exótica. Floración monoica. Las flores machos forman amentos cilindri- cos, compactos, verdosos y pendientes; cada flor se compone de una escama bracteal que con.stituye el Cáliz, y de un perigonio de 5 á 6 133 divisiones que es la Corola. Estambres numerosos, cortos é insertos en un receptáculo aplanado; las anteras biloculares y longitudinal- mente dehiscentes. Las flores hembras no forman amento y están reunidas en número de 1 á4 en los ramillos tiernos del año, los cuales brotan en esta región á últimos de Marzo; cada flor de esta se halla constituida por un involucro 3-4 bífido ó dentado, soldado á un peri- gonio de 3 á 4 divisiones que cubren al estilo del Pistilo; éste es corto, en número de 1-2 y con los estigmas grandes y formando maza. Ovario infero y uniovulado. Hojas: Compuestas, opositi-imparipinadas; dispuestas en senti- do alterno en los ramos tiernos del mismo año, los cuales como hemos diclio, principian á desarrollarse á últimos de Marzo; están com- puestas de 7 á 9 hojuelas que disminuyen en magnitud conforme se acercan á su base; las hojuelas son ovales-agudas, casi iguales en todos los pares, excepto la terminal que es mucho mayor; peuiner- vias, enteras, de consistencia herbácea, verdes por el haz, de color más claro por el envés; peciolo común ó raquis largo, fuerte, acanalado y ensanchado en su base, la cual protege una yema. Yernas: Las hay de madera y de flor; las que primero se des- arrollan son las de madera, puesto que las de flor han de salir después sobre aquellos ramos; las escamas que forman su invernáculo son hojas reducidas á su peciolo, y que conservan su color verde. Fruto: Lineo le llamó drupa con núcleo asurcado, nombre de- bido quizás al aspecto que tiene en su primer desarrollo cuando no es más que el ovario fecundado; se halla constituido por un peri- carpio carnoso, verdoso, recubierto de vello, que contiene un ácido acre, y el que envuelve á la semilla compuesta de una testa leñosa formada de dos valvas, y una endopleura delgada que contiene un líquido, que después se solidifica, tomándola masa, que es oleaginosa, un aspecto arrugado, y la cual no es otra cosa que los cotiledones. Nosotros clasificamos este fruto de nuez, monosperma, revestida por una cubierta caraosa, que es caduca, y que proviene de la acres- ceucia del involucro y perigonio, cuyos restos se conservan en el ápice; la forma de este fruto es ovoidea, se adhiere al árbol por me- 154 dio de un fuerte pedúnculo, estando éste, como aquel, recubierto de un vello muy espeso: interiormente contiene dos valvas leñosas con rebordes ó quilla en la unión de ambas, superficie surcada en rede- cilla; semilla de albumen nulo y cotiledones carnosos, gruesos, fecu- lentos-oleaginosos, formando cuatro lóbulos arrugados j comestibles. Florescencia y fricctificación: En esta región las flores se pre- sentan en Abril; el líquido que contiene el ovario se solidifica á úl- timos de Junio, j en Setiembre está completamente maduro el fruto. Raís: La central se desarrolla bien; se extiende y profundiza mucho, si el suelo es suelto y profundo; pero en los compactos y te- naces, ó en los sitios donde la roca del subsuelo es sumamente dura, la raíz central se atrofia y se desarrollan en cambio las laterales que llegan á extenderse á gran distancia. Madera: Presenta el color amarillo-rojizo y el duramen pardo- rojizo con vetas más o.scuras; tiene el grano bastante fino y homo- géneo; es fuerte y pesada; el tejido fibroso se encuentra dividido por el parenquima, dispuesto por capas delgadas y concéntricas; los vasos gruesos. Porte y dimensiones: Es árbol que alcanza un notable des-, arrollo, cuando se encuentra en buenas condiciones para ello, llegan- do algunos ejemplares á medir 2"' 60 de circunferencia por IS"" de altura; el tronco es derecho, cilindrico, cubierto de una corteza no muy gruesa, blanquinosa ó cenicienta, generalmente lisa en los pri- meros años, resquebrajada un poco en sentido longitudinal á medida que el árbol va entrando en edad: las ramas son gruesas, numero- sas, tortuosas, largas, dirigidas en diversos sentidos, formando una copa algo esferoidal, de cima redondeada y que produce una sombra muy tupida. Es árbol de gran vida, pues no hace mucho tiempo que en Jaén fué derribada por un viento huracanado una Noguera que tenía más de cien años; y nosotros hemos visto, en la huerta de Blanca, que corresponde á esta provincia, otra cuya edad no bajará de ochenta años; pero esto no sucede si el árbol vegeta sobre suelos muy húmedos, ó que no le sean propios, viéndo,sele enfermar y lilti- mamente perecer. 155 Suelo y clinia: Es especie que gusta de terrenos sueltos, pedrego- sos, arenosos frescos, ó sean los de bastante fondo y permeables, donde puedan desarrollarse bien las raíces; en los arcillosos, secos y com- pactos ó muy húmedos, no puede vegetar bien y perece: así es que hemos tenido ocasión de ver magníficos ejemplares, notables por su desarrollo y altura, en regiones montañosas de esta provincia, sobre laderas los unos, y en cañadas y barrancos los otros, donde el aire puro del campo envolvía repetidas veces sus copas, y las raíces encontraban suelos permeables, sustanciosos y frescos. También hemos visto algunos ejemplares en esta Vega, pero su vida ha sido corta, porque ha perecido luego que sus raíces se han encontrado constantemente bañadas de agua en la zona que existe á poca pro- fundidad, y lo cual es debido á los excesivos riegos, á los cauces nu- merosos que cruzan por doquier y á la constitución geológica de dicha Vega. Es planta originaria de Persia, y cuyo cultivo se extiende á la región de la vid, pero debe cuidarse de no exponerla á los vientos fríos del Norte que desti'uyen los brotes tiernos y flores. Sólo tene- mos cultivada en Europa esta especie, pero en América habitan va- rias. En esta Comarca, de que nos venimos ocupando, se encuentran cultivados algunos ejemplares en las Vegas de Orihuela y Murcia, en las huertecitas que existen en la Cuenca del Segura, y en algu- nas haciendas particulares de los campos ó de las montañas, pero en general puede decirse que se encuentra poco extendido su cultivo. Reproducción: Esta se obtiene por la siembra de sus semillas, bien sea de asiento ó en almáciga: en uno y otro caso deberá cuidar- se que la semilla, que á tal objeto se destine, esté bien llena; esto es, que los cotiledones llenen la cáscai'a; que la siembra se practique después de caído el fruto del árbol, ó sea durante el Otoño; y que no se entierre más de 4 centímetros. Es recomendable el hacer la siem- bra de asiento; porque si lo es en almáciga, indispensablemente han de sufrir mutilaciones involuntarias las raíces al efectuar el tras- plante, lo cual siempre retrasa el desarrollo del vegetal. Cultivos: El nogal es árbol poco exigente en su cultivo; así es 156 que este debe reducirse á labrar el suelo, regarlo y abonarlo alguna vez. Respecto á su poda, debe economizarse todo lo posible, porque siendo la médula muy esponjosa y con intersticios entre las zonas de su madera, suele descomponerse con facilidad esta y comunicar la ca- ries á los tejidos próximos; esta operación debe tener lugar durante el invierno, y reducirla en la primera edad de la planta á quitar toda rama que perjudique su desarrollo y dar forma al árbol; cuando éste es más crecido, suprimir todas las ramas secas, las colgantes y todas aquellas que impidan la ventilación y luz en la copa, circunstancia necesaria para conseguir buena y abundante fructificación; inmedia- tamente de terminada la operación en un árbol, se i'ecubrirá la heri- da con el ungüento de ingertar. Producto y aplicaciones: La madera y fruto de este árbol cons- tituyen el fin predilecto por el que se cultiva en este país; la madera, como hemos dicho, es bastante fuerte, dócil y flexible; presenta un veteado que le hace ser de gran aplicación en ebanistería, carpinte- ría y tabletería por su agradable vista, y admitir muy bien el puli- mento; también es buscada por los armeros, torneros y armadores de coches y escultores; tiene un grave inconveniente y es, el de ven- tearse con facilidad, lo cual la hace desmerecer algún tanto en su valor. El fruto es usado como alimento del hombre, y esta aplicación le hace ser incluido como árbol frutal; la recolección de aquel se efec- túa por medio del vareo, cayendo al suelo, de donde es retirado por mujeres y niños á sitios secos y bien ventilados; aquí se tiene cuida- do de removerlo cada dos ó tres días, hasta que perdiendo el epicar- pio ó envoltura exterior, es entregado al comercio. Los cotiledones, después de desmigajados y prensados, producen un aceite craso, alimenticio, de color amarillo de oro, y el cual recibe en el comercio el nombre de aceite de nueces: éste es usado para sustituir al de oliva en muchos casos; la pintura también le emplea para desleír los colores; la medicina para curar varias enferme- dades. La cascara ó epicarpio .se emplea para combatir la tenia, la para- 1 37 Tisis, y aun como narcótico; la tintorería la emplea para teñir de negro, así como la corteza del árbol. Respecto á este árbol se tiene la preocupación de que atrae la elec- tricidad de las nubes, pero esta cualidad es general en todos aquellos árboles que, sobre ser corpulentos, están provistos de frondosa copa y hojas grandes para retener muclio tiempo las gotas de agua, circuns- tancia muy á propósito para hacerlos buenos conductores de la electri- cidad y desempeñar el papel de para-rayos. También se le tiene pre- vención por ocasionar náuseas á las personas que reposan por algún tiempo á su lado, cuya particularidad la produce la excesiva canti- dad de ácido carbónico que se exhala por sus hojas, el cual, como es sabido, es impropio para la vida de los seres animales. VARIEDADES. Pocas son las variedades que nos presenta esta especie, y en estas, los caracteres botánicos apenas señalan la menor diferencia entre unas y otras, como no sea el mayor ó menor tamaño y la mayor ó menor consistencia de las valvas del fruto; las variedades son las siguientes: Nogal de nuez grande: Es llamado así porque el fruto, despoja- do de su epicarpio, es el de mayor tamaño que .se conoce; es aovado; superficie de la testa poco surcada; de consistencia leñosa; no muy gruesa ni muy dura; cotiledones pequeños relativamente al tamaño de las valvas, puesto que no llenan toda la cavidad donde se encuen- tran encerrados. Porte y dimensiones: Es árbol de rápido crecimiento si el suelo es profundo, fresco y sustancioso; el tronco derecho y elevado; la copa redondeada. De esta variedad se encuentran pocos individuos en esta región, siendo poco apreciada porque es árbol de escaso fruto. La bisutería saca partido de las valvas del fruto para confeccionar 158 sortijeros, pilitas para agua bendita y multitud de objetos capri- chosos. Nogal de nuez dura. El fruto de este árbol es de mediano tamaño, regularmente de 5 centímetros de testa desde su base al ápice; las dos valvas tienen la superficie muy surcada, su consistencia es dura, tanto que resiste á la percusión; los cotiledones son carnosos, aceitosos, y llenan por completo la cavidad que les contiene. Porte y dimensiones: Este árbol presenta un porte esbelto; el tronco cilindrico y recto, la copa redondeada, el follaje espeso, la corteza agrisada; y llega á tener buenas dimensiones. Sólo le hemos visto en ejemplares aislados en sitios montañosos de esta región, sobre terrenos triasicos, resistiendo bien los fríos del invierno. El crecimiento de esta variedad es muy lento, pero su madera es muy dura y homogénea, cualidades que la hacen ser sumamente útil para los usos á que se la destina. El fruto es abundante y de buenas condiciones, llegando á ven- derse á buen precio. Nogal de nuez blanda. Esta variedad es llamada así, porque, al contrario de la anterior, las dos valvas, ó testa, son sumamente tiernas ó frágiles, tanto que se rompen con mucha facilidad y sin gran esfuerzo; los cotiledones son nutridos, muy oleaginosos y de sabor agradable. Porte y dimensiones: El porte del árbol en esta variedad es tam- bién caracterí.stico, pues sus ramas largas y delgadas se encorvan hacia abajo y hacen que la copa tome un aspecto un poco irregular: además, las hojuelas están muy separadas entre sí en el peciolo común ó raquis. Se encuentran de esta variedad pocos ejemplares en esta comar- ca, y aun estos, no en forma de plantación, sino aislados en 'diversos sitios y localidades. 159 Eí3te fruto tiene tan buenas cualidades que le hacen ser conside- rado como de los mejores y lograr en el mercado un buen precio. ENFERMEDADES Y ACCIDENTES Á QUE ESTÁ EXPUESTO EL NOGAL, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS . Clorosis: Esta enfermedad, cuyos caracteres son empobreci- miento en el desarrollo del árbol y amarillez de sus liojas, proviene de un suelo constantemente bañado por el agua ó demasiado búmedo. Para evitar dicha enfermedad se pondrá especial cuidado en no hacer plantación alguna en terrenos que tengan estas condiciones arriba enumeradas, y si las hubieran adquirido después de hacer la plantación, se procurará sanear el suelo por medio de cauces ó azar- bes, donde se recojan las aguas sobrantes del cultivo. En esta Vega prosperan poco los nogales y perecen muy jóvenes por efecto de la excesiva humedad que constantemente tiene el sub-suelo, ocasiona- da por los abundantes riegos que necesitan las plantas que aquí se cultivan. Caries: Las podas mal ejecutadas ó hechas con instrumentos poco cortantes, producen astillas ó repelos que quedan adheridos al vege- tal, y se descomponen al contacto del rocío ó de las gotas de lluvia, por ser la médula en esta especie muy esponjosa y absorber con facilidad la humedad; esta caries pronto penetra á los tejidos in- teriores del vegetal, descomponiéndolos y produciendo, tras lánguido desarrollo, una muerte prematura. Para corregir esta enfermedad, que también perjudica á las buenas condiciones de la madera, deberán hacerse los cortes bien limpios, cubriendo después la herida con el ungüento de ingertar. Insectos: En el orden Coleópteros, familia Curculiónidos; hay un insecto perteneciente al género Bruchus, cuya larva ataca los cotiledones de la semilla, alimentándose de ella. 160 A estos insectos se les combate, buscándolos durante el invierno bajo la corteza de los árboles, j entre las ramillas secas y hojarasca, donde se albergan en el estado perfecto, y se les va machacando con un cuerpo duro; en los demás estados del insecto, es difícil atacarlos; y si se hace, con resultados poco satisfactorios. Hay otro medio que podemos llamar preservativo, y es, el con- servar los frutos en sitios frescos y ventilados, pues los que no reú- nen estas condiciones, favorecen el desarrollo de dichos insectos: como se ve, este medio es para la buena conservación del fruto. También correspondiente al orden Coleópteros, tenemos otro in- secto que por atacar la madera, que tantas y tan importantes apli- caciones recibe, debe ser conocido; este es el Cerambyx heros, per- teneciente á la familia Cerambícidos ó Longicornios de Latreille. La hembra deposita indistintamente los huevos sobre el árbol, y al des- arrollarse la larva, rompe la corteza, penetra en la albura, después en el duramen, donde practica galerías irregulares en el interior del árbol, echando fuera los tejidos leñosos completamente reducidos á polvo, y bajo el aspecto de un aserrín. Fácilmente se comprende, que al aserrar estos troncos, se han de presentar las superficies de las tablas interrumpidas por estas galerías que las perjudican notable- mente, no sólo para su vista, sino también páralos usos á que se las destina. A estos insectos se les combate en dicho estado de larva, introdu- ciendo por el agujero un alambre delgado y flexible que pueda seguir las tortuosidades de las galerías hasta encontrar la larva, la cual es aplastada, y que en muchos casos no suele encontrai'se muy distan- te. Como medio preservativo, proponemos la extracción pronta de los troncos secos, leñas y hojarasca, donde dichos insectos se albergan para sufrir sus metamorfosis, á un punto bien distante de donde se encuentran los nogales, y allí depositarlos ó quemarlos. 161 EL ALGARROBO. Ceratonia siliqua, Lin. Esta especie corresponde al género Ce- ratonia de Lineo, familia Cesalpvieas, R. Browu. DecandoUe forma con este género un sub-orden de la gran familia Leguminosas (Prodr. II), que es así llamada por la forma del fruto, que es le- gumbre; familia sumamente importante por habitar en todo el orbe conocido, y comprender más de seis mil especies, la mayor parte útiles al hombre, bien por sus frutos ó por los productos que rinden. En este país recibe la especie de que nos ocupamos el nombre vulgar de Algarrobo ó Garrofero. Flores: Mnj pequeñas, dioicas, numerosas; inflorescencia en ra- cimos cilindricos, axilares, derechos y cortamente pedunculados. La flor hembra tiene el Calis gamosépalo, con cinco divisiones; de color rojo, y es caduco. No existe la Corola. El Estigma es sentado. La flor macho está compuesta de Cáliz quinquepartido. Estambres en número de 5, ó pentandros, de filamentos delg-ados, libres, opuestos á las divisiones del cáliz, respecto á su inserción, anteras de color pardo-rojizo y muy visibles. Hojas: Compuestas, paripinadas y persistentes; hojuelas en nú- mero de 6 á 10, ovales, con una ligera escotadura en el ápice, grue- sas, coriáceas, peninervias, enteras, verdes y brillantes por el haz, de color más pálido y mate por el envés. Fruto: Los árboles hembras tienen un fruto legumbre, cuyas di- mensiones varían desde 10 á 30 centímetros de largo; las legumbres se presentan solas ó enracimes colgantes; vaina aplanada, gruesa, de as- pecto apergaminado elepicarpio; pulpa azucarada en el interior; con- tiene de 12 á 16 granoso semillas ovoideas, algo aplanadas, de color pardo-rojizo oscuro y de tegumentos lisos y brillantes; es dicho fruto indehiscente, verde en su primer desarrollo; en la madurez 11 162 toma uua coloración castaño-oscura, exhalando un olor que le es ca- racterístico. Aquí se le conoce con el nombre vulgar de Garrofa. Florescencia y fructificación: Florece en este país en Agosto, ó Setiembre, y fructifica, ó está maduro el fruto, en Agosto del si- guiente año. Porte y dimensiones: Es árbol de mediana elevación; la general en este país es de 5 á 7 metros; el tronco es grueso, algo tortuoso; corteza lisa, delgada, de color pardo-rojizo claro, pero con la edad toma una coloración más oscura y se resquebraja; las ramas son tor- tuosas, delgadas, de dirección no definida; la copa es redondeada en su cima y desigual en la circunferencia de su base. Este árbol es de los que suelen alcanzar gran longevidad, pues algunos de sus indi- viduos han llegado á vivir 200 años. Madera: Es compacta, de grano fino y homogéneo, dura y pe- sada; la albura es blanca, abundante y bien marcada, distinguién- dose del duramen que presenta uu color rosado y con vetas más os- curas; abunda mucho en ella el tejido fibroso, y el vascular se en- cuentra en el pareuquima leñoso, formando hacecillos esparcidos, atravesando todos los tejidos los radios medulares que son muy finos. Re-producción: Esta tiene lugar por semilla, por estaca y por rama desgajada. Para usar el primer método se debe procurar elegir las semillas de las más desarrolladas y llenas, y á ser posible procedentes de ár- boles ingertados sobre pie macho, porque en este caso, el nuevo ár- bol es de más vida y más fructífero. Elegida la semilla, puede hacerse la .siembra en semillero ó de asiento; para el primer caso deberán observarse todas las reglas prescritas para estas operaciones; para el segundo se colocarán 2 á 3 .semillas en cada uno de los hoyos, y se cubrirán con tierra en un espesor de 7 á 8 centímetros, regándose á .seguida y repitiendo los riegos si la estación es seca; al segundo año de hecha la siembra, se dejarán dos plantitas, y al llegar el ter- cero, una sola, ingertando entonces esta de escudete y de pie hembra el ingerto, cuya operación deberá hacerse en primavera; cuando la 163 plautita se encuentra en vivero, puede ser trasplantada á otro sitio al cumplir el cuarto año. Si el pie procedente de semilla es macho, se iugertará de hem- bra, dejáudole una rama para que sirva como fecuiidadora de las demás; si por el contrario es hembra, se ingertara una rama de macho. En algunas localidades, como esta de que nos ocupamos, se acostumbra á dejar un pie macho entre varias hembras, para que las fecunde. La multiplicación, tanto por medio de estaca como por rama, se practica, introduciendo estas durante el mes de Octubre en un hoyo, cuyas dimensiones son un metro cúbico, y después de rellenado con tierra, se le da un riego inmediatamente, repitiéndolo si la estación se presenta muy calurosa. Suelo y clima: Es árbol que crece y se desarrolla con lozanía y vigor en toda clase de terrenos, con tal que no sean húmedos ó pan- tanosos, porque en estos sitios perece indefectiblemente; los fértiles, profundos, sueltos y cálidos, son los que más le convienen, especial- mente si están próximos al mar, porque esta zona parece ser la más propia y exclusiva para su cultivo, puesto que en ella es donde me- jor le hemos visto desarrollarse y fructificar más abundante, debien- do influir para esto su atmósfera fresca y cargada de sales marinas, que sin duda alguna deben serle agradables. Es árbol del Oriente y muy conocido desde la más remota anti- güedad, en Egipto, Judea y Palestina. Nada se sabe respecto á la época en ijue fué importado en nuestro suelo, si bien se cree, que fueron los árabes quienes extendieron su cultivo; por todo el litoral Mediterráneo, especialmente por Córcega, Ñapóles y costas del Sud y Levante de España, se le encuentra naturalizado. Requiere sitios abri- gados, y con exposición al Mediodía ó Sud en los frescos; en los te- rrenos elevados de nuestras cordilleras no puede vivir. En esta pro- vincia sólo se encuentran individuos aislados en varias fincas del campo, y á lo sumo, formando pequeñas plantaciones. Cultivo: Es planta que no requiere un cultivo muy esmerado, bastando simplemente el dar al terreno un par de rejas en la prima- 164 vera y un riego si la estación fuese muy seca; alguna vez es conve- niente abonar el suelo, porque en este caso se aumenta el desarrollo y la fructificación del árbol. La poda, cuando se practique, deberá hacerse bajo el punto de vista de suprimir todas aquellas ramas que impidan la buena ventilación de la copa del árbol, de que tanto nece- sita para su abundante fructificación: también deberán quitarse las ramas secas, desgajadas, y todas las que se hallen enfermas; al eje- cutar esta operación, también deberá procurarse dar á la copa del ár- bol un volumen que esté en relación con su altura, por medio del re- corte de sus ramas; porque una copa muy abultada y su espeso folla- je, presentan demasiada resistencia á los vientos fuertes, y estos concluirán por desgajar sus ramas y aun arrancarlas en muchas oca- siones. Usos y aplicaciones: La madera es usada en carpintería para mangos, astiles de azadones y otros utensilios de labranza, picos, cepillos, etc.; en ebanistería para fabricar varios objetos de lujo, porque admite muy bien el pulimento; en carretería también recibe varias aplicaciones; usada como leña produce buen combustible. Tiene el grave inconveniente de podrirse con facilidad en contacto de la humedad. La corteza, como las hojas, contienen bastante tanino y pueden emplearse en la industria de los tintes. Las semillas del fruto, des- pués de tostadas y molidas, las suelen emplear para adulterar el café. Pero la principal aplicación que se hace de este árbol y lo extenso de su cultivo en alg'unas localidades, como sucede en todo el antiguo reino de Valencia, consisten en su fruto: éste, cuando está completa- mente maduro, se recoge á mano, y el que no puede serlo así, se le varea; recogido del suelo, se le deposita en habitaciones altas, secas y bien ventiladas, y allí se le conserva hasta que se necesita de él para pienso del ganado mular, caballar, vacuno y de cerda, consti- tuyendo un excelente y nutritivo alimento; también se sirven de él las personas pobres y necesitadas en los años de escasez. 165 ENFERMEDADES Y ACX'IDENTES A QUE ESTA EXPUESTO EL ALGARROBO, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS. Caries: Las ramas desgajadas por los vientos, las podas hechas cou instrumeutos poco cortantes suelen dejar los tejidos leñosos for- mando astillas ó repelos, que los agentes atmosféricos descomponen después, produciéndose la caries que penetra al interior de los órganos y altera las funciones de la planta, hasta que termina su existencia. Esta enfermedad se corrige por medio de la limpia de los tejidos des- compuestos, hecha con hacha ó podón que deje cortes limpios, los que deberán cubrirse después con el ungüento de ingertar para preser- var la herida del contacto del aire y editar también la extravasación de la savia. Clorosis: Hemos dicho que el algarrobo es planta que requiere terrenos secos; de manera que si son húmedos, descomponen las rai- cillas, alteran sus funciones, y se manifiesta la amarillez de las hojas. Esta enfermedad se corrige por medio del saneamiento de los terrenos, como ya llevamos dicho. Hongos: Los algarrobos criados en sitios bajos, donde el sol y el aire no penetran con libertad, y en aquellos que tienen una copa muy tupida, suelen ser cubiertas sus ramas y troncos por una crip- tógama, que además de retai'dar el buen de.sarroUo del árbol, suele ocasionarle la muerte. Esta enfermedad se corregirá en el último caso por medio de una buena poda que dé ventilación al árbol, y en el primero, trasplantándolos á otros puntos más convenientes, y si son demasiado crecidos, aclarándolos á fin de facilitar la libre circula- ción del aire y del sol, agentes que, como es sabido, tanto influyen en la buena y abundante fructificación de los árboles. Insectos y demás animales perjudiciales: Los troncos suelen ser acometidos por algunos individuos de la familia Cerambicidos, cuyas larvas, al desarrollarse , penetran en el interior, -donde practi- 166 can galerías irregulares, echando al exterior la madera desmenu- zada. A estos insectos, llamados por el vulgo carcomas, se les combate, bien introduciendo un alambre por el agujero que liay abierto en la corteza, basta llegar al insecto que es aplastado, bien haciendo, saltar la madera con un cuchillo ó escoplo en dirección de la galería prac- ticada por aquel, hasta encontrarlo y machacarlo. Como medio preservativo puede adoptarse la extracción pronta de toda la hojarasca, leñas secas, ó troncos en igual estado, fuera de los sitios donde se encuentran las plantaciones, puesto que, como hemos dicho al tratar del Nogal, sobre aquellos despojos se albergan los insectos para verificar sus metamorfosis. Cuando el fruto se encuentra sobre el árbol, suele verse acome- tido por los ratones, que le destruyen en gran cantidad. Para librar el árbol de estos Roedores, pertenecientes á la Familia Múridos, se acostumbra poner al rededor del tronco, y á cierta altura, una lá- mina de hoja de lata en forma de embudo invertido, que impide por su especial disposición el que puedan franquear este dique, encon- trándose detenidos en su marcha dichos animales. Como medio preservativo podemos proponer la conservación de las Especies del Género Coluber, L.; dichas especies, llamadas vul- garmente Culebras, se alimentan mucho de Roedores: por cuya cir- cunstancia, la protección de aquellas será el mejor medio de extir- par éstos. AURANCIACEAS. Esta importante Familia, formada por Decandolle, corresponde á la Clase Polyadelphia y Orden Icosandria de Lineo. Perteneciente á ella es el Género Citrus, importado, en época remota, del Asia á nuestro suelo con sus elegantes y productivas especies, donde se las cultiva y atiende con esmero sumo por la gran riqueza que consti- tuyen, y por los usos y aplicaciones que reciben sus frutos y demás partes del vegetal. En esta región tenemos cultivadas al aire libre 167 las Especies denominadas Naranjo (Citrus aurantium), Limonero (C. Limouiim), Limero (C. limetta), j Cidro (C. medica), con el número de Variedades que a cada una corresponde, y las cuales describiremos oportunamente . Para facilitar la exposición de dichas Especies j Variedades, se- guiremos el mismo orden ya anteriormente establecido, ó sea descri- bir científicamente la Especie tipo con las demás particularidades de su cultivo y aplicaciones, y después sus variedades; con este fin da- remos principio por la de mayor importancia del Género, cual es EL NARANJO. Citrus Aurantium. Esta especie es conocida con el nombre vul- gar de Naranjo. Flores: Se hallan agrupadas en los tallos tiernos; son hermafro- ditas, blancas, muy aromáticas, y vulgarmente reciben el nombre de Azahar. Cali:: Es gamosépalo, verde, quinqué-dentado, corto, libre ó infero, y persistente. Corola, pentapétala, blanca; pétalos oblon- gos, carnosos y sembrados de puntitos amarillentos, los cuales uo son otra cosa que glándulas vesiculares llenas de un aceite esencial y aromático. Estambres polyadelphos, de filamentos alesnados, com- primidos y dispuestos los grupos en círculo. Pistilo tan largo como los estambres, de estilo cilindrico y estigma globoso. Ovario libre ó supero, multilocular, cuyos lóculos tienen los tabiques delgados con sus bordes soldados, llegando todos al centro para formar un eje ó columnita donde están las placentas y los huevecillos, unidos al án- gulo interno de dichos lóculos; de manera que la placentación es axil: exteriormente cubre al Ovario una epidermis provista de esto- mas; en el interior se encuentra un pareuquima atravesado por ha- cecillos fibro-vasculares, sembrado de glandulitas; y más bajo la epidermis interna blanca y fofa, como igualmente la columnita an- tedicha. 168 Hojas: Son sencillaí?, casi cuteras, consistentes, de color verde-es- meralda; brillantes por el haz; mates y de color más claro, casi ama- rillento, por el envés; peninerviadas: la expansión foliácea ó limbo se encuentra articulada al peciolo alado; el mesófilo del limbo está sembrado de unas glandulitas llenas de aceite esencial, que son visi- bles cuando se miran al través de la luz: el limbo, cuando se seca, se desprende por la articulación, quedando un poco tiempo persistente el peciolo, basta que al fin cae también: en la axila de las hojas suele verse una espinita. Fruto: Este es llamado Hesperidio, tiene una forma globosa, aplastada un poco en sus extremos: pericarpio carnoso, compuesto de un epicarpio de superficie lisa, brillante, de color amarillo- rojizo, y bajo su epidermis una sustancia esponjosa y fofa, donde se encuen- tran unos espacios intercelulares ó cavidades pequeñas llenas de aceite esencial, y que no son otra cosa que unas glandulitas vesicula- res alargadas y aceitosas; la sustancia fofa penetra hasta el interior en forma de delgadas membranas, dando lugar á varias celdas, las cuales se encuentran llenas de un tejido utricular muy jugoso y aro- mático, donde se encuentran anidadas las semillas: éstas son ovales- aplanadas, con los tegumentos ó espermbdermis membranosos, y de color blanco-amarillento; almendra blanca-amarillenta, de sabor amargo, encerrando más de un embrión, si bien se desarrolla uno de ellos y abortan los demás; la chalaza está marcada en el tegumento interno por una manchita rosada. Yemas. A últimos de Enero ó primeros de Febrero principian á desarrollarse los tallitos tiernos, portadores después de la nueva hoja y de las flores; á pesar de que éstas salen también sobre los tallos de los años precedentes: las yemas son pequeñas, axilares y compuestas de escamitas verdes y pocas. Florescencia y fructificación: Florece en primeros de Abril, pre- sentándose los botones blancos de flora últimos de Marzo. Fructifica en Noviembre y Diciembre; pero su maduración es de Febrero ó Marzo. Porte y dimensiones: Es árbol que alcanza en buenas condicio- nes de 9 á 10 metros de altura; el tronco es cilindrico, algo tortuoso 169 j corto: la corteza es lisa, delgada, de color gris -verdoso, y en los tallos jóvenes verde-oscuro: ramas desiguales, delgadas, numerosas, dirigidas hacia arriba formando una copa alargada, y de follaje es- peso, vivo y agradable. Madera: Presenta el color blanco-amarillento; es dura, de grano fino; tejido fibroso dominante entre el parenquima leñoso; vasos nu- merosos, desiguales; muy compactos en la madera ó crecimiento de Primavera, pequeños y poco numerosos en la de Otoño; y amontona- dos en dicho parenquima: radios medulares desiguales, muy nume- rosos, ag-rupados unos y separados otros: las capas ó zonas leñosas son circulares y concéntricas, marcándose bien la que corresponde á cada crecimiento en una sección transversal del tronco. Reproducción: Esta especie se reproduce por sus semillas, por sus estacas y por acodo: de todos ellos, el más usual es el primero, siendo también el medio más natural; en este caso debe procurarse elegir buenas castas de naranjas, y las más desarrolladas; y cuando la semilla esté bien nutrida, hacer entonces la siembra en el semi- llero, que se tendrá preparado al efecto, cubriéndolas con una capa de tiei'ra de unos 2 centímetros de espesor; las semillas que para este objeto suelen emplearse son las de la Variedad llamada «Na- ranjo agrio», por haberse observado que es la que produce mejores individuos, más vigorosos, de más desarrollo en sus dimensiones, de mayor fructificación, de más longevidad, y menos acometidos por algunas enfermedades: una vez hecha la siembra con los demás cui- dados consiguientes, se espera á que los individuos nuevos tengan por lo menos tres años; y llegado que sea el mes de Mayo, se inger- ían por el sistema de escudete de la casta ó variedad que se desee; algunos cultivadores acostumbran á sacar del semillero las plantitas al segundo año, y llevarlas al vivero, donde se desarrollan más y mejor; y se disponen de manera, que puedan ser sacadas después para conducirlas á los sitios donde se hace la plantación de asiento, sin cortar ni magullar sus débiles y tiernecitas raíces, siendo en- vueltas en abundante cepellón. El ingerto de esta especie también se usa sobre patrón de estaca 170 de Limera, de Cidro, de Limonero j de Naranjo, el cual es otro me- dio de multiplicación, según hemos indicado; pero los nuevos indi- viduos que se obtienen, si bien son más precoces en la fructificación y desarrollo que los procedentes de semilla, sin embargo, están inás expuestos á contraer ciertas enfermedades, y viven pocos años; por esta circunstancia lia decaído mucho este medio, que hasta hace poco ha sido el predilecto y el único acostumbrado. La reproducción por acodo, no es usada en esta localidad, y ge- neralmente es poco admitida. Suelo y clima: Es planta que ha sido importada del Asia, encon- trándose aclimatada en España desde la más remota antigüedad, se- gún hemos dicho anteriormente. Se encuentra extendida y cultivada al aire libre por todo el litoral Mediterráneo y parte Sud de España, donde la temperatura media durante el invierno es de 8 á 10 grados, si bien las heladas que suelen dejarse sentir algunos años, por efecto de los bruscos cambios que sufre la atmósfera con la súbita diferen- cia de temperatura entre el día y la noche, hacen padecer mucho á las partes verdes del árbol y al fruto, si se le conserva sobre el mismo: en esta provincia se la encuentra cultivada con las variedades que indicaremos después, en los sitios llamados vulgarmente «Lugaricos del Río» «Huertos de Totana» y en toda la grandiosa Vega murcia- na; y fuera de ella, en las Vegas de Orihuela, Valencia, Castellón y diversos puntos de Andalucía. Requiere dicha especie terrenos suel- tos, sustanciosos, frescos, algo silíceos, de buen fondo, donde pue- dan las raíces penetrar lo bastante; de manera, que se cría bien en los terrenos cuaternarios y aun en los de formación triásica de fácil descomposición , según vemos en esta provincia; en los formados por la caliza compacta se desarrolla poco; los muy húmedos y sus- tanciosos le son altamente perjudiciales por ocasionar la descomposi-, ción y putrefacción de sus raicillas; los muy arcillosos, ó que tienen la roca del subsuelo impermeable, también le perjudican por rete- ner y conservar mucho tiempo la humedad; y finalmente, en aquellos que contengan sales de sosa, no puede vivir. Cultivo: Hecha una plantación de asiento, que debe tener lugar 171 durante los meses de Febrero y Marzo, y aun de Abril ó Mayo, si se quiere preservarla de las lieladas tardías, se cuidará, además de cum- plir todas las precauciones prescritas para este caso, de que la unión del ingerto quede 30 centímetros bajo la superficie del suelo por lo menos, y de cavar el terreno dos veces, una en la Primavera y otra durante el Otoüo, á fin de tener el suelo siempre mullido y esponjoso. Los riegos no deben ser frecuentes, sino cuando la necesidad lo aconseje; procurando que se hagan «á manto» y de ningún modo abriendo «regaderas» ó regueras junto á los pies de los ái'boles; porque esta humedad tan directa es fatal y perjudicial á esta especie y sus variedades. El estercolo debe hacerse un año sí y otro no al prac- ticar la cava de Primavera, usando para ello las basuras de cuadra y de los establos de ganado vacuno y lanar, ó cabrío; como esta especie gu.sta de estiércoles en que abunden principios azoados, amoniacales y carbonatados, podrán emplearse con este objeto la palomina, ga- llinácea, huesos, animales muertos y sus despojos. Respecto á la poda, aconsejamos que se use con mucha parsimonia, y reduciéndola simplemente y cuando sea necesario, á quitar las ramas llamadas chuponas, las que cruzándose quiten luz y ventila- ción al interior de la copa; y aquellas que por su mala forma ó di- rección, afecten ala que debe tener el árbol; irlo ayudando en su des- arrollo, quitando las ramas bajas y las indicadas anteriormente. El sistema de cultivo que concluímos de exponer, es el que deberá observarse durante toda la vida del árbol. Usos y aplicaciones: La madera, no obstante tener condiciones tan buenas, se usa en tornería y ebanistería solamente, porque sus pe- queñas dimensiones no permiten campo más extenso de aplicación. Las flores llamadas Azahar, producen por medio de la destila- ción, la esencia y agua de azahar usada en medicina para curar varias afecciones, y en el arte del tocador por su aromático perfume. La corteza de los frutos es empleada en la industria de los tintes y también en medicina; como igualmente las hojas, que son tónicas, y empleadas contra el histérico, hipocondría, escorbuto, etc. El ácido de los frutos es refrigerante y diurético; y el que con- 172 tieae algunas variedades, es destinado á obtener el ácido cítrico, tan usado en diferentes industrias y en medicina. Pero el principal y más valioso producto es el fruto, llamado vulgarmente naranja, el cual es exportado hoy á remotos países donde existen grandes centros de consumo, y en cuyos mercados se paga á buen precio; con tal objeto se lian organizado numerosas compañías, que divididas y subdivididas, y puestas de acuerdo entre sí, recolectan casi todos los frutos que se producen en esta zona: dicha recolección la principian á primeros de Noviembre, cuando el fruto no lia tomado todavía la coloración amarilla que le es caracte- rística, ni sus jugos el principio azucarado que se desarrolla cuando aquellos están maduros, sino que tienen un color casi completamente verde en su exterior ó epicarpio; esta operación la ejecutan mujeres y niños, siendo empapelados los frutos por estas y colocados con cierta regularidad en cajones dispuestos para tal objeto, los cuales están for- mados de tablitas delgadas que dejan un espacio entre sí, para que la humedad del fruto pueda evaporarse y el aire se renueve sin cesar. En primeros de Diciembre practican otra cogida para ser exportada casi exclusivamente á París y varios departamentos franceses, y puedan ser comidos en las festividades de Navidad. Y finalmente, á úl- timos de Enero y en todo Febrero, es recolectada la. naranja llamada «de marco», cuyo nombre recibe por no pasar por un círculo de hoja- delata que lleva el cogedor. No todos los frutos ó naranjas pueden resistir el embalaje para puntos muy distantes, sino solamente el de algunas variedades que después indicaremos oportunamente al tratar de cada una de ellas en particular. VARIEDADES. Naranja temprana. Fruto: Es casi esférico, de 4 á 5 centímetros de diámetro, lige- ramente aplastado en los extremos de su eje, el que corresponde á la base, conserva adherido en su madurez el cáliz, y en el opuesto 173 ápice se eleva uu poquito la superficie sobre el punto que ocupó el pistilo; epicarpio verdoso, y en la parte que lia recibido los rayos so- lares de color amarillo -rojizo; el epicarpio se desprende con facilidad del mesocarpio: éste es amarillo -rojizo con un tinte verdoso, jugoso, dulce y de sabor insípido. Este fruto es tan precoz que está maduro á últimos de Octubre, cuando los demás correspondientes á otras variedades, se encuentran desarrollándose todavía. Puede ser conservado mucho tiempo sin pu- drirse, circunstancia ésta que le favorece en extremo para su expor- tación, pero son tan escasos los individuos que de esta variedad se encuentran, que no pueden ser objeto de especulación mercantil al- guna. El anterior nombre se lo hemos dado atendiendo á su excesiva precocidad, porque en la localidad no recibe otro nombre que el de naranja. Naranja imperial. Fruto: Tiene la forma esférica, pero muy aplastada en dirección de su eje, generalmente de 7 á 8 centímetros de diámetro: epicarpio de color amarillo -rojizo en la superficie y con puntitos ú oquedades; es grueso, y se separa con facilidad del mesocarpio, debido al abun- dante tejido fofo, .de color blanco que contiene; el mesocarpio com- puesto de diez celdillas generalmente, las cuales se separan con fa- cilidad entre sí por tabiques y por parte del eje que está hueco; es jugoso, con el tejido utricular compacto, color amarillo, ligeramente rojizo, dulce, y sabor, aunque azucarado, un poco amargo; las .semi- llas son pocas, nutridas y del tamaño y forma de una judía seca. Este fruto, que madura en Diciembre, es muy estimado para comerlo de postre por su precocidad y buen tamaño, pero tiene el in- conveniente de no poder sufrir el embalaje, porque se pone blando el epicarpio y se pudre. Naranja coraiín tle blanca. Citnis vulgaris. Fruto: Es algo esferoidal, de 8 centímetros de diámetro por 7 de 174 lai"go eu su eje; ligeramente prolongado en su base, ó sea donde se inserta el pedúnculo, j cou unas pequeñas eminencias en este punto; en el opuesto apenas se distingue la cicatricilla estilar: epicarpio de color amarillo-rojizo, ligeramente pardusco, medianamente grueso; muy tierno, tanto que se hace pedazos cuando se monda el fruto con los dedos, estando además adherido al mesocarpio; en la superficie presenta pocos puntitos ú oquedades; el mesocarpio está compuesto de 9 celdillas por lo general, separables entre sí y llenas de un tejido utricular de color amarillo, jugoso, ácido-azucarado, sabor aromá- tico, y mucho más si se le conserva hasta Mayo ó Junio; cada cel- dilla contiene dos semillas voluminosas, ovales-prolongadas, poco mayores de un centímetro, y de color blanco -amarillento sus tegu- mentos. Este fruto madura á últimos de Enero, y es el que se dedica para la exportación al extranjero, recibiendo en esta localidad el nom- bre de «naranja de marco»: es un fruto bastante consistente, que aun cogido en Junio, con dificultad puede ser comprimido con la mano, por cuya circunstancia se le dedica al objeto indicado. Esta variedad se encuentra muy extendida en esta zona , y en los pueblos del río , donde existen las mejores huertas de naranjos, casi puede decirse que es la única y exclusiva que se cultiva, pues las demás variedades, ó se ingertan de ésta, ó se las conserva por curiosidad ó por la bondad de sus frutos. Porte y dimensiones: Es árbol que quizás por efecto de las con- diciones del suelo donde le hemos visto, no adquiere las buenas di- mensiones que debiera alcanzar, pues es de los de mayor desarrollo: el tronco es corto; las ramas muy levantadas y dirigidas hacia arri- ba, formando una copa prolongada y algo piramidal; el follaje es de color verde-oscuro intenso, abundante y muy agradable á la vista, circunstancia que hace de este árbol uno de los de mejor aspecto para el adorno de los jardines. Naranja de la sangre. Citrus aurantiuní melitense. Fruto: Tiene una forma esférica desigual y prolongada en sus 175 extremos; generalmente tiene de 6 á 7 centímetros de diámetro por 7 á 8 de largo en su eje ; en su base se inserta el pediinculo en una pequeña cavidad, a cuyo alrededor liay varias eminencias poco mar- cadas; en el extremo opuesto tiene otra pequeña cavidad, y en su cen- tro la cicatricilla estilar: epicarpio de color pardo-rojizo ó sanguíneo, muy pronunciado éste en la parte que lia sido bañada por el sol, y mucho más claro por el de la sombra; las glandulitas vesiculares en él contenidas, se encuentran muy superficiales, elevando un poco la epidermis que cubre el fruto , y están llenas de un aceite esencial cuyo olor es distinto del de la generalidad de las demás naranjas; di- cho epicarpio es grueso, muy abundante; el tejido fofo ó esponjoso, y poco adhereute al mesocarpio, del cual se le separa con facilidad: el mesocarpio se compone generalmente de once celdillas llenas de un tejido utricular, compacto, de color pardo-rojizo ó sanguíneo y con vetas de color más vivo (por cuya circunstancia recibe el nom- bre de «la sangre»), y jugo ácido, aromático y agradable al paladar; cada celdilla contiene 1, 2 o 3 semillas abultadas y de 9 milímetros de largo. Este fruto madura á últimos de Enero, y puede conservarse en el árbol hasta últimos de Febrero; se le destina para postre, y suele apreciarse por lo raro de su coloración; no sirve para traspor- tarlo á largas distancias, porque blandeándose su epicarpio, pierde en su aspecto exterior, y se pudre además. Porte y dimensiones: Es árbol de poco desarrollo en altura: su tronco es cilindrico y derecho; las ramas cortas y numerosas; la copa esferoidal, y el follaje espeso y de color verde muy intenso. Esta variedad no es muy numerosa; y sólo se encuentran algu- nos ejemplares aislados en diversos puntos de esta región, cultivados más bien por curiosidad que por su productibilidad. Naranja inandarina. Fruto: Tiene la forma redondeada, pero muy aplastada en sus extremos; es pequeño; epicarpio de color amarillento, ligeramente rojizo en la madurez; la superficie es muy desigual, especialmente 176 en la base del fruto, y donde se inserta el pedúnculo, el cual está tan adherido, que si se intenta desprenderlo, arrastra tras sí algunos tro- zos del epicarpio; en el extremo opuesto, ó sea el ápice, tiene ima pequeña oquedad que corresponde á la cicatricilla estilar; dicho epi- carpio es poco grueso; las glandulitas vesiculares que en él se con- tienen , encierran un aceite esencial poco abundante y de un olor particular que recuerda el del ácido fórmico, y se desprende con tanta facilidad del mesocarpio, que algunas veces él mismo se des- une y se separa por sí; el mesocarpio está formado por 12 ó 13 cel- dillas que se separan con facilidad unas de otras, dejando un hueco en la parte del eje ó columna; el tejido utricular contiene un jugo dulce, apenas ácido, y bastante agradable, y en su interior se en- cuentran las semillas, de 9 milímetros, prolongadas en un -extremo, y bien nutridas. Este friíCb madura en Enero, y se le destina para comerlo de pos- tre: no puede ser exportado á largas distancias, porque su corteza se aplasta y le hace tomar formas irregulares hasta romperse en mu- chos casos; esta particularidad y la de su escaso tamaño, que á lo sumo es de 6 á 7 centímetros, poco más ó menos, de diámetro, por 4 á T de alto, le hace desmerecer mucho en su valor; por esta cir- cunstancia quizás es por lo que se cultiva poco esta variedad, siendo escasos los ejemplares que de ella se encuentran en esta región. Naranja macetera. Fruto: Tiene la forma esferoidal, pero un poco achatada en sus extremos; generalmente es de 6 centímetros de diámetro: en su base el epicarpio forma unas arrugas, y en su centro se inserta el pedúncu- lo ; en el extremo opuesto se ve la cicatricilla estilar de color par- do; dicho epicarpio es liso, brillante, de color amarillo de oro, sem- brado de puutitos oscuros, y los cuales son debidos á las glandulitas vesiculares que se contienen en su tejido y que levantando la epider- mis que le recubre, forman pequeños granitos; se le separa con faci- lidad del mesocarpio; éste le constituyen 9 6 10 celdillas llenas de te- jido utricular de color amarillo rojizo claro, jugoso, dulce, de sabor 177 dulce -acídulo y aromático, muy agradable, cuyo sabor es mucho más grato á últimos de Febrero ó Marzo: las semillas son pocas, por abortar las demás, encontrándose en las celdillas, unas veces, nna, y otras ninguna; éstas son del tamaño de una judía seca y de forma parecida, pero un poco prolongada en ambos extremos. Este fruto madura eu Febrero, pero conservado hasta Marzo, es TOüiiy exquisito y constituye un postre muy agradable: generalmente se le dedica al consumo de la localidad, y no suele exportarse, qui- zás por su tamaño. Además del nombre con que se le distingue, suele llamarse esta variedad también «naranjo de corteza lisa». No se en- cuentra muy extendido su cultivo en esta zona, siendo la vega de Orihuela, perteneciente á la provincia de Alicante, donde mayor nú- mero de ejemplares hemos visto. Naranja del río. Fruto: Aunque afecta la forma redondeada, .sin embargo, se prolonga bastante hacia los extremos y se presenta alargado, de 6 á 7 centímetros de diámetro; y sin depresión alguna en la base, ni en la cicatricilla estilar; el epicarpio es liso, delgado, brillante, de color amarillo ligeramente rojizo, muy tierno, separable con facili- dad del mesocarpio; las glandulitas vesiculares profundas, por cuya circunstancia, no levantando la epidermis, no aparecen los granitos ni oquedades en la superficie; mesocarpio compuesto de 9 á 10 celdi- llas llenas de tejido utricular que contienen un jugo ácido, aromático, dulce y de un sabor tan especial y delicado, que es el más grato que se conoce; las semillas son nutridas, aovadas y con los tegumentos de color blanco. Este fruto madura en Marzo, y se le conserva hasta Abril ó Mayo, siendo entonces tan sumamente grato , que es el que más caro suele pagarse; se le destina para postre, y se consume en esta localidad. Esta variedad es propia y exclusiva de unos sitios que existen en esta provincia, que por estar situados en ambas riberas del río Segura, reciben el nombre de «Lugaricos del río». Sin embargo de sus buenas cualidades y del buen precio que alcanzan sus frutos, no es lo gene- 12 178 ral que se encuentre muy extendida en esta zona, donde fuera de los sitios arriba indicados, sólo la hemos encontrado salpicada en algu- nos puntos de esta vega; quizás sea esto debido a que siendo poco apreciada para el embalaje, porque se pudre pronto, no se quiera multiplicarla. Naranja mollar. Fruto: Tiene la forma esferoidal, prolongado en su base, aplas- tado en su ápice, de 8 á 9 centímetros de diámetro por lo general; epicarpio sumamente grueso, de superficie desigual, con eminencias y depresiones; glandulitas vesiculares superficiales y abultadas, le- vantando la epidermis como si fuesen pequeños granitos; tiene el co- lor amarillo rojizo; se le separa con facilidad del mesocarpio, y aun se encuentra naturalmente desprendido de él hacia su base y ápice; el mesocarpio es poco jugoso y el sabor dulce-acídulo poco agrada- ble al paladar. Este fruto madura en Febrero y se conserva mucho tiempo en el árbol sin pudrirse, pero después de cogido dura poco, no sirviendo por esta razón para el embalaje ni trasporte á largas distancias. La aplicación exclusiva, que recibe este fruto, es para confeccionar el dulce llamado «casco de naranja); bien en almíbar, bien seco ó escar- chado; y también la «naranja rellena» de dulce: para esta industria suelen conservarse en el árbol estos frutos hasta que son necesarios, pagándose entonces á buen precio. Esta variedad se cultiva poco, y son escasos los ejemplares que de ella hemos encontrado, y aun algunos cultivadores suelen inger- tarla de la variedad común ó de marco, que es la que les rinde ma- yores ganancias. Naranjo agrio. Hojas: Son oval-lanceoladas, terminadas en punta en su ápice, de color verde esmeralda claro, y mucho más por el envés; uervación pinada y bien marcada; limbo rizado en su superficie y parecido al del haya; peciolo alado. 179 Fruto: Este es esférico, uu poco aplastado en los extremos del eje; de 8 centímetros de diámetro por 7 de largo en su eje; en el ápice se conserva la cicatricilla estilar de color pardusco: epicarpio de color rojo amarillento oscuro, grueso, de superficie desigual y con numerosas glandulitas vesiculares alargadas y profundas; este se desprende con facilidad del mesocarpio, que está compuesto de 9 celdillas por lo común, conteniendo el tejido utricular jugoso de co- lor pardo amarillento rojizo y de sabor ácido de limón; las semillas son ovales, aplastadas en un extremo, voluminosas, de 15 milímetros de largas, y de color amarillo los tegumentos. Este fruto madura en Febrero y ]\Iarzo, y se le conserva despiiés mucho tiempo sobre el árbol: no recibe otra aplicación que para pro- veerse de buena semilla, para hacer las siembras y después los vive- ros como hemos dicho anteriormente; en otras localidades se aprove- chan los frutos para la obtención del ácido cítrico, y sus hojas y cor- tezas para los usos que ya hemos expuesto en otro lugar. Porte y dhaensiones: Es árbol de escasas dimensiones, general- mente de 3 á4"' de altura: el tronco es derecho y larg-o relativamen- te á su copa: las ramas cortas y tortuosas: la copa redondeada. Son escasos los ejemplares que de esta variedad hemos visto en esta zona, donde se les cultiva más bien como adorno de jardín, que es donde la hemos encontrado, que como planta útil y necesaria. Otra variedad hemos encontrado cultivada en un jardín, la cual es bastante parecida á la anterior, pero se diferencia en la hoja y en su fruto. La hoja, .si bien se asemeja á la de la variedad anterior, le diferencia el tener ésta el color verde más oscuro y plegarse un poco en dirección del nervio central. El fruto es también esférico comple- tamente, sin depresión ó achatamiento en su base ni ápice; y la super- ficie muy rugosa. Naranjo Argelino. Hojas: Oval-lanceoladas; poco mayores de 3 centímetros, grue- sas; color verde esmeralda y brillante por el haz, bastante más claro por el envés; bordes del limbo casi enteros, pero con una serie de 180 glandulita.s muy marcadas y trasliicidas, que le dan un aspecto como si estuvieran dentadas; el peciolo es corto y poco alado. Fruto: Tiene la forma esférica y un poco aplastada en los extre- mos del eje; es pequeño, y se encuentra formando grupos en las ex- tremidades de las ramillas: epicarpio liso, brillante, de color rojo de bermellón, delgado, separable con facilidad del mesocarpio: glandu- litas vesiculares grandes, muy marcadas y profundas: mesocarpio compuesto de ocho celdillas llenas de tejido utricular con el jugo ácido y sabor no muy desagradable: semillas en número de 1-2, grandes relativamente al tamaño del fruto, ovales y aplastadas en un extremo. Este fruto madura en Febrero y Marzo, y no recibe aplicación alguna. Porte y dimensiones: Es un arbolito de pequeñas dimensiones, pero de forma bonita: el tronco es recto, cilindrico; ramas pequeñas, numerosas y de dirección indeterminada; la copa es redonda, de follaje espeso y color verde intenso. Esta variedad es muy escasa en esta localidad, y sólo hemos vis- to pocos ejemplares de ella, cultivadas en los jardines como planta de adorno. EL LIMONERO. Citrus Limonum. Esta especie se distingue de la especie ante- rior ó naranjo, por tener las hojas más estrechas y agudas en el ápice; el limbo presenta tendencia á doblarse según el nervio me- dio; la superficie es rugosa, sus bordes festoneados, el color verde, pero bastante más claro; y las glandulitas del mesófilo encierran un aceite esencial de olor completamente distinto: el árbol tam- bién presenta aspecto diferente, pues sus ramas son largas y exten- didas, y la copa irregular y abierta: pero lo que más la distingue es el fruto, el cual es aovado-prolongado y con una eminencia en el ápice de forma parecida á un pezón; su epicarpio tiene un color ama- 181 rillo que le es caracterísco, así como el olor del aceite esencial con- tenido en las glaudulitas vesiculares. Además de estos caracteres generales presenta la especie tipo, los siguientes: Flores: Son grandes; de pétalos gruesos, casi rectos y un poco agudos en su ápice; contiene unas glandulitas llenas de aceite esen- cial, cuyo aroma ni es tan pronunciado como en el naranjo, ni su composición química igual. Hojas: Son aovadas, un poco prolongadas en sus dos extremos, festoneadas en sus bordes, de color verde esmeralda en el haz y mucho más claro que en la del naranjo, y por el envés amarillo verdoso; las glandulitas contenidas en el mesófilo encierran un aceite esencial de un olor característico: peciolo fuerte y grueso, y en la axila exi.ste una espinita aguda y visible; persisten mucho tiempo sobre el árbol, desprendiéndose el limbo de su peciolo por el punto de su articula- ción y permaneciendo este sobre las ramillas y ramas algún tiempo después. Fruto: Aovado, de 6 á 7 centímetros de diámetro por 8 á 9 de lar- go; epicarpio de superficie igual, brillante, de color amarillo caracte- rístico, sembrado de puntitos como la picadura do un alfiler, corres- pondiendo cada uno de ellos á una glandulita vesicular llena de un aceite esencial y que le es característico: en la base se inserta fuer- temente el pedúnculo, y en el extremo opuesto se forma una eminen- cia ó pezón: el mesocarpio se compone de diez celdillas por lo gene- ral, llenas de tejido utricular jugoso, de color amarillo verdoso, de .sabor ácido, también característico; y en su interior se encuentran las semillas robustas, muy nutridas, de 12 milímetros de largas, de co- lor amarillo, y las cuales unas veces están en número de dos en cada celdilla, otras una y en muchas ninguna por aborto. Florescencia y fructificación: Las flores se presentan en diferen- tes épocas , por lo general en Febrero las primeras, y después en Abril y Mayo las demás. La fructificación también es diferente, vién- dose á la vez sobre un mismo pie flores, frutos verdes, pequeños y grandes, y frutos completamente maduros y con el color amarillo característico. Í82 Porte y dimensiones: Es árbol que alcanza las dimensiones del Naranjo; la corteza tiene un color verde gris, y en los tallos jóvenes un verde claro; las ramas son escasas, desiguales, largas y de direc- ción no definida, si bien en muchas de ellas lo es bacia arriba; la copa irregular y el follaje poco espeso, y de color verde claro. Tanto del sistema de reproducción y de cultivo, como del suelo y clima que le es más conveniente, no nos ocuparemos aquí, por ser lo mismo que bemos indicado ya anteriormente, respecto á la especie Naranjo. VARIEDADES. Limón dulce. Fruto: Es aovado, un poco prolongado, de 5 centímetros de diá- metro por 7 de largo: epicarpio casi liso, con glandulitas profundas y sin oquedades ó puutitos; el pedúnculo se inserta al íruto, formando este un levantamiento y en el extremo opuesto ó ápice se estrecha para formar un pezón prolongado; el mesocai-pio se compone, por lo general, de nueve celdillas llenas de tejido utricular y conteniendo un jugo dulce, algo aromático y de sabor dulce ligeramente acídulo; las semillas .son pequeñas y cuneiformes. Estos frutos se conservan mucho tiempo en el árbol y se cogen en Febrero ó Marzo; no reciben otra aplicación que para comerlos de postre, siendo exportados para mercados distantes, donde se pagan bien. De esta variedad se cultivan ba.stautes ejemplares, si bien no son lo numerosos que debieran ser. Limón (le parra. ílojas: íi'on ovales-agudas, gruesas, de 9 á- 10 centímetros de largas, dentado -festoneadas en los bordes, de color verde-esmeralda bajo y brillantes por el haz, amarillo verdosas y mates por el envés: peciolo grueso, adherente al tallo, de color amarillo verdoso, y retor- cido; en la axila tiene una espina fuerte y larga. 183 Fruto: Este es de buen tamaño; forma redondeada; diámetro de 7 centímetros; un poco prolongado en la inserción del pedúnculo, el cual puede desprenderse con facilidad; en el extremo opuesto ó ápice, el pezón es corto j ensanchado en la base: epicarpio de color ama- rillo, casi liso, y solo contiene unos puntitos sobre cada una de las glandulitas vesiculares: el mesocarpio se compone por lo general de 9 celdillas con tejido utricular de color amarillo verdoso, y contiene un jugo ácido y aromático. Este fruto, por su hermoso tamaño, se le destina para condimentar los manjares en la mesa; resiste bien el embalaje, y es exportado á los grandes centros de consumo. Limón (le mesa. Hojas: Son del tamaño de la variedad anterior; no son tan grue- sas, un poco más anchas y el color más subido, ó sea un verde-esme- ralda; el peciolo tampoco es tan grueso, y la espina axilar pequeña. B'ruto: Este es aovado, de 6 centímetros de diámetro por 7 de largo; la eminencia del ápice ó pezón es poco mayor de un centíme- tro: epicarpio amarillo, casi liso, y muchas glandulitas sin puntito alguno sobre ella; el mesocarpio es igual al de la variedad anterior. Este fruto recibe los mismos usos que el anterior, y puede apli- carse, como aquel, á la obtención del ácido cítrico. Limón de mesa verrugoso. Este nombre damos á una variedad que es parecida á la anterior en tamaño y forma, si bien difiere de ella en tener la superficie del epi- carpio desigual y verrugosa. Las hojas tienen de 9 á 10 centíme- tros de largas, de limbo prolongado en su base, y espina axilar muy pronunciada. Este fruto recibe las aplicaciones de los respectivos á las dos va- riedades anteriores. Limonero de todo el año. Hojas: Aovadas, de 11 centímetros de largo el limbo, y de 1 el peciolo; boi'des acanalado-dentados; color verde esmeralda claro por 184 el Haz, y amarillento-verdoso por el envés; en la axila tiene una espinita. Fruto: Es grueso, de forma oval irreg-ular, generalmente tiene 8 centímetros de largo; pedúnculo fuertemente adherido, sin formarse en este punto elevación alguna; en el extremo opuesto ó ápice, se presenta un pequeño pezón rodeado de una depresión ó surco circu- lar: epicarpio de un hermoso color amarillo claro, casi liso, y sólo tiene unas eminencias longitudinales, formando una especie de ta- jadas, que alcanzan á la mitad del fruto; las glandulitas vesiculares tienen un puntito sobre cada una de ellas; el mesocarpio, compuesto de 11 celdillas por lo general, contiene el tejido utricular de color amarillo muy claro, con el jugo ácido y aromático; las semillas son ovaJes-desiguales, muy nutridas y de color verdoso -amarillento. Este fruto se manifiesta sobre el árbol en diferentes estados de desarrollo á la vez, viéndose pequeñitos, mayores y maduros, por la razón de que su florescencia casi es constante. Su aplicación exclu- siva es para la condimentación de los manjares. Porte y dimensio7ies: Es árbol generalmente de 6 á 7™ de altura; la corteza del tronco es gris-pardusca con rayas longitudinales; la copa es irregular. Es árbol muy fructífero, y muy estimado por esta circunstan- cia; se encuentra bastante extendido en esta zona. Limonero arrugado. Hojas: Son aovadas, de 13 centímetros de larga.s en su limbo; éste es grueso, de color verde por el haz y amarillento verdo.so en el envés; bordes acanalados. Fruto: Grande, de 17 centímetros de largo: epicarpio de super- ficie amarillenta y muy arrugada; pezón bastante pronunciado: me- socarpio abundante y de jugo ácido y aromático. Porte y dimensiones: Es árbol corpulento, de buen de.sarrollo, generalmente de 14 metros de altura; el tronco es cilindrico, lleno; de corteza lisa y mauchitas blancas; ramas numerosas y dirigidas hacia arriba; copa prolongada y algo piramidal. Esta variedad se encuentra poco extendida en esta localidad, donde son escasos los ejemplares que hemos encontrado; es muy apreciada por lo extraordinario de sus frutos, los cuales pueden reci- bir todos los usos y aplicaciones indicados en la especie tipo. Limonero coniiia. Hojas: Son ovales, obtusas en el ápice y de 6 á 7 centímetros de largas. FriUo: Tiene la forma del «limón de mesa» pero es "más pequeño, generalmente tiene de 5 á 6 centímetros de largo por 4 á 5 de diá- metro: epicarpio de superficie desigual, marcándose unas elevacio- nes ó tajadas desde su base á la tercera parte del fruto; el color es el amarillo característico: mesocarpio amarillo-verdoso y de jugo ácido y aromático. Este fruto, como es de pequeño tamaño, sólo se le aplica para el arte de cocina. Esta variedad se encuentra aquí muy extendida y alcanzan poco valor sus frutos. Limón naranja. Hojas: Son aovadas, terminadas en punta en el ápice, prolonga- das bacia el peciolo; limbo de 7 centímetros de largo, de bordes en- teros, de color verde-esmeralda y brillante por el baz, más claro por el envés: peciolo menor de un centímetro, y retorcido. Fruto: Es aovado, de 12 centímetros de largo; hacia su base se estrecha un poco, y se inserta el pedúnculo .sobre una superficie igual y redonda; en el extremo opuesto se adelgaza gradualmente para formar una eminencia ó pezón sumamente agudo, viéndose en su cen- tro la cicatricilla estilar; epicarpio amarillo, ligeramente verdoso, de superficie brillante, lisa, sembrada de puntitos sobre las glandulitas vesiculares que contienen el aceite esencial característico de los li- mones: mesocarpio compuesto de 11 celdillas por lo general, conte- niendo abundante tejido utricular de color amarillo -verdoso, ligera- 186 mente rojizo, jugoso, ácido y de sabor parecido al de la naranja antes de madurar. Esta variedad se cultiva sólo por curiosidad, y Hemos visto pocos ejemplares de ella en esta localidad. El fruto puede ser destinado para hacer con su jugo bebidas refrigerantes. Limón poiicil. Hojas: Son aovadas, de 14 centímetros de largo el limbo, y de poco más de uno el peciolo; son de color verde-claro en el haz y por el envés el color lo es mucho más; los bordes son dentado-ondulados. Fruto: Es de gran tamaño, de forma esférica desigual, pues el eje no ocupa el centro del fruto; ordinariamente tiene unos 10 centí- metros de diámetro, el pedúnculo se inserta fuertemente al epicarpio, formando este unas arrugas alrededor, que se dirigen en sentido lon- gitudinal, desapareciendo inmediatamente; en el extremo opues- to ó ápice apenas es marcado el pezón, y en su centro tiene la ci- catricilla estilar bien marcada; el epicarpio es de un hermoso color amarillo-claro, presentando ligeras oquedades y puntitos sobre las glandulitas vesiculares que se hallan muy profundas; es muy grueso, blanco, compuesto de tejido celular fuerte, jugoso, azucarado, y comestible por estas circunstancias; el mesocarpio, que está muy adherido á aquel, se compone por lo general de 13 celdillas llenas de tejido utricular, de color blanco -amarillento ligeramente verdoso, llenas de un jugo ácido fuerte; las semillas son blanco-amarillentas de un centímetro de largas, ovales y aplastadas en un extremo. Porte y dimensiones: Es árbol que alcanza de 7 á 8™ de altura; el tronco es grueso y corto: la corteza de color pardo-rojiza; las ramas dirigidas hacia arriba; muchas ramillas espinosas por aborto, y la copa ancha desde su base y de forma prolongada. Esta variedad se cultiva sólo por el aspecto tan agradable que presenta cuando se halla con el fruto; hemos encontrado pocos ejemplares de ella en toda esta localidad; el fruto se emplea para comer su epicarpio cuando está verde ó recién cogido, y también para dulce. 187 EL LIMERU. Citriis Limetta. Esta especie corresponde, como las anteriores, á la clase Poli/adelpliija, orden Icosandria de Lineo. Vulgarmente es conocida en esta localidad con el nombre de Limera. Es característico de la especie el tener las hojas prolongadas en sus dos extremos, sobre todo en el ápice; el color es verde muy claro por el haz y amarillo-verdoso por el envés; los bordes del limbo son dentados irregularmeute; el peciolo corto y grueso , y las glanduli- tas contenidas en el mesófilo encierran un aceite esencial muy aro- mático y característico de esta especie. El fruto es pequeño, redondo, con una eminencia ó pezón grueso y achatado en el ápice y rodeado de un surco bieii marcado; el epi- carpio contiene unas glandulitas vesiculares profundas, y llenas de un aceite esencial característico de la especie, como lo es igualmente el jugo aromático del tejido utriculardel mesocarpio. El porte del árbol también la distingue, porque, por lo general, es pequeño, ramoso, casi desde la base, y de copa irregular; el folla- je es poco espeso y de color verde muy claro. Respecto á los demás caracteres nada indicamos, por correspon- derle los generales de la familia, así como tampoco de su clima, sue- lo, multiplicación y cultivo, que es enteramente igual. En esta zona se encuentran cultivadas las siguientes VARIEDADES. Limera agria. Hojas: Son aovadas, uu poco prolongadas en los extremos; el limbo de 13 centímetros de largo, por uno que tiene el peciolo; color verde claro en el haz v amarillo verdoso-claro en el envés. 188 Fruto: Tiene la forma redondeada, pero aplastada en sus extre- mos, ordinariamente de 5 á 6 centímetros de diámetro; la eminen- cia ó pezón del ápice es de base ancha y forma achatada: epicarpio delgado, brillante, de color amarillo claro, liso, sembrado de glaudu- litas vesiculares llenas de aceite esencial característico: mesocarpio compuesto de 10 á 11 celdillas, lleno de tejido utricular, jugoso y ácido, cuyo sabor es de limón. Este fruto no recibe otro uso que el mismo del limón, al que puede sustituir; pero es difícil distinguirle á simple vista de la va- riedad dulce. Es poco común esta variedad. Lima dulce. Fruto: Es pequeño, casi redondo, de 5 á 6 centímetros de diá- metro, con el pezón estrecho, prolongado y terminado en punta agu- da: epicarpio liso, delgado, tierno, con glaudulitas vesiculares llenas de aceite esencial característico, y muy adherido al mesocarpio: éste contiene unas 10 celdillas tan unidas entre sí, que se rompe el tabique que las separa si se intenta desunirlas; sus membranas son duras y de sabor amargo cuando se comen con el mesocarpio; el tejido utricular es jugoso, dulce y aromático, siendo de sabor muy agradable; las semillas son pequeñas, alargadas y de color amari- llento. Este fruto es muy estimado para comerlo de postre; puede ser exportado á los mercados lejanos, por resistir el embalaje, y se suele pagar á buen precio. Esta variedad se encuentra muy extendida en esta zona, donde se cultiva por lo excelente de sus frutos, y por el aspecto que presen- ta cuando se encuentra el árbol cubierto por el fruto, empleándose por esta circunstancia para adorno de los jardines. Lima dulce del pais. Este nombre hemos dado á una variedad que ha sido encontrada en esta Vega y en la de Orihuela, y que por su aspecto exterior es parecida á la descrita anteriormente con el nombre de «Lima agria». 189 Tiene el fruto la forma redondeada, de 5 á 6 centímetros de diámetro, pero aplastado en los extremos; el del ápice se indica más, levan- tándose en su centro el pezón que es ancho de base y no alto; el pe- dúnculo se inserta en el extremo opuesto fuertemente al epicarpio, extendiendo sus hacecillos fibrosos por todo él; el epicarpio es del- gado, algo liso, con oquedades poco marcadas en la superficie, y en- cerrando las glandulitas características; el mesocarpio se compone de 9 celdillas formadas de membranas duras, pero no amargas como en la variedad anterior, encerrando un tejido utricular mucho más fino y delgado; la semilla es pequeña, pero más voluminosa que la de dicha variedad. Esta variedad se encuentra muy extendida en estas Vegas, y re- cibe las aplicaciones de la anterior, ó sea de la «Lima dulce». EL CIDRO. Citrus Medica. Esta especie recibe el nombre vulgar de Cidro ó Cidrera. Es característico de la especie el tener las hojas aovadas, con el limbo arrugado y festoneado-dentado en los bordes; peciolo no alado. Los frutos son grandes por lo general y sin eminencia ó pezón en el ápice; las glandulitas vesiculares del epicarpio contienen un aceite esencial muy aromático y distinto en cada variedad. Son árboles pe- queños y de copa prolongada hacia arriba. Corresponden á esta especie los demás caracteres y circunstancias indicados para la familia, respecto al clima, suelo, multiplicación y cultivo, excepto los que son exclusivos y característicos de cada una de sus variedades y que expondremos en su lugar. En esta región tenemos cultivadas las siguientes 190 VARIEDADES. Cidrera ó Cidro. Hojas: Son aovadas; limbo de 12 centímekos de largo, de su- perficie ondulada, festoneado-deutado en sus bordes; de color verde-es- meralda por el haz j amarillo -verdoso por el envés; espina axilar, j peciolo corto de medio centímetro. Fruto: Tiene la forma oval-prolongada , más estrecho por donde se inserta el pedúnculo; su diámetro va creciendo liacia su ápice, donde tiene la superficie redondeada, y en su centro la cicatricilla estilar; dicho pedúnculo se inserta fuertemente, formando una de- presión ó hundido y varias eminencias longitudinales marcadas en la superficie; la longitud de este fruto suele ser de 12 centímetros por poco más de 1 de diámetro medio; el epicarpio es bastante liso, bri- llante, de hermoso color amarillo de canario; las glandulitas vesicu- lares son abundantes, profundas, sin puntos sobre ellas y llenas de un aceite esencial muy aromático y característico; dicho epicarpio es grueso, carnoso, compacto, de tejido celular blanco, homogéneo, dulce, aromático, y comestible por estas circunstancias, como el del «limón poncil» pero es más duro que éste, menos jugoso y agradable; el mesocarpio está compuesto de celdillas, conteniendo un tejido utricular, jugoso y ácido. Porte y dimensiones: Es árbol de pequeñas dimensiones, gene- ralmente de unos 6 metros de altura: ramas numerosas y dirigidas hacia arriba; brotes robustos, y la copa desigual y alargada. Esta variedad se apreciaba mucho para servir de patrón al in- gerto de naranjo; pero hoy apenas se hace uso de este medio de multiplicación. El fruto es destinado para comer su epicarpio, y más para dulce. Son escasos los ejemplares que se cultivan hoy de esta variedad, muy generalizada hace pocos años en esta provincia. 191 Cimboa Real. Hojas: Son aovadas, agudas en el ápice; limbo de 13 centí- metros de largo; peciolo alado y ancho; de superficie arrugada; de consistencia fuerte; color verde-oscuro por el haz y más claro en el envés. Fruto: Tiene la forma redondeada, pero sumamente aplastado en sentido del eje: su tamaño es bastante grande; tiene Lo centíme- tros de diámetro por 8 en su eje; el extremo que corresponde á la base tiene una depresión ó hundido, en cuyo centro se inserta el pedúncu- lo, que se desprende con facilidad , dejando marcada la cicatricilla basilar; en el extremo opuesto, ó sea el ápice, también comprimido, se manifiesta igualmente la cicatricilla estilar: el epicarpio es liso, bri- llante, grueso, mayor de un centímetro, compuesto de tejido celular y fibroso de color blanco, esponjoso, y de sabor amargo; la superficie exterior es de color amarillo de paja, sembrada de puutitos verdosos, que son las glándulas vesiculares llenas de aceite esencial no muy aromático, las cuales levantando la epidermis que cubre al fruto, tienen el aspecto de pequeños granos: el mesocarpio se halla com- puesto de 20 celdillas llenas de tejido utricular, jugoso y ácido: las semillas sou alargadas, triangulares y grandes. Porte y dimensiones: Es uu pequeño árbol, de unos 4 metros de altura; el tronco es corto, liso, de color pardusco y con listas blancas: las ramas numerosas y pequeñas: la copa irregular. Esta variedad es muy escasa en esta localidad, donde liemos en- contrado pocos ejemplares de ella. Se cultiva exclusivamente para hacer dulce de compota de su epicarpio. Mela-rosa. Hojas. Aovadas, de peciolo corto; limbo de T centímetros de lar- go; color verde claro y amarillento por el envés. Fruto: Tiene una forma esferoidal, un poco aplastada, según el eje, de 6 á 7 centímetros de diámetro: epicarpio de un color amarillo- rojizo, de superficie desigual y sembrada de glandulitas vesiculares, situadas un poco profundas, y llenas de un aceite esencial y aroma- 192 tico característico: en la base, donde se inserta el pedúnculo, el epi- carpio se arruga un poco, extendiéndose en sentido longitudinal; en el extremo opuesto ó ápice se ve la cicatricilla estilar; dicho epicar- pio es grueso, compuesto de tejido celular, esponjoso y algo seco: el mesocarpio se compone de 12 celdillas, conteniendo tejido utricular jugoso y ácido: las semillas son ovales, irregulares y robustas. Este fruto es utilizado, después de quitada su epidermis, para hacer dulce de compota con el epicarpio. Es variedad que se en- cuentra poco extendida, y de la que hemos encontrado pocos ejem- plares. Bergamota. Hojas: Son aovadas; de 12 á 14 centímetros de largo el limbo, ondulado en los bordes, de color verde -esmeralda intenso en el haz y amarillo-verdoso por el envés, superficie arrugada, peciolo de 2 cen- tímetros. Fruto: Tiene la forma esférica, un poco aplastada en los extre- mos: epicarpio casi liso, brillante, de color amarillo-verdoso, con numerosas glandulitas vesiculares, de color verde, que se encuen- tran en su interior, y algunas más superficiales, llenas de un aceite esencial muy aromático y característico de esta variedad; no es muy grueso, y se compone de tejido celular blanco, esponjoso y amargo: el mesocarpio se compone de 12 celdillas con el tejido utricular ju- goso y ácido. Porte y dimensiones: Es árbol de mediana altura; tronco cilin- drico: la corteza gris pardusca con rayas longitudinales: la copa es irregular. Esta variedad la consideran algunos como perteneciente al Li- mero, y otros al Limouero; pero nosotros, fijándonos en la poca si- militud de sus caracteres con los de dichas especies, la hemos con- siderado como una variedad del Cidro, si bien en realidad hay fun- damento para constituir con ella una nueva especie. En esta zona se encuentra poco extendida, y no tiene otra aplicación que utilizar el epicarpio de sus frutos para confeccionar dulce seco y de compota: I 193 también se emplea para obtener la esencia llamada de «bergamota» y para condimentar varios manjares. ENFERMEDADES Y ACCIDENTES A QUE ESTÁN EXPUESTOS LOS NARANJOS, LIMONEROS, LIMEROS Y CIDRO, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS. Amarillez de las hojas ó clorosis. Este accidente es producido por encontrarse la planta sobre un suelo que le es poco conveniente, cual sucede cuando sus raíces llegan á una capa arcillosa que de- tiene el agua de los riegos sin dejarla filtrar, pudriendo aquéllas; ó cuando dicho suelo es pantanoso, ó por el contrario, muj seco: en cualquiera de estos casos, el árbol se desarrolla poco; sus hojas se ponen amarillas, y entra en un período de decadencia que termina con su muerte. Para corregir estos defectos del suelo, deberá procurarse modifi- car sus condiciones; paradlo, si es demasiado compacto, se le dará una labor profunda y el suficiente abono para ponerlo mullido, esponjoso y sustancioso; si es muy húmedo ó pantanoso, se abrirán zanjas ó landronas lo suficientemente profundas y en diferentes direcciones, pero cruzadas, á fin de que á ellas vengan á parar todas las aguas sobrantes de los riegos, á las que se procurará dar salida por sitios más bajos y convenientes. Hecho esto, el árbol se regenerará y vol- verá á prosperar y desarrollarse. Goma. Esta enfermedad, que acomete á todas las especies de la Familia Aicranciaceas, con especialidad al Naranjo, no reconoce otra causa que la de ser el suelo, sobre el cual se encuentra la planta, muy húmedo ó pantanoso. Efectivamente; estudiando fisiológicamente los vegetales dicotiledóneos, como son los que nos ocupan, observamos: que una de las propiedades que tienen sus tejidos es la higroscopici- dad, ó sea la de apoderarse un órgano de la humedad ó del agua in- mediata: el leño y la albura gozan notablemente de esta propiedad, mientras que la corteza que los cubre se opone á ello; pero sucede, 13 194 que cuando por cualquier accidente llegan á empaparse de líquidos, entonces los tejidos de las capas leñosas se dilatan, y al aumentar de volumen, rompen las capas corticales que permanecían inalterables, dando salida por las resquebrajaduras á los ju<^os gomosos que con- tienen. Veamos por qué circunstancia se presenta el fenómeno: es sabido que las plantas reciben su alimentación, por las extremidades de sus raicillas más finas, de los elementos exteriores que las rodean; los cuales, para ser absorbidos en virtud de la fuerza llamada eudos- mose por Diitrochet, necesitan estar disueltos en un líquido, cual es el agua, que es su vehículo natural: una vez absorbida el agua, y con ella las materias disueltas, se elevan por una fuerza que actúa, y que no se lia definido todavía, á las partes superiores del vegetal, á sufrir las trasformaciones convenientes para ser convertidos en ma- teria nutritiva ó cambium, así llamado por Duhamel y Grew; esta desciende después por la capa celular ó zona generatriz para formar los nuevos tejidos del vegetal, puesto que contiene la celulosa y de- más principios azoados necesarios para su nutrición y desarrollo: ahora bien, si las materias están disueltas en un exceso de agua, la albura se carg-ará mucho de este líquido, por la propiedad anterior- mente indicada; sus tejidos aumentarán de volumen; se verificarán las resquebrajaduras ya dichas; y por ellas saldrán al exterior varios jugos que se trasforman en g-oma: este es el origen de la enfermedad denominada «Goma del Naranjo». Una vez presentada la goma, lo que tiene lugar muy especialmente sobre el cuello de la raíz y raí- ces gruesas, simultáneamente el árbol paraliza su desarrollo; sus ho- jas, palidecen; y entra en un período tal de decadencia y alte- ración de sus funciones naturales y orgánicas, que perece al poco tiempo. Según dejamos expuesto, la enfermedad que nos ocupa no reco- noce otra causa, que ser el suelo sobre el cual se encuentra la plan- ta, muy húmedo y pantanoso. Para combatir la enfermedad y en su primer desarrollo, proponemos el saneamiento del terreno por los me- dios indicados en otro lugar para caso análogo, y el cortar con esco- plo todos los tejidos dañados por donde fluye la goma, cubriendo des- 19o pues la herida con el ungüento de injertar, la que deberá quedar al- gún tiempo al descubierto. Putrefacción de las raíces. Hemos indicado anteriormente la clase, naturaleza de los terrenos que requieren las Auranciáceas, y qué sistema de cultivos les son más convenientes; de manera que si á estas se les pone sobre un suelo muy húmedo ó de sub- suelo panta- noso, en este caso, las fibrillas ó barbillas y las extremidades radi- cales, celulares y tiernas, se descomponen y desaparecen; dios tejidos corticales de los ramos radicales y raíces secundarias les sucede lo mismo; la descomposición avanza y sigue avanzando hasta alterar el liber y albura, donde marcha la savia, ó sea el camhmra, y con ello, la capa celular ó zona generatriz que constituye los crecimientos del vegetal, resultando como consecuencia, que la nutrición y desarrollo de la planta no se verifica, y que se origina una perturbación en todas las funciones del vegetal, que le hacen enfermar, y últimamen- te perecer. Para corregir este accidente proponemos en primer lugar el sa- neamiento del terreno por los medios que ya hemos indicado en otro lugar; después se abrirá una zanja alrededor del árbol para buscar las raíces dañadas; se cortarán todos los tejidos descompuestos dejan- do sólo los que estén sanos, y se cubrirán las heridas con un ungüen- to especial que pueda resistir la constante humedad que ha de tener; si el sub-suelo es pantanoso, en este caso, se descubrirán igualmen- te las raíce.s, pero cortando la raíz central ó primaria á fin de que puedan desarrollarse más las secundarias, que se harán muj' horizon- tales y no estarán tan bañadas de humedad: hecho todo esto, se pro- curará no dar cavas profundas, que destruirán todas estas raíces, ni plantar hortalizas ú otros productos en esta clase de suelos, cuyos cul- tivos y frecuentes riegos matarían dichas raíces y con ello el árbol: también deberá darse una poda al árbol para equilibrar la copa con las raíces. Enfermedad llamada del Naranjo. Así se ha denominado á la que en un breve espacio de tiempo se extendió por gran parte de los naranjales de la Península Española, destruyendo esta gran riqueza 196 y reduciendo á uu estado sumamente pobre y angustioso á comarcas enteras, que hasta entonces fueron prósperas y felices. Varias son las opiniones particulares é informes emitidos por So- ciedades y Corporaciones, sin que en 'ninguno de ellos se haya podi- do dar una explicación clara y concreta sobre la causa que la motiva y los medios que pueden emplearse para evitarla y aun combatirla . Nosotros, sin querer anteponer nuestra afirmación á la opinión de per- sonas muy dignas y respetables , nos vamos á permitir exponer nues- tras observaciones sobre tan delicado asunto; con este objeto empe- zaremos por dar á conocer los efectos para ir á buscar la causa que los produce, circunscribiendo los hechos á la zona ó región de que nos ocupamos. Cuando un naranjo es acometido por la enfermedad, sus hojas al- teran la hermosa coloración verde, por la pálida del amarillo verdoso; la corteza de su tronco se agrieta en su base; á las de sus raíces gruesas les sucede lo mismo; y por sus hendiduras se abren paso los jugos go- mosos que corren al exterior; separada la tierra que cubre sus raíces, se observa: que las esponjiolas, las raíces celulares y capilares han desaparecido; las más delgadas, y la corteza que cubre las más grue- sas, tienen sus tejidos descompuestos, y forman con los jugos propios completamente desorganizados, una materia oscura y de hedor inso- portable: vegetales liliputienses que habitan el mundo invisible que nos i'odea, se desarrollan y multiplican rápida y asombrosamente sobre dichos tejidos descompuestos, saliendo al exterior en forma de manchas blancas sobre la corteza, verdadero contagio de bacterios que se extiende á grandes distancias sobre los átomos de polvo que el viento arrastra, ó sobre las moléculas de agua que la corriente con- duce. Es evidente que una planta que se ve así combatida por tales d importantes accidentes, perecerá en un breve plazo, y así sucede. Ahora bien: estudiemos la naturaleza, situación y demás circuns- tancias de los terrenos sobre los cuales se ha presentado la enfer- medad. La Vega de Murcia la constituye un extenso valle perteneciente al terreno Cuaternario, rodeado de terrenos montañosos, especialmen- 197 te en su parte Sur, y donde vienen á reunirse todas las aguas que se filtran por la superficie tan accidentada que presenta la provincia: por otra parte, el río Segura, al entrar en la Vega, se desprende de parte de su caudal en el sitio que llaman «la Contraparada» para dis- tribuir parte de sus aguas en dos grandes arterias, las que divididas y subdivididas en otras muclias, llevan el precioso fluido para exten- dei"lo por tan dilatada superficie, donde se crían y cultivan diversas y variadas Hortalizas en medio de las frondosas y elegantes especies de la familia Auranciáceas: es natural que un suelo tan surcado de venas acuosas por todas partes , bañado tan frecuentemente de agua por los numerosos riegos que requiere el cultivo tan intenso de las hortalizas, venga á adquirir la condición de muy húmedo y aun pantanoso á corta distancia de la superficie; tanto es así, que basta profundizar en algunos puntos O™, 80 para que la tierra se pegue á la azada ó instrumento con que se practica el hoyo; y á 1"',50 sale hecha completamente barro. ¿Es posible que sobre un suelo de esta naturaleza puedan subsistir las infinitas raíces y raicillas capilares que contiene el naranjo? Es evidente que no: de consi- guiente dichas raicillas se descomponen; los tejidos de las más grue- sas se pudren; y ocurre naturalmente, lo que á toda sustancia or- gánica que entra en descomposición, esto es, que los hongos mi- croscópicos, es decir, esos habitantes invisibles de la atmósfera; esos organismos, los más sencillos y pequeños que existen en el mundo, cuyos gérmenes, que escapan á la simple vista, oponen te- naz resistencia á su destrucción, sufriendo los extremos de frío y ca- lor, humedad y sequía, y que nadan en el aire y conducen las aguas, se apoderan de dichos órganos descompuestos, y encontrando allí condiciones convenientes para poder efectuar su desarrollo y prodi- giosa multiplicación, se pi-eseutan constituyendo una enfermedad, cuando realmente no son más que una consecuencia de ella. Esta descomposición de las extremidades radicales celulares y raicillas capilares, por donde la planta absorbía sus alimentos, y de las demás raíces por cuyos tejidos corría la savia ó fluido nutricio, produce gra- ves perturbaciones en las funciones de la planta, y entonces se pre- 198 senta á nuestra vista la palidez de sus hojas, el raquitismo, los orga- nismos microscópicos, la goma, la putrefacción de sus raíces, la se- quedad de sus ramillos extremos, y finalmente, todo el .estado de desorganización que anteriormente hemos expuesto , y que le produce la muerte. La prueba evidente de que la enfermedad del naranjo proviene de las malas condiciones del suelo, especialmente de su excesiva hume- dad, la tenemos en los «huertos de Totana» y de otros puntos. Efec- tivamente; los « huertos de Totana» se encuentran situados en las últimas estribaciones de Sierra Espuña, sobre laderas y terrenos algo inclinados y de forma escalonada: las aguas no son abundantes, y ade- más tienen que ser adquiridas por compras para el riego exclusivo de los naranjos y otros frutales, sin que el suelo se dedique á ningún otro cultivo, y mucho menos á hortalizas, como sucede, y hemos in- dicado, se acostumbra hacer en la vega: por estas circunstancias, las aguas que se destinan para el uso de los riegos, no se estancan en el interior del suelo pudriendo las raicillas, sino al contrario, se fil- tran en la superficie; penetran al interior, compuesto de un terreno suelto y silíceo, donde se encuentran las raicillas finas y delicadas de los naranjos que absorben los alimentos que el agua les lleva; V parte de ella, como cantidad sobrante, siguiendo su curso descen- dente debido á la permeabilidad y profundidad del suelo, penetra en él extraordinariamente, hasta salir al exterior por puntos más bajos ó permanecer oculta en el interior de la tierra, quedando por lo tan- to dichas raicillas sobre un terreno fresco, pero sin ser húmeda y me- nos pantanoso. Los naranjos criados en tales sitios, los hemos visto desarrollarse y crecer con lozanía, alcanzar grandes dimensiones, sin haber padecido «la enfermedad» de que se trata, y llegar, por últi- mo, á una edad muy avanzada, después de haber producido gran cantidad de fruto. Otro ejemplo tenemos cerca de la vega de Murcia, donde termina ésta y principian las estribaciones más bajas de la sierra llamada de la Fuensanta y sitio que se denomina Santa Catalina. En este punto, con el agua de una pequeña fuente que allí existe, se da riego á una 199 corta extensión de terreno, algnnas veces dispuesto en escalones lar- gos y estreclios por la rápida inclinación de su pendiente, y forma- dos por la fuerza expansiva del barreno y los golpes acompasados del contundente pico, que fraccionando la dura roca y destruyendo la cohesión de sus moléculas, presentan un suelo vegetal de buenas condiciones. Sobre tal clase de terreno existe un huerto plantado de naranjos, limoneros y otros varios frutales, perteneciente al Excmo. Sr. D. Joaquín Salafranca : estos árboles no han sentido la enfer- medad que los de su misma especie han sufrido en la vega, no obs- tante su proximidad; todo lo contrario, crecen y se desarrollan bien; se crían muy lozanos; alcanzan buena altura; y producen abundantes y exquisitos frutos. En este mismo sitio, hemos oído refei'ir, existía en 1832 un naranjo que llegó á producir en dicho año unas 36.000 naranjas, siendo de un desarrollo colosal. Próximo y á corta distancia del anterior, hay otro huertecito, tam- bién situado en la montaña, y como aquél, contiene entre varias es- pecies vegetales de adorno unas, productivas otras, varios naranjos y limoneros, y el cual corresponde al santuario de la Luz : todos los árboles los hemos visto vegetar bien sin experimentar la enfermedad; y es probable que adquieran el desarrollo y longevidad de un naranjo que existe todavía, y el cual mide 2'", 50 de circunferencia en su tronco, si bien se encuentra mutilado en sus ramas y en un estado deplorable. Estos ejemplos de longevidad , de desarrollo extraordinario y de abundante fructificación, nos demuestran que la llamada «enferme- dad del naranjo» no puede en manera alguna provenir de plagas de insectos ú hongos microscópicos, ni tampoco de un estado especial de la atmósfera; porque de admitir esta liltima hipótesis, no podría explicarse cómo han podido salvarse de la «enfermedad» huertos de naranjos tan próximos á los puntos infestados, como los que hemos citado anteriormente; quedando, por lo tanto, rebatida la opinión de aquéllos, que quieren hacerla depender de dichos agentes. Por consiguiente, ala enfermedad que nos ocupa, no se la puede reconocer otro origen que un suelo de constitución húmeda, ó que 200 resulta así por ua abuso en los riegos; puesto que hemos observado y observamos en la actualidad, que eu la vega de Murcia, donde el suelo es muy liúmedo y el subsuelo es pantanoso, producido por los riegos excesivos que se acostumbran dar para el cultivo de las horta- lizas y otras plantas, los naranjos viven y se desarrollan bien en sus primeros años; pero después, y en el momento que se abusa de los riegos, ó sus raíces llegan á la capa ó zona pantanosa, detienen su crecimiento, y principian á presentar todos los caracteres de la «en- fermedad», hasta que finalmente perecen. A mayor abundamiento, en Ulea, pueblo perteneciente á los denominados «Lugaricos del Río», donde la «enfermedad» ha exterminado los valiosos naranjales que allí existían, y cuya situación y condiciones son casi enteramente iguales á las de la vega, solamente han conseguido librarse de dicha enfermedad los huertos pertenecientes á D. Mariano Aguado, cuyos suelos no se los destina á otra producción que al cultivo de los na- ranjos, limoneros y otras aurauciáceas, no recibiendo otros riegos que los absolutamente necesarios para la completa nutrición ele dichos vegetales. , De manera que, expuestos de un modo práctico los efectos de la «enfermedad llamada del naranjo», y aducidos los hechos y pruebas que corroboran su origen, debido exclusivamente al abuso de los rie- gos en cierta clase de terrenos impermeables y al exceso de humedad en los suelos y sub- suelos, según nuestra humilde opinión, sólo nos resta dar á conocer los medios que conceptuamos más eficaces para combatir el mal, si desgraciadamente se ha presentado, y evitarlo antes que así suceda. Respecto al primer punto, proponemos como destructivo de la enfermedad lo siguiente: Deberá empezarse por descubrir todas las raíces del árbol, para lo cual se hará una zanja alrededor del tronco y á cierta distancia de él, con el fin de encontrar las más finas y delicadas; se cortarán todas las dañadas incluso la central ó raíz principal, y se cubrirán las heridas que resulten con un ungüento confeccionado á propósito y que pueda resistir la constante humedad interior: hecho esto, se cubrirán las restantes de buena tierra y que 201 esté meteorizada, cuidando abrigar bien la base del tronco con tierra en forma de montón , á fin de que las aguas de los riegos no lleguen al cuello de la raíz, y que los vientos impetuosos no los vuelquen á tierra; después se hará una poda de sus ramas bastante fuerte, hasta establecer la armonía y equilibrio compensativo que debe existir en- tre los volúmenes de las raíces, que queden después de la operación, y el de la copa del árbol: terminado todo esto, se riega el suelo á manto pai'a afirmar la tierra; para que el aire no penetre en el inte- rior hasta las raíces, y favorecer, en fin, el desarrollo de las nuevas, las cuales han de regenerar el árbol enfermo: también deberá evitar- se el hacer siembras ó plantaciones en estos suelos, porque los riegos y cultivos que son necesarios, perjudican notoriamente á las nuevas raíces que son muy superficiales. Como medio preventivo para evitar la enfermedad, proponemos el elegir para hacer las plantaciones, terrenos sueltos, algo silíceos, y sobre todo bien profundos, donde las raíces, por mucho que pene- tren en el interior, nunca pueden alcanzar una dura roca, un suelo tenaz, muy húmedo, ni menos pantanoso, no dándoles á los árboles más riegos que los absolutamente necesarios, ni plantar en los suelos hortalizas ú otras producciones agrícolas. Roña: Cuando el árbol se cría sobre un terreno húmedo, ó su copa carece de la ventilación que debiera tener, la superficie de sus hojas y tallos tiernos se cubren de un polvo de color pardo -negruzco que impide sus funciones ordinarias. A este polvo, el cual no es otra cosa que organismos microscópicos, se le hace desaparecer por medio de una fuerte lluvia artificial sobre el vegetal y frotando con un trapo las partes atacadas; inmediatamente después se saneará el terre- no, según los medios apuntados en otro lugar, ó se hará un clareo de las ramas de la copa, conforme proceda el mal de una ú otra causa. Como medio preservativo de este accidente, que aunque por sí no es grave, nos indica que el árbol que lo padece no goza de las condiciones que debiera, se cuidará de no hacer las plantaciones en terrenos húmedos; y de dar á la copa de los árboles el suficiente cía- 202 reo á fin de que el aire y la luz puedan penetrar en f3u interior, é im- pedir el desarrollo, casi instantáneo, de dichos organismos liliputien- ses, cuyos gérmenes constantemente están nadando en la atmósfera que respiramos. Heladas: Las especies del género Citrus son todas muy sensibles para poder soportar las bajas temperaturas y los cambios bruscos, sin afectarse profundamente parte de sus órganos: así es, que cuando esto sucede, las hojas se arrugan, se secan y caen; y los tallos tier- nos, paralizando su acción vital, se ponen de color oscuro, é igual- mente se secan: todo esto produce, como es consiguiente, paraliza- ción y raquitismo en los desarrollos sucesivos, y en muchos casos la muerte del vegetal. Ya en otro lugar hemos dicho que no era potestativo en el hom- bre poder evitar este accidente; de consiguiente, lo único que se puede hacer es prevenirlo, para lo cual se cubrirán con antelación, ó sea en el mes de Noviembre, dichos árboles con ramaje ú otros productos secos, especialmente por su lado Norte, á fin de poderlos librar de tal peligro: después, cuando es llegado el mes de Marzo, se destapan un poco; y finalmente, cuando no hay temor á las heladas, se les quita todo el abrigo. Insectos: Las hojas de las auranciáceas, especialmente las de la especie naranjo, son acometidas por unos insectos pertenecientes al orden Hemipteros, familia Coccidos, los cuales viven parásitos sobre aquellas, alimentándose de sus jugos; sólo son dañosos cuando se presentan en gran número por la extravasación que producen de la savia: dichos insectos corresponden al género Coccus, y por atacar á estos árboles les denominaremos Coceas Citri. Se les debe combatir durante el mes de Febrero, en cuya época las hembras se encuentran situadas en el envés de las hojas, apare- ciendo como una excrecencia ó agalla, recogiendo éstas, y mejor las hojas donde se encuentran, las que deberán quemarse á fin de des- truir la futura prole que se alberga debajo de dichas agallas, y que no son otra cosa, según hemos dicho, que el cuerpo de la hembra desecado y apergaminado. 203 Piilgoms: Estos corresponden á la familia Afídklos y género Aphis; también atacan las hojas de las especies del género Citrus, chupando sus jugos y ocasionándoles extravasaciones de la savia. Se les combate por los medios que ya hemos indicado en otro lugar al tratar de estos insectos. EL PAL^IERO. Phoenix dactylifera, L.: Esta especie corresponde á la división délas Monocotiledóneas y gran familia de las Palmas. Vulgarmente es conocida con el nombre de Palmero ó Palmera. Es planta dioica: sus flores son unisexuales, y están dispuestas en espádices ramosos llamados támaras. La flor masculina tiene el cáliz persistente, algo coriáceo, trífido , y soldado en su base. Corola tripétala, de color amarillo-blanquizco, y los pétalos cóncavos y algo oblongos. E.stambres en mimero de tres. La flor femenina tiene el cáliz trífido. Corola de tres pétalos. Pis- tilo, uno. Ovario unilocular. Estas flores están sentadas en los espádices ramosos ó támaras, que suelen tener 60 centímetros de largo, y cada uno se halla ro- deado de una espala axilar ó bráctea de consistencia dura y soldada á su pedúnculo, la cual en la época de la florescencia se abre longi- tudinalmente. Hojas: En su primer desarrollo aparecen sencillas; al desarro- llarse el embrión sólo aparece una hoja acintada; al segundo año, dos; de-spués se modifica el limbo por exceso de parenquima, y se presenta de forma oblonga y rizado, hasta que con la edad se hiende en sentido longitudinal para formar varias hojuelas de 20 á 60 cen- tímetros de largas, de color verde- esmeralda, compuestas de tejido fibroso, muy adheridas al peciolo común, el cual es grueso en la base, comprimido, convexo, cubierto de espinas largas y agudas por tras- formación de las últimas hojuelas de dicha base, y peridadio: estas hojas, que son grandes, puesto que llegan á tener de 3 á 4"' de lar- 204 gas, y que se presentan coronando el tallo de la planta , reciben el nombre de frondes, y vulgarmente palmas. Fruto: Es este una drupa cilindrica y prolongada, de 3 á 5 cen- tímetros, llamada vulgarmente dátil. El pericarpio es liso, brillante, verdoso en un principio, después amarillo -rojizo: mesocarpio carnoso, consistente, jugoso y de sabor agradable cuando está maduro: con- tiene un Hueso ó semilla de consistencia osea, también prolongado, pero con un surco longitudinal en un lado y en el opuesto un punto circular que corresponde al embrión excéntrico. Estos frutos se en- cuentran sentados á lo largo de los ramillos de las támaras. Florescencia y frucfificación: En primeros de Abril se presentan al exterior sobre el árbol las espatas, llamadas vulgarmente hijuelas; después, en el de Mayo, abriéndosela espata, se presentan las flores. Los frutos maduran de Noviembre á Febrero, según las variedades; pero necesitan para ello ser fecundadas sus flores. Fecundación: Ya hemos dicho que esta planta es dioica, es de- cir, que los sexos están separados en distintos pies; por consiguiente, la fecundación de sus flores hembras puede hacerse naturalmente ó por medios artificiales: los medios naturales son todos aquellos en los cuales el hombre no interviene para nada; tal sucede, cuando el po- len de las flores machos es llevado por el viento, los pájaros ó insec- tos á los órganos hembras para fecundar el ovario: para el segundo medio es preciso que dicho polen sea llevado por el hombre sobre el pistilo del ovario; para ello los dueños de palmeras, cuando las espa- tas de los machos y las de las hembras han presentado al exterior los espádices, los cortan, y divididos en ramitos los van introduciendo entre las flores hembras para que el polvillo fecundante ó polen se extienda ó fije sobre el estigma de sus pistilos, á fin de obtener la maduración del ovario, que después se llama fruto ó dátil. Algunos cultivadores se contentan con sacudir las támaras machos .sobre las hembras; pero si bien puede aceptarse este medio, sin embargo, el i ndicado anteriormente es el que da mejores resultados, y el general- mente .seguido. También se acostumbra en algunas localidades poner algunos pies machos entre los de las hembras, con el fin de 205 lacilitar la fecundacióu y hacerla conforme á las lejes naturales; pero este sistema tiene el inconveniente de tener ocupado un espacio * con todos los árboles machos , que pudiera serlo con palmeros hem- bras, perdiéndose, por lo tanto, además de la extensión del suelo, grandes cantidades de fruto que vendrían á aumentar la renta y valor de la tierra. Raís: Las raíces son fibrosas, sueltas, muy abundantes, des- arrollándose en la parte baja del tronco, ó sea en su cuello, y exten- diéndose á largas distancias, lo cual es necesario para conservar en su posición natural el astil de este árbol, que suele alcanzar hasta 26™ de altura, y poder luchar contra la impetuosidad de los vientos huracanados, los cuales hemos visto más de una vez quebrar el astil, pero nunca arrancarlo. Sicelo y clima: El palmero es exclusivo de países cálidos, mar- cando una región que se denomina de las Palmas : se encuentra muy extendido en terrenos arenosos y salobres del Egipto, Persia, Svria y Marruecos: en la antigüedad era una planta importante y simbólica , pues con ella se representaban , como hoy vemos, á las Vírgenes, Mártires y Santos en señal de la victoria que alcanzaron en esta vida contra el enemigo común. En esta provincia se la encuen- tra circunscrita á su parte más meridional, Se da bien en los te- rrenos sueltos y cuaternarios de la vega; pero donde más se des- arrolla y fructifica con una precocidad extraordinaria, es en los sue- los arenosos, frescos, profundos y salitrosos próximos á la costa del mar. Porte y dimensiones: El tronco es cilindrico, leñoso, derecho, no robusto, pero muy elevado, llegando á tener algunos ejemplares hasta 26" de altura, según hemos dicho: está formado interiormente por hacecillos espesos fibroso-vasculares, distribuidos en una masa de tejido celular sin radios medulares, no encontrándose ni zona le- ñosa ni cortical: la superficie exterior del tronco está sembrada de nu- merosas cicatrices que han dejado los peciolos ó perieladio de las ho- jas al desprender.se, y las cuales le dan un aspecto particular: en la parte superior del tronco se ven restos de los peciolos que han que- 206 dado persistentes, j en su coronación diversas frondes en cuyo cen- tro se encuentra una yema terminal : esta disposición y el creci- miento particular que tiene la planta, ha hecho que reciba, como otras de su familia, la denominación de «endógena», y su tallo y tronco el de «astil ó estípite». Crecimiento: Por mucho tiempo ha existido una idea errónea sobre el crecimiento de esta planta, creyéndole tan lento, que no bastaba la vida del hombre que sembraba una semilla ó hueso, para recoger el fruto que en su tiempo produjera; idea que la práctica ha hecho desaparecer, acreditando que es árbol que cultivado en las condiciones de suelo y clima que le son convenientes, adquiere un crecimiento muy veloz y su fructificación es precoz; pero no siempre ocurre que ambas condiciones se reúnan en un mismo individuo, puesto que se ven algunos que se desarrollan pronto, que crecen mucho en altura, pero la fructificación se retarda, mientras que otros, por el contrario, no crecen tanto como aquellos, el desarrollo es más lento, pero la fructificación es sumamente precoz: ejemplo del primer caso tenemos en esta localidad en la Vega, donde si bien los individuos se elevan mucho y los crecimientos anuales son abun- dantes, en cambio tarda bastantes años en desaparecer la espata: del segundo caso tenemos en los terrenos próximos al mar en esta pro- vincia, especialmente los de San Pedro del Pinatar; en este punto hemos sembrado huesos ó semillas en una finca, perteneciente á mi señor padre, á últimos de Enero, y á los 6 años comimos el fru- to de un Palmero en miniatura; fué preciso suspender sus támaras con el fruto, para que no se pudrieran en el suelo: véase cómo se ha tenido un juicio muy desfavorable é infundado del gallardo y pro- ductivo Palmero. Reproducción y cultivo: La reproducción natural de esta planta es por medio de la semilla de su fruto, siendo el único adoptado en esta localidad, si bien algunos recomiendan la que puede hacerse por los brotes que nacen en la base de los troncos, como medio seguro de conocer los sexos de las plantas y aun la calidad de los frutos. Para llevar á efecto la multiplicación según el primer medio ó sea "207 de semilbds, se practicará la siembra en los semilleros ó en los sitios de asiento; si lo es en semillero, se empezará por preparar el terreno con una cava profunda ápalo de azada, como aquí se llama, abonán- dolo después con buen estiércol ; se espera la menguante de Enero; y llegada que sea, se van abriendo con la punta de un palito aguje- ros en el suelo cuyo diámetro sea de 2 centímetros, y puestos de ma- nera que resulten en fila, distando entre sí de 30 á 40 centímetros; después se colocan 1 á 2 semillas en cada uno, comprimiendo un poco la tierra para que queden cubiertos; y hecho esto, se riega el suelo: á los 3 ó 4 meses germinan los dátiles y presentan una hoja sencilla y acintada, rectinerviada, de consistencia fibrosa y brillante en ambas caras: al segundo año se manifiestan dos hojas iguales á las del año anterior; al tei'cero tres, y así sucesivamente hasta hendirse el limbo, y presentarse como una hoja compuesta, recibiendo el nom- bre de «frondes» como hemos dicho anteriormente, y lo cual tiene lugar según la situación y condición de los terrenos sobre los que crece y se desarrolla. A los 4 ó 5 años, á más tardar, se sacan las plantas del semillero con el mayor número de raíces posible, y se hace la plantación de asiento, colocando cada planta en hoyos que se tendrán abiertos desde el año anterior; hecho esto, se riega el terreno para que la tierra se asiente y no se venteen las raíces; si la estación es seca, se repiten los riegos una vez por semana. Las plantaciones pueden hacerse y se acostumbra hacer en algunas localidades de manera, que todo el terreno quede destinado á palmeral, eu cuyo caso se ponen los árboles al tresbolillo ó en filas formando cuadros; también se acostumbra á ponerlos en las lindes de las tierras para aprovechar el centro con otras producciones y formando calles ó pa- seos; la distancia que deberán guardar entre sí es por lo general de 3 á 4 metros. El Palmero es planta que sólo necesita el cuidado en sus prime- ros años, reducido simplemente á quitar la yerba que crece á su pie; ligera cava á su alrededor en Otoño y Primavera, y algún abono en esta última época, y poda anual, en la menguante de la luna de Enero, de alguno de los verticilos de sus frondes; llegados los tron- 208 eos á la altura de GO á 80 centímetros, ya no necesita el árbol otra atención, que riegos durante el Estío y la poda anual de 3 á 4 ver- ticilos de sus frondes, según sea su desarrollo. Esta especie presenta una particularidad notable que no queremos dejar de consignar; cual es, que su fruto varía en tamaño y cualidades, según el cultivo que recibe, la naturaleza de los terrenos donde se cría, y la edad que tiene; efectivamente, hemos tenido ocasión de observar en el sitio anteriormente indicado del Pinatar, que una Palmera criada sobre una roca caliza y compacta, á la que cubría una ligera capa de tierra vegetal, teniendo, por consiguiente, gran número de sus raíces al descubierto, producía un fruto pequeño, y tan áspero que no podía comerse; cada año aumentaba el tamaño y calidad, pero siempre mala esta; pero se quebrantó la dura roca; se abonó el suelo con 12 kilogramos de sal común ó cloruro de sodio, y á los 3 ó 4 años el fruto varió tanto, que su tamaño se hizo mayor; el mesocarpio más grueso, jugoso y algo azucarado, y boy se pueden comer verdes ó recién cogidos. Muchos ejemplos pudiéramos exponer de árboles, cuyos frutos varían completamente según la naturaleza de los terre- nos donde crecen, ó las diferentes edades que tienen; por lo que acon- sejamos no arrancar ningún palmero que resulte hembra, aunque su fruto sea de mala calidad, porque es indudable que esta variará por completo con las circunstancias anteriores. Poda y recolección del fruto: Mientras el árbol no es muy cre- cido, la poda y recolección del fruto se hace á mano y á lo sumo con una escalera; pero cuando llega á tener grande elevación, en- tonces son inútiles los medios ordinarios, v es necesario recurrir á uno muy ingenioso y que merece apuntarse; el labrador ó cosechero puesto al pie del palmero y frente á él se rodea una cuerda por su cintura y tronco del árbol, atando sus dos extremos; hecho esto, levanta con ambas manos la parte de cuerda que rodea el tronco y entonces, apoyando sus pies sobre el árbol y dejándose caer un poco hacia la espalda, asciende un poquito, vuelve á levantar otra vez la cuerda y sube otro poco; y así sucesivamente hasta llegar al final del astil ó corona; llegado que es á este punto, corta las frondes con 209 uu podón especial, si el objeto ha sido la poda; acorta las támaras de dátiles, llamados vulgarmente «uvas», las que atadas al extremo de una cuerda las deja descender, para ser recogidas por los que están al pie del árbol. Productos y aplicaciones: Es el Palmero uno de los árboles más importantes de la agricultura por la diversidad de sus productos y las múltiples aplicaciones que recibe; el fruto, que es el principal y más considerable, se destina para comerlo verde ó recién cogido el de algunas variedades, constituyendo un postre bastante agrada- ble; el de otras variedades no puede ser comestible hasta después de haber sufrido la operación del adobo, reducido á rociarlos con vina- gre fuerte después de cogidos y tenerlos abrigados con trapos du- rante 2 ó 3 días. También son usados en confitería para dulce seco y escarchado, y cocidos con agua el de algunas variedades, los cuales son ásperos cuando están verdes ó recién cogidos, pierden esta mala cualidad y se azucaran un poco haciéndose comestibles. Las hojas ó frondes se destinan para combustible y para la fes- tividad del Domingo de Ramos; pero como quiera que para este uso es necesario que no tengan color verde sino blanco-amarillento, se practica una operación, que por lo curiosa y especial, nos vamos á permitir el indicar; esta es la siguiente: durante los meses de Mayo ó Junio sube un operario hasta la terminación del astil en la forma indicada anteriormente al tratar de la poda, y allí va sujetando con una cuerda las frondes interiores del Palmero ó su cogollo, hasta for- mar con ellas un haz que recubre exteriormente con hojas secas, á fin de resguardarlas de la acción de la luz, para que notóme su cloro- fila la coloración verde; generalmente se deja al descubierto la parte superior de dicho haz, con el objeto de que todas las frondes se des- arrollen á igual altura, y cuando esto ha tenido lugar, que suele ser en Agosto, se vuelve á subir para cerrarlo por la parte superior; para conseguir esto último, el operario apoya el extremo de una escalera sobre los trozos de peciolo que han quedado persistentes en la corona del árbol después de su poda, y al otro extremo sobre el haz que va atando poco apoco hasta llegará su ápice. Esta operación causa 14 210 sobrecogimiento, al que la ve por vez primera, y admiración después la ligereza con que el operario desciende al suelo. Con las hojuelas de las frondes ó palmas, curadas y blanqueadas, se fabrican capachas, cuerdas, sombreros, escobas, cajitas y otros objetos. Las raíces, támaras y frondes ú hojas, se emplean después de maceradas, para fabricar cuerdas tan buenas como las de esparto y cáñamo; y después de blanqueadas y preparadas al efecto por medio de ciertos preparados químicos y otros mecánicos, se obtiene una pasta especial á propósito para la fabricación del papel. Esta diversidad de productos le hace ser un árbol muy estimable y que deben los cultivadores mirar con grande interés y manifes- tar por él suma predilección. Hay en esta provincia muchos y exten- sos terrenos tan pobres y míseros que apenas recompensan el sudor que el labrador derrama en su cultivo; otros hay que están incultos ó yermos, siendo su reproducción arbustos y plantas herbáceas es- pontáneas; tanto en unos como en otros pudiera criarse el Palmero de un modo admirable, por ser especie á propósito para esta clase de terrenos, y dar con sus productos una renta mucho mayor que la obtenida actualmente. En efecto; si se calcula la producción media anual de fruto en cado Palmero en 46 kilogramos, asignándole un valor de 10 pesetas, tendremos, que en una plantación de asiento donde todo el terreno se dedique á esta producción, podrán ponerse diez y ocho palmeros por área ó 1.800 árboles por hectárea, cuyo valor en renta será de 18.000 pesetas en la época de su mejor des- arrollo, cantidad que puede conceptuarse exagerada, pero que rebaja- da y más rebajada, siempre será muy considerable, atendido el poco coste de su cultivo. La fructificación prematura del Pahnero, según hemos dejado expuesto anteriormente, y que rompe antiguas preocupaciones; el valor de su fruto; la diversidad de productos secundarios que de él se obtienen; el escaso cultivo que necesita y poco gasto del mismo; la poca sombra que proyecta por su constitución física, y el ser planta á la que agradan con predilección los terrenos más sueltos, de- leznables y aun más ínfimos de la agricultura, como son los salo- 211 breños, son circunstancias todas que merecen tenerse muy en cuenta para dar á este árbol la importancia que merece, y el lugar que le corresponde en el mundo agrícola. Es una lástima que no se encuentren más extendidas esta especie y sus numerosas variedades en esta pro- vincia, donde convidan á su desarrollo su templado clima y diferente naturaleza de sus terrenos; solamente la liemos encontrado en indi- viduos aislados, y á lo sumo formando calles ó paseos; jamás en plantación completa, fuera de Ürihuela y Elclie, pertenecientes á la provincia de Alicante, donde se encuentra muy extendida. VARIEDADES. Son conocidas en esta localidad diversas variedades de Palmeros, que se distinguen linicamente por su fruto, el cual es aovado en unas y redondeado en otras; cilindrico, de 3 centímetros en las unas, en las otras mavor hasta de o centímetros; cilindrico como en las anteriores, pero en lugar de tener el epicarpio amarillo, es violado ó rojo en otras; y finalmente, por ser más ó menos dulce. Además de dichas variedades se ha conseguido aclimatar la llamada de Berbería por ser originaria de este país, la que produce frutos como en su suelo natal, si bien un poco más pequeños, cuya circunstancia quizás se modifique con la edad y mayor desarrollo del vegetal, puesto que sólo se encuentran pocos ejemplares, y estos muy jóvenes, en la finca del Pinatar, anteriormente mencionada, que es donde únicamente existen hoy y á donde nos referimos. Todas las variedades antes citadas se clasifican en esta localidad en dos grupos; forman el uno todas aquellas cuyos frutos son comes- tibles desde el momento que maduros se cogen del árbol, y el otro, todas las demás, cuyos frutos no .son comestibles hasta haber sido rociados con vinagre fuerte después de cogidos y abrigados con tra- pos por espacio de dos días á lo menos. Del primer grupo, ó sea variedades, cuj'-os frutos para ser comes- 212 tibies sólo se necesita que estén maduros, tenemos cultivadas en esta localidad las siguientes: Dátil candido. Este fruto es cilindrico, poco mayor de 4 centímetros de largo; redondeado en el ápice, aplastado en su base, donde se encuentra el cáliz persistente: epicarpio liso, consistente, delgado, amarillento y traslúcido; desprendiéndose con facilidad por partes, del mesocarpio: este es grueso; de consistencia suave; constitución granoso-fariná- cea; muy dulce y agradable al paladar: semilla también de forma regular y prolongada, pero aplastada en un lado donde está el surco longitudinal; superficie bastante lisa; generalmente de dos y medio centímetros; y la impresión embrional poco marcada. Este fruto madura en los primeros días de Noviembre, siendo muy apreciado por su precocidad y buenas cualidades. Se destina exclusivamente para comerlo de postre, cuando está completamente maduro; porque, si no es así, tiene un sabor un poco áspero. A pesar de ser tan exquisito este fruto, presenta el inconveniente de no po- derse embalar para el trasporte á grandes centros de consumo, por- que se pudre á seguida; sin embargo, puede ser cogido antes de la maduración, pero sin desprenderlo de la támara, y en este estado resistir algunos días sin descomponerse. Esta variedad se encuentra bastante extendida en esta zona, pero en individuos aislados ; no es conocida basta su fructificación , como acontece con todas las demás de esta especie, de las cuales ni aun el sexo á que pertenecen puede ser conocido; por más que algunos quie- ran sacar caracteres de sus hojas ó frondes, de las que dicen, que si sus hojuelas están pegadas ó próximas al peciolo general, son hembras; y si lo están separadas ó insertas en sentido casi perpen- dicular, en este caso son machos; esto no es cierto, y no puede sen- tarse como carácter diferencial; y no hay otro medio de conocer los sexos que esperar la época de su florescencia. Otra variedad existe aquí, que tiene la forma prolongada y ci- lindrica como la anterior, pero adelgazado el extremo ó ápice de di- 213 cho fruto, siendo sus dimensiones por término medio 4 centímetros de largo: epicarpio liso, delgado, brillante; color amarillo, pero en la completa madurez es pardo-rojizo oscuro, rugoso y desprendido del epicarpio: éste es farináceo y consistente; poco dulce antes de la completa madurez, pero en este estado es muy azucarado: semilla de surco lateral bien profundo, j de 3 centímetros de larga. Este fruto se recolecta á mediados de Noviembre; pero se hacen más agradables al paladar, conservándolos en la támara algún tiem- po, hasta tanto que el epicarpio tome el color pardo; en este estado pueden ser dedicados para postre: esta circunstancia le hace ser muy conveniente para exportarlo á los grandes mercados del extranjero y conseguir un buen precio. Dátil verdoso. El fruto de esta variedad es o val-prolongado, de poco más de 3 centímetros de largo, estrechado en el ápice, conservándose la base del estilo: epicarpio delgado, liso, de color verde; en la completa madurez del fruto se vuelve pardo-verdoso, y se desprende del meso- carpio por desecarse un poco sus jugos: éste es farináceo, uu poco consistente, de color verdoso-amarillento, dulce y de sabor muy agradable: semilla gruesa, un poco prolongada, pero de forma irre- gular, especialmente hacia su base, donde presenta una impresión profunda en opuesto sentido al surco longitudinal. Este fruto, que madura á mediados de Noviembre, es muy esti- mado, no tan sólo por su buen sabor, sino también por la particula- ridad de su color, logrando llamar la atención por estas circuns- tancias. Es lástima que esta variedad no se encuentre más extendida; pues solamente hemos visto pocos ejemplares de ella, y aun éstos, aislados en diversos puntos. Puede resistir el trasporte á largas dis- tancias y ser presentado en los grandes centros de consumo. Dátil rojo. El fruto de esta variedad es oval-prolongado, grande, un poco 2U más abultado Lacia su ápice; geuei'dluieate tiene unos 5 centímetros de largo: el epicarpio es liso, brillante, de color rojo, ligeramente pardusco en la madurez; mesocarpio blanco, consistente, carnoso- fibroso, algo jugoso, dulce y de sabor un poco áspero al principio, des- pués azucarado; semilla prolongada y cilindrica, aguda en su base, y de tegumento rugoso. Estos frutos se encuentran situados en los ramos de las támaras, muy separados entre sí; siendo su época de maduración á principios del mes de Noviembre. Esta variedad se cultiva bastante en esta localidad, habiendo encontrado de ella numerosos ejemplares; sus frutos son muy esti- mados y se suelen pagar á buen precio para comerlos verdes ó recién cogidos; si se les conserva algún tiempo, suelen ponerse muy dulces algunos de ellos; pero si han sido cogidos muy verdes ó poco sazo- nados, jamás se azucaran sus jugos. Dátil espiga. Así denominamos á un dátil que se presenta sobre los ramillos de las támaras tan sumamente compactos, que se asemejan- en su disposición á dicha inflorescencia. El fruto es pequeño, oval- irregular, por efecto de la presión con que se desarrolla; de 4 centímetros de largo; epicarpio liso, brillante, consistente, grueso y adherido al mesocarpio; su color es amarillo de paja ligeramente rojizo; mesocarpio duro, fibroso, algo seco; jugo áspero al comerlo, después dulce; semilla corta, de 3 centímetros y voluminosa. Esta variedad es bastante común en esta localidad; y sus frutos, que maduran á primeros de Diciembre, son destinados para comerlos verdes ó recién cogidos, y mejor para confeccionar dulce seco ó es- carchado. Dátil de la casta de Berbería. Este nombre hemos dado á una variedad, cuyo fruto tiene todas las propiedades del llamado de Berbería, si bien es más pequeño. 215 pues sólo tieue unos 2 centímetros de largo ; es ovoídeo-prolon- gado; de epicarpio liso antes de su completa madurez , después se arruga uu poco por efecto de la desecación del mesocarpio, y se pre- senta de color pardo-rojizo muy oscuro; mesocarpio de color pardo- oscuro, farináceo y de sabor dulce y aromático; el liueso ó semilla es cilíndrico-irregular, acanalado longitudinalmente, surco dorsal poco profundo, superficie rugosa color pardo-rojizo claro. Esta variedad, cuyo fruto madura á primeros de Noviembre en esta región, creemos sea la misma denominada de Berbería; pero quizás por efecto de la poca edad de los individuos que he observado, que á lo sumo tendrán de 10 á 11 años, ó por la naturaleza de los terrenos en que crecen, que son los llamados anteriormente «del Pi- natar», dichos frutos no adquieren el tamaño que debieran tener. De esta variedad solamente he podido encontrar los escasos ejem- plares que existen en la finca mencionada; probándose que es posible y debe propagarse dicha variedad en toda la zona marítima, no sólo de esta provincia, sino también de Alicante, Almería y demás del litoral Mediterráneo. Dátil largo. Así denominamos á una variedad cuyo fruto es cilindrico y muy prolongado; siendo su dimensión en longitud poco más de 5 centí- metros; epicarpio liso, brillante, de color amarillo ligeramente par- dusco y adherido al mesocarpio: éste es blanco, fibroso tierno, de sa- bor dulce poco áspero; semilla prolongada, de 3 centímetros de larga, superficie lisa, surco dorsal marcado, y el tejido celular del endocar- pio formando una especie de piececillo en la base. Este fruto madura á mediados de Diciembre, y se le destina para comerlo de postre cuando está maduro y recién cogido del árbol; también se emplea en confitería para dulce seco. Sufre el embalaje, y por esta razón es muy buscado para exportarlo á los mercados le- janos. Esta variedad se encuentra bastante extendida en toda esta co- marca. 216 Al segundo grupo pertenecen todas aquellas variedades que pro- ducen frutos tan ásperos, que, sólo sufriendo la operación del adobo, pueden ser comidos. A este grupo corresponden diferentes variedades cuya descripción omitimos, porque sobre ser difíciles de determinar y no recibir nom- bre propio alguno, son las menos apreciadas y las que menor valor alcanzan, puesto que sus frutos desmerecen mucho en los mercados, siendo por esta circunstancia arrancadas muclias de ellas por los cultivadores de los sitios donde se encuentran. ENFERMEDADES Y ACCIDENTES A QUE ESTA EXPUESTO EL PALMERO, Y MEDIOS DE EVITARLOS Y DESTRUIRLOS. El Palmero es una planta, que una vez situada en los suelos y clima que le son convenientes, prospera y se desarrolla de un modo natural y armónico, sin presentar enfermedades ó accidentes que vengan á turbar su marcha ordenada y progresiva; estas circunstan- cias aumentan su valor en arboricultura, viniendo á constituir una especie privilegiada de estas regiones, no sólo por ellas, sino tam- bién por todas las demás apuntadas anteriormente. En la base de los trozos de las frondes que se cortan en la poda y que persisten mu- cho tiempo sobre el astil, y entre las láminas de tejido fibroso que los envuelve se desarrollan multitud de insectos, sufriendo allí sus metamorfosis, pero sin atacar ninguno de ellos los tejidos del vegetal, ni ocasionarle accidente alguno ó perturbación en sus funciones; sólo hemos tenido lugar de observar ligeros accidentes que vamos á dar á conocer brevemente. Putrefacción del fruto: Si se deja algún tiempo sobre el árbol, después de maduro, el fruto de algunas variedades, fermentan los jugos contenidos en su mesocarpio; estos fermentos orgánicos produ- cen la oxidación del alcohol á expensas del oxígeno del aire, y en virtud de esta combinación química, dichos jugos se trasformau en 217 ácido acético ó vinagre, siendo entonces desechados, puesto que no pueden ser comidos: igual descomposición se produce si se les con- serva cogidos algún tiempo después de maduros. Para evitar este accidente deberá procurarse coger cada día so- lamente el fruto ó frutos que estén completamente maduros, y to- dos aquellos que se encuentren próximos á este estado, lo cual se co- nocerá por el color característico que toma su epicarpio: si esta ope- ración no pudiera realizarse por ser muy penosa, efecto de la exce- siva altura del árbol, se espera la época de la maduración general de la támara, y llegada que sea, se coge dicha támara, se la conserva colgada en un sitio fresco, seco y ventilado, y diariamente se reti- ran todos aquellos dátiles que estén completamente maduros. Animales perjadiciales. Cuando el fruto se encuentra en el ár- bol suele verse acometido por especies del orden Páseres, siendo en- tre ellas la más dañosa el Frmgilla doméstica, vulgarmente Go- rrión: dicha especie, como las demás del orden, son beneficiosas á la agricultura y arboricultura. porque parte de su alimentación es de insectos perjudiciales á aquellos cultivos, razón por la que no pro- ponemos medio alguno destructivo, sino simplemente uno preserva- tivo, cual es el rodear ó envolver las támaras con cestos ó telas con- feccionadas de tal manera, que eviten el ser comidos los frutos por las aves, y al mismo tiempo puedan dar paso libre á la luz, al aire y al sol, cuyos elementos son indispensables al buen desarrollo y condiciones especiales de dichos frutos. Las Hormigas y Tijeretas también atacan á los frutos cuando se les deja madurar en el árbol. A estos insectos se les destruye por los medios ya apuntados anteriormente, al ocuparnos de los daños que producen en otros frutales. ÍNDICE ALFABÉTICO DE NOMBRES SISTEMÁTICOS Y VULGARES. Pagiuas Abridor amarillo temprano 118 — encarnado temprano... 116 — Magdalena encarnado.. . 118 — pequeña miñona 117 — purpurado temprano. . . 117 Acerolo 14 — blanco 17 Albaricoquero, Albercoquero. . . 57 Albaricoque almendrolao tem- prano 63 Albaricoque almendrolao tardío. 66 Albaricoque almendrolao tardío máximo 66 — damasquino 64 — de Reina 6o — del Patriarca 64 — moscatel 63 — porquino 67 — tapa-la-hoja 65 — temprano 63 Algarrobo 161 Almendro 69 — blanca! 74 — de peslañeta 75 — mollar 75 Amigdalus communis 69 — Pérsica 104 Armeniaca inilgaris 57 Azofaifo, Azulaifo 147 Páginas. Bergamota 192 BresquilIci de Italia 121 — moscatel 120 — roja 121 — violada 119 Camuesa fina de Aragón 35 Cascabelillo dorado 88 Cerasus avium 92 Ceralonia Siliqua 161 Cerezo 92 Cei-eza blanca 99 — común 100 — de corazón de cabrito. . . 99 — de Holanda 97 — garrafal común 100 — garrafal negra 98 — garrafal roja 97 — negra 96 Cidrera 190 Cidro 189 Cimboa real 191 Ciruelo 78 Ciruela bresquilla 86 — cascabelillo 84 — Claudia 87 damasquina 89 — de dama 85 — de flor de baladre. 82 Ciruela de yema de huevo. — dorada — níspero — pasa — verdal Cilrus Aurantium Cralagits Azarolus Cydonia vu'garis Dáli candido de casta de Beriieria. espiga largo. rojo.... verdoso. 83 82 ■IG7 \l 7 212 214 914 215 213 213 Ficus Carica 133 Garrofero Ginjolero — común — de corazón de cabrito. Granado Granada agri-hierro — blanca {tierna ó alijar). — Gagín. — dulce colorada. — piñonenca. . . . Guinda común — garrafal Higuera. blanca de Esmirna de h ¡gos de carne doncella niartinenca — ñoral. pajarera . verdal.. . 161 147 150 151 125 131 130 129 130 128 100 101 133 143 144 142 141 140 139 143 141 20 luglans regia. Limero Limera agria. — dulce, Limonero.. . . Limón arrugado. de mesa de todo el año. dulce naranja poncil Malus communis Manzano — Api mayor — Api menor de hocico de puerco. . — reinilla .Manzana de verrugas — dorada — dulce — helada — i'osa — rosa temprana — reineta de Inglaterra.. — reineta amarilla • — verde doncella iMela rosa Melapio de Portugal Melocotonero Melocotón almendrolao — amarillo temprano.. . — amarillo tardío — blanco — de hueso colorado. . . — de ¡a Rivera de Mo- lina — verde 152 187 187 188 180 184 183 183 182 185 18G 183 23 23 33 34 36 35 32 31 37 33 26 27 29 30 32 191 34 104 114 109 114 110 113 110 116 221 Membrillero Meinbrilla Membrillo heoibra — macho. 7 10 10 .... 10 — pajizo tardio II — pajizo temprano 10 Mespilus japónica 19 Naranjo 167 — agrio 178 — argentino • . . 179 Naranja común de Blanca 1 73 — lie la sangre 174 — del río 177 — imperial 173 — niacetera 176 — mandarinii 175 — mollar 178 — temprana 172 Níspero 19 Nogal 152 157 — de nuez grande — de nuez dura 1 58 — de nuez blanda 1 58 Palmera. Palmero 203 Pavía amarilla 112 — blanca 11 1 Peral 41 — buen cristiano 50 Peral Magdalena 47 — real ó de Roma 53 Pera bergamota 50 — de agua 51 — de agua temprana 48 — Colmar de invierno 54 — espadona de agua 52 — fina de la Vega Colmar. ... 49 — gambusina 48 — moscatel 46 — maravilla de invierno 52 Pereta 45 Pero de blanca 28 — de Santa-Ana 28 — de Tijola 30 — fino de Aragón 37 Pérsica vulgaris 104 Phcenix dactylifera 203 Prunus avium 92 — domestica 78 — insititia ...... 84 Púnica granatum 123 Pyrus communis 41 — cydonia 7 — Malus 23 Rhamnus Zizyphus 147 Zizyphus vulgaris 147 ÍNDICE DE lATEKIAS. Páginas. Prólogo ^ PEIMEEA SECCIÓN. ÁRBOLES FRUTALES DE LA FAMILIA PomáceaS, Membrillero •• • • • ^ Acerolo ^* Níspero ^^ Manzano ^^ Peral " SEGUNDA SECCIÓN. ÁRBOLES FRUTALES DE LA FAMILIA Antigdáleas. Albaricoquero ^^ Almendro 69 Ciruelo ~S Cerezo 92 Melocotonero 104 22 í TERCEEA SECCIÓN. ÁRBOLES FRUTALES DE DIFERENTES FAMILIAS. Granado j¿>3 Higuera igg Ginjolero ó Azufaifo 147 Nogal 152 Algarrobo 26 1 Naranjo jg^ Limonero I8O Limero jg? Cidro 189 Palmera, Palmero 203 índice alfabético 219 ERRATA. Página "8, línea 11, dice Poméstica léase domestica. -■•V5V»» (\ A í^(^ J ^^ «^^' fflllilil 3"'2044 093 250 629