HARVARD UNIVERSITY MEN Jrs LIBRARY OF THE Museum of Comparative Zoology 7: | Ñ 0 ] ] E Y - eS OS de d A AN Mo o o 0 IM MEMORIAS DE LA Sociedad Científica “Antonio Alzate, MÉMOTIRES DE LA SOCIETE SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE” "Publiés sous la direction de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN TOME XIX 1SO02 Sos MEXICO IMPRIMERIE DU MINISTERE DE FOMENTO Rue San Andrés, 15 1902 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA “ANTONIO ALZATE” Publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN TOMO XIX 1902-1903 MÉXICO OFICINA TIP. DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO Calle de San Andrés número 15. (Avenida Oriente 51.) 1902 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE? MEXICO. FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Manuel Marroquín y Rivera et Ricardo E. Cicero. Vice-Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. Secrétaire général perpétuel. M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif.—19032. Présment.—Ing. Gilberto Montiel Estrada. Vice-PrísiDeNT.—Manuel Moreno y Anda. SrcrÉTaIrE.—Ing. Pedro €. Sánchez. Vice-SecrÉTAIRE.—Dr. Roberto Jofre. Trésorier.—M. José de Mendizábal. La Bibliotháque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h. a 7 h. du soir. Les ““Mémoires” et la “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 de 64 pags. tous les mois. La correspondance, mémoires et publications destinés a la Société doivent ¿tres adressés au Secrétaire général a Palma 13.—MÉXICO (Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Les membres de la Société sont désignés avec M. S. A. ¿ 904 Ñ ANO A | j | AE - Tomo 19, nos, 6- al OE Temo 20, 108w]1-4, 2 MEMORIAS Y REVISTA AS o DE LA a - SOCIEDAD CIENTIFICA “Antonio Alz ate” publicadas bajo la dirección: de RAFAEL AGUILAR ¿Ye SANTILLÁN, ¡SECRETARIO GENERAL o | ds ; 19, feuilles 6 A 9; £. 20, feuilles 14; a E pS + UE TE DS DI és IV. Pierre de Notzahualcoyotl ou des '“Tecomates” á Cuautlin- Mexico, par M. Luis G. Becerril, t. 20, p. 69- a pl. 1 — Oborvations de latitude a a Apam, État de Hidalgo, par M. Silve- rio Alemán, t. 20, p. 13-81... > 5 e —Essais bibliographiques sur Querétaro, par M. Valentín F. Frías, . 19, p. 85-95. Botanique. oa «WVapplication á la Flore mexicaine de la nouvelle nomencla- A _ture botanique du Prof. Herrera par M. C. Conzatti, t. 20, p. 105-112. DEN Démogranhie OR ed du XVIII: Siécle, par M. J osé de Mendizá- 0, p. 59-67, p1“I P- Géologie.— La genese des cisements mercuriaux de Palomas (Durango) et Huit- Z zuco (Guerrero), par M. Juan D. Villarello, 4. 19, p. 87-128. e: — La génesis y la estructura de la corteza sólida del globo, según Stiibel, e ¿ por MW. Prinz.—Kevista, p. 10-14. ANA Magnétisme terrestre.—Some magnetic observations in Mexico, by M. Moreno y Anda.—Revista, p. 24. YN 08 Medécine veterinaire. —Á Infection de Actinomyces bovis chez le bétail mexicain ar M. Silvio Bonansea, t. 20, p. 83-85. Met: ae: —Les pluies au Mexiquo, par M. Rómulo Escobar, t. 20, Pp, 4-57, v F : tableau.. E EE (Voir la suite du Sommaire, p. 2 de la couverture). 1 A A OS e MEXICO e IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX- ARAOBISEADO, » Ad E (Ayonida Oriente 2, núm. 726.] ENERO ¿4 ABRIL 1903. Publicación registrada. como artículo eb cita clase en e de 1901. ad ia y a — Ñ y _Minéralogie.—Le vanadium de ts San Luis Potosí, par M. G. J. Caballe- ro, 5. J., t. 20, p. 87-98. — Minérie. Cho Minéral de Naica, Caio par M. Leopoldo Salazar AS 19, p. 81-83 (Fin). s Séismologie. — "organisation de Vétude des. tremblements Sur toute la Terre. par M. E. Bose, Revista, p. 7-9. y vulbanológle se derniéres Ss Ér a ns du Volean de Colima, En M. E. on d6- ñez, €, 20, [. 99-104, pL “TI $ TV. REVUE. (feni Mes 1-3), 7 Le Baron de Humboldt, Bienméritant de la Patio, p.5 ES Le AAN des Ouvrages de MM. Peñafiel, Haller, —DeLaunay, Prost, Geikip, André Ó, Ha ura, 'Miron, Fischer, Laussedat, Hery vieu, Favre, Colo- mer, et Candlot, p. 14-23. Dons et neuvelles publications reques pondaut Pannés 1903. Les noms des donateurs sont imprimés en italiques; les membres de la Sociótó sont désignés avec M. S. A. ; Modena (Bol. Soc. Sism. Ital. ), 1902. 0 Ñ André M. H.—Les dirigeables. —Paris, Ch. Béranger, 1902. 80 Figs. Albrecht Th. — Resultate des Internativnalen Breitendienstes. Bd. L a ES 2 1903. 42 Taf. —Centr albureau der Internationalen Erdmessung. Ameglúno F., M. S. A-—Surle type primitif des molaires plexodontes des mam miféeres. 1902. — Los Dipr otodontes del orden de los Plagiaulacoideos. Y el orígen de los Roedores y de los Polnias todontes. Buenos s Ares; 1903 (An. Mus. Nac.). 82 figs. Backlund 0O., M. S. A.—Ueber die Bestimmung der Glieder eo isa mit Da Rúucksicht auf die kleinen Planeten der Hecubagruppe. = Ueber eine horistische Differentialgleichung Gyldéns, as iS (Ac. Imp. Se.), 1902. 82 erro Balch Th. W.—The Alaska Frontier. —Philadelphia, 1903. 89 Mavs. Bambecke Ch. Van M. S. A.—L'évolution nucéaire et la ' sporulati: on chez Hid- nangium carneum Wallr.—Bruxelles (Ac. R. Belg. Me 1903.82 A” Baudson E. — Connaissance, recherche, choix et essais des matériaux de cons- truction et de ballastage.—Paris, Ch. Béranger, 1903.82 i Bergstrand O. —Détermination de la parallaxe annuelle de létoile DB +9 ars 2 4131. —Upsala (Soc. R. Sc.), 1902, 42—Observatoire d' Upsal. - Boussinesq.—Théorie analytique de la chaleur. Tome 1.—Paris, Gauthier- Vil- lars. 1903, gr. in 8. Bowvditch Ch. P.—Notes on the Report of Teobert Maler in Memoirs of the Pea- E body Museum.—Cambridge, 1903. 89 Candlot E.—Chaux, ciments et mortiers. Paris eun Sc. Aide). Gam- thier-Villars, 1903. 82 figs. Candolle C. de, M. $. A.—Questions de morphologie et de biologio vógótalos — Genéve a Se. ph. $ nat. ). 1903. 82 ; EXPLICACION DEL Calendario Cronológico para el Siglo XX Yi BREVES REGLAS DE ORONOLOGIA PRAOTICA POR EL PBRO. Calixto del Refugio Urnelas. PROLOGO. Hacia el año de 1894, siendo yo el capellán de la suntuosa Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, que está á inmediaciones de la Ciudad de Tlaxcala, me ocupaba en escribir.la historia de aquella Imagen tan portentosa que, según la tradición, data desde el año de 1541, y bus- cando la fecha precisa de su aparición, tuve que hacer algunos ensayos cronológicos, habiéndome dedicado antes á estudiar algo del cómputo eclesiástico, ciencia que me agradó sobremanera, y siempre que mis atenciones ministeriales me lo han permitido, me he venido ocupando de ella. En cierta ocasión llegó á mis manos un calendario perpetuo, y en el presente año tuve noticia de unas tablas cronológicas para tres si- glos, y otras que ví.en un calendario de Bristol. Todo esto hizo surgir en mí la idea de inventar un sistema nuevo y fácil para encontrar el día de una fecha dada, y que fuese de mayor utilidad que los ya cono- 6 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA O INR O A PE AA cidos. Entonces, discutiendo en mi mente cuál sería el plan de mi pro- yecto para que reuniera la precisión y la claridad, me acordé de la for- ma del calendario azteca, y pareciéndome la más á propósito, concebí la idea de un calendario circular cronológico para el siglo XX. Para el efecto, el día 22 de Abril del año de 1900, como por vía de ensayo di principio á mi obrita, del todo insignificante, pues jamás he creído que diese el lleno á mi propósito, ni fuese digna de pu- blicarse, si no se tratara de obsequiar los deseos de personas bastan- te respetables, que me han favorecido con su opinión. En el mes de Junio conclui mis trabajos, habiendo dado una explicación del calen- dario, tan sucinta, que resultaba obscura; pero una vez presentada á mi lustrísimo Prelado en demanda de su aprobación, fué nombrado censor de la obra el M. R. P. Pedro Spina, sapientísimo y reputado astrónomo, quien opinó que la explicación se hiciese con mucha ma- yor extensión, haciendome varias y muy acertadas observaciones en bien de mi obra. Yo desde luego he querido cumplir al pie de la letra las indicadiones de tan respetable persona; pero para el objeto he te- nido que tropezar con la insuperable dificultad de ser muy limitados mis conocimientos, y además, de no conocer el tecnicismo propio en la ciencia cronológica y astronómica. Pero la sociedad sensata no verá en esto más que el ensayo de un aficionado á dicha ciencia. Calendario viene de la palabra griega “kalendas” y según Solans es la coordinación de los meses, semanas y días. Un año tiene doce meses, 6 cincuenta y dos semanas y un día, ó sean trescientos sesenta y cinco días y seis horas. Un siglo tiene cien años. Ahora bien: la base de ese orden admirable del tiempo, que los Sumos Pontiífices vinieron arre- glando.en el transcurso de tantos siglos, han sido los siete días de la semana con sus siete letras llamadas Dominicales, las que, como se ve en este calendario, son á manera de eje ó centro de un círculo ó pe- ríodo de tiempo que comprende un siglo y puede comprender todos los siglos que han transcurrido desde el Génesis del mundo y que tu- “ANTONIO ALZATE.” 7 vieron su principio en los siete días de la creación. Así, pues, los me- ses de un año y los años de un siglo no pueden menos que comenzar por uno de los siete días de la semana, como los radios parten de su centro en un círculo, llevando cada año impresa la letra dominical co- rrespondiente al día en que principia. ! Las letras dominicales son: A, G, F, E, D, CG, y B. En el curso de los años siguen un orden inverso pero en el curso de los:siglos no, (veánse las tablas puestas al fin) y corresponden á los días Domingo, Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes y Sábado. Por ejemplo: el año 1900 comenzó por Lunes, día que pertenece á la letra G, resultando que esta es la dominical de dicho año. Como en un siglo muchos años tienen que principiar por el mismo día, dividí el siglo en siete se- ries de años; correspondiendo á.la primera serie todos los años que comienzan por lunes, á la segunda los que comienzan por Martes, á la tercera los que por Miércoles, y así sucesivamente. También los doce meses que sirven para los años de cada serie los repartí entre los siete días de la semana, según el día por el que deben comenzar, pues, como es natural, todos los años de una misma serie son iguales en todas sus fechas (menos en las de las fiestas movibles); por consiguiente, los mismos meses sirven para todos los años de una serie. Tracé pues un círculo, y lo. dividí en ocho sectores destinando siete de ellos para repartir los siete días de la semana con sus letras domi- nicales, correspondiendo á las siete series de años, cuyos trapecios en su conjunto vienen á formar dos anillos circulares, teniendo cada año su Aureo número y el número de la 'Epacta; en seguida, en otros siete anillos coloqué los meses con los días de la semana y también sus le- tras dominicales, siendo solamente enumeradas las fechas que caen en el mismo día de la semana en que cae el 1? de cada mes; verbigracia: si el día 1% es Lunes, lo serán también los días 3 10, 22'y 29: Es bien sabido que un siglo se compone de años comunes y bisies- tos. Los primeros, como he dicho, constan de 365 días, y los segundos tienen un día más, formado por las seis horas sobrantes en cada año. Ese día se intercala después del 24 de Febrero, y se llama en latín “bis sexto kalendas Martii.” Los bisiestos se suceden cada cuatro años, 8 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA exceptuando tres en cada cuatrocientos años. Fácil es comprender la necesidad de que los años bisiestos tengan dos letras dominicales, una que rige desde el día 19 de Enero hasta el 24 de Febrero, y la segun- da desde el 25 del mismo hasta el último de Diciembre; de lo cual era de suponer que resultarían algunas dificultades para el orden circular de: este calendario, y de las letras dominicales según el orden del calen- dario romano. Pero aquellas quedaron vencidas del todo con poner la cifra de los años bisiestos repetida en sus primera y segunda letras. dominicales, ó sea en dos sectores. Una B indica que el año es bisies- to, teniendo un número 24 en su primera letra y un número 25 en su: "segunda, que siempre es la siguiente; sin que por esto se interrumpa el orden de los meses y de los dias; pues como se verá, los meses de: Febrero, Marzo y Noviembre comienzan por igual día de la semana,. por la revolución del ciclo de los mismos días de la semana y en un año bisiesto, á causa del día más que trae Febrero, ya no es asi; pero: como para el día 1% de Marzo se pasa á su segunda letra dominical, y allí se ve en qué día comienza el referido mes, atendiendo siempre á que el año es bisiesto, en nada se altera el orden de los días. Con un ejemplo se comprenderán mejor mis palabras. En los años comunes. que pertenecen á la letra dominical G del sector número 1, los tres. meses antes dichos comienzan por Jueves; pero si nos fijamos en el año bisiesto de 1912, tendremos que pasar, el 1” de Marzo al segundo sec- tor, letra F, donde está repetido el mismo año, y allí justamente el mes. de Marzo empieza por Viernes. Se ve, pues, claramente que en nada se altera el orden expresado. Con todo lo dicho hasta aquí, ya podemos investigar cualquiera fe- cha del siglo XX y aun del XIX, ensayo que es bastante fácil. Respon- damos á esta pregunta: ¿Qué día será el 24 de Enero del año de 1944? Este año se encuentra en el sector número 6, ángulo que pertenece á la letra dominical B, y además está marcado con una B roja, indi- cando que es bisiesto, un número 24 también rojo dice que está en su -primera letra y que sólo allí se averigua la fecha propuesta. En segui- da se ocurre á los meses puestos arriba, donde se ve que los días 12, 8, 15 y 22 de Enero caerán en Sábado, luego el 23 será Domingo, y el 24 Lunes. | : “ANTONIO ALZATE.” 9 Para investigar qué día de la semana será el 12 de Marzo del mis- mo año, se ocurre á su segunda letra dominical A, donde está repeti- do el año de 1944, en cuyos meses se ve que el día en cuestión será Miércoles. Para cualquiera otra fecha hasta fin de año se ocurriría á su segunda letra, puesto que es bisiesto. Para averiguar una fecha del siglo XIX, se verifica una operación también bastante sencilla, porque de un siglo al siguiente sólo hay dos días de diferencia en todas sus fechas, pues un siglo lo forman siete periodos de 14 años que son 98 y dos más que completan el centenar causan dicha diferencia, excepto cuando el último año de un siglo sea bisiesto, porque al siguiente sólo habrá de diferencia un día. Si el si- glo XX comienza en Martes, claro está que el XIX comenzó en Jueves; asi es que solamente se aumentan dos unidades á la fecha propuesta, y el total de la suma será la fecha que se busque en un mes ó año co- rrespondiente al siglo XX. Un ejemplo dará mayor claridad. Se desea saber qué día fué el 12 de Octubre del año de 1892 en el siglo XIX.— Se aumentan 2 al 12 y serán 14; entonces se busca el 14 de Octubre de 92 en el siglo XX; dicho año es bisiesto; está en los sectores números 3 y 4, y pertenece á la letra dominical E y á la siguiente, en cuyo mes de Octubre se ve que el 14 de 92 del siglo XX será miércoles; luego miér- coles fué el 12 de Octubre de 1892 del siglo XIX. Así se puede averiguar un día ó fecha, verbigracia, de los siglos XVII 6 XVIII, aumentando dos días por cada siglo. Para los siglos futuros, habrá que quitar á la fecha propuesta dos días por cada siglo que falte, y el residuo será la fe- cha que deba buscarse, en el año á que corresponda de este calendario. Veamos un caso: El 15 de Agosto de 1904 será Lunes; claro está que en 1804 fué miércoles; pero el siglo XXI, ó sea año 2004, será Domin- go, habiendo sólo un día de diferencia, por ser bisiesto el año 2000, último del siglo XX. Este caso se repite cada cuatrocientos años. Teniendo ya en borrador este calendario, me ocurrió algo quizá nue- vo y curioso: un método sencillo para hallar la fecha en que debe caer la Pascua de Resurrección en cualquier,año del siglo XX; pues una vez encontrada dicha festividad, se tiene la base para el arreglo de un calendario. Creo conveniente dar antes unas breves explicaciones. 10 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA He dicho ya que cada año tiene su Aureo número y el número de ' su Epacta. Aureo número, según Solans, es un ciclo lunar de 19 años, al cabo del cual vienen á caer los novilunios en los mismos días, en- contrándose el sol y la luna en un mismo sitio con una hora y veln- tiocho minutos de diferencia. Fué inventado, según se dice, por el cé- lebre Metón, astrónomo ateniense. Llámase Aureo número por ser la hase del Cómputo eclesiástico, y los antiguos lo escribían en sus calen- darios con letras de oro. JA Epacta se llama así por la adición de los once días que se hace al año lunar para igualarlo al año solar. Sirve la Epacta para hallar la edad de la luna en cualquiera fecha que sea. En los ejemplos para ha- llar la Pascua, se aprenderá el modo de buscar la edad de la luna. - El año Lunar, propio de los árabes y otros pueblos orientales, cons- ta de doce revoluciones sinódicas de la luna ó 354 días. Comienza en la luna de Marzo, acabando en la de Febrero; y nuestra Madre la Santa Iglesia dispuso que la Pascua de Resurrección se celebrase el Domin- go siguiente á la llena de la luna de Marzo, plenilunio que siempre se verifica á los catorce días del novilunio. Aunque la llena sea en Do- mingo, hasta el Domingo siguiente es la Pascua, para no confundirnos con los judíos que la celebran el día de la llena sea cual fuere. Como el plenilunio no siempre cae en la misma fecha, la festividad de la Pas- cua es movible; de aquí la dificultad de saber la fecha en que deba:ce- lebrarse en un año fúturo. Los astrónomos han conseguido saberlo con facilidad por medio de operaciones más ó menos sencillas; pero, para personas poco versadas, no digo ya en la ciencia astronómica sino en la de los números, no dejan de ser complicadas. Un método que trae Solans en su “Prontuario Litúrgico,” que fué inventado por el Doctor Carlos Federico Gauss, célebre matemático y Profesor de Astronomía de la universidad de Gottinga (Hannover), es el más sencillo que se ha conocido. Como en este calendario tgnemos á la vista todos los años y los días de un siglo, se simplifica tanto mi método, que un niño de la escucla puede resolver el problema con suma facilidad. Lo importante es ave- riguar la fecha en que debe llenar la luna de Marzo en un año propues- “ANTONIO ALZATE.” 11 to; el calendario nos dirá qué día de la semana sea aquella fecha, y con seguridad al Domingo siguiente se verificará la Pascua. Pero hay que advertir que el plenilanio de la luna de Marzo debe ser en uno de los días que corren desde el 21 de dicho mes hasta el 19 de Abril, y la llena que se verifique antes del 21 de Marzo no es en la que debe celebrarse la Pascua, pues esta festividad ha de efectuarse dentro del término comprendido entré el 22 de Marzo y el 25 de Abril, y el Do- mingo siguiente del día en que se verifique el plenilunio. Por esta ra- zón he tomado el día 6 de Abril como base de mis operaciones, siendo un número equidistante de ambas fechas, porque para que la Pascua tenga que ser en Abril, lo más tarde que puede ser el novilunio es el 5 de dicho mes; y así, averiguada la edad de la luna desde el día 6, se puede ver si llenará en los últimos días de Marzo ó en los primeros de Abril. Para esto, se suma el 6 de Abril con el número de la Epac- ta y el de la lunación, que siempre será la primera. Si esta suma da la cantidad de 30 ó menos, esa será la edad que tenga la luna el 6 de Abril; y si la suma es mayor de 30, el residuo será la edad. Si 14 es la suma, el día 6 será la llena; si es mayor de 14, se substraen los días - que han transcurrido después de la llena, para venir á caar en la fecha que deba verificarse; y si son menos de 14, entonces al día 6 se le au- mentarán los que falten para los 14, cuya segunda suma dará la fecha de Abril en que deba llenar la luna. En seguida, se ocurre al calen- dario para saber el día de aquella: fecha; y al Domingo siguiente será la Pascua. En los años bisiestos, para buscar la Pascua siempre se 0cu- rre á su segunda letra dominical. En los años que en lugar del número de la Epacta tengan una es- trellita, sólo se sumará el número de la lunación con el 6 de Abril, y el total dará la edad de la luna. Para mayor claridad pondré un ejemplo de cada uno de los casos propuestos. Ejemplo 192—¿En qué fecha caerá la Pascua en el año de 1902? Primero se verá en el calendario que el año 1902 está en el sector número 3, su letra dominical es E y el número de la Epacta 21. En se- guida se busca la edad de la luna haciendo la suma antes dicha. 12 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Abril 6 Epacta 21 Lunación 1“ TOS Veintiocho días tendrá la luna el día 6 de Abril y habrán transcu- rrido 14 después de la llena, restándose los mismos de la manera si- guiente: se suman los 31 de Marzo y los seis días de Abril, que dan 37, cantidad que será el minuendo y los 14 el substraendo; los días que quedan, que son 283, será la fecha en queldeba llenar la luna en Marzo; se ocurre al calendario en ese mes, y resulta que el 23 de Marzo será Do- mingo; luego hasta el siguiente, Domingo 30, se celebrará la Pascua. Este ejemplo sirve para los casos en que la luna tenga más de 14 días, y para cuando la llena sea en Domingo. El problema siguiente es para los casos en que la suma resulte con más de 30 días el 6 de Abril; entonces la luna tendrá menos de 14 días. Busquemos la Pascua del año 1943. Este año está en el sector número 5, pertenece á la letra dominical C y el número de la Epacta es 24. Abril 506 Epacta 24 Lunación _1_ 31 Treinta y un días resultan de la suma, demostrando que la llena de la luna de Marzo será antes del día 21, y por consiguiente tenemos que contar la llena que se verifique en Abril, para celebrar la Pascua. Hagantos la resta según la explicación: Queda un dia, siendo esta la edad de la luna el día 6 de Abril; lue- “ANTONIO ALZATE.” 13 . -g0 faltan 18 días para la llena, los cuales se suman con el mismo 6 de Abril, y el total será la fecha en que deba llenar, que resulta el 19 del mismo mes. Se ocurre al calendario, como en el ejemplo anterior, y se ve que el 19 será Lunes; luego el Domingo 25 se verificará la Pas- cua. Ejemplo para cuando los años en lugar de Epacta tienen estrellita. ¿En qué fecha caerá la Pascua del año de 1911? El año propuesto se encuentra en el sector número 7, su letra do- minical es A. Se hace la suma: Abril 6 Lunación 1 : 7 Siete días tendrá la luna el 6 de Abril; faltan 7 para la llena, los que se suman con el 6 de Abril y el total 13 será la fecha de la llena. Lue- -g0, como en los otros ejemplos, se ocurre al mes correspondiente, y se verá que el día 13 será Jueves; luego el Domingo 16 se efectuará la Pascua. Para buscar la edad de la luna en cualquier otro mes, nada más “se varía el número de las lunaciones transcurridas y la fecha en que se desea saber la edad de la luna. ¿Cuándo coincide el Viernes Santo con el 25 de Marzo, día de la Encarnación del Sefior? : Siempre que la Pascua de Resurrección tenga lugar el 27 del mis- mo y esto se verifica siempre que un año comienza con sábado B y que el número de la Epacta es uno de los siguientes: XIX, XXI y XXII «como el año de 1910. (Véase el calendario ó la tabla). ¿Cuándo cae la fiesta de Señor San José en uno de los días de la semana mayor? Siempre que la Pascua se celebra el 26, 25, 24 y 23 de Marzo; esto acontece cuando un año además de comenzar con Domingo A, Lunes G, Martes F' ó Miércoles E, tiene la Epacta XXII. Para que dicha Pascua tenga lugar el 19 de Abril, el año debe co- 14 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA: menzar con Lunes y el número de la Epacta será XIII, XIV, XVI, XVII ó XIX como el año 1923. / | hi Dada la exactitud y precisión de este calendario cronológico, los pro- blemas que en él se resuelven no necesitan de otras pruebas; pero se- rán un complemento de dicha obra, que facilitará mucho su estudio, las tablas que están al fin de esta explicación una vez bien conocido el orden de los números de la epacta, en correspondencia con el áureo número y las letras dominicales. Sobre todo, con “La tabla de los do- mingos de Pascua de Resurrección” fácilmente se comprueba y ratifi- ca cualquier ensayo cronológico, principalmente los que se relacionan con la dicha Pascua, cuya fecha se puede averiguar para un año cual- quiera de los siglos XXI y XXII, ya que los números de la Epacta que: hoy tenemos designados por el calendario romano, para el siglo XX, son los mismos que servirán para dos siglos más. Pongamos el ejem- plo de un año del siglo XXI, el 2004 ¿En qué fecha caerá la Pascua de dicho año? Primero: como ya dijimos, por ser bisiesto el año 2000, sólo habrá un día de la semana de diferencia en todas las fechas de los siglos XX y XXI, de tal suerte, que el año de 1904 comienza por viernes y el de 2004 comenzará por jueves, pero como es bisiesto, tendrá sus dos letras dominicales, D jueves y UÚ viernes. A la segunda debemos atender. Ahora en el año 2000, el número de la Epacta es XXIV y según el orden que ésta guarda en su tabla de correspondencia, la sigue la Epac- ta V, que será la de 2001. Viene la Epacta XVI para el año 2, la XXVII para el año 3 y la VIII para el año 2004, y esta será la Epacta buscada. Con estos datos ya procedemos á la suma acostumbrada. : Abril TO Epacta 8 Lunación 1 15 Quince días tendrá la luna el 6 de Abril y 1 día de haber llenado, es decir, llenó el día 5; en seguida se ocurre en el calendario á los me- “ANTONIO ALZATE.” 15 ses del Sector número 5 que corresponden á los años de la dominical C, Viernes, 22 letra de dicho año. Y allí resulta que el día 5 de Abril en el cual se verificará el plenilunio caerá en Lunes, luego el domingo 11 del mismo mes tendrá lugar la Pascua de Resurrección del año de 2004. + Para probar la verdad de este ensayo pasamos á la tabla de los do- mingos y allí veremos que entre los domingos de los años que tengan su dominical ( y comiencen por viernes, estará el día 11 de Abril co- mo domingo; pues si en la letra C de dicha tabla no se encontrara el 11 como domingo, sería porque no se había hecho bien el ensayo. También de otro modo: hecha la suma del problema anterior, resul- tando que el plenilunio será el 5 de Abril puede uno ocurrir á la tabla de los domingos y allí, en la línea de la letra ( vemos que la fecha siguiente más próxima al 5 será el 11, luego en esta fecha de Abril será la Pascua. | En consecuencia: “La tabla de los domingos” ha de ser el resumen, ó el compendio del cuadro cronológico, porque con ella, y juntamente con las otras tablas que la acompañan se puede resolver cualquier pro- blema de los que se resuelven en el calendario, sabiendo la letra do- minical y la Epacta de un año cualquiera, ya de un siglo pasado ya de un siglo venidero. Pongamos otro ejemplo. - Deseo saber si realmente fué sábado el ddía 15 de Septiembre en el año de 1810. | Desde luego hay que averiguar cuál fué la letra dominical y la Epac- ta de dicho año: para lo primero, el calendario nos dirá: que la domi- nical en el año 10 del siglo XX, será B Sábado; de lo cual, inferimos! que la dominical del mismo año en el siglo XIX fué G Lunes, con dos días de la semana de diferencia. La tabla de las Epactas correspondiente á los siglos XVIII y XIX nos dará razón de que XXV fué la Epacta del año 10 en cuestión. En se- guida se suma con el 6 de Abril como en el ejemplo anterior y resulta que el plenilunio fué el 18 del mismo Abril. Consultando “La tabla de los domingos” en la línea que corresponde á la dominical G encon- tramos que la fecha siguiente al 18 en que fué la llena, es el 22 domin- go, en el que tuvo lugar la Pascua de Resurrección el año de 1810. 16 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Ahora, como Abril y Julio son iguales en todas sus fechas y días de la semana, sólo con la diferencia de que Julio tiene 31 días y Abril 30, el 22 de Abril fué Domingo como lo fué -el 29, y también el 22 y 29 de Julio. Más la tabla nos dirá en cualquier mes que tenga 31 días que cuando el 29 es domingo, lo será el 5, 12, 19 y 26 del mes siguiente, como lo fué Agosto en el presente caso y entonces también fueron do- mingo el 2, Y y 16 de Septiembre en el año de 1810, luego Sábado fué el día 15 propuesto. La práctica nos enseñará á resolver con mucha facilidad cualquier problema. Hay que tener en cuenta para el caso de buscar ó ratificar cualquie- ra otra solución de un problema, que Abril y Julio son iguales en sus fechas, es decir, comienzan en el mismo día; Marzo y Noviembre tam- bién, y Febrero en los años comunes, pero nunca en los bisiestos. Se buscará primero la Pascua del año propuesto y luego se rige uno por los domingos, partiendo del de Pascua hasta encontrar la fecha deseada; por eso dicha tabla se llama de los Domingos. Hé aquí demostrada la exactitud del calendario, como la de las ta- blas en la solución de cualquier ensayo cronológico. El Domingo de Septuagésima será 63 días antes de la Pascua de Re- surrección, 17 días después de Septuagésima será Miércoles de ceniza; 46 días después, la Pascua; 36 días después la Ascensión del Señor; 10 días después, Pentecostés, y 11 días después, Corpus Christi. Las cuatro témporas ocurren en las cuatro estaciones del año, á sa- ber: los Miércoles, Viernes y Sábados, 1? Estación de Primavera des- pués del primer Domingo de Cuaresma; 2% La del Estío después del Domingo de Pentecostés; 37 La del Otoño después del 14 de Septiem- bre; y 4* La del invierno después del tercer Domingo de Adviento. RESUMEN. De esta explicación claramente se deduce que por medio del referido calendario cronológico se pueden resolver los problemas siguientes: 12 “ANTONIO ALZATE.” 17 Qué día de la semana es cualquiera fecha del siglo XX y de los siglos que le preceden y le siguen. Conociendo fácilmente el día. de una fe- cha se puede saber el día en que comienza un año de cualquier siglo, cuya letra dominical será la que corresponda al año buscado. 2% Cuál será el Aureo número y el número de la Epacta de cada uno de los años del siglo XX. 3% En qué fecha deberá caer la Pascua de Resurrección en los años del mismo siglo XX. 4% Cuál sea la edad de la luna en cualquiera fecha de un mes y año propuestos. 52 En qué fechas caerán las fiestas movibles más principales y las cuatro témporas del año. Este trabajo nada vale; pero, refiriéndose al Cómputo eclesiástico, su mismo título dice que es Ciencia eclesiástica; y ¿quienes, sino los sa- cerdotes, debemos ser los poseedores de las ciencias eclesiásticas? Pues bien; si esta obrita llegase á ser útil, mis muy respetables compañeros en el sacerdocio, serían los primeros por cierto que pudieran utilizarla Además podría servir de mucho á las personas encargadas de arreglar los directorios eclesiásticos, á los historiógrafos, á los astrónomos, á los contratistas de grandes empresas y á las familias en general; porque ¿quién es aquel que no necesita de un calendario, no sólo para saber los días en que vive, sino para registrar épocas pasadas y entrever los días que-están por venir? Y ¿qué laudable sería que un jovencito de instrucción primaria ó secundaria con mucha expedición resolviese un problema cronológico de los que hasta hoy habían estado reservados á los sabios astrónomos? El fin más noble que me he propuesto ha sido el de contribuir á la instrucción de la juventud católica mexicana, á quien tengo la gloria de dedicar mis humildes trabajos. Memorias, T. XIX, 1902-1903.—2 18 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Orden de las Letras dominicales en los años bisiestos. Siempre [| la | A. precede áG. e 2 Cor nl gd. Ñ TI MÚbI= E. 'z IV >< ” 19 ) ” S V >» E. E vI vI> 3 vII 9 D. El : VII D IX 9] C. > Xi > XI XI o B. FO XI e S XI RTVA E CIAVA fo ad Sul só XI = Nunca una 2? letra dominical de > xvila un año bisiesto puede preceder á su [z XVI XVHní : E XVI" 3 primera; por la razón de que un año ['= XIx|3 comienza por el día siguiente á aquel y LC UXOX. E en que comenzó su anterior. Ponga- E A mos un ejemplo: AA AR La G deála A aria: E a G. nunca precede á la A, porque y XXIV 2 si un año bisiesto tiene A. y G. el si- o XIV 5 guiente comienza con Martes F. que |* XX VI da E está después de la G. y así sucede con XXVILI A todos los años. e XXIX “ANTONIO ALZATE.” 19 Tabla de las Epactas que responden al Aureo número desde el año de 1700 inclusive hasta el de 1900 exclusive. 1700 1800 CO 00 1D) OH 00 XXVIII La dominical de 1701 fué B sábado y la de 1801 fué D jueves. 20 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA —— Correspondencia entre el Aureo número, la Epacta, las Letras domi- nicales y los Dias de la semana, que deben regir según el Calen- dario romano desde el año de 1900 inclusive hasta el de 2200 exclusive. AN Epacta Años L. Dominica) Días de la semana »= === | Lunes .».»-- | Martes ...»- | Miércoles <...- E Jueves B ...... | Viernes y Sábado «»=== | Domingo A Lunes ....» | Martes Dira Miércoles y Jueves ....- E Viernes Sábado «=== | Domingo PF |..... | Lunes y Martes api Miércoles AE Jueves daa Viernes A. S Sábado y Domingo Ea Lunes ARUEEO Martes CE Miércoles ESORODREO> DORA? OUBAo Así se repite el ciclo de 19 años por todos los demás años del siglo ó6 de los tres siglos con las letras dominicales en el orden que están. Tabla de los Domingos de Pascua. Se contienen en ella fechas que corren desde el 22 de Marzo hasta el 25 de Abril, en una de las que se debe celebrar la Pascua de la Re- surrección. Estas por lo tanto tendrán que caer en Domingo, según la “ANTONIO ALZATE.” 21 letra Dominical de cada año; si por ejemplo.es D serán día Domingo el 22 y 29 de Marzo, el 5, 12 y 19 de Abril y precisamente en una de estas fechas tiene que ser la Pascua y así sucesivamente en las otras líneas. E Marzo Abril CTA A A Domingo 2 9 16 Lunes 1 8 15 :a = Martes 81 7 14 8 [a] Miércoles 30 6. 13 al Jueves 29 5 12 E = Viernes 4 dll 18 lS , [e) Sábado 3 10 17 a Marzo Abril El 6 de Abril como base de mis operaciones para encontrar la Pas- Cua, queda en el centro de la tabla. Revolución de las Letras dominicales. En el curso de los siglos. En el curso de los años Siglo XVII ode 50 NIN » AX AS 22 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Revolución de las dominicales en el orden de los años bisiestos del presente siglo XX. En 1904. | C. B. O0S: VEND: LOL a RaaE: 1916. | V..A. A OO 094! EL E NG 1928. Mucho queda por cierto que explicar y admirar en el Calendario Romano, que es la base del cómputo eclesiástico. ¡Obra magna y sor- prendente! formada por un gran concurso de sapientísimos astróno- mos, los cuales de diversas nacionalidades y en distintas épocas han aparecido y contribuido á.dicha obra, pero siempre bajo la influencia é inmediata dirección de la Sta. Iglesia, la que, como la luz de una an- torcha indeficiente, ha guiado á las sociedades antiguas y modernas al santuario de la ciencia y de la verdad. “Ego feci in coelis ut ortretur lumen indeficiens” Yo hice que naciera en los cielos la luz que nunca falta. Eccl. Cap. XXIV. v. 6.” ANSM.- DG. REGLAS DE CRONOLOGIA PRACTICA. INTRODUCCION. Dice Bosuet que, asi como examinando un mapa mundi parece que sale uno de su país natal para recorrer toda la tierra habitable, abra- zando con el pensamiento todos sus mares y países, así también al exa- minar el compendio cronológico sale uno de los estrechos límites de “ANTONIO ALZATE.” 23 - su vida, y se dilata por todos los siglos. En consecuencia es hermosa la cronología, aunque bien difícil. A este respecto, el Illmo. y Rmo. Sr. Obispo Cio de San Miguel antes de poner las tablas cronológicas de la Biblia dice: “La Geografía y la Cronología son dos lumbreras muy brillantes que solas pueden darnos luz para que no demos pasos errados en la intrincada serie de los hechos de los siglos pasados.” Y más adelante dice: “Podríamos lisonjearnos de ofrecer. desde luego un norte seguro, con que sin temor de zozobras llegariamos derechamente al puerto deseado; pero son tan densas las nubes y vapores, que nos lo esconden, que el espíritu que- dándose perplejo no sabe qué rumbo ha de tomar para un viaje de tan- tos rodeos y de tantos escollos, y peligros. La época cierta del mayor y más portentoso de todos los sucesos, que fué la Encarnación del Ver- bo Eterno, sería la guía más cierta para poder subir por todas las eda- dades hasta llegar á la misma creación y el origen de todas las cosas. Pero contándose ciento y siete y aun más opiniones diferentes en se- ñalarla, y notándose entre los que más y menos le dan hasta 3,244 años de diferencia, ¿quién podrá sentar el pie para señalar fijamente el verdadero punto de cada uno de los hechos?...... Por tanto entre tantas y tan diversas opiniones...... Me ha parecido adoptar la que en el día tiene mayor número de secuaces y la que establece la venida del Mesías en el año 4,000 de la Creación del Mundo. Ni se crea por por esto dice un ilustre escritor, á quien seguimos, que pretendemos establecer una regla cierta, en lo que de suyo es tan incierto y tan du- doso que hasta ahora no se ha podido verificar por alguna demostra- ción.” En vista de tan terminantes palabras del Santo Obispo Cio de San Miguel, y á la presencia de un laberinto de gravísimas dificultades que ofrece la cronología para encumbrar hasta la cima de los tiempos, se apoderó de mí el desaliento y resolví no volverme á ocupar de dicha ciencia. Pero algunos meses más tarde, siendo cura de la Parroquia de Molcajac, el Illmo. Sr. Obispo de Tabasco Dr. D. Francisco Campos á su paso por aquella le obsequié con un ejemplar del “Calendario Cronológico” y su parte explicativa que publiqué hace más de un año; 24 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA con este motivo tan Ilustre huésped me manifestó su grande afecto por . la Cronología, encareciéndome á la vez, que siguiera haciendo mis es- tudios para que así concluyera las explicaciones del “Calendario Cro- nológico” que antes me había propuesto escribir y publicar. Aunque por mi parte estoy muy lejos de llenar las aspiraciones de tan sabio Pastor, así como las del muy Ilustre Señor Dean de la Sta. I. C. de Puebla, D. J. Victoriano Covarrubias y las del M. R. P. Pedro Spina, $. J. quienes también me han manifestado iguales deseos, pero no cabe duda que ésto fué un grande estimulo para que ya en lo suce- sivo no desmayara en mi pequeñísima empresa. Así es que no es ésta una obra magna de Cronología, lo que jamás podría alcanzar, pues só- lo se reduce á unas cuantas reglitas con sus tablas que he podido com- binar para la fácil investigación de fechas desde la creación hasta el fin del mundo. Pero antes, para no perderme en las profundas y ás- peras sinuosidades de la Cronología, me propuse, como lo hice, suje- tándome á la Sagrada Escritura y á sus Tablas Cronológicas, á las tra- diciones é historia de la Iglesia, á las opiniones de los Santos Padres y de los más respetables cronologistas; así fué como pude asentar mis re- glitas aunque sin mérito científico alguno. Las nocioncitas de Cronolo- gía, luego las verá el lector que en parte han sido tomadas de autores respetables y lo que tuvieren de original lo sujeto al juicio y censura de la Sociedad científica “Antonio Alzate.” Para mayor confianza en mis estudios recordé lo que dice Chateau- briand: “¿Por qué pues hemos de consumir el espíritu á impulso de un celo ardiente de impiedad en cuestiones de tiempo no menos áridas que indecifrables cuando tenemos el hilo más seguro para no perder- nos en la noche de la historia? Véase en ésto una nueva evidencia en favor de las Escrituras.” (Genio del Cristianismo Libro 4% Cap. I,. Cronología). | Y ciertamente, si nos arrojamos á ese diluvio de sistemas y opinio- nes, es perdernos, es no decir nada, porque cada opinión, cada teoría, se encuentra atacada con las de los demás cronologistas profanos sin ponetíse nunca de acuerdo; debemos en consecuenaia seguir el camino que tenga menos escollos y dificultades, cual es el que la Iglesia nos 159) DU “ANTONIO ALZATE.” presenta, y mientras los Geólogos y los Cronologistas no nos señalen un faro más luminoso que el Génesis, que nunca será, á éste debemos seguir en la cuestión intrincada de los tiempos. NOCIONES DE CRONOLOGIA. Cronología es una palabra compuesta de dos voces griegas: /p0%08, cronos, tiempo 2óyos, y logos, discurso, que quiere decir “Ciencia de los tiempos” ó lo que la Iglesia llama “Cómputo Eclesiástico.” El conocimiento que nos proporciona dicha ciencia, es el de la su- cesión y orden de los tiempos. La Cronología se divide en especulativa y práctica, la primera es la que acabamos de definir, y la segunda es la consecuencia de la prime- ra, ó sea su principal objeto, cual es la investigación de fechas en las que tienen lugar los acontecimientos de la humanidad. Tiempo, dice Aristóteles que es la medida del movimiento, y en efec- to, el movimiento de rotación de la tierra es el que nos proporciona la medida del tiempo, ó sea el tiempo mismo. Tiene dos clases de divisiones el tiempo, naturales y artificiales, las primeras son: el día, el mes y el año. Las artificiales son: el instante, el minuto, la hora, la semana, el lustro, el siglo, el ciclo, el período, la éra y la época. Tenemos día natural y civil, el primero es el tiempo en que el sol está visible sobre el horizonte. El día civil se compone del día y de la noche, ó sea el tiempo que la tierra emplea en girar sobre su eje; por eso los Griegos le llamaban con el nombre de Nochedía. ; Se conocen cuatro modos de contar el día, 1%: el Babilónico, segui- do por los Persas, los Griegos modernos y en las Baleares, y se cuen- ta de una mañana á la siguiente. 27: el Judaico, se cuenta de uno á otro ocaso (fué precepto dado por Dios), * seguido por los Atenienses, 26 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA los Hebreos, los Germanos, los Galos y hoy porlos Chinos. 39: el Ará- bigo, ó astronómico que se cuenta de un medio día al siguiente. 42: el Egipcio que se cuenta de una media noche á la siguiente, seguido por los Romanos, los Europeos y los americanos. Hay mes lunar y solar, el primero es el tiempo de una á otra con- junción de la Luna, :ó sea el tiempo de una revolución sinódica en la que emplea 29 dias. El mes solar, es el tiempo que emplea el sol en su movimiento apa- rente en recorrer un signo del Zodiaco. . Año lunar se compone de doce revoluciones sinódicas de la Luna en 354 días. Afío solar es el tiempo que dura el sol en recorrer los doce signos del Zodiaco de 365 días. Los Romanos no contaban progresivamente los días del mes como nosotros, sino que se servían de lo que llamaban Kalendas el día 19 del mes, las Nonas el quinto día y los Idus el día trece, exceptuando los meses de Marzo, Mayo, Julio y Octubre que tienen las Nonas el día siete y los Idus el quince. Pasemos á la división artificial del tiempo. ita ó segundo, es poco más de la duración de una pulsación en el hombre; minuto es la duración de 60 segundos; una hora es la duración de 60 minutos; el día natural se compone de 12 horas, de las seis A. M. á las seis P. M. El día civil se compone de 24 horas: 12 horas antimeridianas á con- tar desde la una después de la media noche hasta las doce del día; y 12 posteriores meridianas, desde la una del día hasta las doce de la noche. : La semana es la duración de siete días. Esta división tan universal y antigua que es anterior según se cree á la dispersión de los pueblos; parece que los chinos antiguos tuvieron una fiesta hebdomadaria: los Indios distinguían los días de la semana con los nombres de los siete planetas, y así'se cree que lo hacían los Egipcios. Los cristianos cuen- tan la semana desde el Domingo, los Judios desde el Sábado y los Mahometanos desde el Viernes. 1 Levit XXIITI, V. 32, “ANTONIO ALZATE.” 27 Lustro es un espacio de tiempo de 5 años. El siglo tiene 20 lustros, ó sean 100 años. Esta ha sido la división más comunmente usada en todos los pueblos. : Olimpiada: era el tiempo destinado por los Griegos para celebrar sus juegos en Olimpia, renovados estos y ordenados en el año de 3,229 del mundo, según las tablas cronológicas 772 antes de Jesucristo; se celebraban cada cuatro años y estos se denominaban 19, 22, 32 y 4? de tal olimpiada. Ciclo: es un período compuesto de cierto número de años, que sir- ve para el orden de los tiempos y tenemos varios ciclos de los que ha- blaremos en seguida. Indicción Romana: es un ciclo ó periodo de 15 años que se ha ve- nido repitiendo desde el año 313 de la Era Cristiana para conmemo- rar el tiempo alcanzado por Constantino contra Maxencio, y el conci- lio de Nicea, dispuso que este ciclo se contara en lugar de las olim- piadas; pero ya está en desuso, porque hoy los Pontífices ponen en sus breves el año de su pontificado. En la primera explicación ya se habló del Aureo número, Ciclo de 19 años. Así también del ciclo de 30 años de la Epacta; del ciclo solar de 28 años y del de las dominicales de que hablaremos en la 2% explicación. Ha habido además otros ciclos antiguos como el Caldeo, que com- prendía 432,000 años y el Hebreo que se compone de 50. El Ciclo Pascual que se compone de 532 años, al cabo de los cuales se reproducen todos los períodos cronológicos pequeños. Año Magno: Los escritores antiguos hablan de un Año Magno. Cen- sorino dice: que Orfeo le suponía de 120,000 años. Lino y Heráclito de 18,800. Cesandro de 1,800 años. Areteo de 5,552. Aristóteles en- tendía por año magno el tiempo necesario para que el Sol, la Luna y los cinco planetas conocidos entonces estuvieran dos veces en conjun- ción respecto de una misma estrella, año cuyo invierno es un diluvio y el estío una conflagración. Pasemos ahora á tratar de las Eras y de las épocas. En la Cronología ó ciencia del Cómputo Eclesiástico se conocen dos clases de Eras criastianas y tres de épocas. 28 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA La primera Era cristiana es llamada: “Era Vulgar” y gs la que está en uso, su autor fué Dionisio el pequeño; este sabio compilador fué de parecer hacia principios del siglo VÍ, que en vez de contar los años de los Cónsules Romanos por respeto á Nuestro Señor Jesucristo se con- tasen los años de su nacimiento y hasta hoy día contamos 1,902 años. La segunda Era cristiana, es llamada verdadera y tiene este nombre porque según la opinión bien fundada de los mejores cronologistas, se remonta á cuatro años antes de la Era Vulgar, pero Dionisio el peque- ño por un error comenzó á contar cuatro años después del nacimiento del Salvador; así es que según la Era verdadera deberíamos contar á esta fecha 1,905 años. ? ] Pues que la creencia más comunmente admitida, es de que el Sal- vador nació el 25 de Diciembre á los 4,000 años del mundo el 41 de la corrección del calendario por Julio César, á los 749 de la fundación de Roma y cuatro años antes de la Era Vulgar. En la fecha en que ocurrió la muerte del Salvador no están de acuer- do los historiadores. Bergier 2 en su Diccionario teológico dice: que según la opinión de los mejores cronologistas, el Salvador nació el año 41 del calendario de Julio César y que habiendo vivido 36 años y tres meses, murió un viernes tres de Abril del año Juliano 78. Pero de aquí surge luego una dificultad y es, de que el año 78 de Julio César fué el 34 de la Era Vulgar ó el 38 de la Era Verdadera y en aquel año el 3 de Abril fué Sábado y no Viernes, pues precisamente el Padre Cappelletti fija tan memorable acontecimiento el Viernes 26 de Marzo del: mismo año 34 en que realmente fué Viernes. En el año 33 de la Era Vulgar ó 77 de Julio César sí fué Viernes el 3 de Abril; en conse- cuencia: Jesucristo murió en Viernes el 3 de Abril y entonces fué el 77 de Julio César, el 37.de la Era verdadera y el 33 de la Era vulgar, y solo vivió 35 años 3 meses; ó murió en el año 78 de Julio César, 34 de la Era vulgar, pero nó el 3 de Abril porque no fué Viernes, sino el 1 Porque del año 4,000 al 4,004 se contó el 4? por primero de la Era Vulgar, así es, que quedaron sin contar sólo tres años. Por eso aumentamos sólo ¿años á la Era Vulgar. 2 Tomo I página 744, “ANTONIO ALZATE.” 29 26 de Marzo porque en ese año tuvo lugar la Pascua el día 28 del mis- mo mes. 1 Así sí vivió el Salvador treinta y seis años, 3 meses de la Era verdadera, ó séan 33 años 3 meses de la Era vulgar, como lo asien- ta el Padre Cappelletti. En cuanto á las épocas son de tres maneras, las primeras son Sa- gradas, las segundas Eclesiásticas y las terceras civiles. Las sagradas se toman de la Biblia y se relacionan con la historia de los Judíos. dino. año del mundo E A AE 1,656 AMO CAOS ol elos oa 2,083 3” Salida de los Hebreos de Egipto.......oooommboosomoo: 2,518 4” Fundación del templo de SalomónN.....o.oocoroomm..o. 2,992 5" La libertad de los Judios por CyTO....ocooooomoom..oo 3,468 05Nacimiento del Mestasio doin ios lola 4,000 7” Destrucción del Templo de Jerusalén................ 4,074 Epocas eclesiásticas son las que señalan los autores que han escri- to la historia de la Iglesia. 1* El martirio de San Pedro, año 67 de la Era vulgar. 2” Era de Diocleciano, ó sea de los mártires............. 302 3” Paz de la Iglesia por Constantino el Grande.......... 312 A CORO NC II AS 325 Las épocas civiles ó políticas son las que se refieren á los imperios y monarquías del mundo. 1” La toma de Troya por los griegos el año 2,820 del mundo, 1,184 antes de Jesucristo y 408 antes de la primera Olimpiada. 2* La fundación -de Roma, según Fabio Pictor, fué el año 3,256, 784 antes de Jesucristo. Barrón la pone el año de 3,251. Una vez que hemos visto la división y orden de los tiempos, muy justo me parece averiguar los medios de que el hombre se ha valido pa- ra medir el tiempo y así consultar cuál es el siglo, cuáles son los años, los meses, los días, las horas, minutos, é instantes en que vive. 1 Según el método de Gauss. 30 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA > Se ha valido del Calendario, del cual ya en la primera explicación se dijo que cosa es. El Almanaque: esta palabra se deriva del artículo al, árabe y de la raíz man ó men que indica la Luna y se puede traducir Lunario ó Mensil. Menologio trae su origen del griego, mes ó discurso, sea cuadro de los meses, este tiene aplicación en la Iglesia griega para el catálogo de los Santos (semejante á nuestro Directorio Eclesiástico). Emerologio, también se deriva del griego, se dice de un calendario en el que se confronta los de varios pueblos como uno que contiene los anuarios de Tirios, Macedonios, Egipcios, Sirios, Sidonios, Licios y Efesios. : Efemérides se deriva de la misma raíz y es un Almanaque Astro- nómico que indica cada día la situación de los planetas y las circuns- tancias de todos los movimientos celestes. También se llama Efemé- rides el que nos da noticia de los sucesos más notables que han tenido lugar en cada uno de los días del año. ¿Y qué naciones ó pueblos se han ocupado de arreglar el tiempo y formar sus calendarios? Parece que todos los pueblos se han ocupado de ello, pues ha sido una necesidad universal. Pero haremos mención de los calendarios Caldeo, Judío, del Olím- pico, de los Atenienses, del de los Persas, el de los Armenios, del Ma- cedonio, del Cirio, del Africano, del Arabe, del Egipcio, del Turco, del Italiano, del Chino, el Azteca, el de Julio César, el Romano ó Grego- riano y el republicano Francés; después del de Julio César, parece que el Azteca fué el mejor arreglado. ¿De qué medios se ha valido el hombre para medir y consultar las horas, minutos é instantes? 1* del Gnomon solar ó meridiano que con- siste en una línea recta que traza la sección del meridiano celeste en un plano inclinado con la sombra de una punta, que indica el medio día; más tarde se usó la Clepsidra, reloj de agua que en determinado tiempo pasaba de un vaso á otro cierta cantidad de dicho líquido. Des- pués se sustituyó con el reloj de arena que lleva el mismo nombre de Clepsidra y es bastante conocido. Se refiere que el reloj nocturno que usaba Alfredo el Grande de In- “ANTONIO ALZATE.” Sl p : _glaterra consistía en una vela dividida en tres partes y así medía las noches. Más tarde se inventó suspender un cuerpo pesado de una cuerda enro- llada á un cilindro que con su movimiento daba la medida del tiempo, aunque con mucha irregularidad; reloj que ha sido perfeccionado por muchos autores, hasta el grado en que le vemos marcar aun los ins- tantes de nuestra vida. ¿Cuál Calendario ha sido el más perfecto y más bien admitido? El Romano de Julio César, pero adoleciendo todavía de algunos errores, hasta el Siglo XVI fué corregido. La obra colosal y grandiosa del calendario se les debe á una pléya- de de hombres sapientísimos. Comenzando por Rómulo, Numa Pom- pilio, Soxíjenes, Julio César, Marco Flavio, el célebre Metón Atenien- se, los padres del Concilio de Nicea y por último en el siglo XVI, año de 1582 el Papa Gregorio XIII con el Cardenal Sirlet; el Padre Cris- tóbal Clavio y sobre todo el célebre Dr. Calabrés Luis Lilio y otros hombres notables que corrigieron él Calendario, conservando hasta hoy el nombre de Romano ó Gregoriano, el cual ha sido generalmen- te admitido aun por los protestantes. Al Calendario Romano ó Gregoriano le sirven de haa para cual- quiera investigación cronológica "el Aureo número, el número de la Epacta, las letras Dominicales, el Ciclo solar y la Indicción romana. El Calendario republicano francés: El 22 de Septiembre del año de 1792 en que la Francia se proclamó república, promulgó una nueva éra formulando un Calendario cuyo primer año principiaba el día si- guiente al verdadero equinoccio de otoño, designando los meses con * nombres muy distintos á los nuestros; pero dicho calendario no tuvo , efecto y fué abolido en 1806. La Cronología práctica sagrada divide la edad del mundo en dos éras y son: la 1* antes de Cristo y la 2? después de Cristo; pero por los accidentes que ha sufrido el tiempo la divide también en tres y son: y 32 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA » 1? Desde el año de 1582 de la Era Vulgar en que fué la corrección Gregoriana hasta nuestros días. 2* Desde la corrección del Calendario por Julio César, año 3,960 del mundo, 41 años antes de Cristo hasta la corrección Gregoriana. 32% Desde la creación del mundo hasta el 3,959, último año antes del 19 de Julio César. Son tres épocas que requieren reglas casi enteramente distintas pa- ra la investigación de fechas. Todos los accidentes del tiempo se redu- cen á cuatro. 1” El que por espacio de 3,959 años los pueblos no guardaron uni- formidad ninguna en el modo de contar los años. 27 La corrección del Calendario por Julio César que al fin el Equi- noccio de Marzo se atrasaba 3 días cada 400 años. Al conformar 3,959 años al Calendario Juliano, según este sistema, el año de uno del mismo Julio César fué el 3,960: le correspondía ser bisiesto, siendo sus dominicales B. A.; pero hacemos bisiesto al 59 con sus dominicales C. B. para que al año 63, 4% de Julio César que en realidad fué el primer año bisiesto, le correspondan sus dominicales E. D. como-se verá en la tabla de las Eras. 30 El error de Dionisio el pequeño de haber comenzado á contar la Era cristiana años después del nacimiento del Salvador, habiendo va- rias opiniones, asegurando unos que fueron 4 años de diferencia, otros que 5, y así esto ha traido serias complicaciones en la Cronología. 4” y último. La corrección Gregoriana que tuvo lugar el año de 1582 de la Era Vulgar en la que para corregir el error del calendario de Ju- lio César, se suprimieron 10 días del mes de Octubre del año 1582, contándose por 15 de Octubre el Viernes día 5, y se dispuso que sólo cada 400 años el último del siglo fuera bisiesto. 1? EXPLICACION. Calendario Circular Cronológico: es un círculo en el que se encuen- tran todos los años del siglo XX con los meses, los dias y sus fechas repartidos en siete sectores los que corresponden á las siete letras Do- minicales, como se dijo al principio. “ANTONIO ALZATE.” / 33 Este calendario sirve como término de comparación á todos los años que han transcurrido desde la creación y á los años que están por ve- nir hasta el fin del mundo, para hacer toda clase de' investigaciones cronológicas; así es que le llamaremos sistema de comparación. Investigación cronológica es el arte de buscar y encontrar una fecha determinada. Se requiere para hacer una investigación cronológica: Primero: sa- ber qué clase de fecha es la propuesta. Antes diré que por fecha se entiende el número de días que han transcurrido de un mes, en un año y siglo determinados en que tuvo lugar algún suceso notable, público ó privado, por ejemplo: El grito de la Independencia de México.fué el 15 de Septiembre, año 1*, siglo XIX. 1* Hay fechas que pertenecen á la Historia Universal del mundo ó á la particular de alguna nación, fechas de la Historia Sagrada, de la Eclesiástica ó Civil y otras muchas de acontecimientos particulares que se relacionan con las ciudades, con los pueblos y las personas. 2% Hay además en la Iglesia Católica fechas de fiestas fijas y movi- bles; las fijas, como lo indica la misma palabra, son las que tienen lu- gar en determinadas fechas de los meses del año. 37 Las fiestas movibles son las que dependen de la fecha en que caiga la Pascua de Resurrección y ésta depende de aquella en que ten- ga lugar el plenilunio de la luna de Marzo que, como sabemos, anual- mente varía por la desigualdad del año lunar con el solar y por esto se llaman fiestas movibles. Hay que saber si la fecha propuesta es de antes de Jesucristo ó si es de la éra vulgar, si es de antes ó después de la corrección Gregoriana y si es de un año común ó bisiesto. Una vez sabido si es fecha fija, se procede á averiguar en la tabla respectiva cuál fué la dominical del primer año del siglo propuesto, luego en el calendario circular la dominical del año, el mes, la fecha y el día conforme á las reglas de la siguiente explicación. Si.es fiesta movible la fecha propuesta, es preciso además averiguar Memorias, T. XIX, 1902-1903.—3 34 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA cual fué el áureo número y la Epacta de aquel año, haciendo aplica- ción de las reglas respectivas. Hay también fechas astronómicas que se relacionan con el movi- miento de los astros: para estas fechas se necesitan datos más precisos hasta de horas, minutos y segundos. Lerras DoMmINICcALES. Las letras dominicales tienen por objeto en el Calendario Romano, señalar respectivamente los días domingos en el curso de los años, verbi gracia: En el presente de 1902 su dominical es E y todas las fe- chas en que se encuentra la E serán días domingos comenzando desde el 5 de Enero. Cuando la dominical de un año es D entonces esta se- fiala los domingos y así sucesivamente las demás letras. Aunque no es así en el Calendario Circular Gronglógico en el que solamente la A señala los días que son domingos, pues, dada la com- binación de este cuadro, no podría ser de otra manera; sin que por es- to desdiga en nada del Calendario Romano, en el que lo mismo que en éste una letra dominical coincide siempre con el día de la semana en que comienza un año. Por ejemplo, siempre que la dominical es A el año comienza en domingo, si es G en lunes, si F en martes, etc. De paso diré, en el curso de 28 años que forman el ciclo solar, su- cede que al cabo de los 5, de los 6, de los 11 y luego otra vez de los 6 años, el 1? de Enero comienza en igual día de la semana. Las letras dominicales forman igual Ciclo de'28 años, en cinco com- binaciones distintas, como se observará en la tabla siguiente: qe de Se 42 52 A TÍA 18 Goa 25 F ANO Elsy Es :20F,Es 1126, E Sel E 9. E 15 E to 0D 2D A E OD e DO 22 no, 28.,.0.B Dio y 116 Bes pte E INBA e A DAN AG “ANTONIO ALZATE.” 35 7 — En el curso de los siglos de la Era Cristiana hasta la corrección Gre- goriana, las dominicales tenían un orden distinto del que' hoy tienen y era el siguiente. SIGLOS. Años. DOMINICALES. Dias 1" I 1 B Sabado Il 101 C Viernes ¡00 201 D Jueves IV 301 E Miércoles V 401 F Martes VI 501 G Lunes VII 601 A Domingo Este orden era en razón de que el último año de cada siglo era bi- .siesto y sólo había un día de la semana de diferencia en las fechas de un siglo á otro. No así después de la Corrección Gregoriana que sólo cada cuatro- cientos años el último del siglo es bisiesto como queda dicho en la ex- plicación del Calendario; de donde resulta que sólo cuatro dominicales aparecen en su revolución secular. Según esto podemos saber en qué días de la semana comebzaron y acabaron cada uno de los siglos desde Jesucristo hasta la Corrección Gregoriana y para el efecto pongo en seguida una tabla que le llama- remos Tabla Juliana de la Era Vulgar. TABLA JULIANA DE LA ERA VULGAR. Con el aureo N”, las primeras y últimas dominicales de los siglos de la Era Vulgar hasta la corrección Gregoriana y los días en que co- menzaron y acabaron. ' Siglos. Años. A2N2 Dom. Días. ¿ Fin de Siglos. A9%N0O Dom. Días. I 1 2 B. Sabado. 100 6.E.D. Jueves. AV. LAO 1D 5, a 1500. 19 ri505 E VII TOS A 800 3 ” 1) »” 36 MEMORIAS DE LA SOPIEDAD CIENTIFICA Siglos. Años. A2N9 Dom, Días. Fin de Siglos. A9N?29 Dom, Dom. II 101 7 C. Viernes. 200 11 F. E. Miércoles. SOL a 00058 ¿ON E XVI SOM ul C.G.1% 1600 5 B.A. Domingo. 1081 201 12 D. Jueves. 300 16 G. F. Martes. X AOL LODOS A IV 301 17 E. Miércoles. 400 2 A.G. Lunes. XI 1001 14% lA 1100998. 0004 V 401 3 F. Martes. 500 7 B. A. Domingo. XI 1101 120010 Boricua Me O VI 501 86G. Lunes. 600 12 C. B. Sábado. 0 a PEO! Ns AN VI 60113 A. Domingo. 700 17 D. C. Viernes. XIV" “1301 10" A LADO ha 1% En 1582 fué la corrección Gregoriana y por 10 días que se des- contaron del mes de Octubre acabó el siglo en Domingo y las Domini- cales B. A. fueron las del último año. Para los siglos después de la Corrección Gregoriana pongo la tabla siguiente: TABLA GREGORIANA. De las dominicales y los días en que comienzan y acaban los siglos después de la Corrección Gregoriana. Ults. años, Si glos. AñOS. Dom. Días. XVII 1701 B. Sabado. 1800 XXI! 2101 5 a 2200 XXVI 2501 e : 2600 XXX 2901 53 53 3000 XIX 1801 D. Jueves 1900 XXI 20 2300 ' XXVI! 2601 po ia 2700 XXXI 8001. LIA 3100 Dom, Días. E. Miércoles.. “ANTONIO ALZATE.” 37 Siglos. AÑOS. Dom. Días. Ults. afios. Dom. Días, XX 1901 F. Martes. 2000 B. A. Domingo. XXIV 2301 A e 2400 A XXVI 2701 4d y 2800 AS » XXXII 3101 se e 3200 SE ” XVII 1601 G. Lunes. 1700 C. Viernes. XXI na 2100 5 A XXV 2401 E N 2500 5 » XIX IS ba add 2900 Ñ 4 Con estas dos tablas, el Calendario Circular ya podrá ser perpetuo para investigaciones Cronológicas de todos los tiempos de la Era Cris- tiana, hasta el fin de los siglos. Para el objeto nos fijaremos en que la primera dominical del presente siglo es F, en cuyo sector número 2 las letras guardan el orden siguiente. Mio e delia F, eS E O E. A O A A A AAA PIE D. A e OS A C. A A A E A B. O A A. A LEO EA G. A estas letras les llamaremos comparativas. Con estas fijamos un término de comparación de los demás siglos con el presente para encontrar una fecha, pues como los años están clasificados por los 7 días de la semana, así también los siglos. En consecuencia, la primera dominical de un siglo puede ser la 19, la 2%, 6 la 3%, etc., de dichas letras. Si es la 1?, las fechas y fiestas fi- jas serán las mismas y en los mismos días que en los del presente siglo en todos sus años, y en el acto se encontrará una fecha propuesta; pe- ro si es otra letra, supongamos la 3% D, entonces pasa uno al Calen- dario en busca del año propuesto y encontrado que sea, se pasa al lu- gar de los meses del mismo sector del año en problema y las letras 38 - MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA dominicales allí colocadas se cuentan en el mismo orden que las com- parativas, y la que resulte 3% esa será la dominical de aquel año, luego se ocurre al sector de dicha dominical en cuyos meses se a la fecha y el día en problema. Ejemplo: ¿Qué día de la semana fué el 28 de Marzo de laño 34 de la Era Vulgar? En la tabla de los siglos aparece que la dominical del primer año del primer siglo fué B, que es la 5%, de las letras comparativas. En seguida se encuentra el año 34 en el sector número 1, de cuyas letras contadas de arriba á bajo resulta ser 5% la C, luego esta fué la dominical del año 34. Después se ocurre al sector 4* de la misma do- minical €, y en el mes de Marzo aparece que el 22 es lunes y 28 do- mingo, luego domingo fué el 28 de Marzo del año 34 de la Era Vulgar. En este día 28 de Marzo del año 34 pone el Padre Cappelletti la Resurección del Señor. Esta opinión es la que más se aproxima á la de San Agustín, Tertuliano y otros que ponen la muerte de Nuestro Señor Jesucristo en viernes. 25 de Marzo. de Entendidas las anteriores reglitas, los problemas siguientes servirán de ensayos prácticos. 1” Si es cierto que fué día viernes el 21 de Enero del año del Se- for 259 (Historia de la Iglesia por Moreno Cevada. Tomo Il pág. 45). 2” Si fué viernes el 20 de Febrero del año 868 (Glorias del Pontifi- cado por E. Blasco, tomo ll, página 428). 3% Si el 18 de Abril del año 1378 fué domingo (Ibidem. tomo III, página 373). 4%—Sf fué sábado el 9 de Diciembre del año 1581 (Historia de la Aparición Guadalupana). En todos los años que comprende un sector del calendario, cae la domínica 1* de adviento en igual fecha. Así, en todos los años del Sec- tor número 1 cae el 2 de Diciembre; en los del 22 el 12 del mismo; en los del 32 el 30 de Noviembre; en los del 4? el 29 del mismo; en los del 5” el 28; en los del 6” el 27, y en los del 72 el 3 de Diciembre. Se tendrá en cuenta para el objeto, que los años bisiestos se ven en su 2* dominical á cuyo sector pertenecen. En algunos años sucede, como sucederá enel presente siglo, que la “ANTONIO ALZATE.” 39 Pascua de Resurección tendrá lugar. el mismo día de la llena, como en el año de 1954 caerá el 19 de Abril. Para mayor ilustración de esta obrita pongo en seguida una tablita con los primeros años del Calendario por Julio César, pero acomodán- doles las letras dominicales de nuestro Calendario Romano, y no las nundinales que usó el mismo Julio César, con el fin de facilitar su in- teligencia y á la vez marcar la diferencia de años entre la Era verda- dera y la vulgar que contó Dionisio el exiguo. Le llamaremos: “Tabla de las Eras.” EIN YA E 14, E $ PIO Ñ NENA me Made pss A 2 0M-DDRADwDN- Sábado...... B Domingo ... A Lunes....... GF p- s A , : e DIFERENCIA EXACTA ENTRE LA ERA VERDADERA Y 1A ERA VULGAR. > ES £ > S =] » E E a = S » E El = £ 3 | Domingo ... 29 “Domingo... A 57 ESOS O a o E sis 17 | 13 | Domingo A | 14 Une G ADN oe G 58 O ea e o as Ea ISA unes. G 15 Martes ...... F 31 Martes... F 59 | an E O RO 19 | 15 | Martes...... P 16 | Miércoles... | ED | B|32 | Miércoles... | E D 60 ers A a LIE ADOS .. | B1|20| 16 | Miércoles... | E D | 1 Viernes..... C 33 Viernes. C 61 IS al NE AI Ne 21 | 17 | Viernes..... y 1 18 19 B 34 | Sábado...... B 62 A A o Serias ES 22 Domingo... | A 35 | Domingo... A nor 009 Son Dunes....... ICAA ABI O nes G EF 64 A a A a A ES Miércoles... |. E 37 | Miércoles... E 65 o Sal 25 | 21 | Miércoles... E Jueves...... D 38 | Jueves....... D 66 asis al esdsos Seis 26 | 22 | Jueves...... D Viernes..... (0) 39 | Viernes..... E , Viernes..... 0 Sábado...... | B-A | B| 40 | Sábado...... | BA | +, Sábado...... | BA Lunes... G AN oo EG |El Bye ty e ($9 O) O) 00 == IS Ll... MO A ER (A A DE DD: o. [e [SS SOS 0 -I NIK bb + bd E = [a] o a [ep] Martes ...... F A E! An de caco 18 Sl Martes...... F 70 30 | 26 | Martes...... F Miércoles... E A a A O AAA 19 | ... | Miércoles... E al 31 Miércoles... E Jueves..... DIO a al O AA B A ue es DAA ZA A 32 28H Leyes... DOC Sábado...... B 73 33 | 29 | Sábado...... B Domingo ... A e 34 | 30 | Domingo... A Lunes Í 75 35 131 | Lunes:...... G Martes... | F E. |76 |-B | 36 | 32 | Martes...... | E! Sábado...... B Domingo..| A MO orcos pad boncnene pasos yA canas Lunes....... G A ERES oa os A ROO Martes...... | F E AS adoos: all ss a LES ns xi DIRA ANN: [es] | 5 1 2 3 4 Me ves NN OS || MEA 5 | Jueves...... 1 TA 37 | 33 | Jueves...... D Viernes..... C O te Meco O | SERRAT 10 6 | Viernes..... A S 38 | 34 | Viernes..... G Sábado...... B A | o a, 1 ARO 11 ASADOR A A A soc ABS E saoa Domingo ... 5 A A OS e B|12 8 Domingo... AG. on Secc cos. boo ell oycoos Martes...... 15) DR a a CA 13 109 Martes... F 55 ed ESootóbnoo vdBega ll piscoge Miércoles... E O A O 14 11 | 10 | Miércoles... E ds dal dassóapoos o SEROS [A obgoos | Jueves ..... D O a le O ios 15 12 | 11.| Jueves...... D 3 ec ae Inésosacio so Sosa Viernes..... | CU B Do la o B|16 ISA Verne CADA eo 1 lVésascbacoo IBSES: | dospse . D0 “UASD 0 co 00 -J Memorias, T. XIX, 1902-1903.—Pág. 40 jo MAA dl dodo UA DR y ESA EN ERIO A y AAA able beat e » me 4 nta A a de $ ye Y Td e Ñ y! M RO ll AR Late do “ANTONIO ALZATE.” 4.1 Explicación de la Tabla. N En las casillas de la parte superior de cada una de sus 21 columnas expresan su contenido. Pero para mayor claridad diré: la B-que se encuentra repetida en la 1% y otras de las columnas, están marcando los años bisiestos. En la 2* columna comienzan los años del calendario Juliano ó de Julio César, en la 3” los días de la semana en que comenzaron los años y en la 4% están las dominicales respectivas. Así hasta llegar al año 41 en el que, según la tradición, nació Nuestro Señor Jesucristo, co- rrespondiendo este año con el 19 de la columna de los años de la Era verdadera en sus días y sus dominicales. El año 45 de Julio César ó el 5. de la Era verdadera corresponden con el del año de 1 de la Era vulgar que está en la columna siguien- te, y así siguen en la misma correspondencia los años de Julio, César hasta el 78; con los de la Era verdadera hasta el 38, y la vulgar hasta el año 34. Los años de la Era verdadera en esta tabla se comienzan á contar desde el año 41.en que nació el Salvador, que es el mismo de su En- carnación. Si se desea.saber qué día fué una fecha de los años de Julio César antes de Jesucristo, se procede del mismo modo que en los anteriores problemas y aun más fácilmente. Ejemplo: ¿En qué fecha y día de la semana nació la Santísima Virgen? Sin separarnos un ápice de la tradición constante de la Iglesia de que nació un día ocho de Septiembre, y si seguimos la opinión de Ba- ronio de que fué un día sábado al amanecer, 21 años antes de la Era vulgar, le corresponde ser el año 24 del Calendario de Julio César, año bisiesto y sus dominicales son A y G. En consecuencia, como se trata de un año bisiesto y de una fecha del mes*de Septiembre, corresponde ocurrir á su 2? dominical G que pertenece al sector número 1 del Calendario Circular, donde se ve que el 8 de Septiembre es sábado, luego en este día nació la Santísima Virgen, según la tradición. Varias reglitas: Para la investigación del día de la semana de una 42 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA fecha de la Era vulgar hasta la corrección gregoriana, se cuenta el nú- mero de siglos que han corrido desde el día de la fecha propuesta has- ta el día de igual fecha del presente siglo. Ejemplo: ¿Qué día de la semana fué el 18 de Abril del año de Jesucristo, 1378? | Este es un problema de los ya propuestos para resolverse según el método anterior; pero ahora ocurramos al Calendario Circular y en- contraremos que en igual fecha del presente siglo, será martes, sector número 7. Ahora, contados los siglos transcurridos desde la fecha en problema hasta el presente, resultan ser 6 siglos por haber comenzado la. Era vulgar en sábado, un día antes del primero de la semana, se descuenta una unidad y quedan 5, y como esta cantidad no puede di- vidirse entre 7, se contarán miércoles, jueves, viernes, sábado y do- mingo, 5, luego domingo fué el 18 de Abril del año propuesto: Siempre que el número de los siglos pase de 7, se dividen por esta cantidad y las unidades del residuo se contarán por los dias de la se- mana, según el modo indicado. Para averiguar si un año es bisiesto hay que saber lo siguiente: hay decenas de número par é impar, las decenas pares son, por ejemplo, el 20, el 40, el 60, etc.; las impares son como el 30, 50, 90, ete. Pues de las primeras siempre son bisiestos los años del número de la dece- na, el 4 y el 8, por ejemplo: el 20, el 24 y el 28; de las segundas, el 2 y el 6, como del 30 ó el 70 serán bisiestos el 32 y el 36, el 72 y el 76. También hay siglos bisiestos que tienen lugar cada 400 años, como se ha dicho ya en otro lugar, y se distinguen del mismo modo que los años bisiestos, por ejemplo: un millar de años es número par ó impar como 2,000 6 3,000; en el primer caso, serán bisiestos el centenar que representa el número de millar como el 2,000, el 2,400, el 2,800; y en el segundo caso lo serán el 3,200 y el 3,600. Cada 4,000 hay un millar bisiesto por un dia más que se forma en ese espacio de tiempo. ] El áureo número de un siglo á otro tiene cinco unidades de dife- rencia, por ejemplo: si el áureo número de 1901 fué 2, para 2001 será 7 y para 2101 será 12. En las-Epactas sucede siempre lo mismo, aun- que á veces con diferencia de una unidad. “ANTONIO ALZATE.” 43 Para investigar qué día de la semana es una fecha después de la Corrección Gregoriana al número de siglos transcurridos hasta el pre- sente, se le aumentan 10 unidades por los 10 días descontados en la misma corrección y el total se divide por 7, en lo demás como se ha dicho antes. Ejemplo: , ¿Qué día fué el 12 de Febrero del año 1601 de la Era vulgar? A 1901 han transcurrido 3 siglos, se aumentan 10 unidades y se di- viden por 7. 34-10=18-=-7=1%. Seis dias hay de diferencia de igual fecha del presente siglo á la que está en problema. Ahora como el día 12 de Febrero en el año 1901 fué viernes y del viernes al jueves siguiente hay seis días, número del residuo, luego el 12 de Febrero del año 1601 fué jueves. Según el Calendario Juliano, cien años los componen 36,500 días, más 25 de 25 años bisiestos son 36,525; yun millar de años son 365,000 días, más 25 de cada siglo por los años bisiestos multiplicados por 10 siglos son 250=365,250. Según el Calendario Gregoriano el siglo tie- ne un día menos que en el Juliano. sólo cada 400 años tendrá igual número de días; y en un millar de años hay que atender á que si dicho millar es número par ó impar, en el primer caso, por ejemplo: del nú- mero 1000 al 2000 número par, tendrá un día menos que el del número impar del 2000 al 3000, porque en el primero sólo tendrá dos centena- res bisiestos y en el segundo caso tendrá tres, por cuanto se ha dicho al hablar de los siglos bisiestos; en consecuencia, un millar de años número par tendrá 7 días menos que un millar del Calendario Julia- no, y un millar número impar tendrá 8 días menos; pero cada 4,000 años por el día más que tiene, sólo hay 6 días menos que en un mi- llar de años del Calendario Juliano. SEGUNDA EXPLICACION. Después de haber penetrado por la densa niebla del pasado hasta investigar el día en que comenzó el primer año del calendario por Ju- 44 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA lio César, y aunque cansado ya el espíritu en tan difícil tarea, ¿por qué no hemos de pasar aún más adelante? Difícil tarea por cierto y al parecer imposible por los grandes esco- llos de la Cronología y tener que llegar á investigar el día de la sema- na en que comenzó la edad del mundo. Hé aquí el gran problema cu- ya solución nos dará abundantísima luz para establecer reglas verda- deramente ciertas y resolver con ellas todos los problemas del mundo cronológico. : Sin embargo, con el auxilio de Dios, buscaremos un norte seguro para que en cuanto nos sea dable, atravesar lado á lado el gran océa- no de los tiempos. De las tablas cronológicas de la Biblia y de las opiniones de los más profundos y esclarecidos cronologistas, nos fijaremos en cuatro puntos cardinales, y en el curso de esta explicación iremós mirando su evi- dencia y la firmeza que nos suministran en los diversos problemas que se tienen que resolver, demostrando así la exactitud de las reglas de que nos servimos para resolverlos, Punto primero: en las mismas tablas de la Biblia se cuentan los años más antiguos de 12 meses iguales á los de la Era cristiana. Segundo: que fijan el nacimiento de Cristo en 'el año 4000 de la creación. Tercero: que del nacimiento del Salvador al principio de la Era vul- gar sólo hay 4 años de diferencia ó sean 3 intermedios. Cuarto: que el libro del Exodo en el cap. XX, v. 11 dice: y descan- só el séptimo día, por esto bendijo el Señor al día de Sábado y lo san- tificó” | Para entrar en materia nos ocuparemos del primer punto. Que en las tablas cronológicas se cuentan los años antiguos iguales á los modernos, es una verdad que nadie puede poner en duda, por- que allí no se hace ninguna distinción entre los referidos años y los de la éra cristiana. Y que así debemos contarlos, es otra verdad, pues muy respetables cronologistas, entre ellos el Padre Cappelletti, asegu- ran que siempre se han contado los años de 12 meses. En cuanto al número de días, si bien es que los judíos usaban el año lunar de 354 “ANTONIO ALZATE.” 45 días; pero con el mes Ve—Adar, como veremos más adelante, equiva- lía en cierto modo á la Epacta que hoy se usa en el Calendario Roma- no y así con otras varias intercalaciones que hacían los demás pueblos, igualaban el año lunar al solar. Con cuánta mayor razón si encontramos que los días de la semana de aquellos tiempos se sucedieron sin interrupción como los de ahora, si las revoluciones lunares y las estaciones se sucedieron con la mis- ma regularidad que ahora y tanto las primeras como las segundas for- man una división natural del tiempo y requieren cierto número de días que vienen determinando uno, dos y tres meses, luego un año, un siglo y un millar de años. El Génesis cap. 1, v. 14 dice: y dividan el día y la noche y sean para Hé aquí una prueba inequívoca de E) signos de tiempos y días y años. que el año es una medida natural del tiempo y sólo faltaba al hombre descubrirla con toda precisión, de donde podemos inferir que todos los años que precedieron al nacimiento del Mesías fueron tan comple- tos y perfectos como los de ahora y tan susceptibles de todo aquello de que han sido los nuestros, como es de que tengan sus letras domi- nicales, su áureo número, etc. Pues sólo se diferencian aquellos años en que sus días no fueron contados en el mismo orden de fechas que los nuestros; pero sí se sucedieron en el mismo orden de la semana, de tal suerte que si el primer día fué por ejemplo domingo, á los ocho días lo fué también, así como á los 31 precisamente fué martes, otro día tuvo que ser miércoles y éste le corresponde al primero de nuestro mes de Febrero, y á los 365 días tuvo precisamente que ser domingo; ésta es una división natural del tiempo con el número de días ya ex- presado que forma un año, al que no estamos facultados para quitarle ni aumentarle un solo día ni un solo instante. En consecuencia, á es- te año podemos ponerle muy bien las fechas de un año solar que co- menzó en domingo y así fechar el año siguiente y otros más hasta completar un siglo; y así fechar 1,000, 2,000 y hasta 3,960 años en que fué la corrección del calendario por Julio César, pudiendo además acomodarles respectivamente á dichos años sus Letras dominicales , su Aureo número, su Epacta, su Ciclo solar é Indicción Romana. 46 * MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Arreglados así aquellos años antiguos con las fechas que debieron haber tenido, hecha cualquiera investigación de una fecha antes de Ju- lio César conforme al año solar, ya no más se compara con la del mes y año lunar de los judíos ó de los años de otros pueblos y así fácilmen- te se resolverán problemas de los tiempos más remotos. Llevemos á cabo nuestro propósito de acomodar nuestras fechas á todos los días de la semana que dieron la suma de 3,959 años de la creación, pero antes hay que resolver el primer problema indicado, y es: ¿Qué día de la semana fué el primero del mundo ó de los 4,000 años antes de Cristo? Es decir, si el año 4001 del mundo, el que fué siguiente al nacimiento del Salvador comenzó en martes, así consta en las tablas de las Eras, ¿en qué día comenzó. el año de 1 de la crea- ción? y Por medio de una proporción decimos: si el año de 1 de la Era vul- gar comenzó en sábado y su dominical fué B (véase la tabla Juliana de la Era vulgar) y el año de 1001 de la misma Era comenzó en mier- coles y su dominical fué E, resulta en un millar de años la diferencia de 4 días de la semana en todas sus fechas. Ahora, si en un millar de años al siguiente hay tal diferencia y si el año 4001 del mundo comen- meuzó en martes, entonces el 3001 comenzó en viernes, el 2001 en lúves, el 1001 en juéves y el año 1 de la creación en domingo. Veamos ahora las palabras del Exodo que colocamos en el último "punto de los 4 cardinales y son: “y descansó el séptimo día y por esto santificó el Señor al día de Sábado.” Luego si el séptimo día fué Sábado rectamente podemos inferir que el día primero fué Domingo, quedando en conformidad la solución del problema con el texto MS y con las tablas cronológicas de la Bi- blia. Mas para saber los días en que comenzaron cada uno de los 40 si- glos antes de Jesucristo, pongo una tabla con el nombre de “*Milena- ria-Julio-Gregoriana” en la que se encuentran las primeras domini- cales de cada uno de los 60 siglos, ó sea hasta el año 2001 de la era vulgar y según las reglas dichas en la 2% Explicación; encontrada la 12 dominical de un siglo, ya la de un año propuesto se encuentra en el Calendario Cronológico con todas sus fechas y días de la semana ““ANTONIO ALZATE.” 47 "JOANA. 20 G) Ful enarua e ol Tabla M “OpunAÍ 19p $009 4 183 “IMA VIA T[ IP 0007 OUY *eU8 110391 UO10991.10,) T[ 9p00p Á 03511) AP 0061 *SA]BILULULO (1 *IBIINA %.IH BP] 9P $S9JUY SOUB 0001 hasta el año 2001 de la Era fl sO *SA[BITUTMIO = = > [eb] = *1831NA 814 B| OZU91L09 F00F 1H 5 eS * R vu 7O) "CIOPBPIIA VIH 102] “09SLIONSIf PIOVU (007 1H [a E Yu "01811 9D SIJUB O0OL £ UNTOBILL) BL AP 000€ Sa¡vo1u og *03STIQ 3P SUE 0007 ada uno de Jos 60 rs o £ UpISta1?) el 9p 000% o "SO[BOLUTWO = resruruoq YN [a [eb] lan] [| pz *0JSTI) AP SITUB (00€ Á 2 *UN|[9BILJ B| IP SOUY O0OL uN "SO[BOJU ro 3 a [5 o “a *03SL1() 9P SIJUT SOUL ()00F iS “SO[RIVUTTLO (f ga] e "son y 1 EE = — so[218 > 2001 G. 1001 E. B. 1 101 4001 F. 1 As 1001 D. 2001 G. 3001 C A 101 B rr 00 IV V 201 D. 301 E. 401 A A ZE G. F. E 401 501 G. 601 701 801 901 E 501 601 VWHIETOT »onp»Aro>»0o004o0»>h nNn4—0>-000>0b6 o» 204 o> 005» mm A A A ——Á NaAao>-o0500>0e de Agosto. de Noviembre. de Noviembre. de Octubre. de Enero. de Mayo. de Enero. de Junio. de Febrero. de Diciembre. de Septiembre. de Febrero. de Diciembre. de Octubre. de Noviembre. de Enero. 0] Dominieales de la Éra Cristiana. A — — 1001 2001 3001 4001 5001 6001 Ss tp! D G 19 B G D B F D G F B G D B F D G F B 60 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA En esta tabla se registran los años lo mismo que en la milenaria Juliana. Luego se advierte que el año 4001 tiene la dominical G, y que no concuerda con la Tabla milenaria Juliana, la que nos dice que la do- minical de dicho año fué F; más, como llevamos referido, la correc- ción Juliana tuvo lugar el año 3960 del mundo, 41 antes de Cristo, tampoco tendrá su dominical A, según esta última Tabla, como la tiene en la Juliana; pero esta discordancia es por la razón bien sabida de que en el Calendario Juliano cada 100 años hay un'aumento de 18 ho- ras, 40 minutos y 19 segundos, respecto del Calendario Gregoriano, y multiplicadas estas cantidades por los 39 siglos transcurridos, resultan 30 días, 6 horas y 26 minutos de diferencia. Y como al año 3960 le hubiera correspondido ser bisiesto, y tenido un día más con el que se completan 31 días, los que se habrian supri- mido para que fuese bisiesto el cuarto año de Julio César, ó sea el 3968. Así es que este año comenzó 31 días después de aquel en que hubiera comenzado, según el Calendario Gregoriano, Veámoslo prácticamente. Dejamos ya asentado que el año primero de Julio César comenzó en domingo y su dominical fué A. Ahora para saber en qué día habría comenzado ese mismo año, se- gún el Calendario Gregoriano, se ocurre á la Tabla milenaria del mis- mo nombre, y allí encontramos que la dominical del primer año del siglo XXXIX, ó sea la del año de 3901, fué G, la séptima de las com- parativas; mas como el año 60, en el Calendario Cronológico, se en cuentra en el sector número 4 y allí la séptima de las comparativas es D, ésta habría sido la del año 3960 y comenzado en jueves, 31 días antes de que comenzara el primer año Juliano que comenzó el domin- go 1? de Febrero, 31 días después del Gregoriano. Veamos ahora la diferencia de las Epactas entre ambos calendarios. - Tenemos que considerar al domingo día 12 del primer año de Julio César, como 19 de Enero, y como 12 de Febrero Gregoriano.—Veamos cuál fué la Epacta del año 3959, y será la misma que rija hasta el mes de Marzo del año 3960. -—EnlaTabla milenaria epactal para 5582 años, se encontrará que la . “ANTONIO ALZATE.” 61 Epacta del año 3901 fué 23; y para saber la del año en problema, hay que seguir contando las Epactas hasta completar 59, y le corresponde- rá la Epacta 4. En seguida para saber qué edad tenía la luna el 19 de Enero de Julio César, que fué el domingo 1* de Febrero Gregoriano, decimos, sumando la Epacta con el mes lunar y la fecha del 19 de Ene- ro: 4+ 11 + 1=16, diez y seis días que tenía la luna el 1? de Enero de Julio César en su primer año. Ahora veamos la edad de la luna el mismo día, pero como 12 de Fe- brero según el Calendario Gregoriano, hay que descontar de la Epacta 4, según el Calendario Juliano 31 días, para encontrar la Epacta se- gún el Gregoriano, como á 4 no se le pueden descontar 31, decimos: 4 + 30 = 34 — 31 =8, ésta habria sido la Epacta, según el Calenda- rio Gregoriano, para el año 3959 hasta Marzo del 60; sumemos en se- guida la Epacta con la fecha y el mes lunar que le corresponde ser el 12: 34 12 + 1=16, diez y seis días tenía la luna el 12 de Febrero Gregoriano y diez y seis el 19 de Enero Juliano: conforme. Otro ejemplo: según el problema del año 2513 del mundo, vimos que el 31 de Marzo, según el Calendario Juliano, fué martes. Ahora conforme al método establecido, se consulta á la Tabla mile- naria Gregoriana y al Calendario Cronológico, para saber que, según el Gregoriano, el mismo año de 2513 habría comenzado en sábado y el 31 de Marzo habría sido jueves y no martes. Veamos cuál habría sido el número de días de diferencia: 2500 años 25 siglos, multiplicados por 18 horas, 40 m. y 19 s., resultan 19 días de diferencia, que retro- gradando y descontando de 31 de Marzo Juliano, quedan 12, luego este 12 Juliano habría sido el 31 Gregoriano. Veamos ahora la diferencia de las Epactas, según el Calendario Ju- liano, la Epacta de 2513 fué 12, que comenzó á regir precisamente en : el mes de Marzo. “Tenemos que considerar“al 12 de Marzo Juliano como tal, y luego como 31 de Marzo Gregoriano. Veámoslo: en el primer caso hagamos la suma respectiva, Marzo es el primer mes de año lunar, y decimos: 12 + 12+ 1= 25 días que tenía la luna el día 12 de Marzo Juliano. Encontraremos la Epacta Gregoriana descontando los 19 días á 12 62 . MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA + 30= 42 — 19 — 23, ésta habría sido la Epacta de aquel año, según el Calendario Gregoriano, súmese 23 + 31 + 1=55— 30= 25, la misma edad: conforme. : Estas operaciones se eonforman con la del año 1582 de la E. V. para la corrección Gregoriana, la Epacta de aquel año era 6, y como al 5 de Octubre se le contó por 15 descontándose 10 días, á la Epacta tam- - bién se le descontaron los mismos 10 días y quedó la Epacta 26. Así, decimos: 6 + 30 = 36— 10= 26. Ahora busquemos la edad de la luna según la primera Epacta y la fecha 5 del octavo mes: 6 + 5 +8 =109, diez y nueve días tenía la luna el 5 de Octubre, y como 15 del mismo mes, decimos: 26 + 15 + 8 = 49 — 30 = 19: conforme. En consecuencia, para pasar del Calendario. Gregoriano al Juliano, se le aumentan días, y para pasar del Juliano al Gregoriano se des- cuentan. Ahora: ¿En qué día habría comenzado el siglo XXI ó sea el año de 2001 de la éra vulgar, si desde el principio del mundo hubiera regido el Calendario Gregoriano y no hubiera habido el error de Dionisio el pequeño? Para resolver este problema! hay que atender á que el año 4001 del mundo, un año después del nacimiento del Salvador, ó sea el 42 de Julio César, en la Tabla milenaria Gregoriana aparece con la domini- cal G, porque siendo bisiesto el año 4000 y sus dominicales A y G, ha- bría sido preciso hacer bisiesto al año 3999, para que el 4007 del mun- do, 4” de la éra vulgar lo fuera también, y así siguieran los años bi- siestos el orden que hoy tienen. Por lo tanto, al año 3999 le hubiera correspondido sus dominicales y B, al 4000 A y al 4001 G, y habría comenzado en lunes. Téngase presente. Así fácilmente se resuelve el problema, porque según el orden de las dominicales, en su revolución secular, después de la corrección Gre- goriana, son las letras G, B, D y F (véase la Tabla secular Gregoriana) de tal suerte, que si el año 4001 del mundo hubiera comenzado en lu- nes, el 1001 de la éra verdadera habría comenzado en jueves y el 2001 en lunes, como en efecto comenzará en este día como si no hubiera habido los cuatro años de diferencia, y como si siempre hubiera regido “ANTONIO ALZATE.” 63 el Calendario (Gregoriano: la razón de esto fué por los 10 días que se descontaron en la corrección Gregoriana. Mas queda por resolver otro problema de sumo interés, y es el si- guiente: Sien 100 años del Calendario Juliano hay 18 h. 40m. y 19s. de adelanto, que multiplicados por 16 siglos resultan 12 días y algu- nas horas y minutos más de difereucia, ¿por qué entonces cuando la corrección Gregoriana sólo se descontaron 10 y no 12 días? porque ya estaban descontados en los 2 años intermedios que quedaron en- tre el 4001 que hubiera comenzado en lunes y el 4004 en jueves, se- gún el Calendario Gregoriano; pero como hasta el año 4004 se contó el primero de la éra vulgar, quedan hoy sin contar dos días, martes y, miércoles, en que hubieran comenzado respectivamente el año 4002 y el 4003. Esta es la razón por qué para la investigación de un día de la sema- na se aumentan 2 unidades á los 59 siglos, que se dividen por 7. Daré otra razón más clara: si no hubiera habido el error de Dionisio el pequeño, en la corrección Gregoriana se habrían descontado los 12 dias justos; pero como fué lo contrario, se descontaron sólo 10, que- dando 2 días. : Me parece conveniente hablar algo del período Juliano. ¿En qué consiste la ciencia del período Juliano inventado por José Scaligero en el siglo XVI? El período Juliano se compone de 7980 años, y para investigar el número ciclo de un año propuesto se divide por 19, 28 y 15, cuyos re- siduos dan respectivamente el áureo número, el ciclo solar y la indic- ción romana del año en problema. Con el mismo período se resuelven otros muchos problemas con la exactitud misma que se pueden resolver con cualquier otro “período del número de años que uno quiera, sólo con la condición de que an- tes se averigúe cuales fueron el áureo número, el ciclo solar y la indic- ción del primer año del período propuesto. Condición que absoluta- mente no ha sido necesaria en el período Juliano, porque José Scaligero con su profunda é inimitable penetración pudo sorprender un período + cuyo primer año tuviese el número 1 por áureo número, ciclo solar é 64 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA indicción. Esta es la razón por qué también no hay que añadir al año propuesto ninguna cantidad, como sucede para investigar el áureo nú- mero de un año de la éra vulgar, que se le aumenta una unidad por haber sido 2 el áureo número del año de 1; ó se le aumentan 7, con- tado los años desde el principio de los 4000 antes de Jesucristo, por haber sido 8 el áureo número del año de 1 del mundo. Según esto, el periodo Juliano comienza 4709 años antes de Jesu- cristo, ó sean 710 antes del primero de los 4000 del mundo, y enton- ces el Salvador nació el 4710 del periodo Juliano, que concluye en el año 3267 de la éra vulgar y su áureo número, el ciclo solar y la in- dicción romana serán respectivamente el 19, el 28 y el 15. En conse- cuencia, en el año siguiente 3268 de la éra vulgar ó 7981 del período Juliano, comenzará un segundo periodo. Lo dicho hasta aquí se probará de la manera siguiente: 12 Que el año 3267 de la éra vulgar es el 7980 del período Juliano: del 7980 res- tamos los 3 años intermedios, más los 710 de aumento del mismo pe- riodo, la cantidad restante será 7267 del mundo, ó sean 3267 de la éra vulgar: 7980 — 3 — 710 = 7267. | 22 Que el primer año del período Juliano fué 1 el número de cada uno de los tres ciclos, se prueba: ya quedó demostrado que el año de 1 de los 400€ antes de Jesucristo le correspondió su áureo número 8, su ciclo solar 11, y por medio de una reglita que pondré al fin, pude in- vestigar que la indicción romana fué 6. Ahora veamos: 710 años di- vidanse por 19, 28 y 15, y los residuos respectivos serán 7, 10 y 5, es- tos tres números correspondieron á un año antes del primero de los 4000 del mundo, luego el número 1 fué el de los tres ciclos del primer año del periodo Juliano; por lo tanto, el año de 1 del mundo fué el 711 del mismo periodo, y el 4000 en que nació Jesucristo fué el 4710. 8? Que el año 3267 de la éra vulgar, ó sea el 7980 último del pe- ríodo en cuestión, le corresponden los últimos números de cada uno de los tres ciclos, es decir, el 19, el 28 y el 15, se prueba: á 3267 se le aumentan 4000 antes de Cristo, más los tres años intermedios, más el áureo número 7, el total se divide por 19 y no habrá residuo, lo que prueba que será el 19 áureo número. “ANTONIO ALZATE.” 65 Igualmente se procede para investigar de los otros dos ciclos, pero en lugar del número 7 se añade el 10 para el ciclo solar y el 5 para la indicción romana, siendo exacta la solución: 3267 + 4000 + 3 — 7 = 1277 —19=0. Ahora, 3267 + 4000 + 3 + 10 = 7280 + 28 =0. Para la indicción: 3267 + 4000 + 3 + 5=7275=15=0. Según el periodo Juliano: 7980 dividase por 19, 28 y 15, y el resultado será igual. Luego si hacemos esta misma operación con el año 3268 de la éra vulgar, ó sea el 7981 del período Juliano, se demuestra que en dicho año comienza un segundo periodo, Para investigar el número de alguno de los tres ciclos de un año cual- quiera, se cuentan Jos años transcurridos hasta el presente,y se dividen por 19, por 28 ó 15, según el ciclo que uno desea, si el residuo es cero al número ciclo del presente año sele aumenta una unidad y el total será el del año en problema; si el residuo es 1 entonces el número ciclo fué - igual al del presente año, si el residuo es más de 1 se substrae del nú- mero ciclo del presente año, y á la cantidad restante se le aumenta una unidad y ese será el ciclo del año propuesto. Ejemplo: La indicción romana del presente año 1902 es 15, pues veamos cuál fué la del año de 1 de la creación, que á la fecha son 7902 y se le au- mentan los tres intermedios, se divide por 15: 7902 +8 =7905 —15 = 10, Ahora, como la indicción del presente año es 185 —.10=5 + 1= 6, seis fué el número en problema. Otro ejemplo: ¿Cuál fué el ciclo solar del año 1872? A 1902 se cuentan 31 años, se dividen por 28 y el residuo será 3, mas como el ciclo del presente año es 7 —3=4 + 1= 5,Muego 5 fué el ciclo solar del año 1872. | ¿Cuál fué el áureo número del año 1602 de la éra vulgar? A 1902 han transcurrido 300 —19=15; pero como el 15 no se puede restar de 3 áureo número del presente año, decimos: 3 + 19 = 22—15=7 + 18, éste fué el áureo número de 1602; y se prueba, porque 7 que fué la diferencia se aumentan á los 300 + 7 =19=3, áureo número del presente año. ¿En qué se fundó José Scaligero para fijar un periodo de 7980 años? Memorias, T. XIX, 1902-1903,—5 66 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Se fundó en que después de 28 períodos de 19, ó sean de 532 años que resultan de la multiplicación de 28 X 19, el cielo solar número 1 vuel- ve á coincidir con el número 1 del ciclo lunar. También después de 28 períodos de 15, ó sean de 420 años, el nú- mero 1 de la indicción romana vuelve á coincidir con el ciclo solar número 1. : Ahora, 532 se multiplica por 15 y el producto será de 7980, después | se multiplica 420 por 19 y el producto será el mismo: 932 X 15 ="7980, y 420 X 19 =7980. La última palabra: Según este nuevo sistema, el método de Gauss para la investigación del día de Pascua en los años después de la co- rrección Gregoriana es muy exacto en la solución de sus problemas; * pero no sucede lo mismo para los años del Calendario Juliano. Veá- moslo prácticamente: Suficientemente queda demostrado que encontrada la Epacta de un año cualquiera del Calendario Juliano, nos da la edad de la luna con tanta precisión como la Epacta del Calendario Gregoriano, y así se pue- de averiguar la fecha del plenilunio de Marzo y con toda exactitud el día de Pascua. Por lo tanto, ya podremos resolver uno de los problemas más im- portantes de la Cronología Sagrada, y es. ¿En qué fecha murió Nues- tro Señor Jesucristo? ; Antes de resolver este problema hay que tener en cuenta lo siguiente 12 Que los judíos anualmente comían el cordero Pascual á los ca- torce dias del novilunio de Marzo, después de la puesta del sol. 22 Que del mismo modo que los judíos, Jesucristo celebró la Pascua «on sus discípulos el día 14 de la luna de Marzo, jueves, víspera de su muerte, según la narración de los Evangelistas. 32 Que siendo así que en el día jueves, vispera-de la pasión del Sal- vador fué el plenilunio de la luna de Marzo, esta es la seña caracterís- tica y la prueba para conocer si está bien resuelto el problema ó no. Luego hay que probar que el plenilunio de Marzo del año en que se “ANTONIO ALZATE.” 67 fije tan grandioso acontecimiento se verificó en jueves, pues de lo con- trario cualquiera que fuese la solución no sería exacta por no estar conforme con el Sagrado texto, mas como sólo el año 4747 del período Juliano, ó sea 78 de Julio César, 38 de la éra verdadera y 34 de la éra vulgar, fué el año único entre todos los que los cronologistas han fijado la muerte del Salvador, en que el plenilunio de Marzo se verificó en jueves, resulta que en“este año murió Jesucristo. Pruébese. Por todas las reglas y tablas respectivas de esta obrita, y aun por el periodo Juliano, se prueba que el áureo número del año 34 en proble- ma fué 16, su Epacta 26, y que su dominical fué (2, nadie podrá ne- garlo. Veamos qué edad tenía la luna el 22 de Marzo de aquel año: sune- mos la Epacta 26 + 22 = 48 — 30 =18, si diez y ocho días tenía la luna el 22, entonces el 18 fué el plenilunio, 22—4=18, Ahora en el €. Cronológico Sector número 5, letra C, aparece que el 18 de Marzo es jueves. Luego en el año 34 de la éra vulgar en jue- ves fué el plenilunio de la luna cuyo novilunio fué el 5 de Marzo, y por lo mismo se contó por la luna de Marzo y primer mes del año lunar, en el que debía celebrarse la Pascua según el precepto dado por Dios a Moisés. Entonces si el 18 fué la víspera de la pasión del Salvador, murió el 19 y resucitó el 21 de Marzo del año 34 de la éra vulgar !. Según el método de Gauss, resulta que murió el 26 y resucitó el 28 del mismo mes y año. ] Yo no sostengo ni repruebo opinión alguna, sólo me limito á expo- ner los resultados de mis operaciones según este nuevo sistema. Jesucristo nació, según los setenta, á los años del mundo. 5,228 SESUn Os Samaritanos: a LOS: osa decomandeo ae mee gas cala 00d as 4,293 9 Los Hebreos, 10840090 02 Odo 190.5 0.70 dan 3,992 y AUshery ánlósioges rios op. abs dae abb. sl. 4.004 a lasinantas Escrituras wa OS lara oia eo CAN 4,000 1 En aquel tiempo aún no se había fijado la Pascua entre el 22 de Marzo y el 25 de Abril. a, 68 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA En la Tabla siguiente se registran las dominicales y los números ci- clos que corresponden al primer año de cada una de las edades del mundo antes dichas, y el día de la semana en que habrían comenzado. . Investigación hecha conforme á las reglas de este tratadito. DE EI SE a 2 Según los setenta.......... 9,2291 'G Lunes... 110 “4 Lo 15 "16 "1 », "los Samaritanos.... 4,293 17 C*Viernes.. 261319 29"30 7, los Hebreos canes 3,992 12 F' Martes... 19: 14 16. 2627 SM Ro eE AO Martes RANA O ep aland O E nes IN AS » las Stas. Escrituras. 4,000 12 A Domingo 11 6 828 29.,, ra EXPLICACIÓN DE LA TABLA. Esta Tabla se llama universal porque en ella se encuentran el ciclo solar, las dominicales, fechas y días de la semana de todos los años, desde el principio hasta el fin del mundo y los más años que el hom- bre pudiera imaginarse, se registran como en la Epactal Milenaria, en- contrado el primer año de un siglo en cuya línea está su correspon- diente ciclo solar, su dominical y el día de la semana en que comien- za, de allí se siguén contando las líneas hasta encontrar el año que se desea y aun el día de la semana y la fecha de nn mes. Antes, hay que observar, por ejemplo, que en la línea Ciclo Solar 13, hay dos letras dominicales, F. E. para el primer año bisiesto de la Era Vulgar y en la siguiente línea hay e minúscula y D. para el pri- mer año bisiesto del mundo por comenzar el año de 1 en la 2* línea y entonces del año 3 del mundo su dominical es F. y del 4% e D. y asj para todos los demás años, según que correspondan á la Era ántes de Cristo 6 después. Ejemplo: ¿Cuál es el ciclo solar y la dominical del año 19 del mun- do y en qué día comenzó? TABLA UNIVERSAE DEL TIEMPO. Correspondencia del Ciclo Solar con el de las Dominicales y los días de la semana desde el principio hasta el fin del Mundo. Días L. Dom. C. Solar. yA E E E A p Y 17 A] Sabados: A da 0 Aden el NO SR RRA E O o O OO Dona cor da a le ie 1| 701 | 1401 | 2101 | 2801 | 3501 | | Un esa Gale 12 Martes opinan PERSISTE Y $ j Tuenessads E PS IM E ON a A A o OA 201 | 901 | 1601 Viernes lonscion (ia DALE 201 901 | 1601 | 2301 | 3001 | 3701 Sabados. B.| 16 | Domingo.........¡A.G.| 17 E | Mantes eta o rones Lasa diooa posiaoid Mecanica pusóod 10533 500 SOC 401 | 1101 | 1801 Miércoles ESTO sos 401.| 1101 | 1801. | 2501 | 3201 | 3901 Jueves osoonen DEEZO, Viemes'i2oc.....s CABE iZ 7 a Domino DA 22 asnos leds asas | peeteces [less osa Bess 701 601 | 1301 | 2001 Lines Cal ars 601 | 1301 | 2001 | 2701 | 3401 | Martes: ooues..oa F:[. 24 | _Miércoles........ EFD3N25 Y ao! Wiernesirocondos AAA o a o A A E e do 101 801 | 1501 Sabado..occocas La EA ee EME 101 801 | 1501 | 2201 | 2901 | 3601 Domingos Ac 28 | Lunes CAB Ada Ia E Miércoles........ 10: A AR o E E A e o a 301 | 1001 | 1701 JUEVES acaso DARRO 301 | 1001 | 1701 | 2401 | 3101 | 3801 Viernes C: 4 Sabado ou B. A. 5 E Pl e A a (E AO e A a A A A DOLO AAA 501 | 1201 | 1901 | Martes 10% IAEA 501 | 1201 | 1901 | 2601 | 3301 | 4001 Miércoles........ E. 8 . Jueves tana D. €: 9 Nota.—Las cifras que tienen una Y son de los años de la E. V. Memorias, T. XIX, 1902-1903.=Pág. 68, “ANTONIO ALZATE.” 69 Pues el año de 1 comienza en la línea Ciclo Solar 11 y desde esta se cuentan hasta completar 19 que sería en la línea Ciclo Solar 1 Do- minical G y comienza en Lunes. Esta misma línea servirá para el año 20 de la Era Vulgar y como este año es bisiesto serán G y F sus dos dominicales y para el año 20 del mundo la línea siguiente. ; También encontrado el Ciclo Solar de un año la dominical será aquella con la que está en correspondencia. Ejemplo: El ciclo solar del primer año del periodo Juliano le corresponde ser el 1 y este se en- cuentra en una línea donde está la dominical G; luego esta correspon- de á aquel año. Para los años después de la Corrección Gregoriana no corresponde el Ciclo Solar con las dominicales y días de la semana en dicha Tabla; pero una vez averiguado el Ciclo Solar de un año, des- contando tantas letras cuantos días tenga de diferencia el Calendario Gregoriano con el Juliano, se encontrarán la dominical y el día de la semana en que principió un año. Ejemplo: El año de 1901 le corres- ponde el ciclo solar 6, retrocediendo contamos trece letras por los 13 días que hay de diferencia entre uno y otro Calendario en el presente siglo comenzando por la G que está en la misma línea del 6, G, A, B, C, etc.: hasta la E que completa las 13 y la siguiente es F- que fué la dominical del año 1901 que principió en Martes. Es, en fin, esta Tabla el resumen ó el mapa universal de los tiem- pos, comprobando la exactitud de “Las reglas de Cronología práctica” por cuyos medios se pueden investigar las fechas y días de la semana si se quiere aún de 50 ó 100,000 años. RESUMEN. Esta obrita viene á formar una sinopsis de todos los tiempos, sin perder de vista un solo día, contiene siete reglas principales para la in- vestigación de fechas, días de la semana, letras dominicales, áureo nú- mero, epactas, ciclo solar é indicción romana, desde la creación hasta el fin del mundo; con una serie de tablas para el mismo objeto, en las que se demuestran hasta la evidencia la exactitud de dichas reglas, así 70 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA como la del orden de los años y de los meses conforme al calendario Juliano y al Gregoriano, marcando los días, horas, minutos y segundos que hay de diferencia entre las fechas y las epactas de uno y otro ca- lendario; hay otras muchas reglitas que, en su conjunto vienen á ser como otros tantos caminos para eruzar en todas direcciones por las es- carpadas montañas de la Cronología, resolviéndose muchos problemas importantes de dicha ciencia con una luz meridiana, que disipa la den- sa obscuridad de los tiempos. Cuyas soluciones, en cuanto es posible, están de acuerdo con Ch ta- blas de la Biblia y el Texto AB nidO y en absoluta conformidad con el periodo Juliano. Todo lo cual demuestra que la Sagrada Escritura está en la más per- fecta armonía con la ciencia, más como la ciencia es la verdad y ésta es el fundamento de la fe, nadie puede separarse de la Sagrada Escri- tura ó de la fe sin despreciar la ciencia y la verdad. Asi es que en cuestiones de tiempo, nadie puede presentar una an- torcha más luminosa que la de las Sagradas Escrituras. En vano, pues, los Geólogos buscan la edad del mundo en las entrañas de la tierra; en . vano los Cronologistas profanos la buscan en la Cronología Egipcia, en los fastos Consulares ó en los mármoles de faros, cuando nihil novum sub sole 6 como dice el Profeta rey David: mon novis Dómine non no- vis: sed nomins tuo da gloriam. (Ps CXII. V. 1). APUNTES SOBRE EL MINERAL DE NAICA, Por el Ingeniero de Minas LEOPOLDO SALAZAR S., M.S, A. Estos apuntes caben perfectamente dentro del cuadro trazado para los trabajos que la Sociedad “Alzate” lleva á cabo, con éxito notable, desde hace varios años; nó porque traigan nada nuevo en el terreno cientifico, sino porque, en pocas frases, son un resumen de estudio em- prendido con fines industriales y en el que su autor tuvo la fortuna de emitir un dictamen que los hechos han venido á corroborar completa- mente. Para justificar debidamente los anteriores conceptos, expondré en pocas palabras, los antecedentes de este estudio y los resultados obte- nidos. Con fecha 28 de Diciembre de 1899, presenté á la Junta Directiva de la Compañía Minera de Naica, el informe que en extracto, y con autorización de dicha Junta, doy á conocerá la Sociedad. Por aquel en- tonces, las propiedades de la Compañía estaban casi por completo aban - donadas, no existiendo sino pequeños trabajos en una sola de sus mi- nas. Tuve el honor y la fortuna de que la Compañía aceptara mis in- dicaciones y emprendiera trabajos formales; de cuyo hecho no tuve yo conocimiento sino hasta el día en que recibí la carta que copio á con- tinuación y que el Señor Presidente de la Compañía Minera de Naica, D. Manuel M. Díaz de León, tuvo á bien escribirme con fecha 30 de 72 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Octubre de 1900, desde San Pedro de las Colonias, Estado de Coahui- la, residencia de aquel caballero: “Muy señor mío y fino amigo: Sin ninguna de sus muy apreciables á que tener el gusto de referirme, sirve ésta para darle conocimiento de la marcha que ha seguido nuestro negocio de Naica, que Vd. tuvo la bondad de visitar, hace un año próximamente.—Siguiendo en todo, las indicaciones que se sirvió darnos en su informe, hemos caminado con muy buena suerte. Viendo la buena perspectiva que presentaban los labrados del Rayo, nos resolvimos á comprar esa propiedad y he- mos alcanzado depósitos considerables de metal de muy buena ley, Según sus instrucciones, pusimos la dirección de los trabajos al cui- dado de un Ingeniero Minero. Hicimos la apertura del Socavón de San Pedro, trazado por Vd., el cual comunicamos ya con los labrados de Colorada. En esta mina se han alcanzado depósitos de metal más abun- dantes que los del Rayo y de mejor ley. Las acciones, con un costo de $400, se han vendido á $2,500.00. Parece que con la profundidad que tenemos ya en los labrados, hemos pasado las capas de formación irre- gular de la superficie, comprobándose con esto la opinión de Vd. que, como posible, nos dió en su informe.—Todos los accionistas nos felici- tamos de haber encomendado á Vd. aquel trabajo y yo lo felicito muy sinceramente por su acertada opinión en el Mineral de Naica.—Me re- pito, como siempre, su afmo. amigo y S. S.—Firmado: Manuel M. Díaz de León.” A lo 'anterior me complazco en agregar que las acciones de Naica se cotizan actualmente (Enero de 1903) en el mercado de México, á $6,000.00. * La Sierra de Naica está cortada por el paralelo de 28? de latitud Norte y el meridiano de 7% al W. de la ciudad de México; dista como 52 kilómetros de la Estación de La Cruz del Ferrocarril Central Méxi- 1 Habiéndose retrasado la impresión de este estudio, puedo agregar que hoy (29 de Abril de 1903) se cotizan las acciones de Naica á $13,000. [Nota del Autor]. e “ANTONIO ALZATE.” 73 cano, al NW. de la cual se encuentra, y de la que la separa una llanu- ra inmensa que se extiende también hacia el N. y el S. de Naica, lla- nura sólo interrumpida por unas pequeñas eminencias, sobre el cami- no de la Cruz á Naica, conocidas con el nombre de “Los Picachos.”» Dicha situación topográfica facilita, como se comprende, la comunica- ción con la via férrea; pues siendo casi plano el terreno, no habrá difi- cultad en formar un buen camino, casi en línea recta, para toda clase de vehículos. : ] Hay otro camino, igualmente plano, y quizá más corto, á la estación de Conchos, que está más al N. de la de La Cruz. También hay cami- no para Santa Rosalía, que es la cabecera del Distrito de Camargo, al cual pertenece la Sierra de Naica; pero este camino, aunque bueno, es un poco más largo que los anteriores. , No es la pequeña Sierra un lugar de clima privilegiado, pero tam- poco es de lo peor; pudiendo ser calificado como frio en lo general. Se dice que las minas de Naica han sido trabajadas desde épocas re- motas, y hay en efecto ciertos labrados extensos en algunas minas de la Sierra; pero la localidad está actualmente en condiciones tan ma- las, * como si no hubiera sido jamás objeto de atención; pues no exis- te ni la más miserable choza, ni vestigio de que alguna vez la haya habido. Esto se debe sin duda, á que los mineros que se han aventu- rado por esta región, han tropezado con la dificultad que todavía se palpa, y es la falta de agua, sin cuyo elemento nadie ha osado estable- cer fincas de ninguna clase. En toda la llanura que rodea la Sierra, no se ha encontrado agua, sino al pie de los cerros de “Los Picachos,” en cuyo lugar existe una noria que abastece á los pobladores del rancho y á los mineros de Naica, que tienen que conducir el líquido en barri- les. El trayecto que con ese objeto se recorre, no excede de 20 kiló- metros. 1 Esto se refiere naturalmente á la época de mi visita, pues actualmente, aquel lugar que yo conocí, solitario y aislado, es uno de los centros mineros iraportan- tes del Estado de Chihuahua, advirtiéndose el movimiento que reina en aquella Sierra, según me han informado varias personas, desde la estación que la Em- presa del Central ha establecido expresamente para los servicios de la Compañía. 74 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA No sería difícil la ejecución de obras hidráulicas para conducir el agua desde “los Picachos” hasta el pie de la Sierra; pero habría que elevarla por medio de bombas á una altura de 15 ó 20 metros. En la Sierra misma puede ser difícil la construcción de una presa para rete- ner el agua llovediza, entre otras cosas, por estar el terreno muy lleno de fracturas. Al hacer el estudio económico de este negocio, entraré en pormeno- res respecto de estas empresas. Por lo dicho so comprende, que tanto la Sierra como los terrenos que la rodean, se caracterizan por una aridez desoladora; de suerte que ni la más pequeña pieza de madera para cualquiera de los usos que una empresa minera pueda requerir, se encuentra en esta localidad. a Sobre la extensa región que en parte de nuestros Estados de Chi- huahua y Coahuila ha sido reconocida como claramente cuaternaria, se destacan pequeñas fracciones que, á manera de ramificaciones ó desprendimientos, se separan de la masa cretácea que tiene su último límite reconocido en el famoso Mineral de Mapimí. Entre tales des- prendimientos de la importante formación, se hallan Sierra Mojada, Naica y algunos más; lo cual nos indica desde luego, que la Sierra á que este estudio se refiere, debe ser, en virtud de los rasgos caracterís- ticos de la formación geológica á que pertenece, un panino de criade- ros esencialmente plumbiferos. La roca exclusiva en la Sierra, es la calisa gris compacta, ligeramente veteada en algunos lugares. En todas las formaciones análogas de México se han reconocido criaderos metalíferos, que se caracterizan por la irregularidad de su lle namiento. Sería empresa ardua y tal vez fuera de lugar, entrar en considera- ciones para fundar la clasificación que doy á los criaderos de Naica. Además, un estudio que lleva como mira principal la realización de un negocio, considerado desde el punto de vista industrial, no puede abar- car las extensiones que se requieren, en pais poco explorado, para cla- sificar con exactitud su sistema de fracturas. “ANTONIO ALZATE.” 70 Hecha esta salvedad, creo que los criaderos de Naica pertenecen al grupo de flones de cavidad preexistente y llenamiento irregular. (Mo- reau.) En esta clase de criaderos es común observar variaciones en la distribución y orientación de sus minerales, llegando estas variaciones hasta el grado de hacerlos aparecer en ciertas partes como verdaderos criaderos regulares y simétricos; pero esta semejanza no persiste á me- dida que avanza la explotación y la repartición de los minerales en las cavidades en que se hallan, varía repentinamente, haciendo muy difí- cil la previsión que en otros casos, es hasta cierto punto posible. En esta clase de criaderos, según dice un geólogo notable, «lo más común es que las leyes que presiden á la distribución metalifera se nos ocul- ten; de tal manera que las irregularidades parecen ser la característica dominante.» Las consecuencias que lógicamente se desprenden de este sucinto estudio deben ser parte esencial entre los datos que tendré presentes al hacer el estudio económico del negocio; quedándome sólo por ha- cer constar que he observado en las minas de Naica, cierta disposición especial en lo tocante á la distribución de sus minerales y aunque es- ta opinión no se basa sino en los datos recogidos 4 pequeñas profundi- dades, bien pudiera ser que fuera susceptible de generalización; ó cuando menos, que sirviera de guía para las investigaciones subse- cuentes. Parece que el mineral se presenta bajo la forma de cintas ó capas casi horizontales (entre 10 y 30%), aunque de anchuras muy variables. Las fracturas irregulares en que se alojan estas capas, están en ciertos puntos conectadas con cavidades menos inclinadas, por las que se disemina la masa mineral que aparece en la superficie, bajo la forma de hilos casi verticales: Una de estas ramificaciones verticales parece ser la que se trabaja enla mina del Rayo, y otras, las que se lle- van en la Colorada II, en ambas con bastante espectativa. En cuanto á las capas horizontales creo que existen, la que considerablemente en- sanchada fué explotada en Dolores, y alguna otra encontrada en el So- cavón nuevo y que quizá esté por cortarse en el Rayo. Muy posible es que estas capas estén comunicadas por medio de ramificaciones verti- cales, no sólo con la superficie del terreno, lo cual es un hecho, sino 76 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA con otras capas más profundas, de suerte que, si esta opinión se llega á comprobar, la irregularidad de los criaderos de Naica podrá sujetar- se á ciertas leyes que ahora apenas se entreven. Los trabajos que existen dentro de las ocho pertenencias que tiene la Compañia son enteramente superficiales y de corta extensión. Al- gunos de ellos no pudieron ser visitados, por falta de caminos á propó- sito; pero estos fueron aquellos de notoria poca importancia, tales co- mo «El Carmen», «Guadalupe», «Sangre de Cristo» y alguna otra pe- «queña cata. En cambio, fué escrupulosamente visitada la mina del Ra- yo que, según puede verse en el Plano que levanté, ho está dentro de las pertenencias de la Negociación. * En esta mina existe uri cuerpo «mineralízado que mucho se asemeja á un criadero regular, sobre todo -en el tramo comprendido entre 26 y 33 metros de profundidad, arriba de cuyo tramo se ve la masa ferruginosa, que constituye el amplio «cuerpo antes citado, cruzada por hilos plomosos y cobrizos, siendo los primeros bastante ricos. En el Plano interior de esta mina, levantado con todo detalle, se verá la extensión que tienen los labrados, y tanto ¿por ese plano, como por el corte transversal que le acompaña, se com- prende la importancia que esta mina tiene para una futura explota- «ción. También fueron levantados los planos interiores de «La Colorada ID», «Los Estados» y «Dolores», todos los cuales constan en el Plano ge- neral. La Colorada II va sobre hilos de origen análogo á los del Rayo, aunque todavía no alcanza la profundidad de esta última. Esos hilos de La Colorada, se demarcan perfectamente en la superficie y están re- conocidos á unos 40 metros al E. por medio de una cata llamada «San Pedro» que está en la falda sur del cerro. «Los Estados,» es el nombre de una minita que á la profundidad de 10 metros que tieñe, no ha puesto de manifiesto nada interesante, sl 1 Según se ve en la carta inserta al principio de estos apuntes, la mina del Ra- yo ya pertenece á la Compañía, “ANTONIO ALZATE.” TE no son algunos manchones aislados de metal, que bien pudieran ser desprendimientos'de«la capa más formal que se explotó en la mina de Dolores, la cual es de las más antiguas de la localidad y se ve que fué- trabajada sin ningún cuidado; pues sus laboríos no sólo se resienten de la irregularidad característica del criadero, sino que también de la poca pericia con que fueron dispuestos. Parece que estos laboríos fue- ron en toda su extensión, sobre una capa mineralizada bastante uni- forme, que en partes se divide en dos más angostas. Esta capa tiene una inclinación media de 30% al NW.; de suerte que, siguiendo esa in- clinación, corresponde en el Rayo al punto donde la mineralización mejora, que es donde existe una labor de contra—cielo. Al nivel de la labor de los «Estados», pasa muy cerca la capa de «Dolores» y como tanto en estas minas como en el Rayo se nota alguna mejoría en la mineralización á esas profundidades, es indudable que los tres labra- dos empiezan á entrar á una región bien mineralizada y que debe ser objeto de atención. | Tengo datos de las leyes que acusaron algunas muestras de metales de la mina «Dolores,» tomados cuando esa mina se explotó. Esas leyes fueron: Plomo hi Plata Vicio dida elec o pe AB oon lab 4 041029-400 a toas che sis: COM roo JOY a OS 00054. 19b: 281101 Eo: 900 En cuanto á las muestras que yo personalmente tomé de las minas- con toda escrupulosidad, hé aquí los resultados que me dieron al en-- sayarlas: 78 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Au Pb. Ag. Gramos Cu. Zn. Núm. 1.—Pozo en el crucero E. n. 2, del Socavón nuevo........ 0 0.200 Núm. 2.—Metal cobrizo: cortado : en el crucero W. n. 2 del So- Cayón MuevOsaddse maca duna blenes 0 OU caos: 11 pe. Núm. 3.—Gabarro de la mina el : Rayo (pepenado)....ooooo coco. AUTE TES de SE Núm. 4.—Pozo del Rayo (en co- e Da 46.2) 4 0.830. 04.0.00, Núm. 5.—Tierras en el plan del pozo del Rayo (común)......... 46.9 0.480 0.00 Núm. 6.—Gabarro del plan del Rayo (EN COMÚN eancadsenmesnos 60.2 1.696 20.00 3.3 Núm. 7.—Pozo del Rayo (en co- A E SEU A ASNO o SOS 5.5 pS Núm. S.—Corral W. plan del (EN ed ol Soda 47. OOO aa Vds tai Núm. 9.—Corral S. del pozo del Rayo (en comUn) so. ioecone on 31.7 ODO a teca Ens as Núm. 10.—Corral N. del pozo del ; Rayo/(en Común)..o.cormono. 00 us anb souau) 0) CO) ua anb sou9u) S.H e “OS¿éN SOS¿ÉN OS “¿OS ¿EN | ( (y) ua anb souatu) SHEN (a) "SHYN (0) 1E49)-U9 anb sou9u) ¿SEN «SEN (O) us anb souat) SEN "S¿EN | : CO Y ¿ODPN ) *O9LUPABI OPLOR 19 OPUBUIO A anb sona) ¿O)DPN ) *ODIIPIJINS OP19]Y [9 OPuvuar og :URJ9S SOJ[9MS -1p so3sanduio) so] “epeyrunt] so ore [ep u9rose e] IS __EÉÉ—Bm _ Q PA => :9n31s ouoo “so3sanduoy sos1oAIp uo) sou -oron[os aronpoxd uspand “ous3ájxo +- O91uoqueo Opt? + O9IIP (ns OploR + 0j[aMsIp esos 9p 0jeuoq.e;) :01peno 9juemg3rs [o 1eu10] sowapod “1o119]ue O] Opuartunsoy ,“UQI9N[OS Y] PPP seta eos anb “arap sa ten3e ap peprjueo ey ejuavane anb epipatl y 9qt1[ 0pror £ 189 -19 u9 aslouoduioosop 4 uR1apua] “o.m3pnsojo.xd [9 pept[oe] seur uos Á “oros ap ojeJpy¡ns [9 “ou 104 ” “ANTONIO ALZATE.” 107 Por lo mismo, en las condiciones indicadas por las fórmulas (C) (D) se obtendrán soluciones conteniendo todos los compuestos nece- sarios para la disolución de los minerales que se encuentran asocia- dos, á veces todos y otras algunos, en los yacimientos de mercurio; y cuyas soluciones al alterarse, transformándose en las marcadas con las letras (E) y (F), perderán más ó menos sus propiedades disol- ventes. Estudiando las anteriores soluciones desde otro punto de vista, se puede concluir: que son todas reductoras, pues la mayor parte de los compuestos disueltos tienen esa propiedad. Veamos ahora cuáles son los datos geológicos que nos han guiado hasta aquí en este estudio, y que nos guiarán hasta concluirlo. Descripción de los criaderos mercuriales de Palomas y Huitzuco. El yacimiento mercurial en Palomas, del Estado de Durango, está situado á 80 kilómetros al W. de la ciudad de Durango, y en terrenos de la hacienda de Otinapa. Este criadero se encuentra en la zona de contacto de dos rocas eruptivas, que son: las rhyolitas y los basaltos. Las rhyolitas se extienden de las cercanias de Durango para el E. de la Mesa de Palomas, en cuyo lugar se estrecha esta formación rhyolí- tica, y á uno y otro lado de ella se encuentran los basaltos; en esa faja rhyolítica está el criadero. En el contacto de las dos rocas eruptivas, las rhyolitas están meta- morfizadas, y transformadas en una arcilla blanca, á veces manchada por el peróxido de fierro. Este metamorfismo se extiende desde el contacto de las rocas hasta el yacimiento de mercurio. El criadero está formado por una serie de venas de siliza amorfa irregulares é interrumpidas, que á veces se unen formando pequeñas bolsas, y otras se separan y se interrumpen, tanto al rumbo como á la profundidad. Estas venas silizosas se encuentran dentro de la arcilla, la que por lo general está silizificada al contacto de las referidas venas 108 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA En algunos lugares la siliza amorfa está íntimamente mezclada con el cinabrio rojo, mineral que la colora, y cuya coloración se observa: ó formando cintas dentro de las venas de cuarzo, ó repartida en él de una manera irregular, y pocas veces se encuentra toda la vena colori- da por el cinabrio rojo. Este mismo mineral se halla en algunas oque- dades, enteramente puro, formando incrustaciones. En los lugares en que las venas de cuarzo están mineralizadas por el cinabrio, la arcilla que se encuentra á los lados de la vena, y en una extensión variable á veces hasta de un metro, se halla también mineralizada por la impregnación del cinabrio. En algunas partes se encuentra el peróxido de fierro impregnando á la arcilla, en las cerca- nías de las venas de cuarzo, ó dando color á las mismas venas, unas veces junto con el cinabrio y otras donde este mineral no se encuen- tra. En varias partes del yacimiento se encuentran materias bitumi- nosas. La extensión horizontal de este criadero es pequeña, pues además de ser angosto como hemos dicho, sólo se halla entre los puntos lla- mados El Crestón y San Mariano, 300 metros, estando limitado al Es- te como al Oeste por rhyolitas muy poco alteradas. A la profundidad, y por los datos proporcionados por los trabajos de exploración, sólo se prolonga el criadero, aunque estéril, en el lugar llamado San Mariano,, en el que se halla, hasta los 30 metros de profundidad alcanzados por los pozos, el “Hueso” ó sea la arcilla silicificada, atravesada á las ve- ces por cintas cuarzosas. En todo el resto del criadero, de San Maria- no para el Crestón, á los 6 ú 8 metros de profundidad, sólo continúa la arcilla blanca, á veces con óxido de fierro. | La proporción de mercurio contenida en los minerales extraídos de este yacimiento es muy variable, pues la impregnación de la arcilla es muy irregular, como lo es también la coloración de la siliza debida á la presencia del cinabrio, y por lo mismo varía la riqueza de los mi- nerales, desde un 0,05 hasta un 5 por ciento de mercurio, y en muy raros ejemplares se obtiene el 40 por ciento del referido metal. La proporción media, ó sea la ley en común de los minerales extraídos de este yacimiento, es de 0.5 por ciento de mercurio, estando el cina- “ANTONIO ALZATE.” 109 brio acompañado de muy pequeña cantidad de mercurio nativo y de un poco de betún. Por los datos indicados antes se comprende que la edad de este ya- cimiento es terciaria, posterior á la de la emisión rhyolítica, y está en relación con la de los basaltos. La asociación de la siliza con el cinabrio en una mezcla tan íntima como se observa en este criadero, en el cual se ve el cuar- zo colorido por el cinabrio, aleja desde luego la idea de formación de este criadero por sublimación, pues estos dos minerales tienen propie- dades distintas: la siliza es inalterable y fija á la acción del calor, y el cinabrio se sublima á baja temperatura. Por otra parte, el encon- trarse silicificada la arcilla en que arma el criadero al contacto de las venas de cuarzo, prueba la acción de las aguas termales que circula- ron antes por los conductos que ahora son venas mineralizadas, y más claramente se explica esta circulación al estudiar la cueva llamada Crestón, y que se encuentra en la parte más alta de este criadero, pues allí está la siliza tapizando las paredes de la gruta, y tal como la de- positan las aguas termales cuando la tienen en disolución. La forma del criadero en delgadas venas irregulares, y las razones anteriores, son motivo suficiente para decir: que este criadero fué formado por la circulación de aguas termominerales, que depositaron una parte de los compuestos que tenían en disolución al atravesar por las litoclasas abiertas en la roca metamorfizada, grietas que sirvieron de conducto á las referidas aguas para salir al exterior, y derramar probablemente en el lugar llamado Crestón. Pasemos á describir ahora el yacimiento mercurial de Huitzuco, que se encuentra á 28 kilómetros al Este de Iguala, y á un kilómetro al Sur del pueblo llamado Huitzuco. Este criadero se halla en las calizas mesocretásicas que se extienden de Cacahuamilpa, por el Noreste de Tetipac y Tehuilotepec, para Bue- na Vista, Cerro Jumil, Iguala y Huitzuco. Estas calizas cretácicas es- tán limitadas al Poniente por las andesitas de Noxtepec y Taxco. En las calizas antes mencionadas se encuentran varias grutas for- madas por la circulación de las aguas superficiales, y entre las cuales y) 110 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA merece especial mención la llamada Cacahuamilpa, tanto por sus no- tables dimensiones, como por las caprichosas figuras formadas por las estalactitas. En estas calizas se encuentran litoclasas ensanchadas por la circulación de aguas termales y rellenadas por minerales, las cuales constituyen los criaderos metalíferos que se hallan tanto en Buena Vista como en Huitzuco y otros lugares cercanos. Acompañan al cinabrio en este criadero: la livingstonita (sulfoanti- monito de mercurio), la pyrita, el azufre, el yeso, y á veces, aunque en pequeña cantidad, la metacinnabarita (sulfuro negro de mercurio). Se encuentra también en el relleno la arcilla ferruginosa impregnada por el cinabrio, y tanto los minerales como la roca en que arma el criade- ro están impregnadas por materias orgánicas. A varios niveles, pero sobre todo á los 180 metros de profundidad, se observaron desprendimientos gaseosos de ácido sulfídrico. En la parte superior de estos yacimientos están oxidados tanto el sulfoanti- monito de mercurio como la pyrita, y dentro del criadero se encuen- tran varios huecos, ó cavidades vacías, tapizadas por carbonato de cal cristalizado. Este yacimiento está formado por una serie de grandes bolsas, ali- neadas á la profundidad, y con una sección horizontal de 50 por 80 metros hasta los 250 metros, profundidad que tenía la mina La Cruz en el año 1898. El relleno en la parte superior está formado por una arcilla roja impregnada de cinabrio, como se ve en las minas de la Bella Unión, muy cercanas á la llamada La Cruz, y cuyas minas se denominan: San Estéban, San Bartolo, San Simón, Guadalupe, Santa Cecilia y el Carmen. Cortando á estas arcillas ferruginosas, se encuentran hi- los de carbonato de cal, á veces colorido por el cinabrio. Este mine- ral se halla á veces cristalizado en las arcillas mencionadas. Además de la calcita se halla el yeso formando cintas irregulares y acompaña- do por el azufre cripto-cristalino. Más abajo se encuentra la livingsto- nita oxidada llamada barcenita; y 4 mayor profundidad, está la livings- tonita acompañada por la pyrita, el yeso, el azufre, y el carbonato de cal. “ANTONIO ALZATE.” 111 + La distribución de los minerales mencionados en el relleno del cria- dero es muy irregular, tanto horizontalmente como á la profundidad, pues en tramos grandes sólo se encuentra la livingstonita con poco yeso y azufre; y en otros, domina la calcita, el yeso y el azufre, con poca livingstonita y cinabrio. La impregnación de la arcilla ferrugino- sa es también muy irregular, encontrándose tramos muy ricos en ci- nabrio rodeados por arcilla del todo estéril. Desde la mina La Cruz hasta la llamada El Carmen, ó sea en una distancia de un kilómetro, se encuentran en la superficie del terreno varios lugares en donde aparecen las arcillas ferruginosas impregna- das por el cinabrio, y en estos lugares se han abierto tajos para la ex- plotación, como son los llamados: San Bartolo y Guadalupe. En este mismo terreno existen grutas vacías, de las cuales se des- cubrió una, casualmente el año de 1891, cuando después de un fuerte aguacero se abrió un boquete en la mina de La Cruz, á los 90 metros de profundidad, y por ese boquete entró á la mina una gran cantidad de agua, invasión que se repetía siempre que llovía, lo cual obligó á investigar cuál era la boca superficial de esa gruta ó cavidad, la que se encontró cercana al pie del terrero, y abajo del lugar ocupado por la Oficina Metalúrgica. En esta parte existía una grandísima oque- dad, cuyo fondo estaba agrietado y en comunicación con una cavidad interior, bastante grande, á juzgar por la gran cantidad de agua que pudo almacenar antes que se abriera el boquete que la puso en co- municación con los labrados de la mina La Gruz, que en aquella épo- ca se inundaron por completo. La proporción de mercurio contenida en los minerales extraídos de estos yacimientos es muy variable, y ha disminuido con el aumento de profundidad de las labores, pues en los altos de la mina se obtenían minerales con 5 y 10 por ciento de mercurio y 40 por ciento de anti- monio, y álos 250 metros, la proporción era sólo de: 0.75 á 1 por ciento de mercurio, y 10 por ciento de antimonio. El azufre se halla irregularmente repartido en el criadero, como también el cinabrio en las arcillas superficiales, las cuales tienen en 112 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA los tramos mineralizados, desde 0.25 hasta 3 y 5 por ciento de mer- curio. La asociación del cinabrio con el carbonato de cal, calcita que en estos yacimientos se encuentra colorida por el sulfuro rojo de mercu- rio, revela desde luego que estos criaderos no se formaron por subli- mación, puesto que esos compuestos tienen propiedades muy distintas: el primero se sublima fácilmente, en tanto que el segundo no es vo- látil, y sí se descompone con desprendimiento de ácido carbónico. Si á lo anterior se agrega, la presencia del yeso en el mismo criadero, y sabiendo que el sulfato de cal no es volátil, no puede atribuirse á la acción del calor, la formación de estos criaderos; y en cambio, la cir- culación de aguas termo—minerales que depositaron una parte de las substancias que contenían en disolución, nos explicará fácilmente la génesis de los referidos yacimientos. La edad de los yacimientos mercuriales de Huitzuco es relativamen- te moderna, pues su formación es posterior al depósito de las calizas mesocretácicas, y está en relación probablemente, con la emisión an- desítica terciaria que forma los levantamientos dé Noxtepec y Taxco. Por los datos anteriores se comprende: que tanto el yacimiento de Palomas como los de Huitzuco, son de formación relativamente re- ciente; y lo mismo podríamos decir del criadero mercurial de Tepe- yopulco, cerca de Cuernavaca, en el Estado de Morelos. Las anterio- res afirmaciones están de acuerdo con lo que indican los Sres. Fuchs y De Launey * cuando dicen: que los yacimientos de mercurio pare- cen ser por lo general de formación muy reciente, como se puede afir- mar para los de Idria, que son postcretácicos, los de California pos- miocenos, y los de Italia terciarios. Después de indicar los datos geológicos anteriores, prosigamos nues- tro estudio relativo á la génesis de los criaderos mercuriales ya des- critos ligeramente. 1 Ed. Fuchs et L. De Launey, Traité de Gites minéraux et métalliferes. Paris 1893. Tomo 2? pág, 671. “ANTONIO ALZATE.” les Fx Génesis de los yacimientos mercuriales, Vemos por una parte, que estos criaderos mercuriales han sido for- mados por la circulación de aguas termominerales; y sabemos por otra, que por lo general estos yacimientos son de edad relativamente moderna. En vista de estos datos, debemos buscar la causa de la for- mación de estos criaderos, entre las últimas manifestaciones de la ac- tividad volcánica. Entre los últimos fenómenos del volcanismo se encuentran las emi- siones gaseosas, conocidas con el nombre de fumarolas, las que pri- mero secas ó anhidras y de elevada temperatura, llegan á ser más tar- de constituídas por el vapor de agua, á temperatura inferior de 100%C., y contienen ácidos carbónico y sulfídrico, siendo la presencia del úl- timo, la que ha hecho conocer estas fumarolas frías con el nombre también de sulfídricas. Estas fumarolas condensadas á las veces por la diminución de presión y temperatura, llegan hasta la superficie en forma de aguas termales sulfurosas, y brotan por manantiales que se- gún Elie de Beaumont ! , deben considerarse como volcanes privados de toda otra facultad que no sea producir emanaciones gaseosas, las cuales en la mayoría de los casos llegan á la superficie transformadas en aguas minerales. Las fumarolas frías ó sulfídricas contienen, según Lapparent: 2 además de una pequeña cantidad de aire, un 5 por ciento de ácidos sulfídrico y carbónico. Estos gases se encuentran, como dijimos antes en varios yacimientos de mercurio, y en el de Huitzuco se desprende á varios niveles el ácido sulfídrico. Las aguas termales sulfurosas, producidas por la condensación de las famarolas frías, al circular por las grietas que las conducen á la superficie, atacan á las rocas en su trayecto, y forman productos di- versos según es la composición de las referidas rocas. En efecto, al 1 Lapparent 2? Edición-Paris 1885, pág. 431, 2 Lapparent ld. Td. págs. 327 y 328. Memorias, T. XIX, 1902-1903,—8 114 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA obrar las aguas que contienen ácido carbónico sobre los feldespatos, producen carbonatos alcalinos ó alcalino-terrosos, disuelven una par- te de la siliza, y dejan como residuo un producto análogo al kaolin, transformación que es conocida con el nombre de kaonilización. | Las mismas aguas carbónicas al obrar sobre las calizas, las disuelven en parte, formando bicarbonato de cal, y queda como residuo un pro- ducto arcilloso de color rojizo. 2 Por lo tanto, como resultado del ata- que de las rocas feldespáticas por el ácido carbónico, las aguas terma- les sulfurosas contendrán: además de los ácidos carbónico y sulfidrico, carbonatos alcalinos y á veces alcalino-terrosos. Estos compuestos obrarán entre sí como lo iudican las reacciones antes estudiadas. Por olra parte, como en las fumarolas frías sólo existe una pequeña can- ¿idad de oxígeno, podemos decir: que por la acción de las fumarolas sulfídricas sobre las rocas feldespáticas, se formarán soluciones conte- niendo los compuestos indicados en las fórmulas (C) ó (D), según que domine el ácido sulfidrico ó el ácido carbónico; que además de esos compuestos, habrá en las soluciones cierta cantidad de siliza y de car- bonato ácido de cal; y que estas soluciones naturalmente formadas son aptas, como dijimos antes, para disolver á todos los minerales que se encuentran asociados en los yacimientos de mercurio. Sigamos ahora á estas aguas termales en su trayecto interior hasta llegar á la superficie, y estudiemos la serie de reacciones que se veri- ficarán, tanto entre las substancias contenidas en las soluciones, como al atacar las mismas aguas á las rocas por cuyas grietas circulen; y veamos después cuál es la acción que ejercen sobre estas soluciones termo—minerales, las aguas de la superficie y el oxígeno del aire. Para proceder en orden en el resto de nuestro estudio, considerare- mos dos casos: primero, cuando las referidas soluciones termo—mine- rales sólo circulen por rocas silisosas, como sucede en Palomas; y se- gundo, cuando la circulación se verifica también por calizas, como su- cede en Huitzuco. 1 La: parent. Obra citada, p3gs. 327 y 328 2 1d. Id. pág. 330. “ANTONIO ALZATE.” 115 En el primer caso, en que la circulación de las aguas se verifica por fracturas ó grielas abiertas en las rocas silizosas, las aguas primero carbónicas y sulfidricas con pequeña cantidad de oxígeno, tendrán después en disolución, conforme á las indicaciones anteriores: sulfu- ros y sulfidratos alcalinos, carbonatos, sulfatos, thiosulfatos alcalinos, y siliza disuelta en el ácido carbónico y en el carbonato de sosa. Ade- más, el protóxido de fierro contenido en esas rocas, y que el ácido carbónico disuelve formando bicarbonato de fierro, se transformará en bisulfuro de fierro (pyrita), por la acción lenta del ácido sulfídrico so- bre el bicarbonato de protóxido de fierro en la solución muy diluída !*, y esta pyrita quedará disuelta en el sulfuro y sulfidrato de sodio. Continuando estas aguas en su acción lixiviadora, seguirán atacan- do á las rocas en su trayecto, é irán disolviendo: á la pyrita, á la chal- copyrita, y los sulfuros de antimonio ó de arsénico, que suelen encon- trarse en esas rocas eruptivas. En efecto, las pyritas de fierro y de co- bre se hallan como inclusiones, no sólo en las rocas antiguas como las dioritas, 2 sino en las rocas volcánicas modernas, como las lavas basálticas; y el arsénico y el antimonio se encuentran también en cier- tas rocas eruptivas modernas, 3 como los basaltos de Kaiserthal. Además de los sulfuros metálicos que estas aguas termales pueden disolver en su trayecto por las rocas eruptivas, se encontrarán también disueltos en esas aguas, los sulfuros metálicos contenidos en las fu- marolas, en cuyas emanaciones se encuentran á veces, el arsénico y el antimonio con el mercurio, como sucede en las sulfataras de Pouz- zoles, * y todos estos sulfuros se disolverán en las aguas termales, cu- ya composición indican las fórmulas (C) y (D). Concretándonos al caso del criadero de Palomas, y juzgando por los minerales que se han descubierto hasta ahora con los trabajos mine- ros exploradores, puede decirse, que las aguas que circularon por esas grietas contenían: además de los compuestos de la fórmula (D), sul- 1 Alb. Von Groddeck Traité des Gites métalliferes, traduit de l'allemand par H. Kuss. Paris, 1881, pags. 390 y 400. 2 Id. Obra citada, pags. 197 y 380. 3 Fuchs y De Launey. Ubra citada. Tomo 2", pág. 191. 4 Fuchs et De Launey. Obra citada. Tomo 2? págs. 191 y 669. 116 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA furo de mercurio (cinabrio), bisulfuro de fierro (pyrita), y gran canti- dad de siliza. Continuando las aguas anteriores en su circulación ascensional, de- bieron encontrarse en circunstancias que las obligaron á depositar una parte de las substancias que contenían en disolución. Muchas son en verdad las causas que pudieron motivar esta precipitación, y de estas causas son unas generales, y otras dependen de las condiciones espe- ciales en que se encuentren los conductos por donde las mismas aguas circulan. De todas estas causas consideraremos las principales, y sobre todo las aplicables á los criaderos cuya génesis estudiamos. Al ascender las aguas por los conductos que siguen para llegar á la superficie, su temperatura y presión van disminuyendo, y por lo mis- mo se va depositando la siliza disuelta en el carbonato de sosa, pues como dijimos antes, el enfriamiento de esta disolución ocasiona la pre- cipitación de la siliza. Además, al introducirse una parte de estas aguas por los poros ó grietas de las rocas de los respaldos, aislándose por lo tanto de la circulación general, sufrirán esas aguas un enfriamiento al contacto de estas rocas, y la siliza se depositará en esos tramos per- meables, impregnando á las mismas rocas, ó rellenando á las grietas pequeñas que se encuentren cercanas á las que sirven para la circula- ción general. El ácido carbónico contenido en la solución mineralizante, conti- nuará su acción sobre los silicatos de las rocas, transformándolos par- cialmente en carbonatos; y al disminuir la cantidad de este ácido li- bre, se transtornará el equilibrio químico de la solución (D), se for- mará mayor cantidad de sulfuros alcalinos, los cuales llegarán á domi- nar en lasolución, y el ácido sulfídrico libre irá también disminuyendo. Esa diminución del ácido carbónico libre en la solución, originará el depósito de cierta cantidad de siliza, antes disuelta en este ácido; y tanto por esta causa, como por la diminución de la temperatura, se irá depositando la siliza tanto en los conductos de circulación general, co- mo en las grietas que de ellos se aparten, y se silicificará también la roca de los respaldos. Además, al disminuir la temperatura de la solución, se depositará “ANTONIO ALZATE.” M7 cierta cantidad de cinabrio y de pyrita, puesto que estos minerales son insolubles en frío en el sulfidrato de sodio (NaSH+-Aq), en cuyo sul- fidrato se disuelven en caliente. 1 Continuando su ascenso llegarán á mezclarse estas aguas profundas con las subterráneas superficiales, y en los lugares donde se haga esta mezcla, se verificarán varios fenómenos. En efecto, las aguas superfi- ciales además de diluir á la solución mineralizante, la alterarán por la acción del oxigeno que contienen; y estas dos causas combinadas deben ocasionar un depósito de pyrita y de cinabrio, pues al diluirse la solución (D) perderá en parte sus propiedades disolventes, tanto porque los sulfuros alcalinos se descomponen en álcali y ácido libre, como porque los sulfuros metálicos son poco solubles en las solucio- nes diluídas de los sulfuros alcalinos. Al oxidarse la misma solución (D), tenderá á transformarse en la (E) ó (F), los sulfuros alcalinos se cambiarán en thiosulfatos, y por lo tanto la solución habrá perdido en parte la propiedad de disolver á los sulfuros metálicos. Los depósitos anteriores de siliza, cinabrio y pyrita, irán rellenando los poros de la roca y las grietas por donde se verifique la circulación de las aguas, y además este depósito irá aumentando á medida que progrese la oxidación de la solución (D), lo cual se verificará: ó bien por su mezcla con las aguas aireadas superficiales; ó bien al penetrar la solución por oquedades llenas de aire; ó al llegar estas aguas á la superficie, y ponerse en contacto directo con la atmósfera. Por la oxidación de la solución (D) podrá depositarse también azu- fre, pero es necesario para que esto suceda, que exista en esa solución polisulfuro de sodio (Na”S”) en cantidad notable, pues la oxidación del protosulfuro y del bisulfuro de sodio (Na*S? (Na*S”) no producen azu- fre libre, como dijimos antes (reacciones 10). El mismo depósito po- dría producirse, si en la solución (D) existiera gran cantidad de ácido sulfídrico libre, puesal oxidarse este ácido produce, agua y azufre (reac- ción 8), y si en la solución no existe una cantidad bastante de proto- sulfuro de sodio, que al, transformarse en polisulfuro (reacción 9) to- 1 Arthur M, Comey. Obra citada, págs. 231 y 202, 118 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA mara todo el azufre libre, el exceso de éste formaría un depósito. En el caso del criadero de Palomas, es de suponerse que la solución (D) no contenía exceso de ácido sulfídrico libre ni de polisulfuros alcali- nos, puesto que no existe el azufre nativo en la parte exploradora del criadero, no obstante que esa parte como superficial. es la zona de ma- yor oxidación. Las litoclasas por las cuales circularon las aguas mineralizantes en Palomas (Durango), son bastante estrechas é irregulares, como hemos dicho; además el terreno está poco agrietado y por lo mismo es escasa la circulación subterránea de las aguas superficiales. Por lo anterior se comprende, que el depósito mineral tuvo que ser relativamente pe- quefío, pues era muy reducido el espacio que las aguas mineralizantes podían rellenar; y además, la oxidación de los compuestos contenidos en estas aguas tuvo que ser lento, y debido más bien al contacto di- recto con la atmósfera, que á la acción del oxigeno de las aguas super- ficiales; y por esto es que el cinabrio se depositó de preferencia en la zona enteramente superficial del yacimiento. Se comprende fácilmente que las aguas termales que circularon en Palomas, debian contener una gran cantidad de siliza en disolución, puesto que en su trayecto atravesaron entre rocas escencialmente sili- zosas, como son las rhyolitas; y por lo mismo, la mayor parte del de- pósito formado por esas aguas silizosas, fué constituido por la siliza que rellena á las venas que constituyen al referido criadero. El cinabrio, aunque contenido en la misma solución que la siliza, se encontraba sin duda en cantidad muy pequeña comparada con esta última, y para que ese cinabrio se depositara en la parte superior del yacimiento era preciso como hemos visto que la solución se oxidara, Por lo tanto, el cinabrio debió depositarse con irregularidad y de pre- ferencia en los lugares en que esta oxidación fuera más enérgica, co- mo sucede al contacto de los cuerpos porosos. Así se explica el que las venas de cuarzo se hayan teñido de cinabrio en las cercanías de las partes muy porosas de la roca de los respaldos, como sucede en este yacimiento, pues se observa en él, como dijimos antes, que en los Ju gares en que las venas de cuarzo contienen cinabrio, la roca de los res- “ANTONIO ALZATE.” 119 paldos y hasta un metro de distancia normal á la vena se encuentra mineralizada, siendo mayor la canlidad de cinabrio contenido en es- tos tramos de roca que la existente en la vena cuarzosa cercana. La porosidad de la roca en estos lugares, facilitó la oxidación de las so- luciones, y el depósito de cinabrio debió verificarse de preferencia en estas rocas, que como superficiales y porosas facilitaron la oxidación de las aguas mineralizantes. Al estudiar la génesis de este criadero, no hemos tenido en cuenta la acción del oxígeno sobre el ácido sulfídrico, que al estado gaseoso puede desprenderse de la solución mineralizadora, porque debió ser muy pequeña la cantidad de este ácido y como veremos más adelante, el resultado de ese ataque es la formación de azufre, ácido sulfuroso, y ácido sulfúrico (S) (SO?) (H*SO?); y como estas substancias al obrar sobre el carbonato de sosa existente en la solución (D), producirían: thiosulfato y sulfato de sosa, y estas dos sales existen ya en la referi- da solución que hemos estudiado, ningún elemento nuevo se introdu- ciría en la série de reacciones ya indicadas, y por lo mismo en nada habría que cambiar los razonamientos que hemos expuesto, relativos á la génesis del criadero de Palomas. La acción del ácido sulfúrico, del ácido sulfuroso, y del azufre, so- bre el carbonato de sosa, puede expresarse por las siguientes fórmulas: (quito) Na*CO*+H*SO0'=Na'sSO0'+C0*+.H*0 reacción exotérmica que desarrolla+-13.6 calorías, según el siguiente cálculo: Na? +C+0* disuelto, desa- Na? +5S+0* disuelto, desa- OE a e ADA! A SA ILITD H” +5S+0* ld. Id............ FAO ld lo la a ad Rd 102.6 Vara Lo ro A AA 69.0 SU 485.2 SUM 498.8 Diferencia= 13.6 (12) Na? CO'+SO'=Na*SO' +C0* S5+ Na?SO0'=Na?s?0? 120 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA — mmmmeepp e reacciones que se verifican en la preparación del sulfito neutro, y del thiosulfato de sosa. 1. Pasemos ahora á considerar el caso en que la solución (C) circule por rocas calizas, como sucedió en Huitzuco, y en cuyo caso tienen que verificarse las siguientes reacciones. El ácido carbónico contenido en la solución disuelve al carbonato de cal, transformándolo en bicarbonato. 2? Esto se observa cuando se hace pasar en el agua de cal una corriente de ácido carbónico, pues primero el liquido se enturbia á causa de la formación del carbonato de cal, y después desaparece poco á poco este depósito, y el líquido se aclara, cuando se disuelve el carbonato de cal por la acción del ácido carbónico en exceso. De esta disolución se precipitará el carbonato de cal cuando se volatilice el ácido carbónico, ya sea por la acción del calor ó por la evaporación lenta de la referida solución. $ Por la acción anterior del ácido carbónico sobre el carbonato de cal, se transtornará el equilibrio químico de la solución (C) como lo he- mos indicado en las páginas 99, 105 y 106 de este estudio, y en esa solución dominarán después, los sulfuros alcalinos. Sabemos por otra parte, que el sulfuro de sodio en presencia del carbonato de cal, se transforma en sulfuro de calcio y carbonato de sosa: a3) Na?S+Ua CO'=CaS+Na*co* reacción exotérmica que desarrolla 4-4.0 calorías, considerando todos estos compuestos al estado sólido: Na?+S sólido desarrolla... 88.4(Ca+S sólido, desarrolla..... 92.0 Ca+C+0%* Id. Id............ 269.2 Na*+C>+-0* ld. Id......... ... 269.6 lO SUM Acta secos 361.6 Diferencia= 24.0 calorias. 1 Louis Serres. Obra citada, págs. 400 y 401; y L, Troost. Obra citada, pág. 481. 2 Wagner et L. Gautier. Nouveau Traité de Chimie industrielle. Paris, 1878, To- mo 1? pág. 790 y C. I. Istrati. Cours de Chimie. Paris, 1895, pag. 263. 3 Louis Serres. Obra citada, pág. 437. “ANTONIO ALZATE.” 121 Esta reacción se verifica en uno de los métodos de fabricación in- dustrial del carbonato de sosa. 1 El carbonato de sosa producido por la reacción anterior, se trans- formará (reacción 1) en sulfuro de sodio y ácido carbónico, por la ac- ción del ácido sulfídrico, que en notable exceso debió existir en las aguas mineralizantes que circularon en Huitzuco, puesto que todavía se desprende este ácido en el referido yacimiento. Este sulfuro de so- dio obrará de nuevo sobre el carbonato de cal, formando sulfuro de calcio y carbonato de sosa; y las transformaciones anteriores continua- rán hasta llegar á un estado tal, en que la cantidad de sulfuro de so- dio regenerado á cada instante, conforme á la (reacción 1), sea igual á la cantidad del mismo sulfuro destruido en igual tiempo, conforme á la reacción (13), y en la solución final existirán tanto los sulfuros de sodio como los de calcio. El sulfuro de calcio producido por la reacción anterior, obrará so- bre el thiosulfato de sosa contenido en la solución (C), y formará thio- sulfato de cal y sulfuro de sodio: (14) Na*S'0*4-CaS=Ca5"0*+-Na?S reacción exotérmica que desarrolla 4-2,4 calorías, conforme al siguien- te cálculo: 2 Na?S*0* disuelto, desarro- CaS*0*? disuelto, desarrolla.. 248.8 Ma 200 Nasosld. dis 092 Casi Ta da es Aba E 19150 bleu: ; —— SUMA 100250 SUMa........ 349.6 Diferencia =+2.4 calorias. La reacción anterior tiene lugar en el procedimiento de lixiviación de los minerales de plata, cuando la disolución se hace con el thiosul- fato de sosa, y la precipitación con el sulfuro de calcio. La reacción 1 C. I. Istrati. Obra citada, pág. 240; L. Serres. Obra citada, pág. 405; y Troost. Obra citada, pág. 474, 2 Datos térmicos de los hiposulfitos calculados por la ley de las constantes tér- micas de Tommasi, pág. 856 de la Obra cilada, 3 Valor tomado de Berthelot, Obra citada, Tomo 1? pág. 381, 122 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA anterior fué estudiada por Stetefeldt, * y es perfectamente cierta según Collins 2 cuando los minerales lixiviados contienen un exceso de cal. Por otra parte, Collins hace mención también de las siguientes reac- ciones: el thiosulfato de cal, por la acción del sulfato de sosa, que en nuestro caso está contenido en la solución (C), se transforma según Hofman, en thiosulfato de sosa y sulfato de cal, cuyo sulfato se disuel- ve en el thiosulfato de sosa, como dijimos antes (página 97). Esta diso- lución del yeso es acompañada según Schnabel, por una doble des- composición parcial, con formación de sulfato de sosa y un thiosulfato doble de sosa y cal. En las circunstancias de Huitzuco, en donde la circulación de las aguas se verificó entre calizas, las transformaciones anteriores tenderán hacia la formación del thiosulfato de cal, el que: llegará á dominar en la solución; pero también se encontrará en ella el thiosulfato de sosa, puesto que en la solución (C) existe el sulfato de sosa, y la presencia de esta última sal como vimos antes, ocasiona- rá la descomposición de una parte del thiosulfato de cal, con forma- ción de cierta cantidad de thiosulfato de sosa, y la solución resultante contendrá según esto una mezcla de los dos thiosulfatos. Una solución con esta mezcla, se obtiene en la generalidad de los casos, cuando se lixivian con thiosulfato de sosa los minerales que tienen matriz ca- lizades Como se comprende por lo anterior, la solución (C) que hemos considerado para el caso de Huitzuco por existir en ese criadero el áci- do sulfidrico en exceso, se transformará al circular por las calizas, en otra solución que contendrá los siguientes compuestos: 1 Stetefeldt,. Obra citada, pág. 10. Trans A, I, M, E., tomo 13, pág. 90, y tomo 20, pág.18. G. Kústel Roasting of gold and silver oresS, Francisco 1880, New Edition, pág. 120, 2 F. Collins. The Metallurgy of Lead « Silver, Londres 19)0. Parte 2? Silver pá- gina 196. 3 F. Collins. Obra citada, pág. 196, “ANTONIO ALZATE.” 123 Solución (G). Compuestos dominantes. Compuestos en menor proporción. Sulluros de calcio. andas n= ioa sj Sulfuros de sodio. Dinosullato decae No Thiosulfato de sosa. Sulfato de cal (disuelto en el thio- sulfato de sosa, en el sulfato de | sosa y en el ácido carbónico)..... ¡ Sulfato de sosa. Carbonato de cal (disuelto en el ácido carbónico, al estado de bi- CARDOMALO)k fede dudeis asii ul Carbonato de sosa. Acido sulfídrico libre................ | Acido carbónico libre. La anterior solución puede disolver como lo indicamos antes: al cinabrio, al sulfuro de antimonio, y á la pyrita, minerales cuyo origen explicamos en la página 115 de este estudio; y además, como el sul- furo de antimonio tiene gran tendencia 1 para formar sulfosales, se formará en la solución anterior que contiene cinabrio, el sulfoantimo- nito de mercurio (HgS2Sb'S”), 2 conocido con el nombre de Livings- tonita, y el que se disolverá en la misma solución. Los minerales an- teriores juntos con el yeso y el azufre, se encuentran como hemos di- cho en el yacimiento mercurial de Huitzuco. Al circular la solución (G) por las grietas existentes en las calizas, debió aumentar las dimensiones de esas grietas, puesto que disolvió en parte al carbonato de cal de las paredes, debido á la acción del ácido carbónico contenido en la referida solución. Indicada ya la composición de las aguas mineralizantes, veamos ahora cuáles fueron las circunstancias que determinaron la precipita- ción de los minerales disueltos en ellas; y cuáles fueron también las reacciones verificadas, entre los compuestos contenidos en dicha solu- ción, y el oxigeno de la atmósfera ó el de las aguas subterráneas su- perficiales. Al ascender las aguas mineralizantes, su temperatura va disminu- yendo, así como la presión á que están sometidas, y por lo tanto, una 1 Wuúrtz. Dictionnaire de chimie, Paris, 1874, Tomo 1?, 1* parte, pág. 350. 2 Dana A. System of Minera 0gy. New York, 1895, pág. 109. 124 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA cierta cantidad de cinabrio, de pyrita, de sulfuro de antimonio, y de sulfoantimonitos se depositará, porque son más fácilmente solubles estos compuestos en caliente que en frío, * en los sulfuros contenidos en la solución (G). Además, al disminuir la presión disminuye tam- bién (aunque no en la misma proporción según Soubeiran), ? la can- tidad de ácido carbónico contenida en la solución, y esto ocasionará un depósito de yeso, mineral que se precipita parcialmente siempre que por cualquier causa desaparece el ácido carbónico de la solución que lo contiene; y esto sucede, porque en el agua simple es mucho menos so- luble el sulfato de cal que en el agua que contiene ácido carbónico, como se ve por los siguientes datos: una parte de sulfato de cal nece- sita para disolverse de 400 á 500 partes de agua simple, y solamente 218 partes de agua, cuando contiene ácido carbónico. 3 Al continuar la circulación las aguas termales, y siempre que en- cuentren tramos porosos ó con múltiples cavidades llenas de aire, el ácido sulfídrico contenido en la solución (G) debió desprenderse en parte, oxidándose al contacto del aire, y transformándose en ácido sul- fúrico: (15) H'S+40—H'SO* reacción exotérmica que desarrolla +200.8 calorías, conforme al si- guiente cálculo: H*-—S disuelto, desarrolla...... 9.2/H”+-S+-0* disuelto, desarro- == laica dels ocio 12.00 SUM OZ ARE SUMA... oc... 210.0 Diferencia =>+200.8 calorías. Esta reacción se produce según Dumas, en los establecimientos de baños sulfurosos, y ella explica la fácil destrucción de la ropa emplea- da en dichos establecimientos, cuya ropa se impregna rápidamente de ácido sulfúrico. * 1 Arthur M. Comey. Obra citada, pág. 77. 2 Arthur M. Comey. Id. Id. págs. 421 423, 3 Wirtz. Diccionario, Tomo 1?, 1? parte, pág. 349. 4 L, Serres. Obra citada, pág. 220, y Troost, Obra citada, pág, 198; Istrati, Obra citada, pág. 111. ' “ANTONIO ALZATE.” 125 Además, el ácido sulfídrico contenido en disolución en las aguas ((), se oxidará conforme á la reacción (8), produciendo agua y azufre y también una pequeña cantidad de ácido sulfúrico, según Wiirtz, 1 quien dice: que la solución de ácido sulfídrico se altera al contacto del aire, el azufre se deposita, y pronto la solución contiene un poco de ácido sulfúrico. El ácido sulfúrico producido según las reacciones anteriores (8 y 15), atacará á los thiosulfatos de sosa y cal contenidos en la solución (G), y producirá sulfatos de sosa y de cal, ácido sulfuroso y azufre libre: (16) Na'S'0*+ H*SO0'=Na'SO0'+S0*+S-+H?0 (17) CaS”0*4 H*SO0'=CaS0'+S0'*+S+H*0 reacciones exotérmicas que desarrollan: 49.4 calorías la (16), y 7.0 calorías la (17), conforme al siguiente cálculo: Na*+S'*+0? disuelto, desa- Na'+S-+0* disuelto, desa- OEA e AA ZOO MO A ar a Id, 327.2 HR ES=E09 Td Td. PINOS ROTA 76.8 ESO quid dos 69.0 SUM As 468.6 Unas 473.0 Diferencia=—+-9.4 calorías. Ca+S*+0* disuelto. desa- Ca+S-+0* sólido, desarro- OMA o DASS EA it Ed 320.0 ESSES=EO? Td didas 210.0/S4-0* Id. disuelto, Íd......... 76.8 H*+0 líquida, id............. 69.0 SUM aso 458.8 SUI! 465.8 Diferencia +7.0 calorías. Acerca de las reacciones anteriores dice Fresenius: % que si se agre- ga ácido sulfúrico á una disolución de un thiosulfato, el líquido per- manece primero claro éincoloro; pero pronto, y tanto más aprisa cuan- 1 Ad. Wúrtz. Dictionnaire de Chimie, Paris 1876, Tomo 22, 2? parte, pág. 1602, 2 Fresenius. Traité d'analyse chimique qualitative. Paris, 1871. 4? edición fran- cesa, pág. 207. 126 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA to que la concentración sea mayor, la disolucion se pone más y más turbia, y al mismo tiempo aparece el olor del ácido sulfuroso. Además, el ácido sulfúrico atacará á los carbonatos de sosa y de cal contenidos en la solución (G), y formará sulfatos de sosa y de cal, y ácido carbónico (reacción 11), y (198) H*50*+-CaCO*=CaS0'4H"0+- CO” reacción exotérmica que desarrolla 12 calorías, como se ve por el si- guiente cálculo: H?*-S+-0* disuelto, desa- Ca+S+0* sólido, desarro- rrollarc e de As 210.0 Mar AN oo E 320.0 Ca+0+0? sólido, Íd...... 269.2 | C+0* disuelto, Íd............ 102.6 H"+0 líquida, Íd............. 69.0 SUM soe 479.2 | Sua ao 491.6 Diferencia=+12,4 calorías. El sulfato de cal así formado se depositará en parte, y el resto aumen- tará la cantidad de esta sal contenida en la solución (G). Acerca de la reacción anterior dice Comey: * que cuando se neutraliza una solu- ción diluída de ácido sulfúrico (H*SO*) con carbonato de cal (CaCO?), se obtiene una solución conteniendo ,¡, de sulfato de cal, y esta solu- ción cristaliza en parte, quedando después disuelto sólo 1 de sulfato de cal. El ácido sulfuroso puesto en libertad por las reacciones (16 y 17), obrará sobre el ácido sulfídrico que suponemos existe en exceso en la solución (G), y producirá agua, y una nueva cantidad de azufre libre. (19) SO"4+-2H"S—2H"0+4-35 reacción exotórmica que desarrolla 42.8 calorías, como se ve por el siguiente cálculo: 1 Arthur M, Comey. Obra citada, pág. 432. “ANTONIO ALZATE.” 2 S--0* disuelto, desarrolla.....76.8|2 (H* + 0) líquida desarro- 2 (H"+5) íd. id. c0:18:4) IEA LOA to aio Suma... +... 199.0 Diferencia= +42,8 Esta reacción es la que determina los depósitos de azufre en las fal- das de los volcanes, y es la que se utiliza para la fabricación indus- trial del azufre.' Por las últimas reacciones anteriores se comprende, que cuando en la solución mineralizante existe un exceso de ácido sulfídrico con thio- sulfatos alcalinos y alcalinoterrosos, y esa solución se encuentra en presencia del oxígeno, los anteriores compuestos se transforman par- cialmente en sulfatos alcalinos y alcalinoterrosos, y se depositará una cierta cantidad de azufre. En el caso de encontrarse disueltos en gran cantidad el thiosulfato de cal y ácido sulfhídrico, como sucede en la so- lución (G) aceptada para el caso de Huitzuco, por la acción del oxíge- no sobre la referida solución, se obtendrá un depósito simultáneo de yeso y de azufre, quedando en disolución cierta cantidad del sulfato de cal, cantidad que aumentará la contenida en la solución considera- da, y que hemos designado con la letra G. Por lo tanto, cuando una parte de las anteriores aguas mineralizantes se aparte de la circula- ción general, introduciéndose por conductos secundarios formados por grietas llenas de aire, ó cuando siguiendo las aguas los conductos prin- cipales por donde se verifica la circulación general, entran las mencio- nadas aguas en cavidades llenas de aire, se formará un depósito simul- táneo de yeso y azufre, y también deberá depositarse cierta cantidad de cinabrio, de pyrita, de stibnita y de livingstonita, pues además de las reacciones 15, 16, 17, 18 y 19, se verificarán las sigujentes: los sulfuros alcalinos y el sulfuro de calcio se oxidarán, transformándose en thio- sulfatos y por esta razón tendrán que depositarse los sulfuros metáli- cos, que antes se encontraran disueltos en los mencionados sulfuros. La oxidación de los sulfuros de sodio, la indicamos ya en las pági- 1 C. I. Istrati. Obra citada, págs. 123 y 111. 128 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA v na 105; y la oxidación de los polisulfuros de calcio, se pueden expre- sar como sigue: (20) * 2CaS*+-60=2Ca8'0*+-6S Esta reacción ocasiona, además de la precipitación parcial de los sul- furos metálicos, un nuevo depósito de azufre libre. Además debe ob- servarse que la oxidación del sulfuro de calcio por la acción del aire es mucho más rápida, que la oxidación de los sulfuros de sodio en las mismas condiciones.” Al encontrar las aguas profundas mineralizantes á las subterráneas superficiales, además de verificarse las reacciones anteriores (de la 15 á 20), la solución se diluirá, y por este motivo se descompondrán los sulfuros alcalinos, en álcali y ácido libre como dijimos antes en la pá- gina 117, y el sulfuro de calcio se descompondrá también completa- mente en hidróxido de cal y ácido sulfhídrico,' motivando esta descom- posición un depósito de los sulfuros metálicos, antes disueltos en los sulfuros alcalinos y alcalinoterrosos. Además, al volatilizarse el ácido carbónico, cuando las aguas mineralizantes se ponen en contacto con la atmósfera, se depositará el yeso y la calcita, minerales que se en- contraban en disolución en las referidas aguas cargadas de ácido car- bónico. Por otra parte, al descomponerse el thiosulfato de sosa por la acción del ácido sulfúrico producido por la"oxidación del ácido sulfhi- drico, se depositará parcialmente el yeso disuelto en el referido thio- sulfato, cuya sal en solución concentrada, es el mejor disolvente del sulfato de cal. Como se ve por lo anterior, son varias las reacciones que motivan la formación del yeso y del azufre al circular la solución (G) por las grie- tas de las calizas; y por la acción del oxigeno del aire ó de las aguas subterráneas superficiales, svubre la misma solución. En efecto, el yeso se forma: por la acción del sulfato de sosa sobre el thiosulfato de cal, 1 Collins. Obra citada, pág. 105. 2 Collins, Obra citada, pág. 195; y Stetefeldt, Obra citada, pág. 74, 3 Arthur M, Comey. Obra citada,ipág./76. 4 Wuriz. Tomo l1?, 2? parte, pág. 705, “ANTONIO ALZATE.” 1299. por la descomposición del thiosulfato de cal por el ácido sulfúrico, por el ataque del bicarbonato de cal por el mismo ácido sulfúrico, y por la oxidación del thiosulfato de cal' (pág. 28 y reacciones 17 y 18). El azufre se forma: por la oxidación del ácido sulfhídrico, por la descom- posición de los thiosulfatos por el ácido sulfúrico, por la acción del ácido sulfuroso sobre el sulfídrico, y por la oxidación de los polisul- furos de sodio y de calcio (reacciones 8, 16, 17, 19, 20 y 10). Ade- más del yeso formado según las reacciones indicadas antes, la solución (G) podrá contener en algunos casos, al que haya disuelto, si la solu- ción circuló por capas de yeso de formación sedimentaria. El yeso se disuelve en el ácido carbónico y en el thiosulfato de so- sa contenidos en la solución (G); y se precipita parcialmente, forman- do depósitos, por la volatización del ácido carbónico, y por la trans- formación del thiosulfato de sosa en sulfato de sosa, transformación debida á la acción del oxigeno ó del ácido sulfúrico sobre el thiosul- fato de sosa. El azufre se disuelve en el sulfuro de sodio formando po- lisulfuros, y se precipita por la oxidación de estos polisulfuros. La precipitación de los sulfuros metálicos, asi como la del yeso, la de la calcita y del azufre, que como hemos visto es debida principal- mente á la disminución de la temperatura, á la volatilización del ácido carbónico, y á la oxidación de la solución (G), se verificará de prefe- rencia, como se comprende fácilmente, en las partes más porosas ó más agrietadas, así como en las partes más amplias de los yacimientos, en las partes ensanchadas ó grandes bolsas, como se observa en el cria- dero de Huitzuco. Además, como todos los sulfuros que se encuen- tran en este criadero son solubles en los sulfuros de sodio y de calcio contenidos en la solución (G), se precipitarán esos sulfuros metálicos simultáneamente, al oxidarse los referidos sulfuros de sodio y de cal- cio de dicha solución, y como esta oxidación ocasiona la formación de azufre (reacciones 10 y 20) este azufre se depositará junto con los sul- furos metálicos. En todos los lugares donde pueda volatilizarse el ácido carbónico, 1 Stetefeldt. Obra citada, pág. 91. Memorias, T. XIX, 1902-1903,—9 130 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA se depositará el yeso, la calcita y la siliza; y si 4 la vez puede oxidarse la mencionada solución, en estos'lugares se depositará junto con el ye- so, cierta cantidad de azufre y de sulfuros metálicos, cuya cantidad irá disminuyendo á medida que disminuya la proporción de dichos sul- furos contenida en la solución (G). Con los anteriores razonamientos creemos haber explicado las si- guientes indicaciones de Fuchs y de Launay,' es decir, que los criade- ros de mercurio «son debidos á la circulación de aguas termales con- teniendo en disolución al cinabrio, probablemente al estado de sulfuro doble de mercurio y de sodio, cinabrio que se precipita por la dismi- nución de temperatura y de presión», y que «el yeso se forma por la acción de las aguas sulfurosas sobre la calcita.» Hasta aquí no hemos tenido en cuenta la acción que ejercen sobre los sulfatos, las materias orgánicas contenidas en los criaderos de mer- curio, y que se encuentran en Huitzuco, tanto en el yacimiento como en las calizas que forman la caja del referido yacimiento; pero consa- graremos algunas palabras á este respecto ya que siempre se ha con- cedido gran importancia á la acción de las materias orgánicas sobre los sulfatos, principalmente al estudiar la génesis de los yacimientos de azufre en terrenos calizos, Los sulfatos de sosa y de cal se descomponen al rojo por la acción del carbón, produciendo sulfuros y ácido carbónico: (21) Na'SO'+20—Nx'S+200* reacción que se verifica en la fabricación industrial del carbonato de sosa. La misma reacción se produce, aunque con mucha lentitud, por la acción de las materias orgánicas sobre las soluciones de los sulfatos de sosa, de potasa y de cal, y los sulfuros así formados son descom- puestos por el ácido carbónico del aire, produciéndose ácido sulfhidri- co y carbonatos alcalinos ó carbonato de cal, compuestos que perma- necerán en equilibrio químico, como dijimos en las páginas 4 y 5 de este estudio. 1 Obra citada. Tomo22, págs. 669, 716, 694. 2 Istrati. Obra citada, pág. 240. “ANTONIO ALZATE.” Wurtz dices! que se ha hecho el experimento de destotiponer la so- lución de los sulfatos mencionados por la goma y la azúcar, y al cabo de seis meses se ha encontrado en el líquido: el ácido sulhfídrico, el ácido carbónico, y sulfuros, carbonatos y acetatos; y agrega el mismo autor. que esa misma reacción se verifica en la naturaleza, según Kast: ner y Chevreul,? en el fondo del lago Enghien, donde las materias or- gánicas transforman á las aguas sulfatadas en aguas notablemente sul- furosas. Las aguas naturales conocidas con el nombre de selenitosas produ- cen sulfuro de calcio al contacto de las materias orgánicas en descom- posición; y ese sulfuro de calcio se transforma por la acción del ácido carbónico del aire en carbonato de cal, con desprendimiento de ácido sulfhídrico. A esta reacción es debida, según Wurtz,* la formación de las aguas que designa con el nombre de “sulfurosas accidentales.” Chevreul,* estudiando las reacciones que se verifican bajo el pavi- mento de Paris, ha encontrado: que si el suelo es yesoso, la mezcla de este sulfato de cal con los residuos orgánicos acarreados por las aguas de infiltración, produce sulfuro de calcio. Este sulfuro de calcio al oxi- darse por la acción del aire, produce un depósito de azufre, substancia que encontró H. Sainte Claire Deville,? al estudiar los lodos negros que se encuentran en los pavimentos de Paris, sobre todo en el sub- suelo de la Plaza de la República. Como se ve, la acción de las materias orgánicas sobre los sulfatos mencionados, sólo motiva la transformación parcial de estos sulfatos en sulfuros alcalinos ó alcalino—terrosos,* reacción lenta que no introdu- ce ningún elemento nuevo en las soluciones C, D, G, que hemos con- siderado, y por cuya reacción sólo se aumentará la cantidad de sulfuros alcalinos ó alcalino-terrosos contenidos en las referidas soluciones. Por lo anterior se comprende que las materias orgánicas, por la ac- 1 Wurtz. Diccionario citado, Tomo 22, 2? parte, pág. 1616. 2 Wurtz. Diccionario citado. Tomo 22, 2? parte. pág. 1617, 3 Wurtz. Diccionario citado. Tomo 12, 2? parte, pág. 705, y L. Troost, Obra citada, págs. 200 y 201, 4 Chevreul Dictionnaire des Sciences naturelles. Tomo XXII, 1821, pág. 293, 5 Compgtes rendus de l'Académie des Sciences, 1880, Tomo X CI, pág. 509. 6 Fuchs y De Launay. Obra citada, Tomo 12, pág. 274. 132 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ción reductora que ejercen sobre el sulfato de cal pueden originar so- lamente la formación, muy lenta, del sulfuro de calcio; pero ni son las únicas que motivan la formación de este sulfuro, como hemos visto antes, ni son tampoco las que producen directamente el depósito del azufre, pues para este último es necesaria la oxidación al aire del sul- furo de calcio ó del ácido sulfhídrico, formados por la acción desoxidan- te de las referidas materias orgánicas. Se comprende fácilmente que el azufre se encuentre en mucha ma- yor cantidad en los yacimientos mercuriales que arman en calizas, que en los criaderos que arman en rocas eruptivas, puesto que son más fá- cilmente oxidables' los sulfuros de calcio que se encontraron en exce- so en las aguas mineralizantes que circularon por los primeros, que los sulfuros alcalinos que circularon per los segundos. Esto explica la presencia de gran cantidad de azufre en el criadero de Huitzuco, mi- neral que no existe en el yacimiento de Palomas, en el que sí se en- cuentran también materias orgánicas, como dijimos en otro lugar. Por otra parte, aunque el azufre se encuentra generalmente junto con el yeso, este mineral se halla desprovisto de azufre en grandes tramos de los criaderos, lo cual también se explica fácilmente, porque la preci- pitación de esos dos minerales no es ocasionada por la misma causa: para que el yeso se precipite, basta la desaparición por cualquier mo- tivo del ácido carbónico contenido en la solución, ó solamente la di- lución de ésta, porque es más soluble el yeso en las soluciones con- centradas de thiosulfato de sosa, que en las soluciones diluídas de la misma sal; y para que el azufre se deposite, se necesita la intervención del oxígeno, y por lo tanto la oxidación de los sulfuros de calcio y del thiosulfato de cal. El sulfuro de mercurio depositado en los criaderos de Palomas y de Huitzuco, como el que se encuentra en todos los yacimientos mercu- riales, es de color rojo; y esto se explica fácilmente, puesto que el de- pósito del sulfuro de mercurio se verificó en presencia de sulfuros al- calinos, y Wurtz.* dice: que el sulfuro negro de mercurio se transforma 1 Stetefeldt. Obra citada, pág. 74. 2 Wurtz. Diccionario citado, Tomo IT. 1* parte, pág. 350. o “ANTONIO ALZA'tb,” 133 en sulfuro rojo cuando se hace digerir con los sulfuros alcalinos, mé- todo seguido para la fabricación artificial del sulfuro rojo de mercurio (vermellón). Antes de concluir este estudio, debemos decir algo acerca de la ac- ción reciente que ejercen las aguas superficiales en la zona superior. ó zona de oxidación y remoción, de los yacimientos que estudiamos; Al descender por los yacimientos metalíferos, las aguas meteóricas se dispersan por muchos pequeños conductos,' abiertos en los criade- ros, y por lo mismo, tienen las aguas una amplísima superficie de con- tacto con el relleno del criadero y con las rocas de la caja, lo cual les permite ejercer una notable acción disolvente. Por otra parte, la tem- peratura y presión van en aumento, al aumentar también la profun- didad alcanzada por las referidas aguas, las cuales contienen oxígeno y ácido carbónico. El oxígeno, al oxidar á los sulfuros metálicos, los transforma en sulfatos solubles; y el ácido carbónico disuelve á varios minerales como hemos dicho; y por estos motivos, combinados con la alta temperatura y presión, las aguas meteóricas llegan á ser aguas mi- neralizantes, al circular por los depósitos minerales. Las pyritas, por la acción de las aguas aereadas, se transforman par- cialmente: en sulfato de fierro que se disuelve; y en limonita (hidra- to de peróxido de fierro) que se deposita. A esta acción es debida la coloración amarilla ó rojiza que se observa en la zona de remoción de varios criaderos metalíferos, como en el de Palomas y los de Huitzu- co, coloración que es debida al peróxido de fierro producido por la oxidación de las pyritas.” La oxidación del bisulfuro de fierro (pyrita) por la acción del oxí- geno del aire ó por el contenido en las aguas superficiales, produce una cantidad de ácido sulfúrico mayor que la necesaria según W urtz* para la formación del sulfato terroso, y ese exceso de ácido sulfúrico al obrar sobre las calizas que se encuentran en Huitzuco formando la 1 C. R. Van Kise-Some, Principles controlling the Deposition of Ores-Madisson, Wis, 1900, pág. 53. 2 Stanislas Meunier. Les Méthodes de Synthese en Minéralogie. Paris, 1891, pág. 371. 3 Wurtz, Diccionario citado, 1870, Tomo 12, 2? parte, pág, 1420, 134 MeMOKtAS be LÁ Sbcirbab creNTuibicA caja del yacimiento mercurial, producirá sulfato de cal y agua, con des- prendimiento de 12.4 calorías , según la reacción (18). A esta reac- ción atribuyen Fuchs y de Launay?' la formación del yeso en algunos casos, pues dicen que el sulfato de cal se puede formar por la acción que ejercen sobre las calizas, las aguas que han circulado antes por terrenos que contengan sulfuro de fierro (pyrita). El sulfuro de antimonio,” expuesto por largo tiempo á la acción del aire en presencia del agua, absorbe lentamente al oxígeno y se trans- forma en trióxido de antimonio. Los antimonitos por la acción del aire se oxidan, produciendo trióxido de antimonio con depósito de azufre, ó se transforman en antimoniatos.* Las reacciones anteriores explican la alteración de la estibnita, trisulfuro de antimonio (Sb'S”), con for- mación de valentinita,* trióxido de antimonio (Shb*0”), en la parte su- perior de los yacimientos de Huitzuco; y también explican la altera- ción en la misma zona superficial de los referidos yacimientos, de la livingstonita, sulfoantimonito de mercurio (HgS28Sb”S”), con formación del compuesto conocido con el nombre de Barcenita, cuya composi- ción es dudosa, aunque parece ser un antimoniato normal, producido por la descomposición de la livingstonita.? Este compuesto de altera- ción, junto con la valentinita, se encuentra en la zona de oxidación del criadero de La Cruz en Huitzuco; y los óxidos de fierro se hallan en la parte superior del yacimiento de Palomas, y en los de La Bella Unión en Huitzuco. Por otra parte, las aguas meteóricas al descender por los yacimien- tos de mercurio, además de ocasionar las alteraciones anteriores, to- marán en disolución no sólo al yeso (sulfato de cal), sino también á algunos de los compuestos de antimonio, los que pueden dar antimo- nio á las aguas subterráneas según Daubrée,* ya que el trióxido de an- timonio, aunque muy despacio, se disuelve en el agua.” El sulfato de cal disuelto en estas aguas se irá depositando, á me- 1 Fuchs et De Launay. Obra citada, Tomo 12, pág. 558. 2 KR. Fresenius. Traité d'Analyse chimique quantitative. Paris, 1879, pág. 163. 3 Wurtz. Diccionario citado Tom. 12, )? parte, pág. 350, 4 Dana. Obra citada, págs. 37 y 200. 5 Dana. Obra citada, pág. 866. 6 A. Daubrée. Les Eaux Souterraines á l'époque actuelle. Paris, 1887, Tomo 22, pág. 1353. d 7 Arthur M, Comey. Obra citada, pág. 26. “ANTONIO ALZATE.” 135 dida que vaya disminuyendo la cantidad de ácido carbónico libre con- tenido en las aguas meteóricas. La disminución de este ácido libre se- rá debida á la caliza de los respaldos, pues ésta se transforma en bi- carbonato de cal soluble (pág. 26) por la acción del ácido carbónico, y por lo mismo, á medida que aumente la profundidad alcanzada por las aguas meteóricas, ó en general, 4 medida que aumente el contacto de las referidas aguas con las calizas, disminuirá el ácido carbónico li- bre, y se irá depositando el yeso que antes estuviera en disolución en esas aguas. El yeso al depositarse, podrá rellenar un volumen doble del que ocupara la caliza que lo formó, al ser atacada esta caliza por el ácido sulfúrico ó por el sulfato de fierro, pues un metro de caliza, que pesa 2750 kilogramos, produce 4705 kilos de yeso; y éste, ocupa un volumen de 2.0177 metros cúbicos.* Además, el yeso producido por la acción del sulfato de fierro sobre la caliza se deposita generalmente cristalizado, por que en esta reacción la caliza que es un cuerpo sólido, desempeña el papel de precipitante al obrar sobre la disolución del sul- fato de protóxido de fierro, y por lo mismo la reacción es lenta, cir- cunstancia favorabie según Meunier” para la producción de los preci- pitados cristalizados; y al efecto dice el mismo autor, que se puede ob- tener artificialmente el yeso cristalizado, haciendo obrar la solución acuosa de sulfato de fierro sobre un fragmento de caliza.” Por último, los compuestos de antimonio disuelto en las mismas aguas meteóricas, se precipitan al estado de trisulfuro de antimonio al ponerse en contacto estas aguas con el ácido sulfhídrico; y por lo mismo, al descender en Huitzuco, las aguas meteóricas depositarán al estado de trisulfuro de antimonio, á los compuestos de este metal contenido en las referidas aguas, puesto que dichos componentes serán atacados por la acción del ácido sulfhídrico, cuyo desprendimiento se observa hasta ahora en el mencionado yacimiento metalifero. Por lo anterior se comprende la acción mineralizante que ejercen las aguas meteóricas cuando después de atacar y disolver á ciertos mi- 1 Buli. Soc. Géol. Fr. 2? serie, Tomo 42, 1847, pág. 848, 2 S. Meunier. Obra citada, págs. 308 y 315, 3 5. Meunier. Obra citada, pág. 322, 136 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA nerales en la parte superior de los criaderos, los depositan luego en otros lugares, mediante una serie de reacciones que Meunier llama: reacciones secundarias de los yacimientos metalíferos, y á las cuales es debida la concentración de los minerales mediante su remoción, con- centración que se observa en varias partes de la zona superior ó de oxi- dación de los referidos yacimientos. Con todo lo anterior, creemos haber explicado ligeramente la ma- nera probable de formación de los criaderos mercuriales de Palomas y Huitzuco, en los Estados de Durango y Guerrero. Desarrollando los razonamientos que hemos hecho, se llegaría á conclusiones interesantes tal vez, considerándolas desde el punto de vista industrial; pero no en- tramos en estos desarroilos, puesto que sólo nos hemos propuesto es- tudiar la génesis de los referidos yacimientos mercuriales. México, Agosto 16 de 1902. 1 S, Meunier, Obra citada, pág. 309. Carrasquilla Dv. J. D., M. S. A.—Consideraciones acerca de la etiología y de la profilaxis del paludismo. —Bogotá. (Rev. Médica). 1903. 82 Castro A. G.—La Anquilostomasia. Primer ensayo de su descripción en Méxi- co.—Tesis.—México, Secretaría de Fomento, 1903. 82 Charléty (Sébastian). —Bibliographie eritique de Histoire de Lyon depuis les -origines jusqu'á 1789. — Lyon-—Paris, 1902. 8% (Annales de 1' Université de Lyon). Chifflot (J-.B.-J.). — Contributions á létude de la classe des Nymphéinées. — _Lyon-—Paris, 1902. 82 figs. (Annales de /' Université de Lyon). Colomer F. —Mise en valeur des gites minéraux. — Paris (Encyel. Sc. 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E Pe a - Krause R.—Khéostats de démarrage et de A pour moteurs et ia A éléctriques. Traduit par P. Bénard. — Paris, Ch. Béranger, 1903. 82 figs. Ps SS - Lausedat (Le Colonel A.), M. $. A. — Recherches sur les instruments, les métho- : E dE des et le dessin topogr aphiques. Tome IL 2de, ds —Paxis, Ganihier— Vil- , lars, 1903. 82 fig. 85 pl. y E Lechat (Henry) —Au Mussé de VAcropole aa Études sur la A botica AS en atique avant la ruine de "Acropole lors de Vinvasion de Xerxés. .—Lyon OS —Paris, 1903. 82 figs. et pl. (Annales de ' Université de Lyon). AO Lévy Salvador P.—Utilisation des chutes d'eau pour la rán de Vénergio électrique. Applications acasaDes seticalos: —Paris, Ch. Bérang ger Le e 82 figs. ES ES Lille. — Dñivor ssité de Lille. Travaux et Mémoires. Nos. 14 30 ( es la Xx). > 1889-1902. — Nouvelle série. I. Droit et Lettres. Fase. 1 et 2 1902.82 pl. et fig. — Atlas N9 1. F. Tourneux. Album V'embryologie. Développ- PO ment des organes génito—urinaires chez Vhomme. 1892. — Atlas No 2 J. Flammermont. Album paléographique du Nord de la France. 1896. Ñ López T. — Diagnóstico de la peste bubónica: — a Secretaría de Fomento O 1903. 82 E E ASE DES Lowell Y Flagstaft Arizona. —Bulletin. Nos. 1 Sd 2, 2 : e A a e e » e A e do cl A o SUL 15- 1904 Tomoe. SNA O e MEMORIAS Y REVISTA DR - SOCIEDAD CIENTÍFIC E ir pt “Antonio Alzate”. ¡E ¿in DARE 35 - publicadas bajo la dirección de - RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, e LEA '. SECRETARIO GENERAL PERPETUO SOMMAI RE.—Mómoires,£. 19, fonilles 10 a 18. Chimie ailaralos: = -ftudo ehimique de VAmalgamation Mósicaino, par M. J. D. Villarello.—ToME 19, p. 219-272. , Egyntologie. —La Statue e de o Bea. le Dr. P. Garmault. — TomgÉ 19, p. 273-280. Mécanique celeste. — Sur le a des n Corps alignés, par M. P. Pizzetti. — Tome 19, p. 169-174. Météorologie.. —La décroisuánes de la coca avec Valtitudo, par M M. -M. Mo- reno y Anda. —TOME 19, p- 137-157. Microbiologie. — Le Cholera des poules. Sa comprobation bactériologiqne au Mexique. parle Dr. A. J. Carbajal. —Tomz 19, p. 213-217, (Figs. 1 et 2). Se Physique. —Projet de Nomenclature mnémonique internationale des unités théo- riques C. 6. $S., par M. q. Gasca. .— ToOME 19. p. 203-211. AT UBEre ulose. -Projót Vétablissement un Sanatorium spécial pour les tubercu- Jeux dans EA Vallée de Mexico, par le Dr. D. Vergara Lope. — Tome 19, p. 175-202, PR EI Zimotechnie.--Les Laboratoires Zimotechniques ou de Fermentation (2"* par- tie), par le Dr. A. J. Car RA 19, p. 159-168. 5 0 MEXICO : IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX ARZOBISPADO, SS pevsnida Oriente 2, núm. 726.] : 19083. Publicación registrada como articulo de segunda clase en Septismbra de 1901. BL DECRECIMIENTO DE LA TEMPERATURA CON LA ALTITUD POR M. MORENO Y ANDA, M.S. A. » Enla Nota anterior, que lleva el mismo título de la presente ! ofre- el presentar el complemento de mi estudio en el que discuto algunos datos de temperatura del aire obtenidos en distintos niveles de nues- tro accidentado suelo. Hoy cumplo mi promesa presentando en pri- mer lugar y en el orden indicado en la referida nota, todos los elemen- tos en que están basados los numerosos cálculos que el estudio ha exigido. I Temperaturas de Veracruz, Puebla, Tacubaya y Toluca, De las observaciones meteorológicas practicadas durante los años de 1891 y 1892 en estos cuatro lugares, cuyas altitudes están com- prendidas entre O y 2,600m., he entresacado los datos necesarios para calcular las siguientes temperaturas medias mensuales: 1 Memorias XVII. Memorias, T. XIX, 1902-1903.—10 138 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Septiembre .... Octubre......... Noviembre..... Veracruz. 21975 20. 65 23. 65 23.10 26.35 27.55 97.15 26. 25 27.65 26.55 25.10 23. 85 24. 97 Puebla. 1375 12.55 15.10 16. 90 20. 20 20. 05 19.20 17.90 18.70 17.49 16.30 14.75 16. 90 10 Tacubaya. 12955 11.35 13. 60 14. 40 17.65 17.50 16.65 15. 80 15.70 - 15,00 13.55 12.75 14. 71 Toluca, 8045 10.30 11.25 12.20 15. 40 15. 95 15.90 14.20 14. 30 12.15 11.60 10. 85 12.71 s Temperaturas en la Hacienda de Eslava, D. F. a En el mes de Julio de 1895 el Sr. Dr. D. Fernando Altamirano hizo observaciones meteorológicas en la hacienda de Eslava, Serranía del Ajusco, á una altura de 452 metros sobre la plaza de la ciudad de México. Del cuaderno publicado por dicho Señor he tomado los siguientes datos. Fecha. 1895. Ju lio Ho NS E SS NN Al pl O $> 0 wN NN SEARS SSA SAA IA “ANTONIO ALZATE.” 139 Temperatura en la Hacienda de Eslava. Ta. m. México. Eslava. gm o 14,5 13.0 15.0 16.5 14.2 13.5 14.8 13.5 16.3 13.5 15.6 13.0 13.8 13.0 14.0 12.0 13.0 13.0 13.0 13.0 14.3 15.0 14.2 13.0 14.8 12.0 14.0 13.0 14.0 12.0 160 140. 13.8 12.5 14.0 15 14.0 13.0 14,0 11.0 14.5 12.5 15.0 12.0 13.5 16.0 14,5 11.0 14.0 12.0 Yu) SiS 2 p.m. México, Eslava, 2298 165 DS 16.0 22.5 22.0 22.0 20.0 21.0 18.5 2007 veLSt0 22.0 13.0 22.8 21.0 23.0 13.0 22.2 21.0 22.5 23.0 22.8 21.0 1222 21.0 23.5 22.0 21.9 21.0 23.0 22.0 21.8 21.0 22.8 22.0 22:8 23.0 22.6 16.0 ZU) 22.0 22.2 22.0 23.2 21.0 23.3 23.0 22.5 22.0 12.0 OD nl. México. — Eslava, 15% 13% 138 14.0 15.9 13.0 15.8 15.0 15.8 13.0 16.5 10,5 14.0 15.0 14.8 11.0 15.0 Jaro LUNES) 15.0 17.9 13.0 15.8 13.0 16.7 14.0 14.5 10.0 15.4 10.0 15.9 11.0 16.5 11.0 15.8 11.0 16.2 15.0 17) 14.0 17.0 14.0 17.0 11.0 15.1 15.0 14.8 15.0 17.3 11.0 17.1 11.0 140 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Examinando las cifras del cuadro anterior, se advierten desde luego algunas anomalías, que no nos atreveríamos á clasificar como errores de observación, sino más bien como efecto de condiciones especiales en el estado atmosférico de un observatorio de montaña propiamente dicho, vecino de la gran planicie del Valle de México, en plena zona de alta humedad y de las corrientes ascendentes y descendentes, ó sea de la brisa de montaña, á que da origen la variación diurna de la tem- peratura. Sin desechar pues ninguna.cifra, calculo las medias decádicas y la del mes, obteniendo lo siguiente: Mia: im. 2 p.m. México. Eslava, Dif, México. Eslava. Dif. decia 14258 13233 21996 1740 ASA LA 14.21 12.90 DD OO UE O SA 14254 12:42 22.65 20.33 Media...... 1435 12.88+1.47 22.40 19.64+2.76 9 p. m. México. Eslava. Dif. 12 déc...... 15925 13%05 DE 16.17 12:30 e E 16:22 13100 Media....... 15.88 12.78+8.10 rl Temperaturas en el Popocatepetl, Citlaltepetl, Toluca, Tacubaya, México, Puebla, Jalapa y Veracruz. En el mes de Abril de 1897 el Astrónomo norteamericano A. E. | Douglass, del Observatorio Lowel, establecido temporalmente en Ta- “ANTONIO ALZATE.” 141 cubaya, en aquella época, hizo una ascensión á nuestros volcanes Po- pocatepetl y Pico de Orizaba, los días 13 y 29. Por encargo especial mío y con un termómetro de precisión que le facilité, hizo observa- : ¿ ciones de temperatura en las dos montañas citadas, cuyos resultados se sirvió comunicarme pocos días después en la carta que en seguida copio. Flagstaff, Arizona, May 13 1897. Dear Mr. Moreno. I send you with my compliments the readings of the termometer on Popocatepetl and on Orizaba. The thermomether is the one belonging to Mr. Quintana, a centigrade of the first quality. Popocatepetl, April 13 1h. 36m. p. M....... +0%4, Light cloud lager, very high, air hazy, no cloud levels between top of mountain and Mexico, no wind. Orizaba (taken by Mr. Gogshall.) April 29 the 1h. 50m. to 2h. 10m. p. m. —3%0, —3%1, —3%1, —391. In a dry—feeling cloud, strong wind, mountain covered with snow. Height of Popocatepetl 5,400 metres of Orizaba about 5,600. With kindest regards to you. Mr. Valle and all. I am. Very sincerely youts. y A. E. Douglass. Ya en poder de estos datos escribí luego á los Sres. Directores de los Observatorios de Toluca, Puebla, Jalapa y Veracruz pidiéndoles los correspondientes á las fechas y horas en que observó el Sr. Douglass, - recibiendo casi en seguida las contestaciones que copio á continuación. Toluca, Junio 30 de 1897. Sr. M. Moreno y Anda. Muy señor mío: Me es grato contestar á vd. su apreciable fecha 25 del corriente ob- 142 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA sequiando sus deseos, con los datos que me pide, referentes á las ob- servaciones meteorológicas practicadas en el Observatorio de mi car- go, en los días 13 y 29 de Abril, que son los siguientes: Día 13 á la 1 p.m. Día 13 á las 2 p.m. mm.- mm. Presión reducida.a Cero 090.005. cossonoiencenea =0555.56 Nemperatuta co cesnencas A DA AAA A eo O Cantidad de nubes...... == da En —= 09.0) ESPECIE ey ACIO LL UN aos al ae teca ==C17 CU: Estado del cielo, nublado, A IN nublado. Horizonte brumoso. Horizonte brumoso. Día 29 á la 1 p. m. Día 29 á las 2 p. m. mm. j mm. Presión reducida a Cero 000.19 0 Macao ac ouna 555.94 Temperatura............. A DA A A ao == PATO) Cantidad de nubes...... E DA e e DS DA TAO Especie a o CIC e AA a solace eos =cl. Cu. Estado del cielo medio nublado. —' ......... medio nublado. Ramón Covarrubras. Puebla, Junio 28 de 1897. Sr. M. Moreno y Anda. Muy estimado amigo y señor: Con mucho gusto contesto á su grata fecha 25 del corriente, en que me pide vd. algunos datos del 13 y 29 de Abril del presente año. El día 13 á las 2 p. m. el termómetro marcaba 26%0. La altura ba- rométrica 590””-80. El estado del cielo, nublado. 9 Cu, N. W. El 29 el termómetro señalaba 27.0. Barómetro 592””"30. Cielo 1 Ci. S.—S. W. P. Spina, $. J. “ANTONIO ALZATE.” 143 Jalapa, Julio 23 de 1897. Sr. M. Moreno y Anda. Muy señor mío: En respuesta á la muy estimada de vd. de 25 de Junio del presente año, tengo la satisfacción de manifestar á vd. que los datos que desea obtener de este observatorio son los siguientes: Fecha. Barómetro, Termómetro libre. 1897 MAZA PM am. 12 pm: 9/p: mM. Abril 13. . 650.13 649.77 649.85 16% 21%8 19% AS BO ZO sa Ob Respecto del estado del cielo los datos son los siguientes: Fecha. Ta 8. 10. 2 p. m. 9. p.m. 1897. Nubes-viento. Nubes-—viento. Nubes—viento. Abril 13. 4.Ci.S E1l0 Cu.S10 E.S.20 Cu. 10 E.10 295 lmplo: NOD Guo N:E:*20 "Cu. 4" S:E 10 En los datos anteriores el barómetro está reducido á cero. La can- tidad de nubes se cuenta de 0 á 10 y las velocidades del viento están dadas en metros por segundo. En ninguno de los días hubo lluvia. Manuel R. Gutiérrez. Veracruz, Junio 30 de 1897. Sr. M. Moreno y Anda. Muy estimodo amigo y señor: Al pie hallará vd. los datos que se sirvió pedirme en su muy esti- mable de 25 del que fina. Ahora como siempre sabe vd. que cuenta con mi buena voluntad. . E. Baturona, 144 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Abril 13. 2 p. m. Temperatura intemperie....... 29% de al abrIgO....coo.. 27.7 Presión á cero y al nivel del mar............... = 760.58 Abril 29. 2 p. m. Temperatura á la intemperie. 2991 ds al abrigo......... 27.7 Presión á cero y al nivel del mar............. 1 1760:98 En los dos días el cielo despejado. Ax Haciendo el resumen de los datos necesarios para mi objeto, resul- ta lo siguiente: 13 Abril 1897. E A A in 29%4 LE A EN A roo 28.8 Puebla id. sccil clio NS 26.0 MÉéxiCO ......o... O A 24.6 Tacuba stan TUNE 23.2 Toluca sas La a liaa ista 2159 IS A A TA 0.4 Wer rasos sn Mead e ALAS 2991 E A 28.2 Puebla O a coca, SON ió 27.0 Tacubayaobard. nales 23.5 Toluca aseo dosaldral ctas dalt ejtició 26.1 (?) Pico de Orizaba............. o —3.1 “ANTONIO ALZATE.” 145 IV Temperaturas en Tlaloc y México. En los primeros días del mes de Diciembre de 1899 hice una es- cursión á la montaña denominada Tlaloc, en la cordillera que limita al Oriente el Valle de México, permaneciendo ocho días en su punto más elevado. 1 Provisto de muy buenos instrumentos y deseando contribuir al es- tudio de ciertos problemas, hice observaciones meteorológicas de hora en hora durante el día. Pongo en seguida las temperaturas que obtuve y sus correspondien- tes registrados en el Observatorío Meteorológico Central. Horas, Fechas. Media. il 2 3 4 9) 6 7 T 2 —18 —30 —1%4 190 —0%8 -—1%10 E e O A SO el JN 20 —0.5 Lee 24 1.0 1.32 10 Es 3.5 0.5 2,2 3595 30 4.7 2.90 BO nii3r6 1.5 49 35 43 3.1 3.48 12 02:90) 20 mal03.5 Sirdi49 ld 8D 0 0148.48 ISPINEN 4.1 2.5 359 43 5.2 3.3 3.82 14 47 27 2.5 341 8.3 119:8 3.6 3.27 LANA 2.4 2.5 3.0 23 3.5 2.5 2.70 16 0.8 1.0 1.6 1.0182:31 12,6 2.7 1.87 17 -,,: —0.6 0.0 —0.7 0.2—0.3 127 0.05 18—1.8 —1.5 —0.9 —0.8—1.0—1.0 0.5 —0.78 AO ES le cat y E DO E A 20 17 —28 —1383 —15-—1.6 0.2 .... —1.30 ZN ze a —0 8—1.8 —0.2 .... —0,98 Media. 1.01 0.30 1.08 1.39 2.13 2.20 Véase Memorias. Tomo 15, pág. 97, a 146 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA México, Observatorio Central. Horas. Fechas Media 1 9 8 4 5 6 7 TS MSDDASA DOIMASbto ARAN IAbeS 1794 "75932 A O co NN OO 60 OO SO OT UNAS ono ASAS SO AOS A O MOS ES OO lao. So DG ES RO O A Da (sas 17.6 16.22 1 AA ISO LO O L0:2 7 1 10:0 AS LO:3Z LA SIE AO ET TAN ISS ESO Sa O Is As MT O ES iS BOS 18 ao 188 AS O SO a Aa LO O ANDA O OO 1204 2001 10.5. 10H. 1462 LOTE 20 q 11.22 PA OPEN COCA E 107 YO A E 11.13 Media. 11.71 13.09 11.81 13.46 13.09 14.38 Las altitudes adoptadas en este estudio para las estaciones de Ve- racruz, Jalapa, Puebla, Tacubaya y Toluca, son las reconocidas co- mo oficiales; la de Eslava es la que da la nivelación del Ferrocarril México, Cuernavaca y Pacífico; y las del Popocatepetl y Pico de Ori- zaba son las que resultan de las observaciones barométricas practica- das por el astrónomo A. E. Douglas en la escursión referida. Dichas altitudes quedan expresadas como sigue: A A A 15 metros. A A A 1400 ld o EA ae Ll 2167 Tacuba doce anos 2323 E A A RAS 2625 ¡TES CA a Me co 2729 Popocatepetl. o..ococoranosopoce danilo són 5400 Citlaltepetl (Pico de Orizaba). AE PAIS 5600 “ANTONIO ALZATE.” 147 Fx En la discusión de los elementos termométricos apuntados más - arriba, voy á seguir el mismo procedimiento empleado en un trabajo semejante por el distinguido meteorologista francés M. Angot. ? Admitiendo que la temperatura í sea una función lineal de la alti- tud 2, se puede poner t=a+bz2. expresión en que a y b son constantes por determinar. Para cada grupo de dos estaciones y en el mismo orden en que es- tán consignados los datos, tomando siempre como origen la más baja ó sea la de Veracruz, calculo el valor de los coeficientes a y 0. Por vía de ilustración pongo un ejemplo de la secuela de dichos cálculos. e Veracruz—Puebla. Diciembre. Veracruz, de Puebla. yO 2= 15 => LOMO 22101 a+ 15 06=21.75 15 a+ 225 b=326.25 a+2167 b=13.75 2167 a+4695889 b=29796.25 2 a+2182 b=35.50 2182 a4-4696114 b=30122. 5 2a+2182 b= 35.50 2182 a4-4696114 b= 30122.50 9392228 b= 60245.0 4761124 b= 77461.0 4631104 ¿=—17216.0 —17216.0 ) bd = ————— = — 0.00372 % 4631104 1 Ann. du Bur. Centr. Mét. de F, 148 - Aplicando este procedimiento 4 cada uno de los datos mensuales, MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA 35.5 — (2182 b) a = —— = 2 encuentro los resultados siguientes: PRIMER GRUPO. Veracruz—Puebla. (7) Diciembre od UECaneO 21.82 ¡Vagos da QUA Ud 20.70 Debra Ed 23.70 MO ene 23.13 JOE Aaa oi cea ee de 26.40 E A 27.61 A e a dad a AE 27.20 Us la qe 26.81 IAOSTO MIST. an onanl lalo nia dos 27.72 A 26.61 E 25.16 Noviembre. ...ocosiosedodacosos 23.92 Me a a 25.02 SEGUNDO GRUPO. Veracruz—Tacubaya a Dicrembreit aos dae obanata'a Z1OZ Enero. a rro aun 20.71 Febrero aa od) 232 Marzo. ooo 23:17 JN A e 23.42 Mayo or ss naca deceo san ol 27.62 21.82 b —0.00372 —0.00376 —0.00397 —0.00287 —0.00286 —0.00349 —0.00369 —0.00388 —0.00416 —0.00425 —0.00409 —0.00423 —0.00375 b —0.00399 —0.00403 —0.00436 —0.00378 —0.00378 —0.00436 “ANTONIO ALZATE.” TUMOR A 27.23 TA A A A 26.32 den cl ARA E E 27.78 SEPLembTE soto ide ains: 26.68 OCIO 25.17 NOMINADO aa tasas. e 23.93 Medila..osccasco o idas dde 25.04 TERCER GRUPO. Veracruz—Toluca. o Diciembre. santas 21.83 A A 20.70 HebDrero ceo ata DS (es Marzo ros IO e ao O ZU Abt A Arcs 26.42 Mao a e pee 27.61 A A DL A O A AE 2 ACasto tan daneses 27.74 Septiembre.......o..... TI 26.64 Octubre coords iio 25.19 Novembre. di cacas 23.98 Medias O 25.04 —0.00456 —0.00453 . —0.00518 —0.00501 —-0.00500 —0.00471 —0.00445 b —0.00510 —0.00396 —0.00475 —0.00418 —0.00420 —-0.00444 -—0,00431 —0.00462 —0.00512 —-0.00552 —0.00518 —-0.00498 —-0.00469 149 Si el valor de 6 lo multiplicamos por 100, y con el producto p ha- cemos e —— P 150 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA tendremos, respectivamente, la variación de la temperatura, en des- censo, por cada 100 metros de elevación, y la altura que es preciso alcanzar para que la columna termométrica se abata un grado entre nuestra estación del Golfo y las tres de la mesa central que nos han ministrado los datos. En las tablas que siguen figuran ambos- valores para cada uno de los tres grupos de observaciones: PRIMER GRUPO. Desalojamiento en Variación en descen- el sentido vertical so, por 100m. de eleva- para que el termó- ción. O: descienda 1 m Diciembre sas sona) 092372 - 268.8 Mero. tos aos 372 266.0 o q A e CA 397 251.9 IMArZO dos oo. o cd eat ea Ja ass 287 348.4 A E 086 349.7 MO cook ostoacclilctds 349 286.7 TUI A ei 369 271.0 O AS 388 257.8 Agosto....... pot accent 416 240.4 Septiembre: odon eonoo.oneao/eloe 425 235.3 Octubre liada aoe» NN ELON 409 244.5 Noviembre... cintas ion 423 - 236.4 EE A A A 0.375 271.4 m Diciembrev. nai 0 09399 250.4 ¡o O A 403 248.1 Cebrero iodo dd 436 229.4 Marzo oido le aa Uan A 378 291.0 “ANTONIO ALZATE.” 151 m AD ia ab 378 291.0 Mano ade aas dul data esla dll 436 229.4 A MEA A 456 219.3 A A EP 458 220.8 ACOSRO Na aa ahi aa loci 18 193.1 Septiembre. mcovocadqdos depois 501 199.6 Detubre ara sas - 500 200.0 Noylembre. e ctesanoop ceda 481 207.9 Medias actos ondas cn En 0.445 231.7 eo e de ANA! 396 252.5 IS de A ie 475 210.5 MAZO sin it es a 418 241.9 AD o e 420 238.1 MAYO cota tirarlo vinos Doe Aer ¿444 225.2 Ue co ME Slade 431 232.0 AU e Ne Ls 462 216.5 AROSTON vencen cdacosa evasión 512 195.8 Septiembre. sc nsoos ys eje 5952 181.2 Der tadas 518 193.1 Noviembre acacia 498 200.8 Medias. 0 ti Ain 0.469 215.2 De un ligero examen de las cifras anteriores, se desprende que en- tre Veracruz y los Valles de Puebla, México y Toluca, la variación ter- mométrica por cada 100 metros de elevación oscila entre 3 y 5 déci- mos de grado, con tendencias á aumentar en los cuatro últimos meses del año. La media general para un desnivel de 2,600 metros da un decrecimiento igual á 4 por ciento. 152 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA En cuanto al desalojamiento en el sentido vertical para que el termó- metro descienda un grado, vemos que disminuye con la elevación. En efecto, Tacubaya presenta un valor medio anual más bajo que el de Puebla, y el de Toluca es más bajo todavía que el de Tacubaya, con la particularidad que en los cinco últimos meses en ambas estaciones se encuentran valores eercanos á los 180 metros admitidos para de- crecimiento de la temperatura con la altitud. La media general para un desnivel de 2,600 metros resulta igual á 230m. Este valor se aproxima mucho al determinado por el sabio Barón de Humboldt, quien en sus estudios sobre las refracciones astronómicas emprendidas en el continente americano, decía que las grandes ciu- dades de Quito, Santa Fé de Bogotá y México, presentaban una dimi- nución muy lenta, debida á que la temperatura de ellas era más alta de la que les correspondía por razón de su altitud. El Meteorologista ruso Wild calculó la relación entre el descenso de temperatura y la altitud, encontrando entre Veracruz y México las siguientes cifras que representan el decrecimiento de la temperatura por cada 100 metros de elevación. Vesacruz-México. Diciembre. ooo dol dae 0945 oe a O E UL 39 AN en A 36 Marzo et) osas ooo aaa 36 ITV RE ad Moll Mayo: Eo discal escocia dee 41 A A AN ol A 51 INTA e en A a A 54 Sepllembre... the oocisesie na se neosivasacanas 56 Detabre anta aio caí e EA sab 52 NOVICmiDEe: cosacos alaraesia oben: 50 “ANTONIO ALZATE.” 153 F México y Eslava. Las observaciones termométricas practicadas por el Dr. Altamirano en la Hacienda de Eslava y las correspondientes del Observatorio Me- teorológico Central, dan los siguientes valores para las constantes a y!b. a ; b TA 21988 —0.0033 O dto OIEA 36.29 —0.0061 OPA ala eos cos 31.60 —0.0069 Med NO alo 29.92 —0.00543 t—=29.92—0.00543 z haciendo como anteriormente E bx100 y po: resulta para variación por cada 100m y desalojamiento en el sentido vertical. Variación. Desalojamiento. m MAIL a oa odias 0933 303.0 DAN E O ASA 0.61 163.9 A a AA 0.69 144.9 La diferencia tan fuerte entre los valores de las 7 a. m. y los"de 2 y 9 p. m., se explica por la desigual distribución del calor en el Valle y Eslava en aquellos tres instantes. En efecto, las diferencias termo- métricas del mes, se representan como sigue: Eslava-México. A CAS da dE or AA —1%46 2D Ls ets e tatoo Sus dee pi —-2.76 ENE Ia e —3.10 Medid AROS aia aba AA Memorias, T. XIx, 1902-1903, —11 154 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA O Sin embargo, calculando con la media de 5, resulta para desa- O p lojamiento, en metros, por 19 de diminución entre dichos lugares, 185.2 valor en extremo satisfactorio. Fx Observaciones en el Popocatepetl y Pico de Orizaba. a b Veracruz y Jalapa.......ocooo... 297404 —0.00043 E LLO A 402 —0.00156 an MEXICO darsaoasatos 430 —/0.00212 o acubayas dam 450 —-0).00269 O UCA a ete 434 —0.00287 ». Popocatepetl........ 495 —0.00539 Desalojamiento en Variación en descen- el sentido vertical so, por 100m. de eleva- para que el termó- ción. metro descienda 1 grado. Veracruz y JalaPalccaccancciónos 0904 A Duel sio acoocass 0.16 625.0 ME NICO enanas OZ 476.2 a 11 ACUDAN castecsases 0.27 370.4 iy DolUcaladaaión dica 0.29 344.8 » 3 Popocatepetl........ 0.54 185.2 a b Veracruz y Jalapa....... dcaodS 29.110 —0.00065 ANA ra EE 29.119 —-0.00098 mi Tacubaya.ocacnorose 2 IL. 0.00245 OU CA ones Es » Pico de Orizaba... 29.192 —0.00577 “ANTONIO ALZATE.” 155 Variación por 100m, Desalojamiento. VeracruziyiJalapa....odeecsb..o 0.06 A PUEDA O e de 0.10 33 mii ¡Lacubaya., ¿i0otaso a» 0.24 416.7 O e EN 5h A 5 » 3 Pico de Orizaba... 0.58 172,4 Las observaciones de que se deducen estos resultados, fueron he- chos, con poca diferencia, á la misma hora, y con un estado atmosfé- rico que puede clasificarse como medio; sin embargo, presentan dis- cordancias verdaderamente notables, en particular las estaciones de Jalapa y Puebla. En las dos series Jalapa acusa una temperatura mucho más alta que la debida en un nivel 1400 metros superior al de Veracruz y la anomalía es tan fuerte que calculando el desalojamiento en el sentido vertical para que el termómeiro descienda 1 resulta una altitud ma- yor que la de dicha estación. En la segunda serie Toluca aparece con una temperatura de 2%6 mayor que la de Tacubaya, razón por la que no figura en el cálculo. Las cifras que corresponden á los dos volcanes, satisfacen perfecta- mente á la hipótesis admitida para el decrecimiento de la temperatu- ra con la altitud. El Popocatepetl da 185m.2 y el Pico de Orizaba 172.4; la media aritmética de estas cantidades sólo difiere una unidad de los 180 metros aceptados para reducir las temperaturas al nivel del mar. a México y Tlaloc. Las observaciones termométricas hechas en Tlaloc y las correspon- dientes del Observatorio Meteorológico Central, dan los siguientes va- lores horarios para las constantes a y 6. 156 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Horas. a b Dala Dos 13.04 —0).0034 mito AU Mee dad 13.98 —.00033 ART q. RT 16.22 —0.0036 O 10:68 —-0.0041 e a AER 23.80 —-0.0049 Dip a. ar0n..28,84 —0.0060 DA de 31.23 —0.0066 A O li O E 33.19 —0.0072 NO e A 35.08 —0.0078 A BT 35.90 —0.0082 o A ld 35.78 —(0.0086 aa MAI 33.67 —0.0083 A o 28.44 . —0.0072 e 26.49 —-0.0067 e ol cid 25.67 —0).0064 Horas. Variación por 100m. Desalojamiento, MN 0934 | 294.12 ol A 33 303.03 NR AIR: 36 277.78 O 41 243.90 E el diag de 49 204.08 EI OOO 60 166.67 E e NOA 66 : 151.52 e IAS O 138.89 AS 78 : 128,21 Aedes OU 82 123.96 A O AS 86 116.28 A o 83 120.48 Aia deta dr AA 72 138.89 A 67 149.25 AR US as ER 64 156.25 Medias. cooomocean cos ovis 0.62 180.8 “ANTONIO ALZATE.” 157 Estos resultados vienen á comprobar los encontrados con las obser- vaciones de México y Eslava, demostrando que en las primeras horas de la mañana el decrecimiento termométrico es muy lento y aumenta en rapidez á medida que avanza el día hasta las 4 p. m. en que apa- recen 116 metros por 19 de diminución. La media deducida de todos los valores horarios, resulta igual á 181m. y la de Eslava 185m. CONCLUSION. $ Los datos que resultan de los cálculos anteriores, parece justifican las siguientes conclusiones: 1% Entre Veracruz y nuestras estaciones elevadas de la mesa cen- tral, el decrecimiento termométrico en los dos primeros tercios del afío presenta un coeficiente mayor que el determinado en otras regio- nes del globo; en el último tercio, y en las más elevadas como en Ta- cubaya y Toluca, dicho coeficiente se acerca mucho al admitido. 27 La variación diurna del coeficiente de diminución, sigue una ley inversa á la de la temperatura; la curva se abate desde el principio del día hasta la hora del máximo termométrico y se alza en seguida para alcanzar su punto culminante en las horas más frías de la mañana. 3% Tratándose de observaciones aisladas en la mesa central, el coe- ficiente de diminución presenta anomalías muy notables, llegando á un valor hasta de 600 metros. 4% Las observaciones hechas en picos montañosos elevados, acusan un coeficiente termométrico en perfecto acuerdo con la ley de propor- cionalidad admitida. Tacubaya, Julio de 1903. “o Exa dl ob pe edi PS ñ ok d ap Ds do lo, pi A a "e y cabida dels: d0b19 ap (el ME 10 Lal TA cdo at O Ls ra E / LOS LABORATORIOS ZIMOTÉONICOS Ó DE FERMENTACIÓN (SEGUNDA PARTE). POR ELDR.A.J. CARBAJAL, M.S. A. he En mi primer escrito sobre los Laboratorios Zimotécnicos, que tuve la honra de leer ante esta honorable Sociedad ! me propuse dar una idea general de los rápidos y notables adelantos á que ha llegado la ciencia y arte de la fermentación, desde que las investigaciones bacte- riológicas explicaron muchos fenómenos que se atribuían exclusiva- mente al orden químico; y para ello tracé un cuadro ó bosquejo his- tórico de los mencionados Laboratorios modernos, que habiendo na- cido en Francia muy luego se multiplicaron en Alemania, Inglaterra, Italia, Suiza y Estados Unidos. Hice un corto resumen de los resulta- dos obtenidos, que son de una magnitud sorprendente, bajo cualquier aspecto que se les considere, ora en el sentido de-la ciencia pura, ora en el de la aplicada; ya por lo que mira á los beneficios económicos de las empresas industriales, ó bien á la mejor calidad y conservación de los productos alimenticios: perfeccionamientos todos que caminan estrechamente enlazados; pues que logrados los unos, pari passu, se consiguen los otros. Mas, en dicho escrito no me ocupé propiamente hablando de la parte cientifica, que reservaba para otra ocasión. Aún en esta vez, no pienso exponeros la ciencia misma, sino la manera de adquirirla, ó sea la parte pedagógica; entrar en los detalles de lo que pudieramos llamar un “Curso de Zimotecnia teórico-práctica,” que, 1 Memorias, XVI, 1901, p, 191. 160 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA cuando se dedican á la enseñanza, es el objeto de los Laboratorios, aparte del de las investigaciones originales, y otros, como eonsultas, preparación de cultivos puros, etc. Paréceme que de este modo lograré dar una idea más completa de la enorme importancia que tiene entre nosotros la introducción de esta nueva rama de la ciencia, de la que apenas existe una vaga noción en nuestro país. Las fermentaciones se originan por la presencia de una substancia organizada ó sea de los micro-organismos de la fermentación: ó bien de una simplemente orgánica llamada, Fermento soluble, cuando se encuentran en un medio apropiado: de aquí una división natural. 1? Fermentaciones de origen microbiológico. 2? Fermentaciones de origen exclusivamente químico. Conviene como preliminares indispensabtes al estudio zimotécnico microbiológico tener los conocimientos siguientes: 12 El uso de los instrumentos, utensilios y aparatos. 2% Nociones teórico-prácticas de preparación y esterilización de los medios de cultivo y utensilios. Entre los primeros: el manejo del microscopio, de la cámara clara y del micrómetro. Descripción de los útiles de vidrio: matraces, tubos, placas y frascos de fermentación, tromba de agua, estufas de cultivo. Esterilizadores de aire y de vapor, bajo presión, etc., etc.; nociones de esterilización y práctica de élla con uso de los aparatos: aplicada al agua y á los medios de cultivos, líquidos y sólidos. Los medios de cultivo que se usan son los siguientes: mostos natu- rales ó sea el mosto de-uva ú otros líquidos azucarados, como la infu- sión de frutos azucarados, de la ciruela, del higo, etc. Mostos artificiales: como el de cerveza y otros preparados con can- tidades definidas exactamente de sus componentes, que, en general es- tán constituídos por una substancia azoada, otra hidro—carbonada, una azúcar y un ácido orgánico. Otro medio muy usado, principalmente para las bacterias, es el caldo simple de carne de buey, solo ó peptoni- zado, el agua ó infusión de levadura. Con estos medios líquidos se “ANTONIO ALZATE.” 161 preparan gelatinas ó gelosas que permiten solidificarlos y darles for- mas diversas en tubos de ensaye ó placas y pueden sufrir diversas temperaturas, fijando el aspecto y forma de la aglomeración de los mi- cro-organismos ó colonias, como se llaman. Empleanse, además, *las papas y zanahorias: yo he usado con buen éxito los camotes. Todos estos medios deben estar rigurosamente esterilizados y se deben con- servar con el mayor esmero en esta condición. Regla general: todo objoto que debe estar en contacto con un ger- men ó una mezcla de ellos, tiene que ser absolutamente exento de otros, que le son extraños, para evitar errores de interpretación y ob- tener conclusiones verdaderas y exactas. La técnica debe ser minu- ciosamente delicada y correcta, porque los caracteres morfológicos y biológicos de los micro-organismos sufren modificaciones cuando se alteran las condiciones físicas Ó químicas en que se desarrollan, y pa- ra Obtener resultados fijos, uniformes y concordantes es necesario su- jetarse á reglas igualmente uniformes y fijas. Pasados estos preliminares se entra desde luego al estudio de la Mi- cología, siendo los tipos que se deben elegir aquellos hongos que más frecuentemente se encuentran en los mostos ó líquidos fermenta- dos y son los siguientes: Penicilium glaucum. Aspergillus glaucus. Botrytis cinerez, Monilia candida, Oidium lactis, Mucor, sus diversas especies. Chalara Micoderma, Peronospora Viticola y otros varios. Habrá que caracterizarlos en su forma y aspecto, tanto en medios lí- quidos azucarados y ácidos, como en sólidos, placas de gelatina, za- nahorias ó pan. Se seguirá su evolución desde la espora y formación del micelio, hasta la vegetación completa en la cámara húmeda de Bóttcher ó de Rauvier. Es indispensable esta instrucción porque hay esporas ó celdillas de estos hongos, que asemejan á los de las levadu- ras ó Sacaromicetos propiamente dichos y es por lo mismo indispen- sable saber reconocerlos y distinguirlos: contaminan con frecuencia las fermentaciones industriales, algunos pueden aun producir fermen- taciones alcohólicas ó viciar otras y ocasionar pérdidas. Otros se pue- den utilizar y de hecho se emplean en la grande industria, como el Aspergillus orizoe con el cual se prepara el Saké ó vino de arroz Japo- 162 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA nés, el Clamidomucor orizo, que se usa en Java para fermentar el arroz, cuyo licor se llama Arack. En el capítulo de las bacterias zimógenas, que debe seguir al de los hongos antes dichos, se deberán estudiar los tipos principales de mi- crococus, como el prodígiosus ó el cinabareus de Fliigge, algunas sarci- nas y los bacilos de las fermentaciones láctica, acética, alcohólica, bu- tírica, viscosa y de la putrefacción. El método será el siguiente: tomando un cultivo puro del micro organismo se transportará á medios líquidos y sólidos apropiados, que se conservarán á la temperatura conveniente; y luego que aparezcan las señales de la proliferación, se anotarán los caracteres morfológicos de dichos cultivos y los individuales, ó sea de los gérmenes observados en gota suspendida, y fijados, tiñiéndolos según los diversos procedi- mientos de coloración. Como caracteres biológicos se determinarán: los cambios que han experimentado los cultivos, la licuación de la gelatina, la aparición de substancias colorantes, las modificaciones de aspecto de los líquidos y la aparición de otros productos, como ácidos grasos, láctico, acetico, propiónico, butírico, alcohol, éteres diversos, diastasas ó enzimas, como las protéoliticas, amylolíticas, etc., etc., pro- ductos de putrefacción, como el ácido sulfídrico, el amoníaco, el indol. Estos estudios químicos son de suma importancia, porque revelan cuáles son los gérmenes útiles y cuáles los nocivos, para aprovechar los primeros y libertarse de los segundos; pues, conocidas las circuns- tancias ó condiciones biológicas favorables á su desarrollo, como el grado de temperatura, presencia ó ausencia del aire, composición de- terminada del medio de enltivo, se llegan á establecer los preceptos prácticos aplicables á la industria, para conducir las fermentaciones al abrigo de peligros ya conocidos y que se pueden prever ó afortuna- damente remediar. Tomemos, por ejemplo, el estudio de la fermentación acética. Hare- mos un cultivo puro del Bacterium pastorianum ó acéticum en gelati- na de mosto de cerveza extendido en placas, sembrado también en mos- to líquido, en matraces. Se dejan á la temperatura ambiente; y otros, algunos de los líquidos, se ponen á la estufa ó no. Después de varios “ANTONIO ALZATE.” 163 días se examinan las colonias de gelatina y el cultivo líquido al mi- croscopio, y se hacen preparaciones teñidas y sin teñir: se advierten las formas de la bacteria, diversas según la temperatura del cultivo, y también diferentes en el fondo ó en la superficie del líquido, en donde se ha formado un velo constituído por zoogleas: no sólo se caracteriza el germen sino que se diferencian las especies de las acéticas: se ana- liza el mosto y se encuentra el ácido acético, en más ó menos canti- dad. Se puede fijar con precisión las temperaturas máxima, mínima y óptima, y por lo mismo se sabe á qué grado no es posible la conta- minación de un mosto y á cuál otro el peligro es inminente, dada la composición del líquido, adversa ó favorable á su desarrollo. En suma, cultivo del germen puro en medios y condiciones apropiadas, y análi- sis químico del medio de cultivo, principalmente del liquido es el mé- todo que se debe seguir para reconocer la naturaleza y propiedades de los micro-organismos. Llegamos al punto más interesante de nuestro curso al abordar el conocimiento de los fermentos alcohólicos, y en especial el de las le- vaduras, sacaromicetos y Torulas. Seguiremos los métodos fisiológi- cos y de diluciones para obtener un cultivo puro, si se trata de aislar los gérmenes: y si se tiene un tipo ya logrado, se procederá de la mis- ma manera que para las bacterias en medios líquidos y sólidos: agre- gando como cosa especial, dos órdenes de investigaciones: la primera, para buscar la reproducción por esporas: la segunda, para el estudio de los velos, que son unas películas que se forman en la superficie de los medios liquidos. Por estos arbitrios se caracterizan los sacaromi- cetos genuinos y se distinguen de las Torulas: además, se harán cul- tivos con diferentes azúcares, empleando la glucosa, maltosa, levulosa sacarosa, refinosa y lactosa, con lo cual se definen más exactamente las diferentes especies. De este modo se estudiarán las siguientes: Sa- charomices cerevisioe Carlsber 1 y II (Hansen), agávica (Carbajal). Pastorianus I, II y 111 (Hansen) Ellipsordeus 1 y 11; anómalus, Sud- wigii, Octosporus, Mellacei, fragilis, membranefaciens, apiculatus y otras varias levaduras de vino, ó alcoológenas, para uso industrial; entre nosotros habrá que añadir la del tibico, la del tequila, la ó las 164 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA de las tunas rojas ó amarillas, con que se fabrica el Colonche y las de la cañía de azúcar. El punto más esencial en este capítulo es el de la preparación del cultivo puro, según el método de Hansen, en placa de gelatina, y en cámara especial, que permite obtener verdaderas razas partiendo del cultivo ó proliferación de una sola celdilla. Admirable perfeccionamiento técnico, que ha venido á resolver grandes dificulta- des y discusiones, que habían surgido en la práctica, por el defectuo- so é incierto método antiguo, que se empleaba para aislar los gérme- nes. Así como para las bacterias, y con más razón, se hará el análisis de los mostos y de los licores fermentados que resultan, fijando la atención de preferencia en la cantidad y naturaleza del alcohol ó al- coholes, de los ácidos fijos y volátiles, de la glicerina y ácido succínico, de los éteres y de los hidrocarbonos que subsistan, como azúcar, go- mas, dextrina, etc. En un análisis completo habrá que enumerar las substancias albuminoides, y las inorgánicas. - Como el aire ó el agua pueden contaminar los mostos ó los líqui- dos fermentados, se necesita hacer los análisis respectivos, para co- nocer los gérmenes que en circunstancias dadas, por ejemplo en una sala de fermentación, ó una vasija mal lavada, pueden explicar las al- teraciones producidas; y para ello hay que emplear la técnica especial, haciendo ejercicios de análisis bacteriológicos del agua y del aire. Se encuentran muchas veces en los vinos, cervezas y pulque, sarcinas, bacterias ú hongos, que no tienen otro origen: es decir, que son acci- dentales y con las debidas precauciones se pueden evitar. Las fermentaciones de origen químico exclusivo son producidas por substancias orgánicas que se llaman fermentos solubles ó enzimas. Desde que Kirchhoff descubrió en 1814 la presencia en el gluten de la enzima, que transforma el almidón en dextrina y maltosa, y que es un fermento soluble que conocemos con el nombre de diastasa, hasta el de la zimasa de los hermanos Bichner, en 1898, que convierte la glucosa en alcohol y ácido carbónico y está encerrada en el protoplas- ma de las células de los Sacaromicetos, la ciencia se ha enriquecido “ANTONIO ALZATE.” 165 con una serie ya larga de diastasas ó enzimas, que tienen propiedades especiales y han sido clasificadas de acuerdo con las substancias sobre las cuales ejercen su acción, la naturaleza de ésta y el cuerpo que re- sulta. Unas, son hidratantes como la Invertina 6 Sacarasa que trans- forma la azúcar de caña en glucosa y levulosa. Otras, cambian la na- turaleza de los glucósidos, como la emulsina, que descompone la amig- dalina en glucosa, esencia de almendras amargas y ácido cianhídrico; ó bien las grasas; tales son la steapsina y lipasa; algunas, las materias protéicas; el cuajo coagula lá caseina, la pepsina y papaina transfor- man los altuminoides en peptonas. Los fermentos oxidantes, como la Lacasa Eno-oxidasa, etc., elc.: dan productos de oxidación obrando sobre diversas substancias, y asi otras. Hay como se ve una cantidad cada vez mayor á medida qne-se suceden los descubrimientos, de en- zimas, cuyo estudio ofrece interés no tan sólo'*desde el punto de vista eientífico, sino por su utilidad práctica. | El Profesor Etfront, especialista en la materia, resumiendo el curso que da en el Instituto de Fermentaciones de la Universidad nueva de Bruselas, en la obra citada dice en el Prólogo lo siguiente: “El estu- dio de los fermentos químicos ofrece la doble ventaja de presentar un grande interés científico y de tener al mismo tiempo numerosas apli- caciones industriales. “Los fenómenos de asimilación y de respiración, que ocurren en el interior de las celdillas vivas están en correlación intima con las se- ereciones diastásicas, cuyo estudio se impone, por consiguiente, tanto 4 los fisiólogos como á los bacteriólogos y botánicos. “El conocimiento de las reacciones provocadas por las diastasas es de importancia capital á los químicos, para quienes estos agentes fi- siológicos pueden volverse reactivos de una sensibilidad excepcional. ““La ciencia de los fermentos químicos comprende, además, el cono- cimiento de ciertas toxinas microbianas, que por sus propiedades se acercan mucho á las diastasas. Así es, que para el estudio de estos venenos, desde el punto de vista de su difusion, conservación y la ma- 1 J, Effront, Les enzimes et leurs applications, 1901 p. 63, 166 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA nera como se destruyen en el organismo, es necesario poseer conoci- mientos muy exactos sobre las enzimas. “Finalmente, toda una clase de fermentos solubles han encontrado ya aplicaciones industriales, y es indiscutible que su número Írá en aumento.” Efectivamente, si la fermentación por micro-organismos, es decir, la bacteriológica, ofrece un interés tan vasto como he dicho en la pri- mera parte, la de orden puramente químico no es tan insignificante, sobre todo desde el punto de vista biológico. En un laboratorio zimotécnico bien montado y completo: no debe faltar esta Sección, si bien es necesario especializarla porque es tan amplia como la primera. Es necesario comenzar por aislar los fermentos para después hacer el estudio de sus propiedades químicas, según los procedimientos or- dinarios de la técnica respectiva, y continuar con la aplicación á la práctica de acuerdo con sus propiedades ya definidas. Así tenemos que desde hace varios años empleamos la Takadiastasa como una ex- celente medicina para combatir las dispepsias amiláceas. Hará unos ocho años introduje en la capital esta substancia, mandándola traer por conducto del Sr. Bustillos de la Casa Parker €: Davis de Detroit. Hacía poco tiempo que el Profesor Takamine había descubierto y pre- parado industrialmente este fermento, que es una diastasa amylolítica, cuyo poder de transformar el almidón en azúcar es bastante enérgico. El Profesor Pavlow ha descubierto un fermento llamado enterokina- sa, que ha logrado aislar de los intestinos mismos, que comienzo á usar para combatir ciertas formas de dispepsia intestinal, y que pre- para, con otros muchos, la casa Chaix de Paris. De manera, que las aseveracionos del Profesor Effront son rigurosamente exactas. El bosquejo que he trazado de un curso teórico-práctico de fermen- tación es el antecedente obligado de los demás trabajos importantÍsi- mos que se llevan á cabo en un Laboratorio y vamos á enumerar si- quiera sea rápidamente. 1% Preparación de cultivos puros de fermentos ó levaduras para la industria y la medicina. “ANTONIO ALZATE.” 167 Se práctica hace años en varios laboratorios de Alemania y Francia: los primeros más especialmente dedicados á las levaduras de cervece- ría y los segundos para los de Vino. Se distinguen los del Profesor Jórgensen en Copenhagen y otros en Munich. El del Profesor Jacque- min en Mazéville cerca de Nancy. Entre nosotros el campo es muy amplio. Se podrá hacer lo mismo para nuestras cervecerías, para el pulque, la levadura de panadería, fabricación del tequila, del alcohol de caña y nuestra naciente indus- tria Vinícola. ; 2? Hacer análisis de productos fermentados, para reconocer su pu- reza y cualidades industriales ó higiénicas. Hasta hoy no tenemos ningún establecimiento, para el objeto, montado á la altura de las nece- sidades de la época y por esto poco sabemos de la composición del pulque y no hemos podido fijar la media. 3% Entre nosotros hacer el estudio zimotécnico aplicado á nuestras industrias de fermentación de carácter nacional y que será la base in- defectible de su prosperidad, como ha ocurrido en otros países. 4% Como he dicho en mi anterior artículo la creación de una carre- ra profesional: la del Zimotécnico. Recientemente los Sres. Delafond y S. Lejeune han escrito dos inte- resantes artículos en los que demuestran (como yo lo hice en mi pri- mer artículo citado) el atraso tan lamentable de nuestra industria azucarera y lo atribuyen con razón á la falta de peritos técnicos. El Sr. Lejeune dice (Trait d'Union 1% Octobre 1903.) “Parmi les Cosas de México, parmi ces causes inexplicables qui font, ici, les écarts énor- mes entre les chiffres d'un projet et les chiffres d'un bilan, entre le réve et la réalité, il faut mettre en prémiére ligne l'ignorance de pro- priétaires, leur goút pour le laisser-faire, pour la tradition. Il n'y a pas, en Europe, une usine travaillant sans controle chimique, sans chef de fabrication, on connait les microbes, en sucrerie, et l'on prend contre eux les précautions nécessaires. Ici, oú les microbes sont plus actifs qu'en Europe on se contente de dire quand le sucre ne crista- llise pas bien: “Il y a de gammes. C'est la faute de terrain.” El Sr. Delafond (El País, Sepbre. 1903) “México pierde la mitad de su producción de alcohol (de caña). 168 “MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA La enorme producción de melasa demuestra que la fabricación (del alcohol) es absolutamente defectuosa, debido no precisamente á la fal- ta de buenas máquinas sino á este hecho: que el beneficio de la caña está á cargo de un personal inepto. “México es un pais privilegiado bajo el punto de vista de la producción de alcohol. Su clima, sus te- rrenos, los productos de su suelo concurren para caer en él manantia- les ¡inagotables de alcohol. En una palabra le sería fácil suprimir el empleo del petróleo, combustible extranjero y en este caso ¡cuánto di- nero se quedaría en el pais!” La materia es fecunda, como la industria á que me refiero. La base de su adelanto se encuentra en los laboratorios zimotécnicos, 6 el La- boratorio, pues al principio bastaría uno para llenar nuestras necesi- dades. Una sola, la del pulque, ó la de la azúcar de caña la compensa- ría eon creces los gastos que demandaría su instalación, sin contar, que las cervezas, nuestros vinos, el pan, la leche, quesos, etc., participa- rían en alto grado de sus ventajas, á la vez que muchos jóvenes se abririan un paso en la nueva ciencia y podrían dirigir con acierto y provecho de los dueños las numerosas industrias de la fermentación. México, Noviembre de 1903. SUR LE PROBLEME DES n CORPS ALIGNÉS, PAR P. PIZZETTI, M. $. A., Professeur á l1'Université Royale de Pise. Comm'il est bien connu, les équations du probléme des trois corps s'intégrent sans difficulté lorsqu'on admet a priori la condition que les rapports entre les trois distances mutuelles demeurent invariables pen- dant toute la durée du mouvement; ce qui peut se vérifier, celá va sans dire, seulement lorsque les données initiales da mouvement satisfont A des conditions déterminées. On est conduit alorsá deux formes trés simples de mouvement: ou bien les trois corps forment toujours un triangle équilatéral, ou bien il restent toujours en ligne droite. Ce dernier cas se vérifie lorsque, les 3 corps étant alignés á Vorigine du temps, les vitesses relatives initiales sont peralléles entr'elles et propor- tionelles aux distances mutuelles, et, de plus, le rapport entre deux de ces distances vérifie une certaine équation du cinquiéme degré, dont les coefficients sont des fonctions linéaires des trois masses. Laplace a observé que, si ces conditions avaient été vérifié, á un cer- tain instant, par le Soleil, la Terre et la Lune, nos nuits auraient joui perpétuellement de la pleine Lune. : Mais Liouville a, de sa part, démontré que le mouvement des trois corps alignés de cette maniétre est instable, de sorte que l'alignemient, Memorias, T. XIX, 1902-1908, —12 170 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA bien qu'une fois avéré, aurait été bientót détruit par les perturbations dues aux autres planétes. Or il est naturel d'observer que toutes ces conclusions sont liées a ''hypothese initiale: que les rapports entre les distances ne varient pas avec le temps, et 1'on peut se demander si, indépendemment de cette hypothese, il y a d'autres ces oú las trois corps peuvent rester alignés* La réponse est négative et nous allons démontrer, d'une maniére trés simple, que le cas unique d'alignement est celui oú les rapports des distances restent invariables. Celá est vrai, non seulement pour les 3 corps, mais généralement pour un nombre quelconque de corps qui s'attirent mutuellement suivant la loi de Newton. Soient m;, m, ... m, les masses, G leur centre de gravité au temps t, r, la distance (Gm), 4,, la distance (m, my), X; y; z,les coordonées du corps m, relativement a des axes de direction invariable ayant l'origine en G. On aura: d? X; (1 4 ; y ad) de = (e de 2-.1>1,141..n) Si les corps sont alignés, 1l sera X; unes X; ME X; 4 EAS uN) ou l'on doit choisir le signe supérieur lorsque la masse m,.divise le segment (G m;). Partant, en indiquant par R, l'expression 2 R=2%>m, qui ne dépend que des rapports entre les distances, l'équation (1) pourra s'écrire. (1) A En écrivant les deux formules analogues pour y et 2, on en déduit sans 'difficulté: ' “ANTONIO ALZATE.” 171 2 d X; dy; ana A e oú c, est une constante rélativement au temps. De méme , e ha ON Eds (3) Y; dt Xx; ri A C; Désignons par a, f, y les cosinus de direction de la doitre G m,,, de sorte que XxX; = HAr,, Vi TOS ES OLAS Les formules (3) (3) donnent, sans difficulté: En supposant que la quantité entre les parentheses ne s'annule pas, on en déduit 2 1 7-= constante. 15 Les distances des corps de leur centre de gravité conservant donc des rapports invariables avec le temps, ce qui ne peut se vérifier que si les rapports entre les distances mutuelles sont eux mémes constants. Les fonction R;, définies par les (2) se réduisent, dans ce cas, á des cosntantes et l'équation (1%), avec des analogues pour y et 2. démontre que l'une quelconque des corps se déplace relativement au centre G d'aprés les lois du mouvement elliptique. - Suposons que les corps soient alignés dans l'ordre 1, 2..n et designons par h; h,...h, des membres constants, et par p une longeur variable, tels que Von ait: (4) == Pa m; h; = 0 X= h pa 72 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Eh, exprime alors le rapport (G m,) : (G m,)] On aura 4;,= + (h, — h;) p t) oú l'on devra choisir le signe + ou — selon que j est > ou < que 2, et l'équation (1) pourra s'écrire. 1400 _ 1, em pa OE *(b;—h,* La valeur du 2 membre devra étre indépendent de ¿, ce qui peut s'exprimer par les n formules AA, (e 1,2.. 1 (b,—h,' l 1TA RA a E mn oú P désigne une constant. En multipliant les (5) par m, et ajontant, on a l'identité O =0 á cause de (4). Donc les relations (5) si l'on en élimine P se réduisent 4 n — 2 équations entre les h,, ce qui avec (4) détermine les mémes quantités, et, par celá, les rapports des distances» en fonction des masses. Chacune des équations, qu'on obtienten divisant deux des (5) entr'elles est du degré 4 n —7 par rapport aux h,. Toutes ces conclusions sont valables sauf dans un cas d'exception» celui ou l'on ait simultanément da Ao Dis aA da indi a dl mil dam di img «dilo y dit a dt | ce qui (A cause de a? + f” + y= 1) ne peut se verifier que si OA Er Ye Ba Aa =0) c'est á dire, si la droite qui joint la centres des n corps conserve une direction invariable. Dans ce cas les vitesses relatives sont dirigées “ANTONIO ALZATE.” 173 suivant la méme droite, et le probleme est identique, au point de vue analytique, á celui du mouvement de » corps, s'attirant d'apres la loi de Newton, et obligés de se mouvoir sur une droite fixe. Il est aisé de voir dans ce cas que le mouvement doit aboutir, ou á la dispersion totale des masses (lim 4,,= oo pour t = 0 ), ou a la dispersion par- tiale avec des collisions (quelqu'un des 4,, s'annulant et les autres croissant indefiniment avec le temps) ou enfin a la réunion des n corps en un seul. Considérons en effet, comme précedemment, les corps alignés dans Pordre 1, 2...n. On aura toujours d” 4 ln a Cette inégalité pourrait se déduire des équations fondamentales; mais elle est évident á priori, car la force qui agit sur le corps m, tend a le rapprocher de m, et viceversa. Par celá, si 4, , ne croít pas infini- ment avec le temps, c'está dire, si l'un des deux corps, ou tous les deux ne S'eloignent pas á l'infini, le distance 4,, devra, commencer á decroítre á partir d'un certain moment, etla décroisance se poursuivra jusqu' a qu' il ne se vérifie la collision de m, avec m, ou bien de m, avec M1 Admettons maintenant que le choc de deux corps célestes ait 1'un de ces deux effets: ou celui de les souder en un seul, ou bien de les briser et Ven disperser les fragments de sorte que ceux—ci n'aient plus d'action sensible sur le mouvement des autres masses. Alors, aprés la collision, le systeme sera réduit a n— 1 corps et le raisonnement précédent peut se répéter; ou bien les deux corps extremes s'eloigneront indéfiniment, ou bien l'un d'eux (ou tous les deux) ira se souder á son prochain. Supposons que á une certaine époque t, les conditions soient telles que 1'on puissedémontrer que les n corps iron se disperser sans collsion; - la plus évidente des conditions nécessaires pour celá, c'est que m,, m, s'éloignent l'un de l'autre. On demande quelles ont été les condi- tions du mouvement antérieurs a t,. 174 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Pour celá il suffit naturellement de changer le sens des vitesses: initiales et de faire ensuite croitre le temps t. Or si la dispersion future: est assurée, les vitesses initiales renversées seront de telle sorte a rapro- cher m, de m, , ce qui porte á la collision de l'une de ces deux masses avec les intermédiaires, Si donc la dispersion future aura lieu, quelque collision antérieure a t,, ou, pour mieux dire, quelque explosion qui ait séparé une masse en deux, doit étre nécessairement admise. Le mouvement rectiligne de a corps s'attirant mutuellement d'aprés la loi de Newton, soit qu'il ait lieu sur une ligne fixe soit sur une droite qui se meut parallélement á elle méme, est donc nécessairement sujet á des chocs antérieurs ou futurs. Lorsque la droite a un mouve- ment de rotation, ou ce qui vaut le méme, lorsque les vitesses relatives - ne sont pas dirigées suivant la droite méme, (toutes les conditions étant, du reste, vérifiées pour que l'alignement se maintienne) les mouve- ments relatifs se prolongent indifiniment sans chocs suivant les lois de Kepler; si l'on fait abstraction, bien entendu, des perturbations dues á des corps étrangers au systéme, qui tres-probablement doivent rendre éminemment instable, comme dans le cas des 3 corps, cette forme: spéciale du mouvement. " Pise, 1903. PROJET D'établissement d'un Sanatorium spécial pour les tuberculeux dans la région sud-ouest de la Vallée de México. PAR LE DR. DANIEL VERGARA LOPE (de México) M.S. A. Lauréat de l'Institut Smithsonian de Washington E. U. A, (Traduit par le Dr. Paul Garnault (de Paris). Dr. en Médecine Dr. es-sciences naturelles.) A Monsieur le Profeseur EDUAR- DO LICÉ£AGA, Directeur de 1'EKcole á de Médecine, Président du Conseil Supérieur de salubrité, Membre ho- nouraire de la Société “Antonio Al- zate.”” En temoignage de trés haute estime. INTRODUCTION. Le projet d'établir un Sanatoriam pour le traitement de la tuber- culose, sur les hauteurs qui entourent l'admirable vallée de México, non seulement est réalisable dans toutes ses parties, mais s'impose méme comme une inéluctable nécessité, si nous ne voulons pas nous résigner á voir la terrible maladie augmenter chaque jour le nombre de ses victimes, et marquer d'une tache de deuil tous les foyers méxi- cains. | 1] En 1898, les décés par tuberculose, dans la ville de México, ont déja'atteint le chiftre de 1531. Dr. Licéaga, Defensa contra la tuberculosis, p. 11. 176 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Ce n'est pas le seul intérét de notre pays qui nous incite a fonder cet établissement; nous sommes guidés encore, dans notre ceuvre, par le souci de V'intérét général de l'humanité tout entiére. En effet, un sanatorium apte á recevoir des tuberculeux venant de toutes les par- ties du monde, situé dans un climat véritablement idéal pour le trai- tement de cette maladie par les agents naturels, mérite de susciter l'intérét universel; et ce projet ne doit pas rester plus longtemps sans se réaliser. Les motifs sur lesquels repose cette affirmation sont fort nombreux; et bien que, dans ce travail nécessairement limité, nous ne puissions songer á les exposer tous, nous allons passer en revue les principaux et éclairer le jugement de nos lecteurs, en résolvant les questions sui- vantes: Qu'est-ce qu'un Sanatorium pour tuberculeux? Ces établissements sont ils utiles et nécessaires pour le traitement de la tuberculose? S'opposent-ils a la propagation et au développement de ce terrible mal? ! La vallée de México convient elle, par ses conditions climatériques, á létablissement d'un Sanatorium? Pour quelles raisons doit on préférer cette vallée aux autres vallées du plateau central méxicain? Quelles autres conditions peuvent favoriser encore le succés de ce projet? Avantages pour les tuberculeux pauvres. CHAPITRE 1. Quest-ce qu'un Sanatorium pour tuberculeux. Un Sanatorium pour les phtisiques est un établissement situé dans une localité salubre, d'ordinaire en une région plus ou moins élevée 1 La plus grande partie de ces trois chapitres a étó6 empruntée au remarquable travail du Prof. Knopf l'auréat: “La Tuberculose est une maladie du peuple,” dont la traduction faite par le Dr. Vergara Lope, a €té publiée, á México, par les goins du Conseil Supérieur de Salubrité, “ANTONIO ALZATE.” 177 du dessus du niveau de la mer, á peu prés isolée et dont 1'atmosphére est, autant que possible, debarrassée de poussiére. On n'y admet que les malades atteints de tuberculose. Dans toutes les parties qui en dépendent, aussi bien dans les amé- nagements intérieurs que dans ceux qui l'environnent, les plus grandes précautions doivent étre prises pour éviter toutes les possibilités de transmission de la maladie aux employés, aux visiteurs, aux person- nes qui habitent le Sanatorium lui méme, ou qui résident dans le voi- sinage de l'établissement. Les précautions hygiéniques et préventives prises dans les Sanato- riums modernes sont si parfaites, que l'on peut dire, sans crainte de se tromper, qu'on y trouve moins de chances d'infection par les germes de la phtisie, que dans n'importe quel autre endroit. Autre observation des plus intéressantes: dans les localités ou éxis- tent ces Sanatoriums,+la mortalité par tuberculose a diminué gradue- llement pour les populations voisines, depuis leur établissement. Les excellentes mesures préventives et hygiéniques instituées dans les Sa- natoriums ont été spontanément imitées par les villageois; et, comme résultat, la mortalité, par suite de la tuberculose, a progressivement diminué parmi eux. Nous pouvons donc affirmer hardiment, que, non seulement l'éta- blissement d'un Sanatorium ne présente auncun péril pour le voisi- nage, mais, qu'au contraire il constitue un avantage. On peut démontrer la vérité de cette affirmation par des statistiques soigneusement re- levées, dont il nous suffira de citer un seul exemple. Dans les villages de Goebersdorf et de Falkenstein, existent, depuis de nombreuses années, cinq des plus grands Sanatoriums allemands. Le Sanatorium de Geebersdof a été fondé en 1859; et, depuis cette époque, la population du village qui porte le méme nom a doublé. La table de mortalité de ce village nous fournit les indications suivantes: 178 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Avant Vétablissement du Sanatorium, Depuis l'établissement du Sanatorium. De 1790 á 1799...... 14 paran De 1860 á 1869...... 4 par an 018001, 0:1809L ¿con A a a A A ANN a UAB 2O 182 is oí O e , 1840 ,, 1849...... us , 1850 ,, 1859...... ios, Nx Dans ces Sanatoriums, les malades vivent, en prenant l'expression au pied de la lettre, á Pair libre, la nuit comme le jour. lls passent la journée couchés sur des chaises longues, dans des galeries ouvertes, ou bien se proménent et pratiquent des exercices respiratoires; la nuit, ls dorment, les fenétres de leurs chambres ouvertes. On ne saurait, á aucun point de vue, opposer comme une objection, la discipline qui régne dans ces établissements. La discipline, en effet, est absolument nécessaire, au Sanatorium, aussi bien dans l'intérét des malades, que dans celui de toutes les autres personnes séjournant dans l'établissement, ou bien ayant l'occasion d”y pénétrer. Les régle- ments qui le régissent ont pour but l'intérét commun. Le Sanatorium est un endroit ou, non seulement les malades arrivent:á se solgner, mais aussi a prendre des legons qui leur seront de la plus grande utilité pour leur avenir. Les enseignements qu'ils peuvent retirer des réglements, les conseils des médecins, ont pour objet de préserver les malades eux—-mémes, aussi bien que les autres personnes, de la contagion; de leur donner les régles qui leur permettrout éviter les refroidissements, de fagon a ce qu'ils ne soient plus exposés á perdre les bénéfices acquis. Tout cela constitue un ensemble de notions: précieuses, que les malades ne de- vront plus oublier; et, qu'á leur retour dans leurs foyers, ils répandront autour d'eux. L'une des formes caractéristiques du traitementídans ces Sana- toriums, consiste en l'alimentation abondante que l'on y donne, la “ANTONIO ALZATE.” 179 suralimentation, comme l'on dit. 1 Les principaux repas sont pris en commun par tous les malades qui ne sont pas retenus au lit—excepté pour les malades qui habitent des pavillons particuliers et qui désirente y étre servis—,dans des salles á manger largement ventilées; et les lunchs, dans les cours ou les galeries destinés á la cure par le repos á la lumiere et á Pair libre. A son arrivée dans l'établissement, chaque patient est reconnu et pesé par le médecin directeur. Les malades devront étre pesés a des intervalles réguliers, durant leur séjour au Sanatorium. Le médecin directeur ou l'un des médecins assistants font chaque jour leur consultation, á des heures déterminées, de la maniére la plus comode pour les malades. Les malades qui ne peuvent pas se lever» sont visités deux fois le jour, par 1'un des médecins de l'établissement On trouvé, dans les sanatoriums, des locaux aménagés spécialement en vue des applications d'eau froide, qui constituent l'une des plus importantes ressources du traitement. Ces locaux sont ordinairement situés dans le sous-sol, ou bien au rez-de-chausée; et, d'autres fois, le appareils ad hoc sont placés dans un édifice séparé, mais tres pro- che. En régle générale, une pharmacie, un laboratoire de bactériologie, un cabinet pour le traitement des affections de la gorge et du nez, et d'autres pour les traitements électrothérapique, aérothérapique et photothérapique, constituent le complément d'un grand Sanatorium. D'ordinaire, dans la métropole la plus voisine, un dispensaire pour phtisiques constitue l'annexe, pour ainsi dire indispensable, de ces Sa- natoriums. Ce dispensaire, outre qu'il sert a donner la consultation pour tous les tuberculeux qui la sollicitent, permet d'éxaminer les ma- lades qui demandent a entrer au Sanatorium. On peut ainsi faire, parmi les malades qui se présentent, une sélection convenable, consistant á n'admettre que ceux qui sont en état de bénéficier d'un séjour au Sa- natorium. 1 Notre intention est de combiner, sur une large échelle, á la suralimentation des tuberculeux, dans notre Sanatorium de México, la zomothérapie, c'est-á-dire le traitement par la viande crue ou ses extraits, qui a déjáa donné des résultats sj favorables au Professeur Ch. Richet et aux docteurs Héricourt, Garnault, Josias, Reux, etc. 180 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA CHAPITRE Il. Les sanatoriums sont ils utiles et nécessaires pour le traitement de la tuberculose. Les statistiques des sanatoriums pour phtisiques, oú l'on regoit des malades a n'importe quelle période de leur maladie, démontrent que 25p. 100 de ces malades en sortent radicalement guéris; que, de plus, 45 p.100 s'améliorent au point que beaucoup d'entre eux redeviennent capables de reprendre leur maniére de vivre antérieure. Dans les établis- sements oú l'on ne regoit des malades qu'aux premiéres périodes de leur infection, plus de 25 p. 100 sortent guéris. Pour ce qui concerne la persistance des guérisons obtenues dans les sanatoriums et établissements spéciaux, nous allons reproduire quel- quesunes des données recueillies au cours de ces derniéres années. Sur 99 malades, considérés antérieurement comme guéris, au sanato- rium de Falkenstein, on a pu obtenir des renseignements pour 72 d'entre eux, qui n'avaient subi aucune rechute, de 3 á 9 ans apres leur sortie du sanatorium. Des recherches de Wolf, sur Vétat ultérieur de 95 malades, qui étaient passés par l'établissement de Brehmer, á Goer- bersdorf, il résulte que, 5 étaient encore en excellente santé, de 21 a 29 années, et 38, de 7 412, aprés leur traitement. Le Dr. Hanffe, du sana- torium de Saint-Blaise, en Allemagne, écrivit, en 1891, a 324 malades, qui étaient sortis de cet établissement, entre les années 1879 et 1889; 49 ne répondirent pas, 5 étalent morts, l'état de 12 avait empiré, 201 se croyaient relativement guéris et 12 l'étaient entiérement. Ces do- cuments et en général toutes les statistiques que nous omettons de re- produire, parce que nous ne les croyons pas nécessaires, nous fournis- sent des données véritablement réconfortantes et satisfaisantes, confir- mant l'idée, chaque jour plus solidement établie, que la phtisie peut étre rapidement guérie par le traitement des sanatoriums modernes spéciaux. Si donc les résultats immédiats produits sur les malades sont tels; si, en outre, comme nous le démontrerons dans le chapitre suivant, ¡ls servent a empécher, de la facon la plus efficace, la propagation du “ANTONIO ALZATE.” 181 mal; si, d'autre part, nous considérons que, dans le Méxique tout entier, il n'éxiste pas méme la plus humble maison de santé destinée spécial- ment au traitement de la tuberculose; si enfin nous réfléchissons que, bien peu de pays—probablement méme aucun autre sur la terre, — présentent des conditions aussi favorables que le plateau central du Méxique, pour l'établissement de grands et magnifiques sanatoriurms de ce genre, nous devrons conclure que, chez nous, plus que partout ailleurs, la eréation d'un bon sanatorium pour les phtisiques s'impose, constitue une impérieuse et urgente nécessité. CHAPITRE Ill. Le sanatorium représente-t-il un moyen efficace de lutter contre la propagation d'une si terrible maladie. Ill y a déja plus de cinquante ans que l'on a crée, en Angleterre, pour le traitement des phtisiques, des établissements spéciaux, des hopitaux et des sanatoriams maritimes. Ces institutions, de méme que Pensemble des efforts pour améliorer l'hygiéne publique, ont amené, dans ce pays, au cours de ces derniéres années, dans la mortalité par la tuberculose, une réduction surprenante et beaucoup plus rapide que celle qu'on a pu observer dans n'importe quel autre pays du monde. P”apres les données statistiques rapportées ci-dessous, qui ont été ras- semblées par le Dr. Cathain, chef de la Statistique au Bureau du Régis- tre Général, la mortalité par tuberculose, en Angleterre, et dans le pays de Galles, n'est plus que la moitié de ce qu'elle était il ya trente ans. La proportion, par million d'habitants, a subi les variations suivan- tes: Années. Proportion par million. Années. Proportion par million. 1870 2410 1893 1468 1875 2202 1894 1385 1880 1869 1895 1398 1885 1770 1896 1307 1890 1682 182 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Ces chiffres constituent la meilleure réponse que l'on puisse faire á la question qui sert de titre a ce chapitre. CHAPITRE IV. Les vallée de México convient elle, par les conditions de son climat, pour ce genre d'établissements? L'une des preuves de la bénignité du plateau central du Méxique, de ses conditions particuliérement défavorables au développement de la tuberculose et de l'immunité relative contre la maladie, qu'il confére a ses habitants, consiste justement dans l'absence de tout effort fait par les Méxicains, encore a l'époque actuelle, pour éviter sa propagation et pour établir des maisons de santé spécialement destinées á son trai- tement. De tout temps, les sanatoriums pour tuberculose ont été utiles, et actuellement, que les sciences médicales profitent, d'une fagon plus lar- ge et plus directe, des moyens curatifs offerts par la nature, les sana- toriums climatothérapiques et plus particuliérements les sanatoriums d'altitude, acquiérent chaque jour une importance beaucoup plus gran- de. Les Anglais poursuivent la santé jusque sur les eimes neigeuses de l' Himalaya; les Européens, dans le méme but, ont élevé leurs magni- fiques sanatoriums, en des lieux tels que Arosa, Davos, Falkenstein, etc. Aux Etats-Unis, on trouve, sur les montagnes des Adirondacks, des Alleganys, et aux environs de Denver, capitale du Colorado, de nombreux établissements spéciaux, ou d'innombrables tuberculeux viennent chercher l'amélioration ou la guérison. Mais aucune, absolu- ment aucune de ces stations que nous venons de nommer, et qui sont cependant de premier ordre dans leur genre, ne pouront rivaliser avec les avantages d'un sanatorium établi sur les pentes des cordilléres qui forment une ceinture a l'admirable vallée de Mexico. Le climat des sanatortums européens.—Les sanatoriums européens qui, cependant, n'atteignent pas au-dessus du niveau de la mer l'alti- tude de nos vallées centrales, sont presque inhabitables pendant l'hiver, “ANTONIO ALZATE.” 183 pour la foule des malades délicats, qui ne peuvent, sans péril, affronter le froid de ces régions. A Davos, par exemple (1550 métres d'altitude), pourtant l'une des stations les plus réputées de 1'Europe, pour les bons résultats que l'on y obtient, au point de vue de la guérison de la tuber- culose, le froid est si vif, que le thermomeétre baisse parfois 42259 ou -307 centigrades. 1l neige en toute saison, méme au mois d'aoút. De novembre á avril et parfois jusqu'au mois de mai, la vallée de Davos est couverte de neige, qui peut atteindre plus d'un métre de hauteur et jusqu'a 210, (février 1892). L'époque de la fonte des nejges, qui commence vers le mois de mars, est une période tres désagréable, fort redoutée des pensionnaires de Da- vos *; et, par contre, au cours de lété, la colonne du thermométre mon- te jusqu'a + 309 cent. Le climat de la vallée de México; température atmosphérique.— Nous devons, dans ce travail préliminaire, insister d'une fagon parti- culiére sur le climat de México, pour deux raisons: 19 parce qu'il se présente dans des conditions absolument spéciales et particuliéres, cons- tituant en méme temps qu'un immense avantage pour le but que nous nous proposons, une exception unique á la surface de la terre; 29 par- «cequ'il est absolument impossible aux personnes qui n'ont pas séjour- né dans ce pays, de se faire une idée de ce climat. L'anecdote suivante nous fournit la preuve éclatante de la vérité de «cette derniére affirmation. Mr. le Dr. Licéaga assistait, pendant le mois d'aoút 1890, au Congrés de Berlin contre la tuberculose, On le sait, la chaleur qui regne en cette ville, pendant la période caniculaire, aussi bien qu'á Paris, qu'a Londres, qu'a New-York, est intolérable. Un des savants européens réunis au Congrés, dit á M, Licéaga, “vous qui ha- bitez un pays situé sous le tropique, sous le 19* degré de latitude, vous devez trouver qu'il fait tres frais, par comparaison avec votre pays, qui, je suppose, en ce moment ressemble á une fournaise.” “Que- lle erreur est la vótre, répondit le Dr. Licéaga, dans mon pays, o, 1] Renscignements empruntés á la “Revue des questions scientifiques.” T. V. Avril 1894; “Davos,” par le Dr. Moeller. 184 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA par contre, il ne fait jamais froid pendant l'hiver, 2u cours des plus chaudes journées de l'année, la température maxima ne dépasse pas ordinairement 24 á 25%c.; la moyenne de la journée ne s'éléve jamais á plus de 16 a 17? c., c'est-á—dire a la température moyenne des jours les plus agréables de votre printemps et de votre automne.” Le savant européen ne pouvait croire ce qu'on lui disait. En effet, il est impossible á toute personne qui n'aura par vécu sur le plateau central du Méxique, de se représenter les conditions clima- tériques dont on jouit á México. Dans ce pays, qui, du commencement d'avril á la fin de septembre, voit le soleil au zénith, la moyenne de la température annuelle, moyenne déduite des chiffres fournis par Pobservatoire central de México, au cours de 21 années d'observa- tions, est de 15,5% c. Dans les pays témpérés, situés par des latitudes plus basses, froids en hiver, chauds en été, les chiffres correspondants aux moyennes annuelles, déduits, comme la moyenne précédente, du calcul, ne s'observent presque jamais dans la réalité. 11 n'en est pas de méme á México, oú la moyenne des 24 heures, pendant toute année et en toute saison, est d'environ 16%c. Ce fait est déja extrémement remarquable; mais ce qui l'est plus encore, c'est que les moyennes des 24 heures ne s'élévent jamais au dessus de 17? c., aux ¡jours les plus chauds de l'année, et ne s'abaissent jamais au dessous de 14, aux jours les plus froids: Ces conditions météorologiques sont si différentes de ce que les hommes sont habitués á observer dans les pays tempérés, qu'ils sont incapables de se les représenter s'ils n'ont pas vécu toute une année au Méxique. La raison principale de ces conditions exception- nelles, c'est que la vallée de México, si elle ne voit jamais le soleil s'é- loigner sensiblement de la verticale, est située á prés de 2,300 métres au dessus du niveau de la mer. C'est lá, ne l'oublions pas, l'altitude des sommets alpestres et pyrénéens, qui restent en toute saison couverts de neige. Sous cette méme latitude, au niveau de la mer, sur les bords du Golfe du Méxique oú du Pacifique, la température reste torri- de, méme en hiver, et devient extrémement pénible á supporter, des . le printemps. Mais, au fur etá mesure que l'on s'éléve vers 'immense plateau central méxicain, la combinaison de ces deux facteurs, basse “ANTONIO ALZATE.” 185 latitude d'une part, altitude du terrain de l'autre, produit ces singulié- res et multiples combinaisons climatologiques que l'on rencontre de- puis la cóte jusqu'au plateau central, en parcourant un nombre relati- vement trés restreint de kilométres, et que l' homme qui n'a pas vécu au Mexique, je le répéte, est incapable de se représenter, parceque son esprit ne dispose d'aucune image comparable. Dans la saison que l'on peut appeler l'hiver, á Mexico, en raison de P'éloignement relatif du soleil, la moyenne des minima que se produi- sent pendant la nuit, est de 6%5; et le minimum absolu, observé une seule fois, au cours de ces 21 années d'observations, a été de —197, Mais pendant le jour, au coeur de l'hiver, la température produite par un soleil radieux, quí luit dans un ciel pur, presque jamais obscurci de nuages, s'éléve a 24 ou 25%; et la moyenne du jour d'hiver le plus froid, ne s'abaisse pas au dessous de 14 degrés. Par contre, aux jours les plus chauds de l'année, la moyenne des maxima observés pendant cette méme période de 21 années d'obser- vations, a été de 25%4 c.; et le maximum absolu, maxima maximo- rum, a été de 3198, tandis que la moyenne des 24 heures ne dépassait pas 17 a 18 degrés. Pour compléter ces données climatologiques, nous avons réuni les chiffres suivants, provennant des plus récents bulletins publiés par 1'Ob- servatoire Central de Mexico, correspondant á l'année 1901. Nous avons rapproché les uns des autres les chiffres correspondants aux mois les plus froids et les plus chauds de l'année, afin de mieux mettre en évidence la faiblesse des différences que l'on constate entre les saisons extrémes. Température a Pabri, Janviler. Juillet. Moyenne ¡mensuelle.l. a oadaol a teta «cod 131 16%8 Maxima MaximorUM.....oooocosco... ON: 2495 Minima MinimorUM... eoconcoencconc... 7%6 MO Moyenne diurne maxiMa. ..o..noccro..o. 17%4 1892 Moyenne diurne MiniMa...o.oocconm.... 698 15%0 Memorias, Y. XIX, 1902-1903.—13 186 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Janvier. Juillet, Oscillation diurne MaxiMa............ 174 19 Oscillation diurne miniMa. .......o.... 6%8 7%0 Temperature a Pair libre. Moyenne mensuelle .......ooomorooom.o.. 140 169 Maxima maxorata 290 30%0 Minima MINIMOTUM des -1%8 898 Oscillation diurne MaxiMa.......o.o.... 280 20%8 Oscillation diurne miniMa............. 14%5 152 Hygrométrie. Humidité moyenne pour 100, á l'om- Dre ed AN A 54 72 Maxima SN 94 98 Mi USE See 13 34 Ozone. Quantité moyenne du MOIS.......o.... 2,0050) 492 Ces données sont assez éloquentes par elles mémes, pour que nous n'ayons rien á y ajouter, tant elles confirment pleinement tout ce que nous disons en ce chapitre. L'Observatoire de Tacubaya, situé plus loin vers le Sud-Quest de la vallée, que l'Observatoire Central, a 2,322 métres, au lieu de 2,283, ac- cuse une différence de température, de un dixiéme de degré seulement plus basse. Les observations recueillies en divers points, sur les pen- tes situées au Sud—-Ouest de la vallée, montrent qu'en ces points, la “température est généralement plus basse de 1 4 2 degrés, que celle de Mexico; mais, par contre, les oscillations thermométriques, de la mati- née a la soirée, sont beaucoup moins brusques et beaucoup moins marquées. La température y est beaucoup plus réguliére. Les Mexicains sont tellement habitués á jouir de cette températu- re constante de 16% centigrades, qu'ils ne prennent pas garde á ce phé- “ANTONIO ALZATE.” 187 noméne surprenant, qui frappe au plus haut degré les étrangers, Les personnes arrivant au Mexique sont profondément surprises de pou- voir y vivre en toute saison, en été comme en hiver, au sein d'une atmosphere constamment printanniére, toujours vétues des mémes ha- bits légers de demi-saison. C'est seulement pendant la nuit, et aux premiéres heures de la journée, qu'il est prudent d'ajouter un léger par-dessus. Qu'elle différence avec les pays tempérés, oú l'on géle en hiver sous les fourrures, et oú 1'on bout en été sous de simples véte- ments de toile! Dans ces pays, le chauffage des appartements est ab- solument de rigueur pendant l'hiver; á Mexico, les maisons n'ort point de cheminée, et tout instrument de caléfaction est ignoré. Seul le sa- natorium, qui doit maintenir, avec une rigueur absolue, l'égalité de température nécessaire á des malades aussi sensibles, devra en étre pourvu. Mais, a partir de 8 2 ou 9 heures, les malades les plus sensi- bles pourront, méme en hiver, se promener impunément á Pair libre, s'exposer sans péril aux rayons bienfaisants d'une ardente lumiére, émanée d'un soleil qui, justement á cette époque de lP'année, n'est ja- mais caché, ni seulement obscurci, par le moindre nuage. Maintenant que ces données sont connues, pourra-t-on croire en- core qu'un tuberculeux retirera le méme bénéfice d'un sanatorium al- lemand, d'un sanatorium américain, ou, pendant tout l'hiver, il devra recouvrir son débile thorax de vétements épais, pour le protéger con- tre le froid? Que vaut-il mieux pour lui, patiner sur la neige, au cours de ces rares instants oú sa faiblesse et la clémence relative et passa- gére du temps le lui permettront; rester étendu sur une chaise longue, sous un monceau de couvertures, dans les galeries artificiellement chaufíées du sanatorium, ou bien se promener en tout temps et sans crainte, au milieu de bosquets embaumés, baignés dans les flots d'un air tiéde et pur, sous les rayons bienfaisants d'un soleil qui ne fait ja- mais défaut? Il faut, maintenant que l'initiative d'un sanatorium a été prise dans ce pays favorisé, que les savants du monde entier répondent a cette question nettement posée. Cette réponse, on n'en peut douter, tant les conditions du probléme sont claires et nettes, cette réponse, sera l'af- 188 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA firmation de la supériorité sur tous les autres sanatoriums actuelle- ment existants au monde, du sanatorium de Mexico. Dettweiler divise les climats de la fagon suivante: «on peut distin- guer, dit-il, les climats, en commodes et incommodes; les premiers sont ceux qui éxigent le moins, les autres, ceux qui éxigent le plus de soins, dans la maniére de se vétir, pour éviter toute influence nocive. Parmi les stations plus ou moins» incommodes—en suivant ce point de vue,—on doit signaler toutes celles du centre de l'Europe, á cause des variations brusques de la température; mais cela ne veut pas dire que celles du Sud ne présentent pas non plus leurs dangers.» Le Dr. Li- céaga préfére la classification de «climats absolument avantageux, et de climats relativement utiles,» et classe parmi les premiers, les cli- mats du plateau central mexicain; et parmi les seconds, les climats européens mentionnés par Dettweiler '. Cette classification importante, dans laquelle le climat de Mexico, occupe une place si favorable, au point de vue qui nous intéresse, est surtout basée sur la température; mais il est également bon de tenir compte de 1'hygrométrie locale, alnsi que de la nature du terrain, du sol et du sous-sol. Hygrométrie, plute.—Voici, á ce sujet, les renseignements que nous possédons; et qui sont appuyés sur les données fournies par M. Beltrán y Puga, chef de la mission hydrographique de la vallée de Mexico. Les pluies tombent généralement au cours de deux périodes de lan- née: une période printanniére, et une autre qui s'étend de P'été a P'au- tomne. ñ La premiére est moins abondante que la seconde, bien que les averses les plus violentes se produisent pendant les mois de février et d'avril. i La seconde période constitue la véritable saison des pluies. Elle commence reguliérement en mai, á la suite d'une série de beaux jours qui la sépare de la précédente. C'est pendant ces jours de beau temps, 1 Licéaga. “Una visita al Sanatoriuam de Falkenstein.” Academia de Medicina de México. Diciembre, 1890. “ANTONIO ALZATE.” 189 3 qu'on observe les températures les plus élevées de l'année (20% a 24 centigrades, ordinairement). La seconde période de pluies se termine dans les mois de septem- bre ou d'octobre. Les pluies, au cours de cette seconde période, se présentent avec le caractére suivant: habituellement trois ou quatre jours se passent sans eau; et, en un mois, tombent trois ou quatre averses (de 30 a 40 mi- limétres, d'aprés le pluviométre). C'est en septembre et en octobre, que se produisent les averses les plus abondantes de l'année, qui dépassent quelquefois 40 milimétres, et qui sont, en général, poussées par les vents du N.E. Sur les pentes du Sud—Quest de la vallée, la quantité d'eau précipi- tée est plus forte qu'a Mexico. Nous nous bornerons á rapporter ici les données nécessaires á la démonstration de ce fait. Altitude en Mois de 1897. métres. ET == Mai. Juin, Juillet. Aoút. Septembre. 2282 Ville de Mexico (Observatoire météorologique central......... 19.0 138.9 129.6 153.9 130,4 2350 Urbina (Station du Chemin de fer National Mexicain)......... 23.8 167.0 212.9 147.8 113.3 21625 EUISQqQuilucaD eccrvecccinedn OEA 62.0 211.3 178,4 222,4 134.6 ZOO CONTA Osos etarras ise 81.1 177.0 1584 184.2 A SN EA NS O 239.9 161,4 De l'ensemble des observations qu'il a recueillies, Puga a pu obte- nir, par le calcul, la moyenne annuelle de la quantité de pluie qui tom- be normalement dans le S.O. de la vallée: 850 milimetres; soit 268 milimétres de plus, par an, que pour la ville de Mexico. Si, d'une part, l'abondance des pluies tend á augmenter la quantité relative de 1'humidité, il n'en va pas de méme pour la quantité abso- lue de vapeur d'eau tenue en suspension dans l'atmosphére. La valeur de l'évaporation est naturellement dans un rapport inverse de la pres- sion atmosphérique. La diminution sensible de la pression atmosphé- rique entraíne, comme conséquence, une évaporation trés rapide, une dessécation tres forte des corps, une évaporation cutanée et pulmonai- re beaucoup plus intense. Ce dernier phénoméne influe, d'une ma- 190 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA niére directe et rigoureusement nécessaire, sur la concentration du sang de l'homme qui habite ces hauteurs. Nous reviendrons plus loin sur ce phénoméne si important pour la biologie des altitudes. Sol et sous sol. Topographie de la région.—Nous arrivons au troi- siéme élément dont on doit toujours tenir compte, lorsque 1'on étu- die le climat d'une région: le sol et le sous-sol. La vallée de Mexico est fermée, au Sud-Quest, par la chaine de montagnes dont le noyau se trouve situé dans le massif gigantesque de la Sierra Nevada (Popo- catepetl et Ixtacihuatl.) Cette chaíne s'étend, du Sud-Est au Nord- Quest, en décrivant un arc de cercle, qui vient mourir sur les dernié- res pentes de la Sierra de las Cruces. La Sierra de las Cruces sépare la vallée de Mexico de celle de Toluca. La partie la plus élevée de ce massif, qui entoure la vallée de Mexico, á la fagon d'une pittoresque ceinture, est constituée, au Sud-Quest, par la Sierra de 1'Ajusco, dont la hauteur moyenne est de 4,000 métres au-dessus du niveau de la mer.. Le sol de son versant oriental, c'est-a-dire celui qui s'incline du cóté de la vallée de Mexico, est formé, dans sa plus grande partie, par les produits de puissants courants de lave volcanique, émanée de cra- teres situés dans cette région, et surtout du Xitle, petit volcan des plus pittoresques, aux flanes couverts de foréts, dont la bouche forme, pour ainsi dire, comme son nom aztéque l'indique, le nombril de 1'Ajusco. Ce manteau de laves, connu plus communément sous le nom de «pedregal,» constitue, dans toute cette région, depuis Contreras jusqu'a Tlalpam, un sol complétement imperméable, mais excessivement pit- toresque et accidenté. L'humus qui s'est déposé dans ses sinuosités et ses dépressions innombrables, alimente une végétation richement va- riée et vigoureuse, formée en grande partie de coniféres. Les inégali- tés du sol, les magnifiques foréts qui le recouvrent, la grande altitude de cette région au-desus de la vallée, lui donnent au plus haut degré un cachet pittoresque. Ou y trouve, de plus, des points de vue incom- parables, des panoramas splendides et extrémement étendus. Toutes ces conditions réunies contribuent á former un merveilleux ensemble, convenant admirablement pour la cadre dans lequel doit s'élever une maison de santé, et surtout un sanatorium pour tuberculeux. “ANTONIO ALZATE.” 191 Sous-sol imperméable et rocailleux, absolument impropre au déve- loppement des bactéries, sol perméable, couvert d'une riche végétation, et avec une inclinaison largement suffisante pour rendre impossi- ble la stagnation des eaux; cours d'eau et cascades embellisant le pay- sage, et fournissant en méme temps la force motrice et la lumiére né- cessaires a l'établisement; sources d'eau potable, admirablement pures et limpides, sortant directement du roc; petites vallées et gorges peuplées de gigantesques coniféres (de 40 á 50 métres de haut), abri- tées contre les vents du N.E.—relativement froids et dominants en hi- ver,—par un gigantesque massif de rochers: telles sont les conditions que présente cette région, á la fois délicieuse et salubre, oú, a chaque instant, le spectateur est surpris par l'imposante beauté, constamment renouvelée, du paysage. La nature y revét des proportions prodigieu- sement imposantes et majestueuses; et la vue s'étend, jusqu'a l'extré- mité opposée de la vallée élargie, sur une longueur de plus de 100 ki- lométres. ; Aspect pittoresque, en relation avec la topographie et Paltitude.—. Des premiers plans du versant, c'est-a-dire du sanatorium méme, ou des hauteurs que l'environnent, on peut contempler les vallées, á la fois pittoresques et fertiles, de San Angel, Mixcoac, etc.; on distingue nettement les nombreuses allées d'arbres qui les unissent entre elles, les mettent en relation avec la capitale et le fameux cháteau citadelle de Chapultepec, abrité derriére des arbres célebres, qui étaient déja des géants, au temps de la conquéte espagnole. A une distance de 25 ki- lométres environ, la capitale, majestueusement inclinée sur une pen- te insensible, offre au spectateur la magique vision de ses murs blanes, de ses terrasses étincelantes. A travers la limpide atmosphere, sous les jeux d'une lumiére éblouissante, ses tours, ses innombrables dó- mes, ses jardins, se détachent avec vigueur sur le fond teinté de nuances douces et délicates, alternativement argentées et azurées, que constitue, dans le lontain, la nappe immense du grand lac de Texco- co. Les sommets étincelants de lumiére du Popocatepetl et de l'Ixta- cihuatl, semblent s'élever á des hauteurs beaucoup plus considérables encore, que lors qu'on les contemple du fond de la vallée. Que lP'on 192 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA remonte les pentes couvertes d'admirables foréts vierges du Desierto de los Leones, vers les ruines du vieux couvent du Carmel, si pittores- ques et si magestueuses; que 1'on se dirige vers Cuajimalpa (2760 me- tres d'altitude), vers Contreras et la Magdalena (2628 métres), vers les gorges á la fois poétiques et sauvages de la cañada de la Magda- lena (2400 a 2700 metres), ce panorama grandiose se présente co- loré de teintes innombrables, variant a l'infini, selon les heures de la journée, sous les jeux de cette lumiére, unique au monde, du ciel me- xicain. Le fond de ce tableau admirable est constitué par un ciel pres- que toujours bleu, d'autres fois parsemé de nuées aux teintes ¡risées. On le sait, dans tous les pays d'altitude, la transparence de l'air, la puissance de la radiation lumineuse, les crépuscules aux lueurs bril- lantes et variées, donnent aux paysages un caractére enchanteur; ces beautés ont rendu célebres les montagnes de la Suisse, de VEngadine, du Tyrol. Elles se retrouvent, singuliérement augmentées, sur la pla- teau central du Mexique, par les luminosités intenses d'un ciel tropi- cal, dont l'ardeur est tempérée par Paltitude — ce qui ne lui empéche pas de jouer un róle essentiel dans la thérapeutique de la phtisie,—et par les splendeurs d'une végétation exubérante et splendide. Sans pour cela perdre de vue l'objet principal de notre étude, nous devons cependant arréter notre attention sur les charmes et les beau- tés naturelles de ces lieux; car ils constituent, pour le médecin, dans son ceuvre, une aide puissante: en charmant les yeux du malade, en pacifiant son áme, en éxaltant son courage, en éloignant sa pensée de ce mal terrible, contre lequel il doit concentrer toutes ses forces. On ne doit pas, non plus, perdre de vue ce point essentiel: que l'a- bondance et l'intensité de la lumiére, dans ce sanatorium mexicain, infiniment plus forte et plus puissante que dans n'importe lequel des sanatoriums actuellement existants, représente un agent thérapeutique dont la valeur est bien établie; et qui, á Mexico, peut étre utilisé au bénéfice des malades, sur une échelle ignorée jusqu'á ce jour. En ef- fet, le pouvoir bactéricide de la lumiére est une force dont l'importan- ce thérapeutique est absolument démontrée, et qui exerce son action bienfaisante dans le traitement de la tuberculose, aussi bien que dans “ANTONIO ALZATE.” 193 la cure un grand nombre d'états pathologiques d'origine bacté- rienne. Laltitude.—Pour terminer, nous allons éxaminer la question de - Vinfluence directe de l'altitude sur la tuberculose. Assurément, oná déja discuté la question des avantages présentés par les climats d”al- titude, au point de vue du traitement de la tuberculose; et, á elle seule, Punanimité de tous les observateurs, déjáa suffirait pour justifier notre projet. Mais, nous avons le devoir et la possibilité, gráce á nos études antérieures, de pénétrer bien plus profondément dans le coeur de la question. Dailleurs, au sujet de l'importance du róle absolument su- périeur que peut jouer la raréfaction et la sécheresse de l'air, au sujet de Paction directe que ces facteurs éxercent dans la biologie de 1'hom- me vivant sur les altitudes, on ne trouve pas assez de documents dans les travaux classiques, pour que nous puissions nous dispenser d'ex- poser ici les résultats acquis par la science. Ce point de vue, pour 'ob- jet que nous intéresse, a la plus grande importance, parce qu'il ren- ferme, ainsi qu'on le verra, l'explication claire, incontestable, de l'ac- tion trés hautement bienfaisante, que le climat d'altitude exerce sur Pindividu tuberculeux. Dans des mémoires spéciaux et dans un livre qui a obtenu une hau- te récompense dans un concours international d'un grand retentisse- ment, le concours Hodkings, ouvert par la Smithsonian Institution, en 1895, 'j'ai demontré, au moyen d'un trés grand nombre d'observations et V'expériences, que l'organisme de "homme vivant sur les altitudes, est le siége de modifications importantes, nécessitées par son adapta- tion á un milieu sec et raréfié. Les appareils circulatoire et respira- toire, sont surtout ceux qui se modifient; et ces modifications consis- tent: 192 Dans l'augmentation, proportionnelle a l'altitude, du nombre des mouvements respiratoires et des pulsations. 22 Dans l'augmentation proportionnelle de la capacité respiratoire des poumons et du sang. 1 Herrera et Vergara Lope. La vie sur les hauts plateaux. En francais, Impri- merie Escalante. Mexico, 1899. Un volume in-4?, de 792 pages. 194 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA 32 Dans lamplitude plus grande de l'excursion thoracique. 4% Dans la densification proportionnelle du sang et de tous les liqui- des de Porganisme. 52 Dans la diminution proportionnelle de la tension intravasculaire du sang ?. Il "est pas de médecin, qui, par le seul examen de ces proposi- tions, ne comprenne, sans plus d'explication, comment et de qu'elle fagon, nécessairement et dans un sens des plus favorable, le tableau clinique présenté par un tuberculeux, doit se modifier, surtout dans les cas de tuberculose pulmonaire. Le déploiement plus facile et plus considérable des poumons, la cir- culation plus active de l'air et du sang, á travers les voies respiratoi- res et les cellules pulmonaires, l'arrivée dans tous les tissus de 1'éco- nomie d'un sang plus concentré, c'est-á-dire plus riche, á volume égal, en globules rouges et en globules blancs ou phagocytes, la tendan- ce á la dessication des muqueuses, spécialement de la muqueuse res- piratoire, sont suffisants pour déterminer des changements organiques extrémement favorables. Ces changements nous expliquent comment, dans la pratique, nous observons des cas de tuberculose—á condition que Jes malades ne soient pas arrivés aux stades les plus avancés de Pévolution du mal et ne présentent pas de complications secondaires graves—dans lesquels il a suffi aux patients de se transporter, des bas niveaux (Yucatan, Campeche, Veracruz), á nos altitudes, pour que leur maladie guérisse radicalement. Ceux qui, en Europe, doutent de l'importance des climats d'altitu- de, pour la guérison de la tuberculose, commettent une trés grave er- reur. La raison de cette erreur saute aux yeux. Il ne leur est pas don- né d'observer des climats d'altitude situés á une aussi grande hauteur 1 Plusieurs de ces résultats ont été déja confirmés par des expérimentateurs eu- ropéens. Pour plus de détails, consulter excellent travail de Knopf, de New York, sur les sanatoriums, p. 226 de l1'édition américaine; voir le tableau des effets pro- duits par la chambre pneumatique: On verra qu'il y a une grande ressemblance presque identité, dans les pnénomeénes observés. Nous v'aurions pu désirer une confirmation plus brillante des principales conclusions de notre livre “La vie sur les hauts plateaux.” “ANTONIO ALZATE.” 195 que les nótres, ou les eftets de ce facteur puissent et doivent se mani- fester nécessairement au plus haut degré, sans qu'aucun autre élément s'oppose á l'obtention des résultats. En effet, nous l'avons déja dit, mais nous ne saurions trop insister sur cette particularité essentielle; malgré VPaltitude élevée á laquelle nous nous trouvons, nous jouissons, d'une température toujours douce et tiéde, si peu différente suivant les saisons, qu'entre les moyennes des jours les plus chauds de l'été (16% 417% C.), et les moyennes des jours les plus froids de 1'hi- ver (14? a 15% C.), on constate á peine une différence de 2% a 3? C., Mais les médecins qui éxercent dans un pays tel que le Mexique, oú Pon peut observer cóte á cóte les régions d'altitude et les régions de bes niveaux, et qui peuvent si facilement comparer Je mode de dé- veloppement de la tuberculose et les formes qu'elle revét dans ces di- verses conditions, sont, pour ainsi dire, obligés de constater les effets surprenants produits par le transport des malades, les bénéfices qu'ils retirent du séjour sur les hauteurs, les désastres que détermine leur éxode vers les basses terres et les régions cótiéres du Mexique. Il n'est pas un seul médecin mexicain, qui puisse á ce sujet conserver le moin- dre doute. Parmi les autorités médicales que l'on doit invoquer á P'ap- pui de cette thése, nous citerons le Professeur Licéaga, Directeur de VEcole de Médecine de Mexico, dont la haute probité scientifique, la valeur et lautorité, sont connues et appréciées du monde entier. Ainsi donc, il reste acquis et démontré, que les conditions climaté- riques de la vallée de Mexico, et aussi toutes les conditions de topo- graphie et de configuration du terrain, sur les pentes des cordilléres du Sud—Ouest, conviennent pour l'établissement de ces sanatoriums, et qu'ils s'y éléveront au milieu d'un climat véritablement idéal. CHAPITRE V. Pour quelles raisons doit on préférer cette vallée aux autres vallées du plateau central méxicain? Il y a pour cela une raison principale, qui s'impose des l'abord, la proximité de la capitale du Mexique. En second lieu, comme raison 196 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA non moins digne de considération que la précédente, les comunications directes, existant déjá par les chemins de fer, entre cette capitale et les villes voisines les plus importantes, et aussi avec les frontiéres des Etats-Unis du Nord. L'extréme proximité de la capitale du Mexique, située a 25 ou 30 kilométres au plus, suivant les localités, c'est á dire a moins d'une heure én chewmin de fer, constitue un énorme avantage que ne peut présenter aucune autre région. Assurément, on pourrait trouver, au Mexique, diverses autres localités élevées, peut étre aussi pittoresques que celles du Sud—Ouest de la vallée de Mexico, et pré- sentant des conditions de salubrité aussi favorables. Mais, si les con- ditions du climat et les beautés du site étant les mémes, on peut arri- verá placer un sanatorium de cette importance tres pres de la ville qui, de beaucoup, présente les plus grandes ressources de tout genre dans le pays; prés de ce centre oú se trouvent pour ainsi dire condensés tous. les avantages; vers lequel se dirigent de préférence les populations des Etats-Unis du Nord et de tous les pays voisins de la République, on admettra qu'il éxiste un intérét supérieur indiscutable, á établir le sa- natorium dans la partie Sud—-Ouest de la vallée de Mexico, plutót qu'en aucun autre point du territoire de la République. Nous avons déja signalé les rapports brefs et faciles qui mettent en communication cette région avec la Capitale, au moyen de chemins de fer déja établis. De toutes les localités qui, par les conditions qu'el- les présentent, pourraient remplir le but que nous nous proposons, ri- valiser avec la vallée de Mexico, aucune ne jouit du méme privilege. _Le chemin de fer du Pacifique, par Cuernavaca, qui est un rameau du Central; et aussi le chemin de fer National, qui remonte vers les Etats-Unis, en passant par Toluca, désservent la région Sud—Ouest de la vallée de Mexico. Lorsque, au début d'une entreprise, on est obli- gé de construire un chemin de fer, c'est par millions qu'il faut comp- ter. Parmi les petites vallées que nous rencontrons en cette région, il en est quí sont absolument protégées par de hautes et pittoresques montagnes, contre les vents froids venant du Nord et du Nord—Ést. Elles sont entourées de rochers couverts de foréts, pourvues de sources limpides et cristallines, qui sourdent on jaillissent aux. flanes mémes “ANTONIO ALZATE.” 197 des roches voisins; elles présentent une inclinaison plus que suffisan- te pour obtenir un drainage et une chasse absolument parfaits. Méme il en est quelques unes, si rapprochées du chemin de fer de Cuerna- vaca—célebre par.la beauté de son trajet et par le charme que juste- ment il leur emprunte,—que Pon pourrait, semble-t-il, croire que tout a été prévu, de longue main, pour assurer la réalisation de notre projet. Le chemin de fer Central et le chemin de fer National * permettent de venir rapidement de tous les points et de toutes les villes des Etats— Unis du Nord et du Canada, en un laps de temps tellement rapide, que quatre jours suffisent, pour, de New York, atteindre Mexico. Et, quelle que soit la ligne qu'il aura prise, le malade parti de New York, de Chicago, de San Francisco, de St. Louis, de New-Orleans, pourra, sans quilter le Pullman spécial oú il sera monté á son point de :dé- part, descendre dans les couloirs mémes du sanatorium, oú son car vient se remiser. De lá, en quelques pas, il pourra gagner la chambre oú pénétre á grands flots, en toute saison, l'air pur, tiede et embaumé de la cordillére et cette lumiére, unique au monde, spéciale au'ciel me- xicain. Brusquement et comme dans un réve, il arrive de la capitale malsaine, poussiéreuse et bruyante, oú il était pour ainsi dire le té- moin de sa propre agonie, dans ce site enchanteur, au milieu des fo- réts, des montagnes et des volcans éteints, en face du Popocatepetl et de l'Ixtacihuatl, les deux pics les plus splendides et les plus mages- tueux des cordilléres de l*'Amérique du Nord, éternellement couverts de nelges. CHAPITRE VI. Quelles autres conditions peuvent favoriser encore le succes de ce projet? Un établissement d'une telle importance, ne doit naturellement s'é- lever que si ses moyens d'éxistence sont parfaitement déterminés et assurés. lls peuvent l'étre, gráce á l'aide de 1'état, contribuant par une 1 Le réseau des chemins de fer du Mexique, presque tout entier en relation avec la capitale, présente un développement de plus de 17,000 kilometres, 198 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA subvention á couvrir partiellement les frais; le reste du budget — de fondation et d'entretien, — provenant d'actions souscrites par une ou par diverses personnes et aussi, á partir da moment ou l'établissement fonctionne, des bénéfices fournis par le sanatorium lui méme. 1l exis- te une seconde maniére de procéder, une seule entreprise, solide et présentant toute garantie, accepte de supporter tous les frais de la fon- dation, aprés avoir examiné s'il y a des raisons sérieuses de pouvoir compter sur un nombre suffisant de malades pour remplir le sanato- rium, assurer sa subsistance et faire rendre au capital engagé un inté- rét réemunérateur. Tout cela est, non seulement possible, mais facile; nous pouvons hautement laffirmer! Toute entreprise sérieuse, présentant un caractére si hautement bienfaisant, qui, dans de justes limites, croira devoir faire appel á l'ap- pui du gouvernement mexicain, qui lui demandera de l'aider dans la fondation d'un établissement représentant un si grand progrés, peut étre assurée que ce concours ne lui fera pas défaut. Il est extréme- ment probable, étant donné les conditions trés favorables dans les- quelles se présente cette entreprise que, dans un tres bref délai, il de- viendra nécessaire de donner au sanatorium de l'extension, en cons- truisant des bátiments supplémentaires. Pour obtenir cet appui du gouvernement, il suffiira á cette entreprise, d'exposer d'une fagon trés claire et tres compléte, son plan et les moyens sur lesquels elle peut compter pour le réaliser, c'est á dire pour assurer l'édification de P'é- tablissement; et qui, dans l'avenir, garantissent sa bonne administra- tion. Dans ces conditions, le capital engagé par des particuliers ob- tiendra, d'une fagon absolument súre, un rendement des plus rému- nérateurs. Dans la seconde éventualité que nous avons envisagée, Ventreprise semble devoir se réaliser aussi facilement, peut étre mé- me plus facilement encore, en raison de Punité absolue des vues qui présideront á sa direction. On peut affirmer, sans crainte de se tromper ni d'éxagérer, que la clientéele d'un tel sanatorium est déja toute préparée, que les clients abondent á ses portes, n'attendant pour y pénétrer que de les voir s'ouvrir. “ANTONIO ALZATE.” 199 Les populations des Etats-Unis du Nord représentent les princi- paux éléments de cette clientéle, La quantité de tuberculeux existant parmi les gens riches ou aisés de l'Amérique du Nord est énorme. Chaque année, se produit un immense éxode de ces tuberculeux vers les grands sanatoriums de 1'Allemagne, de la Suisse, ou du Sud de l'Europe; et, cependant, les sanatoriums spéciaux de l'Amérique du Nord, non seulement sont toujours peuplés de malades, comme on peut le constater dans les sanatoriums de Bedford (du Dr. Loomis), d'Adirondack—Cottages, ou bien dans les sanatoriums de Denver et tant d'autres, qui ont pour ainsi dire surgi du sol des Etats-Unis, sous Pappel de la nécessité. Chaque jour, les avantages et les beautés du sol et du climat mexi- cains deviennent plus populaires parmi les Américains du Nord. Cha- que année, augmente le nombre des touristes qui viennent jouir du climat doux et agréable de notre pays, du charme et de la majesté de ses paysages infiniment variés. Ils viennent, avec intérét, étudier nos moeurs et nos coutumes, notre passé, notre archéologie, nos ruines si merveilleusement intéressantes; et sont également attirés par la perspective de placer leurs capitaux dans des entreprises hautement re- munératrices, chaque jour plus nombreuses au Mexique. La consoli- dation imminente, au moment ol ces lignes sont écrites (aoút 1903), de notre systeme monétaire, par la fixation de la valeur de la piastre —mesure que sera fatalement complétée par l'adoption de l'étalon d'or,—-sera la signal d'un énorme développement dans les affaires; et d'un afflux, qui dépassera probablement touts prévision, des capitaux et des étrangers en ce pays. Si, a P'intérét que les Américains du Nord trouvent déjá au Mexi- que, vient encore s'ajouter la notion des propriétés curatives de notre atmosphere et de notre climat, uniques au monde; si, en méme temps, on leur offre, dans une région aussi merveilleusement saine et belle que l'est le Sud—Quest de notre vallée, un sanatorium pourvu de tous les progres qu'exigent la thérapeutique et 1'hygiéne modernes, et pré- sentant en méme temps tous les raffinements du confort qu'ils sont ha- bitués á trouver dans leur pays; si on leur fait entrevoir, qu'au sein 200 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA d'un climat délicieux et si puissamment efficace contre le terrible mal, ils seront traités et soignés comme dans leurs propres sanatoriums, qu'ils retrouveront méme tous les avantages et presque tous les char- mes de leur home, dans le sanatorium de Mexico, pourquoi ne vien- draient ils pas en grand nombre á notre appel, et pourquoi le courant des malades qui auront déja retrouvé la santé au sanatorium de Me- xico, n'entraínerait-il pas un courant incessamment renouvelé? A ce- la rien ne s'oppose, absolument rien! Dans notre Mexique, a lui seul, dans les Etats si riches de Veracruz, de Campeche et du Yucatan, surtout dans ce dernier Etat, la tubercu- lose fait de tels ravages, qu'elle a envahi toutes les classes de la socié- té; et que, parmi la population riche ou aisée, on trouve, et au déla, le nombre de malades nécessaires, pour alimenter un sanatorium. Par- mi ces populations du Yucatan, l'utilité des climats d”altitude est déja pratiquement connue et passée a l'état de proverbe; tous les malades qui le peuvent, font déja le pélerinage du plateau central, dans le but d'y venir chercher la santé. Ges affirmations sont fondées sur l'expé- rience du Professeur Licéaga, le médecin de si haute autorité scienti- fique et morale, que tous les tuberculeux du Yucatan viennent con- sulter de préférence, á Mexico, et qui se porte garant de leur vérité. A cette clientéle régionale, nous devons ajouter la clientéle cubaine. Les tuberculeux sont extrémement nombreux a Cuba, et les popula- tions de cette fle connaissent les ressources et les avantages de nos climats du plateau central. Si Pon ajoute encore á ces considérations ce fait, que les prix du séjour et du traitement au sanatorium, calculés en monnaie mexicai- ne, paraitront singuliérement modiques aux malades des Etats—Unis du Nord, il ne saurait rester aucune espéce de doute sur le succés d'un sanatorium á Mexico. Les prix de l'hospitalisation, au Sanatorium du Dr. Loomis, (New York), sont de $ 154 $ 40 par semaine, or américain. Ce dernier chif- fre correspond á $ 96 en argent mexicain. Supposons que le sanato- rium établise ses prix en argent mexicain, sur le pied, de $ 21 a $70 par semaine; cela représente, par rapport aux prix des sanatoriums “ANTONIO ALZATE.” 201 americains, une économie de $ 40 a $ 50 en monmnaie mexicaine. Les frais de voyage depuis New York ($ 100 or, aller et retour), se trouvent donc, par ce seul fait, remboursés, et au dela, CHAPITRE VII. Avantages pour les tuberculeux pauvres. On ne doit pas oublier, qu'a cóté d'un sanatorium pour les riches, á ombre de ses luxueux pavillons, toujours existent, ou tout au moins toujours doivent exister, des locaux d'apparence aimable et riante, abri- tés sous les ailes de l'ange de la charité, á la porte desquels les deshé- rités de la destinée peuvent venir frapper sans crainte, assurés d'y trouver la santé, consolation de la vie. Il n'existe, pour ainsi dire pas, de sanatoriums de riches, qui n'ait dans ses dépendances, un départe- ment gratuit; et cela doit avoir surtout sa raison d'étre, dans les cas oú lP'entreprise jouit de quelques avantages ou subsides de la part de PEtat. Je demande la permission de rappeler á ce propos un souvenir de ma visite au sanatorium Montefiore, de Liberty, pres New York. On trouve, en cet endroit, un sanatorium absolument gratuit, construit 11 y a peu de temps, suivant toutes les régles de l'hygiéne. La plus stric- te propreté, un ordre parfait, s'y observent, depuis les sous=sols, de- puis les chambres des machines, jusqu'aux sommets des toits et des cheminées. Ce n'est pas un vaste sanatorium, mais c'est un sanato- rium modele, á une infinité d'égards. Un des articles des réglements oblige tout malade capable de supporter un travail quotidien, á travail- ler dans les jardins dépendants du sanatorium. On poursuit ainsi un double but: fournir aux malades hospitalisés l'occupation qui peut leur étre le plus avantageuse pour la guérison de leur maladie — car c'est toujours le travail á Pair libre que lon doit conseiller á ces malades — et obtenir en méme temps une indemnisation équitable des frais de leur séjour et de leur traitement au sanatorium gratuit. Au méde- Memorias, T. XIX, 1902-1908.—14 202 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA cin, comme il est naturel, appartient de régler la durée du travail, les heures auxquelles il doit étre éxécuté. Dans notre sanatorium qui, des la début, au total, devrait comprendre 350 chambres, 25 seraient réservées á des malades payant strictement les frais qu'1ls occasionnent — c'est-á-dire une somme extrémement modique, variant vraisemblablement entre $ 2 et 50 centavos—et 25 seraient admis á titre absolument gratuit. Mexico, aoút 1903. NOMENCLATURA MNEMONICA INTERNACIONAL DE LAS TWENTE A MDIES EEOBRIOAS O ES. Proyecto presentado á la Sociedad Científica Mexicana «Antonio Alzate» por el Profesor JESUS GASCA, M. $, A. 19 Como los símbolos de todas las magnitudes físicas están expre- sados en funciones de las iniciales L, M, T, y como por una feliz coin- cidencia estas letras tienen un mismo valor ortológico en las lenguas cultas modernas, podríamos hacer que la L no sólo representase la magnitud llamada /ínea, sino la unidad lineal misma intitulada een- tímetro; que la M no sólo significase masa, sino la unidad llamada grama; y que la T'en vez de designar solamente el tiempo, equivaliese á la unidad de tiempo medio solar llamada segundo. 2” Pudiera objetarse que ya las iniciales C, G, $, tienen la significa- ción de aquellas unidades, y que por lo mismo sería superftuo, y aun motivo de confusión, darles su mismo significado á las iniciales L, M, T; pero á ello contesto que la Cy la (tienen sonidos distintos en di- ferentes idiomas, y aun en uno mismo como sucede en el castellano y demás lenguas romances; y añado que la S, siendo el signo caracterís- tico del plural en la mayor parte de las lenguas cultas actuales, debe reservarse para la formación de ese número gramatical. 32 Como en los símbolos de las magnitudes físicas no figuran como 204 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA exponentes algebráicos más que las cifras 1, 2, 3, 4, 5, ya como en- teros, ya como términos de una fracción, pudieran ser representados por su orden con las vocales latinas a, e, i, o, u, únicas verdaderamen- te universales. 4% Cuando los exponentes de un símbolo son enteros y positivos, podrían formarse sílabas directas y simples articulando la consonante con'la vocal representativa del exponente; así L, cuyo exponente táci- to es 1, se enunciaría la, que significaría centímetro lineal; L* se enun- ciaría le que significaría centímetro cuadrado, y L* pronunciándose li significaría centímetro cúbico. 5” Cuando los exponentes de un símbolo son enteros y negativos, se formarán sílabas ¿nversas simples anteponiendo la vocal á la conso- nante respectiva; así, T”* se enunciaría at y significaría la velocidad angular de un radián por segundo. 69 Siendo fraccionarios los exponentes de un simbolo, habría que articular con una sola consonante dos vocales, lo cual ofrecería mu- chas dificultades en algunas lenguas; pero para obviarlas me ocurre aprovechar el hecho de que en las fórmulas dimensionales no figura otro denominador que el número 2, pudiendo, en tal caso, represen- tarse no ya por la vocal e, sino por la consonante a cuyo sonido es uno mismo en todas las lenguas y puede sin cacofonía anteponerse á las consonantes 1, m y t; de esta manera las fracciones positivas usuales, gue no son más que ¿, 3, 3 se representarían por las articulaciones an, in, un pospuestas á la consonante respectiva l,m, t; y las fracciones negativas 1, 3, 3, que por serlo deben anteponerse á las mismas con- sonantes, se convertirían en las articulaciones na, nt, nu, seguidas de l, mó t. 7% En este concepto, la cantidad que en el sistema electromagnético 1 1 E y) (0 .qo. tiene por símbolo L* M*, se escribiría lanman, y la fuerza electro- motriz, que en el misnio sistema se expresa por L : mi T,7*se tra: duciría por linmanet. 82 Aquí parece oportuno proponer que los elementos negativos se hagan preceder á los positivos, así para seguir un mismo orden lógico, “ANTONIO ALZATE.” 205 como para eufonizar algunas palabras. De este modo la unidad con cu- yo nombre termina la cláusula anterior quedaría etlinman; la densidad de corriente, cuyo símbolo electromagnético es L7* vel T, 7 se tradu- ciría por atnilman y así sucesivamente. 92 Si en las fórmulas dimensionales de algunas magnitudes llegase á adoptarse el símbolo K, propuesto por ÁAnbrew GRAY como un cuar- to elemento necesario en ciertos casos, en nada se alteraría el presente proyecto, pues con esa consonante, que también tiene un mismo soni- do en todas las lenguas, pueden formarse sílabas directas, inversas y mixtas, como con las iniciales propuestas. 10” Claro es que en esta nomenclatura resultarán homónimos va- rios; pero fuera de que podrían distinguirse unos de otros por medio del acento, aun cuando esa distinción fuese imposible, nada argúirla tal inconveniente en contra de este proyecto, como nada arguye en contra de ninguna lengua la superabundancia de homónimos con va- riadísimas acepciones. y 11” Como anuncié al principio, la s añadida al fin de cada palabra formada según las convenciones propuestas, serviría para formar su plural. En cuanto al género gramatical, cada lengua adoptaría para sus nombres el que más cuadrase con su genio, sin que de ahí resultara inconveniente alguno para la universalidad de la nomenclatura. 12” Por último, se halla fuera de toda duda que con el solo nombre de cada unidad se tiene á la vista, digámoslo así, la constitución Ínti- ma de la magnitud física por medir en funciones de ella. Guanajuato, 5 de Marzo de 1903.—Jesús Gasca. MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA 206 “DUI DUI DUDIH "DUDA "SHATHINON ¿LN ¿T UNAS l a IPN ¿LM YT TL TN Dl ob TY eI ¿T mal: "SHNOISNHANIA 0rorrr rocoso rro 0008 > >]-5]3 I = [ 3 J 5 5 l - DA ll > Mane roroororsonooronor.o "“SHNOIDINTIAHA = Y M *"SOJOqUuIS rocosuscncos soosoross B13LOUH ron ororororcrncecns. 'oleq aL rooconcrsonorerssosos "UQISOLA O "BZ19N Y torso ororncrcoo.s U0IO08.19]90 Y [a] re. oomorosas e. I8[no 08 vLopI pororironsoncas..: "Ppepi90]9 A eooooooo noocuroosos U9UN[OA porros sorasornocs.os: orogiedng "SHCALINOVN «LH "L, VINLLSIS “ANTONIO ALZATE.” Mrrrreransrs.no.. 'UDULDUJY 'UDUOUY 'UDUL)DURY 'UDUUN Y 'UDUUA?Y "UDUUNY "DUDRY "DU9T "DUI "DULT "DU NT "SHUANON 1— LN éT I1— LÍNéT :— Ln 71 "SHNOISNHAMNIA I Jue A Yu Y 47=g 4 ENE ML Ñ ¿UE 5H H 89 His b Par =u u TU= A Y L 4 AH AN SM il ¿AN =TAH TA AS A a ANA e M d "SANOJIOINTAH AU *soJoquIg cosorsonss.s "pep 1quouod eo... voronnoss. » 8190U8J0N]9Y commoso ersssosos»s -TOLDONPUT e.mcmorssos +++..." DBPISUSJUT ASEES eennonsnanncoro» OQ UUE() SS OdL0OUO AP UROCOLaddL on 4 OOO OOOO PONadonÓ y "0104 concrrocoraccsos.. * O0JU9UO JA "“SVOLLINOV IA Po oonsorsnsor... : “tunyuauuo A OUOODODO TO 81919Ul 9p WIPT AO0ÑGO LO PAUEaUON: * OJU9MO JA] ........ e oorsonssso *pepisuo(T vorcooror.enonoo.o..s "8104904 . "“SICALINDVA MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA 208 "nv "UDUUDIT "UDUUDI Y N UDUH DH “29 y "Du V “DRY Orrcrrsosronoonoos "SHIIANON SU NOISNHNIA p0 9 A eo At —= a [a] g AE E d E SS ales 39 ce a a I q 4 T a 7) q '"SENOIOINTAHA ES) A "SOLOS ea oocconrcororco.. psproeder) Gd0 ...oo.o co.oonoo... P3priyuBO SDEGÓn peprIsuoyurT ***"ZLIJOUIO1JD9]9 BZION HT ce 0.00 ...... Ppepra13onpuo;) co.cossrososos “PBpIAIISISOY aia er0u Bon puo;) coco... o». “BI0U9ISISOY "SVOIALOHTAH “ (9yuerogao9) u9roonpur pepraron]oy "SHCOJLINDVIN 209 “ANTONIO ALZATE.” “SO[BUOTD0UIAUOD OJUQUIBIOVI SOLQUIOUL 109 ASIBUIISIP AND UEIPUO] BL0UAND9SUOD UN Á eysond -01d 49, UQUISUVL BINJB[DUAVIOU B| US U9QBI 0U ¿CL NT )) PUUOyS1S [9P SO[BJUAURPUD] SOPBPIUN SB] 109 BUUIJUL UQIO [91 u9 opur3so ou “979 'vangerodwuoy 'pepiiqudeosas “prprarponpal “pepiiqeemed op se Á ae ¡03ue pepiun e] y q IA o (A 9 dl A A a == iS ES Eb :SQUO LORO Y S vw] | 7 S E senenanos «sn==o.»* DEDIOBAB() + a] r r + “UDULUA y — AT Y b AS 00 N0| > 1V I LD TN e 2 "SBI510 119 1Y pu 100) +> UDULUIN HT | ¿«— Lin $1 3 | -9919 9p SOSOIBUB() 1 A BP ISUSYUT [ob] E | soy lod opeyoos “UDUUDY Y i— Lin 1 a e o (op erouslaj1p) [$10u9JOo q S l [«b] DY AT a ñ ernrnnenariananas «BIO UOISISON] "SHHAIHON '"SINOISNANIA "SENOTIDINIAHA “sotoq is "SICALINDV IA 210 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA UnipaDeES PRÁCTICAS. [1 miriámetro......o.... = 10 kilómetros. 1 KilómetrO....teo....... = 10 hectómetros. lhectómetro toscano. = 10 decámetros. A ] deca metro. cdo. caso = 10 metros. Ir Ps EA A = 10 decímetros. La decimetro .00co..o... = 10 las: (ra A O == 100 hm HA e eg ao AE IATA = 100 áreas Superficies..< 1 área.......... debas = 100 m.* a a LOU ia o ea = 100 les. ; 1 estéreo (m.)......... = 1000 litros. Ma ¡ ES as) ADA 000 is, A = 6.2830 radiáns. rad cauto = 57% 14' 44” Amgulos oe rado le. pde ce casas == OO [o a = 60 minutos. iaa = 60 segundos. a Tikilosramoccoss = 1000 gramos. EueLAR. 02 ¡ lO UA aos = 981 etlamas (dinas). E caballo acu pescado = 75 kilográmetros. : 1 kilográmetro (kgm.) = 1000 grámetros. o ] il clinica od = 98100 etlemas (ergs.) ion leete co cicios = (10.)" etlemas. Potencia. Lal ato oe. iaa = (10.)" itlemas. Presión..... 1 baria (75. *de mer- CULO coca = (10.)* etalmas. pe 1 atmósfera (76.* de he Mercurio. oleacness = 1.0363 kilos por em. ? 1 kilo por em.* (73.5) de mercurio......... = 0.981x (10.1 etalmas. GAUSS: canelo as o = 1 atnalman. iu le = al e caos = 1 atlanmon. Weber oe abba = 1 atlinman. [henrrcinnadeconcone == OSOS. ID aMpere orcas = 10.7 atlanman. coo = 10. * lanmon. DA = 10.* etlinmans. Lomas A = 10. atlas. “ANTONIO ALZATE.” Lar. 10. altes. PT CA A = 10. etlemas. 1 watt = 1 volt- am- ¡lao E A = 10. "atlemas. o, RIA = 10. altas. Micro-organismo del Cólera de las gallinas. COLERA DE LAS GALLINAS, FOWLOHOLERA, CHOLERA DES POULES, GEFLUGEL-CHOLERA, Comprobación bacteriológica de su agente patógeno en México, POR EL Dr. ANTONIO J. CARBAJAL, M.S. A. El estudio de las enfermedades de los animales domésticos, princi- palmente de las parasitarias, es de gran importancia para la higiene, la economía rural y la ciencia pura. Efectivamente, hay enfermedades como el carbón bacteridiano y el muermo, transmisibles al hombre; otras, como la Malaria bovidea, el sarampión del cerdo que producen pérdidas considerables en la riqueza pública; y muchas, como la tuber- culosis, la peste, el cólera de las gallinas, que estudiadas en los ani- males han conducido á muy trascendentales adelantos científicos, que han tenido después su aplicación práctica, ora sea para prevenir, ó bien para curar dichas enfermedades; tanto en los animales mismos como en el hombre. Justamente la bacteriologia tuvo su origen en las inves- tigaciones microscópicas y de patología experimental de la fiebre car- bonosa; pues, en el año de 1850 Rayer y Davaine encontraron en la sangre de carneros atacados de la enfermedad, llamada por los fran- ceses sang - de - rate, unos “pequeños cuerpos filiformes” que Davaine designó con el nombre de “bacteridia,” y que hoy conocemos con el de Bacillus autraccis. Las numerosas experiencias de ese sabio y otros muchos, entre los que sobresalen el inmortal Pasteur, Koch y sus dis- 214 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA cipulos, afirmaron de una manera irrefutable la patogenia de la enfer- medad, como resultado de la infección bacteriana de la sangre; intro- duciendo en la Patología general un nuevo principio, una patogenia desconocida ó simplemente sospechada. En otra enfermedad que ataca á las aves y se llama Cólera de las Gallinas encontramos otra demos- tración de lo que antes he dicho. Quién hubiera podido imaginar que Pasteur habría de echar los fundamentos de la suero - terapia investi- gando la naturaleza de ese mal, que, periódicamente devasta, bajo la forma epidémica, los gallineros de las haciendas y ciudades ? Así sucedió “Pasteur, dice el Prof. Miquel, llegó á demostrar, por la pri- mera vez, que era posible atenuar la virulencia de un microbio y con- ferir la innumidad con las especies atenuadas que de él proceden. Esta experiencia ha sido el origen de todas las investigaciones que le ban seguido sobre la fabricación artificial de vacunas y la suero - terapia. ” Pero no fué este el único descubrimiento que hizo, sino que por pri- mera vez logró el cultivo puro de un micro -organismo patógeno en un medio artificial, que fué un caldo de carne de gallina esterilizado y neutralizado, con solución de potasa ó sosa: el modo de reavivar un cultivo inofensivo y hacerlo virulento, por pases sucesivos, en aves pe- queñas como canarios y gorriones: explicó la patogenia de la enferme- dad por la asfixia que causa el microbio, aun á través de los vasos sanguíneos; encontró por la experimentación con el extracto del cul- tivo una substancia que produce el efecto narcótico independiente» mente del tóxico; aparte de otros datos importantes sobre los efectos locales de la inoculación del virus. Entre nosotros, ignoro si se han hecho estudios bacteriológicos so- bre esta enfermedad: al menos no han llegado á mi conocimiento. Me propongo en esta nota dar cuenta del resultado de mis investigaciones con motivo de una epidemia que se presentó en algunos gallineros del Municipio de Tacuba en el mes próximo pasado. “ANTONIO ALZATE.” 915 Los antecedentes que me comunicaron fueron los siguientes: En el pueblo de Popotla y en Merced de las Huertas habían muer- to muchas gallinas de una enfermedad epidémica, probablemente más de cien. Los síntomas observados fueron nada más, que el animal se ponía triste, con las alas caídas, anorexia y tendencia al reposo. A las cuantas horas, 4 6 5, morían, algunas veces con convulsiones. Abrién- dolos se encontraba el buche lleno de alimentos y ninguna otra cosa aparente. Se me proporcionó primero un pato y luego el hígado de una gallina recientemente muerta. Examinado el pato encontré el buche lleno de alimentos y el híga- do congestionado. La sangre contenía unos diplococos, micrococos y pequeños bacilos, algunos de centro claro. Sembrada la sangre en cal- do peptonizado y puesto á la estufa 435” al día siguiente se enturbió: con este producto hice una inoculación de 1 c..c. en el gran pectora] á una paloma. «Después de siete días el animal no había presentado síntoma alguno particular y abandoné la observación. La bacteria no fué patógena para la paloma. El día 21 de Noviembre examiné el hígado de una gallina que ha- bla muerto ese mismo día. Estaba deleznable, de un color negruzco. En la sangre había los micrococos típicos del cólera de las gallinas, que son unos bacilos de centro claro y extremidades arredondeadas. Con ju- go hepático diluído en caldo hice una inyección en el gran pectoral de una paloma y preparé siembras en gelosa, gelatina y caldo. La paloma fué inoculada el día 21 á las 10-30 a. m. En la tarde estaba triste y no comía. Al día siguiente á las 7 a. m. murió, con res- piración agitada y sin convulsiones. A la necropsia encontré conges- tionado y negruzco el lóbulo izquierdo del hígado, el bazo negruzco y reblandecido. Se hicieron preparaciones y siembras con la sangre to- mada del corazón y del hígado. Caractéres del micro - organismo: En la sangre tomada del corazón y del jugo hepático se ven entre los glóbulos nucleados y ovoideos, unos cuerpecillos que tienen el as- pecto de granulaciones brillantes en el centro, de forma ovoidea, limi- tados por una línea obscura muy tenue á los lados y de mayor grueso 216 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA en las extremidades, que están arredondadas; son móviles sobre su eje; otros tienen el aspecto de un micrococo redondo, sin espacio cla- ro; y otros, de diptococos, según que están de frente ó de canto: sus dimensiones son de 0-6 mm. para los redondos, los ovideos tienen 0-841.5 mm. de largo y 0. 6 mm. de ancho: algunos son un poco más largos. Teñidos con cristal violeta, tionina fenicado, ó azul de Lóffler se marcan mejor los caracteres: los micrococos quedan bien teñidos: los diplococos y los bacilos dejan un espacio claro en el centro, limi- tado por líneas tefíidas, muy finas, las extremidades quedando bien co- loridas. En cultivo de caldo peptonizado, á.las 24 horas de estar en la estu- fa 4356 36%, el líquido se enturbia uniformemente y á las 48 horas comienza á clarificarse, depositándose en el fondo del tubo un sedi- mento blanco tenue: la parte superior se pone diáfana. Examinado al microscopio se encuentra la bacteria con los mismos caractéres ya descriptos: algunos están aislados y otros en pequeñas cadenas de tres ó cuatro elementos, aunque pocos. En gelatina peptonizada por picadura. Al tercer día comenzó á apa- recer una línea muy tenue, que va desarrollándose y al 6% día es de un color blanco, ligeramente azulado y semitransparente; está cons- tituído por numerosísimas colonias, aisladas, arredondadas, semitrans- parentes, la cabeza del clavo aun es pequeña y no bien formada. En gelatina inclinada se forma una estría blanca azulada y semi- transparente, que después á los once días va tomando un color ama- rillento y algunas colonias aisladas tienen el mismo color. En gelatina enrollada se aislan muy bien las colonias y aparecen de forma esférica ú ovoidea, de color blanco azulado ó más bien opa- lino, después de quince dias son todavía muy pequeñas y se necesita la lente para definir sus caracteres. La gelatina no se licúa. En gelósa peptonizada inclinada y á la temperatura de 35% á las 24 horas aparecen numerosas colonias aisladas, del mismo aspecto, pero más grandes que las de gelatina. E En caldo con glucosa y carbonato de cal, no producen descomposi- ción alguna. “ANTONIO ALZATE.” 217 En la papa no se desarrolla. La leche no se coaguló después de 48 horas á la estufa. De estos eultivos se obtienen preparaciones que dan los caracteres: microscópicos, del cultivo en caldo, y de la sangre del animal infec-- tado. En suma, el microbio aislado tiene todos los caracteres que le asig-- nan los autores, principalmente Thoinot y Masselin al micrococcus: chólera Gallinarum. He ratificado la descripción de estos autores, que es rigurosamente exacta. Fáltanme hacer inoculaciones al curiel, al conejo y producir la in- fección por las vías digestivas; así como los estudios sobre la toxina y la atenuación del virus para preparar la vacuna. 1. En resumen: la epidemia que se presentó en el mes de Noviem-- bre próximo pasado en algunos pueblos del Municipio de Tacuba, en las gallinas, patos y pavos ( guajolotes ) es la enfermedad llamada có- lera de las gallinas, en su forma fulminante. 2. El agente patógeno de dicha enfermedad, como se comprobó ex-- perimentalmente, es idéntico al descrito en los autores europeos. 3. Esta bacteria fué patógena para la paloma. 4. La encontrada en la sangre del pato, no lo fué para esta ave y esto la diferencia con la de la gallina. BIBLIOGRAFÍA. Traité de Bactériologie par MM. P. Miquel et R. Cambier. 1902, pag. 239. Comptes rendus de l' Académie de Sciences. Sur les maladies virulentes, et en particulier sur la maladie appelée vulgairement Choléra des poules, 1880. Tom. X-C, pag. 239. [| Pasteur]. Sur le choléra des poules: étude des conditions de la non-récidive de la maladie et de quelques autres caracteres, pag. 952, [Pasteur]. Id. “ontinuación de la anterior, 1030. Précis de Microbie 1596. Pag. 328, ('¡ hoivot et Masselin). * México, Diciembre 7 de 1903, Memorias, T. XIX, 1902-1903.—15. A mo Ves 100) pr CS dia | YN y 3 O a 008 ' PUNA vid ESTUDIO QUIMICO DEL PROCEDIMIENTO METALURGICO CONOCIDO CON LOS NOMBRES DE AMALGAMACION MEXICANA Ó BENEFICIO DE PATIO Por el Ingeniero de Minas NULA O MAA ASES O MES AL “* El azoguero no vence con la fuer- za sino con medios suaves, de tal modo que, por decirlo así, persuade al mineral á que largue su plata ” [SONNESCHMIDT], El procedimiento metalúrgico para la extracción de la plata, cono- cido con los nombres de Amalgamación Mexicana ó Beneficio de Pa- tio, ha motivado muchas interesantes publicaciones, en las cuales se desarrollan diferentes teorías para explicar las reacciones químicas que se verifican en este procedimiento. En diversas épocas, distingui- dos químicos han hecho experimentos concienzudos y dilatados, con objeto de precisar las reacciones químicas que motivan la amalgama- ción de la plata en este procedimiento metalúrgico, y algunos han tra- tado de perfeccionarlo. Por último, muchas patentes de privilegio ex- 220 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA clusivo amparan reformas que tienden por lo general á evitar la pérdida del mercurio en este beneficio; y sin embargo, hasta la fecha, y no obs- tante los adelantos alcanzados por la química, se practica este sistema metalúrgico casi como lo ejecutaba su célebre inventor, Bartolomé de Medina, el año 1557. Parece por lo anterior que el metalurgista mexicano es rutinero, poco afecto á las reformas interesantes, que no tiene voluntad de ex- perimentar, y permanece insensible á los consejos del progreso; pero no es así, y los conceptos anteriores están muy lejos de la verdad. En efecto, en muchos Minerales de la República, en los que por motivos- diversos se ejecuta hoy el sistema metalúrgico ya mencionado, se en- cuentran dirigiendo las “Haciendas de Beneficio” metalurgistas enten- didos, quienes se interesan por los perfeccionamientos que tienden al mejor éxito y economía del procedimiento, y están dispuestos á intro- ducir reformas siempre que sean éstas de verdadero valor comercial; pero los perfeccionamientos propuestos hasta ahora no han conducido á los resultados prácticos previstos por la teoría de sus autores, y por lo tanto no han sido aceptados. En cambio, si alguna vez se propu- siera una mejora de verdadera importancia industrial, estoy seguro se ejecutaría inmediatamente en muchos Minerales, y redundaría en pro- greso de la industria minera en México. En vista de la creciente necesidad de corregir los defectos económi- cos de los cuales adolece este procedimiento metalúrgico, creo muy interesante se dediquen una vez más al estudio de esta cuestión los químicos y metalurgistas competentes, con objeto de llegar á perfec- cionar el referido procedimiento; pero siendo indispensable para con- seguir esto conocer no solamente la manera como se ejecuta en la ac- tualidad, sino principalmente las reacciones químicas que determinan la amalgamación de la plata en este sistema metalúrgico, me es muy grato ayudar en algo á los quese dedican á este estudio, proporcionán- doles el que voy á producir en el siguiente escrito. Muchas son, como dije antes, las teorías propuestas para explicar las reacciones químicas que se verifican en el Beneficio de Patio; pero hasta hoy ninguna de esas teorías ha sido unánimemente aceptada, 221 “ANTONIO ALZATE.” no obstante estar fundadas algunas de ellas en experimentos más ó menos bien interpretados. En vista de lo anterior, hace tiempo me he dedicado al estudio de este procedimiento metalúrgico; y ahora voy á exponer y desarrollar mis ideas acerca de las reacciones químicas, de las cuales depende la amalgamación de la plata en el Beneficio de Patio. Para proceder en orden en mi estudio me ocuparé: primero, de la descripción de este sistema metalúrgico; desarrollaré después la teoría quimica que propongo para explicar los fenómenos observados en este procedimiento, y estudiaré, por último, varias de Jas teorías ya cono- cidas, y los experimentos que les sirven de fundamento. PRIMERA PARTE. Descripción DEL ProcEDIMIENTO MeTALÚRGICO DENOMINADO BenericiO DE PATIO. El Beneficio de Patio fué descubierto * por el célebre mexicano Bar- tolomé de Medina el año 1557 en la “hacienda de beneficio” La Pu- rísima, ubicada en Pachuca, capital ahora del Estado de Hidalgo, y uno de los Minerales más notables de la República Mexicana. Por es- te procedimiento se ha extraído la mayor cantidad de la plata que México ha puesto en circulación; y es además, como dice Sonne- schmidt, una operación tan ingeniosa, tan sencilla y tan interesante para la metalurgía, que es imposible exista un metalurgista que no desee instruirse en ella. En varias obras se encuentran detalladas descripciones de este pro- cedimiento, y para describirlo yo elegiré tres de estas publicaciones que son: la del notable metalurgista Sonneschmidt;” la del inteligente químico Vicente Fernández;* y la del sabio ingeniero de minas Ma- 1 Véase tercera parte de este escrito. 2 Federico Sonneschmidt. Tratado de Amalgamación en México. México, 1805. 3 Vicente Fernández, Periódico La Naturaleza, México, Tomo IV, 1877 á 79 ]Apéndice]. 222 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA nuel M* Contreras.! Al leer la primera de estas obras se comprende: la manera como se ejecutaba este procedimiento en la antigiedad: la segunda publicación indica en detalle la manera de ejecutar el mismo procedimiento en la actualidad y en Guanajuato, Mineral siempre no- table, entre otros motivos, por los buenos resultados que allí se han obtenido empleando el sistema de amalgamación; y el tercer escrito es la descripción de los métodos actualmente en uso para conocer, con relativa exactitud, los adelantos y el fin de la amalgamación de la pla- ta en el Beneficio de Patio. No entraré en minuciosos detalles al hacer la descripción de este procedimiento metalúrgico, detalles? que serían innecesarios para el objeto principal de este estudio; pero sí debo indicar en resumen: las Operaciones que constituyen el referido procedimiento; los accidentes y fenómenos que se observan al ejecutarlo; y también, los defectos de que adolece. MixeraALES Propios É IMPROPIOS PARA EL BENEFICIO DE PATIO. “No todos los minerales que contienen plata son aptos para el “be- neficio” por azogue del patio”* dice Sonneschmidt; y en efecto, sólo las verdaderas especies minerales argentiferas son apropiadas para es- te sistema metalúrgico, aunque no todas ceden su plata con la misma facilidad. k La plata nativa, la argentita, sulfuro de plata dúctil (llamado mo- lonque ), y la cerargirita (plata córnea, plata verde, plata parda, pla- ta azul ) cuando se hallan en la matriz en partículas gruesas se aplas- tan al molerlas y no se pulverizan, razón por la cual no pueden ceder toda la plata que contienen; pero cuando estas mismas especies mine- rales se encuentran en particulas finas diseminadas en la “ guija” 6 matriz son apropiadas para el Beneficio de Patio. 1 Manuel M? Contreras. Periódico Minero Mexicano, Tomo I, 1874, Núxmas. 45, 46,. 47 y 48. 2 Para detalles véase Pedro L. Monroy. Anales del Ministerio de Fomento, To-- mo X, 1888, p. 517.—Miguel Rul. Periódico Minero Mexicano, Tomo VIJ!, núms. 38 á 40 y Miguel Velázquez de León, Anales Mexicanos de Ciencias, 1860, págs. 11 - 38 y 133-174 3 L, C., pág. 84. “ANTONIO ALZATE.” 223 Los sulfoantimoniuros y sulfoarseniuros de plata como son: las pla- tas negras, polybasita ( petlanque acerado ), la stephanita ( plata agria); y las platas rojas, pyrargirita (rosicler obscuro ), proustita (rosicler: claro), y la miargyrita, son todos minerales propios para la amalga- 1] mación por patio, aun cuando se encuentren en “pintas” gruesas; pe- ro las platas rojas son más difíciles de beneficiar por este procedi- miento, que las platas negras. Los minerales que contienen plata sin ser verdaderas especies ar- gentíferas no son apropiadas para este sistema metalúrgico. Entre estos minerales se encuentran las pyritas (bronces ), la galena (relum- brón, esmeril, tezcuatete ), la blenda (ojo de gato, ojo de bívora, mi- choso ), y los cobres grises. Cuando hay necesidad de beneficiar por patio los minerales impropios para este procedimiento, se someten primero á un tratamiento llamado reverberación, y del cual no me ocuparé en este estudio. Los minerales que indiqué ya como apropiados para este procedi- miento metalúrgico no son igualmente fáciles de amalgamar, y de esto proviene su división en minerales “dóciles” y “rebeldes,” según que presenten menos inconvenientes ó mayores dificultades al beneficiar- los por el sistema de patio. La docilidad y la rebeldía de los minerales argentiferos para el Be- neficio de Patio depende de muchas circunstancias. En efecto, una especie mineral argentifera que se encuentra compacta ó maciza no se comporta en este beneficio de la misma manera que cuando está repar- tida ó diseminada en la matriz, en partículas muy finas; por otra parte, la misma especie mineral presenta diferencias en su beneficio según es la naturaleza de la matriz que la acompaña; pues entre estas matri- ces hay unas, como el cuarzo, propias para este beneficio; y otras, Co- mo la calcita y la arcilla, mucho menos apropiadas. Además, los mi- nerales propios se encuentran muchas veces acompañados por los impropios, y á medida que aumenta la proporción de estos últimos las menas se vuelven más rebeldes, hasta llegar á ser verdaderamente impropias para este sistema metalúrgico. ; En vista de lo anterior se comprende que: no se pueden establecer 224 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA —_—_— reglas fijas para distingurr los minerales dóciles de los menos rebeldes, ni éstos de los de mayor rebeldía; pero en cambio, los ensayes doci- másticos de los minerales sometidos á este procedimiento, y de los “residuos” de este beneficio, permiten llegar á distinguir las menos «dóciles de las rebeldes en cada región minera. MOLIENDA. La operación preparatoria en el Beneficio de Patio es la pulveriza- ción de los minerales, la cual se consigue por el “granceo,” y la mo- lienda que reduce el mineral á polvo fino, condición ésta indispensa- ble para el buen éxito del procedimiento, por las razones que indicaré más adelante. Esta preparación mecánica ha sido notablemente per- feccionada; y se usan hoy para este fin muy buenas maquinarias, con las cuales se obtiene molienda fina y económica. No me ocuparé en detallar esta operación preparatoria por no ser necesario para el objeto de este estudio; y solamente diré que: en la actualidad la molienda se hace generalmente en húmedo, y se usan desde las antiguas arrastras hasta los molinos chilenos de diversas pa- tentes, y las baterias de mazos de gran peso.' El mineral molido en húmedo corre con el agua por canales que lo conducen á grandes depósitos ó tanques, llamados “lameros,” en los cuales se asienta el mineral. A medida que el mineral se va asentan- do se deja salir el agua de la parte alta del lamero, quitando por par- tes la compuerta de este último. Guando el mineral está ya asentado formando un lodo que se llama “lama” se vacía el lamero, quitando la última parte ósea la más baja de la compuerta, y se deja escurrir la lama hacia el patio de la hacienda de beneficio ú oficina metalúrgica. Parto. El “patio” es una superficie enlosada ó enduelada, con poca incli- 1 Para mayores detalles véase el Boletín del Instituto Geológico de México, N? 9, págs. 157 á 163. Véase también la comparación entre baterías y molinos en las Transactions of the Amer. Institute Mining Engineers, Tomo 29, p. 776. “ANTONIO ALZATE.” 225 nación, rectangular ó cuadrada, y de dimensiones variables en propor- ción con la importancia de la hacienda de beneficio. Para formar en el patio lo que se llama una “torta,” es decir, una masa grande del lodo mineral llamado lama, dispuesta y formada en figura redonda, se hace primero en el patio un cerco con gualdrillas tiradas en el suelo, cerrando con lama los intersticios; en seguida se transporta la lama que escurre del lamero para este cerco que se lla- ma “cajete,” y que limita una superficie de trescientos metros cuadra- dos aproximadamente. Para hacer el transporte de la lama se emplea el “camon” que es una tabla de encino de 30 centímetros de ancho por 1.83 metros de largo, encorvada en forma de segmento de círcu- lo, y que es tirada del lado cóncavo por una mula. Para que el camon deslice perpendicularmente al suelo, transportando la lama, un hom- bre lo comprime hacia abajo apuyándose en el borde superior de la tabla, entretanto la mula lo lleva arrastrando. Cuando el cajete con- tiene la cantidad de lodo mineral, con la cual se va á formar la torta, cantidad que varía por Jo general entre 138 y 172 toneladas de mine- ral, se va decantando el agua por los intersticios de las gualdrillas, y se deja evaporar la lama hasta que adquiere una consistencia pastosa; es decir, ni muy espesa ni muy aguada, en cuyas condiciones, puede decirse, contiene aproximadamente 33 por ciento de agua;' y entonces, se quitan las gualdrillas que forman el cajete, y la torta con un espe- sor de 20 á4 30 centímetros queda dispuesta para proceder al bene- ficio. ENSAYE. La primera operación que se hace cuando se va á beneficiar una torta es “sacar el ensaye.”” Para hacer esto se toma una pequeña can- tidad de lama de muchas partes de la torta, tanto del exterior como del interior, procurando sea el mayor posible el número de puntos de los cuales se tome muestra; se seca en seguida la lama sacada de la iorta, y se procede á hacer su ensaye docimástico. (omo se conoce 1 Vicente Fernández, Obra citada, pág. 9. 226 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA de antemano con aproximación el número de toneladas de mineral que forman la torta, después de ejecutar el ensaye anterior se conoce- rá también con bastante aproximación, la cantidad total de plata y oro contenida en la misma torta. Teniendo ya este dato, se procede á las siguientes operaciones. ENSALMORAR. Consiste la operación de “ensalmorar”” en agregar “sal” y sulfato de cobre ó “magistral” á la torta que se va á beneficiar. Para ejecu- tar esta operación se coloca la sal, en la superficie de la torta, forman- do montones pequeños, igualmente separados, y repartidos en toda la torta; y después, con palas se van desbaratando estos montones, es- parciendo la sal en toda la superficie de la torta, de tal suerte que que- de esta substancia uniformemente repartida. Con el sulfato de cobre ó magistral y una poca de sal se forman cuatro montones, los cuales se colocan en el centro de las cuatro par” tes en que se supone dividida la torta; y después, se esparcen estos montones procurando que la repartición del sulfato en la torta sea lo más uniforme posible. La cantidad de sal que se emplea en este beneficio varía según la mayor ó menor proporción de cloruro de sodio contenido en ella. La mejor sal es la que se llama blanca, gruesa, ó sal de la mar; pero se emplea también la llamada sal tierra ó del Peñón Blanco. lugar éste situado entre Sar Luis Potosí y Zacatecas. La presencia del “tequez- quite” en la sal es nociva para el Beneficio de Patio, y si la cantidad de este sesquicarbonato de sosa es considerable, la sal será inservible» ó habrá que emplear mucha mayor cantidad de esta substancia. De la sal blanca gruesa se empleaba antiguamente del uno y medio al dos por ciento del peso del mineral;' y de la sal tierra se llegába á duplicar esta cantidad. En la actualidad se emplea mucha mayor car - tidad de sal marina como se comprende por los siguientes datos: para minerales que contienen de 5á 8 décimos de kilo de plata por tonelada 1 Los minerales que necesitan mucha sal se les llama ““salineros,”” po =] “ANTONIO ALZATE.” 2 métrica, se agregan 5 kilos de sal por cada décimo de kilo de plata, ó sea del 23 al 4 po1 ciento del peso del mineral; para “leyes” de 1á 1.7 kilos de plata se ponen 3 kilos de sal por décimo de kilo de plata, ó sea del 3 al 5 por ciento del peso del mineral; y para leyes mayor de 1.7 kilos de plata se agregan 2 kilos de sal por cada décimo de kilo de plata contenido en la tonelada de mineral. Este aumento en la can- tidad de sal que se emplea en la actualidad, lo considero perfecciona” miento notable, por las razones que indicaré en la segunda parte de este escrito. Antiguamente se empleaba para el Beneficio de Patio el “magis- tral; ” que es la chalcopyrita (sulfuro de cobre y fierro) reverberada> es decir, una mezcla de sulfatos de cobre y fierro, con sesquióxido de fierro. Según la calidad del magistral variaba la proporción de los an- teriores componentes, considerándose de muy buena calidad cuando contenía 36 por ciento de sulfato de cobre, 16 por ciento de sulfato de fierro y 45 por ciento de sesquióxido de fierro. La cantidad de magistral que se empleaba en el Beneficio de Patio variaba según la calidad de esta substancia y también según la natu- raleza del mineral de plata. Si el mineral era dócil, es decir, fáciimen- te atacable por las substancias Ó compuestos químicos empleados en este procedimiento, se empleaba en la proporción de medio á uno por ciento del peso de mineral por beneficiar; pero con minerales rebel- des, es decir, difíciles de beneficiar por este procedimiento, ó si el ma- gistral era de mala calidad, llegaba á las veces hasta el 5 ó 6 por ciento la cantidad de magistral necesaria para el beneficio. En la actualidad en muy pocas haciendas de beneficio se emplea el magistral, pues en casi todas se usa el sulfato de cobre cristalizado que se importa del extranjero, ó el que resulta del apartado del oro y la plata en las Ca- sas de Moneda. De este sulfato de cobre se emplean ahora: 2343: kilos* por tonelada de mineral contenido en la torta que se trata de beneficiar. 1 V, Fernández, Publicación cit., p. 9.—Se llaman “ríos” los minerales que re- quieren muchosulfato para su beneficio; y “calientes” se llaman losque necesitan poco. 228 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Ensalmorada ya la torta se procede á ““repasarla,” para que la sal y el sulfato se disuelvan y se incorporen perfectamente con el mineral. RepaAsos. Se llama “repasar la torta” batirla con caballos ó mulas que se ha- cen caminar sobre ella, gobernados por un hombre á cuyo derredor giran formando círculos. De tiempo en tiempo el hombre camina de un punto para otro de la misma torta, y continuando el movimiento circular de los animales alrededor de él se llega á batir ó repasar toda la torta. Antiguamente, y sobre todo en las haciendas de beneficio pequeñas, el repaso se hacía con hombres; y se tenía la idea que el repaso con gente permitía obtener mayor cantidad de plata que cuando se repasa- ba con animales. En la actualidad el repaso se hace generalmente con ” á la reunión de 12 6 15 de estos anima- caballos, llamando “cobra” les; y en la hacienda de beneficio de Loreto, en Pachuca, se repasan ahora las tortas con aparatos mecánicos movidos por electricidad, apa- ratos que han dado buen resultado práctico porque se disminuye la “pérdida mecánica” del mercurio, de la cual hablaré después. Cuando ha terminado el repaso de una parte de la torta se procede ye) a “voltearla,” es decir, á removerla, de tal suerte que la lama que se encuentre en el fondo pase á la superficie de la torta y viceversa. Esta operación la ejecutan hombres provistos de palas de madera, y tam- bién recogen la orilla de la torta para que no se extienda ésta dema- siado. Se emplean para el repaso de las tortas grandes, uno ó dos hombres con 12 6 15 caballos, cada uno; y para voltearla se necesitan ocho peo- nes. El repaso dura seis ú ocho horas, y en el mismo tiempo se voltea la torta. Repasando y volteando la torta se consigue hacer homogénea la composición de ésta; y que el mercurio, después del “ incorporo” cam- bie de lugar, se divida en globulitos, y por la fricción se limpie la su- perficie de estos últimos. “ANTONIO ALZATE.” 229 Repasando la torta después de ensalmorarla se consigue que la sal y el sulfato de cobre se disuelvan y formen con la lama un todo ho- mogéneo. Conseguido lo anterior se procede al “incorporo.” INCORPORAR. Se llama “incorporar” á la operación de mezclar el mercurio con la lama que forma la torta. Para ejecutar esta operación es indispen- sable que la lama no esté ni muy espesa ni muy blanda, sino de una consistencia conveniente, la cual se conoce en que los animales cami- nan en la torta más bien con dificultad que con mucha facilidad, y en cuyo caso tiene la lama un 33 por ciento de agua aproximadamente, como dije antes. Para hacer el “incorporo ” se pone primero el mercurio (azogue ) en lienzos ó gamuzas al través de los cuales puede pasar en gotitas fi- nas, en forma de lluvia, cuando se prensa el lienzo con las manos. El lienzo, con 7 6 9 kilos de mercurio, lo lleva un hombre en las manos, y á la vez que prensa el lienzo le da un movimiento oscilatorio y Ca- mina por toda la torta, repartiendo el mercurio que sale del lienzo en lluvia fina, y procurando que la repartición sea uniforme en toda la superficie de la torta que se va á beneficiar. La cantidad de mercurio que se considera necesaria para concluir el beneficio es de: 6 á 8 kilos por cada kilo de plata contenido en la torta; pero de esta cantidad total de mercurio sólo se agregan en el in- corporo las 3 partes, y generalmente sólo la mitad, ó sea de 3á 4 ki- los por cada kilo de plata, llamando “empleo” á esta cantidad de mer- curio. Terminada la repartición del azogue se repasa' la torta, y después se deja “reposar.” El incorporo se hace en muchas haciendas de beneficio el mismo día en que se ensalmora la torta; y en otras, el incorporo se hace un día después del ensalmoro. Antiguamente se procedía también de dos 1 A los “metales calientes” seles da “repaso suave,” y 4 los “metales frios” se les da “fuerte.” 230 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA maneras: algunos ““azogueros”” ó beneficiadores después de agregar el magistral á la torta, y sin repasar ésta, la incorporaban, poniendo el azogue inmediatamente encima del magistral, método que llama- ban “estrellar;” y otros, incorporaban después de pasados varios días del ensalmoro, y á este último procedimiento lo llamaban “beneficio del curtir, 0 del curtido .”” Empleando el método de estrellar abrevia- ban el beneficio, pero aumentaba la pérdida del mercurio;' y siguien- do el beneficio del curtido se disminuía la pérdida del mercurio, pero parece que disminuía también la cantidad de plata extraida del mi- neral. Una vez incorporada la torta, el beneficio comienza; y entonces se repasa la torta un día y se la deja descansar otro; y por medio de “ten- tadura” se van observando los adelantos alcanzados en el beneficio, y los “accidentes” de éste, para remediarlos como indicaré adelante. TENTADURAS. Se llama “tentadura” al residuo que deja una poca de lama cuan- do se deslie suavemente en agua dentro de una vasija en forma de casquete esférico,” y mediante adecuados movimientos en una tina lle- na de agua se hace salir de la vasija la parte más ligera de esa lama. “ Tentar una torta” es reconocer el estado en que se encuentra el azogue y la ““limadura”” en ella, para lo cual se hase el ingenioso en- saye antes descripto y conocido con el nombre de “sacar tentadura.” Para sacar tentadura de una torta en beneficio, se toma con dos de- dos una poca de lama de varios lugares de la torta, procurando, en cuanto cabe, sea de todas partes, tanto de las interiores como de las ex- teriores, de la misma torta; se reunen estas diversas y pequeñas can- tidades de lama en una vasija, y así se tendrán sobre 250 gramos de lama, cuya composición se supone ser un promedio de la que tiene la torta en ese momento. Se pone en seguida la lama en una jícara, y por el procedimiento antes indicado, se quitan las partes ligeras hasta 1 Sonneschmidt. Lugar cit., p. 126. 2 “Jicara.” Véase Sonneschmiat, L. C., pág. 31. “ANTONIO ALZATE.” 231 obtener la tentadura, ó sea el depósito formado por las partes metáli- cas y minerales más densas. Se agrega á este depósito una pequeña cantidad de agua limpia, se le dan á la jícara golpecitos con la mano, y se le imprimen ciertos movimientos particulares que permiten la se paración de los distintos elementos que constituyen el depósito ó “asiento.” Una tentadura se divide en las siguientes partes: la “cabeza,” ó parte superior; el “cuerpo,” ó parte media; y el “botón,” ó parte baja. La ca- beza se divide en dos: la parte más externa, formada por la “liz de azo gue” 6 “desecho,”* que es el mercurio en estado pulverulento; y la pr) parte interna que contiene la “limadura,” Ó sea una amalgama de plata en polvo grueso, blanco y brillante, amalgama que ni en la ten- tadura ni en la torta se ha reunido todavía al resto de la amalgama de plata. El cuerpo está constituido por los minerales argentíferos aun no atacados ó inatacables por este sistema metalúrgico, y en la parte cercana á la cabeza se encuentra también alguna limadura. El botón es el glóbulo de mercurio y amalgama de plata, disuelta en el prime- ro, y cuyo tamaño depende principalmente de la cantidad de lama to- mada para hacer la tentadura. El botón es más ó menos líquido ó pas- toso según la cantidad de plata que contiene, y por causa de su mo- vilidad se encuentra en la parte más baja de la jícara. “Ver la tentadura” es hacer de ella el siguiente exámen: Se toma la jícara con la mano derecha y se restrega la limadura con el dedo pulgar de la mano izquierda; se observa su color, el grueso de las par- tículas de que consta, la facilidad ó dificultad con que se reunen las partículas al restregarlas; y se ve si la amalgama reunida es fluida, espesa ó seca. Se observa en seguida el cuerpo, para conocer los mi- nerales que lo forman. Por último, se mira el color del botón; se ob- serva si restregándolo se enturbia el agua y se llena de unas nubecitas de color blanco agrisado, lo cual se llama “humear;” y se calcula la cantidad de plata amalgamada, apreciando la proporción en que se en- cuentren el azogue que escurre al apretar el botón con el dedo pulgar, 1 Sele llama también “ Ceja.” bt» [SY NS MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA y la “pella” de plata que se queda adherida al dedo cuando se expri- me el referido botón. Por el estudio anterior de la tentadura se puede saber el estado en que se encuentra el beneficio de la torta, sus adelantos, sus accidentes, los “materiales”? que sobran ó faltan, la cantidad de plata amalga- mada, y el final del beneficio. En vista de lo anterior, dice Barba, el célebre metalurgista del Perú é inventor del “beneficio por cazo,” que: en el Beneficio de Patio “el azogue es el espejo en que se representa la buena ó mala disposición del mineral, y los varios accidentes que pueden ocurrir en el curso del beneficio.” Para comprender de qué manera pueden guiar las tentaduras al be- neficiador por el sistema de patio, paso á ind:car los cambios que se observan en las referidas tentaduras, según son los adelantos y acci- dentes del beneficio. ADELANTOS Y ACCIDENTES DEL BENEFICIO DE PATIO. Si se hace una tentadura inmediatamente después de concluir el re- paso del incorporo, se encontrará en la tentadura además del cuerpo formado por el asiento mineral, la cabeza constituida por el desecho de azogue, en el que casi no hay amalgama de plata. En esta primera tentadura debe observarse con atención el color que tiene el azogue: si se encuentra con su color natural ó tirando más ó menos á un Co- lor amarillento, es señal de que falta sulfato de cobre en la torta; si el azogue tiene en la superficie un ligero color agrisado, poco notable, es señal de que el beneficio ha comenzado bien; y si el azogue tiene un color muy aplomado ó gris de ceniza subido, indica que la cantidad de sulfato de cobre agregada á la torta ha sido demasiada, y que el be- 66 neficio se encuentra ya en el estado que llaman “caliente.” Con las palabras “caliente” 6 “calentura” se designa la circuns- tancia de haber exceso de bicloruro de cobre en la torta, por haberla agregado mucho sulfato de este metal. La calentura se reconoce por los siguientes caracteres de la tentadura: el desecho y el botón tienen 1 Los materiales “se reducen á tres: sal, magistral y cal.” (¡F. Garcés y Eguía, | “ANTONIO ALZATE.” 233 un color gris de plomo; la limadura que se encuentra en el cuerpo y en la cabeza pierde su aspecto metálico brillante y queda blanca mate, ó también gris azulada; por último, restregando con la yema del dedo pulgar el botón ó la limadura contra el fondo ó la pared de la jícara, que son negros, abandonan un polvo blanco que en forma de nube se levanta hasta flotar en la superficie del agua; y á las veces, este polvo blanco se adhiere también á la jícara formando una huella blanquiz- ca por donde se hizo pasar el botón al restregarlo, en cuyo caso se dice que “raya” el botón. Cuando la calentura es excesiva, se dice que la torta está “volada;” y en este caso, el botón se divide en glóbulos, y su color gris aplomado llega á ser casi negro. Cuando la calentura es muy leve, se dice que la torta está “tocada.” * Si la tentadura hecha después del incorporo indica falta de sulfato de cobre, no debe agregarse desde luego este compuesto sino que debe esperarse uno ó dos días, y solamente que el aspecto de la tentadura no cambie después de este tiempo, se agregará un poco más del refe- rido sulfato, á lo cual se llama “poner una espuela.” Si la torta está tocada no es una circunstancia dañosa; y por el contrario, contribuye á la terminación más rápida del beneficio, y puede desaparecer esta calentura sin necesidad de aplicar ningún remedio. Si la torta está ca- liente ó muy caliente en el incorporo, debe remediarse desde luego, porque la calentura causa mucha pérdida de azogue y paraliza ó atra- sa el beneficio. Para ““remediar”'” la calentura en el incorporo ó po- co tiempo después, lo mejor y más fácil es agregar una nueva porción de lama que aun no haya sido ensalmorada, con lo cual bajará el co- lor del botón y seguirá adelantando el beneficio de la torta, sin expo- nerlo á ningún inconveniente. La tentadura de una torta, veinticuatro horas después del incorporo; presenta distinto aspecto de la tomada el mismo día del incorporo. En efecto, transcurrido el tiempo ya indicado se encuentra el botón con alguna amalgama de plata, la cual se separa comprimiendo el botón 1 Se dice también está “picada.” 2 Se dice también “ corregir.” Memorias, T. XIX, 1902-1903.—16 234 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA en la cabeza de la tentadura, en vez de puro desecho, hay limadura de plata, en pequeñas hojitas ó granos brillantes, de un color amarillen- to, y que restregados con el dedo se reunen formando lo que se llama ““pasilla,” ó sea una amalgama seca de plata. Los caracteres anterio- res son la mejor señal de que el beneficio está bien encaminado; y. además, por la cantidad y caracteres de la limadura se podrán distin- guir los minerales pobres de los ricos en plata, siempre que las canti- dades empleadas de sal, sulfato de cobre y mercurio, sean las conve- nientes. En efecto, si la limadura es abundante, de particulas gruesas: y duras, y queno obstante restregrarla con el dedo no se reuna en pasilla, son señales evidentes de la riqueza en plata del mineral en be- neficio; y si por el contrario, la limadura escasea y sus partículas son pequeñas, delicadas, blandas y que se reunen fácilmente, el mineral es pobre en plata ó rebelde á este sistema metalúrgico. * Después de unos días de incorporada la torta, la tentadura puede: presentar alguno de los siguientes aspectos. Cuando la torta está en buen beneficio, adelantando sin accidente alguno, la tentadura presenta los caracteres normales, es decir: el de- secho está en forma de polvo, pero por el menor frotamiento se reune en una sola gota; la limadura se encuentra blanca, metálica, brillan- te, y fácilmente se adhiere al botón; y este último está formado por un solo glóbulo, de color ligeramente aplomado, y contiene amalgama de plata. En este caso no se necesita más que repasar y voltear la torta unos días y dejarla otros en “reposo” ó descanso hasta concluir el be- neficio. Cuando la torta está tocada, la tentadura presenta, aunque debilita- dos, los caracteres que indiqué antes, al tratar de la calentura de la torta. El estado de la torta tocada, es el intermedio entre el estado nor. mal y el llamado caliente. Cuando la torta está solamente tocada, puede agregársela una poca de sal, aunque este estado desaparece mu- chas veces sin aplicar ningún remedio. 1 En el Estado de Guerrero, para conocer la ley de plata de un mineral forman una tortita, que llaman “guía,” con ¿libras de mineral, le agregan sal, algunos- adarmes de sulfato de cobre, y mercurio, la repasan con la mano, y según la pella que se obtiene calculan la riqueza en plata. sirve también esta guía para saber qué cantidad de sulfato necesita el mineral para su beneficio. “ANTONIO ALZATE.” 235 Guando la torta está caliente ó volada, la tentadura presenta los ca- racteres ya indicados, y debe aplicársela el “remedio”' desde luego. Las substancias que se emplean para corregir la calentura en las tor- tas en beneficio, son las siguientes: Si la calentura se presenta al prin- cipio del beneficio, se agregan á la torta, como dije antes, lamas que no hayan sido ensalmoradas. Si la calentura aparece después de algu- nos días, cuando el beneficio ha progresado ya, se agrega á la torta al- guno de los siguientes agentes: sal marina, Cal viva, ceniza de madera, lamas ya beneficiadas, lodo podrido, amalgama de zinc, cobre preci- pitado ó thiosulfato de sosa; agentes que remedian el mal, pero cuya aplicación es difícil, pues con excepción del cobre precipitado, que no se usaba en la antigúedad, todos los otros, cuando se aplican en exce- so, paralizan el beneficio. Por lo tanto, no debe agregarse de estos agentes más de la tercera parte de la cantidad que se juzgue necesaria para quitar la calentura por completo; si al día siguiente de este adi- tamento, la tentadura indica que la torta continúa caliente, se agrega, de los referidos agentes, otra cantidad igual á la que se agregó prime- ro; y si al tercer día aun no desaparece la calentura, se agrega otra cantidad menor que una de las anteriores; y así se continúa con pru-- dencia hasta poner á la torta de nuevo en buen beneficio. Antiguamen- te se preferían las lamas ya beneficiadas para bajar la calentura, sobre- todo cuando las tortas contenían minerales ricos, y de esas lamas, agregaban un barril por tonelada de mineral, el primer día, y en los siguientes días agregaban mayor cantidad cuando era necesario. En la actualidad se usa de preferencia, como remedio para la calentura de las tortas, el cobre precipitado, lo cual considero buen perfecciona- miento, por las razones que indicaré en la segunda parte de este es- crito. Otro aspecto que puede presentar la tentadura, es el siguiente: mu- cho desecho, la limadura al restregarla con el dedo pulgar se reune en globulitos de azogue muy líquido, muy movedizos, y que por lo mismo “ruedan” fácilmente indicando que no contienen plata, ó se 1 Se dice también “correctivo.” 236 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA encuentra ésta en minima cantidad; y por último, el botón tiene un color amarillento, á las veces irisado, otras, gris negruzco ó negro de fierro. Los caracteres anteriores indican que la torta está “fría,” es decir, que le falta sal ó sulfato de cobre, y que por lo mismo el be- neficio no adelanta. Esta circunstancia no es dañosa, y es fácil de re- mediar este accidente agregando á la torta una cantidad moderada de sulfato de cobre ó sal. Para conocer si falta sulfato de cobre ó sal cuando una torta está fría, hay que atender á los siguientes caracteres de la tentadura. CGuan- do falta sulfato, el azogue de la limadura del botón y del desecho tie- nen su color natural, y restregando fuertemente el botón ó la limadu- ra contra la jícara no deja huella blanquizca, “no raya” como dicen los azogueros. Si falta sal, el azogue tiene un color aplomado, á las veces irisado, pierde el botón su figura globular y toma una aplastada, y al comprimir ó frotar la cabeza de la tentadura no deja amalgama, sino que el azogue se reune en globulitos que ruedan fácilmente. El color gris negruzco ó negro de fierro que presenta el botón de la tentadura cuando la torta está fría suele confundirse, no teniendo prác- tica, con el color gris de plomo que tiene cuando la torta está caliente; pero se diferencian bastante bien estos dos accidentes porque el color que indica calentura, aunque se aproxima á veces al gris algo negruz- co, nunca es tan negro como el que demuestra frialdad. Además, en el botón que indica calentura nunca se encuentran colores irisados, y al restregar el botón, cuando la torta está caliente, turba el agua, raya, y forma nubecitas blancas como dije antes; en tanto que si la torta está fría, el botón no raya, turba el agua muy poco, casi nada, y las nu- becitas que se forman ni son tan abundantes ni tan blancas como cuando la torta está caliente. * Entre los colores del botón de la tentadura, cuando la torta está fria, he mencionado el amarillo, y respecto á este color debo observar lo siguiente: cuando se presenta el día del incorporo, no debe agregarse 1 “La calentura siempre forma un polvillo ceniciento, que hace la superficie del azogue pulverulenta más ó menos sensible; la frialdad, por el contrario, siem- pre la deja lisa, nunque sea en color aplomado ó cenizo.” [F. Garcés y Eguía]. “ANTONIO ALZATE.” 237 sulfato de cobre á la torta sino que debe esperarse uno ó dos días; si pasado este tiempo persiste el color amarillo del botón, y además la limadura es muy blanda y produce una amalgama fluida al oprimirla, es preciso agregar una cantidad moderada de sulfato; pero si durante el beneficio aparece alguna vez en el botón el color amarillo y la li- madura está en buen estado, es decir, que al oprimirla produce la amalgama seca de plata llamada pasilla, no hay necesidad de agregar sulfato mientras la limadura presente este carácter, sino que es bas- tante repasar y voltear la torta. El aspecto que presenta la tentadura cuando el beneficio ha concluí- do, es el mismo ya indicado para cuando la torta está fría, y el azo- gero tiene que distinguir estos dos diferentes casos, para lo cual debe tener presente: la riqueza dei mineral que se sometió á este procedi- miento; las cantidades de sal, sulfato de cobre y azogue que se hayan agregado á la torta; y el número de días que tenga ésta en beneficio. Formando con estos datos un registro minucioso y detallado, el bene- ficiador podrá apreciar debidamente los caracteres que presenten las tentaduras, y conocerá por éstas cuando haya concluido el beneficio de una torta. Los días en que se repasa una torta, se saca tentadura antes que el repaso termine, con objeto de remediar desde luego, en caso necesa- rio, alguno de los accidentes ya mencionados, agregando á la torta el agente químico que se crea útil, y en seguida se concluye el repaso. CEBAR. Al hablar del incorporo, indiqué que en esta operación sólo se agre- ga á la torta la mitad ó las dos terceras partes de la cantidad de mer- curio que se considera necesaria para concluir el beneficio; y por lo tanto, pasados algunos días del incorporo, hay necesidad de agregar nueva cantidad de azogue, y á esta operación se le llama “cebar la torta.” El momento oportuno para cebar una torta lo indica la tentadura, pues el azogue del botón se seca por completo, es decir, queda forma- 238 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA do por amalgama de plata bien seca.* Entonces se hace un nuevo adi- tamento de azogue,” repartiendo este metal en la torta de la misma manera que indiqué antes, y la cantidad de mercurio que se agregue será la cuarta ó la tercera parte de la empleada en el incorporo. Des- pués de cebar la torta se repasa, voltea, y en seguida se la deja re- posar. : Inmediatamente después de haber cebado y repasado la torta, la tentadura se presenta á veces con la limadura algo desmejorada ó ablandada, aspecto que presenta también cuando el beneficio ha ter- «minado; y por lo mismo, no se puede formar desde luego un juicio exacto acerca del estado del beneficio, sino que debe esperarse un día ¿para que la limadura tome el aspecto que le corresponde según los adelantos alcanzados en el beneficio. Si pasados algunos días después de cebar la torta se vuelve á secar «el botón de la tentadura se deberá cebar la torta otra vez; y así, ayu- dado por las tentaduras, que son según el Sr. V. Fernández: “las rien- das del beneficio,”” se guiará el adelanto de este último y se corregirán en su caso los accidentes que puedan presentarse hasta la terminación del beneficio de la torta. Duración DEL BenerIciO DE Patio. El tiempo necesario para la amalgamación de la plata por este sis- tema metalúrgico es variable, y depende de varias circunstancias, Co- mo son: la naturaleza del mineral argentifero y de su matriz, la espe- sura de la lama, los accidentes que se hayan presentado en el curso del beneficio, el acierto en el uso del sulfato de cobre, la frecuencia y buena aplicación del repaso, la altura del lugar sobre el nivel del mar, y las condiciones meteorológicas durante los días del beneficio. 1 Para cebar es necesario que la torta esté en buen beneficio, sin accidente la guno. 2 Al azogue agregado en esta operación se le llama “cebo.” Para cantidades de mercurio en estos “cebos” véase Joseph Garcés y Eguía. Nueva teórica y práctica del beneficio de los metales de oro y plata. México, 1802, pág. 97. “ANTONIO ALZATE.” 239 Los minerales se dividen, como he dicho, en dóciles y rebeldes; los primeros emplean mucho menos tiempo que los segundos para ceder al mercurio la plata que contienen. Los minerales dóciles se benefi- cian en 10 6 15 días, y los rebeldes dilatan 30 6 40 días en beneficio; y en todo caso, la mayor riqueza del mineral alarga la duración de es- te procedimiento. La naturaleza de la matriz influye notablemente en la duración de este procedimiento, pues si la matriz es cuarzo ó caliza, la solución de los compuestos quimicos se reparte mejor y con más facilidad en la torta que cuando la matriz es arcillosa, razón por la cual la presen- cia de esta última llega hasta duplicar el tiempo que sería necesario emplear en el beneficio del mismo mineral argentífero, si la matriz fuera caliza ó cuarzosa.' La espesura de la lama es otra de las circunstancias que influyen notablemente en la duración del procedimiento; pues cuando el lodo está blando, el repaso no ocasiona tan buen frotamiento como cuando está espeso; por otra parte, en un lodo aguado el mercurio no se sub- divide bastante y su radio de acción será menor; además, al disolverse en mucha agua la sal y el sulfato de cobre se forma una disolución diluida, la cual obra con más lentitud que una concentrada. Por lo tanto, si se beneficia una lama blanda hay necesidad de emplear ma- yor cantidad de sulfato que cuando está espesa; y entonces puede su- ceder, que: al secarse la torta, la concentración de la solución de cobre sea mayor de la necesaria, y la torta se caliente, lo cual atrasa al be- neficio por lo que diré adelante. En vista de lo anterior, nunca debe incorporarse con la lama blanda; y para beneficiar en el menor tiem- po posible debe conservarse la lama ni muy espesa ni aguada, sino de la consistencia conveniente ya indicada. La calentura de una torta en beneficio además de ocasionar mucha pérdida de azogue, atrasa el beneficio,” pues al cubrirse este metal ) daría los siguientes resultados, que: son aproximadamente, los que indica el Sr. Fernández: Primer Caso. ESC ROE O Z OSO EZ AN : A 175.24 kilos, cantidad de plata mucho mayor de la contenida en la torta antes del. beneficio. SEGUNDO 'ASO. e = 920 b=:0.11 m= 1 eb 205 OST - == == — o! q XL meuár 130.03 98.25 kilos, cantidad de plata mucho mayor de la realmente amalgamada. Concluye el Sr. Fernández diciendo: “He exagerado en este ejemplo las cantidades, sólo por usar números sencillos, para que se compren- da el fenómeno, por ser muy necesario entenderlo; pues si bien es cier- to que no puede verificarse en esa escala, no por serlo en otras que son: mucho menores, las consecuencias dejan de ser muy funestas.” 248 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Según el Sr. M. M. Contreras, los ensayes de pella no tienen por objeto determinar la cantidad de plata amalgamada en algún día del beneficio, sino indicar el adelanto diario de la amalgamación, para lo cual hay necesidad de comparar los resultados de los ensayés de pella de un día, con los de otra fecha anterior, y dividir el adelanto entre el número de días transcurridos entre las dos fechas. Cuando el adelan- to diario sea insignificante, ó igual á cero, el beneficio habrá termina- do. Por lo anterior se comprende, que según el Sr. M. M. Contreras, para conocer el final del beneficio, no es bastante sacar un solo ensa- ye de pella, sino que es necesario tomar varios, en distintos días, y cuando estos ensayes den resultados iguales, el adelanto diario será nulo y el beneficio habrá concluido. Una variación notable en la pérdida de azogue, tiene muy pequeña influencia en la determinación del adelanto diario en la amalgamación por medio de los ensayes de pella, y para que esto se comprenda fácil- mente, el Sr. Contreras indica los resultados de los ensayes de pella, de una torta de la mina “El Rosario,” beneficiada por él en Pachuca, y calcula el adelanto diario bajo dos supuestos: con pérdida de 13 de azogue por una parte en peso de plata, y con 2 de azogue por 1 de pla- ta. Estos resultados' son los siguientes: ADELANTO DIARIO EN LA AMALGAMACION. Días de estar en beneficio la torta conos dB NT motas MUA A los 22 días 3.91 p.S 3.68 » m2 yo DIO 0.80 AS 0 DE AS dla OS MISS, 0.22 cas lios 0:49 5, 0.47 ADA 000 0.00 En vista de estos datos podría concluirse con el Sr. Contreras di- ciendo que “el mejor medio que puede emplearse para conocer la marcha de las reacciones, el adelanto diario de la amalgamación, y el 1 M. M. Contreras, L, C., Tomo [, núm, 48, pág. 5. “ANTONIO ALZATE.” 249 final del beneficio de patio es el ensaye de pella;””* pero no obstante estos datos, y la muy respetable opinión del Sr. Contreras, no puedo aceptar sus conclusiones de una manera tan general, y sí creo funda- da la opinión antes indicada del Sr. Fernández. En efecto, suponga- mos, por ejemplo, que á los 22 días de estar en beneficio una torta, cuyo contenido total en plata eran 125.3 kilos de plata, y que fué in- corporada con 1000 kilos de azogue, se saca un ensaye de pella, y éste da los siguientes resultados: peso del botón de pella, 10 gramos; peso de la plata contenida en él, 1 gramo 14 centigramos. Con estos datos la fórmula (A) dará: 1000 x 1.14 O 107.85 kilos de plata. Por lo tanto, si de los 125.8 kilos de plata, se han amalgamado 107.85, de 100 se amalgamarían 86.07, y por lo tanto el adelanto diario 86.07 en la amalgamación sería 20 3.91 por ciento, y la pérdida de mer- curio supuesta por la fórmula (A) sería hasta ese día: 1.5 x 107.85= 161.77 kilos. Supongamos ahora que entre los días 22 y 25 se calien- ta la torta, accidente que como dije antes, atrasa ó paraliza la amal- gamación y ocasiona una pérdida de mercurio,” por las razones que indicaré en la segunda parte de este escrito; y aceptemos para este ejemplo, que la amalgamación no adelanta en esos días, y que se pier- den solamente 18 kilos de mercurio como consecuencia de la calentu- ra de la torta. Según esto, la cantidad total de mercurio contenida en la torta el día 25 será: 1000 — 161.77 — 18 = 820.23 kilos, y agre- gando á esta cantidad los 107.85 kilos de plata amalgamada ya, el pe- so total de la pella será 928.08 kilos. Si el día 25 se saca ensaye de pella habrá en el botón de 10 gramos, 1 gramo 16 centigramos de pla- ta, según la siguiente proporción: IZ DO LON DUO: 1 M. M, Contreras, L. C., Tomo T, núm. 45, pág. 14. 2 Véase Joseph Garcés y Eguía, L. C., págs. 134 y 118. Memorias, T. XIX, 1902-1903.—17 250 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA y con estos datos la fórmula (A) dará: OOO e n= UEOGa im 109.64. Restando de 109.64 los 107.85 kilos de plata amalgamada ya el día 22 se obtendrá un adelanto de 1.79 ó por ciento: 125.8 : 1.79 :: 100 : 4 = 1.43 p.S en tres días; y por lo mismo, el adelanto diario indicado por el ensa- ye de pella será: A 3 cuando en realidad no ha habido ningún adelanto. En vista de que la torta se ha calentado entre los días 22 y 25, parece más exacto supo- ner una pérdida de mercurio de 2 por 1 de plata, al hacer el cálculo del ensaye de pella, y entonces la fórmula (A) se convierte en la si- guiente: A REnO (6) 0 Ed según la cual y de acuerdo con los últimos datos, el valor de x será: a e == ONO =— 103.94 kilos. Como el día 22 se habían amalgamado ya 107.85 kilos de plata, el último valor de x indica un atraso en la amalgamación de 3.91 kilos de plata en tres días, cuando en realidad no ha habido ni atraso ni adelanto. : Por el ejemplo anterior se comprende perfectamente que cuando una torta se calienta, el ensaye de pella proporciona indicaciones fal- sas respecto al adelanto diario de la amalgamación; y se comprende también, que cuando una torta esté ya rendida, pero caliente, el refe- “ANTONIO ALZATE.” 251 rido ensaye en vez de dar á conocer que el beneficio ha concluido, in- dicará un adelanto diario que ya no tiene lugar; pero como sigue au- mentando la pérdida de mercurio sin variar la cantidad de plata amalgamada, el botón de la tentadura irá apareciendo más rico en pla- ta, y por lo mismo a fórmula (A) indicará un adelanto que ya no se verifica; y en este caso, la indicación proporcionada por el ensaye de pella es tan poco exacta corio la que indica la tentadura en las mis- mas condiciones, pues conserva ésta la limadura aun cuando la torta esté ya rendida, hecho que expresa Sonneschmidt en los siguientes términos: “el azogue llega á recibir el color aplomado y conserva la buena Jimadura, á veces, aunque ya haya pasado el término del ren- die Dice el Sr. Contreras, que el final de la amalgamación se conoce por medio de los ensayes de pella, cuando indican éstos un adelanto dia- rio insignificante ó nulo.” Ahora bien, cuando una torta está fría, la amalgamación de la plata es insignificante ó nula y se pierde entonces muy poco azogue; por lo tanto, los ensayes de pella en los días de frialdad de la torta, darán resultados casi iguales, indicarán por lo mis- mo, un adelanto diario en la amalgamación casi nulo, y se llegaría á creer por estos ensayes que la torta está rendida, cuando en realidad no ha terminado el beneficio, sino que le falta sulfato de cobre á la torta. Al verificarse este último caso sería de temerse, con el Sr. Fer- nández, que por las indicaciones falsas del ensaye de pella, la plata fuera tirada al río, temor no desmentido por el mismo Sr. Contreras, quien dice que: cuando el adelanto diario en la amalgamación llegue á ser insignificante ó nulo, el beneficio habrá terminado, “siempre que no falten ingredientes para las reacciones, y que se haya recogido próximamente la cantidad de plata esperada;”* pero como por estos ensayes no se puede conocer si faltan ó no ingredientes; y como estos en- sayes, según el mismo Sr. Contreras, “no deben practicarse con el ob- jeto de determinar la cantidad de plata que probablemente ha de pro- 1 sonneschmiat, L. (., págs. 51 y 52. 2 M, M. Contreras, L. C., Tomo I, núm, 47, pág, 3. 3 L.C., Tomo I[, núm, 47, pág. 3. 252 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ducir una torta,” * puedo concluir diciendo: que los ensayes de pella son deficientes para la determinación del final del Beneficio de Patio; que en ningún caso debe darse por terminado el beneficio, atendiendo solamente á las indicaciones de estos ensayes, pero que son útiles pa- ra conocer el adelanto diario en la amalgamación, siempre que el be- neficio camine sin accidente alguno. Conociendo los beneficiadores la deficiencia de los ensayes de pella, siempre ensayan por la vía docimástica la lama que acompaña á la pella, y á esta operación se le llama ensaye de residuos. Para hacer el ensaye de residuos, se saca de la torta en beneficio, cierta cantidad, de lama, procediendo como indiqué al hablar del en- saye de la torta; se agrega á esta lama una pequeña cantidad de azo- gue, para lo cual se extiende sobre una tabla y se le riega el mercurio en lluvia fina, luego se revuelve para que este metal se incorpore, y después se lava la lama como para sacar tentadura, teniendo cuidado de que al “deslamar”” no se vaya nada de pella, y que al último sólo queden en la jicara el mercurio y toda la pella. El lodo del deslame anterior se reune en una vasija, se deja asentar el mineral y se decan- ta el agua; después, y con objeto de separar la pequeña cantidad de pella que pudiera haberse pasado con la lama en ese deslame, se le somete á un segundo lavado, se deja asentar la lama, se decanta el agua, se seca en la estufa 6 baño de aire, se muele y se ensaya docimástica- mente. La ley de plata de estos residuos, permite conocer la cantidad de plata que aun no se ha amalgamado en la torta en beneficio hasta el momento de sacar el ensaye de residuos. La diferencia entre dos ensayes de estos residuos, sacados y hechos en dos fechas diferentes, dividida entre el número de días transcurridos de una á otra fecha, da- rá el adelanto diario en la amalgamación de la plata; y cuando este adelanto, así determinado, sea insignificante ó nulo, y la ley de los re- siduos muy pequeña, el beneficio habrá terminado y la torta estará rendida. Procediendo con esmero al lavar los ensayes de residuos, los resul- 1 M. M. Contreras, L. C., Tomo [, núna,. 48, pág. 5. “ANTONIO ALZATE.” --209 tados son exactos, y no influyen los accidentes del beneficio en la exac- titud de estos resultados, porque para calcular estos ensayes no es ne- cesario conocer la cantidad de mercurio y de pella contenidos en la torta, ni es preciso suponer que la pella está uniformemente repartida en el mercurio, ni que se pierde 14 de mercurio por 1 de plata amal- gamada, sino que determinan directamente la cantidad de plata que aun no haya sido amalgamada en la torta en beneficio hasta el mo- mento de sacar el ensaye de residuos. Cuando la torta esté caliente, el ensaye diario y comparado de los residuos indicará si la amalgamación progresa ó está paralizada; y en caso de que la torta esté fría, sin estar rendida, la ley de los residuos será constante en esos días y relativa- mente alta, indicando esto que la amalgamación no progresa aunque la torta aun no está rendida. Por medio de los ensayes de residuos se conoce el final del benefi- cio aun cuando no se sepa cuál era la riqueza en plata de la lama con la cual se formó la torta, pues entre tanto indiquen estos ensayes una ley relativamente alta para los residuos, no podrá decirse que la torta esté rendida. Por otra parte, estos ensayes son un poderoso auxiliar en casos difíciles como el que menciona el Sr. M. M. Contreras, y es éste: “que habiéndose reventado un lamero, se mezcló la lama que contenía con las tortas que estaban en beneficio, resultando, que si po- día tenerse una idea de la cantidad total de plata y de mineral conte- nido en todas las tortas, era imposible saberse la parte que contenía cada una; habiendo, además, la dificultad de tenerse que beneficiar revueltos frutos, cuyo beneficio se encontraba en épocas muy diver- sas.”* En este caso difícil, mientras los ensayes de residuos indiquen para éstos leyes relativamente altas, ninguna de las tortas estará ren- dida, y aunque no se conocerá por estos ensayes la cantidad de plata que rendirá cada una de ellas, sí se sabrá cuando estén ya rendidas. Decir que una torta está rendida, no significa que ha sido amalga- mada ya toda la plata que contenía, sino solamente la cantidad que puede extraerse del mineral, por el Beneficio de Patio; y por lo tan- 1 M. M. Contreras, L. C., Tomo I, núm, 48, pág. 7. 254 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA to, podrá decirse que una torta está rendida, cuando el ensaye de re- siduos indique para éstos una ley de plata igual á la cantidad que se considera no puede extraerse por este procedimiento. Después de be- neficiar varias veces una misma clase de mineral, se llega á determi- nar cuál debe ser la ley de los residuos que indique el final del bene- cio del referido mineral, ley que generalmente es de: 0.06 á 0.12 kilos de plata por tonelada. Toda ley de residuos, superior á la deter- minada, como acabo de decir, debe considerarse como relativamente alta, y mientras no baje hasta este límite, la torta no estará rendida. La determinación directa de la plata no amalgamada en determina- do día del beneficio de una torta, determinación que se hace mediante el ensaye de residuos, permite decidir si es ó no económico conti- nuar el beneficio, pues si los gastos que deben erogarse para conse - guir la amalgamación de la plata contenida en los residuos, es una cantidad superior á la que representa el valor de esa plata, no será económico continuar el beneficio. Se deduce de esto, que los ensayes de residuos permiten determinar lo que llamaré: el final económico del Beneficio de Patio; ó el rendimiento comercial de una torta. Este final económico no se puede determinar con los ensayes de pella, por- que no indican éstos la cantidad de plata que sin amalgamarse existe en los residuos, y sin conocer esta cantidad no puede compararse su valor con el gasto que debe originar su extracción, al prolongar por más días las faenas del Beneficio de Patio. “La utilidad de los ensayes de residuos fué conocida desde la época de Sonneschmidt, quien dice: sólo podemos saber cuando está rendi- da una torta “mediante el ensayar los residuos por el método doci- mástico.”* No obstante la autorizada opinión anterior, el Sr. Contre- ras dice que: este procedimiento presenta inconvenientes “delos cuales depende que sea preferible el de los ensayes de pella.” Esta última afirmación me obliga á estudiar los inconvenientes que señala el autor citado, para concluir por fin, cuál es el mejor de los dos procedimien- tos indicados para conocer el final del beneficio. : 1 Sonneschmiat, L. C., pág. 47. “ANTONIO ALZATE.” 255 Dice el Sr. Contreras: “La operación de lavar los ensayes de resi- duos, además de ser más dilatada y laboriosa que la de los ensayes de pella, presenta el gran inconveniente de que un pequeño desperdicio de pella viene á alterar el valor del resultado; mientras que en los en- sayes de pella, esto no tiene ningún inconveniente, si, como es proba- ble, la pella desperdiciada tiene la misma riqueza en plata que la re- cogida para ensayarla.”* La dilación y laboriosidad en el lavado de los ensayes de residuos no serían, sin duda, motivos suficientes para abandonar un procedimiento que indica con bastante exactitud el fi- nal del beneficio y el límite económico de éste, evitando, por lo tanto, que la plata se tire al rio, ó que los gastos finales excedan al valor de las últimas porciones de plata amalgamada; pero aun hay más, la prác- tica adquirida por los azogueros, hace que estos lavados no sean tan dilatados ni tan laboriosos, y sí comparables con los que tienen que hacerse en los ensayes de pella. El gran inconveniente que señala el autor mencionado, es que una parte de la pella quede en los residuos y suba por lo tanto la ley en plata de estos últimos; pero creo que este inconveniente no existe en la mayoría de los casos, por las siguientes razones: en primer lugar, al agregarse el mercurio á los ensayes de re- siduos, como dije antes, la pella se hace bastante fluida, y por lo mis- mo es fácil separarla del residuo, con un lavado cuidadoso como debe hacerse; y en segundo lugar, para que subiera la ley del residuo por la causa indicada, sería preciso que ese pequeño desperdicio de pella, siempre llegara hasta el platillo de la balanza, en el polvo que se to- ma del residuo para pesar el ensaye. Si suponemos que en el residuo existen pequeños granos de pella escapados en la operación del lava- do, no es creíble que siempre se tomen estos granos entre el polvo que se saca del residuo para ensayarlo, y en caso de tomarlos, es casi seguro que no se encontrarían en la misma cantidad en los dos ó cua- tro ensayes que se pesan del mismo polvo; y si la pella no se encuen- tra en la misma cantidad, los resultados de los cuatro ensayes no se- rán comparables, é indicarán, por lo mismo, que ha existido algún 1 M. M. Contreras, L. C., Tomo I, nún»,. 48, pág. 6. 256 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA defecto en la operación, la cual deberá repetirse con mayor cuidado, sobre todo, al lavar los residuos. Por otra parte, debe tenerse en cuen- ta, lo siguiente: el ensaye de residuos es verdaderamente industrial, pues se somete la tentadura á las mismas operaciones, á las que más tarde se someterá toda la torta, es decir, se baña primero con azogue y se lava después; por lo tanto, la ley de plata que indique el ensaye de residuos será, en todo caso, igual ó más baja que la de las lamas al salir del lavadero de la hacienda de beneficio, pues sin duda es más cuidadoso el lavado que se hace de una tentadura, que el de toda la torta beneficiada. De lo anterior se deducen dos cosas: la discordancia notable entre los resultados de los ensayes docimásticos de un mismo: residuo hará sospechar la presencia en éste de alguna pella escapada al lavar el residuo; y si después de repetir el lavado, con más aten- ción, los resultados del ensaye de residuos siguen discordantes, y se encuentra siempre la pella en el residuo lavado, habrá que buscar la causa de esto antes de lavar la torta aun supuesta rendida, pues la pe- lla se escaparía por el lavado de esta última como se ha escapado al lavar el ensaye, y como sucede también cuando se lava una torta que está caliente. Como se ve, el inconveniente señalado para los ensayes de residuos no existe en la generalidad de los casos; y en cambio, estos ensayes pueden dar otra indicación de mucha utilidad industrial cual es: la relativa al conocimiento del momento oportuno para lavar la torta en beneficio. Continúa el Sr. Contreras diciendo: “La operación que exige un en- saye de pella para determinar la cantidad de azogue y plata, es más rápida y sencilla que la que es preciso hacer para determinar la ley en plata de los residuos, por medio de un ensaye docimástico, exigiendo los ensayes de pella un pequeño cálculo numérico.”* Las razones an- teriores no las puedo considerar de gran peso, para preferir el ensaye de pella al de residuos, ni menos aún cuando están ya tan generaliza- dos los ensayes docimásticos, y se ejecutan de una manera perfecta en todos los Minerales de la República.” Por otra parte, la duración del 1 M, M. Contreras, L. C., Tomo !, núm, 48, pág. 6. 2 Para detalles, véase informe del Ingeniero Mariano Glenni en “Asuntos Mi- neros” por Miguel Rul 6 Minero Mexicano, Tomo VIII, 1881 - 82, núm. 39, pág. 163. “ANTONIO ALZATE.” 257 Beneficio de Patio no es de horas sino de muchos días, y por lo tanto, hay tiempo sobradamente suficiente para hacer los referidos ensayes de residuos. Los últimos inconvenientes que señala el notable autor de cuyas opiniones me estoy ocupando, son los siguientes: “El procedimiento de los ensayes de residuos, exige el uso de balanzas de extremada sen- sibilidad, mientras que para el de ensayes de pella, bastan balanzas menos finas; y por último, los ensayes de residuos, aun suponiéndolos bien lavados, dan una aproximación muy inferior á la de los ensayes de pella.”' El primero de estos inconvenientes no creo deberlo tener en cuenta, puesto que el mayor gasto en una balanza más sensible que- dará amplisimamente compensado con los buenos resultados de los ensayes de residuos, y con las muy útiles indicaciones enonómicas é industriales de estos últimos; pero sí merece especial estudio lo rela- tivo á la aproximación de estos ensayes. Dice el Sr. Contreras, que: “aun usando las balanzas más sensibles no es posible obtener una aproximación de más de 4 de marco de pla- ta por montón de 30 quintales, lo que representa la fracción de 31155 de la masa ensayada,” y “suponiendo que los frutos que se benefician tengan una ley de 10 marcos por montón, la aproximación de 4 de marco representa la diferencia de 23 por 100 sobre la cantidad de pla- ta contenida. Si la ley de los frutos fuera de 5 marcos, ésta misma aproximación conduce á la diferencia de un 5 por ciento, y en los re- siduos que tienen una ley de 1 marco, esta diferencia se eleva á un 25 por 100.” * La aproximación que puede obtenerse por los ensayes de residuos es de 15.5 á 31 gramos de plata por tonelada, por las siguien- tes razones: Los ensayes docimásticos se ejecutan en Guanajuato, por ejemplo, de la siguiente manera que indica el Sr. V. Fernández: se mezclan “16 gramos del polvo del mineral á 20 6 80 de tequezquite (carbonato de sosa natural conteniendo algo de sulfato, cloruro de so- dio y carbonato de cal), con 20 de protóxido de plomo, muy pobre en 1 M, M. Contreras, L. C., Tomo I, núm, 48, pág. 6. 2 M. M. Contreras. L.c. Tomo I, núm. 48, pág. 6. 258 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA plata. Esta mezcla se introduce en un crisol de barro de unos cuantos centímetros de diámetro y unos 16 de alto, cubriéndola con una cu- charada de sal común. Es muy general que de cada ensaye se hagan á la vez dos operaciones y aun cuatro,” etc.* Suponiendo que se ha- gan dos ensayes como queda dicho, y que se pesen juntos los dos bo- tones de plata obtenidos, la aproximación será la siguiente, aprecian- do en la balanza el décimo de milígramo al cual “deben ser sensi- bles” * como dice el Sr. Fernández. 32: 0.0001 :: 1000: «= 0.031 es decir, la aproximación será de 31 gramos por tonelada métrica si se hacen dos ensayes, y de 15.5 gramos si se hacen cuatro ensayes. Ahora bien, dice el mismo Sr. Fernández, que cuando los residuos “tienen únicamente algunos centésimos de marco por montón de 32 quintales (0.40 á 0.80), hay seguridad de no tirar la plata y se consi- dera la torta rendida.”* Estos datos, en sistema métrico-decimal, son los siguentes: 60 á 120 gramos por tonelada, y por lo mismo, la aproxi- mación de 15.5 á 31 gramos por tonelada que dan los ensayes de re- siduos ejecutados como dije antes, es demasiado suficiente para deter- minar con exactitud el final del beneficio, y para apreciar además pequeños adelantos en la amalgamación de la plata por el sistema de patio. En efecto, suponiendo el caso más desfavorable de los indica- dos por el Sr. Contreras, ó sea el de los residuos con “una ley de un marco por montón de 30 quintales,” es decir, 167 gramos de plata por tonelada métrica, y supuesto que los ensayes pueden apreciar 15.5 ó 31 gramos por tonelada, se podrá conocer por estos ensayes un ade- lanto en la amalgamación de 15.5 6 31 gramos de plata por tonelada, ó sea del 9 al 18 por ciento de la ley supuesta para los residuos; y si éstos provienen del beneficio de un mineral cuya ley fué “5 marcos por montón de 30 quintales,” es decir, 883 gramos de plata por tone- 1 V. Fernández. L.c., págs. 2y 3. 2 V. Fernández, L.-c., pág. 3.—Para apreciar el peso de botones de plata muy pe- queños, véase Plattner's, Probrikunst. Teodor Richter, pág. 35, Leipzig, 1865. 3 V, Fernández, L. c., págs. 15 y 16. “ANTONIO ALZATE.” 259 lada, los 15.5 6 31 gramos significan para este caso una aproximación de 1.86 ó6 3.72 por ciento. Si la ley primitiva del mineral hubiera sido **10 marcos por montón de 30 quintales, es decir, 1666 gramos por to- nelada, la aproximación de los ensayes de residuos habría sido 0.93 6 1.86 por ciento, aproximaciones muy suficientes para el objeto de es- tos ensayes, pues como diré adelante, la pérdida de plata por este pro- cedimiento metalúrgico es superior al 4 por ciento de la ley en plata del mineral. : Es cierto, como dice el Sr. Contreras, que por medio de los ensayes de pella “se consigue hacer perceptibles progresos en la amalgamación inferiores á 3 por ciento,” * pero estos resultados están sujetos á error, como he dicho antes, y por lo mismo, aunque en ciertas condiciones, son útiles estos ensayes para conocer pequeños adelantos en la amal- gamación, no son suficientes para determinar con exactitud el final del procedimiento, ni mucho menos para conocer el rendimiento comer- cial de una torta. Resumiendo la discusión anterior, puede decirse: que de todos los procedimientos propuestos hasta ahora para conocer el final del Bene- ficio de Patio, debe preferirse el ensaye de residuos; y que para cono- cer pequeños adelantos en la amalgamación, es bastante útil el ensaye de pella, pero solamente cuando no se presenten accidentes en el be- neficio. Cuando una torta se considera ya económicamente rendida, se so- mete á las siguientes operaciones: Baño. Se llama baño á la última cantidad de azogue que se agrega á una torta en beneficio, y cuyo objeto es hacer más fluida la amalgama de plata, y por lo mismo más fácil de separarse del lodo 6 lama en que está contenida. La cantidad de azogue que se emplea como baño varía según el es- tado de fluidez en que se encuentre la pella al rendirse una torta. Si 1 M, M. Contreras. L, e, Tomo I, núm, 47, pág. 4. 260 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA la pella está seca, se agregan poco más ó menos 3 6 4 kilos de mer- curio por cada kilo de plata amalgamada; y si está fluida se agregan só- lo dos kilos, procurando, en todo caso, que por una parte de plata haya seis de azogue en la pella. * LAvAR. Se llama lavar la torta á la operación que tiene por objeto separar por medio del agua las partes metálicas, de la lama que las contiene en la torta. Antes de lavar una torta hay que ablandarla, para lo cual después de poner el baño, se la agrega agua y se repasa. Si el desecho de azo- gue estuviere en abundancia, se agrega á la torta una porción de cal, ceniza ó thiosulfato de sosa, y se repasa después la torta sobre blando con objeto de reunir el desecho, y en seguida se procede á lavarla, ya sea en cajón ó bien en tinas. El cajón es un depósito de dimensiones variables, generalmente de 3 4 5 metros de largo, un poco menos de ancho y de 70 centímetros á 1 metro de alto. Este cajón se coloca de tal manera que la parte supe- rior quede á nivel del patio, para que no haya necesidad de levantar las lamas, sino que con el camón se transporten fácilmente desde el lugar en que se encuentre la torta hasta el cajón. La parte inferior del cajón debe quedar más alta que el lugar por donde deben salir para el río las lamas ya lavadas. En una de las paredes del cajón hay un agu- jero con su tapa, y de aquí sigue un canal con muy poca pendiente y con el fondo escamado, de tal suerte, que una sección longitudinal de este fondo tiene la figura de una sierra con dientes en forma de trián- gulos rectángulos, cuya base es el cateto mayor, que está casi horizon- tal, y el descenso de la hipotenusa indica el sentido de la corriente del agua en los referidos canales. La longitud de este canaleo es muy va- riable, pero siempre tiene de tramo en tramo, cada 5 ó 6 metros, unos depósitos ó pequeñas pilas de cantería, que se llaman apuros. Estas canales conducen las lamas del lavadero para unos tanques de depó- 1 Véase J. Garcés y Eguía. l.c., págs. 135-136. “ANTONIO ALZATE.” 261 sito, y del último de éstos sale la lama para el río. Estos tanques se dividen á veces con muros transversales, y las comunicaciones entre estas divisiones se ponen en zig-zag para que la corriente serpentee y se facilite el depósito de la parte más pesada de la lama. Para lavar en cajón se procede de la siguiente manera: Se pone azogue en los apuros y en las escamas de las canales, después se trans- porta con el camón cierta cantidad de lama de la torta rendida y agua- da para el lavadero, se abre entonces la llave de la cañería que lleva agua al cajón y se repasa dentro de éste, con peones, el lodo hasta que la lama esté muy aguada; entonces se saca una tentadura de la lama que está en suspensión, y si por ésta se ve que toda la pella se asentó ya, se abre el agujero del cajón y se deja escurrir la lama por las Ca- nales y apuros, en donde se ponen muchachos que con los pies están limpiando las escamas de las canales y agitando la lama en los apu- ros. Estas mismas operaciones se repiten con nuevas porciones de la- ma, y se sigue cargando el cajón hasta lavar toda la torta. Se deja en seguida correr el agua que continúa cayendo en el cajón hasta que és- te, las canales y los apuros quedan bien limpios, operación que se lla- ma enjuagar. Por el lavado ya descrito se deposita en el fondo del cajón la pella con bastantes granos gruesos de cuarzo, á los cuales se les da el nom- bre de cabecilla; en los canales y en los apuros se encuentra mercurio con pella de plata, y en los tanques en que terminan los canales se asientan los residuos gruesos de los cuales se extraen después los pol- - villos, y alguna pella y azogue que siempre los acompañan. En la actualidad, para el lavado de las tortas, se emplean en muchas haciendas de beneficio las tinas dobles y triples con agitadores de for- mas diversas y movidos con máquinas de vapor. Las tinas son vasos circulares de mampostería ó formados con due- las de sabino guarnecidas de gruesos aros de fierro y tienen 23 metros de diámetro por 13 de alto. En el centro de estas tinas gira un eje “vertical con dos piezas horizontales llamadas cruces, la longitud de las cuales es Casi igual al diámetro de la tina, y lleva varios dientes, ram- plones verticales, que entran hacia abajo en la mencionada tina, pero 262 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA sin tocar el fondo, sino que su extremidad inferior se encuentra 20 6 25 centímetros arriba. Las tinas comunican entre sí por agujeros cir- culares* de 12á 15 centimetros de diámetro abiertos en las paredes de las tinas y situados á 28 ó 30 centímetros arriba del fondo, encontrán- dose junto á estos agujeros otros pequeños para sacar tentaduras. Por lo general, son tres las tinas que comunican entre sí, llamándose car- gadora á la que recibe primero la lama y descargadora á la última, de la cual salen las lamas para el carcamo. Para lavar una torta en estas tinas, se procede de la siguiente ma- nera: Se llenan de agua las tinas, se ponen en movimiento los agita- dores y se transportan, en porciones de 40 kilos, 3 toneladas de lama de la torta para la tina cargadora. Este lodo al caer á la primera tina atraviesa el agua y se encuentra con los ramplones de las cruces que lo dividen y lo ponen en suspensión, permitiendo que á la media ho- ra, próximamente, se deposite en el fondo la amalgama de plata, y la cabecilla, quedando siempre en suspensión las particulas finas de cuar- zo, carbonato de cal, y en general, de la matriz que acompañe al mi- neral. Esta lama en suspensión pasa de la primera á la segunda tina, en cuyo fondo se deposita otra porción de amalgama, y de esta tina pasa el lodo á la llamada descargadora, tina en la cual se asienta otra porción de amalgama, y de aqui, por último, sale la lama para las ca- nales. Antes de abrir el agujero de descarga de la última tina, se saca una poca de lama de ésta y de la primera tina, por los pequeños agu- jeros destinados á sacar tentaduras, y se hacen éstas por separado; si las dos tentaduras indican que el lavadero asentó ya casi la totalidad de la pella, puede hacerse la descarga de las tinas; pero si aparece des- echo de azogue en estas tentaduras, se suspende la descarga otro poco de tiempo. Después de descargar las tinas se cierra el agujero de la última y se vuelven á cargar como dije antes, repitiendo esta operación hasta concluir el lavado de toda la torta rendida. En algunas haciendas de beneficio hay dos lavaderos de tres tinas cada uno. La velocidad de rotación de los agitadores de las tinas car- 1 A estos agujeros se les da el nombre de buitrones. “ANTONIO ALZATE.” 263 gadoras siempre es mayor que la de los agitadores de las otras, que sólo dan una vuelta por minuto ó tres en dos minutos. La amalgama de plata disuelta en el mercurio, y que se deposita en el fondo del cajón ó de las tinas, así como en las canales y en los apu- ros, está muy revuelta con pyritas y mucha cabecilla, y para limpiar la pella después de terminado el lavadero, se procede á la siguiente Operación: APURAR. Esta operación consiste en lo siguiente: Se colocan por partes la ca- becilla y la pella en unas vasijas de madera de una sola pieza, llama- das bateas apuradoras, las cuales se ponen á flote en el agua de unos tanques. En seguida se comunican á las bateas movimientos especia- les, de tal suerte, que pueda entrar y salir de ellas el agua del mismo tanque, y por este movimiento del agua salen de las bateas la cabecilla y pyritas quedando sólo la pella. A esta operación se somete la cabe- cilla y pella sacada del fondo del cajón ó de las tinas, así como la de- positada en las canales y apuros, y se reune después toda la pella que resulte del apurar. La pella ya depurada se transporta á la azoguería, departamento destinado á guardar el mercurio, y allí se coloca en un gran vaso de mampostería ó fierro, en el cual se ha puesto de antemano una canti- dad conocida de azogue con objeto de que la amalgama de plata se di- suelva y queden flotando todos los cuerpos extraños, como pedacitos de cuarzo, clavos, trozos de herraduras de los caballos, etc. Estos cuer- pos extraños se quitan limpiando con agua y paños de “jerga” la su- perficie del azogue, con lo cual se consigue dejarla perfectamente lim- pia. EXPRIMIR EL AZOGUE. El azogue bien limpio, con la pella que contiene disuelta, se vacía en un filtro de lona ó de lienzo grueso que tiene la figura de un cono muy agudo de 1.60 metros de alto y 40 centímetros de diámetro en la 264 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA base, con una capacidad por lo tanto de 67 litros. Este filtro, llamado manga, está guarnecido en su parte alta ó base del cono con un cincho de fierro, el cual se suspende del techo de la azoguería con cadenas también de fierro. Abajo de la manga, y con objeto de recoger el azo- gue filtrado, se coloca un gran vaso de fierro, ó un cajón forrado con cuero de res, y que llaman triburón. A las veces la manga tiene una sobremanga ó camisa exterior de badana ó lienzo algo fino, que tiene por objeto evitar que se esparrame el azogue que chorrea de la manga interior y reunirlo más fácilmente en el triburón. Guando la camisa es de badana, está por lo regular abierta abajo, pero si es de lienzo fino, está cerrada con objeto de detener la pequeña cantidad de amal- gama que suele pasar con el azogue á través de la manga interior. Otras mangas son de cuero en la parte superior y de lona gruesa en la inferior. Después de 24 horas de haber introducido en la manga el azogue con la pella disuelta, habrá escurrido la mayor parte del mercurio, y quedará en el filtro una pella bien seca, pasta consistente que siempre se procura obtener, aunque haya necesidad para conseguir esto de gol- pear la manga con un palo. La sequedad de la pella no es uniforme en toda la manga, sino que de la mitad de ésta para arriba se encuentra la más seca, la que con- tiene una parte de plata por tres ó cuatro de mercurio; y cerca del fon- do del filtro está la más fluida ó jugosa, pues por una parte de plata contiene esta pella seis ó siete partes de mercurio. Si la manga que- da muy llena, la pella es más seca y más rica en plata, que cuando só- lo se llena la tercera ó cuarta parte de la referida manga, pues en este último caso la pella siempre queda jugosa. | Cuando está ya seca la pella, se baja la manga que está sostenida . con grúas y se vacía su contenido en una mesa. Esta pella se coloca en moldes de madera ó de fierro y se la comprime en éstos á golpes, con mazos de mano, para formar marquetas denominadas bollos. Los bollos son de 5 á 7 centímetros de alto y en forma de sectores de círcu- lo, de manera que colocando alrededor de un punto seis ó nueve de estos bollos se forma un cilindro de 50 centímetros de diámetro por 5 ó 7 de altura. “ANTONIO ALZATE.” 265 Los bollos así fabricados se llevan al departamento en que se que- ma la pella. QUEMAR LA PELLA Y FUNDICIÓN DE BARRAS. La operación de quemar la pella tiene por objeto destilar el azogue contenido en la amalgama, lo cual se hace á veces en retortas cilíndri- cas de fierro, de capacidad suficiente para quemar 900 kilos de pella en cada operación; pero está más generalizado para este objeto el apa- rato llamado capellina, cuya descripción es la siguiente: En el piso de un departamento hay una horadación circular y en ésta un vaso de fierro de 50 centímetros de diámetro y 40 de profundidad llamado va- so Ó bacín, el cual comunica por su parte inferior con un tubo de 10 centímetros de diámetro, por el que circula el agua fría que viene de un tanque, y después de rodear al vaso sale por el tubo mencionado y va para un depósito de mampostería llamado pila desazogadera. En medio del vaso se coloca un banco de fierro de 45 centímetros de alto llamado candelero, el cual tiene en su parte superior un disco del mis- mo metal que se llama platillo, y tanto éste como el candelero tienen en el centro un agujero de 10 centímetros de diámetro. Sobre el pla- tillo se coloca una capa delgada de ceniza y se van colocando encima los bollos de pella, formando capas de forma circular y cuatrapeando las juntas, es decir, poniendo los bollos de una capa sobre las hende- duras de la inferior, y así sucesivamente hasta formar una columna de un metro de alto. Las capas inferiores se lían con hilo de jarcia para impedir que se desgajen por el peso de la columna; además, entre ca- pa y capa se pone ceniza, y los bollos de una misma capa están sepa- rados dejando vacios ó hendeduras de uno á dos centímetros. La co- lumna de pella así formada se llama piña, y ésta se cubre con un ca- pelo de fierro, que deja entre su pared y la piña un espacio suficiente para que circulen con facilidad los vapores mercuriales. Este capelo circular es el que se llama capellina 6 campana, ajusta perfectamente con el vaso, y para cerrar mejor la junta de estas dos piezas, se pone ceniza tamizada y húmeda. Memorias, T. XIX, 1902-1903.—18 266. - MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Arreglada la capellina como dije antes, se calienta con carbón para lo cúal se colocan alrededor de ella y á unos 30 centímetros de distan- cia varios adobes parados; se llena con carbón esa corona circular y á la vez que se enciende el carbón se abre la llave de la cañería de agua, para que ésta corra por debajo del vaso y arrastre al azogue destilado hasta reunirlo en la pila desazogadera. En algunas haciendas de be- neficio el calentamiento de la capellina se hace con leña quemada en un hogar, y la flama y productos de la combustión pasan entre la ca- pellina ya mencionada y una segunda campana que la cubre, quedan- do bastante espacio entre las dos para que circule la flama fácilmente. La segunda campana comunica por la parte baja con el hogar, y por la parte alta con una chimenea especial. Por último, en algunas hacien- das de beneficio, la capellina está fija, y el candelero con la piña es el que se levanta hasta ajustarlo con la primera. Cuando se calienta la capellina, el azogue de la pella destila, atra- viesa por las hendeduras que hay entre los bollos, pasa en vapor al vaso y sale por el tubo en el cual circula agua fria; allí se condensa y el agua lo arrastra hacia la pila desazogadera, de donde se saca en bo- tes de fierro, y así vuelve el mercurio á la azoguerla. Después de 24 horas de estar la pella en la capellina caliente, el mercurio ha destilado casi por completo, y á la plata que queda se le da el nombre de rosca. Para sacar la rosca se eleva la capellina con grúas. Se desagregan * los bollos y se funden éstos, ya sea en crisol de fierro ó en el horno lla- mado Crass, para formar las barras de plata que se remiten á las Ofi- cinas Federales de Ensaye. PÉRDIDA DE AZOGUE. La pérdida de mercurio en el Beneficio de Patio se considera divi- dida en dos partes: una es debida á las reacciones químicas verifica- das durante el beneficio, por las cuales se transforma en compuestos mercuriales que se van al río junto con el lodo, y á esta transforma- ción, que comercialmente es una pérdida, se le llama consumido, la “ANTONIO ALZATE.” 267 otra pérdida, así llamada, es mecánica, y debido á la imperfección del lavado que arrastra siempre con el lodo alguna cantidad de mercurio. El “consumido” lo estiman los azogueros en una parte de mercurio en peso por una de plata extraída del mineral; y la “pérdida” varía entre el 7 y 12 por ciento de la cantidad de mercurio empleada du- rante el beneficio, pérdida que depende, entre otras causas, de la natu- raleza de la matriz que acompaña al mineral argentifero, y de la finu- ra de la molienda. * Aceptando el consumido á razón de un kilo de mercurio perdido por cada kilo de plata amalgamada, la pérdida mecánica se calcula de la siguiente manera: se suman las cantidades de azogue agregadas á la torta en todo el beneficio, se agrega la cantidad de mercurio colocada en las escamas y apuros de las canales y la empleada para disolver la pella y limpiarla mejor; de esta cantidad total de mercurio se resta el peso del azogue y pella que se ha vaciado en la manga, considerando como mercurio la plata contenida en la pella, pues se supone que el consumido es igual en peso á la plata amalgamada, y la diferencia de la resta anterior, representará la pérdida mecánica. Además de las pérdidas anteriores hay otra, aunque pequeña, en la capellina, al destilar el azogue que contiene la pella de plata. La pérdida total de mercurio en este procedimiento varía con la na- turaleza del mineral, con la habilidad del azoguero, y depende en gran parte del buen gobierno en el beneficio,*y de los accidentes ya mencio- nados, los cuales aumentan la pérdida á veces de una manera notable. Los siguientes datos indican las variaciones de la pérdida total de mercurio en este beneficio, siempre que éste sea normal y la torta no se haya calentado ó volado: 14, 12, 1% en peso, por cada unidad de pla- ta amalgamada, siendo muy raro que llegue á ser 2 de mercurio por 1 de plata extraída. 1 Véanse los resultados de los experimentos de los Sres. Malaguti et Durocher Annales des Mines, 4? Serie, Pomo XVII, Paris 1850, págs. 590, 591 y 592, 268 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA PÉRDIDA DE PLATA Y LEY DE LOS RESIDUOS. La pérdida de plata en este beneficio, así como la ley de los resi- duos, varía mucho, tanto con la naturaleza del mineral, como con la habilidad del azoguero. Los metales rebeldes producen naturalmente mucha menos plata que los minerales dóciles, y los conocimientos del - metalurgista influyen notablemente en el resultado de la operación. Por otra parte, con los mismos minerales y el mismo azoguero, no se obtienen siempre los mismos resultados, pues, como dije en otro lu- gar, son muchas las causas que tienen influencia en el beneficio, y los accidentes de éste ni se presentan siempre ni son de igual magnitud; por lo tanto, la pérdida de plata es muy variable, y en términos gene- rales puede estimarse en 5, 10 6 12 por ciento de la plata contenida, siempre que sea dócil el mineral argentífero, y el beneficio haya sido conducido por azoguero inteligente y práctico. Como el costo de este beneficio es aproximadamente de diez pesos por tonelada, y los residuos, según minuciosas determinaciones tienen una ley que varía por lo general entre 68, 83 y 99 gramos de plata por tonelada, se pueden beneficiar con utilidad minerales dóciles cuya ley de plata sea mayor de 350 gramos por tonelada. Este límite infe- rior, que representa el costo del beneficio y la plata no amalgamada, es muy bajo, pues variando el costo del beneficio por muchas causas, entre otras, por el precio variable del mercurio y el de la fuerza mo- triz necesaria para la molienda, en varias haciendas el límite inferior del costo total del beneficio significa una ley de plata del mineral casi doble de la anterior, y no obstante esto, en varios Minerales, entre otros Guanajuato, el Beneficio de Patio es el procedimiento metalúrgi- co más económico para la extracción de la plata. * Como por lo general, la ley en plata de los minerales que se some- ten á este procedimiento es aproximadamente 1 kilo ó 12 kilos por to- nelada, las leyes de residuos que acabo de indicar como datos medios 1 1. Ibargúengoitia. Boletín de la Sociedad Guanajuatense de Ingenieros, I, 1888- 89, págs. 38-51. “ANTONIO ALZATE.” 269 muy aproximados, indican una pérdida de plata variable entre el 5 y 10 por ciento de la contenida en el mineral, razón por la cual dice el Sr. Fernández “que hay varias haciendas en que la lama de cada tor- ta de 100 ó más montones de 32 quintales, que tiran al río, la venden al planillero en seis ú ocho pesos. Este miserable precio hace ver la bondad del sistema y la habilidad de los hombres que lo manejan; hechos que están confirmados por el ensaye de copela, que entre nos- otros lo ejecutan de un modo perfecto. * Monpo DE EXTRAER POLVILLOS DE LOS RESIDUOS. En los tanques en que desaguan las canales del lavadero se deposi- tan los residuos más gruesos llamados ¡ales ó jalsondel, y de éstos se quita la mayor parte de las partículas terrosas por medio del agua, y se recoge el asiento que se llama polvillo, el cual contiene la pella es- capada del lavadero y los minerales impropios para este beneficio. La separación anterior se hace en algunas partes con planillas, las cuales son unos cajones de 1.24 á 3 metros de largo por 0.60 á 2 me- tros de ancho, abiertos por uno de los lados angostos. Estas planillas se colocan á la orilla de un canal por donde corra agua, sejuntan por el lado más largo y se inclinan ligeramente en el sentido de su ma- yor longitud y hacia el lado abierto. En la parte alta de la planilla se coloca cierta cantidad de jales y con una cuchara se toma agua del canal y se arroja sobre los jales para lavarlos y hacer que bajen las partículas terrosas con el agua por el plano inclinado de la planilla, quedando en la parte alta el asiento metálico más denso que constitu- ye el polvillo. En la actualidad, en varias haciendas de beneficio, se usan concen- tradoras mecánicas de diversas marcas para extraer el polvillo, y tam- bién para concentrar los minerales antes de beneficiarlos con objeto de exportar los concentrados y beneficiar por patio solamente el des- echo de la concentración. q Los polvillos se sometían antes al Beneficio de Patio después de re- 1 L.c., pág. 27. 270 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA verberarlos; pero ahora, cuando son de regular ley de plata ú oro, se destinan á la exportación. Derecros DEL BenNerIcIO DE PATIO. El Beneficio de Patio es un sistema metalúrgico bastante sencillo, y en México se ejecuta con mucha habilidad. Su sencillez, como dice el Sr. Fernández, “no le ha sido dada en estos últimos tiempos, la tiene desde su origen; yo no advierto cambio ni innovaciones favorables que se le hayan hecho; lo veo lo mismo en su esencia ahora que cuando salió de su autor, y la mejora en los resultados que ahora se nota, el éxito que ahora produce, depende de saber manejarlo mejor que an- tes.” * Pero, sin embargo de su sencillez, no es inmejorable y tiene va- rios defectos, como se comprende por la ligera descripción que he he- cho de este sistema metalúrgico. Los principales defectos del Beneficio de Patio, son los siguientes: En primer lugar, la crecida pérdida de azogue, pues como dice Son- neschmidt: “en el beneficio de minerales pobres no monta su importe mucho, pero en el de minerales ricos, dobla y triplica los costos, de manera que entonces se puede llamar una operación costosa.” ? En se- gundo lugar, no es aplicable 4 muchos minerales que contienen plata, y es bastante alta la ley de los residuos cuando se tratan minerales re- beldes por este procedimiento. * Por último, es muy dilatado este sis- tema metalúrgico. * En vista de lo anterior, dice el Sr. Fernández, hablando del Benefi- cio de Patio, que “sería de desearse el cambiarlo por otro que econo- mice la enorme pérdida de azogue, ó al menos innovarlo en la parte que origina esa pérdida. * 1 L. c., pág. 33. 2 L. c., pág. 150. 3 Malaguti et Durocher. L, c., pág. 472, 4 Malaguti et Durocher. L,. c., pág. 507. 5 L,C., pág. 33. “ANTONIO ALZATE.” 27 CALIDAD DE LOS INGREDIENTES. Antes de concluir esta parte de mi escrito creo conveniente indicar la manera como se analizan los reactivos químicos que se emplean en este procedimiento metalúrgico, pues estas análisis pueden evitar al- gunos de los accidentes que se presentan en este beneficio. Antiguamente se valorizaba la clase del magistral tomando un pu- fiado é introduciéndolo con la mano cerrada dentro del agua, y á me; dida que producía mayor calor se le consideraba de mejor calidad. En la actualidad, al comprar una partida de sal ó de sulfato de cobre, se analiza con objeto de determinar la cantidad de cloro contenida en la primera y la de cobre que se haya en el segundo, procediendo de la si- guiente manera: Para determinar la cantidad de cloro contenido en la “sal,” se pre- para una solución titulada de nitrato de plata en la relación de 2.809 gramos de plata metálica disuelta en ácido azótico y diluída en agua hasta formar 500 c. c.; se pesan 250 miligramos de la sal por analizar y se disuelven en 50 c.c. de agua destilada; se agregan á este último líquido 10 c. c. de una solución saturada de cromato de potasa y se agita el líquido, el cual toma un color amarillo de azufre; se vierte en este líquido, con una bureta, la solución titulada de nitrato de plata hasta que se ponga el líquido de color naranjado ó entre rojo y amari- llo, y que este color persista no obstante la agitación del líquido. El número de centímetros cúbicos de la solución titulada que se hayan empleado para alcanzar este final, indicará el tanto por ciento de clo- ruro de sodio contenido en la sal analizada. Para analizar el sulfato de cobre se prepara una solución de 5 gra- mos de cianuro de potasio en 100 c. c. de agua destilada. Se disuel- ven 0.500 gramos de cobre puro en 3 ó 4 gramos de ácido azótico, y se le agregan á esta solución unos 25 e. c. de amoníaco, con lo cual toma el líquido un color obscuro; se disuelven por separado 2 gramos del sulfato de cobre por analizar, en agua caliente, y se agrega amoníÍa- co hasta que el líquido tome el color azul. En seguida se vierte con 272 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA una bureta la solución de cianuro á las dos soluciones de cobre hasta que desaparezca la coloración en las dos, anotando el número de cen- tímetros cúbicos de solución de cianuro que sean necesarios para de- colorar cada una de las soluciones cúpricas. El número de centíme- tros cúbicos empleados para decolorar la solución del sulfato de cobre multiplicado por 25 y dividido entre el número de centímetros cúbi- cos necesarios para decolorar la solución del cobre puro, dará en peso el tanto por ciento de cobre metálico contenido en el sulfato; y multi- plicando esta cantidad por 3.93 se obtendrá el tanto por ciento de sul- fato de cobre puro contenido en el sulfato analizado. * La descripción anterior da alguna idea acerca de la manera de eje- cutar el Beneficio de Patio; y ahora me ocuparé, en la segunda parte de este escrito, de las reacciones químicas de las cuales depende este sistema metalúrgico. 1 Para esta análisis del sulfato de cobre puede emplearse también el ““procedi- miento industrial para la determinación cuantitativa del cobre, del zine y de otros metales, por licores titulados,” cuyo estudio y descripción presenté á la So- ciedad Científica Antonio Alzate, en la sesión del 5 de Octubre de 1903.— Memo- rias, t. XX.) ; LA STATUE PARLANTE DE MEMNON PAR PAUL GARNAULT, M. $. A., Dr. en Médecine et Dr. +s-Sciences Naturelles, Le travail que j'ai l'honneur de présenter á la Société «Alzate» cons- titue un chapitre inédit de mon livre «Le Ventriloquisme,» qui paral- tra dans quelques mois. D'une fagon plus particuliére, il représente un fragment de la partie consacrée á l'étude des documents égyptiens concernant le ventriloquisme et les statues parlantes. Je donne á cet- te étude la forme intégrale qu'elle présentera dans le travail d'ensem- ble dont elle fait partie. On me reprochera peut-étre de raconter ici avec quelques détails P' histoire de la statue célebre appelée dans l'antiquité «colosse de Mem- non;» on pourra me dire, qu'en réalité cette statue n'a jamais parlé, que le mythe, en aucune fagon, n'est d'origine égyptienne. Tout cela est exact, ou presque exact. 1l n'en est pas moins vrai, que la statue de Memnon fut longtemps réputée comme la plus célébre des statues parlantes de l'Egypte et méme du monde; et, pour cette raison déja, son histoire doit trouver place dans cette partie de ce livre. Je crois, d'autre part, qu'il serait regrettable de ne pas faire assister mes lec- teurs á la genése compléte d'un mythe qui jouit autrefois d'une gran- de célébrité, semblable á tant d'autres qui encombrent encore, á l'heu- re actuelle, le cerveau des hommes civilisés et ne possédent pas un 274 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA fondement plus solide. Je voudrais également rappeler comment le mémoire admirable de Letronne, * á bon droit considéré comme un che d'aeuvre d'érudition, de critique, de méthode et de clarté et dont l'ar- ticle de Mr. de Rochas, ? aussi bien que celui de la Quarterly Review * ne donnent qu'une idée incompléte et méme inexacte, a résolu d'une facon qui a pu sembler définitive, l'énigme posée par l'Antiquité, et qu'elle fut impuissante á résoudre. Et enfin, je voudrais poser la question de savoir si, malgré ces ex- plications de Letronne, auxquelles d'une facon générale je me range» et qui contiennent certainement l'interprétation exacte des origines du phénoméne, il n'y a pas lieu de se demander si, de temps en temps au moins, la statue, par suite d'une opération ventriloquiste n'a pas réel- - lement parlé. Le mémoire de Letronne renferme la bibliographie de la question, jusqu'a la date oú il fut publié; la bibliographie postérieure se trouve presque toute entiére dans Wiedemann. * La Statue vocale, dite de Memnon, fut le monument qui attira le plus Pattention des touristes, pendant les deux premiers siécles de la domi- nation romaine en Egypte; mais ce sont les Grecs et les Romains, non pas les Egyptiens, qui en firent un objet de pélerinage et de dévotions. Les phénoménes qui ont pu s'y produire n'étaient certainement pas le résultat d'une fraude égyptienne; car, si les Egyptiens y avaient con- 1 LETRONNE. La statue vocale de Memnon étudiée dans ses rapports avec 1'E- gypte et avec la Gréce. Mem. de ' Acad. des Inscriptions, T. X, 1833; lu le 20 mars 1886. 11 fut fait un tirage á part, á un tres petit nombre d'éxemplaires, de ce mé- moire, qui heureusement a été réimprimé plus récemmentdans les ceuvres choi- sies de Letronne, Paris, 1881. 2 DE RocHas. La statue de Memnon et les pierres qui parlent, Revue Seientifl- que, 1883, p. 177. 3 Quarterly Review, avril, 1875, 1? 276. Ce travail, un peu plus complet que le précédent, ne nous apprend non plus rien de nouveau. L'un et l'autre doivent étre considérés comme de simples analyses du mémoire de Letronne. Cependant lauteur anonyme de lVarticle de la Q. R., critique avec juste raison Gaston Bois- sier, qui dit, dans un travail publié ala Revue des Deux-Mondes, en 1874, parlant de la véritable nature des sons produits par la statue de Memnon: «On saitque cet- te découverte est due a notreillustre Letronne.« Cette affirmation, ainsi que nous le verrons, est absolument inexacte, et Letronne lui méme n'a jamais prétendu á cet honneur. 4 Wiedemann. 4Ggyptische Geschichte, p. 387, note 5 et supplément, p. 44. “ANTONIO ALZATE.” 275 tribué, on retrouverait nécessairement l'expression de leurs homma- ges, parmi les graffiti gravés sur les pieds et sur le socle de la statue. D'autre part, il est impossible d'admettre qu'une fraude, d'oú qu'elle provint, ait pu étre commise á l'insu des Egyptiens, par des étrangers, qui se seraient servis d'un monument égyptien. On peut donc déja, logiquement, conclure de ces simples considérations, que le phénomeé- ne sonore émanant de la statue, quelle que fút sa nature, était pro- duit par une cause indépendante de ses auditeurs et admirateurs et qui leur est méme restée inconnue. La matiére dont sont formés les deux colosses, encore debout, á P'heure actuelle, dans la plaine de Thébes, devant le temple construit par Aménothés III, est, pour Roziére, une bréche agatifére, pour (or- dier, un poudingue quartzeux. Le colosse du Nord est d'un seul bloc, mais celui du Sud n'est pas homogéne. Il est d'une seule piéce jus- qu'au niveau des genoux, mais sa partie supérieure est composée de de treize blocs de ce méme grés qui a servi á construire les palais et les temples de Thébes. Juvénal, qui avait vu Thébes sous Domitien, dont le réegne dura de 81-96, a fait allusion, dans un vers célébre, á la fracture du colosse: Dimidio magice resonant ubi Memnone chordee. Strabon, qui a dú visiter cette statue entre les années 10 et 7 av. J, C., nous apprend que l'un des colosses est brisé par le milieu et que la moitié supérieure est tombée, a la suite d'un tremblement de terre. Pausanias, dont le voyage en Egypte eut lieu entre 130 et 138,.c'est á dire 150 ans environ apres l'époque ou s'y trouvait Strabon, racon- te, que la partie supérieure de cette statue, mutilée par Cambyses, gi- sait á terre a ce moment. Plusieurs des graffiti confirment cette as- sertion. Lorsque l'empereur Hadrien fit le voyage d'Egypte, l'opinion uni- versellement acceptée á cette époque, était bien que Cambyses avait renversé la statue. Plusieurs graffiti l'affirment et cette thése a été re- cueillie par Jules 'Africain dans sa Chronique; par Eusébe et le Syn- celle quil'ont copié, et par d'autres compilateurs de date récente. 276 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Il y aurait eu, lorsque Strabon visita le colosse, 500 ans, que Cam- byses aurait fait ce beau coup, Les ciceroni lui dirent bien que Camby- ses avait détruit un grand nombre de bátiments de Thébes, mais ils lui affirmérent trés nettement que la statue avait été brisée dans un récent tremblement de terre, qui nous a été signalé par Eusébe et qui, d'apres les calculs les plus vraisemblables, á dú se produire l'an 27 av. J. €. Aussi, malgré les affirmations d'une légende qui s'est établie tardivement, nous pouvons affirmer que Cambyses ne fut pour rien dans la destruction de la statue et que l'événement fut simplement dú a un phénoméne naturel, qui se produisit quelques années avant notre ére. Au paragraphe trente trois de son pamphlet Philopseudes sive in- credulus, c'est á dire Le menteur, Lucien nous dit bien, á propos du colosse: «illum igitur audivi, non hoc vulgari modo quo audiunt alii sonum quemdam inanem; sed mihi oraculum etiam edidit Mem- non ipse, aperto ore, septem versibus, quos, nisi id esset supervacuum, vobis recenserem.» «Je l'ai donc entendu, non pas de la maniére vul- gaire que les autres entendent un son banal et vain; mais Memnon lui méme a rendu pour moi son oracle, la bouche ouverte, et m'a dit sept vers, que je vous rapporterais si cela n'était inutile.» Lucien ajoute d'ailleurs que ces vers étaient remplis de mensonges. Pour qui connait Lucien, le plus sceptique et le moins gobeur des hommes de son temps, il est impossible de prendre au sérieux son récit. La forme méme qu'il lui donne, dans sa phrase finale, ne peut laisser prise au doute. Le seul fait que le colosse sans téte soit sup- posé lui avoir parlé «aperto ore» suffit á nous renseigneur sur ses in- tentions. Lucien, qui connaissait bien 1*Egypte, puisqu'il y avait exer- cé une charge, savait á quoi s'en tenir sur les éxagérations dont le fa- meux colosse était lobjet; et il a évidement voulu les discréditer, en mettant l'une des plus corsées, dans la bouche d'un menteur de pro- fession. ; Les renseignements que l'on pourrait tirer du livre de Philostrate, La vie d' Apollonius de Thyane, sont tellement faux, qu'il est évident que Damis, dans la bouche de qui ils sont placés, «ou n'avait ¡mais vu “ANTONIO ALZATE.” 277 Thébes, ou se jouait de la curiosité du lecteur.» Les récits sur 1'Egyp- te et sur Babylone sont remplis de mensonges extravagants. Il est mé- me certain pour Letronne, et je partage entiérement son opinion, que lextraordinaire histoire rapportée en cet ouvrage, imaginaire ou non, ne s'applique pas a notre Memnon. Le colosse a été restauré sous le régne de Septime Sévere, portérieu- rement au voyage d'Hadrien. C'est lá un fait, non directement dé- montré, mais qui se déduit trés nettement de la discussion des condi- tions historiques. On peut considérer comme certain, que cette réfec- tion a eu lieu aux environs de 130 ans aprés J. C. L*opinion d'aprés laquelle Cambyses, soupgonnant une supercherie des prétres, aurait détruit la statue, pour vérifier ce qu'il y avait á P'in- térieur, est tout simplement une invention destinée á expliquer pour- quoi Cambyses se serait livré á cet acte de vandalisme. Mais Pacte lui méme n'a jamais eu lieu. En effet, comme le fait trés justement re- marquer Letronne, cette opinion est restée inconnue á Pausanias et á tous les auteurs de graffiti. C'est le Syncelle qui ajoute cette circonstance au récit d'Eusébe; et il cite un certain Polyen, d'Athénes, qui est resté inconnu á Eusébe, mais que d'anciens léxiques (Anec. Bekk. 1, p. 129 et 130), indiquent comme l'auteur d'un ouvrage intitulé Memnon, dont le sujet était cer- tainement la statue vocale. Le jésuite Jablonski * conclut que la voix est due á un mécanisme intérieur. Son erreur est des plus complete; et avec lui se trompent tous ceux qui, marchant sur ses traces, se sont livrés aux hypothéses les plus extravagantes, dénuées de toute espéce de fondement, pour ex- pliquer ce mécanisme. En effet, la thése de Jablonski ne repose ab- solument sur aucune autre base que la pure fantaisie. Jablonski allégue bien un texte de Manéthon, disant á propos d'A- ménothés: c'est celui qui passe pour étre Memnon et la pierre sonore; mais ce texte constitue certainement l'une de ces nombreuses interpo- lations glissées postérieurement dans les ceuvres de Manéthon; et la 1 Jablonski De Memnone. Frankfurt u, Leipzig, 1753, 278 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA preuve formelle en est contenue dans ce fait, que Joséphe, qui dit * avoir copié textuellement Manéthon, ignore absolument ce passage. Il est donc bien certain que Manéthon n'a pas plus parlé de ce héros que ne le firent Hérodote et Diodore. Ainsi donc, fait essentiel et absolument certain, on ne trouve dans les auteurs, antérieurement á notre ére, aucune allusion á ce Memnon et á sa statue parlante, qui, á l'époque romaine, devait acquérir une si prodigieuse renommée. Strabon ignore jusqu'au nom méme de Memnon et sa description du phénoméne indique qu'il le considere comme déterminé par un simple bruit. Germanicus fit le voyage exprés pour l'entendre; il est trés douteux qu'il l'ait entendu. C'est au temps de Néron que la réputation du co- losse franchit les limites de l*Egypte; puis sa brusque disparition coin- cida avec la restauration de la statue et la visite de Septime Sévére. Seul, parmi les auteurs postérieurs á cette époque, le recteur Himé- rius parle encore de Memnon et de sa statue. Lucien s'était déjá mo- qué des poésies que l'on mettait dans la bouche de la statue sans téte; mais Himérius lui fait réciter des vers lyriques. Bien entendu Himé- rius n'a pas été en Egypte; il ne nous donne pas le récit d'un voyageur, mais une ceuvre d'imagination, trés empoulée et constamment im- prégnée du désir de faire étalage d'érudition. Dans la description que son contemporain Ammien Marcellin a faite de l"Egypte, il n'est mé- me plus question de Memnon. Un autre contemporain, le romancier Héliodore, ignore également la voix de Memnon. Saint Jérome, se conformant á l'opinion généralement admise de son temps par les Péres de 1'Eglise: Origéne, Tatien, Eusébe, Athana- se, Cyrille, Théodoret, soutient que les oracles des faux dieux n'étant que des manifestations du Démon, il avaient cessé de se produire de- puis la venue de Christ. On sait que cette affirmation est absolument inexacte; mais au point de vue qui nous intéresse, elle semble prouver qu'á ce moment tous les souvenirs historiques d'un phénoméne qui 1 Joséphe, Contra Apionem, 1, 15, t. TI, p. 446. “ANTONIO ALZATE.” 279 ne se produisait plus depuis pres de deux siécles, étaient complétement éffacés. «Autrement, dif Letronne, un auteur savant n'aurait pas em- brassé une opinion contraire á ce qui s'était passé réellement.» Il me parait cependant difficile d'accepter d'une fagon absolue cette conclusion de Letronne, au sujet de la valeur du témoignage de Saint Jérome. On ne saurait contester, ni la science, ni la súreté d'informa- tion ordinaire de ce Pére; mais, le seul fait qu'il se croie obligé de soutenir, avec les autres Péres de l'Eglise, cette contre vérité histori- que si évidente, aussi bien pour eux que pour nous, que les oracles paiens s'étaient tus aprés la venue du Christ, diminue singuliérement le crédit que lP'on peut attribuer á ses affirmations en ces matiéres. Dans ce livre méme, au sujet de la question des téraphim, ou dieux lares des Hébreux, nous verrons, par notre commentaire de la lettre de Saint Jérome ad Marcellam, que ce Pére n'hésite point, lorsque cela lui est utile pour la thése qu'il soutient, á omettre de citer les tex- tes péremptoires qui la détruirent. On s'imagina, du temps de Septime Sévére, qu'en restaurant la sta- tue brisée, on obtiendrait un prodige plus net et plus convaincant, que l'on pourrait opposer aux prodiges opérés par les chrétiens. On obtint justement le résultat inverse de celui que 1'on espérait. Bien entendu, aucune inscription ne commémora cette déception; mais, na- turellement aussi, Memnon tomba dans l'oubli. «Et Memnon, dit Le- tronne, s'en alla pour toujours, chez les vaillants Macrobiens de Mé- roé, tenir compagnie au vaillant Persée et á la belle Androméde.» On doit se demander pourtant, comment il se fait que, puisque la voix de Memnon se faisait déja entendre au temps du voyage de Stra- bon, elle ne fut célébre que beaucoup plus tard. En effet, le premier des graffiti date du temps de Néron. «Cela tient, dit Letronne, á l'époque tardive oú s'introduisit l'idée que la statue d'Aménophis * représentait Memnon, le fils de 1'Aurore, tant célébré par les poétes grecs et latins.» Pausanias, lui-méme, le re- connait: «Les Thébains, dit-il, prétendent que c'est non pas Memnon, mais bien Phaménoph, personnage du pays.» 1 On lit aujourd'hui Aménothaes. 280 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Lepsius, le premier, * montra que la désignation de Memnon est due á une erreur des Grecs, qui voulurent absolument voir un nom propre dans le mot égyptien, mennu, qui signifie exactement, grand monument. Ils crurent que le terme mennonia devait s'appliquer á leur Memnon et á son palais. Le nom moderne des colosses est «Salamót» qui sig- nifie «les saluants,» tandis qu'au temps de Lepsius on les appelait «Sa- namót,» «les idoles.» Il n'éxiste absolument aucun doute, que la sta- tue soit bien celle de Aménothés III, puisqu'on lit son cartouche au dossier de son siége. Memnon est cité deux fois dans 1'Odyssée, la premiére fois comme fils de 1'Aurore, qui avait tué Antiloque; la seconde fois comme le plus beau des guerriers, fils de Tithon, frére de Priam. Hésiode salue le fils de 1'Aurore, du titre de roi des Ethiopiens. Cet- te confusion des deux idées se produit perpétuellement chez les grecs; et tous les Mythes se rattachant a l'idée du soleil levant étaient locali- sés en Ethiopie. C'est pour cette raison que le mythe de Memnon, pri- mitivement originaire de l'Asie, émigra, en Egypte d'abord, puis en Ethiopie. Les Grecs, ayant oui parler des Mennonia de Thébes, ne pou- vaient évidemment résister á l'envie d'établir une relation si frappante et si tentante. Ils rapportaient indistinctement a Memnon tous les mo- numents de Thébes. Quelle statue pouvait bien représenter Memnon, cela leur importait évidemment assez peu. Lorsque le phénoméne so- nore se produisit, quelque poéte imagina que ce pourrait bien étre Memnon qui saluait sa mére. Cette théorie ne s'était pas encore produite au temps de Strabon; on la trouve pour la premiére fois exprimée dans Vouvrage de Pline (Liv. XXXVI, p. 734, 8) publié en 76 aprés J. C.; mais simplement citée comme un on—dit. Cet ouvrage a dú étre com- posé vers 64 ou 67, du temps de Claude ou de Néron. A la méme épo- que se rattache le passage de Dion Chrysostóme, oú il dit que le co- losse ne portait pas encore d'inscriptions á cette époque. Fait trés caractéristique, pas un seul nom égyptien ne se reléve par- mi les graffiti. Les Egyptiens s'étaient évidement complétement dé- 1 Voir Wiedemann, 4Lgyptische Geschichte, p. 387. BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD “ALZATE.” p A A NI E bi ? : SOCIEDAD CH ANA Tomo XIX, | | Nos, 11-12. (FIN DEL TOMO), MEMORIAS Y REVISTA ; DE LA or MIFICA MN 4 y 4 “Antonio Alzate” publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN. SECRETARIO GENERAL PERPETUO SOMM pues feuilles 19 a 25). | Archéologie. As rumes de SS Puebla, par M. Ramón Mena, p. 333-334, pL“XI $ XII. Architecture.—1' exercice de 1' Architecture en Europe et aux États-Unis, par M. M. F. Alvarez, p. 339-346. 4 Biologie.—L'imitation du protoplasma, par M. G. Renaudet, p. 347-350. Construction.—Mortiers, par M. 4. Téllez Pizarro, p. 289-311. Egyptologie.—La Statue parlante de On, pa le Dr. P. Garnault, p. 281-288 py CEA) Électrochimie. Limite pratique de cal des soupapes Nodon, par M. G. de J. Caballero, $. J., p. 318-317. Géologie. —Les relations sismico-géologiques de la Méditerranée Antillienne, par M. F. de Montessus de Ballore, p. 351-373, pl. XUL. Géologie appliquée.—Les gisements de fer de Tatatila, Voracruz, par M. Alberto - Capilla, p. 341-346. Ophtalmologie. yn e cas de rétinite circinée, par le Dr. M. Uribe Troncoso, p. 319-325, pl. X. o Parasitologie agricole. —Procédé pour ld Y ennemi du hn gran- dis du coton, par M. Alfonso L. Herrera. p. 327-331. Physiologie. —Le toucher coloris, par le Dr. Alfred Dugés, p. 375-377. Table des matieres du tome XIX des Mémoires. “MEXICO IMPRENTA. DEL GOBIERNO FEDERAL (32 CALLE DE REVILLAGIGEDO NÚM. 3.) — 1904 Publicación registrada como artículo de segunda clase en Septiembre de 1901. “ANTONIO ALZATE.” 281 sintéressés du phénoméne et de ses interprétations. Comment en eut-il pu étre autrement, puisque c'était un rapprochement emprunté á une mythologie étrangére, á la mythologie grecque, qui en avait dé- terminé la célébrité? Que pouvaient bien penser les Egyptiens rési- dant sur les lieux, d'un phénoméne que les sentiments religieux sem- blent avoir exalté au point de faire entendre, aux uns de magnifiques harmonies, lá oú les autres n'entendaient que de trés vagues bruits. Mais, probablement, tout en réservant leur sentiment et leur apprécia- tion, les Egyptiens se turent, nour ne pas éloigner tes nombreux tou- ristes étrangers; ils ne purent cependant se contraindre au point de feindre lP'enthousiasme á l'égard d'un fait si évidemment exagéré. Nous avons déja dit que cette «voix» avait dú éxister, qu'elle avait une cause naturelle et qu'elle ne pouvait provenir d'une fraude. Le miracle s'étant produit á une époque relativement tres récente, il nous est interdit d'admettre qu'on ait pu pratiquer une perforation tardive dans cette énorme statue. On n'a jamais d'ailleur relevé aucune trace d'une telle perforation, ni a l'intérieur ni á Pextérieur du colosse. Au- cune supercherie, dit Letronne, n'était non plus praticable de l'exté- rieur, et toutes les conjectures de Langlés tombent d'elles mémes et ne méritent plus la discussion. Nous ne pouvons étre de l'avis de Le- tronne, il est une autre hypothése, celle d'une fraude ventriloquiste qui mérite d'entrer en ligne. , Les prétres autochtones, les prétres Egyptiens de l'Aménophium, seuls, á la grande rigueur, auraient pu étre en mesure de machiner le phénoméne; mais ¡ls n'avaient pas le méme intérét qu'avaient les pré- tres de Dodone ou de Delphes a faire durer la supercherie. lls s'étaient en effet complétement désintéressés d'un oracle qui n'avait aucun rap- port avec les choses et la religion de l'Eygpte. Méme au temps de Strabon, aucune idée ne se rattachait au phénoméne sonore; la seule application religieuse qui en a été faite était grecque; et jamais les Egyptiens n'ont voulu reconnaítre dans la statue d'un de leurs anciens rois, Memnon ou ses descendants. Les Grecs, d'autre part, n'auraient pu commettre aucune fraude á l'insu des Egyptiens; et pourquoi au- Memorias, T. XIX, 1902-1903,—19 282 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA rait-on été choisir cette statue brisée, si elle n'avait justement et de facon naturelle émis elle méme quelque son. Etant donné lP'idée que l'on se faisait du phénoméne, il aurait dú, s'il avait été le résultat d'une fraude, se produire réguliérement cha- que matin avant le lever du soleil, au moment on la déesse répand des larmes sur la mort de son fils. Pias nunc quoque dat lacrymas, et toto rorat in orbe. * Les poétes, en effet, ou ceux qui parlent du phénoméne par oui-di- re, tels que Denys le Périégéte et Callistrate, le placent bien á ce mo- ment; mais les autres: Strabon, Pline, Tacite, Pausanias, Lucien, nous disent que le son se produit au moment oú le colosse est frappé par le rayon du soleil. De méme, a part deux exceptions, que Pon peut, croit Letronne, interpréter comme le résultat d'une illusion, les graf- fiti corroborent cette affirmation. Si les auteurs s'accordent á dire que la voix se faisait entendre cha- que jour, les graffiti nous annoncent au contraire, que si elle était par- fois exacte a l'heure, elle était souvent aussi en retard, et que souvent méme on ne l'entendait pas du tout. Sabine, elle méme, trouva la sta- tue muette, á sa premiére visite; le voyage de Septime Séveére fut to- talement infructueux. Ce n'est évidemment pas ainsi que les choses se seraient pasées, si l'on avait eu affaire á une jonglerie. Le seul Callistrate dit que Memnon faisalt aussi entendre un son plaintif á l'approche de la nuit; sorte d'adieu qu'il adressait au jour. * Cette assertion, démentie par toute 1'Antiquité est bien digne du mau- vais exercice de rhéthorique oú elle se trouve. Un enthousiaste, parmi les auteurs de graffiti, a bien pu l'entendre á un autre moment que ce- lui oú naít l'Aurore, mais ces illusions portent un caractére absolu- ment individuel. Ainsi, dit Letronne, la statue d'Apollon a Daphné, pres d'Antioche, était dans l'attitude d'une personne qui chante et joue de la cithare; quelque enthousiaste avait cru, á 1'heure de midi, enten- 1 Ovide, MÉTAM, XIII y. 621. 2 P. 156, 15. “ANTONÍO ALZATE.” 283 dre sortir un son de l'instrument; mais l'exemple resta unique, á ce qu'il parait, et se conserva seulement par une tradition confuse, quoi- que Libanius, si zélé pour la gloire d'Apollon, s'exprime ainsi: et quel- qu'un l'a entendu, dit-il, jouer de la cithare á midi. * D'abord il faut écarter les récits extravagants dont Lucien s'est mo- qué, dans une plaisanterie que, naivement, autrefois, on avait prise, au sérieux; les sept vers, les paroles prononcées, ont un caractére évi- demment fabuleux. Nous devons faire remarquer en outre, que l'ex- pression «lapidem loquentem,» dans la version d'Eusébe, par Saint Jé- róme, ne doit point étre prise á la letire. Ce mot rend le p0eyyenevos du grec et rien de plus. Les latins, dit Letronne, employaient sou- vent le mot loquens, dans le sens de sonore, par exemple les «pini lo- quentes» de Virgile. J'aurais beaucoup á dire au sujet de cette opinion de Letronne; mais je ne veux pas discuter ici la question du langage des arbres; c'est une question trés importante qui sera étudiée á fond, dans le chapitre de la ven.riloquie chez les Hébreux et á propos de Poracle de Dodone. Strabon se sert, en parlant de la statue, du ter- me Yopos (bruit) et non pas du terme %zos, qui signifie son. Pline em- ploie le terme crepare, craquer. Selon Pausanias, le colosse rend un son ressemblant á celui d'une corde de lyre qui se rompt. Les auteurs des graffiti sont loin d'étre d'accord; leurs opinions et leurs explica- tions sont probablement en rapport avec leur degré de crédulité et d'enthousiasme; mais tous s'accordent á reconaítre que le phénoméne se produisait lorsque la statue était frappée par les rayons du soleil. Dans les mines de granit de Syéne, plusieurs membres de la com- mission d'Egypte ont entendu, le matin, des craquements sonores qui semblent avoir échappé aux anciens. Un voyageur anglais, Bankes, dit avoir entendu, au lever du soleil, sur la Maladetta, «une sorte de murmure plaintif,» et continu, semblable aux vibrations d'une harpe éolienne, ce que les pátres de ces vallées appelent «les matines de la Maudite.» De Humboldt a observé des phénoménes semblables dans les rochers de 1'Orénoque, oú ces pierres sonores sont appelées «losas de 1 Monod. in templ. in Daph. Apollon. LXI,t, II, 335, E, Reisk, 234 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA música.» Il attribue la cause des sons á la différence de température entre air extérieur et l'air renfermé dans les crevasses de la pierre. Cette différence est maxima au moment du lever du soleil. A Karnak, Champollion le jeune et bien d'autres, entendirent des craquements sonores sortant des pierres énormes de l'appartement de granit. Bankes a observé des craquements ressemblant aux sons rendus par la corde d'une harpe, dans le portique de Phil+e. Herschel propose la méme explication que de Humboldt pour les sons entendus le long des rochers, dans la presqu'ile du Sinai, et appe- lés cloches, par les arabes Nakovo. En somme, de Humboldt pense que le son provient de l'expulsion de l'air renfermé dans les crevasses. Roziéres l'attribue aux vibrations de la pierre qui se fend. Cordier croit qu'il est dí a la solution de continuité entre les cristaux de quartz et la páte dans laquelle ils sont engagés. On connait encore d'autres exemples de pierres sonores; * et Mr. G. Dalet, * dans un article inspiré par celui de Mr. de Rochas, a relaté a ce propos les curieuses expériences de Tyndall, qui contiennent vrai- semblablement l'explication du phénoméne. Si Pon projette un rayon électrique lumineux, trés puissant, intermittent, sur des vapeurs flot- tant dans des ballons, dont le fond est recouvert d'un liquide, on ob- tient des sons musicaux, trés intenses avec l'éther, le bisulfure de car- bone et le chloroforme, qui représentent des vapeurs diathermanes; tandis qu'avec l'oxygéne et l'air sec on n'en obtient pas. Avec l'air humide, au contraire, on a obtenu des sons musicaux trés forts. Justice définitive a donc été falte des suppositions bizarres, ne repo- sant sur aucune base, et d'apres lesquelles des tuyaux auraient été dis- posés dans l'intérieur de la statue et auraient émis des sons-musicaux, sous l'influence des rayons du soleil levant pénétrant par la bouche du colosse. Wilkinson, qui connaisait si bien pourtant les choses de 1'Egypte, 1 Brugsch. Reiseber., p. 297; Fraas. 4us dem Ortent., p. 38. Landgrebe in Wester- manns Monatsheften, 1859, p. 520-527. 2 G. Dalet. Les harmonies naturelles. Revue scientifique, 1883, p. 511. “ANTONIO ALZATE.” 285 n'a il pas admis que la statue était creuse et qu'elle recevait dans ses flanes un homme qui frappait á l'aide d'une barre de métal sur une pierre plate et sonore. L'oubli dans lequel tomba la statue de Memnon était si complet, qu'en 1733, le consul frangais au Caire, Mr. Moullet put dire «quoi- qu'il en soit, il ne reste plus aucune trace de ce colosse.» Il est bien assurément encore á sa place, mais il est muet á jamais. (......... Plu- sieurs fois, dit Champollion, assis au lever de l'aurore sur les immen- ses genoux de Memnon, aucun accord musical sorti de sa bouche n'est venu distraire mon attention du mélancolique tableau que je contem- plais, la plaine de Thébes, ou gisent les membres épars de cette ainée des villes royales.» * Dans ce travail, j'ai suivi, pour ainsi dire pas á pas l'exposition des faits et l'argumentation de Letronne; á peine me suis je permis, en deux ou trois endroits, et pour des raisons que 1'on appréciera bientó!, d'atténuer la rigueur de ses conclusions. Il résulte, bien certainement, de son travail —et Letronne nons a montré combien grande peut étre la puissance démonstrative de la critique historique,—que la croyance a la faculté oratoire de la statue de Memnon trouva son origine dans un simple phénoméne physique, qui n'avait primitivement rien á fai- re avec la parole. Ce phénoméne était déterminé par Paction de purs agents physiques: air, humidité, lamiére, chaleur, sur ce fragment de la statue brisée d'Aménothes III, á laquelle, par suite d'une grossiére confusion de noms, que favorisa justement cette sonorité, les Grecs donnérent le qualificatif de Memnon. Maintenant, contrairement á ce que pense Letronne, j'estime que nous devons nous demander si la statue a réellement parlé, ou si elle a pu donner l'illusion de la parole. Ne l'oublions pas, nous sommes en Egypte; ce pays suivant le témoignage de la Bible, et tant d'autres qui sont arrivés jusqu'á nous, fut, dans 1'Antiquité, la terre bénie de la sorcellerie. L'Egypte fut aussi, peut on dire, la patrie des statues 1 Champollion, Lettres inédites d' Egypte, p. 812. 286 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA parlantes, tant il était usuel, en Egypte, de faire parler les statues des Dieux. Dans une autre partie de notre livre, et c'est lá une des conclusions les plus importantes auxquelles nous soyons arrivés, nous avons éta- bli, comme extrémement probable, que la conversation du pére de fa- mille avec le mort, avec la d'épouille de l'ancétre, par un ventriloquis- me plus ou moins parfait, plus ou moins conscient, afin de lui deman- der les secrets de l'avenir, avait été un rite religieux trés généralement employé par les anciens hommes. Le procédé ne cessa pas d'étre usuel, aprés que la dépouille du mort fut représentée et remplacée par une image (théraphim, dieux lares). Lorsque les cultes naturistes, combinés avec l'emploi, d'abord de représentations aniconiques (pier- res, tronc d'arbres), puis d'images anthropomorphiques (statues), se combinérent d'abord au culte des morts et enfin s'y substituérent, le processus de la consultation et de la conversation ventriloquiste, sans étre aussi constant qu'a l'époque oú les restes des morts, la téte en particulier, étaient consultés, resta trés fréquent. Mr. Maspéro a mon- tré combien grande était la fréquence des «statues parlantes» en Egyp- te; moi méme j'ai repris cette démonstration, j'al indiqué le processus ventriloquistes par lequel on les faisait parler. J'ai, de plus, signalé * la présence dans les collections du Louvre, d'une téte d'Anubis, le dieu chacal, truquée pour servir á la ventriloquie, selon la maniére dont les ventriloquistes de profession préparaient, il y a quelques années enco- re, les tétes dont ils se servaient dans leurs représentations. Assurément, on doit admettre, avec Letronne, que les Egyptiens sont restés absolument étrangers á l'exploitation de la statue de Mem- non; cependant les conditions d'ambiance ont dú contribuer singulié- rement á cette exploitation et á la transformation du phénoméne na- turel sonore, au développement de la renommée de la statue parlante de Memnon. Nous devons encore admettre, avec Letronne, que cette statue ne commenca á émettre des sons, au moment du lever du so- leil, que lorsqu'elle fut brisée, á la suite du tremblement de terre qui 1 Garnault. Ventriloquisme el prophétie. Revue Scientifique, 26 mai 1900. “ANTONIO ALZATE.” 287 se produisit quelques années avant la naissance de J. C. Certainement nous devons admettre également que la statue ne produisait encore que de simples bruits, lorsqu'elle fut visitée par Strabon; que le pas- sage de Lucien est une moquerie á l'égard des croyances déja répan- dues; que la récit contenu dans la vie d'Apollonius de Tyane ne sau- rait étre pris au sérieux; mais il me parait, qu'il y a tout bien d'admettre, contrairement á opinion de Letronne, que la statue, sinon réguliére- ment, au moins en de fréquentes occasions, a parlé. Je crois qu'elle a parlé, non pas au moyen de ces truquages grossiers admis sans aucune preuve et avec une extréme légéreté par Jablonski et Langlés, mais gráce á une opération ventriloquiste. Le ventriloquisme, dans ce cas, n'était point une fraude constante et demi-inconsciente, comme celle des prétres qui faisaient parler les statues des dieux; ce fut une vérita- ble fraude intermittente. On doit, avec Letronne, considérer comme. établi, par le témoigna- ge des graffiti, que la célébrifé de la statue n'est pas antérieur, á 1'épo- que de Néron; mais Letronne atribue simplement la cause de ce fait, a l'époque tardive ou s'introduisit l'idée que la statue représentait Memnon fils de 1'Aurore. Son interprétation est probablement exacte, mais incompléte. Cette idée ne se produisit ou ne se propagea, vral- semblablement, que lorsque quelques uns des nombreux ciceroni grecs, que nous savons avoir existé en Egypte, eut l'idée de faire «mousser» le phénoméne naturel, par l'imitation du procédé qu'il vo- yait chaque jour appliqué par les prétres égyptiens, sur les statues des dieux. Le point de départ reste done un simple bruit, produit par les agents purement physiques et qui se manifestait d'une fagon plus ou moins intense, assez irréguliérement; mais il fut singuliérement «cor- sé» par Vartifice ventriloquiste des guides, qui n'hésiterent pas á faire parler la statue. Ainsi donc, non seulement les bruits physiques auraient existé, mais aussi la voix. Cependant, il ne s'agit jamais d'une opération rituelle, dans laqu'elle les prétres arrivent á se suggérer á eux mémes que Jeur pieuse supercherie est réelle, comme les médecins arrivent á se sug- gérer á eux mémes que tant de médications en vogue ont une éffica- cité véritable, 288 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Des guides habiles et peu serupuleux ont dú fréquemment mystifier les voyageurs, et le degré de la mystification a dú varier beaucoup sui- vant le degré d'habileté de l'imposteur et la suggestibilité du client. Ainsi nous expliquerions nous, comment la statue si éloquente pour les uns, est restée muette pour les autres, pour Sabine, pour Septime Sévére á sa premiére visite. Mais cette hypothése nous explique éga- lement la concordance du témoignage de tant de gens, qui ont enten- du la statue parler, parler méme en vers, et la grande renommée de oracle. Malgré le haut degré de suggestibilité que présentent les cro- yants, il serait bien difficile d'admettre que tous aient été aussi com- plétement victimes de leur imagination; tandis que, nous le savons Pillusion ventriloquiste se produit avec une extréme facilité. Elle de- vait étre encore bien plus facile á produire, dans ce pays, oú l'on était si accoutumé á entendre parler les statues. Je propose donc de combiner, dans la mesure que j'ai indiquée, mon hypothése de la supercherie ventriloquiste des guides, á l'interpréta- tion purement physique, déja donnée par Letronne, et qui subsiste. Mexico, novembre 1903. ARGAMAZAS, MORTEROS Ó MEZCLAS, POR Adrián Téllez Pizarro, M. $. A, Profesor en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Se da el nombre de argamasas ó morteros, á un compuesto forma- do de dos ó más substancias, aglutinantes unas é inertes otras, y que batidas con agua tienen la propiedad de endurecerse al cabo de cierto tiempo. Estas pastas, endureciéndose bajo la influencia de combina- ciones químicas, adhieren á los diversos materiales de construcción y ocupan los huecos que éstos dejan en la construcción de los muros. Estas propiedades han hecho que su uso sea indispensable en las cons- trucciones y que desempeñen en ellas un papel importante. En toda nuestra República se conocen con el nombre de mezclas, á las pastas que se forman con cal grasa, hidráulica ó cemento y arena. La argamasa más sencilla y más económica de todas, á la vez que la menos resistente, es la que se confecciona con tierra' arcillosa bati- da con agua. Para que no se reblandezca con las aguas pluviales, cuan- do se emplea para aplanados, hay que cubrirla con una ligera capa de mezcla de cal. Hay que observar que los aplanados hechos con esta clase de mez- clas se llenan al poco tiempo de grietas debido á la gran contracción que sufre el barro al secarse. Esto se evitá agregando á la mezcla cier- ta dosis de arena. La proporción más conveniente, es un volumen de barro por dos de arena. 290 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Se obtiene un resultado más satisfactorio, empleando la siguiente mezcla que es un poco costosa: un volumen de lechada de cal, tres de arena y tres de barro. Es de advertirse que la primera mezcla sólo se usa en aplanados hechos sobre adobe, pues sobre este material es el único que adquie- re la adherencia. La otra mezcla puede emplearse para aplanados su- bre cualquier material. En los aplanados sobre adobe no se deben usar directamente mez- clas hechas con cal, porque nunca llegan á tener adherencia; debe po- nerse primero un repellado, hecho con cualquiera de las dos mezclas citadas. Muchos hábiles constructores mexicanos emplean el barro puro pa- ra la mampostería de tepetate; las opiniones están divididas, pero hay que convenir, y la experiencia lo ha demostrado, que dichas mampos- terías son muy resistentes y durables. Es imposible dejar de reconocer que la solidez y estabilidad de las construcciones de mampostería, la impenetrabilidad de los muros al viento, á la humedad y al agua, y la duración y resistencia de los apla- nados, depende en gran parte de las mezclas que se hayan empleado. La mayor parte de las construcciones hechas en el período colonial y que existen hoy, nos demuestran la eficacia de los procedimientos empleados en aquellas lejanas épocas para la preparación de las mez- clas que entraron en la construcción de esos edificios. ¿Por qué razón no se siguen en la actualidad aquellos procedimientos que alcanzaron resultados tan satisfactorios? No lo sabremos decir; pero lo que sí se puede asegurar, es que la confección de las mezclas, y especialmen- te las de cal grasa y arena, no están sujetas á reglas fijas, ni están ba- sadas en principios bien fundados, pues los constructores mexicanos siempre han visto con indiferencia este asunto. Como por otra parle las mezclas de cal grasa son las más general- mente empleadas en toda nuestra República, vamos á examinar cómo se opera su solidificación, para poder deducir las precauciones que exi- ge su empleo. E Nos fundaremos en la observación de nuestras cales grasas y en los “ANTONIO ALZATE.” 291 estudios teóricos, hábilmente dirigidos por autoridades en la materia, como son los Sres. Mangon, Brard, Chateau, Berthier, Rivot, Frémy, Delesse, Deville, Claudel, Laroque y Raucourt de Charleville, cuyas in- vestigaciones han esclarecido la práctica de fabricación de las mezclas. Ya hemos visto que cuando se expone la lechada de cal al contacto del aire, el ácido carbónico se combina rápidamente con la cal y el car- bonato se precipita en películas que se adhieren fuertemente á los cuer- pos sólidos que las rodean. La cal viva expuesta al aire absorbe también ácido carbónico; pero los granos del carbonato formado quedan separados sin tener entre sí la menor adherencia. Así, pues, la subcarbonatación de la lechada de cal, es el principio de la solidificación de la mezcla. : Consideremos una mezcla de cal grasa, arena y agua, é imaginémo- nos los fenómenos que experimente, según las circunstancias en que se halle, y basándonos en esos mismos fenómenos, podremos deducir las ventajas ó inconvenientes que presente en la construcción. Esta mezcla queda indefinidamente blanda en el agua estancada; en el agua corriente pierde toda la cal por disolución y sólo deja un resi- duo de arena pura; expuesta á la intemperie pierde igualmente la cal, al cabo de cierto tiempo, debido á la acción de las aguas pluviales. Estas mezclas tienen, además, la propiedad de conservarse durante muchos años, blandas y frescas, en los lugares húmedos y en los ma- cizos de mamposterias privadas del aire. Este hecho puede observarse en los zoclos construídos en terrenos húmedos. Además, está perfectamente demostrado que la influencia del aire es absolutamente indispensable para la solidificación de las mezclas de cal grasa, y que esta clase de mezclas son las que mejor resisten los efectos del tiempo, sobre todo si se han empleado en condiciones á propósito, pues se ha observado que con el tiempo adquieren mayor dureza. En las últimas demoliciones de construcciones antiguas que se han llevado á cabo, como el acueducto de Chapultepec, el Hospital de Ter- ceros y parte de lo que fué Iglesia de Santa Isabel, habrá podido ob- 292 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA servarse que el grado de dureza y tenacidad que ha alcanzado la mez- cla con los años, puede casi compararse con el de los materiales para los que sirvió de liga. Si se observan con atención las mamposterias hechas con mezcla de cal grasa, se nota, que aunque su fraguado es relativamente lento, con- tinúa endureciendo de día en día, hasta ser verdaderamente imposi- ble separarla de los ladrillos ó piedras, con los cuales ha hecho una perfecta adherencia. La resistencia y duración que con justicia se atribuye hoy á las cons- trucciones que datan del tiempo Colonial, dependen tanto de la bon- dad de las mezclas, debido á su preparación, como del tiempo trans- currido y de los materiales empleados que, como el tezontle, reunen á su gran adherencia con la mezcla, la facilidad que presentan por su estructura á la penetración del aire. No se puede fijar de una manera absoluta el tiempo necesario para que las mezclas hayan adquirido toda su resistencia; existen tantas épocas diversas como mezclas pueden fabricarse, y este tiempo está aún modificado por multitud de circunstancias locales, según que el muro sea grueso ó delgado; con ó sin aplanados; expuesto al sol ó al agua; formado de piedra ó de ladrillo, etc., causas todas que aceleran ó retardan el momento de su mayor resistencia. De lo expuesto resulta: que es un deber de todo constructor interve- nir directamente en la preparación de las mezclas, para obtener las más apropiadas y las más económicas. Debe igualmente poner una atención particular acerca de su manipulación, pues la solidez y du- ración de las mamposterías, así como la honradez profesional así lo exigen. En una palabra, no basta escoger los mejores materiales, tanto en belleza como en resistencia, sino que es necesario, además, dirigir y vigilar la preparación adecuada de las mezclas que deban ligar los dis- tintos materiales, teniendo en cuenta las diversas circunstancias en que deban ser empleadas. El constructor debe tener presentes las siguientes propiedades de la cal grasa. “ANTONIO ALZATE.” 293 1" Es siempre soluble en el agua y sobre todo en el agua corriente. 22 Las superficies expuestas al contacto dal aire se regeneran. 32% Mezclada con bases hidráulicas, forma una especie de cemento. 4% Mezclada en proporciones convenientes, con arena y arcilla, ad- quiere propiedades hidráulicas notables. Esta mezcla se usa ventajo- samente en la cimentación de los edificios de la Capital, y es á la que verdaderamente debe dársele el nombre de mezcla terciada. Bajo el agua y en los lugares húmedos, debe evitarse el empleo de mezclas hechas con cal grasa y arena, porque nunca darán resultados satisfactorios. En esta clase de mezclas, las que se destinan á los aplanados debe- rán contener mayor cantidad de arena que las que se empleen en la mampostería, con objeto de facilitar el paso del aire y favorecer por consiguiente, la subcarbonatación. Los aplanados hechos con mezclas que contengan un exceso de cal, se hienden, se abolsan, como dicen los albañiles, y acaban por caer en pedazos. Los aplanados interiores pueden hacerse con dos capas sobrepues- tas de mezcla (repellado y aplanado), pero los exteriores deben estar formados de una sola capa, porque las capas superpuestas se destruyen parcialmente. Por último, conviene observar los principios generales siguientes: - En las mamposterías, el endurecimiento de las mezclas de cal gra- sa y arena, está en razón directa del tiempo que tenga de preparada la mezcla y en razón inversa del espesor de los muros. En los aplanados, el endurecimiento y duración están en razón di- recta de la proporción de arena (entre ciertos límites), y en razón in- versa del espesor de la capa. OBSERVACIONES RELATIVAS Á NUESTRAS MEZCLAS DE CAL GRASA Y ARENA, La cal no puede emplearse sola para unir los diversos materiales de un edificio, porque á medida que se solidifica, sufre una contrac- ción que deja huecos muy notables en su masa. La arena hace des- 294 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA aparecer este inconveniente y determina una adherencia completa en- tre la mezcla y los materiales que une. La lechada adquiere con los granos de arena una adherencia consi- derable, superior á su propia cohesión. Esta adherencia proviene, se- gún la opinión más generalizada, de una atracción molecular física y no de una acción química, pues Mr. Vicat demostró, que en mezclas preparadas hacía año y medio, y cuyos elementos se habían pesado cuidadosamente, la proporción de arena cuarzosa era la misma que se había puesto y no existía la sílice gelatinosa. Una de las condiciones generales para obtener mezclas de buena calidad, dado por hecho una elección conveniente de los materiales, es la de incorporarse la cal á la arena, lo cual se consigue batiendo la masa con el rastrillo ó azadón y no cesando de batirla hasta que se ob- tenga una pasta perfectamente homogénea. En cualquier clase de mezcla debe evitarse el empleo de cal calien- te, como le llaman nuestros albañiles, es decir, recién apagada, por- que ya dijimos que la extinción no es por lo general uniforme; que- dan siempre algunos fragmentos de cal viva, que nuestros albañiles llaman palomas, que no absorben el agua sino al cabo de algún tiem- po y van á dar á las mamposterias ó á los aplanados á donde se aca- ban de apagar, ocasionando los perjuicios consiguientes á su fuerza expansiva. El mínimo de tiempo para usar la lechada es de doce horas, des- pués de apagada la cal; pero es preferible no hacer uso de ella sino después de veinticuatro horas. La proporción de agua para batir las mezclas de cal grasa es un asun- to importante, pues si no es la necesaria, la lechada queda dura y no se incorpora á la arena, y si es demasiada, la mezcla queda blanda y dilata mucho para endurecer. Nuestras cales, en estado de lechada, si se cubren con una capa gruesa de arena, se conservan perfectamente hasta por años enteros, formando muy buenas mezclas. Se ha observado, además, que el en- durecimiento de las mezclas formadas con lechada preparada hacía al- gún tiempo, es notablemente más rápido. | “ANTONIO ALZATE.” 295 La cal en polvo (molonque), puede usarse inmediatamente después de apagada, porque debido á su anterior extinción espontánea, es ya casi imposible que quede algún fragmento de cal viva, MEZCLA COMUN DE CAL GRASA Y ARENA. PROPORCIONES. Las proporciones en las cuales conviene incorporar la cal á la are- na influyen necesariamente en la calidad de las mezclas que se for- man, siendo éste, por consiguiente, un punto en el cual debe fijar es- pecialmente su atención el constructor. Por otra parte, la determinación de estas proporciones es tanto más importante cuanto que no sólo tiene por mira el mejor resultado de las mezclas que se obtengan, sino que es una de las bases indispensa- bles para la formación de los presupuestos y para practicar los ava- lúos de cierto género. Por desgracia, este asunto ha sido, en general, muy descuidado por los constructores mexicanos, pudiéndose asegu- rar que ninguno ha hecho observaciones á este respecto. Antiguamente se fijaba de una manera general, la proporción de 20 cajones de arena para 1 carretada de cal, pero este dato no lo hemos encontrado exacto en multitud de observaciones que hemos hecho, de- pendiendo esto tal vez de la calidad de las cales de aquella época. Hace tiempo que no se sigue en México ninguna proporción fija pa- ra la preparación de las mezclas, y la determinación de las cantidades de cal y arena está fiada enteramente á los z0quiteros. Aunque somos los primeros en reconocer la gran habilidad de los peones encargados de la preparación de las mezclas, no podemos me- nos de lamentar que esta parte tan importante de la construcción no esté intervenida directamente, como todo lo demás, por el director téc- nico de una obra. Los zoquiteros no tienen una base para la confección de sus mez- clas; su ojo más ó menos experto y su práctica más ó menos larga, es 296 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA lo único que les sirve de norma en sus manipulaciones, y ninguna persona encontrará racional y justificado que se fie á la estimación per- sonal todo aquello que se puede medir ó calcular. El cambio de zoquiteros en una obra, es de trascendental importan- cia para la buena ejecución de las mamposterías, y no deben de ex- trañarse los asientos desiguales, las cuartenduras y los aplanados re- ventados que aparecen en los muros y cuya explicación es difícil á primera vista. Además, la parte económica sufre las consecuencias de la prepara- ción inconveniente de las mezclas, pues fácilmente se comprende que la calidad de las mezclas debe estar en relación con el objeto á que es- tén destinadas; que la calidad varía con las proporciones de sus dos elementos, y por último, que el costo dependerá de las. proporciones que se fijen. Entre nosotros se distinguen principalmente dos clases de mezclas: una llamada de mampostear y la otra de aplanados. La primera la emplean para toda clase de mamposterías y la segunda sirve para re- vestir los paramentos de los muros. De las numerosas observaciones que hemos hecho en diversas obras ejecutadas, hemos podido deducir que la mejor mezcla para mampos- tear, se compone de: 1 volumen de lechada de cal. A <2 volúmenes de arena húmeda. 0.4 a ,, agua para batir la pasta, ó en general el 20 por ciento del volumen de la arena húmeda. La mejor proporción para las mezclas de aplanar es: 1 volumen de lechada de cal. D 25 volúmenes de arena húmeda. 1 volumen de agua para batir la pasta (20 por ciento del volumen de la arena). Por consiguiente, 1 metro cúbico de mezcla para mampostear se for- ma con: Lechada decai: 294 centímetros cúBICOsa) 1 cal. A” <¿ Arena húmeda.....oooocsooo. 588 > > Agua para batir la pasta.... 118 es Le ) 2 arena. 1 metro cúbico de mezcla.. = 1000 ó sea un metro cúbico. “ANTONIO ALZATE.” 297 Mezcla para aplanados: 1 metro cúbico se forma con: Pechada de Cad 143 decímetros cúbicos. ) 1 cal. D' ¿ Arena húmeda.........ooom.o.». 715 E 5 Agua para batir la pasta...... 142 ls > 5 arena, 1 metro cúbico de mezcla... =1000 ó sea 1 metro cúbico. Entre estas dos proporciones de mezclas hay otras dos intermedias y que pueden aceptarse según el objeto á que se destinen. 1 volumen de lechada de cal. B23 volúmenes de arena húmeda, 0.6 y de agua para batir la pasta (20 por ciento del volu+ men de arena). La segunda se forma con: Js volumen de lechada de cal. C 4 volúmenes de arena húmeda. 0.8 z de agua para batir la pasta (20 por ciento del vo. lumen de arena). El metro cúbico se forma respectivamente con: Lechada de callan caos desagós 217 decimetros cúbicos. ) 1 cal. Bro Arena Dumeda: a nccoonoon case 652 la A Agua para batir la pasta ..... 131 5 5 3 arena. 1 metro CÚbICO.....oocommcoo... = 1000 ó sea 1 metro cúbico. Lechada de Ca 172 decímetros cúbicos. ) 1 cal. (rar Arena húmeda notas dende 690 2 5 Agua para batir la pasta...... 138 EN Se 4 arena. metro cúbico... 0 = 1000 ó sea 1 metro cúbico. Las mezclas A y B deben emplearse en la mampostería, prefiriéndo- se la A para las mamposterías de piedra. La mezcla €. puede utilizarse en las mamposterías ligeras y de poca importancia, debiendo usarse de preferencia en la formación de pavi- mentos. La mezcla D está destinada exclusivamente para los aplanados. Memorias, T. XIX, 1£02-1903,—20 298 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Hemos tratado ya de la fabricación material de las mezclas, y basa- dos en las observaciones prácticas, hemos establecido las proporciones más convenientes para los usos á que se destinen. Vamos á tratar aho- ra la cuestión bajo el punto de vista de los presupuestos, y á ver cómo se puede llegar á la determinación exacta de los elementos (cal y are- na), que sean necesarios pura una obra cualquiera, teniendo en cuen- ta los fenómenos que experimentan cada uno de ellos. Como la cal.se recibe en las obras por peso, vamos á tratar de esta- blecer la relación que existe entre la unidad de peso de cal viva y la unidad de volumen de lechada, con objeto de poder deducir la canti- dad necesaria en peso para obtener un volumen dado de lechada. Consideraremos primero la cal, apagada por el método ordinario, y después la consideraremos extinguida espontáneamente. Cal viva apagada por el método ordinario. —Se llama rendimiento de una cal, al aumento de volumen que experimente al contacto del aire ó del agua. En general, se toma el rendimiento con relación á los volúmenes de cal viva y lechada de cal; pero siendo difícil y poco prác- tico obtener esta relación, estimaremos siempre el rendimiento to- mando como base el peso de la cal viva en terrones, tal como se reci- be en las obras, y el volumen de lechada. La cantidad de agua para apagar la cal es la misma que vimos al tratar de la extinción de nuestras cales grasas, es decir, 3.5 el peso de la cal, estimando convencionalmente para peso del agua 1 tonelada por metro cúbico. Observando las cales que se emplean en la capital, la manera como se transportan, el tiempo que duran en el camino y el estado en que llegan á las obras, encontramos que lienen en promedio un rendimien- to de 2.66 m. cúb. por 1 tonelada, ó lo que es:lo mismo, 2.66 dec. cúb. por 1 kilo, apagada por el método ordinario. Llamaremos contracción de una lechada de cal, á la diminución de volumen que experimenta con el tiempo y al contacto del aire. La experiencia nos demuestra que la contracción de la lechada de cal, producida por cal viva extinguida por el método ordinario, es di- rectamente proporcional á su rendimiento, y que esta contracción “ANTONIO ALZATE.” 299 es, en promedio, de un 30 por ciento del volumen, ó lo que es lo mis- mo, la parte se reduce á los 0.7 del volumen primitivo. Según esto, el rendimiento de 2.66 quedará reducido á 1.9 de le- chada. Sin embargo, tomaremos como base para los cálculos de pre- supuestos, 1.6 de lechada por 1 de cal viva apagada por el método ordinario, como rendimiento efectivo. Este rebajo lo hacemos para compensar las inexactitudes que siempre hay en el peso de la cal que se recibe en las obras. Partiendo de los datos anteriores encontraremos que para obtener 1 metro cúbico efectivo de lechada, se necesitan 625 kilogramos de cal viva extinguida por el método ordinario ó sean 625 gramos de cal vi- va para 1 decímetro cúbico de lechada. Cal apagada por extinción espontánea. —Distinguiremos dos casos: cuando intencionalmente se deja apagar la cal por este procedimien- to, y cuando accidentalmente se recibe en la obra ya apagada (molon- que). De las observaciones hechas en el primer caso resultan en prome- dio los siguientes datos: La cal viva, expuesta al aire y en lugar cubierto, aumeuta un 45 por ciento de peso, entre el 5” y el 20” día, según el estado de la at- moósfera. 1 kilo de cal viva, produce 2.4 decinietros cúbicos de cal en polvo. Batida esta cal en polvo con 600 centimetros cúbicos de agua para 1 kilo de cal, sufre una contracción de 28 por ciento del volumen, es decir, la pasta efectiva se reduce á los 0.72 del volumen primitivo. Por consiguiente, 1 kilo de cal viva apagada espontáneamente y reducida á pasta, produce 1.7 decímetros cúbicos de lechada. Como se ve, el rendimiento efectivo de nuestras cales es sensible- mente igual, empleando cualquiera de los métodos de extinción men- cionados. En el segundo caso, es decir, cuando la cal llega apagada á la obra, la utilidad del rendimiento en peso queda á favor del comerciante y el resultado definitivo para la obra es, en promedio, de 1.2 decimetros cúbicos de lechada por 1 kilo de cal en polvo (molonque). Esta es la razón por la que se desecha siempre la cal molonque. 300 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Arena.—Designaremos con el nombre de depresión, á la diminución de volumen que experimenta la arena seca al contacto del agua. Esta depresión está en razón inversa del grueso de la arena y de la cantidad de arcilla que tenga mezclada. En las arenas finas y exentas de materias extrañas, la depresión es tan insignificante, que se puede sin error sensible considerarla como nula. Las arenas que se reciben en México, en la estación de lluvias, su- fren en promedio una depresión del 5 por ciento de su volumen. El promedio general de las arenas que se consumen en las obras de esta Capitál puede estimarse en un 10 por ciento de su volumen, por lo que un volumen dado se reduce por la depresión á los 0.9; pero to- maremos los 0.8 para el cálculo de presupuestos, estimando en 0.1 el desperdicio y la falla de medida. Así, pues, hay que calcular 1.25 de arena común por 1 m. cúb. de arena húmeda. De lo expuesto anteriormente deducimos: que la contracción de la cal y la depresión de la arena, hay que tenerlas en cuenta para el cálcu- lo definitivo de los volúmenes de las mezclas. Se habrá notado que en las proporciones de las mezclas, he consi- derado siempre arena húmeda, esto ha sido con el objeto de no tener ya en cuenta, en el momento de la preparación de las mezclus, la de- presión media de las arenas. En resumen, la contracción y la depresión no están consideradas en las proporciones definitivas y únicamente nos sirven para la formación justificada de los presupuestos de las obras. Como las proporciones que hemos obtenido están todas valuadas en volumen para llevarlas á la práctica, basta elegir una unidad cual- quiera, que en las obras pequeñas bien puede ser el cubo de albañal. En obras de importancia, en que la cantidad de mezcla es muy con- siderable, puede tomarse por unidad de medida un cubo que tenga una capacidad de 125 decímetros cúbicos. Este cubo, que resulta de 0.50 m. por lado, es fácilmente manejable. Si en las mezclas A”, B”, C*, D”, sustiltuimos por los volúmenes de lechada de cal, el peso necesario de cal viva que los producen, y en los ió “ANTONIO ALZATE.” 301 volúmenes de arena tomamos en cuenta la depresión, encontraremos los siguientes datos definitivos para obtener 1 metro cúbico de cada una de las cuatro mezclas mencionadas. AP A A A 184 kilogramos. ) 1 de cal. INDEC ASA 735 dec. cúb. 2 de arena. B” Calado pasadas pjs de 136 kilogramos. ) 1 de cal. MECO COMU dd lalo 815 dec. cúb. 3 de arena. Cr Calvino. il. ice det lied 108 kilogramos. ) 1 de cal. ATEN COMU a dd sad 862 dec. cúb. 4 de arena. D” Cala viva laca lama lens ari ls 98 kilogramos. ) 1 de cal. ATEN COMO as 894 dec. cúb. 5 de arena. Estos datos, reducidos á una forma enteramente práctica, los pode- mos tomar sin temor alguno, para la formación de los presupuestos. * MEZCLA TERCIADA. El empleo de la mezcla terciada tiene un origen muy remoto en la Ciudad de México, y parece que su uso en la construcción obedeció á principios de economía. Estaba compuesta por mezcla común de cal grasa y arena, mezcla- da con tierra sacada del mismo terreno y sin tener en cuenta las pro- porciones. El sabio Ingeniero italiano D. Javier Cavallari, Director que fué de las clases de Ingeniería Civil y Arquitectura en esta Academia Nacio- nal de San Carlos, recomendó la bondad de esta mezcla, y sujetándo- la á ciertas proporciones la empleó en todas las construcciones que di- rigió en México de 1858 á 1863. El Sr. Cavallari formaba su mezcla terciada con cal grasa y arena, á la que agregaba un volumen igual de tierra sacada del mismo terreno. La empleó casi exclusivamente en los cimientos, alternándola con capas perfectamente apisonadas de pedacería de ladrillo. Muchas personas, entre ellas el Sr. Ingeniero D. Manuel Gargollo y Parra, profesor de la Academia, vaticinaron un mal resultado á los ci- 302 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA mientos asi formados; se les resistía mucho creer en la bondad de esa mezcla. El Sr. Gargollo decía que el tal lodo jamás había de endure- cer, y que muy bien podría suprimirse la parte de mezcla común que se emplea y darla el mismo resultado. Sin embargo, el Sr. Cavallari tenía tanta confianza en la bondad de estos cimientos, que no vaciló para emplearlos en una escalera que construyó en la casa número 9 de la 2? calle de Plateros. Esa escale- ra descansa sobre tres bóvedas, dos por tranquil y una de arista, que forma el descanso. El menor movimiento que hubiera tenido el ci- miento, se habría revelado por una línea de fractura en alguna parte de las bóvedas, y el hecho es que después de 43 años de construida se ha conservado en buen estado, lo que demuestra suficientemente que no ha habido asiento desigual en la construcción, y por lo tanto el éxito de la mezcla y la bondad del sistema de cimentación. Empleó el mismo sistema, entre otras, en las obras siguientes: en una capilla gótica que construyó en Tacubaya en el jardín de D. Ma- nuel Escandón, en uno de los muros de la Galería de Pintura de esta Escuela; en la reforma de la casa número 9 de la 2* calle de Plateros y en la casa número 2 de la calle del Puente de San Francisco; cons- trucciones que en unos 44 años que llevan de ejecutadas se conservan en perfecto estado, habiendo sufrido temblores tan fuertes como los del 8 de Mayo de 1861, 3 de Octubre de 1864 y 2 de Noviembre de 1894, el más fuerte de todos, lo que ha demostrado que el éxito de es- te sistema es muy satisfactorio. En vista de estos hechos irrefutables, estuvimos firmemente persua- didos desde un principio, que esta mezcla sustitula ventajosamente en el suelo de México, el empleo de cemento ó cales hidráulicas, Por otra parte, reconocimos que la tierra que entra en su formación no era posible que fuera de la misma calidad en los distintos rumbos de la ciudad, dada la original formación del suelo de nuestra metró- poli. Después de repetidos ensayos, encontramos que la mezcla prepara- da con 1 volumen de lechada de cal, 3 volúmenes de arena húmeda y 3 de barro, húmedo también, da resultados muy satisfactorios. “ANTONIO ALZATE.” 303 Hace ya algunos años que la hemos empleado con éxito, en la ci- mentación de edificios comunes. El sistema de cimientos, usando esta mezcla terciada, alternada con capas bien apisonadas de pedacería de ladrillo, es uno de los mejores que puede emplearse en el suelo de la Ciudad de México, pues al po- co tiempo de construidos endurecen mucho. Se ha observado que pasado algún tiempo el cimiento viene á con- vertirse en un monolito de extraordinaria dureza, cuya circunstancia demuestra la bondad de este sistema de cimentación tan rápido y eco- nómico en su ejecución. Hemos dicho que la mejor proporción de la mezcla terciada, es: 1 volumen de lechada de cal. 3 volúmenes de arena húmeda. 3 A ,, barro húmedo. La proporción de agua es el 20 por ciento de la suma de los volú- menes de arena y barro, ó sea de 1.2. * Por consiguiente 1 metro cúbico de mezcla terciada se forma con: 122 decímetros cúbicos de lechada de cal. 366 E » ,, arena húmeda. 366 E » , barro húmedo. 146 de » y Agua para batir la pasta. 1000 y » Ósea 1 metro cúbico. Teniendo en cuenta la contracción del barro, se puede estimar que se reduce á los 0.9 del volumen primitivo, por lo que para cada metro cúbico de barro húmedo se necesitan 1.11 metro cúbico, y obtendre- mos los datos siguientes: Para 1 metro cúbico de mezcla terciada: Cal viva...... A e... 76 kilogramos. Arena húmeda.................. 458 decímetros cúbicos. Barro bmedo ato. vepse eya: 406 y Es AA ata os atlas e O 146 e 35 304 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Ya estamos en posesión de uno de los datos más importantes para la estimación de las cantidades necesarias de los elementos de las dis- tintas mezclas; pero estos datos son insuficientes para nuestro objeto, si no determinamos el volumen de mezcla suficiente para los distintos trabajos de construcción. Trataremos, pues, de encontrar el volumen de mezcla por metro cú- bico, para cada clase de mampostería y para los distintos espesores de aplanados. Para llegar á la determinación del volumen de mezcla, tomando el metro cúbico por unidad, dividiremos la cuestión en dos partes: 1” Materiales que tengan sus tres dimensiones fijas y formas deter- minadas, como el ladrillo y el tepetate. 2* Materiales cuyas dimensiones y forma sean cualesquiera. En es- te caso están todas las piedras en bruto que se usan en la mamposte- ría. En el primer caso, el volumen de mezcla, por metro cúbico, puede deducirse con facilidad y depénde del espesor de las juntas. En el segundo caso, no hay base fija y hay que obtenerlo en prome- dio de muchas observaciones. Supongamos un material cuya forma sea la de un paralelipípedo rec- tángulo. Llamamos v el volumen de este material y V el volumen del material más el de la capa de mezcla que lo rodea. Es evidente que el volumen de mezcla por metro cúbico será igual 4 V— ou multiplicado por el número de volúmenes, que del material dado sean necesarios para formar un metro cúbico, es decir, que ten- dremos, llamando M el volumen de mezcla por metro cúbico y n la su- ma de volúmenes parciales del material dado para formar un metro cúbico. MEANS A o (0) El valor de »n es: “ANTONIO ALZATE.” 305 sustituyendo este valor en la ecuación (1), encontramos: Lo que nos demuestra que la cantidad necesaria de mezcla para mampostear un metro cúbico, con un material de forma constante y por consiguiente, de volumen determinado, es igual á los decímetros cúbicos que se obtengan al restarle á la unidad el cociente que resulte de dividir el volumen del material dado, entre ese mismo volumen más el de la capa de mezcla que lo rodea. Para encontrar con facilidad el valor de V, haremos las considera- ciones siguientes: es bien sabido que el volumen de mezcla empleado en una mampostería, tiene un límite del cual no conviene pasar, si no es con perjuicio de la solidez y estabilidad de la construcción, ó en otras palabras, se puede fácilmente calificar la ejecución de una mam- postería, en vista del volumen de mezcla empleado. De las observaciones hechas, deducimos que en una mampostería de ladrillo (tabique), bien ejecutada, el espesor de las juntas no debe pasar de 0” 01. En la mampostería de tepetate puede aceptarse hasta 0” 015. Estimando en 0” 01 el espesor de las juntas, observemos que en la figura adjunta (en la que el espesor de la mezcla se ha exagerado pa- ra hacerlo más notable), á cada ladrillo le corresponde una capa de mezcla de 0” 005 por cada una de sus seis caras, ó lo que es lo mis- mo, sus dimensiones lineales aumentarán 40” 01. Así es, que llaman- 306 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA do a, b, c, las dimensiones del ladrillo, el valor de v será: v= a, b, c, y el valor de V será: V = A, B, €, (siendo A=a + 0"01;B=b-+ 001 yC=c+ 0” 01). MAMPOSTERÍA DE PIEDRA BRUTA. La estimación del volumen de mezcla en las mamposterlas de pie- dra bruta, ya dijimos que no se puede obtener directamente, hay ne- cesidad de tomar el promedio de muchas observaciones. Este prome- dio resulta ser de 0.250 metros cúbicos de mezcla por metro cúbico de mampostería, en los trabajos cuidadosamente ejecutados; y 0.340 metros cúbicos en las mamposterías fiadas exclusivamente á los alba- ñiles y poco vigiladas por los directores técnicos de las obras. APLANADOS. El espesor de los aplanados depende del grado de perfección con que se hayan ejecutado las mamposterfas: suponiendo un trabajo bien dirigido y ejecutado, este espesor debe ser de 0” 01 á4 0”015 en las construcciones de ladrillo y de 0” 015 á 0” 02 en las mamposterías de tepetate. : En este concepto, la cantidad de mezcla por metro cuadrado, será: cepa nado: Cantidad de mezcla. le 0 A AS APR pra DR e A A 0.012 met. cúbs. lo ISA a Dan DO O VO En estos volúmenes de mezcla se ha calculado el 10 por ciento de desperdicio. Aplicando la fórmula general: M= 1 — E en el caso de emplear ladrillo, tendremos: “ANTONIO ALZATE.” 307 a —"2 WC bi= MS tar e = 9.0. M1: A=27 +1; B=13+ 1;C=9+ 1. Md O SA O 020) y M=13153=1 — 0.805 = 0.195 met. cúbs. Estimando en 2.5 por ciento el desperdicio, resultan: 200 decíme- tros cúbicos de mezcla, por metro cúbico de mampostería de ladrillo (tabique). Para tepetate no estimamos ningún desperdicio en el resultado final, porque ya queda incluído en el mayor espesor que se les ha dado á las juntas. Así es que la cantidad de mezcla por metro cúbico de mam- postería de tepetate, es de 150 decímetros cúbicos. CONSTRUCCIÓN CON PIEDRA LABRADA. Respecto al volumer de mezcla necesario para ejecutar las construe- ciones con piedra labrada, tenemos que advertir que el ideal sería la supresión de la mezcla; pero como esto en la práctica actual de la cons- trucción es irrealizable, hay que hacer uso de ella y noes posible fijar cantidad alguna, ni siquiera en promedio, por depender el volumen de mezcla que deba emplearse, de la mayor ó menor perfección en el la- brado de la piedra que, como se comprende, está sujeto únicamente á la vigilancia y buena dirección. Con objeto de facilitar los cálculos de presupuestos, ponemos á con- tinuación el volumen de mezela por metro cuadrado, en los diversós espesores de muro y para las tres clases de mampostería. Además, partiendo de los datos que ya conocemos, están indicados en la tabla adjunta el número de kilos de cal viva y los decímetros cúbicos de arena común, por metro cuadrado de muro, en las tres proporciones de mezcla. (98) [=] 00 TEPETATE. 150 d3 de mezcla MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Mampostería. LN por m? A LADRILLO. 200 d3 de mezcla por m3 A - EN 250 d3 de mezcla por m* PO OA 2 AAA e < E E Y (2) ñ =l < A =l A 4 [93 [2] [Sl bd A Espesor del muro. | de mezcla Centims. 21 28 42 100 100 Volumen dec. cúb. 25 42 63 84 95 15 28 56 84 112 126 168 200 75 100 140 158 200 250 PROPORCIÓN 1: 2, PROPORCIÓN 1: 3, Kilos. 5 8 12 16 26 Arena. Déc. cúb. 18 31 46 62 70 11 21 41 62 82 93 124 147 95. 74 108 116 147 184 Cal. Kilos. Arena. Dec. cúb. 20 34 51 68 17 12 29 46 68 92 103 - 134 163 61 82 114 129 163 - 204 PROPORCIÓN 4: 4, Dec.cúb. 22 36 Aplanados. —Volumen de mezcla, peso de cal viva en kilogramos y volumen de arena común en decímetros cúbicos, por metro cuadra- do de muro y según los distintos espesores de la capa de mezcla. “ANTONIO ALZATE.” 309 Espesor en centí- Volumen de mezcla Cal viva en Arena más en dec. Barro en deo. metros. en dec. cúbs. kilos. cúbicos. :S 1 12 1 11 o 17 1.5 15 a 22 2 20 Ud 12 0.9 6 5 £ Ne 1.5 17 1.3 7 7 :S 2D 1 10 El Pd h Pisos. —Cantidades por metro cuadrado “3 Recinto...... 50 4 23 20 = Bosaoidizó. 40 3 18 16 Ll Ladrillo ..... 30 2 14 12 Siendo la cuestión relativa á los presupuestos un asunto, que tanto por su importancia como por su inmediata aplicación, conviene redu- cirlo á la forma más sencilla, procuraremos generalizar los procedi- mientos, y partiendo de los datos primitivos llegaremos á los siguien- tes resultados: Llamando P el peso de la cal viva; E el espesor del muro y Y el vo- lumen de arena (P expresado en kilos, E en centímetros y V en decí- metros cúbicos). Para mampostería de tepetate: Proporción. —1 : 2—P = 0.276 E............ V—1105) E 5 1:19. == 00204 ion VW —= 1:22 005 AA A a A US TAS v=1.29 E Para mampostería de ladrillo (tabique): Proporción.—1 : 2—P =0.368 E............ MW IAE E a E DD LA DIAN USA v=1.63 E AS E e A Y SA DA PRA A ZE Para mampostería de piedra. Proporción. —1:2—P=0.46 E... V=1.8 E ss —1:3-P=0.34 E o.......... V=2.04 E » = 114 PB =1/0.27/ 0001. dado V=2.16 E 310 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Todavía se obtiene mayor rapidez con la misma exactitud si obser- vamos que: * En las proporciones 1: 2—V=4P de 1:3-V=6P En 1:4-V=8P —=—_— Para terminar la parte relativa á las mezclas, haremos observar que en todos los datos hemos estimado el volumen de mezcla por metro cúbico en: 150 decímetros cúbicos para mampostería de tepetate, 200 - As es by ,, ladrillo (tabique) y 250 as a Sn SA ») pledra bruta. Los dos primeros volúmenes es fácil llevarlos á la práclica, puesto que tienen por punto de partida el espesor de las juntas que se ha es- timado de 0” 015 en la mamposteria de tepetate y de 0”01 en la de ladrillo. En la mampostería de piedra es difícil obtener el volumen de 250 decímetros cúbicos por metro cúbico, que es el indicado para una cons- trucción cuidadosa, porque exige un trabajo más perfecto y una vigl- lancia extremada, circunstancias que por desgracia no siempre se tie- nen én cuenta. El promedio del volumen de mezcla que se acostumbra en las obras de esta Capital es de 340 decímetros cúbicos por metro cúbico, de cu- yo límite noes prudente pasar por ningún motivo. La determinación del peso de cal viva y del volumen de arena co- mún, se determina fácilmente multiplicando por 1.36 los resultados obtenidos para 250 decímetros cúbicos por metro cúbico. Muchas veces la necesidad obliga á usar la cal molonque, sobre to- do en obras de pequeña importancia. Para la determinación del peso “ANTONIO ALZATE.” 311 de cal viva, supondremos un rendimiento de 1 metro cúbico de le- chada de cal por 1 tonelada de cal viva. El volumen de arena, como se comprende, permanece el mismo. Para obtener el peso de cal viva, bastará multiplicar los pesos de cal viva encontrados, por 1.6. Para determinar el peso de cal molonque y el volumen de arena co- mún, en mampostería de piedra y á razón de 340 decímetros cúbicos por metro cúbico, se tomará por base los datos encontrados para la misma mampostería y calculados á razón de 250 decímetros cúbicos por metro cúbico. El peso de cal viva encontrado, se multiplica por 2.176 y nos dará el peso de cal molonque necesario. Para determinar el volumen de arena común, bastará multiplicar el volumen encontra- do por 1.36. Respecto á los volúmenes de agua que entran en la confección de las mezclas, únicamente habrá que tenerlos en cuenta para los presu- puestos, cuando sea necesario comprarla ó transportarla al lugar de la obra. Por lo demás, para la determinación de esos volúmenes, bien pueden fiarse á la estimación personal de zoquiteros hábiles, porque es prácticamente imposible sujetarlos á medida. Como datos complementarios diremos: que la arena se transporta generalmente en carros de dos ruedas, conocidos vulgarmente con el nonibre de rabones, que contienen en promedio 800 decímetros cúbi- cos de arena. Una cubeta de albañil contiene, en promedio, 8 decímetros cúbicos de mezcla. Pidió A CATIA MR NN vio Ro UE Aa AAA O LIMITE PRACTICO DE TRABAJO DE LAS VALVULAS NODON Por Gustavo de J. Caballero, S. J. La industria eléctrica se enriquece cada día con nuevos aparatos que hacen más práctica la aplicación y uso de las corrientes. Des- de que se ideó el almacenaje de la energía química, por medio de las pilas secundarias, que la convierten en electricidad, comenzó á pensar- se en el modo de utilizar las corrientes que se emplean en el alumbra- do, para la carga de acumuladores, pero las corrientes que se utilizan para el alumbrado son generalmente alternas, y por tanto impotentes para producir la electrolisis; y así se ideó transformar la corriente al- terna en movimiento, y este movimiento de nuevo transformarlo en corriente continua y directa por medio de un generador apropiado. Como es fácil de ver, á través de tantas transformaciones apenas se conseguía un rendimiento práctico de un 50 por ciento con un costo considerable en la instalación de un motor y un generador; aparatos generalmente bastante dispendiosos. En estos últimos años, Nodon en Francia y Kooper en los E. U. del N., han ideado aparatos sencillos, pequeños relativamente y de un precio módico, para verificar estas transformaciones. De modo, que á través de un aparato de este géne- ro, una corriente alterna se endereza y convierte en directa, siendo ya en esta forma apta para producir la electrolisis y á propósito, por con- Memorias, T. XIX, 1902-1903,—21 314 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA siguiente, para la carga de acumuladores, ó cualquier otro trabajo elec- trolítico de laboratorio. El aparato que nosotros hemos usado y del cual vamos á ocuparnos en esta breve reseña, es el aparato ideado por Nodon. Es este un con- vertidor electrolítico, cuya descripción ha venido ya en varias revistas científicas. Consta de cuatro recipientes de fierro que llevan en el cen- tro barras aisladas de liga de aluminio, cobre y zinc. La corriente al- terna va á dar con cada uno de sus hilos á dos de los recipientes de fierro contiguos cuyas barras de aluminio comunicadas por un conduc tor forman el polo positivo de la corriente; estos dos recipientes de fie-" rro están á su vez comunicados respectivamente con las barras de alu- minio de los otros dos recipientes de fierro, los cuales, comunicados entre sí por un conductor, forman el polo negativo de la corriente. Entre la barra de aluminio y el recipiente de fierro se coloca una solución saturada de fosfato neutro de amonio. , Si se usa un aparato en que la superficie de la barra de aluminio sea 10 veces menor que la superficie del recipiente de fierro, y procuran- do que la corriente no exceda unos 0.5 amp. por decímetro cuadrado de superficie de fierro, la transformación se efectúa con suma regula- ridad y la temperatura no se elevará más que á 26”; por consiguiente, 1 Si se fuerza la solución de fosfato neutro se conservará inalterable. el amparaje de modo que llegue de 1 á 2 amp. por decímetro cuadra- do, la oxidación del fierro y del aluminio será más violenta, resultan- do en presencia del agua de la solución los hidratos correspondientes. Por otra parte, la temperatura puede subir hasta 60%, y comenzará la descomposición de la sal neutra, desprendiendo parte del amoníaco básico; como tenemos entonces una sal ácida de fósforo en presencia de los hidratos de Fe y Al, estas bases saturarán al ácido de la sal, dando un fosfo-aluminato ferroso-amoniacal, que lo consideramos co- mo un verdadero alumbre, Se compondrá, pues, el nuevo compuesto, de fosfórico, fierro, alumi- " 1 En realidad se altera algo la solución y se desgasta algo el aluminio, aunque muy lentamente. / / “ANTONIO ALZATE.” 315 nio, amoníaco y agua de composición, siendo los siguientes los datos del análisis cuantitativo: Rh = 11.62 Al='.5.16 Fe = 10.57 AZ a — 387 HO =3OSk7 de donde su fórmula unitaria será: (PhO)Fe'AP(A2H*+24H*0 y su fórmula de constitución jo O>PhO'—AzH' |NNO—PhO*'=Fe O—PhO*—Fe AIGÓ >PhO'—AzH* Las reacciones que dan origen á este nuevo compuesto serían las siguientes: AP+FeyH0=Fe(OH)+AlOH)'+H? PLO*(AzH')+Fe*(OH)'+AR(OH)'=(PLO*)Fe'AP(AzH)*+ +A7H'+H0+0* . El oxígeno en parte se ozoniza por la acción misma de la corriente ó de la reacción exotérmica, produciendo el olor típico del ozono, y en parte se une al hidrógeno de la reacción anterior para dar agua. El alum- bre de que hablamos es sólido: cuando está húmedo es gelatinoso: su color es blanco; y así como los demás alumbres puramente alcalinos son solubles en el H*O, este es muy poco soluble en frío y completa- mente soluble en caliente: la solución por enfriamiento lento deja de- positar agujas octaédricas del sistema isométrico. La formación de este alumbre, cuya solución es menos conductora 316 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA que el fosfato neutro de amonio, aumenta la resistencia de la solu- ción, con lo cual se eleva más la temperatura, y va bajando el rendi- miento del aparato, hasta que llega un punto en que el rendimiento es casi nulo, y la solución queda completamente aluminizada, produ- ciéndose en el convertidor un deterioro perceptible. El aparato con que nosotros hemos trabajado, presenta 18.75 Ohms de resistencia, y tiene una superficie de fierro de dos dane por cada elemento. Hasta ahora la explicación que se ha dado del funcionamiento de estas válvulas es la siguiente: al pasar la corriente del fierro al alumi- nio, se produce en el fierro un óxido que es conductor, y en el alu- minio burbujas de hidrógeno que se desprenden, y la corriente que encuentre paso franco por el óxido de Fe y por la solución pasa al aluminio: cuando la corriente entre por el aluminio produce en la ba- rra una funda de óxido mal conductor y no da paso á la corriente: óxido que se reduce en el segundo momento por el hidrógeno forma- do en el aluminio. Sin detenernos á ponderar las dificultades á que esta explicación da lugar, expondremos con las convenientes reservas nuestro modo de ver: nos parece, pues, que la teoría del enderezamiento de la corriente se ha de explicar no tanto por la falta de conductibilidad del óxido de aluminio, sino más bien por su escasa conductibilidad. El óxido de alu- minio húmedo ó el hidrato son conductores de la electricidad, lo cual puede probarse experimentalmente de varias maneras, como es obvio: en el mismo aparato se puede probar, poniendo en serie dos válvulas con una lámpara de incandescencia: la lámpara se iluminará, aunque no con luz tan viva, por la resistencia sumada de las válvulas. Si estas mismas valvulas quedando en serie con la dicha lámpara de modo que ésta sirva de resistencia, se comunican convenientemente con otras dos válvulas para la transformación de la corriente, ésta, encon- trando paso franco y menos resistencia á través de las válvulas y del aparato electrolítico, se lanzará por esa vía más fácil. De modo que las tales válvulas, no hacen oficio de verdaderas vál- vulas; sino más bien de resistencias combinadas automáticamente por “ANTONIO ALZATE.” 317 la misma acción de la corriente. En cuyo caso el enderezamiento de la corriente mo es más que una consecuencia forzosa de la ley de Kirchhoff. Es lo mismo que si le ofrecemos á una corriente dos cir- cuitos por donde pueda lanzarse; el uno de 2000 Ohms de resistencia y el otro de 5 Ohms: la corriente, siguiendo la ley de Kirchhoff, se lanzará por el circuito de menos resistencia, escapándose, sin embar- go, una pequeña derivación por el circuito de mayor resistencia: esta derivación que se escapa es tan tenue en nuestro caso, que ni afecta al amperómetro, ni es capaz, por lo tanto, de efectuar la electrolisis inversa: aunque sí afecta á los vólmetros muy sensibles y de gradua- ción fraccionada, haciendo vibrar la aguja, y manifestando de esta ma- nera la existencia de una corriente en sentido inverso á la principal. Tenemos, por consiguiente, una serie de resistencias que se van Co- locando automáticamente, por razón de la electrolisis, de modo que impiden la alternación de las corrientes.. De donde resulta que ten- dremos una corriente que se puede considerar en la práctica, como una corriente directa pulsátil, de un número de pulsaciones, igual al de periodos completos de la corriente alterna que se utiliza, cuando esta corriente tiene, como suele suceder, un número de períodos bas- tante frecuente, equivale prácticamente á una verdadera corriente di- recta y continua, y su aplicación en la electrolisis, equivale á la de una corriente continua producida por una batería de pilas primarias ó secundarias. 1 Efecto que podría también conseguirse de una manera mecánica, por medio de un motor de juguete, de campo giratorio, con tal que su movimiento sea sin- crónico con la generativa; lo cual se conseguiría tomando una derivación de la corriente misma que se desea enderezar. es yy UN CASO DE RETINITIS CIRCINADA, Ateroma de los vasos retinianos € Incrustación de sales en la refina. POR EL Dr. M. URIBE TRONCOSO, M. $: A. [LÁMINA X]. El caso que voy á referir, presenta algunas particularidades que lo hacen digno de ser registrado, pues habiendo podido observar el prin- cipio de la enfermedad en un ojo mientras el otro presentaba ya lesio- nes avanzadas, me ha sido posible juzgar acerca del origen, tantas ve- ces discutido, de las lesiones circinadas, así como de su pronóstico y terminación probable en esta enferma. En 18 de Junio de 1903, se presentó á la consulta Isabel del Valle, de 60 años de edad, quien comenzó hace dos años á notar que su vis- ta bajaba poco á poco y á ver los objetos torcidos. Al cabo de algún tiempo la visión se perdió en el centro en el ojo derecho, conserván- dose en el izquierdo, aunque disminuida, Nunca tuvo dolores ni in- yección en los ojos, ni ha sufrido traumatismo ninguno. Como antecedentes patológicos sólo acusa dolores de cabeza fre- cuentes y una hemorragia uterina hace muchos años. No presenta huellas de sífilis ni ha padecido reumatismo; habiendo sido general- mente de buena salud. Es francamente ateromatosa; sus arterias radiales están endurecidas y en el corazón se percibe claramente el desdoblamiento del segundo tono de la arteria pulmonar. 320 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Al examen de los ojos se encontró: Ojo derecho, segmento anterior del ojo normal; la pupila reacciona bien. Al oftalmoscopio: papila nor- mal, con excavación fisiológica; la arteria nasal inferior (Fig. 1), pre- senta en el borde del disco un codo brusco A, en cuya parte convexa se observa una especie de capuchón blanco que la cubre hacia aden- tro, y sobre el vaso mismo una delgada línea blanquizca. Más adelan- te el mismo vaso sufre otra inflexión hacia abajo, de horizontal que era, y desde el momento que se dobla, está revestido de una manga blanca brillante sobre la cual se perciben dos ó tres pequeños puntos más brillantes aún; en seguida reaparece con su aspecto normal y se bifurca. Cada una de estas bifurcaciones está enteramente transforma- da en un cordón blanco opaco. En la región macular existe una gran placa blanca azulosa de atrofia coroidea, deprimida, en la parte infe- rior é interna de la cual se pueden percibir numerosas ramificaciones vasculares retinianas. No hay á su alrededor contorno pigmentado ninguno. Arriba se encuentra una estrecha faja blanca de bordes lo- bulados, que parece formada por la reunión de numerosos puntos y barras de un blanco puro, con algunos puntos y líneas negras entre ellas. Diseminados en el resto del fondo se encuentran algunos puntos blancos, irregularmente distribuidos. Entre la papila y la placa macu- lar se observan algunas pequeñas manchas hemorrágicas. + La visión de este ojo es nula en el centro y conservada en la peri- feria. Astigmatismo mixto de + 1. D. en el meridiano 90% y — 0.75 en el 180*. Ojo izquierdo. VW = 10 Gonioptrias (2). Con Cyl. + 0.50 ax 180%, V=76G(3). Al oftalmoscopio se encuentra la papila sana. La arte- ria temporal superior á poca distancia del disco se encorva y á esta altura se encuentra interrumpida en su calibre por una mancha blan- ca; existiendo á cada lado una raya blanca de perivasculitis. Después de cierto trayecto vertical, dejando hacia fuera una nueva curva de] vaso, se encuentra una rama enteramente transformada, en un cordón blanco ramificado. Los otros vasos retinianos son normales. El resto del fondo del ojo presenta alteraciones importantes: hacia fuera de la papila se observa una zona extensa cubierta de manchas “ANTONIO ALZATE.” 321 pequeñas, blanco-amarillentas, sin pigmento, que dejan ver entre ellas el fondo rojo normal.* Más hacia afuera y un poco arriba se encuen- tra una mancha blanca, estrecha, de bordes anfractuosos, que parece Í ormada por la reunión de muchos puntos blancos aislados, separados por puntos y líneas negras. No hay borde ninguno de pigmento y so- bre ella pasa un vaso retiniano en toda su extensión. Esta placa tiene los mismos caracteres que la descrita en el otro ojo y es idéntica á otra más pequeña de forma triangular situada abajo y fuera de la pa- pila A, B, sobre la cual vamos á insistir. Situada arriba de un vaso presenta en el vértice superior del triángulo un punto redondeado bri- Hante, rojizo, que á la luz reflejada por el oftalmoscopio da idea de un rubí engastado sobre la placa. Examinándolo cuidadosamente, se ve que está formado en realidad de dos partes brillantes separadas, que no hacen saliente sobre el nivel de la retina, y tienen un aspecto cris- talino. En el ángulo inferior é interno se ven también otros cuerpos brillantes, cristalinos, pero de color no rojizo, sino amarillento. Hacia afuera y arriba de este triángulo, á la altura de la papila, hay otra placa blanca de bordes lobulados dividida en dos partes por un vaso vertical, C. La parte interna tiene los mismos caracteres que la placa alargada y el triángulo, pero sobre la externa se pueden percibir numerosos cristales blanco-amarillentos, que brillan sucesivamente conforme se examinan sus diversos planos. En el resto del fondo exis- ten algunos puntos blanco—mate, aislados y placas pequeñas. Sobre la mácula no se nota alteración alguna apreciable. Este estado del fondo permaneció casi sin cambio durante dos me- ses, al cabo de los cuales la zona de manchas blancas afuera de la pa- pila, fué haciéndose más confluente y las manchas tomaron un color blanco más marcado; al mismo tiempo la parte externa de la placa C, fué disminuyendo de color y haciéndose menos perceptible hasta des- aparecer por completo á principios de Diciembre. Las distintas placas se fueron después uniendo unas con otras formando una corona casi completa alrededor de la mácula, la que vino á integrar la zona de man- 1 Enla figura estas manchas están mucho más próximas unas á otras de lo «que estaban en el ojo al principio de la afección, ARA MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA chas de fuera del disco que se redujo á una faja y tomó el carácter lo- bulado de las otras lesiones, sin que en ella hubieran existido nunca hemorragias. La mácula fué atacada en seguida por una degeneración: especial, apareciendo en ella una mancha blanco-amarillenta, de con- tornos desgarrados, sin hemorragias ni alteraciones pigmentarias. En el mes de Febrero de 1904, las lesiones eran enteramente típi- cas; los cristales de la placa 4 B persistían, y un poco adentro de ella, en la bifurcación de la arteria, podía observarse una hemorragia del tamaño de medio diámetro papilar. Pocos días después apareció otra hemorragia más extensa abajo. de la placa C, y observando con atención por medio del intenso alum- brado del oftalmoscopio eléctrico, se podía notar la presencia de nu- merosas hemorragias puntiformes arriba de la misma placa, entre ella y la faja horizontal. La porción de retina entre la placa macular y la corona se conservó normal. A principios de Marzo de 1904, en la primera hemorragia (en la bi- furcación de la arteria temporal inferior) podian notarse cambios de- generativos, consistentes en manchas blancas pequeñas, de un aspecto semejante á las lesiones circinadas. En el ojo derecho el aspecto oftalmoscópico es exactamente el mis- mo que al ser examinada la enferma por primera vez. Desde que la retinitis circinada fué descrita por Fuchs en 18983, va- rias hipótesis se han formulado acerca de su origen. Fuchs cree que las manchas blancas que constituyen la corona, son debidas á exuda- dos fibrinosos en las capas profundas de la retina, que después se coa- gulan y pueden ser susceptibles de reabsorción. Wecker y Masselon, niegan á esta enfermedad su independencia no- sológica, y la consideran como una variedad de retinitis hemorrágica; las placas y manchas blancas serían debidas para ellos á la degenera- ción grasosa de hemorragias anteriores, producidas por una enferme- dad de los vasos; habiendo podido en algunos casos convencerse de “ANTONIO ALZATE,” 323 visu de esta etiología, Green que los vasos que rodean á la mácula son los primeros que se enferman; después de algunos años este anillo se aumenta gradualmente englobando las grandes ramas temporales y á veces extendiéndose más allá. A veces, en lugar de una corona blanca sólo existen, en los casos atípicos, líneas rectas, que pueden estar si- tuadas hasta del lado nasal. La afección es siempre centrifuga y han podido comprobar al principio hemorragias puntiformes en la mácula. Von Amman que ha tenido ocasión de hacer el examen microscó- pico de un ojo atacado de retinitis circinada, encontró que las manchas blancas estaban formadas de celdillas de grasa ocupando los lugares donde existieron anteriormente hemorragias. Para Nuel las lesiones dependen de exudados fibrinosos que sufren la degeneración grasosa en sus últimos períodos, y se desarrollan en las capas externas de la retina, principalmente en la capa de Henle, Según Marcus Gunn, las manchas blanco-amarillentas dependen únicamente de un edema antiguo de la región macular consecutivo á una inflamación, y marcan la periferia de la región. afectada, lo que explicaría su forma circular y su tamaño en relación con la extensión del edema primitivo. Por último, Goldzieher cree que la degeneración de la retina depende de alteraciones vasculares, especialmente en el grupo de vasos que irri- gan la mácula, los que serían obliterados, produciéndose por este he- cho la degeneración de los territorios que nutren. En contra de la opinión de de Wecker, Oeller indica que no es fácil comprender cómo placas tan grandes y que se agrupan de una mane- ra tan definida y característica, puedan depender de hemorragias, que quizá no sean siempre visibles con el oftalmoscopio, pero que de todas maneras deberían estar irregularmente distribuidas. Es más probable, por lo tanto, que las hemorragias y las manchas tengan un origen co- mún y coincidan con la degeneración de los vasos. En nuestro caso, la existencia de lesiones muy marcadas de atero- ma de los vasos retinianos precediendo á la formación del anillo y el hecho de que hayamos podido observar en el ojo izquierdo la forma- ción de una parte de éste á expensas de la zona de manchas primiti- 324 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA vamente discretas, situadas afuera de la papila, sin que fueran prece- didas de hemorragias, habla más bien en contra de la idea de de Wecker, que considera las manchas blancas como resultado inmediato de las hemorragias. : En la zona mencionada estas manchas eran al principio de un color blanco-amarillento y perfectamente cireunscritas, y ocupaban una área extensa que se redujo después notablemente al transformarse en una parte de la corona. La misma diminución de tamaño se observó en la placa C cuya mitad externa, cubierta de cristales, desapareció al cons- tituirse la corona, lo que prueba que las lesiones no son permanentes desde su principio. La no invasión de la mácula al principio de la enfermedad en el ojo izquierdo, demuestra que no en todos los casos la lesión es centrifuga, y que á veces las manchas son el primer signo de la afección. Seguramente que las lesiones vasculares son uno de los factores _ más importantes de la enfermedad, y en esta enferma su coexistencia es muy notable, pero como dice Oeller, no se explica fácilmente que el único origen de lesiones tan características y regulares sean las he- morragias, que siempre se distribuyen de una manera enteramente irregular. La degeneración que en este caso hemos podido compróbar también en el sitio mismo de una hemorragia, adentro de la placa A B, no quiere decir otra cosa sino que la degeneración de la retina puede ser producida también por este mecanismo, pero que éste no es único, y que la distrofia de las capas profundas de la retina, producida por alteraciones de sus vasos y quizá también de los de la coroides, y la diminución del aflujo sanguíneo, ó las alteraciones en la composi- ción de la sangre, son más probablemente la causa generadora por excelencia. La hipótesis de Marcus Gunn de que la corona perimacular estaría situada en la periferia de un edema de origen inflamatorio, no parece sostenible en nuestra enferma, dada la manera con que se desarrolló la afección, su progreso gradual y la falta de lesiones maculares ini- ciales. El aspecto oftalmoscópico del ojo derecho denuncia el mismo pro- “ANTONIO ALZATE.” 320 ceso de retinitis en sus últimos períodos: existen todavía algunos res- tos de la corona con su aspecto lobulado característico, pero la inflamación macular ha llegado ya al periodo de atrofia retino-coroi- dea. Aquí, al contrario de lo señalado por algunos autores que han visto formarse en la mácula, en el período terminal, una masa de teji- do conjuntivo saliente en el vítreo, la atrofia de las membranas super- ficiales ha dejado expuesta la esclerótica y producido una especie de excavación en cuyos bordes se hunden los vasos. El pronóstico de la enfermedad es malo en lo que se refiere á la función visual, si el ojo atacado en segundo lugar sufre las mismas al- teraciones centrales que el primero. Fuchs ha señalado casos de cura- ción completa, en que tanto la corona como el exudado macular desa- parecen, pero esto es excepcional, y en cambio son mucho más numerosos aquellos en los que la degeneración blanca de la retina progresa invariablemente hasta llegar al escotoma central y en algu- nos á la formación de opacidades en el vítreo, sinequias posteriores y despegamiento de la retina. El tratamiento por los iodurados y los estrícnicos no ha dado re- sultados apreciables en nuestra enferma. LA SALVACIÓN DE LA RIQUEZA DE LA FRONTERA, Procedimiento para multiplicar en una escala ilimitada al enemigo natural del Picudo del Algodón. NOTA DEL PROFESOR ALFONSO L. HERRERA, M. $. A. Como se recordará, hace casi dos años que el Prof. A. F. Rangel, Agente de la Comisión de Parasitología Agrícola del Ministerio de Fomento, descubrió el parásito del Picudo, una arañita parecida al Coruco ó Gorupo de las gallinas y que se desarrolla prodigiosamente sobre la larva de aquel insecto y de la avispa albañil y otras que sean blandas y lentas. Se ha cultivado en ellas, desde que fué descubierto, y tanto el Pro- _fesor Rangel como yo, buscamos la manera de multiplicarlo sobre alimentes'* humanos, á fin de que se hiciera caer, como lluvia, sobre los plantíos infestados, pues aunque es eficaz, según lo certifican los mismos cultivadores, lo sería de una manera completa si fuera posi- ble criarlo en escala ilimitada. Ahora bien, todo había fracasado. Se ensayó lo que sigue, sin éxito: 1 Queso. 6 Sopas. 2D 7 Pepsina. 3 Carne. 8 Peptona. 4 Leche. 9. Lecitina. 5 Caldo. 10 Sangre. Memorias, T. XIX, 1902-1903,—22 328 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA 11 Hemoglobina. 12 Larvas de mosca. 18 Chapulines. 14 Chinches del campo. 15 Cochinitas de la humedad. 16 Culebras. 17 Ranas. 18 Gallinas. 19 Palomas. 20 Conejos. 21 Huevos de araña. 22 Gusanos de maguey. 23 Bolsitas de colodión. 24 Bolsitas de gutaperca lami- nada ó restirada. 25 Bolsitas de hule restirado. 26 Bolsitas de chicle. 27 Bolsitas de tela de cebolla. 28 Bolsitas de membranas ani- males, buche de pollo, intestino de gorrión, mesenterio de res, membrana del huevo de la ga- llina. 29 Bolsitas de papel aceitado. 30 Tela de molino impermeabi- lizada con aceites secantes 6 colodión. 31 Tela de alambre. 32 Cera de campeche en lámina delgada. 33 Cera blanca. 34 Sebo. 30 "Parafina: 36 Espermaceti. 37 Barnices diversos. 38 Manteca. 39 Mantequilla. 40 Colodión elástico. 41 Colodión para fotograbado. 42 Colodión de Latour Beau- metz. 43 Traumaticina. 44 Papel pergamino. 45 Mosco para los pájaros. 46 Ahuahutle. 47 Yema de huevo. 48 Yema y clara de huevo. 49 Huevo y aceite. 50 Polvos alimenticios de He- rrera. 51 Alimento de Mellin. 52 Féculas. 53 Recipientes diversos, vidrios de reloj. 54 Cámaras húmedas. 00 Estufas. 56 Moscas vivas ó muertas. 97 : Jugo de carne. 98 Estaño, oropel. Fácilmente se comprende que algunas de estas substancias ó artifi- cios servían para formar la membrana ó bolsita, sobre la cual debian permanecer los corucos, chupando el alimento. Sucedía que los ali- mentos se descomponian ó se secaban las membranas, se reventaban ó endurecían, ó dejaban exudar gotitas que mojaban á los acarianos. Estos no prosperaban ó no podían perforar las membranas ó se seca- ban rápidamente. El problema, no resuelto ni planteado jamás en el extranjero, pare- cía irresoluble. Consultamos con muchas personas y nadie pudo en- contrar el procedimiento anhelado. “ANTONIO ALZATE.” 329 Analizamos las larvas de avispa, en las que prospera el coruco, ha- biéndonos ayudado el Dr. S. Bonansea, agente viajero de la Comisión, quien encontró lo siguiente: Peso derorlarvas o. ds» b do OS Besordersus prelest. q in tn des oo ciao aos 10, VIDAL . Peso de su contenido líquido. ............... 1.196 NL A A Aa lalo a ala Se 68.30 por 100. Las pieles tienen agua cecoccencada ne vendes sea DO OS 0 ión dos Eletersextrajo mucha erase odon OSO ds ds Insistimos en las grasas. Sobre bolsitas de colodión, recubiertas de cera blanca ó de Campeche, se aglomeraban los corucos sin crecer. No podian perforar el colodión. Las bolsitas de cera de Campeche ó cera blanca, se endurecian pronto y eran de paredes muy gruesas. Prescindimos, después de más de un año de trabajos completamente estériles. Sin embargo, ya perdida toda esperanza, se me ocurrió ensa- yar de nuevo las ceras fundidas y goteadas sobre líquidos alimenticios. Se formaban costras de forma irregular y demasiado gruesas. Entonces, recordando los hechos de la tensión superficial, discurrí calentar los líquidos alimenticios para que las grasas fundidas se extendieran de una manera uniforme sobre la capa fluida. Así obtuve costras delga- das, pero no podían ser perforadas por los diminutos chupadores (que- líceros) de las arañitas. Un último esfuerzo me dió la victoria. Disolviendo la cera en éter y vertiendo gotas de la solución sobre el líquido alimenticio, se for- man telitas sumamente delgadas, tanto más cuanto mayor es la canti- dad de éter y la superficie del líquido. - Los Pediculoides perforan esta membrana y su abdomen se llena de alimento, se infla y á poco tal vez comienzan á nacer los nuevos coru- cos. Pueden ir á verlos las personas que gusten. * 1 La Comisión de Parasitología del Ministerio de Fomento, tiene sus oficinas, museo y laboratorios en Betlemitas 8, México. 330 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Hasta ahora se ha hecho uso de la siguiente fórmula: Para las membranas: Eter sulfúrico........ e elle ela 1740) Cera ¡bDlalCa ost Dd Ch ae lara ot Lo. 00 AN E Líquido alimenticio: ArelteldevoliVO. coc t rtti EZ SEAMOS. Aguas E aiii OS MA REOL ae Una yema de huevo y una clara. Se mezcla en un mortero. Es muy necesario que las vasijas usadas contengan la cantidad de líquido necesaria para que no lleguen á vaciarse por evaporación. Como los corucos son muy sensibles al frio que se sufre actual- mente, hemos colocado nuestras preparaciones en la estufa ó sobre lá- minas metálicas, calentadas ligeramente por medio de una lamparita de aceite ó veladora. Fx Si cada hacendado cría así los Pediculordes, dedicando á ello un empleado, podrá distribuirlos diariamente en el plantío, recogiendo en bolas de algodón las telas de cera llena de arañitas. No importa que éstas sean destruidas por un aguacero ó el sol: se les sustituye por otras. La práctica resolverá diversos detalles. Supongo que se deberán hacer ocho crías, en otras tantas vasijas, para el consumo de una se- mana. Fx El terrible piojo de San José, las moscas, los insectos en general, tienen parásitos semejantes al Pediculoides y es posible que se les pue- da multiplicar de la misma manera. He aquí, por lo tanto, una nueva faz de la parasitología agrícola dig- na de la mayor atención. “ANTONIO ALZATE.” SOL Las costras de cera llegan á reblandecerse y dejan pasar el líquido que ahoga á los corucos cuando son muy delgados. Estoy estudiando otros procedimientos semejantes: telas de cera ob- tenidas por fusión y bolsitas de cera ó parafina. Febrero 2.—Algunos corucos han crecido sobre una costra obtenida por evaporación de la solución etérea. Ya hay dos hembras muy dila- tadas. Se ven á la simple vista. LAS RUINAS DE TEZAYUCAN POR EL Lic. RAMON MENA, M. S. A. (LAMINAS XI Y XII). A 33 kilómetros al Norte de Tehuacán está Villa Morelos, apelli- dada así en honor del “gran insurgente,” quien, con sus fuerzas, hizo alto en aquel caserío, y continuó su marcha sobre la ciudad citada, en 1812. : Como viejo guardián de la Villa, al Oriente y distante unos 4 kiló- metros, levanta su lomo ceniciento el cerro de Tezayuca, según le lla- man los vecinos, en quienes alienta y vigoriza la noble sangre azteca. Fué el mes pasado cuando tuve noticia de que por Tezayuca había no pocos montículos, por lo que el día 17, á prima hora, y acompaña- do de un fotógrafo, tomé el tren de Esperanza, rumbo á Villa Morelos, adonde reunido al Sr. Vallejo, Presidente Municipal, y á Ezequiel Tru- jillo, amateur á chismes arqueológicos, caballero en un rocín, cuarto de sangre, departiendo alegremente, llegué á la falda del famoso Te- zayuca. Todo él, alto y largo, es un continuo amontonamiento de la- va que corre hacia el Sur, adonde parece girar sobre sí, formando enorme boca á la que hace fondo un lago verde quieto y profundo; la boca está rota por un lado, que es la entrada al cráter, para decirlo de una vez. Á juzgar por cuanto se ve, la erupción debe de haber sido formidable, y muy anterior á 1500. A nuestros historiadores no ha escapado. Payno la menciona some- ramente y Chavero habla de ella con mayores datos. Al N. de aquel amontonamiento de lava, extiéndese un llano, lite- 334 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ralmente sembrado de tlaltelli de tezontle negro y rojizo y de formas y alturas bien diversas: el cono, la pirámide, el ovoide, todos esos cuer- pos están representados, alcanzando las verticales respectivas desde 2 hasta 16 metros. En la parte explorada hay más de 15 montículos, de los cuales, tres han sido destrozados por la codicia y la ignorancia de alguien, que en vez de onzas ha encontrado idolos y vasos de la épo- ca de Motecuhzoma II. En el libro de tributos de este monarca, figu- ra Tizayucan; corrupción de tal palabra es indudablemente el Tezayu- ca, motivo de estas líneas. El tiza es abundante en el terreno, y de los idolos encontrados, algunos presentan decoraciones hechas con tiza. La misma palabra y aun el jeroglífico, valen tanto como “lugar de tizatl ó de donde se lleva tizatl.” De los montículos descubiertos, dos parecen haber sido casas ó pa- lacios y el tercero un templo; en aquellos, las paredes y cimientos lle- van de la mano á una reconstrucción, y en éste, queda lo bastante pa- ra estudiar la plataforma terminal de los teocalli. La argamasa usada en estas construcciones es de cal y agua, sin agregado de arena ni de tierra. Los tezontles que cubren todos estos edificios, están perfectamente sobrepuestos sin argamasa, y en espesor más que regular para cubrir paredes y terrados. En mis exploraciones arqueológicas con Tezayuca, son ya tres las ciudades enterradas que encuentro. San Soanche en Coxcatlán, y Ce- rro Colorado en Tehuacán, son las otras dos. Aquí cabe recordar á Te- poxtlán, también enterrada, y descubierta por el Ingeniero Francisco M, Rodríguez, y es que muchos Caciques en vista de los acontecimientos de Tenochtitlán, prefirieron sepultar sus sefíorios antes que verlos caer en. manos de los jurados enemigos de la raza y de los dioses del Aná- huac. En el cerro ya descrito hay desde la base á la cima, á distancia de 10 metros, trincheras de grandes piedras superpuestas, como para ro- darlas sobre el enemigo. Para concluir, diré que Tezayucan recuerda el Monte Albán. Tehuacán, Noviembre de 1908. EL EJERCICIO DE LA ARQUITECTURA EN EUROPA Y LOS ESTADOS UNIDOS, y el voto del 5? Congreso Internacional de Arquitectos de 1900, POR MANUEL FRANCISCO ALVAREZ, M. S. A., Arquitecto é Ingeniero Civil. El 5* Congreso Internacional de Arquitectos, reunido en Paris en Agosto de 1900, en el que representé á México, trató de cuestiones verdaderamente interesantes, y entre otras, de “La Enseñanza de la Arquitectura” y de “El Título de Arquitecto.” Básteme por el momen- to, de ocuparme de este último. En la sesión del citado Congreso del 2 de Agosto de 1900, bajo la presidencia del arquitecto español, Sr. Repullés y Vargas, y con asis- tencia del secretario general, Mr. Poupinel, se puso á discusión el asun- to siguiente: Del Título de Arquitecto. M. Bissuel, Presidente de la Sociedad Académica de Arquitectura de Lyon, dió lectura á su estudio, después de haber dado las gracias á sus compañeros, extranjeros la mayor parte, miembros del Comité permanente internacional ó del Comité del patronaje que han contes- tado al siguiente cuestionario: 1” La profesión de arquitecto es libre en su país? 2” El arquitecto debe tener un diploma para ejercer su profesión? Si hay diplomas, por quién son dados? Por el Gobierno? Por la es- 336 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA cuela de la Capital solamente? Por todas las escuelas reconocidas por el Estado? M. Bissuel da á conocer las respuestas dadas, resultando de su estu- dio, que el ejercicio de la profesión de arquitecto es libre completa- mente en Austria, Bélgica, Estados Unidos de América en general, en la Gran Bretaña, en Irlanda, en el gran ducado de Luxemburgo, en los Países Bajos, Suecia, Noruega, Suiza y Turquía. Con libertad restringida por el diploma que se exige á los empleados del Gobierno: en Alemania, Grecia y Turquía. Con diploma obligato- rio: en España, Iliinois (Estados Unidos de América), Italia y Rusia. Muchos Estados de América pueden ser considerados como estando ó debiendo estar próximos á entrar en esta categoría: Luisiana, Mis- souri, New Jersey, New York y Ohio. Indica en qué Estados el diplo- ma es expedido por el Gobierno y por qué escuelas; los títulos que los arquitectos estiman más; la sanción ó importancia que les dan las di- versas administraciones. M. Bissuel expone los argumentos del pro y del contra del diploma obligatorio y formula los siguientes votos: A. El título de arquitecto no podrá ser llevado sino por los que ha- yan obtenido un diploma dado por las escuelas de Bellas Artes, auto- rizadas por el Estado, ó sufrido con éxito un concurso-examen ante un Comité técnico. Para la época de transición, podían llevar este título los arquitectos que formasen parte de las sociedades autorizadas y compuestas ex- clusivamente de arquitectos, al menos un año antes de la promulgación de la ley. B. Que el título sea libre y el diploma facultativo, pero que los ar- quitectos empleados del gobierno no sean admitidos como tales, sino con un diploma de escuela ó con un certificado de examen expedido por un Comité técnico. El Secretario General del Congreso dió lectura al informe de M. Courau, que es como sigue: “De todas las profesiones no hay ninguna que exija un conjunto de conocimientos más diversos y que imponga deberes tan múltiples y tan “ANTONIO ALZATE.” 337 graves como la de arquitecto....... ¿De dónde proviene que no se con- ceda al arquitecto toda la consideración que le es debida? Consiste en que la profesión es accesible á todos, sabio ó ignorante, probo ó trapa- cero, artista ó emplastador; desde el contratista quebrado hasta el gran premio de Roma; del sobrestante destituído hasta el miembro de Ins- tituto; todo el mundo, el primero que se presenta, puede intitularse arquitecto, no estando el título en Francia sometido á ninguna san- ción, y lo mismo pasa en otros países.” “La mira no es atacar el de- recho de ejercer; es el cliente quien tiene que escoger su mandatario; pero M. Courau desea preservar el título de usurpaciones deshonrosas.” Ya antes M. Achille Hermant había formulado el desideratum: “Re- servar el título de arquitecto á los que, por razón de sus estudios, tie- nen derecho de llevarlo; impedírselo á los otros, hacerlo por eso sin atacar la libertad del que sea, pues todo ciudadano tiene el derecho de dirigir sus negocios como mejor le parezca.” “No se trata, pues, sino de establecer una demarcación entre los constructores: los que no justifiquen que tienen derecho al título de arquitecto, ejercerían bajo otra denominación, como les conviniera, pero no con la de arquitecto. Tampoco se trata de monopolizar: se pi- de, al contrario, que el título de arquitecto sea puesto al alcance de to- dos los que deseen conquistarlo, por la difusión de la enseñanza en las escuelas regionales.” El voto de M. Courau es el siguiente: Que los gobiernos tomen medidas para proteger y hacer respetar el título de arquitecto, reservándolo en lo futuro y sín efecto retroactivo, á los arquitectos que tengan un certificado de capacidad, prohibiéndose- lo á los otros y poniéndolo al alcance de todos por la difusión de la en- señanza de la Arquitectura. M. G. Roussi, arquitecto con diploma, encuentra que el voto Courau resume los dos votos de M. Bissuel de una manera más amplia y li- beral, y se pide la prioridad en su favor. Por otra parte, M. Bissuel lo aprueba completamente, y M. A. Normand considera que responde á todos los puntos enunciados. La segunda lectura del voto de M. Courau fué recibida con una sal- va de aplausos. 338 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA 7 M. Sterian (Bucharest) pregunta si se rehusaría á un arquitecto, que se dedica desde hace mucho tiempo á los estudios arqueológicos, pe- ro sin certificado de capacidad, el derecho de dedicarse al restauro de monumentos históricos. Le parecería injusto impedirselo por eso. M. Repullés y Vargas, que presidía la sesión, hace notar que el vo- to contiene, “y sin efecto retroactivo,” y M. Lucas saca la conclusión de que á los Viollet-le-Duc actuales, se dirá: “Continuad encargados de los trabajos de restauración, á los cuales habéis juntado vuestros nombres.” En cuanto á los Viollet-le-Duec del porvenir, sabrán que una ley exige que justifiquen ciertos estudios previos, conocimientos necesarios para que se les confíe la restauración y conservación de los monumentos históricos, que son la gloria de una nación, y como ciu- dadanos respetuosos de las leyes, si tienen la capacidad, sufrirán el examen. Después de una tercera lectura, el voto de M. Courau fué aprobado por unanimidad. M. W. Locke (de Londres), delegado del Real Instituto Británico de Arquitectos, informa sobre el Congreso reunido en Londres á fines de Junio de 1900. Una de las conferencias se relacionó al controle que se debe ejercer respecto al lado artístico de los edificios levantados en la vía pública; no se puede dejar por más tiempo que arquitectos sin valer construyan en una de las principales calles de la ciudad, edifi- cios horrorosos y sin estilo; hubo otras conferencias sobre la ciudad ideal, sobre la educación del público en arquitectura, llegando á la con- clusión de que todo arquitecto que se respete debe interesar al públi- co y contribuir á su educación, haciendo buena arquitectura y no ho- rrores. M. Charles Lucas recuerda que M. William Emmerson, arquitecto de la abadía de Westminster, presidente del Instituto Real de los ar- quitectos Británicos, había señalado la influencia que la reglamenta- ción administrativa ejerce en ciertos paises y podía ejercer en aquellos que feliz ó desgraciadamente carecen de ellos, respecto á la arquitec- tura privada contemporánea, cuestión que figuraba en la orden del día del Congreso de 1900; además, el Instituto Real de Arquitectos Britá- “ANTONIO ALZATE.” 339 nicos ha puesto, de cierta manera, en jaque á la Municipalidad de Londres, á propósito de un nuevo puente sobre el Támesis, lo que pue- de ser una noticia preciosa para los arquitectos de todo el mundo. En la sesión del mismo Congreso del 19 de Agosto, al tratarse de la enseñanza de la arquitectura, la Sra. Frank Puller, arquitecta de Chicago, delegado oficial de los Estados Unidos de América, envió una memoria sobre “La Mujer y la Arquitectura,” que trata también del ejercicio de la arquitectura. He aquí, en extracto, aquel trabajo. Desde hace muchos años, las mujeres se ocupan de las Artes deco- rativas, y sabido es que éstas son á la arquitectura, lo que la vid om- brosa al árbol majestuoso. Desde la época prehistórica, la mujer bus- có un abrigo para sus hijos en las cavernas, y construyó las tiendas y chozas, y en la actualidad, en la Groenlandia, las mujeres se ocupan en construir casas, embarcaciones, sustituyendo al arquitecto, y aun el wiguram indio, todo entero es, principal y accesorios, obra de la mu- jer india; y si es cierto que Viollet-le-Duc, en la Historia de la Ha- bitación no habla de la mujer, sin embargo, algunas han influido no- tablemente como en el Palacio de Salomón y más recientemente, Maria de Médicis y Blanca de Castilla. En 1880, el Instituto de tecnología de los Estados Unidos, admitió que las mujeres siguieran los cursos, habiendo habido tres; actualmen- te hay más de quince mujeres arquitectas, y en 1899, una mujer, la Srita Charles, logró ser admitida en el Instituto Real de Arquitectos Británicos, después de haber obiigado á hacer una enmienda á su constitución. Se oponen dos argumentos en contra de las mujeres. Uno, que qui- tan á los hombres el medio de ganar la vida, y otro, de que no podían vigilar los trabajos. La Sra. Fuller no da importancia al primero, y en cuanto al segundo, manifiesta: que los grandes arquitectos no suben á los andamios, mientras que, como es sabido, las mujeres en Austria suben en las espaldas los materiales para la construcción. En América se exigen exámenes muy severos para conceder el títu- lo de arquitecto, pero no se ha negado á las mujeres que puedan su- frirlos, el título correspondiente. 340 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Existen diez escuelas y universidades que cuentan con secciones de arquitectura; siete admiten indistintamente hombres y mujeres en los cursos, mostrando éstas mucha habilidad y poder de asimilación, y los profesores les aseguran un brillante porvenir, sobre todo en los tra- bajos de gabinete, habiendo también muchas que se dedican á la prác- tica, y construyen casas, clubs, habitaciones modelos, y tal parece que lo hacen con todo gusto, obteniendo gran éxito. En la Exposición de Chicago de 1893, una joven, la Srita. Sofía Hayden, de Boston, fué la arquitecta del “Edificio de las Mujeres,” después de haber obtenido el primer premio en el concurso público para esta construcción: hacia poco tiempo que había obtenido el título del Instituto tecnológico de Boston, una excelente escuela, según dice M. Ph. Spiers, del Real Instituto Británico de Arquitectos, fundado conforme al mejor sistema de Francia, que estimula poderosamente á los estudiantes, para pasar algunos años á fin de completar sus estu- dios en Eyropa, y sobre todo, en Francia. El público vacila todavía en confiar á las mujeres los grandes nego- cios, pero las acepta para la habitación particular. La Sra. Frank Fuller desea que el arquitecto, siempre respetando la enseñanza de la experiencia, no se ligue tanto á la inspiración del antiguo paganismo, época en que el hombre era esclavo y la mujer es- taba avasallada, ni tampoco á la edad media, época de violencia, de fanatismo y de intolerancia. La Arquitectura debe inspirarse en el sen- timiento moderno: la libertad del hombre, la dignidad de la mujer, el respeto al trabajo y el amor á la justicia y á la paz universal (Aplau- s0s). Por lo que antecede, se debe desear que México, que tiene organi- zada la enseñanza de la Arquitectura, de una manera oficial en la Es- cuela Nacional de Bellas Artes, que exige exámenes parciales y de re- cepción, y expide con estos requisitos, títulos de Arquitecto á las personas que tratan de ejercer la Arquitectura, es de desear, decía yo, que México lleve adelante el voto que fué aprobado por unanimidad de los delegados extranjeros y demás miembros del 5% Congreso In- ternacional de Arquitectos de 1900. Febrero 1% de 1904. LOS YACIMIENTOS DE CEE ENMEDIO IRENE LAU AMET AS (Cantón de Jalapa, Estado de Veracruz), POR ALBERTO CAPILLA, M. $S. A., Ingeniero de Minas. La negociación denominada «Altos Hornos Mexicanos,» explota en la Municipalidad de Tatatila, Cantón de Jalapa, Estado de Veracruz, varios yacimientos de fierro, todos ellos de formación idéntica, dise- minados en las varias barrancas confluentes, que unidas forman la de Zomelohuacán y por las cuales se desciende rápidamente de la Mesa Central hasta el nivel del mar, bajando en una longitud de 80 kilóme- tros, dos y medio de altura, en un terreno por demás quebrado, cu- bierto constantemente por densa bruma y regado día á día por lluvias pertinaces, producto de la condensación y precipitación que los vientos de la costa, cargados de humedad, sufren al ascender y chocar contra estas vertientes de la Mesa Central. De los yacimientos, el más interesante por su favorable situación y por ser el único algo explorado, es el de «La Providencia,» que se ha- lla situado en la barranca al W. de la de Tatatila, cerca del rancho de Tenexpanoya. Está por terminarse una buena instalación de cable aéreo, con cable, vía y cable de tracción, en una longitud horizontal de 1550 metros, 342 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA para elevar, en 655 metros, el mineral de la Providencia, al término de un ramal de Ferrocarril, construído por la Negociación, que une el cable á la línea troncal del F. €. Interoceánico en la estación de «Las Vigas.» El cable es susceptible de elevar 30 toneladas por hora cómo máximun de capacidad y descarga por intermedio de uma banda de transporte, en una gran tolva de 500 toneladas subdividida en depar- tamentos de á 10 toneladas cada uno, que pueden vaciar.su contenido directamente en los carros del ferrocarril. La salida del mineral es por esto fácil y económica, debiendo esti- marse, por lo tanto, como muy bien situado este criadero; ya que por la instalación descrita puede llevarse una tonelada de mineral de La Providencia á Las Vigas con un gasto de transporte que no pasa de 30 centavos, lo que es bien barato. Las Vigas es un pequeño pueblo situado á 2450 metros sobre el ni- vel del mar, en el punto más alto de la línea del Interoceánico, 4 359 kilómetros de México y 188 de Veracruz, con buen clima frío y ele- mentos de vida bastantes, siendo únicamente escaso de agua para usos industriales. Esta circunstancia hizo que en un principio no se esta- bleciera la fundición allí sino en Tepeyahualco, á 50 kilómetros de distancia sobre la misma línea del ferrocarril hacia México. No hay mineros en el lugar, pero sí en los cercanos minerales de Zomelohua- cán y las Minas y sólo habría que hacerles casas y poner tienda, etc., en la mina, para tener gente bastante, que en caso de no acudir sola puede llevarse de algún otro mineral fácilmente, con jornales que no pasen de un peso para los barreteros, y setenta y cinco centavos para los peones. Conocidas las condiciones de explotabilidad, que como se ve son fa- vorables, paso al estudio del yacimiento en sí, describiendo los carac- teres más salientes que deben tomarse en cuenta para el diagnóstico relativo. Se ha creido que el criadero de la Providencia ocupa toda la mon- taña en que se presenta, por naberse encontrado en varios puntos de ella, distantes entre sí, crestones de mineral de idéntica composición y aspecto, desatendiéndose por esto hacer exploraciones para demostrar “ANTONIO ALZATE.”” 343 y valuar la importancia del criadero; dando por supuesto que toda la masa del cerro era mineral y se tenian millones de toneladas á la vis- ta; pero no es asi, sino que esos diversos puntos minerales y los de los otros fundos de la Negociación, pertenecen á yacimientos contemporá- neos distintos, aunque de origen y formación idéntica, y sólo diferen- tes en potencia, que simultáneamente se formaron al producirse la emisión de la roca eruptiva que rompió la formación general caliza del lugar, la que por analogía con la vecina región, mejor estudiada, de Tatatila, pudiera referirse al cretáceo medio; perteneciendo estos yacimientos al verdadero y legítimo tipo de criaderos de contacto bien caracterizados aquí. Así, encontramos en su proximidad la caliza metamorfizada en mármol y en el punto descubierto del dique princi- pal, al que reservaremos el nombre de la «Providencia;» se ve el con- tacto del mineral con una roca granítica determinante de estos yaci- mientos: la tonalita, cuya clasificación debo al sabio personal del Instituto Geológico Nacional, quien con su reconocida deferencia y ha- bitual valiosa cooperación se sirvió estudiarla, definiéndola como una «roca de estructura granítica compuesta de ortoclasia, plagioclasa, cuar- zo y mica biotita, conteniendo fierro oxidulado y pirita: Diorita cuar- cifera de biotita ó Tonalita.» En determinados y limitados lugares se presenta también una roca clasificada por el Instituto como Gabro, compuesto de: plagioclasa (labrador) y gran cantidad de piroxena, transformada en parte en dialage. En los acantilados que forman los bordes de la barranca al nivel de Las Vigas, se presenta, por último, una roca definida porla misma citada autoridad como una dacita con magma felsitico y microlítico, esferolitas radiantes, de cruz negra, de naturaleza feldespática, cristales de oligoclasa y de augita: Dacita de piroxena. No se ha descubierto bien el otro respaldo del dique de la Provi- dencia para definir positivamente que la roca en que arma á ese lado es la misma tonalita como se ve en la superficie, ó si se presenta ya la caliza; pero en todo caso, admitiendo que, como parece, este dique queda incluído allí dentro de la roca eruptiva, no podría por esto ne- gársele su origen contemporáneo á la emisión de la tonalita, de la que Memorias, T. XIX, 1902-1903, —23 344 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA se aisló por segregación magmática en el contacto ó la vecindad de la caliza, produciendo la diferenciación del magma estos depósitos bási- cos de óxido de fierro, en los bordes del escurrimiento ígneo como di- ques. Por esta circunstancia es por lo que se distinguen del tipo de yacimiento en filón, pues éste supone una fractura anterior á la mine- ralización, y aquí no existe. Así lo indica, á más de otras considera- ciones que sería prolijo enumerar, la misma composición de la roca en que arma, si se atiende á la circunstancia de que en la masa mine- ral de fierro, que se presenta sin matriz llenando una anchura de 15 metros, se encuentran huecos ó nidos de mica biotita en florones de grandes placas y mezclada esta misma mica en pequeñas pajitas al mi- neral en todo el dique. La existencia de estos depósitos minerales de origen exclusivamente igneo, está ya plenamente aceptada y demos- trada por los geólogos, siendo bien conocido el hecho de la diferencia- ción del magma Ígneo en rocas y minerales silisosos al centro de la emisión y depósitos básicos en los bordes de contacto con las rocas se- dimentarios, en tanto que los diques básicos atraviesan los contactos igneos cortando tanto la roca eruptiva como la sedimentaria adyacen- te metamorfizada por aquélla. El mineral de fierro se encuentra en todos los horizontes geológicos desde los más antiguos hasta los más modernos, y en todos los tipos de yacimiento conocidos; pero el caso de «La Providencia,» definido como llevo dicho, es particularmente favorable, existiendo grandes ya- cimientos análogos explotados fructuosamente en vasta escala en el ex- tranjero y dominando este tipo, particularmente en nuestra República, en los criaderos importantes conocidos, pudiendo citarse el filón de «La Encarnación,» en Zimapán, que se encuentra ligado á la emisión de una diorita andesítica y en el contacto de esta roca y la caliza cre- tácea que disloca; el criadero del «Cerro del Mercado,» junto á Monclo- va, Coahuila, en donde los filones de hematita han sido formados á consecuencia de la aparición de una diorita hornobléndica cuarcí- fera; casos enteramente semejantes al de «La Providencia,» quedando pues, ampliamente demostrado, que este criadero es del tipo neto y más ventajosamente conotido de verdadero yacimiento de hematita, “ANTONIO ALZATE.” 345 y por lo tanto puede contarse con una producción de mineral de com- posición media semejante á la reconocida, indefinidamente, sea que el criadero se explote á la profundidad, sea que los trabajos se desarro- llen al rumbo. Las características del dique de «La Providencia,» son: rumbo gene- ral de 20-00 N.E., potencia de 18 metros en su mayor anchura, echa- do no definido y mineralización regular bastante uniforme en los pun- tos descubiertos por rebajes que lo han depurado del terreno de acarreo superficial. El mineral, con densidad de 4.9 en los ejempla- res más puros, es una hematiíta mezclada con magnetita en corta pro- porción con mica y pirita de fierro, sin matriz casi, como llevo dicho, y Cuyo análisis ha dado: Rierro; metalico veses dejo dealers 63.00 por ciento. MC A as AO e RAS IN QUÉTO sealed (lla oa oo O ON Manganeso otros all as DO ACIAO ULALICO A a 0607 as Mag esta ooo dao ei a deje AI MINA 7 AM A E o AS DS 1.20 en ejemplares escogidos y 6( por ciento de fierro con menos azufre y un poco más de sílice en una muestra general de diferentes partes del criadero. Esto no obstante, la ley media del conjunto del tonelaje que puede extraerse, no debe considerarse sino de 55.00 por ciento en fie- rro metálico, pues si bien es cierto que la mayor parte del mineral es como las muestras ensayadas, hay también mineral menos puro que no podría evitarse se revuelva con aquél, al hacer la explotación con grandes rebajas escalonadas, como se necesita para que el disfrute sea económico; y la pepena para separarlo en el patio no costearla, pues para ser efectiva habría que quebrar muy pequeño. La longitud descubierta á rumbo del dique es de 60 metros en una fuerte pendiente de la falda de la montaña hasta el arroyo, un poco arriba del cual se ha hecho un rebaje para patio de la mina y estación terminal del cable. Al Oriente del dique y separado por un macizo de 346 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA roca de 35 metros, aparece otro crestón de 11 metros, de mineral más impuro en conjunto, pero que también da metal de primera. En la faJda opuesta, al otro lado de la misma montaña, al Sur, está un punto que pudiera corresponder al mismo dique principal, pues se encuen- tra en su dirección media; pero esto necesita confirmarse por piquetes escalonados de trecho en trechio, en el cerro, que demuestren la con- tinuación al rumbo, que no hay razón aquí para que sea relativamen- te indefinida como sucedería si se tratase de un jilón. En lo descubierto y limpio del criadero, que desde luego puede ex- plotarse, sólo podrían obtenerse 200 toneladas diarias; pero en seis meses, con dirección acertada, se puede extender el campo de disfruty hasta producir casi el doble, y ya en este caso el costo por tonelada, 1n- cluyendo todo gasto para ser cargada en el cable, no pasará de un peso. Tomando en cuenta que para llegar á producir buen fierro dulce a acero, se necesita mucho capital y tiempo bastante, siendo notorias las dificultades que toda industria nueva tiene que vencer al implantarse, se ha pensado en la exportación del mineral en bruto, sine como ob- jeto exclusivo de la explotación, sí como un factor importante de ella, á lo menos mientras se llegan á dominar los grandes problemas de la fabricación de fierro y acero, ya que la simple fundición en lingotes no presentaría campo bastante en el país por ahora. Por todo lo anterior puede juzgarse del gran interés que presenta el estudio de estos yacimientos, ya que lo dicho acerca de “La Provi- dencia” se aplica en un todo á los contiguos ó vecinos de “Santa Ur- sula,” “Los Palacios,” “Granadina,” etc., cuyo conjunto está llamado, al ponerse en explotación regular, á influir considerablemente en la producción de fierro en México. México, Febrero de 1904. L' IMIPATION DU PROTOPLASMA. Par M. GEORGES RENAUDET, M.S. A. Pharmacien-Chimiste, Ex-Préparateur et Lauréat de l'Ecole de Médecine et de Pharmacie, etc. On a peine á s'imaginer dans les milieux étrangers au mouvement scientifique—ou trop imbus de croyances toutes faites—que, penchés sur de poudreux in-folios, des savants cherchent á refaire, a leur ma- niére, le travail de la Genése......... C'est une táche ardue pourtant que de vouloir prétendre á ce róle de nouveau créateur, gráce aux seules ressources offertes par la Nature et sans aucune intervention mystérieuse ou providentielle; mais aussi, que de satisfactions en échange, loin de toute gloire vaine; dans cette course pressante vers la Lumiére, dans cet acheminement a la Verité qui n'est pas préexistante mais que, bien plutót, on cherche á établir! En marchant, on démontre le mouvement: c'est un fait. Un savant franqais, M, Ives Delage, a prouvé l'inanité d'une médiation surnatu- relle dans la naissance des étres en dornant la vie á des ceufs non fécondés.* L'acte mystérieux de la fécondation est remplacé, dans ses expériences, par une simple opération chimique; sans doute, les résul- tats de la technique suivie au Laboratoire de Roscoff n'ont pas donné une conclusion définitive, mais elle est á prévoir et tres probable. 1 Com. Q 1 Ac. des Se. de Paris, —Séamce du 7 sept. 1903.—(vtulture de larves d' Asté- ries dans l'eau de mer chargée d'acide carbonique.) Le mode opératoire de M. Delage est d'une simplicité extreme, et l'expérience peut étre facilement répétée: Elle réussit toujours. 343 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA La vérité, c'est que la vie est une propriété ¿anhérente d la matitre et qu'elle se manifeste des que les circonstances le permettent. Nous avons été amené a formuler le postulat suivant qui rend plus compréhensive encore cette opinion, á savoir que: “La Biologie est la continuation de la Gréologie; la force et l'énergie sont adéquates a la “matitre (substratum, largo sensu); le “curriculum vitee” se renou- velle avec la substance qui l'engendre nécessairement.” C'est ainsi que le savant Prof. A. L. Herrera (de Mexico) a pu établir le róle prédominant des substances minérales dans les phéno- menes biologiques. Non content de coordonner des matériaux biblio- eraphiques qui constituaient déja une base d'expérimentation sérieuse il est entré dans la voie des essais pratiques et il nous faut avouer qu'il y a pleinement réussi. “Tl faut avoir suivi l'évolution de ces curieu- ses émulsions, dit il, “pendant des mois, pour avoir une idée de leur “variabilité et de leur ressemblance avec le protoplasma.”* Nous par- tageons d'autant plus volontiers ces travaux qu'ils sont dignes du plus grand intérét. Is sont basés sur le principe suivant—faire réagir divers corps chi- miques choisis gráce a leur róle fréquent dans la Nature—et observer au microscope les réactions ou l'évolution du phénoméne. La techni- que est des plus simples, sans préjudice évidemment des précautions opératoires observées en pareil cas. Quant aux résultats, nous n'hésitons pas á déclarer qu'ils laissent 1 Bull. de la Soc. Myc. de France.— Tome XIX. 3e. fasc.—1903. p. 12. Cf. Le Protoplasma de Métaphosphate de Chauzx. (Ext, des Mém. et Rev. Soc. 4lzate, México 1902). Du méme Au,veur, Le Róle prepondérant des substances minérales dans les phé- nom. biolog, (México 1903), Nous saisissons l'ocecasion pour remercier ici notre savant collégue, M. A. L- Herrera, des renseignements qw'il a bien voulu nous donner des l'abord aussi que de la confiance qwil nous a témoignée en nous premettant de poursuivre de pair une Théorie, riche en déductions et qui a ému déja un certain nombre de Biolo- gistes autorisés, De belles innovations ne percent point sans de grandes difficul- tés et nous ne nous dissimulons pas les critiques auxquelles nous avons dú re- pondre jusqu'ici. Nous espérons pourtant établir un jour 'unité de plan qui relie les trois reignes de Univers, vérifñiant ainsi l'inéluctable loi de solidarité qui est la raison méme de la Vie, sous toutes ses formes et depuis ses plus humbles as pects jusqu'á ses plus hautes manifestations. [G. Renaudet.] “ANTONIO ALZATE.” 349 bien loin derriére eux la théorie fameuse de ]'Ecole, relative aux al- buminoides...... dont la formule n'est pas encore fixée! Le simple examen des Micro-photogravures obtenues ainsi pourrait convaincre les plus incrédules: on y trouve la reproduction frappante d'éléments vivants, d'une netteté telle que parfois l'esprit est déconcerté. C'est pourquoi, nous croyons devoir citer les préparations suivantes, vrai- ment remarquables: Epiúthélium cylindrique (Ac. acétique, Chlor. de Calcium, silicate): Filaments fructigenes (Silicate avec exces de potasse, Chlor. de Cal- cium). Imitation de Microbes (silicates alcalins, alcoo!). Cellules nuclées (Ac. acétique, Chlor. de Calcium, silicate). Fibres nerveuses (Silicate de Potassium et Ether). Asques de Cryptogames (Silicate, chlorure d'ammonium). Formes amiboides (Silicate de soude et Acide formique). Ecailles de “Morpho” couleurs irisées (silice colloidale évaporée). Schema de parenchyme (Silice colloide évaporée). Cellules multipoluires (Alcool, ac. acétique, silicate alcalin). Boyau nucléarre (Silicate et chlorure de Calcium). Spiréemes (Blanc d'ceuf desséché et acide phosphorique). La plupart de ces préparations, observées avec un “Zeiss”, par M. Herrera, montrent déja le róle important de la Silice et de ses compo- sés. Nous avons tout lieu de croire en effet que: Le protoplasma naturel est peut étre produit par des silicates colloides divers imprégnés de substances variées, absorbées ou secrétées dans des conditions osmo- tiques ou électrolytiques spéciales.' Quant aux substances albuminoi- des, elles ont probablement un róle multiple, mais non structural com- me les précédentes—et, en tout état de cause, on ne saurait les 1 Dans de précédentes recherches, nous avions pensé M. Herrera et moi, que des métaphosphates (celui de calcium en particulier) pouvaient bien étre la seule origine du protoplasme. Les expériences les plus récentes de M. Herrera nous ont faitabandonner cette hypothéese, au moins en partie, comme étunt moins gé- nérale etsurtout moins comprehensive dans ses résultats. 11 sera facile A la criti- que de s'exercer sur ce point de détail; mais nous v'infirmons en rien ce qui a €té déja écrit pour une Théorie que nous élargissons au fur et á mesure des données expérimentales.—(G. Renaudet), 350 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA concevoir aux époques géologiques od la Vie a paru sur la Terre. Tant par leur structure que par leur pouvoir absorbant, les imitations du protoplasme (envisagées ainsi que nous l'avons noté) sont presque égales á la matiére vivante elle méme. Une science nouvelle venant de naítre, un nom lui revenait de droit c'est la Plasmogénie! Elle tend á imiter les structures organiques vi- vantes au moyen de réactifs ou de réactions chimiques. Depuis 1824, avec Dutrochet, rien n'a été produit de plus positif que les reproduc- tions du Prof. Herrera. Nous serons heureux que des chercheurs de bonne volonté s'unissentá nous pour mener a bien la táche com- mencée et nous enregistrerons avec plaisir le résultat de leurs recher- ches. En route done, pour la Science, vers la Vérité affranchie de tou- te idée préconcue et sans laquelle tous nos efforts restent vains et stériles! Montournais (Vendée), 1904. LES RELATIONS SISMICO-GÉOLOGIQUES DE LA MÉDITERRANEE ANTILLIENNE PAR F. DE MONTESSUS BALLORE, M. $. A. (PLANCHE XI.) La Méditerranée antillienne, mer fermée entre les grandes et les pe- tites Antilles au Nord et á 1'Est, le Vénézuela et la Colombie au Sud, le Centre-Amérique á 1'Ouest, est surtout son pourtour, sauf le long de sa limite occidentale, aussi gravement que fréquemment dévastée par des tremblements de terre, qui ont plusieurs fois l'occassion d'é- tre presque aussi destructeurs que l'éffroyable catastrophe de Saint Pierre de la Martinique en 1902. La géologie de toutes ces terres commengant á étre assez bien connue au moins dans les grandes li- gnes, sinon dans le détail, l'étude corrélative de la distribution de son instabilité sismique et de ses principaux traits géographiques et géolo- giques ne saurait manquer d'étre hautement instructive. Au point de vue documentaire, il est assurément regretable que des observations sismiques systématiques n”y existent pas, malgré la hau- te culture des puissances occupant les Antilles. Il existe bien une sta- tion sismologique á la Trinidad et sous le coup de fouet de la monta- gne Pelée une autre a été établie a la Martinique; mais ces établisse- ments s'occupent surtout des observations des microséismes, tandis que l'étude des macroséismes, que l'on a surtout en vue ici, c'est-á— dire des tremblements de terre sensibles á l'homme, ne rentrent que trés accesolrement pour ainsi dire dans le cadre de leurs recherches. Heureusement pour nos connaissances toute cette région a été pendant 392 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD OIENTIFICA plusieurs siécles le foyer d'oú s'est irradiée la civilisation pour se ré- pandre dans les colonies hispano-américaines au fur et á mesure de leur conquéte par les espagnols, de sorte que les observations sporadi- ques y ont été faites en grand nombre presque partout. Aussi la ré- partition de l'instabilité sismique doit étre maintenant considérée comme suffisamment bien connue pour qu'on puisse aborder, au moins provisoirement, le probléme de l'influence sismogénique des conditions géologiques générales. 1l n'y aura plus tard qu'a préciser les détails, ceuvre assez grande encore pour les savants de ces pays, auxquels ce travail pourra servir de cadre. Bref, on ne cherchera point ici á préci- ser les causes locales d'instabilité. Ce ne serait d'ailleurs pas encore possible en général. ( Sauf une exception á la partie septentrionale des Petites Antilles, tous les territoires étudiés forment en méme temps des unités géogra- phiques et géologiques bien definies, ce qui permeltra de se dispenser comme préambule, d'une description générale d'ensemble. C'est donc * séparément pour chacune des divisions que l'on mettra en parallele les phénoménes sismiques et géologiques. On a utilisé 3416 séismes rélatifs a 169 épicentres terrestres. Cinq régions particuliéres ont été établies: Ñ I. Bermudes et Bahamas. II. Grandes Antilles. III. Petites Antilles. IV. Vénézuela et Basse Colombie. V. Cótes orientales du Centre-Amérique. On va les passer successivement en revue, en donnant d'abord une esquisse géographique et géologique sommaire, dans le cadre de la quel- le on fera ensuite entrer les phénoménes sismiques. Il. BermuDES Er BAHAMas. Les Bermudes constituent un petit archipiel perdu au milieu de 1'O- céan Atlantique et placé au sommet d'un piton sous—marin, á pentes extrémement raides, peut-étre cóne volcanique éteint des longtemps, “ANTONIO ALZATE.” 353 et surmonté de constructions coralliennes. Ce dernier trait les rappro- che des Bahamas, ce qui permet de les leur rattacher malgré la dis- tance. Ces ¡les connaissent des tremblements de terre peu intenses, dont lorigine ne peut étre cherchée dans les mouvements d'affaisse- ment on bradysismiques récents dont elles ont été le théátre, car il paraít bien qu'au moins depuis 1609 1'a eu lieu aucun notable chan- gement de niveau. Des séismes sous=marins ont élé signalés dans ces parages tout autour des Bermudes. Les uns el les autres semblent donc avoir une origine commune á rattacher aux vicissitudes géologi- ques postérieures á la fin des temps tertiaires qui ont affecté ces ¡les et á raprocher aussi de la fosse atlantique tres profonde qui s'étend de l'áa jusque dans 1'Est de la chaíne des Petites Antilles, et qui est sou- vent elle-méme ébranlée, comme on le verra. ' Les Balhiamas sont des terres coralliennes á fleur d'eav, implantées sur le bord d'un raide talus sous-marin de 5000 metres. Elles con- tinuent la grande plaine tertiaire de la Floride, dont elles ne sont que les lambeaux, alnsi que plusieurs points de méme nature de la bordu- re septentrionale des Grandes Antilles depuis Guba jusqu'áa Portorico jusqu'aux Petites Antilles plates et sédimentaires du nord, Anegada, Sombrero et Barbude. Ces terres séparalent autrefois complétement de 'Atlantique le golfe du Mexique, alors en communication avec le Pacifique par la détroit de Tehuantepec, comme l'atteste le facies plus Pacifique qu'Atlantique de la faune et de la flore. Le morcellement des Bahamas et de la Floride est récent, ainsi que l'éffondrement atlantique le long du talus de 2000 métres dont il a été parlé plus haut. Actuellement le lravail des coraux tend á reconstituer l'unité territoriale. Ces vicissiludes considérables n'ont pas fait des Bahamas une région sismiquement instable. C'est qu'il ne suffit pas toujours qu'une terre soit au bord d'une cassure importante de l'écorce terres- tre pour qu'elle acquiére, comme conséquence éloignée et ultérieure, de l'instabilité sismique. Il faut qu'elle ait été disloquée ou déplacée en méme temps, ce qui n'est point ici le cas; il n'y a pas eu surrection du compartiment voisin de celui effondré. En fait on ne connait enco- re aucun séisme propre aux Bahamas, ce qui se présente bien rarement 394 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA a la surface de la terre. Celte stabilité absolue s'étend pour les mémes ralisons — absence de dislocations récentes dans le sens géologique du mot — non seulement á la Floride, mais aussi au Yucatan, grande ta- ble de terrain tertiaire, de nature karstique et faisant partie des terri- tores émergés entre les deux océans, et bordée, comme les Bahamas, d'un raide talus de 4000 metres le séparant de Cuba. Les Cenotes, analogues aux dolines de la Carniole et aux Catavrothes de la Gréce, n'ont pas suffi a donner au Yucatan une sismicité méme modéreée. TI. Les GRANDES ÁNTILLES. Géologiquement parlant les Grandes Antilles (Cuba. Jamaique, Hat- ti, Portorico et Illes Vierges) comprennent aussi la Grande Terre de la Guadeloupe et les Petites Antilles au Nord á l'exception des quel- ques ¡les faisant partie de la premiére région et signalées plus haut. Il n”y a donc pas lá compléte coincidence entre les conditions géologl- ques et géographiques. Mais les Grandes et les Petites Antilles for- ment de chaque cóté de la passe de Sombrero les éléments géographi- ques trop bien définies pour qu'on ait cru devoir pour si peu rompre lPunité géograpbique en faisant empiéter les vrales régions géologiques sur celles que tout Je monde comprend a premiere vue. Les Grandes Antilles forment la bordure septentrionale sur la Mé- diterranée Antillienne ou mer Caraibe. Faisant abstraction par la pen- sée des parties sumergées soit dans les détroits qui séparent les diver- ses ¡les, soit aussi dans l'Ouest de la Méditerranée, ces terres morcelées doivent étre considérées comme constituant une grande ride monta- gneuse courant E.—W. des ¡les Vierges au massif Cibao en Saint-Do- mingue, puis de lá se divisant en deux rameaux divergents se diri- geant vers le Centre-Amérique. Le rameau méridional est formé par la longue presqu'ile des Cayes en Haiti, les montagnes Bleues de la Jamaique et une série de hauts-fonds qui vont, en s'élargissant gra- duellement, rejoindre le grand banc des Mosquitos le long de la cóte Atlantique de Nicaragua; cette longue ligne de seuils á peive émer gées, San Pedro, Rosalinde, Quita-Sueño, etc., tombe á pic vers le “ANTONIO ALZATE.” 355 Nord-Ouest sur la branche méridionale de la fosse de Bartlett, tandis qu'au Sud-Ouest ¡ls descendent en pente trés douce vers les profon- deurs de la mer Caraibe orientale. Cest tout ce qui reste d'une gran- de presqu'íle qui, aux temps précrétacés se terminait á la Jamaique, et prolongeait dans sa propre direction la ride hondurénienne de la ri- ve gauche du Rio Segovia (Yoro, Goco ou Wanks). Le rameau antil- lien septentrional comprend la presqu'ile haitienne de Saint-Nicolas, la Sierra Maestra du Sud de Cuba, les ¡les Caymans et le banc Miste- teriosa entre les deux branches de la fosse de Bartlett jusque prés du fond du golfe de Honduras et se reliant aux Monts Cockscomb de Be- lize. Celte seconde branche de la chaíne des Grandes Antilles se bi- furque elle-méme aussi par la Sierra de Cumanayagua (a 1'Est de Tri- nidad) jusqu'a l'extrémité occidentale de Cuba. D'une fagon générale ces trois, ou mieux ces quatre chafnes, sont les ruines d'un vaste éventall montagueux, archéen et primaire, au Nort de chacune desquelles s'appuient les sédiments secondaires et tertialres, les premiers plus ou moins relevés, déplacés et disloqués, les seconds souvent moins dérangés, partant mieux conservés, tandis qu'au Sud des mémes chaínes d'énormes pentes sur la mer Caraibe repré- sentent des éffondrements concomitants des mouvements de surrec- tion qui ont fait émerger ces sédiments. Cette constitution d'ensemble donne de suite la clef de la tres grande instabilité sismique des Gran- des Antilles, sans qu'il soit besoin dans une étude de se genre de re- chercher pour chaque centre d'ébranlement lá oú les dislocations par- ticuliéres qui, résultant de ces vicissitudes géologiques, ainsi légérement esquissées et assez récentes, sont les véritables causes directes des séis- mes correspondants. Ce sont lá recherches de détail a laiser aux sa- vants du pays, dont la táche reste encore assez vaste pour l'avenir, et qui devront s'appuyer sur les observations sismiques systématiques au moyen desquelles les épicentres seront plus exactement déterminés qu'¡ils ne le sont actuellement. Sauf Cuba qui n'est instable qu'a ses deux extremités, et encore a un degré trés inégal, toutes les Grandes Antilles ont subi de graves ca- tastrophes sismiques et la fréquence des secousses modérément sévé- 356 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA res y est assez considérable. On va donner quelques détails en mar- chant de l'Est á l'Ouest et en suivant le développement des chaínes anciennes divisées comme on la fait plus haut. 1. Branche orientale [ Des iles Vierges au massif de Otbao]. Cette région sismique comprend les fles Vierges, Portorico et Saint- Domingue. Au Nord l'isobathe de 4000 métres les suit de tres pres et a hauteur du vieux Cap Francais, il se retourne brusquement le long des Bahamas. Et justement a l'Ouest de ce point le littoral septentrio- nal de Saint-Domingue paraít moins instable que le reste de l'ile. A hauteur de Portorico les fonds s'abaissent jusqu'a 8000 metres a l'ex- trémité S.W. de la fosse de Yungfern. Au Sud le méme isobathe de 4000 métres de la mer Caraibe monte droit au Nord vers les 1les Vier- ges, suit les cótes méridionales des terres dont il s'agit de l'Est á l'Quest et sous le méridien d”'Azua redescend vers le Sud. En résumé, cette branche de la chaíne forme le sommet d'un bourrelet émergé et limité au Nord comme au Sud par un raide talus strictement restreint a son développement. On ne saurait done trouver presque nulle part ailleurs une région sismique instable aussi exactement limitée de gran- des pentes sous-marines, résultant d'éffondrements et dont par suite la sismicité s'explique aussi naturellement par les dislocations subsé- quentes. Saint-Thomas est de beaucoup le point le plus instable. Il est á no- ter qu'en -outre l'ile de Sainte-Croix est encore sur l'isobathe de 2000 metres traversant l'archipel des fles Vierges, ce qui accentue encore Pinfluence sismogénique de l'éffondrement et du démantélement su- bis par celte partie de la chaíne. Quoique Arrecibo ait connue de graves désastres, l'ile de Portorico est rélativement moins souvent ébranlée que Saint-Domingue et les iles Vierges, et précisément Arrecibo correspond á l'abime de 8000 métres, et si le reste de Ple est plus stable c'est que son relief et le dévangement des couches y sont moins considérables. Deux dépressions longitudinales importantes traversent Saint-Do- “ANTONIO ALZATE.” 357 mingue. Celle du Sud, ou le Cul-de-Sac, va de Port-au—Prince á Azua et Saint-Domingue, tandis que celle du Nord correspond a la val- lée du Rio Yaque, oú Altamira et Concepción de la Vega ont subi des catastrophes de peu moins graves que celles qui ont désolé les trois premiéres villes. C'est que ces deux accidents géographiques sont dús á des dislocations qui n'ont pas encore repris leur équilibre final. 2. Branche méridionale [ Presqw'ile Jacmel, Jamaique]. Comprenant la presqu'ile haitienne de Jaqmel on des Cayes, trés rapprochée de l'isobathe de 4000 métres qui est de nouveau revenu pres du littoral, ainsi que l'ite de la Jamaique, que rase au Nord— Quest l'isobathe de 5000 métres de la fosse de Bartlett, cette seconde branche de la chaíne est tres instable aussi. La catastrophe de Port- au—-Prince du 12 juin 1692 est un véritable événement historique. Dans cette partie du Cul-de-Sac retentissent souvent des bruits sismi- ques attestant l'activité des efforts tectoniques. Mais en fin de compte P'instabitité n'est probablement pas beaucoup plus grande lá que dans la presqu'íle des Cayes, ni sourtout qu'a la Jamaique. Une simple remarque s'impose á propos de cette derniére fle, á sa- voir, que le régime Karstique des calcaires du Nord-Est semble cor- respondre á une instabilité plutót moindre que le reste de sa surface. La prédominance des séismes relatés á Port-Royal, Kingston et Span- ish Town résulte seulement que c'est lá le centre politique de l'íle, et Pon peut, en l'absence d'observations réguliéres, soupgonner que les parages de la petite ville de Savannah-la-mar pres de l'isobathe de 5000 métres sont tout autant ébranlés, cette ville ayant subi des dé- sastres propres. On sait encore ici le voisinage immédiat des raides talus sous-ma- rins coincider avec la sismicité, 3. Branche médiane [Sierra Maestra de Cuba et íles Caymans]. La branche médiane débute par la presqu'ile haitienne de Saint- Nicolas, et comprenant la Sierra Maestra de Cuba se prolonge par les 358 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ¡lots des Caymans et le bane Misteriosa jusqu'au fond du golfe de Hon- duras entre les deux fosses de Bartlett de plus de 6000 métres de pro- fondeur au Nord du Grand Cayman. La presqw'ile Saint-Nicolas est plus stable que celle de Jacmel, au- tant du moins qgu'on en peut juger en lPétat actuel de nos connaissan- ces, et précisément, n'avoisinnant pas les grands fonds, elle est adja- cente aux Bahamas si stables. La Sierra Maestra, ce mur rectiligne du Sud de Cuba, est extrémement sujette aux tremblements de terre, et Santiago a été souvent dévastée. On ignore si l'instabilité régne de bout en bout entre les Caps Maisi et de la Cruz, ou si elle ne com- mence qu'á Santiago, juste lá ou les fonds tombent a 6000 métres. Toujours est-il qu'avec ses sommets de 2300 métres cette chaine pré- sente d'un seul jet une des dénivellations les plus considérables du globe, égale á celle du Gaurisankar, avec une pente de 200 pour 1000, ou de 2, supérieure á celle des Andes ou de l'Himalaya. Oú trouver un accident géologique plus grandiose, dont les dislocations subséquen- tes soient de nature á jouer un róle sismogénique plus décidé. La ville méme de Santiago correspond á une lacune dans la Cordillére, indice de dislocations locales importantes. S'il était permis de préju- ger le résultat d'observations sismiques systématiques futures, il y au- rait lieu de supposer que vers l'Est, c'est-á-dire du cóté du Cap Mai- si, instabilité doit diminuer en méme temps que la profondeur de la mer et le relief de la Sierra. Des Caymans l'on ne connait que deux tremblements de terre, de sorte qu'il est difficile de se prononcer sur la fréquence et l'intensité que les séismes y peuvent atteindre. On ne pouvait espérer étre bien rensejgné sur ces flots pour ainsi dire perdus en pleine mer et nagué- re encore simples lieux de péche. Des détonations anormales, en ap- parence d'origine tellurique, ont été entendues en aoút 1883 á Cay- man=Brac. Il est possible qu'une erreur de date, 27 au lieu de 26, — l'heure est mal connue, — ait en partie contribué a les faire attribuer par plusieurs savants á un lointain écho de l'éruption du Krakatoa. La question restera probablemente toujours sans solution. Mais s'il ne s'agit pas du Krakatoa, dont la distance énorme ne laisse pas que de “ANTONIO ALZATE.” 359 faire planer un doute sérieux sur cette attribution, il faut en conclure a des retumbos locaux. Or de tels bruits sismiques ne se produisent guére que dans les régions instables. Dés lors les Caymans le seraient peut-étre, ce qu'expliquerait leur situation entre les deux fosses si pro- fondes de Bartlett et en prolongement de la Sierra Maestra de Cuba. Quoiqu'il en soit la question attend des observations pour étre résolue. 4. Bifurcation de la branche médiane (Sierra de Cumanayagua). Au delá du Rio Cauto vers l'Ouest commence la Sierra de Cuma- nayagua que sa constitution géologique force á considérer comme un quatriéme rameau de la chafne primaire démembrée. On a tout lieu de la supposer assez stable avec tout le centre de Cuba. Or l'isobathe de 4000” ne reparait prés de la cóte qu'A hauteur de Trinidad pour courir vers l'le des Pins jusqu'a l'extrémité occidentale de l'ile, dispo- sition qui par une coincidence des plus remarquables correspond pre- cisément, mais partiellement toutefois au centre sismique important de Vuelta Abajo et San—Cristobal que Salterrains et Viñez limitent aux méridiens de Las Mangas et de Santa Cruz de los Pinos. Ce foyer d'é- branlement est cependant bien moins instable que celui de Santiago. Lá encore les faits parlent d'eux-mémes. En résumé les Grandes Antilles présentent á un haut degré l'ensem- ble les conditions géophysiques qui sur tant de cótes á la surface du globe correspondent á une grande instabilité sismique: abímes océani- ques résultant d'effondrements non trop anciens, le long desquels une vierlle chaíne démantelée tombe a pic en soutenant du cóté opposé des sédiments plus récents, secondatres et tertiaires, relevés contre elle en conséquence d'une surrection de la chaíne, qui fait la contrepartie de Ueffondrement sous-marín. Les séismes sont l'effet indirect de ces grands mouvements, et ils sont en relation directe avec les dislocations que ceux—ci ont causées dans la chaíne et les sédiments adjacents. Ici la surrection ne remonte certainement pas plus loin que la fin de P'é- poque miocéne. Ces conditions sismogéniques favorables se reprodui- sent identiques pour les quatre rameaux en lesquels on a dú décom- Memorias, T. XIX, 1902-1903. —24 360 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA poser la chaíne démantelée, et la sismicité existe á un degré notable exclusivement lá oú se réalise cette disposition, une des mieux carac- térisées de celles qui entraínent a leur suite des tremblements de terre fréquents et destructeurs. Ces grandes vicissitudes de la bordure septentrionale de la Mer Ca- raibe se sont effectuées sans manifestations volcaniques. D'une facon générale les roches massives que l'on rencontrent par exemple dans le massif de Cibao et en d'autres points sont bien antérjeures á ces gigan- tesques événements géologiques. La donc apparaít nettement l'indépen- dance absolue des phénoménes sismiques et volcaniques, ce qui n'ex- clut d'ailleurs pas leur communauté d'origine; mais conséquences dif- férentes des mémes efforts, ls peuvent ou non coexister. Les cótes ici étudiées font ainsi á ce point de vue parfait contraste avec le littoral algérien par exemple, oú toutes les conditions géographiques, géologi- ques et sismiques sont absolument identiques, sauf que dans ce second cas les mouvemeuts orogéniques de la fin du tertiaire ont été accom- pagnés d'épanchements volcaniques tout le long du bord effondré de la chaíne de l'Atlas. Autre genre d'opposition avec les Andes Méridio- nales oú les phénoménes volcaniques de sont localisés non en avant de la chaíne primaire littorale presque totalement arasée, mais bien en haut de la tranche du compartiment terrestre relevé. La nature ne s'astreint pas a des régles immuables. Cette indépendance des phéno- ménes volcaniques et sismiques est trop contraire aux idées encore en cours, quoique bien battues en breche depuis quelques années, pour qu'on ne saisisse pas toutes les occasions d'en montrer l'évidence tirée des seuls faits d'observation. TI. Les Perrres ÁANTILLES. Les Petites Antilles ferment a l'est la Mer Caraibe par une courbe légérement concave vers l'ouest et presque ininterrompue d'iles pour la plupart d'origine volcanique. De la Grande Terre de la Guadeloupe a Sombrero elles appartiennent en réalité a la premiére et a la seconde des divisions géologiques et sismiques établies, mais on les a cependant “ANTONIO ALZATE.” 361 toutes retennues dans cette troisieme division pour n'en pas rompre Punité géographique, trop généralement acceptée. L'isobathe de 2000” les enserre de tres pres en s'ouvrant en éventail vers le nord, tandis que celui de 4000” s'en tient a pres de 300 kilométres du cóté Caraibe, bieu au dela de l'íllot d'A ves, et de 150 et plus du cóté atlantique. Elles surmontent ainsi un étroit bourrelet implanté lui-méme sur un socle immergé a 2000"; ce qui les différencie nettement des Grandes Anti- lles á ce point de vue. Aux temps secondaires cette longue et étroite ride terrestre était enracinée au continent sud-américain, et elle for- mait un tout continu émergé, sauf deux détroits au sud et au nord de la Martinique. Elle a été ainsi ultérieurement morcelée en un grand nombre de fragments. L'activité volcanique a de beaucoup pris la plus grande part á la cons- titution de la plupart des Petites Antilles, mais actuellement c'est la forme solfatarienne qui y prédomine, la période des épanchements massifs, audesitiques et autres, y paraissant bien définitivement close. Si le socle de ces fles s'est abaissé moitié moins que le bord des Grandes Antilles, 2000” seulement au lieu de 4000”, des surrections au moins partielles récentes d'une certaine importance n'en ont pas moins eu lieu en plusieurs points ou Pon rencontre des formations cor- ralligénes modernes émergées a des 2 et 300” au dessus du niveau de la mer. Tous ces mouvements de sens divers, surrections tres récentes, mor- cellements et effondrements plus anciens, ont évidemment suffi á dis- loquer suffisamment les Petites Antilles au point de les avoir mises en état d'équilibre trés instable, quoiqu'il n”y ait pas eu lá de vicissitu- des géologiques d'ensemble, comparables par leur ampleur á celles auxquelles ont été soumises les Grandes Antilles. Mais il est assuré- ment difficile de deméler quelles sont les actions sismogéniques pré- pondérantes. Quoiqu'il en soit l'instabilité sismiques y est grande. L'importance des dommages n”y céde guére a celle de ceux qui ont été si souvent éprouvés dans les Grandes Antilles. Mais si l'on réfléchit a la solidité que les terrains de ces derniéres présentent en général, tan- dis que les Petites Antilles consistent surtout en déjections volcaniques 362 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA sans cohérence, ni consistance, et assemblées sans ordre au hasard de leur expulsion á la surface, on restera sur cette impression que vrai- semblablement ces derniéres sont bien moins énergiquement ébranlées que leurs grandes voisines, différence qui ce produit dans le méme sens, soit dit en passant que l'amplitude du relief émergé et immergé, c'est-á-dire des mouvements orogéniques. Il y a plus, et c'est un argument différentiel que l'on a intentionnel- lement réservé jusqu'á présent, en dépit d'une navigation excessive- ment intense depuis la découverte de 1”Amérique, soit depuis quatre siéecles, des tremblements véritablement sous-marins n'ont-été que fort rarement observés dans la Mer Caraibe. On est ainsi fondé a pen- ser que les vagues sismiques relatées tout autour de la Jamaique, sur la cóte nord de la presqu'ile de Jacmel jusqu'a Port-au—Prince, enfin sur la cóte sud de Porto Rico et autour des íles Vierges, doivent leur origine á des séismes d'épicentres soit terrestres, soit tout au monis voisins de la cóte. C'est lá un trait nouveau de ressemblance avec le littoral de 1'Algérie, et il était intéressant de le signaler. Bref le fond de la Mer Caraibe parait étre parfaltement stable; aussi bien que celui du bassin occidental de la Méditerranée. Il résulte de lá que dans les deux cas, ce n'est point l'effondrement lui-méme, ni la ligne corres- pondante de fracture, qui subsiste comme cause sismogénique efficien- te, mais que l'on doit chercher la raison de l'instabilité sismique dans les dislocations locales produites le long du talus par le jeu des deux compartiments terrestres adjacents, l'un immergé et affaissé, l'autre émergé et relevé. N en va tout autrement pour les Petites Antilles. A l'ouest de nom- breux séismes sous-marins ont été signalés jusqu'á une grande distan- ce dans 1l'Atlantique. Si Pon réfléchit á la trés grande difficulté des observations sismiques en mer et au petit nombre des journaux de bord qui ont encore livré leur secret, en admettant méme que ces phénomeé- nes y soient généralement consignés, on admettra sans peine qu'un pe- tit nombre de séismes sous—-marins relatés doit suffire pour faire sup- poser une assez grande instabilité aux fonds océaniques correspondants. C'est bien ce qui se passe pour les parages á l'ouest des Petites Antilles “ANTONIO ALZATE.” 363 et jusqu'autour des Bermudes. Les vagues sismiques affectent surtout la moitié méridionale de l'archipel. Si donc la Mer Caraibe est stable et si les vagues sismiques dans les Grandes Antilles ne sont, comme on la expliqué plus haut, que l'effet de séismes d'origine terrestre, aux Petites Antilles, au contraire, on a affaire á un fond océanique instable vers 1'est et á des vagues d'origine purement sous-marine. A quelque point de vue done qu'on se place les Grandes et les Peti- tes Antilles se font contraste et l'on est bien fondé á penser que ces derniéres ne sont que la limite occidentale d'une région sismique s'é- tendant loin dans l'est á une distance inconnue, probablement jusqu'au 40%* méridien au moins. Indépendament de la question si controversée encore parmi les his- toriens, les géologues et les naturalistes, de 1'Atlantide, ce continent disparu que l'homme aurait connu dans une lointaine antiquité, 1l est hors de doute que la Mer des Antilles fait partie de cette série de dé- pressions profondes et relativement récentes géologiquement parlant qui, s'étendant par la Méditerranée, la Mésopotamie, le golfe Persique et la plaine Indo-Gangétique, prend le globe d'écharpe en lui faisant presque suivant un grand cercle de la sphére terrestre, une large Cein- ture de régions sismiquement instable au sud ae hautes et grandes chaines longitudinales instables et de surrections peu auciennes, Py- rénées, Alpes, Arménie, Himalaya, et en méme temps au nord de frag- ments continentaux anciens, mais tres stables, Afrique, Arabie, pres- qu'ile Indoustanique. Il y a lá un des traits les plus grandioses de la géographie de l'époque géologique actuelle et qui donne d'une fagon générale la clef de l'instabilité de cette ceinture de compartiments af- faissés dont fait partie la Méditerranée Antillienne. Le long de cette zone déprimée d'échelonnent de nombreuses régions sismiques et c'est a sa formation, ainsi qu'a la surrection des chaínes aujourd'hui á peine terminée, ou plutót aux dislocations concomitantes surtout le long de son bord septentrional, qu'il faut attribuer les tremblements de terre qui désolent ces territoires. 364 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA IV. VENEZUELA ET BASSE CiOLOMBIE. Cette région ferme au sud la Méditerranée Antillienne et s'étend des 1les Tabego et Trinidad á l'isthme du Darien. Du littoral nord de Trinidad au fond du Golfo Triste la chaíne Ca- raibe, primaire et archéenne, se développe en ligne droite le long de la mer, puis se retourne vers le sud—ouest par la Cordillére de Mérida jusqu'aux sources de l'Apure. Sur son flanc méridional des sédiments secondaires, jurassiques et crétacés, sont assez peu relevés en général, tandis qu'ils le sont violemment, souvent jusqu'a la verticale, le long de son flanc septentrional, en particulier tout le long de la Sierra de Mé- rida, ou Andes du Venezuela, entre la créte et la dépression du lac Maracaybo. Ici l'isobathe de 4000” s'éloigne beaucoup de la cóte. Par- tant de l'ouest de l'ilot d'Aves il descend directement au sud pour se retourner á angle droit de l'est á l'ouest en longeant de pres le chape- let des Illes sous le Vent, de Blanquilla 4 Oruba. La chaíne Caraibe surgit ainsi d'un socle immergé, légérement incliné jusqu'aux 1les qui, elles, s'élévent d'un bourrelet dont la hauteur n'est que de 2000* au sud, tandis que le raide talus du nord s'enfonce jusqu'aux 4 et 5000% de la Méditerranée Antillienne. Dans ces fles on trouve des lambeaux primaires, des sédiments secondaires, des dépót quaternaires, et en- fin des roches éruptives d'iges divers, encore mal déterminées. Elles forment done une bande étroite, qu'a subi des vicissitudes nombreu- ses, tant en affaissements qu'en surrections. En particulier en plu- sieurs points le crétacé y est plissé et relevé jusqu'a la verticale. A 'Pouest de la Sierra de Merida s'étend la profonde et large dépres- sion du lac de Maracaybo, en partie comblée et flanquée par des frag- ments archéens, presqu'ile de Paranagua a l'est, noyau de la presqu'ile de Goajira et Massif de la Sierra Nevada de Santa Marta á Pouest. Ces lambeaux, homologues de la chaine Caraibe de Venezuela, tendent comme elle 4 converger vers le sud—ouest, de facon a se rattacher, malgré une large interruption dans la basse Colombie, avec lP'axe ar- chéen des Andes proprement dites. De ce cóté le quaternaire et sour- “ANTONIO ALZATE.” 365 tout le jurassique prédominent beaucoup sur le crétacé et l'ossature primitive ne reparaít plus ensuite qu'a P'ouest de 1'Atrato, c'est-á-—dire a Vautre extrémité de la région. L'activité volcanique a revétu ici une forme particuliére, celle des éruptions boueuses, Trinidad, Galera, Zamba et Turbaco, loin des fo- yers d'ébranlement sismique. Il s'agit d'ailleurs lá d'un phénoméne probablement sans relation avec les mouvements généraux de l'écorce terrestre. Cheminant de l'est á l'ouest on va maintenant rapprocher les phé- noménes sismiques de ces grands traits géographiques et géologiques principaux. Une premiére zone tres instable s'étend de Spanish Town á Cumana, correspondant ainsi á un élément bien défini de la chaíne Caraibe, seu- lement interrompu sur d'étroits espaces par la Boca del Drago et la dépression transversale de Carupano, qui sont des fractures, la premié- re, faille d'effondrement d'apres Guppy. Les mines de Gumana sont célebres dans l'histoire des tremblements de terre et Cariaco y a lar- gement participé. Le Golfe de Paria pénétre profondément vers l'ouest dans les terres en marchant a la rencontre de celui de Cariaco, tandis qu'une planie basse, reste de lagunes colmatées les reunit. De vagues traditions indiennes relatent une irruption de la mer dans cette cou- pure peu avant l'arrivée des Espagnols, de sorte que la double pénin- sule archéenne d'Araya est séparée du massif mésozoique du sud par une fracture qui auralt d'aprés cela encore joué récemment et dont un reste de mobilité expliquerait les séismes fréquents et destructeurs de Ces parages. Le golfe á l'ouest de Barcelona et la planie du Rio Unare correspon» dent á une interruption de la chaíne Caraibe: Ce sont des territoires crétacés et tertiaires se reliant á ceux de méme nature des Llanos. Ces derniers sont trés stables. Mais cette partie du littoral l'est-elle aussi; c'est probable les conditions géologiques restant les mémes qu'au sud, mais on ne saurait P'affirmer en raison de l'absence de centres ancien- nement colonisés. Vient ensuite le massif de Caracas, si fréquemment et si gravement 366 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ébranlé. Son relief est considérable et 1l se présente comme une falai- se glgantesque au dessus de la Guayra. Tout indique qu'il s'agit lá de séismes d'origine tectonique, comme le lac de Valencia qui est ici le tralt géographique le plus saillant. Les ruines de Caracas et de ses en- virons sont célébres. Plus a Pouest la Sierra s'abaisse considérablement pour faire place a la dépression de Barquisimeto, oú les séismes perdent toute gravité, sans cesser toutefois de se faire sentir. On a vu précédement que les séismes sous-marins sont á peu prés ignorés dans la Mer Caraibe, et l'on en a tiré argument pour décider que les efforts, qui l'ont effondrée, ont perdu toute vitalité sous forme de séismes tant aux Grandes qu'aux Petites Antilles. La méme raison subsiste pour les cótes du Venezuela, ou plutót pour le raide talus de 4000” pres et le long des ¡les du Vent, qui précisément sont stables. Quant aux vagues sismiques elles n'éprouvent que les cótes entre Puer- to Cabello et Trinidad; elles ne sont donc pas dues á des séismes sous— marins, mais paraissent seulement en relation avec les secousses tec- toniques de la chaíne. L'instabilité recommence au plus haut degré dans la Sierra de Merida; mais seulement sur son flanc nord-occidental qui s'éléve com- me un mur de 3000” et plus au dessus de l'effondrement du lac de Maracaybo, et le long duquel les sédiments secondaires extraordinai- rement disloqués sont souvent relevés jusqu'á la verticale. De Truxi- llo á San Cristobal les désastres ont été aussi nombreux et aussi sevé- res qu'a Caracas et autour du lac de Valencia. Le flanc du cóté des Llanos est beaucoup moins abrupt et accidenté, et les strates n”y sont que relativement peu disloquées et dérangées. On a donc ici affaire á des séismes tectoniques du cóté raide de la chaíne. Prés de San Cris- tobal les retumbos de la montagne tonnante, le Zumbador, sont un si- ene presque permanent de l'instabilité. L'im mense plaine jurassique, crétacée et tertialre des Llanos jouit d'un repos sismique presque absolu. La dépression á moitié comblée du lac de Maracaybo, vraisembla- blement territoire d'effondrement, est assez stable. Seule la ville du “(ANTONIO ALZATE.” 367 méme nom éprouve quelques séismes, d'ailleurs sans grand danger. L'énorme massif primitif de la Sierra Nevada de Santa Marta n'est pas aussi instable qu'aurait pu le faire supposer l'analogie de cons- titution avec la chaíne Caraibe. Santa Marta a bien quelquefois souf- fert, mais d'une maniére incomparablement moins grave que les dis- tricts précédents. On ne manquera pas d'observer que c'est trés peu a Pouest seulement que l'isobathe de 4000” remonte vers le nord. La basse Colombie, sans ignorer les secousses sismiques est stable. Comme pour la Trinidad, les éruptions uniquement boueuses de Ga- lera, Zamba et de Turbaco ne jouent ancun róle sismogénique, malgré les mouvements bradysismiques qui paraisent s'étre produits aux envi- rons du premier de ces deux points. En résumé l'isobathe de 4000" correspond, sauf pour la Sierra de Merida, a toute la partie instable de cette région. Mais trés éloigné de la cóte, la fracture ou l'effondrement qu'il représente ne peuvent étre considérés comme en relation avec les séismes, auxquels il faut donc attribuer une origine tectonique locale. V. CóÓTES ORIENTALES DU CENTRE—AMÉRIQUE. Autant les cótes occidentales de la série d'isthmes, qui rattachent les deux Amériques, sont instables et durement éprouvées par les trem- blements de terre, autant les cótes orientales, les seules en vue ici comme fermant la Méditerranée Antillienne, sont á l'abri des secous- ses du sol et c'est á tort qu'Herrera a signalé l'instabilité du Chirriqui. On est peu fixé encore sur l'histoire géologique de ce littoral. Le seul point bien établi est qu'aux temps précrétacés le Centre-Améri- que formait une série de grandes iles séparées entre elles et des deux masses continentales par les trois détroits de Darien, Panama et Te- huantepec. Un mouvement de surrection a remplacé ces détroits par des isthmes probablement en méme temps que les Grandes Antilles se morcelaient par le mouvement inverse d'affaissement qui a fait dis- paraítre la longue presqu'ile enracinée au Cap Gracias á Dios et se ter- minant á la Jamaique. Les éruptions tertiaires du Veragua et du Da- 368 : MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA rien ont eu une grande ampleur, mais, pas plus que le mouvement de surrection, elles n'ont de répercussion sismique á notre époque. En particulier l'emplacement des deux anciens détroits du Darien et de Panama sont stables. Comme le troisieme au contraire, celui de Te- huantepec est tres sujet aux tremblements de terre, il faut en conclure que les séismes qui l'agitent ont une cause tout-a-fait indépendante du mouvement ascensionnel tertiaire qui a réuni les trois fles précré- tacées, ceci dit en passant, puis qu'il s'agit d'une région mexicaine. Toutes ces cótes stables bordent une mer plate descendant en pente tres douce vers les abimes de la Mer Caraibe orientale. Une seule ex- ception se présente de Belize á Truxillo, od Omoa, an fond du golfe de Honduras, n'est pas sans avoir á craindre dans l'avenir comme dans le passé de redoutables tremblements de terre. Or il se présente lá des conditions tellement particuliéres de relief sous-marins qu'elles ne peuvent pas ne pas jouer un róle sismogénique important. En effet la ligne qui joint Santo Tomas (Honduras ) au Cap de la Cruz (Cu- ba ) représente le fond de l'étroite fosse Méridionale de Bartlett (plus de 6000”), limitée au nord par le seuil Misteriosa-Caymans en pro- longement de la Sierra Maestra et au sud par les fles de la Bahia (Uti- la, Roatan, Bonaca ) et Swan en direction de la Jamaique. Ces deux bords de le fosse sont extrémement abrupts, et elle semble se prolon- ger par la laguna d'Izabalet la Vallée du Rio Motagua. Ces lá un trait géographique d'une importance capitale, certalinement en relation avec P'instabilité sismique, relativement assez grande, du fond du golfe de Honduras. * dl * On en a fini avec les relations sismico-géologiques qu'il est légitime d'établir pour ces régions si souvent et si durement éprouvées par les tremblements de terre et les éruptions volcaniques. En l'état actuel des connaissances, aller plus loin dans le détail serait assurément fort té- méraire, et il est inutile de forger des hypothéses que l'avenir pourrai bien ne pas ratifier, tandis que les suggestions ici indiquées semblant “ANTONIO ALZATE.” 369 - trop bien ne réfléter que des fait d'observation pure pour que l'on doi- ve craindre de les voir plus tard renverser par les progrés futurs de la science. On a au contraire toute confiance que l'établissement si dési- rable d'observations systématiques des macroséismes, par exemple comme elles existent au Mexique sous la direction de l'observatoire Central de Mexico, ne fera que confirmer tout ce qui a été exposé ici pour la Méditerranée Antillienne, peut-étre á ce point de vue l'une des régions les plus intéressantes á la surface du globe. Abbeville, Juillet 1904. Cobre taa: aa aodA 1 . Concepción de la Vega.. 1 an OrstoDaloiioa e 7 . La Croix-des- Bouquets (Ho) cocccncnonononorncnno ASCO tas: 2 17. Cruz (Cap. de la—)...... 1 ISC oO dls 15 ¡AC caian 1 20. Cuba orientalc.oooo coeco 4 altas aja 1 22 Bor: Dane 1 23. Santo Domingo........... 182 A is 2) 20 ap ran cols co 2 26. Le Grand Goave.......... il 21. Le petit (Goave.....oo.oco 1 Zap ae ias 4 Za aran ecc + 307 Cap Henrik ce. aseeaan til 1 SO UI a ea altos 3 ZINC dass 1 9 Andre (Dan cae 1 AM dame clos 1 Antonio (POL) al AATECIDO dk acaecod usado da il Azua Cant) ellas 1 MB Aracoa loe 1 DIVA oa noi, acia cie 4 Les Cayes. taa aca clas 47 . Cayman (Le grand—)... 1 . Cayman (Le petit—).... 1 370 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA EPICENTRES AVEC LEUR NOMBRES DE SÉISMES I. BermuDes er BAHAmas. Le BPortHamilton arado, MU ella a oe ala aala lalo salida de 9 a 1 adan que cias 35. San Juan de Porto Rico. 3 A deceo ob eo 37. Cap Léogane....... oo... xo UEM oe eoacouscutana dd errar Maestra aaa A0. Matanzas. mao aaa iS Al Mayaguez rancios de 42 Cap Mayans dd: Le Mole coo 44. Montego-Bay........o..s Se 45. Pinar-del-Rio............ 20 e VECINO As ol Am Doc es Made 48. Port-au—Prince........... 31 Ad Borland a da as 1 DO OBO Co UN 26 dl: Boro oa 8 02 o Biedras aa H 53. Santiago de Cuba......... 161 54. Savannah-la-Mar ....... 3 59. Spanish-Town ........... 4 067 ¡Santo Tomas... 30 od 644 DOE es so dpeceses: 1 oa dada 1 A 3 CU Wierges ide) cis sl acetoe 11 61. Vuelta de Abajo.......... 10 62. Yallah Mountains (Jam.) 1 63. Yaque (basse vallée du Rio—) 64. “ANTONIO ALZATE.” Westmoreland C* (FAM lactea dad 1 En mer. 371 Entre S' Thomas et S* Croix. 20% 04'—67* 47”. III. Perrres AnNTILLES. NO SA 174 66. Les Petites Antilles...... 51 o abarbade' holanda 12 68. S' Barthelémy (1.)....... 2 69. Basse Terre (Guad.)..... 13 (00 CapesterTenco.i cadetes sa ZO TIESS" Christophe (asa. 8 (2. Mes Danolses.. omiso 1 73. La Dominique (1.)....... 20 mms Eustache (E)iniia 2 75. Falmouth (Ant.)......... 1 oswbort de France: isaac 4 . Georgetown (Gren )...... 2 5 La Grenade (linares . La Guadeloupe (1.)...... 121 12 1337 SIS Ma q 86. La Martinique (1.)....... 161 87. La Matouba (Guad.)..... 2 88. Montserrat (1.) ........... 101 EE AE A AE 1 90% Mo Pele (Marto) .atecadolós 1 LS Pierre (Marto) lomos. 22 92. La Pointe-a—Pitre........ 338 93. Le Roseau (Dom.). ..... 3 94. La-Petite Saba (1.)....... + 95. Les Sanites (L.)........... 9) IO SOM Dro 2 97. Terre—-d'en—haut (Les Sanites nacos cien 1 AS nte (Mat) al IIS Vincent Udo: 219 En mer. Prés de la Guadeloupe. 1339 IV. VENEZUELA ET BASSE COLOMBIE. 80. Le Camp Jacob (Guad.) 1 SS Jean (Anto). at cate 1 Sucio (es. do cocos 16 83. S'** Marie (Mart.)......... 3 84. Le Marigot (Dom.)...... 1 100. Andes du Venezuela... 2 IO ANIMADO tasca 102. San Antonio del Tachi- RA e, 1 I(WSMBAS )A LLO ate oto amas ales 1 104. Las Bailadoras ......... ll 105. Barquisimeto............. 1 106. Cabagan (Trin.)......... 1 OCA cd ectasao socios 1 E TO A 1 MODA a aaidinae ca 1 MO AAC Aa diala an daai micro 217 IIA ABACO tacita toa 2 e A 1) 113. 114. 115. 116. al. 118. Jung: 120. 121. 122, 123. 124, 125. 126. Cartagena de las Indias. 1 CAU aio: Basse Colombie......... Corachel asma asto py N 0 0 -J A A OS Curacao (Ue)acaoescao peo Curiepe S? Faustina Parnaso asiinca tios Porro ron n A A A A er e Pas Pa