HARVARD UNIVERSITY. LIBRARY OF THE MUSEUM OF COMPARATIVE ZOOLOGY. 12,318 Ey Marck |, 19 06- ¡anaard 11, 1907. ai z de Ue pe L AI A Ds ÓN DL MIA ¡A ñ Mi ñ y 1 AO e A A N de YN e y a A M Ñ yb va MEMORIAS Sreredad Crentica Amonio Alnado, MÉMOIRES DE LA SOCIETE SCIENTIEIQUE: “Antonio Alzate.” Publiés sous la direction de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, Secrétaire perpétuel. TOME 23 1905-1906. MEXICO IMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAL. 1905 MEMORIAS SOCIADAD: CIENTÍFICA NANO No "A Trate. "Publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, Secretario perpetuo. TOMO 23 1905-1906. MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL (3? de Revillagigedo núm. 3). 1905 f vi SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MEXICO. FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Ma- nuel Marroquín y Rivera et Ricardo E. Cicero. Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. Secrétaire général perpétuel. M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif.—1905. PrÉsiDENT.—Ing. M. F. Alvarez. Vice-PrÉsIDENT.—Dr. F. F. Villaseñor. SECRÉTAIRE.—M. Moreno y Anda. VICE-SECRÉTAIRE —Ing. B. Anguiano. e. 'TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. e La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h.a 7 h. du soir. Les ““Mémoires” et la “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 8? de 64 pags. tous les mois. La correspondance, mémoires et publications destinésa la Société, doi- vent étre adressés au Secrétaire général á Palma 13.—MÉXICO (Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Les membres de la Société sont désignés avec M. $. A. Tomo 23. VANA Nos, 1—4. MEMORIAS Y REVISTA DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA Antonio Alzate” publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, SECRETARIO GENERAL PERPETUO SOMMAITRE. (Mémoires feuilles 1 4 20, pl. II; Revue, feuilles 1 4 4, 1 pl.). Agriculture. —Problémes agricoles au Mexique. R. Escobar.—P. 89-117. Archéoiogie.—Une excursion á Tepoztlán. Le Teocalli d'Ometochtli. M. Mi- randa y Marrón.—P. 19-42. Pl. 1.6 IL. Astronomie physique.—Les raies d'émission dans le spectre de 3 Lyree pendant la période de minima principale. G. Heredia, S. J., F. R. A. S.—P. 5-8. ——— Classification du spectre de £ Puppis. €. Heredia, S. J., F. R. A.S.— P. 71-72. Biologie.—Espériences de Plasmogénése avec les colloides inorganiques. 4. L. Herrera.—P. 9-14. Application de la théorie des ions á la Plasmogénése. A. L. Herrera.— P. 15-17. Chimie appliquée.—Analyse d'un échantillon de terre de Jurica, Querétaro. Dr. F. F. Villaseñor.—P. 45-50. Chimie générale.—Projet pour V'enseignement objectif des formules et équations chimiques. R. Rodríguez.—P. 57-59. (Voir la suite page 2 de la couverture). MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERATID (38 CALLE DE REVILLAGIGEDO NÚM. 3). Julio á Octubre 1905, Publicación registrada como artículo de segunda clase en Septiembre de 1901. Ethnologie.—Aztlán. On ignore son siége. C. 4. Robelo.—P. 51-55, Histoire Naturelle.—Extrait d'une lettre adresée á l'Académie Royale des Sciences de Paris par Don Joseph Antowme de Alzate y Ramyrez.—P. 75-87, Hygiéne.—EÉléments d'Hygiéne Pédagogique.—Dr. J. M. de la Fuente.—P. 119-160, ' : Magnétisme terresire.—Desviations de l'aiguille almantée dans le Cerro de “El (1/4) UG gsnte? Guanauato, —E. Leal.—P. 61-63. Zoplogie.—Notes ponr une monographie du vampire du Mexique Desmodus ru- fus, Wied.—Dr. Alf. Duges.—P. 65-70. Pl. 1. REVUE.—Résolutions adoptées par le VIII* Congrés International de Géogra- phie, Septembre 1904, p. 5-8. —Comptes—endus des séances de la Société, Juillet a Octobre 1905, p. 8-12.—Positions géographiques et altitudes de VÉtat de Veracruz, p. 31-32.—Bibliographie: Observatorie de Nice (2 pa- traits), Weve, Boyeux, Sauvage, Métour, Prost, Nouguier, Babu, Colombo, Levat, Noble, Brunswick 6 Aliamet, Michelson, Bureau des Longitudes, Agenda Oppermann, R. Astronomical Society of Canada, Chevallier, Economic Geology, Carta del E. de Veracruz, Lowell Observatory, Uni- versity of California, University of Pensylvania, Société des Américanis- tes de Paris, Júptner $ Goursat, p. 12-30. —e . oo Dons et nouvelles publications recues pendant Pannée 1904. Les noms des donateurs sont imprimés en ¿taliques; les membres de la Société sont désignés avec M.. $. A. Oficina de Historia Natural. Bogotá. Introducción al estudio de los minerales de Colombia por R. Lleras Codazzi. 1903.—Clasificación de los minerales. 1904. —Minerales alcalinos y terrosos. 1904.—Monografía de las legumi- nosas é introducción al estudio de la flora de Colombia por $. Cortés. 1904. 82 Ostwald et Luther.—Mannel pratique des mesures physico - chimiques. Traduit de Vallemand par Ad. Jouve.—Paris, Ch. Béranger. 1904. 8? gr. fig. Palmer T. S.—Leyes protectoras de las aves que no son de caza. México, Secre- taría de Fomento, 1903. 129 Paso y Troncoso (F. del), M. S. A.—Histoire Mexicaine de Cristobal del Castillo. —Comédies en langue Nauatl. Paris, (Congr. Int. des Américanistes, 1900), 1902. 82 Pimentel (D. Francisco). Obras completas. Publícanlas para honrar la memo- via del autor sus hijos Jacinto y Fernando.—México, 1903. 5 tomos, 89 SOCIÉTE SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23 A + + o —___m=—_KX—_ Las rayas de emisión en el espectro de +? Lyra durante el periodo de mínima, prinexpal P. GUSTAVO HEREDIA, S, J., M. S, A., F. R« A. S. En mi última comunicación á la Real Sociedad Astronó- mica de Londres, presenté un minucioso estudio de los espee- trogramas de PB Lyre, obtenidos por mí con una cámara prismática “slitless,” de doce centímetros de abertura; y jun- tamente hice algunas advertencias sobre la opinión del Pro- fesor Vogel acerca de los fenómenos que presentan las rayas de absorción, en la extremidad más refringente del espectro, analizando en especial la raya 2 4482. En la presente Nota, me limitaré solamente á hacer algu- nas pequeñas advertencias acerca de las particularidades anó- malas que se observan en las rayas de emisión del espectro de f Lyre, durante el período mínimo de luz, ó sea de mínima principal, con el fin de esclarecer algún tanto el difícil proble- ma de la constitución físico-química de la célebre estrella va- riable. | Examinando ordenadamente los diversos espectrogramas de la estrella, y empezando por los que corresponden al perío- 6 RAYAS DE EMISIÓN EN do de máxima luz, se nota desde luego que las rayas de emi- sión H£, He, Hó y Hy brillan aproximadamente con igual intensidad; pero al ir decreciendo la luz emitida por la estre- lla, va también disminuyendo el brillo de las rayas de emisión, que corresponden á la extremidad menos refringente, hasta llegar á desaparecer las cinco primeras rayas de hidrógeno, que vienen á ser sustituídas por sus correspondientes rayas obscuras de absorción. Solamente la raya H£ permanece clara y visible hasta el período de mínima principal; pero con la si- guiente notable anomalía: Desde el primero hasta el tercero día del período decreciente, va aumentando la anchura de la raya hasta que llega á convertirse en una verdadera franja lu- minosa, cuya anchura varía de 16 á 22 unidades micrométri- cas. Al fin del tercer día empieza á aparecer una finísima raya de absorción que bisecta la franja luminosa y se va desplazan- do hacia la extremidad de mayor refracción, dejando más clara y brillante la porción luminosa que corresponde á la extremi- dad opuesta. Desde el tercero hasta el cuarto día, inclusive, en que se verifica el período de mínima principal, va disminu- yendo de brillo la porción más refringente hasta que llega á desaparecer por completo, quedando únicamente la raya bri- llante de menor refracción acompañada de una raya obscura de absorción. Del cuarto al séptimo día, en que se verifica el período de mínima secundaria, va desapareciendo la raya de emisión correspondiente á la extremidad roja del espectro, y em- pieza á aparecer gradualmente la porción brillante de la extre- midad violada, hasta que el día 11, de segunda minima absoluta, vuelve á quedar de nuevo una raya brillante y una obscura, pero en sentido inverso al que teníam en la primera minima, es de- cir, la raya de absorción corresponde al lado menos refringente y la de emisión al lado opuesto. Desde el día 11 al día 13, en que se vuelve á verificar el período de máxima luz, se repiten los fenómenos anteriores, EL ESPECTRO DE ff LYrRA 2 pero siempre en sentido inverso al que tienen en el período de- creciente. Estos son los hechos principales que se observan en mis espectrogramas y que coinciden exactamente con las observa- ciones del Prof. Vogel y de M. Belopolsky. La explicación de estas anomalías es una de las cuestio- nes más difíciles de astrofísica y que no puede tratarse debi- damente en el breve espacio de una Nota; me limitaré, por lo tanto, para concluir, á exponer brevísimamente lo que hay de cierto ó de probable en la constitución de $ Lyree. 1) Es de todo punto inadmisible la opinión de Miss Maury que considera á 8 Lyre como un “compuesto ternario” (Har- vard Annals, vol. 28, p, 103); pues de los estudios de velocidad radial y gravitación de la estrella, se deduce que no puede ser sino un compuesto binario ( Memorie degli Spettroscopisti Ita- liani, tomo 26). 2) La revolución de ambos astros se efectúa, Ó con una órbita circular, según Pickering, ó con órbita elíptica según Sidgreaves. 3) La aparición de la raya de absorción que bisecta la raya de emisión H £, en el período de minima principal, no me parece que pueda explicarse según la hipótesis de Miss Clerk, que la atribuye á '“un cambio de presión” (Problems in Astrophysics pag. 345) pues la misma razón habría para las demás rayas de hidrógeno, que en realidad no sufren ninguna escisión, Ni me parece enteramente satisfactoria la ingeniosa opinión del P. Sidgreaves, que atribuye el efecto á “una disociación gaseosa durante el periástron” (A Spectrographic Study of f'Lyre, p. 173); pues aunque es verdad que una disociación gaseosa po- dría producir una raya de absorción, no me parece que hay razón suficiente para admitir una gran elevación de temperatura du- rante el periástron, á no ser que con una nueva hipótesis se pre- suponga un choque parcial de las dos masas gaseosas. A mi 8 RAYAS DE EMISIÓN EN EL ESPECTRO DE f LYRA modo de ver, la aparición de la raya de absorción, precisamente en la extremidad más refringente, se debe á un simple “efecto de Zeeman,” causado por la sobreposición, en la línea visual de las dos masas gaseosas con diverso potencial. Una explicación más detallada de esta hipótesis puede leerse en mi primera comunicación á la Sociedad Real de Londres. Puebla, Agosto 1905. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. EXPERIMENTOS DE PLASMOGENESIS CON LOS COLOIDES INORGANICOS, POR EL PROFESOR ALFONSO L, HERRERA, M. $. A. Los experimentos de plasmogenesis con los coloides inor- gánicos parecen ser de verdadera importancia. Los coloides metálicos de Bredig, preparados por medio del arco voltáico, y que se componen de metales muy dividi- dos en el agua, presentan propiedades muy semejantes á los fermentos orgánicos, y aun éstos tienen por base algún cuer- po mineral, como el manganeso, de las oxidasas. Casi todos los fenómenos vitales se deben 4 fermentacio- nes y ha llegado el caso de preguntarse si no se podrá fabricar una masa de plasma seudo—viviente en una solución con va- rios fermentos, cuya acción combinada obre enérgicamente sobre el medio, BAJO LA INFLUENCIA DE LA LUZ. He aquí las conclusiones dadas por J. Dueclaux en su Tesis: “¿Las soluciones coloidales no son homogéneas: su estrue- tura es análoga á la de una suspensión de polvo insoluble extraordinariamente fina, con la diferencia de que los gránulos de la solución coloidal no son independientes unos de otros, probablemente por su excesiva tenuidad, y forman una aso- ciación sólida mezclada al líquido y muy frágil. La presencia de estos granos ó partículas en el líquido no modifica sus propiedades físicas. Una solución coloidal pura se coagula al añadir una sal: se ha atribuido, sin prueba ex- «Mem. Soc. Alzate. México. T. 23. (1905 )—2. 10 EXPERIMENTOS DE PLASMOGENESIS perimental suficiente, la misma propiedad á las suspensiones de polvos insolubles. Como éstos, las partículas coloides se mueven en un campo eléctrico: nada permite afirmar que la causa sea idéntica en los dos casos. Los coloides poseen las dos propiedades fundamentales de la materia viva: la transformación continua y la irreversibili- dad de esta transformación. Los coloides son de una insolubilidad absoluta en el agua. Sin embargo, los radicales que los forman no están ligados unos á otros en proporción constante, como en las sales cris- talizadas; cada uno de ellos tiene, en condiciones determina- das su solubilidad propia en el líquido á que está mezclado el coloide (Tíguido intergranular ): hay siempre uno cuya solubili- dad es nula y que, por consecuencia, está enteramente disi- mulado en la mezcla. “” La composición química de un coloide es variable en lími- tes amplios: debe considerarse como una función continua de la del líquido intergranular, al que no se puede agregar nada sin que el coloide tome una parte. Las variaciones de composición son el resultado de la exis- tencia de un equilibrio entre la partícula coloide y el líquido intergranular. Consisten simplemente en substituciones entre los radicales que forman el coloide y los que están contenidos en este líquido. La coagulación es un fenómeno secundario que acompaña en un punto determinado, estas variaciones de composición: de la misma manera, la absorción por el precipitado de una parte de la sal coagulante no es más que un caso particular de estas substituciones. Lia explicación del fenómeno de la coagulación bajo la in- fluencia de una substancia cualquiera, puede reducirse á la solución del problema siguiente: (1). Tal yez de naturaleza grasosa (H.). CON LOS COLOIDES INORGÁNICOS. 11 Explicar porqué un coloide solo puede existir bajo forma de solución en presencia de un exceso de uno de los radicales que le constituyen. “> PARTE PRIMERA. CARBONATOS. Harting creía que el carbonato de calcio por precipitación es coloide, y estudió durante muchos años los conostatos. Wieler ha observado figuras orejanoides en el carbonato de cobre. Dubois y Burke han llamado radiobios y eobios á las que se forman con el cloruro de bario y el bromuro de radio. Burke suponía haber realizado así una generación espontánea! To- das estas sales crecen en la albúmina, la bilis, la gelatina, ab- sorbiéndo grasas y albúmina soluble: son verdaderos albumi- natos mezclados á oleatos calcáreos y baríticos. Para saber si los carbonatos terrosos son realmente coloides y no estados de cristalización imperfecta por causa de impurezas grasosas, hicimos los siguientes experimentos que confirman esta últi- ma opinión: N* 88. Se examina con mieroscopio (inmersión homogé- ñea) una gota de agua destilada, vuelta á destilar en el alambi- que de Salleron, contiene infusorios y gotas aceltosas nuclea- das. Se vuelve á destilar sobre barita cáustica ó sosa, añadiendo permanganato de potasio. Se substituye el alambique con una retorta de vidrio, nueva, lavada con alcohol. A pesar de todo, el agua que destila contiene impurezas aceitosas, debidas á las secreciones de los infusorios y bacte- rias, á los polvos adheridos á las vasijas, al ataque del vidrio por el agua y á la formación de soluciones alcalinas que reo- bran sobre los ácidos grasos volátiles y otras impurezas. Según E. P. Lyon, ” toda agua destilada es tóxica para (1) Jacques Duelaux. Recherches sur les substances colloídales. Theses présen tées á la Faculté des Sciences de Paris. 1904. (2) Biological Bulletin. Vol. VI, núm. 4, march, 1904, 12 EXPERIMENTOS DE PLASMOGENESIS ciertos organismos microscópicos, especialmente la que pasa primero, y es indispensable añadirle ácido sulfúrico y biero- mato de potasio, antes de destilarla en un alambique de cobre con condensador de vidrio. El agua de mar natural es tóxica para las Arabacia. " Esto comprueba nuestras observaciones. La cantidad de materias orgánicas que contiene el agua mejor destilada es muy suficiente para falsear las reacciones mieroquímicas. Con el cloruro de oro ó el permanganato de potasio, en caliente, se demuestra esta afirmación. Ahora bien, los que han estudiado los coloides inorgáni- cos no dicen haberse preocupado. por estas impurezas. Cuando se precipita un carbonato alcalino con una sal me- tálica ó terrosa soluble, se forman globulitos, que Harting consideraba como coloides y que, hasta prueba de lo contra- rio, conviene atribuir á las impurezas orgánicas de los reacti- vos ó el agua. He tratado de separarlas por medio del éter, la caleinación y otros procedimientos, pero sin llegar á un resultado com- pleto. Los carbonatos, una vez que se oxidan ó disuelven las im- purezas orgánicas, comienzan á cristalizar imperfectamente, A esto atribuimos la mayoría de las figuras organoides de Von Schroen, de Harting, de Wieler, de Dubois y de Rainey. Observando con grandes aumentos los precipitados calcá- reos recientemente formados, se nota que están compuestos de cristalitos muy pequeños, aglomerados, y que pronto co- mienzan á dilatarse y tomar una forma esférica. Algunos con- servan la figura poliédrica. El mismo Dubois dice que sus eobios mueren por crista- lización: es que se purifican de grasas y de otras substancias accidentales. | No debe olvidarse que los disolventes de las grasas no ata- can siempre á los jabones calcáreos y á las albúminas. (1) Biological Bull. CON LOS COLOIDES INORGÁNICOS. 13 En ningún libro se hacen estas explicaciones y si no es cierta la teoría inorgánica de la vida y la de Schroen ó la de Harting, podemos disculparnos fácilmente, por el atraso de la microquímica que no había señalado estas poderosas causas de error. PARTE SEGUNDA. SILICATOS Y FOSFATOS. En solución diluída los reactivos necesarios dan silicatos y fosfatos gelatinosos. Sospechamos que se componen de cris- talitos todavía más pequeños y sensibles á las grasas. Llegan á cristalizar, sobre todo los fosfatos. Dejando caer la solución de cloruro de calcio sobre la de fosfato alealino, ya no se for- man copos en suspensión en el líquido, sino figuras ramosas y flotantes, tan poco densas que se les tomaría por grasas en vía de saponificación. Llegan á destruirse al sol, y aparecen cristales. La arcilla (silicato de alúmina) se forma en la na- turaleza en presencia de quintillones de microbios y casi siem- pre está llena de impurezas. La arcilla sintética triturada se parece mucho á las grasas mezcladas con cal ó barita: los reactivos que sirven para formarla (cloruro de aluminio, sili- cato de sodio) contienen grasas y éstas aparecen sobre todo cuando se hacen las precipitaciones con líquidos muy concen- trados, Forman vesículas espumosas y emulsiones de Quincke y Bitsehli. '” En vista de estas observaciones será necesario repetir los estudios acerca de los coloides inorgánicos, en líquidos anti- sépticos y puros. (1) Los ácidos minerales de los laboratorios, sobre todo el nítrico diluído, contie- nen, algunas veces, gotas aceltosas flotantes, que forman vesículas espumosas con los álcalis ó la albúmina no purificada. 14 EXPERIMENTOS DE PLASMOGENESIS CON 1.08 COLOIDES INORGÁNICOS. X* E TEORÍA CRISTALINA DE LA CELDILLA. Podría preguntarse si la celdilla es una especie de cristal plástico, quizá de núcleo inorgánico semejante al oleato de amoníaco, al benzoato de colesterina, etc. Esperamos resolver este problema en posteriores observa- ciones y experimentos de fotosíntesis. (* México, Agosto de 1905. (1) La formación de almidón y otros muchos productos orgánicos en las hojas de las plantas; indica claramente que la biogenesis solo es posible por medio de la fotosíntesis. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE. “ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. APLICACION DE LA TEORIA DE LOS JONS A LA PLASMOGENESTS POR EL PROFESOR ALFONSO L. HERRERA, M. S. A. Una vez estudiadas Jas imitaciones del protoplasma que se preparan con reactivos poco complicados, queda por inyes- tigar la influencia de los ions, en soluciones plasmogenéticas. En efecto, las figuras organoides de silicatos, fosfatos, tana- tos, oleatos, carbonatos, se forman en líquidos venenosos y muestran una insensibilidad desesperante á la acción del me- dio. Los pretendidos radiobios y eobios de Burke y Rafael Dubois son los bien estudiados conostatos de Harting, de car- bonatos calcáreos ó baríticos impregnados de albúmina y de grasa. No evolucionan: al contrario cristalizan, una vez que se purifican de las materias orgánicas. Nos hemos preguntado si, en una solución muy complexa, donde dominasen las sales amoniacales y los carbonatos, no podrían formarse moléculas vivientes y proteicas, por combi- nación de los ¡ons. Como primer resultado anotaremos que, en efecto, una solución de carbonato de sodio, amoníaco y ácido fosfórico (y algunas impurezas inevitables) alimenta los hongos infe- riores, especialmente las mucedineas, con tanta eficacia como el líquido Raulin. Esto nos hizo reflexionar profundamente en que la teoría de la disociación de los electrolitos bien podía aplicarse á la 16 APLICACIÓN DE LA TEORÍA DE LOS IONS teoría de la plasmogenesis, puesto que no hay reacción quími- ca posible sin dicha disociación, habiéndose observado que, por ejemplo, el ácido clorhídrico seco no descompone los car- bonatos, por no disociarse entonces las moléculas. Ahora bien, en una solución natural ó artificial en donde existan al estado de ions los elementos de la albúmina, cuyos movimientos estén activados por la luz, el calor, ete., podría formarse una molécula orgánica inestable y lábil, que inme- diatamente comenzase á reaccionar bajo la influencia de la luz, para formar sus envolturas protectoras contra la disclu- ción, y la clorofila ú otro pigmento que favoreciese la descom- posición ó asimilación ulterior de los elementos del medio. Según Jones (“The Elements of Physical Chemistry,” p. 376), los ions son los únicos agentes que determinan la acti- vidad química. En un protoplasma activo serán ellos los que determinen las actividades químicas. Como las moléculas or- gánicas se disocian más lentamente que las inorgánicas, po- drán conservarse un espacio de tiempo relativamente mayor, en la solución primitiva. La fórmula de la albúmina no está bien definida, pero se cree que puede ser: C......50 455 por 100. 13 EUR 6,5.4:1,3 Atl a 000! O... -194 24, S.--.0,342,4. El peso molecular sería de 1612 ó sea, para la fórmula: ; (02 H'2AzL028S Para emprender.los experimentos respectivos habrá que valerse de soluciones muy ricas en ázoe, carbono y oxígeno, sin olvidar los principios y detalles indispensables de electro- químia. A 2 Á LA PLASMOGENESIS. ele En el caso de que se obtuviese un resultado favorable quedaría demostrada plenamente la teoría inorgánica de la vida, que nos ocupa hace mucho tiempo y que tratamos de estudiar y demostrar por medio de las imitaciones silícicas Ó salinas en general de la materia viviente. La función esencial de la celdilla consistiría en formarse un medio interior semejante á esa solución primitiva, ya por eli- minación de ciertos cuerpos venenosos (cal en exceso), por me- dio de secreciones (ácido oxálico), ya por fermentación (dias- tasas), ya por reducción del ácido carbónico del aire (clorofila y función clorofiliana). Es decir que, así como la ontogenesis reproduce hasta cier- to punto la filogenesis, la vida química de la celdilla sería una especie de imitación de la plasmogenesis, llenándose así la condición de unidad fundamental de origen y de funciones, en todos los organismos. Presentamos esta teoría á título de provisional, como lo son siempre las teorías, pero esperamos que sea objeto de nue- ' vas investigaciones, á las que contribuiremos con verdadero entusiasmo. Un nuevo punto de partida en el estudio de la generación espontánea debe siempre señalarse á los investigadores de bue- na voluntad. México, Agosto 7 de 1905. T. 23 (1905) —3. Mem. Soc. Alzate. México. i >. Me AN SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.'”” MÉMOIRES, T. 23. UNA EXCURSIÓN A TEPOZTLAN EL TEOCALLI DE OMETOCHTLI POR MANUEL MIRANDA Y MARRON, M. S, A. Profesor adjunto de Historia general en la Escuela N. Preparatoria. (Láminas 1 y 11). Para cerrar con broche de oro el primer semestre del pre- sente curso de mil novecientos cinco, dispuso el Sr. Subdiree- tor del Museo Nacional, Ingeniero Arquitecto D. Francisco M. Rodríguez, que los profesores de dicho establecimiento, verificasen una excursión científica al pueblo de Tepoztlán, ubicado á 17 kilómetros al N. E. de Cuernavaca, Estado de Morelos, con el objeto de estudiar el “*Teocalli de Ometochtli,” conocido vulgarmente por la “Casa del Tepozteco,” y estudiar también la flora y la fauna de esa pintoresca región. Tuvo la bondad el Subdirector de admitirme como agregado á la co- . misión y juzgo de mi deber, ya que no puedo dar un informe científico de los diversos ramos en que tan peritos son los pro- fesores especiales de cada materia, presentar una Memoria formada con los datos que pude recoger, para corresponder así de algún modo á la dignación del señor arquitecto Roudrí- guez. EL VIAJE Hace hoy, precisamente un mes, y el mismo día (3 de Junio) en que la Gran Duquesa Cecilia de Mecklemburgo Schwerin llegaba á Berlín, para contraer matrimonio con el Kronprinz 20 UNA EXCURSIÓN del Imperio de Alemania, Federico Guillermo, nos encontrá- bamos reunidos á las 7. 30 a. m. en la estación del Ferrocarril Central, los señores Dr. Manuel Urbina, Profesor de Botáni- ca; Dr. Nicolás León, Profesor de Etnología; D. José Velas- co, pintor; D. Leopoldo Conradt, Profesor de Zoología; los ayudantes D. Nicolás Rojano y D. Daniel López Ocádiz y el suscrito. | Acomodados en el tren que conduce de esta capital á Cuer- navaca, los señores Urbina y Rojano dispusieron el termóme- tro y el barómetro aneroide, para ir anotando respectivamente las temperaturas y alturas de los diversos puntos que debía- mos recorrer. La primera altura de que yo tomé nota, fué la de la estación de “Ajusco,” que está á 2,800 m. sobre el nivel del mar; la “Cima” se halla á 2,975 metros, siendo el punto culminante de la curva, que desde allí empieza á descender, como iremos mirando en adelante. He adoptado esta altura para la “Cima,” porque en el viaje de ida, marcó el barómetro 2,950 m. y al regreso 3,000 m., tal vez á causa de la menor temperatura y del estado higrométrico de la atmósfera; por lo cual tomé el promedio anunciado; de suerte que la “Cima” se halla situada 775 m. más alta que esta capital. Continua- mos el viaje en grata conversación, hasta la estación de “El Parque” (2,350 m.), en donde abandonamos el tren para tomar las caballerías que allí nos esperaban. Caballeros en ellas, nos internamos en un hermoso monte, en que brotan principal- mente encinas, madroños y ocotillos, notándose una tala in- moderada, así como en los otros montes que después recorri- mos, sin que se substituyan los árboles cortados por nuevos, lo cual irá influyendo en el empeoramiento de las condiciones meteorológicas y de salubridad de esa región. ¡Ojalá que las autoridades á quienes corresponda, atendiesen á un asunto de tan trascendental importancia! Después de haber cabalgado unos tres cuartos de hora, descubrimos hacia nuestra izquierda, las gigantescas rocas A TEPOZTLÁN. 21 porfídicas del “Tlacatepetl,” Cerro del Hombre, y al salir ya del monte, nos llamó la atención una roca de forma particular, que semejaba una inmensa torre de acorazado, viniéndonos á la imaginación la derrota que acababa de sufrir la escuadra de Rojetsvensky, en el Estrecho de Corea. La mayor parte de los de la comisión y algunos de los guías, ascendimos hasta la ba- se de la roca, con el objeto de que el Dr. León tomase una vista fotográflea, como en efecto, lo verificó. Seguimos la ruta hacia Tepoztlán, teniendo ya á nuestra vista las torres de sus iglesias y su pintoresco caserío, circuído por todas partes de abundante vegetación. Con ningunas palabras puedo describir mejor la situación del pueblo, que con las del señor arquictecto Rodríguez, na- tural de Tepoztlán y descubridor del Teocalli de Ometochtli. “El pueblo de Tepoztlán, dice, cabecera de la municipalidad de su nombre, consta de cinco á seis mil habitantes: la conf- guración del suelo es muy quebrada, predominando en su con- junto la de un plano inclinado de Oeste á Este, protegido al Norte y Sur por majestuosas montañas, siempre verdes, siem- pre frescas y siempre floridas, que desprenden, especialmente en las estaciones de primavera y de verano, oleadas de perfu- mes silvestres, que tienen constantemente impregnado el aire que respiran los habitantes que viven en su falda.” “? Efecti- vamente, un grato aroma regalaba nuestro olfato al descender por las fragantes calles del pintoresco pueblo, mirando á dere- cha é izquierda las casas de los naturales, cercada cada una de su floreciente huerto, en los que descollaban la vaporosa astronómica y el perfumado cacalosuchitl. A ratos sentía yo envidia de la tranquilidad de aquellos habitantes, que son poseedores cada uno de ellos de su propia casa y de su huerto, en contraposición á las habitaciones de esta capital, aglomeradas unas junto á las otras, teniendo que (1) Actas de la 11? reunión del Congreso de Americanistas. México, 1895. Pág. 233. 22 UNA EXCURSIÓN pagar rentas descomunales por departamentos infectos y es- casos de luz, y me venía á la mente aquella estrofa de Fray Luis de León: Que descansada vida, La del que huye el mundano rúido, Y sigue la escondida Senda por donde han ido Los pocos sabios que en el mundo han sido. Pero me conformaba con haber tenido esa expansión de ámimo, abandonando la ciudad y viviendo la vida del campo, siquiera por tres días. Entre aquellos agradables perfumes y las exclamaciones de admiración de mis compañeros, llegamos hasta la casa de D. Demetrio Rojas, persona amabilísima, á quien nos había recomendado el señor Subdirector del Museo. No tuvimos mucho que esperar porque ya albeaba el man- tel, y nos venía de la cocina un suculento olorcillo, feliz pre- sagio de un sabroso almuerzo. En efecto, los platillos confir- maron el augurio, y unida su bondad con nuestro buen apetito provocado con la excursión, almorzamos opíparamente, ha- cióndoles dobles honores, especialmente al mole de guajolote, que hubiera hecho honor á una cocinera de mi tierra (Puebla). EL EX-CONVENTO DE DOMINICOS Descansamos luego un corto rato, y nos dirigimos á la Pa- rroquia, para saludar al señor cura, D. Mateo Sosa, que ante- riormente fué familiar del Ilmo. señor Plancarte, Obispo de Cuernavaca. Nos recibió amablemente, y nos enseñó el anti- guo convento de domínicos, curato actual, que según pude averiguar fué construído hacia fines del siglo XVI y princi- pios del XVIL. Digo, según pude averiguar, porque no existe ya la biblioteca ni el archivo del Convento, pues un señor Cura Landero, que rigió aquella Parroquia, extrajo de la biblioteca A TEPOZTLÁN. 23 manuscritos importantes de la época de la conquista, que hu- bieran podido servir en gran parte para la historia patria, y los vendió á D. Angel ó Manuel Ramírez de Arellano á quien los tepoztecos compraron no hace mucho los títulos del pueblo de Tepoztlán. El convento es de arquitectura pesada, las co- lumnas que unen los arcos del claustro, son cuadradas y an- chas, y se entrevé la antigua pintura que representa el escudo de la orden dominicana, y á uno y otro lado, bustos de reyes coronados, con cuerpo de pescado que termina en flor. Esta pintura está hecha á imitación de la pintura usada por los nábuas: esto es, hecha en fresco y luego bruñida; pero no se sabe cuál de los curas anteriores tuvo la peregrina ocurrencia de pintar con cal todo el convento. En el corredor Sur del patio, hay una puerta que conduce á la iglesia, puerta en la cual se puede estimar la colosal an- chura de los muros del templo, que es de cuatro metros. La iglesia es de estilo greco-romano, la bóveda de medio cañón; el recinto es muy amplio, pero han sido substituídos todos los antiguos altares tallados, propios de la época de su construe- ción, por altares modernos de poco gusto. La fachada es sen- eilla: encima de la puerta se halla una alegoría en que apare- cen dos ángeles volando, y encima hay un cuadrete donde debió estar la fecha de edificación del templo, más ya está borrada: la fachada está coronada por dos torres de poca ele- vación. Hacia la parte del ábside, descuellan varias almenas que coronan la parte posterior del templo. Cerca del ábside y á uno y otro lado de la iglesia, dos arcos botantes amarran los muros, dando idea del exceso de precaución del arquitecto, porque esos areos son enormes masas de piedra, lo mismo que los contrafuertes numerosos que hay á uno y otro lado de los muros laterales del templo. En el coro descubrimos una tabla que estaba apoyada en la pared del fondo, y preguntando su procedencia al señor Cura, que hace poco está al frente de la parroquia, nos dijo 24 UNA EXCURSIÓN que acaso sería una puerta antigua, mas por la ensambladura, parecióme que aquella debía de ser una pintura antigua. Re- movimos con trabajo la gran tabla, y puesta de modo que le diese la luz, divisamos debajo de una espesa capa de polvo, una pintura de la Inmaculada. Limpiamos el cuadro y según opinión de D. José Velasco, debe haber sido pintada en el si- glo VIII, y aunque no de mano maestra, es bastante buena la pintura, solamente que casi se ha perdido ya en la base el co- lorido, no así en el rostro, cuello y busto. Descendimos después de nuevo al convento, y en una bo- dega nos enseñó el señor Cura un cuadro de la Virgen de Guadalupe, que tiene al calce el nombre de Gabriel de Millán a. d, 1730. En las cuatro esquinas hay otros tantos cuadretes con las cuatro apariciones, y hacia abajo, otro cuadro apalsado que representa la Ermita del Cerrito, y en su falda la primera Iglesia y la plaza, tal como debieron estar en la época de la pintura del cuadro. La Virgen ostenta una corona de siete rayos; sabido es que después los pintores pusieron nueve, y Cabrera, diez, según me dijo el artista señor Velasco. EL MUSEO MUNICIPAL Después de aquella visita, dimos una vuelta por el pueblo y regresamos á visitar el Museo Municipal que se halla á un lado de la parroquia. El conserje de ese Museo, es D. Maria- no Rojas, pariente de D. Demetrio, que es acreedor á la gra- titud, por el empeño que tiene en conservar los objetos arqueo- lógicos recogidos, y en coleccionar de aquí y de allá otros con que enriquecer el museo. No daré cuenta de todas las piezas arqueológicas, porque haría yo una narración cansada, y solamente describiré las más notables y que nos llamaron más la atención á los excur- sionistas. A la entrada se encuentra una piedra cronográfica, con los rayos del sol y el nahui-ollin, que tiene cierta desvia- Á TEPOZTLÁN. 25 ción respecto de los cuatro ángulos del cuadrado. Al rededor del nahui-ollin hay doce agujeros que pasan de uno al otro lado de la piedra, cosa no muy usada y que representan, á mi parecer, las doce lunas del año. A uno y á otro lado de la puer- ta, hay dos grandes piedras con su perforación central, para + el juego de pelota. En el armario de mano derecha hay un to- ponaxtle, todo de madera, con la figura de un danzante perfec- tamente tallado. Muy abundantes son las figuras, ya peque- ñas, ya grandes, de Chalchiutlicue, Diosa del Agua. En el fon- do, en otro armario, hay varias figuras pequeñas, entre las que es notable una de diorita, perfectamente pulida, de la que sa- qué un dibujo, sin que pueda decirse su representación, pues ni el Dr. León pudo decirme lo que significaba. Hacia la mano izquierda, entrando, hay una figura del dios Quetzalcoatl, que es una serpiente plumígera enroscada, con sus evoluciones perfectamente definidas y su lengua bífida. Otra figura, que llamó al Dr. León la atención, fué la de un “Ozomatli” muy bien tallado, con la cola muy bien definida, subiéndole por la espalda hasta el cuello. Otras figuras notables había, de las cua- les no tuve tiempo para tomar nota y presentar aquí, aunque fuese una ligera descripción. UNA NOCHE EN CELDAS Llegó en esto la noche, y después de conversar un rato en el amplio portal donde se hace el tianguis los martes y los do- mingos, nos retiramos á la casa de D. Demetrio Rojas, para -bomar nuestra cena y de ahí nos dirigimos al curato, donde se nos había preparado alojamiento, á la verdad muy confortable, en las antiguas y espaciosas celdas abovedadas de los frailes dominicos. El señor Cura Sosa, atentamente nos acompañó en persona para designar á cada uno el lugar del reposo noc- turno. Este fué interrumpido á ratos por la abundante lluvia y por el estruendo de los torrentes que se despeñaban por el Mem. Soc. Alzate. México. k T. 23 (1905) -—4. 26 UNA EXCURSIÓN quebrado suelo. Á ocasiones pensaba yo que sería imposible emprender á la mañana siguiente la ascensión á la alta peña, donde se halla situado el teocalli; pero á la aurora cesó la llu- via, y el rubicundo Febo oreó con sus rayos las piedras y ro- cas inmensas del “Tlahuiltepetl” Cerro que alumbra, en uno de cuyos picachos descuella la “Casa del Tepozteco.” La noche pasada en aquella celda, me recordó la visita que hice en 1893 al monasterio de Monserrate, donde también fuí alojado en una de las hermosas celdas de los antiguos frai- les, y por otra parte, las inmensas rocas de los cerros que ro- dean á Tepoztlán, me recordaban también los picachos del Monserrate, si bien la constitución geológica de ambos es di- versa. LAS MONTAÑAS DE TEPOZTLÁN Las rocas del “Tlahuiltepetl” y del “Tlacatepetl,” así co- mo las del “Chalchiltepetl,” Cerro del tesoro, que queda al Sur y frente á los nombrados, son de toba caliza en su mayor par- te, y presentan el mismo carácter geognóstico, ostentando al descubierto enormes crestones irregulares, hasta de sesenta metros acaso, por efecto de erosión. Hacia el Suroeste y cer- ca del Chalchiltepetl, se levanta una pequeña eminencia, ro- deada de agujas rocosas llamada “Cematzin,” que significa una mano. Hay otro cerro hacia el Oriente, llamado “Yohual- tecatl,” Señor ó Vigilante de la noche; de modo que, como se ve, aquella es una región montañosa; y atrás del Chalchilte- petl se halla la sierra llamada “Las Tetillas,” por las cuales se pasa para ir de Cuernavaca á Yautepec. Esa cordillera es muy abundante en piedra caliza, y de ella se aprovechan los habitantes de un pueblo vecino que, por su industria, se llama San Andrés de la Cal. A TEPOZTLÁN. 27 EL ASCENSO Á LA PIRÁMIDE Perdóneseme esta digresión, no del todo inútil, porque da idea de la constitución geológica de los alrededores de Tepoz- tlán, é invito á mis lectores á que acompañen al Dr. Nicolás León, á D. Demetrio Rojas, á D. Nicolás Rojano y á mí, á la ascensión al Tlahuiltepetl, para visitar el Teocalli de Ome- tochtli. " Salimos á las 7.30 a. m. del domingo 4, y desde luego nos encontramos á la orilla de la población un lugar muy pinto- resco, en que se levanta un ahuehuete de forma peculiar, de- jando en medio un arco por el cual se entrevé un globo de pie- dra coronado por una cruz, y hacia la derecha un gran asiento de mampostería, dando belleza al paisaje un hermoso manan- tial de límpidas aguas. El Dr. León sacó una fotografía de tan hermoso lugar. Emprendimos ya, de una manera decisiva, la subida al “Tlahuiltepetl” la cual es bastante penosa, pues se asemeja á la subida de una altísima torre, sirviendo de peldaños de es- calera, las rocas, á veces de gran tamaño, presentando dificul- tad para abarcarlas con los pasos humanos, y teniendo que asirse á las ramas para ayudar al esfuerzo muscular, habiendo tardado hora y cuarenta minutos en subir. El panorama, sin embargo, es hermoso, porque en todos los puntos en que el terreno se presta y dejan las rocas inters- ticios, brotan árboles y diversas plantas, en abundancia. Un árbol injertado en un monolito, cuyas raíces abrazan al mismo, prestó asunto al Dr. León, para otra fotografía. Llegamos, por fin, 4 un punto en que se bifurca la vereda yendo una hacia “El Parque” y la de la derecha hacia el Teocalli. “% Desde (1) El señor Ingeniero Jesús Galindo y Villa, Profesor de Arqueología, no pudo ir en la excursión, por graves cuidados de familia. (2) Después supimos que el camino es más fácil yendo directamente de “El Par- que” á la casa del Tepozteco, y bajar luego á la población. 28 UNA EXCURSIÓN allí, el camino es aun mucho más empinado, y se hace entre dos enormes rocas, habiendo en la entrada del desfiladero, ruinas de un edificio nahua, cuyo objeto aun no está suficien- temente estudiado. Acaso dé acceso á un camino subterráneo para el Teocalli. Un poco más arriba, en vista de la grandísi- ma dificultad del ascenso, pues antes había que emplear cuer- das para subir á los excursionistas, el señor Inspector de mo- numentos, mandó construir una escalera de hierro, y pasada ésta, hay que subir un estrecho zig-zag, hasta llegar á la pun- ta de la inmensa roca, sobre la que se halla construída la pi- rámide. El panorama de que desde luego se disfruta, es verdade- ramente grandioso: porque hacia la derecha se divisa el Valle extenso de Cuernavaca, si bien la ciudad queda oculta por el Tlacatepetl; hacia el frente levanta sus picachos el Chalchilte- petl, y hacia la izquierda se presenta el Valle de Cuautla Mo- relos. En el fondo, aparece, como de nacimiento, el pueblo de Tepoztlán, á semejanza de Maltrata visto de las Cumbres, con sus numerosas huertas y su hermosa Iglesia parroquial, y las otras siete, correspondientes á cada barrio del puebio. Este se halla á 1,800 metros sobre el nivel del mar, mientras que la pirámide, por observación tomada allí mismo, está á 2,100 m., esto es, 300 m, sobre la plaza de Tepoztlán y 160 m. más baja que esta capital. DESCRIPCIÓN DEL TEOCALLI Entrando de lleno á la descripción del Teocalli, éste se le- vanta sobre una pirámide de tres cuerpos, que á contar desde la roca, tiene una altura de 20 m. Los sillares están labrados á escuadra y son de tezontle rojo y negro, unidos por mortero de cal y arena, muy consistente. La deseripción de los diversos cuerpos y del mismo Teo- calli, no la puedo hacer mejor que con las frases del señor ar- E ds td a A TEPOZTLÁN. 29 quitecto Rodríguez, bajo cuya dirección se levantaron los pla- nos respectivos en el período transcurrido del 12 al 31 de Agosto de 1895. El señor Rodríguez leyó su Memoria en el Congreso Internacional de Americanistas, celebrado en México el mismo año, y se expresa de esta manera: Costado Sur y Oriente. “El primer cuerpo piramidal, amplio basamento que sirve á los dos cuerpos sucesivos, arranca sobre la roca, teniendo 30 UNA EXCURSIÓN tres de sus lados una elevación de 9 m. 50; trabajo ejecutado en virtud de lo áspero del terreno y para dar fácil asiento á los cuerpos sostenidos. A esta plataforma se asciende por dos escalinatas, una que mira al Oriente, y que constó de dos tra- mos, formando entre sí un ángulo recto, y de la cual no que- dan sino ruinosos pasamanos, entre los cuales se hallan las oquedades de los sillares que formaron la huella y peralte de la escalera; la otra mira al Sur; esta es la mejor conservada, y conduce directamente al atrio, frente á una fuente circular hecha con mortero y piedra dura, y á los restos bien precisos de lo que fué el altar de los sacrificios: éste está colocado en el frente y corresponde al eje de la escalinata que conduce al tercer piso, de la cual se conservan perfectamente seis esca- lones de los catorce que tuvo: terminada esta escalinata, es- taremos en un descanso ó pórtico, sobre el cual se abren tres puertas, que dan acceso al suntuoso Teocalli. Este recinto sa- grado, cuyas dimensiones superficiales son de 48 m. c., está dividido en dos compartimientos en el sentido de Sur á Norte; el primero mayor que el segundo, fué la parte accesible á toda clase de personajes; en el centro de la cual existe una oque- dad rectangular, que marca el sitio donde se mantuvo el fuego sagrado, como lo comprueba el carbón allí encontrado, así como algunos fragmentos bien conservados del incienso “'co- palli;” el segundo compartimiento fué el recinto únicamente accesible á los sacerdotes (teopixquis): en el centro y pegado al muro del fondo, estuvo el altar de la divinidad azteca, del cual no quedan más que dos piedras del pedestal, ricamente decoradas; la mayor tiene bajos relieves pintados de rojo in- tenso, y la otra tiene, dibujados en relieve, el casco y cimera (copilli), que usaban los reyes. Tanto en el primero como en el segundo compartimiento, hay apoyados en los muros asien- tos de piedra, en cuyas caras verticales se ven inscripciones jeroglíficas perfectamente dibujadas y conservadas, ostentan- - A TEPOZTLÁN. 31 do el vigor de su colorido: éstas probablemente darán alguna luz á nuestra historia.” El señor Rodríguez no intentó la descripción y significa- ción de las inscripciones jeroglíficas; pero el Dr. León, exa- minándolas, pudo observar que se encuentran en ellas la re- presentación de los nueve Señores de la noche, y por consi- guiente, el Tonalamatl ó calendario lunar adivinatorio de los nahuas; pero con la circunstancia notable de que se encuen- tran mezclados allí muchos signos mayas, lo que también pasa en Xochicalco. De aquí se sigue que en este Teocalli, debie- ron celebrarse ceremonias fanáticas y misteriosas, en honor de Ometochtli, dios de los borrachos, ó el Baco de los azte- cas; y es tradición que siempre que moría un borracho, se celebraba en el Teocalli una fiesta especial. El conserje Rosas Berasaluce, ha tomado algunos dibujos de la cenefa, que está encima de los cuadros del Tonalamatl, cuyas labores se han perdido en parte y son indudablemente de gran importancia para la interpretación de los jeroglíficos. Hay que notar que, según la relación del Sr. Rodríguez, los jeroglíficos eran policromos; pero como desde entonces han quedado expuestos á los rayos solares y á las inclemen- cias del aire y de la lluvia, se han perdido los colores, y queda solo el rojizo del tezontle. En mi opinión, como el Teocalli no tiene techo, debía formarse uno separado de él y á altura con- veniente, para defender, no ya los colores que no existen, sino el mismo monumento, que poco á poco, naturalmente, se irá desmoronando. Hay varios espacios, donde se nota la falta de piedras je- roglíficas, las cuales el señor Inspector de monumentos, amigo que aprecio, envió al Museo Nacional para que el Teocalli fue- se en parte conocido, pero dejándolo con esto incompleto. Un monumento antiguo no debe desmembrarse, llevando algunos de sus componentes á lugar diverso, so pretexto de que se co- nozca parte de él. Debe conservarse íntegro en cuanto sea 392 UNA EXCURSIÓN — posible, y los que deseen conocerle, que se tomen el trabajo de ir á verlo allí, donde fué construído. El Subdirector del Museo Nacional, con muy justo acuerdo, no ha querido des- empacar las cajas en que están las piedras del Teocalli; y, por otra parte, como el señor Inspector de monumentos mandó las piedras sin conocimiento del señor Coronel D. Manuel Alar- cón, Gobernador del Estado de Morelos, éste, á ruegos de D. Mariano Rojas y de los vecinos más caracterizados de Tepoz- tlán, se ha dirigido al señor Presidente de la República, á efecto de que sean devueltas dichas piedras al Teocalli y co- locadas en sus respectivos lugáres, lo cual puede hacer per- fectamente el señor arquitecto Rodríguez, por haber visto su primitiva colocación. Pero sigamos la descripción del Teocalli, recordando que está dividido en dos partes, siendo la interior la que podemos llamar Santa Sactorum, habiendo en el muro divisorio dos pi- lastras que, según el señor Rodríguez, además de marcar la división, servían para sostener la bóveda. Estas pilastras tie- nen en su base, un muro ataludado de un metro de altura, levantándose luego las pilastras á plomo, con decoración de estrías rectangulares, dentículos pareados y casquetes esféri- cos, distribuídos entre molduras de poco relieve: arriba hay una cenefa con dibujos de greca muy parecidos á los de Mi- tla, coronando estas pilastras unos discos, que, con el conjun- to de los otros signos representan, según el Dr. León, el signo de la lluvia. Estos dibujos tenían también coloración poliero- ma, distinguiéndose el rojo, negro, azul y violado al ser des- cubierta la pirámide; actualmente ya no hay más coloración que la del tezontle. | | Opina el señor Rodríguez, que el Teocalli estaba cubierto por una bóveda casi plana, y que sobre ella descansaba el re- mate de la pirámide, aunque esto, en la actualidad no puede comprobarse; y juzga también que el segundo cuerpo, es la cripta en que probablemente reposan los restos del Jefe Te- Á TEPOZTLÁN. 33 pozteco, que la mandó construír, y acaso á eso se deba el nombre con que es vulgarmente conocido el Teocalli de “Casa del Tepozteco.” El aspecto de la pirámide y del Teocalli es grandioso por la precisión con que está ejecutada la obra, en la cual no se nota cuarteadura alguna, ni señal del menor movimiento al asentarse; sus líneas son armónicas simétricamente, y su or- nato exterior sencillo, hace resaltar su grandeza y majestad. No quiero dejar pasar un detalle, que tal vez por olvido no puso el señor Rodríguez en su descripción, y es que en la cor- nisa del tercer cuerpo, correspondiente á las paredes del Teo- calli, esto es, á la del fondo y á las dos laterales, hay cinco nichos en cada una de ellas, en que están inerustadas unas figuras de calavera. Tal es el Teocalli de Ometochtli en su conjunto, el cual, como es sabido, fué construído por los Tlahuicas, rama de los nahuas, habitantes de aquella región. En cuanto á la época de su construcción, no es posible fijarla con certeza, porque no hay entre los jeroglíficos existenses, alguno que fije la épo- ca de su fundación; y aunque se encontró el jeroglífico de Ahuizotl, esta piedra se hallaba en uno de los muros laterales, con señales de haber sido colocada posteriormente, y acaso con motivo de la gran fiesta que celebró Ahuizotl en el Teocalli mayor de Tenoxtitlán, habiendo venido entonces, según tra- dición, una peregrinación tlahuica á la solemne fiesta. Sin em- bargo, aproximadamente se puede fijar la construcción del Teocalli, hacia el siglo VIII de nuestra éra. El Dr, León tomó varias fotografías del interior y del exterior del Teocalli. LA ANTIGUA CIUDAD Y OTROS MONUMENTOS Al rededor de aquel Teocalli y en las partes más planas de las cumbres de esos montes, había fijado su asiento la pobla- ción tlahuica, como lo demuestran las ruinas numerosas aun inexploradas, que en los contornos se encuentran. Así se ex- Mem. Soc. Alzate. México. T. 23. (1905) —5. 34 UNA EXCURSIÓN plica que el Teocalli se encuentre en una roca de tanta altura, para la que hay tan difícil ascenso desde el pueblo actual; y tal vez los misioneros, considerando no haber lugar suficiente para el desarrollo futuro de la población en la cumbre, funda- ron la nueva Tepoztlán en el fondo de la cañada, donde cons- truyeron los Dominicos el Convento de que he hablado antes. Y ápropósito, quiero hacer constar que los primeros misioneros que allí llegaron y subieron al Teocalli, arrancaron la estatua de Ometochtli de su santuario y la precipitaron desde lo alto, siendo de piedra tan dura, que solamente resultó con un dedo roto, destrozándola después abajo y llevando los trozos á Huaxtepec, para evitar que sigulese entre los tlahuicas la ido- latría. Toda esa región, es muy rica en monumentos tlahuicas, y hacia el Oriente hay un monumento dedicado á Tonatiuh; al Sureste hay otro cerro, llamado Yohualtecatl, en el que hay también monumentos no explorados, así como en el Chalehil- tepetl hay gran número de Momoxtlis, que formaban la necró- polis tlahuica, la cual se encuentra al Sur, mientras que la acrópolis se encuentra hacia el Norte, demostrando que no fueron elegidos estos lugares al acaso, sino con estudio de los elementos meteorológicos, por ser los vientos dominantes el del Norte y el del Noreste. ¡Cuán conveniente sería que se nombrase un explorador ' inteligente y dotado de conocimientos arqueológicos, á fin de continuar el descubrimiento de tantos otros monumentos se- pultados bajo tierra, y euyo conocimiento daría grande luz para la historia de esa raza pobladora del actual Estado de Morelos! El descenso del Teocalli lo hicimos con mayor rapidez, como era natural, que la subida; pero á pesar de esto, no pu- dimos escapar de la lluvia que torrencialmente empezó á caer y á inundar las calles de Tepoztlán, de suerte que para llegar á la casa del señor Rojas y tomar el sabroso almuerzo que nos A TEPOZTLÁN. 35 estaba preparado, tuvimos que caminar con el agua hasta los tobillos; pero como reinaba entre los compañeros buen espí- ritu y humor, todo entró en la diversión. TRABAJOS DE LOS OTROS PROFESORES Mientras los nombrados hicimos la excursión á la pirámi- de, los demás profesores trabajaron en sus respectivos ramos. El señor Profesor Leopoldo Conradt recogió unos 250 in- sectos, que conservó en aleohol, para hacer después, en su gabinete, la clasificación respectiva, consistiendo principal- mente en coleópteros, hymenópteros, hemípteros y ortópteros. El señor Profesor D. José Velasco, dibujó un bellísimo apunte desde la parte Sur de Tepoztlán, en el cual se ve la pin- boresca población, teniendo como fondo el Tlahuiltepetl y el Tlacatepetl, que por su forma semicircular y sus escalonadas rocas semejan un gigantesco anfiteatro. El señor Profesor, Dr. Manuel Urbina, acompañado de su ayudante el señor Daniel López, se dedicó á herborizar para estudiar la flora de esa región. La época no se prestaba para ha- cer una colección abundante y notable de plantas, como tam- poco de animales, pues los meses más propicios, en los que brotan plantas anuales coronadas de copiosas y fragantes flo- res, son los de Agosto y Septiembre; mas con todo no fué es- téril la herborización. Por noticias que me ha comunicado el señor Urbina, pue- do dar cuenta de las siguientes plantas: Hay cuatro clases de encinas, la amarilla, llamada en nahuatl “Ahuacoztic;” la de ho- ja ancha, llamada “Ahuapatlahuac;” la de hoja delgada, que nombran los naturales “Ahuapitzahuac,” y otra de hoja muy “menuda, que es conocida con el nombre de “Michahuatl.” En el monte que recorrimos para ir de “El Parque” á Te- -poztlán, además de la encina, crece por doquier el ocotillo, arbusto resinoso que es el “Cardiospermum molle,” y que es 36 UNA EXCURSIÓN conocido con el nombre de “Tonalocototl” en mexicano, y con el de “Pirimo” en tarasco, usando de él, según relación del Dr. León, en Michoacán los indios para sus baños: tonalocotl quiere decir “Pino del Sol,” de “tonalli,” sol y “ocotl,” pino, que es etimología del Dr. Hernández. Recogió también el Dr. Urbina ramas y dores del “Yo- loxochitl,” cuya flor es la magnolia mexicana, conocida cientí- ficamente por “Talauna mexicana.” Hay dos Os de yolo- xochitl, el blanco y el rojo. En una de las estaciones del camino para Tepoztlán, los señores, López y Rojano, que, de paso sea dicho en su loa, prestaron valiosa ayuda, tomaron algunos ejemplares de za- catón, el “Agrostis toluccencis,” que abunda en toda la mesa del Ajusco. Otras plantas recogió el señor Urbina, las cuales no había podido clasificar por sus ocupaciones, hasta el día en que me comunicó los datos que acabo de transladar al papel. ETIMOLOGÍA DE TEPOZTLÁN Pasando ahora á algunos detalles particulares sobre Te- poztlán, paréceme decir algo acerca de la etimología de su nombre. El Lic. D. Cecilio A. Robelo y el Dr. D. Antonio Pe- ñafiel, traen la etimología, diciendo que viene de “tepoztli,” cobre, y de “tlán,” junto, esto es, “Junto al cobre” ó sea “Jun- to á las minas de cobre;” pero aunque he buscado esta pala- bra, no he encontrado tepotztli, sino “tepuztli,” y eso con la significación genérica de metal, porque el cobre lo conocían los nahuas, y por consiguiente, los tlahuicas por “Chichiltie- tepuztli” á saber, metal rojo. Con ó después de la p solamente he encontrado la palabra tepotztli, que significa espalda; de lo cual deduzco que propiamente no debía decirse Tepoztlán, si- no “Tepuztlán;” pero esto es en cuanto á la etimología cien- tífica del nombre, porque estando ya admitido el uso de la voz Á TEPOZTLÁN. 37 Tepoztlán, sería muy difícil acostumbrar al pueblo á que pro- nunciase Tepuztlán. Acaso el decir Tepoztlán provenga de la manera confusa con que los indígenas pronunciaban la u. De cualquier manera que sea el “tepuztli” metal, alcanzó entre los nahuas los honores de la divinidad, bajo el nombre de “Tepuztecatl,” según el Lic. Robelo, que en sus “Nombres Geográficos Indígenas del Estado de Morelos,” después de dar la etimología de “Tepoztitlán,” y presentar el jeroglífico de ese lugar, que es una hacha de cobre con su mango, presenta tam- bién el jeroglífico de Tepoztlán, como se ve en la figura, en la que también está el hacha unida al mango con una cuerda, á fin de darle diversas posiciones, según sus diversos empleos, tal como la usan los indígenas de aquella región. El Dr. Hernández, en su “Historia de las Plantas de Nue- va España,” (tomo I, pág. 40), al hablar del tonalocotl, dice que abunda en la región de los “Atepuztlanicis,” de donde se podría deducir que el nombre primitivo era acaso Atepuztlán, euya etimología sería en ese caso “atl,” agua, “teputztli” fie- rro, y “tlán” junto, ó sea “Junto al agua ferruginosa;” pero entonces habría que hacer el análisis del agua del lugar para ver si contiene algunas sales de hierro. Pero si no se aceptase esta etimología, queda, al menos, confirmado que el pueblo fué conocido antiguamente con el nombre de “Tepuztlán.” HABITANTES El número de habitantes de Tepoztlán, contados los del casco y los de los siete barrios asciende, según el señor Ro- dríguez, á cinco mil; si bien en la Casa Municipal me infor- maron que en el último censo, solo habían quedado anotados cuatro mil habitantes. De paso hago constar que esta Casa Municipal es de sólida construcción y de elegante fachada, con su portal en el centro, obra debida al mismo señor arqui- tecto Rodríguez. Y 38 UNA EXCURSIÓN La plaza que queda enfrente, tiene varias plantas, entre ellas astronómica y tulipán. Estas dos plantas con sus flores, alegran los huertos de las casas de Tepoztlán, así como tam- bién el cacaloxuchil, del cual hay tres especies, blanco, ama- rillo y rosado, acostumbrando hacer con estas flores aro1rcáti- cos y vistosos rosarios, en que van mezcladas las flores de los tres distintos matices. LA CASA DEL MARQUÉS DEL VALLE Tepoztlán, como ya lo he dicho en otro lugar, además de la parroquia actual, antigua iglesia de los dominicos, dedicada á la Natividad de la Virgen, titular del pueblo, en cuyo día hacen fiesta y baile imitativo de los antiguos tlaluuicas, tiene 7 iglesias correspondientes á los siete barrios del pueblo, y quiero hacer mención en particular de La Santísima, iglesia no muy grande, pero de buena construcción, que queda ya á la salida del pueblo rumbo á la “Casa del Tepozteco.” Es tra- dición que el Marqués del Valle tuvo en Tepoztlán, una casa de recreo, dentro de la cual se encontraba la actual Santísima, que era el oratorio. Esa calle estaba entonces cerrada por la barda que dividía la casa de recreo, y así permaneció muchos años hasta que en época no remota se abrió la calle, conti- nuando la dirección de Norte á Sur. Apoyándose en esta tra- dición los poseedores posteriores de aquellos solares, se creían exceptuados de contribuciones é impuestos, y cuando iban los Recaudadores á la cobranza, se subían á los árboles los natu- rales, y allí permanecían hasta que los Recaudadores, aburri- dos, los dejaban por la paz. En la iglesia susodicha, llamóme la atención la figura en que está representada la Santísima Trinidad, porque el Eter- no Padre está asentado con capa pluvial y tiara, sosteniendo en sus manos un crucifijo, sobre cuya vara vertical está apo- yada una paloma. A ¡TEPOZTLÁN. 39 Ya que he hablado de esa casa del Marqués del Valle, quiero recordar que el Marquesado de Cortés, comprendía, to- do lo que alcanzaba la vista desde la Cruz del Marqués, cerca de Tres Marías. Al mismo Hernán Cortés perteneció la ha- cienda de Huacalco y la de Atlacomulco, hacienda esta última de la que es patrono el Duque de Monteleone y cuyos réditos están destinados al sostenimiento del Hospital de Jesús. MORALIDAD Los habitantes de Tepoztlán son tranquilos, y no se regis- tran muchos delitos de sangre, según la estadística anual. En- tre los hombres está ya actualmente muy mezclada la raza tlahuica, pobladora del Estado de Morelos: se conserva mejor en el sexo femenino el tipo indígena, y el Dr. Nicolás León tomó las medidas antropométricas de una mujer, que presen- taba rasgos característicos bastante notables. INDUSTRIA La industria principal, actualmente, es la confección de reatas de lazar, sacando la fibra de un maguey pequeño, que brota en los alrededores. Su comercio principal es la compra y reventa de la fruta de los lugares más productores del Es- tado. Antiguamente, los tlahuicas tuvieron otra industria muy notable, que en la actualidad ha desaparecido, y era la fabri- cación de papel, tomando el material del Siricote ó Trompi- llo, que llamaban los tlahuicas “Amaquahuitl,” que significa Arbol del papel, y que es el que por corrupción se conoce aho- ra con el nombre de “'Anacahuite.” El “Amaquahuitl” perte- nece á la familia de las borragináceas, tribu cordieas, género eordia de Plumb. Hay, además, otro amate amarillo, llamado ““Amacoztic,” 40 UNA EXCURSIÓN y otro el “Ficus complicata,” conocido por **Amazquitl,” que es el Madroño, y según opinión del Lic. Robelo, los indios se aprovechaban del líber de este árbol, abundante en Enero, para la fabricación del papel. El Dr. Urbina, que eseribió un estudio sobre los Amates, * no está del todo de acuerdo con esta opinión, y sigue la expresada en “La Naturaleza,” perió- dico de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, que trata de esta industria en el tomo III, pág. 151, donde después de hablar del Amaquahuitl, se lee: “Es digno de notarse que hacia la época en que vino Hernández á estudiar las produe- ciones de nuestro país, se fabricaba aún en Tepoztlán (Estado de Morelos), el papyrus mexicano con el árbol del papel, puesto que nos dá en la fabricación de este precioso objeto, esta ex- presiva y elegante frase: “Tepoxtlanicis provenit montibus, ubi frequenter interpollatur ex ea papyrus, fervetque opificum turba,” y hierbe la multitud de trabajadores : es decir, que aun había actividad en el comercio del papyrus, que, como el de los egipcios, servía para escribir en él la historia de los dioses y de los héroes, para ádornar las piras funerales y hacer ves- tidos y cuerdas: en una palabra, lo empleaban en los usos re- ligiosos, políticos y económicos.” “Pero es indudable que cuando Hernández admiraba la turba de trabajadores, ya no se utilizaba nuestro árbol más que en los usos económicos; sucediendo aquí lo que dice el naturalista romano al hablar del papyrus egipcio: “después pasó á usos comunes un objeto del que depende la inmortali- dad de los hombres.” “Hernández concluye dándonos el método que seguían los artesanos aztecas para preparar su papyrus, y encontramos en esta manipulación, una semejanza tal con la que usaban los antiguos habitantes del Nilo, que casi no hay diferencia alguna.” (1) Anales del Museo Nacional, t. VII, p. 93. A TEPOZTLÁN. 41 Habiendo desaparecido esta industria de la fabricación del papel, y siendo en pequeña escala la confección de reatas, se puede decir que la población de Tepoztlán es más bien agrí- cola dedicándose la mayor parte al cultivo de los campos. SALUBRIDAD Respecto á la salubridad, tomo mis datos del “Ensayo Es- tadístico Greográfico sobre la mortalidad en el Estado de Mo- relos,” por el Ingeniero Arquitecto D. Vicente Reyes, quien lo dedicó al señor Lic. Ignacio M. Altamirano, y lo leyó ante la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Examina el señor Reyes en dicho estudio, la mortalidad en el Estado de Morelos en el cuatrienio de 1871 á 1874. De las seis cartas de estadística necrológica y de enfermedades reinantes que presenta, en que señala con colores estas enfermedades, se ve Tepoztlán, marcado con color casi blanco, lo que demuestra las buenas condiciones de salubridad de que goza ese pueblo privilegiado. Solamente hay cuatro enfermedades reinantes en Tepoz- tlán y que causan mayor número de víctimas: éstas son la disentería, fiebres en general, no intermitentes ni contagiosas, la pulmonía y la viruela. En el período indicado, de la prime- ra enfermedad hubo 67 defunciones, un 10%; de la segunda 65, también 10%; de la tercera 55, un 8%; y de la cuarta, 359 defunciones, un 55%. Como se ve, la viruela es la que hace más víctimas; pero, como se comprende, con un buen servi- cio de vacuna, fácilmente podría disminuir en grande escala la mortalidad por esta enfermedad abominable. Hace notar el señor Reyes, que en el período que estudia, solo habían ocu- rrido en todo el Estado, tres muertes por suicidio, lo que ha- bla muy alto en favor de la moralidad social, teniendo en cuen- ta que la población de Morelos era entonces aproximadamente Mem. Soc. Alzate. México. T.: 23. (1905)—6. 42 UNA EXCURSIÓN Á TEPOZTLÁN. de 130,500 habitantes. Los alacranes causan muy pocas víc- timas en Tepoztlán, pues no hubo en ese período sino tres de- funciones. * * Con estas noticias nosográficas y necrológicas de Tepoz- tlán, pongo término á esta memoria, en que he dado cuenta «de la expedición científica á esa población y al Teocalli de Ome- tochtli, expedición de la que conservo gratos recuerdos, ya por los conocimientos adquiridos, ya por la armonía y frater- nidad que reinó entre los profesores que formaron la Comi- sión, y me admitieron amablemente en su seno, ya por la afa- bilidad y atenciones con que fuimos recibidos por el señor Cura D. Mateo Sosa y D. Demetrio Rojas, á quienes me es grato tributar aquí un homenaje de gratitud en nombre mío y de mis compañeros. México, Julio 3 de 1905. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '“ANTONIO ALZATE.'”” MÉMOIRES, T. 23. LA ACICULITA DE CATORCE, $. L. P. - GUSTAVO DE J. CABALLERO, S. J., M. S, A. Mo cabe el honor de notificar á la Sociedad el hallazgo de un mineral raro, en las minas de Catorce. Este mineral es la Aciculita, Aikinita, Patrinita ó Na- delers. Es un polisulfuro de bismuto, plomo y cobre: su fórmu- la es: (Pb Cu?) Bi? 8" Se presenta en cristales largos, aciculares, estriados á lo largo y pertenecientes al sistema rómbico, marcando las caras mm, un ángulo de 1100; tiene fácil crucero paralelo al eje del prisma; su color es gris de plomo negruzco. Su dureza es de 242.5 y su P. S. 6.146.8. También se halla en masas de fractura desigual y lustre metálico. Según Brush y Penfield, no se ha podido identificar toda- vía por medio del análisis, el número y diversidad de minera- les raros, que pertenecen á esta especie. La Aciculita contiene generalmente 10 4 12% de cobre y 36 4 40% de plomo, pero suele tener trazas de níquel y oro. Hasta ahora solo se había encontrado en Berezof, cerca de Ekaterimburgo en los Montes Urales: en dicha localidad está contenida en un cuarzo blanco con oro nativo, malaquita, 44 E q LA ACICULITA DE CATORCE, S. L. P. y galena. Aquí en el país se ha encontrado en la mina de la Concepción, en Catorce (Estado de San Luis Potosí). Tiene la particularidad de que la matriz en que viene, no es cuarzo aurífero, sino un magma amorfo y deleznable de creta, y acompaña á minerales argentíferos. La Aciculita es parcialmente soluble en ácido nítrico, de- jando un residuo blanco. Sobre el carbón se funde muy fácil- mente exhalando un olor de azufre quemado, con formación de aureola blanca, amarilla en los bordes y dejando un botón metálico que contiene cobre. En tubo abierto da ácido sulfu- roso, y un humo blanco, que se, condensa en gotitas, y algu- nos creen ser teluro. México. Mayo 1? de 1905. SOCIÉTEÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. ANALISIS DE UNA MUESTRA DE TIERRA DE LA HACIENDA DE JURICA (Querétaro) POR EL DOCTOR FEDERICO F. VILLASEÑOR, M. $, A, Jefe de la Sección de Química del Instituto Médico Nacional. Muy largo y penoso sería entrar en el detalle de las nu- merosas operaciones efectuadas en el análisis de esta tierra, que es la primera de una serie que, con el objeto de establecer campos de experimentos, ha ordenado efectuar el Ministerio de Fomento. El Instruetor práctico de Agricultura Sr. Ing. D. José C, Segura, ha recogido personalmente estas tierras que, por su indicación, han sido remitidas al Instituto Médico Nacional para su análisis, sujetándose á un boletín especial, con cuyos numerosos datos, se tendrá de eada tierra un análisis verda- deramente completo y comparable, pero de inmensa laboriosi- dad; y ya que se ha comenzado á fijar la atención en asunto de tanta importancia y trascendencia, de desear sería que se uniformaran é hicieran enteramente prácticas estas investiga- ciones que, siendo de por sí tan largas y fatigosas, tendrán que ser relativamente poco útiles si no se hacen comparables; este es el objeto de dicho boletín; pero si el boletín existe, no se ha discutido su conveniencia, ni menos se ha obligado á todos los químicos á ceñirse á sus indicaciones. 46 ANALISIS DE UNA El limitado tiempo de que dispongo, no me permite entrar en consideraciones á este respecto y me limito á hacer las an- teriores notas, diciendo de paso que parece que en dicho bo- letín están caleadas las ideas de Petermann, verdadera auto- ridad en el asunto, hombre dedicado muchos años de su vida y día á día á estas labores, para las que ha contado con perso- nal y elementos adecuados y cuyo método, resultado de cen- tenares de análisis paciente y debidamente ejecutados, ha sido el modelo adoptado ya por varias naciones para darse cuenta de las propiedades fertilizantes del suelo arable; sin duda que razones son estas de gran peso para aceptar tan recomendable cartabón; pero quizá hay otras de más fuerza que, sin quitar á óste su valor y mérito fueran suficientes para inclinarnos á hacerle modificaciones; por ejemplo, en este método, se hace el ataque general de la tierra por el ácido clorhídrico dando según el autor esta solución, la medida de los principios diree- tamente asimilables; el insoluble en ácido clorhídrico es some- tido á la acción del ácido fluorhídrico y esta solución indica los. elementos de reserva, y hay que preguntarse ¿la potencia absorbente y asimiladora de la planta es comparable á la disol- vente del ácido clorhídrico? y ¿un suelo cederá á las plantas sus elementos insolubles é inatacables, aun teniendo en cuenta todas las influencias atmosféricas, telúricas, etc., de muchos años, con la facilidad que lo hace al ácido fhuorhídrico? No evidentemente; y seguro que estos principios, cuya solución es la única práctica para el agricultor, son los que deben guiar al químico; pero, repito, el tiempo me falta para desarrollar, - estas ideas, prometiéndome hacerlo para otra vez y terminan- - do ahora con haceros conocer los resultados de esta primera muestra, en la, que los métodos empleados han sido como si- gue: 0 En el análisis físico-químico, nos apegamos en todo al mé- todo clásico de Sehlosing separando por tamices de: dimen- sión determinada los guijarros, la grava y la tierra fina; ha- TIERRA DE JURICA, QEU. 47 ciendo la separación de las arenas y arcilla por diluciones en agua; el agua higroscópica por desecación á 1100 C.; la ma- teria orgánica por ealcinación; el caleáreo, por pérdida de peso después de la acción de un ácido, y la arcilla y el humus (ma- terria negra de Grandeau) por precipitación por los reac- tivos. En cuanto al análisis químico, en general, el ataque de la tierra, se hizo por ácido clorhídrico de 1.18 de densidad en frío, tratando el insoluble en este ácido por:ácido sulfúrico concentrado en caliente; pero haciendo las docificasiones de amoníaco, fósforo, cloro y ácido nítrico por soluciones acuo- sas; valorando el fósforo total por ácido nítrico y el soluble en ácido orgánico por el citrato de amoníaco alealino. Para el ázoe se siguió el procedimiento de Kjehldahl modificado; para el ácido nítrico, el de Sehlosing; para el amoníaco, la desti- lación con magnesia; para el cloro, la precipitación por nitrato de plata; para el fósforo, su transformación en fosfato. amo- —_níaco-magnesiano; para el gas carbónico, el de Wurtz por pérdida de peso, y para los demás cuerpos, el método general de Fresenius. | En el cuadro siguiente, agrupamos los resultados, según el modelo remitido por la Secretaría de Fomento: BOLETÍN DE ANÁLISIS NÚM. 1 A. Peso de un litro de tierra se- cada al aire: 1*:17586. ' Poder absorbente: 464 por mil Agua higroscópica: 31.906 por mil. Reacción: neutra. Procedencia: Estado: Querétaro. Distrito: Querétaro. Municipalidad: Del Centro. Hacienda: Jurica. 48 ¡ANÁLISIS DE UNA ANÁLISIS FÍSICO-QUÍMICO. queda en el ta- Calcáreo...... AAA 0.1404 Residuo que Materia orgánica y volátil... 0.1186 4.0960 mizde5mm. Guaros dao ae 3.8370 Residuo que ' Materia orgánica y volátil... 3.2022 queda en el ta- ¿ 36.7068 < Calcáre0...........----.- 2 8078 miz de 1 mm. (Ora go cionoRdr le Ea E 30.6968 Tierra fina — 959.1972 | 959.1972 1000.0000 1000.0000 1000 partes de tierra fina contienen: Aguahigroscópica 44.250 Calcáreo...-.-.... escjals 118-399 Arena gruesa.... 491.750 i Materia orgánica. ....- 1,285 Residuo (Sílice)...... 477.132 Malcareo q 15.360 Arena fina....... 194.767 ) Mtra orgánica..... 1.917 Residuo (Silice)...... 177.500 Arena polvosa.... 145.974 Ar e oda 117.850 Humus. eso es 9.409 1000.000 TIERRA DE JURICA, QUE. 49 ANÁLISIS QUÍMICO. 1000 partes de tierra fina secada al are contienen: Agua higroscópica. 44.2500 Azoe orgánico.-.. 0.8400 Materias com- 8.6211 com- Azoe amoniacal ... 0.8400 e d y vo- ón Azoe nítrico ...... il 0.1145 Arzoe tobalvs 20500 1.7945 “Acido clorhídrico.. 0.8735 Acido esPbónicd.o 57.830 Acido sulfúrico... 0.4205 Elementos solu- doo tomcal ¡ULAGAD bles en ácido : loitico de 114.2544 com- ] Oxido de fierro y 18 4 ei prendiendo aluminto 27.3060 o us dd 10.3150 y Magnesia...----- 14.3800 Rotas na 6.8055 O ad A 4.8759 Elementos inso- Oxidos de fierro y lubles en frío | 832.8745 com- aluminio....... 35.8360 en ácido csor- prendiendo ) Cal..... A MI 3.2650 hídrico. Magnesia ,..--..- 4.1320 Potasa co 02908 DOS E NS 40.8666 1000.0000 Acido fosfórico soluble en citrato de amoníaco al- O A A A O AA 0.7676 Acido silícico (por diferencia).........--.----.2- 733.4881 Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —7. ANÁLISIS DE UNA TIERRA DE JURICA, QUE. RESUMEN. Elementos asimilables inmediatos: IAS AO ANA 1.7945 Acido fosfórico...... 0.7670 Eotas ari ear 0 6.8055 E ie LADA 10.3150 Magnesia.........- 14.3800 México, Junio 1905. AA Elementos de reserva: Acido fosfórico... 10.6870 Rotasa pana ció 15,2863 E IA A a a 2 3.2650 Magnesia........ 4.1320 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '“ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. ATL A IN SE IGNORA SU UBICACIÓN Por el Licenciado CECILIO A. ROBELO, M. S. A, Aztlán (es contracción ó síncopa de Agtatlán: aztatl, garza; tlán, junto: “Junto á las garzas”). Lugar ocupado primitiva- mente por los mexicanos, del que les vino el nombre de Azte- cas. Su situación ha sido objeto de iunumerables investigacio- nes, y permanece ignorada hasta hoy. Se cree generalmente que estaba al norte del Golfo de California. -D. Fernando Ramírez dice que no debe buscarse Aztlán fuera del Valle de México; pero no funda en nada su aseye- ración. ; Orozco y Berra, sale del Valle, pero no se aleja mucho, llega á Xalisco y pone á Aztlán en la Isla de Mexcalla del mar chapálico, y funda esa situación en que Mexcalla significa “ca- sa de los mexicanos.” Este fundamento es insostenible. Mex- calla se compone de mexcalli, que, á falta de nombre castella- no, lo designamos con el aztequismo “mexca),” y de la partícula la, que expresa abundancia, y significa: Donde abunda el “mexcal.” Mexcalli se compone de metl, maguey, de ixcalli, co- cido, hervido, y significa: “maguey cocido.” Todavía hoy pre- paran los indios el mexcal que venden en los mercados como dulce, echando las pencas de cierto maguey, mexcalmetl, en 59 AZTLÁN barbacoa, donde quedan cocidas á dos fuegos. Hasta la veni- da de los españoles no se eleboró el licor “mexal” por desti- lación. Si los mexicanos hubieran tomado el nombre de Mex- calla, se hubieran llamado Mexcalteca. Cuando los mexicanos le daban nombre á un lugar, porque residían en él, se llamaba Mexicapa. Chavero, después de haber sustentado la opinión de Oroz- co y Berra, que hemos combatido, adopta otra, con la que cree haber fijado tan claramente la ubicación de Aztlán, que en lo de adelante terminaran las disputas que ha habido durante tantos años sobre el lugar en que se encontraba la patria pri- mitiva de los mexicanos. Exponiendo su opinión Chavero, hace observar que el con- quistador Nuño de Guzmán siguió en orden inverso el mismo camino de las peregrinaciones nahoas, y como la expedición de Guzmán está pintada en el LIENZO DE TLAXCALLA, señala en esta pintura el punto terminal, que en Piagtlán, hoy Piazta, y como anteriores, á Xayacatlán, Tonatiulahuetziyan, Tlaxichco, Colhuacán, hoy Culiacan, Colotlán, Colihpán, Queteallán, Chia- metla, puerto en la costa de Sinaloa, y, por último, Aztlán.— “Estos datos—dice Chavero—son suficientes para demostrar que Aztlán estaba en una laguna al sur de Chiametla, y la única laguna que hay allí es la de San Pedro ó de Mexticacan. Para mayor abundamiento, dan Pedro se llama Aztlán, y una hacienda que hay allí y un pueblecito llevan el nombre de Az- tlán. A esta laguna la llamaba el Sr. García Cubas (geógrafo), de Mexcaltitlán, y dice que es muy extensa y se comunica con el mar: está á los 220 de latitud norte, y hay en ella una isla y pueblo llamados Mexticacán.” En una nota al pasaje preinserto dice el mismo Chavero : —'““Siempre hemos preferido, como prueba de lo que escribi- mos, las pinturas de los jeroglíficos que nos dejaron los indios; pero no desconocemos la importancia de las relaciones de, los mismos conquistadores, y en el interesante punto que trata- SE IGNORA SU UBICACIÓN, 53 mos, ellas vienen á ser comprobación exactísima de nuestra opinión. En la Relación de la entrada de Nuño de Guzmán que dió García del Pilar, su intérprete, se refiere que la expedición llegó á Xalisco, después fué al Río Grande, luego á Umitlán, en la provincia del Teul, que se llama Temoaque, y de allí, á cabo de siete días, poco más ó menos, á la provincia de Azta- tlán, que es cerca de la Mar del Sur.” De Aztatlán, dice que Nuño de Guzmán se fué á Chiametla. Tenemos pues, que Az, tatlán, en esta relación como en el lienzo de Tlaxcalla, está entre Xaliseco y Chiametla, sobre la costa del Pacífico, es decir, en la laguna de Mexcaltitlán ó Mexticacán: cualquiera de estos nombres que aceptemos tiene por raíz Mexi, el dios de los Az- » A Con el LIENZO DE TLAXCALLA y con la Relación de García del Pilar, ha probado Chavero que Nuño de Guzmán estuvo en un lugar llamado Aztlán, situado entre Xalisco y Chia-. metla; pero no ha probado que ese Aztlán haya sido la patria primitiva de los Mexicanos. Siguificando Aztlán “lugar de garzas,” y siendo tan abundantes estas sancudas en todo el litoral del Pacífico, nada extraño es que haya varios lugares que lleven el nombre de Aztlán. Las pinturas y las crónicas están de acuerdo en que los Mexicanos salieron de Aztlán y llegaron por agua á Colhua- cán. Estando Aztlán (el de Chavero) á 220 latitud N, y Col- huacán á 24048", tuvieron que caminar los Aztecas más de setenta leguas de Sur á Norte, lo cual no es verosímil, porque la emigración de las tribus fué urgida por algún cataclismo, ó por terrible calamidad acaecidas en el Norte, y si pues huían de aquella región, ¿cómo, al salir de Aztlán, se habían de in. ternar en el rumbo de donde eran empujados? Orozco y Be: rra, para salvar esta dificultad, pone á Colhuacán en ¡Gmuana- juato! pero esta aseveración es inadmisible porque los cronistas y todos los jeroglíficos representan el viaje con un hombre que. navega en una conoa; y de Aztlán (el de Orozco y Berra: Mex- ¡SApES AZTLÁN calla en Chapalla) no hay camino contiguo por agua hasta Gua- najuato. El camino directo y contiguo por agua sólo puede existir poniendo á Aztlán al E. ó al N del Golfo de California, el cual deben haber atravesado los peregrinos para internarse en el río, á cuya margen derecha se encontraba Colhuacán, llamado después, por los Colhuas en México, Huey-Colhua- cán. Nuño de Guzmán, en 1531, y en memoria del antiguo Colhuacán, fundó en la margen izquierda del mismo río, la ciudad conocida hoy, en Sinaloa, por Culiacán, que está cerca del antiguo, aunque en la ribera opuesta, y que se llama hoy Culiacancito. : El argumento filológico que hace valer Chavero afirmando que la laguna en que está su Aztlán se llama Mexcaltitlán 6 Mexticacán, y que estos nombres tienen por raíz á Mexi, el diós delos Aztecas, no tiene valor alguno. Ya hemos dicho en el pá- rrafo tercero de este artículo, combatiendo á Orozco y Berra, que Mexcalla significa “donde abunda el mexcal,” y ahora agre- gamos que, por metonimia, puede significar “donde abundan los magueyes del Mexcal,” tomando la causa por el efecto, ó el productor por el producido. Idénticas radicales tiene Mexcal- titlán, y no hay más diferencia en los vocablos que la posposi- ción titlán con que termina el segundo, que equivale á “entre,” y significa el nombre “Entre el mexcal” ó “Entre los magueyes de mexcal.” Para que cualquiera de estos nombres tuviera por raíz á Mexi, era necesario que su estructura fuera, si se refie- ren á la residencia del diós, México, Mexicalco ó Mexicaltzinco; y si se refieren á la residencia de los Mexicanos: Mexicapan, Tampoco Mexticacán tiene por radical á Mexi. Este nom- bre es una adulteración de Metetitecacán que se compone de metetiteca, gentilicio de Metetitlán, y de can, lugar, y significa: “lugar de metetitecas” esto es, de gente de Metztitlán. En el actual Estado de Hidalgo hay un pueblo de este nombre que se compone de metztli, luna, y de titlán, en sentido general, lugar: “Lugar de la Luna.” Debe este nombre á la circunstan- SE IGNORA SU UBICACIÓN. 55 cia de estar una imágen de la luna en un peñasco inacsecible. Expone Chavero que Mexticacán significa: “En donde se oye á Mexi” Como no descompone el vocablo, se ignora los ele- mentos de su formación; pero cualesquiera que sean, no puede tener el nombre la significación que le atribuye. Esta, deman- da la estructura siguiente: Mexic-cacoa—-yan, que se compone de Mexictli, que, en composición, pierde la sílaba tli y queda Mexic; de cacoa, se oye, voz impersonal de cagui, oír; y de yan, seudo posposición que connota el lugar donde se ejecuta la acción del verbo á que se une; formado así el nombre si tiene la sig- nificación de “En donde se oye á Mexic;” pero, como se ad- vierte desde luego, la estructura es muy diversa de la de Mex- ticacán. : Por lo expuesto se ve que nilos jeroglíficos, ni las crónicas, ni la filología confirman la solución que creyó haber encontrado Chavero al problema de la verdadera ubicación de Aztlán. Queda, pues, en pie la imextricable cuestión—como la llama Orozco y Berra—del lugar donde iniciaron los Mexicanos su peregrinación. Cuernayaca, Septiembre 1905. SOCIÉTE SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.' MÉMOIRES, T. 23 Proyecto para la enseñanza objetiva. de las fórmulas y ecuaciones químicas Por el Profesor R. RODRIGUEZ, M. S. A. Explicaciones. Cada ficha representa un átomo de cual- quier cuerpo simple y los ganchos las atomicidades ó valen- cias de cada elemento; las fichas de dos valencias tienen en la ranura un semicírculo de alambre en cuyas extremidades es- tán dobladas formando unas como argollas para fijar los gan- chos pudiendo á voluntad ponerse diametralmente opuestos ó juntar uno al lado del otro, haciendo correr uno de los gan- chos en el semicírculo de alambre para colocarla en la argolla que está inmediata á la que contiene el otro gancho. En las de mayor valencia, es un círculo completo que en algunas tie- nen también un número mayor de argollas que los ganchos con el fin de poner dos ó tres ganchos inmediatos unos al lado de los otros. Manera de usarse en las fórmulas. Supongamos que se trata de C1H: se toman dos fichas de un solo gancho y en una se escribe el símbolo del eloro y en la otra el del hidrógeno, se enganchan, quedando formada una molécula de ácido clorhí- drico; para formar una de agua se escriben los símbolos en las fichas enganchándose las dos de hidrógeno en la del oxígeno, dejandolos ganchos delúltimo diametralmente opuestos. Cuan- Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905)—8. 58 PROYECTO PARA LA ENSEÑANZA OBJETIVA do se trata de dos elementos bivalentes, se toman dos fichas de dos ganchos procurando en ambas que los ganchos queden uno al lado del otro enganchándolos en seguida para formar por ejemplo el óxido de calcio; para el amoníaco se toma una de tres ganchos y tres de uno, fijando los de la primera á la distancia de una tercera parte del círculo de alambre en donde se encuentran las argollas, enganchando en seguida las tres fichas de un gancho; para el metano una de cuatro ganchos y cuatro de una, poniendo los ganchos de manera que queden á una distancia de un cuarto del círculo de alambre y engan- chando los del hidrógeno; si se trata de un compuesto de tres elementos, ácido nítrico, se toma un ficha pentavalente fijando cuatro ganchos de dos en dos, uno al lado del otro, en sus lu- gares respectivos que indica el círculo de alambre enganchan- do los dos pares, cada par con una ficha de dos ganchos colo- cados los ganchos como se ha indicado en las de dos; el quinto se conecta con una ficha de dos ganehos y el que queda libre con una de uno escribiendo en las fichas el símbolo del ele- mento. Para las ecuaciones supóngase la más sencilla, agua y so- dio: se ponen dos grupos de fichas que representan agua y dos fichas monovalentes enganchadas representando una molécula de sodio, después de la reacción tendremos desenganchando y volviendo á enganchar de nuevo hidrato de sodio y una mo- lécula de hidrógeno. Otra: nitrato de plata, formado como el ácido nítrico con la plata en lugar de hidrógeno del ácido, más cloruro de sodio; se desenganchan y se enganehah en seguida quedando cloruro de plata y nitrato de sodio. Lo expuesto an- teriormente ereo que basta para su manejo, Observaciones. Como estos útiles son para la enseñanza y no para profesores, voy á exponer las dificultades con que he tropezado con los principiantes; con mucha dificultad se llegan á penetrar de la valencia de los átomos pues al decirles que el azoe es trivalente y que entra en la composición del amo- DE LAS FÓRMULAS Y ECUACIONES QUÍMICAS. 59 níaco, se empeñan en escribir en la fórmula tres átomos de azoe; mientras que explicándoles que cada valencia se repre- senta por un gancho y que el ázoe es trivalente y el hidrógeno monovalente y que el amoníaco es el resultado de la combi- nación de estos dos cuerpos, sin dificultad forman una molécu- la de amoníaco; en las ecuaciones la dificultad es mayor pues se tropieza no solo con la de la valencia sino que alteran las fórmulas ó ponen cantidades mayores ó menores en el segun- do miembro de las que contiene el primero. Con las fichas no se tropieza con esa dificultad, pues ni alteran las fórmulas ni las valencias porque no pueden agregar ni quitar ganchos, ni aumentar ni disminuir el número de fichas, en consecuencia el trabajo para la enseñanza disminuye notablemente. Querétaro, 1905. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '“ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. A A DESVIACIONES DE LA AGUJA MAGNÉTICA EN EL CERRO DÉ EL GIGANTE (La. Luz, Guanajuato) POR EL INGENIERO EDMUNDO LEAL, M. $, A. En el mes de Agosto del año próximo pasado, se me en- comendó la medida de un terreno, el rancho del Refugio, ubicado en el Distrito de la Luz, de este Estado de Gruana- juato. Se trataba de la venta del expresado terreno y fijado el precio de la unidad superficial, mi comisión quedó limitada á la determinación de su área, sin que los interesados desea- ran plano detallado. Aunque de antemano sabía yo en donde se encontraba si- tuado este terreno, no creí que él comprendiera nada menos que al cerro del Gigante, la mayor altura de la Sierra de Grua- najuato, pues de lo contrario, hubiera ido provisto de los ins- trumentos necesarios para determinar su altura sobre el nivel del mar. También hubiera procurado, pues bien lo deseaba, fijar siquiera la posición de los vértices de los principales ce- rros y tomar algunos datos para la configuración, aunque fuera ésta aproximada, pero solo contaba con el tiempo absolutamen- te indispensable para el levantamiento del perímetro de la fin- ea y nada más me fué posible. Siendo sin embargo necesario para tener una idea, siquiera sea vaga, de las montañas en las cuales observé algunas fuertes desviaciones de la aguja mag- - nética, al ejecutar las operaciones de mi levantamiento, un 62 DESVIACIONES DE LA AGUJA MAGNÉTICA eróquis de dichos cerros, he formado éste, que si bien debe estar muy imperfecto, pues ha sido violentamente dibujado atendiendo solamente á las poquísimas notas que recojí en el caminamiento seguido, ereo será suficiente para el objeto. El instrumento de que hice uso en estas operaciones, es un Salmoiraghi, modelo mediano, con brújula de muy cortas dimensiones, que empleo hace algún tiempo, siguiendo siem- pre la costumbre de calcular los rumbos tan luego como he hecho las lecturas, para tener comprobación con los observa- dos y evitar equivocaciones. Varias veces he tenido ocasión de encontrar desviaciones de la aguja comprendidas entre uno y dos grados, pero ahora, han sido éstas de tal magnitud, que he querido consignarlas por medio de este escrito, atendiendo á la importancia que reportan para el cerro aludido. La inspección de mi registro manifiesta, que, en la estac. N? 6, próxima á la mojonera del cerro de La Abería, no tuvo la aguja desviación sensible, si se tiene en cuenta que, dadas sus pequeñas dimensiones, no es posible que haya precisión en las lecturas, ni tampoco es necesaria, desde el momento en que solo sirve de comprobación y una discrepancia hasta de un cuarto de grado, no puede atribuirse á desviación. La ob- servación es la estac. N* 7, fijada por medio de un triángulo por encontrarse á más de 1,230 m. de la N* 6, y un poco abajo del vértice del cerro de El Gigante, al tomar el rumbo inverso de 6-7, ó sea, el directo de 7-6, produjo la primera y más no- table de las desviaciones en contradas, pues ésta fué de nue- ye y un cuarto grados próximamente, al oriente: en la próxima estac. N? 8., á 40 m. de la anterior y situada sobre el vértice del cerro, observo casi seis grados de desviación: solo medio grado en la N? 9., distante 65 m. de la N? 8: anotando la cons- tante de uno y medio grados en las tres siguientes, Nos. 10, 11 y 12, distantes: 182 m., la N* 10 de la N* 9.: 397, la N* 11 de la N? 10: y 50, la N* 12 de la N* 11. En la estac. N* 13., á 62 m. de la N* 12., solo fué la desviación de tres cuartos de EN EL CERRO DE EL GIGANTE. 63 grado, dejando ya de notarse en la N* 14., que se fijó á 193 m. de la N* 13., y tampoco se observó en las siguientes, pues las pequeñas divergencias obtenidas entre los rumbos calcula- dos y observados y de estos últimos, entre el directo y el in- verso, no pueden atribuirse más que á la ruda aproximación de las lecturas hechas en una brújula pequeña. Por último, en la estac. N* 26., que dista unos 900 m. de la mojonera del cerrito Blanco, noté dos grados de desviación, sin observar ninguna apreciable en las estaciones anterior y posterior. El cerro de El Gigante se encuentra, como he dicho, en el distrito minero de la Luz, Gto., y á dos leguas próximamen- te, al norte de este mineral, cabecera del Distrito; quedando, en consecuencia, al noroeste de la capital de Guanajuato y poco más ó menos á seis leguas de ella. Lo he visto figurar hasta en pequeñas cartas del Estado, asignándole el señor García Cubas, en su atlas, la altura sobre el nivel del mar de 2,346 m., número que es á mi juicio muy bajo, pues otro cerro también llamado de El Gigante, que se encuentra cerca de León y que es incuestionablemente más bajo, tiene más de 2,600 m., según observaciones comprobadas, no cabiendo du- duda alguna en que este Gigante de La Luz es, como antes he indicado, la altura dominante de la sierra de Guanajuato, en la parte de la cordillera que recorre el plan llamado de el Bajío y que por su proximidad al mineral de La Luz, que está sobre la misma cordillera y cuyas minas han producido las más grandes bonanzas de México, es digno de particular aten- ción y de que, personas entendidas en la materia, emprendan acerca de él, un detenido estudio. León, Marzo de 1905. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '“ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. APUNTES PARA UNA MONOGRAFIA DE DESMODUS RUFOS, We. POE EL DOCTOR A. DUGES, M. $S. A. (Lámina ID. Uno de los QUIRÓPTEROS más interesantes de México es el que hace el objeto” de este pequeño trabajo. Gracias á la amistosa condescendencia y al empeño de mi excelente y sa- bio amigo el Prof. Alfonso L, Herrera por todo lo que toca á la difusión de las ciencias naturales, he podido estudiar un número de estos mamíferos suficiente para hacer observacio- nes sobre su morfología y anatomía que me parece útil dar á luz, tanto para rectificar con diseños exactos algunas figuras poco correctas ya publicadas, como para dar á conocer ciertas particularidades notables. Ha sido necesario para este doble objeto multiplicar los dibujos, que son indispensables para dar una idea clara del texto. En el orden de los QUIRÓPTEROS se distingue bien el sub- orden de MICROQUIRÓPTEROS, y entre éstos la familia de FI- LOSTÓMIDOS que contiene la subfamilia de FILOSTÓMINOS; no cabe dar aquí los caracteres de estas divisiones tales como Dobson las entiende, y bastará definir el grupo á que perte- nece el Vampiro de México. Los DESMODONTES se reconocen por su hocico corto y có- nico, una hoja nasal distinta, la membrana interfemoral angos- ta y la carencia de cola. Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —9. 66 MONOGRAFÍA DE La dentición es i 7; e 7-1; prom. ¿735 M. 3, 6 q; Tooisi vos superiores muy grandes, filosos, ocupando todo el espacio entre los caninos. Se dividen en dos géneros: DESMODUS y DIPHYLLA; estos últimos poseen un molar rudimentario en ambas mandíbulas, y su membrana interfemoral está inte- rrumpida en medio. Gén. DESMODUs, Wied. Neuwied, 1826. “Vampiro de Mé- XICo.” Incisivos A can. E 3 prom, 53= 20 en el adulto. Ni en éste ni el joven ó el feto he podido descubrir un molar aun- que fuera rudimentario. Incisivos superiores muy fuertes, ar- queados, puntiagudos, filosos y convergentes; incisivos infe- riores en dos pares, dos de cada lado, con la corona bidentada (Véanse las figuras, como para todo el resto de la descripción), la interna algo más grande que la externa. Caninos superio- res casi tan grandes como los incisivos que los tocan, algo curvos, comprimidos, de borde posterior filoso; los inferiores más pequeños. Premolares superiores subiguales, de base triangular y borde externo saliente, cortante y bilobulado; premolares inferiores comprimidos, el primero recostado oblí- cuamente sobre el segundo, el tercero con corona de dos pun- bas. El hocico es corto y la mandíbula algo prominente. Los orificios nasales son oblícuos y están rodeados de una lámina saliente, en forma de herradura escotada hacia arriba, encima de ella hay una hoja nasal corta y pegada á la cara. En el la- bio superior del macho he observado una caruneulita abajo de la nariz, acompañada con otras 3 Ó 4 más chicas; en la hem- bra he visto solamente dos verruguitas en medio del labio su- perior; el labio inferior presenta una laminita hendida en me- dio, triangular en la hembra, más grande y semicircular en el macho; una verruga debajo de la barba. Los ojos, muy peque- DESMODUS RUFUS, WIED. 67 ños, y colocados oblícuamente á los lados de la lámina nasal, tienen párpados muy visibles. Las orejas bastante grandes, muy Apaetadsb) una de otra, tienen una forma subtriangular, de ángulo superior embotado. El tragus es angosto, con un diente ó dos en su base, y abajo de él se nota una especie de pequeño reborde bilobulado: en- tre los dos está el meato auditivo. i La lengua tiene bordes paralelos y una pequeña punta en la extremidad: es casi lisa, pues sus papilas no son rasposas. No hay cola. La membrana interfemoral es angosta, y sus extremidades forman un ligero repliegue al lado interno de las piernas. Las membranas alares muy amplias, terminan á la mitad del borde externo de las piernas. -El dedo pulgar está provisto de dos callosidades adhesi- vas, la basilar chica y cónica; la mediana ovalada y estriada transversalmente. Todo lo anterior se refiere al adulto. PARTICULARIDADES DEL JOVEN.—La dentición participa de la del feto. Entre los incisivos y los caninos se observan de cada lado dos pequeños incisivos en forma de ganchos, ineli- nados hacia el paladar: volveré sobre esto. La tibia y el pero- né están unidos íntimamente: la tibia tiene á lo largo una con- cavidad muy clara. FrEro.—Hay que observar que la cara tiene ya los carac- teres del género y su dentición es igual á la que describo en el joven. Su cuerpo está enteramente desnudo. Este feto es- taba contenido en el abdomen de la madre. ESQUELETO.—Como se ve por la figura 14, el cúbito está bien desprendido del radio hasta la mitad de su longitud; en el resto del antebrazo se observa también un surco notable. En el carpo el cuneiforme es grande y triangular, el escafolu- nar y sobre todo el trapecio son chicos: debajo de estos hue- sos se divisan un trapezoide y un hueso mayor coalescentes y un pequeño hueso ganchudo. La primera falange del dedo 68 MONOGRAFÍA DE pulgar es más gruesa que la segunda. El dedo tedio tiené tres falanges. En el omóplato hay que notar la dirección del. apófisis coracoides inclinado hacia abajo y hacia afuera como en Artibeus y no hacia adentro como en Nyctinomus y Lasiwrus que son unos VESPERTILIÓNIDOS. El esternón és aquillado y su pieza proximal forma una punta saliente. El fémur es acd- nalado en su borde superior: la tibia y el peroné están perfee- tamente distintos y separados en toda su extensión, y no sol- dados como lo dicen los autores, cosa que sí se observa en el feto. La mandíbula inferior no tiene apófisis coronoide. PORMENORES ANATÓMICOS.—El intestino parece formado por un tubo uniforme en toda su longitud: á lo menos no he podido distinguirle un estómago distinto. En un macho he vis- to los dos tercios terminales formando tres bolsas llenas de- sangre coagulada, probablemente restos de la digestión, inte- rrumpida por una muerte violenta. Los testículos (observación hecha en Agosto) están ocultos bajo la piel, y el pene erguido y no colgante. En un macho distinguí una doble glandulita anal: cada lóbulo tiene su conducto especial; en cuanto á su estructura, se nota una cápsula general delgada, una porción triangular formada de glandulitas en tubo, dos porciones late- rales de un tejido especial medio transparente, y un semicírcu - lo de fibras musculares estriadas: la cavidad central está tapi- zada por una mucosa cuyo epitelio es muy fino.—En cuanto á la papila mediana del dedo pulgar, se compone de los elemen- tos siguientes: 1%) epidermis con capa córnea delgada y ca- pa intermedia granulosa; el estrato de Malpighi con células cilíndricas provistas de pigmento negro; 2%) una capa dé teji- do conjuntivo muy apretado, y debajo de él otra de fibras elás- ticas; 3?) una capa de tejido adiposo descansando sobre el fibro cartilaginoso que cubre la articulación. DIMENSIONES.—El macho tiene 75 milímetros de largo y la envergadura 33 centímetros. El cuerpo de la hembra mide 8 centímetros y la extensión de las alas 35. El feto ténía las di- 1 ! | le ! DESMODUS RUFUS, WIED. : 69 mensiones siguientes: cuerpo Om 042; envergadura Om 115; cabeza Om, 02. CoLoREs.—La cara es de un pardo rojizo. Una especie de eollar cenizo fodea la barba. El pecho y el vientre tienen un color pardo cenizo. La membrana interfemoral es pardo claró y la alar negruzca. El brazo, antebrazo, pulgar, bajo vientre y tercer dedo con el borde del ala son de color de carne, mien- tras los cuarto y quinto dedos son blanquecinos.—Todas las partes superiores están coloreadas de pardo sepia tirando á rojizo. ! NOTAS GENERALES.—Las mamilas están colocadas debajo de las axilas. Se dice que los pequeños dientes ganchudos son útiles al pequeño para afianzarse del pezón mientras la madro anda volando; pero me parece falsa esta Interpretación. 12) La hembra descansa frecuentemente en las eacerías y enton- ces el joven tiene el tiempo necesario para mamar con tran- quilidad; 2%) estos ganchos agudos implantados en un órgano muy sensible atormentarían á la madre y provocarían de parte de ella movimientos de defensa para desembarazatse de esa molestia; 32) si estos dientecitos fueran necesarios, existirían en todos los murciélagos, lo que no es cietto, y nuncá persis- tirían después de la lactación. He aquí un hecho notable, pero que espera su explicación. Vemos también que en los mamíf: feros los dientes de leche son menos numerosos que los per- manentes, y esta es otra cosa notable en Desmodus. CosTUMBRES.-—La conformación de la boca cón sús papi- las labiales, la extremidad puntiaguda de la lengua, ete., indi- can hábitos de succión, tal vez después de que los incisivos hayan practicado una pequeña incisión en la piel de la vícti- ma. Por ótra parte, la forma del intestino demuestra una ali- mentación líquida, y de una sustancia cuya digestión sea rá- pida y fácil: esta última está evidenciada por la presencia en el intestino de pura sangre, más ó menos coagulada. Los DES- MODUS tienen, pues, los caracteres de chupadores de sangre. 70 MONOGRAFÍA DE DESMODUS RUFUS, WIED. Sin duda las papilas de los dedos pulgares les ayudan á agarrar- se de las pelos de la presa. Según el señor Guillermo Gándara (Circular 18, Comis. Parasitol. Agríc. Méx. 1903) el Vampiro de Tierra caliente existe desde Cuernavaca al Sur, desde Ja- lapa al Este, y en general en los puntos cálidos de México y de otros países intertropicales: se alimentan de la sangre de los animales dormidos, como caballos, bueyes, puercos, ete.— En Royal Nat. History, Lydekker lo indica también en el Sur del Brasil y de Chile. “? En un individuo de los que tuve á mano encontré un pe- queño parásito díptero, el Trichobius Dugesi, descrito ya por Tyler Townsend en 1891. Yo lo había observado en las alas del Vespertilio albescens y del Glossophaga soricina, REmMEDIOS.—Nos resta ahora hablar de la manera de pre- caver á los animales de los ataques del DESMODUS RUFUS Ó Vampiro de México. Los habitantes de los países donde viven los Vampiros han probado, sin resultado, los medios que por más adecuados han tenido. Parece que lo mejor sería hacer, al entrar la noche, una batida en los establos, caballerizas ó zahurdas, para matar cuantos murciélagos se hallaran en los techos y paredes: y, después, cerrar todas las aberturas con alambrados de calado suficiente para impedir la entrada á otros. * Como antes lo dije, no pretendí hacer una monografía de los Desmodus; mas espero que estas notas servirán para com- pletar lo que se sabe sobre estos curiosos (Quirópteros. Guanajuato, Septiembre de 1905. (1) En Agosto pasado recibí de mi amigo Herrera un lote de tres machos y cinco hembras, cogidos juntos, lo que es extraño en animales cuyos sexos viven separados. Dos hembras venían preñadas. Estoindica que la época de la cópula varía en algunos meses, pero siempre en estación cálida. Tal vez entonces los dos sexos habitan juntos. (2) En Cuernavaca acostumbran colgar nopales, ramas espinosas, en los techos de las caballerizas, los murciélagos se clavan en las espinas. También se valen de una lám- para, cuya luz les ahuyenta. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIBES, T. 23. CLASIFICACIÓN DEL ESPECTRO DE * PUPPIS POR EL P. GUSTAVO HEREDIA, S, J., M. S, A,, FR. A. S, Siguiendo la clasificación de Rydberg en las estrellas “Wolf-Rayet,” y tomando como línea fundamental 1 468 en la emisión azul, el espectro de £ Puppis presenta todas las no- tas características de las “Wolf-Rayet.” Se nota, en efecto, la banda continua en el extremo ultra—violeta y las franjas de absorción y emisión de HA y He, en las regiones azul y ama- rilla. Se nota también con toda claridad la raya 2 465 de Campbell y la superposición de bandas de absorción, propia de la constitución nebular, que corresponde al “quinto tipo espectral” del Prof. Pickering (Astronomische Nachrichten N* 3025). Además, si se toma como tipo principal de las “Wolf- Rayet” á y Argus (alios y Velorum), se nota en ¿ Puppis el mismo término inicial de la serie H de Pickering, 4 541, y el mismo contraste de la raya de emisión D¿ con su correspon- diente de absorción. De manera que conforme á estos carac- teres esenciales, parece que £ Puppis debía ser considerada como una verdadera estrella “Wolf-Rayet.” Sin embargo, en los espectrogramas de dicha estrella, obtenidos por la primera vez por el Prof, Pickering, y posteriormente comprobados por mí, por medio de un “Diffraction grating” de Rowland, se (2 CLASIFICACIÓN DEL ESPECTRO DE É PUPPIS. nota claramente la raya K (2 393) que corresponde justamen- te á la línea de absorción del Ca. Ahora bien, en la constitu- ción química de las estrellas “Wolf-Rayet,” clasificadas como tales, no se notan más elementos que H, He, O, N y raras ve- ces C, como evidentemente lo demuestran los análisis de Sir William y Lady Huggins (Proc. of the Royal Society-Vol. 49, pág. 33). De manera que, siendo de hecho todas las estrellas ““Wol£- Rayet, no-metálicas, ocurre la dificultad de la clasificación de ¿ Puppis. ¿Deberá ser considerada como W olf-Rayet, á pesar de su constitución metálica? ¿Deberá más bien agrupársele en la serie del tipo Rigel, aunque carezca de la raya caracte- rística del Mg (1 448)? No se le ha clasificado aún; pero á mi modo de ver, £ Pup- pis debe ser considerada como un tipo transitorio entre las estrellas de “Helio” (clase 1) y las “Wolf-Rayet” propiamen- te dichas. Puebla, Colegio del S. Corazón de Jesús, Sept. 1905. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '“ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 23. UNA INTERESANTE CARTA DE ALZATE. Reproducimos en seguida una carta que nues- tro sabio Alzate dirigió á la Academia de Ciencias de París, y que se halla publicada en la obra titu- lada: Voyage en Califorme pour l'observation de Pas- sage de Vénus sur le disque du Solerl, le 5 Juan 1769; Contenant les observations de ce phénomene, de la des- - craiption Ihastorique de la route de l'Auteur a travers le Mexique. Par few M. CHAPPE D'AUTEROCHE, de l'Académie Royale des Sciences. Redrgé de publié par M. de Cassum fils, de la méme Académie, Directewr en survuivance de l'Observatoiwe Royal de Paris, dec. A Paris, Chez Charles-Antoine Jombert....M.Dcc. LXXII. : En el Avant-propos (p. 3) de dicha obra, Cassin1 dice: “Pour dédommager le public de la perte qu'il a falte par la mort de M. Chappe, surtout du cóté de l'histoire naturelle dont cet Académicien eút pu faire la plus ample moisson, j'ai joint ic1 l'extrait Vune lettre de Don Joseph Antoine de Alzate y Ramirez, adressée á 1”Académie, $ contenant des Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —10. 74 INTERESANTE CARTA DE ALZATE. observations trés intéressantes sur l'histoire natu- - relle des environs de la ville de Mexico.” La carta aludida está en las páginas 54 á 68 de la obra citada y va acompañada de dos láminas, que omitimos en esta reproducción. Como se verá la carta lleva numerosas notas de Cassini, de las cua- les llamamos especialmente la atención sobre la úl- tima, que tanto honra á nuestro sabio compatriota Alzate, quien hasta la fecha ha sido el único mexi- cano que ha sido electo Socio correspondiente de la Academia de Ciencias de París. Extrait d*une lettre adressée de Mexico á la Académie Royale des Sciences, par Don Joseph Antoine de Alzate y Ramyrez, aujourd'hui Correspondant de ladite Académie, contenant des détails intéressants sur 1?histoire naturelle des environs de la ville de Mexico. “) MESSIEURS, Le départ de M. Pauly pour Paris me procure 1'occasion favorable de vous envoyer différents curiosités de ce pays. * Je erois devoir y ajouter une explication que je soumets tou- tefois á votre jugement 6 á vos lumieres. La mort de M. Chappe ra été on ne peut pas plus sen- sible. La Nouvelle Espagne a perdu en lui un sujet dont les lumieres eussent beaucoup contribué á faire connoitre mille curiosités naturelles ensevelies iel dans 1'oubli. Les personnes (1) Cette lettre, écrite en Espagnol, fut remise 41*Académie par M. Pauly, en méme temps que les papiers de M. Chappe: M. Pingré fut chargé de la traduire en Frangois pour en faire lecture dans une de nos assemblées particuliers. C'est cette tra- duction que je suivrai ici, á quelques changements pres, qui ne portent que sur 1”ordre, le style, € quelques tournures de phrases, mais nullement sur le fond des choses. J'ai eru aussi devoir supprimer tout ce qui se trouve dans cette lettre d'étranger á 1'histoire naturelle, ou peu intéressant pour le public. (2) La caisse qui contenoit les différents morceaux d'histoire naturelle que Don Al- zate annonce ici, D'arriya que long-temps aprés cette lettre. L”Académie alors nomma MM. de Jussieu € Fougeroux de Bondaroy pour en faire 1'examen, 4 lui en rendre compte. J'ai engagé M. de Fougeroux á me communiquer les observations qu'il a faites sur les differents morceaux d'histoire naturelle dont il est fait mention dans cette lettre; il a bien voulu me fournir les notes suivantes, $ m'a permis de les insérer ici pour 1'in- telligence de la lettre de Don Alzate. 16 EXTRAIT D'UNE¿LETTRE les plus capables de les en tirer, ou ne s'en occupent point, ou ne sont point en état_de les communiquer au public. Maladie du matlazahuatl. Selcn ce que j'ai pu conclure du rapport de M. Pauly, M. Chappe doit étre mort d'une maladie épidémique que nous appellons ici, en langue Mexicaine, ma- tlazahuatl, 8 qui se nomme vomissement noir á la Véra—Crux, a Carthagene 6 ailleurs. Cette maladie est le fléau du Mexi- que. En 1736 6 1737 elle enleva 4 Mexico plus du tiers de ses habitants; € en 1761 € 1762 elle fit encore les plus grands ravages, € dépeupla ce royaume. Il mourut au moins vingt- elnq mille personnes dams l'encejnte de cette ville; 1l est vrai qu'a cette reprise la maladie contagieuse fut accompagnée de lépidémie de la petite vérole, quí ne contribua pas peu a la destruction. Le matlazabuatl a d'autre cause, á ce qwW'il me paroít, que le mélange de la bile:avec le sang. En effet, les personnes qui en sont attaquées ont une couleur pále, 6 rendent, pour la plupart, le sang par le nez € par la bouche; accident qui arrive a l'approche des crises. ? La rechúte est plus dange- reuse que la premiere attaque, qui est rarement seule. Dans l”épidémie de 1761 (la seule que j'aie pu observer, étant né dans le cours de la premiere), j?al remarqué que les purgatifs Si les saignées étoient tres dangereux, jusques-lá méme que les personnes qui se faisoient salgner ou purger pour d'autres maladies, étoient aussi-t0f attaquées du matlazahualt. Cette maladie Vailleurs s'attacire principalement aux Indiens; 4% c'est toujours par eux qu elle commence. En 1761 € 1762, dans l'espace de douze mois seulement, il entra dans 1”hópi- tal royal (qui ne sert qu'aux seuls Indiens) plus de neuf mille malades; il 1'en réchappa qw'environ deux mille. (1) M. Chappe a point eu de vomissements. Des acces de fievre violents, de grands maux de téte, $ une pesanteur ala poitrine, qu'il appelloit une obstruction; voila la maladie qui 1'a enlevé, $ qui ne paroít pas ressembler á celle que Don Antoine de Alza- te décrit ici. DE D. JOSEPH ANTOINE DE ALZATE. 27 Simples d végétaux.—Mais. 11 "est guere de plante aussi féconde en curiosités botaniques que celle du maís. C'est par elle qu'0n peut s'assurer, avec la plus grande évidence, de la maniere dont se nourrit le grain dans le plante. C'est par elle qu'on vérifie qu'aussi-tót que le grain s'est rempli, la plante reste insipide; $ par conséquent que les sues quelle contenoit d'abord ont servi de nourriture au grain, aprés avoir été améliorés dans la plante. En effet, les plantes de mais qui ne rendent point de graine (elles sont ici en grand nombre), sont toujours d'une extróéme douceur. On les apporte au mar- ché á Mexico; 6 les enfants, qui en font la plus grande con- sommation, les mangent avec autant de plaisir que les vérita- bles cannes de sucre: aussi leur donne-t-on le non de cannes. J”ai exprimé quelques-unes de ces plantes, j'en ai fait bouillir la liqueur, 6 j'en al extrait un sucre parfait. Dans le Mexi- que, aprés avolr semé le mais on le laisse sans culture; il se convertit alors en cannes, 6 ne rapporte aucun fruit. Maguey. Quoique plusieurs Auteurs aient donné de trés bonnes descriptions du maguey plante dont on tire le pulque, espéce de boisson qui supplée ici á la rareté du vin, il me paróit que personne ne est donné la peine de déterminer la quantité de liqueur qwon peut extraire de cette plante, Les habitants de Xochimilco sont ceux qui possedent le mieux la vraie maniere de cultiver le maguey; aussi cotte plante est- elle plus grande chez eux que par-tout ailieurs. Un maguey rend en vingt-quatre heures plus de deux arobes de liqueur, $5 continue d'en fournir autant tous les jours, dans lespace de six ou huit mois. (” Cascalotte.—Je vous envole aussi un simple que me paroit ótre le meilleour de ceux que 1'on a employés jusqw ici pour la (1) L'arobe est á-peu pres de 25 livres; ainsi 1'en peut compter sur le pied de quatre arobes enyiron pour le quintal. 78 EXTRAIT D'UNE LETTRE teinture en noir. 1 se nomme cascálotte " L'arbre en est grand: il eroit seulement dans les pays trós chauds. Sa feuille est petite, 65 ressemble fort á celle de 1huisache, dont je parlerai tout-4—1'heure. Sa leur estjaune. L'aceroissement de l'arbre est aussi, ou méme plus lent que celui du chéne. Je ai pas besoin Ven décrire le fruit, puisque j'ai 1"honneur de vous Venvoyer. On ne trouve ici de noix de galle que chez les apothicaires, qui en font usage dans le remedes, 6 sont obligés de les tirer d' Europe. Nous n'aurions done pas de moyen de teindre en noir, si la nature ne nous eút procuré le secours de la cascalotte. J'ai dit que la teinture que ce simple fournit est la milleure de toutes, parceqwWelle est moins corrosive que les autres; aussi porte-t-on ici plus géneralement des étoffes noires, parceque 1'expérience a convaineu que cette couleur est la plus durable de toutes. En effet on voit les chapeaux, méme les plus communs, ne perdre jamais rien de leur pre- mier lustre, $ se mettre en lambeaux avant que la couleur en soit le plus légérement altérée. D'huisache.—D' huisache Y sert aussi á la teinture en noir, mais avec moins de suecés que la cascalotte. Son principal usage et de fournir l'encre á écrire. Cet arbre demande une tempé- rature chaude; on a cependant la mauvaise coutume de le planter dans des terreins froids, tel que celui de la ville de (1) La cascalotte est une espece d'accacia; son fruit est une silique (fig. 1 4 2 Pl. 2) longue é large, sonvent repliée sur elle-méme, comme on le voit; elle est composée d'un liber ou parenchyme ligneaux a, mince (fig. 3), couvert d'une écorce épaisse b, elle est extérieurement un peu rougeátre, 62 se réduit aisément en une poudre fine, lorsqw'elle est seche. La gousse renferme plusieurs graines (fig. 4) un peu applaties, d'une jaune elair $ luisant. On sait que les gousses de presque tous les accacias donnent une couleur noire: elles peuyent aussi servir á tanner les cuirs. Sloane dit que 1'acacia indica sert a faire de Vencre. (Hist Jamaica.) (2) L'huisache est aussi une espece d'acacia qui a du rapport avec 1'mga ou pois sucrin d'Amérique, décrit par plusieurs Botanistes (figs. 5 $ 6). L'écorce de cetúte silique est dure, épaisse $ noire; elle contient plusieurs semences, chacune dans une loge parti- culiere (fig. 7), la gousse étant divisée par cloison (fig. 5). DE D. JOSEPH ANTOINE DE ALZATE. 79 Mexico oú 1'on en compte sept, outre ceux qui sont As lPenclos des bains. Ahuehuete.—Je vous envoie un dessói exact de l'arbre monstreux d'Atlisco, que 1%on nomme ahuehuete; ses propor- tions sont prises avec la plus grande exactitude. Cet arbre est toujours d'une extréme grosseur. Je joins ici sa semence ou sa noix, 6 sa feuille. Y i Sabino. Puisque j'en suis sur les arbres montrueux, il ne sera pas hors de propos de dire un mot du sabino, qui est dans le cimetiere de Popotla, village éloigné d'environ une demi- ligue de Mexico. Son trone, bien mesuré, a seize vares 6 demie de circonférence (notre vare a un peu moins de trois pieds- de—ro1). Y : Sapote blanco. Dans le cour de la maison du Vicaire on voit encore un arbre qui présente un phénomene singulier. On a coutumé d'attacher les chevanx á une de ses branches, qui, en conséquence, se trouve absolument dépouillée de son écorce; de maniere que 1'on vy voit que la partie ligneuse. Malgré cela cette branche conserve sa verdeur, € donne du fruit comme si elle étoit revétue de toute son écorco. L'arbre est beau, € donne un fruit tres agréable. Nous 1”appellons sapote blanco. (1) La figure de cet arbre que Don Alzate a envoyée ne pouvant donner aucune lumiere pour déterminer son espere, j'ai eu recours au fruit $ á une feuille qui se sont trouvés dans une méme paquet; $ a leur inspection, j'ai pensé qu'ils pouvoient appart- tenir au cupressus lusitanica patula, fructu minori (Inst. pag. 587). Les fruits sont composés d'écailles (fig. 8 € 9), £z les semences sont disposées en dedans eomme elles le sont dans les coniferes; ainsi c'est un vrai eypres qui ne peut point avoir de rapport avec les cupressus foliis acacioz deciduis, chaque écaille dans le fruit de ce dernier recouvrant la semence. D'ailleurs le feuille qui s'est trouvée jointe aux grai- nes de 1'arbre du Mexique est composée de folioles (fig. 10), qui ne sont point opposées. comme dans le cypres á feuille d'accacia, UU résulte done de cet examen, que 1'arbre dont parle Don Alzate n'est point le eypres a feuillc d'acacia ce n'est point non plus celui de Portugal, quique 1'ahuehuete ait un vrai rapport avec celui-ci par ses fruits. C'est done une nouvelle espece de eypres non décrite, $. qui entreroit nécessairement dans le genre des cypres. . (2) Le tronc de cet arbre a done environ 50 pieds de circonférence. 80 EXTRAIT D'UNE LETTRE Chia. Je vous envole une semence que nous appellons chia; on la met en infusion pendant deux heures, on y méle du sucre, 6 on boit la liqueur. C'est de cette semence que 1'on tire 1'huile dont nos Peintres se servent pour broyer leurs couleurs, €% qui produit un si bel effet sus nos tlabeaux: peut- étre lui trouvera-t-on un autre usage. Le moyen dont on se sert pour extraire 1'huile est de faire griller la semence, d de la presser ensuite. (” Cacahuate. Je me rappelle une plante qui va pas, je erois, son égale parmi les plantes connues: on la nomme cacahuate. Y On connoít plusieurs plantes: qui nous nourrissent de leurs racines: mais qu/une plante produise son fruit dans sa racine méme, C'est, je crois, une propriété particuliere á celle dont je parle. Je vous envoie la plante 6 le fruit; il ne me reste done plus qu'á parler de la maniere dont on la cultive. On la seme dans les pays chauds; elle réussit méme dans les climats tem- pérés. On seme le fruit á la distance d'un pied; $ 1on attend que la plante soit élevée d'environ un demi-pied; on enterre alors cette branche (qu'ils nomment fstolillo), de maniere que ses deux extrémités, la racine 6 la pointe, restent couvertes de terre jusqu'au moment de la récolte. Ce temps venu, on leve les branches de la plante pour en tirer le fruit qwon y trouve en abondance. Quoiqu'on ne recommence pas á semer; le champ, a l'aide de ce qui est resté, produira toujours un noveau plan. La quantité qu'on en consomme dans ce royaume, (1) Les graines que nous a envoyé Don Alzate appartiennent a la plante nommée par M. Von Limné salvia hispanica. Cette graine a levé ici, ou 1'on avoit déja la plante depuis long=temps. Les Italiens la cultivent aussi; M. Harduini en a donné une descrip- tion, € une figure. (2) Cette plante est 1'arachinna ou 1'arachis de M. Von Linné, pistache de terre d'Amérique; elle donne des fruits qui sont des gousses dont la peau est fort tendre d cas- sante (fig. 11), sur-tout quand elle est seche. On trouye dedans une ou deux amandes (fig. 12), qui sont agréables au goút, ce qui les fait nommer piistaches de terre. Elle est commune dans tous les pays chauds d'Amérique: elle a levé dans nos climats dans les serres chaude, £ a produit des fruits; elle enfonee son pistil dans la terre, € le fruit y márit. DE D. JOSEPH ANTOINE DE ALZATE. 81 sur—tout pour la collation, est incroyable. La maniere dont on prépare ce fruit pour le mettre en état d'étre mangé, est de la faire rótir á un feu lent. On sen sert aussi á d'autres usages, pour suppléer á la disette Vamandes oú nous sommes dans ce pays. Ce fruit est mal-sain, sur-tout pour la gorge. J”avertis ici que la plante produit son fruit, non dans la racine qui s'est dabord formée, mais dans l'extremité qui est recouverte de terre. 1l faut ajouter une autre circonstance, c'est que la plante est dans sa plus grande beauté lorsqu'il y a du soleil; elle se fane lorsque cet astre vient á lui manquer. Poissons vivipares a écailles. Voyez figure 1, Pl. 2.—Je vous envoie des poissons vivipares á écailles, dont je vous avois donné précédemment une notice. ? Voici ce que j'ai observé en eux cette année. Si en pressant avec les doigts le ventre de la mere, on en fait sortir les petits avant le temps, en les examinant au microscope, on y observe la circulation du sang telle qu'elle doit étre dans un poisson déja grand. Si 1'on jette ces petits poissons dans l'eau, ils nagent aussi-bien que s'ils avolent vécu depuis long-temps dans cet élément. Les máles ont les nageoires 6% la queue plus grandes % plus noires; de sorte qu'á la premiere vue on peut facilement distinguer les deux sexes. La maniere de nager de ces poissons est singu- liere; le mále 6 la femelle nagent ensemble sur deux lignes paralleles, la femelle toujours au dessus $ le mále au-dessous : 1ls conservent aussi toujours entre eux une distance constam- ment uniforme, 6 un parallélisme parfait. La femelle ne fait (1) Don Alzate a envoyé 41' Académie ces poissons conservés, dans de 1'eau-de- vie; ils ont la peau couverte de tres petites écailles; leur longueur varie depuis un pouce jusqu'a dix—huit lignes, $ .ils n'ont guere que cinq, six € sept lignes dans leur plus grande largeur: ils ont de chaque cóté $ pres des ouies une nageoire a, deux autres petites na- geoires b sous le ventre, une unique d derriere 1'amus, c, qui se trouye entre la negeoire b £ celle unique d; la queue e n'est point fourchue; enfin ce poisson a encore un aileron $ sur le dos, un peu au dessus de la nageoire d, que nous avons dit étre sous le ventre. On connoit dans nos mers quelques poissons vivipares, comme les loches, $0. Ces poissons ont pour la plupart la peau lisse $ sans écailles. L'aiguille d'Aristote est vivipare $ cependant recouverte d'ecailles larges é dures; je 1”ai péchée ayant encore des petits dans la matrice. Quant a ces poissons vivipares dont parleici Don Alzate, c'est une espece particuliere $ nouvelle que nous lui avons obligation de nous faire connoítre; elle se multiplie dans un lac d'eau douce voisin de la ville de Mexico. Mem. Soc. Alzate. México. . : T. 23 (1905) —11. 82 EXTRAIT D'UNE LETTRE pas en seul mouvement, soit de cóté, soit vers le fond qu'il ne solt á l'instant imité par le mále. Araignées. Entre les insects les plus singuliers, on trouve ici une araignée qui mérite une attention particuliere. Elle res- semble fort, par la figure, aux tarentules du royaume de Naples. Elle peut avoir huit lignes de long; elle est velue: sa couleur est cendrée, Jamais on ne la volt le jour; elle ne paroít la nuit qu'en temps serein mais annonce une pluie prochaine: clest un borometre infaillible. Un Curieux m'avoit communiqué cette remarque: je 1'al souvent vérifiée avec tout le succés possible; car toutes les fois que j'ai vu de cette espece d'araig- nées, J'al remarqué qu'en vingt-quatre heures le temps chan- geoit, 6 se mettoit á la pluie. Papillon.—La mariposa plateada, ou le papilion argenté, m'a paru, Messieurs, d'autant plus digne de votre attention, qu'il ne s'en trouve point chez vous, du moins ren trouve-t-on pas la description dans l"ouvrage de M. de Réaumur Les cocons (1) Nous avons ici des papillons nacrés qui ne different de celui du Mexique é de 1” Amérique que par la grandeur. Les nótres sont plus petits £ un peu moins colorés. Le elimat peut produire ces variétés dans 1'espece. Les papillons nacrés dont il s'agitici, € les nótres sont des papillons diurnes. M. de Réaumur 6 M. Geoffroy ont décrit ces der- niers, $ ils annoncent tous deux quils ne connoissent pas la chenille qui donne ces papillons. Par analogie on pourroit eroire que ces chenilles, étant de la classe de celles qui donnent des papillons diurnes, ne font point de coque; que les chrysalides s'attachent a des branches d'arbres, € s'y métamorphosent. Si l'observation de Don Alzate est juste, 6 si réellementle papillon nacré qu'il nous a envoyé est sorti de ees coques singulieres, il en résulteroit pour nous de nouvelles con- noissances. 12 Comme nous avons trouvé dans ces coques des dépouilles de chenilles épi- neuses, nous en pourrions conelure que le papillon nacré provient d'une chenille de cette - espece. 22 Nous pourrions connoissant la coque du papillon nacré du Mexique, qui a beaucoup d'analogie avec les nótres étre plus a portée de trouver la coque d la chenille quí donnent ces papillons, trés communs dans nos climats. Mais nous craignons que le papillon nacré que Don Alzate nous a envoyé ne soit point sorti de la coque qu'il y joint, é par conséquent cette observation mériteroit une nouvelle vérification. Ce qui me fait former ce doute, c'est que Mademoiselle de Merian a décrit la chenille de ce papillon diurne; elle la regarde comme ne faisant point de coque, $ dit que la chrysalide se suspend comme la plupart de celles de la méme classe. (Voyez Insectes de Surinam, tome 1, plan- che 25). Au reste cette coque (fig. 2 % 3, Pl. 1) que nous aenvoyé Don Alzate sera toujours sin guliere par le converele a que se pratique 1'insecte, € qu'il détache á volonté. On voit dans la fig. 2 cette coque, dont la porte a est ouverte; la charniere est en b, $ la coque est attachée á une branche dans sa partie c. DE D. JOSEPH ANTOINE DE ALZATE. 83 que je vous envoie sont curieux par leur structure. Je ne erois pas qw'on en trouve de semblables en Europe. Vous expli- querez mieux que personne, Messieurs, la maniere dont le petit papillon ouvre, en naissant, son couvercle, ou la porte de son cocon, lorsque vous aurez examiné l'adresse avec laquelle elle est ajustée. J”al tous les ans une infinité de ces cocons, 6 je nal encore pu m'assurer, ni de la maniere dont le papillon sort, ni de l'industrie quw'emploie le ver pour tra- vailler si artistement son cocon, ni enfin comment les fils, étant glutineux, ne se collent pas ensemble dans le temps de la formation du cocon. J'aurois bien des choses á dire sur nos papillons, mais ce sera pour une autre occasion. Pétrifications. Dans une lettre que j'ai eu anciennement l"honneur de vous écrire, je crois vous avoir dit, Messieurs, que j'ignorois qu'il y eút des pétrifications dans ce royaume. Je me suis assuré depuis qu'il en trouve quelques-unes dans le petit lieu de Chalma; je compte my rendre pour avoir une plus ample connoissance de ces pétrifications. J'ai vu des co- quilles trés précieuses trouvées á Souvra; ” leur matiere est précisement celle dont on tire l'argent; 6, 1"or, On m'assure aussi que dans la province de Roucra on a trouvé en creusant dans une mine, des corps humains pétrifiés, dont on a tiré beaucoup Vargent; 6, entre autres, le corps d'une femme tenant son enfant dans l'attitude de lui présenter le sein. Les deux corps sont parfaitement pétrifiés; 1ls ont rendu une quan- tité considérable Vargent. Ce fait me paroissant mériter con- firmation, j'ai voulu en ótre assuré par la déposition de témoins oculaires. J'ai écrit en conséquence á des personnes de ladite province; J'attends avec impatience leur réponse. Ossements d'une grandeur singuliere. J'ai donné á M. Chappe une dent molaire, si exorbitamment grosse, qu'elle pesoit plus (1) Probablemente se refería Alzate á Sonora (R. A. S.) 84 EXTRAIT D'UNE LETTRE de huit livres; elle avoit plus de dix pouces de long, $s le reste en proportion. De quel animal venoit cette dent? Je 1'ignore. On me l'avoit donnée comme un os de géant. Ce que je puis assurer, c'est que l'émail de la dent étoit, en grande partie, conservé. Un Curieux de ce pays possede aussi un os de jambe, qui malhereusement vest point en son entier; il en manque une partie. La téte de fémur a un pied 6 demi de diametre. On a trouvé cet os prés de Toluca. 1' Indien de qui on la acheté, s'en servoit pour barrer sa porte; ce qui est pas ótonnant, puisque ce qui reste de cet os a encore plus de cing pieds de longueur. On ma rapporté que le Curé du village de Tecali vient de découvrir des os une grandeur mons- trueuse, 6, ce qui est de plus étonnant, qu'il a trouvé des sépuleres proportionnés á ces os. Je m'en informerai avec le plus grand soin, 6 je vous communiqueral, Messieurs, ce que j'aurai découvert á ce sujet. Dans vos Mémoires de 1744, on parle de poissons morts trouvés dans les puits de Mexico, a 1'oecasion d'un volcan qui fit éruption á la Vera-Cruz. Rien de plus faux. Quelque re- cherche que j'aie pu faire, je Wai pu me procurer aucun éclaircissemment á ce sujet. A la Véra-Crux on va pas la plus légere idée de ce volcan. A Mexico, on ne peut rien trouver dans les puits; ils sont aussi nombreux que les maisons, leur profondeur excede jamais six pieds. L'eau se trouve á trois pieds au plus, 6 le plus souvent á un pied. Comment y pourroit-on trouver des poissons morts, puisque la Nature seule du terrain empéche qu'il v”y ait des conduits souterralns. Je parlerai ici d'une singularité qui se trouve dans le domaine royal des mines de Pachuca, en la dépendance im- médiate du département del Salto. C'est une montagne formée de pierres qui ont toutes les figures imaginables. On trouve les pierres toutes taillées de la grosseur 65 de la figure dont DE D. JosEPH ANTOINE DE ALZATE. 85 on les peut desirer; on na que la peine de les détacher du monceau. Ces pierres no sont pas rangées horizontalement, mais perpendiculairement á l'horizon; € telle quest une de ces pierres, on peut étre assuré que toutes celles qui sont au dessus ou au dessous lui ressemblent. “” Ce que je vais rapporter vest pas de méme espece, mais ne mérite peut-ótre pas moins Vattention. Il 'agit Vune pierre dont je ne puis spécifier la grandeur, parceque la plus grande partie se trouve enfoncée dans la terre. Sa surface extérieure est de plus de trois pieds; sa couleur est celle du marbre noir, a l'exeption Vune tache, ou plutót d'une incrustation de matiere différente qui s'y trouve comme amalgamée. La singularité de cette pierre consiste en ce que le coup le plus léger qu'on lui donne avec le doigt y occasionne un son avec des vibra- tions de longue durée: aussi cette pierre a—t-elle été nommée la pierre cloche, tant le son qu'elle rend re zemble á celui Pune cloche. Elle se trouve dans le lit d'une riviere qui ne coule pas toujours, $ qui traverse la ville de Cuautla, capitale de ce que nous appellons Amilpas 4 dix-huit lieus ¿á-peu-prés au sud de Mexico. Voici un fait dont je suis témoin, € vous le serez vous— mémes, Messieurs, puisque je vous envoie les pétrifications du domaine royal des mines de Huanajuato, dont la beauté est inimitable. On trouve dans une de ces mines, des pierres, 0u, pour mieux dire, dans toutes les pierres qu'on tire de cette mine, de quelque maniere qwon les divise on voit 1*image dun cedre admirablement imité. Il y a dans quelques—-unes de ces pierres une particularité remarquable; la partie qui forme l'image du cedre est de pur argent, 6 le reste de la mine propre á en fournir. On connoit cette mine sous le nom de mine du cedre, tant á cause du cedre représenté sur ces (1) Ceci paroit étre une pierre de basalte, pareille á celle du Comté d'Antrin en Ir lande, que 1*on appelle Pavé des Géants. -86 EXTRAIT D'UNE LETTRE AAA E pjerres, que parcequ' á 1'entré de la mine il y a réellement un trés beau cedre; rencontre assez singuliere. (” Vitrifications. Les vitrifications naturelles que les Indiens appellent pelistes, se trouvent dans tout le royaume. Elles abondent á Mexico, sur-tout dans la partie boréale; mains le lion ot elles se trouvent en plus grande quantité, est le village de Zinapécuaro, pres de Valladolid. On y voit des montagnes qui ne sont pas d'autre matiere. C'est de lá que se village a tiré son nom, quí est celui que 1”on donne á ces vitrifications dans l'idióme de Michoacan. * Tochomites. Les fils de laine que je vous envole s'appellent en Indien tochomites. On en fait des rubans. Les Indiens les teignent eux-mémes par une méthode qui leur est particuliere, $ fort différente de celle qu'on emploie en Europe. Ils 'ache- tent pour cela que de la graine d'écarlate; les autres ingródients (1) Il y avoit dans la caisse que Don Alzate a envoyée a 1? Académie un morceau de mine Vargent, singulier par les erystaux spatheux qui s'y trouvent. Ces erystaux font composés de lames minces, d'un beau blane, € qui ont peu de dureté; exposés au feu ils s'y calcinent, $ y deyiennent plátre. Ce plátre est tres fin, d'un beau blane: un peu gros sous les doigts (fig. 4, Pl. 1.); mais nous n'avons rien yu qui ressemblát á un cedre. On connoít au Pérou une mine d'argent qui prend la forme d'une plume ou d'une fougere; seroit-ce de celle-1á dont 1'Auteur auroit voulu faire mention ici? La caisse de Don Alzate contenoit encore des graines, en partie vermoulues, € qui v'ont point levé; des fragments de plantes qu'il a été impossible de reconnoítre, $ aux- quelles on a attribué dans le pays des proprietés. Nous y avons trouvé aussi des boutons de fleurs d'un grand magnolia, ou espece de laurier tulipier, appellé dans le pays yolosochil. Don Alzate dit que cette fleur répand une odeur tres agreable, méme étant seche; que 1'arbre qui la porte se plait dans les pays chauds, od il devient tres grand. M. Noél, jeune Peintre qui a accompasgné M. Chappe, nous a remis plusieurs des- seins qw'il a faits en traversant le Mexique, d. en Californie. Ces desseins nous offrent, dans la partie des végétaux, un cierge sur lequel se trouvent une excroissance monstrueuse, les leurs d'un corallodendron ou bois immortel d'Amérique, € celles d'une autre plante qui nous est inconnue; parmi les animaux, des poissons, des zoophytes, la main de mer, éce. un lézard qui nous a paru singulier $ que 1'on nomme caméléon dans le pays, un quadrupede que nous n'avons pu rapporter á aucun de nos genres décrits $ connus. (2) Les vitrifications que Don Alzate a envoyées á 1*Académie, sont un laitier de volcan, un vrai verre, serré, pesant, d'une couleur noire: c'est la pierre de Galinace des Espagnols, é probablementla yraie pierre Obsidienne de Pline. Les plus grands morceaux que j'ai trouvés dans la caisse de Don Alzate ont 3 pouces ou 3 pouces € demi sur la plupart de leurs dimensions, é sont épais de trois lignes environ. Ce que dit Don Alzate prouve qu'autrefois il y avoit un volcan au lieu ou pres du lieu oú se trouye bátie la ville de Mexico. Tout ce pays en général offre des restes d'anciens voleans, qui sans doute y ont été trés communs. DE D. JOSEPH ANTOINE DE ALZATE. 87 qu'ils y mettent, sont certalnement trés peu essentiels au suc- cós. C'est ainsi qu'ils telignent, á trés bon marché, en rouge toute espece de laine. Quant á leur méthode, c'est un secret qu'il ma été impossible de pénétrer, quelque effort que j'aie fait pour y parvenir. (” Je finiral, Messieurs, par un fait singulier, qui me paroít avoir un grand rapport avec les expériences éléctriques. Dans une terre de feu Don Alonze de Gomez, Secrétaire du Vice— Roi, sise en la jurisdiction de Singuiluca, au nord—est de cette capitale, dont elle est distante 'environ vingt-deux lieues, il y avoit un domestique perclus de ses deux bras, je ne sais si c'étoit de naissance. On 1l'occupoit á garder des ánes. Reve- nant un soir des champs á la maison, il fut surpris par un orage furieux, 6 se réfugia sous un arbre pour se mettre á couvert de la pluie. Lá il fut frappé d'un coup de foudre qui le laissa quelque temps évanoui. Il ne fut point blessé dail- leurs; au contraire, revenu á lui, il eut la satisfaction de se trouver le libre usage de ses bras 6 de ses mains. Le fait est súr; je le tiens un Eecclésiastique Vune probité reconnue, qui en fut le témoin, 6 auquel on doit Vautant plus ajouter foi, qu'il ignore absolument ce que c/est qu'électricité, matiere électrique: il raconte le fait uniquement pour sa singularité, sans prétendre l'appliquer á aucun systéme physique. Telles sont, Messieurs, les observations que j'ai 1"honneur de vous communiquer....de. * (1) On v'éprouve pas ordinairement de difficultés pour teindre la laine; mais il n'en est pas de méme pour le coton. Cependant il faut aussi pour la teinture de la laine des préparations dont il seroit singulier que les Mexicains pussent se dispenser pour teindre en rouge ces tochomites. (2) Cette lettre, dont nous venons de donner 1'extrait, a été lue á 1” Académie, de entendue avec le plus grand intérét. On est encore redevable 4 Don Alzate d'une carte du Mexique, fort exacte, qw'il a faite sur les mémoires les plus fideles des voyageurs qu'il est á portée de consulter dans le pays méme. ll nous a envoyé aussi une carte faite du vivant de Cortés, par laquelle il est clair que des ce temps-14 on reconnoissoit la Califor- nie pour une presqu'isle, $ son étendue étoit aussi bien fixée qwelle 1*a été depuis par les dernieres découvertes. Si cette carte eút été publiée dans son temps, elle eút épargné bien des disputes sur la Californie. Le zele de Don Alzate y Ramirez á nous communiquer tout ce qui peut se trouver d'intéressant dans un pays si nouveau pour nous, ses qualités personnelles, % ses connoissances particulieres, ont mérité les éloges dz excité la recon- noissance de 1”Académie, qui s'est empressée de le lui témoigner, en 1'admettant au nom- bre de ses Correspondants. ESA Si IRA SES SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. PROBLEMAS AGRICOLAS EN MEXICO Por el Ingeniero agrónomo ROMULO ESCOBAR, M. $. A. Será este un libro formado por puras palabras. Nada de experimentación, porque no la hemos hecho; nada de resulta- dos comprobados, porque se trata de simples problemas. ¿Será corto, ó será largo? No lo sé ni yo mismo, porque será la suma de más ó me- nos ratos dedicados á pensar acerca de estos asuutos que se relacionan con nuestra agricultura. Contendrá ideas más ó menos mal expresadas, quizá mu- cho erróneo y todo muy incompleto, Eso formará el libro; eso será todo; pero quiero dejar en sus páginas algo del cariño que siento por la agricultura, que se vea en él buena volun- tad, aunque sea impotente, y, tal vez, algo de patriotismo. Discúlpese lo malo, si se descubre en estos artículos el en- tuslasmo sincero por la propaganda agrícola. I.—BUENOS AGRICULTORES. Es el primer problema, y, quizá, el más importante. Nadie desconoce entre nosotros á los siguientes personajes: Un hacendado rico que vive, si no en París en México y si no en México en cualquiera Capital de Estado; pero siempre lejos de sus haciendas. Vive del producto de sus cosechas y Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —12. 90 PROBLEMAS AGRÍCOLAS en cada finca tiene un Administrador que lo substituye. Él no vá á la Hacienda porque allí falta todo, allí no hay comodida- des. Sus hijos, miembros de Clubs, resultan con más vocación para la medicina, ó para la abogacía que para la agricultura, y esto si no resultan poetas ó pillos. Acabarán por invertir su patrimonio en comprar casas, para vivir tranquilamente de sus rentas. El otro vive en su hacienda, pero lo mismo, como vivieron sus abuelos. Y hace todo lo posible por no fastidiarse, pero ahora es más pesada la carga. Ahora faltan brazos, ahora no llueve tanto como antes, ahora hay competencia de los que han obtenido concesiones de agua río arriba y la maldita Eco- nomía Política se ha entrometido en las cuestiones agrícolas haciendo que el tipo de cambio intervenga en el precio de la harina. Quisiera una vida menos azarosa; vender su hacienda á algún desequilibrado rico. Suspira por la Ciudad. Allá sí se vive. Sus hijos podrán llegar á serlo todo, y en el ramo agrí- cola hasta agricultores á fuerza. El otro es más pobre; pero sabe más y puede menos. Su finca no llega á la categoría de hacienda, es simple rancho. Trabaja mucho para poder vivir. Tiene por su predio una gran simpatía. No quiere que sus hijos lleguen á ser empleados; quiere que sean agricultores, pero instruidos. Quiere verlos independientes, aunque no sepa lo que es eso, no obstante de haber sido agricultor toda su vida. Tiene hipotecado su ran- cho, y para que sus hijos sean rancheros, lo primero que hace es mandarlos á la ciudad á que estudien..... álgebra y raíces griegas. Y entre tanto llegan del Norte y del Este hombres blan- cos que vienen de donde abunda el dinero. Ahora, Chicago es California y el Potosí está en Londres. Esos son los desequi- librados que, primero se hacen dueños de las fábricas y de los ferrocarriles y más tarde pagan precios fabulosos por los me- jores terrenos. ; EN MÉXICO. 91 Bienvenida sea esa corriente, para la que no hay diques, porque lo mismo ha cruzado los océanos que saltado las mu- rallas de China, pero evolucionemos nosotros para que no nos aplaste. Algo más que aquellos tres tipos de agricultores es lo que necesita México. He hablado en términos generales. El hombre que ame de todo corazón la vida del campo, el hombre instruido, aunque no erudito, que sepa inculcar á sus hizos el cariño por el cultivo de la tierra, el hombre orgulloso y satisfecho que no pueda vivir en la ciudad, que necesite la libertad del campo, el hombre feliz, de cuerpo sano, que sea lo suficientemente instruido y previsor para que no lo desani- men ni la falta de lluvias, ni la falta de brazos, ni la compe- tencia, ni la Economía Política, ese es el hombre que nos hace falta. Ese es el hombre que no necesita aperitivos ni narcóticos, el buen padre, el que en humilde medianía vive feliz como patriarca y el que, muy de madrugada, siguiendo á la mance- ra, saluda al sol naciente con orgullo como si se saludaran dos reyes. Pero ¿se hace lo necesario para producir 4 ese hombre? Creo que no, aunque se ha hecho algo. Ciego se necesita- ría ser para no ver los progresos de nuestra escuela primaria y para no apreciar los pasos agigantados que hemos dado en la moralización de nuestro Gobierno; pero nuestra literatura no cumple, se ocupa de otras cosas; nuestras imprentas no cumplen, publican versos y crónicas de corridas de toros; nuestros agricultores, que debían ser los más interesados, tam- poco hacen lo que debieran, y para decir que nuestros Grobier- nos cumplían, tendría que hacer violencia á mi sinceridad, porque no son los medios pora producir á ese hombre: el sostener una sola Escuela de Agricultura, fruta prohibida para la mayoría de los verdaderos agricultores, á donde no llegan muchachos impulsados por su verdadera vocación y sí , , 92 PROBLEMAS AGRÍCOLAS jóyenes pobres sin más interés que aprovechar una beca ó ri- cos á cambiar de temperamento; el no contar con una sola Granja de Experimentación en todo nuestro territorio nacio- nal y el pencionar artistas en Europa. ¿Qué fuerza generatriz producirá á ese agricultor modelo? Será, primeramente, la que se ejerza en los hogares de los mismos agricultores. Si un agricultor trata de mejorar en su casa todas las condiciones de vida: comodidad, felicidad, sa- lud, belleza, para no necesitar de las ciudades; si se empeña en evolucionar él mismo en todos sentidos y hace que en sus hijos nazca el cariño por la vida del campo, puede considerar que ha cumplido. Y si la tercera parte de los agricultores mexicanos que giran un capital de más de cinco mil pesos (tiene que mezclarse la cuestión de pesos) lo lograran, se ten- dría andada la mayor parte del camino, porque el resto lo haría la fuerza de impulsión y el poder maravilloso de las progresio- nés geométricas. | En segundo lugar la fuerza del Gobierno, fuerza secunda- ria por su importancia pero que debiera ser primera en tiempo. Que á esa única Escuela de Agricultura que tenemos, bue- na ó mala, se le haga propaganda, que se la anuncie, como si se tratara de un negocio particular que empieza á desarrollar- se, y sl esta propaganda es bien dirigida no tardarán dos años antes de que no quepan en ella los alumnos y antes de que necesite ser buena si es mala. Ignoro lo que pasará actualmente, pero antes, siempre eran más numerosos en esa Escuela los alumnos originarios de Es- - tados lejanos que los del mismo Distrito Federal y se hacían notables entre los primeros, por el contingente que daban, Chihuahua y Chiapas. Generalmente, eran aquellos alumnos, jóvenes que gozaban alguna beca ó hijos de ricos que prefe- rían la Escuela de Agricultura porque tenía internado. ¿El remedio? O acercar la Escuela de Agricultura á esos Estados ó acercar esos Estados á la Escuela de Agricultura, EN MÉXICO. 98 ambas cosas factibles. Muehos rancheros no saben lo que sig- nifica la palabra “agrónomo” ni que existe, siquiera, una Es- cuela de Agricultura. Que se comience la instrucción agrícola desde la escuela primaria y se facilite la continuación de ella para jóvenes y para viejos. Lo que se gaste en eso estará mejor empleado que lo que se gasta en la construcción de Teatros y Paseos. ¿Dónde hay hombres que se parezcan más á ese agricul- tor modelo? ¿En qué suelo se producen esos hombres á quié- nes tenemos que imitar? | En los Estados Unidos y en Alemania. Pues vayámos allá á mezclarnos con ellos, á descubrir cómo manejan su varita mágica, á robarles su secreto. Pero vemos con recelo á los Estados Unidos y para ir á Texas damos la vuelta por Bélgica y por Francia siendo que en nuestro suelo ha hecho fiasco la agricultura de Montpellier y Grignon. 11.—FALTAN BRAZOS. Se han necesitado veintitrés años para que se haga sensi- ble la corriente constante de emigración que nutre á los algo- donales de Texas, á las minas de Arizona y Colorado y á los ferrocarriles en construcción más al Norte. Antes no se veía y no se hacía nada por impedirla; ahora, por fin, ha caído la venda de los ojos y lo poco que se hace, lo poco que puede hacerse, servirá, solamente, para demostrar nuestra impoten- cia para remediar por completo el mal, aunque algo se logre. El problema no es sencillo. ““Auméntense los jornales, iguálense á los del extranjero” dicen los periodistas Ó los agricultores de gabinete, pero los hacendados contestan diciendo que es imposible, puesto que la agricultura no paga. “Deténgase á esos prófugos, que los arraigue el amor al 94 PROBLEMAS AGRÍCOLAS terruño, el patriotismo,” dicen otros, pero ante los pobres hom- bres que buscan el mejoramiento ó ante el hambre, la línea divisoria con los Estados Unidos, el Río Bravo, resulta ser una línea imaginaria que se borra, que no existe mas que en el mapa y que ni se siente al dar el paso que la salva. Que las minas ó industrias nacionales disminuyen la po- blación rural robando brazos á la agricultura es problema muy viejo; lo mismo ha pasado en otras partes sin que haya habido remedio. No se puede matar á la industria ni dejar de cons- truir ferrocarriles porque la agricultura viva. A donde está el dinero allá van los brazos y por eso se logrará muy poco para desviar esas corrientes, ya se encaminen éstas á la frontera ó á los centros mineros ó Industriales. Faltan brazos! Fracasaron las economías. La fuerza nada ha podido, pues el calabozo y el cepo de campaña quedan compensados con la presa perdida ó la milpa anegada de intento, todo enmedio de la mayor mansedumbre. Las astucias de la Tienda de Raya, esa zorra maldita de nuestra agricultura, nada han podido, porque los peones se fugan, lo mismo debiendo treinta que trescientos pesos. Los bajos salarios y el embrutecimiento están de capa caída, porque el bajo jornal nada significa si el hambre guía á la mano y al alcance de ésta hay qué robar. El mal trato, el desprecio, los azotes, nada han logrado. Todos estos medios han fracasado, luego debemos olvi- darlos. Pero no hemos intentado el cariño, la escuela en el rancho, la higiene, la felicidad como últimos recursos. En México se ignora lo que pasa en toda la República, siendo que basta ir á Chalco para saberlo. Donde quiera reina la idea de que al peón es necesario mal tratarlo, y se pone en práctica la idea. “A esta gente es necesario tratarla como á los perros,” se oye en todas partes EN MÉXICO, Ñ 95 y aquí es donde la lógica se presenta en bancarrota, porque con eso podríamos conformarnos si supiéramos tratar á los perros. La base de ese razonamiento es que á los perros debe tratárseles á garrotazos y 4 pedradas. El problema consiste en que las familias sirvientes que cada hacienda tiene se arraiguen allí, en que no salgan ni á los Estados Unidos ni á los centros mineros, pero ni siquiera á buscar trabajo á las fincas vecinas. Pues bien, comiéncese por hacer un mal negocio, constrú- yanse unas casitas higiénicas para los peones, casitas que sin que ellos mismos lo noten los enamoren; háganseles concesio- nes á que no están acostumbrados, un cerdo para que engor- den, unas cuantas gallinas, el uso libre de un pedazo de tierra, una yunta de bueyes prestada, puras pequeñeces. Y tras de la casa grande un rebote, y en frente, muy á la vista, una es- cuelita, terreno donde se siembre pulcritud é higiene. " Dénse á esa gente otros goces que no sean la borrachera del pulque á título de alimentación y la del mezcal á título de alegría. Tráiganse de otras partes, por cualquier medio, dos ó tres familias que puedan servir de modelos: más vale una onza de ejemplo que un quintal de consejos. En fin, hágase feliz á aquella gente por cuantos medios estén á la mano, lo cual puede lograrse más bien con buena voluntad é inteligencia que con dinero, y después, déjeseles salir, si salen algunas familias de esa hacienda á las fincas ve- cinas, servirán de anuncio. Entonces se verá el resultado, en- tonces se comprenderá lo que puede el cariño y el amor al te- rruño. Después vendrá la selección, pero por lo pronto bastará con aquello, porque esas gentes que emigran no van en busca de un sueldo que es doce reales plata entre los barreteros ó dos pesos oro en el extranjero, no, van en busca de la felici- dad que pueden adquirir con ese dinero y esa felicidad puede darla el dueño de una hacienda sin hacer ese gasto, sino uno 96 PROBLEMAS AGRÍCOLAS muy reducido, aunque sea un poco mayor que el jornal común y corriente, Puedo engañarme; pero no hablo sin conocer las condicio- nes en que nos encontramos. He tenido necesidad de vivir entre esa gente pobre, he hablado con esos hombres, sé lo que piensan, sé lo que sienten, he dirigido lo mismo trabajadores aristócratas de á peso diario.como correccionales ó presos que trabajaban á fuerza y sé que estos remedios, si no seguros, son, cuando menos, más eficaces que los que se han usado. Con toda seguridad habrá gentes que por el vicio de robar roben, que no agradezcan los favores, que huyan en busca del vicio y de los cintarazos, pero esos no serán todos. Hacer honrado á un ladrón y diligente á un perezoso es difícil, pero no imposible. Y entre tanto, la escuelita funcionando para lo porvenir; la escuelita donde es más necesario un maestro limpio, que ame al prójimo, que un sabio pedagogo; escuelita para la que se requiere poco sueldo y pocos materiales escolares, pues- to que, en último caso, puede subsistir hasta sin local, y hasta sin maestro. ¿La felicidad, la belleza y la salud en la casa grande, el con- tento, la laboriosidad, la virtud y el amor al prójimo en los amos, no constituyen, de por sí, una escuela que hace más fal- ta que ninguna otra en algunas de nuestras haciendas? Y todo esto no obsta para que haya la energía necesaria en los administradores, sino que lo favorece. La agricultura en manos de jefes que se emborrachan y exigen que los su- bordinados no hagan san lunes, no puede pagar altos jornales. Es indispensable en los directores la superioridad en todos sentidos para que haya disciplina fácil. De otro modo, cuando el jefe no puede dar el ejemplo, nada debe exigir y si lo exige será en vano. De otro modo no pueden existir las ligas del cariño y del propio interés, que son las poderosas para arraigar á la gente NN O a O is a pi E rm EN MÉXICO. 97 y las de la fuerza y las deudas no lograrán nada; los brazos se irán en busca de algo mejor y quien pueda ofrecer ese algo será quien disponga de sirvientes. A esto último se reduce todo. T111.—HIGIENE EN LOS CAMPOS. La falta de datos estadísticos nos evita el terror que nos causaría la cifra de personas que fallecen en los ranchos por falta de higiene y de atenciones médicas. Ahí donde el aire libre robustece los pulmones, donde el sol tonifica el organismo, donde el ejercicio vigoriza los múseu- los, sueumben millares de seres que podrían salvarse, porque no se ayuda á esos agentes con una poca de inteligencia. La tisis curada con ungientos, la difteria y la viruela cu- radas con yerbas, los piquetes de víbora curados con raíces y la peste bubónica con masa de tortillas, causan millares de víctimas que podrían salvarse. La higiene necesita en nuestros campos una cruzada vl- gorosa, como aquellas que emprendía la creencia religiosa en otros tiempos y si en la época de la conquista iba la religión tras de cada grupo de aventureros, siempre el misionero tras del soldado, siempre la eruz tras de la espada; ahora debería ir la higiene á donde quiera que fuera el Gobierno, la propa- ganda de la salud en cada visita pastoral y con cada Jefe Po- lítico Ó Alcalde. Todas las fuerzas deberían unirse: las sociedades, los in- dividuos, la escuela, las autoridades, el clero. Debería ser ta- rea de todos. El clero puede ser una fuerza muy eficaz. Las dificultades con los Mayas y los Yaquis, quizá se hubieran podido arreglar más humana y más pacíficamente si en vez de mandarles sol- dados se les hubieran mandado misioneros. Más pudo la reli- gión en otros tiempos que lo que ahora han podido los bata- llones. ; Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —13. 98 PROBLEMAS AGRÍCOLAS Y el clero debería ayudar en la nueva conquista, coope- rando con el Gobierno liberal y con la sociedad toda. El sacerdote en el púlpito, el maestro en su escuela, la autoridad civil en su puesto, los hombres de buena voluntad tras ellos y mucho papel impreso, harían milagros en poco tiempo. Pero que se organice la campaña de una manera metódica y después de pesar las dificultades que van á encontrarse. Es necesario infundir á nuestra gente proletaria el temor á la muerte, no por el temor al infierno sino por el amor á la vida; es necesario desacreditar á las yerbas medicinales; ha- cer la guerra á la mugre; enseñar á los niños de las escuelas lo que es higiene aun antes de que aprendan los derechos del ciudadano. Que sean redimidas esas mujeres infelices, que se cuen- tan por millones, y que pasan la mitad de su vida frente al metate, comprimiendo las entrañas donde comienza á vlvir un ser nuevo, ser que necesita amplitud y circulación libre de mucha sangre para poderse desarrollar. ¡La vida por la vida! Por dar de comer á la generación actual un alimento que no tiene sino pocas cualidades, porque ni es fácil para prepararse ni se conserva bien, se matan las generaciones venideras! ¿Cuántos abortos, cuántos raquitismos, cuántos casos. te- ratológicos serán debidos al metate? La propaganda del molino de nixtamal, la investigación de otros usos del maíz, la generalización de otros medios de cocción que no sean el simple comal y la invención de otros medios de molienda y panificación aplicados al mismo cereal ¿no serían asuntos dignos de preocupar á nuestros gobernan- tes y á nuestros sabios? Será necesaria una epidemia de peste bubónica y una de fiebre amarilla para que nuestra gente aprenda á cuidarse del contagio de esas enfermedades; pero no esperemos una epide- mia especial para cada caso. Nuestro pueblo necesita apren- Mt 3 EN MÉXICO. 99 der á vivir hasta en condiciones normales. Está acostumbrado á tener muchos perros flacos en vez de cobijas; á aglomerarse en los jacales infestados de alguna enfermedad contagiosa, á título de amistad; á no cuidarse del contagio ni de los sínto- mas más Ó menos serios porque tienen la maldita idea de la predestinación, porque cree, que nadie ha de morirse mientras “no le toque,” á atribuir mayor poder á una vela de cera que arde, que á toda la ciencia médica; y esa misma gente hospi- talaria hasta el sacrificio, bondadosa y agradecida por lo gene- ral, es material dispuesto para que la tisis, la 'viruela y todas las enfermedades eminentemente contagiosas causen innume- rables víctimas. ; Si la religión les ha enseñado á besar imágenes sucias, á no temer el contagio y á prevenir las enfermedades con ora- ciones y velas de cera, en vez de usar la vacuna y poner en práctica la higiene, que esa religión evolucione. Si el liberalismo y el clero no han podido olvidar que siem- pre han sido 8nemigos, si siempre han sido dos fuerzas anta- gónicas, que se convenzan de que en las luchas del porvenir deben encontrarse juntos, más bien que separados, para bien de ambos y para bien de la humanidad. ¿Cuál lograría más en esa cruzada: el gobierno civil ó el eclesiástico ? Es difícil decirlo, porque si el primero cueita con grandes elementos, el segundo podría hacer sentir su influencia con mayor suavidad y en terreno predispuesto para recibir la bue- na simiente. Gobierno y Clero. Esas serían las dos grandes fuerzas, pero obrando unidas. ¿Porqué habían de estar separadas en esta campaña? ¿No hace todo lo posible nuestro Grobierno por mo- ralizar al pueblo? ¿No sostiene el Clero algunos observatorios meteorológicos? ¡ Y tenemos hombres notoriamente capaces de hacer que obren al unísono esas dos fuerzas¡ ¿Porqué no hablan ? 100 PROBLEMAS AGRÍCOLAS IV.—¿PASTO Ó AGUA?, La ganadería, en las regiones centrales del país, no se di- ficulta mucho, porque, por regla general, el clima es suficien- temente húmedo para producir una vegetación que suministra alimento abundante á las reses y la orografía es favorable para que existan los ríos, arroyos y manantiales suficientes para ser- vir de abrevaderos al ganado. Donde se complica el problema es en nuestras regiones áridas, sobre todo en las fronterizas del Norte, donde no hay más alimento para las reses que el zacate que puede crecer du- rante unas cuantas semanas del año, formadas por los pocos días que el suelo conserva la humedad necesaria después de cada uno de los pocos aguaceros que caen en época propicia, pues los que caen desde Septiembre hasta Febrero, medio año, no hacen crecer el zacate á causa del frío, aunque sean útiles porque aumentan la humedad para la entrada de la primavera. Como el resto de la flora silvestre, poco variada, aunque formada generalmente por plantas nutritivas y utilizables, su- fre las mismas dificultades para su desarrollo lozano y cons- tante, resulta que el problema del pasto suele revestir impor- tancia capital, porque, naturalmente, siempre se pretende obtener el mayor provecho posible de un terreno manteniendo cierto número de cabezas de ganado en años normales y cuan- do viene uno malo, como fué para la ganadería local de esta Zona el de 1904, en que no comenzó á llover sino hasta Agos- to, las pérdidas son considerables. Esto por lo que se refiere al pasto. En cuanto al problema del agua, puede decirse que no es de menor importancia en algunas haciendas en que el pasto abunda; impidiendo tales condiciones que pueda llegarse en la finca á la total capacidad de producción, porque solo se apro- EN MÉXICO. 101 vechan aquellos pastos que no están muy retirados de los po- cos abrevaderos naturales. Abundan las haciendas en que hay pastos para millares de reses y en que no puede mantenerse mas que una cantidad muy limitada por falta de agua, ó aquellas en que atravesadas por un río ó un gran manantial en su centro, no mantienen todo el ganado que podrían soportar porque, año tras año, quedan sin aprovecharse todas las sabanas retiradas de los aguajes á donde el ganado no puede llegar sino en tiempo de aguas, du- rante el cual se forman en los arroyos jagúeyes naturales y charcos que duran varios días ó semanas. Esta escasez de pasto cerca de los aguajes constantes, de- bida á la aglomeración del ganado que come y pisotea el zacate y esa abundancia en lugares distantes donde se conserva in- tacto, es la causa de la diseminación de los ganados tan pronto como principian las lluvias en haciendas no cercadas, disemi- nación que ocasiona á los propietarios muchas pérdidas de re- ses y mucho trabajo en los rodeos. Quien conozca las condiciones de nuestra ganadería com- prenderá que en la época actual, y refiriéndome á la región Norte del país, tanta importancia reviste para los hacendados la escasez de pastos como la falta de agua; pero ocurre re- flexionar sobre si las mismas condiciones han de subsistir para lo futuro y si la falta Ó escasez de esos dos elementos va á se- guir teniendo la misma importancia. Es probable que la del primer problema aumente y la del segundo disminuya. En efecto los cambios que se han realizado en los últimos quince ó veinte años justifican esta creencia. En la época de la construcción de las primeras vías férreas en esta región, los terrenos pastales sin agua eran desprecia- dos y aun se creía que nunca llegarían á aprovecharse. Lo que buscaban las personas que hacían un denuncio de terreno baldío era adueñarse de los grandes manantiales, 102 PROBLEMAS AGRÍCOLAS de una faja angosta de terreno á lo largo de los ríos y de las lagunas ó ciénegas, con la creencia de que eso equivalía á ha- cerse dueños de toda la llanura colindante. Y nuestros gobernantes deben haber tenido la misma cre- encia porque no tenían inconveniente en que se expidieran tí- tulos de terrenos de perímetro sumamente irregular, en que la sola forma daba á entender la idea que perseguía el solici- tante. Si las mercedes del tiempo del virreynato han contribuido á retardar nuestro progreso, manteniendo una repartición 1ní- cua de la propiedad predial, puesto que subsisten aun las enor- mes propiedades que se extendían de ciudad á ciudad ó de co- lonia á colonia, no puede decirse sino lo mismo del sistema de titular la propiedad nacional que se siguió después, muy espe- cialmente en la época en que, á causa del progreso que se adi- vinaba con la llegada de los ferrocarriles, sobrevino el furor por el deslinde de los terrenos baldíos. Los dueños del agua han pretendido ser dueños de toda la llanura y en efecto la han aprovechado y en esa misma lla- nura se ha dificultado el establecimiento de ranchos pequeños que habrían poblado estos desiertos. Más tarde, hasta esas llanuras ó serranías desprovistas de agua se han reducido á propiedad particular, pero las han ad- quirido en montón y por un platillo de lentejas las grandes compañías especuladoras, no los ganaderos en mediana escala que serían los que habrían podido producir al país un verda- dero beneficio con su industria. Ahora bien, los dueños de los terrenos sin agua han teni- do que recurrir á la construcción de presas, á la construcción de norias y al mejor aprovechamiento de los pequeños agua. jes, de los manantiales que en aquella época se consideraban como de ningún valor y se ha visto qne en muy pocos lugares suele ser imposible la dotación de la pequeña cantidad de agua que necesitan los ganados para subsistir. Los terrenos sin EN MÉXICO. 103 agua se han Lecho aprovechables invirtiendo en mejoras más ó menos cantidad de dinero. Y esto que apenas comenzamos á trabajar en ese sentido: las perforaciones tubulares á grandes profundidades apenas comienzan á hacerse; el alumbramiento de manantiales en lu- gares donde lo justifica la configuración del terreno es trabajo desconocido casi; el acaparamiento del agua de lluvias en pre- sas adecuadas, está en pañales. : Y sin embargo el resultado de lo poco que se ha hecho es tangible y se presiente lo que en lo porvenir pueda lograrse, con más razón si se estudian los resultados obtenidos en otrós países. : Pero el dueño de terrenos con poco pasto ó con pasto de mala calidad ¿qué remedio puede encontrar para aumentar la producibilidad de sus propiedades? ¿Ensayar la introducción de nuevas plantas para pob. sus praderas? Eso está bien para el agricultor propiamente dicho, que quiere mejorar una pradera de riego, pero no para el gavadero que necesitaría modificar las condiciones de toda su hacienda. ¡No en vano se ha efectuado en la Naturaleza la selección que ha hecho erecer en cada terreno y en cada clima las plan- tas que mejor se adaptan á esos medios! Sería necesario que cambiaran las condiciones meteoroló- gicas y esto no está en la mano del hombre si no es para em- peorarlas, desgraciadamente. Sería necesario modificar el subsuelo de los terrenos su- perficiales, como tanto terreno calichoso que tenemos, y eso en la práctica es imposible. Sería necesario emplear mejoradores para modificar la constitución física y química del suelo y eso también es impo- sible en la práctica, tratándose de grandes extensiones, desde el momento que no es costeable. 104 PROBLEMAS AGRÍCOLAS Sin embargo algo ha de intentarse en lo futuro por la cien- cia agrícola, para mejorar esas condiciones desfavorables y mucho ha de lograrse, pero resalta á primera vista que los me- dios serán menos efectivos y mucho más costosos para corre- gir el mal, que cuando se trata de la dotación de agua. El porvenir dirá si tuvieron razón los que ahora se fijan más, al adquirir un terreno, en que tenga agua brotante ó co- rriente que en que esté dotado de buenos pastos. El presente ya dijo que se equivocaron los que por haber adquirido las lagunas y ríos permanentes hace 20 años creye- ron que siempre iban á ser dueños de todo lo que limitaba el horizonte. Los cercos de alambre se los está diciendo, y las aspas de los motores de viento, que extraen el agua de las capas sub- terráneas, están haciendo ver á grandes distancias los dere- chos de los nuevos vecinos, V.—LO QUE ACTUALMENTE NOS INTERESA DE LA CUESTIÓN DE ABONOS. No es posible prohijar por más tiempo la opinión de que tenemos unas tierras excepcionalmente fértiles é inagotables, en las que el uso de abonos sea inútil, como muchos lo han creído. Nuestras tierras son como las de todas partes, buenas y malas; vírgenes, producirán cosechas exhuberantes y des- pués de cultivos sucesivos las mejores llegarán á hacerse ma- las. Que hay terrenos que naturalmente reciben, por diversos medios, una reposición casi compensadora de los elementos que toman las cosechas, permitiéndoles que produzcan con constancia, es indudable, pero aun en estos terrenos el abono produce sus efectos. e Lo que sucede es que nos conformamos con poco rendi- miento de la tierra. Con poco capital de explotación tenemos A ITIRA AAN O AS EN MÉxico. 105 que hacer un mal cultivo y con cultivo barato tenemos que conformarnos con rendimientos mediocres. Y estas son consecuencias de condiciones económicas de la producción que se ligan con otras de género muy diverso relativas á costumbres, mercados, competencia, etc., que no pueden ser modificados por la simple voluntad del hombre. No es el atrazo y la rutina de los agricultores lo que de- termina estas condiciones, como muchos creen, es la natura- leza del medio. En estas condiciones de medio se observa un fenómeno que á muchos preocupa y que es enteramente claro: fracasa en nuestra agricultura todo el clasicismo de la agronomía que se funda en el empleo de abonos químicos y organizados no originarios de la hacienda, y toda la ciencia de los análisis de tierras y cosechas, para determinar la restitución que debe hacerse al suelo de las substancias agotadas, resulta inútil. Y esto tampoco es, como muchos creen, debido al atrazo y rutina de nuestros agricultores, sino consecuencia del medio. Se rien nuestros rancheros de los agrónomos novicios que vienen hablándoles de superfosfatos y escorias Thomas y con razón, porque se nos enseña la agronomía bajo la forma en que debe estudiarse para su aplicación en otro medio y se des- cuida enseñarnos esa ciencia reduciendo la amplitud de sus partes, según lo requiera la importancia de ellas en la agricul- tura local, y aumentando lo que en la práctica y en nuestras condiciones va á hacernos más falta. ¿Costea ó no costea? Esta es la pregunta cuya contesta- ción viene á echar por tierra cuantos análisis y teorías agro- nómicas encuentre al paso y esto es lo que saben nuestros rancheros mejor que los mentores de la ciencia europea. Estas condiciones cambiarán con el tiempo: la abundancia de capital y división de la propiedad predial exigirán un cul- tivo más cuidadoso, y cuando esa condición se haya logrado, se exigirán ciertos rendimientos acrecentados á la tierra, en- Mem. Soc. Alzate. México. > T. 23 (1905) —14. 106 PROBLEMAS AGRÍCOLAS tonces se recurrirá al empleo de ciertos abonos, cuyo estudio ocupa una gran parte de los textos de agronomía extranjeros, como único remedio para lograr aquel fin. Pero entre tanto, debemos convencernos: los únicos abo- nos que deben importarnos son los abonos baratos. (Hablo de una manera general y sin desconocer la posibilidad de emplear ya substancias costosas en ciertos cultivos y en ciertos luga- res reducidos). Abonos que costeen: eso es lo único que en la práctica puede interesarnos, y desgraciadamente, todos nuestro libros y periódicos han dedicado, por rutina, sólo por la rutina del adelanto, mayor espacio al estudio de los otros que al de es- tos, cuando con haber dado el primer paso, tendríamos mucho ganado. El estiércol, el abono que se dá con los ensolves, el que se da con los barbechos y los abonos vegetales ó sea el cultivo de plantas mejoradas, á eso se reduce lo que, por ahora, más nos interesa. La utilización de ciertos desechos industriales, aquí y allá; el empleo de guano de murciélago cerca de luga- res donde se produce; el uso de otras substancias diversas en regiones cercanas al lugar donde existen, pueden ser practi- cables, pero pueden mencionarse como casos aislados. Lo ge- neral es que no estemos en condiciones de emplear sino los abonos citados antes. Y, si aún hay lugares donde las cenizas en grandes canti- dades y el estiércol no se utilizan para los grandes cultivos, porque no costea su simple acarreo y distribución, que no ya su precio, es un sueño creer que pudiera generalizarse desde luego el uso del guano, del salitre, de los fosfatos y de subs- tancias que tendríamos que importar. Cuando el estiércol valga en un lugar, cuando las cenizas se aprovechen, entonces será tiempo de hablar de otros abonos, antes no. Lo vemos en la práctica aquí mismo: allí donde la agricul- A EN MÉxico. :107 tura es más intensiva, donde el cultivo se hace con más esme- ro, allí es donde se habla de descubrir depósitos fosfáticos y de promover la introducción de otros abonos químicos; donde nuestra agricultura tiene que luchar con otras condiciones más precarias, donde tiene que resolver otros problemas más importantes, se da carpetazo á la cuestión de abonos y no se le da importancia alguna á este asunto. Es cuestión de oportunidad. Epoca vendrá en que las mis- mas cireunstancias del medio abaraten los transportes y en que nuestros agricultores sigan la senda de los que ahora se preocupan por los abonos importados á la comarca. Supongamos que una gran compañía dedica su capital á la introducción de abonos extranjeros: fracasará, porque no habrá quien compre y menos al precio á que podrían venderse aquí esos abonos. Supongamos que se descubren en nuestro país grandes yacimientos de abonos fosfáticos, como se han descubierto is- las donde hay bastante guano: excelente noticia para lo por- venir, pero dudamos que su empleo pudiera generalizarse y creemos que se localizaría en ciertos lugares muy reducidos. ¡A duras penas se encuentran brazos para la minería de la plata, y con mucho trabajo pueden nuestros agricultores trans- portar sus cosechas, lo que más vale, por malos caminos, con malos carretones ó á lomo de mula, hasta las estaciones de ferrocarril, donde suele permanecer la carga semanas enteras por falta de furgones de que puedan disponer los ferrocarriles ! Después de esto vendría la cuestión de fletes. Siempre el grano de la cuestión: ¿costea ó no costea? En estas condiciones es problemático que la industria ac- tiva de los abonos, pudiera generalizarse actualmente. Además haré las consideraciones siguientes, que estimo de gran peso, considerando en general las condiciones de nues- tras explotaciones agrícolas. 108 PROBLEMAS AGRÍCOLAS La cantidad limitada de dinero de que se dispone en una explotación, debe destinarse á aquello que es más necesario y la cantidad de trabajo que puede emplearse debe ser dedi- cada á aquello que es más urgente. (Que cualquiera de los que se admiran de que no usemos abonos visite una finca que se pueda considerar como térml- no medio en recursos y condiciones y se convencerá de que hay muchas cosas más urgentes en qué gastar el poco dinero que hay, y muchos, muchísimos trabajos, más necesarios que la distribución y acarreo de los abonos. Casi en todas las fincas agrícolas que he visitado en diver- sos Estados de la República, ya sea accidentalmente ó con motivo de algún estudio, me he hecho la siguiente pregunta: ¿Si viniera yo á4 administrar esta hacienda qué harta para mejo- rarla ? Debo confesar, francamente, que no obstante mi amor por el progreso agrícola y las ideas de mejoramiento que mis reducidos conocimientos agronómicos me pudieran sugerir al estudiar las condiciones locales, nunca me he dado una con- testación á la pregunta anterior por el lado de la cuestión de abonos. Quizá á esta cireunstancia deba las ideas que he expresa- do anteriormente, ideas que pudieran parecer rutinarias, al decir que la cuestión de abonos, en la actualidad, y de una manera general, se reduce para nosotros: al empleo del estiér- col, al de la restitución por medio de ensolves y barbechos, y, como asunto nuevo, al empleo de abonos vegetales, asun- tos acerca de los cuales me propongo ocuparme en la forma que ereo de utilidad actual. EN3MÉXICO. 109 VI.—BOSQUES. La expansión del desierto.—¿ Qué fué primero, el huevo ó la gallina? Cuestión semejante se ocurre al reflexionar en las re- laciones íntimas que existen entre las lluvias y los bosques. Los segundos no podrían haberse desarrollado sin la can- tidad necesaria de humedad y, una vez establecidos, es eviden- te la benéfica acción que ejercen sobre las primeras. Facilitan la precipitación de la humedad atmosférica, por el refresca- miento que producen en el aire; conservan la humedad en el suelo, con su sombra, y defendiéndolo de la acción de los vien- tos arrasantes; facilitan la impregnación del terreno, con los canales que dejan sus raíces podridas, y con la capa de hojas que, cada año, depositan sobre el suelo. Nadie puede dudar esas influencias ni negar que una des- trucción extensa de los bosques es una causa de disminución en las lluvias y del agotamiento de los manantiales; pero pa- rece justificado creer que en el último sentido es como más perjuicio inmediato puede causar la destrucción de los bos- ques y que, sin negar el primer efecto, la disminución de las lluvias, cuando menos en México, no es debida á la tala de los arbolados, sino á causas extrañas á la acción del hombre. No obstante, para luchar contra la destrucción inmodera- da de los bosques, los escritores han recurrido al medio de considerar al árbol como causa y á la lluvia como efecto. Como quiera que sea, existe en la precipitación pluvial y los bosques una relación íntima é indudable, que nos sirve para juzgar de los cambios climatéricos que algunas regiones del globo han sufrido. Canaán, la tierra prometida, donde los peregrinos de Moi- (1) “El Régimen de las lluvias en México,” estudio del autor, publicado por la Sociedad ''A. Alzate,” porla “Asociación de Ingenieros y Arquitectos” y por ““El Agri- cultor Mexicano.” 110 PROBLEMAS AGRÍCOLAS sés habían de encontrar “arroyos de miel y leche,” con toda la exhuberancia de su vegetación privilegiada y sus ricos fru- tos, es una visión del pasado y ahora se ha convertido en una región cuya aridez y desolación parecen desmentir á la his- toria. España, como otras regiones europeas, ha sufrido un cam- bio notable, que ha ocasionado la desaparición de sus bosques y el acarreo de la flor de su tierra vegetal hacia el fondo del Océano. En nuestro propio Continente americano ha habido, tam- bién, cambios enormes en el clima, como lo comprueban, tra- tándose de épocas muy lejanas: los yacimientos de carbón de piedra, los bosques petrificados de Arizona y los restos de enormes mamíferos cuya vida pudo ser compatible, solamente, con la existencia de una vegetación que ya no existe. En el centro de nuestros más extensos desiertos, como en San José, E. de Chihuahua, se han encontrado restos de esos mamíferos, y así como en Arizona y Colorado la acción de las aguas superficiales ha descubierto extensos yacimientos de árboles petrificados, que en algún tiempo crecieron allí mismo ó que fueron arrastrados por las corrientes de la misma cuen- ca á mares locales donde la acción de las aguas salinas hizo la petrificación, así existirán, quizá no muy lejos de la super- ficie, bosques subterráneos y depósitos de deshechos, en nues- tras llanuras de Sonora, Chihuahua y Coahuila. Restos de grandísimos árboles se encuentran en Arizona, que es el centro de la región menos favorecida actualmente por las lluvias, de todo el territorio del Continente americano y al verlos tiene uno que pensar en el cambio que el clima debe haber sufrido. Pero esto se refiere á cambios verificados en épocas pre- históricas, y para convencernos de que iguales se han seguido sufriendo en tiempos menos remotos y aun en la época pre- sente, sobran pruebas por desgracia. EN MÉXICO. 111 En casi toda la vertiente oriental de la Sierra Madre, en la región Norte del país, y en muchos de los valles adyacen- tes, hay indicios de una población muy densa que en un tiem- po pudo vivir en esos terrenos. Ruinas de pueblos enteros, como las de Casas Grandes, restos de importantes obras de irrigación y de trabajos que ejecutaban los aborígenes para detener el agua llovediza y la tierra vegetal en las cañadas, indican que esos terrenos podían mantener una población que las actuales condiciones climatéricas sin otros recursos, harían imposible. Y aun más recientemente, durante los últimos períodos de sequía de los últimos quince años, tenemos pruebas en el efecto de condiciones adversas que obran en la repoblación natural de un bosque que se ha destruido por el fuego ó por la falta de lluvias; si se llega á repoblar es con menos lozanía que antes y el raquitismo de los árboles nuevos parece indi- carnos que pasamos por un período en que los bosques exis- tentes se conservan por milagro y en que, con mayor razón, la repoblación de terrenos desprovistos de plantas es más dificíl que nunca. En el centro de la Sierra Madre (Dto. Guerrero, Chih.) he visto grandes bosques de pinos destruidos por el incendio ó la sequía, en que la nueva vegetación no ha podido sostener su vida y en donde, por lo mismo, tendrá que transformarse el terreno en breñal ó terreno desnudo, tan pronto como el decaimiento de los despojos de los árboles antiguos haga que éstos desaparezcan y que las lluvias torrenciales quiten al sue- lo la capa de tierra donde la humedad podía conservarse. Se trata de una lucha que se libra en la naturaleza entre la aridez y la fertilidad; el desierto se extiende, como mancha de aceite, é invade al boscaje y lo mata. (1) “Los Aborígenes de Casas Grandes,” Artículo publicado en '“El Agricultor Mexicano.” 119 PROBLEMAS AGRÍCOLAS Comenzando en las Montañas Rocallosas ha podido llegar hasta las costas del Pacífico en California; comenzando en Mapimí, parece que marcha hacia el Sur y hacia las costas. Y el hombre moderno, impotente para la lucha contra los cambios atmosféricos, como que no depende de su voluntad el modificarlos y como que apenas los comprende, no sólo no ayuda á remediar el mal sino que, hacha en mano, precipita la desgracia diciendo al desierto: “sígueme.” ¡Más hacían los indios de Casas Grandes, y allí están para demostrarlo, en todas las cañadas de la Sierra donde sembra- ban, los restos de sus malecones y presas con que detenían la tierra que arrastraban las corrientes ! Si queremos lograr algo, conviene saber de antemano que es difícil la lucha: no hemos de construir una pirámide pro- poniéndonos acarrear una piedra. Fenómenos que interesa comprender.—El arbolado debilita la acción del viento sobre el suelo y, por consecuencia, hace que disminuya en éste la evaporación; además, produce sombra y esta es una segunda causa para que el desecamiento del suelo sea menos rápido que si se tratara de terreno descubierto. Pero aumenta la superficie de evaporación—se objetará— porque el follaje de los árboles equivale á la superficie del te- rreno que cubren multiplicado por un factor enorme y varia- ble. Sí, pero nos ayudan los estomas de las hojas, que absorben humedad atmosférica en ciertas condiciones y se cierran, para impedir la evaporación, en otras. Es un hecho comprobado que después de regar un terreno se seca primero la parte des- cubierta que aquella donde las yerbas de cierta altura han pro- ducido sombra y abrigo contra la acción del viento. Lo mismo pasa en los bosques. El enfriamiento que produce el follaje en el aire es una causa para que la humedad atmosférica se precipite, porque el poder de disolución del agua en este medio disminuye con la temperatura. Igual grado higrométrico en el aire puede E A TA PERA VI A e 7 EN MÉxico. 113 producir lluvia sobre un bosque con más facilidad que sobre un desierto. Las raíces obran en los terrenos inclinados deteniendo la tierra vegetal porque constituyen un tejido entre el cual se conservan, sobre la roca, muchos detritus que absorben el agua de las lluvias y que no la ceden, al aire ó á las capas inferiores, sino muy lentamente. Las raíces, al podrirse, aumentan mucho la permeabilidad del suelo, y al aumentar ésta, disminuyen la proporción del agua que ha de ir á producir las crecientes, en los arroyos y ríos, para perderse después en el océano. La gran cantidad de hojas que se desprende anualmente de los árboles cubren al suelo y contribuyen á que el agua de- tenida de las lluvias sea en mayor cantidad. Pero no es de este modo como producen mayor utilidad esas hojas, ni en virtud del abono que llevan al suelo al descomponerse, sino en vir- tud de constituír una capa que impide la evaporación rápida; la tierra no se agrieta, no forma Chicharrón, como dicen los campesinos, y con aquella cubierta se conserva la humedad mucho más tiempo. La acción de la luz es importantísima en los bosques. Cada especie de árboles tiene sus necesidades especiales en este res- pecto. Unos tienden á elevar su follaje, sufriendo, natural- mente, una poda que suprime todas las ramas inferiores que se secan y da mayor vigor á las elevadas. Estos piden luz, mucha luz, y van arriba á buscarla. Otros extienden su follaje y se conforman con la luz que pasa entre las ramas de los ár- boles superiores. Por fin, hay arbustos que pueden vivir con la luz sobrante y que, no obstante, ayudan á cubrir al suelo y á defenderlo de los vientos. Por eso son raros los bosques donde sólo una especie do- mina y si se exceptúan aquellos donde la altura sobre el nivel del mar sólo permite la vida de una especie, todos los demás Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —15. 114 PROBLEMAS AGRÍCOLAS están formados por una combinación de diversas variedades que la naturaleza ha ido seleccionando con el tiempo. Unos vegetales ayudan á los otros, sin que por esto dejen de luchar entre sí. Tengo una higuera pequeña que trasplanté al lado de una mata de Vara de San José. Esta última planta, obligada á buscar más luz, ha erecido mucho más que las con- tiguas que están en descubierto; pero lo más curioso ha sido el efecto de su contigiúidad en el desarrollo de la higuera. Las ramas de ésta, que están al lado de la vara, han crecido mucho más que las del lado opuesto, como si buscaran en el aire que circunda á las hojas de la otra planta algo invisible. ¿Aire fresco, color verde, radiaciones invisibles, moléculas infinita- mente pequeñas que se disocian en la atmósfera, qué es lo que buscan las hojas al juntarse con otras hojas? ¡Nadie lo sabe, por más que la fisiología vegetal, como la conocemos ahora, sea todo un laberinto de ciencia! Hay sociedades de plantas; así como hay sombras maldi- tas. Debajo del guamiz ó gobernadora nada crece; por eso debemos considerar á esa planta, tan extendida en nuestro territorio, como la plaga de las llanuras secas y no al nopal, como lo han dicho algunos agrónomos de tierras húmedas. La grama colorada no vive sola: en busca de apoyo ó defensa no crece sino debajo de algún arbusto. Lo mismo sucede entre los árboles y por eso la acción del hombre, para que sea eficaz, debe apoyarse en la observación de lo que pasa en la natura- leza; debe hacerse la explotación de los bosques sin hacer la infracción de las leyes naturales y promover la formación de nuevos arbolados aprendiendo lo que hace la naturaleza. Acción del hombre.—Si la vegetación de la cuenca superior se destruye, los manantiales se secan. El hombre puede pro- dueir nuevos manantiales. No es obra de titanes sino de hor- migas. Ayúdese á la vegetación de la cuenca hidrográfica su- perior, teniendo en cuenta que hasta la maleza es útil con ese objeto, porque todas las plantas tienen raíces que detienen EN MÉXICO. 116 la tierra vegetal y porque el humus producido por toda clase de despojos no tiene gerarquías de nobleza. Todo humus tiene la nobleza del estiércol, la nobleza del abono, ya provenga de un lirio ó de la cicuta. Una piedra rodada hacia el arroyo es una presa en minia- tura, génesis de los malecones con que debe ayudar el hombre á retener la tierra vegetal en las cañadas y á dominar las ave- nidas. Ningún manantial se forma con aguas que no caen del cielo y, exceptuando los manantiales de agua termal, que provienen de capas más ó menos profundas y de cuencas más ó menos lejanas, todos los demás tienen su origen en la vege- tación y en la tierra vegetal de la cuenca hidrográfica inme- diata. No se requiere saber más para comprender lo que con- viene hacer. En los bosques seculares caen, cansados de la vida, los árboles más viejos, uno aquí, otro más allá, sin más regla que la madurez, y al día siguiente ya luchan los arbolitos contiguos por aprovechar la luz y el aire que el difunto deja libres, y nacen nuevos retoños. No se secan al mismo tiempo todos los árboles de una zona ni en fajas de tal ó cual dirección, por- que se disminuiría el equilibrio de la vegetación forestal. Por esto debe el hombre conformarse con imitar á la naturaleza en el aprovechamiento que hace de los bosques y por eso la, explotación más racional y menos severa es la que se llama por selección, solo que anticipando la época en que el árbol útil debe morir. Si se ve obligado á hacer la explotación en fajas, éstas deben ser angostas y sin destruir los nuevos arbo- litos que deben repoblar al bosque. Debe dar luz á los árboles que necesitan luz y sombra á los que requieran sombra. Corregir á la naturaleza, suprimiendo las especies inútiles de un bosque para ayudar el desarrollo de las útiles, es tarea fácil; pero debemos recordar que el árbol que es inútil para nosotros, por no tener buena madera, suele ser útil para el árbol que aprovechamos. 116 PROBLEMAS AGRÍCOLAS Podemos intentar la propagación de especies importadas á la comarca; es este un filón que no se ha explotado (cito el caso del naranjo silvestre, cuya madera puede substituír al hiekory y cuya propagación es fácil en nuestro clima y terre- nos) pero bien podemos conformarnos con propagar las espe- cles que naturalmente crecen en la región de que se trate, con la seguridad de que la tarea será menos difícil y menos cos- tosa, razón más importante que cualesquiera otra porque si en algún ramo de la agricultura, dadas nuestras condiciones, hacen fiasco los sistemas que no son baratos, es en la selvi- cultura, porque allí no se trata del árbol aislado, del indivi- duo, como en la plantación de árboles frutales y de ornato, sino del grupo, de la asociación que forma Ja selva. La propagación natural de los bosques y chaparrales es obra lenta; lo mismo hay que esperar que sea la artificial. (En un punto del Estado de Chihuahua, donde me consta que desde hace quince ó veinte años está extendiéndose en monte bajo, formado por desgracia en su mayor parte por plantas inúti- les, ese espacio de tiempo no ha sido suficiente para que el terreno acabe de cubrirse). Millones y millones de semillas se pierden cada año; ger- minan muchas para morir después y suele resistir una planta nueva aquí y otra allá. Pueden venir malas estaciones y no haber adelanto; pero si un año abundan las lluvias en tiempo oportuno, á la sombra de aquellas plantas aisladas pueden ger- minar nuevas plantas y al rededor de éstas, otras. Así se propa- gan los montes de mezquite y los chaparrales formados de cha- mizo y los bosques donde se presentan condiciones propicias. La zona útil para la vegetación de arbustos y de árboles puede irse extendiendo por este medio y la humedad del suelo puede conservarse, al principio, manteniendo la tierra mullida, á falta del colchón preservador de hoja y ramas que existe en los bosques. Escójanso, pues, los mejores sitios y allí háganse las plan- EN MÉxIcO. 117 taciones y las siembras, ayudando desde luego, el desarrollo de las plantas existentes. Un surco de arado bien dirigido puede llevar á aquel lugar mayor cantidad de agua de lluvia que la que naturalmente recibe y transformarse, después, en arroyo confluente. Al siguiente año aquella vegetación será un abrigo para la zona inmediata; trabájese en ella, y así sucesi- vamente. Donde sea posible utilicense para defensa los acci- dentes de la configuración del terreno ó déjese al derredor una faja de bosque ó monte para que no soplen los vientos con gran fuerza. Esto debe hacerse, sobre todo, cuando se trata de la explotación de un bosque en fruto para hacer la repoblación de las partes que se talan. La propagación de árboles, á lo largo de las vías férreas, en nuestra zona árida, es irrealizable, y la propagación por fajas alternadas es más difícil que la que he indicado. Así se hace en la naturaleza, hagámoslo así nosotros, comenzando por el aprovechamiento de los sitios más favorecidos para ir exten- diendo la plantación poco á poco. No derribemos al huizache para plantar eucalyptus ni los encinos para plantar cedros, Procuremos en nuestras planta- ciones la asociación de unas plantas con otras y tratemos de encauzar á las fuerzas naturales para que obren en el sentido que deseamos. Si hemos de buscar al éxito, busquémosle con la ayuda de la naturaleza, y no yendo en contra de ella, porque seremos vencidos. Y si es natural que nuestras lluvias disminuyan y que nuestros bosques perezcan y que nos invada el desierto, por- que obren causas extrañas á la acción del hombre, luchemos por estos medios, con suma constancia y con la útil convicción de que es obra difícil la que emprendemos, porque esto no llegue á suceder. La misma naturaleza puede ayudarnos á vencerla. La lucha es por nosotros y por nuestros hijos, y si no basta creer que es también por la Patria, dediquemos á la humani- dad un pensamiento. Ciudad Juárez, Chih. 1905. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 23. ELEMENTOS DE HIGIENE PEDAGOGICA POR EL DOCTOR JOSE M. DE LA FUENTE, M. $. A. ETIMOLOGÍA. Higiene, Hygiene, del griego 6y ¿sta Ygieia, que significa salud. DEFINICIÓN. La higiene es la ciencia somatológica ? que, basándose en la etiología de la enfermedad, nos enseña las reglas que debemos seguir para evitarla y conservar la salud. HIGIENE PEDAGÓGICA. La higiene pedagógica, ó higiene escolar, es un conjunto de preceptos tomados de la higiene privada y de la higiene pública; los que se aplican respectivamente: al alumno, al local de la escuela, al mobiliario y al material de enseñanza. Por esto es que la higiene escolar se divide en dos partes pero am- bas solo tienden á un solo fin, que es: la salud de la población escolar. LA PRIMERA PARTE comprende la higiene del alumno, y (1) Somatología; del griego: cWy.a soma, cuerpo y Ao0yos logos tratado ó conoci- miento. Ciencias somatológicas, las que tratan del cuerpo: Medicina, Higiene, Fisiolo- gía, etc. 120 “HIGIENE PR SE A RAS AAA 2 A A __ QQ Q€»__ÑÚ—_— << bbbbíoó$Ó£Ó£|| trata: de la salud de éste, de las enfermedades trasmisibles que pueda llevar á la escuela y de las que en ella pueda ad- quirir; de las reglas á que debe sujetarse para que sus traba- jos mentales y ejercicios corporales no alteren ni perjudiquen su salud, y de todo aquello que se relacione con la salud del alumno y tienda á su bienestar físico é intelectual. LA SEGUNDA PARTE comprende la higiene del local, el mo- biliario y material de enseñanza, ó sea las condiciones higié- nicas que éstos deben tener para que no perjudiquen la salud de los niños. PRIMERA PARTE. HIGIENE DEL ALUMNO. Condiciones de admisión. Las condiciones que debe llenar un niño para ser admitido en la escuela son: 1* tener la edad reglamentaria; 2* estar vacunado, y 3* no padecer ninguna enfermedad contagiosa ni estar convaleciente de alguna de ellas. EDAD. Seis años es lo que la mayor parte de los fisiólogos é higienistas señalan para la admisión en las escuelas elemen- tales, y cuatro años para la admisión en las escuelas de pár- vulos. Estas cifras son las adoptadas en el Distrito y Territo- rios Federales, pero no en toda la República; pues la legislación de varios Estados prescribe como necesarios para la admisión: siete años para los primeros y cinco para los segundos. Las condiciones segunda y tercera, deben comprobarse con el certificado de un médico. Mas, como por desgracia, en nuestro país no está esta- blecida la inspección médica escolar mas que solamente en el Distrito y Territorios Federales y excepcionalmente en la ca- pital de algunos Estados y las demás escuelas de la Repúbli- PEDAGÓGICA. 191 ea, que es la mayoría, no disfrutan de ese beneficio, y lo que es más, en una infinidad incalculable de poblaciones cortas, no hay ni siquiera médicos particulares que puedan dar los cer- tificados necesarios para la admisión de los niños en las escue- las, y en estos casos, queda bajo la exclusiva responsabilidad de las Directoras y Directores de esos establecimientos el cui- dado de no admitir en sus respectivas escuelas á los niños que no satisfagan las referidas condiciones higiénicas; responsa- bilidad tanto más grave, cuanto que la más ligera condescen- dencia, descuido ó tolerancia en el más riguroso cumplimiento de esos preceptos puede dar por resultado, no solo la infec- ción ó contagio de los niños concurrentes á la escuela, sino la del mismo Director y la de toda la población; pues cada niño contagiado lleva consigo los gérmenes patógenos á su respec- tiva familia, y de esta manera, la enfermedad se propaga ne- cesariamente por toda la población convirtiéndose en epidé- mica. Tomando en consideración estas razones, me ha parecido no solo conveniente, sino necesario el dar aquí algunas reglas á los señores Profesores para que por sí mismos puedan dieta- minar y resolver esta importante cuestión de higiene escolar en aquellas poblaciones donde no tuvieren médico con quien consultar y así salven, hasta donde sea posible, su responsabi- lidad y se pongan ellos mismos á salvo de un contagio posible. Pero ante todo, es preciso que los señores Profesores se penetren bien de este precepto: EN MATERIA DE HIGIEN E, ES PREFERIBLE PECAR POR EX- CESO DE CELO Y NO POR LA MÁS MÍNIMA CONDESCENDENCIA. LOS MICROBIOS, Los microbios, descubiertos por Pasteur en 1877, son unos organismos infinitamente pequeños y solo visibles con un mi- eroscopio que tenga un aumento de 300 á 400 diámetros linea- Mem, Sot. Alzate. México. T, 23 (1903)—18. 129 HIGIENE les, ó sean 900 4 1,600 diámetros superficiales, y aun así, hay microbios que por su transparencia, es imposible verlos si an- tes no se coloran y preparan de una manera conveniente. A Entre estos pequeños organismos hay va- -Qy >” “mn rias especies que son patógenos y éstos son A e los que producen las enfermedades trasml- A sibles al introducirse en nuestro organismo; O A O precisamente por su presencia, sino por riforme, en el envenena. las toxinas Ó venenos que elaboran al des- miento por la carne des- arrollarse y cuyos venenos impresionan compuesta. o nuestras células, las que reaccionan para defenderse del ataque microbiano produciendo á su vez vene- nos orgánicos que tienden á destruír los microbios invasores ó á impedir su desarrollo y neutralizar y eliminar sus toxinas; y así es como se producen diversos síntomas: unos, por los venenos de ataque; y otros, por los venenos de defensa; y ese conjunto de síntomas complejo, es lo que viene á revelar la enfermedad; pero ésta no es única, pues siendo diversos los microbios patógenos, son también diversas las enfermedades que ellos producen, puesto que cada especie patógena produce un veneno que le es peculiar y distinto del que producen sus congéneres y por consiguiente: cada uno de esos venenos, de composición química diversa, tienen necesariamente que im- presionar de diversas maneras la célula orgánica y hacerla reaccionar de un modo diverso para cada clase de microbios contra cuyo ataque tenga que defenderse y siendo diversos en cada caso estos venenos tienen que producir también distin- tos grupos ó cuadros de síntomas, que si bien presentan algu- nas veces síntomas que les son comunes, tienen otros que les son propios y característicos (patognomónicos) en cuyo conoci- miento se basa el diagnóstico para distinguirlas enfermedades unas de otras con el nombre propio que á cada una de ellas le corresponde en patología. PEDAGÓGICA. 1293 Los microbios nos rodean us, O 4 y acechan por todas partes : en espera de la primera opor- So tunidad que les permita pe- e netrar á nuestro interior á 0 Q é, E donde penetran con el agua, ES los alimentos ó golosinas que Mos Q tomamos, en el aire que res- piramos, y aun el más ligero piquete ó rasguño de la piel les proporciona una puerta de entrada á muchos de ellos. Y si rodeados y asediados como estamos constantemente por tantos enemigos podemos conservar la salud y vivir, esto se debe á los medios de defensa de que la naturaleza ha dotado al cuerpo; pero no debemos de fiarnos completamente en ellos, pues vemos diariamente que muchas veces, los microbios triun- fan de esas defensas y nos producen enfermedades más ó me- nos graves y no pocas veces mortales, y por esto, es necesario que nosotros, por nuestra parte, ayudemos á esas defensas na- turales, poniendo en práctica los recursos que para ello nos proporciona la higiene profiláctica, y no descuidarnos ni por un momento, de cumplimentar sus preceptos, pues solo así pode- mos estar á salvo de las terribles enfermedades contagiosas. Tras estas ligeras nociones sobre la etiología de las enfer- medades contagiosas, podemos establecer los preceptos más in- dispensables para que el profesor ponga á salvo la responsabili- dad que sobre él pesa por admitir en la escuela á los niños que puedan transmitir á los demás alguna enfermedad contagiosa. Siempre que un niño se presente a ; solicitando seradmitidoenlaescuela, los señores Profesores, porsí mismos, Pneumococos ó microbios de la pulmonía. le harán un minucioso examen para convencerse si no padece de alguna de las enfermedades que en seguida expondremos, y si está vacunado. Estreptococos de la erisipela. 124 HIGIENE Interrogarán con habilidad al niño y la persona que lo acompañe si no ha padecido recientemente alguna enferme- dad contagiosa, y en caso de duda, ó que sospeche que los in- teresados no dicen la verdad, aplazará el recibir al nuevo alum- no hasta tomar informes de personas que le merezcan toda con- fianza. NO DEBEN ADMITIRSE EN LA ESCUELA : Los que padecen mal de ojos (oftalmia). Los que padezcan tumores tras las orejas. Los que padezcan tumores supurados en cualesquiera otra parte del cuerpo. Los que padezcan llagas, granos ó costras en cualesquiera parte del cuerpo. Los que padezcan satna. Los que padezcan tiña. Los que padezcan tos ferina. Los que padezcan Influenza. Los que padezcan úlceras ó alguna otra enfermedad de la boca. Los que presenten un aspecto enfermizo y demacrado y accesos de tos. Los niños convalecientes de alguna enfermedad contagio- sa se les podrá admitir en la escuela, solo después de haberse bañado una ó dos veces en agua boricada lavándose bien con jabón sulfuroso ú otro jabón antiséptico; que su ropa y obje- tos de uso hayan sido debidamente desinfectados, de la ma- nera que expondremos al hablar de la desinfección; además, no podrán ser admitidos hasta que haya transcurrido, desde el día en que comenzó su convalecencia, los siguientes tér- minos: PEDAGÓGICA. 125 Fiebre amarilla... 40 días | Peste bubónica.... 40 días Dir AAA na iParótidas 28 2d. Odo: Fiebre tifoidea.... 40, ¡Tos ferina........ 80 ,, Difteria 0210040, | Infinenza --22: A E EE Escarlatina...... aja Virnela io us ASEO A, Sarampión ..... AO | Cuando alguno de los niños ya admitidos en la escuela, presente síntomas de alguna enfermedad, se lo mandará inme- diatamente á su casa para que sea atendido por su familia; y si resultare que su enfermedad es alguna de las que dejamos expuestas, no se le volverá á admitir hasta no haber transcu- rrido el término prescripto y haber cumplido con los requisi- tos que quedan dichos. DE LA VACUNA. El saber si un niño ha sido vacunado no presenta gran di- ficultad. La cicatriz que deja la vacuna es tan característica, que difícilmente podrá confundirse con las cicatrices produ- cidas por otras causas. La cicatriz de la vacuna es blanca y excavada. No se necesita que haya dos ó más cicatrices para que produzcan inmunidad, basta con una sola; pero sí es preciso advertir que la inmunidad de la vacuna no. siempre es vitali- cia, y por esto se aconseja la revacunación cada ocho ó diez años. Cuando alguno ó algunos de los niños concurrentes á es- , cuela no estén vacunados, es preciso mandarlos vacunar cuan- to antes; pero no basta con esto, sino que es necesario que el profesor quede convencido de que la vacuna fué con éxito; pues si fracasó ó fué una falsa vacuna, no confiere inmunidad alguna contra la viruela, y ese convencimiento podrá obtenerlo 126 HIGIENE fácilmente el profesor siguiendo con cuidado la marcha de la vacuna que en seguida exponemos: Cuando á los cinco ó seis días de efectuada la vacuna los piquetes se secan Ó marchitan en vez de inflamarse y produ- cir una pústula, es señal de que no hubo éxito, ó como vul- garmente se dice no prendió la vacuna. En este caso hay que repetir la operación hasta conseguir el éxito, pero si á las cua- tro tentativas y habiéndose vacunado el niño con el mismo pus con que se hayan vacunado econ éxito otros niños, en él no se consiguiere, deben abandonarse las tentativas para repetirlas al año, y así repetirse cada año hasta lograr el éxito si fuere posible. Cuando en vez de marchitarse las picaduras de la vacuna se inflaman y producen una pústula, se dice que la vacuna prendió ó fué con éxito, lo que es cierto en la mayoría de los casos; pero no siempre, pues á veces la pústula es producida por el microbio de la falsa vacuna y ésta no confiere inmunl- dad alguna contra la viruela, y en estos casos, es necesario repetir la vacuna hasta obtener una vacuna verdadera ó pre- servatriz. EL DISTINGUIR UNA VACUNA FALSA DE UNA VER- DADERA, no presenta insuperables dificultades, pues una y otra presentan caracteres distintos bien claros y definidos pa- ra que puedan confundirse. | El microbio de la falsa vacuna se desarrolla formando una sola colonia y sin atacar el dermis, de esto resulta que la pús- tula que produce se eleva en forma de cono sobre la piel, y en cualesquiera punto en que se le pique se vacía todo su con- tenido, y cuando se seca y cae la costra no deja ninguna cica- triz sino solamente una mancha amoratada que desaparece en pocos días sin dejar ninguna señal. El microbio de la vacuna verdadera se desarrolla á expen- sas del dermis, formando diversas colonias, alsladas unas de otras en pequeñas celdas formadas por ténues tabiques mem- branosos que sirven á la vez de bridas entre el dermis y el PEDAGÓGICA. 127 epidermis, impidiendo así que éste pueda elevarse formando cono; de lo que resulta que la pústula toma una forma apla- nada con una depresión central en forma de ombligo. En cua- lesquiera parte en que se pique esta pústula, no se vacía nunca todo su contenido sino tan solo el de las celditas desgarradas por la picadura, y cuando se seca, forma una costra que al des- prenderse, deja una cicatriz excavada, característica é indele- ble, las que con el tiempo toman un color blanco que dura toda la vida. : Creo que con lo que dejo expuesto podrán fácilmente los señores profesores, distinguir una vacuna falsa de una verda- - dera, ó preservatriz; sin embargo, á mayor abundamiento reu- niremos en un cuadro sinóptico los signos diferenciales de ambas vacunas. CUADRO SINÓPTICO DEL DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LA VERDADERA Y FALSA VACUNA. VACUNA VERDADERA, VACUNA FALSA, Pústula de forma plana con | Pústula elevada en forma de una depresión central en for- ma de ombligo. En cualesquiera parte que se pique esta pústula, solo se vacía parte de su contenido. Cuando se seca y cae la cos- tra deja una cicatriz excavada, característica é indeleble. Cono. En cualesquiera parte que se pique esta pústula se vacía todo su contenido. Cuando se seca y cae la cos- tra solo deja una manela amo- ratada que desaparece en po- eos días sin dejar cicatriz ni señal alguna. 128 HIGIENE DE LAS ENFERMEDADES CONTAGIOSAS. Todas las enfermedades producidas por gérmenes patóge- nos son contagiosas ó transmisibles, esto es, susceptibles de comunicarse del individuo enfermo al individuo sano, ya sea directa ó indirectamente. Muchas de estas enfermedades se presentan en las pobla- ciones en forma epidémica, ó existen en ellas en forma endé- mica ó en forma esporádica, pero en cualesquiera forma en que se presenten, siempre son contagiosas. El contagio se verifica, no preci- samente por el contacto de un sano con un en- fermo, sino por las deyecciones ó secreciones del enfermo; orina, esputos, vómitos, Hematozoarios de Laveran ó microbios del paludismo. A sudor, pus, etc. Estos desechos del enfermo, in- fectan sus ropas, trastes y objetos de uso, los comunes en que se arro- jan y cuanto con ellos se ponga en contacto, y toda persona gue use ó se ponga en contacto con esos obje- tos contaminados está en inminen- . b Espirocacto de Obermeier, ó mi- te peligro de contraer la enferme- erohio dela fiebre remitente. dad. ) | Cuando las deyecciones ó secreciones contaminadas, se secan y pulverizan, dejan en libertad los microbios que con- PEDAGÓGICA. 129 tienen, los que se mezclan con el polvo, y con él, van luego á depositarse en los comestibles y en el agua que tomamos, ó bien se introducen en nuestro organismo con el aire que respiramos; de esta manera se verifica el contagio de la tu- berculosis, por los esputos desecados de los tuberculosos, y el contagio de la viruela, por el polvo de las costras de la viruela desecadas. Fácil es comprender que el polvo infec- E $ad 3. tado por gérmenes patógenos puede muy Ps AN E bien ser esparcido por el aire en toda la población propagando el contagio y con- Miorococos de la viruela. Vittiendo en epidémica una enfermedad que bien pudo haberse sofocado en su prin- cipio, si se hubieran observado el aislamiento y la desinfec- ción. Y ese polvo infecto arrebatado por el aire, puede tam- bién ir á infectar poblaciones enteras y aun distantes de aquellas en que se inició la epidemia; y de esta manera es co- mo se propagan muchas epidemias. Otro medio de transmisión 7d PS Pu e 0 del contagio, son los mosqui- E a y e ES >] eo La Li tos, las pulgas y las chinches a a Es >, So ? 3 4 d Yo 2 * “. las que, al picar un enfermo, $ ; 4 = > . .. A a MV 0 infectamsus aguljones con z » - od ¡a E la sangre que chupan y al pi- A á á % 5 7 . z IAE 4 Cará un sano le inoculan, á % As añ ] manera de vacuna, el miero- Bacilo virgula del cólera asiático. bio de que se han infectado. De estos animales los mosquitos '? son los más peligrosos, (1) Los mosquitos conocidos vulgarmente con el nombre de zancudos. Pero no to- dos estos mosquitos son peligrosos; se distinguen dos clases de ellos: el Culex Pungens ó mosquito común que es inofensivo, y el Anmopheles cuadrimaculatus que es. el que inocula el paludismo y la fiebre amarilla. Con solo fijarse en la manera especial que cada uno de ellos tiene para pararse, es fácil distinguir estas dos clases de moscos; el mosquito inofensivo, se para dejando su cuerpo paralelo al plano que le sirye de apoyo, y el mosco peligroso se para levantando su cuerpo al aire y poniéndolo perpendicular al plano como si estuviere clavado de cabe- za en él. La hembra del Anofelo es la peligrosa, y no el macho. Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —17. 130 HIGIENE pues por la facultad que tienen de volar propagan el contagio por todas partes, y ellos son los principales agentes de la pro- paganda de la fiebre amarilla y el puludismo, y aunque de di- versa manera, las moscas propagan también el contagio; éstas, al pararse á comer los desechos del enfermo se contaminan, y en las patas y la trompa llevan los microbios que van á depo- sitar después en los alimentos, en el agua y en cuantas partes se paran. De estas ligeras nociones so- S a «= bre los microbios y las enferme- ¿7 y des cid e” dades contagiosas, se deduce y e NOS bien claro la necesidad que tene- RN = mos de no ver con indiferencia a E ó negligencia esta importante y 5 c cuestión y esforzarnos siempre Bacilo tífico (Artaud). id > en poner en práctica los medios que la higiene pone á nuestra disposición para librarnos de las enfermedados transmisibles, que también se llaman evitables porque en nuestra mano está poner los medios convenientes para evitarlas. PRECAUCIONES QUE HAY QUE TOMAR EN LA ESCUELA CONTRA LAS ENFERMEDADES CONTAGIOSAS. Nunca se hará el barrido y aseo en la escuela estando pre- sentes los niños, sino antes de la hora en que estos tengan que llegar, pues por muchas precauciones que se tomen, siem- pre se produce algún polvo que los niños tendrán que respirar y absorber con él los millares de microbios que contiene. Para hacer el barrido, se regará antes con agua suficiente para no levantar polvo, y esta operación no se limitará á solo la clase sino que se hará extensiva á todos los departamen- tos de la escuela, así como á los corredores, patio y frente de la calle. PEDAGÓGICA. 131 Para hacer el aseo del mobiliario y material de enseñanza, en vez de plumero, es preferibie usar un lienzo ligeramente húmedo, con cuya precaución se evita levantar polvo. Lo menos dos veces al mes, ó con mayor frecuencia si es posible, debe hacerse el aseo de las paredes y los techos apro- vechando, para esta operación, los sábados ó domingos. Se tendrá cuidado de que no haya nunca en la escuela ó sus cercanías, caños destapados de agua sucia, pantanos, char- cos ni depósito alguno de agua estancada. En las poblaciones donde se crían los mosquitos, si no fue- re posible evitar los depósitos de aguas estancadas, se verterá en ellos petróleo, operación que se repetirá con frecuencia para matar las larvas de los moscos y evitar su reproducción. S1 hubiere pulgas, tlalzahuates, turicatas ó niguas, se des- truirán regando las piezas con un cocimiento de hierba de la cucaracha y crisantema legítima. Las chinches se destruirán con el polvo de crisantema, el cual se mezcla con agua, y con un pincel ó brocha, se aplica á todas las junturas, hendiduras ó agujeros de los muebles ó lugares donde se oculten las chinches; una sola operación bas- ta para acabarlas si la crisantema es legítima. Las moscas se perseguirán colocando varias tiras de papel mata—moscas, repartidas convenientemente. Mucho aseo, mucha luz y mucha ventilación, es lo que ne- cesitamos para librarnos de los microbios patógenos. Cuando tenga conocimiento el profesor de que en la casa de alguno ó algunos de los alumnos hay algún enfermo de tifo, viruela, sarampión ó alguna otra de estas enfermedades, dispondrá que esos niños no concurran á la escuela, pues vi- viendo en la misma casa del enfermo, están en peligro de con- taminarse y llevar el contagio á la escuela, por lo que no vol- verá á recibirlo hasta que haya pasado el peligro y previa la desinfección correspondiente. 132 HIGIENE DE LAS ESCUPIDERAS. Las escupideras en las escuelas son de una suma necesl- dad, pues vienen á llenar una indicación higiénica demasiado importante, cual es la de evitar el contagio de la tuberculosis, tos ferina y otras enfermedades que pueden ser transmitidas por los microbios eontenidos en los esputos, cuando éstos se secan y se convierten en polvo, dejando así libre los micro or- gauismos que el aire disemina en todas direciones llevando el contagio por todas partes. El uso de las escupideras en las escuelas, no solamente es higiénico sino también educativo, pues familiarizándose los niños con el uso de ellas se acostumbran á no andar regando sus esputos por todas partes, lo que no solo es antihigiénico, sino que revela una mala educación. No pretendo que haya una escupidera para cada alumno, pero sí un número suficiente de ellas para que, repartidas con- venientemente, puedan hacer uso de ellas todos los niños; pe- ro si esto no fuere posible, al menos que no falten, por ningún motivo, las que sean necesarias para los Profesores y para los niños que padescan tos, los escrofulosos y aquellos que por su constitución ó signos físicos característicos, revelen ser can- didatos á la tuberculosis. Cuando se haga el aseo de las escupideras, jamás se debe tirar su contenido en el suelo ú otro lugar en que queden ex- puestos los esputos á la desecación, se vaciarán siempre en los comunes y el agua con que se laven se vaciará allí mismo. Sería muy conveniente que en vez del agua común que es costumbre poner en las escupideras, se les pusiera agua for- molada al 2x 100; esto costaría bien poco y se evitarían mu- chos males. PEDAGÓGICA. ¡ 133 DE LOS FILTROS. El agua potable debe ser aséptica, es decir, enteramente privada de mibrobios; pues está demostrado que los microbios del tifo, los del cólera y los de otras muchas enfermedades se encuentran en el agua, y por esto se impone la necesidad de que el agua potable sea aséptica, lo que solo puede conseguirse 1% mezclando substancias antisépticas, lo que en ningún caso, ni por ningún motivo, debe hacerse por inocente é inofensivo que sea el antiséptico con que se mezcle. 2% Hirviendo el agua; pero en este caso se le priva del aire que contiene y se hace peligrosa para la salud, así es que no debe recurrirse á este medio para esterilizar el agua potable, pero sí para esterilizar el agua para lavados de heridas, llagas y de toda enfermedad de la piel, así como para lavativas y otros usos semejantes. 3% Filtrando el agua. Este es el medio adoptado por todos los higienistas y el único que debe emplear- se para esterilizar el agua potable. Para este fin debe habor en las escuelas uno ó más filtros, según sea la cantidad de agua que se consuma. En el comercio.se venden infinidad de filtros y muchos de ellos á bajos precios; pero son muy raros los que pueden me- recer confianza, todos ellos filtran el agua es cierto, pero son pocos los que la despojan de los microbios que contiene. Por regla general se deben desechar los filtros baratos y aquellos constituídos por un block de piedra artificial ó cons- truídos de arcilla, pues ninguno de éstos presta la más mínima garantía; los únicos que prestan garantías son los de bujias de porcelana y esto no todos, pues huy muchos de ellos que no dan el resultado. Los únicos filtros que merecen total confianza son los de PASTEUR CHAMBERLAND. Estos los hay de todos precios pero en clase son todos iguales; la diferencia en los precios solo 134 HIGIENE consiste en el mayor ó menor lujo y en la mayor ó menor cCa- pacidad de cada uno de ellos. Los hay de presión y sin pre- sión; los primeros, solo funcionan adoptándolos á una cañería de agua; los segundos, funcionan por sí mismos en cuales- quiera parte, y por lo mismo estos son los más propios para las escuelas. Las vasos que se usen para tomar agua deben ser de vi- drio, porcelana ó fierro esmaltado, siendo estos últimos los pre- feribles por su mayor resistencia y duración. Deben conservarse estos vasos rigurosamente limpios, para cuyo fin se lavarán diariamente á mañana y tarde y se desin- fectarán con la mayor frecueneia posible. Para esto, hay un medio bastante sencillo y práctico: se mojan los vasos en al- cohol de 850 (resacado) por dentro y por fuera y se les prende fuego, dejándolos arder hasta que se apaguen solos; en segul- da se enjuagan con agua filtrada y quedan listos. Si el vaso estuviere sujeto con alguna cadena, como algu- nas veces acostumbran hacerlo, al desinfectarse el vaso, se desinfectará también la cadena, por el mismo procedimiento. Con el estricto cumplimiento de estas prescripciones y te- ner cuidado del aseo personal de los niños, basta en tiempos normales; pero en tiempos de alguna epidemia, además de cumplimentar con mayor rigor estos preceptos, hay necesidad de desinfectar la escuela lo menos una vez cada semana du- rante la epidemia y un mes después que haya terminado, para cuyo fin podrán utilizarse los sábados en que no hay concu- rrencia. DE LA DESINFECCIÓN. Le desinfección en los locales puede efectuarse bien por los desinfectantes líquidos, ó bien por los desinfectantes ga- seosos. Los primeros, no satisfacen nuestro propósito porque ne- cesitan aparatos especiales y un personal instruido para ma- nejarlos. PEDAGÓGICA. 135, Los segundos, son los que nos convienen por ser más prác- ticos y de fácil ejecución, por lo que cualesquiera persona pue- de ejecutarlos sin ningún peligro. La desinfección por desinfectantes gaseosos, se efectúa por las fumigaciones sulfurosas ó por los vapores de formal. dehida. Las fumigaciones sulfurozas han sido utilizadas desde la antigiedad: Ulises hacia quemar azufre en sus habitaciones para purificarlas, y la ciencia moderna las utiliza con el mis- mo fin. El formaldehida, Formalina ó Formol, “” fué descubierto en 1867 por Hoffman, y más tarde Lowe, Berlioz y Trillot de- mostraron su poderosa acción desinfectante y germenicida y la absoluta carencia de propiedades venenosas. Nos ocuparemos de la manera de usar estas dos substan- clas, pues cualesquiera de ellas puede usarse como desinfec- tantes puesto que ambos nos merecen total confianza para ese fin, especialmente el formo!. AZUFRE. La flor de azufre es la que se usa para las fumigaciones; pero si no la hay, puede usarse el azufre común con idéntico resultado. En las Droguerías se venden aparatos para quemar azufre de diversos autores y, procedencias; pero ninguno de ellos es necesario, puesto que lo queimporta es que el azufre se queme, y esto lo podemos hacer en un traste de barro cualesquiera: dos cazuelas, una chica y otra más grande, son suficientes, y éstas se consiguen á poco costo en cualesquiera parte. (1) Aunque inconscientemente, también usaron los antignos el formol como desin- fectante, pues en la época de Hipócrates se quemaba enebro contra las epidemias, y Co- mo hoy sabemos, este vegetal contiene una gran cantidad de formol. 136 HIGIENE La manera de proceder para la desinfección por el azufre es la siguiente: Lo primero que hay que hacer es medir el alto, ancho y largo de la pieza que se quiera desinfectar, á fin de cubicarla y saber el número de metros cúbicos que contie- ne; sabiendo esto, sabemos ya la cantidad de azufre necesa- ria que debemos emplear para la desinfección, la que será á razón de 30 gramos de azufre por cada metro cúbico; tenien- do presente, que cada 15 gramos de azufre producen 10 litros de ácido sulfuroso, al quemarse Terminada esta operación se cerrarán todas las puertas y ventanas, dejando solo una puerta abierta, y se procederá á cubrir con papeles pegados con engrudo todas las rendijas y agujeros de las puertas y ventanas, y las troneras de las pa- redes, si las tuvieren; en seguida se retirarán todos los mue- bles que haya en el centro de la pieza, dejando un amplio es- pacio donde puedan colocarse libremente los quemadores del azufre sin peligro de que se produzca un incendio. Terminados estos preliminares, se pone la cantidad de - azufre que fuere necesaria en una cazuela chica la que se co- loca dentro de otra cazuela más grande al que se llena de agua, procurando que esta no llegue al borde de la chica para que no se introduzca á ella y apague el azufre, pues el único objeto de esta agua, es apagar el azufre ardiendo que pueda derramarse á fin de evitar todo peligro de incendio. Cuando la pieza fuere grande, la cantidad de azufre que se debe emplear, se repartirá en varias cazuelas, por lo gene- ral de tres á seis son suficientes, las que se repartirán equidis- tantes unas de otras, en el centro de la pieza y á lo largo de ella; una vez colocadas las cazuelas se vierte alcohol sobre el azufre que contienen y se encienden con un cerillo, saliendo inmediatamente y cerrando la puerta, á la que se le cubrirán, por fuera, todas las rendijas y agujeros que tuviere, con pa- peles pegados con engrudo. En ese estado, se deja todo hasta el día siguiente en que SS A A A A PEDAGÓGICA, | 187 se abren todas las puertas y ventanas para que se ventile la pieza y en seguida se hace el aseo correspondiente. Para desinfectar una pieza nada de lo que hay en ella debe sacarse, cuantos muebles y objetos haya en ella todos deben quedar allí para que participen de la desinfección. La desinfección por los gases sulfurosos tiene los siguien- tes inconvenientes: Decoloran la ropa y demás objetos de color; ennegrecen los relojes y todos los objetos de metal, así como los dorados y plateados, y á la vez son nocivos para los pájaros, gallinas y demás aves. Parte de estos inconvenientes pueden reme- diarse: los relojes, dorados y objetos de metal se barnizan con vaselina, la que se limpia cuando haya pasado la operación; los pájaros y gallinas se transportan á cualesquiera otra parte y no se vuelven á traer hasta que haya desaparecido por com- pleto el olor de azufre; pero para evitar la decoloración de la ropa, cuadros y pinturas, desgraciadamente nada podemos hacer. En cambio de estos inconvenientes, las fumigaciones sul- furosas, no solo destruyen los microbios, sino también las chinches, pulgas, cucarachas y demás bichos que habiten en la casa. FORMALDEHIDA, FORMALINA Ó FORMOL. El formol es un poderoso deodorizante y desinfectante. Su poder germenicida es muy superior al del azufre, pues mientras necesitamos 30 gramos de azufre para desinfectar un metro cúbico, solo necesitamos 13 gramos de formol líqui- do 6 10 centígramos de formol sólido del Dr. Luninger para producir en mucho menos tiempo, el mismo efecto; además de esta superioridad sobre el azufre, tiene la ventaja sobre él de no atacar los metales ni deteriorar los dorados ni los colo- res, y la de ser completamente inofensivo, lo mismo para las Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —18, 138 HIGIENE personas que para las aves y los demás animales domésticos. Por todas estas razones se ha abandonado la desinfección por el azufre y solo se hace uso del formol, cuyo olor no es repugnante ni tan persistente como el del azufre, y si bien es cierto que los vapores del formol producen lagrimeo, este ac- cidente es pasajero y sin ningunas consecuencias nocivas. Para la desinfección por el formol, se tiene también que cubicar la pieza que se va á desinfectar para saber el número de metros cúbicos que contiene y así poder saber la cantidad de formol que debemos emplear; debiendo ser ésta, como ya hemos dicho, á razón de 13 gramos de formol líquido, ó sea de la solución comercial al 40x 100, ó 10 centígramos de for- maldehida sólida del Dr. Leninger, por cada metro cúbico que se tenga que desinfectar, Siendo menos difusibles los vapores del formol que los gases sulfurosos, no se hace necesario cu- brir las rendijas y agujeros con papeles pegados econ engrudo, basta solo con rellenarlas con papeles, trapos ó algodón y ce- rrar todas las puertas y ventanas. Se sacará de la pieza toda vasija que contenga agua; se rosearán con agua el suelo y las paredes, pues los microbios húmedos mueren con mayor facilidad que los que están secos, nada de lo que haya en la pieza se sacará de ella, solo se pro- curará que la ropa y papeles queden extendidos y los libros suspendidos por los forros ó pastas para que sus hojas queden separadas, á fin de que los vapores del formol penetren con facilidad. Dispuesto todo convenientemente, se enciende la lámpara del aparato y se cierra la puerta que se haya dejado abierta para salir, á la que se le cubren, por fuera, todos los agujeros ó rendijas que tenga, rellenándolos con papeles, trapos ó algodón. Se deja cerrada la pieza unas ocho ó diez horas, y pasado este tiempo, se abren todas las puertas y ventanas para que se ven- tile; si prevalece muy pronunciado el olor picante del formol, PEDAGÓGICA. 139 riéguese un poco de amoníaco, (álcali) el que lo neutralizará en pocos minutos. > LOS APARATOS PARA EVAPORAR EL FORMOL. Se venden en las droguerías, y los hay de varias formas, tamaños y precios, pero con excepción de los generadores del Dr. Leninger, todos los demás solo sirven para el formol líqui- do; y todos ellos, cualesquiera que sea su forma, se componen de un recipiente, donde se deposita el formol, y una lámpara de alcohol que sirve para evaporarlo; de estos aparatos, el más moderno y el que mejores servicios puede prestar en la práce- tica es el del Dr. F. G. Novy; es sencillo y de fácil manejo, y cualesquiera persona puede manejarlo con toda facilidad y sin el menor peligro, y su precio es solo de $10 oro en la casa Parke Davis de Nueva York. Este aparato opera por fuera de la habitación haciendo penetrar los vapores de formol por el agujero de la llave, y de aquí resulta que no haya peligro alguno de incendio; que un solo aparato sea suficiente para desinfectar una pieza ó habi- tación, pues puede volverse á cargar cuantas veces sea nece- sario hasta evaporar la cantidad de formol que se necesite, y por último, que como el aparato no tiene que quedar encerra- do en la pieza, puede utilizarse en seguida para desinfectar otra escuela ó habitación, y así pueden desinfectarse con un solo aparato varias escuelas ó habitaciones en el mismo día, de lo que resulta una gran economía de tiempo y dinero. El aparato del Dr. Novy se compone de un recipiente de cobre de dos litros de capacidad, el que está previsto de un pequeño embudo en su parte superior; el tubo del embudo se prolonga hasta un dieciseisavo de pulgada del fondo del re- cipiente, sirviendo así tanto para cargar el aparato como de indicar la cantidad de formol que se consume. Al lado del embudo está implantado el tubo de descarga, e” 140 HIGIENE el que va disminuyendo su diámetro gradualmente hasta, ter- minar en una extremidad bastante delgada para poder pene- trar por el agujero de la llave de la puerta de la habitación - que se va á desinfectar; este tubo á cuatro pulgadas de su ex- tremidad está cortado, pero á la vez unido por medio de un tubo de goma, á fin de que se pueda mover libremente en cualesquiera dirección. Una lámpara de petróleo de llama cen- tral que se coloca en la base del soporte por debajo del reci- plente, completa este útil aparato. "Para operar con este aparato, se prepara la pieza ó habi- tación que se va á desinfectar de la manera que ya hemos di: cho, pero como con este aparato se opera desde afuera, no hay necesidad de dejar ninguna puerta abierta para la salida y todas deben cerrarse. El aparato se coloca frente á una de las puertas, se vierte por el embudo en el recipiente el formol necesario, según los metros cúbicos que haya que desinfectar; se introduce. el ex- tremo del tubo de descarga por el agujero de la llave y se en- ciende la lámpara. Si la cantidad de formol requerida para la desinfección, fuere mayor que la de dos litros que puede con- tener el recipiente, cuando se haya consumido la primera car- ga se hace otra y así se pueden hacer tantas cargas cuantas fueren necesarias para evaporar el formol requerido; termi- nada la evaporación del formol, se retira el tubo de la ¡Cerra- dura y se llena ésta con lienzo ó papel dejando cerrada la pie-. za durante diez horas, al cabo de las cuales se abren todas las. puertas y ventanas. Si en vez del formol líquido se quiere usar la formaldehida sólida del Dr. Leninger, que tiene la ventaja de emplearse en menor dosis y de poderse conservar mayor cantidad en menos volumen, en este caso hay que usar los generadores de este mismo autor, los que se componen de un soporte, un recipien- te abierto en forma de.taza y una lámpara de alcohol; su ma- nejo es de lo más sencillo: se pone el formol en el recipiente PEDAGÓGICA. 141 y se llena éste de agua hasta la mitad encendiendo en seguida la lámpara, saliendo de,la pieza para cerrar la puerta de sali- da. Cuando la cantidad de formol necesaria para la desinfec- ción no quepa en un solo aparato, hay que emplear dos ó más de ellos, y en este caso se colocarán convenientemente equi- distantes unos de otros, pero cuidando siempre de colocarlos lejos de todos los objetos que puedan quemarse para evitar un incendio. Estos generadores del Dr. Leninger, los hay de tres tama- ños: uno chico, que cuesta $2.50 es.; uno mediano, que cues- ta $10.00, y uno grande, que vale $20.00; con el primero se pueden desinfectar 450 metros cúbicos, con el segundo 1,500 y con el tercero 2,250. Cuando solo se trata de desinfectar alguna ropa, puede hacerse hirviéndola en agua común durante una hora, ó su- mergiéndola durante cuatro horas en agua mezclada con un dos por ciento de formol líquido ó sea, 20 gramos de formol por cada litro de agua, y de esta misma manera pueden desin- —fectarse los platos, vasos, cuchillos, pizarras, pizarrines y to- dos aquellos objetos que no sufran deterioro con mojarse. Esta misma agua con el dos por ciento de formol sirve pa- ra regar los suelos de las habitaciones, los corredores y los patios, lo que debe hacerse diariamente en las casas donde haya algún enfermo de tifo ú otra enfermedad contagiosa; y en tiempo de alguna epidemia, se debe hacer en las escuelas y en todas las casas, aunque en ellas no haya enfermos, para evitar que los haya. Agregando al agua 50 gramos de formol por litro de agua, sirve para desinfectar y desodorar á la vez los comunes, urina- rios, caños, atarjeas inmundas y todo lugar infecto, así como las escupideras y bacinicas. Se deja entender que todo lo que hemos dicho de la desin- fección de las escuelas, es aplicable á las casas particulares, cárceles y todo edificio que sea necesario desinfectar. 142 HIGIENE HIGIENE DEL ALUMNO. Preliminares. No son los microbios patógenos los únicos enemigos que tenemos de nuestra existenela, pues ésta está constantemente amenazada y en inminente peligro por los venenos que cons- tantemente elaboran nuestros órganos y nuestras células; es- tos venenos que están constituídos por los desechos escre- menticios de las células, los designa la ciencia con el nombre de Leucomainas, nombre que les dió Armando Gautier, por la semejanza de estos venenos con la clara de huevo. Si retu- viéramos estas leucomainas durante dos días y cuatro horas, moriríamos envenenados por los venenos elaborados por nos- otros mismos; pero así como la naturaleza nos ha dotado de defensas contra los microbios, nos ha dotado también de defen- sas contra las leucomainas. Estas defensas están constituidas por los emuntorios; á saber: orina, intestino, piel, pulmón y saliva; cuando estos emuntorios funcionan normalmente y ninguno está entorpecl- do en sus funciones, es imposible una auto-intoxicación, pues á medida que elaboramos los venenos los eliminamos, y no se acumulan nunca en cantidad suficiente para matarnos. Los venenos que tomamos con los alimentos y los que de estos se forman en el tubo digestivo por las transformaciones químicas que sufren las materiales alimenticias, unos son eli- minados con las materias fecales, y otros son retenidos por el hígado, donde sufren una transformación química que los ha- ce inofensivos, y aquellos en que no puede el hígado operar esa transformación, los vuelve á vaciar en el intestino para que éste los elimine con los excrementos. Todo este sistema maravilloso de defensas del organismo contra los venenos que sin cesar elaboramos, está regido y gobernado por el sistema nervioso, el que tiene por principal PEDAGÓGICA. y 143 auxiliar la circulación de la sangre, á la que también gobierna por medio de sus nervios vaso-motores, á la vez que la utiliza él mismo para que en su irrigación continua le lleve las subs- tancias alinrenticias que necesita para su nutrición, Cuando por excesos de trabajo mental, afecciones mora- les ú otra causa cualesquiera de agotamiento, el sistema ner- vioso sufre un deterioro en sus funciones, ese deterioro diná- mico refluye necesariamente sobre toda la economía: el híga- do cumple mal sus funciones; las mutaciones nutritivas de ' las células, no se verifican sino de una manera incompleta y esto, con el tiempo, viene á constituir una diátesis, es decir, una enfermedad latente que tarde ó temprano tendrá que ma- nifestarse; ya por la gota, la litesis, el reumatismo ú otra enfermedad cualesquiera de las de ese grupo que tan magis- tralmente nos ha dado á conocer Buchard con el nombre de Enfermedades por retardo de nutrición. i De estos trastornos de la nutrición resulta también un cambio en la composición química de las materias circulantes y en los elementos anatómicos con lo que se le quita al orga- nismo gran parte de sus defensas contra los microbios pató- genos, y así se explica el que un individuo agotado y enfermi- so, esté más expuesto al contagio microbiano que un individuo sano y vigoroso. Antes de entrar en materia sobre la higiene del alumno, he creído necesario estas ligeras nociones preliminares á título de prolegómenos, puesto que ellas sirven de base á las reglas higiénicas que tenemos que formular. DEL ASEO DE LOS ALUMNOS. Desde la antiguedad ha sido considerado el aseo personal como un distintivo de buena educación y á este solo título lo ha tenido en uso la pedagogía antigua; pero hoy, no solo se impone por ese solo título, sino que la higiene la reclama co- mo una imperiosa necesidad para conservar la salud. 144 'ENGIENE El aseo disminuye en mucho el número de los migrobios que nos rodean, especialmente de aquellos más peligrosos, - pues es un hecho que siempre se ha notado, que las enferme- dades contagiosas se ceban más en la gente pobre, por lo ge- neral desaseada, que en las gentes que mantienen limpias sus personas y sus habitaciones. Por esto se impone como una medida higiénica el aseo de los vestidos y el del cuerpo, este no debe limitarse á la cara y las manos, sino que debe darse un baño general cuando me- nos una vez por semana, esto no solo barre los microbios que contenga la piel sino que la limpia de las impurezas que obs- truyen sus poros é impiden la libre salida de las leucomainas; además, el baño tonifica el sistema nervioso y contribuye así indirectamente, al buen funcionamiento de los demás emun- torios. El aseo diario no debe limitarse á la cara y las manos, de- ben lavarse las orejas, la cabeza, y sobre todo la boca. La boca es un receptáculo de microbios patógenos entre los que están los de la cáries dentaria, el de las aftas y otros muchos que esperan la primera oportunidad que se les pre- sente para poder penetrar á nuestro organismo; por esto, el aseo de la boca debe hacerse con sumo empeño y cuidado: después de los alimentos, y siempre que se coma algo, deberá limpiarse los intersticios de los dientes con el limpia-dientes, y enjuagarse la boca para limpiarla de todos los residuos que hayan quedado; por lo menos una ó dos veces diarias debe hacerse el lavado de la boca y los dientes con cepillo y algún antiséptico. El agua boricada ó unas gotas de agua de Bolot ó de agua oxigenada en un vaso de agua limpia, satisfacen esta necesidad, y éstas se encuentran fácilmente en cuales- quiera botica á bajo precio. El aseo de la boca nos evita la cáries de los dientes, el mal aliento é infinidad de enfermedades, así que es indispen- sable el que los señores profesores tomen todo empeño en PEDAGÓGICA. 1 145 que los niños que estén á su cargo se acostumbren á tener debidamente aseada su boca y toda su persona; y para esto, es preciso que se tomen la molestia de pasarles una revista de aseo mañana y tarde, y á los que no se presenten debida- mente aseados hacerlos que se aseen inmediatamente, pues con éste fin se exige hoy que todas las escuelas estén provis- tas de lavabos, agua y todos los utensilios necesarios para el aseo personal. LAS POSTURAS INCORRECTAS. Las pésimas condiciones del mobiliario antiguo, y también muchas veces la mala costumbre de los niños y el poco cui- dado de los maestros, hace que los niños apoyen el pecho so- bre las mesas, se sienten torcidos á derecha é izquierda, y cuando están en pie, cargan el peso del cuerpo sobre una sola pierna; esto revela una mala educación que debe corregir el profesor, y cuidar de que los niños no cojan esas malas cos- tumbres que son contrarias á la higiene y son la causa de va- rias enfermedades. El Dr. Dally, autoridad muy competente en la materia, asegura que las desviaciones y torsiones de la columna verte- bral, hemorragias nasales, jaquecas y varias enfermedades de los ojos y de los órganos internos, no reconocen otra causa que las posturas incorrectas de los niños. Es necesario, dice el mismo autor, exigir que los omó- platos estén casi paralelos al eje transversal del tórax y que el dorso se halle derecho; es preciso, en fin, exigir que la in- clinación sobre los riñones no sea excesiva y que el plano pos- terior del cuerpo esté ligeramente inclinado de abajo á arriba y de delante á atras. En una palabra, el plano transversal me- dio, debe encontrarse casi á igual distancia de las dos extre- midades del eje anteroposterior. Así pues, toda postura forzada aunque no sea incorrecta, Mem. Soc. Alpate. México. T. 28 (1905)—19. 146 HIGIENE sino de aquellas que algunos maestros imponen á sus discípu- los para el desempeño de algunos trabajos escolares. tiene que ser perjudicial á la salud de los niños, y esto será de mayor trascendencia cuando se trate de las niñas. Veamos lo que dice respecto de éstas Fonssagrives; este autor en su tratado de “Higiene de la Infancia,” se expresa así: “Dally, ha insis- tido con fundamento acerca del peligro de las actitudes exa- geradas, aun cuando no sean incorrectas, relativamente á la con- formación regular y á las dimensiones de la pelvis. Así es que no sin motivo recrimina la de los riñones comprimidos, la esta- ción sobre la nalga izquierda y la extensión forzada de la ca- beza que las maestras de escuela imponen frecuentemente á sus discípulas, y que exageradas como siempre lo son, cons- tituyen en realidad actitudes viciosas.” Después de haber copiado tan respetables como indiscuti- bles autoridades, no tengo otra cosa que hacer que llamar la atención de los señores profesores, y sobre todo la de las pro- fesoras, sobre este importante asunto. HIGIENE DEL CEREBRO. Es una ley fisiológica bien conocida, que todo órgano en- tra en ejercicio y se desarrolla bajo la influencia de su esti- mulante especial. El aire atmosférico es el estimulante del pulmón; la luz es el del ojo; los alimentos el del estómago, y el pensamiento el del cerebro. Pero todo lo que tienen de be- néficos estos estimulantes aplicados con método y orden, tie- nen de perjudiciales.y desastrosos cuando se aplican de una manera irracional é inconsiderada; así el estómago, por ejem- plo, cuando se le quiere obligar á digerir una gran cantidad de alimentos, protesta por medio de una indigestión contra el exceso de trabajo que se le quiere imponer, y si se le sigue obligando á soportar un trabajo superior á sus fuerzas, viene el agotamiento, la dispepsia y la dilatación; al ojo le perjudica PEDAGÓGICA. 147 la luz demasiado fuerte, y al cerebro el exceso de trabajo in- telectual. Todo trabajo intelectual hace sufrir un choque á la célula de la substancia gris y la pone en erección, cuya erección ac- tiva la corriente sanguínea solicitada por ella, y así viene á formarse una hiperemia en la región que ha sido impresiona- da, y cuando cesa el trabajo intelectual, cesa la erección, des- aparece la hiperemia y todo vuelve al estado normal; la ener- gía y el fósforo gastados por la célula durante su erección, son repuestos por la corriente sanguínea durante el descanso in- telectual; pero cuando el trabajo intelectual es excesivo y constante, como sucede en las escuelas en que se hace traba- jar diariamente á los niños dos ó tres horas seguidas mañana, y tarde intelectualmente, el erectismo celular y la hiperemia se prolongan demasiado y vienen al fin á hacerse crónicas; las células no recuperan sus pérdidas y necesariamente sus fun- ciones se entorpecen, por lo que la inteligencia del niño se debilita en vez de desarrollarse, como debía de ser con un trabajo racional y adecuado á su edad y á su desarrollo. De aquí la necesidad de que los señores profesores celosos del cumplimiento de su deber, no olviden jamás esta ley fisio- lógica: “TODA CÉLULA QUE TRABAJA GASTA SUS ENERGÍAS ACUMULADAS, LAS QUE SOLO PUEDE REPONER PUR MEDIO DEL REPUSO.” Así pues, en cumplimiento de estas leyes fisiológicas, el trabajo intelectual de los niños debe graduarse según la cons- titución física y la edad de cada uno de ellos, siguiendo una escala que oscila entre quince y cincuenta minutos, según la edad, y alternando siempre los trabajos mentales con otros trabajos en que no tenga que tomar parte la inteligencia, para lo que se utilizan las asignaturas de gimnasia, canto, trabajos manuales y recreo. Algunos señores preceptores no comprendiendo tal vez el valor higiénico de los ejercicios corporales, tienen la mala cos- 148 HÍGIENE tumbre de dar mañana y tarde, todas las clases intelectuales seguidas, y al final los ejercicios corporales; esta costumbre debe desterrarse porque no se satisface así el objeto que la higiene y la pedagogía se proponen, que es el de no fatigar la inteligencia de los niños á fin de que mejor aprovechen las lecciones que se les dan y á la vez evitarles las enfermedades á que los expone un recargo de trabajo intelectual. HIGIENE DE LA ESCRITURA. Todos los higienistas están de acuerdo en que es preferi- ble que se eseriba una letra redonda, vertical y clara y no una letra inglesa que obliga á darle al cuerpo una postura inconve- niente y perjudicial, puesto que se obliga á estar de lado y car- gando todo el cuerpo sobre una sola nalga, y dicen “que no se debe sacrificar la salud del alumno por el solo gusto de que sepa escribir una bonita forma de letra.” Para escribir, el cuerpo debe estar derecho, el pecho ro- zando ligeramente la mesa sin apoyarse en ella, los codos con el brazo doblado, apoyados en la mesa, la cabeza levantada de tal manera, que la vista quede á una distancia de treinta cen- tímetros del papel, pues la costumbre de ver á una distancia menor expone á la miopía y á una mayor á la presbiopía. La luz debe ser lateral, de preferencia, izquierda, pero jamás de frente ó espalda. Las mesas deberán estar pintadas de un color mate obs- curo y jamás barnizadas, pues el reflejo que la luz produce sobre los cuerpos brillantes perjudica la vista. HIGIENE DE LA LECTURA. El libro debe conservarse á una distancia de treinta cen- tímetros de los ojos, por las razones expuestas al tratarse de la eseritura. No se debe leer con una luz demasiado fuerte ni dema- siado débil. PEDAGÓGICA. » 149 Perjudican la vista los caracteres pequeños y los negros sobre fondo blanco; por esto es que varios congresos pedagógi- cos han acordado que los libros que deban servir de textos en las escuelas, se impriman con tipos de un tamaño apropiado y sobre papel moreno ó amarillo garbanzo. El dar gritos para leer y hacerlo con sonsonete, ó como quien canta, es antihigiénica y antipedagógica, y por lo tanto debe prohibirse. Debe leerse sin sonsonete y en voz natural, sin esforzarla, hablando en el tono y naturalidad como quien platica. Se entien:le que esta regla se refiere al estudio y la lectu- ra, pues para'el recitado en prosa y verso, que se ejecutan co- mo ejercicios fonéticos, la voz y la entonación tienen que ser como lo pida el asunto recitado. HIGIENE DE LOS TRABAJOS MANUALES. Ante todo, deben evitarse las posturas incorrectas y no prolongar demasiado el tiempo que se emplea en estos traba- jos, los que deben siempre alternarse con recreo y trabajos intelectuales. A las niñas, no se les debe tener largo tiempo sentadas en la clase de costura, porque se les favorece su inclinación na- tural á la vida sedentaria que les es tan perjudicial. El tiempo empleado en el bordado ú otros trabajos, en que como éste tenga que fijarse demasiado la vista debe ser menor que el que se conceda para las demás labores. Cuando se borda con sedas de colores vivos ó se tiene que fijar la- vista sobre objetos ó detalles muy pequeños, debe te- nerse un descanso después de cada media hora de trabajo. En todas las cosas, invariablemente, debe cumplimentarse el precepto que hemos sentado al hablar de la escritura y la lectura, esto es, que el bordado ó la costura deben estar siem- pre á una distancia de treinta centímetros del ojo. 150 HIGIENE g En las labores de tejidos no se debe exceder de una hora á lo más, pues de excederse hay riesgo de adquirir ó bien una especie de parálisis ó torpeza de los dedos, ó bien el dolor que Fonssagrives llama de las bordadoras, y que lo padecen tanto éstas como las tejedoras y costureras, y el cual consiste en un dolor en la espalda sobre el omóplato derecho, y muy raras veces sobre el izquierdo; este dolor aunque no es de conse- cuencias, es sin embargo muy molesto, pero se calma apoyán- dose la parte del dolor sobre el respaldo del asiento y perma- neciendo con el cuerpo así apoyado por un poco de tiempo. DE LOS EJERCICIOS FÍSICOS. Seguir siempre las indicaciones de la naturaleza y no con- trariar jamás esta sabia maestra, es un deber de todo buen educador. El niño, por instinto natural, mama tan luego como nace sin que nadie lo enseñe, porque el alimentarse es una necesi- dad fisiológica para vivir. El niño se mueve y grita, y más tarde, corre, brinca, can- ta, grita é inventa travesuras que pone en ejecución; y todo esto, es también una necesidad fisiológica para su desarrollo físico é intelectual; así pues, contrariar estas necesidades fisio- lógicas del niño, obligándolo á permanecer en inacción varias horas diarias entregado á trabajos mentales, es tan torpe é irracional, como antihigiénico y antipedagógico; y es por esto por lo que en las escuelas modernas, tomando por base estas consideraciones, se han introducido, como nueva asignatura, los ejercicios físicos, alternándolos con los intelectuales. Los ejercicios corporales, propios de las escuelas prima- rias, se reducen á estos grupos: 1% Gimnasia de salón, acompañada ó no de canto. 2 Marchas con acompañamiento de canto ó sin él. PEDAGÓGIOA. 151 32 Trabajos manuales y cultivo de la tierra en el jardín de la escuela. | 4% Recreo ó juego libre, que consiste en dejar á los niños en libertad de que cada uno haga lo que mejor le parezca du- rante el tiempo de recreo, pero siempre bajo la vigilancia del profesor ó sus ayudantes para que les eviten lo que sea peli- groso ó inconveniente. 52 Paseos campestres. 62 Canto, sólo ó combinado con los demás ejercicios, y 72 Recitación, ejercicios fonéticos, que con el canto des- empeñan el papel de gimnasia de la voz. Todos estos ejercicios, aunque diferentes, no son otra co- sa que la gimnasia realizada de distintas maneras: gimnasia sin aparatos, como debe de ser siempre la de la escuela pri- maria. Los ejercicios físicos se ejecutan en el jardín, en el patio de recreo ó en los corredores, y solo en el caso de que el local sea tan reducido que solo cuente con el salón de clases, se ha- rán allí mismo. LA GIMNASIA EN LA ESCUELA. 14 La palabra gimnasia viene del griego yvyváctoy Gymnasion que significa ejercitarse. La gimnasia en la escuela desempeña una misión educa- tiva desarrollando las facultades físicas del niño, y una misión higiénica preservándolo de muchas enfermedades. En efecto: el ejercicio robustece y desarrolla los músculos; la piel funciona con mayor energía y regularidad; el apetito - aumenta, y el estómago digiere mejor los alimentos; la cavidad toráxica se ensancha, dejando al pulmón mayor libertad de acción, la cireulación de la sangre se regula y activa, conser- vándose así el equilibrio entre la asimilación y la desasamila- ción, de lo que resulta que el organismo todo se robustezca y 152 HIGIENE vivifique, dando todo esto por resultado su regular funciona- miento; el aumento de las combustiones, la regularidad en las funciones de los emuntorios, que desechan las leucomainas que constantemente elaboramos, á la vez que aumenta la fa- gocitosis, y así nos explicamos por qué la gimnasia, poniendo en actividad el organismo, ejerce una acción preservativa ó higiénica, á la vez que una acción terapéutica ó curativa de algunas enfermedades. El desarrollo general del organismo á que el cerebro no puede permanecer extraño, lo desarrolla también y robustece, y de aquí que sus funciones se regularicen y activen, lo que le comunica mayor aptitud para los trabajos intelectuales á la vez que robusteciéndose también necesariamente el sistema nervioso, el individuo siente ese bienestar físico y moral que forma al hombre de acción y ¡e inspira confianza en sí mismo, sin lo cual, la vida intelectual, correría el riesgo de languide- cer en la pereza y la esterilidad. Por último, el alma también participa de ese beneficio ge- neral del cuerpo, la actividad y el gusto que se adquiere por los placeres nobles, preservan de la molicie y la voluptuosidad que tanto enervan el carácter del individuo; por esto, con toda justicia, ha dicho Rousselot que la gimmástica viene ú ser una salvaguardia de la moralidad privada. HIGIENE DE LA GIMNASIA. Si los ejercicios físicos son una función ligiénica ¿pueden tener su higiene? evidentemente que sí; la gimnasia tiene también sus reglas higiénicas cuyo cumplimiento tiene el de- ber de vigilar el profesor á fin de que esos ejercicios higiéni- cos no se conviertan en patógenos. Brevemente expondremos esas reglas. a) Los ejercicios físicos deben siempre ser adecuados á la edad y desarrollo del niño, PEDAGÓGICA. 153 b) Los ejercicios físicos jamás serán continuados, sino siempre alternados con descansos y ejercicios intelectuales. c) La duración de los ejercicios físicos, no debe exceder de media hora, y en los climas cálidos el máximo será de vein- te minutos. ; : d) Cuando los niños estén fatigados, no se les permitirá tomar agua, exponerse á las corrientes de aire, ni que pasen inmediatamente á un lugar fresco ni que permanezcan en si- tios húmedos. Los ejercicios físicos, deben ser siempre vigilados por el mismo profesor sin valerse para ello de monitores ni ayudan- tes, á no ser que estos sean ya personas de juicio y le merez- can toda confianza. DE LOS CASTIGOS. La pedagogía moderna, de acuerdo con la higiene, pros- cribe en lo absoluto los castigos corporales en las escuelas, por ser estos perjudiciales á la salud de los niños, y por los acel- dentes imprevistos que muchas veces les originan. Los castigos corporales resultan siempre antihigiénicos y antipedagógicos; son antihigiénicos, porque exponen la salud de los niños, y son antipedagógicos, porque degradan al niño y le hacen perder la dignidad y la vergiienza, viniendo á dar de esta manera, un resultado contraproducente. hi Así pues, no se debe castigar á los niños ni encerrándolos en lugares húmedos, obscuros y solitarios; ni privándolos de alimentos ni obligándolos á permanecer en posturas difíciles, ni haciéndolos permanecer cargando piedras ú otros objetos - pesados, aunque solo sea por poco tiempo; ni exponiéndolos á la vergúenza pública ó de sus compañeros, exhibiéndolos con orejas de burro, ó de cualesquiera otra manera ridícula: lo que no da más resultados que hacerles perder la dignidad, Mem. Soc. Alsaté. México. T. 23 (1905) —20. 154 HIGIENE distraer á los demás niños de sus ocupaciones, poniéndoles un motivo de diversión y hacer que la escuela pierda la serie- dad que todo plantel de educación debe conservar, según lo aconseja la buena disciplina escolar. DE LA DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO Y LOS TRABAJOS ESCOLARES. De conformidad con los preceptos higiénicos que hemos formulado, el programa diario de la escuela se arreglará de tal manera que todos los ejercicios resulten cortos y variados, y alternando siempre los ejercicios intelectuales con los físicos; los trabajos en que el alumno tenga que permanecer en pie, con aquellos en que tenga que permanecer sentado; los ejer- eicios en que tenga que intervenir de preferencia la vista, con aquellos en que tenga que intervenir la voz ó el oído; y de la misma manera se alternarán también los trabajos intelectua- les: los de cálculo, con las ciencias naturales, los de éstos con los idiomas, y así todos los demás; teniendo siempre presente que todos los ejercicios deben ser cortos para no cansar, y variados para evitar la monotonía y el fastidio, Todo lo que dejamos dicho, es aplicable tanto á las escue- las de niños como á las de niñas; pero tratándose de éstas, y respecto á las labores de costura, en que necesariamente se tienen que tomar posturas forzadas, y por lo mismo incorrec- tas, se hace más necesario que el tiempo que se emplea en éstas, cualesquiera que ellas sean, jamás exceda de media ho- ra, alternándose con algún ejercicio corporal y volviendo des- pués á la costura cuando así fuere preciso. PEDAGÓGICA. 155 SEGUNDA PARTE. HIGIENE DEL LOCAL DE LA ESCUELA, EL MOBILIARIO Y MATERIAL DE ENSEÑANZA. Del local de la escuela. La antigua pedagogía, que solo se preocupaba del des- arrollo intelectual del niño sin tomar en cuenta en lo más mí- nimo, ni el desarrollo físico ni mucho menos la higiene, se conformaba con un salón para clases, y á esto se reducía todo el local de la escuela; hoy, que la pedagogía moderna, manco- munada con la higiene, es eminentemente educativa y no sim- plemente intelectualista, necesita para llenar su objeto de otras dependencias que reclama también la higiene escolar. No pretendo que tengamos las cómodas y elegantes escue- las europeas y norte-americanas, con su sala de estudio y sus diversos departamentos para clases, su guardarropa y lavabos; su patio cubierto para ejercicios físicos en tiempo de aguas y su basto jardín; y si no pretendo todo esto para nuestras es- cuelas, no es por falta de deseos ni porque lo crea inútil, sino porque veo la imposibilidad en que estamos, al menos por ahora, para tener escuelas de esa naturaleza, por lo menos en todas las poblaciones de la República, y por esto me conformo con locales modestos, pero que al menos tengan los departa- mentos más indispensables, y con las condiciones higiénicas y pedagógicas que se requieren para la enseñanza moderna y para conservar y no dañar la salud de los niños. Nos conformamos con que el local para escuela tenga su clase, una ó dos piezas más para lavabos y guardarropa, y cuando esto no sea posible, nos conformaremos solo con la 156 HIGIENE clase, en donde podremos colocar, en uno de sus ángulos, los lavabos y el guardarropa; pero de lo que sí no es posible pres- cindir, sin perjuicio de la higiene, es del terreno suficiente para los comunes y urinarios, para patio de recreo y un jar- dín, aunque sea en miniatura. Es una costumbre muy generalizada en las poblaciones cortas de nuestro país, el que al construírse un local para es- cuela, jamás se tienen presentes ni la pedagogía ni la higiene, lo único que se procura es que sea una inmensa sala capaz de contener mucha gente á fin de que pueda utilizarse para bai- les, para teatro y juntas populares: y en efecto, esos inmensos salones pueden servir muy bien para todo eso y hasta para iglesias, en caso ofrecido, menos para escuelas, pues al cons- truírlos no se han tenido presentes ni los más rudimentarios preceptos de pedagogía é higiene. CONDICIONES QUE DEBEN TENER LOS LOCALES PARA ESCUELAS. . AISLAMIENTO. Mientras más aislada esté la escuela de las construcciones que la rodean, será mucho mejor. Así que: deberán construírse las escuelas completamente aisladas de los demás edificios, por una zona de terreno libre, cuya extensión sea por lo menos igual á dos tantos de la altu- ra del edificio y la cual debe rodearlo por los cuatro lados. Siempre que no sea posible aislar las escuelas por sus cua- bro lados, cúmplase por lo menos este precepto aislándolos de la calle, poniendo al paño de ésta un enverjado con su puer- ta, la que conducirá á un patio con su jardín tras el cual es- tará el edificio de la escuela. En aquellas escuelas que estén construídas ya con vista á las vías públicas, deberán cubrirse hasta la mitud las puertas y ventanas que den vista á la calle ó plaza, con bastidores de lienzo ó vidrios apagados, que impidan la vista del exterior. PEDAGÓGICA. 157 ORIENTACIÓN. Debe ser la exposición: Norte, en los paí- ses cálidos; Sur, en los países fríos, y Nordeste en los países templados. Debe evitarse siempre la orientación Sudoeste, consecuentes con la opinión unánime de los autores. SUPERFICIE DE LAS CLASES. En Sajonia, prescribe la ley setenta centímetros cuadrados por alumno; en Francia, 1.25 metros; en Suiza, 1.45; en Suecia, 1.25; el Consejo Superior de Higiene de Bélgica, prescribe 1.50; Narjous, propone 1.40, y en México, el primer Vongreso Pedagógico, adoptó un metro cincuenta centímetros cuadrados por alumno que es la super- ficie mínima que deben tener las clases. CUBICACIÓN. La cubicación de las clases es asunto de vital interés, puesto que el aire es el alimento respiratorio y en tal concepto, para que la salud de los niños no sufra deterioro, es necesario que la clase pueda contener, por su elevación, una cantidad de aire suficiente para el abasto de los niños; y como sabemos que un individuo consume, por término medio, 10 metros cúbicos de aire por hora, resulta que una clase de 100 niños, necesita una cubicación de 1,000 metros, cuya capacidad es casi imposible darle á una clase; pero por fortu- na tenemos un auxiliar excelente para renovar constantemente el aire de las clases, el cual consiste en una buena ventilación, y si bien no es siempre posible dar una cubicación suficiente á la clase, bien podremos conformarnos con darle una altura conveniente y una buena ventilación. No obstante, será muy conveniente tener siempre presente la cubicación por alumno que aconsejan los higienistas, á fin de aproximarnos á ella lo más que fuere posible, aunque solo sea á la de seis metros cúbicos que es la que pretenden los menos exigentes, puesto que entre cinco y ocho metros cúbi- eos se ha tomado generalmente por término medio, siete me- tros cincuenta centímetros. La cubicación por alumno, varía según la edad de los ni- ños, puesto que el consumo de aire atmosférico no es el mis- 158 : HIGIENE mo para todas las edades; pero partiendo del principio de que nuestras escuelas son frecuentadas por niños de seis á catorce años, estando en minoría estos últimos, ereo que podremos adoptar, sin el menor inconveniente, la cubicación de cinco ó seis metros cúbicos por alumno, que es la más frecuente en la práctica. ALTURA DE LAS CLASES. La altura adoptada en los diver- sos países varía entre 4.50 y 7 metros. Si damos á la clase la altura de 4.50 metros no nos queda espacio suficiente para las ventanas que deben ser de tres me- tros de alto, y no deben abrirse al nivel del piso, y con una altura de 6 4 7 metros se da lugar á resonancias que tan des- agradables son al oído como perjudiciales á la voz. Todos estos inconvenientes quedarán subsanados dando á las clases una altura de cinco metros, especialmente en los países cálidos. VENTILACIÓN. Sabemos que la respiración es una función fisiológica que tiene por objeto poner los materiales de la san- gre en contacto con el aire atmosférico, para completar la he- matosis y comunicar á la sangre venosa las cualidades vivifi- cantes de la sangre arterial. Los órganos que en el hombre desempeñan esta función, son los pulmones. La respiración se efectúa en dos tiempos: el de inspiración que es cuando introducimos el aire en los pulmones y el de espiración, que es cuando lo arrojamos. El aire que inspiramos según los últimos trabajos de Smith, se compone de 78.8 de nitrógeno, argón; 20.7 de oxígeno; 0.47 vapor de agua, y 0.08 Anhidrido carbónico ” por 100 partes de aire, y en el aire que espiramos disminuye la cantidad de oxí- geno y aumenta la de carbono en un volumen igual al del (1) Nuevamente se han encontrado en el aire, aparte del argón, los siguientes ele- mentos: Metargon, Kriptón, Helio y Neón; pero no se ha definido aun la proporción en que éstos ge hallan en el aire, PEDAGÓGICA. 159 oxígeno perdido; este fenómeno es el resultado de las com- bustiones orgánicas. Además de la gran cantidad de ácido carbónico que con- tiene el aire espirado, contiene vapor de agua y desechos or- gánicos, en su mayor parte venenosos, pues como hemos dicho, el pulmón es uno de los emuntorios del organismo que le sirven para librarse de los venenos que constantemente elabora y cuya aglomeración causaría la muerte del individuo; así que el aire espirado es venenoso bajo todos aspectos, é impropio, por lo mismo, para la inspiración; de aquí que cuando nos vemos precisados á darle nueva entrada en nuestros pulmo- nes, el envenenamiento es seguro, solo que varía de intensi- dad según la cantidad de aire viciado que nos vemos obligados á inspirar. En las clases mal ventiladas en que los niños se ven obli- gados á inspirar un aire infeeto mezclado con aire puro, sufren una asfixia lenta; pero si á un individuo se le encierra en un lugar estrecho y sin ventilación, la muerte es tanto más rápida cuanto más reducido sea el lugar donde se le ha encerrado. Evitar á los niños los efectos nocivos que les resultan de inspirar un aire venenoso, es el fin que se propone la ventila- ción de las clases, de aquí que este asunto sea de capital inte- rés higiénico, y el descuidarlo sería hasta criminal. Es necesario no confundir la aeración con la ventilación, pues por muchas que sean las puertas y ventanas y aun cuan- do se abran todas á la vez, la masa de aire que por ellas pene- tre no ventilará la clase sino imperfectamente. Así pues, la aeración no es la ventilación, puesto que ésta tiene por objeto introducir aire puro en la pieza de una manera uniforme y constante y al mismo tiempo arrojar al exterior el aire viciado de la espiración; éste, por su temperatura más elevada, tiende á subir y llega al techo en busca de salida, y cuando no la encuentra, se aglomera y poco á poco formándose nue- vas capas, que rechazadas por las primeras, no pueden ya ele- 160 HIGIENE varse, el aire mefítico invade toda la pieza llenándola por com- pleto; para comprobar esto no necesitamos practicar ninguna operación química, basta con penetrar á una pieza donde haya una aglomeración de gente y en el acto se percibe ese olor es- pecial y característico al que Zola llama olor 4 hombre. No me ocuparé de los diversos ventiladores que se han inventado, y muchos de los cuales están en uso en el extran- jero, ni siquiera de la cornisa metálica de Mr. Rabsons, ni los tubos Varley, pues todo esto, si bien es lujoso y útil, es caro y por lo mismo de difícil adquisición para la mayoría de nues- tras escuelas, y como mi propósito no ha sido escribir una hi- giene de lujo é impracticable, sino una higiene factible que aun las escuelas más pobres puedan llevar al terreno de la práe- tica, voy á proponer un procedimiento de ventilación, sencillo casi sin costo, y que puede adoptarse tanto en las escuelas ya construídas, como en las que nuevamente se construyan, y que á todas estas ventajas reune la de producir una ventila- ción perfecta, demostrada ya por la experiencia en las muchas escuelas en que está en uso en Europa. Consiste este procedimiento en practicar unas aberturas ó troneras en una de las paredes mayores de la clase; estas aberturas se practican á una altura de diez centímetros sobre el nivel del piso interior y á distancia de un metro unas de otras y de un diámetro de ocho á diez centímetros; iguales troneras se practicarán en la pared del lado opuesto, pero és- tas no junto al suelo sino pegadas al techo. De esta manera el aire puro del exterior penetra de una manera uniforme y constante en la clase, y el aire viciado que por ser más caliente tiende á elevarse, encuentra una fácil salida por las aberturas superiores y la clase se ve libre de él. Este sistema de ventilación, como se ve, es bien practica- ble, y con un costo insignificante se puede poner en planta en las escuelas ya construídas que carezcan de ventilación, que por desgracia son las más, pues por lo general se confunde Poincaré H.—La théorie de Maxwell et les oscillations Hertziennes, La télé- graphie sans fil.—( Scientia). Paris, C. Naud, 1904. Poncharra (F. de).—Propriétés et essais des matériaux de lélectrotechnique. (Encycl. Se. des Aide-Mém.).—Paris. Gautiier- Villars, 1904. Poulenc Dr. C.—Les Nouveautés Chimiques pour 1904.—Paris, 1904, 89, fig. Quajat Dott. E., M. S. A.—Sulla diminuzione in peso nei bozzoli. Padova, 1885. —Influence des eaux de filature sur la soie grége. Lyon, 1889. —Influen- za dell'ossigeno e dell'aria compresa sullo schiudimento intempestivo delle ova di filugello. 1898.—Prodotti respiratori delle nova del filugello du- rante l'incubazione normale. 1899.—Sulla svernatura ed incubazione delle nova del filugello. 1899.—I corpusculi redivivi. 189). Raspail X., M. S. A.—Observations sur la durée de l'incubation et de l'éduca- tion des jeunes dans le nid chez quelques oiseaux, Paris (Ornis), 1903.— Durée de lV'incubation et de Véducation des jeunes dans le nid chez le Monchet chanteur et Butalis gris. Paris (Bull. Soc. Zool. Fr.), 1903.— Développement asymétrique d'un cráne de poulet.—Existe-tl deux es- peces d' Effarvatte? 1904. Reboud A.—L'Électricité et. ses applications. 2m* partie.—Paris, Ch. Béranger. 1903. 82 fig. Recuerdo de la inauguración de máquinas de la Escuela N. de Artes y Oficios. —México, 1903. 8? láms. (Ing. M. F. Alvarez, M. S. A.). Reports of the Sleeping Skickness Commission. Royal Society. London. Nos. TL-IV. 1903. 82 pl. Revue de Métallurgie.—Paris, Société 'encouragement pour U industrie nationale. le année. 1904, gr. in-8, fig. Richter (P. E.).—Litteratur der Landes-und Volkskunde des Kónigreiches Sachsen.—Dresden (Verein fúr Erdkunde), 1903. Nachtrag 4. 82 Rinne F.—Le Microscope polarisant. Traduit par L. Pervinquiére.—Paris, F. R. de Rudeval. 1904. 122 fig. Rodrigues (Campos ).—Corrections aux ascensions droites de quelques étoiles du Berliner Jahrbuch observées a Lisbonne ( Tapada). Kiel (Astr. Nachr.) 1902. Observatoire R. Astronomique de Lisbonne. Rodrigues C., Oom F. et Teixeira Bastos. —Observations disclipios de Lune a VObservatorie Royal de Lisbonne (Tapada'. Kiel (Astr. Nachr.) 1904. Rojas Acosta N.—Historia Natural de corrientes. Corrientes, 1904. 182 Saenz Dr. O. D.—Escarabeus Saenz. Escarabeo de Saenz. Nueva especie ecua- toriana descubierta en Quito. 1904. ! Saunders W. $ Shult F. T.—El Trébol como abono. Traducido por G. Cómes. —México, Secretaría de Fomento. 1904. 82 Scala (Dott. G.), M. S. A.—Il Mal Bianco delle Rose (Sphaerotheca pannosa- Lév.).-—Marchiume delle lathughe e dei carciofi.—Black-Rot ( Guignar- dia Bidwellii (Ellis) Viala et Rav.—Un nuovo mieromicete degli agrumi* (Macrophoma [ Cylindrophoma| Aurantii n. sp.).—Prima contribuzione alla conoscenza della Flora Micologica della Provincia di Catania. — Myce- tis siculi novi—I funghi della Sicilia orientale e principalmente della gione Etnea (1% 2% e 3? serie ).—Sulla ruggine del “Muscari Mon$truo- sum” L.—Basteriosi della rose. —Micromycetes anu siculi novi.—Oa- tania. Sealia (Dott. S.), M. S. A.—Sul Plodeue e il Post-pliocene di Cannizzaro.— Sopra alcune nuove specie di fossili del calcare bianeo eristallino della montagna del Casale, in Provincia Palermo.—Sopra una nuova localitá fossilifera del Postpliocene sub - etneo.—Rivisione della fauna postplioce- nica dellargilla di Nizzetti presso Acicastello (Catania ).—Il Post - plio- cene del Poggio di Cibal: £' di Catira presso Catania. Schnabel C.—Traité de Métallurgie générale. Traduit par le Dr. L. Gautier.— Paris, Ch. Béranger. 1904, er. in-8, fig. Schumann (V.).—On the absorption and emission of air and 1ts ingredients for light of wave-lengths from 250 pp to 100 y y. Washington, D. C. 1903. 49 pl. Smithsonian Contributions to Knowledge. Schreiber J., S. J.—Die Jesuiten des 17. und 18. Jalhrhunderts und ihr Ver- háltnis zur Astronomie.—Muúnster 1. W. (Natur und Offenbarung) 1903. 89 Seler ( Ccecilie), M. S. A.—Auf alten Wegen in Mexiko und Guatemala. Reise- erinnerungen und Eindrúcke aus den Jahren 1895-1897.-—Berlin, 1900. D. Reimer (E. Wohsen). 82 Fig. Taf. € 1 Karte, Seler (Dr. Ed.), M. $. A.—Gesammelte Abhandlungen zur Amerikanischen Sprach und Alterthumskunde. I. Band. 1902. IL Bd. 1904. Berlin. A. Asher € Co. 89 Fig.— Codex Borgia. Eine altmexikanische Bilderschrift der Bibliothek der Consregatio de Propaganda Fide. Herausgegeben auf a Seiner Excellenz des Her 200 von Loubat, M. S. A. Band L. Tafel: 28. Berlin. 1903. ee (Marie). —Angenáherte a des Planeten (196) Philomela fur Zeit 1903-1913. (Observatoire de Poulkovo).—St. Péters- bourg (Bull. Ac. L Se.) 1903. Smithsonian Institution.—Contributions to Knowledge. Vol. XXXIII: The Wha- lebone Whales of the Western North Atlantic compared with those occut- ring ing European Waters with some observations on the species of the North Pacific by Fred. W. True. 1904. 42 50 pl.—Vol. XXXIV: A Com- parison of the features of the Earth and the Moon by N. S. Shaler. Was- hington. 1903. 42 25 pl. —Miscellaneous Collections. Quarterly Issue. Vol. 1 (1903 ), nos. 1-4; Vol. 2 (1904), no. 1. Sokoloy A.—Observations des petites planétes et des cométes 1902, b et 1902, d, faites au réfracteur de 15 pouces de 'Observatoire de Poulkovo en 1902. —5t. Pétersbourg (Bull. Ac. Imp. des Se.) 1903. Strebel ( Dr. H. ), M. S. A.—Ueber Ornamente auf Tongefássen aus Alt-Mexiko. Hamburg, 1904, Fol. 33 Taf. Téllez Pizarro A., M. S. A.—Materiales de construcción. Compendio de las cla- ses orales dadas en la Escuela N. de Bellas Artes. México, 1903. 129 (J. Gómez). (A suivre). TL) SA SOCIEDAD CIENTIFICA “Antonio Alzate” publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR. Y SANTILLÁN, SECRETARIO GENERAL PERPETUO SOMMAIRE. (Mémoires, feuilles 21 4 30; o feuilles 5 6% 6). + Agriculture. —Une École Particulidre d' tas a Ciudad Juárez, Chih., par: M., KR. Escobar. P. 199-205. Botanique appliquée.—Le Linaloé, par M. E. on P. 207-209. Chimie agricole.—Résultats des analyses des terres arables, par le Dr. F. F. Villaseñor. P. 187-198. - Géologie appliquée. Le Minéral d'Arzate, Durango, par M. J. D.. Villarello. P. 211-240. -Hygiéne.— Higiene Pédagogique par le Dr. J. M. dela Fuente. (Fin). P. 161-181. Pathologie.—La Fiévre typhoide á Puebla, parle Dr..J. J. Urrutia. P. 183-186. REVUE. —Comptes-rendus des séances de la Société. Novembre et Décembre 1905, p. 33-35. —Bibliographie des ouvrages de MM. Thompson, Moreau $: Lévy, Cuénot, Nodon, Economic Geology, Merlot, Griildner, Zeuner, Guichard, Meynier € Nobiron, Gomes Teixeira, Seler, etc., Bureau des Longitudes, Schreib, Maniguet, K. Astronomisches Rechen-Instituts zu Berlin, Astronomical Observatory of Harvard College, pages 36-48. MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL (32 CALLE DE REVILLAGIGEDO NÚM. 3)... Noviembre y Diciembre 1905. Publicación registrada como artículo de segunda clase en Septiembre de 1901. Dons et nouvelles publications regues pendant Pannée 1904. Les nom3 des/donateurs sont imprimés en ¿taliques; les membres de la Société sont désignés ayec M. $. A. Trelease W., M. Y, A.—An ecological aberrant benomia, 2 pl.—Aberrant veil remmants in some edible agarics, 10 pl. St. Louis, Mo. (Rept. Mo. Bot. Gard. ), 1904. Triboudeau M.—Monographie agricole du Pas-de-Calais. (Mémoires de la So- ciété 'encouragement pour Uindustrie nationale).—Paris, 1904, gr. in-8, fig. 6 pl. Velasco Luis V.—Etiología y tratamiento de la disentería. San Salvador, 1904. 892 Ward H. A.—Catalogue of the Ward-Coonley Collection of Meteorites. Chica- go, 1904. 82 pl. Wharton Dr. Joseph, M. S. A. —Palladium (Pd). —Philadelphia (Am. Phil. Soc. ), 1904. s Zamenhof L.—Fundamenta Krestomatio de la lingvo Esperanto. Paris, Hachet- te. 1903. 122—Tutmonda Jarlibro Esperantista por 1904. Paris, Hachette. 12% (D. Anselmo Morin). Zizmann P.—Calcul, construction et commande des appareils de levage. Tra- duit de Vallemand par G. Plancq.—Paris. Ch. Béranger. 1904, gr, in-8, fig. Dons et nouvelles publications recues pendant Pannée 1905. Abecia Dr. V.—Instituto Médico Sucre. Sección de Meteorología. —Observacio- nes meteorológicas. 1? entrega. Contiene un período de 3 años.—Sucre. 1905. 4? láms. Agamenone G.—La determinazione del bradisismi nell'interno dei continenti per mezzo della fotografia. —L'attivitá del R. Osservatorio geodinamico di Rocca di Papa durante 1902.—Leipzig (Bericht II. Intern. seismol. Konferenz). 1904. Agenda Oppermann á Vusage des ingénieurs, architectes, etc., 1905,—Paris. Ch. Béranger. Altamirano Dr. F.—El Palo Amarillo (Euphorbia elastica Altamirano y Rose, sp. nov.) como productor de caucho. Primera Memoria.—México. Secre- taría de Fomento. 1905. 8% láms. Ameghino Dr. F., M. $. A.—Nueyas especies de Mamíferos cretáceos y tercia- rios de la República Argentina. (An. Soc. Cient. Argentina) 1904.—La perforación astragaliana en los Mamíferos no es un carácter originaria- PEDAGÓGICA. 161 con la verdadera ventilación la aereación que producen las puertas y ventanas y que jamás puede ventilar, sino á medias, una clase. DE LA LUZ. La iluminación de las clases es un asunto de sumo inte- rés para que la higiene deje de intervenir, puesto que una iluminación mala, deficiente ó mal dirigida, afecta la salud de los niños, ya sea perjudicando solamente la vista ó ya ponien- do en peligro la salud general, pues es un hecho bien conocido que los niños, como las plantas, cuando permanecen en luga- res obscuros, privados de luz solar, se crían enfermizos: la anemia y la escrófula aniquilan su delicada existencia; ade- más, la falta de luz hace de las clases un incubadero de mi- erobios lo que se evita en gran parte con una buena y suficiente iluminación, puesto que está demostrado que los rayos solares poseen una acción destructora de los microbios, y últimamen- te, Arloing, ha hecho patente que esa acción no depende en manera alguna de los rayos calóricos actínicos del espectro solar, sino que depende de la luz blanca completa. Vista la importancia que la iluminación de las clases tiene para la higiene de la población escolar, nos ocuparemos de ella, aunque solo sea brevemente. Son tres los puntos capitales que hay que tener en cuenta para obtener en las clases una iluminación que satisfaga las exigencias de la higiene: ' 1% Determinar qué luz sea la mejor y cuál deba preferir- se; si la del Norte, la del Este, la del Sur ó la del Oeste. 22 Por dónde deben recibir los alumnos esa luz, ¿por de- lante? por detrás? y 32 Qué cantidad de luz es precisa para una iluminación perfecta de la clase y que no perjudique ni por deficiencia ni por exceso. Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —21. 162 HIGIENE Sobre el primer punto, es casi unánime la opinión de los autores de que la luz que se recibe del Norte es la mejor, y la del Oeste la peor. Así es que siempre que la orientación del local lo permita, debe dársele la luz del Norte, y cuando esto no sea posible, la del Oriente, y en su defecto la del Sur, pero por ningún motivo la del Oeste. En cuanto al segundo punto, la luz debe ser unilateral iz- quierda en las escuelas primarias en que se tengan que prac- ticar trabajos de escritura ú otros análogos, y solo en las es- cuelas de párvulos está admitida la luz bilateral. La luz que se recibe por la espalda es insuficiente porque el mismo cuerpo del alumno produce sombra, y la que se re- cibe de frente molesta la retina, y una y otra, aunque por cau- sas diversas, fatigan la vista y le producen enfermedades. La luz única que no produce ningún mal resultado es la que recibe el alumno por el lado izquierdo y un poco alta, no al nivel de las mesas para que no hiera directamente la vista. Por lo que respecta al punto tercero, ó sea la cantidad de luz que debe penetrar en la clase, en Alemania se admite como un principio, que debe haber sesenta centímetros de superfi- cie de iluminación por cada alumno; pero á la higiene le basta con que la superficie de iluminación, sea igual á la tercera parte de la superficie de la clase; así pues, una clase cuya su- perficie cuadrada sea de 90 metros, por ejemplo, deberá tener 30 metros de superficie de iluminación, los que se repartirán convenientemente en un número de ventanas separadas á igual distancia unas de otras, á fin de que repartan la luz por igual en toda la clase, sin que en ninguna parte de ella queden sombras y que, en cuanto sea posible, toda la clase reciba una luz de igual intensidad. Si las ventanas dan al interior, el antepecho de ellas ha de tener 1 metro de alto sobre el nivel del piso, pero si dan á la calle deberá tener un alto de 1.25 á 1.50 metros. Z A Si por favorecer la ventilación ú otra razón cualquiera, PEDAGÓGICA. 163 hubiere necesidad de abrir ventanas en el lado derecho, éstas serán más chicas, más altas y en menor número que las de la izquierda, y se tendrá cuidado de que no sean paralelas á és- bas para evitar las corrientes de aire, y además, en las horas dedicadas á la eseribura ú otros trabajos análogos, se cerrarán todas las ventanas de la derecha, á fin de que solo se reciba luz por el lado izquierdo. Respecto á puertas, no debe haber mas que una para dar entrada á la clase, y ésta debe estar situada junto al lugar que ocupe el profesor, para que pueda vigilarla con facilidad y debe de ser suficientemente ancha para que en caso de alar- ma puedan salir violentamente los niños. Si hubiere necesidad que haya dos puertas, nunca estará una frente á la otra, y cuando no se pueda colocarlas de otra manera, permanecerán ambas cubiertas con un cancel, pre- caución que es indispensable también cuando la puerta dé á la calle. DEL PAVIMENTO Y LAS PAREDES. El piso de madera debe proscribirse por completo en las escuelas por ser antihigiénico y antipedagógico. Antihigiéni- eo, porque es un receptáculo de microbios y un abrigadero de toda clase de insectos y aun de ratas y ratones; y antipeda- gógico por el ruido que se produce al andar, lo que quita la atención á los niños y aun al mismo profesor á cada momento. El enladrillado es antihigiónico, porque es un abrigadero de microbios y por el polvo que produce constantemente de- bido al desgaste que sufre con el uso. El piso único que conviene para las escuelas es el de ce- mento: el andar sobre él, no produce ruido; se puede unir per- fectamente á las paredes sin dejar ranuras que abriguen los microbios, su superficie es tersa, y teniendo cuidado de que - quede á nivel, presta un asiento seguro y firme al mobiliario 164 HIGIENE á donde quiera que sea necesario colocarlo; es terso é imper- meable lo que permite un aseo perfecto por medio del lavado, y á todas estas ventajas reune la de su duración. En las poblaciones donde no hubiere albañiles que sepan hacer un piso de cemento, pueden utilizarse las soleras de pie- dra artificial, que no es otra cosa que cemento comprimido. Con estas soleras se construyen los pisos de la misma manera que con el ladrillo, solo que en vez de mezcla se usa cemento para sentarlas y unirlas, y esto puede hacerlo cualesquiera albañil. | Las paredes de la clase deben ser rectas y lisas, sin pun- tos salientes ni adornos, ni molduras, las esquinas deben te- dondearse y los rincones rellenarse á fin de que no formen ángulos agudos. Las paredes, lo mismo que el techo, deben pintarse de un medio color mate: caña, verde claro ó perla, este color debe ser de aceite á fin de que permita hacer un aseo perfecto de la clase, pero si no fuere posible pintar al oleo aunque sea al temple, pero en ningún caso debe ponerse papel tapiz que es un abrigadero de insectos y microbios y no permite el per- fecto aseo de la clase, y por la misma razón deben pronibirse los cielos razos; tampoco deberán pintarse flores, muñecos ni otro adorno alguno en las paredes ni el techo, pues esto ade- más de revelar muy mal gusto, es impropio de la seriedad y corrección que debe caracterizar una escuela, y esas figuras sirven de diversión á los niños y distraen su atención. El aseo y buen aspecto de la clase es tan interesante á la higiene como el buen nombre del profesor, pues por ello se juzga á primera vista de su celo y su aptitud. Un aseo perfec- to de la clase, y que todo el mobiliario y material de enseñan- za estén colocados, no solo en orden sino.con buen gusto, da una buena idea de las aptitudes del profesor á la vez que in- fluye en la moral de los niños de una manera favorable. PEDAGÓGICA. 165 LOS COMUNES Y LOS URINARIOS. Estos lugares son de todo punto indispensables, tanto por lo que respecta á la higiene como por lo que respecta á la moral. En algunas poblaciones he visto que los suplen con un co- rral, ó bien con el campo. No se necesita por cierto de gran previsión para comprender desde luego lo inconveniente é in- moral, que á todas luces es esta práctica, y tanto más censu- rable, cuanto que los niños no van á la escuela tan solo á apren- der sino también á educarse; ¿y qué garantías puede prestar á la sociedad un plantel donde se empieza la educación de los niños por obligarlos á perder el pudor y la vergienza? y si esto es digno de todo reproche tratándose de niños, cuando se trata de las niñas, es esto incalificable. Así pues, es de absoluta necesidad el que todas las escue- las de niñas tengan sus comunes, y las de niños comunes y urinarios. Los comunes no tendrán mas que un solo asiento en cada departamento, y estarán separados unos de otros por tabiques de 1.80 metros de alto. Las puertas tendrán las hojas dispues- tas de manera que no las cubran en todo el alto, sino tan solo en dos tercios de su parte inferior, á fin de que el niño quede cubierto, pero que la parte superior quede descubierta para poderse ejercer la vigilancia que la moral reclama. Los asientos serán de madera para que se puedan asear con facilidad, y el alto de éstos sobre el nivel del suelo será proporcionado á la edad de los alumnos, para que, sentados, queden sus pies apoyados sobre el piso y no colgando. Así es que debe darse á los asientos de los diversos departamentos, alturas diferentes, proporcionados, para que unos sirvan á los alumnos más grandes y otros á los chicos, lo que se consigue 166 HIGIENE dando á los asientos una altura de 27, 30, 34, 39 y 45 centí- metros sobre el nivel del suelo. El número de comunes deberá ser uno por cada 25 alum- nos en las escuelas de niños, y en las de niñas uno por cada 15 niñas, en razón de que éstas no utilizan los urinarios. Los urinarios estarán también divididos por tabiques y dis- puestos de manera que cuando haya varios niños á la vez, no se vean unos á otros. Los pisos de los comunes y urinarios deben ser de cemen- to, y las paredes, puertas y tabiques se pintarán de aceite á fin de que puedan lavarse. Lo mismo los comunes que los urinarios deben estar pro- vistos de su correspondiente cespool y sus llaves de agua pa- ra el lavado frecuente, y la atarjea donde desagiien debe ser de tubos de barro impremeables, ó en defecto de éstos, reves- tidos de cemento. Esos lugares deben ser objeto de un constante y minucio- so aseo, á fin de que no por incuria ó abandono, se conviertan en un foco de infección que ponga en peligro la salud de la familia escolar y aun la del vecindario. EL JARDÍN. Bo mismo los higienistas que los pedagogos, reconocen la importancia y utilidad del jardín en las escuelas, y los impor- tantes servicios que presta, tanto á la higiene como á la peda- gogía; por esto es que los jardines de las escuelas, han sido adoptados en todos los países, pues se ha comprendido que sin ellos es imposible la educación moderna, y tan se ha creído así, que desde 1867 dispuso el gobierno francés que no fuera aprobado ningún plano de escuelas si en él no figuraba el jardín. He aquí, en sinópsis, los importantes servicios que pres- tan los jardines en la escuela moderna: Purifica la atmósfera, contribuye al desarrollo físico de PEDAGÓGICA. 167 los niños que se ocupan de su cultivo, á la vez que aprenden prácticamente el cultivo de la tierra, cobran amor al trabajo y se acostumbran á cuidar, á conservar y á no destruír, contrl- buye á la educación estética inspirando amor á lo bello, y con- tribuye á realizar el principio pedagógico moderno enseñar de- leitando; hace de la escuela un sitio ameno y atractivo, lo que influye poderosamente en la higiene del espíritu; sirve para las lecciones de botánica, agricultura práctica, historia natu- ral, geografía física, mineralogía, geología y otras varias. Para que el jardín pueda satisfacer estos múltiples fines, debe contener árboles diversos propios del clima, tanto de adorno como frutales, hortaliza, flores diversas y distintas plantas; debe tener agua suficiente para el riego, la que se uti- liza para formar un pequeño estanque donde se pondrán algu- nos peces, y se utilizará también para formar, en miniatura, ríos, lagos, mares, golfos, puertos, bahías y todo lo concernien- te á la geografía física; habrá también rocas diversas, entre las que no deben faltar los minerales y con ellas se formarán en miniatura también, colinas, cordilleras, volcanes, promon- torios, ete. Siempre que fuere posible, será conveniente que haya una fuente y un lugar donde guardar las herramientas de labranza. Algunos autores aconsejan que haya también jaulas con pájaros diversos. Esto será muy bueno, pero importa un gasto que no siempre puede sostenerse, y que además, es superfluo puesto que con solo que el profesor enseñe á los niños que no hagan daño á los pájaros para que no los ahuyenten, ellos mis- mos vendrán por sí solos á anidar y poblar los árboles del jar- dín sin que tengamos que aumentar una nueva partida en el presupuesto escolar para su cuidado y manutención. El profesor deberá dividir el jardín en tantos lotes cuan- tos grupos de niños haya en la escuela, según la división que de ellos se haya hecho para formar las clases, á fin de que cada lote sea cuidado y cultivado por un grupo de ni- 168 HIGIENE ños, y el profesor solo tendrá á su cargo la dirección de los trabajos. CAMPO Ó PATIO DE JUEGOS. Este campo sirve para los juegos libres ó recreo de los ni- ños y para los ejercicios gimnásticos, por lo que debe tener una amplitud suficiente en relación con el número de alumnos que concurran á la escuela. Los autores piden una extensión proporcionada á 5 metros cuadrados por alumno, pero para una escuela medianamente concurrida, bastará con un patio cuya extensión sea de 200 metros cuadrados. La forma del patio puede ser cuadrada, ovalada, ó la que se le quiera dar pues esto es indiferente, lo que interesa es que no haya escondrijos ni salientes en las paredes, para que el profesor, cualesquiera que sea el sitio que ocupe, pueda te- ner todo el patio á la vista y ejercer la vigilancia debida. El piso debe estar parejo, sin hoyos ni bordos y con su declive correspondiente para la corriente de las aguas llove- dizas, y cubierto de una capa de arena que no sea ni muy fina ni muy gruesa. En la parte norte de este patio, se hará un cobertizo bas- tante amplio, para que en tiempo de lluvias se tenga un lugar cubierto y no tengan que suspenderse los ejercicios gimnás- ticos y el recreo, por causa del mal tiempo. CAMPO ESCOLAR. La pedagogía designa con este nombre una extensión de terreno en donde estén reunidos el jardín y el campo de jue- gos, de lo que resultan infinitas ventajas, que ningún profe- sor que esté imbuído en la enseñanza moderna, podrá desco- nocer. PEDAGÓGICA. 169 Tanto el jardín como el patio, aunque se encuentren jun- tos, deben tener las condiciones que dejamos señaladas en los capítulos que á cada uno de ellos se refiere. Hemos dicho que el campo escolar lo forman el jardín y el patio de juegos juntos, y la división de ellos puede hacerse de varias maneras: ó se divide el terreno disponible en dos partes, una para el patio de juegos y otra para el jardín, ó se ocupa todo el terreno con el jardín y en el centro se deja libre un espacio suficiente para el patio de juegos, y cuando el edi- ficio se ha construído con las condiciones de aislamiento que la ciencia prescribe, esto es, separado de las construcciones vecinas por una zona libre cuyo ancho debe ser igual á dos tantos de la altura del edificio, entonces el frente y los costa- dos se ocupan por el jardín, y el fondo se destinará para patio de juegos. DEL MOBILIARIO ESCOLAR Preliminares. Llamamos mobiliario escolar á las mesas y bancos que se utilizan para la escritura y otros varios trabajos en la escue- la, que es lo que, en el antiguo lenguaje pedagógico, se desig- naba con el nombre de cuerpos de carpintería, y el lenguaje mo- derno los designa con los nombres de mesas-bancos y pupitres escolares. Mucho tiempo hacía ya que los higienistas venían acha- cando á los defectos de que adolecía el antiguo mobiliario, muchas de las enfermedades que padecían los niños coneu- rrentes á las escuelas; la pedagogía, por su parte, también reconocía los defectos del mobiliario antiguo; pero tanto los unos como los otros, solo se ocupaban de señalar el mal y comprobar científicamente los males que éste ocasionaba tanto á la higiene como á la pedagogía, y ninguna proponía el reme- dio ni mucho menos lo ponía en práctica, hasta que en 1854 partió de los Estados Unidos la iniciativa para la reforma del mobiliario escolar, siendo el autor de ella Henry Bernard quien Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —22. 170 HIGIENE desde luego encontró eco en su país y poco después en Euro- pa. Schreben, en Alemania en 1858, Fahrmer, Herman Meyer y Guilbaume, en 1865, fueron en Europa los primeros apósto- les de la reforma del mobiliario escolar; á estos nombres tene- mos que agregar los de Dally, Herman Cohn, Erisman, Cardot y Joval, que se han ocupado con el mayor empeño en la refor- ma del mobiliario escolar, y tomando por base la anatomía y la fisiología, propusieron las reformas que debían hacerse al antiguo mobiliario para que no perjudicara ni la salud ni el desarrollo de los niños, y sí garantizara una y otro en lo po- sible. LOS DEFECTOS DEL ANTIGUO MOBILIARIO. Los defectos del antiguo mobiliario son tanto higiénicos como pedagógicos. Los primeros son: 1% El asiento muy alto y muy angosto, lo que obliga al niño á permanecer en un constante equilibrio, sin más punto de apoyo que las nalgas, y éstas mal apoyadas en un asiento demasiado angosto, lo que hace que se cansen pronto y no puedan guardar una postura correcta. 2% La falta de respaldo que es indispensable para que la espalda tenga un punto de apoyo y no se vea obligado el niño á 1r á buscarlo recargando el pecho en el filo de la mesa, con perjuicio de su salud. 32 Las mesas demasiado separadas del asiento, lo que obli- ga al niño á tomar una postura inconveniente é incómoda, á la vez que perjudicial, pues para escribir tiene que quedar casi acostado sobre la mesa y con la vista muy cerca del pa- pel, al mismo tiempo que quedan comprimidos el estómago, el diafragma y el pecho, lo que dificulta la respiración y la eir- culación, y como esto se repite varias horas diariamente, in- fluye de una manera fatal sobre la salud general del niño. 4% La altura desproporcionada de las mesas; lo que obliga, al niño á levantar demasiado los brazos para poder apoyar en PEDAGÓGICA. 171 ella los codos; postura forzada y por lo mismo incorrecta, que trae por consecuencia las desviaciones del esqueleto y otras enfermedades. Los defectos pedagógicos son: 1? Todos los que dejamos señalados como antihigiénicos, pues no hay duda que estando el niño obligado á tener una postura molesta, se fastidia, se pone de mal humor y pierde la atención que debe tener para que sean fructuosos sus tra- bajos escolares, 2% Los bancos largos, de muchos asientos, hace que la aglomeración de niños en un mismo banco sea incómoda, es inconveniente, pues estos se molestan y perturban unos á otros y pierden el tiempo. 3% Lo pesado y bromoso de los antiguos cuerpos de car- pintería, es otro de sus defectos porque no se pueden mover con facilidad, ni para asear la clase, como lo requiere la higie- ne, ni para ordenarlos de la manera que el profesor los nece- site para el arreglo de sus clases. CONDICIONES QUE DEBE TENER EL MOBILIARIO ESCOLAR MODERNO. He aquí las reglas que nos ha dado Fahrmer, que son las mismas adoptadas por todos los higienistas, como una base para la construcción de las mesas-bancos escolares, para que los niños guarden una posición higiénica. 1* Sentado el niño en el banco, los piés deben quedar apo- yados en el suelo de una manera natural; las piernas deben formar un ángulo reeto con los muslos, y éstos deberán formar á su vez otro ángulo recto con el tronco. 2% El asiento debe tener un ancho igual á las tres quintas partes del fémur, y la región lumbar debe apoyarse en un tes- paldo, que es indispensable tengan los bancos. . De estas reglas se desprenden lógicamente, estas otras: A. La mesa y el banco deben aproximarse de manera que entre el borde de una y otro no quede ninguna distancia: una 172 HIGIENE plomada que se tire del borde de la mesa, debe caer precisa- mente sobre el borde del banco. B. El banco debe tener su correspondiente respaldo que sirva de apoyo á los riñones, y el asiento una profundidad su- ficiente para que el niño, al sentarse, no solo apoye las nalgas, sino también parte de las piernas. C. Las mesas y los bancos es preciso que tengan una altu- ra proporcionada, con exactitud á la estatura de los niños. De estas reglas se deduce bien claramente la necesidad de que el mobiliario escolar se construya bajo diversos tipos para que se acomode á la estatura de los niños, pues no debe- mos olvidar que el mobiliario debe acomodarse á los niños y no los niños al mobiliario. Estos diversos tipos cambian en número desde cinco hasta ocho en los distintos países; Mr. Cardot, propone cinco; pero se han adoptado cuatro para las escuelas concurridas por ni- ños de seis á doce años, aunque deberían ser sels, si tomamos en cuenta que las mesas-bancos deben ser proporcionadas á la talla de los niños y que ésta, en esa edad, aumenta á razón de 10 4 15 centímetros por año. Copiaremos en seguida unos cuadros de Cardot y otros au- tores que nos servirán de base para la construcción del mobi- liario. El primer cuadro se refiere á la talla de los niños, la que es necesario conocer, pues sin esto es imposible construír un mobiliario con las condiciones que la higiene requiere. Mr. Cardot basa este trabajo en las mediciones que él mis- mo practicó en 3,941 niños de uno y otro sexo, de las escuelas . de París, y cuya edad era de seis á trece años, y de aquí sacó un promedio de cinco estaturas, cuyas medidas varían de 10 en 10 centímetros para los primeros tipos menores, y de 15 en 15, para los restantes mayores. El cuadro que sigue resume este importante trabajo; sien- do de advertir, que los números marcados representan centí- metros. 173 “PEDAGÓGICA. TELS Tr Sor 6 (8 9p | 0 |c3É | Ts | 85 cn 199/88 | 19 | 9 O o sBE|eB a E n= a Ss S 2 B o SA O 2 [pe Pp E Eo 2 B g E s = $ *8][8) Ns undos OUTu op sey 1030980 ODULO) Dr + odieno [e sopeurxolde sopoo soq ue opuerpuerduoo “opos Top [eATu [e Opeuro) od1eno [9p t1Inqouy carrer +=“ gd Op OUTU [9 OPuejso “eJopto YI £ e[[poa e] oxyue “orpeuoad Jo ue opeuoy “sy.ye Y oyue[op ep 0]SNUI [9P OSONAL) AS A A O O A O aa tn 16104 014 0 -1aeo e] op ofeqop 1od opeuoy sy1je y eyuerep ep od9n9 [9p OSANIL) cono... o. or... oe onpas» pS IO 16J0 pny1suorT A A A ="=ouru [e opeyuas opuejse “e1epeo Y] ep equerres oyaed ey op ¡oaru [e epemoy “oyuerse [e eJqos souour so] ep tny[y O A e O Dr“ 07091 O[0SUG u9 epe[qop eysg opuejse e[[rpol *[ y ofens [ep euserd e] ep tan y - - senord se] uo» so3s9 Á “so]SnwI SO[ UOD DUO? [9 03094 O[ú:SUR OP - UR Uno] Opeyuos ouJu [e opuezso “oJens [e epsep 0319389 ¡9p tang[y “SONIN SOT HA VIIVL 174 HIGIENE De las dimensiones de la talla de los niños se deducen las dimensiones que debe tener el mobiliario, como lo demuestra el cuadro que sigue cuyas cifras representan también centí- metros. DIMENSIONES DE LAS MESAS-BANCOS EN CENTÍMETROS, PARA UNA SOLA PLAZA. TIPOS DEL MOBILIARIO. 1 oo o o o Talla de los niños. El o 10 o 3 Cal a Gr Lo a a ral AS E E 0 o o o (3) o a Q A [a] Q Altura de la mesa desde el suelo, del lado del tasiento US 44 149155 |62 | 701 Ancho de la mesa de delante áatrás..| 35 | 37 139142 | 45 Longitud para una plaza. (Para más, eel se agregan las mismas cifras por cada plaza demas) tc ae Ron 55 |55|60 60 60 Altura del asiento desde el suelo.-..| 27 | 30 | 34 | 39 | 45 | Ancho del asiento de delante á atrás (Edel tema PA IE 3 215 ¡ZA (08 E 0 Longitud del asiento para una plaza (Cuando fueren para más plazas se agregan las mismas cifras ¡por cada rnande ellas) A A Sl 50 150/55 /|55 1/55 Altura del respaldo desde el asiento”. 31 | 33 36 | 38 | 40 : AQUA ARMA, | Los cinco tipos de mobiliario, del cuadro anterior, podrán reducirse á cuatro ó á tres, según la edad de los niños que se (1) Debiendo tener la mesa una inclinación de 152 4 182, debe darse 4la parte de adelante mayor altura para que dé el declive correspondiente. (2) El respaldo debe estar algo inclinado hacia atrás, y deberá estar formado por un listón de madera de 10 centímetros de ancho. "PEDAGÓGICA. 175 reciban en la escuela; en aquellas en que se reciban niños de 6412613 años, tendrán necesidad de los cinco tipos señala- dos; donde se reciban niños de 7 á 11 años bastará con tres tipos, del 2* al 4? Respecto á modelos le mobiliario escolar, los hay en abun- dancia: en su construcción entra solo la madera, ó bien ésta combinada con el hierro; pero la mayor parte de esos mode- los son caros y muchos de ellos de construcción complicada, y como me he propuesto que este tratado tenga un objeto práctico, solo me ocuparé aquí de aquello que nuestros esca- sos recursos nos pueda permitir realizar, y por esto solo des- cribiré el modelo de mesas—bancos escolares más barato y de más fácil construcción, lo que permite que se pueda fabricar en cualesquiera población con tal de que haya un carpintero aunque no sea muy aventajado en su oficio. El modelo en cuestión es el de Mr, Cardot, reformado por el Congreso Higiénico-Pedagógico de París, que es el que está adoptado en Francia, España y otros países. La mesa y el banco están unidos, la mesa se compone de su tapa fija, con su correspondiente declive y en la parte delan- tera de la tapa un listón de madera, horizontal y sin declive alguno, de 10 centímetros de ancho el cual sirve para colocar los tinteros, plumas y reglas. Por debajo de la tapa á unos 16 centímetros de distancia, se coloca una tabla horizontal que sirve de fondo, la que se dividirá de arriba á abajo con tabi- ques de madera para formar dos ó tres casilleros, según que la mesa sea para dos ó tres plazas, un casillero para cada alum- no, cuyos casilleros estarán descubiertos por delante y por detrás para que á la simple vista se vea lo que los niños guar- dan en ellos, que no debe de ser otra cosa que sus libros, pj- zarras y demás útiles escolares, pues estos casilleros les sirven de papelera para guardarlos. El asiento del banco es más conveniente formarlo de tiras de madera que de una pieza, pero á condición de que las ti- 176 HIGIENE ras sean lisas, sin molduras ni relieves y á la vez, que estén juntas unas con otras sin dejar espacio entre sí que hagan mo- lesto el asiento. El respaldo se formará con un listón de madera de 10 cen- tímetros de ancho, el que se colocará á una altura conveniente, pudiendo formarse también de tiras de madera como el asiento, sujetándose á las reglas mismas que dejamos expuestas al ha- blar de éste. Para saber las dimensiones que deben tener estas mesas— bancos, consúltese el cuadro que antecede. Ahora bien, si he dicho que este modelo es el más barato y de más fácil ejecución, es porque así me lo ha enseñado la experiencia; infinidad de veces lo he mandado construír en di- versas poblaciones sin dificultad alguna por parte de los car- pinteros y á un costo que varía entre $2.50 y $3.50, por cada mesa-banco, pintada al óleo: esta diferencia en los precios, consiste en el diverso valor que en cada localidad tienen el material y la obra de mano. Se puede todavía tener una economía mayor utilizando el mobiliario antiguo, el que con la mayor facilidad y poco costo se puede transformar en mobiliario moderno. Es evidente que el mobiliario americano, de hierro y ma- dera, es muy superior á éste en calidad y elegancia; pero por su precio elevado apenas ha podido adoptarse en algunas ca- pitales, pues cuesta cada mesa-banco de $6 á $10 y á esto: hay que agregar los fletes y gastos de armarlo, de lo que re- sulta que para amueblar una clase de 60 alumnos con mue- bles americanos “* de los de más bajo precio, hay que gastar $180, mientras amueblándola con los muebles que propongo, y pagándolos al precio más caro, tendrémos un gasto de $105; resultando una economía de $75, la que es bien notoria para tomarla en cuenta y todavía puede ser ésta mayor si utiliza- mos el mobiliario antiguo. (1) Para dos plazas. PEDAGÓGICA. alo No basta que las mesas-bancos tengan las medidas y las condiciones que dejamos apuntadas, sino que es necesario que tengan otros requisitos más, para que llenen su objeto higié- nico y pedagógico, y de éstos vamos á ocuparnos. El espacio que media entre el asiento y la mesa es uno de los requisitos de mayor importancia; la pedagogía designa ese espacio con los nombres de distancia nula y distancia negativa. Se llama distancia nula, cuando una línea perpendicular, que se tire del borde interior de la mesa, va á caer precisamen- te en el borde interior del banco, y cuando esa misma línea ti- rada del mismo punto, cae á 4 ó 6 centímetros dentro del asien to, se llama distancia negativa. La distancia negativa es la más higiénica; pero tiene el inconveniente de dificultar los movimientos de los niños cuan- do tienen que entrar ó salir de sus asientos, por quedar el ban- co algo metido por debajo de la mesa, y por esto solo puede adoptarse esta distancia para mesas—bancos individuales ó de dos plazas; pero ya para tres plazas se hace necesario adoptar la distancia nula que permite mayor libertad á los niños para entrar y salir de sus asientos. Verdad es que, para que pueda adoptarse la distancia nega- tiva en mesas-bancos de más de dos plazas, se han propuesto modelos de mesas con tapas movedizas; pero como en peda- gogía están prohibidas estas tapas, porqué es un principio pe- dagógico que éstas deben ser fijas para evitar todo ruido, de aquí que hayan tenido que desecharse los modelos propuestos. Las mesas-bancos, para una sola plaza ó individuales, son el ideal de la higiene y la pedagogía; pero tienen el inconve- niente de resultar muy caras, y por esto no 'ha sido posible adoptarlas en todas las escuelas y solo se han adoptado las de dos plazas que resultan más económicas: y éstas son las que deben usarse siempre en las escuelas pobres que no les sea posible obtener las de una sola plaza, y solo por un caso de urgentísima necesidad se podrá adoptar en alguna escuela las Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905)—253. 178 HIGIENE de tres plazas; pero jamás, ni por ningún motivo, debe pasar- se de ese número de niños en una sola mesa-banco. Las tiras de madera que forman el asiento y respaldo de los bancos, y todas las piezas que compongan el mobiliario es- colar deberán fijarse siempre con tornillos y jamás con clavos que tienen el inconveniente de aflojarse y salirse en parte, for- mando púas peligrosas para los niños y su ropa. Tanto las mesas como los bancos, deben carecer por com- pleto de partes movibles, todas sus partes deben ser fijas y los filos y las esquinas deben redondearse. El color negro, á no ser antihigiénico, sería el mejor, por- que conserva el buen aspecto de los muebles é impide que sean visibles las manchas de tinta que tan desagradable aspecto dan á las mesas, pero por ningún motivo debe usarse ese color; el mejor, y el que está más generalizado por ser el más á propó- sibo, es el color café imitación de nogal, cuyo color deberá ser de aceite, pero mate, sin barniz, por las razones que adelante expondremos, DEL MATERIAL DE ENSEÑANZA. Los pizarrones, ábacos, cuadros y todo aquello en que se tenga que fijar la vista, nunca deben estar barnizados, pues los reflejos que con el brillo del barniz producen, perjudican la vista. Es asimismo inconveniente y perjudicial el abigarramien- to de colores en los cuadros y mapas; los colores muy vivos y las letras muy pequeñas y casi siempre borradas con que se escriben en los mapas los nombres de las poblaciones y los demás datos que contienen. No debe escribirse sobre pizarrones negros con gis blanco, pues el efecto que producen las líneas blancas sobre fondo ne- gro es de fatales consecuencias para la vista, por esto no de- ben usarse otros gises que los de color. PEDAGÓGICA. 179 La malísima costumbre que no tiene más razón de ser que la ostentación y la rutina, de convertir los muros de la escuela en exposición constante de mapas y cuadros, es tan perjudi- cial á la higiene como á la pedagogía; por esto es que cuantos higienistas se han ocupado de esta cuestión, se han pronun- ciado contra esta pésima costumbre, pero por desgracia, muy poco ó nada se ha conseguido hasta hoy. Los cuadros y mapas colgados constantemente en las pa- redes, impiden su aseo y son un abrigadero de microbios y un eterno amago para la salud de los niños y los profesores. Estos cuadros y mapas, colgados como adorno, no pueden utilizarse con facilidad para las lecciones, que es para lo que deben servir; además, á los niños, les sirven de una perpetua distracción que los hace perder el tiempo, y á la vez llegan á familiarizarse de tal manera con la vista de ellos, que cuando se quieren utilizar para las lecciones ya no despiertan en los niños el interés y la curiosidad que tan necesarias son para el buen éxito de éstas. Por todas estas razones, las escuelas alemanas están con sus paredes completamente desprovistas de mapas y de cua- dros, todo ese material se tiene guardado y solo se saca lo que se necesita para cada lección y terminada ésta vuelve á guar- darse. : Deberíamos nosotros imitar en esto á los profesores ale- manes, pues no cabe la menor duda de que es más racional y conveniente cumplir con las prescripciones de la higiene y la pedagogía, que tienen un fundamento científico, que no seguir la rutina que seguimos, la que no tiene otra razón de ser que el de una pueril ostentación. 180. HIGIENE INDICE. PÁGINAS Etimología. 2222.02... E O e 119 Definición cie PAS E A A a e de A ALA 119 PRIMERA PARTE Eligiene del alumno: quen tasa o atea oo e A 120 Condiciones deta dimisión A A 120 Di0s Micro DIO e O da 121 Niños que no deben admitirse en la escuela..ooococcccccocoo2o---. 124 A E E A A o SA a A a is 125 Signos distintivos de la ver dedbra y als vacunal qa 125 Cuadro sinóptico del diagnóstico diferencial de la verdadera y falsa EN O A A o e VILA Delastentermedadesicontasiosas A 128 Precauciones que hay que tomar en la escuela Per las enfermeda- des Comas e MU DeWlastescuprderas a ON OL A AA ASA Delos rs a e o O Dejla desinfección. nl. iitas a ea ts] 13d Denlardesintección pora A 135 Dellafdesintección porel or mn De los aparatos para evaporar el Formol..22cooocccocooenecoco--- 139 Hicrene dela A A A 142 Preliminares. 0 LAA cad O A a O Io IO EE 142 Dellaseo delos alumnos oa GU IDAS 143, ¡Dellas posturas incor a a A 145 Elisiene delicerebro a IO 146 Engine dela ec o oa 148 Eire da A a 148 Enviene' de los trabajos manes aaa 149 Dellosteyercicios sico Pa A A 150 PEDAGÓGICA. 181 PAGINAS Macranasta eat la escuela E eo DoS AS ea a 151 Ea alE E A A A 152 Te LA A A A 153 De la distribución del tiempo y los trabajos escolares ...oooonuoooo-- 154 SEGUNDA PARTE. Higiene del local de la escuela, el mobiliario y material de enseñanza... 155 Mlocalde las escuela o a lo ae a LO Condiciones que deben tener los locales para escuelas. -. -..-..--..-- 106 A A A O Ornemtación sg e NR ULA GA A da A A O. Superticio dellastelaseg moda aos a aia sl leal de e, tela 157 (Cbiczecromt Pao Ae ARE E UE IR AN A RO A EEE A A A o A Ade 158 Von IS A A A O E 158 Ty ra e IN E A ol payiniento y las paredes ono lala caes aaa dos eos as dojo aa 03 0 LOS Des comunes tatrens (oe a O PA AA O A A 6 Mpal e as MED A O a UA A 166 Manpord patio de ueyos uz se de ALO A O LOS TAO A A A 168 Delltrobiliarorescolariga aqua ai LOL A e a Sa OO ii A A A A a 1512) Los defectos del antiguo mobiliari0.-..oooooomoro=onrononeonooo.-- 170 Condiciones que debe tener el mobiliario escolar moderno ......-.-.- 171 Cuadrodenlaltalladerlo minos o ola 173 Cuadro de las dimensiones que deben tener las mesas-bancos con arre- alo a la: talla; de los minos daras ela lo ele asia 174 DA a AN A 178 CNEA “os 10 AR A SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIBES, T. 23. LA FIEBRE TIFOIDEA EN PUEBLA. POR EL DOCTOR J, JOAQUIN URRUTIA, M. $, A, Widal fué el primero en observar que el suero de la san- gre de personas atacadas de fiebre tifoidea posee la propiedad de inmovilizar y aglutinar en los cultivos puros á los bacilos de Eberth. : Quizá esta reacción no tiene para el diagnóstico un valor absoluto, se citan casos en los que no ha sido hallada, á pesar de que el cuadro clínico y la autopsía han afirmado la infec- ción tífica. Otras enfermedades infecciosas darían á la sangre el poder aglutinante, el cual parece debido á una sustancia segregada por el organismo, un verdadero producto de de- fensa. Sin embargo, las estadísticas de numerosos casos exami- nados en Europa y América han dado resultados enteramente satisfactorios, y no es aventurado asegurar que la suero-reac- ción es un método de diagnóstico de gran sensibilidad y valor. Advierto que no intento disentir tal punto, porque el nú- mero de mis observaciones es aún corto. Mi objeto al publicar esta nota es fijar el hecho siguiente: la fiebre tifoidea existe en Puebla bajo la forma endémica y en ciertas épocas llega á convertirse en epidémica. No hace muchos años la mayor parte de los médicos du- 184 LA FIEBRE TIFOIDEA daban de que la infección de Eberth, como tal entidad morbo- sa, existiera en Puebla. En la actualidad nadie desconoce aquí su presencia, todos hemos tenido numerosos casos en que el cuadro clínico (marcha, terminación y complicaciones) es tan completo que no deja lugar á duda. Mi compañero y maestro, el Sr. Dr. Francisco Bello, posee una colección de curvas tér- micas que ojalá algún día publique y discuta. Como tengo á mi cargo el Gabinete y clase de Bacteriolo- gía en el Colegio del Estado me propuse ratificar esta convie- ción, examinando sangre de tíficos, proyecto que comuniqué á algunos de mis compañeros á fin de que me suministraran enfermos. Bien sabidas son las dificultades para el aislamiento de una bacteria y el tiempo que se necesita para ello. Como mi Gabinete no tiene personal, á fin de economizar trabajo, me dirigí al laboratorio de Parke Davis solicitando un cultivo vi- vo de bacilos de Eberth. Después de algunos ensayos sin éxito con cultivos en gelosa, me fué enviado uno en caldo simple, con el cual logré reproducir y aclimatar al bacilo que conservo hasta hoy, haciendo siembras periódicas también en caldo. El modo como procedo para los exámenes es el siguiente: lavo con agua hervida y alcohol la yema de un dedo, seco eui- dadosamente y por picadura recojo quince ó veinte gotas de sangre en un frasquito de cristal, previamente esterilizado (uso unos pomitos de fondo plano que llaman en las farmacias “ho- meopáticos”) y al cabo de tres ó cuatro horas ya se dispone de la cantidad de suero suficiente para la reacción. Tomo un cultivo de veinticuatro horas, me aseguro de la movilidad de la bacteria y en un vidrio de reloj coloco diez gotas de eulti- vo y una gota de suero. Si el resultado es positivo hago una nueva solución de cincuenta gotas de cultivo y otra de suero y continúo creciendo el título de las soluciones, á fin de medir el poder aglutinante. Recordaré que la suero -reacción posee valor diagnóstico solo á partir de la solución 1.50. EN PUEBLA. 185 He examinado nueve casos: dos enfermos del Dr. Helio- doro González, dos del Dr. Angel Contreras, dos del Dr. Juan A. Gateau, tres míos y la clínica ha estado de acuerdo con el resultado de los análisis, la mayor parte de los cuales fueron practicados durante los primeros días de la infección. En los enfermos del Dr. Contreras el resultado fué negativo (en uno de ellos positivo para la solución 1/10; pero negativo de 1/20 en adelante) y dos ó tres días después había desaparecido la fiebre. De los dos casos del Dr. González, uno dió resultado positivo (hasta 1/500) y otro negativo, únicamente el primer enfermo tuvo la fiebre tifoidea y la clínica confirmó el examen. Del Dr. Gateau, una reacción fué positiva y otra negativa; di- cho señor hizo personalmente en ambos análisis las soluciones. Y por último, en los tres casos míos la suero-reacción fué positiva y luchó en efecto con tres graves tifoideas, una de las cuales me arrebató al paciente. Respecto al fenómeno es tan evidente, los bacilos pierden su movilidad, se adhieren unos á otros formando montones, en unos casos muy confluentes, en otros pequeños, que cual- quiera persona, aun sin práctica en el microscopio puede apre- ciarlo y convencerse, como ha sucedido con algunos compa- ñeros y mis alumnos de Histología y Bacteriología. Es pues, como afirmé al principio, indudable la existencia de la fiebre tifoidea en Puebla. Lo ha comprobado la reacción de Widal y ella tiene un valor tanto más grande cuanto que el bacilo ha sido aislado y cultivado en un laboratorio compe- tente y situado á muchas leguas del nuestro. El cultivo lo conservo puro y los alumnos han hecho á título de práctica numerosas preparaciones, han teñido las cejas por el método de Loeffler y estudiado las particularidades que ofrece en los diversos medios de cultivo. Durante los meses de Noviembre y Diciembre del año próximo pasado hubo en la ciudad una epidemia de tifoidea (á ella pertenecen los casos á que he hecho referencia), y el Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905)—24. 186 LA FIEBRE TIFOIDEA EN PUEBLA. Ayuntamiento se dirigió al Consejo Superior de Salubridad de México, pidiendo ayuda é instrucciones para combatirla. El Consejo ordenó que antes se hiciera en algunos enfermos la suero-reacción y se le mandaran muestras del agua conta- minada. Para lo primero mandó dentro cubiertas ordinarias de papel unos pedazos de lata con sendos alambres, á fin de que valiéndose de ellos extendieran sobre la hoja una gota de san- gre, la dejaran secar y fuera devuelta al Consejo. Ignoro quié- nes se encargarían de recoger la sangre y de qué enfermos, así como la manera de hacer la picadura; basta en efecto lavar la pulpa del dedo con un antiséptico, para que no se produzca el fenómeno de la aglutinación. Pienso también que debe influír sobre el poder aglutinante de la sangre la desecación sobre la hojalata, la probable acción química con el metal, la exposición en aquella cubierta á la luz, calor, ete. Digo esto último, porque meses después, cuando la epide- mia había sido dominada, no sin costar muchas vidas, domi- nada tal vez por las lluvias abundantes que hicieron un lavado de la ciudad y las precauciones que los habitantes alarmados tomaron, informó el Consejo que el resultado de sus análisis había sido negativo y que las muestras de agua examinadas contenían solo el coli-bacilo. Puebla, Octubre de 1905. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. RESULTADOS DE LOS ANALISIS DE TIERRAS ARABLES, POR EL DOCTOR FEDERICO F. VILLASEÑOR, M. S, A. N: 1 B. PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. Estado: Querétaro Peso de un litro de tierra secada Distrito: Querétaro al aire: 1.*%01435. Municipalidad: Del Centro Aguahigroscópica: 51.655 por mil. Hacienda: Jurica * Poder absorbente: 967.490 por mil. Reacción: Neutra. Espesor de la capa de tierra ana- lizada: 25 m. 1000 de tierra seca = 1054.568 de tierra húmeda. ANALISIS FÍSICO-QUÍMICO. Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.3174 dan sobre el ta- Culcreo nie Mas ca 0.2992 miz de 5mm. 10.9074 Gruijarros........-...- 10.2908 Residuos que que- Materia orgánica y volátil 2.3714 dan sobre el ta- Calcáreon oa 2.4761 aizde mao. 120.9920 (Grava.s... +... Jus. go 22.1442 Agua higroscópica "... 57.2974 Materia orgánica y volatil 96.3144 Calcareo naciona aja 23.4758 gruesa” 70.3990 962.1006 Arena:446.4728 fina.... 122123 polvosa. 362.8615 MreladO c2 2. 339.5407 1000.0000 1000.0000 (1) De donde se deduce que 1000.000 de tierra fina seca equivalen á 1065.453 de tie» l (2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. 188 ANÁLISIS DE ANÁLISIS QUÍMICO. 1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: Agua higroscópica 59.5545. Materias combustibles y volátiles 100.1084 os aotamileade: INZO8 PTRANICO.. oi le ele eo Sale at ele 1.2880 'Aroevamontacaly: A O a O O 0.0616 'AZOO NÍÉLICO A A A A A EU 0.3707 AOL 1.7203 Soluble en frío en ado oo LS 3000 compren- diendo: Oxidos de fierro y aluminio......ooooo oo... .-..-. 72.2693 Caria A A da A o A ea ad 7.6042 Marni A a a + 1.3102 SOSA A a o a ON 1.2810 Potasari ra IA ES EI NS a 1.4853 Acido HOSLOTICO NN A O AA 1.1074 ¡Aero sulurCco de a a IA e 0.5845 ¡Acido carbono. e A 5.3000 Acido silícico ...-......- (Lic A IVIAIDA, 0.4980 Cloro A LIA 0.0607 Insoluble en frío en ácido clorhídrico 715.0371 compren- diendo sol. en HEF!: Rotasas a : 31.9192 Dal A A A O O 24.3113 Marea e e ala OS A 34.1781 Oxitloside erro y alumnos 171.8592 NETO PLO SOLE O A e A A A huellas. RESUMEN. ELEMENTOS ASIMILABLES ELEMENTOS DE RESERVA. INMEDIATOS. AZ ORI RE AR 1.7203 Acido fosfórico. .... 1.1074 Acido fosfórico Ae 02110 Potasio SO LOZ Potasio 1:4853 Calima ie 0 AG 24.3113 Cal... 7.6042 Magnesla .......... 34.1781 Masnesiar io all 1.8102 (1) Conteniendo ácido fosfórico soluble en citrato de amoníaco 0,2710, TIERRAS ARABLES. 189 10 2. PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. Estado: Querétaro Peso de un litro de tierra secada Distrito: Querétaro al aire: 1.*821242, Municipalidad: Del Centro Aguahigroscópica: 40.0625 por mil. Hacienda: Jurica Poder absorbente: 1003.340 por mil. Reacción: neutra. Espesor de la capa de tierra anali- zada: 25 m. 1000 de tierra seca = 1051.0542 de tierra húmeda. ANÁLISIS FÍSICO -QUÍMICO. Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.0000 dan sobre el ta- Calcio a 0.0000 miz de 5mm. 0.0000 Guijarros............- 0.0000 Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.1164 dan sobre el ta- Calar 0,0684 mado, limas 019232 Grava.. tss ae 0.7384 Agua higroscópica %... 52./308 Materia orgánica y volatil 58.2297 Calcateo rata AN 8.6420 gruesa” 78.8989 Tierra fina 999.0768 Arena:546.0029 fina .... 32.0422 polvosa. 465.0618 Aral o RA o 333.4719 1000.0000 1000.0000 (1) De donde se deduce que 1000.0000 de tierra fina seca equivalen á 1055.9309 de tierra húmeda. (2) Separadas por tamices de 0.05 y 0.2 de milímetro, 190 ANÁLISIS DE ANALISIS QUÍMICO. 1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: Agua higroscópica 52.7791. Materias combustibles y volátiles 58.2845 comprendiendo: IN ZO SNOTGANICO: 12 llos 110 oo abre Ed de 1.2600 'AWZOe amoniacal A da a da A OO 0.0168 ZO ONMILTICO A A a Lo ALE 0.5563 No total als quepa qe ae a O a 1.8331 Soluble en frío enácido clorhídrico 85.0000 comprendiendo: Uxidostlemerto yal uma A O E 20.1445 Calas pu relata 1007 PA A dl REO PQ DL AE dd a e a AE 8.4295 Marne ae e IA A NEO or 4.0541 e E A PO a A NEO OI O 1.5064 Botas sa A E GN A 0.9603 CIAO OSTOTICO a a AO ad oa GO IS 0.6055 AECI SO A a O AD 0.5159 ACIO Ccarbonieo ue ls e A a a e ADA 1.6800 PACTO SUICICO LA das A A A o 9 A 0.2740 loro ui iu De al JU e 0.0501 Insoluble en frío en ácido clorhídrico 803.9364 compren- diendo sol. en HFl: O o E a 16.9631 A O A A ARE dd 20.50U3 Masa a e A ANIOS SA Ea 6.2171 Oxidos de fierro y A O 227.3932 Acido fosfórico... ..0020 2.0. e o in e E huellas. RESUMEN. ELEMENTOS ASIMILABLES ELEMENTOS DE RESEBVA. INMEDIATOS. AO 1.8331 Acido fosfórico -.... 0,6055 Acido fosfórico ..... 00402. Botasa ais as Lata 16.9631 Botas 09603 Calar e AAA 20.5008 a 54299 WMasnesia a 6.2171 Magnesiay mola up ee 4.0541 (1) Conteniendo ácido fosfórico soluble en citrato de amoníaco 0.0402, TIERRAS ARABLES. 191 Ae PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. Estado: Jalisco Peso de un litro de tierra secada - Distrito: La Barca al aire: 1.*£09196. Municipalidad: La Barea Agua higroscópica: 32.1053 por mil. Hacienda: San Pedro Poder absorbente: 565.1263 por mil. ' Reacción: Neutra. Espesor de la capa de tierra anali- zada: 25 m. 1000 de tierra seca = 1033.1753 de tierra húmeda. ANALISIS FÍSICO-QUÍMICO. Residuos que que- Materiaorgánica y volátil 0.0000 dan sobre el ta- Malcdreo en MEA, 0.0000 miz de 5mm. 0.0000 Guijarros .........---. 0,0000 Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.5338 dan sobre el ta- Calcáreo...... e NA 0,4848 suz de mm.” 2.6904 Grave oe 1.6618 Agua higroscópica "... 37.3867 Materia orgánica y volatil 80.9213 Ualcareo Jero 24.5000 y gruesa! 17.9248 Tierra fina 997.3196 Arena:3354068 fina .... 1.6754 polvosa. 315.8066 E 519.1048 1000.0000 1000.0000 (1) De donde se deduce que 1000.0000 de tierra fina seca, equivalen á 1038.9451 de tierra húmeda. (2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. 192 ANÁLISIS DE ANÁLILIS QUÍMICO. 1000 partes de tierra fina sega al aire, contienen: Agua higroscópica 37.4872 Materias combustibles y volátiles 81.1388 comprendiendo: 'AT08 OBSEnICONo o laa da de e 1.2656 ¡AZ0e amonacal CU A 0.0126 UN ZOS MECO NUI CR RA AAN 0.0117 Zoe Otal a O A IS E A AA 1.2899 Soluble en frío en HCl de l 18 dens. 59.5800 compren- diendo: Oxidos ide herro y aluminio 19.0556 Maio e AI A o O RL LALO 9.7342 E A 5 8822 OSA a a E PSA ATL ENSEGTTE MOI EU 1.0266 Bota nor a nn MOT A A a LES ea 1.9592 Nero mos toncO oa o AO O 0.3444 Io llar oa A A A 0.5269 INcrdo Ca rboniCo eee a a ULA 1.8400 NA a A O 0.3140 Cloro A A A OS 0.0303 Insoluble en frío en ácido clorhídrico 821.7940 compren- diendo sol. en HEFl: PBotasan cn aaa A e O A 26.2152 (aL a. acer o LEAR Ea A A 16.7071 ra A A A 13 8061 Oxidos de fierro y ltaio Ll a O 0. 216.5427 INICIO MOS EOLICO A O huellas. RESUMEN. ELEMENTOS ASIMILABLES ELEMENTOS DE RESERVA. INMEDIATOS. AZOe/ sie alle ets 1.2899 Acido fosfórico..... 0.3444 Acido fosfórico..... De Potasant An 26.2152 Rotasa. seis iia e A O A A AS O7(0/71 Cal ae 91342 1Masnesia io ela 13.8061 Magnesla ¿04m loo 9.8822 (1) No contiene ácido fosfórico soluble en citrato de amoníaco. TIERRAS ARABLES. 193 N? 4. PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. Estado: Guanajuato Peso de un litro de tierra secada Distrito: Irapuato al aire: 1.11274, Municipalidad: Agua higroscópica: 31.7556 por mil. Rancho: de Acosta Poder absorbente: 745.2221 por mil. Reacción: Neutra. Espesor de la capa de tierra anali- zada: 25 cm. 1000 de tierra seca=1036.0070. ANÁLISIS FÍSICO - QUÍMICO. Residuos que que- Materia orgánica y volátil dan sobre el ta- Calcáreo-..... EA miz de 5mm. 30.2052 Guijarros........-.--. Residuos que que- Materia orgánica y volátil dan sobre el ta- Calcareon rios teta Ural made mm. 810040 (Qrava. co. e Agua higroscópica ”... Materia orgánica y volátil Calcáreo........ Aa gruesa!” Tierra fina 881.8908 Arena:449.3919fina .... polvosa. Area EAN ARDEN 1000.0000 1.1992 2.4182 26.5878 4.7560 3.4800 79.6680 22.5802 80.0742 33.0794 230.5069 * 12,3780 206 5130 296.7651 1000.0000 (1) De donde se deduce que 1000.0000 de tierra fina seca, equivalen á 1029.8109 de tierra húmeda. (2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —25. 194 ANÁLISIS DE ANÁLISIS QUÍMICO. 1000 partes de tierra (ina secada al aire, contienen: Agua higroscópica 34.1556. Materias combustibles y volátiles 90.8279 comprendiendo: Do a A o 1.2384 A7O0cramomacal O ¿e 0.1386 ENZO MUCOSA O a o AO 0.0115 Azoe total. - y Le DE 1.3485 Soluble en Cd en HC de 1 18 dona 84.2400 compren- diendo: Orados' de errzoy alumno a IDO 39 LU Cal .. RS E UE Na MALENA AL JO Io Ue :17.9402 Magnesia......... eel bd o ce er o IEA 1.0847 Sosa o AL IEA a 1.3219 Potasa PO O EN EMLO ROGAR o IAE 2.7127 elo Lostorico A 1 o O A 0.3960 Nerd isaltarico. la ELITE. aa IAE € 0.6951 Acido Carbonico stem ala aa AS DES 10.9000 Merlo; silicico 0.2. Mc Lea DA UL OL AM LOLA 0.0730 RO AA A O a A 0.0303 Insoluble en frío en ácido clorhídrico 790.1765 compren- diendo sol. en HF: Otal an aaa ere A e RE A A 17.3523 Cala AO Ide O AL o a IO a AE 21.9629 Magnesia..... IA BD UT O, a 5.9246 Oxidos de fierro y ialumino acre ER AN 182.0857 AECI bos tOrICO. leal IA O A a No hay RESUMEN. ELEMENTOS ASIMILABLES ELEMENTOS DE RESERVA INMEDIATOS. Aro 4 A CIO OS OLEO 0.3960 Acido oO ASA JE A E o 17.3523 Rotasas aa ADA ML OE Sl AI 21.9629 Cal: ars 17.9402 Magnesila......--.- 5.9246 MagHesiar votado ae 1.0847 (1) No contiene ácido fosfórico soluble en citrato de amoníaeo. TIERRAS ARABLES. 195 N? 5. PROCEDENCIA, CARACTERES GENERALES. Estado: Michoacán Peso de un litro de tierra secada Distrito: Zamora al aire: 1.'*44046. Municipalidad: Agua higroscópica 77.7204 por mil. Rancho: Jericó Poder absorbente: 1064,24 por mil. Reacción: Neutra. Espesor de la capa de tierra anali- zada: 25 cm. 1000 de tierra seca = 1084,2701. ANÁLISIS FÍSICO -QUÍMICO Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.1670 dan sobre el ta- o A 0.0114 miz de abm ma: «+ O99% Guijarros coo o 1.4210 Residuos que que- Materia orgánica y volátil 1.0314 dan sobre el ta- Calcaroon ar ata 0.0976 ado mam: 0.0000 Grave ca a 3.9270 Agua higroscópica "... 69.4323 Materia orgánica y volátil 179.9784 Caleareo ero a 3.7091 gruesa? 25.6496 Tierra fina 993.3446 Arena:362.5548 fina .... 15.2316 polvosa. 321.6736 Areilla....... in IÓ 317.6700 1000.0000 1000.0000 (1) De donde se deduce que 1000.5000 de tierra fina seca, equivalen 4 1085.9018 de tierra húmeda. (2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. 196 ANÁLISIS DE ANÁLISIS QUÍMICO. 1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: Agua higroscópica 69.8975. Materias combustibles y volátiles 181.1790 comprendiendo: AMOO OBBAnICON et oa Era lol ei ALOE 1.2712 ¡A zoe amontacal Wa Ra Ii. IA a 0.0140 A ZOBMILLICO a O Ac 0.0001 ¡Azoe total el a o EE 1.2853 Soluble en frío en HCl de 1. 18 dens. 135.7000 compren- diendo: Oxidos de erro'y aluminio 58.3101 Cala A A a Ie apo AS) | Masnesianosco E O. eE ARLA. loa 4.1568 DOS o e A to E A A O UE 0.9897 a lA A ME E A A a DU O 1.6533 IA A A A A A O 0,7499 ¿No o a A 0.4878 ¡Acido ca rbomico a A A 0.3000 PA CICLOS ÁCICO o acia dado a AN ER 0.2460 DION yA de E A cad o MN AR id da do 0.0485 Insoluble en frío en Acido clorhídrico 613.2235 compren- diendo sol. en HF: BOLAS e NA dl Jul Lali dao Lp de 54.5291 A e A A E MA 22.4716 Masnesia con ie e) ase a E E LA 8.0565 Oxidoside hero y aluminio aaa a a 216.8358 ACTIAO MOS TOLICON noi el o JS IE CA LANA E huellas. RESUMEN. ELEMENTOS ASIMILABLES ELEMENTOS DE RESERVA. INMEDIATOS. PAZO e 1.2853 Acido fosfórico..... 0.7499 Acido fosfórico..... 00128 MRotasa ruca aL 54.5291 Botasa. ace acne UE In aa O 22.4716 e A io 33.27131l Magnesia .........- 8.0565 Magnesia melee tia 4.7568 (1) Conteniendo en ácido fosfórico soluble en citrato de amoníaco 0.0128. "TIERRAS ARABLES. 197 N2 6. PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. Estado: Michoacán Peso de un litro de tierra secada Distrito: Zamora . al aire: 1.593751. Municipalidad: Agua higroscópica: 34.7209 por mil. Hacienda: Santiaguillo Reacción: Neutra. Poder absorbente: 651 por mil. Espesor de la capa de tierra anali- zada: 25 cm. 1000 de tierra seca=1037.0058, ANÁLISIS FÍSICO QUÍMICO. Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.3374 dan sobre el ta- Caleareo cas uc e 0.2056 miz de 5mm. 4.5660 Guijarros.........-... 4.0230 Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.4420 dan sobre el ta- Calcareogoa eo aaa 0.2652 aade Miramy 6.9014] Girava oo Sea deb dde ele 6.1942 Agua higroscópica"... 34.9854 Materiaorgánica y volátil 79.3109 Caleáreo 245424022 3.0212 gruesa” 61.1661 Tierra fina 988.5326 Arena:596.3437 fina.... 15.9106 polvosa. 619.2670 A A A 274.8714 1000.0000 1000.0000 (1) De donde se deduce que 1000.0000 de tierra fina seca, equivalen á 1036.6398 de tierra húmeda. (2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. 198 ANÁLISIS DE TIERRAS ARABLES. ANÁLISIS QUÍMICO. 1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: Agua higroscópica 35.3913. Materias combustibles y volátiles 80.2310 comprendiendo: ZOO OA CO 1.2656 INZOSHAmiontaca A IA E e AO 0.0134 'AZOS MÍTICO A ral DEVE JU ALad S 0.0271 "ZOO OLA e RAR A A A ad A LS 1.3061 Soluble en frío en HCl de 1,18 dens. 98.1600 compren- diendo: Oxitoside Herr alumimo/. te 55.8402 A A a DO 12.3435 Magnesia oso be ale olla loe eS 6.8216 e e O A o A 0.8530 Rotasa nia e e 1.8140 CIO LOSLOLICO NA O AJO PA 1.4998 ICO Sa CO A A 0.4415 ACID CarbonIca a o AE A 1.7740 edo is ilCiCO a MU ata a A de 0.3240 A NA SIT MN e va 10 0 0.0417 Insoluble en frío en ácido clorhídrico 786.2177 compren- diendo sol. en HEFl: atar Il o rd O ME O ZOO CA dd A o a ER A O eo 39.3109 Masuesia si a O ad 1.5300 Oxidós de ferro; y alumiio:. A Do 210.3132 Acido fosfórico A O AN II A A huellas. RESUMEN. ELEMENTOS ASIMILABLES ELEMENTOS DE RESERVA. INMEDIATOS. PAZOS IE ADA 1.3061 Acido fosfórico..... 1 4998 Acido fosfórico ....- 03140 Povasa na 37.2353 BOLasa ejeo ol Ode ai ISA AA 39.3109 Cada De a 12.3435 Magnesia...--..---.- 1.5300 Magnesia...-....-.--- 6.5216 México, Noviembre 1905. (1) Conteniendo en ácido fosfórico soluble en citrato de amoníaco 0.3140. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. UNA ESCUELA PARTICULAR DE AGRICULTURA EN €. JUAREZ, CHIH, Por el Ingeniero Agrónomo ROMULO ESCOBAR, M. $. A. Ocupo la atención de ustedes, para dar á conocer el pro- yecto de establecimiento de una Escuela particular de Agricul- tura en Ciudad Juárez, Estado de Chihuahua, por la razón so- cial de Escobar Hnos. á que pertenezco. Negocio raro, no solo en nuestro país, puesto que, por re- gla goneral, la instrucción agrícola se imparte por el Estado y no por los particulares—aunque se den casos de que escue- las agrícolas se sostengan con donativos ó legados, como suce- dió en el nuestro con el del Padre Guerra—significa para los empresarios un riesgo bastante serio, y tratando, como trata- mos, de allegar todos los elementos disponibles, de unir todas las fuerzas que puedan ayudarnos, he querido aprovechar mi estancia en esta capital para informar á esta Sociedad, á que tengo el honor de pertenecer, acerca de nuestra empresa. Aunque parezca asunto extraño á una Sociedad Científica, reviste tal importancia para el progreso del país y sobre todo de la región fronteriza del Norte, que bien puede considerár- sele como un problema de organización digno de conocerse, pues quizá sea el primer paso que se da para que la educación profesional se imparta por empresas privadas que pueden aten» derla, indudablemente, con ventajas que no tiene, ni puede te- ner el Gobierno. 200 UNA ESCUELA PARTICULAR Trátase de una escuela donde la dirección tiene que ser vigilante y perspicaz, porque así lo exigen los intereses de los empresarios como negociantes; donde los profesores serán escogidos y tengan, forzosamente, que identificarse con su tarea; donde se observe y se experimente, porque de esas con- diciones depende el éxito; donde los alumnos aprendan y ha- gan y quieran, porque ese es el programa. ¿Qué significa el saber para un hombre que carece de sa- lud, para un hombre cuya educación moral se ha descuidado hasta el grado de hacerlo incapaz para la felicidad, para un hombre que carece de voluntad potente y cuyas energías se han dejado inactivas? i Nada absolutamente, y sin embargo, de eso es de lo úni- co que pueden ocuparse los maestros de muchas escuelas su- periores, dependientes del Estado, aquí y en todas partes. ¡Saber! Es lo que están obligados á dar y eso es lo que dan. La acción benéfica de la familia debe continuarse en la es- cuela primaria y en la profesional después, si se atiende al in- terés del alumno. La vida escolar debe ser un constante gim- nasio donde se ejereiten, no sólo los músculos, sino la volun- tad, y donde se procure: la salud como base y los sentimientos nobles como guía de todas las acciones. Sin esto, el saber sale sobrando. Dicta estas palabras mi experiencia de estudiante que de- be ser la misma de muchos de ustedes, porque nos educamos en el mismo medio. Pretendemos que todo lo que haya en nuestra escuela: plan de estudios, reglamento, relaciones mutuas de maestros á discípulos; prineipio, medio y fin de todo lo que se haga; discíplina en la conducta y costumbre de vencer dificultades, dependa del programa que se encierra en tres palabras, que serán el lema y la insignia de la escuela: saber—poder— querer. DE AGRICULTURA EN C. JUÁREZ, CHIH. 201 Ahora bien, todos dicen que en la agricultura está el por- venir de las naciones, que la vida rural es la más dichosa, que es la que admite las únicas ligas que la naturaleza impone, que son las que deben existir entre el hombre, los animales y la tierra, todos dicen que nuestra agricultura está atrasada, todos censuran la conducta rutinaria de nuestros agricultores, no obstante que han hecho mucho; pero mucho que no ha sido observado por los que hablan en la tribuna, en la cátedra ó en la prensa. Pero tratándose de la instrucción agrícola, en un medio en que todo progresa, todos hablan y nadie hace. Nosotros los mexicanos, en la época actual, gozamos una dicha que no sabemos apreciar, indudablemente, porque es ley ineludible que los bienes no se aprecian cuando se está en po- seción de ellos, Juzgando honradamente, debemos convenir en que todo progresa en nuestro derredor, en que vivimos en un medio en que todo evoluciona, gracias á la necesidad y á la acción de un gobierno sabio que ha podido encarrilar las energías del país; pero esto con la condición indicada, sin atribuír á nues- tras fuerzas mayor capacidad de la que tienen y sin pretender resultados imposibles por causa de tiempo ó de medio. Las ciencias, las artes, la moralidad, las costumbres adelantan; las energías se despiertan; nuestras escuelas primarias abren brecha en el obscurantismo; todas las instituciones progresan; los hombres más amantes de la paz tienen que convenir en que nuestro ejército no es el de hace veinte años; los menos religiosos comprenden que hasta las religiones progresan; has- ta en la iglesia hay adelanto. Para apreciar esta felicidad en lo que vale, basta con re- flexionar lo que sufrirán los hombres de buena voluntad en países de los más adelantados, donde el progreso se ha estan- cado, ó en países donde la evolución es incipiente. Allí es don- de deben sufrir las inteligencias que deben sobresalir sobre el Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905) —26. 202 UNA ESCUELA PARTICULAR nivel de la masa y que no pueden; allí es donde se aniquilan las energías que no pueden sostener sino una lucha estéril, y allí donde se amargan las nobles voluntades. Entre nosotros no pasa lo mismo. La obra de patriotismo consiste hoy en el trabajo, como antes consistía en la pelea, y la buena voluntad se satisface dedicando unos sus energías á una cosa y otros á otra. Por cualquier sendero puede encontrarse el bienestar. El artesano tiene trabajo, los jornales aumentan, hay escuelas para to- dos y ya vamos comprendiendo que la felicidad en el hogar es obra de la voluntad, más bien que de predestinación. Pero sin embargo, el progreso rural no corresponde al que se nota en las ciudades donde hay palacios modernos, y elee- tricidad, y luz y teatros. Quizá en los programas de los gobier- nos futuros se tenga esto en cuenta y se dedique mayor aten- ción á los problemas del campo. Con la convicción de que es una necesidad para los agri- cultores futuros la instrucción agrícola, convicción que hemos adquirido con las relaciones amistosas que hemos sostenido con los hacendados del país, durante diez años, con motivo de la publicación de “El Agricultor Mexicano,” pensamos esta- blecer una escuela particular de agricultura, aprovechando las ventajas que para este objeto presenta Ciudad Juárez. Como la obra tendría que ser humilde si nos atuviésemos á nuestros propios elementos, quisimos allegar todos los recursos posibles, y el primer paso fué someter el proyecto á la consideración del Sr. D. Enrique C. Creel, Gobernador del Estado de Chi- huahua, de quien siempre esperamos ayuda, porque alguna vez había manifestado su deseo de establecer una escuela agrícola con fondos del Gobierno. Hombre inteligente, progresista y patriota, recibió con be- neplácito la idea, le dedicó toda su atención y en unos cuantos días, no obstante sus múltiples ocupaciones, preparó con nos- otros un contrato como conviene á los intereses del Gobierno DE AGRICULTURA EN C. JUAREZ, CHIH. 203 de su cargo, que nada arriesga en el éxito Ó fracaso de la em- presa y que, sin embargo, nos favorece á nosotros de una ma- nera liberal y decidida, sin sujetar á nuestra empresa á trabas que pudieran quitarle la libertad y cualidades que debe tener como negocio privado. De cualquier gobernante habríamos esperado un apoyo mo- ral y material, hasta donde lo permitieran las múltiples aten- ciones de su respectivo gobierno, porque no obstante que sabemos que cada quien aumenta la importancia de sus pro- yectos y atribuye más trascendencia que nadie á sus trabajos, creemos que en el proyecto actual no hay nada que cause des- agrado, pero dados los antecedentes del Sr. Oreel, esperábamos de él no un apoyo frío ú obligado, sino un apoyo entusiasta y caluroso, como se sirvió prestárnoslo. Ahora no estamos solos para vencer las dificultades que puedan presentársenos, sino que contamos con un aliado tan poderoso como lo es él, por su valer y antecedentes, y ahora tratamos de allegar otros elementos, como es la ayuda del Gro- bierno Federal, después de haber obtenido la aprobación del Gobierno de nuestro Estado. De la unión nace la fuerza, y en este caso todos los elemen- tos bien dispuestos, todas las energías posibles, se encauzarán para que el provecho que resulte del establecimiento de la es- cuela sea mayor y más eficaces sus trabajos. El plan de estudios se someterá á la aprobación del Gro- bierno del Estado y estará representado éste en los exámenes, para que pueda darse á los diplomas de agrónomo que expida la escuela la sanción oficial. Además de los estudios y cursos generales, como es el del idioma inglés, los ejercicios militares, los cultivos, los cuidados de animales domésticos, la natación, equitación, gimnasia, ete., que durarán todo el tiempo que dure el alumno en el colegio, se distribuirán los estudios en un curso ó año preparatorio para los alumnos que lo requieran y en cuatro profesionales, durante 204 UNA ESCUELA PARTICULAR los cuales se harán: los diversos cursos de dibujo, matemáticas, física, química, contabilidad, mecánica, botánica, zoología, co- mercio y legislación, agronomía, higiene y parasitología, topo- grafía é hidromensura, zootecnia, economía rural, tecnología, Á- totecnia, veterinaria, construcciones rurales y administración. Como se ve, la misma naturaleza casi enciclopédica de los estudios del agrónomo, hace posible que el alumno que los ter- mine en una escuela donde se haya suprimido todo lo que no tiene sino un interés especulativo y donde se haya dedicado á la práctica toda la importancia que merece, sea apto no solo para que se dedique á la agricultura, sino para que ocupe en la sociedad una posición respetable, cualquiera que sea el ca- rácter de su negocio. Cualquier joven, pues, podrá recibir en dicha escuela una buena preparación para la vida práctica, aunque no deba de- dicarse á la agricultura, tanto más cuanto que el título profe- sional significa muy poco cuando se le compara con lo que vale la cuestión de personalidad en los negocios, Actualmente estamos trabajando de una manera activa en la reposición de dos antiguos edificios construídos en la pro- piedad que adquirimos con este objeto, que nos servirán para inaugurar la escuela en el mes de Febrero próximo, mientras construimos el edificio especial para el establecimiento. Los terrenos anexos, suficientemente extensos, se dedicarán á di- versos cultivos, donde los alumnos practiquen diariamente los conocimientos adquiridos con el estudio. En una propiedad cercana á Ciudad Juárez se harán ex- perimentos sobre selvicultura y en otra propiedad de unas 20,000 hectáreas, atravesada por el Ferrocarril Central, á dos horas de camino, donde contamos con unas 300 cabezas de ganado vacuno cruzado y unas 1,200 de ganado menor, se aten- derán prácticamente los ramos de ganadería, mejoramiento de pastos, dotación de abrevaderos, y manipulación de la leche DE AGRICULTURA EN €. JUÁREZ, CHIH, 205 para transformarla en artículos comerciales valiosos por los métodos modernos. ! Los elementos de que dispondremos en la escuela para la experimentación agrícola, serán importantes, y las relaciones con los agricultores del país, con motivo de nuestras publicacio- nes periódicas “El Agricultor Mexicano” y “El Hogar,” ade- más de los boletines y circulares que publicaremos, nos coloca- rán en posición ventajosa para hacer la propaganda del estable- cimiento y para hacer que lleguen á él jóvenes con vocación para la carrera, que es requisito tan importante para el éxito. Es necesario luchar por cuantos medios se pueda para ob- tener resultados distintos á los que suelen obtenerse en algu- nos establecimientos de instrucción superior, en los que más de un 75 por ciento de los alumnos que ingresan á la escuela, salen reprobados en algunos de los eursos y entran á la lucha por la vida con el desaliento de la primer derrota y no con la convicción de incapacidad para ejercer una profesión con título oficial. Es más importante hacer hombres felices, capaces de luchar y de vencer, que hacer hombres sabios sin esas cuali- - dades. Después de haber hecho conocer á esta respetable Sociedad las bases generales de nuestro proyecto y de indicar el pro- grama general que trataremos de seguir, sólo me resta dar á ustedes las gracias más expresivas por la atención que se han servido dispensarme. México, Noviembre 1905. ISIDORA 2-0 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. ll EL” EÉINALOE POR RAMON MENA, M. $. A. (Monografía dedicada al Sr. Rafael Aguilar y Santillán). AMYRIS LINALOE, LA LLAVE, ELAPHRIUM ALOEXYLON, SCHIEDE—TEREBINTACEAS. El árbol de lináloe crece espontáneamente en cerros de tierra humosa, de las regiones calientes y húmedas. En la ac- tualidad es objeto de comercio activo en los Estados de Oaxa- ca, Guerrero, Morelos y Puebla. El árbol es de mediana altura, alcanzando el tronco un diá- metro comprendido entre 0."16 y 0."50, según la edad del ejemplar; la raíz es fibrosa, el tallo subleñoso, de corteza del- gada; las hojas, ovaladas, dentadas, peninervadas, pecioladas, pareadas y compuestas, de tres á cuatro centímetros de lon- gitud por dos de latitud. La varilla en que articulan los peciolos es foliolada. Durante el invierno, casi abandonan las hojas al árbol, re- cubriéndolo el resto del año. El aspecto del lináloe, es el del ciruelo. En primavera produce frutillas esféricas aromáticas. Al ser cortadas las hojas, al practicar incisiones en el tallo, brota luego un jugo lechoso, graso y fragante. 208 R. MENA. El lináloe se reproduce por estaca y es adulto 41os 15 años, edad en la que puede ser cortado para los usos industriales á que se le destina. Los indígenas llaman al linálos copal limón y creen es her- mano del copal. Extracción de la esencia. En los meses de Enero y Febrero, se practican incisiones en los árboles y por la cantidad de resina que arrojan en 3 días y la intensidad odorífera de aquella, se conoce si el individuo producirá mucha ó poca esencia: Se establece por los prácticos, como regla general: que mientras más grueso es un troneo, menos esencia produce. Para extraerla se utiliza el corazón del tallo únicamente. Pasado el reconocimiento, se corta el árbol, se reduce á, pequeños fragmentos y éstos á astillas que se maceran en agua 48 horas, se hace fermentar y se arrojan líquido y asti- llas al recipiente de un alambigue, El primer producto de la destilación obtenido en 5 minutos, se vierte en el recipiente y después comienza á destilar la esencia lentamente. Para obtener 11/5 kilos de esencia, se necesitan 690 kilos de madera que tienen un valor de $24. Los 11'5 kilos de esencia, se venden á un precio de $80 en México, de donde envían á Alemania y Estados Unidos, pun- tos en los que el artículo tiene demanda y alcanza buenos precios. Como no son pocas las personas que se han dedicado á la extracción de esencia, los bosques de lináloe están siendo rá- pidamente despoblados, por lo que el producto disminuye y el precio aumentará, por ineludible ley económica. La esencia es un líquido claro, ligeramente amarillo ver- doso, denso, graso al tacto y con el pronunciado olor que le caracteriza. EL LINÁLOE. 209 Es narcótico y se le aplica exteriormente contra las neu- ralgias y tomado en cantidad de 6 gotas disueltas en agua, contra la picadura de alacrán (escorpión). Dijimos que para la extracción de la esencia se utilizaba nada más el corazón del tallo; pues bien, la corteza y resto de madera se pulveriza y quema, siendo el mejor incienso que se conoce. Entiendo que de tales restos podría extraerse esencia de segunda clase, por destilación ó maceración en aceite. De lo anteriormente expuesto, se desprende la formación del cuadro que sigue: Factores para la producción de esencia de lináloe. A.—Reconocimiento del árbol. B.—Cortarlo en tiempo (Enero y Febrero). C.—Gran capacidad del alambique. D.—Actividad del fuego en la destilación. Gastos. Gg0Mailos de madera. -..¿Doodo locas $24 00 E OO A CO A 4 00 2 O A AI 1 50 A e IA TAS Ed A $29 50 Precio mínimo de 11'5 kilos de esencia... $40 00 7) MÁXIMO y y E as 80 00 Utilidad en el primer caso, precio mínimo, sumamente re- moto $11.50. En el segundo caso $50.50. Resta advertir que son necesarias 12 horas, dadas las con- diciones que se citan, para producir los 11'5 kilos de esencia y que los cálculos apuntados se refieren al Sur del Estado de Puebla. Izúcar de Matamoros, Noviembre de 1904. Mem, Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906) —27. y ( dl SR Aa Ca 1H EI SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. RESEÑA DEL MINERAL DE ARZATE (ESTADO DE DURANGO). Por el Ingeniero de Minas JUAN D. VILLARELLO, M. $. A. El mes de Julio del año de 1899 fuí comisionado por la Compañía Minera “Independencia y Anexas, S. A.,” para es- tudiar la región aurífera de la sierra de Arzate, en el Estado de Durango; y del informe que rendí entonces, extracto ahora los siguientes datos. Ubicación y datos históricos. A los 24038'10" de latitud Norte, á 4046'57"20 de longi- tud Oeste de México, y á 75 kilómetros al N.E. de la Ciudad de Durango, se encuentra el antiguo Mineral conocido con el nombre de “Pánuco de Coronado.” Alrededor de este Mineral se hallan otros cuatro, que son: al Este, 4 kilómetros, el de ““Avino;” al Noreste, 8 kilómetros, el de “Gamón;” al Ponien- te, 30 kilómetros, el de “La Silla;” y al Sur-Poniente, 20 kiló- metros, el llamado Mineral de Arzate. Este último, ubicado en la sierra del mismo nombre, se halla en terrenos de la ha- cienda de Santa Lucía, perteneciente al Municipio de Pánuco, del Partido San Juan del Río, en el Estado de Durango. A 16 kilómetros al N. W. de la Estación Gabriel, del Fe- 212 J. D. VILLARELLO. rrocarril Internacional Mexicano, se levanta el cerro Colorado, que forma parte de la sierra de Arzate, y en este cerro se hallan los fundos mineros de la Compañía “Independencia,” los cuales se denominan “La Cruz,” “El Amparo” “El Pro- greso y “La Reforma.” Los Minerales antes mencionados fueron trabajados con relativa actividad en la época de la dominación española; y se hicieron notables por sus cuantiosos productos los de Avino y Gamón, este último por encontrarse en él la famosa mina llamada “La Potosina.” A fines del siglo pasado los señores Díaz, de Durango, explotaron, aunque en pequeña escala, los Minerales de Avino y Arzate; y en la época de mi visita á este último Mineral, comenzaba sus trabajos de exploración la Compañía Minera llamada “Independencia.” Geología. La geología de la región del cerro Colorado es bastante sencilla, pues no aflora ninguna roca sedimentaria, y las erup- tivas están representadas solamente por las rhyolitas pliocé- nicas, y los basaltos pleistocénicos. Las primeras de estas ro- cas, de color rojizo y textura fluidal, constituyen la mayor parte de la sierra de Arzate, y se prolongan por el Poniente hacia la Ciudad de Durango. Las rhyolitas están cubiertas en gran extensión por la corriente basáltica de “La Chicharrone- ra” corriente que se prolonga tanto al Poniente como al Orien- te de ese lugar. Al Oeste, los basaltos se encuentran en los portezuelos de la sierra de Arzate, y se extienden por el bajo _lomerío que al S. W. conduce para la Estación El Chorro; y por el Este, pasan por el puerto que separa á las minas llama- das “Independencia” y “María” y continúan los basaltos por las pequeñas elevaciones limítrofes de la planicie que se en- cuentra al S.E. de la sierra de Arzate, planicie que se prolon- ga para la Estación Gabriel. EL MINERAL DE ARZATE. 213 Las rhyolitas están cortadas por tres sistemas de fractu- ras. De estas litoclasas, las mejor desarrolladas y más nume- rosas, son las de rumbo medio N.S., variable entre 100 N. W. y 100 N. E. con 400 de echado al Poniente; son menos frecuen- tes las de rumbo 450 N.W., con el mismo echado que las anteriores; y son escasas las llamadas en la localidad trans- versales, ó sean las que tienen rumbo variable entre 600 y 700 N. W. Estas fracturas, agrupadas á veces, formando zonas de diaclasas, son por lo general muy angostas, cortan solamente á las rhyolitas, y son debidas á esfuerzos de presión. La dis- locación del terreno ocasionada por estas fracturas, aunque fué relativamente pequeña, originó por deslizamiento las su- perficies pulidas, á veces estriadas, que se observan en varias partes de los respaldos de las referidas diaclasas. Algunas de las fracturas anteriores están mineralizadas; y por lo mismo, se encuentran en la región vetas que pertene- cen á cada uno de los sistemas de diaclasas ya indicados. En efecto, como vetas de rumbo medio N.S. mencionaré las lla- madas “Amarilla” “Independencia” y “Libertad;” entre las _de 450 N.W. se encuentran las denominadas “La Cruz” y “La Constitución;” y entre las de 700 N. W. se hallan “El Ga- to” y “La Transversal.” Todas estas vetas, que por lo general se extienden poco á rumbo, son de potencia muy irregular, tanto en sus afloramientos como á la profundidad, y con fre- cuencia se les ve variar en muy cortas distancias desde 2 has- ta 80 centímetros de espesor. Los afloramientos de estas vetas están constituídos por ramaleos de cuarzo y óxido de fierro, con oro nativo en pe- queña cantidad; y tanto estos afloramientos como los siste- mas de fracturas antes mencionados, se observan solamente en las rhyolitas, y desaparecen al llegar á los basaltos pleis- tocénicos. 214 J. D. VILLARELLO. Minas. Los labrados que constituían las minas de la sierra de Ar- zate en la época de mi visita se reducían á los siguientes: Mina “La Independencia.” —La obra principal de esta mina era un tiro de arrastre (inelinado) de 33 metros de longitud, y con 400 do inclinación al Poniente; después el tiro continúa vertical, y alcanzaba entonces esta última parte 10 metros de profundidad. A los 13 metros abajo del brocal del tiro se encuentra el cañón “Norte 1,” de 26.50 metros de largo, y en esta obra hay un contracielo de 2 metros. A los 22 metros de la entrada del cañón anterior se rompió el pozo llamado “Hidalgo,” que tenía 9.50 metros de profundidad, con una sección de 2 por 3 me- tros. En éste pozo, á los 6 metros abajo del cañón menciona- do, hay dos frentes: la del Norte, de 6.30 metros de longitud; y de 6.80 la del Sur. En la parte en que el tiro cambia de inclinado á vertical, hay un pequeño crucero hacia el Ponien- te. Por último, en el plan del tiro existe un crucero al Este, de 5.10 metros de longitud. Los anteriores labrados, con un desarrollo total de 100 metros, constituían entonces la mina llamada “Independencia.” En la parte inclinada del tiro de esta mina la veta se en- cuentra en la tabla del alto, con rumbo 109 N. W. echada 409 al Oeste y su potencia va aumentando gradualmente desde 4() centímetros, que tiene en el brocal del tiro, hasta 75 centí- metros, espesor que aleanza á los 20 metros de profundidad. En todo este tramo la veta está formada por cuarzo, óxido de fierro con oro nativo en pequeña cantidad, y algunos cris- tales de pyrita cúbica de fierro. No se observan “respaldos” bien marcados, ó sean, planos de separación entre la veta y la rhyolita en que arma este criadero, sino que la mineraliza- EL MINERAL DE ARZATE. 9215 ción penetra con irregularidad en la roca mencionada. Tanto al alto como al bajo, ó sea, al Poniente y al Oriente de esta veta, se encuentran ramales paralelos, con mineralización idéntica á la de la veta principal. El tiro, á los 20 metros del brocal, cortó una fractura falla de 2 centímetros de ancho, re- llena con arcilla y detritus de la roca del respaldo; pero la ve- ta no fué dislocada, sino que ésta corta á la fractura, y conti- núa sin interrupción aunque con menor potencia, siendo ésta mayor hacia el Sur que hacia el Norte. A mayor profundidad la veta se divide en varios ramales angostos, constituídos por cuarzo y óxido de fierro, ramales que continúan con la ineli- nación de 400 al Poniente, hasta llegar al lugar en que el tiro mencionado cambia de inclinado á vertical. A esta profundi- dad se cortó un reliz 100 N. W., con 702 de echado al W., y los ramales mencionados siguen la inclinación de esta fractu- ra, extendiéndose la mineralización tanto al E. como al W. del reliz anterior, y hasta llegar al plan del tiro. El crucero abier- to en este plan se dió con objeto de cortar una veta paralela á la llamada “Independencia,” al Oriente de ésta, y conocida con el nombre de “Veta del bajo.” En el cañón “Norte 1,” la veta tiene una potencia de 50 centímetros, y está formada por varios ramales mineralizados que se hallan en los relices 100 N.W. De estos ramales, los más anchos se encuentran al costado Poniente del cañón. En las frentes N. y S. del pozo Hidalgo, la veta se encuen- tra constituída como en el cañón “Norte 1;” y en el plan de este pozo la veta tiene 109 N.E. de rumbo, con echado al W., y 75 centímetros de potencia. En este plan se encuentran re- lices bien desarrollados, econ rumbo 100 N. E.; pero que no li- mitan á la mineralización separándola de la roca del respaldo, sino que tanto al E. como al W. de estos relices se encuentra el cuarzo y óxido de fierro, mineralización que se extiende con irregularidad en la roca del respaldo. La mineralización útil se concentra en esta veta formando 216 J. D. VILLARELLO. lentes muy pequeñas, “ojos,” conocidos en la localidad con el nombre de “botones.” Estas pequeñas lentes están irregular- mente distribuídas tanto á rumbo como á la profundidad; y á medida que esta última aumenta disminuye el valor comercial de las referidas lentes; pues aunque aumenta la ley de plata del mineral, es mucho menor la cantidad de oro contenido en éste. En efecto, el mineral extraído de la parte alta del labo- río tenía una ley de 50 gramos oro, y 80 gramos de plata por tonelada de 1,000 kilos; en tanto que el mineral sacado del pozo Hidalgo ensayó: 8 gramos oro, y 175 gramos de plata también por tonelada. Mina “La Libertad.” —Esta mina se encuentra al N.E. de la llamada “Independencia,” y está constituída por los signien- tes labrados: El tiro Libertad, que es de arrastre, de 38m40 de longitud, y del cual parten frentes, tanto al Norte como al Sur, y á distintas profundidades. A los 10.50 del brocal del tiro se hallan dos frentes: la “Norte 1,” de 15.40; y la “Sur 1” de 6.30 metros de longitud. A los 20 metros del brocal del tiro están las frentes “Norte 2,7 de 3.10, y la “Sur 2,7 de 2.20 me- tros de largo. A los 7 metros abajo de estas últimas está la frente “Norte 3,” de 1.70 metros de longitud; y 6 metros abajo de ésta se halla la frente “Norte 4” de 1.30 de largo. En el plan del tiro hay una frente Sur de 3.10, y un crucero Ponien- te de 2 metros de longitud. Casi en el tope de la frente “Norte 1, está el pozo llamado Allende, de 15.65 metros de largo, y con una sección de 2 por 5 metros. Por último, en el plan de este pozo se encuentran dos frentes: la del Norte, de 2.83, y la del Sur de 3 metros de largo, siendo por lo tanto, el des- arrollo total de todo el laborío de esta mina, 95 metros. La veta “Libertad,” que es paralela á la llamada “Inde- pendencia,” se encuentra en la tabla del alto del tiro Libertad, y con echado de 400 al W. Su potencia en la superficie es de 50 centímetros, potencia que va disminuyendo al aumentar la profundidad, y desde los 20 metros hasta el plan del tiro su EL. MINERAL DE ARZATE. 217 espesor es solamente de 2 centímetros. Desde el brocal del tiro parece estar la veta limitada al alto por un reliz perfecta- mente definido; pero al alto de este reliz, ó sea al Poniente, continúa la zona mineralizada formada por cuarzo ferrugino- so, oro nativo, y pequeños cristales de pyrita de fierro. El tiro de arrastre antes mencionado está abierto en una zona de diaclasas, fracturas paralelas con rumbo 100 N. W. echadas 400 al W., y muy cercanas las unas de las otras. Los respaldos de estas fracturas presentan superficies pulidas, á veces estriadas; y dentro de esta zona de diaclasas se encuen- tra la mineralización ya indicada, formando ramales, de espe- - sorirregular y de longitud variable, que siguen la dirección de las fracturas, y se hallan tanto al E. como al W. de los re- lices mencionados. En todas las frentes de esta mina, así como en el pozo Allende, la estructura del criadero es igual; y en todos esos lugares se le ve formado por ramales mineralizados que se encuentran en la cercanía de los relices, y están separados por la roca de los respaldos. Esta última se halla bastante al- terada, y la cantidad de siliza y álcalis contenidos en la refe- rida roca ha disminuído por efecto del metamorfismo. La mineralización de la veta en el pozo Allende está cons- tibuída por cuarzo, óxido de fierro, pyrita en poca cantidad, oro nativo en granos ó pequeños alambres, y embolita (cloro- bromuro de plata), en muy pequeña cantidad. Los minerales útiles se encuentran en esta veta como en la llamada “Independencia” formando pequeñas lentes irre- gularmente distribuídas, y cas1 siempre de menor valor comer- cial que las encontradas en las labores de la mina “Indepen- dencia.” Mina “La Cruz”—Esta mina es la que se encuentra más al Norte en el cerro Colorado, y está formada por un socavón en descenso suave hacia su tope, de 6.80 metros de longitud, y abierto en una veta de 30 centímetros de potencia. Esta ve- Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906) —28. 218 J. D. VILLARELLO. ta se compone de varios ramales mineralizados, echados al S. W. y con rumbo 400 N, W. La mineralización está consti- tuída por cuarzo con óxido de fierro, y poco oro nativo. La ley de este mineral fué: 76 gramos de plata y 5 gramos de oro por tonelada de 1,000 kilos. Mina “La Constitución”—Se encuentra á 150 metros al Norte de la llamada “Independencia,” y á la mitad de la dis- tancia entre ésta y la mina “Libertad.” Está formada por un tiro de arrastre de 2 por 4 metros de sección, y con una pro- fundidad entonces de 8 metros. El tiro anterior está abierto en una veta echada al S. W. y con 400 N.W. de rumbo. La potencia de esta veta es de 80 centímetros en su afloramiento, espesor que disminuye al au- mentar la profundidad. En el plan del tiro, y al costado Norte de éste, se encuen- tra una cavidad rellena de arcilla y detritus de la roca del res- paldo, cavidad que continúa hacia abajo con igual relleno. Esta veta, como algunas otras de la región, presenta en la superficie un ensanchamiento notable, estando constituído el relleno en esta parte, por cuarzo, roca de los respaldos silici- ficada, y angostos ramales de óxido de fierro con pequeña can- tidad de oro. Ochenta metros abajo del tiro mencionado se comenzó á romper, en la rhyolita, un socavón de 2 por 2 metros de sec- ción, con rumbo 700 N. W. con objeto de cortar la veta “Cons- titución,” y algunas otras paralelas. Catas.—Además de las labores ya descritas en todas las minas de la Compañía Independencia, y que alcanzaban en - 1899 un desarrollo total de 257 metros, existen en la superfi- cle varias catas pequeñas, abiertas en ramales mineralizados semejantes á los descritos anteriormente. EL MINERAL DE ARZATE. 219 Criaderos metalíferos. Por la descripción anterior se comprende fácilmente que los criaderos metalíferos de la sierra de Arzate están forma- dos por una serie de venas mineralizadas, de longitud y po- tencia variable, comprendidas dentro de una zona de diacla- sas exokinéticas y de presión, y que esas venas siguen la dirección de las fracturas, rellenando la mineralización los es- pacios vacíos que quedaron dentro de las diaclasas, y exten- diéndose también por substituciones metasomáticas en la roca de los respaldos, principalmente en las partes porosas y per- meables de esta roca. Las fracturas mencionadas no son planas sino sinuosas; y como por estas diaclasas hubo algún deslizamiento del te- rreno, se produjeron no solamente las brechas de fricción y las superficies pulidas y estriadas de los relices, sino también ensanchamientos que facilitaron la circulación de las aguas mineralizantes, y permitieron un depósito mineral cuantitati- vamente mayor en estos lugares. Por otra parte, varias veces las diaclasas paralelas se encuentran muy cercanas, formando zonas de fracturas, lo cual, al aumentar la superficie de con- tacto entre la roca y las aguas mineralizantes, activa las subs- tituciones metasomáticas; y al alcanzar mayor extensión es- tas reacciones químicas, aumenta en esos lugares el depósito metalífero, y se acrecenta por lo tanto la potencia útil del eria- dero. En los labrados sobre las vetas de la sierra de Arzate no se observa la mineralización con esa estructura en costras, característica del relleno metalífero de amplias cavidades pre- existentes, sino que casi en todas partes este relleno tiene es- tructura maciza. | Como las vetas de Arzate no se encuentran rellenando 220 J. D. VILLARELLO. fracturas amplias, de respaldos bien definidos, y con notable dislocación del terreno, no puede decirse que tengan la forma de paraclasas, “" no son true fissure veinms sino diaclasas mine- ralizadas, vetas de poca longitud y escasa potencia, agrupa- das á veces formando zonas de diaclasas, y extendiéndose la mineralización con irregularidad en la roca de los respaldos por substituciones metasomáticas. Esta forma de los criaderos en vetas-diaclasas, á veces agrupadas formando zonas y á ve- ces aisladas, ocasiona que la potencia útil del criadero varíe mucho, tanto 4 rumbo como á la profundidad; pues cuando se agrupan, y la distancia que las separa es pequeña, el rama- leo mineralizado se agrupa también ocasionando un aumento en la potencia del criadero; y en cambio, cuando algunas de estas diaclasas se interrumpen, y las demás continúan aisla- das, los ramales mineralizados disminuyen, Ó se separan entre sí, y disminuye por lo tanto el espesor de la mineralización útil. Las vetas-diaclasas del cerro Colorado forman dos gru- pos; el del Norte y el del Sur, separados por el portezuelo de “Independencia” Al primer grupo pertenecen las vetas “Li- bertad,” “Amarilla” “La Cruz,” “El Gato” “La Transversal” y otras insignificantes; y en el grupo del Sur se encuentran las vetas Llamadas “Independencia,” “Del bajo de Indepen- dencia,” “Constitución” y otras seis de menor importancia; estando amparadas las tres primeras del grupo Sur por el fun- do minero “La Reforma,” y las demás de este grupo por el fundo llamado “El Progreso.” La longitud de los afloramientos de las vetas-diaclasas anteriores es relativamente pequeña, como se ve por los si- guientes datos: la veta “Independencia” tiene 80 metros; la “Libertad,” 50; “La Cruz” 100; “El Gato,” 30 metros y “La (1) A. Daubrée: Les eaux souterraines a l'époque actuelle. Paris. 1887. Tomo 1, págs. 130-143, EL MINERAL DE ARZATE. 221 Constitución,” “La Amarilla” y “La Transversal” son de muy pequeña longitud en sus afloramientos. Minerales. Como minerales constitutivos del relleno primitivo sólo se encuentran en estas vetas, y hasta la profundidad alcanzada entonces por el laborío, la pyrita de fierro en pequeña canti- dad, y el cuarzo como matriz; y como minerales de origen se- ecundario, debidos á la circulación descendente de las aguas superficiales, se hallan: el óxido de fierro hidratado, el oro na- tivo en pequeña cantidad y la embolita escasa. Estos últimos minerales se encuentran en la zona de lixiviación de estas ve- tas, zona que se prolonga hasta los planes de las minas ya des- critas. Edad de las vetas. Las vetas-diaclasas del cerro Colorado, en la sierra de Ar- zate, son posteriores á la consolidación y agrietamiento de las rhyolitas pliocénicas, y anteriores á los basaltos pleistocéóni- eos; por lo tanto, puede decirse que estas vetas son neocenas, formadas probablemente en el Plioceno. ORIGEN DE LOS MINERALES Y GÉNESIS DE LOS CRIADEROS. El estrecho enlace genético que existe entre los criaderos metalíferos primarios epigenéticos, ? y las rocas eruptivas cercanas á éstos, ha sido mencionado desde épocas remotas por mucios y distinguidos geólogos, así como se ha creído también desde hace mucho tiempo que los minerales metáli- cos provienen de las profundidades de la tierra y han llegado (1) Dr. Richard Beck. Traité des Gisements Métaliferes. Paris. 1904, págs. 4 y. 5. 222 J. D. VILLARELLO. á la superficie con los magmas ” en fusión ígneo-acuosa prin- cipalmente. % La presencia de las rocas eruptivas en las cer- canías de los criaderos metalíferos antes mencionados, ha sido observada en multitud de localidades, “% hasta el grado de lle- gar á decirse que: en donde no hay rocas eruptivas no se en- cuentran criaderos metalíferos. Y Por otra parte, multitud de análisis, ejecutados con eserupulosidad suma y verdadera pe- ricia, han probado la presencia de casi todos los metales no- bles en los silicatos constitutivos de varias rocas eruptivas. Por último, el estudio científico que se está haciendo en mu- chas partes del mundo, por sabios distinguidos, ha venido á comprobar la existencia de algunos criaderos, aunque muchas veces sin valor comercial, pero que son debidos á segregacio- nes magmáticas. * La teoría ya indicada relativa al origen de los minerales metálicos y las relaciones genéticas que existen entre los cria- deros primarios epigenéticos y las rocas eruptivas cercanas, son teorías que se han generalizado mucho, '” y que por mi parte acepto, convencido, sobre todo en lo que á México se refiere. En efecto, en este vasto suelo enriquecido por todas partes con criaderos primarios epigenéticos, se encuentran por lo general estos depósitos metaliferos unas veces en las rocas sedimentarias, cerca de las eruptivas, ó dentro de la zona (1) S. FE. Emmons. The Mines of Custer County Colorado. 17th. Ann. Rept. U. S. Geol. Surv. Parte 2?, pág. 470. (2) Valdemar Lindgren. The Gold and Silver veins of Silver City de Lamar, and other Miniug Districts, in Idaho. 20th. Ann. Rept. U.S. Geol. Surv. Parte 3?, pág. 252, (3) Von Groddeck. Traité des Gites métalliferes. Paris. 1884, págs. 220, 227, 268, 274, 282, 284, 305, 314, 321. (4) Paul E. Chalon. Note sur la Genéses des Gisements métalliferes, et des Roches éruptives. Congrés International des Mines ézc., Liége. 1905. Section de Géologie Ap- pliquée, Tomo 1, pág. 28. (5) F. H. L. Vogt. Problems in the Geology of Ore Deposits. Trans. Am. Inst. Min. Eng. Tomo XXXI. 1901, pág. 131. (6) Charles Richard Van Hise. A Treatise on Metamorphism. XLVIIL Monograph of the U. S. Geol. Survy. 1904, pág. 1032, EL MINERAL DE ARZATE. 223 metamorfisada por el contacto de alguna roca intrusiva que forma diques ó lacolitas; y otras veces arman en rocas erup- tivas, y están cortados algunos por rocas intrusivas más moder- nas que la formación de los referidos criaderos. En el primer caso, los minerales metálicos se encuentran tan íntimamente mezclados con los minerales característicos del metamorfismo de contacto, '” silicatos éstos debidos á la acción ejercida por las rocas intrusivas sobre las sedimentarias cortadas por los diques ó lacolitas, que es indiscutible la relación genética existente entre unos y otros minerales, y es perfectamente aceptable en estos casos la teoría según la cual los minerales metálicos se encuentran en las magmas en fusión ígneo-acuo- sa, y los criaderos se forman principalmente durante el enfria- miento y consolidación de las rocas intrusivas. En el segundo caso de los ya mencionados, parece también indiscutible esta teoría, si se tiene en cuenta que esos criaderos metalíferos son posteriores á la consolidación y agrietamiento de unas rocas eruptivas, y son anteriores á otras rocas también eruptivas; de lo cual se deduce que los referidos criaderos se formaron durante el período de actividad eruptiva de la región. En vis- ta de las razones anteriores, me parece fundado decir, que para una gran mayoría de los criaderos metalíferos primarios eplgenéticos que enriquecen el suelo de México, las teorías mencionadas son aplicables, y encuentran aquí valiosa com- probación. La manera según la cual los minereles metálicos han pa- sado desde el magma fluído, ó de la roca al comenzar á cris- talizar, ó de la roca ya consolidada, hasta depositarse como los encontramos ahora en los criaderos metalíferos, ha dado origen á multitud de teorías genéticas, entre las cuales men- cionaré las siguientes: ascensionistas, descensionistas, de se- ereción lateral; las que consideran á los criaderos como relleno (1) Von Groddeck. L. c., págs. 354, 355, 358. 224 J. D. VILLARELLO. de cavidades pre-existentes, y otras como depósitos formados por substituciones metasomáticas; las que atribuyen al agua que forma las soluciones mineralizantes un origen magmático, es decir, que esas aguas nunca han estado en la superficie de la tierra; y por último, aquélla según la cual las aguas meteó- ricas, en su circulación descendente, han disuelto á los mine- rales, %? y á estas aguas es debida en su mayor parte ” la for- mación de los criaderos que explota hoy el industrial. No es mi objeto estudiar y discutir en estas líneas las teo- rías más ó menos aceptadas para explicar la formación de los criaderos metalíferos, sino que me limitaré á indicar sucinta- mente algunas ideas, que sobre este particular me parecen teorías aceptables. Como resultado de las acciones tectónicas generales, y principalmente por esfuerzos de presión, se producen fractu- ras bien desarrolladas en las rocas de cohesión media, estas fracturas son angostas Ó ramaleadas en las rocas duras, y las rocas flexibles son más bien plegadas % que fracturadas por la acción de las referidas fuerzas. Las litoclasas anteriores, más ó menos sinuosas, ocasionan movimientos del terreno, en- tretanto se hace el reajuste de los grandes blocks separados por las fracturas; y estos movimientos de deslizamiento pue- den ser muy notables, como sucede en el caso de las paracla- sas; Ó son relativamente insignificantes, como acontece en las diaclasas. La frieción producida por los movimientos del rea- juste despedaza á la roca de los respaldos, principalmente cuando es ésta de poca dureza, y con estos detritus se forman (1) C. R. Van Bise. L. e., pás. 1075. (2) C. R. Van Hice. L. c., págs. 1066 y 1069. (3) F. T. Bain. Preliminary Report on the Lead and Zinc Deposits of the Ozarek Region. 22th. Ann. Rept. U. S. Geol. Surv. Parte 2?, 1901, pág. 128. A EL MINERAL DE ARZATE. 225 brechas, que rellenan á veces por completo, y otras en parte, á las fracturas primitivas, quedando en éstas, después del reajuste de los pedazos de roca de los respaldos, espacios va- cíos más ó menos grandes, más ó menos irregulares, y tam- bién más ó menos interrampidos. La forma y espesor de los espacios vacíos antes mencionados, son muy variables; y á veces, como sucede en las paraclasas abiertas en rocas de co- hesión media, tienen esos vacíos la forma de lentes imperfec- tas, de gran espesor y mucha longitud, tanto á rumbo como á la profundidad, lentes que están unidas entre sí por amplios conductos supercapilares; mientras que, los vacíos en las dia- elasas son por lo general lentes pequeñas muy irregulares, unidas entre sí por conductos tabulares muy angostos, ó si- nuosos, ramaleados, y muchas veces capilares ó subcapila- res. Abiertas ya las fracturas anteriores, queda establecida, por muchas de ellas, una comunicación más ó menos fácil entre la superficie del terreno y la profundidad mayor ó me- nor alcanzada por estas litoclasas. La comunicación anterior permite el descenso de las aguas superficiales, las cuales tien- den á llenar los espacios vacíos que hayan quedado dentro de las referidas fracturas, así como los poros de las rocas corta- das por estas litoclasas. Estando el terreno en las condiciones anteriores, cuando un magma en fusión ígneo-acuosa asciende para el exterior, muchos fenómenos pueden producirse, y de éstos mencionaré los siguientes: Un magma en su movimiento ascensional tiende á pene- trar por las fracturas amplias que comuniquen con el conduc- to seguido por él, inyectando á las rocas vecinas por estas fracturas, y entretanto lo permitan la amplitud de estas últi- mas y la fluidez del magma, que irá disminuyendo por el en- friamiento que sufre al ponerse en contacto con las rocas ve- cinas, más ó menos frías, y á veces con el agua. contenida en Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906) —29. 226 J. D. VILLARELLO. las referidas fracturas, abajo del nivel hidrostático de la re- gión. Las rocas que han sido cortadas y á veces también inyece- tadas por un magma en fusión ígneo-acuosa, sufren meta- morfismos, variables éstos por muchos motivos, como son sin duda entre otros, la temperatura y composición del magma, así como la cantidad de agua contenida en éste. En efecto, por la acción del calor solamente, las rocas vecinas sufren á veces recristalizaciones en las cercanías de su contacto con el magma; pero el metamorfismo más extenso y variado de estas rocas es debido principalmente á la acción del agua " y de la siliza disuelta en ésta, substancias que se segregan del magma durante su enfriamiento. En efecto, la siliza en pre- sencia del agua puede obrar sobre las rocas, de dos maneras diferentes, según sea la temperatura: cuando ésta es muy elevada, desempeña el papel de un ácido enérgico, % que al combinarse con,las bases contenidas en las rocas vecinas, y principalmente por substitución de los ácidos carbónico, titáni- co y fosfórico, % forma silicatos de metamorfismo, silicata- ción ésta por la cual la roca vecina se enriquece % en silica- tos, es decir, aumenta en ella la cantidad de siliza combinada, mientras que cuando la temperatura es relativamente baja, la siliza se deposita en los poros de la roca, substituyendo á ve- ces á alguno de los componentes de esta última, pero sin en- trar en combinación con las bases; * y en este caso, se pro- duce una silicificación de la roca, es decir un aumento en la cantidad de siliza libre contenida en ella. (1) Josiah Edward Spurr. Geology of the Yukon Gold District. Alaska. 18th, Aun. Rept. U. S. Geol. Surv. Parte 32, pág. 310. (2) C. R. Van Hise. L.c., pág. 173. (3) C. R. Van Hise, L. e.; pág. 205. (4) Valdemar Lindgren. The Genesis of the Copper Deposits of Clifton. Morenci. Arizona. Trans. Am. Inst. Min. Eng, Tomo XXXV, págs. 519, 520, 521, 522, 523, 546. (5) C. R. Van Hise. L. c., pág. 205. EL MINERAL DE ARZATE. 227 dad, Al comenzar el enfriamiento, el magma comienza á se- gregarse, y empieza la cristalización de las especies minera- les más estables en esas condiciones, es decir, de las más di- fícilmente solubles “? á esa temperatura en la parte fuída del magma que las baña, y que va quedando sin consolidar; y á la vez, comienza á separaso el agua contenida en el magma, ” agua que lleva consigo en disolución, no solamente cierta can- tidad de siliza, sino también gran cantidad de agentes quími- cos, 4 y diferentes substancias, entre las cuales figuran com- puestos metálicos solubles en la disolución anterior. La segregación del magma, y la expulsión del agua con- tenida en él, tienen que variar mucho con la velocidad y condiciones según las cuales se verifique el enfriamiento, con- diciones todas muy diversas sin duda en la superficie de la tierra, comparadas con las de la profundidad, es decir, muy distintas las de la parte efusiva y las de la parte intrusiva de la roca, y distintas también en esta última parte las de los lu- gares cercanos á la roca vecina, comparadas con las de la por- ción central ó núcleo de los diques ó lacolitas. Estas diferen- clas en las condiciones de enfriamiento, agregadas á la dife- rente temperabura y composición química de los magmas, y á la cantidad variable de agua contenida en éstos, ocasionan la formación de rocas distintas por su textura y composición química y mineralógica; y ocasionan también, en una misma roca, variaciones en su textura y á veces en su composición química, sobre todo en la cantidad de siliza contenida en ella, sl se compara la parte efusiva con la intrusiva de la roca, ó distintas porciones de esta última parte, tomadas unas del cen- tro y otras de la orilla de los diques ó lacolitas. (1) J. H. Pratt. The Ocurrence, Origin, and chemical Composition of Chromite, with espeeial Reference to the North Carolina Deposits. 'lrans. Am. Inst. Min. Eng. Tomo XXIX pág. 18. (2) Daubrée. Géologie Expérimentale. Paris. 1879, pág. 152. (3) C. R. Van Hise. L.c., pág. 490. 228 J. D. VILLARELLO. El estado físico del agua al segregarse, durante la conso- lidación del magma, varía con la temperatura y la presión; pues si la primera excede de la crítica del agua, se separa ésta al estado de vapor, y en caso contrario al estado líquido. Esta agua líquida ó en vapor, pero siempre á elevada tempe- ratura, penetra en la roca vecina al magma, por las partes permeables de ésta, es decir, por las partes porosas ó fractu- radas, y al ponerse en contacto con estas rocas pueden co- menzar las reacciones químicas entre el agua mineralizada y la roca permeable, la silicatación de esta última, y su enri- quecimiento en compuestos metálicos; pero á medida que esta agua se aleja del magma, su temperatura va disminuyendo por su contacto con la roca más ó menos fría y por su mez- ela con las aguas de origen meteórico, contenidas en las frac- turas de las rocas, y esta diminución de temperatura origina cambios en la acción metamorfisante y mineralizadora de las referidas aguas. El enfriamiento y consolidación de un magma es lento en la superficie de la tierra, pero es muchísimo más lento á la profundidad, “? y por esto es que el efecto producido por el agua segregada, es muy distinto en la superficie y áda profun- didad. En efecto, en las cercanías de la superficie, el agua magmática se desprende con rapidez, formando nubes de va- por muy cargado de gases y minerales, % vapores que pasan directamente á la atmósfera, produciendo solamente peque- has incrustaciones; * y en cambio, á la profundidad el agua (1) J. Edward Spurr. Economic Geology Mercur Mining District, Utah. 16th. Amn. Rept. U. S. Geol. Surv. Parte 22%, pág. 454, (2) J. E. Spurr. Economic Geology Mercur Mining District, Utah. 16th. Ann. Rept. U. S. Geol. Surv. Parte 2%, pág. 397, y Geology of the Yukon Gold District. Alaska. 18th. Ann. Rept. U. S. Geol. Surv. Parte 3?, pág. 310. (3) J. F. Kemp. The Role of the Igneous Rocks in the Formation of Veins. Trans. Am. Inst. Min. Eng. Tomo XXXI, pág. 183. EL MINERAL DE ARZATE. 229 se segrega lenta y gradualmente, (* su composición y tempe- ratura varían poco á poco, y estas variaciones lentas ocasio- nan fases diferentes en la acción metamorfisante y minerali- zadora de las aguas magmáticas, como indicaré en seguida. A temperatura elevada, y bajo presión suficiente, pueden estar mezeladas en todas proporciones: la roca líquida, y el agua con minerales metálicos disueltos. La primera, al pene- trar en las rocas consolidadas, produce diques, y la segunda criaderos metalíferos; pudiendo considerarse la pegmatiza- ción como una fase intermedia. % Según esto, las soluciones metalíferas pueden ser expulsadas directamente del magma, ó pueden concentrarse primero en una parte de este último; en cuyo caso, y antes de segregarse el agua, esta parte del magma puede formar diques pegmatíticos ó aplíticos, > Al segregarse el agua, ya sea directamente del magma ó después de la concentración preliminar ya mencionada, su temperatura es muy alta, superior á veces á la crítica del agua; y por lo tanto, su acción metamorfisante está caracte- rizada por la silicatación que ejerce en las partes permeables de las rocas cercanas á su trayecto. En esta primera fase se pueden formar los minerales característicos del metamorfis- mo de contacto, los cuales constituirán la matriz de las espe- cies minerales metálicas, que por ser las más estables en estas condiciones, puedan precipitarse por substituciones metaso- máticas, entre las rocas del respaldo de las fracturas y las aguas magmáticas cloradas y fluoradas, “ como son por lo (1) J. E. Kemp. L.c., pág. 177. (2) C. R. Van Hise. Principles of Worth American Pre-Cambrian Geology. 16th. Amn. Rep. U.S. Geol. Surv. Parte 1*, pág. 687. (3) Josiah Edward Spurr. Geolosy of the Yukon Gold District. Alaska. 18th. Amn. Rep. U.S. Geol. Surv. Parte 32, pág. 300, y Valdemar Lindgren. The Genesis of the Copper Deposits of Clifton. Morenci. Arizona. Trans. Am. fnst. Min. Eng. Tomo XXXV, pág. 549. » (4) C.R. Van Hise. A Treatise on Metamorphism. XLVII Monographs. U. $. Geol. Surv. 1904, pág. 491. 230 J. D. VILLARELLO. general las primeras que se segregan al comenzar el enfria- miento y cristalización del magma. Estos minerales, pneuma- togénicos principalmente, y teniendo como matriz á los sili- catos de metamorfismo, constituyen el relleno matalífero de los criaderos llamados “de metamorfismo de contacto.” Al retirarse del magma, las aguas que se han segregado de él, en vapor ó al estado líquido, pueden mezclarse en su trayecto lateral y ascendente por las fracturas de las rocas, con las aguas de origen meteórico que llenan los espacios va- cíos contenidos en estas litoclasas. Al mezclarse las referidas aguas se elevará notablemente la temperatura de las meteó- ricas, lo cual origina corrientes ascendentes, por unas fractu- ras, de estas aguas recalentadas; y corrientes descendentes, por otras fracturas, de las aguas frías superficiales que se encuentren abajo del nivel hidrostático de la región. Por la mezcla de las aguas magmáticas con las meteóricas, varlará la temperatura y composición de las primeras, la solución de los compuestos metálicos será más diluída, y todas estas va- riaciones pueden ocasionar la precipitación de las especies minerales más estables en estas nuevas condiciones, es decir, de las más insolubles en la mezcla de las dos aguas mencio- nadas; y por otra parte, las aguas meteóricas, se enrlquecerán por esta mezcla en compuestos metálicos. Recalentadas notablemente, y á veces también enriqueci- das en compuestos metálicos, las aguas meteóricas mezcladas ya con las magmáticas siguen su trayecto ascendente, y en partes horizontal, por los espacios vacíos que hayan quedado dentro de las fracturas más amplias, supercapilares, hasta lle- gar al nivel hidrostático de la región ó arriba de ese nivel. En este trayecto se depositan especies minerales al mezclarse las aguas ascendentes con soluciones de distinta composición, que circulan por fracturas transversales; se depositan tam- bién por substituciones metasomáticas entre las aguas mine- EL MINERAL DE ARZATE. 231 ralizadas y las rocas de los respaldos, substituciones que ha- cen variar la composición de esas aguas, lo cual, unido á la diminución de temperatura de estas últimas, á medida que se acercan más á la superficie, permite á veces la simple erista- lización de otras especies minerales, ? las cuales incrustarán las paredes de las fracturas. Además, estas aguas termales en su circulación ascendente, y horizontal en parte, metamor- fisan á la roca de los respaldos, silicatándola en los lugares en que la temperatura de las aguas es elevada, y silicificándola cuando disminuye la temperatura. Según lo anterior, desde que el agua se segrega del mag- ma hasta que llega á la superficie, mezclada á veces con aguas meteóricas, puede producir dos clases de metamorfismo en la roca de los respaldos: la silicatación y la silicificación, según sean las condiciones de temperatura y presión; y como esta diferencia en el metamorfismo producido, está en relación ge- nética con los criaderos metalíferos formados simultáneamen- te en esas condiciones, creo que podrían llamarse criaderos ““anamórficos,” á los contenidos en la zona de silicatación; y “Latamórficos,” á los que se hallen en la zona de silicificación ; pues estos eriaderos se formaron probablemente en condicio- nes semejantes á las que existen en las zonas de anamorfis- mo y katamorfismo, zonas que han sido perfectamente estu- diadas por el profesor Van Hise. * El espesor de la zona de metamorfismo por silicatación, producida en las cercanías del contacto de las rocas con los magmas intrusivos, así como la importancia de los criaderos anamórficos, ó de “metamorfismo de contacto,” varían por va- rios motivos, * como son: la temperatura del magma, la can- (1) H. F. Bain. L. c., pág. 103. (2) C. R. Van Hise. A Treatise on Metamorphism. XLVIL Monographs. U. S. Geol. Surv. 1904, págs. 161, 168, 677, 1056 (3) C. R. Van Hise. L. c. pág. 649. 232 J. D. VILLARELLO. tidad de agua y de compuestos metálicos contenidos en éste, la composición química de las rocas vecinas, y principalmente el carácter físico de estas rocas; pues en los lugares en que estas últimas no sean porosas, ni estén fracturadas, la zona de silicatación será muy reducida, é insignificante ó nulo el depósito metalífero formado en ella; *% y por el contrario au- mentará la extensión de esta zona, y la importancia de los criaderos anamórficos, en igualdad de las otras condiciones, á medida que sea más permeable la roca vecina, ya sea.por su porosidad ó por su agrietamiento. Los criaderos anamórficos formados como dije antes, por inyección lateral y en parte ascendente de las aguas magmá- ticas con especialidad, y constituidos por minerales pneuma- togénicos principalmente y también hidratogénicos, llegarán hasta la superficie del terreno cuando aflore la zona de silica- tación, ya sea porque este afloramiento es contemporáneo á la consolidación del magma intrusivo, ó porque la erosión lo haya puesto á descubierto; pues en caso que no aflore esa zona, como sucede á veces con ciertas lacolitas, los referidos criaderos quedarán más Óó menos profundos, y siempre den- tro de la zona de silicatación contemporánea. Esta zona, de una manera paulatina y casl insensible, se une con la de sili- cificación, al ir disminuyendo * lentamente la energía meta- morfisante de las aguas magmáticas; y por lo tanto, de una manera lenta y gradual se unen los criaderos anamórficos con los katamórficos. i Las substancias que con el agua se segregan al consoli- (1) Valdemar Lindgren. The Genesis of the Copper Deposits of Clifton. Morenci. Arizona. Trans. Am. Inst. Min. Eng. Tomo XXXV. pág. 520. (2) Walter P. Fermey. The Lead and Zine Deposits of the Mississippi bid Trans. Am. Inst. Ming. Eng. Tomo XXII, 1893, pág. 184. (3) J. E. Spurr. Economie Geology of the Mercur Mining District. 16th. Ann. Rept. U. S. Geol. Surv. Parte 2?, pág. 395. EL MINERAL DE ARZATE., 233 darse un magma, no son siempre las mismas, desde el princi- pio hasta el fin del enfriamiento del referido magma, sino que lentamente van variando, como ha podido observarse en las emanaciones volcánicas. ? Esta variación paulatina en la composición de las aguas magmáticas, agregada á la diminu- ción lenta de su temperatura, ocasionan probablemente remo- ciones de las especies minerales depositadas ya en el trayecto que siguen estas aguas, y principalmente en los lugares en que el relleno anterior no haya obstruído por completo las fractu- ras por donde circulan las referidas aguas. En efecto, las es- pecies minerales que se forman y depositan en los criaderos metalíferos en determinadas condiciones, son las más esta- bles % en estas condiciones, es decir, las más insolubles en las aguas mineralizantes que circulan por las fracturas de las rocas en cada una de las fases de formación de esos criade- ros; pero como en cada una de estas fases varía la composi- ción y temperatura de las referidas aguas, las especies mine- rales depositadas primero, pueden no ser estables en las condiciones de una nueva fase; en cuyo caso, serán disueltas por las nuevas aguas, seguirán el trayecto lateral y ascen- dente de estas últimas, y se depositarán más adelante las es- pecies minerales que sean más estables en las nuevas con- diciones. Según esto, y como el enfriamiento de la parte profunda de un magma es sumamente lento, y muy lentas también las variaciones de composición de las aguas magmá- ticas, me parece muy posible que el “relleno primitivo,” ó “depósito primitivo” de un criadero, como ahora se llama, sea el resultado de una serie muy larga de remociones, concen- traciones, cambio de especies minerales, y enriquecimientos (1) S. F. Emmons. L.c., pág. 436. (2) Valdemar Lindgren. Metasomatic Processes in Fissure Veins. Trans. Am. Inst. Min. Eng. Tomo XXX, pág. 598. Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906) —30. 234 J. D. VILLARELLO. de la profundidad hacia la superficie; y de tal suerte, que esta diferenciación vertical del relleno, en horizontes más ó menos bien definidos, sea la más estable en las condiciones últimas á que estuvo sujeto el relleno metalífero abajo del nivel hi- drostático de la región, con especialidad en lo referente á composición química de las últimas aguas termominerales que hayan recorrido cada una de las partes del criadero. Como el enfriamiento del magma es mucho más lento á la profundidad que á la superficie del terreno, puede suceder que en la superficie, la roca esté ya consolidada y aun frac- turada; en tanto que el magma, á la profundidad, permanezca aun caliente, y todavía se estén segregando aguas magmáti- cas mineralizadas. En este caso, pueden ser rellenadas las fracturas superficiales de la roca con el depósito metalífero producido por las-aguas segregadas del mismo magma, sl es- tas últimas llegan á circular por las referidas fracturas, ya sea solas ó mezcladas con las de origen meteórico. Concluída la expulsión del agua magmática con las subs- tancias que lleva en disolución, y terminada también la se- gregación del magma, pueden quedar en las rocas, minerales metálicos concentrados en ciertos lugares; y cuando estas concentraciones son de algún valor comercial, constituyen los criaderos llamados “de segregación magmática.” Estos cria- deros y los que he designado con los nombres de “anamórfi- cos” y “katamórficos,”” forman la división de criaderos que llamaré “magmatogénicos,” por ser debidos unos á la “segre- gación,” y otros á la “deshidratación” del magma. Terminada la acción mineralizante de las aguas magmá- ticas, y cuando éstas no enriquecen ya á las aguas de origen meteórico, pueden, sin embargo, mineralizarse estas últimas al lixiviar á las rocas y á los criaderos metalíferos ya existen- tes, y producir en ellos cambios de especies minerales, remo- clones, concentraciones, enriquecimientos secundarios y una nueva diferenciación vertical del relleno metalífero, desde la > EL MINERAL DE ARZATE. 235 superficie del terreno hasta el nivel hidrostático de la región, y á veces hasta un poco abajo de este nivel. Las aguas meteóricas, mineralizadas como acabo de de- cir, pueden producir nuevos criaderos: ya sea en su trayecto superficial ó bien en el subterráneo descendente, ascendente ó lateral. El metamorfismo producido en las rocas por estas aguas, es el de desinicatación; y el depósito mineral en la su- perficie del terreno afecta la forma de costras ó de capas, y á la profundidad rellena fracturas, ó cementa á las rocas po- rosas. A todos estos erladeros los llamo de “lixiviación,” divi- diéndolos en “efusivos” é “intrusivos,” según que se hayan formado en la superficie del terreno ó á la profundidad. Es- tos criaderos de lixiviación, junto con los debidos á la “des- agregación” de criaderos pre—-existentes, y á los de “metamor- fismo regional,” forman la división de criaderos que llamo “actogéónicos,” por ser derivados de criaderos anteriores; en tanto que los magmatogénicos son derivados del magma. Como resumen de lo anterior, puede presentarse un en- sayo de clasificación genética de los criaderos, en el siguien- te cuadro: Segregación magmática. Magmatogénicos..., Anamórficos. Deshidratación ,, Katamórficos. Efusivos. (PMEAYIACIÓN AE e E Inu Y Intrusivos. Actogénicos. ...... Syngenéticos. Desagregación-...-.2oo... Epigenéticos. (1) Metamorfismo regional. (1) Según sean contemporáneos ó posteriores á la roca que los contienen. 236 J. D. VILLARELLO. Pa Indicadas las ideas anteriores, diré ahora, que los eriade- ros metalíferos del Cerro Colorado, en la Sierra de Arzate, son debidos probablemente á la deshidratación de la parte profunda del magma que originó las rhyolitas; pues en otros lugares cercanos, como es el Mineral de Pánuco de Corona- do, los criaderos metalíferos están en relación genética con intrusiones rhyolíticas. Las aguas segregadas de la parte pro- funda del magma, cuando la superficial de las rhyolitas esta- ba ya consolidada y agrietada, y mezcladas esas aguas con las de origen meteórico, mineralizaron á las diaclasas de la re- gión, formando vetas—-diaclasas por substitución metasomática principalmente, pues, como dije antes, no se encuentra en es- tos criaderos la estructura del relleno en costras ó en peine; la potencia de las vetas es muy irregular, llegando á ser notable en ciertos lugares; y no existe limitación clara entre los criaderos y la roca de los respaldos.. Clasificación de los criaderos. Según las ideas que indiqué antes, puede decirse que los criaderos metalíferos de la Sierra de Arzate son magmatogé- nicos, debidos á la deshidratación magmática, son katamórbi- cos, mineralizados por substitución metasomática, tienen la forma de vetas-diaclasas, y son argento—auríferos. Ley de los minerales. Como dije antes, la cantidad de oro contenida en los mi- nerales de la Sierra de Arzate, disminuye al aumentar la pro- fundidad; pero en cambio, aumenta la cantidad de plata á medida que los labrados son más profundos; y probablemen- EL*MINERAL DE ARZATE. 237 te al llegar á la zona de las aguas permanentes, ó sea á la zo- na de los sulfuros, aparecerán en estas vetas las especies mi- nerales argentíferas con muy pequeña cantidad de oro. La ley de los minerales extraídos de la zona de lixiviación de es- tas vetas, varía de 5 á 20 gramos de oro, y de 70 á 200 gramos de plata por tonelada de 1,000 kilogramos. Explotación. Por la descripción que hice antes de los labrados mineros se comprende que el objeto de estos últimos fué principal- mente la exploración de los criaderos; y como la mineraliza- ción útil se encuentra formando ramales paralelos de mayor ó menor importancia industrial, todos los labrados son bas- tante anchos, tanto en la mina “Independencia” como en la llamada “Libertad,” con objeto de explorar á la vez varios de los referidos ramales. La amplitud de estas obras no motivó adamación en todas partes, por ser maciza la rhyolita de los respaldos, con excepción de un tramo en el tiro “Libertad” en donde la circulación de las aguas superficiales alteró á la rhyolita, y disminuyó la consistencia de esta roca. Con excepción de las filtraciones encontradas en el tiro “Libertad,” no hay agua en todo el resto del laborío, líquido que escasea en la región hasta para los usos domésticos, ra- zón por la cual se recoge el agua de lluvia en depósitos espe- ciales. Metalurgía. En la época de mi visita al Mineral de Arzate no existía allí ninguna Oficina Metalúrgica, y todo el mineral extraído de las minas se hallaba en los terreros cercanos á éstas, Ó en Almacén. 238 J. D. VILLARELLO. Conclusiones. Como un resumen de esta reseña, pueden formularse las siguientes conclusiones: El Mineral de Arzate, ubicado en la sierra del mismo nom- bre, se halla en el Municipio de Pánuco, del Partido San Juan del Río, en el Estado de Durango. Las rocas que afloran en la región, son las rhyolitas plio- cénicas y los basaltos pleistocénicos. Las rhyolitas anteriores están cortadas por tres sistemas de fracturas, exokinéticas y de presión, y algunas de éstas están mineralizadas, formando vetas diaclasas, neocenas, de poca longitud y escasa potencia. Los minerales del relleno primitivo son la pyrita de fierro y el cuarzo como matriz; y los de origen secundario son el óxido de fierro hidratado, el cro en pequeña cantidad y la em- bolita escasa. La mineralización rellena los espacios vacíos que queda- ron dentro de las diaclasas, después de los movimientos de reajuste; pero es debida principalmente á substituciones me- tasomáticas en la roca de los respaldos, en las partes porosas y permeables de esta roca. El relleno de las vetas es de estructura maciza, de poten- cia irregular, y no existe limitación clara entre los criaderos y la roca de los respaldos. La mineralización útil se concentra en lentes muy peque- ñas, llamadas “botones.” Estas vetas diaclasas son magmatogénicas, debidas pro- bablemente á la deshidratación de la parte profunda del mag- ma que produjo las rhyolitas; son katamórficas, mineralizadas por substitución metasomática; son argento-auríferas, y la ley de los minerales es de 5 á 20 gramos oro, y 70 4 200 gra- mos plata por tonelada de 1,000 kilogramos. EL MINERAL DE ARZATE. 239 Por último, los trabajos mineros emprendidos por la Com- pañía Minera “Independencia y Anexas” alcanzaban un desa- rrollo total de 257 metros el año de 1899; y se hicieron, con objeto de explorar los fundos llamados “La Cruz,” “El Am- paro,” “El Progreso” y “La Reforma.” México, Noviembre 6 de 1905. mente primitivo, 1904.—Paleontología argentina. 1904. N? 2. —Presencia de la perforación astragaliana en el Tejón (Meles taxus Bodd.) 1905.— La faceta articular inferior única del astrágalo de algunos mamíferos no es un carácter primitivo. Buenos Aires. 1905. 82 Annuaire pour lan 1906 publié par le Bureau des Longitudes.—Paris. Gauthier Villars, 1905. Arctowski H. — Projet d'une exploration systématique des régions polaires. Bruxelles. 1905. 82 Auerbach Dr.. F.—La dominatrice du monde et son ombre. Conférence sur Vénergie et Ventropie. Traduit par le Dr. E. Robert-Tissot.—Paris. Gauthier-Villars 1905. 162 Babu L.—Traité théorique et pratique de Métallurgie générale, Tome 1.—Pa- ris. Ch. Béranger. 1905. 82 gr. fig. Batres L.—Contestación á la duplica del Sr. Lic. Alfredo Chavero en la contro- versia del Monolito de Coatlinchán.—México. 1905. 89 fig. Baumgartner $ Graf.—Manuel du constructeur des moulins et du meunier. Traduit par P. Schoren. Tome IL. —Paris. Ch. Béranger. 1905. 82 gr. fig. Belar A.—A. Cancani.—Laibach (Die Erdbebenwarte) 1905, 82 Bentabol y Ureta Horacio. —División sexcentesimal de la circunferencia (600 partes ó grados). Madrid (Rev. R. Acad. Ciencias). 1904.—Preparación é instrucciones para observar con aprovechamiento el Eclipse total de Sol de 30 de Agosto de 1905, estableciendo la existencia y condiciones de la atmóstera lunar y explicando el origen de todos los fenómenos que suelen presentar los eclipses de,Sol. Madrid 1905. 49 Bonansea (Dr. Silvio J.), M. S. A.—Enciclopedia Mexicana de Medicina Ve- terinaria.—Apuntes de Obstetricia. Notas prácticas sobre la preñez de los animales domésticos. México. 1904. Figs. —Farmacología Veterinaria ge- neral y especial. 2 vol. México. 1906. Figs. Boyeux P.—Traité théorique et pratique des turbines hydrauliques. —Paris, Ch. Béranger. 1905. 8% fig. Branco Dr. W., M. S. A.—Ueber H. Hófers Erklirungsversuch der hohen Warmezunahme im Bohrloche zu Neuffen. Berlin (Monatsb. D. geol. Ges.) 1904.— Die fraglichen fossilen menschlichen Fusspuren im Sand- steine von Warnambool, Victoria, und andere angebliche Spuren des fos- silen Menschen in Australia. Berlin (Zeitschrift f. Ethnologie) 1905.— Das kryptovulcanische Becken von Steinheim. Von W. Branco und Prof. Dr. E. Fraas. Berlin (Abhandl. K. Preuss. Akad. der Wiss.) 1905. 42 2 Tafeln. Brearley 6 Ibbotson.—Analyse des matériaux d'aciéries. Traduit par E. Bazin. —Paris. Ch. Béranger. 1905. 89 gr. fig. Bruck (W. F.).—Untersuchungen úber den Einfluss von Aussenbedingungen auf die Orientierung der Seitenwurzeln. (Inaugural-Dissertation. Uni- versitát Leipzig).—Jena. 1904. 82 (Dr. J. Felix, M. S. A.). Brunswick € Aliamet.—Construction des induits á courant continu. (Eneycl : Sceient. des Aide-mém.).—Paris, Gauthier—Villars. 1905 Buy (F.).—Du régime des affections mentales par intoxications. Lane Fa- culté de Médecine. Université de Toulouse). 1904. 8? -California State: Horticultural Commission. Report of. the Dc ap- pointed to investigate the prevalence of Trypeta ludensin Mexico.—Sacra- mento. 1905.82 pl. (Comisión de Parasitología Agrícola). Carrasquilla (Dr. Juan de D.), M. S. A.—La Lepra. Etiología, historia y pro- filaxis. Memoria presentada al 3 Congreso Científico Latino-America- no. —Bogotá. 1905. 82 Carrasquilla (Sebastián). —Infecciones de origen dental. (De “* El Escudo” ) Bo- gotá, 1905. Carta General del Estado de Veracruz Llave, levantada por la Comisión a fico-Exploradora. 1905. 1: 250 000. Xalapa. Cavara Dr. F., M. S. A.—Di alcune anomalie riscontrate negli organi florali o Lele 1886.—Les nouyeaux champignons de la vigne. 1888. —Macros- porium sarcinsforme Cav. Nuovo parassita del Trifoglio. 1890.—Le re- cente investigazioni di H. Wager sul núcleo de saccaromiceti. 1899.—0s- servazioni di A. H. Trow sulla biologia e citología di una varieta di 4chlya americana. 1899.—Oogenesi nel Pinus laricio. 1899.—I nuclei delle En- ,tomophthorae in ordine alla filogenesi di queste piante. 1899. —Micocecidii fiorali del Rhododendron ferrugineum L. 1899.-—Fioritura tardiva nella Gentiana acaulis Lin. 1899.—Di una nuova Laboulbeniacea Richia Wa- shamannt. 1899. —Tuberculina Sbrazz1 nov. sp. parassita delle foglie di Vin- * ca major L. 1899.—Manipolo di funghi di Terracina. 1900.—Funghi di Vallombrosa. 1900 6 1901.—Funghi pomicoli. 1891.—La distruzione delle crittogame dannosse. 1892.—Sopra un microganismo zimogeno della Dur- ra.—Il corpo centrale dei fiori maschili del Buxus. 1893.—La brunissure de la vigne en Italie.—Apergu sommaire de quelques maladies de la vigne parues en Italie en 1894.—Nuova Stazione. della Solidago serotina At. Champignons parasites nouveaux des plantes cultivés. —Ipertrofie ed ano- malie nucleari in seguito a parassitismo vegetale. 1896.—Ueber eine neue Pilzkrankheit der Weisstanne Cucurbitaria pithyophila.--In ricordo di Filippo Tognini. 1897.—Tumori di natura microbica nel Juniperus pheni- cia.—Richerche sullo sviluppo del frutto della Theachinensis. 1898.—Di due microrganisme utili per 1 Agricoltura. 1898.—Di un nuovo acaroceci- dio della. Suaeda fruticosa osservatto in Sardegna. 1900.—L'Orto botanico di Cagliari come giardino di acclimatazione e come istituto scientifico. 1900.—Osservazioni morfologiche sulle gimnosperme. 1900 € 1901.—Ar- cangeliella Borziana, Nov. gen., Nov. sp. Nuova Imenogasterea delle abetine di Vallombrosa. 1900.—Voti e proposte per una Flora crittoga- mica italiana. 1900.—Le cinesi polliniche nelle Gigliacee. 1900.—Influen- za di minime eccezionali di temperatura sulle piante dellOrto Botanico di Cagliari. 1901 —Curve paratoniche ed altre anomalie di acecrescimento nell Abies pectinata DC. 1901.—Riccoa aetnensis Cav. Nouveau genre de ebampignons du Mont Etna. 1903. (A suivre). V des NATA És | Tomo 33. | Nos, 7-12. (FIN DEL TOMO.) MEMORIAS Y REVISTA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA “Antonio Alzate” publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, SECRETARIO GENERAL PERPETUO SOMMAITRE. (Mémoires, feuilles 31 4 52; Revue, feuilles 7 6 11). Agriculture.—Notes sur le tabac par M. Moncada, p. 241-249. Notes sur le culture du café, par M. Moncada, p. 281-287. Astronomie.—Modifications á la détermination de l'azimut astronomique, par A. García Conde, p. 217-279. Chimie agricole.—Résultats des analyses des terres arables, parle Dr. F. F. Vi- llaseñor, p. 389-394. Géologie appliquée.—Description de quelques mines de Zacualpan, État de Mé- xico, par Y. D. Villarello, p. 251-266. Les principaux centres auriferes du monde, par M. G. Amador, p. 359- 381. Description des Mines “La Bella Union,” État de Guerrero. Génése des gisements de mercure, par J. D. Villarello, p. 395-411. Hygiéene publique.— Sanatoriums-Écoles d' Agriculture pour enfants scrofuleux et tuberculeux, par le Dr. D. Vergara Lope, p. 267-275. MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAJI (32 CALLE DE REVILLAGIGEDO NÚM. 3). Enero á Junio 1906, Publicación registrada como artículo de segunda clase en Septiembre de 1901. Pathologie humaine. —Un cas de néphrolithiase par le Dr. J. J. Urrutia, p..289- 294, pl. IV. Pathologie vétérinaire.—La fiévre charboneuse etson traitement prophylactique par le vaccine, par le Dr. 4. J. Carbajal, p. 315-354. Topographie.—Théorie et usage du Planimétre, par 4. Villafaña, p. 295-313, pl. VG€G VL Travaux publics. —Description de Pinstallation hydro-électrique a Necaxa, par T. L. Laguerenne, p. 383-388. Table des matiistos du tome 23 des Mémoires, p. 'REVJE. — Comptes-rendus ¡des séances de la Société. Janvier a Juin 1906, p. 49-52 85 73-75.—Bibliographie: Bordas, Abraham 6% Langevin, Montessus de Ballore, Ditte, Guillet, García¡Cubas, Granger, Beltzer, Izart, Parnicke $: Campagne, Schweizer, Michel, Observatorio de Cartuja, Lowell Ob- servatory, Harvard College Observatory, Nicolai - Hauptsternwarte, Eco- nomic Geology, Moreau, Moulan, Candlot, Miers, Debauve $ Imbeaux, Hollard $ Bertiaux, p. 52-72.—Obsetvations climatologiques faites a Pa- rras, Coah., par le Dr. K. Bernius, Mars a Aoút 1900, p. 75-81. Table des matiéres de la Revue, p. 83-85. Dons et nouvelles publications regues pendant Pannée 1905. Les noms des donateurs sont imprimés en italiques; les membres de la Société sont désignés avec M. S. A. Connecticut Geological and Natural History Survey. Hartford. —Bulletin. Nos. 1-5, 1903-1905. 82 pl. Crespo y Martínez G., M. S. A.—En México y Cuba. Datos para varios estudios. Habana. 1905. 189 Cuevas Aguirre y Espinosa (D. Joseph Francisco os de los autos de diligencias, y reconocimiento de los ríos, lagunas, vertientes y desagies de la capital México, y su valle, etc.—México, 1748. (Reimpreso en la Ti- pogr afía de la Dirección General de Telégrafos Federales. 1905). 4?. —(Mi- misterio de Comunicaciones q y Obras Públicas). Darapsky (L.), M. S. A.—Enteisenung von Grundwasser. Leipzig. 1905. 82 Mit 3 Diagrammen und 5 Abbildungen. Davel (Ricardo J). —Los forrajes naturales de la Provincia de Buenos Aires. 1903. —Ensayos prácticos de química agraria y las tierras del Oeste de la Provincia de Buenos Aires. (Su utilización agrícola). Buenos Aires. 1904. 180 Dechevrens, S. J. (Marc).—La teoría hydrodinámica de los torbellinos atmosfé- ricos ante el problema de las variaciones de temperatura del aire. Traduc- ción de Mariano Leal. León. 1905. 122 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. APUNTES SOBRE EL TABACO POR EL INGENIERO MANUEL MONCADA, M. $. A. Si esta Sociedad se preocupa por el progreso del país, no solamente recibirá con placer los trabajos científicos, sino que acogerá también los estudios prácticos que de alguna manera contribuyan á desarrollar la, riqueza nacional. Yo no podré producir ni unos ni otros; pero, por si fueren de alguna utili- dad, aunque pequeña, estos apuntes sobre el tabaco, me atrevo á presentarlos confiando únicamente en la benevolencia que puede esperar el que no tiene pretensiones. Tratados competentes habránse escrito sobre este asunto; pero atendiendo á que en nuestro país varía mucho el cultivo de una misma planta de un lugar á otro, y que esto no siempre obedece á la rutina local, sino que muchas veces está justifi- cado por la diferencia de clima, tierra, ete., ereo que no será, del todo inútil que yo deseriba lo que he visto. El tabaco, ya sea originario de México, ya aclimatado, lo cierto es que se produce en casi todo el país, siendo en algu- nos lugares tan bueno como el mejor habano, y prometiendo ser un artículo principal de exportación. En las costas es ge- neralmente donde se obtiene mejor, y sobre todo en las vegas de los ríos; allí no se necesita el riego, pues el aire cargado de vapor de agua, el abundante rocío y frecuentes lloviznas man- Mem. Soc. Alzate. México. | T. 23 (1905-1906) —31. - 949 MANUEL MONCADA. tienen la sierra en una humedad conveniente. Pero el cultivo y el beneficio influyen de una manera notable en la clase del producto cosechado en el mismo sitio, según el esmero que se le dedica. Tlapacoyan, en el Estado de Veracruz, es tal vez uno de los lugares donde de más antiguo se exportaban puros con el nombre de habanos; y la hacienda del Jobo, cercana á Tlapa- coyan, gozaba fama por sus magníficos tabacos en rama, que eran llevados á Francia, anticipándose el dinero para su com- pra, hace 30 años. El cultivo y el beneficio son igualmente importantes: com- prende el primero la parte propiamente agrícola ó de campo, y el segundo la galera ó preparación de la hoja para su venta. CULTIVO Semillero. —Contándose en Septiembre con semilla de bue- na procedencia, se establece la almácigaó semillero, para lo cual se escoge un terreno pequeño en el que se forman cuadros de 1 m. ó 0.80 por lado separados por bordes de la misma tierra de 0.10 ó 0.15 de alto, para que sobre ellos descansen los tapextles ó cubiertas que se hacen con varas y paja ó zacate y que sirven para cubrir los cuadros Ó cajetes cuando es necesario. Si el terreno no es fértil se abona principalmente con ceniza; siem- pre que se puede se escoge un pedazo de monte que se tala ó roza; la breña y palos que se han rozado se queman y las ce- nizas se extienden y con arado ó azadón se sepultan remo- viéndose la tierra para que quede lo más suelta y mullida po- sible; se allana el interior de los cuadros, y se siembra la semilla espolvoreándola mezclada con algo de arena, pues co- mo es muy pequeña, queda muy cargada ó junta si se tira sola; se pasa después una escoba de varas para que se revuel- va superficielmente con la tierra y se riega, no con agua co- rriente ¡ue arrollaría la tierra y semilla, sino con regadera APUNTES SOBRE EL¿T ABACO. 243 sobre los tapextles, para que el agua al filtrarse por el zacate de éstos no caiga con fuerza y sepulte la semilla más de lo necesario; se dejan cubiertos los cajetes para que, al paso que mantengan una temperatura elevada, sea uniforme, evi- tando los cambios bruseos atmostéricos y los ardores de un sol abrazador; á los 10 Ó 12 días, cuando las plantitas han na- cido, se va minorando el abrigo de los tapextles quitándolos en las mañanas y en las tardes, hasta que se retiran comple- tamente cuando la planta tiene 4 ó 6 hojas, dejándola á todo sol. Se entresaca ó arranca la planta sobrante en los lugares donde nació muy tupida ó junta para que todas las que que- dan tengan la luz y aire suficientes para su desarrollo; tam- bién se arrancan las yerbas extrañas que hubieren nacido, esto se hace estando la tierra mojada para que salga con faci- lidad la planta que se arranca y no se lleve otras consigo. Se sigue atendiendo el semillero cuidando que tenga la humedad necesaria sin ser excesiva, pues el agua encharcada la pudre. Cuando la plantita tiene 12 6 15 centímetros, propende por lo regular á echar nuevas raíces arriba de las primitivas, ini- ciadas por unos brotes ó puntitós blancos en el cuello de la raíz; entonces está buena para trasplantar. Trasplante.—La tierra que se destina á tabacal debe ser fértil, esponjosa ó floja y más bien arenosa que arcillosa, pues cuando tiene mucha arcilla da un tabaco fuerte pero amargo y de poco aroma; se prefieren las vegas de los ríos enlamados por crecientes extraordinarias; se procura terreno plano con regular inclinación para que el agua que llueva no lo arroye, pero que menos se estanque; sin embargo he visto magníficos tabacales entre las penas de los cerros. Cuando se tiene un monte virgen es muy bueno: se roza, se quema, se extienden las cenizas, se ara ó labra hasta tener una tierra suelta; se di- vide en cuadros ó tablas de cien metros por lado llamados es- tajos, que es lo que se caleula que puede atender una buena yunta de bueyes; se surca como para maíz con surcos distan- 244 MANUEL MONCADA. tes entre sí 80 ó 90 centímetros y se procede al trasplante. Se riegan con 3 ó 4 horas de anticipación los cajetes para que la planta pueda ser arrancada con facilidad; se cogen manojos de ésta cerca del suelo, se tira ó jala hacia arriba y esos ma- nojos se van poniendo en canastas, cajones ó costales para ser llevados al lugar de trasplante; allí un hombre coge algunos de estos manojos y va colocando ó dejando caer planta por planta en el respaldo del surco á distancia de 0.50 poco más ó menos una de otra; otro hombre va detrás provisto de una cuchara, coa ó simple estaca haciendo pequeños hoyos en el respaldo del surco cerca del caño; coloca la planta procurando que la raíz no quede doblada y cubriéndole el pie con la mis- ma tierra. La planta que al ser arrancada tiene la forma y lo- zanía de una pequeña lechuga, se marchita; pierde las hojas que llevaba en pocos días y parece que se ha secado; pero pronto comienzan á aparecer las nuevas hojas. Escardas.—A medida que la planta va creciendo se la va aporeando: la escarda mata las yerbas inútiles, calza la mata y afloja la tierra para que más fácilmente penetre el aire hasta las raíces y les comunique los abonos atmosféricos. Estas la- bores se repiten hasta que llega la época del descogollo. Descogollo.—El descogollo 6 capazón consiste en tronchar el cogollo ó parte superior del tallo, dejándole á la planta diez, doce ó catorce hojas, según su robustez; con esto se consigue que la sávia que debía nutrir las hojas superiores y las flores, se reconcentre en las hojas que se han dejado y las desarrolle más. Con este fin también se cortan todos los retoños que propenden á salir junto al nacimiento de las hojas; y esta operación se repite cuantas veces sea necesario. Se dejan sin descogollar las plantas más robustas que se destinan para ob- tener semilla, cuando se eree que esa semilla será mejor que la que se pueda conseguir de otra parte. El cuidado que entonces se tiene con el tabacal es más constante todavía: se voltean al derecho las hojas que un vien- >; APUNTES SOBRE EL TABACO. 945 to de remolino haya puesto de revez, pues el sol las quema; al ver una hoja roída se busca el gusano que la ha comido ya sea el verde entre los pliegues ó escondrijos de la misma mata, ya sea el pardo al pie de ella donde se refugia durante el ca- lor del día. Una granizada sería la pérdida, pues se dificulta- ría el beneficio de lo que quedara y ya no se obtendría tabaco de capa y primera que son los que más valen. Corte.—Se hace después de un día por lo menos de sol fuer- te, pues si se verifica inmediatamente después de una lluvia, se obtiene un tabaco muy flojo ó suave, porque el agua ha di- suelto y llevádose la goma que trasuda y que le da fuerza. Se conoce que el tabaco está de corte ó maduro cuando las hojas comienzan á mancharse de amarillo y á ampollarse; pero no todas las hojas maduran á la vez. Hay varios modos de cortar: cegando todo el tallo, ó cortando trozos de las hojas ó mancuernas con cuchillo; ó desprendiendo á mano hoja por hoja. Este método aunque más dilatado, es mejor pues así se cogen solamente las ¡ojas bien maduras y se obtiene mejor clase. Un hombre toma con el pulgar y el índice de la mano derecha la hoja por su nacimiento, tira de ella hacia abajo y la desprende, colocándosela extendida y sin doblez en el ante- brazo izquierdo, con el dorso hacia arriba; cuando ya tiene su- ficiente número de hojas y que su peso le moleste, las coloca sin extender ó separar en el lomo del surco, de donde más tarde las recogerá el acarreador para llevarlas á la galera ó secadero, continuando así hasta que ha concluido la cosecha. Algunos tabaqueros hacen más tarde otro corte de un tabaco que llaman congo y que proviene de las hojas mayores de los retoños que han brotado después del primer corte: este taba- co es poco apreciado, es generalmente demasiado fuerte, sin aroma bueno, sin buena textura y de hoja pequeña. Las hojas muy amarillas casi secas y estropeadas que quedan al pie de la mata, dan también un tabaco muy inferior por ser muy flojo, llamado zacate. 246 MANUEL MONCADA. BENEFICIO. Zarta.—Al irse haciendo el corte puede decirse que se va comenzando el beneficio ó preparación, pues desde que el cor- tador ha dejado el manojo ó moutón de hojas sobre el lomo del surco, y mientras son recogidas y trasportadas, trasudan experimentando la primera fermentación; se marchitan, se ponen flexibles y se facilita la operación del ensartado que ge- neralmente se hace á la sombra de la galera. Para hacer las sartas se emplean unas grandes agujas de hierro ó madera muy dura, las que se enhebran con un torci- do de la corteza del árbol llamado jonote ó con otro cordel ó cuerda resistente: se ensarta la hoja por lo más grueso de la vena y cuando ya hay algún número en la aguja se corren ó pasan á la cuerda; se ensartan cara con cara ó dorso con dor- so, pues como al secarse propenden á arrugarse, algo se toca- rían más si se ensartasen en el mismo sentido. Allí se ejecuta la primera clasificación pues se van ensartando por clases, po- niendo en unas cuerdas las enteras y mejores y en otras las rotas é inferiores. A medida que se van formando las sartas se meten y colocan en la galera. Galera.—Llámase galera, secadero ó casa de tabaco á un jacalón, generalmente de zacate, tanto en sus paredes como en su techo á dos aguas; en su interior hay clavadas hileras paralelas de postes y travesaños para tender las sartas lo más cerca posible unas de otras para que quepan muchas. Al re- cibir las sartas el encargado de la galera cuida de que las ho- jas de la sarta no se toquen para que se sequen bien y no se enmohezcan á su contacto mutuo y va tendiendo las sartas comenzando por la parte alta de la galera; conforme van se- cando ó enjutando las hojas se van corriendo ó acercando unas á otras para que quepan más, pues ya no hay riesgo en el con- APUNTES SOBRE EL TABACO. ' 3 247 tacto. Así se sigue hasta que se llena la galera; se cuida de que la puerta se abra lo menos posible; á pesar de lo cual, el aire circula libremente por los intersticios de paredes y techos; se desarrolla en la galera una fermentación prolongada con au- mento notable de temperatura, al cabo de poco tiempo termi- na Ó continúa insensible y el tabaco se seca hasta la vena, que es la que más dilata en secar; si entonces se movieran las sar- tas se rompería mucho tabaco pues está quebradizo. Así se espera la época de la blandura con la cual el tabaco se pone flexible y manejable: entonces se bajan las sartas y se proce- de al entabicado. Tabique.—Tabique ó pilón se llama al montón que se for- ma con el tabaco para que sufra su última fermentación asti- va. Esta operación es muy importante y de ella depende en gran parte el que el tabaco tenga todas las cualidades reque- ridas de color, tersura, fuerza, aroma, combustión, ete. El ta- biquero debe ser inteligente y saber llevar la marcha de la fermentación abrigáudolo y comprimiéndolo más ó menos se- gún convenga. Para formar el tabique se escoge un lugar abri- gado, pero no una pieza cerrada; se elige por lo común un rin- cón de la misma galera, se forran piso y paredes con una capa gruesa de zacate, y se apila. Allí se practica otra clasificación : al desensartar las hojas y formar con ellas manojos ó plani- llas se apartan las enteras y mejores de las rotas y mancha- das; econ esas planillas de 30 6 40 hojas se va formando un montón ó pilón, el cual se abriga bien por todos lados y se comprime poniéndole algún peso encima. Se desarrolla una fermentación rápida con notable elevación de temperatura; pero si ésta pasare los límites debidos, el tabaco se ardería, no precisamente porque entre en combustión inflamable, sino porque parece carbonizado y la pérdida es completa. Por esa razón el tabiquero mete de cuando en cuando el brazo desnu- do dentro del pilón, para juzgar del grado de calor conveniente y cuando lo encuentra exagerado, desbarata el pilón, lo venti- 248 MANUEL MONCADA. la y vuelve á formar poniendo al exterior el tabaco que estaba al interior y aun algunas veces, hasta desbaratando ó desatan- do las planillas y removiendo sus hojas. Cuando la fermenta- ción termina y el pilón se enfría, se procede á la última clasifi- cación de capa, primera, segunda, ete., según sus cualidades; se forman nuevas planillas ya clasificadas y se procede al enfar- dado, formando tercios ó fardos de 150 ó 200 kilogramos forra- dos de petate y algo comprimidos y se embodega, cuidando que los tercios no estén amontonados, sino aislados. Allí se efectúa la última fermentación insensible y al cabo de seis me- ses se puede proceder ya á la venta ó al consumo. Notas.—Un inteligente ingeñiero agrónomo me ha comu- nicado que, en las sierras de Chihuahua hay tabaco silvestre, y que, en las ruinas de Casas Grandes se ha encontrado una figura de barro representando á un hombre con un cigarro en- tre los dedos. Esto probaría que tienen razón los que asegu- ran que el tabaco es originario de México. Yo hice un ensayo sembrando tabaco en la Hacienda de Palo-alto, á diez leguas de Aguascalientes, y aunque emplee semilla buena y procedí con esmero, obtuve un tabaco mejor que el que se cosecha generalmente en varios lugares de la Mesa Central, pero notablemente inferior al de la Costa. Creo * que la falta de humedad en la atmósfera es una de las princi- pales causas de este mal éxito. He visto sembrar tabaco en la Hacienda del Torreón cer- ca de Jiménez, Chihuahua, sin gran cuidado, y cosecharon un tabaco llamado macuche, verdaderamente infumable y detes- table, Cuando la blandura no se presenta en la bodega expon- táneamente, se provoca con el vapor de agua, poniendo en la galera vasijas con agua hirviendo; pero esa blandura no es tan uniforme y buena como la natural. La causa por la que se cubren los almácigos antes de que nazca la plantita, es porque el sol abrasador seca ú orea rapi- APUNTES SOBRE EL TABACO. : 249 damente la capa muy superficial de tierra donde se halla la pequeña semilla, y la germinación se detiene ó pierde por falta de humedad, pues la adquirida en la noche, desaparece en las primeras horas de sol. Cuando la plantita ha enraizado y al- canza la humedad profunda que es más constante, no sufrirá demasiado por la sequedad de la capa de tierra superficial. En los tabacales de la Hacienda del Jobo abundaba un in- secto llamado Galancillo, de una acción cáustica notable; era una especie de Tijereta de color café y hermoso azul. Traje á México algunos de esos animalitos: el Dr. Lavista dijo que los ensayó en el Hospital de San Andrés, pero que no eran conve- nientes porque provocaban calentura. A un niño de dos años le pasé ó froté con el abdomen de un galancillo la parte posterior del cuello donde tenía un escema ó jiote resistente á la cura- ción: el animalito nada sufrió, pues tan luego como lo solté es- capó, y al niño se le formó en la parte frotada una ampolla que hubo necesidad de curarle como un vejigatorio ó cáustico común, y á él no le apareció calentura ninguna. Perdónese esta digresión que nada tiene de común con el cultivo del ta- baco. : Cuando un tabaco es demasiado fuerte lo rebajan rocián- dolo con agua y exponiéndolo un poco al sol: el agua disuelve la goma de que está cargado y que contiene mucha nicotina. Cuando es demasiado flojo le dan fuerza rociándolo con una cocción concentrada de venas de hoja de tabaco fuerte ó de tabaco congo. Algunos adulteran el aroma con palo de linaloé, pero esto no es apreciado por los buenos fumadores. Tacubaya, Noviembre de 1905. Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906) —32. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. DESCRIPCIÓN DE ALGUNAS MINAS DE ZACUALPAN (ESTADO DE MÉXICO), Por el Ingeniero de Minas JUAN D. VILLARELLO, M. $, A, Ubicación y datos históricos. El Mineral de Zacualpan, ubicado en la Municipalidad de este mismo nombre, perteneciente al Distrito de Sultepec del Estado de México, se encuentra á los 180-43'-0“ de. latitud Norte, á 00-31'-27."20 de longitud Oeste de México, y á 59 kilómetros al Sur de la ciudad de Toluca, Capital del Estado de México, El descubrimiento y explotación de este Mineral se remon- ta á los primeros tiempos de la conquista; y no obstante ha- ber sido muy mal trabajadas las minas de esa región, produje- ron notables bonanzas los fundos llamados: Veta Grande, San Diego, La Canal, Carboncillo, San Gerónimo, El Socavón, San Miguel Tlaxpampa, Guadalupe y El Alacrán. Esta última mina produjo sobre siete millones de pesos en catorce años, de 1835 á 1848, bonanza que disfrutó D. Roque Díaz, y que fué encontrada en el cruzamiento de dos vetas, en el lugar llamado La Reunión, y en donde se hallan ahora grandes co- 252 ? J. D. VILLARELLO. midos en forma de altísimos salones de 4 á 8 metros de anchu- ra. La mina Guadalupe comenzó á labrarse en 1860, fué tra- bajada por D. Jesús Lechuga, y durante muchos años dió vida al Mineral de Zacualpan. En 1897 se encontró una bonanza notable en el fundo San Adrián, cercano á la antigua mina El Alacrán; y esta bonanza, que duró tres años, ocasionó un gran movimiento minero en la región, se formaron varias Compa- ñías con objeto de trabajar las minas de esa localidad, se re- formaron las antiguas oficinas metalúrgicas, se emprendieron varias obras de exploración en distintas vetas, y fué mucha la cantidad de minerales ricos que se exportaron en esa época de las minas de la región. No me propongo ahora describir todo el interesante Mine- ral de Zacualpan, sino que me limitaré solamente á indicar el estudio que hice de las minas pertenecientes á las Compañías llamadas San Luis (a) El Moral, y La Providencia y Anexas. Los fundos de la primera Compañía se encuentran á dos kiló- metros de la población de Zacualpan; y los de la segunda es- tán mucho más distantes, en los cerros llamados La Cruz de Sierra y El Cabrestante. Topografía y geología de la región. El Mineral de Zacualpan se encuentra en la falda oriental de la serranía que se extiende de N. W. á 5.E., de Temascal- tepec, por Sultepec y Zacualpan, para Pregones y Taxco, se- rranía limitada: al Poniente, por la planicie de Tejupilco; y al Este, por el valle de Tenancingo. Este último se extiende: al Sur, por Coatepec, Ixtapa de la Sal y Tonatico; al Este, por Malinalco; al Poniente, por Tecualoya; y está cortado por va- rias barrancas, siendo de estas la más profunda la conocida con el nombre de Maninaltenango, la cual se encuentra al pie septentrional de la sierra de Zacualpan. El relieve del terreno en los alrededores de este Mineral es sumamente accidentado, EL MINERAL DE ZACUALPAN. 253 y por todas partes se encuentran en él barrancas profundas y laderas de mucha pendiente. Las rocas que constituyen el suelo de Zacualpan son unas de origen sedimentario, y eruptivas las otras. Las primeras, eretácicas probablemente, están representadas por pizarras arcillosas y calizas de color negro ó gris azulado, las cuales están metamorfizadas en varios lugares, y son á veces elorito- sas, de color verde manzana. Estas pizarras son de rumbo medio N.-S., y están casi horizontales. Las rocas anteriores están cortadas, y también inyectadas, por andesitas aufibóli- cas terciarias, las cuales metamorfizaron á las pizarras en zo- nas irregularas, y afloran en varias partes de la región. Tanto las pizarras como las andesitas están cortadas por tres sistemas de fracturas conjugadas, exokinéticas y de pre- sión. Uno de estos sistemas, y tal vez el más desarrollado, tiene rumbo medio N.-S., variable entre 300 N.E. y 300 N. W., con echado generalmente al Sur—Poniente; otro sis- tema tiene rumbo medio E.-W. con 25 de echado al Sur; y el tercero es de rumbo 450 N. W., echado 400 al N.E. y 4 veces al S. W. Las litoclasas anteriores no pueden conside- rarse como fallas pues no ocasionaron dislocación notable del terreno, sino que el deslizamiento de los respaldos de las frac- turas fué relativamente pequeño, y por esta razón considero á estas últimas como diaclasas, capilares unas, y otras muchas supercapilares. La constitución geológica anterior, y los sistemas de dia- clasas ya mencionados, se extienden del Mineral de Zacual- pan, por Chontalpa y Pregones, para Noxtepec y Taxco; y en toda esta vasta región se encuentran muchas votas-diaclasas, algunas muy bien mineralizadas, y en las cuales se han encon- trado notables bonanzas en distintas épocas. 254 J. D. VILLARELLO. Minerales, Los minerales pertenecientes á la diferenciación primaria del relleno metalífero que se encuentran en las vetas anterio- res, y en general en las vetas de Zacualpan, son: la pyrargi- rita (rosicler obscuro); la pyrita de fierro eristalizada y la amorfa argentífera (pasta); la galena, la blenda de color ama- rillo (copal), y también de color pardo ó negro; y son escasos: la proustita (vrosicler eloro), la chaleopyrita (zotlanque), y la miargyrita. Los minerales pertenecientes á la diferenciación secundaria del relleno, son: óxidos de fierro, plata nativa y ar- gentita (azulaque), minerales conocidos en la localidad con el nombre de “ixtajales.” Las matrices son el cuarzo y la calei- ta, dominando generalmente el primero, y á veces el segundo mineral. Criaderos metalíferos. En el fundo minero llamado San Luis (a) El Moral la ve- ta—diaclasa que más se ha explorado es la conocida con el nom- bre San Miguel. Esta veta tiene rumbo medio de 509 N. W. con echado al N. ÉE., y su potencia es de un metro en prome- dio. La roca en que arma esta veta es la andesita anfibólica, y están muy bien marcados sus respaldos, es decir, los planos que separan á la veta de la roca andesítica. El relleno de la veta está formado por cuarzo y calcita como matrices, la se- gunda en menor cantidad que la primera, y como minerales metálicos se hallan: la pyrargyrita, la galena argentífera en abundancia, la blenda amarilla y la pyrita de fierro argentífera y amorfa. Los minerales anteriores se encuentran en la veta formando á veces cintas simétricas, aunque en muchas partes la estructura del relleno es maciza; y en varios lugares de la veta la mineralización impregna y cementa á blocks ó frag- EL MINERAL DE ZACUALPAN. 255 mentos de andesita, roca que rellena en parte á la fractura ocupada por la veta. La calcita se encuentra á veces en el res- paldo del bajo, y en otros lugares se halla eristalizada en la parte central del relleno de la veta. La mineralización útil de la veta San Miguel se concentra formando lentes, conocidas en la región con el nombre de “botones,” y las cuales, con poco espesor alcanzan á veces longitudes notables tanto á rumbo como á la profundidad. Es- tas lentes están separadas entre sí por tramos estériles, en los cuales el relleno de la veta está constituído por cuarzo y frag- mentos de andesita. La lente más importante que se había descubierto en esta veta desciende desde la superficie del te- rreno hasta la profundidad de 53 metros, alcanzada por los planes de la mina, y aumenta su longitud á rumbo al aumen- tar la profundidad. En efecto, desde la superficie del terreno hasta el cañón San Miguel, á nivel del socavón San Luis, los comidos que quedaron del disfrute de la zona mineralizada tienen mayor longitud á rumbo á medida que aumenta la pro- fundidad, y á 33 metros abajo del afloramiento de la veta la zona mineralizada alcanzó uua longitud á rumbo de 50 metros. Más abajo, en el cañón “San Miguel 20,” la zona mineralizada se extiende, con ligeras interrupciones, desde la frente E. del cañón anterior hasta la frente W. abierta en el plan 125, ó sea, en una longitud de 140 metros, La mineralización de la veta San Miguel, varía con la pro- fundidad; y así, desde la superficie del terreno hasta el cañón 19, la galena se encuentra en pequeña cantidad. y son abun- dantes la pyrargyrita y la pyrita de fierro amorfa; y entrs los cañones 1? y 2? abunda la galena argentífera, mejorando su ley de plata con el aumento de profundidad, y la pyrargyrita y la pyrita de fierro son escasas. Otra de las vetas-diaclasas que atraviesan por el fundo El Moral, y sobre la cual se ha abierto algún laborío, es la co- nocida con el nombre San Carlos. Esta veta corre con rumbo 256 J. D. VILLARELLO. variable entre 200 y 309 N. W. con echado al N. E., y su poten- cia es muy irregular tanto á rumbo como á la profundidad, pues con frecuencia se reduce esta veta á ramales muy an- gostos, para alcanzar después una anchura hasta de un metro. La roca en que arma esta veta es la andesita, su respaldo bajo es un reliz irregular de esta roca, y el respaldo del alto no es- tá bien definido. El relleno lo constituyen la calcita y peque- ña cantidad de cuarzo como matrices; y como minerales metá- licos se encuentran en esta veta la pyrita de fierro y la blenda argentífera, irregularmente diseminados en el relleno, el cual presenta la estructura maciza. A la profundidad, en el cañón San Carlos, aparece la galena en esta veta, y la mineralización anterior se concentra á veces formando lentes muy pequeñas. En la unión de esta veta con la llamada an Miguel se encon- tró una zona bien mineralizada, que se disfrutó, y ahora existe un gran comido en la referida reunión. Al Oriente de la veta San Miguel, y paralelas á ésta, se encuentran otras tres vetas—diaclasas: una de ellas está cor- tada por el llamado “socavón alto de investigación;” esta veta y la segunda están cortadas por el erucero Este en el cañón San Miguel; y la tercera está reconocida por el socavón La Humildad. El relleno de estas vetas está constituído por cuar- zo como matriz; y por la pyrita de fierro, la blenda y alguna galena, irregularmente distribuídos estos últimos minerales en el relleno de las vetas. Al Oeste de San Miguel corren otras vetas, las cuales no habían sido reconocidas en la época de mi visita al Mineral de Zacualpan. EL MINERAL DE ZACUALPAN, 257 xx + * En el fundo La Providencia se encuentran cuatro vetas— diaclasas: tres de ellas corren con rumbo 3509 N. W., echado al N.E., y la cuarta tiene rumbo N.-S. y es casi vertical. To- das estas vetas arman en las pizarras arcillosas metamorfiza- das por la andesita; y su potencia es muy reducida, pues varía de cinco centímetros en la parte superficial, hasta diez centí- metros en la parte más profunda reconocida por el socavón La Revancha. El relleno de estas vetas está formado por el cuarzo como matriz, y por pequeña cantidad de pyrita de fie- rro con ley de oro, y galena argentífera. + E * En el fundo La Reforma se encuentran tres vetas—diacla- sas: dos de ellas son paralelas, con rumbo N.-5S. casi vertica- les, y la tercera tiene rumbo 150 N. E. con echado al S. E. Es- tas tres vetas arman en las pizarras metamórficas, su potencia es de 50 á 70 centímetros, y su relleno está constituído por el cuarzo como matriz; y como minerales metálicos se encuen- tran la pyrargyrita, la pyrita de fierro y la galena argentífera, minerales estos que están irregularmente distribuídos en el relleno, el cual tiene estructura maciza. En la zona de lixivia- ción descedente del criadero se encuentran óxidos de fierro, y en pequeña cantidad la plata nativa y la argentita. Estos mi- nerales de origen secundario son conocidos en la región, como dije antes, con el nombre de “ixtajales.” Las dos vetas para- lelas N.-S. están cortadas por la de rumbo 150 N.E., y en la intersección de ésta con las anteriores se concentró la mine- ralización útil, formando lentes que descienden desde la su- Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906) —33. 2587 J. D. VILLARELLO: perficie del terreno y que fueron disfrutadas ya, quedando ahora grandes comidos en las referidas intersecciones. Edad de las vetas. Las vetas-diaclasas de la región de Zacualpan cortan á las. rocas sedimentarias cretácicas y á las andesitas terciarias; por lo tanto, son posteriores á la consolidación y agrietamien- to de estas últimas rocas, y puede decirse por lo mismo, que las referidas vetas diaclasas son terciarias, probablemente del período Plioceno. | Distribución de las zonas mineralizadas. La mineralización útil se concentra en casi todas las ve- tas-diaclasas del Mineral de Zacualpan formando lentes de dimensiones muy variables, algunas demasiado pequeñas, y que están separadas entre sí por tramos de veta bastante po- bres, y á veces del todo estériles. El relleno de las vetas en estos tramos estériles está constituído por cuarzo, y fragmen- tos de andesita ó de pizarra, según es la roca en que “arman” las referidas vetas. Las lentes anteriores se hallan muchas veces desde la superficie del terreno, y se les continúa encon- trando hasta una profundidad variable entre 100 y 150 metros, mejorando notablemente la ley en plata de los minerales con el aumento de profundidad. A mayor profundidad de la indi- cada, la mineralización útil disminuye, el relleno de las vetas queda constituído á veces casi en su totalidad por el cuarzo, y al llegar 4 esta zona estéril se han suspendido las obras explo- radoras. Las zonas bien mineralizadas se han encontrado en las vetas—-diaclasas de Zacualpan, por lo general, en las intersee- ciones de las vetas entre sí ó con sus ramales, y también en EL MINERAL'DE ZAOUALPAN. "259 las cercanías de las intersecciones de las vetas con. diaclasas transversales del sistema'E.-W. Como ejemplos del primer caso citaré los siguientes: en la autigua mina El Alacrán, por el lugar llamado La Reunión, fué encontrada en el eruzamien- to de dos vetas la gran bonanza que se disfrutó de:1835 4 1848; en la mina La Reforma, las zonas bien. mineralizadas se hallan. en las intersecciones de la veta 150 N.E. con las dos vetas paralelas de rumbo N.-5.; y en la veta San Miguel la mejor lente mineralizada se encontró. en la unión de. esta veta con la llamada San Carlos, Como ejemplos del segundo caso antes mencionado pueden citarse: la bonanza de: San Adrián, y otras varias en Zacualpan; así como las zonas mine- ralizadas que se han encontrado en el Mineral de Noxtepec, muy cercano del anterior, y principalmente en la. mina El Calvario, en donde las referidas zonas se. encuentran, en las cercanías de las intersecciones de la veta principal con:diaecla- sas transversales, de rumbo 859 N. E. y con.279 de echado al Sur, como se observa en los cañones llamados “Norte.80 me- tros,” y “Pabellón Sur” de la mencionada mina. Génesis de los criaderos. Las fracturas mineralizadas que se encuentran en la. re- gión de Zacualpan son debidas á esfuerzos de presión, como parece probarlo el hecho de que las referidas fracturas forman sistemas conjugados, es decir, que son paralelas y. con echa- dos contrarios. En efecto, las vetas—-diaclasas del sistema N.-S. tienen echado al Este más, y otras muchas al Poniente; y las vetas que pertenecen al sistema 450 N. W. tienen echado unas al N.E., y otras al S. W. Como los minerales característicos del metamorfismo de contacto no se encuentran en el relleno de las vetas, ni en la roca de los respaldos, la cual solamente se halla silisificada en algunas partes cercanas. á.las vetas, puede decirse que: estos 260 J. D. VILLARELLO. criaderos se formaron probablemente en las condiciones de la zona de katamorfismo. Por otra parte, tanto la naturaleza y asociación de los minerales ya mencionados, que constitu- yen el relleno de las vetas de la región, como el no estar sili catada la roca de los respaldos, son hechos en los cuales pue- de fundarse la opinión de que: las referidas vetas—diaclasas son debidas á la circulación de aguas termominerales ascen- dentes, las cuales circularon por las diaclasas exokinéticas y de presión, que cortan á las pizarras y á las andesitas; y por lo tanto, la mineralización de estas vetas es dsbida prineipal- mente á procedimientos hidratogénicos. Las variaciones tan notables én la potencia del relleno me- talífero, así como, el que este relleno tiene por lo general la estructura maciza, y no está en todas partes perfectamente separado de la roca de los respaldos, sino que de una manera irregular penetra la mineralización en esta roca, hace creer que el relleno de las vetas es debido principalmente á proce- dimientos de substitución metasomática, y en algunas partes á la simple cristalización de los minerales contenidos en las soluciones termales, y que se depositaron en cavidades vacías preexistentes, En estas últimas, el relleno tiene la estructura en costras, ó la hrechosa concéntrica cuando los minerales se depositaron en los espacios vacíos comprendidos entre los fragmentos de roca de los respaldos contenidos dentro de las fracturas, fragmentos que fueron cementados por la referida mineralización. El carácter físico de la roca de los respaldos, su fragilidad y permeabilidad, desempeñó un gran papel en la distribución de la riqueza en estas vetas. En efecto, debido á la distinta fragilidad de las rocas de Zacualpan, las fracturas abiertas en la andesita son más francas que las abiertas en las pizarras; y en esta roca las diaclasas son muchas veces ramaleadas, y (1) Desde algunos centímetros hasta dos metros. EL MINERAL DE ZACUALPAN. 261 en su relleno se encuentran muchos pedazos de pizarra. Co- mo se ve, la potencia útil de las vetas de Zacualpan varía con la fragilidad de la roca de los respaldos. Por otra parte, y co- mo dije antes, la mineralización útil se concentra en los eria- deros de esta región en las intersecciones de las vetas entre sí ó con diaclasas transversales no mineralizadas, es decir, se concentra en los lugares de mayor permeabilidad en grande de la roca de los respaldos, permeabilidad localizada debida al agrietamiento de esta roca. En vista de lo anterior puede decirse lo siguiente respecto á la génesis de las vetas de Zacualpan. Los esfuerzos de pre- sión motivados por acciones tectónicas fracturaron á las piza- rras y á la andesita produciendo diaclasas; y la anchura y agrupamiento de éstas, formando zonas, variaron con la dis- tinta fragilidad de las rocas cortadas. Estas fracturas no 0ca- sionaron dislocaciones notables del terreno, sino que el desli- zamiento de sus respaldos fué relativamente pequeño, y este movimiento de reajuste despedazó en algunas partes á la roca de los respaldos de las diaclasas, y los fragmentos de roca que- daron en varias de las cavidades vacías de estas fracturas. Por estas diaclasas circularon aguas termales, de origen me- teórico, mineralizadas por aguas segregadas de un magma intrusivo durante el enfriamiento y cristalización de este últi- mo. Las referidas aguas termominerales, en su circulación ascendente y lateral por los espacios vacíos de las diaclasas, rellenaron á éstas: en unas partes, por simple cristalización de los minerales contenidos en ellas; y en otras, por substitucio- nes metasomáticas, y por su mezcla con soluciones de compo- sición diferente. Por último, la mineralización debida princi- palmenteá procedimientos hidratogénicos, y porsubstituciones metasomáticas, penetró irregularmente en la roca de los res- paldos aumentando así la potencia útil de las vetas, y se con- centró con particularidad en los lugares más agrietados de la 962 J. D. VILLARELLO. roca de los respaldos, es decir, en' los de mayor “permeabili- dad en grande” de esta roca. Clasificación de los criaderos. Según las ideas que expresé en otro eserito, los criaderos metalíferos de Zacualpan son: magmatogénicos, debidos á la deshidratación magmática; katamórficos, mineralizados por substitución metasomática y simple cristalización; tienen la forma de vetas—diaclasas, y son argentíferos. Minas. En las pertenencias y demasías del fundo “El Moral” se encuentran los siguientes labrados. El socavón “San Luis” está abierto en la veta San Mi- guel y desde su boca hasta el lugar en que se une á esta veta la llamada San Carlos, tiene una longitud de 103 metros. ? En este punto de unión se halla un tiro interior vertical, con sec- ción de 2 por 2% 90, y con una profundidad de 25 metros. Este tiro cortó á la veta llamada San Carlos. El socavón anterior continúa más al Sur 187 metros, y cer- ca de su tope se encuentra un “contra—-cielo” de 6 metros. Esta obra está comunicada con la superficie del terreno por un amplio y antiguo comido, y también por una lumbrera, en la cual se halla la tubería por donde baja el vapor de una cal- dera de 15 caballos instalada en la superficie, vapor que se emplea para mover la bomba Cámeron que está colocada en el tiro vertical ya mencionado. En esta parte del socavón San Luis se encuentran dos planes profundos, dos pozos, y un cru- (1) Todos estos datos se refieren á la época de mi visita á ese Mineral: Noviembre de 1899. EL MINERAL DE ZACUALPAN. 263 cero al Este de 43 metros de largo, crucero que cortó á dos vetas de las ya mencionadas. El cañón “San Miguel 20” está abierto 20 metros abajo de la boca del tiro interior, tiene una longitud de 6 metros, y está comunicado con el tiro por un crucero de 11”50 de largo. El cañón “San Carlos” está abierto á nivel del socavón, y sobre la veta de ese nombre, tiene una longitud de 12770 desde el socavón San Luis hasta su frente Sur, y existen en él seis planes: cinco inundados, y uno que sirve de camino para los labrados inferiores. Entre los planes: inundados hay, uno, llamado El Diablo, que según me informaron produjo mineral rico, pero más abajo la veta terminó en un “risco.” En este cañón hay tres comidos de cielo, un eruecero al W. de 14 metros de largo, y un tiro de arrastre labrado sobre la misma veta. El cañón “San Carlos 20” se halla 20 metros abajo de la boca del tiro vertical ya mencionado, tiene una longitud de 21%50 y está comunicado con el tiro por un pequeño cru- Cero. A nivel del socavón San Luis, y muy cerca de su boca, se encuentra el socavón llamado “Santa Fortunata,” con rumbo 22 15 S. W., y con una longitud de 42 metros. Este socavón se emprendió con el objeto de explorar la parte W. del fundo El Moral. Al Oriente del socavón San Luis, y 33 metros arriba de éste, se encuentra el llamado “Socavón alto de investigación,” con 882 S. W. de rumbo, y que por estar casi superficial está cortando á las vetas muy poco abajo de sus afloramientos. Por último, un poco arriba del lecho del arroyo que pasa abajo de los socavones “San Luis” y “Santa Fortunata,” se encuentra el socavón “La Humildad,” abierto sobre una de las vetas ya mencionadas, y que se encuentran al E. de la lla- mada San Miguel. 264: J. D. VILLARELLO. * * * El fundo “La Providencia” está limitado por un rectángu- lo de 500 metros de largo por 100 de ancho, siendo el rumbo de sus lados mayores =330 Norte-Poniente. Por este fundo pasan cuatro vetas: la primera, más al Oriente, fué cortada por el socavón “La Revancha;” la siguiente se llama “La Providencia;” más al Poniente, y distante 20 metros de esta última, pasa una tercera; y 10 metros más al Oeste se encuen- tra la conocida con el nombre de El Oro. Las tres primeras vetas tienen 359 N.W. de rumbo, con echado al Oriente; y la última está orientada casi N.-S., y es vertical. En este fundo existen los siguientes labrados. En la veta La Providencia hay un pozo de 28 metros de profundidad, que baja del afloramiento de esa veta hasta un cañón que mencionaré después, y atraviesa por unos peque- ños comidos casi superficiales. A 28 metros abajo del brocal del pozo anterior se encuentra el socavón-erucero (travesía) llamado San Teodoro, el cual cortó á la veta Providencia, y fué prolongado más al Oeste sin llegar á cortar á las otras ve- tas. En el corte de la veta Providencia por el socavón ante- rior se rompió una frente N. W., cañón que como dije antes comunica con el pozo que baja de la superficie. En la veta El Oro hay un cañón de poca longitud y casi superficial. En la veta intermedia de las dos anteriores existe un pozo azolvado. EL MINERAL DE ZACUALPAN. 265 El fundo La Fortuna está limitado por un rectángulo de 400 metros de largo por 100 de ancho, siendo el rumbo de sus lados mayores: 100 Norte-Poniente. Por este fundo pasan tres vetas: dos paralelas, á 16 metros de distancia una de otra, con rumbo N.-S. casi verticales; y la tercera que con rumbo 150 N.E., y echada al E., corta á las dos vetas anteriores tan- to á rumbo como á la profundidad. Los afloramientos de estas vetas son perfectamente perceptibles dentro de este fundo, y existen en ellos muchas bocas de pozos y tiros derrumbados y azolvados; pero, por los grandes terreros que se encuentran junto á ellos, se comprende que sirvieron en época remota pa- ra una activa exploración y explotación. En este fundo existen los siguientes labrados. Un socavón abierto sobre la veta más oriental, y poco abajo de la superf- cie. A 50 metros abajo de los afloramientos de estas vetas se encuentra un socavón-crucero, de 22 metros de longitud, que cortó á las dos vetas paralelas, y sirvió para hacer el desagie de la parte alta. Por último, en el lecho del arrollo que corre al pie del cerro donde se encuentran estas vetas, está iniciado un socavón—erucero, con rumbo E.—W., y el cual es conocido con el nombre de “Santiago.” : Los otros labrados de esta mina estaban azolvados ó inun- dados en la época de mi visita al Mineral de Zacualpan. Ley de los minerales, La ley de los minerales de la veta San Miguel varía tanto á rumbo como á la profundidad. En efecto, en la parte alta del 1* cañón la cinta mineralizada que se encuentra al alto de la veta, da una ley de plata de 3 kilos por tonelada métri- Mem. Soo. Alzate. México. T. 23 (1905-1906)—34. 266 J. D. VILLARELLO. EL MINERAL DE ZACUALPAN: ca, y la roca impregnada por la mineralización, roca que tam- bién forma parte del relleno de la veta en ese lugar, tiene 600 gramos de plata por tonelada; y á más profundidad, en el plan 125, la ley de los minerales empleados es de 2 kilos de plata por tonelada. En general puede decirse que: los minerales extraídos de esta veta, y después de una separación á mano (pepena) de la parte estéril, ensayan en promedio: 1* 8 de plata por tonelada, con un 10 á 20% de plomo. Los minerales de la veta San Carlos son escasós, y des- pués de pepenarlos alcanzan una ley de 0.8 á 1 kilo de plata por tonelada. Los minerales de las vetas de la Fortuna, después de la pepena, tienen de 1 á 3 kilos de plata por tonelada. La galena, la pyrita y la blenda, minerales que se encuen- tran en las vetas-diaclasas del Mineral de Zacualpan, tienen plata con frecuencia; y los que se encuentran en esta locali- dad son verdaderamente ricos, por lo gdneral, en ese metal noble. Exploración y Explotación, Nada notable, que merezca describirse, se encuentra en Zacualpan en lo relativo á trabajos de exploración y explota- ción de las vetas de ese Mineral; y solamente diré que la du- reza media de la roca en que arman esas vetas permite disfru- tarlas con relativa economía, pues es rápido el avance de las obras, y en la mayor parte de su trayecto no requieren ade- mación. ? La cantidad de agua encontrada en las minas de San Luis (a) El Moral es relativamente pequeña, pues solamente es de cien litros por minuto aproximadamente; y en lo general, el Mineral de Zacualpan se encuentra en muy buenas condicio- nes para el desarrollo económico de la industria minera. México, Enero 8 de 1906. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. SANATORIOS-ESCUELAS DE AGRICULTURA PARA LOS NIÑOS POBRES ESCROFULOSOS Y TUBERCULOSOS. Memoria leída ante el Congreso Médico Nacional por el DR. DANIEL VERGARA LOPE, Delegado de la Sociedad Científica '* Antonio Alzate.” SEÑORES: Para un joven que tiene predis - posición para la tuberculosis, debe tenerse presente que la jardinería, la agricultura y la selvienltura, son las más convenientes para conver- tirle en un hombre robusto y en miembro útil para la Sociedad. Dr. Knopf. (1) En vista de lo insalubres que son la seneralidad de las costas de nuestra República, los Sanatorios Marítimos para niños eserofulosos y tuberculosos, deben substituirse en nuestro país por Sanatorios-Es- cuelas de Agricultura, situados en las laderas montañosas cercanas á las grandes ciudades de la Mesa Central; en donde á la vez que aten- ción médica y la instrucción ele- mental más conveniente, se les en- señe la agricultura y la jardinería. —Dr. Vergara Lope. (2) En nombre de la Sociedad Científica “Antonio Alzate” tengo el honor de hacer presente su profundo reconocimiento á la Sociedad Médica “Pedro Escobedo” por su cortés invi- tación para tomar participio en este Congreso; y yo me feli- cito, porque al desempeñar el honrosísimo cargo de su repre- sentante ante ustedes, se me ofrece la oportunidad de solicitar el valioso apoyo de este H. Concurso, para alcanzar la reali- (1) La tuberculosis es una enfermedad del pueblo. Dr. Knopf, —Folleto laureado en (2) Ibid. pág. 96. Berlín. —Edición mexicana traducida al español porel Dr. Vergara Lope y publicada bajo los auspicios del Consejo Superior de Salubridad.—Lib. de Murguía. 1902, pág. 53. 268 Dr. D. VERGARA LOPE. zación de un proyecto que hace algún tiempo germinó en mi cerebro, y que espero que ustedes encontrarán digno de apro- bación. Si no me equivoco, si mi proyecto puede ser igualmente realizable y benéfico; si ustedes lo juzgan digno de toda su atención y de ser llevado á la práctica, quedarán por ahora plenamente satisfechos mis deseos. Ojalá que los defectos de mi lectura no sean bastantes á ofuscar la exposición de mis ideas, fatigando á ustedes inútil- mente y con detrimento del fin que yo persigo. k * *k El asunto que tengo el honor de someter á su deliberación es en realidad un problema de Higiene Social. Vengo á ha blaros también en nombre de la caridad y á favor del niño des- valido; y vengo empeñado como ustedes, en el terrible com- bate que se libra en todo el mundo civilizado contra la tuber- culosis. ¡La Tuberculosis! Hidra voraz, cuyo cuerpo se nutre á la saciedad gracias á sus múltiples faces que se llaman: miseria, ignorancia, prostitución, alcoholismo, sífilis, tabaquismo y otras. Si debemos por cuantos medios estén á nuestro alcance oponernos siempre á que las enfermedades nos invadan, aun- que poseamos recursos más ó menos seguros con que comba- tirlas victoriosamente, este precepto se convierte en mandato ineludible cuando esta enfermedad es la tuberculosis, de cuya invasión es muy posible defenderse; pero de cuyos estragos, una vez invadido, es tan difícil é inseguro salvar al organismo, Sabemos perfectamente cuanto es posible obtener con los cuidados y la higiene, en favor de esos pequeños seres lenfá- ticos ó esecrofulosos, muchos de ellos condenados casi irremi- siblemente á muerte ó á un estado crónico valetudinario. A pesar de la gravedad de ciertas lesiones, de una extensa inva- SANATORIOS-ESCUELAS DE AGRICULTURA. 269 sión de los ganglios, huesos y articulaciones, ete., llegan á modificarse por completo en su constitución, y vense al fin, hombres robustos y capaces de beneficiar á la sociedad. Pe- ro....entre los desvalidos?....¡Cuántos infelices sucumben después de arrastrar pesada y tristísima vida! Ahí están, sin padres ni apoyo muchos de ellos, señalándose con sus rostros macilentos y delgados miembros entre la turba de sucios pi- lletes que merodea por los arrabales de las grandes ciudades; otros más pequeños aun, en el máximum del desaseo, semi desnudos, colgándose con avidez al enflaquecido y exangue seno de la madre vagabunda, que tiende su mano de espectro en demanda de limosna. Y esa criaturita de cráneo deforme, que lleva en su carita infantil todas las arrugas de la vejez, con el vientre de batracio, los miembros enflaquecidos y colgantes, los ojos bordeados de rojo y el cuerpo ulesrado, ¿podremos adivinar lo que pudiera llegar á ser, si curándolo lograramos salvarlo de ese estado miserable, y después lo educamos con- venientemente? Mas por fortuna, hay muchas partes en donde la caridad procura el alivio de estos infelices, y es un deber nuestro es- tudiar constantemente la manera de obtener en favor suyo el mayor bien posible. En las grandes naciones del Viejo Mundo y en los Esta- dos Unidos del Norte, son asilados en sanatorios especiales, y se recomiendan como los mejores los marítimos; en donde á la vez que se les atiende reciben el beneficio del clima. Pues está perfectamente demostrado que en aquellas latitudes los climas marítimos pueden hacer mucho bien á esta clase de en- fermos. Francia, Alemania, Holanda é Italia poseen estable- cimientos de este género, y según informe rendido por el Se- eretario General de los Sanatorios Marítimos para niños escro- fulosos y tuberculosos, en Alemania, más de un cincuenta por ciento de estos enfermitos sanan radicalmente. Pero en nuestro país, ¿podríamos establecer los sanatorios 270 Dr. D. VERGARA LoOpR. marítimos?—Ni podemos ni debemos establecerlos.—Es impo- sible, porque los recursos de nuestra beneficencia, pública ó privada, son insuficientes para sufragar los gastos que requie- re la creación de una de estas instituciones. No debe hacerse, porque las condiciones climatéricas de nuestros litorales, en su mayor parte intertropicales é insalubres, son absolutamente impropias para los enfermos tuberculosos, y aun para los que solamente están predispuestos á la tuberculosis. En las costas más septentrionales del Océano Pacífico podríamos segura- mente encontrar buenas condiciones para establecer dichos sanatorios: pero se hallan tan alejadas de los centros populo- sos de la República, especialmente de la capital, que no debe- remos pensar en ellas. Felizmente en nuestra Mesa Central, de clima templado en todas las estaciones del año, encontramos lugares numero- sos y en las mejores condiciones para obtener con. grandes . ventajas los beneficios que en Europa van á buscarse á orillas del mar. Se ha demostrado en algunas obras con gran acopio de datos, ? y ustedes ven comprobarse diariamente, que las leyes que presiden la vida del hombre en todos los países de gran altitud, son precisamente las más favorables á los enfermos tuberculosos, ¿cómo pues, vacilar entre nuestras costas mortí- feras, patria de la anemia intertropical y del paludismo, y las laderas montañosas de la Mesa Central, de atmósfera purísi- ma, de aire vivificante, de eterno y radiante sol? Pero el esta- blecimiento de grandes sanatorios, aunque cerca de la ciudad de México fuese menos costoso, siempre lo sería; subsistiendo en tal caso la imposibilidad de crearlos. Podríamos pues, in- tentar algo menos costoso, pero que sea de más fácil realiza- ción á la vez que benéfico. He aquí como he pensado que po- (1) Consúltese la obra laureada por el Instituto Smithsoniano de Washington, titu- lada ““La Vie sur les Hauts Plateaux” por Herrera y Vergara Lope. Imp. Escalaute, México, 1899; in4. SANATORIOS-ESCUELAS DE AGRICULTURA, 271 dríamos proceder, y cual es el proyecto que tengo el honor de someter á vuestro estudio. Si acudimos á las personas que poseen recursos suficien- tes y alta representación social, ño sería difícil conseguir lo suficiente para comprar una pequeña finca de campo, dentro Ó cerca de alguna de las poblaciones veraniegas que rodean á nuestra Capital.—No olvidando elegir por su mejor clima en- tre las que se encuentran hacia al S. O.—El edificio que fuese necesario construír ó adaptar para el reducido grupo de niños que al principio se asilaran, no costaría una gran suma, y el sostenimiento se haría: en parte también por donativos y en parte por los productos que proporcionara la explotación de la misma finca. Además, es casi seguro que, en el momento que á este proyecto se le diese forma bien definida, podría obte- . nerse una subvención del Gobierno; y todo esto se facilitará más aun, si el I. Congreso que me honra con su atención, co- misiona á un grupo de personas para que estudie mi proyecto hasta perfeccionarlo, y dirija en seguida sus esfuerzos á con- seguir los subsidios mencionados. Me atrevería á decir, que tal vez encontráramos ya bas- tante avanzado en este camino: en efecto, en uno de los sitios más poblados, precisamente hacia la región que he señalado, existe una preciosa finca con casa amplia y rica, y un bellísi- mo jardín sombreado de árboles corpulentos, y esta finca, hace algunos años que fué donada por su filántropo propietario pa- ra la beneficencia de los menesterosos. Como no se ha deter- minado aun sobre la forma en que deberá cumplirse la volun- tad del benefactor, no ereo muy aventurado suponer que podría obtenerse para un fin tan noble. Para nuestro objeto, no se requeriría por ahora cosa mejor, y esa hermosa casa quedaría convertida por la caridad en un verdadero templo, en donde los consuelos que recibieran los pobrecitos niños débiles y en- fermizos, se elevarían como la más pura de las plegarias hacia el Altísimo; y así como las grandes ciudades, muestran con 272 DE. D. VEBGARA LOPE. orgullo las agujas elevadas de sus catedrales y las doradas cú- pulas de sus capitolios para dar una prueba de su civilización, poderío y grandeza, podríamos presentar este Asilo de niños desvalidos, que por su objeto aparecería no menos grandioso y bendito que todas las catedrales del Orbe. Con qué placer veríamos ahí ese grupo de pobrecitos y delicados niños, circu- lar sonrientes todo el día por las callecillas del gran jardín, vestidos y aseados, cultivando las hermosas flores, construyen- do rústicas cabañas bajo los árboles y nutriendo su alma con las máximas y ejemplos de la más sana moral. Logrado el establecimiento de este pequeño sanatorio, ha- bríamos dado el primer paso para llegar á la realización de mi proyecto en toda su magnitud. Para este primer paso, basta- ríanos obtener la casa de campo á que hice referencia, ó un terreno más ó menos amplio situado por ejemplo, entre las fértiles y foridas huertas de Tizapán ó San Angel; en donde los enfermitos tendrían además de cuidados médicos, etc., el aprendizaje y la práctica de la jardinería, la floricultura y tal vez la horticultura. Pero supongamos que nuestros propósitos son acogidos con positivo entusiasmo, y que desde luego, ó más tarde, en frente del buen éxito obtenido, estuviésemos en aptitud de comprar un gran terreno ó una verdadera hacienda, agrícola, que realizara nuestro ideal por su amplitud, situa- ción y topografía, como las haciendas de Eslava ó de la Caña- da en las vertientes del Ajusco, entonces habríase llenado mi desideratum. Bien dirigida y administrada una verdadera hacienda de labor, se obtendrían utilidades más ó menos cuantiosas, que se emplearían forzosamente en la formación y sostén de un pequeño sanatorio construído en sus terrenos. No serían ya solamente pequeñuelos los que ahí se albergasen, sino jóvenes capaces de tomar parte en la labranza y demás trabajos nece- sarios en una de estas haciendas; sujetos por supuesto á las NIE 1 de ACI SANATORIOS-ESCUELAS DE AGRICULTURA. 273 prescripciones del médico que normaría la cantidad de trabajo, y á la dirección técnica de un agricultor profesional. No sería por supuesto el objeto establecer un plantel á se- mejanza de la Escuela Nacional de Agricultura y formar ver- daderos ingenieros agrónomos; nuestro programa obedecería siempre á la idea de salvar de su miserable estado á seres en- fermizos ofrecidos como víctimas á la tuberculosis, y darles además la educación y oficio que más convienen á su estado constitucional y aun al medio social en que los colocó su naci- miento; hacer de ellos hombres útiles, que repartióndose des- pués por todas partes puedan llevar su valiosa ayuda á los campos de labranza de nuestro país. En un establecimiento así creado, podría fundarse al mis- mo tiempo un pequeño sanatorio de paga para un corto núme- ro de enfermos, y esto, además de poder llegar con el tiempo, á servir de poderosa ayuda para la beneficencia de los pobres, podría ser como un ensayo y la base para la fundación de grandes sanatorios, como los que existen en Alemania, Suiza, los Estados Unidos, etc.; cuya utilidad se encuentra perfec- tamente bien demostrada. * * Y He terminado. Altamente reconocido, doy á ustedes las gracias por la atención que me han dispensado, y en nombre de la Sociedad Científica “Antonio Alzate,” que me otorga el honor de hacer suya mi proposición, pido respetuosamente á esta Honorable Asamblea, nombre una Comisión que se sirva dictaminar sobre mi proyecto, perfeccionarlo, y estudiar los' medios más adecuados para llegar á su realización. México, Enero de 1906. Mem. Soc. Alzate. México. | T. 23 (1905-1906)—-35. 274 Dr. D. VERGARA LOPE. Extracto del discurso pronunciado por el Dr. Licéaga, sobre el tema iniciado en la Memoria anterior. La importancia de este tema, fué encarecida por el Sr. Dr. Licéaga, quien en esos momentos presidía los trabajos de la Sección de Higiene: se expresó diciendo que en el fondo, en la memoria leída por el Dr. Vergara Lope, se pedía Ó se mos- traba la conveniencia del establecimiento de sanatorios para tuberculosos, los que por desgracia no existen aún entre nos- otros, porque, como se decía en dicha memoria, la beneficen- cia en México, no estaba aún, en realidad, con los elementos suficientes para establecerlos; que la forma aconsejada por el autor del tema, tenía la doble ventaja de proponer una mane- ra que haría prácticamente más realizable la fundación de los , sanatorios, y de pedir su establecimiento para los niños, entre quienes es más fácil contraer la tuberculosis, y en los que ata- cando el mal en el momento de la invasión ó modificando ven- tajosamente su mala constitución, se tiene mayor seguridad de arrancarlos á esta terrible enfermedad; que por todos estos motivos, deseaba que la simiente sembrada por el Dr. Vergara Lope, germinara en buen terreno y no se perdiese. Refirió el Dr. Licéaga, que él había tenido oportunidad de ver en Boston, E. U., los llamados “Campos para Tubercu- _losos.” En una elevada colina desde donde se disfrutaba de un hermosísimo paisaje, se levantan tiendas de campaña, en las que viven los enfermos durante toda la época del año en que pueden resistir impunemente á la intemperie, sin más abrigo que esas tiendas, por lo común hasta el mes de Septiembre. En las mismas tiendas establecen cocina y cuanto les es ne- cesario para no abandonar aquel sitio, en donde reposando so- SANATORIOS-ESCUELAS DB AGRICULTURA. 275 P bre chaisselongues, reciben el beneficio de la vida al aire libre, que tanto bien les hace. En el clima de la Mesa Central de México, por lo general tan benigno, esta especie de campamentos para los tísicos, debe ser indudablemente más factible y más útil, porque los enfermos podrán desafiar la intemperie una época mucho más grande del año. Agregó el Dr. Licéaga, que así como lo hacía el Dr. Ver- gara Lope, él sembraba esta otra semilla, deseando que ger- minara y fuese útil. Es bien sabido que el Dr. Licéaga, ha hecho desde hace muchos años, interesantes estudios sobre el clima de la Mesa Central y demostrado su eficacia sobre los enfermos de tu- berculosis. En Agosto de 1890, presentó un eserito muy nota- ble, titulado: “La Mesa Central de México, considerada como estación sanitaria para los tísicos.” La Sección de Higine de la primera Asamblea Médica “Pedro Escobedo” penetrada de la importancia de este tema, encargó á la Sociedad Médica del mis:mo nombre, que estudie estos proyectos así como la manera de llevarlos á la práctica, SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '“ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. MODIFICACIONES A LA DETERMINACIÓN DEL AZIMUT ASTRONÓMICO POR EL INGENIERO ANGEL GARCIA CONDE, M. $, A, Como anteriormente en el tomo 21 de estas Memorias (pá- ginas 35-63), publiqué un trabajo sobre la manera de determi- nar el Azimut Astronómico, y como de entonces á la fecha he encontrado unas transformaciones especiales á las expresiones finales, valiéndome solo de un ángulo auxiliar y siendo estas modificaciones muy importantes para el cáleulo que lo simpli- fica mucho respecto de como está presentado, paso en seguida á exponer en qué consiste la referida transformación. En el capítulo 1* de Zenitales iguales de tres estrellas, se encuentra la expresión (e)... ¿AMA VA sen [m—3 (9+9”) ] y send (9—0”) cos 4 (040) sen 4 (g—g”) sen $ (9—0”) cos $ (04+0”) sen 3 (g—g”) si se hace el segundo miembro igual á tang (1—45) y se in- vierten los términos de dicha expresión de tal manera que se tenga : 278 ANGEL GARCÍA CONDE. IA EU sen e 3 ( 000 ] tang (1-— 45) se obtendrá fácilmente: tang [m— (+9+1 (9 +9”)]_14tang(v—45) tang 4 (==) —1—tamg (ue -45) = lang p de donde se tiene: (A). ..tang [| m—(3 9+1 (9 +9”)) ] = tang ». tangi(9 +9”) expresión que unida á _son $ (09) 008 $ (040) sen (9—9) (B). NL ias ol Dios olaaa”) resuelve el problema. Para comprobarlo apliquemos las rela- ciones (A) y (B) al ejemplo que consta ya en lo publicado. La cantidad que allí se llamó V, es la que aquí se ha desig- nado por tg (u—45) y tomando también de dicho ejemplo los datos g 9” y y” tendremos: yg=341 10 30.00 y” =175939" 20.00+ ”=160 48 50.004 g +9” =336 28 10.00+ (4 —g9”)= 14 50 30.00+ (g=9”)= 3 42 37.504 (9+9”)= 84 07 02.50+ $ 9=170_85 15.004 39+1(9'+9”)=254 42 17.50 1 4 DETERMINACIÓN DEL AZIMUT ASTRONÓMICO. 279 tg (u—45)...... 9.326 5790+ tg (1—45)—....11 58 33.594 + 45 p= 56 58 33.59 tang y. 0.1870696-+ tang + (9 —9”)-- - +8.81190874 tg [m— (49+4(9 +9”) )].-- 8.99897834+ m—($9+1(9 +9”) = 5%41'50.15+ = 254 42 17.504 m= 260 24 07.65+ El valor obtenido antes era m=260 24 08.33, resultados casi idénticos como se ve. Es fácil ver cómo quedarían las ex- presiones (P) publicadas, haciendo en las (A) y (B) las con- sideraciones respectivas. En el capítulo 2? de Zenitales Iguales de cuatro estrellas, las expresiones que resuelvan el problema según las refor- mas que ha sufrido hoy el método expuesto en el capítulo 12, serán: do lado) _sen $ (0—0?) cos Y (04 0”) sen $ (9”—g”) sen 4 (9— am) COS 4 (9+ 9?) sen >] (g—J”) tg [ (m—4 (g+9+9"+9”) ]= =19 1 t9 1 (9+9)—9"+9”) ] Si esta modificación no fué oportuna, al menos es real é importante, y por eso me apresuro á hacerla conocer. (A) Jalapa, Febrero 1906. 014) 0 Y 1 SOCIÉTE SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.'”” MÉMOIRES, T. 23 NOTAS SUBRE EL CULTIVO Y BENEFICIO DEL CAFE, Por el Ingeniero _ MANUEL MONCADA, M. $, A, Se dice que el café fué traído de Arabia por un oficial francés á la Isla de Guadalupe, Antilla francesa; que la trave- sía fué muy larga y el oficial compartía con sus plantitas de café la ración de agua que recibía; que solamente dos sobre- vivieron; pero que se reprodujeron tan admirablemente en la citada isla que al cabo de algunos años los cosecheros le rega- laron cien mil francos en premio de su celo; y que de esas dos plantitas proviene todo el café que ahora hay en la zona tropi- cal de América, El café, como otras plantas, requiere zona apropiada y con- diciones climatéricas especiales, fuera de las cuales da poco fruto ó de mala calidad. En algunos lugares de nuestro país se cosecha un café magnífico que compite con el Moka, tales son Uruapan, Coli- ma, Córdoba y algunos otros. Pero en lo general el café me- xicano es muy bueno y superior á los del Brasil, Guatemala, Honduras, ete., y si no ha podido aún competir ventajosamen- te con ellos, es por la carestía de producción, principalmente en fletes, pues esos países tienen vías fluviales y ya se sabe que Mom. Soo. Alzate. México. T. 23 (1905-1906)—36. 282 MANUEL MONCADA. el flete por agua es el más barato de todos, y aunque estamos más cerca que ellos de los Estados Unidos, que es el mayor mercado de café del mundo, los fletes son más costosos. Yo he visto arrasar cafetales primorosos, jóvenes, en pleno vigor para sembrar maíz y frijol prieto. Onando la guerra del Bra- sil estalló, se paralizó su industria cafetera, el café subió de precio, muchos emprendieron sembrar cafetales en México; pe- ro perdieron su dinero, pues cuando la guerra terminó el café volvió á bajar. Otra de las desventajas que tenemos es la fal- ta de brazos en los lugares donde se produce, y muchas veces se pierde la recolección por falta de ellos, aun cuando para és- te se emplean también mujeres y niños. Es de esperar, sin em- bargo, que la baratura de fletes facilite más tarde esta buena especulación. Los lugares apropiados para el café están próximos á nues- tras costas, requieren calor, humedad y buena tierra; el frío lo mata, un alre seco no fructifica y en tierra arcillosa da po- co producto. Generalmente se escojen para los cafetales bos- ques de Monte Blanco: el palo blanco se da en terrenos fértiles y se compone de muchas clases de árboles de madera inútil y débil y que apenas se utiliza algunas veces como leña; no hay allí encinos, robles, zapotes, mameyes ú otros árboles de tierra caliente. Estos bosques se desmontan, se queman y allí se establecen los mejores cafetales. Antiguamente se creía (Estado de Veracruz) que el café no nacía en almáciga, y los cafetales nuevos se formaban arran- cando las plantas que nacían al pie de los cafetos y que pro: venían de los granos que de ellos se habían desprendido. Hoy se sabe que nacen perfectamente en semillero como otros granos. Debatida ha sido entre los cafeteros la cuestión de la som- bra: mientras unos sostienen que la planta debe estar expues- ta plenamente á todo sol, otros opinan que debe ponérsele sombra, pues al paso que necesita fuerte calor le perjudican M NOTAS SOBRE EL CULTIVO DELI CAFÉ, 283 los rayos directos prolongados del Sol, por lo que le siembran al lado árboles de-poco crecimiento para que cubran en parte los cafetos. Esta idea es la más generalizada. Si se me pre- guntara mi opinión diría que es casi igual, pues si los cafetos á todo sol viven menos años en producto, cinco ó seis, en cam- bio producen más cosecha que los que tienen sombra, que du- ran ocho ó diez en pleno vigor. Mas como digo, lo general es darles sombra y para esto algunos cafeteros piantan entre los cafetos, arbustos que no tienen más objeto que sombrear; pe- ro otros, y son los más, plantan árboles de poca altura que den fruto y entre estos el preferido es el plátano cuyo. fruto sirve cuando menos para alimento del ganado; se llevan los racimos verdes al pesebre, se pican en pequeños trozos y las mulas y bueyes lo comen con gusto, tan luego como se acostumbran, y engordan bien; no se les debe dar el plátano maduro, pues se ahogan, Los cafetos en tierra arcillosa y los ya viejos (los hay que duran hasta veinte años) dan poco fruto, pero de buena cali- dad, esos son los que generalmente dan el famoso café cara- eolillo y cuyo grano es simplemente la contracción de la baya ó capulín ó fruto que en general tiene dos granos plano-con- vexos unidos por las caras planas, y en el caracolillo ha que- dado uno solo de estos granos (tal vez por falta de fecunda- ción) y ese grano, tendiendo á ocupar el puesto del compa- ñero que falta, se enrosca ó enrolla tomando una forma, casi ovoide. El cafeto, aun en los lugares poco cálidos como Guadala- jara, donde no produce mucho fruto, se emplea como arbusto de ornato en los jardines, pues su verde permanente y hermo- so, lo lustroso de sus hojas, la gracia de sus ramas de blan- quísimas flores y los racimos de sus encadenados frutos, le dan un aspecto bellísimo. Pasemos á la manera de explotarlo como artículo produe- tivo. 284 MANUEL MONCADA. No nos ocuparemos del antiguo sistema de recojer las plan- tas en buenas condiciones que nacen á la sombra de los cafe- tos viejos y proceden de los granos que de ellos se desprenden, por ser este método mezquino en demasía, Semillero. — En cajones ó en el suelo, pero en condiciones convenientes para que gocen del calor, pero poco de los rayos directos del sol, se siembran los granos á una profundidad de 4 6 5 centímetros, sin limpiar, con todo y la cáscara que ya en- juta tiene adherida; cuidando de mantenerlos en una hume- dad moderada pero constante; se entresacan, se limpian, se atienden en fin como cualquiera otro semillero. Al cabo de dos años, cuando ya tienen dos ó tres cruces ó pares de ramas al- ternas se procede al trasplante en Septiembre ú Octubre, en que la atmósfera está más húmeda. Trasplante.—Se elije, como se ha dicho, de preferencia un bosque desmontado, pero á falta de esto cualquier terreno fér- til. Yo he visto hermosos cafetales entre las rocas de la pro- funda barranca de Teocelo cerca de Jalapa. Se deja entre ca- da mata un espacio de 4 ó 6 metros y en el intermedio se siembran con anterioridad los árboles ó arbustos destinados á dar sombra. El hoyo donde se siembran debe tener la pro- fandidad suficiente para que las raíces no queden dobladas y á esto se reduce el acto del trasplante, pues como allí no son necesarios los riegos, no hay que preocuparse por ellos. Limpia.—El cafetal se debe tener limpio de yerbas dañi- nas, para lo cual se trabaja la tierra con azadón cada tres ó euatro meses, calzando el pie de la mata si lo necesita. Algu- nos siembran en las calles que forman los cafetos, maíz ó fri- jol prieto (el trigo y la cebada no se dan en tierra caliente). Se resiembra ó reponen las plantas que no han prendido. A los tres años de trasplantados los cafetos comienzan á ensayar- se y dan algunos frutos; al cuarto la cosecha ya es buena y al quinto está en la plenitud de su vigor. Entonces ya ha alcan- : zado una altura de 445 metros y como á tal altura se hace NOTAS SOBRE EL CULTIVO DEL CAFÉ. 285 difícil la recolección, se les corta la parte superior para que echen más ramas laterales formando en vez de arbustos, ma- bas. Florescencia.—Si en la época en que aparece la flor sopla un viento huracanado, la cosecha es corta, pues mucha flor cae; lo mismo sucede cuando en esa época hay resequedad en la atmósfera, pero eso no tiene remedio. La flor aparece en las ramas secundarias, largas y delga- das, y no simultáneamente, sino empezando por la punta cer- cana al tronco ó rama madre, por consiguiente el fruto no ma- dura á la vez. Recolección. —No madurando al mismo tiempo los frutos hay que irlos pepenando ó recogiendo uno por uno de los que están en sazón, que es cuando del color rojo claro pasan al rojo subido ú obscuro, pues si se deja más tiempo el fruto se desprende y es muy difícil recogerlo. Se emplean para la reco- lección hombres, mujeres y muchachos y se les paga según la cantidad que recogen. Hay necesidad de vigilar la recolec- ción, pues por recojer más los cortadores, dejan las bayas ó frutos altos ó cogen los que no están maduros, los que produ- cen un café malo y de poco peso. La cosecha se dificulta mu- chas veces por la falta de gente y gran parte de ella se pier- de. Se ensayó el sistema de tender mantas bajo los cafetos y sacudirlos pero no dió buen resultado, pues siendo el pedúncu- lo del fruto demasiado frágil caín muchos verdes. Secadero.— Antiguamente se llevaba el fruto á un asolea- dero, como los de los molinos de trigo antiguos, y se exten- día para que se secara la parte carnosa Ó6 pulpa que envuelve al grano; p>ro este procedimiento, aunque daba un café de muy buen gusto, era dispendioso, pues durante los varios días que dilataba en secar, había necesidad de amontonarlo y eu- brirlo con petates cuando llovía ó lleviznaba y extenderlo des- pués y siempre se manchaba algo, pues en vez del verde mar que debe tener un buen grano aparecía con manchas negras, 286 MANUEL MONCADA. y aunque esto no demerita su sabor, se considera como un gran defecto y se deprecia. Ya que estaba bien seco se morteaba en unos morteros ' ó grandes almireces de madera, con pizón ó mano de madera también y ya que se había desprendido la cáscara se aventa- ba como el trigo ó cebada en una era y quedaba listo para en- terciarlo. Hoy se hace todo esto de una manera rápida y el mismo día que se cosecha el fruto puede enterciarse el café. Se echa el fruto ó capulín en una tolva de la cual pasa á unos cilindros que giran lentamente en sentido inverso y lo estrujan despachurrándolo: esa mezcla de granos y pulpa que sale de los cilindros cae en unas planchas que una banda sin fin lleva á una estufa, especie de horno de ladrillo de que- ma continua y del que sale ya seco para caer en unas cribas ó zarandas, donde un ventilador lo limpia. El café así bene- ficiado es menos aromático que el preparado por el sistema antiguo, tal vez porque pierde algo de su aceite esencial en la especie de torrefacción que sufre; pero incuestionablemen- te el procedimiento es más conveniente por más económico. Perdóneseme si digo que, el procedimiento deserito es tan lógico que se me ocurrió varios años antes de queseimplantara, Así como también se me ocurrió el acelerar la madurez de los frutos que estaban próximos á sazonar deteniendo alternativa- mente la circulación de la savia para que diera buen resultado el método de recogerlos tendiendo mantas al pie del árbol y sacudiéndolo. Dificultades que no son del caso referir me 1m- pidieron hacer la experiencia para ver si daba buen resultado. El café enterciado no debe guardarse en bodegas húmedas pues pierde su color verde, se pone blanquizco y sabe mal, al- gunos poco esecrupulosos remedian este aspecto tiñiéndolo, pe- ro este fraude debe ser nocivo á la salud, ; ¿Sería un disparate el sacar el extracto de café y exportar- lo? Así el flete disminuiría grandemente. NOTAS SOBRE EL CULTIVO DEL CAFÉ. 287 NoTAs.—El caracolillo se separa fácilmente echando el ca- fé en una tolva de la que cae y se extiende en un bastidor de lienzo restirado é inclinado á 450, El grano que no es caracoli- llo pronto se asienta sobre su cara plana y se detiene ; mien- tras que el caracolillo que es redondo sigue rodando y cae en una caja especial. ¿No convendría esprimir un tanto la mezcla de grano y pulpa que sale de los rodillos estrujadores? Ese líquido me- nos tendría que evaporar la estufa. Además, como es azuca- rado podría convertirse en alcohol; tal vez costearía. Tacubaya, Enero de 1906. e 5: 0 a SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '“ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23, UN CASO DE NEFROLITIASIS POR EL DOCTOR J. J, URRUTIA, M. S, A, (Lámina IV). José María López, natural de Tehuacán, labrador, ingresó al Hospital General del Estado el día 15 de Febrero de 1897 y ocupó la cama núm. 2 de la sala de clínica interna.. Interrogatorio. Refiere el enfermo que hace cerca de un año y medio es- taba en un rancho del distrito de Tehuacán cuidando duran- te la noche á unos regadores. Dominado por el sueño se acos- tó sobre una prominencia del terreno y se quedó dormido; á las dos de la mañana despertó y al ver á uno de los trabajado- res que también dormía, tomó él la pala y se metió al agua pa- ra dar ejemplo. Al día siguiente tuvo calentura y un dolor vivo en la re- gión lumbar, irradiado al hipogastrio. Después de dos ó tres días desapareció la fiebre; pero el dolor, situado en la región lumbar, del lado derecho, no se ha desterrado por completo y solo ha logrado alivio pasajero. En aquellos días el enfermo no pudo percibir modificaciones en la orina, aunque sí afirma que no arrojó sangre ni cálculos. Padeciendo este dolor agudo, punzante, que le priva del Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906) —37. 990 DE. J. J. URRUTIA. sueño y le ha heeho perder el apetito ha venido luchando año y medio, sujeto á múltiples tratamientos que le han impuesto los médicos de Tehuacán. Al principio podía andar, salir á la calle; pero la alimentación incompleta llegó á producir un de- bilitamiento tal que se vió obligado á guardar cama desde hace sels meses. No acusa ningún otro síntoma que haya observado duran- te el curso de su padecimiento, excepto alternativas cortas de diarrea. Estado actual, El dolor es agudísimo, punzante, aumenta por la presión y la defecación y se irradia al hipogastrio y á la ingle del mismo lado derecho. El paciente se coloca siempre en el decúbito dor- sal y acostado sobre el vientre el dolor crece. No señala alteración alguna de su orina, únicamente le pa- rece disminuida la cantidad que arroja en las 24 horas. El apetito es nulo; pero la digestión es normal. Los sínto- mas generales son muy poco marcados, acusa debilitamiento é insiste en que el dolor no lo deja dormir. Antecedentes. Casado, de 55 años de edad, ha tenido varios hijos todos sanos, ha trabajado en labores de campo desde niño y jamás se ha visto en la miseria, siendo dueño en la actualidad de al- gunas tierras. De costumbres morigeradas ¡amás ha abusado de bebidas alcohólicas. De buena constitución, solo recuerda haber pade- “cido de joven un tifo y una blenorragia. No ha tenido sífilis, ni manifestación alguna de artritismo, ni cólicos. No existen antecedentes hereditarios. UN CASO DE NEFROLITIASIS. 291 Examen físico. El enfermo sumamente delgado, exangúe, se halla en el de- cúbito dorsal y su rostro revela gran sufrimiento. Su lengua húmeda, un poco saburral. No hay estigmas de sífilis. En la región inguinal derecha hay un pequeño ganglio infartado. Su pulso es débil; pero lleno y rítmico. Temperatura 3697. A la inspección parece que la región lumbar del lado de- recho está aumentada de volumen, como que se ha borrado la curvatura normal. Se ven aún señales recientes del termo- cauterio. La región del lado izquierdo no presenta nada de particalar. Por la palpación se exagera el dolor y el enfermo da de gritos. El dolor no está limitado á un punto sino que se extien- de á una pequeña zona. Profundamente se percibe una vaga y dudosa sensación de fluctuación. Palpando la región abdominal, cuyas paredes se encuen- tran hundidas á consecuencia del adelgazamiento, se siente al nivel del hipocondrio derecho y profundo un tumor pequeño, liso, duro y fijo. A la vez se procura el dolor y el enfermo se queja. La exploración de los demás órganos no dió datos. Orina. La orina tiene un color amarillo claro, es límpida; pero en el fondo del vaso hay abundante sedimento opaco, mucoso. Al pasar la orina de un depósito á otro toma aspecto turbio, blanquizco, debido á la mezcla con el sedimento. El examen químico no se hizo; pero el microscópico indicó la presencia de gran cantidad de glóbulos de pus, celdillas epiteliales estra- tificadas de la pelvis y el estafilococo en abundancia. No se halló bacilo de Koch. 292 De. J. J. URRUPEA. Se hizo en la región lumbar una punción exploradora que dió unas gostas de sangre pero no pus. Marcha de la enfermedad. Durante el mes de Febrero y principios de Marzo, el esta- do del paciente no ofreció variación notable. Las temperatu- ras oscilaban 369 4 3795, el dolor con igual intensidad y para calmarlo se recurrió á las inyecciones de morfina. En la segunda semana de Marzo volvió la diarrea, la cual pronunció el estado caquéctico. En vano se intentaron diver- sas medicaciones, el número de evacuaciones, serosas, albinas, en las 21 horas no era menor de 18. El enfermo se agotaba rá- pidamente, el ganglio que existía en la ingle creció y producía por compresión dolores intensos á lo largo de la pierna, lo que aumentaba su sufrir. La respiración se hizo muy lenta, el pulso débil, muy len- to también, la temperatura descendió hasta 3991. La lengua se conservaba húmeda y un poco saburral. - El día 28 de Marzo sobrevino la anuria, la temperatura era de 3406 y la postración tal que el enfermo no se quejaba ya. El 29 continuó la anuria, la respiración y el pulso se hicieron imperceptibles y por fin murió en el coma. Autopsia. El riñón derecho crecido y con fuertes adherencias á los tejidos vecinos que presentaban señales de degeneración. El urétere muy grueso y alterado. Al procurar despegar el riñón escurrió una gran cantidad de pus flegmonoso, proviniendo del tejido conjuntivo perinefrítico. Después de algunos esfuerzos y haciendo uso del bisturí y hasta de la sierra se logró sacar el riñón, el cual estaba com- pletamente invadido por la supuración. Se hizo un corte y se vió que el pus estaba colectado en focos de número y volu- men muy variables y la pelvis dilatada, obstruída por un cál- UN CASO DE NEFROLFIIAS]S. 293 culo triangular, de coloración negruzca, superficie rugosa y de notable dureza. En el parenquima existía otro cálculo chi- co, muriforme, del mismo color y consistencia, En la cavidad abdominal había otros ganglios infartados. El pus del abceso perinefrítico estaba localizado y no existían trayectos fistulosos. El riñón izquierdo tenía la adherencia normal, Al palpar- lo nos llamó la atención su dureza y cortándolo nos encontra- mos en su interior un enorme cáleulo que ocupaba cas1 todo el órgano, cáleulo de una coloración amarillosa, arborescente y que podía perfectamente compararse al coral. Además el pa- renquima renal reducido á una lámina é infiltrado de pus. El resto de la autopsia negativo. El cálculo hallado en el riñón izquierdo pesa 58 gr 90 y su diámetro mayor es de 9 centímetros. Al sacarlo se rompió y pudo verse que estaba formado de capas alternadas y un nú- cleo de color obscuro, Probablemente el núcleo es de ácido úrico y las capas de oxalato de cal, urato de amoníaco ó fos- fatos terrosos. No se ha hecho análisis químico. El cálculo grande del riñón derecho pesa 11 gr 30 y su diá- metro mayor es 38 milímetros. El chico pesa 2 gramos y su diámetro mayor es de 25 milímetros. El diagnóstico de la pielo-nefritis y el abceso perinefríti- co se hizo; pero la verdadera causa, la litiasis renal, fué reve- lada por la autopsia. Este caso comprueba que conereciones voluminosas pue- den descanzar largo tiempo en la pelvis del riñón sin causar lesiones fegmáticas; porque pienso que los cálculos hallados fueron anteriores al principio aparente del padecimiento. El enfriamiento sufrido aquella noche fué causa determinante de la eclosión de una pielitis, la cual tiene precisamente ese prin- cipio brusco de fiebre, dolor, etc., que nos narró el enfermo. 994 Dr. J. J. URRUTIA. UN CASO DE NEFROLITIASIS. El enfermo no murió de uremia, no tuvo convulsiones, eri- sis epileptiformes, respiración de Cheyne—Stokes, lengua de Guyon, etc., de la uremia aguda; ni las hemorragias, nevral- gías, erupciones polimorfas, etc., de la crónica. Turbada sí en alto grado la función urinaria, es eviden- te que había intoxicación por los principios que permanecían en el organismo sin ser eliminados. Claudio Bernard y Beres- nil han demostrado que en los animales á quienes se quita los riñones, la eliminación de la urea se verifica por el tubo diges- tivo. Las perturbaciones digestivas son, en efecto, muy fre- cuentes en la uremia y así podemos explicarnos el fin de este enfermo. Presa de la intensa diarrea, consecuencia de la in- completa función renal y de la supuración, cayó en ese estado de caquexia conocido con el nombre de tisis renal. Toda su vi- da bebió agua de Tehuacán. Puebla, 7 de Enero de 1906. AAA — > OIEA 2 22200 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MEÉMOIRES, T. 23. TEORÍA Y USO DEL PLANÍMETRO POR EL INGENIERO DE MINAS ANDRES VILLAFAÑA, M. $, A. (Láminas V y VI). El deseo de contribuir en el límite de mis escasas aptitu- des, al conocimiento y aplicación del planímetro, me han im- pulsado á presentar este trabajo á la Honorable Sociedad '“An- tonio Alzate.” En este concepto he hecho, más bien que algo nuevo, una recopilación de las teorías y modelos de planímetros más razonados y propios para su objeto. Explicado así mi pensamiento solo me queda manifestar que me consideraré recompensado por mi trabajo, si realmente he prestado un servicio á mis compañeros de profesión. ee Se da en general el nombre de planímetro á los instrumen- tos que se emplean en la determinación geométrica de las áreas de las figuras planas. Su arreglo consiste en que mientras que con una punta fina se recorre el perímetro de la figura cuya superficie se busca, otra punta, ligada convenientemente á la anterior, recorre é indica espacios proporcionales á la superfi- cie de las diversas porciones de la figura cuyo perímetro se ha recorrido. 206 ANDRES VILLAFAÑA. Para ligar convenientemente las dos puntas de un planí- metro se ha recurrido al principio de que toda superficie pla- na puede considerarse como el producto de dos factores, de los cuales uno puede tomarse arbitrariamente haciéndolo cons- tante, y el otro, que necesariamente estará en relación con el primero, se obtiene en los planímetros por la indicación de la - punta que proporciona la lectura de él; dependiendo esto últi- mo del conjunto del mecanismo. Como son distintas las propiedades geométricas en que se funda la construcción de cada planímetro, un estudio de esta clase de instrumentos no puede guardar uniformidad en la ex- posición de sus descripciones y teorías, y es por lo tanto indi- ferente adoptar la marcha que se quiera al tratar de ellas. Des- pués de haber expuesto la difinición y arreglo en lo general, me ocuparé de los de Wetli y Starke, Gamella y Ámesler. Planímetro de Wetli y Starke.—%Se compone de dos partes: una fija y otra movible sobre la primera; la fija consta de una placa metálica A (fig. 1) con la que forman cuerpo tres guías a. a. a. que soportan la parte superior movible por tres peque- ñas ruedas b. b. b,; sobre uno de los lados de la placa fija se levanta otra que lleva parte del sistema contador como di- ró después. La parte superior apoyada sobre las ruedas indi- cadas b. b. b. se compone de una regla c. c. armada de la pun- ta con que se recorre el perímetro de la figura cuya superfi- cie se va á determinar; esta barra se mueve horizontalmen- te y en sentido perpendicular á la placa de soporte entre cua- tro ruedas d. d. que tienen sus ejes fijos y verticales. Un hilo metálico ó de seda sin torción e e, tendido paralelamente á la longitud de la regla, está fijo por sus extremidades á ella y se pone en tensión por medio del tornillo y: este hilo da una so- la vuelta en un cilindro que puede girar alrededor de un eje vertical que se apoya sobre una pieza fija al bastidor de la par- te movible; este movimiento giratorio se comunica al disco de cristal B. Una rueda C lenticular que descansa por su peso TEORÍA Y USO DEL PLANÍMETRO, 297 sobre el disco, siendo tangente á su plano y formando con la varilla D un solo cuerpo puede girar alrededor del eje de es- ta última, la cual se apoya por sus extremos en el bastidor E. Se puede levantar este bastidor y quitar el contacto de la rue- da C y el disco B, por un movimiento del primero alrededor del eje L.L. que une la parte movible con el aparato contador y sirve para corregir lateralmente la posición de la varilla D, Con lo anterior se comprende que el aparato puede efec- tuar dos movimientos: uno según las guías a. 4. a. Ó movi- miento longitudinal y otro de rotación del disco de cristal, ha- ciendo deslisar la regla entre sus ruedas de guía; el hilo se enrolla entonees por un lado y se desenrolla por el otro en el cilindro vertical, haciéndolo girar de modo que cada punto de su sección recta recorra un arco igual en longitud al camino recorrido en línea recta por la punta P. Este movimiento de rotación es transmitido al disco lenticular C, en virtud de una especie de engranaje que se establece entre la periferie de es- te disco y la superficie del inmediato inferior. A causa de este movimiento de rotación, el punto de contacto de los discos describe sobre la placa [en cada posición del eje de esta últi- ma en la recta que puede recorrer por el movimiento de trans- lación] una circunferencia cuyo radio es la distancia de dicho punto de contacto al centro de la placa; siendo nula para el caso en que estos puntos coinciden. El movimiento de la rue- da lenticular y de las piezas que con ella forman cuerpo, se co- munica por medio de un piñón á la rueda contadora, cuya lí- nea de fe se halla fija en la parte superior del montante. Graduación del contador.—La rueda K está dividida en 120 partes iguales, numeradas de diez en diez, y la semicircunfe- rencia 1 lo está en tres partes iguales, y cada una de ellas sub- dividida en cien partes, numeradas también de diez en diez. La aguja indicadora correspondiendo á esta graduación recorre la tercera parte de ella, esto es, el espacio comprendido entre dos ceros, en el mismo tiempo que pasa una división de la Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906)—38. 298 ANDRÉS VILLAFAÑA. rueda K por debajo de la línea de fe correspondiente. Cada una de estas últimas divisiones corresponde á un centímetro cuadrado, y por consiguiente, cada una de las del arco 1 á su centécima parte, que es un milímetro cuadrado. Teoría y uso.—Sea MNRO (fig. 2) un rectángulo cuya área se trata de medir: disponiendo el dibujo y el planímetro en un plano lo más horizontal que sea posible, se sitúa el ex- tremo inferior del estilo sobre el vértice M., y levantando la armadura de la varilla se hace girar á ésta, á fin de establecer la coincidencia del cero de la rueda graduada con su línea de . fé, haciendo al mismo tiempo que una de las agujas indicado- ras señale una de las divisiones cero del arco dividido; supon- gamos además que la altura N R del rectángulo es exactamente paralela á la dirección de la varilla v. Poniendo en movimiento á la regla de modo que la punta del estilo recorra exactamen- te la base M.N=0 del rectángulo, se habrá desarrollado una longitud b en el hilo, y cada punto de la sección recta del tam- bor habrá recorrido un arco igual á b, correspondiendo en el punto de contacto de los discos ánna circunferencia cuyo radio R es la distancia de m al centro de la placa: por lo tanto, si re- presentamos por A la longitud de este arco y por r el radio del tambor, se tendrá la proporción A:R:: b:5r; de la que resulta Ue El valor del arco A estará representado en el contador por las indicaciones de la línea de fe en la rueda móvil y de una de las agujas indicadoras en el arco dividido. Llevando el es- tilo de Ná-R, la aguja y la línea de fe continuarán marcando el valor del mismo arco, toda vez que, como sabemos, la rueda m no gira en el movimiento de translación del aparato. El disco habrá pasado entonces de la posición P á la P” y su centro al otro lado de m. Llevando después el estilo de R á Q, el disco gira en sentido contrario, pero la rueda lenticular en el mismo que en la primera posición; y el cero de la rueda del contador recorre, á partir de la graduación que marcaba el 'DEORÍA Y USO DEL PLANÍMETRO. 299 A — _______ A A valor del arco A y en el mismo sentido, otro arco 4,” para , R'b ] el cual se tiene como antes A*”= , correspondiendo al ra- dio R.? El contador señalará por lo tanto un arco y) ? apar ED DB) r r Observando que la suma de los radios R y R” es igual á la distancia de posiciones sucesivamente ocupadas por el cen- tro del disco (Greometría, Teor.), y que esta lo es á N R=a4, se tendrá: Para que el arco total recorrido en el gontador represente el área del rectángulo, el constructor ha dispuesto los engra- najes y los radios de las distintas ruedas de modo que r corres- ponda á un centímetro cuadrado, y por consiguiente expresa en centímetros cuadrados el área del rectángulo. Si en las posiciones P y P” (fig. 3) el centro de la placa quedase al mismo lado de m, el movimiento de esta rueda ten- drá lugar en sentidos contrarios para ambas posiciones, y la lectura final estaría dada por la expresión A TO o Y pero entonces serían tangentes interiormente las circunferen- cias descritas por m, y la distancia de los centros, siempre igual á la altura del rectángulo, lo sería también á R—R (Greom.), resultando como antes Así el área del rectángulo estará siempre representada en cen- tímetros cuadrados por la lectura final del contador. 300 ANDRÉS VILLAFAÑA. Puede obtenerse el área del rectángulo sin previa coinci- dencia de los ceros, observando la lectura que marca el con- tador en la posición inicial U del estilo y el que señala al lle- gar al punto Q. la diferencia de estas lecturas será la expresión del área del rectángulo. Se comprende que estos principios pueden generalizarse para una figura de perímetro irregular cualquiera. Planímetro de Gamella.—En la figura 4 que representa el conjunto del aparato, se ve un zócalo ó plataforma A. A. que tiene dos bordes salientes con sus canales que sirven para guiar las ruedas 0. b. de un carro, en la parte que son parale- las, puesto que no lo son en toda su longitud. Otra rueda b? se mueve en la guía y. Sobre el carro se encuentra un disco de cristal D que puede girar en su plano, que es paralelo al de la figura por cuadrar. Hay también sobre el carro una varilla B que puede deslizarse en sentido exactamente perpen- dicular al del movimiento del carro sobre sus guías, para lo cual pasa por las ruedas horizontales a. a. a. a. que le sirven de guías. La punta P está fija en un extremo de la barilla B.; un hilo fino de plata ó de seda está tendido entre los extremos de la varilla B. y se enrolla en el tambor £, estando este últi- mo unido invariablemente al disco D; de modo que movién- dose horizontalmente B. el disco girará en un sentido ó en el contrario según que se obre sobre P. por impulsión á la 1z- quierda ó por tracción á la derecha. Un cuadrante z normal al plano de la plataforma A. A. está sostenido por los piés de- rechos ó soportes £. 8. fijos á aquella, y el disco Z sostiene un bastidor por medio de los tornillos a a.” En el bastidor gira, apoyado en dos lados opuestos, un eje que sostiene un disco de vidrio d, perpendicular al D, sobre el cual se apoya como se ve en la figura. El disco menor se mueve con su eje al cual está tijo y por medio de un juego de ruedas dentadas comu- nica el movimiento á los índices Q y q, que señalan en el cua- TEORÍA Y USO DEL PLANÍMETRO. 301 drante Z, el uno el número de vueltas y el otro las fracciones de vuelta del disco D. Resulta pues, que moviendo lateralmente la barilla B, no solo girar al disco D, sino que merced al contacto con d éste glrará sobre su eje y comunicará su movimiento á los índices Qy2 Teoría.—Para comprender como con este aparato se rea- liza lo que se propuso su autor, basta suponer que el eje de las y es paralelo á las guías y. y.” y que el eje de las x lo es á la barilla B. En este supuesto, el índice (Q) permanece inmóvil, aunque se haga deslizar la varilla, en los siguientes casos: 1? Cuando el disco d es tantente en el centro al disco D; y en esta posición particular la punta P descansará sobre el eje instrumental de las . 2? Cuando el movimiento consiste tan solo en deslizar el carro sobre las guías y, y”; porque entonces la varilla B se moverá paralelamente á sí misma: la punta P recorrerá entonces una paralela al eje de las y; y si con la mis- ma punta se recorre el propio eje, se deberá tener el índice Q en el cero del cuadrante. Además, la velocidad de la punta y debe variar necesaria- mente en proporción á la ordenada y, porque la velocidad del disco d en su circunferencia es evidentemente igual á la del dis- co D. en el punto de contacto, y esta es proporcional á la distan- cia del centro al referido contacto; distancia que no' es otra cosa que la ordenada y. Ahora, al moverse el carro sobre las guías y y” se prepara uno de los factores de la superficie (distancia del punto de contacto al centro del disco motor D) que se multiplica luego por el otro al moverse entre sus guías la varilla 5. El resul- tado del producto se irá expresando sobre el cuadrante gra- duado de modo que al cerrarse un polígono, volviendo la pun- ta P á su punto de partida se obtenga en el cuadrante el re- sultado de una verdadera integración. Si llamamos r el radio del tambor t, llamando y? la distan- 302 ANDRÉS VILLAFAÑA. cia del punto de contacto de los discos al centre y a el arco ó camino recorrido por D á la distancia y; podremos establecer la siguiente proporción: ASE supuesto que los radios son proporcionales á los arcos rectifi- cados, y que el deserito por D. con radio r es precisamente lo que se mueve la varilla entre sus guías, es decir z. De la proporción resulta: a == e; y como el disco d no hace sino recibir en su circunferencia durante el movimiento espacios como a, resulta que al trasmitirlos á las agujas éstas marcan en el cuadrante espacios proporcionales al producto zx y, puesto que r es constante. Supongamas que en la figura 5 las dos rectas perpendiculares Ox y Oy representen los dos ejes instrumentales del planímetro descrito, y que la punta P. se encuentra en M: según lo expuesto, el índice marcará en el cuadrante un arco cuya magnitud será proporcional al pro- ducto x. y. de las coordenadas ortogonales de M. Cuando con P. se recorra el contorno de una figura plana, cerrada, cuya ecuación sea en general y (1) = 0; se tendrá marcado en el cuadrante, en el momento que se señale un punto de coorde- nas generales x é y, un arco proporcional al producto ó rec- tangulo x. y.; de modo que al volver P. á su punto de partida, después de haber recorrido todo el perímetro se tendrá preci- samente señalado en él cuadrante un valor proporcional á la suma de estos productos, ó sea proporcional á la diferencia entre dos integrales de la forma: fr. acia, - comprendidas entre los límites de los valores de y que corres- ponden á las ordenadas extremas de la figura. TEORÍA Y USO DEL PLANÍMETRO. 303 Sean R y R' los dos puntos del contorno que corresponden á los valores mínimo y máximo de x, los cuales son: =a4u y x=b. Evidentemente que tratándose de na figura convexa, enteramente cerrada, habrá para cada valor de x dos valores de y, uno mayor que el otro, y solo para =au é y =b habrá un solo valor de y. Si por ejemplo el punto de partida de la punta P. es k, al recorrer de Rá-R” pasando por U, se mar- cará en el cuadrante un arco proporcional á la superficie re- (47 presentada por e Ym dl. 1; en la que Yn representa cual- b quiera ordenada de las mayores. En el trayecto de R* á R pasando por abajo se restará de la anterior la superficie repre- 1) sentada por 0 Y» dl. x, en la cual y, representa uno delos Q valores menores y. Terminada la operación, cuando la punta P. vuelve á su punto de partida, el cuadrante registrará á la a b superficie: s= il Yn dz. -/ Yn dl. 2; que es preci- J) db a samente el área de la figura cerrada en cuestión. Se puede arreglar las divisiones del cuadrante de modo que se lean di- rectamente centímetros y milímetros cuadrados. Prueba de un planímetro.—El constructor debe rectificar con sumo cuidado y exactitud todos los planímetros que expi- da, porque quien lo emplea tiene pocas rectificaciones á su disposición. Si el mecanismo no funciona debidamente debe desechar. se. La perpendicularidad entre los dos movimientos de la punta P., el ser necesariamente plana la superficie del disco D, la perfección en el torneado del disco d, etc., son condicio- nes que si faltan, no pueden ser suplidas por el operador: éste solo puede convencerse de que el conjunto del aparato dé re- sultados satisfactorios. Para ello se dibuja con esmero un rectángulo cuya superficie es fácilmente calculable y se com- 304 ANDRÉSV ILLAFAÑA. para con la que da el instrumento; esta prueba se facilita mucho empleando un rectángulo de metal cuya superficie se conoce ó se puede determinar fácil y exactamente, y cuyo contorno se recorre con la punta P. Si la prueba da buen re- sultado se está seguro que todas las piezas del mecanismo llenan bien su objeto, Para poder afirmar que un planímetro está correcto se ad- mite + 31, como tolerancia entre las superficies calculada y medida, siendo los errores en + sensiblemente iguales á los en —. Si las medidas dan resultados constantemente mayo- res que las superficies calculadas, se deduce que el diámetro del tambor t es un poco mayor que el debido; y viceversa en el caso contrario. Si los errores siendo en el mismo sentido son pequeños, se pueden corregir casi completamente esco- giendo alambres de diferentes diámetros: más finos en el pri- mer caso, más gruesos en el segundo. Cuando las diferencias son fuertes y en ambos sentidos, debe desecharse el planíme- bro porque no es preciso. PLANÍMETRO POLAR DE AMSLER. Sus diversas construcciones. Como se comprenderá por lo dicho hasta aquí, el planíme- tro ortogonal es voluminoso, costoso y delicado; de tal suerte que á pesar de su utilidad no se ha generalizado. En el planímetro polar de Amsler se realiza por modo en- teramente original é ingenioso en alto grado los propósitos de Gamella. La denominación de polar le viene de que cuando se recorre un perímetro con la punta destinada al efecto, todo el mecanismo gira alrededor de un punto; que viene á ser un verdadero polo de instrumento. Este está representado en la escala aproximativa de 1 á 2 en fig. 6. "TEORÍA Y USO DEL PLANÍMETRO. 305 Consta esencialmente de dos brazos A y B conectados en- tre sí por medio de la charnela C formada por las puntas de dos tornillos que juntos constituyen un eje de rotación. La rotación de un brazo en torno del otro debe ser fácil, ligera y sin flexión. El brazo A no puede empero girar completamente alrededor del eje C sino que solo puede dar media vuelta, lími- te que según veremos es necesario: en el extremo de A está la punta trazadora F' que sirve para recorrer con ella el con- torno de la figura que se ha de cuadrar: en el extremo de B está fijo el punzón E que sirve de polo. El índice cuyo movi- miento da la indicación de la superficie es la división 0 de un vernier y que señala los arcos de revolución del tambor ó ro- dillo D sostedido por el brazo A ; las revoluciones enteras del tambor se cuentan en un disco pequeño (G, mediante una trans- misión del tornillo tangencial. En realidad este mecanismo contador junto con el tambor D no está fijo á la varilla A si- no en el modelo más sencillo representado en la figura 6 pues el que nos ocupa al contrario está unido á una corredera H dentro de la cual se desliza el brazo A en términos que el ope- rador puede cambiar á voluntad la distancia de la punta Y al perno C. Es esta una disposición accesoria por cuyo medio se puede hacer variar cierta constante del instrumento y con ella en valor de la unidad superficial del mismo, correspndiendo á la división del tambor. La maniobra se hace aflojando prime- ro el tornillo cuya cabeza ó botón se ve en N impulsando ó atrayendo el brazo A hasta obtener aproximadamente la po- sición deseada; se aprieta el tornillo N y se hace mover el tor- nillo M en el sentido conveniente para dar con precisión la dis- tancia que se desea, lo cual se consigue haciendo coincidir un índice I ya sea con líneas fijas gravadas en A entre F y C, ó ya sirviéndose de una división corrida en milímetros con un veinte al décimo. Colocado el planímetro en el plano de un dibujo y puesto fijamente en el mismo el polo E, solo deberá tener el ins- Mem. Soc. Alzate. México. 'T. 23 (1905-1906)—39. 306 ANDRÉS' VILLAFAÑA. trumento otros dos puntos de contacto; uno la extremidad de la punta F, otro, un punto cualquiera del reborde saliente del tambor D. Moviendo la punta F' el tambor gira sobre sí mismo por la adherencia con el papel y en su contorno se desarrollan arcos cuya suma de magnitudes es una función del movimiento de F. En tanto que la punta F' se mueve de manera que el tam- bor recorra una línea paralela á su eje de rotación, lo cual es posible atendiendo al movimiento doble de F' al rededor del polo E y de la articulación C; el tambor no hará más que ro- sar contra el papel sin girar, si al contrurio suponemos fijo el brazo D y que F no se mueva por lo mismo alrededor del eje C describiendo un arco de círculo, entonces el tambor gira y los puntos de contacto de su reborde forman, unidos, arcos de la misma amplitud que los descritos por F y de longitud propor- cional á la de estos últimos. Para otro movimiento cualquiera de F' y del tambor resul- tarán: el de deslizamiento simple y el de rotación, siendo este último el único cuya amplitud quedará registrada por las di- visiones del tambor y del vernier. En los instrumentos más usados el tambor está dividido en cien partes numeradas O, 1, 2, ete...... .el vernier aproxi- ma al décimo ó sea el milésimo de vuelta; en el disco G se leen hasta diez revoluciones, y se tiene enidado de anotar las vuel- tas completas de G cuando pasan de una, pues en sucediendo esto se entra á la 2*, 3%, ete., decena de millar de la unidad. La unidad en el planímetro es la fracción más pequeña que pueda apreciarse con el vernier. Así es que una lectura se hace y escribe sucesivamente en los órganos contadores empezando por el número de la rueda G al que se le agregan tantas decenas cuantas vueltas enteras haya dado; se sigue luego con el tambor y se termina con el vernier. El valor de las unidades así leídas y anotadas depende de la longitud r, co- mo hemos dicho. TEORÍA Y USO DEL PLANÍMETRO. 307 En el instrumento que representa la figura 7 en que el brazo A es normal hay grabados los valores de la unidad jun- to á las divisiones del mismo brazo. USO DEL PLANÍMETRO POLAR. Consideremos primero el de la fig. 6 que es también el más usado. He aquí como se opera.—Ante todo hay que exa- minar cuidadosamente el instrumento para cerciorarse de su buen estado.—La rodela dividida D debe girar libremente sin tocar el vernier.— El movimiento al deredor del punto C debe ser también fácil. —El punzón £ ha de enterrarse poco, lo es- trictamente necesario para fijar el instrumento.—Es necesario atender á que la vaina de guía A y la punta F' con que se re- corre el perímetro estén en su estado normal, es decir que no se hayan encorvado.—El limbo superior de la rueda (G es muy delicado y ha de estar exento de manchas de óxido y aun de la más ligera lesión.—Para encontrar la superficie de una figu- ra se hace recorrer el brazo A en guía gueca ó vaina hasta que el índice anterior Y coinsida exactamente con una de las divi- siones que será según el caso: ¡0 MO (47), 20 MO (51,), ete. El tornillo de presión N y el de aproximación M sirven para establecer la coincidencia con la exactitud necesaria; lue- go se coloca el instrumento sobre el dibujo en la posición de la figura 6 de modo que la rodela D, la punta F' y el punzón E descansen sobre el papel y que este último sea perforado por el punzón E que permanecerá fijo durante la operación. Se coloca la punta F' en un punto cualquiera del períme- tro ó lo que es preferible en la huella que deja la punta de un alfiler fino y se hace la primera lectura sucesivamente en el disco G en el tornillo D y en el vernier.—Suponiendo que el primero señale dos, en el segundo se leen directamente no- venta y una divisiones y que en el vernier se obtengan U. 5. se escribirá: 2915, luego se recorre con la punta F' y lo más 308 ANDRÉS VILLAFAÑA. exactamente posible el perímetro de la figura por medir de izquierda á derecha, en el sentido de las agujas de un reloj, hasta volver al punto de partida.—La segunda lectura hecha en el mismo orden que la primera dará por ejemplo: 4767 Deducir de estas dos lecturas la superficie de la figura hay que considerar dos casos: Supongamos el primero en que el polo E está fuera del perímetro en cuestión: entonces la di- ferencia de lecturas es 4767 —2915 = 1852. —La especie de estas unidades depende de la división con que se hizo coinci- dir al principio el índice Y de la vaina H, su valor está en- frente de cada división de 4.—Así cada unidad valdrá 10 MO (1: 1000) 2 MO en la escala de 1 4506 para la división marca- da 2 M (1: 500), y así de las demás. En nuestro caso si la escala fuera de uno á 500 tendríamos que multiplicar por 2 la diferencia de lecturas para obtener metros cuadrados. 1852 x 2 = 3704 MO En general hay que multiplicar la diferencia de lecturas por el número inscrito al lado de la división correspondiente. Para medir figuras más grandes se hace necesario colocar el polo E en el interior del perímetro; en este caso antes de hacer la resta se suma la segunda lectura y el número inscrito á la varilla A encima de la división.—Si por ejemplo, la divi- sión 10 M cuadrados por 1: 1000 se tendrá: Segunda lectura...... 4767 Núm. inserito en 10 MO 19126 este puede variar en dife- ——— rentes instrumentos. Suma..... 23893 Primera lectura...... 2915 Restan rl 20978 La superficie será: 20978 Xx 10 =209780 metros cuadrados. TEORÍA Y USO DEL PLANÍMETRO. 309 A causa del juego necesario para que el instrumento funcione bien se origina lo que se llaman puntos muertos (so- bre todo al cambiar el sentido del movimiento) y puede suce- der que no haya correspondencia exacta entre las divisiones del tambor D y las del disco d, lo cual no debe tenerse en cuenta. Cuando se opera sobre figuras grandes puede suceder que y el disco G dé una ó más rotaciones ó vueltas enteras hacia adelante ó hacia atrás. En este caso es preciso aumentar ó disminuír 10.000 ó 20.000 unidades á la diferencia obtenida en los operaciones antes de hacer la multiplicación por el valor de la unidad: esto puede reducirse á la siguiente regla que es muy sencilla: Durante la operación el cero de G- puede pasar frente al índice caminando en sentido directo, esto es en el de las cifras 9, 0, 1, 2, ete., ó bien en el opuesto, que será de 2á 1, 0, 9 ete. El número de veces que se verifique lo primero, multiplicado por 10.000 se agregará á la segunda lectura; el número de ve- ces que se verifique lo segundo, multiplicado también por 10.000 se agregará á la primera lectura. El instrumento representado en la fig. 7 se emplea de una manera semejante; más como aquí es invariable la longitud de 4, resulta también constante el valor de la unidad superf- cial que es de 0.m?000001. Con este dato y la escala del pla- no, es muy fácil reducir á las unidades que equivalga esta su- perficie: así, por ejemplo, en las escalas: 1:500 0.25m? 1: 1000 ¿0.m*000001 equivale á < 1.00 ,, 2:200U 4.00 ,, De modo que multiplicando los milímetros cuadrados que dé el planímetro por 0.25, 1, ó 4 se tendrá en metros cuadra- dos la superficie buscada. 310 ANDRÉS VILLAFAÑA. TEORÍA DEL PLANÍMETRO POLAR. Como he expresado hay que considerar dos casos: uno cuando el polo es exterior á la figura por cuadrar, y otro cuan- do, por la magnitud de ésta, el polo está dentro de su períme- tro. Las figuras 8 y 9 representan estos dos casos: en ambas F es la punta con que se recorre el perímetro, E el polo, C la proyección horizontal del eje del brazo B y D el punto de con- tacto del tambor con el dibujo. Llamaremos r la distancia en- tre los puntos F y C, y Ela distancia entre E y C. En el caso en que el polo es exterior, el punto C describe un arco de círculo; en el caso del polo en el interior, el mismo punto C describe una circunferencia completa. Supongamos que cuando F, en las figuras, señalaba el punto inicial / para recorrer el perímetro, el brazo tenga la posición CF; á la que volverá después de aquella operación. Sean ahora CF y LK dos posiciones infinitamente próximas del brazo 4: se concibe que la recta CF llega á la posición LK por el resultado de dos movimientos; uno paralelamente á sí mismo, en cuya virtud tomara la posición LJ, y otro de rolación alrededor de £, hasta llegar á la posición L-K. Así pues, el elemento CF K L puede suponerse compuesto por la suma algebraica del paralelógramo infinitesimal CF Y L=p y el sector LJ K=s. Como por otra parte el tambor ó rodillo D está fijo al brazo A, sucederá que en el deslizamiento de CF pa- ra adquirir la posición LJ, el tambor desarrollará un arco ele- mental cuya longitud hh será igual á la altura del paralelógra- mo C FJ L, por lo cual h será proporcional á la área del mismo. Al girar LJ alrededor de £ para ponerse en LK, el tambor recorrerá otro arco elemental cuya expresión será p y, llaman- do y la amplitud angular descrita por A y p la distancia entre D y C. Esta cantidad p y es proporcional á la área del sector. o TEORÍA Y USO DEL PLANÍMETRO. 311 Convendré en que el sentido positivo de la numeración en los arcos desarrollados por el tambor sea como en el arco que examinamos; consideremos el caso en que queda el rectángulo á la derecha de CF. y el sector á la derecha de J L: de modo que volviendo el brazo de K L á F C, resultará que el tambor contador volverá á la posición inicial modificando el efecto an- terior. Se puede concebir ahora el área comprendida entre dos posiciones cualesquiera; pero á distancias finitas del brazo 4, por consiguiente de la recta CF, como la suma del número suficiente de elementos análogos al que hemos considerado: llamando S la superficie, 2 p la suma de los paralelógramos y 2 s la de los sectores, tendremos; S=2p+YSs. Si llamamos el arco desarrollado por el tambor en el paso de R de la primera posición á la segunda que hemos supuesto á distancia finita, Z h la suma de los arcos elementalés que son las alturas de los paralelógramos en los movimientos de deslizamiento, y 2 p y la suma de los arcos descritos por el mo- vimiento de rotación tendremos: =2%h+ Ep y y como 2 hy 2 p e son como dijimos proporcionales respectivamente á las áreas de los paralelógramos y á la de los sectores, resulta que f es una cantidad proporcional á la superficie de una figura limitada por un arco del contorno de la que se recorre con F, por las dos posiciones del brazo A y por un arco de círculo descrito por € al rededor del polo E. De las dos posiciones de A á distancia finita se pasa á considerar aquellas en que el mismo brazo A es tangente á las puntos extremos de la figu- ra, y por lo último, de ésta á aquella en que después de haber recorrido la parte entrante de la línea que limita el brazo vuel- ve á la posición inicial. Es evidente que en el regreso del tam- bor gira en sentido contrario, de suerte que en el contador se tendrá finalmente el resultado de una diferencia que indica una cantidad proporcional precisamente á la superficie de la figura cuyo contorno se ha recorrido con la punta F. En el 312 ANDRÉS VILLAFAÑA, caso indicado por la fig. 8 en que el polo es externo á la figu- ra cuya área se quiere medir, se multiplica por 0 ó se reduce á cero la suma algebráica de los factores análogos á s, cuando el brazo A ha vuelto á su posición inicial. Asíes que 2 s=0, por lo cual el valor correspondiente de S será solo S =p y el va- lor de y se reducirá á y = 2 h; multiplicando ambos miembros por la constante r: rp=X2rh, y como rh=p, resulta final- mente r y = 2 p = £. Lo que quiere decir que cuando el polo es exterior la su- perficie de la figura es igual á un rectángulo de la base cons- tante é igual á r y cuya altura es el arco desarrollado en la su- perficie del tambor contador D. - Cuando se está en el caso de que el polo se encuentre den- tro del perímetro de la figura que se ha de cuadrar (figura 10) el punto C de la recta CF tendrá que recorrer forzosamente una circunferencia de centro E y de radio R para volver á su posición inicial. Las curvas descritas por CF, de las cuales la primera es una circunferencia de radio R, y la segunda es el contorno de la figura en cuestión, comprenden una parte de la superficie propuesta, cuya expresión será como antes: Yp+Ys. La otra parte será la superficie del círculo de radio RóTR?; así es que, siendo S la superficie propuesta tendre- mos S—T1R*=2p+Ys. La ecuación anterior subsiste en el caso que se intersequen la cireunferencia describa por C y el perímetro de la figura, como se ve en la fig. 9 En estos casos Es =x1 14? y S—x2R?Zrr*L2p..... (a) además la expresión 2 p y, al terminar la vuelta completa, se reduce 4 27 p, de modo que: p=2h+2=7p, multiplicando por r se tiene; rp=*p+2%rzp; de donde se obtiene; 2p=rg—2rpr; que substituída en (a) nos da: S—aRfi=ar4+rp—2rp7 TEORÍA Y USO DEL PLANÍMETRO. 313 6 S=r (R?—27p+r?) +rp; y haciendo: R2—2pr + r?=c tendremos s=c7 +rp. Lo anterior quiere decir: que cuando por ser muy extensa la figura cuya superíicie se busca, se hace necesario colocar el polo en el interior del perímetro, el área tiene por valor un binomio cuyo primer término (c) es constante, y cuyo segun- do término es igual, como en el primer caso, á un rectángulo cuya base es la longitud r del brazo del planímetro y cuya altura es el areo desarrollado por el tambor del mismo instru- mento. Diversos planímetros polares en uso. Se puede decir que los tipos más generalmente empleados, son: 1% Planímetros de unidades diferentes previamente esta- blecidas (fig. 6). 22 Planímetros de una sola unidad fija (fig. 7). 32 Planímetros de unidades variables al arbitrio del ope- rador. Conocemos ya en sus detalles los de las dos primeras es- pecies; el segundo forma parte del estuche de todo ingeniero ó geómetra. El de la tercera especie con el brazo graduado ha recibido muchas modificaciones, cuyo objeto es darle mayor exactitud y adaptarlo más cómodamente á casos particulares, como cuando se trata de figuras de mucha longitud y anchura pequeña (cauces de ríos, perfiles, etc.). En algunos el polo des- cansa en un disco pesado que se coloca sobre el plano y no hay que taladrar el papel. México, 2 de Febrero de 1906. Mem. Soc. Alsate. México. T. 23 (1905-1906) —40. y) PV % EN f ASE d SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. LA FIEBRE CARBONOSA Y SU TRATAMIENTO PROFILÁCTICO POR LA VACUNA RESPECTIVA POR EL DOCTOR ANTONIO J. CARBAJAL, M. $. A. Bacteriólogo en Jefe del Instituto Patológico Nacional. INTRODUCCION. La preparación de sueros y vacunas, para prevenir ó curar las enfermedades microbianas, es una labor muy delicada que exije laboratorios y personal especial dedicados al objeto. En Europa está á cargo de Institutos oficiales, bajo la inspección de los trobiernos y se expenden los productos á bajo precio para ayudar á los gastos que son cuantiosos. En Estados Uni- dos existe una institución admirablemente organizada que se llama “Bureau of Animal Industry,” destinada al estudio de to- dos los ramos que comprende la industria de los animales do- mésticos y una de las más importantes secciones se ocupa de las enfermedades y de la preparación de los sueros y vacunas. Durante algún tiempo se ha estado regalando á los interesa- dos estos productos para darlos á conocer. En ello ha gastado el Gobierno sumas considerables, pues dicho Instituto ha te- nido una asignación en los últimos años de $800.000 al año. Mas recientemente, si mis noticias son exactas, ya no se repar- 316 DR. ANTONIO J. CARBAJAL. ten gratuítamente las vacunas y se ha dejado el campo libre á la iniciativa privada, que se ha constituído con dos casas soberbiamente instaladas; la una en Philadelphia, por los se- ñores Muldorf € Co., y la otra en Detroit, Michigan, por Parke € Davis que han instalado grandes Laboratorios cuyos pro- duetos son conocidos en México; más otra en Chicago. En México fué introducida la vacuna anticarbonosa por el Sr. Prof. agrónomo D. Andrés Basurto (1885) que la trajo del Instituto Pasteur y varias veces ha sido reimportada por el Dr. D. Angel Gaviño y los finados Dr. José Ramírez y el Sr. Ing. José C. Segura, Director que fué de la Escuela de Agricultura. Las primeras experimentaciones fueron practi- cadas por el Sr, Prof. Veterinario D. José de la Luz Gómez (1885). Dicha vacuna se ha preparado entre nosotros, con vi- rus europeo. j El que esto escribe emprendió el estudio experimental con virus del país, desde el mes de Octubre de 1904, y, durante el curso de 1905 lo continuó hasta su conclusión, por encargo es- pecial con que se sirvió honrarlo la Secretaría de Fomento, á iniciativa de la Comisión de Parasitología Agrícola cuyo dis- tinguido Jefe se dignó proponerlo para este objeto. Por motivos “? que no son del caso exponer no se pudo acometer esta laboriosa empresa, con todos los elementos ne- cesarios, y, entre otros el de ayudantes idóneos. Yo solo he debido desempeñarla á la vez que oiros deberes oficiales. No siempre pude ejecutar autopsias en los animales que su- cumbieron. Verdad es, que terminada mi última experimen- tación hubiera podido hacer una demostración pública con todo el rigor científico; pues todos los trabajos preliminares me lo hubieron permitido, pero el plazo que se me concedió tocaba á su fin. Efectivamente, el 31 de Diciembre debía ren- (1) Estos motivos están consignados en el Informe general rendido el 30 de Diciem- bre próximo pasado. LA FIEBRE CARBONOSA. 317 dir el informe general. Todos los experimentos se llevaron á cabo con la mayor corrección posible y el resultado fué ente- ramente satisfactorio. En esta Memoria me propongo dar cuenta, con más exten- sión de la que tuvo el Informe General, de los pormenores del estudio que me fué encomendado; dando las más expresivas gracias á la Secretaría de Fomento y á la Comisión de Para- sitología Agrícola, por el honroso é inmerecido cargo que se dignó confiarme. Debo también hacer público mi reconocimiento al Sr. D. Jacinto Pimentel, que de una manera desinteresada tuvo la amabilidad de coadyuvar á mis trabajos, facilitándome la ad- quisición de los animales necesarios, que se cuidaron durante varios meses en su Hacienda de la Lechería; y al Sr. D. En- rique Chanes, que me ayudó con mucha eficacia é inteligencia, en su calidad de Administrador de la finca. LA FIEBRE CARBONOSA. Sinonimía.—Sang de rate, Charbon, Francia.—Milzbrand, Karbunkel, Alemania.—av0pas Griego.—Carbunculus, Latin. —Carbon, Carbunclo Lobado, Piojo (en algunas localidades) México y España. —Carbone, Italia. La fiebre carbonosa es una enfermedad general, virulenta, inoculable, común á las principales especies domésticas y al hombre, debida á la presencia en el organismo de la Bacteri- dia de Davaine (Nocard). Científicamente y para evitar confusiones es preferible designar esta enfermedad con el nombre de carbón bacteri- diano, como aconseja Nocard. 318 Dr. ANTONIO J. CARBAJAL. PRIMERA PARTE. HISTORIA. En Ja antigúedad fué reconocida entre las enfermedades que atacaban los ganados, una que designaron con el nombre de “Tenis Sacer,” fuego sagrado; y hasta la fecha muchos auto- res han creído que esta enfermedad es el Carbón bacteridiano moderno. Mas, como dicen Arloing, Cornevin y Thomas de quien hemos tomado la mayor parte de los datos históricos " fácil es descubrir, que, si efectivamente conocieron el Carbón no solamente llamaron “Ignis Sacer” á esta enfermedad sino á otras varias. Los poetas como Lucrecio y Virgilio emplea- ron esta frase como figura retórica algunas veces; pues, como el segundo dice “Nec via mortis erat simplex.” Los agróno- mos Caton, Varron y Palladius no hablan del “Ignis Sacer.” Solamente Columela hace mención de esta enfermedad en el ganado bovideo. * En aquella época se atribuía el Carbón á la picadura de la Musaraña; en este caso, como se tratara, según las descripciones de tumor carbonoso en el muslo, correspon- dería al Carbón sintomático. Los médicos de la especie humana se ocuparon natbural- mente los primeros, de las enfermedades de los animales; transcurrieron muchos siglos hasta la fundación de escuelas veterinarias. y Hipócrates que habló en varios pasajes del Antrax, av0pazes (1) Du Charbon Bacterien, Par MM. Arloing, Cornevin et Thomas. Paris. 1883. (2) Había comenzado á tomar nota de los antiguos autores ( Hipócrates. Las obras más selectas por Andrés Piquer. 1769. Galenus Clandins Opera 1542-97. Celsus Ame lianus Cornelius Dere Medica. 1549. Avicena Liber canonis de medicina cordialibus et Cantica Basilea. 1556. Averroes Liber de Medicina. 1530. Acgineta Paulus. Opera Me- dica 1567. Baglivius Opera Omnia 1715. Boerhaave Opera Medica 1783.) Mas, la premu- ra con que he debido eseribir esta nota histórica me obliga á suspender, por ahora estas investigaciones literarias y tomarla de autores modernos. LA FIEBRE CARBONOSA. 319 Galeno, Paulus de Egina y sobre todo Celso hacen una refe- rencia más ó menos explícita del Carbón. Plinio dice que el Carbón, enfermedad peculiar de la Galia Narbonense fué in- troducido á Italia, Roma, en el año 590. En resumen, los médicos de la antigúedad no han confun- dido en sus descripciones el Carbón y el “Ignis Sacer.” El “Tonus Sacer” era un eczema, con ulceración ó una úlcera crónica rebelde. Deseribieron tumores carbonosos, que efec- tivamente algunos bien pudieron ser la pústula maligna. Nin- gún autor antiguo estableció la relación de casualidad, ó sea transmisión por contacto del carbón al hombre, por la mani- pulación de restos cadavéricos de animales atacados del “Ignis Sacer” ú otras afecciones análogas. Estudiando los autores mencionados, las relaciones de las epidemias de siglos posteriores, desde el XVI hasta fines del XVIII encuentran poca claridad; sin embargo, ya en 1771 Vitet en su “Médécine Veterinaire,” señala: 1% El carbón simple, pozo transmisible. 2% El carbón pestilencial, muy con- tagioso. 32 La musaraña que sitúa siempre en el muslo. 4? El “fuego de San Antonio” peculiar á los carneros. El período de adelanto positivo se aproximaba pues en 1782. Chabert publicó su “Traité du Charbon ou antrax dans les animaux” libro clásico que ningún autor moderno deja de consultar. Sus deseripciones clínicas no han sido sobrepasa- das, porque era un observador eminente. De esa época data la distinción de “fisbre carbonosa” “carbón esencial” y “car- bón sintomático.” El punto más interesante por dilucidar después de los tra- bajos clínicos que fijaron las formas de la enfermedad era la etiogenia. Se atribuyó primero á una infección nuasmática (Raimbert) á una crasis inflamatoria de la sangre (Delafond) de acuerdo con las ideas de las épocas respectivas, y tan solo (1) Nocard y Leclainche. Les Maladies Microbiennes des animaux. 1903. 320 DR. ANTONIO J. CARBAJAL. cuando se comenzaron á ejecutar experimentos se vino á de- terminar positivamente el carácter contagioso. Barthelemy, Leuret y Boutet en Francia, Eilert y Gerlach en Alemania demostraron perentoriamente la transmisibilidad del Carbón por la sangre y la identidad de la afección en el caballo, la res, los carneros y el hombre (pústula maligna). Pero cuál era el agente patógeno? Cuál la naturaleza del virus carbonoso? En esta época, es decir, á mediados del siglo pasado era desconocida la naturaleza parasitaria de las enfermedades in- fecto-contagiosas. Justamente las investigaciones sobre esta enfermedad y el cólera de las gallinas debían descorrer el velo que por tantos siglos las ocultara á los ojos de los sabios; y, no es esta una metáfora, pues el microscopio vino á revelar á Davaine, Rayer y Pollender, que fueron quienes primero lo vieron, el Bacillus ó “Bacteridia” del Carbón, que es el agente casual de la enfermedad. Fué necesario una larga serie de estudios experimentales emprendidos por Pasteur y sus colaboradores, así como por Koch, que obtuvo artificialmente las esporas, ya conocidas en Francia, para contestar satisfactoriamente á todas las objecio- nes que se presentaban á la nueva teoría. Pero la experimen- tación final de que hablaremos adelante, al tratar de la atenua- ción del virus, le vino á dar una comprobación absolutamente irrefutable. LA FIEBRE CARBONOSA. 321 SEGUNDA PARTE. ESTUDIO BACTERIOLÓGICO DEL BACILLUS ANTHRACIS. Caracteres del baetlo. Examinada la sangre tomada del corazón de un animal recientemente muerto por efecto de la inoculación subcutánea de la Bacteridia carbonosa, como primitivamente la llamó Davaine, llaman desde luego la atención, la presencia de unos bacilos que separan los glóbulos sanguíneos, inmóviles, semi- transparentes y de dimensiones que varían de 2 4 6 ú 8 de largo y 1 Ó poco más de ancho. Estas dimensiones son ma- yores y forman grandes filamentos en los cultivos artificiales de gelatina, gelosa y caldo, pero no en los de papa. Los baci- los se encuentran aislados ó en cadenas de 3 Ó 4 y raras veces más elementos; sus extremidades se ven cortadas perpendi- cularmente, sus paredes laterales rectilíneas; no presenta es- poras. En general, hay muy pocos en esta sangre. Los glóbu- los de sangre se encuentran deformados y como apelmazados: pocos han conservado su forma y dimensiones normales. Hay una cantidad mayor que la ordinaria de glóbulos blancos, ó sea leucocitosis. En preparaciones teñidas por los colores bá- sicos de anilina se determinan con más exactitud la forma y dimensiones del bacilo, particularmente si en preparación fresca se añade bajo el eubre—objeto una solución diluída de violeta de genciana ó de Ziehl diluída. El dacillus anthracis varía en dimensiones como hemos di- cho, según los medios de cultivo y aun en el organismo ani- mal; en caldo peptonizado y en gelosa adquiere las mayores en más corto tiempo; en la pupa los menores; en este medio predominan notablemente las esporas. Unos son aislados, otros unidos formando cadenas de varios elementos. Las extremi- Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906) —41. 322 Dr. ANTONIO J. CARBAJAL. dades están cortadas formando una línea sinuosa. En su tra- yecto se ven cerca de alguna de sus extremidades y á veces en el medio, espacios refringentes, redondos ú ovoideos, que miden de 1 á 14 y de diámetro y que son las “esporas.” No se ven en todos los bastoncitos, pues en algunos, cuando no ha comenzado la esporulación, el aspecto es uniforme en todo su trayecto. Varics bastoncitos unidos forman una especie de filamento ó micelio, á veces muy largo y siguiendo una línea más Ó menos curva y muchos filamentos enlazados dan el as- pecto de una “maraña” entre cuvas mallas se observan bas- toncitos más cortos y esporas aisladas. Están rodeados de una cápsula ó vaina de la cual hablaremos después. Son inmóviles y las divisiones que separan los fragmentos están situados á intervalos de la misma longitud, cuyos caracteres, además de su anchura lo distinguen del “vibrión séptico” ó “Bacillus ede- matis maligni.” En los cultivos atenuados los bastoncitos se modifican algo en sus dimensiones y aspecto. Hemos dicho antes que se for- man filamentos mucho menos largos, en algunos cultivos fuer- temente atenuados. Al microscopio se nota el protoplasma menos diáfano, las paredes laterales algo sinuosas; no se for- man verdaderas esporas arriba de 420 e.; pero sí algunos cor- púsculos semejantes, ovóideos y refrigerantes, llamadas “falsas esporas” de Chauveau; aparecen formas irregulares ó de invo- lución, algunos presentan dilataciones en sus extremidades, otros son más pequeños y eurvos.ó como atrofiados. Al resem- brar en caldo fresco un cultivo atenuado, reaparecen los caracteres de la bacteria y en 24 4 48 horas se forman espo- ras y filamentos largos; sin embargo, he notado que miontras mayor es la atenuación en la resiembra, predominan los bas- toncitos pequeños. El Bacillus Anthracis toma bien los colores básicos de anilina y el Gram Nicolle. Se obtienen muy buenas prepara- ciones teniendo en freseo con una solución diluída de violeta LAYFIEBRE CARBONOSA. 323 de genciana ó de Ziehl, poniendo á la orilla del cubre-objeto una gota de cualquiera de estas soluciones. Por este procedi- miento logró Jóbne, descubrir la cápsula ó vaina de que antes hablaba, en los bacilos contenidos en la sangre. Lo he repetido muchas veces y en los bacilos de cultivo no la he definido bien. El procedimiento de elección para preparaciones secas es el Gram Nicolle, así como para las de los tejidos de los di- versos órganos ó exudados en que se busque. Coloración de esporas. Como es de ordinario para las espo- ras en general, las de este bacilo no se tiñen fácilmente: es necesario hacer obrar la materia colorante largo tiempo en frío ó usando del calor. Entonces lo retienen más que las bac- terias; resistiendo á la descoloración cuando se lava con al- cohol ó agua acidulada. De manera que en las preparaciones se puede hacer la doble coloración con la fuesina fenicada que retienen las esporas y el azul de metileno ó violeta de genciana, que tienen las bacterias. CARACTERES DE LOS CULTIVOS. Cultivo en caldo peptonizado.—A. la temperatura de la estufa, de 39 a 379. A las 24 horas el líquido está enteramente diáfa- no y en el fondo del tubo se advierte un pequeño copo algo- donoso y blanco, que por agitación se suspende en medio del líquido. ¿in los días siguientes aparecen otros pequeños é irre- gulares, suspendidos también en el líquido. Estos fenómenos se advierten lo mismo cuando se siembra directamente una gota de sangre de un animal recién muerto de carbón, como cuando se toma la bacteria de una colonia pura de gelatina ó de gelosa. Abandonando un cultivo, después de haberse logra- do bien en la estufa á la temperatura ambiente del cuarto, continúa el desarrollo y después de 26 3 meses se encuentra Dr. ANTONIO J. CARBAJAL. (SE) Lo HS un depósito muy abundante, igualmente algodonoso, conser- vando el caldo su diafanidad, después de un año y más. A temperatura inferior de 3009, pero mayor de 159 se ob- tienen los mismos caracteres, excepto que el desarrollo es más lento, pues la temperatura engenésica es de 350 c. . Ala temperatura de atenuación, es decir, de 420 á 430 se forman igualmente en los primeros días copos algodonosos; pero después del octavo dia la proliferación de la bacteria no se hace por filamentos tan largos, á veces, sino más pequeños y en las paredes del frasco se notan películas grises, peque- ñas y adherentes. También suele aparecer del 14? día en ade- lante, cuando se abre con frecuencia el frasco, para hacer re- siembras, un velo, formado por las películas grises de las paredes, que se van extendiendo en la superficie del líquido, por placas diseminadas. A la larga siempre llega á formarse un sedimento muy abundante, de un color gris sucio, y enton- ees toma el caldo un olor ligero como de cola, aun cuando esté perfectamente puro el cultivo. He seguido la observación de un cultivo de esta natura- leza durante 65 días; habiendo perdido la virulencia para el cuy al 17* día, para el conejo al 10? día, para el ratón á los 43 días. La vegetación es ya muy débil á esta edad. Cultivo en leche.—A los tres días se ha coagulado completa- mente y á los ocho días comienza á disolverse el coágulo. Diez días después el suero es de un color amarillento. A los 36 días el coágulo está completamente disuelto, el olor es rancio y la reacción alcalina. Cultivo en agua peptonizada de Dunham.—Los caracteres son iguales á los del cultivo en caldo peptonizado. Sehizo eon ob- jeto de buscar el indol, que no se encontró, con el nitrito de potasio y el ácido sulfúrico: la vegetación es menos exhube- rante. Cultivo en gelatina peptonizada.—En placa. A las 48 horas LA FIEBRE CARBONOSA. 395 aparecen colonias muy pequeñas arredondadas y ligeramente opalinas á la simple vista. A la lente y por transparencia, lige- ramente morenas. Al microscopio, 4 40 diámetros, tienen un color gris más obscuro en el centro; algunas presentan una zona de licuación y comienzan á aparecer sus bordes festona- dos. A las 72 horas la licuación ha aumentado y las colonias superficiales tienen el aspecto de una maraña filamentosa: los filamentos no son rectos sino ensortijados y el aspecto gene- ral es de una “cabeza de meduza,” con las que algunos auto- res la han comparado. En los días siguientes la licuación sigue progresando, las colonias profundas se vuelven superí- ciales y todas ellas flotan en la suporficie de la placa, conser- vándose así durante largo tiempo. Gelatina en picadura.—A los 4 días se ha desarrollado muy bien el cultivo, tanto en la superficie como en el trayecto del piquete: se ven colonias globulosas, aisladas algunas, por transparencia ligeramente amarillas. En la cabeza del clavo se advierte una pequeña depresión, en forma de embudo, y en el fondo una mancha blanca ligeramente opalina. En algu- nos tubos, sobre todo cuando las colonias se desarrollan hasta el fondo mismo de la picadura, aparecen después de algunos días prolongamientos transversales perpendiculares á la pica- dura, de diversas longitudes, que le dan el aspecto de un es- cobillón ó como otros llaman, “Arbol de Saturno.” En un tubo este aspecto era caracterítico y completo á los 15 días, y la licuación, que había comenzado en la superficie, marchaba muy lentamente, al grado de que pasaron más de tres meses para que fuera completa. Kin otros tubos no se ha llegado á formar este “Arbol de Saturno,” porque la licuación ha sido más rápida y ha invadido las colonias más profundas; de ma- nera, que sin haber aparecido los filamentos la gelatina.se ha licuado por completo, hasta el lugar donde alcanzaban las co- lonias de la:picadura. Entonces aparece una licuación en:cilin- 326 DR. ANTONIO J. CARBAJAL. dro, en el fondo del cual hay un sedimento abundante gris, una ligera capa adherida á las paredes del tubo y la parte superior del cilindro está licuada y transparente. Gelatina de W;rte.—Siembra en estría. A las 48 horas aparecen colonias, á lo largo de la estría y comienza la licua- ción, sin cambiar el color. A los 10 días está un poco deste- ñida y la licuación es casi completa. Al fin, llega á licuarse totalmente, sin que el color cambie de una manera notable. Cultivo en gelosa.—Placas. A las 24 horas aparecen eolo- nias muy pequeñas, redondas, blancas. Examinadas al mieros- copio, á 40 diámetros, las más profundas de color moreno y de contorno neto; otras superficiales de color gris, contorno irregular y festonado A las 48 horas están más marcados es- tos caracteres, el contorno más filamentoso presenta el aspec- to de la “Cabeza de medusa,” el centro gris obscuro. Como en este medio no se verifica la licuación que ocurre en la ge- latina, y el cultivo se hace á temperatura de la estufa, las co- lonias se desarrollan más pronto, crecen más y sus caracteres persisten durante mucho tiempo, tomando el aspecto de man- chas blancas de contorno muy irregular, con filamentos largos y ensortijados. Gelosa en estría.—A las 24 horas aparecen colonias aisla- das irregularmente arredondadas, de color blanco de leche y borde filamentoso; muchas colonias reunidas forman una estría ó banda del mismo color, de contorno ondulado y filamentoso. En los días siguientes se va ensanchando la estría y las colo- nias aisladas acaban por reunirse. Gelosa en picadura.—A las 24 horas se observan colonias globulosas en todo el trayecto del piquete; ligeramente more- nas, por transparencia, y en la superficie del cilindro de color blanco. Al tercer día aparecen filamentos, formados perpen- diculares al trayecto del piquete, que dan el aspecto de esco- billón ya mencionado en las de gelatina; pero como en este LA FIEBRE CARBONOSA. 327 caso no hay licuación el desarrollo es más rápido, por causa de la temperatura; este estado persiste durante mucho tiem- po. A la larga, se forma en la superficie del cilindro una capa gris cremosa que se vuelve blanca y gruesa. Cultivo en papa.—A. las 24 horas aparece una capa gris ere- mosa de superficie arrugada; más tarde, el desarrollo se vuel- ve abundante, el color un poco más gris y la superficie anfrae- tuosa. i Cultivo en suero.-—A las 24 horas aparece la estría muy semejante á la de la gelosa, con algunas colonias aisladas que continúan desarrollándose en los siguientes días. EXPERIMENTACIÓN. El día 24 de Octubre del año próximo pasado practiqué una inyección subcutánea en la cara interna del muslo dere- cho á un euy con un cultivo de caldo, de 3 días, hecho con un fragmento del bazo mencionado. Al día siguiente el animal no comía, estaba triste y recogido sobre sí mismo. Murió en la noche del 25 al 26, es decir, que duró 36 horas. Autopsía.—En el lugar de la inoculación había una equi- mosis de color rojo violado, la piel ligeramente escoriada y desprendida de los músculos; había un derrame abundante sero-sanguinolento y subcutáneo en el flanco izquierdo; el corazón estaba algo negro, la aurícula derecha llena de san- gre, en parte coagulada, el hígado negruzco: el bazo, los riño- nes y los pulmones ligeramente congestionados. En el líquido del edema y en la sangre del corazón se encontraron las bae- terias puras. El cultivo directo en caldo del bazo, no había dado, sin embargo, un bacilo absolutamente puro. (1) Bazo de una vaca, muerta de fiebre carbonosa en la Hacienda de Santa Móni- ca, Tlalnepantla. D. F. 328 DR. ANTONIO J. CARBAJAL. Repetí las inoculaciones en diversos animales; pero no practiqué la autopsía en todos porque la mira principal fué la de ensayar la virulencia de los cultivos á diversos grados de atenuación, una vez que me hube asegurado que poseía un cultivo del bacillus anthracis absolutamente puro; sin embar- go, practiqué dos autopsías, una á un cuy inoculado con cul- tivo puro del bacillus, hecho el cultivo con una colonia del B. aislada en gelatina, y otra á un conejo inoculado con dilución en caldo de la sangre, obtenida directamente del cuy ante- rior; observando en los cadáveres lesiones semejantes á la des- crita. / LA FIEBRE CARBONOSA. 329 TERCERA PARTE. ESTUDIO EXPERIMENTAL DE LOS CULTIVOS VIRULENTOS Y ATENUADOS DEL BACILLUS ANTHRACIS Y PREPARACIÓN DE LOS VIRUS—VACUNAS. La palabra “vacuna,” fué empleada por primera vez, con motivo del célebre desenbrimiento de Jenner, sancionado en 1796. Este práctico eminente descubrió que, la inoculación de la linfa de ciertas pústulas, que suelen aparecer como en- fermedad espontánea en las tetas de las vacas, producía en el hombre otras pústulas semejantes que conferían la inmunidad contra la viruela: de ahí el origen de la palabra “Vacuna” (Cow=pox) pus de vaca. Transcurrió poco más de un siglo, y en 1880, el ilustre Pasteur, estudiando el virus del cólera de las gallinas, que es un bacilo, descubre por primera vez en una enfermedad bacteriana, no un virus naturalmente atenua- do ó Vacuna, sino el método artificial para obtenerlo, que con- siste en cultivar á cierta temperatura y en caldo de gallina, el virus puro; y, abandonarlo al contacto del aire. Este cultivo atenuado, produce por inoculación una infección idéntica, aunque más suave. Por otra parte, á Pasteur no le era deseo- noeido el hecho, tan general, que en la mayoría de las enfer- medades infecto-contagiosas, un ataque de cierta intensidad, preserva ulteriormente al individuo de otro ataque mortal; es decir, que aun expuesto á una infección ó contagio natural, el organismo, por la resistencia adquirida, se encuentra ya en estado de inmunidad. Pero si en el Cólera de las gallinas, la atenuación del bacilo fué fácil y se presentó por sí misma á la observación, no ocurrió lo mismo con el virus carbonoso. Hacía varios años, desde 1876, conservaba Pasteur un cultivo puro de sangre carbonosa y periódicamente ensayaba su viru- Mem. Soo. Alzate. México. 'T. 23 (1905-1906)—42. 330 Dr. ANTONIO J. CARBAJAL, lencia: la encontraba siempre igual; unas cuantas gotas ma- taban á los animales de Laboratorio. Además, el del Cólera de las gallinas, es un bacilo que se reproduce solamente por fisiparidad y el del Carbón, produce esporas, que son, como dijo Koch, la forma de “resistencia vital” del microbio; y, tal es dicha resistencia, que un cultivo puro del bacilo, como hemos dicho, conservó varios años su virulencia intacta; de manera que, la oxigenación y el tiempo que pudieron atenuar l« actividad del bacilo del cólera, hasta llegar á desaparecer, fué sin efecto para las esporas Ó cor- púsculos—-gérmenes del Carbón, como las llamaba Pasteur. Sin embargo, un razonamiento ingenioso condujo al Maes- tro á encontrar el medio artificial de la atenuación. Se dijo: “es necesario provocar la oxigenación en condiciones tales que la bacteridia no forme esporas” y esas condiciones po- drían obtenerse precisamente por medio de la temperatura y oxigenación combinadas; las encontró haciendo el cultivo en- tre 42 y 439 centígrados. Efectivamente, á esta temperatura, se reproduce el Bacillus pero no da esporas y entonces sobre- viene la atenuación gradual, día á día, hasta desaparecer la virulencia y aun la facultad vegetativa: en efecto, á los 43 días justos de atenuación, una resiembra del cultivo-madre transportada á una temperatura de 370 centígrados é Inocu- lada al ratón, es completamente inofensiva; pero, antes de perder su facultad vegetativa, que ocurre á las seis semanas, las resiembras reproducen el Bacillus y éste da esporas en 24 ó 48 horas, si se mantiene á la temperatura de 30 ó 379 cen- tígrados, ó la óptima, según algunos autores de 350. Desde el octavo día del cultivo, entre 42 y 439, había notado Pasteur una marcada disminución de virulencia, puesto que la atenua- ción del cultivo necesitó llegar al día 43 para que lo fuera pa- ra el ratón, como hemos dicho. Vistos estos diversos grados de atenuación, le fué posible LA FIEBRE CARBONOSA. 331 obtener una escala graduada de tal manera, que un virus dé- bil sirviera para dar la inmunidad contra otro más fuerte y pudiera utilizarse como virus-vacuna. La inoculación de dos virus, Ó sea una primera y una segunda vacuna, daría la in- munidad contra el contagio ó la infección natural. Después de la nota del 21 de Marzo de 1881, el Prof. Chamberland, pudo asentar: “La cuestión teórica de la vacu- nación carbonosa ha quedado resuelta.” La demostración en grande escala se llevó á efecto en los meses de Mayo y Junio del año de 1881, ejecutando M. Pas- teur y sus colaboradores Roux y Chamberland, la célebre ex- perimentación de Peully-le-Fort, cerca de Melún. El 5 de Mayo se inocularon con un virus atenuado ó primera vacuna, 24 carneros, 1 cabra y 6 vacas, por medio de la inyección sub- cutánea de 5 gotas de virus atenuado. Al duodécimo día ó sea el 17, se practicó la segunda inoculación con un virus ó cul- tivo menos atenuado (segunda vacuna.) A los 14 días, el 31 de Mayo, se hizo la inoculación de “prueba” con un cultivo regenerado de otro muy virulento, con el cual se inocularon, además de los animales vacunados, un número igual de testi- gos que no lo habían sido. El resultado fué maravilloso: todos los carneros y la cabra no vacunados, murieron dento de las 48 horas. Los vacunados se encontraron en buen estado de salud, salvo algunos accidentes locales en el punto de la inocu- lación. Una oveja de las vacunadas, murió el 3 de Junio; pero se comprobó por la autopsía, que estaba cargada y el feto muer- to, hacía ya 12 ó 15 días. A esta circunstancia atribuyeron la muerte, los profesores veterinarios Rossignol y Uarrouste. Respecto á las vacas, el resultado fué semejante, aunque como había predicho M. Pasteur, no debían morir necesaria- mente las no inmunizadas; pero sí, presentarían síntomas gra- ves, como sucedió, pues en todas ellas se observaron edemas muy voluminosos en el lugar de la inoculación. En tanto que en las vacunadas, la inoculación de “prueba” resultó de todo (1) Champberland. Le Charbon et la Vaccination Charbonneuse. Paris, 1883. 339 : DR. ANTONIO J. CARBAJAL. punto inofensiva: no hubo la menor calentura, ni inapetencia ni edemas. Por lo que “el éxito de la prueba es tan concluyen- te para las vacas como para los carneros,” dijo M. Pastéur. Como era de esperar, á esta experimentación tan demos- trativa, sucedieron otras muchas que se verificaron en Fran- cia, Bélgica, Italia y en toda Europa. En lo general fueron tan concluyentes como la de que hemos hecho mención. Surgieron, sin embargo, algunas objeciones en cuanto á la seguridad que había anunciado M. Pasteur, respecto á las cua- lidades respectivas de la primera y segunda vacuna, por algu- nos accidentes consecutivos á ellas. M. Pasteur las contestó satisfactoriamente, pues algunos accidentes fueron debidos á defectos téenicos en la aplicación de las vacunas; pero otros, convino M. Pasteur, en atribuírlos á una alteración de los Vi- rus-vacunas y llegó á decir “que el problema de la conserva- ción perfecta del grado de atenuación de la vacuna, no estaba resuelto” y aun creía que no lo sería jamás, porque gérmenes viejos, que ya tienden á morir, no pueden tener la misma fuer- za y actividad que otros recientes, que están en plena vía de reproducción y de desarrollo. Por lo mismo, M. Pasteur, anunciaba ya desde esa época, que sería muy ventajoso, por no decir indispensable, el establecimiento de pequeñas fábri- cas destinadas á producir vacunas frescas, para expedirlas á todas las regiones cercanas.” Concierne á los países interesa- ' dos en el examen de esta cuestión, hacer los ensayos que les parezcan convenientes para facilitar el desarrollo y propaga- ción de la vacuna carbonosa.” Además del método general para preparar la vacuna anti- carbonosa, de que acabo de hablar, hay otros varios que pos- teriormente han sido imaginados y se han llevado á la práctica con éxito más ó menos vario. Se han empleado los antisépti- eos, como el ácido fénico (Roux), el bicromato de potasio (Chamberland), el ácido sulfúrico, el calor y el oxígeno bajo presión (Chauveau) y aun otros medios del orden químico-que La FIEBRE CARBÓNOSA. 339 “sus inventores conservan en secreto, como las vacunas de Me- loni que se preparan en Nápoles, las de Cienkowsky en Rusia y otras más. He preferido, sin embargo, comenzar mis estudios siguien- do el método de Pasteur, porque usando los medios naturales, permite conocer mejor la biología del Bacillus y establecer las diferencias que pudieran encontrarse entre la bacteria indíge- na ó criolla, que me ha servido en mis experimentos y que está aclimatada á las condiciones especiales del país, en la mesa central, y la de M. Pasteur que operaba en otras tan diversas condiciones como las de Europa, aun cuando el Bacillus mis- mo, sea morfológicamente idéntico. PREPARACIÓN DE LOS VIRUS—VACUNAS. En la segunda parte he mencionado los caracteres del Ba- cilo y la manera como obtuve el primer cultivo de una bacte- ria indígena. Procedí después á la atenuación del virus. El 21 de Febrero inoculé un ratón con cultivo puro del bacilo que tenía aislado desde el mes de Octubre, como se ha dicho antes. El ratón amaneció muerto el 23, habiendo sobre- vivido á la inoculación 36 horas. Hecha la autopsía se tomó sangre del corazón y se sembró una gota en un tubo de caldo y en un matraz grande que contenía cien centímetros cúbicos de esta substancia. Al día siguiente se notó que el cultivo del matraz no era. satisfactorio y el del tubo sí, puesto que presentaba los copos característicos en suspensión en el caldo enteramente diáfano. La temperatura de la estufa se mantuvo de 420 4 430, Se hizo una resiembra del tubo en otro matraz que contenía cien cen- tímetros cúbicos de caldo. Desde el 24 de Febrero se logró el eultivo puro que se ha ido atenuando gradualmente en dicho matraz. Con el objeto de probar su virulencia, se comenzaron á hacer las inoculacio- 334 DR. ANTONIO J. CARBAJAL. nes desde el séptimo día. Al octavo día se hizo la prueba de las esporas, sembrando una pequeña cantidad de caldo y po- niéndolo á la temperatura de 370 previa la esterilización en una pipeta, durante 15 minutos á 700 centígrados. Esta siem - bra resultó completamente estéril, después de una permanen- cia de varios días á 370. En consecuencia, el cultivo-madre, no había dado esporas sino simplemente la bacteria filamen- bosa, que muere á los 609, mientras que las esporas resisten temperaturas de 900 y 950. PRIMERA EXPERIMENTACIÓN. Inoculación á ratones.—Con cultivo muy virulento sin atenuar. Ratón N?* 1.—Murió á las 36 horas. Con cultivos de atenuación entre 420 y 430 centígrados. Ratón N* 2.—Murió á las 22 horas. 09 E) o III) 31 y) E) E) 4— 2) ”» » 60 92 2) Y) Ds 2) 39199) 36 2 2) E) 6— E) ” 3 39 92 1) » 1.— 9) » 70 y) E) E) 1 LAN) 64 E) 22 Y) Da IT) 60 E) » E) O DO OO 76 93 EA 1 11.— ) No murieron y se abandonó la obser- pS ” 12.— vación después de nueve días. El cultivo que reveló más actividad, fué el de 8 días á 420 y el que menos, el de 34 días. La virulencia se perdió hasta el 43; exactamente el mismo día anotado por M. Pasteur en sus experiencias. Bajo este concepto, la bacteridia mexicana, colocada en las mismas condiciones de atenuación por el ca- lor, no ha presentado diferencia en lo que respecta á los rato- nes. No han bastado, sin embargo, 8 días para comenzar la LA FIEBRE CARBONOSA. 335 atenuación, aun para el ratón, pues un virus activo, sin ate- nuar, mató á éste en más tiempo; en 36 horas, SEGUNDA EXPERIMENTACIÓN, Inoculación á cuyes ó conejillos de la India. Con cultivo virulento obtenido con sangre de un conejo que murió en Noviembre de 190...... Cuy N* 1.—Murió á las 44 horas. Con cultivos atenuados entre 420 y 430 centígrados. Cuy N* 2.—Murió á las 115 horas. »” E) de — NINA 49 1) ) E) E » ” 40 1) ” » d— E) ” 60 12 7 2) 0 » ” 120 » y) ye) 1 ») ENE 139 1) ” ») 8.—Sobreviveá la inoculación. Se abandona la obeervación á los 12 días. En estas experimentaciones es muy marcada la atenua- ción del virus en los días 13 y 15, habiendo desaparecido to- talmente el 17. Sobre este punto encontramos alguna diferencia con los resultados obtenidos por M. Pasteur, pues él encontró que después de ocho días ” ó á las doce días *% ya no mataba los cuyes adultos, los conejos y los carneros. En tanto que, como hemos visto, por la relación que antecede, mis cultivos no han sido inofensivos para el cuy, sino hasta el día décimo-séptimo, lo que prueba que la.alteración es más débil ó que la bacteria mexicana es más activa. (1) Le Charbon et la Vaccination Charbonneuse.—Nota del 28 de Febrero de 1881, pág. 110. (2) Loc. cit..—Nota del 21 de Marzo de 1881, pás, 116. 336 DE. ANTONIO J. CARBAJAL. TERCERA EXPERIMENTACIÓN. ¡Sobre Conejos. Los conejos son más resistentes que los cuyes. Inoculé seis animales, notando: que el cultivo número 10 es inofensi- vo y con mayor razón el 11, 12 y 13. En dos de ellos, se em- plearon cultivos viejos, sin atenuar por el calor, y sin embar- go, no experimentaron la menor novedad. En un caso un cultivo atenuado fué fatal para el carnero, no produjo sínto- ma particular en el conejo; de manera que es un reactivo biológico incierto, no solo porque respecta al grado de atenua- ción artificial, sino aun como medio de diagnóstico, para dis- tinguir este bacillus del carbón, ó Bacillus Chauvei. | CUARTA EXPERIMENTACIÓN. Sobre Carneros. Después de las inoculaciones á los ratones, cuyes y cone- jos, comenzé las de los carneros. Las primeras eran el ante- cedente obligado y preliminar de las de los últimos; así como la de éstos era la preliminar para las reses. Mas antes de fijar la calidad de los virus-vacuna que debía adoptar era in- dispensable ensayar el grado de virulencia observando el efec- to de la inoculación. Al efecto, practiqué dichas inoculaciones con cultivos á diferentes grados de atenuación á 16 carneros, anotando los efectos producidos, tanto locales como generales; principalmente la marcha de la temperatura fisiológica de nuestros carneros; hube de seguir la observación en varios de ellos por largo tiempo; pues, desde luego, advertí que esta temperatura es bastante variable en el mismo individuo y de uno á otro. Por ejemplo, en el carnero núm. 1, la temperatu- LA FIERRE CARBONOSA. 337 ra media fué de 380 en la mañana y en la tarde de 390. El carnero núm. 2 la presentó igual. El núm. 3 más joven pre- sentó una máxima constante de 400 en la tarde. En todos ellos se observaron grandes irregularidades en el mismo día. Tanto por estas como por ulteriores observaciones, que reunidas todas llegan al número de 22, contando las seis últi- mas que sirvieron para la inoculación de prueba, vine á la con- elusión: que, la reacción febril marcada producida en la fiebre carbonosa experimental es de 410 en la inmensa mayoría de casos; y, que solo de 400 es dudosa ó muy ligera; puesto que algunos animales suelen tener esta temperatura fisiológica- mente. Así es que llegada á 4005 me pareció que ya debía re- putarla como ligera reacción febril. Los animales que recibieron cultivos muy atenuados no experimentaron la menor novedad, pero con otros más fuer- tes se obtuvieron efectos marcados, aun la muerte misma. Esto es decir que la atenuación no era suficiente para algunos: Así ocurrió en tres carneros lo siguiente: uno, no presentó novedad aparente; otro, se enfermó de gravedad y en la inocu- lación de prueba murió: un tercero murió en la primera inocula- ción. En todos se empleó el mismo virus. Carnero número 4.—Inoculación el 24 de Mayo. Tempera- tura antes de la inoculación 38.6. Del 24 al 31 tuvo temperaturas de 40 á 41.6, sobre todo, en las tardes. Del 1? al 8 de Junio, abajo de 400, El 9 de Ju- nio se hizo una segunda inoculación, con virus más fuerte, que no produjo reacción febril; las temperaturas no llegaron á 400 del 10 al 30 de Junio. Enflaqueció, sin embargo, notablemen- te y tuvo un edema en el lugar inoculado, que fué la cara in- terna del muslo izquierdo, que le produjo cojera. El edema fué limitándose, hasta quedar reducido á un pequeño tumor fluctuante, que se abrió con-el bisturí el 2 de Julio, con el objeto de estudiarlo. Contenía sangre líquida, sin bacilos. El 20 de Julio encontrándose restablecido se le sometió á la inocu- Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906) —43. 338 Dr. ANTONIO J. CARBAJAL. lación, con cultivo virulento, sin atenuar. Al 5% día presentó una sola temperatura de 400 que no volvió á subir. Por lo de- más, no se observó ya síntoma local ni general de importan- cia. La observación duró 45 días. Carnero número 5.—Primera inoculación el día 24 de Ma- yo. El día 26 la temperatura subió á 40.7 en la tarde; después, no pasó de 39 y fracción. El día 9 de Junio se hizo una se- gunda inoculación con virus más fuerte, habiendo acusado en la tarde á las 4.80 la temperatura de 40.6. En los días ulterio- res no volvió á subir á 400. La observación duró 39 días. Carnero número 6.—Inoculación el 9 de Junio á las 4.30 de la tarde. Temperatura antes de la inyección 40 4. Hasta el día 24 ninguna novedad. La temperatura no pasó de 39.5. El día 24 inoculación virulenta. Durante 9 días nada se anotó de particular: la temperatura máxima había sido de 39.3. La observación duró 24 días. Teniendo alguna duda sobre la eficacia del cultivo que sir- vió para la inoculación de prueba, en los casos en que la había empleado, la ensayé en un conejo; y, no habiendo muerto me convencí que su virulencia había disminuído considerablemen- te; por lo cual, era necesario repetir las inoculaciones con los mismos virus, enya operación practiqué el 3 de Julio en seis carneros que tenía en la Hacienda de la Lechería, usando los mismos virus y otro más recientemente preparado, y, dividión- dolos en lotes de á dos carneros para cada virus. Desgracia- damente este experimento fracasó, porque se extraviaron los animales, por descuido de un vigilante. En Septiembre volví á COMENZAL. Carnero número 183.—La inyección produjo durante los primeros días fuerte calentura que llegó á 41.7, edema en el muslo inoculado y cojera; tardó algún tiempo en restablecer- se. Estando completamente bueno se le sometió á la prueba el 3U de Noviembre con un cultivo regenerado y ya de virulencia demostrada. Era muy importante esta observación por dos LA FIEBRE CARBONOSA. 339 motivos: 1% Porque el mismo virus inoculado anteriormente á otro carnero no había producido una reacción tan intensa y 2? porque podría decidir si una sola vacuna de determinada fuerza y en condiciones de conservación bien conocidas bas- taba á conferir la inmunidad completamente, para lo cual se hizo el experimento siguiente: Noviembre 30. Inoculación de prueba. Temperatura antes de la inyección 30.5. Diciembre 1—Temperatura, mañana 39.5, tarde, 407. e 2.— AN ls 08, 0 ELO. es 3— . a de A AS: pS 4.— Murió en la mañana. La observación duró 79 días y la conclusión fué: que, no se había logrado la inmunidad completa, por la sola inocula- ción de un solo virus, que determinó una enfermedad un poco grave y prolongada. Este carnero había recibido un virus no suficientemente activo para causarle la muerte, ni para comunicarle una inmu- nidad respecto á otro sin atenuar. Carnero número 14,—Inoculación el día 16 de Septiembre. Temperatura antes de la inyección 39.8, Día 17.—Temperatura, mañana 39.8, tarde 41.5 1” 18.— $ ls 40.2, , 415. ” 19.— e da 412 , 414 y 20.— mE ne 41.3, Murió á las 3 de la tarde. Este carnero recibió el mismo virus que el anterior, y fué menos resistente, puesto que sucumbió al 5? día ó sea á las 92 horas. El cultivo virulento, sin atenuar, mató á otros carneros testigos un poco más de la mitad del tiempo, como se verá más adelante, Carneros números 15 y 16.—Inoculados con otros virus 340 Dr. ANTONIO J. CARBAJAL. que no demostraron virulencia especial no son dignos de una mención detallada. Obtenida ya una colección graduada de 11 cultivos ensa- yados en los cuyes, ratones y conejos, y 6 en carneros for- mé la escala dividida en dos series que se prestaban á muchas combinaciones: Escojí una, formada de un cultivo de cada serie, para que me sirvieran de primera y segunda vacuna, cuyas inoculaciones deberían producir la inmunidad comple- ta, de la manera siguiente: la primera inoculación contra la segunda; la segunda, contra un virus activo, reciente y sin atenuar. Hecha esta elección, fundada en los estudios prelimina- res y los resultados adquiridos, procedí á la inmunización de 4 carneros que fueron todos inoculados el día 20 de Octubre de 1905. Carnero número 17,—Temperatura anterior 39,5 á las 4.45 de la tarde. PRIMERA VACUNA. Octubre 21.—Temperatura, mañana 39.7, tarde 39.6. Ue Dean 109.0 30! vh) 23.— DJ 5%) nn. a 9) 39.7. yl) A 92 y) ..-. ” 39.2. No habiendo ocurrido reacción febril se dejó de tomar la temperatura. El día 19 de Noviembre, ó sea 12 días después de la pri- mera se aplicó la segunda vacuna. Temperatura antes de la inyección 400. Se tomaron temperaturas 4 días seguidos y como no llega- ron á 409 ni una sola vez, se reservó al animal para la inocu- lación de prueba. Inmunización perfecta de la primera contra la segunda vacuna. LA FIEBRE CARBONOSA. 341 Carnero número 18.—El día 20 de Octubre se aplicó la primera vacuna. Temperatura antes de la inyección 39.7. Día 21,—Temperatura, mañana 38.6, tarde 41.3, EM e > A 00 pri JOE ” 23.— > ” ...o ” 39.3. 1. 2 — o oa a 0t0s Este animal fué más susceptible que el anterior y experi- mentó una elevación de temperatura en unas cuantas horas al día siguiente de la inoculación. El día 1? de Noviembre, á los 12 días de la primera se aplicó la segunda vacuna. Temperatura antes de la inyec- ción 39.7. Se tomaron temperaturas durante 4 días y no llegaron ni una sola vez 440%. Fué esta segunda vacuna, completamente inofensiva y produjo la inmunidad perfecta. _Se reservó para la inoculación de prueba. Carnero número 19.—Día 20 de Octubre primera vacuna. Temperatura antes de la inyección 30.8. Día 21.—Temperatura, mañana 39.2, tarde 39.7. OO E , 0039.04 ho 001199.5, » 23.— ” ” iS 5) 39.2, Y) 24— ” Y) gta 1 30.3. Ningua novedad. Día 1? de Noviembre á los 12 días, segunda vacuna. Tem- peratura antes de la inyección 39.7. Durante 4 días que se tomó la temperatura no llegó á 400. Se reservó para la inoculación de prueba. La inmunidad que : produjo la primera vacuna fué tan completa como la del an- terior, Carnero número 20.—Día 20 de Octubre, primera vacuna, Temperatura antes de la inyección 39.7, 342 DR. ANTONIO J. CARBAJAL. Día 21.—Temperatura, mañana 39.4, tarde 40.5. ” 22—= un s 40.0, , 30.7. » 23.— s SS io O 00 Excepto una reacción febril que duró menos de 24 horas, no hubo novedad alguna. Día 1* de Noviembre, segunda vacuna, á los 12 días. Tem- peratura antes de la inyección 39.5. Durante 4 días se tomó la temperatura y no se llegó á ob- servar que llegara á 400. La inmunidad que produjo la pri- mera vacuna fué perfecta: se reservó para la inoculación de prueba. En resumen, de estos cuatro carneros en los que se em- plearon dos virus á diferente grado de atenuación, en dos de ellos sobrevino una ligera fiebre de muy corta duración, lo que se explica por la diversa susceptibilidad. La primera inocula- ción los inmunizó de una manera perfecta contra la segunda vacuna, que era más activa y por esto ya no se produjo efecto alguno aparente. Era de esperar que la inoculación de prueba daría el resul- tado apetecido, á saber: que no les produjera la muerte, ni aun siquiera enfermedad muy grave. INOCULACIÓN DE PRUEBA Á LOS CARNEROS. Este experimento final no pudo verificarse entre los 12 y 15 días después de la del 1? de Noviembre, porque hubo ne- cesidad de preparar y ensayar previamente un virus apropia- do, que no estuvo listo sino hasta el día 30; por lo cual, se de- moró 15 días. De manera, que se vino á practicar á los 30 días, inyectando un octavo de centímetro cúbico del virus en el muslo derecho, Carnero número 17.—Día 30 de Noviembre. Inoculación de prueba. Temperatura antes de la inyección, en la tarde 39.5. LA FIEBRE CARBONOSA. 343 Diciembre 1% La temperatura de este día, así como todas las demás hasta el 72 no llegó á 40: la máxima fué de 39,7 el tercero día. - Ninguna novedad local ni general. La inoculación fué to- talmente inofensiva. Carnero número 18.—Día 30 de Noviembre, inoculación de prueba. Temperatura antes de la inyección, en la tarde 39.1. Diciembre 1 —Temperatura, mañana 41.0, tarde 42.1, ia e O y OO a a a Lao OLA: PO ALA y Pao A e NE Ae Lc A MES OLgns e SOL: Ge a OO ico 00 ” de E) ” 39.9, did SA Este carnero fué el mismo que tuvo una reacción de 410 aunque de duración muy corta, en la primera vacuna del mes de Octubre. Se restableció completa y rápidamente, de modo que ya desde el quinto día se encontraba en convalecencia. Es casi seguro que una infección mortal lo hubiera ma- tado. | Carnero número 19.—Noviembre 30. Inoculación de prue- ba. Temperatura antes de la inyección, en la tarde, 39.3. Diciembre 1? — Temperatura, mañana 38.7, tarde 40.0. ia co de DO E Age: Aa d O pl aia PA Do Cale AS e OA SOS PA xl e O Op SO 4 A a SO a Oda 2) de Y) » 38.9, ” o Este carnero experimentó una reacción febril muy ligera y corta en la primera vacuna de Octubre. Temperatura de 40.6. En esta inoculación de prueba volvió á sufrirla, durante 344 Dr. ANTONIO J, CARBAJAL. dos días, y un poco más fuerte, pero más suave que la del car- nero anterior, ya que su temperatura no pasó de 41.4, mien- tras que la del otro alcanzó á 42.1. Al tercer día le apareció un edema en el lugar de la inocnlación, y cojera que duró va- rios días; sin embargo, comía bien y desde el día 15 corría con facilidad. Carnero número 20.—Noviembre 30. Inoculación de prue- ba. Temperatura antes de la inyección 39.3. La temperatura más alta observada fué de 40.0 el quinto día. No hubo novedad local ni general de importancia alguna. En suma, todos los carneros vacunados que fueron 4 so- portaron la inoculación de prueba, dos de ellos sin accidente de ninguna clase; uno, sufrió una enfermedad por espacio de 4 días y otro, más ligera de dos. Todos se restablecieron perfectamente y al décimo día se abandonó la observación. INOCULACIÓN Á CARNEROS NO VACUNADOS, TESTIGOS. Se escogieron dos carneros sanos y robustos de dos á tres años de edad, como los anteriores. Estos carneros recibieron por primera vez, la inyección en el muslo, de un octavo de cen- tímetro cúbico del mismo virus; cultivo fuertemente virulento con que fueron inoculados los anteriores. La operación se ve- rificó el día 3 de Diciembre en la mañana, en la Hacienda de la Lechería, Distrito de Cuautitlán. RESULTADOS. Carnero blanco, número 21.—Testigo primero, inoculación de prueba, temperatura antes de la inyección, á las 9.15 de la mañana, 38.6. Diciembre 3.—Temperatura, mañana 38.6, tarde 38.5. 4. — a» SO O IO LN UY) SA Z y 5.— ; ASS: murió á las 2.30 de la tarde, ó sea á las 53 horas. LA FIEBRE CARBONOSA, 345 Carnero pinto, número 22.—Testigo número 2. Inocula- ción de prueba á las 9.10 de la mañana. Temperatura antes de la inyección 38 9. Diciembre 3.—Temperatura, mañana 38,9, tarde 38.5. 7 4 — q IS A OSA Ea O da 5.— sn Se 415, , Murió á las 11.80 de la mañana, ó sea á las 50 horas de la inyección. La muerte, á tan breve plazo de los testigos no deja duda de la fuerte virulencia del cultivo inyectado. Desgraciadamen- +e, las cireunstancias tan penosas en que he llevado á cabo este estudio, me impidieron hacer la autopsía de los animales y ratificar en las lesiones cadavéricas y en la sangre los carac- teres de la enfermedad, sobre todo la presencia del Bacillus Antbracis, como lo hice en el Laboratorio, con los animales pequeños. Además, cuando llegué á la Hacienda los cadáve- res estaban enterrados, con las debidas precauciones. El Sr. Administrador me había dirigido dos telegramas, que no reci- bí oportunamente. No me eran necesarios, puesto que había determinado tomar el tren de las 4.20 de la tarde y tenía gran- de inquietud y zozobra por saber lo que había ocurrido. A mi llegada á las 5.15 p. m. me encontré al Sr. Administrador en la Estación, quien me participó la muerte de los dos carne- ros. No ocultaré que mi emoción fué intensa y de grande jú- bilo al saber que se había realizado puntualmente mi pronós- tico; pues, había anticipado que todo debería estar listo para enterrar ó incinerar á los dos carneros testigos, que debían morir al tercero día; y que, más tarde podría suceder lo mis- mo con alguno de los toros, ó que por lo menos se enfermarían gravemente, como de hecho lo estaban. ” El feliz éxito de esta experimentación no pudo menos que traer á mi recuerdo la memorable de Pasteur, en Francia. En cuanto á los carneros fué enteramente igual. Los míos inmunizados soportaron im- (1) Eso mismo hizo la experimentación sobre las reses. Mem. Soc. Alzate. México. 'T. 23 (1905-1906) —44. 346 DR. ANTONIO J. CARBAJAL. punemente la inoculación de prueba, como los de M. Paesteur: todos los testigos murieron, tanto en su caso como el mío. En cuanto á la forma el éxito tuvo enormes diferencias. Aquí, el 5 de Diciembre de 1905, este suceso fué tan obscuro, ignorado é insignificante como lo es el experimentador cuya recompen- sa verdaderamente valiosa ha sido de un carácter íntimo; ha consistido en una profunda emoción de gozo (como la que ex- perimentan los artistas) por haber alcanzado un fin persegul- do durante un año de trabajo, sserificios y sinsabores, cual era: reproducir una experimentación, que marcó una era his- tórica en la ciencia, y que demostró la posibilidad de obtener artificialmente la atenuación de un virus natural, para conver- tirlo en vacuna preventiva, contra una enfermedad microbiana del hombre y de los animales; fundamento y punto de parti- da de la Bacteriología y Sueroterapia. AMNÁá en Pouilly-le-Fort el mismo acontecimiento tuvo una resonancia extraordinria que cubrió de gloria merecida á Pas- teur. El 2 de Junio de 1881 dice M. Chamberland, á las 2 de la tarde, M. Pasteur acompañado de sus colaboradores MM. Roux, Chamberland y Thuillier, de los señores Tisserand, Di- rector de Agricultura, Patinot, Prefecto del Seine et Marne, Blowitz, corresponsal del “Times” de Londres, de los Profe- sores veterinarios, Rossignol, Garrouste, ete., fueron á com- probar los resultados de las experiencias del 31 de Mayo. Esos resultados que al principio he mencionado fueron maravillosos y constituyeron en ese día un verdadero triunfo para M. Pasteur. El Sr. Blowitz asombrado del éxito tan brillante, se apre- suró á dirigir á su periódico de Londres un extenso telegrama, refiriendo el explendido resultado de la experimentación. He citado estos pormenores, no por vana complacencia sino para poner de resalío la importancia que en Europa se dió á este célebre deseubrimiento, comprobado públicamente, LA? FIEBRE CARBONOSA. IET por personas competentes y sancionado desde esa fecha como una verdad definitivamente conquistada para la Ciencia. Las reses inoculadas el mismo día 3 de Diciembre y que habían sido vacunalas previamente, confirmaron y comple- mentaron el éxito obtenido en los carneros como paso á re- ferir. QUINTA EXPERIMENTACIÓN. En reses. El día 22 de Octubre se aplicó la primera vacuna inoen- lando la cantidad de un cuarto de centímetro cúbico de un yi- rus atenuado, en la espaldiila derecha, á 3 toros de edad de tres años, robustos y en buen estado de salud. La operación se practicó en la misma Hacienda de la Le- chería de los Sres, Pimentel Hnos. y Administrador Sr. En- rique Chanes, quien tuvo la amabilidad de prestarme sus bue- nos servicios con grande eficacia é inteligencia. Por varias dificultades que se presentaron no se pudo to- mar la temperatura con toda regularidad sino hasta el día 26. INOCULACIÓN Á TRES TOROS. Toro pinto jicote, número 1. Octubre 26,—Temperatura, mañana 38.5, tarde 38.3. ss 21.— e E: 0 0 A o E he a a ES ”. 29.— e ja AS 0 » 30— Y Si MOM. 0h Ba, ”. 31— 5 ato Dra dD. Noviembre 19 A hs 38.3, y 38.3. Este toro presentó una reacción febril moderada el 5* y 6% día que duró 48 horas. El día 5 de Noviembre se aplicó la segunda vacuna es de- cir á los 14 días. 348 DR. ANTONIO J. CARBAJAL. Temperatura antes de la inyección 38,0. Noviembre 5.—Temperatura, mañana 38.0, tarde 38.7. No E le ao c loa erp y nta Mo Sud po Dr e ES lol JA CEE y A o A a OSO. Es curioso de observar que desde el día siguiente de la inyección hasta el sexto día la temperatura de la mañana y de la tarde fueron exactamente iguales. En esta segunda in- oculación la temperatura no subió más allá de 39.5 que ocu- rrió al día siguiente; lo cual apenas se puede reputar como ligera reacción febril. La inmunidad fué satisfactoria. Toro enchilado número 2. Primera vacuna el 22 de Octubre. Octubre 26.—Temperatura, mañana 37.0, tarde 38.6. e 27.— el ee 40.5, 5, 40.5. ” 28.— a 5 EL AA o al 7 de 29.— 5 A 405, , 40.0. a 30.— EN Y O OO. E 31.— da a 38.2, , 38.0. Noviembre 12 a de 38.0, 1) 38.4. Reacción febril del 5% al 7? día que duró 72 horas; siendo la máxima en el día sexto de 41.7. Día 5 de Noviembre, segunda vacuna. Noviembre 5.—Temperatura, mañana 37.9, tarde, 38.0. y dpal a e lanas o Isa Dd SSB. dos Ba A o of a A e SG ho, 068: 0 e LA FIEBRE CARBONOSA. 349 Ligera reacción febril al 32 día de la inoculación. Inmu- nidad satisfactoria. Toro pinto número 3. Primera vacuna el 22 de Octubre. Octubre 26.—Temperatura, mañana 38.0, tarde 38.6. da 27, — 3 Ml 40.0, , 40.3. de 28.— > £ 40,0, , 40.5. EN 29.— si 07 39.3, , 39.5. 2 30.— 1) » 39.0, ” 39,2. 32 31.-— z al IO 0 Noviembre 1? bl sa IND a DO. Reacción febril suave el 5? y 6? día. Noviembre 5, segunda vacuna. da 6.—Temperatura, mañana 38.5, tarde 38.7. E 1.— Ñ NOS) A COLO: e 8.— dE A e A e e 9.— » A AA (1055 e 10.— Í A ANOS y de E No hubo reacción febril ó si acaso fué ligera, pues entien- do que es común observar fisiológicamente en los toros tem- peraturas hasta 39.0. | Niuguno de los toros acusó perturbación local notable; su apetito fué bueno; y si no se les hubiera tomado la tempera- tura apenas hubiera podido considerárseles enfermos, porque su aspecto general nada presentaba de particular. 350 De. ANTONIO J. CARBAJAL. INOCULACIÓN DE PRUEBA. Fué practicada el día 3 de Diciembre á estos 3 toros, con un cuarto de centímetro cúbico de un virus muy activo, re- cientemente regenerado y que mató á un ratón, un cuye y dos carneros; á estos últimos, al tercero día. Toro número 1, pinto jicote. Día 3 de Diciembre, inoculación de prueba. Temperatura antes de la inyección, en la mañana 39.5. Diciembre 3.—Temperatura, mañana, 39.5, tarde 39.0, A 5 di BT 0 80.0 Ea sa NU ISDIS. po , Ss a ON er a a ISI s 38 010 300) Up gs y dls ads 07 aio da AO OS. 9) 11. Y) Y) 39.1, ” AOS La inoculación virulenta fué soportada sin reacción local ni general, y siempre estuvo el toro en estado satisfactorio. Toro número 2, enchilado. Inoculación de prueba de 3 de Diciembre, temperatura an- tes de la inyección en la mañana 38.0. Diciembre 3.—Temperatura, mañana 38.0. tarde 38.0. der od fed , 10101 88,81 1004905. lobos pa e SS da 140: A Ea. Ñ »0111 88:55 Um 080.0, Ne bl aso GO BIS , NBA 089 7 e ONO Ha a DU S9l8 me 1118948) A le a e JUSODO li 08008: cal e IA o LA FIEBRE CARBONOSA. 351 Este toro experimentó ligera reacción vespertina del ter- cero al quinto día, sin ninguna otra novedad; cuya reacción fué menor que en la segunda vacuna que llegó á 41.7 al octa- vo día; lo que demuestra una perfecta inmunización. Toro número 3, pinto. Inoculación de prueba el día 3 de Diciembre, temperatura antes de la inyección en la mañana 36.9. Diciembre 3.—Temperatura, mañana 36.9, tarde 37,5. Ma ii A 8 cie 9010. O A 2 0 385,0 189,0, MINO 10% y aid om 0) 18018, Ele ANA EL p E ie a ASE do Ce ll e 38d mid 0/9, do a ST 00n: o 1 ae i7 0.0. pios a Sa SS No presentó la menor novedad en su aspecto y condicio- nes; del 4* al 7? día la temperatura pasó de 39.0 pero no llegó á 40.0. En la primera vacuna llegó á 40.5 el 6* día; en la se- gunda vacuna no pasó de 39.0 al 2? día. La inmunización fué perfecta. INOCULACIÓN Á TOROS TESTIGOS. Sanos y no inmunizados. Recibieron la misma inoculación virulenta el día 3 de Diciembre, aplicándoseles el mismo cultivo que á los anterio- res. 392 Dr. ANTONIO J. CARBAJAL. Toro número 4, gúero. Testigo número 1. Inoculación virulenta, día 3 de Diciembre, temperatura antes de la inyección en la mañana, 37.0. Día 3.—Temperatura, mañana 37.5, tarde 37.5. MN a BSD a gOlS: era a eN O oras h MaS oa. Mn S ac rd.000. 0.0 de 21240; a le ISO dalla OL ll O 0 A 10 S ba 20, 0 A . OL a DO . Sd LO a a ISA 0 OS: LaS 040 , BS oi O PO Up e SEO lia E CIO ol. Estado muy grave desde el tercero hasta el sexto día. Grave del séptimo al noveno. La temperatura no bajó de 40.0 sino hasta el duodécimo día. Este toro estuvo á punto de morir del cuarto al quinto día. Toro número 5, josco, testigo número 2. Inoculación virulenta el día 3 de Diciembre. Temperatu- ra antes de la inyección en la mañana 37.0. Día 3.—Temperatura, mañana, 37.0, tarde 37.9. pav4 da q ¿Je dG 0/59 1d50:9! io a AOS! A E a » 410, , 42.9 murio. Murió á las 6.45 del cuarto día; habiendo comenzado una LA FIEBRE CARBONOSA. 393 fuerte reacción febril en el tercero día, La gravedad que pre- cedió la muerte fué de 36 horas habiendo llegado la tempera- tura á 42.9. En resumen, el resultado de la prueba á que se sometie- ron los toros fué el siguiente: Tres toros inmunizados resistieron la inoculación de prue- ba altamente virulenta, sin consecuencia grave de ninguna clase; que demostró perentoriamente que habían adquirido una inmunidad artificial y sólida contra la inoculación de un virus fuerte, y, por lo mismo contra la infección expontánea del mismo virus. De los dos toros testigos, no inmunizados, el uno sucum- bió al cuarto día y el otro enfermo gravemente de la fiebre carbonosa experimental durante nueve días; lo cual demostró la fuerte actividad del virus inyectado á todos los toros. La prueba resultó tan concluyente como la de los carne- ros, ya mencionada; y, providencialmente, aun más demostra- tiva, que la de Pouilly-le—Fort. En efecto, allá ninguna de las reses murió (M. Pasteur había dicho: “que las reses eran más resistentes que los car- neros. Todas sufrieron edemas voluminosos alrededor del pun- to de inoculación, detrás del hombro. Algunos de estos edemas llegaron á tomar dimensiones enormes, deformando al animal y contenían varios litros de líquido. El vientre de la vaca bre- tona (de 7 á 8 años) casi tocaba el suelo. La temperatura se elevó 4 3.0 sobre la normal, en un toro bretón.” Ninguna de las cuatro reses testigos inoculadas murió; pero estuvieron más ó menos gravemente enfermas y en peli- gro de muerte, particularmente el toro bretón. En rigor esto bastaba, para comprobar la actividad del vi- rus; pues, no todos los toros afectados de la fiebre carbonosa en Francia, necesariamente mueren, Yo fuí más afortunado, ya que de los dos toros testigos, el uno murió y el otro se en- fermó gravemente. El hecho ocurrió, por un incidente fortuito Mem. Soc. Alzate. México. Y. 23 (1905-1906)—45. 304 . IDR. ANTONIO J. CARBAJAL. LA FIEBRE CARBONOSA. que voy á referir para que se vea de cuantas circunstancias, algunas veces desfavorables y otras no, pende el resultado de una experimentación. Como había dicho al Administrador de la finca, que algu- nos animales debían morir, excepto los vacunados; temiendo que muriese el toro que yo tenía destinado á testigo se pro- puso reemplazarlo por otro menos bello, pues le daba lástima “que se sacrificara y consideraba indiferente para mi objeto que se expusiera uno ú otro. Los sirvientes no me explicaron esta combinación é inocu- lé tanto el mío como el ageno. Resultado: que éste fué el que murió mientras que el mío solo enfermó gravemente. Sin este incidente casual no habría yo obtenido una demostración más completa que la de Francia, del éxito de la prueba final. En los últimos cinco meses del año he suministrado 211,500 vacunas que han sido distribuídas eu el país por la Comisión de Parasitología; habiendo llegado de todas partes contesta- ciones satisfactorias. Se han suspendido las epidemias de fie- bre carbonosa en los ganados en quienes se ha aplicado la va- cuna. En resumen, para terminar, manifestaré que, creo haber dado cima felizmente al programa que ofrecí y me propuse realizar: “preparar la vacuna anti-carbonosa, con virus toma- do del mismo país, hacer todos los estudios experimentales conducentes á demostrar su eficacia y proporcionar durante algún tiempo á la Comisión de Parasitología Agrícola, las can- tidades de vacuna que me fuera posible obtener, dentro del plazo que se me asignó.” ! Terminados los estudios y concluído el plazo el 31 de Di- ciembre de 1905, doy también por finalizado mi encargo. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.' MÉMOIRES, T. 23. LOS PRINCIPALES CENTROS AURIPEROS DEL MUNDO ESTUDIO SOBRE LA PRODUCCIÓN ACTUAL DEL ORO POR MANUEL G. AMADOR, Ensayador, Químico y Metalurgista. Miembro de varias sociedades científicas, nacionales y extranjeras. INTRODUCCION. La demanda que el oro ha tenido en los últimos años para sostener el patrón monometálico, ha hecho que la aurirurgía, ó sea la industria metalúrgica de este metal, haya tomado un desarrollo sin precedente en la historia minera del mundo. La química y la mecánica han luchado poderosamente para dis- minuir su costo de producción, y se han explotado vetas y aluviones que hace pocos años se consideraban improducti- vos. Por todas partes se le ha buscado con actividad verda- deramente febril, y se han descubierto algunos yacimientos que han compensado largamente los trabajos de los explora- «dores. i Nuestro país, famoso en el mundo por sus riquezas mine- rales, contribuye en cuarto ó quinto lugar á la producción to- tal del metal amarillo; por lo mismo he creído que podría ser de interés para nuestros mineros, presentar una rápida expo- sición, especialmente geológica, de los principales centros au- 396 MANUEL (G, AMADOR. ríferos, pidiendo para este pequeño trabajo, la indulgencia de nuestras notabilidades científicas. | Los datos están tomados de fuentes tan autorizadas como el profesor De Launay y el geólogo ruso Makeroft, y las esta- dísticas son las más perféctas que he podido adquirir. I El oro es conocido desde la más remota antigúedad. En los primeros tiempos de la humanidad bastaban las arenas del Pactolo y del Hermo, y las célebres minas de Ofir, para satis- facer las necesidades de aquella civilización naciente en que el consumo de este metal era demasiado limitado, usándose casi exclusivamente para el adorno de sus dioses, de sus sa- cerdotes y de sus reyes. Conforme aumentaba el refinamiento social fué creciendo la demanda por el precioso metal, y ya en la época de la dominación romana eran célebres la Transylva- nia, la Hungría y algunos ríos de Francia (Ariége) en latín Aurigera y de España (Duero) por su producción. No existen datos estadísticos de aquella época, pero es de creerse que los centros de explotación eran considerablemente ricos, si se atiende á los pocos lugares en que se trabajaban aluviones auríleros especialmente. Durante la edad media continuó en creciente la demanda del oro, siendo en aquella época la Transylvania y la Sajonia las que ocupaban el primer lugar como centros auríferos. Tan rápida fué la demanda, que hizo pensar á los alquimistas me- dioevales en buscar la piedra filosofal, ó sea el medio de trans- formar los metales comunes en oro. La piedra filosofal no ha llegado á encontrarse aun, pero por aquel entonces, y con todo el empirismo de aquella ciencia naciente, produjo importantes resultados como el descubrimiento de varios ácidos y éteres, de algunos nuevos metales, de substancias que eran luego aplicadas á la embrollada farmacología de aquel tiempo, mu- Los CENTROS AURÍFEROS. 3 =1 Ol chas veces con desastrosos resultados; de la pólvora, del oro musivo, ete. La edad media cierra la historia de la producción del oro con una verdadera escacés, estando ya el metal ama- rillo bajo la influencia del monopolio del capital enoblecido. El descubrimiento de la América cambió totalmente de faz la situación del mercado de los metales preciosos. Duran- te los primeros años que siguieron á su descubrimiento, un verdadero río de oro y plata atravesó el Atlántico; México y el Perú se distinguieron de una manera especial, el primero como productor de plata y de oro el segundo, conservando aún nuestro país la primacía como productor de plata. La produe- ción del oro quedó normalizada durante más de dos siglos, hasta que hacia la mitad del siglo XVIII, Rusia comenzó á producir cantidades importantes extraídas de los aluviones de la cadena del Ural. Nada nuevo se descubrió durante los primeros años del siglo XIX, hasta 1848, en cuyo año comenzaron á explotarse los riquísimos placeres de la Alta California, que con razón admiraron al muudo, pues en 1852 produjo $60.000,000, y hu- bo sitio que de dos metros cuadrados de terreno se extraje- ron $160,000. Y Poco después se descubrían los no menos ricos placeres de Ballarat en la Australia oriental, complementados recien- temente con el descubrimiento de los yacimientos de Kalgo- orlie, y Coolgardie, en la Australia Occidental. La inmensa demanda que el oro ha alcanzado en nuestros días, se lebe á doctrinas económico-políticas en cuya discu- sión no entraremos, pero que pudieran resumirse diciendo que son una especie de asfixia que la alta banca pretende aplicar á las naciones productoras de plata. Poco después del monopolio del azogue hecho en 1873 por (1) J. Laur. Le Gissement et Vexploitation de Por dans la Californie-Annales des mines, 6? série, t. 111, 1863. 398 MANUEL G. AMADOR. la casa Rotschild, comenzó á notarse la tendencia á dismi- nuir el valor de la plata aumentando proporcionalmente el del oro. Por de pronto no se hicieron sentir sus resultados hasta que en los últimos años ha sido causa de un notable desequi- librio para las naciones productoras de plata. Esto hizo el bus- car y explotar con una actividad sin precedente todos los yaci- mientos auríferos, vetas y aluviones, siendo el descubrimiento de los conglomerados auríferos del Transvaal, la nota culmi- nante en la historia minera de nuestros días. En la actualidad, los principales centros auríferos del mun- do, son Rusia, California, Australia y el Transvaal. La producción total de oro en el mundo se evalúa en 350,000 kilogramos anuales. TI Rusia. Las regiones auríferas de la Rusia se dividen geográfica- mente como sigue: Cordillera del Ural. Vyatka. Perm. Ekaterinemburg occidental. Ufa. Verkhoturia. Ekaterinemburg oriental. Orembourg. de del Sur. Tomsk. Tobolsk-Akmolinsk. Semipalatinsk-Semirelchensk. Tomsk, Los CENTROS AURÍFEROS. 359 Yenisey del Norte. ” y, Sur. Atchinsk-Minousinsk. Irkousk. Primorskoi. Amoor. Transbaikalia Oriental. e Occidental. Lena. Birouzensk. La producción de oro de la Rusia desde 1754 hasta 1900, ha sido de 2.091,000 kilogramos. De 1895 á 1900, ha produ- cido como 16% de la producción total del mundo. Geologia. Las regiones auríferas de la Rusia se encuentran en se- rranías poco elevadas que muestran claramente la acción ero- siva de los agentes atmosféricos sobre las rocas de la locali- dad. Los placeres se encuentran á alturas absolutas de 200 metros para el Ural, de 300 en la región de Alatou, y 600 en el distrito de Yenisey. - Las rocas predominantes en la región del Altai son are- niscas y filadas, entre las cuales se muestran granitos y dio- ritas. Las del distrito de Yenisey son pizarras metamórficas, especialmente pizarras arcillosas, qne pasan frecuentemente á micapizarras. Hacia el Norte se encuentran granitos y gneis- ses, dioritas y pórfidos, alternando con clongomerados y are- niscas. Las arenas auríferas se encuentran generalmente so- bre pizarras en la línea de contacto del granito ó la diorita. En la provincia de Yakustk hay una extensa formación de grani- to-sienita que pasa á gneiss ó á pizarra micácea, talcosa ó elorítica. Por último en el valle del Amoor las rocas más fre- 360 MANUEL G. AMADOR. cuentes son gneisses anfibólicos alternando con filadas, á Jas que pasan por gradación insensible. Se encuentran también vetas de cuarzo aurífero con pirita que han sido hasta ahora poco explotadas. Los placeres de la Siberia existen tanto al Norte como al Sur de la gran cadena de montañas que atraviesa el Asia de N. E. 45. W. Esta vasta región se encuentra eruzada por ríos importantes que muestran huellas de considerable actividad glacial. Por lo mismo la formación de estos placeres es idén- tica con la observada en California y en Australia. Los depó- sitos sedimentarios Silurianos ó Devonianos, fueron levanta- dos en la época de la formación dela gran cadena asiática; este levantamiento produjo fisuras que fueron posteriormente lle- nadas por soluciones de siliza, oro, y fierro, que dieron origen á las vetas de cuarzo aurífero con pirita que se han encontra- do cerca de los placeres. A su vez estas vetas y la roca de formación han sufrido los efectos de la erosión meteorológica, lenta, pero segura, habiéndose depositado en las planicies las arenas auríferas explotadas actualmente. Los minerales que producen estos placeres, son, además del oro, pirita común y arsenical, y todos los productos de su descomposición: limonita, hematita, magnetita, etc.; cobre al- gunas veces al estado nativo, y frecuentemente como chaleo- pirita. Se encuentra además, galena, piromorfita, cerusita, bis- muto nativo, casiterita, granates, rutilo, turmalina, zircones y esmeraldas. Se han encontrado restos fósiles en gran cantidad espe- cialmente de mamouth (Elephas primigenius); desde 1840 hasta la fecha se han exhumado más de 20,000; algunos, en- contrados en las arcillas perpetuamente heladas del extremo norte conservan aún en perfecto estado los músculos y la piel. La conservación de estos animales, que deben haber vivido en medio de una vegetación abundante, es una prueba de la Los CENTROS AURÍFEROS. 361 rapidez con que se extendió el período glacial por las inmen- sas llanuras de la Siberia. E Un fenómeno que caracteriza los placeres, es que el suelo está perpetuamente congelado ó por lo menos no se deshiela sino con suma dificultad en el verano. Cerca del nacimiento de los ríos, se encuentran en contraposición con los anterio- res, algunos lugares que nunca se hielan lo que se cree es de- bido á la cireulación subterránea de aguas termales. La edad geológica de los placeres rusos es terciaria ó cua- ternaria, aunque el Prof. Obroncheff ha descrito algunos que en su opinión son más antiguos. (” Los aluviones auríferos de que tratamos son bastante po- bres relativamente, dando como promedio 1 gramo de oro por tonelada (20 á 30 dolis por 100 poods) los de Nerstehinsk son los más ricos dando desde 1.50 hasta 2.80 gramos por tonela- da (60 dolis á 1 zolotnik por 100 poods) en el Distrito de Lena se encuentran los más ricos, habiendo llegado su ley á 10 zo- lotniks. El beneficio, ó sea el método de separación del oro, es el mismo que se usa en otros lavaderos, es decir, hacer pasar una corriente de agua sobre la tierra aurífera más ó menos desin- tegrada, cuya corriente arrastra la arena, arcilla, etc., dejando el oro libre en virtud de su gran densidad; generalmente se hace uso de una planilla de gran longitud seguida de un canal en que se depositan las partículas más finas. Algunas veces se hacen canales escalonados con pequeños depósitos de tra- mo en tramo en que se pone azogue. Se obtiene un 90% del contenido. En los distritos más accesibles á la comunicación Europea se hace uso de la planilla mecánica (concentradoras). La minería rusa está aun en su infancia, pues tal vez se sorprenderán nuestros mineros de que en muchas de las mi- nas que trabajan vetas de cuarzo aurífero á profundidades (1) Mémoires de la section de la Siberie Oriental de la Société Impériale Russe. Mem. Soc. Alzate. México. TT. 23 (1905-1906)—46. 362 MANUEL G. AMADOR. menores de 100 metros, se usen todavía nuestros pequeños malacates, llamados trompos, y que hace más de 20 años han desaparecido por completo de nuestros distritos mineros. No obstante, es opinión general entre autoridades compe- tentes que han visitado aquellas regiones, que en el futuro será el primer país minero de Europa-Asia, rival tal vez de In- glaterra con la producción de carbón mineral del bazío de Do- netz, como ya lo está siendo de los Estados Unidos con el pe- tróleo, y de Alemania con el manganeso. “? TI. Australia. El interior de la Australia es una extensa mesa sumamen- te árida, á una altura de 600 metros sobre el nivel del mar. Esta mesa está rodeada por calizas terciarias. Hacia el Norte se encuentra limitada por los depósitos carboníferos del río Filzroy, y al poniente por formaciones graníticas. Esta comar- ca es probablemente una de las más antiguas del globo. repre- sentando la base de un continente, del cual los mares se reti- raron hace muchas épocas geológicas. Los campos auríferos de Coolgardie y Kalgoorlie, están situados hacia la parte sur. La formación geológica de la Jo- calidad consiste en granito entre el cual aparecen dikes y ban- das de diorita y de andesita. Esta roca como se observa casi siempre cerca de depósitos metalíferos, está frecuentemente asociada á tobas y conglomerados. No se han encontrado fósi- les que permitan hacer una clasificación ó asignar la edad geo- lógica relativa; es cierto que en el límite de la región aurífera se han encontrado algnvas areniscas que algunos geólogos in- gleses consideran como mesozoicas, pero ésta formación se ha (1) En 1899 los E. U. produjeron 63.000,000 de barriles de petróleo contra 44.000,000 producidos por Rusia—-S. F. Emmons—Geological Excursion through Southern Russia. Los CENTROS AURÍFEROS. 363 depositado tan posteriormente al substratam. aurífero, que solo sirven para probar la antigúedad «le éste. En la Australia oriental se encuentran algunas serranas cuya dirección es ge- neralmente paralela á la línea de la costa, de la cual distan de 15 á 40 leguas. Están formadas por pizarras arcillosas, silizo- sas, Ó micáceas, entrelaminadas con granito como en la región occidental. ún muchos lugares la estratificación es casi verti- cal con rumbo N. S. A veces se encuentran demasiado dislo- cadas por la aparición de rocas ígneas como sienita, basalto, trapp y pórfidos. La semejanza de esta formación es tan grande con la de las regiones auríferas de Rusia, que el ilustre geólogo Sir Roederik Murchison, al hacer un examen de una colección de rocas australianas presentada por el conde Strzelecki, descu- bridor del oro en Austalia, no vaciló en declararlas auríferas. La edad geológica de las vetas auríferas es anterior á la de las rocas semejantes de California, perteneciendo al pa- leozoico inferior ó piso siluriano, asemejándolo en edad y cons- titución á la eordillera del Ural. Las vetas se encuentran entre rocas del piso siluriano in- ferior, con un ancho de algunos centímetros hasta 2 metros. Tienen generalmente rumbo N. S. con echado indiferente al E. ú W., que varía desde la horizontal á la vertical. Algunas coinciden con los planos de estratificación, otras veces con los de crucero, y otras cortan á ambos. Las más importantes se encuentran en la parte inferior ó más antigua de la serie silu- riana, aunque las mejores leyes se han obtenido de vetas an- gostas en las primeras capas de la formación referida. Los aluviones se encuentran en una posición semejante á los de Rusia é igual á los de California; sobre la roca de for- mación, generalmente diorita Ó granito, y también pizarra, descansa la capa detrítica que contiene el oro, formada de cas- cajos rodados, arena gruesa, etc., comentados por arcilla, La capa más rica se encuentra en el fondo de la formación. Su 364 4 MANUEL (+. AMADOR. grueso varía de 2 á 35 metros, y en algunos lugares la forma- ción detrítica está cubierta, como sucede en California, por una capa de roca volcánica (Rhyolita), de la cual se deduce que son miocenos ó antitereiarios. El euarzo que forma estos depósitos es subangular, de donde se infiere que se encuentra casi in-situ ó que no ha sufrido erosión por efecto de trans- porte. Si se compara con el que forma la matriz de las vetas próximas, se hace evidente su identidad. Por otra parte, el examen topográfico de la región demuestra la ausencia de aca- rreo. La materia que cementa los detritus auríferos es igual á la arcilla que resulta de la descomposición de las rocas de formación de las vetas, según sean dioríticas ó graníticas. Fi- nalmente las partículas de oro que se extraen de los aluviones son idénticas en tamaño y caracteres físicos á las que se en- cuentran en las vetas que posteriormente se han explotado, y el hecho de no encontrarse redondeadas ó gastadas, indica que están cerca del lugar de origen. La ausencia de corrien- tes de agua desde remotas épocas geológicas en esta mesa de- sierta, ha hecho que se depositen sucesivamente el oro, la ar- cilla, la arena gruesa y los cascajos, en capas sucesivas sobre la roca primitiva. Estos depósitos son bastante ricos dando un promedio de 25 gramos por ionelada y á no ser por su excepcional riqueza, no se habrían explotado, pues especialmente en la Australia occidental, el minero tiene que luchar con una absoluta caren- cia de agua. Por lo mismo los métodos de lavado que se usan en las otras localidades no pueden usarse en esta comarca, donde un metro cúbico de agua ha llegado á valer $12.08 oro. En cambio se ha encontrado otro elemento que ha substituido al agua, si no para las necesidades biológicas, sí para la extrac- ción del precioso metal; este elemento es el aire. Este sistema de trabajo, usado en iguales circunstancias - en California por algunos mineros mexicanos en 1848, consiste en llenar de la tierra autífera más rica y fina una batea (pan) Los CENTROS AURÍFEROS. 365 colocarse en contra de la corriente del aire, y pasarla dese la mayor altura sobre otra batea, con cuya operación quedan en la batea inferior, después de varios tratamientos sucesivos, el oro y las materias más pesadas, que se pueden tratar por amal- gamación ó lavar. Felizmente ningún país del globo está tan perfectamente adaptado á este sistema de trabajo, como la Australia, pues se- gún las estadísticas meteorológicas, son raros los días de cal- ma y frecuentes las tempestades de polvo ó pequeños ciclones, á los que los naturales llaman “willy—will y.” El viento es generalmente un agente geológico de poca importancia; pero en una comarca árida y descubierta, y obrando sobre el suelo incesantemente, puede producir nota- bles efectos. Así es que en Australia encontramos pruebas evidentes de lo que los geólogos modernos han llamado acti- vidad eólica. El suelo está cubierto por arenas cuarcíferas producidas por la desintegración de la roca; la arena fina es arrastrada por el viento, quedando los fragmentos de cuarzo que cubren áreas extensas. Donde quiera que hace su aparl- ción el granito se le ve pulido por la erosión constante del pol- vo arrojado por el viento. Todo esto da á estas regiones un aspecto singularmente triste y monótono. Si á esto se añade la aridez del suelo, pues la altura de la lluvia es de 11 centímetros anuales, ? se com- prende sin dificultad que solo el atractivo del oro ha sido causa de la invasión de aquel desierto. Debe agregarse que el agua que en pequeñas cantidades circula por la capa de drenaje na- tural del terreno, es aun más salada que la del mar, contenien- do como un 14% de sales. ” Y en el mes de Diciembre en la (1) La altura de la lluvia es en Zacatecas de 800 mm, en Veracruz de 4.50 méts., en París de 600 mm, en Assan (China) de 15.25 mts. (2) El agua del Mar Muerto que es la que contiene mayor cantidad de sales, varía de 20 á 25 pS, de cuya cifra 10 p3 es sal común, La del mar contiene 33 pS. 366 MANUEL G. AMADOR. época de los grandes calores ? en que la temperatura llega á 439 «c., y por lo mismo la evaporación á su máximum, el agua se encuentra saturada de sal. Esto ha obligado al gobierno inglés á establecer de distancia en distancia, entre los cami- nos y fe:rocarriles, plantas de destilación para obtener agua que sea compatible con el sosteuimiento de la vida. Como se ve, esta escacez da lugar á que este líquido que estamos acostumbrados á ver con indiferencia, sea tratado en algunos lugares de Australia con un respeto casl religioso, lle- gando su valor al increíble de que más antes hemos hecho mención. En tales circunstancias una mina con agua resulta una verdadera bonanza; así es que ha habido casos en que una mina no ha encontrado en sus diversas labores de exploración mineral costeable, pero sí agua, con la cual ha cubierto sus gastos, vendiéndola á otras compañías, que con motivo de te- ner haciendas para el beneficio necesitan imperiosamente del agua. La gran cantidad de sales disueltas que contiene el agua australiana le da necesariamente mayor densidad, cuyo acci- dente perjudica las labores del beneficio; pues el oro finísimo que suele flotar en las lamas usando agua común, flota,con mucha mayor facilidad en el agua salada ocasionando mayor por ciento de pérdida. Por último, la escasez de agua es un serio obstáculo para el mayor desarrollo de la industria minera en aquellas regio- nes, pues tiene siempre á raya la producción, desde el mo- mento en que como se sabe se necesita determinada cantidad de agua, para tratar una unidad en peso del mineral. Por el mismo motivo, la maquila ó costo de beneficio por tonelada es altísimo en el Calgoorlie, valiendo por promedio $ 14,00 de nuestra moneda; el agua únicamente cuesta $7 por tonelada de mineral beneficiado. (1) Debe recordarse que la Australia está en el hemisferio Sur, hacia el paralelo 24, Los CENTROS AURÍFEROS. 367 En Australia se han usado los beneficios de amalgamación simple, en panes y placas, y la cianuración. La produceión anual de las diversas regiones auríferas de aquel país es por término medio de $55.004,000 ó sea un 17 % de la producción total del mundo. IV California. La explotación del oro en California data de Marzo de 1848; en cuanto á su descubrimiento, puede decirse que la existencia de este metal en grandes cantidades era sabida ya del gobierno español desde 1754, informado por los padres jesuitas mandados á misionar entre las tribus indígenas, Ó por los soldados acantonados cerca de las misiones, en lo que en- tonces se llamaba presidios. Antes de aquélla fecha se traba- jaron algunos depósitos situados cerca de la costa'en pequeña escala, en lo que se llamaba misión de S. Fernando. Hacia 1843, un francés de apellido Baric, tuvo en ellos un éxito' no- tabilísimo. En Europa se sabia ya la existencia de este metal en toda la costa del Pacífico, por diversos viajeros, «que por distintos motivos tenían que desembarcar en ella. El primer descubrimiento que prácticamente abrió estos placeres á una franea explotación, se hizo de una manera ca- sual. Un coronel Sutter, oficial retirado de la guardia de Car- los X, había contratado una cierta cantidad de madera de construcción con un americano de apellido Marshall; en con- secuencia de lo cual el último comenzó la construcción de un aserradero hacia la parte sur de un río cercano á lo que des- pués se llamó “El Dorado,” y que entonces se llamaba Coloma. El aserradero usaba el agua del río como fuerza motriz. La instalación quedó terminada en los primeros meses del 'año 368 MANUEL G. AMADOR. de 1848, y al echarlo á andar el agua que corría por un canal hacia la rueda motriz, dejó en el mismo un gran número de pequeños granos metálicos, amarillos y brillantes, que inme- diatamente se vió que eran de oro. Como era natural se trató de conservar en secreto el des- cubrimiento, pero bien pronto fué imposible. La noticia llegó luego á S. Francisco, que tenía por aquella época 600 habitan- tes aproximadamente, causando tal excitación, que la pequeña población se vió luego literalmente abandonada, pues sus ve- cinos emigraron en masa. La sensacional noticia llegó hasta el gobernador de California, un Mr. Masson, quien trató de visitar los placeres en Julio del mismo año, y encontró según su mismo informe, 4,000 pesonas ocupadas en lavar las arenas del río y que extraían oro por valor de 30 á $40,000 diarios. La fama de tan extraordinario descubrimiento se extendió con rapidez, primero por América, y luego por todo el mundo. Comenzaron á llegar emigrantes mexicanos, chilenos y perua- nos, á los que siguieron chinos y havaineses. En los primeros meses de 1849 comenzó la inmigración americana, la que por su número, y por estar ya posesionados del territorio, desalojó á los demás. Durante esta época California estuvo produciendo un pro- medio de $45.000,000, extraídos en su totalidad del río Sacra- mento. La mayor producción fué el año de 1853 en que se extrajo oro por valor de $63.000,000. Geología, El valle de California está eruzado por dos ríos importan- tes, el Sacramento y el S. Joaquín, que se unen hacia la mitad de su trayecto, para desembocar en el Pacífico, saliendo por una depresión lateral de la cordillera. Su longitud es de 260 kilómetros y su ancho de 70. La Sierra Nevada limita al E, este valle perdiendo sus crestas en la región de las nieves Los CENTROS AURÍFEROS. 369 perpetuas, y su eje está formado por granitos entre los cuales aparece con profusión la andesita, rbyolita y otras rocas de origen volcánico, tan comunes en toda la sierra occidental de la América. Esta gran masa granítica está eubierta en ambos flancos por capas de pizarmas y areniscas, que alternan con masas de serpentina, diorita y diabasa que se extienden hasta la llanura, en donde se muestran enbiertas por depósitos sedimentarios de origen reciente. Al W el valle está limitado por la serranía de la costa (Coast Range) formada por montañas que corren paralelamente y á corta distancia de la playa del Pacífico. Las pizarras metamórficas de la Sierra Nevada forman una zona de 150 km. de longitud, siendo las verdaderas rocas auríferas de la región. Está fuera de toda duda que el oro de Califor- nia, es como el de Rusia y Australia, el producto de desagre- gación de vetas de antigua formación. En California estas vetas se encuentran entre pizarras y rocas metamórficas, que forman principalmente la vertiente occidental de la Sierra- Nevada, y que generalmente se cree pertenecen al piso Jurá- sico. El grueso del aluvión aurífero es de 40 4 100 metros, en los lugares donde está cubierto por la capa de lava. Estos extensos depósitos están formados por fragmentos redondea- dos de diorita, cuarzo, y todas las rocas metamórficas de la serranía. Están frecuentemente estratificados (lo que no su- cede en Australia) en capas discontínuas. Como regla gene- ral las capas inferiores contienen cascajos grandes, mientras que las superiores están formadas de arenas finas, aunque esto no excluye la presencia de grandes fragmentos en las capas media y superior de la serie. Cuando se examina una fractura reciente del grueso total de la capa sedimentaria, se nota luego el contraste de las ca- pas superficiales y profundas, lo que se debe á la pirita que impregna las capas superiores, la cual descomponiéndose por Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906)—47. 370 MANUEL G. AMADOR. la acción del agua, ha depositado óxido de fierro en las arci- llas inferiores, tiñéndolas de rojo ó amarillo en zonas ondula- torias, que contrastan fuertemente con el color azul de las ca- pas detríticas no oxidadas. Estas tienen también una gran cantidad de pirita que cementa la arcilla y los cascajos, ha- ciendo un conglomerado tan compacto á veces, que necesita barrenarse para su explotación. Algunas de las capas conservan huellas perfectamente claras de corrientes de agua, sobre todo las capas superiores, y suelen encontrarse en éstas, pedazos y hasta troncos de ár- boles fosilizados ya sea por siliza (Xilolita) ó transformados parcialmente en carbón. En algunos bajos fondos de estos antiguos ríos, la acumulación de restos vegetales ha sido tan grande que presentan el aspecto de una capa de lignita. En Calaveras, donde los depósitos auríferos se encuentran cubier- tos por una capa de basalto columnar, esta madera fósil está transformada en semi-ópalo. Algunas veces se encuentran fragmentos de madera transformados solo parcialmente en lig- nita por un extremo, quedando el otro sin alteración; poste- riormente todo el fragmento se ha silicificado, presentando el aspecto de alabastro y mármol negro conservando la estrue- tura primitiva de la madera, cuya rara combinación es de un efecto muy hermoso. El oro está diseminado en mayor ó menor cantidad en toda la masa detrítica, aunque sin uniformidad, sino que siempre la capa más rica se encuentra en el fondo, y generalmente en contacto directo con la roca primitiva. Este fenómeno es con- secuencia del modo de formación y de la densidad del oro. Las capas superiores son en general demasiado pobres, pero como la mayor parte de los casos no es posible trabajar la capa inferior sin quitar las superiores, se ha explotado todo el grueso del depósito; mas al llegar al contacto de la roca primitiva con el conglomerado, ha sido tal la cantidad de oro encontrada, que la capa, que muchas veces es tan compacta LOs CENTROS AURÍFEROS. 371 que necesita el uso de explosivos, presenta el aspecto de un mosaico aurífero de sorprendente belleza. La roca primitiva se encuentra erosionada y pulida por un efecto evidente de actividad hidro-glacial. En Mokelumne Hill se encontró en 1859, una capa tan rica que los denuncios se limitaron á una superficie de 5 metros por lado (casi el espacio necesario para un tiro) y hubo luga- res que produjeron 115 kg. de oro. La riqueza relativa de una masa dada de detritus aurífe- ros en igualdad de condiciones, depende de la conformación de la roca primitiva sobre la cual están superpuestos. Si el aluvión descansa sobre rocas convexas que no han permitido el depósito del oro por su misma forma, la capa de contacto será pobre, y desfavorables las condiciones de explotación. Si por el contrario, el depósito descansa sobre depresiones ó ba- jos fondos, puede anticiparse la existencia de una considera- ble cantidad de oro. Se ha observado también que bajo con- diciones iguales la región Sur de la Sierra Nevada es más rica que la región Norte. Respecto á la edad geológica de los placeres Californianos, las impresiones de hojas encontradas, las capas de lignita, los restos de rinoceronte, tapir, mastodonte, megalomerix, etc., conducen á considerarlos como terciarios y con toda probabi- lidad de la época Pliocena. Se dice que en 1860 se encontró un cráneo humano en tolerable estado de conservación en la capa profunda de las arenas auríferas á 45 metros de profun- didad, bajo una capa de toba volcánica endurecida. Las vetas auríferas de California, de cuya desintegración resultaron los placeres, no están igualmente distribuídas en la área de las pizarras metamórficas, sino que se encuentran cer- ca de la línea de contacto de éstas con rocas eruptivas y eris- (1) Consigno simplemente el hecho, pero es posible que hubiese sucedido lo que con el “homo diluviitestis” de Scheutzer (Salamandra de Ooningen, Andreas Scheutzerii). Meunier, Géologie. 312 MANUEL G. AMADOR. talinas, formando una especie de cumulus reticulado, con un ancho de 12 4 24 km de E á W, con la longitud correspon- diente á toda la formación. Muchas veces siguen la estratifi- cación de la roca, y en otras cortan sus planos de separación de diferentes maneras. Su rumbo general en la región norte es N. S. con echado dominante al E; en la región sur su rum- bo es N W-SE, con la misma inclinación general. Si se comienza el estudio del sistema de vetas de la ver- «tiente occidental de la sierra, comenzando por el extremo sur de la formación metamórfica, se encuentra en el condado de Mariposa una enorme veta central de cuarzo, que se extiende desde el cerro “Ofr” hasta el de-Mokelumne en una extensión de más de 104 km. Esta veta, cuyo ancho varía entre 2 y 23 metros, crestonea en grandes tramos, viéndose desde alguna de las alturas próximas como una gran muralla blanca que atraviesa el campo muchas leguas. Esta veta es el eje de for- mación de las demás del Distrito, que se encuentran cerca, con rumbos generalmente paralelos. Puede seguirse sin inte- rrupción desde el cerro “Ofir” en Mariposa, hasta Jackson en el condado de Amador. Si se reflexiona en la longitud y ancho de ella se comprende sin dificultad la inmensa cantidad de material aurífero que pudo dar á la actividad glacial terciaria, y por lo mismo ya no sorprende la riqueza y extensión de los aluviones derivados de sus componentes. Los minerales que se encuentran en estas vetas son los que hemos visto que acompañan al oro en las formaciones se- mejantes: pirita, galena, blenda, mispikel, y minerales aurífe- ros en combinación con teluro, parecidos á los de Transylvania, aunque de distinta composición atómica (Calaverita, Petzita.) El mineral costeable está irregularmente distribuido y las leyes han disminuido á la protandidad, “ habiendo una zona de mayor riqueza á profundidad variable. (1) Según mis propias observaciones, podría sentarse para los metales nobles, y especialmente para el oro la siguiente ley; La riqueza de un tramo dado de veta esta en razón inversa desu ancho y es casi inversamente proporcional á la profundidad. Los CENTROS AURÍFEROS. 373 A Los caracteres son los mismos que los de nuestras vetas. Tan grande es la semejanza que von Richthofen describiendo la región del Comstock, dice: “Las vetas arman en propilita (andesita) especie de pórfido diorítico. Esta roca ocupa una posición prominente entre las rocas de formación de las vetas del Comstoek, y encierra como en otros países los filones me- talíferos más ricos del mundo. Entre esta formación se pue- den señalar la de los montes Karpatos, la de Zacatecas, Gruana- juato, y algunas otras localidades en México, y probablemente la de Bolivia.” Las leyes varían teniéndose tan bajas como 16 gramos, y . tan altas como 195 gramos por tonelada. Se puede tomar como promedio una ley de 25 á 30 gramos. El método de beneficio, muy extensamente usado en el tratamiento del cuarzo aurífero de las vetas, consiste en pul- verizar el mineral, previamente reducido á granza por una quebradora, en una batería de mazos en cuyo fondo se pone algunas veces un poco de azogue. El agua que corre por los mor- teros en que se pulveriza el mineral, arrastra á éste que corre sobre placas de cobre amalgamadas, colocadas en plano incli- nado de poca pendiente y de una longitud de 6 á 12 metros, sobre las cuales se adhiere el oro nativo al azogue, amalgamán- dose con él, mientras que el cuarzo, pirita, telaruros y sulfuros de plata, plomo y cobre continúan arrastrados por la corrien- te; de las placas pasan las lamas á máquinas de concentrar (planilla mecánica). Eu éstas quedan las partes metálicas, que á su vez son reberveradas y amalgamadas en panes ó toneles, eloruaradas por el método de Piattner, cianuradas, ó más gene- ralmente sometidas á la fundición. Un buen número de haciendas de beneficio en California han podido obieuer agua com) potencia motriz aplicada á rue- (1) The Comslock Lode its Character and the probable mode of its Continuance in Depth by Ferdinand Baron y. Ricithofen. S. Francisco Cal, 374 MANUEL G. AMADOR: das hidráulicas, con lo que se obtiene una maquila baratísima que pocas veces llega á $2.50. Los placeres fueron trabajados al principio por la batea y planillado en pequeña escala, pero luego se introdujo el uso del “moritor” ó sea el método de disgregar la capa aurífera con auxilio del choque de una corriente de agua á fuerte pre- sión; esta corriente, á la vez que desintegra la roca, lava el material aurífero, que se hace correr con la misma agua por largos canales (flumes, sluices) en los que se deposita el oro, que se hace amalgamar con azogue que se ha puesto previa- mente en escalones (rifles). Durante la época de mayor producción, es decir, de 1848 á 1866 la California dió á la circulación $836.300,0J0. Su pro- ducción anual actualmente es de $43,480,639, ó sea un 18 Z de la producción total del planeta. V Africa del Sur.—Transvaal. El interés despertado por las ricas minas de este país, ha hecho que se explore con sumo cuidado; y en la actualidad puede considerarse como uno de los centros mineros mejor estudiados desde el punto de vista geológico. Por otra parte, el área aurífera es pequeña, por lo que ha permitido hacer un estudio concienzado de sus diversas formaciones en poco tiempo. Esisten varios campos auríferos, pero los principales en los que la industria minera se ha desarrollado con notable ac- tividad y perfección, son los de los alrededores de Johannes- burg, llamalos Witwatersrand, Heidelberg y Klerksdorp, si- tuados todos en la región geológica que vamos á describir. La base de la formación Sur-Africana está constituía por extensos depósitos de granito y de gueiss de formación primi- tiva, sobre los cuales están depositadas capas Silurianas, De- Los CENTROS AURÍFEROS. 375 vonianas y Carboníferas. Estas están cubiertas en estratifica- ción discordante por la gran meseta horizontal de Karoo que comprende algunos cientos de metros de sedimentos en los que no se encuentra un sólo fósil marino, alcanzando desde el piso Perm tal vez desde el carbonífero superior, hasta el Infra-Lias. Los conglomerados auríferos se encuentran en rocas an- tignas, mientras que las zonas carboníferas que tan gran auxi- lio han prestado al desarrollo de las minas, se encuentran cer- ca, en lo que se ha llamado división de Karoo El estudio de esta región se hace fácilmente con un corte N. S. pasando por la ciudad de Johannesburg. Comenzando por el norte y cami- nando hacia el sur, en el sentido del meridiano, se encuentra en primer término una extensa formación de granito y de eneiss, luego una capa de cuarcita compacta; en seguida una filada arcillosa conteniendo magnetita y óxidos de fierro hidra- tados de estructura finamente granular, seguida por otra serie cuarcítica, que contiene los varios depósitos auríferos; el pri- mero es la veta principal (Main reef) al norte, y la veta negra al sur (Black reef). Sigue una caliza dolomítica y por último otra zona de cuarcita de grano muy fino que forma la parte inferior del sinclinal. Continuando al sur se encuentran las mismas capas en un orden inverso. Es necesario fijarse bien en el orden en que se encuentran las diferentes capas, porque de aquí se deduce su tectónica y la manera como se puede explicar el carácter de la formación aurífera. Un hecho curioso en la geología del Transvaal, es una zona de cuarzo rojo y magnetita, tan característica, que ha servido como indicador en las investigaciones de la veta principal que se encuentra siempre al alto de esta banda cuar- zOSAa. El conglomerado en que arman los depósitos auríferos for- ma una capa de bastante extensión que algunas veces llega á 7,500 metros. Como todas las capas primarias del Witwaters- 376 MANUEL G. AMADOR, rand, esta serie no ha dado aun fósiles, por lo que no puede de- terminarse su edad con exactitud; pero se cree hipotéticamente que pertenece al Devoniano superior (Old red sandstone). Esta roca está compuesta casi en su totalidad de materiales cuarzo- sos, en la forma de fragmentos de diversos tamaños más ó me- nos redondeados cementados por una matriz silizosa que fre- cuentemente pasa á pirita. Según el tamaño de los fragmentos la roca se hace arenisca ó conglomerado. En la misma roca se ha encontrado en alguno de los cañones (levels) de la mina trazas de oro. Todas las minas están abiertas sobre esta for- mación. De norte á sur ó hablando estratigráficamente de abajo á arriba, se encuentra en la serie del conglomerado, primero la veta de “ Rietfontein ó de Preez,” en seguida el grupo de la veta principal que se encuentra cerca de la veta “Norte” actual- mente poco trabajada; la veta “Main reef Leader” y la veta “Sur” Todavía más al sur existe la veta “Elsburg,” la “Bird” y la “Monarch;” la Kimberley en la que hay algunos trabajos, y finalmente la “Veta-Negra” en condiciones un poco diferen- tes de las anteriores. Las calizas no aparecen en este horizonte, y las pizarras tienen poca importancia, aunque á veces parecen relacionarse con la estructura de las vetas. Segúu se ha visto, el conglo- merado está formado por arenas y guijarros de cuarcita, lo que prueba que estos materiales rodados proceden según ya lo he- mos visto de la descomposición de rocas prexistentes sujetas á la acción de una trituración mecánica suficientemente pro- longada, para destruir todas las rocas y minerales menos du- ros que el cuarzo. Los guijarros que en su mayor parte for- man el conglomerado son de muy diversos tamaños, desde el de un garbanzo hasta 12 centímetros y más; consisten en di- versas variedades de cuarzo y cuarcita, especialmente blanco, azulado y hyalino, conocidos en todas partes como constitu- Los CENTROS AURÍFEROS. 3717 yentes de rocas antiguas, en las que son el inseparable com- pañero del oro, Otro hecho que merece atención, es que los fragmentos de cuarzo presentan á todas las profundidades de las diversas minas, ángulos vivos ó solo ligeramente gastados. Este fenó- meno es incompatible con la idea de un acarreo ó transporte prolongado; pero se explica fácilmente si se supone que algu- nos fragmentos grandes pudieron romperse en el mismo lugar de formación del conglomerado, siendo después cementados por siliza en solución. Suelen también. encontrarse fragmen- tos aplanados, lo que hace suponer que son de origen marino, siendo esta forma debida á la acción de las olas que hacen to- mar á las arenas del fondo del mar, un movimiento oscilato- rio, más bien que rotatorio. *” Si á las observaciones anteriores se añade que la forma del conglomerado se extiende sobre una gran superficie con carac- teres notablemente constantes, si se nota que ciertas zonas como las de las vetas de Kimberley, Bird y Sur, pueden se- guirse desde un extremo á otro del Rand, se llega al resultado deducido de los hechos anteriores, que las cuarcitas y conglo- merados forman una vasta sedimentación de origen marino depositado al principio horizontalmente, y subsecuentemente levantado y dislocado. Además los depósitos auríferos con el echado fuertísimo que actualmente tienen, son simplemente el sinclinal de la formación. Esta es también la opinión de los Sres. Draper, Goldmann y otros. Los conglomerados auríferos del Transvaal se han descri- to por algunos geólogos como formados por la sedimentación de un lago de área pequeña; hasta se han trazado sus riberas siguiendo los crestones de Klerkdosrp á Joahnnesburg y Hei- delberg. Pero los depósitos no tienen ninguno de los caracte- res de formación lacustre; tienen por el contrario los de una (1) A. de Lapparent-Géologie 3 ed 273. Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906)—48. 378 MANUEL G. AMADOR. extensa formación marina, en la cual el conglomerado y are- niscas gruesas constituyen el litoral considerablemente engro- sado. Estas capas fueron levantadas posteriormente, al hacer su aparición algunos dikes de granito, de diorita y de diabasa ofítica. Al sur del conglomerado se encuentra la serie dolomítica, caracterizada por calizas dolomíticas negruzcas, entre las que se ves pequeñas venas de cuarzo. Esta caliza forma algunas veces los relices de la veta; así en la mina “Orion” forma el reliz del alto. Al contacto de la cuarcita se metaliza aunque de muy diferente manera que el conglomerado, encontrándose hilos angostos de cuarzo aurífero con galena, blenda, y cina: brio. En esta zona (Kaffirkraal) las capas son horizontales, conteniendo tremolita en la superficie. Como todas las rocas calizas, ha permitido la libre circulación de aguas subterráneas que la han disuelto, formando cavernas en las que algunas ve- ces se pierden las aguas de los ríos (El Vaal cerca de Pochetfs- troom). Las últimas rocas paleozoicas de la serie son bandas de cuarcita que ocupan la parte superior de la formación, inme- diatamente bajo la división de Karoo, que se encuentra en ple na estratificación discordante. Los depósitos auríferos del Transvaal estrictamente ha- blando no son vetas, en la acepción que la geología da á este término, puesto que como se ha visto, son un depósito marl- no; así es que su rumbo es el del antiguo litoral en que se for- maron, y su echado variable por el gran número de fallas que las cortan perpendicularmente, y que es desde la horizontal á la vertical. Generalmente, la inclinación es de 359 á 450, la que á- mayor profundidad aumenta considerablemente. El llenamiento está formado por fragmentos de cuarzo de varios tamaños cementados por pirita, cuyos cristales mues- tran á veces sus aristas gastadas por la erosión, siendo por lo mismo contemporánea en este caso de la cuarcita; y otras ve- Los CENTROS AURÍFEROS. Y 379 ces en que los cristales muestran aristas vivas sirviendo de ce- mento á los materiales de llenamiento. El oro se encuentra al estado nativo y mezclado con piri- ta, de tal suerte que examinando bajo el microscopio cristales de este mineral, se ven otros pequeñísimos de oro incrustados en aquel. Este hecho ha sido de gran valor para la metalur- gía, pues ha permitido el tratamiento directo de los concen- trados piritosos por cianuración. Aparte de una pequeñísima cantidad de arsénico que proviene de algo de pirita arsenical, no se encuentra ningún otro mineral en el Rand Central, y solo se llega á ver muy rara vez, un pequeño grano de chalco- pirita ó de galena. Esto hace sumamente difícil distinguir á la vista el mineral costeable del pobre, al extremo de confun- dir una muestra de 5 gramos con una de 3,**000. Faltando aquí los minerales acompañantes que en otras localidades sirven de indicador, no queda sino la cantidad de pirita y el tamaño de los guijarros cuarzosos, pero estos indi- cadores resultan frecuentemente engañosos, no habiendo otro medio, aparte del ensaye, que hacer concentraciones (tenta- duras), en las que constantemente se ve ocupados á los diree- tores de las minas. N El aneno y la riqueza de las vetas es sumamente variable, habiéndose observado que las leyes más altas se encuentran en los tramos angostos, habiendo llegado en mineral benefi. ciado, hasta 1**800 por tonelada. Ei Witwatersrand produjo en 1900 $92 000,000, lanzando á la circulación como el 30% de la producción total del metal amarillo. 7380 MANUEL G. AMADOR. e _x=-_z=_-=-í3__E_-__— A _—__ —_0K04242—A— Cuadro comparativo de la produeción de oro en el mundo en los años de 1903, 1904 y 190», NORTE AMÉRICA: 190838. . 1904. 1905 Canadá..... A 18.834,500 16.400,000 14.429,000 Estados Unidos... 73.591,700 80.723,200 86.337,700 MÉxico - 10.677,500 12.605,300 13.500,000 AFRICA A 67.998,100 85.913.900 108.725,585 AUSTRALASIA. .--- 89.210,100 87.767,300 85.522,125 EUROPA: Rusia e e aii 24.632.200 24.803,200 24.000,000 Austria-Hungría. . 2.245,100 A TS IA A Alemana a 70,500 64 1004 de ye a Noruezal. sal. pue A O II O Suecia a e ula 33,900 40,200 Talar món 26,700 ALDO. is os España JUL ena A A 8 A AS Bortugalia asu E e a le 20,700 PA A mln dae CON Gran Bretaña..... 77,300 102,400 SUR AMÉRICA: Aron tim aa 30,000 9,200 Bolivia . 1,000 3,000 Los CENTROS AURÍFEROS. 381 1903. 1904. 1905. o. a ON 666,900 636,900 Colombia..... 2.724.400 ORO Ecuador........ AS 274,400 PA EAS OA 2.274,200 ADA O adn do Venezuela........ 84,500 UA Guayana Británica. 1.611,300 TOS DO ” Holandesa 375,900 Ao. 240,0 UNEN a EA » Francesa. 2.101,500 INISSIOON LE AO od VES 592,600 SAO lo e ruta OE 51,500 O AMÉRICA CENTRAL. 1.875,300 1.120,700 ASIA: ARO 2,002,700 AO oa (ae are ndo 7.324,700 ASA ct Corea 3.000,000 II Siam E a Alo NI India Británica... - 11,428,900 11.495,500 11.634,400 Antillas Británicas. 1.176,200 Wade oí Antillas Holandesas 301,500 062,00 ie Diversos países. rc dp ol la 31.317,000 Totales. .. ..$ 325.521.200 347.150,700 375.465,810 Los datos correspondientes á 1903 y 1904 están tomados del Boletín de la Oficina Internacional de la Repúblicas Ame- ricanas (Octubre de 1904 y Noviembre de 1905) y los de 1905 del Engineerine and Mining Journal (Knero 6 de 1906). SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''AÁNTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. LIGERA DESCRIPCION DE LA INSTALACION MIDRO—ELBOTRIGA DE NECAXA POR EL INGENIERO TEODORO L LAGUERENNE, M, S. A. Entre las grandes obras en vía de desarrollo en varias par- tes del mundo, econ el objeto de encadenar y de aprovechar las grandes fuerzas que la naturaleza tiene almacenadas, pocas habrá tan notables como la de utilizar la potencia que pueden producir las aguas de los ríos de Necaxa y el de Tenango, la cual convertida en energía eléctrica, puede transmitirse fácil- mente á la ciudad de México y aun á lugares mucho más dis- tantes. La ciudad de México está construida en una vasta planicie que se encuentra á 2,260 metros sobre el vivel del mar, limi- tada por cadenas de montañas, de las cuales algunas tienen una grande elevación, siendo su descenso hacia las costas del Golfo muy rápido, formando en algunos lugares verdaderos acantilados, como sucede en las inmediaciones de N ecaxa, en donde las aguas se despeñan formando saltos y cascadas más ó menos imponentes, desarrollando grandes fuerzas, que la Ingeniería moderna ha sabido enfrenar para poderlas utilizar en seguida. Los ríos de Necaxa y de Tenango nacen en la Sierra de Huauchinango, Distrito del mismo nombre en el Estado de Pue- bla, corren por valles casi paralelos, siendo de advertir que 384 T. L. LAGUERENNE. aquel en que corre el río de Tenango se encuentra á un vivel algo superior al de Necaxa. Estos dos ríos antes de su reunión forman cerca de Huau- chinango las imponentes cascadas de Necaxa y de Tenango, teniendo esta última una altura vertical de cerca de 700 me- tros, abajo de estos saltos las aguas ya juntas de ambos ríos dan nacimiento al río de Tecolutla, que desemboca en el Es- tado de Veracruz en el Golfo de México. " | Encontrándose Necaxa en un lugar casi desierto, la Com- pañía Mexicana de Luz y de Fuerza Motriz (Mexican Light and Power Company) concesionaria para aprovechar la enorme fuerza desarrollada por estas caídas de agua, ha tenido que ha- cer cuantiosos desembolsos para llegar al fin que se ha pro- puesto. Para almacenar las aguas de los ríos de Necaxa y de Te- nango, ha sido necesario construir una gran cortina en el Va. lle de Necaxa, en el lugar en que dicho valle se angosta de una manera notable poco antes de que el río de Necaxa se preci- pite hacia abajo formando rápidas y cascadas más ó menos vo- luminosas. La cortina de esta presa tiene una altura de 42 metros por 200 de longitud, y está formada por tierra apisonada contra un muro interior de concreto de un espesor conveniente. El valle en que corre el río de Necaxa es bastante espa- cioso, en una extensión de más de una legua, estando limitado en ambos lados por cadenas de montañas. Para almacenar la enorme cantidad de agua que se puede recoger en esta cuen- ca, la Compañía ha tenido que comprar los terrenos en que estaban ubicados hace siglos, los pueblos de Patoltecoyo, San Miguel y Necaxa, pues de no hacerlo así, esos pueblos hubie ran quedado sumergidos en este lago artificial á una profun- didad de 30 metros. (1) Véase en el tomo XII, pág. 181 de estas Memorias: El Río de Necaxa y sus caí- das de “La Ventana” y de “Ixtlamaca” por el Ing. G. M. Oropesa. LA INSTALACIÓN HIDRO-ELÉCTRICA DE NECAXA. 385 La enorme cantidad de agua que se puede almacenar en este depósito, está indicada en la siguiente tabla: Alturas sobre el nivel del mar. Metros cúbicos de agua. 1320 metros 16381400 1325 ,, 23022600 1330", 30694800 ISA (nivel superior) 39294 200 Como el río de Tenango corre casi paralelamente al de Necaxa pero en un valle más elevado, se ha aprovechado esta cireunstancia para utilizar á la vez el agua de los dos ríos, con cuyo objeto se ha construído en el río de Tenango una cortina de mampostería para cerrar su cauce; dicha cortina está más adelante del lugar en que los ríos de Cocuila y el de Matzon- tla tributarios del de Tenango desembocan en él, En la mon- taña que divide á los dos ríos se ha abierto un tajo de cosa de 60 metros de longitud, y á continuación un túnel de 1,060 me- tros; dicho túnel está labrado en forma de arco en su parte superior y tiene una altura de 2,"13 por 3 de ancho en su ba- se, de esta manera se ha logrado que las aguas del río de Te- nango y las de sus afluentes queden almacenadas en la presa de Necaxa. Cerca de la cortina que cierra la presa de Necaxa, se ha perforado en uno de los cerros que limitan dicha presa, un túnel, en el cual se han colocado tubos de acero que condu- cen el agua á seis turbinas que pueden desarrollar cada una de ellas una fuerza de 700 caballos de vapor; estas turbinas están colocadas á una profundidad de 440 metros y á una dis- tancia de 1389 metros de la presa. El agua al dejar estas seis turbinas es recogida en una presa, y por medio de un túnel de 2838 metros de longitud, que la conduce por tubos de acero, mueve otras seis turbinas, colocadas á 370 metros más abajo. Estas seis turbinas desarrollan en junto una fuerza de 42000 caballos de vapor. Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906)—49. 386 T. L. LAGUERENNE. Estas doce turbinas pueden desarrollar una fuerza de... 84000 caballos de vapor, cuya fuerza se convierte en energía eléctrica por medio de dinamos que giran con una velocidad de 300 revoluciones por minuto. Los tubos de acero que conducen el agua á cada una de las instalaciones de seis turbinas, son en un principio dos; te- niendo cada uno de ellos en una longitud de 400 metros un diámetro de 2.” 400, en seguida en un tramo de 600 metros su diámetro es de 1."828; estos tubos se reunen después en uno solo, del cual nacen seis tubos de 0.”914 de diámetro, que en el resto del trayecto que recorren conducen el agua á cada turbina. La lámina de acero de que están hechos los tubos de las dos primeras secciones, tiene un espesor de 94 milímetros, siendo el espesor de dicha lámina en las últimas secciones de 24 milímetros. Estos tubos descanzan en su trayecto, unas veces sobre pilastras de mampostería, otras en tajos abiertos en la roca, pasando también por pequeños túneles labrados en la montaña. La Compañía para la transmisión de la fuerza eléctrica á la ciudad de México, establecerá tres líneas de una potencia de 20,000 caballos de vapor cada una, independientes la una de la otra, para que en caso de accidente la Ciudad no carezca ni de luz ni de fuerza motriz. Los alambres conductores de la energía eléctrica, están colocados sobre grandes caballetes de fierro de forma especial y descansan sobre aisladores de por- celana. Estos caballetes están colocados á una distancia de 150 metros próximamente los unos de los otros. Los trabajos fueron comenzados á mediados del año de 1903, bajo la dirección del señor Ingeniero U. T. Thompson, quien ha tenido bajo sus órdenes á 50 ingenieros; se han ocu- pado 2,300 trabajadores en todas las obras, incluyendo la cons- trucción del Ferrocarril, desde la Estación de Santiago del Ferrocarril de Hidalgo á Necaxa. LA INSTALACIÓN HIDRO-ELÉCTRICA DE NECAXA. 387 Desde mediados del mes de Diciembre del año próximo pasado de 1905, la ciudad de México está recibiendo luz y fuer- za de la Gran Instalación de Necaxa. La ciudad de México utilizará de esta instalación 8,800 caballos como fuerza motriz y 1,800 caballos para su alumbra- do eléctrico, el cual ha sido aumentado en un cuarenta por ciento, para cuyo objeto se han instalado 213 lámparas más. El Mineral del Oro en el Estado de México, empleará una fuerza de 10,000 caballos para alumbrado y fuerza motriz, siendo digno de notarse, que la transmisión de Necaxa á El Oro, será la de mayor longitud que existe en el mundo, pues será de 442 kilómetros. Muy pronto la Compañía de Tranvías Eléctricos de Méxi- co, utilizará una fuerza de 10,000 caballos de vapor. La Compañía de Luz y de Fuerza Motriz, para llevar á ca- bo todas estas obras, ha tenido que aumentar últimamente su capital á $4.000,000 oro. Tres grandes dinamos están instalados ya, cada uno de ellos de una capacidad de 8,200 caballos, y el en transcurso del presente año, quedarán instalados en Necaxa otros tres de igual capacidad. Es digno de notarse que estos tres dinamos producen ma- yor energía eléctrica, que las antiguas tres Compañías deno- minadas Compañía Mexicana de Hlectricidad, Compañía Me- xicana de Gas y Luz Eléctrica y la Compañía Explotadora de San Ildefonso juntas. Estas tres Compañías han traspasado últimamente todos sus derechos á la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz (Mexican Light $ Power Company); al conceder el Supremo Gobierno la concesión para dicho traspaso, tuyo la gran pre- visión de estipular que no se aumentasen los precios por uni- dad de energía eléctrica, de manera que el precio máximo por hecto-wabt de energía eléctrica, será en lo sucesivo solo de tres centavos. 388 T. L. LAGUERENNE, Las cascadas formadas por los ríos de Necaxa y de Te- nango, que son de las más notables que existen en el mundo, bien pronto habrán perdido su magestad y hermosuara, pues no debemos olvidar que sus aguas se precipitaban de una al- tura de más de 700 metros, altura muy superior á la que tie- ne la Cascada del Niágara que solo es de 50 metros. México, Febrero de 1906. VALIDO PIM 222 DIS SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 23. RESULTADOS DE LOS ANALISIS DE TIERRAS ARABLES POR EL DOCTOR F, F. VILLASEÑOR, M, $, A, PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. Estado: Querétaro. Peso de un litro de tierra secada ¿Arq al aire: 1**11399. Distrito: Querétaro. Agua higroscópica: 78.65 por mil. Municipalidad: Querétaro. Poder absorbente: 571,920 por mil. Hacienda: San Juanico. Reacción: Neutra. Espesor de la capa de tierra anali- zada: 1000 de tierra seca...... =1085.3638 de húmeda. ANÁLISIS FÍSICO-QUÍMICO. Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.0000 dan sobre el ta- Dalrareo o o 0.0000 miz de 5 mm. 0.0000 GruijarroS.....oooo..... 0.0000 - Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.5170 dan sobre el ta- Caleareonas caia 1.0020 mado Ll mm + (1900) Gravas aa ici olaaa aio 5.6310 Agua higroscópica ".... 70.3434 Materia orgánica y volátil 90.7266 ; arenoso.... 2.9055 | Calcáreo 4,6109 impalpable. — 1.6054 Tierra fina 992.8500 gruesa .. 30.0337 Arena 4? 512,5227 y tina..... 35.5227 polvosa.. 147.0785 A 314.6342 1000.0000 1000.0000 (1) De donde se deduce que 1000 de tierra fina seca equivalen á 1075.2525 de húmeda. (2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro . 390 F. F. VILLASEÑOR. ANÁLISIS QUÍMICO. 1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: Agua higroscópica 70.8500. Materias combustibles y volátiles 91.3800 comprendiendo: Azo0e Organo A A O E 0.8325 ¡Azoeramoniacal a E Eo Ja este Da O 0.1452 'AZOOINÍBICO A A A OLA 0,0723 ¡Azoe totali. bea O REO LS A A 1.0500 Parte solubie en frío en ácido clorhídrico 60.0240 compren- diendo: Oxidos de fierro y aluminio .....ooooooooocnn.n.»- 28.6100 Callar DIO Lado lr Md O o Al 3.2837 Magnesia coco. laa e y lola lS ao 1.5712 NS A O Al 1.6759 A A A A 6.9018 ¡Acido fostómieo Y Bo ae la ld a dla 0.4788 Acido SulLUnCO AAA OO O AA 0.4634 INCIdO CArbónico ua e AREA e RA 1.9975 A CIO (SUÍCICO MI A A 0.3060 Glorias den ABRI Ta lO 0.0800 Parte insoluble en frío en ácido clorhídrico 777.7460 com- prendiendo sol. en ácido fuorhídrico: ota a O AN A UA ANOS 14.6619 Calp o ee AO A A UA 45.28712 Masnesta no. ¿anda ALE gala o all a lo 1.9127 Oxidos¡de ferro y, aluminio alada ace 91.4007 ¿ELO LOSLÓRLCO IO a MU A huellas. RESUMEN. ELEMENTOS ASIMILABLES INMEDIATOS. - ELEMENTOS DE RESERVA. UNA Oe A .... 1.0500 Acido fosfórico,...- 0.4175 Acido fosfórico....- 006 La. Botas ais aaa 14.6619 RoOVasami aa 6.9018 ¿Cal ¿don 40217 A o 3.2837 Magnesia.....-..-. 1.9127 Magnesia ooo 1.5712 (1) Conteniendo ácido fosfórico soluble en citrato de amoníaco 0.0613. ANÁLISIS DE TIERRAS ARABLES. 391 PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. Estado: Querétaro. Peso de un litro de tierra secada al aire 1*0.1946. Distrito: Querétaro. Agua higroscópica: 73.80 por mil. Municipalidad: Querétaro. Poder absorbente: 719.04 por mil, Hacienda: Balvanera. Reacción: Neutra. Espesor de la capa de tierra anali- zada: 1000 de tierra seca,-.... =1079.6804 de tierra húmeda. ANÁLISIS FÍSICO-QUÍMICO. Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.0000 dan sobre el ta- E AAA 0,0000 miz de 5mxm.. 0.0000 Guijarros....ro..o02¿52 0.0000 Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.0000 dan sobre el ta- Caleáreo.: 2220032540090 0.0000 a de amm: 0.0000: Gara. decos odia ja ón OS 0,0000 Agua higroscópica.... 73.8000 Materia orgánica y volátil 120.2900 . arenosa... 4.4979 Tierra fina 1000.0000 Cúláno 5.68% 4 impalpable: 9 1.1846 gruesa... 28.7491 Arena: %? 448,025 fina..... 111.0513 polvosa. 308.2021 medula Lo Bd 352.2200 1000.0000 1000,0000 (1) De donde se deduce que 1000 de tierra fina seca equivalen á 1079.6804 de tierra húmeda. (2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. 392 F. F. VILLASEÑOR. ANÁLISIS QUÍMICO. 1000 partes de tierra fina secada al aire, contienen: Agua higroscópica 73.8000, Materias combustibles y volátiles 120.2900 comprendiendo: ¿LAZOS OLA ICO NS O A ÓN 1.3960 INZOS Mano miacal IR A A MOI 0.1989 IN ZOO CO AN A A: A 0,0851 IO O A A A O 1.6800 Parte soluble en frío en ácido clorhídrico 73.9800 compren- diendo: Oxidos de fierro y aluminio ALL AAA 32.3400 DE a UE A O 5.3631 Magnesia tl pl elree tale loe OE 1.2872 A A A A A 2.2651 Rotasacai na ae ol neo EE OS 5.5834 CIO LOSEÓTICOS de otro ao Ae OU NU UN 0.2034 Welidosulturico ue a DL LOA 1.0992 INCIONcarbónico o a laa Leda EOI O a a 2.5000 ¡Acido rsiliciao o po eds Del yate Anido e AC DOLL UN 0.4326 E E A II A A e 0.0900 Parte insoluble en 600 en ácido clorhídrico 731.9300 com- prendiendo sol. en ácido fluorhídrico: A A a a 0 9.3523 A A A A MO O 15.2241 Masnesia.. lis le A 16.6660 Oxidos de fierro y aluminio... ......o.ooooocno..... 180.9331 Osa ao ad DIA A DA AAA AAN 20.4512 ACI O EOS TOPICO LAA A AA A CO AN huellas. RESUMEN. ELEMENTOS ASIMILABLES : INMEDIATOS. ELEMENTOS DE RESERVA. ZO Oo LA ... 1.6€00 Acido fosfórico... - 0.1202 Acido fosfórico..... OO0SIZ2 MB otasa a ni 9.3523 Botasana a 0.3969 Calida EN 15.2241 Ca o 5.3631 Magnesia .......- 16.6660 Masnesia sea alci: 1.2872 (1) Conteniendo ácido fosfórico soluble en citrato de amoníaco 0.0832. ANÁLISIS DE TIERRAS ARABLES. 393 PROCEDENCIA. CARACTERES GENERALES. Estado: Guanajuato. Peso de un litro de tierra secada al aire: 109577. Distrito: Salamanca. Agua higroscópica: 34.4 por mil. Municipalidad: Reacción: Neutra. Rancho del Molinito. Espesor de la capa de tierra anali- zada: 1060 de tierra seca....-- =1035.335 de tierra húmeda. ANÁLISIS FÍSICO-QUÍMICO. Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.0000 dan sobre el ta- Galcareo ba loa CSL 0.0000 ía derma 000000 E urarros. 20 0.0040 Residuos que que- Materia orgánica y volátil 0.7660 dan sobre el ta- Caleareon aaa. IS lo 0.6440 mita de rl mm 111:2900. Grava.. 2-02 culote 9.8900 Agua higroscópica(”. . ESO a (0701 Materia orgánica y volátil 118.4781 Tierra fina: .. 988.710 Calcáreo: 5.1680. o ES gruesa... 65.8092 Arena: Y 522,0574 < fina.. ---- 52.5188 polvosa.. 403.7294 Arlt 301.2994 1000.0000 1000.0000 (1) De donde se deduce que 1000 de tierra fina seca equivalen á 1044.412 de tierra húmeda. (2) Separadas por tamices de 0.5 y 0.2 de milímetro. : Mem. Soc. Alzate. México. T. 23. (1906) —50. 394 F, F. VILLASEÑOR. ANALISIS QUÍMICO. 1000 partes de tierra fina secada al aire contienen: Agua higroscópica 42.1834. Materias combustibles y volátiles 119.8300 comprendiendo: AZO8 OPRANICO. LR A 0.9920 Azoe' amontacal LIDIA Aia O MERA 01512 'AZO8 MIÉTICOS -. AI A e UA 0.0608 'Azoe total. BLUR E AE O 1.2040 Parte soluble en frío en ácido elohídrico 80.5500 compren- diendo: Oaudos de erro yraluminto a 22.7500 (aa dr PARA e A A o AAN 5.2343 Masnesta it eta Mi MO MN EA ES Rd q dc 5.6222 Osa... .- e 4.7162 Portas O A OO 0.8831 INCTAOILO SEOMIPO a A 0.5494 ero Ss ulUBCOA E N. 1.9637 ATA CARO A A A 2.3000 Aedo cio. e A A A 0.3720 o A A AOS 0.3034 Parte insoluble en frío en ácido clorhídrico 748.4366 com- prendiendo sol, en ácido finorhídrico: Data A qa 35.9345 EI ata 1 DE O A E UA ANDOS Sra 0.6652 MApnesta nuaoja du 00 a iria ¡DORA EE CO e 2.9469 Oxidos*de Herro y aluminio. o 98.1350 A A A o DADO 11.6636 ACIdOTOSÍÓTICO. oca e huellas. RESUMEN. ELEMENTOS ASIMILABLES INMEDIATOS. ELEMENTOS DE RESERVA: OO NS 1.2040 Acido fosfórico.. .. 0.4950 Acido fosfórico..... 0.0544. Potasac.. 00. ua 35.9345 OLAS a a A CA DISS3L CO nAR A 0,6652 cc 5.2343 Magnesia ........ 3.9469 Magnesiac adoos 5.6222 México, Abril de 1906. 1) Conteniendo ácido fosfórico soluble en citrato de amoníaco 0.0544. SOCIÉTE SCIENTIFIQUE '“ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 23 DESCRIPTION DES MINES “LA BELLA UNION” [ETAT DE GUERRERO] GENESE DES GISEMENTS DE MERCURE PAR JUAN D. VILLARELLDO, M, $. A,, Ingénieur des Mines Situation. Le fonds minier connu sous le nom de “La Bella Union,” est formé de trente-six concessions de mines, refermées dans un carré de six cents métre de cóté. Ce fond se trouve situé á trois kilométres au Sud du village de Huitzuco, dans la Mu- nicipalité du méme nom, et appartenant au District de Hidal- go, dans PEtat de Guerrero. La distance des mines de “La Bella Union” á la gare VIguala, sur le Chemin de fer Mexico, Cuernavaca y Pacífico, est Venviron vingt—huit kilométres, et la route est un chemin de charrettes. Tout prés de la Bella Union, á deux kilométres au Nord, on rencontre les mines de la Compagnie nommée “La Cruz y Anexas:” ce sont des mines de mercure, et elles sont les an- ciennes et les plus exploitées de toute cette région. 396 J. D, VILLARELLO. Giéologie. La région de Huitzuco est formée de caleaires mesocréta- cés que Pon y trouve en banes épais; ces calcalres s'étendent de Cacahuamilpa, par le Nord—Est de Tetipac et Tehuilotepec, vers Iguala et Huitzuco. Les calcaires dont nous venons de parler sont limités au Couchant par les andésites de Noxtepec et de Taxco. Dans cette région, on trouve fréquemment des fractures formant des zones de diaclases, et celles-ci sont en comunica- tion avec des cavités plus ou moins grandes, formées par la dis- solution du calcaire, par fois sous Vaction des eaux superficie- lles et Vautres fois sous Vaction des eaux thermo-minérales qui ont agrandi les crevasses ayant servi á leur circulation. Gisements métalliferes. Les gisements de la “Bella Union” sont formés par une série de diaclases communiquant avec des chambres ouvertes dans les calcaires crétacés et renferment les minéraux sui- vants. Parmi ceux qui sont dús á la différentation primaire du remplissage métallifére, on trouve: le cinabre, la pyrite de fer, et, mals en petite quantité, la métacinnabarite et le mer- cure natif; puls, comme matrix, la calcite et le gypse. Entre les minéraux produits par la différentiation secondaire du rem- plissage, nous trouvons les oxydes de fer. La cinabre se ren- contre en petits eristaux mélangés aux oxydes de fer, ou bien contenu dans la calcite, á laquelle 11 comunique une couleur rougeátre, Les dimensions des gisements de mercure compris dans les limites du fonds minier nommé la “Bella Union;” ne sont pas encore connues, car les travaux qui y ont été exécutés ne sont que superficiels. Cependant, on peut dire que: ces gisements atteindront des dimensions assez réguliéres, car ils GENESE DES GISEMENTS DE MERCURE. 397 se trouvent dans le voisinage de ceux qua exploités la Com- pagnie miniére “La Cruz y Anexas” dont les mines s'ouvrent dans des gisements absolument semblables á ceux de la “Be- lla Union;” or, dans les mines de la Cruz on a rencontré des chambres bien minéralisées et de véritable importance indus- trielle. La distribution de la richesse dans ces gisements méta- lIlifóres est trés irréguliéré tant sous le rapport de la direction que sous celui de la profondeur; on y rencontre des endroits riches de forme et de dimensions variables entourés d'un rem- plissage pauvre ou presque stérile. On s'efforce de reffectuer les travaux d'exploitation que dans les zones qui sont le mieux minéralisées; mais comr:e celles—ci sont fort irréguliéres, il en résulte que le mineral ex- trait ne renferme en général qw'une petite quantité de mercu- re; c'est seulement dans certains endroits de peu d'étendue que Pon a exploité de riches minéraux. : La structure du remplissage métallifére est massive dans toutes les parties du gisement; á Vintérieur de ce remplissage on ne trouve aucun morceau du caleajre qui forme les épontes, et tout porte á crolre que cette minéralisation n'est pas le ré- sultat de substitutions métasomatiques entre le calcaire et les solutions thermo—minérales qui circulérent par les erevasses de cette roche; il semble plutót que la minéralisation se soit déposée dans des cavités vides déja existantes, quelques—unes desquelles avaient été agrandies par la dissolution du calcai- re dans les eaux minéralisantes dont nous avons parlé. Pour prouver cette opinion, nous pouvons aussi citer le fait suivant: quand le remplissage métalliféere se rencontre dans des crevas- ses qui wont pas été agrandies par la dissolution du calcaire des épontes, se remplissage apparalt parfaltement separé de la roche antérieur. Dans ce contact, le calcaire prósente une sur- face parfaitement plane, sans aucune de ces rugosités que l'on 398 J. D. VILLARELLO. y voit quand la roche a été attaquée par des solutions qui la dissolvaient. Le cinabre se rencontre plutót dans les étroites crevasses du calcaire de cette région, que dans les cavités plus amples; ces derniéres sont remplies surtout Vargile ferrugineuse et dans cette argile on rencontre des filets de cinabre. A une plus grande profondeur, quand les travaux Vex- ploration atteindront la zone de différentiation primaire du remplissage métallifére, ou bien la zone des sulfures primai- res, il est probable que Pon rencontrera le sulfo-antimonite de mercure, la livingstonite, que l'on trouve en grande abon- dance dans la mine de la Cruz, voisine, comme je Vai dit au- paravant, des mines la “Bella Union” Le calcaire oú se développent ces gisements, n'a pas souf- fert le métamorphisme de silicatation, car on w'y rencontre pas les silicates caractéristiques du métamorphisme de contact; d'un autre cóté, le métamorphisme connu sous le nom de mar- morosis est peu dévelopé dans cette région. Tout ceci prouve que dans la formation de ces gisements il n'est pas intervenu de température élevée. Age des gisements. Ces gisement sont encadrés, come je Vai déja fait obser- ver, dans des calcalres mésocrétacés, et se trouvent en rela- tion origine avec les andésites tertiaires que Pon trouve á Taxco et Noxtepec. On peut dire, par conséquent, qu/ils son tertiaires et relationés aux andésites ci-dessus mentionées. GENESE DES GISEMENTS. La grande ressemblance de caractéres que présentent les gisements de mercure, quand on les compare entre eux, la association de minéraux presque constant qui observe dans ces gisements, et leurs relations génétiques avec les sources thermales sulfureuses du voisinage, sont des faits qui laissent GQENESE DES GISEMENTS DE MERCURE. 399 soupconner, et avec rajson, une origine eb un mode de forma- tion communs á la plus grande partie des gisements métalli- féres mentionnés. La théorie daprés laquelle ces gisements seraient formés par Vaction de solutions thermo-minérales, parait concluante et depuis quelque temps déjá elle a été acceptée par les au- teurs qui “ocenpent de Vétude des gisements de mercure. Ce- pendant M. Santiago Ramírez ” eroit que le soufre qui se rencontre dans les gisements de mercure de Guadalcázar est dú á la sublimation. Mais, comme le dit Becker” par la des- eription que fait Ramírez des dits gisements, 1l ne ressort pas que dans la formation de ceux—ei ait intervenu une tempéra- ture trés élevée. Au contraire, la présence dans ces gisements de la calcite et de la fluorite comme matrix, indique que leur formation est le résultat de Vaction de solutions thermo=miné- rales et non des effets de la sublimation. Différents faits communs á la majeure partie des gisements de mercure ont été observés en diverses localités; et de ces faits que je vais indiquer, on pent tirer des conclusions fon- dées, de grande importance technique, et aussi de grande uti- lité didasiao Dans presque tous les gisements de mercure, on trouve associés au cinabre, la pyrite ou la marcasite et le quartz; dans beaucoup de gisements, avec le cinabre se rencontrent des mi- nerais d'arsénic et d'antimoine, et parfois méme des minerais de cuivre; mais il est rare de rencontrer associós au cinabre Vautre minerais différents de ceux que je viens de mention- ner, et spécialement ceux de plomb. Au Mexique, comme on le sait, le mercure se rencontre dans beaucoup de localités, mais il faut ajouter que la majorité des gisements sont sans valeur commerciale; cependant sl nous les considérons au (1) Anales del Ministerio de Fomento, México. Vol. 3, 1877, page 339. (2) G.. F. Becker: Geology of the Quicksilver deposits of the Pacific Slope. Mono- graphs of the U. S. Geol. Survey. Vol. XIII. 1888. pag. 18. 400 J. D. VILLARELLO. point de vue scientifique, on peut dire que ces gisements sont, ' tertiaires; que dans un certain nombre d'entre eux on ren- contre des minerais Vantimoine associós avee les minerais des gisements, comme on le trouve á Guadalcázar et a Huitzuco, que dans quelques-uns, comme á Chiquilistan, dans VEtat de Jalisco, les minerais de euivre sont associés an cinabre; dans Vautres gisements qui sont argentiféres ou plumbo-argenti- féres, on rencontre le cinabre dans la partie supériure des dits gisementes, comme il arrive dans les gisements argentiféres de San Juan de la Chica, de Pozos, de Guanajuato et dans Vautres localités. C'est ee que 'on observe également dans les gisements plumbo-argentiféres du Mineral de Pregones dans le voisinage de Taxco, Etat de Guerrero. Néanmoins, dans ces cas on a observé que le cinabre enveloppe les minéraux argen- tiféres ou plumbo-argentiféres, comme si la précipitation et lo dépót du cinabre eussent été postérieurs á ceux des autres minéraux. - D'un autre cóté, on rencontre aussi dans beaucoup de lo- calités des sources thermales sulfureuses situées dans le voi- sinage des gisements de mercure ”, et dans quelques uns de ces derniers on observe des exhalaisons Vacides sulfhydrique et carbonique, ainsi qu'il arrive surtout dans ceux de Gruadal- cázar et de Huitzuco, qui sont au Mexique, les gisements de mercure actuellement connus, de la plus haute valeur com- merciale. En outre, dans quelques mines et dans diverses lo- calités on peut remarquer, sinon la formation actuelle des dé- póts de mercure, du moins la disparition du cinabre sous Vae- tion des eaux thermales sulfureuses. * Si Von prend en considération, d'un cóté les faits antéri- eurs, est-á-dire Passociation de minéraux qui s'observe le plus ordinairement dans les gisements de mercure, et association (1) G. E. Becker. L. c. pag, 417. (2) G. EF. Becker. L. c. pag. 419. GENESE DES GISEMENTS DE MERCURE. 401 A --_ _ de ceux-ci avec des sources d'eaux thermales sulfureuses; et, dun autre cóté, Paction dissolvante qwexerce les eaux ren- fermant, en équilibre chimique, des carbonates eb des sulfu- res alcalins ainsi que les acides sulfhydrique et carbonique, sur les minéraux que se rencontrent le plus ordinalrement dans les gisements de mercure, il est permis de dire que ces gisements, dans leur majorité, ont été formées par la circula- tion d'eaux thermales sulfureuses . J'ai déja fait Pétudo ther- mo-chimique de Vaction exercés par ces eaux sur le cinabre et les minéraux ordinairement associés avec lui, ainsi que Vé- tude des diverses altérations des eaux ci-dessus mentionnées, quand je me suis ocupé de “La Génesis de los yacimientos mercuriales de Palomas y Huitzuco” (Genése des gisements de mercure de Palomas et Huitzuco.) Cétte étude détaillée a été publiée déjá dans le Mémoires de la Société Antonio Al. zate (Tome XIX, 1902-1903, pages 95 á 136). Il est done inutile que j'entre ici dans de plus grands détails sur cette question. Pour quw'un minéral se précipite de la solution qui le con- tient et forme ainsi un dépót dans la cavité ou fracture par laquelle circule la solution, il faut qwil se produise quelque changement physique ou chimique dans la dite solution miné- ralisante, afin que ee minéral devienne insoluble dans les nou- velles conditions de la solution, et puisse, par conséquent effec- tuer sa précipitation. Mais pour quw'un minéral demeure en for- me de dépót sur les parois des crevasses qui servent á la cir- culation des eaux minéralisantes, il est nécessaire que le dit minéral soit stable dans les conditions auxquelles il sera as sujettl jusqu'/á ce que la crevasse se remplisse complétement; c'est-á-dire, tant que continuera ou pourra continuer la circu- lation des eaux dans la dite crevasse. Par conséquent, pour qu'un minéral reste sous forme de dépóft, il faut qu'il soit in- (1) G. EF. Becker. L. C. Pag. 472. Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906) —51. 402 J. D. VILLARELLO. soluble dans les eaux thermales qui circuleront á une époque postérieure á sa précipitation, par la fracture ou cavité dans laquelle il se trouve déposée. Or, le cinabre est un minéral fa- cilement soluble, méme á température basse et sous pression ordinaire, dans des eaux qui contiennent des sulfures et des sulfhydrates alcalins; de plus, sa solubilité est encore plus grande dans des solutions concentrées de ces sulfures et sul- fhydrates; un autre cóté, aussi, la solubilité du cinabre aug- mente avec Paceroissement de température de la solution an- térieure. D'apres ce qui vient détre dit, le cinabre pourra se précipiter d'une solution sulfureuse concentrée et chaude, quand cette solution se refroidit “? ou bien quand en raison de la dilutión % diminue la quantité de sulfures alcalins qwelle contient. Cependant cette précipitation ne sera pas complete, car bien que la solution arrive á étre presque froide, et tres diluée, néanmoins elle renfermera toujours, en dissolution, quelque quantité de cinabre: c'est ce que démontrent les dif- férentes expériences qui ont été faites a co sujet. Deux cas peuvent se présenter dans la nature: ou bien le cinabre, en se précipitant de la solution qui le contient en dis- solution, á Vétat de sulfure double, reste isolé de Paction pos- térieure de ces eaux sulfureuses; ou bien, les eaux minérali- santes déja mentionnées continuent á circuler en contact avec le cinabre déja deposé. Le premier cas se réalisera quand le refroidissement ou la dilution des eaux minérales sulfureuses se produira dans les petites cavités des roches poreuses, ou dans d'étroites crevasses, qui pussent ótre remplies rapide- ment et complétement par le dépót de cinabre; car ce remplis- sage empéchera la continuation de la circulation des eaux mi- néralisantes á travers les petites cavités, les pores ou le cre- vasses étroites. Le seconde cas que nous avons indiqués se réalisera quand le refroidissement ou la dilution des eaux sul- (1) G. EF. Becker. L. c. p. 453. (2) G. EF. Becker. L. c. 429 ef 436. GENESE DES GISEMENTS DE MERCURE. 403 fureuses se produira dans des fractures supercapillaires, ou, en général, dans des cavités amples que le dépót de cinabre ne puisse pas remplir complétement; ear dans ce cas, les dites eaux continueront á circuler dans les mémes cavités. D'un autre cóté, les solutions minéralisantes s'appauvris- sent peu á peu en composés métalliques, et en méme temps leur température diminue graduellement, á mesure que dis- parait la cause quí origine la minéralisation des eaux, ainsi que son élévation de température: cette cause, dans la formation des gisements magmatogéniques, est le refroidissement et la consolidation du magma qui est en étroite rélation génétique avec la formation des gisements dont nous venons de parler. Quand, pour la raison que nous venons Vindiquer, la quan- tité de cinabre contenue dans les solutions thermales ascendan- tes diminue, et ce sulfure étant soluble méme a température basse, dans les eaux sulfureuses, il en résnlte que le cinabre déja déposé dans une cavité qui ne s'est pas remplie complé- tement, pourra se dissoudre dans les eaux sulfureuses ainsi appauvries. En effet, s'il a pu se déposer auparavant dans cet endroit, ce fait est dú á ce que la solution minéralisante a cir- culé lá étant saturé de cinabre. Plus tard, quand la méme so- lution passe appauvrie, elle se trouve en aptitude de dissoudre ce qW'elle avait dabord déposé; de cette maniére, 1l se produira un enlevement :u cinabre déposé dans les profondeurs, et ce minéral émigrera vers la surface jusqu/á ce que la solution se trouvant saturée á Pexces, le cinabre se dépose quand se pro- duira la diminution de la température des eaux ou de la quan- tité de sulfures alcalins contenus dans ces eaux. Cette émi- gration du cinabre déposé dans de grandes cavités tend á ap- pauvrir le gisement dans le fond et a Penrichir dans lo voisin- age de la surface de la terre. En outre, la cinabre se précipite des solutions de sulfures et de sulfhydrates alcalins non seulement guand diminue la température de ces solutions et leur contenu de sulfures, mais 404 J. D. VILLARELLO. aussi quand loxygéne exerce une action sur les mémes solu- tions. En effet, lPoxygéne en agissant sur les sulfures alealins les transforme en thiosnlfates (hiposulfites), dans lesquels le cinabre est insoluble. De cette maniére, la solution des sulfu- res ci-dessus mentionnés s'altére sous Paction de Poxygéne, et en sS'altérant, elle perd sa propriété de dissoudre le cinabre, et par conséquent ce minéral se précipite. L'étude thermo- chimique de ces réactions a été publiée dans mon travail déja mentionné auparavant (Genése des gisements de mercure de Palomas et de Huituzco. Mem. Soc. Antonio Alzate. Tome XIX, pp. 100 et suivantes), et par conséquent, il est inutile que Jentre ici dans de plus amples détails. L'oxydation de la solution thermo—minérale sulfureuse peut se produire dans la nature: soit dans le voisinage des en- droits oú se mélent á cette solution les eaux superficielles qui contiennent de Poxygéne; ou bien guand sétablit une com- munication directe avec atmosphere, c'est-á-dire quand la dite solution minéralisante se rapproche de la surface du sol, et principalement quand ces eaux circulent á travers des cavi- tés amples, dans les environs de cette surface. Les idées que je viens seulement d'esquisser et les faits cités antérigsurement nous conduisent aux conclusions techni- ques sulvantes: Les gisements de mercure ont été formés par Paction Veaux thermales sulfureuses, sans qu'une température élevée solt intervenue, en général, dans cette formation; car dans la plupart des cas elle empécherait le dépót du cinabre parce que ce minéral est trés soluble dans les dites eaux, et principale- ment á température élevée. Les eaux thermo-minérales sulfureuses de température relativement basse, sont dues aux fumarolles sufhydriques ou fumarolles froides, c'est-a-dire qwelles sont des eaux qui cir- culent durant la derniére période de la consolidation ou du refroidissement d'un magma, Par conséquent, dans ces gise- GENESE DES GISEMENTS DE MERCURE. 405 ments on trouvera associós au cinabre des minéraux également solubles dans des solutions relativement froides et sulfureuses, telles que les sulfures d'arsénic et d'antimoine, ceux de fer et ceux de cuivre. Ou bien encore on y rencontrera associós au cinabre des minéraux tels que les argentiféres et les plambo- argentiféres qui, bien quw'insolubles dans ces eaux sulfureuses froides, peuvent avoir été dissous dans les mémes eaux quand celles-ci avaient une température beaucoup plus élevée, c'est- A-dire dans la premidre période de refroidissement et de con- solidation un magme intrusif, en relation génétique avec les dites eaux minéralisantes. Mais, dans ce dernier cas, le cina- bre sera généraloment de dépót postérieur á celui des miné- raux sulfurés argentiféres ou plumbo-argentiféres, eb ces der- niers minéraux se trouveront enveloppés en partie par le sul- fure de mercure. Les gisements de mercure pourront se former par des so- lutions thermales sulfureuses á température élevée; mais, pour que ceci se produise il est nécessaire que la cinabre déposé reste séparé de la cirenlation postériure des eaux sulfureuses, comme il arrive quand ce minéral se dépose dans les pores de la roche; car, une fois ces petites cavités remplies par le cina- bre, la roche auparavant poreuse et perméable, devientimper- méable, et, en consequénce, la circulation des eaux minérali- santes ne pourra plus s'y effectuer. Mais, dans le cas oú ce dépót ne resterait pas isolé de la circulation des eaux sulfu- reuses, le cinabre tendra á émigrer vers la surface, selon que diminueront la richesse et la température des dites eaux; et le cinabre ainsi émigré enveloppera les sulfures contemporains de sont premier dépót, lesquels sulfures sont permanents dans les nouvelles conditions, parce qwils sont insolubles dans les eaux sulfureuses relativement froides, comme les sulfures Vargent et de plomb. Considérant que le cinabre tend 4 émigrer vers la surface de la terre, on peut dire que la partie industriellement utile de 406 J. D. VILLARELLO. ces gisements sera en général la partie superficielle, á Vexcep- tion des endroits profonds dans lesquels les gisements sont encadrés dans roches poreuses (”, Comme les cavités étroites peuvent se remplir plus rapi- dement que celles qui sont trés ótendues, lémigration du ei- nabre sera plus facile dans ces derniéres; et par conséquent, dans la profondeur on rencontrera les crevasses étroites mieux minéralisées que les grandes chambres. Dans le voisinage de la surface de la terre, les solutions sulfureuses s'oxident facilement, et gráce á cette oxydation, non seulement le cinabre se précipite, mais encore il se forme du soufre; par conséquent, dans la partie superficielle des gi- sements de mercure on rencontrera la cinabre généralement associé avec le soufre, et le gypse minéraux qui se forment conformément aux réactions indiquées dans mon étude déja plusieurs fois citée. Considérant que Voxydation des eaux sulfureuses peut ótre causée par leur mélange avec les eaux superficielles, et que cette oxydation occasionne un dépót de cinabre, nous pou- vont dire que dans le voisinage des croisements des gisements de ce minéral, avec des diaclases transversales, dans lesquel- les auraient circulé des eaux superficielles oxydantes, on ren- contrera généralement des zones bien minéralisées, dans les- quelles on observera parfois Vassociation du cinabre avec du soufre formé comme je Pai dit plus haut. A Vappui des conclusions précedentes on peut citer dif- _férents faits observés dans une multitude de gisements de mercure, et parmi ces faits je citerai seulement les suivants. Dans la majorité des gisement de mercure, la quantité de (1) William P. Blake. Cinnabar in Texas. Trans. Am. Inst. Min. Eng. Vol. XX V. 1895, p. 75. GENESE DES GISEMENTS DE MERCURE. 407 ce métal diminue en proportion de laugmentation de la pro- fondeur. Dans les crevasses étroites, on rencontre presque toujours des minéraux de mercure plus riches que dans les grandes ca- vités. La composition chimique et minéralogique de la roche qui compose les épontes n'exerce aucune influence % sur la miné- | ralisation des gisements de mercure; la seule influence qui y soit exercée est celle du caractére physique de la dite roche (* sa porosité et sa perméabilité. * E * Il est certain que la géologie ne peut étre considérée com- me une science exacte, mais, en échange, gráce á Pobserva- tion attentive des gisements déja exploités, á Vinterprétation judicieuse des faits généralement observés, et avec Paide Vau- bres sciences, surtout de la chimie, qui préte une assistance puissante á "étude de Vorigine des gisements métallifóres, le Géologue pratique peut fournir a 'Ingénieur des Mines des regles générales quí lui serviront de base pour diriger avec méthode, et sous des principes szientifiques, et avec la certi- tude possible, les travaux dVexploration dans les gisements métalliféóres. Ces régles lui serviront aussi pour dóterminer Vune maniére approximative la valeur commerciale de ces gi- sements, des le début de son exploration. Dans le cas présent, le conelusion Vimportance industri- elle que Pon peut déduire de tout ce qui a été dit sont princi- palement, les suivantes: (1) Ed. Fuchs et. L. de Launay. Traité des gites minéraux et métalliferes. París, 1893, pp. 675-685. (2) Td. id. Loc. cit. pp. 669 et 678. (3) G. E. Becker L. C. pp. 472 et 391. (4) G. E. Becker. L. C. p. 395. 408 J. D. VILLARELLO. En général, la richesse des gisements de mercure diminue- ra avec Vaugmentation de la profondeur. Quand la roche des épontes est sillonnée par des erevas- ses étroites, trós rapprochées les unes des autres, et qui s'en- trecoupent, formant des zones trés crevassées, on rencontrera dans ces zones une meilleure minéralisation que dans les ca- vités plus grandes, produites par la dissolution de la roche des épontes. y Quand un gisemenst de mercure est coupé par des diacla- ses transversales qui ont servi á la circulation descendante Veaux météoriques, dans le voisinage de ces croisements on rencontrera généralement les zones mieux minéralisées, sur- tout dans la partie superficielle des dits croisements. Dans les endroits oú se trouvent déposés le soufre et le gypse, dans les gisements de mercure on rencontrera aussi, en général, le cinabre. Quand lVétude géologique fait prósumer existence, dans les profondeurs, de roches poreuses, dans lesquelles a enca- dres un gisement de mercure, il faut s'attendre á rencontrer des zones bien minéralisées de ce gisement á la profondeur oú se trouvent ces roches poreuses. Quand le cinabre se rencontre á la partie superficielle des gisements argentiféres, ou plumbiféres, on doit supposer que le cinabre disparaitra á une certaine profondeur. Enfin, quand la roche des éponts n'est pas poreuse, ni cou- pée par de nombreuses crevasses, les gisements de mercure qui reposent dans cette roche massive et imperméable seront de peu de valeur industrielle. * * * Il me reste peu de chose á ajouter á ce qui a été dit aupara- vant, pour expliquer Vorigine des gisements de mercure de la Bella Unión, car il me suffira de dire que: leur origine et le GENESE DES GISEMENTS DE MERCURE. 409 mode leur formation sont les mémes que ceux de la plus gran- de partie de ces gisements métaliiféóres, e'est-á-dire qu'ils ont été formés par des solutions thermales sulfureuses, relative- ment froides, mineralisées pendant la derniére période de con- solidation et de refroidissement du magma qui a donné origi- ne aux andésites tertiares du voisinage; et que la minéralisa- tion a rempli des espaces vides qui existaient antérieurement, de zones, présentant de nombreuses crevasses du calcaire dans lequel sont encadrés les dits gisements, sans qu'il se soit produit aucune substitution métasomatique entre la roche des épontes et les solutions minéralisantes qui formérent les dits gisements. Classement des gisements. Conformément á la classification génétique que j'ai pro- posée quand je me suis occupé de la deseription du Minéral VArzate, ” situé dans Etat de Durango, je peux dire que les gisements de mercure de la Bella Unión sont magmato- géniques, dús a la deshydratation magmatique; quils sont katamorphyques, et remplissent des espaces vides préexis- tants. Mines. Dans les limites du fonds minier connu sous le nom de “¿La Bella Union,” on rencontre, du Nord au Sud, les mines sulvantes: S. Esteban, S. Bartolo, Guadalupe, Sta. Cecilia, et El Carmen; les quatre premiéres sont les plus intéressantes. La mine de S. Esteban se compose dun puits vertical, de 20 métres de profondeur; ce puits communique avec une ga- lerie S. O. Dans cette galerie, au Sud, et á peu de distance du puits, se trouve un croisement N. O. Prés de la front de ce croisement il y a deux puits, dont Pun communique, á six (1) Mem. Soc. Alzate. Tomo 23, pág. 235, 1905. Mem. Soc. Alzate. México. T. 23 (1905-1906)—52. 410 J. D. VILLARELLO. metres de profondeur, avec une cavité irrégulióre dans la- quelle existalt un minéral offrant un régulier aloi de mercu- re. Dans se méme eroisement N. O. et prés de son front, on rencontre un autre eroisement $. qui communique avec une autre petite cavité. S. Bartolo est une grande cavité superficielle, irrégulióre et enfoncés en différentes parties. San Simón, assez rapproché de San Bartolo, est un puits incliné avec dés rameaux horizontaux; á une certaine profon- deur, partent de ce puits trois croisements, dans des direc- tions différentes, etsur le móme niveau. Dans P'un de ces crol- sements se trouve une zone minéralisée de quarante centime- tres de largeur renformant du minerai de bon aloi. A six me- tres au-dessous de la surface du sol, on rencontre une grande cavité oú Pon trouve aussi du mineral de bon alol. Guadalupe est aussi une cavité superficielle, assez irrégu- liére et enfoncés en certaines parties. Enfin, au-dessus des ouvrages de S. Esteban, on recontre plusieurs puits dont quelques-uns sont écroulés. Aloi des minéraux. Le minéral dos plaines de San Simon et celui la de mine de San Esteban, sont d'un aloi de 2,10% de mercure; mais le miuéral extralt communément des mines de la Bella Union, aussl bien que celui qui existe dans le Bureau Métallurgique de cette Compagnie, ne donnent que 0,20 a 0,50% de mercure. Bureau Métallurgique. Le Bureau Métallurgique de la Compagnie “Bella Union” se compose de deux fours á cuve, circulaires, de systéme con- tinu, avee une capacité de 70 tonne par semaine chacun; ces fours comuniquent avec une série de sept petites chambres de condensation. Le tirage, dans ces fours, est naturel et s'effec- J. D. VILLARELLO.—GENESE DES GISEMENTS DE MERCURE. 411 tue sous Vaetion d'une cheminéée qui communique avec la chambre la plus éloigné du four. Les résultats obtenus par le traitement métallurgique des minéraux de mercure mentionés auparavant, et qui ont été soumis á la distillation dans ces fours, "ont pas été satisfal- sants: on peut dire qu'il s'est perdu 40% du mercure contenu dans les minéraux traités dans co Bureau Métallurgique. México, Avril 1906. Fin del tomo 23 de Memorias. Principales erratas. Pág. 299, línea 5 ascendiendo dice R-R léase R-R E Y A Sara O ear de Ari 013 AA 3 di ,» Veinte ,, vermnier. Ds 1 rra ura o: SOS sy la » Deducir , Paradeducir Indice del Tomo 23 de Memorias. Table des matieres du tome 23 des Mémoires. Alzate y Ramírez (Don Joseph Antoine de). Extrait une lettre adressée 4 Y Académie Royale de Scien- condo kB ams ADO) nas iaaioo oo sanas a leia e ai Armador (M. KG). Los principales centros auríferos del mundo. Estudio sobre la producción actual del oro. (Les principaux centres aurife- res du monde. Etude sur la production actuelle de V'or)...... Carbajal (PF. de P.) La fiebre carbonosa y su tratamiento profiláctico por la va- cuna respectiva. (La fiévre charboneuse et son traitement pro- phylactique. par le VACCINE) comcooooccos enmoonooao seno Duges (A.) Apuntes para una monografía de Desmodus rufus, Wied. Lám. UL (Notes pour une monographie du Desmodus rufus, Wied.) El LIE oe des > UE Escobar (R.) Problemas agrícolas en México. (Problemes agricoles au Me- ANNA AD A A IN A RS A Una Escuela Particular de Agricultura en C. Juárez, Chih. (Une École Particulidre Y' Agriculture) -.oooocomooo.=. PÁGINAS. 73-87 399-381 315-354 65-70. 89-117 199-205 414 Puente (J. ML. de la). Elementos de Higiene Pedagógica. (Eléments d'Hygiéne Pé- UAG LL AE E García Conde (A.) Modificaciones á la determinación del azimut astronómico. (Modifications a la détermination de Vazimut astronomique) -- Hferedia (GE.) Las rayas de emisión en el espectro de 6 Lyrae durante el período de mínima principal. (Les raies V'émission dans le epecine de BY A Clasificación del spectro de € Puppis Herrera (A. 1.) Experiencias de Plasmogenesis con los coloides inorgánicos, (Expériences de Plasmogénese avec les colioides Imorganiques). Aplicación de la teoría de los iones á la Plasmogenesis. (Aplication de la théorie des ions 4 la Plasmogénese).--...-- Daguerenne (T. TL.) Ligera deseripción de la instalación hidro=heléctrica de Ne- caxa. (L'installation hydro—électrique A Necaxa). ooooomoooo. Teal (E. Desviaciones de la aguja magnética en el Cerro del Gigante, La Luz, Guanajuato. (Desviations de l'aiguille aimantée dans le Cerrodel CAJA Mena RE) El Linalo6.. («Le Limalo6):<<=<220020202220 0200200 bh dido da Miranda y Marrón (ML.) Una excursión á Tepoztlán. El Teocalli de Ometochtli. Lámi- nas. 1 y IU. (Une excursion a Tepoztlán. Le Teocalli Y'Ome- tochtlo). Pl LS TIE as conan sr ms nr o PÁGINAS. 119-181 211-219 5-8 71-72 9-14 15-17 383-388 61- 63 207-209 19-42 415 Moncada (IM.) Apuntes sobre el tabaco. (Notes sur le tabac) -..ooooo-.-.-- Notas sebre el cultivo y beneficio del café. (Notes sur le A SS A a a Robelo (C. A.) Aztlán. Se ignora su ubicación. (Aztlán. On ignore son sté- ON alas ias o aleje ea eo Rodríguez (E.) Proyecto para la enseñanza objetiva de las fórmulas y ecua- ciones químicas. (Project pour Penseignement objectrf des for- mules et équations ChiMIQUES) =. oonoanoooom--- Urrutia (J. J.) La fiebre tifoidea en Puebla. (La fiévre iyphoide a Puebla)... Un caso de nefrolitiasis. Lám. IV. (Un cas de néphrol- O ESO GAO AS A A Vergara Lope (D.) Sanatorios- Escuelas de Agricultura para los niños escrofu- losos y tnberculosos. (Sanatorium—Écoles d' Agriculture pour enfants scrofuleux et tuberculeun) .oooooooommmococacaao Villafaña (A.) Teoría y uso del Planímetro. Láms. V y VI. (Théorie et usa- AAA AA e A A. A AAA E A Villarello (J. 1D.) El Mineral de Arzate, Durango. (Le Minéral d' Arzate, Du- O A O A e Description de algunas Minas de Zacualpan, Estado de México. (Description de quelques Mines de Zacualpan)... -- Description des Mines “La Bella Union,” Etat de Guerre- ro. Génese des gisements de MercUT8 -oooooomoooooo.o---- Villaseñor (PF. E.) Análisis de una muestra de tierra de Jurica, (Querétaro. (Ana- lyse U'un échantillon de terre de Jurica, Querétaro) --.-..-.. Resultados de los análisis de tierras arables. (Analyse des EA RS O A A UA PÁGINAS. 241-249 281-287 31-55 97-59 185-186 289-294 267-275 295-313 211-240 251-266 395-411 45-50 389-394 md Delfín (Dr. F. T.) —Concordancia de nombres vulgares y científicos de los pe- ces de Chile. — Valparaíso (Revista Chilena de Historia Natural). 1902. Ictiología chilena. Catálogo de los peces de Chile. Valparaíso. 1901. 89 Dawalque (G.), M. S. A.—Catalogue des météorites conservées dans les collec- : tions belges.— Liéve (Ann. Soc. Géol. de Belgique). 1905. 82— Essai de Carte tectonique de la Belgique et des provinces voisines (1: 500,000). 1905. Distribución de premios en el Seminario de Michoacán correspondiente al año es- : colar de 1905 verificada el 20 de Octubre del mismo año.—Morelia. 1905. 89 Enfel G., M. S, A-—Études pratiques de Météorologie et observations compa- rées des stations de Beaulieu, Sevres et Vacquey pour Vannée 1903. Pa- rís. 1905. in4, texte et planches. —Les observations courantes en Mé- téorologie et comparaison des Stations de Beaulieu, Sevres et Vacquey. Conférenee faite á la Société Astronomique de France le 4 Janvier 1905. : 89 fig. Felix (Prof. Dr. Johannes), M. S. A.—Studien úber tertiare und quartáre Ko- rallen und Riffkalke aus Meypten und der Sinaihalbinsel. Berlin (Z. d. geol. Gres.) 1904. Taf. X.—Beitráge zur Kenntnis der Fauna des mábris- chen Devon. Leipzig (Sitzb. naturf. Ges.) 1904. —Ueber die Gattung Amphipora. Leipzig (Sitzb. naturf. Gres.) 1905.—Ueber Hippuritenhori- zonte in den Gosauschichten der nordostlichen Alpen. Stuttgart (Cen- tralb. f. Min.) 1905.—Ueber einige fossile Korallen aus Columbien. Miún- chen (Sitzb. K. Bayer. Ak. Wiss.) 1905. Félix (Dr. Jules).—Les épidémies et les maladies contagieuses au XX* Siécle, | Gand. 1905. 122 fig. (Praf. 4. L. Herrera, M. $. A). Galindo y Villa (J.), M. S A.—Algo sobre los Zapotecas y los edificios de Mitla. México. (Museo Nacional). 1905. 82 láms. Gangoiti, S. J. (P. L.), M. S. A.—Las diferentes corrientes de la atmósfera en el cielo de la Habana. 1904. 8 —Perturbación ciclónica. Octubre 10-20, 1904. Rectificación. Habana. 1905. 82 1 lám. Graeser (Paul). —Experimentelle Beitráge zur henntnis der optischen Eigen- : schaften der Oxyde einiger edlen Metalle. Inaugural - Dissertation, Uni- versitát Leipzig. (Dr. Joh. Felix, M. S. A.) Granada. Observatorio de Cartuja dirigido por Padres de la Compañía de Jesús. Eclipse total de Sol del 30 de Agosto de 1905. Observaciones hechas en Carrión de los Condes (Palencia). Granada. 1905. 82 láms. Guevara (Alejandro). —Las redes eléctricas. Ensayo sobre una teoría de la dis- tribución de la corriente continua. Lima. 1905. S2 - Guichard (C.)—Sur les systémes triplement indéterminés et sur les systemes triple-orthogonaux. Paris, Scientia. Gauthier—Villars. 1905. 82 écu. * Halse (Edward ), M. 5. A. —Some Silver—Bearing Veins of Mexico, — London. (Trans. Inst. Min. Eng.) 1900-1904. 82 pl. Hellmann (Prof. Dr. G- ), M.S. A.— Regenkarte der Provinz Westfalen sowie von Waldeck, Schaumburg-Lippe, Lippe-Detmold und dem Kreis Rinteln. Berlin. 1903. 8” 1 Taf. - Heredia S. J. (Gustavo), M. S. A.—Actividad solar durante el período de máxi- ma. Enero-Octubre de 1905. Puebla. 1905. 8 láms. Hering (Georg).—Untersuchungen úber das Wacbstum Inversgestellter Pflan- zenorgane. Inaugural-Dissertation Universitat Leipzig. —Leipzig. 1904. (Dr. Joh. Feliz, M. S. A). Hernández (Dr. Fortunato).—Los grandes recursos de la Terapéutica moderna. Electroterapia, Fototerapia, Termoterapia y estimulación vibratoria. Mé- xico, 1905. 89 Hovey (Edmund Otis).—The Grande Soufriére of Guadeloupe. New York (Bull. Am. Geogr. Soc.) 1904. 82 pl. Hunt-Cortes Digest.—A Quarterly Journal of Tings about Mexico the Egypt of the West and of general Literature. Mexico. Janet (Ch.), M. S. A.—Observations sur les guépes. F. 23. París, 1903. 8? figs. Description du matériel d'une petite installation seientifique, 11* partie. Limoges, 1903. 8% pl. — Observations sur les fourmis. F. 24. Limoges, 1904. 8% fig. 6 pl. S Kalecsinsky (Alex v.) —Die Mineralkohlen der Lánder der ungarischen Krone. Mit Besonderer Rúcksicht aufihre chemische Zusammensetzung und praktische Wichtigkeit. Preisgekrónt von der ungar. kgl. Naturw. Ges. Budapest, 1903. 89 1 Karte. Knopf (Dr. S. 4.), M. S. A.—Report on the care of the sick poor of the State of New York. N. York (Medical News) 1902.—The present aspect of the Tuberculosis Problem in the United States. (Jour. Am. Med. Assoc. ) 1902. The Famili Physician of the Past, Present and Future. (Bull. Am. Ac. of Med.) 1902. Laveran (A.), M. S. A.—Tratado de las enfermedades y epidemias de los ejér- citos. Traducción de G. Rivera y Río. México, 1905. 82 Lebon (Ernest). —Extrait du plan une bibliographie analytique des écrits con- temporains sur Histoire de VAstronomie. Roma, 1904. 8% (Atti del Congr. Intern. di Sc. Storiche). Lenehan (H. 4.) —Current Papers, n? 8. —Sydney (R. Soc, N. S. W.) 1904, 82 2 charts (Sydney Observatory). León (Dr, Carlos). —Elementos de Sociología. Caracas. 1904. 8% Lichtenheld (Georg). —Ueber die Fertilitit und Sterilitát der Echirokokken bei Rind, Schwein, Schaf und Pferd. Inaugural-Dissertation, Universitát Leipzig.—Jena, 1904. 82 2 Taf. (Dr. Joh. Felix, M* $. A.) Lizardi (Victor José), M. S. A.—Las nuevas conquistas de la Ciencia. La Vita. México, 1905. 82 Mack (Wilhelm R.)—Ueber des Vorkommen von Pepton in Pflanzensamen. Inaugural-Dissertation, Universitát Leipzig. —Leipzig, 1904. 82 (Dr. Joh. Felix, M. S. A.) Mallén (Rafael). —Sistema “Mallén” de Arquitectura. México, 1905. 8% láms, Mancini (Ernesto). —L'Aritmetica degli animali. (Nuova Antologia). 1903. 82 (d suivre). REVISTA CIENTIFICA Y BIBLIOGRAFICA Société Scientifique “Antonio Alzate.” REY UL SCIENTIFIQUE ET DIDLIOGRAPHIQUE PUBLIÉE SOUS LA DIRECTION DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN Secrétaire perpétuel. 1905-1906. MEXICO IMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAL 1905 Sociedad Científica “Antonio Alzate.” Ar REVISTA CIENTIFICA Y DIDLIOGRAFICA PUBLICADA BAJO LA DIRECCIÓN DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secretario perpetuo 1905-1906. MÉXICO IMPRENTA DEL (GOBIERNO FEDERAL (32 de Revillagigedo Núm. 3). 1905 SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MEXICO. FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Ma- nuel Marroquín y Rivera et Ricardo E. Cicero. Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. Secrétaire général perpétuel. M Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif.—1905. —PRÉSIDENT.—Ing. M. F. Alvarez. VICE-PRÉSIDENT.—Dr. F. EF. Villaseñor. SECRÉTAIRE.—M. Moreno y Anda. VICE-SECRÉTAIRE.—Ing. B. Anguiano. TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h.a 7 h. du soir. Les '“Mémoires” etla “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 de 64 pags. tous les mois. La correspondance, mémoires et publications destinés a la Société, doi- vent étre adressés au Secrétaire général á Palma 13.—MÉXICO (Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Les membres de la Société sont désignés avec M. $. A. Sociadad Cintilca “Antonio Alrato,” MEXICO. Revista Científica y Bibliográfica. Núms. 1-4, Tomo 23. 1905-1906. RÉSOLUTIONS ADOPTÉES PAR LE VIN? CONGRES INTERNATIONAL DE G+ÉOGRAPHIE LE 13 SEPTEMBRE 1904. (Traduction de 1'anglais). Regles concernant les noms géographiques. Les apellations locales devraient étre, autant que possible, maintenues, non seulement dans les régions oú elles sont déja fixées, mais aussi dans les contrées sauvages. A cet effet, il faudrait les déterminer de la fagon la plus correcte possible. La ou il 'existe pas de nom local et oú 1”0n ne peut pas en découvrir, le nom donné par le premier explorateur devrait étre employé jusqu'á plus ample informé. La transformation arbitraire de noms historiques, existant depuis lougtemps, bien connus non seulement dans la vie usuelle, mais aussi dans la science, doit étre regardée comme extrémement peu recom- mandable, et il faudrait employer tous les moyens pour lutter contre ces altérations. Les régles ci-dessus ne doivent pas étre imposées rigoureusement; mais elles devraient étre suivies d'une fagon plus générale que jusqw'ici par les voyageurs et dans les ouvrages scientifiques. Leur publication dans des revues comme étant 1”opinion du Congrés leur donnera proba- blement une grande importance. Quoique plusieurs systémes officiels de détermination de noms géographiques aient été mis en avant ces derniéres années, nous ayons toujours la preuve du peu d'influence que les désirs . des Congrés internationaux de eroBTapLio exercent sur les décisions des autorités officielles. Les Sociétés de géographie sont priées de donner la plus grande pu- blicité á ce vou. Introduction de l' échelle décimale dans les cartes de géographie. Le vir? Congrés international de géographie avait exprimé le vou urgent que sur toutes les cartes, y compris celles publiées par les pays qui se servent encore des systemes de mensuration anglais etrusse, avec 1'échelle graphique, 1”échelle de réduction fút exprimée de la fagon déci- male habituelle, 1 : x, et que cette derniére fút ajoutée á toutes les listes de cartes de terre et de mer, et prié le comité exécutif du Congrés de porter cette décision a la connaissance de tous les gouvernements, Sociétés de géographie et établissements s'ocecupant de la publication de cartes. L'avantage qu'il y aurait á appuyer ce voeu, dont 1'idée est due a léditeur des Peiermann's Mittheilungen, et a lui donner une grande publi- cité se voit a premiere vue. Dans les publications anglaises, 1”habitude s'est introduite d'ajouter le rapport de la proportion 1: x a 1'indication usuelle de x milles pour un pouce. En Amérique, on a méme fait un pas de plus : l'adjonction de la proportion de réduction a abouti a employer directement le systeme décimal dans les unités da mensuration adoptées sur les cartes. Les Sociétés de géographie sont priées de donner la plus grande pu- blicité á ce voeu. Le systeme décimal. Le vir* Congrés international de géographie s'était déclaré favorable a l'adoption d'un systéme uniforme pour toutes les études et discussions géographiques, et 1l recommandait á cet effect 1"emploi du systeme métri- que pour les poids eb mesures comme aussi 1'emploi du thermométre cen- tigrade. Il est en tout cas tres désirable de voir ajouter toujours aux indica- tions de 1'échelle thermométrique de Fahrenheit et de Réaumur, leur équi- valent de 1"échelle centigrade. La question du systeme métrique qui plonge plus profondément dans les habitudes prises de la vie quotidienne, est de méme nature, et n'a pas été sans valeur pour amener 1'uniformité et la simplification internationa- les (Quoique le systeme métrique des poids et mesures ne fasse que de lents progres, et uniquement gráce aux ouvrages scientifiques, on com- mence á s'en servir en géophysique et en géographie. En Angleterre, une organisation spéciale appelés Association décimale a pris la chose en main. Le Commonwealth d' Australie a chargé une commission de 1*étude de la question. Nous ignorons ce qui a été fait en Russie dans cette direction. Les Sociétés de géographie sont priées de donner la plus grande pu- blicité á ce vosu. D'heure légale. Il a été décidé, considérant le fait qu'un grand nombre de nations ont déja adopté des systémes d'heure légale basés sur le méridien de Greenwich, comme méridien initial, que le Congrés se déclare partisan de 1*adoption universelle du méridien de Greenwich comme base de tous les systémes Vheure légale (fuseaux horaires). Publication de photographies. Les projections lumineuses de M. Siebers et les photographies de M. Willis ont fait naítre 1"idée que, dans ces cas ainsi que pour d'autres voya- ges Vexploration, les photographies ayant une importance géographique devraient étre publiées et accompagnées de courtes notes explicatives, afin de constituer des collections de reproductions de la physionomie physique des différentes parties du monde. Telles sont, traduites littéralement, et en fort mauvais francais, les cing résolutions votées le 13 septembre par le Congrés pour étre livrées á la grande publicité des Sociétés de géographie. Les autres décisions de la méme date visent: 1'exécution de la carte de 1"Amérique au 1: 1000 000, conformément á la résolution y relative du Ve Congrés international (proposition Penck) et des remerciements pour ce que la France, la Prusse et la Grande-Bretagne ont déja fait, en ce qui les concerne, en vue de la carte du monde á cette échelle (proposi- tion Penek); un voeu en faveur du succés des expéditions polaires améri- caines (proposition sir John Murray); des félicitations a 1”Association sis- mologique internationale dont les travaux ultérieurs sont attendus avec grand intérét; des remerciements á S. A. $. le prince de Monaco pour les travaux qu'il a dirigés, en particulier 1"4tlas des profondeurs océaniques qu'il va publier; des remerciements á 1”Institut météorologique danois pour la centralisation des matériaux relatifs aux banquises; la nomination dun comité de cing membres (dont la désignation incombera au président Peary), qui aura á se mettre en rapport avec le comité de 1' Institut inter- national de statistique aux fins d'arriver á déterminer la population des pays oú il ne se fait pas de recensement (motion Carroll D, Wright); la 8 nomination de MM, Henry Gannett (Washington), en qualité de prési- dent, Jules de Schokalsky (St-Pétersbourg ), Franz Schrader (Paris), E. Oberhummer (Vienne), et J. G. Bartholomew (Édimbourg), pour com- pléter le comité de 1"Association cartographique internationale instituée par le Congrés de Berlin, en 1899 (proposition Penck). Nous avons déja indiqué la résolution prise le 14 septembre, á New- York, aux termes de laquelle le neuvisme Congrés international de géogra- phie aura lieu a Genéve, en 1908. Nous n'avons pas a y revenir. Enfin, dans sa séance de clóture, á Saint-Louis, le 22 septembre, le Congrés a décidé de confier á un comité de cing membres (dont la désig- nation appartiendra au président Peary qui en aura de droit la présidence) avec faculté d'en augmenter le nombre par cooptation, le soin des affaires et la surveillance de l'exécution des décisions prises jusqu'au prochain Congrés. Parvenu au terme de ce rapport nous ne poserons pas la plume sans adresser les plus sincéres remerciements aux membres du comité d'orga- nisation du Congrés, en particulier au DY David-T. Day et au Dr J.-H. Mac-Cormick, dont nous avons souvent mis á contribution la grande ama- bilité et 1"inépuisable complaisance. Genéve; ce 16 décembre 1904. ARTHUR DE CLAPAREDE, Dr en Droit. SESIONES DE LA SOCIEDAD. JULIO 3 DE 1905. Presidencia del Sr. Ing. M, F. Alvarez. TRABAJOS.—M. Miranda y Marrón. El Teocalli de Ometochili en Te- poztlán, Mo. (Memorias, XXITI, 19). V. J. Lizardi. Un Vitascopio sensible ( Presentado por intermedio del socio A. L. Herrera). NOMBRAMIENTOS.—Socios honorarios: Lic. D. JusTo SIERRA, Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes. | : Conde EUGENIO REBAUDENGO, Presidente del Sindicato Agrario de Turín. EXCURSIONES Y CONFERENCIAS.—El Sr. Ing. J. de D. Villarello hizo una moción á fin de que se procure llevar á la práctica la idea manifestada en la sesión de Junio por el Sr. Presidente, relativa á las excursiones. La idea fué aprobada en lo general y quedó nombrada una comisión formada de los Sres. Villarello y Mendizábal (Joaquín) y de la Junta Directiva pa- ra presentar un dictamen acerca de la mejor manera de llevar á cabo dicha moción. ¿ El Prosecretario, B. ANGUIANO. AGOSTO 7 DE 1905. Presidencia del Sr. Ing. M. F. Alvarez, FALLECIMIENTOS.—El Secretario perpetuo anunció los de los socios - honorarios Preudhomme de Borre y T. Bertelli. TRABAJOS.—P. Gustavo Heredia, S. J.—Las rayas de emisión del es- pectro de f Lyre durante el período de mínima principal (Memorias, XXIITI, 5). Prof. Alfonso L. Herrera. —Experimentos de Plasmogenesis con los coloides inorgánicos (Memorias, XXIII, 9).—Aplicación de la teoría de los ions á la plasmogenesis (Memorias, XXITI, 15). Revista (1905).—2. 10 M. Moreno y Anda. —Modificaciones á un teodolito para emplearlo en determinaciones magnéticas. —El autor refiriéndose á un trabajo que presen- tó en Junio de 1904 (Memorias, XXI, 217) en el que hace una crítica fun- dada de la exactitud que se pretente dar á la declinación magnética deter- minada con los instrumentos comunes de topografía, hace ver de nuevo los defectos de que adolecen dichos instrumentos, que no permiten más que obtener una ruda aproximación. Expuso en seguida algunos detalles de los principales teodolitos magnéticos hoy en uso en todos los países que se ocupan en el levantamiento de sus cartas magnéticas, y á continuación dió á conocer prácticamente, por medio de un teodolito montado en su tripié, la parte esencial de la reforma que ha ideado para convertir un teo- dolito común en instrumento magnético de precisión, haciendo notar de paso las ventajas que presenta éste sobre sus similares extranjeros, no sien- do la menor, la que se refiere á su bajo precio, comparado con el de aque- llos. NOMBRAMIENTO. —Socio honorario: R. P. GUSTAVO HEREDIA, $. J., F. R. A. $S., Profesor en el Colegio del S. Corazón de Jesús en Puebla. PosTULACIONES.—Para miembros titulares: Ingenieros Roberto Hay Anderson y Manuel Fernández Guerra. SEPTIEMBRE 4 DE 1905. Presidencia del Sr. Ing. M. F. Alvarez, DEFUNCIÓN.—Dió cuenta el Secretario perpetuo de la muerte del Prof. Leo Errera, socio honorario, acaecida el 19 de Agosto pasado en Uccle. TRABAJOS —Ing. M. F. Alvarez. Estudio sobre las luces y vistas en las habitaciones (2? parte). Lic. Cecilio A. Robelo.—Aztlán; se ignora su ubicación (Memorias, XXITI 51). NOMBRAMIENTOS. —Miembros titulares: Ingenieros ROBERTO HAY ANDERSON y MANUEL FERNÁNDEZ GUERRA. PUBLICACIONES. —El Secretario perpetuo presentó los números 9 á 12 del Tomo XXI de las Memorias. 11 OCTUBRE 2 DE 1905. 212 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA SOCIEDAD. Presidencia del Sr. Ing. D. Leandro Fernández, Ministro de Comunicaciones y Obras Públicas. TRABAJOS.—El Sr. Lic. R. Manterola, dió un breve informe á la So- ciedad acerca del éxito alcanzado por el Congreso Esperantista reunido en Boulogne-sur-Mer en el mes de Agosto pasado en el que más de mil dele- gados representaron á veintisiete naciones, y no obstante la diversidad de idiomas propios de los pueblos representados, las discusiones y todos los asuntos fueron tratados en Esperanto. P. Gustavo de J. Caballero, S. J. Un nuevo interruptor eléctrico auto- MÁICO. El mismo socio comunicó á la vez que ha encontrado un procedimien- to que da excelentes resultados para regenerar las placas de los acumula- dores, lo cual hasta la fecha no se había logrado satisfactoriamente, y que dará á conocer en una de las próximas sesiones. Prof. A. Castellanos. —Una modificación á la teoría de Laplace. Dr. A. Dugés. — Apuntes para una monografía de Desmodus rufus, Wied (Memorias, XXIIL, 65). P. Gustavo Heredia, S. J.—Clasificación del espectro de E Puppis (Me- morias, XXIII, 71). Prof. A. L. Herrera. —Resumen de los últimos experimentos de Plasmo- genia (Acampañado de 320 microfotografías). M. Moreno y Anda.—Las séries armónicas en Meteorología. Dr. F. F. Villaseñor.—Método de análisis de las tierras arables. El Secretario perpetuo hizo una concisa reseña de los adelantos de la Sociedad y su estado actual. En los 21 años que hoy cumple de fundada, se han celebrado con regularidad las sesiones mensuales; se han publicado 21 tomos y los números 1 á 6 del tomo 22 de las Memorias, que contienen 502 trabajos en 8,365 páginas, sin contar las actas, bibliografías y notas diversas publicadas en la Revista en 1730 páginas; forman la Sociedad 150 socios en el país y 218 en el extranjero, y se mantiene canje de publicacio- nes con 76 instituciones del país y 630 del extranjero; la biblioteca cuenta con 14,700 tomos y recibe al año por término medio de 500 á 600. El mismo Secretario presentó los números 146 del tomo 22 de las Memorias. 12 Antes de concluir;la sesión, el Sr. Presidente Alvarez dió las gracias al Sr. Ministro por haber honrado con su presidencia la sesión. El Sr. Fernández manifestó su agradecimiento indicando que se consideraba muy honrado al encontrarse entre sus consocios y que felicitaba á todos por sus trabajos y por la notable altura á la que han logrado elevar á la corpo- ración. Se levantó la sesión á las 7.50 p. m. en la cual estuvieron presentes los Sres. socios Leandro Fernández, A. Aldasoro, M. F. Alvarez, R. Agui- lar Santillán, M. Balarezo, S. Bonansea, G. de J. Caballero, A. Capilla, A, Castellanos, J. Díaz de León, N. Domínguez, T. Flores. J. Galindo y Villa, J. Híjar, A. Hunt Cortés, T. L. Laguerenne, R. Manterola. Mendizábal (Joaquín ), Mendizábal (José ), M. Miranda y Marrón, Gr. M. Oropesa, R. Robles, J. F. Romaní, E. E. Schulz, R. Servín, M. Torres Torija, F. F. Villaseñor, P. Waitz y el Secretario que suscribe, y los Sres. G. Gándara, J. Rojas, ete. El Secretario anual, M. MORENO Y ANDA. BIBLIOGRAFIA. ”n Annales de 1'Observatoire de Nice.—Paris, Gauthier—Vi- llars. 10 vol. gr. in-4. La notable institución fundada por la liberalidad del ilustrado ban- quero francés M Raphzel Bischoffsheim, Miembro del Instituto, ha publi- 'cado hasta la fecha diez tomos de sus interesantes Annales, acerca de los cuales damos á continuación una breve noticia. El desinterés y patriotismo mostrados por M. Bischoffsheim, son dig- nos de las más calurosas alabanzas. Además del capital invertido en la construcción y dotación del Observatorio, ha legado á la Universidad de París un capital de dos millones quinientos mil francos y todos los gastos que haga dicha institución hasta un año después de la muerte de M. Bischoffsheim. Rev. Soc. Alzate, í. 23 Y. A. PERROTIN, Director del Observatorio de Niza. . RAPHAEL BISCHOFFSHEIM, Fundador del Observatorio de Niza. + 29 eb. 1904. 13 Fundado el Observatorio en 1881 fué nombrado director el distinguido astrónomo J. A. Perrotin, del Observatorio de Toulouse, quien estuvo en su puesto hasta el 29 de Febrero de 1904 en que murió repentinamente. Los 4nnales contienen los siguientes trabajos: Tome I. 1899. (Atlas de 47 pl.) Introducción (Reseña histórica).— Descripción del Observatorio: Gran Ecuatorial. Ecuatorial de 0138. Ecua- torial acodado (Sistema Loewy ). Círculo meridiano Brunner, Círculo me- ridiano Gautier. Pabellón de Física (Nuevo espectroscopio Thollon). Pa- bellón magnético. Talleres y máquinas. —Catálogo de la biblioteca. -- Co- - lección de tablas astronómicas. —Apéndice. Sineronisación de los péndulos . (Sistema Cornu) por A. Prim.—Observatorio del Monte Mounier. Tome II. 1887, 7 pl. Determinación de la diferencia de longitud entre París y Niza y entre Milán y Niza por Bassot, Perrotin y Celoria.—Lati- tud provisoria del Observario por Perrotin.—Medidas micrométricas de estrellas dobles por Perrotin.—Observaciones de cometas y planetas en el ecuatorial Gautier, por Perrotin y Charlois.—Espectroscopía solar por Thollon.—Notas diversas. Tome III. 1890. (Atlas). Nuevo dibujo del espectro solar por Thollon. —Teoría de Vesta por Perrotin.—Observaciones meridianas.—Observa- ciones de cometas y planetas por Charlois.-—Pequeños planetas descubier- tos en el Observatorio y cálculos de órbitas por Charlois. Tome IV, 1895. Aplicación de los métodos de interpolación á la de- terminación de las desigualdades de primer orden de los elementos de Vesta producidas por la acción de Júpiter, por Perrotin.—Nebulosas descubier- tas con el gran ecuatorial, por Javelle.—Observaciones meridianas por Fabry, Jabely, Simonin, Colomas y Giacobini. Observaciones de cometas y planetas en el ecuatorial Gautier, por Charlois. — Pequeños planetas des- cubiertos y cálculos de orbitas por Charlois, Tome V, 1895, 41 pl. Meteorología (1884-1891 ). —Magnetismo (1889- 1891). Tome VI, 1897. Sobre la órbita (108) Hecube por Simonin.—Nebu- losas descubiertas con el gran ecuatorial por Jabelle.-—Observaciones me- ridianas por Jabely, Simonin, Colomas y Giacobini. —Observaciones de pasos en el círculo Grautier por Simonin. Tome VIL, 1900, 90 pl, Meteorología (1892-1895). — Magnetismo (1892-1895). Tome VIII, 1904, 3 pl. J. A. Perrotin, Director del Observatorio de Niza de 1881 á 1904. —Donación de M. Bischoffsheim á la Universidad de París. —Determinación de las diferencias de longitud entre Niza, 1”Ile- Rousse y Ajaccio, por Hatl, Perrotin y Driencourt. —Observaciones meri- dianas hechas en el círculo Brunner por Jabely, Simonin y Colomas.— 14 Observaciones meridianas de Eros y de las estrellas de comparación por Simonin, Colomas y Prim.—Observaciones de Cometas y de planetas he- chas en el ecuatorial acodado por Charlois.—Pequeños planetas descubier- tos y cálculos de órbitas por Charlois. —Ocultaciones de estrellas por la Luna observadas por Prim. Tome IX, 1905. Ensayo sobre el papel de las hondas hertzianas en Astronomía física por C. Nordmann.—Observaciones meridianas hechas en el círculo Brunner, por Jabely, Simonin y Colomas. Tome X, 1905. Meteorología (1896-1900 ). —Magnetismo (1896-1900). Traité pratique du tracé et de la taille des engrenages par Louis Weve, Ingénieur, Chef de service á la Société Anonyme Verviétoise pour la construction des machines, Professeur á 1?Ecole Industrielle de Namur.—Paris, Librairie Polytechnique Ch. Béranger. 1904. 8 159 pages, 72 figs. 7 fr. 50 relié, Obra destinada á los prácticos que encontrarán en ella una enseñanza útil y aplicable 4 numerosos casos de los que se presentan en las indus- trias. Por la reseña de las materias que trata se juzgará la importancia del libro, PRIMERA PARTE. Engranajes rectos. Engranajes cónicos. Engranajes de tornillo sin fin.—Definiciones, convenciones, cálculo de una circunferen- cia y de un diámetro.—Clasificación. Proporciones usuales. Relaciones de engranajes. Contracción de las ruedas fundidas. Precauciones para colar. —Módulo y paso diametral. —Engranajes de 30 dientes y más. Cremalleras engranando en una rueda de 30 dientes y más. Engranajes en desarrollan- tes de menos de 30 dientes; cremallera correspondiente. Dientes epicicloi- dales. Engranajes de 15 dientes; cremallera. Engranajes epicicloidales de más ó de menos de 15 dientes; engranajes interiores. —Tallado de engranes rectos. Trazo de engranes cónicos. Máquinas para tallar engranes cónicos. Ruedas helicoidales ó ruedas de tornillos sin fin. Cálculo de los diámetros primitivos, conociendo la distancia de los centros. SEGUNDA PARTE. Aplicación del cálculo trigonométrico á la determina- ción de los elementos de las ruedas dentadas.—Tangentes, etc. Diámetros y ángulos de una rueda cónica en función de las líneas trigonométricas. En- granajes helicoidales; cálculo del paso de la hélice. Ejemplo de cálculo de rueda helicoidal. Pásos y módulos aparentes en los engranajes helicoida- 15 les. Engranajes de tornillo sin fin y helicoidales. Fracciones continuas; aplicaciones. Angulo de presión. Engranajes interiores. Resistencia de los engranajes. Frotamiento.—Apéndice. Tablas de equivalencias decimales y pulgadas inglesas, y de los valores naturales de las líneas trigonomé- tricas. : Traité théorique et pratique des turbines hydrauliques. Tur- bines á réaction et turbines á impulsion. Par Paul Boyeaux, Ingénieur des Arts et Manufactures.—Paris. Librairie Poly- technique Ch. Béranger. 1905. 8 203 pages, 108 figs. 12 fr. relié. El notable motor ideado por el ilustre Euler, está siendo en la actua- lidad de grande uso con el aprovechamiento sobre todo de las caídas de agua que ofrece la naturaleza. Se comprenderá que un libro como el pre- sente que pone al lector al corriente de todo lo relativo á la construcción, instalación, manejo, ete. de las turbinas, tiene que ser de notoria impor- tancia, Contiene las materias siguientes : El porvenir de las turbinas. Nociones esenciales de mecánica y de hi- dráulica, Utilización de las caídas naturales; creación de caídas artificia- les.-—Turbinas de impulsión; sus diversos sistemas, su construcción, etc. —Turbinas de reacción; construcción, instalación, velocidades, ete.—Apli- caciones numéricas: Estudio de una turbina para una alta caída; turbina radial.' Estudio de una turbina para caída media; turbina de reacción cen- trípeta. Turbinas para caídas bajas; turbinas paralelas de impulsión, de corta y de gran velocidad. Manuel de la machine a vapeur par Edouard Sauvage, Pro- fesseur a 1' École Nationale Supérieure des Mines et au Con- servatoire N. des Arts et Métiers.—Paris. Libraire Polytechni- que Ch. Béranger. 1905. 8? 426 pages, 250 figs. 10 fr. relió. Excelente guía práctica que dá la descripción del funcionamiento y de los órganos de las máquinas y calderas de vapor, y que destinado á los mecánicos, fogoneros, dibujantes, etc., les será de segura ayuda en sus tra- 16 bajos. Nadie desconoce la importancia que tiene el conocimiento y manejo perfecto de una máquina, y las serias consecuencias que resultan de con- fiar esos aparatos á obreros inexpertos. En este libro se hallan todas las nociones y consejos necesarios y será siempre leido con provecho. Trata el autor con claridad y detalle las siguientes materias: Reseña histórica y leyes mecánicas y físicas. Constitución general de las máqui- nas de vapor. Trabajo del vapor en los motores de émbolo. Distribución del vapor. Regularización y transmisión del movimiento. Motores sin ém- bolo. Principales órganos de las máquinas. Disposición en conjunto de las máquinas. Condensación. Producción del vapor. Empleo de las máquinas. Indice alfabético. Traité élémentaire de la stabilité des constructions par E. Métour, Ingénieur des Ponts et Chaussées.—Paris. Librairie Polytechnique Ch. Béranger. 1905. 8* gr. 662 pages, 400 figs. 6 XV pl. 30 fr. relié. El autor se propuso presentar un libro elemental, que pueda ser estu- diado por las personas poco conocedoras de la matemática superior, y que no les sea dable consultar los grandes y elevados tratados de la materia. Emplea el análisis solo en los casos indispensables y para ello prepara al lector consagrándole unas páginas á las nociones de cálculo diferencial é integral. Usa de las teorías más recientes y comienza por establecer las fórmulas más en uso de la resistencia de materiales, detallando después los métodos de la estática gráfica. Comprende la obra tres secciones: I. Resistencia de los materiales. —Deformaciones, equilibrio molecu- lar, equilibrio estático, momentos de inercia, torsión de los prismas, envol- ventes cilíndricas y esféricas. II. Estática gráfica y aplicaciones. Principios generales. Momentos de flexión y esfuerzos cortantes en las vigas rectas (métodos de Collignon, Wayrauch, Culmann, Ritter y Cremona). Deformación de las vigas. Arrios- trado y roblonado. Vigas de celosía. Armaduras metálicas y de madera. Arcos articulados y encartrados. Pilas metálicas. Puentes—-gruas, puentes giratorios, puentes suspendidos. Puertas de esclusa y compuertas. TII, Macizos de mampostería. Presas, bóvedas, soportes, muros de sos- tenimiento. ; 17 En los anexos se tratan los coeficientes del empuje, experimentación de los puentes y de los esfuerzos secundarios, cálculo de los momentos de resistencia de las vigas, cálculos diversos, etc. Analyse chimique minérale qualitative et quantitative. Choix de méthodes. Par Eug. Prost, Docteur en Sciences, Chargé de Cours á 1'Université de Liéje.—Paris et Liéje. Librairie Po- lytechnique Ch. Béranger. 1905. 8? 431 pages, 46 fig. 6 1 pl. 12 fr. 50 relié. Contiene este libro de una manera condensada los conocimientos más indispensables de análisis general para emprender el análisis de los produe- tos minerales. Da el autor los métodos más precisos y á la vez los más prácticos y modernos, indicando en cada caso el método de cuanteo y de separación que debe de emplearse. Para los metales como el cobre, el anti- monio, el níquel, el cobalto y el estaño, da exclusivamente los procedi- mientos electrolíticos, usados hoy en la generalidad de los casos. Se ocupa también de ciertos metales como el molibdeno. el tungsteno y el vanadio, en otro tiempo raros, pero que hoy día van adquiriendo cierta importancia; respecto 4 los metaloides solo examina aquellos cuyas sales se encuentran en los más comunes productos minerales. Précis de la théorie du magnétisme et de lélectricité, 3 Pusage des Ingénieurs et des candidats aux Ecoles et Insti- tuts électrotechniques, par A. Nouguier, ancien éléve de Vécole polytechnique, et de l'école supérieure Vélectricité de Paris, capitaine Vartillerie.—Paris, Librairie Polytechnique Ch. Béran- _ ger. 1905. 1 vol. 8* 396 pages, 193 fig. 12 fr. 50 relié. Esta obra es notable por su grande claridad : pone los cáleulos de me- cánica eléctrica al alcance de todos los que sepan rudimentos de cáleulo superior; su orden es admirable. Expone primero el magnetismo, siguien- do después, la electro-estática, corrientes lineales, electromagnetismo, cir- Revista. (1905).—3, 18 cuitos magnéticos, electrodinámica, inducción, corrientes alternantes, his- teresis, corrientes de Foucault, y unidades eléctricas y magnéticas. Tiene al fin dos apéndices; el uno sobre el potencial y la energía po- tencial, y otro sobre la integración de las ecuaciones diferenciales lineales. En este último apéndice expone con notable claridad el significado de las diversas derivadas que intervienen en los problemas de mecánica eléctrica. Traité théorique et pratique de Métallurgie générale par 1. Babu, Ingénieur en Chef des Mines, Professeur a 1” Ecole na- tionale supérieure des Mines.—Tome IL. Éléments et produits des opérations métallurgiques.—Paris. Librairie Polytechnique Ch. Béranger. 15 Rue des Saints-Péres. 1904. 1 vo!. gr. in-8. VIL-588 pages, 148 figs. 25 fr. relié. Esta obra es una excelente aplicación científica de las leyes de la quí- mica y en general de las leyes de la transformación de la energía, á los métodos operatorios de la metalurgía. Tenemos á la vista el tomo I que ha aparecido y que consagrado á los elementos y productos de las operaciones metalúrgicas, comprende 16 ca- pítulos que tratan de las siguientes materias: Clasificación, muestreo, depósito, etc., de los minerales. Intervención del capital en metalurgía; su constitución, remuneración, trusts y sindi- catos. Organización del trabajo, aplicación; trabajo intelectual, trabajo manual. Energía. Principios generales, transformaciones, leyes. Energía elástica. Energía cinética. Energía eléctrica; efectos térmicos y químicos. Energía química; transformaciones y aplicaciones. Energía mecánica; uti- lización, producción, transmisión. Energía térmica. Estudio téorico de la combustión; calores específicos, poder calorífico, temperaturas de combus- tión, medida de las temperaturas. Producción del calor; combustión de gases, líquidos y sólidos. Utilización del calor en. los hornos metalúrgicos. Recuperación del calor del humo de los hornos. Metales y ligas; propie- dades generales y procedimientos de estudio de las escorias; propiedades ge- nerales, fusibilidad, acciones químicas sobre las propiedades de los meta- les, aprovechamiento de las escorias. Ll tomo IU estará dedicado á combustibles, operaciones metalúrgicas y aparatos concernientes. > 19 Manuel de Ingénieur Civil et Industriel par G. Colombo, Ingénieur, Professeur de mécanique industrielle a 1"École Royale technique supérieure de Milan. Traduit de l'italien par Em. Am. della Santa, Ingénieur civil.—19”* édition. Pa- ris, Librairie Polytechnique Ch. Béranger. 1904. xx-606 pages, 221 figs. 7 fr. 50 relié. Se hallan reunidos en este tomito numerosísimos datos, fórmulas, ta- blas, ete., concernientes á los múltiples trabajos de ingeniería, principiando desde las fórmulas matemáticas de más común aplicación, hasta los asuntos técnicos y prácticos de física industrial, hidráulica, agronomía, construc- ciones, mecánica y tecnología. Un índice alfabético minucioso completa la importancia de este libro. L'Industrie Aurifere, par David Levat, Ingénieur civil des mines, membre du Conseil supérieur des colonies. — Paris, V* Ch. Dunod, 49, Quail des Grands—-Augustins. 1905. 1 vol. in-8, 920 pages, 253 fig. et planches. 30 fr. La production mondiale de lor atteindra deux milliards de franes par an d'ici á une ou deux années. C'est, aprés la houille et le fer, la premiére industrie extractive, tant par 1?importance des richesses qu'elle met en circulation que par la multiplicité des efforts, lingéniosité des méthodes de traitement et de développement d'énergie qu'elle exige de la part de ceux qui s'y livrent, que ce soit dans les déserts glacés du Klondyke ou sous le ciel brúlant des tropiques. C'est A Papplication récente des appareils mécaniques et notamment des dragues d or, á Vexploitation des alluvions auriféres, ainsi qu'au dé- veloppement des procédés perfectionnés de cyanuration, de chloruration, de bromo-cyanuration, appliquant au traitement des minerais rebelles, non amalgamables, qu'on est redevable de cet accroissement colossal de la pro- duction de l'or dans le monde entier. Il était devenu nécessaire de coordonner, dans un ouvrage complet embrassant Vensemble de ce vaste sujet, des données précises sur ces di- verses méthodes, de les comparer, d'en faire connaítre les traits caracté- 20 ristiques ds de tirer de cet exposé des conclusions pratiques, applicables au traitement des minerais d'or les plus variés et les plus complexes. La rédaction d'un pareil ouvrage, confiée á une personne jouissant de la notoriété et de la compétence de M. D. LevAT, Membre du Conseil su- périeur des Colonies, ne pouvait pas se borner á un simple exposé didac- tique. Son livre est un livre vécu. T'auteur y a condensé vingt-cinq années d'une carriére extrémement active, consacrée aux affaires miniéres les plus loitaines et les plus diffici- les. Résumant, dans l'ouvrage qu'il a signé, toutes ses publications anté- rieures sur les pays auriferes les plus variés, qu'il 'a parcourus et mis en valeur. M. Levat fait ressortir le lien étroit qui relie Pexpansion coloniale des grandes nations civilisées avec le développement de la production au- rifere. Nul v'était qualifié, mieux que lui, pour mettre cette corrélation en évidence. Les chapitres relatifs au mode de création des affaires miniéres, tant en Angleterre qw'en France, les appréciations sur Vavenir et-sur la durée des mines du Transvaal et de Y Australie, la maniére dont il convient Vapprécier les affaires d'or indépendamment des spéculations en Bourse, seront lus avec autant de profit par les capitalistes, les financiers et les hommes Vaffaires que les chapitres techniques par les Ingénieurs. Le livre de M. Levat, écrit dans un style élegant et précis, est abon- dammentillustré de dessins et de photogravures provenant, pour la plupart, de clichés inédits ou d'installations faites par lui. Des chapitres spéciaux sont consacrés a létude des derniéres nouveau- tés, notamment a Vemploi des Zube-Mills qui permettent de doubler la capacité des moulins californiens. On lira aussi avec intérét un parallele entre les divers procédés de broyage: moulins d boulets, cylindres broyeurs et finisseurs comparés au classique moulin californien. Toutes ces données, éparses jusqu'ici dans des publications écrites, pour la plupart en langues étrangeres, se trouvent. pour la premiere fois, coordonnées et présentées méthodiquement, avec clarté, suivant nos méthodes francuises en usage dans Vexposition d'un sujet scientifique. La question capitale de la main-d'euvre, présente et future, pouvant étre utilisée sur les gisements auriferes du monde entier, permet á M. Levat de faire pressentir, dans ses conclusions, les pays qui sont appelés a prendre la téte dans l'avenir. Un index alphabétique tres-complet se trouve á la fin du volume et facilite les recherches dans le corps de Pouvrage. 3 y A el Fabrication de l'acier par H. Noble, Ingénieur des arts et manufactures, ancien chef de service d'acióries.—Paris. V”* Ch. Dunod. 1905. 1 vol. in-8. 614 pages. 91 fig. 25 fr. Les traités de métallurgie générale ne consacrent á Vaciérie que de courts chapitres; les ouvrages spéciaux envisagent plutót les propriétés des aciers que leur fabrication, et les articles isolés paraissant dans les revues ne donnent, sur les procédés nouveaux, que des apergus pouvant étre compris de quelques lecteurs seulement. Le présent ouvrage est des- tiné a combler cette lacune. Un chapitre préliminaire réunit sous une forme condensée les docu- ments de la question et les propriétés du fer spécialement appliquées en sidérurgie. Les divers procédés de fabrication des lingots d'acier pour laminage et forge sont minutieusement étudiés aux points de vue théori- que et surtout pratique. 1'auteur a coordonné les tours de mains, les re- marques suggérées aux ouvriers ou á leurs chefs, et en fournit Vexplica- tion; ces indications suppléeront pour les jeunes ingénieurs métallurgistes á leur manque d expérience, tandis que les praticiens y verront le ““pour- quoi” de ce que leur longue carriére leur aura enseigné; elles sont d'autant plus précieuses pour les uns et les autres que la sidérurgie est un art exi- geant avant tout chez ceux qui le dirigent de lobservation et de la déci- sion. T'étude de ces méthodes n'est pas faite uniquement au point de vue du métal, mais aussi, —et tous ceux qui ont pratiqué la métallurgie en connaissent importance, —des matériaux accessoires, de Ventretien et de la construction des appareils employés. C'est, en un mot, le bagage complet, le guide du contremaítre et de l'ingénieur charge d'une aciérie, Le dernier chapitre ajoute encore au caractére industriel qui préside a la rédaction du livre entier; il est consacré á l'organization du service et a la comptabilité technique. Cette derniére question présente un cóté du plus haut intérét et completement inédit, car la détermination des consommations, l'établissement des prix de revient ont étf faits, non seu- lement pour le lingot d'acier, terme final de la fabrication, mais pour divers états intermédiaires du métal; ces tableux, établis d'aprés les moyennes de diverses usines, permettront a l'industriel de déterminer immédiate- ment le point ou doivent converger ses efforts. De nombreuses figures, qui sont une réduction des plans de construe- tion, fournissent sur les différents appareils les renseignements les plus complets; ils ont été choisis parmi les dispositions les plus fréquentes ou reconnues les meilleures. 22 Le présent ouvrage contribuera largement a préciser les connaissances actuelles sur la fabrication de Vacier et sera d'un précieux secours a toutes les industries qui touchent á la sidérurgie. Brunswick (E. J.) et Aliamet (M.), Ingénieurs-électriciens. —Construction des induits a courant continu. Manuel pratique du bobinier. Petitin-8. 53 fig. (Eneyclopédie seientifique des Aide-Mémoire).—Paris. Gauthier—Villars. 1905. 2 fr. 50 e. Les auteurs, aprés avoir établi, dans un autre volume de 1 Eneyclopé- die, la théorie et les régles du bobinage, des induits á courant continu, envisagent, dans le Volume actuel, la question des enroulements au point de vue purement pratique. 1ls ont désiré ainsi mettre a méme d'exécuter ce genre de travail spécial, toute personne s'y intéressant ou cherchant seulement á connaítre les procédés de fabrication. Les six chapitres de cet ouvrage s'occupent respectivement de Vétude des isolants et des conducteurs employés dans la confection des induits, du bobinage Gramme, traité tres en détail, du bobinage en tambour, des bobinages exécutés sur gabarits et de la vérification du travail pendant et apres Venroulement. Light Waves and their uses by A. A. Michelson, of the Department of Physics. The Decennial Publications, 2d Se- ries. Vol. IIL Chicago. The University of Chicago Press. 1903. 8* 1644p. 108 fig. 3 colored plates. $2.12. El distinguido físico norte-americano da en este notable libro los re- sultados de sus trabajos y llama la atención de los físicos y de los astróno- mos acerca de las muchas aplicaciones que pueden darse á las ondas lumi- NOSAaS. Este tomo es uno de los de segunda serie que la Universidad de Chi cago ha publicado con motivo del primer decenio de su fundación. El libro está dividido en ocho lecturas en las que el autor con un es- A. A. Michelson. terferómetro. — TI. Aplicación del mé- todo de las interfe- rencias á la medida de distancias y án- gulos.—IV. Aplica- ción á la espectros- . copía.—V. Las on- das luminosas como patrones de longi- tud. — VI. Análisis de la acción magné- tica sobre las ondas luminosas por el in- terferómetro y el Echelon.--VIL. Apli- cación de Jos méto- dos de interferencia á la astronomía. — VIII. El éter. Al final de cada capítulo el autor da, un resumen en, el que hace resaltar los resultados más pro- minentes. Annuaire pour 'an 1905 publié par le Bureau des Longitu- des, Avec des Notices scientifiques. Paris. Gauthier—Villars.? O pot 50 el No omitimos año por año dar á conocer este anuario, pues cada tomo contiene siempre trabajos científicos de gran interés, además de los nume- rosos datos que presenta relativos al calendario, fenómenos astronómicos, geografía y estadística, monedas, pesas y medidas, interés y amortización, y meteorología, 24 En el del presente año se halla la segunda parte de la Explicación ele- mental de las mareas por M. P. HamT, ingeniero hidrógrafo de la marina, y consagrada al estudio del fenómeno local, pues el fenómeno general fué ya tratado en el anuario anterior. Agenda Oppermann á usage des ingénieurs, architectes, agents-voyers, conducteurs de travaux, mécaniciens, indus- triels, entrepreneurs. 1905.—Paris, Ch. Béranger. 417 pages. Este tomito se halla nutrido de un material variado é interesante re- lativo á geodesia, pesas y medidas, matemática, física, resistencia de ma- teriales, química, electricidad, comercio é industria, correos y telégrafos, etc. The Royal Astronomical Society of Canada. Selected Papers and Proceedings. 1904. Edited by C. A. Chant. Toronto. 1905. 8 xxvi116 p. á plates. Astronomical and Astrophysical Progress during 1904 (President's Address, Jan. 10, 1905) —The Relation of Philosophy to Ancient and Modern Cosmogonies, by Prof. J. Watson.—Further Considerations on Aerolithes, by W. H. S. Monck.—Some New Determinations of the Re- flecting Powers of Glass and Silvered-Glass Mirrrors, by €. A. Chant.— Astrophysical Research, by W. B. Musson.—Observations on Variable Stars, by J. M. Barr.—Recent Lunar Photographs, by D. J. Howell.— Theories of World Building, by A. P. Coleman.—Confirmation of Mr. Barr's Observation, by P. S. Yendell.—The Energy of Stellar Collision, by A. W. Bickerton.—An Elliptical Solar Balo, by A. F. Hunter.—Man's Place in the Universe, by J. R. Collins. —The Shelburne Meteorite, by L. H. Borgstrom.—Magnetic Disturbances, 1882-1903, as Recorded at the Royal Observatory, Greenwich, and their Association with Sun-Spots, by E. W. Maunder.—The Total Solar Eclipse of 1905.—In Memorian: Arthur Harvey. 25 v a - Étude pratique des courants alternatifs simples et polypha- sés et de leurs principales applications industrielles, par Henry Chevallier, Docteur és sciences, Sous-directeur du La- boratoire Vélectricité industrielle de la Faculté des Sciences, Professeur á École supérieure d'Industrie de Bordeaux, ete. —Paris. Librairie Polytechnique Ch. Béranger. 1905. 8% 356 p. 427 fig. 15 fr. relié. El autor se revela en esta obra hábil experimentador, infatigable via- jero, y eminentemente práctico, pues que ha pasado largo tiempo estu- diando los fenómenos, visitando en Francia, Bélgica, Suiza, Alemania y Suecia las más notables instalaciones, y resolviendo problemas en las fá- bricas. Su libro pues, es de gran importancia, y el lector encontrará en él una sabia enseñanza, firme y clara. Después de una introducción en que da las generalidades acerca de las _ corrientes alternativas, trata en diecinueve capítulos las materias siguien- tes: I. Leyes de lainducción. Estudio descriptivo de los alternadores in- dustriales.—1I. Estudio experimental de la forma de las corrientes alter- nativas.— III. Estudio gráfico y geométrico de los sinusoides. Método de los vectores. —IV. Medida de la intensidad de una corriente alternativa. —V. Medida de una diferencia de potencial alternativa. Diferencia de po tencial eficaz. —VI. Auto-inducción de los circuitos. —VIT. Estudio de los condensadores. Efectos de la capacidad de los circuitos. —VIIT. Potencia de las corrientes alternativas. —IX. Transformadores industriales. --—-X. Ca- rrete de Rubhmkorff. —XI. Funcionamiento de los alternadores.—XIT. Mo- tores de corriente alternativa.—XIITI. Campos magnéticos giratorios.— XIV. Producción de las corrientes polifáseas. Alternadores polifáseos.— XV. Distribución de la energía eléctrica por corrientes trifáseas.—XVL Motores de corrientes polifáseas. —XVIL. Aparatos para cambiar la natu- raleza, la forma ó la frecuencia de las corrientes eléctricas. —X VII. Me- dida y tarificación de la energía eléctrica. —XIX, Transporte de la energía á distancia. —Amnexos: Tablas diversas y curva para el cálculo de la sec- ción de una canalización eléctrica en cobre. Revista. (1905).—4. 26 Economic Geology. A Semi-Querterly Journal devoted to Geology as applied to Mining and allied industries. Editor: John Duer Irving. Lehigh University, South Bethlehem, Pa. Associate Editors: W. Lindgren, J. F. Kemp, F. L. Ransome, H. Ries, M. C. Campbell € Ch. K, Leith.—Published by The Economic Greology Publishing Co. Lancaster, Pa. $3.00 a Year. y VoL. 1. No. 1. OCTOBER-NOVEMBER 1905. The Present Standing of Applied Geology; F. L. Ransome. —Secondary Enrichment in-Ore-Depos- its of Copper; J. F. Kemp.—Hypothesis to Account for the Transforma- tion of Vegetable Matter into the Different Varieties of Coal; M. R, Camp- bell. —Ore-Deposition and Deep Mining; W. Lindgren.—Genesis of the Lake Superior iron Ores; Uh. K. Leith.—The Chemistry of Ore—Deposi- tion. Precipitation of Copper by Natural Silicates; E. C. Sullivan. —Edi- torial. Discussion. Reviews. Recent Literature on Economic Greology. Scientific Notes and News. Carta general del Estado de Veracruz-Llave, levantada á iniciativa de su actual Gobernador C. Teodoro Dehesa, por la Comisión Geográfico-Exploradora. 1905. Escala de 1: 250 000. Xalapa. Talleres de la Comisión Geográfico-Exploradora. Atlas que contiene las láminas A, B y 1á XII. En las láminas A y B se hallan la división política, extensión y población, signos y abreviaturas, ríos principales y sus afluentes, lagos y lagunas, coordenadas geográficas y altitudes (69 localidades), declinaciones de la aguja magnética, 1883-1898 (32 localidades) y datos meteorológicos de Xalapa (1896-1900). Las láminas 14 XII forman la carta del Estado, de irreprochable eje- cución. Lowell Observatory. Flagstaff, Arizona.—Bulletin. 4* N0? 17.—A New Method of Testins Spectrographically a Martian At- mosphere, by Percival Lowell. —An Attempt to Apply Velocity Shift to Detecting Atmospheric Lines in the Spectrum of Mars, by V. M. $. 1905. 1 pl. , 27 - N? 18.—Size and centre of the North Polar Cap of Mars in 1903, by Per- cival Lowell. 1905, N? 19.—Size of North Polar Cap of Mars by Micrometer Measures-1901 and 1903, by Percival luowell. 1905. Ñ N? 20.—North Polar Cap of Mars-November 1904 to May 1905, by P. Lowell. N2 21.—The Canals of Mars. Photographed, by P. Lowell.—On Photo- eraphing the Canals of Mars, by C. O. Lampland. 1905. N? 22.—Beginning of the New North Polar Cap of Mars, by P. Lowell. 1905. University of California Publications. American Archaeolo- gy and Ethnology. Frederick Ward Putnam, Editor.—Berke- ley. The University Press. 8? Vol. 1. No. 1. Life and Culture of the Hupa by P. E. Goddard. Sept. 1903. 88 p. fig. 1 map € 30 pl.—No. 2. Hupa Texts by P. E. Goddard. March, 1904. 280 p. Vol. 2. No. 1. The Exploration of the Potter Creek Cave by W. J. Sinclair. April, 1904. P. 1-28, 14 pl.—No. 2. The Languajes of the Coast of California South of San Francisco, by A. L. Kroeber. June, 1904. P. 29-80, 1 map.—No. 3. Types of Indian Culture in California by A. L. Kroeber, June, 1904. P. 81 104.—No. 4. Basket Desines of the Indians of Northwestern California by A. L. Kroeber. January, 1905. P. 105-164. 7 pl. Vol. 3. The Morphology of the Hupa Languaje by P. E. Goddard. June, 1905. 344 p. University of Pennsylvania. Transactions of the Depart- ment of Archaeology. Free Museum of Science and Art.— Philadelphia. Published by the Department of Archaeology. 8? fig. 6 pl. Vol. 1. Paris I and 11. 1904. Gournia. Report of the American Exploration Society's Excavations at Grournia, Crete, 1901-1903. H. A. 28 Boyd.—Scenes from the Aethiopis on a Blackfigured Amphora. Wm. N. Bates.—The Stone Money of Uap. Wm. H. Furness, 3d.—Chronological Sequence in the Maya Ruins of Central America. E, B. Gordon.—In the Temple of Bél at Nippur. H. V Hilprecht.—Part. II. 1905. 38 pl. The Serpent Motive in the Aucient Art of Central America and Mexico. G. B. Gordon.—The Etruscan Inseriptions in the Museum. W. N. Bates.— Torso of a Hermes. A. Emerson.—Report of the American Exploration Society's Excavations at Grournia, Crete, 1904. H. A Boyd.—Early Pain- ted Pottery from Gournia, Crete. E. H. Hall. —Excavations at Vasiliki, 1904. R. B. Seager.—Topographical Map from Nippur. A. T. Clay.— The Archaic Arch at Nippur. C. S. Fischer. Journal de la Société des Américanistes de Paris. 8% fig. 6 pl. Au siége de la Société, 61, Rue de Buffon. Nouvelle Série. Tome I. 1904.—L. Diguet. Le Chimalhuacan et ses populations avant la conquéte espagnole (3 pl. 2 cartes ).—Dr. Rivet. Étude sur les indiens dela région de Riobamba.—H. Froidevaux. Nordensk- jóld Américaniste.—L. Lejeal. Le Congrés de New York.—Texposition de la mission francaise de l'Amérique du Sud (2 pl.).—G. Marcel. Un texte ethnographique inédit du xvnr* siécle.—R. de La Grasserie. Les langues de Costa Rica. —E. Beauvois. La Grande Irlande (1 carte). —J. Humbert, L' Archivo du Consulat de Cadix.—La premiére occupation allemande du Vénezuela au XVI? siécle (1528-1566 ).—H. Vignaud. La maison d'Albe et les archives colombiennes.—D. Charnay. Les explorations de Téobert Maler (2 fig.).—Actes de la Société, Nécrologie, etc. Tome II. No. 1 (15 Avril 1905).—Ed. de Jonghe. Histoyre du Mechi- que, manuscrit frangais inédit du xv1I* siécle (1 fig.).—L, Adam. Gram- maire de lAccawai.—E. Boman. Migrations précolombiennes dans le nord- ouest de Argentine (11 fig.) —L. Diguet. Notes Varchéologie mixtéco- zapoteque (1 pl. 2 fig.).—Mme Signe Rink. Sur Porigine du mot Kákálek. —Actes de la Société, Nécrologie, etc. 29 Éléments de Sidérologie par Hans Baron von Juptner, Professeur á VÉcole des Mines de Leoben. Traduit de Valle- mand par E. Poncelet et A. Delmar, Ingénieurs.—2*”* partie. —Paris, Librairie Polytechnique Ch. Béranger, 1905. 8” 437 pa- ges, 87 fig. 20 fr. relié. El tomo primero de esta importante obra, que hace poco dimos á co- nocer (Revista, t, 21, p. 45) ha encontrado con justa razón una acogida su- mamente favorable, y estamos seguros que esta segunda parte será recibida también con interés y entusiasmo. Este tomo está consagrado al estudio de la relación que existe entre el tratamiento térmico y mecánico, la constitución y las propiedades de las ligas de fierro. Se halla dividido en tres libros. El primero trata de la in- fluencia del tratamiento térmico y mecánico de las ligas de fierro sobre su constitución, estudiando las curvas de equilibrio, principalmente las de Roozeboon, los fenómenos que acompañan al enfriamiento y la elevación de la temperatura de las ligas, etc. El libro segundo se ocupa de las pro- piedades físicas de las ligas en sus relaciones con la composición química, la textura morfológica y el tratamiento térmico y mecánico, detallando lo relativo á composición química y propiedades físicas, puntos de fusión y de solidificación, puntos críticos, peso específico, dilatación térmica, calor específico, conductibilidad calorífica y eléctrica, propiedades termo-eléc- tricas y magnetismo. El libro tercero dedicado á las relaciones entre la constitución, el trabajo y las propiedades mecánicas de las ligas, se ocupa de las diversas resistencias á la tracción, á la ruptura, etc., dilatación. elas- ticidad, etc. Se halla al fin una útil y numerosa bibliografía correspondiente á ca da una de las secciones que forman el tomo, é índices de autores y alfa- bético. Sabemos que el tomo 3%, fin de la obra, se ocupará de las reacciones entre el metal, las escorias y otros agentes. Cours d'Analyse Mathématique par Édouard Goursat, Pro- fesseur á la Facultó des Sciences de Paris.—Tome 11.—Pa- ris, Gauthier—Villars. 1905. 1 vol. gr. in-8. vi-640 pages, 95 fig. 20 fr. 30 El tomo 1 de esta valiosa obra apareció en 1902 y lo dimos á conocer en esta Revista (t. 17, p. 23). El tomo segundo que acaba de publicarse, está consagrado á las fun- ciones analíticas, las ecuaciones diferenciales y las de las derivadas par- ciales y á los elementos del cálculo de las variantes. Casi la mitad del libro lo ocupa de la teoría de las funciones analíticas, que son hoy día de tanta im- portancia, y en las cuales el autor ha seguido las ideas del ilustre Cauchy. Comprende el tomo los capítulos XIII á XXIUIT que tratan las materias siguientes: CHapP, XII. Fonctions élémentaires une variable complexe. Généra- lités. Fonctions monogénes. Séries entiéres á termes imaginaires. Trans- cendantes élémentaires. Notions sur la représentation conforme. Produits infinis. Exercices.—XIV. Théorie générale des fonctions analyliques d'apres Cauchy. Intégrales définies prises entre des limites imaginaires. Intégrale de Cauchy. Séries de Taylor et de Laureat. Points singuliers. Résidus. Applications des théoremes généraux. Périodes des intégrales définies. Exercices.—XV. Fonetions uniformes. Facteurs primaires de Weierstrass. T'heoreme de Mittag-Leffler. Fonctions doublement périodiques. Fone- tions elliptiques. Inversion. Courbes du premier genre. Exercices.-- XVI. Le prolongement analytique. Définition d'une fonction analytique par un de ses élements. Espaces lacunaires. Coupures. Exercices. —XVII. Fonctions analytiques de plusieurs variables. Propriétés générales. Fonctions implici- tes. Fonctions algébriques. —XVIMUL. Equations difrérentielles. Méthodes élémentaires d' intégration. Formation des équations différentielles. Equa- tions du premier ordre. Equations d'ordre supérieur.—XIX, Théorémes dVexistence. Calcul des limites. Méthode des approximotions successives. Méthode de Cauchy-—Lipschitz. Intégrales premiéres. Multiplicateaur. 'Transformations infinitésimales.—XX. Eguations dijférentielles linéaires. Propriétés générales. Etude de quelques équations particuliéres. Systémes fondamentaux. Systémes d'équations linéaires. —XXI. Eqguations différen- tielles non linéaires. Valeurs initiales exceptionnelles, Etude de quelques équations de premier ordre. Intégrales singuliéres.—XXII. Equations aux dérivées partielles. Equations linéaires du premier ordre. Equations aux différentielles totales. Equations du premier ordre á trois variables. Equa- tions d'ordre supérieur au premier.—XXIII. Eléments du calcul des varia- tions. Premiére et seconde variations. Méthode de Weierstrass. POSICIONES GEOGRANICAS Y ALTITUDES DEL ESTADO DB VBRACRZ DETERMINADAS POR LA COMISIÓN GEOGRÁFICO -EXPLORADORA. DIRECTOR: GRAL. BRIGADIER A. GARCIA PEÑA, M. $, A, (Tomadas de la Carta del Estado de Veracruz publicada por dicha Comisión). Long. E. de LUGAR. Lat. N. México. Altitud. aca a do or DO 06! 43” 4013' 14” 158m Or A 19 30 11 2.31 09 311 AO NS a to 18 45 59 3 22 34 9 Boca de Sochiapa ..oooo-====.. 17 40 46 3 45 13 95 Camaron a le lara 19 01 22 BALL 409 Citlaltépetl (Volcán) ....o..--- 19 01 48 1 52 11 3,700 Coatzacoalcos secano oso ia 18 08 58 4 43 13 2 Cofre de Perote ( Volcán) ..... 19 29 34 1 59 35 4,282 UOrco nado. aio la ote AE AO PO 0 CTO a 18 53 34 2 12 05 872 CorralNueyo rato. 2 aio ajo 18 06 38 4 01 04 100 PIDO e e A E 1 3 19 26 90 (MASCOMALEPSC: canos ames 19 04 23 2 05 49 1,588 Cuichapa...... A 18 46 28 2 15 50 642 UIApopoten cia lcmtiss eine o 20 56 09 1 26 49 88 Ubicontepegssaaso o. 03 aj 20 58 31 0 58 00 595 Ud e 17 44 41 4 08 42 31 HliQuéechtleno có ajaj 18 34 32 2 40 28 188 stan A 18 29 48 2 51 51 76 Hidalgotitlán 2002-2202 E RA (A 4 29 10 qÓr IE ENECODIAN SS ae A AAA 19 09 01 2 10 48 1,344 [xcatepeci so seo ac ade 141,23 1 07 43 295 brain a 20 dl 30 MOTA TO 306 Hcalopeia a a 200 100. 20 2 17 47 104 Jalpa e ZO) 14 28 1 51 16 178 Mata de Agllayrccoooronca= == 418 20 40 3 27 20 85 Martínez de la Torre. ......... 20 03 58 2 05 18 151 Mata Donato ya de aata 18 43 18 2 28 14 340 Mecatepeci as aa 20 32 22 1 37 33 278 Mecayapan tos cacas aos 18 12 49 4 17 40 340 Minatitlan ¿Solanas de eee 17 58 47 4 35 31 65 LUGAR. Lat. N. Misantl roo oe ONES 199 56' 021 Nara Jos too e sa 18 21 32 Nopalapani sen paras laa 18 06 43 Oria bar ies a A LIA, 18 50 58 Ozuluama olga ace Len ES 21 39 46 Papantla o a ala 20 26 53 Paso de CazoNeS.ooooocoooo.. 20 42 51 Paso de S. Jud 200 cool AOS e eS OU 19 33 52 Playa Vicente AN 17 50 05 Quemado aaa 17 48 23 eta 17 29 35 RICO da AN 19 20 58 San Andrés Tuxtla. .....o.o--.. 13 26 42 San Caos 19 24 17 San Jerónimo. -.2moo-...---.. 17 59 08 San José del Carmen--..-...- 17 52 08 San Juan Evangelista..-...-- 17 52 59 San Juan Volador....-..--... 18 15 39 San Nicolásioocss casio 18 15 06 Santa lucrecia caoccsioc oe ss 17 26 02 SU ON 17 23 47 AMALIA 21 02 47 Mamiahua o A 21 16 26 Tanta as a A 21 19 49 NEL) es deco Jaseos pesados 21 21 07 Tebtipanso cta does oa sil ah 18 31 14 Tesechoacin a a TS OSO Tibia a e AO 20 43 26 Taco Jalpa 18 13 57 Tialscoyantl 18 48 07 Mapacon an aa ao 19 58 13 EEN AS ea ea AE ME 20 57 16 a O 18 12 31 DGETA Aa eee e Ae 19 11 56 Vi ae 17 36 10 EE O A 19 31 35 Long. E. de 29 17' 301 RDARAAHARHDN»NODNyN NW OA > 040 0OUoO0»nND0Nn DDR*?»DRARHACcoOO0A o México. 97 47 02 16 48 41 52 07 d4 e. Soeredad Cienilica “Antomo Alzate. MEXICO. | Revista Científica y Bibliográfica, SESIONES DE LA SOCIEDAD. NOVIEMBRE 6 DE 1905. Presidencia del Sr. Ing. D. Angel Anguiano, Director de la Comisión Greodésica. BIBLIOTECA—El Secretario perpetuo presentó la Carta del Estado de Veracruz remitida por el Sr. General-Brigadier D. Angel García Peña, M. S. A., Director de la Comisión Geográfico-Exploradora, y dió cuenta de la circular del Sr. Dr. Agustín Manuel Domínguez, en la que participa que ha sido nombrado Director del Observatorio Central y del Servicio Meteo- rológico de Oaxaca, inaugurado el 16 de Septiembre próximo pasado. El Servicio Meteorológico á que se refiere la citada circular está organizado como sigue: Un Observatorio Central en Oaxaca (antes Observatorio del Instituto). Una Estación Meteorológica de 1* clase en cada una de las cabeceras de los distritos de Tuxtepec, Pochutla y Silacayoapan. Una Estación Termo- pluviométrica en cada una de las cabeceras de los Distritos de Etla, Cuica- tlán, Coixtlahuaca, Miahuatlán, Villa Alta, Choapan, Ixtlán, Teposcolula, Juxtlahuaca, Ocotlán, Zimatlán, Yautepec, Huajuapan, Tlacolula y Juchi- tán y en los pueblos de Tequisixtlán, del Distrito de Tehuantepec, y Zana- tepec, del de Juchitán. TRABAJOS.—Ing. M. F. Alvarez. El Dr. Javier Cavallari, fundador de la carrera de Ingeniero Civil en México. Revista (1905-1906).—5. e 34 Ing. Rómulo Escobar. Proyecto de una Escuela Particular de Agricul- tura en Ciudad Juárez, Chich. (Memorias, XXI. Prof. Gregorio Torres Quintero. ¿Letra inclinada ó perpendicular? Dr. J. J. Urrutia. La fiebre tifoidea en Puebla. (Memorias, XXII). Ing. J. D. Villarello. Reseña del Mineral de Arzate, Durango, (Me- morias, XXIII). Dr. F. F. Villaseñor. Resultados de los análisis de tierras arables del Estado de (Juerétaro. (Memorias, XXITI). ss Antes de concluír la sesión el $r. Anguiano tomó la palabra para ma- nifestar sus agradecimientos por habérsele invitado á presidir la sesión; felicitó á la Sociedad por el grado de adelanto á que ha llegado, refiriendo como una prueba de la alta estima de que ella goza, que en los diversos viajes que él ha hecho á Europa, ha oído de labios de renombrados sabios extranjeros, elogios calurosos acerca de nuestra Sociedad, por lo que se sentía orgulloso como mexicano y como miembro de ella. Se levantó la sesión á las 8.33 p. m., habiendo asistido los señores so- cios Anguiano (Angel), Anguiano (B.), Alvarez, Aguilar y Santillán, Caballero, de la Fuente, Escobar, Flores, Mendizábal (José), Robles, Sala- zar, Téllez Pizarro (Mariano), Torres Quintero, Villafaña y Villarello, los Sres. C. García Teruel, C. Gutiérrez, V. J. Lizardi y Manuel Téllez Piza- rro. y el Secretario anual que subscribe. NOVIEMBRE 10 DE 1905 Á 6 P. M. Sesión experimental con el Vitascopio del Sr. Víctor José Lizardi. El Sr. D. Víctor José Lizardi, de Guanajuato, hizo una breve exposi- ción y mostró experimentalmente los interesantes fenómenos que se ob- servan en su Vitascopio. Todos los concurrentes felicitaron al Sr. Lizardi por sus investigaciones y le animaron á que prosiguiera en sus estudios. Concurrieron los señores socios Alvarez, Aguilar Santillán, Armenda- ris, Bonansea, Cicero, Díaz de León, Híjar, Laguerenne, Mendizábal (José), Sra. Nuttall, Robles, Salazar, Sierra (Julián ), Téllez Pizarro (Adrián ), Vergara Lope y Villarello y los Sres. V. J. Lizardi, F. Urbina, C. Gutié- rrez, J. Rojas, etc., terminando la reunión á 8.35 p. m. DICIEMBRE 11 DE 1905. Presidencia del Sr. Ing. M. F. Alvarez. CONGRESO MÉDICO.—El Secretario perpetuo dió cuenta con la atenta invitación que la Sociedad Médica “Pedro Escobedo” dirige á la Sociedad para que nombre un representante ante el Congreso Médico que celebrará el próximo mes de Enero. La Sociedad Alzate aceptó dicha invitación y nombró al Sr. Dr. Daniel Vergara Lope para que la represente en dicha asamblea. TRABAJOS.—Angel Anguiano (Jr.). La Nivelación de precisión en Mé- xico. (Presentado por el socio M. Moreno y Anda). Ing. M. Moncada. Apuntes sobre el cultivo del tabaco. (Presentado por el mismo socio). Ing. E. Ordóñez. Las rocas arcaicas de México. PosTULACIONES.—Para miembros titulares: Ingenieros Angel An- guiano (Jr.), Manuel Moncada y Francisco de P. Zárate, Dr. Federico Lenz y Sres. Ricardo Ortega y Pérez Palacios y Francisco Illescas y Ma- rrón, y para miembro protector el Sr. D. Víctor José Lizardi, de Guana- juato. j ; NOMBRAMIENTO.—Miembro honorario: Sr. D. Angel Miguel Velázquez, Ingeniero Civil y Arquitecto, resi- dente en S. José de Costa Rica. Concurrieron los señores socios Alvarez, Aguilar ( Ponciano), Aguilar y Santillán, Castellanos, de la Fuente, Escobar, Flores, Laguerenne, Men- dizábal (José), Miranda y Marrón, Ordóñez, Robles, Romaní, Rodríguez, Villafaña, Villarello, Villaseñor y el Secretario anual que subscribe. El Secretario anual, M. MORENO Y ANDA. — A BIBLIOGRAFIA. ONOLIILOILIDIDIA Calcul et constructions des machines dynamo-électriques par Silvanus P. Thompson. Traduction et adaptation de l'anglais par E. Boistel, Electricien.—Paris, Librairie Polytechnique Ch. Béranger. 15 Rue des Saints—-Péres. 1905. 8” gr. 274 pages, 100 figs. 15 fr. relié. Esta obra será de gran utilidad no solo á los ingenieros y constructo- res, sino también á los industriales y artesanos que se darán cuenta per- fecta de la construcción y funcionamiento de las máquinas que instalen ó dirijan. El autor expone de una manera metódica y clara todo lo relativo al cáleulo y construcción de las máquinas de corriente continua. Comprende la obra ocho capítulos que se ocupan respectivamente de las materias siguientes: La construcción de la máquina dinamo como arte. —Constantes y cálculos magnéticos. — Cálculos relalivos al cobre; arrolla- mientos. — Materias aisladoras, sus propiedades. —Esquemas de arrollamien- tos de inducidos.-—Determinación de las pérdidas, calentamiento y caídas de tensión. —Cálculo de los dinamos de corriente continua. —Ejemplos de estudios de dinamos (Scott 6% Mountain, rlikon, Kolben 6 Co., Siemens $ Halske, etc.). En dos apéndices se hallan los datos acerca de los alambres de cobre y los esqueletos para los datos concernientes á los estudios de dinamos. Traité complet de la fabrication des bieres par MM. G. Moreau et Lucien Lévy, Professeurs A VÉcole Nationale des Industries agricoles de Douai.—Paris, Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1905. 8* gr. 674 pages, 173 figs. 5 pl. 25 fr. relié. Siendo actualmente la cerveza una bebida tan generalizada, su fabri- cación en buenas condiciones se va haciendo también de día en día de más importancia; por consiguiente una obra clara y completa como ésta, tiene que ser muy bien acogida por los industriales, 37 Principia por una reseña histórica y datos estadísticos generales y de legislación, analizando las diversas naciones productoras de cerveza. Se ocupa en seguida con amplios detalles de la técnica de la fabricación, que comprende cuatro partes. La primera parte estudia las materias primas, agua, lúpulo y cebada, de las cuales da importantes datos respecto á com- posición, propiedades, cultivo y las diversas operaciones á que las sujeta el cervecero. La segunda parte trata del maltage, enumerando su teoría y las varias operaciones de su técnica según los diversos procedimientos, ter- minando con los suecedaneos del malto, como el arroz, el maiz, las gluco- sas, sacarosa, melazas. La tercera parse está consagrada á la levadura, ana- lizando el papel que desempeña, y estudiando su fermentación, nutrición, enzimas y otros productos de las levaduras, con importantes aplicaciones de los datos microbiológicos. La fabricación propiamente dicha de la cer- veza la ocupa la parte cuarta que contiene amplia y detalladamente la teo- ría y técnica de los procedimientos más usados, con importantes datos res- pecto á la cocción y enfriamiento del mosto, la fermentación de las cerveza sus defectos y enfermedades, falsificaciones, etc. En tres anexos se halla la legislación en Francia, el análisis del agua que debe emplearse en la cerveza y un estudio de las máquinas de hielo. . Étude sur les déformations des voies de chemins de fer et les moyens d'y remédier, par G. Cuenot, Ingénieur en chef des ponts et chaussées.—Paris, H. Dunod et E. Pinat, éditeurs. 49, Qual des Grands—Augustins. 1905. 1 vol, in-8, 213 pages et un atlas in-4 de 21 pl. 12 fr. Les vitesses de 100 et 120 km. á l'heure sur les voies ferrées que Pon considérait comme des maximums, sont dépassées gráce aux prográs qui permettent une meilleure utilisation de lénergie; on parle de machines susceptibles de marcher a 200 km. Mais il faut actuellement fortifier la voie pour la rendre accesible aux trains de grande vitesse. On n'y parviendra quen étudiant avec soin les déformations auxquelles est soumise la voie. Ues déformations, qui sont produites par un mouvement longitudinal et un mouvement transversal, sont des infiniments petits; mais elles agissent á la fagon des microbes sur Vorganisme humain: elles le ruinent petit a petit, lentement. l'étude des déformations s'impose et M. Cuénot vient de la faire. On ne peut remédier au mal que si on en connaít la cause. Parmi celles qui 38 produisent 1 effet le plus fácheux, il faut citer la flexion de la traverse qui influe sur la tenue de la voie. Le bourrage ne peut tenir que si on a donné á la traverse la longueur de flexion minimum, la pression se répartit uniformément ou á peu prés sur le ballast et la plateforme. La déformation du support est réduite et la voie descend parallélement á elle-méme. Cha- que traverse reste par rapport aux voisines dans la situation qu' elle occu- pait dans la vole. Les expériences et les conséquences qui en ont été déduits sont dues a Vemploi de traverses de types différents. La traverse mixte (bois et acier) a donné des résultats surprenants par sa rigidité, sa tenue dans la voie, la facilité de lattache. Les considérations sur les déformations sont suivies, dans le livre de M. Cuénot, d'une étude sur les moyens d'y remédier, notamment sur l'amélioration du joint, qui est un des problemes les plus dificiles á résou- dre, Vemploi du trénail, ete. Recherches expérimentales sur les clapets électrolytiques. Thése présentée á la Faculté des Sciences de Toulouse, pour Pobtention du grade de Docteur ds-sciences physiques, par M. Albert Nodon, ingénieur-chimiste.—Paris, H. Dunod et E. Pinat, éditeurs. 1905. 8% 72 pages. 10 pl. 4 fr. Dans cette étude détaillée des divers phénoménes physiques et chimi- ques qui président au fonctionnement des clapets et des soupapes électro- lytiques, M. Nodon analyse les principaux points suivants: l'historique, les principes, la description des organes, Vétude des résultats. Puis Vauteur etudie la nature et la forme du courant des soupapes, le fonctionnement des clapets montés en pont de Wheatstone, influence de Vélectrolyte, la variation de la force électromotrice avec le débit, les infuences du cloison- nement, de la température, de la surface de Vanode, des circuits inductifs extérieurs sur les constantes du courant redressé, etc. M. Nodon termine par les diverses applications des soupapes dont lemploi industriel se dé- veloppe chaque jour davantage en Franae et A Vétranger. Des figures et de nombreaux graphiques obtenus á laide de Pondo- graphe Hospitalier, permettent de se rendre un compte exact des divers phénomeénes produits par les clapets électrolytiques. 39 Economic Geology. Editor: John D. Irving. Lehigh Uni- versity, South Bethlehem, Pa. Vol. I, No. 2. November—-December 1905.—The Phase-Rule and Conceptions of lgneous Magmas, with their Bearing on Ore-deposition. Th. Th. Read. —Structural Features of the Joplin District. C. E. Siebenthal.—Ore Horizont in the Veins of the San Juan Mountains, Colo. Ch. W. Purington.—The Geology of the Diamond and Carbonado Washings of Bahia, Brazil. O. A. Derby.—The Gold Deposits of Plomo, San Luis Park, Colo. Ch. G. Gunther.—The (Quicksilver Deposits of Brewster County, Texas. W. B. Philips. —Occurrence of Albite in the Bendigo Veins. W. Lindgren.—Discussion. Whatis a Fissure Vein. J. F. Kemp 6 R. W. Raymond.—Structural Features of the Joplin District. H. F. Bain.—Reviews, Literature, etc., etc. Guide de Vajusteur. Manuel de Pouvrier mécanicien, par Jules Merlot, Ingénieur mécanicien.—Paris, Librairie Polytech- nique, Ch, Béranger. 1905. 8* 409 figs. 9 fr. relié. Presenta el autor en su libro todas las indicaciones técnicas relativas á la profesión del ajustador, de una manera enteramente práctica y sin emplear las fórmulas matemáticas. Será sin duda de gran utilidad á los mecánicos, industriales, etc. Describe los diversos útiles que se emplean en las operaciones y sus buenas condiciones; trata del trazado y de los instrumentos necesarios, del desbatado con el buril y cincel, los instrumentos de medida, las limas y los trabajos que se efectúan con ellas, y en fin todas las demás operacio- nes como rascado, pulido, ajustes, taladro, alisado, fileteado, enderezado y aplanado de las piezas. Calcul et construction des moteurs á combustion. Manuel pratique a usage des ingénieurs et constructeurs de moteurs á gaz et a pétrole par Hugo Guldner, Ingénieur en chef Expert assermenté pour la construction des moteurs. Traduit de Palleomand par L. Demarest, Membre de la Société des Ingé- 40 nieurs Civils de France.—Paris, Librairie Polytechnique Ch. Béranger. 1905. 1 vol. gr. in-8, 611 pages, 11 pl. et 750 fig. 30 fr. relié. » Esta importante obra llena un vacío notable, pues no existía un libro técnico y práctico completo relativo á la construcción de motores de gas ó petróleo, que tienen en la actualidad inmensas aplicaciones. En este libro se reunen los profundos conocimientos y práctica del autor y los excelen- tes datos que ha recogido de eminentes constructores especialistas. Cuatro partes comprende la obra: en la primera se halla una reseña histórica acerca del origen y los progresos de los motores de gas, de petró- leo y de carbón en polvo; en la segunda se estudian los modos y ciclos de trabajo de los motores, con indicaciones generales relativas á la determi- nación de los tipos, consideraciones desde el punto de vista de la teoría del calor, apreciación de los modos de trabajo, esperificando los motores de explosión y los de presión constante. La tercera parte trata de la concep- ción y cálculo de los motores, con la determinación de las dimensiones principales y descripción de las partes generales de la construcción, así como de las partes accesorias y complementarias. Ocúpase la cuarta parte de los combustibles gaseosos, líquidos y mezclas y de la combustión en los motores. Contiene al fin dos apéndices acerca de la mecánica del calor y la ter- moquímica, las instrucciones para el funcionamiento de los motores, pres- cripciones de seguridad, etc. Cada sección de la obra va acompañada de tablas numéricas, con muy buenos datos prácticos, que forman un conjunto de 130 tablas. Théorie des turbines. Hydraulique pratique par le Dr. Gus- tave Zeuner. Traduit de Vallemand par E. Kreitmann, Ingé- nieur des Arts et Manufactures.—Paris. H. Dunod et E. Pinat, éditeurs. 1905. 8” 418 pages 80 fig. 14 fr. Cet ouvrage comprend les matiéres que, durand de longues années, le docteur Gustave Zeuner a traitées dans ses conférences au Polytechni- kum de Zurich, puis a Ecole supérieure pratique de Dresde. T'auteur a pensé qu'il était indispensable, avant d'aborder la théorie propre des turbines, d'exposer les principes de l'hydraulique qui s'y rap- portent. Il y envisagé ensuite le monvement des liquides dans les recipients 41 en forme de canaux, avec Vapplication á la théorie des appareils á jet, et il a étudié, avec un soin tout particulier, la théorie de la réaction des liqui- des dans les récipients au repos et dans les récipientes en mouvement,. Les méthodes si simples mises en usage par le docteur Zeuner pour effectuer ses essais, diftérent totalement de celles employées précédem- ment. Il a étudié aussi le cas général ou Varrivée n'a pas lieu sans choc, mais oú Veau pénétre dans un récipient sous Vaction d'une variation subite dans sa direction et dans sa vitesse: ce cas se présente pour une turbine qui tourne á une vitesse quelconque. Les recherches indiquées dans ce livre sur le mouvement relatif et le mouvyement absolu des filets liquides dans des récipients en mouvement sont personnelles a lauteur. La seconde partie de louvrage traite de la théorie propre des turbines et de leurs réciproques, pompes et ventilateurs. Cette seconde partie a été envisagée d'une facon aussi compléte que possible non pas en établissant toutes les équations des turbines qui peuvent s'y présenter, mais en traitant en méme temps des questions plus générales, se rapportant néanmoins aux principes des turbines; les turbines á vapeur ont trouvé naturellement une place spéciale dans cette étude. Ce livre contenant a la fois une partie théorique et des méthodes nou- velles de calcul des turbines envisagées á un point de vue tout a fait géné- ral, parait donc répondte á un réel besoin. Les progrés extraordinaires des applications de P'électricité ont, en effet, conduit a utiliser davantage et plus méthodiquement les forces hydrauli- ques, et, parmi tous les moteurs hydrauliques, ce sont justement les tur- bines auxquelles on donne la préférence. : Il est donc bien naturel que la construction des turbines ait pris un tres grand essor dans ces derniéres années, et l'on a établi des usines con- sidérables dans lesquelles, comme le demande une installation électrique, on a cherché avant tout á obtenir une régulation pratique de la marche de ces turbines. La notoriété dont le professeur Zeuner jouit en Allemagne a engagé M, Kreitmann á publier la traduction francaise de son livre. Revista (1905-1906).—6. 42 Sur les systemes triplement indéterminés et sur les systémes triple-orthogonaux, par €. Guichard, Correspondant de VIns- titut, Professeur á "Université de Clermont-Ferrand.—Col- lection Scientia. Paris. Gauthier-Villars. 1905. 95 pages. 2 fr. cartonné. El autor aplica en esta obrita los nuevos métodos que ha aplicado ya antes á la Geometría de dos indeterminadas, en la cual los elementos esen- ciales son redes y congruencias; en esta obra hace intervenir tres elemen- tos que llama sistemas puntos, sistemas planos y sistemas rectos. Em los cuatro primeros capítulos hace el estudio general de esos sistemas y pone en evi- dencia la ley de ortogonalidad de los elementos, que desempeña en Greome- tría infinitesimal un papel tan importante como la dualidad en la Geo- metría algebráica. Da en los capítulos quinto y sexto la teoría general de los sistemas triple-ortogonales en los espacios de cualquier orden, termi- nando con el estudio de algunos casos particulares y las diversas transfor- maciones que comprenden los problemas relativos. Les enroulements modernes des courants continus. 1. Nou- velle théorie simple et générale. II. Réalisation pratique. Par A. Meynier € H. Nobiron, Ingénieurs électriciens.—Paris, La- brairie Polytechnique, Ch, Béranger. 1905. 8” 53 pages, 41 fig. 4 fr. = Contiene este libro una explicación clara de los arrollamientos, acerca de los cuales los autores emiten una nueva teoría. Antes de la exposición de esa teoría se hallan relatados los principios generales de los arrollamien- tos. En seguida se da la aplicación de esa teoría en cuatro ejemplos de arro- llamientos, que completan claramente la inteligencia de la nueva teoría. Una segunda parte de la obrita indica brevemente los procedimientos prácticos empleados en la industria para los arrollamientos, todo lo cual hace un libro de mucha utilidad para estudiantes y prácticos. 45 Annaes Scientificos da Academia Polytechnica do Porto. Publicadas sob a direcgao de F. Gomes Teixeira, Coimbra. 1905. 8* Esta nueva publicación cuyo primer número acaba de aparecer, se con- sagrará á las ciencias matemáticas puras y aplicadas, á la física, química, historia natural y ciencias sociales, que se profesan en la Academia de Porto, y substituirá al Jornal de Sciencias Mathematicas e Astronomicas que ha publicado nuestro sabio consocio el Sr. Dr. F. Gomes Teixeira, y que ha concluido en el tomo 15. El núm. 1 del tomo 1 que tenemos á la vista, contiene los trabajos si- guientes: Cuestión entre Monteiro da Rocha y Anastacio da Cunha, por F. Gomes Teixeira. Sobre las series neumannianas de funciones esféricas, por N. Nielsen. La obra científica y la vida del químico portugués R. D. Silva, por J. J. Ferreira da Silva, ete. Tratado de las curvas especiales notables. Memoria premia- da por la Real Academia de Ciencias exactas físicas y natu- rales en el Concurso ordinario á premios del año 1897, por F. Gomes Teixeira, Profesor en la Academia Politécnica de Opor- to, antiguo Profesor en la Universidad de Coimbra, etc.—Ma- drid. 1905. 8* gr. 616 págs. 176 fig. (Memorias de la Real Academia, etc. Tomo XXII). Esta notable obra escrita por el distinguido matemático portugués Dr. F. Gomes Teixeira, nuestro socio honorario, desarrolla el tema siguiente, propuesto en 1892 y 1895 por la Real Academia de Madrid: “Catálogo or- denado de todas las curvas de cualquier clase que han recibido nombre especial, acompañado de una idea suscinta de la forma, ecuaciones y pro- piedades generales de cada una, con noticia de los libros ó autores que pri- meramente las han dado á conocer.” Los catorce capítulos que constituyen esta importante obra se ocupan del estudio de las curvas siguientes: El capítulo 1? está consagrado á las cúbicas circulares y el 2? á otras cúbicas que tienen nombres especiales; los capítulos 32 y 4? estudian las cuárticas bicirculares y el 5? otras varias cuárticas; el 62 trata de las curvas algebráicas de grado superior al 4? que / 44 tienen también nombres especiales. Los capítulos 99, 109 y 119 se ocupan de las parábolas é hipérbolas de cualquier orden, de las curvas cicloidales TF. GOMES TEIXEIRA. y de varias clases de cur- vas no estudiadas en los dos grupos anteriores; en el capítulo 12% se hallan las curvas esféricas y en el 139 las curvas no esfé- ricas. Por fin el capítulo 14? se consagra á las teo- rías de la pollodia y la herpollodia de Poinsot, que están íntimamente ligadas. Añadiremos que la mis- ma Academia premió y publicó en sus Memorias (tomo XVII, parte lL, 1897) otro trabajo del propio autor titulado: Sobre o desenvolvimento das funcgoes em série, que es también de gran inte- rés. Mexican and Central American Antiquities, Calendar Sys- tems, and History. Twenty-four Papers by Ed. Seler, E. Fórstemann, P. Schellhas, C. Sapper and E. P. Dieseldorff. Translated from the german under the supervision of Ch. P. Bowditeh. —(Smithsonian Institution. Bureau of American Ethnology. Bulletin 28). Washington, 1904. 8* 670 pp. 49 pl. 134 fig. Contents.—The Mexican chronology, with special reference to the Zapotec calendar, by E. Seler.—Ancient Mexican feather ornaments, by E. Seler.—Antiquities of Guatemala, by E. Seler.—A. von Humboldt's 45 picture manuscripts in the Royal Library at Berlin, by E. Seler.—The bat god of the Maya race, by E. Seler.—The wall paintings of Mitla, by E. Seler.—The significance of the Maya calendar for historic chronology, by E. Seler,—The temple piramid of Tepoztlan, by E. Seler.—The Venus period in the Borgian codex group, by E. Seler.—Aids to the deciphering of the Maya manuseripts, by E. Fórstemann.—Maya chronology, by E. Fórstemann.—Time periods of the Mayas, by E. Fórstemann.—Maya hieroglyphs, by E. Forstemann.—The Central American calendar, by E. Foórstemann.—The Pleiades, by Fórstemann.—The Central American Tonalamatl, by E. Fórstemann.-—Recent Maya investigations, by E. Fórstemann.—The inseription on the Cross of Palenque, by E. Fórstemann. —The day gods of the Mayas, by E. Fórstemann. —From the Temple of Ins- criptions at Palenque, by E. Forstemann.-—Three inseriptions of Palen- que, by E. Fórstemann. —Comparative studies in the field of Maya anti- quities, by P. Schellhas.—The independent indian states of Yucatan, by C. Sapper.—Two vases from Chama, by E. P. Dieseldorff, E. Seler, and E. Fórstemann. Annuaire pour l'an 1906 publié por le Bureau des Longitu- des. Avec des Notices scientifiques.—Paris, Gauthier-Villars. 1 vol. in-16, 900 pages. 1 fr. 85. En el presente tomo haremos notar especialmente las noticias siguien- tes: Los eclipses de Sol. Instrucciones someras sobre las observaciones que pueden hacerse durante ellos, por G. Bigourdan.—Las observaciones del eclipse del 30 de Agosto de 1905, por G. Bigourdan.—Sobre la observación del eclipse total de Sol del 30 de Agosto de 1905 hecha en España, por J. Janssen. Además contiene los datos físicos y químicos que este año van en lu- gar de los geográficos y estadísticos, pues desde 1904 dichos cuadros apa- recen alternados. Traité de la fabrication de la soude dVaprés le procédé á Vammoniaque par H. Schreib, ingénieur-chimiste. Traduit de Pallemand par lo Dr. L, Gautier.—Paris, Librairie Polytechni- 46 gue, Ch. Béranger. 1906. 1 vol. gr. in-8, 407 pages, 125 figs., 3 pl. 18 fr. relié. Esta obra contiene una descripción completa y del todo práctica de la fabricación de la sosa por el amoníaco, que hoy día ha llegado á ocupar un lugar prominente entre las más importantes de la gran industria química y que casi ha substituído por completo al antiguo procedimiento Leblance. Es pues, un libro que rendirá positivos servicios á los químicos y á los in- dustriales. El autor describe los diversos modos de fabricación y los aparatos usa- dos dando figuras y explicaciones muy detalladas, así como de las fábricas de importancia. Igualmente da indicaciones para los cálculos termo-quí- micos, pues es una industria en la que hay que conocer el calor y la fuer- za necesarias en las diversas fases de las operaciones. Trátanse en la obra el desarrollo de la fabricación de la sosa al amo- níaco, la preparación de la cal y del ácido carbónico, la preparación de la salmuera amoniacal, la precipitación del carbonato de sodio, la separación del bicarbonato de sodio con el agua madre ó filtración, la descomposición del carbonato en monocarbonato de sodio y ácido carbónico ó calcinación, la regeneración ó destilación del amoníaco, el tratamiento y utilización de los residuos, el cálculo del consumo de fuerza para una fabricación de. -.. 10,000 kg. de sosa en 24 h., consumo de las materias primas y precio de cos- to de la sosa, comprobación del trabajo. Construction des usines au point de vue de l'hygiene par Maniguet, Ingénieur—architecte, Ancien élóve des Écoles Arts et Métiers.—Paris, Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1906. 1 vol. gr. in-8, 336 pages, 105 figs. 15 fr. relié. Resume el autor en su libro las observaciones que ha hecho en impor- tantes trabajos que ha llevado á cabo como jefe de talleres, director de es- tablecimientos metalúrgicos y químicos, constructor de fábricas, en donde ha podido valorizar el papel de la higiene en asuntos industriales, así des- de el punto de vista económico como social. Ha palpado los resultados pro- ducidos por establecimientos nuevos, bien acondicionados, limpios, que antes se hallaban en edificios viejos, obscuros, sucios; no solo ha visto ga- nar al obrero en salud y en seguridad, sino hasta moralmente, haciéndose 47 más cumplido y asiduo y produciendo un trabajo mejor y en más cantidad. En vista de los buenos resultados que el autor ha palpado, se decidió á reunir en este libro todas las indicaciones útiles á los constructores é in- dustriales que satisfacen á las exigencias de la fabricación y á la vez á la higiene. Principia con nociones de higiene industrial, siguiendo con deta- lles relativos á los departamentos de las fábricas, empleo de las fuerzas mo- trices, transmisión de energía, alumbrado, seguridad del personal de las fábricas, calefacción, ventilación, canales de distribución, aparatos para secar, jurisprudencia en materia de seguridad y de higiene industrial, etc. Verofféntlichungen des Koniglichen Astronomischen Rechen- Instituts zu Berlin. 4 Nos. 19. 21, 22, 24, 26, 28 € 29 (1902-1906 ). Genáherte Oppositions- Ephemeriden von kleinen Planeten fúr 1903 bis 1906. —Nr. 20. Festschrift zur Feier des siebenzigsten Geburtstages des Herrn Prof. Dr. W. Foerster. Kleinere Arbeiten der Astronomen des Recheninstituts. 1902.—Nr. 23. Ue- ber das Problem der Bahnverbesserung von J. Bauschinger. 1903.—Nr. 25. Abgekúrzte Tafeln der Sonne und der grossen Planeten von Dr. P. V. Neugebauer. 1904. —Nr. 27. Abgekúrzte Tafeln' des Mosdes nebst Tafeln zur Berchnung der táglichen Auf-und Untergánge der Gestirne von Dr. P. V, Neugebauer. 1905. The Astronomical Observatory of Harvard College. Cambrid- ge, Mass.—Edward C. Pickering, Director.—Amnals, in-4, pl. S fig. Vol. LI. A Photographic Atlas of the Moon by W. H. Pickering, Assistant Professor of Astronomy in the Observatory. 1903. 39 pp. 89 plates. Contents. Ch. I. Lunar Photography. Brief description of the Teles- cope, and selection of the Station. Plan of Work. Arrangement of Charts. Table 1, Adopted Colongitudes. Explanation of notation used to designate Craters. Apparent changes in Craters. Table Il, Description of the Plates. Photographic Data relating to the Negatives. Table HI, Catalogue of 48 Exposures. Snow and Vegetation.—Ch. IL. Map of the Moon. Comparison with other Maps. Method of Construction, Aceurancy, and Scale of Map. Interpolation of Latitudes and Longitudes from the Map. Errors of other maps. Discussion of Nomenclature. Estimate of the number of Craters visible upon the Moon. Comparison with other Photographic Atlases. Table IV, Index to Names.—Ch. IL. Linné. Plato. Messier. Changes of Plinius and Pallas. Linné during different Lunar Eclipses. Table V, Dia- meter of Linné in 1903. Table VI, Summary. Photographic Detail of the Floor of Plato. Changes in Messier and Messier 4 studied photographical- ly. Table VII, Description of Figures. Explanation of changes.—Ch. IV. Absolute Altitudes and Positions upon the Moon. Method of Investigation adopted. Table VIII, Absolute heights of the craters. Table IX, Compa- rison with Franz's Determinations. Ellipticity of Moon's Equator. Table X, Corrected Positions of the Craters. Vol. LUIT.—No. 1. Stars near the South Pole. Pl. 1.—No. II. Stars near the North Pole.—No. III. The 9th Satellite of Saturn, by W. H. Pickering. Pl. 1 € U.—No. IV. A Study of Eratosthenes, by W. H. Pic- kering. Pl. I-IV.—No. V. Phoebe, The 9th Satellite of Saturn, by W. H. Pickering. 2.igs.—No. VI. Investigations on the orbit of Phoebe, by Frank E. Ross, Ph. D.—No. VIL. Second Supplement to Catalogue of Va- riable Stars. —No. VIII Martian Meteorology, by W. H. Pickering. Pl. 1.—No. IX. The 9th and 10th Satellites of Saturn, by W. H. Pickering. CIRCULARs. No. 101. Positions of Ocllo (475) during 1904, by Ed. C. Pickering.—No. 102. Positions of Phoebe in May, 1905, by Ed. C. Pic- kering.—No. 103. Positions of Ocllo (475) during 1905.—No. 104. H 1174. A New Algol Variable, 035727, by Ed. C. Pickering. etedad Cientilica “Antona Áalo.” y M EXICO. Revista Científica y Bibliográfica, Núms. 7-10. Tomo 23. 1905-1906. SESIONES DE LA SOCIEDAD. ENERO 8 DE 1906. Presidencia de los Sres. Ingenieros M. F. Alvarez y J. D. Villarello. FALLECIMIENTOS.—El Secretario perpetuo dió cuenta del sensible fa- llecimiento de dos miembros distinguidos de la Sociedad: el Sr. ING. D. BLas EsCcoNTRÍA, Ministro de Fomento, que murió en México el 4 del pre- sente mes, y el Sr. Pror. DR. GUSTAVO DEWALQUE, Secretario honorario de la Sociedad Geológica de Bélgica, que falleció en Lieja el 4 de Noviem- bre del año pasado. CORRESPONDENCIA, —Dió cuenta el mismo Secretario de la 2? Circu- lar del X? Congreso Geológico Internacional (México, Septiembre 1906 ), que contiene la lista de excursiones y la cédula para inscripción. Quedó acordado que la Corporación se inscribirá como miembro del Congreso. Presentó la invitación para que la Sociedad nombre un representante en la festividad con que la Sociedad Geográfica de Australasia en Brisbane, Queensland, celebrará el 25% aniversario de su fundación; fué designado Mr. J. P. Thompson, Secretario honorario de dicha Sociedad y miembro honorario de la Sociedad Alzate. JUNTA DIRECTIVA PARA 1906.—Las elecciones dieron el resultado siguiente : Presidente.—Ing. Juan D. Villarello. Vicepresidente.—Dr. Daniel Vergara Lope. Revista (1905-1906).—7. 50 Secretario anual. —Ing. Alberto Capilla. Prosecretario.—Prof. Manuel Miranda y Marrón. TRABAJO.—Img. J. D. Villarello. Descripción de algunas minas del Mi- neral de Zacualpan (Memorias, 23, p. 251). > FEBRERO 7 DÉ 1906. Presidencia del Sr. Ing. J. D. Villarello. CORRESPONDENCIA.—La Sociedad Filosófica Americana en Filadelfia, invita á la Sociedad Alzate para que nombre representante en la ceremo- nia del segundo centenario del natalicio del ilustre Benjamín Franklin, que celebrará el próximo Abril. Fueron nombrados los socios E. S. Balch, A. Heilprin y P. Frazer. TRABAJOS.—Ing. M. F. Alvarez. La Arquitectura y el Código Civil. Ing. M. Moncada. Notas sobre el cultivo y beneficio del café (Memorias, 23, p. 281). Dr. J. J Urrutia. Un easo de nefrolitiasis ( Memorias, 23, p. 289 ). Ing. Andrés Villafaña. Teoría y uso del planímetro (Memorias, 23, p. 295). El Presidente en nombre de la Sociedad felicitó y dió las gracias al Sr. Dr. Daniel Vergara Lope por la manera con que la representó ante la Asamblea Médica de la Sociedad “Pedro Escobedo,” presentando la inicia- tiva acerca de los Sanatorios-Escuelas de Agricultura para niños tubercu- losos (Véase p. 267 del tomo 23 de Memorias). A propósito de esta Asamblea el Dr. Vergara Lope manifestó que tenía que protestar acerca de un trabajo leído por el Sr. Prof, Manuel M. Mena, de Puebla, relativo á la orina en las altitudes, pues es un asunto tratado ya hace muchos años en la obra “La Vida en las Altiplanicies” publicada en 1899 por el Sr. Vergara Lope en compañía del Prof. Alfonso L. Herre- ra; llamó la atención sobre que lo expuesto por el Sr. Mena es casi la re- producción de aquellos estudios, así como de varios artículos publicados en la “Revista de Anatomía Patológica” que editó el Sr. Dr. Lavista, CONGRESO MINERO --La Junta Directiva á moción del Sr. Ing. Juan D. Villarello, presentó una iniciativa para que la Sociedad convoque á la reunión en México de un Congreso Minero Nacional, y tomada en consi- 51 deración la proposición, se acordó por unanimidad dar amplias facultades á la Junta para que gestione y determine lo conducente y en su oportunidad dé cuenta á la Sociedad de sus trabajos á ese fin. PosTULACIONES.—Para miembros titulares: Ing. Joaquín Capilla y Prof. Guillermo Gándara. MARZO 5 DE 1906. Presidencia del Sr. Ing. J, D. Villarello, CORRESPONDENCIA.-—Invitaciones para el VI? Congreso Internacional de Química aplicada (Roma, 1906 ), para el Congreso Internacional de An- tropología y Arqueología Prehistóricas (XII? Sesión. Mónaco, 1906) y para la Asociación Internacional para el estudio ds las Regiones Polares. TRABAJOS.—Ing. S. Alemán. Estudio comparativo entre los métodos de Talcott, Bessel y “Mexicano” para determinar la latitud. Ing. M. G. Amador (Zacatecas). Los principales centros auríferos del mundo. Estudio sobre la producción actual del oro. (Memorias, 23). Ing. T. L. Laguerenne. Ligera descripción de la instalación hidro-eléc- trica de Necaxa, Pue. (Memorias, 23). NOMBRAMIENTOS. —Miembros titulares : D. JOAQUÍN CAPILLA, Ingeniero de Minas. D. GUILLERMO GÁNDARA, Agente de la Comisión de Parasitología Agrícola. ABRIL 9 DE 1906. Presidencia del Sr. Ing. J. D. Villarello. - CORRESPONDENCIA Y BIBLIOTECA.—Se dió cuenta con las publicacio- nes de la Expedición Antárctica Belga y con las donaciones de la librería Ch. Béranger, de París. mm El Secretario participó el fallecimiento del Socio honorario Profesor SAMUEL PIERPONT LANGLEY, acaecida el 27 de Febrero pasado. El Prof. G. de J. Caballero, S. J., tomó la palabra para hacer constar que protestaba contra la invención que le atribuye la prensa de un nuevo fonógrafo basado en la teoría del telegráfono de Poulsen. Manifestó que es falso cuanto se le ha atribuído sobre el particular y asegura no haberse ocupado del asunto. El Secretario perpetuo hizo notar que desde esta fecha estaba la So- ciedad alumbrada con luz eléctrica, gracias á la instalación que por su cuenta mandó hacer el Sr. Presidente Villarello, por cuya liberalidad se hizo acreedor á los agradecimientos y felicitaciones de la Corporación. TRABAJOS.—Pbro. Calixto R. Ornelas. 4rie de facilitar la ciencia cro- nológica. , Ing. J. D. Villarello. Nota sobre la mina “La Bella Unión,” E. de Guerrero. A moción del socio A. Capilla la Sociedad felicitó al autor por tan in- teresante trabajo, pues contiene importantes ideas acerca del origen de los criaderos. NOMBRAMIENTO. Nocio correspondiente: R. P. JosÉ MIER Y TERÁN, $S. J.—Observatorio de Cartuja, Granada, (España). PosTULACIONES.—Para Socios titulares: Ingenieros: Pascual Ortiz Rubio y Trinidad Paredes. El Secretario anual, ALBERTO CAPILLA. BIBLIOGRAFIA, Dr. L. Bordas. Morphologie générale et étude anatomique de la larve d' Io Irene, chenille sericigóne de la Guyane Frangaise. Extrait des Annales de "Institut colonial de Marseille, 13* année, 2* sóric, 8 volume 1905.—Marseille, Institut Colonial. 63, Boulevard des Dames. 1905, pp. 1-116. fig. 1-38. 1 plan- che. Este interesante estudio del conocido y laborioso Dr. Bordas, Conte- rencista de Zoología en la Facultad de Ciencias de Paris, laureado de la Academia de Ciencias y de la Facultad de Medicina, contiene una intro- ducción, en la que manifiesta que no son iguales los aparatos sericígenas 33 de diversas orugas; la descripción de la que forma el objeto especial de su tesis; consideraciones generales sobre el genero Zo; descripción de la espe- cie lo irene; morfología externa de la larva; morfología de las patas ante- riores; función respiratoria de las tráqueas; sistema de clausura de las tráqueas; pelos y ocelas; cabeza y falsas patas; aparato digestivo, anato- mía, historia, anatomía del tubo digestivo, aparato digestivo de la larva, sistema nervioso simpático, estructura histológica del tubo digestivo, modo de formación de la cutícula, válvula esofagiana, intestino medio, origen de la membrana peritrófica, sus funciones, histología del intestino medio y del terminal; glándulas sericígenas, su estructura y secreción, formación de la seda, estructura histológica del canal excretor, glándulas anexas. Entre las conclusiones se hacen notar las siguientes: La seda ó la substancia que se transforma en seda es elaborada en el mismo protoplasma, pasa en seguida á la cavidad interna de la glándula, atravesando la intima cuticular por un fenómeno que es, más bien de fil- tración que de ósmosis; sufre allí una serie de transformaciones. La seda se produce en el mismo citoplasma, bajo forma de inclusiones (enclaves: cosas encerradas unas en otras) y tal vez aun en el núcleo, donde aparecen también los vacuolos. Otros trabajos del Dr. Bordas. Dappareil digestif des Orthopteres.—Etudes Morphologiques, Histologiques et Physiologiques de cet Orgame et son importance pour la classification des Orthopteres, par L. Bordas. Annales des Sciences Naturelles.—Zoologie et Paléontologie,—Paris. ( Masson éditeur). pp. 1-192, pl. I-XIL. Les glandes mandibulaires des larves de Lepidopteres. C..R. Acad. Sci. París, 25 mal 1903. Appareil digestif d'un Orthoptere de la famille des Grillidae. C. R. Acad. Sci. Paris, 29 juin 1896. Sur les glandes (salivaires, céphaliques, et métathoraciques ) de quelques hemiptéres. C. R. Acad. Sci. Paris, 27 fév. 1905. Structure du réceptacle urinaire et du canal excréteur (urétre) des tubes de Malpighi chez les “Gryllidae.” C. R. des séances de la Réunion Biologique de Marseille, 27 mai 1902. Insertion des tubes de Malpighi chez les Gryllidae. Bulletin de la Société Emtomologique de France, 10 juillet 1901. Anatomie et structure histologique du tube digestif de 1*Hydro- dá philus piceus L. et de l'Hydrous caraboides L.-——C. R. des séamces de la Société de Biologie. t. VI, p. 110.. Considérations générales sur l'appareil digestif des Phasmidae. —Bulletin du Muséum d'histoire natwrelle. 1896, n? 8. Etude comparée des organes reproducteurs máles des coleopteres. C. R. de l' Association Francaise pour l'avancement des Sciences. Congrés de Boulougne-Sur—-Mer.—1899. Der Kropf und Kaumagen einiger Vespidae. (Sobre la cabeza y el buche de algunos Vespidos). Zeitschrift fir wissenschaftliche Insektenbiologie. Bd. 1, 1905, H. 8, p. 235-329, H. 9, p. 36]- 371, H. 10, p. 415-418. Etude sur le fourreau d'une espece de psychidé des environs de Tombouctou, par A. Vayssiere et L. Bordas.— Annales de la Fa- culté des Sciences de Marseille, T. X, F. ILL. Les glandes défensives ou glandes anales des coléopteres. Ibid. t. IX, £, V, pp. 1-45, Pl. V-VL. A. L. HERRERA. Société Francaise de Physique.—Les quantités élémentai- res d' électricité. lons, Électrons, Corpuscules. Mémoires réunis par Henri Abraham et Paul Langevin.—Paris. Gauthier—Villars. Quai des Grands—Augustins, 59.—1 vol. gr. im-8, XV-1144 pages, fig. 1905. 35 fr. La notion de structure discontinue des charges électriques domine et pénétre la plupart des decouvertes récentes en Physique; cette forme nouvelle des conceptions atomistiques sert maintenant de guide á beau- coup de chercheurs. C'est pour leur faciliter les recherches, autant que pour préciser les caracteres essentiels des idées actuelles, que la Société francaise de Physique a jugé utile de réunir un ensemble de travaux con- cernant les circonstances d'observation et les propriétés des centres élee- trisés, 1ons, électrons ou corpuscules. Dans notre pensée, cette collection de Mémoires doit étre surtout un Livre de références qui mette sous la main des physiciens de langue fran- 55 caise un certain nombre de travaux utiles á consulter. Nous avons classé les Mémoires par ordre alphabétique de noms d'auteurs et par ordre chro- nologique pour chaque auteur. On peut donc ouvrir comme un Diction- naire. D'une maniére générale, nous avons restreint au minimum les applica- tions. Nous n'en avons donné que le strict nécessaire pour préciser leg circonstances de production et les propriétés des centres électrisés. Dans la premiére Partie, qui contient létude expérimentale des gaz conducteurs et des ions auxquels ils doivent cette propriété, nous avons limité la question des ions de Vatmosphere aux travaux qui en ont signalé Vexistence, sans faire intervenir le détail des méthodes de mesure et des résultats obtenus. Sur la question de la décharge disruptive, nous avons retenu tout Wabord une série de Mémoires relatifs aux émissions de particules élec- trisées, rayons cathodiques et Kanalstrahlen, et a Vétude de ces particules. Nous donnons, en second lieu, des travaux plus récents d'oú se dégage la notion fondamentale de l'ionisation par les chocs. Nous avons dú négliger le détail des applications qui en sont actuellement faites á la théorie des aspects divers et compliqués de la décharge. De méme, nous n'avons con- servé des travaux relatifs a la radioactivité que ceux concernant les émis- sions a et 3, en laissant de cóté la question des transformations continuel- les dont les substances radioactives sont le siége. L'émission possible de particules électrisées par le Soleil est également indiquée sans examen détaillé des applications d'un si haut intérét qu'on en peut faire pour Vexplication des phénoménes météorologiques et cosmiques. Dans la partie plus purement théorique oú la dinamyque des électrons se déduit des propriétés du milieu ou ils se meuvent, nous avons conservé uniquement le point de vue électromagnétique sans aborder les importants essais de représentation mécanique tels que ceux poursuivis par M. Larmor. Nous avons ésalement donné des indications sur le rayonnement émis dans l'éther par les centres électrisés au moment ou ils subissent une ac- célération; et nous avons montré comment on en peut déduire lexplication des diverses radiations: lumiére, rayons de Róntgen, rayons secondaires et probablement aussi rayons y des corps radioactifs. En ce qui concerne ces radiations elles-mémes, nous avons seulement insisté sur leur propriété commune de donner naissance a des centres électrisés lors de leur passage a travers la matiere. Nous avons completement laissé dans ombre d'intéressantes théories électroniques: telles que les théories du magnétisme et de la réfraction comme celles des phénoménes magnéto-optiques tels que le phénoméne 56 de Zeeman et la polarisation rotatoire magnétique. Nous nr'avons donné, sur la théorie des métaux, qu'une partie seulement du travail de M. Drude, celle ou se dégage nettement l'assimilation a un gaz des électrons présents dans un métal avec identification de leur énergie cinétique moyenne á celle des molécules gazeuses de méme température. On retrouvera, dans les publications de la Société de Physique pour le Congrés de 1900, le Rapport du professeur J. J. Thomson sur le méme sujet. Les Tremblements de Terre. Géographie séismologique, par F. de Montessus de Ballore. Préface par A. de Lapparent, Membre de Y Institut. Paris. A. Colin. Un vol. in-8? de 500 pages, avec 89 cartes et figures dans le texte et 3 cartes hors texte. Broché: 12 fr. On peut dire, en vérité, de cet ouvrage de science et de persévérance, qu'il vient á son heure. A une époque oú le phénoméne du tremblement de terre s'est imposé A Vattention par des catastrophes qui ont ému le monde entier, cette tentative de Géographie séismologique est la premiere satisfaction donnée á la curiosité universelle, éveillée en méme temps que la crainte du danger. Ce livre ne s'adresse done pas seulement aux spécia- listes, aux savants, mais encore au public cultivé, désireux d'obtenir des informations précises sur les lois du monde physique. C'est par un patient travail de coordination des faits observés dans toutes les parties du globe, travail qui a exigé de longues années d'efforts, que M. de Montessus de Ballore, notre éminent confrere, est parvenu á mettre en pleine lumiére ce résultat capital: les phénoménes séismiques sont en rapport non pas, comme on le croit d'ordinaire, avec le volcanisme, mais avec les conditions générales qui reglent léquilibre de l'écorce ter- restre. Tous ceux qui liront Les Tremblements de Terre souseriront aux con- elusions de lauteur. 1ls n'auront point de peine á reconnaítre, gráce aux statistiques et aux cartes dressées par M. de Montessus, que la cause des mouvements qui agitent l'écorce terrestre réside dans son épaisseur méme, et non au dehors. Et ceux qui chercheront dans cet ouvrage autre chose qu'une connaissance purement scientifique y verront qu'il existe, 57 sur la terre, des régions oú les manifestations séismiqes ne sont pas á re- douter, et oú l'homme peut dresser sa tente en toute sécurité. Étude générale des sels, lecons professées á la Faculté des Sciences de Paris, par Alfred Ditte, membre de '' Institut, professeur de Chimie a Université. Paris, H. Dunod et E. Pinal, éditeurs. 49 Quai des Grands-Augustins. 1906. Tome I: Seis binaires 4 vol. gr. in-8 de 304 pages. 10 fr. Tome II: Seis ternaires oxygéónés. 1 vol. gr. in-8 de 384 pages. 12 fr. 50, TL'ouvrage de M. A. Ditte est consacré, non pas á une monographie de tous les sels métalliques, mais simplement á Vexamen des propriétés générales des substances salines, analogues entre elles par leur nature méme, formées qwelles sont par un méme acide uni aux oxydes différents. Sans rechercher les propriétés communes des sels qui dérivent d'un méme métal, Vauteur s'est attaché á définir les propriétés des groupes de divers genres et á les comparer entre elles. De cette facon et tout en évitant des efforts, trás inutiles, de mémoire on peut arriver á posséder, sur les ma- tiéres salines, des connaisaances plus étendues que celles qui ressortent des monographies de chaque métal en particulier. Comme il Va toujours fait dans son enseignement, M. Ditte s'est constamment appuyé sur les principes de la thermochimie. Dans cet ouvrage, on considére les sels en général, tant binaires que ternatres, en tenant compte des connaissances acquises sur eux pendant le cours de ces vingt derniéres années. Les jeunes gens y trouveront résumés et réunis les résultats prinelpaux qui sont exposés dans un grand nombre de mémoires originaux, répartis dans bien des publications diverses. Pour consulter ces mémoires, de longues recherches et beaucoup de travail leur eussent été nécessaires; l'auteur a essayé de les leur: diminuer et de leur faciliter les études de chimie. Etude industrielle des alliages métalliques, par Léon Guillet, docteur és—sciences, ingénieur des arts et manufactures. Pa- ris, H. Dunod et E. Pinat, éditeurs. 49, Quai des Grands—Au- gustins. 1906. Un vol. gr. in-S de 1,166 pages, avec 210 fig. et Revista. (1905).—-8. 58 un album de micrographies de 102 planches. Broché: 40 fr.; cartonné: 43 fr. 50. La théorie des alliages a considérablement légiféré les essais métallur- giques; elle en a nettement réduit le cadre et elle est le plus súr guide dans les recherches. Aux anciennes recettes culinaires, qui conduisaient, au hasard, á per- fectionner les alliages existant par des additions multiples et bizarres, doit succéder la méthode scientifique dans laquelle est défini, d'une fagon précise, le róle de chaque corps, tant au point vue de la constitution qu' a celui des propriétés. Le but du livre de M. GUILLET est de montrer, sur le terrain indus- triel, tout le parti que l'on peut tirer de ce principe. L'auteur a rappelé, au début de cette étude, les propriétés et les emplois des métaux indus- triels. Un chapitre a été ensuite consacré á des généralités sur les alliages métalliques, notamment á leur fabrication. Puis M. GUILLET étudie les différents alliages en commencant par ceux du fer. Chaque chapitre comprend trois parties: 19 Etude théorique de la constitution des alliages, d'aprés les méthodes décrites dans le livre de Pauteur: Etude théorique des alliages métalliques; 22 Etude industrielle subdivisée en trois sections: fa- brication, propriétés, utilisation; 32 Conclusions, influence de la théorie sur la fabrication, rapprochement entre les propriétés et la constitution. De plus, on a donné les types de cahier des charges les plus marquants des grandes Administrations. D'autre part, M. GUILLET a réuni, dans un album, plus de 400 miero- graphies, ainsi que les tableaux résumant la constitution des divers alliages. Au cours de ce livre, il est parlé de influence de la vitesse de refroidis- sement (c'est-a-dire de la trempe ), non seulement sur les aciers, mais aussi sur les bronzes, sur les laitons, sur les alliages de cuivre et d'alumi- nium, etc. Une tres large part a été laissée aux traitements thermiques, recuits, vevenus, etc. Enfin, les emplois des alliages sont extrémement détaillés. Ce livre s'adresse done aussi bien á ceux quí préparent les pro- duits métallurgiques, qu'á ceux qui les consomment et qui sont générale- ment tres embarrassés pour choisir un métal répondant á des propriétés déterminées. Des tableaux synoptiques ont été dressés pour rendre les recherches plus aisées, 59 » Antonio García Cubas.—El Libro de mis Recuerdos. —Narra- ciones históricas, anecdóticas y de costumbres mexicanas an- _—teriores al actual estado social, ilustradas con más de 300 fotograbados.—México. Imprenta de Arturo García Cubas, - Hermanos Sucesores, Calle del Arco de San Agustín núm. 3. 1904. 4? 635 páginas. $12.00. Una obra como la presente cuyo autor, nuestro ilustrado y digno consocio, es tan conocido por algu- nas generaciones, no necesita en- comio, pues basta que esté consa- grada á salvar del olvido tanto asunto que es gratísimo por tra- tarse de recuerdos de nuestros an- tecesores, de nuestras institucio- nes y costumbres, de nuestros gobernantes, etc,, etc. Cada pági- na, cada columna del libro encierra una nota interesante y curiosa, llena de ingenuidad, acompañada de buenas ilustraciones. Dice el autor que su libro compaginado ofrece ““la relación de los hechos que tuvieron su desarrollo en la bienaventurada sociedad mexica- na, y fueron vistos por sus propios A. GARCÍA CUBAs, No vacilamos en aconsejar la ad- quisición de esta obra y su lectura á todo mexicano, que pasará buenos ratos trayendo á su imaginación, al lado de las amenas narraciones y los oportunos fotograbados, los variados acontecimientos y caracteres de nues- tra México, en épocas que no volverán. Contiene: Introducción. —Primera parte. Los monasterios en México. Conventos de Religiosas. Conventos de Religiosos.—Segunda parte. Cua- dros de costumbres. Tipos y escenas sociales. México de noche. México de día. Festividades, ete., etc. —Tercera parte. Asuntos históricos y des- eriptivos. IL Asuntos históricos: Instrucción Pública. Invasión Americana. Traslación de la estatua de Carlos IV. La Dirección General de Coloniza- ción é Industria. La Secretaría de Fomento. Dictadura de Santa-Anna. 60 d El Conde Raousset. Pronunciamientos de antaño. Los odios políticos. El periodismo. Trabajos emprendidos en el país para el establecimiento de la monarquía. Entrada de Maximiliano en México. Organización del Imperio- de Maximiliano. Estado del País en 1866. Un Milagro de San Antonio (Episodio de la Guerra de Intervención). Historia de la Sociedad Filarmó- nica. 11. Cuadros descriptivos. Huazcazaloya, Atotonilco el Chico. Real del Monte. Valle de México. Las Estaciones en el Valle de México. Ex- ploración de la Mesa de Coroneles y Ruinas de Mitlaltoyuca. Una excur- sión á la costa veracruzana. Un paseo á Jalapa. Una excursión á la Gruta de Cacahuamilpa, Felicitamos sinceramente al honorable maestro por su libro que mues- tra una vez más la noble y tenaz labor que ha desarrollado en su vida y deseamos no olvide que en nuestra Sociedad “Alzate” encontrará siempre colegas que le profesan singular y verdadera amistad y estimación. PARIS Bibliotheque technologique. La Céramique Industrielle.— Chimie—Technologie par Albert Granger, Professeur de Chimie et de Technologie céramique a Y Ecole d'Application de la Ma- nufacture nationa.e de Sevres.—Paris, Librairie Gauthier—Vi- llars, (Quai des Grands—Augustins, 909. Volume in-8 (23x 14) de x-644 pages, avec 179 figures. 1905. Cartonné 17 fr. l'auteur s'est proposé de réunir en un volume d'une étendue moyen- ne toutes les données nécessaires pour permettre au lecteur de se fuire une idése de ce qu'est actuellement lindustrie de la Céramique. Il y a dans toutes les opérations effectuées dans les diverses fabrications des manceuvres communes; aussi trouvera-t-on au début de l'OVuvrage une étude détaillée des matiéres premieres et des généralités. Ce west que dans la seconde moitié du livre que l'auteur, ayant décrit les substances employées dans la composition des pátes, glagures et colorants, les métho- des a sulvre pour constituer une páte; les appareils servant á la faconner, les fours destinés á la cuire, entre dans létude détaillée de la fabrication des terres cuites, produits rélractaires, falences diverses, grés et porce- laines. Il a cherche á rester tr>s concis en se bornant á faire connaítre les procédés suivis le plus généralement. Ce Livre peut étre lu non seulement par les éleves des écoles industrielles, mais aussi par les ingénieurs et les 61 industriels, car les considérations scientifiques modernes ayant une relation avec la Céramique n'ont pas été laissées de cóté. Les travaux effectués récemment sur la composition des argiles, la dilatation des pátes, les méthodes d'essais des matériaux, etc., sont cités et analysés, de sorte que le lecteur trouvera, en méme temps que les détails de la pratique indus- trielle, le résumé des tentatives faites par les hommes de science pour améliorer les fabrications céramiques. Un soin tout particulier a été don- né a la bibliographie et, pour faciliter la lecture des périodiques étrangers, VOuvrage a été complété par un lexique en trois langues (anglais, allemand, francais) donnant la concordance de quelques termes techniques dont Vexplication est difficile á trouver dans les dictionnaires. La grande industrie tinctoriale, par Francis G. Beltzer, in- génieur—chimiste. Paris, H. Dunod et E. Pinat, éditeurs. 49 Quai des Grands-Augustins. 1 vol. gr. in-8 de 1046 pages, avec 99 fig. et planches. 1946. Broché, 30 fr.; cartonné, 32 fr. Ce traité a été rédigé en vue de réunir, dans un cadre aussi restreint que possible, les principales méthodes employées dans la grande industrie tinctoriale pour le traitement des textiles. Comme les méthodes ration- nelles de teinture découlent des propriétés générales des matiéres coloran- tes, Vauteur a pensé qu'il était impossible, méme dans un ouvrage prati- que, de passer sous silence l'étude chimique des colorants. * M. Beltzer les étudie donc succinctement en téte de chaque chapitre, puis il détaille les principaux procédés d'application, d'apres les résultats Vune longue pratique de laboratoire et d'atelier. Faire, pour la plupart des matiéres colorantes qui sont employées, une part de leurs qualités; étudier la fagon dont on peut améliorer leur emploi; en un mot, permettre aux lecteurs de cet ouvrage d'appliquer sans difficul- tés et de découvrir eux-mémes des méthodes d'applications nouvelles, sont les principaux buts vers lesquels ont tendu les efforts de Vauteur. Pour y parvenir, il a adopté la marche suivante: Apres avoir étudié, dans chaque cas, les principes théoriques sur lesquels reposent les procé- dés employés, il prend les matiéres premiéres arrivant a latelier, et les suit dans les diverses manutentions et opératians qu'on leur a fait subir pour aboutir au résultat désiré. ll étudie ensuite brievement les principaux appareils et les principa- 62 les machines perfectionnées, qui permettent la réalisation pratique, rapide et économiqne, des méthodes de teinture. En résumé, cet ouvrage s'adresse aux Chefs d'usincs, aux Industriels, Directeurs, Chimistes, Contremaítres, et aux Bléves des Ecoles Industrielles, qui veulent acquérir, avant leur entrée dans 1'industrie, la somme de con- naissances pratiques nécessaires pour pouvoir diriger de suite les fabrica- tions, établir les prix de revient et apporter les modifications qu'ils juge- ont utiles. Méthodes économiques de combustion dans les chaudieres a vapeur, par J. Izart, ingénieur civil des mines. Paris. H. Dunod et E Pinat, éditeurs. 49, Quai des Grands—-Augustins. Un vol. in-8 de Xxvi-213 pages, avec figures. 1906. Broché: 7 fr. 50; cartonné: 9 fr. Malgré la modicité de son prix, cet ouvrage constitue une étude nour- rie, tres documentée, tres concise, ou il n'y a rien d'inutile. Ecrite avec verve, tres bien divisée suivant un ordre logique, elaire jusqu'á lévidence, elle présente l'intérét particulier d'étre accessible á tous, méme á ceux dont les notions de physique sont tres élémentaires. Cet ouvrage qui continue la série des études de Vauteur sur 1'Econo- mie Industrielle s'adresse surtout aux Industriels, et leur indique clairement et simplement les méthodes á suivre pour réaliser une économie de com- bustible, et pour surveiller la bonne marche de leur installation. La guerre « la routine, qui de nous jours encore occupe beaucoup de positions inexpugnables, l'esprit de clarté et la concision —Yun ne va pas sans lautre—, le souci d'étre avant tout “a la portée de tout le monde,” telles sont les trois considérations qui ont guidé lauteur. Nous ajouterons enfin que, sous forme de tableaux et de graphiques (au nombre de 75 et pour la plupart originaux), la documentation réunie dans la seconde partie du volume renferme de nombreuses données numé- riques, inconnues des formulaires courants, qui seront précieuses pour les ingénieurs et les industriels. 63 L'appareillage mécanique des industries chimiques, adapta- tion francaise de Vouvrage de A. Parnicke, par Em. Campague, ingénieur-chimiste. Paris. A. Dunod et E Pinat, éditeurs. 49, Quai des Grands-Augustins. Un vol. in-8 de 356 pages, avec 298 fig. 1906. Broché: 12 fr. 50; cartonné: 14. Le chimiste auquel se pose le probléme de transporter un procédé du laboratoire á usine éprouve généralement des difficultés considérables. Les appareils industriels qui sont néceasaires pour adapter une méthode de travail, concue et appliquée avec les appareils du laboratoire, aux trai- tements de quantités importantes, lui sont souvent peu familiers. M. Campagne a pensé qu'il serait utile de rassembler les renseigne- mets généraux concernant les appareils et le matériel spécial aux indus- tries chimiques. Et cela d'autant plus qw'il Wexiste pas en francais Vouvrage de ce genre et que ces données, éparses dans les catalogues de constructeurs et les articles de revues techniques, ne peuvent étre réunies qu/íau prix d'une grande perte de temps. Ce nouvel ouvrage reproduit les dispositions principales de louvrage publié en Allemagne par Parnicke etintitulé: Die maschinellen Hilfsmittel der chemischen Industrie. L'ouvrage de Parnicke ne renfermant guére que des descriptions Vappareils de construction allemande, M. Campagne s'est efforcé de leur ' substituer, toutes les fois que cela lui a été possible, des appareils simi- laires d'origine francaise. La distillation des résines et les produits qui en dérivent, par Victor Sehweizer,traduit de Vallemand par Henri Muraour, chimiste diplóme de PUniversité de Paris.—Paris, H. Dunod et E. Pinat, éditeurs. 49, Quai des Grands—-Augustins. Un vol. in-8 de 242 pages, avec 67 fig. 1906.Broché: 7 fr. 50; car- tonné: 8 fr. 75. T'ouvrage de M. Schweizer traite spécialement de la distillation et de Vutilisation des résines, tant indigénes qu'étrangéres ou fossiles, Le trai- tement rationnel de la résine ne pouvant se faire que par distillation á la vapeur d'eau, lauteur a longuement parlé de ce procédé et décrit dans 64 leurs détails tous les appareils employés. Comme faisant suité á la prépa- ration de la résine, il indique la fabrication de nombreux produits qui en dérivent et spécialement des résinates et des vernis. Les encres d'imprimerie étant de plus en plus préparées avec les huiles de résine, il convenait que cette branche de Vindustrie trouvát une place dans cet ouvrage et y fút minutieusemeut étudiée. La préparation des encres d'imprimerie á base de noir de fumée n'avait été traitée, jusqu'ici, que dans des publications pa on a consacré a ce sujet une partie notable de ce travail. Etant donnée la place prise par la machine á écrire, son usage de plus en plus répandu, M. Schweizer a cru devoir consacrer un chapitre aux encres employées á l'imprégnation des bandes, ainsi qu'á la préparation du papier a décalquer. Cette oeuvre comprend donc d'une facon générale tout ce qui se rat- tache aux résines; les intéressés pourront y puiser des renseignements utiles et súrs et M. Muraour, en la traduisant, a rendu un grand service au public francais. Les inventions industrielles a réaliser. Recueil de 525 ques- tions a résoudre pour répondre aux besoins actuels de l'indus- trie, par Hugo Michel, ingénieur de Voffice allemand des brevets, traduit de Pallemand par Louis Duvinage, ingénieur elvil. Paris. H. Dunod et E. Pinat, éditeurs. 49, Quai des Grands-Augustins. 1906. In-8 de 40 pages. 2 fr. T'auteur de cette brochure, M. H. Michel, ingénieur émérite du Reichs-Patent-Amt (Office des brevets de l'empire allemand) y a coordon- né 525 problemes d'inventions recueillis par ses soins et émanant de Vélite des praticiens des pays industriels les plus divers, de telle sorte que M. Michel a cru devoir proposer la solution de ces problemes a l'esprit inventif universel. L'édition allemande, publiée il y a six mois, a déja donné des résultats probants. En effet, parmi les problémes qu "elle proposait, il sen trouve un certain nombre completement réalisés en ce moment. Voici quelques unes de ces solutions remarquables. D'abord un procédé rendant poss ble la transformation directe de la parole parlée en écriture typographique, á Vaide d'une machine á écrire opérant sans 1 intervention de la main, ni dVaucun moteur visible. Voici ensuite une machine produisant, par 65 _Vétirage. du verre á vitre Vune longueuer quasi infinie. Puis, enfin, un procédé capable de produire á.de grandes distances lexplosion de mines par des ondes sonores émanant de sons algus. Augmentée Venviron 80 problémes, la présente brochure traduite par M. Duvinage, par une plus grande variété de conceptions surprenantes, intéressera aussi bien les savants et les ingénieurs que les mécaniciens et les industriels, Eclipse total de Sol del 30 de Agosto de 1905. Observacio- nes hechas en Carrión de los Condes (Palencia) por la Sec- ción Astronómica del Observatorio de Cartuja (Granada) diri- gido por Padres de la Compañía de Jesús.—Granada. Tip. de López Guevara. 1905. 8* láms. Fascículos I, II y III, 48 págs., láms. 1- VIT. —Introducción, —Parte primera. Observaciones. 1 Rápida ojeada á los últimos eclipses. Nuestro programa.—II. En Carrión. Descripción de los aparatos y trabajos preli- minares.—IIH. Observadores de nuestra Comisión. Ensayos. Lowell Observatory. Flagstaff, Arizona. 4? N? 23. Spectrographic Observations of Standard Velocity Stars in 1905. V. M. Slipher. ' N? 24. Position of the Axis of Mars. P. Lowell. Astronomical Observatory of Harvard College. Cambridge, Mass. Edward C. Pickering, Director.—Annals, in-4. Vol. LIT. No. X. Early Observations of Eros (433), 3 pl. 1905. CIRCULARS. No. 105. A. G. C, 6886. Star having a large proper mo- tion. 1905.—No. 106. H 1175. Nova Aquilae, No. 2, 185604 —No. 107. Twenty-five new variable stars 1906.—No. 108. A systematic study of faint stars. 1906.—No. 109. Observations of Phoebe during 1905.—No. 110. Revista (1905-1906).—9. 66 Determinations of radial motions by objective prisms.--No. 111. Stars having peculiar spectra. 13 new variable stars. 1906.—No. 112 Variable stars of long period. 1906. Mitteilungen der Nicolai-Hauptsternwarte zu Pulkowo.— Band L 1905-1906, 42 N? 5. Ueber die Declinationsbeobachtungen in Odessa im Jahre 1901. O. Backlund. 1905.—Vorláufiges Programm der Russischen Abteilun g der Internationalen Sonnencommission.—Observations de la cométe 1904 a, faites au réfracteur de 15 pouces. N? 6. Ueber die Methode die radialen Geschwindigkeiten von Sternen zu bestimmen von A. Belopolsky. 1905.—Photographies de la granulation solaire faites a Poulkovo par A. Hansky. Pl. I-IV. 1905. N? 7. Versuch einer Bestimmung der Sonnenrotation auf spectro- graphischem Wege von A. Belopolsky. Beobachtungen von d Cassiopejae mit dem grossen Zenitteleskop von Ilmari Bonsdorff. N?8. Untersuchung der Geschwindigkeit im Visionsradius von ff Persei (Algol) am Pulkower 30 Zóller von A. Belopolsky. N? 9. Ergebnisse der 1899-1903 in Odessa beobachteten Durchginge der Fundamentalsterne. M. Nyrén.—Observations photographiques de cométes et de petites planétes par S. Kostinsky et N. Liapine. 1906. Economic Geology. Editor: John D. Irving. Lehigh Uni- versity, South Bethlehem, Pa. Vol. L. No. 3. December-January, 1905-1906. The Problem of the Metalliferous Veins. J F. Kemp.—Structural Relations of the Wisconsin Zine and Lead Deposits. U, S. Grant.—The Scope of Applied Geology and lts Place in the Technical School. D. W. Johnson.—Ore-deposits and In- dustrial Supremacy. J. L. Stewart.-—The Terlingua Quicksilver Deposits. H. W. Turner. —Discussion: Whatis a Fissure Vein? J. E. Spurr, A. C. Spencer. The Phase Rule and Igneous Magmas. A. L. Day, E. S. Shepard The University Training of Engineers in Economic Geology. J. C. Bran- ner.—Reviews, Recent Literature, ete. 67 Étude sur l'état actuel des mines du Transvaal. Les gltes— leur valeur—-Étude industrielle et financiére par George Mo- reau, Ancien éléve de PÉcole Polytechnique et de VÉcole des Mines de Paris.—Paris, Librairie Polytechnique, Ch Béranger, éditeur. 15, Rue des Saints-Péres. 1906. 1 vol. in-8, 218 pa- ges, figs. fr. relié. El autor después de haber visitado recientemente tan interesante país y de haber recogido buen número de datos, presenta un cuadro del estado que guardan las minas consideradas técnica y financieramente. Describe la situación general del país, su orogratía, hidrografía, clima, productos, comunicaciones, población, historia, régimen minero, etc., geo- logía del Transvaal (Arcaico, Rand, Klipriver, Bushveld, Karroo), forma- ciones recientes, riquezas minerales del Transvaal. Se ocupa en seguida especialmente del Witwatersrand, describiendo sus formaciones, el carác ter y explotación de sus minas, procedimientos metalúrgicos, estudio finan- ciero de los trabajos y productos, terminando con una ojeada del porvenir del Rand con sus zonas que se proyecta explorar hasta 1,800 metros de profundidad. Cours de Mécanique élémentaire á Vusage des Écoles In- dustrielles, par Ph. Moulan, Ingénieur, Professeur de mécani.- que á P École industrielle de Seraing.—Deuxiéme édition, revue et notablement augmentée par C, Gerday, Ingénieur— Mécanicien, Successeur de Ph. Moulan a École industrielle de Seraing. Paris € Liége, Librairie Polytechnique Ch. Béran- ger, éditeur. 1906. 1 vol. in-8, 1229 pages, 1240 figs. fr. relié. Esta segunda edición de la notable obra de Moulan encierra importan- tes modificaciones y se halla al corriente de los progresos de la ciencia y sus aplicaciones. especialmente en lo que se refiere á Cinemática, resisten- cia á los movimientos, resistencia de materiales, hidráulica, generadores de vapor, máquina de vapor, turbinas y motores de gas y de petróleo. Contiene: Nociones preliminares. CINEMÁTICA ó estudio del movi- miento: movimiento uniforme de translación, representación gráfica de un movimiento uniforme, movimiento variado de translación, caída de los 68 cuerpos, representación gráfica y diagramas del movimiento variado, mo- vimiento de rotación, representación geométrica de los movimientos, com- posición de los movimientos, transformación de los movimientos. —EsTÁ- 'TICA. Fuerzas y su medida, composición y descomposición, momentos, centro de gravedad, equilibrios, aplicaciones á las máquinas —RESISTENCIA A LOS MOVIMIENTOS. Frotamientos, deslizamientos, ete. Fuerzas centra- les. —DINAMICA. Trabajo de las fuerzas. Máquinas consideradas en el mo- vimiento uniforme. Trabajo útil de una máquina. Trabajo de la inercia.— Momentos de inercia. — RESISTENCIA DE MATERIALES. Tracción, compre- sión, flexión, deformaciones, ete.—Grafoestática.—MOTORES. Generadores de vapor. Máquinas de vapor.—Motores de gas.—Motores de petróleo — Hidráulica. Caídas de agua. Ruedas. Turbinas. Ciments et chaux hydrauliques. Fabrication-Propriétés- Emploi. Par E. Candlot.—3”* édition. Revue et considérable- ment augmentée.—Paris et Liége. Librairie Polytechnique, Ch. Béranger, éditeur. 1906. 1 vol. gr. in-8, 525 pages, 144 figs. 15 fr. relié. Esta obra presenta de una manera completa y detallada el estado ac- tual de la importantísima industria de cales y cementos. Consta el libro de siete capítulos y seis anexos que tratan de las ma- terias siguientes: I. CALES HIDRAULICAS. Reseña histórica. Fabricación. Cales hidráu- licas artificiales. Cales hidráulicas naturales. Extracción, cocimiento, ex- tinción, ete.—Propiedades de las cales hidráulicas. Composición química, rendimiento, densidad, fineza, resistencia, etc. TI. CEMENTOS ARTIFICIALES. 1. Cementos Portland. Fabricación. Cuan- teo. Procedimientos Gorcham y Berggren. Preparación por vía seca. Se- cado y cocimiento. Hornos diversos secadores, continuos, rotatorios, etc.-— Propiedades del cemento Portland; composición química, densidad, ete. Endurecimiento de los morteros de cemento. Adherencia del mortero á las - piedras. Estabilidad de volumen. Datos generales relativos á Francia, In- glaterra, Alemania, Estados Unidos, Bélgica, Dinamarca, Rusia.—Il. Ce- mentos de escorias. Fabricación. Propiedades, composición química, den- sidad, fineza, rendimiento, resistencia, etc. TIT. Cementos naturales. Cementos mixtos. Cementos romanos, Puzo- lanas. —Historia. Fabricación. Propiedades. etc. 69 IV. ENSAYES DE LOS PRODUCTOS HIDRAULICOS. Análisis. Ensayes de homogeneidad, de rendimiento, de ruptura por tracción, de flexión, de per- meabilidad, adherencia, compresión, etc. V. EMPLEO DE LOS PRODUCTOS HIDRAULICOS. Naturaleza de la arena. Cuanteo y rendimiento de los morteros. Betón. Betón y cemento arma- dos, ete. VI. CAUSAS DE DESTRUCCIÓN DE LOS MORTEROS. VII. Teorías diversas sobre la constitución. endurecimiento, ete., de las cales, cementos y morteros. ANEXOS. LI. Influencia del cloruro de calcio y del sulfato de cal. II. In- fluencia del grado de humedad de la arena sobre la toma y resistencia de los morteros. Teoría de la toma de los cementos y fenómenos anormales que presenta, etc. Indice bibliográfico. Manuel pratique de Minéralogie. Introduction A Vétude scientifiqne des minéraux par Henry A. Miers, D. Sc., M. A., FR. $S., Vice-Président des Sociétés Géologique, Chimique et Minéralogique, Professeur Waynflete de Minéralogie á Université Oxford et Fellow de Magdallen College.—Tra- duit de Panglais par O. Chemin, Ancien Professeur á Ecole Nationale des Ponts et Caussées.—Paris; Librairie Polytechni- que, Ch. Béranger, éditeur. 15, Rue des Saints—Péres. 1906. 1 vol. in-8, 685 pages, 716 fig. et planches en couleur. 20 fr. relié. Ce volume a pour objet de servir de guide á ceux qui désirent com- prendre ce qu'on entend par l'étude scientifique des minéraux. Les espéces décrites brievement dans la seconde partie se trouvent dans presque tous les musées; intelligemment étudiées avec le secours du goniométre et du microscope, elles suffiront 4 faire complétement com- prendre les principes et les méthodes expliqués dans la premiére partie du livre. Parmi les compatriotes d'Haiúy et de Mallard, il doit y en avoir beau- coup pour qui ces études présentent de Vintérét et Vauteur se plait á es- pérer que la traduction francaise pourra leur étre utile. La minéralogie prend de jour en jour plus d'importance avec le dévelop- pement de l'industrie miniére. Si la géologie peut étre un délassement YO pour Vesprit, un repos des oceupations journaliéres, comme Va si bien fait ressortir le savant directeur de la Carte Géologique d'Angleterre, Sir Ar- chibal Geikie, on peut á coup súr en dire autant de la minéralogie. Mais pour atteindre ce but, il faut qu'elle soit présentée aux personnes peu versées dans les sciences exactes sous une forme á la fois simple et précise, qui satisfasse l'esprit et ne le rebute pas des labord. Tout traité de minéralogie se divise naturellement en deux parties qui se complétent mutuellement: la eristallographie et la description des minéraux existants. La premiére est, on peut le dire, origine essentiel- lement francaise; car c'est Romé de VIsle et Haúy qui en ont posé les pre- miéres assises et Bravais qui en a fait un tout lumineux. De nature pure- - ment géométrique, la théorie des polyédres moléculaires ne laisse pas que de présenter certaines dificultés pour ceux que des études scientifiques préalables r'ont pas préparés á ces conceptions un peu délicates. La eris- tallographie physique suppose aussi la connaissance des lois les plus impor- tantes de l'optique. C'est elle qui a permis le développement aujourd'hui si complet de la pétrographie, gráce a l'étude des constituants des roches en plaques minces, sous le microscope et en lumiére polarisée. Mais au point de vue pratique, c'est la description et la reconnaissance des espéces qui constituent le but immédiat. Ce sont elles qui guident le mineur, elles qui réservent au collectionneur ses jouissances les plus grandes. Faire reconnañtre la cristallographie d'une maniére simple et bien scientifique, donner une description complete des minéraux qu'on rencon- tre dans la nature. réunir en un tout ces deux branches si indissolublement liées, en faire un ensemble harmonieux qui satisfasse á la fois homme de science, lingénieur pratique et le curieux qui y cherche un délassement, tel est le but que le professeur Miers a poursuivi. C'est parce qw'il a réus- si, c'est parce que son ceuvre est attrayante et complete que nous la pré- sentons avec confiance aux lecteurs francais et nous ne doutons pas qu'ils ne ratifient le jugement que nous nous permettons de porter. MATIERES.—Introduction. Propriétés essentielles des minéraux: Pro- priétés cristallines: Forme eristalline des minéraux. Groupement regulier des cristaux. Faces voisines Mesures des cristaux. Propriétés physiques caractéristiques des cristaux. Propriétés optiques des eristaux. Détermi- nation des propriétés optiques au moyen du microscope et du goniometre. Propriétés optiques des cristaux máclés et pseudosymétriques. — Propriétés générales: Propriétés physiques générales. Propriétés chimiques.—fiela- tions entre les propriétés des minéraux.—Description et determination des minéraux.- Description des espéces minérales les plus importantes. —Ta- bleaux. Revue générales du royaume minéral. 71 Assainissement des villes. Distributions d'eau, par A. Debauve, inspecteur général des ponts et chaussées, professeur a PEcole des ponts et chaussées, et le D" Ed. Imbeaux, ingénieur des ponts et chaussées, directeur du service municipal de Nancy. 3* édition complétement remaniée et considérablement aug- mentée. Paris, H. Dunod et E. Pinat, éditeurs. 1905-1906. 49, Quai des Grands-Augustins. 3 vol. gr. in-8, formant en- semble 1,916 pages, avec 660 figures et un atlas in-4 de 72 planches. 75 fr. Le Traité des Distributions 'eau et des Égouts, publié en 1897 par M, Debauve, étant épuisé, les éditeurs ont demandé a Vauteur Ven donner une nouvelle édition. L'ouvrage devait étre completement refondu et étendu de maniére á comprendre lVétude de toutes les questions nouvelles que souléve cette partie de Part de l'ingénieur, devenue aussi partie inté- grante du domaine de lhygiéniste et du médecin. Dans ces conditions, M. Debauve ne pouvait seul assumer une aussi lourde charge; il a été heureux d'obtenir le concours de M. le Dr Imbeaux, dont VPactivité infa- tigable et la compétence en la matiere sont universellement reconnues. Gráce á la collaboration de ces deux ingénieu:s, les éditeurs présentent aujourd'hui un traité complet, qui ne laisse dans ombre aucune question nouvelle. En ces trois volumes, comprenant ensemble pres de 2,000 pages, illustrés d'un grand nombre de figures dans le texte, et accompagnés d'un atlas de 72 belles planches, louvrage comprend : les théories et les notions pratiques de l'hydraulique nécessaires dans l'espéce, la description des compteurs, 'étude des qualités de Veau et des procédés á suivre pour la purifier et laméliorer et Vétude de toutes les eaux naturelles, superficielles ou souterraines. Sans constituer un traité de mécanique, il décrit et ap- précie les appareils élévatoires et les moteurs de tous genres; de nombreux exemples de captages de sources, de puits, de dérivations, d'installations élévatoires fournissent les renseignements les plus variés; enfin, il con- tient un sommaire de la législation des eaux, des types de devis et de con- cours, toutes les tables numériques nécessaires au caleul des éléments de distributions d'eau et d'égouts. Nous avons done la conviction que cet ouvrage répond á un besoin et qu'il se présente comme indispensable aux municipalités, aux ingénieurs et aux hommes de l'art chargés de la question des eaux, dans les villes grandes ou petites. 72 Analyse des métaux par Electrolyse, par A. Hollard, Docteur es—-sciences et L. Bertiaux, essayeur du commerce. Paris, H. Dunod et E. Pinat, éditeurs. 1906. 49, Quai des Grands-Au- gustins. Grand in-8. Broché, 6 fr.; cartonné, 7 fr. Ce livre est un ouvrage essentiellement original en ce sens qu'il west pas une compilation, mais le résultat de douxe années d'expérienees syn- thétiques et analytiques: Synthétiques parce que les méthodes de séparation et de dosage ont été expérimentées sur des élements pesés et mélangés en proportions quelconques; Analytiques parce que ces méthodes ont été ap- pliques aux produits les plus variés (alliages, minerais et produits d'usine). M. Hollard et son préparateur, M. Bertiaux, ont surtout dirigé leurs re- cherches lá ou analyse pondérable ou volumétrique laisse a désirer soit au point de vue du manque de précision, soit au point de vue de la lenteur ou des dificultés de la manipulation. Yls sont arrivés á pouvoir déposer sur les électrodes — dans un grand nombre de cas — des quantités illimitées de métal. C'est la une ressource tres précieuse lorsqw'il s'agit de séparer ce métal d'avec des éléments (impuretés ou corps ajoutés intentionnellement), qui s'y trouvent noyés en tres petites proportions, car ces éléments restent, apres Velectrolyse, seuls dans le bain et peuvent correspondre á une quantité de métal aussi grande qu'on le désire, conditions tres favorables á la simplicité et a la précision du dosage de ces éléments. Ce qui fait encore V'intérét de ce volume, c'est qu'on y trouve pour la premiére fois, exposée d'une facon complete, une ¿héorie de Vanalyse élec- trolitique, c'est-a-dire, d'une part, une interprétation des phénomenes si complexes de lVélectrolyse appliqués a l'analyse, d'autre part une orienta- tion pour ceux qui voudront faire de nouvelles recherches. Sueredad Cienúlica 31 17,8 30.1 138 SE o lasj6 Es 07 ao COLO Nei4o5 A O AS a e E A za.—N. Cantidad de nubes.—Tm., temperatura media. ABREVIATURAS: T, temperatura.—D. V. y f., Dirección del viento y fuer- Y | Abril de 1900. Yan 1 pm. Días. p. D.V.y£ | N. T. D.V y£]| N. 1 6,1 0 — | 20,2 | NW, 2 6 2 11 15,3 S1 10 || 22,7 | NWa 9 1 3 || 15,3 | SWa 0 || 26,8 S1 1 0 4 | 17,3 S1 1 | 27,2 | SWs 0 0 5 || 188! SE 0 || 28,8 S3 2 0 6 || 15,8 0 0 || 26,0 SEz 5 3 CANE 123 NV 0 [| 20,9 | SW; 0 0 || 16,7 8 || 17,0 Si 0 || 28,5 S3 0 0 || 23,1 9 ||. 19,7 Sa 1 || 30,4 | SWoa 0 0 || 24,8 10 [| 19,3 S9 0 || 28,0 | NW; 0 1 |f 21,4 11 || 154]/| SE; 1 || 23,5 Ez 1 0 || 15,8 12 44 | NE; 0 || 18,6 E, 0 0 || 10,9 13 || 10,2 E; 0 ¡¡ 21,3 E; 0 0 ¡1 16,5 14 || 19,3 Sa 0 || 23,2 5» 0 0 [| 21,5 15 || 192 | SWa 0 || 24,6 S1 0 0 || 21,6 16 || 198 | SWs 0 1 27,0 | NW; 1 4 [| 22,4 17 (| 17,6 Si 0 | 24,6 Si 01] 5 p 18 | 16,6 | Wi 6 1[ 225 | NW; 5 2 191 155| S, | 0 ll 224 | NW2 | 2 1 200 17,7 | Ss» 2 (| 28,0 | NW, | 6 1 21 | 184 | SEs 0 || 28,8 | SWa 1 8 92 (11741 Ss | 6/1 %,33 | SWs | 4 9 23 || 16,7 S3 111 28,4 | SW 2 3 24 || 17,4 S3 111293 | SW, 4 1 25 || 18,4 Si 4 11 264 | NE: 1 1 26 ||. 19,2 Si 4 1 284 | NEz Yi 8 27 || 19,8 S 711 291 | SW3 3 3 28 || 18,0 | SE; TA 32,0 SE; 6 2 9 || 21,3 | SE; 0 11 30,8| W; 4 3 30 || 194 | NE; 2 11 27,5 | NWa 3 2 | Mayo de 1900. SIS 97,2 NOS E CAMEO RSU a E ROBADO NDDADDD DD NN DNA NN NN 9 00 010 00 0 (9 DINO A DDA OA] -] 1 Y7am. 1 pm 9 pra DAD ENE DADA 24: DOolDwWy£]| N 195 EJ sio roOt UN 8 | 184 | SEz | 2 198 | SE 8 || 28,0 E; 511 175 0 1 23,0 Si 0 || 30,4 | NW 2 11 195 0 2 210 MUSA olsds Sa lio SB o 228 | So | 21 309 | NW3z | 4 || 222 | NW, | 2 25,1 0 0 | 31,6 | NW 3 || 248 | NW; 2 22,1 | NWa 0 || 28,8 | NW, 0. 19,5 0 0 216 | NE; 0 1| 290 | NE, 4 || 204 | SEl 7 20,9 | $; E A A a ESA 31 94| NEs | 71145 | 0 1 183 | SEs 1 (| 30,3 | Wo 4 || 18,6 0 1 24,4 Sa 0 || 28,8 S) 0 [| 20,6 | SE> 0 22,4 | SE; 711344 | SE 9 || 198 | SE, 6 IS 2 11 30,3 | SW. | 2 (| 204 | 0 9 21,7 | NW 111294| NE: 111178/| Ez 2 192 NW, | 0 (| 25,7 | NW | 4 | 188| NW | 2 20,4 Si 0 || 28,9 | NW 1 (1 195| SE, 1 23,0 | SEz 0 || 35,0 | NWa 3 || 226 0 4 24,0 | SWa 1 || 338 | SEz 2 || 21,9 0 1 922,1 | Si 11346 | SE | 111 206| Ez 1 226 | SW, | 111326 | SW, | 2.| 176 | SE, | 2 17,3 | NWa | 8 || 273 | NWa | 4 | 179| 0 9 9222 | $; E A A A) 0 25,2 Si 3 || 348 | NE» 3/1 21,7 | SE; 240 | SEs | 0 338 | W, | 01 205| 0 2501 0 0301 1 ES 9 [| 20,4 | SE» TEO ute td zos tl SES 18,6 | $; 1 | 294| N, 512921 0 25,3 | SW; 311 32,7 | NW; 3 || 23,4 S1 26,5 | SWa 0 || 37,2 0 61| 248 | SEz 19,0 S1 711321] NE 2 (1 218/ SE T. ocowornvporrkranos | HhOS-POSDON0DA DA =—-]A 79 Junio de 1900. 348 | NE, | 3 349 1 ur Na 320 | Ny 7 30,0 | NE. | 2 302 | NE 18 327 | N, 9 33,6 | SW, | 1 345 | NW, | 0 33,4 | NW, | 0 345 | SEs | 1 327 | N, 9 AN O 34,1 | NE, | 2 3L1| SE | 1 322 | NE, | 1 343 | NEs | 1 35,4 | NE, | 1 34,5 | NEs | 3 35,8 | NEz | 2 348 | NE, | 7 29,9 | NW | 4 329 | NEz | 4 Sr 000 3 32,4 | NW, | 3 381,2 | NW, | 5 341 | NEs | 3 32,9 | N; 9 310 | SEs | 9 24,3 | NW3 | 8 26,6 | SE | 8 E Opa | a MOSRHORADNADONNAON AA DUNA AA O DA O s0 iS soya goce SISSI ida Siria ANANANAAAANASAANAANAAARS AAA ASNOAAOAAOAAIA A E 2 l » = = = = = 2 Zi = 0 0 0 070900 HC + mo sto a ll m0 y ¡Pozos Sica y (0) o 4 o O SS ls] TS - SN _a "on — [=) SN La he) < S [ao] TU as dd Ao als ALA ZAE : [2] ri a ca 5 SO SS O ca ON 3 Sl RS EOS o EE E SE ”S SES SS SS MS SS > e] ————Á _——AAÁAÁAÁAÁAÁAÁAAAKAAÁAÁAÁA —_——_—_————— Z DU +]O DANNA A A HH le 00 | ASS Tano to AÁAáÁáA KARA —__—— _—_———_ _____z=-----==55H E lar) EN (12) | aso ao ontir a AAA ES Ed A Ya SS SA E ESOS SS SS E AS ASS ES SS EII ADADNADR ANOTAR SAMA ERSRERSESRIÁEARRAAS OSI ANNANIAAANANAALMANRARAAA ANNAN OAAA AA AA —————— AA == A A A | 3 SS ASAS MS A o A o o o a a a o eS ul [>] lso (90-10 DA 0 WU HO O A DUO lO AAA NAPA DO O NA hu o oso Agosto de 1900. 1 pm [ 9 ama im. T. D.V,yf.| N. T [vos N. [| 23,9 E; 9 18,8 0 5 || 20,2 25,4 | SW 9 18,2 0 9 (| 21,7 30,4 | NW 4 [| 190| — |— || 23,9 26,6 | —— | —I| 210| — | —|| 23,7 31,2 N; 5 19,3 0 7 || 24,5 32,7 | NW 5 || 20,1 0 10 || 25,4 25,1 SE 9 || 191 | SW; | 10 || 214 24,9 SE 8 || 18,8 0 10 || 21,6 19,9 SE; 9 18,3 SE; 9 || 19,8 25,0 SE3 9 | 17,4 0 5 212 29,5 E, 4 | 20,7 E, 9 || 23,4 35,0 El 6 || 19,2 SE; 8 || 25,8 29,9 Si 6 || 18,3 SE, | 10 || 22,8 30.1 S3 2 || 22,2 0 3 || 24,1 30,1 N; 3 || 210 0 3 || 23,9 29,3 | NE; 7 || 210 Si 3 || 23,8 31,5 Sa 8 || 19,3 0 3 || 23,7 silo SE> 9 || 18,4 Ez 4 || 23,3 25,4 | NE» TE NSTES SEr 4 || 20,3 29,6 | NW; 7 || 19,8 0 711 22,6 29,2 N> 6 || 20,9 0 1 || 23,8 30,5 | SW 2 || 20,0 E; 0 || 23,9 30,4 | NEs2 1 21,2 SE 0 || 240 33,6 0 1 || 22,6 SE 1 || 26,2 32,7 | NW3 0 || 21,6 0 0 || 25,7 34,1 | NW 4 || 20,6 0 2 || 25,1 29,3 E 8 18,7 0 311-231 298 | NE; 3 19,2 0 2 || 23,0 29,0 N; 3 20,1 SE IZ 30,9 | NE> 8 || 22,4 SEz 9 || 24,7 24,7 Si 10 18,3 SE; 7 || 20,0 Revista. (1905). —11. INTHICE"DE TA E VWIS TA" 1905-1906. Table des matieres de la Revue. PÁGINAS. Actas de las sesiones. (Comptes rendus des séances). Julio 1905 á INCA ne PU A O 9, 33. 49 y Bernius (Dr, K.) — Observaciones climatológicas hechas en Pa- rras, Coah , de Marzo á Agosto de 1900 ...ooocooooocoooo.-. Congrés International de Géographie, Resolutions adoptées le 13 Septembre 1909 aid a do a o O a Posiciones geográficas y altitudes del Estado de Veracruz. ( Posi- tions géographiques et altitudes de U'Etat de Veracruz) ........ Bibliografía. BIBLIOGRAPHIE. Abraham d Langevin, Les quantités élémentaire d électricité. lons, Électrons, Corpuscules a e e AA Agenda Oppermann, 1905.. A Annaes Scientificos da Academia Polytechnica do Porto 20... Annales de VObservatoire de Nice (Avec portraits de MM. Bischof- short bReLra bi) e a O Annals of the Astronomical Observatory of Harvard College .... Annuaire du Bureau des Longitudes, 1905 € 1906. --22ooooooo.. Babu, Traité théorique et pratique de Métallurgie générale.. .... Beltzer, La grande industrie tinctoriale .. --..-.. Bordas, Morphologie générale et étude anatomique de la larve d' Zo Ene CCE A E Doa Boyeaux, Traité théorique eb pratigue des turbines hydr auliques. Brunswick 6 Aliament, Construction des induits á courant con- E E NE PU E NA Candlot, Ciments et chaux hy drauliques -. OS Carta General del Estado de Veracruz o. .s osa ole a Chevallier, Étude pratique des courants alternatifs...-.....--.-- Colombo, Manuel de l'ingéniur civil etindustriel -..........--.. Cuénot, Étude sur les déformations des y oles «le chemin de fer. - Debauve $7 Imbeaux, Assainissementdes villes. Distributions d' eau. Ditte, Étudo générale des sols POR os Economic A e A A A EA 26. 39 y García Cubas, El Libro de mis recuerdos (Con Tetrabo) ooo aces 84 PÁGINAS. Gomes Teixeira, Tratado de las curvas especiales notables. ...... 43 Goursat, Cours d'Analyse mathématique, [DT --....oococcococoo. 29 Granger, La Céramique industuelle oca ios 69 Guichard. Sur les systemes triplement indéterminés .-...oooo..- 42 Guillet, “¿tude industrielles des alliages métalliques.........--.- 57 Gildner, Calcul et construction des moteurs á combustion ...... 39 Hollard 6 Bertiaux, Analyse des métaux par électrolyse......... 72 Izart, Métodes économiques de combustion dans les chaudiéres á VACUNA A e a A 62 Journal de la Société des Américanistes de Paris -....oo0oo..... 28 Jiiptner, Eléments de Sidérologie, 2 me parti8--...ooooooooooo.-. 29 Levat, lindustrie autitere a o A AA 19 Lo welObservatory calce o e a A O ON Maniguet, Construction des usines.au point de vue de l'hygiéne.. 46 Merlot Guide de Vajusteura e A A O 39 Métour, Traité élémentaire de la stabilité des constructions . --.. 16 Mexican and Central American Antiquities, Calendar Systems, and HIS Ata estao dae o a ee e e CUA 44 Meynier € Nobiron, Les euroulements modernes des courants eon- A al a 42 Michel, Les inventions industrielles á realiser 20. c0ococcoco 64 Michelson, Light Waves and their uses. (Avee portrait)...-...-. 22 Miers, Manuel pratique de Minéralogie. o oocoocoooococconcc. 69 Mitteilungen der Nicolai-Hauptsternwarte zu Pulkowo -........ 66 Montessus de Ballore, Les tremblements de terre Géographie séis- A A O olas A Aer 56 Moreau, Etude sur l'état actuel des mines du Transvaal......... 67 Moreau 6 Lévy, Traité complet de la fabrication des bidres....-. 36 Moulan, Cours de Mécanique e O 67 Noble Habrication de Vacio 21 Nodon, Recherches expérimentales sur les clapets électrolitiques. 38 Nouguier, Précis de la théorie de magnétisme et de Vélectricité . - 17 Observatorio de Cartuja, Eclipse total de Sol del 30 de Agosto 1905 65 Parnicke 6 Campagne, L'appareillage mécanique desindustries chi- MIQUEL RATO AI OD AOINY 63 Prost, Analyse chimique minérale. Choix des méthodes....-...-- 17 Royal Astronomical Society of Canada 2 ooococoocccccoccco o 24 Sauvage, Manuel de la machine dá VApeul -2..coococccamocoono no 15 Schreib, Traité de la fabrication de la soude..-0 00020000000. 45 Schwitzer, La distillation desrésines et les produits qui en dérivent. 63 Thompson, Calcul et constructions des manchines dynamo-= élec- ques ooo de Aaa AE MS 36 University of California, American Archaeology and Ethnology-.- 27 University of Pennsylvania, Department of Archaeology. .-..---- 27 Veroffentlichungen des Kóniglichen Astronomischen Rechen-Ins- tituts:zu Berlin taste ATI a AIBaO do SULano 47 Weéve, Traité pratique du tracé et de la taille des engrenages. -... 14 Zeuner, Théorie des turbides. 200 coco cacon no co 40 "TILHOOLAMNO UA VIIVIOOAL, “OJION] Á SQUILIO SOPEISOD SAS OPUBUSSILA “SPLUBALET Y] Op [UL0uoS BISTA I UWT “£z 000 L Ñ “DJBZIY "908 WO] S Momo 23, Lám. 11 Mem. Soc. Alzate A Interior del Teocalli; escalinata y ruinas del altar de los sacrificios. Costado Poniente de la Pirámide. Espalda del Teocalli. TEOCALLI DE OMETOCHBTLI. (CASA DEL TEPOZTECO). Desmodus rufus, Wied (Vampiro). Explicación de la lámina HUT. 1. Cabeza del macho, de perfil: tamaño natural. 1? El hocico visto de frente, muy aumentado. 2. Perfil de la hembra: tamaño natural. 3. Frente de la cabeza de la hembra: tamaño natural. 4. Detalles de la oreja, dos veces mayor que el natural. 5. Cabeza del feto amplificado como cuatro veces. 6. Dientes superiores del feto, á 2. 7. Partes posteriores de la hembra y pata izquierda: tamaño natural. . Dedo pulgar con sus callosidades adhesivas, tamaño natural: una pelota vista de frente dos veces aumentada. 9. Cráneo de la hembra adulta: doble aumento. 10. Cráneo de un individuo hembra, habiendo conservado parte de su primera dentición: doble aumento. 10? Sus dientes, con mayor aumento. 11. Dientes de Desmodus adulto vistos de perfil, muy aumentados. 12. Los dos premolares vistos por la corona para ver la porción pala- tina sombreada y la externa cortante. 13. Mandíbula inferior. 132 Los dos incisivos izquierdos inferiores, de frente. 14. Miembro anterior del adulto: tamaño natural. 15. Miembro posterior del adulto, del tamaño natural. 16. Omóplato, aumentado dos veces, para ver la dirección del apófisis coracoides. 17. Tibia y peroné del joven. 18. Croquis del macho adulto, del tamaño natural. 00 Mem. Soc. Alzate. Tomo 23, lám. HL 1 JUN A 0 A LL IN 1) UN 0) M vN de he Y ye ¿att Din Ne Vampiro de México. Desmodus rufus, Wied. MEM. SOC. ALZATE. T. 23, Lam. IV. 2 gr. Riñón derecho. — ” 1lgr. 30. - CALCULOS PELVI1-RENALES. (Tamaño natural). Mem. Soc. Alzate. México. Tomo 23. Lám.V Mem. Soc. Alzate. MÉXICO. ; : Zomo23. Lám. VI Fig. 9 LAMINA VIL EXPLICACION DE LA LAMINA VII. ”m Número I Colonias en placas de gelatina álas 53 horas; tamaño natural. Número II Colonias en placa de gelatina á las 53 horas. Al microscopio 40 diámetros. Número 111 Segmentos periféricos de una colonia de gelatina 140 diáme- tros. Número IV Gelatina en picadura á las 53 horas. Número V Gelosa en picadura á las 53 horas. Temp. 379 Mem. Soc. Alzate. México. Tómo 23 - LámVIl. BACILLUS ANTHRACIS Caracteres de los cultivos la Fiebre Carbonosa y preparación de la vacuna anticarbonosa por el Dr A.J.CARBAML LAMINA VIII EXPLICACION DE LA LAMINA VIt!.. Númeéro VI Gelosa en estría á los 4 días. Temp. 379 Número VII Cultivo en caldo á las 48 horas, á 379 Número VIII Cultivo en papa de tres días, á 379 Número IX Sangre de Cuy; recientemente muerto por inoculación experi- mental. Teñida con G. Nicolle y Hosina. 800 diámetros. % Mem. Soc. Alzate. México. Támo 23 - Lam VIT BACILLUS ANTHRACIS Caracteres de los cultivos Lg VI. la Fiebre Carbonosa y preparación de la vacuna anticarbonosa por el Or A.J. CARBAJAL LAMINA IX. EXPLICACION DE LA LAMINA IX. Número X Cultivo de 48 horas en caldo á 370. Sin teñir: 800 diámetros. Número XI De cultivo de Gelosa 48 horas 4 370 Teñido con G. Nicolle: 800 diámetros, (resultó un poco claro el color) Número XII Esporas, de caldo Ziehl diluído y azul de metileno: 800 diá- metros. Mem. Soc. Alzate. MéxICO. Tómo 23 -Lám. IX. BACILLUS ANTHRACIS Caracteres de los cultivos. la Fiebre Carbonosa y preparación de la vacuna anticarbonosa por el Or A.J CARBAJAL 0 NS HO A A 3 2044 093 252 609