HARVARD UNIVERSITY. LIBRARY | OF THE MUSEUM OF COMPARATIVE ZOOLOGY. LADA A No us ES A e rr AAA » éxico, Rev. Soc. Alzate.— MI MEMORIAS Sociolal Cinálica “Antaio Ala. MÉMOIRES DE LA SOCIETE SCIENTIRIOU “Antorko Alzate.” Publiós sous la directión de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, Secrótaire perpétuel. 1903. - MEXICO IMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAL 1903 MEMORIAS SOCIEDAD CEENTÍRIA “Antonio Alzate.” Publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, Secretario perpetuo. NN TOMO XX 1903. IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL, EN EL EX-ARZOBISPADO, (Avenida Oriente 2, Núm. 726.) 1903 + SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MEXICO. FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. M M. Rafael A guilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Ma- nuel Marroquín y Rivera et Ricardo E. Cicero. Vice - Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. Secrétaire général perpétuel. M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif.—19083., PRÉSIDENT.—Dr. Manuel Uribe Troncoso. VICE-PRÉSIDENT.—Dr. Juan Duque de Estrada. Le Secrétaire zénéral. SECRÉTAIRE.—Ing. Leopoldo Salazar $. VICE-SECRÉTAIRE.—Ing. Adrián Téllez Pizarro. TREÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h.a 7 h. du soir. Les ““Mémoires” et la “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 de 64 pags. tous les mois. La corespondance, mémoires et publications destinés á' la Société, doi- vent étre adressés au Secrétaire général a Palma 13.—MÉXICO (Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leurs éerits. Les membres de la Société sont désignés avec M. S. A. v mor LAS LLUVIAS EN MÉXICO POE EL INGENIERO ROMULO ESCOBAR, M. $. A. Cuando se tiene ocasión de conocer las opiniones de la ge- neralidad de los agricultores mexicanos acerca del régimen de nuestras lluvias admira la uniformidad de ellas atribuyen- do un cambio desfavorable, más y más notable cada año, á nuestro régimen pluviométrico, tanto en el sentido de que la precipitación anual va disminuyendo terriblemente como en el de que la estación lluviosa se va retardando y siendo cada vez más irregular. Basta viajar un poco por la República pa- ra convencerse de que esa creencia es general, lo mismo en los Estados Fronterizos que en los del Centro y los del Sur. . Me he conveneido más de la generalidad de esa creencia con motivo de unos cuestionarios relativos á los Grupos que tengo á mi cargo en la Comisión Mexicana para la Exposición de St. Louis, Mo., porque á una pregunta que contienen, rela- tiva á las dificultades locales que hay para el progreso de la agricultura, me han contestado de todas las partes de la Re- pública que una de las principales dificultades es: la escasez é irregularidad de las lluvias, que se vá acentuando más cada año. Y esta opinión no existe solamente en la República; un Agente del Departamento de Agricultura de los Estados Uni- 6 Memorias de la Sociedad Científica dos nos pronosticó hace algunos años una ruina completa á consecuencia de la diminución de nuestras lluvias y el Dr. Moisés S. Bertoni, Director de la Escuela de Agricultura de Asunción, Paraguay, en un artículo que publicó en la “Revis- ta de Agronomía,” sobre las lluvias en México, dice que ha po- dido comprobar una diminución, semejante á la que hemos sufrido nosotros, en la cuenca del Río Paraguay y afirma que otro tanto ha sucedido en la Argentina, en el Brasil, y de una manera general en toda la América Latina. Como pudieran influir en las deducciones que haga del presente estudio, contra mi voluntad, los prejuicios que yo tenga antes de emprenderlo, debo confesar que nunca he te- nido la creencia de que esa diminución de nuestras lluvias ha- ya sido tan marcada y tan general como se pretende, porque á falta de datos sobre observaciones pluviométricas, que se- rían la única base cierta en que pudiera uno apoyarse, no he podido observar ese cambio tan notable en que la generalidad cree. He notado cambios muy bruscos, series de años de verda- dera sequía, pero no han sido constantes. Me he fijado en que algunos lagos que se ven por los trayectos de ferrocarriles que he recorrido desde hace veinte años, como son la Laguna de Encinillas y la de Patos, por la vía del F'. C. Central Mexi- cano que se construyó en 1881, han ocupado una superficie notablemente reducida algunos años y la última se ha secado por completo algunas veces, pero después las he visto con la misma cantidad de agua con que las conocí, y la de Patos lle- gó, hace pocos años, á un maximum de captación que no re- cuerdan haber visto ni los habitantes más viejos de la comar- ca cercana. En algunos manantiales que conozco desde que era niño no he podido notar cambio sensible á la vista; he te- nido noticia de que algunos manantiales se han agotado, pero también he visto aparecer otros, y cuando ha sucedido lo pri- mero, casi siempre ha sido porque se han desmontado los te- “¿Antonio Alzate. ” 7 PLSLIDIILIIEIIIIIOI III rrenos altos de la cuenca hidrográfica ó porque una avenida extraordinaria ha limpiado á los arroyos y cañadas de sus ma- teriales de acarreo disminuyendo el poder para la retención del agua de lluvias que antes tenía la cuenca y facilitando el escurrimiento de las aguas. La creencia de que los ferrocarriles han tenido influencia muy marcada en la diminución de nuestras lluvias, no por los desmontes que originan sino por relaciones extrañas que se les atribuyen, quizá porque su construcción ha coincidido con épocas de descenso en nuestra precipitación anual, me ha pa- recido siempre infundada y sólo la anoto por ser algo extendi- da, pero ereo innecesario discutirla. La creencia por la que se atribuye á los desmontes esos cambios tan notables no me ha parecido infundada pero sí exagerada porque he oído esas quejas no solo en regiones don- de se han talado los bosques sino en las poblaciones más alis- ladas de toda vía de comunicación que pudiera hacer posible un desmonte considerable y porque me he fijado en que se atribuyen esos cambios en poblaciones cuyos vientos domi- nantes en período de lluvias no vienen del cuadrante donde se han desmontado y, aún suponiendo que esa influencia fue- ra de carácter más local que lo que puede creerse, está pro- bado que semejante efecto lo causan los desmontes extensos en la región hacia donde soplan los vientos dominantes. Las opiniones del Barón de Humboldt y del sabio agróno- _mo Boussingault, viajeros distinguidos que recorrieron y es- " tudiaron nuestro país, no pueden ponerse en duda, porque es un hecho comprobado que los desmontes generales producen efectos perjudiciales, sobre todo para la existencia de manan- - tlales en sitios inferiores, pero sí creo que esas opiniones se han tomado exageradamente como fundamento para probar la diminución atribuida á nuestras lluvias. Ho creido, además, que en este asunto ha pasado lo mis- mo que pasa en las supersticiones. Las personas supersticio- 8 Memorias de la Sociedad Científica sas recuerdan perfectamente las veces que sus ideas resultan ciertas pero olvidan las veces que fallan. Así nosotros, pode- mos tener muy presente el recuerdo de los años más lluviosos que hemos conocido desde niños y al hacer recordación de ellos en años de sequía nos parece comprobado el hecho de la diminución de nuestras lluvias, Desde que tengo uso de ra- zón recuerdo haber oído quejas á propósito de la sequía y ha- ber oído la afirmación de que “este es el año más seco que se ha visto.” En cambio no he oído que se hable mucho de este asunto en los años normales ó buenos; parece que estos se consideran como excepcionales y que no deben tenerse en cuenta. Como las personas de edad avanzada confirman uniforme- mente el hecho, he llegado á creer que ese cambio en el régi- men de nuestras lluvias sería más notable si se comparara un período largo de tiempo que si se considera solamente el úl. timo tercio del siglo pasado. La apertura de nuevas tomas de agua, de nuevos canales, hacen más frecuente que antes el agotamiento de los ríos y arroyos, hacen más difíciles los riegos de las regiones inferio- res y el hecho de ver seco un río que antes no se secaba ó las pérdidas de las cosechas donde antes eran seguras, deseono- ciendo ó no tomando en consideración la causa directa del fe- nómeno, dá motivo para que se hable de escaseces nunca vis- tas y puede contribuir á generalizar la creencia anterior. Hasta he llegado á sospechar que esa creencia pudiera es- tar ligada causalmente á la cuestión de “brazos para la agri- cultura.” Es un hecho comprobado que los jornaleros escasean más cada día para las labores del campo, tanto por la recon- centración de la población rural á las ciudades, como por el aumento de otra clase de trabajos aun en los mismos campos. Hay haciendas que están despobladas actualmente porque ex- plotaciones que antes eran remuneradoras ahora serían one- rosas, porque la construcción de nuevos ferrocarriles, las fá- “¿Antonio Alzate.” 9 bricas, las minas, quitan á la agricultura muchos brazos. Los agricultores, que generalmente sujetan todos sus cultivos á un sistema sumamente extensivo, no pueden ahora conseguir el número de peones de que antes podían disponer, quieren sembrar los mismos terrenos y aun desmontan otros nuevos y no pueden dar las labores de beneficio que daban antes ni hacer las operaciones agrícolas tan exquisitamente como se hacían hace quince ó veinte años. Ahora bien, otro hecho per- fectamente comprobado es que el cultivo economiza agua, que una labor de preparación profunda antes de la siembra ó una labor de beneficio después de un riego ó de una lluvia, hacen que el terreno absorba más agua y que conserve más tiempo la que ya tiene, tánto que puede decirse que en cierto modo una labor equivale á un riego. Si el cultivo se dificulta, si se hace menos bien, se tienen los mismos efectos que produciría la falta de agua. ¿No es posible que la cuestión del trabajo en estas condiciones, esté ligado por causalidad con la creencia de que nuestras lluvias han disminuido de una manera asom- 'brosa? Con estas creencias he comenzado el presente estudio construyendo diagramas de la precipitación en cada una de las poblaciones donde hay observatorio meteorológico y de las cuales he podido conseguir datos correspondientes á un nú- mero de años, mayor que seis; que es el mívimum que he que- rido aceptar para juzgar del cambio que ha habido en su ré- gimen pluviométrico. Para las poblaciones de las que tengo datos de precipitación mensual, he dibujado curvas anuales con el fin de estudiar si ha habido retardo ó aumento de irre- gularidad en las lluvias. Estos diagramas los he dibujado to- mando para cada población una línea que representa la pre- elpitación anual media aceptada por mí en período posterior á 1877, y tomando sobre ella las abscisas, que representan los períodos de tiempo, años y meses, he trazado las ordenadas arriba ó abajo de la línea media, según fué mayor ó menor que la normal la precipitación de cada año. Memorias. —(1903).— T. XX.—2. 10 Memorias de la Sociedad Científica Estudiaré separadamente el diagrama de cada localidad y después haré un extracto ó resúmen que permita hacer de- ducciones generales, para las cuales procuraré hacer abstrac- ción de mis ideas particulares, ateniéndome al resultado nu- mérico que produzca el resúmen. Es de sentirse que no tengamos una red meteorológica más extensa y que no haya observaciones numerosas anterio- res al año de 1877, pero como quiera que sea, estos estudios deben emprenderse con la idea de que aunque sean insuficien- tes los datos con que se cuenta y por mucho que yerre uno al hacer sus deducciones, aun dejando huecos en el trabajo, por- que es imposible hacerlo todo á un tiempo, una de las utilida- des principales que resultan consiste en el trabajo de recopi- lación. Conozco lo que me ha costado reunir poco á poco los datos que tengo actualmente, paralo cual he tenido la bonda- dosa y desinteresada cooperación de algunos Directores de Ob- servatorios euyos nombres cito en cada caso y á quienes ma- nifiesto mi agradecimiento, y creo que cuando menos, lograré evitar ese trabajo á las personas que con mayor capacidad ó mejores elementos emprendan en lo futuro un estudio más completo de este asunto tan importante para nuestra Patria. No dudo que las conclusiones á que llegue como conse- cuencia de mi estudio, podrán estar en desacuerdo con las ideas particulares de muchas personas, porque se refieren á un asunto acerca del cual es difícil cambiar de opinión no pu- diéndose anular el valor de los buenos ó malos fundamentos que le sirvieron de base, pero creo que para “apoyar esas de- ducciones no puede haber fundamento más lógico que las in- dicaciones de los registros pluviométricos que serán las que utilice, tanto más cuanto que encontrándose los observatorios meteorológicos en los centros de población, tienen que indicar cambios más marcados que los que se acusaron en el campo, si es cierto que los desmontes han tenido las influencias tan erandes que se les atribuyen, pues se puede considerar que “Antonio Alzate. ” 11 todos los observatorios que tenemos están situados en el cen- tro de las zonas donde los bosques se han talado más. Conveneido de la inutilidad de estudiar aisladamente los cambios en la precipitación de las diversas zonas de la Repú- blica, porque el número de observatorios es muy limitado y estos están irregularmente distribuidos en el territorio del país, he preferido estudiar la precipitación en el mismo orden en que construí los diagramas sin atender á la posición geo- gráfica de los lugares. Al dar los datos relativos á cada observatorio daré á co- nocer, por vía de información, algunos otros tomados princi- palmente de un artículo publicado por el Sr. Ingeniero Gui- llermo B. y Puga!” y del libro “Geographical and Statistical Notes on México” escrito por el Sr. Lic. Don Matías Romero, donde he encontrado muchos datos que interesan para el pre- sente estudio. Muchos de los datos que hago constar los he comparado también con los contenidos en “El Clima de Méxi- co,” importante obrita del Sr. Manuel Moreno y Anda. YUMA, ARIZONA—E. U. DE AMÉRICA. DATOS. Altura sobre el nivel del mar..... ale Ora Precipitación media anual. ....... MSRP OA " Número de años de observación... 28 ... Precipitación anual (O. M. C.) JN IAE LEA 13.14 ISSOAGOSTA 135.94 e AA 83.6+ dojo Ns REN 99.1+ ASMA o 1ISI8R=". TOO cis 74.94 ISS rota 2 Us 119,1+ Moe A o OIEA PA a DM AO ra cta cnida 67.8— 1884 ... 148.8+ MOLA es 85.1+ 1885 .. Gi O ia 85.6+ (1) Mem. Soc. Alzate, XVI, p. 137. 12 po A 74.94 1 io 106.2+ 180. abs o 58.1— 130900 El qe 648 18% .........- 15.2— : 10D etica 21.6— Precipitación media anual aceptada. ..71*"1 Número de añ0S........-..- Leido 22 Los datos anteriores, aunque tomados de observaciones hechas en el extranjero, son semejantes á los que podrían ob- tenerse en la región N, O. de Sonora y N. E. de la Baja Cali- fornia. Es notable la poca precipitación. En ninguno de los ob- servatorios del país se ha registrado una precipitación. tan pe- queña. Desde 1880 hasta 1883, inclusive, hay en la curva de pre- cipitación un descenso bajo la línea que representa la media anual. Después de 1894 vuelve á bajar la curva y sólo hay un año, el de 1897, que tuvo mayor precipitación que la media. Memorias de la Sociedad Científica ' EL PASO, TEXAS. E. U. DE A. Altura sobre el nivel del mar...1205" ....Puga. DATOS. Precipitación anual media..... Número de años E Precipitación anual (O. M. C.) IT 168.4— 1887 PUN 365.04 1888 OS Wi oia ta 461.5+ 1889 18821 210.1— 1890 PSSS AN 328.24 1891 ISA 464.84 1892 OSO 185.7— 1893 1886 2047— 1894 eo asoo. oo = <<... 0. enc nro. “¿Antonio Alzate.” 13 (en Oder 18 cacon 156.5— Shan o AE 185.4— A OO íAs o. 201.9— Precipitación media anual aceptada ..234""8 Número de años .-......... 5. ESTO. 21 Las lluvias en el Paso, Texas, registradas durante este pe- ríodo de tiempo, sirven para el presente estudio como si fue- ran datos relativos al Norte de Chihuahua por la proximidad de ese punto con la línea divisoria de México. Desde 1885 hasta 1894 sólo hay dos años sobre la media y son 1888 y 1893. Desde 1895 hay una serie de tres años so- bre la media y después hay un descenso en la curva para los otros tres años. No he podido conseguir los datos posteriores á 1900 pero creo que habrá un ascenso porque los dos últimos años y sobre todo el presente han sido buenos años en este res- pecto. La simple inspección de este diagrama acusa un decreci- miento en la cantidad de lluvias anuales. GALVESTON, TEXAS. E. U. DE A. DATOS. Altura sobre el nivel del mar .... 12” ..Puga. Precipitación media anual....... o Número de. años Id doce O ao bis Precipitación anual (O. M. C.) LS a: 262 >. ASEOS 14880 CUBRIDOa 1589.0+ SA eres! aran e Hols I 977.9— SO o eto 129464188 Tito 1103.1— 1S8D dc. 18D. 8 al 1526.8+ Is 1465,14+- 1889.......... 953.0— ISA a ¿02 1902 IBM ia 14 Memorias de la Sociedad Científica AAA e O 7142.7— LOU IA dida SII — BOS e 1066.8— ISA rt A e NA 1060.7— 1 IS AAA q 988:3= 1 19000 os 1769.4+ TEO o 622.2— Precipitación media anual aceptada.1120"".6 Número: de anos. e boo o A 20 Los datos de Galveston pueden compararse con los de al- gunos puntos de nuestra zona del Golfo de México. Desde 1889 hasta 1899 la precipitación fué inferior á la media aceptada y en ese período solo puede haber sido supe- rior en 1890, de cuyos datos carezco. La inspección de este diagrama acusa una diminución en las lluvias aunque actualmente parecen ir en ascenso. ZACATECAS. —ZAC. DATOS. Altura sobre el nivel del mar ....... 2496" ..Puga. Precipitación anual media.......... iS Número de años con que se calculó.. 10 A JiatitadNortos e áe 22046/. Matías Romero. Presión barométrica media...573""4, o 5 Temperatura máxima ....... 2108 ño 7% si O A 601 5 5 > mella gi): borre e 1302 pa sa Dirección dominante de las nubes.S.E. de da del viento.. .S.E. Número de años ... ble ld 1 de, e Precipitación anual (J. A. y Bonilla y O. M. C.) ASTÍGEA arco ich OOO ». ASE io LO. asilo SatO0F+ 1878 .......... 560.0— IST ion A E EA 672.04 “Antonio Alzate.” 15 O o CIO AID. rd 412.0 — MES... e UE AO E AA 226.0— AS Ro TAO A Lo EE Y 163.0— 18830 oh 8250417 1894. ....- ¿e 368.9— ISA a a IS O o AMA. A 271.8— ME na O o o O 480.6— oO Jaca a ad MINO AS a 784.94 Melo PAS MOSS a a 516.0— Too o MS 1446.84 — 1899.......... 409.0— TES O OO e oa e 805.3+ e DIST os a 452.9— Precipitación media anual aceptada...... 6520 ¡Numero rdelaas o ae 24 El de Zacatecas es uno de los diagramas más curiosos en- tre todos los que he construído porque en la mayoría de ellos los años de mucha lluvia están alternados con los años malos haciendo que la curva suba y baje á tramos cortos, mientras que en éste se nota desde 1878 hasta 1888 un ascenso casi constante pues la diminución de 1885 á 1887 es insignificante. Desde 1889 hasta 1897 hay una curva bajo la línea media, siendo este último año, entre los de este período el único que está marcadamente sobre la precipitación normal. Después de 1898 el diagrama sigue con irregularidades se- mejantes á las de otras poblaciones. La inspección del diagrama acusa diminución en las Mu vias aunque parece que, como en Galveston, van las lluvias en aumento. Las curvas de precipitación mensual que tengo construí- das para los años de 1894 á 1901 acusan una gran irregulari- dad siendo notable el año de 1895 por la poca precipitación que hubo en tiempo de lluvias ordinarias. 16 Memorias de la Sociedad Científica GUADALAJARA, JAL. DATOS, Altura sobre el nivel del mar....1566% ..Puga. Precipitación media Número de años Latitud Norte Presión barométrica media Temperatura máxima 2 ” mínima ... ooo e... <<. o. ..0..0oÁ ' 2.0000... .. 2 Precipitación anual media....... Número de años nn... . o Número, de, años asis pers 2 Lia lero 14 Precipitación anual y número de días con lluvias (Mariano Leal). 1878. ....601.5— 92— 1890...... 867.2+-145+ ¿Jo UE Ip 709.2 4+-100— 1891...... 429.8—116— ¿ojo UA 825.44+-119+ 1892...... 473.2—129+ ST at 629.9—1274+ 1893..... ..648.54-109— dolo ra PRA 699.34-117— 1894. ..... 592.1—125 + Loro ed 900.9+1344+ 1895...... 331.3—113+ i oro e SANO La. 613.1—111— 1896...... 314.6—117— II 786.2+1304+ 1897.-.... 571.7—118=normal ¿io ide EA 125.94 97+ 1898...... 147.6--102— dojo] (ejes ds 7181.8+1364+ 1899...... 310.8—108— TIOS. ds 869.64+152+ 1900...... 560.6—127+ 1889......767.5-+1344 1901...... 439.5— 94— 20 Memorias de la Sociedad Científica Precipitación media anual aceptada... -618""2. Promedio de días lluviosos en el año...118 Número do anos a A 24 El diagrama de la precipitación anual de León en mi con- cepto, tiene los siguientes caracteres notables, dignos de men- cionarse: 1? una serie sucesiva de años sobre la precipitación media comprendidos entre 1885 y 1890 inclusive y 2? que an- tes de 1890 la mayoría de los años registrados están sobre la normal, no habiendo sino tres con precipitación inferior que son los de 1878, 1881 y 1884, mientras que después de aquel año (1890) casi todos han tenido una precipitación muy redu- cida, pues solo hay un año con precipitación normal que fué el de 1893 y uno con precipitación mayor que fué el de 1898, La simple inspección de este diagrama acusa diminución en las lluvias y la parte correspondiente á los últimos años va en descenso, lo que no sucede con otros de los que he estu- diado. Me parece que este puede citarse, como uno de los diagra- mas que caracterizan mejor la existencia de un período de se- cas que para la última decena se nota en otros varios observa- torios cuyos datos he estudiado y estudiaré en seguida. Para este observatorio que es uno de los más importantes del país, desde el punto de vista agrícola, y cuyos datos com- pletos me fueron suministrados por el Señor Director de él, he construído un diagrama de número de días lluviosos que ha habido cada año desde 1878 y noto que sigue la línea una marcha concordante, hasta cierto punto con la línea de preci- pitación en la mayoría de los años, aunque no sucede esto en otros como en 1881, en 1893, 1894, 1896, 1898 y 1899. Las curvas de precipitación mensual no aparecen tan irre- gulares como para otros observatorios, pero lo son más que las de Toluca, México y Puebla, El período de lluvias representa- do por esas curvas puede decirse que acusa pocas interrupcio- “¿Antonio Alzate.” 21 DHADADAD ADO DOLIDO nes y en cuanto al retardo del tiempo de aguas no lo demues- tra, pues generalmente se nota que en los meses de Mayo á Junio la curva va ya en ascenso. Para descubrir otras peculiaridades ó cambios que tal vez existan, tanto en este como en otros diagramas, sin que yo los haga constar, se necesitaría hacer un estudio más detenido y especializado que el que me permiten las cireunstancias y el objeto de este trabajo. TOLUCA.—MÉX. DATOS. Altura sobre el nivel del mar.......... 2625" ..Puga. Precipitación anual media.............. OTE RUn Número de años ¿Uk CIDO UIDOIO 2 SILOS IatibadNortes os JSogg uo. 00 PSIGIO TL 190.17"M. Romero. Presión barométrica media ............ 556.6. a Demperabura MÁXIMA << conos do 280.7, 07 ca mínima: 2:1896: 0001 —23.8. ds cr media ....- ARA 13.8 da - Dirección dominante de las nubes.1896.NHK. dd ae y del viento... , .OyO8S0O. ,, Precipitación anual y número de días con lluvia (O. M. C. y E. Schulz). Como en algunos casos no concuerdan entre sí los datos que he obtenido, hago constar los promedios. dp. 792.9+ ISS daca nio, e 563.1— 1 abnas da 662.9..pr. de 2—131— UPA ES 843.7 +160+ UR 572.8 O (Or icss 660.3..pr. de 2—154+ E RP 22 Memorias de la Sociedad Científica RO A ESTO 778.5..pr. de 24+-188+ A A a 10004242 46h: e A +146— A AE 2143 Precipitación media anual....676"".6. Promedio del número de días con lluvia .147.-—10 años. Número de años ..... AA AREA: 124 No son suficientes los datos para notar por simple inspec- ción del diagrama, ningún cambio en el régimen pluviométri- co de este lugar. La línea va en descenso en los últimos años. La marcha de la línea de días lluviosos es casi siempre concordante con la de precipitación anual. Las curvas de precipitación mensual acusan regularidad relativa en el período de lluvias. 1 q aa 541.3— AA AR 659.6— A A 549.0— 14D bo des dead ca lago de 677.04 TOA EA ODA 1011.0+ 1866 2115. olcoriadn y DamO 568,1— 1868 .. pda 5 8 MO oa 18685, sAÍMOIaos 9, Lo 200 718.3+ 18700 bompra sol asdaroo 08 695.0+ Tel cdo des o AN 746.44 Cdad 758.74 AN puta 596.2— e o STE oo RARA 669.1— Precipitación anual media para época anterior á 1877.671"",8 Número de¡años:.: diaria EL. 15 “Antonio Alzate.” 23 Epoca posterior á 1877. PETT. MITA A 4040— 1890.......... 638.1+ 187377 AA SUD O e e 658.3+ ao rs da A BO o 444.2— o a BOSE 568.6— di E Lo IA 331.8— Li e de Y id Lo) 5 pa is O 559.1— MI o et GUSTE LSO a 452.0— Marea 468.5— 18M. ......... 652.1+ Me ata 07d. E USOS a 593.74 MATO A es O 581.1+ Sa iocoas AT AA Oca 539.9— POEMA E ao aa TES SOS LE UNT PAS 5271.1— TELA 408.1— Precipitación media anual aceptada para el perío- dejaánteriord ls dao Ms alo co Lo 16 .OROA 9 5711",1 Número. de AMOS ¿coin e A Ea 25 Precipitación media anual calculada con todos los datos Pquetexisbeld. 2. con oa o eo VA 608.7 INÚMErO de anos... 22. OO MISC. AOL 40 No es el diagrama de las lluvias en México, correspondien- te á los últimos 25 años uno de los que acusen más claramen- te la diminución de las lluvias, por la simple inspección del dibujo. Las partes ascendentes y descendentes de la línea se al- ternan á cortos períodos. Acusa, sin embargo, como otros de los que he construído, un período de sequías, descenso de la curva en forma de co- lumpio, para la última parte del período registrado. Es nota- ble que en los últimos 4 años la línea vá en descenso no inte- rrumpido. Pero el estudio de los datos numéricos que he hecho cons- tar antes es más elocuente, por desgracia, que la inspección 94 - Memorias de la Sociedad Científica gráfica del diagrama. En efecto, la media para la época an- terior 4 1877 es mayor que la media total, y aquella y ésta son mayores que la media para el período posterior á 1877 y, sien- do este uno de los lugares para los cuales se tienen mayor nú- mero de datos, creo justificada la aseveración de que las llu- vias han disminuído en la Capital de la República. Las curvas de precipitación mensual no pueden calificar- se de muy irregulares, pero sí creo digno de hacerse constar que en toda la segunda parte del período construído ó sea en los últimos 12 ó 13 años no ha vuelto á haber en México me- ses tan lluviosos como: Julio y Agosto de 1878, Septiembre de 1880 y de 1886, y Julio de 1887. PUEBLA.—PUEB. DATOS. Altura sobre el nivel del mar....... 2167” ..Puga. Precipitacion anual media ...... E o E Número de añOS-..cioccicanccooo. 100 tira Dilitud Norte. 3. .3 patos cn 19003'M. Romero. Presión barométrica media......... SUS a 10 Temperatura MÁXIMA <<. oooooco.- 310,9. 55 ñ e A —10,1 > 5 median. ea bean ADO 5 Dirección dominante de las nubes .. E,NE he 5 $ del viento. ..N. E. 5 Precipitación anual media.......... 926.0 3 Número» de:años. ll culo ago 03 14 s% Precipitación anual. —(F, de P. Servín) (Colegio del Estado) y G. Carrasco (Colegio Católico). Como hay en Puebla dos observatorios de cuyos datos dis- pongo, he querido construír y estudiar separadamente dos dia- gramas relativos á la misma población ya que no lo hice tra- ““Antonio Alzate.” 25 ILLIA ” tándose de Guadalajara, para tener idea de las variaciones que pueden notarse con observaciones hechas á corta distan- cia y realmente he quedado admirado de las diferencias que resultan. No me era desconocida la distinta precipitación que - puede obtenerse aún en dos barrios distintos de la misma po- blación, pero comparando datos anuales no esperaba que re- sultaran diferencias tan notables como la que arrojan los da- tos que hago constar en seguida, ó como se vé en los diagra- mas que he dibujado. ñ Como he notado diferencias entre algunos de los datos que me suministró el O. M. C. relativos al Colegio Católico de Puebla y los que el señor encargado de ese Observatorio se sirvió facilitarme hago constar los promedios. COLEGIO DEL ESTADO. COLEGIO CATÓLICO. 1878....1117.54- 1890.... 853.5— | 1877.. 925.7 —1889..1070.8 — 1879.... 846.3 — 1891....1025.34- | 1878..1281.9 +1890.. 680.8 — 1880 .... 977.74- 1892.... 824.2— | 1879..1016.4 —1891..1002.4 — 1881.... 912.24- 1893....1273.84- | 1880..1568.5 +1892.. 983.9 — 1882.... 930.24 1894.... 719.7— | 1881.. 932.0 —1893..1867.5 + 1883.... 974.14 1895.... 603.7— |1882..1205.1 «+ 1894... 757.4 — 1884.... 673.9— 1896.... 686.1 — | 1883..1498.7 +1895.. 644.8 — 1885.... 973.24 1897.... 827.9— | 1884..1105.7 ¿-1896.. 688.5 —— 1886.... 750.4— 1898.... 938.84 | 1885..1582.2 + 1897.. 973.9 — -1887....1193.24+ 1899.... 787.0— |1886.. 902.7 —1898.. 963.0 — 1888 .... 984.34- 1900.... 763.7 — | 1887..1848.5 +1899.. 900.8 — 1889.... 790:7— 1901.-... 737.3— | 1888..2263.4 +1900.. 869.3 — Precipitación media anual 1901.. 759.7 — acoplada Ti cias 881.mmg | Precipitación media anual Número de años --...-... 94. Acad 1131mm,7 Número de añoS......--. 25 El diagrama construído con los datos del Colegio Católico es mucho más irregular que el construído con los del Colegio del Estado, pero en ambos se nota lo siguiente: dos descensos de la curva en forma de columpio para la segunda mitad del período registrado y que la línea del diagrama vá bajando sin interrupción en los últimos cuatro ó cinco años. Memorias, —(1903):— Y. XX, —4. ui 26 Memorias de la Sociedad Científica Las curvas de precipitación mensual son mucho más irre- gulares para el Colegio Católico que para el del Estado, pero generalmente se nota concordancia entre ambos. " PACHUCA. —HGO. DATOS. . Precipitación anual media....... 242 Puga. Número de años ...... ES del Altura sobre el nivel del mar .. ..2460” M. aa LatibudNonte st curo ai ala dalla 200077. SS Presión barométrica media....... NA a Temperatura MÁXIMA ........... 2792 59 5 sobrio E 006 ps de media ¿A AIR 1397 E Dirección dominante de las nubes.S.O. A a s- del viento.. .N.E. e Número de años....... — 3 1 > ¡dote Mi Edo UEM 475. 4— A A A 146.5— E ANT AN as 1806: AMISTAD OE TA PA UN LA 2749.0+ . TIO o CD 2952.44 LIO ll Las e IN 2504.3-4 IA A AE 1060.4— 1901: ea ele A 2006.0+ Precipitación media anual aceptada 18 1383""0 Número ¿de ¡ant A 9 El diagrama correspondiente á Pachuca es el más irregu- lar de todos los que he construído y se separa tanto la preci “Antonio Alzate.” , 97 CODIOLS DDD LIO LL II IIED I0I0IIDI III III III A - _—_— AS pitación de unos años á otros que hasta puede uno inclinarse á dudar de la veracidad de los datos anteriores, pero por for- tuna los obtuve directamente de los señores encargados del . Observatorio de Pachuca, quienes bondadosamente se sirvie- ron suministrármelos y además concuerdan con los que se me dieron en el Observatorio Meteorológico Central de México. Las curvas de precipitación mensual son igualmente diver- sas entre unos años y otros, como se comprenderá por el he- echo de que los meses de precipitación máxima en cada año de los registrados fueron: , SO od TU ad a MaS 1804 Al pi OSA coll MS aa ELLO e a e a 76 ,, .6 HI Septiembre aaa SN ISA o a Julio ist: 716,,.0 MI A Septiembre. .ooococoss ES AN E ls dois DO e eS e ea MI Diciomblko: --- 2029; Cuore UN Septiembre ............ 870 ,, 0 Esto es admirable y no se nota en ninguna otra parte de la República de las que hay datos meteorológicos. Lo anterior basta para tener idea de la asombrosa irregu- laridad del régimen pluviométrico de Pachuca, que quizá pu- diera explicarse conociendo la situación de la Ciudad y la con- figuración orográfica de la región vecina ú otras causas que pueden intervenir en la caracterización del clima. Hasta en los demás datos que he podido obtener se nota algo anormal, se vé por ejemplo que la dirección dominante de las nubes en un año fué el S. O. y la dirección dominan- te del viento el mismo año fué el N, E. ó sea la diametralmente opuesta. 28 Memorias de la Sociedad Científica COLIMA.——COL. DATOS. Altura sobre el nivel del mar .... 507% ..Puga. Precipitación anual media. ...... MI Número de años...... A e PatitbudiNonbocse lec... le ooas 19011'.M. Romero. Presión barométrica............ MSI Temperatura máxiMa..........- 310.2 ee 55 A A 90.4 Í Ss O o e 240.8 % Dirección dominante de las nubes. S.O ¡ e 2; del viento... S.O ñ Número de amos. cerdas 1 Precipitación anual (F. Castrejón. Obs. de Colima. Seminario y O. M. C). IE A IN A 155.4— A A 1416.5+ O A o aaa 1049.9+ dojo Up peleo dede IN d 960.4— ¡E ea o ale eii 2 a 1223.0+ ISO ye Ali Do . 892.6— pos ei ec de esti 749.4— SIDO e ao er es ao e e 898.1— E Nooo AA Ed ca Dd 10388+ , ¿Lopes ds MRE al 1207.04 VOLS 859.1— Precipitación media anual aceptada. . .1004**6 Número de añoS............ e e ll Como faltan muchos años en la serie es imposible hacer constar ningún carácter especial del diagrama. “Antonio Alzate.” 29 MAZATLÁN. — SIN. DATOS. Altura sobre el nivel del mar. .... 76% ....Puga. Precipitación anual media. --......198*".... ,, ¡Número de! año UI AQUE RARAS, nro o A 24011'.M. Romero. Presión barométrica media....... 159.3 , Temperatura máxiMa........-... 3401 e a po 1003 14 2 MONTE UIT eS 2502 > Dirección dominante de las nubes.N. O. ze y E del viento...N. O. S Precipitación anual media........ 19.2 de Número de taños Sii 001 2 00AL 4 Precipitación anual (N. González). 1880.. 948.64 79+ 1891... 390.9—67— 1881..1454.2+ 994 1892... 326.1 —60— TI o OEA 7 a 1883.. 748.6— 83+ 189%... 560.2—62— 1884..1122.6+1024+- 1895...1088.5+75 igual 8 o Ol 180630: 094.270 1886.. 799.5— T4— 1897... 695.3—67— 1887..1206.4+4+ 914 1898... 663.5—63— 1888: -0676.1=T16+ 1999:0.0:852.14b4=:0 7,0 1889.. 83444 77+ 1900... 812.64+59— 1890.-,,685:-3=3,13—': 161901: -.948.57-71= Precipitación media anual aceptada..... 805"*.8 Promedio del número de días con lluvia. 75 Número dejamOs.40 30 30 Hi MD 22 El diagrama de lluvias anuales en Mazatlán presenta gran- 30 Memorias de la Sociedad Científica des irregularidades y se nota en él un descenso, seguido de elevación de la curva, como se ha notado en otras varias po- blaciones, que para esta comienza en 1887 y llega al máximum de elevación en 1895 para descender al siguiente año y volver á subir con pequeñas interrupciones alternadas durante los úl- timos cinco años. ; Las curvas de precipitación mensual presentan más irre- gularidades que las de otras poblaciones del interior de la Re- pública, como México, Toluca y Puebla y son notables por- que el tiempo de aguas tiene pocas interrupciones, es decir, que la curva asciende y baja uniformemente sin tener entradas y salientes. Las mayores irregularidades consisten en las dife- rencias que hay entre los meses más lluviosos de un año á otro, de donde resulta que unos años aparece la curva muy al- ta y otras muy baja. Respecto al diagrama del número de días lluviosos en ca- da año es digno de notarse que antes de 1889 no hay ningún año que figure muy abajo de la normal, pues solo en 1886 tie- ne un día menos con lluvia, mientras que después de 1899 to- dos los años son inferiores con excepción de 1895 que fué igual. El aspecto del diagrama hace ver que, de una manera ge- neral, han disminuido las lluvias. MONTERREY.—N. L.. DATOS. Altura sobre el nivel del mar... . 496"... Puga, Latitud Norteno a a io 2504(Y.M. Romero. Presión barométrica media...... Lc > - Temperatura MÁXIMA .-........ 3302. ps Ni mínima ¿1 0 PDD MELO, ho tro: 55 medianas: 2100, 2 Dirección dominante del viento. .S.K. E Número de AROS <¿oa.a cosa 5 “¿Antonio Alzate.” 31 SIDO ILILILDILILLIDII Precipitación anual (A. Carrillo). Ma e A 744.0— a AA A A 427.0— DOSCIENTOS 417.5— TOS 18 TORNILLO OLOrA + 449.0 — OSO Od 2 93 OLE LORI MOS Migue: ISSOLICA:. Le ROBOS IEC UA 2D e A ANA A 338.6— ASOM1L 200 BEBIDAS LITA 264:2= MAA E 186.6— PISOS UI ST 1 1700, OROTY Dl e hal e 137.0— E o A 489.9+ AN O 549.9+ MA a ade Mad al o AA 628.0+ A A 581.0+ SOS Al al as 488.8+ ] A A ITA 969.4+ ODO IAA 2 oa a des 795.6+ OD A a e ele ROA 7129,7+ Precipitación anual media aceptada..475*"1 ¡Número de vanos e A eps A El diagrama de las lluvias anuales en Monterrey es nota- ble porque sus descensos y elevaciones siguen una marcha constante en períodos largos de tiempo; no se notan en él cam- bios súbitos,-como en el de otros observatorios. Otra circuns- tancia notable que presenta es que sigue una marcha distinta de la generalidad, cuando menos para los años con registro pluviométrico; pues antes de 1893 todos los años tuvieron pre- cipitación inferior á la normal y después de esa fecha pasó lo contrario. Como se ve, el diagrama acusa un aumento en las lluvias. Es de sentirse que no se tengan sino 17 años de observa- ción para este observatorio que es tan importante por la situa- 32 Memorias de la Sociedad Científica LIDIA ción y por los caracteres que presenta el diagrama de los años construídos. Las curvas de precipitación mensual son curiosas por las irregularidades que presentan, debido á un período de relati- va sequía que casi siempre interrumpe al período de lluvias. Es digna de mencionarse igualmente la poca precipitación que hubo en los meses muy lluviosos de la primera parte del período registrado. Es notable el año de 1888 porque la poca lluvia que tuvo se distribuyó en casi todos los meses del año, habiendo sido Noviembre el mes más lluvioso, con la precipitación muy re- ducida de 27**".3. MÉRIDA.—YUC. DATOS. Altura sobre el nivel del mar.... 9” ..Puga. Precipitación anual media....... SOON. Número de añO8S....o.ooomooo.. Lar LatitudiNorbe ect idas 20055/.M. Romero, Presión barométrica media....../60%.5 Pa Temperatura máxiMa, ........- 4005, A sd mln ma artos LE 1201. An e medias alle as 2508. SS Dirección dominante delas nubes. E. as .s A del viento... N. E. E Número de añOS. 0.0 oooo....2 1 (1896). ,, Precipitación anual (Boletín de Estadística de Yucatán). A 913.0— E 864.0— LOL. El E 911.0+ “« Antonio Alzate. ” 33 POSADAS DDD DIDIER Eo A TE 560.0— 1894. 4. IE RN Ó 957.24 94— AS AA A 744.0— 97+ LIA eras ¿SODA 914.7+118+ MER AU O 875.0+...+ HL es a A a 1139.94+-124 — PE A A. 1062.5-F T18— ANA E - 943.64 93— EA A AN Precipitación anual media aceptada. .... 8673 Promedio del número de días con lluvia eN LAMOsStE. diaisids A A A e 95 ¡Námerade anos lla ie aa fat 12 Aunque son muy pocos los años registrados, se notan en el diagrama de lluvias anuales el ascenso que se ha hecho no- tar en otros observatorios para el período de los últimos de 4 á 8 años, precedido de una época de años generalmente malos que marcan en la curva la parte descendente citada con ante- rioridad en este estudio. Nada indica el examen del diagrama respecto á diminu- ción ó aumento de las lluvias. : En cuanto á la precipitación mensual y al número de días con lluvia en cada año, para lo que he construído curvas de los últimos siete años, tampoco hay nada notable que pueda mencionarse. TUXPAM.—VER. : 7 DATOS. Precipitación anual media. ....... 1532". ..Puga. NúmenolderaDos puramente e te o atitad Nur z ds ca. 20059.M. Romero. Presión barométrica media ....... 763== 0 » Memorias.—(1903).—T. XX.—5. / 34 Memorias de la Sociedad Científica Temperatura media ...........- 2405. M. Momero. , Dirección dominante de las nubes. N. O. Ss us ps del viento ... O. 104) . Precipitación anual media ....... 165 Númerolde Atos nia 2 DS Precipitación anual (O. M. C.) SO A O 1592.5+ TL o Oo 1505.5+ O ia o oa Na 1589.0+ PEA or IO ELO ALS 1109.3— SOHO AULA OE 893.0— 1 A 1716.1+ 1890: evitó A 1199.1— A ac a Eo 1839.0+ Precipitación media anual aceptada... .1430"".4 Número de: añOS 5 de nes ts 8 Lo único digno de notarse á propósito de Túxpam es que ocupa el tercer lugar en la lista de las poblaciones de México donde hay observatorio meteorológico por su precipitación anual media. TEZIUTLAN.—PUE. DATOS. Altura sobre el nivel del mar..... 1982" ...Puga. .Precipitación anual media........ a a Número de anos .ocoo. 00 e 15. Es Precipitación anual (O. M. C.) O A 1339.2— regi ao AR hat. 1927.24 AO ii EA 1884.24 “(Antonio Alzate. ” 35 A O A a e 1240.6— TI A AO 2268.2+ Precipitación media anual aceptada ....1653”".7 Número de años-.......-- O 6 Por su precipitación media anual Teziutlán ocupa el pri- mer lugar entre las poblaciones de las que se tienen datos por 6 años ó más. : REAL DEL MONTE.—HGO-> DATOS. Precipitación anual (O. M. C). iS A... 2: DIERIS. IDA pdAd 7168.2+ 18000 ooo re LaS id 828.04 A 1023.04 A A Ea 853.0+ ena cala ya iee 556,0— A oo al e 565, 1— SI ae eiala ea, dilo 621.1— sie 435.0— LS A E 779.94 A a a 917.9 + Lo AS, US 689.0— O e 955.0+ Precipitación media anual aceptada. ....749%2.3 ¡Nunrerol deraños aa ct IAS Na Muy bien caracterizado se nota en el diagrama de Real del Monte el descenso y ascenso de la curva que comienza en 1891 y termina en 1898, sobre los cuales he venido llamando la atención en el curso de este estudio al tratarse de otros ob- servatorios. 36 Memorias de la Sociedad Científica TACUBAYA.—D. F. DATOS. Altura sobre el nivel del mar. ...... 2323" ..Puga. Precipitación media anual o pocas. DOS” o a Numerotdle años... os. ah Cs TO Y) E Datibud Norton aos NS 190,12. M. Romero. Presión barométrica media...... ..583"”.6 > Temperatura MÁXIMA...» o...o.-. 280.6 E E OI to le a ROSES > he mediado losa adidie LEO. as Dirección dominante del viento......NO E Precipitación media anual ...... ...-668.1 > Número 18 /2u05 2 cosa lisis 9 Ss Precipitación anual (M, Moreno y Anda). lore: AO ARTE ADO. o. e e 485.1 — Is cesos DIOS is allas 126.8+ ¡Esto RS 1 Hr A Boj: AE 388.5— ¡Li (AER A SA IIA ao e 627.8— pio O ME CA eo 440.3— 1 Tilo gas OO Loto 7 (e 665.4+ SU TIRA SS sap 681.1+ LOOSE SS DAI 626,8— Ll e luce ori c 668.8+ Precipitación anual media aceptada. ....643"".1 Número«de¡años im. 204. .e ena E El diagrama de lluvias en Tacubaya, acusa por la simple inspección de él una diminución en el período registrado y co- mo es natural esperarlo, cierta semejanza con el de México, debido á la corta distancia que separa á ambos observatorios. No se notan, comparando ambos diagramas, las diferencias “(Antonio Alzate.” 37 tan marcadas que existen entre los dos construídos con los da- tos del Colegio Católico y Civil de Puebla. PABELLÓN.—AGS. DATOS. Altura sobre el nivel del mar..........- 1924" ..Puga. "Precipitación anual media.............. LS os Número de: años rd natalie iopjej Es laca a A 220.04'.M. Romero. Presión barométrica media ............ 607.8. A Temperatara (máxima o. ooqasaicn o. 240.0 5 oi A A ER 120.2 a a e A A II 180.2 de Dirección dominante de las nubes...... S.SE > 5 > del viento... ,, .O8SO. ES Precipitación anual media......-.... 337%".0. ES Número de años! . ¿2ieansiaciaias 10. Ss Precipitación anual (O. M. C.) Ei e al tbde TAS A La 467.1— EA rl 434.4— as de > 697.4+ LAA AS Pa ia E Nos cole DAL: 444 9— O 605.5+ Penes: BVBIQNOR EIDOIO IATA 262.1 . tocan paseo ys + QUE 648.5+ Ie a a E a 539.24 AS 669.14 ERA e e IAE 758.24 ECOS OT E 566.6-+ 38 Memorias de la Sociedad Científica Precipitación anual media aceptada. . .529**7 Número de años: alo bit coil 14 La inspección del diagrama acusa aumento en las lluvias para el período registrado, aunque de una manera muy poco notable. : HUEJUTLA.—HGO. DATOS. Altura sobre el nivel del mar.... 376% ..Puga. Precipitación media anual....... 4, Número de añOS...00.ooo.oo..- ESIGRIBA, Latitud Norte........-..- AA, 21041'.M. Romero. - Presión barométrica media...... 769%%"1.. ,, Temperatura máxima .......... 340. 0 > S mimar O AE AA 100.8. de 53 medias ARE 22 230.0 2 Número de añoOS....o..oooooo.- 1 Pr Precipitación anual (O. M. C.) 1 A A 1154.6— pero E E e A 1215.0— E A O 1247,2— II A AA +. 1093.1— ll beogación osa as 1165.2— o A A 2109.3 + AS e a 1121.8— SE a 1383.34 Precipitación anual media aceptada... .1311”".2 Número eraDOS coccion 8 SAN LUIS POTOSÍ. —S. L. P. DATOS. Altura sobre el nivel del mar....... 1890” ..Puga. Precipitacion media anual ......... ISUVA.- y, “¿Antonio Alzate.” 39 ¡Número de anos: Eo >. tens o eo 0 10. Puga. latitud Norte sota 3 IPR 22009'M. Romero. Presión barométrica media........- o e o Temperatura MÁXIMA ...o.ooo.oo...- 330.9 A de minima. . 10 AJOS] —19.8 $ E puse lA 9406019 Dirección dominante de las nubes ..O. m A hi del viento..... E. A Precipitación anual media.......-.-. 389.0 _ Número de años. - die E 9 h Precipitación anual (Instituto de San Luis y O. M. C.). 1878.....432,4 + 1890... .531.2 + 1879.. .380.2pr.de2+ 1891....257.6 pr. de 2.— 1880....359.2 MSI > ABDASTLDIAD. >. ¿BRL 1881....444.0 PO [E TR UIA Ll ALO TA 1882....347.5 1421 189407J.229.1 E 1883....404.0 qu TÍ. ! 16950).285.7 - $ 1884....189.9 — 1896....249.7 pr.de2— 1885....484.0 JA SOARES S6T8 h- 1886... ..403.3 +... 1898....383.5 + 1887....506.8 +. 1899....200:2 le 1888...-504.8pr.de2+ 1900....264.0 En 1889....331.0 Precipitación media anual aceptada..357""1 ¡Número der andas 0 e cas olaaa 23 No puede calificarse al diagrama de lluvias de San Luis como uno de los más irregulares, pues así como otros de po- blaciones donde la precipitación es pequeña la línea de las 1lu- vias se separa poco de la media. El exámen del diagrama acusa diminución de las lluvias en la última parte del período registrado, pues posteriormente 4 1890 todos los años están bajo la normal con cad de tres que son 1893, 1897 y 1898. 40 Memorias de la Sociedad Científica TEPIC. —TEP. DATOS. Altura sobre el nivel del mar... 1051” .O. M. C. Puga. Precipitación anual media...... 1090" y de Número de años.....- A 7 2 y Precipitación anual (O. M. C.) Epoca anterior á 1877 TA 1270.0— 1854.......... 1651.03 LEAD Le EE 1066.8— 1850.........- 1231.9— IEA NENA 152404 1856.......... 7714.1— LIA AAA 1765.34 —- 1857..0........ 609.6— SAS DE RARE ITA TTAR- 1808S 952.5 18 crio E A 1955853 1859... UbEE 1854.2-+ O 189233 1866... 4. LEE 1498.6+ TED ASS 1638.3+ 1867.........- 1384.3— 125 PS 1447.84 1868.......... 1663.7+ E O 1333.5— Precipitación anual media para la época an- terior a ISP is 9 PAN 1433"".7 Número de aROS: 2:20 ro ES 19 Epoca posterior á 1877 A 1447.8+ Oe td ed ea 1 Small ob. posaro alí: Le 408 1473.2+ (88800 lesa . 20 Ta inedd y 1676.4+ BBD! sdounog. 30 loo tios -.1944.6— 1800 orale 1409.7-+ TEOurrcioly se uoe Aaa 1371.6— Bolio e que ber ll 1231.6— PO os al OLA: 1600.2+ “¿Antonio Alzate. ” 41 Precipitación anual media aceptada. -..... 131931 Núm exopdetaños y ia oe od 10 Precipitación media anual, calculada con to- dos los datos que existe.-...c..o...... 1414"".8 Númeroideranos lso le zetas IUNIDaJosoa 29 OAXACA.—OAX. DATOS. Altura sobre el nivel del mar ....1546" .. Puga. Precipitación anual media. ...... A a Número dejanos. 22 momo=2 oe rd o A 17004'.M. Romero. Presión barométriCa.-.-.......-- SOTO a Temperatura máxima....... 920,9 a se DIM A aos le 69.2 5 y medad dede Ue 200.6 eE Dirección dominante del viento... O. si Precipitación anual (O. M. C.) dodo ANI ¡EE ATA O o 11 AA 714.4— MA a O O O 1082.44 SM A 849.24 1 a o e -.--1098.14+ cada Ma A 663.7— MS aa 2 A AA 7113.83 US ate eje JANE ESOO o da ela 700.2— A oie IO UR Serna 843.94 Totoro MUA MA ALS AR EOL Lo SERIA a e 880.54 ME O E 729.8— Precipitación anual media aceptada ......... s14u=.7 Numero delas e e Md 1 Se nota en el diagrama de lluvias correspondiente á Oaxa- ca un descenso en la curva posteriormente á 1893, como se Memorias, —(1903),—T. XX.—6. 42 Memorias de la Sociedad Científica nota para otro de los diagramas que he construído, pero en general no indica diminución de las lluvias, porque antes de 1886 existen para este lugar descensos semejantes y aun ma- yores, pues los cuatro años de precipitación mínima, entre los registrados, se encuentran antes de esta última fecha. MORELIA. — MICH. DATOS. Altura sobre el nivel del mar ....1940" .. Moreno. Precipitación anual media....... 128"".. ,, Número'de anosii... eii A ES Datitaa Nortero Ati ee 19042/.M. Romero, Presión barométrica medial amo .. 608”".8 a Temperatura máxima, -......... 3105, ” de miaima. 105. as UR A e 1608. 3 Dirección dominante de las nubes. O. 5 ño pa del viento... S. SO. 5 AMOS daa E ero a A 1896 22 Precipitación anual (O. M. C.) A A A O SA 648.8— e A To e 527.6+ A A e 837.2+ E A 619.9— Leia eos ofelala ple aio pe 580.3— 1 O o 707.9+ ES A a 7112.64 E e nn 626.7— JE in td 831.14 . Precipitación anual media aceptada..... 683,5 Númexo. do:anesss 102 ie e 9 “Antonio Alzate. ” : 43 LSISLIIIIIIDICOGEICOOIIADADEIIIIDIIIIEAIOLODIIOOADODIOOOO EOI JALAPA.—VER. DATOS. Altura sobre el nivel del mar ....1321* .Moreno. Puga, Precipitación anual media....... eS E Numero de/AmOS, ¿cocos ms CA RA DS Maibad. Nobles. Los oo lio e els 19031'. M. Romero. Presión barométrica media....... 649,3 AS Temperatura MÁXIMA .....-..... 3305 ce mn MÍNIMA Rd. ce 506 h y media Xbéd.. SS! 1805 > Dirección dominante del viento ..N. y IE A E 1896 > Precipitación anual (O. M. C.) TA A do las 917.5— o a AN A e 1306.0— LS a a A e 1779.4— VE As eee A er OIE 1193.34 TE SO os 2156.1+ o A o 1670.7+ OO rios asia a tao O 1611.14 Precipitación anual media aceptada... .1519"".2 ¡Número de años sde miasaasis ae ee 7 La inspección del diagrama de lluvias en Jalapa acusa au- mento en ellas, pero es de muy poco valor esta indicación por ser muy corto el número de años registrados. GUANAJUATO.— GTO. DATOS. - Altura sobre el nivel del mar......2060% ...Puga. Precipitación media anual........ a 44 Número de laños:: gados a ces PO ABUSA, Latitud Norte... 2 o e Eo 21001/.M. Romero. Presión barométrica media....... 601.3 sa Temperatura máxima .- 3007 ES da praia dl end 195 00 sy MOI II a 1706 a Precipitación media anmual........ 964.5 7 Número de'anños.- caminado doy 5 a Precipitación anual (O. M. C.) ¡rf A 893.040 + LSO... 590.2— US. ay IU JD 189% AUSIONS ms. 452,.0— 1894. sai 503.8 18MB ui 532.5— 1885 A A Pe e 546.0— Mol EN TO AETA E a a 518.2— LES a A UN RA 524,2— SE A Tios AA Ko Le 7 (BERE e 639.5— O CU = OS ii 198.4+ LA a CUL OOO. qa e 631.3+ TO e 651.1+ Precipitación anual media aceptada ..... 691""1 Número Uelaños aaa oe o 19 Creo que ninguno de los diagramas que he construído es más curioso que el de Guanajuato por ser el que tiene más bien marcada la curva en forma de columpio y el que la tiene más amplia, pues comienza el descenso en 1887 y el ascenso sigue todavía en 1900, es decir que comprende un período de catorce años, cosa que no se ha visto en ningún otro. Series tan grandes de años en que las lluvias han ido disminuyendo primero y después aumentando sin interrupción, no se ven en Meno naa de la Sociedad Científica ninguno de los diagramas que he estudiado. “Antonio Alzate.” 45 AGUASCALIENTES.— AGS. DATOS. Altura sobre el nivel del mar--.... 1861""..Puga. Precipitación media anual... ... .. 991%... , Ntro te ADOS e eya cibla a ica 06 .8b br Latitud Norte...... e 21053 de Presión barométrica media...... -605.""1 A Temperatura MÁXIMA. ...ooo.... 29 05 as ss minimal 18 OLI04bes 2.08 a AS A a de 18.26 Sy MS a O O 418.4— o o AE 675.04 A o ad 529.6— NE EN e 474.3— VE A SN 762.4+ O o o 594.5+ SAA A ETA 542.2— Precipitación media anual aceptada......... 9710%*.,9 Ntúrieroideranosue'y denise al aa clavyd LINARES.—N. L. DATOS. Altura sobre el nivel del mar. ..3627 Temperatura mínima en 6 años.9%en Febrero-11 414 1899. » media. 1 nilo 2204 A 6 Precipitación anual y número de días con lluvia Martín Stecker). 1896 MARU IA DA -- 79656 46 Memorias de la Sociedad Científica 1 o OI 887-460 189813. 404 [dd 543—51 A a a 78949 A a IA 990+-66 LIA ias eeh keia 1014453 Precipitación anual aceptada .... .«....... 836%, Número de anosilca cadena a O DLL 6 El estudio del diagrama no permite apreciar si ha habido en Linares un aumento ó diminución marcados en la precipi- tación anual, porque es reducido el número de años de obser- vación. Tres de los años registrados están sobre la normal y tres bajo ella. En las curvas de precipitación mensual que también he * construído con los datos que bondadosamente me ha suminis- trado el Sr. Stecker, se nota que la precipitación se recarga en dos temporadas del año, cosa que no pasa en otras poblaciones. Las curvas tienen dos partes ascendentes bien caracterl- zadas en los años de 1896, 1897, 1899 y 1901. En 1898 faltó uno ó varios meses de mucha precipitación para determinar el primer ascenso de la curva y en 1900 se caracterizó poco el segundo ascenso. ZAPOTLAN.—JAL. DATOS. Altura sobre el nivel del mar... .1530”.Moreno, Puga. att Norte. 20 IPUR A 19036'.M. Romero. Presión barométrica media..... -636"".8 E Temperatura máxiMa ---....... 3909. E d MÍNIMA .oooocoo..- 690. Ds b media..... ¿dvd 2005, ES Dirección dominante de las nubes.N.E. “Antonio Alzate.” 47 Dirección dominante del viento. .S.E. M. Romero. Número de años ......--. 1 (1896).. ,s Precipitación oral (O. M. C) y $. Díaz). A A A 663.0— MS A 836.3— O ta eo 915.9+ MA A a 886.5— 1898:)..10-£8 Luras loe gt 1027.7+ A A e A A O 963.5+ ES O O ES e 1008.1+ 1 A e DO. Ae 1 1001.8+ Precipitación anual media aceptada .... 912"".8 Número de años con que se calculó .... 8 La inspección del diagrama acusa un aumento en las lu- vias durante los años registrados y en los descensos ligeros que hay, nunca baja la curva hasta igualar, siquiera, á la pre- cipitación del año anterior en cada caso. En el primer período de cuatro años sólo hay uno, el de 1896, que excede muy poeo á la normal, siendo los otros tres inferiores; en el segundo período de cuatro años todos tuvie- ron mayor precipitación que la media aceptada. Las curvas de precipitación mensual durante los años re- gistrados acusan un carácter regular en el período de las llu- vias y estas están bien distribuídas, pues desde Abril, Mayo ó Junio que comienza á subir la curva no vuelve á bajar has- ta Noviembre ó Diciembre de cada año. QUERÉTARO.—-QRO. DATOS. Altura sobre el nivel del mar..... 1850” ...Puga. Precipitación.anual ............. OTERO - Námero lo AO iii 17. 3 48 Memorias de la Sociedad Científica Latitud Nortel. ccoo. Lala odos 20035/.M. Romero. Presión barométrica media ...... 613"".8 47 Temperatura máxiMa ¿222 ...... 9801, > 03 A a se óS media ancla 1801 > Dirección dominante del viento.. E. E Númere dejaños.. ooo dat ia 3 5 Precipitación anual (O. M. C.) ISTRIA 511.1+ ISS 0A 440.9— 1STS HEROES 675,14 ISI IRECONA 939.94 1879. HOMODES 562.94 ISO TA 471.1— ISSOELO. -<. 30 638.5+ 180) a mal 374.1— MOS E A 665.6+ 1893 EE 641.1+ MA 480.0— ISO rn 372.2— O 717.8+ ASEO 252.1— A A 295.4— ISO AA 290.0— MIA 631.8+ IST 518.6+ o 606.7 + LSO A 509.14 der lec ds 300.0+ et ods ye ME 5963.14 MI 480.0— 3h 0 Dido ed 348.2— IO: 214.4— Precipitación media anual aceptada..... 489ue 1 Número de años con que se calculó..... 25 El estudio del diagrama correspondiente á Querétaro in- dica claramente que ha habido diminución en las lluvias en aquel lugar y acusa el período de sequía que se revela en otros de los diagramas que he construído con un descenso conside- rable de la curva, en forma de columpio, correspondiente al penúltimo quinquenio. Sólo he podido obtener los datos completos de precipita- ción mensual desde el año 1893 hasta la fecha y por la inspee- ción delas correspondientes curvas que he dibujado, se vé que no hay ninguna uniformidad entre las curvas de diversos años. “Antonio Alzate.” 49 SIS PSDIDLIDIDIIDDIDILDLIILSLLSIA (LLALLSSLSLSSLSLSLSLSLSASÚL HACIENDA.—EL CARMEN. —GÚUÚÉMES.—TAM. Precipitación (Ingeniero Francisco Benitez y Leal). A a e ies 866+ MN alas aL Ao 827+ a ae a a (Ele 539— IO A a DA 313— 11650 ld ad SO 823+ Precipitación anual media...........-.... 6848, Número de años...... A O O 5 Aunque sólo hay cinco años de observación para este pun- to, cuyos datos debo á la bondad del Sr, Benítez y Leal, he construído el diagrama correspondiente y tomaré en cuenta en el estudio general que voy á hacer el curso de la precipita- ción en Giiémes considerando como una circunstancia feliz el poderlo hacer, porque es el único lugar del Estado de Tamau- lipas acerca del cual he podido conseguir datos. Aeusa el diagrama un descenso notable desde el primer año registrado hasta el penúltimo, pero en seguida hay un au- mento en la precipitación, que coloca al extremo de la línea, casi á la altura del punto de partida. Las curvas de precipitación mensual son muy irregulares y no tienen ninguna especialidad que las caracterice digna de hacerse notar. ; Y He consignado los datos que tengo recogidos, creyendo que son la mayor parte de los que pudieran utilizarse para un estudio de esta naturaleza; he construído los diagramas de precipitación anual para cada una de las poblaciones donde hay observatorio meteorológico y las curvas de las lluvias men- suales para aquellos puntos de donde he podido adquirir los datos necesarios y he hecho notar las particularidades que me Ñ Memorias.—(1903).—T, XX.—7. 50 Memorias de la Sociedad Científica PS NA NINAS INIISIOSISIIININIS IDIOTA III III IV IIL IIS RRA han parecido más notables tanto en los primeros como en las últimas. Fáltame, pues, hacer la condensación de todos estos datos para averiguar si con ellos pueden resolverse las siguientes preguntas: Ene 12 ¿Qué cambio ha sufrido el régimen de las lluvias en el país? y : 2 ¿El cambio que haya habido ha sido constante en el úl- timo cuarto del siglo pasado Ó se ha acentuado en ciertas épocas? 3 ¿El cambio ha sido general en todo el país y cuál pue- de haber sido la causa de ese cambio? 4% ¿Qué porvenir nos espera? 5% ¿Qué podemos hacer para mejorarlo? ESTUDIO DEL CUADRO: Constan en la primera columna los nombres de las pobla- ciones cuyos datos pluviométricos me ha sido posible conse- guir. En la segunda columna los períodos de años cuyos regis- tros pluviométricos tengo en mi poder y los nombres de las personas que se han dignado suministrármelos, siendo en su mayor parto los Directores de los Observatorios respectivos. La abreviatura O. M. C. significa que esos datos los he obte- nido del Observatorio Meteorológico Central de México, el cual publicó hace tiempo, una hoja con algunos de esos datos á los cuales se han hecho posteriormente varias correcciones. La columna número tres contiene los promedios acepta- dos por mí, calculados con el mayor número de años que ha sido posible, posteriores á 1877, para la cantidad de agua que cae anualmente en los lugares respectivos. Estas cantidades son las que indican en los diagramas de precipitación el valor de la línea horizontal á la cual he referido las alturas de las “¿Antonio Alzate.” 51 PODIDO DDDIIDIDIDIDIDIIDILDDIDIIADIDZDIDIDZDIDIDSDIIIASNDEDILILIIDIDIA lluvias anuales. La columna número cuatro indica el número de años con que se calcularon esos promedios, para que se pue- da apreciar la exactitud que á cada uno puede atribuirse. Las columnas números cinco y seis indican, respectiva- mente, las precipitaciones máximas y mínimas anuales en todo el período registrado, y los años á que cada una corresponde. La número siete indica la separación entre la máxima y la mínima anual. Es notable esa diferencia para algunos obser- vatorios, y con ella se demuestra claramente la poca regula- ridad de nuestras lluvias, pero no creo que sea este un carác- ter excepcional de nuestro clima como algunos pretenden, pues diferencias semejantes, y aun mayores, se notan en otros paises. Mi intención al formar las columnas cinco y seis fué estu- diar si había alguna relación entre la sucesión de los años de máxima y mínima precipitación, con el aumento ó diminución de la cantidad media de agua que cae anualmente en cada lu- gar; pero no he podido descubrir ninguna relación, pues en dieciseis casos el año de mayor lluvia es anterior al año de precipitación menor, y en diecisiete casos sucede lo contrario. La diferencia, como se vé, no justificaría ninguna deducción. Para averiguar si ha habido tendencia general á la dimi- nución ó aumento de nuestras lluvias, si hubiera en todos nues- tros observatorios registros pluviométricos deigual período de tiempo, bastaría dividir estos períodos en dos épocas, y com- parar las precipitaciones medias que se calcularan para cada una, pero no estamos en condiciones de hacer esto porque son pocos los observatorios que tienen registro anterior á 1877; hay algunos que funcionaron cierto número de años y ya no exis- ten; otros que se fundaron recientemente y siguen haciendo observaciones pluviométricas, y otros que trabajaron en años no continuados. ; Como he querido fundar mis conclusiones en el mayor nú- mero posible de años observados, y he querido aprovechar to- 52 Memorias de la Sociedad Científica ILIIEISLOIEDICIDEODI/DIDOIDEIDID0IOIODIIIIOIDIIIEOIOIIIDODADEDZIDIISIDIDIDIIIEAIININI. dos los pocos elementos con que puede contarse, lo que he hecho ha sido: dividir la época registrada en cada caso en dos períodos, primero y segundo, para los cuales he calculado se- paradamente la precipitación media respectiva, que hago cons- tar en las columnas ocho y nueve, Cuando el número total de años registrados es impar, no he tomado en cuenta la precipitación del año medio de la se- rie, para no comparar entre sí promedios calculados con diver- so número de años, aunque me he convencido de que los re- sultados no se habrían alterado en ninguno de los dieciseis ca- sos de serie impar de años. En la columna número diez indico con los signos más ó menos si ha habido aumento ó diminución en la precipitación media para cada período, y demasiado elocuente es, por des- gracia, el resultado, pues hay veintiun signos menos contra do- ce signos más. y Podría objetarse al fundamento de esta conclusión que los períodos primero y segundo, en los diversos casos, no se refie- ren á la misma época, es decir que no se comprenden en todos ellos los mismos años, puesto que tratándose de México, por ejemplo, el primer período comprende de 1877 á 1888 mientras que tratándose de Linares comprende de 1896 á 1898, pero creo “que esa objeción queda destruida con sólo pensar en que el ob- jeto de la comparación que se condensa en la columna número 10 es saber solamente si ha habido tendencia general á la di- minución ó al aumento de las lluvias. Los resultados de esa comparación, parala época que he es- tudiado, adquirirían el mayor valor posible si todos los obser- vatorios tuvieran su registro pluviométrico desde 1877 hasta. 1901, pero esto noes así. Después de este caso, los resultados de esa comparación tendrían el mayor valor posible si hubiera igual número de observatorios que hubieran hecho observa- ciones al principio del período de 25 años y hubieran dejado de hacerlas depués, al de observatorios que se han fundado du- ““ Antonio “Alzate.” 53 PNIODODIIIS DADIDILDV N rante la segunda parte de esa época. Tampoco este caso es el nuestro. La mayor parte de los observatorios se han fundado recientemente, y de aquí provendría el mayor peso de la ob- jeción citada. Ahora bien ¿Qué influencia podría tener esta causa de error en el resultado que arroja la columna número 10%? Como se verá después, (columna 23), la tendencia al au- mento de las lluvias durante el ultimo quinquenio, con rela- ción al penúltimo, es marcadísima y por lo mismo, la influen- cia de esa causa de error sería aumentar la cantidad de signos más en la columna núm. 10, porque siete dé los doce signos más que hay en esta columna se refieren á registros llevados por menos de 10 años en los dos últimos quinquenios y quizá se trasformarán en signos menos sl las observaciones se refirie- ran á otra época. El error que se puede haber cometido, al ha- blar de toda la época de 1877 á 1901, con estos datos, es pues, obteniendo una diferencia menor que la real, entre los signos menos y más y mientras esto sea así, queda anulada dicha objeción y la conclusión aparece bien fundada. En las columnas 11 y 12 he marcado el número de años bajo la precipitación normal de toda la época que ha habido en los períodos primero y segundo, para cada observatorio, y el resultado de la comparación corrobora el de la columna nú- .mero 10, pues en los segundos períodos ha habido 137 años bajo las normales contra 115 que hubo en los primeros. En seguida, he dividido la época total en estudio, en cin- eo quinquenios, he caleulado los promedios de la precipitación en cada uno de ellos, indicando el número de años que sirvie- ron para el cáleulo, con el fin de que se pueda saber la exacti- tud que como promedios pueden tener; he formado una colum- na para datos anteriores 41877 y la comparación de las diver- sas columnas de la número 13 á la 23 nos pone en aptitud de estudiar si las tendencias de aumento ó diminución de las llu- vias se han acentuado en épocas determinadas, V 54 Memorias de la Sociedad Científica. RESUMEN. 1? Ha habido diminución de las lluvias en México duran- te los ultimos 25 años. (Columnas 10, 11 y 12 del cuadro). Esta afirmación, que para algunas personas que han creí- do en esa diminución puede parecer una verdad que no ne- cesitaba probarse, considerándola como cosa sabida, debe pe- sar en el ánimo de nuestros agricultores, no como una causa de desaliento, sino como un estímulo: para mejorar los siste- mas agrícolas, para impedir la explotación selvícola irracional; para no recargar de ganados los terrenos pastales; para em- prender toda obra con que se logre la absorción del agua plu- vial por el terreno y la captación de las aguas pluviales, de arroyos y de ríos; y en el ánimo de nuestros gobernantes: pa- ra convencerlos de,que se deben impulsar esas obras y esos mejoramientos por todos los medios posibles y de que se im- pone la necesidad de hacerlo, porque todo empeño sería más útil y la lucha más fácil mientras más temprano se emprenda. 22 La diminución de las lluvias no ha sido tan general eo- mo se ha creído ni tampoco constante de todo el período de 1877 á 1901. Los registros pluviométricos, durante los años que se han llevado, acusan aumento para Zapotlán, Linares, Aguascalientes, J alapa, Morelia, Oaxaca, Huejutla, Pabellón, Mérida, Monterrey, Pachuca y Guadalajara. Del primer quinquenio (1877 á 1881) al segundo quinque- nio (1882 4 1886) puede decirse que hubo una diminución in- significante (Columna 17: 11—8+). Del segundo (1882 á 1886) al tercero (1887 4 1891) hubo un aumento también insignifican- te (Columna 19: 10—13+). Del tercero (1387 á 1891) al cuar- to (1892 4 1896) hubo una diminución general en nuestras llu- vias (Columna 21: 18—4+-). Del cuarto da á 1896) al quite y último (1897 ¿ 4 1901) “Antonio Alzate.” 55. DDIIIIDIDOLIIIIIIIIIDODLIIOONOOI . hubo un aumento general y muy marcado en nuestras lluvias (Columna 23: 4—22+ ). Los resultados de las columnas 21 y 23 confirman la ge- neralidad de las observaciones que hice al estudiar los diagra- mas de. precipitación. Esta diminución después de 1891 y au- mento después de 1896 no es sino el resultado de los descen- sos en forma de columpio que hice notar al estudiar los diagra- mas, descensos que aunque no coinciden para los mismos años en las diversas poblaciones sí aparecen con marcada frecuen- ciaen la última parte de muchas de las líneas de precipitación. 32 La causa de la diminución de las lluvias en el período estudiado debe haber sido causa extraña á la acción del hom- bre, porque si la causa principal fuera alguna de las que ge- neralmente se cree que han originado este efecto (desarrollo de nuestro sistema ferrocarrilero, los desmontes ) los efectos habrían aumentado y se habrían hecho más notables cuando mayores han sido las causas. Nunca hemos tenido más ferro- carriles, ni se han despoblado nuestros montes más que en el último quinquenio y sin embargo en este período, comparado con el quinquenio anterior, han aumentado las lluvias en 22 casos contra 4 en que han disminuído. La tala de nuestros bosques puede tener influencia en la modificación de nuestro elima y quizá la tenga más marcada en el porvenir que en el pasado, pero no es la causa principal de los cambios que el público ha creido notar. La perjudicial influencia de esos desmontes inconsidera- dos, más que en la modificación del régimen de nuestras llu- vias se ha hecho sentir en la desaparición de manantiales, so- bre todo en las regiones montañosas. 'La magnitud y generalidad de la diminución atribuida á nuestras lluvias y al aumento de su irregularidad se han exa- gerado en el concepto del público, en general, debido á tres causas prineipales: la mayor facilidad que hay para apreciar y conservar el recuerdo de los excepcionalmente buenos; la aper- 56 Memorias de la Sociedad Científica tura de nuevas tomas de agua, que el aumento del cultivo de riego, con respecto al cultivo de temporal, ha requerido y la escasez de brazos para la agricultura (Primera parte de este estudio). 4% El aumento de las lluvias en el último quinquenio (co- lumna 23), es realmente halagador y más lo sería si no tuvié- ramos en contra el resultado general anotado de la columna 10 y hecho constar en la parte primera de este resumen. Ha habido últimamente tendencia al aumento de nuestras lluvias; algunas poblaciones han tenido en los últimos años lluvias que exceden á la cantidad calculada como normal, pero no hay datos suficientes para fundar una predicción general. Hay algunas poblaciones, como se puede ver en los diagra- mas que he construído, cuyas lineas de precipitación se elevan durante uno, dos ó tres años para volver á bajar durante un pe- ríodo de tiempo semejante. Ureo que en ellas, dado el caráec- ter de la curva, pueden temerse años malos después de una serie de dos Ó tres años de mucha precipitación, puesto que generalmente se van alternando unos y otros en series cortas. Hay otras poblaciones donde aparecen grandes descensos en la línea de precipitación, durante series largas de años, eo- mo lo he hecho notar en los diagramas respectivos. En esos lugares creo que debe ser causa de alarma la continuación de varios años sobre la normal á altura casi igual, ó todo prin- cipio de descenso en la curva de precipitación y causa de con- fianza lo contrario. Es la historia siempre repetida de la pro- fecía de José con motivo del sueño del Rey Egipcio. 5 Para mejorar nuestro porvenir en este respecto, cual- quiera que sea, deben obrar en conjunto la acción oficial y la iniciativa privada de los agricultores.. Limitándome á esta última, debe recomendarse en el pri- mer término la formación en embalses parciales y malecones para dominar las avenidas y aumentar la absorción del agua pluvial en el terreno; la construcción de toda clase de obras CUADRO ANEXO AL ESTUDIO “LAS LLUVI lor, Período, 22 Pertodo AS EN MEXICO” ESCOBAR. ; e ole aaa E POBLACIONES. AÑOS Y AUTORIDADES. noia mc A e E A o compact | cn [comparación | 30 [compró | ¿AM comparación | o [comparacion Ñ 1 E, TE 0 EE 00 E 7 8 o vw m 19, 1 14 15 16 A 20 21 2 23 Hacienda del A 97 á 01 Francisco Benítez Leal. ......- > E a o o o 846 5 508.0 ñ menos 0 e ZA á ¡E A ; E z E Querétaro -.-==========| TTÉVIO. M. O 51 | aa 4246 | menos EOS sos mas ZLapotlán. -- 94 4 010. M, €. y 5. DíaZ amooo mernrmnnnnos SS e95t 1000 2 mas qe 0 os a Linares -.--- =-------=-| 966 01—M. Steoker ooooooooooeo=oremotocon=on E is e a 2 Z EA sis O Agunsenlientes ---- ---- 70 BONES y DOOM 54LO | 0830 | mos 0 EE Guanajuato o A A Deol AD Jer e menos E de menos 526 5 | menos 0500 AMI pao css sooss o uecon PALO MO cas 7 19343 | 16127 |. mas 2 y oa Y E ARA, A A ss | 1687.9 E IO Parr ara MIA 688.5 9 ca 3 154 pl ca ÓN s0L5 703.7 a oe le EI ES CON | [ed EC A O O et | E 5 HE Vaxaca- | 784.80, 834 980. M. C.--0oooo00- 814.7 19 805.0 | 8928 E 4 SÓLO menos | 8032 O NN A A e 10 1399 5 | 1358.8 SE a 14951 nao toas ens E o... y y 5) San Luis Potosí..------ 784 00—0. M. C.éL C. de San Luis ....---.---- e En menos 2 7 426,2 mas eo a 0 SE e A ETA sa ca 5 dE Esos A A 1311.2 8 107.6 | 14449 )| mus 4 2 15381 | mas Pubellón -....-..------ 77 490—0. M. C 14 518.3 541.2 o DEE a y 5810 a Homo 7 7 pue A li O cd Tacubaya. .--.--=------| 844 00—M. Moreno y Alda. .ocoomoooooooooo no] 043.1 u7 pan 8 603.1 menos 3 4 7734 mas mas O IS E Era ON CS. 5 Ao Po... Real del Monte ---..--- ADOOS 12 765.6 732.9 menos 2 3 873.0 Ene menos E mas OS 6 6 prno ena sa Eo s ( A. Teziutlán -.-.....-..---| 78, 79, 81, 82, 84 y 880. M. Coooooooconcco mono 6 Y ts 8 Gn 6 menos 1 8 MESE menos a 2 mas o 79, 81, 83 4 85, 89 491—0. M. €. 8 O 149. 14118 menos e RA 15400 | 00. | M9 | memos 15847 | mus -- Mónlda st bo 90 4 01—Boletín de Estadística de Vucatán.-----. A E A E Sad EE: Monterrey --.- 20020. BO BOLA. Ohm, amm ono oo A 9384 | 0545 a eros gs Mazatlán ......-.------ 804 01—N. González. ....Leooonmcorocnoccccanno 805.8 e a | In 8 700.8 ns menos aaa menos E YE a Coll er cea 77 4.80, 91 y 92, 96 4 99 y 01—F. Castrejón .-----. 10040 Ao al o 1081.0 ER pa 20 |. so | menos e Pachuca. -...----=------| 934 01—A. Romerol.ocooococonoonenorincnnnooo 1059: PA pe oa a “mas a E EE Puebla, €. Católico....| 77 401—G. Carrasco y O. Me O ooccninconccnonoso 1131.7 2 ES nl 19449 ES mas mas e o as Puebla, €. del Estado .| 784 01—F. de P. Servi -00ooooocooccicaccccono sens | 2 amas | 087 omo 0 9 oda E an sel s109 | menos México. 41445, 65475 y| 77 4010. MC... 5n1 892.6 e 560.8 197 . a 5890 | mas mas | 4711 | menos | 5779 [mue Mol 83 y 84, 926 01—E, Bohulz y O. M. Uoccocccooooo 616.0 sz a 682 6 oros ER Es co - | A A A O O. A 39 | menos ráza | mus | 7492 | monos | 5040 | menos | 0050 | mas Saltillo ...-... nas aná 85 ú 01—M. Kubicza, O. de S. J. Nepomuceno ...-| PE sus 00 , A Eo 0 z E td pa es En e Eos Guadalajara..-..------| 74477, 99 y 01M. Nicto, Hospital Belen y O. M-C.| 11345 24 2488. ds AO mas a a O A o o [PERE Zucatecas.. A no aa 652.0 140 Mo IO A le 8 EE es cms a o Gulveston, Tex AS 120.6 rm0a a ES 1260.6 0 o pass NL El Paso, DeX .-.-..---- ES A 238 | 2 1048 ao ms | 1049. | menos 978.7 menos A A o Yuma, ÁrlZ ..... ----.- 78 4-89, 91 400—W. B..- ea 22 hs 8 75.7 66.6 91.7 En h 90.2 menos 68.S menos 50.3 menos Max.-absta. en México|1011,0 en 1865 a | A pl enero e = Aia A A e a z 4 nl Al menos 12 mas AL menos $ mas 10 mevos 13 mas| 18 menos 4 mas mi Max-abstu en Tepic-1955,8| Min.-absta. [en epic- 609 en 1849 6 en 1857 1 menos l mas PENA y 14 4 A A A HO PANAS Ia A A . E 4 e A Erns ARABE sE ab A jsión 0 IESO DirA e 8 EN A e AS pe, e “(Antonio Alzate. ” 57 PODIA LLLLID cuyo fin sea la captación del agua; mantener una proporción racional entre el ganado que debe tenerse y la superficie del terreno oenpado por los pastos; el estudio y la propagación de nuestras plantas silvestres útiles, que son indudablemente las que pueden prosperar mejor en nuestras condiciones de clima y terreno; el mejoramiento de nuestras praderas naturales; la dotación de abrevaderos en las haciendas ganaderas para que los animales no tengan que recorrer grandes distancias en bus- ca de pastos, destruyendo estos donde el terreno es arenoso y formando veredas que se transforman en arroyos y facilitan el escurrimiento del agua llovediza; la explotación moderada de nuestros bosques y el mejoramiento del cultivo para lograr la economía del agua. Si no le es dado al hombre, hasta ahora, modificar el clima, haciendo que aumenten las lluvias, puede cuando menos, apro- vechar mejor la poca agua de que dispone y ayudar á la natu- raleza, imitándola, para que las aguas pluviales se absorban, se detengan, se evaporen y se utilicen en los continentes en vez de irse á perder á los mares. Ciudad Juárez, Diciembre 29 de 1902. Memorias.—(1903).—T. XX.—8. » PE : A, peas 2 A OEA ata ; dd GEOL GO) ñom A UN PLANO DE PUEBLA DEL SIGLO XVIII POR JOSE DE MENDIZÁBAL, M. S. A. (Lámina D. El Plano de Puebla de 1754 representa á esta ciudad co- mo si fuera vista desde un globo y colocado el observador al Norte; de manera que el Cerro de Loreto y atrás el de Gua- dalupe están á su izquierda y lo mismo el Río de San Fran- cisco y su afluente el de Alceseca. No abarca toda la población por el Oriente pues no están los barrios de Xonaca y de los Remedios. Según el relato que tiene á su derecha se lee que contaba con 200,000 personas, pero esto no es de creerse por- que ni la Ciudad de México abrigaba en su recinto á tantos habitantes, que como se sabe ha sido siempre la más poblada, tanto durante el Gobierno Virreinal, como desde la Indepen- dencia hasta nuestros días. ' Por lo que he visto en los pocos planos que existen de di- cho año de 1754 entiendo que está sobrepuesto el número 2 y se trasluce un poco el número 1, de este modo le resultaban á Puebla 100,000 personas, lo cual está más conforme con lo que dicen algunos autores al hablar del crecimiento y adelan- to de esta ciudad en su antigiiedad, esto es, en los siglos XVII y XVIII, y ninguno de ellos le dá más de 150,000 habitantes. Esto se comprueba, si se atiende á que actualmente (1903) Puebla contará con cien mil habitantes no obstante que en - 60 Memorias de la Sociedad Científica el censo de 20 de Octubre de 1900 no llegó á esa cifra. Dicho censo estuvo notoriamente mal hecho según lo expresan varios de los mismos empadronadores. En-el día la área de la ciudad no ha a imentado de la que tenía en el referido año de 1754, más bien entonces era un po- co mayor; lo que ha pasado es que varias manzanas que esta- ban en su totalidad construídas ahora están convertidas en * campo, y por lo mismo el barrio de Santa Ana que estaba unido al centro de la ciudad porque no había interrupción de man- zamas sin construír, por largos años ha estado separado. Lo mismo acontecía con los barrios de San Miguel, San Matías y San Sebastián que estaban unidos entre sí y con el centro de la población. No sucedía lo mismo con los barrios de Santiago y del Refugio, entonces estaban separados y recientemente se han unido al centro de Puebla. Tal vez se objetará que cómo es que en aquellos tiempos abrigaba en su recinto 150,000 individuos y en la actualidad sólo 100,000. A esto hay que contestar que entonces estaban muy poblados los barrios, como puede verse por el plano, y éstos especialmente los habitaban gran número de indígenas que como se sabe vive en una pieza el mismo número de in- dividuos que quizá habite una casa entera, aun de dos pisos, de los extranjeros ó criollos. También podrá decirse que en el terreno ocupado por los conventos había pocas personas, y en el día casi todos esos se han convertido en casas que habitan "muchos individuos. Contestaudo minuciosamente á esto se di- rá: que gran parte del convento «de Santo Domingo se conyir- tió en Plaza para Mercado, el de Santa Rosa en Hospital para hombres dementes, el de San Antonio, parte se hizo Panteón y lo demás casi nada se ha construído; el de San Francisco, parte se convirtió en Panteón, parte en Hospital Militar, par- te se construyó y una gran parte queda sin edificar; el del Car- men, parte lo volvieron Cuartel y casi todo, exceptuando una pequeñísima faja de terreno se ha quedado más bien arrui- “(Antonio Alzate.” y 61 Sr nado; el de la Merced quedó dividido en Escuela Normal para Profesores, Escuela Normal para Profesoras y Cuartel de Po- licía; el de San Pablo que sirvió después para otros usos, se encuentra arruinado y deshabitado; el de San Juan de Dios es ahora Palacio Penal y Cárcel; el de San Roque, Hospital para mujeres dementes. De manera que no fueron tantos los conventos que sedes- truyeron para volverlos casas; de ellos pueden enumerarse los de Santa Clara, la Santísima, la Concepción, Santa Teresa, Santa Catarina, San Agustín, y parte de los de San Grerónimo, Santa Inés, Capuchinas y la Soledad, En cambio, de las cinco manzanas que hoy ocupa el Paseo Nuevo ó de Bravo, fué pre- ' ciso demoler tres y media que estaban edificadas. Por lo que hace al estudio del plano en cuanto á las va- _riaciones que se le notan considerándolo tal como hoy se ve la ciudad de Puebla, observaré: 1* Tratándose de templos se advierte, que la Catedral solo tiene la torre del Norte terminada, que es la del reloj y las cam- panas; de la otra torre nada más está el primer cuerpo. A la iglesia de la Compañía le falta el pórtico y las dos torres que ahora soporta, y todavía se ve la puerta del costado, con la en- trada por la calle de las Bóvedas. 4 En San Francisco aun no se admiraba la alta y esbelta to- - rre de cantería y solo se le ve la torre de dos cuerpos en don- de estaba el reloj, la cual fué preciso derrumbarla por lo ave- riada que quedó con el famoso terremoto de 3 de Octubre de 1864. En el atrio, cercado en aquel tiempo, se ven las capillas de la Tercera Estación y del Encuentro, la primera se demo- lió en los años de 1862 y 63, y la segunda se cerró al culto. y quedó convertida en Panteón particular. 62 Memorias de la Sociedad Científica El número 44 del plano corresponde á la iglesia de San An- tonio de Naturales ó de los Coleros, el número 54 á la parro- - quia de San Sebastián, el número 46 á una capilla que llevaba el nombre de San Lázaro, y el 29 á otra capilla con el título de - Bethlen. Estas cuatro se demolieron, las dos primeras en 1862, la de San Lázaro desde algunos años antes y la de Bethlen á fines del Siglo XVIII para levantar en su lugar el hermoso templo de tres naves dedicado á Nuestra Señora de Guadalupe, que también se demolió en el mismo año de 1862, algunos me- ses después de la batalla del 5 de Mayo, construyéndose á su derredor las fortificaciones tan notables que sirvieron para el memorable sitio de los franceses en 1863. La torre y cúpula que se ven en la calle del Camarín son de la antigua iglesia de la Soledad, la cual tenía aun culto á principios del Siglo XIX. A la parroquia del Santo Angel ó de Analco sólo se le ve una torre de dos cuerpos. No se sabe si en el Siglo XVIII, que es en el que se hizo el plano, ó en el XIX se levantaron las dos altas torres de tres cuerpos que conservó dicha parro- quia hasta 1863 ó 1864; en el siguiente año de 1865 se estre- . naron las que hoy están (1903), quedando únicamente el pri- mer cuerpo de las antiguas. La iglesia de los Dolores, que en el plano está señalada con el número 50, está con dos torres; fueron destruídas en 1867 ó 68, y años después se renovó la que existe. Igualmente la iglesia del Puente, anotada con el número 31 y con el título de N. S. de los Dolores tiene dos torres de dos cuerpos; de las que en el día no existe más que una. El Santuario de Nuestra Señora de Loreto, sito en el ce- rro de su mismo nombre, ostenta también sus dos torres; éstas fueron mandadas derribar cuando se fortificó el cerro en 1862. La iglesia no tiene culto desde mediados del Siglo pasado pe- ro se conserva en buen estado; es de tres naves y está hecha en cierto modo á imitación de la Basílica de la Santa Casa de Loreto. “Antonio Alzate.” 63 En el convento de Santo Domingo se ve la Capilla llamada del Oapítulo, que según tradición era notable por su riqueza, tanto en su decorado como en sus magníficas pinturas; fué de- molida para abrir la calle que está en línea recta, con la de Es- tanco de Mujeres al Este y con la de los Gallos al Oeste. En la huerta del Carmen se ve una capilla con cúpula y torre y sin numeración ninguna; es la ermita que hay en to- dos ó en la mayor parte de los conventos de carmelitas. El número 43 del plano corresponde á la iglesia de domí- nicos de San Pablo, que se cerró al culto en 1880; poco des- pués se le derribaron las dos torres y tanto la iglesia como el convento sirvieron de Estación del Ferrocarril Interoceánico. El número 27 toca al templo de la Misericordia, que hace mu- chos años sirve de ladrillera. Varias de las iglesias que no se ven en el mencionado pla- no son de construcción posterior, como la de Ntra. Sra. de la Luz que se estrenó á principios del Siglo XIX, la de San Juan Nepomuceno conocida por “la Mansión” abierta al culto en 1827; la del Tercer Orden del Carmen y otras. Tampoco apa- rece la pequeña de Santo Tomás, sita en el atrio de Analco, que hoy sirve de escuela. 2% Tratándose de puentes, se notan cinco sobre el Río de San Francisco: el de Xanenetla, el de San Francisco, el del Toro, el de Analco, y otro hacia el Rancho del Mirador. Pos- teriormente se hicieron otros tres: el de Obando, el de San Ro- que y el del Estanque de los Pescaditos. El puente llamado de Noche Buena está sobre el Río de Alceseca. 32 Fuentes públicas en plazas ó plazuelas hay siete en el citado plano, en los puntos siguientes: Plaza de Armas (bas- tante cerca del Portal de Flores), Plazuela de San José, Pla- zuela de San Agustín, Plazuela de San Javier, Plazuela del Carmen, Plazuela de Santiago y Plazuela de Santa Inés. 4% En cuanto á baños públicos de agua fría ó azufrosa hay cinco: los del Ojo de San Pablo, los del Ojo de Santiago, los 64 Memorias de la Sociedad Científica del Estanque de los Pescaditos, otros en la parte Noreste de lo que hoy es Paseo Viejo no lejos de San Juan del Río y otros al Norte del templo de Nuestra Señora del Refugio, que probablemente deben haber sido lo que actualmente se cono- ce por “Laguna de Flon.” Se advierten en el plano unas ace- quias ó pequeños arroyuelos que tienen su origen en el lugar en que están situados estos baños. De los primeros, esto es, los conocidos por “Ojo de San Pablo,” parte una acequia que corre por las calles (hoy 3*, 2? y 1? de Juárez), sigue en línea recta por el lado Oriente de donde se halla el Paseo Nuevo ó de Bravo, da vuelta por Oaxaquilla y después por las Ranas hasta el rumbo Sur de la ciudad. Dicha acequia solo podía atravesarse por cuatro pequeños puentecitos: el de la esquina de Guadalupe, el de la esquina del Padre Avila, el de la Es- quina de Quintanilla y el de la esquina de la Plazuela de San Agustín. De los baños llamados “Ojo de Santiago” que en la actualidad se conocen más bien por “Baños termales del Pa- seo Nuevo”, parte una acequia que se bifurca en un pequeño espacio, y ambas se unen en la hoy calle de Ramón Corona y dan vuelta en línea recta al Sur de la población. Tanto de los baños del Estanque de los Pescaditos, como de los baños cer- canos á San Juan del Río salen unos cortos arroyuelitos que desembocan en el Río de San Francisco. Por último, nace una acequia en el lugar en que están los baños situados atrás del Refugio, la cual recorriendo hacia el Sur no muy gran trayec- to, termina en lo que hoy es Molino de San Antonio. Fuera de estas acequias, hay otra que comienza en el Puente de San Francisco y recorre la ciudad hacia el Sur; no se le ven puen- tes para atravesarla y pasa por todo el frente de donde está hoy el Baratillo, sigue por las boca-calles del Río de la Madre, Puente del Toro, San Roque, Pte. de Obando y Pte. de Anal- co, todo un lado de la Plazuela de los Sapos y continúa por las calles de Mújica hasta terminar la ciudad. | 52 Si se trata de jardines en plazas ó: plazuelas y de ala- ““Antonio Alzate.” 65 medas, se ve que no existían en esa época. Únicamente hay arboledas en las plazuelas del Carmen, San José, Santiago y San Antonio, en el Estanque de los Pescaditos, en el Carril de Santiago, que comprendía desde la plazuela del Carmen hasta la de Santiago, y en tres ó cuatro boca—calles á ambos la- dos de dicho Carril. También había árboles en el atrio del Se- ñor de los. Trabajos (hoy plazuela) y en el de San Ramón. 6” Respecto de calles, plazas ó plazuelas, encontramos lo siguiente: La Plazuela de San José era la más grande de Pue- bla, pues no existían ni la manzana en que está el, Cuartel, ni la de atrás de éste hacia el Norte; por lo mismo se dominaban perfectamente desde la esquina de la 1* calle Real de San Jo- sé los cerros de Guadalupe y Loreto, con sus dos grandes igle- sias de tres naves y de dos torres de dos cuerpos cada una, que coronaban ambos cerros. Desde la misma esquina se veía, también el puente y barrio de Xanenetla y la iglesita de Aran- zazú, situada á dos terceras partes de la altura del Cerro de Guadalupe. El callejón de Jesús y la calle de Naturales se comunica- ban por una calle que formaba costado con la capilla ó iglesia de Jesús contigua á la Parroquia de San José. En la calle de la Fábrica de Loza solo había casas en su lado Oeste; por consiguiente no existía la casa conocida! hoy por la “Fábrica de la Sajonia.” Tanto por esto, cuanto porque la plazuela del Boliche se extendía más al Oeste, la manzana que linda con la calle de las Huertas y con la del Bajío no era más que la tercera parte de lo que es. No había construecio- nes en donde está el Molino de San Francisco ni en el frente, - que forma la pequeña calle con las casas contiguas al templo - del Puente. La casa número 16 de la calle del Aiguacil y las casas de atrás en línea recta del Portal de San Franciseo hasta llegar á la calle de las Huertas se construyeron en lo que antes era - calle. Memorias. —(1903).—T. XX.—9. 66 Memorias de la Sociedad Científica Tampoco existia la manzana en que está el Parián, ni la manzana en que estuvo el Teatro Principal, destruido por el incendio de 28 de Julio de 1902, ni las casas que están frente al Baratillo y forman la manzana Norte de la calle del Río de la Madre; de la manzana que linda por el Norte con la calle del Puente del Toro y por el Sur con la del Puente de San Roque sólo habia la mitad, que linda por el Oeste con la calle del Coliseo de San Roque. La calle del Camarin no estaba ce- rrada, seguia otra calle hasta el Rio. Se vé que la calle de Alatriste no estaba, ni la del Cinco de Mayo; en cambio habia calle en donde está el Panteón del Carmen, la cual quedó cerrada á mediados del Siglo pasado para formar el Panteón. OÍ La manzana limitada al Norte por la calle de la Acocota y al Sur por la de la Luz, estaba dividida en dos en ese tiempo, por una calle que formaba línea recta con la de la Chula y continuaba con otras dos calles hacia el Norte. Dicha calle de la Acocota, que hace muchos años forma las dos manzanas más largas de Puebla, estaba dividida en tres manzanas la del lado Norte y en dos la del lado Sur. En la plazuela de San Agustin habia un Portal en su lado Oeste y frente al templo de San Ramón una pequeña plazuela con fina cruz en medio colocada sobre un pedestal. La calle de la Cerca de Santo Domingo tenía este nombre porque efecti- vamente había un muro en toda ella que daba vuelta á la ca- lle de la Cruz de Piedra. No existía la Plaza de Toros del Paseo Nuevo, pero sí ha- bía una Plaza de (allos en el lado Norte de la calle de la Ca- porala. La casa de Matanza estaba en la manzana en donde está hoy el Frontón “Beti-Jaz”. Había cuatro Cuarteles para la tropa: el de Dragones en la primera de Tepetlapa, el del Batallón en la calle de Mira- dores, el de Reclutas en la calle de Herreros y el de Pardos en la calle Sola. y S “¿Antonio Alzate.” 67 La Aduana estaba en la calle de Infantes, el Real Estan- co de Pólvora en la 4* calle Real de San José, el Real Estanco de Nieve en la calle de la Carnicería y el Coliseo en la ca- lle de San Roque. y Se advierte en el relato del plano que á la iglesia de la Concordia, señalada'con el número 33, le llama la Santa Bera—- Cruz; este es su nombre propio, pues con ese fin se edificó. México, Junio de 1903. 4 , . - y E .- . - - - / , É p te 3 e > mo « pe 4 > ñ Le , ' +6 25 E » - - 1 sx > y a * . . ¡A .. E K 4 ”] . E . 4 > 1 4 í p - , irá A El pl LA PIEDRA DE NETZAMUALCOYOTL 0 DE LOS “TECOMATES” (En Cuautlinchán Estado de México). POR EL INGENIERO LUIS G. BECERRIL. Aprovechando las vacaciones que el Ministerio de Fomen- to concedió á los empleados del Instituto Greológico, en 8l mes de Diciembre próximo pasado y con el objeto de conocer el ídolo que llaman en la localidad én donde existe la “Piedra de Netzahualcoyotl” ó la “Piedra de los Tecomates” por unos agu- jeros que tiene en esa forma y en la parte anterior y abajo de la cabeza, el 20 de Diciembre citado me prometí hacer la expe- dición y al efecto ese día tomé el Ferrocarril Interoceánico ba- jándome en la Estación de San Vicente Chicoloápam para to- mar un carruaje que me condujo al pueblo de Cuautlinchán que está situado en las faldas de la sierra que limita al Valle de Mé- xico por el Oriente y sobre el paralelo de Texcoco. "Después del desayuno monté á caballo y en compañía de varios amigos de la población emprendí el paseo, que así se puede llamar, porque solo hay que caminar, falda arriba, tres kilómetros con pendiente suave y uniforme, lo que hace supo- ner desde luego, que el trasporte del ídolo sería fácil y de po- co costo, Después de una hora, más ó menos, de caminar, llegamos = 70 ; Memorias de la Sociedad Científica PASOS SD DDIDODIDDN DDD DDD DILO LIDIA IDEADA al lugar conocido con el nombre de “Barranca de los Cosco- mates” que tiene una profundidad aproximada de 40 metros, en cuyo fondo está señalado el cauce en donde se alojan las aguas torrenciales y tiene unos 4 metros de ancho por 2 de alto, término medio. A la orilla de este cauce y en el fondo de la misma ba- rranca se encuentra el monolítico ídolo, que sorprende desde luego y acarrea á la mente muchas ideas que lo ponen á uno en respetuosa contemplación al considerar el tiempo, el traba- enorme piedra para obtener la figura completa. Su forma dá idea de un gran pebetero pero más bién se cree que estaba destinada á una fuente ó caja para distribuír el agua (algunos le llaman Diosa del Agua) pero esta denominación es poco co- nocida y no tiene fundamento ninguno. Los agujeros que se ven en la parte anterior, son log que servirían para la salida del agua. Además, en la parte alta, como corona del monumental ídolo, tiene éste una tina que de- bería ser ahondada hasta permitir su casi comunicación con los agujeros (tecomates) y en donde se recibiría el agua fil- trada. Es el ídolo más grande que se conoce y llama la atención por ser monolito. Pocas personas hay, aun los aficionados á la arqueología del país, que conozcan esta belleza, pues los datos que sumi- nistran las personas indiferentes al estudio de arqueología, son generalmente muy deficientes, poco descriptivos, y casi siempre inventando leyendas, díceres y mentiras (algunos del lugar creen á pié firme que es una mujer encantada) y se adi- yina esto cuando se pone uno á ver el semblante de aquellos crédulos é ignorantes, que revela conmiseración por un ser que deberá levantarse á la vida quién sabe cuándo, y en vir- tud del perdón concedido por un ente imaginario y repug- nante. | -. jo, los utensilios y hasta la plantilla tan bién alojada en la - “Antonio Alzate. ” . 1) La verdad es, que los que contemplamos esa obra monu- mental la compadecemos y adivinamos los terribles azotes que recibe, por el lado que dá al cauce del agua torrencial que en su precipitación al lado de Texcoco acarrea enormes blocks de piedra que á su paso por el lugar en donde está el ídolo lo gol- pean y le roban poco á poco las aristas y hasta partes com- pletas como el pie y la mano izquierda que le faltan. Es indudable que no hay otra causa á la que se debe la des- trucción del precioso ejemplar arqueológico que nos ocupa, fuera de los agentes atmosféricos que descomponen la roca. Hecho el estudio de ésta por el Señor Ingeniero Juan de Dios Villarello que determinó su naturaleza y su densidad y la cubicó haciendo los cáleulos más minuciosos, se llegó á ob- tener el conocimiento del ídolo en otro sentido en que gene- ralmente lo conoce la gente profana y admiradora de lo grande ó de lo raro. Hasta la fecha ninguno ha calculado su peso, ni ha sabi- do la naturaleza de la roca y me fundo al decir esto en el enorme peso que el Señor Batres le ha calculado (ad libitum) de 150 toneladas muy distinto al que nos ha arrojado el cálculo real, el fundado en la ciencia que es de 28 toneladas. Por la dureza de la roca que es una andesita de hornblen- da y que tampoco sabía el Sr. Batres, porque no es petrogra- fista, se puede uno suponer cuánto trabajo y tiempo debe haber costado á los labradores de aquella enorme piedra y por qué ha resistido tantos años expuesta á las vicisitudes de los agentes atmosféricos. = De todas maneras, si se lograra traer á nuestro museo aquel monolito, indudablemente que llamaría la atención de todo el mundo por su forma, su tamaño, y la naturaleza de la roca, siendo hasta hoy el mayor ídolo fabricado por los indios en todo el Continente Americano. [caen hi — fegubgezod ap osighlopapiia. a ps ¿Aba pride cen pe pra ap ini EA estoi el poor: : dde pS NOR ES E] As A Pre ed A A bielgolagiad dapeein ada o be oda cidad de oboe al ab apela OS farididil ba) obaleolad ej cet A Lo op RA ON imc caps otgiteib oque pabal a inde. aabáloaoi ES eb 29. ap aiyralo ee: a. Seabae aseo > «collar lvatisib cl ai sordo abel | Es S OS Er Odo Rao apo 2eria tl lo pidas oscrate ' > ab: Po asdabadod: oqueitrtaje darte anes Are vd o + ob Argo ebroia aoía Al>upabh ¿rob . nsdiioos be dando Mini sl delas A o a p apuro ¡Mera candy piargo dela Y ik abonadas TO RRRA me ¿a 00D e | e di idea ahorimelk, Pai po e po eo pele Rc io te Y LO ADA ó k j e Há DS Ae Lira Ñ pe dot E MO Bar AVS ENAR 0 ec A 1 E Ñ e E y Ho y ” 3 q S e eN ad 7 A + > Nor: h > Ú E A) - = 4 1 0 2d ¿ a? ES a . X 2 e TY pe = AY dv Ss a . '4 f fr. 4 : EN p A 4 5 OBSERVACIONES DE LATITUD EN APAM- PRACTICADAS POR LA COMISIÓN GEODÉSICA (Método de Talcott). POR EL INGENIERO SILVERIO ALEMAN, M.S. A., d De la Comisión Geodésica Mexicana. Durante el mes Noviembre de 1901, por acuerdo del Se- ñor Director de la Comisión Geodésica Mexicana, se hizo una serie de observaciones, por el Sr. Ingeniero D. Valentín Gama, Subdirector de la referida Comisión para determinar la latitud de uno de los extremos de la Base de Aipam (Hidalgo), que forma parte de la triangulación entre México y Puebla. Ha- biéndose encargado al que suscribe, parte del Cálculo y la dis- cusión de estas observaciones, tengo el honor de presentar á la Sociedad, una ligera reseña de los trabajos y los resultados que se obtuvieron. ' Aunque el método que se siguió en esta determinación sea muy conocido, no parece inoportuno dar algunas indicaciones de la manera cómo se determinaron algunas de las constantes instrumentales, dados los medios de que se dispuso. Menvorias.—T, KX.—(1908).—10. 74 Memorias de la Sociedad Científica mn Lugar de observación. El sitio donde se hicieron las obser- vaciones pertenece á la Hacienda de San José de Ocotepec, inmediata á Apam (Estado de Hidalgo) y queda cerca de la vía del Ferrocarril Mexicano, Elinstrumento se instaló en un pilar de mampostería, protegido por una tienda de campaña que podía abrirse por el techo de manera de permitir las obser- vaciones sin dejar á la intemperie el cronómetro con que se re- gistran los tiempos, y los otros aparatos que se usan para de- terminar la diferencia de longitudes entre este punto y el Ob- servatorio Nacional de Tacubaya. . Instrumento. El que se usó es un Anteojo Zenital cóns- truído por A. Repsold € Sóhne, de Hamburgo, que sirve tam- bién de Anteojo dy Pasos. Las principales dimensiones de este aparato, son las si- guientes: Distancia focal........ hey OO De 80 Diámetro del objetivo......... ea 0 118 0 Aumento del ocular......... ETE 66 nd En uno delos extremos de los muñones del anteojo, está el ocular con el micrómetro y en el extremo opuesto, un círculo graduado que sirve de buscador mediante una alidada provista de un nivel. Los niveles están en una'caja que se fija al anteojo por medio de un collar y. un tornillo de presión que permite variar el ángulo que forman con el telescopio y mantenerlo constante al invertir éste sobre sus apoyos. La inversión se hace por me- dio de un bastón, que obra sobre un mecanismo especial que levanta el telescopio y lo hace girar en torno de un eje vertical hasta que vuelve á descansar sobre los apoyos. Observaciones. Después de orientado el instrumento por ob- servaciones de circumpolares en su paso por el Meridiano, se dió principio á observar los pares de estrellas que se habían dispuesto de antemano, haciendo varias bisecciones de cada “Antonio Alzate. ” 75 : es estrella con el hilo móvil del mierómetro, leyendo las indica- ciones de la cabeza del tornillo y anotando los tiempos del cro- nómetro, cuya corrección se determinaba todos los días de ob- -servación. Las posiciones medias de las estrellas que forman los pa- res, se tomaron en su mayor parte del Catálogo de Estrellas Fundamentales de Newcomb, y las otras de los catálogos de de Saftord y del Cabo. Do los treinta y cuatro pares que se observaron, solo cua- tro lo fueron'una sola vez, haciendo un total de noventa y sie- te observaciones, durante diez noches de trabajo. ' CONSTANTES INSTRUMENTALES. Las que se determinaron de preferencia fueron el valor an- gular del micrómetro y los de los niveles fijos; nos ocupare- mos separadamente de cada uno. Valores angulares de los niveles. Para el estudio de estos se usó el aparato de G. Laegmiiller que da directamente segun- dos de arco por las lecturas heehas en la cabeza del tornillo micrométrico que está dividida en doscientas partes; las frac- ciones de segundo se obtienen por estima. Para proceder al estudio de uno de los niveles, se le colo- có en el aparato y se hizo recorrer á.la burbuja toda la gra- “duación de cinco en cinco divisiones, anotando las lecturas co- rrespondientes del micrómetro y las del nivel; después se re- pitió la operación en sentido contrario hasta volver al punto de partida, tomando como índice uno de los extremos de la burbuja. La misma operación se repitió tomando como índice el otro extremo. E l De esta manera se obtuvieron dos series de observaciones, “con las cuales se caleularon los valores de los grupos de cinco divisiones; pero como se vió que eran casi iguales, se prefirió 76 Memorias de la Sociedad Científica hallar el de una división, por medio de todas las observacio- nes, compensándolas por el método de los mínimos euadrados. Con el fin de operar con números más pequeños, se supu- sleron valores aproximados á las incógnitas y se calcularon las correcciones que dichos valores necesitaban. Las ecuaciones de observación se establecieron de la manera siguiente: Sean m y l, las lecturas del migrómetro y nivel, respecti- vamente, para una posición cualquiera de la burbuja; m,+dm, la indicación del micrómetro cuando la burbuja del nivel ocu- pa el punto medio del tubo y que lá lectura es 30 divisiones; v-Hdy, el valor angular de una división que se busca. Para la primera série de observaciones se obtuvieron ecua- ciones de la forma dm ,+(1,—30) dv=m,—(1, —30)v—m, t Para la segunda, como la indicación del mierómetro co- rrespondiente á la del nivel cuando la burbuja marca 30 divi- siones de la escala, varía muy poco, se tiene Sustituyendo por l,, l.....ete, P, Pa... .ete; m,, m>,....w, m,.... valores numéricos, y conociendo un valor aproximado de m, se pueden resolver estas ecuaciones por el método de Gauss y hallar los valores más probables de dm, dm', y dv lo mismo que el peso de este último valor y su error probable, pues el de observación se obtiene por el método de los resi- - duos. (1) La graduación de los dos niveles fijos es de 0 460 divisiones. En un nive divisiones son negras y en el otro bastardilla. R E “Antonio Alzate. ” 96007 =(VV) 1000' 10' Cz0G' St PPpT" 88: — 6000 £0 CóGT" CE” GALO” > MEA 660" Le” —= 9160" Pos 6660" ec" 6860" ZE 6610" L6' 9166" yr EGO" me 9610" vr 1660" sr” P30r" 66 0060" 08" 9100" pS 9610" ES ToST" 6523 GG06" E voor cu e300" co" — PE0T'O 660 “VV V (so) = Cz6'LTLT 318 L8T CGP 67 c3I8p : 0091'8 0098 'C9 009T'99T 009T'99T 03€ T9 C311'9 311€ 008, '8p C3Lp CET C3L93LT -009€'C91 c3c00'6 00P9'3 009€ LP DOTE PET DOTE PET CzL0'9p 009€ € 00986 009€'c9 "SO 0066'ELT (su) = 36 v IS 0936 90P'8 e69'0 v88'0 +v9€'9 +sp'8 v8P'6 69r 6pp"I ES T= 008'TI— 1065 A FO0'6 97p0 vFr0O=- v88'0 +66 vOT 2 669 p v90'T 9€6'0— vre'0 1962 “su AS) 2, T1=(sd) S6 TI=- GOES CA 0v'€ 09'8 0p'sL 0P"ST 268 cc CE 0EN =>, Agr 194 194 « £ 194 194 194 (914 «( (73 S "UOIIVALISQO IP 9,QWGOLÍ sO4VYAT Ñ SOJDULLOW SIUOIDONID SM] IP SOYUOIDADO) $0] IP UWOIIDQOLÁAMLO() “UQIIVALISJO IP SIUOIWNIT : "“SVADHN SANOISIAILO HAU "HAIN (ue) | (oo) (uq) (oq) (q9) (us) (or) (qu) GL0TS 0S30'912T | 06'T 0'GI ER er 0 031 086 690 "OST 9u6'€ e30'Le A dl ES A a UN y cu8'0 a A E Es AA E A 0 O da +c9'0 91'G 96 E vc9"S 9216 AA 092 dOKS 92 SGT LR 92 891 96" 660'T 0360 "vG 1 -686'0 S36c9 "y op grs > TI9'0 — . Gu69"g 96" Memorias de la Sociedad Científica 18 00S'T — (EE C339"LpT PEO Ch 06'T pp AA leg PA A Pap 2330'09T de dp E ASÍS EN Ad das 9€' c9'ZT EA de P38"T 92'LG e SS RS 7: 09, PA A 90€'0 Cz09'9 o ; pa A aL" ea OS ES P93'0 — P8'p A O e ES : 3r 03% A de +Hy0 91 PG ol E AE 90. — 0PL= Da SS vES'9 1+'9PT PARO" A IO De po — OT ZI— o OA S PpL'L TP'9PT de Y 9 MEGAS v9r — OT ZI— ER e 6EP'S 0330'PG ds. le al al cab ela PL — 08) — ld E PES E e o pane ce 9, — 09 — A : 9190 — A a PEL (AR E A Ea 97 — A es co He : P0€'0 AS A IS o e ¡Ml $0" 092 DAA 00'T 99£') A > a e ls do 88'0 » 0L'Z1 Es “U9 :00 “ue 00 :4 UB “98 8 “88 696 “SHATVINAON SANOIOVAIA SV'I HA SALNHATOIAHOD “Antonio Alzate.” 79 ODOCOOOIIDIDOCOOIIOIDII0I0IOOIIIII0DI0DIIIIIIODADIEIIOOIIOIOIIIOIIII II ONO IN ININIA Para mayor claridad ponemos á continuación, los cálculos . de los valores de los dos niveles: NIVEL DE DIVISIONES NEGRAS. ECUACIONES NORMALES +12dm,+ 0.00+2.15 dv ==" 1.54 So 412. dm',—0.25dr =+ 1.90 == +1716.025dv=+ 51.072 Memorias de la Sociedad Científica 80 200 x 266300 =AP=6uo 9€9'STLT 7:99 L8€'TG quo T:90 : 1:90 (1:99) 1:Q T'99 200'0 1:99 Toy —| — 0PO'0 T1'4Q T'9q— lb 886'99,1 180 | Tp9'ST¿T 100% MA DD : vo : E - =803Gse(om)] +8E'0 90 90— en e A (100) . 166'89,1 (so) Gz0'9T,T (09) —T100'0 ap (Toa) — Sh — z _—_ (140) 1:90 15777] EA De T.281'0=26TT | T'%9 ] —T80'0 Toq e o y ; e up == “7 . . “ul —= “Ut, c9'eT T'sQ Ec0 T9q 0'31 0d Tu esT'0 (vv) (vo) (90) 0 (00) (qu)— 0 (90) (qu)— 200'0 ap (o0)— . (M0) — 230 (99) 031 (99) 0 ap (qm )— (om) (10) (00) | (a) TG0' T= TSO'T (cv) 6,1'0 (0m) 0 (qu) —861'0 (un) T9'3T (sp) S2rz (00) 0 (qu) | — 0:31 (q0) ¡|— $e "T (un) ¿NOIOLO'TOSHIHI “Antonip Alzate.” 8l COMPROBACIÓN DE LOS COEFICIENTES. (ns)=+ 51.432=(an)=(bn)+(en)=-—1.54—1.904+ 51.072=4 51.432 (as)=4 14. 15=(aa)—(ab)+(ac)=+12.040. 04 12 15=4+ 15 15 (bs)=-+ 11. 75=(ab)+(ab)+(bb)=-++0.0+1.20— 0. 2=-+ 11 75 +1717.925 ' VERIFICACION. —1.596-+-0.900+ 0.064=— 0.58 0.000+1.908— 0.007=-+ 1.90 —0.286—0.040+51,393 = +51.067 Error medio de observación e, = lee == 6 =+0"31 Error probable de 1 p=2%.=+0.21 e 0:21 Peso de dv=1716. e ==+0.005 Memorias. —T, XX.—(1903).—11. OS fr e ER q " 2 rl l E z 7 k h eL TO Í - - TE $ - i fe » £ 1 ES ) y Ñ ¿ i t y ' A ñ ot si . £ xk: A ' y . 3 re - . y A ' Ye HER ; » e sd EL ( E ó Es ñ 5 y ; 1 a E RAR U ll y 0 4 3 : E y « pe ds PA " eS 2] - . € » Ñ S FS h ES en > a A Ená Pa . Y » x EIN Ed 2 ' pe a + Ll . SI y 2 y E - A y UE : 4 o . » 5 e s S E y e = 25 . E 1 s J Aa Po ? Ú E p y A . . x É "a e po: E y 2 A ¿ ex je á 1 Bok A . HA os ñ Es > - ' ” e o a E y EA Ñ e AAN) E E de a - 1 y - al es! , . S , > mM pe , eN AS . $ MA 1% 7 . Z EN y Me > Ú A » y F 2 A E 16 Eo ao ES 2 E ey le yA 24 7 (5 A O] INFECCIÓN DEL ACTIONOMYCES - BOVIS. EN EL GANADO MEXICANO POR EL DOCTOR SILVIO BONANSEA, M. $. A. En una excursión que hice el mes de Marzo de 1903,en el Estado de Morelos, por asuntos profesionales tuve que de- tenerme un mes en la pequeña población de Zacualpan de Amilpas. La sequía era grande, los campos y los potreros secos, el calor intenso, así es que el ganado soltado por los áridos cam- pos, se hallaba en muy malas condiciones, viéndose obligado á comer magros talluelos de plantas secas y unos duros tallos de maíz dejados en los campos. Me consta que en algunos potreros la sequía y la corres- _ pondiente falta de pastos ocasionó la muerte de unas cabezas de ganado. No extrañará, pues, si en estas condiciones, mu- chas reses se enfermaban. En esta ocasión tuve oportunidad de visitar unos bovinos de la Hacienda de Cuautepec, donde encontré tres, bueyes _muy enfermos, con úlceras en la boca, que les impedían el comer. Llamado á curar estos animales empecé á hacer una minu- ciosa observación, encontrando en los tres enfermos unos tu- sd pié _ Memorias de la Sociedad Científica n mores en las mandíbulas, la inferior especialmente, así como en el paladar y en la lengua. Uno, el más enfermo, presenta- ba también una grave conjuntivitis la que resultó ser causada por el Actinomyces. Este animal tenía varios tumores sarco- _matosos, la lengua, las tonsilas, el paladar, y la laringe esta- ban gravemente atacados, y la mandíbula inferior tenía una úlcera que del centro de la mandíbula salía al exterior, presen- tando un canal lleno de pus y de larvas de la mosca carnaria. La mandíbula estaba partida en dos, los dientes se movían y no permitían al animal comer. La lengua, (que presento) es- taba destruída por la gangrena húmeda, á su extremidad don- de tenía muchísimas larvas de mosca, y ála base presentaba varios tumores sareomatosos de menor importancia. El caso era tan grave que aconsejé matar pronto al animal, pues se- gún mi opinión era perfectamente inútil intentar curarlo. A la autopsia encontré tumores sarcomatosos en los gan- elios linfáticos, hígado y pulmones. Los otros dos bueyes enfermos, menos graves, los curé estirpando los tumores, que se presentaban cartilaginosos, cauterizando después con el termocauterio y siguiendo la cu- ración con fricciones de una pomada compuesta de manteca, yoduro de potasio y eromato ácido de potasio. En el maxilar inferior de uno de los bueyes encontré un tumor osteoplástico que tuve que cortar con el cincel; y va- rios tumores purulentos en forma de caries contra los cuales dió excelentes resultados la cauterización. Creo que esta enfermedad en los bovinos de 1'4 3 años es más frecuente de lo que generalmente se cree; no está bien conocida por los ganaderos, los que por lo común no se aper- ciben del mal hasta que el parásito ya está desarrollado á tal punto que en la mayoría de los casos esinútil toda curación. Según pude observar, el Actinomyces origina trayectos fistu- losos que del interior de la boca comunican al exterior donde sale el pus y se desarrollan las larvas de las moscas, las que “Antonio Alzate.” 85 MILI OALIIIr pasan después á la boca, y los ganaderos designan la enferme- dad con el nombre genérico de animal agusanado, equivocán- dose en que tomen el efecto por la causa. El actinomyces bovis de Harz, ó discomyces bovis de Rivolta, es un microorganismo del género streptothrix que se encuen- tra sobre los vegetales, especialmente sobre las cáscaras y aristas de la cebada. El microorganismo llega con el pasto á la boca de los animales, á donde encontrando un ambiente cá- lido-húmedo, se desarrolla, y, ó por unas heridas que con fre- - cuencia hay en las mucosas, ó bien por los dientes cariados el microparásito llega al hueso maxilar invadiendo después la lengua, la faringe, los pulmones, etc. El Prof. Rivolta fué el primero que hizo notar las propiedades físico-químicas de es- te parásito; Perroncito y Bollínger demostraron su naturale- za vegetal y su valor patogénico. Como esta enfermedad puede manifestarse con demasia- da frecuencia en los potreros del país, ereo no sería inoportu- no que se buscaran medios para divulgar nociones de ciencias zooyaticas entre los ganaderos, pues con una bien entendida y mejor aplicada higiene, con un buen régimen alimenticio, * limpiando los alimentos (y sobre todo los granos) destinados álos animales, por ejemplo picando los rastrojos y los olotes; y lavando los granos como la cebada, el maíz, la avena, y hu- medeciendo estos alimentos, con agua acidulada con ácido hi- droclórico, sulfúrico, Ó con simple solución de creolina, se evi- tarían estas infecciones que á veces son causa de muy graves pérdidas. 1 Eolo : Ent pidio EA 0d cada 00 nu cima; e OA SN ñ q y 2 Sib ) SCD ip e 2008 Ps Sl a RO AS EAN añ, $3 pilar dy ARTE Pess dl AEzd A, AIN mn 10) y jo E Leda, A ee ES É 8 ceyd0dO IDAPL A AE ¿La pil PERA SN E . 07 | FAS asian ió WAS: ista Does palio 2 ve t id z 0 ol kraitd. si 1D dt di ADA subl aisitta E RA posbicinjio: o envia od he pe : ¿opens a cd ie des bes y . ” slo, sidra ENS : : sal birds INEA A ya opa : ) E bis EY E qu E di ute its dd epa 200 : eciclllas . ; 2 PRADA Si ABU OR EAS ne $ y z Í 3 y : : y Di eta US A Y 4 Sy] A , AS A? Ñ =, : me É , h Te > 12, dS. Fa . S de D á y ES A A) MS FOO R y AS e le 1 , . ' > » y ANA e 2 . E $ o A > ; Ml ke 4 ñ - Sk MP A E > H 5 , 7 ñ : E) y Y dx vs y Ñ ñ 1 a 1 e ) E Ma pS : : : DA TAN he s PR qe Ñ e y > , y . o ON = a qa) * , ho x o me $ A Ñ ¿ y y 5 o. y : ES . Ñ 54 e E ; ; Ex * le 4 y 7 mi S lol E : pa a £ > í : 2 eS 7 Z Y e EN 2 de A pS pe E pa y lA A A A y 4 4 DN 7 y ; , 1 VERS EL VANADIO DE CHARCAS (E. de San Luís Potosí. México). POR EL PROFESOR GUSTAVO DE J. CABALLERO, $. J., MS A, Sabido es cómo en 1801 analizando el Sr. D. Andrés del Río el plomo pardo de Zimapán (E. de Hidalgo); encontró 80.72 por 100 de sesquióxido de plomo y 14.8 por 100 de una sustancia, que al principio llamó PANCROMO, por la multipli- cidad de colores de sus compuestos; y después la llamó eritro- nio, por formar con los alcalinos y alcalino-terreos, sales que se ponían rojas al fuego, ó al contacto de los ácidos concen- trados. En 1797 Vauquelin había descubierto el cromo en el plomo rojo de Siberia, pero el Sr. Del Río no había tenido oportunidad de conocer ni el nuevo metal ni sus sales; y así comunicó sus observaciones al Barón de Humboldt, que ha- bía llegado de Europa no hacía mueho y á quien suponía bien enterado de los caracteres del cromo y de sus minerales: ” el (1) “Así llamé yo eritronio á minuevo metal, por la bella propiedad característica, de que sus sales blancas de amoníaco, potasa, sosa, barita, cal, ete., se vuelven al fuego y con tocar una sola ota de ácido concentrado, del más hermoso rojo escarlata.” —Ele- mentos de Orictognosia. p. 155. México. 1846. (2) “Expongo el trabajo que hice, bastante exacto para aquel tiempo, que comuni- qué al Barón de Humboldt, 4 quien suponía bien impuesto, en los caracteres del cromo; y así le fué fácil persuadirme de que lo era el mío. A su salida de México, le dí, sin em- bargo una copia en francés, de mis experimentos para que los publicase.”” — Elementos de Orictognosia.—Parte práctica. p. 484. Filadelía. 1832. ; 88 Memorias de la Sociedad Científica có Barón de Humboldt, le persuadió que el metal que había en- contrado era el eromo: y Del Río se convenció tanto más fá- cilmente cuanto, que suponía á Humboldt bien seguro de su aserción: sin embargo entregó al sabio Barón á su salida de México, una copia en francés de su análisis, para que la pu- blicara en Europa: cerca de Pernambuco naufragó el buque en que había enviado Humboldt dicho documento, y Del Río ni siquiera se enteró del paradero de su trabajo. En 1830 Sefstróm'” encontró un nuevo metal en los mine- rales de fierro de Taberg, que es una región ferrífera cerca de Jónkóping en Suecia; y le dió el nombre de Vanadio, de Va- -nadis, que era una de las antiguas diosas de Suecia. En el mismo año Wóbhler probó, que el mineral de Zima- pán analizado por Del Río, no era más que un vanadato de plomo. En 1831 imposibilitado ya Sefstróm de proseguir sus inves- tigaciones, sobre el nuevo metal, envió á Berzelius algunos gramos de mineral, y éste último químico publicó” el estudio de varios compuestos del vanadio, y pretendió haber determi- nado su peso atómico; aunque según se vió más tarde confun- dió el vanadio con alguno de sus óxidos, ó con el azoturo. Más tarde (1867) se dedicó al estudio de este nuevo ele- mento el químico Roscoe,% y como fruto de sus investigacio- nes, nos dejó la reseña más completa que se conoce del vana- dio y sus compuestos. Otros distinguidos mielina como Websky.% M. des Cloizeaux, Pisani, * Witz, Osmond,? Rammelsberg, y otros (1) Poggend. Amn., t. XXI. p. 43. (2) Poggend. DN t. XXH. p. 1. (3) Bull. Soc. Chim., t. X. p. 362. Proceed. Roy. Soc., t. XVL. p. 223. A treatise on Chemistry., t. LL. p. 277-300.* (4) Sitzungsber, Wien. Akad. Ber., t. XXX. p. 661. (5) Bull. Soc. Min. Fevrier. 1889. (6) Bull. Soc. Chim., t: XXXVII p. 49. «Antonio Alzate.” 89 6 que sería prolijo enumerar, han enriquecido la literatura mi- nera, con el estudio de algunos de los compuestos del vanadio. También en nuestro país por el año de 1885 el mineralo- gista mexicano D. Miguel Velázquez de,León, emprendió el estudio de uno de los compuestos del vanadio,” ó sea del va- nadato de plomo cuprífero, el cual llamó Ramirita en honor del ilustre Ingeniero de Minas D. Santiago Ramírez. El estudio del Sr. Velázquez de León es concienzudo y mi- nucioso: y puesto que no nos creemos competentes para dar de él un juicio cabal, remitimos al lector al'artículo de “El Minero Mexicano” ya citado, donde se expone detalladamente el mérito de dicho estudio. : No ha mucho el Sr. Ing. D. Blas Escontría, tuvo la ama- bilidad de obsequiarnos unos ejemplares de Ramirita, proce- dente de Charcas, (E. de San Luis Potosí) con lo cual, y con la noticia de los últimos estudios que se han hecho sobre el vanadio, nos alentamos á hacer el presente trabajo. - Existe, pues, el vanadio en Charcas, en una mina explota- _da'por mina de plata: se halla en venas bastante continuas de vanadato de plomo cristalizado en agujas amontonadas para- lelamente á sí mismas de 5 á 13 milímetros de largas y de un color amarillo de cera. Este vanadato viene asociado á la coelcita romboédrica, y atraviesa una capa arcillosa, depositándose principalmente en las paredes que abarcan el filón argentífero. La cristalización es monoclínica, pues tiene siempre extinciones oblicuas á las agujas. El mineral tiene una dureza de 3.5 3 y su isnidia 6.20 á 620. ei Los datos analíticos que hemos obtenido difieren algún tan- “to de los que obtuvo hace 20 años Velázquez de León. El pro- cedimiento seguido en el análisis es como sigue: Se somete el (1) “La Ramirita.”—Nueva especie mineral, por M. Velázquez de León. 1885. “El Minero Mexicano” n? 28. t. XL. y y Memorias.—(1903). UNER JO) 90 Memorias de la Sociedad Científica . $ mineral finamente pulverizado á una temperatura de 12006; por espacio de dos horas en la estufa de desecación, de modo que nos cercioramos de la completa desaparición del agua hi- groscópica: después-lo calentamos en tubo cerrado, donde se desprende el agua de composición: se corta el tubo y se deter- mina la cantidad en peso del agua. - El mineral así deshidratado y amasado con aceite de olivo se somete á la temperatura del rojo en un crisol de porcelana y durante cinco minutos: el mineral llega á fundirse, hirvien- do suavemente, despide el arsénico, y queda una masa negro— plomiza, adherente á las paredes del erisol: una vez enfriado éste, se pesa, y se obtiene por diferencia el arsénico. En el mismo erisol se va echando por partes el AzO3H diluido y se va calentando: separando en una cápsula las por- ciones de AzZO3H saturado en que se va disolviendo el mine- ral: así se continúa hasta que el crisol quede limpio. La solu- ción, que es de un color verde yerba, se deja reposar y enfriar, y luego se filtra para separar el Mn?0%. La solución se va concentrando al baño de maría y neu- tralizando con AzH*: cuando está bien concentrada y casi neutra, se acidula con unas gotas de ácido etanoico, y casi hir- viendo aún se trata por el nitroso-B-naftol disuelto en eta- noico al 50 por 100, con lo cual se separa el nitroso-B-nafto- lato de cobre, que recogido en un filtro, lavado con agua, seca- do y calcinado, nos da el óxido de cobre, Vuelve después á _ neutralizarse la solución con AzH* y se le va sometiendo á la acción del ácido etanedioico, que precipita el etanedioato de plomo: recogido éste en un filtro, lavado, secado y calcinado en un crisol de porcelana, agregándole al fin algo de nitrato de amonio, nos da el óxido de plomo. La solución restante se evapora, calcina en el erisol de plomo, y se trata por clorídico: neutralizada casi la solución por el AzH* se acidula «con unas gotas de metil-3-pentanol- 3-trioico 1. 3..5, y después se somete á la acción del H?$S, el * No id E “Antonio Alzate.” ' 91 ze = y cual precipita el sulfuro de zine, el precipitado se lava con so- lución de H*5S. Queda un líquido de un morado bellísimo: se evapora á se- quedad, se calcina, el residuo se disuelve en Az0*%H al 50 por 100: neutralizada la solución se somete á la acción del AzH*0l en exceso: que por concentración deposita cristales de vana- dato de amonio: este se recoge y calcina y nos da el anhidrido vanádico. Queda pues el fosfórico que se dosifica por medio del mo- libdato. PENSA : Hemos hecho repetidos análisis de comprobación, precipi- tando las bases por vía electrolítica, y verificando después el fraccionamiento: también precipitandolas bases por medio de el H28 y el (AzH+*)28, y verificando asimismo después el fraccionamiento, - | También separando primero el vanadio por el hidrato de bario, que da el vanadato de bario insoluble: en fin hallando concordes los análisis creímos poder anotar los resultados, que son los siguientes: en Pb—54.10 58.70 213.31 «18.34 a 4.291 (Bao eee pe 4.11 Ph— 2,00 pd As— 4.80 . 4.86. O —16.61 16.63 E HITO 190 117 El Mn?0* se encuentra en cantidades insignificantes y . variables, y al parecer como impureza, y no formando combi- ¿nación con los otros elementos. De donde se deduce que el mineral en cuestión es un va- = 92 S Memorias de la Sociedad Científica nadato neutro de plomo, con agua de composición: y su fór- mula teórica será: (MO()FEbeEZO: Pero existe como se deduce del análisis una sustitución del Zn y Cu en vez de dos equivalentes ó átomos del Pb y el Ph y el As no parecen estar bajo la forma de fosfatos, fosfi- tos, arseniatos, ni arsenitos, pues el AzO3 Ag no produce con la solución neutra del mineral los típicos precipitados amari- . llo y rojo respectivamente. De donde hechas las sustituciones que indica el análisis, tenemos la fórmula real de la Ramirita: Ph,As(VO%)*Pb* Cu Zn+H?0. Y la fórmula racional, que indica las diversas funciones: Donde se ve que el equivalente ó número de átomos de . plomo es cuatro veces mayor, que el de cualquiera de las otras bases; las cuales entran en proporciones iguales ó lo que es lo mismo un solo átomo respectivamente de cada una; se ve al . mismo tiempo la plena saturación de las basicidades del vaná- dico; y la función ácida que ejercen:el Ph y el As. La fórmula que atribuye á la Ramirita Velázquez de León: Pb3(As,Ph),3(Pb,Cu,Zu)3 V no parece admisible, supuesto que el mineral es á todas luces una sal oxigenada de vanadio: por otra parte la cantidad de Pb y de V es en realidad mayor de la asignada por dicho quí- * mico: puede ser que el error en menos en cuanto al vanadio y en más en cuanto al cobre provenga del método que emplea “Antonio Alzate.” 93 DLIDDIDIODOLIDD0DIIDIIIIO IIA DDDDIDZIIIIIIIIDAN para el fraccionamiento, pues supone que la separación com- pleta del ácido vanádico se verifica por medio del HgC1? y el AzHS: y dice-que una vez formado el precipitado blanco de vanadato amonio mercurial, queda azul el líquido: esta colo- ración podría atribuirse ó al cobre ó al vanadio ó á los dos: él' supone que esta coloración depende solamente del cobre y lo prueba implícitamente de esta manera: “En la solución de “donde se separó el vanadio, después de concentrada á la mi- “tad, por haber aumentado su volumen con las aguas de lava- “dura, se agregó ácido clorhídrico, en ligero exceso, y se hizo “pasar lentamente una corriente de sulfídrico, hasta la com- ““pleta saturación: se dejó asentar el precipitado, lo que exi- “sió algunas horas, se filtró rápidamente, lavando el precipi- “tado con gas sulfídrico y poniéndolo después con todo y fil- “tro en larga digestión en sulfidrato de amoníaco á un suave “Calor. Este oyente no se colora, demostrándose así que en el “precipitado no hay vanadio.” Aquí Velázquez de León olvida lo que dijo (p. 14.) que “el vanadio tiene tal afinidad por el cobre, que aunque no sea “precipitado por el H?5 en solución ácida, es sin embargó “arrastrado, en gran cantidad por el Cus, al formarse este “compuesto en un líquido que contenga los dos metales.” Y podremos nosotros añadir que el vanadio entrañado en poca . cantidad por el CuS, no se disuelve en el (AzH*)?S y por con- siguiente no da á este "reactivo la coloración que suelen dar las sales de vanadio. Además no parece admisible la fórmula de a de León, porque no se trata de una sal anhidra, Difícil será también atribuirle la fórmula de la cuprodes- cloizita: pues tanto la deseloizita, como la euprodeseloizita, no . parecen todavía tener una fórmula determinada admitida co- munmente por los químicos mineralogistas. Wurtz califica á la descloizita de vanadato de las fórmulas; (1) “La Ramirita” p. 19. 94 Memorias de la Sociedad Científica Mm Y20"Ph? > VO*(Pb,Zn):0H Lapparent” la califica de vanadato zincífero de la fórmu-. la HA (Eb 4 2029 my dice que cristaliza en el sistema mo- noclínico. : Penfield”le dala fórm. R,(OH)VO4ó GA Landero le atribuye la fórmula:” 4RO0,V20?*+H*0 en la cual R= PL, Ln y dice que es en el sistema orto- rómbico. ) A la cupro deseloizita Pisani le atribuye la fórmula:” (Va0*)?(Pb,Cu)? (Pb, Zn,Cu)*(OH(VO* Como se ve cada uno admite fórmula distinta: y además ninguna de ellas parece indicar de una manera clara la pro- y Dana:"” porción en que entran las bases en el compuesto: ni se diga que estas proporciones pueden variar en un mismo mineral, pues entonees no estando conforme con la ley de las propor- iones definidas de Proust,” no representarían una combina- ción, ni podrían expresarse por medio de una fórmula química. La fórmula que Landero da á la Ramirita es:” 2Pb0,2Za,CwO(Va,As,Ph)205+H20 (1) Dic. de Chim. t. EH. p. 639. (2) Deux. suppl. au Die. de Chim. t. 1H. p. 17. ) (3) Cours de Minéralosie. p. 569- (4) Am. Jour. of Se. 1883. p. 364. (5) Sinopsis Mineralógica. p. 48€. (6) Comp. rend. t. XCITp. 1272.,.. (7) System of mineralogy. , , (8) Las objeciones que oponían Sehutzenberger y Bloutlerow á la invariabilidad de la ley de Proust, se referíaná cambios insignificantes, incluídos entre límites casiimper- eeptibles: del mismo género son las objeciones que más recientemente opone Duhamel. (9) Sinop. Mún. p. 487. “¿Antonio Alzate.” A 95 4 LLL VILLA que como se ve, participa de la misma vaguedad ó indetermi-. nación que las anteriores, extendiéndose aquí la indetermina- ción, no solo al elemento básico sino también al ácido. Creemos pues que en un mineral tanto el elemento básico, como el elemento ácido no puede ser sustituido en fracciones de equivalente ó hablando con más propiedad, en fracciones de molécula ó de átomo: pues estos elementos son la cantidad más pequeña sustituible: y por eso la tendencia general que va dominando de duplicar ó triplicar los exponentes en las fór- mulas mineralógicas para evitar las fracciones. : - Por consiguiente en un mineral puede variar el número de átomos del elemento básico, ó el número de átomos de ele- mento ácido: ó el número de átomos de entrambos elementos: el mineral no dejará en todos estos casos de pertenecer á la misma especie: pero según el caso tendremos que colocarlo en distinta variante, ó en distinta variedad: supuesto que los mi- : nerales son sales; y en las sales no es lo mismo v. gr. gH O. A” ” E A O De E y y0= 50 0> pá =PA=0 € Ca en” a O cd Po gd o á pesar de que tanto el ácido, como la base son los mismos. Ahora, pueden estos. mismos elementos no solo aumentar ó disminuir en número de átomos, sino ser también sustituí- dos por uno ó-varios átomos de un elemento congénere, y en- tonces estará más caracterizada la variedad; pues bien dice Lapparent,” que la variedad. se distingue por Sus caracteres : físicos, y también frecuentemente por las materias extrañas que intervienen en mayor ó menor cantidad. (1) Cours de Minéralogie. p. 457. 96 Memorias de la SociodadíCionfifica! . VALL Creemos pues que la Ramirita y la cuprodeseloizita son dos variedades distintas de la especie descloizita: lo cual se verá más claramente según los principios antes expuestos, comparando los respectivos análisis. DESCLOIZITA, CUPRODESCLOIZITA. RAMIRITA Damour-Rammelsberg. Pisani. (1) G. de J. C. M0 le 24.80. 22.75: 17.40 Oe BOO WI4e 60.40 - 56.48 53.90 58.29 ANO. pu 2.28 16.60 11.40. 5.32 QUO Llseis 0.99 0.99 8.80 5.18 AMO al 6.52 1.16 0.00” Mn?203—0.14 ReOirilcta: 1.65 1.65 0.00 0.00 HO T04 sl 2.43. :2,34 3,20 ALS Ph?08...... 0.00 0.00 0.00 AAN Asl0O5. oc. 0.00 0.00 AB AA Como se ve la Ramirita contiene fósforo y la cuprodeseloi- zita no: además la proporción en que entran los otros cuer- pos simples es muy diversa. : ; Convienen en designar á la Ramirita como una variedad de la descloizita Penfield” y Genth* cuyos nombres son de reconocida autoridad. Rd Fuera de la Ramirita se encuentra además el vanadio en otras localidades de la República: "como en la mina de la Con- cepción, en Catorce (E. de S. Luis Potosí): en Tasco (E. de Guerrero): en Zimapán y en las minas de S. Antonio y el Puerco en Pachuca (E. de Hidalgo:) en la mina de $. Fran- cisquito, Villa Rosales (E. de Chihuahua) y enla mina de Santa Brígida, Mineral de Pozos (E. de Guanajuato) en esta última mina los fragmentos botroidales de mineral vienen á (1) Traite de Minéralogie. p. 280. ir (2) Var. of descloizite from Mexico.—Amer. Jour. of Science. Nov. 1883. (3) Contributions to Mineralogsy. 1? 29. 1887. (4) Bol, del Inst. Geol. de México. n? 11. “¿Antonio Alzate.” 97 NALDA veces cubiertos en parte por agujas prismáticas de cerusita hialina. -La Ramirita de Charcas se explota en regular escala en- viándose á Francia, donde es pagada como mineral de va- nadio. En el presente año de 1903 desde el 1? de Enero hasta el 28 de Agosto se han exportado 3509 kgr. de mineral de vana- dio con una ley de 10.5 por 100 de vanadio. XK: k + Creemos oportuno dar una breve reseña histórica de la vi- da del Sr. D. Andrés Manuel del Río inventor del vanadio. - El Sr. D. Andrés Manuel del Río nació en Madrid el 10 de -Noviembre de 1764. Estudió Latín y griego en el Colegio de San Isidro y el año de 1780 se graduó de anctillen en la - Universidad de Alcalá de Henares. - Fué discípulo de Física de D. José Solano el año de 1787. Lo destinó el Gobierno á las minas de Almadén, en calidad de alumno de su academia (1782), donde se aprovechó de las sa- bias instrucciones de D. Enrique Cristóbal Storr fundador de aquella escuela. El año 1783 salió para París pensionado por el Gobierno; y allí se dedicó á la Química bajo la dirección de Darcet. En 1787 se trasladó á Freiberg donde se dedicó á la Geología y Mineralogía bajo la dirección de Werner. Tuvo aquí por condiscípulo é Weaber, de Saussure, Dolomieu, y el Baron de Humboldt. En 1791 se dirigió á Inglaterra, donde visitó los principales estableeimientos mineros; y de aquí pa- só otra vez á Francia, donde se dedicó de nuevo á la Quími- ca, en compañía de Lavoisier, y donde le sorprendió la catás- trofe social de 1793, que contó entre sus víctimas al mismo Lavoisier: el Sr: del Río huyó de Francia disfrazado de agua- dor (1794) escapando así de una muerte segura. De regreso en su patria fué nombrado por el Gobierno profesor de Mine- Memorias: —(1903).—T. XX.— 13. 98 ” Memorias de la Sociedad Científica ralogía del Colegio de Minería de México; y así se embarcó en Cádiz el 2 de Agosto del 94; llegando á Veracruz el 20 de'Oc- tubre del mismo año. El 27 de Abril de 1795 se abrió en Mé- xico el primer curso de Mineralogía, que fué explicado por Del Río, sirviendo de texto los apuntes que después publicó, bajo el título de “Elementos de Orictognosia.” z Desempeñó su cátedra de Mineralogía hasta el año de 1820, que fué nombrado Diputado á las Cortes Españolas. Durante este largo período acreditó su nombre impartiendo una ense- ñanza amplia y sólida; desempeñando comisiones científicas arduas y de gran trascendencia, y dando á conocer algunos elementos mineralógicos de nuestro país hasta entonces igno- rados. En esa época descubrió la plata azul de Catorce;'” des- cubrió el vanadio en el plomo pardo de Zimapán; y descubrió la marganesa sulfúrea de Oaxaca. Como diputado en España . - tuvo el valor cívico de defender en las Cortes la independen- cia de México, cuando tuvo noticia de que ésta se había ya verificado, con la entrada en México del Ejército Trigarante el 27 de Septiembre de 1821. Del Río, rehusando los cargos honoríficos que le ofrecían en Europa se volvió á México. En 1825 descubrió el mineral de oro y rodio; y en 1827 descubrió el biseleniuro de zinc. Al verificarse en 1829, la expulsión de los españoles aun- que él estaba exceptuado nominalmente por la ley, quiso, á pesar de su amor á México, participar de la suerte de sus pai- sanos, y así se dirigió á los Estados Unidos del Norté. Vuelto más tarde á su patria adoptiva, encargóse de nuevo de la cá- tedra de Mineralogía que desempeñó hasta la última época de su vida. 00 a LS: | Su muerte fué el 23 de Mayo de 1849. , México, 1903. : (1) “La Gaceta de México” 12 de Noviembre de 1802. WN LN LES DERNIBRES ÉRUPTIONS DU VOLCADN DE COLIMA PAR EZEQUIEL ORDOÑEZ, M. S. A. (Planches !l! et EY), La région occidentale du Mexique comprise entre le 19éme . et le 216me paralléle de latitude est le siége d'une activité séis- mique et voleanique que nous pouvons considérer comme per- manente. Beaucoup des grands tremblements de terre qui ont secoué presque tout le block séismique mexicain, pendant les derniers siécles-sont partis de cette région volcanique, quoi- que trés rarement comme immédiats aux recrudescences dans Vactivité de ses volcans. Dans ce centre Vactivité séismique on trouve les voleans bien connus Jorullo et Ceboruco, ce der- nier Vactivité tres récente, et le volean de Colima (le Vésuve mexieain) qui a été un foyer constant depuis la période histo- rique. ' 'Soit qu'il s'agisse d'une coincidenee étrange, solt une vé- ritable corrélation, le fait est que peu de temps aprés les érup- tions des volcans des petites Antilles et du volcan de Sta. Ma- ría de Guatemala, en octobre de Vannée dernióre, notre Coli- VOTA Memorias de la Sociedad Científica ma est entró a son tour, au commencement de 1903 dans une nouvelle période de paroxysme bien saisissante. En 1902, en effet, il était dans Vétas de tranquilité relative, de plus en plus accentuée depuis 1890 lors de la fin des éruptions iniciées en Novembre 1889. Un repos semblable suivit les plus fortes é- ruptions de 1885-1886. - Les phénoménes de cette année wont pas été assez consi- derables pour causer de sérieuses inquiétudes, comme cela eut lieu il y a huit ans, parmi les habitants de la région voisi- ne du volcan. Maintenant que les éruptions se succédent á des intervalles chaque fois plus longs, il est probable que le colos- se retournera bientót a son état solfatarique ordinaire. La nouvelle série d'éruptions du volcan de Colima eut son début dans Papres midi du 15 février de cette année; on vit sortir par le cratére un amás considérable de vapeurs qui bien- tot Sélevérent comme une immense colonne. Le phénoméne se reproduit instantanement trois jours apres, c'est á dire le 20, mais dans des proportions extraordinaires; en méme temps, on entend un grondement souterrain qui inquiéte les habitants de Phacienda de San Antonio, située aux flanes de la monta- gne, et ceux des villages de Tonila.et Tuxpam, pres de sa base. Des témoins oculaires déclarent que jamais; dans les derniers paroxysmes du volcan, aucune éruption n'a surpassé en gran- deur et en beauté celle du 20 février. Du cratóre surgit subi- tement une grosse colonne élancée de vapeurs, un vrai nuage épais et obscur doué une grande force ascentionelle; puis la partie supérieure s'étale sous forme un amas floconneux qui. peut étre comparé á une cervelle, dont les cireumvolutions se déplacent rapidement: Une détonation semblable á un fort coup de canon se produisit au début de Vexpulsion des vapeurs; elle fut suivie peu aprés par le bruit souterrain, la detonation fut entendue jusqwa la ville de Colima, a 33 kilométres du sommet du volcan. En méme temps les habitants de Tonila et de Tuxpam purent distinguer facilement des projections “Antonio Alzate.” . - 101 de grosses pierres qui étaient incandescentes á en juger par les trainées blanches qwelles détachaient'sur le ciel Yun bleu - inmaculé autour du nuage de vapeurs. Beaucoup de ces pier- res de gran volume, élancées á des hauteurs considérables, venaient tomber et rouler sur les talus extérieurs du cratére; Vautres, plus petites, attaignaient les foréts qui couvrent Vim- mense cóne surbaissé servant de base a lédifice complétement nu batit par les modernes éruptions. La chaleur des pierres fut suffisante pour occasioner Vincendie de ces foréts qui com- «menca en quatre ou cinq points différents et dura plusieurs .Jours. A partir de ce moment la plupart des éruptions furont accompagnées d'une pluie abondante de cendres et de sables volcanigues qui atteignirent Colima, Tuxpam et Tonila, et _couvrirent la campagne environnante d'un léger manteau gris. La chúte de la poussiére voleanique fut si abondante á Zapotlan, queles rues restérent complétement obscurcies entre trois et cing heures de Paprés midi du 23 février. Les mémes phénoménes: haute colonne de vapeurs noires, bruits souterrains, détonations, projection de pierres et de cen- dres, et faibles ébranlements du sol, se reproduisirent avec plus ou moins d'intensité le 24, 25 et 28 Février. Le 25 on vit un véritable écoulement de pierres incandescentes rouler sur les pentes ouest et sud-—ouest du cóne, Au mois de mars un nombre semblable d'éruptions eurent lieu, lYactivité du volcan, un peu ralentie pendant le mois Vavril, eut une recrudescence durant les mois de mai et juin. Comme nous le disions plus haut, les éruptions continuent jusqwa présent sans avolr Vimportance et la fréquence de cel- les des périodes d'activité antérieure. Ces indications nous sont fournies par les messages que nous recevons fréquem- . ment de M. A. Castellanos, de Y Observatoire Météorologi- que de Colima, a Vobligeance duquel nous somme redevables Vétre au courant des évenements du volcan. Le six aoút eut es 102 Memorias de la Sociedad Científica lieu une abondante émision de vapeurs accompagnée de for- tes détonations et suivis Vune pluie de cendres. Le 24, la montagne étant complétement couverte de nuages, on enten- dit les détonations et bruits précurseurs “une nouvelle érup- tion. Les éruptions 1ayant pas eu de conséquences désastreu- ses, on a pu admirar avec calme toute la grandéur et la majes- té de ces phénomenes, particulierement pendant les deux pre- miers mois, sous un ciel de fin d'hiver toujours bleu, avec une limpidité atmosphere remarquable, et á la lumiere éclatante: du soleil. Dés que Véruption s'annonce par de faibles mouve- ments du sol et des bruits souterrains, tout le monde se met á la vue du volcan pour observer Vémission du nuage noirátre, la projection des pierres précédées de détonations et pour sui- vre les formes de la colonne de vapeurs, qui s'élance d'abord A des hauteurs considérables, prend á sa partie supérieure sous Vinfuence des courants atmosphériques. Le spectacle devient plus imposant et grandiose aux moments, trés fréquents d'ail- leurs, od le nuage dense et noir rougit sous le feu des éclairs quí éclatent dans sa masse. Mais si la seóne est magifique á la lumiére du jour; ou durant des erépuscules prolongés et lu- mineux, elle est imposante et superbe durant la nuit, oú les trainées de feu des pierres incandescentes, dessinent les talus de cóne, et ou quelques fois une lumiére brillante, élancée du fond du cratére au moment des détonations, óclairo Vine lueur blanchátre le panache fumant. S db Quelques observateurs ont eru voir du cóté ouest une min- ce coulée de lave sortie par le bord fendu du cratére tandis que autres pensent que cette lave échappe par une vraie fissure. En tous cas le cratére a souffert de petites modifica- tions dans la forme de son rebord. On ditméme que le rebord ouest a'diminué de hauteur. A Tonila, a Tuxpam ainsi que pres de Colima, des Trag- ments de lapilli de:la grandeur une nolx sont tombés en mé- “Antonio Alzate.” 103 OLEOLE DIDZAA mr VODIDDIDDOIDIOODIDILILIIDIIA > , me temps que les cendres et les sables voleaniques. Les cen- dres en général ont couvert une surface Vá peu prés cinquante kilométres de rayon; mais quelques fois, deviées par les vents, elles ont été transportées á des distances beaucoup plus con- sidérables. Tel fút le cas pour les jours 24 Février et 3 Mars oú les cendres ont atteint Guadalajara et Uruapam, distantes Venviron 200 kilométres du volcan, mais dans des directions Opposées, : Le produits jetés par le volcán pendant les éruptions de cette année sont tout—A-fait:de la móme nature de ceux des éruptions antérieures, a Les cendres ont Paspect Vune pondre fine á couleur grise jaunátre tros claire se rapprochant par son alure extérieure A celles du volcan de Sta. Maria á Guatemala. La grandeur des erains ne depasse un cinquiéme de milimétre, Le mieroseope fait voir que la plupart des grains ne sont que des fragments de feldspath andésine et oligoclase. Dans des grains forte- ment colories on reconnait Paugite et 'hypersthene, des rares -particules d'hornblende et de Polivine. 1l y én a adherés á ces minéraux ou isolés des écailles d'un verre incolore et compact. Les sables d'une couleur sombre grise sont composées de fragments de lave rondes ou auguleux jusqu'á quatre milli- metres de grandeup melés toujours á des grains des mémes minéraux des cendres. Les fragments de lapilli nous laissent voir la propre com- position de la lave quí obstruiet le conduit recemment ouvert par les explosions. Cete roche, absolument semblable A celle quí en casquettes succesives constitue le grand cóne qui for- me le cratére est une andésite augitique á hypersthéne assez porphyritique par le nombre de eristaux d'andésine et de Voli- goclase parsemés dans la páte grise ou brune d'apparence tres vitreuse. On a aussi entre le fenocristaux, des petits indi- -vidus hypersthéne et plus rarement de Vaugite, et aceciden* tellement des grands cristaux noirs brunátres d'hornblende. 0 K 104 ñ Memorias de la Sociedad Científica T'olivine est plus rare. Le magma est composé d'un verre brun ou incolore semé de petits grains opaques de fer oxydu- lé, Vabondantes microlithes dlaugite et d'oligoclase avec des formes rectangulaires "parfois allongées comme des fines hai- guilles groupées en trainnées fluidales. ; Dans des fragments de lapilli généralement argondis il y en a quelques uns qui montrent une mince croúte unie com- me sils avaient souffert un principe de refonte á sa surface. Mexico, Aoít 1903. da a ENSAYO DE APLICACIÓN y A LA FLORA MEXICANA DE LA NUEVA NOMENCLATURA BOTANA Del Profesor Don ALFONSO L. HERRERA, POR EL PROFESOR CC. CONZATTI, M.$S. A. Este Ensayo comprende todos los Géneros de la Flora mexicana pertenecientes á las Fanerógamas y Criptógamas Vasculares., Géneros. FAMILIAS. Radical Géneros. FAMILIAS, . Radical. 35 Acantáceas Ac. 2 Balanoforáceas .. Ba. 3 Alismáceas , Al. 1 Balsamífluas Bals. 20 Amarantáceas Am. 1 Begoniáceas Beg. 15 Amarilidáceas Amar. 1 Berberidáceas Ber. 2 Ampelidáceas Amp. 9 Bignoniáceas Big, 12 Anacardiáceas An. 6 Bixáceas Bix. 8 Anonáceas Amon. 19 Borragináceas Bor. 22 Apocináceas Ap. 7 Bromeliáceas — Brom, 9 Aráceas Ar. 1 Burmaniáceas Burm. 4 Araliáceas : Aral. 4 Burseráceas Burs. 1 Aristoloquiáceas Arist, 1 Batídeas : Batis. 26 Asclepiadáceas cc dANS) “Memorias. —(1903).—T. XX,—14. | 106 Memorias de la Sociedad Científica . Géneros. 11 Cactáceas 3 Campanuláceas 8 Caparidáceas 6 Caprifoliáceas 14 Cariofiláceás 13 Celastráceas 1 Ceratofiláceas 3 Cicadáceas 1 Ciclantáceas 14 Ciperáceas 2 Cistináceas * -2 Citináceas 1 Clorantáceas 6 Combretáceas 12 Comelináceas 10 Coníferas 2 Connaráceas 8 Convolvuláceas 1 Coriariáceas | 2 Cornáceas 4 Crasuláceas 26 Crueíferas 28 Cucurbitáceas - 5 Cupulíferas :1 Dafnáceas 1 Datiscáceas ' 3 Dileniáceas 1 Dioscoreáceas 2 Ebenáceas 2 Elatíneas 14 Enoteráceas FAMILIAS. Radical. Cacto. Campa. Cap. Capri. Car. Cel. Cer. Cye. Cy. Cyp. Cis. Cyt. Chlor. Combre. Com. Coni. Conn. Con. Coria. Cor. Cras. Cru. Cu. - Cup. Daph. Das. Dill. Dios. Eb. El. (En. Géneros. FAMILTAS. 1 Equisetáceas 12 Ericáceas 1 Eriocauláceas 45 Escrofulariáceas 14 Esterculiáceas 2 Estiracáceas 33 Euforbiáceas 7 Fitolacáceas 1 Frankeniáceas 1 Fuquieráceas 12 (encianáceas 6 Greraniáceas 15 Gesneráceas 1 Gnetáceas " 1 Goodeniáceas 121Gramíneas 2 Gutiferas 3 Halorageáceas 1 Hemodoráceas 1 Hidrocarídeas 9 Hidroleáceas 3 Hipericáceas 1 Ilicáceas 12 Iridáceas 1 Isoetáceas , 2 Juglandáceas 2 Juncáceas Radical Equis. Er. Erio. Seroph. Ster. Styr. Euph. Phyt. Fran. Fouq. Hal. H:em. Hydro, Hyadr. Hyp. Il. Ir. Is. Jug. Jun. “Antonio Alzate.” 6 Naladáceas SEG FAMILIAS. Radical. Géneros. FAMILIAS 36 Labiadas Labi. 14 Nictagináceas 1 Lacistemáceas . Lacis. 3 Ninfeáceas 9 Lauráceas Laur. | 102Leguminosas Leg. 1 Ocnáceas -2 Lemnáceas Lem. 2 Ofioglosáceas 2 Lennoáceas Len. 3 Olacáceas 2 Licopodiáceas — Lyco. 8 Oleáveas 24 Liliáceas | Lil. 3 Orobancáceas 2 Lináceas Lin. 81 Orquídeas 8 Litráceas Lythr. AS 8 Loasáceas Loas. 19 Palmeras 7 Lobeliáceas Lob. 2 Papayáceas 8 Loganiáceas Log. 10 Papaveráceas 3 Lorantáceas Lor. 4 Paroniquiáceas 1 Pasifloráceas 3 Magnoliáceas Mag. 3 Piperáceas 16 Malpiguiáceas Malp. 1 Plantagináceas 30 Malváceas Mal. 1 Platanáceas 2 Maratiáceas Mar. 4 Plumbagináceas 1 Marsileáceas Mars. 3 Podostemáceas 21 Melastomáceas Mel. 7 Polemoniáceas 5 Meliáceas Meli. 4 Poligaláceas 1 Meliósmeas Melios. 13 Poligonáceas 4 Monispermáceas Men. 53 Polipodiáceas 5 Mesembriantémeas Mes. 3 Pontederiáceas 1 Miricáceas Myrni. 7 Portulacáceas 1 Miristicáceas Myris. 7 Primuláceas 4 Mirsineáceas Myrs. 1 Proteáceas -8 Mirtáceas Myr. / 2 Monimiáceas *- Mo. 13 Quenopodiáceas 4 Monotropáceas Mon. - 12 Ramnáceas Na. 7 Ranunculáceas a 107 PODIDNOS Radical. Nyet. _—Nymph. Och. Oph. Ola. 108. Memorias de la Sociedad Científica IWISIOIIIIEODIEOIIDIIIDIIIDI0DOIIIIDIIDIDI0ZIIDIIIDIDIODIDIIIIIDI0IDILIDIIDIDIDDL Géneros: ) Matias Radical Géneros. FAMILIAS. Radical, 2 Resedáceas Res 1 Rizoforáceas - Rhiz. 7 Ternstromiáceas Terns. 27 Rosáceas Ros. 1 'Tifáceas Typh. 54 Rubiáceas Je Rub. 10 Tiliáceas . * Til. 18 Rutáceas + Rut, 1Turneráceas Ja rn - 2 Balicíneas Sal. 41 Umbelíferas Um. 2 Salviniáceas Salv. 21 Urticáceas . Ur. 4 Samidáceas y Sam. 2 Utriculariáceas Utri. 1 Santaláceas San. 17 Sapindáceas Sap. 3 Vacciniáceas . Vac. 5 Sapotáceas Sapo. 3 Valerianáceas Val. 10 Saxifragáceas Sax. 17 Verbenáceas ' Ver. 7 Scitamináceas Scit. 6 Violariáceas Viol, 1 Selagineláceas Sel. - 2 Sesámeas Ses. Lido Xyr. 9 Simarubáceas - . Sim Pa 248 Sinantéras Syn. 7 Zigofiláceas Zyg. 28 Solanáceas Sol. l Explicación: (D. P.) significa Dicotiledónea Polipétala. (D. G.) - Dicotiledónea Gamopétala. (CI A Dicotiledóneá Monoclamídea. (G.) aa Gimnosperma. : (M) » - Monocotiledónea. (C. H.) » Criptógama Heterospórea. (C. 1.) » Criptógama Isospórea, Rad. se Radical. “¿Antonio Alzate. ” 109 Acantáceas.—Rad.=Ac. Andrecentrum, lem. Anisacanthus, Nees. Aphelandra, R. Br. Barleria, L. Beloperone, Nees. . Berginia, Harv. Blechum, R. Br. Bravaisia, DC. Buceragenia, Greenm. Calophanes, Don. Carlovvrightia, Gray. Chaetothylax, Nees. Chileranthemum, (UErst. Dianthera, Gronov. . Dicliptera, Juss. Dyschoriste, Nees. —. Elytraria, Vabhl. Eranthemum, L. Glockeria, Nees. Habracanthus, Nees. Henrya, Nees. Holographis, Nees. Hoverdenia, Nees. Hyerophila, R. Br. Jacobinia, Moric, Justicia, Houst. Nelsonia, R. Br. '* Neohalia, Hems. Ruellia, Plum. Selerocalyx, Nees. Siphonoglossa, Utrst. Stenandrium, Nees. Ac-androcentra Ac-anisacantha Ac-aphelandra Ac-barleria Ac-beloperonea Ac-berginia Ac-blecha Ac-bravaisia Aec-buceragenia Ac-calophanea Ac-carlovvrightia Ac-chaetothylaxa, Aec-chileranthema Aec-dianthera.- - Aec-dicliptera Ac-dyschoristea Ac-elytraria - Ac-eranthema Ac-glockeria Ac-habracantha Ac-henrya - Ac-holographa Ac-hoverdenia. Ac-hygrophila Ac-jacobinia Ac-justicia Ac-nelsonia Ac-neohalia Ae-ruellia _Ac-selerocalyxa Ac-siphonoglossa Ac-stenandria 110 Memorias dela Sociedad Científica . LIL Tetramerium, Nees. - — Ac-tetrameria (D.G.) Thunbergia, Linn, f. Ac-thunbergia Thyrsacanthus, Nees. Ac-thyrsacantha y Alismáceas.—Rad.=Al. Alisma, L. Al-alisma (M) Echinodorus, L. C. Rich. Al echinodora A Sagittaria, L. - Alsagittaria Y Amarantáceas.—Rad.=Am. Acanthochiton, Jorr.. Am-acanthochita (D. M) Achatocarpa, Triana. Am-achatocarpa a Achyranthes, L. Am-achyranthea ,, Alternanthera, Forst. ' Am-alternanthera ,, Amarantus, L. : Am-amaranta > Celosia, L. | Am-celosia a Chamissoa, H, B. K. Am-chamissoa a Cladothrix, Nutt. Am-cladothrixa ds Cyathula, L. ” Am-cyathula ES Dicraurus, Hook. f. Am-dicraura A Froelichia, Moench. Am-froelichia E Gomphrena, L. Am-gompbhrena > Gossypianthus, Hook. Am-gossypiantha ,, Guilleminea, H. B. K. Am-guilleminea Sa Hebanthes, Mart. Am-hebanthea s Tresine, L.: ' Am.iresinea ño Mogiphanes, Mart. ' Am-mogiphanea ,, Philoxerus, R. Br. y Am-philoxera y Pleuropetalun, Hook. £. Am-pleuropetala Telanthera, R. Br. .. Am-telanthera y ““Antonio Alzate.” Amarilidáceas.—Rad.=Amar. Agave, L. Beschorneria, Kunth. Bomarea, Mirb. Bravoa, Llay. y Lex. Chlidanthus, Herb. Cooperia, Herb. Crinum, L, Furcroea, Vent. Hippeastrum, Herb, Hymenocallis, Salisb. Hypoxis, L. Polianthes, L. - Procehnyanthes, Wat. - Sprekelia, Heist. Zephyranthes, Herb. Amar-agavea (M.) Amar-beschorneria Amar-bomarea Amar-bravoa Amar-chlidantha: Amar-cooperia . Amar-erina Amar-furcroea Amar-hippeastra * Amar-hymenocallida Amar-hypoxida Amar-polianthea Amar-prochnyanthea Amar-sprekelia Amar-zephyranthea Ampelidáceas.—Rad.—Amp. Ampelopsis, Michx. - Cissus, L. Vitis, L. Anacardiáceas.—Rad.—An. _Anacardium, Rottb. Comocladia, P. Br. Dasycarpa, Liebm. Juliania, Sehl. _Mangifera, L. Pistacia, L. Pseudosmodingium, R. Rhus, L. An-pistacia a An-pseudosmodingia,, An-rhusa EPT Amp-ampelopsida (D. P.) Amp-cissa ze Amp-vitisa 5 An-anacardia . (D.P.) An-comocladia $ An-dasycarpa 59 An-uliania és - An-mangifera ,, dea 112 ¡ Memorias de la Sociedad Científica Schinus, L. . An-schina (DEB) Smodingium, E. Mey. An-smodingia ón Spondias, L. An-spondia hs Tapiria, Juss. An-tapiria » Anonáceas.—Rad. =Anon. ¡Anonay Le. Anon-anona (Dido) - Asimina, Adans. Anon-asimina d9 HN Cymbopetalum, Benth. * Anon-cymbopetala ,, - Guatteria, Ruiz y Pav. - Anon-guatteria :> Rollinia, St. Hil. , Anon-rollinia No Unona, «Linn. f. Anon-unona * E Uvaria, L. : Anon-uvaria añ Xylopia, L. e Anon-xylopia gn Apocináceas.—Rad.—Ap. Amsonia, Walt. Ap-amsonia (D. E.) Apocynum, Tourn. Ap-apocyna e Aspidosperma, Mart. y Zuec. Ap-aspidosperma ,, Echites, P. Brovvne. Ap-echitea pS Forsteronia, Gr. F. W. Mey, Ap-forsteronia de Haplophytum, A. D C. Ap-haplophyta ,s Macrosiphonia, Muell. Arg. Ap-macrosiphonia ,, - Mandevilla, Lindl. Ap-mandevilla Dl Nerium, L.. Ap-neria . Cv Plumeria, L, - Ap-plumeria e Prestonia, R. Br Ap-prestonia 7 Rauvvolfia, L. Ap-rauvvolfia sá Rhabdadenia, Muell. Arg, - Ap-rhabdadenia ,, Stemmadenia, Benth. Ap-stemmadenia ,, Streptotrachelus, Greenm. — Ap-streptotrachela ,,, Tabernaemontana, L. - Ap-tabernaemontana,, S ISS Tomo 20. | Nos, 5-10. de MEMORIAS Y REVISTA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA Am tono Alzate” publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, SECRETARIO GENERAL PERPETUO SOMMATR Mones: t. 20, feuilles 15 4 36; Revue, feuilles 4-5. Botanique.—Essai application ala Flore mexicaine de la nouvelle nomenclatu- re botanique du Prof. da par M. C Conzatíi. (Fin). Tomz 20, P. 113 '-—180. Climatologie. —Climatologie de-la Repúblique Mexicaine sous le point de vue =hygienique par M. J. Guzmán.—TomME 20, P. 181-288. Sismologié"—Sur les régions océaniquesinstables et les cótes a vagúes sismiques, par F. de Montessus de Ballore.—REVUE, p. 28-33. - REVUE.— Nécrologie. Le Prof. Dr. K. A. von Zittel, par le Dr. E. Bóse, p. 25=-— 97 (Avec. portrait).—Bibliographie des ouvrages de MM. Perrin, Boy de la — Tour, Maréchal, Grimshaw, Reboud et Grages, p: 33-37. —Comptes-rendus des séances de la Société, Nov. 1902 a Avril 1903, p. 38-40. ¿MEXICO ; IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX-ARZOBISPADO. E (Avenida Oriente 2, núm. 726.] . MAYO á OCTUBRE 1903. Publicación registrada como artículo de segunda clase en Septiembre de 1901. Dons et nouvelles publications recues pendaut Pannée 1903, , E Z Les noms des donateurs sont imprimés en ¿teliques; les membres de la Société ¿ sont désignés avec M..S. A. Agenda IAS a Vusage des ingénieurs, architectes, agents—-voyers, Es 1904, Paris, Ch. Béranger. 182 "Albert I*- (S. A. S.), Prince de Monaco, M. $. A.—Sur la quatrieme campagne de la PRINCESSE ALICE H. — Paris. (€. R. Ae. Sc. ), 1903. Alberti (Dott V.). Su la determinazione grafica dellorbita reale nella teoría delle stelle doppie. —Riassunto delle osservazioni meteorologiche fatte nella R. Specola di Capodimonte (1901 e 1902). Napoli. Almanaque Náutico para el año 1905, calculado de orden de la Superioridad en el Instituto y Observatorio de Marina de Sam Fernando.—San Fernando. 1903. 82 Almaraz (A.).—Estudio é informe sobre el ad de Aragón.— México, 1903, 82 láms. Alvarez Ing. Manuel F., M. S. A. - Informe anual del Director de la Escuela Na- eional de Artes y Oficios para Hombres. —México, 1903, 8? láms. Anales del Ministerio de Agricultura: Sección de Zootecnia, Bacteriología, Vete- rinaria y Zoología. “Pomo 1, N? 1. Le Surra américain on mal des caderas par F. Sivori et E... Lecler. Buenos Aires. Octobre 1902. 82 pl. Annuaire pour Pan 1904, publié par le Bureau des Longitudes. Avec des Notices scientifiques. Paris, Gauthier—Villars. Anuario Prado Martínez (M. C. R.). Unica Guía general de Chile. 1902. Santia- go de Chile, 1902, 89 gr. (D. Alberto Prado Martónez). Arango M. (Dr M.).—Notas sobre la Cirugía de la Lepra. Barranquilla (Colom- bia) 1902. 82 Arcangeli (Prof Giovanni), M. S. A.—Sulla tossieita del Pleurotus olearius. Al- cune osservazioni sull'Oenothera stricta Led.—Alcune osservazioni sull'Ar- auja albens G. Don. — Una rapida escursione a Moncioni ed a” Brolio. — Sull' Araucaria imbricata Pav. del R. Orto Botanico di Pisa. — Sopra varii funghi raccolti nell'anno 1898.—Altre osservazioni sopra alcunne cucurbi- tácee e sui loro nettarii. — Sopra alcuni esemplari di Araucaria Bidwillir Hook — Ancora sull'Araucaria imbricata Pav.—In Memoria di Teodoro Ca- ruel. Ricordo, 1899, —Breyi notizie sulPOrto Botanico Pisano. —Sopra al- eune piante di Araucaria brasiliensis A. Rich. — Sul Ranunculus cassubi- ¿us L. e sui R. polyanthemus L. — 1“Oidium leucoconium ed un Cicinnobo- lus sulle foglie dell'Evonymus japonicus. —Soprala Clitocybeilludens Sech- weinitz e sopra alcuni altri funghi, —Altre osservazioni sull Araucaria im- bricata Pav. e sul A. brasiliensis A. Rich, 1900.—Sopra un frutto anorma- le di arancio.— Gli effetti dellinverno-1900-901 sulle piant deM'Orto Bota-, nico di Pisa. —Sopra una pianta di Pritchardia filifera Wendl, coltivata nel ¡Ut 15: 1904 * “Antonio Alzate.” 213 Thenardia, H. B. K. Ap-thenardia (D.G.) Thevetia, L. Ap-thevetia Eos Trachelospermum, Lem. Ap-trachelosperma ,, Urechites, Muell. Arg. Ap-urechitea 3 Vallesia, Ruiz y Pav. Ap-vallesia E Vinca, L. Ap-vinca 3 e Aráceas.—Rad.=Ar. Anthurium, Schott. Ar-anthuria (M.) Arisaema, Mart. Ar-arisaema a Dieffenbachia, Sehott. Ar-dieffenbachia ,, Monstera, Adans. - Ar-monstera 5 _ Philodendron, Schott. Ar-philodendra á Pistia, L, Ar-pistia $ Spathiphyllum, Schott. Ar-spathiphylla - Syngonium, Schott. Ar-syngonia E Xanthosoma, Schott. Ar-xanthosoma sh Araliáceas.—Rád.=Aral. « Aralia, L, Aral-aralia (DUiB.) Dendropanax, Dene. y Pl. Aral-dendropanaxa ,, Gilibertia, Ruiz y Pav. Aral-gilibertia y Oreopanax, Dene y Pl. Aral-oreopanaxa » Aristoloquiáceas.—Rad.=Arist, Aristolochia, L. Arist-aristolochia (D. M.) Aselepiadáceas.—Rad.=As. Acerates, Ell. As-aceratea (DIG) Asclepias, L. As-asclepiada $ Memorias.—(1903).—T. XX,—15. / 514 Memorias de la Sociedad Científica Aselepiodora, Gray. As-asclepiodora (D. G.) Astephanus, R. Br. - As-astephana > Blepharodon, Dene. As-blepharoda 50d Dictyanthus, Dene. As-dictyantha a Enslenia, Nuts. . — As-enslenia ps Fischeria, D. C. As-fischeria E Gomphocarpus, R. Br. - As-gomphocarpa ,, Gonolobus, Michx. As-gonoloba AS Himantostemma, Gray As-himantostemma ,, Lachnostoma, H. B. K. As-lachnostoma . ,, Macroscepis, H. B. K. As-macroscepida ,, Marsdenia, R. Br. As-marsdenia », Mellichampia, Was. As-mellichampia ,, Metastelma, R. Br. As-metastelma a Nephradenia, Dene. As-nephradenia ,, Oxypetalum, R. Br. As-oxypetala a Pattallias, Wat. As-pattalia ES Philibertia, H. B. K. As-philibertia se Polystemma, Dene: As-polystemma ,, Rothrockia, Gray. As-rothrockia a Roulinia, Dcne, As-roulinia E Trichosacme, Zuce. As-trichosacmea ,, Urostephanus, Rob. pera: As-urostephana > Vincetoxicum, L. As-vincetoxica 29 Balanoforáceas.—Rad.—Ba. Helosis, Rich. Ba-helosida (D. M.) Lanesdorffia, Mart. -—— Ba-langsdorfíia » Balsamífluas. —Rad.=Bals. Liquidambar, L. Bals-liquidambara (D. P.) Batídeas.—Rad.=Bat. Batis, L. : Bat-batisa (D. M.) , j ““Antonio Alzate.” / (415 ALPINO Begoniáceas. —Rad. =—Beg. Begonia, L, Beg-begonia (D. P.) Berberidáceas.—Rad.=Ber. - Berberis, L. Ber-berberida (D. P.) Bignoniáceas.—Rad.=Big. Ampbhilophium, Kunth. Big-amphilophia (D, G.) Bignonia, Tourn. + —Big-bignonia A Chilopsis, Don | Big-ehilopsida a Crescentia, L. Big-crescentia oo Distictis, D. O. Big-distictida 2 Parmentiera, D. C. Big-parmentiera ,, Pithexoctenium, Mart. Big-pithecoctenia ,, Tabebuia, Gómez. Big-tabebuia d8 Tecoma, Juss. Big-tecoma so Bixáceas.—Rad.=Bix. Amoreuxia, Moc. y Sess. Bix-amoreuxia (D. P.) Azara, Ruiz y Pav. Bix-azara ds Bixa, L. Bix-bixa Ss Cochlospermum, Kunth, Bix-cochlosperma ,, Mayna, Aubl. Bix-mayna EA Xylosma, Forst. Bix-xylosma 0 Borragináceas. —Rád.=Bor. Anfsinkia, Lehm. Bor-amsinkia — .(D. G.) Borrago, Juss. Bor-borragoa 0 Bourreria, P. Broyyne Bor-bourreria Coldenia, L. Bor-coldenia J “816 Memorias de la Sociedad Científica ; / Cordia, Plum. Echidiocarya, Gray. Echinospermum, Lehm. Ehretia, L. Harpagonella, Gray. Heliotropium, Tourn. Krinitzkia, Fisch. y Mey. Lithospermum, L. ' Macromeria, Don Myosotis, L. Omphalodes, Munch. Onosmodium, Michx. Plagiobothrys, Fisch. y Mey. Rhabdia, Mart. - Tournefortia, L. Bor-cordia Bor-echidiocarya (D. G) 2) Bor-echinosperma ,, Bor-ehretia Bor-harpagonella Bor-heliotropia Bor-krinitzkia Bor-lithosperma Bor-macromeria Bor-myosotida - Bor-omphalodea Bor-onosmodia * Bor-plagiobothrya ,, Bor-rhabdia Bor-tournefortia Bromeliáceas. —Rad.=Brom. Aechmea, Ruiz y Pav. Ananas, Adans. Bromelia, L. Catopsis, Griseb. Hechtia, Klotzsch. Piteairnia, Lher. Tillandsia, L. Brom-sechmea Brom-ananasa Brom-bromelia Brom-catopsida Brom-hechtia Brom-pitealrnia Brom-tillandsia Burmaniáceas.—Rad.=Burm. Apteria, Nutt. Burm-apteria Burseráceas.—Rad.=Burs. Bursera, L. Elaphrium, Jacq. Hedvvigia, Svv. Icica, Aubl. Burs-bursera Burs-elaphria Burs-hedvvigia Burs-icica “Antonio Alzate. ” "(37 Cactáceas. —Rad.=Cacto. Cereus, Havvy. Cacto-cerea (D. P.) Echinocactus, L. y O. Cacto-echinocacta ,, Leuchtenbergia, Hook. Cacto-leuchtenbergia,, Mamillaria, Havv. : Cacto-mamillaria ,, Melocactus, L. y O. Cacto-melocacta y Nopalea, S. D. - Cacto-nopalea $ Opuntia, Mill. Cacto-opuntia $ Pelecyphora, Ehrenb. Cacto-peleecyphora: ,, Pereskia, Mill, Cacto-pereskia ' Phyllocactus, Link. Cacto-phyllocacta ,, Rhipsalis, Gaertn. Cacto-rhipsalida ,, Campanuláceas.—Rad.—Campa, Campanula, Tourn. Campa-campanula(D, G.) Specularia, Heist. Campa-specularia ,, Sphenoclea, (raertn. Campa-sphenoclea ,, Caparidáceas.—Rad.=Cap. Atamisquea, Miers. Cap-atamisquea (D. P.) - Capparis, L, Cap-capparida A _Cleome, L. Cap-cleomea A Cleomella, D. C. Cap-cleomella ES Crataeva, L. Cap-crataeva . Gynandropsis, D. C. Cap-gynandropsida ,, Polanisia, Rafin. Cap-polanisia > Wislizenia, Engel. Cap-wvislizenia 9 Cariofiláceas.—Rad.=Car. Arenaria, L. Car-arenaria (D. P.) Cerastium, L. Car-cerastia 3 / 218 Memoriasde la Sociedad Científica Cerdia, Moc. y Sess. - Car-cerdia (Di) Colobanthus, Cartl. Car-colobantha 5 Drymaria, Willd. Car-drymaria » Hymenella, Moc, y Sess. Car-hymenella E Loeflingia, L. Car-loeflingia- E Lychnis, L. Car-lychnida hs Polycarpaea, Lam. Car-polycarpaea ,, Sagina, L. Car-sagina » Silene, L. Car-silenea re Spergula, L, Car-spergula » Spergularia, Pers. Car-spergularia ,, Stellaria, L. Car-stellaria ds Caprifoliáceas.—Rad.=Capri. Abelia, R. Br. Capri-abelia (DG Lonicera, L. Capri-lonicera ») Microsplenium, Hook. f, Capri-microsplenia ,,. Sambucus, Tourn. : Capri-sambuca e Symphoricarpus, Dill. ; Capri-symphoricarpa,, Viburnum, L. Capri-viburna ño Celastráceas. —Rad. Cel. - Celastrus, L. Cel-celastra (D.P.) Euonymus, L. . Cel-euonyma pe Glossopetalum, Gray. Celglossopetala ,, Hyppocratea, L. Cel-hyppocratea ,, Llavea, Liebm. Cel-llavea e Maytenus, Feuill. Cel-maytena > Mortonia, Gray Cel-mortonia a Myginda, L. Cel-myginda y Pachystima, Rafin Cel-pachystima 5 Perrottetia, H. B. K, Cel-perrottetia - Schaefferia, Jacq. Wimmeria, Sehl. Zinovvievvia, Turez. “Antonio Alzate.” / 919 Cel-schaefferia (D. P.) Cel-vvimmeria e Cel-zinovvievvia ,, Ceratofiláceas.—Rad.—Cer. Ceratophyllum, L. Cer-ceratophylla (D, M.) — Cicadáceas.—Rad.=Cyc. Ceratozamia, Brongn. Dioon, Lindl,. Zamia, L. Cye-ceratozamia (G.) Cye-dioona 55 Cye-zamia > Ciclantáceas.—Rad.=Cy. Carludovica, Ruiz y Pav. Cy-carludovica (D.M.) . Ciperáceas.—Rad.=Cyp. Carex, L. Cyperus, L. Dichromena, Mich. Eriophorum, L. > Fimbristylis, Vabhl. Fuirena, Rottb. Heleocharis, R. Br. Hemicarpha, Nees Kyllinga, Bottb. Lipocarpha, R. Br. Ehynchospora, Vabhl. Scirpus, L. “Scleria, Berg. Uncinia, Pers. Cyp-carexa (M.) Cyp-eypera »” Cyp-dichromena ,, Cyp-eriophora A Cyp-fimbristylida ,, Cyp-fuirena la Cyp-heleocharida ,, Cyp-hemicarpha ,, Cyp-kyllinga Sa Cyp-lipocarpha a) Cyp-rhynechospora ,, Cyp-scirpa E Cyp-scleria ps Cyp-uncinia ñ / 820 - Memorias de la Sociedad Científica Cistináceas.—Rad.=Cis. Helianthemun, Pers. Cis-helianthema (D. P.) Lechea, L. Cis-lechea e) Citináceas,—Rad.=Cyt. Apodanthes, Poit. Cyt-apodanthea (D. M.) Cytinus, L. | Cyt-cytina a Clorantáceas.—Rad.=Chlor. Hedyosmum, Svv. E io asaa (D. M.) Combretáceas.—Rad.=Combre. * Combretum, L. Combre-combreta (D. P.) Conocarpus, Gaert. Combre-conocarpa ,, Gyrocarpus, Jacq. Combre-gyrocarpa ), Laguncularia, Gaert. Combre-laguncularia ,, Sparathanthelium, Mar, Combre-sparath an- thelia . ,, Terminalia, L. Combre-terminalia ,, Comelináceas.—Rad.=Com. Athyrocarpus, Sehl. Com-athyrocarpa (M.) Callisia, L, Com-callisia A Campelia, L. C. Rich. Com-campelia pul Commelina, L. Com-commelina 07 Dichorisandra, Mik. Com-dichorisandra ,, Leptorhoeo, Hems. Com-leptorhaea $ Rhoea, Hance. Com-rhoea Ñ Spironema, Lindl. Com-spironema por Tinantia, Scheidyv. Com-tinantia “¿Antonio Alzate. ” / 221 Tradescantia, L. Com-tradescantia (M.) Weldenia, Schult Com-vveldenia 5 Zebrina Schm. Com-zebrina 5 Coníferas.—Rad.=Coni. Abies, Juss. Coni-abieta (G.) Arancaria, Juss. Coni-arancaria > Cupressus, L. Coni-cupressa a Juniperus, L. Coni-junipera 55 Libocedrus, Endl. Coni-libocedra pe Pinus, $. Coni-pina 5 Pscudotsuga, Carr. Coni-pseudotsuga ,, Taxodium, L. C. Rich. Coni-taxodia .,, Taxus, L. Coni-taxa >) Thuya, L. Coni-thuya '. Connaráceas.—Rad.=Comn. Cnestidion; Planch. Conn-cnestidia (D. P.) Rourea, Aubl. Conn-rourea de Convolvuláceas.—Rad.=Con. Brevveria, R. Br. ? Con-brewveria (D. G.) Convolvulus, L. Con-convolvula 5 Cressa, L. Con-cressa , Cuscuta, Tourn. Con-cuscuta ze Dichondra, Forst. Con-dichondra a Evolvulus, L. : Con-evolvula ie Ipomoea, L. Con-ipomoea ón Jacquemontia, Choisy. Con-jacquemontia ,, Memorias.—(1903).—T. XX.— 16. leva. Memorias dela Sociedad Científica Coriariáceas.—Rad.=Coria. Coriaria, L. Coria-coriaria Cornáceas.—Rad.=Cor. Cornus, L. Garrya, Dougl. Cor-corna Cor-garrya Crasuláceas.—Rad.=Cras. Bryophyllum, Sal. Cotyledon, L. Sedum, L. Tillaea, L. Cras-bryophylla Cras-cotylodona Cras-seda Cras-tillaea Crucíferas.—Rad.=Crn. Arabis, L. Barbarea, R. Br. Biscutella, L. Brassica, L. Cakile, Geert. Capsella, Moench. Cardamine, L. % Cochlearia, L. Draba, L. Dryopetalum, Gray Eruca, Tourn. : Erysimunm, L. Greggia, Gray Lepidium, L. Lesquerella, Wat. Cru-arzbida Cru-barbarea Cru-biscutella . Cru-brassica Cru-cakilea ' Cru-capsella Oru-cardaminea Cru-cochlearia Cru- draba Cru-dryopetala Cru-eruca Cru-erysima Cru-greggia Cru-lepidia Cru-lesquerella (D. P.) (D. P.) 22) “¿Antonio Alzate.” á 023 . Lyrocarpa, Hatv. Cru-lyrocarpa (D.P.) Nasturtium, Br. Cru-nasturtia $5 Pachypodium, Nuts. Cru-pachypodia ñ Raphanus, L. Cru-raphana 5 Sisymbrium, L. Cru-sisymbria As ¿ ¡Spherocardamum, Sch. Cru-spheerocardama,, Streptanthus, Nuts. Cru-streptantha. ,, Synthlipsis, Nuti. Cru-synthlipsida >, Thlaspi, L. | Cru-thlaspia Ñe Thysanocarpus, Hook. Cru-thysanocarpa ,, Vesicaria, Lam. Uru-vesicaria 54 Cucurbitáceas.. Rad.=Cu. Anguria, L. Cu-anguria (D. P.) Apodanthera, Arn. Cu-apodanthera de Brandegea, Cogn. Cu-brandegea pe Corallocarpus, Welv. Cu-corallocarpa A Cucumis, L. Cu-cucumisa » Cucurbita, L, Cu-cucurbita eS - Cyclanthera, Sehrad. Cu-cyelanthera se Echinocystis, Torr. y Gray. Cu-echinocystida ,, Elaterium, L. Cu-elateria >) Fovillea, L. Cu-fevillea a Gurania, Cogn. Cu-gurania DS Hanburia, Seem. Cu-hanburia 1 Luffa, Cav, Cu-lufta 7 -_Maximoyvviczia, Gray. Cu-maximovvicezia ,, Melothria, L. - Cu-melowhria A Microsechium, Naud. Cu-microsechia ós Momordica, L. Cu-momordica ha Peponopsis, Náud. - Cu-peponopsida ,, Roseanthus, Cogn. Cu-roseantha 5 Schizocarpum, Schrad. Cu-schizocarpa ,, Sechiopsis, Naud. Cu-sechiopsida rs ¿ (994 Memorias de la Sociedad Científica 7 Sechium, P. Br. Cu:sechia (D.P.) Sicana, Naud. Cu-sicana Sh Sicydium, Gray. Cu-sieydia ñ Sicyos, L. Cu-sieya E Sicyosperma, Gray. Cu-sieyosperma os Trianosperma, Mart. Cu-trianosperma ,, Triceratia, A. Rich. ¿ Cu-triceratia qe Vaseyanthus, Cogn. Cu-vaseyantha 5 Cupulíferas.—Rad.=Cup. Alnus, Gaert. Cup-alna (D. M.) Carpinus, L. Cup-carpina as Castanea, Gaert. Cup-castanea se Ostrya, Scop, Cup-ostrya 7 Quercus, L, Cup-querca A Dafnáceas.—Rad.—Daph. Daphnopsis, Mart. y Zuce. Daph-daphnopsida (D. M.) Datiseñecas. —Bad.—Dat. Datisca, L. Dat-datisca (D, P.) Dileniáceas.—Rad.=Dill. Crossosoma, Nutt. Dill-erossosoma (D. P.) ) Curatella, L Dill-curatella a Totracera, L. Dill-tetracera E: Dioscoreáceas.—Rad.=Dios. Dioscorea, L. e Dios-dioscorea (M.) eS “Antonio Alzate.” 225 ; Ebenáceas.—Rad.=Eb. Diospyros, L. Eb-diospyra (D. G.) Maba, Forst, Eb-maba Elatíneas.—Rad.=El. Bergia, L. ; El-bergia (D, B.) Elatine, L. El elatinea PA Equisetáceas.—Rad.=Equis. Equisetum, L. Equis-equiseta (C. 1.) Enoteráceas.—Rad.=(En., Diplandra, Hook. y Arn. (En-diplandra (D. P.) Epilobium, L. (En-epilobia Se Eulobus, Nutt. (En-euloba > Fuchsia, L. (En-fuchsia 33 Gaura, L. -—— CEn-gaura 03 Gongylocarpus, Ch. y Sehl. (En-gongylocarpa ,, Hauya, Moc. y Sess. (En-hauya > Jussiaea, L. : (En-jussiaea > Lopezia, Cav. (En-lopezia Dejas Ludvvigia, L. (En-ludvvigia hs (Enothera L. (En-oenothera a Riesenbachia, Presi, - CEn-riesenbachia - ,, Semeiandra, Hook. y Arn, -(En-semeiandra. ,, Zauschneria, Presl. (En-zauschneria ,, Ericáceas.—Rad.=Er. Agarista, D. Don Er-agarista (D. E.) Andromeda, L. Er-andromeda 3 / (26 Memorias de la Sociedad Científica Arbutus, Fourn: Er-arbuta (D. G.) Arctostaphylos, Adans. Er-arctostaphyla Bejaria, Mutis. Er-bejaria * pe Chimaphila, Pursh. Er-chimaphila ed Clethra, Gronov. ' Er-clethra a Gaultheria, L. Er-gaultheria > - Lyonia, Nutt. | Er-lyonia 3 Pernettya, Gaud. Es-pernettya E Pyrola, Tourn. Er-pyrola se Rhododendron, L. Er-rhododendra Eriocauláceas.—Rad.=Erio. Eriocaulon, L. Erio-eriocaula (M.) Escrofulariáceas—Rad. =Scrohp. Alonsoa, Ruiz y Pav. Scroph-alonsoa (D. Gr.) Angelonia, Humb. y Bonpl. Seroph-angelonia ,, Antirrhinum, L. Seroph-antirrhina ., Bartsia, L. Seroph-bartsia a Berendtia, Gray. Seroph-berendtia ,, Buchnera, L, . Seroph-buchnera ,, Calceolaria, L. i “Seroph-calceolaria ,, Capraria, L. Seroph-capraria Castilleja, Mutis. Scroph-castilleja ..,, : Collinsia, Nutt. Scroph-collinsia se Conobea, Aubl. ; Scroph-conobea de Cordylanthus, Nutt. Scroph-cordylantha ,, Digitalis, L. +: Seropb-digitalida ,, Escobedia, Ruiz y Pav. Seroph-escobedia ,, Galvesia, Juss. Seroph-galvesia p Gerardia, L. Scroph-gerardia y, Ghiesbreghtia, Gray: Scroph-ghiesbreghtia,, y Ayenia, L. ““ Antonio Alzate.” Gratiola, L. Herpestis, Geertn. llisanthes, Rafin. Lamourouxia, H B K. Leucocarpus, Don Leucophyllum, Humb. y Bonpl. Limosella, L. Linaria, Juss. Melasma, Berg. Maurandia, Ort. * Micranthemum, Michx. Mimulus, L. Mohavea, Gray. Orthocarpus, Nutt. Pedieularis, Tourn. Pentstemon, Mitch. - Rhodochiton, Zucc. Russelia, Jacq. Scoparia, L. Serophularia, Tourn. Seymeria, Pursh. Sibthorpia, L. Silvia, Benth. Stemodia, L. ” Tetranema, Benth. Uroskinnera, Lindl. Verhaseum, L. Veronica, L. Scroph-gratiola (D. G-.) Seroph-herperstida ,, - Seraphilisanthea ,, Seroph-lamourouxia,, Seroph-leucocarpa ,, Seroph-leucophylla ,, Seroph-limosella ,, Seroph-linaria z Seroph-melasma ,, Seroph-maurandia ,, Seroph-micranthema,, '¡Seroph-mimula si Seroph:mohavea ,, Seroph-orthocarpa ,, _Seroph-pedicularida ,, Seroph-pentstemona., Seroph-rhodochita ,, Seroph-russelia sl Serophb-scoparia ,, Seroph-serophularia ,, Seroph-seymeria ,, Seroph-sibthorpia ,, Seroph-silvia ys Seroph-stemodia ,, Seroph-tetranema ,, Seroph-uroskinnera ,, Seroph-verbasca ,, Seroph-veronica ,, Esterculiáceas.—Rad.=Ster.. 4 Buettneria, L. Ster-ayenia | (D. P.) Ster-buettneria de Cheirostemon, Humb. y Bonpl. Ster-cheirostemona ,, / (27 / (298 . Memorias de la Sociedad Científica Fremontia, Torr. Guazuma, Plum. Helicteres, L. Hermannia, L. Melhania, Forsk. Melochia, L. Myrodia, Svv. Physodium, Presi. Sterculia, L. Theobroma, L. Waltheria, L. Ster-fremontia (D.P.) Ster-guazuma 5 Ster-helicterea Ster-hermannia Ster-melhania m Ster-melochia 5 Ster-myrodia Ster-physodia bs Ster-sterculia a Ster-theobroma mi Ster-vvaltheria, 5 Estiracáceas.—Rad.—Styr. Styrax, Tourn. Symplocos, Jacq. Styr-styraxa (D.G.) Styr-symploca ze Euforbiáceas.—Rad.—Euph. Acalypha, L. Adelia, L. Alchornea, Svv. Argithamnia, Svv. Bernardia, P. Br. Buxus, L. Caperonia, St. Hil. Corythea, Wat. Croton, L. Dalechampia, L. Dalembertia, Baill. Euphorbia, L. Forchhammeria, Liebm. Garcia, Rohr. Gymnanthes, Svy. Hieronyma, Allem. Euph-acalypha (D. M.) Euph-adelia oe Euph-alchornea 5 Euph-argithamnia ,, Euph-bernardia. ,, Euph-buxa a - Euph-caperonia 5 Euph-corythea 5 Euph-crotona 5 Euph-dalechampia ,, Euph-dalembertia ,, Euph-euphorbia ,, Euph-forchhammeria,, Euph-garcia 3 Euph-gymnanthea ,, Euph-hieronyma ,, “(Antonio Alzate.” 129 Hippomane, L. Euph-hippomanea(D. M.) Hura, L. : Euph-hura ed Jatropha, L. Euph-jatropha ER Julocroton, Mart. Euph-juloerotona ,, Mabea, Aubl, Euph-mabea da Manihot, Adans. Euph-manihota EA Pedilanthus, Neck. Euph-pedilantha ,, Phyllanthus, L. Euph-phyllantha ,, Plukenetia, L. Euph-plukenetia ,, Reverchonia, ray. Euph.reverchonia ,, Ricinus, L. ; Euph-ricina $ Sapium, P. Br. Euph-sapia me Sebastiania, Spreng. : Euph-sebastiania ,, Simmondsia, Nutt. Euph-simmondsia — ,, Stillingia, L. Euph-stillingia -,, Tragia, L. ————Euph-tragia ES Zimapania Euph-zimapania ,, Fitolacáceas.—Rad.=Phyt. Agdestis, Moc. y Sess. Phyt-agdestida (D. M.) Petiveria, L. Phyt-petiveria E Phaulothamnus, Gray. Phyt-phaulothamna ,, - Phytolacca, L. Phyt-phytolacea ,, Rivina, L. - Phyt-rivina e Stegnosperma, Benth, Phyt-stegnosperma ,, Villamilla, Ruiz y Pav. Phyt-villamilla LO Frankeniáceas.—Rad.=Fran. Frankenia, L. Fran-frankenia (D. P.) Fuquieráceas.—Rad.—Fouq . Fouquiera, H B-K, Fouq-fonquiera. (D. P,) Memorias.—(1903).—T. XX,—17. / 130 Memorias de la Sociedad Científica Gencianáceas.—Rad.=Gen. Coutoubea, Áubl. Gen-coutoubea (D, G.) Erythraea, Renealm. Gun-erythraea ES Eustoma, Salisb, - Gen-eustoma » Geniostemon Gen-geniostemona ,, Gentiana, Tourn. Gen-gentiana 5 Halenia, Borkh, Gen-halenia o Leianthus, Griseb. ¿Gen-leiantha 5 Limnanthemum, Gmelin. Gen-limnanthema »S Lisianthus, Aubl. Gen-lisiántha A Sabbatia, Adans. Gen-sabbatia 0 Schultesia, Mart. Gen-schultesia do . Voyria, Aubl. Gen-voyria a Geraniáceas.—Rad.=Ger. Erodium, Lher. Ger-erodia (D. P.) Geranium, L. : Ger-gerania Pr Impatiens, L. Ger-impatiensa > Oxalis, L. Ger-oxalida A Pelargonium, Lher. Ger-pelargonia 5 Tropseolum, L. -——— Grer-tropeeola 5 Gesneráceas.—Rad.=(6es. Achimenes, P. Br. ' Ges-achimenea (D. G.) Alloplectus, Mart. Ges-ahHoplecta 0 Anetanthus, Hiern. Ges-anetantha E, Besleria, L. Ges-besleria de Columnea, L. Ges-columnea ga Episcia, Mart. Ges-episcia pl Gesnera, Mart, Gres-gesnera $ Gloxinia,' Lher. Ges-gloxinia ” “Antonio Alzate.” 131 SS DOEDOSI III DIIDIDIIIDEASEIDIIIODEODI III Isoloma, Benth. Ges-isoloma (D.G.) Klugia, Schl. E Ges-klugia a Mitraria, Cav. Ges-mitraria De Neegelia, Regel. Ges-negelia | a Nipheea, Lindl. Ges-niphea Ls Pentarhafia, Lindl. Ges-pentarhafia pa Solenophora, Benth. Ges-solenophora ,, * Gnetáceas. —Rad.—Gnet. Ephedra, L, Gnet-ephedra | (G.) Goodeniáceas. —Rad.—G00. Scevola, nc dad Goo-sceevola (D. G.) + Gramíneas.—Rad.=Gram. Acheeta, Four. Gram-acheeta (M.) ZAE£zopogon, Humb. y Bonpl. Gram-egopogona ,, Agropyrum, Gaert. '"Gram-agropyra 5 Agrostis, L. Gram-agrostida > Andropogon, L. Gram-andropogona ,, Anthenantia, Beauv. Gram-anthenantia ,, - Anthephora, Schreb. Gram-anthephora ,, Aristida, L. Gram-aristida > Arthrostylidium, Rupr. Gram-arthrostylidia ,, Arundinaria, Mich. Gram-arundinaria ,, Arundinella, Raddi. Gram-arundinella ,, Arundo, L. Gram-arundoa ds Atheropogon, Muehl. Gram-atheropogona ,, Avena, L. : Gram-avena ps Bambusa, Schreb. Gram-bambusa S Bauchea, Four. Gram-bauchea Bealia. Gram-bealia 132 Memorias de la Sociedad Científica LICOLIDI Boutelowa, Lag. Gram-boutelowa (M.)- Brachypodium, Beauv. Briza, L. Bromus, L. Buchloé, Engelm. Calamagrostis, Adans. *Calamochloa, Four. _Cathestechum, Presl. Cenchrus, L. Chaboisseea, Tourn, Cheaetium, Nees. Chetochloa, - Chloris, Svv. Chondrosium, Desyv. _Chrysopogon, Trin. Chusquea, Kunth. Cinnastrum, Fourn. Coix, L. Cottea, Kunth. Crypsina, Fourn. Ctenium, Panz. Cynodon, Pers. Dactyloctenium, Willd. Danthonia, DC. Deschampsia, Beauv.. Deyeuxia, Clar. Dimorphostachys, Fourn. Diplachne, Beauv. Disakisperma. Dissanthelium, Trin. Distichlis, Rafin. Eatonia, Rafin. Eleusine, Gaert. Elionurus, Humb. y Bonpl. Gram-brachypodia ,,. Gram-briza, E Gram-broma E Gram-buchloéa .' Gram-calamagrostida Gram-calamochloa ., Gram-cathestecha ,, Gram-cenchra s5 Gram-chaboissea ,, Gram-chaetia ms Gram-chaetochloa ,, Gram-chlorida ,, Gram-chondrosia ,, Gram-chrysopogona ,, Gram-chusquea 5 Gram-cinnastra ss Gram-coixa 5 Gram-cottea - A Gram-crypsina 1 Gram-ctenia he Gram-eynodona 34 Gram-dactyloctenia ,, Gram-danthonia ,, Gram-deschampsia ,, Gram-deyeuxia 4 Gram-dimorphostachya,, Gram-diplachnea ,, Gram-disakisperma 1 Gram-dissanthelia ,, Gram-distichlida - ,, Gram-eatonia A Gram-eleusinea > Gram-elionura E “Antonio Alzate.” 133 LIS Elymus, L, - Epicampes, Presl. Eragrostis, Beauv. Erianthus, Mich. Eriochloa, HBK. Euchleena, Schrad. Festuca, L. E Glyceria, Br, Gouinia, Fourn, Graphephorum, Desy. Guadua, Kunth. Gymnopogon, Beauy. Gynerium, Humb. y Bonpl. Hermatbhria, Br. Heteropogon, Pers. Hierochloe, Grmel. Hieronyma (?) Hilaria, HBK. Hordeum, L. Ichnanthus, Beauv. Imperata, Oyr. Isachne, Br. Ischeemum, L. + -Jouvea, Fourn. Leersia, Syv. Leptochloa, Beauv. Lolium, L. Luziola, Juss. Lyceurus, HBK. Manisuris, L. Melica, L, Microchloa, Br, Miscanthus, Anders. Monanthochloe, Engel. Gram-elyma (M.) Gram-epicampea ,, Gram-eragrostida . ,, Gram-eriantha' 5 Gram-eriochloa a Gram-euchlena y Gram-festuca di Gram-glyceria 09 Gram-gouinia $ Gram-graphephora ,, Gram-guadua 3 Gram-gymnopogona,, Gram-gyneria Pb Gram-hermathria ,, E Gram-heteropogona ,, Gram-hierochloea ,, Gram-hieronyma, Gram-hilaria 5 Gram-hordea 5) Gram-ichnantha ,, Gram-imperata sa - Gram-isachnea 58 Gram-ischeema sa Gram-jouvea on: Gram-leersia si Gram-leptochloa ,, Gram-lolia Es Gram-luziola E Gram-lycura cv Gram-manisurida Gram-melica Gram-mierochloa ,, Gram-miscantha ,, Gram-monanthochloea,, 134 Memorias de la Sociedad Científica Muehlenbergia, Schreb. Munroa, Torr. Nazia. Olyra, L. Opizia, Pres]. Oplismenus, Beauv. * Orthoclada, Beauv. Oryza, L. Oryzopsis, Mich. Panicum, L. Pappophorum, Sehreb. Paspalum, L. Pennisetum, Pers. Pentarrhaphis, HBK. Pericilema, Presl. Peyritschia, Tourn. Phalaris, L. Pharus, L. Phleum, L. Phragmites, Trin. Poa, L. Pogonopsis, Presi. Polypogon, Desf. Pringleochloa. Rhachidospermum. Rottboelia, Linn. f. Saccharum, L. Schaffnera, Benth. Seleropogon, Phil. Secale, L. Setaria, Beauv. Sorghum, Pers. Spartina, Schreb. Spodiopogon, Trin, Gram-phalarida Gram-muehlenbergia(M.) Gram-munroa Gram -nazia Gram-olyra Gram-opizia Gram-oplismena Gram-orthoclada Gram-oryza Gram-oryzopsida Gram-panica Gram-pappophora ,, Gram-paspala Gram-penniseta a Gram-pentarrhaphida ,, Gram-pericilema, . Gram-peyritschia de dlls Gram-phara Gram-phlea Gram phragmitea Gram-poa Gram-pogonopsida Gram-polypogona Gram-pringleochloa ,, Gram-rhachidosperma,, Gram-rottboelia Gram-sacchara ” » Gram-schaffnera Gram-scleropogona Gram-secalea Gram-setaria Gram-sorgha, Gram-spartina Gram-spodiopogona ,, Gut-mammea Halorageáceas.—Bad.=Hal. Callitriche, L. Myriophyllum, L. Proserpinaca, L. »” “Antonio Alzate.” 135 Sporobolus, Br. Gram-sporobola (M.) Stenotaphrum, Trin. Gram stenotaphra ,, Stipa, L. Gram-stipa » Trachypogon, Nees. Gram-trachypogona ,, Tragus, Hall. Gram-traga 5 Trina, HBK. Gram-triena AS Trichloris, Tourn. Gram-trichlorida ,, Triathera, Desv. Gram-triathera E Triodia, Br. Gram-triodia de Tripsacum, L. Gram-tripsaca AN Trisetum, Pers. Gram-triseta Tristachya, Nees. Gram-tristachya ,, Triticum, L. ' Gram-tritica e Uniola, L. Gram-uniola A Zea, L. Gram-zea y Zeugites, Schreb. Gram-zeugitea 55 —Gutíferas.—Rad.—Gut. Clusia, L. Gut-clusia (D. P.) 'Mammea, L. Hal-callitrichea (D. P.) Hal-myriophylla Hal-proserpinaca Henibdoráceas.—Rad.=Hem.'' Xiphidium, Aubl. 9 »” Hoem-xiphidia (D.M.) 136 Memorias de la Sociedad Científica Hidrocarídeas. —Rad.=Hydro. Limnobium, L. C. Rich. Hydro-limnobia (M.) Hidroleáceas.—Rad.=Hydr. Ellisia, L. Hydr-ellisia (D. G.) Emmenanthe, Benth. Hydr-emmenanthea ,, Eriodictyon, Benth. Hydr-eriodictyona ,, Hydrolea, L. Hydr-hydrolea A Lemmonia, Gray. Hydr-lemmonia dy Nama, L. Hydr-nama es Nemophila, Nuts. Hydr-nemophila ,, Phacelia, Juss. Hydr-phacelia Si Wigandia, HBK. Hydr-vvigandia 5 Hipericáceas.—Rad.=Hyp. Aseyrum, L. Hyp-ascyra (D. P.) Hypericum, L.* Hyp hyperica A Vismia, Vell. Hyp-vismia 5 Micáceas.—Rad.=1l. Tlex, L. T-ilexa (D, P.) Tridáceas.— Rad: =1Ir. Ñ Calydorea, Steud. | Ir-calydorea (M.) Cipura, Aubl. - Ir-cipura Pa Tris, L. y Tr-irida., A Marica, Ker. Ir-marica se Nemastylis, Nutt. Ir-nemastylida hs “¿Antonio Alzate. ” rn oo Sh . Orthrosanthus, Svveet. Ir-orthrosantha (M.) Rigidella, Lindl. Ir-rigidella a Sisyrinchium, L. Ir-sisyrinchia de Sphenostigma, Bak. Ir-sphenostigma be Tigridia, Ker. Ir-tigridia án Trimezia, Salisb. Tr-trimezia as Gladiolus, D. Ir-gladiola 7 Isoetáceas.—Rad.=Is. ; 1soétes, L. Is-isoétea (C. H.) Juglandáceas.—Rad.—Jug. Carya, Nutt. Jug-carya (D. M.) Juglans, L. Jug-juglanda 5 Juncáceas.—Rad.—Jun. Juncus, L. Jun-junca (M.) Luzula, DC. Jun-luzula 5 Labiadas.—Rad.=Labi. y Audibertia, Benth. Brunella, L. Calamintha, Moench. - Catopheria, Benth. : Cedronella, Moench. Cunila, L. Dekinia, Mart. y Gal. Dracocephalum, Tourn, Gaárdoquia, Ruiz y Pav. Hedeoma, Pers, Hyptis, Jacq. Labi-audibertia (D. G.) Labi-brunella Labi-calamintha Labi-catopheria Labi-cedronella . Labi-cunila - Labi-dekinia Labi-dracocephala, Labi-gardoquia Labi-hedeoma Labi hyptida < Alemorias.—(1903).—T. XX. 18. 138 Memorias de la Sociedad Científica Lepechinia, Willd. Lophanthus, Benth. Marrubium, Tourn. Labi-lepechinia (D. G.) Labi-lophantha ,, Labi-marrubia ón Labi-marsypianthea,, Labi-mentha Labi-micromeria, Marsypianthes, Mart. Mentha, Tourn. Micromeria, Benth. Monarda, L. Labi-monarda . ls Monardella, Benth. Labi-monardella ,, Nepeta, L. Labi-nepeta 9 Ocimum, Tourn. Origanum, Tonrn. Perilomia, HBK. Labi-ocima Labi-origana Labi-perilomia Physostegia, Benth. Poliomintha, Gray. Salazaria, Torr. Salvia, L. Salviastrum, Scheele. Scutellaria, L. Sphacele, Benth. Stachys, Tourn. Labi-physostegia ,, Labi-poliomintha ,, Labi-salazaria Labi-salvia Labi-salviastra > Labi-scutellaria y Labi-sphacelea me Labi-stachyda 07 Tetraclea, Gray. Labi-tetraclea pa Teucrium, L. Labi-teucria 5 Thymus, Tourn. Labi-thyma a Trichostema, Gronov. Labi-trichostema ,, Lacistemáceas.—Rad.=Lac. Lacistema, Svv. Lac-lacistema . (D. M.) Lauráceas.—Rad.—Laur, Laur-beilsehmiedia(D. M.) Laur-cassytha DA Beilschmiedia, Nees. Cassytha, L. Amphicarpea, Ell. Andira, Lam. Apoplanesia, Presl. Arachis, L. Astragalus, L. Ateleia, Moc. y Sess. Barbieria, D.: C. Bahuinia, L. - Brongniartia, HBK. Ceesalpinia, L. Cajanus, DC. Calliandra, Benth. Calopogonium, Desyv. Canavalia, Adans. Cassia, L. Cercidium, Tul, Cercis, L. Centrosema, DC. Cicer, L. Leg-amphicarpea Leg andira Leg-apoplanesia Leg arachida. Leg-astragala Leg-ateleia Leg-barbieria Leg-bahuinia Leg-brongniartia Leg-cesalpinia Leg-cajana Leg-calliandra Leg-calopogonia Leg canavalia Leg-cassia Leg-cercidia Leg-cercida Leg-centrosema Leg-cicera - “Antonio Alzate.” 139 Litsea, Lam. Laur-litsea (D. M.) -Misanteca, Cham. y Schl. Laur-misanteca ds Nectandra, Roland. Laur-nectandra 5 Ocotea, Aubl. Laur-ocotea mi Persea, Gaertn. f. Laur-persea E Sassafridium, Meissn. Laur-sassafridia ,, Umbellularia, Nees. Laur-umbellularia ,, Leguminosas.—Rad.=Leg. Acacia, Willd. Leg-acacia (DE Mischynomene, L. Leg-eeschynomenea ,, - Albizzia, Durazz. Leg-albizzia ul Amicia, HBK. Leg-amicia E Amorpha, L. Leg-amorpha de 140 Memorias de la Sociedad Científica Clitoria, L. Cologania, Kunth. Coursetia, DC. Cracca, Bentbh. Crotalaria, L. Cheetocalyx, DC. - Dalea, L. Dalbergia, L. _Desmodium, Desv. Diphysa, Jacq. Dipteryx, Schreb. Drepanocarpus, W. Mey. . Desmanthus, Willd. Entada, Adans. Eriosema, DC. Erythrina, L. Eysenhardtia, HBK. . Galactia, P. Br. Gliricidia, HBK. Glycirrhiza, L. Hematoxylon, L. Harpalyce, Moc. y Sess. Hoffmanseggia, Cav. Hosackia. Dougl, Hymenea, L. Indigofera, L. Inga, Willd. Lathyrus, L. Lennea, Klotz. Lens, Gren. y Godr. Lespedeza, Mich. Leucena, Benth. Lonchocarpus, HBK. Lupinus, L. Leg-clitoria Leg-cologania Leg-coursetia Leg-cracca Leg-crotalaria Leg-chsetocalyxa Leg-dalea Leg-dalbergia Leg-desmodia Leg-diphysa Leg-dipteryxa Leg-drepanocarpa Log-desmantha, Leg-entada Leg-eriosema Leg-erythrina Leg-eysenhardtia Leg-galactia Leg-gliricidia Leg-glycirrhiza Leg-hematoxyla Leg-harpalycea Leg-hoffmanseggia Leg-hosaekia Leg-hymenea Leg-indigofera. Leg-inga Log-lathyra . Leg-lennea Leg-lentida Leg-lespedeza Leg leucsena Leg-lonchocarpa, Leg-lupina ” “Antonio. Alzate.” . 141 APIS Lysiloma, Benth. Leg lysiloma (D. P.) Macheerium, Pers. . Leg-macheeria 5 Marina, Liebm. Leg'marina 5 Medicago, L, Leg-medicagoa xs Melilotus, Juss, Ai. Leg-melilota xD Mimosa, L. Leg-mimosa > Minkelersia, M. y G. Leg-minkelersia - Mucuna, Adans. Leg-mucuna sí Muellera, L. Leg-muellera. q Myroxylon, Linn. f. Leg-myroxyla Shi Neptunia, Lour. Leg-neptunia Ls; Nissolia, Jacq. Leg-nissolia a Olneya, Gray. Leg-olneya ds Ormocarpum, Beauv. - Leg-ormoearpa le Oxytropis, DO, Leg-oxytropida, pe Pachyrhizus,,Bich.. Log-pachyrhiza Parkynsonia, L. Leg-parkynsonia ,, Petalostemon, Mich. _Leg-petalostemona ,, Peteria, Gray. - Leg-peteria 5 Phaseolus, L. Leg-phaseola: ds Pictetia, DC, Leg-pictetia 5 Piptadenia, Benth. Leg-piptadenia a Piscidia, L. Leg-piscidia da Pisum, L. -——— Leg-pisa 3 Pithecolobium, Mart. Leg-pithecolobia. . ,, Platymiscium, Vog.. Leg-platymiscia . ., Poiretia, Vent—Choix, Leg-poiretia 1 Prosopis, L. - Leg-prosopida, Jl Psoralea, L. : Leg-psoralea. y Pterocarpus, L.. - Leg-pterocarpa 5 Rhynchosia, Lour. Leg-rhynchosia E Robinia, L. Leg-robinia pd0 Schranckia, Willd. Leg-schranckia: E Sesbania, Pers. Íñ ' Leg-sesbania ip 142 Memorias dela Sociedad Científica DOSIDDIDIDIDID DDD DICIENDO ICO DIZI/0II0I0ODI III Sophora, L. _Leg-sophora * (D.P.) Stylosanthes, Svv. Leg-stylosanthea ,, Svvartzia, Schreb. Leg-svvartzia » Tamarindus, L. Leg-tamarinda A Tephrosia, Pers. Leg-tephrosia A Teramnus, Svv. Leg-teramna » Trifolium, L. Leg-trifolia. A) Vicia, L. ' Leg-vicia SEA Vigna, Savi. Leg-vigna p Willardia, Rose. Leg-wvvillardia Ae Zornia, Gmel, Leg-zornia 0 Lemnáceas. —Rad.=Lem. Lemna, L. Wolffia, Horkel. Lem-lemna (M.) Lem-vvolffia Licopodiáceas. —Rad.=Lyco. Lyco-lycopodia — (€. L) Lyco-psilota Lycopodium, L. Psilotum, Svv. Liliáceas.—Rad.=Lil. Allium, L.. ' Lil-allia (M.) Aloe, L. p Lil-aloea Anthericum, L. Lil-antherica Asparagus, L. Lil-asparaga Behria, Greene. Lil-behria Bessera, Schult, Lil-bessera Brodizxa, Sm. Lil brodisea e Calochortus, Pursh. Lil-calochorta A Dasylirion, Zuce. -_Lil-dasyliria se Echeandia, Ortega. Lil-echeandia A “Antonio Alzate.” 143 Gliphosperma, Wat. Hemiphylacus, Wat. Hesperaloe, Engelm: “Hesperocallis, Cray. Milla, Cav. Muilla, Wat. Nolina, Mich. Nothoscordum, Kunth. Sehosnocaulon, Gray. Smilacina, Desf. Smilax, L. : Stenanthum, Gray. Yucca, L. Zygadenus, Mich, Lil-gliphosperma (M.). Lil-hemiphylaca. ,, Lil-hesperaloea as - Lil-hesperocallida ,, Lil milla Lil-muilla Lil-nolina y Lil-nothoscorda A Lil-sehosnocaula .,, Lil-smilacina > Lil-smilaxa Pe Lli-stenantha 5 Lil-yueca - A Lil-zygadena >; Lináceas.—Rad.—Lin. : Erythroxylon, L. Linum, L. Lin-erythroxyla (D. P.) Lin-lina 5 Lennoáceas. —Rad.=Len. Ammobroma, Torr. Lennoa, Llav. y Lex. Len-ammobroma (D, G.) Len-lennoa 3 Litráceas.—Rad.=Lythr. Ammannia, L. Antherylium, Rose. y Vasey. Cuphea. P. Br. - Lavvsonia, L. Lagerstroemia, L. Lythrum, L. Nesaea, Comm. Lythr-ammannia (D. P.) Lythr-antherylia ,, Lythr-cuphea de Lythr-lavvsonia.,,, Lythr-lagerstrosmia ,, Lythr-lythra >) Lythr-nesma de 144 . Memorias de la Sociedad Científica Punica, L. Lythr-punica (D.P,) Rotala, L. | Lythr-rotala ps Loasáceas. —Rad.=Loas. Cevallia, Lag. | Loas:coyalliadW' (DUES -Euenide, Zucc. Loas-eucnidea 0 Gronovia, L. Loas-gronovia a Mentzelia, L. Loas-mentzelia 7 Petalonyx, Gray. Loas-petalonyxa ,, Loasa, Juss. Loas-loasa ns Selerothrix, Presl. i Loas-sclerothriza ,, Sympetaleia, Gray. Loas-sympetaleia ,, Lobeliáceas. —Rad.=Lob. Centropogon, Presl. Lob-centropogona(D. G.) Heterotoma, Zucc. Lob-heterotoma a Laurentia, Neck. Lob-laurentia e Lobelia, L. Lob-lobelia z Nemacladus, Nutt. Lob-nemaclada ES Palmerella, Gray. Lob palmerella E Siphocampylus, Pohl. Lob-siphocampyla ,, Loganiáceas.—Rad.=Lo0g. Buddleia, Houst. Log-buddleia (D. G.) Emorya, Torr. Log-emorya be Gelsemium, Juss. - -—Log-gelsemia y Mitreola, L. Log-mitreola de Plocosperma, Benth. Log-plocospetma ,, Polypremum, L. Log-polyprema 3 Spigelia, L. Log-spigelia be Stryehnos, L. ni Log-strychna- A A “(Antonio Alzate.” 145 : Lorantáceas.—Rad.=Lor. Arceúthobium, Bieb. Lor-arceuthobia (D. M). Loranthus, L. . Lor-lorantha 3 Phoradendron, Nutt. Lor-phoradendra ,, Magnoliáceas.—Rad.=Mag. Drymis, Forst. | Mag-drymida (D.P.) Magnolia, L. Mag-magnolia da Talauma, Juss. Mag-talauma El Malpiguiáceas.—Rad.—Malp. Aspicarpa, Lagas. Malp-aspicarpa (D. P. Banisteria, L. Malp-banisteria ,, Brachypterys, A. Juss. Malp-brachypterya ,, Bunchosia, Rich. y Juss. . ' Malp-bunchosia ,, Byrsonima, Rich. y Juss. Malp-byrsonima ,, Echinopterys, A. Juss. Malp-echinopterya ,, Galphimia, Cav. ' -—— Mrlp-galphimia ,, Gaudichaudia, HBK. Malp-gaudichaudia ,, _Heteropterys, Kunth. Malp-heteropterya ;, Hirea, Jacq. Malp-hireea AS Janusia, A. Juss.. -— Malp-janusia he Lasiocarpus, Liebm. Malp-lasiocarpa Jae Malpighia, L. Malp-malpighia de Stigmaphyllon, A. Juss. Malp-stigmaphylla ,, Tetrapterys, Cav. Malp-tetrapterya ,, Triopterys, L. di Malp-triopterya le Malváceas.—RBad.=Mal. | Abutilon, Gaert. Mal-abutilona .(D. P.) , Memorias.—(1908).—T. XX.— 19. 146' Memorias de la Sociedad Científica EDIL IO LID Anoda, Cav. Mal-anoda (DGBe) Areynospermum, Turez. Mal-areynosperma ,, Bastardia, HBK. —Mal-bastardia e Bombycospermum,: Presl. - Mal-bombycosperma,, Bombax, L. Mal-bombaxa » Callirhoe, Nutt. -_Eriodendron, DC. Fugosia, Juss. Gaya, HBK. Gossypium, L. Hampéa, Sehl. Hibiscus, L. Horsfordia, Wat. 'Ingenhousiá, Moc. y Sess. Kosteletzkya, Presi, Malachra, L, Malva, L. Malvastrum, Gray. Malvaviseus, Dill. Modiola, Moench. Montezuma, DC. Ochroma, Svv. Pachira, Aubl. . Pavonia, Cav. Rebsamenia. Sida, L. — Sidalcea, Gray. Spheeralgea, St. Hil. Thespesia, Corr. Urena, L. | Wissadula, Medik. Mal-callirhoea Mel-eriodendra Mal-fugosia Mal-gaya Mal-gossypia - Mal-hampea Mal-hibisca Mal-horsfordia Mal-ingenhousia Mal-kosteletzkya Mal-malachra Mal-malva Mal-malvastra Mal-malvavisca "Mal-modiola Mal-montezuma Mal-ochroma Mal-pachira Mal-pavonia - Mal rebgamenia Mal-sida Mal-sidalcea Mal-spheeraleea Mal-thespesia _Mal-urena Mal-vvissadula “Antonio 'Alzate. ” Maratiáceas.—Rad.=Mar. Danea, Smith. | Marattia, Smith. Mar-danea (C. L) Mar-marattia Marsileáceas.—Rad.=Mars, | Marsilea, L. Melas : Aciotis, Don. Adelobotrys, DC. Atthrostemma, Ruiz Bellucia, Neck. Calophysa, DC. Calyptrella, Naud. Centradenia, G+. Don Clidemia, Don Conostegia, Don - Heeria, Sehl. -Heterotrichum, DC. Miconia, Ruiz y Pav. Monachee*tum, Naud. . Mouriria, Mig. Oxymeris, DC. Pleroma, Don. _Pterogastra, Naud. + Pterolepis, Mig. Rhynchanthera, DC. Sagrea, DC. Topobea, Aubl. “ Mars-marsilea (CEL) tomáceas.—Rad.=Mel. Melaciotida (D.P.) Mel-adelobotryda y Pav. Mel-arthrostemma, É Mel-bellucia Mel calophysa Mel-calyptrella: - Mel-centradenia Met clidemia Mel-conostegia Mel-heeria Mel-heterotricha Mel-miconia Mel-monacheta Mel-mouriria Mel-oxymerida Mel-pleroma _ Mel-pterogastra - Mel-pterolepida Mel-rhyncehanthera - Mel-sagreea Mel-topobea y) o VIAS 3) »” “4 148 - Memorias de la Sociedad Científica Cedrela, L. Guarea, L. Melia, L. Trichilia, L. Svvietenia, L, Meliáceas.—Rad.=Meli. Meli-cedrela (D. P.) Meli-guarea se Meli-melia a Meli-trichilia . Meli-svvietenia E Meliósmeas.—Rad.=Melios. - Meliosma, Blume. - —— Melios-meliosma (D. P.) Menispermáceas.—Rad.—Men. Cissampelos, L. Men essoapaló (D. P.) Clambus, Miers. Men-clamba 5 Cocculus, DC. Men-coccula a Hyperbeena, Miers. _Men-hyperbena Mesembriantémeas.—Rad.=Mes. Glinus, L. Mes-glina (D. P.) Mesembryanthemunm, L. Mes-mesembryanthema,, Mollugo, L. Mes-mollugoa 3 Sesuvium, L. Mes-sesuvia mi Trianthema, L. Myrica, L. Myristica, L. Mes-trianthema % Miricáceas.—Rad.=Myri. Myri-myrica (D,M.,) Miristicáceas.—Rad.—Myris. Myris-myristica (D. M.) “Antonio Alzate.” y . 149 IIS Mirsineáceas.—Rad.=Myrs. Ardisia, Svv. Myrs-ardisia (D. G..) Jacquinia, L. Myrs-jacquinia 5 Myrsine, L. Myrs-myrsinea. ,, Parathesis, Hook. f. | Myrs-parathesida ,, Mirtáceas.—Rad.—Myr. Calycorectes, Lher. Myr-calycorectea (D, P.) Calyptranthes, Svv. Myr-calyptranthea ,, Eucalyptus, Lher. - Myr-eucalypta a Eugenia, L. | Myr-eugenia pa Myreia, DC. Myr-myrcia 5 Myrtus, L. Myr-myrta > Pimenta, Lindl. Myr-pimenta dl Psidium, L, Myr-psidia 5 Monimiáceas.—Rad.=Mo. Mollinedia, Ruiz y Pav. | Mo-mollinedia (D. M') Siparuna, Aubl, Mo-siparuna El) Monotropáceas.—Rad.—Mon. Hypopithys, Adans. Mon-hypopithyda(D. G.) Monotropa, L.. Mon-monotropa ,, Pterospora, Nutt. Mon-pterospora ,, Sarcodes, Torr, Mon-sarcodea : ca —Naiadáceas.—Rad.=Na. al Nati (ML) Y 150 Memorias de la Sociedad Científica, Naias, L. Na-naiada ¡(M.) Potamogeton, L. Na-potamogetona ,, -Ruppia, L. Na-ruppia Ss Triglochin,L. -— Na-triglochina me Zannichellia,. L. . Na-zamnichellia Nictagináceas.—Rad.=Nyct. Abronia, Juss. ' Nyet-abronia (D.M.) Acleissanthes, Gray. ' -—— Nyct-acleissanthea ,, Allionia, L. Nyct-allionia A Boerhaavia, L. | Nyct-boerhaavia ,, _Boldoa, Cav. Nyet-boldoa 5 Bougainvillea, Com. Nycet-bougainvillea ,, Cryptocarpus, HBK. Nyet-eryptocarpa , Mirabilis, L. | Nyct-mirabilida ,, Nyctaginia, Chois. - Nyct-nyetaginia , Okenia, Cham. y Sehl, Nyct-okenia e Oxybaphus, Vabl. Nycet-oxybapha A Pisonia, L. Nyet-pisonia de Selinocarpus, Gray. Nyet-selinocarpa ,, Senkenbergia, Schauer. Nyct-senkenbergia ,, Ninfeáceas.—Kad.=Nymph. Brasenia, Schreb. Nymph-brasenia (D. P.) Cabomba, Aubl. -Nymph-cabomba ;, Nympheea, L. Nymph-nymphea ,, Ocnáceas.—Rad.=0ch. Gomphia, Schreb. Och-gomphia (D. P.) “¿Antonio Alzate.” 351 Ofloglosáceas.—Rad.—0ph. Botrychium, Svv. * Oph-botrychia (O, I.) Ophioglossum, L. Oph-ophioglossa ,, Olacáceas.—Rad.=0la. Mappia, Jacq. * Ola-mappia (D. P.) Schoepfia, Schreb. Ola-schoepfia - 21 Ximenia, L. Ola-ximenia or . Oleáceas.—Rad.=01. Forestiera, Poir. OLforestiera (D.G.) Fraxinus, L. OL fraxina de - Hesperelea, Gray. Ol-hesperelza 5 Jasminum, L. Oljasmina Alec dl Ligustrum, L. OL ligustra Se Menodora, Humb. y Bonpl. Ol-menodora a Olea, L. 3 OLolea y Syringa, L. OLsyringa - a Orobancáceas.—Rad.=0ro0. Aphyllon, Mitch. Oro-aphylla (D. G.) Boschniakia, C. A. Mey. - Or6-boschniakia ,, Conopholis, Wallr. -— Oro-conopholida ,, . Orquídeas.—Rad.=0r. Acineta, Lindl, Or-acineta (M.) Alamania, Llav. A alamania 5 Androchilus, Liebm: Or-androchila 2 Arethusa, L. - Or-arethusa de Memorias de la Sociedad Científica - 152 Arpophyllum, Llav. Or-arpophylla (M.) Bletia, Ruiz y Pav. - Or-bletia la Brassavola, Br. Or-brassavola ES Brassia, Br. Or-brassia > Calanthe. Br. - Or-calanthea Ss Campylocentrum, Benth. Or-campylocentra ,, Catasetum, Rich. Or-cataseta $ Cattleya, Lindl. Or-cattleya 5 Chysis, Lindl. Or-chysida 5 Coelia, Lindl. Or-coelia .* , Comparéttia, Poepp. Or-comparettia % Corallorhiza, Br. Or-corallorhiza y Corymbis, Thou. Or-corymbida A Cranichis, Svv. Or-cranichida A Cryptarrhena, Br. Or-eryptarrhena ,, Cychnoches, Lindl. Or-cyehnochea ,, Cypripedium, L. Or-eypripedia a - Cyrtopodium, Br. 'Or-eyrtopodia $ Diacrium, Lindl. Or-diacria eE Dicheea, Lindl. Or-dichea 5 Dignathe, Lindl. Or-dignathea $ Elleanthus, Presl. Or-elleantha y Epidendrum, L. Or-epidendra có) Epipactis, Br. Or-epipactida . ,, Erycina, Lindl. Or-erycina ds Eulophia, Br. A Or-eulophia E Galeandra, Lindl. Or-galeandra e Góngora, Ruiz y Pav. Or-gongora Goodyera, Br. Or-goodyera e Govenia, Lindl. * Or-govenia 5 Habenaria, Willd. Or-habenaria 3 Hartvvegia, Lindl. $ Or-hartvvegia di Or-hexadesmia Hexadesmia, Brongn, Or-hexalectrida b4 Hexalectris, Rafin. “Antonio Alzate.” 153 —_—_—. Hexisea, Lindl. Or-hexisea (M.) Hormidium, Lindl. lonopsis, HBK. Isochilus, Br. Lacena, Lindl. Leiochilus, Kn. y Westc. Lepanthes, Svv. Liparis, Rich. Lockhartia, Hook. Lycaste, Lindl. Masdevallia, Ruiz y Pav. Maxillaria, Ruiz y Pav. Meiracylium, Reichb. £. Microstylis, Nutt. Mormodes, Lindl. Mormolyce, Fenzl. Notylia, Lindl. Odontoglossum, HBK. Oncidium, Svv. Ornithidium, Salisb, Ornithocephalus, Hook. Pachyphyllum, HBK. Papperitzia, Reichb. f. Physosiphon, Lindl. _Pleurothalys, Br. Polystachya, Hook. Pogonia, Juss. Ponera, Lindl. Ponthieva, R. Br. Prescottia, Lindl. Restrepia, HBK. Scaphyglottis, Poepp. Schomburgkia, Lindl. Seraphyta, Fisch. y Mey. Or-hormidia Or-ionopsida Or-isochila Or-laceena Or-leiochila Or-lepanthea Or-liparida Or-lockhartia Or-lycastea | .Or-masdeyallia Or-maxillaria Or-meiracylia « Or-microstylida Or-mormodea Or-mormolycea Or-notylia Or-odontoglossa Or-oncidia Or-ornithidia Or-ornithocephala Or-pachyphylla Or-papperitzia Or-physosiphona Or-pleurothalyda Or-polystachya Or-pogonia Or-ponera Or-ponthieva Or-prescottia Or-restrepia Or-scaphyglottida Or-schomburgkia Or-seraphyta Memorias. —(1903).—T. XX,—20. 154 Memorias de la Sociedad Científica Sobralia, Ruiz y Pav. Spiranthes, Rich. Stanhopea, Frost. Stelis, Syv, Trichocentrum, Poepp. Trichopilia, Lindl. Vanilla, Svv. Zygopetalum, Hook. » Or-sobralia Or-spiranthea Or-stanhopea Or-stelida Or-trichocentra Or-trichopilia Or-vanilla Or-zygopetala Palmeras. —Rad.=Pal. Acanthorhiza, Wendl. Acrocomia, Mart. Astrocaryum, G. W. Mey. Bactris, Jacq. Brahea, Mart. Calyptrogyne, H. Wendl. Cocos, L. Copernicia, Mart. Chamedorea, Willd. .Desmoncus, Mart. Erythea, Wat. Geonoma, Willd. Phoenix, L. Reinhardtia, Liebm. Sabal, Adans. Washingtonia, Wendl. Attalea, HBK. Eleels, Jaco. Oreodoxa, Willd. Pal-acanthorhiza ' ] (M.) Pal-acrocomia . Pal-astrocarya Pal-bactrida Pal-brahea Pal-calyptrogynea Pal-coca Pal-copernicia Pal-chamedorea Pal-desmonca _Pal-erythea Pal-geonoma Pal-phonixa Pal-reinhardtia Pal-sabala Pal-washingtonia Palattalea Pal-eleeisa Pal-oreodoxa Papayáceas. —Rad.=Papay. Carica, L. Jacaratia, DO. . Papay-carica Papay-Jacaratia »” (D. P.) 2) / “¿Antonio Alzate.” 155 Papaveráceas.—Rad.=Pap. Argemone, L. Pap-argemonea (D. P.) Bocceonia, L. Pap-bocconia a Corydalis, DC. : Pap-corydalida pS Dendromecon, Benth. Pap-dendromeca ,, Echscholtzia, Com. Pap-echscholtzia ,, Fumaria, L. Pap-fumaria A Hunnemannia, Svveet,. Pap-hunnemannia ,, Papaver, L. . Pap-papavera e Platystemon, Benth. . Pap-platystemona ,, Romñeya, Harv. Pap-romneya A Paroniquiáceas.—Rad.=Par. Achyronychia, Torr. y Gray, Par-achyronychia(D. M.) Corrigiola, L. Par-corrigiola Paronychia, Juss. Par-paronychia Pentacena, Bartl. : Par-pentacena Pasifloráceas.—Rad.=Pass. Passiflora, L. -— Pass-passiflora Piperáceas.—Rad.= Pip. Houttuynia, Thunb. Pip-houttuynia Péperomia, Ruiz y Pav, Pip-peperomia Piper, L. Pip-pipera Plantagináceas.—Rad.—Plan. Plantago, L. Plan-plantagoa ” »” (D. 4.) 156 Memorias de la Sociedad Científica Platanáceas.—Rad.—=Plat. Platanus, L.. Plat-platana (D. M.) Plumbagináceas. —Rad.=Plum. Armeria, Willd. Plum-armeria (D. G.) Plumbago, Tourn. Plum-plumbagoa ,, Statice, Tourn. Plum-staticea dj Podostemáceas.—Rad.=Pod. Marathrum, Humb. y Bonpl. Pod-marathra (D. M.) Oserya, Tul. Pod-oserya > Potamobryon, Liebm. Pod-potamobryona' ,, Polemoniáceas.—Rad.=Polem. Bonplandia, Cav. Polem-bonplandia(D. G..) Cobwea, Cav. Polem-cobeea A Collomia, Nutt. Polem-collomia ER Gilia, Ruiz y Pav. Polem-gilia % Loeselia, L, Polem-loselia E Phlox, L. Polem- phloxa E Polemonium, Tourn. Polem-polemonia ,, 1 Poligaláceas.—Rad.=Po. Krameria, L. Po-krameria (D, P.) Monnina, Ruiz y Pav. Po-monnina do Polygala, L. Po-polygala da Securidaca, L. Po-securidaca » “Antonio Alzate. ” Poligonáceas.—Rad.=Poly. Poly-antigona (D. M.) Antigonon, Endl. - Campderia, Benth. Coccoloba, L. Chorizanthe, R. Br. Eriogonum, Mich, Muchlenbeckia, Meissn. Nemacaulis, Nutt. Podopterus, Humb. y Bonpl. Polygonum. L. Pterostegia, Fisch. y Mey. Rumex, L. Ruprechtia, C. A. Mey. Triplaris, L. Poly-campderia Polp-coccoloba Poly-chorizanthea Poly-eriogona 22 2 eh) »” Poly-muchlenbeckia,, Paly-nemacaulida Poly-podoptera Poly-polygona Poly-pterostegia Poly-rumexa - Poly-ruprechtia Paly-triplarida Polipodiáceas.—Rad.=Pol. Acrostichum, L. Adiantum, L. Alsophila, R. Br. - Adiantopsis, Fee, Anapausia, Presl, Anemia, vv. Anemidictyon, J. Sm. Antrophyum, Kaulf. Aspidium, Svv. . Asplenium, L. Athyrium, Roth. Blechuum, L. Ceratopteris, Brongn. Cheilanthes, Svv. Cibotium, Kaulf. Pol-acrosticha Pol-adianta Pol-alsophila Pol-adiantopsida Pol-anapausia Pol-anemia Pol-anemidictya Pol-antrophya Pol-aspidia Pol-asplenia Pol-athyria Pol-blechna Pol-ceratopterida Pol-cheilanthea Pol-cibotia 2) 157 (C. 1) 158 Memorias de la Sociedad Científica Cyathea, Smith. Cyrtomium, Presi. _Cystopteris, Bernh. Davallia, Smith. Dennstedtia, Bernh. Dicksonia, L'Herit. Dictyosiphium, Hook. Didymochleena, Desyv. Dictyopteris, Presl. Diplazium, Svv. Elaphoglossum, Schott. Gleichenia, Smith.. Goniophlebium, Schott. Gymnogramma, Desv. Hemionitis, L. Hemitelia, R. Br. Hymenophyllum, Sm. Hypolepis, Bernh. Lastrea, Bory. Lindsea, Dryand. Llavea, Lag. Lomaria, Willd. Lygodium, Svv, Meniscium, Schreb. Monogramma, Schk. Hydroglossum, Willd.. Nephrodium, Rich. AN ephrolepis, Schott. Nothochlena, R. Br, Osmunda, L. Platyloma, J. Sm. Polypodium, L. Pteris, L. Schizea, Smith. Pol-cyathea Pol-eyrtomia Pol-eystopterida Pol-davallia Pol dennstedtia Pol-dicksonia Pol-dictyosiphia Pol-didymochleena Pol-dictyopterida Pol-diplazia Polelaphoglossa Pol-gleichenia Pol-goniophlebia Pol-gymnogramma Pol-hemionitida Pol-hemitelia . Pol-hymenophylla Pol-hypolepida Pol-lastrea Pol-lindseea Polllavea Pol-lomaria Pol lygodia Pol-meniscia Polmonogramma Pol-hydroglossa Pol-nephrodia Pol-nephrolepida Pol-nothochlena Pol-osmunda Pol platyloma Pol-polypodia Pol-pterida, Pol-schizeea «(0.13 0 ; “Antonio Alzate. 159 Seolopendrium,- Smith. Pol-scolopendria (C. I.) Trichomanes, L. Poltrichomanea ,, Vittaria, Smit. Pol-vittaria 5 Woodsia, R. Br. Polvvoodsia A Woodvvardia, Smith. Polvvoodvvardia -,, Pontederiáceas.—Rad.—Pon. Eichhornia, Kunth. Pon-eichhornia (M.) Heteranthera, Ruiz y Pav. Pon-heteranthera ,, Pontederia, L. Pon-pontederia ze Portulacáceas.—Rad.=Por. Calandrinia, HBK. Por-calandrinia (D. P.) _Calyptridium, Nutt. Por-calyptridia 5 Claytonia, L. Por-claytonia 50 Montia, L. Por-montia > Portulaca, L. Por-portulaca Se Talinopsis, Gray. Por-talinopsida da Talinum, Adans. Por-talina e Primuláceas.—Rad. Prim. Anagallis, Tourn. Prim-anagallida (D. G.) Androsace, Tourn. Prim-androsacea ,, Cyclamen, L, Prim-cyclamena ,, Dodecatheon, L. Prim-dodecathea ,, Centuneulus, L. Prim-centuncula ,, Lysimachia, Tourn. Prim-lysimachia ,, Samolus, Tourn. Prim-samola 3 Proteáceas.—Rad.=Prot. Roupala, Aubl. Prot-roupala (D.M.) 160 Memorias de la Sociedad Científica Quenopodiáceas.—Rad.=Chen. Anredera, Juss. Atriplex, L. Beta, L. PAR Boussingaultia, HBK. Chenopodium, L. Corispermunm, L. Cyeloloma, Moq. Eurotia, Adans. Monolepis, Schrad. Nitrophila, Wat. Salicornia, L. Spirostachys, Wat. Sueda, Forsk, Chen-anredera (D. M.) Chen-atriplexa be Chen-beta si Chen-boussinganultia,, Chen-chenopodia ,, Chen-corisperma ,, Chen-eyeloloma ,, Chen-eurotia de Chen-monolepida ,, Chen-nitrophila $ Chen-salicornia $ Chen-spirostachyda ,, Chen-suseeda E Ramnáceas.—Rad.=Rham. Adolphia, Meisn. Ceanothus, L. - Colletia, Comm. Colubrina, L. C, Rich. Condalia, Cav. Cormonema, Reissek. Gouania, L. | Karvvinskia, Zucc. Microrhamnus, Gray. Rhamnus, L. Sageretia, Brongn. Zizyphus, Juss. Rham-adolphia (D. P.) Rham-ceanotha ,, Rham-colletia 33 Rham-colubrina ,, Rham-condalia o Rham-cormonema ,, Rham-gouania ' 5 Rham-karvvinskia ,, Rham-mierorhamna,, Rham-rhamna y Rham-sageretia ,, Rham-zizypha pe Ranunculáceas. —Rad.=Run. Anemone, L. Ran-anemonea (D. P.) “Antonio Alzate. ” LIS Aquilegia, L. Clematis, L. Delphinium, L. Thalictrum. L. Myosurus, L. Ranunculus, L. Ran-aquilegia (D. P.) Ran-clematida Ran-delphinia Ran-thalictra Ran-myosura Ran-ranuncula Resedáceas. —Rad.—Res. Reseda, L, Oligomeris, Cambess. Res-reseda (D. P.) Res-oligomerida Rizoforáceas.—Rad.=Rhiz. Rhiz-rhizophora (D. P.) Rhizophora, L. Rosáceas.—Rad.=Ros. Adenostoma, Hook. y Arn. Agrimonia, L.. Acena, L. Alchemilla, L. Amelanchier, Lind!. Cercocarpus, HBK. Chrysobalanus, L. Cotoneaster, Medik, Covvania, Don. Couepia, Aubl. Crataegus, L. Fallugia, Endl. Fragaria, L, Geum, L. Hirtella, L. Ivesia, Torr. ” Ros-adenostoma (D. P.) Ros-agrimonia Ros-acena * Ros-alchemilla Ros-amelanchiera Ros-cercocarpa Ros-chrysobalana Ros-cotoneastera Ros-covvania Ros-couepia Ros-crataega Ros-fallugia Ros-fragaria Ros-gea Ros-hirtella Ros-ivesia ” Memorias.—(1903).—T. XX.—21. 162 Memorias de la Sociedad Científica PILA Lecostemon, Moc. y Sess. - Ros-lecostemona(D. P.) Lindleya, HBK. Ros-lindleya Es Photinia, Lindl. , Ros-photinia hs Potentilla, L. - Ros-potentilla : be Prunus, L. Ros-pruna A Pterostemon, Schauer. Ros-pterostemona ,, Pyrus, L. Ros-pyra 3 Rosa, L. j Ros-rosa 45 Spirea, L. Ros-spirea 5 Vauquelinia, Corr. Ros-vauquelinia ,, Rubiáceas.—Rad.—Rub, Alibertia, A. Rich. Rub-alibertia (D. G.) Antirrhoa, Comm. Rub-antirrhoa pS Asemnantha, Hook, f. Rub-asemnantha ,, Basanacantha, Hook, f. Rub-basanacantha ,, Bouvardia, Salisb. Rub-bouvardia . ,, Catesbeea, L. Rub-catesbea e Calyeophyllum, DC. Rub-calycophylla ,, Cephalanthus, L. Rub-cephalantha ,, Cephaelis, Svv. Rub-cephaelida a Chiococca, P. Brovvne. Rub-chiococea 55 Chione, DC. Rub-chionea MA Chomelia, Jacq. Rub-chomelia ¿Ss Coccocypselum, P. Br. Rub-coccocypsela ,, Coffea, L. Rub-coffea e Coutarea, Aubl. Rub-coutarea E Crusea, Cham, y Sehl. Rub-erusea ete Dasycephala, DC. ke - Rub-dasycephala ,, Declieuxia, HBK. : Rub-declieuxia E Dentella, Forst. Rub-dentella % Deppea, Cham. y Sehl. Rub-deppea > Didymeea, Hook. f. Rub-didymeea pa “¿Antonio Alzate.” - Diodia, Gronov. Exostema, Rich. Faramea, Aubl. Genipa, Plum. Galiun, L. Geophila, Don. Gonzalea, Pers. Guettarda, L. Hamelia, Jacq. Hexasepalus, Bartl. Hoffmannia, Svv. Houstonia, Gronov. Isertia, Schreb. Lindenia, Benth. Machaonia, Humb. y Bonpl, Manettia, Mutis. Mitchelia, L. Mitracarpus, Zuec. Nertera, Banks. y Sol. Oldenlandia, L. Palicourea, Aubl. Placocarpa, Hook. f. Portlandia, P. Br. Posoqueria, Aubl. Psychotria, L. Randia, Houst. Relbunium, Endl. Richardia, Houst. . Rondeletia, L. Sabicea, Aubl. N Sommera, Schl. Spermacoce, Dill. Triodon, D. C. Rub-diodia Rub-exostema Rub-faramea Rub-genipa Rub-galia Rub-geophila Rub-gonzalea Rub-guettarda Rub-hamelia Rub-hexasepala Rub-hoffmannia Rub-houstonia Rub-isertia Rub-lindenia Rub machaonia Rub-manettia Rub-mitchelia Rub-mitracarpa Rub-nertera Rub-oldenlandia Rub-palicourea Rub-placocarpa Rub-portlandia Rub-posoqueria Rub-psychotria Rub-randia Rub-relbunia Rub-richardia Rub-rondeletia Rub-sabicea Rub-sommera Rub-spermacocea, Rub-triodona »” 163 (D. G.) 164 Memorias de la Sociedad Científica DIODOS DDD Rutáceas.—Rad.=Rut. Amyris, L. Astrophyllum, Torr. y Gray. Casimiroa, Llav. y Lex. Citrus, L. Choisya, Kunth. Decatropis, Hook. f. Erythrochitum, N. y M. Esenbeckia, Kunth. Helietta, Tul. Megastigma, Hook. f. Peganum, L. Polyaster, Hook. f. Ptelea, L. Ruta, L, Sargentia Stauranthus, Liebm. Thamnosma, Torr. y Frem. Triphasia, Lour. Zanthoxylum, L. Rut-amyrida Rut-astrophylla Rut-casimiroa Rut-citra Rut-choisya Rut-decatropida Rut-erythrochita Rut-esenbeckia Rut-helietta Rut-megastigma Rut-pegana Rut-polyastera Rut-ptelea Rut-ruta Rut-sargentia Rut-staurantha Rut-thamnosma Rut-triphasia Rut-zanthoxyla Salicíneas.—Rad.=Sal. Populus, L. Salix, D. Sal-popula Sal-salixa Salviniáceas. —Rad.=Saálv, | Salvinia, Micheli. Azolla, Lam. Salv-salvinia Salv-azolla Samidáceas.—Rad.=Sam. Banara, Aubl. Sam-banara (D. P.) “¿Antonio Alzate. ” 165 LIIOLSVILLLILI0IEI0DIIDIIIDLIIIZIIILIIIIID Casearia, Jacq. Sam-casearia (D.P.) Homalium, Jacq. Sam-homalia na Samyda, L. Sam-samyda 4 Santaláceas.—Rad.=San, Comandra, Nuts. San-comandra (D. M.) Sapindáceas.—Rad.=Sap. Acer, L. Sap-acera (D. P.) Misculus, L. Sap-escula > Alvaradoa, Liebm. Sap-alvaradoa Je Cardiospermum, L. Sap-cardiosperma ,, Cupania, L. Sap-cupania E Dodoneea, L. ; Sap-dodonsea pe Negundo, Moench. Sap-negundoa eS Paullinia, L. : Sap-paullinia > Ratonia, DC. Sap-ratonia > Sapindus, L. Sap-sapinda e Sehmidelia, L. : Sap-schmidelia, ds Serjania, Plum. Sap-serjania E: Staphylea, L. Sap-staphylea 0 Thouinia, Poit. Sap-thouinia ed Turpinia, Vent-Choix. Sap-turpinia ha Ungnardia, Endl. Sap-ungnardia 5 Urvillea, HBK. : Sap-urvillea des Sapotáceas. —Rad.=Sapo. : Achras, L. Sapo-achrasa (D. G,) Bumelia, Svv.. Sapo-bumelia ss Chrysophyllum, L. Sapo-chrysophylla ,, Lucuma, Juss, Sapo-lucuma pa Sideroxylon, L. Sapo-sideroxyla ,, 166 Memorias de la Sociedad Científica Saxifragáceas.—Rad.=Sax. Deutzia, Thunb. Sax-deutzia (D..P.) Fendlera, Engel. Sax-fendlera o Heuchera, L. . - Sax-heuchera > Hydrangea, L. Sax-hydrangea E Lepuropetalon, DO. Sax-lepuropetala ,, Philadelphus, L. Sax-philadelpha ,, Phyllonoma, Willd. Sax-phyllonoma ,, Ribes, L. Sax-ribesa de Saxifraga, L. Sax-saxifraga a Weinmannia, L. Sax vvelnmannia Scitamináceas.—Rad.=Scit. Canna, L. Seit-canna (M.) Costus, L. Scit-costa E Heliconia, L. Seit-heliconia a Maranta, L. : Seit-maranta e Musa, L. Seit-musa de Renealmia, Linn. f. Scit-renealmia de Thalia, L. Scit-thalia o Selagineláceas.--Rad.=Sel. : Selaginella, Beauv. - Selselaginella (C. H.) Sesámeas.—Rad.=Ses. Martynia, L. Ses-martynia (D.G.) Sesamunm, L. Ses-sesama Simarubáceas.—Rad.=Sim. Brunellia, Ruiz y Pav. Sim-brunellia (D, P.) “¿Antonio Alzate.” 167 Castela, Turp. Cneoridium, Hook. f. Holacantha, Gray. Koeberlinia, Zuce. | Picramnia, Svv. Richiostachys, Plan. Simaba, Aubl. Spathelia, L. Sim-castela Sim-eneoridia Sim-holacantha Sim-koeberlinia Sim-picramnia Sim-richiostachyda Sim-simaba Sim-spathelia Sinantéreas.—Rad.—Syn. Abasoloa, Llav. y Lex. Achillea, Vaill. Achyrocline, Less. Actinella, Pers. Actinomeris, Nutt. Adenopappus, Benth. Adenophyllum, Pers. Achaetogeron, Gray. Ageratella. Ageratum, L. Aganippea, DC. Agiabampoa, Rose. Aiolotheca, DC. Allendea, Llav. y Lex. Alomia, HBK, Alvordia, Brandegee Amblyopappus, Hook. y Arn. Ambrosia, Tourn. Anaphalis, DC. Antennaria, Graert. Aphanostephus, DC. Aplopappus, Cass. Artemisia, Tourn. Syn-abasoloa Syn-achillea Syn-achyroclinea Syn-actinella Syn-actinomerida Syu-adenopappa Syn-adenophylla Syn-achaetogera Syn-ageratella Syn-agerata Syn-aganippea Syn-agiabampoa Syn-alolotheca Syn-allendea Syn-alomia Syn-alvordia Syn-amblyopappa Syn-ambrosia Syn-anaphalida Syn-antennaria Syn-aphanostepha Syn-aplopappa Syn-artemisia' 3) ” ” 2) ” (D. P.) (D. G.) 168 : Memorias de la Sociedad Científica Aschenbornia, Schauer Aster, Tourn. Aspilia, Thou. Axiniphyllum, Benth. Baccharis, L. Baeria, Fiseh. y Mey. Bahia, Lag. Baileya, Harv. y Gray. Baltimora, L. Barroetea.. Bartlettia, Gray. Bebbia, Greene Bellis, L. Berlandiera, DC. Bidens, Tourn. Bigelovia, DC. Blainvillea, Cass. Bolanosa, Gray. Boltonia, Lher. Borrichia, Adans. Brickellia, ElL Cacalia, L. Calea, L. Calendula, L. Calycoseris, Gray. Carduus, Tourn. Carminatia, Moc. Carphephorus, Cass. Carphochaete, Gray. Centaurea, L. Cheenactis, DC. Chaetopappa, DC. Chaptalia, Vent. Chionolaena, DC. Syn-aschenbornia(D. E) Syn-astera Syn-aspilia Syn-axiniphylla Syn-baccharida Syn-baeria Syn-bahia Syn-baileya Syn-baltimora Syn-barroetea Syn-bartlettia Syn-bebbia Syn-bellida Syn-berlandiera Syn-bidensa Syn-bigelovia Syn-blainvillea Syn-bolanosa . Syn-boltonia Syn-borrichia Syn-brickellia Syn-cacalia Syn-calea Syn-calendula Syn-calycoserida Syn-cardua Syn-carminatia Syn-carphephora Syn-carphochaetea Syn-centaurea Syn-chaenactida Syn-chaetopappa Syn-chaptalia Syn-chionolaena ” PI Chromolepis, Benth. Chrysanthellum, Rich. Chrysactinia, Gray. Chrysanthemum, Tourn. Chrysopsis, Nutt. Cichorium, Tourn. Clappia, Gray. Clibadium, L. Cnicus, Tourn. Conyza, Less. : -Coreopsis, L. Cosmos, Cav. Cotula, L- Coulterella, Vasey y Rose. Cynara, L. Dahlia, Cav. Decacheta, DC. Desmanthodium, Bentbh. Dicranocarpus, Gray. Distasis, DC. ' Dysodia, Cav. Eclipta, L. Egletes, Cass. Electra, DC. Elephantopus, L. Elvira, Cass. Encelia, Adans. Engelmannia, Torr. y Gray. Epaltes, Cass. Erechthites, Rafin Erigeron, L. Eriophyllum, Lag. Eupatorium, Tourn. Euphrosyne, DC. “¿Antonio Alzate.” 169 Syn-chromolepida(D. Gr.) Syn-chrysanthella ,, Syn-chrysactinia ,, Syn-chrysanthema ,, Syn-chrysopsida ,, Syn-cichoria a Syn-clappia >) Syn-clibadia $ Syn-enica 5 Syn-conyza in Syn-coreopsida % Syn-cosma de Syn-cotula w Syn-coulterella 5 Syn-eynara > Syn-dahlia a Syn-decacheta 55 Syn-desmanthodia Syn-dicranocarpa Syn-distasida Syn-dysodia Syn-eclipta sl Syn-egletea a Syn-electra Syn-elephantopa ,, Syn-elvira Syn-encelia Syn-engelmannia Syn-epaltea 53 Syn-erechthitea ,, Syn-erigera y Syn-eriophylla ES Syn-eupatoria o, Syn-euphrosynea ,, Memorias. —(1903).—T. XX,—22. 170 Memorias de la Sociedad Científica Eutetras. Evax, Gaert. Faxonia, Brandegee. Filago, Tourn. - Flaveria, Juss. Fleischmannia, Seh. Bip. Florestina, Cass. Flourensia, DOC, Franseria, Cav. Gaillardia, Fougeroux. Galeana, Llav. y Lex. Galinsoga, Ruiz y Pav. Geissolepis, Rob. Gnaphalium, L. Gochnatia, HBK. Golionema. . Greenella, Gray. Grindelia, Willd. - Guardiola, Humb. y Bonpl. Gutierrezia, Lag. Gxmnocoronis, DO. Gymnolomia, HBK. Gymnosperma, Less. Haploesthes, Gray. Hecubaea, DC. Helenium, L. Helianthella, Torr. y Gray. Helianthus, L. Heliopsis, Pers. Hemizonia, DC. Heterospermum, Cav. . Heterotheca, Cass. Hidalgoa, Llav. y Lex. Hieracium. Tourn. Syn-eutetra (D.G.) Syn-evaxa s Syn faxonia so Syn-filagoa Se Syn-flaveria de Syn-fleisehmannia ,, Syn-forestina sd Syn-fourensia 3 Syn-franseria És Syn-galllardia pS Syn-galeana A Syn-galinsoga - Syn-geissolepida ,, Syn-gnaphalia cun Syn-gochnatia 4 Syn-golionema 5 Syn-greenella ES Syn-grindelia y Syn-guardiola ES Syn-gutierrezia a Syn-gymnocoronida,, Syn-gymnolomia ,, Syn-gymnosperma ,, Syn-haploesthea ,, Syn-hecubaea a Syn-helenia 5 Syn-helianthella ,, Syn heliantha pe Syn-heliopsida pS Syn-hemizonia Es Syn-heterosperma ,, Syn-heterotheca ,, Syn-bidalgoa E Syn-hieracia a ““Antonio Alzate.” Hofmeisteria, Walp. Hulsea, Torr. y Gray. Hymenatherum, Cass. Hymenoeloa, Torr. y Gray. Hymenopappus, Lher. Hymenostephium, Benth. Hymenothrix, Gray. Hymenoxys, Cass. lostephane, Benth. Isocarpha, R. Br. Iva, L. Jaegeria, HBK. Jaliscoa. Jaumea, Pers. Keerlia, Gray. - Kubnia, L. Lactuca, Tourn, - Lagascea, Cav. Laphamia, Gray. Layla, Hook. y Arn. Lepachis, Rafin. Lepidospartum, Gray. Leptosyne, DC. Lessingia, Cham. Liabum, Adans. Liatris, Schreb. Lindheimera, Gray y Engel, Lygodesmia, Don. Madia, Molina. Malacothrix, DC. Mallinoa. Malperia, Wat. Matricaria, Tourn. Melampodiunm, L. LT Syn-hofmeisteria(D. G.) Syn-hulsea Syn-hymenathera Syn-hymenocloa, Syn-hymenopappa - Syn-hymenostephia Syun-hymenothrixa Syn-hymenoxyda Syn-1ostephanea -Syn-isocarpha Syb. iva . * Syn-Jjaegeria Syn-jaliseoa Syn-jaumea Syn-keerlia Syn-kuhnia Syn-lactuca Syn-lagascea Syno-laphamia Syn-layia Syu-lepachida Syn-lepidosparta Syn-leptosynea Syn-lessingia Syn-liaba Syn-liatrida Syn-lindheimera Syn-lygodesmia Syn-madia Syn-malacothrixa Syn-mallinoa Syn-malperia Syn-matricaria Syn-melampodia 172 Memorias de la Sociedad Científica Melanthera, Rohr. Mesoneuris, Gray. Microseris, Don. Microspermum, Lag. Mikania, Willd. Milleria, L. Mirasolia, Sch. Bip. Montanoa, Llav. y Lex, Neurolena, R. Br. Nicolletia, Gray. Oaxacania, Rub. y Greenm. Oliganthes, Cass. Oliveea, Sch. Bip. Onoseris, DC. Ophryosporus, Meyen. Otopappus, Benth. Oxylobus. Oxypappus, Benth. Oyedea, DC. Palafoxia, Lag. Parthenice, Gray. * Parthenium, L. Pectis, L. Pelucha, Wat. Pentacheta, Nutt. Perezia, Lag. Pericome, Gray. Perityle, Benth. Perymenium, Schrad. Peucephyllum, Gray. Phania, DC. Philactis, Schrad. Pinaropappus, Less. Piqueria, Cav. Syn-pinaropappa Syn-melanthera (D. G.) Syn-mesoneurida Le Syn-mieroserida ,, Syn-microsperma ,, Syn-mikania Syn-milleria Syn-mirasolia Syn-montanoa 5 Syn-neurolena Syn nicolletia Syn-oaxacania Syn-oliganthea Syn-oliveea” Syn-onoserida $ Syn-ophryospora Syn-otopappa y Syn-oxyloba Syi-oxyp2ppa » Syn-oyedea Syn-palafoxia Syn-parthenicea Syn-parthenia Syn-pectida Syn-pelucha Syn-pentacheeta Syn-perezia o Syn-pericomea Syn-peritylea Syn-perymenia, Syn-peucephylla Syn-phania Syn-philactida Syn-piqueria “¿Antonio Alzate.” . "148 v Pluchea, Cass. Polymia, L. Podachenium, Benth. Polypteris, Nuts. Porophyllum, Vaill. Psathyrotes;, Gray. Psilactis, Gray. Pterocaulon, Ell. Pyrrhopappus, DC. Rafinesquia, Nutt. Riddellia, Nutt. Rudbeckia, L, Rumfordia, DC. Sabazia, Cass. Salmea, DC. Sanvitalia, Lam. Sartvvellia, Gray. Schaetzelia, Sch. Bip. Selerocarpus, Jacq. Sehkuhria, Roth. Schistocarpha, Less. Selloa, HBK. Senecio, Tourn. Siegesbeckia, L. Solidago, L. Soliva, Ruiz y Pav. Sonchus, Tourn. Spilanthes, Jacq. Stachycephalum, Sch. Bip. Stephanomeria, Nutt. Stevia, Cav. Stylocline, Nutt. Syncephalanthus, Bartl. - Synedrella, Gaert. - Syn-sartvvellia - Syn-schaetzelia _ Syn-sclerocarpa Syn-pluchea (D. G.) Syn-polymia Syn-podacheenia Syn-polypterida Syn-porophylla Syn-psathyrotea Syn-psilactida Syn-pterocaula Syn-pyrrhopappa ,, Syn-rafinesquia Syn-riddellia Syn-rudbeckia Syn-rumfordia Syn-sabazia Syn-salmea Syn-savitalia Syn-schkuhria Syn-schistocarpha Syn-selloa Syn-senecioa Syu-siegesbeckia Syn-solidagoa Syn-soliva Syn-soncha Syn-spilanthea Syn-stachycephala Syn-stephanomeria Syn-stevia Syn-styloclinea $ Syn-syncephalantha,, Syn-synedrella, »” 174 Memorias dela Sociedad Científica Tagetes, Tourn. Taraxacum, Haller. Tessaria, Ruiz y Pav. Tetradymia, DC. Tetragonotheca, Dill. Thelesperma, Less. Thymophyllum, Lag. Tithonia, Desf. Tovvnsendia, Hook. Tragoceros, HBK. Trichocoronis, Gray. Trichoptilium, Gray. Tridax, L. Trigonospermum, Les. Trixis, P. Brovvne. Varilla, Gray. Verbesina, L. Vernonia, Schreb. Viguiera, HBK. Villanova, Lag. Wedelia, Jacq. Wyethia, Nutt. Xanthium, Tourn. Xanthocephalum, Willd. Zaluzania, Pers. Zexmenia, Llav. y Lex. Zinnia, L. Syn-tagetea. (D. G.) Syn-taraxaca Syn-tessaria Syn-tetradymia Syn-tetragonotheca ,, - oyn-thelesperma Syu-thymophylla Syn-tithonia Syn-tovvnsendia Syn-tragocera Syn trichocoronida Syn-trichoptilia Syn-tridaxa, ” 3) y) » y) 32 Syn-trigonosperma ,, Syn-trixida Syo-varilla Syn-verbesina —Syn-vernonia Syn-viguiera, Syn-villanova Syn-vvedelia, Syn-vvyethia Syn-xanthia Syn-xanthocephala ,, Syn-zaluzania - Syn-zexmenia - Syn-zinnia Solanáceas.—Rad.=Sol. Aenistus, Schott. Athenza, Sendtn. _Bassovia, Aubl. Bouchetia, DC. Sol-acnista Sol-athenzea Sol-bassovia Sol-bouchetia “Antonio Alzate.” OSI Brachistus, Miers. Cacabus, Bernh. Capsicum, L. Cestrum, L. Chamaesaracha, Gray. Cyphomandra, Sendtn. Datura, L. Dunalia, HBK. Hyoseyamus, Tourn. Jaborosa, Juss. Juanulloa, Ruiz y Pav. Leptoglossis, Benth. Lycium, L. Lycopersicum, Tourn, Margaranthus, Sehl. Nectouxia, HBK. Nicandra, Adans. _Nicotiana, L., | Petunia, Juss. Physalis, L. Saracha, Ruiz y Pav. Solandra, Svv. Solanum, Tourn. Nierembergia, Ruiz y Pav. DODILLDODLIID Sol-brachista Sol-cacaba Sol-capsica Sol-cestra Sol-chamaesaracha ,, Sol-eyphomandra Sol-datura Sol-dunalia Sol-hyoseyama Sol-¡aborosa Sol-juanulloa Sol-leptoglossida Sol-lycia Sol-lycopersica Sol-margarantha Sol-nectouxia Sol-nicandra Solnicotiana Sol-nierembergia Sol-petunia Sol-physalida Sol-saracha Sol-solandra Sol-solana Ternstromiáceas.—Rad.=Terns. Cleyera, DC. Freziera, Svv. Gordonia, Ellis. Marcgravia, L. Ruyschia, Jacq. Saurauja, Willd. Ternstroemia, Linn. f. Terns-cleyera Terns-freziera Terns-gordonia (D. P.) eL) Terns-marcgravia ,, Terns-ruyschia Terns-saurauja y ” Terns-ternstrosmia ,, * 176 Memorias de la Sociedad Científica Tifáceas.—Rad.—Typh. Typha. Typh-typha Belotia, A, Rich. Til-belotia Apeiba, Aubl. Til-apeiba Corchorus, L. - Til-corchora Hasseltia, HBK. Til-hasseltia Heliocarpus, L. Til-heliocarpa Luhea, Willd. - Tilluhea Muntingia, L. Til-muntingia Prockia, L. Til-prockia Tilia, L. | Til-tilia Triumfetta, L. Til-triumfetta Turneráceas. —Rad.=Tur. Turnera, L. Tur-turnera Umbelíferas.—Rad.=Um. Ammi, L. Um-ammia Ammoselinum, Torr. y Gray. Um-ammoselina Angelica, l. Um-angelica Apiastrum, Nutt. Um-apiastra Apium, L. Um-apia Arracacia, Baner. . : Um-arracacia Asteriscium, Cham. y Schl. Um-asteriscia Bovvlesia, Ruiz y Pav. Um-bovvlesia Berula, Hoffm, Um-berula Caucalis, L. Um-caucalida Conioselinum, Fisch. Um-conioselina (D. P.) (D. P.) , “Antonio Alzate. ” 177 Conium, L. Coriandrum, L. Cicuta, L. Coaxana, Coult. y Rose. Coulterophytum, Rob. Deanea, Coult. y Rose. Daucus, L. Eryngium, L. Foeniculum, Adans. Hydrocotyle, L, Lilaeopsis, L. Ligusticum, L. Leptocaulis, Nutt. Micropleura, Lag. Musenium, Nutt. Museniopsis, Coult, y Rose. Neogoezia, Hems. (Enanthe, L. Osmorhiza, Rafin. Oreomyrrhis, Endl. Ottoa, HBK. Petroselinum, Koch, Pimpinella, L. Peucedanum, L. Prionosciadium, Wat. Rhodosciadium, Wat. Neonelsonia, Coult. y Rose. Spananthe, Jacq. Sanicula, L. ; Tauschia, Sehl. Crantzia, Nutt. Um-conia Um-coriandra Um-cicuta Um-coaxana U1m-coulterophyta Um-deanea Um-dauca Um-eryngia Um-foenicula Um-hydrocotylea Um-lilaeopsida Um-ligustica Um-leptocaulida Um-micropleura Um-musenia Um-museniopsida Um-neogoezia Um-cenanthea Um-osmorhiza Um-oreomyrrhbida Um-ottoa Um-petroselina Um-pimpinella Um-peucedana Um-prionosciadia Um-rhodosciadia . Um-neonelsonia Um-spananthea Um-sanicula Um-tauschia Um-crantzia Urticáceas.—Rad.=Ur. Boehmeria, Jacq. Ur-boehmeria -(D.P,) (D. M,) Memorias.—(1903).—T. XX,—23. 178 Memorias de la Sociedad Científica 197 Brosimum, Svv. Castilloa, Cerv. Cecropia, L. Celtis, L. Chlorophora, Graud. Dorstenia, L. Ficus, L. Fleurya, Gaud. Laportea, Gaud. Morus, L. Myriocarpa, Benth. Parietaria, L. Phenax, Wedd. Pilea, Lindl. Pouzoizia, Gaud. Sahagunia, Liebm, Trema, L. Trophis. UÚlmus, L. Urera, Gaud. Urtica, L. Ur-brosima Ur-castilloa Ur-cecropia Ur-celtida Ur-chlorophora Ur-dorstenia Ur-fica Ur-flourya Ur-laportea Ur-mora, Ur-myriocarpa U r-parietaria Ur-phenaxa Ur-pilea Ur-pouzolzia Ur-sahagunia Ur-trema Ur-trophida Ur-ulma Ur-urera Ur-urtica Urtriculariáceas.—Rad.=Utri. Pinguicula, Tourn. Utricularia, L. Utri-pinguicula Utri-utricularia. Vacciniáceas.—Rad.=Vac. Vac-cavendishia (D. G.) Cavendishia, Lindl. Macleania, Hook. Vaccinium, L. Vac-macleania Vac-vaccinia Valerianáceas.—Rad.=Val. Phyllactis, Pers. Val-phyllactida (D. M.) (D. G.) y) y. e) (D. G.) “Antonio Alzate.” 179 Valeriana, Tourn. Valvaleriana (D. G.) Valerianella, Tourn. Val-valerianella ,, Verbenáceas.—Rad.=Ver. Migiphila, Jacq. Ver eegiphila (D. G.) -Avicemnia, L. Bouchea, Cham. Callicarpa, L. Citharexylum, L. Clerodendron, L, Cornutia, L. Duranta, L, Lantana, L. Lippia, L. Petitia, Jacq. Petrea, L. Priva, Adans. Stachytarpheta, Vahh. Tamonea, Aubl. Verbena, Tourn. Vitex, L. Ver-avicenula Ver-bouchea Ver-callicarpa Ver-citharexyla Ver-clerodendra Ver-cornutia Ver-duranta Ver-lantana Ver-lippia Ver-petitia Ver-petrea Ver-priva Ver-stachytarpheta ,, Ver-tamonea Ver-verberna Ver-vitexa »” Violariáceas.—Rad.=Viol. Alsodeia, Thouars. Corynostylis, Mart. Tonidium, Vent. Sebvviggeria, Spreng. Sauvagesia, L. Viola, L. Viol-algodeia (D. P.) Viol-corynostylida ,, Violionidia Viol-schvviggeria Viol-sauvagesia Viol-viola Xirídeas.—Rad.=Xyr. Xyris, L. Xyr-xyrida, (M.) 180 Memorias de la Sociedad Científica Zigofiláceas.—Rad.=Zyg. Chitonia, Mog, y Sess. Zyg-chitonia Fagonia, L. —Zyg-fagonia Guaiacum, L. Zyg-gualaca Larrea, Cay. Zyg-larrea Porlieria, Ruiz y Pav. Zyg-porlieria Sericodes, Gray. Zyg-sericodea Tribulus, L. Zyg-tribula Oaxaca de Juárez, Mayo de 1902. CLIMATOLOGÍA DE LA REPUBLICA MEXICANA DESDE EL PUNTO DE VISTA HIGIÉNICO. POR JOSÉ GUZMÁN, M.$S. A. INTRODUCCIÓN. Hoy ya no se acepta la bella frase que describía el clima del Territorio Mexicano como una perpetua primavera, por- que la observación ha demostrado que una extensa zona de éste, presenta variaciones climatológicas suficientemente in- tensas para merecer un lugar en el cuadro de los climas ex- - tremosos y variables. Se había dicho que las grandes pertur- baciones meteorológicas no -eran propias de nuestro país, en el cual los fenómenos atmosféricos tenían oscilaciones insig- nificantes y las cireunstancias telúricas se sintetizaban en las fértiles selvas de los Andes australes acariciadas por caudalo- sos ríos inmensamente fecundos. : Los ciclones que año por año azotan las costas de ambos mares, los temporales del Golfo, tan comunes y extensos en los meses de invierno y primavera, los calores en las costas de 182 Memorias de la Sociedad Científica Chiapas y en la península de Yucatán, el rigor del invierno” en la región Norte de la Sierra Madre Occidental, los nume- rosos ríos, arenales, pantanos, cuencas y lagos, obligan á con- cluir que en la República Mexicana las condiciones telúrico— atmosféricas son excepcionalmente variables, encontrándose todos los climas, desde los cálidos de las costas hasta los in- tensamente fríos de las grandes alturas. Latitud, exposición y altura, son tres atributos climatoló- gicos que ofrecen innumerables combinaciones en nuestro país, de las cuales resultan á veces climas muy variables que difícilmente encuentran lugar en las clasificaciones conocidas, y á veces climas moderados capaces de rivalizar con los más hermosos del mundo, en puntos que por su latitud debian es- tar sujetos á los rigores del calor y por su altura á las inele- mencias del frío. Medio tan heterogéneo ejerce una influencia complexa y permanente en el individuo, modifica y altera la salud propor- cionalmente á la intensidad de sus variaciones, es factor po- deroso de la distribución geográfica de las enfermedades y de la prosperidad de ciertas especies de insectos y parásitos aptos para trasmitirlas. : La complexidad de tal estudio obliga á subdividirlo, su terminología tan variada necesita simplificarse en obsequio -á la claridad, y con el fin de facilitar deseripciones áridas dán- doles al mismo tiempo brevedad, he recurrido á las represen- taciones gráficas usando, para la construcción de los perfiles, métodos que solamente son aproximados, pero que bastan pa- ra fundar las conclusiones. ) Estudiando primero las circunstancias telúricas y después las atmosféricas, si se buscan las relaciones de ambas, es po- sible clasificar los diversos climas de la República. Conocido el “medio” y suponiendo al individuo fisiológico dentro de éste, es fácil concluir las modificaciones que los climas ocasionan en el funcionamiento orgánico, y por tanto, las enfermedades “¿Antonio Alzate.” 183 que se desarrollan en dichos climas; pero como entre los fac- tores de trasmisibilidad ocupan el primer lugar ciertas espe- eles de insectos y parásitos, se impone como necesario el es- tudio de las relaciones de éstas con las condiciones climatoló- gicas de las diversas zonas en que prosperan. Finalmente, se tratará de los preceptos de profilaxis general que se relacio- nen con las enfermedades propias á cada clima. : I EL SUELO. 1.—La República Mexicana es notable por los accidentes topográficos tan variados de su suelo: la Sierra Madre de Gua- temala atraviesa el Estado de Chiapas de E. á W., y al llegar al vigoroso núcleo del Zempoaltepetl, se divide en dos cade- nas que corren paralelas á las costas del Pacífico y del Golfo recibiendo respectivamente los nombres de Sierra Madre Oe- cidental y Sierra Madre Oriental; entre ellas existe una ex- tensa zoña llamada Mesa Central cuya altura decrece de $. á N.; los ramales que de las cadenas mencionadas se despren- den, internándose en la parte central del país, forman ora la cuenca de caudalosos ríos, ora el límite de valles fértiles y ex- tensos ó bien intrincados bosques de abruptas pendientes don- de se admira la lujuriosa vegetación tropical. El territorio mexicano bañado por dos inmensos mares en una extensión aproximada de 8,830 kilómetros, tiene una su- perficie de 2 millones de kilómetros cuadrados, donde se en- cuentran montañas que se elevan á la región de las nieves per- petuas y valles que se deprimen casi hasta el nivel del mar. Como consecuencia natural de tales accidentes resultan in- elinaciones en el suelo que dirigen el curso de las aguas ya hacia las costas ya hacia el centro de las cuencas. La rapi- 184 Memorias de la Sociedad Científica dez y la magnitud de las pendientes son extremadamente va- riadas: sobre el paralelo 180.40 partiendo de las costas del Golfo, existen alturas de más de 3,000 metros en menos de 20 meridianos; esta inclinación tan notable decrece progresiva- mente de S. á N. alcanzando su mínimum en las márgenes del río Bravo. En la vertiente del Pacífico, partiendo de las cos- tas, sobre el paralelo 199.30”, se encuentran alturas de poco más de 2,600 metros en una extensión aproximada de 49.20' meridianos; esta pendiente decrece en altura de Sur á Norte, pero en una proporción notablemente menor que la observada en la vertiente del Golfo. Los límites del Territorio Mexicano son: 140.307, 320.42/ de latitud N.; y 120.21' E, 180.W del meridiano de México. El país está eruzado por el trópico de cáncer que pasa cerca de las siguientes ciudades: Mazatlán, Durango, Zacatecas, C. Victoria, y Tampico; dados los anteriores límites, se le consi- deran á México dos zonas: una tropical y la otra extra-tropi- cal que, por sus condiciones de altitud, no corresponden al - clima de las regiones á que pertenecen. 2.—Los estudios de diversas comisiones científicas nacio- nales, han dado lugar á clasificaciones oro—hidrográficas del suelo mexicano, todas muy interesantes y útiles según el ra- mo científico que las aprovecha; yo he buscado la más conve- niente para la Climatología y la observación diaria me ha con- vencido de que la mejor es la que estudia las cuencas y las vertientes, porque además de la vital importancia que tienen en el curso y estancamiento de las aguas, modifican sensible- mente los fenómenos atmosféricos locales, con especialidad el régimen de las lluvias, la dirección de los vientos débiles, la oscilación térmica y el estado nigrométrico del aire. Dicha clasificación se encuentra sintetizada en el siguiente cuadro: “(Antonio Alzate.” 185 T.—Cuenca de México. TI.—Cuenca cerrada Gruñidora-Salado. [I1.—Porción E. dela Cuenca del Santiago. TV.—Porción W. de la enenca del Pánuco. V.—Cuenca cerrada del Bolsón de Mapimí VI—Cuenca cerrada del Janos. Mesa Central, - T.—Cuenca del Bravo. IT —Región Norte. | TII.—Purte E. de la cuenca del Pánuco. IV.—Región Sur. Vertiente del Golfo, T.—Cuenca del Yaqui. II.—Región Norte. [IT.—Región W. dela cuenca del Santiago. IV.—Región media. V.—Cuenca del Balsas. VI.—Región Sur. Vertiente del Pacífico, 3.—La cuenca de México no ha mucho tiempo cerrada, se abre hoy hacia el orígen de la del Pánuco gracias á las inte- resantes y loboriosas obras del desagúe. Tiene por límites: al NE. la vertiente del Golfo, al N. y NW. la cuenca del Pánu- co, al SE., S. y SW. la del Balsas. Está situada entre los 1993' y 20022 de latitud N.; y entre los 0033 E. y 0925/W. del me- ridiano de México. Las cadenas de montañas limítrofes son: al S. la Sierra del Ajusco cuya mayor altura es de 3,900 me- tros, al N. las Sierras de Pachuca de corta elevación, al E. las Nevadas y al W. la Sierra de las Oruces. La cuenca de Mé- xico pertenece al sistema compuesto de doble corriente, pues las aguas al caer en las montañas que la limitan, se reparten siguiendo unas la inclinación de las vertientes limítrofes y otras dirigen su curso por las vertientes interiores depositán- dose en los lagos del Valle. El centro de la cuenca está formada por el Valle de Mé- xico que tiene aproximadamente la forma de una elipse; su eje mayor está dirigido de N. NE., á S. SW., y su eje menor de E, SE. á W. NW. Memorias.—(1908).—T. XX.—24. 186 Memorias de la Sociedad Científica Partiendo de N. á $., se encuentran elevaciones ia de 2,440 metros desde las cuales el terreno sufre un decrecimien- to gradual, interrumpido por accidentes de poca importancia, que se sostiene hasta el paralelo 190,3; de este-se eleva el o A a L + O [a] NN co E 2 Y E 2 MES < ($) a) a u E E E y Z 5 o z P= | 3 z S E CUENCA DE MÉXICO. Escalas... 4 dericgtl ips terreno, primero de un modo relativamente rápido, después gradual y progresivamente hasta la Sierra del Ajusco. Com- parando la parte más elevada de la región N. con la más baja de la medida, se tiene un desnivel aproximado de 230 metros. El Valle se divide en tres zonas: la del N. con una altura media de 2,350, donde se encuentran los lagos de Xaltocan, “¿Antonio Alzate.” 187 DIA Zumpango y San Cristóbal; la zona media que es la más baja, pues mide solamente 2,2%U metros por término medio, tiene en su area el lago de Texcoco y la ciudad de México; por úl- timo, la zona S. donde están los lagos de Chaleo y Xochimil- co, tiene una altura media de 2,28U metros. Por lo expuesto se ve que al N. está la región más alta, en la zona media la más baja y al Sur la intermedia; por esto las aguas que rebasan de las zonas N. y $. tienden á depositarse en la media. : 4.—La cuenca conocida con el nombre de' Gruñidora-Sa- lado está situada entre los 219,4)” y 250.15" de latitud N.; y entre 19.5” y 39. 34/W de México. Su forma se aproxima á la de un cuadrilátero irregular: el lado mayor está dirigido de N. á S.; es ligeramente convexo hacia el E. y alcanza una altura media de 1,540 metros; está constituído por la Sierra Madre Oriental que separa esta cuenca de la del Panuco y de la re- gión N. de la vertiente del Grolfo. Ellado N. orientado de NE. á SW. es ligeramente ondulado y de pequeña elevación; sir- ve de línea divisoria de las aguas entre la gran cuenca del Bol- són de Mapimi y la que se estudia. Tanto el lado W. que está dirigido de N. á $.: como el SW. que se dirige de NW. á SE. están formados por la Sierra de Zacatecas cuya altura media es de 1,9U0 metros; el primero de estos lados limita con la cuenca del Bolsón de Mamipí, decrece en altura de S. á N. y coincide con el trazo dado al Ferrocarril Central Mexicano que sigue casl exactamente su dirección; el segundo, sensiblemen- te rectilíneo, limita con la cuenca del Santiago. El centro de la cuenca está constituido por las altas y ári- das llanuras del Salado con numerosas aunque pequeñas la- gunas y ríos de muy poca importancia. Estudiando esta cuenca según una sección hecha de N. á S. y muy cerca del centro, se notan fuertes desniveles que au- mentarf hacia el E. dando lugar á cañadas amplias y á quebra- das é imponentes barrancas. Los mayores desniveles pasan 188 Memorias de la Sociedad Científica de 350 metros siendo más bruscos hacia la región SW. Si se estudian los accidentes del terreno siguiendo al paralelo 220, 40, se nota una rápida pendiente como de 1,000 metros entre los meridianos 20,30/ y 49.60 W. LATITUD 28% 27% 26% 25% 24% 23% 290 Z UY) lo) as = u a poo] paa | ez => > = o u z 07) 3 J a Li Oo (75) 12 a Ta CUENCA CERRADA DEL BOLSÓN DE MAPIMÍ, horizontal ¡ 1: 10,000,000. Escalas...< Vertical ; 1: 20,000 A la cuenca en estudio, pueden considerársele, por consi- guiente, tres zonas: la primera abarca las regiones E., S. y SW. cuya altura media es de 1,750 metros; es notablemente acci- “¿Antonio Alzate.” 389 SR dentada; la segunda corresponde á la región W. decreciendo en altura de S. á N. y con una elevación media de 1,700 me- tros; finalmente, la tercera abarca el centro y la porción NE. de la cuenca: tiene una altura media de 1,680 metros; es muy poco montañosa. y 5.—La extensa cuenca cerrada del Bolsón de Mapimí cu- ya forma es en extremo irregular, remotamente puede compa- rarse á la figura de pentágono aceptándola sólo con objeto de facilitar su descripción. El lado N. limita con la cuenca del río Bravo pudiendo considerarle tres porciones: la primera empieza en un punto cuyas coordenadas geográficas son: 220 20 de latitud N. y 19.30” de longitud W. de. México, dirigién- dose de S. SE, á N. NW. para terminarse en el punto marca- do con las siguientes coordenadas: 28050" de latitud N. y 30 de longitud W. de México; la segunda porción parte de este último punto y, siguiendo una dirección de E. á W. se termi- na en otro que se encuentra en el mismo paralelo y sobre el meridiano 69. W.; la última porción se dirige de N. NE. S, SW. terminándose á los 269,20" de latitud N. y 6%60' de longitud W. El lado W. que forma un ángulo muy obtuso con el ante- rior, se dirige de N. NW. á S. SE. y se termina en un punto cuyas coordenadas son: 200.10" latitud N. y 69.30” longitud W.; corresponde á la Sierra Madre Occidental que separa es- ta cuenca de la región N. de la Vertiente del Pacífico; su in- elinación hacia el E. es rápida habiendo desniveles hasta 900 metros; la altura media de este lado es de 2,200 metros. El la- do $S. forma casi un ángulo recto con el anterior; sigue de W. á E. el paralelo 230 terminándose á los 32.30' de longitud -W.; su altura media que es de 2,000 metros, decrece de W. á E.; está forínado por la Sierra de la Breña que constituye la línea divisoria de las aguas entre la cuenca del Bolsón de Ma- pimí y la del Santiago. Los lados K. y SE. han sido ya: des- eritos al estudiar la cuenca Gruñidora-Salado. En el centro de la cuenca el terreno se deprime hasta ad- 190 Memorias de la Sociedad Científica quirir una altura media de 1,100 metros; está formado por ex- tensas llanuras casi desprovistas de agua hacia el N.; en la porción $. se encuentran terrenos pantanosos y los lagos de Parras y Mairán que reciben principalmente las aguas de las Vertientes S. y W. , La Cuenca del Bolsón de Mapimí se divide en las siguien- tes zonas: primera, la zona del N. baja, arenosa y poco irriga- da; segunda, la zona del centro con los caracteres antes seña- lados; tercero, la zona E. montañosa, y cuarto la zona SW. muy montañosa, fértil y de rápidas pendientes. : 6.—La cuenca del Janos está colocada en la porción NW. del Estado de Chihuahua: tiene una altura media de 1,350 metros. Su forma recuerda la de una elipse de gran eje dirl- gido de N. á $S.; las Sierras del Nido, separa esta cuenca de la del Bravo y la Sierra Madre Occidental, de la del Yaqui, La cuenca que se estudia se divide en tres zonas: la pri- mera es la zona central cuya altura media es de 1,100 metros; está formada por angostos Valles y llanuras de corta exten- sión donde se encuentran las lagunas de Gruzmán y Santa Ma- ría; la segunda corresponde á la porción W. y tiene numero- sos accidentes con las bellezas propias de las regiones mon- tañosas;'la tercera abarca la región E. de la cuenca: tiene una altura media de 1,540 metros y declives hasta de 250. 7.— La extensa cuenca del Bravo representa una faja de terreno extendida de NW. á SE. Sus límites son: al N. el río del mismo nombre, al W. las Sierras del Nido que las sepa- ran de la cuenca del Janos y la Sierra Madre Occidental que la separa de la región N. de la Vertiente del Pacífico; al Sur los diversos accidentes ya descritos á propósito del lado N. de la cuenca del Bolsón de Mapimí que se continua con una cadena de montañas desprendida de la Sierra Madre Orien- tal y que decreciendo en altura, se dirige sobre el paralelo 250 N. hacia las costas del Golfo; esta cadena de montañas sepa- ra á la cuenca del Bravo, de la región N, de la Vertiente del Golfo. , “¿Antonio Alzate.” 191 NAILS DIDDIDIDI0I0IZID EDI DILO En tres porciones distintas está naturalmente dividida es- ta cuenca: la primera es la zona W. cuyo terreno al mismo tiempo que se inclina hacia el río Bravo lo hace al SE.; su al- tura media es de 1,300 metros y el declive general de 700; la segunda corresponde á la parte media: es de muy corta exten- sión, se inclina hacia las márgenes del Bravo y presenta una altura media de 800 metros; por último, la zona del E., de do- ble pendiente, pues se inclina hacia el río Bravo al mismo tiempo que hacia la Vertiente del Golfo, presenta como altura media 350 metros. 8. — Lo que se designa en este estudio con el nombre de Región Norte de la Vertiente del Golfo, es una zona situada entre los 22.030" y 24.040" de latitud Norte; y entre 19.55 K. y 19.30 W. del meridiano de México. Su forma se aproxima á la de un cuadrilátero irregular pudiendo por consiguiente describírsele cuatro lados: uno, situado al N. cuyo estudio se hizo ya á propósito de la cuenca del Bravo; otro al W. corres- pondiente á la Sierra Madre Oriental y que separa esta región de la cuenca Gruñidora-Salado; el tercero al S. formado por un ramal de montañas de corta elevación desprendida de la Sierra Madre Oriental y que le sirve de límite con la cuenca del Pánuco; el último corresponde á las costas del Golfo. La parte SW. de la región donde se observan las mayo- res elevaciones, es en extremo accidentada y de aquí el terre- no sigue dos inclinaciones; la de mayor pendiente es el del E., la segunda al NE, se continúa insensiblemente con las eleva- ciones del N. Esta región se divide en dos zonas: la del W. notable por la fragosidad y majestuoso aspecto de su configu- “ración, tiene una altura media de 1,900 metros y desniveles hasta de 600 en extensiones relativamente cortas; la segunda es la zona del E, formada por extensos y pintorescos Valles y llanuras bajas, arenosas que terminan en las costas. 9.—Contrastan en la importante cuenca del Pánuco la va- riedad extrema de sus climas, las áridas llanuras del E. con 192 Memorias de la Sociedad Científica nr las fértiles selvas de la región central, la majestad y belleza de las zonas Occidentales con los imponentes declives del SE. La forma de esta cuenca se aproxima mucho á la de un pen- tágono irregular y se extiende desde los 230.54, hasta los 190. ES a -—) ER Es >] T LO > LT CUENCA DEL PÁNUCO. horizontal ' 1: 12,000.000 Escalas... _vorticad — 11: 25,000 A “¿Antonio Alzate. ” 193 39 de latitud N. y de 19.25 E. 4 20.10 W. del meridiano de México. El lado NE. se ha estudiado en la región N de la vertiente del Golfo; el NW. separa esta cuenca de la Gruñi- dora—Salado: al describir esta última se dió á conocer; quedan pues, por describir, los lados SW., S. y SE.; el primero de ellos se dirige de NW. SE. comenzando en la unión de los lados E. y SW. de la cuenca del Salado, punto que se precisa por las coordenadas 210.40" latitud N. y 19 50' de longitud W. de Mé- xico, y terminando en la Sierra de las Cruces; está constituí- do al N. por una prolongación de la Sierra Gorda que se en- laza con la de Querétaro; tiene una altura media de 2,100 y divide claramente las aguas entre la cuenca que se describe y la del Santiago. El segundo, de menor extensión que los de- más, está situado casi al Sur; lo forman las Sierras de Pachu- ca y las de las Cruces que separan la cuenca del Pánuco de la de México. Finalmente, el tercero, con una dirección de $. SW. á N. NE. parte de las montañas de Pachuca y termina en las costas cerca del puerto de Tampico ofreciendo una rápida pendiente. El centro de la cuenca es en extremo irregular: está atra- vesado por la Sierra Madre Oriental que se deprime al nivel del paralelo 210.30” para dar paso al caudaloso río Pánuco; puede dividirse en las siguientes zonas: primero, la zona del N., escarpada y notablemente montañosa, con una altura me- dia de 1,200 metros; segundo, la del W. comprendida entre la Sierra Gorda y la Sierra Madre Oriental, con una altura me- dia de 1,400 metros, pasando sus desniveles: de 300; tercero la zona del S. montañosa y de rápidas pendientes, cuyos desni- veles llegan hasta 500 metros, con una altura media de 1,900; cuarto, la zona central, fértil, regada por numerosos ríos, con una altura media de 800 metros y desniveles hasta de 350; finalmente la zona del E. llana, arenosa, muy baja y pocoirri- gada, inclinándose suavemente hacia las costas del Golfo. 10, — La región $. de la Vertiente del Golfo, es una faja Memorias.—(1903).—T, XX.—25. 304 Memorias de la Sociedad Científica de terreno dirigida de N. NW. áS. SE. notable por la rapidez dle sus pendientes. Está situada entre los 220,10 y 1705" de latitud N.; y entre los 59.50 y 09,40/ W. del meridiano de Mé- xico. Sus límites son: al N., el lado SE. de la cuenca del Pá- nuco ya conocido, al E. las costas del Golfo, al W. y $. la Sie- rra Madre Oriental que la separa de la cuenca del Pánuco y de la región S. de la Vertiente del Pacífico. La región que se describe está naturalmente dividida en dos zonas: una ocupa las porciones W. y $., es montañosa en extremo, muy fértil, su altura decrece hacia las costas y mide por término medio 1,200 metros, encontrándose declives rápidos hasta de 300 en una extensión muy corta sobre el paralelo 180.50; la otra ocu- pa la porción E, es muy extensa y está formada por llanuras - arenosas y bajas que se inclinan suavemente hacia las costas. 11. —Según el plan descriptivo que se adopta en el presen- be estudio, la Vertiente del Golfo termina comprendiendo la porción W. del Estado de Tabasco. Debe señalarse sin em- bargo, en el Istmo de Tehuantepec, la vertiente N. de la Sie- rra Madre, pues un poco al E. de la parte más angosta de di- cho Istmo se encuentran las cuencas de los ríos Grijalva y Usumacinta separados tan sólo por una baja cadena de mon- tañas desprendida de la,Sierra Madre que reciben el nombre de “Montañas de Chiapas.” El Estado de Tabasco puede con- siderarse como un aluvión de los ríos antes citados, de la mis- ma manera que Egipto lo es del Nilo y Holanda del Rhin. . 12.—Toda la porción del país que está comprendida entre el Usumacinta al W., el mar de las Antillas al E., Golfo de México al N. y W. y la Sierra Madre al $., es la península de Yucatán, enorme porción de tierra árida, apenas recorri- da por pequeñas corrientes, El sistema de montañas propio á esta península, parte del núcleo guatemalteco dirigiéndose casi directamente al N., con el nombre de Sierra del Peten; esta Sierra se bifurca en la porción N. de la península de ma- nera de figurar una Y dando lugar por consecuencia á tres “(Antonio Alzate.” : 195 vertientes: la del N. caracterizada por la porosidad de su sue- lo y sus corrientes subterráneas visibles en varios puntos por hoyos denominados “cenotes;” la del mar de las antillas con riachuelos que casi se pierden en el suelo entre los cuales se encuentra como más importante el río Hondo que sirve de lí- mite con Belice; por último, la Vertiente Occidental inclina- da hacia el Golfo de México, menos áridas que las anteriores, con los ríos de Champotón, Mamantel y Concepción. 13.—En la región N. de la vertiente del Pacífico se encuen- tra la cuenca del Yaqui que solo se mencionará por ser sus caraeteres climatológicos idénticos á los de la región en estu- dio. Se encuentra situada entre los 319.20 y 210,50" de lati- tud -N.; y entre los 59.50 y 152.50 longitud W. de México. Hacia el N. se pierde en la vasta región Occidental de los Es- tados Unidos del Norte; al E. la Sierra Madre Occidental la separa de las cuencas del Janos, Bravo y Bolsón de Mapimí; al W. el Golfo de California y el Grande Océano; al $. un ra- mal de montañas desprendido de la Sierra Madre Occidental que se dirige de NE. á SW. perdiéndose insensiblemente en las costas y separando esta región de la extensa cuenca del Santiago. Esta región está naturalmente dividida en dos zonas: la del Este, montañosa en extremo, con una altura media de.... 2,10U metros y con declives hasta de 350; la W. formada por - extensas llanuras, pequeños valles y cuencas de muy poca im- portancia; su altura decrece insensiblemente hacia las costas. 14.—La extensa cuenca del Santiago cuyos caracteres oro- hidrográficos la hacen muy importante, está situada entre los 190.20! y 230.25" de latitud N.; y entre los 09.15” y 60,20" de longitud W. de México. Comienza en la Sierra de las Cruces por una estrecha porción denominada Valle de Toluca; á par- tir del meridiano 19.34 W., comienza á ensancharse gradual- mente para alcanzar su máximo sobre el meridiano 50.3U/ W.; de aquí se estrecha rápidamente y se termina en las costas 196 Memorias de la Sociedad Científica del Pacífico. El río que le ha dado su nombre le recorre en toda su extensión; nace en el pequeño Valle de Toluca con el nombre de río Lerma, que conserva hasta desembocar en el la- go de Chapala después de recorrer terrenos que fertiliza y de aumentar su caudal con ríos más ó menos importantes; sale LATITUD 23 990 210 207 e e MORELIA ES pa] > z < —) = > GUADALAJARA CUENCA DEL SANTIAGO. horizontal ' 1: 7.000 000. Escalas... vertical ¿1: 20,000. del lago, con el nombre de río de Santiago ó Tololotlán y eru- za ya planicies en que sus aguas se extienden, ya profundas y fragosas barrancas formando saltos y cascadas entre las que descuella la de Juanacatlán por el sublime aspecto que ofre- ce; finalmente, se abre paso entre las gargantas de la potente | Sierra Madre Occidental formando paisajes no menos impor- tantes y se arroja en el Grande Océano. En esta cuenca pueden considerarse dos lados para facili- tar su descripción: uno situado al N., convexo que le sirve de “¿Antonio Alzate.” 197 COLLADO COI límite con las del Pánuco, Gruñidora-Salado, Bolsón de Ma- pimí y región N, de la Vertiente del Pacífico; las cadenas de montañas que lo forman, se han señalado en las descripciones respectivas; el otro lado está al S.: con fuertes ondulaciones, lo constituyen de E. á W., las Sierras de. Maravatío y Michoa- canas que sirven de límite con la cuenca del Balsas y un ra- mal de la Sierra Madre Occidental que al dirigirse de SE. á NW. hacia las costas, disminuyendo gradualmente en altura, sirve de límite con la región media de la Vertiente del Pací- fico. : La cuenca del Santiago puede dividirse en las siguientes zonas: la del N. de carácter montañoso, de fuertes declives y con una altura media de 2,200 metros; la zona central cuya altura media es de 1,800, metros tiene variados accidentes; la del $., con una altura media de 1,300 metros, podría llamarse la zona de los lagos; la del E. alta y montañosa; por último, la zona del W., poco extensa y de rápida inclinación hacia las costas. É | 15.—La región media de la Vertiente del Pacífico, es de forma triangular; situada entre los 189.10” y 212.30” de latitud N.; y entre los 30.25 y 69.30 de longitud W. de México. El lado NE., por su parte N. limita con la cuenca del Santiago y por la $. con la del Balsas; los lados W. y S, corresponde á las costas. Esta región se divide en dos zonas: la Oriental, mon- tañosa, de altura media de 1,200, donde se encuentran pinto- rescos Valles; y la Occidental formada por llanuras de poca elevación. : 16.—A semejauza de las cuencas del Pánuco y Santiago, la del Balsas es muy importante por su extensión, la variedad de su clima y la fertilidad de su suelo. Geográficamente está situada entre los 179.5' y 209.3 de latitud N.; y entre 19.50 E, y 49.10' W. del meridiano de México. En casi toda su exten- sión está recorrida de E. á W. por el majestuoso río Balsas que al seguir su curso, ya por feraces campiñas, ya por escar- 198 Memorias dela Sociedad Científica padas barrancas que le forman las enormes estribaciones des- prendidas de las cordilleras que limitan su cuenca, aumenta más y más su caudal con el de numerosos afluentes hasta des- aguar por varias bocas en el Pacífico. De los cuatro lados que se le pueden considerar á la cuenca que se describe, el situa- do al N. se dirige de W. á E. y lo forma las Sierras Michoaca- nas, de Maravatío, Ajusco y las Nevadas que dirigiéndose al NE. se enlazan con la Sierra Madre Oriental; el lado E. está constituído por las Sierras de la Malinche de escasa altura y por la primera porción de la Sierra Madre Oriental; el lado $. . con una dirección general de E. á W. lo forma la Sierra Ma- dre Occidental que en esta porción recibe el nombre de Sie- rra Madre del Sur; finalmente, el lado W. es ya conocido por haberse estudiado en la región media de la Vertiente del Pa: - cífico. Pueden, en esta cuenca, considerarse cuatro zonas: la pri- mera está situada al NE., corresponde al Valle de Puebla ori- gen del Balsas, su altura media es de 2,20U metros; la segun- da es la zona N., muy extensa. montañosa, con una inclinación general hacia el centro de la cuenca y una altura media de 1,800 metros; la tercera, que corresponde en su mayor parte al trayecto del Balsas, es la central, con una altura media de 1,100, y teniendo puntos hasta de 500; la última es la zona $. cuya altura media es de 1,300 metrds y con dos inclinaciones: una hacia las márgenes del río, otra suavemente hacia el E. 17.—La región $. de la vertiente del Pacífico es una faja extensa de terreno orientada de E. á W. que se sitúa entre los 140,30/ y 180.10" de latitud N.; y entre los 79. E. y 20,40' de longitud W. de México. Está limitada por la Sierra Madre y por la Sierra Madre del Sur. al N., y por las costas del Golfo de Tehuantepec y las del grande Océano al S.; ofrece dos zo- nas: una al N. alta, montañosa, de rápidas pendientes, mide 700 metros por término medio en altura; la otra al S. formada por pequeñas y numerosas cuencas y angostas llanuras de po- ca elevación que se pierden insensiblemente en las costas. “¿Antonio Alzate.” 199 DHADODILS 18. — Por más que un estudio geológico de la República, - sea de vital importancia como complemento de las considera- ciones telúricas que acaban de hacerse, la Higiene aprovecha solamente lo que se relaciona con la estructura de las capas superficiales que son las únicas que tieneu una influencia de- finida en la salud. Los importantes estudios del Instituto Geo- lógico y los de otras personas que se han dedicado á esta mate- rja, serán utilizados al estudiar la climatología de cada cuenca. Abundan en zonas extensas de la República, los terrenos pantanosos cuya influencia en la salud es importantísima; los más extensos y mejor conocidos son: los de la península de Yu- catán; los de la costa Sur del Pacífico, los que se observan en los centros de las cuencas del Balsas y del Bolsón de Mapimí, los de la región Sur de la cuenca del Santiago, los no menos importantes de las cuencas del Pánuco y del Salado y final- mente los de la Vertiente del Golfo. JER EL AIRE. 1.—Miden el interés de la Meteorología las necesidades que esta ciencia está llamada á satisfacer en la Higiene, la Medicina, la Agricultura, la Navegación, y aun en los usos comunes de la vida. Quedan todavía en la República, vestigios de la tenaz opo- sición que se hizo no ha muchos años, al progreso de los es- tudios meteorológicos, vestigios que no han podido destruir- se ni por el éxito de los primeros ensayos de aplicación, ni por el estímulo extranjero, ni por la febril exitación que despier- tan en todo espíritu progresista, los tentadores problemas de la Meteorognesia. 200 Memorias de la Sociedad Científica " y La Meteorología es, en nuestra Patria, apenas un estudio incipiente: las energías que en la actualidad se desplegan pa- ra darle impulso, hacen entrever horizontes de progreso y aca- riciar la esperanza de que en breve plazo sus resultados ob- tengan aplicaciones de utilidad general. En las mismas con- diciones se encuentra la Climatología, y no puede ser de otro modo, toda vez que aquella proporciona los elementos indis- pensables para el cabal conocimiento de ésta. Para que el estudio de la Climatología Mexicana fuera completo y exacto, sería necesario, además de muchos años de observación, estaciones numerosísimas y convenientemente elegidas; esto, por el momento, es un ideal y lo será por mu- cho tiempo; forzoso es, pues, conformarse con los escasos ele- mentos que posee la red meteorológica del país. Voy á pre- sentarlos en la forma que creo más conveniente para dar una idea, siquiera aproximada de las diversas zonas climatéricas. Con tal motivo he recurrido á los valores hipotéticos de los elementos meteorológicos correspondientes á puntos situados en circunstancias diversas de las de los observatorios que fun- cionan regularmente. La experiencia diaria de más de cinco años me ha convencido de que dichos valores hipotéticos ó calculados, no distan en muchos casos de los valores reales; pero mis conclusiones no serán absolutas y podrán modificar- se en detalle frente á nuevos datos. Todas las observaciones . y resúmenes que cito en el curso de este estudio, sirven de ejemplo y no de base á mis afirmaciones, pues estas se deri- van de un acopio de datos que no he creído oportuno citar en obsequio de la claridad y sencillez. 2.—Entre todos los elementos climatéricos ocupa el primer lugar la temperatura, por estar ligada á ellos con vínculos de tal manera estrechos, que obligan por lo menos á suponer re- laciones de causalidad. No son necesario datos numéricos pa- ra demostrar la influencia que la temperatura tiene sobre los reinos animal y vegetal, pues las observaciones más vulgares Ñ “¿Antonio Alzate.” 201 OIOIDIEIIIDARI LSSI IIEOEIIIIIIOLIILIIII0IDILOII0IOOIIIII0IO0IOIIILII0II0IISLIIOLIISIILIIIIIIIS prueban que á los cambios térmicos son sensibles los delica- dos organismos de las plantas, y que ellos ocasionan alteracio- nes diversas en la vida animal y con especialidad en la vida humana. El estudio de la temperatura es de tal manera importante, que desde tiempo inmemorial ha llamado la atención de todos los observadores. Los aparatos destinados á valorar el factor térmico, se han ido perfeccionando cada día y de los resulta- dos obtenidos por la observación de éstos, se han derivado di- versos datos muy importantes para la Climatología, entre los cuales se encuentra la “temperatura media” que se calcula por muchos métodos de los cuales tres se han empleado en el país: . el de observación horaria que se practica solamente en el Ob- servatorio Meteorológico Central, el de tres observaciones se- gún la serie asimétrica | (84+-13+-20)% que solamente se em- plea en el Estado de Zacatecas y por último, el de tres obser- vaciones conforme á la serie asimétrica 3 (74+-144-21) segui- do en casi todos los observatorios de la República; esta serie, estudiada en el año de 1815 por Dewey en la América del Norte, fué recomendada más tarde por el Instituto Smithso- niano de Washington y propuesto por Díaz Covarrubias á la Sociedad de Geografía y Estadística, en 1862, que la aceptó para las oficinas meteorológicas nacionales. La temperatura media obtenida por cualesquiera delas series, necesita una co- rrección que se calcula por la siguiente fórmula: t=a sen (m+F,)+a, sen (m+F,)+ etc..... En la que m, representa el tiempo contado en ángulo ára- zón de 150 por hora y á partir de media noche; a,, az, el coe- ficiente de variación; F',, F,, el tiempo expresado en arco des- de 09, hasta el momento en que la variación llega á su máxi- mum. Por esta fórmula se obtienen correcciones que son, pa- ra 1 (8413420) =—00.84, y para + (7-+14+12)=-00.33. (1) Las series se refieren á tiempo astronómico. Memorias. —(1908).—T. XX.—26. 202 Memorias de la Sociedad Científica > No es útil un estudio en conjunto de la repartición de las temperaturas media, máxima y mínima, en vista de los acciden- tes del suelo mexicano que las hacenirregulares en extremo; tal estudio se hará al tratar de cada cuenca. Por el contrario, las oscilaciones térmicas se prestan á consideraciones genera- les de importancia. La intensidad de estas oscilaciones es proporcional á la altura y á la latitud; la zona del país coloca- da al N. del Trópico de Cáncer y la Vertiente del Golfo, tienen las variaciones térmicas máximás, y corresponden las mínimas ' variaciones á la zona tropical, con especialidad á la región me- dia de la Vertiente del Pacífico; en ellas la oscilación térmica diurna es fuerte y apenas sensible en el intervalo de veinti- cuatro horas, considerando al sol á la misma altura sobre el ho- rizonte. Solamente es posible estudiar en conjunto estas va- riaciones haciendo uso de observaciones simultáneas y com- parando los datos de 6*,23% a. m. ó p. m. de un día con los de 6,237. a. m. ó p. m. del día siguiente, tiempo de México; los resultados de estas comparaciones han formado el objeto de algunos de mis trabajos? en donde he precisado su utilidad y señalado sus muchas aplicaciones; por el momento sólo debo decir que ellas forman la base de del estudio de la oscilación tér- mica consideradas ya en un día yaen un mes, ya en uno ó va- rios años. Si se les considera en Estío y en el primer mes de toño, llamará la atención su irregularidad y la distribución en apariencia caprichosa así como la pequeñez de sus valores, dependiendo todo esto de un conjunto de fenómenos físicos que yo describo con el nombre de jaterferencias de las ondas ba- rométricas y térmicas; si se les estudia durante el Invierno y la Primavera, se observa una perfecta regularidad en la distri- bución de los valores que, siendo máximos especialmente en los meses de Diciembre, Enero y Febrero, se sitúan al rededor de un centro colocado en la región N. de la Vertiente del Pa- (1) Memorias del tercer Congreso Meteorológico Nacional. Trabajo presentado á la “Sociedad Científica Antonio Alzate.” “Antonio Alzate.” 203 cífico y de allí se propagan á toda la República delineando su trayectoria hacia el SE.; con tan marcada exactitud se hace esta propagación, que recuerda claramente la onda sonora, imi- ta la onda luminosa y es inversa á la onda barométrica que se propaga en el mismo sentido, anticipándose ó retardáandose 24 horas ó bien coexistiendo con ella según la época del año en que se le considere. 3. — Con el objeto de dar una idea general de la manera cómo se encuentra distribuída la presión barométrica, he creí- do que lo mejor es reducir los valores al nivel del mar, porque así se facilita extraordinariamente la comparación, pues se eli- minan todas las circunstancias de altura, latitud, causas loea- les, etc., aplicando á los valoges barométricos medios anuales la siguiente fórmula: log B¿=lo0g B+m—f m—¿m. en la que m representa la corrección por altura, Bm es la co- rrección por tensión y jm es la corrección por latitud; todos estos valores se obtienen directamente por tablas ad-hoc, sien- do $B la presión reducida á U2 y á la gravedad normal. Si con los resultados de estos cáleulos se hiciera la construcción de una carta de isobaras, se observaría lo siguiente: 1? una exten- sa zona de 760%”.5 que abarca las costas de ambos mares y la península de Yucatán; 2? una zona de 799"”.3 abarcando los Estados de la frontera; 3% una zona de 763%”.4 que corres- ponde á los Estados del Centro y á las Sierras Madres Occi- dental y Oriental. Una carta estival de isobaras demuestra: una área de alta en la Mesa Central; área de presión normal en las costas del Pacífico y en las australes del Grolfo; y área de baja barométrica en los Estados de la frontera. En Estío las variaciones barométricas son pequeñas, irregulares y len- tas en su propagación, Durante el Invierno y la Primavera, particularmente en 204 Memorias de la Sociedad Científica los meses de Diciembre, Enero, Febrero y Marzo, las áreas de alta y baja barométricas se suceden en los Estados de la frontera y en los del Golfo, con intervalos de tres á seis días; las variaciones barométricas son, en los meses citados, muy intensas sobre todo en los estados de la frontera y en la re- gión N. de la Vertiente del Grolfo, se propagan de NW. 4 SE. como las ondas térmicas, alcanzan casi siempre á toda la Re- pública, observándose su mínimo valor en la región media de la Vertiente del Pacífico. 4.—La humedad relativa del aire, está distribuída muy irregularmente: con las medias anuales del mayor número de observaciones hechas en las estaciones meteorológicas, se 0b- serva lo siguiente: en las costas»del Grolfo, una humedad me- dia de 90 por ciento, en las del Pacífico de 80 por ciento; en la península de Yucatán próximamente de 75 por ciento;-en el istmo de Tehuantepec y región $. de la Sierra Madre Orien- tal, 68 por ciento; Sierra Madre Occidental en su región S., 70 por ciento, en su región N., 66 por ciento; en toda la porción elevada de la Mesa Central, 58 por ciento; en la parte NE., 64 por ciento y en la N. próximamente 56 por ciento. La humedad permanece alta casi todo el año en las cos- tas; ascendiendo de éstas hacia la Mesa Central, se encuentra una zona extensa que abarca la mayor parte de las dos Ver- tientes y en la que se observan humedades progresivamente crecientes de la Primavera al Otoño, habiendo casos en que el Invierno es tan húmedo como el Estío en la Vertiente Orien- tal. En la Mesa Central, la humedad erece, generalmente, de Mayo á Septiembre y decrece de Octubre á Febrero; tiene su máximum en Estío y su mínimum en Primavera; en dicha zo- na se observan las máximas oscilaciones de la humedad. Si se desciende hacia las costas, se nota que las oscilaciones van siendo gradual y progresivamente menores hasta alcanzar su mínimum en ellas. 5.—En la República Mexicana se observan los vientos pe- “¿Antonio Alzate. ” 205 riódicos, los variables, los constantes, los débiles, los modera- dos, los fuertes y excepcionalmente los huracanados; todos tienen interés en Climatología. “Las corrientes dominantes en los Estados del Golfo son las NE. y SE., interrumpidas con periodicidad por los vientos de la región boreal; en toda la porción E. de la Mesa Central dominan vientos orientales; en la porción S. de esta misma, vientos del NE. y NW.; en su porción W., vientos de la re- gión SW.; en la porción N. de la Vertiente del Pacífico, domi- nan vientos de la región Occidental; en la parte media, vientos del SE. y SW. y en la parte $. vientos del SE. y NE. Todas estas corrientes de viento se modifican por las circunstancias locales y se interrumpen periódicamente por vientos de la re- gión boreal y del SW. E Lo que se observa en la República respecto á vientos do- minantes durante las estaciones es lo que sigue: en Estío, con- siderando la zona colocada al S. del Trópico de Cáncer y ex- ceptuando la región media de la Vertiente del Pacífico, domi- na una corriente general de NE, y de E.; en toda la zona ex- tra-tropical y en la región media de la Vertiente del Pacífico, hay una corriente dominante de E. y SW. que se interrumpe con frecuencia por los vientos del N. Estos fenómenos se pue- den explicar por una área constante de alza barométrica en el Golfo y otra de depresión barométrica en los Estados de la frontera, áreas cuya observación es un hecho evidente. En Otoño estas dos grandes corrientes cambian al E. y al SE., como si la grande área de depresión barométrica se mo- viera al SE. y la de alza al SW.; en este período del año se ha- cen más frecuentes las interrupciones por corrientes boreales. En el Invierno estas dos corrientes se inclinan mucho más al S. y al SE, como si las áreas barométricas que las originan se movieran al SE. y SW.; pero en esta época del año son ya tan frecuentes las interrupciones por los vientos boreales que en muchas localidades tropicales, especialmente en los Esta- dos del Golfo, dominan vientos. » 206 Memorias de la Sociedad Científica En la Primavera ya las corrientes han tomado la inclina- ción de S. y SW. como si dominara una área de alta en la re- gión $. de la Vertiente del Pacífico y una de baja en la región NE. del país; pero las interrupciones por las corrientes borea- les son todavía tan frecuentes, que llegan á dominar en mu- chos puntos de la Vertiente del Golfo. Si no hubiera causas perturbadoras, los vientos en las cos- tas deberían ser constantemente dos: la brisa y el terral; ó lo que es lo mismo, el viento continental y el marítimo; pero en realidad estos vientos sólo se observan regularmente en los meses de Estío y Otoño. La dirección é intensidad de los vientos en las costas, son una resultante cuyas componentes están formadas por el viento periódico y el ocasionado, ya por los centros de alta y baja barométricas, ya por las condicio- nes orográficas. La situación de los centros de alta y baja, producen, en unos casos, vientos del S,, en otros los del N., los primeros, generalmente secos, elevan la temperatura, ha- cen bajar el barómetro y son de corta intensidad generalmen- te; los segundos merecen estudiarse con especialidad por los cambios atmosféricos que originan en la Vertiente del Golfo, en la Mesa Central y á veces en toda la República. Estos vientos se observan generalmente con intervalos de 4 á 6 días en Primavera y de 3 á 5 en Invierno, teniendo una duración aproximada de 1 á 4 días; coinciden con alza barométrica, son húmedos en general y van acompañados de ondas frías de in- tensidad variable ocasionando casi siempre en Invierno, llu- vias y densos nublados por lo menos en la vertiente del Grol- fo; su intensidad es muy variable dominando, sin embargo, N. fuertes que producen mal tiempo en el Golfo. Creo haber de- mostrado”? que tales vientos soplan precedidos de todas ó al- gunas de las condiciones siguientes: 1* temperatura alta en las costas; 2* área de depresión barométrica en ellas; 3? vien- (1) Memorias del 22 Congreso Meteorológico Nacional. Boletines del Observatorio Meteorológico Central, meses de Enero y Febrero de 1903. “Antonio Alzate.” 207 tos australes en las mismas; 4* área de alta barométrica ó cen- tro anti-ciclónico en las Montañas Rocallosas ó al N. dela Ver- tiente del Golfo con trayectoria inclinada hacia el SE. Vientos periódicos se observan también en otras zonas del país; en la región media de la Vertiente del Pacífico soplan por la mañana vientos del NE. y por las tardes australes du- rante el Estío; en la región N. de la Sierra Madre Occidental son casi constantes los vientos del NW. y SW. por las tardes; en algunas localidades altas de la Mesa Central durante el In- vierno y la Primavera es muy común el viento NW. Casi siempre al terminar el Invierno ó al comenzar la Pri- mavera, se observan en muchos puntos de la Mesa Uentral y de la región $. de la vertiente del Pacífico, temporales de du- ración variable que se inician con viento austral, caracterizán- dose ya por lluvias y densos nublados, ya por fuertes descen- sos térmico y á veces por nevadas. Año por año eruzan la parte Oriental del Golfo, ciclones tropicales que hacen sentir sus efectos desastrosos en la pe- nínsula de Yucatán y antes de recurvar se acercan más ó me- nos á las costas de Tamaulipas y Veracruz; como excepciona- les pueden considerarse los casos en que, como en Agosto de 1903, la zona de enérgicas manifestaciones cielónicas, alcance la región N. de la Vertiente del Golfo. Los ciclones tropica- les solamente eruzan el Golfo por los meses de Julio 4 Octu- bre. Casi en la misma época se sienten iguales perturbacio- nes atmosféricas en las costas del Pacífico. 6.—La lluvia es un elemento climatérico importantísimo, por los caracteres especiales que reviste en la República. Deben dividirse en dos grandes grupos: primero los de ca- rácter general, y segundo los de carácter local; las primeras aceptan una subdivisión, en temporales y tropicales. Las tempo- rales son producidas por las áreas de baja barométricas que se internan en el Golfo cruzando las costas ó pasando cerca de ellas; son generalmente extensas, las acompaña un N, ó 208 Memorias de la Sociedad Científica bien una onda fría; duran de 3 á 6 días; en las localidades al- tas generalmente son ligeras, de intensidad variable ó abun- dantes en las localidades de altura media y en las bajas; au- mentan de intensidad por la tarde y noche durando: á veces todo el día con intermitencias y siendo siempre seguidas de uu período de buen tiempo cuya duración es variable. Las llu- vias tropicales son la consecuencia de grandes perturbaciones atmosféricas originadas en la zona tórrida; se observan en ca- si toda la República, especialmente en la zona tropical; hay dos períodos: el primaveral que se presenta en los meses de Abril y Mayo, con lluvias poco extensas, generalmente de cor- ta intensidad, acompañadas de manifestaciones eléctricas y precedidas de un calor intenso: su duración media es de 15 á 20 días, pero con frecuentes interrupciones parciales; las ma- ñanas de los días de lluvia en este período, son apacibles y se- renas, siendo frecuente el buen tiempo en las horas cercanas al medio día; el segundo recibe el nombre de período estival: comienza en la segunda décade de Junio y termina en la pri- mera de Octubre; tiene casi siempre tres ó cuatro interrupcio- nos con intervalos de 5 á 8 días durante los cuales sólo se ob- servan precipitaciones locales; esías lluvias son generalmente intensas, se presentan por la tarde ó noche con escasas mani- festaciones eléctricas anunciándose por vientos húmedos dé- biles, fuertes y aun violentos, por alta tensión y humedad, por cúmulos del NE. que tienden á nimbificarse á medida que el sol declina y principia el enfriamiento. Las lluvias locales se presentan de improviso, sin que ha- ya fenómenos aparentes que las precedan, en pleno buen tiem- po, casi sin observarse cambios en los instrumentos meteoro- lógicos ni siqniera horas antes de principiar la lluvia. Combínense las lluvias temporales, tropicales y locales, como sucede en la República Mexicana y se tendrán períodos en extremo variados definibles solamente después de un pro- fundo análisis. De estos tres grupos de lluvias, el primero se “Antonio Alzate.” 209 observa como dominante en la Vertiente del Golfo, el segun- do en la Mesa Central, y en la Vertiente del Pacífico se tienen como dominantes las lluvias tropicales y locales siendo verda- deramente excepcionales las temporales. | Varios autores afirman que en nuestro país hay solamente dos estaciones: la de secas y la de lluvias, denominadas por otros Verano é Invierno; tal opinion es cierta únicamente pa- ra determinadas zonas. Lo que demuestra la observación es que en los años lluviosos se suceden los períodos de lluvia de un modo tal, que ante un análisis superficial podría creerse que se trataba de uno solo; pero en realidad dichos períodos siempre están separados por días durante los cuales disminu- yen notablemente las precipitaciones. Las leyes que rigen la sucesión de los períodos de lluvias, permanecen aún envueltas en densa obscuridad; por esto, pa- ra explicar problema tan complexo, cuya resolución será un triunfo positivo para la humanidad, sostengo con entusiasmo desde hace dos años, la hipótesis de la periodicidad de la onda barométrica en relación con los demás elementos atmosféricos. La re- lación que existe entre los fenómenos desarrollados en la at- mósfera y las manchas solares es un hecho evidente y sin em- bargo, los autores que han pretendido relacionar la periodici- dad de las lluvias con la de las manchas solares, han llegado por la comparación de los mismos datos á conclusiones ente- ramente diversas. Haciendo la construcción de una carta de la distribución de las lluvias en la República con las cantidades totales me- dias del mayor número de años y correspondientes á cuantas estaciones fuera posible reunir, se encontraría: primero, una zona de más de 2,000 milímetros de precipitación total en el año, que corresponde á las regiones Sur de la Vertiente del Golfo y Sur de la del Pacífico; segundo, zonas en donde la pre- cipitación anual total media, de varios años, es de 1,500 mi- límetros, observándose en el istmo de Tehuantepec, cuenca Memorias. —(1903),—T. XX.—27. 210 Memorias de la Sociedad Científica del Balsas y región media de la Vertiente del Pacífico; terce- ro, zonas con precipitación anual de 800 milímetros observa- das en las cuencas del Santiago, del Pánuco y de México, y en la porción E. de cuenca del Salado, en la región N. de la Vertiente del Golfo, y en la zona W. del Bolsón de Mapimí; cuarto, zonas de menos de 300 milímetros de lluvia anual, que _se encuentran en la región W. de la cuenca del Bravo, en el centro de la.cuenca del Bolsón de Mapimí y en la región Nor- te de la Vertiente del Pacífico. Durante el Invierno, llueve con más ó menos intensidad ' en casi todo el país; en los años de escasa precipitación llue- ve por lo menos en la Vertiente del Golfo. En esta estación se encuentra la zona de precipitación máxima, en la región $. de la Vertiente del Golfo; siguen después en orden decrecien- te: la zona E. de la cuenca del Bravo, la región N. de la Ver- tiente del Pacífico, la cuenca del Pánuco, la cuenca del San- tiago, las regiones media y S. de la Vertiente del Pacífico, la cuenca del Bolsón de Mapimí y por último la de México. Ya se dijo que durante la Primavera hay un período de lluvias bien caracterizado; la intensidad de ellas está en el or- den decreciente que sigue: regiones $. de la Vertiente del Pa- cífico y S. de la del Golfo, cuencas del Bravo, del Pánuco, del Santiago, de México y del Bolsón de Mapimí y regiónes N. y media de la Vertiente del Pacífico. El Estío es la estación lluviosa por excelencia: las preci- pitaciones se observan en todo el país con una intensidad cu- yo orden decreciente es como sigue: cuenca de México, Re- gión S. dela Vertiente del Pacífico, cuenca del Balsas, Región media de la Vertiente del Pacifico, cuencas del Santiago, del Pánuco, del Bravo, Región Norte de la Vertiente del Pacífico y cuenca del Bolsón de Mapimí. El Otoño es todavía una estación lluviosa: en la Vertiente - del Golfo es á veces la más lluviosa. La cantidad total de llu- via está distribuida así, en orden decreciente: Regiones $. de “* Antonio Alzate.” h 211 la Vertiente del Pacífico y S. de la del Golfo, cuenca del Bal- sas, Región media de la Vertiente del Pacífico, cuencas del San- tiago, del Bravo y de México, Región N. de la Vertiente del Pacífico y cuenca del Bolsón de Mapimí. Por lo expuesto se ve, que la estación más lluviosa es Es- tío, luego Otoño, después Primavera y finalmente Invierno. En la Vertiente del Golfo, suele ser más lluvioso el Otoño que el Estío, y más el Invierno que la Primavera. 7.—No puedo entrar en detalles acerca de la disteibición de la nebulosidad en la República por falta de datos; solamen- te diré que la máxima nebulosidad se observa en la Vertiente del Golfo y que en el resto del país, la frecuencia de la lluvia da idea de la frecuencia de la nebulosidad. 8.—Del ozono se poseen escasos datos, y los procedimien- tos que en la actualidad se siguen para determinarlo, son im- + perfectos. Las mínimas absolutas y medias tienen lugar en Invierno; crecen progresivamente en Otoño, Primavera y Es- tío; en éste se observan las máximas. Todas las consideraciones anteriores se fundan en datos recogidos de observaciones hechas á la sombra. Los corres- pondientes á la intemperie tienen una relación que es ya co- nocida para muchas estaciones por medio de-la cual se pude pasar de una á otra. En la ciudad de México la temperatura media amual á la intemperie y la media á la sombra son casi iguales. Esta últi- ma afirmación puede aplicarse también á las medias diarias á la sombra, y á la intemperie. Lo que se observa en la ciudad de México es aplicable á muchos puntos de clima templado del país. 212 - Memorias de la Sociedad Científica III EL CLIMA. 1.—Se entiende por clima el conjunto de cireunstancias telúrico-atmosféricas propias de cada localidad. Se han estu- diado ya las circunstancias telúricas así como las atmosféri- cas; como el clima resulta de las relaciones entre ambas, este capítulo será la consecuencia de los anteriores. - No es posible aceptar la clasificación climatérica de Ro- chard porque se basa en las líneas isotermas y éstas, por lo menos en nuestro país, son más ilusorias que reales. La cla- sificación de Fonsagrives y la que aceptan la mayoría de los . autores, dividiendo los climas en templados ó mesotérmicos, fríos ó hipotérmicos y cálidos ó hipertérmicos, está bien funda- da; pero en la República Mexicana, su aplicación no es del to- do satisfactoria porque existen zonas cuya temperatura me- dia las colocaría entre los climas templados, sin embargo de que el Invierno es excesivamente frío y el Verano en extremo caluroso; por este motivo, se propone la clasificación siguiente: Marítimos. Barométricos. ¿ Continentales. Montañosos. Fríos. Climas Templados: Térmicos... .. Cálidos. Extremosos. Dos circunstancias es necesario tener presentes al elasifi- car los climas: la humedad y la intensidad y frecuencia de los vientos. Por la primera, el clima puede ser seco, húmedo ó variable, y por la segunda, puede ser sereno ó ventoso, ya de un modo constante ya en determinadas épocas del año. Las condiciones de humedad y vientos, están en relación e “¿Antonio Alzate.” 213 DILIISI LILLO directa con la temperatura; pero en la República tiene algu- nas excepciones esta afirmación, pues se observa que en casi todos nuestros climas templados, soplan vientos algo fuertes al finalizar el Invierno y al comenzar la primavera y que en zonas extensas de los climas cálidos, soplan apenas vientos moderados durante el Estío; por lo que toca á la humedad se observan zonas frías muy húmedas durante el Invierno y zo- nas cálidas relativamente secas durante el Estío; esto se com- probará al estudiar la climatología de cada cuenca. -2.—Cuenca de México. —(Parte Sur del Estado de Hidalgo, Distrito Federal y úna parte del Estado de México.) Temperatura media anual. ........... 150,8 a "en Invierno . tete 120.5 » A A 140.5 de mo Primavera... : 1895 an A O A 17.08 5 «máxima extrema........ 319.8 >) mínima Att pa —-20.0 Presión barométrica media anual ..... 5386" 3 Elumedad media; anual coo vet jale 61% Viento dominante del........- NW. y NE Número de días nublados al año.. .... 112 Número de días de lluvia por año ..... 143 Estos datos corresponden á una altura de 2,280 metros so- bre el nivel del mar con una latitud aproximada de 190.30/1 (1) Equivalencias calculadas con datos de los observatorios de Méxi- co y Tacubaya: por 100 metros de altura 09.8 del centígrado en Estío y Otoño, en Invierno y Primavera 19.2. Los estudios de Dove insertados en la Meteorología de Mohn, dan como valor más conveniente para esta lati- tud: 19 Lat. = 09.42 del centígrado. — Recordando el estudio hecho en el capítulo I párrafo 3, es fácil deducir con estas equivalencias, los datos tér- micos probables paralas diversas zonas de la cuenca, pues bastaría encon- trar la diferencia entre la altura de la localidad y 2,280 metros, (altura á que corresponden los datos arriba citados), dividir esta diferencia por 100, 214 Memorias de la Sociedad Científica El centro de la cuenca tiene un clima templado; las esta- ciones no son rigurosas, se pasa de una á otra por grados in- sensibles. Durante la Primavera y el Estío, se siente calor de las 10 de la mañana á las 4 de la tarde: en Invierno sólo es frío el período de tiempo comprendido entre las 7 p. m. de un día y las 9 a. m. del día siguiente, siendo templado y agrada- ble el resto del día; en Otoño, la marcha diurna de la tempe- ratura tiene oscilaciones menores que en Invierno. Este celi- ma, verdaderamente hermoso, se altera en cortos períodos por las lluvias, por los temporales del Grol£o y los del Sur, por los vientos fuertes de corta duración arrafagados y secos austra- les, que soplan por las tardes del fin de Primavera y los hú- medos del NW., fuertes también, que acompañan á las tem- pestades de Estío. La zona del N. es la más expuesta á los enfriamientos: por ella se inician generalmente las heladas, es la menos fértil y la menos lluviosa; en la del Sur son más frecuentes las preel- pitaciones locales y las nieblas. Los puntos situados cerca de los lagos están expuestos á frecuentes brisas y á nieblas lo- cales. En las regiones más elevadas de las zonas N. y media, soplan casi constantemente por las tardes, vientos del NE. y NW. que aumentan de intensidad en los meses de Invierno y Primavera. Las elevaciones mayores de 2,5U0 metros que ro- dean la cuenca, corresponden á climas fríos. 3. — Cuenca del Salado. — (La mayor parte del Estado de San Luis Potosí, una porción del Sur del de Coahuila y la par- te oriental del Estado de Zacatecas). Datos para una altura de 189U metros con una latitud de 220.91: Temperatura media anual...........- 170.8 > 390110, INvAgrno: Sel. abs 140.1 y multiplicar el cociente por 09.8 en Estío y Otoño, por 19.2 en Invierno y Primavera; el producto se agrega á los datos térmicos para las localidades de una altura menor que 2,280 metros y se resta para las de altura mayor. “Antonio Alzate.” : 215 Temperatura media en Otoño ........ 150.9 bs A A PA era 200.2 E A A ES UIO Ue Li o 020 210.2 E máxima extrema........ 339.0 Le mínima era E ade led 20.8 Presión barométrica media anual ..... 613"".00 Humedad media anual .......... 64% Número anual de días con lluvia--.... 60 Dirección dominante del viento ....... E.NE ZONA DEL E. S. Y SW."— Regiones climatéricas: de 1,000 á 1,500 metros; de 1,500 á 2,000, de 2,000 á 2,400 y más de 2,400 metros de altura.* a En la primera de estas regiones el Estío y la Primavera son calurosos, el Otoño es templado y en el Invierno las he- ladas son ligeras y poco extensas; la segunda tiene un clima templado: el paso de una estación á otra se hace por grados insensibles; en la tercera, cuya área corresponde á la mayor parte de la zona Sur, es muy frío el Invierno y generalmente al comenzar esta estación empiezan las heladas abarcando grandes extensiones; el Otoño es templado y poco calurosos el Estío y la Primavera; por último las elevaciones mayores de 2,400 metros que dominan en la parte SW. de la cuenca, tie- nen un clima frío, están expuestas más que las otras á los (1) Equivalencias calculadas con datos de los observatorios de Za- catecas y San Luís Potosí: en Invierno y Otoño 19 centígrado = 260 me- tros, en Estío y Primavera=200 metros. Las equivalencias para las correc- ciones por latitud, cuyos valores son máximos en Enero y mínimos en Ju- - nio, tienen un valor medio auual de: 19 Latitud=0“.62 del centígrado.— Consultando el párrafo 4? del Capítulo Í, se ve que para esta zona, la co- rrección aditiva á las temperaturas es de 09.5, con la cual se obtienen los datos relativos á la altura media de ella. (2) Los datos térmicos probables para estas diversas regiones pue- den calcularse llevando en cuenta las equivalencias señaladas en la nota anterior. 216 Memorias de la Sociedad Científica vientos fríos del N. y á los fuertes y secos del SW. dominan- do en ellas heladas notables por su extensión é intensidad. Las dos últimas regiones de las que acaban de mencionarse corresponden á las alturas que limitan la cuenca. ZONA DEL OrsTE. — En general dos regiones climatrié- cas pueden considerarse en esta zona: la primera está com- prendida entre 2,200 y 1,700 metros de altura: se encuentra situada al Sur y domina en ella clima templado; el Invierno y parte del Otoño son fríos, calurosa la Primavera y el prin- cipio del Estío. La segunda tiene una altura comprendida en- tre 1,700 y 1,200 metros; está situada al N. y en general do- mina un clima: templado: el Otoño y el Invierno son modera- dos y muy calurosos los meses de Mayo y Junio. ZONA DEL CENTRO Y PORCIÓN NE.*”—En ésta pueden con- siderarse dos regiones climatéricas: la primera está compren- dida entre 1,400 y 1,900 metros de altura, tiene en general un clima templado, pues solamente es intenso el calor al fina- lizar la Primavera y al comenzar el Estío; en Invierno es mo- derada la temperatura y durante las ondas frías de éste, sue- len observarse heladas ligeras y de corta extensión; la segun- da, situada entre 780 y 1,400 metros de altura, es de clima ca- luroso, acentuándose por vientos arrafagados secos del SW. tan comunes en Primavera; la temperatura se modera algo du- . rante el Invierno en el cual son raras las heladas y de muy corta extensión. — 4 —Cuenca del Bolsón de Mapimí.—(Porciones SE. del Es- tado de Chihuahua, NE. del de Durango, pequeña porción del (1) Para obtener las correcciones térmicas correspondientes á la al- tura media de esta zona. se emplearán las mismas equivalencias que en la anterior.-—Debe llevarse en cuenta la corrección por latitud particularmen- te para los puntos situados más al N., recordando que: 19 Lat.=00,62 del cent., sustractiva. í (2) Para obtener los datos térmicos probables en esta zona, empleen- se las mismas equivalencias que en las anteriores. “Antonio Alzate.” 217 N. del Estado de Zacatecas y una extensa porción del de Coa- huila.) ZONA DEL NorRTE.—Datos correspondientes á una altura de 1,135 metros con una latitud de 25.040", Temperatura media anual............ 240.0 a A NOA Invierno .-.... 159,1 > MU LODO ua 230.2 S seta DEMAS et 250.2 ps LA a On 300.0 Es máxima absoluta.......... 380.0 E mínima extrema.......--.-- 30,0(2) Presión barométrica media anual ..... 667.00 Humedad media anual. .........--.-- 67% Vientos dominantes del...........-.- NE. Número de días de lluvia por año..... muy variable, Puade afirmarse que el clima ao á esta zona, es caluroso principalmente en Estío en que llega á ser exce- sivo el calor por la escasez de lluvias; durante el Invierno la temperatura se modera un poco y las ondas frías tan comu- nes en esta época del año, aunque de corta duración, producen fuertes descensos térmicos y á veces heladas de importancia, En los años fríos (1895, 1878, 1879, etc.) esta zona se acerca mucho á los climas extremosos; presenta además de notable, la intensigad de los vientos que, ya secos de la región austral, ya húmedos de la boreal, ocasionan fuertes oscilaciones en la humedad y disipan ó acumulan rápidamente las nubes de llu- via tan escasas en ella. (1) Equivalencias calculadas con datos de los observatorios de C. Lerdo y Durango: en Invierno 19 centígrado=221 metros de altura, en Primavera, Estío y Otoño=161 metros. —Equivalencias calculadas con da- tos de los observatorios de Saltillo y Monterrey: en Invierno 1 centígra- do=250 metros de altura, en Primavera, Estío y Otono=210 metros.—Un grado de latitud=00.52 del centígrado. Memorias.—(1908).—T. XX.—28. 218 Memorias de la Sociedad Científica LPLLLILAIAIS ZONA DEL CENTRO. —Se clasifica entre los climas cálidos pudiendo hacer en ésta, las mismas consideraciones que en lazona anterior. Las condiciones locales de su clima provie- nen de los pantanos que aquí existen y de las aguas que es- curren sobre todo de la vertiente SW. ZONA DEL E.—Datos correspondientes á una altura de... 1,640 metros con una latitud de 250,26/ 4, Temperatura media anual. ........... 180.0 EE Sea Invierno; ... 1.1292 de a EA Eonia a AO YN 140.3 54 E Primavera. ko 190.5 a A SCI AA a 230.3 5 máxima absoluta......-...-. 380,1 5 mínima AAA e —19.7 Presión barométrima media anual.....628*",50 Humedad media amual.......o...-.... 68% Vientos dominantes del........ .N. y NE. Número de días de lluvia al año. .... ..110. Cantidad media anual de nubes....... 4.4. Casi todos los puntos de esta zona forman por su altura una misma región climatérica que por los datos térmicos anua- les, podría ser clasificada entre los climas templados, pero que atendiendo á las fuertes oscilaciones térmicas que en ellas se observan, se acerea mucho á los climas extremosof En efec- (1) Deben usarse para ésta, las equivalencias calculadas con los da- tos de C. Lerdo y Durango. Recuérdense las alturas y desniveles descri- tos en el párrafo 5, capítulo I. Los datos climatéricos de la zona del N. pue- den aplicarse á ésta con solo una corrección térmica aditiva de 09.84 del cen- tígrado por latitud y altura. (2) Para la determinación de los valores térmicos probables en los otros puntos de ésta zona, se usarán las equivalencias calculadas con los datos de Saltillo y Monterrey ya señalados. Véase lo relativo á esta zona en el párrafo, 5 cap. L “Antonio Alzate.” 219- to: durante el Estío el calor es intenso, se: pasa al Otoño por' una transición relativamente brusca, para llegar al Invierno en el cual se hace sentir el frío con alguna intensidad. Es útil recordar que las ondas frías ocasionan extensas heladas no obstante su mediana altura. ) ZONA DEL SW.—Datos correspondiennes á una altura de 1,900 metros con una latitud de 239.11.0 Temperatura media anual............179.1 as en La vieEno biie 120.2 A e O bono is ue OO pe 5 », Primavera..... 199.3 AS aim stio rele - +3 .219,8 a máxima absoluta..........9/9.9 Ln mínima extreMa..oton.o.s- —90.0 Presión barométrica media anual ..... 610*".00 Humedad media anual. .......o....::04% Vientos dominantes del.........o.... sw. Número anual de días con lluvia.. ....70 En esta zona pueden considerarse tres regiones climaté- ricas: la primera con localidades cuya altura es mayor de-. . 2,100; la segunda comprendida entre 2,14U metros 1,700 y la tercera con localidades de altura inferior á 1,700 metros. La primera de estas regiones tiene un clima frío, notable por la extensión y persistencia de sus heladas, por la frecuencia de tempestades y precipitaciones locales y por la intensidad que alcanzan los vientos secos primaverales de. SW.; la segunda región es de clima extremoso: durante el Invierno son frecuen- tes las ondas frías y las heladas,:en el Estío y la Primavera el calor es excesivo, pero se modera un poco por las lluvias el (1) En esta zona se han utilizado datos de los observatorios de C. Lerdo y Durango. Hay que tener presente los desniveles y alturas estu- diados en el párrato 5, cap. l. 220 Memorias de la Sociedad Científica Otoño es templado y agradable; por último la tercera situada más al Este, posee en general un clima caluroso. 5.—Cuenca del Janos.'*? (Porción NW. del Estado de Chi- huahua.) El clima de esta cuenca es extremoso; en la zona central, las oscilaciones térmicas son menos marcadas que en las otras dos; la del W. se acerca mucho á los climas fríos: en ella son muy frecuentes las heladas; por último la zona del E. se ca- racteriza por la intensidad y frecuencia de los vientos fríos del NW. que soplan durante el Invierno y por el aspecto tem- pestuoso que se observa en muchas lluvias, aun ligeras del principio del Estío. 6.—Cuenca del Bravo. — (Porción NE. del Estado de Chi- huahua, N. de los de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.) ” ZONA DEL W.—Datos para una altura de 1,423 metros con una latitud de 280.42*, Temperatura median 200,0 , es en O LOAO.. o OO 180.7 a a EAYACEnO:: laos 120.5 e A TINO ra De 100.1 PR O a aio 240.5 A máxima absoluta.......... 360.5 p» - mínima as dida —30.0 Presión barométrica media anual..... 640"".00 Humedad media anual............... 54% Vientos dominantes del......... E. y SW Cantidad media anual de nubes ...... 4.4 Número anual de días con lluvia. ..... 50 (1) Recuérdese la división en tres zonas de esta cuenca y los deta- lles de alturas y desniveles estudiados en el párrafo 6, cap. IL. Por no ha- ber datos meteorológicos para esta cuenca, se han utilizado en el estudio de su clima, los valores calculados con los de los observatorios de C. Ler- do y Durango. ; (2) Equivalencias calculadas con los datos de Saltillo y Monterrey: > “¿Antonio Alzate. ” A 2 WPLALIDIIDIIICOLDDDILILD LD DI DILIODIDOELAIILEILIEEILI0IELELININIT Hay dos regiones climatéricas en esta zona: la primera comprendida entre 1,340 y 1,800 metros de altura, esta situa- da al W. y tiene un clima extremoso; las heladas son fuertes y extensas, principalmente á mediados de Otoño para termi- nar en el último mes del Invierno; los vientos del NW. soplan aquí con tal intensidad, que no es raro lleguen á tomar un ca- rácter huracanado á causa de la aproximación de los cielo- nes desarrollados en la República del N. La segunda región elimatérica está comprendida entre 1,300 y 9UU metros de al- tura; aunque también su clima es extremoso, no tiene carac- teres idénticos á los de la anterior: el Invierno es un poco me- nos intenso, en Estío el calor se modera con las lluvias, y el Otoño es templado. ZONA INTERMEDIA!"—Forma una sola región elimatérica, pues en realidad su clima es cálido; en Estío y Primavera el calor es excesivo, en Invierno se modera un poco observándo- se heladas solamente en cortos períodos que' corresponden á la propagación de las ondas frías intensas, ZONA DEL E. — (Datos que corresponden á una altura de 496 metros con una latitud de 259,40.” Temperatura media anual..... elo Ads 5 er Invierno. 222 4 199.2 52) Y) 9) Otoño nao... ..o 210.7 » y 0%, Primavera. 1240.9 » SC MISION ooo .280.1 en Invierno 19 centígrado=253 metros de altura; en las demás estaciones, 19 centígrado=198 metros. Eu el estudio climatérico de esta cuenca se ulilizaron las equivalencias ya conocidas que se obtuvieron con los datos de C. Lerdo y Durango. (1) En estazona se han utilizado para el estudio de su clima, los mis- mos datos que en la del W. (2) Las equivalencias calculadas con datos de Saltillo y Monterrey, ' son las que se hau empleado para esta zona. Ténganse en cuenta los es- tudios del párr afo 7 cap. L. , 2 Memorias de la Sociedad Científica Temperatura máxima absoluta. .......—00.5 5 mínima exXtrema......... -—02.5 - Presión barométrica media anual.....713%”,50 Humedad media anual ..............68% Vientos dominantes del.... ....NE y SE. Número anual de días con lluvia...... 99 Hay dos regiones climatéricas: la primera con una altura mayor de 35U metros, tiene un clima extremoso, está situada al SW., son en ella frecuentes las tempestades locales y sue- len observarse vientos huracanados á causa de la aproxima- ción de los centros ciclónicos y heladas de poca importancia; la segunda región cuyas Jocalidades tienen una altura menor de 39U metros, está al Oriente y termina en las costas del Gol- fo; es de clima cálido, húmedo y algo ventoso; excepcionalmen- te se observan heladas (Euero 29 de 1944), 7.—REGIÓN N. DE LA VEWTIENTE DEL GOLFO.—(Gran porción de la patte Oriental del Estado de Tamaulipas y la parte Sur del de Nuevo León.) Datos correspondientes á una altura de 362 metros con una latitud de 240,54/,0 Temperatura media anual............229.2 »a ten lavierno: >>. 1992 > ia, Otono ¿ul es o 2adOS si » 3 Primavera.....240,7 A rones EusblO A AAA (SL 5 máxima absoluta......... 49,0 e mínima extreMdi........ —-20.0 Presión barometrica media anual,....728"".80 Humedad media anual.....a .......- 710% Vientos dominantes del -......... SyN (1) Las equivalencias, calculudas con datos de Saltillo y Monterrey, son las que se han empleado en el estudio climatérico de esta reglón És con- veniente recordar el estudio de alturas y desniveles hecho en el párrafo 8 cap. L 0 “Antonio Alzate.” , 223 Número anual de días econ lluvias. ....120 ñ Cantidad media de nubes:.......2... 5.5 La zona del W. constituye una sola región elimatérica, formada en su mayor parte por las montañas de la sierra Ma- dre Oriental; tienen un clima templado, excepto en los puntos más bajos de los desniveles, cuyo clima es extremoso; son en ellaintensos, los vientos secos arrafagados australes y frecuen- bes las tempestades locales. La zona del Este corresponde á un clima cálido que se modifica por las intensas ondas frías de Invierno y por las lluvias estivales. : 8. — Cuenca del Pánuco. — (Parte SW, del Estado de Ta- maulipas, NW. del de Veracruz, N. del de Hidalgo, SE. del de San Luis Potosí y la mayor parte del Estado de Querétaro). ZONA DEL E.— Datos correspondientes á una altura de 13 metros con una latitud de 220.18/21 p Temperatura media anual. .........-.- 240,1 s MN SAL OtoBo: eLo 250.1 Es de yerno 180.9: de AN » Primavera..... 240.8 dá Ss de SO O 280.1 a, máxima absoluta........ 397.8 si mínima extrema.........—40.0 Presión barométrica media anual...... 759"=.60 Humedad media anual. ....2.00..... 76% Vientos dominantes del ........./.-. SE Número anual de días con lluvia ...... 98 -La zona en estudio tiene un clima cálido; el Invierno es templado notable por la intensidad y frecuencia de las ondas frías y de los vientos húmedos del Norte. (1) Equivalencias calculadas con datos de los observatorios de Pa- chuca y Tampico: en Estío y Otoño 19=210 metros, en Invierno y Prima- vera=240 metros de altura. La corrección por latitud es la misma que se señaló en la cuenca anterior. 294 Memorias de la Sociedad Científica ZONA DEL CENTRO."—Su clima es cálido, pero la tempe- peratura empieza á moderarse desde la segunda mitad del Otoño, llegando á ser templada en Invierno; en esta estación ' se observan con frecuencia ondas frías que cuando son inten- sas ocasionan heladas ligeras; la velocidad de los vientos en la zona anterior, disminuye notablemente en ésta á causa de su posición orográfica. ZONA DEL NORTE.* —Pueden considerarse dos regiones climatéricas: la primera, comprendida entre 1,200 y 1,800 me- tros de altura, tiene un clima templado en general; sin embar- go, en Estío el calor se deja sentir con alguna intensidad y en Invierno suelen observarse heladas extensas; la segunda, comprendida entre 1,200 y 700 metros de altura, posee un eli- ma cálido; en esta región se observan raramente las heladas. ZONA DEL W.—Datos para una altura de 1850 metros con una latitud de"200,35/:4) Temperatura media anual...........- 180.1 Y O, A 170.2 A IDC nO e 140.2 pa Dr Primavera. mit. 209,7 s al SO e cl 200.1 5 máxima absoluta........ 340.0 > mínima ss A O Presión barométrica media anual ..... 613=".60 Humedad media anual...... IAN IN 56% Número anual de días con lluvia. ....89 Vientos dominantes del ..... ......- E. Nebulosidad media anual. ........... 4.9 (1) Para el estudio del clima de esta zona, se emplearán las mismas equivalencias aplicadas á los datos de la del Este. (2) Equivalencias calculadas con datos de los observatorios de ()ue- rétaro y Sar Luis Potosí: en Estío y Otoño 19=120 metros, y en Invierno y Primavera=210 metros. Aplicando estas equivalencias á los datos tér- micos de la cuenca Gruñidora-Salado. se deduce el clima de esta zona. (3) Se han empleado en al estudio climatérico de esta zona, las equi- “Antonio Alzate.” 225 Ann La zona en estudio ofrece tres regiones climatéricas que considerarle: la primera, comprendida entre 800 y 1,200 me- tros de altura, cuyo clima es cálido en general; la segunda en- tre 1,200 y 1,900 metros de altura, posee un clima templado, frecuentes lluvias de carácter tempestuoso y heladas que aun- que ligeras, son generalmente extensas; la tercera cuyas lo- calidades pasan de 1,900 metros, puede ser clasificada entre los climas fríos, no obstante el calor que se experimenta en los meses de Estío y Primavera. ZONA DEL S.—Datos para una altura de 2,770 aos con una latitud de 209,8",4 : Temperatura media anual........... .110.8 A » en Otoño--.. .-.. 119.3 5 ni pe Inylierao,$ Lajas 90.2 ña ¿31 a) Primavera... ¿-129:8 > 5 9Bsblo; 2. dejas 130.6 ss máxima absoluta........ 280.0 A mínima al al —40.8 Presión barométrica media anual ..... 550". 30 Eumedad media anual 0 EPs 48% Viento dominante dele 0 Vi ad NE Número de días de lluvia anual ....... 125 Cantidad media anual de nubes........ 5.0 Las dos regiones climatéricas que pueden considerarse á la zona del S. son: una, cuyas localidades pasan de 2,200 me- tros de altura, de clima frío, de fuertes y extensas heladas, y expuesta constantemente á los vientos húmedos del N,; la otra, comprendida entre 2,200 y 1,600 metros de altura, posee en general un clima templado. valencias calenladas con datos de los observatorios de Querétaro y San Luis Potosí. (1) Usense las mismas equivalencias que para la zona del W. de esta misma cuenca. Memorias. —(1903).—T. XX.—29. 226 : Memorias de la Sociedad Científica 9.—REGIÓN $. DE LA VERTIENTE DEL GOLFO.—(La ma- yor parte del Estado de Veracruz y las regiones E. del Estado de Puebla y W. del de Tabasco.) ZONA DEL W.—Datos correspondientes á una altura de 1,450 metros con una latitud de 190.31,0 Temperatura media amual............ 160.8 E on En A nyierno 02 140,5 ; SS EGO e a e 170.2 + 4 y» Primavera..... 180.9 E e O a 190.3 E máxima absoluta.......... 339,5 >) mínima extrema. .-.....-.- 20.5 - Presión barométrica media anual ..... 649"".30 Humedad media amual......-...-.... 79% Vientos dominantes del......-... N. y NW. Número de días de lluvia por año..... 200 Cantidad media de nubes .......... a O A la zona en estudio pueden considerársele las siguientes regiones climatéricas: primera, la que se encuentra compren- dida entre 800 y 1,200 metros de altura, cuyo clima es extre- moso, pues el calor que se siente en Primavera y Estío, se acentúa por los vientos secos é intensos australes; la tempe- ratura media en Invierno no autoriza á considerarlo como frío, pero esto depende de que los fuertes descensos térmicos oca- sionados por los nortes tienen muy corta duración; segunda, la comprendida entre 1,200 y 1,800 metros de altura, en la que domina un clima templado; tercera, la región situada en- tre 1,800 y 2,300 metros de altura, que se caracteriza pór su clima frío; por último, las elevaciones que pasan de 2,300 me- (1) Equivalencia calculada con los datos meteorológicos de Jalapa y Veracruz: 19 cent.=175 metros de altura. Recuérdese el estudio de altu- ras hecho en el párrafo 10 del cap. IL : “¿Antonio Alzate. ”' 227 tros, en las que la mayor parte del año se hace sentir un frío intenso, alcanzando algunas de ellas la región glacial. Las precipitaciones son frecuentes é intensas, sobre todo en la se- gunda y tercera regiones; las heladas se presentan en la ma- yor parte de la zona: locales y ligeras en su primera región climatérica, extensas, pero ligeras en la segunda, en la terce- ra y última, muy extensas y fuertes. ZONA DEL E,—Datos correspondientes al nivel del mar con una latitud de 199,21'0, Temperatura media anual...... Di ala 220,9 y a yen IN VISrao ¿ans 200.2 > = e: 240.8 5 A o IS 240.4 a USO cd de 270.9 Presión barométrica media........... 759.8 (?) Humedad media por ciento anual......89%(?) Viento dominante anual del.... ..... .NE. Atendiendo á su corta altura sobre el nivel del mar, una sola región climatérica debe considerarse en esta zona; es cá- lida en extremo, no obstante los nortes fríos de Otoño é In- vierno y las abundantes lluvias que se observan en ella; pre- séntanse también con regularidad, las turbonadas. 10.—La mayor parte del Estado de Tabasco, poseesun eli- ma cálido y muy húmedo: la temperatura se sostiene elevada en la mayor parte del año, moderándose un poco solamente en cortos períodos, durante los cuales se dejan sentir las in- tensas ondas frías que acompañan al viento norte. 11. — PENÍNSULA DE YUCATÁN. —(Estados de Yucatán, Campeche y pequeña porción oriental del de Tabasco, Terri- torio de Quintana Roo). Datos para una altura de 15 metros con úna latitud de 200.58": (1) Usense para esta zona las mismas equivalencias que para la an- terior. 228 Memorias de la Sociedad Científica Ñ Depor media aaqmala ic 40150 260.0 s ae Oboe e daras 250,9 y ati OO as -230.2 e mear Paemarera ade 212.1 5; AA, BSO UA quod 210.5 oe iáusimaabsalata: lua 399,2 pe « mínima extrema.......- 100.6 Presión barométrica media anual ..... 160"*.30 Humedad media anual -............ 12% Número anual de días con lluvia. ....93 Vientos dominantes del ............ NE. Nebulosidad media anual. ....... 6.5 En la península de Yucatán domina un solo clima, el cá- lido; la temperatura se mantiene elevada durante todo el año, moderándose un poco en los cortos períodos de ondas frías; año por año hacen sentir en ella sus terriblos efectos los ei- clones tropicales. 12. —REGIÓN N. DE LA VERTIENTE DEL PACÍFICO. — (Es: tados de Sonora y Sinaloa y pequeñas porciones del W. de los de Chibuahua y Durango). ZONA DEL W.—Datos para una altura de 7 metros con una latitud de 230,11”; Temperatura media anual -......... 250,1 A dada E O e 240.6 > eii IIS RaO a. 220.2 sa b5 » Primavera ....260.6 e arde Lalo» PUSO MO ei A Ss máxima absoluta. -...... 390.2 mínima extrema... ....-... 100.0 (1) El estudio climatérico de esta región, se ha hecho tomando en* cuenta las equivalencias, ya conocidas, calculadas con datos meteorológi- cos de Durango y C. Lerdo. La corrección por latitud que más conviene. en el presente caso es de 19 lat. =09.62 del centígrado. “¿Antonio Alzate.” J 229 PSI NN Presión barométrica media anual..... 799" .50 Humedad media'anual.............¿. 78% Vientos dominantes del.............. NW. Número anual de días con lluvia...... 59 Nebulosidad media anual............ 3.5 Puede clasificarse la zona del W. entre los climas cálidos, pues la temperatura se sostiene alta durante todo el año con ligeros decrecimientos ocasionados por los temporales y las ondas frías que por su notable intensidad llegan hasta ella, En su porción N. la temperatura se sostiene moderadamente alta durante el Invierno, observándose casos en que los aba- timientos térmicos sean suficientes para producir heladas en su parte más septentrional. ZONA DEL E.“ —Se divide en dos regiones climatéricas: la del N. cuyo clima es extremoso, notable por la intensidad y extensión de sus heladas que se inician desde á mediados de Otoño, continuando en casi todo el Invierno; por las ne- vadas de extensión variable y por las tempestades locales; la del Sur se subdivide en dos pequeñas regiones: la primera comprendida entre 1,700 y 2,100 metros de altura, posee, en general, un clima templado; la segunda eon elevaciones que pa- san de 2,100 metros en las que domina un clima frío. 13.—Cuenca del Santiago,— (Parte S. del Estado de Zaca- tecas, SW. del de Guanajuato, N. del de Michoacán, gran par- te del Estado de Jalisco y el Estado de Aguascalientes.) | ZONA DEL N.— Datos correspondientes á una altura de... 2,443 metros con una latitud de 220.46/:% (1) Como en la zona que se va á estudiar no existe observatorio, los datos climatéricos utilizados se han calculado tomando las mismas equiva- lencias que en la anterior. (2) Equivalencias calculadas con datos de los observatorios de León y Zacatecas: 19210 metros de altura en Otoño.é Invierno, en Estío y Pri- mavera=145. 230 Memorias de la Sociedad Científica Temperatura media anual.......-...- det: ds , en Invierno ...... 119.3 e Oia de ade 159.8 . A stan q rio RN 1697 o io BIS tlO a de ltd 170.5 A máxima absoluta........ 289.8 as mínima ate bl PULIDO —40.0 Presión barométrica media anual...... 573"".00 Humedad media anual..........-.--. 59% Vientos dominantes del.......... E. y SW. Número anual de días con lluvia ...... 68 Nebulosidad media anual........--..- 4.3 La zona que se estudia puede dividirse en las siguientes regiones climatéricas: primera, la comprendida entre 2,300 y 3,000 metros de altura, enyo clima frío es notable por la ex- tensión é intensidad de las heladas y por los fuertes enfria- mientos que ocasionan los nortes de Invierno; segunda, la si- tuada entre 2,300 y 1,900 metros de altura, de clima templa- do en general, no obstante el frío intenso que á veces se ex- perimenta en Invierno; por último, la que se encuentra entre 1,900 y 1,600 metros de altura con clima caluroso. ZONA DEL CENTRo.— Datos correspondiennes á una altu- ra de 1,580 metros con una latitud de 200,4, Temperatura media anual............ 190:5 > » en JInvierno...... 150.6 » ora DMiona él... 199.3 e Pata Era eras res 210.9 > A ES O e 220.2 > máxima absoluta.......... 360,1 ie mínima extrema.......... —10.2 Presión barométrica media anual ..... 634== 7 (1) Para estas zonas deben usarse las mismas equivalencias que pa- ra la anterior. : “Antonio Alzate.” 23) Humedad media anual ...hnio..o...- 82% Vientos dominantes del.......... E. y SW. Número anual de días con lluvia.. --.. 112 Nebulosidad media anual. .......-..... 5.0 Como regiones climatéricas pueden considerarse: la que pasa de 2,300 metros de altura, de clima frío; la comprendida entre 2,300 y 1,800 metros de altura en la cual domina clima templado; la situada entre 1,800 y 1,000 metros, de clima ca- -luroso, pero muy moderado en Invierno; por último la infe- rior á 1,000 metros, de clima caluroso durante todo el año. . En las tres primeras regiones se observan heladas que varían de intensidad proporcionalmente á la altura. ZONA DEL $. Ó DE LOS LAGOS.—— Datos correspondien- tes á una altura de 1,950 metros con una latitud de 190,42,0 Temperatura media anual............ 160.5 y , en Invierno....... 130.7 e AA pr O tano 109109 150.5 se 5 A Primavetas.2.- 190.2 ca 5 e a 180.0 z máxima absoluta........ 310.0 Bs mínima A e —40.4 Presión barométrica media anual...... 609'"",00 Humedad, media abital Sail de 66% Vientos dominantes del... .....-....- Sw. Número anual de días con lluvia....... 130 Nebulosidad media anual.........--.-- 6.0 : Hay aquí dos regiones climatéricas bien caracterizadas: una comprendida entre 2,000 y 1,600 metros de altura, de eli- ma, en general templado y otra cuyas localidades tienen al. tura inferior á 1,600 metros,,de clima caluroso y muy húme-. (1) Equivalencias calculadas con datos de Toluca y Morelia: en Es- tío 192104 metros de altura, en el resto del año=182 metros. 239 Memorias dé la Sociedad Científica do; son notables, principalmente en la segunda. las precipita- ciones locales y los vientos intensos del SW. ZONA DEL W."-—De un modo general puede afirmarse que su clima es cálido; la porción alta de ella, situada al E., tiene un Invierno agradable y templado. ZONA DEL E. — Datos correspondientes á una altura me- dia de 2,685 metros con una latitud de 190.17/%, Temperatura media anual........... . 140.4 S , en Invierno....... 120 6 de A E Dto oo 140.6 x Di E TIMAVEra decae 140,8 pa AO BIS ULO. LU 269.8 pi máxima absolutá..-.-.-2.. 260.8 . mínima extrema....... ..—20.0 Presión barométrima media anual... ..558*”.00 Humedad media anual....o..m........ 54% Vientos dominantes del........ W. y NE. Número de días de lluvia al año. ...-. ..147. Nebulosidad media anual.........-... 5.0 Pueden considerársele dos regiones climatéricas: una su- perior á 2,270 metros de altura, de clima frío: algunas de sus alturas alcanzan las nieves '"perpetuas; otra comprendida en- tre 2,270 y 1,900 metros, con un clima en general templado; las heladas son frecuentes, fuertes y extensas. 14. — REGIÓN MEDIA DE LA VERTIENTE DEL PACÍFICO. (Estado de Colima y parte del de Jalisco.)* ZONA DEL E.—Datos correspondientes á una altura de 1,548 metros con una latitud de 199,38", (1) Usense los mismos datos y equivalencias que para la del centro. (2) Usense las mismas equivalencias que para la zona del N. (3) Equivalencias calculadas con datos meteorológicos de Colima y Zapotlán: 192190 metros de altura. ¿“Antonio Alzate.” 233 - Temperatura media anual............ 10877 pe » en Invierno....... 160.3 7 OOO 190.6 a A a A 200.7 Ea ES Aston baba 210.6 A máxima absoluta......-.. 330,4 ds mínima extrema.......... —40.3 Presión baromótrica media anual..... 637=".40 Humedad media anual... ¿2:20 61% Vientos dominantes del .......... S. y SE Número anual de días con lluvias...-- E) Cantidad media de nubes .-.......... 4.5 De una manera general, esta zona tiene un clima templa- do; el Estío y la Primavera son algo calurosos y durante el In- vierno suelen observarse heladas. ZONA DEL W.—Su clima es cálido y tiene de notable, que año por año los vientos originados por los temporales del Pa- cífico se hacen sentir con alguna intensidad. 15.—Cuenca del Balsas. —(Parte de los Estados de Puebla, Guerrero, Michoacán, México y Oaxaca, casi todo el de Mo-' relos.) ZONA DEL NE. — Datos correspondientes á una altura de 2,171 metros con una latitud de 190,2: Temperatura media anual............ 169.1 09 en JInvierno..... . «130,1 Ca e AO Ona 160.4 E » ,» Primavera...:. 170.9 E A OSO ALO 170.9 hs máxima absoluta.... .... -310.2 8. mínima extrema ......... —10.8 (1) Equivalencias calculadas con los datos de Oaxaca y Tuxtla Gu- tiérrez 192205 metros de altura. Memorias.—(1903).—T. XX.—30. 2 234 Memorias de la Sociedad Científica Presión barométrica media anual...... 594um 0 Humedad media anual... .....o..... 51% Vientos dominante del........... E. y NE Número anual de días con lluvia ...... ¡EV Nebulosidad media anual............. 4.7 > Pueden considerarse aquí tres regiones climatéricas: la pri- mera, de clima frío, con localidades que pasan de 2,300 metros de altura; la segunda situada entre 2,300 y 1,900 en la que do- mina clima templado y la tercera con clima moderadamente caluroso, de localidades inferiores á 1,900 metros de altura; en todas ellas son abundantes las precipitaciones y frecuentes las heladas. - ZONA DEL N.—Se pueden considerar á ésta, tres regiones climatéricas con caracteres idénticos á los de la anterior; se diferencia de aquella, sin embargo, en que las regiones no es- tán separadas claramente unas de otras; pues al lado de loca- lidades que tienen clima netamente caluroso, se encuentran otras con un clima frío bien marcado, lo cual depende de la ra- pidez de sus pendientes. : ZONA CENTRAL.—Es de clima caluroso: la temperatura se mantiene alta durante la mayor parte del año pasando de una, estación á otra por grados insensibles; el Invierno, en su ma- yor parte es templado y los vientos de mayor intensidad so- plan de la región SW. ZONA DEL S.—Corresponde, en general, á los climas tem- planos; sin embargo el calor es excesivo durante la Primave- ra y una parte del Estío; el Invierno es moderado y se obser- van heladas generalmente poco extensas. 16.—REGION S DE La VERTIENTE DEL PACÍFICO. — ¡BR ción S. de los Estados de Chiapas y Guerrero, la mayor parte del de Oaxaca,)" : (1) Equivalencias calculadas con datos delos observatorios de Tuxtla Gutiérrez y Salina Cruz: 19=140 metros de altura. ““Antonio “Alzate.” 235 ” ZONA DEL N.—Datos correspondientes á una altura de.. 1,574 metros, con una latitud de 179.3. Temperatura media anual ............ 209.3 m 1 em Invierno. ¿o ... 180.1 , O O 200.0 si Bn ay ets Eres 210.4 ; E A a A ¿210.6 ; a máxima absoluta. ......... 360.0 y mínima extrema......oo... 30.1 Presión barométrica media anual...... 700,20 Humedad media anual. .....o........ 60%, , Vientos dominantes del........ SW. y NW. - Número anual de días de lluvia.......128 Nebulosidad media anual............. 45 La zona que se estudia puede dividirse en las siguientes regiones climatéricas: primera, la de localidades mayores de 2,000 metros de altura, de clima frío; segunda, la comprendi- da entre 2,000 y 1,600, cuyo clima es templado, y tercera la situada abajo de 1,600 metros con clima moderadamente ca- luroso. ZONA DEL S.—El clima que le corresponde es netamente cálido; al Este de la zona, todo el año reinan temperaturas ele- vadas y al W. solo en Invierno se moderan un poco. IV El clima en relación con la salud. 1. —La salud resulta del equilibrio entre las condiciones del medio (material y social) y las del individuo cuyas com- plexas funciones van á desarrollarse dentro de él; roto este equilibrio, el organismo lucha por acondicionarse á las nuevas 236 Memorias de la Sociedad Científica lA circunstancias en que se ve colocado: si triunfa, la salud se restablece; pero en caso contrario, queda bajo el dominio de las enfermedades ó perece. Hechos de observación prueban la influencia que el clima ejerce en el individuo, tan variada y en extremo complexa, que su estudio necesita de artificios para simplificarse; el me- jor de ellos consiste en suponerle dentro de un clima dado y deducir en seguida las diversas alteraciones que ocasiona en el funcionamiento normal de sus órganos. : . Los climas cálidos favorecen el desarrollo del O haciéndole notablemente precoz, pero á la: vez apresuran su fin”. Este hecho se encuentra comprobado por muchas esta- dísticas entre las que figuran algunos trabajos belgas; tienen igualmente estos climas, una influencia bien demostrada en lá coloración de la piel, en el desarrollo del sistema piloso y en el color del iris; dominan en ellos los temperamentos bilio- so y nervioso, siendo excepcional el temperamento sanguíneo. Las estadísticas de Benoiton de Cháteaunef, prueban qué en los climas cálidos la fecundidad es mayor, afirmación que pa- rece cierta no obstante el desacuerdo de los estudios suecos y portugueses sobre esta materia; la mujer llega á núbil pre- cozmente, pero pronto envejece'”; su menstruación empieza, por consiguiente, mucho antes de la época en qua aparece en los otros climas. Consecuencias no menos importantes de los climas cálidos son: el aceleramiento de la circulación, la anoreccia casi cons- “tante, las digestiones lánguidas, la pronta y exagerada fatiga en el trabajo muscular; la hematosis se hace incompletamente, por lo cual son frecuentes la hipohemia y la anemia; la san- gre, sobrecargada de ácido carbónico, exagera la función bi- liar y la formación de pigmentos cutáneos. El organismo ceo- locado en una atmósfera de temperatura elevada, contrarres- (1) Quetelet. Sur ' homme et sur le developement de ses facultes. (2) Estudio de Leith y Webb. “¿Antonio Alzate. ” 237 DELI Í ta en parte los efectos de ella exagerando la función de las glándulas sudoríparas; pierde por esto, mayor cantidad de agua que en los otros climas y para suplirla, se ingiere en exce- so, no el agua higiénicamente pura, sino el agua más ó menos contaminada, las bebidas temperantes mal preparadas y lo que es más grave aún, las bebidas alcohólicas: De estas conside- raciones resulta, qye en los climas tropicales son muy frecuen- tes las diversas afecciones de la piel como las dermatosis, el eritema solar, la sarna beduina, el liquen tropical, etc., y mu- chas enfermedades del aparato digestivo, como las enteritis, las gastritis, diversas formas de dispepsia, ete .... Al hígado se le ha llamado el pulmón de los países cálidos, para recordar el exagerado funcionamiento de este órgano que lo predispone á muchas enfermedades como las hepatitis, los abscesos tropicales etc. La humedad y el calor, atributos del clima tropical, son condiciones propicias para la vida y prosperidad de los in- sectos que trasmiten enfermedades y de los micro-—organis- mos, importantes factores causales de ellas; esto explica por qué son frecuentes en dichos climas, el paludismo la fiebre amarilla, ete. En el clima que se estudia hay una hiperexcita- bilidad del sistema nervioso que alterna con períodos de pro- funda depresión, lo que explica las diversas formas abenuadas de delirio impulsivo tan comunes en los individuos tropicales; el carácter de éstos, se marca por la febril actividad que des- plegan en asuntos de elaboración lenta; pocas veces el pensa- miento profundo y reposado es el fruto de sus inteligencias; las voluntades firmes y serenas son excepcionales; los senti- mientos tienen con frecuencia manifestaciones violentas. Un distinguido estadista afirma que la vida media es in- versamente proporcional á la caútidad de calor que recibe una zona dada. La observación parece comprobar en efecto, que en los climas cálidos la vida media es menor, hay en ellos me- nos viejos y son mayores la morbilidad, la mortalidad, la na- talidad, que en los otros climas. 4 238 Memorias de la Sociedad Científica En resumen: los climas cálidos son prolíferos en todos sen- tidos y esta es la causa de la mayor inmigración en ellos, á va sar de sus mucnos inconvenientes. La insolación es un accidente propio del clima tropical que se observa á 30%, cent. cuando el organismo está en ac'ivi- dad recibiendo directamente los rayos solares y á 450 si se en- cuentra en reposo. 2.—La temperatnra baja, abrbuto fundamental del clima frío, estimula todas las funciones de la economía: hace más activas la respiración y la circulación, favorece la transpira- ción pulmonar y despierta notablemente el apetito. El orga- nismo dentro de un clima frío, hace su evolución más lenta- mente y alcanza mayor desarrollo; se observa de preferencia en estos climas el temperamento sanguíneo. Las estadísticas, cuidadosamente recogidas en Suecia y San Petersburgo, prue- ban que la menstruación se retarda, que el carácter de los in- dividuos se marca por la serenidad y que las manifestaciones violentas de los sentimientos son excepcionales. En los climas fríos, la piel funciona poco como órgano de eliminación, pero en cambio, la función real es muy activa, de lo que resulta una predisposición para las diversas formas de nefritis; la exa- gerada actividad que el organismo tiene que desplegar en ta- les climas, se repara ó por lo menos se sostiene ingiriendo grandes cantidades de grasa é hidrocarbonados, lo cual predis- pone á varias formas de dispepsias, gastritis, etc., y al desarro- llo de diversos parásitos intestinales. El frío y la poca hume- dad atmosférica, son condiciones inadecuadas para la prospe- ridad de seres vivos transmisores de enfermedades y para la vida microbiana; á la vez tales circunstancias impiden la rá- pida descomposición de los desechos orgánicos haciendo por este medio poco comunes las enfermedades telúricas y las in- fecciosas; por el contrario, otro grupo de enfermedades como la escarlatina, la viruela, el sarampión, etc., se observan con más | frecuencia. Está probado que en clima frío son menores la ““Antonio Alzate.” 239 morbilidad, la mortalidad y la inmigración y mayor la vida me- dia. El frío intenso, propio de las grandes alturas y de los eli- mas polares, tiene dos clases de manifestaciones en el orga- nismo: unas de orden local y otras de carácter general; las pri- meras consisten en flictenas, eritemas y aun gangrenas superfi-" ciales, las segundas pueden observarse en dos circunstancias diversas: cuando se hace rápidamente ó cuando tiene lugar lenta y progresivamente el enfriamiento; en ambos casos pue- de llegar 4 producir la muerte. Una temperatura baja se resiste mejor cuando hay calma atmosférica, que cuando soplan vientos húmedos y el cielo se cubre de nubes ó densa niebla; en este último caso, aumentan de un modo notable sus efectos. 3,—En el clima, verdaderamente templado, se atenúan no- tablemente las alteraciones de la salud que producen los eli- mas frío y caluroso, de suerte que, las enfermedades reinan- tes en él, se deben con especialidad á otros factores causales; pero aun en los climas de la República Mexicana que más se acercan al ideal del clima templado, demuestra la observa- ción relaciones de importancia entre determinado grupo de enfermedades y las variaciones climatéricas que se presentan cuando se pasa del Invierno á la Primavera ó recíprocamente, y durante lás transiciones bruscas entre dos períodos de cor- ta duración: uno de alza barométrica y vientos húmedos bo- reales, el otro de baja, con vientos secos de la región austral. Son comunes en los climas templados, enfermedades di- versas delos aparatos digestivo y respiratorio; se observan también, aunque en menor escala, el tifo, la escarlatina, la vi- -ruela la malaria, ete. El organismo dentro de un clima templado tiende al equi- librio de todas sus funciones, de tal manera que considerán- dole en circunstancias fisiológicas, la piel no funcionaría exa- geradamente, se encontrarían normales la funciónes hepática, renal, el apetito estaría colocado dentro de sus justos límites, 240 , Memorias de la Sociedad Científica etc. A semejanza de las funciones de la vida orgánica, las psí- . quicas tendrían también al equilibrio de suerte que el carácter violento del individuo de clima tropical y el sereno, á veces has- ta estóico, del que habita las regiones frías, sería un carácter “intermediario quizá el más útil á todo progreso y el mejor adaptable á cualquier medio. a 4.—Los climas extremosos, como ya se dijo, son cálidos durante el Estío y fríos en el Invierno, pasando de una á otra estación por trancisiones más ó menos marcadas; por lo que es fácil suponer las enfermedades que dominan en tales eli- mas. Las afecciones peculiares á ellos son las que tienen en- tre sus factores causales como más importante, el cambio tér- mico brusco y de notable amplitud (diversas formas de coriza, bronquitis, bronconeumonía, etc.) y Ligeros apuntes de Geografía médica. 1.—Dada mi escacísima práctica médica y las muy pocas observaciones personales con que cuento acerca de esta ma- teria, he utilizado en su estudio los datos que bondadosamen- te me han proporcionado algunos Señores honorables Doeto- res que por sus vastos conocimientos, por haber ejereido en diversas zonas de la República, por su lealtad médica, merecen toda mi confianza y reconocimiento; además he consultado va- rias publicaciones nacionales tomando de ellas los datos esta- dísticos indispensables para el desarrollo de mi programa. En vista del interés práctico que ofrecen los estudios de Greogra- fía médica, mis afirmaciones estarán basadas en el mayor nú- mero de casos; frente á divergencia en opiniones, aceptaré las que tengan en su favor la comprobación de estudios recientes. Lo defectuoso de algunas estadísticas, ya por tomarse á veces como hechos reales casos imaginarios, ya por la falta de cui- “Antonio Alzate.” Ñ 24) RAR re dado en las observaciones ó bien por no tenerse en cuenta to- dos los requisitos inherentes en una buena estadística, cons- tituye un escollo que si bien he procurado obviar, podrá ser causa de algunas afirmaciones que disten mucho de la verdad. Voy ápresentarla distribución de las enfermedades apar- tándome del plan deseriptivo que se ha seguido en todas las publicaciones de este género, adoptando el mismo sistema de cuencas, zonas y regiones climatéricas expuesto en la primera parte de este trabajo. Entre las muchas razones que meindu- cen á elegir tal sistema, resaltan dos principalmente: la prime- ra está fundada en las relaciones de más ó menos importan- cla que existen entre el clima y las enfermedades; la segunda dimana de la imposibilidad en que se está para asignarles lí- mites, tan caprichosos y artificiales como son los límites polí- ticos, pues entre ellas, á semejanza de lo que se observa en los climas, no existe línea divisoria. La objeción más seria que podría hacerse á tal plan deseriptivo, estaría fundada en la obscuridad con que tropezará el lector poco ilustrado en la constitución oro-hidrográfica del país; pero tal objeción se destruye al recordar el cuidado con que se precisaron por me- dio de coordenadas geográficas los límites de las cuencas de modo que se les pudiera figurar sobre un mapa de la Repúbli- ca; además se han dado á conocer sus equivalencias en Esta- dos y porciones de éstos, al estudiar el clima. 2. —Cuenca de México, — Desde 1894 hasta el presente año, la mortalidad arroja en ésta una cifra que fluctúa entre 49 y 52 por mil habitantes, cifra en verdad elevada y digna. de llamar la atención. De un modo general puede afirmarse que el mayor número de defunciones se observa en Primave- ra y el menor en Otoño(”; en los años de escasa precipitación (1) Boletín demográfico de la Sección de Estadística, México. 1895 á 1900. ” (2) La división del año en estaciones, se debe entender desde el punto de vista del año meteorológico que comienza el 1% de Diciembre y termina el 30 de Noviembre; de es- te período de tiempo el Invierno comprende los tres primeros meses, es decir, Diciembre Enero y Febrero; la Primavera, Marzo, Abril y Mayo; el Estío, Junio, Julio y Agosto y el Otoño los tres últimos. Memorias. —(1903).—T. XX.—31. 242 Memorias de la Sociedad Científica ó cuando el período de lluvias estivales se retarda, las enfer- _medades suelen causar mayor número de víctimas en los me- ses de Mayo y Junio y menor en los de Noviembre y Diciem- bre; esto mismo se observa en los años muy calurosos. Las afecciones de los aparatos digestivo y respiratorio son las do- minantes y año por año causan una mortalidad superior á cualquiera de las otras; en proporción al número de habitan- tes, son más frecuentes en la zona del centro; atacan indistin- tamente á los dos sexos y desde el punto de vista de la edad son mucho más frecuentes en los niños antes de los 5 años. Por multitud de causas entre las que descuellan la mala alimentación y las bebidas anti—higiénicas, las enfermedades del aparato digestivo son tan comunes en la clase proletaria, principalmente las que presentan el síntoma diarrea; contras- tando con ésto, se observan en las mujeres'de la clase acomo- dada, un extreñimiento habitual y rebelde, ligado íntimamente con las condiciones de vida que llevan. | Las enfermedades del aparato respiratorio, tan comunes como las del digestivo, están distribuidas de un modo unifor- me, en proporción con el número de habitantes, en las tres zo- nas de esta cuenca; muchas de ellas necesitan como factor causal, un enfriamiento ó bien una oscilación térmica amplia y fuerte, lo que explica su mayor frecuencia en el período de transición del Invierno á la Primavera; se observan años en que el mayor número de enfermedades corresponde á los me- ses de Marzo y Abril, cuando persisten los vientos secos aus- trales cargados de polvo y el período primaveral de lluvias se retarda: Hay enfermedades del pulmón, relacionadas más de cerca con los enfriamientos, como la congestión activa idiopáti- ca, la neumonía; ésta última se presenta endémicamente y aun cuando hay autores que niegan sus relaciones con el clima, la observación ha demostrado que el número de neumónicos au- menta desde el primer mes de Invierno y que comienza á de- crecer desde Abril hasta el último mes de Estío en que alcan- za su mínimo. ; “Antonio Alzate.” ] 243 La tuberculosis pulmonar, terrible azote de la humanidad que tantas víctimas causa en el país, es endémica y proporcio- nalmente existe mayor número de casos en la zona media, son raros en la región climatérica fría de la cuenca; tiene su máxi- mo en los meses de Enero, Febrero y Marzo, decrece de Abril á Octubre para aumentar de Noviembre en adelante. Algunas estadísticas tienden á demostrar que el número de tuberculo- sos aumenta año por año; esta afirmación debe aceptarse con algunas reservas toda vez que puede haber. error en dichas estadísticas porque la práctica médica demuestra que un buen número de tuberculosos, generalmente graves, de otras regio- nes de la República, vienen á la capital aprovechando las rá- pidas y cómodas vías de comunicación, en busca de alivio y por prescripción del médico que los atiende van á radicarse si no en la capital, en algún punto alto de la cuenca donde las condiciones higiénicas sean más favorables; ya porque su cu- ración se prolonga; ya por otros muchos motivos, vuelven pron- to á sus residencias (á veces antes de un año) y no son pocos los casos en que estos individuos perecen dada la gravedad de su lesión; sl estos casos forman parte de una estadística, se- guramente la desvirtúan supuesto que la enfermedad ni ha nacido nise ha desarrollado en la región, pero sí forman nue- vos focos de contagio que por lo menos medianamente tienden al aumento dela tuberculosis. / ¿Existe el paludismo en la cuenca de México? Esta cues- tión ha dado lugar á numerosas discusiones. Desde 1865 en que el Dr. Aniceto Ortega insistió en los mo pocos casos de in- termitentes- y de perniciosas graves. observados en la capital, co- —menzó á arralgarse más y más la creencia en las intermiten- tes hasta que en 188U, el Dr. Reyes (J. M”) afirmaba que el impaludismo dominaba nuestra patología. Ein 1885, cuando apa- recieron en abundancia los moscos del género cúlex, nadie du- daba que el paludismo era muy común en la capital y sus al- rrededores; afirmaciones semejantes se hacen en la Geografía 244 Memorias de la Sociedad Científica > médica del Dr. Orvañanos publicada en el año de 1889. En el mes de Octubre de 1892, el Dr. J. Terrés, presentó á la Aca- demia de Medicina de México, un estudio acerca de este pun- to fundado en numerosas observaciones, en el cual demostró que en la ciudad de México raras veces ó nunca toma Su ori- gen el paludismo. No obstante la tenaz oposición que se le hizo, su opinión triunfó y actualmente la mayoría de los mé- dicos la aceptan. El tifo exantemático ó tabardillo (tabes consunción, ardens ar- diente) es endémico en toda la cuenca; su frecuencia es mayor al finalizar el Invierno y durante la Primavera, sobre todo en los meses de Abril y Mayo, decrece en Estío y alcanza su mí- nimo en Otoño. La mayoría de las autoridades médicas nacio- nales aceptan como hecho evidente, las relaciones que existen entre la intensidad de las precipitaciones y el número de ca- sos de tifo exantemático; el mecanismo íntimo de estas rela- ciones es muy obscuro y para explicarlo se ha recurrido á nu- merosas hipótesis que no ha sancionado la experiencia. Por este motivo solamente me limitaré á citar hechos de observa- ción, cuyo valor se realza por la coexistencia repetida de los fenómenos observados en largos períodos: 1* los años en que la lluvia disminuye, aumenta el número de casos de tabardi- llo llegando estos á constituir una epidemia en los años de es- caséz notable; 2*, en los de precipitación abundante, disminu- ye el número de casos; 3, el retardo en el período estival de lluvias” aumenta la frecuencia del tifo exantemático en los . meses de Mayo y Junio y 4? su anticipo lo disminuye. Además de estas proposiciones que se aceptan como evidentes, llamo la atención acerca de la coexistencia, que en mi concepto es de interés, entre el máximo de casos de tabardillo y el pe- ríodo de lluvias primaverales cuyos atributos meteorológicos las distinguen radicalmente de las estivales; vastará recordar que dichas lluvias generalmente son ligeras, cireunscritas y de (1) Véase el estudio de las lluvias, cap. UL, párrafo 6. “¿Antonio Alzate. ” 245 a corta duración; que la temperatura continúa notablemente ele- vada sin experimentar abatimientos persistentes y por último, que presentándose comunmente por las tardes originan fuer- tes, bruscas y pasajeras oscilaciones térmicas é higrométricas, las cuales predisponen al organismo á enfriamientos; dejo á la consideración del lector las deducciones qne yo me abstengo de hacer, temeroso de darles más importancia de la que me- recen. Las relaciones que el tifo exantemático tiene con la temperatura, son muy vagas y en muchos puntos dudosas; de un modo absoluto yo no puedo negarlas, toda vez que se acep- tan universalmente las conexiones íntimas entre la tempera- ratura, la altitud y la lluvia; creo por esto provechoso llamar la atención hacia 8ste problema empleando mayor número de estadísticas. Grozan los enfriamientos en la etiología del ta- bardillo el papel de causa puramente ocasional en organismos ya debilitados ó en los cuales la enfermedad inicia sus prodro- mos; desde este punto de vista tienen mayor interés los. en- friamientos que se deben á las lluvias, especialmente prima- verales, que los originados por las ondas frías de Invierno. La fiebre. tifoidea, confundida á menudo con el tabardillo, por lo que probablemente no son exactas algunas estadísticas que á ella se refieren, há dado lagar á opiniones diversas acerca de su existencia en la.cueuca de México; médicos com- petentes afirman que no es común por lo menos en la capital. Sus relaciones con el clima no están demostradas, pero se sa- be que el número de casos aumenta en Otoño. El sarampión, enfermedad infecciosa tan común en la ni- ñezy temible más bien por sus complicaciones, es endémico solamente en las grandes ciudades por su contagiosidad y por los recursos profilácticos poco eficaces que en la actualidad se poseen para evitar su propagación. Como los lugares más po- blados se encuentran en la zona del centro, se observan casos en la mayor parte del año que aumentan en Primavera y á veces á tal grado que llegan á tomar carácter de epidemia y se extiende á las otras dos zonas. 246 Memorias de la Sociedad Científica La escarlatina, también enfermedad infecciosa y propia de la niñez, raramente se observa y está en relación con el núme- ro de habitantes de los pueblos en que se desarrolla. En la ciudad de México causa un número de defunciones por mil, menor que en otras ciudades más pobladas (Londres, París). Se presenta excepcionalmente en Invierno; durante la Prima- vera y el Estío, obsérvanse algunos casos en la zona del cen- tro que suelen extenderse á las otras dos zonas dando lugar en algunas ocasiones á epidemias. La viruela, propia solamente de pueblos incultos, tiende á desaparecer por la vacuna; actualmente son ya raros los casos que se observan durante la mayor parte del año, habiéndose notado que aumentan un poco en los meses de Abril, Mayo y Junio. Epidémicamente se presentó haciendo terribles estra- gos en los años de 1762, 1779 y 1794; otros muchos de menor fimportancia hasta la última circunscrita á porciones de la zona central en 1889. : Casos de lepra en sus tres formas (manchada, tuberculosa y nerviosa'”) existen solamente en puntos aislados de las zo- nas del centro y del $. (Tlálpam, Xochimilco, México ); entre los pocos casos que se presentan, obsérvase con más frecuen- cia la forma manchada. A decir de algunos médicos, esta en- fermedad no aumenta en extensión. La tos ferina se presenta comunmente en Primavera revis- tiendo la forma de pequeñas epidemias en la zona del centro. 'Obsérvase la gripa en forma epidémica durante las esta- ciones de Invierno y Primavera, particularmente en el perío- do de transición de aquel á ésta. : 3:—Cuenca del Salado.—En ésta, la mortalidad presenta caracteres menos alarmantes que en la anterior; arroja una ci- fra media que oscila entre 37 y 41 por mil y aun hay regiones en las cuales es mucho menor, por ejemplo, en la primera re- gión climatérica de la zona del Oeste. En vista de los datos (1) Patología interna. José Terrés, II tomo, pág. 475. “Antonio Alzate.” 947 ——— estadísticos frecuentemente contradictorios, no me creo por el momento autorizado á presentar alguna afirmación acerca de la época del año en que las enfermedades causan más de- funciones; parece probable que corresponda á los meses de Primavera y Otoño, y que la.de menor número se observe en Invierno. En proporción al número de habitantes la zona del centro tiene la mayor mortalidad y la menor las dos prime- ras regiones climatéricas de la zona del SW. No se caracterizan de un modo evidente las enfermeda- des que dominan en esta porción del país, tan poco estudiado desde todos puntos de vista; sin embargo, tres grupos mere- cen preferencia: las infecciosas, las del aparato digestivo y las telúricas, distribuidas todas de un modo irregular. - El tifo exantemático, obsérvase endémico en las siguientes regiones climatéricas: 3? y 4* de la zona del E. S. y SW. y 1? de la zona del Oeste; solamente epidémico en la zona del cen- tro y porción NE; en la 2? región climatérica de la primera de estas zonas, el número de tifosos es muy escaso en Otoño, au- menta un poco en Invierno y Estío, llegando á ser frecuente en Primavera. Las relaciones de esta enfermedad con los ele- mentos meteorológicos se han señalado en la anterior; nada hay que decir especial á la presente. La fiebre tifoidea suele observarse, aunque con poca frecuen- cia, en la zona del centro y en la 2? región climatérica de la del Oeste; es muy rara en el resto de la cuenca y casi excep- cional en la última región de la zona del E. S. y SW. Casi en sentido inverso al tabardillo, están distribuidas las fiebres palúdicas y el reumatismo articular en sus diversas formas; mientras que aquel causa menor número de víctimas en la zona del centro, estos tienen principalmente sus mani- festaciones en dicha zona; el primero es frecuente y endémico en la 3? y 4* regiones climatéricas de la zona del E. S. y SW. precisamente en donde las dos últimas enfermedades pocas veces toman su orígen. Causas ya ocasionales, ya accesorias 248 : Memorias de la Sociedad Científica al desarrollo del reumatismo son, el calor húmedo y los vien- tos fríos Ó capaces por lo menos, de abatir la temperatura del aire rápida é intensamente; por esto se explica su mayor fre- cuencia en los meses de Estío y Otoño, sobre todo en el pe- ríodo transitorio de una á otra de dichas 'estaciones. La mis- ma afirmación y lo que se dijo en el párrafo 3 de “el clima” pone en aptitudes de aceptar sin escrúpulo la evidencia de al- gunos casos de reuma desarrollados en la última región celi- matérica de la primera zona. Toma su origen el paludismo so- lamente en las zonas del centro y del Oeste al comenzar los calores de Primavera, aumenta con las escasas lluvias de ésta y las del principio del período estival que rehacen las ciéne- gas y los pantanos, decrece en Otoño y alcanza su mínimo en Invierno observándose años fríos en que desaparece casi por completo durante la última estación. Aquí, como en toda la República, se ha observado el sa- rampión en diversas epidemias de 1836 á 1885, sin respetar los límites elimatéricos, pero causando siempre más estragos en las regiones calurosas; año por año, durante la Primavera, se registran varios casos en las zonas del Centro y del Oeste; en éstas durante los meses de Abril, Mayo y Junio la viruela causa todavía algunas víctimas. Leprosos suelen verse con re- lativa frecuencia en estas mismas zonas (partidos del Venado, Salinas, etc.) únicamente; pues en el resto de la cuenca cuan- do los hay proceden de otras regiones. Las enfermedades del aparato digestivo prestan un con- tingente notable, tanto por su variedad, cuanto por el número de muertes que ocasionan. Regiones en las que se presentan con frecuencia son: la 1? y 2? correspondientes á la zona del E. S. y SW., la 1? de la zona Oeste y sobre todo la zona cen- tral. Enteritis y gastritis agudas, por lo menos en los meses de Abril, Mayo y Junio, infecciones intestinales endógenas y enteritis crónicas con sus múltiples complicaciones, son las enfermeda- des dominantes del aparato digestivo; casos de enteritis coleri- “Antonio Alzate.” m) 249 forme mo son raras durante la Primavera en las zonas del cen- tro y del Oeste, durante e] Otoño en esta última, hay frecuen- tes casos de disentería que no persisten en el resto del año, al menos con igual frecuencia. Las enfermedades inflamatorias de los bronquios, encuen- tran aquí medio propicio para su desarrollo desde el último mes de Invierno hasta principios de Estío. Es casi endémica la neumonía en las dos últimas regiones de la zona del E. $. y SW.; los casos observados en las otras zonas corresponden á los meses de Primavera. Respecto á la tuberculosis pulmo- nar, aunque se observa en toda la cuenca, causa más víctimas en la zona del centro y menos en las regiones frías del SW. Muchas enfermedades de los nervios entre las que figuran principalmente las neuritis, las parálisis funcionales, las neural- gías, que ámenudo tienen como causa ocasional un enfriamien- to brusco ó bien la humedad á baja temperatura, obsérvanse con notable predominio en los límites australes. En vista de los datos estadísticos y á reserva de una com- probación posterior, es posible afirmar que el bocio no reina aquí endémicamente; si se exceptúan algunos puntos del Sur (partidos de Valles, Guadalcázar y Cerritos) en los cuales hay muchos individuos con bocio, en el resto, los muy pocos casos que se encuentran son emigrados de otras zonas. De las tres formas de mal de pinto, que en otras regiones son tan comunes, la dominante aquí es la blanca y existe en muchos lugares de las zonas del centro y del E. S. y SW. (par- tidos de Venado y Santa María del Río). Porciones poco extensas de las zonas del centro y del Oes- te están ocupadas por lazarinos especialmente de las formas tuberculosa y manchada (partidos de Salinas y Venado). 4.—Cuenca del Bolsón de Mapimí.—La mortalidad varía notablemente en sus diversas zonas: :en la del centro y del N., fluctúa entre 38 y 40 por mil, en Ja del E. apenas llega á 34 y en la del SW. son más frecuentes las oscilaciones, pero Memorias.—-(1903).—T. XX.—32. 250 Memorias de la Sociedad Científica + la cifra media es aproximadamente 27 por mil. En vista de muchas causas entre las cuales probablemente intervienen condiciones climatéricas, las defunciones varían mucho de un año á otro habiendo algunos en que el aumento es excesivo principalmente en las zonas del E. y del centro y otros en que la diminución es también notable. Como enfermedades dominantes se ehoucntran las infec- ciosas, las de los aparatos digestivo y respiratorio y aunque en menor escala, las del sistema nervioso. El tifo exantemático es endémico únicamente en las dos pri- meras regiones climatéricas de las zonas del SW.; aumenta en los meses de Marzo, Abril y Mayo y decrece notablemente en Otoño; obsérvase en las otras zonas presentando la forma epidémica; pero aun en esta forma es bastante raro en las zo- nas del centro y del N. Dada la irregularidad con'que varían los elementos meteorológicos relacionados íntimamente con esta enfermedad, se comprenden las variaciones notables que tiene desde el punto de vista de su frecuencia, época en que aparece, defunciones que causa según los meses, etc., en las diversas zonas. La fiebre droidas es rara en las zonas del E. y SW.; en 1 del N. y centro se observan mayor número de casos los cuales aumentan al finalizar el Otoño y al principiar el Invierno. * Los lazarinos, especialmente de las formas tuberculosa y manchada, se observan en algunas localidades del centro y N. (distritos de Torreón, Matamoros y Zaragoza, Coab.), y en otros puntos de la segunda región del SW. (partidos de Duran- . go, Papasquiaro). Casi en toda la.zona del SW. se observa el bocio habiendo localidades en que los individuos que llevan es- ta afección son numerosos (Part. Papasquiario, El Oro, Tama- zula, San Dimas, Durango); en la zona del N. son muy raros (Zaragoza, Monclova, Coah). El mal del pinto existe, aunque escasamente, en las zonas del SW. y N. (Part. Tamazula, San Dímas, Ramos Arispe, Arteaga, Coah.); domina la formablanca. “¿Antonio Alzate.” 251 Hay todavía extensas porciones de las zonas del centro y del N., en las cuales es endémica la viruela; durante la Prima- vera, dadas las condiciones favorables del clima para su des- arrollo, suele propagarse á las zonas del E, y SW. La escarlatina es casi desconocida y aun el sarampión solo se observa en Primavera y Estío por lo menos en la zona del centro. > al Entre las enfermedades del aparato digestivo merecen pre- ferencia por causar más víctimas, las enteritis y gastritis cróni- cas, en las zonas del centro N. y E; aunque no escasean en to- do el año, su frecuencia se marca sin embargo en los meses de Abril, Mayo y Junio; son raras relativamente en la zona del SW., pues en ella más bien se observan gastritis y diver- sas formas de dispepsias. Se han señalado en lá zona del cen- tro, durante los meses de Mayo y Junio, diversos casos de en- teritis coleriforme y otros de disentería en la misma época y al iniciarse las ondas frías de Otoño. Las enfermedades del aparato respiratorio son aquí muy frecuentes; catarros brónquicos y faringo-nasales, de forma ge- neralmente aguda y benigna, existen casi todo el año, espe- cialmente en la zona del N ; el número de casos aumenta en “los períodos transitorios del Otoño al Invierno, de este á la Primavera y de ésta al Estío; los vientos primaverales secos del SW., las bruscas oscilaciones térmicas é higrométricas y el viento húmedo del N., son las condiciones climatéricas me- jor relacionadas con dichas afecciones. La neumonía y las con- gestiones ideopáticas del pulmón, reinan en la mayor parte del año, en las dos primeras regiones climatéricas de la zona del SW., suelen extenderse á las otras en el período de transición del Invierno á la Primavera. Varios casos de difteria se han señalado en la zona del SW. . El paludismo toma su orígen en las zonas del centro y del N.; es frecuente en ellas y en la segunda origina una mortali- dad digna de llamar la atención; son pocos los casos que de esta enfermedad se observan en la:zona del SW, 252 Memorias de la Sociedad Científica El reumatismo en sus diversas formas, es más frecuente en la zona del N. y menos en la del SW.; aleanza su máximo en Primavera é Invierno. € Diversas formas de neuritis se han señalado como frecuen- tes en las zonas del E. y N., en ellas se les asigna papel causal á los enfriamientos y á los vientos húmedos del Norte. 5.—Cuencas del Janos y del Bravo. —La mortalidad por término medio es de 24 por mil; tiene su máximo en Primave- ra, decrece en Estío y Otoño para alcanzar su mínimo en In- vierno. Estas afirmaciones se modifican un poco según las di- versas zonas, en razón de la variabilidad que presentan desde muchos puntos de vista, pues solo son ciertas en tésis general. Por la distribución geográfica de las enfermedades y por sus condiciones climatéricas, tiene mucha semejanza la cuen- ca del Janos y la zona W. de la del Bravo: en ambas la mor- talidad tiene fluctuaciones de importancia según los años y según los meses; da una cifra de 22 por mil que aumenta en los años muy calurosos y durante la Primavera, disminuye de un modo sensible en los años muy fríos y durante el Invierno. Hay dos hechos dignos de mencionarse: la oscilación de esta cifra en relación con las variaciones térmicas y su aumento progresivo á medida que se consideran puntos más bajos ha- cia E.; comprueban lo primero varios años de observación particularmente el de 1897, en el que la mortalidad tuvo su mínimo en los meses de Noviembre y Diciembre, un aumento en“el mes de Enero y un nuevo descenso en el de Febrero; lo segundo se ve comprobado en las estadísticas que dan una mortalidad media de 21 por mil en los puntos elevados del Dis- trito de Hidalgo (Chihuahua) y de 27 en los de Camargo y Jimé- nez (Chihuahua). En la zona intermedia de la cuenca del Bra- vo, la cifra es de 26 por mil y con menos fluctuaciones que en las anteriores; pero en la del E. que es la más poblada (gran parte del Estado de N. León) llega hasta 37. Las enfermedades dominantes son principalmente las in- “Antonio Alzate.” | gos nr fecciosas y las del aparato respiratorio; siguen después en or- den decreciente las palúdicas, las cutáneas, las del aparato di- gestivo y las del sistema nervioso. ¿ No hay zonas bien caracterizadas en las cuales el tabardi- llo se observa endémicamente; bajo la forma epidémica suele presentarse durante la Primavera causando mayor número de víctimas en la zona del W. En la zona del E., hay á veces du- rante el Estío, algunos casos de tabardillo, especialmente en los años escasos en precipitación, cuando las lluvias estivales - son muy cireunscritas de corta duración y generalmente lige- ras. La ficbre tifoidea es rara en general, se presenta en las zo- nas del centro y del E. al principiar el Otoño y durante el Es- tío. La escarlatina es casi desconocida y el sarampión solo se observa durante la Primavera en porciones poco extensas de la zona del W. La viruela casi ha desaparecido en la zona oriental, disminuye notablemente día por día en la del W.; pe- ro causa todavía muchas víctimas en la intermedia durante la Primavera y el Estío. | La lepra, preferentemente la forma manchada, está cireuns- erita á porciones poco extensas de la zona del centro (distri- to de Río Grande, Coah.). En la del E. hay poblaciones don- de pueden observarse individuos atacados de 'bocio (Monte- morelos, Allende, Hualahuises, Zaragoza, etc.); en la misma hay escasos pintos de la forma blanca (Monterrey, Allende, Hualahuises, etc.). Por las condiciones especiales del clima extremoso, que de un modo general, caracteriza á la porción del país en estu- dio, las enfermedades del aparato respiratorio son frecuentes y muy variadas. Diversas formas de corizas y bronguitis, espe- cialmente agudas, se presentan casi todo el año aumentando notablemente en los periodos transitorios def Otoño al Invier- no y de éste á la Primavera; disminuyen durante'el Estío y en la segunda región climatérica de la zona del W.; son raras en Otoño. La neumonía comienza á observarse desde media- 254 Meri de la Sociedad Científica E : dos de Invierno, alcanza su máximo al fin de la Primavera cuando las oscilaciones térmicas son más bruscas y el calor es excesivo; en Estío y Otoño los casos de esta enfermedad son relativamente raros. De un modo general puede afirmarse que es mucho menos frecuente en las zonas intermedias y del E, que en la del W. La tuberculosis pulmonar existe en toda la cuenca y segun cortas estadísticas ha tenido un aumento en estos últimos años; este aumento es más notable en la zona del E., pero pro- porcionalmente al número de habitantes causa más víctimas en la zona intermedia. Casos de difteria, laringea, nasal y brón- quica, obsérvanse por lo menos en la zona del W. El paludismo varía en las diversas zonas: endémico en la del E., aumentando el número de casos desde el primer mes de Primavera hasta mediados de Estío y disminuyendo noto- riamente en Invierno; la intermedia tiene condiciones favora- bles al desarrollo de dicha enfermedad en los meses de Marzo á Septiembre; proporcionalmente al número de habitantes, hay menos palúdicos en esta zona que en la anterior; Gualnente en la zona del W., es todavía menos frecuente el paludismo siendo desconocido en muchos puntos durante el Invierno. Las dermatosis, los eritemas y el eczema, se observan con re- lativa frecuencia en porciones muy cireunseritas de las zonas del E. é intermediaria, especialmente en los niños y en los que trabajan en el campo. Son interesantes más que por: su gravedad, por su frecuen-' cia, las enteritis crónicas, gastritis agudas y dispepsias; tienen una distribución análoga á la del paludismo, es decir, son más frecuentes en la zona del E., menos en la intermedia y relati- vamente raras en la zona del W.; en esta última se han seña- lado algunas formas de dispepsia durante la Primavera. Todas estas afecciones tienen su máximo en los meses de Marzo á Junio y su mínimo de Octubre á Febrero, ) Son más frecuentes los casos de reumatismo alcalde en “¿Antonio Alzate.” 205 las zonas del E. é intermedia, muy raros en la del W.; varían mucho según la intensidad y duración de las lluvias estivales: cuando éstas son escasas, el máximo se presenta en Otoño y cuando son abundantes suele observarse á fines del Estío. Entre las enfermedades del sistema nervioso deben seña- larse por su frecuencia, diversas formas de neuritis y parálisis funcionales que se presentan más comunmente en los meses de Febrero, Marzo, Septiembre y Octubre. 7.—REGIÓN N. DE LA VERTIENTE DEL GOLFO.—La división de esta en dos zonas se justifica tanto por sus condiciones oro— hidrográficas, cuanto por la distribución de las enfermedades y el número de fallecimientos que causan Mientras que la mortalidad en la zona del W., es apenas de 28 por mil, en la del E. pasa con frecuencia de de 32; sin embargo, al hacer es- tas afirmaciones debo señalar no solamente lo incompleto de las estadísticas y su forma incorrecta para poderlas discutir con fruto, sino también sus frecuentes discordancias. ¿Cuál es la época en que tiene lugar la mayor mortalidad? A esta pre- gunta solamente puede contestarse por medio de conjeturas: mientras que en unos años parece corresponder á la Primave- ra (1809), en otros obsérvase durante el período transitorio del Otoño al Invierno (1898) y finalmente en algunos presentarse durante el Otoño (1897); algo semejante pasa con el mínimo de mortalidad que corresponde en unos años al Invierno y el. otro al Otoño. Tal variabilidad me autoriza para no presentar afirmación alguna acerca de este punto y á la vez me incita á recordar algo de lo ya dicho á propósito de oscilaciones térmi- cas y lluvias. En la región Norte de la vertiente del Golfo, suele ser más lluvioso el Otoño que el Estío y más el Invierno que la Prima- vera; pero hay años en que se observa precisamente lo con- trario; las lluvias son producidas por el paso de las areas de alta y baja barométricas cuya periodicidad no está aún bien definida y las ondas frías y calientes se suceden á intervalos 256 Memorias de la Sociedad Científica na de variable duración, siendo más ó menos persistentes, más Ó menos intensas. Acaso existan relaciones entre estos hechos ' meteorológicos y los de mortalidad anteriormente señalados que necesiten la comprobación de observaciones cuidadosas. La zona del W., se caracteriza por el notable predominio de las enfermedades del aparato respiratorio: las inflamaciones de los bronquios existen en la mayor parte del año y. su máxi- mo tiene lugar en épocas muy variables, pero su mínimo co-. rresponde generalmente al Estío; la neumonía es más frecuen- te en los mesés de Marzo á Junio, disminuye mucho en Oto- ño, y la tuberculosis existe en toda la zona siendo más común en Primavera. Con excepción de esta última dolencia, las otras del aparato respiratorio son menos comunes en la zona del E, la cual se caracteriza por las enfermedades palúdicas tan co- munes y variadas en ella. El paludismo toma su orígen aquí propagándose á toda la región en los meses de Estío y Prima- vera; sus complicaciones no son raras, por lo menos las ane- mias palustres. : No obstante las afirmaciones de algunos autores fundadas en estadísticas y relativas á la endemicidad del tabardillo en esta región, los hechos posteriores tienden á confirmar que hay meses de Invierno y Otoño en que dicha enfermedad se desconoce y años en que no se observa ó por lo menos los ca- sos son muy raros. Es todavía más común la fiebre tifoidea, so- bre todo en la zona del E. Muchos casos de reumatismo articu- lar se han señalado en ésta. El docio y el mal del pinto son casi desconocidos, la lepra excepcional, la escarlutina rarísima y el sarampión, aunque no con frecuencia, se presenta epidémicamente en algunos años durante la Primavera. La viruela queda circunscrita á pueblos incultos de la zo- na E.; cuando el calor es excesivo suele aumentar de exten- sión pero desde hace algunos años ya no toma forma epidé- mica. - A que E su frecuencia es mayor en la 1 E. y en los. meses 5 calurosos, su mínimo se observa. y E Invierno. S cn ; A A E LO y E. y Ta primera región climatérica de la del Ww. JE onas en las que dominan enfermedades del aparato Y respi- as, si no todas, son favorables para el desarrollo ismo en Primavera y Estío; diversas formas de éste so pes y con frecuencia conducen á la caquexia. Las ane- ES que se ia de al otras independientes de a AN se presentan raramente. Las enformeda- ED —(1903).—T. XX.—33. de la sAnEo e lod son comunes en cota el | aumentan con las oscilaciones térmicas bruscas de a E - notable, con los vientos primaverales secos y cargado vo y e con los períodos de a con los ES pulmonar que cuentan entre sus causas el paludismo. 3* grupo:—El tabardillo es endémico en casi toda la z zona 2 del $. sin que e puedan o caracteres sn desde bre tifoidea se presenta raramente así como la caia y clas viruela. El sarampión reviste la forma de pequeñas epidemias. en Primavera y en el resto del año dicha a es muy rara. , Es Hay otras muchas enfermedades como la lepra, las enfer- AN medades nerviosas, el bocio, el mal del pinto, ete., que es importan- te señalar no obstante las relaciones mal definidas que tienen con el clima: la 1* circunscrita á porciones poco extensas de la zona del N. (Tancanhuitz, Río Verde) y á puntos aislados de la del centro; las segundas distribuídas irregularmente; por último, el bocio y mal del pinto en sus formas blanca y roja, se limita á localidades de poca importancia en la zona central. El reumatismo articular es más común en las A cáli- das y húmedas de la cuenca. A 8.— REGIÓN $, DE LA VERTIENTE 0 GOLFO. —Las dos zonas que climatéricamente se han considerado en ésta, se ea- racterizan no solamente por sus condiciones oro-hidrográficas A sino también por la distribución de las enfermedades: mien- tras que en la zona del W., dominan las del aparato rospira- torio y las infecciosas, en la del E. se observan con notable NAT 1 del E, y á a muchos Mas de las dos primeras regio- la del W. Las condiciones climatéricas que favorecen 8 sarrollo son: el calor húmedo, el viento austral, la calma e ca y la escasez de Huvias; las desfavorables son: el | fuerte del N., los enfriamientos bruscos, la temperatu- aja y la sequedad a atmosférica. 07 El paludismo existe endémicamente en la zona del E., sue- d te: extenderse á á las dos primeras regiones de la del wW. y es YI ro en el resto de E cuenca. Ss rónquicas, a oras difieria y los ferina, son mu- ás frecuentes en la zona del W. y muy raras en la del E. Es necesario llamar la atención sobre el bocio, de tal mane- extenso, que invade casi toda esta región. coa En da mismos cantones se a _zarinos repartidos de un modo muy irregular. . — PENÍNSULA DE e —Al estudiar e en] El rte se pbeeces en todo el año; aumenta en E vera y Estío ey A al finalizar el La y durant ' el. peche), Ticul, Motul é Izamal (Yucatán); dominan las forma tuberculosa y manchada. El bocio es raro, existe en los partidos de da Islas, Mota, Valladolid y Peto. : E El mal del pinto en sus formas blanca. y roja, se presenta en los partidos de las Islas, e y Progreso. E a, especialmentos en , Primavera, y se son más is Frocuon- po A pulmonar. - EAN cumatismo articular existe en loda la Primavera; aumen- y Otoño. S e , > ÓN N: DE LA Tata DEL Pacírico.—La A os zonas desde el punto de vista climatérico, está | 000 init ada también por las enfermedades y por el número de ento; S. an la zona del ze la mortalidad alcanza una a en lo os. a Cosalá, San Ignacio, Badiragua- -Zahuaripa, Moctezuma y Arispe, con especialidad: is ste eS toda de región S. distribuída de un modo eos condiciones especiales del clima, es fácil compren- e der celo, demostrado por la observación, de que las infla- : E -macione agudas de] 10S bronquios son comunes en los períodos son raros 18 casos que sal en el resto del Ano, na del W. Es de interés el incremento que ha tomado la tu- _ berculosis pulmonar en toda la zona del W. y sobre todo e en su - porción Norte. : ENE O El tifo exantemático es endémico en la segunda región | peli matérica de la zona del E.; bajo forma de epidemias primave- E rales se extiende á las lts partes de la región. Parece que 4 existen más casos de reumatismo en el centro de las : pequeñas Ni - numerosas cuencas, con especialidad en la zona del W. e du- rante el Estío. E - La escarlatina, el sarampión y la viruela se han presentado E Sedo 0 de pequeñas ias o la e es- a dalena, Hesmotillo y Guaymas. do : El paludismo es muy común en la zona , del W.; se propaga á la del E. en Primavera y Estío. ó La fiebre amarilla, en la zona del W. se ha observado en nor / ma de epidemias (1882, 1893-1884.) - Ara 11.—Guenca del Santiago. —Desde el punto de vista mé- dico pueden formarse tres grupos de las diversas regiones eli- matéricas expuestas en el párrafo 13 de “El clima:” primero, zonas del N. y E. en las que dominan las enfermedades del. aparato respiratorio y las infecciosas; segundo, las del W. a centro en donde predominan las del aparato digestivo, y las. pa lúdicas; y tercero, la zona del S. en la cual toman incremento notable las fiebres intestinales y el reumatismo. La mortalidad es - por término medio de 36 por mil, es mayor en la zona del $. pues llega hasta 40. Las inflamaciones agudas delos bronquios, faringe y fosas nasales, tienen dos períodos de máxima que corresponden uno á las perturbaciones meteorológicas acaeci- das en Primavera, con vientos del SW. nublados, lluvias y á dd veces heladas; y la segunda á los meses de Enero y Febrero. La neumonía y el tabardillo son muy frecuentes (endémico: el id das da ok pulmonar se han lado en la e. HE y Ámibo: 7 El paludismo es constante casi todo el año: alcanza su máxi- en Estío y su mínimo al fin del Invierno; por las condicio- o de la zona del S. es más común en ed del w. ona lerosds del N, y Aealmenis la del E.' donde es muy raro. Hay pueblos en la zona del $. caracte- Casos frecuentes de viruela se observan todavía durante Primavera en las zonas del centro y $. y en las dos últimas iones climatéricas de la del N. Ea : yl Lac escarlatina, e cnió y la don se presentan en log S » Ag labs. en el o de León a 0 en el partido de J uchipila (Zacatecas) y en mayor número en el Estado de Jalisco y en la porción del Estado de Michoacán que corresponde á la zona del S. de la cuenca en estudio. aL lepra es aquí una enfermedad común, más frecuente en e del centro y S.; domina la forma tuberculosa en la guen después las del centro y $. en las que solamente llega 4 37 y por último la del NE. en.la que es de 35 por mil. : Entre las enfermedades notables por su extensión, debo señalarse en primer lugar el mal del pinto, pues con excepción de algunas localidades del NE. en donde no se observa, en to- das las otras regiones son numerosos los individuos que pade cen este mal; el mayoY número se encuentra en las zonas del. centro y N. oia ando las formas roja y azul. Tan común co mo el mal del pinto es el bocio; su distribución es ceo cor la sola diferencia de que es más escaso en la zona NE. El mal de San Lázaro es frecuente en la zona del. centro, onas del N. y del NE., se presentan con relativa frecuen- 0 los o transitorios del Invierno á la Pri- o ala: en tanto que en la del S. se ( on notable predominio las eo y las palúdicas. ; Las Potes del a digestivo, aunque O en to- ( a la región, son mucho más comunes en la zona del 8,; deben po la disentería, común en todo el año, o Da da Mexnorias. O O A le E tan ronca como el a las o anemia quexia. El mal del pinto existe en toda la región, diste tres formas de un modo irregular. ; El bocio, llama la atención por su frecuencia; Ss pero tribución es irregular pues existen pueblos en que ca sus habitantes lo poseen en tanto que hay otros en lose ' es tos raro. dE matéricas de la zona del a en. estas mismas regiones cuente la neumonía y el enfisema pulmonar. Otoño en la zona del Sur. Durante la Primavera y el Estío se hace Aotabe e cuencia de los casos de viruela en muchos lugares de esta re PO gión. ; see s% ú E pS AS EA 1,—Los éltimos estudios de Parasitología han den do el papel que desempeñan los moscos en la transmisión de las enfermedades; dentro de los estrechos límites de este tra bajo, solamente me ocuparé de los que: transmiten las más in teresantes para nuestro país. AN A.—Por una serie importantísima de observaciones y ex periencias que se inician con los estudios de Tosti ( Siglo e XVII), Ray Laukester, Goli (1885), encadenados con los de Mauson, Laveran, etc., la etiología y la profilaxis de la ria han AS un ano a : ba menos cenagosas; estos huevos se unen formando llas ó o que ee recuerdan las a a frío; se 1 Las aa ES aún en paa ae y en 1 lugares ancia de E o a y para respirar flotan ca- su cuerpo en el agua, se mueven pa o A pericia del agua sin nutrirse y solamente respirando; 05 Le e bastan ] para que aparezca el imago ó insecto úBislos insectos tienen una cada efímera; 5 6 6 generacio- se suceden e en una estación; pero á la vez se multiplican la manera extraordinariamente rápida; toda vez que una bra ano en Primavera 200 Roos de éstos la Fonad (100) VOS, pora muere. La hemameba del paludismo, desarrolla su cielo sch nico en la sangre del hombre y su ciclo sporogónico | en cuerpo de las anopheles. Observando lo que pasa en el estó cS mago de un anopheles que ha chupado sangre palúdica 11 y > la atención dos funciones: primera, la fecundación de los a a que tienen la forma de luna en a penetrado en las paredes del estómago, siguen su cla A hasta El séptimo día, ande los o ya bien formados cias de Schaudiun; desde este momento principia dl segun ndo. ciclo. Estas evoluciones no se verifican abajo de 150 cent. Se ha dicho que un anohpeles puede tener más de 10, 000 ce rozoites. k dio de un apéndice respiratorio ó gran tráquea; en el lado opues to una crisálida con sus dos tubos respiratorios; en la super ficie del líquido un mosco naciendo de su crisálida. * mon “¿Antonio Alzate.” 269 La distribución del anopheles en la República no está bien estudiada; se ha demostrado su presencia en las costas de am- bos mares; parece probable que exista en el centro de las cuencas del Salado, Bolsón de Mapimí, Santiago, Pánuco y pr en las regiones cad altas del y dl Lo | B.—El mosquito de la fiebre amarilla es un díptero porto: neciente á la familia de los culicideos del género estegomyia y de la especie fasciata. Sus condiciones de vida desde el punto de vista climatérico son: temperatura alta, abundante : humedad atmosférica, aguas estancadas y más ó menos cena- ) gosas; está demostrado que no prospera en atmósferas de tern- JE peratura inferior á 160. Sus costumbres se parecen mucho a las del anopheles, así como su evolución; pican generalmente. por la noche y en las últimas horas de la tarde; esas picadu ras solo son temibles cuando el mosquito ha pod antes á S un individuo enfermo de fiebre amarilla; necesita para poner- se en condiciones de transmitir el gérmen infeccioso por lo O menos 12 días. PAS Interesan sobre manera, la resolución de dos problemas en nuestro país: 1? el que se refiere á la extensión que en la ac- A tualidad ocupa el estegomyia fasciata, 22 el que tiene ON cd jeto determinar las zonas en las que sin existir actualmente el mosquito, tienen condiciones favorables para su desarrollo. - Desde los trabajos de Theobald acerca de los culicideos é (1901) se dijo que la zona propicia para el desarrollo del mos- quito -de la fiebre amarilla, estaba representada por una enor- me faja de 760 extendiéndose desde los 380 de latitud N., hasta los 380 de latitud S. Dentro de estos límites toseos, está - Es comprendido todo el territorio mexicano y sin embargo, exis- ENS ten regiones extensas de éste, cuyas condiciones climatéricas E son de las menos propicias para su desarrollo. ntos o ca suele encontrársele transportado los ferrocarriles ó impelido por los vientos, pero no tenien- e s larvas condiciones favorables para su desarrolla, la es- pe e no prospera. ras sea diarias de todo el año reopitacdo las inferio- á 60 cont. 643 Farh.; si esta suma da una cantidad igual e ó 18,000 Farh., el punto en pan ha ce A de las temperaturas ee inferiores á 6%cent., ' ae representar esta cifra el límite de la actividad reproducto- la Estos estudios han encontrado aplicación en muchos pun- del hemisferio boreal; pero en la República Mexicana los Yes sultados que se loncn con aquella regla dejan mucho que des as; e ad ser de otro modo, toda vez que la tempera- tura no es ni i siquiera el o más : importent mosquito; basta señalar como. condiciones. desf su vida, las aguás cargadas de substancias alcalinas AE prender que la a a Marriam dista mucho de. ser una. dad a ad y E. de la cuenca del Bolsón de Mapimí, la into aól y 1 primera región climatérica de la del E. en la del Bravo; . la se | gunda región climatérica de la zona del N, en la cuenca. del Li Pánuco; y las zonas $. de la del Santiago y de la del Balsas. --0.—8e ha considerado el jején como transmisor del mal del pinto, por algunas personas que afirman como condiciones z indispensables para dicha. transmisión que haya picado antes E á un pinto y que la persona sana picada por él permanezca « en tierra caliente el tiempo necesario para la incubación aslamalo E + El ilustrado Dr. A. Dugés que con tanto empeño como prove- cho ha estudiado la fauna mexicana, afirma que ha visto el je- jén únicamente en San Blas y que el mal del pinto no es endé- De : mico allí; él supone que los moscos transmisores de este mal pertenecen, no ála familia de los culicideos sino á la de los ue E mulideos tan comunes en algunas zonas del país. D.—Son la chinche, la pulga y otros insectos, trausmiso- res de la peste ya entre individuos de la misma especie ó bien E entre los de especie diferente. Todavía no existen datos expe-- p rimentales para precisar el papel que los mencionados insec tos desempeñan en la transmisión de a enfermedades co- | A mo el tifo exantemático, la escarlatina, la viruela, ete. 2, 1008 e pena una influencia bien demostrada ES 2 menes que las ocasionan ó de cuerpos sae capaces a po=' seer dichos gérmenes. Los vientos transportan muchós mi- le sin MSexo e e con ellos asociaciones mi- nas temibles por. > la gravedad que imprimen á las dolen- conducen además mosquitos que pueden estar en condi- Ss vectores; y finalmente que estas mismas condiciones a tan en los lugares á donde son transportados tales gérme- Os os nto ale encuentran aplicaciones conere- tas en nuestro país; desde luego puede afirmarse que los vien- A mejor acondicionados para ser vectores de gérmenes ó in- seetos son los del SE. y SW. tan comunes en Primavera y que : los. menos favorables para tal objeto son los boreales. Sisuin- tensidad. es cuando menos algo fuerte, son inútiles. los límites - de las cuencas y las epidemias toman el carácter de generales; z as es go Ó ) moderada, los a OS imprimen Memorias. —(1903).—T. XX.—35. As MEA] Me y Je de enfermedades; salen fuera de mi programa porque 1 no tie- medias y S., de la Vertiente del Pacífico, en Aa conte de la. cuenca del Balsas, etc.; y que los del SE y SW. con los mis- mos caracteres, no tengan influencia en las zonas central y y SW. de la del Pánuco. - Las enfermedades en las cuales el transporte por el ÓN tiene un papel causal de primer orden son: el paludismo, la. fiebre amarilla, la escarlatina, la viruela, el ME la a pa, el crup, la tuberculosis, etc. SE 3.—Considerando á las lluvias en su Perdadeió acepción, e lejos de propagar y transmitir: enfermedades, son benéficas á la salud toda ves que limpian á la atmósfera de sus polvos y 3 gérmenes habituales; pero de un modo indirecto contribuyen 7 E. a q e á la propagación ó acentuación de una dolencia, por las osci-. laciones de la capa de agua subterránea en lugares no sanea- dos, por la humedad que comunican al suelo y por las corrien- tes líquidas que ocasionan, las cuales siguen la dirección de las vertientes para dirigirse al centro de las cuencas; de lo primero se tiene un ejemplo claro en la acentuación de las en demias y epidemias-de tabardillo, lo segundo está comproba- ae do por el aumento y la extensión de los casos de reumatismo 3 y lo tercero se ve con evidencia en la manera como se propagan. algunas afecciones gastro-intestinales y la fiebre tifoidea. Es hasta ocioso advertir que en los conceptos anteriores conside- ro á las lluvias y á sus consecuencias como uno de tantos fac- tores en la transmisión, que no siempre puede ser el de mayor. importancia. > 4.—Los medios comunmente utilizados por el hombre pa- 53 ra transportarse de un lugar á otro (ferrocarriles, navíos, etc. ) los vestidos, los útiles de escritorio, las monedas, los alimentos, E ete. son sin duda factores interesantísimos en la transmisión ña nen relación precisa con el clima. . — PROFILAXIS. 1.—La rigurosa práctica de los preceptos que aconseja la e Preventiva pones al individuo en condiciones favora- or de Casos á la ejecución ds dichos io se n las Es ey de la lucha por la vida yen bal ao para e huels y su eficacia está en relación con la cultura de los pueblos. Cuando al se ia las. circunstan- artes más insanas del país están en el centro de las cuencas Les mites marítimos de las a á tal resultado Memorias de la Sociedad Científica etc.; además las lluvias son muy bd. en cuanto á su fro- cuencia é intensidad. Contribuye á remediar en parte este grave mal una obra gigante acaso realizable en el presente si- glo: la canalización y la distribución regular de las aguas en > el suelo mexicano; no se necesita insistir en las: ventajas hi-. glénicas de tal obia que transformaría terrenos áridos en fér- tiles campiñas, pantanos insalubres en suelos desecados AO tos para servir de residencia higiénica al hombre. Gres 3.— Todo suelo en que resida una: colectividad humana Ea necesita estar saneado; este precepto, cuya trascendencia es indiscutible desde el punto de vista higiénico, se ha llevado á E la práctica en muy pocas ciudades, pues en la gran mayoría de las poblaciones, debido á multitud de circunstancias, el sa- A neamiento no existe. A menudo se ven establecimientos de o | colonias en terrenos que están muy lejos de satisfacer los re- : -quisitos higiénicos más rudimentarios, perjudicando así no so- * —lamente á sus habitantes sino también á los que viven en sus cercanías. Hay muchas poblaciones que por su situación geo- gráfica, se encuentran en las más desfavorables circunstancias qe climatéricas, ya por recibir constantemente la acción de vien- tos insalubres, ya porque las aguas que utilizan atraviesan por: lugares contaminantes, ó bien por el carácter irregular é inten- so de las precipitaciones. Por esto debían hacerse obligatorios - los preceptos siguientes: 1*, practicar el saneamiento en todas las poblaciones establecidas y exigirlo previamente á aquellas >) que vayan á fundarse; 22, elegir el terreno llevando en cuenta E las condiciones telúrico-atmosféricas tanto a como lo- S cales. Ki NE E AS 4.—Casi la totalidad de las habitaciones en los pueblos de A. ' segundo y tercer orden y, muchas en los de primero, se han - — construído sin atender á las reglas que aconseja la dan ; Preventiva, cuidando ante todo de la estética y economía. - : Dados los caracteres de nuestros climas cálidos se puede afirmar que los requisitos necesarios para una habitación hi- MT e y Melo. son: : am: a en las tres dimensiones eleva- , E 18 bre el aa! a suelo por lo menos dos ASUEOS, peas del Ea San un io ja6 licita los caracteres me- lógicos de los vientos de esta región. En los climas fríos, sobre todo en los de Invierno riguro- be o medio calefactor el que consiste en aciones: una. “adecuada para el Invierno y E para el Es- y Le Primavera. as de las habitaciones e abrirse, para renovar el nt dE horas próximas al medio. e en nos climas umana blicas al organismo casi constantemente á atar las da de la Higiene Preventiva exponiéndolo nl e debe hacerse en los primeros me- e á las que lo hacen por las zonas en que es Pa lavirao ed la y en las épocas favorables á á su desarrollo, que repitieran l MAA vacuna antes de emprender el viaje. Llegado el caso deben > tomarse las vacunas de Haffkine y las antirábicas y antidif- téricas. : < : A Contribuyen á la vigorización orgánica muehos recursos efectivos que sufren modificaciones de detálle según los ER mas, por lo que me veo en la necesidad de a aunque > sea someramente. | E - | Los alimentos adecuados, nutritivos, suficientes y varia- 20 dos dan al organismo energías para la lucha y le precaven de muchas enfermedades. En nuestros climas cálidos, especial- 9 mente en los del litoral del Pacífico cuyas temperaturas sufren. E A las menores oscilaciones, la alimentación debe ser uniforme en todo el año, recomendándose ante todo la sobriedad, los E = alimentos de más fácil digestión, las bebidas frescas acuosas -6 higiénicamente puras; que de las comidas, aquella en la que se tomen más sustancias alimenticias se haga en las últimas horas de la tarde, cuando haya pasado e el máximo del ascenso - dl E Y térmico; preferir la ingestión aunque frecuente de cortas can- 3 tidades de alimentos, á la de copiosas comidas dos veces al se día; proscribir de un modo absoluto las bebidas alcohólicas. En los climas fríos debe evitarse el abuso de las grasas yde : E las carnes frías mal condimentadas; el régimen alimenticio q debe ser substancioso y moderado; tomar frutas: acuosas en las comidas, usar como bebidas las aguas puras y frescas, y nunca las alcohólicas; es conveniente que la mayor edo de sustancias nutritivas se haga en las horas próximas al me- dio día, es decir lejos de las oscilaciones térmicas bruscas. En 68 los climas templados y sobre todo en los. extremosos, la ali mentación debe adecuarse á las estaciones. $ El aseo cuidadoso y diario es un requisito indispensable e persona po y 1 Morata en ella aptitudes que le evitan ¡s enfermedades. Debe preferirse para este objeto el á temperatura moderada; se a E de una np los alo do por las nieblas lo- . En. e climas cálidos lo mejor es 5 practicar el aseo muy. a ber a organismo á ellos; esto último se con- dz AS. medio de los baños fríos, rápidos y de regular pre- : 3 arecerá extraño que “recomendando en el aseo E á E roSsoS lo efi posible y en los fríos las mejores ho- mu» para ap no son las últimas de la mañana. S E Ade razones que existen para variar según las óstaciones dichos a y da en A climas extremosos. acondicionados al clima porque así se orcos Mi Lo las funciones orgánicas y se evitan al mismo tiempo algunas enfermedades. En nuestros climas calurosos el vestido debe. ON ser de tela ligera, de color blanco, con la amplitud suficiente para permitir el renovamiento fácil del aire, lo más sencillo posible, y de una substancia que guarde poco calor; en tanto | que en los climas fríos deben elegirse para el vestido, telas gruesas, de color obscuro, malas conductoras del calor (lena E y de poca amplitud; unas y otras condiciones necesitan satis- - facer los vestidos en los climas extremosos según la estación. Con frecuencia es necesario utilizar ya para determinados > q ejercicios (ejércitos), ya para grandes trabajos. (labradores del campo, obreros de las fábricas, etc.) á un conjunto de indivi- 0 e duos que, aparte de las consideraciones antes hechas para ca- o da uno, deben satisfacer otras especiales relacionadas. con la calectividad. En los climas fríos estos grupos humanos pue- den trabajar con pocos inconvenientes aun cuando la distan- cia que separa á un individuo de otro sea muy corta, a 508 que estén al aire libre ó en piezas ampliamente ventiladas; pe- ro en los climas cálidos hay graves peligros en seguir esta prác- tica, pues debe procurarse ante todo, que aya amplio espacio Ms de un individuo á otro y que nunca se trabaje durante las ho- EE E ras más calurosas, mucho menos recibiendo dsnicna los o rayos del sol. E 6.— Todas las consideraciones anteriores, bosquejan- e ideal higiénico al que debe constantemente aspirarse; peros co- o Ñ so d Al no siempre es posible caro y en multitud ] tancias, el individuo se ve en la A de que- ue oa sl ON raras veces llegan á ticas os. sus detalles, pero siempre que no se violen los fun- ES la salud no se compromete de un modo directo é diato; los que. se relacionan con la vigorización orgánica e] constantemente pradficarse peao están al alcance de ¿quel intervienen de un modo más o para man-. la y tan comunes en Zonas extensas de la Dónas y el abuso dd los medicamentos. Acerca sentación conviene advertir que si se hiciera sujetán- 2 los as o antes do disminuirían cas más Ó menos dadas con Al ieralmerito impura; PE es una circunstancia. dues tayorecs en 5 el desarrollo : Memorias. —(1003).—T. XX.—36. que se pusieran en. vigor los dos preceptos guiente: tar la preparación de dichas bebidas O de fuer es bien antes de hacer: uso de o . cd cia es necesario a la ca ¿1 de e , versos climas, lo que se consigue practicando las reglas ante- q ¿el riormente formuladas. 1 EN Una terapéutica injustificada y excesiva es á veces :s la cau sa de diversas afecciones inflamatorias del aparato digestivo, y más en nuestros climas cálidos en que se abusa de los pur- gantes, antisépticos intestinales, absorbentes, ete. Para obviar esta fuente inagotable de desprestigio médico, es obligatorio . usar en todas las enfermedades, pero sobre todo en las gastro= intestinales, únicamente fórmulas terapéuticas cuya indicación esté plenamente justificada; pues en caso contrario es prefe S > rible no dar medicamento alguno toda vez que es menos pu nible no hacer en beneficio de un enfermo cuanto está indica- do que perjudicarlo. $ B.—ENFERMEDADES DEL APARATO RESPIRATORIO. DA los límites térmicos de nuestro país, puede afirmarse que, des- de el punto de vista de las afecciones bronco-pulmonares, tec 0% pS: nen mayor interes los enfriamientos que 0 temperaturas de- e masiado altas ó muy bajas. El precepto higiénico que se de- riva de la anterior afirmación comprobada por observaciones bumerosas, es fundamental y consiste en evitar los enfriamien- E , tos y poner en vigor los recursos positivos encaminados a A Do crear aptitudes en el organismo para que pueda resistir á ellos. | En el estudio de las diversas regiones climatéricas del país, nr has vis to ue 1d climas extremosos oEUdUSR bruscas oscila- 'ione oigan Ao a en LE + do del Es á aba del rin respiratorio, no habitaran pe climas en diehos períodos. En de Vertiente del Golfo los esos do ida es bid para, servir de resi- ¡ DoS personas anonES encuentren en las epacliclones asÍ por bno en la cuenca de México se tienen oscila s más intensas que en la región templada de la zona Sur , St mulas intimamente qe el ua son iasportados ; ab ecer como precepto obligatorio, el que jamás se ! los. a sino en escupideras conteniendo alguna -oroco. sobromanera cuando se trata da individuos Ss, Pues en tal caso por ningún motivo debe violarse. pues éste por su e dea aaión Med la ad de las” personas sanas que les visiten y tomarán sus precauciones. ¿E cuanto al enfermo es conveniente despertarle el egoismo. ase- E gurándole que los vapores de ácido fénico, como antisépticos, al ser aspirados ayudarán notablemente á su curación. : C.—ENFERMEDADES DE LA SANGRE. —Entre éstas interesa considerar especialmente la fiebre amarilla, el paludismo. y es 2 muchas complicaciones de éste. Desde el momento que Sn aceptó como una verdad científica la transmisión de tales en- fermedades por intermedio de los mosquitos, las propiedades biológicas de estos forman en su totalidad los detalles"etiológi- óN E e cos de aquellas, y además los recursos profilácticos acerca de las mismas se sintetizan en dos preceptos: 1* destruir los mosqui- E cd tos; 2? evitar sus picaduras. Lo primero se consigue por vanos... medios: ya destruyendo las larvas ó las ninfas, ya obrando qe SE rectamente sobre el mosco ó bien modificando las cireunstan- cias telúrico— atmosféricas de tal modo que sean inadecuadas - l para su vida. Los recursos empleados comunmente para des- trulr las larvas ó las ninfas, consisten en colocar petróleo en las aguas estancadas donde se encuentran; no entro en los deta- lles de esta operación porque los más interesantes son de or- den económico, concretándome á decir que es conveniente. ele- gir condiciones atmosféricas favorables para hacerla; esta elec- ción sorá la consecuencia del conocimiento climatérico de las re- E a : giones. Para lograr la destrucción del mosquito, se ha recurrido á numerosos insecticidas más ó menos eficaces entre los cuales señalaré únicamente el polvo de crisantema ó peritre estudia- do por la Comisión de Parasitología, con el cual se han tenido éxitos numerosos. Los defectos que se le atribuyen injustif- ce cadamente, son debidos á que se les agregan algunas substan- E cias extrañas y nosivas como el cromato de plomo, sales de 18 iondo probablemente alatil su prin- | se e pierde con facilidad á á causa de los malos pro- 1 ntos se se e nl yera sen a En re de la E de 2 tener eacción y id se filtra y se agrega una solución Les ero-- 1 constantemente se encuentran combinados los dos EE s anteriores o forma a cromato de a lvoriza, oros, ésparcir unos 15 ó 20 ) gramos Es peritre en (1) Estos procedimientos se encuentran descritos en “Insecticida Studies.” J. K. Wood. 1903, penca E e Memorias de la Sociedad Científica q sa con do en la o iación de todo lo pa- atar a alacranes cuya o en tierra Ís. a al itecólo ayia es peligroso únicamente do á enfermos. de fiebre amarilla, conviene ais- En pibas pequeñas cuyas puertas y ventanas estén l “alambrados muy finos y emplear diariamente el nto de ls de los moscos ya do Los : ss : bros canes a iiónicos á saber: al a de estos es : decir, cuando ya el enfermo ha do á ne r el tabardillo se han visto las zonas en las sa Cent a 4 más de 1,600 e de a KR. Orto Botanico di Pisa. —Sopra una planta di Jubaea spectabilis.—Alcu- ni osservazioni sull'alimentazione dei bachi da seta, 1901.— Esperienza ef- fetuate sopra un piccolo alleyamento di bachi da seta, —Sulla Drosera ro- tundifolia L. —Sulle dispsizioni igieniche da adottarsi riguardo all alimen- tazioni per funghi. 1902. —Sopra alcuni funghi e sopra un caso di gigantis- mo.—Alla memoria del Prof. A. D'Achiardi. 1903. Arreola (Pbro, J. M.), M. S. A.—Las últimas erupciones del Volcán “Colima” en bkebrero y Marzo del corriente año.—Guadalajara, 1903. 89 láms. Ateneo di Brescia In Primo Secolo dell Ateneo di Brescia. —Brescia. 1902. 89 gr, - Atlas Photographique de la Lune publié par Observatoire de Paris, executé par MM. Loewy et Puiseux. 7* fascicule. Batres (Leopoldo). — Visita á los monumentos arqueológicos de “La Quemada,” Zacatecas. - México, 1903. 892 láms. —Tlaloc. México, 1903. 8 láms. Baumgartner J,— Manuel du Constructeur de Moulins et du Meunier. Traduit de Pallemand par P. Schoren, Tomes 1 $; 11. —Paris, Ch'Béranger, 1903, gr: in-8. figs. Berger R. Les distributions d'énergie électrique dans les petites localités.—Pas - Yis, Ch. Beránger. 1904. 82 Bourget (H.).—Éclipse totale de Soleil du 28 Mai 1900. Rapport de la Mission organisée par Université de Toulouse. Toulouse (Ánn. Fac. Se.). 1 pl. - Boy de la Tour H.—Traité pratique des installations d'éclairage électrique. Adaptation frangaise de louvrage de MM, Herzog et Feldmann Handbuch der elektrischen Beleuchtung. — Paris, Ch. Béranger. 1903. gr. in-8, figs. - Branco (Prof Dr Wilhelm), M. S. A. — Ueber die Verwandtschaftsverhiltnisse der fossilen Cephalopoden. 18806.—Ueber das Gebiss von Lepidotus Koene- ni Br, un Hauchecornei Br. 1890 —Neue Beweise fir die Unabhángigkeit der Vulcane von praexistirenden Spalten. 1898. —Der fossile Mensch. 1902. —Wirkungen und Ursachen der Erdbeben. 1902. Das vulcanischen Vor- ries und seine Bezichungen zum vulcanische Riese bei Nórdlingen. 1903: Buscalioni (Dr. L.), M. S. A, —Oculare fotometrico perla misura delle intensita luminosa degli astri. Catania (Mem. Soc. Spettr. It.) 1903. Catalogue Photographique du Ciel Coordomnées rectilígnes. Tome. 1. Zone+230 A-+250. Observatoire de Paris. 1902. 42 Cauchy. CEuvres completes d'Augustin Cauchy publiées sous la dtrection scien- tigque de 1 Académie des Sciences et sous les auspices de M. le Ministre de VInstruetion Publique. Il? série. Tome V (Applications du Calcul Infinité - simal á la Géométrie).— Paris, Gauthier-Villars. 1903. 4% Clements (J. Morgan). — The Vermilion lron-Bearíng District of Minnesota with an Atlas. Wasbington, D. C. 1903. (Monograph XLV, U.S. Geological Survey). Contarino (Dott. F.) — Determinazioni assolute dell'Inchinazione Magnetica del E. Osservatorio di Capodimonte eseguite negli anni 1898-1900. —Napoli (E. Accad: di Sc.). 1902. Cook S. R.—Tha permanency of planetary atmospheres according to the kinetis theory of gases. Washington (Monthly Weather Review) 1902. 82 De Lorenzo G., M. S. A.—I Cratere di Vivara nelle Isole Flegree (in collabora- . zione di Carlo Riva). Napoli, 1900, 42 Tav.—La pioggia e il Vesubio. Na- poli, 1901 82 — Un paragone tra il Vesuvio eil Vulture, Napoli, 1901. 89 * Considerazioni sull origine superfíciale dei vuleani. Napoli, 1902. 49 Tay. I Cratere di Astroni nei Campi Flegrei (in collaborazione di Carlo Riva), Napoli, 1902, 42 Tav.—Carlo Riva. Ricordi di G. de Lorenzo, Napoli, 1902, 8? gr, Dumetz E.—Études théoriques et pratiques sur les ponts métalliques á une tra- vée etá poutres droites et pleines. Annexe. — Paris, Ch. Béranger. 1803.89 Dupin (Baron Charles). —Géométrie et Méchanique des Arts et Métiers, et des Beaux-Arts. — Paris, 1826. 82 3 vol. pl. (R. Aguilar, M. $. A.). Duran—Noriega J. J., M. S. A. —Nota de Geometría del Triángulo. Zaragoza (Rev. Trim. de Mat.). 1902 —Sopra una trasformazione per rette isobari- che. (Le Mat. pure ed applic.). 1902. Eliot J.—Instructions to observers of the India Meteorological Department 2d. edition. Calcutta, 1902, 89 figs. Fiedler (Dr. W.)—Die Methodik der darstellenden Gepmátris zugleich als Ein- leitung in die Geometrie der Lage. Wien (Sitzb. JE, Akad. d. Wissensch. ) 1867. 8? Taf. (R. Agwilar, M. $S. A.) Fink (Dr. Karl). — Kurzer Abriss einer Geschichte der elementar-Mathematik mit Hinweisen anf die sich anschliessenden hoheren Gebiete. Túbingen 1890. 82 (R. Aguilar, M. $. A.). Fouqué F., M. S. A. —Les analyses en bloc et leur interprétation. Paris (Bull. Soc. Fr. de Min.). 1902. 82 García (Genaro), M. S. A. — El Plan de on pencia de la Nueva España en 1808. México, 1903. 892 : Gibbs J. W.—Diagrammes et surfaces thermodynamiques. París, C. Nand (Seien: tia), 1903. Goeldi Dr. E.—Estudos sobre ó desenvolvimento da armacáo dos veados palhei- ro do Brazil. (Memorias do Museu Goeldi ) Museu Paraense de Historia Natural e Ethnographia 111); Rio de Janeiro, 1902. 42 Lam. — album de Aves amazonicas. 19 $ 2% fascieulos, 1902. Góniez G. y Basurto A —Informe rendido al Director de la Escuela N. de Agri- cultura acerca de las reformas que deberían introducirse en la enseñanza — agrícola. México, Secretaría de Fomento. 1903, 82 González P., M. S. A. — Estudio sobre Estadística Agrícola del Estado. Guana- juato. 1903, Grassman (Robert). — Das Formelbuch' der Denklehre. Stettin 1890. 89 pi Zahlenlehre oder Arithmetik der niedere Zweig der Analyse. Stettin 1891. 89 (R. Aguilar, M. $. A.). Guarini Ém. — La Télégraphie sans Fil. L'o=uvre de Marconi. Bruxelles, 1903. 80 figs. —I'état actuel de l'Électroculture, Paris, 1903, 82 Figs. - Harris R. A.—The semidiurnal tides in the northern part of the Indian Ocean. Washington. (Monthly Weather Review). 1903. 42 (4 gsuwre). PAS Tomo 20. Nos, 11-12. Ne £FIN DEL 'TOMO», MEMORIAS Y REVISTA: DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA “Antonio Alzate” publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, SECRETARIO GENERAL PERPETUO SOMMATRE.—Ménmoires, feuilles 37 2 50.—Revue, feuilles 6-8. Chimie analytique.— Procédé industriel pour la détermination quantitative du cuivre, du zine et d'autres métaux par liqueurs titrés, J. D. Villarello, p. 323-337. Construction. —Étude sur les lumiéres et vues dans les habitations et hauteur de celles-ci dans les rues et les cours, M. F. Alvarez, p. 291-321. Idées générales pour la formation des devis dans les oeuvres de construe- tion, A. Téllez Pizarro, p. 319-382. Électricité médicale — Contribution á Vétude des courants de haute fréquence dans le trailement de la tuberculose. J. J. Urrutia, p. 383-387. Exploitation des mínes.—Sur Vusage de Vair comprimé dans les mines et son application a la perforation mécanique, T. Flores, p. 349-369, pl v kr, Géologie appliquée.—Description des gisements de mercure de Chiquilistlán, Jalisco, J. D. Villarello, p. 389-397. Météorologie.—Légére critique de labri “Pastrana” pour thermométres, F. de P. Tenorio, p. 371-377. (Voir la suite du sommaire, p. 2 de la couverture). MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX-ARZOBISPADO., (Avenida Oriente 2, núm. 726]. Noviembre y Diciembre 1903, Publicación registrada como,artículo de segunda clase en Septiembre de 1901. Pattrologie.—Sur Tes causes occasionnelles de la mortalité dans la ville de Mexi- co, par les maladies gastro-intestinaux, J. M. de la Fuente, p. 339-348. Table des matieres du tome 20 des Mémoires, p. 399-400. Revue.—Comptez-rendus des séances de la Société, Mai á Octobre 1903, p. 41- 45.—Iniciative pour la formation de textes nacionaux, par V. Vargas Ga- leana, p. 45-47.—Nécrologie: F. Fouqué et G. G. Gemmellaro, p. 48-50. —Biblographie: Ledebur, Guillaume, Beck, Giard, Stoffaes, Bureau des Longitudes, Sauvage, Mendizábal, Danne, Herrera, Assmann 6 Berson, Ward, Lowell, U. S. Coast 6: Geodetic Survey, Baumgartner, Davidson, ' Pimentel, Gomes Teixeira et Monmerqué, p 51-62. Table des matieres de la Revue, p. 63-64. Dons et nouvelles publications recues pendaut Pannée 1903. Les noms des donateurs sont imprimés en italiques; les membres de la Société sont désignés ayec M. S. A. Barus C.—The structure of the nucleus. A continuation of “Experiments witk ionized air.” (Hodgkins Fund). Smithsonian Contributions to Knowledge. 1373. Washington, 1903. 42 (Smithsonian Institution). Hecker 0.—Bestimmung der Schwerkraft auf dem Atlantischen Ozean sowie Río de Janeiro, Lissabon und Madrid. (Veróftentl. K. Geodát. Inst). Ber- lín, 1903. 4? Taf. Herrera (Vicente). Ligeras consideraciones sobrelos cálculos vesicales. Tesis, —México, Secretaría de Fomento. 1903. 82 Holm H. T. Some new anatomical characters for certain gramineae. A disser- tation presented to the Faculty of Philosophy of the Catholic Uniwersity of Ámerica, for the degree Doctor of Philosophy.- New Haven. 1903. 82 Instituto Técnico é Industrial del Perú. Anales, Núms. 3 y 4. Lima. 1902, 82 Lzaguirre (Dr. M. S.)—Estadística médica del Hospital de Maternidad é Infan- cia correspondiente á veinte años de 1883 á 1903. —México, Secretaría de Fomento. 1903. 89 : Jahrbuch úber die Fortschritte der Mathematik begrúndet von Carl Ohrtmanmn. Bd. 21. Jahrg. 1889. Heft 3.—Berlin, 1892 82 (R. Aguilar, M. S. A.). Kraatz-Koschlau (Dr. K. von) € Huber (Dr. J.).—Zwischen Ocean und Gua- má, Beitrag zur Kenntnis des Staates Pará. (Memorias do Museu Para- ense de Historia Natural e Ethnographia 11.) Pará. 1900. 42 Taf. (Véase Goeldi) Laboratoire d'essais mécaniques, physiques, chimiques et de machines du Con- servatoire National des Arts et Métiers. Bulletin, Tome 1 (1903-1904), Num. 1.—Paris, Ch. Béranger. 1903. 892 Lallemand Ch.—Volcans et tremblements de terre. Leurs relations ayec la figu- re du Globe. Paris, Éditions de la Rev. Bleue et de la Re». Scient. 1903.— “Antonio Alzate.” ; 289 más se conocen las épocas del año en que aumenta, y sus re- laciones con los períodos de lluvias; todos estos conocimien- tos se utilizan en la profilaxis de tal enfermedad especialmen- te desde el punto de vista de la emigración y de la inmigración, así como también para formular preceptos á los individuos debilitados ó predispuestos. En todas las infecciones genera- les, los enfriamientos desempeñan el papel de causas auxilia- res, ya en la producción de la dolencia, ya en la de sus nume- rosas complicaciones, por esto debe ante todo preservarse de ellos. En determinado período de algunas de estas enferme- dades como la escarlatina, la viruela (período de descamación), el viento transporta los gérmenes ó las substancias capaces de contenerlos; y de aquí el precepto higiénico de evitar dichas corrientes por débiles que sean, lo que se consigue haciendo que los enfermos permanezcan dentro de una pieza bien abri- gada, el tiempo suficiente para que desaparezca tal peligro. Memorias.—(1903).—T. XX.—37. il Cea E E A ia ESTUDIOS SOBRE LUCES Y VISTAS EN LAS HABITACIONES YE ALTURA DE ESTAS EN CALLES Y PATIOS POR MANUEL FRANCISCO ALVAREZ, M.S. A, Ingeniero Civil y Arquitecto. La benevolencia con que han sido recibidos mis trabajos por los miembros de esta distinguida Sociedad, me animan á presentarles un estudio de que me he tenido que oeupar últi- mamente y que creo de algún interés, principalmente para los ingenieros y arquitectos, siendo estos últimos los que se ocu- pan de asuntos de arquitectura legal referentes á luces y vis- tas en las habitaciones y sus respectivas alturas en los patios, en lo que interviene la autoridad, así como en las casas á orl- lla de las calles. Frecuentemente el levantamiento de una pared entre dos propiedades es motivo de disputa y.aun de litigio por la pér- dida de luz, sol y aire que sufran, y de aquí la intervención del perito arquitecto para determinar sobre el perjuicio resen- tido, teniendo, por consiguiente, que apreciar dicha pérdida sufrida, contentándose siempre con estimatla por la vista. Desde hace diez años tuve que dictaminar en caso seme- agregarlas á este estudio por si acaso pudieran compañeros en casos semejantes. > -De la mayor importancia he encontrado A jo del Dr. Clement, de Lyon, Francia, relativo á a altar 4 : las casas y anchura e las CE en las end y tios de las casas, he ib oportuno Mo el est ia an | $ y € k * Con objeto de poder con el mayor a dar contes á las o del cuestionario e los po La ra primera es el no de las azoteas de Pe casas a en el que se ve sen se ha levantado sobre de a a en á la casa A; y en bn en el fondo de las ce JE od: Cabos e envía Sa cielo, se o E el tan- ue hace o un o a por manita de las e la. casa E de se ee primera: pregun- En la lámina segunda consta lo que pasa ) patios de las casas A y A. Por los cortes ye que no ld nada levantado sobre la eE medianera y compañar e tablas de Homersham y Cox con un ejemplo que e su empleo y para guiar en la aplicación que se puede hacer pa- IAE ; o que es más baja que el antiguo nivel que ésta te indica la vista de frente de esa lámina, lo que hace co: der desde luego que así reciben más luz, sol y aire los Í de ambas casas, y que una mayor altura sería obstáculo para lograr ese fin. Tan lo comprendieron así los propietarios de lo hicieron constar: “Es condición que en la pared divisoria se abra un medio punto de tales dimensiones, constituyéntlose z ES A ce EA mutua servidumbre para que ninguno de los dueños que al e presente lo son, ó lo fueren, en lo sucesivo pueda alzar la ex-. presada pared sin licencia expresa y por escrito del dueño de - la otra casa.” Y como las dos casas constaban de piso bajo y e ni EI iS alto, y de la misma altura, ambas estaban en idénticas condi- WN A NONI SS S "y pi ? P AS DE esa pared, constituyendo otra con iO rectas Ó de frente sobre la casa A, al grado_de ver todo lo que pasa en el inte- «Hor de ésta, y ser necesario colocar cortinas en las puertas pa- ra evitar ser visto. El Código Civil en'su artícul» respectivo, nada precisa sobre los casos que pueden presentarse. - Este ca- 5 so de Arquitectura legal ha sido resuelto en Francia por ca= ¿ = 4 de Febrero de 1889. En el tratado práctico de Le- - de las construcciones, del arquitecto E. Barberot, 1 párrafo 620 dice: Un propietario no tiene razón de >: contra el propietario su vecino las disposiciones de los 678 y e cuando los claros abiertos 00 este último di ohos darás e ser vistos desde los patios ó , del inmuoblo del reclamante. Jrdg y Pe y a , . A £ Se ve, PB que en ato á vistas 0 casa A ostá en con- da a a á e casa A, la hace perder vista la y altura é á ae está. colocado > a do do Óó sea un total de un ados por ciento de ría si no existieran esos altos. Las o late- tancia se cuenta desde el parneito exterior del muro en que se abra el claro, es decir, de la mocheta del claro ó vano hasta la línea de separación de las dos propiedades (art. 680 del Cod. Civ.) En el párrafo 628 dice el citado autor: “Si por una pe causa cualquiera, llega á ser absolutamente necesario abrir ; vistas oblicuas á una distancia menor de sesenta centímetros, O el que practica estas vistas debe levantar un muro de ala de sesenta centímetros igualmente saliente formando ángulo con el muro en el cual debe de tomar las luces y debe subir ad este muro hasta encima de la altura máxima de esos elaros - El (fig. 132); (Casación 1? de Julio de 1865); así pues la servidum- £ e bre de medianería que tiene la casa A se ha gravado con e molestia de las vistas laterales que ha establecido el propieta- rio de la casa B sin llenar ninguna condición, pues el corre- A == 1 = = == ; E SY y: A Y STE => y [SAR e : (ISA == RS 7 ras ( ide MES casas A y B, el propietario « de esta última ST » a sobre la medianera para tormar el cubo to y Bolio á ña altura del antiguo nivel de la pared di- : pe nueve, e la azotea, lo que indica que la ia E o 88% O - pared levantada sobre la medianera entre los segunde F corredores y a del tercer piso > levantado en la casa a B co AS sobre la casa A. La pared levantada en el fondo de las. casas. referidas separa los cuartos de ambas. Porlo expuesto, | la con : testación á las preguntas del cuestionario, es la siguiente: 4 la primera, que sí; que las construcciones hechas sobre el se- gundo piso de la casa B quita luz de la que recibía la casa A A la segunda: que la casa A se encuentra en peores condicio- e nes que la casa B, porque á la circunstancia anterior de pér- e dida de luz. hay que añadir la molestia de ser visto desde las construcciones altas de la casa B. 4 la tercera: que-4la servi- dumbre de no levantar la pared medianera, se ha agregado la. A de diminución de luz, sol y aire, lo que viene á constituír un 5 nuevo gravamen (carga, impuesto ú obligación que pesa so- a e bre alguna finca ó gravita sobre alguno) ó agravar (cargar, : causar gravamen, molestia, etc.) la ya establecida con la de la medianería de la pared divisoria. A la cuarta: que no existe . : ninguna construcción sobre el claro de la sarole nl E | que separa los primeros patios de las casas A y B. A la quin- 23H NS ta; que existen sobre la pared medianera paredes levantadas : por el propietario de la casa B, y entre los segundos patios hay una pared levantada sobre la medianera por el propieta- rio de la casa A. | TES AS $e k * Con lo anterior coneluí un informe que correspondía á á las 7 eS cuestiones que se me habían propuesto, pero como estudio del - asunto mucho pude agregar, que si entonces habría sido. tal ze vez demasiado extenso y aun confuso, creo que ahora sí cabe perfectamente para completar el estudio en general, como ¡paño á hacerlo. o La cuestión de luz debe considerarse bajo dos aspectos: como luz difusa que envía el cielo en todas direcciones Ya cO- a aa Mea como lo a notar el Dr. ¿Coca falta mu- tudio sobre el hombre; pero tampoco cabe duda la in- ia que sobre éste ejerce; pues la falta de luz, predispone as enfermedades por retardo de la nutrición. En los cereales se hace más notable que es la luz difusa 8 cielo, y no la temperatura media del lugar, la que influye me Elecimiento: En a cerca del cabo Norte, á 700 de di as, s para madurar, debido, á lo que parece, no O al es, habiendo una compensación entre los días largos en el es- tío y la corta duración del período en que es posible la vege- AS tación, por la continuidad de obrar la luz, no sólo por los ra- ES continúa la acción solar. Como lo hace notar Mr. Ulement, por esto en los estudios da meteorología agrícola, además de considerar las radiacio- ds _nes directas del sol, se tiene en cuenta también las radiaciones enviadas por el cielo, y si el sol está cubierto, e de ma- _nera notable en la vegetación. Respecto del hombre, mayor es la influencia de la luz di- e debido á ella ejecuta sús trabajos, principalmente los in- a Blbaonós semejantes se verifican en las regiones borea-. -yos a sino por la radiación de los largos crepúsculos -—dustriales, y en el comercio se hace indispensable para juzgar de los colores, para lo que es insuficiente la les que llega á ser nociva en muchos casos por su costo y en impresiones psíquicas del hombre relevando y fortificando su mo- ral y produciendo el decaimiento los días obscuros. es $ Por esto es de tanta importancia que se proporcione las su- y ficiente luz difusa á á las habitaciones, y por lo mismo, as a nar el ancho de las calles y el alto de las habitaciones de la ma- nera más conveniente. Pero como lo hace notar el Dr. Clement, parece que nada de esto se ha tenido presente para fijar o : llas dimensiones, sino que más bien parece que lo único que se ha considerado es el facilitar el tráfico, según la importan-- E cia y desarrollo de las ciudades. | or Asísen París, se han fijado las principales disposiciones. Las casas no Sola tener una altura de más de 12 metros para vías públicas de 7.80 metros; de 15 metros para . las de 7.8 á 9.74; de 18 metros para las de 9.75 á 20 metros; de 20 metros para las de 20 metros de ancho y aun más. En Lyon, el reglamento es el siguiente: la altura do Aa mayor de 18 metros para callos de menos: de 8 metros de an- chura; 19 para las de 8 4 10 metros; de 20.50 metros para las eS de 10 metros; de 22 metros para los muelles y playas de 50 me- tros: además aun se permite una mansard de determinado. perfil que aumente en 2.60 metros la altura de las casas. Comparando estas dimensiones se vé que las alturas fija- das, son mayores en Lyon, que en París, pero que en ambas - ciudades no se sigue ninguna regla fija, pudiendo decir que si la altura es igual á la anchura más una cantidad, esta no. es. constante, variando para Lyon de 9 metros á 13.50 metros. Se vé, pues, que nada ha sido considerada la higiene en estos reglamentos ni las condiciones locales y que con frecuen- cia se aceptan los reglamentos de París en otras ciudades. Po- cos higienistas se han ocupado del asunto; sin embargo, hay que hacer excepción, entre otros, de M. Arnould. También M. Fonssagrives, se ha acercado á una solución científica, ha=- AYNLAVA K e b A PER im cantas e E an dnde eN = PLANTAS Pa i i i ee DETALLES rarobarias on la casa B topute de la cara A Ansto Agr e me (003, 55555 a A A a A e cs Fi A A Y! RT ET OTRERÓ, hrcaia PL TT DETALLES Ls ¿Doo [ds sLoas eno Talar eo E asia | le E aceficclo e la ea XA. a E WN N A A ES e: 7 AN Fed pi SNS dS 4 ey Heveto Fai 7703 cs aa PY: E a ERA TAR ESTANDAR A N 7 a N Ñ ii e A Td, SS Ll G DETALLES Ac Lae comeltiasioóns Lira hide) Can la cara Ae A Mexico Agosto Ha Jf03 5 SEA INNONANNNA 3 rea tna MEA A A s Casas y estima, e Ya sus palabra que para las ca : o Norte la anchura mínima debe ser de a metros, y de . lerar E can o el verdadero punto de vista cientí- e ps aun o á proponer una a le como dice no ha: Ae el. an de su estúdio. : Desdo ras hace notar que la a H= =L (altura igual pa tes EE moros de E tierra, resultando ana para algunas ciuda- des, insuficiencia pa muchas y excesiva para las que reciban con la Pl L= H, que recibe lo mitad de la luz. Así pues, para poder fijar las proporciones relativas de la altura y la anchura, será preciso conocer las leyes de la distri- de bución de la luz en la superficie de la tierra, como lo son las - relativas al calor y la presión barométrica y aunque se puede calcular en vista de la latitud de un lugar de la tierra, el gra- ; Ñ do actinométrico correspondiente á un día determinado del directa, al grado de no pod servir en E práaR La distribución de la luz del cielo varía con oa cir de eunstancias locales y por lo mismo deben influir én la fórmula H=_L y hacer necesario un factor que introduce el Dr. Clement, y que debe ser determinado después de una serie de observa- ciones para cada ciudad, con objeto de deducir las dimensio- nes relativas de anchura y altura de las calles. e Para esto, el citado profesor, hace observar que las ciuda- ES | des generalmente están suficientemente alumbradas y consi- 2 dera las causas desfavorables tanto astronómicas como. locales: E E la distancia zenital del sol, hace variar la cantidad de loz nas cibida por un punto dado dd la tierra y cuanto más oblícuos son los rayos, mayor es el espesor de la atmósfera que tienen 4ES » que atravesar: también el vapor de agua, el polvo,.el humo, las 2 neblinas hacen disminuir la intensidad luminosa y como los de efectos de estas causas son mayores en invierno, de preferen- pS e cia en esta época, es cuando conviene tener los datos actino- métricos para fijar las dimensiones de las calles, de manera de utilizar lo mejor posible la menor intensidad de la luz ro- ; cibida. . El Dr. Clement pasa á estudiar la luz en Lyon, y ál efecto empieza por considerar la latitud de esa ciudad que es 45" 45” 45” y por lo tanto la distancia zenital del sol extrema es de 709. más ó menos el 21 de Diciembre. - Di Calculado el espesor de la capa atmosférica que tienen que” atravesar los rayos luminosos es igual á 2.9 mientras que en el solsticio de estío es de 1.078 con una distancia zenital de 22 qee > grados próximamente. E 7 Conforme á las tablas del Anuario del Observatorio de | Montsouris, y suponiendo el cielo puro, aquellas causas astro- ee nómicas hacen bajar los grados actinométricos, calculados á medio día de 8607 el 21 de Junio, á 7 205: el 21 de Diciembre. “Antonio Alzate.” % o o. se hacen en Lyon, en un lugar cuya situación es 1parable á la de Montsouris en París, lejos de todo obs- uloá la radiación solar, siendo las cifras obtenidas superio- es á á las que se obtendrían en el interior de la ciudad, por es- / tar. en ésta siempre tapada una parte del cielo por las casas próximas. a las observaciones se > hace uso a actinómetro e ter- Sl ante > hada Sl año, á causa de sus condiciones atmosféricas lo- alos gs hacen que apenas pea en invierno en o suelo la a radiación solar que llega hasta el suelo, obteniéndose para e las observaciones de varios años de 0.20 á 0.36 en los meses - . Eo del invierno, lo que viene á decir que para Lyon, la luz reflejada dad por el cielo durante el i invierno y la mayor parte del día es ape- ME as suficiente. y hace necesario dar á las calles una gran anchu- Ya a E que deje de perder lo menos posible de la luz recibida. - Hechas estas consideraciones, el e: Clement estudia la 5 PERA, marcha de los rayos luminosos al establecer su fórmula para me Y Son un haz de Yayos EE ¡SOS parte horizontal, ésta varía en razón inversa de ó de sus diámetros. L£ En el triángulo rectángulo 28 BO, se bone e=a como B=z se tiene | o IN A a a A la fachada de una casa, se obtendrá igualmente E VI vos HL 0 siendo H el ángulo que los rayos | os hacen con mal á la fachada, es decir, con el horizonte. A -—» pe - re e que la Bloicia nósido dal OO el Es lu- con toda su intensidad, y si z=0, cos z es nulo. Las s variaciones tienen lugar respecto á la fórmula (2) si ha- H= -0, los rayos luminosos caen perpendicularmente á ada en toda su intensidad, y á medida que H crece, I” disminuye hasta llegar á ser 0. : las: disposiciones de las casas, unas enfrente de las E y sus o resulta due nunca a los rayos As da iluminativo, mientras que si las calles son Eu mayor es la ns ono del paolo más se » dé ¡A Y es led y - las ld pues siendo _H=450 el z tiene la. Imisma medida y los términos 1 cos z é I cos od la luz se pa O en el suelo y las eter a 1 lea sea facutablo ado los rayos lumino- agan con la base de la fachada un ángulo de 50? y que : Memorias.—(1903).—T. XX.—39. la altura de las casas sea de Dos des EN sabiendo que eL g dana en el Cairo es doble ANS el de Dn uz igual 4 á la de la ciudad rusa, Eiado, a a las casas en ambas ciudades? ; . La fórmula para el Cairo será: e 7 » L= o 250 | E de dondo ES 9m 30 7 1 Así pues, la fóraala L=H la y ni Clement tiene en cuenta las condiciones e tensidad de la fuente Hd es a de la h “permite determinar las dimensiones de las calles. de la altura de las casas y del grado actinométrico y su fórmula, de la anchura actinométrica. ó O > de las calles. 159=300 cos H de donde H=560 7 2” y p=330 42 40” ae L=H tan P ; L= 20 a dE 42 40” “- más nchas aus profundas y ” solo consideraciones es pa e 1] iaards dl ais Pp por la £órmula P "=1 cos sH cuación L=H tan y. ado. normal, cuya necesidad como lo exige 9 ; - » el Dr. Clement, es Le notoria, M. eS le dió. la j E respuesta: “En cuanto al número correspondiente al | do de un trabajo a ninguna ao se ha he - te del hecho' que Al 17 al 27 de Diclames época do cio de invierno, se puede siempre escribir en » la pa hacia luz en las habitaciones, se puede aumentar hasta 96 101 | grados actinométricos necesarios. ¡ ES, Respecto de Lyon, cuya actinometría se conoce, se tiene que el grado actinométrico medio de los meses de N oviembre 5 y Diciembre es de 129; el grado normal supuesto de 99 y la altura de las casas de 20 metros, resulta que 1”=1 cos H. ; niendo los valores 9=12 cos H, veamos qué toga satisface E LES NE — esta igualdad. Si H=450, I?=80 485, en este caso la anciaÑn de la Sale ; es igual á la altura de las casas, pura Lyon el alumbrado e . insuficiente, puesto que I es mengr que 92 grado normal. Si E H=430, I=80776; H=420, I”=80917, en fin H=419, l=90 03. Ejecutando los cálculos según la fórmula del Dr. Clement, E ia | L=H tan g en la-cual y es el complemento del ángulo H, se a 2 E encuentra en diferentes casos que el ancho de las calles debe E AN ser de 21m50, 22m18 y 22m05, es decir, que la anchura debe ES ser mayor que la altura de las casas, lo mismo que para todas Er las ciudades que tengan igual grado actinométrico; para las a E que tengan un grado mucho mayor que el normal indicado, las calles pueden ser más angostas que profundas y entonces se puede tomar un mínimum normal mayor que el citado y be- E neficiar la higiene de las ciudades dando más ancho. á sus. calles. e le apreciar poz - las tablas de Ea Cox, pero pudiera E Es 8 de la mañana, que de nada me podrían servir para AS a es ene aplazo para dentro de poco poder apli- y entre. ellas para las de las calles. Me prometo que con un ac- tinómetro que recibiré pronto, podré hacer observaciones du- a AO ante el próximo invierno, época, que como se ha dicho, es la ' Ñ onveniente para las observaciones actinométricas necesarias en la fórmula y me prometo adquirir la determinación del gra- E ; € do normal para México. : Y | Entre lo que he consultado, he tenido el gusto de encon- y o trar en la escogida cuanto rica biblioteca de esta Sociedad 0 : “Antonio Alzate” el Anuario del Observatorio Meteorológico e y Municipal de París, de Montsouris, y en el tomo correspon- BEA diente al año de 1900 se encuentran datos del mayor interés, : e, como: tanto por ciento de la luz recibida, su intensidad calorí- ' 20 fica, la faja de luz solar ó insolación en las fachadas de las ca- eS" Sas contada desde la parte superior de las casas, y esto en to- e. de das. las calles, cualquiera que sea su dirección. De desear ES e e que lleguemos á tener tan importantes datos en México, que. e V _ invierno, se debe procurar que los rayos lleguen hasta los ' ba -la insolación, tiempo que es difícil de marcarle un mínimum Micrográfico. no son un lujo a sino que se o hacen; ya 1 la higiene principalmente. OS a Hemos considerado la luz difusa del sidlo siconsid una influencia notoria en el a de Fat de lo, Dejes! de las habitaciones, disminuyendo por el esa ment, se tiene que considerar que el calor. solar « es más a en jos de las casas el día más desfavorable del año, el 21 de Di-= A ciembre y durante el tiempo suficiente para que sea benéfica por influir diversas causas locales, no siendo constantes sino las astronómicas, es decir, las que varían con la latitud: del 6 lugar A z - - + RAS $ (1 El Observatorio Meteorológico de Montsouris, en París, fué nada Sari E nistro de Instrucción Pública Duruy y bajo la alta influencia de M. Dumas, Secretario | perpetuo de la Academia de Ciencias y Presidente del Consej Municipal de París. En 1870 se acordó al Observatorio una subvención que empezó á percibir en 1871; en 18 6 se. le encomendó los estudios de Meteorología aplicada á la higiene, y en 1884 se estableció x otra estación cerca del Hotel de Ville en la calle Lobau; en 1885 se dió más impulso álos SE e trabajos, que tienen por objeto elsaneamiento de la ciudad, agregándose como «sucursal La una estación meteorológica en el interior de París, en la Torre S. Jacques. Desde entonces se siguen con toda regularidad todos los trabajos divididos en: yari secciones: 1? Servicio de Física y Meteorología. 2* Servicio de Química, A 32 Servicic “¿Antonio Alzate.” 3 311 Pasemos á la determinación de las dimensiones de las ca- lles. Sea SO_un rayo solar que pasa por el techo de una casa y que proyecta la sombra del ángulo de aquella según la lí- nea BO, cuya longitud 1 es dada por la resolución del triángulo OBC. — OBól=BC tang OCB El ángulo OCB=VCS ó Z, es decir, la distancia zenital del Sol en el momento de la observación; BC=H altura de la casa, de donde 1=H tang Z. Ahora bien, hay varios casos que considerar; si la calle es paralela al meridiano y suponemos que pase por la base de la casa, Ó sea MM, y prolongamos la línea O B hacia S”, tendre- mos la proyección horizontal del Sol cuando esté en $: la línea BS” hace con el meridiano un ángulo T que da la medida del arco que tendrá que recorrer el Sol para pasar por el meridia- no, y por lo tanto una fachada levantada en el punto O para- lela 4 la casa recibirá los rayos solares todo el tiempo que el Sol tarde en recorrer el ángulo T, y sis calcula O A que separa ambas fachadas, se tendrá la. -——COA=0OBs0mmABO ' 7 ó OA ó L= =H tan Z son T......-:-- Si la calle hace un ángulo y con el meridiano y la fach tiene la dirección MM”, la longitud de la sombra OB no ría, pero la distancia del punto O á la fachada es A perpe cular O A? más grande que O A; así pues ES 105 O OB sen ABOG NBO=SBYW'=T+y “de donde O A'=L=H tan Z sen (DA 2 Y si el ángulo de la fachada con el meridiano fuera. en lugar de ser al Oeste, se tendrá F L=H tan Z sen (T—y)......-...- Dr! Y por último, si la fachada es perpendicular al me ed ¿ : z: He es decir, si está dirigida de Este á Oeste, y=- y sen | : 9 : el lugar, día y Hola por la relación (clásica) cos Z=sen 1 sen A + Es 1 cos Á cosa siendo A» la declinación, «a el ángulo honao Ty 4 la Jatituc del lugar. de y: Así pues, se tienen todos los datos del problema. 2 El medio más peo como lo as notar el Dr. 10 - stc POR DBSTACULOS DE ANGULOS UNIFORMES DE ANCHURA Y ALTURA (Homersham Cox) ANOHURA ANGULAR - se | 802 | 352 | 409 75e 800 | 852 1902 |] 450 [509 | 559 | 609 | 652 | 109 .005| .010| .015|.019|.023|.027|.031|.035|.039|. E 10/.019|.028 037 .046| .055| .063| 070] .077|.084|.096].08 014 .02+| 042] .055|.068 .081|.093|.105| .115|.124[.135|. 0371 4055|.073|.090|.106|.122|.137|.151).163|.174|.1 3|-045|.067|.089|.110|.130|.149|.167|.184|.199|.214|.2: 052|.078|.104|.128!.152|.174|.195 .215|.233|.249|. .060|.089|.118|.145 .179|.197|.221/.243|.263 .281|. -066|.095|.199|..160|.189| .217|.243|.268|.290|.310|. :071/.106|.139|.179 .205|.234).263 .288|.315|.335|.354 71.077|.113|.148|.188.217 .249|.219|.307|.333|.356|. ¿07€ |.118|.155|.192 .297|.261|.293|.322].349|.373|. -08: |.192|.161|.199 .235|.970|.303|.333|.361|.386|. 91 -0841.195|.165|.204/.241 .977/.310 .34i|.370|.396|. 085 : -347/.376|.402. 9|.350|.380|.406| .42 -359| .389|.408|.4: -3911.353|.383|.409|.43: 21 .353|.383|.410|.43 Ejemplo: Obstáculo. Planta. < h q SS y . a 2 IA E EAN (263 EMO hr Obstáculo altura 4.302 y 40% 189 tabla A >20 y40o 129 > : 318 6 318, p%, de pérdida de luz. e RANA a Dn PA en cuenta he a posiciones, diferentes daa como > punto, de ra: una duración de insolación, de cerca o hora; que para una as cuatro horas, debe ser mayo do la ca de las casas á Ad hos tres, le de 13 sitos alo cuatro horas. O conviene ed estas latitudes de menos de e una - Memorias.—(1903).—T. XX.—40. para el otro bo, Ó . que es lo! mismo, 9 10 de dimensiones aos para una a d ) Ec el solsticio de eta para la misma deca al El peda que se e se reducoá. o ar ap de estos draloiEs y el tercer oie es be la distancia cenital que el Sol tiene el 21 de Dici o aquí la ala conocida: pa . | ta y sen TEA pb) : sen p sen (p=c) eN 7 a+b+e=2 -p. | El Dr. Clement ejecutando los cálculos, obtiene la te tabla: sá | Ea o : ALA VOS INSOLACION CORRESPONDIENTE Sa EN EL SOLISTICIO DE.ESTIO insolación | - (Latitudes.) ¿ a RE REA, E de avena de — [asoraas” Ea 20o 30 LYON A AA A a e 10m. | 6h,13| 8h,30 | 10h,50. 12h,80 1 hora 6h,20 | Sh.34 10h, 5611 h, 34 2 9) 6h, 36 8h, 48 EL) 5% Ie 3 9 Th, 8 9h, 10 y e] Y : 13h,4 | 13h,38. 8h,58 | 9h, 41 Tara 1. —Valor de Z. ; E ES > - ye A | 3 SEE SEGUN LA LATITUD Y LA DURACION DE LA INSOLACION TarLA 11.—Calles meridianas H=20 metros y las siguientes A E] Tatitad Sp E 3 atitudes. E O aj e RR A A A Eras] 2 300 400 A o a 2 Duración 3 = =3] as EA AAA de la 200 309 40 o RON m. | 19,15'1439,28'20”[530,28'10”[639,27'54”1680,27'47”|699,13'43”[730,19"20” insolación £5% [1206] 50 10 min.| 0” 413| 07 587| 0 872 37 10 | qm 17 17 45 0 h 7 30144 ,4 53 ,56'20”/63 ,50'29”168 ,27'44”[69 ,33 [73 ,27'45” ho 45 51” 155 ,2140”[64 ,58'41”[69 ,388'34”/70 ,33” [74 ,89'6” |h h. [22 8048 4040157 ,3920”166 ,49'57”171 ,27'58”/72 ,10'30”[76.. 7'10” . hora | 2.5213 751 5-29. 6- 701.714 110 90? y) »” 2 ” y oy ) 2) p : y . 8 7 2929 4320”|59 ,2027”173 ,4311”74 ,207 [78 , 730 2 218.30 7.4711 0514 0olis ds 18 do) 3. |8 67 [12 05 [17 80 |22 70 l24 38 l30 90 | 4, 112 95-17 78 26 43 [33 34 |: M. a. Vogt fija sin apoyarse en dato preciso en 4 horas la duración de la insolación creyendo suficiente, de 10 horas á 2 en la zona templada comprendida entre 40% y 609 de latítud y es el punto débil de su bello trabajo. Además esta duración se considera repar- tida igualmente entre las dos fachadas de la calle y siempre que á ella se refiere así se en- tendera, á no ser que se especifiqueel caso en que sea unilateral. - TabLa 111.—Calles que hacen un ángulo y con el meridiano 500 LATITUD 200 LATITUD 300 LATITUD 499 LATITUD E A DURACION D"w La INSOLACION AOS Or |209| 5,87/10,5 7,26/13,0 [18,0 [24,0 10m, 2, a 5,271 7,5 | 9,8 | 4,85] 7,8 [11,2 11,89 16,4 8,2 [10,5 112,6 | 8,8 112,2 [15,5 7,05| 8.71/10,3 11,8 12,2 ¡14,4 16,6 [14,6 [18,1 ¡21,4 [24,9 [18,6 [22, : 19,85/24.5 10.50112.22118,6 [15,8 [14,5 [16,9 [19.0 [21,38 (21,5 [25.1 |28,1 [31,5 |27,5- 14,89/16,60118,3 [19,8 (20,4 [22.9 [25,2 [27,8 [80,4 |34,1 [37,0 |40,0 [39,3 | : a de 200 que reciban el Sol durante 10 minutos el 21 de Di ¡iembre, lo recibirán durante 6'horas 3 el 20. de Junio y las que lo reciban en invierno durante 4 horas, lo recibirán 8 ho- ras 58 en el estío y en el grado 50 sa latitud la insolación se- TÁ de 13 6 Ó 14 horas. > Aplicando la fórmula de Vogt en ado su rigor á las ciuda- des del Mediodía permite aceptar calles más angostas que pro- fundas de 13 metros de ancho para 20 de altura de las casas, sin que se tenga que sentir una excesiva insolación en verano, es que á dos horas de insolación unilateral en invierno, co- responde 4 horas 29 en Junio. En estas mismas condiciones para 400 de latitud la insolación es de 6 horas y de 7 horas E 14 para el grado 50, lo que viene á comprobar lo asentado por el Dr. Clement, de que la fórmula de Vogt, parece hecha para las condiciones os de las ciudades de latitudes cer- Canas ó inferiores á 309 más bien que á las del Norte, puesto. E que no será posible sostener que calles de 40 á 60 metros de - anchura son fáciles de establecer. e - Observaciones tan juiciosas y fundadas como las del Dr. - Clement, le hacen todavía decir que pudiera haberse equivo- cado en algo aunque cree que no tendría que modificar mucho su juicio, y acaba por formular una opinión tan justa como - práctica en los siguientes términos: “Si los higienistas quie- ren ser atendidos por los poderes públicos, deben saber limi- bar sus exigencias y conservarse en el dominio de las cosas o y bajo este punto de vista la elección entre el mé- todo de Vogt y el que propongo no me parece dudoso. Puesto quen no podemos realizar las mejores condiciones de insolación para fijar la distancia perpendicular ute e quo os Mon LS convenientes o higiónicas de to que ie la elevación de una construcción DEE que le sea próxima. Como dejé asentado en la primera parte de mi estudio, ó sea del informe sobre la cuestión que se me. propuso, pude con el auxilio de las tablas, fijar un tanto por ciento de pérdida de luz por la elevación de paredes y he sen tido carecer de los datos actinométricos y normales correspon- dientes á México, para ampliar mi estudio respecto á esta. cues- tión de luces. A de En el diario de La Arquitectura de San Petersburgo,: 00 rrespondiente al 5 de Septiembre de 1896, se han publicado | 10 SIS HIOntos datos relativos á San Petersburgo: SL Entre las leyes rusas se encuentra un Código de las € cons-. trucciones y además por la extensión y particularidades - loca- les, las municipalidades y consejos de provincia tienen el de recho de expedir reglamentos conforme á las condiciones cli- 0% matéricas y económicas de los pueblos y ciudades. A - El art. 358 del Código ruso ordena que en San Petersbur- go la altura de las nuevas casas particulares, cualquiera ue sea el número de pisos, no debe ser mayon que la anchura de las calles ó callejas en que se construyen, contándose la altura desde el nivel de la banqueta hasta el nacimiento del techo: En las plazas y otros lugares descubiertos cuya anchura sea mayor de 11 sagenes (23m.70) tampoco podrá ser mayor la. al : tura de las habitaciones que este límite fijado. : Respecto de los techos inclinados ó mansardes, dice el art. El Past 115 de las ordenanzas municipales de Barcelona de reviene. 1 la altura de los edificios no excederá de an ra haa el ladies máximo de la cubierta; y por el art. cli de esa o ao no podrá subir pared al. e ea ú 1 otro all de un metro de alto. s ordenanzas a ES ndo se a de la Sa en. ue de. primer eden 6 de 20 metros So lo menos » las mayor altura será de 20 metros; en las de segun- de 158 4,20 ps de 19; en ds de teresa de 15, y en ¡st alos por sus s propietarios « con el completo de de pisos '0n entidos en las alturas totales, sino con uno menos, dando o consiguiente más desahogo en luces á los restantes, y siem- Ss e dichos a elevados no se dediquen á á AS de nto de la dd de , México, acordó que á reserva de lo que HA A estime o aida sin aia ninguna , base á á que deb suje- tarse. Y como o calles son las de más de 18 metros e ve en la mayoría de casos de que los opi a para a ovitarso. dificultades posteriores, pidan á la autoridad les fije según « el juicio de ésta, la mayor altura á que puedan construir segú Dn los casos. na : z | Pasando ahora á las dimensiones de los patios de las ca- sas, natural es que se tengan en cuenta las condiciones deluz En é insolación que la higiene demanda para las o o así como para las calles; pero aquí también parece que no se han tenido en cuenta y que todo se deja al acaso ó al arbitrio las más de las veces, Nuestro código civil nada dice á este | pe respecto, siendo á cada paso motivo de disputa unas veces, A de insalubridad las más de ellas, la elevación de las construc- 3 ciones. - En París el reglamento vigente sobre la altura de las car a sas se ocupa de ésta en los patios detalladamente, y entre otras cosas dispone en el artículo 16 que los ps no tengan menos de 3U metros de superficie con un ancho medio no inferior de 5 metros, y si la casa tiene en la calle una altura superior de 18 _metros, la superficie mínima del patio será de 40 metros cua- dradós con ancho mínimo de 5, y si las alas ó paredes interio- res tienen también los 18 metros de alto, el patio tendrá 60 me- ' tros cuadrados y el ancho mínimo de 6 metros. El artículo 28 : E ocdos para a sus construeciones á dicha superf- q 2d DEE a cie reglamentaria. En París desde el 5 de . unio de 1897 la antigua oficina de ar los O y nivel de las casas; per- isos de salientes sobre la vía pública; reglamentos especia- od a e cuadros-anuncios p la o E eepues que las ol de la construcción han sido reco- ( s como conformes con los ad 1 Administra- os así li bclableados 8) código de las construcciones de San Polesshueoa se ocupa de los patios, y el artículo 7 previene que siempre haya AN un patio de 30 sagenes cuadrados (63 m 9) y que el ancho no se- : y E rá menor de 3 sagenes (6. 40 metros:) podrá haber en el mismo - : de oe otro' o dean ios menor de 30 ES pero de- q a esta alt no he o una vez. zy nO lí separa el muro exterior de esta casa trueciones, cada parte tendrálo correspondiente á el aucho perpendicular á su frente. Las construecic nes ue den á á dos pt de diferente anchura podrán. aprov: har del Pa Hen ca > además de tener la construcción la A fjada par ] altura interior de las mansardes desde el piso. hasta e ; no será menor de 33 archines (2.50 metros). ; Como se ve ao lo due antecede, en San Portersb lo que solo se explica considerando que generalmente. bajo no es para habitaciones, sino que se dedica á co - caballerizas, almacenes de leña, lavaderos, es 2 que no necesitan del Bol. que loas luz y aire e piezas a á dormitori Ss, ton ee drán cuando menos ze metros superficiales sl la casa const que tengan cuatro pisos, la menor dimensión será > 2 y medio para los primeros y 4 para los segundos. - : de . ES z E = = > e De dais el 6 2 da policía de is construcciones: y a € ) Frecuentes s son las a Y litigios que se Memorias. —(1903).—T. XX.—41. PROCEDIMIENTO INDUSTRIAL 1 Para ran DETERMINACIÓN CUANTITATIVA DEL COBRE, DEL ZINC, , Y DE OLROS METALES, POR LICORES TITULADOS, PS O e EL INGENIERO DE MINAS o RN EN : al Le OR M. S.A. hina dos os el ponderal, usando la ba- el volúmetrico por medio de la bureta. El primero, por s el antiguo método de “precipitación y pesada;” | ola a es el o do “licores titula- Eso. ellas en este o y sólo diré « con Mm. Pelouzo ES : lisis e Ea aux anciens. ea par $ El final de los nccdinianlos linaje a indic :ad “ya por un cambio de color como en la alcalimetría, ya por F aparición de un precipitado como en el cuanteo del cianógeno; otras veces es un precipitado que deja de formarse como en. la análisis de los compuestos de plata ó de cloro; ó bien es un color que aparece, como al hacer uso del camaleón mineral ó (es - cuando se cuantea el yodo.” 22 Los fenómenos anteriores. se pa producen á las veces en la misma solución sobre la cual se ope- Ys ra; y otras, como sucede en los e que designa el D Dr (1) Dr. E. lOheR Traité d'analyse Eno pas lamótido volumótrigue, nales de Vallemand sur la deuxiéme edition par le Dr, L. Gautier. París. 1880. p. 150. (2) Dr. E, Mohr. Loc cit p. Ze y E no bad en una ola de a y tra- esta a gota por o reactivo llamado ' “indicador? PS SS Pp Ke e las ls y desde a a con ela Mohr, : les. po beaux travanz oa, aná ceux qe ca o Ae: mrbio. como consecuencia de la misma precipitación; y ra , parte, los procedimientos volumétricos cuyo final está, : na licad de este modo no son de ejecución rápida, porque es. € ad aleta tiempo después de cada adición de licor titulado para que el precipitado se a el líquido se. en n parte, y a versé si una nueva on del licor Pe un fenómeno de olción dado en de mismo o Kquido: aque se analiza es claramente perceptible, y permite conocer con : exactitud el final de un procedimiento volumétrico. 2 Indicadas ya las generalidades anteriores paso á exponer : el procedimiento volumétrico que estudié con atención, expe- rimenté con método, y que por vez primera doy á conoGBN ay Determinación cuantitativa del cobre por licores titulados. E Entre los numerosos métodos propuestos para la. determi- nación cuantitativa del cobre. por licores titulados se encuen- tran los siguientes, que según el notable químico R. Frosenius son los mejores. ” No O A ES El método propuesto por F. Weil > a en reducir el bicloruro de cobre por una solución titulada de protocloruro e 7 de estaño, en presencia de un exceso de ácido clorhídrico, sien-. do el fenómeno que indica el final en este procedimiento la de- coloración del líquido caliente. Este método es defectivo según e 2 el Dr. Mohr, porque “Vaction du protochlorare Vetain West pas instantanée, elle ne se produit qu'au bout de quelque q temps, et n'est méme compléte qu'a la température de Pebulli- tion: or cela peut faciliter une reoxydation partielle par Poxygéne de Vair, surtout dans des vases ouverts. Enfin la teinte finale jaune est trop pále pour qu'on puisse o E recomnaitre la fin de Poperation, Y) CES 45 + Los métodos de Schwartz “ de ioéher S de Flota o) y de Steinbeck (” exigen se precipite previamente: el cobre als (1) R. Fresenius. Traité nas chimique. ee (2) Zeitschr. f. analyt. chem. 1X p. 297. ; (3) F. Mobr. Loc. cit. p. 313. (4) Ann. d. Chem u. Pharm LXXXIV p. 84. (5) Fleischer. Loc cit p. 97. 354. 355 y Zeitschr f. iO Chem. a 255. (6) Ann. d. Chem u. Pharm XCVIIL p. 141. (7) Fresenius. Loc cit p. 286. , de protóxido, e sulfocianuro, ó de a metálico; y lo tanto, según M. Fresenius: “elles ne peuvent done, straction faite encore diautres raisons, avolr un ae la manifostaciones que icon los procedimientos laa EE santilad de le a en libertad por la Y reacción ES se puede. caleular la cantidad de cobre contenida en la solu- - ción analizada. Respecto á á este método dice el Dr. F- Mohr - E que: ' : “une série Vessais faits avec du sulfate de cuivre: pur a —montré en effot que les résultats. E o notablement de oa asa, urea, áaleto de urea, delo y formiato de eS ¡CP níaco. Acerca de este procedimiento dice M. Fresenius (* que ¿So sólo. da resultados aproximados porque “la reaction n'est pas M8 toujours la méóme: elle se modifie par la quantité et la con- s _ centration de Pammoniaque,” y las “sels ammoniacaux neutres ; N Ñ —modifient les résultats. Z N E | E “- E z k a SN) A a Mohr. Loc cit p. 646, y Zeitschr f. analyt. Chem VIII. eS , s (2) Ann der Chem und Pharm. XCT. p. 237. : a (8) Mohr. Loc cit p. 312. : E AS: (4) Mining Journal (1851). AN (5) Polytechn. centralb. (1859) p. LS 7 . AA (6) Loc aa 283. AO e , A LA ; E , me £ E por al sulfuro de Soo en. é oacales tiguo de estos métodos es el de Pelouze, el cual. hacer la precipitación a entre. 609 a e. Y a todo presenta según el DE Mohr dos da o plus grave c'est la iO variablo du o siste en precipitar la da de cubre á la topo ra A 350 á 450 e., y conocer el final cuando no se produce ya pre- cipitado de sulfuro de cobre. La primera de estas dos modi caciones tiene los inconvenientes de todas las. análisis volumé- (1) Loo cit p. 457. 809 e es un oxisulfuro (5 CusS-)- Cu O); y entre 909 y 1009 e es un a e. ico € óxido, y queda en el líquido ico de cobre queno colora la solución (En Mohr. Lo y cit. p. 457). - (3) Jour. f. prakt Chem. LXXXVITI, pr 686. (4) Mohr. Loc. cit. p. 458, 459. “al toque”. y la segunda, es de ejecución lenta, pues 0 mo. dije antes: cuando el final de un procedimiento volumé- 20 se conoce por no formarse ya un precipitado, hay nece- sidad de esperar que el líquido se aclare después de cada adi- el procedimiento. : - En vista de los inconvenientes que presentan los métodos a (1) Jeriores, y conviniendo e con la On da le Fleischer, ' Se a en una esla de porcelana la solución neutra £ ó ácida que contenga al cobre, se trata por un exceso notable e amoníaco, * con objeto de disolver todo el óxido de cobre ormado; se filtra, en caso que este tratamiento ocasione la precipitación de óxidos metálicos insolubles en el amoníaco; e agrega al líquido filtrado cloruro de amonio en solución, Y. + SN y en seguida se procede á precipitar el cobre. Para esto se ca! RIO ; ienta primero la solución anterior hasta que su temperatura, ÓN sea de 309 4 400 e, y se la agrega después sulfuro de sodio en solución titulada, y en cantidad mayor que la necesaria para pre- cipitar todo el cobre, agitando el líquido con una varilla de vi- rio. Se conoce que el sulfuro de sodio está en exceso cuando. | AS el color azul de la solución desaparece, y el líquido se vuelve , E : sE amarilloso ó pardusco. Se apunta el número de centímetros aro A cúbicos que se emplearon del licor titulado de sulfuro de sodio; A : , y en soguida, operando siempre entre 309 y 400 e., se deter- (1) Loe cit p. 11 y 150. (2) Se cuidará no falte este exceso de amoníaco en toda la operación. - ; 0 13) 20 e. e. de solución de 1 á 10 de agua, por 100 c. e. de líquido enprífero. y , A % Memorias.—(1903).—T. XX.—42. — mina el exceso de Alfaro de odio empleado, d sobre el mismo líquido una solución titulada de S O hasta que aparezca la aa azul celeste una aa debe agregarse. en exceso este A y po muy sensible la coloración parduzca que toma. el líq do se encuentran en él algunos centímetros cúbicos, empl en exceso, de la solución de sulfuro. de sodio. Al di jar e rrir el licor titulado de sulfato de cobre se observa * un fenó meno muy notable y es, que: al aproximarse el final dela cipitación del exceso de sulfuro de sodio empleado, si se el líquido constantemente, el precipitado se aglomera. forman do grumos y se asienta con mucha facilidad, el. líquido. S aclara, y éste es de un color amarilloso. El fenómeno e rior permite dejar escurrir de prisa, gota por gota pero sin ia- terrupción, ol licor titulado de sulfato de cobre hasta. qee el 400 e se forma siempre protosulfaro de cobre Cu S tal Loc. cit. p. 458), Y le as sulfuro es insoluble en el cloruro de amonio (Arthur M. Comey Dictionary, of Chemie: Solubilities inorganic London 1896. p. 139), y lentamente soluble en un exceso de sulfuro. de sodio (Becker. Amer. Joutn. of Science 3? Serie"Tomo 33. p. 199); pero el protosulfa- S ro de sodio en exceso y en presencia del protosulfuro de cobre se transforma en. polisul- IS furo alcalino y se forma un oxisulfuro de cobre. Conocido lo anterior es muy fácil expli car los fenómenos que se verifican en este procedimiento; en efecto: al comenzar la 1 0p ración; y entretanto no está en exceso el sulfuro de sodio, se precipita protosulfaro. deje cobre Cu S; después, cuando domina el sulfuro alcalino, una parte del protosulfuro de e0- bre se transforma en-oxisulfuro y el azufre que a libre se A al sulfuro alea : sulfuración del sulfuro de sodio, porque contiuúa, atacando al oasis de oe meramente formado, y llega un momento en que el protos uro alcalino se transforma en pentasulfuro de sodio; y entonces, al ALTEgar más solución titulada de cobre se] pita. pentasulfuro de cobre. Las soluciones de polisulfuro de sodio son amarillas Ú Wurtz) : y por esto aparece en el líyuido que se analiza la coloración amarilla cuando se encuen: Tra en exceso el licor titulado de sulfuro de sodio, pues este exceso se > transforma. en po sulfuro alcalino por la acción del protosulfuro de cobre; y por otra parte, como el pentasul- E furo de cobre es un precipitado muy voluminoso, aunque ligero, reune al oxisulfuro de y cobre ya precipitado formando grumos lo cual permite que el. líquido se aclare y Poco. an: tes de que'la operación concluya por completo, porque siendo ésta muy rápida sólo ( cuan: do el sulfuro alcalino está en pequeño exceso puede alcanzar su mayor sulfuración. Pto eso que varía con la idad SE ad que deba a E a ar el E error que a resultar por este motivo estó el liquido claro y pueda verse > fácllmente. cuando desaparezca osa, ,del líquido, debida á la presencia del polisulfuro alcalino, y apa- el óxido de cobre amoniacal, cuando se encuentre en pequeño exceso- de cobre. El objeto que tiene calentar el líquido que se analiza entre 309 Y pane el pa se asiente, y no debe pasarse de 402 c., porque á una de cobre o oo lo tanto, se necesitarían distintas cantidades de sul- li pana pi una misma cantidad LS cobre si se opera á temperatura ener una idea de la pación del precipitado que se forma en este procedi- e la siguiente. Operación. Puse en una cápsula de porcelana 20 e. e. de la solu- * (o) de sulfuro de sodio, y agregué 20 e. e. de. solución de eloruro de amonio de 1: 10, y de solución » amoniacal de densidad 9: 978; ES á 400 e. » Y después dejé escu- 38 »S S—27 22S Cu=69> pS, O ésta que en que variar en y entonces, para corregir el error anterior, bastará restar. del al precipitado formando grumos, el líquido se aclare, y pueda verse con facilidad la apa- se necesitan por cada 100 e. c. de agua amoniacal o. ea e. e. e : la solución de sulfato de cobre del título quel in dicaró eo 0 líquido, se procurará que la coloración Anal en e da sea O aproximadamente igual á á la producida como acabo de deci volumen empleado de solución titulada de sulfato de cobre, 0.4 c. c. por cada 100 e. e. de líquido analizado. Sila coloración obtenida al concluir alguna análisis al 5 más intensa que la ya indicada, se agregarán de nuevo al lí quido que se analiza algunos centímetros cúbicos de la solu- ción de sulfuro de sodio; y después, operando con mayor cui-. dado, se dejará escurrir el licor de cobre titulado hasta cbtener el color azul bajo que sirve de término de comparación. Por calenté 4 400 c y le agregué después solución titulada de cobre hasta que apereció la co- loración azul. El precipitado que se formó en esta segunda operación era de color pardo claro, muy voluminoso, de densidad 1.288 y constituído por un pentasulfuro de cobre cu-. ya análisis cuautitativa dió el siguiente resultado: S=71.6 pS , Cu=28.4 pS. La densi- dad del líquido analizado varió en toda la operación entre 1.039 y 1.067. La composición variable del precipitado, cuando está ya en exceso el licor titulado de sulfuro de sodio, no tiene influencia en la exactitud de los resultados obtenidos por este método porque € esa variación solo ocasiona como dije antes: que el protosulfuro -de sodio en exceso se transforme en polisulfuros de sodio, lo cual no es un iuconveniente, pues se necesita la misma cantidad de cobre para precipitar una molécula de protosulfu- ro de sodio ó una molécula de cualquiera de los polisulfuros de sodio; porque como dice M. Rose cuando se preciplta una solución de cobre por un polisulfaro alcalino se forma un polisulfuro de cobre cuya sulfuración es igual á la del sulfuro precipitante; y por lo mis- mo, la cantidad de licor titulado de cobre que se emplee en este procedimiento. determi- 00 nará con exactitud el exceso del licor de sulfuro de sodio, cualesquiera que sean los diver- sos grados de sulfuración que adquiera este sulfuro alcalino en el curso de toda la.ope- ración. A > Conviene que se forme cierta cantidad de pentasulfuro de cobre para que éste reuna rición del color azul que indica el final. Para que este pentasulfuro de cobre s forme en cantidad suficiente para aclarar el líquido, basta emplear en la generalidad de los casos: 5610 c. e. en exceso del licor tltulado de sulfuro de sodio, de la concentración que se in- dica en este estudio; y cuando al final de la operación el líquido que se analiza no se acla- re fácilmente bastará agregar algunos e. e. más de la solución de sulfuro de sodio y luego la de cobre anotando la cantidad total que se emplee de estas dos soluciones tituladas. NS A e F (E ARA LR PR e x ANS Di 400 c.; y en o se deja escurrir en él y con rapidez nia Da la cantidad de la solución de sulfuro de sodio que sé hu- : 54 biere empleado la primera vez. Se agita bastante el líquido, ES ss o se sigue do el on titulado de a pri- >. A análisis. Para a hacer. o ae de la análisis anterior se ne- ión sus se entre ésta y el licor titulado de sulfato de € cobre de la siguiente manera. Se prepara la solución de sul- NO -furo de sodio disolviendo 55 gramos de esta substancia fun- A dida % en 1000 e. e. de agua destilada; y para hacer la solución EN z de ef (1) Debe procurarse que la opere del líquido no descienda de 309 e. en toda á E esta operación, para lo cual basta dejar la cápsula sobre un baño e arena caliente cuya _ temperatura no exceda de 400 c, Ñ Co : e (2) Se puede usar también sulfuro de sodio cristalizado. a 4 - 10 E to por la Para ón la so del sulfuro se ponen en una cápsula de porcelana 20 este líquido y se le agrega amoníaco, cloruro de a agua, hasta formar un volumen igual al de la solu 4U o: e. de licor de cobre para precipitar a 20 , del de sulfuro de sodio, la relación entre estos dos sería. de 1: 4; y por lo mismo 1 c. e. del licor de cobre correspondería á 3 e. c. del de sulfuro de sodio y como en 1000 c. e. de la so- lución titulada de sulfato de cobre hay 10 gramos de este me- a tal en 1 e. e. del mismo líquillo habrá U.**U1; y por consiguien te 1 e. ec. de la solución de sulfuro 'precipitará. Ue za da cobre metálico. z e AS > Conocidos los datos anteriores el lo de una análisis AN es muy sencillo. En efecto, suponiendo qué se emplearan en esta análisis 70 e. c. de la solución de sulfuro, y 10 e e. de la de cobre, el cálculo se haría como sigue: e 0% 70 e, e, del licor de sulfuro de sodio iS E a Ls S E e NO - precipitan: 7U X0.% U2...= 1 ES +0 de cobre ES 10 e. e. del licor de sulfato de cobre A; . contienen: 100x000 == MO do cobre E ¡€- E » Diferencia= 1.* 30 de cobre 1,9030 será el peso de cobre a daa en la solu- ción analizada. A É Re s ;8 (1) Sulfato de cobre puro de la fórmula Cu S 05H? O. e q pues en muchos experimentos que he 10, y variando: las cantidades de cobre contenidas en los O OS a la concentración de estos al y el la exposición anterior se a que: el procedi- ol es o pr como el licor titulado de sul- A olaa de los Casos, y o determinarse en po AE la solución ca de sulfato de cobre es e sletán: ea a ma y A no invertible en n las condiciones de de Hola de Le pág. 330. arando este e con los dos métodos pro y la Lia dl punto final, hicado por un fenó- ración ai claro. que se prod en el mismo l- nientes de una “análisis al toque;” lontitad y ser poco E e to; y el segundo no es rápido, porque el fenómeno que indica el final es: que no se forme precipitado, lo cual como ue an- bes significa lentitud en la ejecución del procedimiento. Experimentado, según las indicaciones del Dr. Mohr, wm a dE método que he deserito condujo á resultados satisfactorios; ES y por lo tanto, puedo proponerlo como un procedimiento ¡ in- ; dustrial aplicable, eS fácil y rápida ejecución. SN Determinación cuantitativa del zinc y de otros metales | por licores titulados. El procedimiento volumétrico ya descrito puede ER a lizarse para la determinación cuantitativa de los metales cu- yos óxidos son solubles en el amoníaco, como son entre otros: el zinc, el niquel y el cobalto. ! : z Para cuantear el niquel ó el cobalto se pucca en todo do la misma manera que cuando se analiza el cobre, es decir: se precipitan estos metales al estado de sulfuros, agregando el licor titulado de sulfuro de sodio, y hasta que esté en exceso, á la solución amoniacal de niquel ó cobalto, operando á la tem- _peratura de 300 á 400 c; y el exceso de sulfuro alcalino se de- - termina con el licor húnlado de cobre, hasta aparición del co-. lor azul antes mencionado. Para calcular estas análisis se de terminará el título del licor de sulfuro de sodio precipitando soluciones de niquel ó cobalto de riqueza conocida. Este méto- a do es más rápido y exacto que el propuesto por Kunzel, % pues > el de este químico es una análisis “al toque.” Para aplicar el procedimiento que he própuesto á la de minación cuantitativa del zine es preciso filtrar, después de haber precipitado la solución amoniacal de este metal por un exceso del licor titulado de sulfuro de sodio; (3) y determinar (1) Mohr. Loc. cit. p. 712. ; (2) Zeitschr. f. analyt Chem 11. p. 373. (3) La filtración es necesaria porque el sulfuro de zinc preci al estado de sulfuro, co en presencia del amoníaco, al cobre del licor titulado. fato de bobo: Y cs la O y lavado del a de zinc no sean E Conclusiones. do lo toa Dude decirse que: ales. cuyos. óxidos se disuelven en el amoníaco, entre otros: el cobre, el zine, el niquel y el cobalto, u S o os en caliente da de O Ae cobre. a o n al de este procedimiento está indicado por un a coloración E en el mismo o que se ana- » . Memorias.—(1903).—T. XX.—43 O E E Es nales son das: ds proporcionan mayor o E A mortalidad, y comentando estos hechos la prensa he y achaca ese fenómeno 4 á la adulteración as las a | 2 A ; 4 Y ES YE ¡TE E E tínuo manoseo de los compradores entre los que hay muchos que padecen diversas enfermedades trasmisibles, las/mismas que padecen también muchos de los mismos vendedores, lo que hace mucho más inminente el peligro. + Para evitar, en lo posible, estos males, no habra otro Tr re- medio que estudiar algún medio, que sin perjudicar los inte- reses de los comerciantes pobres, ponga sus mercancías al abrigo del polvo, las moscas y el manoseo de los consumido- res, impidiéndose el que comercien en éste ramo los que pa- dezcan alguna enfermedad contagiosa, así como la venta de frutas desprovistas de su corteza, á no ser aquellas que por ; su alto precio sea preciso vender en rebanadas para ponerlas al alcance de los pobres, pero poniendo siempre los medios. más adecuados para preservarlas del contagio. Y á propósito de las golosinas. La perniciosa costumbre que tenemos de tomar á cada momento cuantas golosinas en- - contramos al paso, es otro de los más importantes factores pa- tógenos de las enfermedades de las vías digestivas, pues sabe- mos que es una ley fisiológica, que toda célula que trabaja gasta sus energías acumuladas, las que solo puede reponer por medio del reposo (Luys) y como con esa pésima costum- bre de comer á cada momento, no dejamos el reposo necesa- rio, para reponer sus pérdidas, á las células de nuestros órga- nos digestivos, y por otra parte, la continua excitación á que - las tenemos sujetas por nuestra imprudencia, hace que éstas pierdan sus funciones fisiológicas, se degeneren, y se hipertro- fien, y como es natural, las glándulas del estómago siguen ne-. cesariamente la misma evolución, se degeneran también, se hipertrofian y pierden sus funciones fisiológicas dejando desde luego de producir el. verdadero jugo gástrico y el líquido que producen es un líquido alcalino absolutamente desprovisto de propiedades digestivas (Beaumont). cies De este modo se constituyen la osa y el catarro gás- trico el que no tarda en propagarse al intestino, por idéntico - El as A e 07eN Es un hecho de mostdo? que los alimentos que no se di- ron entran en ROS y producon gases, los que abras isso: del ds y produeir su dilata- o e AY ésta é á su vez, po es o por acción mecánica y oa sE elepta renal. Ne Ps bl alcalino que producen las glándulas degenera- de dos Ignora que los tocineros y carniceros, para dar sa- —lida. á las carnes descompuestas las convierten en carnitas, «salchicha, longaniza y chorizo: efectos todos de gran consumo y e por lo mismo altamente peligrosos, pues llevan consigo varias - pbomainas tóxicas entre las que se encuentra la midaleina cu- Ñ ya toxicidad se manifiesta por desórdenes graves del tubo di- no Las jaletinas que : á diario se venden por las calles, cuan- E 2 6 entran en descomposición, contienen también ptomalnas tóxicas entre las que se encuentra la Coledina; así como en el : ; queso podrido; se encuentra la Ziratoxina y en el pescado ave- E -—_riado la. Betaina y siendo estos artículos de constante con- - 0 e Sumo, | son asimismo un constante peligro á que estamos ex- a. , puestos, En muchas casas de vecindad se conservan aún las famo- os sas Juentes de ¿agua limpia, si hemos de ereer á los señores pro- e tivas, lo tenemos en el alcohol, el cual, tanto por: refleja cuanto e su acción directa sobre los ó sore ro de víctimas hace elsa e de : Bouchard, ha encontrado, que la dead tóxica es a coho , por kilogramo de materia viva es de 8 c. e. de solución acuo- sa al 20%, en inyección subcutánea y de 4,7c.c. de la misma , solución en inyección intravenosa. e Dujardin Beaumetz y Audigi han fijado la dosis tóxica de alcohol diluído en agua, por kilogramo de animal en 7, 75 e. €. y cuya dosis es casi igual á la de Bouchard; además, estos au- ya tores en sus Estudis sobre la toxicidad de los alcoholes han demostrado, que el alcohol cuanto más elevado es en la ser o es tanto más tóxico, y así han establecido que la dosis : tóxica. media por kilogramo de animal es para los alcoholes que en seguida se expresan, diluídos en agua, las siguientes: Alcohol Metílico, 7,0U; Etílico, 7,50; Propílico, 3,15; Butílico, 1 199, Y: Amílico de 1, 30 á 1,60. 1 vió morir un niño de siete años que tomó una dosis de 9U gramos de alcohol diluído y y Todd vió perecer un adulto envenenado con un litro de Ro: n ES El alcohol es un veneno que ataca á todo el organismo: | en contacto con la sangre, se apodera del oxígeno de la hemo- globina produciendo una especie de asfixia de los glóbulos. ro- E a jos; su acción sobre los nervios, produce una alteración quí- ce _ Mica de la célula nerviosa, de lo que resulta una depresión ; : nerviosa, que bien podríamos llamar neurastenia alcohólica, la que se manifiesta por la 1 impresión. de tristeza característica de los bebedores, la debilidad de la inteligencia, la lentitud y dificultad de la palabra y el temblor de las manos; la presen- hólico a ( pouchaid ). 2! alcoholismo crónico, como es Eon OS determina funcionales, tales como manía, imbecilidad, demencia, ía y parálisis; por retardo de nutrición, polisarsia y glu- ; en el aparato circulatorio, por la imbibición aleohól:- produce un estado ateromáatoso de las arterias y los ca- ue pueden ocasionar la muerte por afecciones apopléti- pomos ( Habershon ) y on los E digestivos, que a mo e oli el catarro crónico de ba vías. dccsibas de lo o o la e la Ar la da crónica alcohóli- na que a cido en sus funciones para dar lo ¡gar á la secre- ES, eló: n de las ls a 5d «Ej entran en descomposición, es el que mayor número de dilata- cen acción alguna estimulante o la ada ni a cia alguna favorable sobre la secreción del jugo gástrico, la sE % que, por el contrario dificultan, así como la asimilación de las materias albuminoideas. El calambre que se siente en eles- tómago por la acción irritante de estos pretendidos aperitivos, - es lo que generalmente se cree que es sensación de hambre. Cuanto hemos dicho del alcohol, le conviene al pulque, ES por lo mismo no insistiré más sobre sus efectos como aleohó- lico; pero es evidente que tanto por su fermentación pútrida, : “como por las adulteraciones que sufre esta bebida, así como el estado de descomposición en que á menudo se vende, lo ha- cen mucho más peligroso que los: aguardientes y licores, y sus ce víctimas son infinitamente más numerosas, tanto más, cuanto de que el uso de esta perniciosa bebida está tan generalizado en la capital, que son muy excepcionales las personas que no lo * toman, aunque no sea mas que en las comidas. Y tanto por las grandes cantidades que de él se ingieren, cuanto por el gas carbónico que contiene y sus componentes que fácilmente | ciones de estómago produce. Así es que: EL PULQUE ES EN- TRE TODAS LAS BEBIDAS ALCOHÓLICAS LA MÁS PELIGROSA Y — % LA QUE MÁS PROPAGA SUS PERNICIOSOS EFECTOS EN a PO- al BLACIÓN DE LA CAPITAL. : A Los niños al nacer, son seres incompletos; como bien sa- bemos, su organismo tiene aún necesidad de completarse y E desarrollarse; comienzan á funcionar algunos órganos que du- e > rante la vida intrauterina permanecieron inactivos, éstos se desarrollan y perfececionan á la vez que desaparecen otros que son ya innecesarios, y ese estado anormal en que se encuen- tra colocado el niño en esos momentos en que la naturaleza se ocupa de erearlo y desarrollarlo, lo colocan en las condicio- | nes más favorables para contraer las enfermedades, á la vez, que su delicado organismo es impotente para luchar con éxito en contra de ellas; y de estas enfermedades las que con ma- Da en sus funciones fisiológicas por la causa más insignificante. Aa aglomeración en que viven con sus familias muchos niños pobres, en cuartos reducidos, sin ventilación y sin luz respirando un aire envenenado, y la suciedad y el abandono con que los crían muchas madres, perjudican su desarrollo y los predisponen á las enfermedades de las vías digestivas E ta Je RA , E á Baro: sobre todo hay cuatro causas á las cuales se deben más comunmente los desórdenes del tubo digestivo de los ni- Eo ños. y son: A, insuficiencia de alimentación; B, alimentación excesiva; €, citación sólida prematura, Y D, lactancia ar- tificial. A. ALIMENTACIÓN INSUFICIENTE, ésta reconoce siempre cantidad de leche que.lacta el niño, ó la pobreza de esa leche en principios nutritivos, o muchas veces asociarse am- bos. defectos, en cuyo caso, es más complicada la situación. Ahora bien, no creo que se necesite un derroche de elo- ; cuencia para probar lo que está á la vista de todos, puesto que nadie i ignora lo: desarrollado que está el vicio del pulque en E México, y ninguno ignora tampoco, la creencia vulgar de que las mujeres que crían deben tomar mayor cantidad de pulque y que la que acostumbran dizque para tener leche. Por mi parte, sin E - metermeá discutir las propiedades lactógenas del pulque, solo pregunto: ¿la léche que produce esa nociva bebida alcohólica, q - es una buena leche? esto es, ¿contiene en proporción fisioló- Ms gica todos y cada uno de los principios nutritivos que debe contener una leche de buena calidad? y esa leche, en fin, ¿no E está alcoholizada? “Inter no se me pruebe lo contrario, me veré precisado á "contestar la primera de estas preguntas en sentido negativo y d afirm ativamente la última. 24 Memorias. —(1903).—T. XX.- 44. una de estas dos causas, Ó las dos á la vez, á saber: la corta dan dE una buena leche sto como a en el torpecidas EE mpo naa funciones fisiológicas E no sólo n lidad, sino inn o hliécda, y ese Alca que Ao niño con la leche de la madre a nodriza alcohólicas, viene á a producir en su delicado organismo efectos mucho más desas- trosos que en el adulto, puesto que su resistencia es mucho menor; y á esto se deben frecuentemente muchas diarreas y a ies de los niños cuya causa no puede explicarse; “pues los nocivos efectos del alcohol vienen á complicar. en alto, ; grado los efectos patógenos de la alimentación insuficient ; Entre las clases más elevadas de la sociedad muchas seño- pe ras no toman pulque, pero por desgracia tampoco. crían á sus S hijos sino que los confían á nodrizas mercenarias á quienes | Lo las mismas familias les proporcionan el pulque en abundancia, sin prever los funestos resultados que esto tiene que produ A eir en sus tiernos hijos. E : B. ALIMENTACIÓN EXCESIVA. a a Los gritos y el llanto de muchos niños que unas veces no. RA son otra cosa que un acto fisiológico para el desarrollo-de sus pulmones y en otras la expresión de algún sufrimiento Hoieo las madres los interpretan siempre por sensación de hambre y del niño y procuran calmarlos dándoles el. pecho, sin imagi- 5 narse siquiera las fatales consecuencias que esto trae consi 89 pues el excesivo trabajo que inconsideradamente se impone á los órganos digestivos del niño, acaba bien pronto por agotar- los y nulificar su poder digestivo, de lo que necesariamente resultan: la dispepsia, los vómitos, la lienteria y la diarrea con- secutiva obligatoria. ES -C. ALIMENTACIÓN SÓLIDA PREMATURA. di frecuente yer el empeño que a muchas madres 'e Sus hijos empiecen á comer cuanto antes, y para ense- y les dan sopa, frijoles, carne, frutas y cuanto ellas toman e es o les hacen tomar pulque porque dicen S os da pra las diarreas y aun is Ó atrepsia de Parrot, que tantas víctimas hace Y la as que se les e á su falta de lacio! yá inca está en relación con la edad y potencia digestiva ño, así como á la i incuria que se tiene con la botella y O omar que les sirve de mamadera; pues para que éstos staran pens sa sería preciso ques se desinfectaran lea a calienta, lo que jamás se aaa US di las. e más lógico y ola que o gastro-intestinales sean las'que ocasionen mayor defunciones en nuestra capital. Febrero 12 de J90£ o SOBRE . Li e SU APLICACIÓN A LA PERFORACIÓN MECÁNICA. POR EL INGENIERO DE MINAS 7 > ES A TEODORO FLORES, M. S. A. y _— 1 La experiencia viene demostrando, desde hana tiempo, que en la explotación de las minas con economía de brazos y ra- en las labores, conviene sustituir el trabajo del barrete- ro, pesado y lento, por. el de maquinaria perfeccionada; espe- cialmente en ciertas obras muertas cuyo avance importa ace- í ; _lerar para que el capital invertido en ellas comience v-producir po en 1 el menor tiempo posible. > : ION En efecto, bien conocidas son las malas endtones en pe que generalmente se encuentra el barretero: colocado en pos- ; eo turas incómodas, en sitios estrechos muchas veces mal venti- Ñ lados, teniendo que imprimir á sus herramientas velocidad. Ea - considerablo, no rinde la cantidad de trabajo que es suscepti- : 0 ble de desarrollar el hombre en mejores condiciones. Así es que, continuamente se ha tratado de inventar má- Le e CNN 7 quihas que desempeñen el trabajo de la perforación. En los ¿ 0 OO - primeros ensayos que se hicieron, se intentó utilizar mejor la 0 fuerza muscular humana sirviéndose de ella para imprimir AN qe ” EA Ne) E nas o á mano, era difícil y a sin nd en su ren- dimiento una o diferencia al obtenido por el Lia del pá senta, en este caso ba graves inconvenientes; sl se Os -tablecen en el interior de las E los o de vapor SA pirables que exigen instalaciones ato para su da A pa si se colocan en el exterior y se conduce por tubos el vapor, : se encuentra su presión muy disminuida por la condensación, a A : siendo entonces necesaria una tubería provista de una cubier- ta poco conductora del calor, y que requiere un cuidado espe- > cial para evitar los numerosos escapes que tendrían lagar. pza no se conservara constantemente en buen estado. INS En vista de estos inconvenientes, tuvo que sustituirse. la fuerza expansiva del vapor por otra que pudiera aprovechar- E se en condiciones más favorables, para el caso de su aplica- ción á máquinas que tenían que funcionar en el interior de - las minas. Esta fuerza es la que desarrolla el aire atmosférico. E llevado á cierto grado de compresión. El aire comprundo a posee entonces todas las cualidades esenciales del vapor sin sus inconvenientes, y se convierte en un agente de trasmis ón n muy cómodo para, llevar la fuerza generada en la superficie á a > 8 determinados puntos de una explotación; se conduce por una tubería que fácilmente se conserva y contribuye notablemente á la ventilación de las labores. : 5 A Atendiendo á estas consideraciones, es evidente que con- Bo viene emplear como motor en las minas el aire comprimido; - E Ny a toner en cuenta algunas pérdidas que ocu-. ea en el momento. de su producción y que 4 cdo la Prora oro plcada en o: y además el dilata por. efecto del calor. Según esto el émbolo de . a tendrá ano vencer, además de la pionola ass MES com presión. - : de temperatura. que el alre experimenta por ión tiene lugar conforme á la siguiente tabla, sien- . eratura E presión iniciales Es veinte grados conti: o z Freno oo ind Presión Temperatura E en grados c. en “atmósferas engradosc. enatmósferas engradosc. Sa e O Lo2 8 262.0 O A 10 298.93 e aj e E 242, SL lo 369.05 que o s] a oie se CONSETVAra Cons- a ón de diez atmósferas solamente; pues que se- a E O ste caso; v= Set: p= 1 atmóstera, y por qe E > E a : va ad : a : PP 100 atmósferas. O temperatura se eleva 4 á 2980 3, según la ta- -taja de que diseminándose el agua dividida en gotitas por todo E LE E pS PS q ra EA Ay: e de ($8 e E se e e » Er AS eS eN * E 302 Memorias d: ociedad Científica ; Sra Pas 092. ON Y =V—=1 —-=19946 0 1404 1.075 E y entonces habría que elevar la presión á 19*twóteras46, Y este aumento de presión causa una pérdida aun más ES sensible, porque no se puede emplear el aire en el momento mismo de la compresión, antes de que se enfríe; sino que hay que conducirlo á alguna distancia, lo que da por resultado que po pierda por enfriamiento el exceso de presión que adquirió por el calor. En consecuencia, para obtener el mayor resultado econó- -mico, importa mucho impedir el desarrollo de calor durante | la compresión, pues como se ve, causa una fuerte pérdida de trabajo. : y Varios medios se han empleado sucesivamente para pre- venir esta producción de calor: en las primeras máquinas se interponía una masa de agua entre el émbolo y el aire por - comprimir; al funcionar la máquina, el émbolo trasmitía á la masa de agua un movimiento oscilatorio, verificando así alter- nativamente la aspiración y compresión del aire que se al ba por contacto con el agua. Fácilmente se comprende la im- - perfección de este sistema; estas máquinas no podían andar sino lentamente, pues si se movía el agua con rapidez, era pro- yectada á las válvulas y conductos alterando la marcha regu- lar de la máquina que suministraba cantidades insuficientes de aire. ro Después se inyectó dentro del cilindro compresor agua fría en forma de rocío, aumentando la cantidad de agua á medida que era mayor la densidad del aire. Este sistema tiene la ven- el volumen de aire, absorbe casi todo el calor debido á la com- presión; pero presenta el grave inconveniente de que el aire se satura de humedad que arrastra consigo y se congela por | c a ze (1) En este cálculo tomé para yalor de a, coeficiente de dilatación del aire, el que da Ganot en su Física a= 0,003665. momento de la expansión del aire después que ha obrado en las máquinas que utilizan su fuerza; el hielo formado se inter- pone en las distribuciones, acaba por obstruírlas completamen- E y hace la marcha imposible. -Otrosistema, muy usado en las compresoras modernas, con- dor del cilindro compresor en un espacio que lo rodea comple- - tamente y que toma por esto el nombre de camisa de agua. Este 3 de método es ventajoso comparado con el anterior, porque no es- ee tando el aire en contacto con el agua, puesto que es un enfria- EN miento por circulación externa, suministra aire seco y evita Ba Sah inconveniente de la formación de hielo; pero en mi opinión es imperfecto todavía, porque siendo el aire mal conductor del atea calor sería necesario, no solamente que cada una de sus par- > Camisa; sino que estuviera. el tiempo necesario para ceder la ma- yor parte de su calor. Ahora bien, en el cilindro de una com- -presora que trabaja á gran velocidad el aire permanece en él OA un espacio pequeñísimo de tiempo, insuficiente para que ceda z su calor; además, sólo una porción del volumen total del aire está en contacto con la superficie interna del cilindro; y por- a PA último, el émbolo en su carrera cubre parte de esta superficie : e : intorior y disminuye el enfriamiento. a Muy recientemente se ha adoptado por los constructores americanos el uso de cilindros de aire compound en las Ccompre- -soras; con el objeto, entre otros, de evitar los efectos perjudi- ciales del calor, de que me he venido ocupando. Primero se “comprime el aire parcialmente en un cilindro (en el de diáme- tro mayor) y después de atravesar un enfriador, en donde se abate bastante su temperatura, pasa á otro ú otros cilindros . - de menor diámetro en los que se lleva gradualmente á la pre- ás sión requerida. Los cilindros tienen camisa de agua y. el en- -friador que los comunica entre sí está formado por una cáma- y Es 7 Memorias. —(1903).—T. XX.—45. , iso en enfriar el aire por medio de agua que circula al rede- -—tículas estuviera en contacto con la superficie enfriada por la a, $0, dividiéndose en corrientes parciales, de aire es casi siempre de doble efecto, y por tanto está pro- j , ra cilíndrica que tiene en su a numerosos. tubos ¿ bre de pequeño diámetro al través de los que sircula a Entonces el aire, al pasar del primero al siguiente ó tes cilindros, pierde su calor en el enfriador sin pana o - sión, se pone en contacto con mayor superficie de enfriamien- entro los esp ae según e datos de los fabricantes se a un 20% ne fac motriz sobre la empleada € en cilindros enfriados por camisa de agua solamente. - z id ea a - Las compresoras que he tenido ocasión de conocer son las siguientes: : ES Compresora “ Ingersoll--Sergeani” en 1 mina “Difordtad? en Real del Monte. pa Compresora “ Ingersoll” en la. E “Barron” en Po E Compresora “ Burckhardt de Weiss” en la mina “San. Ra. fael” en Pachuca. : AA Compresora “Rand” en la mina “San Rafael,” Paba do Compresora “Rand” en la mina “El Xotol,? Pachuea. Compresora “Ingersoll- Sergeant” en la mina “La Esperan- a,” Mineral de “El Oro,” Estado de México. : Paco: — Antes de entrar en su descripción y. estudio, daré algunas ideas sobre las compresoras en general. o a Una compresora de aire consiste esencialmente en un el- lindro en el que se comprime aire atmosférico por medio de un émbolo movido por vapor, agua ó electricidad. El cilindro 1E visto de válvulas para la entrada y:salida del aire en o del cilindro, cuando són válvulas las que hacen la a descarga del aire. En cada golpe de émbolo cierto volumen de aire comprimido pasa del cilindro á un recipiente, y de este recipiente se distribuye por tubos á los lugares donde se va - á aplicar. El volumen de aire atmosférico que una compresora a 3 EN ued bsorbor « en » un minuto para Alarte á cierto grado de Pérdida de ad 220 Altura Pérdida de capacidad en tanto por ciento enmetros en tanto por ciento 00. e OOO. 18.0 OS - 2133.58 20.7 6.5. 2438.37 23.0 E TAS ET 200 A B04TO7 28.0 ] E 150 - 3300.00 += = 90: 1 o or -ojemplo, en la e 1 “Burekhardl E Es cuando se emplea expansión como generalmente sucede, sigue “el punto muerto cuando el aire del recipiente a Ilan pre de ¿ AD Memorias dela Sociedad Científica piane o mar, su capacidad dao un 23 % y es de 9. 48 metros e cos solamente. eN Paso á estudiar las compresoras que A0tÓS mencionó, en el mismo orden en que las he enumerado. pesca Compresora Ingersoll en la mina “Dificultad.”- O Sd máquina un solo cilindro de aire á continuación de uno de va- por; los que están separados entre sí un espacio suficiente a colocar entre ellos una eruceta, en la que se insertan dos bie- las, que sirven para mover un par de volantes de 2744 de diámetro, que están montados de cada lado del cilindro de va- por. Los volantes tienen por objeto equilibrar la máquina, de manera que almacenen el exceso de fuerza del vapor en la pri- mera parte de la carrera, y la devuelvan al final de ella. La necesidad de estos volantes se comprende mejor, si se tienen - en cuenta los fenómenos que se presentan al funcionar la má- quina. Al comenzar la carrera del émbolo en el cilindro de aire, la presión que se ejerce sobre él es igual á la atmosférica; cuando el émbolo avanza, la presión va aumentando lentamen- te primero; pero rápidamente después, de modo que la resis- tencia en el cilindro de aire varía desde cero en el principio de la carrera, hásta aleanzar su máximun cerca del final de ella; ce mientras tanto la fuerza desarrollada en el cilindro de vapor, precisamente un orden inverso; tendría entonces que emplear- se una expansión muy corta con detrimento de la economía del combustible, si no fuera por los volantes que salvan esta dificultad. Sin embargo he podido notar, que á pesar de los * volantes, existe una marcada falta de suavidad en los movi- mientos de esta compresora y es muy común que se pare en a sión conveniente, teniendo entonces el maquinista que sacarla. » de él moviendo los volantes con una palanca. Para evitar es- | to, tiene un aparato automático por medio del que, la presión misma del aire regula la admisión del vapor en el cilindro mo- cas que obran sobre un ebtitador en la válvula de admisión, - abriéndola para admitir más vapor y aumentar la velocidad; - pero como todos los aparatos automáticos se desarregla con Frecuencia y no A o A! ciones por iduto, y entonces tiene una capacidad de 33" “98, : que se reducen por la altura á 25” “31, Comprime el aire á 5 3 atmósferas. El vapor se usa á 6 atmósferas de presión. El ci- - lindro de vapor tiene un diámetro de 60. centímetros y su dis- A yes tribución es del sistema Meyer para poder variar la expan- 43 o sión, entre 1 ly 3, estando la máquina en movimiento. z En el corte vertical que LE (Lám. V, figura 1) del 108 o: de aire de esta máquina, á 7; del natural, se puede - ver como funciona; a, es la varilla der vástago del émbolo del 0 «cilindro de vapor, que se une al émbolo hueco b del cilindro de aire; c, es un tubo que se atornilla á este émbolo y que por E - consiguiente “Se mueve simultáneamente con él en su Carrera; -d y d, son dos collares montados de cada lado del émbolo con- céntricamente á á cy á a, y que pueden resbalar paralelamente. al eje del cilindro una pequeña distancia suficiente para cerrar: 6 abrir el espacio anular e para la entrada del aire; m y 1 son a válvulas de descarga; h la camisa de agua; y ar lubricador; sla cámara de aire por donde pasa el aire al recipiente por un tubo que se atornilla en r. Considéremos el movimiento del émbolo. indicado por la flecha que está en su varilla; entonces se forma un vacío en el espacio 4 que obliga á penetrar al aire exterior por los espacios e e, siguiendo el camino indicado por las pequeñas flechas; mientras que la válvula m se conserva cerrada en virtud de qa tensión del resorte en espiral que tiene en su pS En la cara opuesta del émbolo, entretanto se 4 Y _ radoras con las que se está siguiendo dicho cuele. A * el Cañón de San Vicente. = miento se hace por camisa de agua é inyección interna. + y V nen A significación que en mete. y no he ia p necesario describirlos, pues la simple inspección de A / ATT ta para comprenderlos. Y Y : IES Esta compresora puede mover doce perfofadoras, y : actual- mente suministra ajre á un pequeño malacate que sirve para extraer el tepetate en el cuele del contratiro, yá cuatro perfo- El aire se conduce por tubos de 15 contímetros de diáme tro á un primer recipiente, y de allí á á un segundo, colocado en. Compresora * Img gersol” en la Mina de “ Barron. Esta má- e quina es igual á la anterior en la disposición de sus Órganos; ; únicamente difiere de ella en que la absorción y descarga. del. alre se hace por válvulas, cuyo corte (al tamaño natural) se. _ puede ver en las figuras de la Lám. VII, y en que e el enfria- En los tres diagramas núms. 1, 2 y 3 (Lám. IX) he o E el estudio del rendimiento de esta máquina. El núm. 1 se: to- mó en ambos lados del cilindro de vapor cuando la. máquina marchaba normalmente (á 52 revoluciones por minuto). el se núm. 2 en ambos lados del cilindro de aire en las mismas con-. : diciones, y el núm. 3 se tomó para saber la pérdida debida á á la fricción, trabajando la máquina á 2U revoluciones solamen- te y sin comprimir aire. Después de medir las superficies con un planímetro, y de tomar el promedio de diversas deter naciones, obtuve: Para el núm. 1, una o do to cm. del resorte da el inticador) me dió una pre- om y -— van á cambiar de local. Es de capacidad moderada, y cada ci- % LN e a Die de E CiR Fa via 5 pa E AOS A 5 E e Memorias de la. y ntífica , ÓN y 4 NN Es E ds A z y A , o P ; : AA AR : - COMPRESORA 00 00 e = " E » Dos cilindros de 30 centímetros de a por. un na ca 5 rrera de 45 centímetros. - Revoluciones por minuto: 110 pe MOTOR ELÉCTRICO. Volts: 1100. OS E Amperes: 426 ; Naturaleza de la corriente: trifásica E CN Rendimiento: E 85 - DIAGRAMAS Resortes núms. '30 y 40 Promedio de 8 determinaciones para la oia a, 9285 presión indicada: 2.** 247; presión nominal: 2.* 797. E EN : - RESULTADOS x Trabajo transmitido por el motor eléctrico: 93, 67 caba llos Y: : Trabajo desarrollado por el aire: 83.71 caballos. dis Rendimiento: 89.36%. E 10 y Compresoras “Rand” en las minas de “San Rafuel” Y e Xotol.” > RN La Compresora “Rand” dela. mina di “San Rafaol,? ze cons- : ta de dos cilindros de vapor que mueven respectivamente « cada uno á otro de aire; tiene un volante central y manezuelas á 900. La aspiración y descarga del aire se hace por válvulas, como se puede ver en el corte respectivo á ¿y del natural (Lám. V11). Actualmente está parada; su trabajo lo desempe- de ña la compresora anteriormente descrita, y entiendo que q ds (1) Cheval-vapeur. olu ¡ones por o lleva el aire á cerca e 4 atmósferas o , y emplea el vapor á más de 5 atmósferas. Los ci- e tienen 45 centímetros de diámetro por 90 cen- el cilindro da alta pEesión tiene un ms alt a 60 a tds de a presión: 85 BOS carrera: E metro; cdros de aire: 60 a —Estudiadas - ya las máquinas que sirven para la compre- ? Memorias. —(1903).—T. XX.—46. sión del aire, describiré ligeramente, por no alargar mucho estos apuntes, una perforadora y la manera como he visto x usarla. PIE La perforadora se compone del soporte y de la máquina. El soporte que usan en la mina de “ Dificultad,” es una co- lumna de fierro de 1”83 de altura; la base está formada: por un travesaño, también de fierro, firmemente unido á ella en ámgulo recto; y lleva dos fuertes tornillos de 030 de largo pa a de diámetro para fijarla sólidamente por compresión. - En la columna se monta por unas abrazaderas, la pieza 4 llamada codo que lleva una plataforma ó laña formada por un ds disco de fundición con un rebórde incompleto en donde se. adapta el cuerpo de la perforadora. Esta plataforma puede dar una revolución completa en el eje del codo, y se fija en una posición determinada por medio de un tornillo. El cuerpo de ñ la perforadora está formado por un cilindro de gruesas pare- des, caja de la válvula de distribución fija por tornillos al ei- lindro, válvula y émbolo cuyo vástago lleva en su extremidad una pieza llamada “chuck,” y por último, la barrena. Todas estas piezas forman un conjunto, y puede deslizarse á lo largo de dos varillas laterales de acero que se unen á un bastidor; en la parte inferior del que hay un platillo circular con su bor- de biselado y que entra en el disco incompleto que mencioné al describir la.laña, de manera que, puede moverse entonces el cuerpo de la perforadora según el plano del disco tomando todas las posiciones posibles. El cuerpo de la perforadora lleva una tuerca que corresponde á un tornillo de 42 milímetros de diámetro; este tornillo tiene en su extremidad una manija que y sirve para moverlo y hacer avanzar todo el conjunto del apa- rato á medida que se profundiza el barreno. En la mina “La Esperanza” en “El Oro,” emplean como soporte en lugar de la columna anteriormente descrita, un tripié que lleva en cada varilla ó pie un peso adicional para mantenerlo inmoyil. La perforadora tiene tres movimientos: el de percusión » E dl neo, , para has cilíndrico el barreno y los que se atore la barrena; y el de avance para alcanzar el fondo del barreno en el curso de la operación. En el corte respectivo (Lám. XII) Elie ver como funciona el aire y como se obtienen e del he anda siguiente: Se: comienza por instalar la columna aponando sus extre- das sobre zoquetes de madera, y se aprietan fuertemente los tornillos que lleva en su base, hasta fijarla sólidamente; se S monta el “codo” y luego la plataforma que soporta la perfora- - dora. Se pone la perforadora en la plataforma, y por último, la barrena en el “chuck;” se afirma la “manguera” á ún apén- os _dice llamado “niple,” que está opuesto á la caja de distribu- ción. La “manguera” ” es un tubo de cautchouc que se usa para - conducir el aire del tubo de fierro hasta la perforadora; tiene | de l0á 15 metros de largo, y su superficie está protegida con E lona enrollada -al derredor y sostenida por un alambre en es- pa iral. Una vez fijo todo el conjunto, y dada á la barrena la di- rección conveniente, se aprietan bien los tornillos y se hace Avanzar el cuerpo de la perforadora moviendo la manija hasta a «que la boca de la barrena toque la roca, y después de dar una A vuelta más á la manija de avance, se abre la llave para comen- - zar el barreno. Para un barreno de Los metros que ví hacer, se Usaron cuatro ado de barrenas llamadas de 1*, 22, 32 y £* “Las da ya miden 60 centímetros de largo por 62 milímetros de boca cl » 2 yy 120 á 1150 A A iS 2) » 180 Ed A 2 a OS 3 : a » 2m40 a OTE »” » » hacia abajo Ó ia contener el agua que se pone en e horizontales Óó con poca inclinación, que contienen | Poca. e agua, é inclinados hacia arriba, que no pueden contener. in- guna. : Para habs un barreno se comienza con una barreda. de p atacando la roca con lentitud, esto es, con muy poco aire, has ta marcar perfectamente su contorno á 30 ó 45 milímetros de prof undidad, lo que se llama “abrir cajita.” Se da después todo el aire para seguir avanzando, cuidando de conservarlo a del polvo de la roca triturada con un alambre, durante la ope- E ración, ó con la cucharilla al cambiar las barrenas; ; pues sin esta precaución el polvo mojado se apelmaza y la pes se. atora ó “atasca,” y para desatorarla se tiene que golpear la caña. Los barrenos de “agua” y “media agua” se limpian por sí solos; pues el lodo semi-líquido -que se. forma salta hacia. afuera. Se limpian también los barrenos con golpes de aire A dados con la misma manguera. ja AR Cuando se advierte (por el oído educado ya por la prácti : ; ca) que la barrena no trabaja, se cierra la llave del aire para suspender el movimiento. La barrena deja de operar por ha- berse gastado su filo (matarse) ó por haber penetrado 1 toda en- SE e teramente, y en ambos casos se cambia por otra nuevamente E afilada ó más larga (de 22, 32 ó 4%). Abiertos ya y limpios del mismo modo y á la profundidad requerida todos los barrenos que se ha creído conveniente hacer en un lugar dotormisalo se procede á cargarlos introduciendo en cada uno de ellos, uno después de otro, los cartuchos de tes asentándolos hasta. E el fondo, y en contacto unos con otros, con un atacador. dema- dera llamado “faenero.” En el último se coloca el cápsul, rom piendo la cubierta del cartucho y haciéndole un lugar con un A > estilete de madera, en donde se introduce y se asegura des- Be pués al cartucho con dos ó tres vueltas del alambre que pende. se Dn de E y pesan de ne á 100 gramos cada Ss a alambre « del sal es doble, y se unen entre uno d ellos E Ea m sde un imán en herrado a oido una corriente o producido por la dinamita causa náuseas y q tiene cuidado al o las perforadoras, para ln da Jos barrenos como se ve en el. eroquis xn e Eos en ps pares de hileras o deá a ar eno de 295) 10 ponen cuatro “cargas” Ó sea cuatro o ya hacen cuatro hileras de barrenos simétricos al eje v la frente (Lám. XIII figura 4) y Ao de él 80 cen rales. En la mina “La Esperanza” en El Oro, ví ha barrenos : sobre veta, para el tumbe del metal; pegan de 6á 9 sim: táneamente en la frente que van icuónas: de una profun- didad de 150, y la carga es de 341 kilg. de dinamita. La Nos veta es blanda: dilatan de 25 á 35 minutos en. hacer un ba- rréno. Se paga al perforista $1.50, y á su " ayudante $0. 75 de E jornal. Pongo á continuación, para comparar los. rosal de gastos e en el cuele del contratiro de la “Dificultad” en la semana 2* de Marzo de 1899, tomados de los libros de la Administración; y el importe del metro de cuele en el plan ca de “El Agua” en la pertenencia “Sorpresa” de la Negociación de “San Rafael” que tiene la misma sección que el contrati- ro, y que se coló á mano, estando ambos en iguales. condicio- nes. | AE 29 En el plan de “El Agua” los gastos fueron como sigue: Destajero (contratista á $100 metro) ....... En Dn 00 Consumo de mantas......-..- pi Extracción y limpia: 72 peones á $0.75, ---.. E 00. Aguce de 600 barrenas á $7 millar. ...... 4 20 Maquinista del malacate de alre comprimido. . 15 00 Se coló en la semana 1”, cuyo importe total deso dos A O A . k poro... .n e... vLoro.n a. y = ; ; » OSOS 18 00 10 30 arbón 4 a 300 00 nas ar. AO 020 A 2.5 25 ¡A Bam 392 63 GASTOS cd 665 67. orden las notas que he rado de lo ES he Hsta y los: dios que he podido recoger de los o en las 1 mismas labores. DIA o ; Núm. 1, del cilindro de vapor; Máquina: Compresora “ ] gersoll” de la mina de “Barron;” Diámetro del cilindro: 1 Diámetro del vástagos 70 a co son a a 'Afoio Alzate.” 369 TIELLIIIIIIDOLIIN Núm. 3, del cilindro de vapor; Máquina: Compresora “ [n- gersoll” de la mina de “Barron;” Diámetro del cilindro: 18”; Diámetro del vástago: 70 milímetros; Carrera: 304; Fecha: Noviembre 30 de 1898; Tiempo: 3*5”; Extremidad del cilin- dro: ambas; Escala del resorte: Núm. 30; Presión en las calde- ras: 60 1b; Vacío: 18 1b; Revoluciones por minuto: 20. Presión manómetro caja distribución: 5 Tb. NoTa.—Al tomar los diagramas núms. 1 y 3 no se tuvo en cuenta la temperatura del agua de condensación, tanto á la entrada como á la salida, por falta de un termómetro. Pachuca, 1899. Memorias.—(1903).—T. XX 47, LIGERA CRITICA e z — Adoptado en los Observatorios SS de varias de las Redes O Nacionales. 5 - = E z he ny ), COMO la mayor. ta: delos que topar la Zed meteoro- na, está en la azotea de un edificio y por lo tanto o a de los s sistemas eco que con 372 A : - Memorias de ta Sociedad Científica A yando algunos que apenas daban medianos resultados, y aun- 2 que estaba seguro que ninguno llenaría, en las condiciones. que A por necesidad debía colocarse, perfectamente su objeto; quise, 3 sin embargo, evitar lo más que se pudiera las perturbaciones que por radiación sufren las columnas termométricas, con la mejora proyectada; para salir victorioso en el problema que se me presentaba, solicité la valiosa ayuda de algunos de los miembros de la comisión especial nombrada por el primer Con- greso Meteorológico Nacional, en la sesión del día 1% de No- viembre de 1900. Al efecto me dirigí al distinguido meteoro- > logista Sr. D. Manuel Moreno y Anda, y al laborioso é inte- ligente Director del Observatorio Meteorológico Central de México, quienes con la bondad que les caracteriza me die- ron provechosos consejos. Siguiendo los del Sr. Pastrana, por — parecerme que daban algunas garantías para el éxito final, me — _resolví al fin á construir un abrigo para termómetros de la for- ma y dimensiones que este señor me recomendaba, quedando concluido el día 14 de Diciembre de 1901, fecha en la que se inauguró tal mejora. : Está formado el abrigo por un cuarto de madera de dobles persianas y doble techo situado en el ángulo SE. del edificio, orientado de N. á S. y descansando sobre un macizo de _mampostería revestido de cemento. Forma la base un cuadra- do de dos metros por lado; la pared que ve al Norte tiene 2m75 de altura y la que ve al Sur 2m25, ofreciendo por lo tanto el techo exterior un declive de 0m 50. Entre las dos per- sianas y ambos techos media un espacio de 0m25, las duelas -de las persianas exteriores son más anchas ; y más grandes que e las del cuarto interior, tienen 0m10 de ancho por Um85 de largo, y 0mU6 por 0m40 inclinadas unas y otras en sentido : contrario. El piso del abrigo está perforalo, levantado sobre el suelo 0m25 y el techo exterior es de zinc, sacando un 1 costo total de $120. —. = Aunque por su situación no podía temerse, que construe- “Antonio Alzate.” mes cercanas perturbaran la marcha de los aparatos que d bían colocarse en él, termómetros, psycrómetro, evaporóme- tros y registradores de los elementos temperatura y hume- dad; temía sin embargo que las bóvedas que forman el techo del Colegio, por su forma radiaran calor, y que, por otra par- te, las corrientes de aire que se establecieran en el interior del | abrigo afectaran de un modo no-despreciable las indicaciones - de los termómetros, activando á la vez la evaporación lo que - daría por resultado errores en el cálculo de la humedad del : aire por medio del psycrómetro. Con el fin de determinar la corrección que debiera hacerse, procedí á observar simultá- aa por espacio-de un mes, las indicaciones dadas por el termómetro patrón núm. 15,151 de la casa Rousseau de Pa- rs, colocado en el interior del abrigo, y las del termómetro a formado con un pequeño termómetro, marca Negretti Sy Zambra, comparados respectivamente en la Oficina Meteo- - rológica Central Francesa y en el Observatorio de Kew, In- E - glaterra, siendo correcta la marcha de ambos, habiendo comen- zado este trabajo el día doce de Mayo de 1902. Los resultados fueron los que indica el cuadro adjunto. > Como se ve el resultado obtenido es bastante satisfactorio E - tratándose de la temperatura del aire, pues el termómetro honda, después de haberse usado con gran cuidado, acusó va- lores un poco superiores á los dados por el termómetro patrón, lo que atribuyo á la ra apidez con que renueva el aire en el in- terior del abrigo. No sucede lo mismo con el psyerómetro, en el que las corrientes de aire al activar la evaporación hacen at las temperaturas del termómetro húmedo sean inferiores á las que daría colocado en los abrigos Francés ó Inglés, co- mo lo comprobé en las observaciones que hicimos simultánea- da mente, el Ayudante del Observatorio, Sr. Alberto Lezama, que operó: en un jardín próximo al Colegio con un pequeño E A És a abrigo, sistema Francés; y el que esto suscribe en el Abues - del Observatorio. : patrón 6.23 8. M. 12 de Mayo 12.6 Po DR DE o DA E Ñ Sel 167. 11.8 | A El A E AS 12.9 20 13.0 15. A Id 22 14.5 -23 14.7 2 8.6. 25 Ae Dc 12.2 ¿ 27 a A 7538 14.5 29 14.8 B0r > 14.3 31 15.3 - 1deJunio 13.0 - 2 181 3 13.9 4 13.0 5 13.2 6 15.3 . 8 9 0.2 20 0.35 DB 0, DO 0.2. 28,L: 28.0 03 24 22 Ud E o al 404 PONT CO o e E EE e Ajo 0.3. 211: 0d ATA 0.2. 20.1. —0.6 24 —0.1 189 . 190 02 O TN —0.2 16.5 0.8 185 —0.3 15.8 AA E 0D ABBA 035 o do 0.3 1218 SB 14.8 15.0 13.0 10 mada EA e ¿ E A Bl 13.4 127 13.0 Dif, mediaá 6h.23m.a.m.....—0.2 A6h.2m. Corrección -+-0.2 que deberá agregarse á las chas en los. termómetros colocados « en el abrigo. | - le mi os secos: Sd de z —JarpíN. En DON donen dirano - Abrigo. Francés pe e “Pastrana” e —Peycrómetro. PE - Esycrómetro aero - T. húmedo dia seco T. húmedo E 10,8 1350 10,0 iD 8.6 0 1005 13.8. 98 E O 10.1 Au 10:9 Oo ALS TS PC y e A E a os o Lo 93, 705 10 2 dad la paa 1S.L apoco lo de 25.0 0 14,3 A Oo 0 TES 927 AL O O (8 214 154 La is0s 24.6) 126 de a Dif, respecto al É abrigo F. T. libre T, húmedo O =0.8 0.2. —0.8. +0.4 —0.7 a oa Y A +94 —0.9 0.6 O +00. —15 +03 --0.9 E AO 7 A e LES AA 0 —0.92 tar, pues aun cuando, como en el caso presente, se hagan mi- nuciosas investigaciones para averiguar la mayor ó menor bon- dad de un modelo; el termómetro honda, recomendado por to- dos los meteorologistas para estos casos, opera en una masa de aire calentado por las irradiaciones de los materiales de construcción, cuyo poder emisivo se aumenta en el Colégion" con la forma abovedada que tienen los techos. Si es perfectamente explicable lo observado en la compa- ración de los termómetros libres, también lo son las diferen- cias muy notables (0.92) que aparecen en las temperaturas de .. a los húmedos, en los que, á la causa común de perturbación > (radiación) debe agregarse la producida por las corrientes de aire que se establecen en el interior del abrigo, las que, al ac- tivar la evaporación, hacen que descienda la columna del ter- mómetro humedecido, pues de otro modo no se explica el que se obtengan temperaturas más bajas en el abrigo “Pastrana” que en el abrigo Francés, instalado aquel en una azotea y éste en un lugar perfectamente descubierto, algo retirado de edi-- ficios y con el piso cubierto por césped; lo que racionalmente daría por resultado que en el abrigo francés se indicaran tem- peraturas más bajas que en el abrigo “Pastrana.” pe Por lo expuesto se puede deducir lo siguiente: 1. El abrigo “Pastrana” ideado para Observatorios que estén situados en lo alto de edificios, es un modelo que llena en parte su objeto tratándose de la temperatura del aire. 2. El cálculo de la humedad, por medio del psycrómetro, sufre errores cuando está instalado el aparato en el abrigo aña Z motiva el presente estudio, debidoá las corrientes deaire que se establecen en el interior de él. 3. Deberá modificarse el piso del abrigo, que en el diseño del autor aparece perforado, pues la masa de aire, calentado ES Ñ . IÓ , por el suelo de las azoteas, tiende á ascender con más ó me- ' p nos rapidez según sea la diferencia de temperatura del aire — en contacto con el piso y la del interior del abrigo. * 1a de ser estudiado, ya que este nm un | gran 1 número de A me- IDEAS GENERALES PARA LA y eN a OE EN LAS OBRAS DE CONSTRUCCIÓN POR ADRIAN TELLEZ PIZARRO, M. $. A,, a A Profesor en la Escuela Nacional de Bellas Artes. ' E a Se llama construcción, al arte que basado en los principios fijados por la ciencia, nos da á conocer las reglas necesarias _para proyectar, dirigir y vigilar la buena ejecución de toda clase de obras, cualesquiera que s sean su naturaleza, especie y ; destino. ó - | : 109 Uno de los principios alos en que se apoya este E arto, para construir con perfección, es la solidez, exigiendo además cuidados y atenciones especiales para lograr la econó- - o mica inversión de los fondos que deban erogarse. de | A - Suponiendo una cimentación convenientemente dispuesta, : Apdo para que las obras tengan la solidez y duración ne- E cesarlas, que los materiales que en ellas se empleen estén en las mejores condiciones, para lo cual hay que atender á su ca- lidad si son naturales, y á su fabricación si son artificiales. e Es un error el creer que se suple el defecto de estas con- E diciones con exagerar las medidas de los diversos elementos Denis: de la construcción, porque además de aumentar notablemente - sucosto, hay que observar, que siendo de mala calidad los po, del agua, del viento > y de otras causas pre ad Al El constructor, además de buscar siempre una. economía. bien entendida, debe procurar que sus construcciones obedez- can á los principios dictados por la ciencia y que su ejecu- ción se haga de acuerdo con las reglas establecidas por el arte. La economía bien entendida en una construcción, consis- ey te en la elección, distribución y combinación racionalmente. pe justificadas, de los diversos materiales empleados en ella, de y tal manera, que los distintos elementos de la obra, desempe-- ES ñen debidamente todas las funciones á que estén destinados. La buena ejecución de una obra, tiene por punto de par- 4 tida el conocimiento de las propiedades y « do los precios de los distintos materiales que la forman, eligiendo los más apropia- dos á las diversas necesidades y distribuyéndolos convenien- temente, teniendo en cuenta su resistencia, los esfuerzos EN los cuales serán sometidos y las de todas clases que deban de llenar. : 4 El conocimiento perfecto de las propiedades relativas á los materiales de construcción, es más importante de lo que És á primera vista parece, pues de él dimanan, no sólo la solidez. y duración de las obras en que ellos intervienen, sino que ese conjunto de conocimientos forma también la base indispen- sable y enteramente: segura, pe la formación racional de los. dois 2 155 55 % mas obras. : : Pe Ñ y Para conocer un material, no basta saber cuáles. son sus propiedades físicas, químicas, etc., pues este conocimiento re- . sulta insuficiente en la práctica, es necesario, además, tener en cuenta los datos de todos géneros que con él se relacionan, Ha como son: cantidades de material por unidad de superficie Ó de voaon, mano de obra que as estas unidades, an : » stos datos, pondrá en aptitud. al constructor para estudiar, 10 la parte de solidez y de economía, como la parte no me- rportante de los presupuestos. dd falta absoluta Ú Ó relativa e le conocimientos indica- Pa qe e a estado de acuerdo con las us ES resultando di- mu o casos hon onto del 50% De aquí ha provenido la desconfianza que tienen los pro- e pos desconfianza e natural y justificada, pues DES es la cantidad fijada de antemano por el in-. constructor. superan en a ¡Esuero, e Z á oÓó particulares, hay que as los cáleulos en una a baso n más e table. e : : Los únicos datos fijos y que en mi concepto deben tomar- | de se como base para la formación de los presupuestos de tiempo y de dinero, son los siguientes: E ME 7 Cantidad de material, por unidad de superficie Ó volumen. ye Materiales auxiliares que entren en la formación de esa 0 Pen misma unidad y | ; :S Mano de obra para la ejecución de la unidad elegida. Adquiridos estos datos, en promedio de muchas observa- S ciones, no queda más que aplicarles los precios corrientes, para Va Obtener en una época cualquiera el valor efectivo de la unidad. | REO Con los valores de las diversas unidades de construcción, de- ducidos de la manera que acabamos de indicar, puede asegu- - rarse que los presupuestos que con ellos se formen, muy poco - han de diferir del gasto efectivo. : De todo lo dicho resulta, que el conocimiento perfecto de los materiales de construcción en general, y especialmente e - de los de la localidad en que se construye, es una de las bases - en que descansa la honradez profesional de todo constructor. México, Marzo 25 de 1904. CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LAS —ENEL TRATAMIENTO DE LA TUBERCULOSIS POR EL DOCTOR JOSE JOAQUIN URRUTIA, M. S.A, A Los ensayos de tratamiento de la tuberculosis por las co- _rrientes de alta frecuencia han tenido en algunos casos resul- : tados halagadores. Asílo afirman en Francia Doumer y Oudin, ea Lagriffoul y Desnoyés, Gandil y Riviére, Jofre en México, =A O'Farrill en Puebla. : | 2 Ho querido contribuir de alguna manera, aunque sea insig- zi — nificamte, á precisar el verdadero valor del efluvio en el terri- ble mal y saber si realmente hemos adquirido ya una arma valiosa de combate ó si se trata de una de tantas ilusiones - terapéuticas llamadas á desaparecer ES de efímero rei- nado. Con este objeto he piendido experiencias, no termina- das. aún, de las cuales.voy á dar cuenta á esta docta eorpora- ción, urgido por el honroso para mí deber dE presentar un tra- Eo reglamentario. - Cas - mento del calor animal, la diuresis y la eliminación más fácil. E Es Di 384 Memorias de edad Cie: Saa a Según los modernos trabajos bacteriológicos la de la enfermedad infecciosa es la siguiente: microbio =enfermedad organismo Para que aparezcan los fenómenos Orosas es necesario: 1?, que la bacteria sea virulenta, es decir, que elabore toxinas; 20, que disminuyan las defensas del organismo. De dos mo- de E dos, pues, podemos luchar contra la infección tuberculosa: lo- 4 grando atenuar la virulencia del bacilo é ó reforzando las defen- sas del organismo. se Pa Si el efluvio tiene una influencia dichosa sobre la a | losis debemos encontrar la comprobación investigando en una y en otra de esas vías. A ellas me he dirigido. | Lo que hasta hoy se conoce acerca de la acción fisiológica de las corrientes de alta frecuencia no basta, en mi concepto, - 2 para explicar la pretendida acción curativa. Como resultado. de las aplicaciones generales se ha observado: la aceleración de RR las combustiones, el mayor número y amplitud de las respira- ciones, la actividad de reducción de la oxihemoglobina, el au- A de los excreta, particularmente de la urea. Como efecto de las aplicaciones locales: la chispa del reso- nador determina en el punto tocado la anemia de la piel, al- canzando una circunferencia de uno á dos centímetros de radio, : después toma el aspecto de carne de pollo y al fin un tinte rojo. que persiste largo tiempo. Una serie de chispas á lo largo de la columna vertebral levanta la presión arterial. El efluvio ocasiona una vaso-—dilatación intensa y el aumento de la pre- sión arterial y Desnoyés le atribuye una acción analgésica local. e a De los efectos fisiológicos generales se deduce que pre ser útil la aplicación de la alta frecuencia en aquellas enfer- - medades que directamente dependen de la diminución de la > AN de mencionar las diversas afecciones en las que pueden estar indicadas las aplicaciones directas, para limitar-- me á la tuberculosis. un Siendo la tuberculosis una enfermedad clásicamente infec- : ciosa,. cuyas localizaciones son variables, generalizándose á veces con rapidez (tuberculosis 'aguda), estando demostrado que las toxinas del bacilo son venenosas en alto grado y que la virulencia de la bacteria se conserva durante muchos meses rante las a aplicación, con ese latigazo á su actividad? y Por otra parte el Dr. Berlioz, apoyándose en las experien- cias de D'Arsonval y Charrin y las de Marmier sobre bacte- rias y toxinas, concluye que las corrientes alternativas de alta - frecuencia no han producido ninguna atenuación (Précis de. Bacteriologie médicale 1908). Lleno de estas dudas he dado principio á mis trabajos. oneves por aislar el bacilo tubereuloso inoculando cuyos con el esputo. de un tísico, diagnosticado por el examen bacterio- lógico, y empleando los medios glicerinados.. Pedí además el cultivo puro al laboratorio de Parke Davis, deseoso de violen- har los trabajos; porque en Bacteriología las experiencias se refieren en pocas palabras y se realizan en muchos meses. Obtenido el cultivo puro sembré con él, en estría, cuatro : e nihos de gelosa elicerinada. Dos tubos ordinarios y dos con la siguiente modificación: el fondo del tubo y el tapón de al- -godón atravesados por sendos alambres de platino, el alambre - inferior. aprisionado en la masa de gelosa y el otro terminán- dose 4 á poca distancia de la superficie del medio por una lami- - : : Memorias. —(1903).—T. XX.—49- nita cuadrangular también de platino. Los StaOS libres de =' los alambres permiten que se liguen á los polos del resonador. Todos los tubos fueron colocados en la estufa á la R ratura de 384 centígrados. Los que tenían electrodos de pla- tino eran diariamente efluviados durante media hora haciendo caer sobre ellos agua fría gota á gota para evitar su calenta- miento. A la vez inoculé el esputo á dos euyos, inyección in- traperitoneal, y á uno de ellos, á quien corté una oreja para distinguirlo, le apliqué todos los días media hora el efluvio. Posteriormente inoculé dos cuyos, con cultivo efiuviado ; y no efluviado respectivamente, Los resultados han sido los que á continuación se expresan: 1” Los cultivos se desarrollaron en el mismo tiempo, sin diferencia apreciable (15 días). ; 2% El cuyo inoculado con el esputo y efluviado falleció ES . ocho días antes que el no efluviado, > 3% El cuyo inoculado con el esputo efluviado falleció úni- camente con un día de diferencia que el otro inoculado con el no efluviado. Por supuesto que no cometeré el atentado lógico de sacar una consecuencia de casos particulares. Continuaré mi expe- rimentación y en el próximo trabajo reglamentario d daré cuenta con los resultados nuevos. Eo Como todos aquellos que han manejado alta frecuencia han comprobado diferencias de reacción considerables, según los aparatos, su self y capacidad y según los valores de la co- rriente, voy á describir los que poseo y estoy utilizando. La corriente es la del alumbrado incandescente de la ciu- dad, corriente alterna de 60 períodos y 104 voltios. Dicha co- rriente llega á un cuadro de distribución provisto de voltíme- tro y amperiómetro, y un reostato ordinario. El trasformador es una bobina de inducción, de 35 centímetros de chispa, mar- ca “ Allgemeine Elektricitáts-Gesellschaft, Berlin,” 15 voltios - y 15 amperios, sobre una caja de caoba que encierra el con- a 0 Sales por cuatro us de ebonita y todo lo so- se en un 1 banco aislado. Dos de las columnas están akravesa- le 0 da la Bobinas Las otras Mus armaduras lo están: con, e del ao a solenoide. Este es el detonador. los ES va sujeto el alambre por medio de grapas. De les pa extremos del solenoide a hilos floxibles y En que fa- poseo. El número sde E es divisible por tres y las espiras del centro desempeñan el papel de inductoras respecto de las superiores y las inferiores. Para terminar, los excitadores son: IS una lámina 7 y un cepillo metálicos. 4 DESCRIPCION. Is. CRIADEROS. DE MERCURIO. DE canse el “ALISCO), pv A POR EL INGENIERO DE MINAS ES cre que: ni es tan o la ley de los minerales de mereu- e se encuentran en México, ni es esta la causa principal E de las. e o = el la E mí vez ha sido mayor de 1%, como se ve por los siguientes da- tos: ? las minas que se encuentran junto á las de Almaden, como son las llamadas Almadanejos, Azogues, Concepción e Registro del Entredicho, han producido mineral cuya ley en promedio ha sido 0.65 % de mercurio; las minas de Idria en Aus- tria, según datos oficiales, produjeron durante más ade catorce años minerales cuya ley fué tan sólo 0.86 Z; y la mina de 'Huan- cavelica en el Perú sólo dió un promedio de 0.80 á 1 Y de mer- curio en todo el mineral que se sometió á la destilación. Se-- gún esto, no puede decirse que: son tan pobres los minerales de mercurio en México que su explotación es incosteable; pero en cambio, puede asegurarse que los procedimientos metalúr- gicos empleados en diversas partes de este país para extraer el mercurio han sido siempre bastante imperfectos, á las veces casi primitivos, y en todos casos poco económicos. Esta imper- - fección de los sistemas metalúrgicos por una parte, y por otra, la irregularidad de forma de los criaderos de mercurio, lo cual dificulta la exploración de estos últimos, han sido las causas principales del fracaso de Compañías que con poco capital y :3 dirección técnica poco acertada han querido explotar los pao : po ridos yacimientos. OS No es mi objeto en esté escrito estudiar el Haro meta- o lárgico para la extracción ¡del mercurio considerado en la ac- q tualidad como el mejor y más económico; pero quise indicar lo anterior para que se conozca el motivo por el cual están muy poco explorados los criaderos de mercurio en México, exploración pequeña que en la mayoría de los casos no pro- porciona datos suficientes para hacer un estudió geológico de- tallado, y determinar el verdadero valor comercial de los men-. cionados criaderos. 5 : ] Indicado lo anterior, paso á describir someramente el Mi: neral de Chiquilistlán. ; ; (1) Datos tomados de James Mactear. Explotación y metalurgia del mercurio en: México. Minero Mexicano. Tomo A núm. 9, pág. 103. Y ; “Antonio Alzate.” ¿ MINERAL DE CHIQUILISTLÁN. Ubicación. —El Distrito minero llamado Martínez, y cono- | cido hoy_más bien con el nombre “Mineral de Chiquilistlán” está situado aproximadamente á los 40 49/ de longitud Oeste | e z de México, y á los-200 4” de latitud Norte. Se encuentra este - mineral entre los pueblos de Tapalpa y Chiquilistlán, en la - Municipalidad de este último nombre, perteneciente al Can- - tón de Sayula, ó sea al 4? Cantón del Estado de J alisco, y á E 190 kilómetros al S. W. de la ciudad de Guadalajara. a > Vías de comunicación. —Dos caminos pueden seguirse para ña a ir de Guadalajara al mineral de Chiquilistlán, y son los siguien- tes. Por el ramal del Ferrocarril Central de Guadalajara para Ameca se llega á la Estación de la Vega; de este lugar el ca- mino es carretero hasta Cocula, y de herradura, atravesando la Sierra, hasta Chiquilistlán; pero se puede llegar en un día ds : desde La Vega hasta el Mineral mencionado. Para seguir el - otro camino se utiliza el ferrocarril de Guadalajara á Colima hasta la Estación de Sayula, y de este lugar en un día á ca- hallo, y pasando por el pueblo Tapalpa, se llega á Chiquilis- tlán. De este pueblo para las minas de mercurio sólo hay 10 kilometros «le buen camino de herradura. se Historia del Mineral.—Por el año 1843 se formó una Oo -—pañía minera para trabajar este Mineral, y durante los meses de Abril á Agosto del citado año se extrajeron de la mina “El ; Manto” 361 toneladas de mineral conteniendo 2.3% de mercu- rio, Ó sean 8,303 kilos de este metal; pero por el sistema me- — talúrgico primitivo que se empleó en aquella época sólo pu- dieron extraerse 2,256 kilos de mercurio; y por lo tanto, la pérdida fué de 72.8%." Desanimada la Compañía por esta enorme pérdida contrató la Negociación con los Sres. Blume y Castaños; y en Mayo de 1844 y después de gastar estos se- ; pe (1 A. Castillo: Resumen del reconocimiento de criaderos y minas de azogue. Pe- riódico “La Naturaleza.” Tomo II, 1873, pág. 56. E he A - S A po ds. Ñ ” y; Memorias de la. listlán. Topografía.—El mineral de que me ocupo se encuentra al pie de la sierraque cón rumbo SE. 4 NW. se extiende de Ta- palpa para Tecolotlán y Mechitiltic. Esta sierra, limitada alo NE. por los fertilísimos valles de Sayula, Ameca y Esmatlón; establece la división de las aguas entre el territorio de la lagu- na de Chapala, que por el río Tololotlán desagua al mar cerca de San Blas, y la región de Tecolotlán que desagua por: el río eS Tuscacuesco, el cual forma en Colima el río de la Armería, Yo desemboca hacia el Sur en el Pacífico. Toda esta serranía que está cubierta de bosques formados por pinos, robles y enci- nos, está regada por ríos permanentes, y el ÓN es templado. y favorable á la salud. Geología general.—En la sierra 2 de Tapalpa y en los alió dores de Chiquilistlán se encuentran dos formaciones geoló- gicas; una es sedimentaria mesocretácica; y la otra es eruptiva terciaria. La primera está constituída por caliza con rudistas, cubierta á veces por capas de arenisca, arcilla y. marga; y Le roca eruptiva es una andesita de hornblenda. Las capas de: arenisca, arcilla y marga tienen un rumbo me- dio de 450 NW y están echadas 200 al NE. El espesor de t E > estas capas es relativamente pequeño, pues á poca probidd he pee dad se han encontrado en algunos trabajos mineros las calizas ; - duras, y de color gris, que afloran en las cercanías de la mina pr e llamada el Manto. Estas calizas están agrietadas en varias E direcciones; y parece, sin que pueda asegurarse por estar muy. poco explorada la región, que en los lugares en que se eruzan dos 6 más sistemas de grietas es en donde se encuentran los. depósitos minerales. E 393 “Antonio Alzate.” la estructura heal del terreno es monoclinal, no se ob- 'servan fallas ni grandes fracturas; pero el esfuerzo horizontal que motivó el plegamiento de las capas calizas debió “? formar un sistema de pequeñas “fracturas conjugadas” % normales -á la dirección de la fuerza y paralelas al eje del levantamien- ci así como otro sistema de grietas perpendiculares á las an- - teriores y debidas á la acción combinada del esfuerzo referido y de una presión lateral; y aunque estas pequeñas fracturas “ocasionan Es Ncamientos del terreno, son éstos tan pequeños en el Mineral de Chiquilistlán que no se les puede dar el nom- bre de fallas. * f las grietas anteriores, contemporáneas del plegamiento del terreno y de la emisión de-las andesitas, permitieron la circulación por las calizas de las aguas superficiales descen- dentes, y de las termo-minerales ascendentes que formaron los criaderos de mercurio como indicaré después. Minerales.—En los afloramientos de los criaderos así como - en el pequeño laborio explorador que puede visitarse en la ac- tualidad solo se observan los siguientes minerales: cinabrio, azurita, malaquita, cobre sulfurado, óxido de fierro (limonita), calcita y poco yeso. La estructura del mineral és maciza, y en ninguna parte del laborio descubierto se encuentra la es- tructura en fajas Ó bandas que indica los diversos períodos del depósito de mineral, nila “estructura en cinvas” % que in- dica movimientos del criadero posteriores á su relleno primi- tivo. La cantidad de mercurio contenida en estos minerales es de 0.80 % como promedio. (1) A. G. Leonard. Lead and zinc deposits of lowa. (2) Valdemar Linderen. The gold and silver veins of Silver City, De Lamar and other mining Districts in Idaho. Twentieth Ann. ds U. $S. Geol. Survey 1898-99. Part, UI pág. 102. (3) J. S. Curtis. Silver-Lead Deposits of Eureka, Nevada. Monographs of the U. $. . Geol. Survey, vol. VII, 1884 pág. 20. (4) Valdemar Lindgren. The gold-quartz vein of Nevada City, and Grass Valey Districts California. Seventeenth Ann. Report U. $S. Geol. Survey, 1895-96, II, pág. 128, 4 Memorias.— (1903), —T. XX.—50. metalífero. - . e de “bolsas” irregulares, e Dtos se Mita á veces más en el sentido horizontal como si fueran “mantos;” y son obras veces angostas y largas, orientadas aproximadamente con vel. mismo rumbo de las capas calizas, figurando vetas de regu lar de Ry a La primera forma se encuentra en la mina “El Man- e ” y la segunda en la llamada “El Refugio.” De las bolsas ya mencionadas, cuyas dimensiones son va riables, se desprenden á los lados y á la profundidad hilos Óó he venas mineralizadas, siguiendo las grietas de las calizas; e dentro de las referidas bolsas se encuentran trozos de caliza de formas y dimensiones variables envueltos con el relleno - / La distribución del mineral parece haber sido determina da más bien por el carácter físico de la roca, y no por cam- bios en su composición química ó mineralógica. El mineral Rs se depositó en las zonas agrietadas de la caliza, zonas. de *“permeabilidad en grande” que permitieron: la fácil cireu- e lación de las aguas termominerales; la disolución de la caliza por estas aguas; y por lo tanto, el ensanchamiento de las re- feridas grietas. Según esto, la forma y distribución de estos criaderos metalíferos dependió de la permeabilidad de Ja E calizas, es decir, del mayor ó menor agrietamiento de estas ES últimas. ; > E : El estudio detallado del relleno de estos yacimientos in- dica que el espacio que ocupan los criaderos no estuvo abier- to en su totalidad antes que circularan las aguas termomine-- rales, pues en este caso se observaría en el relleno la estrue-. 38 A (1) Daubrée. Les Eaux souterraines a 1 époqne actuelle. 1887. Tome IL, pág. 17... ; : AG hen dasia o y la ausencia de esta estructura hace creer Le as dea minoralizantes, á a vez 2 que. ensancharon las egión en lao parecen probar: que los criaderos de Chi- uilistlán fueron formados, en la era terciaria, por solucio- es. termominerales o eS á la acción solfata- —— tos den cobre aala y malaquita) y óxidos de fierro A Ed o o ahora En po de cquión para poder hacor o. estudio que reservo para más tarde, cuando la explora- ción proporcione los datos necesarios, y por ahora diré sola- mel to que: la: asociación de los as as mercurio, fierro y por las grietas de las calizas de Chiquilistlán en la época de la formación de esos yacimientos, contenían: sulfuros de cal- cio; thiosulfato, carbonato y sulfato de cal; thiosulfato, carbo- ao y. sulfato de sosa, y ávido carbónico libre; encontrándose en pequeña cantidad el ácido sulfhídrico, y dominando el car- bonato alcalino y el ácido carbónico libre. Las aguas terma- h 0) ñ Ss. Curtis. Loc. cit. págs. 98 y 102. (a)! Valdemar: Lindgren, Trabajo citado. Twentieth Ann. ao S. Geol. Ser IS de III, págs. 104, 217, les de esta composición pudieron disolver Y á los sulfuros me- O tálicos que forman el relleno útil de aquellos erladeros. | | Descripción de las minas.—Muy. pocos son los trabajos mi- Ea neros que se pueden visitar ahora en Chiquilistlán, y entre E A estos se encuentran los siguientes: ns 10 La mina “El Manto” se compone de las siguientes. la eds res: un tiro vertical que comunica, á los 10 metros de profun- os didad, con un gran salón abierto en parte por los trabajos de explotación y en parte por los derrumbes posteriores; y dos comidos de grandes dimensiones en la superficie, pero azok 8 vados á la profundidad, la cual según noticias es de 50 metros co aproximadamente. En el fundo San Miguel se encuentran las isoaalas 1 ps _res: un gran tajo superficial en parte hundido; un socavón | abierto poco abajo del tajo anterior, y que por un crucero y | un pozo comunica con otro crucero inferior, cuya frente se s: “coló” hasta colocarla en la vertical del tajo mencionado; y vaz : rias catas pequeñas abiertas recientémente. 8% pa En El Mercurio existen dos obras: un pequeño socavón, Mier > y un tiro de 12 metros de profundidad que comunica con un 2 cañón de 12 metros de longitud, y en cuya frente se encuen= tra mineralizado el criadero. : EN En el fundo La Cobriza, que se encuentra en la prolonga- ción hacia el W. del fundo el Mercurio, solo se encuentra un tajo abierto de poca longitud. Las minas “El Saucillo,” “El Socorro” y “San Benito” están completamente azolvadas, pero produjeron en otro tiem- po de 40 á 80 kilos de mercurio semanariamente, % y no obs- tante la imperfección del sistema metalúrgico empleado. ón y Como se comprende por lo anterior: el mineral de Chiqui- listlán ha sido muy poco explorado; ha producido frutos cuyo (1) Véase Juan D. Villarello. Génesis de los yacimientos mercuriales de Palomas. y Huitzuco. Memorias Sociedad Alzate. Tomo XIX, 1903. págs. 97-123. (2) El Jalisciense. 29 de Agosto de 1845. o A do a po PE y “* Antonio Alzate.” 397 contenido en mercurio fué relativamente alto; se encuentra en condiciones favorables para el trabajo económico; es de desear- se que la nueva Compañía explore convenientemente la re- gión; y entonces podrá hacerse un estudio detallado acerca de la formación de estos criaderos de mercurio. México, Abril 30 de 1904. Fin del Tomo XX de Memorias. 0% E E pe ndice a Tome xx des Mémoires. a . e > o AO “105-180 E eS Ana yo ¿ pes q. an 5-57 Si del a aire comprimido en las. minas y su - 349-369 Ma de Mea por las enfermo Al S gastr Do A aso! S F Ef , p e h le point de vue eo e o A ; - Mendizábal (José de). ES ES CAN Les Un Plano de Puebla del. Siglo XVII. o > 16 de Plan Puebla du XVII: sito, Pl Lanciano ar e Ordóñez (Ezequiel): : Les derniéres éruptions du Volcan de Colima. Planches ] : $ IV. id dd Letrero Téllez Pizarro (Adrián). y Urrutia (Dr. J. J e TSE RAO 4 ; Contribución al estudio de ds corrientes de Sl frecuencia, y ; en el tratamiento de la tuberculosis. (Contribution d Vétude des courants de haute fréguence dans le traitement de la tu sa DOrCMOSE):: 0 E A A A “Villarello (Juan de D.). | ( Procédé industriel pour la détermination quantitative du cui- o vre, du zinc et autres métaux, por liqueurs al o o 0 - Descripción de los criaderos de mercurio de Chiquilistlán, y a > lisco. (Description des gisements de mercure de Chiquilis- nao A A 008 Y La Réfection du Cadastre et la Carte de France. Paris (Bull. Soc. Géogr.). 1901. ! León L. G., M. S. A.— Anuario Astronómico y Meteorológico para 1903, 8? figs. Catálogo de nebulosas y masas estelares, México, 1903, 8% Lima.—Ministerio de Fomento. Guía del Perú para Capitalistas y Emigrantes. 1902.—Reseña industrial del Perú. 1902.—Données sur les irrigations de la Vallés de Tumbes. 1902. Loubat (Duque de), M. S. A.— Address of the Duke of Loubat of the 13th Inter- national Congress of Americanists, Oct. 20-25, 1902. New York. 8? Lozano Saldaña Lic. R.—Cartilla de Derecho Rural. México. 1903. 82 Mahler P.—Études sur les combustibles solides, liquides et gazeux. Mesure de leur pouvoir calorifique.—Paris, Ch. Béranger. 1903. 8? figs. Mansion (P.).—Les Mathématiques en Belgique en 1871, 1873, 1874, 1875.— Rome (Boll. di bibliogr. e di storia delle scienze mat. e fis.) 1877. 89 (R. Aguilar, M. $. A.). Maréchal H.—Les chemins de fer électriques. Paris, Ch. Béranger. 1904. gr. In-8, figs. Meyer Dr. A. B.—Ueber Museen des Ostens der Vereinigten Staaten von Ame- rica. Reisestudien, II. Berlin. 1904. 42 (Prof. A. L. Herrera, M. S. A.). Mikroskopie (Zeitschrift fir Angewandte). Herausgegeben von G. Marpmann, Leipzig. 8% Fig. VHI € IX. Bd. 1903. Miranda y Marrón M. M. S. A.—El Cielo de actividad solar y el enjambre de las Leónidas. 1903.—Le Cycle d'activité solaire et Pessaim des Léonides., 1903. 82 Miron F.—Gisements minéraux. Stratigraphie et composition.—Paris (Encyel, Scient. des Aide-Mém.) 1903. Gauthier— Villars, Monmerqué A.- Contróle des installations électriques au point de vue de la securité. Paris, Ch. Béranger, 1904. 8 figs. Montaño Dr. E.—Estudio sobre escalas optométricas. México, 1903. 82 Montessus de Ballore F. de, M. S. A.—Sur les régions océaniques instables et les cótes á vagues sismiques. Genéve. 1903. 82 1 pl.—Rélations géologiques des régions stables et instables du Nord-ouest de VEurope. Bruxelles. 1903. 82 ] pl. Moreau P. L.-—Método de Francés del Dr. Rosenthal. México, Secretaría de Fo- mento. 1903. 82 Mourlon M.—L'étude des applications est le meilleur adjuyant du progrés scien- tifique en Géologie, 1900. —Légende de la Carte Géologique de Belgique á Véchelle du 40000+ 1900.—Le Famennien d' Ermeton-sur-Biert. 1900.— Referendum bibliographique précédé de Pexposé des principaux résul- tats scientifiques et économiques du Service Géologique de Belgique. 1903, 8? —Essai d'une monographie des dépots marins $ continentaux du Quater- naire Moséen, le plus ancien de la Belgique. —Liége, 1900. 4? 1 pl. Murassutti Dott. G.—Cattedra Ambulante d"Agricultura nel Circondario di Fermo. Attivitá della Cattedra. 1900, 1901-1902.—Fermo 1903, Nautical (The) Almanac and Astronomical Ephemeris for the year 1906, for the meridian of the KR. Observatory at Greenwich. (Vautical Almanac Office). —Edinburgh. 82, : Neumann E.—Die Methode des arithmetischen Mittels in ihrer Anwendung anf die reciproke Curve der. Ellipse —(Inaugural-Dissertation, Univer- sitát Leipzig). Zwiekau, 1902. Prof. Dr. J. Felia, M. 8. A.). Oliver Dr, Ch. A., M. S. A. —Blindness from congenital malformation of the skull. —Philadelphia (Am. Phil. Soc.), 1902. 8? 1 pl. Ordóñez E., M. S. A.—Le Xinantecatl ou Volcan Nevado de Toluca: México. (Mem. Soc. Alzate). 1903. 8? pl. Paso y Troncoso (F. del), M. S. A.—Leyenda de los Soles, continuada con otras leyendas y noticias. Relación anónima escrita en lengua mexicana el año 1558.—Florencia, 1903. 82 Penzig O. et Saccardo P. A., M. S. A.—Diagnoses fungorum novorum in Insula Java collectarum. Series 1? 2% e 32—Genova (Malpighia), 1897, 1898 $ 1902, 89 Peñafiel Dr. 4., M. S. A.- Indumentaria Antigua Mexicana. México, 1903. 1 tomo gr. folio, láms. —Colección de documentos para la Historia de Méxi- co. Cuadernos 42 y 52 México, 1902 € 1903. Pérez (Dr. Abel J.). — Memoria correspondiente al año 1901 presentada á la Di- rección General de Instrucción Pública por el Inspector Nacional de Ins- trucción Primaria. —Montevideo, 1902. 82 Perrin J.—Traité de Chimie physique. Les Principes. — Paris, Gauthier— rs 1903. 82 Petit J. Eug.—Aide-mémoire des conducteurs et commis des ponts et chaus- sées, agents voyers, etc. 2e édition.—Paris, Ch. Béranger, 1903. 8? figs. Philippi R. A., M. S. A.—Einige neue Chilenische Canis-Arten. (Arch. f. Na- turgeschichte), 1903. Pickering Ed. C., M. S. A,—A Plan for the endowment of Astronomical Re- search. —Cambridge, 1903. 82 Pietzker (F. ). —Die Gestaltung des. Raumes, Kritische Untersuchungen úber Grundlagen der Geometrie. Braunschweig, 1891. 8 Figs. (R. Aguilar, M. S. A.) Porter Carlos E., M. S. A.—Memorandum de Zoología. Valparaiso, 1899. En trega 22— Índice alfabético sinonímico formado para la última edición es- pañola de la Anatomía Humana Descriptiva del Prof. Ph. C. Sappey. Val- paraiso, 1900.—Programa de Morfología i Fisiología del hombre. Valparai- so, 1902.—Breves instrucciones para la recolección de objetos de historia natural, 2% edición. Valparaiso, 1903. 82 Professional Papers of the U. $. Geological Survey. Washington. 4? figs., pl. € maps. Prytz K., M.8. A.—Ein Verfahren zur Darstellung grósserer Mengen von Ar- gon. —Braunschweig (Deutsch. Physik. Gres.) 1903. (A suivre). Iica “Antonio Alrao, MEXICO. -. Revista Científica y Bibliográfica, E E 1903-904. NECROLOGÍA. KARL ALFRED VON ZITTEL. Y ía 6 de Enero murió en Munich (Alemania) el paleontologista ente “del mundo entero: Karl Alfred von Zittel. Había estado en- Ad y el Ez a médicos lo SpnOn EE e on a prontitud; y ya había los á dar nueva- an clases en la Pasadas. pando sucumbió de ca Todos nett, oa supermumerario en la Universidad de Viena, fué ) catedrático del Politécnico de Karlsruhe, en donde quedó solo , porque en 1866, cuando tenía solo 27 años de edad, fué lla- e supar a ettedEs de AU de pt _una de las más im- Revista. (1903). —4. A Goldfuss y otros, al comienza del Si ap DE he SS la muerto de E pel se ocupó Zittel arduamente en la misma tarea, y él ha logrado hacer de esta colección la más completa del continente europeo, no obstante los e : escasos recursos del museo. En los primeros años que pasó en Munich publicó Zitlel una serie de En trabajos especiales sobre fósiles jurásicos y cretácicos, los cuales indicaron AO desde luego la mano del maestro. Ya en estas obras se formó él una repu- tación científica muy buena; pero llegó á ser de fama universal, cuando empezó á publicar su monumental obra, su Tratado de Paleontología en5 * E tomos. La publicación de este trabajo duró de 1876 hasta 1893, y estos > tomos contienen realmente todo lo que había alcanzado la Paleontología 5 hasta aquel tiempo. Este tratado fué traducido muy pronto al francés por - Charles Barrois con la colaboración de muchos sabios franceses; y este tra- tado sirve todavía hoy de base para los trabajos paleontológicos en todos los países civilizados del mundo. Como al terminar la obra estaban ya algo SES we anticuados los primeros tomos Zittel los revisó luego, y publicó porlo pron- ¿q + to un Manual de Paleontología (1895), en el cual se encuentra la revisión de toda la primera parte. Ese Manual fué traducido al inglés por el ameri- cano Charles Eastman. pde Hacía mucho tiempo la Academia de Ciencias de Munich había en- cargado á Zittel escribir una historia de la geología, él había coleccionado constantemente material para esta historia, y solo ásu energía ferreale! fué posible vencer el material gigantesco en pocos años, de modo que en 1899 pudo publicar su Historia de la Geología y Paleontología en un tomo bas- tante grande. Esta Historia fué traducida luego al inglés por M. M. Ogil-. vie-Gordon, traducción que se publicó en 1901. Siempre trabajando, se - ocupaba Zittel últimamente en preparar una nueva edición de su Manual de Paleontología, de la cual se publicó hace pocos meses la primera parto, cuando al fin le sorprendió la muerte en medio del trabajo. TN - Zittel fué el hombre más amable que puede imaginarse, 'y todos sus discípulos se acordarán del interés que tomó en los trabajos ejecutados por ellos eun su museo. En Munich estudiaron casi todos los paleontologistas modernos de Alemania y de los Estados Unidos, muchos de Francia, Aus- tria, Italia, Inglaterra, Rusia y el Japón. Enlos años de 1889-1894 que es- tuve en Munich estudiando en el Museo de Paleontología hubo siempre numerosos extranjeros allí; además, acudieron constantemente paleontolo- gistas muy conocidos para comparar fósiles con los de la gran colección del Museo, de la cual dice el conocido paleontologista americano H. F. Os- bora, que: en ninguna parte del mundo puede un investigador seguir tan fácilmente toda la historia de la evolución de la vida como allí. e discípulos, supo. ayudar. y dona A o estudio. o: los as realmente A ller ar para sus PS aunque fuera de las cosas cambio, todos los discípulos contribuyerun-á enriquecer el E Ad supo Zittel interesar á eo ricas » >nocido ña os hombres tan trabajadores « como Zittel. Empe- YT de la aa, en invierno á las 8. | nombrado Baco radio en Octubre ha año pasado, y po- tes. de su o o su an contestación. , - Dr. EmiLto Bask, M. $. A. , SUR LES — REGIONS OCRANIQUES INSTABLES E ET LES Pp COTE3 A VAGUES SISMIQUES pe E a das , p y EE k y ñ me F. de MONTESSUS de BALLORB,M.S. A, (Extrait des Archives des Sciences rrysiadon Eb Napirenon J uin 1903). LA Dans un mémoire tres récent, et a juste titre fort remarqué, ns - - gical observations and earth physics. Geographical Journal, jan. 1903, un des 3 sismologues des plus autorisés, J. Milne, vient, par une méthode indirecte trés curieuse, de déterminer á la surface du globe douze régions, dont éma- neraient les principaux tremblements de terre liés aux mouvements géné- raux de Vécotce terrestre. Cinq Ventre elles sont uniquement océamiques, six sont situées sur terre eb sur mer, une seule est exclusivement conti- E nentale. Les nombres 16 et 8 représentent approximativement leurs sur- E faces maritimes et terrestres, proportion notablement inférieure á celles 107 des surfaces immergées et émmergées, ce quí reviendrait a dire que les 208 continents sont relativement moins stables que les océans. C'est cette dé- 7 termination de régions océaniques instables, non soupconneés jusqu' A pré- AR “sent, quí a le plus attiré Vattention du monde savant, car elles sont peu A ke accesibles á lobservation directe. de TN En raison méme du chemin trés détourné suivi par Milne, et malgró. % Vautorité incontestée autant que méritée dont il pa on ne saurait ce- pendant accepter sans plus ses résultats, et c'est á leur confrontation avec E ceux de lobservation qu'on nous permettra de nous livrer apres avoir ? bridvement rappelé la méthode suivie par lui. nl John Milne commence par distinguer en macroséismes et en miero- séismes les tremblements de terre suivant que, s'étendant a toute la sur- na 5 = face terrestre, aussi bien qu'á son noyau, on les percolt directement dans ) , aa al É / - A e ms les observatoires lit les plus éloignés, ou suivant que, e con- servant un caractére local, ils ne se propagent qu'á la surface terrestre et - ne > sont pas enregistrés au loin. Les premiers résulteraient des grands mou- z -—vements de Vécorce, dont Te processus, s'il n'est pas continu, est du moins de toutes les époques; les seconds d*actions géologiques toutes locales. - Cette distinction est peut-ótre factice, car si leur différenciation réside en la présence ou en Vabsence des frémissements prélimiñnaires qu'aceusent lés sismogrammes, on est en droit de supposer quil ne s'agit lá que d'une question de degré et non d'une véritable diftérence de nature intime. En FA y $ tout cas il est parfaitement possible, si les frémissements sont exclusive- 3 e ment inhérents au passage des ondes sismiques au travers du noyau in- -—terne, que les séismes locaux manquent simplement de l'intensité néces- - salre pour cette traversée et se limitent a la propagation par la surface. -——Rien ne dit non plus que dans vingt ans peut-étre, avec des instruments : beaucoup plus sensibles encore que ceux dont on se sert actuellement, et -quand on aura pu éliminer Vinfluence du mouvement du support de Pap- -pareil mis en vibration par les secousses, on ne pourra enregistrer, dans la surface du globe. 11 y a plus, il est toujours dangereux et souveraine- ment génant pour les adeptes d'une science de voir ex abrupto changer le sens des termes qu'ils emploient depuis longtemps, les mots de macroséis- mes et de microséismes s'entendant jusqu'a présent des chocs perceptibles A Yhomme ou aux seuls instruments. Quoiqwil en soit, il résulte des études inaugurées par J. Milne au Ja- pon, des 1883, et de ses imitateurs et continuateurs d'Europe, en particu- lier VA. Belar a Laibach, que Vexamen d'un sismogramme, peut conduire s á une estimatión approchée de la distance a laquelle s'est produit le séis- me quia actiomné les appareils; indiquer, par exemple, s'il viendrait de son 10 antipode. On a vu, et ce fut pour la premiere fois, le tremblement de In- de NE du 12 juin 1897 mettre en mouvement les sismographes du monde _entier et ses vibrations revenir á leur point de départ aprés leur conver- - í gence autour de Vantipode. = Á Un sismogramme complet présente trois gentes distinets Vondula- -+tions. 19 des frémissements préliminaires décelant de trés courtes oscila- _tions inférieures au millimétre et une période variant de 0,14 5, 29; es vibrations de plus Vamplitude et de plus longue durée. 32 de grandes ondulations une période de 15 4,20. On admet généralement que les pre- -—miéres résultent de la propagation du mouvement sismique au travers de toute la masse terrestre avec une vitesse énorme de quelques 10 km. á la - geconde, et que les autres correspondent aux mouvements horizontaux et un observatoire bien outillé, tous les séismes petits ou grands ressentis á. Cette méthode est assurément hos ingénieuse, mais de quel degr io estzello a c'est ce qwil a Vexaminer. une ligne a de ne au dela de Ls plus de 338 km., et sa hau- teur de 160 km. par-dessus la vallée du Brahmapou:re et la pénéplai ede lAssam jusqu'au pied de Y Himalaya oriental. Le mouvement géologique a vraisemblablement aftecté toute cette aire immense. On doit. admettre - que dans ce cas les erreurs de la méthode auraient atteint les é énormes di- mensions de ce triangle épicentral. Autrement dit, si ce séisme n 'avait étó connu que par les sismogrammes d'Europe, on auralt pu se tromper de ces longueurs sur la position de l'épicentre, dont on aurait eronnément fait o point. ÓN E O Ce West pas tout, si la vitesse de propagation des ibratidda de lapre- miére espéce paraít á peu pres constante parce qu 'elles traversent un mi- lieu homogóne, le noyau central, devant lequel la croúte externe est nógli- CE geable par ses faibles dimensions relatives, il Wen va pas de méme des vi- brations des deuxieme et troisiéme espéces qui se propagent au travers de Pécorce hétérogóne et e Leurs vitesses de propagation ser tres variables, impossibles méme á prévoir, et de fait les meilleures é éva- luations différent considérablement entre elles, les nombres mentionnés - plus haut wétant que des indications sur leur ordre moyen de grandeur. o E faut aussi de toute nécessité que les sismogrammes résultent Yun móme type de sismographe, condition probablement réaliséee dans les recherches is de J. Milne, du mons le-supposons-nous. Il est done prudent de considé-. rer comme entachées d'erreurs notables les o de distances faites jusqu'a présent par cette méthode, et nous ne croyons pas que dans - état actuel de lá sismologie, on puisse aller plus loin que d'y voir une sim- Pes ple indication par estime de la région probable du globe ou le séisme s est ps produit. C'est beaucoup et peu tout á la fois. AS ze z Ceci posé, voici comment Milne a utilisé cette méthode, plus i ingé- nieuse que réellement exacte. Il a pris les 208 séismes des trois années 1899 a 1901, dont les sismogrammes, enregistrés pp dans los , “sismicitó de at les parties du globe; mais on IS SUL terre, on a une idée tres approchée de son plus e partoub, anta ace qui. concerne les ca on Set) S ómes. rivages. Ceux qui de sont eds ne sont pas oa bstraction ma des caos séismes den les. o ol ent é éprouvées, soit au 1 bord méme de régions terrestres es a done. o tamtót. o tantót terrestre, : la ny aient jamais aio de trem- plo a De de territoires On stables. Sd O a sos dlls a en a que 13 , 1 —Wayant opéré que sur les trois années 18994 1901, on ne saurait lui attribuer la prétention avoir fait un 1 veau motif pour n'accepter ses résultats que sous bénéfice Région A, ou de V Alaska. 25 dr leas. le plateau de Anahuac, et dont la sismicité s'atténue eN vers. E je le a mais comprend e: en bien a Erie proposien des e oí. MS ax de Mapimi, vieille Californie, et d'autres nf oúils sont tout áfaitincon- nus, Veragua, Mosquitie, Peten et Yucatan. L'intervalle des ovales A E B correspond 4 a la Californie méridionale dont Vinstabilité est trés grande. Le golfe du Mexique, malgré des fonds de 20001 eb quoique dominé e par le massif mexicain, 1'a fourni aucun séisme sous-marin, et le Pacifi- eS que un séul au large des iles Revilla Gigedo. Des vagues a wont. z été signalées que sur les cótes d'Acapulco, Guatémala et Costarica, ti régions instables. Comme autre part le Nicaragua et le Salvador, ce der- 50, nier surtout une sismicité considérable, nen ont point présenté jusqwici, E on est en droit de supposer par contraste que celles des cótes précitées ont. une origine sous-marine. Par sa proximité du littoral, Vaxe de Povale coin cide presque avec Pisobathe de 4000m. La done encore Vexistence du raide : talus sous-marin ne coexiste que o eE aec les a instables émergées et immergées. Région C, ou des Antilles. J6 macroséismes. e A Région D, ou des Andes. 12 macroséismes. Région E, ou japonaise. 29 macroséismes. Région F, ou de Java. 41 macroséismes. Région G, ou de Maurici. 17 macroséismes. Régión H, ou de ' Atlantique NE. 22 macroséismes. a — ds ou antaretique. 2 macroséismes, e, le Jer, mai 1903. ze Vorz RELATIVE A LA REGION B. = út, La S peu arivó A AnOtEO connaissance: de ela vral- a de Chirnie ed a la Facultó des oa Paris, Gauthier-Villars. 1903. 8* gr, xxvI1i-300 ndo á 1 u lado Made definiciones, teorías Ó e que en la Hecha no o ni de nombre, ha redactado su aa e Ñ 2T, Lar factores de: acción Wisin: Ó pre- o temperatura, Tadiaciones, acciones químicas). . Papel de los factores de acción en EVE Dar de evolución. —VL Caracte- Revista. (1903). —5. —Lille.—Paris. Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1 90: vol. gr. in 8. 548 pages. 432 dd 20 £r. relió, EN pecto á las instalaciones, como respecto del material empleado, ete. Elli : bro en cuestión contiene condensados todos los procedimientos, aparatos, cala, ete., anos al vasto. uo deinstalaciones de alumbrado eléc. j ista aplicación. ES E Véase en seguida los puntos principales de los capítulos de le: a : I. Manantiales de luz eléctrica. —II. Construcción de canalizaciones | E : - (interiores, exteriores, subterráneas ). — II Diferentes sistemas de dis- -—tribución. -— IV. Máquinas eléctricas (dinamos, generadores, acumulado: | res). — V. Métodos y aparatos de arreglo. — VL Aparatos auxiliares. (ap : e + Yatos para interrumpir circuitos, de medida, ete. ). — VIL Aislamiento de dd redes eléctricas. — VIIL Soportes de las lámparas, eléctricas. —1IX. Indi. E caciones generales sobre las instalaciones eléctricas (generadores Y mot res de vapor, turbinas hidráulicas, gastos de instalaciones diversas, precios: de de aparatos, rendimientos, etc.). —X. Descripción de algunas instalacio- nes existentes. : ÓN e: | ar A “Maréchal, Ingé- tE a ssées. Avec 516 E dans la texte. atil Jos acerca de das eléctricos que pu- han 1 hecho dos ediciones. a Producción de la lectricidad para la ze acción cas, Ó de “vapor, ó de gas. nda de acumula- a Vía. Entablados aa paSicoOS o) os de tracción a de cremalle- sontinuas, ete: Ferrocarriles para minas. — e ee Gaulitór- Villars 1908. E 292 de 4 pa Ei 10 fr. | a O Encuéntranse detallados en esta obra los procedimientos que los in- y Paoli norte—americanos aa en sus a y con Ds cua- por a eros sin educación a especial; 50, durabilidad del páta 69, hacer piezas sobre máquinas cuya capacidad normal no está. prevista para. tales dimensiones; 79, efectuar Operaciones e sobre mea uso muy diferente. E : Creemos que la lectura atenta de este libro por el artesano que real- mente quiera obtener resultados en todos sentidos satisfactorios, s será de inapreciable valor y utilidad. FE Contiene la descripción y manejo de los tornos y su ión á A : fabricación de infinidad de piezas, dando los más minuciosos detalles des- . de la colocación del material, su movimiento, tallado, ete., así como del de uso de accesorios indispensables en la manufactura de muchas piezas, VAS E en fin, éentenares de procedimientos, recetas, artificios, ete., que son de muy fácil ejecución y están perfectamente comprobados La obra tiene un. índice alfabético detallado, en donde se hallan, bajo varios s títulos, los pro- ae e cedimientos que se busquen. er oR 3 : ho ca , 3 7 L'Électricité et ses applications par A. Reboud, Licencié és E Sciences Mathématiques eb Physiques, Pa du Collége EE . de Sisteron.—2*"* partie. Les machines d'induction.—Paris, - e : Libraire Polytechnique, Ch. Béranger. 1903. 377 pages, 100 Ro oa 10 fr. relié. AS y : - La primera parte de esta obra, que trata de los principios generales : Po > : de la electricidad y el magnetismo y las aplicaciones domésticas, industria- de de : les y médicas de la corriente de la pila eléctrica, la dimos á conocer hace poco tiempo. (Revista, 1902, XVIII, p. 54). c El presente tomo forma la segunda parte de la obra y está consagra: do á las máquinas de inducción, ocupándose de todos los puntos importan- tes de la producción, distribución y aprovechamiento industrial de la ener- E de gía eléctrica. Con un estilo claro y sencillo ón sucesivamente de la energía y: sus térmicas, químicas. y: mecánicas Gl la energía ricas; as de corriente continua, sineuae eléctrico de la fuerza; tracción eléctrica; auxilios 11 adas; Congreso de la hulla blanca; Ejercicios y pro- ¡mentales que les ea de base. (Teoría de los ensayes. el ] O da o aia de ls esfuerzos; dis- mte dl de as de aa alas de la familia del o Je0 EA de otros metales; .ensayes complementarios: quebradu- afía A etc.). TRABAJOS. —G. B. Puga y R. al Análisis micros del Volcán de Santa María. - TIAS, , XVIIL, 203). + ió Prof C. Conzatti. qe Criptógamas Vasculares de a vias, XVIIL 185). de ES El Sr. Dr. A. J. Carbajal hizo una breve exposición. a sobre: sus ferentes á la enfermedad del ganado en México, conocida e de “ranilla.” y , = EN - NOMBRAMIENTO. Socio de STO D. RÓMULO EScosaR, » ge ¡lero nomo. Ciudad Juárez, Chih. : e SECCIONES. — A moción del Prof. A. L. a la Socie: unanimidad la creación de su SECCIÓN DE BIOLOGÍA, : yámo Prof. R. Aguilar, las de ASTRONOMÍA y METEOROLOGÍA ya GÍA y MINERÍA, que tendrán sus respectivos secretarios. z PONES El Secretario in : E ES o Jas Ós MEZA, / , DICIEMBRE 2 DE, 1902. SL Presidencia del Sr. Ing. G. Montiel —. : Prof. M. read S. J. da en ba larras Dr. A. Dug*s. —4Algo sobre. distr bución da de algunas aves ta, XVII 44). : > Ch. E. Hall. — Notes on a geological section from Iguala to San M tolapa, Guerrero, (Memorias, XUL 0 NI 39 Ing. Joaquín de Mendizábal. —Tablas de Multiplicar. NOMBRAMIENTOS. Socios honorarios: Duque DE LOUBAT, Paris. DR ALFONSO STAEBEL. Dresden. E POSTULACIÓN. Socio de número. Lic. D. Genaro García. ENERO 12 DE 1903. Presidencia de los Sres. M. Moreno y Anda é Ing. Joaquín de Mendizábal . Tamborrel. ELECCIONES. —Junta Directiva para 1903: Presidente, Dr. Manuel Uribe Troncoso. Vicepresidente, Dr. Juan Duque de Estrada. Secretario anual, Ing Leopoldo Salazar. S Prosecretario, Ing. Adrián Téllez Pizarro. TRABAJOS.—Dr. A. Dugés. Las garrapatas de México. (Memorias, XVIII, 187). Ing. Joaquín de Mendizábal, Descripción de un nuevo anemógrafo. NOMBRaMIENTO.—Socio honorario, PROF. DR. (+. ARCANGELI, Pisa. —So cio de número, Lic. D. GeNARO García, Historiador. PosTULACIÓN.—Para Socio de número, D. Benjamín Anguiano. FEBRERO 2 DE 1903. Presidencia del Sr. Dr. M. Uribe Troncoso. TRABAJOS.—Dr. S. Bonansea. Las inyecciones de sublimado corrosivo en la curación de la peste. (Memorias, XVIII, 213). Prof. G. de J. Caballero, S. J.—Le Cobalt au Mexique. (Memorias, X VII, 197). Ing. S. Ramírez. Estudio biográfico del Sr. Ingeniero de Minas D. José M. Alcocer. (Memorias, XVIIL 225). Prof. A. L. Herrera. Alimentación artificial del acariano destructor del picu- do del algodón Ing. Joaquín de Mendizábal. Efemérides astronómicas decimales para el año 1901. Prof. R. Rodríguez. Método para la separación del carbono del fierro. (Me- morias, X VIT, 211). NOMBRAMIENTO. —Socio de número, D. Br de la Comisión pe ol qe e ; MES A MARZO 2 DE 1908. Presidencia del Sr. Dr, M. Uribe Jronena. : Sajonia. Prof. F. Silvestri. Risultati di uno studio biologico sopra. 1 Termi E y americani. (Memorias, XII, 354). : : Prof. G. de J. Caballero, $. J. La Domeykita de Chihuahua. Hor El XVIII, 243). : - Pe Dr. A. Dugés. Un pollo MONSÍTUOSO. (Memorias, xvIn, 209). E Ing. E. Ordóñez. El Sahcab de Yucatán. (Memorias, XVIII, 217). Ings. E. Ordóñez y F. Prado y Tapia. Los Volcanes de ea Michoacán. Para TEO o 257). 157 San Francisco de Borj ds PROF. GIOVANNI BRIOSI, Director del Instituto Botánico de la Unive S dad. Pavía. E CONDE GUGLILMO VINCI, del Pad Superior de Acñoritass oa eos Dr. G. DELACROIX, Director de la Estación de Patología Vejetal. París. PosTULACIÓN. Socio de número, Ing. D. Francisco Prado y Tapia. AS P qe ios ABRIL 6 DE 1903. : as Presidencia del Sr. Dr. M. Uribe o e Dn E me od TRABAJOS. —Dr. $. Bonansea. Las aves insectívoras en Agricultura. hs: Ing. R. Escobar. Las lluvias en México. (esa AR 3 Prof. J. Gasca. Resolución de los triángulos esféricos. e Ing. F. Gómez Mendicuti. Apuntes sobre los Nortes en el Golfo de México, A (Memorias, XVIIL, 247). _ dae NOMBRAMIENTO. Socio de número, ING. D. FRANCISCO Panor E Tarta. E > El Secretario amual. NS .S; - LEOPOLDO SALAZAR. a su , 7 y e Is, A > » oso. Análisis del humor acuoso en caso de catarata dad promueva la formación. e bros de t te para nu - autores mexicanos (Revista, Pp: 45). NOMBRAMIENTOS. Socios correspondient Dr. CONSTANTINO GOVINI, Profesor de Superior de Agricultura de Milán, 050 - DR. GIACOMO DEL GUERCIO, Profesor en la Agraria de Florencia. DR. Lurer BUSCALIONI, Profesor de Botánica « en la de psa as ) E Ju ULIO 7 DE > 1908. Presidencia del Sr. Dr. M Uribe Troncoso. | E ea por Me Comisión Escdénón (Memoriás: 30% 78) E Dr. $. Bonansea, Infección del. a bovis en el gan do cano E XX, de XX, 59). M. Moreno y Anda. Decrecimiento de e remporatura con casa XIX, El E es O MR. JosePH WHARTON. Filadelfia. PosTULACIONES. Para socios de número: Dr. Ernesto Ang Ing. Juan de D. Villarello. 43 AGOSTO 3 DE 1903. Presidencia del Sr. Dr. M. Uribe Troncoso. FALLECIMIENTO. —El Secretario perpetuo dió cuenta de la sentida muerte del venerable profesor D. Joaquín Varela Salceda, miembro hono- rario de la Sociedad, acaecida el 12 de Julio pasado. TRABAJOS.—Dr. $. Bonansea. Ensayo de algunos anestésicos sobre los animales. G. de J. Caballero, S. J. Límite práctico de trabajo de las válvulas No: don. (Memorias, XIX, 313). M. Miranda y Marrón. Un grave error cronológico. Ing. E. Ordóñez. El Valle de Cerritos, S. L. P. Prof. P. Pizzetti. Sur le probleme des n corps alignés. (Memorias, XIX, 169). Dr. D. Vergara Lope. Proyecto de un sanatorio para tuberculosos en el Valle de México (Memorias, XIX). NOMBRAMIENTOS. Socios honorarios. Pror. DR. PIETRO SACCARDO, Director del R. Instituto Botánico de la Universidad de Padua. Pror. W. PrInz, Profesor de Geología en la Universidad Libre de Bruselas. Dr. P. GARNAULT. Paris. Socios correspondientes: DR. FILIPO SILVESTRI, Entomólogo de la Escuela Superior de Agri- cultura de Portici. d Pror. DR. STANISLAO POLVERINI, Médico-Veterinario provincial en Girgenti. SEPTIEMBRE 7 DE 19083. Presidencia del Sr. Ing. T. L. Laguerenne. TRABAJOS. — Dr. S. Bonansea. Prioridad en el descubrimiento de 4MEci- dium de una Puccinia sp? del género Mahoma, en México. (El mismo socio depositó un pliego cerrado, para que la Sociedad lo conserve y se abra en tiempo oportuno). Ing. A. García Conde. Determinación del azimut astronómico, Zenita- les iguales de tres estrellas. XIX, 319). e OS OL NOMBRAMIENTOS. Socios de número: - Dr. ERNESTO ANGERMANN. Instituto Goo ES ING. JUAN DE D. VILLARELLO. Instituto Geológico. Socios honorararios: : E RE da Si PROF DR. W. BRANCO, Berlín. EE eN PROF. DR. K. VON ZITTEL. Munich. A PROF. DR. G. DE LORENZO. une se DR. P. A a Sa z , > > x OCTUBRE 5 DE 1903. 192 ANIVERSARIO DE La FUNDACIÓN DE LA SOCIED Presidencia S Sr. Dr. M. Uribe oa, marcha de la Sociódad y su estado actual, y presentó e el la y metal de plata que obtuvo en la Exposición de París de 1900. TRABAJOS. —Inmg. M. F. Alvarez. Estudio sobre luces y vistas de las 2 bitaciones. y altura de éstas. en calles y patios (Memorias, XX, 291). E Dr. E. Bóse é Ing. E. Ordónez. a para la organización ed e -; : las observaciones seísmicas en México. A G. de J. Caballero, S. J. La Regla de Cramer y el Teorema ee le Kon EA EA en las ecuaciones químicas. qua Le Dr. P. Garnault. La Statue parlante de Memnon (Aemoras, XIX, 273). AS Ing. T. L. Laguerenne. ue Minas. — Pe > Ing. B. Romo. Cálculo de presas que satisfacen ál a a condición propuesta. por M. Maurice Lévy. : Is. o Ing. Adrián Téllez Pizarro. Argamasas, morteros: ó mezclas ci rias, XIX, 289). E A AS : Ing. J. D. Villarello. miento industrial para” la determina ón cuantitativa del cobre, del zinc y de otros metales po licores titulados. (Mi morias, XX, 323). ds rugiomo, Mendizábal Sonata, Mendizábal rón, O Y And Sra. Z. Nuttall, F. M. Rodrí- El Secretario perpetuo, R. AGUILAR SANTILLAN. - INICIATIVA PARA LA 3 emente a de estudios « en las escuelas oñcialos: aquí resulta, por consecuencia, la adopción de nuevos textos de on. 2 los a oOS o y la eta en se ven los da ias sobra de aptitud para formar y explicar sus o testo E á las ao os E sea doloroso bie a que no hay estímulos Ó son Estos may pocos, par el hombre científico, para el literato y para el publicista. ¿Pues porqué la Sociedad “Antonio Alzate, ” que cuenta con mien: bros tan competentes para llevar á feliz remate cualquier trabajo cientifico, no ha de estimular á éstos y á todas las personas que forman el gremio científico, para que muestren el fruto de su inteligencia ex en honra a y de la Sociedad y en beneficio general? Mas á lo dicho no pocas veces oímos objetar algunas razones prove- : nidas quizá de la modestia que trata de ocultar el propio mérito. Para es- 178 p eribir, se dice, y sobre todo, para escribir obras de texto, se requiere no- 4 see vedad, originalidad ¿y quién puede tener originalidad en materias cientí- - ficas? ¡Se ha escrito tanto y se escribe aún! se e SRA Pero á esto se puede responder € que quien escriba sobre. cosas Cono- cidas y triviales, que no haga más que traseribir los conocimientos adql RS ridos de otro, pero expuesto con brevedad y claridad, con orden y. distin- ción, en una palabra, con todos los preceptos de la Didáctica, quien tal haga, se puede asegurar que no carece del mérito de la originalidad. - a No sería difícil prodigar razones para insistir en tan importante « cues- tión; pero habiéndome propuesto no fatigar la atención de las personas que me escuchan, sólo indicaré la necesidad por lo menos en algunas materias. Sabido es que la enseñanza de las o es la base de las Car rreras literarias en México. Los primeros pasos del estudiante son por el. sendero de los números, Ahora bien, los progresos de esta ciencia son tan grandes, el campo de su acción tan vasto, que para adquirir. siquiera las , nociones elementales apenas es suficiente el tiempo señalado, y por otra parte, los textos adoptados, meritorios por otos títulos, pero acomodados á programas anteriores, no llenan los requisitos indispensables para log ac- xpres ne s os E noción, os an ex- “J'ai un bien pénible devoir á remplir, celui de vous annon: mort soudaine de notre Ena confrére et o M. Ea medi dernier, avant hier, il avait fait son cours au College « de Franc le méme entrain que d' habitude. Hier soir encore, dans son salon pétrographie avec son gendre, M. Lacroix, et sa conversation ne aucune eos membre á vie depuis 1865, j' exprime EN la famille de ce bon ad he pa ticulierement á M. Lacroix, notre profonde émotion et notre royo tasa sympathie. , á , ““Cette mort ouvre un grand vide, Messieurs, et c' est, pour -la, une perte cruelle que la disparition d'un tel homme. L'osuvre de M.. est considérable. Il eN qee ER nous són a ES notre pétrographes pes a AM. Michel Lévy, de ds bien e ce le devoir: et nous ne dontons pene e "il ne déféere au désir úunanime de a ca Y ancienne lithologie, si vague E ence. exacte et positive, M. Fouqué appliquait la Z ta étudo des roches AS et ae s roches esa re napalo de Mm ouhrá celle qu la Ghénio so EN aquello E a consacré le. mas de temps et d' cloro c' est nde de la Minéralogio a de la Chimie M. a ya eb douze ans. En 1894, le probléme- était resolu, et, depuis E. dde si nombreuses, qui ont été publiées sur la diagnose P. Termier. Revista. (1903).—7. .. El día 16 de Marzo del paa año fa ció en eminente paleontologista italiano, que había naci 1832. En dichas ciudades han hecho por el ilustre traciones de condolencia y nuestra Sociedad se honra iga - sagrarle unas oO Su Meno E Y | EA te material científico, que parece recogido por generacione - notable museo es digno de compararse á las colecciones paleont British Museum y al de Munich. Su labor paleontológica en Sicilia po asimismo comp del ilustre a a en E 51 BIBLIOGRAFIA. Manuel théorique et pratique de la métallurgie du fer par A. Ledebur, Professeur de Métallurgie a Y École des Mines de Freiberg (Saxe). Traduit de Vallemand par Barbary de Lan- glade, Ingénieur civil des mines. Revu et annoté par F. Valton, Ingénieur civil des mines. Deuxiéme édition francaise, entie- rement refondue d'aprés les troisiéme et quatriéme éditions allomandes.—Paris, Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 19083. 2 vol. gr. in-8, 404 figs. 50 fr. relié. El autor y su obra son ya bastante conocidos por los especialistas y saben bien la importancia de este libro. No trataremos pues de hacer aho- - Ya su encomio y nos limitaremos á presentar un resumen de los capítulos que contiene y en los cuales trata con notable claridad y detalle los múlti- ples asuntos que se refieren á la metalurgia del fierro, dando en cada caso la lista de las obras especiales que pueden consultarse. PRIMERA PARTE.—Introducción á la metalurgía del fierro.—I. Cla- sificación de los productos de la metalurgia del fierro; reseña histórica y. estadística.—IT. Combustión, reducción, producción y transmisión del ca- lor.—III. Combustibles.—IV. Hornos y materiales refractarios.—V. Es- corias que se producen en la fabricación del fierro y de sus derivados.— VL Minerales y fundentes, su preparación antes del tratamiento metalúr- gico. —VI. Estudio químico del fierro desde el punto de vista meta- lúrgico. SEGUNDA PARTE.—Fierro colado y su fabricación.—I. Propiedades y clasificación de las fundiciones y del ferromanganeso.—IL. Altos hornos. —III. Fuelles, aparatos de- aire caliente.—IV. Monta-cargas.—V. Trans- porte y almacenaje de las materias de las capas de fusión.—VI. La fusión en el alto horno.—VIL. Productos accesorios de los altos hornos y sus em- pleos.—VIH. La segunda fusión y la purificación del fierro colado. TERCERA PARTE.—El fierro maleable y su fabricación.—I. Clasifi- cación de fierros y aceros, sus propiedades; ensayes á que se les somete. —II. Aparatos mecánicos destinados á mejorar el fierro y el acero y á TV. Laia a cementación. e Elaboración a de acero. a Gauthier-Villars. 1904, 800 vIn=215 - pago fig. 3 fr. 50 e. p Este. libro está consagrado al iio de las nUMETOSAS sim nes de los mecanismos y de los métodos á los cuales o de empl e los aceros de a E clones , pasajeras y permanentes; bl de elasticidad. Resaca eS Patrones de ón nos de deben Mo aa á la medida de bases; su empleo práctico. ; Tercera parte. a e Construcción de 0 un én- Cuarta parte. Aplicaciones a lo de a6vil dilatación - gas de dilatación determinada. Ligas de módulo de da invariable, —Apéndiee. Teoría de los aceros de níquel. % Traité des a métalliferes pas le Dr, Richard Bee e a Librairie ala Ch. Po 1904. a v gr. in-8. 808 pages, 257 Mo 30 fr. relié. ; En 20 Ñ Dicha clasificación es la ácatal 55) ; 1. VETAS METALÍFERAS PRIMARIAS. A. Singenéticas: vetas metalíferas que se han producido al mismo tiempo que la roca empotrante. —1. Secreciones magmáticas: ej. minera- les de fierro magnéticos en pórfidos de ortosa. --2. Minerales como rocas se- dimentarias, y en parte en el mismo estado que en el momento de su de- pósito (limonita), y en parte habiendo estado sometida á efectos metamór- ficos, como los minerales de fierro magnéticos de los esquisitos cristalinos. Bb. Epigenéticas: vetas metalíferas formadas posteriormente á su roca em- potrante.—1. Filones meialiferos, es decir, rellenamientos de hendeduras con formaciones asociadas; p. e. los minerales de estaño para los cuales el rellenamiento de las hendeduras ha marchado paso á paso con la impregna- ción de la roca empotrante.—2. Vetas metaliferas epigenéticas que no tienen la forma de filones. - a) Capas de minerales epigenéticas: vetas metalíferas producidas esen- cialmente por una impregnación de rocas no calcáreas y que afectan más generalmente una forma de depósitos en capas. b) Masas de minerales epigenéticas: vetas minerales producidas por substitución metasomática de masas de rocas calcáreas y que afectan casi siempre la forma de masas ó de columnas. e) Vetas metaliferas de metamorfismo de contacto: capas y cúmulos de minerales, que se han producido bajo la influencia de un metamorfismo de contacto de parte de masas plutónicas intrusivas; p. e. los minerales de fierro magnéticos. —d) Rellenamiento de vacios por minerales: vetas minerales producidas esencialmente por el simple rellenamiento de cavidades preexistentes y que tiene principalmente la forma de masas ó de columnas; p. e. los mine- rales de fierro de grano. 2. VETAS METALÍFERAS SECUNDARIAS. Depósitos de minerales que provienen de la destrucción y del nuevo depósito de acumulaciones de minerales de las vetas primarias.—1. Vetas secundarias antiguas. —2. Vetas secundarias recientes ó aluviones. a) Formaciones producidas esencialmente por acciones químicas so- bre yacimientos primarios, ó aluviones eluviales b) Formaciones producidas principalmente por acciones mecánicas sobre yacimientos primarios, ó aluviones propiamente dichos. De todas estas formaciones estudia las regiones típicas en los diver- sos países, con muy buen acopio de datos y ojtas bibliográficas. 8e 180 pages, 23 fig. 7 fr. E toria del transformismo. II. La embriología de los ds Y a 18 los reneados TIT. Los falsos nacio pd y sus. con e cia de los a por la vida pelagica, —VIL. Sobre la. pisar latas males disdipleuros. - £ Cours de Mathématiques Supérieures 3, Pusage E 1904. 8* 536 pages, 191 figs. 10 ES El oleada de la primera edición de esta importante A lo á conocer cuando apareció en 1891 (Revista, V, 1891-92; p. 40). Esta segunda acta a ol con otras | y a que a apreciable han hecho su libro. des. Ayec E Notices scientifiques.— —Paris, > Baxter Vil ALS. 851 p. a ES eS Además ñe los numerosos é importantes dales astronómicos, * | 1 y químicos que contiene el tomito de este año y que han sido notablem has y precisas, sobre de los Ale de construc- ento, id etc., de Es ero iororas: De áq ninas resistencia de ho material sledo en la construcción, elocid d OS trenes, nod se eeuDS de Le caldera, con lo de sus balsa ente a legado: da y 7 Elouad de Mariano | -1903. 93 p. E : - contienen en pocas páginas los mismos productos que otras .nUMETOSas páginas. Su a es ento 2 y será Radium, sa préparation et ses propriétés. Préface le D Lauth, Directeur, de PÉcole de Physiqne et de Chimie trielles de Paris. Extrait du Génie Civil.—Paris, Libr ñ generalmente cidade A Contiene al fin una completa bibliografía muy útil, desde s su 0 hasta su actual estado. y d : Escuela Normal para Profesores. Nociones de Biología pi Alfonso L. Herrera.—México. Imp. de la Secretaría de Fo mento. 1904. 8* 251 p. 84 a Este importante libro es un resumen de las lecciones dadas por = autor en la clase de la Escuela Normal y está panptado para servir de tes Z rteriales, sin: negar ni e los caia —Libro 2% n.—A. Hechos de la unidad fundamental. —5B. Hechos de la O Hechos. de Le Srouion, 140r9 32 E ¿A ES S : y , : - Ergebnisse der Arbeiten. am » Acronantisohen Observatorium. qe sen Di e Ine y Bei) e ed Nov. 7. 12010m. 5804 2, Mayo 1. 19464 5305 (2) 1 22. 19960 —6300 (2) Le -—5400 o E LOU —6890 s apéndices s son: un estudio del ara Hermann Elias Fano la ES % ; Revista. (1903). —8. Sa O Institute of Pl ByE Prof. Dr. E z Director of the Observatory. —Berlin 1904. verticales los de en otras líneas Sta gruesas estín señalad ascensiones y las temperaturas registradas. _ Catalogue of the Ward-Coonley Collection of Me e tes; Henry A. Ward.— a 1904. 8e 113 Pp 10 aL ES as importante catálogo, reune á su clegantes o oa en el aio de EE del Aa Ma of. History, en Nueva York, en donde el propietario la tiene depos poralmente; en ella se ven fragmentos de la mayor parte de las fierros meteóricos mexicanos. : . dos de Le más ds a y de las a y EEE a A __ ———Á y e. : 2 Lowell Observatory. o os Bulletin Nú an 1-11, p. 1-55, 1903-1904, e E cd N0 1. Projection on Mars. Percival Lowell. —The Spectrosos pS nary 3 Scorpii. V. M. Slepher: E e v 59 N? 2. Experiment on the visibility of fine lines in its. bearing on the breadth of the ““Canals” of Mars. Percival. Lowell. —Manner of making of the polar caps of Mars. Percival Lowell. N9 3. A Spectrographic investigation on the rotation velocity of Venus. —Y. M. Slipher. N9-4. On the efficiency of the spectrograph for investigating plane- tary rotations and on the accuracy of the inclination method of measurement. Tests on the rotation on the planet Mars. —Variable velocity of ) Scorpil in the line of sight. Y. M. Suipher. N? 5. Width of the double canals of Mars with different apertures. Percival Lowell. N? 6. Venus, 1903. Percival Lowell. E N?2 7. Mare Erytbraeum. Percival Lowell. -N92 8. The Thoth and the Amenthes. Percival Lowell N? 9. New determinations of the position of the axis of rotation of _Mars. Percival Lowell. N?2 10. Notes on visual experiments. Y. M. Slipher, C. O Lampland. N? 11, A list of five Stars having variable radial velocities. Y. M. Slipher. ? Report of the Superintendent of the Coast and Geodetic Survey showing the progress of the work from July 1, 1902, to June 30, 1903.—(O. H. Tittmann, Superintendent).—Was- hington. Government Printing Office. 1903. 4? 1032 p., pl. figs. : Además de los informes oficiales de los jefes de los diversos departa- mentos, presentan gran interés los apéndices que contiene el tomo y que son: Detalles de los trabajos en el campo y en el gabinete, p. 23-187. Nive- laciones de precisión en los Estados Unidos, por J. F: Hayford, p. 191-809.— Triangulación á lo largo del meridiano 98 en 1902, por J. F. Hayford, p. 817—- 930.—Observaciones magnéticas de Julio 19024 Junio 1903, por L. A. Bauer, p. 935-1003. —- Dragado de canales y bahías, por D. B. Wainwright, p. 1007-1009. —Nombres geográficos de Alaska; Isla de San Jorge, Mar de Beking, por G. R. Putnam, p. 1013-1016. Manuel du Conducteur de Moulins et du Mennier par F. Baumgartner, Ingénieur-constructeur des moulins. Traduit 2 de gr. a 612 et 429 po 4 Se deben á Alemania los grandes progresos recientes, : po años á la a en la construcción e pa trucción de los Dos propiamente dichos y y su A ar tribución en el edificio. La, pat se. ocupa « de suo o recogidos en los talleres ó molinos mejores resultados obtenidos. 61 México. Tip. Económica, Cazuela 1. 1903, 5 t. 8? (Retrato del aútor). Es de aplaudirse la publicación de los trabajos de tan distinguido compatriota, en una edición elegante y correcta, pues las primeras edicio- nes están agotadas. Comprenden los siguientes escritos que serán leidos y consultados con especial interés. Tomos 1 y H.—Cuadro descriptivo y comparativo de las lenguas in- dígenas de México, ó Tratado de Filología Mexicana. Tomo 1H1.—Memoria sobre las causas que han originado la situación actual de la raza indígina de México y medios de remediarla.-—La Econo- mía Política aplicada á la propiedad territorial de México.— Impugnación al discurso sobre la poesía erótica de los'griegos, leído en el Liceo Hidal- “go por el Sr. D. Ignacio Ramírez. —Historia y Literatura. — Escritos suel- tos. A Tomos IV y V - Historia crítica de la poesía en México.—La Colo- nización negra. Informe á la Secretaría de Relaciones. Obras sobre Mathematica do Dr. F. Gomes Teixeira, Direc- tor da Academia Polytechnica do Porto, antigo professor na Universidade de Coimbra. etc. Publicadas por ordem do Gro- verno Portugués, Volume primero.—Coimbra. Imprenza da Universidade, 1904. 4* 402 p. Los trabajos del distinguido matemático portugués, nuestro ilustra- do consocio, se han publicado en diversas revistas, y á moción del Sr. Di- rector General de Instrucción Pública, se reunen ahora de una manera uniforme y sistemática bajo la inmediata revisión y dirección del autor, en una série completa que formará varios tomos. El tomo primero que acaba de salir á luz contiene las catorce memo- rias siguientes, casi todas en francés. Sobre el desarrolio de las funciones en serie (Memoria premiada y publicada por la R. Academia de Ciencias de Madrid).-—El desarrollo de las funciones en serie ordenada siguiendo las potencias de los senos y cosenos de la variable. —Las series ordenadas si- guiendo las potencias de una funeión dada. —Curvas paralelas á la elipse. —Sobre las derivadas de orden cualquiera. —Desarrollo de las funciones implícitas en serie. —Desarrollo de las funciones doblemente periódicas de segunda especie en série trigonométrica.—Integración de las ecuaciones ris, a Pe Ch. Bérange. 1904. 8 : figs. 15 fr. relié. : SA A 0d y > Generalidades y efioonds Tios pd o eléctrica. isa sobre las a os Ohm y de Kirchhof!. - 2 de las corrientes á los eto -imanes y á los O - Cano y su aplicación á las corrientes polifáseas. Comparación de los fer OS con O e físicos. a a 5 A ' INDICE DE LA REVISTA. 1903-1904. Table des matiéres de la Revue. Actas de las sesiones de la Sociedad. Nov. 1902á Octubre 1903. Bose (Dr. Emilio).—La organización del estudio de los tem- blores sobre toda.la tierra. . Fouqué (Fer a Neorólonie par NE P o Gemmellaro (Gaetano Giorgio).—Necrología. -.-.--.-2----- Humboldt (El B-rón de), Benemérito de la Patria....-.---.- Montessus de Ballore (F. de).—Sur les régions océaniques ins- tables et los cótes á vagues sismiques., . S Moreno y Anda (M).—Some Magnetic Observations in o Privz (W.).—La génesis y la estructura de la corteza sólida del globo, según Stiibel.. SO Vargas Galeana (Vicente). a para le iilación ds textos nacionales... ------ ES Zittel (Karl Alfred 0 oe og por el 0 E Bóse. 1 retrato.- A LS a a A la Bibliografía. BIBLIOGRAPHTE. Arenales dinecables. Len e o os Caca a Assmann. Temperature of the air above Berlin-..........--.- Annuaire du Bureau des Longitudes, 1904. --...oooo......- Assmann € Berson. Ergebnisse der Arbeiten am Aeronautischen ObservatoriuM-.....---- A A RO Baumgartner, Manuel du a de alas A Beck. Gisements métalliforOS ..oocooooomoonononcoonon rn. PÁGINAS. 38 y 41 7-9 48-49 50 5-7 28-33 24 10-14 45-47 25-27 19 58 54 =57 59 52 64 Boy de la Tour. Traité pratique des instalations -d' éclairage elertiaque- oi Se CN 5 Candlot. Chaux, coments eb mortiers. le o ÓN 23 Colomer. Mise en valeur des gites MiNÉTaUuX.oooooioooooo... ¿523 Davidson. The-AlaskaBoundary o 60 De Launay. Les richesses minérales de Afrique. ----.-=...-2 Si Fabre. Aide-mémoire de pbotographie pour 1903-0020. 21 Faure. Drainage et assalnissement agricole des terres......... 105% Fischer. Manuel pour Vessai des combustibles. .---......--... 22 Gages. Essais des metaux- 2 ol de. ao 37 Geikie. Éléments de géologie sur le terralM.-..ooooociocccoc. 18 Giard. Controverses Transformistesit.ooioovon ies ds : 54 Gomes Teixeira. Obras sobre Mathematicas-.--ooooooocoooo.. 61” Grimshaw. Procédés mécaniques SpéCiaUX-ooooocococecooo====2=.=.- E o 56 Hervieu. Le chemin de fer métropolitain de Paris....-....... 21 Laussedat. Recherches sur les instruments, les méthodes et le dessin topographiques. Tome IL. 2M€. partie 0.220... 22 ¿Ledebur: Metallurolo dute o EC 5l Lowell Observatory Bulletin. ie 38 Maréchal. Les chemins de fer électriques-.-.0oooocooioooo.. 35 Mendizábal. Tablas de multiplicar. 2.2.0 cba oe 973) Miron. Étude des phénoménes volcaniques..... E ae 20 - Les gisements miniers...-.. A 23 - Tues giséments MInérauxo a O E 23 Monmerqué. Contróle des installations électriques..-..-....-... 62 - Peñafiel. Indumentaria antigua Mexicada...ooooooemoocoooo.. 11 Perrin, Traité de chimie physique. Les Principes.-.......... 33 Pimentel: Obras; complétas: 000 Sa 60 Prost. Manuel d'analyse chimique...oooooooocococononacccoo 17 Reboud. L'Electricité et ses applications. 2. partie..-....... 36 Report of the Superintendent of the Coast and Geodetic Survey, Y A a a 58 Sauvage. La machine locomotive -.-..22---.... A . 35 Stoffaes. Mathématiques SUPÉTIOUTES--ooooconoononnr ron 4 Ward. Catalogue of the Ward-Coonley Collection of meteorites.. - 58 S Barbara Com defrndicenodacalio P sm Cord de la Euro nao a Mi (2 lasalrdad Com ld La ¿S/ Conecono Coal ' AROS Sesto dedimátas Cria Nin Expos, STherva labicla Com deSthena | Ed 7 Fransiso Com + El [2%] Parmpchia rta S Cra ES | Capillas de las Éitaciomar 261.5 "Lian del Rio 2 La Misradia 28 | Cde felpa 29 |Bethlen . ol Satuarledentas de 1 Capilla deN Sdelodolore Capilte de lor Gonos . 6 o S Berabruz Comb de S Ine Comb delaSS Erinidid 2 Calbario . tar An o Comb > Combaltcisa S.Pablá Tomb de D, y). Pa omb de Ai na á Cup de $ Lazaro Pablito anl de NS di Guadalupe > SXabiel CollisDrabrina de Trios || SiS Itotion Matias E MER Rrala de S Juan yS Fedro <-I0-Am000>3 19) (y) > E ES lg Call SáphTde Grazia: Dd Cad 332 [o] E S dl del an ubrtel ES Z Nobilizma mui Leal Ciudad z delo, ANGELES fue fundada 2 Ano del LaLEdeAbril, Gober te nando la España, el S.Empgra 7 dor Carlos Y Aa Calichsa e a Yoleria, la Santidad de Alexandro VI Estarituad fmiHorados mamyutos de al bu ra Se olentrional, y de Longitud 2, Pie mol 7 Apasible 1u temperarmto, Dorninale el Ciento del Siar Ren, eta] As quadrar «qn yqual dad Ermonararrparlida, enla pro por lon red 1u latejud Ton bayas Cartellanar ru lpngr had N 3/2 Lilaro ders Calles er quel, y Capas de dar libre pazo Cs! aa dore lt baca, el terrerio sobre que zefunda c¿Arme Á bum dan te de Aguas de dishista, Calidados om en lerSaludable: para baños Vena ¡Amen Montes para as Maderas de suo ecunror Valles, que Le probe de jermilla, La ház en 10 La de l ñ 1h EA : ¿pre la Obier bane s Comunidada La Subt a der Ñ aa ye > genios, El Adorno, 31 Ermosura de sus templo, Y la Abi lc ESE z dad de sue Arti__ficer a MASTER A * a (e Sacti Aca aMedina delie = E . 2 mn encla Ciudadipor la parte que mas se obrend unalegua de diu metro Y ra de irauaferinia Segun el has prudente calculo vacado ES l ulttmorpadrones leg su bemndário ádrocooprrional el desir denguk la Sejues delosyur arista m laadmintstranon de las almas dde o anendas que ron Muchas Mankienesesu comerso 15u3 familias 1 encla faror parle de embar mlesturlcar CuAño 1254 'Ñ a ¿Y a Ro] SAA "140£09][808299N 9p vIP9TA "11 *UUBRILNX OL LL, *3JEZIY "905 "UUSIN Mem.Soc. Alzate. Tomo XX, lám. II bis. , NT | EIN / 1 b Ml : bon. ene ES | “707 MATA UCD 10 Eee E l Ja ñ hi l E? She. lo 70 Ze . 4 Piedra de Netzahualcoyotl. Mem. Soc. Alzate. “Tome XX, pl. I1I. > - E le ¿n de EAN rr, cion del deMonotit90, s Fot. R. R. Rivera. Éruption du Volcan de Colima du 8 Mars 1903. Mem.Soc. Alzate. Tome XX, pl. IV. Fot. R. R, Rivera. Éruption du Volcan de Colima du 24 Mars 1903. FAA . l . y J - ' | E > > : a A: ereosta '3JUOJAT 19p ¡033 UD «pwgynaÍaT » DUAU VD] UD «QUVOIBAIS /0840.6U] Y VAOSGAJUOS) D] UD 21D ZP OAPUIIO 19p JOIJADA 9402) Ñ INSSOOOOONOAS SS N SOON > ZE AAOTITIZZZZ RRA LR TAZA MN) 7 R YN + E) NSSY Ny Y DEDOS A GIRA E ZO Y Y Y y dl AUT 0u0y 'DILXEp | '918Z [7 908 WIN] peu Sl as ÓN ¿»sito ls O AAA AAA sx ADA DS AS AS S APIS ESELAIIDIEIA ZTAAR ER TL ES IESELIESCILIÍO So ALELLA E eZ, - ARAS AU 5 AS HE sb oaiin lsh init 110) ¿ula Los A so « ¿MAA A e 'DINYIBA «9D/VI] US > Ip VUrtM D] U9 «SS Q IPADIYGIANT Y VAOSIAJUO) D] DP 21D AP 04PUII 79P JOJUOZLACY 97407) a A | Y Y 714 UT NX OUOÍ 'DOIXBp[ '978Z [7 908 Ue] X S S ¿DS > OS IRNOS Ñ SILA S ES S | SS VÉN 4 Masa AS O a sx) Sí dh sún ; ; | E 1 mm ss A AVONS coiam sba a E A y Pa, (e . A PT A a A A A A e dead aras an n= Pi ARE Pr a rn E a o qt o lc co ei dd e disronirodiió Mem. Soc. Alzate. México. TámoXX. lám. X DIAGRAMAS AA. Compresora “' Burckhardt 81 Weiss ” 18 Julio 99. Resorte núm. 30. Ampéres 42,6 Presión media 3o lbs .— 2,109 por cent? cuadrado. Linea atmosférica Cilindro izquierda (adelante) Presión media 3045 lbs— 2,140. P Linea afmosférica Cilindro izquierda (atras) O ÓN E jogo all np os albo EN MI Apo k e Midas dj p 00, 2 o Mbs 0 REN A Mer. Soc. Alzate. México. Tomo XX. Lám. XI DIAGRAMAS BB. Compresora “Burckhardt 81 Weiss” 18 Julio 99. Resorte núm. 40. Ampéres 42,6 Presión media 30,72 lbs- 2,160 por E cuadrado. Linea atmosférica Cilindro derecha (adelante) Presión media 33,2 lbs.— 2,334. Linea almosférica Cilindro derecha (atras) somo más o) IS >, (stacióbsy ¡ diosa ora o ; e ona! A 2410 109 DUOIIUNS OMYI A0AISOU VAVÍ “OJOQUIZ J9p SORISIIMS SIUOINSOF SIAP UD «“PUVI] > DAOPVAO 19] DUN IP 940) SS ”Z2Z2ZA . PIS SS ES ES IN Ie a A AA! EN Ab ZO E SN N XII p SY Sy, [ez 1] 4 [pes] A SSSSSS ZA TZ TIT, NY VE E ES OS ¡AAN NON e LO ha -A% ; - > SAS, a, TONTA e de : , PEL HL % la, A AE 0 - i mk $ 4 Y o 5 Y LVDAS RTS? MO NA = a 3 IS SI OA NR TAS Ez dia. SS ESAS AS [SS eS PT SS ' ¿ as: y j 'Ñ - Í ' 4 DE A Ed A | 1 ¡ ¡00 a =S 1 IAS 3 ! : ' A o ' 3 a o TG , : O E (ASS 2 a ss == SY qa e E > SN o AE AE EAS EA ef, CCTTIBIA AIDA OS ¿24 pa EG a e CEA SA ye 1) L / 14% Ys Y XAG á Á XA A AENA RRA NES Y TÚ TA Y) ' y ' SS SITTR ;0- — 0 lr PS Ñ NIT EAST 08 a E > AN el ] | A 115 Al UN Y IIS SS de A ” z E d e » S N ADRX , Xx] S E y e S AM y : : IN? de, 7 E == ÓN Ny eS ZEN O E) NIN TN % Y 7 Za 79 Vaz, AGA EJA 6 0 ONE PET AA VS Y ZE Er aj Él pd o, a E e) 1 7 pe 2. ES S ee. 9% prueraramg | A 'DILE8| 'SIBZ[Y "908 119) OS PE A 044 093 252 575