> E =+y 13 EN NUS 0 ATRAS | » . Q » AR (1 A==>="" - AA] , » VAS cb 1899 Y, PR WEGibson- lar e: <= de ya. , a PS A » qe x Tomo 28, ,1,2,3y4 Nos MEMORIAS Y REVISTA DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA 66 o Antonio Alzate” , publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, SECRETARIO GENERAL PERPETUO SOMMAIRE. (Mémoires, feuilles 1 a 10*). Astronomie.—Procédé astronomique bizenithal d'azimuth pour la topographie, par M. A. García Conde, p. 87-91. Clinique médicale.—Méthodes cliniques de laboratoire applicables au diagnosti- que des maladies, par le Dr. 4. J. Carbajal, p. 5-21. Minérie.—Les Mines de “Corona y Anexas” de Zacualpan, par M. J. Villafaña, p- 23-51, pl. I et IT. Pétrographie.— Principes de classification et de comparaison des roches massi- ves (ignées), par Paul Waitz, Dr. phil., p. 53-78, 6 fig. Radiothérapie.— Les dangers des applications thérapeutiques des rayons X, par le Dr. R. E. Cicero, p. 79-86. - Sismologie.—Les tremblements de terre de lannée 1908, par M. M. Miranda y Marrón, p. 93-153, pl. UIT-VI. MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL (4% CALLE DE REVILLAGIGEDO NÚM. 47). A a Julio á Octubre 1909, Publicación registrada como artículo de segunda clase en 12 de Febrero de 1907 A 4 pa pu a AN Z b- y s Td A y o a e . y wr 4 3% ER AMELIA a MT ¿e Dl ei 4 y? sl o 4 ARE SEI e da PO y SAS RANES e AA O a Aia ¿e LA ie Í ; LA « MA d , ¡Dr A ' m A j e SA e. A f e y 4! CE 109 e | pe Ú , e j y p sd . MEMORIAS ya De DE LA z o , SUCIEDAD CIENTIFICA “ANTONIO ALZATR” '» y ' J] á AL y . y > ; al E y Ae á sad ¿E as > A 4 a ñ a A e a .b cy y d 4 se, l a pr . 4 E N .. DY AN E DP 44 EEN A PUE - MÉMOIRES A DE LA h $ A - SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE” qe » FORK ¿AECROL: a 7% A = Publiés sous la direction de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secrétaire perpétuel TOD E 28 1909-1910 MEXICO IMPRIMERIE DU MINISTERE DE FOMENTO, BETLEMITAS NUMÉRO $. 1910 Ss Ñ * / ) ON NE A NN » os A Lal e O dial 04] Fo) 4 O A a 3 A ña 7 Y e dy Wi . o o A ie ja] A » y 3% í "E ¿> . . Ye y AS le h UN pus, > MN yO E P '” da MA y mó o Pio y yo es "4 , i ; ) pl 4 a hs Y 4 M $b , , Sa MEMORIAS . SOCIEDAD CIENTÍFICA “ANTONIO ALZATE” Publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secretario perpetuo TOMO 28 LIBRARY 1909-1910 Adi E A BOTANICAL GARDEN, / MEXICO de Y FOTOTIPIA DE LA SECRETARIA DE FOMENTO Callejón de Betlemitas núm. 8 1910 e LESA % lt eS AA >, e 0 $ y A y «DD. PA d , ar de EN e q di h d ns y DAA HE . AS 07 A - AR - e a y > DOS Ñ » SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTON10 ALZATE” MEXICO FONDÉE EN OCTOBRE 1884 ei q MES Membres fondateurs MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo Beltrán y Puga, Ricardo E. Cicero et Manuel Marroquín y Rivera. Président honoraire perpétuel M. Ramón Manterola. Secrétaire général perpétuel M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif.--1909 PrésipeNT. — Dr. Eduardo Licéaga. Vice-PrésipeNTS.—Ing. Gabriel M. Oropesa et Dr. Daniel Vergara Lope. Secr£TAIRE.—Prof. Manuel Moreno y Anda. Vice-Secrétarre.—Ing. Jorge Méndez. TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h. a 7 h. du soir. Les “Mémoires” et la “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 89 de 64 pags. tous les mois. La correspondance painsi que les mémoires et publications destinées á la Société, doivent étre adressées a la Sociedad Científica “Antonio Alzate.” Ex-Volador.—MEÉXICO—(Mexique) Les auteurs sont seuls responsables de leur écrits. Les membres de la Société sont désignés par les lettres M.S.A. METODOS CLINICOS DE LABORATORIO APLICABLES AL DIAGNOSTICO DE LAS ENFERMEDADES Por el Dr. Antonio J. Carbajal, M. S. A. Los métodos de laboratorio, como se llaman, aplicables á la clínica, tienen por objeto complementar el diagnóstico, algunas veces algo más, definirlo; otras, seguir el curso de un padecimiento; advertir oportuna- mente las complicaciones que suelen sobrevenir; y, por último, cer- ciorarse de la curación. Por todos estos motivos son de un precioso auxilio al médico práctico que pretenda, como es de su deber, poner á disposición de sus pacientes todos los recursos de la ciencia. Estos métodos han sido primero lentamente elaborados y gradual- mente se han ido introduciendo en la clínica. -—— Las investigaciones de laboratorio, que necesariamente preceden á e las de carácter clínico, tienen, principalmente un objeto científico; no - se repara en dificultades, ni en el costo de aparatos, ó en el tiempo | que se deba invertir, ú otro género de tropiezos: así, por ejemplo, ocu- om ió con la espectroscopía. bs El análisis espectroscópico fué inventado por Kirchhoff y Bunsen, E por el año de 1860 y fué aplicado, desde luego, á la caracterización de E las substancias químicas; poco después, á los dos años, Hoppe Seyler lo empleó para el estudio de la materia colorante de la sangre, la he- pa moglobina; y, en 1862 un célebre fisiólogo, Valentin, condensó, en un fanual,» todas las aplicaciones que se podían ya hacer del nuevo mé- E lodo, á la fisiología, la medicina y la práctica forense. En 1868, Jans- “sen inventó el espectroscopio de visión directa, y Claudio Bernard, en Francia, utilizó el nuevo método en sus memorables investigaciones : 6 ANTONIO J. CARBAJAL. sobre la asfixia. El descubrimiento de ese nuevo género de análisis fué acogido con grandísimo entusiasmo en Alemania, en Inglaterra y en los Estados Unidos; de manera, que, muy pronto aparecieron trabajos muy meritorios, de los cuales algunos conservan aún celebridad: tales como los clásicos de J. Vierordt, Stokes, Sorby y Preyer; pero excep- tuando algunas observaciones de Regnard, de Quincke y de Quinquaud, dice el Profesor Hénocque, de quien tomamos estos datos, la espectros- copía de la sangre estaba reservada á la experimentación fisiológica. Es verdad que ya se hacían algunas á la medicina legal y á la toxicología, pero aún no había ingresado á la clínica, es decir, á la observación dia- ria de los enfermos. No debe sorprendernos que así sucediera, si nos representamos en la mente la complicación de los procedimientos y de los aparatos que se empleaban en los laboratorios; así como la nece- sidad de obtener una cantidad de sangre bastante considerable por me- dio de la sangría ó de ventosas, las diversas manipulaciones de la mez- cla de la sangre, con un líquido neutro, y las diluciones en el agua, al abrigo del aire (Hénocque). En la actualidad los instrumentos de Hénocque, su hematoscopio, su espectroscopio, y los de otros autores como Yvon y Vogel bastan para esta clase de investigaciones. Si consideramos la hematología en general, los instrumentos de Thoma-— Zeiss y de Hayem para contar los glóbuios, los de Fleisch, Gowers, y otros para la hemoglobina; y los diversos procedimientos de coloración, para caracterizar los leuco- citos, podemos ya hacer estudios histológicos y bacterioscópicos de la sangre, que son de mucha utilidad para el diagnóstico. Hay otros métodos, que actualmente aplicamos á la clínica,*que no son tan expeditos como los que acabo de referir ni tan complicados y laboriosos como los primeros; tienen un lugar intermedio, exigen ne- cesariamente un laboratorio: tales, los que emplea la bacteriología, pa- ra determinar con exactitud si un producto patológico contiene bacilos de Koch: no bastando á veces la simple bacterioscopía y, necesitándo- se recurrir á la inoculación. Lo mismo sucede cuando se pretende de- mostrar la virulencia del bacilo de la difteria: es indispensable inocu- lar á un cuy. Más adelante referiré algún caso de este género. A 4 id? rie PEO > $. ERAN AS. Me po 4 el y A . PENE | Y 2 P » id » IED % METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 7 Ñ El estudio microscópico de las heces, los vómitos, esputos, y el del Í líquido céfalo — raquídeo son de una aplicación, podemos decir, diaria; aunque, á decir verdad, el último es muy poco conocido entre nosotros, y por lo mismo no suficientemente apreciado; por lo que hablaré de él más detenidamente. Casi pudiéramos decir que recomendar el em- pleo de los métodos de laboratorio en la clínica, es un lugar común, que á nada conduce; pues todo médico por poca ilustración que tenga, lo tiene bien sabido; sobre todo, aquellos que han recibido una educa- ción moderna. En cuanto á diagnóstico, para reconocer los grandes adelantos que han sido logra- otros, bastaríales hojear un manual de dos por estos medios; sin embargo, no está por demás recordar á al- gunos lo que saben y dar á conocer á otros lo que ignoren. En los úl- timos años, particularmente desde el advenimiento de la bacteriología, se ha ensanchado enormemente el campo de estos procedimientos y -sus aplicaciones, y se ha vuelto indispensable constituir una especiali- dad: la del Médico Patólogo, Pathologist Physician, como dicen los mé- e: dicos de habla inglesa. *k ds * Un médico patólogo, puede concebirse de la manera más amplia y completa, ó dentro de ciertos límites, que, á mi humilde juicio, recla- Eo ma la especialidad. En el primer caso, el médico abarca todo el cam- ' po de la clínica interna, el diagnóstico, es decir la clínica, con todos Sus procedimientos de exploración, que él mismo debe saber ejecutar; E además la anatomía patológica y la terapéutica ó sea la asistencia de los enfermos. Para realizar este tipo, es necesario uná muy larga pre- * paración, después de terminados los estudios. Es indispensable con- currir á una de esas escuelas de perfeccionamiento Post graduate E _Sehool, como dicen los americanos é ingleses; y, todavía se requiere conservar la práctica de hospital; porque, ciertamente, la clínica será la base, y se necesita ver constantemente ó haber visto y atendido en- -fermos, por muchos años. Pero á mi juicio, si el especialista renuncia á la terapéutica y se dedica al diagnóstico, aplicando los métodos clí- 5 8 ANTONIO I. CARBAJAL. nicos de laboratorio, puede prestar grandes servicios á los médicos prác- ticos y á los enfermos. Él mismo se perfeccionará, concentrando su atención, tiempo y estudios á este solo ramo: el diagnóstico, que es la base del pronóstico y de la terapéutica. El resultado práctico de esta especialidad ya se puede prever. Los análisis hechos por médicos tienen la ventaja de ser más útiles, por más completos; más expresivos, por haber sido mejor orientados, y, aún más provechosos, por llevar consigo su interpretación. El médico deberá tener los antecedentes del enfermo, y aun siempre que sea posible examinarlo. El escogerá los productos que debe exa- minar, la manera de recogerlos, y la oportunidad para analizarlos. Se ocupará de buscar lo útil, desdeñando lo que no tenga importancia, aunque la rutina lo haya establecido; y se tomará el trabajo de armo- nizar síntomas y signos, para interpretarlos debidamente y fundar el diagnóstico lo más completo posible. Si carece de los antecedentes del enfermo, muy cauto debe ser para dar una interpretación; mucho más, si no ejerce ó no ha ejercido la profesión, porque se expondrá á con- clusiones falsas ó por lo menos aventuradas; y, de esta manera á de” meritar ante el público sus análisis, por más bien ejecutados que hayan sido. Pondré un ejemplo práctico que ilustrará mi manera de sentir sobre el asunto. Recientemente un amigo mío, práctico muy distinguido y ocupado, me envió un enfermo preguntándome lacónicamente: «¿Espermatorrea ó Prostatorrea?» Examinando al sujeto me encontré con un señor de origen extranjero, no casado, vigoroso, como de 46 á 50 años de edad. Acusaba antecedentes de placeres solitarios, sostenidos por muchos años, y con abuso; no obstante, no suministraba signos claros de que hubiesen ocurrido pérdidas seminales ni blenorragia en ninguna épo- ca. Simplemente se quejaba de haber notado suma rapidez en la eya- culación, y esto lo tenía algo preocupado. Durante ocho días estuve estudiando la orina, tomada de diversas maneras y en las oportunida- des más convenientes. Nunca encontré elementos de esperma, ni de secreción prostática; únicamente me llamó la atención la presencia cons- tante del oxalato de cal y en cantidad, aparentemente, mayor que he at dy de 0 ae ps É Als . PA da 1 Mo e EN % y Sy re A A ' + NA A: - e “ ' Es AE - METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 9 | 1 que normalmente se elimina por la orina; sin que, por otra parte, perdiera referir á medicinas ó alimentos especiales. Concluí: «que nguna de las dos enfermedades que se sospechaba existía; y que, pro- PA b: ente, bastaba para explicar el fenómeno que al enfermo preo- eupaba, una simple irritación medular y testicular, Ó prostática; con- de secuencia del antecedente bien definido, que se debía reputar como causa.» Un simple análisis hubiera dejado en duda al médico que aten- dió al enfermo; un estudio completo y maduro le permitió formar jui- cio más acertado de la enfermedad y dar consejos apropiados al pa- ciente. Otro caso que demuestra cómo sólo una experimentación de labo- - ratorio puede resolver una duda de carácter clínico, esencialmente práctica: Hace cuatro años el Doctor H. G. debía resolver esta consul - ta. «¿Si podrían volver á reunirse en la misma habitación varios niños que habían sido alejados de uno de sus hermanos que tuvo difteria y de la cual se encontraba ya curado?» Dicho doctor me hizo la honra de confiarme el examen bacteriológico del caso, encomendándome la so- lución. Para contestar la pregunta, que como se comprende implicaba una gran responsabilidad, hube de trasladarme á la casa del enfermi- to, tomar yo mismo el producto de las amígdalas y hacer una siembra s en tubos de suero de Lóffler. El niño, como de 3 años de edad, había Bu, tenido difteria, bien caracterizada hacía tres semanas, y ya estaba en 5 convalecencia, perfectamente sano. La siembra dió resultado positi- Y YO, y fué aislado el bacilo de Klebs — Lóffler, bien caracterizado por sus y Mrictaccs de cultivo, coloración, etc.; pero era indispensable saber | si conservaba virulencia. Se inoculó un cuy con cultivo puro; y, como ES asaran ocho días sin haber presentádose fenómeno patológico, se de- e claró que había perdido su virulencia el bacilo, No había peligro en que volvieran á su casa los niños que se habían cambiado temporalmen- te e d te á otra para evitar el contagio. stos ejemplos demuestran la grande utilidad y en caso dado la ne- osidad absoluta del empleo de los métodos de laboratorio. e el presente escrito no pretendo tratar de todos ellos, sino sola- 1te de tres, que se refieren á la Hematología, la Urología y el exa- 10 ANTONIO J. CARBAJAL. men del líquido céfalo —raquídeo, que es de reciente introducción á la clínica. Fx La HemMaAToLOGÍA cLíNICA ha adquirido tal desarrollo, y perfeccionado tanto sus métodos de investigación, que pocas son las enfermedades en las cuales no puede suministrar algún dato, ora positivo, ó bien nega- tivo; pero siempre de valiosa ayuda para el diagnóstico, en medicina interna y externa ó quirúrgica. Bajo dos aspectos, dice el Dr. D'Acosta, debemos considerar la he- | matología moderna: los datos clínicos que proporciona pueden ser pa- Ñ tognomónicos de la enfermedad ó simplemente auxiliares; pero que | relacionados con otras manifestaciones patológicas son complementa- rios ó esenciales para establecer la naturaleza precisa del padecimiento. Respecto á los primeros señalaremos la leucemia, el paludismo, la fiebre recurrente, la filariosis, la tripanosomiasis, la piroplasmosis; es decir, en su mayor parte, las enfermedades parasitarias, en las cuales el germen está en la sangre. En la anemia perniciosa hay también un tipo hematológico, si pueden eliminarse dos causas que la producen: 0% el envenenamiento por la nitrobenzina, y algunas anemias secunda- E rias, debidas á parásitos intestinales. A En el segundo grupo, aunque no patognomónicos son de mucho au- : xilio para el diagnóstico, los datos que suministra el examen de la san- E gre: tales como la clorosis, la enfermedad de Hodgkin, el cloroma, la Pod anemia esplénica, la enfermedad de Osler, la periostitis múltiple, el A : Kala - Asar ó fiebre negra de la India, y las anemias secundarias, que dependen de varias causas. En las anemias secundarias, sólo el exa-= men hematológico puede revelar el grado y carácter del empobreci-. miento de la sangre. El diagnóstico diferencial de la enfermedad de Hodgkin y de la leucemia, descansa únicamente en estos datos. En la pde clorosis, también es indispensable. Es un signo infiel la palidez ó el : color normal del semblante: los resultados precisos de la cantidad de ó bulos y de hemoglobina, que se obtienen por los procedimientos hematológicos, dan una idea exacta del estado del líquido vital. METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 11 Aunque no esencial, su utilidad es grande en otras enfermedades; en la diabetes glicosúrica, el método de Williamson permite descubrir la glucosa en la sangre, cuando ha desaparecido de la orina. Se en- x cuentra la eosinofilia en la triquinosis y varias formas de helmintiasis, ' en la enfermedad de equinococos; la mononucleosis en la viruela y la tos ferina; la leucocitosis y la yodofilia en las lesiones supurativas, y en diversas condiciones sépticas. La suero - reacción de Vidal para con- | firmar el diagnóstico de la tifoidea es bastante conocida, y la hemocul- tura, para obtener un diagnóstico más preciso, si se logra el aislamien- to del bacilo de Eberth. Por este método se han logrado descubrir otros gérmenes en la sangre, tales como el de la fiebre de Malta, Ma- Q erococcus militensis, el neumococo, los de la septicemia maligna, endo- carditis maligna; y, en general, los que producen una bacteriemia: sien- do de palpitante actualidad el suero- diagnóstico de la sífilis, del que hablaré adelante. Los datos negativos no son indiferentes; la ausencia de los signos hematológicos especiales, puede dar lugar á presunciones, más ó me- - nos fundadas en algunos casos: como en la anemia perniciosa, la ne- fritis crónica y aun tal vez la cirrosis hepática. Ya se sabe, esta clase de datos sólo sirve cuando están relacionados con los que constituyen el cuadro patológico. je En clínica, no se edifica un diagnóstico con un solo signo, y aun en Ne" este caso siempre hay que tomar en consideración para el pronóstico, y sobre todo para la terapéutica, el estado del paciente; porque el médico debe fundar su opinión y su conducta, no en la enfermedad, tomada en abstracto, sino en el enfermo, considerado de una manera concreta. Ps Por esto es, que, la interpretación de un solo síntoma ó signo es muy peligrosa, y puede conducir á error. Los más útiles informes que la 3 hematología, día á día, va ofreciendo á la clínica, se derivan del exa- ; A - men morfológico de sus elementos celulares; y van en progreso, los que se relacionan con su constitución física y química. Así, por ejemplo, 12 ANTONJO J.'CARBAJAL. Un campo inmenso de aplicaciones de carácter biológico, por méto- dos muy delicados de laboratorio, ha permitido reconocer en la san- gre las precipitinas, las hemolisinas, las aglumitinas, el índice opsóni- co de Wright, para descubrir la existencia de toxinas, antitoxinas, y anticuerpos y hablando de una manera general, el estado de la san- gre, desde el punto de vista biológico. “Respecto á la uroLoGía no poseemos libros que nos permitan cono- cer lo que se sabía en la Edad media, sobre las enfermedades de las vías urinarias, decía el distinguido profesor Albarrán; pero documen- tos interesantes nos informan sobre el gran papel que ya desempeña- ba en medicina el examen de Ja orina. La uroLocía cLínica debía in- dicaciones precisas, aunque elementales y sumarias á Hipócrates, Galeno y á algunos autores árabes; más tarde, se agregaron multitud de nociones y adquisiciones empiricas, más ó menos científicas, de las cuales algunas encerraban una profunda verdad. El primer libro sobre la orina, remonta al siglo VIT y pertenece á un cierto Theophilo. En Occidente, los más afamados libros fueron los de Ysaac, traducidos por Constantino, y el libro de “Las orinas,” de Gilles de Corbeil, médico del gran Felipe Augusto, que escribió en versos latinos á fines del si- glo XII. La importancia que se atribuía entonces al examen de la ori- na en el siglo XIII lo atestigua una de las Fábulas ó cuento del “Ro- MAN DE RENART;” nos muestra un león consultando una zorra, quien se contenta con decirle: Apportez moi un orinal, Et si verrez dedons le mal. Examinando el precioso líquido, le suministra la poción que debe curarlo. ¿ La urología continúa desempeñando un gran papel en medicina; y su memoria la han conservado los numerosos grabados, miniaturas y cuadros de la época. En los bellos trabajos de Richer y de Meige se Ln e ea! 4 a 4 e E ) pica, METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 13 encuentran reproducidos los más interesantes de estos recuerdos ar- tísticos: hasta fines del siglo XVIII se representa en estos cuadros al médico con una bacinica en la mano, examinando por transparencia el líquido, para juzgar de su naturaleza. Este examen ya se ejeculaba á la cabecera del enfermo, ó bien á distancia, y su simple vista bastaba al médico para reconocer la enfermedad, y formular el tratamiento. (No estamos hoy tan adelantados). Entre las obras artísticas referentes á los uromantes y urólogos, las más notables son las de los pintores fla. mencos, que pintan esas escenas médicas, con la misma exactitud de detalles que se admira en sus cuadros de costumbres, del hogar: en el afamado cuadro de Gérard Dow que está en el Louvre, “La mujer hidró- ” se puede contemplar una de esas escenas, en la que el médico examina la orina de una mujer, probablemente brigthica. En 1847, Montagnana publicó un libro sobre los signos que puede suministrar la orina: entre otras curiosidades se ve allí una gráfica, que represen- ta veintiún orinales con los más variados colores, y esta plancha esta- ba destinada á juzgar de la orina por sus diversos matices. A un lado de los verdaderos médicos urólogos, por doquiera se en- contraban charlatanes, uromantas y uromancianos, que explotaban la credulidad pública, pretendiendo decirlo todo, y aun predecir el porve- nir, por el solo examen de la orina. Entre las pinturas humorísticas del siglo XVIII se encuentra la reproducción de una consulta de uro- mancia: Schalken exhibe un orinal, que le presenta una mujer, y que el urólogo tiene en la mano la forma fácil de reconocer de un niño; en otro, Bilcocq, representa á un grave médico, de luenga barba, exami- nando atentamente la orina de una joven, que hallándose en presencia de la madre, se encuentra por este motivo bastante atrojada, temiendo sin duda lo que pueda revelar sobre su situación el indiscreto examen del bocal. Por una combinación seductora, de apariencia científica y de las maravillosas adivinaciones que prometía, la uromancia se ¡mpuso á la credulidad pública, y si deseamos encontrar los verdaderos funda- mentos científicos de la urología, debemos recordar á Bellini y á Boer- haave, audaz ingenio que pretendió someter los fenómenos biológicos á las leyes de la mecánica y de la física.” 14 ANTONIO J. CARBAJAL. Hasta aquí el profesor Albarrán, de quien hemos tomado lo trans- crito. Durante muchos años el análisis de la orina tuvo por objeto saber si existía alguna substancia extraña á su composición normal, princi- palmente la albúmina ó la glucosa; porque en verdad, una lesión re- nal ó la diabetes, se comprueban con este dato, que no se puede obte- ner por la inspección macroscópica. Además, la sangre, el pus, la urobilina, la acetona, el ácido oxibutírico ó diacético, revelan enferme- dades, períodos de una enfermedad que avanza, y aumenta el peligro, agravando naturalmente el pronóstico, ó una complicación que puede sugerir indicaciones terapéuticas especiales. La composición de la orina, por lo que toca al menos á sus consti- tuyentes esenciales, se sostiene en equilibrio constante, asi como la de la sangre; pero para ello es indispensable la integridad anatomo-fisio- lógica de los órganos que presiden á su formación y eliminación. Mas para que una orina no sea patológica no basta la ausencia de productos anormales, sino que las proporciones relativas de sus com- ponentes se sostengan en el equilibrio dicho. Por esto es que las inves- tigaciones modernas dan tanto valor á lo que se llaman “coeficientes urológicos.” Siendo este líquido un medio de eliminación de los pro- ductos de desecho del organismo, es consiguiente, que la retención de alguno de ellos, ó su eliminación excesiva produzcan un estado patoló- gico; ó sean consecuencia de otro padecimiento, cuya causa primordial se debe investigar. En una persona sana la eliminación de ciertos pro- ductos sigue un curso paralelo, dice Gérard; así es como Zuelzer ha descubierto que la excreción de ácido fosfórico está en una proporción constante con la urea; y, por lo mismo toda modificación en las rela- ciones ponderales de estas dos substancias, indicará una perturbación nutritiva. Por lo mismo, hoy se estudian desde el punto de vista quí- MmICO: 1. Relación del ázoe de la urea al ázog total urinario: coeficiente de utilización de las materias azoadas: 80 á 90 por ciento. (Robin). 2. Relación del carbono, al ázoe total: coeficiente de Bouchard: 87 por ciento. METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 15 3. Relación del anhidrido fosfórico, con la urea: coeficiente de fos- faturia de Yvon: 10 á 12.5 por ciento. 4, Relación del anhidrido fosfórico total al ázoe total: coeficiente de desasimilación nerviosa de Zuelzer: 17 á 20 por ciento, 5. Relación del ácido fosfoglicérico, al ácido fosfórico total: coeficien- te de desasimilación de las lecitinas: 25 por ciento. (Lépine). 6. Relación del ácido úrico, al ácido fosfórico de los fosfatos neutros: coeficiente de precipitabilidad del ácido úrico: 0.20 á 0.25 por ciento. (Zuelzer). 7. Relación del ácido fosfórico de las sales neutras, al ácido de las sales ácidas: coeficiente de alcalinidad de la sangre: 3 (Poelt). 8. Relación del anhidrido fosfórico de las sales terrosas, con el de las alcalinas, de 3 á 3. 9. Relación del residuo mineral, -al extracto seco: coeficiente de des- mineralización: 30 por ciento. (Robin). 10. Relación del ácido sulfúrico de los sulfo-conjugados urinarios, con el ácido sulfúrico total: 1 por ciento: coeficiente de fermentación intestinal: 1 por ciento. (Baumann y Morat). 11. Relación del ácido sulfúrico total, con el ázoe total: coeficiente de excreción biliaria: 20 por ciento. (Zuelzer). Se han constituido tipos urológicos: 1, orinas febriles; 2, orinas go- tosas y de calculosos; 3, cardio -rénales; 4, hepáticas; 5, anémicas; 6, nerviosas; 7, gastro-entéricas; 8, císticas; 9, renales; (nefritis aguda, parenquimatosa, epitelial); 10, nefritis crónica, intersticial, esclerosa; 11, orinas diabéticas. (Spilmam y Kaushaller). La exploración de la permeabilidad renal es un capítulo muy inte- resante para el médico y cirujano. En la práctica todavía no es posible hacer análisis tan completos, como sería de desear; pero al menos hay uno, el relativo al ázoe total, que se va introduciendo, merced al perfeccionamiento del método re- lativo para su determinación. Sobre este punto debo consignar los con- ceptos emitidos recientemente por una autoridad respetable. Los aná- lisis de la orina, escribió recientemente el profesor Labbé (junio de - 1908), si no son racionalmente conducidos, y lógicamente interpreta- 16 ANTONIO J. CARBAJAL. dos, suministran datos que carecen de valor práctico. En el estalo ac- tual de la ciencia, la determinación de la urea, hecha por métodos in- exactos, no tiene valor alguno. Esta determinación, aunque fuera precisa, no tiene interés clínico, bien definido: por lo que toca al en- fermo, más conveniente sería que el médico no la tomara en conside- ración. y La urología clínica ha evolucionado, y hoy se trata de saber, -Ó co- nocer con exactitud, cuál es el grado de utilización de los productos azoados, ó sea el metabolismo de los albuminoides; por lo que toca á la significación que se ha dado á la cantidad de urea eliminada. Na- turalmente también importa saber la utilización de los otros produc- tos hidro-carbonados y minerales. Aparte de la composición química, del estudio de los elementos his- tológicos y bacteriológicos, deben completar el examen de la orina y en algunos casos la diazo-reacción, la crioscopía, y la urotoxia por ejemplo. A Líquipo cÉFALO-RAQUÍDEO.—Este humor normal fué descubierto por Cotugno (1764) y estudiado profundamente por Magendie (1842), quien descubrió el agujero que lleva su nombre, y establece la comu- nicación entre las cavidades aracnoideas cerebral y espinal. Hoy se admite que este líquido, aqua limpida, como le llamaron los antiguos, es segregada por los plexus coroideos y el epéndimo, pasa á los ven- trículos laterales del cerebro y en los espacios subaracnoideos, después á los linfáticos y á los vasos sanguíneos, por intermedio de las vainas perivasculares. Existe en ambas cavidades aracnoideas, la cerebral y la medular, cuya comunicación directa se efectúa por el dicho agujero de Magendie. Investigaciones recientes han puesto en duda la existen- cia de dicha vía de comunicación, al menos de una manera constante; pero es indudable que esta comunicación existe y que el líquido peri- cerebral y el de ambas cavidades aracnoideas se encuentran en rela- ción inmediata y son uno mismo. La circulación del líquido ha sido descrita, de una manera más completa por Cathelin y Milian; compro- A METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 17 O bada por demostraciones anatómicas, experimentales y clínicas, y es como sigue: Los vasos de la gran circulación, aferentes á los plexus coroideos suministran los elementos de secreción: producido en los ventrículos, llena las cavidades aracnoideas, pasa por las vainas linfáticas perivas- culares; llega al receptáculo de Pecquet, luego al canal toráxico, y lle- ga á la subclavia para entrar después á la gran circulación sanguínea. El líquido de que hablamos desempeña un papel mecánico, el oficio de un cojín elástico; la presión á que está sujeto dentro del canal ra- quídeo y el cráneo, está relacionada con la presión arterial y las con- tracciones rítmicas del corazón; y esta presión varía muy poco en in- tensidad, en estado normal; es decir, que se sostiene en un equilibrio constante. La circulación se efectúa de una manera muy lenta, pero su reprodución es rápida, en caso de pérdida; puesto que la cantidad de secreción durante 24 horas se puede calcular de 2 á 4 litros (Mi- lian); siendo la media de 120 á 150c.c. con una presión de 150 mm. y variable según la actitud de la persona; en la posición sentada llega á 410 y en la acostada baja á 125mm. (Kronig). Su aspecto es de agua de roca, enteramente límpida y diáfana, de 1,003 á 1,004 de den- sidad, apenas superior á la del agua, de acuerdo con la cantidad de sales minerales que contiene, siendo la principal el cloruro de sodio que es de seis por ciento, sobre 8 á 10 por mil de substancias mine- rales totales; carbonatos y fosfatos, alcalinos y alcalino—terrosos; mate- ria orgánica 2 por mil; de albúmina (globulina), vestigios. Desde el punto de vista de la crioscopía se puede considerar isotónico, ó ligera- mente hipotónico (0.56 á 0.50); siendo 0.56 el punto de congelación del suero sanguíneo (Achard y Lóper). Histológicamente considerado, apenas contiene unas cuantas célu- las endoteliales y linfocitos, en cantidad tan insignificante que es ne- cesario centrifugar varios centímetros cúbicos para obtenerlas. Las alteraciones patológicas á que está sujeto se revelan, ó por su aspecto, que puede ser turbio, purulento ó hemorrágico, ó por el em- pleo del microscopio, que descubre sus caracteres citológicos y bacte- riológicos. Memorias. T. XXVII1l, 1909=1910,-=2 18 ANTONIO J. CARBAJAL. En cuanto á la presencia del pus ó de la sangre ya se comprende el alto valor diagnóstico; pues las hemorragias cerebrales y meníngeas, sean ó no traumáticas, las fracturas de la base del cráneo, se denuncian por el color más ó menos rojo del líquido, obtenido por punción lumbar; y, aun se ha llegado á distinguir la causa de la hemorragia, según el poder hemolítico. No bastará fijarse en el color, sino se deberá es- tudiar la citología especial á cada caso, para seguir el curso de la afección: cuando aparecen los linfocitos, esto indica un proceso de reabsorción, y si aumentan los polinucleares, es probable una compli- cación infectiva. Estos hechos ya bastante estudiados, han permitido fundar el cromo-diagnóstico, según los diversos aspectos de líquido, que han sido llamados Hritrohemolisis, Xantemolisis y Xantocromía. Pero como hemos dicho, aun cuando el líquido no presente á la sim- ple vista una alteración manifiesta, el examen microscópico revela da- tos de sumo interés. La punción lumbar fué practicada primero por Croning, de Nueva York (1865), con objeto de inyectar una solución de cocaína y produ- cir la anestesia; mas con un objeto terapéutico, el de disminuir la pre- sión intracerebral, fué Kincke, de Kiel, el primero en ejecutarla en 1891. A pesar de que varios autores presintieron el valor diagnóstico de este examen, tocó á Widal y Ravaut el mérito del descubrimiento del citado diagnóstico (1900), que inauguraron con sus investigacio- nes histológicas sobre los derrames serofibrinosos de la pleura; luego, Sicard lo aplicó al líquido que estudiamos. Estos autores con Tuffier y Milian establecieron una técnica y un método correctos que son clá- sicos. Este nuevo recurso ha beneficiado desde luego el diagnóstico diferencial de las meningitis, y al llamado meningismo. Antes de él no quedaba más recurso que esperar el desenlace: si el enfermo cura- ba se decia que sólo se había tratado de meningismo. Hoy podemos, mediante la punción lumbar, afirmar la naturaleza del padecimiento, por la presencia ó ausencia de los elementos celulares; deben contarse - de 50 4 40 leucocitos por centímetro cúbico, para admitir una inflama- ción meningea. Se puede hoy distinguir de esta inflamación la uremia de forma cerebral, la hemorrágia meniíngea, el tétanos, los tumores ce- METODOS CLINICOS DE LABORATORIO. 19 rebrales, la meningitis tuberculosa, los diversos procesos meníngeos, en el curso de las enfermedades, ya generales: como la fiebre tifoidea, sarampión, escarlatina, tifo exantemático (Carbajal), ó locales, como la otitis supurada y otros muchos. Agregarse debe la investigación bacteriológica, como es de rigor pa- ra la miningitis cerebro-espinal, en la que se han encontrado ya el diplococo de Weichselbaum, el estreptococo de Bonhome, los estrep- tococos, estafilococos ó neumococos. El que esto escribe ha encontra- do por lo menos en un tercio de los casos de tifo exantemático un di- plococo que ha designado con el nombre de “glutinoso” y que hace varias años tiene en estudio. La reacción celular, como se llama, ha sido estudiada con mucho empeño por los neurólogos en la parálisis general, en el alcoholismo y en la tabes, corea y sífilis, con resultados más ó menos positivos, de los cuales no hablaré por ahora: bástame lo dicho para venir á la conclusión general, que el estudio microscópico y bacteriológico puede suministrar signos de mucha importancia para descubrir ó confirmar la naturateza de un grupo considerable de enfermedades infectivas ó inflamatorias, generales ó particularmente localizadas á los centros nerviosos, y se impone hoy sin réplica posible al deber de todo prác- tico. A No terminaré esta breve é imperfecta exposición, en la que he tra- tado de realzar, siquiera sea en bosquejo, la importancia en la clínica de algunos métodos de laboratorio, sin hacer una mención especial del gran descubrimiento bacteriológico, que ha fijado la naturaleza pa- togénica de la sífilis y que al comenzar el siglo XX ha consignado una fecha inolvidable en la Historia de la medicina. “Una mujer de 25 años presentaba desde el día 20 de Enero de 1905 un nódulo indoloro en uno de los grandes labios de la vulva. El 3 de Marzo se observaron sifíilides papuloes=escamosas, una hipertrofia ganglionar, indolora y generalizada; así como un accidente primario, acompañado de pápulas ligeramente escoriadas, en los órganos geni- 20 ANTONIO J. CARBAJAL. tales. Una de las pápulas fué extirpada por el Dr. Hoffmann, de Ber- lin, y examinada por Schaudinn. En el jugo de la cara profunda de dicha pápula, vió por primera vez el insigne zoólogo la Spirocheta, ó - Treponema pallidum, agente patógeno de la sífilis. Así refiere Levaditi, el memorable acontecimiento. Muy laboriosos trabajos proseguidos por los dos alemanes citados, y numerosos investigadores de Francia y Alemania han consagrado de una manera irrefutable este descubri- miento sensacional. Tocó ciertamente una parte muy esencial al Ins- tituto Pasteur de Francia, por los trabajos experimentales sobre los “Simios,”” emprendidos por Metchnikoff y Roux, que lograron la re- producción de la terrible enfermedad, inoculando una hembra “Chim- pancé” Troglodites niger, por medio de escarificaciones, en el prepu- cio del clítoris, y el arco superciliar; para la cual, se valieron de la serosidad de un chancro humano y de otros productos específicos, de placas mucosas. Las heridas cicatrizaron, pero á los veintiséis días aparecieron un sifiloma duro, tumefacción indolora de los ganglios sa- télites, y más tarde pápulas escamosas en el dorso, el abdomen y el muslo, Se había logrado la reproducción de la sifilis en una especie de simios antropoides, antes aún, de que el microbio fuese conocido (1893). Posteriormente el estudio patológico se ha ido completando, y ha conducido al punto práctico del mayor interés para la clínica, cual es el de la suero-reacción, como medio diagnóstico, por el procedi- miento de Wassermann, aplicación feliz del método de Bordet y Gen- gon. De manera que toda la patología de la sífilis ha sido ilustrada de manera tal, que en breve tiempo se ha podido completar la anatomía patológica con maravillosos y delicadísimos trabajos; explicar la cues- tión obscura de la heredo-sífilis, y sobre todo crear procedimientos de diagnóstico clínico con la demostración del treponema en las diversas lesiones, tanto del enfermo como cadavéricas y el de la suero—reacción, ó “desviación del complemento,” como se le designa, empleando la sangre ó el líquido céfalo-raquideo que denuncia la existencia de los anticuerpos sifiliticos. La observación clínica ha podido permitir el reconocimiento de la sifilis, cuando las manifestaciones objetivas son claras, visibles, palpa- les; sospecharla cuando existen antecedentes que la justifican; pero m1 oy, merced á la suero—reacción, se explora, por decirlo así, la pro- — fundidad impenetrable del organismo, y por medio indirecto, se des- Y: cubren las sífilis viscerales y latentes; se logra saber, que un individuo 40) 44 no está plenamente curado, mientras existan los signos reveladores de la presencia del Treponema pallidum ó de su paso por el organismo. En resumen, la clínica moderna no puede prescindir del auxilio tan capital y á veces decisivo que pueden proporcionarle los métodos físi- co-químicos de laboratorio, revelándole la composición y alteraciones que sufren en los estados patológicos, los humores naturales del Orga- nismo, como la sangre, la orina, los jugos digestivos, los productos de secreción normales como el líquido céfalo — raquídeo, ó los morbosos como son los derrames en las cavidades, naturales ó accidentales. - Beneficiado el difícil arte del diagnóstico, el pronóstico, la terapéu- tica, así como la higiene, pueden fundarse en bases científicas, porque parten de un conocimiento más completo y preciso de las enfermeda- des. México, Abril 1909. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVIII. LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS,” P£RTENECIENTES A LA “SEGURANZA MINING CO0.”! Por el Ingeniero de Minas José Villafaña, M. $S. A. (Láminas 1 y II) GEOGRAFÍA Las minas de Coronas y Anexas están situadas en el Mineral de Za- cualpan, al S.W. de la población, á 44 kilómetros de distancia. La población de Zacualpan está situada á los 18%43' de latitud N. y 33 de longitud Oeste de México y á 60 kilómetros al Sur de la ciudad de Toluca, y ya cerca del límite con el Estado de Guerrero. Tie- ne unos 6,000 habitantes. El cerro de Coronas está á 2,500 metros sobre el nivel del mar; el clima es templado en la población y frio en la mina, la cual está ro- deada de arboleda perteneciente al Municipio. Para llegar á las minas de la Compañía se toma en Toluca el tren que conduce á San Juan de las Huertas. Allí se toma caballo, llegan- do en cuatro horas á Agua Blanca y en cuatro horas y media á Tescal- titlán, donde se pernocta. Al siguiente día se continúa á caballo para llegar al mineral de Sultepec, de allí en seis horas y media á la mina de Coronas. Hay otro camino por Tenango que es por donde se conduce la car- ga de explotación para su embarque, pero el que indiqué, aunque es un poco más grande, tiene pendientes menos fuertes y es para Viajar el mejor; gran parte de él está cubierto de bosques. 1 Informe rendido al Sr. D. Pedro Abascal y socios, en Octubre de 1908. » 24 JOSE VILLAFAÑA La Compañía de Seguranza tiene arrendada por $ 350.00 mensuales ; la Hacienda de Beneficio de Santiago, para beneficiar sus metales. 4 Los precios de transporte son los siguientes: | De las minas á la Hacienda de Santiago....$ 3.00 á 3.50 por tonelada. De las minas por Tenango á Toluca......... $ 24.00 por tonelada. Se puede llevar maquinaria, aunque con dificultad, en carros, pero la últimamente pedida se ha procurado que venga la mayor parte en 4 - ; ' plezas, para transportarlas á lomo de mula. DescrIPCIÓN GENERAL DE LA PROPIEDAD Las minas de Coronas y Anexas se componen de los siguientes fun- dos: E O o e IAE Ea o Ni 18 pertenencias. a A A 1 pertenencia. A IA IN 5 pertenencias. á LA AN AAA AS A 1 pertenencia. A 25 pertenencias. La propiedad del terreno superficial que ocupan las pertenencias de la Compañía, está asegurada á favor de la misma, como resultado de las investigaciones que hizo el Sr. J. W. Nivel, actual Gerente de la Ne- gociación, quien recibe á las personas que la visitan con toda correc- 4 ción y les ministra los datos locales como lo hizo conmigo respecto á productos, gastos, etc., etc., por lo cual todos regresamos complacidos de su trato. | La maquinaria que usaron los antiguos dueños ó trabajadores de las minas, se puede decir que es ninguna, sólo el fuelle de la fragua y al- gunas bombas de mano, porque ni el malacate de madera se ha usado en estas minas. Este dato explica por qué los pozos en actual explota- iS ción se han encontrado con metal. En lo que sí desplegaron actividad fué en comer en la superficie el crestón de las vetas, y como dato im- iS portante de la longitud en la mineralización citaré el siguiente: pueden s MA. e x ES ” Ss « e de + rs LAS MINAS DE ' CORONAS Y ANEXAS.” 25 seguirse con cortas interrupciones los comidos, en los 900 metros que forman la mayor dimensión de las pertenencias de Coronas. Los en- sayes de los terrenos en la orilla de los comidos que figuran en el pla- no, dieron leyes desde 0.040 gms. plata y 0.5 gms. hasta 0423 gms. y 2.1 gms. de oro. En la explotación actual, un aumento en la cantidad de agua ha im- pedido que se continúen los trabajos. En efecto, habiendo aumentado el citado elemento en el mejor pozo que tienen las minas (Pozo 6? en veta 4 de Coronas), compró el señor Gerente una bomba y una calde- ra, con las que pronto dominará el agua y continuará la explotación de metal al echado. Las bombas en actual uso son de mano, de éstas se tienen dos en Coronas y cuatro en el Bobo. La maquinaria para cianuración que se ha pedido, tendrá su des- cripción más adelante. El clima es inmejorable de templado á frío y la proximidad de Za- cualpan, una hora de camino, hace que se tenga toda la gente necesaria para los trabajos del interior y del exterior. HisTORIA El mineral de Zacualpan tiene muchos años de existencia y es im- portante como se desprende de los siguientes datos: Han producido bonanzas las ninas de Veta Negra, San Diego, San Miguel, Tlaxpampa, Guadalupe, Carboncillo y El Alacrán. De 1835 á 1843 sólo la mina de El Alacrán produjo á D. Roque Diaz, 7 millones de pesos, en el cruzamiento de dos vetas. Posteriormente El Alacrán y San Fernando han dado bonanzas; ac- tualmente Carboncillo está dando gran producción, como manifestaré después. También están en productos: Cuchara y Anexas y Guadalupe. La más próxima de las minas citadas á la de Coronas es la mina de Carboncillo. La proximidad de esta mina á Coronas y la circunstancia favorable de tener el Socavón de Zaragoza cortada, con toda probabilidad, si no 26 JOSE VILLAFAÑA. la veta principal de Carboncillo sí algunas de su sistema, me hace ex- tenderme un poco sobre la actual situación de esta Compañía. Las vetas de Carboncillo son de sistema diferente á el de Coronas y Anexas. En estas últimas minas se tienen dos sistemas de vetas. 1* Sistema ó sea de Coronas, con vetas de rumbo N.E. 6% á 15* y echado al N.W. y que atraviesan las pertenencias de Sur á Norte. 20 Sistema ó sea de Carboncillo, con vetas de rumbo N.W. 25% á 359 y echado al S.W. y que atraviesan oblicuamente las pertenencias de Don Roberto y el Sur de Coronas. Estos dos sistemas reuniéndose al Sur, constituyen una serie de in- tersecciones importantes, en la parte Sur de Coronas que linda con Milagro. Uniéndose al Norte de la pertenencia de Don Roberto con la veta número 9 del Socavón de Zaragoza, las vetas del 2% sistema, forman otra serie de intersecciones. Estas tienen la ventaja de ser productivas como lo fué una para la bonanza de D. Roque Díaz, además que el se- gundo sistema es el de Carboncillo. Veamos lo que puede esperarse del sistema de vetas de Carboncillo para el producto de esta negociación. —Datos tomados del Boletín Fi- nanciero y Minero de México. En el año de 1906 con un gasto de $ 78,607.10 se obtuvo un produc- to de $ 164,540.05. ( En el año de 1907 con un gasto de $ 204,799.19 se obtuvo un pro- ducto de $ 690,519.35. Es decir, que este sistema de vetas que hasta la fecha ha estado ol- vidado y sólo cortadas sus vetas por accidente al perseguir con el So- cavón de Zaragoza el desagúe del primer sistema de vetas de Coronas, es un factor de importancia para el desarrollo de las minas. | En la sección de proyectos describiré el que me parece más apropia- do y barato para el estudio de este segundo sistema. El producto total Wel mineral de Zacualpan, para dar idea de su pa- sado, no he podido averiguarlo, pero la existencia de 8 haciendas de beneficio demuestra la importancia. En estas haciendas se ha seguido el sistema de “patio” y en algunas se ha combinado la concentración LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS ” 27 y la amalgamación. De modo que la cianuración como nuevo método en Zacualpan, viene muy á propósito para “La Seguranza Mining Co.” porque dada la abundancia de sílice, 80 por ciento, de sus metales, es- tá indicada esta modificación, sobre todo en la actualidad, que un siste- ma de beneficio, que antes sólo se aplicaba al oro, ya se ha estado adaptando para la plata con provecho. En cuanto á Coronas y Anexas el dato es de $ 2.000.000.00 de pe- sos de productos en tiempos anteriores. GrEoLocía Y MINERALOGÍA El mineral de Zacualpan está ubicado en la parte oriental de la sie- rra, en la cual se encuentran también los minerales de Temascaltepec, Sultepec, Pregones y Taxco. El terreno es accidentado con pendientes fuertes y barrancas profun- das, siendo la más notable la de Malinaltenango que está al Norte de Za- cualpan, lo que permite abrir socavones para la explotación de las minas. | “Las rocas que dominan en el mineral de Zacualpan son la pizarra ar- cillosa y caliza de colores verde, negro ó gris azulado, algunas veces se les encuentra metamorfoseadas y son cloritosas; también se encuen- tran andesitas. En Coronas, en la pizarra, se encuentran las fracturas que posterior- mente formaron las vetas que tienen la misma roca en el alto y en el bajo. En el terreno de la compañía se encuentran Jas vetas en dos clases de fracturas, lo que me conduce á dividirlas en dos sistemas diferentes: 1" sistema ó vetas de Coronas. 2% sistema ó vetas de Carboncillo. Las cuales ya se describieron antes. Hay también vetas transversales, pero de menor importancia. No obstante, al juntarse con alguno de los sistemas citados produ- cen clavos ricos, los cuales se conocen en el mineral con el nombre de botones. 28 JOSE VILLAFAÑA. En lo general la reunión de dos vetas, ya sea al rumbo ó á la profun- didad, es un indicio grande de rica mineralización; esto está sucedien- do afortunadamente en el pozo 1 del Bobo y en el pozo 6 de Coronas. La matriz que forma estas vetas es el cuarzo en el cual se encuen- tran el oro, la plata, el zinc y el fierro; estos últimos en pequeñas can- tidades como puede verse en las notas siguientes de análisis de mi- neral. Metal molido en la hacienda de Santiago Plata Oro Sílice Fierro Cal Zinc Plomo 0.8:836 4.5 gr. 19pS 11.6p.S 0.9p.S -1.9p.S 24DmS Jales de la hacienda. de Santiago (Lamas). Plata Oro Sílice Fierro Cal Zinc Plomo 0.2477 35 gr. 81pS 91p32S 08p.2 33p2 2p.32 Los minerales que se encuentran en las vetas de Zacualpan son: proustita y pirargirita (rosicler claro y obscuro), la chalcopirita (zo- tlanque), la pirita de fierro amorfa y argentífera (pasta), la pirita de fierro cristalizada, la galena y la blenda; estos dos últimos acompañan- do á las partes ricas de las vetas. Plata nativa, sulfuro de plata (azulaque), óxidos de fierro argentífe- ros ó minerales en colorados (ixtajales). — Los nombres locales van en- tre paréntesis. Las concentraciones de metal en la veta generalmente llamadas chi- meneas ó clavos, en la localidad se llaman “botones.” Realmente el nombre más adecuado á estas partes nobles de las ve- tas deben llamarse chimeneas, porque generalmente, los puntos cor- tados por las frentes con metal han llegado hasta la superficie del te- rreno. Así como se extienden mucho en el sentido del echado, no son muy extensas en el del rumbo, pero entre uno y otro clavo no desaparece por completo el metal. A LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 29 Una circunstancia favorable á la explotación es la forma general de las vetas en sentido horizontal, la forma de rosario. Caminando por una frente con dimensiones de la veta con poco ó casi ningún metal, al aumentar Ja ley aumenta también la anchura de la veta á uno, dos ó tres metros. Algunas veces están las vetas ramaleadas y tienen en su matriz pi- zarra de los respaldos y entre esta pizarra, metal útil; se observa tam- bién entre la citada pizarra, plata nativa, como se ve en pozo 6 veta 4 de Coronas. Los respaldos son generalmente bien marcados. Las minas de Zacualpan son poco profundas. Su profundidad es in- ferior á 200 m. En Coronas el socavón más profundo, llamado de Zaragoza, se tiene 120 m. abajo de la cima de la montaña. MINERAL Á LA VISTA Como he manifestado, la mayor parte de los clavos ó botones dis- frutados por los antiguos, que están cortados por las frentes á rumbo, suben hasta la superficie. Dada la falta de maquinaria para la explotación, no extrajeron los antiguos todo el metal, de modo que en los pozos aterrados ó con agua debe haber metal. Estando atravesadas las pertenencias por nueve vetas y vetillas de las cuales unas están cortadas en un socavón y otras en otro, solamente dos están cortadas, de modo definido, en dos socavones. SOoCcAVvÓóN DE CORONAS Este socavón que tuvo la fortuna de hacer la mayor parte de los cor- tes de veta en metal tiene la particularidad de atravesar de parte á par- te la montaña. 30 JOSE VILLAFAÑA. —— _ _—. —_—_——o_óÓ£$Ó£$Ó A A E Número Anchura Sistemas de de 1á qu orden veta en el corte pertenece Ley de plata Ley deoro Ciasificación Notas 1 1,00 As 0X ,417 3? Una veta. 2 1 .50 1 0 .523 75 Ancho de metal 0.28 3: 0 ,20 1 0 .055 07 Vetilla. 4 3 .20 1 0 .324 10; 5 0 .30 1 0 .109 12 Vetilla. 6 0 .20 1 0 .229 109 Vetilla. l 0 .08 1 0 .110 08 Vetilla. 8 0 .56 1 0 .055 82 Veta. Produce agua pota- ble. 0 0 .70 1 0 .125 07 Veta. 10 1 .25 1 0 .140 02 Veta. NoTA.—Las yvetillas tienden á reunirse á las vetas. La veta núm. 6 se ensancha inmediatamente después del corte y ha dado metal tanto al Norte como al Sur Socavón del Bobo Este socavón ha cortado dos vetas. Si se prolonga unos 40 metros en la parte marcada con una línea roja en el plano se llegaría á la pro- longación de la veta reconocida en comidos de importancia que corres- ponden á veta núm. 6 de Coronas. Número Sistema de Anchu:a á que orden en el corte pertenece Ley de plata Ley de oro Clasificación Notas 1 Om .86 lo Ok .329 10 Veta. 2 0 .00 1 0 .124 06 Veta. Con metal 0.25. Socavón de Zaragoza En este socavón se cortan 9 vetas conforme á la lista adjunta. Múmero Sistema de Anchura e orden en el corte pertemece Ley de plata Ley de oro Clasificación 1 0m,54 ES 0 .118 2.0 gr. Veta. Aun no se ye el bajo. ' el DTS 20 0 .080 0.8 Veta. MEN 3 0 .13 2? 0 .090 0.3 Vetilla. 7d A AN LAS MINAS DE ' CORONAS Y ANEXAS.” 31 DL AMLO. ALA OA E AE EEES E A E A Número Sistema de Anchura á que á orden en el corte pertenece Ley de plata Ley de oro Ulasificación | 4 5 .30 20 0x .039 1.0 Veta. Algo de plomo | 5 6 .06 20 0 .158 2.5 Veta. Con ramaleo. 6 2 .40 20 0 .125 0.3 Veta. Con ramaleo 7 1 .20 20 tepetate. Veta.? Caída. 8 2 .10 22 0x ,020 0.5 Veta. Con ramaleo. 9 2 .00 10 0 .030 0.0 Veta. La veta núm. 1 de este socavón corresponde á la núm. 6 de Coro- nas, por esta razón se aprovecharán los 78 metros que se tienen la- brados al Norte para provocar la comunicación entre este socavón y el de Coronas. - La frente Norte está en sus 78 metros labrada por el alto de modo que puede tumbarse el metal que tiene en la parte que da ley costea- ble. Los ensayes que dió esta frente fueron : Ancho Ley de plata Ley de oro 0,40 Lx ,199 1.0 gr. 0 .9%4 0 .288 - AA 0 .78 0 .737 IS 2 .00 0 .089 05,, 0 .54 0 .118 AN La veta núm. 9 de Zaragoza corresponde á la núm. 10 de Coronas y forma con la serie de vetas del segundo sistema varias interseccio- nes que creo de importancia. Aunque las leyes de estas vetas en los cortes son muy bajas convie- ne estudiarlas conforme vaya teniendo dinero la compañía, porque le darán vida para muchos años. Estudiadas las vetas en sus cortes estudiemos las frentes á rumbo de las mismas. SOCAVÓN DE CORONAS. Veta núm. 1. Restos del metal del clavo que disfrutaron los antiguos, aunque ya de leyes bajas Los ensayes de las muestras en varios puntos de la veta son: 32 JOSE VILLAFAÑA. ancho Ley de plata Ley de oro 0.39 0. 294 1.5gr. 0. 85 0. 417 ST 0. 39 0. 285 0.5 ,, 1. 23 0. 389 1.6 La prolongación de la frente norte sobre esta veta es de importan- cia después de dar un pequeño crucero al bajo ó aprovechar el exis- tente, porque se pasará debajo de importantes comidos. [ Véase el plano]. Veta núm. 2. Al sur comunica luego con veta núm. 1 de modo que puede consi- derarse como uno de sus ramales. Costado norte del corte de veta por Socavón de Coronas: 1.”50 de ancho;—ley de plata 0.523; ley de oro 7.5 gr. Veta núm. 3. Hay un pozo á 8” al sur, está aterrado. En su labio sur se tomó la muestra que dió: Ancho 0.”28 — ley de plata 0.*055 — ley de oro 0.7 gr, Veta núm. 4. Muy importante es estudiar por donde pasa al sur esta veta que ha dado clavos tan productivos tanto al norte como al sur de su corte por el Socavón de Coronas. [ Véase el plano]. Al norte toca la frente sobre esta veta, otras dos partes con metal. Las muestras de esta frente dieron: Ancho Ley de plata Ley de oro 0.55 0.: 060 0. 1. 23 0. 010 0. 1. 28 0. 070 0 LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 33 Aucho Ley de plata Ley de oro 1.16 0.406 4, gr. —En labio norte comido que está á 40. al S, del tope de la frente. 0. 58 0. 115 0.9 ,, 0. 85 0. 010 VD 4 1. 00 0. 020 0 E 10 0. 246 DL 0. 60 0. 074 dr Us 1. 40 0. 035 Di 1. 00 0, 548 08 ,, 2. 20 2. ,, —Al6nm al N. del corte por crucero de Coronas. En esta veta núm. 4 los comidos deben tener metal al echado. Esta noticia hizo desaguar al pozo 6% y los ensayes de este pozo fueron: Ancho Ley de plata Ley de oro 1.30 0.x 249 1.5 gr. —Cerca del plan del pozo. la NA 1. 682 pia: EA 1. 10 0. 114 10H 0. 97 0. 064 1.5 ss 1. 05 0. 074 1 0. Y 0. 208 1.5 ,, —Cerca de boca del pozo.. 1. 9 0. 324 LA Sobre estos y los demás ensayes tomados, debo advertir que son sobre el revolturón y apartando ó preparando se obtienen mejores leyes. Este pozo núm. 6, que es la mejor labor que tienen las minas, por el cambio importante que ha tenido en su plan, ha producido en el mes que precedió á mi visita á las minas, 25 de Agosto de 1908, lo si- guiente: 200 toneladas de 1.*600 plata y 6 gr. de oro. Suponiendo á 50 cvs. la onza Troy en New York y á $1.10 el gra- mo de oro produciría un valor líquido de $5,448.00 cs. Como se está dando crucero al alto y todavía no se encuentra el re- Memorias. T. XXVIII, 1909-1910.—3 | pod y 34 JOSE VILLAFAÑA. lís se tiene más de dos metros de anchura de metal. Así es que esta labor presenta un cambio muy favorable. Aunque no se sabe cuanto irá el metal á los rumbos, pero ya he manifestado que los clavos no se extienden mucho á los rumbos, mientras que sí se extienden al echado. Además si se continúa un crucero al alto 14” 6 15” hasta cortar la veta núm. 6 como está indi- cado en el perfil, creo se puede obtener un punto muy productivo. Para lograr lo anterior es indispensable desagúe y extracción moder- nos. En cuanto al agua ya he manifestado que se compró una bomba de vapor directo. Pero para el metal y tepetate se requiere un malaca- te de vapor, el cual se moverá con la misma caldera. Importa para el porvenir de la mina bajar violentamente los 48" al echado que faltan para llegar al nivel del socavón de Zaragoza. Igual- mente avanzar la frente Norte sobre veta núm. 1 del socavón de Za- ragoza, 118 metros como está indicado en el plano; así como dar un corto crucero en caso de que no se hayan reunido ya al nivel de Za- ragoza las vetas 6 y 4. Efectuada la comunicación indicada, se hará la explotación del me- tal del pozo 62 de Coronas, de un modo económico, puesto que la ha- cienda de cianuración se establecerá inmediata á la entrada del soca- vón de Zaragoza, y poniendo rieles en este último socavón, se llevará el metal con poco costo. De paso expondré la importancia de la frente Norte sobre veta nú- mero 1 del socavón de Zaragoza. Esta frente que ya tiene actualmente 78 metros de avance, está dada por el alto de la veta y tiene algún metal que puede aprovecharse. Las leyes de esta veta fueron: Ancho Ley de plata Ley de oro 0.40 0.k 179 1. gr. 0. 94 0. 288 NO 0. 78 0. 737 IRA 2. 00 0. 089 0.6, j re LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 35 Al prolongar esta frente al Norte pasará en su trayecto 66 metros debajo de un comido que se ve en el plano, en donde comienza el cru- cero al nivel de Coronas, luego pasará debajo de otro comido antes de llegar á alcanzar el lugar que en el plano se llama Chontalpan y por fin alcanzará á los 418 metros de longitud el clavo en actual explota- ción en el Bobo, 14 metros más abajo de los planes actuales de esta última mina. Esta frente Norte, sobre veta núm. 1 de Zaragoza, dejará hacia arri- ba toda la explotación conocida, así como de un macizo de importan- cia de 66 metros verticales, abaratando su explotación de un modo no- table. Facilitando además, por ir casi por el centro de la pertenencia de Coronas la ejecución de cruceros dirigidos hacia las demás vetas y vetillas de que he tratado. Por lo expuesto anteriormente, se va viendo la necesidad de gran desarrollo en metros de avance que exige esta negociación minera, aunque tenga que trabajar sobre vetas duras % tenaces por la gran can- tidad de sílice; pero que tienen la gran ventaja de clasificarse entre las vetas de «pinta limpia» propias para la cianuración. Forman parte de estos avances los 48 metros de pozo y los 118 me- tros de frente que he citado como necesarios para'conectar los socavo- nes de Coronas y Zaragoza, por vetas núms. 6 y 4. | Igual necesidad de conexión para abaratar la explotación requiere la conexión entre las minas de Coronas y del Bobo, lo cual se conse- guirá avanzando una frente al Sur 43 metros y perforando un pozo al echado 34 metros, como se indica en el plano. Ejecutadas las comunicaciones indicadas se tendrán comunicadas las minas de Bobo y Coronas con Zaragoza, haciendo económica la explo- tación de todas las minas. En uno de los cruceros al alto en veta núm. 4 de Coronas sólo se ha comenzado á cortar la veta núm. 6, si esta veta se acaba de cortar con 5 metros de avance, es posible dé metal desde luego, porque 40 metro más al Sur hay un comido sobre ella. El ensaye de la parte picada dió: 1"10 ancho, 0*020 de ley de plata y O gr. de ley de oro. 36 AR JOSE VILLAFAÑA. Vetilla núm. 5 Tiene poco desarrollo é importancia. Ancho 0”30, ley de plata 0109, ley de oro 1.5 gr. Veta núm. 6 Tiene poca anchura metalizada en su corte por el socavón de Coro- nas; pero tanto al Norte como al Sur tiene comidos sobre metal. Ade- más al Norte se bifurca. Véase el plano. Los ensayes fueron: Veta núm. 6.— Socavón de Coronas Frente Norte — por el alto: ancho 0”27, plata 0*298 gr., oro 2.0 gr. = Frente Norte — por el bajo: ancho 0”35, plata 0'528 gr., oro 2.5 gr. En su corte —ancho 020, plata 0*229 gr., oro 1 gr. Frente Sur.— Veta núm. 6 Ancho 1m16 0. 64 0, 51 0. 40 Ley de plata Ley de oro 1: 998 2.0 gramos. 0. 174 A 0. 535 ER 0. 065 05 En esta frente hay varios comidos y los pozos con agua se dice tam- bién quedaron con metal, Veta núm. 7 Esta es ura vetilla que en su corte tiene sólo 8 cm. con metal y la muestra dió 0*110 gramos de plata y 0.8 gramos de oro. Hay un pequeño comido, pero reviste poca importancia. LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS..” 37 Veta núm. 8 Esta veta de 0"56 cm. de ancho, da 0'055 gramos de plata y sólo indicios de oro. Tiene ramales á sus costados en extensión de tres metros. Sólo se conoce esta veta en su corte. Veta núm. 9 También sólo es conocida en su corte. Ancho 070. Ptata 0*125. Oro 0.7 gr. Produce agua potable. Veta núm. 10 Cortada cerca del cabo W. del socavón de Coronas, se siguió sobre ella una frente de 21 metros al N.E.; está en colorados (ixtajales). Ancho 1”25. Plata 0*140. Oro 0.9 gr. Esta veta que es la misma, con toda probabilidad, que la veta núm. 9 del socavón de Zaragoza, forma con las vetas del segundo sistema una serie de intersecciones de importancia. VETAS DEL SOCAVÓN DE ZARAGOZA Las vetas cortadas porel socavón de Zaragoza sólo se conocen por sus cortes, excepción hecha de la veta núm. 1, que como expuse, co- rresponde á la veta núm. 6 de Coronas y tiene una frente labrada por el alto de 78 metros de longitud. Sus ensayes constan en la página 36 de este informe. También manifesté que este socavón cortó las vetas del segundo sis- tema abriendo un nuevo horizonte á la Negociación de Coronas y - Anexas. 38 JOSE VILLAFAÑA. Socavón de San Felipe Poco hay que decir de este socavón que desgraciadamente lleva gran parte de su trayecto fuera del terreno de la Compañía, como se ve en el plano. VETAS CORTADAS POR EL SOCAVÓN DEL BoBo Las vetas que cortó el socavón del Bobo son dos: veta núm. 1 y ve- ta núm. 2. La veta núm. 1 está también cortada por 3 cruceros; véase el plano. Sobre esta veta se ha encontrado metal y el pozo núm. 1 del Bobo que está labrado en ella, es una de las labores en actual explotación. Los ensayes de esta frente son: Ancho 1."20. Ley de plata 0. 124 gramos. Ley de oro 0.7 gramos. AOL e Dis29 TY e, O OD tn Y ANA ,» 0. 483 E A OSI 00 100 Ac iS AAA 07390 Lc ME O » 0. 045 IOMA: os ,», 0. 989 pd ASE A 2 OLE Veta núm. 2. Ancho 0.125. >” 0. 50 > > > 0. 15 yb) »” » 0. 60 » » ,, 0. 83 > ” » 0. 63 » » > 1. 00 »” ” > 1. 00 >> ph] > 0. 40 3 >> pl 0. 38 >” >> > 0. 40 2> > 0. 30 5 > POSSPSRReRPeS 054 200 039 094 258 180 025 055 070 075 Ley de plata 0.* 124 gramos. : 025 l. 0.7 1.8 0.8 de 0.3 1.5 4. pp) Ley de oro Tope frente 0.6 Sur. gramos. LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 39 Ancho 1."10, Ley de plata 0.* 045 gramos. Ley de oro 0.3 gramos. » 0. 55 Se pes 0. 069 si de ná Es pe »” 1. 25 ” , 0. 148 3 » » 2. »” »” 0. 65 » » 0. 069 3 ») »” 1, , »” 0 91 3) »” 0. 030 eb) eE >) 0.4 »” »” 2 20 »” ,» 0. 044 3 »” ” 1, ,”» A 08 20 € OI: $ OSI 3 ” 0. 50 ” ” 1. 290 » »” > 10. ” : » 0 70 33 2 0. 040 3 > ee) 0. ”» » 0. 54 » »” 0. 025 »” » »” 0.1 ,> Veta núm. 1 del Bobo. — Pozo núm. 1. Ancho 2.00, Ley de plata 0.* 284. Ley de oro 1. gramos. E DT, o A NE E O 20. ,, e DUO. ses LOs » BEspecial.-Plan del pozo. E RA dl SS DU e qee » Plan pozo -ramaleo. A. AB: 7, eL AO dan a O POB ES SUL: »”» 1. 40 >) »” 0. 447 ” er, 3. ” AO. :90..... OO A An A O A E 3402 a 3) ¡AIN del pozo 4,11 del plan. ”» 0. 8l 3 » 0. 385 ,> »” 5. ” sa O das Ls O ds »” 55 ,,.. AIN. del pozo á 21m del plan. Nota.— Todos los ensayes están tomados en revolturón. Si se prolonga el socavón del Bobo como se indica en el plano, con toda probabilidad se cortará la veta 6 de Coronas. El pozo núm. 1 del Bobo es una de las labores productoras en la actualidad, la chimenea de metal que explota ha venido desde la su- perficie; si bien se estrechó en la boca del pozo actual núm. 1, (véase el plano), se ha ido ensanchando en el sentido delírumbo hasta tener 21 metros. Lo mismo sucede en el sentido del ancho de la veta por- | que en su plan casi están juntas las vetas núms. 1 y 2, (véase el perfil). La frente al norte aún continúa con metal. La producción de esta labor, parte en avance parte en disfrute, es de diez toneladas diarias de una ley de 800 á 900 gramos y 4% gra- mos de oro por tonelada. iia di EN 4() JOSE VILLAFAÑA. Como la extracción y el desagúe en esta labor pueden hacerse por métodos modernos, creo que es susceptible de duplicar su producción al tener una bomba y un malacate de vapor. Como se ve los ensayes en lo general son bajos, pero indudable- mente el futuro desarrollo de los trabajos en las minas pondrá á la vista mayor número de puntos de donde tomar metal de buena ley. En el párrafo de «cianuración » daré el detalle de una experiencia muy importante llevada á cabo en Guanajuato sobre metales de baja ley de plata é ínfima de oro que sirvieron de base para una de las haciendas modernas. Se trata de metales de solamente: 500 gramos de plata y 3.3 de oro, leyes que pueden obtenerse en las minas de Coronas y Anexas. Por el momento hay que sujetarse á las labores en actual producto que son: pozo núm. 1 del Bobo y pozo núm. 6 de Coronas. A ambas labores las considero, al aplicarles métodos modernos de extracción y desagie, susceptibles de producir 40 toneladas diarias de 800 á 900 gramos de plata y de 4 á 5 gramos de oro. Con estas leyes está más adelante hecho el cálculo del producto que se persigue en la cianuración. Bien ¡puede suceder que el tonelaje en el pozo 6 de Coronas haga subir la ley, pero para tener más segura esta ley en las 10 toneladas que se tomen de otras labores, dejaremos esas leyes para el cálculo y 50 toneladas por día, para la nueva hacienda de be- neficio. Como se ve el fundamento de este cálculo es la continuación del metal al echado de los pozos citados, pero dada la situación de ambas labores, casi tocando la intersección de dos vetas, (véase el perfil), creo no equivocarme; porque el cálculo seguro, como manifestaré después, sólo se basa en los bordes y éstos aún no están por labrarse. Por lo anteriormente dicho desearía se tomaran en consideración las dos proposiciones siguientes: 1% Aumento de capacidad en la hacienda de Santiago, la cual tra- bajará mientras se concluya la nueva hacienda. 2% Fraccionamiento en la nueva hacienda de Zaragoza. T. 28, lám. 1. 17% . N e. id ¡ ¿ $8 | 8ño A Sade ) y a o ¿ + —8 TRE y á ; > A . ho Ry 5 E SO0CAVON | A LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 4] 1% Aumento de la capacidad de la hacienda de Santiago. Como la tela empleada en las baterías de la hacienda es del núme- ro 60 por estar empleando el sistema de «patio» ahora que ya se van á tener tinas, se puede usar tela del núm. 30, así se obtendrá sin fa- tiga mayor para los mazos un aumento en la molienda. En caso de que los jales queden de ley costeable, se pueden acu- mular y cuando llegue el molino de tubo, llevarlo para Santiago y re- moler las arenas. Así se obtendrá mayor realización, ahora que la mina puede pro- ducir más metal. También se obtendrá la ventaja de disminuir el va- lor de beneficio por tonelada, que por recargarse actualmente sobre tonelaje corto y por lo caro de la leña resulta alto, pues es de $18.00 por tonelada. 2% Fraccionamiento de la hacienda de Zaragoza. La capacidad de la hacienda nueva no es posible saberla al mo- mento, porque depende del número de vetas que se trabajen y del metal que den. Pero si suponemos que sea esa capacidad de 200 to- neladas diarias y se divide en cuatro unidades de 50 toneladas, nada estorba aumentarla á la hora que se tengan en las minas las conexio- nes indicadas para entregar barato el tonelaje á la hacienda nueva. 1% unidad. 50 toneladas diarias 2» 0.» » Eo as A » qe ” 90 , 3) Así se obtendrá menos costo para la primera unidad y quedarán mayores fondos para el desarrollo de la negociación, como he indi- cado. Tanto más creo urgente fijarse en poner fondos á la disposición del señor Gerente cuanto que sin desarrollar el negocio no creo practica- ble entregar 100 toneladas diarias á la nueva hacienda de beneficio. 42 JOSE VILLAFAÑA. Me parece debe el señor Gerente disponer de fondos para avanzar siquiera 20 metros semanarios en sus destajos, para lo cual necesita- rá unos $800 más cada semana. Además, sin hacer las conexiones de las tres minas, Bobo, Coro- nas y Zaragoza, no se podrá abaratar la explotación y el precio de la tonelada que ahora es más ó menos de $24.28 cs., no podrá bajar de valor y mientras más cueste la tonelada menor será la utilidad. Estando las conexiones hechas y desarrollados los trabajos creo que por lo tenaz de la matriz podrá llegarse á $8.00 cs. el costo de extracción por tonelada y así figura este dato en el cálculo sobre cia- nuración. Lo que me he permitido exponer explica lo que en esta negocia- ción de Coronas y Anexas podremos llamar «metal á la vista». No pudiendo tomar estas palabras en su verdadera acepción porque no hay bordos ó macizos que puedan muestrearse por 3 ó 4 lados, pues la práctica moderna precisa que el mineral ó en bordos sólo puede va- lorizarse cuando está descubierto cuando menos por tres de sus lados las labores á distancias razonables según el carácter de las vetas. Pero lo expuesto, me parece, explica que en Coronas y Ánexas se tienen buenas minas, susceptibles de un brillante porvenir, mediante un desarrollo de labores razonable. Que por el momento puede limi- tarse á 844 metros que costarán, sin gastos generales, unos $ 39,479.00 como se detalla en la sección de « proyectos». Que al presente pasa por una transición de poca á regular produc- ción, pero que siguiendo el metal en el pozo 6 de Coronas, puede lle- gar á una altura importante, al presente desconocida por el corto avance en el metal de sus planes. REALIZACIÓN DE METALES. Los metales de alta ley que se obtienen preparando ó apartando los metales de ley inferior se llevan por Tenango á Toluca y de allí á Monterrey á la Fundición. LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 43 Los metales de baja ley se mandan á la hacienda de Santiago que tiene arrendada la negociación. Evidentemente todo lo que se logre aumentar la molienda en San- tiago y lo que después se beneficie en la nueva hacienda, traerá con- siderable economía. Ya he manifestado que los costos de transporte son: De las minas á Santiago de $ 3.00 á $ 3.50 por tonelada. a ña Toluca $ 24.00 por tonelada. Hacienda de Santiago. Esta hacienda consta de lo siguiente: 1 Caldera de 50 H. P. 48” Xx 14” largo. 1 Motor de 10 X 14 de carrera. — 165 revoluciones por minuto. 10 Mazos que dan 85 golpes por minuto — maya del núm. 60. 1 Concentrador Wilfley. 1 dE Frue Vanner. Actualmente la capacidad es de 10 á 12 toneladas diarias, pero cambiando la maya del núm. 60 por maya del número 30 creo que puede aumentarse su capacidad. Los ensayes de metales que se estaban moliendo son: Metales molidos. Ley de plata 0.* 836 gramos. Ley de oro 4.5 gramos. ,» ,» 0. 447 , 3 ” 3.5 ,” Concentrados... ,, sb. 949 > e ,» 31.0 pe 1 AAA Sn 0 SO hs 5 23 q En la hacienda nueva se podrá adelantar mucho en la concentra- ción, véase el párrafo «experiencias en Guanajuato », con la ayuda que la cianuración prestará á la concentración. Las pruebas sobre cianuración en la hacienda de Santiago han sido satisfactorias y puesto que la matriz es sílice (80% ) son muy apropiados los metales para la cianuración. Pero me parece conve- a? LAA Mi dd AS 4 4 JOSE VILLAFAÑA. niente consultar la opinión del Ingeniero metalurgista Francis L. Bosqui para dar el último detalle á la maquinaria de Cianuración. Los análisis de los últimos minerales de alta ley han sido: Concentrados: Plata 7.*760; oro 274 gramos; fierro 20%; sílice 23%; azufre 27%; plomo 3%; zinc 31%. Metales de explotación: 8.*150;oro 34 gramos; fierro 16%; sílice 48%; azufre 19%; plomo 0; zinc 13%. En la hacienda se recoge en los concentrados 60% y en el pa- tio 39%. Hacienda de Cianuración de Zaragoza. La nueva hacienda de 100 toneladas diarias de capacidad constará de lo siguiente: 1 Quebradora Blake de 9 x 15” con capacidad de 8 toneladas por hora. 4 Alimentadores Chalence tipo suspendido. 20 Mazos en cuatro baterías de á 5; pudiendo cada batería trabajar independiente. 1 Separador de lamas y arenas Richardson con 6 departamentos y capacidad de 150 toneladas diarias; enfrente de las baterías. 5 Concentradores Wilfley núm. 5, último modelo. 2 Molinos de tubo de 5' diámetro X 14' largo. — Capacidad 75 tone- ladas cada uno en 24 horas.— Tipo Abner. 1 Segundo clasificador Richardson para clasificar el producto del molino de tubo, también con 6 departamentos. Capacidad 150 toneladas en 24 horas. 5 Concentradores Jonhston,—6' ancho X 11' largo.—banda de hule de último modelo. 2 cajas de precipitación con dos departamentos 19'10” largo X 3'6” profundidad y €' de ancho, hierro en ángulo. 2 Bombas verticales Triplex para mover por banda. — Capacidad 100 galones de agua en un minuto contra 175 pies de altura. 1 Filtro prensa Persin de 18” de diámetro, tipo redondo de 15 placas ' LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 45 CIA EEE RE TE ETE ERES A A con área de 44 pies cuadrados.—Presión 150 libras por pulgada cuadrada. Todo lo anterior valdrá en la fábrica en pesos mexicanos $ 44,075. Falta presuponer los tanques que serán del tipo Grothe Brownier; aún no se determinan dimensiones: falta filtro para las lamas. Todo el mineral se reducirá á lamas núm. 200. Por lo que falta de maquinaria para la hacienda, por construccio- nes, lámina, madera, mano de obra, taller de reparaciones, etc., creo que aún falta pensar en más desembolso. Para dar una idea citaré datos que tengo reducidos á precio por to- nelada de molinos hasta el momento de echarlos á andar: A A $ 1,515.00 por tonelada. E AA O O 2,021.00 ,, sl $ 3,536.00 RR AN O AA $ 1,768.00 De modo que para 100 toneladas diarias se gastarán en la nueva hacienda hasta echarla á andar $ 176,800.00. Para disminuir este gasto primordial, me he permitido sugerir sea construída una unidad de 50 toneladas diarias, dejando para después el aumento en la capacidad de la hacienda de Zaragoza. Resultados que se persiguen en la cianuración, Suponiendo que las 50 toneladas tengan la misma ley que dió el metal que estaban moliendo en la hacienda de Santiago el 9 de Sep- tiembre próximo pasado, se tendrá: 50 toneladas de ley de 0836 gramos de plata y de 4.5 gramos de oro por tonelada á $32.00 el kilogramo de plata y á $1.20 el gramo de oro, valdrá la tonelada de mineral $ 32.15. Veamos que utilidad líquida se puede obtener, suponiendo un po- co altos los costos, porque al rebajar éstos será mayor la utilidad. 46 JOSE VILLAFAÑA. Gastos y productos. DEBE. HABER. Valor del metal por tonelada...... $32.15 Costos. Explotación minera sobre 50 tone- AA UMATIAS 0 a aia ade ba $ 8.00 Molienda y concentración......... 3.00 CIAMUTACION oil DE FE 2.80 $ 13.80 Realización de concentrados...... 1.39 n= E TA E 0.64 Pérdida en cianuración........... 2.13 Derechos, express y fletes. ........ 1.83 5.99 Utlidad Mquida ci. coso E 12.36 $32.15 $32.15 $12.36 X 50 toneladas: $618.00. $618.00 X 30 días, dará utili- -dad por mes $ 18,540.00. Esta utilidad se aumentará si el pozo 6 de Coronas que ha estado dando 1*'600 gramos de ley, continúa. Además lo que produzca el me- tal de exportación. | EXPERIENCIAS EN GUANAJUATO. Las experiencias hechas en Guanajuato con frutos silicosos, de pin- ta limpia con corta cantidad de oro relativamente á la plata, servirán en lo futuro en la Compañía de Seguranza, para el aprovechamiento de metales de bajas leyes. Mineral tratado 0550 gramos plata y 3*%-3 de oro. CONCENTRACIÓN OIANURACIÓN Wilfley Wilfley Colíllas recibídas Residuos Cabezas Colillas Plata Oro Plata Oro Plata 351: Oro 2. Plata 199; 1.3 oro. 211 gms.; 1.3gms. 26 gms. 0.9 gms. Plata 424; Oro 2.7. Plata 222; 1.6 oro. Promedio tota! recogido Plata Oro 92.5 % 94.5 To LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS,” 47 INSTALACIÓN ELÉCTRICA. Hay en el Estado de México, la Compañía de Luz y Fuerza Motriz de Temascaltepec. Esta compañía tiene un contrato con la Seguranza Mining Co., por el cual le concede la exclusiva para comprarle ener- gla eléctrica en el mineral de Zacualpan por 10 años. La Seguranza Mining Co., se compromete á tomar como mínimo 125 caballos de fuerza, pero puede llegar si le conviene á 6,000 caba- llos como máximo. Puede vender el excedente de su uso. Además el contador se colocará en Zacualpan (detalle importante) en la oficina receptora de energía eléctrica. El precio será entre $ 125.00 y $ 150.00 por kilowatt. Según estudios de los señores contratistas costará la línea de mil 4 mil doscientos pesos mexicanos por kilómetro, siendo la distancia á la línea principial de 30 á 32 kilómetros. El gasto es por cuenta de la Se- guranza Mining Co. La línea constará de postes de tripié de fierro, se colocarán cada 100 metros de distancia y tendrán 25 pies de altura sobre el suelo. El alambre de cobre será del núm. 4. La corriente será trifásica, de 23,000 voltios. Suponiendo 32 kilómetros á $ 1,200.00 serán $ 38,400.00 Costo de Instalaciones. Si al valor de la hacienda de Zaragoza ( 100 tonela- O ys a cd dl do dl € $ 176,800.00 se le agrega el valor de la transmisión eléctrica..... 38,400.00 Suma el desembolso0.................. $ 215,200.00 PRECIOS LOCALES. Leña. La leña vale en Coronas $ 6.00 por tonelada. La leña en Santiago vale $ 7.00 por tonelada. LEN E e Ñ 48 JOSE VILLAFAÑA. Carbón. Vale lo mismo en la hacienda que en la mina. Carbón de pino, $ 21.75 la tonelada. Carbón de encino, $ 17.48 la tonelada. Madera. 50 cm. de circunferencia, 6 metros de largo á 40 centavos el metro. 40 , ,) 6 » ” 35 3 ” 30 , , 6 ” ,) 20 3) > 25 rajas de 2 á4 3 metros de largo á 6 centavos el metro. * Tablones. 5 metros de largo x 40 cm. ancho X 5 cmts. grueso, $ 2,25 cada UNO. 3 metros de largo X 40cm. ancho X 5 cmts. grueso, $ 1.20 cada uno, Tablas. 5 metros de largo X 40 cm. ancho X 23 cm. grueso, $ 1.50 cada una. 3 metros de largo X 40 cm. ancho x 23 cm. grueso, $ 0.91 cada ( una. 2 metros de largo Xx 30 cm. ancho x 23 cm. grueso, $ 0.37 cada una. Jornales. Barreteros por día de trabajo, $ 1.00. Peones de patio y en el exterior, $ 0.62. Me: 139, MADE, EL q¿€_xE-- A. -AA4KA/ . 5) 4 Mem. Soc. Alzate. T. 28, lám. IT. pie .Arómoe se FELIPE Al PRINCIPIO Parra, F soñ0. S POCAVÓN Dar E, Enenbhare Aavo, ENVERDA A 50; Ve Oloidada . ES MINAS DE COROMAS E Y ANEXAS. Ñ MINERAL DE ZACUNLPAN ESTADO DE NÉXICO. A EXPLICACION. pue Villaparo Detinación UT Rúbri Escola 424000. Quamozualo 46 Otubre de 1908: * IN SN A NT y a m y ed p Sd, A 4 A » SNA - "My “ 1 s LAS MINAS DE “CORONAS Y ANEXAS.” 49 COSTOS DEL DESARROLLO DE LAS MINAS. Proyectos actuales. Costos sin incluir gastos generales: Socavón sobre veta núm. 9 de Zaragoza...... 104 m. áS 25.00 $ 2,600.00 Frente N. sobre veta núm, 1 de socavón de Za- ragoza, para comunicación................. 1185: 5 45.00 5,310.00 Concluir corte veta núm. 6 por crucero al alto. Me 45.00 225.00 Socavón de Coronas. Pozo en frente N. sobre veta núm. 4, para comunicación............ 34, 50.00 1,700.00 Socavón de Coronas. Pozo 6 en veta núm. 4, para comunicación, probablemente todo en AAN COD. AGUA aiii cinto o o oa es 48 5, 100.00 4,800.00 Socavón del Bobo. Frente $S. en veta núm. 2, para comunicación con CoronasS............ AS 40.00 1,720.00 Socavón del Bobo. Su prolongación al Po- otr id dai 40 ,, 40.00 1,600.00 Socavón de Zaragoza. Su prolongación hasta el lindero, al echado de comidos de impor- 0 ARNES AOS TS A OR ie ATA A AE 65 .,, 50.00 3,250.00 —Socavón de Zaragoza. Frente N. sobre veta núm. 1, después de comunicarla con el pozo 6 en veta 4 de Coronas, con 300 m. de des- arrollo llegará al pozo 1 del Bobo........... 300 ,, 45.00 13,500.00 WIRE Darth el desarrolló... io..coooccccónn 100 ,, 2.00 2,000.00 2 malacatitos, 1 bomba, 1 caldera y cable..... 4,000.00 A O E $ 40,705.00 Que corresponde á un gasto de $800.00 semanarios por espacio de 50 semanas. VENTILACION La ventilación es bastante buena en el Bobo y en Coronas por las comunicaciones de sus socavones y los comidos que llegan á la super- ficie del terreno estableciendo corrientes de aire, y si bien por el asunto del agua fluvial, son fatales los comidos antiguos por la gran canti- dad del citado elemento que cae en el interior después de cada coti- diano aguacero, no lo son para la ventilación, la cual como indiqué es - bastante buena. Memorias. T. XX VIII, 1909-1910.—4 50 JOSE VILLAFAÑA. No sucede lo mismo en elsocavón de Zaragoza, que sólo por su boca se comunica al exterior; la ventilación desde los 200 metros en ade- lante es mala y generalmente no arde ni vela ni lámpara, y fué pre- ciso para medir hacer uso de una lámpara de acetileno, con peligro por la falta de aire para la respiración. Es necesario poner un tabique vertical de tablones delgados, por ser lo más barato. La atarjea inferior al piso, llena su objeto para desagúe, pero no sirve para la ventilación. CONCLUSION Por todo lo dicho espero haber puesto de manifiesto: que en “Co- ronas y Anexas” se tiene una negociación minera de importancia, con un vasto campo de exploración por las vetas que lo cruzan, de las cua- les se puede decir que no son estériles y que pueden dar muchos va- lores en plata y oro; pero con la condición precisa de que se inviertan fondos en su desarrollo en metros de avance, para encontrar mejores leyes. Limitándose por lo pronto á una inversión de $800.00 semana- rios más del gasto actual. Que el importante socavón de Zaragoza servirá por muchos años para ventilación, exploración, desagúe y explotación, mediante las co- municaciones indicadas. Que el nuevo socavón en la entrada ó cerca de la entrada del de Zaragoza puede abrir un campo bonancible sobre las vetas del 2” sis- tema ó sea el de Carboncillo. Que el pozo 6 en veta 4 de Coronas, puede ser, desde luego, el prin- cipio de un clavo de importancia, que requiere sólo un malacatito de vapor y cuele al echado para su desarrollo. Que es bueno pensar sobre los asuntos metalúrgicos en el sentido indicado y en sus costos finales. Que tan importante como lo anterior es el desarrollo del negocio minero. Que la energía eléctrica será un auxilio poderoso abaratando el im- porte de la fuerza necesaria en la mina y en las haciendas, y ayudan- HE S MINAS Da CORONAS | Y ANEXAS? e 51 . f lo faturo con sus rendimientos pecuniarios al vender en Zacual- mn 1 fuerza y luz á las demás negociaciones. ¿FO con este elemento de fuerza barata y el de la cianuración que Deán aprovechar bajas leyes de plata y oro, como indiqué, se puede e, obtener una utilidad segura mensual aunque sea corta, mientras que das labores de exploración rindan metal de exportación ó indiquen de 3 modo “seguro la construcción de más unidades de 50 toneladas diarias ES: de en la hacienda de Zaragoza. Uno ú otro camino llevará al término de bonanza á que han llegado, con menos modernos elementos, varias de de las'minas de Zacualpan, ads Guanajuato, 2 de Abril de 1909, Yo ¡Qe (AA (net ! MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ dALZATE.» TOME XXVII. * PRINCIPIOS DE CLASIFICACION Y COMPARACION DE ROCAS MACIZAS (IGNEAS) Por el Dr] Paul Waitz, M. S, A. Desde que el miscroscopio ha adquirido importantes aplicaciones al estudio de las rocas, se ha cambiado completamente el carácter de la petrografía: antes ramo poco importante y puramente descriptivo de la Geognosia, se ha transformado la petrografía en una ciencia seria, que en unión de la mineralogía, la química, y la física intenta darnos una explicación sobre la composición del globo, sobre las fuerzas y los acontecimientos y reacciones en el interior y en la costra de la tierra. Antes de que se usara el miscroscopio sirvieron como principios de la clasificación petrográfica, además de la edad geológica, el peso espe- cífico y la composición química aproximada, las propiedades de las ro- cas, que macroscópicamente se podían precisar, como color y compo- sición mineralógica macroscópica. La petrografía moderna no descuida estas propiedades sino que las añade á la descripción de la roca y ha creado para estas propiedades una nomenclatura más concisa y méto- dos más precisos; pero para la clasificación, estas propiedades han per- dido mucho en su valor. En lugar de estos principios de la clasifica» ción antigua, la moderna tiene ahora el modo del yacimiento de las rocas (independiente de la edad relativa) y su composición química, propiedades que se revelan con mucha precisión en la estructura y en la composición mineralógica bajo el miseroscopio. El estudio microscópico condujo á la petrografía á las preguntas, de cómo se han formado las rocas (su génesis), de dónde vienen y qué fuerzas causaron su variedad en composición química y mineralógica 51 DR. PAUL WAITZ. y en su estrucctura. Del conjunto de todos estos problemas, en parte todavía no resueltos, resultaron los principios de la clasificación mo- derna de la petrografía, que, como es de esperarse, no puede ser un sistema natural, pues las rocas no son cuerpos homogéneos, sino más bien entre todas hay transiciones. Denominamos según Rosenbusch «Rocas los elementos geológicos de una composición química y mineralógica más ó menos constante- que forman la costra de nuestra tierra!» y tenemos que añadir, que por «elementos geológicos» comprende Rosenbusch partes de la costra terrestre que por su forma, su materia y su génesis forman una unidad. Dividimos las rocas en rocas sedimentarias ó estratificadas ó sedi- mentos y en rocas macizas, ígneas ó eruptivas. Entre estas dos clases quedan las pizarras cristalinas y las tobas volcánicas. Las primeras for, man Casi para todos los petrógrafos una tercera clase, mientras que se unen las tobas volcánicas con las rocas macizas, si aun en el caso, que estén en unión con sedimentos ó más aún si contienen fósiles, de- ben ser tomadas como sedimentos. Dejando á un lado los sedimen- tos, las pizarras cristalinas y también las tobas sedimentadas y clásti- cas, nos limitaremos en estos apuntes á la clase de rocas macizas. Aunque cambia el carácter de las rocas, que pertenecen á esta cla- se, no es dificil precisar las propiedades que son comunes á todas es- tas rocas y lque caracterizan su clase. Sobre todo son características: la forma en que se presentan en la naturaleza, su modo especial del yacimiento, perforando otras rocas eruptivas ó sedimentarias; su ho- mogeneidad relativa, sin estratificación y sin cambio de composición en diferentes estratos, etc., es decir, su carácter macizo y su génesis de un magma Ífgneo, que se nota en la estructura, en la composición química y mineralógica y en los efectos de metamorfismo que causa- ron en las rocas que las rodean. El modo del yacimiento (Lagerungsform, mode de gisement) pue- de ser diferente, pues puede solidificarse el magma al ascender de los focos ya en grandes profundidades, resultando entonces ROCAS ABISMA- 1 Rosenbusch ““Elemente der Gesteinslehre” 2. Aufl. Stuttgart, 1907, pág. 1. ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 55 j LES Ó hasta que haya llegado á la superficie de la tierra resultando ro- 3 cAs erusivas. Es fácil comprender, que en los dos casos el magma se b solidifica en diferentes condiciones físicas y que estas diferentes condi- y ciones deben tener una influencia sobre el aspecto de la roca. Por lo re- | gular esta diferencia ya es perceptible macroscopicamente, pero lo reve- | la mejor el estudio microscópico. Sobre todo la estructura de una roca y el orden de la cristalización de los diferentes minerales son el efecto de estas fuerzas físicas y á los diferentes modos de yacimiento de las rocas macizas corresponden di- ferentes estructuras. Además de la estructura el miscroscopio revela la composicón mine- ralógica y con ésta conseguimos nuevos principios para la clasificación. Correspondiendo á una cierta composición mineralógica una com- posición química más ó menos determinada y constante, por otra parte no pudiendo darnos el microscopio datos químicos cuantitativos con la exactitud que el análisis químico, éste nos proporciona primeramente una comprobación para la clasificación mineralógica y en segundo lu- gar una nueva posibilidad para la clasificación. Fijemos ahora las fuerzas, que como consecuencia del yacimiento geológico, en el cual el magma se solidificó, pueden tener influencia sobre el aspecto de la roca, Los tres factores físicos que pueden tener tal influencia son: La presión, que se ejerce sobre el magma, La temperatura y : El grado de viscosidad del magma. Estos tres factores físicos obran en parte independientes, en parte se modifican mutuamente. La presión depende naturalmente sobre todo de la profundidad en que se solidificó el magma, pero parece que la presión por sí misma no tiene gran influencia sobre la estructura (más bien sobre la combi- nación mineralógica) de la roca, sino que su acción es indirecta, por- que bajo una gran presión no pueden desprenderse los gases que con- tiene el magma y además se conserva mucho mejor la temperatura s debajo de las grandes masas que causan la presión. 56 DR. PAUL WAITZ. La influencia de la temperatura es de gran importancia, porque, mien- tras mayor es su elevación las acciones químicas más fácilmente se pro- ducen y se aceleran, y en sengundo lugar la acción química del magma sobre el material, que lo envuelve y rodea, es más enérgica y por úl- timo disminuye la viscosidad del magma. Pero es de gran importan- cia además la marcha del enfriamiento, porque no puede ser igual el resultado, cuando un magma cristaliza á grandes profundidades lentamente por completo, ó cuando se solidifica una parte en la pro- fundidad y el resto en la superficie de la tierra, ó por fin, cuando el magma se solidifica rápidamente como roca efusiva (Factor del tiemp:). El grado de viscosidad depende, como ya lo hemos visto, en parte de la temperatura. Menos influencia tiene sobre ella la presión mis- | ma, pero esta es de mucha importancia, porque una gran presión im- pide que se desprendan los gases, que tienen tanta importancia para el grado de viscosidad del magma. Pero además de la temperatura y de la cantidad de gases que contiene el magma, su viscosidad depende en primer lugar de su composición química. Vemos, que para todas estas condiciones físicas la profundidad re- lativa, en que se solidificó el magma, tiene una importancia grandísima y podemos aceptarla como primer principio de la clasificación, sepa- rando la clase de Rocas Abismales de la clase de Rocas Efusivas. Entre estas dos clases coloca Rosenbuseh la clase de Rocas Intrusi; vas en Filones, que en parte tienen caracteres de rocas abismales ó de rocas efusivas ó por lo menos sus caracteres se asemejan á los de es- tas clases; pero también en parte ofrecen caracteres que solamente son peculiares á ellas y que se pueden explicar solamente por su modo de yacimiento, es decir, su apariencia en filones. Por esto aparece acepta- ble esta clase de rocas intrusivas en filones (Ganggesteine) pero tam- bién otras propiedades se encuentran solamente en esta clase de rocas. Ha influído mucho la separación de esta clase de las otras en el ade- lanto de la petrografía moderna y ha ayudado notablemente á la solu- ción de varios problemas petrográfico-genéticos. Hay que hacer notar, que no podemos separar estas tres clases de rocas completamente, sino debemos tener en cuenta, que debe ha- ROCAS MACIZAS (IGNEAS) 57 ber transiciones entre ellas no solamente porque el mismo magma, que forma aquí una roca abismal, puede pasar á una roca efusiva allá Ó viceversa, sino también, porque las condiciones, es decir, las fuerzas físicas pueden influenciarse mutuamente de tal manera, que resulten rocas de transición. Aquí debemos mencionar también la influencia que tiene la cantidad de un magma sobre las propiedades de la roca respectiva. Es claro que una cantidad pequeña de magma en el paso por las diferentes capas de la costra terrestre, subiendo del foco á la su- perficie de la tierra ó por lo menos á lugares más altos, se enfría más rápidamente que una cantidad grande, pero como lo prueban los ex- perimentos sintéticos de Doelter, y de otros, también siendo las otra- condiciones iguales, la cristalización en una masa pequeña difiere de la que se opere en una masa grande. lo nos detendremos en la descripción de las diferentes formas de estructuras microscópicas y mencionaremos solamente los dos tipos principales: la estructura granulosa y la porfírica, correspondiendo á las rocas abismales la primera y á las efusjyas la segunda, y haremos notar otra vez, que el modo de yacimiento es de primera importancia para la clasificación. Pero ese modo de yacimiento no coincide con la edad geológica de la roca; esta que anteriormente era de tanta importancia para la clasi- ficación antigua, hoy día no tiene ningún valor para la moderna. Hay que tomar en cuenta esto, porque todavía hacemos uso de la nomen- clatura antigua, pero los nombres antiguos, como p. e. Granito, que an- tes han tenido una significación geológica histórica no la tienen más (co- nocemos p. e. Granitos terciarios? ). Es un gran mérito para Rosenbusch haber siempre trabajado por la idea, de que la edad geológica de las rocas no tiene ninguna importancia para su clasificación, idea que actualmente es aceptada por todos. Dice 1 También el enfriamiento lateral de una masa intrusiva es por lo regular más rápido que el de partes centrales de esta masa. El efecto de esta diferen- cia se nota en las varias estructuras y composiciones mineralógicas de las di- ferentes partes de la masa, p. e. en la formación de una zona porfírica margi- nal, “la facies marginal” de una masa intrusiva. 58 DR. PAUL WAITZ. Rosenbusch en la última edición de su “Mikroskopische Physiogra- phie der massigen Gesteine” Bd. II. 1. Hálfte. Stuttgart 1907, pág. 7: “Se ve que no es necesario, que las propiedades de los tipos de las ro- cas abismales y efusivas sean funciones de la edad geológica, pero en todos los casos deben ser funciones de ¡a profundidad, es decir, de la presión y de la temperatura. Las diferencias peculiares de estos tipos principales son más elevadas que verdades de experiencia y son con- dicionales necesarias y deben ser por eso explicables y deducibles.” Estas condiciones físicas no tienen solamente una influencia sobre la estructura microscópica de la roca, sino también sobre su composi- ción mineralógica y sobre el orden de la cristalización de los minera- les. Pues es bien sabido, que dos magmas de composición química idéntica en diferentes condiciones físicas pueden dar dos rocas com- pletamente distintas. Por eso nos tenemos que fijar para la clasificación de una roca no solamente en su composición química, sino sobre todo en la composición mineralógica porque “las rocas macizas son el re- sultado por una parte de la composición química y por otra parte de las condiciones físicas, bajo las cuales el magma se solidificó.”* El microscopio, dándonos la calidad y aproximadamente la cantidad de los elementos mineralógicos de una composición química más ó me- nos correspondiente á las propiedades ópticas y además el orden de la consolidación de esos minerales, nos proporciona un método bas- tante preciso para la determinación y clasificación de las rocas. Para esta clasificación petrográfica es de primera importancia (des- pués de la estructura) la cantidad de sílice, substancia que en todas las rocas predomina sobre las cantidades de los otros elementos. En la composición mineralógica entra la sílice en forma de cuarzo, en la de silicatos, y también el vidrio de la pasta puede contener una cantidad considerable de esta substancia. Entre los silicatos, los feldespatos son los más ricos en sílice y dan á la roca su carácter. Clasificamos por eso las rocas macizas en Rocas feldespáticas y en Rocas sin feldespatos. El primer grupo está caracterizado por una can- 1 Weinschenk, “Specielle Gesteins Kunde.” Freiburg, 1905, pág. 15. INNER | TEINSCHENK) Ii —aamo_—oOOOOoH——— Ricas sódicas 9 a Mineral preddespato sódico | Mineral de stidad pequeña portancia de Muy frecuenbxena sódica Amfíbola sódica | y ¡con sin con Mineral disti felina Cuarzo Cuarzo | Aspecto gengera y clura aumentando Cantidad pequeña de portancia Cantidad de minerales colorificantes: biotita, amfíbola ó piroxena Biotita Aia Biotita, Plagioclasa rico en (muscovita) Amfíbola SS Muy frecuente al Piroxena sódica Amfíbola sódica Armfibola Piroxena | Rocas de ortoclasa | Rocas de plagioclasa Rccas sódicas e O con sin con - sin sin con sin con con sin con Mineral distintivo Cuarzo Cuarzo Cuarzo Cuarzo olivino olivino olivino nefelina CUArzo _CUArzo Aspecto general Ligera y clara. == —>> pesada y obscura | Ligera y clara Diorita de | Drorita Gnabbro + | Sabbro de Trapp Syenita de | Syenita só- Estructura granulosa Granito Syenita E ; s a 8 >y CUATZO olivino Diabasa nefelina dica Granito sódico A A | a) Traquita Dacita Andesita (Basalto) Fonolita Traquitasó- alía Liparita sódica Estructura porfírica d Melafira 5rfdod. - An IS o a a Porfirita Porfirita diabásica | Keratofira ¿ íÓóKKAáAááAááá)I === _—___ __________——_—__—____—_______—_—__—__——__—_—__—_—__—_ —_ —_>____>>>——_ —IIIMNX(S.]. Mem. Soc. Alzate, t, 28, p. 59. ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 59 tidad de sílice, que basta para la formación de feldespatos, mientras en las rocas del segundo grupo no alcanza para la formación de estos mi- nerales. En este segundo grupo puede haber dos casos: 1) Si hubo bastante silice para la formación de representantes de feldespatos 6 fel- despatoides, menos ricos en sílice que aquéllos, como sodalita, leuci- ta, nefelina y otros, se formaron estos raiinerales. 2) La cantidad de sílice no alcanzó ni para la formación de estos feldespatoides. Muy ra- ras veces encontramos rocas de estos últimos grupos en México y por eso no nos ocupamos aquí de ellas. En las rocas feldespáticas se revela la cantidad de sílice bajo el mi- croscopio de tal manera, que las más ácidas son ricas en feldespatos de potasio (ortoclasa) y muchas de ellas contienen además cuarzo; las más básicas contienen feldespatos de sodio y de calcio (plagioclasas). Entre estas rocas básicas los plagioclasas contienen tanta más propor- ción de anortita cuanto más básicas son, y cuanto más básico es el feldespato tanta más importancia tienen los silicatos ferromagnesia- nos. Pero aun en las rocas ácidas, la biotita, la amfíbola y la piroxena son elementos de clasificación. Una diferencia muy importante entre las rocas ácidas es la presencia ó ausencia de cuarzo libre, y en las rocas básicas tiene la misma importancia el olivino. Doy en el adjunto cua- dro según Weinschenk* una clasificación, en la cual están adaptados estos principios de la clasificación petrográfica moderna. Naturalmente hay entre las rocas típicas, es decir, las rocas típicas de las diferentes familias, transiciones también relativamente á su composición mineralógica y encontramos muchas veces rocas, que, por sus caracteres mineralógicos, deben ser clasificadas como rocas de transición entre diferentes familias, pues las rocas no son — como ya lo hemos dicho antes — cuerpos homogéneos.” Si aun en la mineralo. gía encontramos ejemplares del mismo mineral pero de distintas lo- calidades, que no son de la misma composición química, con mayor ra- 1 L.c., pág. 21. 2 La nomenclatura indica en este caso la transición: andesita basáltica, basalto andesítico, etc. NTRA Ñ * A A | Pr Ar e ; y JA Vi SN + CI , Ar PR e, , k > 60 DR. PAUL WAITZ. zón debe haber cambios en una roca que es un conjunto de minera- les. Sin tomar en cuenta las acciones exogenéticas, á las cuales han estado sujetas las rocas, como inclusiones de otras rocas y su asimila- ción, inyecciones de un magma nuevo, infiltraciones de nuevas subs- tancias por pneumatolisis ó infiltración, ó por fin alteración química posterior, hay que pensar en las acciones endogenéticas, es decir, acciones peculiares del magma mismo, que pueden cambiar la compo- sición química y mineralógica del magma. Tales acciones son p. e. mezcla incompleta (Schlieren), diferenciación magmática á causa de separación magmática, separación por cristalización y por el peso espe- cifico de minerales ya solidificados, y los efectos de todas estas accia- nes dificultan naturalmente mucho la clasificación. Es por eso muchas veces un trabajo en vano inútil y desagradable para el petrógrafo, clasificar una roca teniendo solamente un fragmento y una lámina de ella, sin conocer su yacimiento, y se comprende que diversos peda- zos de una masa eruptiva pueden ser clasificados de distintos modos por diferentes ó aun por el mismo petrógrafo. Sin entrar en más detalles sobre la clasificación mineralógica, que se encuentran fácilmente en muchas obras sobre petrografía, nos ocu- paremos de la clasificación química, que completa la clasificación pe- trográfica y nos dedicaremos sobre todo á la explicación de una de ellas. Como hemos visto, la composición química de una roca se revela cualitativamente y también (aunque no en un grado muy exacto ) cuantitativamente por la composición mineralógica. Para comprobar esta clasificación mineralógica y para completarla sirve el análisis químico. Según lo que dijimos antes sobre las condiciones físicas y su im- fluencia sobre la forma en que el magma se solidificó, no se puede esperar que el análisis químico sólo puede servir como principio de clasificación. Una clasificación puramente química debe separar nece- sariamente rocas, que por su composición mineralógica y otras pro- piedades estén íntimamente relacionadas, y debe agrupar por otra parte rocas muy diferentes. Tal clasificación nunca puede descubrir * ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 61 E > Á ; las relaciones genéticas de las rocas. Por eso dice F, Becke' en una revista crítica sobre el sistema de clasificación de Cross, Iddings j Pirsson y Washington,* con mucha razón, que «esta clasificación sis- temática está muy lejos de ser un sistema natural de las rocas, y pa- rece más bien un archivo (Registratur) bien arreglado.» Desde que Rosenbusch en el año de 1889, el primero*, ha hecho la tentativa de obtener por el análisis químico ciertos «núcleos petro- gráficos» que se encuentran en las rocas; los petrógrafos moder- nos han estudiado estas relaciones con mucho empeño. Sin entrar á una descripción y á una crítica de estas ideas de Rosenbusch, que él mismo más tarde ha modificado, sin entrar tampoco á la de las ideas de Michel - Lévy, Brógger, Lówinson - Lessing y otros sobre este asún- to, vamos á limitarnos solamente al método de una clasificación quí- mica, que en el día es el más usado, sin embargo de que no faltan objeciones no injustas contra él y no obstante que tampoco este método ofrece un sistema natural. Este método fué formulado por Osann, en su «Versuch einer chemi- schen Klassifikation der Eruptivgesteine,»* trabajo en que el autor trae un vasto é interesante material sobre el asunto. Pero antes de descri- bir el método de cálculo de Osann tenemos que decir unas palabras sobre la base de todos estos métodos de cálculo. Como. lo ha mostrado Rosenbusch (1. c.) el análisis químico no sirve directamente para la comparación de las rocas, y todos los que han tratado estos problemas (con exrepción de Michel - Lévy ) son de la opinión de Rosenbusch. 1 Tschermaks mineralog. und petrogr. Mitteilungen. Wien, 1903. Bd. XXII p. 208. 2 “Quantitativ Clasification of Igneous Rocks based on chemical and mine- ral characters, with a systematical nomenclature by Whitman Cross, Joseph P. lddings, Louis V. Pirsson, Henry S. Washington. With an introductory re- view of the development of systematical petrography in the nineteenth century by Whitman Croos.” The University of Chicago Press. Chicago. William Wes- ley € Son, London 1903. 3 T. M.P. M. Wien 1890 Bd. XI. p. 144. “Ueber die chemischen Beziehun- gen der Eruptivgesteine.”” 4 T. M.P. M. Wien XIX. pág. 351, XX. pág. 399, XXI. pág. 365, XXII. pag. 322 y 403. 62 DR. PAUL WAJTZ. El análisis químico cuantitativo nos da el peso relativo por ciento P de los diferentes óxidos de los elementos que forman la roca. Este peso relativo P es el producto del número de moléculas N de estos óxidos por el peso específico molecular p del respectivo óxido: P=Np Implícitamente nuestras fórmulas químicas nos dan ya el peso es- pecífico de los átomos y de este modo también el peso específico mo- lecular, pues Naz0 no dice solamente, que dos átomos de Na se unen con un átomo de 0, sino nos dice también, que Na se une con O en la relación de peso 2x 23 : 1x16. Pero esta relación en las propor- ciones del análisis no es "visible directamente, porque, como lo diji- mos, las proporciones analíticas son el producto del número de molé- culas por el peso molecular. Para los cálculos químicos es preferible usar solamente el número de moléculas N de los diferentes óxidos, que forman la roca y estos números los obtenemos, dividiendo las proporciones que nos da el aná- lisis cuantitativo, entre los respectivos pesos moleculares: De estos números de moléculas, cuya suma Z tiene, como lo ha en- contrado Rosenbusch, una interesante propiedad, que es, que en todas las rocas es de cerca de 1, 5, se calculan los porcientos moleculares, es decir, las proporciones de los números de las diferentes moléculas por cien moléculas de la roca, dividiendo cada número de moléculas entre la suma Z y]multiplicándolo¿por 100: z % moléculares = a Rosenbusch y Becke hacen aún un cálculo más para tener la rela- ción de los átomos metálicos de la roca y de estas relaciones forma el primero sus «núcleos petrográficos », p. e., el núcleo y de la formu- la R Al Si. 1 O multiplicado por 100 da cerca de¡150. A'esta'suma de las moléculas de las rocas multiplicada por cien llama Rosenbusch “Zahl” (número). f TO A a? ] y o a L “ . ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 63 Osann se contenta para su método con el cálculo de las propor- ciones moleculares por ciento,' pero hace las siguientes implificaciones: 1). H, O, es decir la humedad (agua que sesepara á 1109) y agua de combinación (agua al rojo) se excluyen del cálculo. Contra esta supresión no hay nada que decir, porque: a) una cantidad más con- siderable de H, O en una roca indica siempre que la roca está altera- da; si esta agua entra en el cálculo, por el peso molecular muy bajo de H, O (18) resulta siempre un número molecular por ciento muy alto, que altera en mucho el carácter de la fórmula de la roca fresca; b) la cantidad de hidrógeno, que en varios minerales es el elemento esencial (como en las micas p. e.), es tan pequeña, que se puede prescindir de ella en el cálculo de la roca, tanto más que c) muchos análisis químicos no nos dan ninguna seguridad sobre la forma en que esta agua se encuentra en la roca, es decir, si es de alteración ó de inclusiones, ó si es de combinación, ó es, en el caso peor, el con- junto de todas las substancias volátiles. 2). TiO, y ZrO, se unen con SiO,; P, O;, Cl y SO;, que siempre se encuentran solamente en cantidades muy pequeñas, no entran en el cálculo. 3). Fe, O, lo convierte Osann (y también F. Becke) en FeO, es decir, que en esta forma de fierro al mínimo, entra todo el fierro en el cálculo. Aquí tenemos una simplificación á la cual podemos obje- tar. Osann dice sobre este asunto (1. c. XIX, pág. 354): «La expe- riencia ha mostrado que el cálculo de Fe, O; y FeO, es decir de ambos óxidos separados, para nuestro objeto es solamente una complicación innecesaria, porque, aun cuando se trata de las “relaciones químicas de un grupo relativamente limitado de rocas, la separación de Fe, O, de FeO tiene objeto solamente cuando el material es completamente fresco.» Relativamente al primero de estos motivos podemos estar 1 Para obtener en corto tiempo y con facilidad los números moleculares, este autor ha publicado un libro, que en forma de tablas de logaritmos da direc- tamente los números que corresponden á los datos analíticos: Osann “Britrige - zur chemischen Petrographie” 1. T. “Molecular quotienten zur Berechnung von Gesteine Analysen.”” Stuttgart 1903. 64 DR. PAUL WAITZ. conformes con el autor, pero, si aun él pudo hacer esta simplificación en el cálculo de los 900 análisis cálculados en sus trabajos, porque ha tenido que aceptar entre éstos, análisis de rocas que estaban algo alteradas, no creo que debemos admitir esta simplificación cuando se trata de «un grupo relativamente limitado.» No es tan injusta por eso la observación que hace Doelter sobre esta simplificación en su «Pe- trogenesis»' diciendo «(...... es un retroceso, si ahora, después que hace algunos años que se ha tomado como absolutamente necesaria la se- paración de Fe, O; y de FeO, se opina que esta de sobra -.... )» 4). Si la roca tiene BaO y SrO se suman los porcientos moleculares de estos óxidos á los porcientos moleculares de Ca0. De este modo tenemos (si sumamos las moléculas de MnO, que siempre son muy pocas, con las de FeO) los llamados «7 elementos petrográficos»: SiO,, Al, Oz, FeO, MgO, Ca0, Na, O, y K,O en forma de porcientos moleculares y podemos unirlos de tal manera, como se encuentran unidos en la naturaleza, por lo menos en la mayoría de los casos. Para esto formamos los siguientes grupos moleculares: 1). El grupo molecular de SiO, con Ti0O, y ZrO, lo denominamos con la letra S y ponemos S igual á la cantidad de porcientos molecu- lares de sílice, etc., colocando esta expresión al principio de la fórmu- la de la roca. S= Si O, 2). La suma de los álcalis Na, O + K, O lo reunimos con la mis- ma cantidad de Al, Oj, marcando la cantidad de porcientos molecula- res de los álcalis con la letra A: A =Na, O +K, O. «No queremos decir con esta combinación de los álcalis con alú- mina, que debe haber esta combinación en todos los casos en las ro- cas; para saber, cómo es la combinación, sería necesario conocer, no solamente la cantidad de los minerales respectivos, sino también su composición química respectiva; pero en un sistema, que debe apli- 1 Doelter ““Petrogenesis”” Die Wissenschaft Heíft XIII. Braunschweig. 1906, página 63. ñ 3 Er* A ] ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 65 carse á todas las rocas, no es posible tener estos datos. Por otra parte es fácil comprobar, que tal combinación de Na,O 4- K,0 : Al,O,= 1: 1 tiene lugar en la mayoría de los casos y que la inexactitud es muy pe- queña.» (Osann, l. c. XIX p.355). Este grupo molecular se encuen- tra sobre todo en los feldespatos y en los feldespatoides. 3). El resto de alúmina, que queda después de haber formado el grupo Á se combina con Ca0 y designamos esta cantidad de CaO con la letra €. Corresponde esta combinación al grupo molecular CaO Al, O;, que encontramos sobre todo en la anortita, pero también en algunas piroxenas y amfibolas: EG='Ak 0,—A En el caso bastante raro que, después de haber formado A y U que- da todavía un resto de A]1,0O, reune Osann con éste Mg0 y FeO en la misma relación 1:1, designando también en este caso ( = Al, 0,—A. Es preferible en este caso el método de F. Becke, que no une el resto de Al, O; con Mg0 y Fe0O, sino da este resto separadamente. 4). El resto de Ca0 que queda por lo regular, cuando toda la alú- mina ha sido unida con los álcalis y la cantidad correspondiente de cal, en los grupos A y C, se reune con FeO, MgO y MnO para formar el grupo F de la fórmula de la roca: F = Ca0 — G + Fe0 + Mg0 + MnO. 5). La relación en cantidad de Na,0 : K,O se expresa calculando la cantidad de moléculas de Na,O en 10 moléculas de los álcalis, po- niendo esta cantidad como índice de la letra n. De este modo el índi- ce de n es 10 Na,O DO AS 6). Es de interés saber que relación hay entre el resto de CaO en F y la suma de las moléculas de FeO, MnO y MgO en F. Del mismo modo que se ha hecho con los álcalis, se calcula esta relación para la suma de FeO + MnO + Mg0 : Ca0, para 10 moléculas de F; poniendo S Memorias. T. XX VIIL 1909-1910 --5 66 DR. PAUL WAJTZ. la cantidad de los óxidos ferromagnesianos que hay en 10 moléculas de F como indice de la letra m: índice de m = O 7). Se calcula el cociente de silice k de la roca. Como hemos visto, tenemos en A, en la mayoría de los casos, el grupo molécular R¿0 Al,0, de los feldespatos alcalinos con 6 moléculas de Si O, (ortocla- sa K,O, Al, Oz, 6 SiO,, albita Naz0, Al, O», 6 SiO,) es decir, en la rela- ción RO : Al, O,: SiO, =1:1:6. En C tenemos la molécula Ca0, Al,0;, que es esencial para la anortita (CaO, A1,0;,, 2510»), en la cual este grupo molecular se une con 2 Si0,, es decir en la relación mole- cular CaO : Al, 0, :SiO, =1:1:2, En F por fin, las moléculas de FeO, MnO y Mgo0 y el resto de CaO se unen con 1 Si0,, formando el gru- po molecular de ortosilicatos (en el olivino y en las micas) de metasi- licatos (en las piroxenas y amfíbolas; además en la titanita, apati- ta, etc.). Calculando ahora la cantidad teórica de SiO, que corresponde se- gún estas fórmulas á A, € y F, en una roca tenemos GBAF2C-FFE moléculas de sílice y dividiendo S, es decir la cantidad real de molé- culas de SiO, de la roca entre 6A + 20, + F, cantidad teórica, resulta el índice de 4, del cociente de sílice, el índice de R es S . 6H+2U=+EF Si h es más grande que 1, podemos deducir que debe haber cuarzo libre en la roca ó una pasta vidriosa, rica en sílice; mientras que si k es mucho menor que 1, es probable que no encontremos en la roca feldes- patos, sino feldespatoides, que tienen menos sílice, ó amfíbolas ó piroxenas alcalinas ó mucho fierro magnético, etc. : todo esto tiene que comprobar el estudio microscópico. Según el método de cálculo, que acabamos de describir, es 2A +20 + F =100—S e AOS ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 67 Cambiando el valor de $S entre límites muy amplios, es fácil com- prender, que también la suma de A +-C+F cambia en las diferen- tes rocas. Para la comparación de las rocas no importa tanto esta su- ma (que ya tenemos indicada en S) sino la relación entre A, CG y F y por eso es preciso, expresar esta relación siempre para la misma can- tidad de moléculas. Para la comparación y además para poder hacer una proyección comparativa de las diferentes rocas, Osann calcula es- ta relación de A: (: F para la suma de 20, es decir para la cantidad de 20 moléculas de las moléculas de la roca menos las moléculas de sílice, y designa esta] relación con las minúsculas a, e y f correspon- dientes 4 A, € y F. A a+c+f= 20. y de este modo A 20 A 200 20 F REE y el valor está indicado como índice á la derecha de la minúscula co rrespondiente como p.e.: La fórmula completa de una roca, p. e. de una andesita de hipers- tena del Volcán de Colima! es: , A = 5,07, C= 6,47, F=9,50; o a os a corresponde como lo hemos visto al grupo molecular (Na,K),O, Al,O,, y e al grupo Ca0, Al,O,. En las fórmulas de los plagioclasas (Ab, An), como por lo regular se escriben, y lo mismo en las del orto- 1 P. Waitz, “Le Volcan de Colima” Liyret-guide du Xeme Congrés géolo- gique International. México. 1906, fasc. XIII Análisis núm. 2. 68 DR. PAUL WAITZ. — clasa (Or) significa Ab la albita de la fórmula Na Al O, (SiO,), y Or. el ortoclasa de la"fórmula K Al O, (Si0,)3, mientras An la anortita, tie- ne la fórmula CaO Al, O, (SiO,)». Si queremos darnos cuenta del ** Plagioclasa medio,” que según el análisis químico, contiene la roca (ó mejor dicho podría tener), es por eso necesario duplicar a de nuestra fórmula para tener la rela- ción de los grupos moleculares R Al O, (Si0,); : CaO Al, O, (Sioz), de los plagioclasas. lín nuestro ejemplo de la andesita de hiperstena del Colima tendríamos de este modo 10 Ab: 6 An ó (Ab, Anys), es de- cir una andesina como “plagioclasa medio.” Pero no es necesario que el plagioclasa ó los plagioclasas que se en- cuentran en la roca al estudiarla al microscopio sean de esta com- posición: hay que tomar en cuenta: 1) que la composición de los pla. gloclasas cambia en el mismo cristal, lo que se nota bajo el microscopio en la estructura zonal de estos minerales, 2) que los plagioclasas de la roca por lo regular no cristalizan de una vez, sino durante un espacio largo de la cristalización de la roca y los que cristalizaron al principio no tienen la misma composición que los últimos, 3) que en el caso, en que se encuentre en la roca una pasta vidriosa, esta pasta por lo co- mún contiene substancias feldespáticas regularmente más ácidas, que las que se encuentran en los feldespatos individualizados y 4) los ál- calis como el óxido de calcio entran en algunos casos en conjunto con alúmina á la composición de otros minerales como amfíbolas alcalinas y piroxenas. Los casos 1) 2) y 3) se presentan sobre todo en las rocas efusivas y por eso el “plagioclasa medio” teórico corresponde con el que en- contramos bajo el microscopio en las rocas granulosas más bien que en las porfíricas. En nuestro ejemplo de la andesita del Colima, el microscopio permite clasificar los plagioclasas como combinaciones de andesina, labrador y bytownita como fenocristales y oligoclasa y an- desina como plagioclasas de la segunda cristalización. Valiéndose de estas fórmulas de las rocas, Osann hace subdivisio- nes en las familias de la rocas de Rosenbusch, que se distinguen por su estructura y composición mineralógica, como hemos visto. = A > — se ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 69 - Osann reune rocas parecidas de una familia, p. e. de las andesitas de augita ó hiperstena, formando grupos de estas rocas. De las fórmu- las de un grupo de rocas que en algo siempre se distinguen, calcula Osann el término medio, y la fórmula media que obtiene la llama “Fórmula del tipo” p. e.: Fórmula del Tipo “Crater Lake” de las andesitas de piroxena: PO E AN ds o 8, a 1,98, Osann ]. c. XX. pág 441; á la cual se asemeja bastante la fórmula de nuestra andesita de hipers- tena del Volcán de Colima: O ago 12700 Bs, Waitz 1. c. Como se ve, esta fórmula, deducida del análisis químico de la roca sirve para la subdivisión en la familia á la cual la roca pertenece por sus caracteres microscópicos. La fórmula sola no bastaría para la cla- sificación, pues tenemos por ejemplo el tipo “Sta. Virgen” de las an- desitas de amfibola, cuya fórmula es: e Oi O o Osann l.c. XX pág. 434. que se acerca mucho alitipo “ Crater Lake,” pero la roca del tipo “San- ta Virgen” es una andesita de amfíbola y la otra una andesita de pi- roxena. Que estos dos tipos tengan una fórmula parecida no puede sorpren- - der, pues hay mucha semejanza también mineralógicamente, entre los dos lo que se demuestra por el hecho de que las andesitas de amfi- bola muchas veces contengan piroxenas y viceversa, 70 DR. PAUL WAITZ. Pero al tipo “ Crater Lake” se asemeja también al tipo “Farsund” de las monzonitas con la fórmula: tr tas 100 Poo PO Osann l. c. XIX pág. 396. IU Otro ejemplo da el tipo “Kewenaw” de los Gabbros con la fórmula: A Osann 1. c. XIX pág. 423 y 0,88, el tipo “Royat'” de los Basaltos de Plagioclasa con la fórmula: LS ED E A Osann l. c. XX pág. 451. 0,98, y observamos que para distinguir estas dos rocas, mineralógica y pe- trográficamente tan diferentes, el análisis químico y la fórmula solos no bastan. Los nombres de los Tipos son tomados de localidades más cono- cidas ó de la localidad de donde la roca corresponde más al tipo. En resumen podemos decir que para la clasificación moderna pe- trográfica sirve en primer lugar: El modo de yacimiento y respectivamente la estructura, en segundo lugar la composición mineralógica y en tercer lugar la fórmula de la roca calculada por el análisis químico. Nos queda por explicar el método de proyección que usa Osann pa- ra la comparación de las rocas. a, c y f nos dan la relación de A, € y F para la suma de 20. De tres cantidades de una suma constante se puede hacer una proyección en el triángulo equilátero, porque en este triángulo la suma de las tres perpen- diculares de cualquier punto del triángulo á sus lados, es igual á la altura. Dividiendo cada una de las tres alturas del triángulo equiláte- ro en 20 partes iguales, trazamos en estas divisiones líneas paralelas á SA ROCAS MACIZAS (IGNEAS). A e A 4 A y . 10 Le EAS 7 a E pi 7 ql P y os s lados correspondientes y designamos los vértices del triángulo con a C y F, de manera que A designa el vértice izquierdo, CU el derecho e F el superior (fig. .1) ÚBÍA BA o 6 18 SD OÍDOS ON 18 3 1% AERASAN ENANA LBDRDANÑ AAARAAA RANA AS rial - Tomando, á partir de la base 1) la altura correspondiente,en la per- | áreas que pasa por «el vértice A tantas divisiones como indican E dl a índices de a, y en la altra correspondiente (que pasa por el vérti- 785 DR. PAUL WAITZ ce F) la cantidad del índice f, las dos paralelas que pasan por estos dos puntos, deben cortarse en el punto que es la proyección de la ro- ca (en Fig. 1 p es la proyección de la andesita del Colima) pues por él debe pasar también la paralela que corresponde á c. Como se ve, no tenemos en cuenta en esta proyección la cantidad de sílice de la roca, pero también ésta podemos proyectar de un modo es- pecial, que indicó F. Becke y el cual describiremos más adelante. Es de esperarse de antemano, que las proyecciones de rocas seme- jantes quedarán muy cerca ó coincidirán en el diagrama. o ads 5 A Fig. 2. Areos aproxnadasf según datos ce Osenn)] de — grenito — Syenla “+ lror:la. wr. J2bbro. A traquita iy endlesifa xs bas3lto. Designando con Osann los 6 triángulos rectangulares, en los cuales las tres alturas dividen al triángulo equilátero, con I-VI en el sentido de las manecillas del reloj (fig. 1) principiando con el triángulo izquier- do sobre la base, observamos que p. e. las proyecciones de los grani- tos se acumulan sobre todo en el triángulo II, las de las syenitas en Il y HI, las de las dioritas en III y 1V y las de los gabbros en IV. Del mismo modo encontramos reunida la mayoría de las proyecciones de los pórfidos con cuarzo y de las liparitas (rhyolitas) en Il, de los pór- cl 1 Y er y pe ROCAS MACIZAS (IGNEAS). 73 LA > A A fidos sin cuarzo y de las traquitas en 1H y III, de las andesitas de pi- roxena en HI y IV y de los basaltos de plagioclasa en III y 1V, pero 3 más cerca del vértice F del triángulo, como las proyecciones de los -—gabbros (fig. 2). de Pero notamos igualmente las posibilidades de transiciones de rocas ES en este diagrama, pues ninguna familia de rocas, según Rosenbusch, Í 18 está separada de las otras familias por límites fijos. A F [Magma TT puro) 17 | ) .% imag tm magma o 4 A a Xx : | lo E magina O DN e magma Í P / : d) A Osann) [magma Y puro) gd» dd o gnortitico ¡puro Si comparamos en el conjunto de proyecciones de Osann el lugar y 1 y el área de las diferentes combinaciones, reconocemos naturalmente ¿ también las áreas que corresponden á los “núcleos petrográficos ” de ; 74 DR. PAUL WAITZ. Rosenbusch, porque el cálculo de Osann está fundado, por lo menos en parte, sobre estos núcleos y Osann mismo anota estas relaciones y las demuestra con la figura adjunta (fig. 3). Osann 1. c. XXI pág. 341. Explicaremos por fin algunos otros métodos de proyección, que tam- bién pueden dar una buena idea sobre la composición quimico-mine- ralógica de las rocas. No entrando en la descripción de unos méto- dos especiales que usó F. Becke con tan buen éxito en su trabajo “¿Die Eruptivgebiete des bóhmischen Mittelgebirges und der amerika- nischen Andes?” tenemos que mencionar y describir el método de este autor para la proyección de la sílice de las rocas. Eig.4. En el interior del triángulo de Osann no puede ser proyectado otro cuerpb más. Sería necesario una proyección estereográfica para este objeto, pero eso tiene sus dificultades para el dibujo y para la vista del 1 T. M. P. M., Bd. XXII. Wien 1903 p. 209. sd conjunto de un número mayor de proyecciones. El método de Becke es el siguiente: Levantando en el triángulo P.en el punto p de la fig. 4 que sea la proyección de una roca según el método de Osann, una per- pendicular de una longitud en milímetros correspondiente á la canti- dad de porcientos moleculares de SiO, (pS”) y proyectando esta línea A sobre el plano perpendicular P” sobre el lado AF del triángulo, obten- dremos el punto S”. En seguida haciendo girar 90? este plano P” sobre el lado del triángulo como eje, de manera que el plano P” quede en el plano del triángulo P, pero fuera de este, resulta la proyección defini- tiva de la cantidad de SiO, en el punto s. e Er 4 b15. Una vez conocido este modo de proyección se ve, que no hay nece- | sidad de seguir la construcción anterior, sino solamente construir la z perpendicular de la proyección de la roca p en el triángulo de Osann | sobre el lado AF y partiendo de esta base AF, que prolonga la per- - pendicular hacia fuera en milímetros correspondientes á la cantidad de porcientos moleculares de SiO, de la roca (fig 4 bis.). rs hos 76 DR PAUL WAIIZ. Podemos naturalmente dar estas dos proyecciones juntas ó separa- das según el tamaño del triángulo de Osann que se publique y el ta- maño de la página de la publicación. Michel-Lévy inventó otro método de proyección y Brógger lo mo- dificó. En esta proyección se hace uso de un sistema de coordenadas rectangulares con 4 radios con inclinación de 60% con respecto al eje (ordenada) vertical, fig. 5. E€s9. Se distribuyen los porcientos moleculares de SiO, en milímetros, en el eje horizontal (abscisa) por partes iguales á uno y otro lado del cen- tro y los porcientos moleculares de los otros “elementos petrográficos” del modo que indica la figura. Uniendo todos estos puntos con líneas rectas, resultan diagramas característicos de las diferentes rocas. Respec- to á este método dice Doelter* “Esta proyección ofrece una clara vis- 1 Doelter “Petrogenesis” pág. 66 = ROCAS MACIZAS (IGNEAS ) Y ta de conjunto, porque demuestra al momento la relación de la cantidad de ácido silícico (Aciditát) de la roca: Un diagrama alargado en di- rección horizontal es típico para una roca ácida, uno corto en esta direc- ción para una roca básica: Las rocas sálicas (leucócratas) tienen figu- ras con la parte superior baja, las fémicas (melanócratas) una parte superior alta. Las rocas que contienen mucha sosa y alúmina resultan con diagramas que están alargados en la parte inferior; en suma: por estas figuras se puede ver y valuar con facilidad la composición quí- mica y, si la proyección es exacta, se puede directamente leer la com- posición por ciento.” La andesita del Volcán de Celima, que ya varias veces nos ha ser- vido como ejemplo, tiene el diagrama, que presenta la fig. 5. La desventaja de esta típica proyección es que ocupa mucho lugar en el caso que haya que comparar un número crecido de rocas, y por eso pierde mucho en claridad y en vista de conjunto. Pero para la com- paración de los tipos extremos será siempre este método muy caracte- rístico, lo mismo que para la comparación de una serie limitada de rocas, que estén íntimamente relacionadas para enseñar el paso lento de unas á otras. Nos hemos ocupado en este corto estudio sobre todo del método de Osann, no solamente porque este método muy práctico es el más usa- do actualmente y ofrece por eso y por el número enorme de análisis que sirvió á4 Osann como base para el desarrollo de su método, un vas- to material de comparación, como ningún otro, sino también, porque es hasta ahora el único método que ha servido para la comparación de las pizarras cristalinas. U. Grubenmann*” adoptó el método de Osann en este sentido, haciéndole solamente algunas modificaciones, Su modo de calcular es en pocas palabras el siguiente: 1 Compárese: Osann 1. c. T. M. P. M. XXII. Wien 1903. pág. 352. 2 U. Grubenmanmn: “Principien und Vorschláge zu einer Klassifikation der kristallinen Schiefer. Compte rendu de la Xeme Session du Congres Géologique International. México 1906 Iléme fasc. pág. 961. “Die kristallinen Schiefer” Berlin 1907. II. Teil pág. 12 y siguientes. E GS E . PAUL WAITZ. la alúmina en relación 1: 1, PEO CG Porcientos moleculares de CaO que se unen con el resto de la 00 : alúmina, . S Suma de los porcientos moleculares de FeO, MnO, MEO y y del res- Ñ to de Ca0O, que queda después de haber formado C. ia a, c, f, n y lk tienen como los anteriores la misma signi que 698 las de Osann. ; M Resto de CaO que después de haber formado G entra en F, Y T Resto de la alúmina, que después de la formación de A y U pue de sobrar. México, Julio 1909. , Es ab MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVIIL o LOS PELIGROS DE LAS APLICACIONES TERAPRUTICAS DE LOS RAYOS X Por el Dr. Ricardo HK. Cicero, M.$S. A. No pocas veces me ha sucedido en mi práctica profesional que al proponer un tratamiento por los rayos X en alguno de los padecimien- tossen que este moderno y excelente medio terapéutico está indicado, me haya encontrado con una resistencia temerosa de los pacientes ó de sus allegados, sucediendo esto último particularmente en casos de niñoSafectados de tricoficia, traduciéndose el miedo de los padres muy especialmente en el peligro que se imaginan puede existir de que el cerebro sufra por la acción de las radiaciones. Este temor en particu- lar y el vago é indefinible que no aciertan á expresar de que otros ac- cidentes cuya naturaleza y gravedad ignoran pero pretenden presumir, están basados como todos los que á la ciencia atañen en las exagera- ciones é imperfección de conocimientos de la mayor parte de los vul- garizadores y más que de ellos de los simples noticieros; se deben también á la insuficiencia de conocimientos en la materia de los que mejor instruidos debían estar en ella, por causa en parte de la descon- fianza que inspira todo lo nuevo y en cierto modo hasta maravilloso y por la tendencia tan fácil de la humanidad á las generalizaciones, con lo que se hacen inferencias erróneas basadas en hechos que no se ha tratado de conocer bien y cuyas condiciones de producción han sido ignoradas por la generalidad, que se cree, sin embargo, con capacidad suficiente para opinar sobre cualquier asunto; debido por último á la descarada explotación que los charlatanes han hecho con este en rea- lidad excelente medio terapéutico cuando es bien manejado y al que han cubierto de un descrédito inmerecido, 80 DR. KICARDO E. CICERO. . Que en sí encierran peligros los rayos X para la integridad del orga- nismo nadie puede dudarlo. Todos los agentes tanto físicos como quí- micos y biológicos que la medicina aprovecha para el tratamiento de las enfermedades son de por sí nocivos si se les emplea en proporcio- nes mayores de las debidas. La substancia más inocente, el polvo más inerte, el agua misma tan indispensable para la vida, el vivificador por excelencia el oxígeno, para citar cuerpos en los tres estados molecu- lares, dafíian al organismo si la dosis en que llegan á estar en relación inmediata con el organismo pasa de determinados límites. La intensi- dad del daño puede ser más ó menos variable, exiguo si se quiere en algunos casos; pero siempre real en cuanto se realiza la condición que acabo de indicar. Otro tanto pasa con los agentos fisicos; los mejor co- nocidos, la luz y el calor tan indispensables para que las reacciones vitales se efectúen normalmente, resultan altamente perniciosos si lle- gan á ser demasiado intensos, máxime si la duración de su aplicación perdura algún tiempo. Pero si agentes como los que acabo de Mar re- quieren para ser nocivos ser elevados á dosis que no sólo relativa, sino absolutamente tienen que ser consideradas como demasiado altas, no .sucede lo mismo con los agentes más activos de que la terapéutica dis- pone. Los mercuriales y los diversos alcaloides, para no mencionar más que algunos de los medicamentos más importantes, son no sólo nocivos, sino aun mortales para el organismo en dosis que considera- das en sí mismas parecen demasiado pequeñas, siendo en realidad si se consideran sus efectos, verdaderamente enormes. ¿Qué es, en efec- to, la dosis de un gramo de una sal de quinina, el alcaloide que se usa en mayores dosis, considerados en absoluto por una parte y en rela- ción por otra con sus intensisimos efectos sobre la temperatura y los sistemas circulatorio y nervioso? Pero si el contraste es notable en este ejemplo ¿cuánto más no lo es tratándose de los mercuriales cuya do- sificación se hace por centigramos, de la morfina de dosificación aún menor, de la estricnina que tiene que ser empleada por miligramos, de la atropina que con medio milígramo obra intensamente ó de la aconitina cristalizada para la que una dosis mayor de un tercio de mi- lígramo ya es temible? Y sin embargo, todos estos medicamentos sor N APLICACIONES TERAPEUTICAS DE LOS RAYOS X., 81 empleados á diario por los médicos sin que sobrevengan malos efec- tos ni sean temidos por los enfermos ó si acaso en límites que pueden ser considerados como razonables. ¿Por qué entonces para los rayos X no se ha de tener un criterio semejante? Pase que en un principio, cuando aún no había habido tiempo de que fuesen bien estudiados se les temiese. Pero hoy que son bien conocidos, hoy que están bien de- terminados tanto su acción como sus peligros y los medios de ponerse al abrigo de éstos, ya no hay razón de ser para ese misneismo, que por otra parte va quedando ya enteramente fuera de lugar, puesto que han pasado ya 13 años desde el día en que Róntgen comunicó al mundo la buena nueva de su descubrimiento, sin contar con que 13 años en la época en que vivimos equivaldrían quizá hasta á siglos en épocas anteriores. Partamos pues de este principio: Los agentes más activos de la te- rapéutica son precisamente los que intrínsecamente son más nocivos para el organismo sano. Precisamente la observación de sus efectos tóxicos es la que ha conducido, reduciendo las dosis á lo que la pru- dencia aconseja, á emplearlos como medicamentos. Esto mismo aconteció con los rayos X. A raíz de su descubrimien- to el entusiasmo que provocó su admirable propiedad de hacer trans- parentes muchos cuerpos opacos á la luz, y entre ellos los tejidos del organismo, hizo que fueran empleados con profusión y sin discreción para el diagnóstico y no tardaron mucho en hacerse patentes las con- secuencias de esta conducta irreflexiva. En algunos pacientes someti- dos á largas exposiciones para sacar radiografías de sus órganos en- fermos; pero más aún en operadores que hicieron uso exagerado de este medio dignóstico sin precauciones de ningún género, que ni si- quiera pudieror suponer habrían menester tomar, y más quizá en los obreros dedicados á la fabricación de los tubos para la producción de estas nuevas radiaciones, que por fuerza, los tenían que someter á re- petidas pruebas para asegurarse de su eficacia antes de que fueran puestos á la venta; en estos tres géneros de condiciones comenzó á no- tarse que se producían accidentes más ó menos graves, semejantes en globo á los conocidos por quemaduras, tales como los producidos por Memorias. T. XX VIII, 1909-1910.—6 82 DR. RICARDO E. CICERO. el calor y los agentes cáusticos; pero con algunos caracteres muy espe- ciales, de los que sólo me anticipo á señalar por el momento que, si llegaba á producirse un proceso ulceroso, la tendencia cicatricial era excesivamente ínfima, tanto que aun se designó este accidente con el nombre de úlcera de Róntgen para recordar que los rayos descubier- tos por este eminente sabio eran su causa específica. Si la observación se hubiera hecho solamente en los operadores ó en los obreros no se hubiera llegado seguramente á averiguar un he- cho muy curioso que domina como base práctica de las aplicaciones terapéuticas bien hechas de este agente físico. Por fortuna para la cien- cia las condiciones de la observación son de por sí variadas y extensas y aun antes de recurrir á la experimentación, la cual tiene por base las dificultades de aquélla y las dudas que á menudo hace surgir, se pudo notar el fenómeno á que aludo en los pacientes sometidos á las aplicaciones de orden radiográfico. En efecto: que llegaran á presen- tarse accidentes en quienes diariamente se hallaban sometidos á la ac- ción de los rayos X no tenía nada de extraordinario; se concebía sin eran esfuerzo que la repetición diaria de la acción llegara á ser nefasta. Pero lo que si sorprendió, lo que desconcertó de pronto á los obser- vadores fué que en pacientes que habían sido sometidos á la acción de los rayos una sola vez se presentaran accidentes; pero no inmediata- mente, sino bastante tiempo después, transcurridos no sólo unos días sino dos, tres y hasta cuatro semanas sin que nada por lo pronto, ni en los primeros días subsecuentes á la aplicación pudiera hacer presu- mir que habían de producirse accidentes; en suma, que éstos para pro- ducirse habían requerido una especie de incubación semejante á la de las enfermedades infeceiosas. Henos pues en presencia de un hecho que individualiza con un carácter más al agente físico descubierto por Rónt- gen. La luz, el calor, los agentes mecánicos, la electricidad en sus di- versas formas nos tenían acostumbrados á ver suceder de un modo in- mediato el efecto á la causa y si venían fenómenos tardíos eran los que denotaban el esfuerzo del organismo para corregir las lesiones, para llenar las brechas producidas ó eran debidos á la acción de causas que secundariamente intervenían, las cuales generalmente eran de orden - E a a ¿> SS y APLICACIONES TERAPEUTICAS DE LOS RAYOS X 83 infeccioso. Pero que no siendo la causa primitiva de este orden y obran- do de un modo directo requiriese tiempo tan largo para manifestar su efecto, antes de los rayos X nunca se había observado. Este hecho, lo repito, debe tenerse siempre presente cuando se va á hacer una apli- cación terapéutica con estas radiaciones, Este mismo hecho, por otra parte, es tan interesante desde el punto de vista puramente especulativo, que á falta de otros bastaría para afir- mar la acción real positiva y específica de los rayos X, pues cuando se comenzó á observar que su uso producía accidentes, se discutió mucho acerca de si eran atribuibles á ellos ó bien al calor, al ozono, á los ra- yos catódicos, á la luz ultra- violeta, á la emisión de partículas materia- les, á las descargas ó á los efluvios eléctricos producidos por el ámpula, á las ondas eléctricas ó electro-dinámicas ó á radiaciones de natura- leza desconocida. Sin entrar en las discusiones que llegaron á elimi.- nar los otros factores, particularmente el eléctrico, permítaseme citar que fué el Dr. Kienbock, de Viena, quien en 1900 demostró perento- riamente que los rayos X y sólo ellos son los causantes de esos acci- dentes. Veamos ahora en qué consisten éstos. Comenzaré por indicar, pero como cosa enteramente excepcional, que Guillemonat, citado por Fo- veau de Courmelles, menciona dos casos de muerte; pero en ellos se hizo la aplicación durante 8 horas consecutivas sin interrupción. Aho- ra bien, como aplicaciones de este género son contra todas las reglas, pues aun con un tubo malo no ha de pasarse de media hora á tres cuartos á lo sumo, para aplicar de un golpe la cantidad de 4 á 6 horas como máximo en una sola sesión, siendo habitualmente sólo de 15' 4 20' las de orden radioterápico y mucho menores las de orden radio- eráfico en la actualidad con la perfección á que ha llegado la fabrica- ción de las ámpulas, resulta que hechos como*los mencionados jamás se presentarán en la práctica normal radioterápica. La acción de los rayos X se efectúa esencial y casi únicamente en la piel en el lugar sometido á las irradiaciones. Es por lo menos, lo que puede afirmarse cun entera seguridad. En cuanto á la acción sobre los órganos profundos aún es bastante discutida. Si los tejidos que 24 DR. RICARDO E. CICERO. atraviesan los rayos X son bastante delgados, tales como las orejas de un conejo unidas por su cara cutánea como en la experiencia hecha por Scholtz, la reacción puede efectuarse en el lugar de entrada y tam- bién en el de salida de los rayos. Parece muy poco probable, aun cuan- do se hayan citado observaciones, que después de atravesar el tórax de un hombre adulto puedan producirse accidentes en el lugar de salida de los rayos. En una observación de Kúmmel que parece ser fidedigna se trataba de un individuo tuberculoso muy enflaquecido. Esta acción sobre la piel y el peligro que entraña está enTrelación con la mayor ó menor penetrabilidad de los rayos, con la distancia del ámpula á la piel y con la duración de la aplicación. Es claro que los rayos poco penetrantes, que por lo mismo son los más absorbidos por la piel son los más eficaces para producir reacciones y por lo mismo los más peligrosos. Los muy penetrantes, en cambio, que con facilidad atraviesan las partes más gruesas del cuerpo, casi no son absorbidos y son por lo mismo, punto menos que inertes. La conclusión para las aplicaciones radioterápicas es que los rayos deben ser de una penetra- ción media. La intensidad de la reacción cutánea varía muchisimo. Si no es muy fuerte se manifiesta simplemente en las regiones pelosas por la caída del pelo. Si los rayos han sido muy poco penetrantes ó aplicados á una distancia muy corta ó si sobre todo, han sido aplicados durante un tiem- po muy prolongado, la reacción es más intensa, recorriendo todos los grados, desde el simple eritema ó sea reacción vascular con ligerísimo estado inflamatorio de los tejidos á la reacción inflamatoria más intensa con producción de exudados ó hasta la ulceración persistente de lenta y difícil cicatrización. Puede finalmente producirse gangrena con esfa- cele de los tejidos y producción de escaras gruesas que tardan mucho en eliminarse. Gon los medios actuales de aplicación han sido deste- rrados los últimos accidentes y sólo vemos la depilación, los eritemas y las inflamaciones de mediana intensidad que intencionalmente pro- vocamos cuando es esta la reacción terapéutica que necesitamos em- plear, como acontece para los lupus, los sarcomas y los epiteliomas. Y puesto que de estos últimos hablo, se presenta la oportunidad de APLICACIONES TERAPEUTICAS DE LOS RAYOS X. 85 señalar que también se ha acusado á los rayos X de poderlos causar y en efecto se han señalado hechos; pero no ha sido en las aplicaciones radioterápicas ajustadas á las reglas modernas, sino sobre todo en los operarios y en los operadores ó en pacientes en quienes indiscretamen- te habían sido forzadas las dosis. En cuanto á la acción sobre los ór- ganos profundos, es, como ya dije, bastante dudosa; sin embargo, pare- ce bastante favorable sobre las enfermedades del bazo en aplicaciones á la región en que esta víscera se halla situada. La acción tan temida sobre el sistema nervioso no está bien demos- trada en el hombre. Existe una observación de Mario Bertolotti de pa- raplegia sobrevenida después de una cura radioterápica; pero á falta de detalles no se puede juzgar del valor de esa observación. Hay otra de Martini y Negro, que habiendo tratado sarcomas y linfosarcomas en dos individuos vieron desaparecer estos después de sesiones radioterá- picas de varias semanas; pero á la desaparición sucedieron síntomas de mielitis y la muerte. Estos autores no atribuyen directamente á los rayos X estos accidentes, sino que suponen que bajo su influencia fué puesta en libertad alguna substancia tóxica de los sarcomas á la que se deben imputar los accidentes. En realidad los accidentes graves por parte del sistema nervioso só- lo han sido observados en animales pequeños (cuyes, ratones) some- tidos á la experimentación con irradiaciones muy considerables y hay que tener en cuenta que las paredes craneanas de estos animales son muy delgadas y no oponen sino un insignificante obstáculo al paso de los rayos, mientras que en la especie humana, aun tratándose del ni- ño, tienen un espesor más que suficiente para detener el paso de los rayos é impedir que obren sobre el cerebro. Otra acusación que se ha hecho á los rayos X es bastante poco co- nocida del público. Se refiere á que se les considera capaces de causar la esterilidad masculina causando la azoospermia, es decir, la desapa- rición de los espermatozoides en el semen. Esta acusación tampoco reposa en sólidos fundamentos, sino solamente en experiencias en ani- males pequeños (cuyes, conejos) cuyos órganos genitales han sido ex- puestos á radiaciones intensas y prolongadas. 86 DR. RICARDO E. CICERO. Otro órgano finalmente que puede ser dañado por los rayos X es el ojo; pero acerca de su susceptibilidad hay muchas divergencias; pues mientras que para Chalupek y, por ejemplo, es muy sensible, para Scholtz su sensibilidad puede reputarse nula y ambos autores se basan en ex- perimentos hechos en conejos por ellos mismos. Sea como fuere, la opinión general es que sí son nocivos; pero en general sólo para los observadores que hacen muchas radioscopías y absorben por consi- guiente á la larga una cantidad enorme de rayos. Por fortuna la de- fensa es fácil porque no siendo el cristal permeable á los rayos X bas- ta usar anteojos al hacer las radioscopías para proteger los ojos. Por otra parte, si hubiere que tratar por los rayos X alguna región circun- vecina al ojo, basta cubrir éste con alguna lámina metálica maleable ó con algunas hojas de papel de estaño para defenderlo. En resumen, si algún peligro entrañan los rayos X en sus aplicacio- nes terapéuticas ello entra en la regla general de todos los medicamen- tos activos, de los que no hay uno solo que no presente reales peligros si es aplicado en dosis mayor de la debida y sin indicación precisa; pe- ro lo mismo que para todos esos medicamentos, cuando se les aplica con indicación bien definida y en las dosis y de la manera que la expe- riencia ha enseñado, no presentan en realidad ningún peligro y £on en cambio un utilisimo agente terapéutico. 2 México, Marzo 1909. An MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. Procedimiento astronómico Bizenital de Azimut para Topografía, Por el Ing. Angel Garcia Conde, M.S. A, La determinación de este importante elemento para el Topógrafo, no ha sido nunca difícil; la circunstancia de que hoy me ocupe de él, es porque estando ya anunciado ¡igeramente y con algún lamentable equívoco en un ejemplo; por otra parte siendo el nuevo procedimiento que presento de fácil aplicación en el cálculo como en la práctica, él está á la altura necesaria de los ya existentes con las ventajas sobre ellos de varias comprobaciones y demás abundantes instantes de obser- vación. Me permito hacer referencia al tomo 24 (p. 423) de las Memorias de la Sociedad “Antonio Alzate” donde se empezó á publicar y consta por lo tanto su apoyo teórico completo. Por hoy sólo voy á hacer la ampliación práctica, para lo cual recordemos que él se aplica con el Sol ó dos estrellas que difieran poco en declinación y en dicho caso los as- tros en esas circunstancias pueden dar: FLG+G)—(9+ 90] = O c.ococccccnccncoos (a) y para la indicación meridiana m m=i[(G+G)+(9+9)).......-.... RA E siendo (G G,) (g 91) las indicaciones goniométricas horizontales, para los mismos dos hilos respectivos al hacerse las observaciones al Este y Oeste. Tomando el ejemplo del Sol en la memoria ya citada, se ob- tienen: para las fórmulas (a) y (B) 38 ING ANGEL GARCIA CONDE. (a) Milos (B) 9.00 20y 30 16931 0.00 22y A 169 30.5 2.00 Ay32 169 31 De manera que prácticamente, los hilos Axial y segundo dieron el mejor resultado puesto que satisfacieron la expresión de condición (a) =0. Esta dió m= 169930'.05 y tomando el promedio aritmético m = 169%30'.8. Como el mismo día se observaron las estrellas $ Leo- nis al Este y y Tauri al Oeste y cuyos datos originales fueron coloca- dos en la Memoria del tomo 24 citado, equívocos; poniéndolos como deben quedar se tiene: f Leonis (al Este).—y Tauri (al Oeste). Lec. cir hor. Hiios Lec. cir hor. 11239 43 261925 1181 A 261 12 78 04 49 260 59 En este caso obtenemos: (a) Hilos (B) 1.00 y 4 169931.7 1'.00 lyA 169 31.7 0.00 By 169 31.5 El mejor resultado práctico da m = 169931'.5 el promedio m = 169931'.6 de manera que la pequeña diferencia que con el Sol se obtuvo fué próximamente de un minuto, pero hay que advertir que en este caso si hubo armonía que en rigor hubiera sido difícil de obtener, puesto que la indicación m, dependió en las dos observaciones, de la aguja magnética con la cual se orientó la línea (0 — 180); quizá fué que el instrumento permaneció en el mismo lugar en dichas observaciones, hasta que se terminó la última, y que la temperatura templada del lugar donde se hicieron, no proporcionó cambio sensible á la aguja A PROCEDIMIENTO ASTRONOMICO BIZENITAL. 89 del instrumento. Hay también que advertir que los valores de m que resulten buenos por satisfacerse (a), casi se comprueban con los otros obtenidos. Como en el procedimiento satisfacer (a) es tener (G + G, =9 + 1) y entonces m = 3 (G + G)=3 (9 +91). Caso que se reduce á la ze- nital igual de una estrella á uno y otro lado del meridiano; lo que efectivamente es así, el procedimiento Bizenital se reduce como es na- tural al Zenital igual de un astro á uno y otro lado del Meridiano, Así es que con astros que difieran poco en declinación, lo único que pasa al observar varios hilos y combinarlos de dos en dos, es comprobar que la observación práctica ha sido bien hecha. Lo cual más claramen- te se vió con los ejemplos de Sol y estrellas, anteriores, no obstante que estas últimas diferían como veinte minutos en sus declinaciones. Pongo á continuación algunos pares de estrellas escogidos del Al- manaque del Observatorio de Washington; es indudable que hay mu- chos más pares, que de este y otros almanaques pueden formarse. No pongo la hora ni época respectiva de observación en estos pares, por- que el que conoce el cielo ve en el día que va á observar, qué conste- laciones hay en él y qué par respectivo de la tabla debe encontrarse y prácticamente si sabe conocer como se ha dicho en el procedimiento Astronómico (tomo 24, p. 423) el momento en que están á altura igual, también sabe si en el momento que desea observar ya pasó el par que podía tomar, ó si está próximo ó lejano. TABLA DE ALGUNOS PARES DE ESTRELLAS, PROPIOS PARA AZIMUT ASTRONÓMICO BIZENITAL Al Este Al Oeste Les 6 Aribliaó sa ib Pegasi. ZP Tari. ses... ( Andromeda. 3.— v OriONis.........oo. y Pegasi. 4.— vu OrioniS............ a Pegasi. 5.— v Orionis.......oo.o. 7 Piscium. 6.—K Orionis............. € Eridani. 90 ING. ANGEL GARCIA CONDE. A] Hato Agea T.— y LeoniS ............ B Arietis. 8.— r Leonis ............ E” Ceti. 9.— a Leonis ............ f Tauri. 10.— a Hydree............ f Orionis. 11.— £ Leonis ............ y Tauri. 12.— y Aguila ........... p Leonis. 15.0 Aguila.....oon.. só. y Virginis. 14.— a Corona Borealis. ¿ Geminorum. 15.— +<* Corona Borealis. y Geminorum. 16.—K Ophiuche......... p Leonis. 17.— I Pegasus........... y Bootis. 18.— p Octantis........... y Octantis. 19.— € Urse Minoris.... 4 Draconis. (H). 20.— f Draconis.......... 0 Bootis. 21.— 0 Ophiuche......... y Scorpl. 22.— 1 Aguila............. m Virginis. 23.— e Pegasus........... K Ophiuche. 24— E Aqualilain........ m Virginis. 25.— Y Capricorni........ 4 Sagitarie. 26.— € CygNe ....oocoocoo.. 9 Bootis. 27.— Y Cygne ..omoccnnc... f£' Bootis. La observación práctica del Zenital igual de dos estrellas de la Ta- bla se reduce á un momento, se escoge y practica como en Astronomía. (Véase tomo 24 de Memorias.) En cuanto al Sol, desde luego es ventajoso y conveniente empezar la observación de manera que dure lo menos posible, pero como esto dependerá de la posición del Sol en su órbita, de la posición del lugar de observación, del instrumento que se use, etc., cada observador eli- girá el mejor momento, estudiando su instrumento que prácticamen- te le indicará, cuando esté próximo el momento de no poderlo obser- var. Hecho esto se dirige el telescopio á este astro cuando esté al Este y se recibe su imagen en una pantalla de papel blanco no transparente, PROCEDIMIENTO ASTRONOMICO BIZENITAL. 91 en el cual también estarán las imágenes de los hilos del retículo y co- mo no puede observarse el centro del Sol, se hará con sus bordes orien- tal ú occidental y superior ó inferior ó con estos dos últimos y uno de los primeros, anotando las tangencias respectivas; se espera el Sol al Oeste idénticamente, no más que las imágenes se deben recibir simé- tricamente al hilo vertical y anotando las lecturas correspondientes, se combinan de manera de eliminar el semidiámetro en cada observación. Pongo en seguida un modelo de Registro de datos de Campo que es- tudiándolo facilitará completamente la comprensión mejor del procedi- miento, pues en él se notará que el borde que fué superior ó inferior y pasó primero al Este, pasa al último al Oeste, así como que por los hilos que pasó primero al Este, pasa al último al Oeste, etc. Tal es el procedimiento original que he arreglado y que espero ten- ga la sanción y utilidad respectiva para aquellas personas que tengan necesidad de él y al tiempo que dirá si fué útil el breve de mi investi- gación. REGISTRO DE DATOS DE CAMPO Hilos G [Al Exte] Bilos—G' [41 Oeste] Ox o , QA o , e ts: e ES E ep AAA a ERAS AECA A ss 4, * 0 [0] [o] on 2 18 TN ..o.n.. — .oe..eo....o ns neo ..ooo 12 HERA AN Ó ». ¿ LUD IBIMA e E 34 [ 19— o / (3— lo) / 5 A ds 5 TA inte a OS de DEL dde? 10 E y sí o o 14 13 A aa a: oa aaa a a a ae ) SOI OO [e Veracruz, Enero 4 de 1908. REYES A » UI EN 1 Ah MO : a] NAO EN hi 4 / A MAA IRE ES cae LN A Ñ PAU A dy W: Ñ AL LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908 Por Manuel Miranda y Marrón, M.$S,A. A primera vista y á quien no presta atención á los fenómenos, me- jor diré, sucesos de la naturaleza, parecerá obra estéril é inútil la re- seña de los grandes seismos que á nuestro planeta sacuden, estadística por mí emprendida en esta República desde el año de 1906 en que describí y estudié las causas de las erupciones y terremotos acaecidos en ese año, retrocediendo hasta el de 1902.' Si mi labor se redujese á presentar únicamente Jas efemérides de los temblores de tierra, y á describir las escenas que durante ellos se desarrollan, y la destrucción de aldeas y ciudades, y los lamentos de las víctimas supervivientes, y el recenso de los cadáveres y de mutila- dos por el derrumbe de techos y paredes, tendría razón hasta cierto punto la crítica de los no-pensadores, pues todos los seismos y los la- mentables y desastrosos efectos de los mismos son muy semejantes y, si se me permite decirlo, hermanos gemelos. Pero la comparación de unos terremotos con otros en una misma región y en diversas locali- dades ofrece lecciones á la ciencia, y da á conocer mejor cuáles son los puntos del globo más expuestos á esas catástrofes, para que sus habi- tantes vivan prevenidos, y adopten el sistema conveniente de construc- ción de sus moradas, ya que, por una aberración de adherencia al te- rruño, se aferren en seguir habitando esas poblaciones de continua amenaza contra sus vidas y se obstinen en reedificar una y cien ve- ces las ciudades cien ocasiones derruídas. Por otra parte, el estudio 1 Bol. Soc. Mex. de Geogr. 5? cp. Il, p. 533. 94 MANUEL MIRANDA Y MARRON. de las causas productoras de los seismos y de los períodos de tiempo en que puedan con más probabilidad esas catástrofes repetirse, no sólo es útil á la 'ciencia, sino también y principalmente á la humanidad, que podrá recibir, acaso en época no lejana, oportuno y previo aviso de los terremotos, que en determinada región estén próximos á des- arrollarse. Este fin científico y altruista es el que me anima á proseguir en la empresa acometida, y á presentar en este trabajo la descripción y causa de los principales terremotos que á nuestro planeta conmovieron en el año de 1908. En mi estudio “Cometas y terremotos” leído el año próximo pasado (1908) en la Sociedad Astronómica, se recordará que hice el recenso de la mayor parte de los seismos del año de 1907. LOS TEMBLORES DEL 26 DE MARZO. Aunque en los dos primeros meses del año de 1908 tuvieron lugar algunos temblores, como el del 15 de Enero en Gonaives, Santo Do- mingo, seguido de una fuerte marejada que azotó tierra adentro, otro en Viena el 19 de Febrero, y otros ligeros en Oaxaca y Guerrero, en ésta República, indudablemente que los primeros seismos de magnitud y circunstancias especiales dignas de estudio, por su repercusión en va- rios puntos del globo, fueron los ocurridos el día 26 de Marzo, de los que no es extraño que hable casi después de un año, pues revistieron tales caracteres y tuvieron tal correlación con otros fenómenos, que me fué preciso acumular muchos datos para dar con su verdadera cau- sa y tratar de ellos científicamente.” 1 No es fuera de propósito dar cuenta del siguiente fenómeno relacionado en el adjunto cablegrama: “Nueva York, Enero 20.—Los viajeros y tripulantes del vapor “Monterrey,” que llegó hoy á este puerto, procedente de Veracruz, Progreso y la Habana, traen noticias de un raro fenómeno que tuvieron oportunidad de estudiar, du- rante su travesía. "Y *S "Y “RUBIJSeg A [ONUBJ *3U] *1S [Op UNTODALTP e] oleq “y 'S “NN “uetaoy *J UBnf “Ig qe Jod ODIXPIX 9P [BJUAL) ODLFO[OLO9IIJN OLIOJRBALOSGO [9 US PPRULIOJ “SO6T SP OZIBI 9P 93 19P 1O[Q UA [9 tod Bpeo1eqe upIdal e] 9p BIEL) + 000/0008 Y | 9P B]e9syg YA 3347 £ meva racinas PRO rs uy EA PUE npre paE á a A AAA S ESAS * Y q BS 559 01M VIV / ======== —— == ) AA === ————s> ds : AS poa ÓN A hos AA ES Y AS AS o " mvkosrdel1L a O. ” » a ÉS ¡ E O > S aj Y z e E nad el h as y 4 'pYp el E 3 9% > ASI » Á A . expo o lia: eno NYar Liv n9yz NO A oyeadeal HE o % LATA! 2 TLOÍIÓR "worfo : 0" Ue soto] so pp un (ys enquue L p ñ .* OPIO NÓ > x le mo 0 DARÍO dls 2 » Re Y] SP. 132491 O O A AS EIA "ugNipzO e CUY PPP mg Ce : : UJUIO y z99 DUES “TIT “URL 83 “L "Syez[y "908 “wuoJY LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 95 El epicentro de esos terremotos, prescindiendo de la agitación seís- mica del lecho del Pacífico confinante con nuestras costas del Sur, es- tuvo ubicado en la misma región del Estado de Guerrero colimitrofe con el de Oaxaca, en que se fijó el del temblor del 14 de Abril de 1907, si bien parece que el 26 de Marzo hubo una derivación hacia Chilapa, donde se dejaron sentir con más rigor los estragos de los temblores, £ ._—_——— Ñ Tomo, por tanto, como base los datos obtenidos en esa población (Chi- lapa), Ayutla, San Marcos y Ometepec, en el Estado de Guerrero, y en Silacayoapan, de Oaxaca, triángulo que puede decirse circunscribe dicho epicentro Entre múltiples movimientos seísmicos verificados ese día, dos fue- ron los de mayores proporciones, que se extendieron á gran parte de este país, é hicieron sentir sus reflejos á distintos puntos del planeta. Hora,—No habiendo una red seismológica bien establecida en esta República y no habiendo una hora relacionada cronológicamente con esta capital, sino que en cada población se rigen los observadores por su reloj, no es posibie fijar una hora exacta de los temblores, sino so- lamente aproximada. Según los telegramas recibidos en el Observato- rio Meteorológico Central, el primer temblor se verificó en Ometepec á las 4h. 15m. p. m.; en San Luis Allende, dentro del triángulo indi- cado, á las 4h. 20 m.; en Silacayoapan á las 4h. 22 m., y según tele- grama privado, en Chilapa á las 4 h. 27 m. Se puede, pues, fijar el seismo vespertino á las 4 h. 27 m. aproximadamente para el epicentro. Observando la hora en los demás lugares tocados por la conmoción, osciló entre las 4h. 27 m. y las 4h. 30m. El segundo temblor, de mayor intensidad, tuvo lugar en Silacayoa- pan á las 9h. 9 m. p.m.; en Bravos á las 9 h. 7 m.; en Ojitlán á las 9h. 7 m.; en Chilapa á las 9h. 15m. Estando casi acordes los datos de las tres primeras poblaciones y comparándolos con los del resto de la región conmovida, se puede fijar la hora del temblor nocturno para ““El once del presente, por la noche, poco antes de llegar á Progreso, cayó sobre el buque una lluvia de un polvo fino, amarillento, semejante á la harina. No era de carácter volcánico, pues no había piedra pómez en su composición; el polvo, al caer sobre cubierta, se convertía en una pasta. ¿4 96 MANUEL MIRANDA Y MARRON. el epicentro á las 9h. 10m. p.m. Así que el promedio para el resto del país respecto del temblor de la tarde fué á las 4h. 28m. y para el de la noche, á las 9h. 12m. que corresponden á las anotadas en el Observatorio Meteorológico de esta capital. Ax Registro de los seismos.—Los seismógrafos Bosch-Omori del Ob- servatorio Astronómico de Tacubaya, dieron las siguientes indica- ciones: “A las 4 horas 28 minutos, 11 segundos de la, tarde, principió un extenso temblor oscilatorio de Noroeste á Sureste y Norte á Sur. “El movimiento principal dejó de apreciarse por las personas, á las 4 horas 30 minutos, 50 segundos, y en los aparatos, por su exquisita sensibilidad, dejaron de marcarse los principales movimientos á las 4 horas 34 minutos, 50 segundos; esto es, seis minutos treinta y nueve segundos después de que el movimiento principió. '“Cuarenta minutos después del anterior sacudimiento, se dejó sen- tir otro temblor oscilatorio, en igual dirección, pero de tan poca inten- sidad que sólo los aparatos lo registraron y ninguna persona lo debe haber advertido. “Más tarde,-ó sea una hora treinta y ocho minutos después del pri- mer fenómeno, los seismógrafos registraron otro movimiento, también muy ligero y que no fué sentido por las personas. “Las oscilaciones han seguido el rumbo de casi todos los fenómenos registrados en esta capital, esto es: de Noroeste á Sureste, y de Norte á Sur, orientación aquélla de la Sierra Madre y la Cordillera de los Andes. “A las 7 y 20 minutos de la noche, otro temblor fué marcadu por las plumas del seismógrafo. “El sacudimiento, oscilatorio, tuvo la duración de minuto y medio. “Cuando aún la alarma causada por el primer temblor no desapa- recia, á las nueve y doce minutos treinta segundos de la noche, se dejó sentir otro temblor oscilatorio, que comenzó con movimientos suaves Mem. Soc. Alzate. - T. 28, lám. IV. Chilapa. Capilla del Dulce Nombre de María. Destruída. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 97 que fueron aumentando en intensidad, de manera mucho más fuer- te que el de la tarde, lo cual produjo un pánico indescriptible; la gente se echó á la calle, los teatros quedaron vacíos, las habitaciones, escue- las y por doquiera se veían rostros azorados ó se escuchaban impreca- ciones y rezos, “*La duración de este quinto fenómeno, fué exactamente de dos mi- nutos treinta segundos.” Los cablegramas que á continuación transcribo dieron cuenta del registro de los seismos en los Observatorios de los Estados Unidos: “Lago Salado, Utah, Marzo 27.—Un fuerte temblor de tierra, que tuvo una duración de cuarenta minutos, fué registrada por el seisimó- grafo de la Universidad de Utah, á una hora entre media noche y la hora en que se abrió la Universidad esta mañana. Por espacio de vein- - te minutos, la intensidad del temblor fué grande, por lo que el aparato registrador no hizo un registro completo de todas las fases del fenó- meno. “Albany, Nueva York, Marzo 27.—El seismógrafo del Museo del Estado registró hoy un fuerte temblor de larga duración. La sacudida principal fué precedida y seguida de otros fenómenos, que parece fue- ron originados en la misma zona. Este temblor es el más fuerte que se ha registrado en la ciudad desde hace muchos años. “Washington, Marzo 27.—El temblor de tierra que se dice ha des- truído la población mexicana de Chilapa, es el mismo fenómeno que se produjo en la Isla de Santo Tomás, ayer por la tarde, el cual fué re- gistrado casi á la misma hora en Washington, habiendo causado con- siderable alarma en la ciudad de México. “En Washington, los aparatos del Observatorio Meteorológico re- ' gistraron dos sacudimientos. Estos se efectuaron, aproximadamente, á una distancia de dos mil cuatrocientas millas; el primero tuvo lugar á las seis y nueve minutos de la tarde, y el segundo, á las diez y cin- cuenta y cuatro de la noche. Además de estos fenómenos, se encuen- tra anotado en los libros del Observatorio, otro que se efectuó el día veinticinco, y que se supone ocurrido en el mismo punto que los de ayer. Memorias. T. XX VII1, 1909-1910.—7 98 MANUEL MIRANDA Y MARRON. “La población de Chilapa se encuentra, aproximadamente, á una distancia de poco más de dos mil millas de Washington.” M. G. Bigourdan, M. S. A., en una nota que públicó en las Comp- tes Rendus de la Academia de Ciencias del 30 de Marzo de 1908, precisa el registro del temblor de la tarde del día 26 y da indicacio- nes del de la noche, debiéndose tener en cuenta que en el Observa- torio de Paris las horas se cuentan de O á 24, á partir de media no- che, estando vigilado el aparato por M. Guénaire. “Este temblor de tierra, —dice M. G. Bigourdan,—fué registrado en el Observatorio de Pa- ris por el seismógrafo Milne, de dos péndulos horizontales, habiendo oscilado ambso; pero uno solo dió una inscripción suficiente, este fué el péndulo dirigido de Norte á Sur, y según el cual los movimientos se produjeron en Jas horas siguientes de la noche del 26 al 27 de Mar- zo de 1908.—La fase inicial principió de una manera casi súbita á las 23 h. 25 m. 20 s. (tiempo medio de Paris) y su primera sección (1,) se prolongó hasta las 23 h. 35 m. 50 s. Entonces comenzó la segun- da sección (Í,), que terminó á las 23 h. 56 m. 0 s. y durante la cual se manifestaron cuatro sacudidas importantes que comenzaron respec- tivamente á las 23 h. 36 m. 0 s.; 23h. 41 m. 40 s.; 23 h. 47 m. 30s. y 23 h. 52 m. 30 s.—A las 23 h. 56 m. Os. comenzó la fase principal, siendo los movimientos tan grandes que casi chocaba el péndulo con- tra sus puntos de detención. Estas oscilaciones de grande amplitud duraron 13 minutos, después los movimientos calmaron poco á po- co para terminar á las 2 h. 30 s.—La víspera había sido ya registra- da una sacudida á las 19 h. 48 m. y otras dos se produjeron en la ma- ñana del 27: una bastante débil fué registrada á las 4 h. 22 m. y otra más fuerte de las 4 h. 40 m.á las 4 h. 50 m.: los movimientos más débiles que siguieron á éstas cesaron de ser marcadas á las 5 h. 30m.” Esta preciosa nota, teniendo en cuenta la diferencia de hora entre México y Paris, pone de manifiesto la correspondencia de los registros de los seismógrafos de los Observatorios de la capital de Francia y de Tacubaya, concordando el número y los momentos de los movimien- tos seísmicos del 26 de Marzo en esta República. Mem. Soc. Alzate. T. 28, lám. V. Chilapa.— Derrumbe de la torre que se estaba reedificando en Catedral.— El Reloj de $2,000 triturado j ij eS E E ' A Lal ! f j 4 P UI. Y EA . ¿ : ho S Pa pi S , PAIS > É . y AS y > . ek DA nd e a NS E A dee E y A a da e» do . o ate e ea dl pa he 4 - DA pen? EVA e PESAS UN yl Jo : ' » ; So AN 4d; pl NS AS, cai po SE A Mai EN P , cdas de £ : ; lr LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 99 El Sr. D. José Comas Solá, Director del Observatorio Fabra de Bar- celona, en sus Observaciones séismicas efectuadas durante el año de 1908,' asienta lo siguiente: “Marzo 26 y 27. A las 23"17"30*, se inician los temblores precurso- res de un violentísimo terremoto lejano que se manifiestan en la com- ponente E.W. y poco en la vertical. A las 23"50” empiezan las gran- des ondas, las cuales terminan á las 0*5” del día 27. El movimiento cesa sensiblemente por completo á las 0"38", La duración total de es- te movimiento ha sido, por consiguiente, de 1"20”. El epicentro de este desastroso terremoto ha debido tener lugar en el punto distante 9,540 kilómetros de Barcelona.” “Marzo 27. A las 4*12”20*, se inician otros movimientos, precurso- . res de una réplica del anterior terremoto (su distancia epicentral es la misma). A las 4”32” comienzan las grandes ondas, menos intensas que en el primer choque séismico. A las 5"8" cesan las oscilaciones de este terremoto secundario, pero de gran violencia en su foco.” ““Nota.-— El intenso terremoto lejano registrado á las 23*17"30* del 26 y la réplica de las 4”12”20* del día 27, de los que se ha dado opor- tuna cuenta y cuya distancia epicentral la fijé teóricamente en 9540 km., han sido confirmados, habiendo ocurrido tales desastrozos movimien- tos en México, sobre todo en la población de Chilapa, cuya distancia ha resultado ser sensiblemente igual á la distancia teórica calculada.” SF Dirección—.La dirección de ambos temblores fué la misma en el ept- centro, ósea en Ometepec, Chilapa y Silacayoapan, de Sur á Norte. En Chilpancingo de N.E. áS.W., que fué la dirección general en la Repú- blica con cambio de N. á S., si bien en algunos puntos, como Tlaxca- la, Atlixco y otros los movimientos terminaron en rotatorios. Especificando la dirección de los movimientos en algunas localida- 1 Memorias de la R. Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, 3? época Vol. VII, Núm. 13, 1909. 41 Boo. A, ” a) - 100 MANUEL MIRANDA Y MARRON. des, tenemos: En esta Capital, según el seismógrafo del Observatorio particular del Sr. Prof, D. Luis G. León, en que está implantado el Seismógrafo “Heredia,” el movimiento inicial del seismo de la tarde fué de N.E. á S.W. con cambio de N. á S. El Director del Ob- servatorio de Puebla, D. Francisco de P. Tenorio, envió al Central una nota acompañada de diagramas, de las que se deduce que el seis- mo de la tarde fué de N. E.+ E. 4S.W. £ W. y de N.+ N.W. á S.75S.E, y al final, rotatorio y el inicial de la noche oscilatorio de S. á N. me- dio, rotatorio, y final, oscilatorio de N. W. áS.E. En Chignahuapan, Ob- servatorio Urania, bajo la dirección del estudioso D. Elpidio López, el seismo primero quedó marcado con dirección de E.S.E. 4 W.N.W. y _ el de la noche inicial con la misma dirección, después de S.S.E. á N.N.W. y finalmente de S.S.W. á N.N.E. habiéndose notado en el de la tarde algunas trepidaciones, señaladas por saltos del estilete del pén- dulo. En Jalapa, otro de los puntos en que la observación fué tam- bién más precisa, el seismo vespertino fué á las 4 h. 40 m. por el ale- jamiento del epicentro, con dirección de N.W. á S.E. y el nocturno á las 9 h. 23 1. con 4 sacudidas de S. á N. De nuestro Observatorio Meteorológico Central no hay datos precisos, porque la esfera del pén- dulo chocó contra la pared por estar muy cerca de ella, defecto que se- fialé al hacer la descripción del terremoto del 14 de Abril del año de 1907. Aunque el movimiento general en ambos seismos fué oscilatorio, fué, sin embargo, también trepidatorio en el epicentro, Ometepec, Si- lacayoapan, Bravos, Tlapa, Acapulco é€ Iguala, en Guerrero, y en la mayor parte de Oaxaca, como en la capital del Estado, Pinotepa, Aca- tlán, Juquila, Valle Nacional, Tlaxiaco, Teposcolula y Justlahuaca; y - también en Izucar y Tehuacán de Puebla; en Jonacatepec de Morelos y en Toluca, capital del Estado de México. Ruidos subterráneos fueron escuchados en Ometepec, San Luis Allende, San Marcos (Guerrero), Tehuacán (Puebla) y Huajuapan (Oaxaca). También se oyeron ruidos substerráneos en Chilpancingo, siendo el seismo de larga duración, si bien no causó tantos estragos como el del 14 de Abril de 1907 y el de 16 de Enero de 1902, Mem. Soc. Alzate. T, 28, lám. VI. Chilapa.— El Terremoto de 26 de Marzo de 1908. Derrumbe de lo restante del Obispado que había quedado utilizable en el terremoto del 14 de Abril de 1907. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908, 101 Duración. —Del examen general de los telegramas, el temblor de la tarde duró entre 20 y 50 segundos y el de la noche de 20 4 30 segun- dos. En esta capital el vespertino duró 30 segundos y el nocturno 2: minutos. En Ometepec el primero, 40 s., del segundo no hay dato. En Silacayoapan, el¿vespertino 2 m. 20 s. y el nocturno, 1 m. 2s. En Chi- lapa, el primero duró 3 minutos, y en la noche desde las 9 h. 15 m. comenzó una serie de temblores, pudiéndose estimar en treinta y cin- co los verificados en término de 24 horas. Esa ciudad fué la más com- batida y perjudicada, como luego veremos, y extraño que no haya nin- guna noticia en el Boletín del Observatorio referente á esa población, pues los datos que he tomado son de fuente privada. Los puntos en que los seismos tuvieron mayor duración fueron: Tarde: Oaxaca (capital) 1 m. 15s.: Chilpancingo 1 m. 30 s.: Puebla (capital) 90 s.: Coscomatepec (Veracruz) 1 m. 20 s.: Huatusco (Vera- cruz) 1 m. 10s.: Tlaxcala (capital) 68 s.: Chalco (México) 2 m. 42 s.: Cuicatlán (Oaxaca) 2 m. 3s.: Nochistlán (Oaxaca) 1 m.: Tierra Colo- rada (Oaxaca) 1 m. aproximadamente. Noche: Jalapa (Veracruz) 1 m. 20s.: Cuicatlán (Oaxaca) 1 m. 15s.: Coatepec (Veracruz) 1 m. 5s.: Oaxaca (capital) 1 m. 10s.: Texcoco (México) 1 m.: Puebla (capital) 72 s.: Esperanza (Veracruz) 1 m.: aproximadamente. Extensión é Intensidad.—Ambos seismos abarcaron los Estados de Guerrero, Oaxaca, Morelos, México, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Dis- trito Federal é Hidalgo, tocando algunos puntos de Michoacán, Coli- ma y Chiapas y muy poco al de Jalisco. La intensidad naturalmente fué mayor en el epicentro de Guerrero, fuerte en Oaxaca y demás Es- tados colimitrofes, decreciendo en los demás, pero por duración y fuer- tes movimientos la intensidad fué más notable en la faja que va de Chilapa y Silacayoapan, por Izúcar y Tehuacán (Puebla), Huatusco, Jalapa y Veracruz rumbo al Golfo de México. En esta última ciudad el temblor vespertino se verificó al ser llevado á su última morada el cadáver del recomendable Sr. D. Francisco Javier Muñoz, siendo lan- zadas las aguas del mar como cuarenta metros, bañando lugares nun- ca tocados antes por las olas, ni en días de las mayores tormentas. Los 102 MANUEL MIRANDA Y MARRON. aparatos del Observatorio de Ulúa anotaron movimiento oscilatorio de Oriente á Poniente con duración de 45 segundos. AE Detalles. —Durante los temblores del 26 de Marzo del año próximo pasado (1908) no hubo afortunadamente desgracias personales que la- mentar en el Estado de Guerrero, ni en los demás que abarcó el seis- mo. En esta capital, al reventarse el cable del tranvía eléctrico en la 4% calle de Lecumberri fulminó á dos transeuntes, y en las obras del Palacio Legislativo se desprendió una vigueta de hierro lesionando á cuatro operarios, de los cuales uno quedó con conmoción cerebral. También en esta capital se desplomaron varios techos, se cuartearon varios edificios, y se abrió una grieta en el pavimento á lo largo de la calle de Patoni frente al Hotel St. Francis, Recibieron daños de algu- na consideración la Cárcel de Belén, el Palacio de Justicia Penal y la ) Escuela “Horacio Mann,” en la esquina de la calie de Limantour y Avenida Chapultepec. - Como detalle curioso anoto que el Profesor de la Escuela Primaria núm. 97 situada en la calle de San Lorenzo, á fin de quitar el pavor á sus alumnos hizo que entonaran el Himno Nacional, si bien yo creo que ha de haber salido destemplado y con acentos temblorosos. En el Circo Orrin estaba en los momentos del temblor el equilibrista Warty- men bailando en la cuerda floja, pero como para él en ese ejercicio siempre está temblando, siguió en su baile con la mayor serenidad co- mo en terso y bien encerado salón; pero como la concurrencia no era equilibrista, se lanzó de sus asientos presa de pánico, buscando la sa- lida, al escuchar los crujidos del techo de lámina. En la zona del epicentro naturalmente fueron mayores los daños materiales, resultando bastante perjudicadas las poblaciones de Ome- tepec, Tlapa, Hacienda de la Providencia, pueblos de la Costa Chica y principalmente Chilapa, si bien su destrucción no fué completa, como anunciaron los primeros telegramas alarmadores. En Ometepec la ma- yoría de las casas por su mala construcción se derrumbaron, saltando "2019 *] 9p Ope]o3sody,, [9p e]rideo *¿— “Burn Opuezeuo me SIJUO.IF NS U09 [B.P9JBL) PISOS] *] "9Y8Z[Y 908 "ueJA' "IA “Ur “8 “1 E Es LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 103 los habitantes presos de pánico por sobre los escombros, en medio de los nubarrones de polvo que levantaban los derrumbes, yendo á acampar en campo raso. Los presos llenos de terror y aprovechando la confusión se escaparon de la cárcel, saliendo inmediatamente la gen- darmería en su persecución. En Chilapa se repitieron en mayor escala las mismas escenas, oyén- dose los alaridos de terror y rabia de los prisioneros, por verse ence- rrados con peligro de perecer aplastados por el derrumbe de los muros, y á duras penas se les pudo tranquilizar. Ninguno de los habitantes de esa ciudad cerró los ojos en esa noche por la continua repetición de los seismos que, como dije, se calcularon en número de 35 en las veinticuatro horas. Se abrieron diversas grietas por las que se escapa- ban emanaciones sulfurosas, lo mismo que en Chilpancingo, dando esto margen á que se aumentase el pánico juzgando próxima la apari- ción de un volcán, por más que bien sabido es que por ahora no hay tal peligro, y que los seismos en aquella región son tectónicos. Las oficinas de la Prefectura, el salón del Ayuntamiento, la Catedral y el Seminario de Chilapa quedaron casi en ruinas y las escuelas públicas tan deterioradas que se hizo necesaria la suspensión de los cursos. La oficina del telégrafo que amenazaba ruina fué instalada provisional- mente en una tienda de campaña en.el Jardín “Porfirio Díaz ” Fenómenos concomitantes y subsecuentes.—Por el cablegrama del Observatorio de Washington tenemos ya conocimiento que la misma tarde que aquí se sintió el terremoto fué sacudida la isla de Saint Tho- mas, lo cual se confirmó por los dos siguientes cablegramas: “St. Thomas (Antilla inglesa), Marzo 26.—Se sintió un fuerte terre- moto á las 5 p.m., en esta. No se registraron desgracias personales ni se derrumbaron los edificios, por más que muchos sufrieron serios desperfectos.” “Isla de Saint Thomas, Marzo 27.— Ayer se dejó sentir, de una ma- nera muy fuerte, ún temblor de tierra. Todos los habitantes salieron de sus casas, consternados. Aún no se sabe las pérdidas y los des- perfectos de la propiedad que haya causado el temblor.” Ya por esto se ve que el seismo no fué local para esta República, y 104 MANUEL MIRANDA Y MARRON. demuestra la fuerza y extensión del fenómeno, lo que servirá para lo " que adelante expondré respecto de su causa. Otro telegrama de Boston nos informa de un fenómeno observado por los mismos días en el mar: “Boston, Abril 10.—El vapor “Sylvia” que ha llegado aquí, proce- dente de Cuba, informa que, al pasar por frente al cabo Hatteras pudo contemplar un raro fenómeno. El vapor encontróse de repente entre nubes de vapor, que salían de la superficie del agua; pero estas nubes eran tan densas, que los marineros no podían ver á una distancia de diez pies fuera del barco. Un oficial tuvo que estar constantemente en el puente, por espacio de tres días, con el fin de dirigir lentamen- te las maniobras y marcha del buque, para impedir una colisión. Cuando desapareció el vapor sobrevino una recia tempestad.” Esas columnas de vapor que salían del agua indican una erupción submarina; y conjuntamente tuvo lugar una lluvia de cenizas el 26 de Marzo en Annonay, según una nota del Boletín de la Sociedad Astro- nómica de Francia, que dice: “Lluvia de cenizas.—Se nos escribe de Annonay, el 27 de Marzo: Un fenómeno curioso, que fué poco notado y duró solamente algunos minutos se produjo ayer tarde, hacia las siete. Pasó por nuestra ciudad un golpe de viento y arrojó un polvo blanco como ceniza. Sobrevino poco después otra onda que hizo desaparecer las huellas de esta nueva lluvia, que fué comprobada en todos los cuarteles de Annonay.” Sabemos que los seismos no se limitaron al jueves 26, sino que con- tinuaron en los días siguientes, inclusive el lunes 30 del mismo mes de Marzo, en que tuvo lugar á la vez un temblor en el fondo del mar que se comunicó á sus aguas, sin que se pueda fijar el punto preciso entre Sud-América y Nueva York, pues el siguiente telegrama sólo da cuenta en general del fenómeno: “Nueva York, Abril 2.—Los pasajeros que vinieron á bordo del va- por “Magdalena,” que llegó anoche á este puerto, procedente de Sud- América, refieren un curioso fenómeno que acaeció en alta mar el lu- nes en la noche. Mientras algunas parejas se dedicaban al baile en la cubierta del mencionado vapor, sintieron que el barco se balanceaba "10JUTJ OUBILOGASS *([ Á Z91191INL) OUOJUY *( UOLSLINUI SPUOP IB.IWT y *9S0( US *1S Op O[d UA , —*S9ALQOA Á SOUBIVDUR AP O[ISY "TILA “ur ez “L '9) BZ] Y '908 "USA A a dt + PARLA ut ra a e ca APRA Dn ERE, VIO A AR en: E A E ' 4 y see | An / ¿ o > $ > " be rl . 'R * A y K , y » " a ' á y E > o y . 8. Ñ ' y o .. o ' | 4 4 . - y 4 r a vd Ar « E Y , De $ ¿ Ñ ' 1 . ES r í - ee E Ñ - A 7 f eN ' MED | ; ñ + 4 . y 7 2 > E Ñ h M ' k . y ' ' / de 7 k LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 105 A AAA AE O A — SEE E de una manera inusitada, y el mar se ponía picado. Como el fenóme- no duró por espacio de algunas horas, las personas que se encontra- ban bailando, abandonaron la diversión, poseídos de cierto temor. Un poco después se explicaron el fenómeno, al recibo de un mensaje por medio de la telegrafía sin alambres, en el que se daba noticia de que en México se había sentido un temblor de tierra.” Otro fenómeno fué el siguiente: ““Beloit, Wisconsin, Abril 2 —Desde hace algunos días se nota la actividad de la prodigiosa “Roaring Well,” fuente de ruido, situada en la Hacienda de Charles Leather, vecina á esta ciudad. Esta fuen- te sale de una grieta insondable. Se asegura que la fuente anunció el gran terremoto de San Francisco, saliendo el agua con mayor fuerza. Ahora se notan las mismas señales, que se representaron algunos días antes de que se verificara la catástrofe de San Francisco. De la grieta sale un viento fuerte y cálido, y se escuchan unos ruidos continuados, que se asemejan á los truenos.” Como he dicho, en los días subsecuentes al 26 de Marzo continua- ron sintiéndose en el Estado de Guerrero varios seismos, pero los de mayor intensidad tuvieron lugar los días 4 y 5 de Abril. El primero de estos terremotos ocurrió á las siete y cuarenta y cin- co minutos de la mañana, siendo de intensidad muy fuerte, que hizo temer por los edificios de aquella población, más aún cuando fué de carácter trepidatorio. Afortunadamente su duración fué corta, de diez segundos, y todo pasó sin novedad. El segundo ocurrió el día 5 á las ocho y cuarenta y dos minutos de la mañana, según comunicó el encargado de la Estación Meteorológi- ca, señor Guillén, y fué de grande intensidad, trepidatorio, y de la misma duración que el primero, esto es, de diez segundos. El mismo señor Guillén comunicó que á cada momento del día 4 se estuvieron escuchando tremendos ruidos subterráneos, que llenaban de pavor á cuantos los oían. - Para terminar lo relativo á la descripción de los terremotos del 26 de Marzo y subsecuentes, añado como una curiosidad estadística la lista de los temblores que han tenido lugar en esta República en el 106 MANUEL MIRANDA Y MARRON. mes de Marzo, según la reseña de Don Juan N. Adorno: Marzo 17 de 1542, Marzo 22 de 1748, Marzo 28 de 1787, Marzo 2 de 1792, Marzo 28 de 1800, Marzo 25 de 1806, Marzo 25 de 1844, y Marzo 3 de 1845. Habiéndose verificado el 28 de Diciembre del año próximo pasado (1908) la catástrofe de Messina, oportuno es recordar que Sicilia y Calabria fueron sacudidas en épocas remotas por terribles seismos el 27 de Marzo de 1638 y el 5 de Febrero y el 28 de Marzo de 17883, año en que se sintieron múltiples temblores en esta República y en que el Hecla de Islandia estuvo en continua erupción. Muy digna de llamar la atención es la circunstancia de que los dos temblores de Ca- labria á que me refiero fuesen en 27 y 28 de Marzo, lo mismo que los de esta República en 1787 y en 1800, habiéndose verificado casi todos los demás entre el 22 y el 28 del mismo mes de Marzo. + Causa de los terremotos del 26 de Marzo.—Antes de entrar de lleno á inquirir la causa de los terremotos objeto de esta primera parte de mi trabajo, debo indicar que aun los que se dedican al estudio de los seismos, suelen confundir la clasificación de los mismos con su causa determinante, conformándose con decir que tal ó cual temblor fué de origen volcánico ó tectónico: pero una es la especie á que pertenece el terremoto y otra la causa que lo produce. Llegando á las causas productoras de los seismos, los geólogos y los artrónomos andan á la greña, atribuyéndolos los primeros á causas puramente geológicas, prescindiendo de las astronómicas, y los astró- nomos haciendo intervenir el elemento solar y otros astronómicos; mas la naturaleza se burla de ambos gremios y produce los fenóme- nos independientemente de sus opiniones aisladas, y haciendo inter- venir el elemento geológico y el astronómico. En efecto, siendo la Tierra un girón del Sol, y habiendo tenido su evolución astronómica, pasando del estado gaseoso al de materia líqui- da incandescente y al de condensación de su película externa, quedan- do todavía en su núcleo diversas regiones de masa pastosa Ígnea, se- LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908, 107 gún traté extensamente en mi obra “Las Catástrofes de 1906” (C, IX, págs. 58 á 65), no podemos ni debemos prescindir del elemento as- tronómico al estudiar los fenómenos de nuestro globo, pues no es un cuerpo aislado que verifica su evolución independientemente, sino en consonancia con los demás planetas que forman el sistema solar. De esto se sigue que además de su trabajo de condensación, hay que te- ner en cuenta las influencias que sobre él ejercen los cuerpos cósmi- cos y entre ellos los anillos de asteroides, que no son otra cosa sino la desintegración de diversos cometas. ' Las causas de las erupciones volcánicas son múltiples, entrelazadas unas con otras y complicadas, y á veces resultan de la combinación de varias causas, requiriéndose naturalmente la preparación ó desequili- brio en el punto en que un seismo se verifica. En mi opinión, dado el acomodamiento de capas que se verifica en nuestras costas del Sur en el Estado de Guerrero, era el punto del pla- neta que se hallaba, por decirlo así, más predispuesto el 26 de Marzo para la producción del seismo, al verificarse como se verificó el paso de una corriente de meteoros por el meridiano de nuestro territorio: así que esos terremotos en cuanto á su especie fueron tectónicos, pero en cuanto á su causa fueron las corrientes magnéticas producidas por el paso de ese anillo de asteroides. Tengo, pues, que demostrar que el paso de esos enjambres es productor de terremotos, y después que efec- tivamente fué envuelta la Tierra ese día por una corriente meteórica, que dió origen á ondas magnéticas productoras de los seismos y á fe- nómenos luminosos semejantes á las auroras boreales. En cuanto á lo primero, en mi estudio “Los Terremotos del mes de Abril,” hice notar que el terremoto de Neyra y la Grande Banda se verificó al caer en el mar un meteorito cerca del puerto. Poco antes del terremoto de Riobamba en 1797, se vió en Quito el paso de numero- sas estrellas fugaces. Humboldt refiere que poco antes del terremoto de Cumaná en 1766 se vió el volcán de Cayambe envuelto en una lluvia 1 Véase acerca de la constitución de los planetas y la formación de las mon- tañas la notable conferencia de M. Puiseux del 2 de Diciembre de 1908. 108 MANUEL MIRANDA Y MARRON. - de meteoros. Por último, para no traer más citas y ejemplos, el 19 de Mayo de 1861 pasó por el meridiano de Mendoza, en el camino entre Buenos Aires y Valparaíso, un monstruoso meteoro, y al día siguiente fué completamente reducida á ruinas la ciudad por un terremoto, de- jando sepultados en cuatro segundos más de diez y siete mil perso- nas.? Respecto de lo segundo, al Observatorio Meteorológico Central llegó un mensaje de San Juan Bautista (Tabasco) en que se le daba cuenta de haber aparecido el día 27 un hermoso bólido en el cielo de aquella población, hacia el Este de la misma, y con una dirección de Sur á Norte. La estela, muy luminosa, persistió largo rato, aproximada- mente un cuarto de hora, ampliando su latitud al desaparecer. Toda la población de San Juan Bautista salió á observar el fenóme- no, lo cual hizo con comodidad, debido á la hora tan temprana en que fué percibido: las 9 h. 50 m. p.m. Según comunicaciones telegráficas del Director del Observatorio Me- teorológico de San Juan Bautista, el bólido no fué solamente visible en la capital del Estado, sino en muchos otros lugares, y de un modo especial en Villa de Jalapa, dejando luminosísima estela que fué ensan- chándose y esfumándose paulatinamente hasta su desaparición. Mas no sólo en esa región, sino que también en Sonora fué obser- vado por esos mismos días otro bólido, sin que pueda yo fijar con pre- cisión la fecha, pues el telegrama que conservo de Abril 9, solamente hace referencia á otra noticia anterior. El telegrama dice: Guaymas, Abril 9.—Nuevas noticias recibidas de Altar, manifies- tan que el bólido que en días pasados atravesó rápidamente la atmós- fera, del que dí cuenta oportunamente por telégrafo, produjo un estruendo tan fuerte, que en varias casas se movieron las puertas vio- lentamente, al tiempo que una luz vivísima iluminaba el espacio; el fenómeno causó gran alarma en los primeros momentos, dejando des- pués atónitos á cuantos lo presenciaron. 1 Véase Volcanes y Temblores de Tierra.—Zurcher et Margollé. Cap. VIII págs. 225 y 240. PRI qe, LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 109 Al desaparecer el bólido, que tenía color de fuego, dejó por algunos instantes una ráfaga hermosísima en el espacio.” Quiero hacer notar, antes de pasar adelante, que esos bólidos tuvie- ron dirección de Sur á Norte, en el mismo sentido del movimiento de los seismos en el Estado de Guerrero, y que si acaso no fueron obser- vados en mayor número se debió á que el 26 y el 27 de Marzo estuvo el cielo enteramente cubierto de nubes del tipo Nimbus, como advirtió mi ilustrado colega el Profesor Don Luis G. León en el estudio que presentó á esta Sociedad Alzate con el título de “Los fenómenos eléc- tricos observados durante los últimos temblores,” si bien él los atribuyó á la electricidad acumulada en las nubes reaccionando sobre la tierra. Sin negar la electrización de las nubes, opino que la de éstas y la de nuestro planeta con la manifestación de ráfagas luminosas, que no se debieron al choque de los cables eléctricos, fué ocasionada por la co- rriente magnética desarrollada alrededor de la Tierra por el anillo de asteroides á que antes hago referencia, lo cual queda comprobado con Perturbación magnética registrada en el Observatorio del Ebro, Tortosa, 26-27 Marzo 1908. el hecho de que esos fenómenos luminosos no fueron vistos únicamen- te en la región del epicentro, sino en todos los lugares tocados por el terremoto, y más todavía en varios puntos del globo, siendo acompa- ñiados de perturbaciones magnéticas. Ciertamente, en el Boletín de la Sociedad Astronómica de Francia, correspondiente á Mayo de 1908 vino esta noticia: “Una aurora bo- 110 MANUEL MIRANDA Y MARRON, real, aunque bastante débil, fué observada el 26 de Marzo último en Donvielle (Mancha) por M. L. Rudaux, y también en Westernieland, Holanda. Los rayos verticales se elevaban en arco luminoso.—Pertur- baciones magnéticas bastante fuertes se percibieron los días 26, 27 y 28, presentando el Sol manchas de poca importancia.” Otra aurora boreal fué percibida también en la noche del 27 al 28 en una gran parte de Suecia, habiendo enviado la descripción de la misma á la propia Sociedad Astronómica M. Charles Boman, según sus observaciones hechas en Avesta. “Aquí en Avesta, dice, he obser- vado este fenómeno desde las 10 h. 30 m. á la una de la mañana. El hemisferio septentrional estaba lleno de una luz azulada que por mo- mentos se hacía más intensa, de suerte que las estrellas como Capella, Castor y Pollux apenas se distinguían. Los centros de donde emana- ban las ráfagas de luz cambiaban á menudo y súbitamente, como des- plegadas por un golpe de abanico. Las ráfagas y los repliegues de la aurora se extendían bastante más allá del cenit. Sería imposible des- cribir la forma de esta aurora, porque cambiaba á cada instante, sin embargo, estaba constituida por tres arcos de los cuales uno se sobre- ponía sobre los otros dos. Los puntos en que el arco superior reposa- ba sobre estos otros dos eran los más luminosos y de estos puntos bro- taban la mayor parte de los rayos. El color era siempre el mismo, blanco rojizo como la chispa eléctrica, y no cambiaba como sucede á menudo en las auroras boreales de primavera.” EF Queda, pues, comprobado que la perturbación magnética con fenó- menos eléctricos luminosos no se limitó á esta República en los días 26 y 27 de Marzo, sino que fué general para el planeta, ya que tene- mos al menos noticias de Francia, Holanda y Suecia. Pero ¿esa per- turbación magnética y esas auroras boreales fueron producidas como los temblores de esos días por el enjambre de asteroides de que antes hago referencia? Acaso desaparezca toda duda, comparando esos fe- nómenos con los verificados en diversas ocasiones en días 14 de No- ” ha LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908, 111 viembre, en que como es sabido se verifica la lluvia meteórica de Leó- nidas. El 14 de Noviembre de 1789 fué visible en esta capital un fenóme- no semejante á las auroras boreales, que fué descrito por el sabio P., Alzate y por el Sr. León y Gama, y que puso en tanta alarma á los me- tropolitanos, que creyeron había llegado el fin del mundo y confesaban á gritos sus pecados. Esa pseudo aurora boreal fué visible, según el testimonio del segundo, en Puebla, Tepeji, Taxco y otras poblaciones del país, y según el relato del primero, se vió en Sonora, Coahuila, Nuevo México, California y entre otros lugares de Europa en Barcelo- na, donde fué visible en la madrugada del 15, habiendo comenzado á aparecer al Norte de esta ciudad, por el rumbo de la Villa de Guada- lupe á las 8 h..30 m. del 14. A esa hora, según el Sr. León y Gama, detrás de los cérros de la Villa se divisaban unos rayos blanquizcos en forma de escoba, notándose en la base un color entre rojo y amarillo, de cuyos extremos se percibía una porción de circunferencia de color rosado obscuro, pareciendo estar mezclada la luz con humo denso que ocultaba las estrellas del cuello del Camello y de las piernas de Cepheo, la Polar y demás de la Osa menor. Esa ocultación de las estrellas por esa especie de niebla hemos vis- to también que fué observada por M. Charles Boman en la aurora bo- real que se dejó ver en Suecia, y lo mismo pasó al verificarse la llu- via de Leónidas del 13 de Noviembre de 1833, pues M. Palmer, que la observó en New Haven, vió un vapor rojizo que se mostró prime- ro cerca del horizonte meridional, que después se elevó poco á poco hasta el cenit y que, aunque transparente, ocultaba las estrellas muy pe- queñas. | Mr. Newton del mismo New Haven, que coleccionó las lluvias de Leónidas de los siglos pasados, señala como una de las más notables la del 4 de Noviembre de 1602, año en que también fué vista otra pseudo aurora boreal á las 8 h. 30 m. p. m. por los viajeros de la nao “San Antonio de Padua,” que venían de Filipinas á México, de lo cual dió fe y testimonio el Escribano de la nao, D. Sebastián Elcano, di- ciendo, “que hacia el Norte apareció una gran claridad en el Cielo que 112 MANUEL MIRANDA Y MARRON. totalmente parecía Gampos que se quemaban, de color vermeja que pa- recía una propia sangre, estando atravesada á trechos aquella color ro- ja por unas barras de Norte á Sur de color blanco y amarillo, divi- diéndose luego hacia el medio y quedando como un Tizón en el Ayre, habiendo durado el fenómeno como cosa de hora y media, navegando el navío como á los 38 grados y medio y cosa de doscientas leguas de la Nueva España.” He extractado la relación del escribano usando su propio lenguaje, no habiendo sido otra cosa ese Tizón en el Ayre, que un bólido del enjambre de Leónidas, por más que dicho fenómeno se verificase el 4 de Noviembre, pues en mi libro “El Catorce de Noviembre” demos- tré que en cada período de 331 adelanta ese enjambre su aparición un día aproximadamente, y habiéndose verificado, aunque no con la ex- plendidez que se esperaba, la última máxima en 1899, entre este año y el de 1602 hay 297 años de diferencia, que divididos por 33 dan por cociente 9, ó sea que hacia 1602 las lluvias de Leónidas se verifica- ban el 4 de Noviembre, como también la de 1533, habiendo tenido lugar la de 1366 el día 81 de Octubre, nuevo estilo, ó 21 de Octubre, sin tener en cuenta la Corrección Gregoriana.' Mas para no hacer relación de fenómenos luminosos tan remotos co- mo efecto del enjambre de Leónidas, tenemos otro ejemplo reciente en la aurora boreal que fué visible el 15 de Noviembre de 1905 en la Man- cha y en la región Noroeste de Francia, de la que vinieron varios re- latos en el Boletín de la Sociedad Astronómica de Diciembre de ese año, enviadas porlos observ adores de Dieppe Bayeux, Roubaix, Lille, Béthune, Vannes, Caen, habiendo sido también visible en Irlanda, no- tándose pesturbaciones magnéticas, de las que dió cuenta M. Th. Mou- reaux, Director del Observatorio de Parc Saint-Maur. Esa pseudo aurora boreal tuvo lugar entre 9 h. y 9 h. 30 m. p. m. desplazándose del Norte al Noroeste con color rojizo como de sangre, dejándose ver por instantes rayos verticales del mismo tinte pero más luminosos, en- treviéndose las estrellas á través de los resplandores. 1 Véase para todo estos fenómenos luminosos mi libro ““El Catorce de No- viembre,” págs. 8 á 15 y 37 á 41. AA LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908, 113 Que estos fenómenos eléctricos luminosos, pues no pueden llamarse auroras boreales en toda la extensión de la palabra, por las regiones en que han aparecido, sean efecto de corrientes magnéticas producidas por el enjambre de Leónidas queda confirmado por el relato de M. Ca- milo Flammarion, en sus “Estudios y Lecturas de Astronomía” (T. 11 pág. 101), al hacer la descripción de la lluvia de Leónidas del 13 de Noviembre de 1866. Dice: “Un poco antes y durante esta espléndida manifestación de estrellas fugaces, M. Phipson observó á intervalos irregulares brillos súbitos de luz parecidos á los: que produciría una tempestad ubicada bajo el horizonte Norte. Pero no había tempestad hacia esa dirección, porque los observadores situados en Conventry y Northampton observaron igualmente esos resplandores súbitos de luz rojiza y amarilla, y los atribuyeron también á relámpagos de una tem- pestad en el Norte. M. Hind y M. Symonds vieron también los mismos resplandores ........ Este sabio (M. Hind) notó una luz pálida, difun- dida en el horizonte, cerca de la constelación de León y semejante á la que se observa con frecuencia durante una aurora boreal. Nuestro corresponsal vió exactamente lo mismo, pero lo atribuyó á los rayos de luz de la ciudad (como aquí se atribuyó el 26 de Marzo al choque de los cables eléctricos). Recuérdese que M. Quetelet y algunos otros sa- bios han llamado ya la atención sobre ciertas irradiaciones eléctricas que han aparecido al mismo tiempo que los enjambres más ó menos notables de estrellas fugaces. Todo esto ha inducido á M. Phipson á creer que los enjambres brillantes de estrellas fugaces electrizan las regiones superiores de la atmósfera, produciendo fenómenos análogos á la aurora boreal.” Esto en cuanto á los fenómenos luminosos de origen eléctrico pro- ducidos por los Enjambres de estrellas fugaces, y en cuanto á terremo- tos ya vimos que el Barón de Humboldt nos da testimonio de que po- co antes del terremoto de Cumaná en 1766, que correspondió á una máxima de Leónidas, se vió el volcán de Cayambe envuelto en una llu- via de meteoros. Como una contundente confirmación de lo expuesto, transcribo la carta siguiente, publicada en el Boletín de la Sociedad Astronómica de Memorias. T. XX VIII, 1909-1910. - 8 114 MANUEL MIRANDA Y MARKON. Francia correspondiente al mes de Agosto último, ya que el presente estudio se está imprimiendo con esta fecha 1% de Septiembre. La nota dice: “Explosión de un uranolito.-— Hemos recibido la carta siguien- te. — En el Estado de Michoacán, distrito de Pátzcuaro, entre 10 y 11 de la mañana del 27 de Marzo de 1909, se percibió de improviso, en plena luz solar, un vivo resplandor y se escucharon inmediatamente estallidos semejantes á descargas de artillería. Se buscó en el cielo la causa del fenómeno que parecía venir de la región del Sur y á una al- tura media entre el horizonte y el cenit. Bien pronto se notó que se formaban en el espacio aglomeraciones de nebulosidades blanquizcas en forma de núcleos que desaparecían y reaparecian. Los truenos se repi- tieron varias veces y las nebulosidades variables desaparecieron por fin. Al día siguiente los leñadores encontraron algunos fragmentos de pie- dras meteóricas que llevaron á Pátzcuaro Conviene notar que esta ciudad se encuentra cerca de la región volcánica de Michoacán.— Prós- pero Páramo Rangel — Miembro de la Sociedad, en Morelia (Mé- xico). M. Camilo Flammarion añade, por vía de comentario, que es proba- ble que el fenómeno sea extraño al volcanismo y que se trate de la explosión de un uranolito. Pero es muy llamativo el hecho de haber ocurrido la explosión de ese uranolito, que se confirmó por las piedras meteóricas halladas, precisamente el 27 de Marzo, al año de los que surcaron nuestra atmósfera en la misma fecha del año anterior, pues el terremoto tuvo lugar en la noche entre el 26 y el 27 de Marzo. Hé aquí otro hecho notable que confirma también lo que he asen- tado respecto de las corrientes meteóricas y uranolitos como causas de determinados terremotos. El día 25 de Agosto último (1909) á la una y veinticinco minutos de la mañana conmovió un feerte temblor la provincia de Siena, en Italia, que ocupa mil cuatrocientas setenta mi- Has cuadradas, y en un cablegrama procedente de Marciana Marina, del día siguiente, se dice que antes de tener lugar el terremoto, se ob- servó en el cielo una especie de foco lumwnoso de un extraño color rojt- zo. Este foco luminoso no puede ser sino un bólido, que viene á ro- bustecer más y más la hipótesis expuesta, añadiéndose este terremoto LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 115 causado por corrientes magnéticas producidas por meteoros á la esta- distica ya numerosa de los anotados en el texto. De todo lo expuesto se deduce claramente, que habiéndose visto va- rios bólidos en esta República la noche del 27 de Marzo del año próxi- mo pasado (1908), al día siguiente de los terremotos, y habiéndose observado esas iluminaciones ó ráfagas luminosas durante ellas, y las auroras boreales en Francia y Holanda en la misma noche del 26 y en Suecia en la del 27, se deduce, digo, que verificó su paso alrededor de la Tierra un anillo de asteroides, que electrizó la atmósfera y nuestro mismo planeta, y fué la causa de los temblores, y acaso también de la erupción submarina frente al cabo Hatteras y del temblor de la isla de Saint Thomas que tuvo lugar una hora solamente más tarde que el ves- pertino en esta República. Podría replicárseme que en tal caso, siempre que se verificase el pa- so de un enjambre de estrellas fugaces debían resentirse temblores de tierra, á lo que respondo que se verificarán siempre que al pasar esa corriente meteórica por el meridiano de un punto de la Tierra, éste se halle en desequilibrio, así como cuando hay alguna epidemia sólo con- traen el morbo los que están predispuestos; pues antes he expresado que los seismos son fenómenos complicados, que no debe confundirse su especie con la causa que los produce, sin que por lo expuesto pre- tenda yo que únicamente las corrientes eléctricas producidas por los enjambres meteóricos sean la causa de los temblores, pues múltiples son las causas de los mismos¿como extensamente expuse en mi obra “Las Catástrofes de 1906.” ll SERIE DE SEISMOS EN LA REPUBLICA MEXICANA Después del temblor intenso del 26 de Marzo, el subsecuente de ma-' yor importancia fué el que conmovió varias poblaciones de Sonora, Chihuahua y Jalisco el día:7 de Abril. Los telegramas recibidos en el Observatorio Meteorológico nos dan cuenta de que el temblor se sintió en los siguientes puntos: Fronteras, temblor oscilatorio, á las 10” 16% 116 MANUEL MIRANDA Y MARRON. p.m., duración cinco segundos; Moctezuma, oscilatorio de Sur á Norte, á las 10" 30” p.m.; Banamichi, ligero, á las 9" 45% p.m.; Arizpe, osci- latorio, á las 10" 25” p.m. Además de esta región de Sonora, alcanzó el seismo á Colonia de Oaxaca, en Chihuahua, donde hubo varias sa- cudidas entre once y doce de la noche del día 7, y á Autlán de Jalisco donde tembló á la una y veinte minutos ligeramente. El día 23 del mismo Abril se sintió un temblor en Manzanillo, Co- lima, á las 5" 13” p.m. que fué oscilatorio y ligero. El seismo repitió en el mismo puerto á las once de la noche del 16 de Mayo, siendo és- te de más intensidad que el anterior, con la cireunstancia de haber si- do trepidatorio. En el propio mes de Mayo comenzó a desarrollarse una importante serie de seismos en la región Sur, fronteriza con Guatemala, siendo sacudidos Chiapas, Oaxaca y el Istmo de Tehuantepec. Esta serie fué de varios periodos habiendo ocurrido los principales temblores los días 6 de Mayo, 12 de Junio, 19 y 28 de Julio, 7 de Agosto y 6 de Noviem- bre, observándose el 11 de este último mes un fenómeno en Chiapas que vino á explicar la causa de esos seismos. ” Descripción de los temblores.— Desde los días 7 mos días de los temblores de Sonora se habían sentido sacudimientos y 8 de Abril, los mis- ción y trepidatorio en la segunda; pero el de intensidad notable, puesto que alcanzó á esta capital donde se sintió ligeramente, fué el del 6 de Mayo, que tocó los puntos siguientes: Tapanatepec, Mayo 6 de 1908.— Hoy á las seis y cincuenta minu- tos de la tarde ocurrió en esta población un fuerte temblor de tierra, de especie oscilatorio, que duró diez segundos. Alarma en la pobla- ción. —Alegría. Tapanatepec (E. de Oaxaca).—A las 8 h. 53 m. p.m. fuerte tem- blor oscilatorio de 10 segundos de duración.— Alegría. A las 8 h. 20 m. p.m. temblor trepidatorio, precedido de ruido sub- terráneo; duración, 20 segundos.—A legría. Tuxtepec (E. de Oaxaca).—A las 8 h. 20 m. p.m. sintióse ligero temblor oscilatorio de E. á W.; duración 30 segundos.—Maireles. SR y. M "« ll LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 117 Juchitán (E. de Oaxaca).—A las 8 h. 20 m. p.m. sintióse en ésta fuerte temblor oscilatorio de N. áS.; duración, 15 segundos. — E. Her- nández. Salina Cruz (E. de Oaxaca).—A 8 h. 26 m. p.m. (tiempo local) un temblor de dos períodos, oscilatorio de E. á W, y trepidatorio fuerte; duración aproximada, 10 segundos.— El Subinspector, Joaquín Ocam- po y Arellano. Salina Cruz (E. de Oaxaca). —A 8h 18m. p.m. fuerte temblor tre- pidatorio con fuerte ruido subterráneo. Duración, 10 segundos.—. Delfin. Tehuantepec (E. de Oaxaca). —A 8 h. 18 m. p.m. temblor oscila- torio; duración 15 segundos, regular intensidad. — R. González. El día 11 de Junio continuó esa serie de seismos volviendo á tem- blar en Salina Cruz á las 12 h. 22 m. de la noche, con movimiento tre- pidatorio y duración de 10 segundos; en Tapanatepec á las 10 h. 05 m. p.m., trepidatorio con ruidos subterráneos, y 20 segundos de duración; en Unión de Guerrero á las 10 h. 04 m. p.m., siendo aquí oscilatorio y de tres segundos de duración, y en Acapulco, sobre cuyo temblor no poseo detalles. Al día siguiente 12 se recibió el siguiente telegrama: “Guadalajara, Junio 12.— Los habitantes de Tepeaca, Cuixtla y Es- calón están alarmadísimos por los constantes hundimientos de terre- nos, y las grietas que se abren en la tierra; en algunos sitios, las tie- rras han perdido cuatro metros de su nivel ordinario. El río de Cuixtla presenta un curioso fenómeno, pues no obstante la gran cantidad de agua que lleva, en algunos sitios hierve, por la elevada temperatura; está claramente demostrado que se trata de fenó- menos volcánicos, y es de suponer que una comisión científica estudia- rá el caso. Las vecindades citadas están ubicadas en el departamento de la Ba- rranca de San Cristóbal, pueblo que hace años sufrió mucho, á conse- cuencia de los temblores.” Coincidiendo con esos fenómenos, aunque sin relación geológica con los mismos, tuvo lugar otro interesante en China, el mismo día 118 MANUEL MIRANDA Y MARRON. 12 de Junio, según un cablegrama de Shang—hai. En el flanco de la montaña de Machuan-Shan, cerca de Ichang, se abrió repentinamente una grieta de varias millas de longitud, en la que se hundieron varios caseríos con los habitantes que los ocupaban. Fx En el mes siguiente de Julio ocurrió el tercer período de seismos en la región fronteriza con Guatemala. El 19 de ese mes hubo tres seismos: uno á las 7h. 20m. a. m., otro á las 10h. 13m. a.m. y el tercero á las 5 de la tarde, según los telegramas que llegaron al Ob- servatorio Meteorológico Central, sacudiendo la región en que se ha- llan ubicadas las poblaciones de Tapana, Tapanatepec, Silacayoapan en Oaxaca, Tapachula, y Motozintla en Chiapas, con dirección general de Sur á Norte, trepidatorio en las dos primeras poblaciones y oscila- torio en las demás, y duración entre 2 y 14 segundos. Es de advertir que los días 15 y 16 de Julio había comenzado una serie de temblores en las posesiones españolas de Ceuta y Melilla. El 28 del mismo Julio se repitieron los temblores en las mismas regiones, siendo de nuevo trepidatorio en Tapanatepec, donde se sin- tió á las 10h. 12m. a. m., lo mismo que en Juchitán. A Fx El 7 de Agosto conmovió el seismo á Silacayoapan, foco de los tem- blores desde el 14 de Abril de 1907, Tuxtepec, Salina Cruz, Jaltipan, Valle Nacional, Cuicatlán, San Cristóbal y Tlacolula, habiéndose es- cuchado en esta última población, según frase de sus habitantes, un retumbo. Ese seismo fué á las 11h. 15m. p.m., según informes del Sr. Méndez, Jefe de la Estación Meteorológica de Tuxtepec, donde fué trepidatorio, con duración de 35 segundos. El temblor repitió á la 1h. 14m. a. m. en San Ciistóbal y regiones vecinas y lo mismo en Cui- catlán y en Oaxaca á la 1h. 27 m. a. m., siendo la dirección genera de Suroeste á Noroeste como en Silacayoapan, con duración, según las LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 119 poblaciones, de 4 á 20 segundos, como en Tuxtepec y en Salina Cruz, El mismo día 7 de Agosto á la 1 h. 25m. p. m. se sintió un tem- blor oscilatorio en Orizaba con duración de 6 segundos, Como coincidencia notable hay que indicar que desde el 4 de Agos- to había comenzado una serie de temblores en Argelia, que habían in- troducido el pánico entre los marroquíes y de los que hablaré después. Az El 6 de Noviembre á las 4h. 20m. p.m. se sintió en esta capital un ligero temblor oscilatorio que duró 20 segundos, cuyo origen venía del Sur, pues se manifestó el seismo con más intensidad en las pobla- ciones siguientes: Juchitán, Oaxaca, temblor oscilatorio á las 4.22 de la tarde, con duración de 14 segundos; Tapanatepec, Oaxaca, trepida- torio, acompañado de ruidos subterráneos, á las 4.20 con duración de 20 segundos: Papachula, Ghiapas, fuerte movimiento oscilatorio á las 4 25, cuya dirección fué de Sur á Norte, y que duró 45 segundos; y por último, en Providencia, Oaxaca, se sintió á las 4.25 un fuerte movi- miento trepidatorio acompañado de ruidos prolongados, cuya duración fué de 30 segundos, Otro telegrama más especificado procedente de Rincón Antonio, decía: “Hoy á las cuatro y veintitrés minutos de la tarde se sintió en este lugar un fuerte temblor trepidatorio, con duración aproximada de cin- co segundos. Se tienen noticias de que en otras poblaciones del Istmo se sintió también el fenómeno, con mayor ó menor intensidad. “El seismo causó alguna alarma entre los moradores de este pue- blo. No ocurrieron desgracias personales ” El mismo seismo se dejó sentir también en Salina Cruz, en Tonalá y en todo Chiapas, habiendo sido el de más intensidad de esta serie de temblores, con la circunstancia de que el misino día fué sacudida la Europa Central y la Meridional, y principalmente Alemania, por fuertes movimientos seísmicos. 120 MANUEL MIRANDA Y MARRON. xx Causa de estos tres períodos de seismos.—¿A qué obedeció toda esa serie de seismos desde el 6 de Mayo al 6 de Noviembre en Chiapas y Oaxaca? Indudablemente á la actividad del volcán de Santa María de Guatemala, pues á principios de Septiembre se abrió un nuevo crá- ter en el cerro de San Felipe, brotando columnas de vapor de agua, humo y gases sulfurosos cruzadas por zig-zags de descargas eléctri- cas durante varias semanas, asustando á los habitantes de las pobla- ciones vecinas y de Quetzaltenango, que recordaban los estragos de la tremenda erupción del 24 de Octubre de 1902 acompañada de un for- tísimo terremoto que acabó con lo poco que había dejado en esa ciu- dad el del 18 de Abril del mismo año. Quedó más confirmada la causa de esos seismos el 11 de Noviem- bre del año próximo pasado (1908), a los cinco días del terremoto, por la nube de ceniza finísima que se extendió en la atmósfera de Chiapas, como se deduce de la siguiente descripción enviada por el corresponsal de Tuxtla Gutiérrez, de fecha 12 de Noviembre, sin que los habitantes de esa región se diesen cuenta de la verdadera causa del fenómeno. “Ayer—dice—en los momentos en que el sol brillaba con mayor esplendor, y cuando nada hacía suponer el fenómeno que iba 4 pro- ducirse, pues el cielo se encontraba despejado, comenzó de pronto á palidecer la luz del astro rey. “Los habitantes de Mascatepec, población del Distrito de Tonalá, donde esto ocurría, no dieron en principio importancia al fenómeno, pero éste creció en intensidad hasta producir la obscuridad casi com- pleta, pues que el sol aparecía solamente como una bola rojiza de bor- des amarillentos y su luz era interceptada por completo por no sabe- mos qué circunstancia atmosférica. “Como no se había anunciado ningún eclipse, los vecinos se alar- maron terriblemente, y siendo como son los habitantes de Mascatepec, gente tranquila y timorata, no faltó quien atribuyera este fenómeno á un anuncio de castigo del cielo.” LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908 121 Desde que se publicaron en la prensa, á principios de Septiembre, las noticias de la actividad del Santa María, acudí al Excelentísimo se- ñor Ministro de Guatemala en esta República, el caballeroso Señor Don Víctor Sánchez Ocaña, quien se dignó escribir al Director del Instituto Central, á fin de que me enviase datos relativos á esa erupción y varios estudios sobre el volcán y los temblores en la vecina nación, contestan- do dicho Director que, pasando la época de exámenes los mandaría, pero desgraciadamente hasta la fecha no me han llegado. Opino que mancomunadamente se debía establecer una red seismo- lógica entre México y Guatemala, pues serviría en gran manera para el estudio de los seismos, ya que muchos de los de Chiapas y el Istmo de Tebuantepec son ocasionados por las convulsiones volcánicas del vecino país, así como en parte los de Guerrero, y ya que la división que entre ambas repúblicas existe, solamente es política, porque la naturaleza las tiene unidas y relacionadas geológicamente. . Az El volcán de Santa María en Guatemala.—En cuanto á los volca- nes de Guatemala sabido es que han dado lugar á la formación de una serie de conos gigantescos que se elevan á tres y cuatro mil metros en una sierra paralela al Pacífico, alzando su cima el Santa María á 3,500 metros sobre el nivel del mar. Los conos están separados unos de otros por hondas depresiones en la cadena de montañas, y se ha hecho la observación de que en cada nueva erupción hay la tendencia á la aper- tura de nuevos cráteres más cerca del Pacífico que los anteriores, lo que sucedió al abrirse el del cerro de San Felipe, según acabo de ex- poner. Mr, Tempest Anderson, de la Real Sociedad Geográfica de Londres, que ha hecho un estudio especial de esos volcanes y que efectuó con grandes dificultades el ascenso al Santa María, describe el cráter abier- to en 1902 diciendo que es de forma oval, teniendo su diámetro mayor cerca de kilómetro y medio de extensión, y el menor unos ochocientos metros. Su profundidad es de trescientos á cuatrocientos metros, con 122 MANUEL MIRARDA Y MARRON. un lago en el fondo y dos activas fumarolas que lanzan surtidores de agua caliente y de vapor. La inmensa hondonada que forma este cráter está constantemente llena de una nube de polvo que, al salir al aire libre, es arrastrado por el viento, semejando un principio de erupción. El explorador, recorriendo toda aquella región, ha visitado también el lago de Atitlán, del cual dice que constituye uno de los accidentes geográficos más bellos del globo, siendo además interesantísimo, por existir todavía en sus orillas varias aldeas de indios aborígenes, los cua- les conservan muchas de sus costumbres primitivas. El doctor Tempest Anderson opina que este lago ha sido también un antiguo cráter, y da razones muy poderosas en apoyo de esta idea. Si así fuera, podría asegurarse que tal cráter había sido mayor de los conocidos en el globo. Se observan, además, en aquella región otros fenómenos muy dig- nos de estudio, especialmente la ascensión, que á diario se verifica, de masas de aire húmedo procedentes del Pacífico, las cuales, al contae- to del aire frio de las mesetas elevadas de la sierra, forman magníficas nubes de las llamadas cúmulus, tan regulares y vistosas en su aspecto, que dan una singular apariencia al fondo de aquellos espléndidos pai- sajes.' ¡08 LOS TEMBLORES EN EL NORTE DE AFRICA Cuatro días antes de que comenzara el primer periodo de temblores que acabo de describir, había comenzado otro grupo de seismos á sa- cudir la región Norte de Africa principiando por las posesiones españo- las de Ceuta y Melilla, los días 15 y 16 de Julio, yendo acompañados esos seismos de ruidos subterráneos. | El Comandante de la Plaza, rápidamente dictó varias órdenes, en- caminadas á conservar la tranquilidad en la población. 1 Véase “Diario de Nicaragua.””— Managua.— Viernes 26 de Junio de 1908. LOS TERKEMOTOS DEL AÑO DE 1908. 123 El primer terremoto duró cinco segundos, unido á un fuerte ven- dabal. Hubo gran alarma entre la población penal, y el Jefe de la prisión reforzó convenientemente las guardias, estableciéndose igualmente un servicio de vigilancia especial alrededor de la prisión. Momentos después hubo otro temblor, de una duración extraordina- ria, siendo ésta de 47 segundos. Las trepidaciones que acompañaron á este temblor, fueron de gran- des proporciones. El pavimento de las calles, se agrietó en muchas partes, Infinidad de casas, tanto del Gobierno como de los particulares, su- frieron desperfectos de consideración. Algunos cuarteles fueron desalojados violentamente, pues los techos se desplomaron con gran estrépito. El mismo día 16 se sintió un terrible temblor de tierra, en la Pro- vincia de Tacna y Arica, Chile, que queda en la parte Sur del Perú y Bolivia. Un gran número de construcciones quedaron destruídas, no habiéndose registrado por fortuna desgracias personales. La comunicación cablegráfica entre Árica y Lima, quedó interrum- pida, así como las líneas telegráficas en Bolivia. En el mes siguiente y coincidiendo con los seismos de esta Repúbli- ca del 7 de Agosto, continuaron los sacudimientos en el Norte de Africa derribando á la posesión francesa de Argelia, y principalmente á la pro- vincia de Constantina, cruzada por el río Rummel, afluente del Kebir, y en toda la costa al Sur del cabo Rus. El primer temblor se dejó sen- tir el día 4 de Agosto á las dos y veinticinco minutos de la madrugada con duración de diez segundos, y con oscilaciones de Sureste á No- roeste y derrumbes de muchos edificios, siendo presa los árabes de un pánico indescriptible. Los movimientos continuaron durante todo el día 4, no cesando si- no hasta en la noche. Primero se creyó que no habían ocurrido pér- didas de vidas, pero después fueron encontrados tres cadáveres. Tam- bién resultaron varias personas heridas. Durante los fenómenos hubo escenas de pánico. Los pacientes que 124 MANUEL MIRANDA Y MARRON. se encontraban alojados en los hospitales, abandonaron estos estable- cimientos medio desnudos, dirigiéndose á las plazas; y los prisioneros de la cárcel lanzaban gritos de terror. La mayoría de los habitan- tes de la ciudad acampó fuera, temiendo regresar á sus hogares, por te- mor de que se repitiesen los fenómenos. Los temblores continuaron los días 5, 6, 7 y 8 debilitándose en los días subsecuentes. Con la repetición de seismos, los edificios resenti- dos por los primeros, vinieron á tierra con los posteriores. Los maho- metanos considerando que esos temblores eran un castigo para los mal- vados, se reunieron en los cementerios, orando sobre las tumbas, hasta que el sueño y la debilidad los vencía. Estos seismos se extendieron á todo el departamento de Constantina, hasta Philippeville y Bone con diversos grados de intensidad. h Indudablemente que esta serie de seismos atendida la región, y que quedaron localizados en ella, fueron tectónicos por el acomodamiento de capas en esa parte de la costa africana. IV LOS TEMBLORES DEL 12 DE OCTUBRE Como una continuación de los seismos que han afectado á Guerrero y Oaxaca, aparte del de 26 de Marzo, se sintieron en 1908 otros tem- blores á fines de Mayo y el 6 de Octubre, siendo sensible este último en esta capital y sacudiendo principalmente á Ometepec, Pochutla, Ja- miltepec, Tuxtepec y San Cristóbal, habiéndose verificado el mismo día otros seismos en el Sur de Rusia. La noche del 12 de Octubre mismo se sintieron otros siendo el primero á las 10 h. 32 m. con duración aproximada en esa región de 30 segundos y dirección de N.S., contra- ria á la que había dominado en los anteriores seismos. El temblor re- pitió á las 12 h. 20 m. y á las 12 h. 40 m. de la misma noche, habién- dose recibido telegramas de San Marcos, Ayutla, Iguala, Ometepec, Bravos, ó sea el epicentro en Guerrero, y de Silacayoapan y Cuicatlán "CIS LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 125 en Oaxaca, de Puebla, de Tlaxcala y otros puntos en que predominó la dirección de N. á S, y de N.E. á S,E. El movimiento se propagó hasta esta capital, habiéndose registrado los tres seismos, durando en los aparatos del Observatorio la pertur- bación unos cinco minutos. Por haber sido lenta la oscilación, los ha- bitantes de esta ciudad de ambulantes en las calles no recibieron gran susto, pero sí los que se hallaban en los teatros, que los abandonaron rápidamente. Por un telegrama venido de Basseterre el día 13 siguiente se tuvo noticia de que en la Isla de Guadalupe había caído abundante lluvia de ceniza, lo que hacía suponer que el volcán de San Vicente había hecho erupción. Esta fué la causa del temblor, pues estando desequi- librada la región de Guerrero, basta un movimiento en la subcorteza producido por erupción ó seismo en alguna región relativamente cer- cana, para que se produzca un nuevo acomodamiento de capas, de- biendo tener en cuenta que en todos los seismos anteriores la direc- ción general había sido de S. á N., reconociendo como foco el Pacífico, mientras que en ésta la dirección fué de N. á S. reconociendo como foco el mar de las Antillas. En el propio mes de Octubre, el día 16, á las 6h. 50m. de la ma- fiana hubo otro temblor oscilatorio en Oaxaca, siendo las sacudidas más fuertes en Silacayoapan, con duración de 30 segundos y dirección de E. 40., habiéndose sentido también en Jacala, Estado de Hidalgo, á la misma hora, pero ligero y con dirección de N. á S. Otro temblor de intensidad tuvo lugar en Guerrero el día 19 del mes siguiente de Noviembre á las 3h. 10m. p.m., haciendo sentir sus efectos en Chilpancingo, Tixtla, Taxco, Uhilapa y otras pobla- ciones. Para terminar con los temblores de Guerrero había dado un salto, pero en el mes anterior de Octubre se dejaron sentir varios fuertes sa- cudimientos en las Islas Filipinas, según los adjuntos cablegramas fe- chados en Manila el día 20. “Manila, Octubre 20.—Desde las diez cuarenta de ayer por la ma- ñana, se han sentido una serie de temblores de tierra en Manila, á in- 126 MANUEL MIRANDA Y MARRON. tervalos irregulares, hasta por la tarde á las cinco y treinta. Solamente cuatro de los fenómenos seísmicos fueron de larga duración, y como cerca de doce de menor intensidad fueron registrados por los seismó- grafos del Observatorio, en donde los instrumentos vibraron por espa- cio de varias horas. Dos de los temblores fueron por demás violentos, pero no causaron daño en la ciudad, ni tampoco en otros lugares cer- canos. Por los cálculos hechos en el Observatorio, se sabe que el cen- tro de los disturbios terrestres es local, y se encuentra muy cerca de Manila. “Infinidad de personas huyeron aterrorizadas de sus habitaciones al ocurrir los movimientos de más intensidad.” “Manila, Octubre 20.—Hoy se sintieron aquí dos temblores, uno de cuarenta y otro de treinta y cinco segundos de duración. Más tarde hu- bo otras sacudidas de poca importancia. No se han registrado desgra- cias ni averias.” V LOS TEMBLORES DE LA EUROPA CENTRAL Y MERIDIONAL. En el siguiente mes de Noviembre una serie de violentos seismos sacudieron á la Europa Central y Meridional, habiéndose sentido co- mo preludio varios en los primeros días de ese mes, según el cable- grama siguiente: “Karlsbad, Noviembre 5.—Durante las últimas treinta horas, se han sentido varios temblores, que han alarmado á todos los habitan. tes de Karlsbad y los Distritos Norte de Bohemia. “¿Los seismos se sintieron también en la provincia de Bavaria. No se tienen noticias de que hayan ocurrido serios daños en la propiedad.” Otro cablegrama del día siguiente dió á conocer que el 6 continua- ron los temblores, los cuales venían produciéndose desde la semana anterior. Este otro cablegrama decía: “Plauen, Alemania, Noviembre 6.—Unos violentos temblores de tierra, como nunca se habían sentido aquí, aterrorizaron á los habitan- a pr , LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 127 tes de la ciudad, hoy por la mañana, á las cinco y cuarenta. Cuando principió el fenómeno, todo el mundo abandonó sus habitaciones, hu- yendo por las calles en medio del mayor pánico. “Il seismo tuvo una duración de varios minutos; fué acompañado de ruidos subterráneos y violentas explosiones. “Desde la semana próxima pasada se están sintiendo aquí de se- senta á setenta temblores diarios. Ahora se han hecho menos frecuen - tes, pero más violentos. “La temperatura del agua en los balnearios medicinales que se en- cuentran cerca de aquí ha aumentado quince grados.” El centro de esos fenómenos parece haber sido el Distrito de Voig- tlan, en Sajonia, habiéndose escuchado ruidos subterráneos en varios de los puntos por los seismos sacudidos. El temblor más fuerte tuvo lugar la noche del 6, siendo conmovidas entre otras poblaciones Plauen, Dresden, Friburgo, Hellerfurt y gran número de localidades de Gotha y Anhalt, oyéndose explosiones de 5 á 10 minutos de du- ración. El movimiento fué de tal intensidad que arrojó á varias per- sonas de su lecho. La temperatura de las aguas medicinales de Sohler, cerca de la villa de Elster, se elevó á 15 grados, ó sea 6 gradus sobre su temperatura normal. El seismógrafo del Observatorio de Laibach indicó el centro del fe- nómeno á una distancia de cinco millas. El Profesor inglés Milne opi- nó que el origen de esas perturbaciones seísmicas se hallaba en la ex- tremidad Sureste de Asia, en dirección de Nueva Guinea, en donde, según él, se prepara la aparición de un vasto continente. En los días subsecuentes continuaron los seismos, si bien disminu- yendo en intensidad, pero el día 12 de Noviembre á las 9h. 30m. de la mañana otro temblor conmovió á Bélgica, reconociendo como cen- tro á Spa y Esniux. El fenómeno duró cerca de tres minutos y fué acompañado de un ruido ensordecedor y rugiente por espacio largo de tiempo, que persistió algunos minutos después de pasado el seismo. Esto ocasionó gran pánico, primero por no ser frecuentes allí los tem- blores, por los ruidos subterráneos y por haber hecho caer los muebles llenos de vajilla y cristalería; afortunadamente no hubo desgracias 128 MANUEL MIRANDA Y MARRON que lamentar en ninguno de los seismos que acabo de describir. To- dos estos seismos fueron orogénicos. Al llegar á este punto quiero hacer esta reflexión. La serie de seis- mos que conmovieron á Chiapas, Oaxaca y el Istmo de Tehuantepec, en el año próximo pasado tuvieron lugar los dias 19 y 28 de Julio, 7 de Agosto y 6 de Noviembre, y los grupos de seismos que he estudia- do en los números III y V del presente trabajo tuvieron lugar los de Ceuta y Melilla del 15 al 20 de Julio, los de Constantina del 4 al 8 de Agosto, y los de la Europa Central y Meridional á principios de No- viembre, habiendo sido el de mayor intensidad el del 6 de ese mes, se- gún los cablegramas. Esto parece indicar que si bien los temblores de esa región en esta República se debieron á la erupción del volcán de Santa María por el cráter de San Felipe, en Guatemala; esa erup- ción y los temblores de las regiones del globo citadas, en tres épocas tan marcadas, obedecieron á alguna causa común que hizo sentir sus efectos sobre nuestro planeta, sin que estemos en aptitud de señalarla detenidamente. vI LOS TEMBLORES DE YUCATÁN. En el mismo mes de Noviembre, en la nocbe del día 15, á las 9h. 25 m.. fué conmovido el Estado de Yucatán, principalmente en su par- te Sud-occidental, por un terremoto trepidatorio de bastante intensi- dad y que causó gran pánico, por ser muy raros los seismos en esa península, habiendo sido esta la tercera vez que tiembla allí desde hace un lapso largo de tiempo. El segundo temblor había tenido lugar el día 6 de Mayo en Villa Peto, y el primero en Febrero de 1902, Las poblaciunes de que se recibieron cablegramas fueron de Payo Obispo; Vigía Chico, Peto, Iturbide, Izamal, Bolonchén, Hecelchakán, Tekax, Ticul y otros puntos, pero en ninguno se indicó la dirección del seismo, sino hora y duración que fué, según las localidades de dos á seis segundos, pero que por la trepidación fué el seismo más nota- ble. En Mérida también se sintió, pero con poca intensidad. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908, 129 El señor General Bravo, jefe militar del Territorio Federal de Quin- tana Roo, transmitió un telegrama de Santa Cruz, capital del Terri- torio, anunciando que los seismos se sintieron allí, que él percibió dos, uno á las nueve y veinticinco de la noche del día 15, el cual fué tre- pidatorio, y se prolongó por espacio de medio minuto. El segundo vino con mayor fuerza que el primero, y duró casi un minuto, por lo cual se alarmaron mucho los habitantes del poblado, más aún, por el poco intervalo que pasó entre los dos movimientos, porque apenas fué de medía hora. Con esto, todo el mundo pensó que el fenómeno repetiría, y con este temor, ninguno quería entregarse al sueño. Por esta nota del General Bravo vemos que la duración del fenó- meno fué mayor en ese Territorio, en que se repitió con más fuerza. Según los otros telegramas, este segundo seismo se produjo á las 11 h. 10m. de la misma noche del 15 al 16 de Noviembre, el cual se ex- tendió al Estado de Campeche, pero sólo vino telegrama de la capital de este nombre, diciendo que se había sentido un temblor trepidatorio á las once y cuarto de la noche del domingo 15 con duración aproxi- mada de 20 segundos. No habiendo habido entonces ni después noticia de alguna erupción volcánica, lo más probable es que se haya verificado un acomodamien- to de las capas internas de la subcorteza de esa región, lo que parece estar indicado por la trepidación de los movimientos que fué general en todos los puntos tocados, sin que en ninguno fuese oscilatorio. Sin embargo, la causa y foco principal debió hallarse en el lecho del Mar Caribe, por haber sido más intenso el movimiento en la costa por él bañada. No pudo reconocer por causa, alguna erupción en Centro Amé- rica, porque ya tenemos experiencia que las erupciones de Santa Ma- ría solamente afectan a Chiapas, Oaxaca y el Istmo de Tehuantepec, y que parece haber una muralla de capas geológicas, divisoria entre esta región y la de Yucatán, pues cuando han sido conmovidos los Es- tados nombrados nunca lo ha sido Yucatán, y cuando fué sacudido este Estado el 15 de Noviembre, no se sintió ningún movimiento en Chiapas ni en Oaxaca, ni en el resto de esta República. Memorias. T. XXVII1l, 1909-1910.—9 130 MANUEL MIRANDA Y MARRON. VI EL TERREMOTO DE MESSINA. Parecía que el año de 1908 iba á terminar tranquilamente, pues ya estaba para terminar Diciembre sin que se hubiese verificado un seis- mo, pero nuestro planeta es traicionero y da sus sorpresas cuando me- nos pensamos. Y así fué, que tomando resuello desde el 15 de Noviem- bre, y queriendo hacer la Tierra alarde de su potencia hasta el fin del año, dió un empuje tan formidable contra Sicilia y Calabria, que de- jará recuerdos indeleblemente lúgubres en los anales de las calamida- des con que ha sido afligida la humanidad en el transcurso de los si- glos. Messina, la reina del Faro, la floreciente colonia helénica de la Magna Grecia, la antiquísima Zancle, que contaba una vida cuatrimi- lenaria, tan admirable y favorablemente situada en su fertilísima cuenca, para acaparar el comercio de Oriente y de Occidente y tan fa- mosa por su brillante y crujidora industria de la seda, la ciudad esco- gida por Aníbal para sus planes estrategicos contra Roma, la ciudad siciliana que trató de igual á igual con la orgullosa Corte de Madrid, en la época en que España se empeñaba en posar su planta conquis- tadora en Sicilia, y que resistió valerosamente para conservar su au- tonomía cuanto en su poder estuvo, fué derrocada de su trono de ele- gancia y de joyas artísticas en la madrugada del 28 de Diciembre. Con ella cayó también su hermana gemela é inseparable, la ciudad de la Fata Morgana, cuya atmósfera diáfana por juegos de espejismo retrata en los aires las bellezas de ese hermoso panorama, en el que Messina y Reggio eran centinelas avanzadas para guardar el encanta- dor Estrecho. Ambas sucumbieron juntas en un instante con otras muchas pobla- ciones, pereciendo infinidad de obras de arte acumuladas por los siglos, teniendo lugar la hecatombe humana mayor de los modernos tiempos, sin que hasta la fecha se haya podido formar una estadística exacta de las víctimas, LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908, 131 Fx Hora y registros del terremoto.—Parece una paradoja; habiendo si- do derrumbados por el terremoto edificios á millares, la cueva suble- rránea del Observatorio de Messina quedó intacta, y en ella encontró el Profesor Oddon el 19? de Enero (1909) el diagrama del microseis- mógrafo Vicentini con el registro del tremendo seismo. El primer movimiento comenzó álas 5h. 21m. 15s. aumentando de fuerza du- rante diez segundos y disminuyendo durante otros diez. Siguieron dos minutos de calma, y de nuevo se produjo una segunda sacudida con una intensidad excepcional, que fué la causa de la catástrofe. El apa- rato resgistró todavía otras pequefias sacudidas á las 5h. 45m., 5h. 53m. y 9h. 5m. de la misma mafíana, y después sabemos que no ha alcanzado aún su estabilidad aquella región, sin que pueda preverse hasta cuándo cesarán los movimientos, pues si se compara este perío- do seísmico con el de 1783, se observará que habiendo tenido lugar el primer terremoto el 5 de Febrero de ese año, continuaron las sacu- didas durante todo ese mes y el de Marzo con bastante fuerza, siguién- dose á intervalos movimientos de menor intensidad, durante cuatro años hasta 1786, y luego más débiles hasta que por fin cesaron al ter- minar el decenio en 1798. En el Boletín de la Real Sociedad Geográfica de Londres (Tomo XXXIII, número 2, Febrero 1909) publicó el Dr. R. D. Oldham un interesante estudio comparativo. entre el terremoto de 1783 y el de 28 de Diciembre último, cuya traducción hizo favor de obsequiarme mi colega en la Sociedad de Geografía y Estadística, el estudioso Don Car- los Brecker. Con motivo del hallazgo de los seismogramas en el departamento subterráneo del Observatorio de Messina, hay que observar que cuan- do el fenómeno destructivo es producido por una causa relativamente profunda pero local, el movimiento vibratorio se transmite por la tie- rra como por un sólido rígido, sintiéndose los efectos destructores sólo en la superficie, siendo más expuestos los edificios altos y las cimas de elevación, atendida la longitud del brazo de la palanca. Esta mis- 132 - MANUEL MIRANDA Y MARRON. ma tranquilidad se ha podido observar en las minas mientras se ex- perimentaban temblores fuertes en la región exterior de ellas, como se ha comprobado en las minas de Bolivia, Chile y Suecia (1823) que habiendo temblado fuertemente en esas regiones, al salir los mineros de sus labores notaron los destrozos y se admiraron del pánico que reinaba cuando ellos no habían sentido ni una oscilación. Humboldt ya había señalado un caso idéntico acaecido á principios del siglo XIX en las minas de plata de Mariemberg, en la misma Suecia. SE Volviendo á hablar especialmente del terremoto del día 28 de Di- ciembre, por su fortísima intensidad fué registrado por todos los obser- vatorios del mundo que poseen seismógrafos, pero solamente haré mención de los siguientes. La curva trazada en el seismógrafo Milne del Observatorio de Parc Saint-Maur ha sido la más notable obtenida allí, obteniéndose un diagrama muy nítido con el péndulo N. S. Se- gún ese diagrama las oscilaciones comenzaron brusca y simultánea- mente á las 4 h.23 m. 9 s. (tiempo medio de Greenwich) y las grandes oscilaciones á las 4 h. 47 m., habiendo¿durado las preliminares 3 m. 1 s. Sobre la componente E. O. la amplitud de las oscilaciones pasó de 14 mm. Según las fórmulas de la Comisión seismológica japonesa el epi- centro estaba entre 1400 y 1900 kilómetros, siendo la distancia real de Parc Saint-Maur á Messina de 1580 kilómetros, la media de los números anteriores. En Perpignan sobre la curva de declinación quedaron marcados dos movimientos bien netos á las 4 h. 36 m. y á las 4 h. 48 m. En Pic de Midi la curva del declinómetro presenta también las dos sacudidas principales á las 4 h. 46 m. y á las 4 h. 54 m. Véase en seguida la reducción del notable seismograma trazado en Góttingen (Alemania) por el péndulo horizontal Wiechert, de masa estacionaria de 200 kg. 133 O Del observatorio de Washington se recibió el siguiente mensaje: “Los instrumentos seísmicos registraron anoche un temblor de una intensidad muy moderada pero de bastante duración. Las investiga- ciones hechas por el profesor Marvin hoy, muestran que el primer sa- cudimiento ocurrió á las 11 y 31 m. p. m. y el segundo á las 11 y 35 y duraron catorce horas. El profesor Marvin calcula que el temblor en toda su fuerza debe haberse sentido á cuatro mil ochocientas millas.” El Señor José Comas Sola, Director del Observatorio Fabra, en Bar- celona, obtuvo diagramas magníficos con el microsismógrafo de tres componentes de Vicentini y el microsimometógrafo de Cancani, que manifiestan la intensidad del terremoto de Messina comparado con los de San Francisco, Valparaíso, de esta República, del Thibet y de la isla de Ceylan. Allí los movimientos precursores comenzaron á las 4 h. 23 m. 50s. (tiempo medio de Greenwich.) Después de 2 m. 19 s. comenzaron las grandes oscilaciones de la segunda fase del seísmo. El nombrado director estimó la distancia del centro, según la fórmula de Laska, á 1320 kilómetros, pero la verdadera de Barcelona á Messina es de 1200 kilómetros. Los movimientos se descompusieron en doce 134 MANUEL MIRANDA Y MARRON. grupos de decrecimiento después de la gran fase. Muy notable fué la continuidad de los microseismos registrados en ese observatorio desde el mes de Octubre, los cuales disminuyeron á la aproximación del de- sastre, y se reanudaron después de él, principalmente los días 9, 10 y 11 de Enero, disminuyendo luego hasta que tuvieron lugar los temblo- res del 12 y 13 de Enero en Florencia, Bolonia, Trieste y otras po- blaciones de la región septentrional de Italia, de que hablaré luego. La cesación, pues, de los microseismos es indicación de un macro- seismo próximo: desgraciadamente no se puede predecir el punto que va á ser fuertemente sacudido. Quizá examinando la dirección y dis- tancia de los microseismos en diversos observatorios que formasen una red mundial comunicadas con una estación central que se eligie- se, podría saberse el punto en que se verifican esos microseismos de origen desconocido y al venir la diminución precursora de un temblor de importancia, ya podría fijarse la región que deberá ser afectada, dando previo y oportuno aviso para salvar las vidas de los habitantes ya que los perjuicios materiales es imposible evitarlos. FE Anuncios del terremoto.—En apariencia el terremoto de Messina estalló repentinamente y, sin embargo, hubo anuncios del mismo. Po- ca fe ciertamente hay que darle al profesor Recho que dijo que ho- jeando hace algunos meses un libro de astrología publicado en 1700 encontró la predicción explícita de la completa destrucción de Messina y Reggio por un terremoto en 1908; pero sí se verificaron varios tem- blores en esa región durante todo ese año, precursores del desastre del 28 de Diciembre. Haré una breve enumeración con los datos por mí recogidos durante todo el año pasado: Enero 18: varios sacudimientos en Palermo y otras ciudades de Sicilia. —Enero 23: fuerte temblor en Calabria, siendo sacudidas principalmente Bianco, Brancaleone, Bruz- zano y Ferruzzano.—Mayo 1”: lanza abundante ceniza el Etna y se abren nuevos cráteres en el valle de Bove, derramándose en abun- dancia la lava en dos corrientes en dirección de Catania, sintiéndose LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 135 el día 7 un temblor en Santaverina y adyacentes.—Mayo 13: fuertes temblores en Acireale ton manifestaciones de eyección de grandes co- lumnas de humo por el Vesubio, mientras los habitantes se congrega- ban á celebrar la fiesta de la reconstrucción de las casas destruidas por los terremotos de 1905.—Mayo 26: á las 11 de la noche se sin- tieron violentas conmociones en toda la región de Reggio, acompaña- das de fuertes ruidos subterráneos y de explosiones.—Mayo 28: repí- tese el temblor en la misma región de Reggio.—Julio 11: entró el Etna de nuevo en actividad, arrojando lava por sus diversos cráteres, escuchándose ruidos subterráneos y sintiéndose temblores en las ciu- dades más cercanas del volcán.—Julio 31: fortísimo temblor en Udi- ne con destrucción de varios edificios. —Agosto 3: aparece en el mon- te inmediato á la misma ciudad una columna de humo que aterroriza á sus habitantes. —Diciembre 6: fuerte terremoto en Galati Tortorici, cerca de Messina con derrumbe de muchos edificios, aunque sin des- gracias personales. La gente observadora de Génova, dice que tres semanas antes del eran terremoto que destruyó las ciudades de Messina y Reggio de Ca- labria, sembrando la desvastación en grandes zonas de la parte Sur de Italia y Sicilia, las aguas del lago subieron y bajaron como por la acción de un sifón, haciendo saltar á las pequeñas embarcaciones co- mo si hubieran sido pedazos de corcho. Este movimiento peculiar de las aguas, continuó á intervalos, por dos días, cesando de una manera repentina. La gente que vive á lo largo de las playas, recuerda que á principios de Abril de 1906, se observó un fenómeno muy parecido, pero se cre- yó que el oleaje había sido por vientos que no se sintieron en las in- mediaciones, y que la agitación de las aguas era debida á alguna otra perturbación atmosférica. Después de ese movimiento del lago en Abril de 1906 se produjo el gran terremoto de San Francisco California, y dentro del mismo lapso de tiempo que transcurrió para que se registrara la catástrofe de Messina. ? Por estas efemérides Se ve que el terremoto del 28 de Diciembre 1363. MANUEL MIRANDA Y MARRON. tuvo su preparación durante todo:el año por perturbaciones seísmicas en todos los alrededores de Messina y de Reggio y por las conmocio- nes de las cuencas internas del Etna, hasta que estalló la terrible ca- tástrofe, que como se sabe fué acompañada de un golpe de mar que arrojó una ola gigantesca sobre Messina, internándose tierra adentro é inundando las sementeras, quedando por la fuerza de la misma con- moción submarina averiados el vapor sueco “Asta”, el austriaco “Bu- datwe” y el italiano “Orseolo.'”” Esa invasión del mar también afectó á Catania y á toda esa costa, destruyendo los cargamentos de mercan- cías, y arrebatando á muchas personas, lo mismo que en la costa del Estrecho. Otro fenómeno concomitante fueron las explosiones terroríficas es- cuchadas desde el momento de la catástrofe y después en el corazón del Etna que arrojó densísimas nubes de humo. Se sabe que el Etna está situado á setenta y cinco kilómetros de Messina y á treinta kiló- metros de Catania. Vandalismo y aspecto desolador de la ciudad.—Enumerar los edifi- cios destruídos de la ciudad, describir las terribles y dolorosas escenas producidas por el terremoto llenaría muchas páginas, excediendo este trabajo de los límites de una disertación científica, pero sí hay que la- mentar el vandalismo de la bestia humana, como ya se experimentó por desgracia en el ciclón que destruyó á Galveston. y en el terremoto de San Francisco, que en vez de condolerse de la desgracia de sus hermanos, se arrojó en Messina, Reggio y demás poblaciones sobre las víctimas expirantes para acabar con su vida y arrancarles sus ves- tidos y joyas, ó entrar al pillaje entre las ruinas, siendo necesaria la ley marcial para contener el salvajismo de esos apaches de la civiliza- ción moderna. No resisto sin embargo, á la tentación de transcribir parte de la re- lación del guarda aduanal Nicolo Sebastini, que escapó de su cuartel por una ventana haciendo muescas en la pared: “Pronto me encontré, dice, rodeado por una multitud de gente semi desnuda y que ahulla- 1 ] ' » ga e 4 Le ¿e YA A Dd ss A re TAAA AO TAE IA A e! > . LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. :137 ba como lo hacen las bestias salvajes, sobrecogida de espanto; corrían de aquí para allá sin rumbo fijo; de repente vimos que una inmensa ola avanzaba arrollándolo todo, y comprendimos que si no nos dábamos prisa éramos perdidos; así pues, corrimos con todas nuestras fuerzas, cayendo y levantando entre los promontorios de escombros; la ola lle- gó por fin, aunque más baja arrebatándonos las reliquias que llevába- mos en brazos, y arrastrando á varios de nosotros. No he llegado á explicarme cómo nos encontramos en una especie de cerro formado por las ruinas, que por todas partes nos rodeaban; como no podíamos permanecer en pie, resolvimos quedarnos en aquel lugar hasta que amaneciera; pero no nos dimos cuenta de la salida del sol, porque de las ruinas se levantaban densísimas nubes de polvo que hacían el aire irrespirable. Cuando la atmósfera se aclaró un poco, nos dirigimos hacia donde vivía un comandante de legión, guiándonos por una ó dos paredes que quedaban en pie.” “De la ciudad, sólo quedan unas cuantas paredes; la oficina telegrá- fica, está convertida en un montón de ruinas de entre las que salen llamaradas. Me subí sobre un cerro formado por escombros, y ni aun así pude contemplar el tempestuoso mar. El gasómetro ardía y el fue- go cundía por los cuatro rumbos cardinales. Hasta en la tarde volví al cuartel. Por la noche, aquella escena de horror y desolación, sólo era iluminada por los rojizos resplandores de los incendios; temíamos perecer por el fuego, ya que habíamos escapado con vida del terremo- to. Al día siguiente nos embarcamos en el crucero “Piamonte.” A este pavoroso relato solamente añado los siguientes párrafos de la conferencia que M. Léon Mascart dió en la Sociedad Astronómica de Francia el 7 de Abril de este año, describiendo sus tristes impresio- nes sobre Messina y Reggio después de su estancia en las ciudades arruinadas durante cinco días. “Una casa está caida en la calle; la otra derrumbada sobre sí misma. Se camina en una calle en una lon- gitud de cien metros, después se topa con una montaña de ruinas, y es necesario encaramarse al segundo piso para proseguir adelante; se desciende en seguida á la calle para volver á subir de nuevo; los co- ches no pueden circularsino en las grandes avenidas. Por todas partes 138 MANUEL MIRANDA Y MARRON. la nada, el vacío, la ruina: por todas partes el mismo espectáculo, por todas partes la misma desolación. Mientras más avanzaba yo, más me invadía el estupor. Buscaba yo una casa intacta ó que me diera la im- presión de estar intacta, de estar viviente. Vana investigación. ... Vela yo á los hombres circular entre las ruinas, pero esas ruinas están muertas, como muertas están las casas que ya no pueden albergar á sus habitantes. .... Los tirantes de hierro incrustados en la construc- ción de algunas casas no sirvieron de nada, fueron hechos pedazos ó arrancados ó torcidos por la presión de los muros. Yo ví entre Reggio y San Giovanni una casa que tenía un cinturón de hierro á la altura del segundo piso, pero esa cintura estaba rota y para nada había servido. La torre del faro construída de ladrillo, de 42 metros de altura, que- dó en pie, pero está rota en tres pedazos..... El país está devastado, ninguna casa ha quedado sana en 40 kilómetros á la redonda. .... Los nodos y vientres de vibración son claramente visibles por las casas que resistieron junto á las vecinas completamente destruidas. No he teni- do tiempo para estudiar metódicamente los emplazamientos de estos nodos, que darán indicaciones interesantes sobre el movimiento vi- bratorio. Este movimiento fué indudablemente de una onda de corta longitud, pues que la centena de metros de anchura de la plaza del Palacio Municigal ha bastado para que, en ambos lados, las lámparas de gas se inclinasen en sentidos opuestos. Parece que hay una onda en el suelo semejante en todo á una onda de mar..... No se han em- prendido trabajos que permitan medir con exactitud las modificaciones hidrográficas de las costas y del estrecho. Sin embargo, me parece ser un hecho que han aumentado sus fondos. El hundimiento del muelle de Messina, el de las extremidades de los embarcaderos de Reggio y de San Giovanni son pruebas de esto. Al Norte de San Giovanni el camino de hierro se encontraba á 70 metros del mar, el cual lame ahora el terraplén. En Pellaro los viñedos situados al borde del mar están ahora casi sumergidos. Los sondeos precisos que se harán darán el emplazamiento del hundimiento submarino, causa de todo el mal, á menos que este emplazamiento esté en la profundidad, al Norte del estrecho, porque la medida de las grandes profundidades es muy des LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908, 139 licada y casi imposible con los medios de que disponemos actual- mente.” Fx Fenómenos marítimos.—El Profesor Ricco del Observatorio del Et- na ha hecho notar también que el nivel de los muelles de Messina ha descendido bajo el agua, pues el seismo hizo sentir su influencia en todo el estrecho, desde Siracusa hasta Termini Imereze, producien- do una inmensa ola de muchos metros de altura, cuyo centro puede fijarse en Messina y los extremos en los puntos más lejanos de Sicilia y Calabria. A consecuencia del terremoto las vías férreas cambiaron de dirección, encontrándose pedazos de rieles á largas distancias de su ubicación, formándose hondonadas donde existían valles y cambian- do la topografía de Messina y sus alrededores, desapareciendo los fa- mosos escollos de Carybdis, habiendo observado el mismo Profesor muchas grietas en las montañas cercanas á Messina. Además del golpe de marea, el mareógrafo registró á las 2 h. 30 m. y álas 8 h. p. m., oscilaciones de 22 centímetros, lo cual nada tiene de extraordinario si se atiende á que las sacudidas tienen que haber comunicado al mar su movimiento de oscilación, lo que también acon- teció en 1783 y en 1905, si bien en este último año el mareógrafo so- lamente marcó 10 centímetros. En cuanto á las variaciones de profundidad en el estrecho, hemos visto la opinión probable de M. Léon Mascart: pero mientras el Dr. Horn del Observatorio del Etna dice que por los sondeos hechos se nota una profundidad cinco veces mayor que antes del terremoto, no tocando fondo las sondas en varios puntos, antes de profundidad me- dia; el Profesor Graevenitz del Instituto Geológico de Viena, que per- sonalmente efectuó sondeos, afirma que el fondo que alli era antes de unos mil metros se ha reducido á cautrocientos, y otro cablegrama dice: “Roma, 28 de Febrero.—El vapor de guerra “Stafetta,”” destina- do al servicio hidrográfico, terminó el relieve del Estrecho de Messi- na, cerciorándose de que su fondo no sufrió alteraciones de impor- tancia.” 140 MANUEL MIRANDA Y MARRON. Yo opino que así como en la superficie de la costra terrestre de esa región ha habido hondonadas y depresiones, lo mismo debe pasar en el fondo del Estrecho, habiéndose formado ondulaciones y depresio- nes por la contracción de la corteza submarina, habiendo, por lo tan- to, aumentado la profundidad en algunos puntos y disminuido en otros, formándose nuevas colinas y valles submarinos en el Estrecho. Un fenómeno que sí parece comprobado es que después del terremoto ha aumentado la velocidad de la corriente del mismo Estrecho, alcan- zando actualmente una marcha de seis millas por hora, siendo mayor dicha velocidad al subir la marea. Para terminar lo referente á los fenómenos marítimos referiré que, según un cablegrama fechado en Messina el 3 de Febrero último al atravesar el Estrecho el vapor “Galileo” fué sorprendido frente al ca- bo Gallo por un movimiento rotativo del mar, con intermitencias tre- pidatorias, resultando heridos varios pasajeros que rodaron por el maderamen á consecuencia del fuerte vaivén, lo que indica que siguen las perturbaciones seísmicas, contracciones y modificaciones en ese Estrecho. E Extensión del terremoto y número de víctimas.—Pasando á la exten- sa zona abarcada por el terremoto del 28 de Diciembre, el adjunto croquis pone á la vista el epicentro y las diversas regiones tocadas por el seismo con el decrecimiento de intensidad, expresadas en la es- cala de Mercalli. Este diagrama está tomado del artículo que sobre el terremoto que estudio publicó en “Hojas Selectas” (Abril 1909) el Pbro* N. Font y Sagué. La sucesión de las zonas de intensidad, según los datos de M. A. Ricco, citado antes, es como sigue: I. Destrucción completa. Esta zona epicentral en la cual se encuen- tran las poblaciones más ó menos devastadas (Messina, Reggio, Villa San Giovanni, Cannitello Scylla, Bagnara, etc.), mide cerca de cuaren- ta kilómetros en su mayor eje. MAR TIRRENO .' ds DHrombolim ,* fica : 1 ' y t*deLipgr: / , / Salina 0 Pgnarua Alicudi0: pad » e fuleano ' e, Augusia . HSyrakus IL. Sacudidas desastrosas, algunas víctimas. Tiene setenta kilóme- tros en su eje mayor. III. Sacudidas ruinosas, pocas victimas. Ciento ochenta kilómetros en su eje mayor. IV. Sacudidas extremadamente fuertes, ligeros desperfectos. Trescien- tos kilómetros en su eje mayor. | No hay para qué mentar las otras zonas en que la intensidad va de- creciendo, pues para nuestro objeto nos basta la zona primera ó epi- central. Hacer una reseña del número exacto de víctimas en toda la zona abarcada por el terremoto es difícil, sin embargo, por una lista semi- oficial publicada en Roma el 6 de Enero se pueden calcular entre muertos y heridos en las diversas poblaciones, sin contar los que mu- rieron luego en los hospitales, los siguientes: En Messina, 180,000; en Reggio, 32,000; en Cannitello, 9,500; en Palmi, 4,000; en San Giovan- ni, 3,700; en Pellaro, 3,300; en Pisluriano, 3,000; en Scylla, 2,800; en Milazzo, 2,000; en Mileto, 2,300; y en el resto de todas las demás po- blaciones unos 15,000 aproximadamente. De suerte que acaso no sea 142 MANUEL MIRANDA Y MARRON. exagerado el número total de 255,000 víctimas, número que excede á todas las hecatombes de que tenemos noticia durante nuestra era, pues que en 526, según afirman unos cronistas, murieron en el litoral del Mediterráneo unas 120,000 personas, en la catástrofe de Yeddo (Tokio) en 17083 hubo cerca de 200,000 víctimas; en el mismo Japón el 28 de Octubre de 1891, el 15 de Junio de 1896 y el 15 de Junio de 1898, en las tres veces perecieron en junto 167,000 personas. Estos desastres son los que más se acercan en sus proporciones al de Messina, resultan- do pigmeos ante éste el de San Francisco California con mil muertos, (18 de Abril de 1906), el de Valparaiso (16 de Agosto de ese año) con dos mil muertos y ochocientos heridos y los de Guerrero en esta República en los que ha habido pocas víctimas relativamente. No es la primera vez que Messina y Reggio han sido asoladas por terremotos; muy larga es la lista á contar desde el primer temblor de que nos dan noticia Tácito y Plinio en el año 18, pero los más graves han sido el de este año de 18, y los de 362, 1509, 1549, 1599; yá contar del siglo XVII han sido de terribles consecuencias los de 27 de Marzo de 1638, 5 y 6 de Noviembre de 1659 y el de 28 de Marzo de 1783 que causó 40,000 víctimas, á causa de que la densidad de la población era menor, pues en cuanto á magnitud acaso sea equipara- ble con el del día de los Inocentes, si bien en este último, además de las víctimas, hay que contar como trescientas mil personas que que- daron en la miseria. Fe Clasificación del seismo.—Llegando ya á hacer la clasificación del terremoto, debe colocarse entre los tectónicos por acomodamiento de capas de la corteza terrestre y submarina de esa región, que pertenece á las zonas geosinclinales, por más que el terremoto exterior procedió de una perturbación á gran profundidad, que originó un hundimiento en la superficie de esa región. Esta opinión es la general de los más sabios geólogos italianos y extranjeros, entre los que se cuentan el Profesor Horn y el Profesor Oddone, que en su memoria sobre el te- rremoto, presentada á la Academia dei Lincei, expuso que el centro LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908, 143 de la actividad seísmica debe hallarse á la profundidad de nueve kiló- metros por el desplazamiento de la capa cristalina que cubre ese cen- tro. El Profesor Batelli lleva la perturbación hasta 15 kilómetros de profundidad. El célebre astrónomo Padre Alfani dió una conferencia con proyecciones en el Colegio Romano con asistencia de los minis- tros y de Jo más granado de la sociedad Romana y confirmó que el fenómeno se debió á una perturbación de la corteza terrestre, no ex- cluyendo la causa volcánica. El Profesor Edward Hull, geólogo nota- ble y autoridad prominente en volcanismo, ha señalado como causa posible del terremoto la solidificación de la lava en la cuenca del Etna, obstruyendo el orificio de salida, ejerciendo los gases y materias vol- cánicas internas una terrible presión sobre la costra terrestre que ro- dea la base de la montaña, por lo que, encontrando solidificada su sa- lida natural, la buscaron por la región del Estrecho que ofreció menos resistencia. Ciertamente, aunque ese terremoto fué orogénico principalmente, no debe prescindirse en lo absoluto del elemento volcánico. Situada esa región devastada en el triángulo volcánico formado por el Vesu- bio, el Stromboli y el Etna toda su base interna está minada por las corrientes volcánicas, á lo que hay que añadir que por las grietas de la corteza submarina en los movimientos orogénicos deben haberse filtrado enormes mazas de agua, que poniéndose en contacto con las rocas y las lavas internas incandescentes, han de haber producido ex- plosiones ó si se quiere erupciones internas, que conmovieron las pro- fundidades de esa región ocasionando el desplazamiento, acomoda- miento y hundimiento de las capas de la corteza. AF Manifestaciones volcánicas. —Aunque es verdad que los tres volca- nes citados no dieron manifestaciones extraordinarias, sino que se puede decir que su actividad fué á posteriori, el volcanismo ha dado sefíales de su existencia en diversos fenómenos. Por una nota fechada en Messina el 10 de Febrero se sabe que se vió levantarse periódica- A dl? te A E a E 1 Le KA ETAPA y» Pl VIA > adi” ZA e PE % e ye má MÁ 1 * S' ' Ñ e 144 MANUEL MIRANDA Y MARRON. mente en el Estrecho una columna de agua hasta gran altura. El in- geniero Borelli que reconoció la colina donde estúvo situada Palmí notó el día 20 de Enero la emisión de vapores azufrosos y humo por una grieta cercana al mar, habiendo quedado carbonizados los árboles en dos kilómetros á la redonda. En las cercanías de Rocca San Cacia- no, el antiguo volcán Rusca comenzó á mediados de Enero, después de muchos años de calma, desde 1861, á lanzar llamas, lavas, petró- leo y vapores azufrosos, oyéndose el día 13 fuertes ruidos subterráneos y cubriendo las cenizas calientes varias leguas á la redonda. Además, por los trabajos hidrográficos llevados á cabo por algunos buques de guerra en el Estrecho, se vino en conocimiento de que los cables submarinos estaban quemados, lo que indica que hubo emisión de materias incandescentes submarinas ó de vapor de agua y otros ga- ses á temperatura elevadísima, como se comprueba por el hecho antes asentado de las columnas periódicas de agua arrojadas á gran al- tura. M. Camilo Flammarion confirma lo que acabo de exponer en su ar- tículo sobre el desastre de Messina ?. “¿Cómo es posible, dice, que el vapor de agua no entrase en juego en la producción de los movimien- tos observados, siá éstos siguieron borrascas y lluvias diluvianas? Las cantidades de vapor de agua vomitadas por los volcanes, los millones de metros cúbicos emitidos en las erupciones del Etna, nos indican la existencia de ese vapor en esas regiones subterráneas. La observación directa de los hechos pone ante nuestros ojos ejemplos elocuentes de empujes verticales. El director de la Gaceta de Messina cuenta que á la primera sacudida fué arrojado á dos ó tres metros de altura. Varios buques que se dirigían hacia el puerto de Messina resintieron en plena mar un choque violento de abajo hacia arriba, como si la base de las naves hubiesen tropezado en un escollo. Estos bruscos empujes del fondo del mar son los que dan origen á las ondas tan impropiamente llamadas golpes de marea, aun en los mares donde no hay mareas. Una niña de doce años que iba en un wagón en Reggio fué lanzada hacia arriba 1 Bull. de la Soc. Astronom. de France, número de Febrero de 1909. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 145 »* amputándose su cabeza que cayó al mar mientras su cuerpo quedó pendiente de la puerta del wagón. El jefe de la estación de esta ciu- dad cuenta que casi inmediatamente después del choque se abrió una grieta de más de veinte metros de ancho de la que brotó un torrente de agua hirviente, elevándose á tres ó cuatro metros en el aire, siendo varias personas quemadas por este geyser..... Concluyamos, pues, que en ese país de constitución volcánica, como Calabria y Sicilia, el vapor de agua goza un importante papel en estas violentas convulsiones.” Estos párrafos del sabio francés confirman lo que ya he asentado otras veces que los fenómenos seísmicos son complicados, y que, aun- que predomine una de las especificaciones de terremotos, no hay que excluir las demás, principalmente en una región eminentemente vol- cánica, habiendo sido el volcanismo la causa principal de las fracturas y fallas de la región sículo-calabresa,. Fx Descripción geológica del centro seísmico.—Nadie ignora que todos esos fenómenos de fracturamientos, de formaciones volcánicas y de estado seísmico constante en Italia tuvieron principio en la segunda mitad de la época terciaria y principio de la cuaternaria. Al cesar con el período histórico las erupciones de Auvernia, las de Italia que no habían comenzado sino al fin del plioceno prosiguieron en su tra- bajo de modificación de la corteza terrestre en esa región y se han continuado hasta el presente. Las célebres tobas de los Campos Fle- greos, cerca de Nápoles, primitivamente submarinas y elevadas ac- tualmente á gran altura tuvieron su principio en la época cuaternaria. Sobre esas tobas esencialmente traquíticas se edificó el volcán de la Somma, en cuyo centro tuvo su nacimiento el Vesubio por la explo- sión del año 79 de nuestra era. Las tobas palagoníticas de Sicilia, que sirven de base al Etna, datan del fin del plioceno ó del principio de la época cuaternaria, perteneciendo á ella por entero la formación del volcán, que no ha cesado de arrojar lavas basálticas. Y en ese mismo fin del plioceno comenzaron las manifestaciones volcánicas del Archi- Memorias, T. XXVIII, 1909-1910. -—10 146 MANUEL MIRANDA Y MARRON. piélago griego, coincidiendo esas erupciones con los movimientos del suelo que determinaron la apertura tardía del mar Egeo. ' Esas erupciones juntamente con las dislocaciones y contracciones de la corteza han dado lugar á la configuración orogénica de Calabria y Sicilia, la cual se puede apreciar en su conjunto contemplándola con la imaginación desde las islas Lipari. Al Nordeste el monte Cocuzzo extiende sus acantilados frente al mar Tirreno; al Este se ven las cum- bres gnelsicas del cabo Vaticano y los acantilados graníticos de Seylla, fragmentos desgajados del Aspromonte, que se yergue detrás y cuya vertiente oriental, inclinada hacia el mar, está compuesta de terrenos más modernos, y al Sur, la costa de Sicilia con el antiguo macizo Pe- loritano, frente á las islas Lipari. Los granitos más antiguos afloran en la parte Nordeste de la isla, mientras que en la opuesta, en las vertien- tes que miran al Etna, las zonas más modernas del Aspromonte se prolongan cambiando de dirección. De aquí se sigue, que todas esas montañas macizas de masas calcáreas, de gneis y cristalinas muy rí- gidas y duras y difíciles de plegarse representan los fragmentos de una cordillera que antes era continua y en la actualidad está cortada por el Estrecho de Messina. Hé aquí la razón por qué los seismos en toda esa región son de tan terribles consecuencias. E Ahora bien, en ese Estrecho parece existir una falla en la dirección del Ecuador de contracción que pasa por el Mediterráneo, siguiendo la línea de debilidad por los mares Tirreno, Jónico y Egeo, centros también de dislocación y zonas de hundimientos más modernos toda- vía, hacia los cuales, aunque con menor intensidad, se han prolonga- do los movimientos seísmicos. En efecto, los días 18, 19 y 20 de Ene- ro de este año se sintieron temblores en las islas Jónicas, frente á la costa Oeste de Grecia, y en el Archipiélago Egeo, principalmente en Santa Maura y en Sechpekir. Y el día 15 del último mes de Julio un 1 Véase Lapparent, Abr. de Géol. pag. 257. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 147 intenso temblor devastó la parte central de Grecia, resultando tres- cientas víctimas entre muertos y heridos, siendo las provincias de Ellis y Aquea las más afectadas, las cuales están situadas en la región de la Península helénica que forma una isla casi independiente unida sólo por el estrecho istmo de Corinto. En la aldea de Euposite se abrió una enorme grieta, á cuya sola vista huyeron espantados los habi- tantes. En la misma dirección exactamente están situadas en Turquía de Asia las ciudades de Focea y Smirna, las que con todas las regiones circunvecinas fueron sacudidas terriblemente por terremotos en los mismos días ya citados de 19 de Enero y siguientes, siendo destruidas seiscientas casas en Focea. Esos temblores se repitieron el 17 de Fe- brero, siguiendo luego en Marzo el movimiento de dislocación hacia la Palestina, habiendo conmovido un temblor el día 3 al pueblo de Mascarán cerca de Jerusalem. La línea de debilidad en esa región hace un quiebre hacia la parte sud-oriental del Asia, y el 23 de Enero un espantoso temblor conmo- vió la provincia de Luristán, en Persia. De suerte que, añadiendo los temblores del Sur de España, de Portugal y de Argelia, se puede decir que la corteza submarina, casi en línea recta desde el Estrecho de Gi- braltar, siguiendo el Mediterráneo y los mares griegos, y luego en tie- rra firme por Turquía y Palestina, quebrando hacia Persia, se fué res- quebrajando desde el año pasado (1908) al 23 de Enero del presente, pudiéndose trazar gráficamente la línea seísmica en ese arco del Ecua- dor de contracción. RA Causa astronómica del terremoto.—Todos estos seísmos fueron oro- génicos, pero ya he dicho que se debe hacer distinción entre la especie del seismo y la causa que lo produce. En mi obrita “Las Catástrofes de 1906” demostré la influencia que la actividad solar ejerce sobre las contracciones de la corteza terrestre y sobre el volcanismo, y todos estos temblores no son sino un caso particular de esa comunicación de actividad. -. 148 MANUEL MIRANDA Y MARRON. Cierto es que el Sol se halla en el período de descenso de actividad, pero siempre se ha notado que en ese período de mínima, hay un mo- mento de alza manifestado por las manchas, las protuberancias y las fáculas, y precisamente ese recrudecimiento comenzó en el mes de Diciembre, como puede comprobarse por las observaciones europeas y las diarias hechas por nuestro consocio el Profesor Luis G. León y pu- blicadas por el Ministerio de Fomento. Aunque desde el día 2 de Diciembre había comenzado la activi- dad del astro rey, precisamente el 28 se observó una nueva mancha en el borde oriental, que al día siguiente presentó cuatro núcleos, presen- tando el 31 un puente muy brillante, con grandes transformaciones, para las cuales deben haber intervenido tremendas fuerzas solares. El gran temblor de Luristán coincidió también con grandes mani- festaciones de actividad solar, porque el viernes 22 de Enero aparecie- ron nuevas manchas por el borde oriental y una extensa mancha con dos núcleos en el borde NE,, con grandes fáculas. El día 23, día del terremoto, la misma mancha presentaba un aspecto notable con cuatro núcleos muy obscuros. Pero además aparecieron cinco manchas nue- vas al Oriente de la descrita. Al día siguiente 24 era tal el número de pormenores que presentaban los grupos de manchas que fué muy di- ficil al Secretario General de la Sociedad Astronómica dibujar el as- pecto del disco solar. La tierra no es un todo independiente, sino un cuerpo del sistema solar, y las perturbaciones del astro rey tienen que tener su repercu- sión en nuestro planeta como en todos los demás que á su alrededor gravitan. Pero al elemento solar hay que añadir otros factores, por la complexidad de fenómenos que suelen intervenir en los seismos, y Co- mo coincidencia al menos quiero hacer notar que precisamente el día 28 de Diciembre en que se verificó el horrendo terremoto de Messina, cayó en Tubilla, cerca de Burgos, en España, un bólido de gran tamaño. Fué brillantísimo y al chocar en tierra produjo una explosión formida- ble que incendió una manzana de casas é hizo retumbar todas las del pueblo, con espanto de sus moradores, que recogieron después cinco trozos del meteorito aún calientes en los que predominaba el hierro. LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 149 Rara vez cae un bólido solo y casi siempre corresponden á un ani- llo de asteroides, y ya demostré en la primera parte de este trabajo la grande influencia magnética que esas corrientes meteóricas tienen en la producción de los terremotos. EE Continuación de los seismos, lluvias. —Todos sabemos ya que el des- equilibrio que tuvo lugar en la región sículo-calabresa ha continuado, produciéndose nuevos y repetidos seismos. No es mi intento dar cuenta “de todos, pero sí de los más notables. El 30 de Diciembre, en que los reyes de Italia, cual padres de su pueblo, llegaron á Messina para prestar socorro á las víctimas y dar ánimo á los supervivientes, otro espantoso terremoto sacudió á Siracusa, quedando también destruidas treinta y cinco aldeas de Calabria. Mr. Frank Perret, ayudante del Director del observatorio del Vesu- bio, del gran Profesor Mateucci, que desgraciadamente acaba de per- der la Ciencia, pronosticó para la primera decena de Enero otros te- rremotos en la misma región asolada, fundándose en la posición del “Sol, respecto del Sur de Italia y de Sicilia sobre las que ejercería una atracción considerable, y el día siete de Enero se sintieron tal número de temblores, que pudieron estimarse en diez choques por hora, con los cuales cayeron muchos de los edificios semi-arruinados y se renovaron los incendios en algunos de los cuarteles de la ciudad. Los días 8 y Y continuó esa nueva serie de seismos, especialmente la noche del sába- do 9, siguiéndose una tempestad fortísima en el Estrecho que arrastró otra parte de los muelles de Messina, el campamento provisional cer- ca del mar y se abrió en Giarre una grieta de más de seiscientos me- tros de largo, tres de ancho y más de sesenta de profundidad. Desde esa misma noche comenzó un verdadero diluvio de lluvia que persistió en toda la semana siguiente y se extendió á gran parte del Mediterráneo y de las costas españolas, precipitación pluvial provenien- te acaso de las grandes masas de vapor de agua arrojadas á la atmós- fera por las grietas abiertas en la región de Calabria y Sicilia y por 150 MANUEL MIRANDA Y MARRON. los cráteres del Etna y el Stromboli, que desde el día de la catástrofe con intermitencias estuvieron en actividad de gases, Fx Temblores en el Norte de Italia y otros fenómenos.—Era natural que conmovido tan hondamente el Sur de Italia se resintiese también el Norte de ese país en la región austral de los Alpes. en la zona de arru- gamientos que levantaron esa cordillera, que por paradójico que parez- ca comenzó como el Atlas por una depresión marina profunda y que todavía se halla expuesta á dislocaciones obedeciendo á la geodiná* mica interna. Y efectivamente, el día 13 del mismo Enero á la una y cuarenta y cinco minutos y á las seis y treinta minutos de la maña- na dos fuertes temblores agitaron toda la parte septentrional de Italia, como centro seismico, extendiendo su influencia hasta el Sur. Vene- cia, Milán, Florencia, Bolonia, las provincias de Toscana y Lombar- día fueron sacudidas violentamente, llegando al pánico el terror de los habitantes que temían se repitiese el desastre de Messina. En esta ciudad con estos temblores salieron á flor de tierra varios cadáveres, y el día 19 renació de las cenizas el fuego, percibiéndose en las nubes de humo un fuerte olor de carne quemada!.... Desde el día 21 de Enero comenzó á sentirse en Italia un frío ex- tremado, continuando en Febrero las copiosas precipitaciones de nieve, soplando sobre Reggio y Messina el día 12 de ese mes de Fe- brero un furioso huracán acompañado de abundante granizo, todo lo cual venía á hacer más aflictiva la situación de la clase pobre super- viviente, así como la de los habitantes de las márgenes del Tíber que las inundó por el gran caudal de agua que llevaba. Otro fenómeno notable fué la recrudescencia de actividad del Etna á contar desde el día 15 de Abril, que había sido pronosticada por el ci- tado Profesor Perret, que conoce perfectamente toda aquella región y la visitó pocos días después de la catástrofe messinense. Desde el día 15 comenzó á arrojar el volcán enormes llamas y también abundante ceniza que fué á cubrir varias millas en los alrededores, presentando 20 LOS TERREMOTOS DEL AÑO DE 1908. 151 esas erupciones un terrible espectáculo, sobre todo por las noches, en que sobre el azul obscuro del firmamento se destacaban los penachos de llamas del Etna y del Stromboli, que también recrudeció por aque- llos días su actividad, aunque en menor escala, Por último, aunque por un telegrama del Observatorio de Monteleo- ne fechado el 20 de Enero se confirmó que, á contar del 28 de Di- ciembre, habían registrado los aparatos doscientos veintisiete temblo- res de primer grado, aparte de otra multitud de seismos de segundo á sexto grado, nadie ignora que aún no se ha verificado por completo el acomodamiento y reajuste de capas de la corteza y subcorteza de la región sículo-calabresa, continuando las sacudidas, habiendo sido fu- ribunda la del día primero de Julio á las 7 h. 50 m., de la mañana; acaso de mayor intensidad que la del día de los Inocentes, solamente que la destrucción de edificios no la pudo haber sino en los pocos que quedaban en pie, y la pérdida de vidas se redujo á dos, por estar acam- pados los habitantes en casetas de madera fuera de la población, pero se derrumbaron varias de las paredes que habían empezado á ser construidas y el faro que alumbra la bahía quedó seriamente averiado. Los instrumentos del observatorio desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde registraron diez choques, escuchándose fuertes rui- dos subterráneos. Después no pudieron ser registrados porque el mi- croseismógrafo Vicentini quedó inutilizado. CONCLUSIÓN. Me había propuesto en el presente trabajo hacer el estudio de los grandes terremotos de 1908, pero están tan íntimamente ligados los su- cesivos, que no he podido prescindir de extender esta disertación á los fenómenos subsecuentes en esa región durante el primer semestre del presente año (1909). Por lo demás la Naturaleza prosigue su evo- lución, sin tener en cuenta la sucesión del tiempo, que es un ente re- lativo ideado por el hombre, por la comparación de los movimientos del Sol y de la Luna con respecto á la revolución de la Tierra. No puedo terminar sin elevar un voto de admiración y de gratitud 152 . MANUEL MIRANDA Y MARRON. E ULT A IO DN E A en nombre de la humanidad á los reyes de Italia Víctor Emmanuel y Elena, especialmente á esta última que, comprendiendo la verdadera igualdad y fraternidad, personalmente asistió á las víctimas supervi- vientes despreciando su propia vida y reprimiendo el natural temor á los terremotos, que agitaron á Messina durante su permanencia en las calles llenas de ruinas y en los hospitales improvisados, y en los que fué ella misma herida al ser atropellada por los que huían aterroriza- dos, sin que esto le arredrase para proseguir su obra benéfica, á pesar de las escenas macabras de que era testigo, como la que presenció en un montón de ruinas, sobre el cual se hallaba de pie la tiple Gemma, que había perdido la razón y que, entre maderos humeantes y rodea- da de cadáveres, entonaba una aria y se inclinaba con semblante ri- sueño ante aquellos corruptos espectadores, figurándose que la aclama- ban y le batían palmas entusiasmadamente. La reina Elena se ha conquistado la simpatía de la humanidad, pues regresando á Roma estableció un taller que dirigía ella misma, se- cundándole la aristocracia, para coser por sus manos vestidos para to- dos los que habían quedado en la miseria, y al llegar su natalicio se negó á que fuese celebrado, consistiendo la fiesta en trabajar más rú- damente en beneficio de los atribulados y en que sus dos hijas Yolan- da y Mafilda, de siete y seis años respectivamente, entregasen al fondo de auxilios los ahorros que habían juntado para el obsequio de su au- gusta madre. Las tropas que ejecutaron en Messina y Reggio los trabajos de sal- vamentos merecen también un grato recuerdo por su altruísmo, pues al saber que se iban á distribuir entre ellos veinte mil liras de gratifi- cación por el Comité de Socorros, renunciaron inmediatamente el be- neficio, y suplicaron que esa suma ingresase al fondo de socorros, así como los reyes mismos rechazaron el proyecto de ofrecimiento de una medalla conmemorativa por su heroica conducta. Pero Víctor Emma- nuel no quiso dejar de premiar el heroismo de sus tropas y de los ma- rinos extranjeros que ayudaron al salvamento, y dirigió una proclama en que después de encomiar el noble espíritu de abnegación de la mi- licia, añade: “Mi admiración y gratitud hacia el Ejército y la Marina ME: LOS TERKEMOTOS DEL AÑO DE 1908. 153 no reconocen límites y se extienden á los oficiales y tripulaciones de los barcos rusos, franceses, ingleses y alemanes que con un admirable espíritu de solidaridad contribuyeron poderosamente á la obra hu- manitaria.” No habían aportado, cuando esa proclama, los buques de la Escua- dra Blanca de los Estados Unidos llevando su poderoso contingente de auxilios, para coadyuvar con las demás naciones á disminuir los pa- decimientos de los damnificados. Todo el orbe civilizado derramó lá- grimas por la desgracia de Italia y abrió sus manos ofreciendo su óbolo. El altrufsmo no ha muerto, y ahora tendrá que dar nuevas pruebas en el desastre que aflige actualmente á los desgraciados habi- tantes de Acapulco, víctimas de los terremotos de los días 30 y 31 de Julio último, que acaban de reducir á ruinas ese puerto, donde mu- chos de nuestros hermanos lloran su desgracia y desolación. ¡Pobre humanidad, cuánto te hace sufrir el desarrollo de la vida de nuestro planeta! México, Agosto de 1909, Memorias. T. XX VIlLI. 1909-1910,—10* FEO PIFI TIA VI ALS , > OE y v á NA A k . " + k y . , PE o 4 CN 4 OA AS E ATAR dl ALA Lo UE EN ON po o EI rl A NE e APS eii il ISI SN IN bb : IO RON Lord 1% Ain ads le FA IMITAR AI nl AS có A MENA OI Nu ei, y Y Al bei DI ANAOS btp a A ELTON A Í ' Pp Pe : ORIO IE ñ LA e LA . ) pl y ' e 0 A ) 4 A ñ "y CIS a ¿de ' e , ER AENA A 4 , N ¿2 A 1 y AY PRRNA " y REN MO) ¿ s » EMS ay , X z ; y ' Ja AE h 5 W A y | A SO 108 IAN a j EN O » y dd N y pa Ñ 0 a AA nar A 1 a a ; GA A RA del sl y Jal PA A A ¡3 y po j CUA VIT ' Pa INR A A 1 E TALE HOT : AO r ñ AA AUT EN A ee had: A e ¿N A A LAO ANA * E TI e a os E A » A us EN TA vo 4 y YEN EN ; A, y e] MIS die rá pa 4 ; ud « CA 4 ñ e ( ' $ , 6 ALA AI É La p! 'de ) SNA IAE RADA dul e A. Had b AR UA usd DADA dh ¡ 6 er Yer ONO MUSEO ( Ñ 125 $ 1, Hb l GA LEE ANS 4 dl y ' ¿FR ERA vo y dd! $ ¿HAN MO Y $ mi R se ap AYALA 0] b “5 y . Vit? EIA AAA A pa a 8 AA e A A AN k ARS Ao X as ANA y Ad TS A] SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE? MEXICO. FONDÉE EN ÓCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo Beltrán y Puga, Ricardo E. Cicero Manuel Marroquín y Rivera et Dr, Daniel M. Vélez. Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. | 7 h | Secrétaire général perpétuel. M. Rafael Aguilar y Santillán. ey PO Conseil directif.—1909. PRÉSIDENT.—Dr. D. Eduardo Licéaga. : Vick-PRÉSIDENTS.—Ing. Gabriel M. Oropesa et Dr. Daniel Vergara Lope. SECRÉTAIRE.—Prof. Manuel Moreno y Anda. VICE-SECRÉTAIRE.—Ing. Jorge Méndez. TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est onverte au public tous les jours non fériés de 4h. a 7 h. du soir. 1 Les “Mémoires” et la “Revue” de la Société paraissent. PRES cahiers ín 82 de 64 pags. tous les mois. » 7 000 La correspondance, mémoires et publications destinés á la Société, doivent étre adressés au > Secrétaire général a Palma 13.—MÉXICO.—(Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leur écrits. e: Les membres de la Société sont désignés avec M.S.A. +8 p E | p Nos, 9, 6, 7 8, eS - MEMORIAS Y REVISTA DE LA CIENTIFICA ntonio Alzate po we a 21 de Publicados bajo la Mgecajón de ' a Ta PEA, y an AGUILAR Y SANTILLÁN, 5 (e 1 ARO SRORRTARIO. GENERAL PERPETUO > Be 3 de. 2 2 de 0 " nz e sn 55 ile de od ee Si SOMMAIRE. Mb Ñ » yu pe Mémoires, fonillos 13 á q tion. du thoracograple $8 Dr. D. Vergara Lope, p. —Notes sur Yé ótain et ses. méthodes Vessai, par M. J. C. Zá- Jomment on peut effacer les taches dde Action de V'eau langée d'ammoniaque sur lViode, par M. £. Fourton, p. 275-284, Eoxtomso n dans le temps et dans lespace de la race humaine de anta Vaj os le. Dr. Rivet, par M. . Engerrand, 223-237, pl. | Pp p- p mr ¡tement métallurgique des minerais de cuivre á la American ng € Refining Co., de da par: M. H. G. Guerrero, p. volution du nimbus par M. S. Díaz, p. 199-216, détert -mination de Valtitud, par M. L. (+. Lcón, p. > an 2: Hry oia E : CA sur le District de Guanajuato. Mineralo- n tiber den Minéndistrikts von pra juo: Dr. E. Wittich, 6 es A ñ 0; a ad Voranger ( Citrus aurantinm) par M. G. Gándara, e Ue) ions sur EE e des surfaces au moyen du da p. 241-245. assninissemont Vune colonie rurale (Colonia del Va- y ] ED 9-240, 1 dra et pl. XXV. Etude de a es D =p GOBIERNO FEDERAL CAR E RAR 7 e UCI RTS . yea A A en Ae A ed IS ES MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XX VU! PPP ño o a o ——» . Pur ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO (CITRUS AURANTIUM) Por Guillermo Gándara, M. S. A. INTRODUCCIÓN Con motivo de haber desempeñado la Comisión con que la Secreta- ría de Fomento se sirvió honrarme para estudiar las enfermedades del naranjo (Citrus aurantium) en el Estado de Yucatán, enseñando la ma- nera de combatirlas, y considerando por otra parte, la utilidad que po- dría producirá los cultivadores de tan preciada planta, una publicación que tratase, aun cuando fuera sucintamente, de las enfermedades y plagas del naranjo hasta ahora conocidas, me he atrevido á escribirla, sin dejar de comprender que como primera vez que se hace, debe contener defectos involuntarios. No tengo la presunción de haber producido una originalidad; sola- mente he procurado compilar lo disperso, añadiendo algunas de mis observaciones particulares, seleccionando los remedios que mejor pue- den adaptarse á las circunstancias de nuestra Agricultura, compendian- do ideas y consultando artículos, folletos y otras obras tanto nacionales como extranjeras. Si este estudio resultare de alguna utilidad, me propongo estar al tanto de los procedimientos de combate que posteriormente se descu- bran y de adquirir el conocimiento de las nuevas plagas que aparez- can, para anotar estas correcciones y adiciones en artículos subsecuen- tes que oportunamente presentaré á esta H. Sociedad. Memorias. T. XXVIII, 1909-1910.—11 Ñ SOTA ge: 156 GUILLERMO GANDARA. Enfermedades y plagas del naranjo (Citrus aurantium) Los parásitos del naranjo son tanto de naturaleza vegetal como de naturaleza animal. Hay además en esta planta enfermedades debidas á defectos de nutrición y enfermedades de causas desconocidas. PARÁSITOS VEGETALES DEL NARANJO La Gomosis, debida á la bacteria Bactervum gummas. La Antracnosis ó mancha blanca, debida al hongo Colletotrichum gloeosporiordes. | La Pinta ó Glavillo, debida al hongo Gloeosporium psidis, La Verrucosis, debida á un hongo del género Cladosporium, El Chancro de los troncos, debido al: hongo Dematophora necatriz. La Costra blanca de las ramas, debida á un hongo del género Cor- ticuma. Algunos hongos Basidiomicetos del género Polyporus. La Cúscuta (Ouscuta americana (?). Convolvulácea). Los Gallitos ó Magueyitos (Tillandsia recurvata (?). Bromeliácea). El Muérdago ó Injerto (Loranthus calyculatus. Lorantácea). Los Líquenes de los troncos que si bien no son parásitos causan, sin embargo ciertos males á la planta. PARÁSITOS ANIMALES DEL NARANJO La Anguilosis, debida á la Anguílula Heterodera radicicola. Piojilloblanco (Chionaspas citri). Piojillo rojo (Aspidiotus aurantir). Piojo amarillo (Aspidiotus citricola). Piojo del Rosa-Laurel (Aspidiotus ner). Coccideos. | Piojillo del Higo (Aspidiotus ficus). Piojillo. (Parlatoria pergandiz). Mytilaspis citri. ¡OJULOS (ArgOS mao ririeioca ron al da daros Mytilaspis gloverís. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 157 Piojo lanudo (Leerya purchas?). Piojillos harinosos............ E AC COrEaA Dactylopius adonidum. Coccídeos. ecanium hesperid um. Lecanium oleae. Piojos cerosos. Lecánidos. ( Lecanium hemisphaericum. Ceroplastes cirripediformas. Ceroplastes floridensis. Aleuródidos. Pulgón blanco (Aleyrodes citri). Afidios. Pulgón verde (Siphonophora citrifolí1). Chinche verde (Raphagaster hilaris). eS: o aguardienteras.... f Metapodius femoratus. 1 Euthochtha galeator, etc: Moscas. Trypeta ludens. Gusanos. Laphygma frigiperda y otros. Atta fervens. Hormigas arrieras. [ Aecodoma mexicana. Dendrobius maxillosus. Stenaspis verticalis. REPO Or es. ..comvo cano. Malacopterus lineatus. Elaphidion inerme. Elaphidion parallelum. Tetranychus sezmacula- tus. Tetranychus ChahuiKtle de las naranjas, debido á los Acarianos. bimacula- tus. Typhlodromus | | oleivorus. Etc. | 158 GUILLERMO GANDARA. PARÁSITOS DE NATURALEZA ANIMAL Y VEGETAL La Fumagina, debida á los Piojillos y al hongo Capnodium citri. ENFERMEDADES MAS COMUNES DEBIDAS Á DEFECTOS DE NUTRICIÓN La Clorosis. La Frondescencia. La Partidura del fruto. ENFERMEDADES DE CAUSAS DESCONOCIDAS El “Die back.” El “Blight” ó Tizón. La Melanosis. PRIMERA PARTE De la Gomosis Esta enfermedad ha causado en Italia en los años de 1862 á 1878, la perdida de dos millones de pesos. Se debe, según Comes, á la bac- teria Bacterium gummas. Síntomas Cerca de la base de los troncos y en las raíces gruesas, se notan exudaciones de goma. Cuando el absceso comienza existe debajo de la corteza un líquido fétido y cuando se desarrolla aquél, se seca y se cae la corteza dejando al descubierto la madera. La planta intenta” defen- derse y en las orillas de la corteza sana se forma un rodete y aparecen las irrupciones de ésta como óvalos desde 5 hasta 20 centimetros de largo, más ó menos regulares. Si el absceso se extiende en todo el rededor del tronco principal, el árbol muere indefectiblemente. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 159 Una enfermedad semejante llamada Psorosis, aparece en las ramas, más que en el tronco y en las raíces gruesas; se diferencia sin embar- go, de la primera, en que no cae la corteza de la parte atacada, sino que hipertrofiándose la capa media de ella, se forma una especie de llaga de color amarillento. Cuando las ramas contienen varias llagas, se ve al árbol como leproso. No se conoce la causa de este trastorno, Remedios Con un instrumento cortante cuyo filo esté desinfectado con una so- lución creolinada ó fenicada, extírpese la parte enferma penetrando con gubia ó con escoplo en la madera, hasta hacer desaparecer el foco de goma que se manifestará por una mancha de color amarillo obscu- ro. En seguida se cubrirá la herida con barro fenicado. Observaciones a. La Psorosis se cura de la misma manera que la Gomosis. b. Cuídese de no cortar la corteza, abrazando el rededor del tronco, porque se matará al árbol con esa práctica. c. No toda irrupción de corteza con formación de rodete acusa la existencia de la Gomosis; para diagnosticar esta enfermedad es pre- ciso que se vean con toda claridad los escurrimientos de goma y las irrupciones correspondientes de la corteza. Medidas preventivas 1" Evítese en el suelo un exceso de humedad. 2” Por medio de la poda, dense al árbol ventilación y luz. 3” No debe introducirse al naranjal ganado alguno, porque con sus pisadas hieren las raíces gruesas descubiertas y la base de los troncos contribuyendo así al contagio de la Gomosis. Esta plaga se halla desarrollada en los naranjales de las fincas del Estado de Yucatán. 160 GUILLERMO GANDARA. DE LA ANTRACNOSIS Ó MANCHA BLANCA Sintomas En las hojas aparecen unas manchitas más ó menos circulares, de color de hoja seca y que van desarrollándose hasta unirse invadiendo una buena parte de la hoja. La enfermedad pasa por los perlodos si- guientes: primero las hojas aparecen con 3, 5 6 más manchas de 3 47 milímetros de diámetro; después se notan las hojas como raidas ó bien con una gran porción seca. Los retoños se marchitan, se doblan y se secan, las ramas terminales se deshojan y los frutos, desde muy pequeños, aparecen con una manchita violácea, que se desarrolla con el crecimiento de éstos, perdiéndolos por completo. En las manchas de las hojas se notan unos puntitos negros que no son sino los acér- vulos del hongo que causa la enfermedad y en cuyo interior existen las fructificaciones. Como queda dicho, este mal es debido al parasitismo del hongo Co- lletotrichum gloeosporioides, estudiado por Penzig en 1882. Esta enfermedad ataca también á la lima y al limón y se halla des- arrollada en algunas haciendas de Estado de Yucatán. > Remedios Para curar esta enfermedad se aconsejan las pulverizaciones de cal- do bordelés preparado con la siguiente fórmula: Sultato de CODTe: .....ik...... qa E O e AN 1,750 gramos. AI AS E AAA 1,150 ATA As E A A A A 210 litros. DE LA PINTA Ó CLAVILLO DE LA NARANJA Esta enfermedad que ataca también á la guayaba, consiste en que las naranjas se cubren primero de un tinte rojizo obscuro como si hu- biesen sido salpicadas, y después se les nota como lunares obscuros, de tejido realzado, de 1 á 3 milímetros de diámetro. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 161 o Este mal fué estudiado por Delacroix en la guayaba, quien encon- tró que era producido por el hongo Cloeosporium psidii. El citado micologistas dice del parásito en cuestión, lo siguiente: “En la región de las manchas los tejidos muertos están infiltrados de un micelio muy delgado, hialino en las partes profundas y leonado obscuro pálido en las contiguas al conceptáculo. El micelio penetra algunas veces por las celdillas del pericarpio y se ramifica entre ellas. Los conceptáculos bastante pequeños, de 90 á 120 y de longitud, ape- nas salientes y poco visibles á la simple vista, aparecen bajo la cutícula que pronto se rompe al impulso del crecimiento de las esporas cuan- do éstas comienzan á madurar. El estroma es negro en la parte que está en contacto con los tejidos, hialino en su parte superior donde pro- duce esterigmatos hialinos y cilíndricos, de 15 á 18 sobre 4 á 5. Las esporas hialinas más ó menos regularmente ovoides están finamente granuladas en el interior.” Remedios Esta plaga ha sido bien combatida en los naranjales de Atotonilco el Alto, Jal., con las pulverizaciones de caldo bordelés aplicado antes de madurar el fruto y preparado á la dosis siguienle: LES CADA Tels sei ote sin aio sols MS La 1,760 gramos. A 1,760 Ñ A O A RA O SA 210 litros. Esta plaga no existe en los naranjales del Estado de Yucatán. DE LA VERRUCOSIS Esta enfermedad, debida según el Prof. Lamson Scribner, quien la estudió en 1886, al parasitismo de un hongo del género Cladosporiwm, se manifiesta por un arrugamiento, encogimiento ó pliegue de las ho- jas y por levantamientos en forma de verrugas ó viruelas que aparecen en la epidermis del fruto, alterando profundamente el pericarpio ó cás- cara. 162 GUILLERMO GANDARA. Remedios Según Webber y Swingle, se cura esta enfermedad con las pulveri- zaciones de caldo bordelés, conforme á la dosis siguiente: SUMALO ADCODTO > oe ds 2 kilogramos. CAI II a: 2 $3 APUADO MUNI AS O 250 litros. Esta plaga es escasa en el Estado de Yucatán, y sólo se observa allí en el naranjo agrio (Citrus bigaradia). DEL CHANCRO DE LOS TRONCOS El chancro del naranjo se reconoce por un agrietamiento y después por un descortezamiento que en determinadas partes de los troncos aparecen. La corteza de la parte atacada se seca y se levanta de sobre la madera, pero no se desprende; si se examina el absceso con un ins- trumento cortante se notará que el mal se extiende más allá de lo que á primera vista pudiera considerarse. Cuando el chancro aparece en los troncos es signo de gravedad, pues fácilmente puede abrazar el re- dedor del tronco, interrumpir la corriente de la savia por la necrosis que ocasiona de la capa del cambio y el árbol se marchita y muere en muy poco tiempo. Esta enfermedad se debe al parasitismo de un hongo (Dematophora necatrix) que ataca primeramente á las raíces finas en las cuales se encuentran los micelios enredados como si fuesen pelos negros; desde entonces el árbol comienza á sufrir, notándose cierta languidez en el follaje y retardo y diminución en la floración. Más tarde, los micelios pasan á las raíces gruesas y de éstas al tron- co y aun á las ramas, notándose sobre la corteza unos filamentos vio- láceo-blanquizcos que se extienden longitudinalmente en una buena parte de ésta. Allí fructifica el hongo advirtiéndose entonces unos pun- tos negros realzados que son las peritecas y unos pelos híspidos de co- lor gris que no son sino los conidioforos del hongo. Esta plaga no existe en los naranjales del Estado de Yucatán. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 163 o Remedios Esta enfermedad peligrosísima aún no tiene un remedio eficaz y sólo pueden aplicarse las siguientes reglas preventivas contra ellas: 1" Drenar el terreno para evitar en el suelo un exceso de humedad. 2" Podar los árboles atacados para darles ventilación y luz. 3” Cavar en las raíces para descubrir la bola de micelios y destruir- los en el fuego, desinfectando el lugar con solución fenicada al 4 por ciento. 4" Extipar los abscesos que aparezcan en los troncos cubriendo la herida con barro fenicado. 5” Lavar los troncos frotándolos con cepillo y con el caldo bordelés siguiente: NA A A A 1 kilogramo. OI OA E RR AA IAN MIA 1 »/ coa dd Mis a IIED E AS 100 litros. 6” Arrancar los árboles muy atacados para quemarlos inmediata- mente y desinfectar el lugar que hubieren ocupado. DE LA COSTRA BLANCA DE LA RAMA Un hongo de la familia de las Teleforáceas, probablemente del gé- nero Corticuma, se desarrolla en las ramas delgadas del naranjo, no- tándose éstas como si hubiesen sido blanqueadas con cal. El hongo crece de la extremidad de las ramas hacia atrás y mata completamente la rama en que parasita. Esta plaga existe en los naranjales del Estado de Yucatán. Remedios Pódense las ramas atacadas y destrúyanse inmediatamente en el fuego. 164 GUILLERMO GANDARA. HONGOS SUPERIORES Hemos encontrado en los troncos muertos del naranjo el Polyporus hispidus, el Polyporus annosus y un Polyporus parecido al [gniarius, y el cual parece ser parásito exclusivo del tronco de los Citros. En la Hacienda de Santa Rosa, Partido de Maxcanú, Yuc., encon- tramos envolviendo las raíces principales de algunos naranjos y pene- trando con éstos en la tierra, á un hongo carnoso, de suave consisten- cia, de color blanco marmóreo, de superficie glanduliforme, como sl fuese una costra y que al secarse se endurece como madera. Exami- nados con una lente de aumento varios cortes de él, ninguna especie de cavidad se le notó, por lo que nos parece ser Himenomiceto, de la familia de las Tremelináceas. Dicho hongo es parásito de las raíces gruesas del naranjo, pues en todo el trayecto de éstas en que crecía, estaban completamente muer- tas y no así las raíces contiguas que sin el parásito permanecían en buen estado de vegetación. Remedios Cávese en el lugar en que se mote el hongo, descubriendo bien las raíces atacadas y despréndanse éstas desinfectando el lugar con solu- ción de formalina del comercio al 5 por ciento. DE LA CUSCUTA Esta planta fanerógama, de la familia de las Convolvuláceas y de! género Cúscuta, produce muchísimas guías de color amarillo más ó menos subido ó violáceo, según las especies, y que no son más que sus tallos, los cuales se enredan en las ramas de las plantas que invaden adhiriéndose á la corteza de éstas por medio de unos chupadores que poseen, los cuales extraen la savia necesaria para su subsistencia. A esta parásita se le conoce también con los nombres de “Zaca- tlaxcal,”” “Cuerda de violín,” “Cabellera del diablo,” etc. Esta plaga se encontró muy desarrollada en los limoneros de la ha- cienda de Acú, Partido de Maxcanú, Yucatán. e A Remedios Pulvericénse los árboles invadidos por la Cúscuta con una solución de sulfato de hierro al 5 por ciento. DE LOS GALLITOS Estos son printas de la familia de las Bromeliáceas y del género Ti- llandsia que como pequeños magueyitos parasitan sobre las ramas de los naranjos ú otros árboles frutales por medio de sus raíces, que pe- netran en la corteza de aquéllas para extraer la savia de que se nutren- Existe escasamente esta plaga en el Estado de Yucatán. Remedios Echense abajo los Gallitos por medio del instrumento. DEL MUÉRDAGO Ó INJERTO Esta planta, de la familia de las Lorantáceas (Loranthus calycula- tus) es aquella que se nota sobre los árboles, con hojas carnosas, ova- das y sin nervaduras; la flor es rojiza y muy visitada por los chupa- mirtos; el fruto es una bolita negra como de 8 milímetros de diámetro y la semilla está envuelta en un líquido mucilaginoso muy adherente y que tomada por los pájaros nada sufre su poder germinativo; al ser arrojada por éstos sobre las ramas, queda adherida, germina en tiempo de aguas y hace penetrar sus raíces en la corteza, hasta nutrirse con la savia del árbol en que parasita. En Yautepec, Estado de Morelos, se halla muy desarrollada esta pla- ga en el naranjo. No existe en el Estado de Yucatán. Remedios Córtese la parásita procurando quitar la porción de corteza en que se apoya, cubriendo la herida con barro fenicado. Pódense las ramas muy atacadas. 166 GUILLERMO GANDARA. A 0 [e 5 5 DE LOS LÍQUENES Ó COSTRA DE LOS TRONCOS En los troncos de los naranjos suelen verse costras de color blan- guizco, amarillento, verdoso, etc. Estas costras son casi siempre cit- culares llegando á tener hasta 20 centímetros de diámetro. Son plantas criptógamas llamadas Líquenes, las cuales no son parásitas, pues vi- ven sobre las piedras y sobre la corteza muerta de los árboles, pero conviene destruirlas porque sirven de albergue á los insectos y porque privan á la corteza del libre cambio de gases en detrimento de la sa- lud del árbol. Remedios Lávense los troncos con cepillo y agua. Después embadúrnense por medio de una brocha con el siguiente caldo bordelés: Sulfato de cobre .......... e ato ae IAE 3 kilogramos. DALVITA 5 A NE o ole es 2 5 Agua do uvia....- cra ile prole > . 100 litros. Los líquenes existen abundantemente en los naranjos del Estado de Yucatán. SEGUNDA PARTE Parásitos animales del naranjo DE LA ANGUILOSIS Esta enfermedad de las raices de varias plantas, ataca también al naranjo. Es debida á un anélido microscópico de la familia de los Anguilulidos (Heterodera radicicola) que introduciéndose en los teji- dos de las raíces finas, los hipertrofia primero, notándose entonces la inflamación de éstos y dejándolos después inservibles para las funcio- ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 167 A nes de absorción, perturbándose por consiguiente las funciones nutri- tivas de la planta. Un terreno arenoso y húmedo favorece el desarrollo de esta plaga, la cual ha causado grandes pérdidas en los cafetales del Brasil. En México se ha notado en diversas plantas de cultivo y últimamente en los naranjos de la Hacienda de Santa Rosa, Partido de Maxcanú, Es- tado de Yucatán. Remedios 1” Drénese el terreno para evitar un exceso de humedad. 2” Trácese un cuadrado que comprenda todo el terreno en que se extiendan las raíces, dejando en el centro el árbol atacado. Practíquen- se después en cada metro cuadrado, por medio de una barreta, 5 agu- jeros bien distribuidos y de 30 centímetros de profundidad. Arrójense en cada uno de ellos, 10 centilitros de acetilenada, preparada del mo- do siguiente: sa elatads A E, da .. 250 litros. A e A A A 1 kilogramos. Arrójese el carburo en el agua, muévase después ésta y media hora más tarde podrá disponerse del líquido. 3” Cúbranse los agujeros cun tierra inmediatamente después de ha- ber echado el líquido en ellos. DE LOS INSECTOS Muchos son los insectos que atacan el naranjo y por esto sólo, nos re- ferimos á aquellos que causan los mayores perjuicios al constituirse en verdaderas plagas. DE LOS COCCÍDEOS Los Coccídeos son insectos hemípteros homópteros, generalmente muy perjudiciales á las plantas y que tienen la propiedad de excretar producciones cerosas que les sirven de defensa para fijarse en las hojas, NA y 168 GUILLERMO GANDARA. o frutos y tallos, donde se instalan introduciendo su trompita en los te- jidos de la planta para chupar la savia de ésta. - Desde Juego se comprende que un árbol invadido por estos enemi- gos de la Agricultura, debe sufrir diariamente una merma de savia su- ficiente para debilitarlo y aun para matarlo si el insecto que lo ataca no es combatido y sigue desarrollándose. Los Coccídeos tienen una biología muy especial, pues una vez insta- lados en alguna parte de la planta comienzan á excretar, como ya se dijo, producciones cerosas de diversas formas, tamaños y colores y que son como escamas que contienen al insectito en su interior. Fecunda- das las hembras se notarán después las escamas llenas de huevecillos y á la hembra muerta. Algunos se reproducen partenogenéticamente. Al nacer las larvas, lo que generalmente ocurre en la primavera, se esparcen por todo el vegetal buscando un lugar donde instalarse (Este será el mejor tiempo para combatir á los Coccídeos). Fijados en la corteza de las ramas, en las hojas ó en los frutos, co- mienzan á crecer como queda indicado, causando entonces los más de- sastrosos perjuicios. Las hembras quedan fijas hasta morirse y los ma- chos, alados y de formas distintas á las de las hembras, buscan á éstas para fecundarlas, lo que constituye su única misión, pues tienen atro- fiada la trompa y no pueden nutrirse, por lo cual no son perjudiciales. De la forma, tamaño y color de las escamas, así como de los deta- lles del cuerpo de las hembras y de los machos, dependen las diversas especies de Coccídeos. Los Coccídeos que atacan a! naranjo son los siguientes: DEL INS CHIONASPIS CITRI 1.HE.HO. Ó PIOJO BLANCO. Este Coccídeo es un piojillo muy perjudicial para el naranjo y cuan- do esta planta se halla invadida por él, se nota en las hojas, frutos, ramas y troncos, como una gran cantidad de hebritas de hilo pegadas, de un milímetro aproximadamente de longitud. Los árboles atacados toman un aspecto ceniciento. Este piojillo fué descrito por el Prof. Comstock en 1880 y más tar- Dc a ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 169 de reconocido en los naranjales de Louisiana por el Dr. L.O. Howard. Al principio se había confundido con el Chinaspis euonymi; pero di- fiere de éste en que la escama de los machos que parecen ser ápteros, tiene dos canales longitudinales en vez de uno. El insecto se encuentra en una de las extremidades de la escama. Este piojillo se halla en casi todos los naranjales de México incluyen- do los del Estado de Yucatán. - Remedios Recomiéndanse para el Piojo blanco del naranjo las pulverizaciones de emulsión de petróleo. Esta se prepara del modo siguiente: A SR di 8 litros. ELO A rd e dd 300 gramos. A AER A: E DY IA ES AA A 5 litros. Se disuelve el jabón en el agua hirviendo y lejos del fuego se agre- ga el petróleo, poco á poco, agitando el líquido lechoso que resulte. Para emplear esta emulsión se toma de ella 1 parte para agregársele 10 partes de agua, si se trata de una medida enérgica; y 15 6 20 par- tes de agua si se quiere un tratamiento mediano ó débil, respectiva- mente. Conviene hacer una prueba en pequeño antes de hacer la operación general para cerciorarse de que la emulsión preparada no molesta la vegetación del naranjo. DE LOS ASPIDIOTUS Estos piojillos son de escamas circulares, aplastadas, más ó menos de un milímetro de diámetro y de exuvias centrales ó casi centrales. La escama de los machos es un poco alargada, con la exuvia excéntri- ca. El macho adulto es alado. El Ins aspidiotus auranti 1. He. Ho. 6 Piojillo rojo, es de escama de color gris claro que se obscurece en los adultos, y viviparo. Se lla- ma rojo por el color purpúreo de sus ojos. Esta plaga se encuentra en los naranjales del Estado de Yucatán. 170 GUILLERMO GANDARA. El Ins aspidtotus citricola I. He. Ho., se conoce en que la escama de la hembra es amarillenta y la del macho blanca con puntitos ama- rrillos; es vivíparo. Esta plaga se encuentra en los naranjales del Estado de Yucatán. El Ins aspidiotus ficus [. He. Ho., cuya exuvia es rojiza, tiene la escama de color rojo obscuro con las orillas grises. La escama de la hembra es 4 veces mayor que la del macho. Es ovíparo y ataca también al Higo. Esta plaga no se encuentra en los naranjos del Estado de Yucatán. El Ins aspidiotus nerúi 1. He. Ho., cuya escama es blanquizca y semejante á la de los anteriores, es ovíparo y ataca también al Rosa- Laurel. No se encontró en los naranjos del Estado de Yucatán. Afine á los Aspidiotus, es el Ins parlatorias pergandii I. He. Ho., cuyas exuvias no son centrales; la escama de la hembra es casi circu- lar y mucho más grande que la del macho que es alargada. Esta plaga no se encontró en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios El mismo que se emplea para combatir el Chionaspts ertri. DE LOS MYTILASPIS Estos piojillos cuyas hembras tienen escamas alargadas, piriformes ó más bien en forma de acocote, llegan á tener hasta 4 milímetros de longitud. El macho no tiene quilla y la hembra está provista de 5 gru- pos de glándulas ventrales. En México existen en los naranjos: El Ins mytilaspas citricola I. He. Ho., piojillo cuya hembra tiene escama más ó menos encorvada, de color gris y más ancha en la parte superior. La exuvia también es de color gris y los huevecillos blancos. Se encontró esta plaga escasamente en el Estado de Yucatán. El Ins mytilaspis gloveri I. He. Ho., se distingue del anterior en que la escama de la hembra no es encorvada sino casi recta y de co- ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 171 Y a = mm lor gris claro. La hembra y los huevecillos son de color amoratado y éstos se disponen debajo de la escama en dos hileras. Este Piojo no se encontró en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios Estos piojillos son muy difíciles de destruir, sin embargo en los Es- tados Unidos han sido aniquilados con el procedimiento siguiente: Los naranjos se cubren con tiendas de fuerte lona como lo indica la figura, y dentro de la tienda se hace desarrollar ácido cianhídrico del modo siguiente: Se arregla en el interior de la tienda (que debe quedar hermética- camente cerrada) una polea pequeña por la que se hará pasar una cuerda que desde el exterior se haga correr gracias al peso del cianuro de potasio que se colocará en la extremidad del interior. El material indicado se dispondrá en trozos gruesos y envueltos en arpillera de manera que al soltar la cuerda caiga sobre una vasija de porcelana que contenga ácido sulfúrico en solución acuosa. Así se desarrollará el gas ácido cianhídrico que matará á los piojillos. La fumigación debe durar 8 horas cuando menos y al cabo de las cuales el gas se habrá difundido en la atmósfera, y hacerse de noche. Para esto se tomarán todas las precauciones que reclame un tratamien- to tan peligroso como es éste, encargando en todo caso la operación á una persona entendida. Para la aplicación de este tratamiento, ténganse en cuenta los datos del siguiente cuadro, tomado de la obra “Cultivo y Plagas del Naran- jo” por J. Isaac. Cianuro Acido sulfúrico Altura del árbol. Diámetro del árbol. Agua Q.P, 98. por ciento, 66 por ciento 1.86 metros. 1.24 metros. 46 gramos. 28 gramos. 28 gramos. MB a 7 CAR PEGAS A A AN BA 100: SES y (REA Mer pe ES OS A Y IAS 3 EA 4.66 ,, ERRE +: AMEES 252... 6.20, 4.96-6.20 ,, obs 4., 280, O ESTAS 1 558-6.82. 0 IL SON Maa 7.44-9.30 ,, 2.08-6.86 ,, IR Y A 504 ,, EEN, Y E OO 11 A 1 + ri ” Memorias T. XXVIIl. 1909-1910,.—12 “ A pl cae A yz" N 172 GUILLERMO GANDARA. Es de insistir sin embargo, en las aplicaciones de emulsión de petró- leo estudiando en el terreno las más enérgicas que pueda soportar el árbol para evitar en lo posible el tratamiento del gas ácido cianhídrico, que como queda dicho, es muy delicado y además un tanto dispen- dioso. DEL INS ICERYAS PURCHASI l. HE, HO. Ó PIOJO LANUDO Como grupitos de algodón de 5 milímetros de longitud por 3 de an- cho más ó menos, vense estos piojillos acumulados en las ramas del naranjo. El capote algodonoso con que se cubren, presenta estrias lon- gitudinales terminadas en la parte posterior como si fuesen escarme- nadas y rizadas. Este Coccídeo de antenas de 11 artejos, peludas y pubescentes, tie- ne muy largos los digítulos y presenta en los lóbulos laterales de la extremidad del abdomen una serie de tres cerdas muy largas que á “veces se entrelazan. La hembra adulta es de color anaranjado, las patas y antenas son obscuras y los huevecillos rojos. La larva es rojiza, con antenas de 6 artejos y el macho presenta dos apéndices caudales carnosos, con pe- los en su extremidad; es alado y de 8 milimetros de ancho con las alas extendidas. Este piojillo es hábilmente atacado por los Coccinélidos Ins veda- lias cardinalis I. C. Co., y el [ns novius Koebeli I. C. Co, Catarini- tas llevadas de Australia á los Estados Unidos para combatir la plaga del piojo lanudo, cuyos perjuicios allí han llegado á ser de gran con- sideración. Este Piojo ya existe en los naranjales del Estado de Sonora y no se encuentra en los de Yucatán. Remedios Consiganse las Catarinitas Vedalia cardinalis y Novius Koebeli ori- | ginarias de Australia y pónganse en los naranjales atacados para que | destruyan al Piojo lanudo. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 173 DEL INS DACTYLOPIUS DESTRUCTOR I. HE. HO. Ó PioJO HARINOSO Este piojillo es harinoso, de forma elíptica, segmentado y con salien- tes angulosas en las orillas del cuerpo de las hembras. La larva del macho tiene antenas de 7 artejos, 4 digítulos en los tarsos y 6 pelos en el segmento anal. La hembra de este piojillo es de 3 á 4 milímetros de longitud y lle- va 17 apéndices en cada lado del contorno de su cuerpo. Las antenas de la larva de la hembra son de 6 artejos y en los adul- tos de 8. El macho tiene 25 milimetros de ancho con las alas extendidas y 0'87 de longitud, 10 artejos en las antenas y 2 pelos largos del color del cuerpo en la extremidad posterior. Muy semejante al Dactylopius destructor, es el Ins dactylopius ado- nidum I. He. Ho. tan común en las plantas de los jardines y que tam- bién ataca al naranjo. Estos piojillos ponen sus huevitos debajo de un copo algodonoso que excretan las hembras en su parte posterior. Excretan también un lÍ- quido meloso en el que fácilmente se desarrolla la Fumagina. La plaga de estos insectos no existe en el Estado de Yucatán. Remedios Apliquese la emulsión de petróleo como si se tratase del Chionasa piscitri. DE LOS LECANIDOS En el grupo de los Coccideos se comprende el de los Lecánidos, pio- jillos que difieren un poco de los descritos, pues que la hembra es des- nuda y en forma de escama aplastada ó convexa, ya hemisférica ó cirri- forme. Excretan por el dorso una cerosidad que les hace tomar diversas formas según las especies; son ovíparas y sin ovisaco. Debajo de la escama se encuentran los huevecillos y una vez formados éstos la hem- bra muere. No se conocen los machos. Los Lecánidos que atacan al naranjo, son los siguientes: 174 GUILLERMO GANDARA. DEL INS LECANIUS OLEAE 1. HE. HO. Ó PIOJO NEGRO Este piojillo que también ataca al Olivo es una especie de escama negra y ovalada, como de 4 milímetros de longitud y de 2á 3 de altu- ra, y lleva una despresión transversal en el dorso como si f era albar- dón. Los huevecillos son alargados y de color amarillento y á la larva se le distinguen 6 anillos. Sólo una cría tiene cada año. Este piojillo es atacado por el Coccinélido Ins rhizobius ventralis 1. C. Co. No se halla en los naranjales del Estado de Yucatán. Remedios Consigase el Rhizobius ventralis para ponerlo en los naranjos ataca- dos ó bien pulverícense éstos con la emulsión de petróleo. DEL INS LECANIUS HESPERIDUM l. He, Ho. óÓ PIOJO BLANDO El adulto de este Coccídeo es de color moreno obscuro y su escama -es de forma oval casi aplastada, lisa y lustrosa. Es de 3 á 4 milíme- tros de longitud, tienen 7 artejos, sus antenas y sus patas son largas y delgadas. Este insectito tiene la propiedad de excretar por unos poros que tie- ne sobre los lados del cuerpo una especie de miel que cae sobre las hojas y en la que se desarrolla el hongo Capnodium citri que produ- ce la Fumagina. Es común en los naranjales de nuestras costas, sin embargo, no se halla en el Estado de Yucatán. Remedios Aplíquense las pulverizaciones de emulsión de petróleo. DEL INS LECA NIUS HEMISPHAERICUM 1. HE. HO. Ó PIOJO HEMISFÉRICO Este piojillo es de forma casi hemisférica, de color obscuro y se acu- mula en la nervadura central de las hojas. E. me ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 175 . La hembra tiene de 3 á 5 milímetros de diámetro por dos de altura y 8 artejos en sus antenas. Las patas son largas y delgadas con la ar- ticulación del tarso muy bien marcada. Tiene 8 pelos largos en la parte posterior y los huevecillos son ama- rillos y elipsoidales. Remedios Aplíquense las pulverizaciones de emulsión de petróleo. DE LOS CEROPLASTES Ú PIOJOS CEROSOS Los Lecánidos cuyos cuerpos son generalmente grandes, pues que llegan á tener hasta 8 milímetros de longitud por la cantidad de cera y agua que excretan para formar'su carapacho, son blancos, amarillen- tos ó grises y están como compuestos de varios planos en disposición, número y figura diferentes según las especies. Los Ceroplastes que han atacado al naranjo son los siguientes: El Ins ceroplastes cirripediformis [. He. Ho. cuya hembra tiene 4 milímetros de diámetro por 4 de altura y está compuesta de seis planos laterales en forma de trapecio y una exagonal en la cima. Cada plano presenta en su parte central una pequeña depresión. No se encuen- tra en los naranjales del Estado de Yucatán. El Ins ceroplastes floridensis [. He. Ho. cuya hembra casi aplasta- da, es de forma oval, de 3 milímetros de longitud por 2 de ancho; se le notan 6 tubérculos en las orillas y uno central, grande y casi circular. No se halla en Yucatán Los Ceroplastes prefieren las ramitas para instalarse. Remedios. Apliquense las pulverizaciones de emulsión de petróleo. DEL INS ALEYRODES CITRI, I, HE. HO. Ó PULGON BLANCO Este pulgoncito tiene sus alas blanquizcas y opalinas, en ambos sexos, y cubiertas de polvo blanco. Las larvas se presentan como es- camas de Coccídeos. Los tarsos tienen 2 artejos y tanto el macho co- 176 GUILLERMO GANDARA. - mo la hembra, 2 pares de alas. El abdomen de la hembra es más abul- tado que el del macho y termina en una pequeña saliente aguzada. Tiene antenas de 5 artejos y produce secreciones de líquido meloso en el cual se desarrolla muy bien el hongo de la Fumagina. Las larvas de este pulgón son atacadas por el hongo Aschersomia aleyrodis. Remedios. Aplíquense pulverizaciones de nicotina al 5 por ciento, haciéndose una prueba en pequeño para mejor asegurar el éxito de la cura, agre- gando ó disminuyendo agua, según resulte fuerte ó débil la solución, pues la nicotina no siempre tiene el mismo grado de concentración. La nicotina se expende en latas cerradas de medio kilogramo en la fábrica de cigarros « El Buen Tono,» de esta capital. Valen $0.50. DEL INS SIPHONOPHORAS CITRIFOLI, 1. HE. HO. Ó PULGON VERDE Este insecto es un pulgoncito verde cuyas hembras llegan á tener hasta 3 milímetros de longitud y se acumulan debajo de las hojas del naranjo, prefiriendo las de los retoños. La hembra es áptera, de abdomen abultado, piriforme y con una cor- ta saliente aguda en la parte posterior. El macho es de 4 alas transparentes, con pocas venas y una manchi- ta negra en las orillas delanteras de las alas anteriores; las alas poste- riores están casi atrofiadas. Las antenas son de 6 artejos y un poco más pequeñas que el cuerpo del animal. En el sexto segmento abdo- minal, lleva como la hembra dos cornículos cortos, por dunde excre- tan un líquido meloso. Es vivíparo y la hembra ágama. Las patas son largas y delgadas, y no pueden saltar. Este pulgoncito, como todos los de su género, tiene por enemigos naturales á varias avispitas que ponen sus huevecillos en el cuerpo de la hembra. La avispa que causa verdaderos estragos en el pulgón ver- de del naranjo, es el Trioxys testacerpes. Este insecto no forma plaga del naranjo en el Estado de Yucatán. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 17 PPP ———————— » Remedios. Aplíquense las pulverizaciones de nicotina al 4 por ciento, como queda explicado al tratarse del Aleyrodes citri, DE LAS CHINCHES Las chinches que atacan al naranjo punzando las hojas y los frutos con su fuerte trompa para chupar la savia de las primeras ó los liquí- dos azucarados de Jos segundos, son: la chinche verde y las chinches aguardienteras. DEL INS RAPHIGASTER HILARIS, I. HE. HE. Ó CHINCHE VERDE Esta es un hemíptero heteróptero, de 16 milímetros de longitud por 10 de ancho y de colur verde, por lo cual no es fácil distinguirla cuan- do se halla en el follaje del naranjo. Esta chinche ataca los retoños y los.seca, y ha causado ciertos daños en la Florida, cuando se ha cons- tituído en plaga. Se halla en escaso número en el Estado de Yucatán. DEL INS METAPODIUS FEMORATUS, I. HE. HE Y DEL INS EUTHOCHTHAS GALEATOR, I. HE. HE. Ó CHINCHES AGUARDIENTERAS > Estos hemípteros heterópteros, generalmente grandes, pues los hay hasta de 30 milímetros de longitud, son casi siempre de color gris obs- curo, disponen de patas posteriores muy desarrolladas y llevan en los lados del tórax unas glandulitas internas que secretan un líquido aguar- dientoso que arroja rociado el animal cuando se ve atacado por sus ene- migos. Aunque es frecuente ver estas chinches en los naranjales del Estado de Yucatán, no forman una plaga de alarmantes perjuicios; sin embar- go convendría perseguirlas, pues perforando los frutos del naranjo, echan á perder tantos cuantos atacan. 178 GUILLERMO GANDARA. Remedios. Contra estos insectos voladores se aconseja la recolección á ma- no por medio del aparato indicado en la figura, que como se ve, consiste en una larga pértiga llevando en su extremidad un circulo de alambre en el que se adapta la abertura de una bolsa cónica, de fina tela transparente. Para usar con éxito este aparato, procúrese echar la abertura de la bolsa sobre el animal, é inmediatamente por un hábil movimiento de la mano, échese la bolsa sobre et circulo de alambre para que con su dobiez quede atrapado el insecto. DEL INS TRYPETAS LUDENS, 1. D. B. Ó MOSCA DEL GUSANO DE LA FRUTA El Trypeta ludens es un díptero braconido ó mosca de 5 á 7 milíme- tros de longitud y de 10 á 12 de ancho, con las alas extendidas; el cuer- po es de color amarillo subido con patas y todo y los ojos de un her- moso verde esmeralda. Las alas transparentes, de varias venas, y con fajas ondulantes de color obscuro. El abdomen de la hembra termina aguzadamente formando un oviscapto muy alargado. Esta mosca sólo se desarrolla en tierra caliente, donde pone sus hue- vecillos en las naranjas, en los mangos y en las guayabas, introducien- do su poderoso oviscapto en el pericarpio de esos, frutos; nacen luego las larvas en el interior de éstos y comienzan á destruirlos por dentro, alimentándose de la pulpa; el fruto así cariado cue al suelo, y las lar- vas, que son como gusanos blancos de 5 á 7 milímetros de longitud, salen de él para enterrarse á 2, 36 5 centimetros de profundidad, donde se transforman en pupas, las cuales son como de 3 á 4 milímetros de largo, de color amarillo obscuro y de ellas salen las moscas después de 15 6 20 días. | Esta plaga que se desarrolló en Yautepec, Estado de Morelos, y fué casi destruida en 1907 por la ex - Comisión de Parasitología Agricola. de la Secretaría de Fomento, causó muchas pérdidas en ese lugar y gran alarma en la Alta California, cuyo Gobierno prohibió la entrada ESA : Ñ ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 179 allá de toda naranja mexicana, dizque por temor de una invasión de la plaga, como si ésta se encontrase infectando todos los naranjales de nuestra República. Esta injusta prohibición dejó de existir gracias á los trabajos de la mencionada ex - Comisión, que demostró biológicamente la imposibi- lidad de que el insecto de referencia pudiera desarrollarse en aquella región é hizo venir á la República un Delegado del Consejo de Horti- cultura de aquel Estado americano, quién informó que la plaga sólo es- taba confinada en Yautepec y otros cuantos puntos de tierra caliente y que se estaba combatiendo con acierto y actividad. En el Estado de Yucatán existe el gusano en la guayaba y es muy extraño que la mosca no haya aprendido á desovar en la naranja, la cual se encuentra exenta de esta plaga; á no ser que se trate de otra es- pecie, pues las moscas de la guayaba de allí, me parecieron de menor tamaño y de oviscapto más débil para poder taladrar el pericarpio del último fruto mencionado. De todos modos, convendría que los horti- cultores yucatecos estén alertas, para que en cuanto se noten las na- ranjas agusanadas pongan en práctica los siguientes Remedios. 19 Procúrese el aseo de las huertas, deshierbándolas y sustituyendo las cercas de arbustos por las*de alambre. 2% Recójase diariamente el fruto caído para incinerarlo en hornos de cremación que para el caso se construyan. 30 Rastríllese el suelo qne está debajo de los naranjos para poner al descubierto las crisálidas y exponerlas á una partida de gallinas pa- ra que las recojan. 40 Si hay cosechas sucesivas en el año, de frutos en que la mosca pueda desovar, como el mango y la guayaba, destrúyase una de ellas, para que cortándose el ciclo generativo de la plaga, perezcan las hem- bras por falta de oviposición. 180 GUILLERMO GANDARA. DE LAS LARVAS DE MARIPOSAS Ó GUSANOS Varios son los gusanos de Lepidóptero que atacan las hojas del na- ranjo; pero el que más perjuicios ha causado á esta planta es el Ins laphygmas frugiperda I.L.H., por consiguiente, daremos una rápida descripción de este insecto, en el concepto de que todos los gusanos se- mejantes pueden combatirse de la misma manera. Los huevos del insecto referido son de color blanco aperlado y pues- tos debajo de las hojas en grupos de 50 ó más, formando como decha- dos de chaquira. A los 10 días nacen las larvitas que en Agosto y Sep- tiembre son ya gusanos grandes cuyos perjuicios son temibles, pues que casi llegan á desnudar á los naranjos de su follaje. Estos gusanos son de 4 á 5 centímetros de largo, de 12 anillos con pelos cortos, más la cabeza y el segmento anal. Son de color indefinido» pero en general, llevan á los lados una raya obscura y longitudinal en- tre las que se extiende en el dorso otra más ancha, de color gris ver- doso y en la misma dirección. Tres ó cuatro meses tardan los daños de estos gusanos. durante los cuales sufren varias mudas. Luego caen al suelo para enterrarseá 5 ú 8 centímetros de profundidad en donde se transforman en pupas ó cri- sálidas. Estas son de color amarillo obscuro y lustrosas y á los 15 días salen de ellas las mariposas, que son como de 2 centímetros de longi- tud por 3 de ancho, con las alas extendidas. Las mariposas son de co- lor gris atabacado y en las orillas de las alas posteriores llevan pelillos amarillentos. No se encontró este gusano en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios Si son pocos los grupos de gusanos, recójanse á mano y destrúyan- se de cualquiera manera, pero si la plaga causa la desesperación del hor- ticultor, pulverícense los árboles con caldo bordelés, añadiéndole Ver- de de Paris (aceto - arsenito de cobre) al dos por mil de caldo. Captúrense las mariposas por medio de linternas - trampas. Estas Meat 2 N o ¡ ni E ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 181 consisten en una linterna colocada en el interior de una tina de made- ra cuyas paredes internas se hallen embadurnadas con alquitrán. Las linternas - trampas se distribuirán en el naranjal, y se encende- rán de noche para que las mariposas y otros insectos, atraídos por la luz hacia la tina perezcan pegados en sus paredes. DE LAS HORMIGAS ARRIEKAS Ó CUATALATAS Bien conocidos son estos insectos por sus depredaciones en las plan- tas y en los graneros, para ser aquí descritos. Las Arrieras, Cuatalatas ó Chancharras como también se les llama en algunas partes, están representadas por dos especies; la [ns attas fer- vens 1.Hy.A. y la Ins aecodoma mexicana [.Hy.A. Ambas tienen una cabeza muy desarrollada y se diferencian principalmente en que la pri- mera es de un color más obscuro y en que no tiene espinitas en el dor- so como la segunda. Viven en galerías que cavan en el suelo, más ó menos profundas y en cuyo fondo almacenan sus alimentos y tienen sus nidos, en los cua- les existen sus larvas ó crisálidas. «La familia de las hormigas, además de los machos y de las hem- bras que son alados' y generalmente de corta vida, presenta además, individuos neutros, que no tienen alas, viven todo el año y hacen los trabajos de la comunidad. Los machos y las hembras aparecen sólo en el verano. Después de cierto tiempo, cuando les es permitido dejar el nido, toda la sociedad entra en alboroto y sólo recobra su acostumbra- da tranquilidad cuando el número superfluo vuela en enjambre en busca de nueva habitación. De las que quedan, los machos mueren mientras las hembras pierden sus alas ó les son arrancadas por las trabajadoras. La hembra pone sus huevos que son pequeños y que crecen antes de que la larva haya salido. Estas son pequeñas, sin patas, están cuida- dosamente atendidas y alimentadas por las trabajadoras, con un fluido elaborado previamente en su estómago. Cuando han llegado á su ma- yor crecimiento las larvas, pasan al estado de ninfas; algunos géneros 1 A las Arrieras aladas se les llama en México “ Chicatanas.”” 182 GUILLERMO GANDARA. forman capullo y otros no, y pronto sufren su transformación en insec- tos perfectos. Estas larvas y ninfas son vigiladas con mucho celo por las trabajadoras, transportadas á diferentes partes del nido y más ó me- nos expuestas al aire según la temperatura. Antes de que el hombre pueda prever la tempestad, las hormigas cierran cuidadosamente sus nidos, y tan pronto como aclara el cielo vuelven á seguir sus trabajos. Los cuerpos de otros animales, los jugos de las plantas y aun las se- creciones «erosas de otros insectos, por ejemplo, los Aphipae ó pulgo- nes, son tomados por ellas para alimentar á sus delicadas educandas.» (Las Plagas de la Agricultura pág. 385.) En el naranjo caysan muchos perjuicios, pues comen la hoja y tiran el azahar con todo y ovario disminuyendo por esto mucho la cosecha. Esta plaga abunda en los naranjos dei Estado de Yucatán. Remedios Para combatir las hormigas se emplean los siguientes procedimien- tos: a. Cavar los hormigueros hasta llegar á los nidos para batirlos arro- jándoles bencina y gasolina. b. Aplicar gases asfixiantes, como el bisulfuro de carbono, por me- dio de aparatos que como el Exterminador de Hormigas «Universal», que expende la casa de Paulsen y Cía., de Guadalajara, Jalisco (Apar- tado núm. 1), tiene un cuerpo de bomba que arroja el gas que se pro- duce en un braserito, al agujero de las hormigas, por medio de un tubo que se introduce en él. Antes de hacer esta operación procúrese tapar todos los agujeros ve- cinos, dejando sólo el principal para hacer funcionar allí el aparato. Para defender los árboles y macetas, apliquese el ungúento «Del- fina» que expende el Sr. Gonzalo Urióstegui, en Cuernavaca, Morelos (2% de Galeana núm. 7.). Este ungúento tiene como principio activo una especie de aceite ar- tificial de pescado, cuyo olor persiste por varios meses y es muy re- pugnante á las hormigas. Haciendo con él un anillo de 5 centímetros ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 183 de ancho en el tronco de los árboles ó al rededor de las macetas, no pasarán las hormigas. DE LOS BARRENADORES Los Barrenadores son larvas de coleópteros longicornios, que tala- dran los troncos y las ramas del naranjo, haciendo galerías más ó me- nos profundas. El árbol se marchita y muere si se hallan varios insectos que en dis- tintas zonas lo ataquen. Estos gusanos ó larvas son blancos, carnosos, tienen el anillo adjun- to á la cabeza muy desarrollado por lo que se les llama «cabezones», y están armados de fuertes mandíbulas con que taladran la madera. Dentro de sus galerías se transforman en crisálidas, que sufriendo su metamorfosis aparecen los adultos. Estos son de varios tamaños y colores y llaman la atención por sus largas antenas. Los que han ata- cado al naranjo en Atotonilco el Alto, Jalisco, son los siguientes: El Ins dendrobius maxillosus I.C.L., de 20 milímetros de longitud por 8 de ancho, de color negro, con dos manchas amarillas y transver- sales en cada uno de los élitros. El Ins stenaspis verticalis T1.C.L., más grande que el anterior, con élitros de color verde obscuro brillante, cabeza negra, tórax, patas, an- tenas y abdomen rojizos. El Ins malacopteros lineatus 1.C.L., más pequeño y más delgado que los anteriores, es todo de color amarillo madera y tiene el abdo- men aguzado. | Hay además, el Ins elaphidions inerme 1.C.L., de color gris, y el Ins elaphidions parallelum I.C.L., que es como de 12 milímetros de longitud y de color moreno opaco. La plaga de los Parrenadores se halla en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios Descúbranse los taladros, quítese el serrín que obstruye su entrada, por medio de un alambrito, introdúzcase una bolita de algodón embe- bida en bisulfuro de carbono y tápese bien el agujero con cera de CGam- peche. Muertas las larvas de los Barrenadores cesará el daño. 184 GUILLERMO GANDARA. DEL CHAHUIXTLE DE LA NARANJA En la costa de Veracruz es frecuente ver naranjas rasposas, de color de tabaco ó como si hubiesen sido enlodadas. Este aspecto lo ocasio- nan arañitas microscópicas del orden de los Acarianos, que se man- tienen picando sobre el pericarpio para hacer la extracción del zumo, del que se alimenta y que al secarse queda como un barniz que se agrieta. Unas cuantas arañitas de éstas pueden alterar así una naran- ja entera en tiempo relativamente corto. Parece que los frutos no sufren gran daño cuando son atacados casi ya para madurar; pero se ha visto que se perjudica notablemente su crecimiento si son atacados desde tiernos. De todos modos, los frutos así cariados, presentan un aspecto nada apreciado en el comercio. Los Acarianos encontrados causando tales perjuicios, son: El Arac tetranychus 6 -maculatus 1.A., el Arac tetranychus 2- ma- culatus, [. A. un Tetranychus rojo, que es el más frecuentemente hallado y cuya especie no ha podido ser identificada y el Arac typhlo- dromus oleworus I. A. que vive internado en los tejidos de la prime- ra Capa del pericarpio como si se tratase del Acariano que produce la sarna en los animales. Estas arañitas atacan las naranjas del Estado de Yucatán. Remedios Pulvericense los naranjos atacados con una solución de nicotina al 5 por ciento, haciendo una previa experimentación para tencr la segu- ridad de que no sufra el follaje de la planta, pues la nicotina no siem- pre tiene el mismo grado de concentración. DE LA FUMAGINA Esta enfermedad consiste en la marchitez y sequía de las hojas, de- bidas á la asfixia que sufren por una tela negra que se desarrolla en su superficie, obstruyendo los estomas y quedando las hojas como si se hubiesen ahumado. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 185 Esta capa negra es producida por el desarrollo de un hongo (Cap- nodium citri) llamado vulgarmente Fumagina y cuyas esporas ó conidias germinan y crecen en los jugos extraídos á la planta por los piquetes de los insectos ó en los líquidos melosos que excretan los Coccídeos y más especialmente el pulgoncito Aleyrodes citri, La Fumagina es una enfermedad de las plantas muy vulgar en Mé- xico, sin embargo no existe en los naranjos del Estado de Yucatán. Remedios Apliquense las pulverizaciones de emulsión de petróleo. TERCERA PARTE ——_—— De las enfermedades más comunes debidas á defectos de nutrición DE LA CLOROSIS Esta enfermedad se reconoce en que el follaje (principalmente los re- toños) se pone de un color amarillo claro. No puede confundirse este mal con los otros en que también se amarillean las hojas, pues en la Glorosis, la amarillez se nota sólo en los espacios internervales de la ho- ja, que permanece lustrosa, quedando bien verdes las principales ner- vaduras de ésta. ] Se cree que esta enfermedad es debida á la falta de ázoe en el suelo y á un exceso de humedad en el mismo. Remedios 19 Drénese el terreno para evitar un exceso de humedad. 90 Descúbranse las raíces gruesas para airearlas. 30 Ahbónese el terreno con estiércol y sulfato de fierro, del modo si- guiente: Cávese en las raíces hasta 50 centímentros de profundidad y riégue- se allí, para cada árbol, 25 kilogramos de la siguiente mezcla: N 186 GUILLERMO GANDARA. Estiércol Húmedo risotto. se ONES 24 kilogramos. Sulfato de fierro en polvo ..................... 1 AS Pocos son los casos de Clorosis que notamos en los naranjos del Es- tado de Yucatán. DE LA FRONDESCENCIA Esta enfermedad se reconoce en que los naranjos crecen relativa- mente en poco tiempo, arrojando gruesas ramas con follaje abundantí- simo, acusando una frondosidad extraordinaria. Cualquiera esperaría de estos árboles una excelente cosecha; pero el resultado es que no florecen y por consiguiente no producen fruto. La gente vulgar dice que se van de vicio. Esta enfermedad es debida á un exceso de nutrición por la abundan- cia de ázoe que el terreno pudiere contener. Remedios. 1% Pódese el árbol procurando extraerle cierta cantidad de savia por las heridas de la poda. Esto se consigue no cubriendo dichas heridas sino después de algunos dias. 22 Castíguese el árbol en el riego, gradual y moderadamente. 32 Siémbrese maíz al rededor del árbol para rebajar el terreno. No existe la Frondescencia en los naranjos del Estado de Yucatán. DE LA PARTIDURA DE LAS NARANJAS En algunos naranjales, las naranjas suelen partirse aun antes de lle- gar á su madurez, como si se tratase de un fruto dehiscente. Veamos lo que dicen ciertos autores de Patología Vegetal, acerca de la causa de este fenómeno carpológico: | Jubainville, en su obra «Maladies des plantes cultivées», en la pági- na 26: «La llegada súbita de una gran cantidad de agua después de una sequía más ó menos prolongada, hace reventar las raíces, los tallos y los frutos carnosos......... Esto resulta de que de las partes exteriores no pueden seguir el desarrollo de las partes interiores.» Delacroix, en su reciente obra de 1908, denominada «Maladies des plantes cultivées. Maladies non parasitaires,» en la página 186 dice: «En resumen, la llegada súbita de agua á una planta más ó menos predis- puesta, en el momento de su período de crecimiento activo, lleva una turgencia considerable en las células; bajo la influencia del aumento rápido de volumen, debido á esta turgencia excesiva, la cutícula y la epidermis ó bien el pericarpio, son sometidas á una tensión de aden- tro hacia afuera, que puede llegar á ser muy considerable y aun á pa- sar el límite de tolerancia de esas membranas. Entonces es cuando se produce la partidura.» Encontramos algunos ejemplares de naranjas partidas en el Estado de Yucatán. Remedhos. Como en la práctica aún no es posible el dominio real de los agen- tes físicos que, según acaba de verse, ocasionan la partitura de las na- ranjas, no hay un remedio propiamente curativo de esa enfermedad, y sólo es de aconsejar para el caso, algunas medidas profilácticas que con- trarresten en lo posible el mal de referencia. Dichas medidas pueden ser las siguientes: 1% Regularícese la humedad del suelo por medio de los riegos. Así se evitará una resequedad relativa del terreno, que no alterarán súbi- tamente las fuertes lluvias que caigan después de una sequía más ó menos prolongada y así se evitarán también los aflujos repentinos de savia, concomitantes á esos fenómenos meteorológicos. 27 Riéguense los naranjos con caldo bordelés, antes de que comien- cen á madurar los frutos. Esto tiene por objeto conseguir varias ventajas: a. Precaver á los naranjos de toda enfermedad fungosa. b. Ahuyentar los insectos, c. Estimular á la planta y ayudar al pericarpio del fruto á desarro- llarse en el exterior para precaver la partidura, pues que, según Von Schrenk, las sales de cobre á débiles concentraciones, forman compues- tos con la savia de las hojas,'que independientemente de las funciones nutritivas, activan la fuerza de vegetación. Memorias, T. XXVII1. 1909-1910,—13 A E O NN IA A RIN A ADO p¿e8 úl os ' A > 188 GUILLERMO GANDARA. o AAA CUARTA PARTE De las enfermedades por causas desconocidas DE LA MELANOSIS Esta enfermedad se manifiesta por unas manchitas negras, que co- mo si hubiesen sido salpicadas aparecen en las hojas y en los frutos. El follaje no acusa frondosidad y las hojas no están lustrosas; se po- nen algo amarillentas y no acaban de desarrollarse. Los naranjos ata- cados de este mal producen poco fruto y el que producen es pequeño y de mala calidad. La causa de esta enfermedad es aún desconocida: unos dicen haber visto en los tejidos de las hojas atacadas á un hongo aún no clasifica- do; otros á una bacteria no descrita. Ninguno de estos microbios vegetales hemos logrado ver con ayuda del microscopio, por lo que nos suponemos que pudiera tratarse de al- gún pigmento especial que se acumula en las células al ser picadas las hojas por los PiojillosyBues en varios casos hemos visto sobrevenir la Melanosis, después del ataque de dichos insectos ó coincidir la apari- ción de esta enfermedad con el desarrollo de la plaga de los mismos. Remedios. Pulverícense los naranjos atacados con el siguiente caldo bordelés: Sultato do/Cobre. Ms eines). aio e 1% kilogramos. o de DO se A 1% a AS 200 litros. Si el tratamiento ha de hacerse en tiempo de aguas, agréguense 5 kilogramos de melaza. Esta plaga es muy común en los naranjales del Estado de Yucatán. 4 ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 189 = DEL DIE BACK Esta enfermedad se reconoce, en que, permaneciendo el follaje lo- zano y vigoroso, se secan los retoños como si se les hubiese quemado, quedan doblados y con las hojas encarrujadas, Despréndense después las hojas secas y quedan desnudas las varas terminales, Si se examinan estas varas se les notará á veces el fenómeno de Fas- ciación, que consiste en un crecimiento lateral de la parte verde; se notará también una abundancia de yemas y pústulas ó costras amari- llas sobre la porción aún verde, así como un exagerado desarrollo de las espinas. Los frutos no crecen, se ponen de un color amarillo claro, suelen partirse, su sabor es ácido y se hallan como salpicados de diminutas manchas de color rojo obscuro y negro. No se conoce la causa de esta enfermedad, pero según las experien- cias hechas en los Estados Unidos, para descubrirla, se ha visto que aparece el mal coincidiendo con un terreno abundantemente nitroge- nado. Remedios. 12 Pódense las ramas secas. 2% Evitese el abono nitrogenado. 32 Debilítese el terreno, sembrando en el naranjal, por varios años, alguna planta esquilmante que, como el maíz, recogerá buena cantidad de ázoe. Esta plaga no existe en el Estado de Yucatán. DEL BLIGHT Ó TIZÓN: Esta enfermedad consiste en que las hojas se desarrollan poco, se doblan sobre la nervadura central y permanecen como marchitas. El follaje acusa raquitismo y es frecuente ver con múchos varejones los naranjos enfermos de) Tizón. El árbol da muy poco fruto y generalmente acaba por deshojarse y secarse por completo. Y 7 E add Tn A E SS A AA A AE ts e Ñe 190 GUILLERMO GANDARA. Esta enfermedad ha originado serios perjuicios en la Florida, y su causa es aún desconocida. Se cree que es debida á un defecto de nutri- ción, lo cual no se ha llegado á comprobar. Existen ciertos casos de este mal en el Estado de Yucatán. Remedios. No tiene remedio esta enfermedad. Por economía sólo deberán arran- carse los árboles atacados para sustituirlos por otros nuevos de bue- na semilla, desinfectando el lugar que hayan ocupado y abonando la tierra. APENDICE Cuando exista un naranjo con síntomas de sequía y sin que aparez- can en él ninguna de las condiciones que se señalan en las enferme- dades referidas, aflójese el terreno hasta un metro de profundidad, pues suele formarse más ó menos á esa distancia una capa dura de tierra que no deja nutrir á las raíces. Procúrese que en el mismo día en que se haga esa operación queden cubiertas con tierra las raíces. QUINTA PARTE DEL CALDO BORDELÉS El caldo bordelés se prepara del modo siguiente: De la cantidad de agua indicada en las diferentes fórmulas, se sepa- ran 10 litros para disolver el sulfato de cobre en caliente, empleando para esto una vasija de cobre; y otros 10 litros para hacer una lecha- da con la cal. Reunida la solución del sulfato al resto del agua, se agregará á ésta la lechada de cal, pasándola poco á poco, á través de una coladera y agitando el líquido resultante. Para más detalles pídase á la Estación Agrícola Central la circular que trata de este fungicida. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL NARANJO. 191 DE LAS PULVERIZACIONES Estas deben hacerse por medio de bombas pulverizadoras. Estas bom- bas las hay de muy diversos precios y modelos, pero son de recomen- darse las que construye la Casa Dayton Supply Co., de Ohio, UÚ. $, A., por ser automáticas, de presión, no desperdician los líquidos que con ellas se emplean contra las plagas y están dotadas de excelentes imple- mentos. Estas máquinas resuelven el problema de la aplicación de in- secticidas y fungicidas líquidos á las plagas de los cultivos en extenso. Pídase el Catálogo correspondiente á la Casa mencionada. Los pulverizaciones deben practicarse: La primera, antes de la floración. La segunda, dos ó tres meses antes de la cosecha. La tercera, inmediatamente después de la cosecha. PRINCIPALES OBRAS DE CONSULTA Cultivo y Plagas del Naranjo, por J. Isaac. Las Plagas de la Agricultura, por A. L. Herrera. Boletines y Circulares de la Comisión de Parasitología Agrícola de la Secretaría de Fomento. Insects affecting the orange, por H. G. Hubbard. Year Book of the Department of Agriculture of the U. $. A. Department of Agriculture Report of the UÚ. $. A. Insect life. Les insectes, por M. Girard. Insects and insecticides, por Weed. Las obras que sobre insectos han escrito, Smith, Packard, Coms- tock, Sounders, Johnson, etc. Experiment Station Record. Boletín de la Sociedad Micológica de Francia. Journal of Mycology. Botanisches Centralblatt. La Naturaleza. ( México.) El Progreso de México. Boletín de la Sociedad Agrícola Mexicana. Journal d'Agriculture Tropicale. Zoología, por Dugés. Zoologie, por Claus. Maladies des plantes cultivées, por Prillieux. Maladies des plantes cultivées, por Delacroix. ; Maladies des plantes cultivées non parasitaires, por Delacroix y Mau- blac. : MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVIIL. BREVES APUNTES SOBRE EL ESTAÑO Y SUS METODOS DE ENSAYE Por José C. Zárate, M. S, A., Químico, Metalurgista y Ensayador: El estaño jamás se halla en la naturaleza al estado metálico, pues aunque así se ha encontrado en Bolivia, su origen está todavía muy dudoso, no habiéndose podido precisar hasta la fecha, si tal hallazgo proviene de fuente natural ó artificial. El estaño se presenta comunmente en la naturaleza en la forma del óxido SnO, en el mineral Casiterita (de todos bien conovido) y cuyo nombre se origina de la antigua denominación que se dió á las Islas Bri- tánicas, por hallarse en sus terrenos grandes criaderos de este mine- ral, distinguiéndose principalmente á este respecto, Devonshire y Corn- wall. El estaño oxidado se presenta en masas, filones y en los granitos, gneisses, esquistos micáceos, clorita, espato calizo y en varios otros minerales y rocas; así como también ocurre muy comunmente en los minerales arsenicales, piritas de cobre y fierro, wolfran (tungstato de fierro y manganeso), bornita, ácido molíbdico, hierro magnético, etc. El ensaye del estaño por la vía seca, además de dar resultados poco satisfactorios, no me agrada, ni aconsejo su uso, por ser el método de ensaye volumétrico, que voy á describir, muy rápido y rigurosamente exacto. La determinación por vía seca del estaño, adolece; como ya dije, de algunos inconvenientes; por ejemplo, si un mineral de estaño bien re- verberado y conteniendo óxidos de hierro, manganeso y cobre (casos 194 JOSE C. ZARATE. bastante frecuentes) se sometiese luego á la reducción, se obtendría un botón estañoso frágil, de aspecto gris y muy pesado á causa del co- bre, que á la vez lo hace muy quebradizo. EF El método volumétrico de que voy á ocuparme, lo aprendí y expe- rimenté ampliamente en uno de los primeros laboratorios de química metalúrgica de Denver, Colo., E. U. A., siendo en su mayor parte el de los Sres. Pearce y Dr. Low (ambos también de Denver) y final- mente un tanto adaptado á la rápida y segura manipulación reque- rida en todos los laboratorios de fundiciones, donde el tiempo es un factor principalísimo, pues absolutamente no es dable demorar, fue- ra de los límites marcados por la exigencia terminante en esta clase de trabajos. En otra ocasión tendré el honor de presentar á su ilustrada crítica, diversos métodos, todos volumétricos, en práctica actualmente en la determinación de los minerales y productos de fundición y con los cuales estoy del todo familiarizado, en vista de haber contado durante mi práctica en Denver con los consejos y dirección de hábiles y expe- rimentados metalurgistas y de la experiencia adquirida en los empleos que de químico metalurgista he desempeñado, en las fundiciones de Torreón y Sultepec. Méropo VoLUMÉTRICO PARA LA DETERMINACIÓN DEL EsTAÑO. En un crisol de fierro provisto de una tapa de porcelana (que no le venga muy apretada) y de capacidad aproximada de unos 60 c. c. se pesa medio gramo de mineral. Se agregan unas cuantas gotas de agua para humedecer el mineral (evitando de este modo, que en el princi- pio de la operación, se registre alguna pérdida mecánica). Luego se añaden como ocho gramos de hidrato de sodio (en ba- rras). Tápase el crisol empezándose á calentar hasta en tanto se haya ido la humedad; en seguida se calienta fuertemente con un buen que- mador de gas, hasta obtener una fluida y quicta fusión. Se quita la ta- As La 4 EL ESTAÑO Y SUS METODOS DE ENSAYE. 195 pa y se vacia la masa fundida dentro de una cápsula de níquel, como de 24 pulgadas. Como á menudo sucede que al enfriarse el material fundido se par- te con estrépito y suelen saltar con violencia algunas parlículas, es prudente cubrir éste con una tapa de crisol, de porcelana y de tamaño apropiado. Ahora tómese una cápsula como de 53”, conteniendo poca agua y póngase dentro el crisol caliente que sirvió en la fusión. Caliéntese el contenido de esta cápsula hasta la ebullición, límpiese el exterior del crisol y para desagregar toda substancia adherida al interior del crisol úsese HCl diluído. Cuando la solución sea completa, reúnase todo el líquido y la masa fundida sin quitarle la tapa (según quedó expre- sado). Esta tapa de crisol se arregla convenientemente con alambre de fie- rro, de modo que pueda cogerse sin hacer uso de los dedos. Agréguese 30 c.c.de HCl que será amplio exceso. Al hervirse se obtiene completa disolución. Lávese el vidrio de reloj que cubría la cápsula y por me- dio desu respectivo alambre, levántese la tapa de crisol (que por pre- caución usamos al vaciar la masa fundida) y lávese convenientemente, Esta solución que no deberá contener residuo alguno de mineral aún no atacado, excepción hecha por supuesto, de pequeñas partículas de Fe provenientes del crisol que sirvió para fundir, se traslada á un vaso de precipitación angosto y alto ó en caso de que de él se disponga, me- jor á un frasco cónico de ancha entrada y calibrado á 200 c.c. Añá- dase á la solución clorhidrica otros 50 c.c., cincuenta de HCl q p. y dilúyase con agua caliente hasta conseguir el mencionado volumen to- tal de 200 c.c. Para reducir el estaño se hace uso de una lámina enrollada de ní- quel (como de 24 dem. de largo y 4 cm. de ancho) y dispuesta de tal modo que por medio de un alambre de níquel se pueda sacar al terminar la reducción; lo que se consigue después de hervir la solu- ción por unos 20 minutos. Retírese del fuego y póngase inmediata- mente un pequeño pedazo de mármol (para llenar el frasco de CO»). Luego y bien tapado, se coloca el frasco bajo el agua corriente de la Edo ds AI ARA AA ' Y ! a e NS * A A A y 1 . 196 JOSE C. ZARATE. llave con objeto de enfriar su contenido lo más pronto que sea posi- ble. Cuando el líquido se encuentra á la temperatura del ambiente, sáquese el rollo de níquel (que quedará muy poco atacado), limpián- dolo con una mezcla de HCl y 3 ptes. de H,O (para que no disminuya la fuerza ácida de la solución). Añádase un poco de licor de almidón (mezclando 3 gramos con HO fría y después agregando 500 c. e. de agua hirviendo) y titúlese luego con solución normal de yodo hasta llegar á un color azul permanente. El CO, del frasco casi siempre basta para evitar la oxidación, pero es prudente agitar el licor lo me- nos posible durante la titulación y cuidar muy especialmente que la solución normal de yodo caiga al nivel casi de la superficie del líquido. Ninguno de los constituyentes ordinarios en los minerales intervie- nen en este método. El arsénico arsenioso y el antimonio antimonioso en débiles solu- ciones ácidas, consumen yodo, pero en una solución que contenga al menos la cuarta parte de su volumen de HCl q. p. no tienen efecto al- guno sobre el yodo. Todas las piritas deden tratarse previamente con agua regia filtran- do el residuo insoluble que contiene el Sn quemándola á baja tempera- tura en el mismo crisol de Fe que va á usarse para la fusión con el hi- drato de sodio y entonces se continúa el ensaye según ya se ha dicho. La solución normal de yodo se prepara disolviendo once gramos de yodo en poca agua y agregando 20 gramos de yoduro de potasio, completando con agua un volumen de un litro. La solución en estas condiciones tiene tal fuerza que tomando en cada ensaye medio gramo de mineral, Í c. c. corresponderá aproxima- damente á 1% de Sn. Para normalizar la solución se pesa en un frasco exactamente 0,2 gramos de óxido arsenioso en polvo q. p. y se disuelve en 5 c. e. de HCl calentando muy suavemente dilúyase un poco con agua fría y hágase el líquido ligeramente alcalino con NH,OH. Vuélvase á acidular ligeramente con HCl y déjese enfriar á la tem- peratura del ambiente. EL ESTAÑO Y SUS METODOS DE ENSAYE. 197 Finalmente, agréguense 3 á 4 gramos de carbonato ácido de sodio y un poco de licor de almidón y titúlese con la solución normal de yodo, hasta llegar al color azul permanente, de que se habló antes. Casi al terminarse esta titulación se percibe una pequeña coloración morena (que no tiene ninguna importancia). Pero siguiendo la opera- ción lenta y cuidadosamente, una sola gota ocasionará ese color azul y permanente, que marca el final de la reacción. 0.2000 gramos de óxido arsenioso =0.2404 Sn, de donde la fuerza de la solución de yodo se calcula. Esta solución dura únicamente en buen estado unos 86 10 días. Grandes ventajas del método descrito: La suma facilidad de obtener el estaño en solución. La ausencia de todo filtrado. No ser necesario absolutamente obtener la separación de los otros metales. Un ensaye puede llevarse á cabo como en unas dos horas. México, Julio 30 de 1909. PI DIMTORE > EN ' 0 AR Nc ON y h h | . » 4 Ñ Sn - A] ! e 2 o Y y $ " Á » Ad . y LR ñ f A X > Y Ml ve y h y 2 A y 4 o ¿4 ' ea a ; Oy ? A 4 ye EEN Aa : j Ñ 1 ) A X » Ñ Ko 4 as ANA e de , o id . BL ORIGEN Y LA EVOLUCIÓN DEL MMBUS LA CUMULIZACION HORIZONTAL Por el Presbítero Severo Díaz, M. $S. A., Director del Observatorio Meteorológico del Seminario de Guadalajara. Memoria presentada en la sesión solemne que bajo la presidencia del Sr. Gral. D. Porfirio Díaz, Presidente de la República, celebró la Sociedad el 4 de Octubre de 1909, al cumplir el 25? aniversario de su fundación. Al muy digno Secretario perpe- tuo de la Sociedad Alzate, Prof, Ra- fael Aguilar y Santillán, en la fecha eloriosa en quese celebran las bodas de plata de dicha Sociedad. Home- naje de admiración y cariño, Desde los principios de la Meteorología científica ha llamado fuer- temente la atención de los observadores la nube llamada Cúmulus como que debe contener la razón del tránsito entre ella y la nube por excelencia que recibe el nombre de Nimbus. Casi todos los clasifica- dores siempre la han colocado entre las nubes inferiores, y aunque pocos se han ocupado de la evolución, sus apreciaciones empero han llevado siempre por norma una secreta tendencia á hacerla derivar de abajo á arriba y no por el contrario. Mas en los tiempos modernos se ve claramente definida entre los meteorólogos una tenaz persisten- cia en admitir que el Nimbus se prepara y evoluciona de arriba á aba- jo. Para unos es la partícula de hielo la que descendiendo se funde en la vesícula acuosa destinada á descender hasta la tierra en la bienhechora lluvia. El laureado meteorologista G. Guilbert de Caen patrocina con su gran autoridad este modo de ver: yo le he A 200 SEVERO DIAZ. refutado en un articulo que vió la luz en el Boletín Mensual del Ob- servatorio Central de México, año de 1908. Ahora me he encontrado en la escasa bibliografía que á este respec- to me he podido procurar, algo más profundo, algo que trasciende á una verdadera teoría de los hidrometeoros, que resulta de una marca- da y muy sugestiva evolución de las nubes: es una pequeña obra del gran especialista Ch. Ritter y que lleva por título: «Le nuage et son róle dans la formation de la pluie». El mismo se encarga de resumir su nuevo modo de ver, por lo que nos apresuramos á traducir este re- sumen con el objeto de discutirlo á fondo, remitiendo para el comple- to concepto de sus ideas á su opúsculo. (Se encuentra en la librería de Gauthier—Villars.) DEFINICIÓN Y PAPEL DEL CUMULUS r a) El Cúmulus está formado de velos vesiculares ó “peplon” sepa- rados unos de otros por laminillas gaseosas que le están adherentes y que por su sobreposición y sus cruzamientos múltiples, constituyen algo así como algodón laminar, verdadero tejido de innumerables cos- turas en el cual están aprisionados gases, vapores, bruma y en gene- ral toda clase de polvos atmosféricos. b) Limitado por estos velos, el Cúmulus se revela en la atmósfera como un ser perfectamente distinto, y que con formas cambiantes, es cierto, á cada instante, está claramente separado del medio gaseoso en el que nace y se desarrolla. e) Dotado de una gran sensibilidad térmica y eléctrica gracias á la diatermancia y conductibilidad de sus velos, el Cúmulus, al estar ex- puesto al sol, se calienta, se dilata y aspira hacia él al rededor de su base, los gases, los vapores y las brumas. d) Una vez que han entrado estos en el torrente de su circulación interior, al facilitar la extensión de su tejido, permiten á la nube cre- cer y por esto, el Cúmulus lanza como gigantescos tentáculos, protu- berancias y apéndices en todas direcciones y hasta en las capas atmos- féricas elevadas en donde se encuentran mejor realizadas por contraste EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS 201 las condiciones térmicas y eléctricas de condensación, de agrega- ción y crecimiento de sus diversos elementos hasta el momento en que los abandona fuera de ella en gotas de lluvia, copos de nieve y granizo. e) Y no sólo por efecto de sus propiedades térmicas y eléctricas de los ““peplon”, las agregaciones se hacen más rápidas en el Cúmulus que una simple masa brumosa, sino que sucede que gracias á la resisten- cia de los “peplon” que retienen mucho tiempo la bruine sosteniéndo- la, el trabajo de agregación se prolonga, lo que permite á dicha nube y á los hidrometeoritos, adquirir más fácilmente el peso que les hará descender hasta el suelo. Toda causa natural ó artificial de destrucción de los ““peplon” debe impedir la caída y por consiguiente detener el crecimiento de los hi- drometeoritos contenidos en la nube. f) Cuando se sigue al Cúmulus en las fases sucesivas de su des- arrollo más completo, se ve uno inclinado á ver en sus protuberancias unos órganos que realizan funciones, y la nube misma aparece enton- ces, gracias al tejido que la constituye, como un verdadero organismo de un género especial: Organismo nebular que se alimenta y crece y cuya actividad tiene por resultado final volver al agua atmosférica del estado de gas bajo el cual entra en la nube al estado líquido ó de hielo bajo el cual es arrojado de ella, g) No se opera en el Cúmulus sino una simple transformación en el estado físico de sus elementos, pero sin alteración en su composi- ción química, Esto es una consecuencia de la propiedad para nosotros tan precio- sa del agua de ser susceptible, entre los límites de variación en las condiciones físicas de nuestra atmósfera actual, de pasar sin descom- ponerse por los tres estados, gaseoso, líquido y sólido, de tener, en una palabra, una verdadera inestabilidad física asociada á una gran estabilidad química. h) El estado de equilibrio de los elementos del Cúmulus, las ma- nifestaciones de orden exclusivamente mecánico y físico de su activi- dad marcan la diferencia profunda entre las nubes, ú organismos ne- 202 SEVERO DIAZ. bulares y los organismos vivientes. Estos están caracterizados, en efecto, por una actividad química enteramente particular de sus elementos, por la continuidad de su composición y descomposición simultáneas, cuyo resultado es, que lejos de destruirlas renueva incesantemen- te las últimas partículas de sus tejidos, reemplazándolas por par- tículas llevadas de fuera y que, por la energía de la que están anima- das contribuyen á producir y conservar los diversos modos de actividad incesante que caracteriza á los seres vivientes. En todo caso, y la ob- servación tiene sobre todo interés filosófico, el Cúmulus es la que re- presenta con un modo especial de existencia, un Ser intermediario que se podría clasificar entre el mineral propiamente dicho del tipo eristalizado más perfecto y el organismo viviente del orden más ele- mental. ¡) El Cúmulus es ciertamente de todas las 1 bulosidades la que provoca mejor la formación y la caída de la lluvia; es también un mo- derador de la luz y reguladora de las temperaturas. k) Además, como foco de radiación eléctrica hace necesariamente sentir su acción directa é inmediataniente hasta el suelo y si como es indudable, la electricidad tiene una grande parte en los fenómenos de la vida orgánica, se comprende que, á las variaciones notadas en las diversas fases de la evolución de la nube, en la repartición y tensión de su energía eléctrica disponible, corresponden modificaciones pasa- jeras en el estado de ciertos vivientes, en su aspecto, en su economía y en una palabra en el conjunto de manifestaciones del orden bioló- eico cuyo conocimiento es una útil contribución al arte del pronóstico meteorológico. Tales son los nuevos y profundos conceptos que con relación al Cúmulus, productor de Nimbus, ha formulado el meteorologista arri- ba mencionado: nosotros vamos á resumirlos más aún para discutirlos mejor. El Cúmulus es un tejido que se funde en una capa á semejanza del Stratus de los antiguos meteorologistas, si no compacto, á lo menos resistente, y que parece en cierto modo independiente del medio ais- lándose de él por sus distintas constantes físicas. En el medio de esta T. 28, lám. IX. 1 . ig. núm. F Mem. Soc. Alzate. ¿ ctunu *S1t 'X “URI 8z “L "9JBZ]Y "908 "W9JA HA EN SEAS 'T, 28, lám. XI. Mem. Soc. Alzate. pa p tuno 31] '9IBZ[Y '908 "UI "11X “UI “ez 1 J8Z]y "908 ro! ' Ñ ¿ b £ pu — — e! E po 0 [5] - Fig. núm. 5 *9JBZ| Y '908 “WA *ATX "uBI1 “ez *L y “Una +31 pa "9/BZ]Y "908 "MSN 'AX "UBr "83 “L me ei AA , ñ Ñ Ya al e ió 'l, 28, lám. XVI. Fig. núm. 8 a E 6) “wunu *S1J "THIAX “urr “8z 'L "93 BZ] Y "908 “UL9IN . Í et A 0 a DS -. e + (1 “tUnNuU *51+] ¡e 08 ¿0 A es A A me A pt, e A , TIAX "up1 83 "L *9JBZ[Y 'D0S "WOJA sl red PL REN . - EA AA ]] “UNU *STA "XIX “urr 83 *J "9JBZ| Y "908 “WN í A ¿TJ upu "SI “XX “UB 87 "L O * EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. 203 capa Casi fibrosa, se abren ciertos cráteres por donde se aspiran vapo- res íntimamente mezclados con otras substancias del medio inferior, las que se lanzan hacia arriba formando las muy conocidas volutas tan características del Cúmulus. Estas volutas hemisféricas se con- sideran como unos tentáculos ó raíces superiores, que chupan, digá- moslo así, de las regiones superiores un buen contingente de hume- dad que permite á la nube crecer y desarrollarse, de modo que su primitivo tejido se hace por ello más compacto y rico á la vez que se ennegrece, acabando por producirse el Nimbus, ó sea la nube por ex- celencia, que precipita la lluvia. Ahora bien, ¿cuáles son las razones que apoyan este modo de ver tan interesante y original? Siguiendo al autor en su desarrollo se comprende que es una observación muy perseverante é interpretada conforme á los dictámenes de su propia imaginación. Ciertamente se comprende que en asuntos de meteorología no se puede pedir más; pero como es fácil inferir, de este método, lo mismo que se puede ir á¿ una razonada y buena hipótesis, como á otra irracional y falsa. El nos dice que no pu- do emplear la fotografía lo que tiene visos de verdad, más no absolu- ta; pues mientras las grandes y extensas formaciones resisten siempre á este poderoso medio de comprobación, no puede decirse lo mismo de las pequeñas, que un observador perseverante puede siempre es- piar y muchas veces lograr con un verdadero contentamiento á causa de lo sugestivo de esta prueba: hay pues una racional presunción que nos dice que no está aquí la realidad de parte de tan brillante hi- pótesis. En mi concepto, que se desprende de mis particulares estudios de las nubes, hay aquí un error que no obstante ser general, falsea todas las conclusiones del autor, pues se encuentra en la base de su misma hipótesis. Este error consiste en considerar á las volutas hemisféricas del Cúmulus como verdaderamente verticales: así las han conside- rado la inmensa generalidad de Jos meteorologistas; pero yo tengo muy fundadas razones para verlas como horizontales ó por lo menos con todos los grados de inclinación, en cuyo caso si demuestro este modo particular de ver, creo que refutaré por completo dicha hipóte- Memorias. T.XX VIII 549-1910 —]4 204 SEVERO DIAZ. sis. Hé aquí la contribución que traigo ahora al seno de esta Socie- dad como un homenaje á su digno Secretario General, que celebra juntamente con ella, las Bodas de Plata de su mayor timbre de glo- ria, la fundación de esta misma Sociedad. La nube nace en la atmósfera en un medio particular y meteorológa- camente definido: no todos los días son á propósito para producirse. La exigencia más natural que para ello se pide es que exista una bue- na dosis de humedad, la que, como es evidente, sólo coexiste con tiempos especiales. Demos pues para un día determinado estas condi- ciones ¿cómo nace la nube? Si se trata de las inferiores, objeto del presente estudio, podemos decir que no basta la humedad sola, pues si bien es cierto que ciertas nieblas son la más espontánea manifesta- ción de dicha grande humedad, se sabe desde hace mucho tiempo, que no debemos clasificar estas perturbaciones como verdaderas nubes: la nube no es una sencilla manifestación, es un germen de fuerza, es un mecanismo, ó como poéticamente nos decía el Sr. Ritter, es un orga- nismo medio entre el ser mineral y el viviente: la existencia infecun- da de la niebla no se compadece con el alto fin de la verdadera nube. Es un hecho que la mañana es la hora de la máxima humedad, el amanecer puede presentarnos nieblas, pero nunca nubes, á no ser que vengan de tiempos anteriores: el despertar del día es en nuestros cli- mas una hora pacífica, las corrientes del aire se amortiguan bajo el peso de la radiación nocturna, que seca las fuentes de energía, y por esto no tiene propiamente nubes. Yo exijo como segunda condición que haya corrientes de aire para que tome origen la nube. Para evidenciar este punto que es fundamental en lo que voy á ex- poner, haremos algunas previas observaciones. El aire, lo mismo que todos los cuerpos, se pone en movimiento obedeciendo á la atracción que sobre él ejerce algún centro; de donde resulta que se puede pre- cisar la trayectoria que ha de recorrer con sólo determinar la posición de aquel centro. En el Territorio de esta República casi siempre tene- mos encontradas direcciones para las corrientes aéreas debido á si- multaneidad y diferentes situaciones de los centros que ordinariamen» te se avecinan á él; pero sin penetrarlo. La observación teslifica que EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. 205 hay horas preestablecidas para el ingreso y desarrollo de estas corrien- tes: las del primer cuadrante son ordinariamente de máxima presión y soplan de preferencia en la mañana; las del cuarto cuadrante son de mínimo barómetro y se dejan sentir principalmente en la tarde: casi todos los días lay estos cambios de corrientes simultáneas y entiendo que en estado latente existen en todo tiempo, revelándose á nosotros simplemente por las favorables condiciones que encuentran en los cambios de presión. Que la lluvia y en consecuencia las nubes, sobre todo las de impor- tancia, exigen para su origen las corrientes aéreas es un hecho que se confirma climatológicamente con sólo reflexionar que no es indiferen- te ni el día ni la hora en la caída de la lluvia: si se necesita que sea á horas determinadas es evidente que tiene ciertas exigencias, y vién- dola corresponder con las horas del cambio de corrientes, se infiere desde luego que debe haber en este fenómeno una íntima relación que no puede ser otra que de causa á efecto. Todas las tecrías que, para explicar el origen y la evolución de las formaciones nubosas, se apo- yan tan sólo en razones de dinámica ó de física del aire, y prescinden completamente de la condición indispensable que las acompaña, á sa- ber, las corrientes del aire, debe considerarse como vana y que no tiene en la observación su apoyo: mientras les busquemos la causa en estas ó aquellas felices y casi casuales circunstancias, que ó bien arre- molinan ó bien atraen diferentes capas de aíre de distintas condiciones físicas, haremos sin duda una hipótesis ingeniosa, pero desprovista de verosimilitud, buena para sentar plaza de originales, mas infecunda en prácticos resultados: los hechos ante todo. Levantemos pues los ojos al cielo, y cámara en mano, observemos. Supongamos que tenemos buenas condiciones de humedad en el aire á causa de que ciertas corrientes han venido á colocarse en nuestra vertical: se van pues á formar nubes; más con el objeto de ser lógicos en este desarrollo tomemos la nube más sencilla, la más elemental, nada más que necesitamos que sea verdadera nube. Yo creo que la teoría verdadera de nubes debe aplicarse á todas y comenzar á ser ver- dadera desde los primeros pasos. ¿Conocéis acaso aquellas formacio- 206 SEVERO DIAZ. nes simples y efímeras que bordan el cielo en las mañanas del tiempo de aguas? La atmósfera es purísima, muy azul el firmamento, esplende un sol vivísimo y aquí y allá se ven blanquísimas y delicadas nubes ba- jas: todos las conocemos, y unos las clasificamos como fracto -stratus, otros las llaman fracto-cúmulus y en mi concepto tienen el honor de un nombre más elevado casi el de verdaderos Cúmulus ó Nimbus ele- mentales. Véase la fot. núm. 1; tenéis en ella una formación de esas (f.-s.); la particularidad de ellas consiste en que no tienen bordes pre- cisos, sino que se nota un desgarramiento casi general en su masa, al- go empero se dibuja de naciente cumulización. Veamos ahora la foto- grafía número 2: en el centro aparece un bien formado Cu. escoltado por otros como las anteriores. Y yo os pregunto, ¿créis acaso en la ver- ticalidad de esas volutas, ó mejor, no os dan idea de que en el avance horizontal va encontrando resistencias que, al fin vence, para transfor- marse en una masa irregular como sus vecinas? Estas fueron lo que es ahora y por allí á la izquierda se notan unas chicas que van por el mismo camino. Esta idea de cumulización horizontal ó de resistencia, nace espontá- neamente á la simple observación de un cielo de estío en los meses de aguas y del cual dan apenas una pálida ¡dea las fotografías que pre- sento. Yo no concibo cómo observadores ilustrados han podido con- servar intacta la imagen de la cumulización vertical que una incon- ciente tradición ha transportado hasta nosotros. Ver un cielo de verano y contemplar cómo las pequeñas é interesantes nubes van avanzando á impulsos de una débil corriente, cumulizándose en su transcurso, luego deshaciendo esa cumulización y repitiendo dos, ó muchas veces ese sencillo proceso hasta que al fin se deshacen ó disipan para dar lu- gar á otras nuevas. Pero avancemos un poco más para llegar á conclu- siones inquebrantables. La fot. núm. 3 fué tomada en uno de estos últimos días del presen- te septiembré: vemos en ella una parte del cielo Norte con las ordina- rias formaciones de f. s.: soplaba como es costumbre una débil corrien- te del Este. Se observa desde luego en las partes bajas pequeñas nubes acumuladas, pero un poco arriba otra que se invierte para tomar una EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS., 207 orientación perpendicular á las primeras, orientación que pocos mo- mentos tomó deshaciendo su cumulización. Este es un caso entera- mente típico: casi siempre he observado á esta primitiva formación to- mar la forma de gorro 6 de Cúmulus como dicen los americanos, presentando su parte comba en sentido perpendicular á la dirección de la corriente que la impulsa; mas á poco que domina tal corriente, la nube se alarga, desliga sus arredondeados bordes, y así informe, se entrega por completo á la corriente que la arrastra con facilidad; pero esto no es más que por un momento: á poco la nube retrocede se arre- molina de nuevo reapareciendo la cumulización, reproduciéndose este proceso sucesivamente: no hay duda pues de que la corriente es el todo de tal economía. Pocos momentos después de la anterior tomé la fot. núm. 4: esta- mos viendo al Poniente, las Cap-Cúmulus ven hacia nosotros, á la derecha se ve una desligada, pero las otras nos presentan la cumuliza- ción derecha aunque con tendencia á hacerla perpendicular. Lo que esta fotografía nos enseña es también,muy importante: el cielo cumu- loso tiene mucha analogía al cielo vulgarmente llamado aborregado: si transportáramos el primer cielo á la altura del segundo la aparien- cia no podía ser más común é igual: las mismas filas onduladas, idén- ticas formas, sombras parecidas; y es que tanto en los Cúmulus como en los Ci.-cu ó A.—-cu., es una corriente de aire la que produce esas formas, esas ondas en virtud de la ley de mínima resistencia que tan conocida es de los físicos, y con la que se explican las formaciones to- das en ondas perpendiculares á las corrientes, como en los lechos de los ríos. Todavía más, aún parece que el periodo de esta onda de mí- nima resistencia en la atmósfera tiene el mismo valor en los Cu. como en las nubes aborregadas, pues si se viesen las superiores como cuando se les observa con un anteojo, la imagen es perfectamente parecida: luego es imposible prescindir de la influencia de las corrientes de aire en la formación de la nube Cúmulus. Por todo lo dicho no podemos menos que concluir: la camulización vertical no debe admitirse, hay que sustituirla por la cumulización ho- rizontal ó de resistencia. Por otra parte, fácil mos parece explicar el 208 SEVERO DIAZ. mecanismo de tal cumulización con las consecuencias que de ella si- guen. Es necesario suponer en la atmósfera la existencia de los male- riales para estas nubes, como dijimos al principio. Aparecida pues la primera precipitación en plena atmósfera, la corriente que sopla allí la obliga á caminar; pero.á causa de la heterogeneidad de su masa ella resiste y nace un pequeño remolino: hé aquí la primera forma redon- da de un borde de nube. Este remolino de eje vertical, se disipa pron- to, en tanto la nube crece en su masa, y luego nueva resistencia: por esto es imposible tomar una buena observación de dirección de nubes en los Cu. nacientes, hay necesidad de esperar á que la corriente recobre su imperio ó tomar el borde no acumulado de la nube. Esta resisten- cla se ejerce necesariamente en mayor cantidad en el lado opuesto, en el borde W. en una corriente del E., por ejemplo; pero los elementos son lanzados en mayor número hacia el lado perpendicular en donde se acumulan y de allí la forma de Cap, tan característica. Cuando la nube crece un poco y los elementos se adhieren entre sí, entonces hay que tomar en cuenta otra acción no menos importante y es la ca- lefacción que el sol produce en ella: la consecuencia de tal calefacción es el que la nube se dilata horizontalmente, la resistencia en tal caso se generaliza, la nube cambia de forma, casi es una placa circular co- mo muy frecuentemente lo observamos en días muy húmedos en el ze- nit, de centro obscuro y bordes redondos y blanquísimos y casi giran- do sobre sí misma con más ó menos fuerza. Esta acción del sol se tiene también aunque en pequeña escala en la nube de cortas dimen- siones. De aquí resulta, que en los días de abundante cumulización las nubes presentan sus bordes,arredondeados para todos lados del hori- zonte: si vemos al Norte, hay Cu.; si al Sur, lo mismo, etc., lo que pa- recería contradecir algo de lo dicho. Por esto Poey decía, que el Cu. era la nube de día y del horizonte, aunque no explicó su mecanismo y cayó también en el error de la cumulización vertical. La influencia del sol en la cumulización general de los bordes se de- muestra también fácilmente observando la precipitación inferior en los días en que un velo superior no muy denso, Ci.—s., por ejemplo, se si- EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS 209 túa arriba de ella: no hay Cu. entonces, sino sólo pequeñas masas in- formes, si es poco húmedo el tiempo, ó verdaderos Ni., si hay suficien- te humedad. 08 Saquemos las consecuencias de este modo particular de ver al Uu, Existe pues la resistencia que redondea y la acumulación que ella lanza hacia la parte perpendicular de una masa nubosa elemental; existe á la vez la influencia dominante de las corrientes aéreas que después de cierto tiempo recobra al fin su influjo, ¿cuál es la conse- cuencia de todo esto? La siguiente: en toda nube debe haber tres dis- tintas partes: la primera es la que resiste: en ésta se debe notar una energía enteramente particular; casi se debe decir que no se organiza, sino que toda cuanta es, se ocupa en resistir ó moverse, alejándose de ese lugar: parece hervir en ese punto la atmósfera. La segunda es el cuerpo de la nube que pacificamente va ofreciendo los materiales que por un proceso físico, enteramente natural, saca del medio, dadas las condiciones que en él hemos supuesto. La tercera parte, y sin duda la más importante, es la que resulta de aquella acumulación que se encuentra en la parte posterior en la Cap- Ou., ó en el centro en el verdadero Cu. Esta parte se distingue por su color que es negro, por su constitución que es floja y sin cohesión, y por su abundancia, efecto de la acumulación. Allí tiene parte muy ac- tiva la corriente, puesto que puede considerarse ésta parte como que ha sido dejada ó abandonada á ella para que la conduzca ó la suelte. Esta parte es muy visible desde el Cúmulus más insignificante, y yo le llamo Ni. elemental, pues si el Cu. que le da origen es de alguna im- portancia se deshace en llovizna más ó menos fuerte según lo intenso de su desarrollo. En las tardes de invierno, que siguen á una mañana cumulosa, se presentan muy importantes lluvias; y en las mañanas de estío son frecuentes las repentinas tormentas que resultan de una cu- mulización abundante. El Nimbus pues resulta de una sencilla dinámica que no supone ni 210 SEVERO DIAZ. exige los esfuerzos del ingenio para traerla de las altas regiones del cielo, por difíciles Ó casi imposibles organismos. El Nimbus aparece desde los primeros pasos en la nimbificación de los simples Cu. Veamos por qué fases sucesivas puede hacerse de importancia la nu- be Nimbus hasta constituir tormentas. Un Cu. aislado puede dar ori- gen, como hemos visto, á lloviznas que son á veces regulares. Pero si tenemos en cuenta que el cielo cumuloso es generalmente ondulado estando las fajas, en que se resuelven los Cumulus, espaciadas á dis- tancias regulares, es claro que llegará á suceder que la distancia sea mínima y entonces apretándose entre sí, podrán constituir un manto amenazante de la forma de los llamados S.—cu, y un paso más los con- vertirá en Ni. de suficiente contingente de lluvia. Este es un caso muy frecuente. Si observamos con atención notaremos que después de una lluvia causada de tal manera, el celaje que queda afecta la forma de una capa un poco blanquecina, generalmente gris, y que puede causar insignificante llovizna. En mi concepto y teoría expues- tos, se interpreta este hecho como resultado de la fusión en una sola capa de tudas las partes acumuladas en volutas esféricas en el primiti- vo Cúmulus. Transformaciones de esta naturaleza son la ley de la at- mósfera: todo en ella tiende á fundirse en capa ó manto: ya lo vimos en la última forma á que quedan reducidos los Cu.; de donde resulta que la cumulización no es otra cosa que una momentánea fase que pro- videncialmente afecta las formaciones nubosas para acumular energía notable en un estado de necesaria transición, pasada la cual se obtiene el equilibrio estable, para que las corrientes puedan transportar á otras regiones que sin duda necesitan un buen contingente de humedad para su ingente economía: dificil en verdad sería valorar el tanto por cien- to que una lluvia representa en el total de su contenido en materia lí- quida, No me ha sido posible hasta el presente estudiar las condiciones fí- sicas que influyen para crecer ó acortar lo que podríamos llamar lon- gitud de onda ó intervalo que separa dos filas ó cordones negros en un celaje de S.—cu.; pero es muy fácil que sea función de la velocidad de la corriente atmosférica, que es su causa, de la mayor ó menor hume- ES SE Y EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. YI A dad del ambiente en cuyo seno nace; y hasta de la cantidad de calor que el sol le aporta, ya que hemos visto á este dato ser de algún modo necesario en la generación de la nube: dejamos pues este problema que conceptuamos interesante á los prácticos que recogen con asidui- dad notas de la atmósfera. Continuemos nosotros. El Cumulo-nimbus: hé aquí la forma por excelencia entre todas las formas de nubes. Aquella inmensa activi- dad que se traduce por el ruido ensordecedor de su potente electriza- ción, aquél inmenso volumen de materia líquida puesta en movimien- to, las furiosas corrientes nacidas en su seno, que arrastran á veces después de derribarlos, árboles corpulentos; la exorbitante cantidad de lluvia que consigo traen, que llega á veces hasta 60 milímetros; to- do esto nos indica que estamos al hablar del Cu.—ni. en el apogeo de las obras de la atmósfera, y sobre todo de la atmósfera mexicana, ya que sus lluvias de estío no parecen componerse sino de una serie no interrumpida de Gu.—ni. en todo el tiempo que ellas duran. Pues bien, el Cu.—ni, no se sale de la regla que acabamos de sentar. Traigo dos hermosos ejemplares de esta nube observados en el estío de 1908, que fué muy fecundo en ellos. Ambos pertenecen al segundo cuadrante, rumbo que es clásico en la producción de estas imponentes nubes. No- tamos en ellos las mismas tres importantes partes que hemos visto en el Cu. ordinario: y la marcada con el número 5 nos va presentando muy buenas pruebas de que su cumulización no es vertical sino horizontal. La parte negra que arrastran ambas es notabilísima por su abundan- cia y en ella se observa de particular que no se concreta á la parte estrictamente comprendida debajo de la nube, sino que se alejan á ve- ces hasta cubrir ella por su cuenta todo el cielo: efecto es este sin duda de que el impulso ó reacción que determina el movimiento de la pa- sada masa, abarca más del campo de su verdadero cuerpo; pero la di- rección es siempre la misma que la que tiene la corriente que produce su cumulización horizontal. Si la corriente no fuera la causa de su cumulización, ¿cómo explicar que nacen siempre en su seno? Si es el sol el que hace que aporten á ella los contingentes que la hacen crecer y tornarse voluminosa é im- 212 SEVERO DIAZ. ponente, ¿cómo es que se desarrolla en plena noche con más especiali- dad? Aunque aquí no nos ocupamos por ahora de las condiciones me- teorológicas en cuyo seno evolucionan las nubes, creemos sin embargo que ellas aportan una prueba que robustece las dadas en favor de la cumulización horizontal del Cu.—ni. En efecto, esta nube aparece de preferencia en las altas horas de la noche: se inicia poco después del crepúsculo con un vivo relampagueo en el horizonte del E. Ó sus inme- diaciones. Esta hora es precisamente la del cambio de corrientes, aque- lla en que cesan las del día, que siempre son atraídas por las con- vecciones fuertes de las horas del sol y reaparecen ó se elevan las dominantes: todo lo que nos indica, sin duda, no una simple coincl- dencia, sino una verdadera causa. ¿Tendrá parte en su desarrollo la electricidad? Creemos igualmente que no. La electricidad, dice el célebre fisico Turpain, aparece en las nubes por simple consecuencia: la electricidad existe en el medio y las gotas de lluvia no hacen sino recogerla; y cuando dos gotas se fun- den en una aumenta la electrización á causa de que el volumen de la suma es menor que el volumen de los sumandos, que aquí son las go- tas que se unen. Cualquiera causa pues de concentración como lo es sin duda la cumulización horizontal de su masa y la desligación que de ella resulta, bastan para explicar el desarrollo de electricidad, que por otra parte es concomitante á este mismo desarrollo. Y el resultado final que son los velos que adornan nuestras mañanas de Estío en la forma de A.—cu., es la confirmación final también de la que el Cu.—ni., no es sino un Cúmulus con todas sus fases de origen y consecuencias. IV . La parte negra que hemos llamado en el f. —s. nimbus elemental y que le está enteramente adherida aunque sin cohesión en sí, la he- mos visto desprenderse en el Nimbus y bajo el poderoso influjo de una probable aspiración que determina en el aire la reacción de la cumu- lización horizontal, toma una existencia independiente, de manera que naciendo en las partes inferiore del Cu.—ni., pronto se extiende á EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. 213 todo el cielo, y después de una electrización más ó menos fuerte, am- bas partes, es decir, la acumulada y la floja se funden en una sola, en un velo de A $S., en disolución paulatina. Este Á. S. no está tampoco desprovista de Ni., á las grandes tormentas sigue ordinariamente una llovizna producida por un velo ligerísimo que casi se unifica con la parte blanca del A. S., restos sin duda de la planificación del gran Ni. formado, como se ha explicado. Esta independencia de la forma- ción y la consiguiente unificación, son interesantísimas en la teoría general de las nubes. La parte negra es concomitante en toda forma- ción intensa. Los casos que la observación recoge son absolutamente probatorios: pasemos en revista los más interesantes. En los temporales descendentes del invierno y que en otra vez he hecho conocer á esta Sociedad, se observa lo siguiente: aparece prime- ro un Ci., su primer aspecto es en bandas con núcleo en el horizon- te; es muy fácil que esas bandas tengan período ó sea determinada longitud de onda, como lo vimos desde el f. s., hasta los cielos aborre- gados; poco después se establece el velo que cubre todo el cielo y que va sucesivamente densificándose hasta llegar á la forma de A. S. El A. $S., dicen los autores, de Ja Nomenclatura, se distingue del Ci. s. en su color más obscuro, que á veces es azulado y al través de él se ve, si no el Sol en su forma, al menos el lugar en que se encuentra. Estos caracteres se explican perfectamente admitiendo que abajo del velo blanco primordial, se ha formado un segundo más obscuro con- comitante, es cierto, pero independiente de él. En primer lugar yo he visto una cumulización apreciable en los bordes de un A. $. intenso y en segundo lugar he visto también llover á la misma nube en los fuer- tes temporales de invierno. En el seno de esta misma Sociedad fué aco- gido un trabajo mío sobre A.5S.: en él consideraba particularmente su modo de generación, que podía ser de arriba á abajo y al contrario. El caso anterior pertenece al A. S, descendente. El ascendente parece no tener otro origen que el Cu. ni., tanto en el aspecto intenso, como es el hasta aquí estudiado, como en el ordinario que es de la siguien- te manera: En el seno de una cumulización abundante que es más aparente en el horizonte, no porque allí exista en realidad pues es sólo 214 SEVERO DIAZ. un efecto de perspectiva, se ve frecuentemente levantarse un Cu., algo más que sus vecinos, levantamiento que se continúa en el medio día, pero que al llegar á determinada altura se desvanecen las volutas que- dando la masa á merced de las corrientes superiores que la obligan á tomar una dirección y la lanzan horizontalmente hasta cubrir á veces todo el cielo. Los prácticos acostumbran clasificar á estas formaciones como falsos Ci.; pero en mi concepto son muy grandes y muy intere- santes, además de frecuentes para ser falsos: son los A. S., ascenden- tes y su función meteorológica consiste en ser la base de la naciente nimbificación que irremisiblemente traerá la lluvia entre 3 y 5 p. m.: los he visto también llover. La fot. núm. 7 da una ¡dea de un AÁ. S,, ascendente con los restos de un Ni., planificado. El caso más interesante de la formación de Ni. es sin duda el apun- tado en el párrafo anterior. Es una mañana de estío, en toda ella se han visto recorrer el cielo los interesantes fragmentos de bajas nieblas que se acumulan y se disipan á cada momento; de entre los abundan- tes Cu. del horizonte, brota y se eleva hasta las regiones medias de la atmósfera, el A. S. ascendente, y hasta se producen ligeras lluvias. Después de que está constituído el velo que cubre todo el cielo empie- za á precipitarse debajo de él un segundo velo de color obscuro que se densifica por momentos y que toma las más amenazantes y grandes proporciones: es muy bajo, se le siente pesado, sus bordes son irregu- lares y muy negros, con lento movimiento que parece rodeado de te- rrible majestad: es inminente la tempestad. Las fots. núms. 8, 9 y 10 describen algo este sublime espectáculo. Este caso se comprende en la teoría que hemos expuesto de la siguiente manera: Es condición in- dispensable, por lo menos así lo comprueba la observación, que en ese día haya dos corrientes á distintas alturas, la primera de las cuales ha formado el primer velo y la segunda es la que se encarga de realizar la verdadera é imponente precipitación del terrible Ni. Por consiguien- te queda este fenómeno comprendido en el caso general de una forma- ción independiente en pleno cielo, modificada por la circunstancia de tener arriba el obstáculo del primer velo. Ya hemos estudiado este obstáculo. Los f. s. de la mañana no se forman del mismo modo bajo EL ORIGEN Y LA EVOLUCION DEL NIMBUS. 215 un Sol ardiente que bajo una sombra de algún velo existente, como las A. cu., que son muy frecuentes. La modificación consiste como lo hemos dicho en disminuir la acumulación haciendo desaparecer las volutas de sus bordes y quedando como masas irregulares, aunque se conserve la longitud de honda que por sus demás circunstancias les corresponde. En el caso de que tratamos el periodo se reduce á cero, la gran humedad hace que se confundan unas con otras las ondas de dicho período, el velo es horizontal, pero de superficie arrugada y se nota lo apretado de tales ondas: es muy frecuente la aparición del granizo en tales inmensos velos. El resultado final es que se confun- dan de nuevo éste con el anterior y quede ligera llovizna hasta agotar- los á ambos. La fot. núm. 11 reproduce la lluvia final en los velos confusos de A. S. y Ni. Por último, la fot. núm. 12 nos muestra una cumulización en pleno zenit cuyo origen era una Ni., que se descargaba en el segundo cua- drante; hecho digno de notarse desde el punto de vista de la cumuliza- ción horizontal y que me parece muy á propórito para cerrar esta dis- cusión. V CONCLUSIONES La nube, además de las condiciones previas de humedad, es efecto de una corriente atmosférica, que á la vez es causa de esa misma hu- medad. Si esta corriente domina exclusivamente en la atmósfera y es de poca intensidad y trae además poca humedad, la nube afecta la forma de celaje interrumpido, aborregado podemos decir, en la que es posible comprobar un cierto período ó longitud de onda dando al celaje un aspecto regular compuesto de globos más ó menos separados y en filas: cada globo puede presentar la cumulización horizontal en bien definida región de la nube acompañada de una parte sombría opuesta á la anterior y que es consecuencia de ella. En este sentido el celaje de f. s. es meteorológicamente idéntico á los celajes de A. cu. y Ci. cu., ú otros de la misma manera aborregados. 216 SEVERO DIAZ. Cuando, por causa de una gran humedad, el período ó longitud de onda se acorta ó reduce á cero, el resultado es una capa, que será on- dulada en el primer caso (S. cu.) ó lisa en el segundo (Ci. s., A. 5.) En el desarrollo de una nube acumulada que acorta su longitud de onda sucede generalmente que la parte acumulada se funde en una capa blanquecina; y en otra más baja é independiente, la parte negra, consecuencia de la anterior, produciendo Nimbus de mayor ó menor intensidad. El Ni., puede provenir de todo celaje aborregado; pero el caso más ordinario es que venga de un S. cu. ó de un A. cu. De aquí resulta que los A. S., ascendentes ó A. S. descendentes como en los temporales de invierno, los que, por otra parte, pueden mostrar una capa unificada con él que le da su color y que puede á su vez originar lloviznas. La nube aislada ó globular presenta necesariamente la acumulación horizontal en un borde bien definido de ella y en lado opuesto gene- ralmente una parte floja de color negro: este es el Ni., elemental y de el que es un desarrollo gigantesco el Cu. ni. de nuestras tempestades de Estío. Un tranvía que se mueva sobre un suelo flojo á gran veloci- dad, levantando un apéndice de polvo que le sigue, es la más perfecta imagen de esta clase de nube. En las formaciones compuestas se siguen idénticas leyes que en las simples, sólo que la acumulación horizontal suele anularse con el pe- ríodo de sus ondas. El Nimbus, pues, acompaña á todas las clases de nubes, multipli- cación providencial que asegura en la naturaleza la más importante fun- ción de la vida inorgánica, la caída de la lluvia. Todo lo dicho se refiere á la parte fisica del fenómeno de la produc- ción del Nimbus; en otro estudio nos referiremos á la parte meteoroló- gica, dejando para ella establecido que la nube es función de la corrien- te de arre. Guadalajara, Septiembre de 1909. Sed — IZ MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOMÉ XXVILL. DESCRIPCION DEL TORACOGRAFO DEL DR. DANIEL VERGARA LOPE, M. $, A, Tengo el honor de presentar ante la Sociedad Científica « Antonio Alzate» un nuevo aparato toracométrico, destinado á tomar la medi- da y la forma de la sección transversal del tórax, mandado construir especialmente para el servicio de la Sección Tercera del Instituto Mé- dico Nacional. 4 Entre los distintus cirtómetros conocidos y usados en la clínica dia- ria, es indudable que el de varillas ó cintas de plomo y estaño y el anu- lar de Guéneau de Mussy, son.los que dan mejores resultados en una operación muy dificil de practicar satisfactoriamente. Existen también, el cirtómetro pantógrafo de Hall, el de Dufestel, y otros, que a prime- ra vista parecen satisfacer, pero para su aplicación se requiere un tiem- po relativamente largo y los resultados para apreciar las variaciones del tórax entre la inspiración y la expiración forzadas deben ser siem- pre poco exactos. La forma y el tamaño de la sección del tórax están sujetos á las va- riaciones constantes que origina el movimiento respiratorio, y de aquí procede la dificultad para tomar exacta y fielmente ambos datos cuya apreciación puede ser muy útil en muchas ocasiones. Con el cirtómetro de plomo y estaño á fuerza de múltiples ensayos prácticos llegan á obtenerse curvas cirtométricas casi exactas; pero aun entre manos experimentadas, es esto algunas veces imposible. Con el toracómetro ó cirtómetro de Guéneau de Mussy, se obtienen sin duda algunas ventajas: mayor facilidad y rapidez en la operación, pero ape- 218 nas es suficiente para tomar la forma en los momentos de respiración normal, siendo imposible apreciarla cuando el tórax se modifica por la inspiración ó la expiración forzadas. A fin de obtener esto último con la mayor precisión posible y en el menor tiempo, he ideado este nuevo aparato, que tengo el honor de someter á vuestro examen. Consiste en un anillo de forma apropiada, dividido “en dos partes iguales articuladas entre sí, lo que permite abrir ó cerrar dicho anillo, con la amplitud suficiente para permitir la colocación en el centro del tronco del sujeto cuyo tórax se desea medir. (Figs. 1 y 2 A. A.) Una serie de varillas con resortes atraviesan este anillo, radiando del cen- tro á la periferia (Figs. 1 y 2 V. V.), el resorte de cada varilla hace que ésta toque suavemente por su extremidad central las paredes del tórax (Fig. 3), y permite que puedan desalojarse en el sentido de los radios, siguiendo automáticamente los movimientos del tórax. Por medio de cuatro tornillos de presión que pueden obrar á un tiempo y en el momento que se necesite, estas varillas se fijan, quedando abso- lutamente inmóviles en cualquier posición; lo que se consigue con sólo tirar hacia el operador, de las palancas que con este objeto se en- | cuentran abajo y á cada lado del anillo. (Figs. 1, 2 y 3, P. P.) Hay otras dos varillas que se fijan á voluntad y sirven para marcar espe- cialmente los puntos que corresponden al raquis y al esternón. .(Fi- guras 1, 2 y 3, R. y E.) Todas las varillas llevan en la extremidad central un pequeño codo forrado de hule y terminado en su parte in- ferior por un estilete. En la parte posterior, por medio de un perno unido á la bisagra de unión, el aparato se apoya sobre el soporte ó tallo vertical (Fig. 1, S.) y un mecanismo sencillo permite subir ó bajarlo, así como cambiar su inclinación sobre el plano horizontal. Esto facilita su posición exac- tamente en el plano que se desea medir y cuya inclinación varía se- gún los momentos de inspiración y expiración. Para su aplicación procedo de la manera siguiente: Gon un lápiz dermográfico señalo el punto correspondiente á la base del apéndice xifoide y el punto del raquis situado en el mismo plano horizontal; '93BZ[Y '908 "WaJN "IXX "upI 87 “LL - e ENE e 5 + y” "IIXX “ur 8z *.L E A "982 Y "908 "WO T. 28, lám. XXIII. Mem. Soc. Alzate . EL TORACÓGRAFO. 219 hecho esto, coloco el aparato de manera que la varilla central y pos- terior quede tocando el punto señalado en el raquis; contacto que no debe cambiar en ningún otro momento de la operación, á fin de que los trazos correspondan siempre al plano elegido desde el principio, Las varillas deben estar, durante este tiempo, fijas en el máximo de su separación, tal como se ve en la figura núm. 3, lo que permite co- locar fácilmente al individuo, cuyos brazos se elevan cruzando las ma- nos sobre la cabeza. Se cierra el anillo, se libran las varillas gradual- mente, empujando poco á poco las de fijación para que se apliquen suavemente siguiendo el contorno del tórax (véase la figura núm. 3), y en seguida se tira de nuevo de dichas palancas para que se fijen en la nueva posición en que se colocaron sobre el perimetro torácico, Con esto queda terminada la primera parte de la operación, después de lo cual se abre de nuevo el anillo para retirar al sujeto, y no queda sino imprimir la figura, logrando esto con sólo aplicar una hoja de pa- pel sobre los extremos centrales de las varillas, cuyos estiletes la se- ñalan exactamente por medio de pequeñas perforaciones. Para obte- ner fácilmente esta impresión, se fija la hoja de papel sobre un plano resistente, forrado de paño, procurando que los puntos correspondien- tes al raquis y al esternón queden sobre una misma línea, la que pre- viamente se traza sobre el papel y viene á representar el diámetro an- tero—posterior. Para tomar la forma del tórax en los momentos de su amplitud máxima, se dispone el aparato y el sujeto como queda ya dicho, y ce- rrado de nuevo el aparato se invita al sujeto á que haga varias inspi- raciones tan profundas como le sea posible, alternando con momentos de reposo. Durante las inspiraciones, la varilla del raquis debe estar siempre colocada sobre el punto señalado antes, y con la varilla del esternón se sigue el movimiento de avance de este hueso en el punto también señalado; para conseguir esto, se necesita cambiar el plano del anillo por medio del tornillo situado atrás, siguiendo así el movi- miento de elevación total del tórax, de manera que la segunda medi- da tendrá lugar exactamente sobre el primer plano que se midió. Ha- biendo ya fijado previamente estos dos puntos, así como la nueva Memorias. T. XXVII1. 1909-1910.—15 220 D VERGARA LOPE inclinación del plano, se invita de nuevo al sujeto para que ejecute la inspiración profunda, librando al mismo tiempo las varillas por medio de las palancas especiales y volviendo á tirar inmediatamente de és- tas, tan luego como las varillas tocan el tórax en la nueva posición, á fin de que al retraerse nuevamente las paredes torácicas la forma mo- dificada por la inspiración máxima se encuentre ya fija. En el caso de obtenerla satisfactoriamente, no queda sino inscribirla sobre la misma hoja de papel tal como se hizo en el primer caso, procurando sobrepo- ner exactamente el diámetro antero-posterior y el punto fijo en el ra- quis. Esto permitirá apreciar sobre el dibujo, con absoluta precisión, el desalojamiento del esternón y el de las costillas. Para tomar la medida en la expiración máxima, los tiempos de la operación son casi exactamente los mismos que la operación prece- dente: 1. Colocación del sujeto y del aparato, fijando el punto de referen- cia sobre el raquis. 2. Situación del plano del cirtógrafo al nivel y paralelamente al de la sección torácica. 3. Expiración forzada seguida de la inmediata fijación de las vari- llas, abriendo violentamente el anillo para impedir que al dilatarse de nuevo el tórax, el sujeto sufra alguna molestia ó se desalojen algo las varillas. 4. Durante la expiración, los brazos deben estar colgantes á los la- dos del aparato, por el contrario que para la inspiración forzada, en que se encuentran colocados sobre la cabeza. 5. Impresión de la curva en el papel. A fin de evitar la sensación molesta que producirían las varillas metálicas al tocar la piel y algún pequeño araño ocasionado por los es- tiletes, se encuentran éstos revestidos con una delgada capa de hule de menos de un milímetro de espesor, que dejan no obstante, suficiente- mente á descubierto las puntas en los momentos de la impresión. Po- -dría creerse, juzgando ligeramente sobre esto, que dicho revestimiento aumentaría con su espesor la amplitud del perímetro real; pero fijan- do la atención, observaremos que no sucede asf; pues en primer lugar, la piel y tejidos subyacentes son siempre depresibles, y los hun- -— dimientos que se forman al nivel de cada varilla, compensan en algu- nos puntos con exceso el ligero aumento que pudiera producirse por la capa de hule. Los tejidos se hunden más en unas partes que en otras, al nivel del esternón mucho menos que al nivel de la masa musculosa del gran dorsal; pero esto tampoco puede ser un inconveniente, supuesto que nosotros tratamos de medir la amplitud de la caja torácica, de la caja ósea que contiene los órganos profundos, acerca de cuyo estado y des- arrollo nos interesamos, y cuanto más se hundan las varillas, más próximas estarán de la superficie cuyo valor real se desea conocer; las paredes ósteocartilaginosas pueden considerarse en este caso como in- compresibles. Se comprende naturalmente, que los resortes deben ser suficientes tan sólo para el contacto y nunca capaces de dificultar me- cánicamente la dilatación del tórax. México, Junio de 1909. = e + MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVIIL. LA EXTENSION EN EL TINMPO Y EN NL ESPACIO DE LA RAZA HUMANA DE LAGOA SANTA SEGUN EL DR. RIVET Por Jorge Engerrand, M,S. A, (CON UN MAPA).! Nota leída en la sesión que tuvo lugar el día 4 de Octubre de 1909 bajo la presidencia del Sr. Gral, PD. Porfirio Díaz, Presidente de la República, para celebrar el 25? aniversario de la fundación de la Sociedad, La existencia del hombre prehistórico en América es un problema que no ha tenido todavía soluciones tan evidentes como en el viejo mundo. Eso es exacto especialmente en lo que concierne á los restos mismos de un hombre cuaternario. En 1843, P. W. Lund descubrió huesos humanos mezclados con huesos de animales en una caverna llamada de Lapa da Lagoa do Su- midouro cerca de Lagoa Santa (Est. de Minas Géraes, Brasil). La descripción de los cráneos encontrados, los cuales están casi todos ahora en el Museo de Copenhague, ha sido dada en los trabajos de Lund (carta á Rafn), de Lacerda, Filho, Rodrigues Peixoto, de Qua- trefages, Kollmann, Ten Kate, Sóren Hansen. ?* Estos cráneos, así como otro encontrado por Santiago Roth en 1881 en Pontimelo (mejor dicho Fontezuelas), provincia de Buenos Aires, parecen pertenecer á la misma raza. Su edad puede discutirse á ex- cepción quizás del cráneo argentino que según Lehmann-Nitsche sería del Pampeano superior, es decir, del Plioceno (no creo conveniente precisar más). Se sabía ya que dicha raza de Lagoa Santa tenía representantes ac- 1 Dibujé el mapa que acompaña á esta reseña según los datos proporciona- dos por G. Gerland, J. Deniker y E. Reclus. Todos los nombres geográficos 6 de pueblos citados en el trabajo y que se refieren á América del Sur están en el mapa. 2 Hay 15 en Copenhague, 1 en Londres y 1 en Río de Janeiro. > 224 JORGE ENGERRAND. tuales entre los aborígenes de Sud América y aun de Baja California * pero los estudios del Dr. Rivet y sus descubrimientos en la República del Ecuador, acaban de poner en evidencia que su extensión en todo el continente sudamericano ha sido verdaderamente considerable. ? La raza de Lagoa Santa tiene los caracteres craniológicos siguientes : cabeza pequeña; dolicocéfala y alta; cara corta ( chamaeprósopa ); na- riz de índice mesorhiniano; órbitas megasemas; bóveda del paladar extremadamente megasema. Estos cráneos no tienen ningún carácter que sea muy primitivo. En norma lateralis, la curva antero—posterior es bastante regular y se aplasta ligeramente después del inión; la gabela es fuertemente mar- cada y la frente bien desarrollada; la parte superior de la escama oc- cipital se ensancha bastante y después se inclina bruscamente hasta tener una dirección casi horizontal. El prognatismo alveolar es noía- ble. En norma frontalis, el aspecto es piramidal debido á la gran se- paración de las apófisis zigomáticas. En norma verticalis, la forma es la de un ovoide alargado. En norma occipitalis, la forma es la de un pentágono con ángulos arredondados. Al nivel de las apófisis mastoi- des llega á tener una anchura casi igual á la parietal máxima. Los cráneos son robustos, de paredes gruesas, de inserciones musculares acentuadas, de suturas sencillas. Las mandíbulas son fuertes y sin prognatismo; la barba bien formada y las apófisis gen3 muy claras. En la oquedad bajo la roca de Paltacalo, ¡República del Ecuador; (no puedo precisar exactamente el lugar por no tener á mi disposición trabajos anteriores del Dr. Rivet), el sabio ayudante de naturalista en el Museo de Paris tuvo la buena suerte de encontrar 138 cráneos en- tre los cuales hay 37 deformados artificialmente. De los 101 normales hay 17 ó sea 16.83% que tienen el tipo de Lagoa Santa: de estos 17, 1 H. Ten Kate. Matériaux pour servirá l1%anthropologie de la presqu'ile ca- lifornienne. (Bull. de la Société d*Anthropologie de Paris, IlItme Sér, T. VII> 1884, p. 551-569.) 2 Dr. Rivet. La race de Lagoa Santa chez les populations précolombiennes de lEquateur. (Bull. et Mém. de la Société d”Anthropologie de Paris. Véme Sér. T. IX, p. 209-274.) El estudio que presento á la Sociedad A. Alzate, no es sino un resumen de dicho trabajo. Mem. Soc. Alzate. T. 28, lám. XXIV, / 2 ) A Ñ EnEzuE p 1 J € , o. | e EN GUAYAMAS » ES V / X ) as) . Lagos tanta dl ss Mata Pia AN E ¿ Quillagua 7 E % 5 ES ES / 314) > ES P 40 n . ile a a Ea Yi > Ea Je pr 3 $: : fontezuela Arpucanes ¿ B A e Reparticion geografica de la raza de £ agos Janta T= Tarapaca Á= Anlofagasla 8 = Buenos Ares RG: Rto Grande do Se! S*CaM"Y= Se Catharina 1 ; Pz Parana By, On a ol S Tek uelcA es. , P: Sáo Paulo z ; MG = Minas Cere S y A e" --- Límites de una MR XÚ de E “ un Estado ode una Provincia LA RAZA DE LAGOA SANTA. 225 11 son masculinos, 4 femeninos y 2 de niños. No puedo entrar aquí en los detalles de una comparación minuciosa. Me contento con en- viar á las personas que deseen más informes al mismo trabajo de Ri- vet. Haré observar solamente que la capacidad craneana que es de 1388“ en los cráneos de Lagoa Santa llega á 1425 en los de Paltaca- lo del mismo tipo, es decir que es prácticamente igual. Es difícil atribuir una edad determinada á la oquedad de Paltaca- lo. Sin embargo, se trata de sepulturas muy antiguas porque la alfa- rería que acompaña á las osamentas es muy tosca y de un tipo muy diferente á la bonita cerámica que se encuentra en las sepulturas pre- colombianas del valle interandino ecuatoriano. El resultado es la existencia de un islote pacífico y de un atlántico de la raza de Lagoa Santa. Sólo trabajos posteriores podrán demos- trar si hubo comunicación entre los dos á través del mismo continen- te sudamericano. De Quatrefages expresó ya la creencia que la raza de Lagoa Santa había entrado en parte en la formación de las poblacio- nes ando-peruanas. Lacerda y Peixoto, Canestrini y Moschen, Rey y Ehrenreich han dicho ya que algunos caracteres de la raza de Lagoa Santa se pueden observar en los actuales Botocudos. En 1885 Lacerda les reconoció sobre cráneos de los sambaquis * de Jos Estados de Paraná, Santa Catharina y de Sáo Paulo. 1 Montones de conchas de ostiones y de detritus de cocina llamados ostrei- ras ó casqueiras en el Brasil. Para las personas á quienes puede interesar el estudio de dichos kjokkenmodinger brasileños citaré algunas obras que es fá- cil consultar: C. Wiener.—Estudos sobre os sambaquis do Sul do Brasil. [Archivos do Mu- seu Nacional de Rio de Janeiro. T. 1, 1876, p. 5). R. Rathburn.—A praia consolidada e sublevada e os sambaquis do Porto Santo. (Id. T. III, 1878, p. 172). Domingo Ferreira Penna,—Breve noticia sobre os sambaquis do Para. (Id. T. IV, 1880, p. 85). J. B. Lacerda.—O homen dos sambaquis. (Id. T. VI, 1885). A Lófgren.—Os sambaquis de Sao Paulo. (Boletim da Commissto Geogra- phica e Geologica No. 9.) Sao Paulo 1893, 91 págs. y 17 láms. Entre las obras que no pude encontrar citaré también para trabajadores más afortunados que yo: ' 226 JORGE ENGERRAND. En 1891, Hyades y Deniker les observan en los fueguianos y en 1893 Verneau en los tehuelches. Ya dije que Ten Kate los había en- contrado sobre huesos de las cavernas y en los vivientes de la penin- sula californiana. De Lacerda, Virchow, Nehring, von Iherin, les han notado sobre cráneos que provienen de los Estados meridionales del Brasil juntos con otros caracteres que serían los de los guaranis (correspondientes precisamente al único cráneo sub-braquicéfalo de la serie de Lagoa Santa). El mismo tipo más ó menos mezclado ha sido observado tam- bién por: Ehrenreich entre los karayas del Xingú * y entre los indios que viven entre los ríos Araguayo y Tocantins. Virchow y Retzius los han observado también entre los tapuyos, De Quatrefages entre los coropos y los goyazes, R. Hensel, entre los co- roados, Ehrenreich entre los arowaks (2 cráneos). La raza de Lagoa Santa ha tenido menos influencia entre los mata- cos y los tobas. El parentezco es considerable con los tehuelches y es notable entre los yahgans, alakalufs y onas. Aunque los araucanes sean muy diferentes, resulta de los estudios de Medina sobre algunos cráneos existentes en el Museo de Santiago, que entre las tribus que vivían en Chile antes de las invasiones perua- na y araucana, estaba representado el tipo de Lagoa Santa. Los changos de las costas del desierto de Atacama, presentan mu- chas analogías. Las hay también en los cráneos estudiados por Ver- gara Flores que provienen de las sepulturas de Quillagua (provincia de Tarapacá, en la frontera con la de Antofagasta). G. S. de Capanema.—Os sambaquis. (Ensaios de Sciencia. T. 1, 1875, p. 81). Barboza Rodrigues.—Antiguidades do Amazonas. (Ensaios de Sciencia. T. III, 1880). Wolthmann.—Die Sambaquis an der Brasilianischen Kiúste. (Conferencia dada en la Sociedad de Antropología de Góttingen en 1880). A. Lóferen.—Die Sambaquis von ¡3antos (in Germania, periódico de Sao Paulo. 1884). K. von den Steinen.—Sambaqui Untersuchungen in der Provinz Santa Ca- tharina. 1887. 1, Afluente de la derecha del Tapajos, formando los dos el Amazonas. LA RAZA DE LAGOA SANTA. 227 En el Perú y en Bolivia no hay huellas importantes de la raza de Lagoa Santa. De los muyscas ó chibchas se sabe que entre ellos la ipsidolicocefa- lía es frecuente. En Venezuela sólo se notan los caracteres de la raza de Lagoa San- ta en la región que colinda con el país de los chibchas, Si se confirma la hipótesis del parentezco de muchos de estos gru- pos, la raza de Lagoa Santa se habría entonces esparcido, en épocas muy remotas, sobre todas las costas del Continente Sudamericano, á excepción de las de Venezuela y de las Guayanas, y hasta en la Baja California. En estas condiciones puede esperarse que se llegarán á en- contrar huellas suyas en Centro América y en México. Sería verda- deramente notable que la América Latina, habitada hoy por pueblos que tienen el mismo origen y el mismo tipo de civilización, hubiera estado poblada en tiempos prehistóricos por una misma raza, :S q ARE O Es o, me É A ds 2 £ Ta e Y ¡ AR Se MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. ESTUDIO DE SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL (COLONIA DEL VALLE.) Por el Ingeniero Civil Gabriel M. Oropesa, M.S. A, Trabajo presentado en la sesión del día 4 de Octubre de 1909, en la que bajo la presideneia del Sr. Gral, D. Porfirio Díax, Presidente de la República, celebró la Sociedad el 252 aniversario de su fundación. Pocos asuntos hay en el ejercicio de la profesión del Ingeniero que se presten á escribir una breve nota para ser presentada ante una So- ciedad científica. Son, por lo regular, asuntos triviales que no mere- cen mencionarse en una memoria ó por el contrario, son asuntos de tal trascendencia é interés que ameritan la formación de monografías especiales para dar á conocer con todo detalle las obras llevadas á ca- bo; pero para hacer esto último se necesita emplear mucho tiempo y en la mayor parte de los casos no se puede disponer de él, Acaso sean estos los motivos por los cuales el ingeniero muy pocas veces escribe los resultados de sus estudios. Yo he tenido oportunidad recientemente de estudiar el saneamien- to de una colonia rural en las cercanías de la ciudad de México, y aun- que el asunto no encierra nada nuevo, pues la resolución del proble- ma ha sido solamente la aplicación de principios ya muy conocidos; he querido, sin embargo, reunir en unas cuantas líneas los resultados de mi estudio para presentarlo ante esta respetable Sociedad, pues creo de esa manera corresponder á la benevolencia con que en otras ocasiones han sido recibidos mis humildes trabajos. El saneamiento de la Colonia del Valle ha sido estudiado teniendo en cuenta: Primero. La ubicación de la Colonia al Oriente de Mix- coac, de San Pedro de los Pinos y de otros perímetros poblados. Se- gundo. El declive natural del terreno que en términos generales es e 230 » GABRIEL M. OROPESA. de Sur á Norte, y también con inclinación transversal de Poniente á Oriente. Tercero. El fraccionamiento de toda la Colonia; fracciona- miento que indica bien claramente que se trata de establecer una Co- lonia Rural; es decir, que cada lote sea dedicado á huertas ó jardines casi en su totalidad, dejando sólo una mínima parte de la superficie del lote para habitaciones. Cuarto. La probabilidad de que muy pron- to se construirá por la Comisión Hidrográfica la prolongación, hacia el Sur, del Canal que está ya abierto hasta el Canal Nacional, y que de- berá servir para conducir al Gran Canal y al Túnel de Tequisquiac los desechos de todas las poblaciones de la región Suroeste del Valle. Quinto. La circunstancia de estar la Colonia cruzada de Sureste á Noroeste por el acueducto que conducirá á la capital el agua potable de los manantiales de la Noria, Nativitas, San Luis, San Gregorio, etc. La ubicación de la Colonia y la pendiente natural del terreno obli- gan á suponer que más tarde, cuando se estudie el saneamiento de los pueblos de los alrededores de Tacubaya y de Mixcoac, forzosamente los conductos desaguadores tendrán que atravesar por las calles de la Colonia del Valle; conviene, por lo mismo, al proyectar las atarjeas de esta Colonia, que algunos de los conductos sean construídos con ca- pacidad suficiente para recibir los desechos de esos pueblos; porque si esto no se hiciera, la red de atarjeas de la Colonia vendría á cons- tituir un obstáculo que ciertamente no impediría la construcción de los conductos desaguadores de Mixcoac y de San Pedro, porque en las calles anchas de la Colonia siempre se podría construir una nueva atar- jea independiente de la que ya estuviese funcionando; pero esto obli- garía á hacer gastos extraordinarios para que siempre quedara defec- tuoso el desagúe, con dos conductos en una sola calle; es preferible tener en cuenta el agua que más tarde venga de los mencionados pue- blos y construir colectores definitivos con capacidad suficiente para ad- mitir en ellos el agua de que se trata. El mucho declive del terreno permite establecer el sistema divisor, esto es, que se admitirá en las atarjeas sólo el agua que provenga de los excusados, baños y lavaderos, dejando que el agua de lluvia escu- rra por encima del pavimento de las calles, y por lo que toca á las SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL. 231 aguas de lluvia de los lotes, dejar que se absorban dentro de los mis- mos terrenos, pues en lugar de ser perjudiciales vendrán á mejorar mucho á las huertas y jardines; á ningún propietario de un lote le conviene hacer el drenaje de su terreno, pues en tierras demasiado secas se hace muy difícil la vida vegetal, que es la que de preferencia se trata de establecer en una Colonia Rural. La Comisión Hidrográfica tiene estudiado el trazo de un Canal que partiendo del Gran Canal del Desagúe se dirige hacia el Sur, con el ob- jeto de recoger los desechos de todas las poblaciones de la región Sur- oeste del Valle; de este Canal ya está construído un tramo, hasta el punto en que cruza con el Canal Nacional á inmediaciones del pueblo de Santa Anita; aquí se construirá más tarde un sifón y el trazo desde ese punto es de Norte á Sur, sensiblemente paralelo á la Calzada de Tlálpam, corre al Oriente de dicha calzada y la pendiente es natural- mente de bajada hacia el Norte; todo esto conduce á suponer que para estudiar el desagúe de lcs pueblos de San Pedro y de Mixcoac, se bus- quen líneas que resulten lo más cortas posible para obtener las ma- yores facilidades de escurrimiento con el menor costo en las obras. Los conductos principales tendrían, en consecuencia, dirección de Po- niente á Oriente. En estas condiciones es evidente que habrá necesidad de cruzar al acueducto de agua potable que viene de Xochimilco á México, pues este acueducto forma una línea continua (no podía ser de otra mane- ra) y corta á los terrenos de la Colonia del Valle en una dirección de Sureste á Noroeste; como el acueducto conduce agua potable, no es conveniente que los puntos de cruzamiento se multipliquen, por lo mismo sólo los colectores serán los que crucen al acueducto. En cuan- to á las atarjeas, se ha estudiado un trazo que evita este cruzamiento, con lo que se tendrá también la ventaja de la economía, pues los sifo- nes y obras especiales que tendrían que hacerse reclaman gastos rela- tivamente crecidos que es conveniente evitar. Ya con estas ideas generales entramos de lleno á estudiar el trazo más conveniente de Ja red de atarjeas de la colonia; lo primero que se ocurre es dar á las atarjeas un trazo en zig-zag, es decir, que recorran 232 GABRIEL M. OROPESA. alternativamente una calle de Poniente á Oriente y luego otra en sen- tido perpendicular, tal como se estudió para las calles de la ciudad de México; pero observando bien el trazo de la Colonia y el fracciona- miento de cada manzana se ve que el mayor número de los lotes tie- nen sus frentes para las calles que corren de Sur á Norte; en la cabe- cera de cada manzana hay sólo cuatro lotes y como dos de ellos, los que corresponden á las esquinas, pueden tener su desagúe expedito para las calles que van de Sur á Norte, quedarán sólo dos lotes en cada cabecera de cada manzana, y ciertamente sólo 4 lotes no justificarían el gasto de una atarjea en toda la extensión de la calle; bastará cons- truir un albañal que reciba los desagúes de dos lotes y escurra hacia el Oriente á ligarse con la más próxima atarjea, y otro albañal que reciba los desagiies de los otros dos lotes y los lleve al Poniente so- bre la otra atarjea, dejando el tercio central de la calle sin atarjea de ninguna especie supuesto que no es necesaria, estos albañales resulta- rán de muy fuerte pendiente toda vez que su longitud es sólo de 50 metros y las atarjeas vecinas pasan relativamente profundas; cada uno de estos albañales tendrá en su punto más elevado dos tanques lava- dores, los que se construyan en el origen del albañal de cada una de las dos casas, por consiguiente, sus condiciones de desemboque son aceptables; con mayor razón si se tiene en cuenta que cualquiera obs- trucción del albañal sería completamente local, perjudicando sólo á dos Casas. Por este sistema habremos conseguido no construir atarjeas en las calles de Oriente á Poniente y realizaremos por lo tanto una econo- mía sin que esto traiga un mal funcionamiento para las atarjeas; an- tes bien por razón de su menor longitud, podrán tener mayor pendien- te y por consecuencia más facilidad para su perfecto funcionamiento. Tratemos ahora de localizar los colectores ó atarjeas principales de desagúe: limitando la Colonia por el Norte tenemos al río de la Pie- dad y un poco más allá del límite de la Colonia por el Sur, está el río de Mixcoac al que se une el arroyo de la Barranca del Muerto y jun- tos bajan á formar con otros arroyos de más al Sur, el río de Churu- busco. SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL. 233 Entre los dos rios mencionados de la Piedad y de Mixcoac, esto es, en los terrenos de la Colonia, no hay ninguna otra corriente natural; el declive del terreno es, en general, como ya lo he dicho, de Sur á Norte y con pendiente transversal de Poniente á Oriente, siendo en rigor dos los puntos más bajos el uno en el extremo NE, del terreno de la Colo- nia á inmediaciones del río de la Piedad y el otro cerca de la calzada del Niño Perdido ó sea el camino de San Angel á México, un poco al Sur del lugar en que este camino es tocado por la línea que marca el lindero de la Colonia con la hacienda de Narvarte. Como he dicho, conviene que sean dos los colectores, el uno para desaguar San Pedro de los Pinos y sus alrededores y el otro para sanear Mixcoac y los pue- blos cercanos; como consecuencia de todo lo que llevo dicho, el pri- mero de los colectores se trazará al Sur del río de la Piedad y parale- lamente á él hasta el primero de los dos puntos bajos que he señalado, en donde se establecerán provisionalmente tanques biológicos y bom- bas para expulsar el agua y arrojarla al cauce del río de la Piedad. El segundo de los colectores conviene evidentemente que viniendo de Mixcoac se acerque al segundo de los puntos bajos que he marcado, para que las excavaciones que hayan de hacerse no sean tan profun- das; en el término de este colector habrá también tanques biológicos y bombas; el agua que resulte será muy ¡útil para regar los terrenos que hay entre la Calzada del Niño Perdido y la de San Antonio Abad, por esto es que no es indispensable en el punto bajo de este segundo colector tener un canal ú otro conducto natural de escurrimiento por más que ahí están las cunetas del camino de San Angel á México, que limpiadas convenientemente podrían recibir las aguas de que se trata y llevarlas por las innumerables zanjas y canales que hay en toda esa región y que constituyen hoy el único desagúe de todos aquellos terre- nos. A primera vista se ocurre también utilizar para el desagúe de la Colonia el río de Mixcoac; cerca del extremo Sureste de la Colonia es- tá el Rastro de Mixcoac y en las inmediaciones del rastro es en donde el río tienesu punto más cercano á la Colonia; el río pasa por allí tan alto y el declive del terreno desde este punto hacia el Norte es tan fuer- 234 GABRIEL M. OROPESA. te, que es preciso renunciar á la idea de utilizar este río para recibir el desagúe de una parte de la Colonia. Creo que las razones anotadas son completamente suficientes para motivar el trazo de la red de atar- jeas en la forma en que lo he hecho en el plano respectivo; por lo mis- mo, paso á señalar las condiciones de pendiente y diámetro, es decir, de capacidad de cada uno de los conductos desaguadores. El canal que está construyendo la Comisión Hidrográfica lleva una pendiente de 0.30 en kilómetro ó sea 0.0003, y un poco al Norte del pueblo de San Simón de la Ladrillera, que es donde desembocará más tarde nuestro colector de Mixcoac, el fondo del canal tendrá una aco- tación de 5.55; desde este lugar hasta los tanques biológicos del Co- lector hay poco más ó menos 2,000 metros y si consideramos que el canal ó conducto que deba construirse más tarde tenga una pendiente de 0.0006 que es la que se dió á los colectores de la ciudad de Méxi- co y que tratándose de canal abierto sería más que suficiente, será pre- ciso subir en 2,000 metros, 1.20, que sumado á 5.55 da para acotación del fondo de nuestro colector 6.75; mas por un exceso de precaución que servirá para facilitar el escurrimiento, agrego todavía otros 0.25 y llego á 7.00 que es la acotación que he dado al punto terminal del colector de Mixcoac, según puede verse tanto en el plano como en la tabla que le acompaña. Consideraciones y cálculos enteramente semejantes me dieron para el punto terminal del colector de San Pedro una acotación de 6.50 que fué la adoptada. Ahora bien, en vista del declive natural del terreno que yo estudié en el correspondiente perfil longitudinal, la pendiente que se puede dar al colector de Mixcoac es de 0.0020 y la del colector de San Pe- dro 0.0015; aquí conviene hacer notar que la pendiente ha venido au- mentando á medida que hemos venido subiendo, como corresponde para la facilidad del desagúe. Pendiente del Gran Canal, prácticamente................ 0.00017 Pendiente de la prolongación hacia el Sur..... A 0.00030 Pendiente de los canales de desfogue de los colectores.... 0.00060 Pendiente del colector de San Pedro..................... 0.00150 Pendiente del colector de Mixc0ac..............o ooo... ... 0.00200 Tomo 28, lám. XXV., py | 4na ! NM ») | 1 Mem. Soc. Alzate. Tomo 28, lám. XXV. FLANO GENERAL DEL SANEAMIENTO DE LA a a COLONIA DEL VALLE : S ESCALA 110000. ME $) = S/GNOS CONVENCIONALES >. a Tanque larador =—— Sn Regialro a > gana E Acotacion del fona Acolacion «telf de la starges sl lato de laz alargess 5 Si E z E ¿ S 29 10 di EAtarges 0215 E S $ S E S a 3 S 5 [6 S FE Pe Penstente c00s0 [$ ono Pendiente EL EZ y EAN ml » + o 2 ñ 2 a E S S S 3 316 se se ¿le NS) y 00 e E a PA US E S S Z Ss S S Ss 2d s S - 2 z E A ES =$ > A % e te MIXCOAC 2 2 Q e S a E e z 3 E E S E E y ay x 2 TO) S y CES. A ACT/PAM SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL. 235 Como se verá, la mayor parte de las atarjeas que desembocan en los colectores tienen pendientes superiores á 0.00200, es decir, que las condiciones de desemboque son cada vez mejores, Tratemos ahora de averiguar la cantidad de agua que deberá pasar como máximo por el colector de Mixcoac. Si se tratara de una Colo- nia Urbana es evidente que deberíamos calcular la densidad de la po- blación á razón de 150 habitantes por hectárea de terreno, que es la proporción ya establecida y aceptada; pero tratándose de una Colonia Rural cambian las condiciones; se hace preciso tener en cuenta el fraccionamiento en lotes, pues aun cuando estos sean de relativamen- te grande extensión superficial, debemos considerar que no tendrá ca- da lote más de una habitación. No sería posible que se pretendiera construir grandes casas de vecindad porque evidentemente no habría personas que las tomasen en arrendamiento, las familias que se re- suelven á vivir fuera de México, buscan las ventajas higiénicas de la poca aglomeración de gente, dela abundancia de la vegetación, de la gran circulación de aire libre; por lo mismo debemos estar seguros de que en cada lote sólo se construirá una habitación; ahora bien, cada habitación como término medio deberá tener 10 habitantes, y para ca- da habitante debemos considerar una provisión de agua de 200 litros diarios, ó lo que es lo mismo, se necesitarán 2,000 litros diarios por lote. Hago notar que este número es muy alto, supuesto que se trata sólo del agua que irá á las atarjeas, porque el agua que se utilice en el riego de los jardines se quedará en el terreno. El número total de lotes que vaciarán sus desechos sobre el colector de Mixcoac, es de 1967 que á razón de 2,000 litros diarios darán 3.934,000 litros; la práctica enseña que tratándose de atarjeas, debe considerarse que la mitad del volumen total diario pasa por la atarjea en un espacio de tiempo de 8 horas; la mitad de 3.934,000 es 1.967,000 que repartidos en 28,800 segundos que hay en 8 horas, resulta un desemboque por segundo de 68 litros. Si esas fueran las únicas condiciones que debie- ran tenerse en cuenta, calcularíamos el diámetro del colector para des- embocar 68 litros por segundo con una pendiente de 0.0020 y con velocidad igual ó superior á 0 60 por segundo, bastante para arrastrar Memorias, T. XX V!1I. 1909-1910, —16 » q » "» : 4 Dis a , APS A 4 236 GABRIEL M. OROPESA. todos los desechos y no permitir ningún depósito en el fondo del co- lector; nos resultaría el tubo de 0.35 de diámetro que daría velocidad de 0.66 y podría dar salida á 63 litros; pero ya he dicho que con- viene aumentar la capacidad para dar acceso á las aguas de desecho de Mixcoac y sus alrededores. Dada la inclinación que tiene el terreno es evidente que cuando se llegue á estudiar el saneamiento de Mix- coac se adoptará también el sistema divisor, por consiguiente se debe- rá calcular la cantidad de agua que baje de Mixcoac á razón también de 200 litros por habitante y por día; hay que prever también un au- mento probable en la población de Mixcoac; si suponemos que llegue á haber en aquella región de 20,000 almas, el aumento de agua que recibirá nuestro colector podrá llegar á ser 69 litros, que reunidos á los 68 que teníamos calculados dan 137 litros; con este dato y la pendiente de 0.0020 calculamos como antes el diámetro y la veloci- dad; así llegamos á la conclusión de que el colector que nos ocupa deberá tener 0.50 de diámetro, pues el conducto en esas condiciones desembocará 157 litros con una velocidad de 0.80 por segundo. Para el colector de San Pedro el razonamiento tiene que ser análo- go aun cuando las condiciones varian un poco; la pendiente desde lue- go es de 0.0015; la cantidad de agua es la que proviene de 965 lotes ó sean 38 litros por segundo, á esto hay que agregar el agua que más tarde baje de San Pedro de los Pinos, cantidad que valuaremos en 69 litros, suponiendo que San Pedro llegue á tener una población de 20,000 almas; con esto los datos serán: pendiente 0.0015, gasto por segundo 102 litros. Un tubo de 0.45 de diámetro, desemboca en es- tas condiciones 105 litros, con velocidad de 0.66 por segundo. Antes de seguir adelante debo hacer aquí una aclaración que juzgo de importancia: He dicho que en uno de los colectores de la Colonia deberán descargar las aguas de desecho de San Pedro de los Pinos; en el poblado de este nombre se están construyendo en la actualidad las atarjeas que deberán llevar los desechos al colector de Tacubaya; en vista de esto parecería que mi argumentación no tenía razón de ser, y que el colector de la Colonia del Valle á que me vengo refiriendo, debería tener sólo el diámetro de 0.35 que es el suficiente para recibir e : MS A AS a SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL 237 y dar salida á los desechos de la Colonia del Valle únicamente; pero al decir San Pedro de los Pinos no he querido hablar sólo de la parte actualmente poblada de ese barrio de Tacubaya, sino también de los terrenos que con el tiempo deberán quedar poblados, al derredor de la actual Colonia de San Pedro, como son los ranchos de la Providencia, de la Esperanza, el barrio ya un poco poblado de lápoles y los terre- nos muy extensos del Sr. Martel. Si en la actualidad se construyera sólo lo necesario para la Colonia del Valle, "más tarde al poblarse los terrenos citados se tropezaría con serios inconvenientes y dificultades para su saneamiento: por lo mismo he propuesto como diámetro defi- nitivo para el colector de que se trata 0.45. Hablando del colector que he llamado de Mixcoac, he querido referirme no solamente al pueblo de ese nombre, sino también á sus alrededores: Actipam ó Atipa, Tla- coquemeca, Nonoalco y los ranchos de los Pilares, de San Carlos y de Becerra, con lo cual quedará saneada toda esa zona, pues la Colonia Carrera Lardizábal y otras que hay inmediatas al pueblo de Mixcoac, quedan al Sur del río del mismo nombre y tendrán que buscar su desagiúe por otro colector que poco más ó menos seguirá la línea del río de Churubusco. Ya terminado mi proyecto tuve noticia de que exis- te ya un primer estudio del saneamiento de Mixcoac y refiriéndome á él diré que las pocas modificaciones que requiere ese estudio se rela- cionan sólo á una pequeña porción de la parte baja de Mixcoac y con- sisten en cambiar el sentido de la pendiente de las atarjeas en las ca- lles que corren de Norte á Sur. Esto es perfectamente factible porque dichas calles no tienen pendiente en su pavimento, por consiguiente la atarjea puede lo mismo bajar para el Sur como para el Norte; la mo- dificación ofrece la ventaja de que se acorta mucho el desarrollo de las atarjeas que bajan desde la puerta de La Castañeda y por consecuen- cia puede aumentarse la pendiente, lo que mejora mucho las condicio- nes de desagúe. Por lo que toca á las atarjeas laterales la cosa es bien sencilla, nin- guna de ellas llegará á tener más agua por segundo que la indicada en la tercera columna de la tabla adjunta; como se ve, el gasto máximo para una atarjea lateral es de 7.9 litros y corresponde á la atarjea nú- 238 GABRIEL M. OROPESA. mero 18 de la zona del colector de Mixcoac, pero esta atarjea tiene una pendiente de casi medio por ciento; el gasto inmediato siguiente es el de 7.7 litros y toca á la atarjea número 9 de la zona del colector de San Pedro; esta atarjea tiene sólo una pendiente de 0.0020; pero aun así, un tubo de 0.15 de diámetro con esa pendiente podría dar un gasto de 7.5 que prácticamente es lo necesario; he adoptado sin em- bargo un diámetro superior, 0.30, para mejorar las condiciones de des- embocadura de los albañales de las casas y para alejar el peligro” de una obstrucción. Para todas las demás atarjeas de la Colonia habría bastado evidentemente con tuberías de 0.15 pero por las razones asen- tadas adopté diámetros de 0.20, de 0.25 y de 0.30 como se ve en el plano. En cuanto á la desembocadura de las atarjeas sobre los colectores, he procurado facilitarla; si hubiera yo hecho coincidir la plantilla de la atarjea con la plantilla del colector, claro es que por poca que fue- se la cantidad de agua que pasara por el colector, taparía la boca de la atarjea y por lo mismo ésta no tendría el desemboque fácil; si por el contrario hubiera yo hecho desembocar la atarjea en la parte superior del colector, el desemboque sería completamente libre aun en el caso de que el colector estuviese trabajando al máximo de su capacidad; pero en cambio se habría perdido una parte de la altura disponible y por lo mismo se habría perjudicado la pendiente de la atarjea; he acep- tado el término medio, es decir, que las atarjeas desembocarán á la altura del diámetro horizontal del colector. El lavado de todas las atarjeas se hará por medio de golpes de agua, para lo cual en el origen de cada atarjea se construirá un tanque la- -vador que funcione automáticamente cada cierto tiempo; la capacidad de este tanque lavador se calculará para cada caso de manera que en el momento de la descarga pueda provocar en el interior de la atarjea una velocidad igual ó superior á 0.60 por segundo, que es la suficiente para remover cualquier depósito que pudiera haber comenzado á tor- marse en el fondo de la atarjea. La ventilación de las atarjeas se hace sumamente fácil por las tapas de los pozos de visita. IP y de mee 1 de PE de PA - UU ee . > Aral ro AN A | BO, 22 3% SARAVIA TEA A A a e MO na? SANEAMIENTO DE LA COLONIA DEL VALLE DATOS RELATIVOS A LAS ATARGEAS Y PRESUPUESTO GENERAL DE LAS OBRAS 7 19 a dol? El ot del o. rol desemb y/erencl 0501045 [SOLES 17 lo 710|7000|3.7/0|0,0020|/336 | 5/9 8319/7304 |/5/5|000/4 8719|17805|0.9/4|0.0015 8 6847 588|/ 096 0,0018 /0,18817470|2 7/8/10.0077| rr(8937|7436|/. 501 |0.0018 9281/7832 |/ 449/0.0021 9206|9 546|0 660/0,0030 /0,9/0 17 530|3.380|0,0050| 0,57717.689|2 888/0,0076 1191317.689|4 22400040 10,877|8,007|2 870|00048 13918|7 982|5936|0,0040 10,419|8 325|2 094|0,0028| 16,27518.275|8 000|0,0040 10233|8 618|/ 615 [0.0018 16.424/8.593|7 831 |00036 /0, 56018 936|/ 624|00020| 16.468 8 91117 357|00035 11 486|9 2542 23200028 /6.873|9 229/7.644|0,0035 11 564|9 697|/ 867 [0,0026 /8,86219 772 |9 090|0,0045 (9880//3.921|5 959|09,0039 18-793 (14 5454 248|0.0059| 20,955//6.822| 4 133 0,0087 /13,000//0,10/|2,899|00038 20 13983|/0.434| 3 549|0.0047 4121 q 15 949|10.578| 5 371 |00082| B12/A 16.954|l0750|6.204|0,0094 41218 179951/2865|5 130|0,0/35 [22 /8880|/0.860|8.020|0,0/45' 41224 16.157 111 730|4 427100233 ¡Colector 7981|6.500|/ 481 |0,00/5 9257|6600|2 657|0,00/8 9347|8 537|0 8/0|0,00/8 39.814|6790|3024|00028 9.876|7042|2 834/00026 9.86/|73/9|2,542|0,0028 9819|7562/2 257|0.0038 8988|77/2|/ 27600058 8993|7780|/ 213|0,0025 897/|7886//085|00035 /0578|8.018|2 5S60|0,0020 /3 925] 9 /48|4 777|0,0043 /2 183| 94482 735|0.0050 10.788| 8.056|2732|0,0027| /0,958| 9258|/ 7o00|0.0033 12 190|10.017|2.173 [0,0041 13979|11063|2 916|0,0072 (e ib dilros pors: Tang < XS) o 9 3.2 ==" —— a so + >» = o o NoNnNáanNanN-po O 00-60 09 5 NN». MS AY DN y SS Oy my rr > A SSSSSOSOSIANANSSSSS SS SS SS SAS <<< << o w m » Do -hpb= Gym === -==- 64m SUMAS PRECIOS UNITARIOS PRODUCTOS VALOR TOTAL DE LAS OBRAS PROYECTADAS f 257,5/3.84 f/ Mem. Soc. Alzate, t. 28, p. 237. Ss . E SANEAMIENTO DE UNA COLONIA RURAL. 239 Véamos ahora las condiciones en que se verifica el cruzamiento de cada uno de los dos colectores con el acueducto: El fondo del colector de Mixcoac tiene en su punto de cruzamiento una acotación de 7.330, el diámetro es de 0.50 y el espesor de la pared del tubo 0.041, por con- siguiente el trasdós del colector tendrá una acotación de 7.871; la par- te superior ó trasdós del acueducto en el mismo punto de cruzamiento tiene una acotación de 11.056 á la que hay que descontarle sucesi- «vamente 0.18 que es el espesor del concreto en la bóveda, 1.90 que es el diámetro vertical del acueducto, y 0.30 que es el espesor del con- creto en la parte baja; hechas las operaciones obtenemos que el punto más bajo de toda la obra del acueducto en el lugar en que lo estamos considerando tiene una acotación de 8.676. Si comparamos este núme- ro con 7.871 veremos que hay una capa de 0.805 de tierra que que- dará interpuesta entre el colector y el acueducto, no hay por lo tanto ninguna obra extraordinaria que ejecutar en este lugar, solamente lle- var la excavación muy bien ademada para no provocar una cuarteadu- ra del acueducto durante la construcción del colector, cosa que sería muy poco probable, pues hay que tener en cuenta que la cepa para el colector tendrá solamente 0.80 de anchura y en este espacio tan corto el acueducto se sostiene por sí solo; bastará como he dicho ademar la excavación para evitar que un derrumbe haga peligrar el acueducto. En el cruzamiento con el colector de San Pedro las condiciones son distintas; allí la acotación del fondo del colector es de 7.920 y como el tubo es de 0.45, el trasdós tendrá 8.411; el trasdós del acueducto está á4 10.358, si á este número le restamos como antes los espesores y el diámetro vertical del acueducto, tendremos 7.978; comparando esta ci- fra con 8.411 se verá que el colector quedará interceptado por el acue- ducto en una altura de 0.433, razón por la cual habrá que construir un sifón que tenga 0.60 de caída, sifón que se hará con tubo de acero, tanto para su mejor funcionamiento cuanto para alejar por completo el peligro de filtraciones que pudieran contaminar el agua del acueduc- to. En la parte baja de este sifón claro es que podrán producirse azol- ves, pero esto se combate fácilmente poniendo un tanque lavador en el extremo superior del sifón ó bien una compuerta en el pozo de visita 240 GABRIEL M. OROPESA. inmediato anterior, para almacenar dentro del mismo colector y de las atarjeas bastante cantidad de agua, que levantando la compuerta en un momento dado, puede dar un golpe de agua sobre el sifón Jo mismo que podría hacerlo el tanque lavador; por cualquiera de estos dos me- dios no habrá peligro de que el sifón se azolve. El presupuesto general de las obras proyectadas consta al pie de la tabla adjunta; por este presupuesto se ve que el costo total es de $ 257,513.84; si este número se divide por el número total de metros cuadrados de terreno se tendrá un recargo de $0.06 por cada metro cuadrado, cantidad verdaderamente insignificante si se compara con el inmenso beneficio que proporcionarán las obras del saneamiento. México, Septiembre 12 de 1909, MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOMÉ XXVIIL LIGERAS CONSIDERACIONES AUERGA DB LA DETERMINACIÓN DE LAS SUPERFICIES POR MEDIO DE LA CUADRICULA Por el Ingeniero Gustavo Durán, M.S. A, Los diferentes procedimientos para la determinación de las superfi- cies y que pueden considerarse comprendidos en una de las tres cla- ses en que estos se dividen: numéricos, gráficos y mecánicos, tienen, según el caso, su aplicación bien definida y sus ventajas más ó menos grandes. De todos, los numéricos merecen por su misma naturaleza el concepto de ser los que alcanzan una mayor precisión, por operarse con los datos tomados directamente del campo, teniendo sobre los otros, la gran ventaja de eliminar uno de los factores que influyen muy directamente en lo que á precisión se refiere, cual es el de la aprecia- ción individual en las medidas directas sobre el plano. Para el procedimiento numérico, cualquiera que sea la época en que se opera y cualquiera que sea el operador los resultados son invaria- blemente iguales, puesto que se trabaja siempre con datos suministra- dos por el mismo levantador, y que éste ha tomado directamente del campo. Para los procedimientos gráficos, en que se cuenta además de la in- certidumbre natural é inevitable de las medidas tomadas en el campo, con la inherente á precisión en cuanto á apreciación se refiere, las cau- sas que motivan la incertidumbre en los resultados finales, están en proporción creciente, dando además por resultado, la variabilidad en superficies para distintos operadores. Debe tenderse, pues, á buscar la forma más práctica para lograr un medio adecuado á las circunstancias y que facilitando la operación ma- 242 GUSTAVO DURAN, terial, dé resultados lo más preciso posibles y exentos hasta donde más se pueda de los errores motivados, ya sea por el trazado de las líneas auxiliares que en los diferentes procedimientos se emplean; por la di- visión inmoderada de la porción por calcular; por la mayor ó menor precisión y aproximación de las lecturas en la regla graduada emplea- da para operar sobre el plano, y según la relación de la escala ó por otras causas mil que influyen directamente en el resultado final. La descomposición de la figura resultante de la construcción del plano, en otras capaces de serles aplicadas fórmulas que den la super- ficie en función de los elementos que gráficamente son tomados del plano, acarrea errores propios de la operación material y otros errores difíciles de eliminar del todo, puesto que provienen de la apreciación individual, que como he indicado antes es un factor muy variable y que alcanza en no pocas veces una cifra considerable que afecta en mucho la precisión y seguridad en los resultados. Los planímetros, que entre los procedimientos mecánicos, se distin- guen por la facilidad de su aplicación y la ventaja de que puede ope- rarse sobre las líneas de un perímetro por sinuoso que este sea, son aparatos ingeniosa y hábilmente combinados que casi automáticamen- te permiten llegar á la medida de las superficies, aun cuando si bien es cierto que su empleo exige sumo cuidado, dependiendo en mucho la bondad de los resultados, de la experiencia del operador. El operador experimentado, logra una gran rapidez en sus operacio- nes y una aproximación que reduce el error probable á un 3757 en las superficies obtenidas con estos aparatos y más aun operando con el planimetro de Coradi ó planimetro de rodillo, por ser este planímetro superior al polar y al de disco. En el de Coradi, la regularidad de la rodada y del deslizamiento del rodillo que permanece constantemente en contacto con la superficie plana y homogénea del papel; la reduc- ción del deslizamiento que siempre es causa de pérdida de precisión, y la amplificación del arco desarrollado por la rodada para una misma superficie, son factores que ejercen poderosa influencia en favor de la bondad de los resultados. No entraré en consideraciones acerca de las ventajas ó inconvenien- DETERMINACION DE LAS SUPERFICIES. 243 tes de los planímetros, pues sería alargar demasiado estos pequeños apuntes. Bástame indicar aquí la necesidad en favor de la bondad de los resultados, de operar siempre sobre una superficie bien horizontal, determinar cuidadosamente la constante del aparato que tan directa- mente influye en los resultados, y colocar éste con el fin de que no mienta, de manera que la posición de la varilla índice esté con rela- ción á la varilla polo en una posición normal, ó que para el de rodillo, el aparato esté según la diagonal de la figura. La cuadrícula que quizá también podemos agrupar entre los proce- dimientos mecánicos para obtener las superficies, la estimo útil y ven- tajosa en un buen número de casos, teniendo sobre los planímetros el predominio innegable de que á su muchísimo menor precio se une una gran precisión. El planímetro es un aparato relativamente costoso, complicado y de- licado como todo instrumento arreglado para funcionar según combi- naciones mecánicas. La cuadrícula, por el contrario, es un auxiliar sencillo, de fácil ma- nejo y que carece de combinaciones mecánicas. La cuadrícula está formada de un simple cristal en el que se han grabado un número n de cuadros. El Sr. Ingeniero D. Alfredo Martínez acaba de patentar una cuadrí- cula por él formada, y que indudablemente viene á llenar un gran vacío. La cuadrícula que tengo la satisfacción de presentar, es la formada por el Sr. Martínez y está, como fácilmente puede verse, cuidadosa- mente dividida. Con toda claridad se perciben los ejes coordenados divididos del Ú al 22 para las abscisas y del O al 17 para las ordenadas. De número á número, ó sea de centímetro á centímetro están traza- das líneas paralelas, formándose por lo tanto cuadrados de un centí- metro por lado que se notan perfectamente limitados por líneas rela- tivamente gruesas. Cada uno de estos cuadros está á su vez dividido en diez partes iguales, por líneas más delgadas, formándose cuadrados de un milímetro por lado. Para mayor facilidad y evitar hasta donde A h ¡E 244 GUSTAVO DURAN. sea posible los errores de lectura, el grabado está hecho de manera que la línea que define los medios centímetros tiene un grueso inter- medio entre las que definen los centímetros y las que marcan los mi- límetros, estando la numeración puesta en los cuatro lados de la cua- drícula. Como se nota, el aparato no puede ser en sí, ni más sencillo, ni más cómodo para su uso. Su aplicación no es menos fácil. En tesis general, con la cuadrícula se obtiene la superficie por me- dio de las coordenadas de los vértices le los puntos que definen las diferentes inflexiones de la figura que limita la porción cuya superfi- cie se pretende determinar. Bastará, por lo tanto, sobreponer el cris- tal á la figura, dándole á éste la inclinación ó posición relativa que se desee, aun cuando es más conveniente para el caso de reconstruir las lecturas, hacer coincidir uno de los ejes con uno de los lados del perímetro de la figura y poder así identificar las lecturas. Sobrepuesta la cuadrícula no quedará por hacer sino las lecturas, en el sentido en que se mueven las maneci)las de un reloj, de la abs- cisa y ordenada para todos y cada uno de los vértices formados por las diferentes inflexiones de la figura. De esta manera se obtiene la doble superficie según la fórmula 25= Ya (Xo+1 E Xa1) en la que S es la superficie, X é Y la abscisa y ordenada respectiva- mente de los vértices, y n el número de éstos. Las lecturas sobre la cuadrícula, apreciándose en milímetros y frac- ciones de milímetro, dan resultados en milímetros cuadrados, unidad muy fácil de reducir á metros cuadrados según la escala de dibujo. Hechas las anotaciones de las coordenadas según el orden metódi- co en que las lecturas se van ejecutando, se combinarán restando las abscisas según la indicación de la fórmula, no perdiendo de vista por ser de suma trascendencia, el tener en cuenta el signo que debe co- rresponder á las diferencias, para multiplicar en seguida las del mis- mo signo por las ordenadas respectivas y obtener así dos productos, DETERMINACIÓN DE LAS SUPERFICIES. 245 uno afectado del signo más y otro del signo menos, cuya diferencia numérica dará la doble superficie. Con la cuadrícula puede, sin esfuerzo alguno, lograrse en las lectu- ras una apreciación hasta de un décimo de milímetro. Si á la sencillez de la cuadrícula se agrega la simplificación de las operaciones numéricas con el empleo de las tablas ó de las máquinas, se comprenderá cuán ventajoso resulta el uso de la cuadrícula. La cuadrícula y el aritmómetro combinados, reducen el trabajo men- tal á su más simple expresión, convirtiendo el trabajo intelectual en uno meramente mecánico, con la ventaja de que se obtienen resulta- dos que alcanzan una gran precisión. Para los casos de determinación de superficies de figuras geométri- cas regulares, la operación se simplifica aún más, puesto que las fór- mulas que dan las superficies en función de ciertos elementos, indican cuáles convienen tomarse con la cuadrícula, simplificando así las ope- raciones y haciendo más práctico el empleo de la cuadrícula de vidrio. México, Noviembre 8 de 1909. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVILH. NOTAS MINERALOGICAS SOBRE BL DISTRITO DE GUANAJUATO Por el Dr, E. Wittich, M.S, A. I. Sobre la existencia del Bismuto en la Sierra de Santa Rosa, Guanajuato. La Sierra de Santa Rosa, la parte septentrional de la Sierra de Guanajuato, zona montañosa compuesta de corrientes de Andesitas y Rhyolitas, baja por el Norte hacia la Sierra de San Antón de las Mi- nas, en varios escalones planos. Los diferentes escalones por su parte son atravesados por líneas de dislocación transversales, de modo que el paisaje no presenta el aspecto de una región típica de fracturamien- to en escalones. Los diferentes escalones acompañan á líneas ó zonas de trituración, cuyo rumbo es aproximadamente paralelo á la direc- ción principal de la sierra, es decir, en lo general N. 502W. En esa linea de dislocación fué descubierta hace años, en las cercanías del rancho de Calvillo, una veta, rica en bismuto. En exploraciones mi- neras posteriores fueron encontradas dos más de dichas fallas con bis- muto. Las dos dislocaciones tienen un rumbo aproximado de N, 50W, con un echado de 6095. distando una de la otra más ó menos 35 m. En un socavón de 120 m. de largo ambas fueron cortadas transversal- mente, á la distancia de 80 m. y 115 m. de longitud total de la obra. Ambas demuestran planos lisos de dislocación, las Rhyolitas del pani- no están quebradas en fragmentos grandes en forma de cuña, que se encuentran como “intermedios” en las zonas de fracturamiento;; éstas tienen un ancho aproximadamente de un metro. La verdadera veta bismutífera se encuentra en medio de esta zona y está encerrada com- pletamente por salbandas de arcilla. Tiene un ancho variable; el mayor espesor, unos 50 á 60 cm., lo alcanza la veta de la segunda disloca- ción. Esta es una veta cuarzosa irregular, impregnada de los minera- 248 | E. WITTICH. les de bismuto y atravesada por fajas y cuerpos irregulares de Galapic- tita (también Esmectita, silicato de alúmina hidratado amorfo) en la cual se encuentran con frecuencia los cristales de Guanajuatita y de otros minerales. La masa principal de la Guanajuatita, el mineral de bismuto más importante de estas vetas, está intimamente ligada con el cuarzo, al lado de ella se encuentran todavía algunos otros minerales de bismuto, pero todos estos no han sido analizados en estado puro. La Guanajuatita es el seleniuro de bismuto, á la cual corresponde teóricamente la fórmula Bi, Sez, pero en los análisis ha resultado siem- pre un pequeño contenido de azufre, que sustituiría, pues, en parte al selenio. - Frenzel encontró en la Guanajuatita 67.38 Bi 24.13Se 6.60 S Mallet ds Si A 65.01, 34.33,, 0.60 ,, Dana pe TS bo ASA A AA Para la Guanajuatita libre de azufre se obtiene por cáiculo el resultado: 63.7 ,, 36.3 ,, Según los resultados obtenidos por Dana y Frenzel puede dársele á la Guanajuatita la fórmula 2Bi,Sez + 4Bi),S;. Los cristales son rómbicos columnares, según OOP, hasta ahora se han observado las siguientes caras: OOP, CO P co, co Poo, coPm, mP 00. Los cristales alcanzan hasta 2 cm. de longitud y 2 mm. de es- pesor. Su color es rojizo de níquel metálico, su peso específico es de 6.25 á 6.97, su dureza 2.5 á 3. La Guanajuatita fué descubierta por el Prof. Vicente Fernández en el año de 1873 y descrita en la “República,” Periódico Oficial del Estado de Guanajuato. Frenzel dió al mineral el nombre de “Selenwismut- glanz;” más tarde Dana lo llamó Frenzelita, y por fin Domeyko lo de- signó como Castillita. Hoy se ha aceptado universalmente la denomi- noción de Guanajuatita, que le fué dada por el descubridor. Literatura: V. Fernández, “La República,” Guanajuato, 1873, Ju- lio 13. A. del Castillo, La Naturaleza, 11, 1873, p. 274; idem, N. Jahrb, £. Min. 1874, p. 225. NOTAS MINERALOGICAS. 249 Frenzel, N. Jahrb. Min., 1874, p. 679. Domeyko, Mineral, Chile, 1879, p. 310. Mallet, Amer. Jour. Sci., 3d ser., vol. XV, 1878, p. 294. Dana, System of Mineral. p. 38. 6.'” Ed. 1898, Aguilera, Bol. del Instituto Geol. de México, núm. 11, 1898, Otro mineral bismutífero fué descrito primero por Frenzel y Navia bajo el nombre de Silaonita. Más tarde demostró H. D. Bruns que sólo se trataba de Guanajuatita mezclada con bismuto metálico. Literatura: Frenzel y Navia, “La República,” 1873. H. D. Bruns, CGhemic. News, XXXVIII, 1878, p. 109. Según Frenzel se encuentra en la mina “La Industrial” también la Bismuto—esferita Bi, (CO,);. Weisbach publicó el análisis siguiente: A veces se presenta este mineral en pseudomórfosis según un mine- ral tetragonal. El peso específico es 7.64. Literatura: Frenzel, Mineralogisches. N. Jahrb. f. Min., 1873, p. 801. Idem, Mineralogisches. N. Jahrb. f. Min., 1874, p. 679-681. Weisbach, Mineralog. Notizen II, N. Jahrb. f. Min., 1882, p. 254, De otra muestra el análisis dió el resultado siguiente: A A A AA A 70.9 Y, E E E a a RRA EA pe EA E E dsd ts id a 0.27 ,, E A AA E RI ER TA LS A A ASAS O 0 IA OS Además se menciona Bismutinita selenífera, á la cual corresponde la fórmula Bi,S,+Bi,Sez. Parece como si existiera una serie de mine- rales bismutíferos que quizá sólo fueron mezclados mecánicamente. Como á causa del resultado poco favorable nunca ha estado la mina en trabajo á mayor escala y ahora está parada desde hace largo tiem- po, no se produce material nuevo y así no es posible estudiar los dife- rentes minerales de bismuto de una manera más detallada. De otros minerales se encuentran en las vetas bismutiferas sobre 250 E. WITTICA. todo cristales de cuarzo que alcanzan una longitud hasta de 10 cm. Con frecuencia muestran formas irregulares de crecimiento, cavida- des, inclusiones de líquidos; cuarzo en forma de cetro y cuarzo estria- do no son raros; las caras más comunes son COR,+R, á veces 16R. Al lado de cristales de cuarzo se encuentra con frecuencia Fluorita, de por sí bastante rara en las vetas argentíferas de Guanajuato. Las cavi- dades de la veta así como las pequeñas grietas, hasta del panino, es- tán revestidas ó rellenadas de Fluorita. Los cristales demuestran sólo COU 00, raras veces caras según mOm, los cristales alcanzan una longitud casi hasta de 1cm.; generalmente son transparentes como agua, ó verdosos, raras veces azules; tintas violetas no se encuentran. Raras veces se hallan vetillas de Fluorita con Pyrita en la veta prin- cipal. Menos frecuente es la Baritina, también mineral muy raro en las vetas argentíferas de Guanajuato, que aquí se presenta con bastante frecuencia en las cavidades de la veta bismutífera. Los cristales que alcanzan una longitud hasta de 2 cm. muestran una estructura zonal y están siempre desarrollados en forma de láminas á causa de la predo- minancia de OP. El metal más frecuente es la Pyrita; generalmente forma vetillas in- dependientes, y junto con la Fluorita rellena las grietas y diaclasas del panino; se encuentra en forma de pequeños cubos en la Galapic- tita, así como ligada con la Guanajuatita. Como productos de su des- composición resultan Limonita, alcaparrosa y azufre que revisten las paredes en las minas. Además se encuentran ocasionalmente bolsitas y cuerpos irregulares de Molybdenita, tanto en la veta como en la Ga- lapictita. También se presenta Mispikel en pequeños grupos de cris- tales. En la colección del Colegio de Guanajuato existen fragmentos de Jo- seita no cristalizada Bi,(TeS) hasta ahora sólo conocida del Brasil. Como en la mina El Nayal una vez se ha encontrado telururo de oro, no es imposible queo casionalmente se haya presentado también telu- ruro de bismuto. La mina de bismuto La Industrial fué trabajada hace algunos años, A A 1 >. qe . NOTAS MINERALOGICAS. 251 pero después fué abandonada á causa de su contenido de bismuto poco considerable; así como por la falta de un mercado para el producto. Cerca de ella se han descubierto últimamente otras vetas de bismuto, Vetas de bismuto existen también en las cercanías de León, Guana- juato, Aguscalientes y otros lugares del rumbo. Bismuto en combina- ción con selenio fué hallado hasta ahora sólo en la Sierra de Guana- juato. IL. Descubrimiento de la Raspita en América La Raspita PPWO, fué descubierta el año de 1897 en los minerales de la mina de Broken Hill en Nueva Gales del Sur; hasta ahora no se había encontrado este mineral en ninguna otra parte. En mis viajes en la Sierra de Guanajuato hallé por primera vez en el continente de América también la Raspita en una mina de estaño abandonada, si- tuada en el Cerro del Estaño. Este mineral se presenta aquí exactamente como en Broken Hill, es decir, en pequeñas hojas cristalizadas ó en grupos de cristales repar- tidos en los dos respaldos de una veta de estaño, igualmente en polvo de un color amarillo de yema y también en pegaduras delgadas, Los cristalitos son de un color amarillo-pardo con lustre de diamante. La forma de los cristales no puede determinarse exactamente, pero la extensión oblicua en los nicols prueba su cristalización clinorómbica. Por un análisis químico se dejan demostrar los elementos del PPWO,, el tungsteno puede reconocerse fácilmente con un tratamiento con HCI. Resulta una solución amarilla que pasa al azul,claro; con H,S se puede demostrar la presencia del plomo. No pudo hacerse un análisis cuantitativo del mineral por no tener cantidad suficiente. La Raspita de Broken Hill da el resultado siguiente: 49.06 WO,, 48.32 PbO 1.43 Fe,O, y trazas de MnO. Según Hlawatsch' hay que añadir á los caracteres mencionados que 1 Hlawatsch, C.—Ueber Stolzit und ein neues Mineral Raspit von Broken Hill, Annal. d. Wiener Hofmudseums XII, 1897, p. 38. Hlawatsch, C.—Ueber Stolzit und Raspit von Broken Hill, Zeitschr. f. Krys- tallographie 1898, Bd. 29, p. 130; Bd. 31, 1899 p. 8. Memorias, T. XXVI11/. 1909-1910, —17 252 E WITTICH. 3 el mineral tiene el crucero en el sentido de las caras del ortopinacoide y que la dureza no es más que 2.5. Que la hoja lustrosa se compone de verdadera Raspita y no de Stol- zita, mineral de la misma composición química, lo comprueban los cristales monoclínicos; la Stolzita está cristalizada en el sistema tetra- gonal, Pero probablemente los polvillos amarillos y las pegaduras son de Stolzita. De la misma manera los dos minerales se hallan juntos tam- bién en Broken Hill. Los minerales de tunsgteno se forman muchas veces en los criade- ros de estaño, es decir, en vetas de granito. Como el estaño se encuen- tra siempre en estas vetas intrusivas de un magma bastante ácido y como es siempre un mineral singenético, probablemente se ha forma- do con ayuda de gases pneumatolíticos. En la República la Wolframita se ha hallado junta con el estaño en ellEstado de Durango; fuera de este distrito el wolfram es muy raro. Se- eún Aguilera? hay minerales de tungsteno en México solamente en los puntos siguientes: Wolframita en Durango. Scheelita en la Baja California. Cuprotungstita en la Baja Baja California, distrito de la Paz. 1. Silicatos raros de la Veta VWadre de Guanajuato. Durante la explotación minera en tiempos anteriores se encontra- ron en la Veta Madre de Guanajuato al lado de los minerales comu- nes de la ganga y de los ricos metales de plata, tres diferentes silica- tos muy raros, á saber: la Valencianita, el Berylo y la Datolita. La parte de la Veta Madre en que ocurrieron estos últimos minera- les, se extiende desde la mina Valenciana por el Noroeste hasta la mi- na Sirena por el Sureste. La veta metalífera forma una matriz brecho- sa que rellena una falla entre las pizarras y el conglomerado rojo. En 1 Aguilera, Bol. Inst. Geol. de México No. 11, 1898. ip e NOTAS MINERALOGICAS. 253 este tramo su espesor es de varios metros, mientras que en las labores más profundas es considerablemente mayor, allí se intercalan frecuen- temente intermedios. Valencianito.—En los socavones profundos de la mina Valenciana se encontró ya en los tiempos de Humboldt la mencionada Valencia- nita; desgraciadamente nunca se ha determinado la profundidad exac- ta de la localidad ni su posición. El Tiro General y el Tiro Esperanza eran los dos únicos lugares en que se halló aquel silicato. La Valencianita se presenta en una matriz brechosa sobre cuarzo; en muchos casos la parte baja de la veta es cuarzo y la superior Va- lencianita. En la veta se encuentran con frecuencia todavía fragmentos de las pizarras del bajo. La Valencianita por su parte está cubierta de cristalitos de cuarzo, Dolomitas y en un caso de pequeños Berilos. Ge- neralmente se presenta la Valencianita en grupos de cristales de un color blanco puro. Según su constitución química y mineralógica la Valencianita se tiene que considerar como una variedad de Adulari- ta. Los cristales presentan en lo general las caras T y x como forma predominante, P es siempre muy pequeño; el hábito cristalográfico di- fiere pues algo del de la Adularita. Los cristales alcanzan un tamaño considerable hasta unos 8 cm.; como consecuencia de la formación po- lisintética de los gemelos las aristas de T—x producen siempre una línea en Zig zag. Los mineros conocían este singular mineral desde hace mucho tiem- po; se dice que el administrador de la mina Valenciana, Casimiro Cho- vell, lo ha descubierto y durante largo tiempo se le conocía bajo el nombre de cuarzo romboidal. En honor de su descubridor Chovell que más tarde pereció en la guerra de la independencia, ' el mine- neral fué llamado Chovelia durante largos años. Humbodt* lo reco- noció como una variedad de la ortoclasa. Según Dana un análisis de la Valencianita dió el siguiente resul- tado: 1 Ramírez. Datos para la Historia del Colegio de Minería, 1890, p. 218. 2 A.y. Humboldt, Ensayo político III. 254 E. WITTICH. A A A A o O CIS 66.82 OS E E OS O 17.58 AE dd AI A RANA TEE RS lO de pl E 2 RS 14,80 O A ed AN e E A A A 0.09 99.29 Es pues un silicato de potasa y alúmina casi puro. Las condiciones cristalográficas son brevemente las siguientes: P — M = 87%, M— T = = 579.5; P— T,= 67. Determinante para el hábito cristalográfico es Tx, mientras que la cara P es secundaria.' Adularitas de otraslocalidades se distinguen algo de la Valencianita por su composición y su forma cristalográfica. Así Adularitas de Elba dieron el resultado siguiente: O O A A NOT A CES IA Pa E 63.80 IA IMA Un 2 dd sa O a Ea AA E PE LO op 21.00 AIDA E A ad E TO A O AA 13.80 TO E e E ADA Ol a 1.40 Otra localidad de la Valencianita se encuentra en la pendiente orien- tal del Cerro de la Sirena. En donde la Veta Madre se junta con la Veta Amparo en los escalones de andesita del citado cerro, nume- rosas vetas de cuarzo atraviesen el bajo. Estas vetas son extraordina- riamente angostas, apenas tienen un espesor mayor que el grueso de un dedo; en su interior tienen pequeñas cavidades rellenadas de Va- lencianitas. Los cristales alcanzan muchas veces el tamaño hasta de medio centímetro y son idénticos con los de la mina Valenciana. Es notable que al principio tienen un color rosado, expuestos á la luz pierden pronto su color y por fin queda sólo una tinta amarillenta. La localidad fué descubierta por el Sr. L. Laux. Según una indicación del señor Ingeniero Ponciano Aguilar la Va- lencianita fué encontrada alguna vez también en la mina Caliche cerca de Cata. También esta Valencianita se asemeja á la de Valenciana respecto á su hábito y posee el mismo color rosado que la de Sirena, y este color se pierde igualmente en la luz, 1 Plattner, Chemische Unters. d. Valencianits von der Grube Valenciana.— Poggend. Ann. d. Phys. u. Chemie, 1839, p. 299; 1841, p. 145; 1847, p. 479. Breithaupt, Valencianit.— Schweiggers Journ. 1830, p. 322. E AC E e A A AN] e Ñ NOTAS MINERALOGICAS. 255 Berylo.— Como mineral nuevo para la Sierra de Guanajuato encon- tré asociado con la Valencianita el Berylo Be, Al, (SiO,),. Ocurre en los cuarzos de la matriz, tanto dentro de la Valencianita misma en gru- pos radiantes de cristales, como sobre las Valencianitas en forma de cristalitos exagonales con P, OP. Hasta ahora el Berylo se ha encon- trado en pocos ejemplares en el Tiro General de Valenciana. Segu- ramente ocurre con mayor frecuencia, yo lo encontré p. e. en el terrero de la mina, pero como es poco vistoso escapa fácilmente á la vista. La determinación definitiva del mineral la pude hacer gracias á la ban- dad del señor Ingeniero J. D. Villarello, Subdirector del Instituto Geo- lógico, que mandó analizarlo. El Berylo sin duda se ha formado si- multáneamente con la Valencianita ó inmediatamente después. Hasta ahora se conocía el Berylo resp. su variedad la Esmeralda sólo en la Sierra Gorda, Guanajuato ?; otra parte de la República donde se en- cuentra es Tejupilco, Méx. Se cita también de Placer de Guadalupe, Mun. Aldama, Chih., pero esto es un error; el Sr. Aguilera mandó en el año de 1905 al Sr. Ing. Ramiro Robles á aquella localidad para inves- tigarla, pero este trajo la noticia que allí nunca se había encontrado Berilo; en el año de 1905 el lugar fué visitado por el Sr. Aguilera y el Dr. Bóse, que llegaron al mismo resultado. El que trajo el Berylo que se decía procedía de Placer de Guadalupe fué un gambucino ame- ricano que vino de Nuevo México y es probable que haya traído el ejemplar de los Estados Unidos. Datolita.—El último de los tres silicatos es la Datolita Ca (BOH) SiO, que fué descubierta como gran rareza en la mina Caliche y esto en muy pocos ejemplares según sé. Los cristales se encuentran sobre espato calizo (¿R) y cua:zo. Alcanzan más de medio centímetro de longitud y presentan numerosas caras, pero su hábito cristalográfico difiere al- go del de la variedad común. Los ortodomas 102 y clinodomas 013, 012 determinan el hábito; hasta ahora fueron observadas las caras 100, 010, 320, 110, 120, 130, 103, 302, 013, 012,011, 111,115, 114, 1 Aguilera, Bol. d. Inst. Geol. de México, no. 11, 1898. C. F. de Landero, Sinopsis mineral. 1888. 256 E. WITTICH. 113, 112, 111, según las medidas de Farrington * y Dr. Waitz. Hay que corregir la indicación de Farrington respecto á la localidad; él dice (1. c.) que los ejemplares provinieron de la mina San Carles, mien- tras que en realidad se encontraron en la mina Caliche entre Cata y Valenciana. La Mina de San Carlos produjo á su tiempo Aguilarita' pero no Datolita. Los ejemplares encontrados se conservan en la co- lección del Colegio de Guanajuato, en la colección particular del se- ñor L. Laux y en el Museo del Instituto Geológico Nacional. La cuestión es ahora saber cómo se han formado estos tres silicatos tan diferentes en un criadero epigenético típico como lo es la Veta Ma- dre de Guanajuato. No cabe duda de que la veta resp. sus cuarzos y espatos calizos se formaron de depósitos de soluciones calientes; lo mismo se debe decir de los metales. Para los silicatos menciona- dos se tiene que suponer naturalmente el mismo origen, quizá bajo la influencia de elementos mineralizadores y bajo condiciones físicas particulares. En favor de esto hablan las observaciones en la natura- leza, así como las experiencias en la producción artificial de los tres silicatos mencionados. Las condiciones más sencillas existen en la Datolita. Esta se en- cuentra con frecuencia en rocas eruptivas asociadas con Zeolitas, pero también en vetas de fierro, etc. Groddeck* ha dado una lista de los criaderos de éstas y cita entre otros, Datolita del panino de los criade- ros de fierro de Andreasberg, Harz, Alemania, y de los criaderos de Magnetita de Arendal, en Noruega. La constitución química de la Datolita es semejante á la de las Zeo- litas, como se ve por el análisis siguiente: O AS A A do qn EI 37.54 a A A O A A O A A 4. 21.83 E A NN O O CL 35.00 E A AAA A IN A O A 5.63 1 0. C. Farrington, Datolith from Guanajuato.—Amer. Jour. Sci. 1898, 4 th ser., vol. V, p. 285. 2 Groddeck, Kurze Uebersicht d. geol. Vork. d. Bormineralien.—Zeitschr. d. Deutsch. geol. Ges., Bd. 39, 1887, p. 253. NOTAS MINERALOGICAS. 257 Los componentes de la Datolita: agua, ácido silícico y cal, están muy distribuidos en la naturaleza, una combinación con el ácido bórico, químicamente tan activo, es fácilmente posible. No es preciso pues una temperatura muy alta para que las reacciones y respectivamente la com- binación de estos diferentes elementos formen Datolita. Así observó Daubrée * en los manantiales termales de Plombiers, Francia, Datolita recién formada en una solución de no más de 50%. Aplicando esto á la Datolita de la Veta Madre se podría suponer que soluciones minerales con B (OH), de alta temperatura sin estar sobre- calentadas hayan causado la formación de la Datolita. La presencia del ácido bórico en la Veta Madre nos ofrece también una indicación respecto al origen de los otros dos silicatos, el Berylo y la Valencianita. El Berylo tiene teóricamente la siguiente composición. ; A A A A AS e CST 66.84 A E A A MA A ES 19.05 AN AN A A A E AE 14,11 Con estos componentes se le ha reproducido artificialmente de la manera siguiente: de BeAl (SiO) recién precipitado con ácido bórico, calentado á 1,700%C. obtuvo Traube * cristalitos exagonales de Berylo. La cristalización del Berylo tuvo pues lugar en presencia de ácido bó- rico, ciertamente á una temperatura muy alta. En la naturaleza seme- jante acontecimiento puede verificarse naturalmente á una tempera- tura más baja porque á la profundidad existe una presión mucho mayor y además otros reactivos pueden ejercer influencias. Una tem- peratura más baja la indica también la circunstancia de que cristales de Berylo se encontraron asociados con Dolomitas en las Valencianitas. Como el Berylo ocurre íntimamente ligado con la Valencianita en la Veta Madre, se tiene que suponer para ésta el mismo origen. Ortocla- sas se han obtenido artificialmente sólo de soluciones, por lo menos -1 A. Daubrée, Etudes synth. de géol. expérim. Paris, 1879, p. 72 y sig. 2 Traube, N. Jahbrb. f. Min. 1844 Ba. 1, p. 275. 258 E. WITTICH. parece que de masas fundidas han resultado únicamente plagioclasas. De soluciones ó en presencia de agua obtuvieron Friedel y Sarasin' cristales de Adularita bajo las siguientes condiciones: una mezcla de potasa cáustica, silicato de alúmina y agua fué calentada en tubo cerra- do hasta el rojo; después de algún tiempo se formaron cristales bien des- arrollados de Adularita. Para poder comparar más fácilmente esta Adu- larita artificial damos aquí el resultado de su análisis junto con los de Valencianita natural y de Adularita natural de Elba: Adularita artificial. Valencianita natural. Adularita natural de Klba. E OS LEON 10.02 66.82 63.80 e YO AN IN DA 15.59 17.58 21.00 O e id 14.38 14.80 13.80 La Valencianita natural es, pues, el mineral que más se aproxima químicamente a las Adularitas artificiales. Koenigsberger y Múller? llegaron en sus estudios al resultado: los feldespatos pueden cristalizar sólo en presencia de CO, y á una tem- peratura de más de 320%c., como productos de una reacción de los ele- mentos de la roca. Como el límite inferior de la temperatura durante la formación de la Valencianita debemos suponerun poco más de 320%c., tampoco cabe duda de la participación de elementos mineralizadores; uno de éstos fué probablemente B(OH), lo que indica la presencia de la Datolita. Es posible que también el fluor influyó, éste se encontró en aquel tramo de la Veta Madre en forma de Fluorita. 1 Friedel et Sarasin, Sur la production artificielle d'une matiere feldspati- que.—Bull. Soc. min. France, 1879 t. II p. 158, 1881 t. IV p. 171, 1890 t. XI p. 129. 2 Koenigsberger u. Miiller, Versuch úber die Bildung von Silicaten.—Cen- tralbl. f. Min., 1906 Heft 11, 12. MINERALOGISCHB NOTIZEN UBER DEN MINENDISTRIKS VON GUANAJUATO Von Dr. H. WWittich, M. S. A. I. Ueber das Vorkommen von Wismut in der Sierra von Santa Rosa, Guanajuato, Die Sierra von Santa Rosa, der nórdliche Theil der Sierra von Gua- najuato, ein aus Andesiten und Rhyolitdecken bestehender Gebirgszug, fállt nach Norden in mehreren flachen Staffeln ab gegen die Sierra de San Anton de las Miras. Die einzelnen Staffeln sind durch quere Stórungslinien wieder durchkreuzt, so dass das Bild des Staffelbruches dadurch verwischt wirt. Die einzelnen Stufen begleiten Zertrúmmer- ungslinien resp. Zonen, die der Hauptrichtung des Gebirges annáhernd parallel laufen, ihre Richtung ist im Allgemeinen N502W. In einer solchen Dislokationslinie wurde vor einer Reihe von Jahren in der Náhe des Ranchos Calvillo eine Veta entdeckt, die reich an Wismut war. Bei spáteren bergbaulichen Unternehmungen wurden zwei solcher Verwerfungslinien mit Wismuterzen angetroffen. Die beiden Disloka- tionen verlaufen ca. N50W, bei einer Neigung von 6095, mit Distanz von durchschnittlich 35m. In einem Socavon von 120 m. wurden beide quer durchschnitten, bei 80 und 115 m. Beide zeigen glalte Dis- lokationsflichen, die umgebenden Rhyolite sind in gróssere Keilstúcke zerrissen, die als Intermedios in den etwa 1 m. breiten Verwerfungs- -zonen stecken. Der eigentliche Wismut fúhrende Erzgang zieht mitten durch diese Partie, ringsum eingehúillt von Lettenbestegen. Er hat wechselnde Breite, die grósste Máchtigkeit, ca. 50-60 cm. erreicht der Gang der zweiten Dislokation. Er ist ein unregelmássiger Quarz- gang, der sich mit den Wismuterzen imprágnirt hat und von Bándern und Putzen von Galapictit (auch Smektit, ein wasserhaltiges, amor- 260 E. WITTICH. phes Aluminiumsilikat) in dem oft die Krystalle von Guanajuatit u.a. m. stecken, durchzogen wird. Die Hauptmenge des Guanajuatites, des wichtigsten Wismuterzes dieser Gánge, ist in dem Quarz eingebettet; daneben treten dann noch einige andere Wismutmineralien auf, die aber alle noeh nicht in rei- nem Zustande analysirt wurden. Guanajuatit ist das Selenit von Wismut, dem theoretisch die For- mel Bi,Sez zakommt; die Analysen ergaben aber stets einen kleinen Gehalt an Schwefel, der also das Selen z.T. vertritt. Frenzel fand im Guanajuatit... 67.38 Bi 24.13Se 6.60 S Mallet 0.5106 ye 65.01 ,, 34.33 ,, 0.60 ,, Dana." ys pS 68.86 ,, 25.50 ,, 4.68 ,, Berechnet ergiebt sich fúr den schwefelfreien Guanajuatit. 63.7 ,, 36.3 ,, Nach den von Dana und Frenzel beobachteten Resultaten lásst sich der Guanajuatit auffassen als 2B1,Sez + Bi,Sz. Die Krystalle sind rhombisch sáiulenfórmignach COP, mit zuschárfen- dem Doma; sie erreichen bis 2 cm. Lánge und 2 mm. Dicke, bis jetz beobachtete Fláchen sind COP, COP 00, co P 00, oo Pm, mP oot. Ihre Farbe ¡st rótlich nickelweiss. Das spez. Gewicht ist 6.25-6.97, die Hárte 2.5-3. Guanajuatit wurde 1873 von Fernández entdeukt und in “La Repú- blica” dem Boletín oficial des Staates Guanajuato beschrieben. Fren- zel benannte ihn Selenwismutglanz. Spáter wurde das Mineral von Dana Frenzelit genannt, und endlich von Domeyko Castillit. Heute ist die vom Entdecker gegebene Bezeichnung Guanajuatit allgemein an- genommen. Litteratur: Fernández, La República, Guanajuato, 1873, 13 Juli. A. del Castillo, La Naturaleza, Il, 1873, p. 274; ders. N. Jahrb. f. Min. 1874, p. 225. Frenzel, N. Jharb. f. Min. 1874, p. 679. Domeyko, Mineral, Chile, 1879. p. 310. Mallet, Americ. Jour. Sci., 3d ser. vol. XV, 1878, p. 294. Dana, System of Mineral. p. 38 6.'” Ed. 1898. EAN ' MINERALOGISCHE NOTIZEN. 261 Aguilera, Bol. Instit. geol. de México, núm. 11, 1898. Ein weiteres wismuthaltiges Mineral wurde zuerst als Silaonit be- schrieben von Frenzel und Navia. Spáter wies H. D. Bruns nach, dass dasselbe nur Guanajuatit sei mit beigemengtem Wismut. Litteratur: Frenzel y Navia, La República 1873. H. D. Bruns, Chemic. News XXXVIII, 1878, p. 109. Bismutosphiárit Bi, (CO,)z soll nach Frenzel háufig in der Mine La Industrial vorkommen. Weisbach gibt folgende Analyse: Zuweilen tritt es in Pseudomorphosen nach einem tetragonalen Mineral auf. Spez. Gewicht: 7.64. Litteratur: Frenzel, Mineralogisches. N. Jahrf. f. Min., 1875, p. 801. Idem, Mineralogisches. N. Jahrb. f. Min. 1874, p. 679-681. Weisbach, Mineralog. Notizen Il, N. Jahrb. f. Min., 1882, p. 254. Eine andere Stufe hatte folgendes Analysenresultat: AIM NR SEAN A A 70.9% A RR MIS TAR AA ES AA ANA ys A NS dd dos UAT EA NA A NR POS E 1.8 AAA A A A IA IN 0.36 Des weiteren wurde selenhaltiger Bismutinit erwáhnt, dem die For- mel Bi,S¿Bi,Se, zokommt. Es scheint als ob eine Reihe verschiede- ner wismuthaltiger Mineralien vielleicht nur mechanisch mit einander gemengt vorkommer. Da die Mine infolge ihres geringen Ergebnisses niemals in grósserem Masse betrieben wurde, jetzt sogar schon lange Zeit still steht; wird kein neues Erz gefórdert, und so ist es nicht móg- - lich die einzelnen Bi-Mineralien náher zu untersuchen. Von weiteren Mineralien finden sich in den Bi-Gángen vor allem Bergkrystalle, die bis 10 cm. Lánge erreichen. Oft zeigen sie unre- gelmissige Wachstumsformen, Hohlráume, Tropfen eingeschlossener Flússigkeit. Scepter-und Treppenquarze sind nicht selten; die gewóhn- lichsten Fliáchen sind R, +R, zuweilen 16R. Neben Bergkrystall fin- 262 E. WITTICH. det sich háufig Flussspat, der in den Silbergingen von Guanajuato ziemlich 'selten ist. Die Hohlriume der Veta, sowie kleine Klifte, selbst Risse im Nebengestein sind mit Flussspat úberkrustet oder er- fúllt. Die Krystalle zeigen nur 00000, selten noch Fláchen von móÓnm, sie zuweilen: erreichen fast 1 cm. Lánge meist sind sie was- serhell oder grúnlich, selten blau, violette Farben kommen nicht vor. Als Seltenheit trifft man Trúmmer von Fluorjt mit Pyrit in der Haupt- ader. | Weniger háufig ist der Baryt, auch er ist bei Guanajuato ein sehr seltenes Mineral, wáhrend er hier ófterin den Hohlráumen der Quarz- veta auftritt. Die Krystalle, die bis za 2 cm. Lánge erreichen, sind zonar gestreift, stets tafelfórmig entwickelt durch Vorherrschen von oP. Von Erzen ist das gewóbnlichste der Pyrit. Meist bildet er kleine selbstándige Gánge; mit Flussspat erfúllt er die Risse und Abson- derungsfláchen des Gesteins. In kleinen Wirfeln tritt er aufin dem Galapictit, sowie zusammen mit Guanajuatit. Aus seinen Zersetzungs- produkten resultiren Brauneisen, Alcaparosa (federiger Eisenalaun) und endlich Schwefel. Des weiterén trifft man gelegentlich Nester oder Putzen von Molyb- dánglanz, Mo S, sowohl in der Quarzveta wie im Galapictit. Ausser- dem findet sich zaweilen auch Mispickel FeSAs in kleinen Krystall- gruppen. Angeblich fand sich auch derber Joseit Bi, (TeS), vor, der bisher nur aus Brasilien bekannt war. Da in der Mine Nayal einmal Tellurgold vorkam; so ist ein gelegentliches Auftreten von Tellurbismut nicht ausgeschlossen. Die Wismutmine La Industrial wurde vor einer Reihe von Jahren betrieben, dann aber des geringen Bi-Gehaltes, sowie aus Mangel an geeignetem Absatz wieder aufgegeben. In der Náhe derselben wurden neuerdings weitere wismutfúhrende Vetas angetroffen. Ebenso finden sich Wismutadern bei León, Gto., Aguascalientes und an anderen Or- ten mehr. In Verbindung von Selen scheint Wismut jedoch nur in der Sierra von Guanajuato aufzutreten. ES MINERAROGI1SCHE NOTIZEN. 263 1H, Ueber den Raspit, dessen erste Entdeckung in America, Der Raspit P?PWO, wurde 1897 in denErzen der Broken Hill Mine in New South Wales entdeckt; bis jetzt blieb dieses Mineral auf diesen einzigen Fundort beschránkt. Bei meinen Reisen in der Sierra von Guanajuato fand ich in einer verlassenen Zinnerzmine am Cerro Es- taño óstlich von Guanajuato gleichsfalls Raspit, zum ersten Male im Kontinent Amerika. Raspit kommt hier vor, genau wie in Broken Hill in kleinen Krystallbláttchen oder Krystallgruppen eingespreng!t in dem Salband des Zinnerzganges; ebenso auch als eigelbes Pulver, sowie in dúnnen Pegaduras. Die Krystállchen haben kráftige gelbbraune Farbe und starken, fast Diamantglanz. Ihre Krystallform lásst sich nicht bes- timmen, aber ihre schiefe Auslóschung unter dem Mikroskop spricht fúr monokline Krystallform; chemisch lassen sich die Bestandteile des PbWO, nachweisen. Das Wolfram lásst sich leicht durch Behandlung mit HC] erkennen; die gelbe Lósung geht bei Zusatz von Zinn in hell- blaue úber. Durch H,S kann die Anwesenheit von Blei nachgewiesen werden. Quantitativ konnte das neue Mineral noch nicht geprúft werden, da nicht genúgend Material vorlag. Der Raspit von Broken Hill ergiebt: IA PA AS 49.06% AS, A A A ML A, 48.32 ,, ARA AOS IA PAP ARACEAO EOI AI 1.43, CIA A AO TIN IO DA A A Spuren Nach Hlawatsch' ist der obigen Diagnose noch hinzuzufúgen, dass das Mineral spaltbar ist nach dem Orthopinacoid; seine Hárte betrágt nur 2,5, Dass in den glánzenden Bláttchen wirklich Raspit vorliegt und nicht der chemisch identische Stolzit, beweisen die monoklinen Krystalle, Stolzit krystallisirt tetragonal. Es ist allerdings móglich, dass in den 1 C. Hlawatsch, Ueber Stolzit und ein neues Mineral Raspit von Broken Hill. Annalen d. Wien. Hofmuseums, 1897, Bd .XII, p. 33.—Zeitschr .f. Krys- tallographie Bd. 29, 1898, p. 130; Bd. 31, 1899 p. 8. 264 E. WITTICH. gelben erdigen Partien pulveriger Stolzit vorliegt. In Broken Hill kommen beide Mineralien auch zusammen vor. Das Auftreten von Wolframerzen in Zinnsteingingen ist háufig beobachtet worden.' In Mexiko fand sich Wolframit mit Zinnstein zusammen in den Zinnerzgángen von Durango. Sonst ist in der Re- publik das Element Wolfram selten. Nach Aguilera? wurden bis jetzt folgende Wolframmineralien in Mexiko aufgefunden: Wolframit in Durango, Scheelit in Baja California, Cuprotungstit in Baja California, Distr. La Paz. I!I. Seltene Silicate in der Veta Madre bei Guanajuato. In der Veta Madre von Guanajuato fanden sich bei den frúheren Bergbauen neben den gewóhnlicheren Mineralien der Gangart und den reichen Silbererzen noch drei verschiedene Silikate als Seltenhei- ten, es sind dies der Valencianit, Bery!l und Datolit. Der Teil der Veta Madre, in dem diese letzteren Mineralien vor- komMmen, erstreckt sich von der Mine Valenciana im Nordwesten bis zur Mine Sirena im Súdosten. Die erzreiche Ader bildet eine Gang- breccie, die eine Verwerfung zwischen den Schiefern und dem roten Konglomerat ausfíllt, Ihre Máchtigkeit auf dieser Strecke betrágt mehrere Meter; in den tieferen Bauen nimmt sie betráchtlich zu, ófter schalten sich dann noch Zwischenmittel ein. In den tiefen Strecken der Mine Valenciana traf man schon zu Hum- boldts Zeiten den erwáhnten Valencianit an; leider wurde jedoch nie- mals genau die Tiefe des Vorkommens oder eine genaue Lage des- selben fesgestellt. Der Tiro General un der Tiro Esperanza waren die beiden einzigen Stellen, an denen jenes Silikat gefórdert wurde. Der Valencianit findet sich in einer Gangbreccie, aufgewachsen auf, Quarz, oft ist die untere Lage des Ganges Quarz, die obere Valencia- nit. In dem Gange trifft man háufig noch Fragmente der im Liegen- 1 Stelzner-Bergeat, Die Erzlagerstáitten 11? p. 146. 2 Aguilera, Bol. d. Inst Geol. de México núm. 11, 1898, MINERALOGISCHE NOTIZEN. 265 den anstehenden Schiefer. Der Valencianit wird seinerseits wieder - bedeckt von kleinen Quarzkristállchen, Dolomiten und, in einem Fal- le, von kleinen Beryllen. Meist findet sich der Valencianit in rein weissen Krystallgrupen. Seinen chemischen und mineralogischen Eigenschaften nach ist der Valencianit als eine Varietát des Adulars anzusehen. Die Krystalle zeigen meist die Fláchen T und x als herr- schende Form. P ist stets sehr klein; die Krystalltracht weicht daher etwas von der gewóhnlichen des Adulars ab. Díe Kristalle erreichen eine betrichtliche Grósse bis etwa 8 cm.; infolge der stets vorhandenen polysynthetischen Zwillungsverwachsung sind die Kanten von T-z immer gebrochen. : Den Bergleuten war dieses elgentiimliche Mineral lange schon bekannt; der Verwalter der Mine Valenciana, Casimiro Chovél, soll es entdeckt haben, und lange ging das Mineral unter dem Namen Cuarzo romboidal. Zu Ehren seines Entdeckers Chovél, der spáter in den Unabhángigkeitskriegen umkam, wurde er lange Zeit Chovelia ge- nannt. Humboldt * erkannte ihn als eine Abart des Orthoklases. Nach Dana ergab eine Analyse des Valencianits: RAIN AA A AAA AA A 66.82 ALAS AR A 17.58 MR RS o Y A OR A ES 14.80 CO A IR e ER A A A 0.09 99.29 Es ist also fas treines Kalium-Aluminium-Silikat, Die krystallo- eraphischen Verháltnisse sind kurz folgende: P — M= 87?, M— T= SOLD PT 67”. Bestimmend fúr den Krystallhabitus ist Tx, die Fláche P dagegen nur untergeordnet. * Adulare anderer Fundorte weichen in ihrer Zusammensetzung und 1 Humboldt, Ensayo político III. 2 Platter, Chemische Unters. d. Valenc. von Grube Valenciana.—Poggendo Ann. d. Phys. u. Chemie. 1839 p. 299, 1841 p. 145, 1847 p. 479. A Breithaupt, Valencianit.—Schweiggers Journ. 1830 p. 322, 266 E. WITTICH. Krystallform etwas ab von dem Valencianit. So ergaben Adulare von Elba folgendes Resultat: A a A se es ES O 63.80 ES A LON AMES al A 21.0 EROS ia A E A O IAN 13.80 EOS AA IS e e ios E O AI 1.40 Eine weitere Fundestelle des Valencianites liegt am Ostabhang des Cerro de la Sirena. Da wo die Veta Madre m.: der Veta Amparo sich vereinigt, in den Andesitstufen des genannten Cerros, durchsetzen viele Quarzadern das Liegende. Diese Adern sind ausserordentlich dúnn, kaum mehr als fingerdick, im Inneren haben sie kleine Hobhl- ráume, die mit Valencianiten ausgefúllt sind. Die Krystalle erreichen oft bis 3 cm. Grósse. Mit denen der Mine Valenciana sind sie vóllig identisch. Merkwúrdigerweise sin sie anfangs rosarot gefárbt, am Licht verlieren sie ¡hre Farbe bald, und es bleibt endlich nur ein schwacher gelblicher Ton zurúck. Das Vorkommen wurde von Herrn L. Laux entdeckt. Wie mir Herr Ing. Ponciano Aguilar mitteilte fand sich auch ein- mal Valencianit in der Mine Caliche, bei Cata. Auch dieser Valencia- nitigleicht dem von Valenciana hinsichtlich des Habitus und besitz- dieselbe rótliche Farbe, wie der von Sirena, die auch allmáhlich aust bleicht. Beryll.—Mit dem Valencianit vergesellschaftet fand ich als ein fúr die Sierra von Guanajuato neus Mineral Beryll Be¿Al, (SiOy). Er kommt in den Gangquarzen vor, sowohl wie im Valencianit selbst in stengligen Krystallgruppen, wie auch aufgewachsen auf den Valencia- niten in Form kleiner sechsseitiger Krystalle mit P, OP. Bis jetzt ist der Beryl! nur in wenigen Stiúicken im Tiro General der Mine Valen- ciana gefunden worden. Zweifellos ist er háufiger, ich fand ihn z.B. in der Halde der Mine, aber seine Unscheinbarkeit lásst ihn leicht úbersehen—werden. Die definitive Feststellung des Minerals konnte ich infolge der Gútc des Herrn Ing. J. D. Villarello vornehmen, der die Liebenswirdigkeit hatte, das Mineral analysiren zu lassen. Was die Entstehung desselben betrifft, so hat er sich zweifellos mit dem Valen- MINERALOGISCHE NOTIZEN. 267 —_—_—, cianit oder unmittelbar nach demselben gebildet. Bisher war Beryll resp. die Varietit Smaragd, nur aus der Sierra Gorda, Gto. bekannt * sonst kommt er in der Republik noch bei Tejupilco, Méx. vor. Zuwei- len wird er auch von Placer de Guadalupe, Mun. Aldama, Chih. citirt, aber das ist wohl ein Irrtum. Im Jahre 1905 sandte Herr. J. G. Aguile- ra Herrn Ing. Ramiro Robles nach Placer de Guadalupe um des Vor- kommen untersuchen zu lassen; er brachte aber die Nachricht, dass dort Bery!l nie gefunden worden sei; im Jahre 1905 wurde der Ort von Herrn Aguilera und Dr. Búse besucht, die zu demselben Resultat gelangten. Der betreffende Beryll, welcher von Placer de Guadalupe stammen sollte, wurde von einem amerikanischen Gambusino nach Mexiko gebracht, der von New Mexico kam, und das Mineral wahr- scheinlich aus den Ver-Staaten mitgebracht hatte. Datolith.,—Das letzte der drei Silikate is der Datolith Ca (BOH)* SiO,, der als grosse Seltenheit in der Mine Caliche entdeckt wurde, meines VWissens nur in wenigen Exemplaren. Die Krystalle sind auf- gewachsen auf Kalkspáte (¿R) und Quarze. Sie erreichen úber 4 cm. Lánge und sind sehr fláchenreich, doch ist ¡hre Krystalltracht etwa, von der gewóhnlichen abweichend. Die Orthodomen 102 und Klinos domen 013, 012 bestimmen den Habitus. Bisher wurden beobachte- die Fláchen 100, 010, 320, 110, 120, 130, 102, 302, 013, 012, 011, 111, 115, 114, 113, 112, 111, nach Messungen von Farrington * und Waitz. Zu berichtigen ist jedoch die Angabe Farringtons bezúglich des Fundortes; er gibt 1. c. als Fundstelle an « Mine San Carlos », die Da- tolith kamen jedoch vonder Mine Caliche, zwischen Cata und Valen- ciana, Die Mine San Carlos lieferte seinerzeit Aguilarite aber keinen Datolith. Die Belegstiicke fiir das von mir erwáhnte Vorkommen be- finden sich in der Sammlung des Colegio zu Guanajuato, in der Privatsammlung des Herrn L. Laux und im Instituto Geológico Na- cional México. 1 Aguilera, Bol. d. Inst. Geol. de México no. 11, 1898. C. F. de Landero, Sinopsis mineralog. 1888. 2 O. C. Farrington, Datolith from Guanajuato. Amer. Jour. Sci. 1898, 1V th ser. vol. V, p. 285. 5 ; Memorias, T. XXVILI[. 1909-1910, —15 A 268 E. WITTICH. Fragen wir uns nun, wie sind diese drei so verschiedenen Silikate in einer echten epigenetischen Lagerstátte entstanden, wie die Veta Madre es ist. Dass die Veta resp. deren Quarze und Kalkspáte Absátze sind aus heissen Lósungen, ist nicht zu beweifeln. Das gleiche gilt auch fiir die eingeschlossenen Erze. Fúr die erwábnten Silikate muss natúrlich dieselbe Entstehung angenommen werden, móglicherweise unter Mitwirkung von mineralisirenden Elementen und unter beson- deren physikalischen Bedingungen. Hierfúr sprechen die Beobach- tungen an den natúrlichen Funden, sowie die Erfahrungen bei der kúnstlichen Herstellung der drei genannten Silikate. Am einfachsten liegen die Verháltnisse bei dem Datolith. Er tritt háufig fauf in Eruptivgesteinen mit Zeoliten zusammen, aber auch in Eisenerzgángen etc. Groddeck * hat die Lagerstátten zasammenges- tellt und fiihrt darunter an: Silbererzgánge bei Andreasberg im Harz, Magnetitlagerstátten von Arendal in Norwegen. Das Verhalten des Datoliths ihnelt sehr dem der Zeolite; denen er chemisch áhnlich ist; wie aus seiner Analyse hervorgeht: = 161 A AR A A a e OU IO al SES e 37.54 E A AL OU A E IU VEO: A EOe 21.83 EC A e JS Ud y PS TR PA E 35.00 E A MAR O A SM ls ASE 5.63 Die Komponenten des Datoliths, Wasser, Kieselsáure und Kalk, sind allgemein verbreitet, eine Verbindung derselben mit der chemisch so aktiven Borsáure ist daher ausserordentlich leicht móglich. Es be- darf durchaust nicht einer úibermássig hohen Temperatur fúr die Reaktionen resp. die Vereinigung dieser einzelnen Pestandteile zu Datolith. So beobachtete Daubrée * in den Termalbádern von Plom- biers neugebildeten Datolith, der in einer Lósung von nicht mehr als 50%C. krystallisirt war. Angewandt auf das Vorkommen deselben in der Veta Madre, wáre anzunehmen, dass Minerallósungen mit B(OH); 1 Groddeck, Kurze Uebersicht des geolog. Vorkommens d.Bormineralien.— Zeitschr. d. Deutsch. geol. Ges. 1879, p. 253. 2 Daubrée, Etudes sinthétiques de géologie expérimentale. 1879, Paris p.72 ff. MINERALOGISCHE NOTIZEN. 269 von hóherer Temperatur, ohne úberhitzt zu sein, dessen Bildung ve- ranlasst haben kónnten. Die Anwesenheit der Borsáure in der Veta Madre gibt uns auch einen Anhalts punkt úber die Entstehung der beiden anderen Silikate, des Berylls und des Valencianites. Beryl! hat theoretisch folgende Zusammensetzung: AAA AS RR MEA RI NCAA A TOA CN A A 66.84 A UR EA E A 19.05 A E co e a aa 14.11 Aus diesen Komponenten hat man ihn kúnstlich dargestellt in fol- gender Weise: Aus frisch gefálltem BeAl (SiO) mit wasserfreier Bor- sáure erhielt Traube *' hexagonale BerylIkrystállchen durch Erhitzen auf 1700%C. Die Krystallisation des Berylls ging also vor sich bei An- wesenheit von Borsáure, freilich in sehr hoher Temperatur. In der Natur kann sich ein solcher Vorgang natúrlich bei niedrigerer Tem- peratur abspielen, da in der Tiefe viel hóherer Druck vorhanden ist und zugleich noch Weitere Reagentien mitwirken konnten. Fiir eine seringere Bildungstemperatur als 1700*C. spricht auch der Umstand, das Beryllkrystalle mit Dolomiten auf den Valencianiten vorkommen. Da der Beryll in enger Verbindung mit dem Valencianit in der Veta Madre vorkam, so muss fúr letzteren dieselbe Entstehungsweise angenommen werden. Kúnstlich wurden Orthoklase bisher nur auf fliissigem Wege gewonnen, wenigstens scheinen aus Schmelzflissen nur Plagioklase krystallisirt za sein. Aus Lósungen resp.:unter Mit- wirkung von Wasser erhielten Friedel und Sarasin * Krystalle von Adularen unter folgenden Umstánden. Eine Mischung von Aetzkali, Aluminiumsilikat und Wasser wurde im geschlossenen Rohr bis zur Rotglut erhitzt, es bildeten sich nach lángerer Einwirkung deutliche Adularkrystalle. Um ihre chemische Verwandtschaft mit den natiirli- chen Valencianiten und dem natúrlichen Adular von Elba besser her- 1 Traube, N. Jahrb. f. Min. 1894 Bd. 1, p. 275 2 Friedel et Sarasin, Sur la production artificielle d?une matiére feldspati- que. Bull. Soc. min. France. 1879 t. II p. 158; 1881 t. IV. p. 171; 1890 t, XII p. 129. 270 E. WITTICH, vortreten zu lassen, stellen wir hier die Resultate der verschiedenen Analysen zusammen: Kiúnstlicher Natúrlicher Va- Natúrlicher Adular Adular lencianit von Elba UD AA 70.02 66.82 63.80 Al 03 .:...... 15.59 17.58 21.00 E A 14.38 14.80 13.80 Der natúrliche Valencianit kommt also chemisch dem kúnstlichen Adular am náchsten. Koónigsberger und Miller * kamen bei ihren Untersuchungen zu dem Resultate: Feldspáte kónnen nur bei Anwesenheit von Co, und einer Temperatur von úber 320% als Produkte der Bodenkórperreak- tion auskrystallisiren. Als untere Grenze fúr die Bildungstemperatur des Valencianites ¡st also etwas mehr als 320” anzunehmen; ebenso ist die Beteiligung von Mineralisatoren zweifellos. Wahrscheinlich war dieses B(OH );, wofúr das Auftreten des Datoliths spricht. Móglicherweise war auch Fluor mit wirksam, das ja in dem in Rede stehenden Teile der Veta Madre mehrfach vorkommt, in den Fluoriten. 1 Kónigsberger u. Miiller, Versuch úber Bldung von Silikaten.—Centralb. f. Min. 1906 Heft 11,12. e MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. Nueva fórmula para determinar aproximadamente la altitud, Por el Profesor Luis G. Leon, M- S. A. (SESION DEL 8 DE NOVIEMBRE DE 1909). Si llamamos h y » á las alturas barométricas de dos puntos A y B que estén situados á una distancia vertical igual á H, y si llamamos d á la densidad del aire, la diferencia de presión entre los dos puntos se- rá Hd. Esa misma presión en columna de mercurio estará expresada por la ecuación: XA—hA =(Y—h) /,, llamando /1 á la densidad del mercurio. Igualando resulta: d A (»—h) A = Hd, de donde »*—h= H Ahora bien, la relación de las densidades del aire y del mercurio es igual á E de modo que para una diferencia de altitud de 1050 ó sean 1050 centímetros, tendreros: 1050 X 0.0013 oras 13.6 054 Pero cuando la altura es mayor de 200 metros y como la densidad del aire no disminuye proporcionalmente con la altura, no se puede aplicar la relación de 1%” por cada 10”50. Existen fórmulas que deter- minan con bastante exactitud la diferencia de altura entre dos lugares, pero es necesario conocer las dos alturas barométricas en el mismo instante, reducidas á cero y en tiempo tranquilo, las temperaturas y la latitud del lugar. Todos estos elementos entran en la fórmula de La- 212 LUIS G. LEON place, y hay que tomar el logaritmo del cociente que resulta de dividir el valor de las dos presiones. La fórmula que tengo el gusto de presentar á la H. Sociedad Alza- te es extremadamente sencilla y da con mucha aproximación la altura de un lugar, no necesitándose conocer más que el valor medio de la presión atmosférica en un punto, tomando el valor de 760” para la presión media al nivel del mar. Las operaciones indicadas por la fórmula no pueden ser más sencillas. Del valor de la presión*atmosfé- rica al nivel del mar se resta el valor de la presión media en el punto cuya altitud se busca. La resta se divide en seguida entre la suma de las mismas dos presiones, y el cociente se multiplica por el coeficien- te 17558. El producto nos da la altitud del lugar. Hé aquí la fórmula: A pS =; aa 17558. En la que A representa la altura media del barómetro al nivel del mar y h' la altura media del barómetro en el punto cuya altitud se de- sea conocer con alguna aproximación. Veamos los resultados que se obtienen con esta fórmula. En la ciudad de Tlaxcala la presión barométrica media es de 588”” y el valor que encontré para la altitud de esa ciudad fué 2229 86. El valor encontrado por Saussure fué 2228 metros. En Cuernavaca la presión media es de 637”” y encontré para su altitud 1545 metros, y el valor encontrado por el señor Ingeniero Don Vicente Reyes fué 1551 metros. En León la presión media es de 618"" aplicado este valor á la fórmula se encuentra para la altitud 1808 metros, y el valor encontra- do por el señor Ingeniero D. Antonio García Cubas fué 1809 metros. En Guadalajara la presión media es de 635”” y el valor que se ob- tiene para la altitud empleando la fórmula con mi coeficiente (17558) es de 1562 metros. El valor obtenido por el señor Ingeniero D. Vi- cente Reyes fué de 1566 metros. | Tomemos por último dos ciudades, San Luis Potosí y Toluca. En la primera tenemos como presión media 612"", Obtengo para su alti- . - P E NUEVA FORMULA PARA DETERMINAR LA ALTITUD, 273 tud 1878 metros y según cálculos de la Compañía del Ferrocarril Na- cional la altitud es de 1860. La altitud de Toluca que obtengo con la fórmula es de 2721 metros y según los cálculos de los Sres. Gorsuch y Jiménez es de 2696. La presión media en Toluca es de 555""6, Los errores que resultan con mi fórmula, comparando los valores de la altitud con los obtenidos empleando procedimientos más exac- tos, varían, en los casos citados, entre 1”86 (caso de Tlaxcala) y 18” - (caso de San Luis Potosí); pero debo advertir que aun empleando fór- mulas más complicadas no se obtienen resultados uniformes á pesar de que los observadores han sido de reconocida competencia. En la obra titulada «Posiciones geográficas y alturas de algunos pun- tos de la República Mexicana,» tomadas por varios autores y publica- da por la Secretaría de Fomento el año de 1901, encontramos los da- tos siguientes: Altura de Celaya, determinada por el Barón de Hum- E Id E O as mato + qa cria E DON 1835" 00 Altura de Celaya, determinada por el Sr. Romero..... 1755m 60 Dirección. tada 79m 40 Altura de Guanajuato, determinada por el Barón de E PASTAS IG TDI E IIA RA 20842 00 Altura de Guanajuato, determinada por el Sr. Ing. CEA AS NN A IN LA 2031.= 00 Ditbrencia.. tas 53% 00 Altura de la ciudad de León, determinada por el Sr. E E a dt a ada. o das de 1840= 00 Altura de la ciudad de León, determinada en la Ofici- a a A A A 17981 00 Diaria” A 42m 00 Vemos por lo anterior que, cuando no se desea obtener mucha exactitud en el resultado, es muy cómodo y sencillo el empleo de la fórmula que propongo. A menudo se ofrece conocer la altura de un lugar sobre el nivel del mar y cuando no se tiene á mano una tabla de alturas es posible obtener rápidamente ese dato con sólo conocer la presión media del lugar. 4 A LITA ATA DINA A . 2? Mia A ADA j dt EE > RA EA . h , Y * ' > Ps 5 » y A » 4 p ist "IN rn ¡e S h Dr, ¡ De aquí la conveniencia de que en ici puntos el en que -solamen= te hay establecidas estaciones termopluviométricas se encargara á los. maestros de escuela que hicieran una serie de observaciones baromé- tricas, bastando con la observación de las 11 de la mañana (hora de una de las máximas y de las cuatro de la tarde (hora de una de las mínimas). México, Noviembre de 1909. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVIIL SUBRE LA DESTRUCCIÓN DE LAS MANCHAS DE YODO ACCION DE LAS MEZCLAS DE AGUA OXIGENADA Y DE AMONIACOU SOBRE EL YODO Por el Ingeniero-agrónomo L. FPourton,M.S. A. Licenció- és- Sciences (Traducido por Carlos Beristáin ) (SESION DEL 7 DE MARZO DE 1910) Las manchas que provoca sobre la ropa el contacto del yodo, y la dificultad que tiene uno para quitarlas en frío con los productos comu- nes, hacen que gran número de personas consideran como dañada la ropa manchada por este producto. El yodo, sin embargo, es poco cáus- tico, y no debe uno preocuparse de su acción destructiva sobre la ropa, y es bastante fácil transformarlo en sales incoloras solubles en el agua, para poner al alcance de todos el quitar estas manchas. Recordemos que, entre los productos que se usan ordinariamente, ó que son fáciles de prepararse ó de procurarse, el hiposulfito de sodio, los sulfitos alcalinos ó alcalino—térreos, el gas sulfuroso, transforman el yodo en yoduro incoloro soluble, ó en ácido yodhídrico; que los car- bonatos de sodio y de potasio lo transforman en yoduro y en yodato, incoloros y solubles; que los hipocloritos (agua de López, cloruro de cal), lo oxidan al estado de ácido yódico. Pero ciertas reacciones de és- tas, que son rápidas cuando se opera sobre el yodo disuelto, obran mu- cho más lentamente cuando el yodo se ha fijado sobre las fibras de los tejidos. Entonces es necesario, para desmanchar rápidamente, aumen- tar la cantidad, la concentración, ó elevar la temperatura del agente empleado. Hemos estudiado en sus detalles la acción sobre el yodo de las mezclas de agua oxigenada y de amoníaco, y agregaremos á los pro- a 276 L. FOURTON. cedimientos citados un procedimiento nuevo, cómodo y práctico para quitar las manchas de yodo. 1. Cuando se hace obrar la solución de amoníaco sobre el yodo en solución acuosa, se obtiene, cuando la concentración de los reactivos es suficiente, un precipitado gris- violáceo de yoduro de ázoe. Este pre- cipitado no se forma en solución diluida. En uno ú otro caso, se pro- duce un desprendimiento débil de oxigeno: 22 cc. de una mezcla de volúmenes iguales de amoníaco (cerca de 160 gr. por litro) y de agua oxigenada (cerca de 8 volúmenes ), han desprendido, en 19 horas, 0.1cc. de oxigeno. El mismo volumen de esta mezcla, diluído casi al décimo, ha desprendido, en las mismas condiciones, poco más ó me- nos, la misma cantidad de oxigeno. Cuando el amoníaco se agrega á una solución alcohólica de yodo, el precipitado de yoduro de ázoe no se forma, pero puede hacérsele aparecer, cuando la concentración de los reactivos es suficiente, dilu- yendo el líquido con agua. 2. Haciendo obrar el agua oxigenada sobre el yodo en solución, he- mos observado una acción lenta del agua oxigenada decolorando la so- lución de yodo con desprendimiento de oxigeno: 22 cc. de una mezcla de volúmenes iguales de yodo (10 er. por litro, poco más ó menos) y de agua oxigenada (cerca de 8 volúmenes), han desprendido, en 19 horas, 0.L ec. de oxígeno, tanto en solución diluída como en solución concentrada. 3. Por fin, el agua oxigenada y el amoníaco mezclados no dan lugar más que á una reacción lenta, oxidando el ázoe al estado de nitrito y de nitrato, sin efervescencia, y con un desprendimiento de oxigeno len- to, pero notable: 22cc. de una mezcla de volúmenes iguales de amo- níaco (cerca de 160 gr. por litro) y de agua oxigenada (cerca de 8 vo- y lúmenes ), han desprendido, en 19 horas, un volumen de oxígeno superior á 25 cc., pero no medido por causa de insuficiencia de capa- cidad del aparato. 22 cc. de la misma mezcla, diluida al 2, han desprendido, en las mismas condiciones, 3.25 cc. de oxigeno. No citamos estas reacciones, cuyo mecanismo no hemos profundi- e SOBRE LA DESTRUCCION DE LAS MANCHAS DE YODO. 277 zado, sino para poner en relieve su intensidad, comparada á la de la reacción siguiente: 4. Si se mezclan volúmenes iguales de soluciones de yodo, agua oxi- genada y amoníaco, cuyas concentraciones sean las indicadas anterior- mente, se manifiesta una efervescencia intensa, y el licor se decolora instantáneamente. También las manchas de yodo de un lienzo, que permanecen cuando se sumerge el lienzo en frío, sea en amoníaco, sea en agua oxigenada, cualquiera que sea la concentración de estos reac- tivos, desaparecen muy rápidamente al contacto de una mezcla de agua oxigenada y de amoníaco. Nuestros ensayes han tenido por objeto determinar la naturaleza y las condiciones de la reacción bajo el punto de vista de su aplicación á la destrucción de las manchas de yodo. El gas producido por esta reacción es el oxígeno; hemos notado este hecho verificando la propiedad que tiene de reencender pedazos de car- bón que presentan todavía un punto enrojecido, y haciéndolo absor- ber completamente por la mezcla pirogalol - potasa. La medida de los desprendimientos de oxígeno obtenidos por la des” trucción completa del yodo por medio de proporciones variadas y Co- nocidas de los tres reactivos, está consignada en las tablas 1 y Il, y nos ha permitido determinar aproximadamente la reacción. Las mismas medidas, completadas por la determinación del yodo y del amoníaco que entraron en la reacción son consignadas en la ta- bla IL. | El oxígeno fué medido con el calcímetro Bernard (gasovolúmetro adoptado á la determinación de la cal en la tierra). El yodo no destruído era determinado con hiposulfito de sodio. El amoníaco restante era titulado en seguida alcalimétricamente en presencia de helianthina, pero el cambio de color no tenía la precisión suficiente, y las determinaciones hechas de este modo no eran más que aproximadas. 278 L. FOURTON. TABLA 1 SISTEMA INICIAL Volumen de las soluciones parc) en eentímetros eúbicos Oxígeno del desprendido OBSERVACIONES ensaye (en cc.) Agua Amoníaco oxigenada 18.5 Reacción no acabada. 30.5 La reacción se verifica ins- tantáneamente. 30.0 La reacción se acaba con menos rapidez que la 2. 30.6 Reacción acabada. 29.5 Reacción no acabada. 30.5 Reacción acabada. 30.0 Reacción acabada. 30.0 | Reacción acabada con me- nos rapidez que la 7. 29.0 | Reacción no acabada du- rante el mismo tiempo. 30.0 | Reacción se acaba después de un contacto prolonga- do. 29.0 | Reacción noacabada duran- te el mismo tiempo. Título de la solución acuosa de yodo en yoduro de potasio... 12.33 gr. de yodolibre por litro. Título de la solución amonia- A e ee E AREA 166.66 gr, de NH, libre por litro, Título de la solución de agua AA A 8 81 volúmenes. El yodo y el amoníaco estaban mezclados anteriormente; el agua oxi- genada era colocada en un tubo pequeño que se volteaba al momento de efectuar la reacción. El fin de la reacción era indicado por la desaparición del yodo. SOBRE LA DESTRUCOION DE LAS MANCHAS DE YODO. 279 TABLA II | SISTEMA INICIAL Volumen de las soluciones Po en centímetros cúbicos del: Oxígeno desprendido OBSERVACIONES ensaye (en cc.) Agua Yodo Amoníaco oxigenada 25 | 5 32.0 Reacción apenas acabada, 25 5 31.5 Reacción apenas acabada. 25 6 30.0 Reacción acabada. 25 | 6 30.0 Reacción acabada. 95 6 30.0 Reacción acabada después de un contacto prolon- | gado. 25 6 31.0 |) | 25 6 30.5 | | 25 6 30.5 | Reacción acabada des- | + pués de un contacto | 25 6 31.0 | más y más prolongado. | 25 | 6 31.0 | | 25 6 31.0 |) | 12 25 | 6 31,0 Reacción acabada después | de un contacto de cinco | minutos. Título de la solución alcohólica de yodo. Título de la solución acuosa de amoníaco, Título de la solución acuosa de agua oxi- O PR ip ns 12.7 gr. por litro. 17.85 gr. por litro. 0.852 volúmenes El yodo y el agua oxigenada estaban mezclados anteriormente; el amo- níaco estaba colocado en el tubo. L. FOURTON. “ug19oral 8] equynoofo es enb 19 ue 19QUUAIH 9p 09881] [9 U9 Opruaquoo vio opoL ¡a “oqny To ua oyUAuLIOLIoJU8 SOPe[ozou UBaYyso epvuoSixo un3e [9 Á 098 Uu0wug 1H sou9uIn[oA 628 “=== *" BPUUOBIXO vn38 9p EsON98 UQIONTOS B| SP O109L,L, “04 dod 43 QUOLT ettttttoss**** ODBJUOUIV OP BSONDB UPIONTOS BI AP OJNYL, “01 dod 13 gp tiietciiopol ep vo119409]8 UPION]OS B] PP O]NILL el 821 | 9700 0€8 0 v1970'0 8T | 98160'0 80 190'0 $0 gE€9'0 09 1 LL G'6 | 9P0'0 998 0 812800 9% | ELG70 O 91 190'0 $80 989'0 09 é 62 g'91T | 6700 8880 309700 | 92T | 98130'0 80 ¿00 9:0 9890 09 á 18 8 TI | 990'0 vovO vO00PO'0 8% | 8L5P0'0 9"1 ¿0T 0 90 95890 0S T 19 13 13 +13 *90 “13 "90 "13 "99 NOS UNIL9N]OS uUYION[OS osod un -00 UM 089 4 v[ op 0394 1 op 0894 e op 9 MN[OA UIMNIOA U9MNTOA OPJODBOs [ogad ua] [osad uo) oLusuo A a opjvoedesop epeuosixo en3y O08JUOUIY OPOX 08 E ugioeang | sosad so] op gas Ys oprpuo1dsop > UQIO0BI9H QU9SIXO TVIOINI VOHLSIS 111 VIAVIL o 5 == SOBRE LA DESTRUCCION DE LAS MANCHAS DE YODO. 281 El examen de los ensayes número 8 (tabla 1) y número 5 (tabla II) muestra que la reacción se aproxima al tipo teórico siguiente: (1) E + 2 HN; + H,0, > 2 NH,l + 0, 254+ 34 + 34 = 290 +32 IE Da NP Deo and, ds a) = 7.9 La discusión de los resultados de la tabla III nos muestra que una sola reacción no permite explicar los diversos rendimientos en oxí- geno observados, lo que no tiene nada de particular, puesto que el agua oxigenada sola, el amoníaco solo, destruyen lentamente el yodo, y que el amoníaco mismo obra sobre el agua oxigenada. Además, uno cualquiera de estos constituyentes puede desempeñar el papel de cata- lizador en Sa acción recíproea de los otros dos. La constancia de la pro- porción 7 Y la variación de la proporción v se explica por la super- posición á q reacción principal (1) de una ó varias reacciones, tales como las de los constituyentes de la mezcla considerados de dos en dos, la reacción (2) por ejemplo: (2) 2 NH; + L, + H,0 > 2 INH, + O. Esta reacción presenta una proporción NE=74 idéntica á la de la ecuación (1), y una proporción tz — 3% = 158, doble de la proporción correspondiente á la ecuación (1), y que concuerda con la observación número 2 (tabla 11). Pero se concibe difícilmente que falte comple- tamente la reacción (1), y, además, el ensaye aislado de una mezcla de amoníaco y de agua oxigenada hace suponer un papel secundario á la reacción (2). La acción del amoníaco sobre el agua oxigenada, que parece la más importante, según nuestros ensayes preliminares, permitiría también 282 L. FOURTON. EE AS ES SA VEA A O IRE explicar las observaciones números 1, 2 y 4 (tabla UL), bajo el punto de vista de la proporción y» Pero debería siempre provocar una dimi- minución de la proporción NH es verdad que la determinación del amoníaco no es más que aproximativa, teniendo en cuenta la poca cla- ridad del cambio de coloración. Por consiguiente, nuestros ensayes no permiten dilucidar este punto. Sea lo que fuere, si nos colocamos bajo el punto de vista práctico de la destrucción de las manchas de yodo, se puede emplear para este uso la mezcla correspondiente á los ensayes 7 ú 8 (tabla 1) 6465 (tabla ID), es decir, la constituida aproximadamente por una cuarta par- te de amoníaco comercial y otras tres cuartas de agua oxigenada co- mercial, Se pone en contacto con esta mezcla la mancha de yodo que se ha de hacer desaparecer, y se quita, por medio de un lavado con agua, el exceso de los reactivos y el yoduro formado. NoTaAs.—1*% Los mismos resultados se han observado, sea cuando el yodo se ha disuelto en el alcohol, ó en una solución acuosa de yoduro de potasio. 2? La potasa y la sosa cáusticas, y sus carbonatos, desempeñan en las reac- ciones anteriores el mismo papel que el amoníaco, y podrían reemplazarlo. 32 El mismo resultado se observa en la transformación del sistema agua- oxigenada-amoníaco-yodo, sea que el amoníaco haya sido agregado anterior- mente al yodo, ó lo haya transformado enteramente en yoduro de ázoe, ó sea que haya sido puesto en contacto ya mezclado con el agua oxigenada, no siendo entonces aparente la formación de yoduro de ázoe. 42 La reacción obtenida con la mezcla correspondiente á la ecuación teórica (1) no da lugar á la desaparición completa del yodo. ENSAYES PRACTICOS Los resultados que figuran en la tabla IV han sido obtenidos por me- dio de ensayes prácticos comparativos efectuados sobre lienzos idénti- cos manchados uniformemente de yodo, que se trataron por la mezcla de 1 vol. de amoníaco con tres volúmenes de agua oxigenada. TABLA IV Naturaleza del producto destinado á quitar las manchas Agua oxigenada y amoníaco, concentrado en frío Agua oxigenada y amoníaco, al Lo, Carbonato de sodio, al 2%, en caliente nato de sodio, al 20%, en caliente Hiposulfito de sodio, al 20%, Agua de López concentrada, en frío Agua de López al 7,, caliente. Agua oxigenada, en frío, con- - centrada Agua oxigenada al ,,, en frío. A moníaco concentrado, en frio. Amoníaco al +, frío Agua común, fría Agua común, caliente SOBRE LA DESTRUCCIÓN DE LAS MANCHAS DE YODO. AY TD i > VIA 0? * 283 Duración del contacto Algunos se- gundos. 2m Algunos se- / gundos. gm gu gu 2m Resultados y observaciones Limpieza instantánea y perfecta. Limpieza rápida y per- | fecta. Limpieza muy rápida y perfecta. Limpieza lenta é imper- | fecta. ) Limpieza instantánea y perfecta. Limpieza rápida y com- | pleta. Ataque rápido. atenuadas. Acción muy lenta. Mis- mos resultados que con el agua concentrada. Acción rápida. resultados que con el agua concentrada. Ninguna acción Ninguna acción. Limpieza muy lenta y muy imperfecta. Limpieza muy lenta y muy imperfecta Ninguna acción. Disolución bastante rápi- da del yodo libre, pero persistencia de las man- chas. Memorias, T, XXVIlI. 1909-1910, —19 Cambio | de coloración y persis- tencia de las manchas | Mismos | CONCLUSIONES Prácticamente se pueden quitar las manchas de un lienzo: por me- dio de una solución caliente de un carbonato alcalino, ó de la lejía común; por medio de una solución de hiposulfito de sodio, en frío ó en caliente; por medio de una mezcla de una parte de amoníaco y tres partes de agua oxigenada, en frio. Este último procedimiento presenta, sobre el primero, la ventaja de la rápidez, y sobre el segundo, la de no provocar, sobre un lienzo áci- do, manchas indelebles de azufre. Utiliza principalmente la reacción siguiente: - l, + 2 NH; + H,0, > 2 NH,I + O.. | San Jacinto, D. F. Escuela N. de Agricultura, Marzo 1910. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. TRATAMIENTO METALURGICO DE LOS MINSRALES DR COBRE BN LA “AMERICAN SMBLTINO £ REFININO COMPANY” EN SU PLANTA DE AGUASCALIENTES Reseña por el Ingeviero de minas H. G, Guerrero, M. $, A. (SESION DEL 4 DE ABRIL DE 1910). El cobre, sin duda alguna, ha sido uno de los metales que más uti- lidad han dado 'al hombre desde los primeros tiempos de que se tiene noticia, bien solo, bien asociado á otros metales, como el estaño. Recocido el bronce y dejándolo enfriar espontáneamente, adquiere una dureza muy notable que supieron aprovechar los antiguos para la fabricación de armas, utensilios, moneda, etc. Cobre es una corrupción de la palabra Chipre, sea porque allí fué descubierto, sea porque en esa isla comenzó á ser explotado, siendo muy difícil precisar una ú otra circunstancia á través de las edades, puesto que en las tumbas contemporáneas de la construcción de la gran pirámide de Egipto, es decir de hace cosa de 60 siglos, se han hallado utensilios de bronce. El interés que despierta el cobre, al que bien pu- diéramos considerar como el fundador de la Metalurgia, es grande por este solo concepto; pero á esta importancia se añade su notabilísimo desarrollo industrial que aumenta constantemente, como si el rojizo metal quisiera ser el indispensable colaborador del hombre en su ade- lantamiento progresivo y participar de sus triunfos. No es el carácter de esta reseña hacer la historia del cobre; única- mente me propongo dar una somera descripción de cómo se obtiene este metal en uno de los establecimientos metalúrgicos más notables que existen en el país. Aguascalientes no es un lugar en cuyas cercanías se consigue mine- 286 H. G. GUERRERO. ral bastante rico en cobre; pero su situación geográfica, las vías de co- municación y las condiciones económicas á que tiende día con día el per- feccionamiento industrial, permiten tratar el mineral cuprifero de baja ley, llevándolo primero al estado de sulfuro y convirtiéndolo después en cobre metálico que la Compañía exporta en barras de 100 kilogra- mos poco más ó menos, con la ley muy apreciable de plata y oro. Recibe la citada empresa mineral de distintos Estados de la Repú- blica, más comunmente del mismo Aguascalientes, Coahuila, Chihua- hua, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Veracruz y Zacatecas. El mineral viene ya en su es- tado natural, ya con un principio de beneficio: matas de Velardeña, Matehuala, Monterrey, y pequeñas cantidades de otras fundiciones ex- trañas á la Compañía. También recibe matas de cobre con poca plata y oro, procedentes de los E. U. de N. A., que aquí acaban de experi- mentar su beneficio, merced á las franquicias de nuestro Gobierno. CLASIFICACIÓN DEL MINERAL Tan luego como llega el mineral, es clasificado en cuatro especies diferentes: concentrados ó polvillos, minerales sulfurosos, silicosos y neutros, clasificación que no es muy estricta, en verdad, pues se mo- difica de tiempo en tiempo, según lo requieren las condiciones del be- neficio. El objeto de esta clasificación es tener siempre, separados de los lechos de fusión, otros chicos de minerales ricos en sílice, fierro ó azufre, para corregir los primeros en caso necesario. Los concentrados ó polvillos se ponen en lugar especial para darles la compacidad del ladrillo y así fundirlos, porque si se echaran á los hornos directamen- te, no se fundirían, sino que serían arrastrados con los humos de las chimeneas. TOMA DE MUESTRAS Al recibir un carro de mineral, se pesa éste con cuidado y se vacía reservando una porción como muestra, que se marca con el número del lote y se deposita en la sala de muestras hasta que está completa la muestra de que se trata. Esta se va reduciendo de tamaño por mo- TRATAMIENTO DE LOS MINERALES DÉ COBRE. 287 liendas y divisiones sucesivas, hasta que pasa por un tamiz del núme- ro 200 y pesa 2 6 3 kilogramos. Esta muestra final se mete en sobres de papel fuerte, que se sellan y se marcan con el nombre del em- barcador, el número del lote, etc. Un sobre se entrega al embarcador, otro se envía al departameuto de ensaye y se conservan dos por si fue- re necesario recurrir á ellos en lo futuro. Al mismo tiempo se toma una muestra de humedad. Los detalles de la operación completa del muestreo son tan impor- tantes, que bien merecerían una descripción separada. LECHOS DE FUSION Las vías del ferrocarril desde donde se descargan los furgones en los patios de la Fundición, tienen una altura de cinco metros sobre el nivel del piso y el mineral es acarreado en carretillas de mano sobre puentes de madera ó tarimas y de ahí se vacía en cajones que miden de largo 60 metros, aproximadamente, por 18 de ancho y 3 de altura. Su capacidad es de 3 á 4,000 toneladas. La formación de los lechos de fusión es muy importante, debiendo el contenido de cada carro ser distribuido horizontalmente en todo el cajón, formando una capa uniforme; sobre este lecho se extiende otro de mineral distinto con iguales precauciones y asi sucesivamente, para que los lechos sean fácilmente fusibles; pero de modo tal, que cuando queden terminados éstos, una sección vertical tomada en una parte cualquiera, dé por el análisis la misma composición. Terminado un lecho, pueden deducirse con facilidad sus contenidos, del análisis y del peso de los lotes que lo forman y calcular la carga de un horno. A esta se añade la cantidad conveniente de piedra de cal, sulfuro de fierro ó mineral silicoso, para tener la grasa y la mata que se desee; lo que se hace, poniendo en los carritos que contienen la car- ga (de una capacidad de 750 kilogramos), cierto peso del lecho gene- ral y el mineral necesario para corregir dicha carga, sirviéndose de básculas con nueve fieles cada una en un mismo plano vertical, que pueden pesar otros tantos ingredientes sucesivamente y sin mover el Carro. > ES. do É ds e 0 288 H. G. GUERRERO. Lista la carga, se envía por elevadores al piso de alimentaciónn de los hornos, en donde se va vaciando con el coke en capas alternativas y en proporción de cuatro carritos de combustible (dos de cada lado del horno), por ocho de carga (cuatro de cada lado), á medida que ba- ja el nivel en el horno suficientemente para contener esta mezcla, re- sultando de aquí que la carga es continua. El coke se pone primero. Una carga puede ser formada, por ejemplo, de 365 kilogramos de mineral de cobre, 90 kilogramos de cal, 40 kilogramos de mineral sul- furoso, 15 kilogramos de silicoso y 55 kilogramos de los ladrillos arri- ba mencionados; á cuya mezcla se agregan aparte 50 kilogramos de erasa y 40 kilogramos de matas de cobre en las que se van concentran- do la plata y el oro. Estas cantidades servirán para cada uno de los ocho carritos que constituyen la carga de que hemos hablado. LOS HORNOS DE MATAS DE COBRE Existen ocho water jackets para matas de cobre y dos para plomo, aunque no todos los de la primera clase trabajan simultáneamente y los de segunda no funcionan sino de cuando en cuando. Uno de los hornos para matas de cobre es un poco más grande que los siete res- tantes: es de 250 toneladas de capacidad en veinticuatro horas y tiene doce toberas de cada lado. La sección de los hornos de cobre, al nivel de las toberas, es de 152”, por 42, aumentando algo estas dimensiones hacia arriba. Cinco cajas de cada lado, dos al frente y dos atrás, de Y 7” de altura, forman la parte inferior de los hornos; estando la superior constituída por dos cajas de cada lado, más una al frente y otra atrás, de 3 3” de altura, hasta alcanzar el nivel del piso en donde se hallan las puertas por las que se alimenta el horno. Las chaquetas mencionadas son del fierro que se usa en la fabricación de las calderas. El agua que circula en el interior de sus paredes, sale por arriba á una temperatura de 32% (.. Cada horno tiene lateralmente diez toberas de cinco pulgadas de diá- metro, á 18” del fondo del crisol, á través de las cuales entra el soplo que suministra un ventilador rotatorio del tipo cicloidal de Gonners- TRATAMIENTO DE LOS MINERALES DE COBRE. 289 ville, á una presión de cosa de 30 onzas por pulgada cuadrada. La tem- peratura de fusión varía entre 650 y 760% C., siendo este punto difícil de dilucidar. No entraremos á considerar las diferentes tecrías sobre las reaccio- nes todas que se “efectúan en el interior del horno, ni á estudiar las condiciones más ventajosas que ha de llenar la carga y el combustible, porque sería inagotable la materia y el trabajo que presento es más bien descriptivo que teórico. Al fundirse la carga, el azufre se combina con el cobre, el fierro, el plomo, etc., formando la mata que recoge la plata y el oro y sale por el frente del horno juntamente con la grasa hasta el ante-crisol. Este es un estanque circular, de lámina de fierro de 12 de diámetro por 4 de altura, forrado interiormente con ladrillo refractario. Llega aquí la materia fluida en reposo relativo y como el peso específico de la ma- ta es de muy cerca de 5 y el de la grasa de 8.5, la primera se precipita al fondo, quedando la grasa en la parte de arriba del ante-crisol, de don- de se hace escurrir lateralmente á unas ollas de fierro, de 6 toneladas de capacidad, que la conducen al grasero en que se tira. Se toman muestras de la grasa cada tres horas, día y noche y de las matas, cada vez que se vacía el ante-crisol. Estas muestras son analizadas general- mente una vez al día; pero cuando la marcha de los hornos no es regu- lar, cada rato. El conducto por donde sale la mata del ante-crisol corresponde al fondo de éste y queda colocado en distinta dirección del que sirve de salida á la grasa. Este se halla á un nivel superior al primero. Abajo del piso de los hornos, mejor dicho de los antecrisoles, está un túnel bastante amplio, el cual es recorrido en todo su trayecto por una locomotora de cortas dimensiones, que remolca las tazas de fierro en que se recibe la mata de los hornos al escurrir de los antecrisoles. LOS CONVERTIDORES Los convertidores son del tipo vertical, de lámina gruesa de acero común. Miden 16' de altura por 8' de diámetro, Son cuatro actualmen- te y cada uno está hecho de dos seccciones, la superior y el fondo. Es- 290 H. G GUERRERO. ta disposición tiene por objeto facilitar el revestimiento interior. La sección superior, cilíndrica en la parte que se adapta á la sección in- ferior, termina por arriba en un cono oblicuo de vértice truncado, que es la boca. La sección inferior ó fondo, tiene 12 toberas de 1” de diá- metro, que atraviesan el revestimiento y por las cuales llega el viento á una presión de 15 libras por pulgada cuadrada. Durante la operación se tiene cuidado de limpiar constantemente estos conductos para que el viento penetre y prosiga con regularidad su acción oxidante. El vien- to, á su paso por las toberas, produce un ruido peculiar. Cuando comienzan á trabajar los convertidores, contienen aproxí- madamente 3 toneladas de mata; á medida que la operación avanza, el revestimiento va desgastándose y la capacidad aumentando, hasta ser de 10 ó 12 toneladas al haberse fundido totalmente el forro. Con- cluída la campaña de un convertidor, se desmonta y se conduce cada sección en plataformas que caminan sobre rieles, al lugar en que es revestido nuevamente para otra campaña. Se forra un convertidor al estar otro en servicio, es decir, de manera de tener siempre refacción para atender á las necesidades propias de esta clase de establecimien- tos en que ciertas operaciones no admiten espera, por ser correlativas unas de otras. Los convertidores son movidos por presión hidráulica que gobierna un operario por medio de palancas. La presión obra sobre una crema- llera en el sentido horizontal y ésta á su vez sobre una rueda dentada cuyo eje es la prolongación del de los convertidores á los cuales está unida, imprimiéndoles su movimiento giratorio según un plano ver- tical. Este mecanismo permite la fácil carga y descarga de los conver- tidores. | Siendo preciso que el revestimiento sea muy silicoso, aprovecha la Compañía esta circunstancia para emplear un mineral que llene este requisito y cuya riqueza en plata y oro le haga más costeable la expor- tación del cobre. Tan luego como se recogen las matas de los ante-crisoles en las ta- zas de que hablamos arriba, son acarreadas hasta el pie de los con- vertidores; de ahí las suben unos elevadores hidráulicos hasta el nivel TRATAMIENTO DE LOS MINERALES DE COBRE. 291 conveniente para alimentar con comodidad los convertidores, á los cuales da el operario encargado de las palancas la inclinación debida. Después se hacen girar dichos convertidores, hasta que queden en po- sición vertical y se inyecta el viento. Las reacciones que principalmente tienen lugar entonces, son: FeS+510,+30="Fe0,$i 0, + S O,; CuS+20=2C€Cu +58 0,, correspondiendo la primera á la grasa y la segunda al cobre ampollado (blister copper). Una parte del plomo y del zinc se queda en la escoria y el resto se volatiliza. Esta reacción continúa hasta que se ha formado todo el cobre am- pollado, el cual ha ido depositándose en el fondo de los convertidores. En el curso de ella se vacía la grasa á intervalos (como se dirá en se- guida), que se vuelve á fundir nuevamente en los hornos, y el cobre es recibido en moldes que le dan la forma común de barras, sirvien- do este metal de vehículo al oro y la plata. El cobre está en propor- ción de 97 por ciento: la tonelada de estas barras contiene cosa de 26 kilogramos de plata y muy cerca de 200 gramos de oro. Se mandan las barras á Perth Amboy, N. Jersey, en donde se hace el apartado de dichos metales, El trabajo de los convertidores se normaliza por los cambios de co- lor de la flama á su salida por la boca. El zinc, el azufre y otras ¡m- purezas, Je dan su coloración propia, hasta que se observa finalmente la característica del cobre. Estos diversos colores, en que predominan el blanco, el verde, el azul y el rojizo, con sus matices intermedios, producen un efecto admirable, especialmente en la noche y sería una observación muy interesante la que se hiciera sometiendo la flama al espectroscopio. Percibir la transición de un color á otro diverso é interpretar atina- damente lo que significa, es asunto que requiere mucha habilidad y práctica, debiendo ser reconocida la flama final á Jos cuantos segundos de su aparición, porque de lo contrario la operación se perjudica gran- Memorias. T. XX VILI, 1909-1910 —19* e . a e o Be 292 H. G. GUERRERO, demente con peligro para los operarios, pudiendo aun vaciarse la car- ga de los convertidores, en virtud de la ebullición tan tumultuosa en que entra la masa fundida. Diversas hipótesis hay acerca del nocivo fenómeno. La coloración de la flama acusa también el momento en que se debe vaciar la grasa, lo que requiere un cuidado no escaso de trascendencia. Se inclina suavemente el convertidor para que salga la grasa, de la que se hace una especie de tentadura, digna de ser mencionada. Al efecto, se utiliza una varilla de fierro, como de cuatro metros de largo, plana en una extremidad, la cual está doblada en ángulo recto: la otra extremidad tiene una asa. Coge ésta un operario muy diestro y atra- viesa frecuentemente la extremidad doblada en la grasa que escurre, para reconocer su calidad: si sale nada más grasa, ésta resbala sin in- cidente notable; pero la súbita aparición de pequeños ojos, indica que empieza á salir también la mata y el operario da el aviso convenido pa- ra que se lleve el convertidor otra vez á suposición vertical, previamen- te cargado con nueva mata, operación que se repite por lo común dos veces, es decir, hasta que se ha aprovechado toda la capacidad del con- vertidor. Es necesario tener una vista muy experta para distinguir la presencia de los ojos, pues es instantánea. Oxidada toda la mata, se re- cibe el cobre en moldes. , MUESTREO DE LAS BARRAS Es sumamente delicada é importante la operación del muestreo de las barras de cobre ampollado, como se comprenderá fácilmente, por- que es la base para la valorización de los lotes. A cada descarga de los convertidores y por cada 40 barras ó fracción de este número, se recibe una parte de la misma masa que llena los moldes grandes, en un molde chico y adecuado, obteniéndose así la barrita - muestra de dicha partida ó descarga: siendo diez, por ejem- plo, las descargas que forman un lote, diez son también las barritas- muestras, que se van numerando y sellando. Las barritas son llevadas oportunamente al departamento de la sierra especial con que se prac- TRATAMIENTO DE LOS MINERALES DE COBRE. 293 tican ranuras en cada costado de aquellas, paralelamente á los lados más chicos, hasta llegar á la línea media: las ranuras de un costado alternan con las del otro y son de 22 4 24 en total. El serrín obtenido representa fielmente la masa de cada barrita, puesto que prácticamen- te ésta ha sido atravesada en todo su espesor y extensión. Los serrines son empacados en sobres con todos los datos para su identificación, sirviendo los diez que hemos supuesto, para formar la muestra defini- tiva del lote. Las barras grandes correspondientes á cada descarga de los convertidores, se pesan, y estos pesos se registran cuidadosamente. En proporción á los pesos de las descargas sucesivas que componen un lote, se toman partes de los serrines respectivos, se mezclan íntima- mente éstas y se tiene con bastante, exactitud la muestra final para las determinaciones del causo, HUMO DE LOS CONVERTIDORES Correspondiendo á las bocas de los convertidores (cuando están en su posición vertical) é independientemente de ellas, están las trone- ras que conducen los humos á un tubo general, de sección grande, que se dirige horizontalmente hacia la chimenea. Este tubo se halla arri- ba y atrás de los convertidores. El humo de estos contiene substancias volátiles, como el plomo, el arsénico, el antimonio, etc., y es enviado en su trayecto á la casa de los costales, por medio de un gran ventilador de abanico, accionado por motor especial y distante de los convertidores cosa de 100 metros. En su rotación, el abanico tiende á hacer el vacio que el humo trata de ocupar, activando su movimiento con la suficiente violencia para atra- vesar los costales. Entre el abanico y éstos, hay cuatro conductos de fierro, paralelos, horizontales y de sección rectangular, en los que es- tán distribuídas 52 grandes tolvas del mismo material, de las que se extrae temporalmente el polvillo que ha dejado el humo al pasar por estos conductos en que se condensa. La casa de los costales es un departamento de ladrillo, muy amplio, en el que cuelgan boca abajo 1,200 sacos ó mangueras de algodón, de 291 H. G. GUERRERO. 30" de longitud por 18” de diámetro, coincidiendo sus bocas con otros - tantos agujeros practicados en el piso, que es de cemento. Los gases y substancias sólidas finamente divididas, entran por debajo de éste y pa- san á través de los sacos, dejando en ellos el polvo y saliendo Inego por una puerta, primero á un tubo grande y finalmente á la chimenea. Cada veinticuatro horas se sacuden los costales, dando entretanto otra salida á los humos, por medio de válvulas ó registros, para que vayan directamente á la chimenea sin pasar por la casa de ¡os costales, pu- diendo los operarios, por este arbitrio, tener acceso á dicho departa- mento, sacudir los costales é inspeccionar el estado que guardan. Con- cluída esta operación, se franquea nuevamente el paso á los humos la casa de los costales. Se forman lechos con el humo, añadiéndole piedra de cal y dándole después la figura de ladrillos cilindricos ó quesos, de 4” de diámetro por 3” y media de altura. Se ponen á secar dichos ladrillos y en se- guida se funden en los hornos de plomo. Este humo tiene 50 por ciento de plomo, con pequeñas cantidades de plata, oro, cobre y zinc. HUMO DE LOS HORNOS DE MATAS DE COBRE Como casi el 26 3 por ciento del material que se echa á los hor- nos se escapa por la chimenea, ha sido necesario buscar la manera de atenuar en lo posible estas pérdidas. El sistema adoptado es muy in- genioso y consiste en suspender, de distancia en distancia, cortinas per- foradas de lámina de fierro, á lo largo de Jas cámaras de condensación que recorre el humo en su trayecto á la chimenea y paralelamente á los costados de estas cámaras. Las perforaciones de las láminas son romboidales y como están sumamente juntas, les dan á éstas el aspec- to de redes ó mallas. Miden las perforaciones poco más de 1” y 3 por 3” de ancho, y están como torcidas en la misma dirección las partes llenas que separan unas de otras, lo que hace uniformemente áspera la cara de las cortinas. Cada veinte pies hay en las cámaras una sec- ción de cortinas colocadas muy juntas entre sí: cada cortina mide 6 | TRATAMIENTO DE LOS MINERALES DE COBRE. 295 o de ancho por 20' de altura, llegando ésta hasta el techo de las cámaras: la parte baja de las cortinas descansa en un banco de mampostería de 10' de alto, á partir del piso de las cámaras. Estas tienen una altura total de 30”. Así dispuestas las secciones y sin obstruir el tiro que hace la chimenea para la salida de los gases, queda detenido el material só- lido que estos arrastran, al menos parcialmente, porque se va por la chimenea una buena cantidad de plomo, plata y oro, juntamente con el arsénico, el antimonio, el azufre y el carbón. ; Los polvillos que se obtienen por este procedimiento, se precipitan al fondo de las cámaras, las cuales son purgadas de tiempo en tiempo, generalmente cada mes, para aprovecharlos en la fabricación de los la- drillos ó quesos. Es muy curiosa la manera como estos humos van dejando cada cla- se de substancias en su curso hacia la chimenea, teniéndose la certeza de hallar siempre y en lugares constantes, el mismo género de mine- ral ó metal en cantidad fija ó muy poco variable, en determinado pe- ríodo de tiempo. Por ejemplo, directamente atrás de los hornos, se en- cuentran las partículas del mineral que no se volatiliza, pero que es arrastrado mecánicamente por la fuerza del viento: más adelante, en dirección á la chimenea, como la temperatura baja, la proporción de este mineral disminuye más y más, y aumenta la de plomo, arsénico, zinc y otras substancias que se han volatilizado en los hornos. Esta clasificación automática es tan marcada, que se hace posible la separa- ción mensual de los polvillos que se llevan á los hornos de cobre ú á los de plomo, según su naturaleza. La temperatura de los humos en ta base de la chimenea, es de 160%C. Los humos de los hornos de matas de cobre y los de los convertido- res, caminan, como se ha dicho, por conductos distintos, pero desem- bocan en la base de la chimenea, por donde se escapan juntos. La chimenea es de ladrillo hasta una altura de 15”.24, y de fierro, revestido interiormente de ladrillo, el tubo ó la chimenea propiamente dicha. Este tubo mide 60”.96; así es que la altura total de la chime- nea, es de 76.20. La base es de sección rectangular en su parte baja -(10”.82 x 10”.82, medida exterior) y octagonal en la superior, sobre Memorias T. XXVII1. 1909-1910.—19*+ ee ná DA a e EA E A na e E rl bb, eno de la Fontiiba, por el contingente que se sirvió dis 3 Ñ pensarme. Aguascalientes, Marzo 31 de 1910. AS > q ICI XX PA GA AAA AA 18 le b 5 Ye ¿ y y A AE A 0 / r e $ y í ' vw « pi y cd % k A AN Es E 4 pa o de a ; E a A 0 i y - MA ENE e de 2d > E > PAS AE . - 4 A E a ae EA pe cue ¿ Car AS SN E AE IEA ae ES e in E RANA Ep s Jar » > ES a 4% ' e €: o $ AR TE 4 Ela A a IN Pa e A a Ne Na a e AS ES »” ) rr e EN O. Am e! (e Po AO ia q o A E e! di A A SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE? FONDÉE EN OCTOBRE 1884 1 Memobres fondateurs. MM: Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo Beltrán y Puga, Dr. Ricar- do E. Cicero, Manuel Marroquín y Rivera et Dr. Daniel M. Vélez. Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. Secrétaire général perpétuel. M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif.—1910. PRÉSIDENT.—Ing. Joaquín de Mendizábal. VicCE-PRÉSIDENTS.—Ing. Macario Olivares et Dr. M. Uribe Troncoso. SECRÉTAIRE.—Ing. Gustavo Durán. VICE-SECRÉTAIRE.—Dr. Everardo Landa. TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h. a 7 h. du soir. Les “Mémoires” et la “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 8% de 48 pages tous les mois, ¡ls forment deux volumes par an. y La correspondance, mémoires et publications destinés á la Société, doivent tre adressés au Secrétaire général á Palma 12.—MÉXICO.—Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leur écrits. Les membres de la Société sont désignés avec M. 5. A. Tomo 28, Nos, 9 4 12, (Fin del tomo), MEMORIAS Y REVISTA DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA 66 p Mentonio Alzate” publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, SECRETARIO GENERAL PERPETUO SOMMAIRE. (Mémoires, feuilles 20 á 25; Revue, feuilles 1 a 3). Astronomie.—Théorie des occultations des étoiles. Méthode graphique pour sa prédiction, par V. Gama, p. 297—342. Géologie applíquée.—Notes sur exploration et prospection de gítes minéraux, par J. Baz y Dresch, p. 343—384.—Les mines de cuivre et les mines d'ar- gent du Mexique, par 4. Bordeaux. REVUE, p. 5-32. Table des matiéres du tome 28 des Mémoires. Revue.—Le XI* Congrés Géologique International, Stockholm, Aoút 1910, p. 41-—45.—Bibliographie: The Iron Ore Resources of the World, Rovirosa, Humboldt, Lenicque, Appell € Dautheville, Bureau des Lougitudes, p. 33—38.—Mapoteca mexicaine, p. 39.—Table des matiéres de la Revue. MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO PEDERATLDL (42 CALLE DE REVILLAGIGEDO NÚM. 47). Noviembre de 1910, Publicación registrada como artículo de segunda clase en 12 de Febrero de 1907 A "Y Se nd ' . MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOMÉ XXVII. TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS LIBRARY METODO GRAFICO PARA SU PREDICCION NEW YORK , o BOTANICAL Su aplicación á la determinación de las longitudes y de las correcciones GARDEN. de las coordenadas de la Luna Por el Ingeniero geógrafo Valentín Gama, M.S. A. Subdirector del Observatorio Astronómico Nacional Mexicano. Buscando la manera de simplificar los cálculos de predicción de ocultaciones, que año por año se hacen en el Observatorio de Tacubaya, fuí conducido á un procedimiznto, en parte gráfico, que hace ya tres años se emplea con ventaja en él. La cuestión, tratándose siempre de un mismo punto, se simplifica por la posibilidad de reducir á tablas y ábacos, bien sencillos, algunas fórmulas, como se hizo en Tacubaya. El procedimiento allí adoptado no podría aplicarse, si se tratase de ha- cer predicciones para distintos puntos; por esto, y no dudando que po- dría tener ventajas el uso de un método gráfico, busqué una solución general del problema, que pudiese aplicarse á un punto cualquiera, y no sólo para la predicción de las fases, sino también para las circuns- tancias generales del fenómeno. Tal es el origen de! presente trabajo, el que, como se ve, tiene un ob- jeto esencialmente práctico. Llamo sin embargo la atención sobre al- go que hay en él, y que puede tener importancia desde otros puntos de vista: las soluciones gráficas á las que se llega, han sido encontradas por los métodos de la geometría descriptiva, y de ellas, por el solo em- _pleo de las fórmulas de la trigonometría rectilínea, han sido deduci- das las que resuelven el problema. Es decir, que la geometría descrip- tiva me ha servido de lazo de unión para pasar de las cuestiones de Memorias. T. XXVII. 1909-1910, —20 298 V. GAMA. trigonometría rectilínea á las de la trigonometría esférica, Ó con más generalidad, para resolver problemas en los que intervienen tres di- mensiones, valiéndonos de las fórmulas de la geometría plana. No pretendo aventurar por ahora nada sobre la generalidad y exten- sión que puede darse á ese método. Lo creo, sí, susceptible de desarro- llo, y puedo desde luego decir, que siguiéndolo he llegado á establecer la fórmula fundamental de la trigonometría esférica. No sería, pues, remoto, que empleado sistemáticamente se llegase á resultados de al- gún interés, y en todo caso siempre lo tendría, desde ciertos puntos de vista, de los métodos y de la enseñanza por ejemplo, esta aproxima- ción de dos ramas de la ciencia que hasta ahora habían sido tenidas como enteramente desligadas. La observación de las ocultaciones de estrellas por la luna, tiene im- portancia desde dos puntos de vista: en los observatorios fijos, como un modo de corregir las coordenadas de la luna; en astronomía prác- tica geográfica, como un modo de determinar la longitud. Desgracia- damente las ventajas que para la determinación de una longitud tiene el método de las ocultaciones, las aminora en gran parte lo laborioso y complicado de los cálculos necesarios tanto para la preparación de la observación, como para la reducción de la misma. Quizá sea ¡mpo- sible evitar esta última parte, sobre todo si se quiere obtener toda la precisión de que es capaz el método; pero no sucede así con la prime- ra: precisamente uno de los objetos de este estudio, es exponer un mé- todo gráfico para la predicción de las ocultaciones, que simplifica no- tablemente el trabajo. Las fórmulas que resuelven los problemas relativos al fenómeno de las ocultaciones, se deducen de las que se obtienen para los eclipses, bastando para eso dar valores particulares á ciertas magnitudes que entran en ellas. En efecto, en la ocultación, los conos de sombra y pe- numbra se confunden en un cilindro tangente á la luna y cuyo eje es paralelo á la dirección de la estrella. Pero debido á eso el problema es más sencillo y más fácil de resolver que el de los eclipses. Nosotros lo tratamos directamente porque creemos que este estudio puede ser- vir de introducción al más complicado de los eclipses, y porque pudie- TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 299 ra tener interés para los que desean conocer la teoría de las ocultacio- nes por sus aplicaciones á la determinación de las longitudes ó á la corrección de las coordenadas de la Luna. Realmente la teoría de las ocultaciones tendría lugar en un progra- ma de astronomía práctica con mejores títulos que la de los eclipses. Las razones son obvias: las ocultaciones son incomparablemente más frecuentes que los eclipses; por otra parte, los momentos de los con- tactos en los eclipses son difíciles de apreciar, mientras que la des- aparición y aparición de una estrella son instantáneas y de la preci- sión con que se tiene la hora á la que se produce el fenómeno depende entre otras cosas la exactitud con que se puede tener la longitud. Varios son los métodos que se han propuesto para calcular las ocul- taciones; pero pueden agruparse en dos categorías. En unos se consi- dera la trayectoria relativa_aparente de la estrella respecto al disco de la luna, y se busca el momento en que la distancia del centro de éste á la estrella es igual al radio aparente del disco en el instante de la ocultación; en los otros se considera el cono de sombra determinado por la estrella y la luna, y se busca el instante en que el lugar ocupa- do por el observador penetra en ese cono ó sale de él. Tanto en el uno como en el otro de esos dos caminos puede procederse gráfica ó ana- líticamente: designamos en efecto por a, 9, a” y 0” las coordenadas apa- rentes de la estrella y de la luna en la época t por 4 a y 40 las varla- ciones horarias de las últimas; por 4 y 0 4 el semidiámetro aparente del disco de la luna y su variación horaria, para la misma época; y por zx el intervalo transcurrido entre la época t y el instante de la oculta- ción. Ahora, la distancia de la estrella al entro de la luna en la época t + z de la ocultación, será una función de las coordenadas de la es- trella y de la luna en ese instante. Por otra parte, esa misma distancia es igual al semidiámetro de la luna. Podemos pues poner simbólica- mente ¿+40842=F [9,8 (4 +20), (0 + 230)] | 300 V. GAMA. : Ani A ecuación que dará el valor de x. Inútil es deducir la forma exacta de la función F. Basta observar que, siendo pequeñas las distancias de la luna á la estrella, se pueden suponer en un plano y entonces F' será de segundo grado en x; como consecuencia nos resultarán dos valores para % que nos darán las épocas de la inmersión y de la emersión. No es más difícil de comprender el camino para la solución gráfica: Con un radio igual á 4 semidiámetro de la luna, que provisional- mente supondremos constante, tracemos una circunferencia que repre- sentará el disco de la luna, una recta X X (Fig. 1) representará el Fig. 1. paralelo que pasa por su centro, los meridianos quedando entonces representados por normales á X X. Con los valores de 4 u y 40 cal- culemos las coordenadas de la luna para las épocas ¿ — 1 y t + 1que serán A A, IA | E E A e TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 301 Tomemos en seguida L E = (4 — a) cos 0 LE, =(2/'-— a)cos0..... yEE' =08--0E,E/=09—0/...... Los puntos E E,” E,” serán las posiciones de la estrella en las épocas £, t—1yt+1, y las líneas que los une (uva recta) será la trayectoria (aparente) relativa de la estrella respecto á la luna. Ahora, la inmersión tendrá lugar cuando la estrella llegue al punto Á y si se supone el movi- miento uniforme, como lo hemos hecho, eso tendrá lugar en la época — LME De un modo análogo se calcularía la época de la emer- E, E, sión. Inútil es advertir que la solución anterior no nos da ni aun la exac- titud compatible con un método gráfico, pues sin adoptar una exage- radamente grande, se hace sensible la no uniformidad del movimiento de la Luna; pero Jos resultados así obtenidos pueden servir de base para obtener valores más exactos. No nos detendremos en exponer cómo se hace esto, pues los métodos anteriores, aunque muy sencillos en principio, no son recomendables en la práctica. Si nos hemos dete- nido algo en exponerlos, ha sido únicamente para hacer comprender el problema y que se vea cuán fácil es su solución en teoría, por más que los cálculos que origine sean laboriosos. Pero no sólo está en lo laborioso de los cálculos el inconveniente de los métodos que hemos bosquejado, sino también en que no hay en dichos cálculos parte común á los diferentes lugares de la tierra y que pueda hacerse de una vez para todos, como sucede en el que vamos á exponer. Pertenece éste á la segunda de las dos categorías citadas. El camino que seguimos es el de Bessel sólo que procedemos gráfica y no alge- braicamente; á grandes rasgos consiste en esto: En razón de Ja gran distancia de las estrellas relativamente á sus dimensiones, pueden ser consideradas como puntos, y entonces los co- nos de sombra y de penumbra formados por la estrella, como cuerpo luminoso y la luna como cuerpo opaco, se confunden con un cilindro recto de base circular cuyo radio es el de la luna. Ahora bien, la ocul- 302 V. GAMA. tación se producirá cuando el observador penetre en este cilindro de sombra. La cuestión que- da así reducida á deter- nr minar la posición relati- va del observador y dicho cilindro y para eso los referimos á un sistema de ejes convenientemen- te elegidos. Desde luego se ve que sería ventajosotomaruno de los ejes paralelo al del cilindro, el de las 2, por ejemplo, pues de esta manera para encontrar el momento de la oculta- ción nos bastaría deter- minar el instante en que Fig. 2. la proyección del obser- vador, sobre el plano de las x, y, entra al círculo determinado por la intersección de ese plano con el cilindro. Escogeremos pues, siguiendo á Bessel, como eje de la z la línea que va del centro de la tierra á la estrella, la cual en virtud de la gran distancia de ésta con respecto á la distancia á la luna, será paralela á la línea que va de la estrella á la luna ó sea al eje del cilindro de sombra. Por plano de la yz tomare- mos el plano horario de la estrella, contando las y pesitivas hacia el Norte; el eje de las z será una perpendicular OX á ese plano y estará en el plano del ecuador. El plano de las xy se llama plano principal; las z se tomarán como positivas hacia el punto X que tiene por ascen- ción recta 90% más la de la estrella. ' A DETERMINACION DE LAS X Y DEL EJE DEL CILINDRO. Siguiendo el camino que acabamos de trazar determinaremos las coordenadas del eje del cilindro de sombra. Estas están evidentemen- te determinadas por las posiciones de la estrella y la Éuna, ó sea por sus coordenadas angulares las que designaremos por a y d y al y d' res- pectivamente. Refiriéndonos ahora á nuestra figura tendremos: =0LcosLOX Y=0LcosL O Y (1) Ahora, en el triángulo P L Y tenemos: cos L Y =cos PY cos PL + cos PY sen PL cos LPY.; pero ; PL = 90 —0', PY = 0, LPY = 180—LPE = 180 —(4—a) así pues, cos LY=co0s L LOY=sen 0' cos d—cos 0d'sen d cos (a —a); en el triángulo LPX, cos LX = cos PX sen PL + sen PX sen PL cos LPX, pero PX=90, LPX = 90—EPL= 90—(a—a) luego cos LX =cos L LOX =cos 0' sen (4—a) Sustituyendo en (1) nos quedará: Y = OL (sen 0 cos 9 -— cos 0 sen d cos (a—a) ] X=0L cos 0' sen (a —a) ó bien X=0L cos 0 sen (a4—a) Y =O0L [sen (0 — 0) +2 cos 0' sen 0 sen? 2 (a—a)] (3) (*) (2) (*) Generalmente se pone bajo la forma: Y =xsen (4'—J) sen? 3 (a —a)—sen (840) cos? 3 (a”—a) quese obtiene de (2) poniendo cos (a'—a) =co0s? ¿ a—sen (a'—a); pero no vemos que esta ex- presión sea más cómoda que la dada Ambas son mejores que la (2) en virtud de la pequeñez de (a'—a). Milan 0 304 V. GAMA. OL se expresa en función del radio ecuatorial de la tierra y de la pa- ralaje horizontal ecuatorial de la Luna por la expresión: Y 0 == Dl tds sen T7 En la que res el radio de la Tierra y 7 la paralaje; si se toma r como unidad de distancia. - 1 OL == sen T $ La cuestión podía resolverse también gráficamente, pero sería nece- sario una escala muy grande para obtener la exactitud necesaria. Por otra parte no tendria importancia la solución gráfica, pues este cálculo no es necesario hacerlo; se encuentran en todas las efemérides los va- lores de X y de Y para gran número de estrellas en el momento de su conjunción geocéntrica con la Luna, y con estas y sus variaciones ho- rarias a' y' que también se dan, se calculan sus valores en un instante cualquiera. Es evidente que X es nula en el momento de la conjun- ción aparente, pero no así su variación horaria X”. COORDENADAS DEL OBSERVADOR. Los designaremos por £ y 7 sin considerar la que se mide sobre el eje de la Z porque no es evidentemente necesaria. Si en la figura suponemos que L no sea ya la Luna sino el punto de la tierra donde está el observador, las fórmulas (1) nos darán los valo- res £ y 7. Pero en este caso PL no será la distancia polar de la Luna sino la colatitud, y el ángulo LPE no será tampoco igual á a“—a sino á la diferencia entre la ascensión recta dei zenit del observador, ó sea el tiempo local, y la de la estrella. Además OL se reemplazará por la distancia del lobservador al centro de la tierra, la que designaremos por p. con esto las fórmulas (2) quedarán así: ¿=p cos y sen (t— a) ba) y =p sen y cos d—p cos y sen d cos (1 — a) .. op .o.. o. e --o oo” . a. Nx Pu - - e y . A ) sx » » sx OS Ps xs sx Y ' L) s Y, Y e Y £ sx / - ; sx a - - o , s - s s s o Y A . r r . f E L R ' Y 7, ae » » E + Y Y Y ( 4 1d E 4 Es 1 > “d - € « . o i a - % yl ¿ rm bi y / PE 306 V. GAMA. En este caso (t— a) no es necesariamente pequeño y no es necesa- ria la transformación que hicimos para pasar á las fórmulas (3). Los valores de £ y de 7, dependiendo de elementos que cambian con la posición del observador y con el tiempo, no pueden ser calculadas de una vez por todas, por esta razón importa simplificar el cálculo que es lo que vamos á hacer tratando el problema gráficamente por los pro- cedimientos de la geometría descriptiva. Tenemos como plano vertical de proyección el plano meridiano que pasa por el punto m lugar del observador (Fig. 3); supongamos que la vertical O P sea el eje de la tierra, tomemos m O T igual á la latitud del observador y O m igual al radio central y; m y m' serán entonces las dos proyecciones horizontal y vertical de la estación. El plano de las Z Y pasa por OP y hace con el plano vertical un ángulo igual á (t-— 0), (t siendo la hora sideral y a la ascensión recta de la estrella); su tra- za sobre el plano horizontal hará con AT un ángulo igual á (t —a) y será la linea OT” tal que TOT'=(t—a). Ahora bien la X del ob- servador será su distancia al plano de las Z Y, para tenerla, trazare- mos m' € perpendicular á OT” y tendremos m' (= É£. Si prolongamos en seguida me hasta m” tal que cm” =m'm, m” será la proyección del observador sobre el plano de las Z Y abatido sobre el plano hori- zontal. Al hacer este abatimiento, OP caerá en O P” perpendicularmente á O T; si tomamos ahora POZ igual á la distancia polar de ia estrella OZ será el eje de la Z y la normal O Y el de las Y después del abati- miento. Para tener entonces la y y la £ del observador tiraremos mn perpendicular á O Y y es claro que on =x y nm" == Volvamos á nuestra fig. 3. Desde lnego tenemos dy =m c=o0m' sen (t—a)=p cos e sen (t—a) y=0n=dn—0 d; pero dn=Cm” cos Ye P=Cm” cos ZO T=Cm” cos 9 = p sen y cos d O0Od=0C coscOC=p cos ey cos (t— a) sen d TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 307 luego y =p [sen y cos ¿—cos e sen d cos (t—a)] Hemos llegado así á los valores de £ y y que habíamos obtenido por un procedimiento enteramente distinto. Vimos ya que la ocultación se produce cuando la proyección del ob- servador sobre el plano de las X Y entra en la sección del cilindro de sombra con ese plano; ahora bien, el momento en que eso sucede lo podemos determinar una vez que conocemos las coordenadas del ob- servador y las del eje de la sombra; puesto que entonces podremos ya trazar la trayectoria relativa de la proyección del observador respecto á la seeción de la sombra sobre el plano de las X Y. En efecto, supongamos que hemos calculado las coordenadas é, 7, E, 72 del observador á las épocas t, t, y ¡as 21 Y, %2 Y, del centro de la aludida sección para la misma época; si nos referimos entonces á dos ejes pasando por el centro de la sección y paralelos á los otros, tendre- mos para coordenadas del observador: á lá época t;....... AD EL, MH—Y Tracemos en seguida dos ejes X X, Y Y, y del origen, con un radio igual al de la Luna, tracemos una circunferencia que representará la sección de la sombra (Fig. 4); fijemos los puntos A, B, cuyas coorde- nadas sean €, — Yi) € —Y2 Mi —Y2) Y —Ya2 respectivamente, estos puntos serán la posición del observador á las épocas t, y t, y la recta que los une representará su trayectoria respecto á la sombra. Si el in- tervalo t,—t, es bastante pequeño podemos suponer el movimiento uniforme, y entonces, para tener el tiempo t en .que el móvil llega al borde C de la Luna, ó sea el momento de la emersión pondremos: 308 , V. GAMA. Del mismo modo obtendríamos el tiempo en que el observador está en D ó sea la época de la inmersión. y + Sería evidentemente muy cómodo tomar t, — t, =1 hora, pues de ese modo quedaría sencillamente: Ez ¿A Pero no sería necesario ni aun ese pequeño cálculo, si construimos en efecto una escala como la de la fig. 5, trazamos sobre una hoja de papel los puntos ACB y acomodamos esta tira sobre la escala, leere- mos inmediatamente el valor de AC/AB en minutos y en fracción de minutos. Ñ En lugar de determinar £ y y para las dos épocas t, yt, + 1* se puede proceder determinando primero é y y para t,, y caleulando €, y ,Q —- . TOMO : ALZAT MEM. SOC. a li a illa b a eté. MEM. SOC. ALZATE. 10 0.5 0.5 as bh = V. GAMA. TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS.—FIG. 5, P. 308. ES a. ¿2 TOMO 28. 5 A ES ++ a o S Japan piano S a ES EU N e e: y o TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 309 Y, para t, +1, valiéndose de las variaciones horarias £* y 7' de las coordenadas; tendremos entonces: 1 Fr Fr Lar Sir 3 N l S + Sl 2 del mismo modo tendremos . == * A - — , — Sl si HS Y 1 == 71 E 7 Con esto resultará para coordenadas relativas del punto con respec- to á la sombra 1” antes y después de la época t,. Para 1* antes... £¿ — 2 =(2—1)=(E —0)+ (PE), n —% =)r=(m—n) +0 —17) Para 1* después... E¿— 12, =x= (E — 41) — (1 —€), nn — mar => QM PY 11) NN 0 — y) Para tener £* y | diferenciamos las fórmulas (4) que nos dan: / d¿=pcos p cos (t — a) dt dy =p.c En cuanto al signo de 4 fácilmente se comprende que siendo el: efecto de la paralaje hacer aparecer la Luna más baja, si está al Oeste del Meridiano la paralaje la hará aparecer más al Oeste, es decir, con menor ascensión recta y por consiguiente la conjunción aparente ten- drá lugar después de la geocéntrica; es decir, 4t será positivo. Lo con- trario sucederá cuando la estrella esté al Oriente. Esto mismo nos dice la fórmula. Las coordenadas x y y sus variacionos horarias x” y” no es necesario calcularlas; en los almanaques Inglés y Americano y en el Conoci- miento de los Tiempos de Francia, se dan sus valores para un gran número de estrellas; en el Anuario de Tacubaya se dan también para muchas estrellas cuyas ocultaciones son visibles en la República. Las tablas del Anuario en las que se dan esos elementos están dispuestos lo mismo que los del almanaque Americano y contienen lo siguiente: Nombre de la estrella, su magnitud, su declinación aparente, fecha en la que se produce su ocultación, hora media de Tacubaya en el ins- tante de la conjunción, ángulo horario que la estrella y la luna tienen en ese instante en Tacubaya, valores de Y, +” y” en el momento de la conjunción (el de x es nulo en ese instante); finalmente, límites de la latitud entre los que están comprendidos los puntos en los que es visible la ocultación. Para facilitar el cálculo de £ y y se han calculado de antemano y una vez para todos los factores p cos p y p sen q que no dependen sino de la latitud. En la tabla II del final damos sus valores para todas las latitudes de la República de medio en medio grado, damos también en la tabla 111 el factor 0.41915 p cos p que entra en £' y y.” Para facilitar la construcción gráfica que nos da los valores de £ y y se hace lo siguiente: Se toma una hoja de papel cuadriculado dividido en milímetros de 40 1 En estas ecuaciones p representa al radio central y Y la latitud geocén- trica; fácil es deducir ésta de la geográfica, pero no es necesario pues pueden fácilmente transformarse las expresiones p en € y p sen Y en otras en los que entre la latitud geográfica en lugar de la geocéntrica. Tomando el semiejs mayor del elipsoide terrestre como unidad y llamando Y” y e la latitud geo- ; : y y " . . . ó 50 em. de lado; por el centro se trazan dos ejes rectangulares los cua- les se gradúan á partir del origen de O á 1, representando la unidad por 0.20 cm. y subdividiendo hasta los 0.01, de manera que 0.01 que- de representado por un espacio de 0.002 m. Con un transportador ó con una tabla de tangentes se divide uno de los cuadrantes de O á 909 de grado en grado ó de 30 en 30 minutos; finalmente se traza una Cir- cunferencia con un radio igual al de la Luna ó sea de 0.275. Pongamos ahora un ejemplo para ver detalladamente todas las eta- pas de la operación. gráfica y la excentricidad, tenemos las siguientes relaciones que se encuentran demostradas en los tratados elementales de geodesia. Cos p' /cos p = (1 — e? sen? p”) p = (1 — e? sen? p”) 2 de las que sacamos, Cos p!/cos p=p (1 — e? sen? p!) 3, ó bien p cos Pp = cos Q/ | (1 — e? sen ? Qp”) ¿ El factor 1 (1— e? sen? Q”) 3, que designamos por f, puede tabularse con 9 como argumento, que es lo que se ha hecho en la tabla 1. Ahora pongamos: A e 2 ESA Es cos? p* sen? y = (1 cos? py) = [ (1— A sen2 p7? San | _ sen? p/ — 2 e? sen? Y/ + e* sen* y (1 — e? sen? p/)2 de aquí, prescindiendo del término en e* que es muy pequeño: Er ,(1-2e2)3 ,, __ sen Y” (1 —e?) o a ó bien: ce p sen p=f (1 —+e?) sen q! =y sen q” : cn Memorias. T. XX VILI, 1909-1910.—21 DAA ASI R 8 Algo A ORI DEPP) 2 Y A SUE ; e * OE : z LEA E E : ee S - e 7 5 uN 314 V. GAMA. OS: En el Anuario del Observatorio de Tacubaya para 1908, encontra- mos que el día 12 de Junio es ocultada por la Luna la estrella y Ophiu- chi y se trata de determinar las horas de la inmersión y de la emer- sión en un lugar á 20%15' de Lat. Norte y 0”.12" al W. de Tacubaya. Tomamos desde luego los datos siguientes : Hora de la conjunción geocéntrica. (Tiempo de MA SS O Eee 7, = 14h.44m Angulo horario de la estrella y la Luna en el momento.de 14 CONJUNCIÓN ..caronescassncaonane ista H, = 141 590) Declinación de la' estrella .......omiovasmagenocaconee nao o 19543 Llamemos ahora t la hora local de la conjunción y h el ángulo ho- La tabla Il nos da también el factor f (1 — e?) = g, con Y como argu- mento. En la tabla 11 encontramos tabuladas f cos P” y y sen P' para las latitu- des de México. TABLA I Argumento: latitud geográfica = 0” Tabla de los factores f y y 1 ¿e yn 2 2 p/ — € sen* Y g=f (1 —e?) [log (1 — e?) =9.9970917] p! log f log y cal log f log y 15 0,000097 9.997189 | 25 0.000259 9.997351 16 0.000110 202 26 0.000279 371 17 0.000124 216 27 0.000299 391 | 18 0.000138 230 || 28 0.000320 412 19 0.000154 246 29 0.000341 433 20 0 000170 262 30 0.000363 455 1 0.000186 278 31 0.000385 477 22, 0.000203 295 Il . 32 0 000407 499 23 0.000221 313 33 0,000430 022 24 0.000240 332 | | - EA TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 315 rario de los dos astros en el momento de la observación, tendremos 2, siendo la longitud: t=T, — 4= 14",44” — 0*.12” = 14*.32” h=H,—2= 3.50" — 0,12" = 3*.38' Como el ángulo horario, á la hora de la conjunción geocéntrica, es bastante grande, la conjunción aparente tendrá lugar bastante tiempo después y por lo mismo será conveniente tomar como punto de par- A TABLA ILL Argnmento: latitud geográfica = Y” pcos e =f cos p”, p sen Y =f (1 — e?) sen g/ Valores de p cos Y y p sen Y CA ) p! pcos Y Dif. por Y p sen Y Dif. por 1 p! | A AA AA A A A SA a) | 15 00 | 0.9661 | 9.9850 0.2582 | 9.4102 | 15 00. | —0.34 +4.65 | l 30 9840 2656 | 4241 30 | 35 4.49 1600 | 9614| 9829 | 2738 | 4375 16 00 | 86 4.34 30 9819 | 2824 | 4506 30 | 38 4.20 1700 | 9566 | 9807 2905 | 4632 17 00 | 39 4.07 | 0 A 9796 2988 | 4754 30 40 2.95 | | 1800 | 9513 | 97883 3070 | 4872 18 00 42 3.84 | | 30 | 9771 3153 | 4987 30 48 | 8.73 1900 | 9448 | 9758 3253 | 5099 | 19 00 44 - 108.62 30 9745 3316 | 5207 30 45 3.52 20 00 | 9401 | 9732 3398 | 5313 20 00 O A] dio EI * 316 V. GAMA. tida la hora de dicha conjunción. Para esto recurrimos á la tabla y en- contramos así: Hora de la conjunción aparente, t, = 140+-32m 4 1»-28m — ]6».Q0m Ang. horario en la conjunción AParente .oommomoo coroorarsaconoono he =" 38 128 o == 107 Tomemos ahora una hoja de papel transparente y tracemos la línea AT y el ángulo TOT" igual á 769.30; de la tabla II sacamos p cos y 28 00 8835 9462 4667 6690 p! p Cos Y Dif. por 1' psen Y Dif. por 1' | p! | GO, | | 20 00 | 0.9401 | 0.9782 | ' 0.8398 | 9.5313 20 00 —0.46 13143 30 9718 | 3480 5416 30 48 | 3.54 21 00 9340 9703 3561 5516 45 3.25 30 9689 3642 5614 560 38.17 | 22 00 9276 9674 37283 5709 51 3.09 30 9658 3803 5801 | 58 3 01 | 23 00 9210 0643 3884 5892 | ? 54 2.94 30 9626 3963 5980 55 2.87 24 00 9141 9610 4042 6066 57 2.81 30 9593 4122 6151 | 58 2.74 25 00 9007 9575 4201 6238 59 2.68 30 9558 4279 6313 61 2.62 | 26 00 8993 9539 4357 0392 | 62 2.57 30 9521 4435 6469 63 2.51 27 00 8917 9502 4512 6544 R 65 2 46 30 9482 4590 6618 | 66 2.40 y tomamos om =p cos p =0.940 valiéndonos de la escala trazada en el papel cuadriculado; trazamos también el ángulo T'OZ = 0 = — 19%49 (trazamos OZ hacia arriba de PT” porque la declinación es negativa) y ZOY = 90%, Hecho esto y teniendo á la vista la figura 3 hacemos la construcción indicada en la figura 6, es decir, se baja de m una perpendicular á OT y se toma me -= 0.910 =£, y em” = p sen y = 0.343; en seguida de m” se baja una perpendicular á OY y se toma od = 7, = 0.405. La manera más sencilla de hacer estas últimas construcciones es la indicada en la figura 7 (a) y (b); se acomoda el papel transparente de modo que OT' coincida con AT en el papel cuadriculado y m” quede sobre la normal á AT” trazada en el mismo se marca el punto c, se p! p cos py Dif, por Y psen Y Dif, por Y p! 7 | 28 00 | 0.8835 | 0.9462 28 00 | +2.35 30 9442 30 | 2.31 29 00 9422 29 00 2.26 30 9400 30 2.22 30 00 9379 30 00 2:57 30 9357 30 2.13 31 00 9335 31 00 2.08 30 9312 30 32 00 9288 MN 1 EPA hs eE E GAS . o MAY: G MA. NS | O o 04 Qi, 2007 b " APTDA A TA lee en la escala cm' =$ y se marca m” tomando cm” = p sen p, figu- A ra 7 (a); en seguida se acomoda el transparente como se indica en ] la fig. 7 (b) y se lee OD=7. od:»: cAIS Y " Fig. 6. Calculemos ahora x, y para la hora de la conjunción aparente. Tenemos: | >A y 4t=1*.28 =1.47 E ] Y] = Á ta! == 1.47 008 0.579 E== 0.851 + . E e Ni =y+ 4ty=1.031 — 0.149 X 1.47 =0.812 + ES E Los valores encontrados de x y £ 7 los ponemos como sigue: y x, = 0.851 + 71 = 0.812 + . des £,= 0.910 + y =0.405 + E, — x, = 0.059 + 71 — y, = 0.407 — TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 321 La simple inspección de estos valores nos indica que en el instante de la conjunción el punto está fuera de la sombra; si construimos su posición en la fig. 5 y nos fijamos en que la trayectoria del punto con respecto á la sombra nunca se inclina más de 45? de la línea EW., des- de luego comprendemos que no hay ocultación y esto lo comprobamos calculando las coordenadas una hora antes de la conjunción aparente. Tenemos en efecto para ese instante: 2, =0.47 X'=0.47 0.579 =0.271 y, =0.47 y + y=1.031 —0.149 0.47 =0.961; por una construcción gráfica análoga á la anterior sacamos: Es = 0.820 + y. = 0.483 con lo que nos resulta para coordenadas relativas del punto, respecto á la sombra, una hora antes de la conjunción aparente: Es — Y, = 0.549 Ya — Ya = 0.478. Si construimos la posición de este punto y lo unimos con el otro se encontrará que la línea que los une no corta el círculo de la sombra, es decir, que no hay ocultación. Es aquí lugar de advertir que la lista del Anuario es de ocultaciones visibles en alguna parte de la República y no debe entenderse que las ocultaciones son visibles en todos los puntos de ella. En la columna encabezada «Paralelos límites de latitud,» se dan los paralelos entre los que están comprendidos los puntos donde es visi- ble la ocultación; pero no se quiere decir que de todos los puntos com- prendidos entre esos límites sea visible aquélla. Vamos por último á presentar el cálculo completo de la ocultación de la estrella y Leonis que tendrá lugar el 26 de Enero de 1910 en un punto situado á 19%24' de Lat. N. y á 10” al O. de Tacubaya, pero sin entrar en detalles sobre el cálculo de las coordenadas £ y y, con el ob- jeto de que se vea la secuela de la operación completa. Datos que se toman directamente del Anuario: A 322 | V. GÁMA. Hora de la conjunción geocéntriCa ...oooommmmmmom... Angulo horario en el momento de la conjun- nm A Declinación de:la 'estrella.......ooopoansrseraoranaodn y =09,50" H == 00:10 ) t,=y —2=09 .40 h, =H —2=4 .00 — 4t= 1.50 di t¿=t+4t= 750 h=h + 4t=5.50— E, = 0.942 — 71, = 0.304 + a 4t=x,= 0.981 — Y1= Y — y1 =0.198 — A ¡_x- - A — ya = E, — 1, = 0.039 + y + 4tr =Nn+=0.502 3 a =0.535 + y! =0.190 — ¿é =0.011 + 7 008 a — E 0.524 + y! — y 0.117 — a = Y. + —£ 0.568 ra ==. + (y —71) =0.315 Construimos ahora los puntos I y Il cuyas coordenadas sean respec- tivamente, las unimos por una recta y sobre una tira de papel marca- mos los puntos Í, 11, A y (; en seguida aplicando esta tira á la escala de manera que los puntos 1 y II abarquen 60” y tomamos luego los tiempos 7, y 7, transcurridos desde la conjunción hasta los contactos A y B. Encontramos así : Tr, = 14" — T¿=31".6 + La inmersión tendrá pues lugar á t, — 7, =7*,36" ” emersión ” y) ” b, + Ta = 8::921016: ll y ys a yl MS e TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 323 DE LA DETERMINACION DE LA LONGITUD POR LA OBSERVACION DE LAS OCULTACIONES Si los procedimientos que acabamos de exponer para calcular la ho- ra local de la ocultación los aplicamos á varios puntos situados en un mismo paralelo y á diferentes longitudes, tendremos las horas T,, T., T, de la inmersión, por ejemplo, para lugares de latitud gp y de longi- tudes L,, L,, L;..., y comparando en seguida aquellos con la hora Pá la que se observó la inmersión en una estación de lat. p, podremos por interpolación determinar la longitud L de dicha estación. Este método se comprende fácilmente, pero sería muy laborioso, tanto más cuanto que por los procedimientos gráficos que acabamos de exponer no podríamos llegar sino á una muy tosca aproximación. Se hace, pues, necesario buscar una solución más directa del problema, y para eso trataremos de encontrar la relación que liga á la longitud y la hora á la que tuvo lugar la fase observada. Supongamos que á la hora T se ha observado la ocultación de una estrella por la Luna, es claro que á esa hora la distancia del observa- dor al eje de la sombra será igual al radio de la Luna, y expresando algebraicamente esta igualdad tendremos una ecuación en la que en- tre como incógnita la longitud. En efecto, tendremos llamando a la distancia del observador al eje de la sombra a= (Y +=" 65) Ahora bien, £ y 7 nos son conocidas porque no dependen sino del ángulo horario, no así x é y. En efecto, si L es la longitud del lugar, á la hora local T de la observación, gp será la hora T + L del primer meridiano, y si llamamos zx, la abscisa de la Luna á la hora T, su valor á la hora T + L será x, + x' L; de la misma manera encontraríamos y = Yo + Y' L, con lo que sustituyendo en (5) tendríamos a=(a+x'L—E¿”+(y—y! L— 7 en la que entra como incógnita la longitud L. 324 V. GAMA. Como siempre se puede tener un vator de L aproximado á uno ó dos minutos de tiempo, llamando L, la longitud aproximada y 4 la co- rrección, tendremos que á la hora local T de la observación, la hora referida al meridiano de las efemérides será T + L, + 4, y si llama- mos X, el valor de la abscisa á la hora T + L, tendremos 2=a +81 y d=( +01 ++ 20m) (6) S1 el movimiento de la Luna fuere uniforme las dos expresiones nos darían el mismo resultado y la segunda no tendría más ventaja que la de operar en números pequeños. Pero no es así, los valores de 2' y' cambian con el tiempo y por con- siguiente las expresiones no representan bien los valores de x é y sino cuando L ó 4 son pequeños. De aquí la verdadera ventaja de la segun- da manera de operar. Para obtener á 4 de la ecuacion (6) vamos á hacer algunas trans- formaciones algebraicas. Pongamos: x—é£=m sen M x' = y sen N Y —7=M cos M y =x7<<0s N Gon esto nos resultará: l=wW+Y*rY+2*mn41cos (M—N) Despejando en seguida á 4 nos resulta: == cos (MN) e ¡E =- se cos” (M — N) n n RA Ed E A os (MN) + q ja — e sen? (MN) Para hacer calculable por logaritmos el radical, ponemos: m d resulta finalmente: E AA Na E (7) A OS (M — N) A sen (M — N) = sen y con lo que Vamos á interpretar el doble signo y á investigar cuál debe tomarse. Hay dos valores de 4 de los cuales uno sólo conviene. En general no hay incertidumbre en la elección de la raíz que debe tomarse, pues se conoce con bastante aproximación la longitud; pero no es difícil en- contrar cuál es el signo del radical que debe tomarse, bien entendido que Y se toma entre 0% y 90%, de modo que cos y es siempre positivo. Para esto vamos á tratar el problema por un método más directo, que habla más á la imaginación. Con las coordenadas zx, Yo del centro de la sombra á la hora local T de la observación (supondremos que la fase observada fué la emersión) fijemos el punto L y tracemos con el radio d el circulo de sombra; fije- mos también el punto A, proyección del observador con las coordena- das ¿ y 7 calculadas (Fig. 8). Fig. 8. Es claro que en el caso de la figura, el punto A no sale aún de la - sombra puesto que ésta se mueve con respecto al observador hacia el Este, lo que nos dice que el punto donde se observó no tiene la longitud 326 V. GAMA. supuesta L sino que está más al Oeste. Para encontrar su posición fije- mos la del punto de longitud (L + 1) de la misma latitud q del ob- servador y á la hora local T. Las coordenadas del lugar seguirán sien- do É y 7 y por consiguiente Á no cambiará poro los de sombra habrán variado X” Y” y por consiguiente serán x + 2'y + y”. Si tomamos en- tonces LG = 2” y CD = y”, D será la nueva posición del centro de la sombra. Tomemos en seguida LB' = BA; es evidente que cuando L lle- gue á B' el observador saldrá de la sombra y por consiguiente su lon- gitud será L + el tiempo que tardá la sombra en pasar de Lá B'. Este tiempo será +5, LD siendo el desalojamiento en una hora. UB Para tener á LB” consideremos el triángulo A L B' en el que cono- cemos LB=d, AL=m y BAL=180— LAD'=180 (M—N); m, M y N están dados por las siguientes ecuaciones: Ea 5 US CM UM 0 a =m sen N y =mn cos N Llamando ahora y el ángulo A B L tendremos: sen e= sen (M— N) BA=d cos g—m cos LAD=d cos y —m cos (M — N) Ahora, como L D es lo que hemos llamado n en las fórmulas de arri- ba tendremos finalmente: EUR decos g m es MN) n El signo + del radical de la ecuación (7) corresponde pues á las emersiones; del mismo modo veríamos que el — que corresponde á las inmersiones. Debemos de advertir que las a' y' que dan las Efemérides, correspon- den al momento de la conjunción geocéntrica de la estrella y la Luna y como hay que adoptar las que corresponden á la hora de la obser- vación, habrá que calcularlas con las fórmulas (4”) PRECISIÓN CON QUE PUEDE TENERSE.LA LONGITUD Influencia de los errores en el tiempo y en las coordenadas de la Luna Para estimar la precisión con que puede tenerse la longitud por el método que acabamos de exponer consideremos un caso sencillo, que nunca se realizará exactamente. Pongamos que y =7 Y' =0; las ecua- ciones (8) se volverán: ai=m en .M=n=90 con lo que la expresión que nos da el valor de 2 se volverá: a—¿£ a PS n zx á la que podremos haber llegado directamente por consideraciones se- mejantes á las del párrafo anterior. Aquí podemos ver inmediatamen- te la influencia en 2 de los errores en el tiempo y en las coordenadas de la Luna. Tendremos diferenciando con relación á £: d1= AE d t. dE la variación de x” con el tiempo es muy pequeña con relación á la de z por lo que podemos prescindir de ella sin inconveniente. Ahora ¿ es menor que 2” así es que el coeficiente de dt no será muy diferente de la unidad; puede pues decirse que el error en la valuación del ins- tante de la ocultación no está multiplicado en el resultado por un fac- tor notablemente mayor que la unidad. Diferenciando en seguida con respecto á (a — a”) tendremos: dz a ANA: d (aa!) 328 V. GAMA. Ahora bien, la ecuación (3) nos da: dx d(a—2) = r cos 0 con lo que expresando á d (a — a”) en segundo de tiempo, resultará: Ey de 15 r cos d sen ES Oe NL 15 cos d sen 1” dia z sen 7 2 El menor valor de x' es 0.50, el menor valor de z es 02 57 = 3400” así es que el mayor valor de sen 1” sen 7 será 3457; resulta de todo esto que el valor de 42 no pasará nunca de 305409 Ld (a —0”)] Puede decirse que, en números redondos, el error en la longitud es 90 veces el que afecta á las diferencias de A R de la Luna y la es- | trella. La primera de las conclusiones anteriores nos hace patente desde luego que el método de las ocultaciones tiene una ventaja considera-. ble sobre los otros métodos basados en las observaciones de la Luna. En todos estos en efecto, así en el de distancias lunares, como en el de ““culminaciones,” el error en el tiempo entra en el resultado multipli- cado por un coeficiente que puede llegar hasta 30. Por lo que hace á la influencia de los errores en las efemérides todos los métodos están A | en el mismo Caso. Debemos añadir que en el método de las ocultaciones la latitud tie- ne influencia en el resultado sobre todo cuando el lugar de observa- ción está cerca de los límites N ó S de la sombra ó cuando ésta se mueve muy oblicuamente sobre la tierra. No todas las ocultaciones son, - pues, igualmente favorables. Hay otras causas de error que tener en E cuenta, pero las anteriormente consideradas son las más importantes. | Antes de presentar un ejemplo de cálculo de una longitud debemos -. TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 329 advertir que cuando se quiere toda la precisión posible es necesario llevar en cuenta la altura de la estación sobre el nivel del mar. Esta equivale en efecto á un aumento en la cantidad que hemos designado por p, de manera que designando por A la altura y por U el factor por el que debe multiplicarse la distancia del observador al centro para tener la coordenada, tendremos para £, por ejemplo 8 a E=(p+a) C=p U(1+ el es decir, que al valor de £ calculado como antes explicamos debe agre- gársele su producto por la relación de la altura á £. Ahora, como el valor de esta última es muy pequeño puede tomarse un valor constan- te de p igual á 6377 kilómetros, así es que expresando la altura en ki- lómetros tendremos para corrección el valor encontrado de ¿, (=£. a X 0.000156. Hagamos ahora un resumen de todas las fórmulas que se emplean en el cálculo de una longitud. zx =sen (a—a') cos 9/sen z, y =sen (8— 0”) cos* 4 (a—a”)/sen z + + sen? 3 (a—a”) sen 2 (0 + 0)/sen 7 a =15 4a cos 0/7 y =40/7 E=f cos y sen h =M+%% M=y sen y cos 0” yn, =f cos y cos h cos 0* tg M=(+=50/(y—2) tg N=2 /y m= («— £)/sen M=(x—£) cos M n=«w'/sen N=y'/cos N sen 4 =m sen (M—N)/d + d=0.2735 log d = (9.43537) 41=—m/n cos (M—N)=d/n cos y (41 en horas) El signo — corresponde á la inmersión. EJEMPLO Apliquemos estas fórmulas á la observación de la ocultación de 33 Ceti hecha en Tacubaya el 29 de Septiembre de 1909, La hora correc- ta de la observación es t= 9"06”13*,2, ó expresando en minutos y Memorias, T. XXVIlI. 1909-1910, —22 330 V. GAMA. fracciones de minuto: ¿= 9*06.22; la longitud del Observatorio deter- minada por cambios de señales telegráficas es 6"36"46*.7. W. de Green. Podíamos para el cálculo tomar L, = 636" en minutos redondos; pero para facilidad de la interpelación al deducir los valores de a y 0 tomamos L, = 6"35.78 con lo que resulta que la hora de Greenwich en el momento de la ocultación es T = 906,22 + 6"35”,78 = 15"42" = 15,8000. Esto supuesto y adoptando para la latitud de Tacubaya 19%24'17".5 dispondremos el cálculo como sigue: * a =1*01"52*.00 ¿= 2208'16".80 a/=105 55.01 0 =1 5758 .70 a EIA Opa ¿—o 0 =0%10'18".10 1900'45.15 3(8—0%)=203 7.75 3(a—a)= 0 3029.57 4.68557 co sen(a—0D..... 8,24726— sen (0— O)... 2.79106 cds Lo.. Uca E 9.99970 cos" +(a—a”)....—0.00003 0 TR e e! —-28.25202 8.25202 O Td a a 9.22458 9 = 0.98842 — 1=0.16772 IL= 0.00016 y=1+I1=0.16788 7. =61'2D".5 4a= 138.042 =3685 .8 4 0 = 989.28 sen 3 (a—a)...... 7.94607 e 7.94607 sen 2 (0 +0... 8.00399 S 8.25202 CENA IS 6.19411 1 Los elementos todos de la luna han sido tomados del ““Nautical Almanac”” que los da referidas las épocas al Meridiano de Greenwich, a TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 331 ¡EN 1.17609 71 2.99532 NY CBA 2.14001 Wilddes só 3.56647 EPT —3.56647 Y nccuros. 9,42885) COS O... +-9.99969 IAEA 9.74932 9.26824 A ARES == DOI OZ AM =— IAS DUO A E A É 1 29.7 213913. E 4 ARAS Ml == DON DO O [E ATAN 3 26 DEA] 5140" 22.5 AO 0.00016. cos P.... 9.97460 Aids, 9.99725 cos h.... 9.79250 sen P.... 952145 sen 0... 8.53544 cos 0”... 9.99774 A 8.30270 A = 0.32994 7, = 0.02008 1 — Ya = 0.30986 Corr. por altura =c= 9 y 0.30995 y ACA 0.00016 cos €.... 9.97460 sen h.... 9,89458— 9.86934— 0.74019 Corr. por altura = 0.00022 ¿=C.74041 332 V. GAMA. x= 0,98842 y = 0.16788 ¿=0.74041 y =0.30995 a — E=0.24801 y — y =0.14207 1 E A 9.74932 9.74963 Y" Iaido 9.42885 SEN is puritanos 9.95529 le Narsittes 0.32047 Me AN pl 9.79434 A 9.39447 9.39447 Y Farias 9.15250 Sen sons 9.93838 PS 0,24191 Meivdr amo AS M = 240%11'40" M= 64 2640 M—N=175%4500" ll doiculamsa ds 0.56463 CADA 9.43587 Mos RSOOO ¿ANT 0.20566 sen[(M — N). 8.86987 cos Y.... 9.99868 sen Wianodons 8.89059 eS 9.63971 — I= 0.43622— — 1=0.4577 + 41=-—1-— 11= 0.0215 horas. =P 1% A 9.45609 e 0.20566 cos (M—N). 9.99880— ARA IT 9.66055— La — 6 35 46.8 4i= 117.0 L=6 37 03.8 8 de E > Y TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 333 OBSERVACIONES - Debe tenerse presente que cuando la longitud supuesta no difiere mucho de la verdadera (como en nuestro ejemplo) el valor de m, dis- tancia del punto al eje de la sombra, debe diferir muy poco de d (ra- dio de la sombra). Además en el ejemplo m > d lo que quiere decir que el punto que tiene la longitud supuesta aún no llega á la sombra, y como ésta avanza sobre la tierra de Occidente á Oriente, dicho punto estará al Oriente de la estación, es decir, que 4 4 será positivo. El cálcu- lo muestra que así es, pero ese resultado lo podiamos haber previsto por la simple comparación de los valores de m y d. La diferencia de 17* entre el valor obtenido y la longitud adoptada nos representa casi todo el error de la longitud deducida de la hora de la ocultación, pues que la longitud aceptada es conocida á menos de 1”. Este error proviene principalmente de los siguientes: del error de la corrección del cronómetro; del que afecta al tiempo cronométrico de la ocultación; de los errores en las coordenadas, paralaje y diámetro de la luna. Los dos primeros entran en el error final de 4 4 con un coeficiente poco diferente de la unidad y como en nuestro caso tenemos la correc- ción del cronómetro á menos de 0*5, y el error al anotar el momento de la ocultación no pasa á mi entender de dos segundos, quedan como causas principales de la discordancia las dos últimas. Llamará la aten- ción que haya estimado en dos segundos el error cometido al anotar la hora de la ocultación, pues esto no se compadece con el hecho por to- do el mundo conocido de que la ocultación es casi instantánea; pero hay aquí lugar á advertir que cuando se trata de una estrella chica y la inmersión se hace por el borde iluminado, como fué en nuestra ob- servación, la estrella apenas se ve cuando está ya muy cerca, y esto produce cierta incertidumbre en el momento de la ocultación. Por lo que hace á la influencia del error en el radio de la Luna ad- vertiremos que éste se corrige en parte observando las dos fases de la ocultación; pero no hay que esperar eliminar completamente el error 334 V. GAMA. ; de esa manera: en efecto, el disco de la Luna no es una circunferencia geométrica, tiene sus irregularidades en los bordes, así es que la hora de la ocultación puede acelerarse ó retardarse según que el contacto se haga en una saliente ó en una entrante del borde. En cuanto al efecto de los errores en los elementos de la Luna da- dos por las efemérides, la mayor influencia corresponde al error en AR y la manera mejor de evitar el efecto de éste, es observar simultá- neamente con un observatorio fijo. Observando por ejemplo en Tacubaya la misma ocultación que en la estación cuya longitud se quiere, se podría con la observación en el primero de dichos puntos corregir de la manera que adelante expo- nemos, la AR y la D de la Luna y emplear los valores así obtenidos para calcular la longitud del otro. CORRECCIÓN DE LAS COORDENADAS DE LA LUNA POR LA OBSERVACIÓN DE UNA OCULTACIÓN La observación de las ocultaciones en lugares de posición conocida puede servir para determinar las correcciones que hay que hacer á las coordenadas de la luna de modo que las horas calculadas para las fa- ses sean iguales á las observadas. Llamando zx, y £ y y las coordenadas de la sombra y del observador á la hora T á la que se observó uno de los contactos; deberemos tener: A A A A (9) Si esta ecuación no se verifica es porque las coordenadas de la Luna y de la estrella que han entrado en el cálculo están afectadas de erro- res y habrá que corregirlas de modo que se verifique la ecuación. Para esto pondremos á x y en función de las coordenadas angulares, desig- nando por 4 (a — a”) y 4 (8— 0”) las correcciones que hay que ha- cer á dichas coordenadas angulares, y por 4 y y 4 x los que en virtud de esto tienen que sufrir las x y. La ecuación (9) quedará entonces hajo la forma: de=(2 + de — E * +(y + 4y—Dienncccno. (10) Ñs . TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS, 335 Para tener 4 x y 4 yen función de 4 (a — a”) y 4 (9 — 0”) dife- renciamos las ecuaciones (9 y 10) con lo que resultará: 1 4de = o! => a 1Atla — 2 = —— Cos d' cos (a — a”) Á (a — a) : | 4 y= '—0) 4(0 —0) — A O — 2 cos 0' sen 9 cos 4 (a! — a) 4 (a! — a)] Antes de pasar adelante observemos: que el efecto en el valor de zx del error en 0” es insensible por estar multiplicado por una cantidad muy pequeña; que sucede lo mismo con el valor y por lo que no hay necesidad de considerar separadamente los errores en las declinacio- nes de la Luna y la estrella sino únicamente el error en la diferencia de coordenadas; que los valores dados 4 (a — a) y 4 (0' — 09) están en partes de radio, por lo que habrá necesidad de multiplicarlos por sen 1” si se quiere expresar esa cantidad en segundos de arco. Sustituyamos ahora los valores de 4 x y 4 y en (10), desarrollan- do los cuadrados y teniendo presente que podemos ¿prescindir de las segundas potencias de 4(a— a”) y 4(0 —0”) y poner por cos (a! — a) y cos (0 — 9) la unidad, tendremos: UL ae Y —W + (08) cos 0 4(a'—a) d5d += m4 (00) sen Y Haciendo como antes (x — £) =m sen M y—>7=mcos M podremos tener: ” / 2 m sen M sen 1” cos 0 AD sen 7 d? =m + 2 sen 1” 4 (0 —0 ón m cos M4( ) ES e ic $ Lo Ñ yA yA Y 336 V. GAMA. Si pasamos 2 al primer miembro nos quedará: (9 + m) (om = ELSA sen 1” cos 0 U (a — a) + asen 1” Ep M d4(0' — 8 =- a Tons ( ) En esta expresión podremos, en virtud de que m y d difieren muy poco, poner: ser e” : t 2 sen 1” A —— MAYO ==" 57 sen 7 EA ( ) La observación de la emersión nos dará una ecuación de forma aná- loga á la anterior; tomadas las dos simultáneamente podremos tener los valores de 4 (a' — a) y 4 (0 — 0). Circunstancias generales de una ocultación Tratándose de eclipses de Sol, fenómeno que tiene gran analogía con las ocultaciones, se acostumbra dar las posiciones de la penum- bra y de la sombra sobre la tierra, de hora en hora para la primera, á más cortos intervalos para la segunda. Para las ocultaciones se li- mitan las efemérides á dar las latitudes extremas entre las cuales es visible el fenómeno. Vamos á ver la manera de fijar estos límites así como la posición de la sombra en un instante dado, pues esto puede servir de introducción á la solución de la cuestión en el caso más com- plexo de un eclipse. Latitudes límites de los puntos en que es visible la ocultación. —So- bre el plano de las XY tracemos la trayectoria de la sombra y las pro- yecciones de los paralelos de la manera que lo indica la fig. 8 veremos entonces inmediatamente cuáles son los límites buscados. Para trazar la trayectoria de la sombra se toma la Y de su centro TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS. 337 en el momento de la conjunción geocéntrica y se marca el punto O con esa ordenada y la abscisa O; una hora después el centro de la som- bra estará en el punto II cuyas coordenadas serán x”, Y + y; la línea O Il será la trayectoria del centro de la sombra. La circunferencia de centro O con un radio igual al de la Luna, será la posición de la som- bra en el momento de la conjunción aparente, y si trazamos dos para- lelas á O Il tangentes á la circunferencia aludida tendremos la pro- yección de la porción barrida, digámoslo así, por la sombra. Para tener la proyección de los paralelos, sea oz el eje de las 2, es decir, la línea que va de la tierra á la estrella; OP el eje de la tierra, OY el eje de las Y; A un punto sobre el meridiano de la estrella de latitud q; el paralelo de ese punto formará con el plano de las XY un ángulo igual á (90 — 0) (9 es la dec. de la estrella) y se proyectará por consiguiente según una elipse cuyos ejes serán: AB=cos p CD =cos p sen 9 El punto € centro de la elipse está fijado por la ecuación: | OC = O0B cos d= sen Qp cos d, y el vértice D por OD = sen (pq — 0). La trayectoria de nuestra figura es la de la sombra de la estrella 33 Ceti el 29 de Septiembre de 1909, y los paralelos han sido traza- dos para ¿= 2? que difiere muy poco de la declinación de dicha es- trella. Según nuestra figura las latitudes límites serán + 83% y —8 que son las que nos dan los Almanaques Americano y Francés, Si se construye una serie de gráficas, análogos á los de la figura, para las declinaciones de 0% 4 30% se podrá inmediatamente con la construcción indicada encontrar con muy poco trabajo los límites bus- cados para una estrella cualquiera. 338 V. GAMA. LÍMITE DE LA SOMBRA EN UN MOMENTO DADO Lo mismo que los paralelos, los meridianos de la tierra se proyec- tarán según elipses más ó menos alargadas; de todos los meridianos el de los puntos para los cuales culmina la estrella en el instante dado se proyectará según una recta, y á ese le llamaremos meridiano cen- tral. Supongamos pues construídas, como en la figura 11, las proyec- ciones de los meridianos sobre el plano de las X Y correspondiente á 33 Ceti y busquemos la posición geográfica del punto A, en el límite de la sombra á la hora de la conjunción geocéntrica. Este punto está en el paralelo de 37%5 latitud Norte y á 20% al Oeste del meridiano central. Ahora bien, si conocemos la longitud, respecto á Greenwich por ejemplo. de ese meridiano, tendremas la del punto A añadién- dole 20, Fig. 9 Para tener la longitud del meridiano central observemos que la hora sidérea de los puntos que están sobre él en el momento de la conjun- ción es la ascensión recta de la estrella (a) y por consiguiente si lla- mamos t la hora sidérea de la conjunción, la longitud buscada será TEORIA DE LAS OCULTACIONES DE ESTRELLAS 339 (t—a). En nuestro ejemplo ¿t= 6" 11” a=1* 06”, tendremos pues para la longitud buscada: L= 5" 05” =76* y para longitud de A, 96% al W. de Greenwich. Para construir las proyecciones de los paralelos es conveniente fijar los puntos en los que aquellos son tangentes á la intersección de la tierra con el plano de proyección. Para eso observaremos que evidentemente los puntos de contacto deberán estar en la intersección del plano del paralelo con el de proyección, en nuestro caso el de las X, Y. Ahora bien, el punto F de la fig. 9 es un punto de esa intersección, la cual deberá ser perpendicular al eje de las Y.Y.; por consiguiente si por F tiramos H H' los puntos H y H' serán los buscados. Puede fijarse el punto H valuando el ángulo HOY y para eso basta observar que sen 9 cos HOY =0F=o0B/cos o = cos y Esta expresión nos dice desde luego que si d es muy pequeña H distará de 2 sensiblemente la latitud del paralelo: esto es lo que pasa en la fig. 11. Lo anterior es bastante para que se comprenda la manera como se procedería para otra hora cualquiera. La ventaja de este método es que se pueden construir de una vez por todas, gráficas para todas las de- clinaciones que alcanza la Luna, pues una vez que se tienen esas gráfi- cas no hay que hacer sino rápidas y sencillas operaciones. Observare- mos por último, que las aludidas gráficas son las mismas que se usan para la determinación de la posición heliográfica de las manchas so- lares. Para construir la elipse según la cual se proyecta un meridiano, que hace un ángulo L con el principal, observaremos que esa elipse debe pasar por el punto P” proyección del polo P de la tierra, fig. 9, por con- siguiente bastará conocer la posición de su eje mayor y como ese eje pasa por el centro O, bastará otro punto de su dirección. Busquemos 340 V. GAMA. pues un punto de la traza del plano del meridiano de que se trata. Es- cogemos un plano vertical de proyección que pase por OY y tiremos un plano tangente á la esfera en P; las trazas de este plano serán AB y AP” y sus proyecciones con los planos del meridiano principal y del otro cuya proyección se quiere formarán un ángulo L. Abatiendo el plano tangente en el polo sobre el de los XY por un giro alrededor de AB, el Polo caerá en P, y construyendo el ángulo APC igual á L la rec- Figura 10 ta PC será la traza del plano meridiano de que se trata con la tangen- te en P. El punto € será pues el punto buscado y MM/ el eje de la elip- se. Si en el punto P se trazan una serie de rectas que formen con OA ángulos de 5% en 5%, por ejemplo, tendremos los ejes de todas las elip- ses según la cual se proyectan los meridianos que formen esos ángulos con el meridiano principal. > Si se prefiere á la construcción gráfica el cálculo del ángulo GO Y, TEORIA DE LAS OOCULTACIONES DE ESTRELLAS. 341 será fácil deducir ese ángulo de la misma construcción. En efecto te- nemos: AP" =AP” =:1tg P "OY. > tg 2, A0=.8ec.8 . AG= AP tg APC = tg 9 tg L AC — tgótgL te A0U=105= “secs —sendtgL ha 1 Y E La La DM < PERE ASS , LS ASS A S 1 HATE E AT an ENE Es $ A : 50 AAA O QA UN: A NO 777/ Ñ SSA 14 O SOSA e ASA E y AAA PH" NAATN-TETS TASA PASO Sl a Figura 11 Conocido el eje de la elipse y un punto P” de ella posible es cons- truirla y calcular el eje menor; pero puede también calcularse éste conociendo el ángulo que el plano del meridiano hace con el de la pro- 342 V. GAMA, yección. Para tener ese ángulo hacemos la construcción indicada en la misma fig. 9, de la que lo obtendremos midiendo el ángulo DCD”. Si lo queremos deducir trigonométricamente pondremos: YD ADE: OD'p8 Ea Sc or — OD sena — ó bien cot DCD” = sen a cot d A estas mismas relaciones habríamos llegado si hubiésemos tratado la cuestión por los métodos de la trigonometría esférica. Tacubaya, 1910. MÉMOIRES DE LA SOCIÉTÉ «ALZATE.» TOME XXVII. NOTAS SOBRE FAPLORACION Y PROSPECCIÓN DE CRIADEROS MINERALES Por el Ingeniero de Minas Julio Baz y Dresch,M.S.A. (SESION DEL 2 DE AGOSTO DE 1910) PROGRAMA Primeros trabajos para preparar una mina hasta ponerla en estado de ser explotada, tomados desde el tiempo del descubrimiento y pa- sando revista á todos los estados intermedios, como son: exploración, reconocimiento preliminar, denuncio, levantamientos de estudio, obras de investigación, trazado de las obras de preparación para el disfrute y finalmente apreciación del yacimiento. DIVISION . Introducción y exposición del programa. . Trabajos de exploración ó prospección. Reconocimientos preliminares. . Procedimientos de denuncio. . Levantamientos de estudio. Obras de investigación. Obras preparatorias del disfrute. Apreciación del yacimiento. Conclusión. op Saa Na 1.—Introducción y Exposición del programa Una mina es un depósito de mineral que puede ser trabajado con beneficio, es decir, que antes de agotarse debe haber devuelto á sus dueños el precio de adquisición y las cantidades gastadas en los ser- vicios de extracción, transporte y beneficio del mineral, costo de obras 344 JULIO BAZ Y DRESCH. auxiliares y administración y además una utilidad liquida y valuada como un tanto por ciento de las cantidades de dinero empleadas. Por lo tanto la persona que emprenda la explotación de un criade- ro mineral deberá investigar, antes de invertir sumas más ó menos grandes en las obras é instalaciones previas, asegurándose lo más posi- ble de que el criadero contiene mineral en cantidad y calidad suficien- tes para justificar esta inversión. La investigación de los criaderos minerales es una operación nece- saria que debe anteceder á las de explotación y es precisamente ella la que deeidirá del grado de explotabilidad de un criadero. Puede decirse que la mayor parte de los fracasos en minería se de- ben al descuido de la investigación previa del criadero, pues sólo los resultados de dicha investigación serán á los que se deba atender para invertir un capital, casi siempre cuantioso, en un determinado asunto minero. 1.—Los trabajos de exploración son los que se hacen con el objeto de descubrir criaderos minerales. Dichos trabajos se emprenden siste- máticamente en el caso de una Compañía concesionaria de una Zona de Exploración en una región mineralizada y que tenga un campamento Ingenieros dedicados á descubrir criaderos que ameriten denunciarse. 2.—Fuera de este caso aislado, el descubrimiento de los criaderos minerales es debido, ó á la casualidad, ó á los esfuerzos aislados de los gambusinos y cateadores gente de escasos recursos y pocos conocimien- tos cientificos, pues su ciencia se reduce á distinguir unas de otras, tres ó cuatro pintas minerales pero que poseen un espiritu aventurero y que siempre con la esperanza de hacer una fortuna rápida en algún descu- brimiento, no desmayan en su empresa arrastrando una vida llena de privaciones. 3.—Así es que generalmente el Ingeniero no tiene que hacer propia- mente el descubrimiento, sino que comisionado por el socio capitalista del descubridor tendrá que informar de la existencia y naturaleza del criadero y de su explotabilidad aparente para que en vista de este infor- me preliminar se decida si hay ó no lugar á proceder al denuncio para amparar la propiedad y empezar á hacer investigaciones formales. Nu TAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 345 4.—Una vez que se ha visto que el criadero presenta buenas condicio- nes para ser trabajado se procederá al aseguramiento de la propiedad. Dos clases de procedimientos se presentan: 1. Los administrativos, que son los que se siguen en la Agencia de Minería y que comprenden: permiso de exploración, solicitud de denuncio, publicación de dicha solicitud, nombramiento y aceptación del perito, entrega del plano é informe á la Agencia de Minería y expedición del Título por la Secre- taría de Fomento. 2. Los procedimientos periciales, que son los que tie- ne que efectuar el Perito para hacer la medida y localización de las per- tenencias señalando en el terreno los puntos que deben ocupar las mojoneras. ' 5.—Siendo muy costosas, las obras preparatorias de explotación an- tes de emprenderlas, deberá hacerse un estudio completo del criadero y de las condiciones en que se encuentra. Hay necesidad pues, de hacer un levantamiento de estudio para poder determinar la mejor coloc:ción de las dichas obras para que llenen su objeto y para que resulten lo más económicas posible. Con un levantamiento bien hecho se tendrá el criadero de tal modo representado, que será posible después proyectar los lugares de él que se deben atacar y calcular además, no sólo la duración de las obras, sino aun su costo. 6.—El estudio del criadero no será completo si no se investiga antes, tanto en la superficie como en la profundidad, sus dimensiones, regu- laridad, mineralización y condiciones generales para su explotación. Ciertamente que esto originará un gasto (especialmente las investi- gaciones subterráneas), pero deberá tenerse en cuenta que, si el resul- tado de la investigación es negativo evita el emplear en un mal negocio cantidades fuertes de dinero y si el resultado es favorable, estas obras servirán para dar á conocer la mejor manera de trabajar el yacimiento. Cuando no se conozcan todas las condiciones gue se tienen que sa- tisfacer y todos los obstáculos que hay que vencer, las obras que se emprendan tendrán que salir defectuosas y redundarán en perjuicio de la explotación económica. 7.—El estudio y la investigación de las condiciones del criadero Memorias. T. XX VIIL, 1909-1910.—23 346 JULIO BAZ Y DRESCH. permitirá fijar de una manera definitiva el método de explotación que se va á seguir y una vez este elegido habrá que hacer el trazado de las obras (pozos y galerias) necesarias para llevarlo á cabo. El trazado de esta red subterránea comprenderá las obras de acceso y las de circulación interior, que son las intermediarias entre las labo- res y el patio de la mina y que una vez ejecutadas permitirán á ésta entrar en un período de plena producción. 8.—El último punto tratado es el quese refiere á la apreciación del yacimiento para decidir de su expiotabilidad. 9.— Conclusión. 2 —Trabajos de exploración ó prospección Dos factores intervienen en el descubrimiento de criaderos minera- les: casualidad y tiempo; pocos son los que han escapado á esta doble influencia. El hombre desde las más remotas edades ha extraído las substan- cias minerales del seno de la tierra, es claro que desde un principio debe haberle llamado la atención el diferente aspecto de los minerales respecto á la roca en que se encuentran y atraído por su color,'su brillo, su peso, etc., los recogió y acabó por descubrirles sus otras cualidades. Los minerales más fáciles de recoger fueron los primeros en ser ex- plotados, tales son aquellos cuyos criaderos pertenecen á los denomi- nados placeres. El pastor, el arriero, el caminante, han sido los principales descubri- dores de los criaderos minerales. Pero además de los casos en que interviene la casualidad, hay otros en los que el hombre se dedica exclusivamente á encontrar ó descubrir dichos criaderos. Estos trabajos de descubrimiento son emprendidos ya sea por perso- nas aisladas que en general poseen escasos conocimientos mineralógi- cos y geológicos y que son designados con el nombre de gambusinos; ó por sociedades organizadas con el objeto de determinar, en una re- gión dada, los criaderos que ameriten ser denunciados. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 347 Estas empresas, equipadas á veces con todo gasto, tienen verdade- ros campamentos de ingenieros dedicados á levantar el plano topográ- fico y geológico de la región abrazada por la zona de exploración con- cedida y mantienen por un tiempo largo un trabajo perfectamente organizado. El individuo que se dedica á descubrir criaderos minerales debe te- ner cualidades especiales; debe ser robusto y sano para poder soportar las fatigas físicas, largas jornadas, mala alimentación, vida al aire li- bre, inclemencias del clima, etc. Su carácter distintivo es su afición á estas empresas, además debe ser sobrio, prudente, tenaz para no des- mayar en la prosecución de su ardua tarea y sobre todo debe ser escép- tico para no ilusionarse con indicios falsos y así poderle dar á las ob- servaciones y descubrimientos su real valor. Conocimientos en mineralogía, geología, docimacia y análisis quí- mico (por lo menos al soplete), y de topografía, son enteramente in- dispensables y aunque no se puede decir hasta qué grado debe poseer estos conocimientos, se comprende que de ellos dependerá en gran parte el resultado que se obtenga. Además debe conocer los procedimientos administrativos de ley que se siguen para amparar los descubrimientos. Todo esto reunido hace del individuo que se dedica á buscar minas un ser especial y en cuanto á su carácter se puede decir que el gam- busino nace, no se hace. Este sería el gambusino ideal, raramente realizado, pues la mayor parte no llenan ni la mitad de los anteriores requisitos, pero al hablar de él lo he hecho porque las condiciones que he expresado son las que deben tener los ingenieros comisionados para el estudio de una región. En un campamento organizado en regla se aplicará el principio de la división del trabajo. El número de personas que lo formen variará en cada caso con la extensión de la zona por explorar, del tiempo en que deba quedar acabado el estudio y de la posibilidad monetaria de la compañía organizadora. Pero en general el servicio debe organizarse así: 348 JULIO BAZ Y DRESCH. Un jefe. Sección de topógrafos. Sección de exploradores. Administrador del campamento. Mozos y peones. El jefe del campamento es generalmente uno de los exploradores y su misión es además ¡a de distribución del trabajo, la recopilación de datos y la vigilancia. TOPOGRAFIA El levantamiento topográfico es una operación enteramente indis- pensable en el caso que nos ocupa, pues el conocimiento de la región y de las formas del terreno hará que la exploración se lleve con or- den y método y permitirá relacionar unas con otras las observaciones y datos recogidos. Las operaciones topográficas que tienen que hacerse son de dos ór- denes, primero un levantamiento general que dará á conocer los acci- dentes orográficos y las vías de comunicación y un cierto número de puntos fijos á los que se relacionarán los levantamientos especiales; y segundo, los levantamientos especiales que se harán en cada punto en que el explorador haya hecho un descubrimiento y tiene por objeto de- terminar los elementos del criadero descubierto, localizar los puntos adonde se hayan tomado muestras, servirán además para proyectar los trabajos que se han de hacer sobre dicho criadero, en vista de que sal- gan lo más apropiados para el objeto y por último para establecer el denuncio. EXPLORACION Cada explorador tiene que hacer sus investigaciones en una área li- mitada y proceder sistemáticamente. Las indicaciones á que tiene que atender y por su orden, son las si- guientes: . A NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 349 s Indicaciones locales, Arqurológicas. Mineralógicas. Indicaciones geológicas. * Relaciones de formación de los criaderos. Asociación, continuidad y paralelismo. INDICACIONES ARQUEOLOGICAS Son las señales de cualquiera naturaleza que hayan podido dejar los trabajos efectuados en épocas más ó menos remotas. Desde luego la etimología dará uma luz á este respecto y aunque muchas veces un nombre puesto al acaso, no quiere decir nada, hay otros en los que dicho nombre guarda alguna relación con su signifi- cado. Así hay lugares denominados: Piedras Negras, Barriga de Plata, Río del Oro, Tetela del Oro, Minas Viejas, Azufrosa, etc., en los que existen carbón de piedra, mineral de plata, oro de placer, etc. Tradiciones.—Muy abundantes en el país, sobre todo en los distri- tos mineros de difícil acceso y poco poblados; se refieren generalmen- te á minas muy ricas cuya localización exacta no se conoce, pero en la tradición se cuentan incidentes por los que puede deducirse el lugar adonde estaba situada la mina, que generalmente fué tapada por su propietario, habiendo éste al momento de huir ó morir, legado los da- tos de su situación á una ó dos personas que quedaron en el secreto. De dichas tradiciones hay que desconfiar, pues si bien es cierto que las hay verdaderas y que realmente han servido para hacer buenos descubrimientos, la mayor parte son inventadas por individuos que tienen por profesión vivir de los crédulos y entusiastas buscadores de minas, al ofrecerse como guías y ayudas en el descubrimiento de la mina objeto de la tradición que ellos mismos cuentan. Documentos.—Son más raros pero sin embargo existen y sobre ellos se puede decir, lo mismo que se dijo respecto á las tradiciones. Suelen ser de valor los documentos originales pertenecientes á los archivos 350 JULIO BAZ Y DRESCH virreinales en los cuales se daba cuenta ó informe de trabajos de minas ó de causas instruídas contra mineros. í Trabajos antiguos.—Estos son los más valiosos de todos los indicios arqueológicos puesto que son prúebas fehacientes de la existencia de un criadero mineral. Son de dos clases, restos de excavaciones de donde se ha extraído el mineral, ó de las construcciones destinadas á bene- ficiarlo. Los yacimientos minerales fácilmente reconocibles han sido traba- jados desde épocas muy remotas, cuando menos en los puntos bien mineralizados del afloramiento. Pero la imperfección de los medios con que contaban estos mineros primitivos dió por resultado que sus trabajos no pasaron de una profundidad relativamente corta (aunque hay ejemplos de casos excepcionales en los que las profundidades al- canzadas son notables), sobre todo cuando tenían que luchar con el agua y por otra parte los procedimientos metalúrgicos antiguos sólo permitían el tratamiento de los minerales ricos. Debido á esto, muchos trabajos tuvieron que ser abandonados cuan do, por haber llegado á una profundidad relativamente grande, por un decrecimiento de la ley del mineral, por una irrupción de agua en las labores ó por una mala organización, el minero no podía seguir traba- jando con provecho. Las vicisitudes por que haya atravesado la región en un periodo lar- go de tiempo: escasez de lluvias, malas cosechas, guerras y por conse- cuencia emigración y falta de brazos, contribuyen al abandono de los trabajos, los que después de un largo tiempo de inactividad no pueden volver á ponerse en estado floreciente sino á costa de grandes capi- tales. Así en muchos casos esas antiguas obras pueden tomarse de nuevo con utilidad. De ello hay actualmente en el país numerosos ejemplos, aun de aprovechamiento de los desechos de los antiguos (terreros y jales). NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 351 INDICIOS MINERALOGICOS Estos pueden presentarse de dos maneras: en su lugar ó transpor- tados. El explorador al recorrer una región debe hacerlo con método pre- meditado, recorrerá primero los arroyos principales en sentido ascen- dente, y si llega á descubrir un fragmento de mineral (debe fijarse también en las substancias que pueden ser matrices), esto lo pondrá en el camino del yacimiento; desde luego se fijará en su estado, así un fragmento rodado de un mineral duro que presente sus aristas arre- dondadas habrá recorrido un gran camino, y si el mineral es suave y presenta aristas angulosas, el camino recorrido habrá sido muy corto; juzgando de esta manera y averiguando por la forma del terreno el camino por donde este mineral pudo haber llegado al lugar adonde fué encontrado, proseguirá su investigación en esa dirección buscando más fragmentos, la presencia de los cuales le irá acercando al lugar de don- de provienen. y La desaparición de los fragmentos dará lugar á buscar en otra di- rección ya sea en un talweg tributario ó en el flanco de la colina, de esta manera se llega hasta el lugar adonde se encuentra en su yacimiento. Las investigaciones pasarán de los arroyos á las crestas ó filos de las elevaciones y serán facilitadas en muchos casos por.la ausencia de vegetación, lo que permitirá notar los cambios de la coloración. El color es un factor muy importante en el descubrimiento de los cria- deros minerales, pues generalmente el mineral tiene un aspecto dis- tinto de la roca; una capa de carbón se marca por una cinta negra en el terreno ó en el flanco de la colina adonde aflora. Los minerales de cobre dan lugar á manchas verdes, azules ó rojas más ó menos inten- sas que llaman la atención desde luego. Los minerales comunes de hierro son rojos, pardos, amarillos ó negros. Los de manganeso, ne- gros; los de plomo dan colores amarillo y blanco; el mercurio verme- llón y el cobalto da coloraciones rosas aunque poco intensas. Los cambios de coloración en el terreno indican también un cambio en la naturaleza de las capas y los lugares en que dos rocas distintas 352 JULIO BAZ Y DRESCH. ya sean sedimentarias ó eruptivas se locan ó se ponen en contacto son lugares propios para investigar si hay mineralización. Los afloramientos de los criaderos se hacen notar en lo general del resto del terreno y desde luego llaman la atención los crestones salien- tes (en el caso de que el llenamiento del criadero sea más duro que la roca encajonante) ó las depresiones (en el caso contrario). El sombrero de hierro de muchos criaderos, por la coloración de los compuestos de hierro se hace también notable y atrae las miradas del explorador, La naturaleza de las aguas da, algunas veces, idea de la minerali- zación que se encuentra en el camino que han recorrido y muchos ma- nantiales han dado lugar á descubrimientos de criaderos minerales, Además, los manantiales de combustibles líquidos y de gases no dejan duda respecto de la existencia de depósitos de estas substancias. INDICACICNES GEOLOGICAS RELACIONES DE FORMACION DE LOS CRIADEROS Los minerales útiles se encuentran repartidos en todo el globo, pe- ro sus criaderos difieren grandemente entre sí según la naturaleza del mineral. Sin embargo se puede decir que hay una asociación entre los terrenos y los minerales que encierran; así, sin analizar esta asocia- ción con detalle, se puede notar desde luego la diferencia que existe entre las regiones á donde se encuentran mantos de carbón intercala- dos entre las capas del terreno y aquellas en las que dichas capas es- tán atravesadas por fracturas mineralizadas y lo mismo se podría decir de otras formaciones, como los placeres auríferos, las regiones petrolíferas y las diamantiíferas, etc. Sería una obra de geología especial la que se ocupara con detalle de este punto. Aquí solamente se hace referencia á las fracturas cuya mi- neralización se ha producido por la circulación hidrotermal, por ser este el caso de los criaderos minerales más explotados en nuestro país, y con objeto de hacerlo de una manera breve y clara transcribiré lo que dice Y. Le Conte. | PA NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 353 1.—Los depósitos minerales, usando el término en su acepción más amplia, pueden tener nacimiento de muy diversas clases de solucio- nes, pero especialmente de las alcalinas porque estas son las disolven- tes naturales de los sulfuros metálicos y los sulfuros metálicos son usualmente la forma original de tales depósitos. 2.— Pueden tener, nacimiento de soluciones con muy diversas tem- peraturas y presiones, pero principalmente de aquellas que poseen una alta temperatura y que se hallen bajo una presión elevada, porque de- bido á su gran poder disolvente, tales soluciones pueden contener ma- yor cantidad de compuestos metálicos. 3.—Las soluciones depositantes pueden moverse en cualquiera di- rección, pero serán las ascendentes las más favorables, porque perdien- do calor y presión á cada paso, tales soluciones harán el depósito más abundante. 4.—Los depósitos pueden tener lugar en toda clase de fracturas que sirvan de camino á las soluciones; en fracturas ampliamente abiertas, en fisuras, juntas, planos de separación, zonas de fracturación y aun areniscas porosas, pero especialmente se verificarán en fracturas am- plias, porque éstas son los caminos más fáciles para el agua que viene de la profundidad. 5.—Los depósitos pueden encontrarse en muy diversas regiones y en muchas clases de rocas, pero especialmente en las regiones mon- tañosas y en rocas ígneas y metamórficas, porque la termoesfera está más cerca de la superficie y su acceso por grandes fracturas es más fácil en estas regiones y en estas rocas. y Esta última proposición será la que más utilice e) explorador. . ASOCIACION, CONTINUIDAD Y PARALELISMO En general se puede decir que en una región adonde existe un cria- dero deben existir otros semejantes, pues no es natural suponer que las causas que dieron origen á un depósito mineral se hayan concre- tado á un solo punto permaneciendo aisladas. Las fracturas de la masa terrestre no se verifican en puntos aisla- 354 JULIO BAZ Y DRESCH. dos, sino que se asocian en sistemas y las aguas mineralizantes circu- lan á la vez por todas ellas. Dichas fracturas en lo general no se manifiestan netamente en toda su extensión y por eso hay lugar á buscarlas de uno y otro lado del punto en que se manifiesta claramente. Por otro lado, como ya se dijo, una fractura ocasionada por la ten- sión de la corteza terrestre, va acompañada de otras paralelas, pues las fuerzas que las producen son las mismas. A todo lo anterior deberá atender el explorador. ADMINISTRADOR DEL CAMPAMENTO Tiene por misión hacerse cargo del aprovisionamiento y de la ser- vidumbre así como de las bestias de silla y carga, de modo que ni los topógrafos ni los exploradores distraigan nada de su tiempo en estos asuntos, sino que por el contrario lo encuentren todo siempre listo. Un campamento organizado de esta manera llega á fijar los lugares que se han de denunciar y con todos los datos topográficos, geológicos, mineralógicos y económicos hace para cada uno de estos lugares un proyecto de explotación y con esto habrá concluído su misión. 3.— Reconocimientos preliminares | El caso en que el Ingeniero es mandado como explorador con el ob- jeto de descubrir criaderos minerales es un caso aislado que sólo tie-' ne lugar cuando dicho Ingeniero está al servicio de una empresa con- cesionaria de una Zona de Exploración. Mas generalmente el Ingeniero es comisionado, no para descubrir criaderos minerales, sino para examinar los ya descubiertos. Cuando se está en presencia de un criadero hay que averiguar an- tes que nada su naturaleza. Para este objeto la siguiente clasificación es la más apropiada: NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 350 I.) Depósitos superficiales. A.—Debidos á agentes mecánicos. B.-—Debidos á agentes químicos. 11.) Depósitos enterrados. A.—Estratificados. , a. de origen contemporáneo con las rocas encajonantes. b. De origen posterior á las rocas encajonantes. B.—No estratificados. a. En fracturas. b. En fisuras. c. Stocks epigenéticos. I. Los depósitos superficiales no tienen una forma regular y hay que clasificarlos según su origen. El tipo de los depósitos de la clase A son los placeres y el de la cla- se B el hierro de pantano, II. En los depósitos enterrados se encuentra una gran variedad, pe- ro desde luego la primera división puede establecerse entre los que es- tán concordantes con la estratificación y los discordantes. Entre los primeros hay unos que son contemporáneos con la roca encajonante, como los mantos de carbón y otros en los que la minera- lización es de origen subsecuente á dichas rocas; esto sucede cuando las aguas mineralizantes han circulado por una capa dada más ó me- nos porosa impregnándola y haciendo depósitos por sustitución. De este género son los yacimientos de cobre de El Boleo, B. C., las are- niscas platosas de Utab, E. U., y los conglomerados auriferos de Wit- watersand en Africa del Sur. En cuanto á los depósitos enterrados no estratificados, los que se han formado en fracturas son los denominados vetas ó filones, á me- nudo de gran longitud. De este tipo son los criaderos de plata de Pa- chuca, Guanajuato y Zacatecas, Aquí se colocan los depósitos formados en el contacto de dos rocas, generalmente una sedimentaria y otra in- trusiva como los de Campo Morado en Guerrero, aunque su génesis sea distinta de la de los filones. La estructura de unos y otros los dis- 306 JULIO BAZ Y DRESCH. tingue de los diques, que se presentan en una forma semejante pero que no están mineralizados. Los depósitos no estratificados formados en fisuras, casi siempre son debidos á impregnaciones y tienen lugar en las juntas ó á lo largo de los planos de estratificación y crucero de las rocas. Siendo por lo ge- neral irregulares y de pequeñas dimensiones, son raramente explota- dos por no contener mineral útil en cantidad suficiente aunque sea de ley elevada. A este tipo pertenecen muchos de los criaderos de cobre del Estado de Guerrero. Por último, los criaderos no estratificados denominados stocks epi- genéticos som los depósitos en forma de bolsas, chimeneas, stocks, etc., que se encuentran generalmente en las calizas y que han sido forma- dos esencialmente por el reemplazamiento del carbonato de cal por otros minerales. Estas sustituciones producidas por aguas minerali- zadoras, han tenido Ingar en las zonas de fracturamiento y aun apro- vechando cavidades existentes. A este tipo pertenecen los criaderos de plomo auro—argentíferos de Mapimi, Durango y plomo-argentíiferos de Santa Eulalia, Ch. y Sierra Mojada, Coah. El conocimiento de la naturaleza del criadero es indispensable para juzgar del grado de su explotabilidad. Y como la parte directamente accesible de un yacimiento es su aflo- ramiento, en él habrá que basarse, atendiendo á su forma, naturaleza y relaciones con las rocas encajonantes, para determinar qué. clase de criadero es el que se tiene á la vista. Así pues, lo primera que hay que hacer es practicar algunas peque- ñas excavaciones que permitan reconocer el estado del afloramiento, tanto más cuanto que muchas veces éste no es visible en toda la ex- tensión del criadero y hay que quitar los materiales depositados sobre él para asegurarse de su existencia y continuidad. Aunque no siempre son indispensables estas excavaciones prelimi- nares á poca profundidad, siempre son útiles y agregan mucho al co- nocimiento que se pueda obtener del criadero por la inspección super- ficial. De todas maneras el Ingeniero tendrá en seguida que determinar la NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 357 14 extensión del criadero en que es visible, su dirección ó rumbo, su echado y su potencia. Empezará por hacer un croquis del lugar para darse cuenta de la posición topográfica. Tomará en seguida muestras y datos de las rocas encajonantes y sobre todo del llenamiento anotan- do su estructura. ya sea ésta maciza, brechosa, cinteada, etc.; cuál es la matriz y cómo se halla en ella distribuido el mineral, ya sea que es- té diseminado, formando nódulos, bolsas ó cintas y en cada uno de estos casos las proporciones relativas de matriz y mineral. Las operaciones anteriores se ejecutarán en diferentes lugares del crestón, que quedarán anotados en el croquis; además-en cada uno de estos diferentes lugares se tomará una serie de muestras del llenamien- to del criadero, que después serán ensayadas, y que darán á conocer el contenido de metal útil. Esta toma de muestras se hará con mucho cuidado y de dos maneras: unas se tomarán en general en todo el an- cho del afloramiento, rompiendo el llenamiento con el huíngaro ó la cuña según una línea perpendicular á la dirección del criadero y todo ese material, pulverizado ó quebrado cuando menos al tamaño de gran- za, se mezcla bien y se reduce la muestra á un pequeño volumen. Otras muestras se tomarán de cada una de las porciones que la es- tructura del criadero particulariza, por ejemplo, en una veta cinteada se tomarán muestras aisladas de las diferentes cintas tanto de las mi- neralizadas como de las que no lo estén; estas muestras se numerarán y sus números se relacionarán en un croquis. Al tomar los datos que van á servir para darse cuenta del valor aproximado del yacimiento, hay que tener presente que en los depósi- tos enterrados la parte superficial de ellos suele presentarse en condi- ciones completamente distintas de apariencia y explotabilidad de las que posee el criadero en la profundidad. Esto es debido á la alteración que en las substancias que constitu yen el llenamiento del criadero, producen los agentes meteóricos; es- ta alteración es de dos clases química y mecánica. La primera es la oxidación, carbonatación, hidratación, y disolución de los minerales y matrices de que está formado el criadero. La se- gunda es el transporte de estos mismos maleriales algunas veces por 358 JULIO BAZ Y DRESCH. el viento, la mayor parte por el agua que se infiltra á través del llena- miento. El resultado es un cambio completo en la parte del criadero in- fluenciada. Unas veces se produce un enriquecimiento superficial, co- mo por ejemplo, cuando del material desagregado del afloramiento el viento arrastra las partículas de matriz poco pesadas y deja las de me- tal; ó cuando el agua ha disuelto y arrastrado los productos de des- composición de las pyritas y ha dejado en las cavidades que ocupaba en el cuarzo que le sirve de matriz las partículas de oro incluídas en dichas piritas y que no es soluble; ó por último cuando debido á trans- formaciones químicas (oxidación, carbonatación, etc.), el mineral que- da apto para ser tratado más económicamente. Otras veces el cambio es contrario y el resultado es un empobreci- miento superficial; esto sucede cuando el mineral de la parte superior del yacimiento ha sido, después de su transformación química, trans- portado mecánicamente ó en disolución á las regiones más profundas. Pero entonces resulta además un enriquecimiento secundario en la - parte del yacimiento adonde se halla depositado este material que pro- viene de parte superior. En general en un depósito enterrado hay que considerar tres zonas: 1.—La zona de alteración meteórica ó de oxidación. Tiene por lí- mite superior el afloramiento y por inferior el nivel hidrostático. Cuan- do el criadero contiene gran cantidad de pyritas, el afloramiento es una masa de limonita impura denominada el sombrero de hierro. Más aba- jo, el material alterado del criadero está teñido con óxidos de hierro y contiene óxidos, carbonatos y algunas veces cloruros, etc., y metales nativos. Esta zona de oxidación suele ser extraordinariamente pro- ductiva; sin embargo los valores pueden haber sido lixiviados. 2.—La zona de enriquecimiento secundario. Colocada abajo de la zona de oxidación y entre ella y el material primitivo é inalterado del yacimiento. En esta parte del criadero las aguas descendentes que al paso de la zona de oxidación se han cargado de substancias minerales, entran en reposo y dejan precipitar por reacción química con los mi- nerales del yacimiento que aún se encuentran sin alterar, las substan- ' NOTAS SOBRE CRIADEROS MINEKALES, 359 o ño 2. a cias que llevan en solución, originándose así un depósito secundario. Su límite superior está usualmente bien defivido, marcándose por el contraste con el color de la primera zona cuyo material está teñido con oxidos de hierro. El límite inferior, aunque en algunos casos está bien definido, por lo general es sumamente irregular, pues debido al frac- turamiento del yacimiento las aguas provenientes de la primera zona han penetrado por las hendeduras y resquebrajaduras y especialmente á través de las diaclasas, que son los canales más apropiados para las aguas descendentes, ensanchándolas y rellenándolas al precipitar el material acarreado de la zona superior. Esta es la zona de los sulfuros ricos en plata, cobre, plonf8 y zinc. 3.—La zona de los minerales primitivos. Comprende la parte del yacimiento que no ha sido alterado y por lo tanto se extiende desde el límite inferior de la zona de enriquecimiento hasta la profundidad. El espesor de la zona de alteración varía según las circunstancias; puede ser nulo, cuando debido á la posición topográfica y geográfica del criadero, los productos de descomposición son arrastrados á me- dida que se van formando; puede alcanzar, cuando las condiciones son favorables, una profundidad de 400 y más metros; esto depende de la profundidad alcanzada por el nivel hidrostático, que en general sigue las desigualdades y desnivelaciones del terreno pero con un perfil mu- cho más moderado. En los lugares montañosos que contienen nume- rosas cavidades como es el caso para las regiones fracturadas, el agua meteórica puede descender por estas cavidades á grandes profundida- des. Igualmente la profundidad del nivel hidrostático depende del cli- ma y de la cantidad de precipitación pluviosa. De aquí que en muchos casos un informe basado en un reconoc miento preliminar, presente muchas dificultades y las conclusiones á - que llegue sean muy restringidas. Además en el reconocimiento preliminar el Ingeniero comisionado para informar de la existencia, naturaleza y grado de explotabilidad aparente del criadero, tiene que tomar sobre el terreno los datos nece- sarios para hacer el denuncio de la propiedad ó para ratificar que el ya existente cubra bien el criadero, 360 JULIO BAZ Y DRESCH, Esto es indispensable hacerlo en este reconocimiento preliminar, pues caso de hacerse el denuncio, todos estos datos exactos deben en- trar en la solicitud, sin cuyo requisito no será admitida. Para que puedan ser admitidas para su registro y tramitación las solicitudes de concesión que se presenten ante los Agentes de Minería, es requisito indispensable que en tales solicitudes se exprese con toda claridad y precisión el número de pertenencias que se solicite, la situa- ción que haya de tener en el terreno, la ubicación de éste en la muni- cipalidad correspondiente, con las señales más notables para indentifi- carlo, la designación de la substancia mineral que se trata de explotar y la naturaleza, forma y situación del criadero respectivo en que és- ta se encuentre, expresando si dicho criadero es veta, manto ó placer ó afecta cualquiera otra de las formas en que se presentan y precisan- do el lugar ó lugares de la circunscripción de la Agencia respectiva en que pueda reconocerse el criadero, con señales claras y las más nota- bles para su identificación. El párrafo anterior expresa con toda claridad lo que debe contener la solicitud de denuncio y como una de las primeras cuestiones que hay que precisar es el número de pertenencias y la situación que hayan de ocupar en el terreno, será necesario hacer un croquis (que general- mente y para mayor claridad se adjunta á la solicitud de denuncio) en el que se haya situado el afloramiento del criadero, su dirección y echado y en vista de esto se situarán las pertenencias que se desee am- parar, Respecto á las señales más notables para identificar el terreno y que servirán como punto de partida para la localización de las pertenencias, serán puntos perfectamente fijos utilizándose cuando se pueda las mo- joneras de triangulación, pero como éstas son raras, generalmente se hace referencia á catas ó bocasminas, mencionando el arroyo, cañada ó cerro en que se encuentran. En cuanto á la designación de la substancia mineral que se trata de explotar, la naturaleza, forma y situación del criadero, todo lo que se ha dicho en esta sección permitirá hacerlo de una manera adecuada. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 361 4.—Procedimientos de Denuncio Las substancias minerales para cuya explotación es indispensable, en cada caso, la concesión correspondiente, son las que en seguida se enumeran, cualquiera que sea la naturaleza, forma y situación de sus criaderos respectivos. A. Oro, platino, plata, mercurio, hierro, excepto el de pantanos, el de acarreo y los ocres que se exploten como materia colorante; plomo, cobre, estaño, excepto el de acarreo; zinc, antimonio, níquel, cobalto, manganeso, bismuto y arsénico; ya se encuentren en estado nativo ó mineralizadas. B. Las piedras preciosas, la sal gema y el azufre. La propiedad minera, excepto en el caso de placeres ó criaderos su- .perficiales, se entiende sólo respecto del subsuelo y no de la superficie, la cual continúa bajo el dominio de su propietario. La unidad de concesión ó pertenencia minera, es un sólido de pro- fandidad indefinida, limitado en el exterior por la parte de la superfi-_ cie del terreno que sirva de proyección á un cuadrado horizontal de cien metros de lado, y en el interior, por los cuatro planos verticales co- rrespondientes. La explotación de los frutos de las minas, queda completamente li- mitada por los linderos respectivos. Las concesiones corresponderán y serán otorgadas al primer solici- tante. Todo habitante de la República puede hacer libremente en los te- rrenos de propiedad nacional, exploraciones conducentes al descubri- miento de criaderos minerales. Para hacer dichas exploraciones deberá dar previamente aviso al Agente de Minería, por duplicado y especificando los límites del terre- no que se propone explorar. Dichos avisos no necesitan llevar timbre. Dentro de los terrenos particulares es necesario el permiso de su dueño. - El Agente devolverá al explorador, el duplicado del aviso, después de anotar en él el día y la hora de la presentación. Memorias, T. XXVIl!. 1909-1910, —24 362 JULIO BAZ Y DRESCH. No es permitido practicar exploraciones dentro del recinto de las poblaciones sino hasta una distancia de 50 metros de los últimos edi- ficios, hasta una distancia de 30 metros de las líneas exteriores de los caminos, ferrocarriles y canales y á un kilómetro de las fortificaciones. En los minerales en que haya pertenencias posesionadas las explo- raciones solamente podrán hacerse en terrenos que disten 200 metros de esas pertenencias y en las minas abandonadas. Dentro de sesenta días improrrogables á contar desde la fecha del permiso, sólo el explorador tendrá derecho á que se le otorguen per- tenencias en el terreno por explorar. Al concluir dicho plazo de sesenta días no se registrarán nuevos permisos para ese terreno sino hasta después de seis meses, durante los cuales el terreno quedará libre para poder solicitar en él pertenen- clas mineras. Las solicitudes de concesión de pertenencias mineras se presentarán por duplicado al Agente de la Secretaría de Fomento en el ramo de Minería en cuya demarcación se encuentre el yacimiento. Las solicitudes de concesión deberán ser acompañadas del certifica- do expedido por la Oficina local del Timbre que acredite” haberse de- positado en la mencionada oficina el importe del impuesto de titula- ción, según el número de pertenencias mineras comprendidas en la solicitud. | El importe de estas estampillas es de cinco pesos por cada perte- nencia amparada, cualquiera que sea la substancia mineral que se tra- te de explotar. El Agente de minería registrará inmediatamente la solicitud en el libro respectivo y en presencia del interesado, anotando el día y la hora de la presentación y devolverá al interesado el duplicado de di- cha solicitud. En la solicitud debe expresarse con toda claridad y precisión el nom- bre, edad, ocupación, nacionalidad, domicilio y habitación del denun- ciante, el número de pertenencias solicitadas, la situación que hayan de tener en el terreno, la ubicación de éste en la municipalidad corres- pondiente, con las señales más notables para identificarlo, la designa- NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 363 ción de la substancia que se trate de explotar y la naturaleza, forma y situación del criadero en que ésta se encuentre, expresando si dicho criadero es veta, manto, placer ó afecta cualquiera otra de las formas en que se presentan, y precisando el lugar ó lugares de la circunscrip- ción de la Agencia respectiva en que puede reconocerse el criadero, con señales claras y las más notables para su identificación. En los casos en que las solicitudes de concesión no satisfagan debi- damente los anteriores requisitos, no podrán ser admitidas ni regis- tradas. Si no obstante estar satisfechos estos requisitos, no hubiere suficien- te claridad en la solucitud á juicio del Agente de Minería, interroga- rá éste al solicitante consignando en la solicitud las aclaraciones que haga. Las solicitudes de concesión en que se pidan pertenencias interrum- pidas, se admitirán siempre que tales pertenencias estén en la misma municipalidad y en el mismo criadero, pues en caso de ser municipa- lidades ó criaderos diferentes, deberán presentarse solicitudes separa- das referentes á las pertenencias que se encuentren en cada criadero ó municipalidad. Dentro de los tres días que siguen á la presentación y registro de una solicitud de concesión minera el Agente nombrará un perito titulado ó práctico para que mida las pertenencias solicitadas y levante el plano correspondiente señalando en él claramente las mojoneras de las per- tenencias solicitadas así como las de las pertenencias colindantes que se encuentren en una zona hasta de 100 metros alrededor. El Agente podrá nombrar el perito que le indique el solicitante, siempre que dicho perito reuna las condiciones necesarias. Dentro de los ocho días siguientes á su nombramiento el perito comunicará al Agente si acepta ó no el cargo, y en el primer caso, que está ya arreglado con el solicitante respecto al pago de hono- rarios, Los peritos están obligados á presentar por cuadruplicado el plano de las pertenencias y colindancias y un informe explicativo, dentro del plazo improrrogable de sesenta días, quedando á su cargo y responsa- 364 JULIO BAZ Y DRESCH. Ke oo A ——— bilidad personal todos los daños y perjuicios que ocasione con la falta de presentación del plano é informe dentro del plazo improrrogable ya señalado. Una vez que el perito ha aceptado y ha recibido copia certificada de su nombramiento, el Agente entregará al solicitante un extracto que contenga: 1.—El de la solicitud, con especificación clara y precisa del nombre y domicilio del solicitante y el uúmero de orden del expediente. 2.—El nombre, domicilio y aceptación del perito nombrado. 3 —La advertencia que se abre un plazo improrrogable de ciento veinte días para la substanciación del expediente en la Agencia. El solicitante tendrá que mandar publicar este extracto antes de que terminen los ciento veinte días de la tramitación del expediente por tres veces seguidas en el periódico oficial del Estado y entregará á la Agencia los ejemplares respectivos de los periódicos. Los Agentes de Minería lienen un arancel para el cobro de sus ho- norarios, pero generalmente llevan un precio determinado, $ 20.00 6 $ 25.00 por cada denuncio, encargándose ellos de toda la tramitación, publicaciones, etc.; de modo que el solicitante no tiene sin0 que espe- rar que pase el tiempo reglamentario de cuatro meses fijado por la ley para la substanciación del expediente en la Agencia de Minería, más el tiempo necesario para la expedición del Título por la Secretaría de Fo- mento, que generalmente es de otros cuatro meses, para recoger en la Agencia el referido Título que ampara la propiedad minera por él so- licitada, entrando desde Juego en posesión de ella. Solamente durante los noventa días, contados desde la fecha de la publicación del extracto, será admitida cualquiera oposición que se presente á la solicitud de concesión, ya sea porque la propiedad soli- citada invada pertenencias colindantes ó porque dicha propiedad ó par- te de ella haya sido solicitada ó concedida con anterioridad. : En todo caso cuando se presente un incidente de oposición, el Agen- te procurará una avenencia entre los opositores, pero si no la lograre, entonces la causa se remitirá al juez local de 1* Instancia. Toda omisión en la presentación de ocursos, ministración de estam- E pillas, publicaciones, pagos de honorarios y en general en cualquie- ra de los trámites, importará para los solicitantes el tenerlos por des- tituídos de su solicitud. El solicitante en posesión del Título que ampara su propiedad mi- nera tendrá que pagar el impuesto anual. Este impuesto anual de pro- piedad de minas se causa en los términos siguientes: A.—La cuota será de seis pesos anuales por pertenencia minera ó sea de dos pesos por tercio de año, cualesquiera que sean las substan- cias minerales que se exploten. B.—Si el número de pertenencias de una misma empresa minera excediese de veinticinco y estas pertenencias colindasen todas unas con otras, la cuota de seis pesos sólo se causará por las veinticinco prime- ras pertenencias y se reducirá á tres pesos por cada una de las perte- nencias que excedan de ese número. El impuesto anual se paga por tercios adelantados en cada año fis- cal, debiendo hacerse el pago en el primer mes de cada tercio, es de- cir, durante los meses de Julio, Noviembre y Marzo y se paga en las Oficinas del Timbre. La falta de pago del impuesto anual es la única causa de caducidad de las propiedades mineras. El impuesto federal sobre minerales de oro y plata es de 3.5 por ciento de su valor para los de exportación y de 2.5 por ciento de su va- lor para los que se beneficien en la República. El impuesto local de los Estados sobre el mineral extraído es varia- riable, pero no puede ser mayor de 1.5 por ciento de su valor. Las operaciones que el perito nombrado tiene que practicar en el te- rreno son, como ya se dijo, la medición de las pertenencias solicitadas señalando en el terreno los puntos donde deben construirse las mojo- neras y el levantamiento del plano correspondiente en el cual queden señaladas las mojoneras de las pertenencias solicitadas, así como las de las pertenencias colindantes en una zona de cien metros alrededor, cu- yo plano por cuadruplicado junto con un informe explicativo, debe re- mitir á la Agencia de Minería en el plazo de sesenta días, para que se adjunte al expediente. 366 JULIO BAZ Y DRESCH. Una de las copias de dicho plano debidamente legalizada es devuel- ta al solicitante acompañando al título de propiedad. El procedimiento topográfico de que se sirva el perito para señalar en el terreno los puntos adonde se han de colocar las mojoneras debe ser bastante preciso, pues tales mojoneras están destinadas á fijar pun- tos esencialmente invariables; generalmente se sigue un caminamien- to por deflexiones haciendo polígonos cerrados ó una pequeña trian- gulación cuando la propiedad es muy extensa. La escala del plano deberá ser proporcionada al objeto y es conve- niente que dicho plano sea de un tamaño parecido al del Título, cuyas dimensiones son de 42 por 28 cm. y la escala aproximada será de 1: 5000. Los planos de los predios mineros deben dibujarse en papel enlien- zado y las copias en tela de calca y contendrán los datos siguientes: 1.—El nombre de la mina, el lugar de su ubicación; la Municipali- dad, Distrito ó Cantón, el respectivo Estado ó Territorio y los datos que sirvan para la identificación del predio minero. 2.—Las longitudes de las proyecciones horizontales de los lados del perímetro del predio minero y los azimutes astronómicos de los mis- mos lados. 3.—La superficie en hectáreas que comprenda la proyección hori- zontal del predio. | 4.—La escala que debe ser decimal entera. 5.—Aun cuando se haya usado la brújula sólo se pondrá la meri- diana astronómica, la cual estará representada por una línea paralela á la orilla derecha del papel del plano y orientada de manera que su extremidad superior indique el lorte astronómico. 6.—Las visuales de referencia á puntos fijos y notables del terreno. 7.—Las colindancias mineras, 8.—La fecha respectiva y la firma del perito. Los informes explicativos referentes á la medición de los predios mi- neros, deberán contener necesariamente, además de la descripción de las operaciones técnicas ejecutadas, todos los datos indicados en los planos, de modo que, en caso necesario, se pueda reconstruir el plano NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 367 valiéndose sólo de los datos del informe. Se expresarán además en és- te, los de ubicación del predio y los de la situación relativa de las per- tenencias que lo componen, según esté consignado en el denuncio, ex- poniéndose las observaciones del caso. El perito hará construir en los lugares adonde deban construirse las mojoneras, bases sólidas de mampostería, de altura no menor de cin- cuenta centímetros, de superficie horizontal y de sección cuadrada y de lados también de cincuenta centímetros por lo menos. >.—Levantamientos de estudio Una vez el minero en posesión de sus títulos y estando dispuesto él Ó la compañía que organice á emprender los trabajos necesarios para disfrutar de la materia útil que contiene el criadero, procederá antes de decidirse á erogar los gastos que ocasionan las obras de prepara- ción para el disfrute, á una investigación formal del criadero, en vista de decidir del grado de explotabilidad de él y de la naturaleza y loca- lización de dichas obras preparatorias de disfrute. Muchas veces, la mayor parte por desgracia, el explotador de una mina reduce al mínimo y aun llega á suprimir por completo esta im- vestigación formal del criadero. En la práctica es sumamente nociva y no puede tener por consecuencia más que una falsa inversión del ca- pital en obras costosas y que una vez mal establecidas sólo redundan en perjuicio de la explotación económica del criadero, punto definiti- vo al que tienden todas las miras del Ingeniero. La investigación formal del criadero comprende: El levantamiento topográfico y geológico del yacimiento y ciertes obras de investigación para penetrar á él y conocer su naturaleza íntima. El primer punto se trata en esta Sección 5%, el segundo en la Sec- ción 6* El levantamiento topográfico de estudio tiene por objeto dar á cono- cer la posición exacta de los elementos de relieve alrededor del cria- dero y aun á cierta distancia de él, pues se hará no solamente de la 368 JULIO BAZ Y DRESCH. superficie amparada por el denuncio sino que se extenderá aunque con menos detalle á aquellos puntos de los cuales el ingeniero considere útil saber su colocación, altura, distancia, etc., con respecto al lugar del yacimiento. Es el esqueleto del levantamiento geológico, que es el que va á dar la relación de posición de las diferentes formaciones, cuyo conocimien- to nos llevará al de la naturaleza del yacimiento. Es la base sobre la que se proyectarán las obras de investigación para penetrar al criadero, pues dará á conocer la situación relativa del yacimiento con respecto al relieve superficial y por lo tanto, será fácil ver en qué punto y con qué dirección deben emprenderse las obras aca- badas de mencionar, y calcular su costo y duración. Y por último, por este levantamiento topográfico se llegará á deter- minar los lugares más adecuados para las instalaciones superficiales necesarias en toda explotación, sobre todo de los establecimientos de preparación mecánica y beneficio de los minerales, de los caminos, ete. Los métodos empleados para llevarlo á cabo no necesitan especial mención, pues son los usuales. Una pequeña triangulación es siempre de gran utilidad como base del levantamiento, sobre todo cuando este es algo extenso; la configuración se hará con más detalle de los luga- res en los cuales se haya de ejecutar obras. Se puede decir que en ge- neral basta con curvas de nivel espaciadas 10 metros y 5 metros para los lugares especiales. Sobre el plano se indicarán los puntos en que el afloramiento corta á las curvas de nivel de modo de tener perfectamente representado en el papel esta intersección del yacimiento con la superficie, lo que dará á conocer exactamente su forma y la dirección según la cual penetra al interior. Se indicarán igualmente las líneas ideales que representan los lími- tes de la concesión, es claro que de esta manera se verá si el yacimien- to queda bien amparado. Respecto á la escala del dibujo de este levantamiento topográfico, es bueno decir que debe ser más bien grande que pequeña pero sin caer en exageración; la escala de 1:1000 es muy apropiada, aunque para 3 NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 369 un plano de conjunto de una región extensa haya que usar una más reducida. P El levantamiento geológico tiene por objeto mostrar la naturaleza de las diferentes formaciones geológicas y sus relaciones entre sí, así como los accidentes que hayan sufrido, tales como plegamientos, dis- locaciones, fracturamientos, metamorfismo, etc. Como ya se dijo, se basa en el levantamiento topográfico. El modo de efectuarlo es delimitando las fronteras geológicas y anotando en el mapa las intersecciones de estas fronteras con las curvas de nivel; en seguida con colores convencionales se indicarán las diferentes clases de rocas, de las cuales se tomarán muestras para su estudio y det>r- minación. Es importante ver cómo varían en su estructura y alteración á medida que se acercan al criadero. / Los rumbos y echados de las capas se anotarán en el mapa de la manera usual. Mucho cuidado debe tenerse en anotar exactamente las diaclasas, pues es bien sabido la influencia capital que tienen en la for- mación y modo de ser de los criaderos. Por este levantamiento se Jlegará á conocer qué clase de criadero es el que se va á explotar y es indispensable para no caminar á ciegas en dicha explotación. En el criadero mismo habrá que tomar muestras para llegar á co- nocer la distribución de la mineralización. Muchas veces no se podrá hacer esto más que del afloramiento y en este caso hay que tener pre- sente que esta parte del yacimiento está casi siempre alterada y en algunas ocasiones profundamente modificada por los agentes atmosfé- ricos, pero el estudio cuidadoso de esta alteración podrá decir con bas- tante aproximación cómo será la parte no alterada. Algunas otras veces se puede tomar muestras del interior, pues suelen encontrarse trabajos antiguos; de todos modos ya se ha dicho la ma- nera de tomar las muestras (Sección 3%) y del cuidado que en este se debe tener, anotando siempre en un croquis el lugar correspondiente. Todos estos datos expresados en un plano y bien combinados per- mitirán sacar deducciones de la geogenia del yacimiento, lo cual con- tribuirá mucho á conocer su valor. 370 JULIO BAZ Y DRESCH. En Mapimí, Durango, habiéndose estudiado la geogenia de los cria- deros de plomo, se vió que se han formado en las intersecciones de tres sistemas de diaclasas producidas en la caliza mezo-cretácica par la intrusión de una andesita anfibólica terciaria. Por estas diaclasas han circulado las aguas termominerales (producidas por las acciones sol- fatareanas acompañantes de la erupción de las andesitas), que en su camino ascendente han ensanchado las cavidades y depositado su car- ga mineral. Después de este estudio, buscando nuevas intrusiones y nuevas diaclasas se ha llegado á encontrar otros lugares mineralizados. En Campo Morado, “Guerrero, se ha visto que los yacimientos de pyrita aurífera con mezclas isomorfas de sulfuros de Cu. Pb. y Ag. (y de los cuales se explota la parte superior alterada y enriquecida por fenómenos químicos), se han producido en los lugares en que la pi- zarra es cortada por diques de diorita y al bajo de ellos. Y teniendo en cuenta esta asociación de los yacimientos con las intrusiones de la diorita se ha llegado á descubrir otros criaderos á pesar de estar la parte superior de ellos completamente cubierta de detritus. Los dos ejemplos anteriores no son nada raros en el país, muy por el contrario, una gran parte de nuestros yacimientos están intimamen- te ligados con las intrusiones de otras rocas y el fracturamiento de las primitivas. | Además, dependiendo la alteración de la parte superior de los cria- deros de la circulación en ellos de las aguas meteóricas y de la pro- fundidad á que llega la influencia de los agentes atmosféricos, se verá la importancia que tiene determinar el nivel hidrostático del lugar, para apreciar hasta dónde han podido efectuarse las acciones de enri- quecimiento secundario. Si pues se examina bien esta cuestión tan importante, se verá que al geólogo minero toca indicar adonde se puede trabajar con éxito los criaderos minerales y al Ingeniero de minas cómo se debe explotarlos. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 371 6.—Obras de investigación Las obras que se emprendan con el objeto de investigar la distribu- ción y calidad de la mineralización de un criadero y por lo tanto su grado de explotabilidad son de dos clases, superficiales y enterradas. La parte del yacimiento que llega á la superficie es el afloramiento; sobre él se deberán hacer los primeros reconocimientos para conocer- lo en toda su extensión. Con ayuda de la carta topográfica se verá cuál es su forma y qué irregularidades sufre, es decir, si tiene dislocacio- nes, cambios de dirección ó de potencia y qué relación guarda con las diaclasas del terreno si éstas existen. La influencia de estas diaclasas sobre la mineralización y modo de ser del criadero, se reconoce ahora como de primera importancia. De los criaderos primarios se puede decir que todos los epigenéticos se han formado en zonas de fracturamiento, que son fáciles caminos para los agentes mineralizadores diversos y favorecen sus relaciones entre sí. La alteración que sufre el criadero en esta parte superficial es muy importante y muy variada. | Mientras en algunos yacimientos la alteración producida por los agen- tes atmosféricos es casi nula, en muchos otros se han verificado cam- bios muy notables. La alteración depende de la naturaleza de la matriz y de los mine- rales que contiene. La primera puede ser en muchos casos práctica- mente inatacable, pero si los minerales son fácilmente descompues- tos, al ser transformados al menos en parte en productos solubles que son arrastrados por las aguas, originan la desorgarrización de toda la masa. Depende también la alteración de la parte superior de un criadero del clima de la región; se sabe el poderoso efecto de desintegración de todas las rocas debida á las grandes alteraciones de las temperaturas diurna y nocturna y en las altas elevaciones por la congelación del agua en las pequeñas grietas y hendeduras, lo mismo que la acción del aire húmedo. Igualmente la situación topográfica del afloramiento tiene gran in- 372 JULIO BAZ Y DRESCH. fluencia en la conservación de esta zona de alteración, pues sucede que el material alterado es deslavado á medida que se forma y si el grado de alterabilidad del yacimiento es menor que el poder de arrastre del agua ó del viento para estas partículas, aparecerá siempre el aflora- miento en estado fresco. La profundidad de la alteración es á veces considerable llegando á 500 metros. En las vetas de cobre de Bute, Mont, E. U., los minera- les de cobre han sido deslavados en los primeros 400 pies de profun- didad, abajo de los cuales se encuentra la bornita y la chalcosita de en- riquecimiento secundario. El resultado de esta alteración es sumamente diverso. Unas veces aparece el llenamiento del criadero elevándose sobre el terreno circun- vecino, cuando éste ha cedido más que el primero á la erosión. Pero á pesar de esto la materia útil ha sido en la mayoría de los casos des- lavada de estos crestones que quedan constituídos únicamente por la matriz alterada. Otras veces los productos de alteración del llenamiento son más blandes que el terreno y entonces se forman ligeras depresiones que pasan menos advertidos que los crestones del caso precedente. El producto de la alteración también varía; en los yacimientos de Cu. son los carbonatos y los óxidos que con sus fuertes coloraciones se hacen muy notables. En los yacimientos que contienen mucha py- rita los óxidos de Fe. que se forman por la descomposición de ella ti- ñen á las otras materias alteradas y constituyen el sombrero de hie- rro. En otros es la matriz podrida la única que queda, unas veces endurecida, otras desagregada. Respecto á la distribución en profundidad de los productos de alte- ración, ya se habló en la Sección 3, adonde quedaron indicadas tres zonas; la de alteración meteórica, la de enriquecimiento secundario y la de los minerales primitivos. La superficie de separación de estas tres zonas es sumamente ¡rre- gular y depende de las condiciones locales, sobre todo de las fracturas, que siendo canales para la circulación descendente de las aguas me- teóricas, permite llevar su acción muy profundamente. Es en estas NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 373 fracturas adonde se forman las bonanzas puesto que ahí las reacciones químicas y por lo tanto los depósitos. de enriquecimiento secundario han sido mayores. Se tomarán muestras de todos lugares, sobre todo de aquellos en los que el mineral aparezca á la vista, pero también de los otros pues sue- le suceder que adonde menos se espera existen leyes regulares. En algunos lugares habrá necesidad de hacer excavaciones transver- sales sobre el afloramiento, cuando está cubierto por detritus, para ase- gurarse de su continuidad y para tener muestras de ensaye. Todas las observaciones que se hagan deberán anotarse en la carta topográfico—geológica. La inspección del afloramiento dará pues bastante luz acerca de la naturaleza del yacimiento, pero lo que acabará de decidir en este pun- to son las investigaciones subterráneas. Las obras subterráneas de investigación son de dos clases: los son- deos y las excavaciones que permiten directamente el acceso al cria- dero. Con estas últimas se tiene la ventaja de poder penetrar al seno mis- mo de la masa mineral por excavaciones amplias para darse cuenta del estado, calidad y distribución de la mineralización y además pue- den ser utilizadas posteriormente para la explotación del criadero, pe- ro requieren un tiempo mucho más largo y un costo mucho más gran- de que los sondeos. Los sondeos presentan en cambio la ventaja de poderse hacer en un tiempo corto y de sacar un costo pequeño que se reduce aún más cuan- do su número aumenta, pues entonces los gastos generales y de amor- tización del precio de maquinaria se reparte entre todos ellos; pero en cambio sólo dan una pequeña muestra de mineral. Sin embargo, como los agujeros de sonda se pueden multiplicar tan- to como se quiera es posible llegar á adquirir por medio de ellos los datos necesarios para proyectar las obras de explotación. Hay casos en los que la exploración por sondeos está completamen- te indicada y es insustituible, como sucede en la exploración de man- tos de gran extensión, el conocimiento del tonelaje y de la calidad de 374 JULIO BAZ Y DRESCH. la materia útil se obtiene directamente por medio de estas perfora- ciones. También en los yacimientos irregulares como son los stocks forma- dos como se ha dicho en las zonas de fracturamiento, son no sólo de gran utilidad, sino aun indispensables las exploraciones por sondeos. Además son de gran valor como preparación de una obra importan- te cuando aún no se conocen por otros medios las condiciones del in- terior. La aplicación de los sondeos á la exploración de los filones aumen- ta cada día más. Se dice que en una formación irregular como es la de los filones metalíferos el agujero de sonda puede irá dará una parte estéril cuando precisamente está rodeada de partes ricas ó al contrario y de esta manera dar indicaciones falsas; pero lo mismo sucederá con' un tiro y en cambio la diferencia de costo y tiempo es notable y los sondeos pueden multiplicarse tanto como se quiera con un aumento de precio no muy grande. | En el interior de la mina también son de gran utilidad esta clase de exploraciones para proyectar la prosecución de las obras. De los procedimientos de sondeo es claro que el único que puede usar- se es el que permita sacar del interior una muestra sólida del terreno. Este es el procedimiento llamado de perforación al diamante. En este sistema el ataque de la roca se hace por medio de diamantes ne- gros engarzados en una corona de acero que está unida á la extremi- dad inferior de un tubo del mismo material; sujeto desde el exterior á un movimiento de rotación. La roca se va desgastando á medida que la corona gira, en una sección anular y el núcleo central ó corazón va penetrando al interior del tubo vástago á medida que éste avanza en profundidad, queda ahí sujeto y cuando el aparato es sacado al exte- rior es tomado para ser examinado. Estos aparatos de sondeo están bastante perfeccionados, alcanzan profundidades considerables y pueden instalarse tanto en el exterior como en el interior de una mina y transportarse á lomo de mula. Fun- cionan á brazo ó con fuerza animal, pero los de gran potencia tienen un motor, NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 375 Las excavaciones que permiten directamente el acceso al criadero pueden también ser de dos clases según que lo sigan á paso y medida que se ejecutan ó que vayan á encontrarlo después de haber atravesa- do una porción estéril de la roca encajonante. Los primeros, que comprenden los socavones á hilo y los pozos in- clinados, hacen posible el examen continuo del yacimiento y hasta em- pezar á disfrutar de la materia útil, pero estas obras están obligadas á seguir las irregularidades del yacimiento, además no sienpre es posi- ble dar un socavón que permita con corto desarrollo alcanzar una bue- na profundidad en el cerro y los pozos inclinados no son perfectamen- te utilizables para el servicio futuro de la explotación. En cuanto á los segundos, los cruceros se hacen cuando con un corto desarrollo alcanzan el yacimiento en un punto situado á bastante pro- fundidad y los tiros verticales además de que para una profundidad da- da salen más cortos que los inclinados, son los más apropiados para el servicio de la mina. Teniendo en cuenta estas observaciones generales y las condiciones particulares (topográficas, geológicas y mineralógicas) del yacimiento, se escogerá lo que más convenga. Siempre será mejor hacer á la vez dos de estas obras. Por medio de ellas se penetrará al seno de la masa mineral que se trata de explotar, pero para su conocimiento completo será preciso di- vidirla en macizos por medio de galerías y pozos. Casi siempre en este punto es adonde empieza el período de disfru- te, pues sería anti-económico esperar á que las exploraciones interio- res estuvieran terminadas; pero siempre estas exploraciones deben con- tinuarse preparando el terreno y poniendo á la vista nuevas reservas de mineral. A medida que se van ejecutando las anteriores obras de exploración subterránea se va muestreando, pues este es el único modo de saber en realidad lo que se tiene. Examinadas de esta manera las condiciones del yacimiento es como se podrá establecer un plan de explotación racional, 376 JUL1O BAZ Y DRESCH. 7.—Obras de preparación para el disfrute La explotación de un yacimiento mineral tiene por objeto extraer del modo más completo y más económico, más seguro y más rápido la materia útil que contiene. Pero antes de que esta explotación entre en un período de plena ac- tividad, el yacimiento debe estar preparado de tal manera que esta actividad (determinada de antemano por el número de toneladas á ex- traer) no se interrumpa ni se aminore, pues esto recaería directamen- te sobre el costo de la extracción y gravaría por lo tanto las utilidades líquidas. Esto es tanto más importante cuanto que el beneficio en la explota- ción de un gran número de yacimientos importantes radica más en la cantidad del mineral extraído que en su calidad, al grado de que esos mismos yacimientos explotados en escala menos grande no dejarían ningún rendimiento. Además, si bien existen ciertas explotaciones que por la naturaleza del yacimiento tienen una existencia pasajera, hay otros por el contra- rio que deberán durar un número considerable de años. Es en estos últimos adonde más sería de desearse que las obras preparatorias para el disfrute estuvieran bien meditadas y establecidas, pues una explota- ción ciega y atolondrada puede dar lugar á la pérdida de una parte del yacimiento y las obras mal establecidas en su principio, gravarán pos- teriormente el precio de la extracción. Es por lo tanto de primera necesidad, organizar con anticipación la explotación subterránea y á eso tiende todo lo que á exploraciones se refiere. Los datos que habrán proporcionado las investigaciones son los si- guientes: Género del criadero, forma y posición de él en el terreno, sus dimensiones, sus relaciones con el relieve de la superficie, grado de solidez de las rocas encajonantes y del cuerpo del criadero, distri- bución y constancia de la mineralización. Además, como ya se dijo, habrá que tener en cuenta el grado de intensidad que se le quiera dar á la explotación. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 317 Vamos á ver cómo influyen estas diferentes circunstancias en la elec- ción del método de explotación y por lo tanto de las obras que van á preparar el disfrute. Los criaderos minerales se clasifican según la substancia que con- tienen, su génesis ó su situación en el espacio. Atendiendo á la primera clasificación desde luego se distinguen tres clases de criaderos según que el material que contegan sea guseoso, líquido ó sólido. La explotación de las substancias gaseosas y líquidas se hace por pozos ó perforaciones á través de las cuales salen por sí solas cuando están sometidas á alguna presión ó hay que bombearlas en caso con- trario; aquí quedan colocadas las explotaciones de gas natural, petro- leos y sal gema. En cuanto á las substancias sólidas hay que atacarlas directamente en su masa para fraccionarlas y transportarlas al establecimiento de beneficio de donde saldrán para el mercado. Por otro lado, la explotación variará con el valor de la substancia explotada, pues en el caso de minerales de alta ley de metales precio- sos la explotación deberá tender á no dejar nada absolutamente de la substancia útil aun á costa de un método de explotación más dispen- dioso; pero en el caso de materias de escaso valor incapaces de remu- nerar los gastos que ocasiona la extracción completa de la materia útil habrá que abandonar una parte más ó menos grande de ésta. En cuanto á la diversificación de los criaderos minerales que resul- ta de clasificarlos según su génesis, si bien es cierto que se debe aten- der á ello para saber qué es lo que se puede esperar del criadero com- parándolo con tipos semejantes, no tiene mucha importancia para determinar la manera de cómo debe ser extraída la materia útil. En cambio la situación que guarda con relación al terreno influye directamente en la manera de cómo debe explotarse. Una gran división puede desde luego establecerse (Sección 37), en- tre los depósitos superficiales y los enterrados. A los primeros se aplica el método de explotación á cielo abierto. Las canteras toman ja forma de graderías, estando el espesor de los es- Memorias. T. XX VIII, 1909-1910.—25 378 JULIO BAZ Y DRESCH. calones muchas veces determinado, por el de las capas ó lechos de la substancia que se ataca. Otras veces la explotación se hace por medio de excavadoras ó dragas. Como ejemplo de estas explotaciones se puede citar la de los mate- riales de construcción (canteras, mármoles, areniscas, pizarras, cale- ras, etc.), turbas, guano, ámbar, minerales de hierro, diamantes, pla- ceres de oro, éstos se explotaban en California desagregando las arenas auriferas por medio del agua bajo presión. Las máquinas cavadoras (steam shovel) se usan también con gran ventaja en muchos de los casos anteriores, lo mismo que la draga cuando el mineral está bajo de agua (caso de placeres). La gran ventaja del procedimiento es la economía con que se eje- cuta por la facilidad con que se hace el ataque de la masa mineral, porque no se necesita de ademes ni de alumbrado; la pepena se hace mucho mejor que en las excavaciones interiores y además los obreros trabajan en mejores condiciones. Los inconvenientes que presenta la explotación á cielo abierto se deben á la acumulación de las aguas de lluvia y á que muchas veces la substancia por extraer no está directamente en la superficie sino que se encuentra cubierta por material estéril que debe quitarse antes que la útil, lo que constituye un gasto muerto. El espesor de esta capa determina si la explotación debe hacerse subterránea ó á cielo abierto. La explotación de los depósitos enterrados sigue uno de los tres prin- cipios siguientes establecidos por Haton de la Gouipilliere: 1. Método por abandono de macizos. e 2. es ,, desplomado. . :N y» retaque. Por el primer método se extrae del yacimiento solamente una parte de la materia útil dejando la restante en forma de pilares como sos- tén de la excavación. Se practica este método con los depósitos de ma- terias de poco valor que no remunerarían los gastos de ademación ó retaque en caso de que se quisiera extraer todo el contenido. NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES 379 Por el segundo método se extrae la mayor parte del contenido del llenamiento del criadero quitando los sostenes ó pilares que se habían dejado en el caso anterior; quedando entonces el techo de la excava- ción sin apoyo se derrumba más ó menos pronto, pero siempre es im- posible retirar completamente toda la materia útil. Este método pro- porciona gran economía en el precio de costo de la extracción, pero en razón al peligro á que expone á los operarios y á los trastornos que ocasiona en la superficie, sólo puede aplicarse cuando existen ciertas condiciones, como son las de profundidad suficiente, una potencia me- dia, poca inclinación y un techo sólido. Por el tercer método se consigue extraer todo el contenido del cria- dero sin exponer á los trabajadores á ningún peligro y sin comprome- ter la solidez de las excavaciones, reemplazando el mineral por esté- ril. Es este por lo tanto, el método más racional y el que se emplea en la mayor parte de las explotaciones modernas, á pesar de que ori- gina un gasto extra. Pero también debe atenderse á la forma del criadero, principalmen- te cuando se trata de explotaciones subterráneas. Si el criadero es un filón ó veta, el valor del llenamiento hará que se procure extraerle completamente, además en lo general presentará irregularidades en la distribución de la mineralización, existiendo mu- chas partes estériles, la abundancia de matriz proporcionará el mate- rial para el retaque, material que de no ser empleado así, daría Oca- sión á un gasto inútil para sacarlo al exterior. Por lo tanto en esta clase de criaderos el método de explotación retacando es el indicado. Si el criadero es un stock y la materia útil es de valor suficiente se empleará también el método de retaque, pero si no, entonces habrá que recurrir al de abandono de macizos. El método de despilado no es aplicable, porque debido á las grandes dimensiones de estos criaderos los perjuicios ocasionados por los desplomes serían muy grandes. En cuanto á las capas ó mantos presentan ejemplos de los tres mé- todos de explotación y para la elección del más apropiado hay que te- ner en cuenta el valor de la materia útil que encierran, el perjuicio que pueden ocasionar los desplomes y la potencia de lascapa. 380 JULIO BAZ Y DRESCH. Pero sea cualquiera el método que se elija para la explotación de la mina, ésta debe poseer cierto sistema de galerías que pongan en co- municación las labores con la superficie: estas obras son los órganos intermedios por donde se verifica la entrada y salida de la gente, la ex- tracción dei mineral, el desagúe, la ventilación y la introducción de los materiales necesarios para el trabajo. Lo primero que hay que establecer es el acceso al interior del cria- dero. Esto se consigue ya sea por socavones, en los terrenos accidentados, ó por pozos. Los socavones se hacen á hilo de veta ó en cruceros, son igualmente ventajosos cuando, como ya se ha dicho (Sec. 6), con un desarrollo corto se alcanza bastante profundidad en el criadero. Per- miten hacer directamente el disfrute de toda la parte del yacimiento colocada encima de ellos y facilita la extracción tanto del mineral co- mo del agua de la parte inferior del yacimiento. Los pozos pueden ser inclinados ó verticales; los primeros presen- tan inconvenientes para un servicio activo de extracción, los segundos son los más generalmente empleados. Para escoger el lugar de emplazamiento se recurrirá á la carta que ha sido el resultado de los levantamientos de estudio, pudiendo así es- tablecerse la obra con las condiciones que se deseen; en el exterior de- ben dar á un lugar amplio y á propósito para formar el patio y el te- rrero y al que se puede llegar fácilmente; en el interior deben alcanzar el sitio del criadero que se desea atacar; además, se escogerá un terre- no sólido para efectuar la perforación, puesto que estas obras deben du- rar tanto como la explotación del yacimiento y hay que procurar re- ducir al mínimo el gasto de las reparaciones. Estas obras deben ser amplias y proporcionadas al grado de activi- dad que se va á dar al disfrute, así muchas veces los socavones con- tienen dos vías y los tiros verticales dos sistemas dobles de extracción. En cuanto al número de puntos de acceso debe haber cuando me- nos dos, pero se pueden combinar estas obras con las de investigación hechas anteriormente. Además habrá que tener en cuenta las dimen- siones del criadero, pues por ejemplo para una capa ó manto muy ex- NOTAS SOBRE CRIADEROS MINERALES. 391 tendido en el sentido horizontal, habrá que dividirlo en campos de explotación independientes unos de otros y por lo tanto con acceso separado. Una vez procurado el acceso al criadero hay que dividir á éste en secciones ó macizos para facilitar el ataque de su contenido. Hay dos modos de hacerlo: por medio de planos horizontales como en el caso de los filones y entonces se llama división en pisos ó por secciones verticales, como en el caso de las capas y entonces se llama división en macizos. En el caso de los stocks la división participa de los dos sistemas pues primero se hace una división por planos hori- zontales y en seguida cada una de éstas se divide en macizos. Naturalmente que la división se hace por medio de galerías (caño- nes y pozos) que tienen diversas categorías según la actividad de cir- culación que deban tener y el tiempo que tengan que durar abiertos. En cada uno de los macizos se establece una ó más labores y el mi- neral tumbado se lleva por intermedio de estas galerías hasta la prin- cipal de extracción y por último hasta el exteribr. Entonces estas obras constituyen una red subterránea que es la que hace posible la explotación del criadero. Naturalmente no sería posi- ble esperar para empezar á disfrutar la materia util del criadero á que esta red subterránea esté completa. Su construcción se va efectuando al mismo tiempo que el disfrute pero siempre en avance, es decir, que estas obras que sirven de exploradoras vayan dejando el campo pre- parado para que en seguida se haga el disfrute y de esta manera que- da la mina en estado de plena producción. S.—Apreciación del yacimiento La apreciación total de un yacimiento comprende la material y la económica. La primera es la determinación de la cantidad (en toneladas) de materia útil. Esta determinación se presenta bajo muy diversas cir- eunstancias, desde el caso en que se tenga un simple prospecto hasta 382 JULIO BAZ Y DRESCH. aquel en que se tenga una mina bien desarrollada y en estado de pro- ducción. z De un simple prospecto no se podrá afirmar gran cosa, tanto más cuanto que, como ya se ha dicho, la porción superior del criadero es muchas veces distinta de la parte inalterada del mismo y que además la región explotable de un yacimiento metalífero es muchas veces úni- camente la alterada en cierta forma y adonde se encuentran los enri- quecimientos secundarios. Es por esto que debe hacerse todo lo que se ha dicho á propósito de los trabajos de investigación sobre todo de los subterráneos. Es nece- sario conocer intimamente la masa mineral para poder apreciar su va- lor y esto se consigue solamente penetrando en ella y dividiéndola en macizos para poder cubicar su contenido. Por otro lado hay que te- ner en cuenta las irregularidades en la distribución de la mineraliza- ción. Para la valuación de un yacimiento la escuela francesa hace uso del espesor reducido, el cual multiplicado por el número de metros cuadrados útiles del yacimiento da la cantidad de metros cúbicos y de ahí se deduce su contenido en toneladas. | La escuela americana procede multiplicando el número de tonela- das de mineral en bruto por el número de kilos de metal contenidos en una tonelada. De todos modos la apreciación del número de toneladas es pura- mente estimativa y el término minaral á la vista ha sido objeto de mu- chas discusiones. La apreciación económica de un yacimiento tiene por objeto deter- minar la utilidad que se va á obtener en su explotación. Esta utilidad es el exceso del precio de venta del producto sobre su precio de costo ó producción. Este último se obtiene dividiendo la su- ma total de gastos por el número de toneladas. Pero el total de gastos es muy complexo. Desde luego se tiene el costo de adquisición de la mina y de las instalaciones (maquinaria y obras de preparación para el disfrute) necesarias para la producción; esta suma se divide para su amortización en un cierto número de años y forma la primera partida. En seguida vienen los gastos generales comprendiendo sueldos de la administración y empleados, desagúe, exploración, reparación é im- puestos y por último los gastos particulares: mano de obra directa, aca- rreo y extracción. Se ve desde luego que para hacer la determinación anterior hay que hacer intervenir otro factor que es el tiempo, es decir, el grado de ac- tividad que se va á dar á la explotación. Aumentando el número de toneladas diarias extraídas, los gastos ge- nerales repartiéndose entre ese mayor número gravarán menos cada tonelada. Pero por otra parte, para aumentar la extracción hay que aumentar el capital puesto que las máquinas deberán ser más poten- tes, las obras de preparación más desarrolladas lo mismo que las de exploración, y las instalaciones en lo general más vastas. En cuanto al precio de venta será, si la mina no tiene establecimien- to propio de beneficio, el que paguen por el mineral las compañías compradoras, y en el caso que lo tengan, el valor que quede después de deducir el costo de beneficio por tonelada. Entonces una vez hechas las dos apreciaciones, material y econó- mica se llegará á la apreciación total del yacimiento. El número de to- neladas de mineral y la utilidad neta por tonelada darán la utilidad total á obtener del criadero, la cual se repartirá por años según el gra- do de actividad que se le dé á la explotación, es decir, el número de toneladas extraídas por año. La utilidad anual, representando el interés del capital invertido se- rá la que decida en último término de la explotabilidad económica del yacimiento. 9.—Conclasión No todos los yacimientos son explotables, aun con el grado de per- fección á que han llegado las ciencias del minero y del metalurgista. Actualmente se emprende la explotación de muchos criaderos que los antiguos no pudieron llevar adelante y de otros que ni siquiera in- tentaron atacar; los criaderos que hoy no son costeables para nosotros lo serán sin duda para el minero de mañana debido á los progresos de 384 JULIO BAZ Y DRESCH, la minería y de la metalurgia y á la demanda mundial, siempre cre- ciente de materia prima. Todo lo que se ha dicho, resume en términos generales la manera de como se procede en cuestión de minas y el orden en que deben efee- tuarse las operaciones necesarias para llegar á un resultado aceptable, positivo ó negativo, pero disminuyendo las causas de azar y evitando por lo tanto las falsas inversiones de capital y además para alejar de la minería el concepto de aleatoria en que se la tiene. £ MD INDICE DEL TOMO 28 DE MEMORIAS TABLE DES MATIERES DU TOME 28 DES MÉMOIRES Páginas. Baz Y DrREscH (Julio). —Notas sobre exploración y prospección de cria- deros minerales. (Notes sur exploration et prospection de gi- A NS AAA AOS 313-384 CARBAJAL (DR. ANTONIO J.).—Métodos clínicos de laboratorio aplica- bles al diagnóstico de las enfermedades. (Méthodes cliniques de laboratoire applicables au diagnostic des maladies)...... 5-21 CICERO (Dr. RICARDO E.).—Los peligros de las aplicaciones terapéu- ticas de los rayos X. (Les dangers des applications thérapeu- O AT A EI IIA PS AA 79-86 DíAz (SEVERO).—El origen y la evolución del nimbus. La cumulización horizontal. Láminas IX-XX. (L"origine et l'évolution du nim- E ER o dd 199-216 DURAN (GUSTAVO).— Ligeras consideraciones acerca de la determina - ción de las superficies por medio de la cuadrícula. (Considé- rations sur la détermination des surfaces au moyen du ré- E SA a a UA CE AE 241-245 ENGERRAND (JORGE).—La extensión en el tiempo y en el espacio de la raza humana de Lagoa Santa según el Dr. Rivet. Lámina XXIV. (L'ertension dans le temps et dans l'espace de la race humaine de Lagoa Santa d*apris le Dr. Rivet. Pl. XXIV)... 223-227 FOURTON (Lu1s).—Sobre la destrucción de las manchas de yodo. Ac- ción de las mezclas de agua oxigenada y de amoníaco sobre el yodo. (Comment on peut ejfacer les taches d'iode. Action de Peau oxygenée mélangée d'amoniaque sur Piode)............ 275-284 GaMA (VALENTIN).—Teoría de las ocultaciones de estrellas. Método gráfico para su predicción. Su aplicación á la determinación de las longitudes y de las correcciones de las coordenadas de la Luna. (Théorie des occultations des étoiles. Méthode gra- Pphique pour sa prediction) ......ioornencoiaionacnr donen oo 297-342 GANDARA (GUILLERMO).—Enfermedades y plagas del Naranjo. (Ci- trus aurantium.) (Maladies de Poranger)........o...o... o .... 155-192 GARCÍA CONDE (ANGEL).—Procedimiento astronómico bizenital de azi- mut para Topografía. (Procédé astronomique bizénithal d'azimut pour la TopograpMe lic... ito cs 87-91 Memorias, T. XXVIII, 1909-1910.—25* S Í 386 INDICE. GUERRERO (HILARIO G.).—Tratamiento metalúrgico de los minerales de cobre enla “American Smelting € Refining Company ”” en su planta de Aguascalientes. (Traitement métallurgique des mi- MOTEL Ce CULO) A a ico TU ETA AE e ON LEóN (Luis G.).—Nueva fórmula para determinar aproximadamente la altitud. (Nouvelle formule pour la détermination de l'al- a e A IRA A ls MIRANDA Y MARRÓN (MANUEL).—Los terremotos del año de 1908. Lá- minas JI-VII. (Les tremblements de terre de l'année 1908. Pl. MERIDA PU dl RISE Ss Ao A EI OA OROPESA (GABRIEL M.).—Estudio de saneamiento de una colonia ru- ral (Colonia del Valle). Lám. XXV. (Etude d*assainissement VERGARA LOPE (DR. DANIEL).—Descripción de un toracógrafo. Lámi- nas XXEXXIUMI. (Description d'un thoracographe. Pl. XXE- AUS AS SAI ATI ION MO o A JA a SO VILLAFAÑA (Jos£).—Las minas de “Coronas y Anexas” pertenecien- tes á la “Seguranza Mining Co.” Zacualpan. Láms. I y II. (Les mines de “Corona y Anexas.” Pl. Tet ID)............... WArrz (Dr. PauL).—Principios de clasificación y comparación de ro- cas macizas (Igneas). (Principes de classification et de com- paraison des roches massives (ignées).........ooooooommmom.oo WITTICH (DR. ERNST).—Notas mineralógicas sobre el Distrito de Gua- najuato. Mineralogische Notizen túber den Minendistrikts DOñR QUINA a SR ae aa oie Lita, Deo Sao SN ZARATE (Josf C.).—Breves apuntes sobre el estaño y sus métodos de ensaye. (Votes sur l'étain et ses méthodes d*essai)........... FIN DEL TOMO 28 DE MEMORIAS Páginas. 285-296 271-274 93-153 229-240 217-221 23-51 53-78 247-270 193-197 5 es y k » rel PA As AN EIA IA IA A É E A Yue $ e SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE? MEXICO. FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo Beltrán y Puga, Dr. Ricar- do E. Cicero, Manuel Marroquín y Rivera et Dr. Daniel M. Vélez. Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. Secrétaire général pernetuGl: M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif.—1910. PRÉSIDENT.—Ing. Joaquín de Mendizábal. - Vice-PRÉsIDENTS.—Ing. Macario Olivares et Dr. M. Uribe Tr ONCOSO. SECRÉTAIRE.—Ing. Gustavo Durán. VICE-SECRÉTATRE.—Dr. Everardo Landa. TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), eta ouverte au public tous les jours non fériés de 4h. 47 h,. du soir. Les “Mémoires” et la “Revue” de la Société paraissent poa cahiers in 82 de 48 pages tous les mois. ls forment deux volumes par an. La correspondance, mémoires et publications destinés 3 a la Société, doivent ótre adressés au Secrétaire général a o Palma 12. —MÉXICO. —Mexique). Les auteurs sont seulé acid de leur ceiia s a Les membres de la Société sont désignés avec M. S. A. REVISTA CIENTIFICA Y BIBLIOGRAFICA SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “* ANTONIO ALZATE ” REVUE SOIENTIFIQUE EL BIBLIOGHA PIQUE PUBLIÉE SOUS LA DIRECTION DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN Secrétaire perpétuel Sd MEXICO IMPRIMERIE DU MINISTERE DE FOMENTO BETLEMITAS NUMÉRO $8 1910 SOCIEDAD CIENTÍFICA “ANTONIO ALZATE ” RHVISTA CIENTIFICA Y BIBIOGRARICA PUBLICADA BAJO LA DIRECCIÓN DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secretario perpetuo TOTO MÉXICO IMPRENTA Y FOTOTIPIA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO Callejón de Betlemitas, núm. 8 1910 TIRANA $ DA CATA A La A 4 E de A sa * Sociedad Cientifica “Anton Mate. MÉXIC PLL LI LI LILIA IS AAA _Revista Científica y Bibliográfica, Núms. 1-12. Tomo 28. 1909 - 1910 LES MINES DE CUIVRE EP LES MINES I'ARGENT DU MEXIQUE Par Albert Bordeaux, Ingénieur civil des mues, a Thonon—les—Bains (Haute—Savoie) ¡Extrait de la Revue Universelle des Mines, etc., tome XX, 2* numéro, 1907] Il serait extrémement long de décrire toutes les mines de cuivre et Vargent du Mexique; nous verrons qu'elles appartiennent á un nom- bre trés restreint de gítes typiques. Il suffit donc d'avoir visité les prin- cipaux de ces gítes, comme nous l'avons fait, et d'avoir étudié les autres dans l'ouvrage tout récent de la Comission géologique du Mexi- que,' pour pouvoir en donner un apercu suffisamment complet.” Le Mexique occupe depuis plusieurs siécles le premier rang parmi les pays producteurs d'argent, Depuis deux ou trois ans, il atteint le second rang comme producteur de cuivre. Pour Por, il est déja au septiéme rang, et sa production va sans cesse en augmentant, Le ca- pital engagé dans les entreprises de mines et de fonderies dépasse un milliard 250 millions, et la production en métaux a dépassé 800 mil- lions. Il y a plus de 20,000 litres de propriété de mines. 1 Probablemente se refiere el autor á Guide des excursions du X* Congrés Géologique. México, 1906. 2 Voir aussi Southworth: Mines of Mexico. Giéologie genérale Le Mexique a une configuration générale assez simple. La trait ca- ractéristique est le grand plateau central qui a la forme d'une surface gauche inclinée vers 1'Est et vers le Nord, et dont l'altitude varie de 2200 a 1500 métres. Se sous-sol est formé de schistes: jurassiques et de roches crétacées et tertiaires, plas ou moins parcourus de veines et de puissants filons. L'Ouest est formé de hautes montagnes, de pics et de ravins descen- dant en pente plus ou moins brusques vers le Pacifique; ces monta- gnes, la Sierra Madre, etc., sont constituées surtout par des roches cris- tallines et éruptives: d'abord les granites, syénites, diorites, puis les andésites, dacites, porphyres divers, avec des imprégnations de mine- rals, dans les intrusions de roches éruptives. L'Est est une autre Sierra Madre moins haute et non plus formée de roches cristallines: ce sont des calcaires avec des cavités minérali- sées et des gíites de contact et de substitution. Le Nord est une région souvent seche et désertique, semblable á "Arizona et au Sud de la Californie; le sous=sol est formé tantót de gra- nite et autres roches cristallines, renfermant des stockwerks de mine- rais cuivreux, tantót de calcaires avec ou sans fossiles, avec des amas de minerais argentiféres. Le Sud posséde une longue ligne de pics volcaniques orientés á peu pres de l'Quest a 1'Est vers les Antilles: le sous-sol est principalement formé de gneiss, schistes cristallines, granites, diorites, etc., avec des veines, filons, et stockwerks minéralisés en argent et cuivre. La région miniére traverse presque tout le Mexique, de la Sonora a l'Etat d'Oaxaca, sur 2574 kilométres de longueur et 400 kilométres de largueur, á travers des altitudes variant de 1370 4 2200 métres. On compte 1902 districts miniers, dont 553 d'argent et plomb argen- tifere, 237 d'or, veines et placers, 141 de charbon, pétrole, etc., 68 de mercure, 41 de cuivre, 16 d'étain, ete. , Humboldt estimait déja le nombre des miñes a plus de 3000. L*argent produit au Mexique dépasse le tiers de la productions mon- diale. a AS E” ETA dl 7 L'or est en progression constante dans la Sonora (avec le cuivre), la Basse-Californie et sur la cóte du Pacifique, dans le Guerrero et P'Oaxaca. Les placers son petits et en ravins étroits dans la Sonora et le Chihuahua. Le cuivre forme d'immenses amas á la Cananea, Inguarán, dans le Guerrero et l'Oaxaca; sans parler du gíte de Boleo, en veines strati- fiées. Le mercure, dans des calcaires á Huitzuco, Guadalcázar, etc., atteimt environ 300 tonnes par an. Le charbon est exploité surtout pres d'Eagle Pass et du Rio Grande (limite du Texas); 1l y a aussi de Panthracite dans la Sonora. Le plomb et le zinc (calamine, etc.) viennent de lEtat de Coa- huila. L' étain est en petites veines dans des ujolithes, etc., au lieu de gra- nites comme en Europe. L'antimoine se trouve, avec le mercure et le zinc, á Huitzuco (Gue- rrero), etc., etá Charcas (San Luis Potosí). Le cobalt et le nickel se trouvent á Jalisco, en veines minces. Le vanadiun (descloizite) existe á Charcas (San Luis Potosí). Le fer forme une montagne á Durango, le Cerro del Mercado, etc. Le sel se trouve á San Luis Potosí et dans lle Carmen, Golfe de Californie. L'émeraude, le béryl, le dichroite se trouvent dans l' Hidalgo, et il existe des rubis et saphirs dans divers Etats: Guanajuato, Basse-(a- lifornie et Durango. | «Les premiéres découvertes d'argent au Mexique paraissent avoir été celles de Taxco (Guerrero), de Real del Monte et d'Angangueo (El Oro); puis sont venues celles de Zacatecas, Guanajuato, Fresnillo, Ca- torce, etc. Avant de passer á la description systématique des gites, nous don- nerons quelques idées générales sur les principales venues minéra- lisées. L'age des filons du Mexique est posterieur aux dépóts calcaires du jurassique supérieur: le fameux filon Veta Madre, á Guanajuato, tra- vers d'abord 20 métres de conglomérat rouge á fragments de syénite 8 et le minerai est formé d'oxydes et de chlorures.* Ce sont ensuite 400 metres de schistes talqueux oú le minerai, en sulfures, a formé les plus riches bonanzas. Plus bas, ce sont des shistes alumineux noirs trés pyriteux, oú le filon est stérile. A Zacatecas et á Fresnillo, on trouve la méme série, avec un tuf sédimentaire á débris porphyriques, en outre, au—dessous du conglo- mérat. A Catorce, la série renferme des diorites et porphyres amphiboli- ques, traversant des calcaires. I. MixeS DE CUIVRE Le minerai de cuivre se présente au Mexique sous diverses formes. 19 Cuivre argentifere dans les schistes cristallins ardoisiers (Sud de Puebla). 2? Cuivre avec hématite dans les assises crétacées. 37 Cuivre avec or dans des masses granitiques, etc. (Sonora, Mi- choacán). 47 Cuivre en' veines réguliéres dans des andésites á hornblende pliocénes. 57 Cuivre en couches stratifiées sédimentaires miocénes et pliocénes (Boleo). Les principaux groupes de mines sont les suivants: 19 Sonora: Granite, diorite et systeme carbonifére: La Cananea, Naco, etc. 22 Basse— Californie, Boleo: Grés, conglomerats et tufs tertiairies renfermant trois couches cupriféres: oxydes, carbonates et silicates dans le lit supérieur; concrétions globulaires, dites boleos, d'oxydes et car- bonates dans le lit moyen oxy—manganates et sulfures, avec boleos, dans le lit inférieur. Pas de pyrite de cuivre. Le lit inférieur présente la plus riche concentration en masses irréguliéres et veinules de 15 á 25 centimétres d'épaisseur., 1 Le chlore provient sans doute des grandes lagunes salées qui recouvraient le pays. 5e a e ci Sir JN As d 9 32 Chihuahua: Mines de Terrazas, las Vigas, etc., au Nord de la Ville de Chihuahua. 4% Michoacán: Mines Inguarán, etc. Pyrites dans le granite. 52 Coahuila, Durango, etc.: Veimes et amas dans les assises cré- tacées, 62 Zacatecas: Lentilles entre granite et calcaires, ou entre porphyre et calcaire (Mazapil). — Veine de contact d'un dyke éruptif: oxydes, carbonates, pyrites, cuivre gris, galéne et blende argentiféres. 72 Guerrero et Oaxaca: Filons quartzeux á minerais riches; pyrite massive entre les schistes et les porphyres et diorites; diorites impre- gnées de pyrite. Ces gítes sont á moins de 60 a 80 kilométres des ports d'Acapulco, etc., sur le Pacifique. Le Mexique posséde un trés grand nombre de fonderies de cuivre dont les principales sont á la Cananea, Boleo, Descubridora, Aguasca- lientes, Monterrey, San Luis Potosí, etc. Voici les principaux producteurs de ces derniéres années (tonnes de 2,000 livres): 1.—Greene Consolidated (Sonora)...... 1904 27,507 tonnes de cuivre. 2.—Boleo (Basse Californie)...t....... 1904 12,258. : 's, E 43 3. — Moctezuma (Sonora).............. 1904 A e 4._—Teziutlán (Puebla)................. :1903 3,893 ,, El 8 5.—Mazapil (Zacatecas)................ 1903 3,054 ,, "s e 6.— Velardeña (Durango).............. 1904 3,000 .,, ls $ 7.— Descubridora (Mapimí, Durango)... 1903 2,482 ,, RE 8.— Dolores (San Luis Potosí).......... 1904 2,008 ,, ¡+ 9 —Demócrata (Sonora)............... 1903 1,874 ,, e 33 10.—Tiro General (Charcas, San Luis A A a e A 1904 965-- -;, pa a 11.— Jimulco (Coahuila) ................ 1904 847 .,, 3 13 12.— Pánuco (Coahuila)................. 1902 Mba ss 4 A EE MSOMOTA Y id 1904 AA ps Es 14.—Aguascalientes...................-. 1903 500 - .,, 2 Led 15.— Torreón (Durango) ................ 1903 4920" ,, o Es 16.—San Fernando (Durango).......... 1903 ARE A 17. --Santa Fe (Chiapas)................ 1903 1 as ps ES 18.—Las Vigas (Chihuahua)............ 1903 125 .,, E be 19.— Clemente Ham (Sonora)........... 1902 5 A PEL 20.— Avino (Gabriel, Durango).......... 1903 112 MN 7 Fe 10 Citons encore Mendoza (Chihuahua), Monterrey, Cucharas (Tepic), Coahuila, San Carlos (Tamaulipas), Los Ocotes (Oaxaca), Irigoyen (Michoacán), La Dura et Quintera (Sonora), qui produisent de 50 á 100 tonnes de cuivre. La plupart de ces mines n'offrent pas d'intérét spécial, mais la Greene Consolidated Company est arrivée á une production si énorme qu'el- le mérite au moins une briéve description des gítes et des installations métallurgiques. Greene Consolidated Copper Company (Sonora).—Le gíte de cui- vre a été anciennement un gíte d'argent, comme cela s'est passé a But. te, oú le cuivre, dissous á la surface, a subsisté en profondeur. Mais ici, au lieu de filons assez nets dans le granite, on a eu affaire d'abord a des affleurements plus ou moins paralléles de minerai, entre les calcaires et les porphyres, et surtout a des masses de minerai dans le porphyre, formant un gíte de substitution. Le minerai est formé de carbonates et des sulfures de cuivre, avec gangue de quartz; on l'a exploré par plus de 40 kilométres de travaux souterrains. Il y a quatre grands amas principaux: 1.) Cobre grande, qui est une ancienne mine de cuivre, datant de 1883: chalcosine, pyrite, cuivre gris. b 2.) Veta grande: mémes minerais, exploilés par piliers carrés aban- donnés. 3.) Capote, le principal producteur: mineral spécial formé de pyrite de fer en grains cristallins enveloppés de chalcosine, dans une mas- se talqueuse avec du quartz. Le puits atteint 210 metres de profon- deur,. 4.) Puertecitos, le plus grand amas, de 240 métres de puissance á Paffleurement, exploré a 270 métres de profondeur: minerai formé de chalcosine, pyrite, bornite, avec grenats, etc. 5.) Massey, découvert en 1904, et trois ou quatre autres amas. La production de minerai a été de 734,018 tonnes en 1905, ayant rendu environ 30,170 tonnes de cuivre, soit 4%, et occupant 4,000 ouvriers dont 3,200 Mexicains et 300 Chinois. : L*exploitation de M. Greene commenca en 1889. ActucHAAEAN les usines peuvent suffire a 3,000 tonnes par jour; la concentration, datant 11 de 1903, peut passer 2,000 tonnes par 24 heures, elle a coúte 1.300,000 frances. La proportion d'or est de fr. 0,50 par tonne, et celle d argent de fr. 1,50 par tonne: Pélectrolyse se fait á New-Jersey. Ge ne serait pas le cas ¡ici Ventrer dans les détails de description d'une fonderie de cuivre, je me bornerai donc á quelques remarques générales.' Les fours de fusión employés sont rectangulaires avec une section de 12 10sur 4".504 5 métres aux tuyéres: comme á Anaconda, on tend á les augmenter encore. Les fours de grandes dimensions, 15 4 20 métres, ont en effet les avantages sulvants: 1) Economie de combustible: 10% de coke au lieu de 11% avec les fours de 4”.50. 2) Plus grande capacité des water - jackets: á surface deux fois plus grande, capacité trois fois plus grande. 3) Rapidité de décharge de la matte et de la scorie: scorie trés fluide et moins dobstructions. 4) Surfaces d'incrustations bien moindres: deux parois au lieu de six. 5) Marche indéfinie, gráce aux réparations possibles d'un cóté du four. tandis que autre marche: la croúte formée protege de la cha- leur. 6) Main - d'ceuvre moindre au chargement et aux coulées: á Anacon- da, on a ainsi réduit la main - d'ceuvre de fr. 5,60 a fr. 4,90 por tonne de mineral. 7) Coút de construction moindre: pour une dépense triple, capa- cité quadruple: bátiment identique pour une production de 77% plus grande Quant á la formule de charge pour la fusion de la matte, elle est pu- rement un résultat d'expérience, ne renfermant aucun mystére et ne dépendant d'aucune équation algébrique. La formule est tres simple, dés qu'on connait la composition du minerai; la seule dificulté est de savoir quelle est la proportion de matte qui donnera le meilleur ré- 1 Véase H. G. Guerrero, Tratamiento metalúrgico de los minerales de cobre en Aguascalientes. Mem. Soc. Alzate, t. 28, p. 285. 1910. 12 sultat, en la supposant á 10, 15, 25% de cuivre, par exemple. Bien entendu, il faut avoir á proximité, sinon dans le mineraj, du fer oxy- dé, de la silice et de la chaux. En supposant la matte a 25% de cuivre, les limites les meilleures sont 30 a 38% de silice, 304 40 de fer oxy- dé, 10a 15% de chaux. Dans la fusion pyritique, la premiére matte a 10 a 14% de cuivre et 30% de soufre: la désulfurisation atteint 70 a 77% et la reduction de minerai á la matte est de 4 a 5%, sur le chiffre que donnerait le cal- cul de la matte. On a transformé en certains endroits, au Mexique, des fours á plomb en fours á cuivre par un briquetage intérieur; mais les expériences, no- tamment a Aguascalientes, ont fait ressortir la grande différence entre le plomb et le cuivre pour la fusion, d'apres les pertes en plomb. Le plomb doit étre traité comme un métal tres volatil, ressemblan! en cela au mercure; il demande donc une pression du vent plus faible et le plus possible d'air froid a faire entrer au sommet de la charge; la colonne de fusion ne doit guére dépasser 3”.60 au - dessus des tuyéres, tandis qu'elle peut étre plus élevée pour le cuivre. II. Mines D'ARGENT Les mines d'argent du Mexique apartiennent a trois principales ca- tégories de gisements: veines et stockwerks en roches éruptives, filons de fracture á travers les schistes cristailins, etc., veines et amas de subs- titution dans les calcaries. Chacune de ces catégories de gítes se poursult á travers plusieurs Etats du Mexique, en suivant des alignements montagneux, et comme l'indique le tableau suivant: En roches éru ptives Dans les schistes Dans les calcaires Chihuahua Ouest.. Sonora Est..... Chihuahua Est. Sinaloa Ouest..... Zacatecas...... Sinaloa Est. Durango Ouest.... Jalisco....... . — Durango Est. DEPTO PIO, Guanajuato.... Coahuila. Querétaro......... Michoacán..... Nuevo León. Hidaleo Nai MEXICO oo. 2. do San Luis Potosí et Tamaulipas. Puebla ii ss ira qe 0 E AN ERE RNE E 13 Il faudrait ajouter la Basse - Californie au premier groupe. L'Etat d'Oaxaca et celui de Guerrero ont une constitution trés com- plexe, par suite du grand nombre d'alignements montagneux qui s'y réunissent et s'y croisent. Cest comme le nceud orographique du Me- xique. l. VeineS ET STOCKWERKS EN ROCHES ÉRUPTIVES.— Nous suivrons l'or- dre du tableau ci - dessus, quí est celui d'alignement Nord - Sud des Etats mexicains. Le gíte de Guanaceví (voir - ci - aprés) nous servira “ de type. 19% Chihuahua Ouest. Les roches principales sont le granite et la syénite, et différents porphyres. Le calcaire ne parait qu'á Est. La surface, souvent aride, est formée surtout de roches volcaniques, ryo- lithes et rappelle la Californie-du Sud, aux Etats - Unis. La Sierra Madre oú se trouvent les mines d'argent, varie de 1,800 a 3,000 métres d'altitude, et les principaux districts miniers en roches éruptives sont les suivants. Le district de Batopilas et Andrés del Río renferme des porphyres, diabases et granites; 1l est remarquable comme irrégularité et basse te - neur; il est pourtant exploité depuis longtemps. Un des mineurs qui le découvrirent, Angelo Bustamante, fut créé marquis de Batopilas. Les principales mines sont: Pastrana qui a produit 130 millions de 1730 a 1750; San Antonio, 30 millions de 1786 a 1800; Carmen 80 millions de 1790 a 1820; Los Tajos, 56 a 60 millions. De 1880 a 1892, le district a produit environ 45 millions (Compagnies Consolidées de Batopilas). Un tunnel de fond, nommé Porfirio Díaz, terminé en 15 ans, a facilité le drainage des mines. Le district d'Arteaga, pres de Batopilas, a pour mine principale Pal- marejo, qui a dépensé une vingtaine de millons avant de payer un di- vidende. : Le district d'Ocampo (Rayón, Jesús María, etc.) passe pour avoir produit 250 millions. II s'y trouve la Greene Gold - Silver Company, comprenant les mines de Balvanera, San Juan, Santa Juliana, etc., qui est célébre surtout comme appartenant au propriétaire des fameu- ses mines de cuivre dont nous avons parlé. Le district de Parral, comprenant Santa Bárbara et Minas Nuevas, 14 date de plus de 300 ans. Le “Veta Colorada” a parfois 90 métres de puissance entre les porphyres quartziféres et les schistes, elle est tracée sur 16 kilometres de longueur. Les veines San Patricio et Refugio lui sont paralléles. A Santa Bárbara, le zinc abonde, mais se sépare trés facilement. La fameuse mine Palmillas est dans ce district, mais á l'Est dans le calcaire; nous en parlerons plus loin, comme des districts de Chihuahua et Jiménez. Le district d'Abasolo (mines Cusihuiriachic, etc.) a produit 250 a 300 millions de 1660 á 1880. Il a atteint 300 métres de profondeur. * Le district de Camargo (mines Encinillas, etc.) est en développe- ment. Le district de Mina est! connu par la mine Guadalupe y Calvo, ap- partenant á une Compagnie anglais, qui a produit 150 millions jusque vers 1830; on exploita d'abord á ciel ouvert, puis par puits de 180 a 270 métres de profondeur. Le mineral a pour gangue le quartz com- pris entre le porphyre quartzifere et l'andésite. L'altitude est de 2,500 metres. 2. Sinaloa Ouest. Les districts suivants sont dans les porphyres et la syénite. Le district de Fuerte avec d'anciennes mines actuellement inexplo- tées. ; Le districts de Sinaloa a de nombreuses veines auriféres: la Purisi- ma, la Pirámide, El Rosario (quartz auriféres et pyrites), Jesús María, a la Mexican Mining Company, produit 2 a 3.000,000 par an par amal- gamation. Le district de Mocorito, mines Palmarito, etc., produit aussi de l'or. De méme les districts de Culiacán et de San Ignacio. Les gisements forment ici un passage entre les veines argentiféres et cupriféres. Le district de Concordia possede la mine Pánuco, anciennement exploitée, et qui, reprise il y a 30 ans environ, a distribué environ 20 millions de dividendes. Les autres districts miniers du Sinaloa sont dans les calcaires. 3. Durango Ouest. Durango est célébre par son gíte de fer inex- ploité d'ailleurs en ce moment, et que les Espagnols, lors de la con- 15 ; quéte, sur la foi des Indiens, avaient cru étre de l'argent. Les districts argentiféres en roches éruptives sont: La district de Gabriel, avec la mine Avino, autrefois exploitée á ciel ouvert et qui marque la fondation de Durango vers 1550: la calhédrale de Durango fut batie au moyen des taxes levées sur cette mine. Le ciel ouvert avait 150 métres de largueur, on y a trouve du cuivre en pro- fondeur; la lixiviation donne 80% de lP'argent, 70% du cuivre; avec 600 ouvriers, on extrait el traite 100 tonnes par jour. La mine Gavi- lanes passe pour avoir donné 30 millions á Charles-Quint. Le district de Canatlán et El Rodeo avec les mines Purísima, Pro- videncia, Coneto, etc, Le district de Papasquiaro et Tepehuanes avec les mines La Porti- Ma, Mina Grande, etc. Le district de 'Popia avec les mines Leona et Madrugada, renfer- mant beaucoup de zinc. Le district de San Fernando renferme du cuivre avec Pargent, entre les porphyres quartziféres, andésites et rhyolithes. Le district de El Oro et Indé, avec la Compagnie La Lustre qui a dépensé plus de 5 millions en essais de traitement infructeux, pour re- venir á la fusion directe. Le district de Guanaceví me servira á decrire plus complétement ce genre de gisements. La roche minéralisée est la propylite (andésite amphibolique). Le gíte est un réseau de fissures se bifurquant, se sé- parant, se coincant, avec des intervalles de propylite plus ou moins com- pacte et toujours imprégnée de pyrite de fer. L'ensemble des fissures peut atteindre 40 métres de puissance, avec la roche éruptive, ce qui donne absolument Paspect d'un stockwerk. 1 n'y a pas de salbandes. C'est une zone de roches brisées ayant offert un passage facile á la circulation des eaux thermo—minérales. La gangue est plutót le quartz dans la propylite, la calcite dans la syénite. La calcite favorise la pré- sence de l'argent. Les colonnes riches sont trés redressées et tiennent toujours un peu d'or. Le feldespath du porphyre paraít avoir été décom- posé et remplacé par du minerai (substitution). Ailleurs le gíte est une rhyolithe altérée grise et rougeátre traversée de filons de roche verte (andésite) contenant des fragments de rhyoli- 16 te, d'oú formation d'un conglomérat bréchiforme. La puissance miné- ralisée varie de zéro á toute la veine de roche verte, suivant qu'elle est plus ou moins parcourue de veines ou halos (filets en espagnol) de sulfure d'argent. Clest alors aspect de que l'on convient d'appeler un stockwerk. Ces filons de roche verte sont disloqués par des failles atteignant 50 métres. Le minerai est formé de pyrite, galéne, blende (rare), mispickel, cuivre gris, argentile, argent rouge, argent natif, etc, ll est parfois assez compact pour étre exploité sans la roche. La région a l'Ouest de Guanaceví referme des gueiss, granites, dio- rites et diabases, puis reviennent les porphyres quartziféres et andési- tes amphiboliques. En somme, a Guanacevií, les veines sont minces, mais riches. La mine plus riche en ce moment appartient a la Compagnie Mexi- co Consolidated (de Boston ), elle distribue des dividendes trimestriels de 300,000 frances depuis 1906. Ce sont les anciennes mines El True- no, Soto, El Porvenir et Nueva Australia; les travaux de développe- ment et installations ont coúté quatre millions. Il y a beaucoup d'eaux souterraines. Les autres mines du district sont exploitées par des mi- neurs qui envoient leurs minerais á six ou sept moulins (custom— mills), pour étre concentrés et expédiés. C'est le cas de beaucoup de districts au Mexiqyue. 4. Territoire de Tepic. Plusieurs petites mines: Zopilote, etc., sont en voie de reprise avec des capitaux américains. 7 Des installations de broyage et cyanuration ont été faites a Buena- vista el Castellana pour des minerais du genre de ceux de Guana- cevi. ll y a de l'argent et de lor en veines irréguliéres dans les ancien- nes mines de Compostela, Santa María del Oro, Yegua, Santiago, Ama- tlán, etc., qui sont noyées et abandonnées depuis assez longtemps.: Ce qui attire l'attention sur Tepic, depuis quelque temps, c'est Putilisation des chutes d'eau. Tepic est au centre d'une région tout á fait tropicale, mais saine. 5% Querétaro. Les mines d'argent sont a l'état de prospections. 1l y a pourtant une mine, El Doctor, qui est exploitée depuis 1876. Le mineral est formé de sulfure d'argent, avec pyrite, chalcopyrite, ga- 17 lene et blende. ll y a quelques autres anciennes mines el fonderies d'arzent. 6% Hidalgo. Cet Etat renferme un des districts miniers les plus cé- lébres du Mexique, celui de Pachuca et Real del Monte, qui passe pour avoir été déja en exploitation avant l'arrivée des Espagnols au Mexique. Le sous—=sol est formé de roches éruptives tertiaires; andésite, ryo- lithe et basalte, puis de diorites quartziféeres d'un vert foncé, d'argilo- phires et des schistes. L'andésite est parcourue de veines minéralisées riches dés la surface. A Zimapán, la roche est verte et avait recu le nom de trapp, familier aux ingénieurs américains pour désigner une roche dont ils ignorent la nature (trapp vient de Treppe, escalier, á cause de la forme en échelons de la roche). A Pachuca, la riviere Bonanza longue toute una série d'anciennes usines ou haciendas de beneficio. La veine principale, étendue, et puis- sante, rappelle celle de Comstock, au Nevada, ou celles de Schemnitz en Hongrie; elle fut riche dés la surface, mais elle eut des bonanzas á 150 métres de profondeur. Real del Monte, á quelques kilométres de Pachuca, produit 60.000 tonnes par an, au procédé du patio, un peu modernisé, * que nous dé- crirons plus loin, et 13,000 tonnes au procédé du tonneau. Le mine- rai rend 1**200 d'argent par tonne. De méme á Santa Gertrudis dont les veines sont dans une andésite a pyroxene, la veine principale a 4 métres de puissance et a produit, de 1877 a 1903, 193,120 tonnes de minerai valant 32 millions ou plus de 150 frances par tonne (1**:500 d'argent). La mine Amistad á la méme Compagnie, a produit, de 1886 a 1903, 368,526 tonnes valant 65 millions ou 180 frances par tonne environ. Le total des dividens distribués dans cette période par ces deux mines atteint 30 millions de frances. Le procédé métallurgigue employé est celui du patio et des moulins chiliens (voir plus bas). Les puits principaux ont 242”.50, 400 métres et 426”.50 de profondeur. Les mines San Rafael, Sorpresa et Soledad ont une masse de mi- 1 En la actualidad se han establecido ya plantas de cianuración. Rev. Soc. Alzate, t. 28.—2 18 neral, en réseau de veines á basse teneur, exploitées jusque 425 mé- tres de profondeur. Un tunnel, long de 1,500 métres, part de Pusine méme et aboutit au niveau de 220 métres. Le minerais tient 1 á 1250 d'argent et 445 gr. d'or par tonne. L2 production, au 31 décembre 1905, était de 600,000 tonnes valant 60 millions (ou 100 franes par tonne); les dividendes dépassaient 25 millions de frances. La mine Trinidad a donné environ 100 millions en 10 ans. La veine la plus puissante est a Arevalo, pres d'El Chico; elle varie de 104 23 métres, mais avec beaucoup de parties stériles... La veine la plus longue est la Veta Viscaina, qui a 10 kilométres et qu'on dit étre la suite de la Veta Madre de Guanajuato. Le minerai de Pachuca est l'argent. natif et la stéphanite; la blende et le cuivre sont rares, ainsi que la baryte et méme la calcite. 72 Puebla. Puebla est plutót un Etat agricole; on est cependant en voie de prospecter quelques mines d'argent dans les districts de Te- ziutlán et de Chiautla, comme aussi á San Juan de los Llanos, á Ma- tamoros, a Zacatlán. 6% Basse- Californie. En dehors de cuivre, la Basse-Californie posséde des placers auriféres et des quartz auriféres, tenant un peu d'argent. Mais elle n'a pas á proprement parler de mines d'argent. Illya eu pourtant la mine Progreso, prés de Triunfo, qui date de 1778. Les roches sont des granites et syénites avec des dykes de por- phyres. 11. —FiLoNS DE FACTURE DANS LES SCHISTES, ETC.—Le type de ce gise- ment est celui de Guanajuato. Me 1% Sonora. Nous avons étudié ci-dessus la région des mines de cuivre dont plusieurs furent a origine des mines d'argent, comme á Butte, au Montana. Les mines d'argent datent de la conquéte espagnole; il existe une zone aurifére plus ou moins parralléle á la zone cuivreuse, passant á travers Magdalena, Ures, Hermosillo, et s'étendant jusqu'a Guaymas; on y exploite aussi des placers. Citons, dans le district d'Arizpe, les mines Arizpe, Moctezuma, les Consolidated Goldfields of México, les placers de Santo Domingo et la Brisca. 19 A Altar, on exploite des placers Por et d'argent sans eau, au moyen de laveurs á sec, composés d'un soufílet de forge agissant sur une pla- que inclinée, Le rendement atteint 60%. A Magdalena, on trouva une énorme pépite d'argent de plus de 200 kg. Dans le district d'Alamos, la mine Quintera fit la fortune de son in- venteur Almada, qui, dit-on, fit recouvrir de lames d'argent la cham- bre nuptiale de sa fille et en fit paver le chemin du cortége de sa mai- son á lPéglise. On raconte le méme trait de Jean de la Borde, le francais qui découvrit les mines de Taxco; dans le Guerrero (South- worth). Dans le district de Moctezuma, les mines de Doña María ont une autre légende: cette dame conserva ses barres d'argent et d'or jusqu'a en charger un convoi de 40 mules. A 100 kg. par mule, cela fait 4,000 kg.; mais on ne dit pas la proportion d'argent et d'or. Citons les mi- nes Prietas, oú Pon a installé la cyanuration, Lampazos, découvertes et exploités pas deux jésuites, encore en production; Demócrata, So- nora, ete ; contenant de l'or et du cuivre. Les mines Greene Compa- ñía de Oro y Plata, Mulatos, Balvanera, Ronquillo, Guadalupe, Santa Juliana, Pinos Altos, Guaynopita, Square and Compass, etc., toutes ces derniéres dans le district de Rayón, par Ocampo (Chihuahua). 20 Zacatecas. Les mines de Zacatecas et Fresnillo sont tres connues. Ce sont des fractures trés étendues et atteignant 20 á 30 métres de puis- sance, á travers les schistes, les quartzites et méme les calcaires, puis le grauwacke, conglomérat rouge á fragments de syénite, enfin un tuf sédimentaire á débris de porphyre (non pas un porphyre éruptif, com- me disent les Mexicains). La zone á bonanzas est celle des sulfures: entre les oxydes et chlorures, en haut, et les antimoniures, en profon- deur, c'est-¿-—dire entre 100 et 300 métres de profondeur. On appelle Colorados les minerais oxydés rouges, les chlorures, bleu noir, les bromures (plata verde, etc.); les Negros sont les sulfu- res: argentite, stéphanite, polybasite; les Azulaques sont bleuátres, tellurures, iodures (plata azul), etc. On fait remonter la découverte de Zacatecas au 8 Septembre 1546 en Pattribuant á un lieutenant de F. Cortez, Juan de Tolosa. Les mi- 20 nes Alvarado, San Bernabé, Tajos de Pánuco datent de 1548. Cortez fut longtemps propriétaire de la mine Alvarado, et l'on a conservé ses comptes tres exactement tenus. De 1548 a 1867, on estime la production d'argent de Zacatecas á quatre milliards de francs, sans tenir compte des vols et de ce qui a échappé au trésor espagnol. La moyenne des minerais était estimée a 70 pesos par tonne (175 a 350 franes suivant le cours). Citons, dans le district de Zacatecas, la mine El Bote oú les croise- ments de veines de quartz atteignent 6 a 16 métres de puissance, for- mant des bonanzas de 40 a 60 métres de longueur, en exploitation actuellement a 280 métres de profondeur, 8% niveau et durant depuis la surface: le mineral est formé de pyrite et argentite, valant en mo- yenne 80 francs par tonne, or compris et représentant 33 gr. par ton- ne. Pour le moment, on ne fait que la concentration et l'amalgama- tion; on songe á installer la cyanuration.? District de Sombrerete: mines Sombrerete, la Noria, la Palma. Les autres districts sont actuellement tres peu exploités: les zones les plus riches sont El Bote, Veta Grande et Pánuco, par Zacatecas. Il existe une zone cuivreuse au N.O. de la ville de Zacatecas: ce sont des lentilles entre le granite et le calcaire (voir plus haut). Ces mines produisent par mois 2,500 a 4,000 tonnes de minerai d'argent, 5,000 a 6,000 tonnes de minerais cuivreux et 2,500 tonnes de flux. Il y a une fonderie de cuivre a Concepción del Oro. Le minerai est for- mé de cuivre gris argentifére, pyrite, oxyde et carbonates de cuivre, un peu de galéne et de blende argentiféres. La veine a 6 a 8 metres de puissance. 30 Jalisco. Les minerais sont complexes, tenant de l'argent, du cui- vre, de l'or, et souvent du plomb et du zinc; les schistes sont recoupés de dykes de porphyre et d'un conglomerat á galets de dolérite, d'oú une grande irrégularité. 1l y a enfin un grand dépot de fer a Tula, ex- ploité antérieurement a Fernand Cortez. Les districts d'Autlán et de Guachinango cherchent á se développer. | Dans le district de Mascota, on a des tellurures avec les chlorures. 1 Ahora ya está instalada. 21 A Cuale, on fait la chloruration. A Bramador, les mines La Concep- ción et Las Delicias ont été exploitées par Maximilien, pour soutenir son parti, puis les mines ont été incendiées; la production a été estimée á 50 millions de pesos. ? 4% Guanajuato. Cette région, comme celle de Zacatecas, est bien connue des mineurs; mais en ce moment elle prend un nouveau déve- loppement par Pafflux du capital américain. Les mines ayant été ex- ploitées á des profondeurs de 4 a 500 métres et davantage, il ny reste guére que des minerais á basse teneur, et les résidus des anciens trai- tements, également á basse teneur. Le probleme était donc de trouver un procédé économique et l'on essaya la cyanuration, comme pour les minerais d'or. Le procédé est arrivé deja á un point de perfectionne- ment assez grand pour qu'on obtienne un rendement de 80 a 90 pour cent sur la teneur totale, au lieu de 70 a 75 pour cent que donnait Pamalgamation. La principale difficulté vient des slimes qu'on débour- de, par l'agitation mécanique. soit par l'air comprimé. Nous en repar- lerons plus loin: c'est l'antimoine surtout qui empéche l'amalgamation. Les mines de Guanajuato datent de 1400, en tout cas de bien avant Poccupation espagnole, et ont produit trois a quatre milliards jusqu'en 1870. Les trois veines principales ont 6, 7 et 12 kilométres de long. A Valenciana, la mine la plus célébre durant 40 ans, les mineurs du- rent passer leur vie dans la mine. Des gardes armés faisaient immé- diatement rentrer ceux qui portaient le minerai au jour. Beaucoup moururent et ce fut une des causes de la révolution contre Espagne. La veine principale varie de 6 a 100 métres de puissance, elle re- coupe les schistes á hornblende et la grauwacke, puis des dykes de diorite, serpentine, andésite et un conglomérat de túf feldspathique appelé “lozero,” d'allure stratifiée. La pyrite est fréquente, la galéne et la blende sont 1ares, le quartz est souvent violet, l'argent rouge et le cuivre gris sont assez fréquents: le mineral moyen valait en moyen- ne 35 pesos; le minerai riche 100 pesos. Comme minéraux, on trouve le gypse, la sidérose, le spathfluor, l'asbeste, l'apophyllite, etc.; la fluorine est caractéristique de ces filons. 1 Le peso mexicain vaut actuellement fr. 2,60: il valait 5 francs jusqu'en 1850 en viron. 22 Les compagnies américaines suivantes se sont partagé les principa- les anciennes mines: a) Guanajuato Development Co.: El Pingúiico, El Cedro, La Central, San Próspero, etc. b) Guanajuato Amalgamated Gold Mines Co.: La Luz et La Paz: San Cayetaro, etc. : c) Peregrina Mining and Milling Co.: Peregrina, etc. d) Guanajuato Mineral Development Co.: Nueva Luz, La Torre, etc. e) Guanajuato Consolidated Mining ds Milling Co.: Sirena, Cardona, Carmen, etc., Concordia, Rayas. f) Guanajuato Reduction and Mines Co.: Valenciana, Cata, Mella- do, etc. Ces Compagnies ont construit une série de. moulins de concentra- tion et de cyanuration pour traiter, soit leurs minerais, soit ceux des mineurs de la région. Voici ces usines avec leur future capacité: PRICE dad 20 pilons, projet 100 pilons.. Cyanuration. ELO e od rot O e MS A A DN a A A Ora projet 20 pilons... Guanajuato Consolidated,./ BO. ie ias 3 AS Reduction... Us das projet 160 pilons... [el de Amalgamated . A Bl Coro o dl AO San Próspero Mesdsdlr. elsa ADOS e ULLOA Le San Cayetano does does AL projet 50 pilons.... 5% Contrate MESA II 1419 o ES Enfin, Pon projette 20 pilons á Noria Alta, 40 a Pingúico, 50 a Re- fugio. Le moulin de San Próspero (San Matías) a passé 70,000 tonnes a la cyanuration avec un rendement de 358 grammes d'argent, 3a 4 grammes d'or, représentant 85% de la teneur. 59 Michoacán. Cet Etat est célebre surtout par le groupe des mines Esperanza, El Oro el Dos Estrellas dont la production a été célébre ces années derniéres. C'est le district d' Angangueo, oú durant plus de 50 ans un groupe de 13 mines, appartenant a Sebastián Camacho de Mé- xico, expédiait plus de 50 tonnes par jour aux fonderies d'Aguasca- lientes. 23 La mine El Oro exploite les veines San Rafael et Victoria avec 200 pilons et une usine de concentration. La mine Esperanza a donné des bénéfices mensuels de 1.200,000 frances. La mine Dos Estrellas a la méme formation géologique qu'El Oro et Esperanza, mais étant de l'autre coté de la montagne on n'y avai! pas attaché autant d'importance, bien qu'il y eút des affleurements et des éboulis des mémes minerais. Ce sont des veines de quartz a or libre et argentite, encaissées dans les schistes. Deux tunnels paralléles, distants de 1 kilométre, ont re- coupé trois veines: —El Salto; —Veta Nueva, minerai riche irrégulier, riche surtout en or; —Veta Verde, puissante de 4 á 20 metres, rendant 150 a 2600 franes par tonne, oú les épontes surtout sont riches; le quartz du centre est en général trés pauvre, mais permet de grands abatages. Il y a 100 métres d'amont - pendage au - dessus du niveau recoupé par les tunnels, et pres de 4 kilométres de développement, á Veta Nueva, et 2,500 métres, a Veta Verde. Le minerai, depuis 1907, est passé a deux batteries de 130 et 120 pilons, passant 274 3 tonnes par pilon, le quartz étant trés dur, puis a la cyanuration avec agitation par pompes centrifuges. Depuis 1908, la production est de 7 a 8 millions d'or et argent par an. Comme a Es- peranza, la proportion dans le lingots est de 200 grammes d'or pour 800 grammes d'argent. Dans le minerai, il y a 16 grammes d'or pour 100 grammes d'argent, mais on retire 97% de l'or et seulement 60% de l'argent. La force motrice, a 300 kilometres de distance, est capable de 3,500 chevaux. Dans !Estat de Michoacán, 1l faut citer aussi l'ancienne mine de Jean de la Borde, a Tlalpujabua, qui eut quatre bonanzas célebres, dont la derniére, vers 1750, donna a la Borde 36 millions de pesós en huit ans, et l'on dit que c'était la moins riche. La Borde exploita jusqu'á 350 métres de profundeur avec des malacates, treuils á manéges de che- vaux; il est probable qu'il n'avait pas beaucoup d'eau pour le géner. 62 México. L'Etat de Mexico a trois districts miniers connus, suite des précédents, ceux de Temascaltepec, de Sultepec et de Zacualpan. Les mines sont des filons de quartz encaissés dans les schistes par- 24 N fois dans le granite, puissants de 2 4 6 métres et plus, longs de 3 ki- lométres et davantage. A Temascaltepec, l'ancienne Mina de Agua avait été abandonnée par suite de venues d'eau qu'on n'avait pu vaincre, malgré l'aide finan- ciére du gouvernement. Elle est en reprise au moyen de l'électricité et de l'air comprimé. Le filon d'El Rey atteint 15 et 20'métres de puis- sance dans le granite. Ces mines et les voisines avaient produit, jus- que 1783, 602,000 kg. d'argent sans avoir de puits dépassant 80 a 120 métres de profundeur. Le minerai est du sulfure d'argent valant 3a6kg. d'argent par tonne dans les bonanzas. On installe la cyanu- ration pour 40 tonnes par jour, dans l'intention de traiter les minerais séparant les bonanzas et qui rendent environ 500 grammes d'argent et 1 a 2 grammes d'or par tonne. Citons encore les mines El Rincón, San Antonio, etc. A Sultepec (Malacate, etc.) on a affaire á des schistes quartzeux et micacés métamorpbiques, redressés par des trachytes. Il n'y a pas de salbandes, mais imprégnation progressive sur 1 métre a 1.50. A San Pascual, on arrive á 6 métres de quartz et d'argile kaolinienne. Le minerai est formé de pyrite et argentite, il y a trés peu de galéne et blende. La Compagnie de Sultepec exploite les mines de Muñoz, etc., en faisant la lixiviation. L'exploitation passe pour remonter á Moctezuma (ciel ouvert) et a Fernand Cortez (bonanzas). On travaille actuelle- ment a 110 metres de profondeur. La Química, sur les mémes veines, a donné depuis deux ans, 3 mil- lions de pesos de bénéfices, avec 20 pilons, etc. Elle installe la cyanu- ration. Les anciens puits ont 180 métres de profondeur. Citons encore les mines Germania, á Santa Cruz; San Juan Bautis- ta, au méme propriétaive que Dos Estrellas, etc. Comme a Temascaltepec, l'avantage de ces mines est de n'avoir pas été exploitées a des grandes profondeurs comme celles de Guanajuato et Zacatecas. Enfin a Zacualpan, on retrouve les mémes veines de quartz dans les schistes cristallins; mines Guadalupe, las Coronas, Carboncillo, Los Re- yes, etc. La fonderie de Los Arcos, á mi-chemin entre Sultepec et 25 Zacualpan, a fondu en 80 ans, sans interruption, pour plus de 120 mi- llions de pesos de minerais. On fait remonter les mines de Moctezuma etá Fernand Cortez. Plusieurs sont en reprise. 72 Guerrero. Ici les formations sont enchievétrees et les mine sont tantót dans les schistes et tantót dans les calcaires crétacées, le tout re- coupé d'andésites. A Taxco, le travers - bancs (socavón) del Rey a été commencé par Fernand Cortez, et sur 90 métres, il est si haut qu'on peut le parcou- rirá cheval. Il continue sur 650 métres; le minerai est tres complexe, et tient beaucoup de blende jaune et noire, avec de l'antimoine; on trouve aussi de l'étain au voisinage. La miñe El Rosario a été une des bonanzas de Jean de la Borde qui, sur ses profits, fit bátir la cathédrale de Taxco, estimée 1.500,000 pesos. ll exploita trois veines de 1 métre, 1.20 et 2 métres par six puits de 50.4 60 métres de profondeur et un tunnel de 180 métres. A ''Ouest de Taxco, dominent les calcaires, spath calcaire, etc., oú les mines San Mateo et Pozo Hondo ont rencontré des bonanzas. D'autres mines; Pedregal, Florida, Atlistac, pres de Taxco, sont en reprise. L'altitude de Taxco est de 1,750 metres. La mine de Campo Morado a eu une bonanza de 2 millions de pe- sos, qui a duré deux ans. On trouve de cuivre á la Dicha, du mercure a Huitzuco, de Por á Garduño, etc. L'Etat de Guerrero a plus de 20,000 kilométres carrés au S.E. in- connus et a peu prés inhabités, avec une faune trés riches et des rui- nes trés anciennes. [l serait tres intéressant a étudier. Le climat est bon, les riviéres sont abondantes. 82 Oaxaca. Dans l'Etat d'Oaxaca, plus encore que dans le Guerre- ro, les conditions géologiques se compliquent; les montagnes de Zem- poaltepec forment comme le noeud des deux grandes chaines qui tra- versent le Mexique. On compte une douzaine de zones miniéres plus ou moins irrégulié- res et renfermant non seulement de lP'argent, mais de lor, du cuivre, plomb, du zinc, etc. Le district d'Ixtlán (Sierra Juárez) a de l'argent et de lor. 26 Le district de Tlacolula a eu les plus riches minerais d'argent du Mexique, et l'exploitation est antérieure á la conquéte espagnole. Le district de Taviche (Ocotlán) a eu de riches bonanzas. Le district d'Ejutla a de l'argent et de cuivre. Le district de Juquila a de Pargent et du plomb. Le district de Zimatlán (Peras) est le meilleur producteur d'or du Mexique. Les districts de Peñoles, Tepantepec, Parián, etc. ont de lor. Le district de Silacayoapan a du cuivre. Le district de Tehuantepec a des placers auriféres. La plus riche mine de l'Oaxaca est celle d'Ixtlán qui n'a couté que 600,000 frances de frais, avant de donner de tres riches bonanzas. Elle est a 64 kilometres d'Oaxaca. III. —Grres INTERCALÉS DANS LES CALCAIRES.—Nous prendrons com- me type le gíite de Santa Eulalia. 12 Chihuahua Est. Le calcaire crétacé contient accua uns des plus grands gítes d'argent du Mexique. En outre, adobe ou tepetate, si usité au Mexique pour construire les habitations, est formé surtout des débris calcaires (et feldspathiques). L'eau transporte la chaux en solution á falble distance seulement, puis elle s'évapore, lalssant un dépót calcaire qui ne va pas jusqu'a la mer: d'oú l'aspect aride du cen- tre du Mexique. Les Karrenfelder sont des miniatures en relief des- sinées par l'eau, sur des surfaces calcaires. Monterrey est báti sur des dépóts donnant naissance á ces Karrenfelder. L'adobe est brun, le te- petate est blanc. Le calcaire, avec ses vides caverneux ef ses immenses grottes et tunnels creusés par l'eau, est tres favorable á des dépóts minéraux, qui sont un excellent exemple de gítes secondaires. Le district de Jiménez a des gítes de carbonate de plomb avec de Vargent dans du calcaire, mais ¡ls sont remplacés par du cuivre á fai- ble profondeur. Le grand gíte d'argent en calcaires du Chihuahua est celui de Santa Eulalia, dans le district d'Iturbide, á quelques kilométres de la ville de Chihuahua et du chemin de fer Central Mexicano. La découverte date de 1704. La production de 1705 á 1900 dépasse 900 millions de 27 pesos; elle est encore de 10 á 12 millions de pesos par an, grace á une impulsion nouvelle des capitaux américains. On prétend que les Az- tecs ont exploité avant les Espagnols. D'une maniére générale, le gíte est une colline calcaire pleine de cavités et coupée de profonds ravins sur une surface de 10 á 12 kilo- métres carrés; le minerai est en colonnes, cheminées, cavilés quelcon- ques et anciens chenaux creusés par lP'eau dans le calcaire; on arrive actuellement á 500 métres de profondeur sans sortir des bons mine- rais; on trouve les chlorure, sulfure, brómure et ¡odure d'argent, avec Panglésite, la galéne et le fer oxydé, méme en profondeur. Le gíte a été exploité par tout un groupe de Compagnies et propriétaires diffé- rents. Le calcaire est en bancs orientés E.-O., avec pendage de 5% á 159 vers le Sud et autant vers le Nord, de sorte qu'il y a un pli anticlinal; les plus grandes fissures sont á angle droit sur l'axe principal. Le cal- caire passe parfois á la dolomie. Les sommets voisins sont formés de cantera ou tuf volcanique recouvrant le calcaire qui, au-dessous, s'est trouvé souvent minéralisé, d'oú de nouvelles découvertes. Les dykes de porphyre sont plutót rares dans les mines; on en remarque comme des trainées rayant le calcaire; le porphyre existe probablement en pro- fondeur au—dessous des calcaires. Ceux—ci sont minéralisés sur 750 á 1,000 métres de puissance, sans failles ou rejets dépassant 50 centi- métres. Le minerai existe sous deux formes: les mantos, de forme aplatie, visiblement produits par substitution au calcaire; les abras ou fissures plus ou moins redressées. Le minerai est tantót posterieur aux cavités, tantót contemporain de celles-ci. (Philip Argall). Les cavités voisines de la surface on subi une redissolution des mi- nerais d'argent et de plomb, qui se sont précipités dans les cavités plus profondes, a 300 et 400 metres de profondeur; ces derniéres sont a la fois plus grandes et plus riches en plomb carbonaté argentifére. Quel- ques cavités ont eu 90 métres de largeur; on cite celle de Bull-Pen qui a 130 métres de diamétre et 30 métres de hauteur, á 390 métres de profondeur. Une autre a 48 métres de large sur 90 métres de long. Des fissures trés minces relient ces cavités. Cependant dans une mine, on descend une hauteur verticale de 210 métres á travers des cavités . 28 et chenaux naturels. C'est par millions de tonnes que le calcaire a été dissous et entrainé par Peau. Ces cavités ont des noms pittoresques: le Bataillon, la Plaza de Toros, l'Iglesia grande comme la Cathédrale de Chihuahua. Celle de Potosi a 90 métres sur 180 de longueur. | Certains travaux sont curieux: une route en hélice inclinée relie deux cavités pour faciliter le transport par mules de l'une á l'autre. Le remblayage par le stérile ou le minerai pauvre fait qu'il y a trés peu de déblais á la surface; d'ailleurs le minerai était riche en général. ll n'y a pas d'eau dans la mine et la contrée est aride (altitude 1,800 mé- tres). Le dernier niveau, 520 métres, á Santo Domingo, est toujours riche en carbonates. Les éboulements ont été nombreux autre fois et il y a eu beaucoup de mineurs ensevelis, Les mines les plus riches sont au centre du massif calcaire: Potosí, Santo Domingo, Mina Nueva, Prieto. Cependant á 1'Ouest, il y a eu Santa Rita, Parcionera, Mina Vieja; et á 1'Est, San Antonio, Santa Ju- liana, las Tres Mercedes. On a trouvé un peu d'or aux mines de Chi- ribel et Josefina. 2% Sinaloa Est.—L'Est du Sinaloa et connu d'abord par des place- res auriféres, sur la riviére Petatlán, exploités par les Indiens et par des quartz auriféres a la Joya et a Copala. Les mines d'argent en calcaire les plus importantes sont dans le dis- trict de Rosario. La mine el Tajo está coté de dykes de porphyre, comme celle de Tiro Real qui exploite a 150 métres de profondeur. Ces mines remontent au XVII? siécle; á Tiro Real, on découvrit une grande bonanza, dite “Bramador” vers 1880; on l'exploite encore. Citons encore, dans |”Est du Sinaloa, la mine de Guadalupe de los Re- yes, la Republicana, Nuestra Señora, qui a de la blende, la Rastra, etc. 32 Durango Est.—Avant de parler de la fameuse mine de Peñoles, citons d'abord, dans le district de Canelas, les mines El Carmen, etc.; —-dans celui de Guasimillas, la mine Trinidad; dans celui de Lerdo, les mines Velardeña, Descubridora, Vacas, San Marcos, etc.;-—dans le district de Torreón, la mine Jimulco, avec de grandes cavernes dans les calcaires. Mais le district rendu célébre par la mine de Peñoles est celui de 29 Mapimí. Le gíte est formé de calcaire avec des instrusions de dykes porphyriques. Le minerai consiste surtout en oxydes et carbonates, il y a peu de cuivre et de zinc. C'est une ancienne mine, déjá reprise en 1829 sans grands résultats, mais on a récemment découvert une gran- de bonanza, et l'on expioite les autres par un tunnel principal réunis- sant une dizaine de mines. On a atteint 650 métres de profondeur; plus de 5,000 personnes vivent des mines et des fonderies situées á 8 kilométres et reliées aux mines par un chemin de fer électrique et un pont suspendu de 290 métres. La production est de 100 á 120,000 tonnes par an valant 2 millions de pesos, dont la moitié au moins est distribuée en dividendes. 4% Coahuila.—La Sierra Mojada renferme de la galéne argentifére dans les calcaires carboniféres, sous forme de dépóts et d'impregna- ticns, et des carbonates de plomb et de zinc, sous forme de minerai de substituticn. Le district de Saltillo produit ainsi environ 5 millions de pesos par an. Le zinc abonde surtout á la mine San Luis, á No- rias de Baján, etc. 1l y a du fer á Monclova. 52 Nuevo León.—L'Etat de Nuevo León expediait annuellement aux fonderies de Monterrey environ 3 millions de pesos d'argent, plomb, zinc et fer. Cependant cette production a subi récemment une baisse considérable. 62 San Luis Potosí.—L'Etat de San Luis Potosí a beaucoup de mi- nes fameuses et anciennes, surtout dans le district de Catorce. Citons d'abord les autres districts argentiféres. District de Charcas. Mine du Tiro General qui a produit 17 millions de pesos en 30 ans, de 1865 a 1895, dont 7 millions de pesos de di- videndes. On emploi a Charcas le procédé du patio. La mine a 2 pour cent de cuivre, fondu a Aguascalientes. District de Ramos. Il passe pour avoir produit 60 millions de pesos. District de San Francisco de Guadalcázar. ll a produit de l'argent avec beaucoup de petites mines, mais a été abandonné pour Catorce, en 1772. District de Catorce. La production, sur plusieurs centaines d'années, est estimée á 2¡milliards et demi de frances, jusqu' a 250 métres de pro- fondeur. Le sous—sol est formé d'andésite surmontée par les calcaires, 30 puis par la ryolithe. Le minerai est au contact de l'andésite et du cal- caire. La ryolithe est stérile. Comme minerais, on trouve le chlorure d'argent, le carbonate de plomb, puis l'hématite avec gangue d'agate et de calcite, 1'hématite tient de Por; on trouve parfois un peu de cuivre. Le minerai forme des masses puissantes, contenant en outre pyrite, galene et blende. Les tunnels de Potosí atteignent au total 3 4 400 ki- lométres de longeur, il n'y a pas de boisage, mais un peu de macon- nerte, les travaux sont en mauvais état et il n'en existe aucun plan. D'une maniére générale, quand il y a de Por libre, il n'y a pas d'ar- gent natif, et inversement; on n'a jamais á la fois haute teneur en argent et en or. La mine Santa Anna a produit 28 millions de pesos de 1885 á 1904; elle exploite a 600 metres de profondeur, avec des pompes élevant 2,000 litres par minute, de 400 métres de hauteur jusqu'au niveau d'écou- lement; il a 40 kilométres de travaux souterrains, 13 tunnels d'accés. La mine emploie 350 chevaux électriques. La mine Palmillas a été célebre récemment par une nouvelle bo- nanza. La mine Protección al Trabajo a un tunnel d'accés de 2,250 meétres. En 1902, le minerai tenait 3,500 grammes d'argent par tonne. En 1904, le dividende a été de 59%. La mine Zavala donna 4 millions de pesos en deux ans. La mine La Luz, en 1778, entra dans une bonanza qui donna plus de cent millions de pesos, avec beaucoup de “plata azul.” La mine Padre Flores, payée 7U0 pesos, donna 7 millions de pesos en trois ans, avec deux bonanzas de chlorure d'argent. La Purísima Concepción fut une des meilleures mines de Potosí. Découverte en 1780 et vendue 200 pesos, elle donna 200,090 pesos par an, de 1787 a 1803, et 3.200,000 pesos la derniére année aprés quoi elle s'appauvrit, les oxydes et carbonates laissant place a la pyrite en profondeur. Les églises de Santa Ánna et de Catorce furent construites sur la regle suivante: les mineurs devaient prendre chaque jour un morceau de mineral aussi gros qu'ils le pouvaient et en faire don au curé Ainsi Véglise de Catorce coúta 1.800,000 pesos. 31 Il y a á San Luis Potosí plusieurs Compagnies métallurgiques avec des fours á plomb et méme á cuivre. La Compañía Mexicana passe an- nuellement 200,000 tonnes de minerais d'argent. La Compañía Nacio- nal et la Compañía de la Paz sont également prospéres. PROCÉDÉS DX TRAITEMENT DES MINERAIS D'ARGENT. Nous ne ferons ici que signaler le nouveau perfectionnement appor- té au procédé du patio et l'adaptation du procédé de la cyanuration aux minerais d'argent. C'est á Pachuca surtout qu'on a remis en honneur le procédé du patio. On se serl, pour le broyage, de moulins chiliens (a meules verticales), puis le minerai passe sur des tables Johuson qui don” nent des concentrés a 10 kg. d'argent et 60 gramw:es d'or par tonne. Ces concentrés, tenant 35% de l'argent total, sont expédiés en Alle- magne. Les résidus, tenant 800 grammes d'argent et 4 grammes d'or, su- bissent le traitement du patio. Etalés sur un sol nallé, 1ls sont mal- laxés par des charrues électrigues (au lieu de mules ou de chevaux), et Pon recouvre 90% de l'argent et 30% de Por qu'ils contiennent. On sait que l'on ajoute au minerai, du sel marin et du magistral (pyrite de fer et de cuivre décomposée en sulfate de fer et de cuivre), et que l'on obtient du sulfate de sonde et du chlorure de cuivre, qui, avec le mercure et le sulfure d'argent, donnent du sous-sulfure de cuivre et de Pargent-métal qui s'amalgame au mercure. Aprés l'amalgamation, on fait une nouvelle concentration sur tables Wilfley et Johnson. Voici les résultats du patio moderne: 1re Concentration .. ....... 35% de largent 42% de Por Amalgamation au patio.. Ls. pa as A Ta ss 2- Concentration........... is q po BN O AA ds pa 14 ALA UA ES A dA 100 100 32 Les 2* concentrés á 14 kg. d'argent et 25 gr. d'or sont fondus a Mé- Xico, Le coút total du procédé est de 8 pesos 60 centavos, soit 22 frances environ par tonne. La cyanuration apliquée au sulfure d'argent, donne des résultats assez variables, suivant la composition des minerais. Alors qu'avec Vor, le rendement est de 954 98%, avec l'argent, il varie de 70 á 85, méme 90%. Il faut ajouter de la chaux et de la baryte dans les tanks, et ausssi de l'acétate de plomb s'il y a zinc, pour aiderá la précipi- tation. Il faut broyer fin, au tamis 60, et á cause de l'argile, l'agitation est necessaire. Pour lagitation, il y a deux procédés en presence: l'agi- tation mécanique et lair comprimé; on a méme réalisé une combi- naison de ces deux systémes par un axe et des agitateurs creux á travers lesquels en envoie l'air comprimé. Suivant certains théori- ciens, la présence de l'air est nécessaire pour oxyder le suifure d'ar- gent et préparer la dissolution de l'argent. Suivant d'autres, et d'aprés des résultants d'expérience, l'air est inutile, il y a assez d'oxygéne dans Veau. Dans plusieurs usines, on a passé 50, 70 et 80,000 tonnes de ré- sidus et slimes á la cyanuration avec des résultats atteignant 80 A 90%, y compris la concentration sur tables Wilfley ou Johnson. On essaie maintenant Pemploi des tube-mills sans faire la concentration. Lors- que l'or domine sur l'argent, lopération reussit trés vite avec un bon rendement, d'oú l'emploi de pompes centrifuges sans air comprimé á El Oro, Dos Estrellas, etc. Si l'argent domine, les formules sont plus complexes; on peut dire cependant qu'avec une étude préalable du mi- neral, on s'assure vite du degré de rendement qu'on peut atteindre et que méme on le perfectionne, soit comme teneur, soit comme dimi- nution de la durée du traitement. BIBLIOGRAFIA The Iron Ore Resources of the World.—An Inquiry made upon the initiative of the Executive Committee of the XI International Geological Congress, Stockholm 1910. With the assistance of Geolo- gical Surveys and Mining Geologists of different Countries. Edited by the General Secretary of the Congress. With 22 plates and 142 illus- trations in the text and accompanied by an Atlas of 43 Maps, 2 vols. in 4, 1068 pages. £. 3. Esta obra que ha sido puesta á la venta por la Comisión del Con- greso Geológico reunido en Estockolmo, Suecia, contiene Jas materias siguientes: VoL. I. Preface. Summary of the Reports compiled by Prof. H. Sjógren. The Iron Ore Resources of different Countries and Ore Dis- tricts. Synoptical Table compiled by F. R. Tegengren. Les ressources de la France en minerais de fer par P. Nicou. Die Minette im Lu- xemburg von V. M. Dondelinger. Die Eisenerzvorráte von Portugal von Y. P. Gomes. Notes sur les ressources en minerai de fer de lIta- lie par (E. Aichino. Bericht úúber die Eisenerzvorráte der Schweiz von C. Schmidt. Die Eisenerzvorráte Oesterreich von V. Uhlig. Die im Ungarischen Staatsgebiete Vorhandenen Eisenerzvorráte von Prof. Dr. L. von Lóczy und Dr. K. von Papp. Die Eisenerzvorráte Bosniens und der Hercegovina von Dr. F. Katzer. Die Eisenerzvorkommen in Serbien von J. A. Milojkovitch. Die Eisenerzlagerstátten im K. Bul- garien von Dr. L. Vankov. Griechelands von Max Nottmeyer. Turkei von M. Nottmeyer. Die Eisenerze Russlands, geologischer Charakter, Verbreitung und Vorráte der Pera a von K. Bogdanowitsch. Fin- lands von O. Trústedt. Rev. Soc. Alzate, t. 28.—3 34 Y VoL. Il. The Iron Ore resources of Sweden by H. Lundbolnn, W. Petersson and F. R. Tengengren. Norweg von J. H. L. Vogt. Great Britain and Ireland by H. Louis. Niederland von G. A. F. Molen- graaf. Note retrospective sur les mines de fer en Belgique par (?. Les- pineux, Deutsche Reich von (GF. Einecke und W. Kóhler. Deutsche Kolonien von W. Koert. Canada by E. Haanel. Newfoundland by J. P. Howley. United States by J. F. Kemp. Mexique par E. Ordóñez. Central America, West Indies, Colombia, Venezuela, Bolivia, Peru, and Chile, by J. F. Kemp. British Guyana by Dr. J. W. Evans. Bra- zil by O. A. Derby. Argentina von Dr. R. Stappenbeck. Western Australia by A. GQ. Maitland. South Australia by H. Y. L. Brown. Queensland by B. Dunstand. New South Wales by E. F. Pittman, Victoria by Y. W. Gregory. Tasmania by W. H. Twelvetrees. New Zealand by J. M. Bell. Persien von M. Nottmeyer, British India by Sir Th. H. Holland. Note on Iron Ores in India by F. H. de la Tou- che. China by Th. T. Read. Japon and Corea by K. Inonye. Philippi- nes by J. F. Kemp. British Domaines in Asia (Ceylon, etc.) by Dr. J. W. Evans. Niederlándische Kolonien von G. A. F. Molengraaf. Algérie et Tunisie par P. Nicou. Egypt by W. F. Hume. Anglo- Egyptian Sudan by 5. C. Dunn and G. W. Grabham. British Do- minions in Africa by J. W. Evans. Congo par J. Cornet. Deutsche Africa von W. Koert. Rhodesia by F'. P. Mennell and J. W. Evans. Transvaal by G. A. F. Molengraaff. Cap Colony by A. W. Rogers. Pteridografia del Sur de México ó sea clasificación y des- cripción de los helechos de esta región, precedida de un bosquejo de la flora general por el Ingeniero José N. Rovirosa, Profesor de Historia Natural. México, Imp. de I. Escalante, 1909. 1 vol. 42 298 págs.73 láms. La presente obra, fruto de prolongadas y perseverantes vigilias, que con verdadera fruición escribió el malogrado naturalista su autor, vie- ne á poner un timbre de honor á su reputación científica, 4 la vez que es un motivo de justo envanecimiento para nuestra literatura botánica. Desde los memorables trabajos de Mociño y Sessé, de muy antigua | 35 data, acerca de la flora mexicana, que por muchos años permanecieron inéditos, ningún otro había sido emprendido en México, siquiera fuese como el presente, sobre determinado grupo del reino vegetal; aunque si bien es cierto, en más estrechos límites han aparecido algunos otros bastante recomendables. Séame grato citar, entre los desaparecidos, los esclarecidos nombres de sus autores: Ocampo, Oliva, Herrera, Bár- cena, Ramírez, Urbina y Altamirano. Hermosa pléyade de naturalis- tas que aún no ha sido del todo reemplazada. Del principio al fin de este libro, campean en cada una de sus páginas gran suma de datos y conocimientos técnicos que verdaderamente sor- prenden, á la vez que, por su rigurosa exactitud, merecen entera con- fianza. En bien meditado conjunto se enlazan las tres partes en que se divide la obra, llenando cada una de por sí, cumplidamente, su objeto. En la 1?, que lleva por título Prodromo, se prodiga un verdadero cau- dal informativo, respecto de la rica flora tabasqueña, puntualizado en sus distintas comarcas ú estaciones botánicas, más propiamente dicho, En la 2* se exponen pormenorizadamente y con gran lujo de detalles, las bases de la clasificación adoptada, y que por su buen criterio no vacilo en colocarla á la altura de la ciencia. En la 3? y última, brilla un refinado arte descriptivo, al trazar el autor con mano maestra, el fiel retrato de las especies vegetales, ajus- tado estrictamente á los cánones ó reglas que rigen esta materia.—Dr. M. M. Villada. Añadiremos que la obra contiene las láminas litográficas que fue- ron ejecutadas conforme á los irreprochables dibujos del autor. No dejaremos de consignar que el costo de la publicación de este libro fué proporcionado en gran parte por un ilustrado Mecenas me- xicano, el señor Lic. D. Joaquín D. Casasús. Memoria Cientifica para la inauguración de la Estatua de Alejandro de Humboldt obsequiada por S. M. el Emperador Alemán Guillermo ll á la Nación Mexicana con motivo del Primer Centenario de su independencia. México, 13 de Septiembre 1910. Por Dr. Ernst Wittich, Hermann Beyer, Federico (. Damm y Palacio, Paul 36 Henning, Carl €. Hoffmann, Dr. Arnold Krumm Heller, Otto Peust y Dr. Paul Waitz. Impresa á expensas de la Colonia Alemana de México, D. F., Múller Hermanos. México, 1910. 1 vol. 4? 1v-247 págs. 1 re- trato, láminas y figuras. Con gusto damos una breve reseña de esta interesante obra, debida al entusiasmo de algunos ilustrados alemanes residentes entre noso- tros, quienes no obstante que dispusieron sólo de unos dos meses, supieron darle á su libro toda la importancia que merecen los asuntos de que tratan. Al mismo tiempo que esta edición en castellano han dado a luz la edición en alemán, la cual en general es traducción de aquella. Contiene los diez capítulos intitulados como sigue: 1. Esbozo biográfico del Barón Alejandro de Humboldt por A. Krumm Heller.—-11. Viajes de Humboldtjen México por E. Wittich.—-1M. El Ne- vado de Toluca por P. Waitz.—IV. Sobre un jeroglífico de un nombre tomado del Códice Humboldt por H. Beyer.—VY. Etídolo azteca de Ale- jandro de Humboldt por H. Beyer.—WI. Los estudios zoológicos de Humboldt y su importancia para el fomento de la ganadería mexica- na por F. C. Damm y Palacio.—VII. Noticias de Humboldt acerca de los gusanos de seda indigenas de México, con especial laborío de la mariposa del madroño Eucheira socialis Westw, por C. C. Hoffman.— VII. La actitud de Humboldt con respecto á los problemas de la An- tropologia mexicana, por P. Henning.—IX. Humboldt y la evolución económica y sociológica de México, por O. Peust.-—X. Apuntes sobre el desarrollo de la minería mexicana, por E. Wittich. Al final del libro están los discursos pronunciados por el Embaja- dor alemán Dr. Carl Buenz y Dr. E. Wittich, el día de la inauguración de la estatua del ilustre explorador. Genése de la Terre. Géologie nouvelle. Théorie chimique de la formation de la Terre et des roches terrestres por HeNRI Lenicque, Ingénieur des Arts et Manufactures. —Paris. Librairie Scientifique A. Hermann et Fils. 1910. 1 vol. in-8, 270 pages, 57 fig. (16 pl.) 7fr. En esta obra el autor trata de la génesis de la Tierra explicada por md * : 37 medio de los fenómenos estudiados recientemente por los químicos, sobre las reacciones de los cuerpos entre sí á las temperaturas del hor- no eléctrico, hechos nuevos que pueden tenerse en cuenta en esos es- tudios. El autor apoya en esas reacciones su nueva teoría. Desarrollando sucesivamente las consecuencias que deduce de esos fenómenos, muestra que la Tierra ha pasado progresivamente de ne- bulosa á esferoide incandescente, después tomó el aspecto de un sol y por fin ha quedado hecho un planeta enfriado, en el que la vida se ha desarrollado y perfeccionado. Según el autor las rocas no son de ori- gen biológico, sino al contrario ha sido la consecuencia de la forma- ción de las rocas. Contiene los capítulos intitulados como sigue: Consideraciones pre- liminares acerca de las propiedades químicas de los cuerpos á altas temperaturas. — Discusión sobre las causas atribuidas á los fenómenos geológicos en la enseñanza actual. —Causas atribuídas á la formación de las rocas.—Formación del cuarzo y de diversos minerales. —For- mación de la Tierra.—Formación'de las rocas calcáreas. — Formación de los esquistos, margas, arcillas, areniscas y mármoles. Hulla y com- bustibles minerales. —Relación entre la progresión de la vida orgáni- ca y la sucesión de las formaciones de rocas terrestres.—La wida de la Tierra.—Volcanes y temblores de tierra.—La Luna. Como se comprende el libro presenta cuestiones de gran interés, sobre las cuales mucho debe aún estudiarse. Précis de Mécanique rationnelle. Introduction á l'étude de la Physique et de la Mécanique appliquée, par P. ArrELL et S. DAUTHEVILLE —Paris, Librairie Gauthier— Villars. 1910. 1 vol. in-8 (25 x 16), vi- 716, pages, 220 figs. 25 fr. Entre las ciencias matemáticas, la primera es la ciencia del cálculo, que reposa sobre la única noción de número y á la cual se tratan de relacionar todas las otras. Viene en seguida la Ceometría que hace intervenir una noción nueva, la del espacio: en ella se consideran pun- tos que describen líneas, líneas que describen superficies, etc., pero no se ocupa del tiempo en el cual tienen lugar esos movimientos. Si 38 se hace intervenir la noción de tiempo se forma una ciencia más com- plexa, la Cinemática, que estudia las propiedades geométricas de los movimientos en relación con el tiempo, sin analizar cuáles son las cau- sas físicas de estos movimientos. De estas últimas cuestiones se ocupa la Mecánica, la cual sin em- bargo no descubre las verdaderas causas de los fenómenos físicos y se limita á sustituir á las causas reales, causas ficticias, que llama fuerzas, capaces de producir los mismos efectos. Esta obra que esboza el estudio de tan interesante ciencia, está for- mada por los capitulos siguientes: Nociones preliminares. Vectores. Cinemática. Principios de la Me- cánica: masa, fuerza, trabajo.— Estática. Equilibrio de un punto; equi- librio"de un sistema. Equilibrio de un cuerpo sólido. Sistemas defor- mables. — Dinámica. Dinámica de un punto. Momentos de inercia. Dinámica de los sistemas. Teoremas generales. Las siete ecuaciones universales del movimiento. Movimiento de un cuerpo sólido. Nocio- nes sobre el frotamiento. Percusiones. Principios de los trabajos vir- tuales. Principio de d'Alembert. Ecuaciones de Lagrange. Percusiones, teorema de Carnot. Atracción. Potencial, Equilibrio y movimiento in- terior de un fluido perfecto. Movimiento de los fluidos perfectos. Hi- drodinámica. Ejercicios concernientes á las diversas partes del libro. Annuaire pour l'an 1911, publié par le Bureau des Longitudes. Avec des Notices scientifiques Paris. Gauthier- Villars. 1 vol. in-16, 750 pages, figs. 1. fr. 85. El interesante tomito de este año contiene, después de los datos as- tronómicos, cuadros relativos á Metrología, monedas, Geografía, Esta- dística y Meteorología. Además se hallan las noticias siguientes: La 16% Conferencia de la Asociación Geodésica Internacional en Cambridge y Londres, por H. Poincaré. El eclipse de Sol del 17 de Abril de 1912, por G. Bigour- dan. Noticia necrológica acerca de M. Bouquet de la Grye, por H. Poincaré. Discursos pronunciados por H. Poincaré y B. Baillaud, en los funerales de P. Gautier. MAPOTECA MEXICANA. Carta General de la República Mexicana formada en la Secretaría de Fomento por disposición del Secretario del ramo Lic. Olegario Mo- lina. 1910. Escala 1 : 2.000,000.—Impreso en la Sección de Reproduc- ciones de la Comisión Geográfico-Exploradora. Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Sección de Carto- grafía y Dibujo. Carta de Ferrocarriles de los Estados Unidos Mexica- nos. Escala 1:2.500,000. 1910. Lit. de la Secretaría de Comunicacio- nes y ¿Obras/Públicas. (Se halla también en Reseña condensada de los ferrocarriles de los Estados Unidos Mexicanos. 31 de Diciembre de 1909.-—México 1910.87) Plano geológico de la región de San Pedro del Gallo, Durango 1907. Levantamiento geológico por C. Burckhardt. Escala 1: 25,000. Méxi- co. Comp. Lit. y Tip. S. A. (Parergones del Instituto Geológico de México, tomo III, núm. 6. 1910.) Carta General del Estado de Morelos levantada á iniciativa del se- ñor Secretario de Fomento, Lic. Olegario Molina, por la Comisión Geográfico-Exploradora. 1910. Escala 1': 100,000. Talleres de zinco- grafía de la Comisión Geográfico-Exploradora (Xalapa, Ver.). EL XI CONGRESO GEOLÓGICO INTERNACIONAL EsrocoLMo, SuEcIA. 17 Á 25 DE Acosro 1910 —_— Los trabajos estuvieron repartidos en las cinco secciones siguientes: 1% Geología general y regional. Tectónica. 9% Petrografía y Mineralogía. 32 Estratigrafía y Paleontología. 44 Fenómenos cuaternarios. Ventisqueros actuales. 5% Geología aplicada ó económica. Las memorias y conferencias presentadas correspondientes á dichas secciones fueron las que indicamos en seguida: 1. GEOLOGIA GENERAL Y REGIONAL. 'TECTONICA G. De Geer, A Geochronology of the last 12000 years. w. H. Hobbs. Fracture Systems of the Earth's Crust. H. Stille. Senkungs—Sedimentations, und Faltungsráume. H. F. Reid. Faults and Earthquakes. BS. Tarr. The Advance of Glaciers in Alaska as a Result of Earth- quake Shaking. E. Rudolph. Die geographische Verteilung der Epizentralgebiete von Weltbeben und ihre Beziehungen zum Bau der Erdrinde. C. Sehmidt. Ueberfaltungen und Ueberschiebungen altkrystalliner -Schiefer úber Mesozoicum in den Schweizeralpen. A. Baltzer. Geologische Bilder aus der Schweiz. JJ. Sederholm. Ueber Bruchlinien mit besonderer Beziehung zur Geomorphologie von Fennoskandia. 42 Regiones polares G. De Geer. Kontinentale Niveauveránderungen im Norden Europas. Arnold Heim. Geologische Beobachtungen in Nordwest-Grónland, speziell auf der Insel Disco und der Halbinsel Nugsuak. H. Jarner. A Concise Sketch of the Geological Observations made in North East Greenland by the Denmark-Expedition 1906-1908. KR. Reinisch. Petrographische Ergebnisse der deutschen Siidpolar— Expedition 1901-1908. A. G. Nathorst. Sur la valeur des flores fossiles des régions polaires comme preuves des climats géologiques. J. F. Pompeckj. Sur le jurassique de la région arctique. N. V. Ussing. On the igneous Complex of Ilimansak, Greenland. O. Nordenskjóld. Die geologischen Beziehungen zwischen Sudame- rika und den angrenzenden antarktischen Kontinent. T. W. E. David and R. Priestley. Geological Notes of the British Antarctic Expedition of 1907-1909. E. Gourdon. Note sur les régions explorées dans 1'Antarctique par les deux Missions Charcot. 2. PETROGRAFIA Y MINERALOGIA C. Benedicks. Le fer d'Ovifak: un acier au carbone natif. P. Tschirwinsky. Notices sur la composition minéralogique et chi- mique des granites de la Suede, ) F. D. Adams. An Experimental investigation into the Flow of Rocks J. H.tL. Vogt. Die Bedeutung der physikalischen Chemie fúr die Petrographie. E: A. L. Day. Are Quantitative Physico-Chemical Studies of Rocks practicable ? 3. ESTRATIGRAFIA Y PALEONTOLOGIA A. Schrammen. Spongien—-Forschungen in der oberen Kreide von Norwest-Deutschland, mit Beriicksichtigung der Kreide von Sid- Schweden. 48 A, Hennig. Le conglomérat ¡pleistocene á Pecten de 1'lle Cockburn Terre de Graham. A. W. Grabau. Ueber die Einteilung des nordamerikanischen Silurs. —Continental sediments in the North American Paleozoic. P. Vinassa de Regny. Le Paléozoique des Alpes Carniques. C. Renz. Das Palaeozoicum Griechelands. C. de la'Torre. A Jurassic Horizon in Western Cuba.—Restauration of Megalocnus rodens, and Discovery of a Continental Pleistocene Fau- na in Central Cuba. Sistemas pre— Cambrianos O. Jaekel. Die Entstehung des organischen Lebens auf der Erde. W. J. Sollas. The Fauna of the Protaeon. R. A. Daly. Some chemical Conditions in the Pre-Canbrian Ocean. J. Walther. Die lithologischen Eigenschaften des Liegenden des Kambriums. J. J, Sederholm. Sur les vestiges de la vie dans les formations pro- gonozoiques. Ch. Barrois. Sur l'origine du graphite dans les systemes précam- briens. A. Rothpletz. Enthalten die Kalkgerólle des unteren Sparagmits Vorláufer der kambrischen Flora und Fauna ? G. Steinmann. Die kambrische Fauna im Rahmen der organischen Gesammtentwicklung. J. W. Ewans. The Sudden Appearence of the Cambrian+Fauna. Ch. D. Walcott. The Abrupt Appearence of the Cambrian Fauna on the North American Continent. G. F. Matthew. The Cambrian Fauna of Eastern Canada and Sou- thern Newfoundland. F. D. Adams. The Origin of the Deep-seated Metamorphism of the pre-Cambrian Crystalline Schists. J. J. Sederholm. Die regionale Umschmelzung (Anatexis), erláutert on typischen Beispielen. P. Termier. La genése des terrains cristallophylliens. Ch. Barrois. Le métamorphisme de profondeur en Bretagne. 44 J. Koenigsberger. Ueber die erystallinen Schiefer der centralschwei.- zerischen Massive verglichen mit denen anderer Liánder. A. P. Coleman. Metamorphism in the Pre-Cambrian of Northern Ontario. F'. Becke. Ueber das Grundgebirge im niederoesterreichischen Wald- - viertel. | U. Grubenmann. Einige tiefe Gneisse aus ders Schweizer—Alpen. A. €. Lane. The Stratigraphic Value of the Laurentian. W.G Miller. The Principles of classification of the Pre-Cambrian Rocks, and the Extent to which it is possible to stablish a Chronolo- gical Classification. J. F. Kemp. Archean Rocks of the Adirondack Area. 3. J. Sederholm. Subdivision of the Precambrian of Fenno-Scandia. A. P. Coleman. Methods of Classification of the Archean of Ontario. 4. FENOMENOS CUATERNARIOS. VENTISQUEROS R. Lepsius. Die Einheit und die Ursachen der Eiszeit in Europa. W. von Lozinski. Die periglaziale Fazies der mechanischen Verwit- _ terung. J. van Baren. Roter Gesehiebelehm als interglaziales Verwitterungs- produckt. K. G. Kramberger. Eine jungdiluviale Stórung im Lóss Slavoniens. A. P. Coleman. The Lower Huronian Ice Age. M. Manson. The Significance of Early and Pleistocene Glaciations. A. Jentsth. Die Lepidotaxis der Glazialbildungen. H. Menzel. Das Problem der Anodonten. A. Pesci. Théorie de l'áge glaciaire. Erosion glacial W. M. Davis. American Studies on Glacial Erosion. A. G. Hógbom. Die erodierende Wirksamkeit des Inlandeises im mittelschwedischen Urgebiresterrain. : A. Penck. Die Glazialerosion in den Alpen. H. Reusch. The Effects of Glacial Erosion in Norway. O. Nordenskjóld. Die Fjorde und die Fjordgegenden. 45 D. GEOLOGIA APLICADA Ch. R. Van Hise. The Influence of Applied Geology and the Mining - Industry upon the Economic Development of the World. F. R. Tegengren. General View of the Exhibition of Mine Maps. W. Petersson. Die magnetometrischen Untersuchungsmetoden. V. Carlheim Gyllenskóld. The Magnetic Survey of the Kiirunavaara Iron Ore Field. J, Keidel. Die neueren Ergebnisse der geologischen Untersuchungen in Argentinien. H. G. Ferguson. Gold Deposits of the Philippine Islands. Hj. Sjógren. The Geological Age of the different Ore Types of the Scandinavian Peninsula. -—P. Krusch. Die Lagerstátten von radioaktiven Mineralien und die Radiumproduktionsbedingungen. M. Lyon. Les formations auriféres en France. L. De Launay. Les réserves mondiales en minerais de fer. El Congreso aprobó celebrar su 12* sesión en el Canadá en 1913. INDICE DE LA REVISTA Tomo 28. 1909-1910 Páginas. BORDEAUX A. Les mines de cuivre et les mines d*argent du Mexique.. 5-32 Congreso (El XI") Internacional. Estocolmo, Suecia. 1910............ 39-43 O RR E AT A DS 37 BIBLIOGRAFIA Annuaire du Bureau des Longitudes pour 1911........................ 38 Appell et Dautheville, Précis de Mécanique rationnelle............... 37 Lenicque, Genése de la Terre, Géologie nouvelle...................... 36 Memoria científica para la inauguración de la estatua de Humboldt. E ad Fo a la A oa in Ll e e Mis Eds E 36 Rovirosa J. N.-Pteridografía del Sur de México....................... 34-35 The Iron Ore Resources-of the World .............ooooocorcororotons: 33-34 E ] E E Tomo 29. pt | | | Nos. 1-6, MEMORIAS Y REVISTA ld DE LA SOCIEDAD CIENTÍF I0A TAn tonio Alzate” publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, SBORETARIO GENERAL PERPETUO SOMMAIRE. Po - (Mémoin es, feuilles 1a á 30; Revue, ESQUI 1450) principal instruments used i in American ngineetg and sur Bs Ze y Ñ ' E NASA E Ny y - o MA y O , EST Pri ALS y IL . veying manufactured by W. € L. E. Gurley. Troy, N. Y., U. $. A. 42d Edition. Troy, N. Y. August 1908, 5 * e e Ameghino (P.), M. S. A.—Productos píricos de origen antrópico en las formacio- 0 S es neogenas de la República Argentina. (Anales Museo Nacional) Bue- E, nos Aires. 1909. 82 le: : Ameghino (F. ), M. S. A.—Le litige des scories st des terres cuites anthropiques des formations néogúnes de la République Argentine. —Dos documentos o A > 3 E testimoniales á propósito de las escorias producidas por la combustion de E cortaderales. Buenos Aires. (An. del Mus. Nac. XIX). 1909, 82 - Baner (Dr, L. A.). M.S. A, —Department of Terrestrial Magnetism of the Car- De _negie Institution of dape Annual Report of the Director. 1908, ar, 89:2 pL ez - Bergeat (A.)—Nontronit, gebildet qurál die Einwirkung von Eisensulfatlósung af Wollastonit. Stuttgart (Centralbl, fúr Min. etc. 1909. No. 6). (Dr. C. - Burckhardt, M. $, A. ) > Bigelow (F. H. )—Report on the temperatur es and vapor tensions of the United States reduced to a homogeneous system of 24 hourly observations for Ay the 33—Year inter val, 1873-1905. E en cbc (Weather Bureau. Bulletin $8.) 1909, 49 Búse (E. ), M. S. A.—Zur Frage pd Entstehung des sogenannten mexikanischen _Zentralplateaus. Stuttgart (Neues Jahrb. Min. (+eol. 1908, II, Taf. XI, | : XII). —Wom. Schauplatz des letzten grossen mexikanischen Erdbebens. e 2 Mit 16 Abb. Leipzig (Aus der Natur), IV. Jahrg. 1908-9. De . - Boulanger As )—Hydraulique générale. 2 vol. in-18 jésus. Par ás. 1909. ( Ency- Ni o ES clopédie scientifique. Bibliotheque de Mécanique appliquée et Génie),. 10 Po 0. Doin et fils, éditeurs. Br unswíck (E. y. ) et Alliamet (M.) —Construction des induits á courant conti- pp 0% Conssinets, paliers et autres organes de transmission, (Encycl. Sc. ya des Aide-ménm. .) Pari is, Gauthier- Villars. 1909. 82 Cantelou (M. de). —Étude sur Vaviation. —Paris. Librairi ie Polytechnique, Ch. s: - Béranger. 1909. 1 vol. in-S, fig. Converse (q. M. ) Myths and Legends of the New York State Iroquois. Edited AS and annotated by A. o. Parker. pis Y. Y. State Museum. Bulletin. px ON Yo, 125. 1908. 8? pl. LAR ia (A. » ancien Diphtsa lost, et Baute (E, Ingénieur Chimiste.— 27. jon YI Les succédanées de la soie. Les soies artificielles. In-8 (19-12) de 168 pa- 2 - ges, a avec 19 figures; 1908. . (Eneyclopédie scientifique des Aide-Mémoire). og Ancien Directeur Pusine, et Rousset (H.), Ingénieur Chimiste.— ps o Ai. Les succéódanées de la sole. Le : mercerisage et les machines 2 merceriser. e Fes — In-S (19-12) de 156 pages, avec 24 figures; 1909. (Encyclopédie scientifi- A + nod que des es Aide-Mémoire).—Paris. Lib brairie Gauthier-Villars. | ás Chbwolson (0. D.) —Traité de Physig que. Traduit sur les éditions russe et alle- se Zen ¿ay EI Oi: par E cea. es q. sur la Physique A pe E. me y Mee E 4 ANN E y Fa. qe. 0 " 5a Ni Y 12 1 A O EAS ES ur > E e, ESA ¿a e - a e e O A ET NN Pa an A is , SA YN ES y HAS EA E $4 ey rá As Ai A ALA . ES a E MA ¿or .y- AA 4 ir te z A E A E ed ESA ey, pa A a E A q. e e A eS DA pr A A AAA DEA A AS 2h PAN A A A A ' : Rd e E Ben. .?) ME, o e Pen or 5 1 Ds Ago a pao Mm ÍA _ y 4,0 ' e A Do AA o rl ALS O ea A py TAI o ns do IRE e oa ES da See LE Rd E et F. Cosserat. Tome II, 4e. fasc,—Paris. Librairie Scientifique A. Her- man et Fils. 1909, 8% gr. fig. 17. fr. % Errera (Léo), M. S. A.—Recueil d'Oeuvres. 1 et II. Botanique générale. vL Mélanges. Vers et Prose. —Bruxelles. 1909. 3 vol in-8, 1908-1909. Fig. % pl.—Notice SUL, ..... par L. Fredericq et J. Massart. Bruxelles (Ann. Acad. R. Belgique). 19083. 12% 1 portrait. (De la part de me. Léo Errera). Fargue (L.) —Hydraulique fluviale. La forme du lit des riviéres á fond mobile. —Paris. Encyclopédie des travaux publics. Gautier Villars. 1908. 8* pl. Felix (Prof. Dr. Joh.), M. S. A.—Ueber die fossilen Koralen der Snow -Hill- Insel. (Wissens. Ergebnisse der Schwedischen Súdpolar-Exped. 1901- 1903 unter Leitung von Dr. O. Nordenskjóld. Bd. II, Lief. 5). Stockholm. 1909...891 'Taf, Foveau de Courmelles ( Dr.) —L'Année électrique, électrothérapique et radiogra- phique. Revue annuelle des progrés électriques en 1908. Ye. année. Pa- ris. Librairie Polytechnique, Ch. Béranger. 1909.* Gándara (Prof. G.), M. S. 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MEMORIAS yetedad Cientlica “Antonio Abate, MÉMOIRES DE LA SOCIETE SCIENTIA QU Publiés sous la direction de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, Secrétaire perpétuel. TO:'M-E: 29 1909-1910. MEXICO IMPRIMERIE DU GFOUVERNEMENT FÉDÉRAL. —— 1909 AA MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA “Antonio Alzate.” Publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, Secretario perpetuo. LIBRARY NEW YORK TOMO 29 a 1909-1910. . UARI* MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL (4* de Revillagigedo núm. 47). 1909 4 E -= y > K£ A SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” MEXICO. FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Ri- cardo E. Cicero et Manuel Marroquín y Rivera Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. Secrétuire général perpétuel. M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif.—1909, PRÉSIDENT.—Dr. Eduardo Licéaga. ViCE-PRÉSIDENTS.—Ing. Gabriel M. Oropesa et DE Daniel Vergara Lope. SECRÉTAIRE.—Prof. Manuel Moreno y Anda. VICE-SECRÉTAIRE.—Ing+ Jorge Méndez. TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h.á 7 h. du soir. Les '“Mémoires” etla “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 _de 48 pags. tous les mois. La correspondance, mémoires et publications destinées á la Société, doi- vent ¿tre adressées á la Sociedad Científica “Antonio Alzate” Ex-Volador.—MÉXICO (Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Les membres de la Société sont désignés par les lettres M. $. A. SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ''*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 5 CONFIGURACIÓN GEOGRAFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DE DURANGO POR EL INGENIERO PASTOR ROUAIX, M, $. A. El Estado de Durango se encuentra comprendido de Po- niente á Oriente, entre las llanuras costeñas que constituyen el Estado de Sinaloa y los áridos desiertos de la parte Norte de la Mesa Central Mexicana. Formal el territorio del Estado cuatro fajas paralelas di- rigidas del N.W.alS.E., perfectamente determinadas cada una por su distinta configuración topográfica, altitud, formación geológica, clima y vegetación. La zona occidental está forma- da por el flanco de la Sierra Madre y se denomina “Región de las Quebradas;” las zonas medias comprenden el macizo montañoso de la misma Sierra y la faja central del Estado, que podemos llamar “Región de los Valles,” y la oriental se forma con los terrenos áridos característicos de los Estados fronterizos. Primera Zona.—*“Las Quebradas.” Al terminar las llanuras sinaloenses, que tienen una an- chura media de 70 kilómetros, se yergue majestuoso el enor- me macizo montañoso de la Sierra Madre, que como sabemos, 6 PASTOR ROVAIX. es la parte que á México corresponde en la inmensa cordille- ra que extiende la cadena de sus montañas desde los hielos del círculo polar ártico á los del antártico, y que se conoce con los nombres de Montañas Rocallosas, Sierra Madre y Cor- dillera de los Andes. El levantamiento de la Serranía en el extremo de la cos- ta es sumamente-brusco. Gigantescos cantiles forman la im- ponente gradería de su flanco occidental extraordinariamente cortado por una serie no interrumpida de profundísimas ba- rrantas, conocidas en la región con el nombre de “Quebradas” por las cuales, en rápida pendiente, se precipita el agua de la Sierra para formar los Ríos de Sinaloa. Todo el flanco occi- dental está formado únicamente por contrafuertes y quebra- _das, sin más espacios planos, que las limitadas vegas del le- cho de las barrancas. Entre la llanura y las cumbres de la Sierra hay de 2,200 4 2,500 m. de diferencia de nivel; aun euan- do la zona que propiamente debe llevar el nombre de “Las Quebradas” y que corresponde á Durango, se extiende sola- mente de los 500 á los 1,800 metros de altura sobre el mar. Las alturas inferiores á 500 m. corresponden, en lo general, á Sinaloa, y las de más de 1,800 tienen todos los caracteres de la Sierra Madre. La anchura horizontal del flanco de la Sie- rra puede fijarse en 50 kilómetros por término medio. Para dar una idea de la abrupta configuración de las que- bradas, y al mismo tiempo de su grandiosa belleza, cito como ejemplo la de Huyapan, después llamada Río de Tahuehueto y en Sinaloa Río de Humaya, que se encuentra en la Muniei- palidad de Tepehuanes, Santiago Papasquiaro. En un punto denomivado “El Pilar” la distancia horizontal entre las cum- bres de La Quebrada, qne se elevan, á 2,600 metros, es de siete kilómetros y el lecho del río se encuentra solamente á 800 me- tro3 de altura. La profundidad de La Quebrada es, por lo tan- to, de 1,800 metros, que se descienden en tres y medio kilóme- tros solamente. Arriba del rancho del Chapote forman las a A a EN ¿ | | Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. I. El principio de una Quebrada, Durango. E >] a -] > q o Z E [a] = > a a > on Q E 3 la] = r E S 3 > y Lo) o ES ¡a a = > Z o o +] márgenes del río, cantiles verticales que pasan de 200 metros de altura y “El Pilar” debe su nombre al grandioso obelisco, eu- ya imagen figura en una de las vitrinas del Instituto Greológi- co de México, que es una columna monolítica, casi circular, de 5 m. de diámetro y 40 m. de altura, que se levanta ente- ramente aislada frente á una enorme roca cortada á pico. Semejantes á la Huyapan son las demás quebradas del Estado, aun cuando en lo general, para igual profundidad, pre- sentan siempre mayor distancia horizontal entre sus cumbres. Cada uno de los afluentes del río principal al descender de la Sierra forma otra nueva quebrada que precipita sus aguas en una serie de cascadas. Las Quebradas principales del Estado son la de Huyapan, de Tamazula, Basís, Piaxtla, Ventanas, San Diego y el extra. ordinario Cañón del Mezquital, de que después hablaremos, que forma la más gigantesca quebrada del Estado. Le sigue en magnitud la de Huyapan. En la formación geológica de la región dominan las rocas rhyolíticas. Las canteras que tan abundantes son en el centro de la Sierra, ocupan aquí un lugar secundario. Esta zona es extraordinariamente rica en vetas metalíferas de todas clases, dominando las de plata con altas leyes de oro. La constante diferencia de altitudes produce la más com- pleta variedad de climas. Las cumbres tienen el frío de la Sie- rra y el fondo de las quebradas el calor del trópico, La vege- tación varía con la temperatura, siendo el lecho de las barran- cas, un girón de los bosques tropicales. Colocada la Sierra Madre en una dirección normal á la de los vientos dominantes del Estado que son los de 5. W., la re- gión de Las Quebradas, es el frente de la enorme trinchera co- locada por la Naturaleza para detener la humedad de los vien- tos que soplan del Océano Pacífico, y por lo tanto, esta zona es la única que puede llamarse húmeda en el Estado. Las nie- blas son muy comunes, y tanto en el invirno como en las llu- a PASTOR ROUAIX. vias, las precipitaciones son muy abundantes. Carecemos en absoluto, de datos meteorológicos de esta región, lo que uni- do á la inmensa variedad de climas, hace imposible señalar un dato medio para temperatura y lluvias, aun cuando solo fuera aproximado. La zona de Las Quebradas es la porción del Estado que encierra las bellezas naturales más imponentes, la más exube rante vegetación y las riquezas mineras más fabulosas; pero al mismo tiempo, su escarpadísima topografía opone extraor- dinarias dificultades al desarrollo del progreso. Hasta la fecha el hombre ha sido impotente para construir un simple cami.- no de herradura en buenas condiciones, que permita explotar las riquezas mineras de la región y dar paso fácil al comercio con el Pacífico. Segunda Zona. —La Sierra. Una vez alcanzadas las cumbres, se extiende el macizo montañoso de la Sierra Madre con una altura media de 2,400 á 2,600 metros sobre el nivel del mar. La faja de terreno ocu- pada por la cordillera, desde su arranque sobre las costas has- ta su descenso á la Mesa Central, tiene una anchura de 1204 130 kilómetros. Las montañas más elevadas de la Sierra lle- gan á 3,000 y 3,200 metros sobre el nivel del mar, entre las cuales citaremos los Altos de Flechas y Buena Vista en Gua- navecí, las Cumbres de Topia y Carboneras, el Cerro Prieto, el Huehuento y el Cerro Blanco. El Cerro de Muignora, en el Estado de Chihuahua, inmediato al lindero de Durango, es la cima más elevada de esta parte de la Sierra, pues llega á... 3,500 metros sobre el nivel del mar y en varios años conser- va su envoltura de nieves de un invierno al otro. Desde la frontera de los Estados Unidos hasta el Cañón del Mezquital al Sur de Durango, la Sierra presenta un eje continuo que divide las aguas en dos vertientes, oriental y T. 29, lám. Il. a Un acantilado de 200 metros de altur Fondo de la Quebrada de Huyapan, 1pan. £ C y en la Quebrada de Hu Durango. A a E Ae s ny ; 7 EAN CONFIGURACION GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DEL DURANGO, y occidental, y desprende vigorosos contrafuertes en todos sen- tidos, más notables muchas veces que el eje mismo. En la par- te Norte, el eje y sus ramales forman cordilleras escarpadas que producen una configuración topográfica sumamente que- brada; mientras en la parte central, tanto el eje como los con- trafuertes, se ensanchan produciendo grandes mesetas pla- nas, como son los Llanos de Otinapa, Llano Grande, las enor- mes planicies del Salto y la Ciudad y muchas otras. La vertiente occidental, por medio de las quebradas vier- te su agua directamente al Océano. La Oriental forma dos cuencas hidrográficas principales: en el Norte, la del Río Na- zas formada por los Ríos del Oro, Tepehuanes y Santiago Pa- pasquiaro, y en el centro y Sur, la del Río del Mezquital, que reune las aguas del Río del Tunal, su verdadero origen, con las de los Ríos Chico, Canatlán, Santiago Bayacora, Poanas, Súchil y Graceros. Verdaderamente notable es el curso del Río del Mezqui- tal. Todos sus afluentes tienen su origen en las cumbres de la Sierra y casi todos corren en la primera parte de su curso de Sur á Norte. Bajan á los Valles centrales del Estado, que por término medio tienen una altura de 1,900 metros, se reunen y unidos toman el camino del Norte al Sur por el centro de la cuenca, en dirección contraria á la de su primitiva corriente. Al tomar el Río del Mezquital esta dirección, encuentra en su camino las mismas cumbres de la Sierra que fueron su ori gen, elevadas á cerca de 3,000 metros; mientras el río, al en- frentarse con ellas, solo está ya á 800 metros de altura sobre el mar. El paso del Río del Mezquital á través del macizo to- tal de la Sierra constituye una obra maravillosa de la Natura- leza, que muestra la potencia del agua como factor geológico. Por grandes espacios el fondo del barranco profundísimo que lleva las aguas, afecta la forma de verdadero túnel, pues las rocas de sus cumbres casi se unen, habiendo un lugar en que puede atravesarse el precipicio, varios centenares de metros Mem. Soo. Alzate México. T 29. (1909-1910).—-2 10 PASTOR ROUAIX. arriba de sn fondo, por medio de un puente formado con el tronco de un pino. Al cruzar las cumbres de la Sierra el fon- do de La Quebrada se encuentra ya á 500 metros sobre el ni- vel del mar solamente, es decir, cerca de dos kilómetros y me- dio más bajo que los picos de la cordillera. Apenas puede imaginarse la abrupta configuración de la región eruzada por el río y por sus quebradas afluentes. El Cañón del Mezquital es la barranca más colosal del Es- tado y quizá en la República entera no se encuentre otra que iguale la majestad de su grandeza. Habitada esta región por indígenas semi-salvajes y defendida su agreste virginidad por el encrespado hacinamiento 'de sus montañas, muy pocos seres civilizados han tenido oportunidad de admirarla y com- prenderla. Cuando el progreso conquiste estas regiones, el Cañón del Mezquital, ahora desconocido hasta del geógrafo, se citará como una de las maravillas de la Nación, En la formación geológica de la Sierra Madre dominan las tobas rhyolítiras (canteras) habiendo también grandes super- ficies formadas por rhyolitas ó cubiertas por lavas volcánicas modernas. Las calizas son desconocidas por completo. Suma- mente pobre es la parte alta de la Sierra en vetas metalíferas y las pocaséque se conocen daníleyes incosteables. La considerable altura á que se eleva la cima de la Sierra, produce en nuestras latitudes una temperatura muy baja, re- gistrándose en todos los inviernos mínimas de 10 4 12 grados bajo cero. Menos húmeda que la primera zona es, sin embar- go, más favorecida por las lluvias que las? dos zonas del orien- te, tanto en intensidad como en la regularidad de sus precipi- taciones en los diversos períodos. Es raro el invierno en que no son abundantes las aguas-nieves y nevadas y en la esta- ción de lluvias, además de los aguaceros torrenciales, se regis- tran llovidhas continuadas por días enteros. Creo que un pro- medio anual de 1000 4 1200 milímetros para la precipitación debe acercarse á la verdadera, lo que es considerable compa- Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. IM . 29, lám. IM. P, ¿g 10 er P. Baruetche. fot Los Pilares de Covadonga, Peñón Blanco, Cuencamé, Durango. CONFIGURACION GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DÉ DURANGO. 11 rado con las zonas orientales; pero muy corto con relación 4 las lluvias de la Sierra Madre Oriental sujeta á los vientos del Atlántico; puesto que en Necaxa (Sierra de Puebla) por ejem- plo, el promedio de siete años resultó de 2536 mm. La vegetación dominante es la que corresponde á estas al. titudes, coníferas y cupulíferas y en sus géneros pinus y quer- cus (pinos y encinos) cuya madera constituye la principal ri- queza de la Sierra. El piso está cubierto por completo por las gramineas (zacates). Tercera Zona.—Los Valles. El flanco oriental de la Sierra Madre ó sea su descenso á la Mesa Central, es incomparablemente más suave que su repentino levantamiento sobre las costas, pues además de la considerable diferencia de altura que tienen, por bajarlal Orien- te á un terreno elevado ya á 1900 m. sobre el mar, y en el Occidente erguirse en toda la plenitud de su grandeza; los con trafuertes que desprende la cordillera para el lado de la Mesa, son cadenas montañosas pbco accidentadas que vienen á mo rir en lomeríos de suave pendiente. Los arroyos y ríos orien- tales bajan por barrancas profundas, que no presentan las abruptas asperezas de las quebradas. Estas condiciones han permitido abrir buenos caminos carreteros hasta el centro de la Serranía. Al pie de la Sierra Madre se extiende la zona central del Estado, que debe considerarse en realidad, como una sola y única meseta plana, en medio de la cual se levantan, cortando su monotonía, cordilleras aisladas, que al fraccionar la meseta forman los diversos valles enteramente planos que caracteri- zan la zona. La altura del punto central de todos los valles es sensiblemente igual, de 1900 m. sobre el nivel del mar; sin que se note en el conjunto de la meseta una pendiente gene- ral que incline las llanuras en determinado sentido, puesto que 12 PASTOR ROUAIX. las aguas de cada valle reconocen cuencas muy diversas, ha- biendo algunos, como el Valle de Guatimapé y parte del de Tapona, cuyas aguas se depositan en lagunas formando cuen- “cas cerradas. La uniformidad de su altura y formación geoló- gica produce la más completa identidad en los demás ca- racteres de las diversas llanuras. Los Valles y Llanos más notables del Estado son: los de la Zarca y Canutillo en Indé; Guatimapé, Cacaria y Guadiana ó de Durango en el Partido de este nombre; los de la Noria en San Juan del Río; Tapona y Purísima en Cuencamé, y las diversas llanuras del Partido de Nombre de Dios. La altitud de algunos puntos de estos Valles se ve en la siguiente tabla: Lugares Altitud. Observadores. Estación de Guatimapé. 1976 m. F.-C. Internacional. e O AR Durango... 1892 ., ,, sé URDETOS == HOME E a ” Tapona: 1982... a E 5 » Yerbanís 1896 ,, be 5 Graceros (N. de Dios).. 1955 ,, Ing. Leandro Fernández. » po ” ») Juana Guerra (id.). ... 1863 ,, 2 . : El Oro.-..--. OS 1871 ,, Juan Mateos. Tizonazo (Indé) ... . 1981 ,, 3 - La Zarca (Indé)....... 1835 ,, He citado los datos anteriores con el objeto de hacer no- tar la completa uniformidad de altura que presenta la Zona Central del Estado. Del pueblo del Tizonazo en la llanura de Indé á Graceros, en Nombre de Dios, hay 270 kilómetros en línea recta, encontrándose todos los demás puntos que indico en el intermedio de esos lugares extremos. . Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. IV. P.Barnetcehe, fot, Los Pilares de la Joya de Covadonga, Peñón Blanco, Cuencamé, Durango. ( EE y Ñ $ il ¿A qn AAA MT o X A A ra e he de % IAS + ¡ 4 DS Eo ye CONFIGURACION GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DE DORANGO. 13 Las cordilleras que se levantan en el centro de esta zona, presentan también identidad de caracteres y una tendencia marcada á situar su eje paralelo al de la Sierra, es decir del N. W. al $. E. por lo que todas quedan paralelas entre sí. Se asemejan también á la gran cordillera en la configuración es- pecial que presentan casi todas, teniendo su flanco occidental más escarpado que el oriental. Elevan sus cumbres, en lo ge neral, de 440 á 600 metros sobre la llanura, es decir 4 2,300 ó 2,500 metros sobre el nivel del mar, lo que produce en ellas una vejetación semejante á la de la Sierra. Citaré como cor- dilleras notables de esta Zona, los enormes macizos montaño- sos de La Candela y Canoas cuyos picachos pasan de 3,000 metros de altura, y que por su proximidad á la Sierra Madre y su completa semejanza con ella, se les supone g neralmen- te como un simple ramal, siendo en realidad cordilleras en- teramente independientes. De menor potencia que las anterio- res, pero también cubiertas de la vegetación propia de la Sie- rra Madre, son las Sierras del Oso y Gruajolotes en Indé, San Francisco y La Silla entre Durango y San Juan del Río, el Re- gistro en Durango, la de Gamón en Cuencamé y la de Santa María en Nombre de Dios. La Sierra del Yerbanís, más baja que las anteriores forma en el Partido de Cuencamé el límite de esta zona. Las Sierras de Cacaria y Magdalena en Duran- go y la Cordillera de Urica en Nombre de Dios, son única- mente ramificaciones de la Sierra Madre. Como montañas no- tables solo citaré el Alto del Hipazote en la Sierra de la Mag- dalena, que se eleva á 3,200 metros sabre el nivel del mar, el Picacho de los Altares en la Sierra de Gramón, y el enorme bloque de granito que forma el Cerro Blanco de Covadonga, origen de la Sierra del Yerbanís. Dominan las rhyolitas en la constitución geológica de estas cordilleras. Las tobas rhyolíticas (canteras) forman la mayor parte de los lomeríos que desprende la Sierra Madre. Verda. deramente notable es el inmenso campo de lavas volcánicas 14 PASTORFROUAIX. (basaltos) de 200,000 hectaras de superficie en los Partidos de Durango y Nombre de Dios, que forma “La Breña” y “Los Malpaises,” que es como se le denomina en la región, Las ca- lizas se presentan en los límites de esta zona con la tercera, sirviendo de intermedfo con las rhyolitas las tobas calizas (lla- madas “caliches”) que forman la corteza de todos los lomeríos planos en que terminan las llanuras hacia el Oriente. Las pla- nicies están formadas por aluviones modernos. Interponiéndose normalmente al camino de los vientos do- minantes del Pacífico, la Sierra Madre con sus 130 kilómetros de anchura, y también detenidos por las pequeñas trincheras que les oponen las demás cordilleras paralelas, las zonas orien- tales del Estado se caracterizan por su atmósfera seca y por la gran irregularidad de sus precipitaciones pluviales. En cam- bio, la Zona de los Valles, por su latitud, fuera del trópico, pero muy cerca de él, y por su altitud, goza de un clima en extremo benigno, con temperaturas medias de 18 á 190 sin que las mínimas bajen mucho de 0 y las máximas pasen de 350 centesimales | Tanto en esta Zona como en la del Oriente, presenta el año tres estaciones solamente, que son: el invierno de media. dos de Octubre á mediados de Febrero, las secas de Febrero á mediados de Junio y las lluvias de Junio á Octubre. La tem- peratura media del invierno debe ser de 12 grados, sin que ba. je demasiado en sus mínimas, como ya dijimos. Ofrece en lo geveral lloviznas de corta magnitud, y solo en los lomeríos al- tos han llegado á registrarse nevadas. La estación de las se- cas está caracterizada por vientos sumamente fuertes y cons- tantes durante Febrero, Marzo y parte de Abril, y por calo res relativamente altos en Mayo y Junio. Tanto los vientos del principio como los calores del fin de la estación, producen la más completa resequedad en el suelo y la atmósfera. Las lluvias se presentan siempre en la forma de aguaceros torren- ciales de muy limitada extensión superficial y muy irregular "E JUOPBAO/) Ep BÁO( 8] Sp SPUAJ *'OSUBIN(] IP OPBISH “A “URL 67 “L > *3JBZ[Y "908 “U9N An ML o CONFIGURACION GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DE DURANGO. 15 distribución, tanto en el tiempo como en el espacio qué abar- can. El promedio de las lluvias anuales en esta Zona debe re- sultar de 500 4550 milímetros, En la tlora dominan por completo las gramíneas (zacates) que cubren, casi exclusivamente, el suelo de todas las llanu- ras y forman la planta característica de la Zona. Algunos lla. nos, sobre todo en los lugares sujetos áinundaciones, se desa- rrollan bosques de mezquites (Prosopis juliflora) y de huisaches (Acacia farnesiana) demasiado extendida esta última especie para no ser indígena del país. En los malpaises y en la base de las montañas se produce en abundancia el nopal durazni- llo (Opuntia leucotrica). Ya dijimos que las cordilleras en sus cimas presentan la misma vegetación que la Sierra Madre. De todas las regiones del Estado, la más admirablemente dotada de todos los elementos necesarios para la vida del hom- bre, es esta Zona. Los arroyos, que bajan de las cordilleras en avenidas caudalosísimas durantelas lluvias, prometen en un porvenir no lejano, transformar las ahora estériles llanuras pas. tales, en campos de verdura y fuentes de riqueza inealcula ble. Ofrecen los Valles tierras vírgenes de fertilidad descono- cida en el centro del país y agua en abundancia que solo es- pera el dique que en su curso le oponga el progreso, para servir de poderosísimo auxiliar al hombre. Dueño el Estado de Du- rango de la Zona de los Valles, puede esperar tranquilo el curso de los siglos. le Cuarta Zona.—La región árida. La cuarta zona forma un gran plano inclinado dirigido ha- cia el Noreste, con alturas que varían de 1,000 á 1,600 metros sobre el nivel del mar. El paso de la Meseta de los Valles á los terrenos de esta Zona se verifica por medio de lomeríos poco escarpados ó por la interposición de una cordillera que sirve de límite perfecto á los terrenos de ambas Zonas, como - 16 - PASTOR ROUAIX. y: pasa con las Sierras del Yerbanís y de Palotes, en el Partido de Cuencamé, que tienen sus faldas orientales en la región ári- da y las occidentales corresponden á la tercera Zona. La Es- tación de Yerbanís al Poniente de la Sierra, se encuentra. co- mo ya dijimos, á 1,896 metros de altura y la de Pasaje, 24 ki- lómetros después, está solo á 1,595, 300 metros más baja, encontrándose ya al Oriente de la Sierra. Atendiendo á la di- rección en que se inclina esta Zona, el punto más bajo de ella corresponde al extremo N. E. del Estado, que forma par- te del árido desierto del Bolsón de Mapimí, donde se encuen- tra la altura de 1,000 m. sobre el nivel del mar. Toda la parte Oriental de la Zona se extiende en las gran- des llanuras de la frontera, y aun cuando está cortada por va- rias cordilleras, no forman valles verdaderos como en la ante- rior; sino que presenta enormes planicies ilimitadas en algún sentido, como los llanos de San Juan de Guadalupe, que son el extremo Norte de inmensa llanura del Estado de Zacate- cas, y los de La Laguna, La Cadena y Bolsón de Mapimí que se continúan sin interrupción por el Estado de Chihuahua has- ta la frontera de los Estados Unidos, Varias cordilleras de montañas se levantan bruscamente en medio de la llanura, con su eje dirigido siempre, como en todo el Estado, del N. W. al S. E., paralelo al gran macizo de la Sierra Madre. Su altura es considerable con relación al te- rreno en que se levantan; pero más bajas que las Sierras de la Zona anterior, puesto que sus cumbres más elevadas ape- nas llegan á 2,000 metros sobre el nivel del mar. Son notables las Sierras de la Campava, Tlahualilo y Mapimí, en el Parti- do de este nombre; la del Rosario, entre Mapimí y Nazas; la de San Lorenzo y Palotes en Cuencamé, y la de Ramírez, úni- ea cuyo eje más bien se dirije del Oriente al Poniente, en el Partido de San Juan de Guadalupe. Cerca del Jindero del Es- tado con el de Coahuila, se levantan las Sierras de Jimulco y la Candelaria. Mem. Soc. Alzate. "", 29, lám. VI. El Río de Durango, antes de formar el Cañón del Mezquital. Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. VII. Fondo del Cañón del Mezquital, Durango. DS > CONFIGURACION GEOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DR DURANGO. 17 Algunos de los puntos de esta Zona, de que tengo datos comprobados de su altura, son los siguientes: Lugares, Alturas. Autoridad. Torreón (Coah.).........- 1134 m. F.-C. Internacional. AAA Pl IA LLO. > E $ A NA Y 1306 ,, ., PA OA 1308 ,, 5 q Velardeña ........ E 1379 ,, S y A NS AA 1595 ,, - 2 A EE RA 1273 , Ing. Juan Mateos. San Juan de Guadalupe... 1570 ,, E a A OS Pa O 6 AAA ONO 1368 ,, Wislizenus. - Toda la región árida está formada por calizas cretácicas y jurásicas. Se encuentran también grandes extensiones de te- rreno cubiertas de lavas volcánicas (basaltos en lo general), siendo una de las más extensas la región situada en el linde- ro de las Municipalidades de San Bartolo (Pdo. de San Jnan de Guadalupe) y Santa Clara (Cuencamé). El clima de esta Zona es bastante cálido y extremoso. La temperatura media anual debe resultar de 22 423 grados, con máximas de más de 40 y mínimas de O, Lo característico del clima es la más completa falta de humedad en la atmósfera, que produce una vegetación raquítica y seca. Los vientos del S. W. ó sean del Pacífico, que son los dominantes en el Esta- do, como ya hemos dicho, tienen que recorrer para llegar al extremo de esta Zona, 500 kilómetros, interponiéndose nor- malmente es su camino la potente anchura de la Sierra Ma- dre y todas las cordilleras del Estado. Los vientos del Atlán- tico, que son los que soplan en la estación de lluvias, encuen- tran esta región extraordinariamente seca y ardiente, y pasan Mem, Soc. Alzate México. 'l 29. (1909-1010).-—3 18 PASTOR ROVAIX. á condensar sus nubes á la Zona de los Valles. Por eso las lluvias son muy escasas y sumamente irregulares en sus pre- cipitaciones, que se verifican siempre en la forma de aguace- ros torrenciales, presentando los años un reducido número de días de lluvia. Torreón, por ejemplo, registró en 1908, 17 días de lluvia solamente. El promedio anual de las lluvias puede fijarse en 400 mm. para la parte occidental de la Zona y, 300 para el Bolsón de Mapimí, cantidades que si se precipitaran en otra forma, producirían mejores condiciones higrométricas en la atmósfera y en el suelo. Consecuencia natural de la falta de humedad es la fuerte evaporación que absorbe por completo la corriente de todos los arroyos y ríos, y hasta el mismo Nazas, á pesar de sus 37,000 kilómetros cuadrados de cuenca hidrográfica, en su ma- yor parte en terrrenos de la Sierra Madre, pierde su caudal en los meses de seca al penetrar á esta Zona. Los escasos ma- nantiales que se enenentran son de mny corto gasto. Dos arbustos forman la vegetación dominante y típica de estas estepas: la gobernadora (Larrea mexicana) y el hoja sén (Casalpinia exostemma). Los terrenos montañosos están tapiza- dos por completo con la lechuguilla (Agave heteracantha), cuya fibra cuando pueda extraerse de un modo económico y rápido, será una gran fuente de riqueza para el Estado. El guayule que se produce en los lomeríos, antes sin utilidad, ha dado gran valor á los terrenos de esta Zona. Todas las llanuras desiertas y áridas de esta región, están formadas por una capa de tierra vegetal de algunos metros de espesor, cuya fertilidad es asombrosa cuando cuentan con agua suficiente para el riego. La Laguna, por ejemplo, rega- da por las aveniadas del Río Nazas, solo es comparable en fe- racidad á las más ricas tierras de las costas. Desgraciadamen- te el agua de los ríos con que cuenta, por las condiciones es- - peciales de su atmósfera, es muy corta para la gran extensión Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. VIII. Fondo del Cañón del Mezquital, Durango. CONFIGURACION (¡KOGRÁFICA Y CLIMAS DEL ESTADO DE DURANGO. 19 de sus llanuras; y tratar de utilizar el caudal de los ríos cen- trales, como se pretende ahora, es un bello proyecto en la teoría; pero imposible en la práctica por las condiciones topo- gráficas del Estado, y porque ninguna razón hay para privar á los Valles centrales de las aguas que en ellos nacen. Tal es en rápido bosquejo la configuración del Estado de Durango, una de las regiones más desconocidas del país. Durango, Agosto de 1909, SOCIÉTÉ SOIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE:” MéÉMOIKES, T, 29. 21 A PPP PAX APP XX XA A PP o APUNTES PARA LA HISTURIA DE CHIAPAS POR EL LIC. RAMON MENA, M, $. A. EL IDIOMA ESPAÑOL. Sabido es que el Estado de Chiapas es un teatro casi in- explorado para el lingúista y que más de media población ha- bla lenguas indígenas, muy dignas de ser estudiadas por su alto valor etnológico; sin embargo, ahora trataré del idioma español que es la lengua oficial y que reviste importancia psi- cológica é histórica; con efecto, en Chiapas no se habla el es- pañol como en el resto de la Nación; ahí ha sido conservado, en parte, el español del siglo XVI, tal como lo enseñaron los conquistadores, á lo que se agregan los modismos hijos de las lenguas de cada lugar y es por eso por lo que el español de Chiapas constituye casi 'h dialecto. De mí sé decir, que fre- cuentemente ví hablar á hijos de Chiapas sin entenderlos, no obstante-que hablaban en español; yo conocía las palabras pe- - ro con valor diverso. Mi práctica de Juez en aquel Estado, me trajo serias difi- cultades, dado que por razón del valor inexacto de las palabras los deudores resultaban acreedores; pues la palabra “prestar” vale tanto como “pedir prestado.” | 22 : _RAMON MENA. - Ya el Gobernador D. Emilio Rabasa había parado mientes en el asunto y durante su gobierno, inició ante la Legislatura, la promulgación de un Decreto, prohibiendo terminantemente el uso de palabras y frases con acepciones erróneas. Dicho Decreto existe publicado, yo lo ví en el Archivo oficial de Tux- tla Gutiérrez. A continuación doy lista de las palabras y locuciones que he podido retener; pues el vocabulario es riquísimo y juzgo di- fícil extirparlo de la región. La Onomatología es tan interesante como el Vocabulario y aunque de ella poco he conservado, es, sin embargo, bastan- te á formar un concepto. Entiendo que aun existe D. Astrolabio Tercelino Guerra; conocí á una Doña Témpora, á un Ariosto, á D. Andarivel y me platicaron de Porfirina Diquiz. Los nombres de personas son tomados de las novelas ó bien de las palabras que se oyen y llaman la atención y no es remoto que sean hijos de los más extraños caprichos; así, en el caso de Porfirina Diquiz, me refirieron que el padre había determinado que su primer hijo fuera llamado Porfirio Díaz; más aconteció que no tuvo hijo sino hija y entonces para no variar su determinación, formó el femenino de nombre y ape- llido, de donde, Porfirina Diquiz. * Por de contado que la gente culta, no usa de todo, el Vo- cabulario y se expresa en un castellano limpio y fijo como quiere la Academia y hasta censura los gazapos de la gente del interior, como llaman á toda aquella persona que no es de Chiapas. | No un sentimiento de crítica zambona me lleva á este es- tudio, sino la importancia del modo de hablar de un pueblo, importancia que para mí sube de punto, por cuanto de tiempo * Existe el apellido Culebro. A los Tiburcios, se les dice Chobolos. ¿Quién no conoció 4 Tío Chobolo en el Partido de la Frailesca? Es común el uso del nombre Espatolino. | | j | | » APUNTES PARA LA HISTORIA DE CHIAPAS. 23 Agápito Agengible Aguadar Ah, bien Ah, malhaya Al saber Alzáte Andá ligero Aparente Aúto Azarear Bajareque Bilma Bien puede Blando Bolo Bombillo Cabo Cacahuatal Casero Cajué Carreta Candela Canillón Centro Coche Cochada * Véase t. 24, p. 427. - atrás vengo dando á esta meritísima Sociedad, algunos Apuntes para la Historia de Chiapas.* Agapito Jengibre Echar agua Loc. afirmativa y negativa ,, dubitativa Levantáos Andad de prisa Apropiado Auto Hacer mal de ojo Bajarec.—Palabra de la lengua zo- que. (Es un carrizo para la construcción de chozas) Bizna Contestación al “Con permiso” Recado de Escribir, papel secante Ebrio.—La palabra es de lengua tzotzil Qunquet Extremo , Cacaotal.—Plantío de cacao Huesped Café Carrete de hilo Vela Flaco y alto Flux Cerdo Piara Coma Cómo no! Compa . Contiemplar Costurar Cuando es viaje? Choco Chucho Chus De donde cojés vos? , De por sí Desde hoy Desinfestar Divierta Donde Don Ex.... El Enjaguar Emprendarse Emprestar Escabel RAMON MENA, Comadre.— En el tzotzil y en el tzen- dal, es frecuente apoco- par las palabras; de ahí tomaron los chiapanecos el sistema, pues usan del apócope principalmente en los nombres de per- sonas. Loc. familiar Compadre Contemplar Coser Cuando marcha usted?! Tuerto Perro Jesús Cual es vuestro apellido? (Loc. usada en primera persona) Yo soy “de por sí” flatoso. Vine “desde hoy.” Hace un momento Desinfectar Diversión En casa de.... Difuuto.—Donde Don ex-Juan Al- varez, (Usan este artículo antepuesto á nombres de personas de don- de resultan, el Juan, el Chus, etc.) Enjuagar Presentación matrimonial V. Prestar Taburete 4 2d y O o Es propio Estoy llegando Faústo Flato Flojo Fresco Fortunoso Fuez Galán, galono, a Grabiel _Gustar Hagás Hagás presto Hilera lo, ía Ilusión Íngrima Y de áhi? Jalar Jalarse Jaragán Jimbar Juncia La bruta - Lucear Manda Manijar Meco Mero bueno Molestoso 4 Mem, Soc. Alzate México. APUNTES PARA LA HISTORIA DE CHIAPAS, 25 Contestación al “Con permiso” Acabo de llegar Fausto Disgusto, mal humor Cobarde Refresco Afortunado Juez Simpático, hermoso, a.—Se aplica así mismo á animales y á co- sas. Gabriel Divertirse Hagáis Hagáis pronto Hilo Ito, ico, illo Panorama, vistas Solitaria (persona) Loc. ilativa Traer pronto Hacer caer Haragán Hacer caer Follaje del ocote El colmo.—Fulana es “la bruta” de inteligente. Iluminar Mande usted Manejar Color huero, rubio.—Se dice: ojos medcos, á los ojos claros. Bien eriado, decente Molesto T 29. (1909-1910),—4 26 Molote Mulito Nagás No muy me Ojála Oscurana Palillo Palillero Para Pasar á traer Pasear Patojito Perezosa Picarse el ojo Porquería Poner baile Prestar Príneipio Pringue Prohibir Qué ha de ser? Querés? Qué va? Rejeguería Ruano Ruín Salera Saludes RAMON MENA. Mitote Guajolote, pavo No hagáis (Forma negativa incorrecta) Ojalá Crepúsculo vespertino Porta plumas Aparato que tiene porta plumas (Se antepone al verbo agradar y así dicen: Que animal para agra- darme Atropellar Embriagarse Niño.—Y así preguntan ¿Cuantos patojitos tenés vos?! Mecedora Chasquearse (Es un despectivo) Dar un baile Pedir prestado.—Presté cinco pe- sos, Pedí prestados 5 pesos, Principio Pequeña gota de agua.—Ya pringa; llovizna. Evitar (Dubitativo) Quieres? (Acompaña á las negaciones como para darles fuerza). Lechería Color amarillento Flaco Recamarera ' Saludos ER E “Vuelvo otro APUNTES PARA LA HISTORIA DE CHIAPAS. 97 Sentir Opinar Sequía Sed Será? (Dubitativo) Sestear Reposar á la sombra en el campo Sin el (Respuesta al “Con permiso”) Sí, pues Loc. familiar muy común; equivale al all right de los americanos Sisote Pan francés, telera. Sólido Solitario (lugar) Somatar Medio matar Sos —Sóis Susté Es usted.—Susté malo Taburete Silla Tapadera Cobertor, zarape, manta Tengusté Tenga usted Tío, tía (Es aplicado á los ancianos) Tierno De poca edad Todavía Desde Tueser Toser Triquis Cohetes chinos Un (Es antepuesto á los posesivos, tu, su, etc.) Vení vos Venid Violineta Organillo de boca Vos Usted Regreso pronto México, Agosto de 1909, Y ERA SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.' MÉMOIRES, T. 29. 29 Ú ¿Por qué no han dado un resultado satisfactorio los abonos químicos? POR RAPAEL M. TELLO, M. $, A,, Ingeniero y Perito Agrícola, Hoy que por primera vez tengo el honor de presentar ante ustedes mi modesto trabajo del cual no dejo de reconocer sus deficiencias, les suplico me permitan su atención en el des- arrollo de mi tema, el cual si me atrevo á tratar aun conocien- do mis ineptitudes, es por que á remejanza del agua crista- lina que después de horadar una roca edifica al través de los siglos una hermosa estalactita, así mi limitada, pero constan- te observación, mis deseos por cooperar en algo en nuestra querida y respetada Sociedad, me obligan á exponer mis de ficientes ideas en un tema como el que me he impuesto y que deseo pueda ser de utilidad para nuestra Agricultura Nacional. Ligeros datos históricos sobre los abonos. “” Varios historiadores dicen: que el arte de cultivar el sue- lo, ya sea para obtener alimentos ó productos necesarios para (1) Datos tomados de diversos autores. 30 RAFAEL M. TELLO. el hombre y los animales, es una de las más antiguas ocupa- ciones de la humanidad. Una de las pruebas que presenta Griffiths, es la pirámide egipcia “Gize,” en cuyos dibujos representan higueras y reco- lectores de higos. Dice que la erección de esta pirámide data de unos 1,500 años antes de Jesucristo; mas como esta cons- trucción supone un desarrollo en la civilización, es evidente que el arte agrícola sea anterior á esta época algunas centu- rias. Según Bretschneider y otros, manifiestan que el arroz, el trigo, el mijo y las batatas, se cultivaban en China 3,000 años antes de la Era Cristiana. | Estos cultivos fueron después introducidos en Europa por los egipcios y los fenicios que cultivaban en las costas del Me- diterráneo; se extendieron después considerablemente en tiem- po de los griegos y del Imperio Romano, aunque los progre- sos realizados fueron muy pequeños. Para los abonos hay que citar á Teofrasto, Catón, Plinio, Homero y Columela. Los abonos usados por los antiguos fue- ron los estiércoles de las aves y de los animales domésticos, y los romanos pusieron (el arte) de obtener los abonos, bajo la advocación del dios “Stercutius.” Consta también en las obras de Plinio, de Virgilio y de Columela, que los antiguos agricultores sabían ya que los abo- nos “minerales” (cenizas de plantas) producían los mejores efectos en las tierras y fué usada la cal como abono por dife- rentes tribus de la Galia Transalpina en tiempo de Plinio. El sabio agrónomo gaditano Columela que vivió en tiem- po de Jesucristo y que escribió su obra “De Re Rustica,” de- plora el atraso agrícola de su tiempo y habla del empobreci- miento de las tierras hasta la esterilidad, por el abandono é ignorancia de las necesidades de los cultivos. | En la Edad Media escribieron algunos autores, pero en na- da influyeron sus trabajos en medio de la barbarie de la épo- » FO " 4 $ 0 | : ba a ¿POR QUÉ NO HAN DADO UN RESULTADO SATISF ACTORIO LOS ABONOS QUIMICOS? 31 ca, que aniquiló las antiguas filosofías de Egipto y Grecia, impidiendo todo desarrollo intelectual. Después, el Emperador Carlomagno, estimuló el desarro- llo (científico) de la agricultura en la Europa Occidental, diri- giendo personalmente la explotación de 70 granjas de su pro- piedad. En 1534 apareció la obra inglesa más antigua, de alguna importancia, titulada: “The Book of Husbandrie” (El libro del agricultor), de Sir Anthony Fitzherbert, donde se dan ins- trucciones para el laboreo de las tierras y trata del uso de las margas. Veintiocho años después, Martín Tusser dió á luz su obra: “Five hundred points of Husbandrie” (Quinientas cuestiones agrícolas), en las que recomienda la rotación de los cultivos. En 1594, Hugh Platt, publicó su obra: '“Diverse sort of Soile not yet brougth into any Public use for Manuring both of Pasture and arable Ground” (Diversas clases de estiércoles no conocidos aún del publico, para abonar lo mismo los pra- dos que las tierras cultivadas), en la que cita: la sal, cabellos, lodo de calles, heces de la cerveza, cenizas vegetales y desper- dicios de pescado, En los siglos XVII y XVIII se escribió poco acerca de los abonos, pues los agricultores fijaron su atención en el mejora- miento de la ganadería. | - Durante los primeros 20 ó 30 años del siglo XIX, los es- eritos de Saussure sirvieron de base á los tratados agrícolas; éste creía que la sal y la potasa encontradas en las cenizas de las plantas, procedían de la acción del ázoe durante la com- bustión. Esta teoría fué mantenida por varios mabios como Voigt, Taer, Bousingault, Mulder, etc., quienes la defendían como Saussure. Mas como eran erróneas, el mismo Saussure las reconoció 32 RAFAEL M. TELLO. A A A A así y fué uno de los primeros que probó: que el humus no po- dría suplir todo lo que una buena cosecha requería. Finalmente, el propio fundador de la doctrina, M. Saus- sure, llegó á convencerse de que el carbono de las plantas pro- cedía de la atmósfera y que los elementos mineralógicos del suelo desempeñaban un papel importante en la nutrición de las plantas. En 1839, el Dr. Esprengel publicó un trabajo en el cual defendía la idea de que ciertos suelos eran estériles por efec- to de la ausencia de los constitutivos minerales necesarios pa- ra el desarrollo de las plantas. Al año siguiente fué cuando apareció la gran obra de Liebig: “La química orgánica en sus aplicaciones á la agricultura y á la fisiología.” La importancia de ésta fué demostrar: que el humus del suelo era pobre é insuficiente para facilitar los ma- teriales que constituyen los tejidos de las plantas. Liebig sos- tuvo que el ácido carbónico de la atmósfera era el depósito del carbono de las plantas; que su hidrógeno lo tomaban del agua y el nitrógeno del amoniaco del aire y del suelo; el azu- fre, que es uno de los componentes del protoplasma (puede decirse: la vida) de las plantas, procedía de los sulfatos con- tenidos en el suelo y las restantes materias orgánicas que se hallaban en las cenizas de la planta, procedían del suelo don- de ellas se desarrollan; Liebig demostró que las plantas no po- dían vivir sin estos ingredientes minerales y que el humus no podría ser el único material nutritivo de las plantas. La fertilidad de un suelo no puede permanecer inalterable sino se le restituyen las substancias que las plantas le han to- mado para su desarrollo, y estas substancias son: “Los Abo- nos” aplicados convgnientemente. Las tierras vírgenes, lo mis- mo antiguas que modernas, perdieron su vigor y todos los pueblos han visto la necesidad de los abonos, reconociendo su importancia; pero la manera racional y oportuna de aplicarlos 7 ¿ ¿POR QUÉ NO HAN DADO UN RESULTADO SATIBFACTORIO LO8 ABONOS quimicos? 33 A A — o - .. + + no se ha comprendido aún, no obstante que desde Liebig y sus sucesores estudiaron la fisiología vegetal. No me ocuparé por ahora de estudiar en detalle los ele- mentos constitutivos de las plantas, las funciones de sus ór- ganos y las condiciones necesarias para su desarrollo, puesto que no es mi objeto, y sí voy á exponer lo defectuoso del sis- tema de aplicación y uso dq los abonos y en particular de “Los Químicos” que tienen una gran importancia en nuestra agri- cultura, dependiendo mucho de ellos, el progreso de la misma y el aumento de producción, Igualmente, no entraré en estudio de clasificaciones de abonos, ni de cada uno de ellos, por no hacer muy extenso mi presente trabajo. ¿Por qué no han dado un resultado satisfactorio los abonos químicos? Difícil es en verdad dar una contestación firme y segura á tal pregunta que es de bastante trascendencia, pero como ya llevo dicho: mi limitada y constante observación, mi amor á la Ciencia Agrícola y mis ardientes deseos por nuestro pro- “greso nacional, me obligan á citar los puntos que me parecen más culminantes del tema que me he impuesto y que espero llene mi vehemente deseo. : Es innegable que los abonos químicos darán un resultado magnífico, cuando éstos sean aplicados de una manera cientí- fica, práctica y económica. Mas al haber yo sido testigo en diferentes puntos de nues- tra República de la manera como se verifica esta aplicación y no conforme con ella, ocurrí al establecimiento donde se ex- penden estos abonos, que á mi humilde criterio son los mejo- res, puesto que ellos son concentrados. Tal establecimien- to es el Sindicato de Potasa Alemán, representado por los Mem Soc. Alzate. México. T 29. (1909-1910).— 5 34 í RAFAEL M. TELLO. . Sres. Bode y Rosenstein, quienes á su vez me permitieron el honor de ser su representante en los diversos Estados que he recorrido. Ya así me fué más fácil ver de cerca la manera de mani- pulación de los abonos y los métodos que siguen tanto para su aplicación como para su venta. Principié por ver, no sin sentimiento, que dicho Sindica- to tiene ya fórmulas fijas y determinadas de abonos, para cada una de las diversas especies de plantas .que se cultivan en nuestra República, y de las cuales reproduzco algunas: Para Maíz. Para Caña, 140 Kilos Superfosfato. 200 Kilos Cloruro de potasio. 150 ,, Cloruro de potasio. 300 ,, Sulfato de amonia- 180 ,, Sulfato de anonia- co. co. 130 ,, Superfosfato. 30 ,, Huesos molidos. 30 ,, Huesos Molidos. Para Trigo, Cebada y Centeno. -Para Alfalfa y Trébol. 130 Kilos Superfosfato. 140 Kilos Superfosfato. 80 ,, Cloruro de potasio. 130 ,, Cloruro de potasio. 160 ,, Sulfato de amonia- 80 ,, Salitre de Chile. : co. 200 , Huesos molidos. 30 , Huesos molidos. No satisfecho con esto y deseoso de cerciorarme del resul. tado, salí por diversos puntos del Estado de Puebla, del que soy hijo, y allí tuve oportunidad de aplicar dichos abonos (en el Rancho Colorado y otros) según las instrucciones del Sin- dicato, los cuales no han dado resultado, como lo comprobé también personalmente. Así mismo tuve el sentimiento de escuchar quejas de va- rios agricultores, por el mal resultado de sus abonos; en cam- > A ¿POR QUE NO HAN DADO UN RESULTADO SATISFACTORIO LOS ABONOS QUIMICOS! 35 bio, en el Rancho “La Rosa” (Puebla), propiedad del Sr. Pe- tersen, ha ocurrido todo lo contrario, pero debido á su constante estudio, á la inversión de algún capital en provecho de sus tierras y las contínuas experiencias que ha hecho por sí pro- pio, sin atender á los consejos de aplicación que da el Sindi-e cato, como me lo manifestó el mismo señor. Regresé de mi Estado lleno de tristeza por ver el mal sis- tema llevado en la aplicación de los abonos y manifesté las innovaciones que á mi propio criterio debían introducirse, las cuales por lo visto no fueron atendidas, pues hasta hoy conti- núan de igual manera, expendiendo los abonos sin antes sa- ber ó indagar, si ellos serán benéficos al aplicarlos. Ahora, que como ya dije, deseo exponer mis creencias des- pués de mi constante observación, paso á citar los puntos que deberían tenerse en cuenta para que los abonos químicos den á nuestros agricultores todo el provecho necesario que ellos desean, así como que las tierras los reciban de una manera tanto científica, como provechosa. ¿Cuál es el punto primordial del que debían partir para sa- ber el abono que una tierra necesita? A Es indiscutible que su análisis, tanto físico como químico, pues por él se vendrá en conocimiento de las substancias de que está compuesta la tierra que se trata de abonar; cuáles de ellas le faltan ó le son necesarias para que la producción sea favorable y en qué cantidad necesita éstas, puesto que si cada tierra es un individuo distinto, por consiguiente será tam- bién distinta su composición. $ Así es: que si nuestra tierra que vamos á abonar tiene por ejemplo la cantidad suficiente de potasa, ¿á qué ponerle más? que es lo que se hace aplicando las fórmulas que da ya el Sin- dicato. De nada le serviría á nuestra tierra ese exceso de po- tasa, puesto que la planta por cultivar no tomaría sino la indis- pensable para su crecimiento y desarrollo. No poniendo más se evita: ya el gasto en vano de tal subs- 36 RAFAEL M. TELLO. tancia que quizá sería arrastrada por los agentes naturales, ó tal vez perjudicaría las condiciones físicas ó químicas de la tierra, ¿Cómo evitar esto? Haciendo, como ya dije, un análisis tan- to cualitativo, como cuantitativo de cada una de las tierras, cosa que nunca ha hecho el Sindicato, ni las demás casas ex- plotadoras de abonos y que deberían hacer para obtener resul- tados ciertos y seguros, así como para evitar las fórmulas ge- nerales que nunca podrán dar buenos resultados. También deberían preocuparse todos los que se dedican á la explotación y manufactura de abonos, en indagar la naturaleza del suelo, su origen, composición, altitud, latitud, situación topográfica, sistemas de riegos, sistemas de cultivos y naturaleza del sub- suelo, y no como Jo hacen; que para que todas las tierras sean ricas Ó pobres en principios fertilizantes y estén en el lugar que sea, ellos aplican ó encargan se aplique el aboro de una manera general, sin atender á ninguna de las circunstancias ya citadas; así por ejemplo: para el cultivo del maíz, lo mismo les da que e! terreno sea arcilloso, calcáreo, arenoso ó humí. fero, como que esté situado en Sonora, México ó Yucatán, etc., ellog dan para tal cultivo la fórmula que ya indiqué (para maíz) (pág. 34), cuyas canti lades señaladas son por hectárea, sin an - tes preocuparse por ver si conviene ó nó aplicar dicha fórmula y en las cantidades expresadas. Lo que digo con este cultivo lo diría para todos, en que el sistema es el mismo. Todo esto lo he confirmado en el Estado de Puebla, don- de no se ha logrado obtener resultados satisfactorios con los abonos. De aquí que todo lo que procede, no solo al Sindicato de 'Potasa Alemán, sino que lo hago extensivo para todas las ca- sás que se dediquen á la explotación de toda clase de abonos, quienes deberían por medio de propagandas, como lo hacen para anunciarse, propagar también los medios para que los mismos agricultores hicieran sus análisis y ellos mismos vie- ran también lo que hace falta á sus tierras. | En ¿POR QUÉ NO HAN DADO UN RESULTADO SATISFACTORIO LOS ABONOS QUIMICOS? 37 Mo permito decir esto, porque en varios de mis viajes ha habido quienes me hagan las siguientes observaciones, me han dicho: Los abonos químicos serán muy buenos, pero ¿có- mo sabremos si al aplicarlos no perjudicamos nuestras tierras y hacemos un gasto que nos traería otros para modificar lo hecho? Agregaron, además, que los comerciantes en abonos dirían . que á sus tierras les faltaban varias substancias, ya para ven- der éstas mejor y á buen precio, sin que ellos supieran si efec- tivamente les serían necesarias. Hubo quien me dijora: ¿cómo sabe usted si el abono que me recomienda puede ser útil á mi tierra si no la conoce? Efectivamente que tenían razón y de aquí el que demos- tró mi interés por remediar estos inconvenientes, lo cual no conseguí en esa época y es lo que hoy deseo dar á conocer. ¿Cómo podrá lograrse? Haciendo un manual enteramente práctico de “Análisis Químico Cualitativo,” para que el agri- cultor con los conocimientos de química elemental que tuviera, ó aun sin ellos, pudiera darse cuenta de la carencia de subs- tancias que tuviera su tierra y de esta manera, ya por convic- ción propia, él pediría aquellas substancias que viera le hacían falta, restando solo á la casa comercial el hacer un análisis cuantitativo para indicarle las cantidades en que fuere nece- sario aplicar dicho abono. Esto no aumentaría gran parte del trabajo de dichas casas y sí, en cambio, sería benéfico tanto para nuestros agriculto- res, como para las mismas casas expendedoras. Felizmente cada día va en progreso la civilización agríco- la, pues con gusto vemos que en la mayor parte de las hacien- das de nuestra República, han ido reemplazando el avtiguo arado “egipcio” por el modarno de fierro, como se está hacien- do también: ¡Con la “rutina” y el estudio! Tiempo es ya de que nuestros agricultores no se dejen sor- prender por la carencia de conocimientos, y que ellos mismos, 38 RAFAEL M. TELLO. á quienes debe preocupar también el progreso de nuestra que rida patria, analicen sus campos, ejecuten experiencias, for- mulen ideas provechosas y verifiquen sus cultivos y operacio- nes de la manera que-la ciencia lo aconseja. Aplicación de los abonos químicos. Los métodos que deberían seguirse para una buena apli- cación de los Abonos (Químicos, dependen: de la naturaleza del terreno, considerando el suelo y subsuelo, de su situación, de los vientos dominantes, de las épocas de lluvia y sequía, del clima, del sistema de irrigación, así como de la siembra, laboreo y la planta que vaya á cultivarse. Aplicar un abono sin tener en consideración tofo lo que antecede, es como aplicar á un enfermo un medicamento “ca- sero” (como se dice vulgarmente), el cual su resultado es du- doso y la mayor de las veces perjudicial. La tierra, como ya dije anteriormente, puede compararse con un indiyiduo, y como tal, necesita de cuidados, alimentos, calor, luz, aire, agua y, además, todas las atenciones que exi- jiría el primero, para su desarrollo tanto físico como moral. También la tierra sufre enfermedades que la inutilizan pa- ra la producción y pueden traerle la muerte, volviéndola esté- ril si antes no se le prodigan los cuidados y medicamentos que le sean necesarios (los abonos), siempre que al aplicarle ta- les abonos sea hecha esta aplicación de una manera racional, con lo cual se logrará obtener el mejor provecho y abundante producción. Los métodos de aplicación que aconseja la “Guía” del ya dicho Sindicato, me parecen muy deficientes y defectuosos, pues como para los abonos, tratan este punto tan importante de una manera general y no en detalle como deberían hacer- lo, siendo que de ello depende la parte principal del resultado apetecido. AT ¿POR QUÉ NO HAN DADO UN RESULTADO SATISFACTORIO LOS ABONOS QUÍMICCS? 309 El ya tantas veces dicho Sindicato expone en"su guía un párrafo que dice: “es condición indispensable como ha queda- do comprobado en la práctica, para que los abonos ejerzan mayor efecto, se usen juntos y vayan previamente mezclados entre sí, antes de aplicarse á la tierra” Á continuación sigue diciendo: “Para facilitar á los agricultores el uso de los abo- nos, los proporcionan ya mezclados y listos para su inmediata aplicación, hechas las mezclas con arreglo á las “fórmulas” se- ñaladas para determinada siembra ó planta.” ¿Podrá esto dar buen resultado? Indudablemente que no, pues el mismo Sindicato no ignora que existen algunas subs- tancias que no deben mezclarse (sulfato de amoniaco y esco- rias Thomas); otras que se mezclarán únicamente cuando estén inmediatas para ser aplicadas (cal y sales potásicas); y las úl- timas que es indistinto hacer la mezcla ó no. Como demostración de mi dicho reproduzco un dibujo que recibí del mismo Sindicato, titulado: “¿Cuáles substancias de abono pueden ser mezcladas?” el cual no á todos los agricul- tores se les muestra. | Mas, ¿por qué no aclaran esto en su “Guía”? ¿No les daría mejor resultado tanto comercial como instructivo? Como creo que sí, por eso hoy me permito reproducirlo y exponerlo. 40 RAFAEL M. TELLO. Superfosfatos Escorias Thomas e Julato de Amon aco QUEME 0 [091 SJ] JS. Ile S Potosicos We Ditrata ce Sosa Las substancias ligadas en este dibujo con líneas gruesas o.) no deben ser mezcladas; las ligadas con líneas do- bles (===) pueden mezclarse únicamente cuando estén inmediatas para ser aplicadas, y las ligadas con líneas simples (—————) pueden mezclarse á cualquiera hora. Si todas las causas y modificaciones que llevo dichas se tuvieran en cuenta para el caso que nos ocupa, veríamos con verdadero placer nuestros campos fértiles y productivos, y no escucharíamos las justas quejas que varios agricultores en- vían, atribuyéndolo á los abonos, cuando que éstos aplicados debidamente, que es lo que no se ha hecho, serían el mejor % ¿POR QUÉ NO HAN DADO UN RESULTADO SATISFACTORIO LOS ABONOS QUIMICOS? 41] reconstituyente de los suelos y el mejor alimento de las plan- tas, unidos á los que el suelo y la atmósfera les proporciona para su crecimiento y madurez. Ojalá y el Sindicato de Potasa Alemán, lo mismo que las demás casas manufactureras de abonos, tomaran en cuenta esta mi pequeña recopilación de datos para la buena aplicación de los abonos químicos, así como que todos nuestros agricul- tores pudieran ver que no hay que culpar á dichos abonos, puesto que ellos en sí no son sino el instrumento material, aplicable á producir su efecto, y que la falta de estudio y de experiencias, son las causas fundamentales que han dado ori- gen á que el resultado de los ya tantas veces dichos abonos químicos no sea satisfactorio, > Espero sean atendidas estas mis humildes proposiciones, con lo cual.me sentiría feliz y se habría logrado dar un paso inmenso en el progreso agrícola nacional. Convocatoria. Fuera del tema que me he propuesto, pero relacionado con el mismo objeto, propongo á todos los agricultores mexicanos, se estudie con detenimiento un proyecto adecuado para la construcción é instalación de una Fábrica Nacional de Abonos Químicos, sabiendo que nuestra República es tan rica en ele- mentos que podrían servir de base para llevar á efecto tal pro- yecto, pues siendo, además, que cada día se ve la necesidad de ellos en nuestro suelo, de esta manera nos evitaríamos el que nos llegaran de naciones extranjeras, pudiéndose fabricarlos en la nuestra y resultar de este modo beneficiados, tanto en su fácil transporte como en su valor'que sería muy económico y al alcance de todos los agricultores. Ojalá y llegara á ver realizado este mi vehemente deseo, que de efectuarlo, traería grandes ventajas á nuestra agri- cultura en general, siendo que existen tantos campos que por Mem. Soo. Alzate. México. T 20, (1909-1010),— 6 - 42 RAFAEL M. TELLO. falta de abono se encuentran como aletargados é improduc- tivos. Para finalizar diré: que yo, un humilde hijo de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, deseo que esa juven- tud que hoy veupa las aulas de esa mi querida madre Escuela, fije su atención sobre los puntos que á grandes rasgos he ci- tado en este mi modesto trabajo, para que cuando ya se encuen- tren en el extenso campo de la lucha, puedan vencer con sus conocimientos las dificultades que á su paso se presenten, y podamos ver en no lejano día á nuestra querida Patria alzarse orgullosa entre las demás naciones, por su adelanto agrícola que está llamado á ser su porvenir. México, 3 de Mayo de 1909. A po y . - . SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATK.'” MÉMOIRKS, Y. 29, 43 A Sur la, vie apparente de corpuscules obteous par Éraporalion de solutions de silice ot de carbonate de calcium dans de Leau saturés l'acide carhonique PAR A, L, HERRERA M, $, A. Chef Professeur de Biologie 4 l'Institut Médical de México. Apercu historique.—Rainey en 1868 et Harting en 1872 ont fait connaítre les figures celullaires préparées par difusion Ln- te de carbonate et de bicarbonate desodium dans diverses subs- tances colloidales, en présence de chlorure de calcium etde quel. ques autres sels calcaires. Ces travaux sont bien connus et ont été répétés dernidorement par Butler Burke, Dubois et Kuckuck. Le premier a mis du chlorure de baryum radifóre dans la gélati- ne, mais Dubois a observé que le chlórure de baryum non radi- fóre donne aussi des corpuscules. Kuckuek a publié un ouvrage remarquable sur les cellules ou corps de baryunm, obtenus avec 44 A. L. HERRERA. le chlorure de baryum et des bouillons divers. J'ai fait des centaines Vexpériences avec ces divers procédés. En 1906 j'ai dit, dans mon ouvrage “Biologie et Plasmogénie,” que ces corpuscules étaient dús á une eristallisation incompléte des carbonates terreux au sein de la graisse. En effet, bouillis avec de lean ils produisentune couche flottante de graisse. Mes recherches ultérieures ont démontré que cette graisse est ac- cidentelle et accessoire et que les corpuscules bonillis long- temps se purifient de la graisse sans perdre leur forme. Tls persistentaprésincinération ebtaussidans les dissolvants des gralsses, par exemple, dans un mélange de chloroforme, ben- zine et éther. D'autre part, les graisses incinérées lentement laissent un résidu de silice, qui provient probablement des al- bumines ce qui explique la formation de corpuscules calcai- res-siliciques au sein de l'huile et de Pacide oléique. Interprétation des calcosphérites ou radiobes.—Ainsi que je Pai dit dans mon article “Sur les phénoménes de vie ap- parente observés dans les émulsions de carbonate de chaux et silice gélatineuse,” ces corpuscules sont dús á une cristallisa- tion incompléte des sels calcaires ou barytiques dans la silice. Slack a observé que le sulfate de cuivre et autres substances inorganiques donnent des figures spéciales dans la silice, par une eristallisation incompléte. J'ai vu que le bicarbonate de sodium et le chlorure de calcium en se diffusant lentementdans la silice colloide montrent les corps de Harting et Rainey. Se- lon Paul Gaubert, les deux causes principales qui font varier le facies d'un cristal sont la vitesse de cristallisation et Vab- sortion de matiéres étrangóres dissoutes dans eau mére. Cet- te derniére cause doit intervenir dans la production des cris- taux artificiels possédant les méómes formes que le minéral considéré. Ainsi, les cristaux de gypse, qui dans une eau—mé- re pure sont toujours allongés suivant Paxe vertical et limités par les faces gl (010), m (110) et al (101), apparaissent, com- me dans le cas de cristaux nabturels, allongés suivant Paxe b SUR LA VIE APPARENTE DE CORPUSCULES UBTENUS PAR EVAPORATION, 45 siP'on ajoute á eau mére du bleu de méthylóne. De méme, tan- dis que dans 'eau—mére pure, le nitrate de plomb eristallise en octaódres parfaits, laddition de bleu de méthylene le fait cris- talliser en cubes, avec des stries analogues á celles de la pyrite triglyphe; par analogie, on peut penser que la forme en cubes : de la pyrite naturelle est due á la présence d'une matióre ótran- góre. (“Comptes-reudus de PAcadémie des Sciences. Paris. 28 déc. 1908). Jannettaz a décrit aussi les sphérolithes, cristallites, pola- risation d'aggrégats cristaux colloides eb inclusions de cris- taux." | Gaubert a observé que les cristaux d'acide phtalique peu- vent absorber pendant leur aceroissement une certaine quan- tité de matiére ótrangóre, qui exerce une influence sur leurs formes et sur leur grosseur. Les différentes faces wont pas la méme faculté de se laisser pénétrer par ces substances; aus- si les cristaux montrent-ils la structure dite en sablier, dont la signification est ainsi fixée.” ; Les eristaux de chlorhydrate de conicine ont souvent Pap- parence de la mousse. Exposés pendant quelque temps a Pair ces eristaux se modifient, les prismes disparaissent, et, si la cristallisation avait Papparence de la mousse on voit se pro- duire en certains points, des formes qui rappellent celles des sporanges; peu á peu apparaissent des cristaux jaunes. % (1) Les roches, p. 210, Paris, 1900. (2) P. Gaubert. De Vinfluence des matiéres colorantes d'une eau-mé- re sur la forme des cristaux qui s'en déposent. C. R. Acad. Sei. 22janvier 1906. Voir aussi: J. H. Bowman. Société anglaise des Industries chimi- gues. Section Canadienne. 19 Octobre 1905 —Rev. Gén. Sciences. 1906, p. 301. Selon Bowman le mélange d'un colloide á une substance cristalli- ne fondue modifie beaucoup la cristallisation et forme des cristaux, par des modifications dans les lignes de force et dans Vapport de matiére an cristal en formation. : (3) Dragendorff. Manuel de Toxicologie. 1886, p. 374. 46 A. L. HERRERA. Les cristaux liquides.—Un grand nombre de travaux ont été publiés sur les cristaux liquides. Y J'ai étudió les cristaux li- quides VPoléates alcalins% et présenté un mémoire sur 1es mouvements serpentiformes et amiboides des oléates alcalins et de Pacide oléique flottant dans eau de chaux ou dissous dans le sulfure de carbone et se mouvant et déplacant au fond de Peau ammoniacale. : Lehmann prétend que ces eristaux représentent un état nouveau de la matiére, mais Quincke, Tammannt et Nernst les ont envisagé comme des émulsions. C'est Pexplication exacte. On r'obtient pas une séparation de liquides et solides par la centrifugation des cristaux liqui- des mais cela arrive toujours avec les émulsions de consis- tance trop ferme, surtout avec celles de carbonates et phos- phates calcaires ou barytiques dans la silice coagulée. Quant aux différences optiques entre los émulsions et les cristaux liquides, elles ne sont pas si profondes qwWon la dit et Jai vu les eroix á la lumiére polarisée dans les cristaux de carbo- nates terreux impregnés de silice. Or, cos eomplexes ne sont pas des états nouveaux de la matiére, des cristaux liquides. I'acide oléique, qui intervient pour un part si importante dans la formation des cristaux liquides ne donne pas toujours les formes myéliniques. (1) Adami et Aschoff. Sur les myélines. Soc. Roy. Lond. Proc. 526. B: Lehmmann. Archiv. f. Entwickelungsmechanik. n. 21, 1906; Les eris- taux liquides. Rev. Sci. Avril 1909, p. 537; P. Gaubert. Les cristaux li- quides. Rev. Sci, 9 janvier 1909, p. 32; voir aussi les publications et ou- vrages de liehmmann, Vorlánder, Quincke. (2) Notions de Biologie et plasmogénie, p. 83, et plusieurs publi- cations dans les ““Mémoires de la Société Alzate,” “La Naturaleza,” “Re- vista Médica,” 6. On donne les travaux de Lehmann comme des nouveau- tés. Mes recherches datent de 1898 et Drumond et Virchow ont décrit les formes myélinoides des 1825 et 1862. “Monthly Journal.” Robin. Traité du Microscope, p. 472. a SUR LA VIE APPARENT DET CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION, 47 Celles-ci se produisent surtout sous Pinfluence du carbona- te neutre de sodium ou de potassinm, quí sont trós solubles et qui, probablement, donnent des carbonates barytiques, cal- ciques, ete., au sein de Pacide oléique. Celui-ci renferme de Pa- cide silicique et des traces de sels de baryum, calcium ete., dues au procédé de préparation et á Porigine organique de cet acide, En effet, un acide oléique presque pur, préparé par mon ami, le professeur Ricardo Pérez, etquifútpurifió de toute trace de sels barytiques et plombiques ne donna aucune structure myéli- noide. Schenk prétend avoir opéré avec des corps absolument purs, mais cette afirmation est contraire aux observations de tous les microchimistes. Au mieroscope on observe qu'il ny a pas de substances absolument pures. Toutes sont souillées de microbes et de leurs sécrétions, de graisses des opérateurs et fa- bricants. Les ouvrages classiques: de chimie sont pleins d'er- reurs á propos des silicates, que jJ'al trouvé méme dans Pale- ooletdansles graisses. Ramsay méme, le chimiste bien connu, a été une victime de ces impuretés quand il a dit que le radium transforme les métaux..,... et 1l 'agissait des impuretés du verre. -Chaque fois que l'on opdrera avec des réactifs de laboratoire etsurtout avec des substances extraltes des organismes, on de- yra avoir en considération que méme les eristaux renferment un grand nombre d'impuretés dont Pinfluence est négligeable pour les chimistes, mais d'une importance énorme pour les mi- ero-chimistes, puisque une dose infinitésimal d'impuretés ap- paraít inévitablement sous un grossissement de 1000 diame- tres, leur influence étant amplifiée, exagérée 1000 fois. Eh bien je ne trouve dans aucune publication sur les eristaux liquides la description des méthodes employés pour purifier les réactifs. Au contraire, on dit que les formes se produisent avec une variété spéciale de réactif et Adami et Aschoff se de- mandent sil y a plusieures myélines de pureté variable. Un fait est curieux á remarquer: de deux préparations un méme 48 "A. L. HERRERA. composé, Pune présentera la double réfraction et Vautre pas. Parfois elle se présente, mais temporairement et on voit les globules disparaitre pour faire place á des eristaux, ce que Jai vu dans les émulsions de carbonates terrenx qnand la réaction du liquide est trop alealine, Paleali dissolvant la silice. C'est inconciliable avec Vidése d'un état nouveau de la matiére. Les calcosphérites incinérées conservent leur forme et traitées par un acide faible elles laissent un résidu silici- que. ll y a done pas de eristaux liquides, mais des eristaux impurs, anormaux, impregnés de colloides empéchant une cris- tallisation parfaite.“ Imperfections de la technique de Harting et Rainey.—Ces au- teurs font diffuser lentement le bicarbonate de sodium et le chlorure de calcium dans de la gomme ou de P'albumine. J'ai obtenu les mémes résultats en diffusant ces sels dans la sili ce. Les calcosphérites se forment avec une grande irrégula- rité. Plusieurs circonstances ont une grande influence sur les résultats: Concentration dela pseudo-solution colloide, température, proportions des sels, distance des sels, volume du liquide, im- puretés organiques et inorganiques, agitation, forme des va- ses, vitesse de la diffusion, état moléculaire des sels et consis- tance des mémes ainsi que leur solubilité, le ehlorure de cal- cium compact se dissolvant plus lentement que le chlorure spongleux. j Dans la méme préparation on trouve une grande variété de sphérocristaux, de membranes, ce qui est dú aux condi- tions de précipitation du carbonate de calcium et de coagula- tion de la silice dans les différentes régions et zones de con- centration du liquide. La concentration est plus grande au voi- (1) Mr. Kuckuck m'a communiqué que les cristaux de Lehmann sont des alliages d'un solide et d'un liquide. cs SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉYVAPORATION, 49 sinage des sels et elle prósente des variations selon un grand nombre de facteurs. La silice se coagule en présence du bi- carbonate de sodium solide ou en solution concentrée, du chlo- rure de calcium solide ou en solution faible et du carbonate de calcium. C'est la cause de la coagulation á Vintérieur et á la surface des cristaux on en dehors Veux, les flocons du gel siliciques, impregnant plus ou moins de cristaux. C'est le moment de donner Vexplication des formes obser- vées. M. Kuckuck accepte Pionisation des sels par P'eau des gels. Pour moi Vexplication est plus simple. Tout dabord quelques cristaux de calcite en formation sont entrainés par les traces de graisse vers la surface de la li- queur. Tls renferment une trace de silice se dissolyant bientót dans les traces d'acide ou Valcali et la force de cristallisation Pemporte alors sur la force opposée, c'est-á-—dire, sur la cohé- sion des molécules de graisse et le silice coagulée empéchant le rapprochement des molécules eristallines. D'ailleurs, la grais- se soxyde au contact de Pair et les cristaux de calcite se for- ment plus ou moins rapidement, conservant souvent une partio arrondie. Cette cristallisation est plus rapide au soleil ou á une température de 50 a 60 degrés. Dans les profondeurs du liqueur les molécules de calcite en formation s'associent avec les granules colloides de silice ou du colloide organique, le coagulent, et alors le réseau cris- tallin subit action disruptive du gel et il en résulte des dé- formations et des phénoménes de croissance et de division. On sait que la formation des gels Saccompagne d'un gonfle- (1) Graham. “L'acide silicique est coagulé en quelques minutes par une solution contenant un 10000: d'un carbonate alcalin ou terreux.” “Annales de Chimie et physique.” Paris, 1862, 3e. serie. Tome LX V., p. 170. 50 A. L. HERRERA. ment considérable.“! Le silicate de sodium sirupeux étendu eau et traité par un acide ou par un sel coagulant solide oú en solution concentró, augmente de volume, par absorptioñ eau. La preuve de cette explication est que si Pon fait dif- fuser le chlorure de calcium sur le carbonate neutre de sodium en présence de silice colloide, on observe parfois, dans des con- ditions compliquées de concentration et de contact, queles eris- taux de carbonate de sodium en voie de dissolution s'impreg- nent de silice et le carbonate de calcium se forme entre le ré- seau cristallin lui donnant Paspect des amibes. Les fragments et les figures de corrosion des cristaux de carbonate neutre de sodium conservent leur forme, se gonflant lentement et présen- tant des mouvements amiboides. On observe aussi dans les eristaux de calcite un grand nombre de particularités intéressantes. Souveant un globoide renferme dans son intérieur un grand nombre de petits cris- taux se gonflant lentement. J'ai vu, dans les solutions diluées la structure du spath calcaire décrite par Huygens *? 'est-á- dire, des sortes de cubes remplis de files paralléles de globu- les symétriques. Des vacuoles observent souventau centre des sphéroeris- taux, sl bien décrites par Kuckuck: elles sont dues á la disso- lution de Pémulsion silico-calcaire. Ces sphéro-cristaux forment les conostats de Harting, sur- tout en présence de colloides organiques, mais généralement ils meurent par cristallisation, alnsi que Va dit M. Dubois. C'est dú á ce que les membranes de silice coagulée sont trop fines et solubles et la force de cristallisation, de plusieurs eris- taux associés, lemporte sur la résistance opposée par le gel á la cristallisation. (1) La pression osmotique des sels englobés a aussi une grande in- fluence sur le gonfiement par le gel. (2) Fluid and apparently living crystals. “Scientific American.” Suppl. January 30, 1909, fig. 1. Ñ «el AS AE o 6 ¿AN eb 4 A V » SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCUL.ES OBT¿NUS PAR ÉVAPORATION, 51 A A A RN Si les granules colloides se trouvent en grand nombre au- tour de cristaux en formation excessivement petits, il y a émul- sion des miero-cristaux dans le gel silicique. On a alors Pap- parence un protoplasma granuleux. Ce résultat se produit quand on précipite des solutions trós diluées et cest le point le plus intéressant de mes recherches. On sait, Vailleurs, qwil y a une grande varióté de carbona- tes calcaires et de formes ceristallines de ces sels, selon les con- ditions de préparation, ce qui explique plusieurs autres détails des figures obtenues. Modifications diverses ú la technique de Rainey et Harting. Le carbonate neutre de sodium donne les figures amiboi- des que je viens de sigvaler, mais il renferme un excés Valcali et la préparation et conservation de ces figures est trés diffici- le. Avec les mómes réactifs et doses on obtient souvent des résultats décourageants. La précipitation des solutions diluées, des grandes masses de liquides, la difusion lente par diverses moyens, Aa travers de filtres de collodion ou de parchemin, donne des résultats trop variables. Les contacts des liquides et des solides, les lig- nes de contact des solutions sont trás inégales et la diversité décourageante des organoides ainsi préparés est étonnante. Souvent la silice se coagule sóparément et le gel renferme seulement des cristaux bien formés et sans intérés. La chaux vive, purifié des alcalis par des lavages á Veau distillóe et mise dans une solution d'acide carbonique et sili- ce, fournit des membranes délicates et une espéce de proto- plasme, mais ici encore le contact est variable entre la chaux et la solution et les résultats trop irréguliers. La techniqueidéale consistera en déterminer la coagulation du colloide et-la cristallisation simultanément, de la maniére la plus réguliére et dans les proportions nécessaires pour évi- ter un excds de réactifs. 1l faudra aussi éloigner les chances 592 A. L. HERRERA, , de dissolution des flocons dans les traces Valcali ou dYacide, ce qui est le plus grand écuiel dans ce genre Vexpériences.*” Technique perfectionnée. Emploi des solutions de silice et carbo- nate de calcium.—Ces considérations et Pobservation des figu- res plasmogéniques préparées dans plus de 1000 expériences soigneusement décrites dans les livres de notes de mon labo- ratoire et qwil serait inutile de copier ici, mont suggéré lPidée de la technique suivante: Dans un siphon “Sparklets” á charge Yacide carbonique liquide on introduit 1700 c.c. Veau distillée dans un alambie métallique, aditionnée de 4 grammes de carbonate de calcium pur et lavé. On ajoute aussi 20 centimétres cubes de silice co- lloide á 0,2 pour cent. On ferme le siphon, on injecte Pacide carbonique et on abandone pendant 24 heures. Aprés on fait jaillir 100 centimétres cubes de solution et on évapore á 50 ou 60 degrés, dans une capsule de Petri de verre de léna. L'emploi des vases en verre ordinaire est trés nuisible pour les expériences ¿le plasmogénie, parce que le verre se dissout plus ou moins dans Veau, et la proportion de silice augmente, mais l'inconvenient le plus redoutable est que les liqueurs pren- nent une réaction alcaline et les ligures les plus fines ne se forment pas, par dissolution. Les vases métalliques s'échauf- fent trop sur leurs parois, ou le carbonate cristallise sans s'é- mulsioner. Pai observé que la silice, dans la proportion indiquée (0,2 pour cent) ne se coagule pas avec Pacide carbonique. Graham dit que la silice est trós sensible á Paction de cet acide, quel- ques bulles étant capables de la coaguler, mais cela a lieu avec la silice en solution concentrée á 14 pour cent, (1) La méthode de Vesque pour produire les raphides artificiels con- siste A faire diffusser deux solutions, de chlorure de calcium et d'oxalate de potassium dans de Peau sucrée 4 5%, a Vaide de cordons de papier bu- vard. (Ann. des Sc. nat. sór. 5, th XIX, 1874, p. 300). . SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSOULES UBTENUS PAR EVAPORATION, 53 On sait que la silice et le carbonate de calcium son dis- sous par Peau chargés Vacide carbonique et cette dissolution á une influence géologique bien connue. Opérant dans les con- ditions indiquées, sous pression, Pacide ou anhydride carboni.- que se dissout en grande quantité, selon la table suivante: Pression Solubilité á Atmosphéres 0C. 12.43 C 1 1-79, 1.086 5 8.65 5.5 10 16.03 9.65 15 21.95 13.63 20 26.65 17.11 25 30.55 20.31 30 33.74 23.25 Selon Wróblewsky'” Solubilité du carbonate de calcium dans Veau contenant de Pacide carbonique á différentes pressions, selon Engel. Pression CaCO2 par litre CaCOz3 par litre, calculé os Milligrammes Milligrammes 1 1,079 . 1,085 2 1,403 1,471 4 1,820 1,834 6 9,109 9,139 La résultat de cette technique est trós important. L'óva- poration lente du liquide détermine un dégagement ménagé (1) The action of water and aqueous solutions upon soil carbonates, by F. Cameron and James M. Bell. U. S. Dep. Agriculture. 1907. p. 9, (2) Ibid, p. 41. 54 -A. L, HERRERA. y du dissolvant de la silice et du carbonate de calcium, c'est-á- dire, de Pacide carbonique, et il y a formation lente aussi une émulsion de carbonate de calcium daus la silice. Ici il ny a pas de diffusions rapides, de courants bouleversant "émulsion etla désagrégant. Il vy'y a pas de sels artificiels, puisque Pon peut agir sur le carbonate de calcium naturel le plus pur et le bicarbonate ou carbonate neutre de sodium et le chlo- rure de calcium ne sont pas employés. Il ne faut craindre non plus Paction dissolvante d'un excés Valeali. Seulementles flo- cons les plus délicats peuvent étre attaqués par Pacido silici- que en excés ou par Pacide carbonique. Je n'ai observé enco- re la dissolution des flocons par Vacide silicique, et quant á Yacide carbonique leur action est évidente sur les calcosphéri- tes préparées par la méthode dé Harting, avec le bicarbonate de sodiurft et le chlorure de calcium. On remarque, en effet, que ces globoides sont attaquées aprés deux á trois jours par Pexcés d'acide earbonique et il reste des charpentes siliciques, décrites dans mon article précédent. L'évaporation de la so- lution silicique—-carbonique réduit beaucoup ce danger, parce que Placide carbonique se dégage au fur et á mesure de la for- mation de l'émulsion. Dans ces conditions les flocons se forment en grand nom bre, avec une grande uniformité, pérsistant plusieur, jours. lls montrent á peine dans leur surface des calcosphérites ou des cristaux de calcite en petit nombre et souventils sont com- plétement homogénes. Ces flocons, observés avee un grossissement moyen, pré- sentent lPaspect granuleux des amibes et du protoplasma en général. Avec un grossissement de 1000 á 2000 diamétres eb surtout á la lumiére polarisée ou dans les photographies, ils ont une structure sphérulaire des plus nettes, semblable á ce- lle quí ont décrit Kunstier et Bousquet et qui s'observe sans (2) Phénoménes de vie apparente, 6. “Mém. Soc. Alzate.” t. 26, p. 277. SUR LA YIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION, 55 difficulté dans les cellules des tuniques externes des oignons, etc. Dans les flocons les moins fins on trouve des granules sphériques, de moins d'une miera, entourés de silice coagulée. On peut méme les compter: il y a des flocons constitués par 12120 granules. Quelques-uns sont de forme irregulióre, com- me nouex ou vermiformes, et lPensemble montre plutót une structure vermiforme ou réticulée, comme de cordons péloton- nós, rappellant d'une manidre frappante Paspect du noyau vu sans coloration préléable et dans une cellule vivante végétale. J'ai observé aussi cette structure vermiculaire dans le proto- plasma des insectes. Quand Vévaporation se fait á la température ordinaire et dans une grande masse de liqueur, alors que toutes les causes de dissolution sont évitées et que la silice existe dans la solu- tion en la proportion exacte, dailleurs difficile á fixer, il y a formation dému'lsions excessivement remarquables. Elles sont tres réfringentes et dificiles á observer sans Pemploi de la lumiére oblique ou la lumiére polarisée. Elles mon- trent des mouvements amiboides, des pseudopodes hyalins; prolongés en tous sens. On diFaáit qwelles sont des rhizopodes naturels et illusion un étre artificiel y est compléte. Mal. hereusement je ne suis arrivé encore á fixer tous les détails de ces préparations. Quelquefois j'ai vu ces rhizopodes tritu- rant avec une baguette de verre, sur le fond une coupe Ves- sal, un grain de chlorure de calcium dans Peau distillée adition- née de bicarbonate de sodium et une goutte de silicate de sodium sirupeux. Ils se produisent aussi, parfois, alnsi que je Pai indiqué auparavant, 4 Paide des cristaux de carbonate neutre de sodium dans Vean silicique et en présenee du chlo- rure de calcium solide. Ces amiboides ont probablement la structure alvéolaire, puisqueles calcosphérites y sontultramieroseopiques et la mem- brane silicique qui les entoure á une délicatesse extrémo, per- 56 ; A. L. HERRERA. mettant les changements osmotiques actifs. C'est la premiére fois que Pon produit une imitation si parfaite du protoplasma avec les réactifs inorganiques. Le moment n'est venu encore détudier les propriétés phy- sico-chimiques et physiologiques de ces corpuscules organi- sés. Je me suis voué á létude de tous les détails nécessaires pour les préparer en grande échelle et sans hésitations. Je dois ajouter seulement que les émulsions siliciques—car- boniques prenent les colorantes basiques, par exemple la fus- chine alcoolique. En présence de matiéres colloides organiques, les flocons ne montrent pas un progrés appréciable, ainsi que Vexigerait la théorie albuminoide. En effet, j'ai préparé diverses solutions de cerveau, de chair musculaire, voire méme d'un organisme complet, un petit poisson (Girardinus poeciloides) dans une les- sive de soude. Aprés J'al ajouté des grains de chlorure de cal- cium. Les matiéres colloides inorganiques et organiques se sont coagulées formant un caillot de composition chimique trés complexe, mais avec les caractéres des émulsions silici- ques. Tout naturellement la structure délicate du cerveau n'a pas réapparu. C'est que le genre du colloide, leur nature or- ganique ou inorganique r'a pas dans cette expérience un róle prédominant. La technique des coagulations a une influence beaucoup plus grande, puisque j'ai mis en présence doses énor- mes de réactifs comparativement aux doses infinitésimales qui absorbe la cellule vivante par des pores ultramieroscopiques. C'est comme si nous táchons de dessiner une fourmi de grandeur naturelle, avec un pinceau énorme. Symmétrie des corpuscules émulsionés.—S1 lémulsion est trés fine et est constituée lentement, les corpuscules calcaires englobés montrent une symmétrie parfaite et qui rappelle Pu- ne maniére frappante la structure sphérulaire du protoplasma. Rien n'empéche que les émulsions encore plus fines n'alent pas les propriétés diastasiques caractéristiques de Pémulsion SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION, 57 protoplasmique. Et en effet, j'ai vu quelquefois, ainsi que je Pai dit dans les lignes précédentes, des émulsions excessive- ment délicates, douées de mouvements amiboides Vexpansion et de contraction. On suppose que les diastases ou ferments sont la base de la vie, mais il est plus probable que la fonction diastasique soit un rósultat de lactivitó osmotique de lómulsion protoplas- mique, qui produira les ferments par un mécanisme inconnu. La preuve en est que les ferments digestifs, par exemple, sont produits par les glandes et probablement par lo noyau des cel- lules glandulaires. On ne peut pas admettre que.les glandes solent produites par les ferments. Emulsions et sphérocristaux de sels autres que la calcite —Un fait important pour lasbiogénese, est que P'on peut produire ces figures avec les phosphates de chaux et de baryum, les sulfa- tes et fluorures terreux, le carbonate de cuivre, ? et en général, tous les selsinorganiques ou organiques cristallisables, dont la eristallisation est modifiée par la présence de colloides,” Har- ting a étudié les conostats et membranes formées par dif- fusion de fluorures et sulfates dans l1”albumine. Kuckuck, dans son remarquable ouvrage sur le probléme de la génération primitive, a décrit les corps de baryum, dús aux sels de ba- ryum et les bouillons, etc. La formation de eytodes et émulsions n'est done un rara avis du carbonate de calcium, de méme que les formes et strue- (1) Wieler, A. Ueber das Auftreten e coNeRriaos Gebilde in chemischen Niederschlagen. Ber. d. deutschen. bot. Gres. XXIT, 1904, p. 541-544. | (2) Voir: Slack. On the employement of eolloid silica in the pre- paration of erystals for the polariscope. “Monthly Microscopical ournal.” Vol. V, p. 50. Mem. Soo. Alzate. México. T 29. (1909-1910).-—8 58 A. L. HERRERA. tures organiques ne sont pas lapanage exclusif des matiéres protéiques. Les carbonates seraint-ils la base du protoplasma primitifi— J'ai trouvé que les carbonates sont pour ainsi dire plus sou- ples que autres sels terreux pour la préparation des sphéro- cristaux mais C'est pent--ótre une simple question d'appré- ciation personnelle. Moi méme, j'ai fabriqué des coquilles et des carapaces phosphatiques, des globules organcides de fluo- rures, etc. D'ailleurs, les carbonates terreux existent partout dans la nature organique et inorganique, quoique leur analyse ne soit pas toujours facile, | Selon Melnikof£” il fant faire agir un acide énergique, trás rapidement, sur les organes ou organismes, pour obtenir, dans les réactions microchimiques, un dégagement de bulles; sans cela, Pacide earbonique reste dissous. J'ai vu que les infusoi- res et autres animalcules de eau croupissante et Peau en gé- néral, de source ou de puits, dégagent de Pacide carbonique si Pon fait diffuser de Pacide acétique faible entre la lamelle et le porte—objet. On ne voit pas bien le lion de sortie des bulles et probable- ment une graude part de Pacide carbonique reste dissous. Il y a en outre, des sels composés de carbonates et phos- phates % et peut-ótre encore lémulsion priwitive de carbona- tes Simpregne t-elle de grandes quantités de matiére organi- que, et le carbonate y reste t-il dissimulé, comme dans la glo- buline caltique de Harting. (1) Untersuchungen uber das Vorkommen des Kohlensáuren Kajkes in Pflanzen. Dissertation inaugur. Bonn. 1877, p. 30. (2) A Barillié. Carbonophosphates du lait. C. R. Acad. Sci. 2 aoút 1909, SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENUS PAR LV APORATION. 59 Circulation des sels calcaires dans la nature el dans les organis- mes, On sait que le carbonate de calcium ainsi que le phos- phate sont solubles dans Peau renfermant de Pacide carbo- nique. J'ignore si Pon a étudió le dégagement ultórieur de Pacide carbonique des solutions de phosphates et la prócipita- tion ou cristallisation du phosphate de chaux. Quant au car- bonate il est bien connu comme lPagent de la formation des stalactites et stalagmites et d'énormes formations, 'une gran- de variété. Sans aucun genre de doute, dans les sources in- erustantes, il devra y avoir formation de quantités colossales de figures organoides, semblables á celles que j'ai produit dans mon laboratoire, puisque les eaux naturelles renferment tou- jours une dose variable de silice ou de silicates alealins dilués. Par conséquent il y aura dans la nature deux sortes de for- mes amiboides et eytodiques: les formes vivantes, albuminoi- des selon Vécole, et les formes non vivantes. Quel est le róle de celles—ci? Je Vignore. Peut-étre les formations oolithiques sont elles souvent dues á cette cause. Les sels calcaires se trouvent partout dans les organismes animaux et végétaux; les sels de baryum dans les Xenophiyo- phora mentionnées dans Pouvrage de M. Kuckuek. Le carbo- nate de calcium existe dans les myxomycetes,) les polypes, les foraminifóres, les mollusques, ete., etc. Selon Loeb, le calcium existe dans le noyau des cellules et cela explique Paction nui- sible de Pacide oxalique sur les spyrogyra. Je me demande quel sera le procédé naturel de la forma- tion des carapaces et des coquilles. Il se peut que les liquides organiques, sang, sóve, lymphe..... lassent déposer le carbo- nate de calcium dissous dans Pacide carbonique de la respi- ration. ou bien que des précipitations lentes se produisent au - sein des tissus, par la lécithine ou les ferments. Supposant (1) G. Massee. A Monography of the Myxogastres. London. 1892, 60 7 E HERRERA. que les premiers étres aient par origine une ómunlsion silicico—- calcaire, ce qui est probable mais non prouvú encore, il faudra supposer aussi que les bicarbonates ou carbonates alcalins en- trainés par les fleuves et dus á la décomposition des felds- paths, se trouvent en présence des sels calcaires de Veau de mer et de la silice, colloide universel et primordial, et don- nent ainsi naissance á des monériens semblables au Bathybius etau Protoamoeba de Mary.* La dificulté pour cette théorie consiste en admettre que la diffussion de ces sels a été len te et dans des conditions évitant la dissolution dans Pexcés Yalcali. Or, J'ai vu parfois, avec ces sels, des carapacos, de faux radiolaires et de fauses amibes d'une délicatesse extréme. lis ne présentent pas encore les phénoménes vhimiques de la vie. Peut-éótre aussiles deux mécanismes sont-ils associés: próci- pitation des sels calcaires dissous dans des liquides organi. ques renfermant de Pacide carbonique et précipitations et coa- gulations lentes dans les cellules et tissus, par conflit des sels apportés de l'extérieur et de ceux qui se sont accumulées dans certains organes ou cellules (cartilages, ete.) : Le Cladothrix chromogenes et d'autres espéces similaires, peuvent déterminer dans certains cas la précipitation du fer que contient lean, sous forme Voxyde de fer qui se fixe sur la membrane et la teint en brun plus ou moins foncé. Dans le méme ordre d'idées, il est trés probable qu'il faut leur attri- buer une grande part dans la formation des concrétions cal- caires ou des dépóts ferrugineux qui se déposent dans les tu- yaux de conduite de certaines eaux et peuvent en diminuer singuliórement le diamétre; la colonie filamenteuse s'accole (1) The Cytods, by A. Pratelle. “The Scientific Monthly.” July $ August. 1909, p, 9, —Albert et Alexandre Mary. Evolution et transformis- me. Paris. 1907, p. 149. > EL Poy . AAA sn SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENU8 PAR ÉVAPORATION. 61 * aux parois, comme on le voit souvent dans les cultures, et dé- termine, autour de ses longs éléments, la précipitation du cal- caire ou du fer de Peau, de la móme maniére que le Leptothrizx buccalis oceasionne la précipitation des sels de chaux de la sa- live et la formation du tartre dentaire. ” Importance des microcrislaux pour Porganisation des colloides, Selon les recherches classiques de Bútsehli, il faut triturer Vhuile avec du sel ou du sucre ou Pépaissir avec du carbonate de potassium ponrobtenir les mousses protoplasmoides. Rhum- bler próépara des émulsions analogues á Paide de gólatine et de corps pulvérulents insolubles. De la sorte, les particules du gel ou du savon huilenx sont séparées á une distance convena- ble et il y a formation d” alvéoles, agissant comme des utri- cules osmotiques. Les mierocristaux de sels terreux ou métal- liques ont une fonetion semblable dans les cas des gels silici- ques ou albuminenx. En effet, al étudié un grand nombre de gels albumineux, de plus de 1000.sédiments Purine humai- ne, et divers gels, encore"plus nombreux, de silice et de silica- tes, et J'ai vu que si les mierocristaux d'un sel ne se sont pas insinués entre les micelles du gel il aura seulement Paspect dé- erit pour Biútschli á propos des gels siliciques.*? Van Bemmelen, Bitschli et Hardy ont démontré que les gels des colloides, particuliérement des gels siliciques, selon les conditions de coagulation, forment un tissu de mailles ou- vertes ou bien une structure alvéolaire, les alvéoles ayant, 1,4 micra á 1,5 micra et les parois 0,3 á 0.2 Or, ces gels sont trop (1) Macé. Bactériologie. 1901, p. 1079. (2)? Van B-mmelen. Die Einwirxung der Hitze auf das Gewebe des Hydrogels der Kieselsáure. 18 nov. 1901. Archiv. Néerland. des Sciences Exactes er Naturelles. Absorption, 7th. Abhand. —Biútschli. Untersuchun- gen iiber die Mikrostruktur kunstlicher und natiúrlicher Kieselsáure- Gallerte. (1900) Verhandl, des Heidelberger Naturhist. Verein. N. F. $. 341. 62 A A. L. HERRERA. consistants et incapables d'évolution et de monvement. Mal- gré mes efforts je ne suis pas arrivé á les faire évoluer, mais aussitót qu'1ls s*imprégnent de microcristaux, 1ls prennent des allures protoplasmiques des plus nettes et montrent méme des mouvements. Par exemple, le gel silicique produit á Vaide de la chaux lavée et la silice colloide a Paspect de flocons trans- parents plus ou moins durcis et ayant une grande tendance á se contracter. P Leur forme est ivréguliere et leur densité est plus grande que celle de Peau. Mais si la chaux calcinée et lavée soigneusement pour lui enlever toute trace VPalcali agit sur la méme silice collvide en solution faible aditionnés Vacide carbonique, il y a produc- tion de membranes d'une grande délicatesse, oscillantes, se mouvant sous Pinfluence du souffle et rappellant la structure et aspect du protoplasma. Les solutions silico-calcaires déssé- chées sur une lame de platine montrent Paspect de coquilles et carapaces microscopiques, tandis que la silice colloide dés- sechée dans les mámes conditions, a seulement Vaspect d'écail- les. Les cristaux microscopiques modifient done la consistan- ce du gel et séparent les mailles du réseau jusqu'a former une émulsion capable de mouvements quand les parois siliciques des calcosphérites sont ane épaisseur trés petite, Les microscristaux probablement se divisent, comme les eytodes de Kuekueck, ce qui expliquerait la croissance du pro- toplasma observée par Kúnstler. Il y a encore une autre dificulté pour la théorie albumi- niste de Vorigine de la vie. Il faudrait accepter la formation spontannée de matiéres protéiques á Pétat de pseudo solution colloidale et depuis leur coagulation par un sel et VPenglobe- ment des microcristaux par le gel. Combien de difficultés et de coincidences! E Dans un autre ordre d'idées je me demande si le gel silici- SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES UBTENUS PAR EVAPORATION, 63 que aura pas le pouvoir de dissocier les molécules d'acide carbonique, puisque il dissocie les cristaux de divers corps. Il faudra, pour ótudier ce probléme, déterminer Pétat de Vaci- de carbonique ayant coagulée la silice collvide, On sait que les flocons entrainent une partie du corps coagulant, le modi- fiant, s'emparant de Pacide Pun sel.... D'argile a la faculté de polymériser les pétroles. Cela serait, par conséquent, le procédé le plus simple et le plus naturel de la formation des «premiéres molécules de matióre organique dans les milieux pri- mitifs. México, le 5 septembre 1909. Observations complémentaires. Novembre 1909.—La pression osmotique a une influence énorme sur le gonflement des sphé- rocristaux et cela nous a suggéré Plexpérience suivante: Sur des écailles de silice colloide déssechée on dépose du carbonate neutre de sodium renfermant quelques traces de carbonate de potasium. On recouvre avec le couvre—ob- jet. Quelques jours aprés, le sel a absorbé l'humidité de Pair et il y a eu formation de gouttelettes sur les écailles. La silice est dissoute lentement et aussitót coagulée par les carbonates en voie de cristallisation. “? Le gel silicique s'opo- se á une cristallisation parfaite. (1) Peut-étre y a-t-il aussi du silicate alcalin en voie de cristallisation. Une solution de silice en carbonate de sodium abandonne des cristaux so- lubles de silicate alcalin. 64 ; A. L. HERRERA. On observe des cellules complétes, avec un noyau, des radiations, des blastoméres se comprimant fortement, des ovu- les, des microbioides, des figures mitosiques...... une ri- chesse remarquable de formes organoides des deux régnes. Je me demande si les sels du protoplasma naturel ne se- raient pas la cause de leur structure, par une espéce de eris- tallisation incompléte, puisque les sels sontindispensables pour la vie. On peut aussi faire dissoudre les carbonates alcalins dans une solution de silice et faire évaporer. Il y a des trace de matiére organique, mais ces cellules résistent á Vincinéra- tion. Elles sont solubles dans Veau. On peut les obtenir par des solutions trés complexes eau de mer, d'eau saturée d'aci- de carbonique et de carbonate de chaux, etc. La variété des figures est trés grande, surtout quand on évapore quelques grammes de silice colloide et sels dans une boíte de Petri, á 15 degrés. Quelques cellules se conservent tres bien, mais en général elles sont dissoutes par Pexcés Valcali ou déformées par la dessication ou les réactions sub- séquentes. Pendant un voyage á Veracruz, sur la Cóte de PAtlan- tique, Jal observé que les roches sont enduites d'une couche verdátre dalgues diverses, de Protocoques assez semblables a ces cellules. L'eau de mer évaporée laisse un résidu déli- quescent (par le chlorure de magnésium) et il faudra étudier ce procédé de biogénese (?) puisqué les roches renferment des silicates capables d'étre attaqués par leau, les sels et Pacide carbonique. Cette nouvelle hypothése a lavantage de la production de parcelles microscopiques, de corpuscules sur la surface des roches, sans prótendre, comme la théorie photosymhétique classique, que la mer, un milieu de masse énorme, sous Pin- .. ad Es SUR LÁ VIE APPARENTE DES CORPUSCULES OBTENUS PAR ÉVAPORATION 65 o. fluence de la lumidre, donne des corpuscules limités, sans s/or- ganiser en leur totalité. M. $. Ledue a publió une brochure sur “Lies id Osmotiques,” oú Pon trouvera un excellent résumé de la ques- tion, des notes historiques sur les corps de Harting, sur la na- cre artificiel, etc. (Nantes, 1909). Mem. Soc, Alzate México. TY 29. (1909-1910).- Y 66 A. L. HERRERA. Explication des planches ÍA, A, AL eb Al PLANCHE IX, . Figs. 1 et 2.—Cellulas naturelles, selon Heckel (Porigi- ne de la vie, 1908, p. 135, figs. 5 y 6). Fig. 3.—Cellules artificielles de carbonates de sodium et potassium en voie de eristallisation sur la silice. PLANCHE X. Fig. 1.—Noyaux excessivement petits de carbonates de sodium et potassium et silice colloide, ayant une grande ana- logie avec les noyaux des cellules végétales. Zeiss E D Fig. 2.—Les mémes, plus grossis. Structure sphérulaire. PLANCHE XI. Fig. 1.—Cellules en division. DAA DD Ces aspects sont dus á la tension superficielle de l''émul- sion siliciqgue-saline agissant en combinaison avec la force de cristallisation. La tension superficielle fait prendre aux gout:- tes d'émulsion la forme sphéroidale et par la concentration la silice se moule sur les micelles ou sur le réseau des cristaux, en se coagulant. Ces figures résistent á Paction du chlorofor- me, de P'alcool et de Peau. Fig. 2. —Emulsion silicique saline déssechée. Par la con- centration et la tension superficielle on obtient Paspect d'un tissu, avec cellules en division. SUR LA VIE APPARENTE DES CORPUSCULES UBTKNUS PAR KVAPORATION, PLANCHE XII. Fig. 1.—Phosphate tribasique de sodium.. 0.10 Carbonate de potassium......... 0.05 Silice colloide á 2 p. 100......... 10 00 67 On évapore lentement entre le porte-objet et le couvre-ob- jet. L'émulsion semi-liquide se segmente par effet de la con- centration et la tension superficielle. Les mémes causes pro- duiront,dans 'intimité des solutions et des liquides organiques, les corps de baryum de Kuckueck, les globules de Rainey et Harting ou radiobes de Burcke (éobes de Dubois) et móme les cellules vivantes et segmentations' directes ou indirectes. ; 4,50 Fortement grossie. Zeiss 5 Fig. 2.—La méme préparation moins grossie. es Mem. Soc. Alzate. TT. 29, pl. IX. Y , T. 29, pl Y. Hipa"L. 19. 2, Alzate. Mem. Soc Mem. Soc. Alzate. T. 29, pl. XL no a o o añ y 0 sá Y ——_ a Mem. Soc. Alzate. T. 29, pL XIL A A A + SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTOMIO ALZATE.'' MÉMOIRES, T. 29, (90) A A aaa Nombres Geográficos del Estado de Tabasco, de la. República Mexicana. Origen lingilístico, estructura original y significación de los nombres de lugares de Tabasco que no corresponden á la lengua castellana, POR EL PROF. MAROOS E. BEOERRA, M. $, A, En memoria de mi generoso protec- tor y amigo el insigne pedagogo, pro- fesor D. Alberto Corren. PROLOGO. Cuando emprendimos el presente trabajo no llegamos á suponer que sus dimensiones pasaran de las de una simple lis- ta de nombres, que debíamos agregar á unos apuntes geográ- ficos de Tabasco que para la enseñanza primaria estábamos escribiendo. Sugiriónos la idea de agregar á un trabajo sobre Geografía una lista así, la experiencia que teníamos del gusto con que los niños se interesan por conocer el significado y ori- gen de los nombres de los lugares que estudian, y la convie- ción de que el maestro puede proyectar, con el análisis de ta- les nombres; alguna mayor luz sobre sus lecciones de Histo- ria. Por desgracia, la generalidad de los autores de textos de 70 Marcos E. BECERKA. Geografía han olvidado este recurso tan valioso para el interés y amenidad de sus libros. Fuera del texto de Geografía de Mé- xico, del Profesor D. Alberto Correa, en donde tal recurso se utiliza, no conocemos ningún otro que lo haya empleado. Sabiendo que existían dos fuentes de donde tomar esa lis- ta, que eran el libro intitulado “Nombres Geográficos de Mé- xico” del Dr. D. Antonio Peñafiel, y el folleto “Nombres Greo- gráficos del Estado de Tabasco,” del Ing. D. José N. Rovirosa, nos pareció tarea facilísima la de seleccionar en ambas la men- cionada lista. Sin embargo, formada ésta y comparada con los nombres que traen las cartas del Estado y el Indice Alfabético de Lo- calidades que resultó del Censo de 1900, y que publicó la Se- eretaría de Fomento, notamos entonces que el número de los que faltaban era considerable, lo que nos obligó á emprender el trabajo de completar la repetida lista y de investigar, por consiguiente, el origen lingúístico, la estructura original y el significado de esos otros nombres. No era esta la parte de la lista más fácil de hacerse, porque, precisamente, las palabras omitidas debieron de serlo por la dificultad que presentaban. Cunduacán, Nacajuca, Huimango, Puscatán, Tenosique, Jomuta, no podrían haber pasado inadvertidas. Así, pues, tuvimos necesidad de emprender una labor no prevista, y en el curso de ésta hemos necesitado también re- considerar algunas palabras ya tratadas, bien porque nos pa- reciera errónea su identificación lingiística, ora porque creyé- ramos incorrecta su restauración, ó ya porque, aun dando por buenas una y otra, juzgáramos inexacta la interpretación re- sultante. Perdónesenos tal osadía, si lo fuere, á que nos ha movido un deseo sincero de acierto, y permítasenos hacer, á este res- peto, una aclaración que nos importa. Entre las palabras re- consideradas, las más son las del Señor Rovirosa, y no podría ser de otro modo, puesto que éste escribió especialmente sobre NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABAECO, 71 A los nombres de Tabasco. Poco tratamos á aquel distinguido naturalista, honra de nuestro terruño, pero su reputación, pa- ciente y legítimamente conquistada, nos inclinó siempre á res- petar su nombre y á acatar sus enseñanzas, diseminadasgen numerosos escritos suyos, que esperan la mano diligente que los reuna. No deberá pensarse, pues, que, al referirnos á él en este trabajo, tengamos el propósito de menoscabar esa repu- tación, ni creemos que nuestro trabajo, aun juzgado como perfecto, viniera á dar ese triste resultado, Bueno es recor- dar, desde luego, que nuestro sabio conterráneo dedicó la ma- yor parte de sus energías á la Historia Natural, y que el estu- dio de las lenguas indígenas deben de haber sido para él una ocupación secundaria, á que, tratándose de la lengua mejica- na, Ó nahoa, debe de haberlo inclinado el estudio de la “His- toria de las Plantas de Nueva España,” del Doctor Hernández. En segundo lugar, solamente hay una clase de gentes que pue- dan decir, ó quizá pensar, que el hecho de expurgar las obras de nuestros antecesores de los yerros inherentes:á toda obra humana, constituye una falta de consideración hacia aquellos. Esas gentes defienden el árbol no por respeto al que lo sem- bró sino por el arrimo que les presta, la sombra que les da y los frutos que les prodiga. O seengañan ó pretenden engañar á los otros con su actitud, en la que no hay más que un vil egoísmo. ¡Cuánto más honrarían al plantador procurando mul. tiplicar el árbol, aunque á veces tuvieran que podarlo, para que fructificara, ó recortarlo, para sembrar sus vástagos? Por nuestra parte, creemos que el mejor medio de honrar la me- moria de los hombres que nos han precedido en una obra cual- quiera, es tomar esa obra, y procurar pulirla, y perfeecionarla, al grado que ellos habrían querido hacerlo. Esto no menosca- ba su derecho á nuestro respeto, pues, si, cada vez que se rec- tificase una opinión ó se declarase falso un concepto emitido por algún gran hombre, sufriera su prestigio, Moisés sería un 72 MARCOS E. BECERRA. desconocido, Tolomeo un insignificante y Aristóteles un cual- quiera. Nos hemos desviado un tanto de nuestro objeto al escribir estas líneas, el cual era dar una somera razón de este estudio. Volvemos, pues, al asunto principal. Aparte del interós, meramente lingiístico, que despiertan en la enseñanza de la Geografía los significados de los nom- bres de lugar, los conocimientos de esta clase son de un va- lor inapreciable para hacernos ver, de una sola ojeada, y adi- vinar á veces, los grandes fenómenos históricos. Bástanos, v, g., saber que el nombre de “Zaragoza” la heróica ciudad ara- gonesa, es una alteración del de la antigua Cesar-Anugusta, para tener la intuición del inmenso influjo latino en el mundo antiguo. Leyendo la obra del Dr. Membreño, “Nombres Geo- gráficos de la República del Salvador,” se comprende cuán ex- tenso radio de acción tuvo la civilizacion nahoa en nuestro continente. Es suficiente enterarse de que en mejicano el mar se llama atlan y la voz. teotl se aplica á la divinidad, y recordar á la vez que la Atlántida fué citada por Platón y que en griego theos era también la divinidad, para que del informe fondo de las conjeturas emerjan las hipótesis, revestidas con el ropaje de la realidad y de la certidumbre. Son los nombres de lugar algo así como una petrificación del lenguaje, que es indispensable á las futuras investigacio- nes de la ciencia, cuyo grosero y primitivo afán de tocar para creer jamás se satisface. Cuando ya los acontecimientos ó cir- cunstancias que impusieron estos nombres han pasado, cuan- do los pueblos sobre los que se estamparon yacen cubiertos por los sedimentos de otros pueblos, á su vez disueltos y re- constituidos en forma nueva bajo la oleada incesante del tiem- _po, basta levantar los estratos que los cubren y defienden, pa- ra enterarse de tales acontecimientos. Es así como, en las are- niscas triásicas del Connecticut, aves enormes, que ba siglos pasaron por allí, nos dejaron en la huella minuciosa de sus NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABA£CO. 73 trancos gigantescos, noticia de su existencia, detalles de su estructura é indicación de sus costumbres. 143 Por eso la profesía del gran Víctor Hugo, “esto matará á aquello,” no ha podido cumplirse; no podrá cumplirse nunca, quizá. La piedra no ha muerto; no puede morir ni ceder un ápice de su imperio al papel, Cada uno ha menester lo suyo. Para econservar el conocimiento de los hechos que atañen á los seres, son indispensables, son insubstituibles, la piedra de Champolion, los tableros de Palenke, y la caliza litográfica en que las aves con dientes ó los reptiles con alas nos dejaron es- tampada su quimérica figura. Hasta el agua, cuando se petri- fica, nos guarda testimonio de una fauna, á que apenas hubié- ramos permitido la existencia al encontrarla, ruda pero fiel- mente retratada en la cueva de los hombres primitivos. Si los nombres de lugar se refieren á los de nuestro terri- torio y han sido puestos por gentes de que llevemos sangre y hablemos lengua, la importancia de su estudio sube de punto hasta el grado de constituirse en necesidad. Es tal el caso nues- tro. Nuestra vida étnica no empieza, como algunos han dado en insinuar, con los primeros y profundamente ignorados po- —bladores de América; ni siquiera se le puede atribuir como principio el advenimiento histórico de los aztecas ó de los ma- yas. Tampoco tiene origen, como algunas gentes vanas que- rrían, en los pueblos autóctonos de que España proviene, ibe- ros Ó éuskaros, ni en los invasores celtas, fenicios, romanos, visogodos ó árabes que le dieron su fisonomía actual, Nuestra vida étnica, nuestra raza, nació, fisiológicamente, el día en que, tras la unión, fortuita pero fecunda, del conquistador europeo con la india sometida, nació el primer mestizo, é históricame 'n- te, el día en que la Conquista se consumó, Nuestra historia empezó ayer, como nuestra vida. Diga- mos esto de paso, á los ignorantes ó pesimistas que nos tachan de degenerados porque no hemos erecido á su gusto; que, al contemplar nuestras enfermedades sociales y políticas, las con- Mem. Soc. Alzate. México. y T, 29, (1909-1910)—10 74 MARCOS E, BECERRA. sideran decrepitud; que nos cantan la sensatez y la circuns- pección de un pueblo viejo trasplantado á la América. Pero así como cada individuo no es absolutamente distin- to de sus padres, ni la biografía de éstos le es absolutamente indiferente, puesto que á ella refiere la ley de la herencia la causa de formas y hechos en los hijos, tampoco nos es extra- ña ni la historia de los aborígenes de América ni la de los con- quistadores españoles, portugueses y franceses. D. Pelayo y D. Julián, son personajes que nos interesan, ó que nos deben interesar, tanto como Netzahualcoyotl y Max- tla. Así se ha comprendido con respecto á los hombres, pero no así con respecto al idioma, El castellano que hablamos aquí es, aunque no quieran darse por entendidos de ello los respe- tables académicos españoles, también un mestizo. La influen- cla de los idiomas de México sobre el castellano traído por los conquistadores ha sido tal, que el erudito Sr. Robelo ha podi- do hallar en el número de los aztequismos material suficiente para un diccionario. Este mestizo que ha hecho lo que el otro: ha vestido el traje europeo de su padre y reclama un lugar en la vida. Digno es de ello por la resistencia material de sus as- cendientes. Remi Simeón, hablando de la lengua nahuatl dice: “Esta fuerza vital de la lengua de los vencidos está igualmen- te atestiguada por los numerosos préstamos que han tenido que hacer los conquistadores á los descendientes de aquellos.” Digno también por lo culto de ese abolengo, que no envidia á la más culta manifestación moderna de la palabra. ¿Cuándo en el griego científico se llama miriápodo (diez mil patas) al cienpiés, ó cuando se da el nomhre de polyglottus (muchas le- guas) al senzontle es acaso más descriptivo que el mejicano que los denomina sentsonmaye (cuatrocientas manos) al uno y sentsontlatoli (cuatrocientas lenguas) al otro? Quédese el aprendizage del griego, del latín, del mejicano ó del maya, para los especialistas en literatura, filología, his- toria, arqueología, jurisprudencia ó sociología. Pero, así como E PAR NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 75 el estudio de las raíces latinas y griegas del castellano se han considerado hasta ahora como un apoyo indispensable para el buen empleo de nuestra lengua nacional, deben estudiarse tam.- bién las raíces americanas, con que, tan hondamente como con aquellas y con igual fuerza, se afianza dicha lengua en el terreno histórico-filológico. Volviendo á nuestro' asunto de los nombres que contiene este trabajo, nótese que la simple interpretación de algunos de ellos, como Tabasco, Onohualco, Potonchán, Huimango y Teno- sique, así como las referencias á Jicalango, Agualulco, (Quetzala- pa, Ayacachapa, Cimatán y Zaluatlán, proyectan nueva luz so- bre conceptos históricos ó geográficos de nuestra región, poco dilucidados hasta ahora., En general, de acuerdo con las ati- nadas consideraciones del Sr. Rovirosa, debemos señalar el he- cho de que, habiendo estado habitado nuestro territorio por gentes de filiación étnico-linguística maya Ó tsoque en su ma- yor parte, y mejicana en una parte muy pequeña, los nom- bres con que se conocen los lugares desde el primer día de la Conquista son casi todos mejicanos. Dos explicaciones pueden aventurarse ante tal fenómeno: una es la de que, habiendo acompañado constantemente á los conquistadores intérpretes ó lenguas mejicanos, éstos decían en mejicano á los españoles los nombres que los indígenas de cada lugar los hacían saber en su lengua propia, y por ello se quedaron dichos nombres en mejicano como están ahora; otra es la de que esos nombres mejicanos, de poblaciones cuyos ha- bitantes hablaban otro idioma, ya estaban impuestos á éstas cuando los españoles arribaron á nuestras tierras. Daría pro- babilidades á la primera hipótesis aquella volubilidad con que los hispanos vinieron imponiendo nombres á los lugares que descubrían, cosa de que dan buen ejemplo las tres expedicio- nes de Hernández de Córdova, Grijalva y Cortés; pero algu- nos otros hechos quitan fuerza á esa suposición. Son estos: que, según Bernal Díaz, cuando Grijalva llegó á Tabasco y los - 76 MARCOS E, BECERRA. indígenas le dieron á saber el nombre del lugar, el nombre da- do fue Tabasco, nombre mejicano indiscutible, según vere- mos un el artículo que le corresponde en este trabajo; que ese nombre se lo comunicó á Grijalva un intérprete que no sabía más que el castellano y el maya (Julián ó Melchorejo); que á Bernal Díaz no se le podría tachar de poner nombres indíge- nas á su arbitrio pues con claridad se nota que los nombres de la región exclusivamente maya los dice siempre en maya (Co- zumel, Catoche, Champotón) mientras que desde Tabasco los nombres son mejicanos (Tabasco, Agualulco, Tonalá, Coatza- coalcos, Papaloapan); y, por último, que aun en la expedición á Hibueras, en que iban miles de mejicanos, entre los que de cierto se encontraban algunos intérpretes además de Malint- zin, los nombres que se consignaron sólo son mejicanos hasta ciertas regiones, mientras que de ellas en adelante se expre- san nombres que no corresponden á esta lengua. De todo lo expuesto brota la convicción de que, aunque se ha afirmado que nuestra región no estuvo bajo el dominio de los mejicanos, tal afirmación es infundada, Para ella no ha habido más que un dato negativo: la ausencia de los nombres de lugar de Tabasco en el Códice de los Tributos. A nuestro juicio ni esa ausencia está definitivamente probada, puesto que Puscatlán Aztoapan, Huexolotlán, Ocoapan, Otatitlán, pue- den referirse á lugares de Tabasco, ni, aunque lo estuviera, tiene ella el valor que se querría darle, pues, á pesar de que Cimatlán y Jicalango pertenecían á los mejicanos, tampoco aparecen en el Códice. Si la región tabasqueña estaba, ó no, sojuzgada por los mejicanos, al tiempo de la llegada de los eu- ropeos, no nos sería fácil resolverlo; lo que sí nos creemos au- torizados á suponer es que, en general, los nombres de lugar fueron impuestos por aquellos, que eso fué antes de la Conquis- ta, y que no pudo ser más que á título de dominio. Fueron esos nombres mejicanos sobre poblaciones que hablaban en su ma: NoMBRES GEOGRAFICOS DÉL ESTADO DE TABASCO, TA yor parte el chontal ó maya y el tsoque, como el sello que se estampa sodre un papel ya escrito. No fué, sin embargo, tan superficial como esto la penetra- ción de la influencia mejicana sobre los nativos, puesto que, infiltrados en el vocabulario castellano de rancios pero hidal- gos moldes que habla el pueblo campesino de la región tabas- queña, junto á palabras dé origen maya, como chuchumo, jolo- che, leque, macal, chinchín, bush, encontramos un numerosísimo contingente de palabras de origen mejicano, como palanque, totolote, cacalote, guapaque, jaguacte, guacta, puscagua, tutupana, tamular, pepenar, quelite, toloque, quequeste, juil, ete., y es de no- tarse que un gran número de estas palabras se buscarían inútil- mente en los vocabularios escritos por los aztequistas más dis- tinguidos, por la sencilla razón de que, habiéndose juzgado, generalmente, que Tabasco era región extraña á tal lengua, nadie se ocupó en estudiarla en aquel medio. Jicalango y Ci- matlán, admirablemente puestas para encerrar la región, de- ben de haber sido los centros de donde la influencia mejicana se extendió sobre toda ella. Bueno es, empero, que pongamos á nuestros lectores so- bre aviso, acerca de algunos nombres que, por ser, probable- mente, recientes los lugares á que se aplican, deben de ser tam- bién recientemente impuestos. De estos son Jicoténcatl, DMi- choacán, Tapachula y otros que, como á estos, hemos marcado -con asteriscos, á fin de que el juicio de cada lector decida. A este respecto, y en general creemos, salvo el caso de Jicotén- catl, que los nombres que se aplican á cosas permanentes, co- mo ríos, arroyos y lagunas, y á poblaciones urbanas, como ciudades, villas y pueblos, son originarios. Hay en Tabasco, además, algunos otros nombres de lugar que no pertene- cen al castellano, por ejemplo Jersey, Nueva Zelandia, Liman- tour, Chicago, etc. Se comprende que son de reciente imposi- ción también y, tanto por esto como por su propio origen, es- tán fuera del objeto de esta Toponimia. 78 MARCOS E. EECERRA. Con respecto al uso que hacomos de las letras ese y she, en vez de la ce, la zeta y la equis, así como á la supresión de la ha- che en algunas palabras mejicanas que habitualmente se han venido escribiendo con ella, remitimos al lector á las razones - que ponemos en las notas que acompañan á las palabras Agua- cate, Astapa y Bush. Algo debemos decir acerca de las denominaciones que da- mos á las lenguas de donde provienen las palabras objeto de este estudio, y de la ortografía con que escribimos esas deno- minaciones. Llamamos mejicana, maya y tsoque á las mencionadas len- guas porque, aunque los dialectos que ahora se hablan en Ta- basco, tienen las denominaciones de agualulco (derivado de la lengua mejicana), chontal, isental ó tsendal (derivados de la len- gua maya) y tapijulapa (derivado de la lengua tsoque), los re- feridos nombres de lugar parecen haber sido impuestos en épo- ca en que estos dialectos no estaban aún diferenciados de las lenguas madres. Además, aun cuando realmente provinieran de los dialectos, no nos parecería indebido llamarlos con el nombre de familia en vez de hacerlo con el de género ó espe- cie, como no es indebido decir que una rosa es una Rosácea y que un perro es un Cánido. A este respecto debe tenerse presente que el sabio D. Fran- cisco Pimentel llama lenguas ó familias lingúísticas á la mejica- na, á la maya y á la tsoque. Según él, de la primera se derivan dos idiomas, el nahuatl y el cuitlateque, que son en tal caso gé- neros, y del nahuatl proviene el dialecto agualulco, que es es- pecie. La lengua ó familia tsoque dará, pues, como idiomas ó gé- neros al mije y al tapijulapa, y el maya, al tsental y al chontal (aunque dicho señor, erróneamente, niega que este último ten- ga parentesco con el maya). Escribimos con jota el nombre de la lengua mejicana por- que nos atenemos á las razones que expresamos en la referi- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 79 A A A e Pe da nota de la palabra Bush. Creemos que la única razón que haya para escribir este gentilicio, y su primitiva, con equis, es una de acatamiento á un decreto, según el cual el nombre de nuestro país deberá escribirse México. Nosotros, tratándose de lugares ó cosas relacionadas con nuestra denominación políti- ea, nos veríamos obligados á escribir las respectivas palabras con equis, pero si no se tratare de eso, nos creemos en liber- tad de escribirlas conforme á la ortografía que, con tánto acier- to, prescribe la Real Academia Española. La razón de poner tsoque con ese, y no tzoque Ó zoque, con zeta, está en el hecho de que este último sonido no existe en esta lengua. Cumple á nuestro deber mencionar aquí las principales fuentes escritas que nos han servido para llevar á cabo este trabajo. Han sido éstas: 1% las obras citadas “Nombres Geo- gráficos de México,” del Dr. D. Antonio Peñafiel, y “Nombres Geográficos del Estado de Tabasco,” del Ing. D. José N. Ro- virosa; 2% el “Diccionario de Aztequismos” del Lie. D. Cecilio A. Robelo; 30 el libro “Archivo Histórico-Geográfico de Ta- basco,” del Dr. D. Manuel Mestre Ghigliazza; 4” “El Censo Ge- neral de la República Mexicana, de 1900,” en lo correspondien- te á Tabasco; 5” el Mapa de Tabasco, formado por Melchor de Alfaro Santa Cruz, é incluido en el tomo 11-I. de la obra “Colección de Documentos Inéditos, relativos al Descubrimien- to, ete”, de la Real Academia de la Historia, de Madrid; 6? otro Mapa de Tabasco, hecho bajo la dirección del Profesor D. Alberto Correa, y 72 otro Mapa, ejecutado bajo la del Sr. D. Arcadio Zentella. j Naturalmente, hemos tenido que recurrir á otras fuentes de información para obtener datos, rectificarlos ó corroborar- los, tales como la “Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España,” de Bernal Díaz del Castillo; la “Colección de Documentos para la Historia de México,” de D. Joaquín Gar- cía Icazbalceta; la “Historia de las Conquistas de Hernan Cor- tés” de López de Gomara; el “Diccionario de la Lengua Ma- 80 MARCOS E, BECERRA. ya,” de D. Juan Pío Pérez; el “Vocabulario de la Lengua Mexicana,” de Molina; los “Anales del Museo Nacional;” las “Antiquities of Mexico,” de Lord Kingsborougth; el “Diccio- nario Histórico-Geográfico” de García Cubas, y muchas otras. Pero un auxilio mayor que el de los libros hemos tenido en la bondadosa é incansable ayuda que nos ha prestado nuestro amigo el Sr. D. Mariano J. Rojas, Profesor de Lengua Meji- cana en el Museo Nacional de Historia y Arqueología, así co- mo en las indicaciones que nos ha hecho otro amigo nuestro, muy respetable, el Profesor de Lenguas D. Francisco Rivas. Gracias á sus valiosos concursos, algunas palabras realmente difíciles, tales como Istapangajoya, Tabasco, Onohualco, Poton- chán, han quedado, á nuestro parecer, satisfactoriamente inter- pretadas. Y terminaremos con las frases con que el Sr. Rovirosa da fin á su trabajo, haciéndolas nuestras: “Otras personas nos seguirán en la vía ya comenzada, con la fe que para estas la- bores comunica el alto mérito que en sí entrañan; á ellas toca rectificar nuestros errores. México á 16 de septiembre de 1909. . NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 81 PPP ¿XXX ¿5 ¿5 5 5 5 5 5 5 55 PP 1.—ACACHAPA (vecindario de la Municipalidad del Centro y nombre antiguo de un brazo del río Dos Bocas).—“Ri- bera delos ayacatchos.”—“Ayacach-apan” (de ayacachtls, cierta ave; y apan, sobre el agua).—Mejicano. La palabra mejicana ayacachtli, que equivale á la castellana sonaja, se aplica como nombre á una ave (campylorhyncus zonatus, Bp., Troglodítidos) la cual tiene también los nombres de sonaja, Matraca y carricoche. En la obra “Nombres Geográficos de Tabasco” se restaura la palabra en la forma “Aca-cha-pan” (de acatl, caña; chantli, casa; y pan, en) pero en vista de las “Relaciones de Tabasco,” insertas en el “Archivo Histórico- Geográfico de Tabasco,” creemos que el nombre haya sido ““Ayacachapa” y entonces la interpretación que proponemos es la más apropiada. ¿ El actual Acachapa debe de haber sido el punto en que confluían el antiguo río Ayacachapa y el hoy llamado Grijalva, pues en las citadas “Re- laciones” dice: ““ayacacapa sale de dos bocas, atraviesa lo mas de la tierra y biene a entrar en este rio de grixalva diez y ocho leguas de esta villa” (Santa María de la Victoria). En el mapa que acompaña á la obra original se ve la confluencia indicada, que corresponde, aproximadamente, á la que expresa el texto y á la que hay entre el paso ó vuelta de Acachapa y el pun- to en que estuvo Santa María de la Victoria, que era, según la misma obra, sobre el río Grijalva y 4 media legua de la mar. Interpretamos por ribera los elementos a-pan, que literalmente dicen “sobre el agua” ó “en el agua” (de atl, agua; y pan, sobre ó en), porque es más racional pensar que las cosas nombradas estaban á las márgenes de las corrientes y no sobre estas mismas. Debemos fijarnos, á este respecto, que aun ahora se da en Tabasco el nombre de riberas á los vecindarios rura- les, y que tal denominación no puede tener más origen que el de las signi- ficaciones parciales de las poblaciones que constituyen esos vecindarios, ubi- cadas casi siempre á las orillas de los ríos. 2.—ACUMBA (laguna y hacienda, en la Municipalidad de Ma- Mem. Soo. Alzate. México. T. 29. (1909-1910) —11 89 MARCOS E, BECERRA cuspana).— “Lugar de tinajas ”—““Acom-paw” (de aco- mitl, olla para agua, tinaja; y pan, terminación toponími- ca).—Mejicano. El significado propuesto en “Nombres Geográficos de Tabasco” es “lu- gar del agua amarilla,” suponiendo que la estructura original de la pala- bra era “Acozpan” (A-coz-pan; de atl, agua; coztic, amarillo; y pan, en), pero nosotros creemos que en ellos hay un error, y hemos procurado en- contrar otra restauración. La suposición de que la zeta, ó mejor dicho la ese, primitiva se haya cambiado en una ene ó en una eme, no tiene precedentes en hechos de es- ta clase ni fundamento en ley de afinidad fonética entre una y otra letra. Por un caso excepcional podría suponerse que, habiendo existido la ese, ó la zeta que el autor supone, se la hubiera suprimido, elidido, en la pronun- ciación, pero entonces la palabra sería Acuba y no Acumba. Habiendo una eme, no es prudente desconsiderarla, siendo, como es, de importancia en la lengua mejicana. En cuanto al cambio de la pe antigua por la be actual, sí estamos de acuerdo con el autor de la obra mencionada, porque para ello sí existen antecedentes y fundamentos. j Dice el Sr. García Icazbalceta que el nombre de este lugar aparece es- crito con o (Ocumba) en la carta de Cortés referente á la expedición á Hi- bueras, publicada en la colección de Gayangos, y que en otras versiones de la misma carta se lee 4Acumba y Acumbra. Es fácil comprender que el po- ner Ocumba, en vez de Acumba que es el nombre debido, proviene de un sim- ple error de lectura del manuscrito original. El Dr. Hernández, en su obra “Historia de las Plantas de Nueva Es- paña” (tomo III, pág. 364) menciona una planta llamada acumba como pro- pia de Michoacán. 3.— AGUACATE (rancho, en la Municipalidad de Montecristo). —Auztequismo, derivado de auacatl, nombre de cierta planta (persea gratissima, Graertn., Lauríneas). Se acostumbra poner con hache la palabra mejicana de que proviene el aztequismo aguacate, escribiendo ahuacatl, pero, aparte de que el más respetable de los mejicanistas, Fray Alonso de Molina, en su “Vocabula- rio de la Lengua Mexicana,” pone esta palabra, como otras muchas análo- a NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 83 gas, sin hache, creemos que la razón fonética que algunos pretenden en- contrar, para emplear dicha letra, es completamente ilusoria. Se dice, en efecto, que esa hache no es muda sino que es algo pareci- da á una ge, á cuya pronunciación se suele caer cuando se articula con un ligero descuido, como pasa con la palabra" ahuacatl que, por ese camino, se ha convertido en aguacat.. Y nosotros decimos que esa razón es ilusoría, porque lo mismo se cae á la ge, en el caso de la palabra de que se trata, es- cribiéndola con hache (ahuacatl), que sin ella (auvacatl), pues lo que hace caer á la ge no es la hache sino el diptongo ua. Una afinidad idéntica con la misma letra tienen los diptongos con u inicial ue, ui, como se ve en las palabras hueso, hueco, huipil, euya lectura ó pronunciación correcta es ueso ueco, uipil, y de donde, descuidando ésta un poco, resultan gueso, gueco, gui- pil. En cambio, los diptongos con i inicial, ¿e, no tienen afinidad con la ge sino con la ye, como es fácil notarlo en las palabras hierba, hielo, que pro- sódicamente son ierba, ¡elo, y se convierten en yerba, yelo, por la absorción de la i del diptongo. Se ve, pues, que la hache no tiene oficio fonético de ninguna clase en estas palabras, y que tampoco hay un uso invariable y autorizado que la imponga como simple letra' gráfica. 4.—AGUALULOOS (región constituida por los pueblos de Pechu- calco, Huimango, Anta y Cúlico, en la Municipalidad de Cunduacán).— “Lugar rodeado de agua.” —“A-yanalol- co” (de atl, agua; yaualol, rodeado; y co, terminación to- ponímica).—Mejicano. Los Agualulcos actuales son poblaciones que hablan lengua mejicana. (Véase “La Municipalidad de Cunduacán.” Breves apuntes Geográficos, por el Prof. Rosendo Taracena.—Cunduacán. Tabasco. 1907). .—De allí el llamar agualulco al dialecto derivado del mejicano que se habla en dichas poblaciones. Las gentes que habitan las cnatro poblaciones citadas deben de haber inmigrado á ellas, ó haberlas fundado, viniendo de la región situado entre el río Tonalá y las actuales Municipalidades de Cunduacán, Comalcalco y Paraíso, región que, según se infiere de los relatos de Hernan Cortés y de Bernal Díaz, y de la Memoria del ilustre tabasqueño Dr. Cárdenas, Dipu- tado á las Cortes Españolas en 1811, llevaba dicho nombre antiguamente. Hernán Cortés llama río Agualulco á lo que los descubridores llaman río de la Rambla y hoy es Barra de Santa Ana; Bernal Díaz dice que, al re- 84 MARCOS E, BECERRA, ] a tornar á Coatzacoalcos de su expedición á Chiapas, pasó el “río agualulco,” y que Cortés, cuando marchaba á Hibueras, pasó por un pueblo llamado Ayagualulco, El Dr. Cárdenas aclara estos datos, precisando que los Agua- lulcos pertenecían, en su tiempo, políticamente á la subdelegación de Aca- yucan, y eclesiásticamente al OVispado de Oaxaca, y que estaban constitui- dos por cinco poblaciones de las que era la principal Huimanguillo. Proba- blemente las otras cuatro eran las actuales de Ocuapan, Tecominuacán, Me- catepec y Zanapa. En las “Relaciones de Tabasco” (1579) no se encuentra el nombre de Agualulcos ni otro semejante, pero sí los de las cuatro poblaciones que ac- tualmente forman el grupo. Las Relaciones expresadas dicen que había entonce en Tabasco ocho poblaciones de naguatatos (mejicanos) y señalan co- mo una de ellas a Huimango, pero no á las otras siete. Nosotros, por otros pasajes de la misma obra, inferimos que eran mejicanas, además de la ci- tada, Cimatlán y Jicalango. Bernal Díaz hace mención de Huimango como primera población de la Chontalpa. 9.—AMACOITE (arroyo, en la Municipalidad de Huimanguillo, afluente derecho del río Mezcalapa).—Aztequismo deri- vado de amacuauitl, nombre de cierta planta. No es fácil precisar de qué género ó especie de planta se trata. El autor del “Diccionario de Aztequismos” considera que las palabras vulgares amate y anacahuite, nombres actuales de dos plantas que pertene- cen á familias muy diferentes, no son más que alteración de! primitivo ú originario nombre amacuquitl ó amaquahuitl, que él juzga aplicable al árbol de cuya corteza hacían su papel los mejicanos. Los Sres, D, Gumesindo Mendoza y D. Alfonso Herrera, en su mono- grafía intitulada “El Anacahuite” (“La Naturaleza;” tomo III, pág. 151), opinan que la planta de que se hacía el papel era el anacahuite actual, alte- ración según ellos, del amaquahuitl antiguo. : El Sr. Orozco y Berra (“Historia Antigua y de la Conquista de Méxi- co;” tomo l, pág, 337) opina como los Sres. Mendoza y Herrera, á quienes cita. Nuestra opinión difiere de las de estos respetables escritores, y creemos que haya error en las suyas. Expondremos las razones en que nos parece que se apoyan éstas y las que dan fuerza á la nuestra. NoMBRES GEOGRAFICOS DÉL ESTADO DE TABASCO, 85 Los que opinan que las palabras 4matl y ámacuavitl designaban á una sola planta se fundan, según creemos, en que esta última palabra significa etimológicamente “'árbol del papel” (amacuauitl; de amatl, papel, y cuauitl, árbol) y juzgan que realmente al decir amatl no se hacía más que cometet: una apócope con la palabra correcta amacuavitl. El Dr. Hernández, en su obra sobre las plantas de Nueva España da lugar á confirmar este parecer cuando dice (“Hist. Plant, Nov. Hisp.”; tomo L., librv IL, pág. 165): “Ama- quahuitl, seu arbore papyri.” Más tarde Clavijero, al afirmar, sin más aclu- raciones, que el papel mejicano se hacía del árbol llamado amacuahuitl, se apoyó en esta frase de Hernández y le dió fuerza con su autoridad. Pero, á pesar de lo anterior, y aun con el apoyo del mismo Hernández, nosotros opinamos que amatl y amacuanitl, palabras de donde provienen los respectivos aztequismos actuales amate y amacoite, designaban á plan- tas distintas, aunque ambas utilizables, una principal y otra secundaria- mente, en la fabricación del papel. "Pres fundamentos damos á nuestra opi- nión. Primero: el dicho del P. Motolinia, mejor informado, sin duda algu- na, que Hernández y Clavijero. Dice aquel cronista (García Icazbalceta. —'“Colecc. de Doc. para la Historia de México;” tomo l., pág. 246) que en Tlaxcala se hacía papel de maguey, y agrega: “Otros árboles hay de que se hace en tierra caliente, y de estos se solía gastar gran cantidad: el árbol y el papel se llama amatl y de este nombre llaman á las cartas y á los libros y_al papel amate.” Segundo: la consideración de que la palabra amatl que designaba al pa- pel, se originó, según el mismo P. Motolinia nos lo hace saber con tóda cla- ridad, del que llevaba la planta de cuya corteza empezó algúu día á fabri- carse el papel y no el de la planta del de éste. No de modo diferente se ori- ginaron las palabras papiro y cálamo, que han Negado hasta nosotros, de los nombres de las plantas de donde se sacaron aquellos primitivos útiles de escritura. Así, para designar en mejicano á la planta de donde provenía el papel no era necesario agregar la palabra cuauitl (árbol) pues por sí mis- mo el árbol tenía un nombre: amatl. La prueba de este aserto existe en la actualidad. Los amates, plantas de clima cálido, como Motolinia lo dice, se llaman simplemente umates, y no hay lagar en la República en donde lle- ven un nombre siquiera semejante á la palabra amacuauitl. Tercero: Hernández, hablando del amaquahnitl en el pasaje descripti- vo cuyo epígrafe hemos copiado más arriba, dice “Arbor est magna: Mali Medicae folis, flore ac fructu candido, in corymbos composito, sapore eb odore fere nullo, frigidaque et sicca natura. Tepoztlanicis provenit monti- bus ubi frequenter interpollatur ex ea papirus.-..” Lo que traducimos así: '““Arbol grande, con hojas de manzano, flor y fruto muy blancos, for- 86 MARCOS E. BECERRA. mando corimbos, sabor y olor casi nulos, de naturaleza fría y seca. Provie- ne de los montes de Tepoztlán, en donde frecuentemente se le mezcla en el papel.” En donde se ve que el amaquahuitl de que se trata no daba la corteza principalmente empleada para el papel, sino que servía para mezclarla con alguna otra; y que ese amaquahuitl tampoco era un amate (amatl, amacos- tic, amaesquite, tepeamate, teshealamate, y samatito) pnes, siendo éstas plan- tas del género ficus (familia de los Urticáceas), ninguna de ellas da inflor- escencias en corimbos, como se dice del amaqguahuitl referido. Y que el ve dadero árbol del papel era el amate actual, queda probado con el dicho de Montolinia y con la persistencia del nombre, tal como an- taño se castellanizó, en los numerosos ficus indígenas, Corrobóralo el he- cho de que en tarasco el amate se llama siranda, palabra que quiere decir papel. El Dr. Urbina, en su monografía sobre los amates (“Anales del Mu- seo Nacional;” 1? época, tomo VII,, pág. 93-114), opina “que los antiguos mexicanos daban el nombre de amates á las plantas de la familia de los Ur- ticáceas, del género Ficus,” y en la misma monografía el autor del “Die- cionario de Aztequismos” afirma, en una carta dirigida al Dr. Urbina, lo siguiente: “Todos los indios viejos de Tepoztlán dicen que el papel lo sa- caban del amazquitl.” (ficus complicata, H. B. K.) Probado que el amatl y el amacuanitl eran plantas diferentes, veamos si el anacahuite puede ser alguno de ellos. - El anacahuite, según sabemos, es una planta del género cordia de la familia de las Borragináceas, mientras que el amatl ó amate-es del género ficus de la familia de las Urticáceas. Los caracteres aparentes y efectivos que separan, pues, una de otra esas dos plantas son tan considerables que motivan una separación de familias. Más, aún: las Borragináceas son Co- rolifloras entre las Diclamídeas, mientras que las Urticáceas son Monocla- mídeas. Cualquiera persona que examine las dos plantas, aún sin hacer el análisis de sus formas florales, las considerará perfectamente diferenciadas. Así, pues, los mejicanos no pudieron dar, por semejanza, un mismo nom- bre á plantas en sí tan diferentes. De haber sido así no faltaría algún cor- día que llevara el nombre de amate, que es la castellanización del antiguo amatl y que, como sabemos, solamente se aplica á los ficus indígenas. 5 Si Hernández, al decir amaquauhuitl, no quiso hablar de un amate 6 amatl, ¿pretendió, entonces, designar al anacahuite? Las bases que pue- den darse para una resolución afirmativa á esta cuestión han sido: una no- table coincidencia entre los caracteres que Hernández consigna y los que tiene el anacahuite; una semi-coincidencia entre las letras de ambos nom- bres. Con respecto á lo primero, necesario es declarar que los caracteres que NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 87 e —_—— 2. cl e el botánico español atribuye al amaquahuitl corresponden con los que tie- ne el anacahuite: hojas, por la textura y quizá por la forma; flores, por la disposición y por el color. Preciso es también advertir que, aunque nues- tros colectores botánicos no han identificado al anacahuite entre la flora del Estado de Morelos, al menos, que sepamos (véase “Sinonimia de Plan- tas Mexicanas,” por el Dr. José Ramírez), nosotros hemos encontrado en los alrededores de Tepoztlán una planta que, de no ser dicho anacahuite, por lo menos es del mismo género que éste, pues su porte, foliescencia y madera acusan una gran afinidad con el bojón, tambor, ó palo María (cor- dia gerascanthus, Jacq.) Esta planta tiene sus flores blancas y en corimbos según se nos ha informado (pues nosotros no hemos tenido ocasión de ver- las) y, aunque se la conoce con otro,nombre mejicano que luego diremos, algunos opinan que es el anacahuite, y así la llaman. No obstante todo lo expuesto, la descripción hecha por Hernández es tan superficial que no se- ría difícil, si se quisiera, aplicarla á otra ú otras varias plantas de muy dis- tinto género ó familia que el anacahuite. Por eso, sin negar la coinciden- cia de caracteres que hemos señalado, y aun en el caso de que en Tepoz- tlán exista el cordia anacahuite, tal coincidencia no es bastante para jus- tificar la afirmación de que Hernández quiso describir dicha planta. Véamos, ahora, qué valor puede tener la semicoincidencia de letras en tre ambos nombres. Dos casos pueden suponerse, al dar por cierto que el médico de Feli- pe II quizo, realmente, hablar del anacahuite (anacuautl?): 12 dicho autor tuvo el propósito de consignar este nombre, pero al escribirlo se equivocó, 6, bien, lo escribió con la ene pero el tipógrafo cambió dicha letra, ponien- do una eme equivocadamente; 2? el nombre debido era amaquahuitl y la palabra ha sufrido alteración de entonces á acá Evidentemente que la pri- “mera suposición carece de valor, puesto que el mismo Hernández dice: “Amaquahuitl, ó sea árbol del papel,” en donde la eme del elemento amatl (papel) está en su papel. La segunda suposición es, pues, la posible. Pero, ¿en qué condiciones ha sido necesario que se efectuara tal fenómeno? Cree- mos que la corrupción ó alteración de la estructura de una palabra se pue- de atribuir á dos factores aislados ó concurrentes, que son, distancia de “tiempo y distancia de espacio entre la época ó el lugar en que la palabra ha- ya tenido su mayor ó más genuino empleo y aquellos en que se esté usan- do. En el caso de la palabra amaquahuitl, ésta podría haberse alterado: (4) por ser empleada en comarcas alejadas del radio de acción de la lengua me- - jicana, á que pertenece; (5) por ser empleada en tiempos muy distantes de aquel en que tuvo su más intenso uso; (€) por la concurrencia de ambas cir- eunstancias. Por ejemplo: en Tamaulipas, en Nuevo León, 6 en Coahuila, —en 88 MARCÓS E, BECERRA. éá —_A _—_—____ _—_—— _—_——— —_ _ __ __—_ nn donde el anacahuite abunda y se le conoce con tal nombre, — podría haber sucedido que la supuesta palabra mejicana originaria se hubiese convertido en la actual. A tal supuesto podría dar fuerza la observación de un hecho más, á saber: la palabra anacahuite, —ó anacahuita, como otros dicen, — por su estructura, sugiere laidea de un diminutivo castellano, y de allí, quizá, pudo venir la palabra anacua, ó anagua, con que se digna en alguno de aque- llos Estados otra planta que corresponde á un género que tiene afinidad con el cordia (eheretia elliptica, DC., Borragináceas). En los nombres de lugar de aquella región, —que deseguro provienen delos de estas plantas, -—se advierte más claramente esa deformación gradual de la palabra anacahuite, según se ve á continuación: Anacahuite,.-... Anacahuita, ..... Anacuita, - ---- Anacua, -... Anacuas.... Pero es el caso que la corrupción de la palabra amaquahuitl,—si ella hubiera de ser considerada como verificada, — se presenta también en co- marcas y en tiempos de completa actividad dela lengua mejicana; como, por ejemplo, en Tepoztlán. Si las palabras amatl y amacuauitl tienen como raíz un mismo elemento, por qué una de ellas, aun castellanizada, no ha perdido la eme, de modo que se dijera anate y no amate, ¿Por qué la otra nose mantiene en la misma línea de variabilidad de su compañera? ¿Por qué, finalmente, la planta que hemos visto en Tepoztlán lleva otro nombre en me- jicano, con el que es conocida allí, en vez del nombre de anacahuite que, aunque alterado, vendría á ser el más apropiado á su antigua aplicación? Tal planta, lo repetimos, tiene allá otro nombre y es éste el de micacuavitl, que quiere decir “árbol de la tos mortal” (de micatlatlasisti, tos mortal, — tos ferina, — y cuavitl, árbol), y que alude al empleo que se hace de sus flores y de su corteza para la curación de las afecciones bronquio-pulmo- nares. De todo lo'expuesto se puede inferir con toda exactitud que la pala- * bra anacahuite no es una corrupción ó alteración de amacuavitl y que, por consiguiente, el amaguahuitl de Hernández no es aquella planta de las Bo- rragináceas. Quedan, por lo mismo, sin identificar la planta descrita por “el botánico español así como el amacoite que ha dado nombre al lugar de Tabasco y que, con toda probabilidad, es el antiguo amacuauitl. 6.—AMATAL (hacienda, en la Municipalidad del Centro).—0Oo- lectivo castellano, derivado del aztequismo amate, nom- bre de cierta planta (véase “Amacoite”). 7.—AMATÁN (río, en la Municipalidad de Tacotalpa, afluente del de la Sierra). —“Donde abundan los amates.”—“Ama- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. g9 tlán” (de amatl, amate, cierta planta; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano (véase “Amacoite”). 8.—AMATE (rancho, en la Municipalidad Je Jonuta).—Nombre de cierta planta (véase “Amacoite”). 9.—AMATITÁN (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa, y punto del río Usumacinta, en la de Jonuta).—“Lugar entre los amates.”-—“Ama-titlav” (de amatl, amate; y titlan, en- tre). —Mejicano. 10.—ANAITÉ (hacienda, en la Municipalidad de Tenosique).— “Cuadro, ó cuadrado.”—“Amayté.”—Maya. 11.—ANTA (pueblo, enla Municipalidad de Cunduacán).—“Lu- gar de recaudación. ”—“Aanta” (de aanta, ir recogiendo). —Mejicano. 12.—APAZTLA (pueblo antiguo de la Chontalpa, ya extinguido). “Donde abundan los apastes.”—“Apas -tla” (de apastli, cierto utensilio para agua, lebrillo; y tla, colectivo).—Me- jicano. Aunque en las “Relaciones de Tabasco” aparece el nombre de esta población no hemos podido hallarlo en el mapa que las acompaña. ¿Será quizá, el actual Atasta, cuyo nombre haya sufrido alteración de entonces á acá? No es posible resolverlo. El dicho Atasta no figura en el mapa ni en el texto de la obra citada, 13.—ASTAPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa). —“Ribe- ra de las garzas. ”—“Ast--apan” (de astatl, garza; y apan, sobre el agua).—Mejicano. Los más autorizados y antiguos mejicanistas, si no es que todos, han establecido la costumbre de escribir con zeta las palabras mejicanas en que la zeta ó la ese deba ponerse. Si hubiéramos de seguir esa costumbre, la restauración de la palabra que motiva esta nota sería Azt-apan y no Ást -apan y uno de sus elementos aztatl y no astatl. Sin embargo, mantenemos en ese particular, la forma que la palabra tiene en la ortografía geográfica oficial, porque la consideramos correcta, fundados en estas razones: 1? por- Mem. Soc. Alaate. México. T. 29. (1909-1910)—12 ” 90 Marcos E, BECERRA que se acostumbra pronunciarla con ese y no con zeta; 2? porque nunca se ha pronunciado con zeta (tal como esta letra se pronuncia hoy en caste- llano), pues en la lengua mejicana nunca ha existido dicha letrá. Don Eufemio Mendoza, mejicanista de autoridad, dice que en mejica- no “la ce suave se pronuncia casi igual á la ese un poco más silvada,” y que “lazeta poco se parece á la castellana, pues tiene un sonido semejan- te á la ese.” En el maya tampoco existe la zeta, según Don Juan Pío Pé- rez, y tampoco en el tsoque, según hemos podido advertir al oírlo hablar frecuentemente. Más, aún: entendemos que no hay lengua indígena de América que tenga tal sonido. ; Pero, entonces, —se nos dirá, —¿por qué los primitivos escritores espa- ñoles mejicanistas, ó mayistas, hicieron un uso exclusivo de los signos zeta y tezeta, cuando lo indicado habría sido precisamente desecharlos, emplean- do la ese ó la esse que también existían entonces en el castellano? Para encontrar la causa de ello precisa saber que que el sonido zeta fué introducido en la lengua castellana por los dominadores musulmanes de la península ibérica. En efecto, este sonido no existió, —según lo prueba D. Julio Cejador y Frauca en su obra “Gérmenes del Lenguaje, ”— ni en el latín, ni en el griego, ni en el éuskero, ni existe en el francés ni en el ita- liano, mientras que sí se encuentra en el árabe, el hebreo, el siriaco y el albanés. Puede, pues, darse por cierto que su introducción al castellano se debe á los árabes y que en la época de los descubrimientos y conquistas de América ya su empleo estaba tan generalizado como lo está hoy, aun en regiones en donde el dominio político de los musulmanes no pudo pene- trar. Pero como la literatura estaba en tal época en manos del elemento hostil á judíos y mahometanos (los clérigos, casi siempre), éste no había admitido la tal zeta arábiga en su fonética, y el signo que hoy le correspon- de representaba entonces el sonido latino algo parecido al de la ese actual. Así se explica perfectamente que aplicaran la repetida zeta á un sonido de nuestras lenguas de América que tenía mucha semejanza con la consonan- te latina. Un hecho que tiene relación con lo anterior, pero que no puede atri- buirse á la misma causa, sino á otra distinta, es el de que en el castellano que se habla en América no se pronuncia absolutamente por ninguna per- sona nacida aquende el Atlántico la zeta castellana. Todas las personas, de éstas, medianamente instruídas, saben que, por ejemplo, las palabras cereza y ceniza se pronuncian con sonidos en que no entra la ese y, sin em- bargo, todas esas personas las pronuncian como si se escribieran con dicha ese: seresa, senisa. Si los españoles conquistadores empleaban ya en su épo- ca la zeta arábiga, necesario es suponer que su empleo se debió sostener en sw NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 91 América como se ha sostenido en España hasta ahora, á no haberse pre- sentado otra causa distinta de la influencia literaria á que hemos hecho referencia antes. Esta causa fué, á nuestro parecer, la fonética americana, en donde la zeta no existía. Las madres ó las nodrizas que amamantaron á la raza criolla no la pronunciaban y por esta causa esa raza se independi- z6 del influjo árabe con respecto á la letra consabida, pero introduciendo su propia influencia étnica en la lengua de sus progenitores masculinos, de tal modo que la ese que ahora pronunciamos difiere de la ese española que estamos acostumbrados á oír de labios de los españoles contemporáneos, pues nosotros la emitimos sumamente delgada y la que ellos emplean es más gruesa, más voluminosa, por decirlo así, teniendo cierta aproximación á la she que antes tuvo el castellano. Volviendo sobre el asunto de la ortografía usada por los primero me- jicanistas ó mayistas, un examen de la fonética de la zeta, y de su afines la te y la de, nos servirá para corroborar las ideas expuestas al principio. Dichos primeros escritores ponían algunas veces antes de la zeta una te, como se ve en las palabras tzupotl, tzanatl, tzopilotl. Pues, bien: haciendo el intento de pronunciar estas palabras en su legítima, íntegra y correcta forma prosódica moderna, se tropieza con una insuperable dificultad de lo- grarlo, debido ello á que, siendo la te y la zeta miembros de una misma se- . rie orgánico-fisiológico de sonidos (te, de, zeta), la diferencia de ellos, cuan- do se les une así, escapa á nuestro órgano vocal 6 á nuestro oído. Igual dificultad tendríamos en pronunciar íntegramente las letras de las siguien- tes sílabas, constituídas con sonidos que también forman serie entre sí: dze ó zde, ega ó gca, ycha ó chya (ye consonante), ssha ó shsa, vfa ó fva, bpa ó pba. En todos estos casos una de las dos absorve indefectiblemente á su ve- cina, oyéndose solamente la inmediata á la vocal. Por el contrario, considerando aquel signo zeta como representante de una ese, no es difícil pronunciar las combinaciones citadas de las palabras tzapotl, tzanatl, tzopilotl, que deben leerse ¿sapotl, tsanatl, y tsopilotl y caste- llanizarse sapote, sanate, sopilote. El latín botánico se ha visto obligado á transcribir con ese la palabra tzapotl, y ha llamado al chicozapote achras sa- pota, y á la familia de estas plantas Sapotaceae, de donde la Real Academia ha tenido necesidad de escribir Sapotáceas. Antes de terminar esta nota, haremos una observación acerca de la au- tenticidad del nombre Astapa como palabra mejicana. Entre las muy importantes notas con que dos distinguidos escritores tabasqueños enriquecieron la segunda edición de la “Historia de Tabasco,” del Sr. Pbro. D. Manuel Gil y Sáenz, hay una en que se emite la opinión de que la palabra Astapa no es mejicana sino genuinamente castellana, pues- :99 ; MARCOS E, BECERRA. to que una antigua población española se llamó así. Creemos errónea tal opinión, porque, si bien es verdad que existió en España una población de ese nombre, eso fué antes de la época de las conquistas de América. Dicha población tiene ahora el nombre de Estepa y ese nombre ya lo tenía tam- bién en la época expresada. En la relación de la “Conversión del Piritu,” impresa por primera vez en 1690, y reproducida en la “Colecc. de Libros raros ó curiosos que hablan de América” (vol. VI. —Madrid.—1892), se lee el siguiente pasaje: ““....el padre fray Matías Ruiz Blanco, natural de la villa de Estepa ..-.” Por otra parte, en las “Relaciones,” escritas en 1579, es decir, cincuenta años después de la Conquista, ya se menciona á “*Aztapa— Zaguatán” como parte de un grupo de poblaciones llamadas “los tres Za- guatanes.” 14.—ATASTA (villa, en la Municipalidad del Centro). —“Gar- | zal del agua.”—““At-astla” (de atl, agua; y astla, garzal). —Mejicano. La restauración de este nombre consignada en los “Nombres Geográ- ficos de Tabasco,” no es la que ponemos aquí sino ““Az-ta-tla,” significan- do “en donde abundan las garzas.” Tal vez el distinguido autor de la obra estaba enterado de que en Oaxaca existía una población con el nombre de Ástatla ó Astata, y creyó, con tan atendible fundamento, que nuestro Atas- “ta era una alteración del nombre que lleva lá población oaxaqueña. Nos- otros desechamos tales restauración é interpretación porque en las “Rela- ciones” vemos que desde 1579 el nombre se empleaba exactamente conla estructura que ahora tiene, y no es probable que en cincuenta años hubie- ra sufrido esa alteración, cuando luego en más de trescientos no ha sufrido ninguna. Hay que advertir que el Atasta de que hablan las “Relaciones” no era la actual población, objeto de esta nota, sino otra, hoy ya extinguida, cer- ca de Jicalango, de Campeche. Quedaba esa población ubicada cerca de la laguna de Atasta, hacia la parte de aquel Estado próxima á nuestro límite ¡ y que antiguamente nos pertenecía, Bernal Díaz la llama Gueyatasta, diciendo que quedaba cerca de Xica- “lango. 15.—AmTLÁN (hacienda, en la Municipalidad de Nacajuca).— “Donde abunda el agua. ”—“A-—tlan” (de atl, agua; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano. | NOMBRES GEOGRAFICOS DÉL ESTADO DE TABASCO, 93 16.—AYAPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa).—“Lugar de neblinas.”—“Ayau-pan” (de ayavitl, neblina; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. 17. —BALANCÁN (villa, cabecera de la Municipalidad desu nom- bre).—“Lnugar abandonado á causa del fuego. ”—“Balan— kan” (de balan, baberse huído; y kaun, apócope de kakaan pp. del verbo arder, quemarse, incediarse).—Maya. 18.—BALLASUS (laguna, en la Municipalidad de Nacajuca).— Mejicano? , La estructura de esta palabra, —si realmente fuere mejicana, — pare- ce muy alterada. 19.—BASLUNTIC (arroyo, afluente del río Chinal, en la Muni- cipalidad de Macuspana).—“Lugar ó región especial de saraguatos.” —Bats-lum-t1” (de bats ó baats, saraguato; lum, tierra; y ti, lugar señalado ó determinado).—Maya, 20.—BOQUIAPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa).—“Lu- gar de neblinas.”—“Po-quia-pau” (de poctli, humo; qui- auitl, lluvia; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. 21.—BULUJÍ (hacienda, en la Municipalidad de Tacotalpa).— “Lugar de ahogados. ”—“Bu-lue-3i1” (de buluc, ahogado, que se ahoga; y j22l, haber sido, del verbo jal, ser).—Maya. La hacienda está á la margen del río de Puscatán, llamado también río de Bulují ó de los Bulujíes, el cual tiene su origen en el Departamento de Chilón, Chiapas, en donde también existe un lugar de tal nombre. 22. —BUSH (laguna, en la Municipalidad de Nacajuca).—“Ca- labazo.”—Maya. | .. El nombre de bush se aplica en Tabasco 4.la planta que produce los ca- 94 MARCOS E. BECERRA. labazos, bules, acocotes, alacates ó guajes (lagenaria, vulgaris, Ser., Cueurbi- táceas), al fruto de ésta y al utensilio ó vasija que se obtiene del epicarpo de dicho fruto. El Lic. Don Eustaquio Buelna, en su estudio sobre los “Nombres Geo- gráficos de Sinaloa,” considera que el nombre de hule, que allá se da al uten- silio indicado, es de la lengua cahuta que allá mismo se habla. La circuns- tancia de que esa palabra no sólo se use en Sinaloa sino también en otras regiones muy distintas de aquella, la de que en Tabasco se use una palabra tan semejante á bule y que tiene más apariencia de indígena que ésta, y la del significado de bush en lengua maya (“cosa hinchada, ó cosa engrosada”) hacen suponer que bule no es más que una alteración del originario maya bush, el cual puede haberse propagado á los lejanos puntos en que ahora es usual por la vía de las Huastecas que, como se sabe, son de origen maya. Es oportuno llamar la atención del lector sobre que, aunque ha sido costumbre representar el sonido she, que exite en esta y en otras palabras mayas Ó mejicanas, con una equis (bux, en vez de bush), nosotros represen- taremos ese sonido siempre con la letra inglesa she. Nuestro objeto es no fomentar más el error (muy frecuente y explicable en quienes no estén al corriente de la ortografía histórica del castellano, ó de la fonética antigua del mejicano ó del maya), de que en el mejicano ó en el maya había el so- nido equis, —tal como lo tienen las palabras actuales máximo, luxar, Xo- chimilco, Xóchitl, — cuando no hubo nunca tal sonido gutural en esas dos lenguas. En ese error han caído los extranjeros, —franceses é ingleses—con . respecto á nuestra denominación gentilicia y nacional, pues nos llaman mecsicanos, Ó Mécsico, cuando, realmente, nunca nos hemos llamado así. La equis, —cuyo empleo en la palabra México tanto se ha discutido, — se usaba en el castellano del tiempo de la Conquista como la she del inglés ó la che del francés ahora. La gran ciudad azteca tenía dos nombres, según es bien sabido: uno era el de Tenochtitlán, y el otro era el que, modificado por la evolución grá- fico-fonética del castellano, ha llegado hasta nosotros. Este último no se pronunciaba con el sonido de la jota con que nosotros lo pronunciamos aho- ra, pero tampoco con el sonido de la equis (c-s) que algunos creen, sino que se pronunciaba Méshico, así como con she inglesa ó che francesa. Los cas- tellanos consignaron exactamente los sonidos de la palabra escribiendo Mé- xico. De igual manera escribían Xalapa, Oaxaca, Tlaxiaco, palabras indí- - genas, ó Guadalaxara, Ximénez, palabras españolas, que se pronunciaban Shalapa, Oashaca, Tlashiíaco, Guadalashara, Shiménez. Transeribieron, pues, la palabra correctamente, puesto que aplicaron al sonido la letra que le co- rrespondía. ES Había, sin embargo, en el castellano y por la misma época, —según lo NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 95 advierte Cejador y Frauca, en su obra “Gramática y Diccionario del Qui- jote,”— otra letra cuyo sonido era análogo al que la equis tenía entonces. Esa letra era la jota, que sonaba como nuestra ye actual. ¿Cómo y cuándo empezaron á usarse ambas con el sonido gutural que tiene ahora la jota? No podríamos decirlo, pero es lo cierto que, andando el tiempo, vinieron á pronunciarse, tanto la jota como la equis, con el referido sonido gutural, desapareciendo del castellano el sonido que tenía la equis y quedando sólo á la ye el palatal que ya desde entonces tenía y que aun tiene. El sonido que tenía en el antiguo castellano la equis, existe, —ya lo hemos dicho,— en el inglés y en el francés, como se encuentra en los nombres Sheldon y Cham- pionet. Nosotros emplearemos aquí el signo inglés que es el que menos se presta á confusiones. Si empleáramos la equis seguiría sucediendo lo que ya hemos indicado, á saber: que los que no saben qué sonido se daba á esa letra en tiempos de la Conquista, la pronunciaban como c-s, y creen que ese era el sonido mejicano. j Se ve, pues, que los que recomiendan el empleo de la equis en vez de la jota para las palabras Méjico, Jalapa, Oajaca, etc., alegando que el ori- gen de esas palabras lo justifica, aducen un argumento notoriamente falso, si se refieren al origen mejicano. Mal se invoca el origen en cuestiones or- tográficas, para palabras que no tenían alfabeto. Si tan amigos son del ori- gen, ¿por qué no lo reivindican para la restauración ortográfica de los nom- bres de Guadalajara, Jiménez, Jerez, cuya ortografía actual tiene el mismo origen que tuvieron las que antes hemos dicho? ¿Por qué no abogan por la restauración fonética de las palabras mejicanas, cosa que tal vez sea más fundamental pero que es menos factible, y que se diga Méshico, Oashaca, Shalapa, etc? : Por lo demás, y puesto que para este otro objeto sería preciso una ver- dadera regresión, nosotros ponemos la restauración ortográfica de todas es- tas palabras con la simple intención de restaurador, es decir; no para que se use de nuevo la cosa restaurada, sino para que se vea como era. Los pa- lacios del Palenke deben restaurarse, pero fácil es comprender que eso no se hace para habitarlos. 23.—BUsHiNÁ (laguna, en la Municipalidad de Montecristo). —“El que se hincha ó crece por sí solo.” —*Bush-inaj” (de bush, cosa hinchada, engrandecida, hinchar, engran- decer; é inaj, sufijo verbal que indica auto-acción, es de- cir, la acción sin el auxilio de agente extraño ó externo). —Maya. 96. MARCOS E, BECERRA, 24, —BUrTziJÁ (río, afluente del Usumacinta, en la Municipali- dad de Tenosique).—“Humo de agua, neblina.”—“Butsi- já” (de dutsil, humo; y ja, agua).— Maya, Nuestro amigo el Prof. D. Elías Aguilar nos informa de que este río tiene una cascada, en donde se forma la neblina á que debe atribuirse su nombre. También podría significar agua negra, de boshil, negrura, y ja, agua. 25.—CAMOAPA (arroyo, afluente del Mezcalapa, y vecindario de Huimanguillo). —“Ribera de los camotes.”—Camo- apan (de camotli, camote ó batata; y apan, sobre el agua). —Mejicano. ; 26.—CAMPECHE (hacienda de la Municipalidad de Comalcalco). —“Culebra y garrapata” —Kam-pech (de kan, culebra; y pech, garrapa).—Maya. 0 27. —CANIZÁN (vecindario, en la Municipalidad de Tenosique). —““Víbora astuta.”—Can-itzat (de kan, culebra, víbora; é itsat, astuto, artero, cauto).—Maya. Se ha emitido la opinión de que este nombre es una alteración de Zt- zancamac, nombre de le capital de la antigua provincia de Acalan, en que se supone que fué sacrificado el estóico é indomable Cuauhtémoc, y de allí ha nacido la creencia vulgar de que en ese lugar fué aquel acontecimiento. Todo ello no puede pasar de una conjetura desprovista de verosimili- tud, pues, además de que los nombres son diferentes, el lugar en que pu- diera suponerse que estuvo [tzancanac no sería, en ningún caso, el que ocu- pa el actual Canizán. En efecto: aunque los dos derroteros que puede re- construírse con los datos que se encuentran en la carta de Cortés consabida y en la Historia de Bernal Díaz, difieren grandemente, y aunque, en tales condiciones, sólo los de Cortés nos merecen entera confianza, tanto éstos como los de Bernal Díaz coinciden en consignar el hecho de que entre Ci- guatezpan ó Ciguatepecad (Tenosique) é Itzancanac había más de tres jor- nadas hacia el interior, lo que equivale, según la celeridad posible en aque- lla marcha, á decir que había más de quince leguas. Ahora, bien: el actual . NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 97 IIA EI RI E EI AS TA AA Canizán queda río abajo del pueblo de Usumacinta que, según el dicho bien claro de Cortés, estaba abajo de Ciguatezpan, entre esta población y Tatahuitalpan (Balancán). Si Canizán es el asiento de alguna antigua población, no es probable que ésta haya sido el histórico ltzancanac. Los dos nombres de Itzancanac y Hueiacalan, maya el uno y mejicano el otro, con que en los relatos de Cortés y Bernal Díaz, respectivamente, se alude á una misma población, vienen á significar lo mismo. Itzancanac sig- nifica “cosa ingeniosa que flota, ó flotante” (de itzat, ingenioso, hábil, indus- trioso; y kaanac, cosa flotante). Hueiacalan quiere decir “Acalan, grande,” y Acalan “lugar de canoas” (de acali, canoa; y lan, terminación de nombre de lugar). De paso debemos notar que la palabra kaanac (cosa flotante) es una prueba del parentesco de los idiomas del Continente con los antillanos, puesto que la palabra canoa, tan parecida á kaanac, es antillana. 28.—CANTEMÓ (rancho, en la Municipalidad de Jonuta y arro- yo en la de Tenosique).—Nombre de cierta planta (aca- cia filicina, Willd, Leguminosas).—Maya. 29.—CANTUC (hacienda, en la Municipalidad de Tenosique). —“Coyol ó cocoyol, amarillo. ”—“Kan-tuk” (de kan, ama- rillo; y tuk, coyol, cocoyol, ó cuaucoyoli, cierta planta).— Maya (véase “Cocoyo!l”). *30.—CAOBANAL (vecindario, en la Municipalidad de Jalpa).— Colectivo castellano, derivado de caóbano, ó caóbana, cierta planta. (Véase “Caóbano”). *31.—CAÓBANO (arroyo, afluente del río Butzijá, en la Munici- palidad de Tenosique).—Nombre de cierta planta llama- da también caóbano, caobo y caoba (swietenia mahogani, Lin,, Meliáceas). Esta palabra es de la lengua caribe, según el Diccionario de la Real Academia Española. 32.—CATECO (arroyo, afluente del río San Pedro, en la Munici- palidad de Balancán).—“El que pasa ó atraviesa rápida- Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—13 98 MARCOS E, BECERRA mente”—“Ka-tec” (de kat, atravesa ó estorbar el paso; y tec, breve, pronto, presto, rápidamente). —Maya. *33.—CEIBA (vecindario, en la Municipalidad de Paraíso, y la- guna y arroyo en la del Centro).—Nombre de cierta plan- ta (eriodendron occidentale, Tr. et Pl. Malváceas).—Hai tiano. 34.—UENTLA (ciudad del Tabasco precortesiano, ya desapare- cida).—“En el maizal.”—“Sen-tla” (de sentli, mazorca de maíz; y tla, colectivo.—Mejicano. Los autores que han hablado de esta población han alterado de diver- sos modos el nombre de Sentla, ó Centla, pero la mayor parte de las varian- tes se pueden atribuir ó á la afinidad fonética de la e con la 4, como de Cen- tla Cintla, ó á un error de lectura, al tomar por una u lo qe en los manus- critos era una ene, como de Centla Ceutla. Esta población estaba situada cerca del mar y próxima á la que más tarde fué Santa María de la Victoria, segín los cronistas de la Conquista. 35.—CIMATÁN (barrio de la ciudad de Cunduacán, antes pue- blo de Santiago-Cimatán).— “Donde abundan los cima- ”—“Sima-tlan” (de simatl, cierta planta; y tlan, colec- tivo toponímico).—Mejicano. Bajo el nombre de cimatl, cimapalli, ayecocimatl, cicimatic, cuahtoccimatl, tecimatl, y tlalcimat!, describe Hernández varias plantas que corresponden generalmente, sezún el Dr. Urbina (“Anales del Museo Nacional;” segun- da época, tomo TIL, páS” 157-162), á diversas especies y géneros de Legu- “minosas, principalmente al del frijol (phaseolus). Lo que se utilizaba de todas ellas para usos alimenticios ó medicinales era la raíz tuberiforme, del- gada. Son, en lo general, plantas del medio cálido. El cicimatic (canavalia villosa, Bent.), se encuentra en Teapa y en los alrededores de San Juan Bautista, en donde se le da el nombre vulgar de frijolillo. Creemos que el nombre Zimapán, lugar en donde existen esta planta y el cimatl (desmodium amplifolium, Hemls.), aluda á alguna de ellas (Zima-pan ). / NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 99 El P. Sahagún (“Historia General de las Cosas de Nueva España;” to- mo II, pág. 232-237) dice: “Hay una raíz que se llama cimatl; la yerba de esa raíz se llama quavecoc y también cimatl; esta yerba hace unas habas que son como frijoles grandes y son éstos pero silvestres; la raíz si se come cru- da ó mal cocida provoca á vómito y mata; es menester cocerlas dos días y que hierban consecutivamente.” »= Según se deja comprender por el relato de Bernal Díaz, bajo el nombre de Cimatán se entendía no una población sino un grupo de poblaciones, que dieron mucho quehacer, por su indomable carácter, á los primeros enco- menderos, de los cuales fué el mismo Bernal uno. Este dice que “los de Cimatán no querían venir á la villa (de Coatzacoalcos) ni obedescer manda- mientos.” Con este motivo el Capitán Luis Marín comisionó al mismo Ber- nal Díaz para ir con otros tres españoles á procurar reducirlos por la buena, pero los indios, lejos de entender, salieron 'agresivamente al encuentro de los comisionados hasta cerca del río Mazapa (hoy cauce del río Seco), ma- tando á dos de ellos, hirieron gravemente á Bernal Díaz y haciendo “tomar las de Villadiego” (como ingenuamente dice el soldado historiador) al otro compañero. Tal estado de insurrección dió origen á la expedición á Chia- pas hasta Chamula, pasando por Tepuzutlan (*), Cachula (Quechula), Ez- tapa (Istapa) y Cinacantlan (Zinacantlán). De regreso por Tapelola (Tapi- lula), Silosuchiapa (Solusuchiapa), Coyumelapa (?), Estapanguaxoya (Ista- pangajoya ), Tecomayacate (Tecomajiaca) y Ateapan (Teapa ), quisieron tomar venganza de los cimatecas, cosa que no lograron del todo, pues, por lo contrario, los indios “hirieron sobre veinte soldados y mataron dos caballos,” huyendo luego de la población. Posteriormente, cuando Cortés pasó por Tabasco, rumbo á Centro-América, ordenó á Bernal Díaz adelantarse á Iqui- nuapa (población principal de los Cimatanes) con treinta españoles y tres mil indios mejicanos, á fin de que los alojaran, cosa que, naturalmente, lo- gró, pero volvieron á alzarse tan luego como los españoles salieron. La su- jeción definitiva no se efectuó, quizá, sino hasta la época del Adelantado Montejo. Los Cimatanes ó Cimatecas estaban constituídos, probablemente, por las poblaciones de Conhuacán, Cimatlán, Cucultiupa, Iquinuapa y quizá algunas otras. En el mapa de Melchor de Alfaro aparece esta última (Ic- noapa) pero las demás no, viéndose, en cambio, hacia el interior una ins- cripción que dice: los tres Cimatanes. Los de Cimatlán eran de filiación mejicana, pues en las “Relaciones” se dice: “motezuma tenía en esta provincia (Tabasco) dos fuerzas de mexi- canos que eran xicalango e cimatlán” (Véase Zaguatán). En Oaxaca existe la población ““San Lorenzo Zimatlán,” nombre que el Sr. Martínez Gracida traduce por “lugar de la raíz del cerro” (2). o 100 MARCOS E, BECERRA. 36.—CoBÁ (laguna en la Municipalidad de Tenosique).—“En- roscado sobre símismo”.—“Cop-ba” (de cob, enroscarse; i ba, desinencia reflexiva).—Maya. *37.—COCOHITAL (arroyo en las Municipalidades de Paraíso y Comalcaleo).—Colectivo castellano del aztequismo coco- hite Ó cocuite (cuacuauitl en mejicano), nombre de cierta planta (robinia, sp? Leguminosas). - 38. —COCONÁ (montaña, en la Municipalidad de Teapa).— “Agua honda”.—“Kook-né”, (de kook, hondo; 1 naá agua). —Tsoque. De esta montaña baja un arroyo llamado en castellano “Arroyo Hon- ” do.” 39.—COCoYOL (hacienda, en la Municipalidad de Nacajuca). —Aztequismo, derivado del mejicano cuauhcoyoli, nom- bre de cierta planta (cocus guacoyule, Liebm., Palmeras). 4 40.—CoMmaL (arroyo, en la Municipalidad de Nacajuca).—Az- tequismo derivado del mejicano comali, nombre de cier- to utensilio de cocina. 41.—COMALCALCO (ciudad, cabecera de la Municipalidad de su nombre).—“Casa de los comales”.—““Comal-cal-co” (de comali, comal, cierto utensilio de cocina; cali, casa; 1 co, terminación toponímica).—Mejicano. Cerca de esta población existen las ruinas llamadas de “Comalcalco” y que han sido descritas por M. de Charnay, quien las visitó. Opina este arqueó- logo que corresponden á la antigua Centla, pero esa opinión, fundada en una falsa identificación del río Grijalva, fué ampliamente refutada por el Sr. Ro- virosa en su “Ensayo Histórico sobre el Río Grijalva.” Los datos que se encuentran en las “Relaciones de Tabasco” corroboran absolutamente lo asentado en dicho “Ensayo.” Ni la población ni las ruinas aparecen en las pe 08 NOMBRES GEOGRAFICOS DÉL ESTADO DE TABAS0O., 101 “Relaciones,” ni en el mapa de Melchor de Alfaro. En un mapa antiguo en- contramos una población con el nombre de “Los Comales,” ubicada en la región de los Agualulcos, antiguamente de Veracruz. Como se ad vertirá, hemos escrito las palabras comali, cali (comal, casa), con ele y no con elle comalli, calli) porque en mejicano no había elles, co- mo ahora tampoco las hay. Creemos que la costumbre de escribir con elle las palabras que se pronuncian con ele no sea más que un hábito de lati- nistas, que sería muy bueno in ¡llo tempore, y para palabras de abolengo la- tino, pero no para las del mejicano. 42.—CONGO (laguna, en la Municipalidad de Macuspana).— “Lugar de fiebres”.—“Com-co” (de comic, calentura re- cia, fiebre; i co, terminación toponímica).—Mejicano, 43.—CONJÁ (arroyo, afluente del río Usumacinta, é isla, en la Municipalidad de Montecristo). —““A gua de la hondona- da”,—“Kon-3á” (de kon, barranco, valle, hoya; i ja, agua). —Maya. 44.—CoOPÓ (rancho, en la Municipalidad de Tenosique).—Nom- bre de cierta higuera parásitaficus rubiginosa, Desf.- Urti- cáceas).—Maya. 45,—CUATAJAPA (río, afluente del Sanapa, en la Municipali- dad de Huimangnillo).—“Ribera del bosque ó arbole- da”.—“Cuatlaj-apan” (de cuatlajtli, bosque; y apan, sobre el agua).—Mejicano. 46.—CuBILíN (rancho, en la Municipalidad de Balancán).— “Majada ó rastro de pumas”.—Coj-bilín” (de coj, puma; i bilín, rastro ó majada).—Maya. 47. —CUCULTIUPA (barrio de la ciudad de Cunduacán, antes población separada).—“Templo de la enfermedad”.—Co- col-teopan” (de cocolistli, enfermedad; 1 teopan, templo). —Mejicano. 48,—CUCUYULAPA (río, laguna y vecindario, en la Municipali- 102 MARCOS E. BECERRA. dad de Cunduacán).—“Ribera de los coyoles ó cocoyo- les”.—“Cuaucoyol-apan” (de cuaucoyoli, cocoyol, cierta planta; 1 apan, sobre el agua).—Mejicano (véase “Coco- yol”). *49 _—CUERNAVACA (hacienda, en la Municipalidad de Comal- caleo).—“Lugar junto al bosque”. —“Cuau nauac” (de cuautla, bosque; y nauac, cerca).—Mejicano. 50.—CÚLICO (pueblo, en la Municipalidad de Cunduacán).— “Lugar de los abuelos”.—*Culi-co” (de culi, abuelo; y co, terminación toponímica).—Mejicano. 51.—CUMUAPA (vecindario, en la Municipalidad de Cundua- cán).—“Luyar que tiene ollas”.—“Com-ua-pan” (de co- mitl, olla; ua, posesivo; 1 pan, terminación toponímica).— Mejicano. 52.—CUNDUACÁN (ciudad, cabecera de la Municipalidad de su nombre).—“Lugar que tiene ollas”.—“Com-ua-can” (de comitl, olla, ua, posesivo; y can, terminación toponími- ca).—Mejicano. 53.—CUPILCO (pueblo, en la Municipalidad de Comalcalco; ba- rra Ó desembocadura, entre Cárdenas 1 Paraíso, i vecin- dario, en esta última Municipalidad).—“Lugar de copi- lis”. —“Copil-co” (de copili, cierta pieza del vestido azteca, propia de principales; y co, terminación toponímica).— Mejicano. En el mapa de Tabasco formado bajo la dirección del Sr. Prof. Alber- to Correa, en 1891, se ven dos lugares con el nombre á que se refiere esta nota, y son Cupilco, la barra ó desembocadura citada, y Cupilco, el pueblo jurisdicción de Comalcalco. En el mapa formado, posteriormente, bajo la dirección del Sr. D. Arcadio Zentella se ven tres, cuyos nombres están al- go diferentes allí, pero que son realmente los mismos: Zupilco, pueblo de Comalcalco, Tupilco, barra, y Tupilco vecindario de la Municipalidad de Pa- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASOO. 103 raíso. El nombre que aparece como nuevo es el del vecindario, que proba- bleménte no siempre se ha tenido en cuenta, quizá por su poca importan- cia en lo antiguo ó por ser de reciente fundación. En la carta relativa de Hernán Cortés á Carlos Quinto, se menciona á Cupileo (Copilco 6 Copileon) como designando una provincia ó región. En las “Relaciones de Tabasco” hablando de la barra de Cupilco, se lee: “es despoblado este rrio,” .... “estan uno poblezuelos arrendados deste rrio la tierra adentro como quatro leguas seis y ocho que se dicen los copilcos.” Alí mismo dice que había dos poblaciones: Teotitlán—Copilco, 6 Copilco-Teuti- tlán, y Copilco-Zacualco. En el mapa que acompaña á dichas “Relaciones” se ve este último hacia la costa y el otro hacia el interior. > *54 —CUPILQUILLO (laguna, en la Municipalidad de Paraíso). —Diminutivo castellano de “Cupilco” (Véase). En el mapa del Sr. Zentella están Tupileo y Tupilquillo en vez de Cu- pileo y Cupilquillo. Muchas personas usan en esas otras formas ambos nombres. 59.—CUSHCUCHAPA (rio, en las Municipalidades de Cundua- cán, Comalcalco y Paraíso, y vecindario en la de Cun- duacán). — “Ribera del agua dormida, amarilla”.—“Cos- cochi apan” (de costic, amarillo; cochi, dormir; y apan, so- bre el agua). —Mejicano. 56.—CHABLÉ (hacienda, en la Municipalidad de Montecristo). —“Trampa de hormigueros” —“Chab lé” (de chab, hor- miguero, cierto mamífero; y lé, lazo, trampa en que se usa lazo). —Maya. 57.—CHACAJ (rancho, en la Municipalidad de Balancán).— Nombre de cierta planta, llamada en castellano palo mu- lato (bursera gummíifera, Jacq., Burseráceas).—Maya. 58.—CHACALAPA (vecindario, en la Municipalidad de Jalpa, y nombre antiguo de uu río brazo del Dos Bocas).—“Ri.- o 104 MARCOS E. BECERRA, bera de los camarones”.—“Chaecal apan” (de chacalin, ca- marón; y apan, sobre el agua).—Mejicano. En las Relaciones se lee: “un río que entra por los cimatanes, atravie- ” y en otra parte: “Cha- sa por el medio de la chontalpa viene á Chiltepec;” calapa entra por los cimatanes, sale á la laguna de taxagual y á Chiltepec.” Probablemente era el río hoy llamado de Nacajuca ó de Curiduacán. 59. —COHACALÍN (laguna, en la Municipalidad de Macuspana). —Nombre del camarón, cierto crustáceo.—Mejicano. 60.—CHACAMÁás (río, afluente del Usumacinta, en la Municipa- lidad de Montecristo). —“Río que se derrama con fuer- za”.—“Shaa-kamacl” (de shaa, derramamiento; kamach, recio, grande).—Maya. 61.—CHACUIBA (arroyo, afluente del río Teapa, en la ciudad de Teapa). —“Arroyo enchaparrado”. — “Cha-cui bac” (de chaco, bajo; cui, árbol; y bac, arroyo).—T'soque. 62.—CHACHOC (laguna, en la Municipalidad de Montecristo). “Alcalino y salado”.—Chan-choo” (de chaaj, alealino, li- xípido; y chooch, salado).—Maya. 63.—CHANCALÁ (arroyo, afluente del río Chocoljá, en la Muni.- cipalidad de Tenosique).— “Víbora ó culebra venenosa, pequeña.” —Chan-calam” (de chan, pequeño; y calam, serpiente ó víbora de color negro y rojo, venenosa).— Maya. 64.—CHANSAYAB (hacienda, en la Municipalidad de Tenosi- que). —“Pequeño manantial”.—“Chan-sayab” (de chan, pequeño; y sayab, manantial, vena de agua).—Maya. -65.—CHAPULTEPEC (rancho y hacienda, en la Municipalidad de Huimanguillo, y hacienda, en la de Tacotalpa).—“Cerro s NOMBRES GEOGRÁTICOS DEL EsTADO DE TABA£CO. 105 del chapulín.”—“Chapol-tepec.” (de chapolin, langosta, cierto insecto; tepetl, cerro; y c. terminación toponímica). —Mejicano. 66.—CHAQUILPÁ (arroyo, afluente derecho del río Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“Aguada formada por los aguaceros ó lluvias. ”——Chaac il-paa” (de chaac, lluvia, aguacero; 2 ser; y paa, aguada, alberca, estan- que).—Maya. 67.—CHAYALA (pueblo ya extinguido, próximo á la costa).— “Lugar en que se esperaba” —“Chiaya-lan” (de chiaya, pretérito del verbo chia, esperar; y lan, terminación topo- nímica).—Mejicano. Las Relaciones dicen que esta población estaba “obra de media legua” de la boca del río Grijalva, ““en medio de la montaña” y enfrente de Santa María de la Victoria. - 68.—CHASPA (arroyo, afluente del río Teapa, en la ciudad de este nombre).—““Arroyo que tuerce.”—“Shats-bac” (de shats, torcer; y bac, arroyo).—Tsoque. 69.—CHICOCÁN (arroyo, afluente del Mexcalapa, y hacienda y ] vecindario, en la Municipalidad de Huimanguillo). — “Seis lugares.”—Chicoa-can” (de chicoase, seis; y can, ter- minación toponímica).—Mejicano. *70,—CHICOZAPOTE (hacienda, en la Municipalidad de Tenosi- que). —Aztequismo derivado del mejicano shicotsapotl, nombre de cierta planta (achras sapota, L., Sapotáceas). 71.—CHICHICASTE (laguna y arroyo, en la Municipalidad de Frontera).—Aztequismo derivado de tsitsicastli, nombre de cierta planta urticante (gronovia scandens, L., Loáseas). Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—14 106 MARCOS E, BECERRA 72.—CHICHICAPA (pueblo, en la Municipalidad de Comalcal- co).—“Ribera de las aguas amargas. ”—“Chichic-apan” (de chichic, amargo; y apan, sobre. el agua). —Mejicano, 73.—CHICHIGOBAC (arroyo, afluente del río Amatán, en la Mu- nicipalidad de Tacotalpa).—Tsoque. 74,—CHICHILTE (arroyo, en la Municipalidad de Tacotalpa, añuente del río Teapa).—“Piedra colorada. ”—“Chichil- te e (de chichiltic, colorado; tetl, piedra; y c, terminación toponímica).—Mejicano. En “Nombres Geográficos de Tabasco” se traduce este nombre por chichiltic, que por sí solo significa colorado, Nosotros creemos que en la pa- labra hay los tres elementos que expresamos. *75.- -CHICHONAL (vecindario, en la Municipalidad de Jalapa). —Colectivo castellano, derivado del tsoque, chichum, nom- bre de cierta planta (bactris horrida? Palmeras). Según Gagini (“Dicc. de Barbarismos y Prov. de Costa Rica”) en Cen- tro América se llama guiscoyol (*“coyol espinoso” en mejicano) á “una pal- mera muy espinosa cuya madera negra y durísima se emplea generalmente en la fabricación de bastones.” Creemos que sea la planta á que alude este artículo, 76.—CHILAPA (nombre de un pueblo va extinguido, en la Mu- nicipalidad de Macuspana; río, en las de Macuspana, Centro y Frontera, afluente del Grijalva; vecindario, en la de Frontera; y hacienda, en la de Macuspana).—“Ri- bera de los chiles. ”—“Chil- apar” (de chili, chile ó pimien- to; y apan, sobre el agua), —Mejicano. *77,—CHILAPILLA (vecindario y hacienda, en la Municipalidad del Centro, y río, en las de Macuspana y del Centro, ds NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABAS0O, 107 afluente del Grijalva). —Diminutivyo castellano de Chila- pa (véase). *78,—CHILAR (hacienda, en la Municipalidad del Centro).— Colectivo castellano, derivado del aztequismo chile (cap- sicum annuum, L., Solanáceas). 79. —CHILATEUPA (pueblo, ya extinguido, próximo á Nacaju- ca).—*“Templo del chilar.”—“Chila-teopan” (de chili, chi- lar, sembrado de chiles; y teopan, templo). —Mejicano. 80.—CHILTEPEC (vecindario, en la Municipalidad de Paraíso). —“Lugar de chiles.”—““Chil-tepes” (de chili, chile; y te- pec, terminación toponímica).—Mejicano. 81.—CHINIQUIJÁ (arroyo, afluente izquierdo del río Usumacin- ta, en la municipalidad de Tenosique).—“Arroyo de pie- dras ligeras para hondas.”—“Chin-ikil-¡á” (de chin, piedra de honda; ¿kil, ligero, aéreo; y já, agua).—Maya. *82,—CHIPILINAR (vecindario, en la Municipalidad de Jalapa). —Colectivo castellano, derivado del mejicano chipilin, nombre de cierta planta (crotalaria guatemalensis, Bent., Leguminosas). -83.—CHIQUIHUITE (laguna, en la Municipalidad de Macuspa- na).—Aztequismo, derivado de chiguiuitl, nombre que significa cesto Ó canasta. 84. —CHISMUC (arroyo, afluente del río Usumacinta, en la Mu- nicipalidad de Tenosique).—“Agua que se escurre á so- tierra ”—“Tsits-muc” (de tsits, escurrir el agua; y muc, enterrar, sepultar, soterrar).—Maya. 85.—CHOcoLJÁ (río, afluente del Usumacinta, en la Municipa- lidad de Tenosique).—“Río de agua tibia ó caliente. ”— % 108 Marcos E, BECERRA. e e “Chocol já” (de chocouol, color, ó chocou, caliente; y Ja, $ agua).—Maya. A este río afluye un arroyo llamado en castellano “Agua Tibia,” lo cual confirma la interpretación propuesta. *86.—CHOLULA (rancho, en la Municipalidad de Comalcalco). —“Lugar de asilo ó huída.”—“Cholo-lan” (de choloa, huir, lan, terminación toponímica).—Mejicano. ) 87,—CHONTALPA (región, que comprende varias Municipalida- des). —“Región extranjera ”—“Chontal-pa” (de chontlali, extranjero; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. Este nombre fué puesto por los mejicanos á la región tabasqueña ne- tamente maya. En Oaxaca existe la región de los Chontales, que suponemos es gente distinta de los chontales de Tabasco, porque según Pimentel hablan una lengua ajena á la lengua maya. 88.—CHUCHUMBAC (arroyo, en la Municipalidad "de Jalapa, afluente izquierdo del río Tacotalpa).—“Arroyo de los chichones”—“'Chichum bac” (de chichum, chichón, cierta palmera espinosa; y bac, arroyo).—Tsoque. : *89.—CHUCHURUMBEL (hacienda, en la Municipalidad de Na- cajuca). (¿?) Esta palabra parece ser una alteración de la castellana churumbel, nom- / bre de cierto instrumento musical. + NoMBRHE8 GEOGRAFICOS DKL ESTADO DE TABASCO, 109 90,—CHURUB (hacienda, en la Municipalidad de Paraíso).— “Chulub.”—Maya. % En maya se llama chulub al depósito, á modo de estanque, para agua llovediza, y también á la misma agua llovediza, 91.—CHUYIpÁ (rancho, en la Municipalidad de Montecristo). “Aquada de los gavilanes.”—“Chuy-paa” (de chuy, ga- vilán; y paa, aguada).—Maya. *92.—ESQUIPULAS (barrio dela ciudad Capital del Estado).— Plural castellano del aztequismo hipotético esquipula, derivado del mejicano ¿squipoloa, “escobas grandes. ”— “Ixqui poloa” (de ¿squitl, escoba; y poloa, desinencia au- mentativa).—Mejicano. Este nombre se aplica, además, á un barrio de la ciudad de Teapa y á seis haciendas y dos ranchos de las Municipalidades de Jonuta, Frontera, Cárdenas, Cunduacán y Comalcalco. Existe, con respecto á él, la particu- laridad de que, á pesar de ser una palabra mejicana, no se encuentra, fue- ra de Tabasco y de Chiapas, en otros lugares de nuestro país. Eso provie- ne de que el primitivo nombre ha sido traído de de Guatemala en la advo- cación de un Santo Cristo llamado de Esquipulas. El hallarse en Chiapas se explica unas veces por su proximidad a Guatemala y otras por su cerca- canía á Tabasco. Según lo refiere el Sr. Gil y Sáenz, en su “Historia de Tabasco,” en 1774 falleció en San Juan Bautista el Obispo D. Diego de Peredo, quien traía consigo un Santo Cristo de la advocación mencionada, originario de Guatemala, Al morir lo donó á su capellán, el P. D. Francisco Barrera, - también guatemalteco, y éste inició la devoción al erucifijo con la cons- trucción de un templo, que después fué núcleo del actual barrio de Esqui- pulas. Es seguro que de entonces data, por la propagación del culto á la imagen referida, el empleo del nombre para designar lugares de Tabasco. El Sr. Canónigo D. Vicente de Paula Andrade, en su opúsculo “Mes Histórico de la Preciosa Sangre,” dice, —apoyándose el Júarros, historia- dor de Guatemala, —que “cerca de Chiquimula, de la provincia del Petén, en Guatemala, “se encuentra el célebre Sautuario de Esquipulas, de tres naves,” y que “en la cabecera de la nave principal se ve la imagen de Cris- F 110 MARCOS E. BECERRA. to crucifijado, que esculpió el 1595 Quirino Cataño.” Agrega el Sr. Andra- de que “este Cristo se venera también en la Cruz, de Querétaro,” Con res- pecto a esto último, ha tenido la amabilidad de darnos á conocer el pa- saje de la obra en que este dato se consigna, en el cual también se dice que el culto de Esquipulas fué llevado de Guatemala á Querétaro por Fray Mar- gil de Jesús. D. José Milla (Historia de la América Central.”—Guatemala.—1389. —Tomo l, pág. 220), siguiendo probablemente á Juarros, dice que Esqui- pulas era corte de un cacique poderoso. En la misma región quedan Chi- quimula y Zacapulas. *93.—EsTAPILLA (pueblo, en la Municipalidad de Balancán).— Diminutivo castellano de Estapa, alteración de Istapan. —“Istapilla” (véase “Istapan”). 94_—ETAPA (arroyo, afluente del río Tacotalpa, y hacienda, en la Municipalidad de Jalapa). —“Ribera de los frijo- lares.” — “Etl-apan” (de etla, frijolar; y apan, sobre el agua).—Mejicano. 95.—GUACAPA (vecindario, en la Municipalidad de Cundua- cán).— “Ribera seca ó enjuta.”—Uac-apan” (de uacqui, seco ó enjuto; y apan, sobre el agua).—Mejicano. 96.—QUACBAC (arroyo, afluente del río Amatán, en la Muni- cipalidad de Tacotalpa).—Tsoque. 97.—GUACTA (vecindario, en la Municipalidad de Jalapa).— Aztequismo, nombre de cierta planta (pachira aquática, Aubl., Malváceas).—Mejicano. La palabra guacta, con que ahora se designa esta planta, parece ser una alteración de vacila, que significaría “colección ó conjunto de flacos ó delgados” (de vwacqui, enflaquecido, y tla, colectivo) y que alude, induda- dablemente, al aspecto que ofrecen los cercados vivos en que este árbol se emplea, y que cuando nuevos aparecen, en fila ó hilera, delgados y altos. NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABA£CO. 111 98.—GUAITALPA (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). —“Sobre tierra extensa. ”—“Uei-tlai pan” (de uei, gran- de; tlali, tierra; y pan, terminación toponínica).—Meji- cano. *99.—GUANAJAY (hacienda, en la Municipalidad de Paraíso). —Nombre de cierta población y riachuelo de la isla de Cuba.—Antillano. *100.—GUANAL (hacienda, en la Municipalidad de Nacajuca, laguna y hacienda, en la del Centro, y vecindario, en la de Jalapa).—Colectivo castellano, derivado de la pala- bra guano (véase “Guano”). *101.—GUANO (laguna y hacienda, en la Municipalidad de Ma- cuspana).—Nombre de cierta palma (coripha, sp? Pal. meras). Esta palabra es de la lengua peruana, según el Diccionario de la Real Academia, *102.—GUANASOLO (hacienda, en la Municipalidad de Paraí- so). —Nombre compuesto, híbrido, formado por la pala- bra peruana guano, cierta planta, y la castellana solo (véase “Guano”). *103.—GUAO (laguna, enla Municipalidad de Frontera). —Nom- bre de cierto reptil del orden de los Quelonianos.—An- tillano. En las Antillas existe una planta dañosa del mismo nombre. *104 —GUACAPACAL (hacienda, en la Municipalidad de Hui- manguillo, y vecindario, en la de Jalapa).—Colectivo 112 MARCOS E. BECERRA. castellano, derivado del aztequismo guapaque, nombre de cierta planta (ostrya virginica, Willd., Cupulíferas). Molina no trae en su vocabulario el sustantivo mejicano de donde se origina la palabra guapaque, pero es indudable que ese sustantivo existe ó ha existido, porque en el dicho autor se halla el adjetivo uapactic que de seguro proviene de tal sustantivo. Nuestra opinión tiene por fundamento el hecho de que muchos adjetivos mejicanos de esta estructura provienen de un sustantivo en que la cualidad que aquellos aluden es caracterís- tica. Camotic (morado) viene de camotl (camote), quiltic (verde) se deriva de guilitl (yerba), neshtic (cenizo) de nestli (ceniza), y así otros varios. El que sepa que el guapaque es un árbol que tiene una madera durísi- ma y que, además, uapactic quiere decir endurecido ó duro, comprenderá lo atinado de nuestra hipótesis. *105.—GUARUMA (laguna, en la Municipalidad de Macuspana). —Nombre de cierta planta (cecropia mexicana, Hemsl, ó cecropia peltata, Lin., Urtiráceas).—Haitiano? En Michoacán llaman saruma á la planta indicada, en Costa Rica gua- rumo y en Colombia yaruma. En esta última forma la mencionan los anti- guos escritores Las Casas, López de Gomara y Fernández de Oviedo. *106.—GUÁSIMO (laguna, en la Municipalidad d+ Jonuta, y ran- cho, en la del Centro).—Nombre de cierta planta (gua- zuma polybotrya, Cav., Esterculiáceas).—Cuausimatl? Ua- zuma? Cuaushima?—Mejicano? En Tabasco se da dos nombres á la planta: uno es el ya expresado, y otro es pihoy ó pishoi, palabra maya con que también se la conoce en Cam- peche y Yucatán. En Veracruz y Tampico se le llama guasima ó guásimo, y en Michoacán »asima, que es indudablemente una variante. de lás dos pa- labras anteriores. En Costa Rica se llama también guasimo. El hecho de ser estas palabras, excepto pixoy, tan semejantes á las pa- labra mejicana buasuma, y quizá á cuausimall, 6 á cuaushima, así como su área de dispersión, nos inclinaríen á juz¿ sala un aztequismo, pero nos abs- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 113 tienen de ello: 12 el hecho de que la palabra se usa en las Antillas y en la América del Sur; 2% la opinión de Macías (“Diccionario Cubano”) que la juzga castellana de origen arábigo, y la de Gagini (Dicc. de Barb. y Prov. de Costa Rica) que la considera haitiana; y 3% la circunstancia de que la plan- ta tiene otro nombre mejicano, que es cuaulote ó cuauilote (Morelos y Gue- rrero). El Padre Las Casas dice que de la madera de este árbol sacaban fuego los indios, 107.—GUATACALOO (pueblo, en la Municipalidad de Nacaju- ca).—“En la antigua casa de piedra.” —“Ue-te-cal-co” (de ueue, antiguo; tetl, piedra; cali, casa; y co, termina- ción toponímica).—Mejicano. 108.—GUAVILCALCO (pueblo de la Chontalpa, ya extinguido). —“Lugar de casas de madera.”—“Cuauitl-cal-co” (de cuauitl, madera; cali, casa; y co, terminación toponímica). —Mejicano. *109.—GUAYAL (rancho y vecindario, en la Municipalidad de Tacotalpa).—Colectivo castellano, derivado del maya ua- yaj, nombre de cierta planta (chamaedorea ernesti-augusti, Went., Palmeras). 110.—GUBAO (arroyo, afluente del río Oxolotán, en la Munici- palidad de Tacotalpa).—Tsoque. 111.—GUEZALAPA (nombre antiguo del río Grijalva),—“Ribe- ra de los quetzales.”—“Quetzal-apan” (de quetsali, cierta ave; y apan, sobre el agua).—Mejicano, (Véase “Aca- chapa”). El nombre consta en la Carta de Hernán Cortés referente á la expedi- ción á Hibueras. *]112.—HUuIMANGUILLO (villa, cabecera de la Municipalidad de Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—15 114 MARCOS E, BECERRA sunombre).—Diminutivo castellano de Huimango, nom- bre de cierta población (véase). 113.—HUIMANGO (pueblo, en la Municipalidad de Cunduacán, y río, en las de Jalpa y Nacajuca).—“Lugar de autorida- des grandes.”—“Uei-man-co” (de uei, grande; mani, los que gobiernan; y co, terminación toponímica).—Mejicano. 114... -IQUINUAPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa).— “Lugar de gentes piadosas ó compasivas.”—“Lenoa-pan” (de icnoa, piadoso ó compasivo; y pan, terminación topo- nímica).—Mejicano. 115.—IsSMATE (rancho, en la Municipalidad de Macuspana, y laguna y vecindario, en la del Centro).—Aztequismo, de- rivado de i¿tsmatli, nombre de cierta planta. 116.—IsTATEL (vecindario, en la Municipalidad de Tacotalpa). —“Piedra blanca.”—“Ista-tetl” (de istac, blanco; y tetl, piedra).—Mejicano. El punto llamado Istatel era, antes de que el Gobierno de la Unión mandara construir el camino carretero entre Tacotalpa, de Tabasco, y Ama- tán, de Chiapas, un lugar del río Tacotalpa peligroso para las canoas que por allí bajan cargadas, por haber en ese punto un erizamiento de peñas- cos, en los cuales era fácil chocar al bajar embarcados. El nombre “piedra blanca” proviene de que desde ese lugar se divisa al frente una gran peña blanca de la montaña “Madrigal,” á cuya falda pasa, más abajo, el río. Era como un punto de referencia para los canoeros. El 107 Batallón de Infantería y parte del 14%, que allí cerca estuvieron acampados, ejecutando las obras del camino, lograron quitar aquel peligro de enmedio del río, á fuerza de dinamita, y hoy es un paso seguro. El lu- gar denominado “Poposá” (“piedra blanca” en tsoque) está más abajo, pe- ro su denominación se refiere también al peñasco blanco del *“Madrigal,” y hace alusión, sin duda, á que, cuando se sube embarcado, en ese punto principian á notarse á la vez el peñasco de la montaña y los primeros impor- tantes raudales del río Así ““Istatel,” por arriba, y “Poposá,” por abajo, constituyen dos puntos de referencia hacia un tercero situado en la mon- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO 115 taña que desde ellos se divisa. Las haciendas y ranchos ubicados en la pro- ximidad de esos puntos forman el vecindario de “Istatel.” 117.—IsTAPANGAJOYA (montaña próxima á la ciudad de Tea- pa).—“En donde se hiende el cuajiote.”—Ishtlapan-cua- shio-yan” (de ishtlapana, hender; cuashio!l, enajiote, cier- ta planta; y yan, terminación verbal toponímica).—Meji- cano. El nombre de la montaña viene del de una población próxima perte- . neciente á Chiapas. La planta á que se refiere, el cuajiote (bursera sp?, Bur- seráceas), produce, por incisiones en su corteza, cierta resina ó copal. Pró- xima á la población hay una hacienda llamada desde tiempos antiguos “El Estoraque,” nombre que alude, con toda certeza, á la misma circunstancia de existir por allí alguna planta de las que producen copal ó estoraque. La planta llamada cuajiote es del mismo género del palo mulato, que, como se sabe, produce también cierta resina, siendo, como éste, propia de las regio- nes calientes. En “Nombres Geográficos de Tabasco” se restaura así la palabra: “Ista —pan-cualo-yan,” y se interpreta con el significado de “Jugar sobre la sal.” El autor indica, prudentemente, que le parece poco segura la interpreta- ción. Efectivamente, la suposición de que las actuales sílabas ga y jo sean adulteración de las seudo-originarias cua y lo no nos parece lógica más que por lo que respecta á la primera de ellas, Bernal Díaz del Castillo, que pa- só por esta población cuando su expedición á Chamula, la llama Estapan- guaxoya, en donde se ve que la jo actual es la originaria xo, ó, mejor di- cho, sho. 118.—IXTACOMITÁN (río, en la Municipalidad del Centro).— “Lugar de los huesos blancos.”—“ Istac omi-tlán” (de istac, blanco; omitl, hueso; y tlan, colectivo toponímico). —Mejicano. Este río viene de las montañas próximas á la villa de Ixtacomitán, Es- tado de Chiapas, y de allí su nombre. 116 MARCOS E, BECERRA. 119.—IZTAPAN (población ya extinguida, á la margen del río Usumacinta, y abajo del pueblo de este último nombre). —“Lugar del agua blanca.”—“Ist-a-pan” (de ¿istac, blan- co; atl, agua; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. 120.—JAGUACAPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalapa).— “Ribera de los jaguactes.”—“Shanac-apar” (de shauac- topili, Ó quizá shauactli, jaguacte, nombre de cierta planta; y apan, sobre el agua).—Mejicano. El Sr. Rovirosa interpreta este nombre como “lugar de los huacales de arena,” considerando que su estructura se puede descomponer así: Sha- --huaca—pan, y que estos elementos proceden de shali, arena, huacali, hua- cal, y pan, lugar. Hemos creído más acertado restaurar la palabra Jagua- capa á la forma Shauac-apan atribuyéndole los elementos shauactli y apan, La terminación apun se justifica por estar la población á margen de río, el otro elemento por ser la planta indicada por él una palmera indígena pro- pia de la región y de la comarca (véase “Jaguacte”). +121.—JAGUACTAL (lugar histórico, próximo á la ciudad de Cunduacán, y rancho en la Municipalidad de Tenosique). —Colectivo castellano, derivado del aztequismo jaguacte, nombre de cierta planta (véase “Jaguacte”). 122.—JAGUACTE (arroyo, afluente del Usumacinta, en la Mu- nicipalidad de Jonuta).—Aztequismo derivado de shauac- tli, nombre de cierta planta (dactris, sp? Palmeras). El nombre científico de esta planta, bactris, de corresponderle, vendría á significar en griego lo mismo que significa el nombre mejicano que he- mos consignado. Bactris quiere decir bastón, aludiendo á la utilización que se hace, dealgunas especies de este género de plantas, en bastones. El nom- bre mejicano shauactli se deriva, á nuestro parecer, de shauactopili, que, según Remí Simeón, era un “bastón negro que los comerciantes, particu- larmente, llevaban como adorno,” de shauac, obscuro, y topila, bastón. > diti D NOMBRES (GHHOGRAFICOS DÉL ESTADO DE TABAS0O, 117 193.—JALAPA (villa, cabecera de la Municipalidad de su nom- bre).—“Ribera de arena.”-—“Shal-apan” (de shali, arena; y apan, sobre el agua).—Mejicano. *124 —JALAPITA (vecindario, enla Municipalidad de Nacajuca), —Diminutivo castellano de Jalapa (véase). 195.—JALPA (villa, cabecera de la Municipalidad de su nom- bre).—“Sobre la arena.”—-“Shal-pan” (de shali, arena; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. 126.—JALUPA (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa).—“Bo- bre el camino de arena ”— “Shal-o-pan” (de shali, arena; otli, camino; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. 127.—JICALANGO (pueblo, ya extinguido, próximo á la laguna de Términos, Campeche).—“En donde abundan las jíca- ras.”—Shica-lan-co” (de shicali, jícara, cierto vaso; lan, abundancial; y co, terminación toponímica).—Mejicano. Jicalango perteneció á Tabasco, según las * Relaciones,” y fué un pues- to militar de los mejicanos antes de la Conquista. La palabra Hibueras, con que los conquistadores designaron una región centroamericana, tiene en la lengua antillana igual significación que Jicalango, pues gútro, jigúera, ó hibuera, son variantes del nombre de la planta que produce la jícaras ó tecomates. *128.—JICOTÉNCATL (pueblo, en la Municipalidad de Tacotal- pa).—“El del labio burlón”.—“Shico-ten-catl” (de shicoa, burlar á otro; tentli, labio; y catl, terminación nominal de persona)-—Mejicano. - Este nombre ha sido puesto en memoria del valiente tlaxcalteca, céle- bre en la historia de la Conquista. La población es reciente, y sus prime- ros habitantes han sido indígenas, originarios de Chiapas, de sangre y len- gua que vienen de los mayas. 118 Marcos E. BECERRA. *129.—JIMBAL (rancho, en la Municipalidadde Jonuta, y arro- yo, afluente del río Tortuguero, en la de Comalcalco).— Colectivo castellano, derivado del maya jimba, cierta planta (bambusa guadua, L., Gramíneas). Este nombre jimba se aplica, según nos informa un amigo nuestro, en algunas partes de Veracruz y Guerrero, á la planta llamada en Tabasco ca- ña—brava (gynerium sagittatum? Gramíneas). Igualmente lleva el nombre de jumba el fruto de cierta planta que no conocemos. Son estos frutos del tamaño de un huevo y semejantes en la forma á una avellana, duros y hue- cos. Atravesándoles un palillo, 4 manera de eje longitudinal, y abriéndo- les lateralmente dos agujeros opuestos se convierten en trompos que, al bailar, producen un zumbido agradable, de que la palabra jimba parece ser una onomatopeya. La palabra jimba significa en maya “el que zumba sobre sí mismo,” de jim, zumbido de la cosa que se arroja, tira ó lanza; y ba, par- tícula reflexiva. En Chiapas se usa el verbo jimbar en la acepción de lanzar con fuerza á distancia alguna cosa. *130.—JoBo (hacienda, en la Municipalidad de Macuspana, y rancho, en la de Montecristo).—Nombre de cierta plan- ta (spondias lutea, Lin., Anacardiáceas). Esta palabra no es de las lenguas de México, pero tal vez sea de algu- na de América. En algunos lugares llaman á esta planta hobo 6 cupu varian- tes de jobo. En mejicano la llaman costishocotl y atoyashocotl y en tarasco pompoaqua. 131.—JOGOBAC (arroyo, afluente del río Amatán, en la Muni- cipalidad de Tacotalpa).—“Arroyo que humea.”—“Joco- -bac” (de joco, humo; y bac, arroyo).—Tsoque. 132.—JONUTA (villa, cabecera de la Municipalidad de su nom- bre). —“En donde abundan los jonotes.”—“Bhono-tla” (de shonotli, jonote; cierta planta; y tla, colectivo). — Meji- cano. Esta planta (heliocarpus americanus, L., Tiiláceas), tiene en Tabasco de eb > NoMBRE8 GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 119 otro nombre, jolosín, que, á nuestro parecer, también es de la lengua me- jicana. Su significado, urrugadito (sholochoa, arrugar, y tsin, terminación diminutiva), es aplicable al fruto, pequeña cápsula aplanada, lentioide- oval, corrugadita, provista de cilios plumosos, caracteres que le han valido á la planta que los produce el nombre científico de heliocarpus (sol-£ruto) por simular un sol con sus rayos. La verdad es que tan descriptivo nos pa- rece el nombre jolotsin como heliocarpus, pues si á unos ha podido parecer el fruto un sol con sus rayos, á otros bien pudo parecerles una carilla arru- gada. 133.—JUIBA (arroyo, afluente del río Teapa, en la ciudad de este nombre).—“Arroyo que rodea.”—“Jui bac” (de juib, al rededor; y bac, arroyo).—Mejicano. *134.—JUILERO (arroyo, afluente del río Santa Ana, en la Mu- nicipalidad de Cárdenas).—Colectivo castellano, deriva- do del aztequismo juil, nombre de cierto pez (leucus sp? Ciprínidos). 135.—JULIATENGO (arroyo, afluente del río Teapa, en la Mu- nicipalidad de Jalapa).—“En la orilla del agua de los jui- les. ”—'Shuil-a-ten-co” (de shuilin, juil, cierto pez; atl, agua; tentli, orilla; y co, terminación toponímica).—Meji- cano. 136.-—-JULIVÁ (laguna, en la Municipalidad de Nacajuca).— “Lugar en donde hay juiles.”—“Shuili-ua” (de shuilin, juil, cierto pez; y ua, partícula interfija ó posfija que ex- presa la idea de tener ó haber). —Mejicano. 137.—LACcaAMJÁ (arroyo, laguna y río que ésta forma, afluen- tes izquierdos del rí0 Lacamtún, y ranchería, en la Muni- cipalidad de Tenosique).—“Agua grande ó extensa. ”— “Lacam-já” (de lacam, prefijo aumentativo; y já, agua). —Maya. La significación de esta palabra, que debe atribuirse á la laguna, de donde, seguramente, el río toma su nombre, nos pone en condiciones de 120 MARCOS E.- BECERRA, o === identificar el lugar en que el Nohháa (véase) de que nos habla Cogolludo es- tuvo ubicado, pues este último nombre significa exactamente lo mismo 1 Pushcautlán.—2. Camotlán —3. Simatlán.—4. Onoualco ó Nonoualco. que Lacamjá. La distancia entre el pueblo de Usumacinta y Nohháa, con- jeturable por el relato del historiador expresado, coincide con la que pue- iS NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 121 de calcularse que exista entre aquella población y la laguna de lacamjá. Esta laguna queda, aproximadamente, á la altura de las ruinas de Menché. 138.—LACAMTÚN (río, afluente izquierdo del Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“La gran roca. ”—“La- cam-tun” (de lacam, prefijo aumentativo; y tun, piedra). —Maya. El nombre de este río se origina, indudablemente, del de la antigua comarca llamada “El Lacandón,” situada en el territorio que se encuentra á las márgenes derecha é izquierda del río Alto Usumacinta y de sus afluen- tes Lacamtún, Chixoy, ó Salinas, y Pasión. La comarca, á su vez, lo toma, según el abate Brasseur de Bourbourg (“Dictionnaire et Grammaire et Chrestomathie de la Langue Maya.”—París.—MDCCCLXXIL—Pág. 278), de una localidad así llamada, de la cual dice: “Lacamtún: localidad anti- gua, hoy abandonada, situada sobre un peñasco, dominando un lago, en el país de los Lacandones, en las soledades del Petén; de esto es de donde se deriva el nombre.” Bernal Díuz y Villagutierre citan una población del trayecto entre Te- nosique y Petén, que ten'a guerra con los lacandones. Esto da idea del ra- dio de extensión que éstos tenían por el Oriente. En las cartas de esas re- giones se señula el limite del Sur hasta cerca de la cumbre de Ixbul, pun- to de nuestra línea de límite con Guatemala. Por otra parte, M. de Char- nay (“Les Anciennes Villes du Nouveau Monde”) considera lacandones á los indios que encontró desde el paso de Yaxchilán hasta las ruinas de Men- ché, lugares que, como se sabe, están cerca de Tenosique, y no puede ne- garse que lo eran, pues las descripciones y dibujos no dejan lugar á duda. *139.—MACAYAL (vecindario, próximo á la Capital, en la Muni- cipalidad del Centro). —Colectivo castellano, derivado de macayo, nombre de cierta'plauta (véase “Macayo”). 140.—MACAayo (arroyo, afluente derecho del río Mexcalapa, en la Municipalidad de Huimangnillo).—Nombre de cierta planta (andira excelsa, H. B. K., Leguminosas).—Meji- cano? Tiene esta planta, medicinal y constructiva, otros tres nombres vulga- Mem. Soc. Alzate. México. 7 T. 29. (1900-1910)—18 1992 MARCOS E, BEOERBA res que son: moca, maca y paca. Este último es maya, y los otros dos tie- nen tal semejanza con la palabra macayo que sugieten la certeza de que no son más que variantes unas de otras. La palabra maca y macaua son ver- bos mejicanos que significan, respectivamente, “dar algo á otro” y “otor- gar algo, ó conceder, ó soltar algo de la mano.” La terminación yo se em- plea en mejicano agregándola á sustantivos para expresar la abundancia ó conjunto de las cosas designadas por dichos sustantivos. Las palabras aca- yo, nacayo, istayo, teyo, derivadas de acotl, nacatl, istatl, tetl (caña, carne, sal, piedra), significan: cañaveral ó carrizal, carnoso, pedregoso ó pedregal. El nombre pacai significa en maya, “el que paga ó retribuye,” de pac, pa- gar, retribuir, y ai, sufijo sustantivante. 141.—MAcuzrís (laguna, en la Municipalidad de Jonuta).—Az- tequismo, nombre de cierta planta (tabebuia leucoxyla, D. C., ó tab. pentaphylla, Hemsl., Bignoniáceas). Este nombre de la planta, macuilis, resulta tan descriptivo como el nombre que la ciencia botánica le ha impuesto, y aún, quizá, más. En efec- to: pentaphylla ó leucoxyla, del griego, quieren decir, en castellano, cinco hojas Ó madera blanca, respectivamente; macuilís es corrupción de maeui- lishtli, que significa cinco nudos (de macuili, cinco, é ishtli, el nudo de la ca- ña, Ó cosa semejante) y que alude á la articulación que tienen sobre el pe- cíolo común las cinco lacinias de sus hojas digitadas. 142.—MACULTEPEC (vecindario en la Municipalidad del Cen- tro).—“Sobre los cinco cerros.”—Macuil-tepec” (de ma- cuili, cinco; y tepec, sobre el cerro). —Mejicano. 143.—MACUSPANA (villa, cabecera de la Municipalidad de su nombre).—“Lugar de las cinco barreduras ó limpiezas.” —“Macui-chpana” (de macuili, cinco; y chpana, barrer, limpiar). —Mejicano. | Nuestro historiador Gil y Sáenz atribuye el origen de la población y del nombre que ésta lleva á un suceso del orden religioso acaecido por los años de 1665, dando por cierto que por entonces tuvo principio la pobla Miro NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 123 ción, y por probable que el nombre fué una composición de los de dos per- sonas, —Marcos y Juana, — que en el lugar vivían, pero el Sr. Rovirosa, en una nota reproducida en la última edición de la “Historia de Tabasco,” impugna acertadamente la opinión de aquel historiador, aunque la etimo- logía que propone tampoco es probable. Cree el Sr. Rovirosa que la pala- bra Macuspana venga de los elementos macu-pane, del tsoque, que querrían. decir, en castellano, “lugar á donde va el padre ó sacerdote,” y que aludi- rían á la circunstancia de que, antaño, el cura de Jalapa tenía bajo su ju- risdicción una comarca que se extendía hasta Tepetitán. Para aceptar como buena la etimología propuesta por el Sr. Rovirosa, sería necesario: 192, que las gentes que pusieron el nombre y las que lo lle- vaban hubieran sido tsoques; 2?, que se conociera alguna población, tsoque ó no, que llevara actualmente, ó que se supiera que lo había llevado, un nombre en esa lengua; 3%, que la estructura actual ú originaria de la palabra no dejara duda con respecto al origen lingúístico que se le atribuye; 4%, que la palabra Macuspana no tuviera ninguna analogía estructural con nom- bres de alguna otra lengua de las que hayan privado para las denominacio- nes geográficas de la región; y 5%, que, efectivamente, la población hubiera sido fundada en tiempos poscortesianos. En cuanto á lo primero, si bien hay huellas ligiísticas é históricas de que la región tsoque comprendió á Jalapa, no conocemos datos que permi- tan considerarla extendida hasta Macuspana. El Señor Rovirosa, en la no- ta mencionada, manifiesta que, después de escrita su obra “Nombres Geo- gráficos de Tabasco,” en cuyo prólogo limitaba la región tsoque hasta, Ta- cotalpa y Jalapa, nuevas investigaciones suyas lo habían convencido de que los tsoques se extendian hasta Macuspana, pero, por desgracia, no sa- bemos que el expresado investigador haya publicado ningún escrito á tal respecto, y mientras nos sean desconocidos los fundamentos de su criterio, debemos constreñirnos al concepto de que la región de los tsoques no pa- saba de Jalapa, y, en este caso, la hipótesis de que los de Jalapa nombra- ran en tsoque á los de Macuspana es admisible, pero no lo es la de que és- tos se denominaran á sí mismos en una lengua qae no era la propia. Y, si no eran tsoques los de Macuspana y llamaban con este nombre á su pobla- ción, es preciso resolver que tal palabra tampoco era tsoque. En cuanto á lo segundo, fácil es advertir que no lleva nombre tsoque ninguna otra población, pues aun las poblaciones cuyos habitantes son ó han sido tsoques, como Teapa, Tapijulapa, Oxolotán, Amatán, Istacomi- tán, Solusuchiapa, Tapilula y Tecpatán, se conocen con estos nombres que, como se ve, son de la lengua mejicana. Es cierto que los habitantes indí- genas que aún hay en varias de las poblaciones citadas suelen emplear en- 124 Marcos E, BEOERRA. tre sí nombres tsoques para apellidar las poblaciones cercanas, llamañdo, p. e., Shosponó á Solusurhiapa, pero estos nombres no trascienden para na- da fuera de las relaciones que entre sí tienen los mismos indígenas. La pa- labra Macuspana, de ser tsoque, constituiría la única excepción. , , , Con respecto á lo tercero, nótese que la estructura actual de la pala- 3 *bra que venimos estudiando no acusa con exactitud los elementos mucu— pane que se le suponen. Dividiendo de esa manera dicha palabra, resultan q dos elementos que no son los supuestos sino macus—-pana, diferentes de 1 ) ] aquellos otros, uno por sobra y otro por cambio de letra. La diferencia por cambio de e en a no es inaceptable, pero la diferencia por aumento sílo es. , ] La existencia de una ese en la palabra actual podría achacarse á una inter- 8 polación corruptiva, pero tal interpolación no puede invocarse sin tener ' como apoyo de su probabilidad una ley fonética ó un hecho filológico aná- : logo, cosas que no es fácil presentar. Por otra parte, las Relaciones” nos | prueban que desde 1579 á acá no se ha efectuado variación alzuna en esos elementos de la palabra pues allí se encuentra el nombre en estas tres for- s mas: Macuixpana, Macuirpana y Macuopana. Basta ver manuscritas es- tas tres formas juntas para comprender que en el manuscrito original de- ben de estar todas con equis y que el copistá equivocó la segunda y la ter- y cera. En el mapa correspondiente se lee perfectamente Macuspana. | En cuarto lugar, si la palabra Macuspana no dá con exactitud los ele- | mentos tsoques que se suponen, en cambio tiene una muy ostensible ana- Y logía estructural con nombres mejicanos de lugar, como Wucuxtepetla, Ma- | cuitlacatl, Tlaxpune, y es fácil observar que todos los otros nombres de lu- gar, antiguos y modernos, de esa región (Acumba, Chllapa, Tepetitán, Tepecentila) son mejicanos, pues sólo hasta las riberas del Usumacinta, nombre que es todavía nahoa. empiezan los nombres mayas. Por último, la certeza de que la población haya sido fundada en tiem- pos posteriores á la Conquista no puede basarse en un dato negativo, cual sería el no encontrarse mencionada entre las poblaciones que citan Cortés y Bernal Díaz en sus relatos. Ya en 1579 existía Macuspana (lo hemos vis- to por las “Relaciones”) y, sirviendo este dato para fundar la presunción de que es una población precortesiana, en nada la rebaja el hecho de que, no habiéndola tocado los conquistadores, á su paso por Tabasco, no la ha- «yan citado. *144 —MAJAGUA (paso sobre el río Mezcalapa, en la Munici- palidad del Centro).—Nombre de cierta planta (hampea NOMBRES GEOGRAFICOS DÉL EsTADO DE TABASCO. 125 integerrima, Shl., Malváceas).—“Mashauatl”? — Meji- : cano? En el “Diccionario de Aztequismos” se considera que el origen proba- ble de esta palabra es la mejicana mazahua. Sólo por el respeto que nos me- rece la opinión de un aztequista cómo el autor de la obra citada, daríamos esta palabra como derivada del mejicano, pero nuestro parecer se inclina- ría mejor á considerarla como traída de las Antillas á México por los pri- meros españoles. Otros nombres de plantas, como Jagua, tayua, pagua, y yagua, y la palabra “«,ua, que tampoco son del mejicano y que correspon- den, de seguro, á una misma lengua, dan fuerza á nuestra opinión, y la co- rrobora el hecho de que el nombre majayua se aplica á otra planta, textil como la de que venimos tratando, de cultivo y no indígena: la thespesia po- pulnea (Corr. Malváceas). Es probable que se haya dado el mismo nombre por análogía, 4 plantas textiles indígenas de México. En Jalisco se llama así á otras dos plantas diferentes: el helivcarpus americanas (Lin., Tiliáceas) y el hibiscus tiliaceus (Lín., Malváceas). En Veracruz se da igual nombre al helicteres guazumarfolra (H. B. K., Esterculiáceas), y en el mismo Estado y el de Morelos se llama jocuiste-majaygua á una Bromeliácea: la bromelia karatas de Linneo. Todas las dichas plantas producen fibras textiles. 145.—MaJÁs (rancho, en la Municipalidad de Cárdenas).— Nombre de cierta planta.—Maya. En Tizimín, de Yucatán, existe una hacienda de este mismo nombre. En Tabasco hay una planta llamada majás grande (cordia sp?, Borraginá- ceas) y Cogolludo cita otra con el nombre de majás, que, según su decir, se utilizaba para el chocolate. No podemos suponer qué planta sea esta úl- tima. 146.—MALUCO (haciendas, en las Municipalidades del Centro y de Jonuta, y arroyo y sabana, en la de Macuspana). —“Lugar restituido.”—“Malueo” (maluco, daralgo á otro, restituir).—Mejicano. Aunque este nombre parece ser mejicano en su conjunto y en sus ele- mentos, debemos advertir que pudiera no serlo. 126 MARCOS E. BECERRA. Maluco es el nombre con que Fernández de Oviedo, en su “Historia General y Natural de las Indias” (libro XX, capítulo XXXIV), designa una de las islas de la Especiería ó quizá un grupo de ellas, las que hoy llamamos Molucas, próximas á las Célebes, en la Melanesia (Oceanía). En los pasa- jes en que consta tal nombre se dice Ei Maluco, y no Maluco simplemente. También se llama maluco al natural de dichas islas. Por último, se denomi- na así á cierta planta alimenticia indígena de Filipinas («ordia olitoria, Blan- co, Borragináceas). Como la circunstancia de que, al mencionar alguno de los lugares que llevan tal nombre en Tabasco, se hace anteponiéndole el ar- tículo en la formaen que Oviedo lo hace, debemos pensar que ello pudiera provenir de que se haya puesto á esos lugares de Tabasco dicho nombre co- mo una repetición del de la isla, Ó por existir allí algún árbol idéntico al que lleva el repetido nombre en Filipinas. Así, sedice “El Nopal,” “El Naranjo,” “Los Alcanfores,” etc. *147.—MANATINERO (rancho, junto á la laguna Macnona, en la Municipalidad de Cárdenas, y arroyo en la de Macus- pana). —Colectivo castellano, derivado del antillismo ma- natí Ó manato, nombre de cierto mamífero acuático. *148.—MARICHE (laguna, arroyo y rancho, en la Municipalidad de Montecristo). — “Lugar de maderas. ”—“Mari-ts1” (de mari, madera; y (si, lugar). —Cabhita. La lengua cahita es propia de Sinaloa. El autor de los “Nombres Geo- gráficos Indígenas de Sinaloa” dice que la terminación tzise ha trahsforma- do, por corruptela, en che ó chi. De ahí Mariche en vez de Maritzi. 149.—MAZzaALTEPEC (hacienda, en la Municipalidad del Cen- tro).—'Cerro de los venados.”—“Masal-tepec” (de ma- satl, venado; y tepec, sobre el cerro). —Mejicano. 150.—MAZzaAPA (nombre primitivo del río qne posteriormente fué “Dos Bocas,” hoy “Río Seco”).—“Ribera de los ve- nados.”—“Mas-apan” (de masatl, venado; y apan, sobre el agua). —Mejicano. | 151.—MAZATEUPLA (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 197 —“Temnlo del venado.”—“Ma a-teopan” (de masatl, ye- nado; y teopan, templo). —Mejicano. 152.—MECATEPFC (pueblo y laguna, en la Municipalidad de Huimarguillo). — 'Cerro de los cordeles.”— “Meca te- pec” (de mecatl, cordel; y tepec, sobre el cerro).—Meji- cano. 153.—MECOACÁN (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa, y la- guna, en la de Paraíso). —“Lugar en que hay cordeles.” —“Meca-ua-can” (de mecatl, mecate, caerda; ua, interfi- jo que expresa posesión, haber, tener; y can, termina- ción toponímica).—Mejicano, 154. —MENCHÉ (ruinas prehistóricas, ubicadas sobre la mar- gen izquierda del río Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“Artífices en madera ”—“Men-ché” (de men, artífice Ó artesano; y che, madera).—Maya. M. de Charnay, en su obra “Les Anciennes Villes du Nouveau Mon- de” (pág. 370-380), ha descrito estas notables ruinas, á las cuales impuso el nombre de “Ciudad Lorillard.” Antes de M. de Charnay las habían visi- tado ya Dupaix y Castañeda, en 1805-1807, Suárez, de Tenosique, en 1872; Edwin Rockstroh, Director del Instituto Nacional de Guatemala, en 1881, y después de éste el inglés Mandslay; y el Ing. D. Luis Valay ha- bía bosquejado el plano de ellas. Según la carta de esa región, levantada por la Comisión de Límites con Guatemala, dichas ruinas están sobre los 16955' de latitud Norte, y los 90056' de longitud Occidental de Greenwich, equivalentes, según la carta del Sr. Zentella, á los 827” de longitud Oriental de nuestro meridiano. 155.—MEXCALAPA (río, en las Municipalidades de Huimangui- llo, Cárdenas, Cunduacán y Centro).—“Ribera de los mexcales.”—“Meshcal-apan” (de meshcali, maguey coci- do; y apan, sobre el agua).—Mejicano. *156.—MIAHUATLÁN (vecindario, en la Municipalidad de Cun- 128 MARcOs E. BECERRA, duacán).—“Donde abundan las espigas del maíz.” — “Miava-tlan” (de miaua, espiga ó flor de maíz; y tlun, co- lectivo toponímico).—Mejicano, *157.—MICHOACÁN (rancho, en la Municipalidad de Huiman- guillo). —“Lugar de pescadores. ”—Mich-ua-can (de mi- chín , pescado; ua, interfijo de posesión; y can, termina- ción toponímica).—Mejicano. 158.—MIsICcAB (hacienda, é isla del río Usumacinta, en la Mu- nicipalidad de Balancán).—“Terreno barrido. ”—*“Misib- cab” (de misib, escoba, ó mis, barrido; y cab, tierra ó te- rreno).—Maya. *159.—MISTECA (laguna, en las Municipalidades de Macuspa- na y Certro).—Aztequismo derivado del gentilicio mish- tecatl, aplicable á los habitantes de Mishllán. * - 160.—MoGosHpA (arroyo, afluente izquierdo del río Puyaca- tengo, en la Municipalidad de Teapa).—Tsoque. 161.—MuLTÉ (pueblo, enla Municipalidad de Balancán). —“Lu- gar de peones de labranza. ”—'Mol-te-c” (de moleua, amo- llentar ó ablandar la tierra; tec.tl, posfijo gentilicio; y C, terminación toponímica).—Mejicano (véase “Popane”). En el mapa de 1579 no aparece este nombre pero sí el de Popane, pa- labra maya que tiene el mismo significado. 162.—NAcazuca (Villa, cabecera de la Municipalidad de su nombre).—“Lugar de las carnes pálidas ó descoloridas.” —“Naca shushu-can” (de nacatl, carne; shushuctic, desco- lorido, pálido; y .can, terminación toponímica).—Meji- cano. En las “Relaciones” se lee Nacazxuxuca y también Anaxuxuca; Cortés dice Anaxuxuca y Bernal Díaz Nacaxuxuyca. A NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 129 163.—NAHUATES (rancho, á la margen izquierda del río Uha- camás, en la Municipalidad de Montecristo).—“Lugar de mejicanos. ”—“Nahvatl” (de nauatl, mejicano).—Meji- cano. 164.—NOCBAC (arroyo, afluente del río Oxolotán, y rancho, en la Municipalidad de Tacotalpa).-—Tsoque. 165.—NOHHÁA (nombre de una antigua población, cerca de Te- nosique).—“Extensión de agua; laguna. ”—“No-ja” (de no), grande; y ja, agua).—Maya. López de Cogolludo, en su “Historia de Yucatán,” publicada en 1688, refiere las peripecias de la Conquista del Reino del Próspero, emprendida, hacia 1646, por el caballero de Calatrava, D. Diego Ordóñez Vera y Villa- quirán. Este Reino parece haber abarcado la extensa é inculta comarca li- mitada, al Norte, por Tabasco y Yucatán, al Oriente y al Sur, por el Petén y Verapaz,' y al Oeste por Chiapas. Nohháa parece haber sido el náícleo de aquella conquista, población que estaba fundada á la orilla de una laguna, como el nombre mismo lo confirma, y que distaba cerca de veinte leguas de Tenosique. Esta cireunstancia de ubicación y distancia, la coincidencia de signifi- cados entre el nombre Nohhád y el de la laguna de Lacamjá (véase) situa- da hacia la margen izquierda del río Usumacinta, y el hecho, consignado también por Cogolludo, de que para venir de Nohháa á Tenosique había ne- cesidad de cruzar un río en canoas, dan fundamento para considerar que el antiguo Nohháa estuvo á la margen de la laguna expresada de Lacamjá. Petenecté, ubicado á la margen del Usumacinta, y arriba de Tenosique, no quedaba lejos de Nohháa. *166.—NOPAL (hacienca, en la Municipalidad del Centro).— Aztequismo, derivado de nopali, nombre de cierta plan- ta (opuntia hernandesi, UD., Cactáceas). 167.——NOPALAPAN (hacienda, en la Municipalidad de Paraíso). “Ribera delos nopales.”-——“Nopal-apan” (de nopali, nopal, cierta planta; y agan, sobre el agua). —Mejicano. Mem. Soc. Alzate. México. : T. 29. (1909-1910)—17 130 MARCOS E, BECERRA 168.—NOHSAYAB (hacienda, en la Municipalidad de Tenosi- que).—“Manantial grande.”—“No-sayab” (de moj, gran- de; y sayab, manantial, vena de agua).—Maya. 169.—OCELOTEUPA (pueblo de la Chontalpa, ya extinguido).— “Templo del tigre. ”—“Ocelo-teopan” (de ocelotl, ocelo- te, tigre mejicano; y teopan, templo).—Mejicano. El nombre de ocelote se aplica en México lo mismo al jaguarete ó ja- guar (leopardus onza, Moore) de Sur-América, que al tigrillo ó frijolillo (leo- pardus pardalis, Moore), ambos existentes en nuestro país. Hay en la re- gión tabasqueña un segundo tigrillo, el mijilote ( felis mitis, Fed. Cuv.), más pequeno. 170.—OCUAPAN (pueblo, en la Municipalidad de Huimangui- llo). —“Ribera de los ocotes.”—“Oco-apan” (de ocotl, oco- te. cierto pino; y apan, sobre el agua).—Mejicano. El nombre no puede referirse á la circunstancia de que en el lugar ó en su proximidad haya árboles silvestres de ocote ó pino, porque, siendo esta conífera propia de otres altitudes, en ninguna parte de Tabasco se da si no es pormedio de trasplante. Quizá, entonces, aluda á pinos plantados exprofeso, como ahora los hay. 171.—OCUILTZAPOTLÁN (pueblo, en la Municipalidad del Cen- tro).—“Donde abundan los zapotes econ gusanos.”— “Ocuil-tsapo-tlán” (de ocuilin, gusano; tsapotl, zapote; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano. 172.—OGOIBA (arroyo, afluente del río Puyacatengo, y vecin- dario, en la Municipalidad de Teapa).—“Arroyo de la bebida.”—“Ocui—bac” (de ocui, bebida, derivado del ver- bo oc, beber; y bac, arroyo).—Tsoque. 173.—OLCUATITÁN (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 131 “Lugar entre los árboles de hule.”—“Olcua-titlán” (de olcuavitl, árbol del hule; y titlan, entre). —Mejicano. Aunque no se sabe que exista actualmente en estado silvestre en algún lugar del país el árbol que produce el hule ó caucho (castilla ellastica, Cerv., Urticáceas), es lo cierto que esta planta es indígena de esta parte de Amé- rica, pues en ella conocieron por primera vez los europeos el látex que pro- duce, empleado en el famoso tlachtli ó juego de la pelota. En Michoacán se da una especie de este mismo género de vegetales, y se afirma que en Gua- temala y Honduras se da espontáneamente la que motiva esta nota. 174.—OMmITLÁN (nombre de un pueblo de la Chontalpa ya des- aparecido).—“En el osario.”—“Omi-tlán” (de omitl, hue- so; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano. 175.—ONGAY (arroyo, afluente izquierdo del río Chacamás, en la Municipalidad de Montecristo). —“Reunión de pesca- dos ”—““On-cai” (de on, reunión, algunos, varios; y cas, pescado).—Maya. 176.—ONOHUALCO (nombre antiguo de la región comprendida porel actual Estado de Tabasco, y quizá parte del de Cam- peche).—“Lugar de extensión ó llanura.”—“Ono-—ual-co” (de onouali, lo yaciente ó echado; y co, terminación topo- nímica).—Mejicano. Clavijero, hablando de la provincia de Guazacualcos, dice: “Esta con- finaba por Oriente con el vasto país de Onohualco, bajo cuyo nombre com- prendían los mejicanos el Estado de Tabasco y los de la península de Yuca- tán, los cuales no estaban sometidos á su dominio. Los españoles le llama- ron Tabasco.” En ningún otro autor antiguo hemos hallado el nombre de Onohualco, aunque suponemos que Clavijero lo haya tomado de alguno dig- no de crédito. En cuanto á la interpretación tampoco la hemos visto en ninguno. Pensando, nosotros, que quizá en los elementos del nombre Nonoalco, tan parecido á Onohualco, hallaríamos alguno de los de esta última palabra, nos dimos á averiguar qué significación tendría ésta en las obras de topo- 132 MARCOS E, BECERRA. nimia, no obteniendo ningún resultado en tal tarea, á pesar de que las pa- labras Nonoalco y nonoalca sí son frecuentes en los historiadores. El reputado historiador D. Alfredo Chavero afirma ( “Anales del Museo Nacional,” 2? época, tomo III, pág. 66-69) que Tabasco llevó en tiempos próximos á la Conquista los nombres de Noroalco'ó de Onohualco, indistin- tamente, y opina que el nombre Nonoalco es el toponímico correspondien- te al gentilicio mejicano nonoalca, plural de noalcatl que, á su vez, es una variante eufónica de noholcatl y noholtecatl, habitante 6 gente del Nohol ó Sur. Dicé, además, que esta palabra Nohol, netamente maya, corresponde á la designación étnica de las gentes que, antes de la venida de los ulme- cas, ocupaban la región que existe entre el Usumacinta y Tehuantepec. Esta nacionalidad ó gente se expandió hacia el centro de nuestro territorio, penetrando hasta Veracruz, Puebla, Hidalgo y Oaxaca, en donde dejaron, como señal de su permanencia, las pirámides de Cholula y Teotihuacán, y las fortificaciones de Kinoxteki ó Monte Alván, y en donde los ulmecas los encontraron. fran ellos los kinames que, al mezclarse con los ulmecas, dieron origen á la raza ó gente nonoalea como son llamados en varios có- dices. Los nombres Nonoalco y Nonoalcos, aplicades á lugares de México y de Centro- América (véanse el “Dic. Geograf. Hist. y Biograf. de los Es- tados Unidos Mexicanos,” por Antonio García Cubas; tomo IV, pág. 183; y la “Colecc. de Libros y Doc. referentes á la Historia de América; ” to- mo VIII, pág. 455 ), aludirán, en tal caso, á los grupos en que aquella gente se encontró en tiempos posteriores. Un pasaje que se encuentra en la obra ““Colece. de Doc. para la His- toria Mexicana,” del Dr. Peñalfiel, podría coadyuvar á establecer la iden- tidad ideológica entre Onohualeo y Nonoalco. Reprodúcese allí (ler. cua- derno, pág. 41) el manuscrito número 4 de la Biblioteca Real de Berlín, en el cual se ve el jeroglífico que, á nuestra vez, nosotros publicamos con esta nota. Es el dibujo de una tinaja, ó de una olla, en euya boca se ven unos circulitos que sobresalen. Junto á este jeroglífico, arriba, está escrita la palabra Nonohuaico. El texto en mejicano puesto al pie del dibujo empieza así: “Texomotl, yntlal nemac, ynonohualco quin cahualli, tiuh. ..” Desde lue- go se nota que. si el texto ha debido mencionar á Nonohualco, que es lo que está escrito arriba de la figura, entonces abajo ha sido mal puesto, y . en donde dijo yn—onohualco debería haber dicho yn—nonohualco. Lo prime- ro equivale á la frase castellana: de Nonohualco ; lo segundo se traduce: de Gnohualco. Puede conjeturarse que la falta de esa ene provenga de un error del escribiente del texto mencionado, pero también podemos suponer que ha sido omitida para decir intencionalmente yn -—onohualco. A lo primero podría inclinarnos el hecho de que más adelante, en la NOMBRES GKOGRAYFICOS DEL ESTADO DE TABAE0O. 133 página 51, se alude al lugar con la palabra nonohualca. Podría decidirnos á lo segundo la consideración de que los mejicanos hacían gran mérito de la eufonía en sus composiciones, y habiendo ex la frase yn—nonohualco una concurrencia de dos enes, el escribiente la evitó suprimiendo una de ellas, En tal caso, Onolualco vendría, por razón eufónica, á ser lo mismo que No- nohualco. Si el autor en donde Clavijero leyó este nombre escribió ynono- hualco, fácil es comprender que, desintegrando el sabio jesuita la preposi- ción yn, resultó una palabra que sin duda equivalía, como en el manuscrito de Berlín, 4 Nonohualco. Por nuestra parte, seguimos el parecer del sabio historiador del “Mé- xico á Través de los Siglos,” en cuanto á que Onohualco y Nonohualco sean una misma palabra, pero desechamos la suposición de que aquella forma eva una alteración de ésta, y que ésta tenga su origen en la palabra maya nohol. Creemos, por el contrario, que Nonoalco sea alteración de Nonoualco y ésta variante de Onohualco, palabra netamente mejicana. El verbo onoc (ya- cer estar echado) con el pronombre ni (yo) se escribe nonoc (ni--onoc, yo yaz- go ); la forma impersonal del verbo es onouva, á lo que, por lo mismo, se le ha qnitado la ene que representa el pronombre. Si estuviéremos equivocados, la interpretación del jeroglífico y'su com- paración con las esculturas podrán servir para dar la más cierta traducción de la palab a. *177.—OTATAL (laguna, en la Municipalidad de Macuspana). — Colectivo derivado del aztequismo otate y éste de la palabra mejicana otatl, (bambusa arundinacea, Roxb., Grra- míneas). 178.—OTATITLÁN (hacienda, en la Municipalidad del Centro). — “Entre los otates”—“ Ota—titlán” (de otatl, otate; y titlán, entre). —Mejicano. 179.—OJIACAQUE (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). —“Lugar de las cañas dé ungitento.”— “Oshi-aca-c” (de oshitl, ungúento; acatl, caña; y c, terminación toponími- ca).—Mejicano. Puede referirse al carrizo que crece en ciertos lugares próximos al agua que aún se acostumbra vender llenos de trementina para usos medicinales. 134 MARCOS E. BECERRA. 180.—OXOLOTÁN (pueblo, en la Municipalidad de Tacotalpa.) —“Donde abundan los tigres.”—“Oselo-tlán” de oselotl, tigre; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano. 181.—OsTITÁN (vecindario, en la Municipalidad de Huiman- guillo).—“ Entre las cuevas. ”—“Osto-titlán” de ostotl, cueva; y titlán, entre.) —Mejicano. 182.—PALINÁ (rancho, en la Municipalidad de Montecristo). —“Descascarar semillas.”—“Ppaal-inaj” (de ppaal, des- cascarar; é inaj, semilla.) —Maya. 183.—PAMPUSÚ (laguna, en la Municipalidad de Nacajuca). —“Canal espumoso.” —“A pan—pusun” (de apantli, canal; y pusunqui, espumoso).—Mejicano. 184.—PECH (arroyo, en la Municipalidad de Macuspana).— “Garrapata.”—“Pech.”—Maya. 185.—PASANTÓ (arroyo, afluente derecho del río Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“ Abertura ó cavi- dad de zanja atascosa.”—“Paac—-tsam-—thol” (de paac, abierto, cavado; tsam, hundirse, atascarse; y thol, zanja, cuneta, foso ).—Maya. 186.—PECHUCALCO (pueblo, en la Municipalidad de Cundua- cán).—“Lugar de casas embarradas.” —“Pecho—cal-co” (de pechoa, apócope de pepechoa, tapar ó cerrar con pie- dra y lodo los agujeros de la pared; cali, casa; y co, ter- minación toponímica).—Mejicano. El Sr. Rovirosa, en su obra tantas veces mencionada, considera que este nombre es alteración del de Pichucalco, población de Chiapas. Exis- ten, en efecto, en la misma región geográfica que constituye la llanura ta- basqueña, dos poblaciones cuyos nombres, ligeramente diferenciados, pa- recen tener un mismo significado: una es la que motiva esta nota y que pertenece á Tabasco; la otra es Pichucalco, primitivamente Pueblo Nuevo de Pichucalco, correspondiente al Estado de Chiapas. Pero la más antigua y, NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 135 es Pechucalco (de Tabasco ) pues en 1579, á raíz de la Conquista, ya apa- rece en las “Relaciones, ” mientras que Pichucalco no se encuentra sino hasta fechas posteriores y la misma denominación de Pueblo Nuevo indi- ca que es reciente. Esto último también indica que los que fundaron á Pi- chucalco eran habitantes de alguna otra población del mismo nombre. Por consiguiente, si la hipótesis de que Pechucaleo y Pichucalco tienen un mis- mo significado fuera probable, debería darse por seguro que la última fué fundada por inmigrantes salidos de Pechucalco, población que era y aún es de agualulcos, es decir de mejicanos. Estas inmigraciones de poblado- res costeños hacia al interior se efectuaron frecuentemente, como lo atesti- guan Jonuta, formado por inmigrantes venidos de Jicalango, Pueblo Nuevo de las Raíces, llamado primitivamente Pueblo Nuevo de Ojiacaque, forma- do por gentes venidas de la Chontalpa, y San Francisco Estancia Vieja ó de Guatacalco, San Carlos Olcuatitán y San Fernando Ocuilzapotlán, que tu- vieron el mismo origen. Y, en tal caso, el nombre Pichucalco sería una co- rrupción de la palabra Pechucalco, y no viceversa. A corroborar tal criterio concurriría la consideración de que la evolución fonética de e á í, operada de Pechucalco á Pichucalco, es más probable que la de 1 á e, que sería ne- cesaria de Pichucalco á Pechucalco. No por distinto modo se originó del fuemos y del domeñó antiguos el fuimos y el dominó modernos, y se originan ahora de los correctos y cultos pedir, decir, medir, los vulgares pidir, dicir, midir, tan comunes en el lenguaje infantil. Bernal Díaz, empero, menciona una población que llama Coyumelapa, ubicada entre Solusuchiapa é Ixtapangajoya. Si se supone que el autor de la “Verdadera Historia de la Conquista” escribió equivocadamente este nombre, debiendo haber escrito Coyamelapa, ó que, si lo escribió de esta manera dicho autor, al copiarse del manuscrito se equivocó el nombre cam- biando una letra, entonces si podría, también, suponerse que los primitivos habitantes de Pichucalco (Chiapas ) eran originarios de dicho Coyamelapa, y entonces Pichucalco no sería alteración de'Pechucalco, y la significación que el Sr. Rovirosa da á la primera resultaría muy acertada (Pitzo-cal- co, ““en la zahurda de los puercos,” de pitzotl, puerco; cali, casa; y co, ter- minación toponímica ), puesto que Coyamelapa significa casi lo mismo ( Co- yamel-apan, “ribera de los puercos monteses,” de coyametl, puerco mon- tés; y apan, ribera). Remesal cita á Cuyamelapa, de los tsoques, lo que da certeza á esta suposición. En cualquier caso, Pechucalco no es palabra de- rivada de Pichucalco. 187.—PrELJÁ (laguna, en la Municipalidad de Tenosique).— 136 MARCOS E. BECERRA “Agua única. ”—“Pel-34” (de pel, único, singular; y Já, agua).—Maya. 188.—PETENECTÉ (nombre de una población antigua, ya ex- tinguida, á la margen del río Usumacinta).—“Isla del palo de tinte.”-—-“Peten—-ek-té” (de petén, isla; eck, palo de tinte, cierta madera; y té, árbol).—Maya. Cortés cita esta población como ubicada arriba de Zagoatezpan ( Teno- sique ). En el mapa de Melchor de Alfaro se ve abajo de Tenosique, y en la lista de poblaciones correlativa, se cita antes de esta población, arriba . de Usumacinta. Por Cogolludo, que escribió en el siglo siguiente al de la fecha del mapa, se viene en conocimiento de que Petenecté quedaba, real- mente, hacia arriba de Tenosique, pues dice el mencionado historiador que distaba veintidós leguas de Usumacinta, y da á entender que Nohháa, si- tuado arriba de Tenosicue, no quedaba lejos de Petenecté. El palo de tinte ó palo de Campeche ( hematoxylon campechianum, Lin., «Leguminosas ) es una planta propia de la región. 189. —PICTUN (rancho, en la Municipalidad de Tenosique).— “Mojón ó señal de término. ”—“Pictun.”—Maya. 190.—PICHIJÁ (arroyo, afluente del río Chacamás en la Mu- nicipalidad de Montecristo).—“Arroyo de los tordos.”—- “Pieh-34” (de pich, tordo; y já, agua).—Maya. 191.—PIMBA (arroyo, cerca de Astapa, en la Municipalidad de Jalapa).—“Arroyo de moscas.”—“Pin—bac” (de pino, mosca; y bac, arroyo).—Tsoque. 192,—POANÁ (río, afluente del Puscatán, y vecindario, en la Municipalidad de Tacotalpa).—“Río de los jolosines ó jonotes.”—“Poa—ná” (de poa, jolosín; y náa, agua).— Tsoque.—(V éase “Jonuta”). 193.—POcvIcuc (hacienda, en la Municipalidad de Montecris- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 137 to).—“ Ardilla de color tostado:”—“* Poc—bi-cuc” (de poc, tostado, asado; bi, semejante, parecido; y cuc, ardilla). —Maya. 194, —POCHoTE (laguna, en la Municipalidad de Montecristo). —Aztequismo, derivado de pochotl, nombre de cierta planta. En Tabasco se llama pochote no á la ceiba ó ceibo (eriodendron occi- dentale Tr. et Pl, Bombáceas ) como sucede en otros puntos de nuestro país, sino á otra planta que, como ésta, produce cierto algodón; el co- chlospermun hibiscoides, H. et B., de la familia del achiote ó bija ( Bixíneas). 195.—POLEVÁ (arroyo, afluente del río Usumacinta, en la Muvicipalidad de Tenosique).—“Agua de macerar cor- tezas.”—““Poo-leb-á” (de poo, lavar, purificar; leb, corte- za; y á, agua).—Maya. 196.—PomMoNá (arroyo, afluente izquierdo del río Usumacin- ta, en la Municipalidad de Tenosique).— “Arroyo de es- ) p q 4 puma espesa.” —“Pom—mon-á” (de pom, espuma; mon, espeso; y á, agua).—Maya. 197.—POPANE (población antigua, á la margen del Usumacin- ta).—“Lugar de peones de labranza.”—“Poc-pav” (de pocché, terreno; y pan, escarbar, trabajar la tierra). Ma- ya (véase “Multé”). En el mapa de Melchor de Alfaro aparece esta población ubicada, con Istapa y Jonuta, abajo del punto de bifurcación del río Usumacinta en sus dos brazos, Usumacinta y Palizada, y en el terreno que abraza dicha bifur- cación, es decir, á la margen derecha del brazo Usumacinta y á la izquier- da del Palizada. Como por los relatos de Bernal Díaz y de Cortés, se sabe, con toda seguridad, que, por lo menos, Istapa estaba en 1524 á la margen izquierda del tronco fluvial que se bifurca, se comprende que, por esta par- Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—18 138 . MARCOS E, BECERRA te de la región tabasqueña, las ubicaciones del mapa de-Melchor de Alfaro no fueron hechas concienzudamente. Creemos que Popane haya estado arriba de la bifurcación. Actualmente no se conoce ninguna población de Tabasco con este nom- bre, pero existe, á la margen del mismo Usumacinta, y en la mismo situa- ción topográfica relativa que con otras poblaciones tenía Popane, el puebla de Multé, cuyo nombre significa en lengua mejicana lo mismo que Popane 198.—PoPosáÁ (hacienda, en la Municipalidad de Tacotalpa). —“Piedra blanca.”—“Popo-tsá” (de popo, blanco; y tsá, piedra).—Tsoque (véase “Istatel”). 199. —POTONCHÁN (nombre de la primitiva población indíge- na que después fué Santa María de la Victoria). —““Lu- gar que hiede, que huele mal.”—*Poton—chán” (de potona, heder, oler mal; y chan, terminación toponímica).—Me- jicano. El nombre Potonchán, de una antigua población de Tabasco, se ha con- fundido, por todos los historiadores modernos y por muchos de los anti- guos, con el de Champotón, antigua y actual población de Campeche. Así, cada vez que, en los relatos históricos referentes al Descubrimiento ó á la Conquista de Nueva España, se encuentra la palabra Potonchán aplicada á Champotón, se ha pensado que se cometía un error sobre el concepto sim- plemente prosódico ú ortográfico del nombre y no sobre el concepto geo- gráfico; y, por el contrario, cuando se ha visto aplicado el mismo nombre á Tabasco, se ha creído que se cometía un error geográfico. Examinemos la cuestión. > Cuando Bernal Díaz dice Potonchán se refiere á Champotón. La lec- tura de este autor induce, empero, á pensar que, en la época en que escri- bió su obra, las ideas de ambos nombres no estaban muy precisas en su memoria, pues no sólo llama indistintamente con uno ú otro nombre á la población campechana sino q ue, al hacer merrción de ésta en su relato de la expedición dé Cortés, la menciona como tocada después de haber pasa- do por Boca de Términos (hoy “Isla del Carmen”). Esta confusión de Bernal Díaz no puede explicarse más que conside- rando que la diferencia de las ideas que entrañaban las palabras Poton- chán y Champotón se había hecho vaga en la memoria del historiador, no Mm o ; NOMBRES GK£OGRAFICOS DÉL EsTADO DE TABASCO. 139 quedando más que el recuerdo del sonido, y que, habiendo leído, Bernal Díaz, en Gomara, que escribió antes que él, los nombres de Champotón y de Potonchán, como aplicables á Tabasco, quiso rectificar la parte de error que esta aseveración traía, y cayó él, á su vez, en otro error, aplicando am- bos nombres á Champotón. El error de Gromara indujo, pues, á Bernal Díaz al suyo, y el de aquel se explica porque, habiendo escrito su obra en Espa- ña, sin ser testigo y sólo por informes (aunque éstos le fueron comunica- dos por los mismos conquistadores), entre 1540 y 1552, confundió los dos nombres, de por sí ya muy semejantes. Fernández de Oviedo, que aunque estuvo en América muchos años nunca vino á México, cae'en el error de Gomara, mientras que nuestro erudito Orozco y Berra llama, como Bernal Díaz, Potón—Chán á Champotón. En resumen: todos ellos dan por cierto que hay dos nombres para un solo lugar. El examen de otros documentos bastará, empero, para convencernos de que en esta cuestión hay un motivo más fundamental para equivocar- se, y es la existencia de dos lugares con dos nombres diferentes singular- mente parecidos. Esos documentos son: 19, el “Itinerario de la Armada de Juan de Grijalva,” escrito por el clérigo Juan Díaz, capellán mayor de dicha Armada, publicado en toscano, en Venecia, en 1522, y reproducido por el Sr. García Icazbalceta en su “Colección de Documentos para la His- toria de México” (tomo 1); 2%. las “Relaciones de Tabasco,” escritas en Ta- basco mismo en 1579, publicadas en la obra “Colecc. de Documentos Iné- ditos, relativos al Descubrimiemto,” que mencionamos en el prólogo de este trabajo, y reproducidas en el “Archivo Histórico-Geográfico de Tabasco,” allí mismo citado; 32, una cédula de encomienda á Bernal Díaz, extendida por Hernán Cortés en 1522, y publicada por D. Justo Zaragoza entre las Adiciones y Aclaraciones que agregó á la “Historia de Guatemala” de Don Francisco de Fuentes y Guzmán (Madrid.—1882); y 4%, un mapa, impreso según nos parece en el siglo XVII, que tiene en su poder, y que bondado- samente nos ha permitido examinar, nuestro respetable amigo el Profesor D. Francisco Rivas. En el primero se citan con toda claridad y distinción uno y otro luga habiendo tenido el Sr. García Icazbalceta el acierto debido al restituir su indudable estructura original los nombres algo variados que se consig- naron en el textoitaliano (C hampontón, Campontón y Champotón, para el uno, y Protonta, para el otro), de modo que aplica á cada población el nombre que le correspondía. r; á En el segundo, escrito, como hemos indicado antes, por personas que vivían en Tabasco, se da repetidas veces el nombre de Potonchán á la po- blación indígena sobre cuyo asiento se había fundado más tarde Santa Ma- ría de la Victoria. ” 140 MARCOS E. BECERRA, En el tercero, la cédula de Cortés, existe un pasaje, que ha reprodu- do en parte el afanoso bibliógrafo Lic. Genaro García en el prólogo de su fidelísima edición de Bernal Díaz del Castillo, y que dice así: “......de- posito en vos Bernal Díaz, vecino de la villa del Spíritu Sancto, los seño- res é naturales de los puebios de Tlapa é Potuchán, que son en la provin- cia de Cimatán...... ” Fácil es comprender, por lo que luego veremos, que al poner lapa se quiso poner Teapa, población antigua y actual de Tabasco, y que esta equivocación provino de un error de lectura, ya sea éste del autor mismo de las Adiciones, al hacer en sus manuscritos la trans- cripción de la cédula de Cortés, ó ya, quizá, del editor de la obra en que se dieron á luz. Una e pudo confundirse con un ele; esto es palmario. Decimos que se trata de Teapa, porque el propio Bernal, en las pro- banzas de méritos que promovió en 1539 (Fuentes y Guzmán.—“Historia de Guatemala.”—Adiciones y Aclaraciones), dice que “el pueblo de Tlapa tenía más de mil casas,” y esta aseveración coincide con dos pasajes de su “Historia Verdadera de la Conquista,” El primero, al referir la expedición á Chiapas, dice que Teapa, por donde pasaron al retornar, era una pobla- ción de gran importancia. Jl segundo, al narrar lo acaecido en la expedición á Hibueras, expresa que Teapa y Tecomajiaca (ésta es hoy sólo un barrio de aquella) eran poblaciones de su encomienda. La otra población dada á Bernal Díaz por Cortés no pudo ser Cham- potón, porque ésta, en el tiempo en que la cédula fué otorgada, no había sido aún sojuzyada por los españoles, y las encomiendas mal podían ser si- no sobre poblaciones ó comarcas sujetas, siquiera nominalmente. De de- recho, y según sus capitulaciones con el monarca español, ese dominio co- rrespondía á Montejo; de hecho, solo él lo fundó con los suyos y con lo suyo. Bien es cies to que Tabasco, —y por consiguiente, Cimatán, —también estuvo sometido á Montejo, pero eso fué después del tiempo en que se dió la cédula, y, aunque lo hubiera sido durante esta nueva jurisdicción, Cor- tés, que había sujetado á Tabasco primeramente, y que había comisionado a Montejo para pacificarlo, tenía perfecto derecho para dar encomiendas en aquel territorio, mientras que en Yucatán no lo tenía. En el cuarto documento, que consiste en el maja que hemos tenido á la vista, se marcon como dos lugares completamente diferentes á Cham- potón y á Potonchán, ubicando al primero en Campeche y al otro en Ta- baseo. A la convicción que se forma en vista de tales documentos debemos agregar la opinión, digna de ser eonsiderada, del notable americanista el Dr. Brinton, quien fundándose, indudablemente, en el cotejo de los escri- tos de los diversos cronistas de la época de la Conquista, aplica el nombre Potonchán á la que más tarde se llamó Santa María de la Victoria. NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 141 En cuanto al significado del nombre, el que da el mismo Dr. Brinton nos parece acertado, pero no como perteneciente al maya, —pues los ele- mentos que él pretende hallar son muy forzados, - sino al mejicano, que los tiene apropiadísimos Nombres de lugar mejicanos, análogos á Potun- chán, son: Coatinchán, Cuautinchán, Ayotinchán, en donde el elemento chan es siempre posfijo. En los nombres mayas es prefijo invariablemente: Cham- potón, Chanchén, Chancabal, Chan—-Miguel, Chan-Santacruz, etc. El prefijo muya significa cosa distinta que el posfijo mejicano. 200.—PULINTÉ (rancho, en la Municipalidad de Montecristo). —“Polem-té” (de polem, hinchado; y té, árbol, madera). —Maya. La estructura de esta palabra es análoga á la de los nombres mayas de varios plantas: munité, canisté, pucté, chacté, chacauanté. Tal vez lo sea de alguna que no conozcamos. En Chiapas existe un lugar llamado Pu- lenté. 201.—PuscATÁN (pueblo, en la Municipalidad de Tacotalpa).— “Lugar de pusheaguas.”—“Pusheau-tlan” (de pushcaua, cierto modo de envoltorio ó paquete; y tlan, colectivo toponímico).—Mejicano. En los “N mbres Geográficos de México” está reproducido el jeroglí- fico de una población de «ste nombre, sacado del Códice Mendocino, así como la restauración y la interpretación del nombre significado en el di- bujo, hechas por el br. Orozco y Berra. Este profundo historiador opina que el jeroglífico representa una cabeza de adormidera y que su significado es el de “lugar de moho” (de pusheauhqui, moboso, y tlan, en), pero el Se- ñor Peñafiel no está de acuerdo con esto, y cree que el nombre tiene como elemento principal la palabra poskhcauhcamotli, sinónimo, según el Dr, Her- nández, de camotli (camote). Por nuestra parte, no nos parecen acertadas ni la apreciación del jeroglífico ni la restauración é interpretación del nom- bre resultantes, propuestas por el Sr. Orozco y Berra, pero tampoco las del Sr. Peñafiel, y por eso nos atrevemos á proponer otras que difieren de ellas. Juzgamos, en primer lugar, que el jeroglífico no representa un fruto 142 MARCOS E, BECERRA. * sino una hoja. Basta observar cómo están representados estos dos órganos vegetales en todos los otros jeroglíficos del Códice para convencerse de esto. En segundo lugar (y en esto seguimos el dictamen del Sr. Peñafiel ), la adormidera, propiamente dicha, como plánta exótica que es, no pudo haber sido tan común, cuando se escribió el Códice (años cercanos á la Conquis- ta), que sirviera de signo de la idea que se supone expresada en el jeroglí- fico. Por último, la interpretación de “¿unto al moho” ó “junto á lo mo-. hoso” no podría considerarse fundada, en tanto que no pueda saberse á qué circunstancia topográtca siquiera probable aludía. En cuanto á la interpretación gue propone el Sr. Peñafiel, diremos que, si poshcauhcamotli fuera el principal elemento del nombre, la estruc- tura de éste sería Pushcauhcamotlán 6, por abreviación, Camotlán, pero no Pushcautlán, porque no habría razón para abreviar la palabra á tal extremo que desaparecieran las letras que expresan la idea fundamental del nom- bre, Sobre todo, el jeroglífico lo confirmaría, cosa que no sucede, pues, si la figura no parece representar un fruto de adormidera, menos se asemeja á un camote. El jeroglífico del nombre Camotlán, representando un camo- te, es típico, como puede verse en la copia que hemos sacado de la misma obra del Sr. Peñafiel y que reproducimos con este trabajo. Si este respetable autor, al hacer el examen del jeroglífico consabido, hubiera tenido en cuenta una idea que él mismo consigna en otra parte de su obra, habría podido acertar con el significado de la figura, dando, á la vez, la más perfecta comprobación á dicha idea y determinando con clari- dad un hecho importante de la gráfica mejicana. En efecto: al analizar el nombre de Ahuatzitzinco, en aquella parte de su libro, advierte que el elemento ahuatl (encino ) se representa con dos signos combinados: a-huatl, de atl (agua) y huatl (hoja), tal como se ve en el jeroglífico de esta palabra. Conforme á eso, y á semejanza de lo que pasa con el signo del agua, el dibujo esquemático de la hoja viene á ser no ya un ideograma sino un fonograma, es decir, no una figura que nos recuer- de la cosa que represente en sí y únicamente, sino un signo que tiene por objeto hacernos recordar esa cosa para rememorar en seguida su nombre y después un determinado sonido que exista en éste, Podría, por consi- guiente, agregarse el fonograma de uatl á los otros, ya bastante numero- sos, que tuvo la escritura mejicana, con la notablé circunstancia de que este diptongo marca un paso entre los fonogramas silábicos (tlan, pan, cuau) y los alfabéticos (atl, etl, otl). Esta idea se confirma con el examen de otros tres jeroglíficos del Códice Mendocino: Ahuatepec, Capulhuac, Cua- huacán, En todos ellos para encontrar uno de los elementos del nombre (ua) se hace ineludible considerar que él está representado por el signo de ol NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABAE£CO, 143 la hoja, pues, de lo contrario, no sería ¡ osible encontrarlo, ni se sabría aplicar una significación racional á ese detalle del dibujo. Ahora bien: aunque en mejicano la idea de hoja se expresa con la pa- labra ¿zuatl, un análisis detenido de esa y de algunas otras palabras nos lle- va á comprender que, en realidad, la raíz lingúística de ellas es uatl: izuatl (hoja de muíz verde ), míauatl (espiga y flor del maíz), oautl (espiga de maíz), auatl (espina), euatl (corteza, cuero para curtir), tlashouatstli (hoja seca), tepustlacanauali (lámina ú hoja de metal). En conclusión: puede darse por exacto que el jeroglífico de una hoja | no sólo puede tener el valor ideológico de aquel vegetal (uatl) ó el de la partícula posesiva ud, sino que vale como simple sonido que puede entrar en composición de palabras, La clave y punto de partida de esta evolución fonogramática está en la palabra pushcauatl, que es la única que tiene re- presentación en el jeroglífico de Pushcautlán, pues la terminación tlan no la tiene. Siendo éste una hoja con los signos del moho (como lo hace notar el Sr. Orozco y Berra), fácil es leer pushca—uatl, hoja mohosa, de pusheauh- qui, mohoso, y uatl, hoja. Pero, —se nos preguntará, —¿ qué cosa es push- cagua 6 pushcauatl? En Tabasco todo el mundo lo sabe: es lo que hemos dicho al principio, “cierto modo de envoltorio ó paquete” el cual se hace comunmente, con cierta hoja. Esta es la llamada hoja—blanca (calatea dis- color, G+. T. Meyer, Musáceas) que tiene en su revés un polvillo blanco co- mo moho. - 202.—PUTSBAC (arroyo, afluente del río Oxolotán, en la Mu- nicipalidad de Tacotalpa).—“*Arroyo de basura.”—“Puts- bac” (de putsi, basura; y bac, arroyo).—T'soque. 203.— PUYACATENGO (río, afluente del Teapa, y vecindario, en - la Municipalidad de este nombre).—“En la orilla del agua salada. ”—“Poyac-a-ten—=co” (de poyac, salado; atl, agua; tentli, orilla; y co, terminación toponímica).—Mejicano. 204.—QUETZALTEPEC (rancho, en la Municipalidad de Huinran- guillo).—“Sobre el cerro de los quetzales.”—“Quetsal- tepec” (de quetsali, cierta ave; y tepec, sobra el cerro).— Mejicano. Existió antiguamente una población de éste nombre en esta región, 144 MARCOS E. BECERKA. gún se desprende de una de las cartas de Cortés á Carlos Quinto, en que habla de ella diciendo: “...... la provincia de Tabasco, y la de Chimaclán (Cimatán) y Quechula y Quizaltepec (Quetzaltepec), y otras que por pe- queñas no expres0...... ” (“Cartas y Relaciones de Hernán Cortés,” por _ D, Pascual de Gayangos.—París.—1866.—Pág. 275). 205.—SABUCOCH (arroyo, afluente izquierdo del río Usuma- cinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“Agua que no debe beberse.”—“Sab-uk—och” (de saban, veneno de la víbora, ó tsabcan, serpiente de cascabel; uk, beber; y och, expuesto, en peligro).—Maya. 206.—SAGUINÓ (arroyo, afluente del río Tacotalpa, en la Mu- nicipalidad de este nombre).—““Arroyo de los monos. ”— “Tsagii-nó” (de tsagúi, mono; y nó, agua).—Tsoque. 207.—SALOYA (vecindario, en la Municipalidad de Nacajuca). —““En donde se camina sobre arena.”—“Shal-o-yan” (de shali, arena; otli, camino; y yan, terminación verbal toponímica).—Mejicano. 208.—SANAPA (pueblo, y río, confluente con el Tancochapa, en la Municipalidad de Huimanguillo). —“Ribera de los sanates.”—“Tsan-—apan” (de tsanatl, sanate, cierta ave; y apan, sobre el agua).—Mejicano. i 209.—SAQUILÁ (laguna y arroyo, afluente del río Chacamás, en la Municipalidad de Montecristo).—“Agua blanca.” “Sakil-4” (de sakil, blanco, blancura; y á, agua).—Maya. * Algunas ci.cunstancias históricas sobre la fundación de la actual villa do Montecristo, así como la identidad de significaciones entre la palabra Saquilá y el nombre de Zztapan, nos hace conjeturar que esta antigua gran población, de que nos hablan los historiadores de la Conquista, estuvo asen- tada primitivamente cerca de este lugar, próxima á Saquilá y á Montecris- to. Los habitantes del antiguo Zztapan, poblaron, probablemente, después el pueblo de Estapilla (Istapilla) más arriba del sitio en que estaban, mien- AE E PAN NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 145 tras que los que, posteriormente, poblaron Montecristo fueron llegados de Macuspana. . 210.—SAYÁ (arroyo, afluente del río San Pedro, en la Munici- palidad de Balancán).— “Fuente, manantial, vena de agua. ”—“Sayab.”—Maya. 211.—SaYatí (rancho, en la Municipalidad de Tenosique).— “Añadido, empalmado, mancornado.”—“Tsayajlín” (de tsayajlín, pp. del verbo tsayaj, añadir, coser, surcir, man- cornar, empalmar).—Maya. 212.—SFIÁ (laguna, en la Municipalidad dé Montecristo).— “Poca agua. ”—“Tse-já” (de tsets, pequeño, poco; y já, agua).—Maya. 213.—SOPOC (arroyo, afluente izquierdo del río Usumacinta, en la Municipalidad de Balancán). — “ Atolladero.”— “Tsopoc” (de tsopoc, futuro del verbo tsopol, atollarse, atascarse).—Maya. 214. —SOYATACO (pueblo, en la Municipalidad de Jalpa). —“En el palmar. ”—“Soyatla-co” (de soyatla, palmar; y co, ter- minación toponímica).—Mejicano. 215.—SUCHE (arroyo, en la Municipalidad de Macuspana).- — Arztequismo, derivado de shochitl, que significa flor. 216.—SUBIQUINÁ (laguna, en la Municipalidad de Monteecris- to). —'Donde se rodea ó se da vuelta.”—“Sutbi-kenaj” (de sutbil, dando vuelta; y kenaj, torcer, doblando).— Maya. 217.—SUMINÁ (rancho, en la Municipalidad de Balancán).— “Lugar desaparecido por sí solo.”—“Tsum-inaj” (de tsumi, pretérito de tsumul, desaparecer, acabar; é inaj, su- Mem. Soc. Alzate. México. T. 28. (1209-1910) —19 146 MARCOS E, BECERRA fijo adverbial queindica que la acción se efectúa sin agen- te extraño ó ajeno).—Maya. 218.-——SHAGABITO (arroyo, afluente del Etapa, en la Municipa- lidad de Jalapa).—“Arroyo frío que se cruza salvándo- lo."—“Shakab-its” (de shakab, pasar sobre algo; éits, frío, fresco, helado).—Maya. 219.—SHANABCU (cerro ó cumbre, en la Municipalidad de Te- nosique).—“Sandalia ó zapato asentado ó echado.”— “Shanab-cub” (de shanab, sandalia, zapato; y cub, cosa asentada, echada).—Maya. - 220.—SHANCABAL Ó CHANCABAL (rancho y hacienda, en la Mu- nicipalidad de Balancán).—“Palmar de abajo.”—“Shan =kabal” (de shaan, guanal, donde abundan los guanos ó palmas; y kabal, abajo).—Maya. 221.—SHIMOMÉ (arroyo, en la Municipalidad de Jalapa).— “Arroyo que da vuelta sobre su origen.”-—“Shim—omí” (de shim, raíz, tronco, origen; y omí, presente de om, tor- nar sobre sí, envolverse).— Maya. 222.—TABASCO (nombre actual del Estado).—““Lugar que tie- ne dueño. ”—“Tla-uash-co” (de tla, prefijo pronominal indeterminativo, alguno; uashca, dominio, propiedad; y co, terminación toponímica).—Mejicano. Según Bernal Díaz, el nombre de Tabasco era el del cacique que go- bernaba la región al tiempo del Descubrimiento ó de la Conquista. Según el historiador tabasqueño Gil y Sáenz, el nombre es una combinación de palabras del idioma maya, que quieren decir “hemos sido engañados.” Al- gún otro autor ha opinado que el nombre de Tabasco viene de la palabra tabaco, que es antillana. El Sr. Rovirosa juzga, con más acierto que todos, que el expresado nombre es de origen nahoa. Por último, el Dr. Berend NOMBRES GEOGRAFICOS DEL EsTADO DE TABASCO. 147 en su manuscrito de nombres geográficos mayas, citado por Brinton, cree que Tabasco viene de los elementos mayas tab-uaxrac-coh (Tabuashacoj, Tabuasaco, Tabuasco, Tabasco?), que significan “nuestro señor el de los ocho leones,” queriendo así. corrciliar el dicho de Bernal Díaz, de que el nombre venía del dacique de la región, con el hecho de ser los habitantes gentes de origen maya. En general, el parecer «del Sr. Rovirosa, de que la palabra sea de la len- gua mejicana, nos parece acertado. Pero no estamos de acuerdo con la res- tauración que hace del nombre ni, por consiguiente, con la respectiva in- terpretación. Por lo que se refiere á lo primero, bastará dar una ojeada á los elementos silábicos de la palabra Tabasco para tener la certeza de que es mejicana. Lia primera sílaba, ta, y la terminación co, características de la toponimia mejicana, son de decisivo alcance para la verosimilitud de tal suposición. Otros hechos la corroboran. En Zacatecas existió, hasta hace pocos años (1840), una población llamada Tabasco y que es hoy la villa del Refugio, del Partido de Villanueva (véanse, el “Diccionario Histório Geo- gráfico de la República Mexicana,” por García Cubas, y el “Mapa de los Departamentos de Jalisco, Zacatecas y Aguascalientes,” por D. José Ma- ría Navarro.—1840), y un Partido denominado Tavasco (véase el “Mapa del Distrito de Villanueva,” por J. G. de la Cortina).—A esos lugares de- be de referirse Don Alberto Santoscoy (“Anales del Museo Nacional,” 12 época, tomo VII, pág. 311-314), quien apoyándose en la crónica del P. Te- llo, referente á las lenguas de Nueva Galicia, dice que los caxcanes ó “rús- ticos mexicanos” fundaron los pueblos de Tenánco, Jalpa, Mecatabasco, etc., y cita más adelante, como de raza tocha ó mejicana, á los pueblos de Mecatabasco, Jalpa y Ahualulco. En el mismo Estado de Zacatecas existe un rancho llamado Temoluasco; en Veracruz existe Tlecuasco, Apipilhuaxco es un rancho del Estado de Hidalgo, y Apipilhuasco un pueblo del Estado de México. ES En cuanto á que la palabra original haya sido Tlapalco, como opina el Sr. Rovirosa, repetimos que no estamos de acuerdo con aquel respeta- ble autor (aunque pensemos, con él y con el ya citado Dr, Brinton, que geográficamente sería apropiadísima), porque los elementos fonéticos ac- tuales de la palabra Tabasco (Ta-bas-co) no acusan como antecedentes más que á una parte de los que se suponen en Tlapalco (Tla—pal-co, de tlali, tierra, paltic, húmedo, y Co, terminación toponímica). La sílaba en que difieren esencialmente la palabra actual y la que se supone criginaria es la de enmedio. ¿Pudo, pues, la pseudo—originaria pal, convertirse en bas, bajo la acción deformadora del tiempo, y á favor de cir- cunstancias gráficas ó fonéticas lógicas? 148 Marcos E. BECERRA. Con respecto á la acción del tiempo, ella queda absolutamente descar- tada cón el hecho de que ningún escrito antiyx10 trae la palabra Tlapalco, En Bernal Díaz dícese Tabasco, y éste escribió poco después de la Con- quista. Las circunstancias gráficas tampoco han sido favorables, pues ni en la antigua letra española ni en la inglesa actual pueden confundirse una pe con una be, ni una ele con una esc. Las circunstancias fonéticas han si- do completamente favorables á la substitución de la pe antigue con la be actual (puesto que ambas letras son afines y, además, pueden invocarse otros hechos análogos en la historia de estas palabras), pero la substitución de la ele con una ese sí ya no está en igual caso. La ese que actualmente haya en las palabras de origen mejicano no puede provenir más que de los so- nidos she, che, tze, ó tse, Ó quizá de la misma ese que los primitivos aztequis- tas representaron generalmente con una zeta. Así, pues, la sílaba bas no puede provenir de la sílaba pal. Dicha sílaba puede venir de alguna de las siguientes: pash, pach, patz Ó pats, y paz ó pas (Tapasheo, Tapachco, Tapatsco, Tapasco); pero también puede originarse de alguna de estas otras: uash, uach, uatz, ó uats, y uaz Ó uas (Tavasheo, Tauachco, Tauatsco, Tauasco). Nosotros hemos opinado que venga de uash, según se ve en el artículo arriba. En efecto: leyendo á Bernal Díaz es frecuente encontrar la palabra Tabasco, así con be, pero otras veces se encuentra con ve: Tavasco. En las Relaciones” se encuentra indistintamente con be, Tabasco, con ve, Tavasco, y con u, Tauasco. Esta misma imprecisión ortográfica se nota en otras pala- bras puramente castellanas; así, se ve escrito, indiferentemente, estaba, esta- va ó estaua. Tabas o, pues, viene, por una senda perfectamente lógica, de Tlauashcol. Lc contirma su significado, que coincide, en el fondo, con la interpretación que Bernal Díaz, atribuye á tal palabra, y con la respuesta dada por los tabasqueños á Grijalva (cuando éste les proponía la sujeción al Rey de España) de que no necesitaban nuevo señor, puesto que ya lo tenían. En resumen: la existencia de sílabas características del mejicano en la palabra Tabasco; el encontrarse ésta en otra colonia de mejicanos tan dis- tante, como estaba Zacatecas; el estar escrito Tauasco en alguna obra; el existir aún, actualmente, en otras regiones de nuestro país nombres meji- canos con la terminación uasco; la relación entre el significado que hemos propuesto, el que Bernal Díaz consigna y el pasaje á que hemos aludido; todo ello, en fin, concurre 4 darnos la convicción clara de que el nombre Tabasco es de origen mejicano, que la restauración que hemos propuesto es acertada, y que, como lo hemos dicho al principio de este trabajo, Tabasco estuvo bajo el dominio de los mejicanos. Por lo demás, y en cuanto á que la palabra Tabasco fuera el nombre a eS de Xx E Ñ NoMBRES GKOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 149 , del cacique, como dice Bernal Díaz, debemos tener en cuenta que éste es- eribió su obra muchos años después de los acontecimientos y estando en Guatemala. Se comprende que, al querer recordar algunas circunstancias ó detalles secundarios de esos acontecimientos, su memoria no se los haya suministrado con entera fidelidad. De tal clase de detalles es el de la signi- ficación del nombre de 'Pabasco, y es seguro que, al consignarlo, aquel ve- rídico historiador, recordó solamente la idea general y fundamental de él, que es la de dominación ó señorío, y la expresó en su obra dándole la for- ma concreta que le pareció más en consonancia con esaidea. Pero, aun de- sechada esa suposición, y dando por probable el que, cuando escribió su “Historia,” Bernal Díaz hubiera recordado con precisión la idea asentada por él, es necesario advertir que la fuente que le sirvió, al tiempo de los suce sos, para obtener tal noticia no pudo ser muy exacta. En efecto: ¿cómo pu- do él obtener la noticia entonces si no fué por medio de intérpretes que so- lo sabían el maya? Es probable, pues, que, al valerse de Melchorejo ó de Julián, éstos, que no entendieron exactamente el significado de la palabra mejicana Tabasco ó Tauashco, la intepretaran por el nombre del que man- daba. *223.—TABASQUILLO (antigua población, ya extinguida, y lagu- na y arroyo, en la Municipalidad de Frontera),—Dimi- nutivo castellano de “Tabasco” (véase). -924,.—TACOTALPA (villa, cabecera de la Municipalidad de su nombre). —* Tierra de breñas.”—“Tlaco-tlal-pan” (de tla- cotl, breña; tlali, tierra; y pan, terminación toponímica).— Mejicano. . 225.—TACUTA (laguna, en la Municipalidad de Nacajuca).— “Breñal.”—“Tlaco-tla” (de tlacotl, breña; y tla, sufijo co- lectivo). —Mejicano. *226.—TACUTILLA (hacienda, en la Municipalidad de Nacaju- - ca). —Diminutivo castellano de Tacuta (véase). 227.—TAMACAZTEPEQUE (nombre antiguo de Tepetitán, pue- 150 MARCOS E, BECERRA. blo, en la Municipalidad de Macuspana).—“Cerro de los ministros Ó servidores del templo.”—“Tlamacas-tepe- ” (de tlamacasque, ministro ó servidor del templo; tepetl, - cerro; y C, terminación toponímica).—Mejicano. Hernán Cortés, hablando de esta población, dice: “...... Tepetitán ó Tamacaztepeque, como se llama por otro nombre...... E 228.—TAMULTÉ (pueblo, en la Municipalidad del Centro, y pueblo y laguna, en la de Frontera).—“Lugar de peones de labranza. ”—“Tlamol-te—c” (de tlamoleua, ablandar, amollentar la tierra; tecatl, sufijo gentilicio; y c, termina- ción toponímica).—Mejicano. Las dos poblaciones actuales, Tamulté de la Barranca (del Centro) y Tamulté de la Sabana (de Frontera) ya existían en 1579. Esta última apa- rece en el Mapa de Melchor de Alfaro con la palabra Tamultecal, en que, como se ve, entra la terminación gentilicia que hemos considerado. 229.—TANCOCHAPA (río, afluente del Tonalá, en la Municipa- lidad de Huimanguillo). —“Ribera de las dentaduras.”— “Tlancoch-apan” (de tlancochtli, dientes molares; y apan, sobre el agua).—Mejicano. 230.—TANGOBAC (arroyo, afluente del río Oxolotán, en la Mu- nicipalidad de Tacotalpa).—“Arroyo de los caracoles.” —“Tanco-bac” (de tanco, cierto caracol; y bac, arroyo).— Tsoque. *231.—TAPACHULA (rancho, en la Municipalidad de Comalcal- co).—“Lugar que se riega ó aniega.”—“Tlapacho-lan” (de tlaapacholi, anegado, regado; y lan, colectivo toponí- mico). —Mejicano. y ja NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASOO, 151 e 232.—TAPIJULAPA (pueblo, en la Municipalidad de Tacotalpa). “Ribera de majar ó despedazar cántaros de algo”.—““Tla- pil-sholo-apan” (de tla, prefijo sustantivo indefinido, al- go; apiloli, cántaro; sholouya, majar con mano de morte- ro; y apan, sobre el agua).—Mejicano. "Para conocer la significación probable del nombre Tapijulapa, nos ha servido de clave segura el hecho de que la población que lo lleva es de ori- gen tsoque, y el conocimiento de que todas esas poblaciones, aunque tie- nen un nombre en mejicano, llevan otro, de igual significación, en la len- gua de sus primitivos habitantes. Tapijulapa lleva el nombre tsoque de “¿Majcuibac,” palabra que quiere decir “agua ó río del cántaro.” Esta cir- cunstancia, que el autor de los “Nombres Geográficos de Tabasco” apro- vechó para acertar con alguna otra restauración ó interpretación, nos in clinó á desechar la que en dicha obra propone el expresado autor para la palabra de este artículo. La considera uva alteración de Tlapihuilapan, significando “río que se acrecienta ó se crece,” de los elementos tlapihuilo, acrecentarse, y apan, río (?); pero, si realmente el elemento tlupihuilo fue- ra originario, la palabra no se habría convertido en Tapijulapa sino en Tapi- gúilapa, porque la afinidad del diptongo ui es hacia la ge y no hacia la jota (véase Aguacate”), como vemos que sucede en gúisache, agúegúete, ayuí- zote, que provienen de uishachin, aueuetl, auisotl. En cuanto al significado, y á la parte lógica de éste, creemos que el investigarlo pueda dar gran luz sobre el origen de los bailes y juegos lla- mados de piñata (pignatta, olla, en italiano) que probablemente sean origi- narios de América. Siendo esto así, como nos parece, á ello podrían refe- rirse los nombres Tapijulapa y Tapijuluya. Los indígenas del Departamento de Simojovel (Chiapas), que hablan un dialecto del maya, llaman á Tapijulapa con el nombre de “Kibalucum,” que tiene por elementos las raíces mayas kibal, cántaro, y ulum, río 233.—TAPIJULUYA (arroyo, en la Municipalidad del Centro). —“En donde se majan ó despedazan cántaros de algo.” —*“Tla-—pil-sholo-yan” (de tla, prefijo sustantivo indefi- nido; apiloli, cántaro; sholouya, majar con mano de morte- ro; y yan, terminación verbal toponímica). —Mejicano. 152 MARCOS E. BECERRA. 234.—TAPOCINGO (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). “Zapotlán el chico, ó Zapotlancito.”—““Tsapo-tsinco” (de Tsapotlán, cierta población; y tsinco, terminación di- minutiva toponímica).—Mejicano. 235.—TASISTE (hacienda, cn la Municipalidad de Macuspana, y arroyo, en la del Centro).—Aztequismo, nombre de cierta planta (chamaedorea sp? Palmeras). —“Tlashichtli” —Mejicano? Tlashichtli, según Molina, es “pasador (?) que se tira con ballesta.” El historiador Gomara dice: “...... hay palmas de ocho á diez maneras; .... Hacen los indios lanzas y flechas de palmas, por ser tan recias que sin hen- der, ni remachar, ni les poner pedernal, entran mucho.” 236.—TATAHU:TALPAN (nombre de una población antigua, á la margen del río Usumacinta).—“Llanura quemada.”— “Tlatla-uei-tlal-pan” (de tlatlac, quemado; uei, grande; ilali, tierra; y pan, terminación toponímica).—Mejicano. La carta de Cortés á Carlos V., referente á la expedición á Hibueras, menciona una población á la margen izquierda del Usumacinta, cinco le- guas arriba del antiguo Istapan. Esa población llevaba el nombre de Ta- tahuitalpan, nombre que no consigna Bernal en su “Historia” y que tam- poco figura posteriormente en las “Relaciones.” Como el significado de la palabra mejicana motivo de esta nota tiene analogía con el de la palabra maya Balancán, y ambos nombres se relacionan con el relato de Cortés, re- ferente á la primera de éstas, y como, por otra parte, Balancán no aparece todavía en 1579 en las “Relaciones,” es de suponerse que esta última po- blación haya sido fundada posteriormente con los restos de la antigua Ta- tahuitalpan, ó Tlatlaueitlalpan. Actualmente Balancán está ubicado en la margen derecha del Usumacinta, pero se comprende que no ha de haber estado siempre allí, pues en la izquierda, arriba de Montecristo y de la con- fluencia de los ríos Chacamás y Usumacinta, se ve un arroyo llamado de - “Balancán Viejo.” Los habitantes de Tatahuitalpan quemaron la población y huyeron hacia la otra parte del río, según el relato de Cortés. 237.—TAXAGUAL (nombre de un pueblo, ya extinguido, y de cs SS NoMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 153 ciertas laguras, próximos á la costa).—“El desgranade- ro”—“Tlashacnalololoyan” (de tlashacualololoyan, lugar donde desgranan semillas). —Mejicano. 238.—TAXcO (arroyo, en la Municipalidad dé Nacajuca).— “Lugar del juego de la pelota.”—“Tlach-co” (de tlachtli, juego de la pelota; y co, terminación toponímica).—Me- jicano. 239.—TEAPA (ciudad, cabecera de la Municipalidad de su nom- bre).—“Ribera de las piedras.”—“Te-apan” (de tetl, pie- dra; y apan, sobre el agua).—Mejicano. Esta población, que, con Tecomajiaca, fué dada en encomienda á Ber- nal Díaz, tenía más de mil casas en tiempos de la Conquista, según el di- cho del propio Bernal. Los habitantes primitivos eran tsoques, de índole levantisca. Bernal Díaz refiere que, cuando regresaban á Coatzacoalcos él y los demás españo- les que fueron á la conquista de Chamula bajo las órdenes de Luis Marín, los de Teapa y Tecomajiaca los recibieron en son de guerra, á pesar de que eran gente ya sometida. Trabaron combate con los indios y, vencidos és- tos, uno de los consejeros del capitán propuso que se marcara con hierro como á los esclavos á los prisioneros. Opúsose cristiana y noblemente Ber- nal Díaz, y á causa de eso tuvo un serio altercado con el otro español, 1le- gando por poco á las armas entre sí. El capitán Marín atendió á las razones de Bernal Díaz, y con ello terminó el disgusto. Tal hecho, si es una prue- ba de las violencias cometidas por los conquistadores hispanos, nos hace ver que no puede medirse con un solo patrón la talla de aquellos. Siendo el autor de este trabajo originario de Teapa, aprovecha la oca- sión para lamentar que en Teapa no exista un lugar, calle, jardín ó sitio público, que lleve el nombre de aquel valiente soldado é historiador. 240.—TECOLPÁ (rancho, en la Municipalidad de Montecristo). —“Donde milpean en mancomún.”—“Te-col-pac” (de te, lugar; col, milpear, sembrar milpa; y pac, juntamente, en tropa).—Maya. Mem. Soc. Alsate. México. T. 29. (199-1910) —20 154 MARCOS E, BECERRA 241.—TECOMAJIACA (barrio de la ciudad de Teapa, antes pue- blo de Tecomajiaca).-— “Lugar de las máscaras de teco- mate.”— “Tecoma-shayaca-c” (de tecomatl, tecomate, cierto utensilio como vasija; shayacatl, máscara ó adorno de la cara; y c, terminación toponímica).—Mejicano. Bernal Díaz dice en un pasaje Tecomayacate, pero en otro dice Tecoma- jayaca. En las “Relaciones” dice Tecomaxiaca. En Tabasco los tecomates se fabrican del epicarpo del fruto de la plan- ta llamada jícaro (crescencia cujete, Lin., Bignoniáceas). 242.—TECOMINUACÁN (pueblo, en la Municipalidad de Hui- manguillo).—“Lugar en donde hay cazadores de fieras.” “Tecua—-min—ua-can” (de tecuani, fiera; mina, cazar; ua, partícula que denota haber ó tener; y can, terminación toponímica).—Mejicano. 243.—TECOLUTA (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca). “¿En donde abundan los tecolotes.”—“Tecolo-tla” (de tecolotl, tecolote, cierta ave nocturna; y tla, colectivo).— Mejicano, *244. —TECOLUTILLA (pueblo, en la Municipalidad de Comal- calco). —Diminutivo castellano de Tecoluta (véase). 245.—TECPATE (arroyo, afluente izquierdo del río Ixtacomi- tán, en la Municipalidad del Centro).—“Lugar de peder- nales.”—“Tecpatl” (de tecpatl, pedernal).—Mejicano. 246.—TENOSIQUE (villa, cabecera de la Municivalidad de su nombre).—“Casa del deshilador, ó del hilandero.”—“Ta- na-tsiic” (de tana, casa, habitación, morada; y tsiic, deshe- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABA£00. 155 brar, deshilar, contar hilos). —Maya (véase “Zagoatez- pan”), El significado de esta palabra nos da la clave para identificar un punto del itinerario de Cortés á su paso por estas regiones, pues dicho significa- do es el mismo que el de la palabra mejicana Zagoatezpan (Tsaua-tecpan) con que el Conquistador desi gha á una población ubicada en las márgenes del río Usumacinta. 247.—TEPETITÁN (pueblo, en la Municipalidad de Macuspa- na).—“Entre los cerros.”—“Tepe-titlán” (de tepetl, ce- rro; y titlan, entre).—Mejicano. El primitivo Tepetitlán estuvo en sitio distinto del actual, junto á la sierra, según lo dice Hernán Cortés. 248.—TEPECENTILA (pueblo ya extinguido, y arroyo, en la Mu- nicipalidad de Macuspana).—“Ladera del cerro.”—“Te- pe-tsintla” (de tepetl, cerro; y tsintla, ladera).—Mejicano. *249.—TEQUILA (vecindario, en la Municipalidad de Jalpa).— “Lagar de tributos. ”—“Tequi-lan” (de teguitl, tributo; y lan, terminación toponímica).—Mejicano. 250.—TILAPA (punta, en la laguna de Mecoacán).—“Ribera del agua negra. ”—“Tlil-apav” (de tliltic, negro; y apan, sobre el agua).—Mejicano. 251.—TowNará (río, en el límite de Huimanguillo con el Esta- do de Veracruz).—“Lugar de calor”—“Tona-lan” (de tonali, calor; y lan, terminación toponímica).—Mejicano. 252.—Tucta (pueblo, en la Municipalidad de Nacajuca).— “Donde abundan los sembrados. ”—“Tuc-tla” (de toctls, sembrado; y tla, colectivo).—Mejicano. 156 MARCOS E. BECERRA. 253.—TULACAL (rancho, en la Municipalidad de Tenosique). —“Lugar lleno de ciénagas ó lagunetas.”—*“Tul-aakal” (de tul, lleno, repleto; y aakal, laguneta, aguaje, ciénaga). —Maya. *254,—TULAR (arroyo, en las Munitipalidades de Cárdenas, Cunduacán, Comalealeo y Paraíso). —Colectivo castella- no, derivado del aztequismo tule, en mejicano tulin, nom- bre de diversas plantas palustres ó acuáticas. 255. —TULIÁ (vío, en la Municipalidad de Macuspana).—“Río que se desbordaba ó rebosaba.”—“Tuii-3á” (de tuli, pret. de tul, rebosar, desbordar; y já, agua).—Maya. 256.—ULAPA (pueblo de la Chontalpa, ya extinguido, próximo á la costa).— “Ribera del agua negra”—-““Ul-apan” (de uli ú olin, hule; y apan, sobre el agua).—Mejicano. El sustantivo olin se emplea metafóricamente para dar idea de la cua- lidad de lo negro, como en la palabra ulcoate (ui—coatl, culebra prieta). En los pictoglifos se representa el hule (el látex, no la planta) con una man- cha negra. Tal vez el lugar llamado actualmente Tilapa (con igual signifi- cación) sea el antiguo Ulapa. 257.—USUMACINTA (río, en las Municipalidades de Tenosique, Balancán, Montecristo y Jonuta, y pueblo' en la de Te- nosique).— “Lugar de monitos.”—“Osoma-tsin—tla” (de osomadl, mono; tsintli, diminutivo; y tla, colectivo).—Me- jicano. *258.—XOTAL Ó CHOTAL (arroyo, afluente del río San Pedro, y rancho en la Municipalidad de 'Cenosique; “arroyo, NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASOO, 157 afluente del río Chacamás, en la de Montecristo, y ve- cindario, en la de Jalapa). —Colectivo castellano, deriva- do de shote, nombre de cierto caracol fluvial.—Del me- jicano? Parece que la palabra shote tiene una área de dispersión bastante ex- tensa, pues lo mismo en Costa Rica (Gagini.—“Diccionario de Barbaris- mos y Provincialismos de Costa Rica”) que en el Salvador y en Honduras (Membreño.—*“Nombres Geográficos de la República del Salvador” y *Az- tequismos de Honduras”) se usa la palabra castellanizada jute (shute), signi- ficando cierto “molusco fluvial en forma de caracol.” El senor Membreño le atribuye un origen mejicano á la palabra, suponiendo que venga de shotl, pie, á causa de no tener más que un pie dicho molusco. La circunstancia de existir el nombre Jutiapa (Jute-apan, Shute-upan, Shote--apun), COrres- pondiente á un río del Salvador, y la de haber ese molusco en sus aguas, dan una gran probabilidad á la opinión del señor Membreño, de que dicha palabra es de origen mejicano. Nos parece, sin embargo, que, al serlo, y al provenir de shutl, como él supone, esta palabra shute ó shote, necesita, foné- tica y lógicamente, tener algún elemento además del que significa pie. Lo aclararemos. Fonéticamente, shotl, ó shutl, no sería suficiente más que para consti- tuir alguna de estas formas del nombre: Jutlapan (Shutl-apan), Jutapan (Shut-apan), Juapan (Sh u-apan). Esta última manera de composición se ye en shopili (sho-pili, dedo del pie), shocpali (sho-cpali, planta del pie), sho- temol (sho-temol, cojo del pie). Cuando shute se conserva íntegro en Jutea- pan, es ello, de seguro, porque hay algo más que shotl en esa primera par- te de su composición, Lógicamente, para denominar al animal es necesario poner algo más que la idea de ““pie;” algo más que determine la particularidad del animal con respecto á este órgano, supuesto que los mejicanos eran maestros en sus denominaciones. La palabra shute podria venir de los elementos mejicanos shotl (pie) é itetl (barriza Ó vientre), shoitetl, que, por absorción de la i, se ha conver- tido en shotetl, castellanizada en shote, y cuya significación es exactamente igual á la de la palabra gasterópodos (yaster, estómago, y podós, pies) con que la Zoología designa estos moluscos. De no tener origen mejicano la palabra shote, podría tenerlo maya, de shot, ““pellizcar, cortar,” por la práctica indispensable de cortar la punta de la concha para poder sacarlo por succión al comerlo, ó, bien, de chot, *““tor- 158 MARCOS E, BECERRA. cer, como hacen á la ropa para exprimirla,” por la forma típica de estos mo- luscos, A En Veracruz y en Tamaulipas se conoce bajo el nombre chote el fruto llamado en otras partes cuajilote (parmentiera edulis, D. C., Bignoniáceas). Probablemente sea, también, de origen maya esta palabra. y su significado aluda á la forma de estrías retorcidas que afecta la superficie del fruto indi- cado. 259.— Y ASTUNIJÁ (arroyo, afluente del río Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“A gua de las piedras ver- diosas.”—“Y ash-tuni-Já” (deyaash, verde; tunich, piedra; y já, agua).—Maya. 260.—YAXCHILÁN (paso sobre el río Usumacinta, arriba de las ruinas de “Menché,” en la Municipalidad de Tenosique). —“Límite primitivo. ”—“Y ash-—tsilan” (de yaash, ó yash, primero, antes; y tsilaan, pp. de tsil, dividir tiempos, ca- minos, etc.) —Maya. M. de Charnay (“Les anciennes villes du Noveau Monde;” pág. 370— 380) menciona bajo el nombre de Yaxchilán un arroyo (cuya dirección no expresa) á la margen derecha del río Usumacinta, y bajo el de Yalehilán el paso de que trata este artículo. En la carta de Tabasco del Profesor Don Alberto Correa, formada sobre la base de otra muy incompleta que formó (con motivo de comisión oficial) el Lic. Don Adolfo Alomía, figura un arro- yo llamado Yazxchilán como afluente izquierdo del río San Pedro, que es, á su vez, afluente derecho del citado Usumacinta. Por último, en la carta del Sr. García Cubas, formada con motivo de la, hoy definitivamente termi- nada, cuestión de límites con Guatemala, se ven con el mismo nombre de Yaxchilán dos arroyos, uno que afluye en el Usumacinta y otro que desem- boca en el San Pedro. Como se ve, la determinación de cuál era el verdadero Yaxchilán no es cosa fácil, tratándose de referir la denominación á una dada corriente de agua. Esa dificultad proviene, á nuestro juicio, de que realmente el nombre no se aplicaba á una sola cosa sino á varios de los puntos señalados en la primitiva línea con Guatemala, pues debe recordarse que, en cuantas cues- tiones se suscitaron por entonces entre ambos países, se invocó á Yaxchil- NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 159 lán como límite tradicional. La interpretación que damos á esta palabra nos aclara tal punto. Actualmente, carece de importancia para nosotros el saber que, efeo- tivamente, hay dos arroyos que llevan el nombre de Yaxchilán 6 Yalchi- lán, uno que sale al San Pedro y otro al Usumacinta. Esos puntos de nues- tros antiguos límites han sido substituídos por líneas geográficas naturales más precisas, aunque por ellas hemos perdido, pues el arroyo de que nos ha- ¿bla Charnay, que era el más avanzado sobre nuestro país, ha quedado in- ternado en territorio guatemalteco. Sin duda por la proximidad á tales antiguos puntos se ha dado el nom- bre de Yaxchilán á las ruinas de Menché (véase). 261.—YAXUM (laguna y arroyo, afinentes derechos del río Lia- camtún, en la Municipalidad de Tenosique). —Nombre de cierta planta de follaje muy verde.—“ Yash-uwm” (de yash, verde; y um, contorno, en derredor).—Maya. 262.—YOLOSHO“HIL (vecindario, en la Municipalidad de Cun- duacán).—Aztequismo derivado de yoloshochitl, nombre de cierta planta (talauma mexicana, Don., Magnoliáceas). 263.—YOMEL (hacienda, en la Municipalidad de Balancán).— “Comarca quemada. ”—“Yum-el” (de yum, al rededor, en contorno, á la redonda; y el, quemar).—Maya. 264.—ZAGUATÁN Ó ZAGUATLÁN (región antigua, formada por las actuales poblaciones de Jalapa, Jaguacapa y Asta- pa).—“Lugar de hilanderos ó hiladores.”—“Tsaua-tlan” (de tsauani, hilandero ó hilador; y tlan, terminación co- lectivo-toponímica).—Mejicano. Nuestros escritores han confundido el nombre de Zaguatlán con el de otra región, también de Tabasco, Cimatlán, creyendo que este nombre es una corrupción ó variante del primero, y que ambos corresponden á lo que 160 MArcos E. BECERRA. fué el pueblo de Santiago-Cimatlán y que hoy es un barrio de la ciudad de Cunduacán. De este error ha resultado que se crea que Cortés pasó por Cunduacán, al ir á Hibueras. Una lectura algo detenida de varios pasajes de la “Historia Verdade- ra” de Bernal Díaz bastan, sin embargo, para desengañarnos de este error. En primer lugar, se ve que Cimatlán, ó los Cimatanes, como dice el histo- riador expresado, era comarca demasiado conocida por él, y que si hubiera querido mencionarlo cuando, en su relato de la expedición aquella, habla de Zaguatlán, lo habría precisado, pues, como hemos dicho al tratar de Ci- matán (véase), los cimatecas le habían dado motivo para recordarlos. En segundo lugar, por el mismo Bernal se sabe que, mientras Cortés avanzaba nor la costa hacia los Cupilcos, en aquella expedición, Bernal Díaz marcha- ba por el interior, ó se adelantaba, hacia Cimatlán, á tomar alojamiento, saliendo luego á incorporarse á Cortés antes de que éste llegara á Cupilco, de.modo que á Nacajuca ya llegó junto con él. Todavía más adelante cru- zóse el río Quetzalapa (río Grijalva). y es, por consiguiente. absurdo su- poner que, yendo hacia el Usumacinta como iban, llegaran 4 Cunduacán, que ya queda muy atrás. En tercer lugar, los Zaguatanes estaban á la ori- lla del río Quetzalapa, por el cual subieron hasta allí canoas que venían de Santa María de la Victoria y de Teapa y Tecomajiaca, cosa que se explica fácilmente, tratándose de Jalapa. Jaguacapa y Astapa, pero que no podría comprenderse si se tratara de Cunduacán. Bernal Díaz menciona las ca- noas venidas de Teapa y Tecomajiaca, y no pudo haberse equivocado en tal respecto porque eran, como hemos dicho en otro lugar. pueblos de su encomienda en donde él había estado ya (véase “Teapa”). Por último, Cor- tés en su carta á Carlos V. dice que desde la población de Zaguatlán en que estuvo se divisaba una sierra como á diez leguas de allí, junto á las cuales quedaba la principal población de Chilapa, que era la región á donde se di- rigían. Tal circunstancia geográfica resulta fácil de identificar desde Jala- pa, Jaguacapa ó Astapa, ó desde aluún punto próximo á estas poblaciones, pero es imposible hacerlo desde Cunduacán ó algún punto cercano á esta otra población. Cortés dice que la población en que él estuvo estaba dividida por un río, cosa que corrobora Bernal Díaz, y que el barrio más chico, que fué el único que conoció, por no haber podido cruzar á los que quedaban del otro lado, tenía más de doscientas casas. Según las “Relaciones,” los tres Za- guatanes estaban “juntos el uno del otro,” de lo cual se infiere que lo que Cortés juzgó un barrio era en realidad una de las tres poblaciones, y que tal ubicación no había variado aún en 1579, fecha de dichas “Relacio- AAA p NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 161 PP es a nes.” En el mapa que acompaña á éstas se ven los tres nombres escritos hacia la punta ó península que forman, al confluír, los ríos de Teapa y Ta- cotalpa. Como actualmente están, Jalapa, Jaguacapa y Astapa, notablemen- te separadas, se comprende que han sido cambiadas de lugar, y no podría- mos señalar su precisa ubicación antigua, pero por los datos oro—-hidrográ- ficos ya aducidos, creemos que no será difícil identificarla más tarde. 265.—ZAGOATEZPAN (nombre de una población antigua, á la margen del río Usumacinta).—“Palacio de hilanderos, ó hiladores.”—“Tsaua-tecpan” (de tsauana, hilador ó hi- landero; y tecpan, palacio).—Mejicano. Según puede verse en el relato de Hernán Cortés, con respecto al via- je á las Hibueras, Zagoatezpan quedaba río arriba del pueblo de Ozuma- zintlan (hoy Usumacinta) y río abajo del de Petenecté (hoy desaparecido). Cogolludo que habla de estas dos poblaciones, con motivo de la misión re- ligiosa 4 Nohháa, cita á Tenosique entre ambas. Esta circunstancia, así como la identidad de significados de ambos nombres, Tenosique y Zagoa- tezpan, prueba que se trata de una misma población, con dos nombres dis- tintos, uno maya, actual, y otro mejicano, antiguo, consignado por el Con- quistador. 266.—ZAPOTE (hacienda, en la Municipalidad de Cárdenas, ranchos, en la del Centro y Balancán, y vecindario, en la de Nacajuca).—Aztequismo, derivado de tsapotl, nombre de cierta planta (lucumma mammosa, Graertn. fil., Sapotá- ceas). 267.—ZUMPANGO (arroyo, afluente del río González, en la Mu- nicipalidad de Nacajuca).—“ Lugar de colorines.”— “Tsompan-co” (de tsompantli, colorín; y co, terminación toponímica). —Mejicano, Háblase de las simientes ó frijolitos rojos de la llamada madre de ca- cao ó madre chontal (erythrina coralloides, DC., Leguminosas). Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1908-1910)—21 162 Marcos E. BECERRA o o AE INIA AS 268.—AZUM (arroyo, afluente izquierdo del río Lacamtún, en la Municipalidad de Tenosique). — “Arroyo de cauce es- trecho ”—“A-zuw” (de a, agua; y sum, estrecho, apre- tado).—Mayva. *269.—CARIBE (laguna y arroyo, en la Municipalidad de Jo- nuta).—Americanismo que se aplica, corruptivamente, como gentilicio á los indios lacandones (véase “Lacam- tún”). Los indios caribes eran, propiamente, sólo los habitantes de la comar- ca llamada Caribana, en la América del Su», gente de índole bárbara é in- dómita, según se infiere de los relatos de los primeros descubridores y con- quistadores, pero después se hizo extensiva la denominación de “caribes,” ““comedores de carne humana,” “infieles,” “apóstatas,” á todos aquellos nativos que lograron por algún tiempo mantenerse libres de la sujeción á los europeos, y por eso se dió tal nombre á los lacandones. En Alcedo (“Dicc. Geográfico-Histórico de las Indias Occidentales.” —Madrid.— 1739, Tomo 1, ) se lee: “Caribes, Nación bárbara de Indios feroces, comedores de son los más crueles que infestan los Pueblos de las Misiones del río Orino- co, y los mismos que también llaman Galibis: .... el nombre de Caribes no sólo se da á éstos y á los de las Antillas sino á los demás bárbaros que co- men carne humana.” —“Caribana, País grande llamado hoy Guayana Mari- tinia (Marítima?) ó Nueva Andalucía Austral, se extiende desde la boca del río Orinoco hasta la del Marañón. ..” *270.—CARIBAL (diversos parajes habitados por indios lacan- dones, en la Municipalidad de Tenosique). —Colectivo castellano, derivado del americanismo caribe (véase). y FEA | NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO. 163 CO PETRA AMERO *271.—CHAYOTAL (isla del río Lacamtún, en la Municipalidad de Tenosique). — Colectivo castellano, del aztequismo chayote, en mejicano chayutli, cierto fruto (sechiuwm edule, -Sw., Cucurbitáceas). 212.—CHUMCHEJÉ (paraje, en la Municipalidad de Tenosique). —““Donde roen ó minan los chejés.”—“Chum-—chejé” (de chum, ó chaánum, roer, minar; y chejé, cierta ave).—Maya. El chejé es el picus scalaris, Wagler, de los Pícidos, según el Señor Ko- virosa. 273.—CHINCHIL (arroyo, afluente izquierdo del río Chacamás, en la Municipalidad de Tenosique).—“Troje ó granero de maíz.”—“Shim-chil” (de shim, maíz; y chal, troje ó gra- nero).—Maya. *274.—GOGUAL (hacienda, en la Municipalidad de Jalapa). —Colectivo castellano, derivado de gogo, goco, Ó guoguo, nombre de cierta planta (salasia elliptica, Pery, Celastrí- neas).—Filipino? 275. IxcÁN (río, afluente derecho del Lacamtún, en la Muni- cipalidad de Tenosique).— “Lugar fuertemente frío.”— “Tts—-kan” (de its, frío, helado, fresco; y kan, fuertemen- te, reciamente).—Maya. 276.—JAYAQUÉN (arroyo, atluente izquierdo del río Usuma- cinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“Arroyo que se extiende en su asiento.”—“Jay—aken” (de jay, ancho, extendido, tendido; y aken, asentado, colocado).—Maya. *277.—JÍCARO (arroyo, boy desecado, que cruzaba la ciudad 164 á MARCOS E. BECERRA. de San Juan Bautista).—Aztequismo, nombre del árbol que produce las jícaras ó tecomates, derivado de shicali (véase “Jicalango”). 278.—JIJIPÁ (arroyo, afluente izquierdo del río Usumacinta, en la Municipalidad de Tenosique).—“Aguada de los ga- vilanes.”—“Jii-páa” (de jii, gavilán; y páa, aguada, es- tanque).—Maya. *279.—)OLOCHERO (isla del río Lacamtún, en la Municipalidad de Tenosique). — Colectivo castellano, derivado del ma yismo joloche, en maya joloch, la bráctea de la mazorca del maíz. , 280.—MURE (manantial y arroyo, en la ciudad de Teapa).— Tsoque? En tsoque “manantial” se dice muta, y “manar agua” Mmut-pa. *281.-——MUSTAL (barrio de la ciudad Capital del Estado).—Co- lectivo castellano derivado de musté, nombre maya de cierta planta (clerodendron ligustrinum, R. Br., Verbe- náceas). 282.—PUJUM (arroyo, afluente izquierdo del Usumacinta, en la Municipalidad de Jonuta).—“Rodeado de espadañas ó eneas.”—“Puj-um” (de puj, enea ó espadaña, cierta plan - ta; y um, rodeado).—Maya. 283.—SANES (arroyo, afluente derecho del río Blanquillo, en la Municipalidad de Teapa).—Plural castellano del tso- que ¿san, gusano. El P. Sánchez, en su “Gramática de la Lengua Zoque,” dice que tzan es culebra y tzuquin gusano, pero Grasserie, en su “Langue Zoque et Langue Mixe” trae la palabra izan como equivalente de gusano. Nuestra opinión es NoMBKES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 165 también esta última, pues la palabra poatsán, que se aplica como nombre á cierta larva de mariposa, quiere decir “gusano del jolosín ó jonote” (véase “Jonuta”), de los elementos tsoques poa, ““jolosín ó jonote,” y tsan, gusano. 284.—TUTUNIJÁ (arroyo, afluente izquierdo del Polevá, en la Municipalidad de Tenosique).—“Piedra en el agua. ”— “Tu-tunich-j4” (de tu, en; tunich, piedra; y ja, agua).— Maya *285.—ZENDALES (río, afluente del Pedregal, en la Municipali- dad de Tenosique).—Plural castellano, del mayismo zen- dal, en maya tsental, gentilicio aplicado á ciertas gentes de filiación maya, y que significa “apaciguado” (de tsem, apaciguar, calmar, y tal, posfijo de participio pasivo). RESUDMEMSN . Nombres mejicanos, originales ó ligeramente variados . 143 Nombres castellanos, derivados de la lengua mejicana.. 18 Nombres mayas, originales ó ligeramente variados..... 76 Nombres castellanos, derivados de la lengua maya...... 5 Nombres tsoques, originales ó ligeramente variados.... 20 Nombres castellanos, derivados de la lengua tsoque.-.. 1 Nombres de otras diversas lenguas, y derivados de éstas. 12 Nombres de origen lingúístico dao caca d0 Tota. ads AD . 285 $ y ' we EN " "e y Y J UA PA MANI 7 , A nt ie TER PY y 7 » 4 ) o y VOY f PA A E AI p ETA SUS e - CR "rd ed po a AAA, 0 , pr 1 y LA ró A ! y (OT Á , AA Y) 7) l E O his ho? TAS A PA) AA dat? Pa m ” Ñ b A de Mt Poo A CAN CARA A PRA PUTA DE AA Ta e 4 papi = 4 t , pa lo ae ' ; 7 h | ' . e e Le IA A O ANMAT $ 1% SA LS ¡E uN HOSk Y EAS AAA - > EPPA VIA Nh a dl RA 10h A id pr Ma pr y EA . ; e 10 A A Fr Nice EUA ON 4 Es R ER AL uN NA A TA ) q, 2 , Aya - $7 " ¿8 Pa e ON E A SA 1 RO x “Y NOMBRES GEOGRÁFICOS DEL ESTADO DE TABASCO, 167 y INDICE DE OBRAS CONSULTADAS. Andrade V. de P.—“Mes Histórico de la Preciosa Sangre.”— México. 1908. Brasseur de Bourbourg.—'“Dict, et Gram. et Chrestomatie de la Langue Ma- ya.” —Paris. 1872. . Buelna Eustaquio.—'“Nombres Geográficos Indígenas de Sinaloa.”—Mé- xico. 1892, a Clavijero F. J.—““Historia Antigua de México y de su Conquista.”—Mé- xico. 1844. Cejador y Frauca J.—'“La Lengua de Cervantes.”—Madrid. 1905-1906. Cejador y Frauca J.—“Los Gérmenes del Lenguaje.”—Madrid. 1902. Correa Alberto. —“'Plano del Estado de Tabasco.”—México. 1891. De Alcedo Antonio.—“Dicc. Geográfico-Histórico de las Indias Occiden- tales.”—Madrid. 1786-1789. 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Corrección de erratas y errores notables. 4 Errata ó Error. de Ingares Champolión Palenke que ha hecho en ellos gueso, gueco, guipil derecho Championet Palenke “Chan-choo” chili á color “escobas grandes” Fray Margil pihoy buasuma maeuilishtli Chilapa eordia SFJÁ | Tavuashcol como á los esclavos á la margen Corrección. de lugar Champollion Palenque ha hecho en ello gúeso, gúeco, gúipil 1zquierdo Championnet Palenque “Chaa-choo” chila calor “escoba grande” 17,2 Fray Antonio Margil pixoy uasuma macuilishtli Chilapa cordia SEJÁ Tauashco como á esclavos hacia la margen Los nombres AMATAL, CAMPECHE y CHAPULTEPEC, cabezas de artículo, deben ir señalados con asterisco. 0 A e '. SOCTETÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 27. 173 A LA LUCHA DEL ESTOMAGO CON EL INTESTINO, POR EL DE. ALEJANDRO M. DEL CAMPO, M. $. A. Sed sobrios y vivireis sanos, dice un proloquio mas antiguo que la Biblia y los transgresores de este higiénico precepto provocan un conflicto entre su estómago é intestino que se tra- duce por empanzamiento, acideces, contracciones dolorosas del estómago y otros transtornos nerviosos del trisplágnico y de pneumogástrico. La sensación del hambre parte de la mucosa gástrica, lle- ga al centro cerebro espinal por el pneumogástrico y se refle- ja por el trisplágnico para convertirse en movimiento. El pneumo gástrico es el encargado de gritar tengo hambre y si nosotros acudimos con el alimento, lo calmaremos; pero podemos equivocarnos de dos maneras: 1? dándole mas de lo que necesita para la satisfacción precisa de su necesidad ó 2; ingiriendo alimentos que lo estimulen demasiado: licores espi- rituosos, alimentos condimentados con exageración. Este nervio es el encargado de estimular las glándulas se- eretoras del jugo gástrico, líquido ácido, que convierte los ali- mentos nitrogenados; carne, leche, etc., en peptonas. La digestión estomacal se opera pues en un medio ácido y este medio puede hacerse excecivamente ácido por exceso de es- tímulo, proveniente de exceso de alimentos ó exceso de condi- mentos. 174 - ALEJANDRO M. DEL CAMPO, A la digestión intestinal concurren tres jugos alcalinos: bilis, jugo pancreático é intestinal que digieren las grasas y las féculas, emulsionando á las primeras y transformando á las segundas en dextrina y lusgo en glucosa. No hay que olvidar que esto se verifica en un medio alcalino. Lo dicho; por lo que ve á la parte química de la digestión, que se ej=euta bajo la presidencia del pneumogástrico; pero falta la parte mecánica, encomendada al trisplágnico, que la favorece por los movimientos peristálticos y antiperistálticos del tubo digestivo, econ los cuales logra también expulsar el residuo dejando expedita la vía para la signiente labor. El duodeno, que es el vertedero de la bilis y del pancreas, tiene una sensibilidad exquisita; pero es tolerante con los al. calis é intolerante con los ácidos. Además, es el encargado de abrir ó cerrar la puerta inferior del estómago—el píloro—de la cual conserva la llave. Un estómago repleto de alimentos es como una matriz ocupada por el producto de la concepción, con las diferencias de que el estómago tiene que verificar su parto pocas horas después de ocupado y la matriz á los nueve me.es y de que el primero, en el estado sano, expulsa sin dolores y la segunda casi nunca se libra de ellos. Pero el estómago tiene á veces sus partos dolorosos y se presentan también sus casos de distocia. Y como hay un por- tero intolerante que en echando la llave provoca un conflicto, hay que estudiarle el genio para no exarperarle y tenerle grato. Un estómago no se vacía de golpe sino por pequeñas pot- ciones es expulsada una parte del quimo ácido, el duodeno percibe esta acidez, se exita y provoca una contracción del pí- loro y la puerta queda cerrada; pero luego acuden la bilis, el jugo pancreático é intestinal para neutralizar con su alcalini- dad esta acidez; entonces el duoleno cesa de ser exitado y de nuevo abre la puerta. Llega una segunda porción ds líquido ácido, segunda exitación, segunda clausura, segundo flujo de E y A / y 4 LA LUCHA DEL KSTOMAGO CON BL INTESTINO. 175 - ANA A ci e e líquidos alcalinos, segunda neutralización, calma subsecuente del duodeno, ausencia del reflejo trisplágnico, apertura del pí- loro y repetición sucesiva de los fenómenos de la serie. - Pero cuando por exceso de acidez ó por exceso de alimen- tos, los jugos alcalinos se agotan por mayor gasto que el re- querido para una digestión norma; ¿qué sucederá? Q 1e el duo- deno, para no sutrir la acción del líquido quemante, cerrará la puerta y el estómago seguirá repleto, hasta que el hígado y el pancreas, con un trabajo extraordinario, elaboren nuevas cautidades de líquidos alcalinos. Y si en el entre tanto, el es- tómago, de ordinario to!erante con los ácidos, seirrita y se ha- ce sensible hasta el dolor, protestará contra su conteuilo y tratará de expulsarlo por medio de contracciones exageradas y dolorosas; pero la puerta está cerrada y he aquí el caso de distocia. Alguna vez sucederá que no pudiendo hacerse la expul- sión por abajo se haga por arriba y se produzca el vómito, pre- cedido de palidez, enfriamiento, sudores y estado sincopal, pro- pio de la nausea, efectos todos de los reflrjos trisp ágnicos. Otras veces el vértigo estomacal será el resultado, con 6 sin palpitaciones, ó bien la modorra con sus entorpecimientos y regú-llos. : En las crisis dolorosas, pronto es llamado el médico y en tal conflicto, la terapóutica que este siga puede ser de dos ma- neras: etiocrática ó sintomática. La primera es la mas racio- nal, por que, quitada la causa se quita el efecto. La segunda tendría por objeto calmar, por medio de los narcóticos, el sín- toma mas molesto, el dolor; pero esto se consigue también su- primiendo la hiperacidez por medio de los alcalinos. | Yo asocio, con muy buen éxito, tres carbonatos: de sodio, de magnesio y de calcio con 10 gotas de amoniaco, en una po- ción aromatizada con alcohalado de hinojo, para tomar en cu- charadas cada cuarto de hora, hasta dominar el conflicto. Para prevenir los siguientes accesos dolorosos se necesi- 176 ALEJANDRO M, DEL CAMPo.—LA LUCHA DEL ESTOMAGO CON EL INTESTINO. tan medidas higiénicas y terapéuticas: Las primeras consis- ten: 1% en la abstinencia por las horas restantes d+] día, ó ca-* taplasma de humbre como yo la llamo; 22 en imponer el rézimen - lacto-vegetarrano mientras d saparece la susceptibilidad dolo- rosa, á fin de no hacer trabajar mucho al órgano enfermo: 32 después se permite el régimen mixto: carne cocida y por úl- timo asados, todo con legumbres verd»s y sopicaldos. Nada de licores, á título de aperitivos, nada de chile, ni especies aromáticas, ni vinos de mesa, que exageran la hiper- elorhidría. Como medios terapéuticos, habrá que dar al enfermo el tricarbonato, dos horas después de las comidas, hora en que generalmente prende el dolor ó antes si comienza, por que no hay que dejarlo crecer. En los casos rebeldes es muy conveniente calmar la con- gestión de la mucosa, antes de la ingestión de los alimentos, para lo cual es muy útil el condurango: 10 gotas de extracto fluido media hora ant-s de cada alimento. ; La asociación de la morfina, cocaina y belladona debe re- servarse para los casos que no hayan sido dominados con los remedios anteriores; pues los recientes casi nunca requieren este supremo recurso. La Higiene, como en todo, debe ser la preferida, por que vale más precaver que eurar, y el mejor de todos los preven- tivos es la observancia del precepto: “sed sobrios y vivireis sa- nos” eS Lagos, Septiembre 29 de 1909, SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29, 177 ELENA ERA DA AA ARA ES EL SINTESIS TEORICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEOROS, CINCO AÑOS DE OBSERVACIÓN, POR EL PBRO. SEVERO DIAZ, M, $, A,, Director del Observatorio del Seminario Conciliar de Guadalajara. Trabajo presentado en la sesión del 4 de Octubre de 1909, en la que bajo la presidencia del Señor General Don Porfirio Díaz, Presidente de la República, celebró la Sociedad el 25? aniversario de su fundación. La ley que en México, lo mismo que en todo el mundo, preside al desenvolvimiento de los fenómenos de la atmósfe- ra, es la que vacilante aún exponía en el Primer Congreso Me- teorológico Nacional, celebrado en esa ciudad en noviembre de 1900: la ley de la Coexistencia de los valores extremos de los diferentes elementos de observación meteorológica. En ese estudio refería cómo, en invierno, las mínimas de temperatu- ra coexistían siempre con las bajas de la presión, las que si eran suficientemente profundas venían acompañadas de llu- vias menudas y penetrantes, tan características de nuestros climas. Los calores de estío se normaban siempre por las al- N Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—23 178 SEVERO DÍAZ. É—___ _ —— —_——_—__ A A A A E tas presiones; y las lluvias estivales, que por su importancia no solo presentan interés científico, sino principalmente eco- nómico, pues deciden para nosotros el problema de las cose- chas anuales, se regularizaban siempre por las variaciones de la presión, siguiendo una especie de ciclo que ameritaba un estudio minucioso y profundo. Exponía además otros no me- nos curiosos é importantes hechos de muy notables coinciden- cias, en lo referente al período otoñal. Posteriormente á esto publiqué unos “Estudios de Meteo- rología Mexicana” en dond» me extendía un poco más sobre estas mismas coincidencias, señalando muy pormenorizada. mente, y según el orden cronológico de nuestro año meteoro- lógico, estas mismas coexistencias, estudiando hasta algunas de sus causas; pero sin hacer el desarrollo científico de mis presunciones, dejando para ulteriores tiempos la ampliación de este que considero como fecundo pensamiento. No se me olvida, y aún estoy gratamente impresionado por la favorable acogida que esta Sociedad “Alzate” dispensó á la primera demostración de estos mis particulares modos de ver en nuestros fenómenos meteorológicos, cuando probé fotográ- ficamente, si me es permitido hablar así, la verdad de lo que he llamado temporales de invierno, que en realidad son los fenó- menos más previsibles de todos los de la atmósfera y los úni- cos que hasta el presente se sujetan á una ley de matemática precisión en el seno de la movible y desesperante sucesión de meteoros: en esto influye, es cierto, un dato enteramente lo- cal y por lo mismo aplicable á sólo nuestro territorio, cual es la forma especial de él y su situación con relación á los cen- tros de acción meteorológica en los E. Ú., lo que reduce mu- cho su aplicación á la Meteorología general; pero es algo de regla en lo que hasta el presente no parecía tenerla y por esto me he congratulado en exponerla y lleva mi entusiasmo en medio de mis muy estimables consocios. EV a Yes e , SINTESIS TEÓRICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEOROS. 179 Si pues, es un hecho que existe algo regularizable en la at- mósfera, y además que, según nos lo hacen presumir estos pri- meros resultados, estamos en el camino que verosímilmente á ello conduce, me he auimado á proseguir en este sendero ya parcialmente fecundo, y creo que he llegado ya á dar un paso más, no ya para establecer un hecho aislado, sino más bien en el sentido de edificar la verdadera teoría de nuestros meteo- ros, facilísima en verdad á causa de los adelantos presentes de la Meteorología. Muchas veces he hecho para mí este raciocinio: si dos me- teoros coexisten invariablemente, es claro que si uno de ellos es dinámico, es decir, se enlaza con las causas que hacen mo- ver el aire, puede muy bien ser este causa del otro; luego solo nos queda estudiar algo para establecer entre ellos la tal cla- sificación, que una vez realizada, nos conducirá indefectible- mente á dar la más completa y satisfactoria explicación del meteoro desconocido. Ahora bien, encontrada la explicación se tiene la base más firme para proceder á lo que constituye el ideal de la Meteorología, á saber, la previsión. El verdade- ro trabajo pues, del meteorólogo en la actualidad, es identificar los hechos que observa con las más probables causas que se co- nocen influyen en la atmósfera y establecer las más seguras correlaciones: después vendrá indefectiblemente la ley de su- cesión que es en realidad la previsión. El barómetro, he aquí el aparato por excelencia de la Me- teorología. Los encargados de observarle diariamente están perfectamente enterados de que en nuestros climas, este apa- rato marcha con una pasmosa regularidad de modo que casi nunca desobedece las leyes estrietas de su variación diurna: siempre está en alta y en baja á las horas trópicas del día: ra- rísimo es aquel día en que hay una subida extraordinaria en los intervalos de dichas horas, lo que acontece sólo en los mo- mentos críticos de las tempestades estivales que ordinaria- 180 SEVERO DIAZ. mente son entre cuatro, tres ó dos de la tarde. ¿Cuál es la ra- zón de este hecho que nos separa profundamente de los elimas templados de la tierra en donde hay subidas y bajadas extra- ordinarias de la presión, á la entrada de los temporales, en todo el año? Pues precisamente esta es la causa de tal fenó- meno: la lejanía en que nos encontramos de los centros per- turbadores de la presión. En una región en donde el barómetro solo obedece á la acción que en el momento actual está con más preponderan- cia sobre de él y en que la acción perturbadora pasa á milla- res de kilómetros de distancia, es más seguro que se obedezca á la primera y se nulifique casi la segunda: no es el período diurno el más á propósito para descubrir la acción lejana de los centros perturbadores dé la presión: lo único que se puede observar es que á la primera aproximación de estos centros la mínima ó la máxima del día se hacen más ó menos profundas, se debilita ó amplía la oscilación, pero nunca se extenderá su perturbación á destruír totalmente aquella máxima ó mínima. Tales son los hechos que la observación recoge. El célebre meteorologista D. Juan N. Contreras, de feliz memoria, llamaba variaciones de periodo irregular á las que él observaba en el barómetro siguiendo la curva que se dibujaba en la cuadrícula de abcisas y ordenadas que tanto usamos en nuestros estudios, y consideraba como de mucha trascenden- cia su estudio, pues ninguno de los meteorologistas mexica- nos podrá negar que con ellas y solo con ellas están enlazados todos nuestros meteoros. Este sabio tan poco eonocido, aun- que inmerecidamente, fingió una hipótesis ingeniosa como to- das las suyas, para explicarlas, diciendo que eran debidas á una ondulación provocada en los polos de la tierra en el mo- mento de la descarga eléctrica de las auroras, la que para rea- lizarse necesitaba enrarecer el aire circunvecino, enrarecimien- to que originaba una onda que luego se propagaba de norte á Jl SINTESIS TKORICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEQROB. 181 sur llegando al cabo de algunos días á gravitar sobre nuestros barómetros no sin primero dejar huellas de su paso en los de los E. U. La descarga se dejaba sentir inmediatamente en nuestras agujas mugnéticas y había un intervalo entre esta conmoción de la brújula y la llegada de las ondas de presión. He aquí la+razón de su previsión y la teoría de sus célebres pronósticos. Si esta teoría es un tanto imperfecta á causa sin duda de lo reducido de las observaciones, no me atrevo á calificarla de falsa, antes por el contrario me parece genial como todas las suyas, pues se sabe ahora que antre las modificaciones que “meteorologistas eminentes han juzgado del caso llevar á las teorías que se tenían antes acerca de la circulación general de la atmósfera, figura en primera línea la que se llama del tor- bellino polar y que supone que en el polo de la tierra se ejerce una misteriosa atracción de todo el aire de la atmósfera obli- gándole á girar á su alrededor y llevando envuelto en esta ro- tación á todos los torbellinos secundarios que nos es dado ob- servar en las bajas regiones de la atmósfera. ¿No podrá la intensa descarga polar que produce las auroras ser la causa de ese centro de atracción ya que no es inverosímil el enrareci- miento previsto por el sabio mexicano? Esta sería una prueba más de que nuestro célebre meteorólogo guanajuatense se ade- lantó á su época en el establecimiento de sus métodos da ob- servación y en lo atrevido de concepciones respecto de la cien- cia de la atmó-fera? Pero sin elevarnos nosotros demasiado, prácticamente nos parece que las variaciones de período irregular del barómetro en nuestros climas tienen toda su razón de ser en la aproxi- mación á nuestro territorio de los centros de acción, de baja ó de alta presión, que pasan cerca de él, ya de los E. U. del Norte, como de los ciclones del Atlántico y del Pacífico, Tal 382 SEVERO DÍAZ. es la teoría que siempre he venido sosteniendo. Con ella co- mo se recordará hice la síntesis de todos nuestros meteoros en mi opúsculo titulado “E-=tudios de Meteorología Mexicana” la demostración de cuyos modos de ver me he comprometido á traer al seno de esta docta corporación. Ahora pues voy á intentar esta demostración, para lo cual he preparado las cur- vas que acompañan al presente trabajo. Daré pues primero una idea del método que al presente voy á emplear, lo que cons- tituye la explicación de la manera como preparé estas cur- vas. Se sabe que, mes por mes, el Observatorio Central de Washington publica en su Revista dos cartas geográficas del Territorio de la Unión Americana en que constan las trayec- torias de los centros de alta y baja presión. Es evidente que no todos esos centros tendrán efecto notable sobre nuestro barómetro, sino solo aquellos que se aproximen suficiente- mente al nuestro y en especial á la localidad escogida para es- tudiarlo, como en el presente caso lo es Guadalajara. Por lo mismo he tomado una de estas cartas y sobre ella he escogido y señalado los lugares más apropiados para que los centros tengan acción en mi barómetro por su mínima distancia: 10 fueron estos lugares, como consta en la carta adjunta. Por allí vamos distinguiendo la sílaba Gu, «breviatura de nuestra Guadalajara, y de allí, conforme á la distancia, se ven los nú- meros de 1 á 10. O de otro modo: la red de meridianos y de paralelos está puesta en la carta de cinco en cinco grados y nuestros números tienen las cifras características siguien- tes: SÍNTESIS TEORICA DE NUESTROS PRINCIPALL8 METEOROS. 183 A a 1 entre los paralelos 25 y 30 y los meridianos 95 y 100 2 E 30 y 35 2 100 y 105 3 e 30 y 35 si 95 y 100 4 Y 30 y 35 5 105 y 110 5 ; 30 y 35 ]; 90 y 95 6 my 39 y 40 5 95 y 100 7 ss 39 y 40 Ñ 100 y 105 8 ó 25 y 30 > 90 y 95 IR A e e dt ds Y en el Golfo. 10 entre los paralelos 35 y 40 y los meridianos 105 y 110 Dicho esto, en el gráfico de las curvas del barómetro para los cinco años que comprende este estudio, he marcado con un cuadrito el día en que se ha visto que un centro ha tocado alguno de los lugares anotados con los números en la parte más próxima de su eurso, ponienlo abajo del cuadrito, prime- ro el número correspondiente á los arriba anotados y á un la- do el valor de la presión tal como lo trae el círculo pequeño de la carta: Adentro del cuadrito hay un puntito que marca el lugar preciso en que se encuentra el centro del canevá geo- gráfico de la carta. También he dibujado la lluvia tomando simplemente las alturas en milímetros y transladándolas á los milímetros de la cuadrícula en líneas verticales. Adverterimos por fin que los cuadritos de abajo son las bajas y los de arriba las altas presiones. La primera consecuencia que resalta, que se impone á la simple inspección de estos gráficos es que la mayoría, que la inmensa mayoría de nuestras presiones altas Ó bajas, corres- ponde exactamente á la presencia de un centro similar en los E. U. del Norte; que este hecho es exclusivo en todo el año y domina por sobre todas las influencias y que por fin da el ca- rácter á nuestras variaciones barométricas, que son profundas, que son ligeras, que son como el centro lo quiere. Las dedue- ciones que de este hecho se desprenden son de trascendental importancia: aparte de la que apuntamos, á saber, de que no 184 SEVERO DÍAZ. debemos buscar otro origen á las variaciones de la presión, que éste; se tiene la que se enlaza con el sistema de vientos que en esta ó aquella región deben de soplar ya que los vientos son función necesariamente dependiente de los centros ciclónicos ó anticiclónicos que en una determinada región dominan; y por fin con tal origen en la presión se puede establecer toda la teoría de nuestros meteoros los que no tienen otra causa que la que del hecho apuntado depende, ni se revisten de otro carácter que del que ellos les asignan. Vamos, pues, á hacer la síntesis de estos meteoros fundán- donos en el hecho trascendental de que nos venimos ocupan- do. Primero el invierno. En este tiempo encontramos estabie- cido el verdadero imperio de los centros americanos: la pre- sión por lo mismo es en este tiempo notablemente oscilatoria por no decir irregular: es entonces cuando se acumulan á ori- llas de nuestro territorio el mayor número de tales centros y también cuando más cerca de nosotros están. En consecuen- cia, el tiempo del invierno debe ser de variantes térmicas no- tables, los grandes fríos que observemos estarán acnmulados al rededor de los días en que estos centros son más intensos ó más próximos. Para esto he tomado en todos los cinco in- viernos estudiados las temperaturas menores de cinco grados que aquí son las de los grandes fríos, y tomando una línea de las horizontales de mi cuadrícula la hago servir de línea de partida, entonces llevando para arriba las temperaturas mayo- res y para abajo las menores de cinco grados, señalo con lí- neas proporcionales en mílimetros á los grados de frío, como puede simplemente notarse con solo ver mis gráficos. El invierno de 1904 fué apenas sensible, tocó los límites de lo insignificante: la presión á su vez no bajó ni siquiera á un mílimetro: nada de lluvias invernales, tan solo se observa- ron las clásicas formaciones de llanouísimos Ci. en forma de plumas rizadas con su tradicional dirección del W. ó en sus alrededores: Es tambien tradicional en ellas la evolución de 8 SÍNRESIS TEORICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEOROS. 185 estas nubes desde los Ci., hasta los Cu. Ni, como en otras ve- ces lo he prabado hasta la evidencia y lo he repetido hasta el cansancio. En el año de 1905 ya tiene algnnos descensos de la temperatura abajo de cinco grados y de la presión á un milí- metro, se observan ligeras lloviznas, y es más profunda y más marcada la oscilación barómetrica. Hay que llegar al invierno de 1906 para conocer hasta donde puede llegar la acción perturbadora de los centros tan- tas veces mencionados: en este año estuvo en su apogeo esta acción. Ya desde diciembre de 1905 notamos en la última decena una fuerte mínima de la presión con lluvia muy nota- ble y un período de frío considerable: dos centros están allí para monumento. ¡Yque enero tan inmortal como el de 1906! Abrase mi opúseulo de los “Estudios” y lo tendremos allí es- tudiado pormenorizadamente: Para no repetir señalemos tan solo á la pasada el profundo descenso de la temperatura y de la presión en la última decena, con el clásico temporal de in- vierno estudiado allí en las tres formas que he dado para este fenómeno á saber el frio preparativo que he Jlamado de causa, el ascenso de la presión con sus correspondientes vientos del N. E. y la segunda mínima eon la lluvía y por fin el frio de efecto que lo cierra. Las lluvias invernales llegan” también'á su apogeo. El invierno de 1907 es una repetición del anterior"por una ley que no parece extraña á la irregularidad de la atmósfera. Hay el frío y la lluvia en fines de diciembre y los apretados temporales en enero, uno de los cuales me sirvió para la de- mostración fotográfica de lo que dije el año anterior; como la presión en el año siguiente de 1908 no tiene los descensos con- siderables de los años anteriores, el invierno de este es una repetición del primero de 1904. No dejaremos de advertir que los intensos inviernos de 05, 06 sobre todo y 07 descendiendo, corresponden al máximo de manchas solares en el período un- decenal porque atravesamos. Mem. Soo. Aluate. México. T. 29. (1909-1910)—24 A Si » rn 186 SEvERO DÍAZ. No estudiaremos el tiempo de aguas por que quiero ser breve en estas demostraciones y porque necesito otros datos á más de los que he transcrito en este gráfico; pero no desper- diciaremos esta ocasión para apuntar desde luego el hecho de que en este tiempo se debilitan notablemente los centros ame- ricanos, hecho que se explica facilmente por la aproximación del sol que en su camino anual pasa en este tiempo á nuestro hemisferio, retirando más al norte el ordinario camino que es- . tos centros acostumbran recorrer en el invierno que es cuando están más cerca de nosotros; sin embargo no faltan: este hecho es fundamental en mi teoría del tiempo de aguas que expon- dré á esta Sociedad próximamente. La presión á la vez es menos oscilatoria y casi de la altura media que en todo lo res- tante del año. : Por último, dije en mis “ Estudios” que cuando en el tiem- po de aguas se agota el material de vapor que los calores acu- mularon en nuestra atmósfera, sobrevenían lo que llamábamos calmas de agosto, muy conocida por estos rumbos con el nom- bre de canicula, tiempo en que se exacerba el calor y se re- sienten mucho las cosechas, si es de consideración; entonces para suplir lo que falta á nuestros campos entran en nuestra atmósfera los ciclones del Atlántico y del Pácifico que dan un buen contingente de lluvias menudas en septiembre y ocku- bre llamadas lluvias de S. Miguel ó cordonazo de S. Francisco. En septiembre de 1904 tenemos un ciclón del Pácilico, que apenas está apuntado por lo poco estudiado que nuestra me- teorología tiene á esa región. A fines de septiembre de 1905 tenemos un ciclón del Atlántico, de menor efecto y anotado con la cifra 8 que pertenece, así, como la 9, al Golfo. En dos de octubre de 1906 sopló en estas regiones formidable el cor- donazo, una de las más grandes lluvias se nota entonces y en algunas regiones de la costa hubo verdaderos desastres: en Zapotlán se recogieron aves marinas. 1907 y 1908 no presen- tan ciclones notables, pero me constan que han existido y se 10 $ - a SÍNTESIS TEÓRICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEOROS. 187 E AAA DER RU O RAT puede de ello dar un indicio porque las mínimas de esos tiem- pos en la presión no tienen todas su correspondiente centro que las explique, El ciclón que acaba de destruir casi 4 Mon. berrey es una triste confirmación de lo que llevamos apuntado, Respecto del calor dijimos que era muy natural en estas reglones del trópico; pero en cuanto á los exacerbamientos de él, coincidían con las altas presiones. Lo probaremos. En 1904 basta la simple vista, pues arriba de los centros de alta pre- sión anotados para los meses de calor, se ven en pequeñas lí. neas verticales los grados en que el termómetro superó la tem- peratura de 30 que es la que regulariza entre nosotros las má- - ximas de calor. En 1905 no tenemos centros de alta presión: el calor no se matiza, sube y sube siempre en plena evolu- ción: es su tiempo. Estúdiense los años siguientes y se tendrá de esto las mismas demostraciones. El hecho más importan- te que del estudio del calor se desprende es que puede muy bien servir para anunciar la temporada de aguas definitivas ó sean las primeras tormentas, pues se notará que precisamen- te llegan cuando el calor culmina en su curva. De estos hechos se deduce inmediatamente la verdadera teoría de nuestros meteoros. Los centros de acción de la at- mósfera, como ordinariamente se llaman á los centros de alta y baja presión, tienen ya establecido su merecido puesto en las ideas generales de los meteoros del mundo entero, y nosotros no podiamos salirnos del campo de estas conquistas sino que por el contrario juzgamos que nuestro único deber es hacer simplemente la aplicación de ellas á los nuestros. Se sabe que la teoría termodinámica de los dichos centros gana cada día más terreno: al centro de baja concurre el aire y se comprime allí en su centro: y del centro de alta sale aire que por su su- cesiva expansión se enfria; luego los grandes frios no pueden ser indiferentes á los grandes contrastes de la presión entre nosotros. Por otra parte la mezcla de aires de distintas con- diciones físicas siempre ha sido considerada como generadora 188 SEVERO DIAZ. de nubes y de lluvia. Por consiguiente, cuando en invierno, en el que siempre tenemos centros sucesivos en nuestro terri- torio, esa mezcla debe ser muy importante, y tanto más cuan- to que algunas veces se nos aproximan mucho y son ellos de una más intensa acción: los temporales de invierno reciben así la más completa explicación que debe en mi concepto cerrar con esto toda discusión. Advertiremos por fin que, según lo últimamente descubierto, son los centros de alta los que arras- tran en su paso á los de baja, lo que hace necesariamente de- pendientes las bajas temperaturas de los abatimientos de la presión entre nosotros, lo que está plenamente confirmado por la observación. Que los grandes calores de nuestro prematuro estío coin- cidan con las altas presiones no puede ser obstáculo á la ante- terior teoría, pues además de que en ese tiempo no es notable el influjo de dichos centros á causa de que entences es cuando se van retirando de nosotros, debe necesariamente preponderar la acción local que está en plena posesión de su imperio y al apretarse el aire bajo la acción de la alta presión es evidente que la radiación no se ejerce y el calor que llega, todo se em- plea en hacernos más insoportable la ya candente atmósfera que disfrutamos. Pasamos por alto como lo hemos dicho el tiempo de aguas para establecer con datos más completos su verdadera teoría; igualmente omitimos otros detalles de los fenómenos apunta- dos por que de no haberlo hecho así, hubiéramos entrado en el campo más detallado de la climatología local y no en el de la teoría pura y general, aplicable á otras lecalidades de nues- tro territorio, ó mejor á todo él. Este trabajo climatológico lo estoy completando y en los diferentes pasos que hasta el pre- sente he dado, no he encontrado un hecho solo que contradi- ga en lo más mínimo la teoría general que acabo de exponer: estos dos trabajos se complementan recíprocamente y espero o SÍNTESIS TEORICA DE NUESTROS PRINCIPALES METEOROS. 189 que de ellos como punto de partida se desprenda una serie de trabajos entre nuestros colegas de la República para dejar perfectamente conocidas las leyes que rigen á nuestros meteo- ros y deducir al fin la ley de sucesión, que será el ideal supre- mo á que aspirar debemos los que tenemos á nuestro cargo seguir las hermosas cuanto interesantes manifestaciones de nuestro esplendoroso cielo. Guadalajara, septiembre 3 de 1908. Y SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29. 191 PANTEONES DE. MEXICO Y SEPULOROS DISPERSOS Extracto del prólogo de una obra que llevará el título anterior, POR JESUS GALINDO Y VILLA, M. $, A. Antiguo Profesor en el Museo Nacional de México, etc. Leído en la sesión solemne que, bajo la presidencia del señor General D. Porfirio Díaz, Presidente de la República, celebró el día 4 de Octubre de 1909, la Sociedad Científica “Antonio Alzate,” al cumplir el vigésimoquinto año de su fundación. .Recogemos con amor y veneramos cási como cosas san- tas, los objetos de uso personal de los séres amados que pasa- ron por el mundo imprimiendo en nuestras almas su huella de luz; coleccionamos con respeto en los escaparates de los Mu- seos históricos las prendas que llevaron en vida guerreros in- victos, escritores excelsos, ciudadanos beneméritos, á manera de reliquias, á cuya sola vista se despierta el recuerdo de pa- sadas grandezas, y reviven el amor y la admiración por quie- nes emergen del nivel sobre el cual no pueden asomar ni to- dos los hombres, ni todas las inteligencias, ni, por desgracia, la mayoría de los humanos esfuerzos. En la imaginación del viajero que alcanza á contemplar, enmudecido en Aquisgram, el austero trono de los viejos em- peradores germanos, surge, como por extraño sortilegio, la poderosa efijie de Carlo-Magno; como ante los desgarrados 192 J. GALINDO Y VILLA. estandartes de los Inválidos aparece á la mirada extraviada y delirante el rudo batallar de Iéna, de Austerlitz, de Friedland y de Wagram; más intenso aún ante la tumba del guerrero cuyo sol se ocultó bajo el horizonte de Waterloo. » Conservo freseos en mi memoria (y de esto hace ya dieci- seis años largos), mis hondas impresiones y el mundo de re- cuerdos agolpado 4 mi mente, á la vista, en un Museo de Ma- drid, de la levita ensangrentada que llevaba el General Prim al ser herido de muerte por las balas homicidas, en el rápido drama de la calle del Tureo; pero mayor fué mi emoción cuan- do, tan lejos de la Patria ausente, palpé en el propio Museo un retrato de Morelos y otras piezas del inmortal héroe de Cuautla. + E Y Y, si tal nos acontece ante semejantes objetos, ¿cómo no avivar la llama de nuestros sentimientos al encontrarnos jJun- to álos sepuleros mismos que contienen los míseros despojos de nuestros héroes homéricos; de nuestras patrias glorias, ó de personalidades más ó menos notables en nuestros anales? La Historia cuyos juicios emanan de las fuentes de la Verdad y que para nadie tiene distinciones, recoge todos los hechos de los hombres públicos, y con el resumen de la vida de cada uno de ellos forma la trama de sus narraciones. La política, el arte, la ciencia, las letras, llenan períodos intensos con ilus- tres nombres; y siempre señalan una época ó un siglo los in- mortales de- Alejandro, de Miguel Angel, de Kepler ó de Ali-. ghieri. Por eso estas páginas que ofreceré á la publicidad, no son el resultado de la simple curiosidad ó del mal gusto—si se quiere,—de vagar por entre las tumbas solitarias y al través de las tristes y silenciosas necrópolis. ¡No! Sus fines son más altos y más nobles; ya que para unos, el olvido—según se ha e dd » PANTEONES DE MEXICO Y SBEPULOROS DISPERSOB. 193 dicho en corriente frase, —empieza al borde de la fosa, y para otros, que son los menos y los elegidos, les cobija desde ese instante el ángel luminoso de la Gloria. * k * Cuando con patriótico empeño decidió nuestro Gobierno —como ha hecho la nación francesa bajo las bóvedas de San- ta Genoveva, —ofrecer sagrado asilo á todos los despojos de nuestros hombres insignes, mandando construir el Cenotafio en la antigua huerta de San Hipólito y proyectar la vía públi- ca al través del Panteón de San Fernando, no vacilé en tra- bajar durante un año entero, arrebatando no pocas horas al natural descanso y aprovechando la mayor parte de los días festivos, para acumular, afanoso, datos acerca de los persona- jes allí inhumados; y me cupo al fin la satisfacción de que esa modesta, pero ingrata labor, se diera á la estampa con toda li- beralidad en las prensas del Museo Nacional. Por ser de “calidad,” es notabilísimo el Panteón de San Fervando, no sin razón llamado de los “Hombres Ilustres.” Allí hay nada menos que seis Presidentes de la República, que evocan otras tantas épocas de nuestros anales: Guerrero, Lombardini, Carrera, Herrera, Comonfort y Juárez. Numero- sos políticos de la talla de don Luis de la Rosa, de Lafragua y don Manuel Ruiz; Generales como Parrodi, Zaragoza y Lean- dro Valle, al lado de don Tomás Mejía; periodistas inolvida- bles como Zarco; historiadores como Zerecero y Don Carlos María de Bustamante; artistas como Joaquín Ramír2z. - Concluida la tarea relativa á San Fernando, y al recorrer innumerables veces los corredores de ese cementerio ó discu- erir entre las huesas, muchas veces iluminadas por la lívida luz de la luna ó por la linterna del celoso guardián de aquella habitación de la Muerte, tomó forma en mí la idea de hacer un estudio especial de los demás panteones del Distrito Pede- Mem. Soc. Alzate. México, | T 29. (1909-1910).—25 194 | J. GALINDO Y VILLA. | . ral, y así lo he ido llevando á cabo, también á ratos perdidos, en los panteones de Dolores, del Tepeyac, Francés, Español y algunos otros. Un brevísimo resumen dará á conocer la importancia de estas fúnebres excursiones. Descuellan en el cementerio de Dolores, tres lotes princi- pales: el llamado “Rotonda de los Hombres Ilustres,” el del Colegio Militar y el de los “Defensores de 1836 á 1847;” hay además otro grupo de sepuleros aislados, En la Rotonda están cuatro Presidentes de la República, y uno que lo fué interino: Arista, Peña y Peña, Lerdo de Te- jada, Méndez J. N., y González. Dos héroes de la Independen- cla: Quintana Roo y Leona Vicario. Once militares que figu- ran, respectivamente, en diversa escala, en la Historia Patria: Letechipía, Corella, Miñón, Calixto Bravo, González Ortega, Pacheco, Ceballos, Donato Guerra, Rocha, Berriozábal y Es- cobedo (los menciono en el orden en que fueron sepultados). Doce letrados ú hombres públicos: Miguel Ruelas, Basilio Pé- rez Gallardo, Pedro Ogazón, que también fué militar; Eligio Ancona, Juan José de la Garza, Vallarta, Espinosa de los Monteros, Melchor Ocampo, José María Mata, Ponciano Arria- ga, Manuel Azpíroz; un hombre de ciencia: el Doetor don Fran- cisco Montes de Oca. Un político, más popular por su musa y por su oratoria parlamentaria: Guillermo Prieto. Cansada sería la enumeración de los que yacen en el lote del Colegio Militar y entre los defensores del 47: el General Miguel María Echagaray, Lorenzo Pérez Castro, Eleuterio Méndez, y Cortés y Frías, figuran en el primero: Ciriaco Váz- quez, Miguel Andrade, Miguel Negrete, José Justo Alvarez, figuran en el segundo. Pero no menos interesante es el grupo de sepulcros aisla- dos, en el mismo Panteón de Dolores. Las biografías de quie- nes voy á citar ocuparán un apretado volumen que cstoy pre- parando: Leopoldo Río de la Loza, Luis Hidalgo Carpio, Gra- PANTEONES DE MEXICO Y SEPULCROS DISPERSOS. 195 bino Barreda, Manuel Acuña, Miguel Auza, Aureliano Rive- ra, José Simeón Arteaga, Matías Romero, José María Vigil y y otros varios. En gran manera es fatigoso el trabajo biográfico-necro- lógico que á lainvestigación presenta el Panteón del Tepeyac. _Miguel María Azcárate, los hermanos Agea, Rafael Angel de la Peña, aquel “Peñita” maestro de numerosas generaciones; Manuel María Contreras, Alfredo Chavero, Emilio Dondé, Ma- nuel Gargullo y Parra, Vicente Grarcía Torres, (padre), Luis Gutiérrez Otero, Lorenzo de la Hidalga, don Antonio López deSanta-Anna (cuyos restos cubren un modestísimo monumen- to), Rafael Lucio, Manuel Orozco y Berra, Anselmo de la Por- tilla, Protasio Tagle, el General Régules, José Sebastián Se- gura, Féliz Zuloaga, Gumesindo Mendoza, allí se encuentran, como se encuentran también en aquel cristiano recinto, el cé- lebre Coronel Miguel López y el General guatemalteco don Manuel Lisandro Barillas, cobardemente asesinado. * Xx * Por de pronto, no me es fácil indicar nada acerca de los demás panteones, porque una vez concluida toda la parte bio- gráfica ya señalada, entraré de lleno al estudio de los hombres notables que descansan en los demás cementerios del Distrito Federal. É Pero no solamente en éstos los hay eminentes. En nues- tra propia ciudad de México, casi junto á nosotros, los encon- tramos. ¿En dónde? En los templos, que antaño sirvieron de cementerios. Bastarán para el objeto algunas citas. En la pequeña cripta de la Catedral se conservan los res- tos del General Barragán, que murió ocupando la Primera Magistratura de la República. En el Presbiterio descansan varios de los Arzobispos me- A 196 J. GALINDO Y VILLA. tropolitanos, cuyos sepulcros se descubren el Viernes Santo, cuando se quitan las alfombras y desnudan los altares. Las capillas ostentan numerosas lápidas sepulerales. La del Venerable Fr. Juan de Zumárraga, el cual encabeza la se- rie de Prelados de México; las de los Arzobispos Aguiar y Seijas y Don Lázaro de la Garza. En otra están las cenizas del célebre ermitaño de Santa Fé, Gregorio López, cuya vida misteriosa dió margen á la conseja de que era nada menos que el desequilibrado Príncipe don Carlos, hijo de Felipe IL En la capilla de San Felipe todos pueden contemplar la urna que, bajo sentido epitafio, guarda los restos del injusta- mente olvidado Libertador Iturbide. Otra urna de eristal, co- locada en la capilla de San José, contiene los restos de Hidal.- go, de Allende, de Mina, de Jiménez, de Morelos, de Matamo- ros; y cercana á aquélla, otra urna más que encierra la osa- menta del benemérito General don Nicolás Bravo. La Iglesia de Jesús Nazareno, que ha custodiado los res- tos de Hernán Cortés, piadosamente cubre los de don Lucas Alamán, del insigne filólogo Fray Manuel de San Juan Cri- sóstomo, apellidado Nájera, en el siglo; y los del artista cata- lán don Manuel Vilar, fundador y director de la que se llamó Nueva Escuela de Escultura en la Academia de Nobles Artes de San Carlos, en México. Las cenizas de algunos Virreyes de la Nueva España se conservan aún: bajo magnífica plancha metálica, en la Basíli- ca de Guadalupe, las del buen Bucareli; en San Cosme, las del piadoso Marqués de Casafuerte, y en el Santuario de la Pie- dad, las del noble Duque de la Conquista. * k * Otras muchas huesas han desaparecido; y algunas, que se han buscado con empeño, como la del “Pensador Mexicano” Fernández de Lizardi, ni rastro han dejado. ¡Cuántos restos PANTEONES DE MEXICO Y BEPULOROS DISPERSOS. 197 mortales de personajes meritísimos yacen en la fosa común! Empero, puesto que es físicamente imposible recobrarlos, con- servaremos solícitos los de aquellos á quienes ha cabido suer- te mejor; y á ese fin se encaminan todos los esfuerzos del pre- sente cansado estudio; porque si es un hecho incontrovertible que todos los séres humanos somos iguales ante el implacable rasero de la Reina de las Sombras, y, si todos, también, somos polvo y nada en la Eternidad, justo es que, en el Tiempo, los vivos hagamos porque se conserve perdurable la memoria de los muertos, cuando éstos en vida se consagraron al bien de la Patria y de sus semejantes. México, 4 de Octubre de 1909, SOCIETÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 199 LA GRUTA DE SANTA ANA POR 0, CONZATTI, M. $. A, Regiamente hospedados desde ayer (Junio 22 de 1909) yo y mi buen hijo Hugo, en la casa de nuestro común amigo, Prof. Don Isaac Cancino Gómez, de Cuyamecalco, Distrito de Cui- catlán, decidimos invertir algunos días de nuestras vacacio- nes veraniegas estudiando la flora de esta exuberante región. El pueblo de Cuyamecalco, cuya altura sobre el nivel del mar puede estimarse en 1,8060 metros, visto desde la cercana eminencia que tiene al Este, denominada “La Loma,” presen- ta ún aspecto en verdad encantador con su lindo caserío cir- cuido de grandes cuadros cultivados que miran, por el Norte, hacia el profundo barranco por donde se abre paso el cauda- loso Quiotepec, en tanto que por el lado del Sur tienen la cum- bre del “Cerro de la Raya” que no mide menos de 3,000 metros de elevación. y Los moradores distínguense por su carácter hospitalario, apacible y trabajador. A pesar de que pertenecen á dos cultos diversos—católi- co y protestante—entréganse ásus prácticas religiosas con to- da tranquilidad, no habiéndose dado el caso de que, por razón de creencias, los unos molesten á los otros: notable ejemplo de verdadera tolerancia que deberían imitar otras poblaciones que se precian'de cultas sin serlo de verdad. 200 C. CONZATTI. Su actual Presidente Municipal, Sr. Don Nicolás Pérez, nos participa que en el vecino pueblo de Santa Ana existe una gruta digna de ser visitada, y bondadosamente se ofrece para servirnos de guía. Aceptamos de buen grado este ofre- cimiento, pero como nosotros pensamos herborizar en el tra- yecto, convenimos en adelantarnos, á cuyo efecto emprendi- mos sin demora la marcha, deseosos de aprovechar las horas más propicias del día. El camino que de Cnyamecalco conduce á Santa Ana es có- modo, amplio y pintoresco, y no obstante lo poco que ha lloyi- do hasta hoy por este rumbo, las plantas interesantes no esca- sean á uno y otro lado del mismo. Así, pues, con bastante fre- cuencia nos vemos obligados á hacer alto para guardar en el portafolio de que estamos provistos, las especies que más atraen nuestra atención. 3.—Donde las rocas son calcáreas es mayor la proporción de los casos en que los animales comen huesos y es menor don- de las rocas no son calcáreas; en otras palabras, parece indi- car el examen de esta columna que hay una relación inversa entre el vicio de comer huesos y el hecho de que sufran los animales porfalta de sal ó salitre, conclusión que está de acuer- do con la número 3 anotada anteriormente, pero en desacuer- do con la número 4- EL “SALITRE” Y EL GANADO. 233 Resumiendo puede decirse que estos datos indican que la necesidad de dar sal ó salitre artificialmente á los ganados au menta de los lugares donde las rocas son calcáreas á donde no lo son y que el vicio de comer huesos está en sentido con- trario. | Es esta otra conclusión inevitable si se atiende, sin per- juicio alguno, á los resultados numéricos de los datos que te- nemos y contraria á la opinión que teníamos de que esa neco- sidad disminuyera donde las rocas pueden dar en su desagre- gación mayor cantidad de sales potásicas y sódicas. ¿Los animales que terrean, en virtud de nna necesidad de su organismo, buscan en ese acto sales alcalinas (potásicas y sódicas) como se cree generalmente ó sales calcáreas? Parece que lo que buscan son sales calcáreas ú otra subs- tancia que puede ser el fósforo. ¿Los metales alcalinos tienen en el organismo un papel distinto que el calcium? Ñ Parece que sí, como lo veremos más adelante, al menos cuando se ingieren al estado de carbonatos. ¿Los animales que comen huesos lo hacen por la necesi- dad que sienten de ingerir sales calcáreas? Parece que no, puesto que donde más se nota ese vicio es donde la cal abunda en los terrenos y quizá lo que buscan sea el fósforo solamente, que también contienen los huesos y que es de las substancias más necesarias. ¿En la practica puede el ganadero satisfacer la necesidad de sus animales suministrando sal común ó cloruro de sodio únicamente? No obstante la contestación que hemos dado á la primera pregunta y la creencia de que en muchos casos lo que se ne- cesita es el fósforo creemos que sí, apoyándonos en la prácti- ea de todos los ganaderos que dan á sus animales sal, y, lo que si podemos afirmar, es que esa práctica no puede producir ma- les en ningun caso, porque los ganados no tomarán esa subs- Mem. Soc. Alzate. México. 'T. 29.(1909-1910).— 30 » 234 RUMULO EsCUBAR. o tancia cuando no la necesiten y en cambio se logrará beneficio en la mayoría de los casos, Papel de las sales en el organismo animal. Las materias salinas contenidas en el cuerpo de los anima- les no desempeñan ningún papel como fuentes de energía y parece que su función más importante es mantener una com- posición normal y una presión osmótica uniforme en los teji- dos del organismo. El Sr. EF. C. Cook, fisiologista de la oficina de química del Departamento de Agrienltura de los Estados Unidos, dice lo siguiente en un estudio importantísimo que se titula “Meta- bolismo de Fósforo orgánico é inorgánico.” “La importancia especial de sales de calcio en la coagula- ción de la sangre y en la formación del coágulo de la leche es bien conocida, así como la“acción peculiar de las sales de cal- cio, de potasio y de sodio en las contracciones rítmicas del co- razón y enla irritabilidad de los tejidos muscular y nervioso.” rs... .. . <. . € .<....- . 2... -.-... -. <=... “Forster alimentó á perros con grasas é hidratos de carbo- no libres de substancias salinas y con carnes lavadas hasta re- ducirles la cantidad de sales que contenían. Los animales es- taban moribundos de los 26 4 los 36 días. Es probable que hubieran vivido más tiempo sise les hubiera privado por com- pleto de alimentos, dándoles pura agua, puesto que el metabo- lismo de la abundante! comida que se les dió ayudó á aumen- tar la pérdida de las sales contenidas en el cuerpo”........- “El metabolismo del calcio ha sido extensamente estudia- do. Hay dos formas de calcio que entran en la composición de nuestros alimentos y bebidas: la forma orgánica en la le- che, huevos, semillas, ete., y la forma inorgánica que consiste principalmente en carbonato de calcio, sulfato de calcio y fos- EL “SALITRE” Y EL GANADO, 935 fato de calcio. Ambas formas son absorbibles, dependiendo la cantidad absorbida de que los alimentos se tomen simultanea- mente.” “Entre otros factores que influyen sobre la absorción del calcio puede mencionarse el cloruro de sodio, que aumenta, y los álcalis que disminuyen la cantidad de calcio que se absorbe, Como se ha dicho antes, existe una relación íntima entre el calcio y el ácido fosfórico.” “Según Bunge y Bertram el calcio del alimento vegetal no es tan facilmente absorbido como el del alimento animal.” “La propiedad más característica de la caseína es la de coagularse con euajo en presencia de úna cantidad suficiente- mente grande de sales calcáreas. En soluciones privadas de sales calcáreas la caseína no se coagula con el cuajo, etc.” - “En estados patológicos como en la raquitis y en el reblan- decimiento de los huesos, se ha encontrado una oseína que no produce nada de gelatina típica al hervirlos con agua. En otras - palabras, estos estados patológicos parecen afectar principal- mente la composición cuantitativa de los huesos y muy espe- cialmente la relación entre las substancias orgánicas y las inor- gánicas.” “¿La importancia del calcio para la actividad del sistema nervioso y de los músculos ha sido estudiada por muchos in- vestigadores. Las conclusiones á que han llegado son que si la cantidad de calcio se disminuye aumentará la irritabividad nerviosa y muscular y que esta disminuye cuando se aumen- ta la cantidad de calcio. Ringer demostró que él corazón de uba rana puede mantenerse latiendo por largo tiempo en una mezcla de eloruro de sodio, eloruro de potasio y fosfato ó elo- ruro de calcio, atribuyendo especial influencia á la sal de cal- ClO, 236 ROMULO ESCOBAR. .c.. o. 5.02 ...oo...o eo .o .. . . .. .. .. . . . . 1.) 0.0... .. .0. *.*.*... . . .. .. .. “El calcio produce un estado de contracción mientras que el sodio y el potasio producen un estado de relajación. Tigerstedt afirma en su obra que las sales de calcio favo- recen las contracciones del corazón mientras que las de pota- “sio influyen en sus relajamientos. “Los huesos pueden, sin duda alguna, servir como alma- _cenes de calcio y quizá también de magnesio. La cantidad de calcio en los huesos disminuye cuando un animal se sujeta á una alimentación pobre de calcio. Explicación de los hechos que resultan de esta investigación. Hemos querido copiar estas afirmaciones del estudio del Sr. Cook porque nos dan mucha luz en el asunto que estudia- mos. z Al pensar en la diversa acción de las sales alcalinas apun- tada por el Sr. Cook hay una diferencia en propiedades que nos interesa mucho para explicar los resultados contenidos en nuestras investigaciones. Los cloruros de sodio ó de potasio, así como los nitratos, tienen la propiedad de escapar á la acción absorbente de la tierra y la atraviesan con el agua subterránea, razón por la cual, en el curso de los siglos, se van almacenando esos cloru- ros en el agua del océano, lagos y mares interiores. Los car- bonatos de potasio y de sodio, que son á los que se refiere el Sr. Cook con la palabra álcalis, mo tienen esa propiedad y la tierra los detiene de cualquiera solución que la atraviese. En los terrenos formados por rocas que contienen feldes- pato, que es un silicato doble de aluminio y de potasio ó de so- dio, deben encontrarse las sales de estos dos últimos metales, más en la forma de sales que la tierra retiene que en la for- EL ““SALITRK” Y EL GANADO. 2937 ma de cloruros ó nitratos, que son arrastrados por las aguas, porque escapan á la acción absorbente de la tierra, Si el cloruro de sodio, cuyas propiedades sou muy seme- jantes á las del cloruro de potasio, aumenta la asimilación del calcio en el organismo y los carbonatos alcalinos la disminu- yen, como lo dice el Sr. Cook terminantemente, parece que quedan explicados tres hechos: Primero: que nuestros gana- dos sufren más en los terrenos que provienen de rocas feldes- páticas, donde falta el calcio y donde la naturaleza de las sa- les alcalinas (carbonatos), hace que disminuya ó se dificulte la absorción del calcio. Segundo: que no son sales alcalinas las que buscan nues- tros ganados al terrear, siuo sales calcáreas, cuyo metal, el cal- cio, tiene una relación íntima con la absorción del fósforo. Tercero: que el cloruro de sodio, facilitando la absorción del calcio, puede bastar en la práctica, como lo afirmamos an- tes, para satisfacer las necesidades de nuestros ganados, por- que sirve de una manera indirecta. Faltaría explicar el hecho de que la frecuencia de anima- les que comen huesos sea mayor en los terrenos donde las montañas son calcáreas, fenómeno que parece resultar com- probado del resumen de nuestros datos. Debemos confesar que no encontramos explicación á esa relación inversa que parece existir entre el vicio de comer hue- sos y la necesidad reconocida por los hacendados de dar sal ó salitre á los animales y creemos que pueda deberse ese resul- tado obte:ido en nuestra investigación ó bien á mala vatura- leza de los datos que se nos han comunicado ó á algún fenó- meno fisiológico que desconocemos. La sal común para corregir el vicio de comer huesos. En todo caso, el interés práctico que tiene este asunto pa- ra nuestros ganaderos, queda satisfecho indicando que para co- rregir el vicio de comer huesos debe recurrirse á la adminis- 4 238 ROMULO ESCoBAR tración del cloruro de sodio ó sal común, según se desprende de la eficacia de esta substancia para aumentar la asimilación del calcio y del fósforo, así como de la opinión, casi unánime, de los señores ganaderos que han tenido la bondad de contes- tar nuestros cuestionarios. El uso de la sal común debe ser general. Además, puede establecerse como general la siguiente re- gla: conviene dar sal común á los ganados en todos los casos, seguros de que solamente la tomarán los animales que la ne- cesiten, y aunque haya en la finca lugares llamados salitrosos, donde se ven etlorescencias,de substancias salinas, porque bien pueden ser estas de las que impiden ó disminuyen la asi- milacióndel calcio en vez de ser de las que la favorecen. Osteomalacia. s De la naturaleza de esta enfermedad y de los medios que se recomiendan para combatirla resulta una comprobación de gran peso para las deducciones é hipótesis que hemos hecho en el curso de este estudio. Está enfermedad consiste en un estado de fragilidad es- pecial ó reblandecimiento de los huesos de los animales adul- tos, debida á la reducción de las substancias calcáreas conte- nidas en ellos, reducción que puede ser originada por falta de nutrición caleár-a ó por desasimilación de ella por la acción del ácido láctico producido en el organismo, según una teoría que ha sido bien definida aunque no acrptada en lo general. Es común esta enfermedad en las vscas muy lecheras, y en las vaquillas en los perío.los avanzados de la gestación. Está acompañada generalmente, de euflaquecimiento, ca- tarro gastro-intestinal y de una aberración del gusto que ha- ce al animal comer estiércol, tierra, hilachas, madera y huesos. Hay debilidad muscular, temblores y apoyo intermitente EL “SALITRE” Y EL GANADO. 239 del cuerpo en los miembros posteriores, marcha díficil y con frecuencia se nota un sonido especial con el juego de las arti- enlaciones, | Las fracturas de los huesos son muy frecuentes y la solda- dura es dificil. El Médico Veterinario V. T. Atkinson en un estudio que titula; “Huesos: enfermedades y accidentes” relativo á enfer- medades del ganado vacuno, dice lo siguiente: ! “La enfermedad (osteomalacia) en los Estados Unidos es- tá limitada á ciertas zonas localizadas en el Suroeste, conoci- das con el nombre de distritos alcalinos (Alkali districts) (sic) y á las regiones de Nueva York dond» se ha explotad> de-de hace mucho tiempo la industria lech=ra. La causa de está en- fermedad es la insuficiencia ó falta completa se sales calcá- reas en la alimentación, a=í como el consumo de h=no produ- cido en lugares bajos y pantanosos, desechos de las cocinas, papas y la excesiva cantidad de ganados en los agostaderos. desprovistos de sales calcáreas y se ha observado después de los períodos de sequía.” Vemos por lo anterior que la presencia de carbonatos al- calinos en las tierras puede tener gran influencia en el mal de que nos ocupamos. El mismo autor recomienda para combatir esta enferme- dad un cambio de alimentación, y la administración de sales terrosas, como el fosfato de cal y de magnesio; el uso de fo- rrajes ricos en substancias minerales como los granos, el sal- vado y la harinolina. Puede recurrirse al polvo de huesos ó al fosfato de cal pu- vo, agregándoles en pequeñas dosis en los piensos, así como el agua de cal agregada á las bebidas. Termina el citado autor diciendo: “El cambio del ganado á agostaderos donde la enfermedad no se presenta y el empleo liberal de sal común y de la harina de huesos son los mejores "ni pi ne pilla li)? Los Sres. Gagny y AA en su Deal rinaria tratan extensamente de esta enfermedad ya da lo que dicen con las opiniones que hemos citado 4 l Atkinson. Ciudad Juárez, Chihuahua, Noviembre 12 de 1909. - PR Des ds o Y LS a me ciale des huiles de graissage. Edition frangaise publióe d'apres la 2e édi- tion allemande augmentée et mise au courant des travaux les plus ré- cents par le Dr. L. Gautier.—Paris. Librairie Polytechnique Ch. Béran- ger. 1909. 1 vol, gr. in 8, fig. Janet (Ch.).—Anatomie du corselet et histolyse des muscles vibrateurs, aprós le vol nuptial, chez la reine de la fourmi (Lasius niger)- Limoges. 1907. 82 texte et planchés, —Notes extraites des Comptes rendus de VAcadé- mie des Sciences, 16-20, 1906-1907. Lacroix (4,), M. S. 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Vols. 58, 3; 59, 3, 4; 61, 2, 68, 1.—Circulars 143-148.—63d Annual Report of the 2 Director. 1909.—Foreign Associates of National Societies. II. By Ed. C. J Piekering. 1909. An Expedition to South Africa. 1908. Clayton (H. H.) and Fergusson (S. P.). -Explorations of the air with balloons- sondes, at St. Louis, and with kites at Blue Hill. (Annals of Harvard Co- llege Observatory. LX VII, Part 1). Cambridge, Mass, 1909. 4? pl. Dean (Bashford).—Studies on fossil fishes (Sharks, Chimeeroids and Arthrodi- res), Am. Mus. of Nat. Hist. Memoirs, IX, part V. Feb, 1909, 4? pl. Fairchild (H. L.).—Glacial Waters in Central New York. Albany (New York State Museum. Bull. 127). 1909. 8% pl. $ maps. Fernández Guardia (Ricardo ),—Historia de Costa Rica. El desenbrimiento X la conquista.—San José. 1905, 129 Geologist (The American), Minneapolis, Minn. Vols XXI - XXXVI, 1899- 1905. (Prof. N. H. Winchell). King (Ed. 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Fig. Troncoso (F. de P.)—Diario de las operaciones militares del Sitio de Puebla en 1863. México, Secretaría de Guerra y Marina. 1909. 8% láms. y 1 pan (1: 8,000). Vargas (Moisés). —Bosquejo de la instrucción pública en Chile. Obra dedicada á los Señores delegados y adherentes al IV Congreso Científico (19 Pan- Americano). —Santiago. 1909. 8? láms. Washington.—U. $. Geological Survey. Bulletin, 361, 364, 367. —Mineral Resour- ces, 1907. z vol. —Professional Paper, 58, 60, 61, 63 —Water Supply. Paper, 221, 222, 226. Winchell (N. H.) —The Geology of Minnesota. 1896-1901. Final Report. Vols. IV, V € VI, plates. 3 vols. fol, 1899-1901, Dons et nouvelles publications recues pendant Juillet 1909. / Les noms des donateurs sont imprimés | en italiques; les membres de la Sociétó sont designés avec M.S. A, € a al »: Albr echt (Th.) und Wanach (B.).—Resultate des Internationalen Br ionllbda .% tes. Band Ill. Mit Zwei Taf (Zentralbureau der Inter nationalen Erdmes- E sung. Veróffentlichungen. N, F. Nr. 18). Berlin. 1909. 42 Bambeke (Ch. Van), M. S. A.—Sur Polystictus. cinnamomeus (Jacq). Sace. eb P. E ; Montagnei Fries. Bruxelles (Bull. Soc. R. de Bot. de Belgique. 46). 1909. Boman (Eric). —Antiquités de la Région Andine de la République Argentine et en du Déssert d Atacama. Tome I. (Mission Scientifique G. de Créqui Mont- - fort et E. Sénéchal de la EY: Paris, 1908. 1 vol. gr. in-8, 2 cartes, 0 32 pl. 288. > , deco - Bórsch (A.). EA AS Hett IV. Verbindung der Rusciccl Skandiake E —vischen Breitengradmessung mit dem Astronomisch-Geoditischen Neta , in Norddeutschland, Mit 1 Taf. (K. Preusz. Geodátische Institut, Verófien- w 3 tlichungen. /N. F. Nr, 39). Berlin, 1909. 42: ARA > A e A 5d o ' mk are a Tomo 29, Nos. 7 á4 12. MEMORIAS Y REVISTA DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA “Antonio Alz Late” publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN, SECRETARIO GENERAL PERPETUO ] SOMMAITRE. (Mámoires, feuilles 31 4 53; Revue, feuilles 6 á 11). Archéologie, —¿¡Comment a été dessinée la Pierre du Soleil? par M. R. Mena, p. 293-297.—Notes relatives á Xochicalco, Morelos, par M. R. Mena, p. 345- 368, pl. XXIEXXIX. Botanique.—I/arbuste appelé Hoja=sen ( Flourensia cernua D. C.) dans les Etats frontiéres, par M. P. Rouaizx, p- 301-303. _Démographie. —Quelques causes qui influent dans le variations du recensement á León, a: par M. M. Leal, p 337-340. (Suite au verso) MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL (44 CALLE DE REVILLAGIGEDO NÚM. 47). — Enero á Junio 1910, A ae argo : : » e y Publicación registrada como artículo de segunda clase en 12 de Febrero de '9u7 Ds d+ ' : q hy 6 y Enseignement sunérieur.—La carridre de métallurgiste et sa séparation de celle ngénieur des mines, par M. J. C. Haro, p. 319-529, Ethnographie —Une société pour 1étude du Folklore chilien, par M. J. Enger- rand, p. 413416. Géologie.—The newly discovered Cave of Atoyac, Veracruz, par M. M. Allorge, Revue, p. 43-45.—Le Matlacueyatl (Malintzi) par M. E. Ordóñez, Revue, p- 45-51, 1 pl. Géologie app'iquée.—La richesse minérale d'Amérique, par MM. R. W. Raymond et W. R. Ingalls, Revue, p. 60-68. Histoire. —Linsurgé Francisco Ayala, par M M. Salinas, p. 951-262, —Confé- rences sur lV'histoire de (Juerétaro, par M. Y. Frías, p. 263-273. Hygiene publique —Comment on est arrivé á faire disparaítre la fidvre jaune du Mexique, par M. le Dr. E. Lacéaya, p 395-406. Magnétisme terrestre. —Teodolithe maznétique mexicain et observations faites avec cet instrument a Teotihuacán, par M. M. Moreno y Anda, p. 313-317, pl. XVI-XVILL. Météorologie —Prévision du temps. Probabilités saisonniéres par M. Léon Des- croiz, p. -407-411 —Quantités de pluie recueillies au Molino del Rey, dans le Bosque de Santa Fe et dans le Ex-Convento del Desierto, 1909, p. 306- 311.—Observations météorologiqu+s faites a Durango, Morelia, Oaxaca et Puebla. Revue, p. 55, 56, 79 et 80. Parasitologie.—Parasites végétaux de Valfalfa, par M. G. Gándara, 369 394. Plasmologie.—Observations sur la morphogéndse. L'anhydrobiose et les plasmas siliciques artificiels. Formes organiques artificielles vascularisées. Nou- velles formes organigues artificielles, par MM. Albert et Alexandre Mary, pp. 241-250, pl. XV, 289-291. 299-300 et 341-343, pl. XX et XXI.—Sur les oxy- dases siliciques artificielles, par M. 4. L. Herrera, p. 331-335, pl, XIX. Topographie.—Conditions qui doivent remplir les plans des terrains nationaux, par M. E. Beaven, p. 275-288. Table des matieres du tome 29 des Mémoires. Revue. —Comptes-rendus des séances, Janvier á Juin 1910, p. 51-53 et 72-73.— Nécrologie: M. le Dr. Alf. Dueta, p. 4143, 1 portrait.—Production mon- diale du cuivre, 1907-1909, p. 54.—Station biologique marine de Roscoff, p. 57-59.—Positions géographiques et altitudes de l'Etat de Puebla, p. 69-71. - —Bibliographie: Lebon (Darboux, p. 53, Picard, p. 73); M. O. Gordon, p. 74; Lamb, p. 76; E. Boman, p. 77; Guimaráes, p. 78.—Table des matiéres de la Revue, p. 83. | y a su DODILDI Dons et nouvelles publications regues pendant Juillet et Aoút 1909. | | Les noms des donateurs sont imprimés en italiques; les membres de la Société sont designés avec M. S. A. : Alcover (Antonio Miguel). —La Villa de Sagua la Grande (República de Cuba). Bosquejo crítico descriptivo. (Publicado en la Revista * Cuba y ds ee y _ca”).—Habana. 1909. 122 láms. y figs. Do Hayford (John F )—Geodesy. The Figure of the Earth and Isostasy from me- Fs asurements in the United States. — Coast and Geodetic Survey). Washing- ton. 1909. 4% pl. Henriet (H.)—L'atmosphére et Il'Hygiéne. Conférence faite le 27 avril 1909 á l'Association Amicale des Anciens Eléeves de 1 Ecole de Physique et de Chimie industrielles de la Ville de Paris. Paris. 1909. 8" Hernández (Dr. Fortuntto).—La materia, la inteligencia y la vida. México. 1901. 8%—Desequilibrio. 2? edición. México. 1907. 122—Un Pueblo, Un Siglo y un Hombre (1810-1910). Ensayo histórico. México. 1909. 4” láms. Herz (Dr. W.).—Les bases physico-chimiques de la Chimie anal ytique. Traduit de Vallemand par E. Philippi.—Paris. Libraírie Granthier-Villars, 8% fig. 1909. 5 fr. Horluc (P.) et Marinet (G.)—Bibliographie de la Syntaxe du Francais (1840-1905), —Lyon. Paris. (Annales de 1'Univeriité de Lyon. Nouvelle Série, Droit, Lettres. Fase. 20). 1908. 89 Hrdlicka (Ales).—Tubercalosis among certain Indian Tribes of the United Sta- tes. ( Bureau of American Etknologj. Bullerin 42). Washington, 1909. 8% pl. Lehmann (Dr. Walter). —Methods and results in Mexican Research. Originally published in the Archiv fir Anthropologie, Vol. VI, 1907. Translated ' from the German with kind permission of the Editors of the Arehiv by Seymour de Ricci. (Published at the expense of the Duke.of Loubat, M. S. A.). Paris, 1909. 89 Loria (Gino), M. S. A.—Metodi di Giomefria deserittiva. Con 102 incisioni, (Manuali Hoepli), Ulrico Hoepli. Milano. 1909. 129 Luther (D. Dana). —Geolozy of the Geneva-Ovid Qualrangles. (New York Sta te Museum. Bulletin 128). Albany. 1909. 8? pl. Lutz (Frank E.)—The variation and correlations of certain taxonomiec charac ters of Gryllus. —Wasbington (Carnegie Institution. Publication No. 101). 1908. 80 Mayet (Dr. Lucien).—Etude des Mammiferes Miocénes des Sables de l'Orléanais et des Faluns de la Touraine. Lyon. Paris. (Annales de l' Unicersité de Lyon. Nouvelle Série. I, Seiences. Fasc. 24). 1908. 8% pl € fig. Peck (Ch. H.). —Keport of the State Botanist. 1908. (New York State Museum. Bulletin 131). Albany. 1909. 82 pl. Pickering (Prof. Ed. C.). M. S.A.—The Future of Astronomy. (Popular Science Monthly) Aug. 1909. Plancarte y Navarrete (Ilmo. Dr. D. Francisco), Obispo de Cuernavaca, M. S. A. —Apuntes para la Geografía del Estado de Morelos. Tepoztlán. Imp. de -J.D. Rojas. 1909. 120 q == Plancarte y Navarrete (Ilmo. Dr. D. Francisco), Obispo de Cuernavaca, M. S. A. 2 —Colección de documentos inéditos y raros para la Historia Eclesiástica Le Mexicana. Tomo L Crónica de la Orden de San Agustín en Michoacán (1624). —Cuernavaca. Tip. El Arte de R. C. Miranda. 1909. 8% > Pes - Pontio (M.)—Analyse du caoutchauc et de la gutta—percha. —Paris (Eneyclopé- $ Ñ Y d yy 4 po . y A “> ei Ls A AA . pet ha e 7 LA Cb y IES o A E : 596 ee Yao ol, ob . y Ñ pS le n» A e. NA dira y e A yo- ne > pum k Ñ 4 4 : “BATA: Dinner: Paris: 1909. 49 q ero 4) eS e E de EN 3 Raspail (Xavier), M. S. A. —Sur ] 'établissement judic cieux 'un nid _de Roug: li pl Acid E PRA re Sd Bao a RRE | A gorge.—Sur 1 ento ement des cenfs Poi- -eaux par la pie. Paris (Bull. Soc. be dE Zool. France). 1909.—Le Corbeau Freux au point. de AA AS RA nd APA FE É z 21 Orlé cda Fu. al e pie 1009. Be Abe ER den ES » ya ey | mique « eE sa combustion. Paria EE Guadhier ae e Sd in-S. 68 fig. BALTA A ai CN os 5 : a LEA dr Russell (An La; ábos des es cour ES Traduit! de Vanglais par VAS s AAA - Sélizman-Lui.—Panis. Librairi le Gauthicr- -Pillars. Tome -L; 909 2d tr pe < : ni le PA Pur cda Ñ o el Biadicato: slo o q es s del a 19098900: TEEN pa rea Ci da p toy 1 Pd > Ñ ARAS g dis 2 4 PA aya ( G. » MS A.- Di aleune. mmacchio os osservate An dad Ud ira Los noms des donatenrs sont :timprimós en y ittiques ink, me Ae 0 E : 1ÉS: Ñ | 1909. 1 aD Pe £ >lomil SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ,, ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 241 Observations sur la. morphosénese en Plasmologie, ALBERT et ALEXANDRE MARY, Les organismes rudimentaires dont la structure rappelle le mieux les imitations protoplasmiques réalisées par Biits- chli avec des mélanges eau, d'huile, et de soude ou de chlo- rure de sodium, les Myxomicttes, changent de forme et se dé- placent á la maniére de ces imitations elles-mémes. Ils par- courent quelquefois des distances considérables; et la vitesse de raptation, d'apres Cienkowski et Van Tieghem, dépasse 03 par minute chez Physarum et 04 chez Didymium leuco- pus. Pendant cette marche, mille gcourants traversent la subs- tance fondamentale: microscopiques “* riviéres de protoplasma> quí confluent au point oú le mouvement a commencé. Il n'est pas diffcile de reproduire artificiellement ce mode Vactivité, qui existe également dans les cellules animales ou végéótales. De trés intenses courants, accompagnés de con- tractions vacoulaires, se manifestent dans tout melange récent Valcool et d'eau, ou de silicate de potasse. Une goutte de fu- chsine, en diffusion dans le silicate de potasse, laisse des la- cunes ou intervalles, du bord desquels se détachent des glo- bules arrondis limités par une membrane et pleins de granu- lations de fuchsine; ces corpuscules nagent dans les lacunes Mem. Soc. Alzate, México. T. 29. (1909-1910)—31 2492 ALBERT ET ALEXANDRE y ARY. par contractilité générale, comme les amibes des eaux dor- mantes. La morphogénie (ou évolution de la forme) et la motilité élómontaire tiennent Pune et Vautre á la nature des courants Vosmose ou de diffusion. Si ces courants sont équipotentiels et d'orientation symé- trique, la forme est réguliére, et la motilité, nulle. L'ensemencement, avec des cristallites de sulfate de zine, Vune goutte de solution gélatineuse et salée de ferrocyanure - de potasium (avec traces de silice), engendre des formes ra- diaires une idéale regularité. Il en va de méme pour le sul- fate ammoniaque pur dans le silicate de potasse dilué. Le sulfate de cuivre ou le sulfate ferreux dans une solution aqueu- se de phosphate de soude, ou le phosphate de soude dans une solution de cacodylate de magnésie, produisent des cellules rondes invariables. La précipité Fe (CAz)” FeK”, déseché, pul- verisé et semé dans le silicate de potasse sirupeux, donne des lépocelles sphériques souvent pourvues une noyau avec nu- cléole, ete...... Si, au contraire, les champs de diffussion ne sont pas com- posés de lignes de force symétriques et équipotientelles, la morphologie se ressent de ces inégalités. C'est ce que démon- tre Vétude: 1? des diffusions proprement dites; 2? des émul.- sions; 32 des eroissances osmotiques. a) Diffusions.—Une goutte enere noire prend une forme amiboide lobée dans Peau fortement gommée. Diffusion ami.- boide, encore, celle du bichromate de potasse dans une disso- lution aqueuse de soude á Palcool et de ferrocyanure de potas- sum. Parfois, los actions pólaires produites par les différences osmotiques des liquides en présence, se manifestent par un seul courant ou faisceau de courants centrifuges. Un cristal de phosphate de soude se dissolvant dans Peau colorée par P'en- cre noire, diffuse un seul cóté. Les figures coméntaires de dl OBSERVATIONs SUR MORPHOGENESE EN PLASMOLOGIE. 243 permanganate de potassium du céólébre professeur mexicain A. L. Herrera, et celles de sulfate de cuivre dans le cinna- mate de sodium, sont dues au méme phénoméne. b) Emulsions.—Ce genre de préparations plasmogéniques a é6tó particuliérement étudié par A. L. Herrera. Derniérement, le savant biologiste nous signalait une tech- nique dont il avait obtenu Vexcellents résnltats. On introduit, dans 10 c.c. Peau saturés Yacide carbonique, 0.10 de silicate de soude, puis 0.50 de chaux en bouillie épaisse. On agite aus- sitót. Chaque particule de chauxs'enveloppe d'une aire de car- bonate et silice coagulée, et reproduit des aspects d'Infusoires, spores, protoplasma granuleux, En modifiant les conditions de lexpérience, nous avons no- té de non moins curieuses morphologies. On prend: PA DATO 0 canta e evi ) C.C. Eau distillée...... O ES 10 Solution saturés de phosphate AMO ee a ES 5 Silicate de potasse sirupeux... 0,50 Chaux lavée, en bouillie ...... 1 On dépose une goutte du mélange sur le porte—objet. Aprés une demi—heure environ, la préparation acquiert une grande netteté et peut étre examinée avec profit. Comme dans les essais de Herrera, ce sont les formes de protoplasme granu- leux, de spores et dInfusoires (Kolpodes, Paramécies), qui se montrent les plus abondantes. 5i Pon ajoute une goutte d'eau de mer sur le porte objet, il se dessine autour de chaque cor- puscule une large zóne de diffusion formée par 'émulsion gra- nuleuse extravasée: des formes cellulaires, des formes radiai- (1) Ct. Boletin del Comité Nacional Mexicano de la Alianza Científica Universal, Juin 1908, planches 1 et Il. s 244 ALBERT ET ALEXANDRE MARY. res, de magnifiques amibes, apparaissent alors peu á peu dans le champ du microscope. c) Croissances osmotiques.—Les précipités de double décom- position ont fourni la matiére premiére des meilleures manipu- lations de biologie syuthétique. Mais les méthodes suivies par les auteurs pour en rechercher les propriétés, ont été trés di- vergentes. Herrera place á une certaine distance, au sein de la mé- me goutte d'eau (faiblement silicatée), un petit cristal de deux sels susceptibles Vagir Pun sur Pautre. Les eristaux se dissol- vent lentement; leur surface de diffusion s'ótend, et, vers Pin- tersection des deux solutions, naissent une foule de figures organoides précipitées. * La technique de Bóttger, Traube, S. Leduc, Gariel, ete., consiste á utiliser lun des sels en granules, comme semences, Pautre en dissolution, comme milieu nutritif. C'est ce procédé que nous avons appliqué aux observations micrographiques. Les publications du Dr. S. Leduc ont révélé que P'on peut, en agissant sur la pression osmotique, modifier Pintensité ou la direction des courants, et diriger la morphogénie. Les orga- nes terminaux sphériques des pseudophytes (ou plantes artifi- cieJles, metallsalzvegetationen), s'obtiennent en diluant la solution dans laquelle s'effectue la croissance, c'est-á-dire en dimi- nuant la pression osmotique; si 'on augmente ensuite cette pression, la croissance reprend en hauteur, et Pon a des orga- nes terminaux piriformes. * Nous avons rappelé, dans nos Etudes expérimentales sur la génération primitive, la “flexibilité morphologique” des pseudo- phytes. En aditionnant la solution-mére de diverses substances eS (1) Cf. A. L. Herrera, Fenómenos de vida aparente, in Boletin del Co- mité Nacional Mexicano de la Alianza Científica Universal, T. L, N? 1 (Mars 1908) p. 19 et suiv. (2) S. Leduc, Essais de biologie synthétique, in Biochemische Zeitschrift, 1908, p. 283, A cdi we. e OBSERVATIONS SUR MORPHOGEÉNESE EN PLASMOLOGIE, 245 chimiques, on réalise autant “VPespéces” typiques: vermifor- mes avec le chlorure de sodium sans gélatine, épanouies aux extrémités avec le chlorure ammonium, ópineuses avec Vazo- tate de potassium, ete ... On influe aussi facilement sur les éléments pseudo— ARA quí s'effilont aux deux bouts dans le sulfite de sodium, deviennent variqueux dans lo bisul- fite de sodium, fibri PA dans le sulfure de sodium, eylindri- ques et courts dans le biehromate de potassium. (” -Les pseudocytodes que nous avons préparés, en 1908, avec des cristallites des sulfates ferreux dans une solution de sul- fate Vammoniaque et de ferrocyanure de potassium (avec tra- ces de silicate), croissent abondamment et confusément quand le sulfate 'ammoviaque fait défaut, émettent des pseudopodes allongés si la proportion en est assez forte, demeurent sphéri- ques et inertes lorsqwil se trouve en excds. Amaba quarta ne se comporte pas autrement si l'on ajoute des traces de chloru- re de sodium á Peau ou elle vit, Y Voici quelques résultats nouveaux obtenus dans notre la- boratoire: Sulfate de cuivre dans soude á Palcool: amibes; Sous—azotate de bismuth dans carbonate de soude: cellules nuclées; | Sulfate ferrique dans silicate de potasse trés dilué: cellules saus pseudopodes, bourgeonnant avec intensité; Sulfate de zinc dans ferrocyanure de potassium (solution faible): cellules á pseudopodes réticulés analogues á ceux des Radiolaires; Soude pure dans sulfate de cuivre (solution faible): ami- bes; (1) S. Leduc. La difusion et P'osmose, 15 C. R. Association frang. pour Pavancement des Sciences, 1907. (2) Alb. et Alex, Mary, Etudes expérimentales sur la génération primi- tive, Paris, 1909, p, 41 et 42. 246 ALBERT ET ALEXANDRE MARY. Sulfate ferreux dans carbonate de soude: cellules avec crois- sance linéalre unique et multicellulaire; Sulfate de cuivre dans silicate de potasse dilué: cellules á développement unilatéral; émission finale de pseudopodes dé- liés; ruptures d'équilibre et motilité générale; Sulfate ferreux dans eau marine (650) et silicate de po- tasse (35%): bourgeonuement actif et émission de pseudopo- des tres réduits; ete.... Mentionnons surtout lel nos plus récentes tentatives d'ovo cytose plasmogénique, pour le moins aussi satisfalsantes que les expériences du Dr. Martin Kuckuck sur les sels de ba- ryum. (” La cellule engendrée par un tres petit cristal de sulfate fe- rreux dans une dissolution de ferrocyanure de potasslum, res- te arrondie, sans pseudopodes, si Pon ajoute au milieu de cul- ture une solution de phosphate de soude; mais elle se multi- plie, et les cellules-filles s'agglomérent en une superbe morula, stade embryologique commun á tous les Métazoires. La colo- nie s'aceroít par karyokinése a Pintérieur et par bourgeonne- ment á la périphérie. L'énergie du processus s'aceroit si-Pon substitue á leau distillée de leau marine étendue. Trop saturée, la solution ferrocyanique phosphatée ne per- met que Pémission de pseudopodes. Trop diluée, elle donne lieu á de grandes cellules rondes, incapables de se multiplier. Pour obtenir une morula, on peut opérer dans les conditions indiquées ci-apres: Eau de mer diluée............ 10c.c. Ferrocyanure de potassium (so- Intion Saturóa). 2.

) e y eE OBSERVATIONS SUR MORPHOGENESE EN PLASMOLOGIE. 247 Ainsi, le composé phosphaté semble jouer un róle pure- ment osmotique, mais própondérant, dans la multiplication et le groupement des cellules, et Phérédité de la forme morula se rapporterait á la loi de constance osmotique de KR. Quinton. Quelques faits biochimiques appuient estte proposition. L'hérédité (ou conservation intime des conditions matérielles de Vévolution des étres, de leur milieu formateur), a pour siége précis le boyau nucléinien, ou, chez les eytodes á noyau diffus ou sans noyau, les granules phosphorées du paraplasma. Un organisme uvicellulaire á nucléine localiséc, le Slentor, par exemple, étant divisé en deux fragments, Pun nucléé, Pautre privé de noyau, le segment nucléé seul est apte á la reprodue- tion (la nucléine n'est quw'un plasma phosphoré). Le liquide séminal est trós riche en phosphates. Pour 100 parties de cen- dres, le sperme humain laisse 25 parties de sels divers et 75 de phosphate de calcium (Vauquelin et Kólliker). La laitance de carpe, dans les mémes conditions, donne 13.4 parties de sulfates alcalins, 36.5 de chlorures alcalins et 50 de phospha- tes de calcium et de magnésium (Gobley). L'évolution des cellules-germes primitives et la procréation actuelle des orga- nismes sont done probablement conditionnées en partie par les dérivés du phosphore. “Point de phosphore,” a dit L. Biúchner, “point de pensée.” Point de phosphore, devons— nous ajouter, point de reproduction. Etrange confirmation technique de la croyance populaire á la solidarité de la matiére nerveuse et du liquide fécondant! Ni, en raison 'excés véné- riens, les phosphates de Porganisme se trouvent soutirés pour constituer un sperme surabondant, les éléments nerveux, par eontre-coup, subissent une dégénérescense rapide: la patho- logie nerveuse Wen est VPailleurs plus á apprendre le parti - qWelle peut tirer de Vétude des antécédents sexuels des ma- lades. ? L'adjonetion, an liquide ferrocyanique phosphaté, de pe- tites quantités de chlorure de sodium, sulfate de magnésie et 248 ALBERT ET ALEXANDRE MARY, carbonate de chaux, produit (toujours avec des cristallites de sulfate ferreux), des colonies ramassées sur elles-mémes et pourvues d'une cavité en cul-de-sac, communiquant au- dehors par un méat (blastopore) caractéristique de la forme embryologique gastrula. Les quelques premiéres cellules im- médiatement issues de l'élément original, sont assez grosses eb demeurent les moins nombreuses. Par bourgeonnement, nais- sent ensuite un plus ou moins grand nombre de cellules un diamétre bien moindre; ces deux productions distinctes répon- dent á la différenciation embryonnaire des blastoméres en deux groupes, ou feuillets germinatifs. * X *x Des essais précédents, comme des innombrables reconsti- tutions histologiques, botaniques et zoologiques de Herrera, Ledue, Kuckuck, Harting, etc., se dégagent des apergus théo- riques d'une valeur biologique inestimable. Tls renforcent le bien—fondé de la doctrine Moniste, en montrant Punité et Puniversalité de 14 Vie, la faculté de va- riabilité de Pespéce minérale et Pévolutivité des pseudo-orga- nismes. : lls attestent que les mouvements et les formes traduisent uniquement les relations des corps avec leur ambiance. Ils prouvent,—contrairement á ce que pensent beaucoup d' évolutionistes, —que point n'est besoin de longs siécles pour bátir une morphologie complexe, si le milieu s/y préte des Pabord..... y Une fois ces conclusions admises, —et comment ne pas admettre des conclusions qui sont des groupes de faits?—il de- vient indiscutable que les morphologies organisées sont au moins partiellement Vosuvre directe de Pinorgimique, et que la TIA A mu. OBSERVATIONS SUR MORPHOGENESE EN PLASMOLOGIE, 949 genése des formes animées ne connaít d'autres lois que celles de la diffusion et de Posmose. Echanges de matióre et en méóme temps Vénergie, recher- che un équilibre sans cesse poursuivi, jamais dófinitivement atteint, telle est la grande tendance qui préside á la vie et aux transformations des organismes comme á Pactivitó et aux mutations de Univers. Beauvais (France), ce 28 Aoñt 1909. Mem. Soo. Alzate. México. T. 29.(1909-1910). --32 250 ALBERT ET ALEXANDRE MARY. Désignation des figures. (Planche XV). a, Diffusion amiboide d'un cristal de bichromate de potas- sium dans une dissolution de soude á Palcool avec ferrocyanu- re de potassium. . 1.—Infusoires et spores produits par des émulsions calciques en présence du silicate de potasse et du phosphate de soude. 2 a 4.—Amibes, cellules et forme radiaire (suite de Pexpérien- ce précédente), 5.—Amibes (sulfate de cuivre, soude á lPalcoo!). 6.—Cellules nuclées (sous-azotate de bismuth dans carbona- te de sodium). 7.—Exemples de bourgeonnement (sulfate ferrenx dans eau de mer et silicate de potassium). 8.—Pseudo—morules. 9.—Pseudo-gastrules. a Mem. Soc. Alzate. T. -20,pL 2:V, La "Albert Mary del!. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUKE '*ANTONIO ALZATE.'' MÉMOIRES, T'. 29. 251 EL INSURGENTE PRANCISCO AYALA, POR MIGUEL SALINAS, M, $, A, No siempre salen á luz las acciones meritorias de los hom- bres, ni siempre, por consiguiente, puede la posteridad re- crearse con el recuerdo de ellas. Miriadas de actos de valor sublime, de abnegación heroica y de otras excelsas virtudes han quedado y quedan de continno sepultados en el olvido. Sin embargo, todos aquellos cuyo heroísmo no ha logrado de- jar huella en la memoria de las gentes, han contribuído al me- joramiento y bienestar de sus semejantes, y bien merecerían que se alzase un gran monumento á su memoria, con una ins- cripción que, imitando la que Esquiros propuso para los már- tires anónimos de la Libertad, dijera: A los héroes ignorados la humanidad agradecida.” Algunos mexicanos heroicos no han podido sustraerse á esa ley. Entre los que se sacrificaron en la guerra de Inde- pendencia, algunos han alcanzado fama, han sido cireundados por los fulgores de la gloria, mientras otros han pasado inad- vertidos. Entre estos últimos se cuenta Francisco Ayala, que fué el primero que derramó su sangre por la independencia patria en el territorio que hoy forma el Estado de Morelos. Ya el Sr. D, Francisco Sosa que ha emprendido la tarea loable y meri- e 259 MIGUEL SALINAS. toria de sacar á luz á muchos mexicanos ignorados, escribió la biografía de Ayala; en “México á través de los siglos” se re- latan y ensalzan las hazañan de este luchador abnegado; y la Legislatura del Estado de México, por decreto de 13 de mayo de 1868, mandó dar al pueblo de Mapastlán el título de Villa de Ayala. No obstante esto el nombre de Ayala no es tan popular co- mo debiera; y para procurar su popularidad, para llevar el re- lato de sus hazañas y de su martirio á los hogares morelenses, voy á escribir la presente relación en un momento propicio, cuando el país todo se apresta á celebrar el primer centenario de la Independencia. Tal celebración es testimonio elocuente de que la obra emancipadora de nnestros padres es conside- rada por nosotros como obra justa, santa y gloriosa; y por en- de, consideramos dignos de loa á todos aquellos que contribu- yeron á ella con alteza de miras y la honraron con acciones heroicas y egregias virtudes, * *k * Al Sur de la HA. Cuautla, como á 8 kilometros de distancia, se encuentran hoy las ruinas de un antiguo ingenio quese lla- mó Hacienda de Mapastlán. Al $5. O. del arruinado ingenio, á cuatrocientros metros de distancia, está la Villa de Ayala, an- tes pueblo de Mapastlán, en la orilla de un riachuelo ó barran- ca que atraviesa la comarca de Norte á Sur, y que se llama Chiconahuapan, quizá por que recibe las aguas de varias ha- ciendas, pues según el distinguido filólogo Don Cecilio A. Ro- belo, la voz significa nueve aguas. Esta barranca pasa al Po- niente de Cuautla, y antes de llegar á la Hacienda de Mapas- tlán, da varias vueltas ó hace curvas, y en su margen izquier- da se alza el pueblo de Anenecuilco. El Sr. Robelo descompone así este vocablo; A—nenecuil-co: viene de atl, agua; nenecuiltic, torcido; y co, en: donde el agua da vuelta. EL INSURGENTE FRANCISCO AYALA. 253 o ——— Al otro lado del riachuelo que tambien llaman de Anene- cuilco, y cerca del arruinado ingenio, está un establecimiento de beneficiar metales, llamado El Mortero de Mapastlán. En él, en distintas épocas y desde hace siglos, se han molido los minerales sacados de las minas de Huautla. El pueblo de Mapastlán es relativamente moderno. En un mapa de Cuautla, levantado en 1743 por orden del virrey con de Fuenclara, se ve el ingenio de Mapastlán, pero no el pue- blo; y en la relación que acompaña al mapa, se dice'que al Sur del ingenio, á un tiro de escopeta, y en la orilla del río, hay una rauchería compuesta de seis familias de mestizos y quin- ce de mulatos libres. Esta ranchería era ya en 1810 la congre- gación de Mapastlán que fué erigida en pueblo por la Legisla- tura del Estado de México en 1834, El Sr. D. Octaviano Palacios, Diputado varias veces á la Legislatura del Estado de Morelos y originario de la Villa de Ayala, me ha referido que en su familia hay la tradición de que á principios del siglo XVIII se verificaban frecuentes ro- bos y asaltos cerca de la Hacienda, precisamente en el paso del río, llamado entoness Paso de la Gallina, y que para evitar- los, un antepasado del Sr. Palacios propuso al administrador de la finca que le permitiese ir á vivir, con otros vecinos de la vieja Hacienda de Mapastlán, al lugar de los robos, para que éstos cesaran. Se establecieron, en efecto, allí algunas fami- lias que en 1743 formaban la ranchería mencionada .en el do- cumento antes citado, y que después formaron el pueblo de Mapastlán hoy Villa de Ayala. * * * El relato que hago en estas líneas difiere en algunos pun - tos importantes del que hacen los Sres. Sosa y Robelo, uno en la biografía de Ayala y otro en unas revistas del Estado de Morelos. No sé donde tomarían sus datos estos señores; yo bo- 251 MIGUEL SALINAS. O — —— ——— _— . o mé los míos de un manuscrito que existe en Cuautla en poder de Don Lucio Montero, y que acaba de ser publicado por el Dr. Antonio Peñafiel en una compilación de documentos y fo- lletos, titulada “Ciudades Coloniales.” El autor del manuscrito fué Don Felipe Benicio Montero, natural de Cuautla y testigo de los sucesos que narra. Cuen- ta éstos con nimios detalles, lo cual prueba que estaba bien enterado; y escribió pocos años después de los acontecimien- tos, cuando estaban frescos en la memoria de sus conterráneos, y podía haber encontrado muchos que rectificaran sus errores. Según parece, el eserito de Montero fué hecho con motivo del título de heroica ciudad, dado á Cuautla en 1829. El historiador Alamán, antes de escribir su Historia, levó el referido manus- erito. Creo, pues, verosímil lo que dice Montero. * E * No se sabe si Francisco Ayala era nativo de Mapastlán ó de alguna otra población del Plan de Amilpas; pero todos es- tán de acuerdo en que era hombre honrado, de valor extraor- dinario y de gran actividad. En los primeros años del siglo pasado vivía en el pueblo antes citado con su mujer y sus hi- jos. Algunos de éstos eran sin duda hombres ya formados, pues tomaron parte en la guerra y murieron heroicamente al lado de su padre. Este ejercía el cargo de Capitán de Acorda da y lo había desempeñado con tal celo, que limpió de ladro- nes la comarca. (*? El cumplimiento de sus obligaciones le granjeó la estima- (1) Eran tantos los ladrones que infestaban los caminos de la Nueva España, que el gobierno virreinal acordó autorizar, en cada comarca, la for- mación de grupos de vecinos que, mandados por uno de representación, persiguiesen á los ladrones. Las fuerzas formadas en virtud de este acuer- do y las cárceles donde se encerraban á los ladrones se llamaron acordadas. al ; EL INSURGENTE FRANCISCO AYALA. 955 ción de muchos y también la malevolencia de no pocos, pues desgraciadamente los comerciantes y hacendados españoles y criollos, sin duda con la mira de cuidar sus intereses, han fa- vorecido más ó menos disimuladamente á los ladrones. Esto lo saben bien los que han leído los informes virreinales, el del duque de Linares, por ejemplo, y los que han vivido en pueblos y haciendas en las épocas aciagas en que se ha desarrollado el bandidaje. En 1810 había en Mapastlán tres españoles, Martínez, Pue- bla y Pimentel, que aparentemente eran amigos de Ayala, pe- ro que en realidad le profesaban cierta inquina por la perse- cución que hacía á algunos ladrones favorecidos por ellos, y quizá con más razón por haberse negado Ayala á formar par- te de las fuerzas que los españoles de las Amilpas estaban or- ganizando para combatir á los insurgentes. Esta cireuustancia hizo que Ayala se hiciese sospechoso á los realistas, aunque no hubiese llevado á cabo un solo hecho que justificase semejantes sospechas. Tal era el estado de los ánimos en mayo de 1811. En aquellos días, una fuerza insurgente fué derrotada en Jalmolonga, según el Sr. Sosa, ó en Nostepec, según el manus- erito que sigo; y en la correspondencia quitada al enemigo, se encontraron cartas dirigidas á Morelos por un Sr. Ayala. Es- te no era Don Francisco el de Mapastlán, sino un brigadier lla- mado lgnacio; y ya sea por eqnivacación, Ó porque se supu- siese que había parentesco entre ellos, un español apellidado Moreno fué mandado desde la hacienda de San Gabriel, 4 la cabeza de una fuerza, para que cayera sobre Ayala y lo apre- hendiera. Llega Moreno á Mapastlán; rodea con su gente la casa de Ayala; quiere hacerlo prisionero; éste resiste; cambia algu- nos tiros con sus aprehensores y queda herido lo mismo que su mujer, la cual, en ese momento, amamantaba á su hijo. El pueblo, al escuchar las detonaciones, se alarma; se en- 956 MIGUEL SALINAS, tera del asunto, se arma, corre á la defensa de Ayala, arrome- te contra Moreno y los suyos y los pone en fuga. Entre tanto los españoles de Mapastlán que podían haber integvenido para calmar los ánimos, no lo hicieron y salieron para Cuautla á dar parte del escándalo y á decir que Ayala se había insurrec- cionado. La noticia causó en Cuautla gran sensación, y los espa- ñoles de ahí, unidos á los de las vecinas haciendas, levantaron á toda prisa una fuerza y la pusieron al mando de Don Ansel- mo Rivera, anciano español, jurado enemigo de los insurgen- tes y administrador de Rentas Reales. Esa tropa se dirigió á Mapastián que, como hemos dicho, dista 8 ó 9 kilómetros de Cuautla. El pueblo la recibe en son de guerra y la ataca furio- samente con armas de fuego, machetes, garrochas y hasta con coas, y la hace retroceder en desorden á la ITecienda de Mapas- tlán y emprender luego la fuga hasta Cuautla. En la precipi- tación de la fuga, se le cayó la peluca al jefe Rivera, y, según dice el manuscito, dicho Rivera iba gritando: “¡mi peluca, mi peluca!” La esposa de Ayala murió á causa de las heridas que le infirieron los de Moreno; y su hijito quedó en poder de Don Vicente Pastrana y de Doña Estefanía su esposa, padres de la muerta, El general Guerrero, que pudo apreciar las cuali- dades de Ayala, mandó poner en un colegio, años más tarde, al mencionado niño. Al retirarse la fuerza de Cuautla, Ayala, que no pudo ó no quiso entrar en explicaciones con el Gobierno, se retiró á Ane- necuilco, donde pasó la noche en una casa ó viejo convento con- tiguo á la iglesia dei pueblo. Los de Cuautla volvieron al día siguiente sobre Ayala, al: mando de Don Joaquín Garcilazo que, según parece, era el sub- delegado; pero por precaución y para evitar una sorpresa, si- guieron un camino indirecto, el de la Hacienda del Hospital; y al llegar 4 Anenecuileo, vieron que algunos hombres asoma- ie Pp, — EL INSURGENTE FRANCISCO AYALA. x—__ __—— ban la cabeza por las ventanas del viejo convento y se ocul- taban después. Esto y el ver detrás de la iglesia unos caballos ensillados, á la sombra de unos árboles y atados á éstos, hizo comprender á Garcilazo que allí estaba Ayala. Comenzaron el ataque desde lejos, dirigiendo algunas descargas á las yen- tanas del edificio. Los de adentro contestaban una que otra vez. No faltó entre los asaltantes un muchacho que, como el Pípila de Granaditas, fuera bastante osado para acercarse al convento. Ese atrevido fué un mozo llamado Ramón: dijo que si le daban los caballos amarrados detrás do la Iglesia iría por ellos. Se lo prometieron, y desde luego puso en obra su inten- to. Despreciando las balas, se llegó á los caballos, desató uno de ellos y se lo llevó. Ufano con su triunfo, volvió por los de- más; pero al desatarlos,'una bala dirigida con precisión le atra- vesó las sienes de la cabeza (dice el manuserito) y lo dejó sin vi- da á los pies de los animales. Los sitiadores no osaron acercarse mucho; sólo tres jóve- nes de Cuautla, Miguel Reyes, Mariano Alvear y Mariano Ochoa llegaron á las bardas del atrio, y desde allí invitaban á los es- poñoles á que se acercasen. “ Vengan, les decían, al fin la gue- rra es por ustedes y no por nosotros.” Nadie se acercó. Los tres valientes eran excitados á hacer un esfuerzo más y echarse : sobre las puertas del edificio; pero no lo hicieron por la con- sideración de que los encerrados eran mexicanos como ellos, y algunos eran amigos. Al fin volvieron á unirse á los sltia- dores. Garcilazo pretendía pasar la noche en Anenecnuileo para impedir que Ayala se escapase; pero su fuerza que no estaba muy disciplinada, se fué desbandando poco á poco, y él mis- mo se vió obligado á regresar á Cuautla. Ayala, viéndose libre y pensando que mucha gente estaba ya comprometida por ha- ber tomado su defensa, que los de Mapastlán habían saqueado y destrozado las casas de Pimentel, Puebla y Martínez, y que Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—33 258 MIGUEL SALINAS. los españoles del rumbo lo verían siempre con ojeriza, resol. vió seguir el partido de la insurrección é irse en busca de Mo- relos. En la madrugada del martes anterior al jueves de la As- censión de 1811, salió de Anenecuilco, y pasando por San Vicen- te, Olintepec y Moyotepec, y caminando de rancho en rancho, llegó á Huitguco y se puso en comunicación con Trujano que estaba en Tepecoacuileo. Al principio no fué bien recibido, pues se dudó de la sinceridad de su adhesión á la causa de la Indepen- dencia; pero al ser tratado, al escuchar su relato de los suce- sos de Mapastlán y al ver sus heridas, de las cuales no había sanado aún, se disiparon los temores y se le dió franca hospi- talidad. Los Sres. Sosa y Robelo dicen que Ayala, al verse rodea- do de gente enemiga en el convento de Anmenecuilco, abrió las puertas, montó á caballo, apostrofó enérgicamente á sus con- trarios, y, seguido de los suyos, rompió el cerco y salió rumbo, al Sur. Tales acontecimientos conmovieron toda la comarca é hi- cieron que los españoles de Yautepec enviaran á Cuautla un re- fuerzo de setenta lanceros al mando de Don Ignacio Cardona. Este jefe se puso á la cabeza de las fuerzas unidas de Cuautla y Yautepec y se divigió á Anenecuilco; pero ya no encontró á Francisco Ayala. En virtud de un acuerdo que Trujano tuvo con otros jefes, Ayala se retiró a Zimatepec, donde se creyó seguro y al abrigo de cualquier ataque, y donde tomó reposo y se dedicó á curar sus heridas. Sus hijos Francisco y Rafael, unidos á los mapas- tecos qne los acompañaban, se dirigieron á Chilpancingo; allí fueron presentados á Morelos como valientes y sufridos, por lo cual quedaron agregados al ejército del Gran General. El grupo de mapastecos, entre los cuales sobresalió Don José Rafael Sánchez, se batió siempre con mucha bizarría y se distinguió en varias acciones, sobre todo en las que Morelos libró en Tecualoya y Tenancingo á Porlier y Michelena, en una de EL INSURGENTE FRANCISCO AYALA. 259 las cuales murió este último al tratar de apoderarse de un cañón. El artillero que lo manejaba era el cuautleño Juan Domínguez (a) el Herrero; y otro enantleño, un muchacho apellidado Car- tera, fué el que disparó la bala que mató á Michelena. Mientras Ayala se ecuraba en Zimatepec, Morelos seguía su marcha triunfal de Chilpancingo á Chilapa, de aquí á Tlapa, y luego á Chiautla, donde derrotó y fusiló al jefe español Musi- tu. Al día siguiente de esta derrota, se presentó Ayala en Chiau- tla, ya curado de sus heridas. Incorporado al ejército indepen- diente, marchó con él hacia Zzúcar y tomó parte en el comba- te que se libró á Soto Maceda, en el cual fué mortalmente he- rido este jefe. Al retirarse Morelos rumbo á Cuautla, dejó la plaza de Izúcar bajo la custodia de Ayala. Allí permaneció éste todo el tiempo, muy corto por cierto, que el Ilustre Greneral tardó en ir á Cuautla, Tlaltizapán, San Gabriel, Taxco, Tecualoya y Tenancingo, obteniendo por doquie- ra aplausos y triunfos, pues lucían entonces para él los días prósperos de su brillante carrera militar. Al regresar Morelos de Tenancingo, pensó dirigirse á Izúcar, donde Ayala lo espe- raba; pero al pasar por Cuernavaca, supo que Calleja se apres- taba á buscarlo, y salió para Cuautla, donde resolvió esperar al ejército realista, porque ya no había tiempo de llegar á Izú- car. Fortificada Cuautla á toda prisa, son llamadas á ella todas las partidas de insurgentes que se encontraban cerca, y entre ellas, acudió la de Ayala, para sufrir con estoica resignación las calamidades del sitio y tomar parte en los mil combates que sufrieron los incomparables defensores de la Sagunto me- xicana. Algunas acciones de guerra demostraron que Ayala care- cía de habilidad y de dotes estratégicas: no era un jefe ca- paz de salvar situaciones difíciles con los recursos que nunca faltan al talento militar; pero en cambio poseía corazón gene- roso; miraba cara á cara á la muerte con gran indiferencia; en 260 MIGUEL SALINAS. los combates, su bravura rayaba en temeridad y en absolu- to desprecio de la vida; y su abnegación llegaba al heroísmo. Estas cualidades le valieron-la amistad y cariño de Galeana. El 2 de Mayo de 1812, cuando Morelos rompió el sitio de Cuautla, cuando en medio del numeroso y bien pertrechado ejército realista, salieron los diezmados batallones insurgen- tes, que más bien parecían falanges de espectros salidos de las tumbas, espectros que ostentaban en el rostro la palidez de la muerte y en los ojos el brillo de la bravura y del orgullo, en- tonces salió también Ayala; y salió en el lugar que correspon- día á los hombres de su temple, en la vanguardia, al lado de su amigo Galeana, el ilustre Aquiles de los combates americanos. En los últimos días del sitio, una fiebre terrible estuvo á punto de acabar con la vida de Ayala; débil y convaleciente, montó á caballo y salió de Cuautla con todos los sitiados. Mon- tero, el autor del manuscrito, lo encontró en Tecajec y eruzó con él algunas palabras. En Chiautla se reunió con sus hijos y con su grupo de mapastecos, atravesó la sierra,en que se en- cuentra el mineral de Huautla y llegó á Tlaltizapán. La fiebre volvió á apoderarse de él. Entre tanto, los realistas organizaron una fuerza que pu- sieron al mando de Don Gabriel de Armijo, cuyo objeto era cuidar delas fineas azucareras y procurar que siguieran éstas sus labores interrumpidas por la guerra. Armijo se situó en Yautepec y estuvo espiando los movimientos de Ayala. Cuan- do éste comprendió que iba á ser atacado, se retiró á la hacien- da de Temilpa, muy cerca de Tlaltizapán, situada en la margen izquierda del hermoso riachuelo que viene de Yautepec, y que aumenta su caudal con el agua de los manantialas de Las Es- tacas. (1) El Sr. Sosa le llama hacienda de Teneguilpan y dice que está cer- ca de San Gabriel. La equivocación en el nombre es sin duda una errata de imprenta: Temilpa dista como 40 kilómetros de San Gabriel. Desde la guerra de Independencia quedó arruinada, hasta que el ministro D, Car- EL INSURGENTE FRANCISCO AYALA. 9261 En Zemilpa, Ayala encerró al fundidor de la Hacienda de Treinta, Don Juan Rendón, y á otros operarios, con el objeto de que fundiesen cañones; y él, enfermo y con pocos hombres, decidió hacerse fuerte en la hacienda y esperar á los realistas. E! Coronel Don José Rafael Sánchez manifestó á Ayala que era una temeridad esperar al enemigo cuando se contaba con tan pocos recursos, y le instó y rogó que se salvara; pero Aya- la se ofuscó y se mantuvo en la idea de entablar una lucha desigual. Ya estaba Sánchez montado á caballo y listo para alejarse de aquel sitio peligroso, y todavía exitaba con ardor á su amigo para que lo siguiera y abandonara Temilpa; pero Ayala se mostró sordo á tales exitativas. Pronto llegó Armijo, rodeó la hacienda y comenzó el ata- que. Ayala, como siempre, se defendió con heroísmo y tena- cidad increibles. Cansado el realista de tanta resistencia, man- dó prender fuego á la finca. El'fundidor Rendón, sus opera- rios, y Francisco el hijo de Ayala que estaba con ellos, no pudieron salir de suencierro y murieron abrasados por las lla- mas. Estas, al fin, hicieron que Ayala, su hijo Rafael y sus compañeros se rindieran al terrible vencedor. Fué para los insurgentes una verdadera desgracia el error en que incurrieron casi todos sus jefes, de encerrarse en fuer- tes donde forzosamente debían ser aniquilados. ¡Con cuánta amargura se recuerda la toma del Fuerte del Sombrero, defen- dido por el héroe Moreno! ¡Cuánto dolor causa el fin tristísi- mo de Ayala! Aunque éste declaró que sólo él era culpable, y que los demás eran peones, encerrados en la hacienda contra su vo- luntad, Armijo dispuso qne los jefes españoles Acha y Sara- chaga se llevasen al joven Rafael y á otros de los rendidos pa- los Pacheco la compró é hizo construir en ella un edificio para escuela re- gional de agricultura. No llegó á establecerse la escuela: la hacienda fué vendida y perteneció después al coronel D. Manuel Alarcón. 262 MIGUEL SALINAS, ra la villa de Tlaltizapán. Al pasar el río, fué fusilado uno de los prisioneros; otro á la entrada de la villa, y Rafael Ayala en la plaza de la misma. Su cadáver fué colgado de un mez- quite que había en dicha plaza. Armijo, con los demás prisioneros, signió la cañada que pasa por Barreto, Tecumán, Xochimancas y Atlihuayán; y llegó á Yautepec. A la entrada de esta población, en el barrio de San Juan, fué fusilado Ayala y colgado de un árbol su cadáver. Hay en el atrio de la pequeña iglesia de San Juan un ár- bol secular, una hermosísima ceiba, que no tiene igual en aque- llos contornos. Tal vez de una de las ramas de ese coloso de la vegetación, estuvo suspendido el cuerpo del épico luchador Ayala, padre infortunado de una familia de mártires. Cuernavaca, diciembre 4'de 1909. a SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T., 29. 263 Conferencias sobre Historia de Querétaro dadas al Cuerpo docente del Estado, á solicitud de la Dirección de Instrucción Pública. POR VALENTIN P, PRIAS, M. $. A. Querétaro en los tiempos pre-Cortesianos.—Su Conquista. Su posición topográfica. Jerarquía Civll.—Instrucción pública. Según el común sentir de los historiadores, Ixtacmixeo- huatl é llancuey, su consorte, fueron los progenitores de aque- llos seis indios caciques que vinieron del Norte, del lugar lla- mado de las siete cuevas, á poblar esta América. Otomitl, el menor de éstos, fué á quien le tocó en suerte poblar la zona en donde mucho tiempo después vendríase á fundar el pueblo, hoy ciudad de Santiago de Querétaro. La ambición del dominio y señorío, provocó entre los pue- blos una era no interrumpida de guerras entre mexicanos, taras- cos y otomies chichimecas, hasta que Moctezuma Hilhuicami- na vino á poner el hasta aquí, señalando como lindero, según la tradición, una cerca de Sur á Norte que aún existe, naciendo 264 VALENTÍN F.'FRÍAS. de la ex-Garita de “Pinto” hacia el Sur, sobre el monte llama- do “El Picacho.” Esto fué en 1446. De esta época para acá, quedaron sujetos los chichimecas, que después formaron el pueblo que nos ocupa, á la Provincia de Jilotepec. En el primer tercio del siglo XVI, merodeaba por estos cerros un indio noble y rico llamado Conin (palabra que sig- nifica ruido) originario de Nopala, el cual comerciaba con las tribus dispersas de Chichimecas, dándoles sal, mantas y ce- reales en cambio de pieles, plumas y otros productos de estos bosques. | Su carácter ladino y perspicaz hizo que poco á poco fuera captándose su simpatía, al grado que llegó 4 dominarlos. En sus correrías encontró con el hermoso paraje tan rico en manantiales como en feracidad, hoy “La Cañada,” y con- yocó á las tribus Chichimecas errantes á reunirse en aquel lu- gar, y trayendo consigo varias familias de sus consanguíneos, fundó un pequeño pueblo al que dió por nombre “Ndamaxey” que significa “Lugar en que se juega á la pelota.” Como la bondad de Conin y la esplendidez que gastó en los repartimientos atrajo algunos mexicanos y tarascos á ave- cindarse en aquel lugar, los otomíes decíanle “Ndamaxoy,” los tarascos “Querétaro” y los mexicanos “Tlaxtli” que después se corrompió en “Tlaxcho” y más tarde en “Taxco.” Todas estas palabras significan lo mismo: “Lugar en donde se juega á la pelota.” Por qué prevaleció la voz tarasca, no lo dicen los his- toriadores. Se le puso así, porque aún se ve en un tramo de la cordi- llera de cerros lado Sur, entre Hércules y la Cañada, un fron- tón de peñas entre las que se halla una taladrada, y sin duda por su semejanza con el “Uli” ó como hoy decimos “Frontón” en que acostumbraban ellos jugar á la pelota, le dieron tal título. También se le nombró “Queréndaro,” que significa “*Lu- gar de peñas;” pero este nombre no prevaleció. CONFERENCIAS SOBRE HISTORIA DE QUERÉTARO, . 265 $ a NS O Querétaro, según el sanscrito, significa “Familia sagrada;” “Quereta,” “Familia” y “Haro” “Sagrada.” Hernán Pérez de Bocanegra á quien perteneció esta enco- mienda, ayudado de su criado Juan Sánchez de Alaniz, hizo bautizar á Conin y le dió por nombre Fernando en memoria del Conquistador Don Hernando Cortés, y le apellidó de Ta- pia, en memoria de su compañero en lides Don Andrés de Tapia. Bautizado Don Fernando de Tapia, emprendió la conquis- ta pacífica de los indios en unión de Alaniz, doctrinándolos é ilustrándolos, dedicándose también con ardor á la explotación de las aguas, zanjearlas y hacer el reparto equitativo de ellas entre los indios. Como era vasallo fiel de la Corona y sostenía á sus expon- sas 509 indios de arco y flecha, se unió con Don Nicolás de S. Luis Montañés, indio cacique y rico de Tula é invitaron á otros caciques de Jilotepec, y pusieron sus personas, bienes y guerreros á disposición del Virrey D. Luis de Velasco, el pri- mero, quien aprovechando aquel espontáneo ofrecimiento, les mandó se internasen por el bajío sometiendo á todos estos pueblos á la Corona de Castilla. En efecto; organizado su ejército compuesto de mexica- nos, tlaxcaltecas y de algunos españoles, salieron de Tula rum- bo á San Juan del Río, en donde entraron el 24 de Junio de 1531, sin derramamiento de sangre, haciendo las paces con Mexici el Capitán de los Chichimecas de aqual lugar, y á quien pusieron por nombre Juan al darle las aguas del bautismo. El R. P, Fr. Francisco Rengel que venía con los conquis- tadores celebró el Santo Sacrificio y diósele por título el de San Juan del Río en memoria del Precursor cuya fiesta era, y del Río, por el que corre aún á orillas del pueblo. En aquel lugar permanecieron un mes, entretanto toma- ban arreglos con los otomíes de Querétaro para hacer la en- tráda del ejército conquistador; porque si bien es cierto que Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)—-34 266 y VALENTÍN F. FRÍAS. los vecinos de la Cañada, entonces Querétaro, estaban sujetos á Don Fernando de Tapia, también lo es que otras muchas tribus errantes de estos contornos no lo estaban; principal- mente la tribu existente á la falda del “Sangremal” (hoy Ha- cienda de “Carretas” y “La Quinta”) á orillas de la laguna que existió entre Pathé y el acueducto, capitaneada por los caci- ques Don Juan Criado y su mujer Doña Juana Chichimeca. Consumados los convenios del modo de entrar el ejército conquistador, entre los caciques Don Fernando de Tapia y Don Nicolás de S. Luis Montañés con Don Juan Criado, éste convino en permitir la entrada y sujetarse á la Corona, á con- dición de tener un combate á brazo partido con el ejército conquistador, á fin de probar con ello que si se sometían no era por falta de valor sino por convicción. La víspera del día señalado para la entrada, se avistaron ambos ejércitos en el lugar donde hoy existe la casa de la Ha- cienda del “Colorado,” en cuyo lugar los chichimecas de Que- rótaro ofrecieron al ejército conquistador un abundante al.- muerzo de pavos silvestres, como señal de amistad y acepta- ción. A la puesta del sol se despidió el ejército de Don Juan Criado, regresando á Querétaro á prepararse para la lucha del día siguiente, en que el valor de ambos contendientes debería quedar muy alto ante la historia. .* * El 25 de Julio de 1531, á la salida del Sol, estaban ya am- bos ejércitos frente á frente en la loma del “Sangremal;” y al grito de ¡¡“Santiago”!! dado por D. Nicolás de S. Luis Monta- ñós, y que era la señal convenida, traboce encarnizada lucha á patadas, manazos y mordidas, que duró once horas. Los historiadores están contestes en que eclipsó el Sol y se vieron las estrellas, así como que los chichimecas se rindie- CONFERENCIAS BQBRE HISTORIA DE QUERÉTARO. 267 ron al aparecer en el cielo una cruz luminosa y Santiago Após- tol á caballo; y de aquí los símbolos que tiene nuestro Escudo de armas y el origen de la Cruz de piedra que aun hoy venera- mos en la iglesia de su nombre. Los chichimecas rendidos de fatiga y llenos de asombro pidieron la paz y las aguas del bautismo, con lo cual terminó el combate. Al día siguiente, fiesta de Señora Santa Ana se celebró la primera Misa, no en el lugar donde hoy está la iglesia llamada “El Calvarito,” como vulgarmente se cree, sino donde hoy es- tá asentada la iglesia de la Cruz, Debido á la citada aparición y por haber sido en tal fecha la conquista, más tarde cuando en 1655 diera el Rey Felipe IV, el título de “Muy noble y muy leal ciudad” al pueblo de Que- rétaro, le dió por titular á Santiago, anteponiéndolo á su nom- bre, por lo cual hasta hoy se titula “Santiago de Querétaro.” Con este motivo el entonces Virrey de México, Duque de Alburquerque agregó á sus armas las de Querétaro concedi- das antes por el Rey Carlos V. Dejando establecido el nuevo pueblo de Querétaro á la fal- da Sur Este de la loma del “Sangremal,” (hoy barrio de San Francisquito) hasta “Carretas” y el acueducto, continuaron los conquistadores su empresa conquistando el Pueblito, San Bar- tolomé, San Miguel, etc., etc., hasta Acámbaro. Volvió Don Fernando de Tapia y en unión de Juan Sán- chez de Alaniz trazaron el nuevo pueblo de Querétaro para es- pañoles y cuya traza fué del hoy Jardín Zenea hacia abajo, quedando entre el Querétaro de Indios y el nuevo de españo- les un buen pedazo de monte que poco á poco se fué poblando hasta quedar completamente unido con aquel á fines del si- glo XVIII. Avecindados ya algunos españoles, comenzaron á hacer, con ayuda de los Religiosos que habían estado llegando, el tem- 268 VALENTÍN F. Fríás. plo grande de San Francisco; pues otros Religiosos de la mis- ma Orden, habían hecho ya el templo y Hospedería de San Buenaventura después convento de crucíferos, cuyo templo lo administraron desde la conquista y por algún tiempo los Sa- cramentos, y cuya obra corrió á expensas del Conquistador Don Fernando de Tapia. * 3 x y Hecha la conquista y ya asentados los españoles en su ba- rrio, quedó como primer Gobernador de indios el mismo de Ta- pia y como Alcalde Mayor de los españoles, Juan Sánchez de Alaniz; y más tarde, cuando la población de estos aumentó no- tablemente, fué nombrado en 1578 el primer Corregidor, sin jurisdicción in solidum, sino dependiendo de México, pero con facultades para nombrar Alcaldes Mayores (hoy Prefectos) y Menores, (hoy Guardacuarteles). | En 1770 fué nombrado Don Ignacio Ruiz Calado, primer Corregidor con jurisdicción in solidum (hoy Gobernador) y él fué quien publicó las primeras Ordenanzas de las que han ema- nado las que hasta hoy nos rigen. Este Corregimiento fue notable por lo acertado de sus dis- posiciones y por haberse ceñido extrictamente á lo mandado por el Virrey, Conde de Revillagigedo, en lo relativo al aseo y embanquetado de las calles, así como la nomenclatura oficial de las calles. Siguieron otros cuatro Corregidores cuya administración no ofrece cosa notable hasta llegar al Lic. Don Miguel Domin- guez cuya esposa se hizo célebre en la historia de México por su virilidad y demás circunstancias concurrentes á la festina- ción de nuestra emancipación. El último Corregimiento solo tuvo de memorable la encar- nizada persecución á los adeptos á la Independencia. CONFERENCIAS SOBRE HISTORIA DE QUERETARO. 269 IR, A do O A A A El 27 de Junio de 1821, capituló Luaces en el convento de la Cruz, y el Libertador Don Agustín de Iturbide, consuma- dor de nuestra Independencia, nombró como Encarzado inte. rino de esta plaza al Coronel Miguel Torres, el cual gobernó hasta Agosto de 1822, que el Gobierno Constituyente decretó debía nombrar cada Provincia tres personas que lo goberna- sen, por lo que gobernaron desde esa fecha hasta Agosto 24 de 1825, los Sres. Don Manuel Septien, Don Juan José Pas- tor y. Don Andrés Quintanar. La Carta Magna crió los Estados, por lo cual gobernó el Estado como primer Gobernador Don José M. Diez Marina hasta igual fecha de 1829. De aquella fecha á hoy, ha tenido el Estado ochenta y dos Gobernadores, inclusive los provisionales; y de estos solo eua- tro han terminado su período, habiendo no pocos que han go- bernado días, y alguno solo unas cuantas horas, debido á las agitaciones políticas de los partidos, que tanto desvastaron el país. Los Gobiernos más notables han sido: el del General Don José QM. Arteaga por el impulso que prestó á las letras y por la publicación de las llamadas Leyes de Reforma. El de Don Francisco Berduseo, porque en su tiempo hu- bo dos días en que á la vez tuvo esta ciudad tres Gobernado- res, por los distintos Partidos que se discutían el Poder, y por la chusca manera como este señor salió depuesto del Palacio, derrotado por Mesa. El de Don Angel Cabrera por el pronunciamiento que fes- tinó su caída el 19 de Agosto de 1855. El de Don Juan Manuel Fernández de Jáuregui, por el res- tablecimiento de la Compañía de Jesús, negado por su ante- cesor. - El de Don Francisco de P. Mesa, por haber existido en su época los Poderes Nacionales en esta ciudad y por los trata- dos de paz con los Estados Unidos. 270 VALENTÍN F. FRÍAS. Los de Arteaga, Ríoseco, Echegaray y Zenea, por que les tocó en suerte gobernar en los agitadísimos tiempos de la exal- tación de los partidos y las persecuciones religiosas; épocas de luto y desolación en que fueron clausurados los conventos, derribados los templos á cañonazos, quemadas las imágenes veneradas en la vía pública, exclaustradas las religiosas y perseguido el clero. El imparcial escritor tiene que pasar sobre estos hechos como por ascuas, sintiendo el alma afligida por aquellas con- tiendas fratricidas, que gracias á Dios y al Héroe de la Paz que nos gobierna, pasaron ya á la historia, quizá para no vol. ver más. l Continuemos: El del Coronel Julio M. Cervantes, por la plaga de ladrones y plagiarios que entonces asolaron el Esta- do, sin contar con elementos para afrontar la situación. El de Don Manuel Domínguez, por la época no menos la- mentable del memorable Sitio. Y por último el largo período de nuestro actual gobernan- te el Sr. Ing. Don Francisco Gronzález de Cosío, en cuya épo- ca se han levantado la mayor parte de monumentos públicos, y se ha dado impulso á todos los ramos. Juan Sánchez de Alaniz, español entendido é ilustrado, fué el primero que con ayuda del Misionero que vino con los conquistadores, dió principio en esta ciudad á las tareas de enseñanza, dando comienzo con la Doctrina cristiana, así co- mo la agricultura y medicina prácticas, sin olvidar los rudi- mentos decanto religioso para el servicio de los Divinos Oficios. Ya en el último tercio del siglo XVI, existía en el conven- to de franciscanos una escuela de instrucción primaria para indios mestizos y españoles; y aún cuando también había en- CONFERENCIAS SOBRE HISTORIA DE QUERÉTARO. 271 señanza superior, regularmente los hijos de españoles pasa- ban á México á recibir allá esta; ya sea por que aquí sólo se hacía la carrera eclesiástica, Ó bien con objeto de hacer una lucida carrera y volver ásu patria borlados en ambos derechos y con el título de Licenciados, en lo cual consistía la mayor gloria de los estudiantes de aquella época. En el primer tercio del Siglo XVII, tenemos ya un buen colegio fundado en la casa de la Compañía por los RR. PP. Jesuitas, del cual salian los alumnos para las Universidades de la Capital del Reino. También los RR.PP Agustinos tuvieron un buen colegio en el Siglo XVIII, pero los alumnos que se hacían religiosos allí quedaban, más los que no satisfacían sus aspiraciones, pasa- ban al Real de San Ildefonso y al Mayor de Santos de la Ca- pital, en los cuales lucían sus dotes. Al finalizar el siglo XVII, fundó nuestro conterráneo el be- nemérito Br. Don Juan, Caballero y Osio, de sus propios, el Colegio de San Javier, (hoy Colegio del Estado) y desde en- tonces quedaron unidos los dos colegios, el de San Ignacio y el de San Javier con el título de “Reales Colegios de San Ig- nacio y San Javier.” Ambos eran regenteados vor RR. PP. de la Compañía; en el de San Ignacio solo se hacía carrera eclesiástica, y en el de San Javier otras carreras, á manera de nuestros tiempos cuan- do el Seminario y el Liceo estuvieron unidos. De aquellos colegios salieron muchas lumbreras que die- ron mucho lustre á Querétaro. Entre otros, recordamos un ac- to público en el que el alumno que lo presentó, lo sostuvo to- do el día tratando varias materias y con aplauso de la concu- rrencia. Con la expulsión de los Jesuitas, quedaron ambos Cole- gios abandonados, hasta la reapertura del de San Javier por el primer Cura clérigo Dr. Don Antonio de la Vía en el últi- mo tercio del siglo XVIII. 972 VALENTÍN Y. FRÍAS. Apenas entrado el siglo XIX, la V. Tercera Orden de San Francisco con la cooperación del Coronel Don Juan Antonio del Castillo y Llata, fundó el edificio de la Academia destina- do á Escuela de primeras letras y enseñanza de dibujo; y aún cuando ya existía tiempo ha la Escuela de Beatas Carmelitas para niñas, y otras seis de segunda orden, no obstante, esta Escuela ocupó el primer lagar por su selecto cuerpo de pro- fesores, sus materias, y quizá hasta por la elegancia de su edi- ficio. Razón de más tuvieron los que bautizaron el siglo pasado con el mote de “Siglo de las Luces,” porque efectivamente se desarrollaron en él, de una manera vertiginosa, las ciencias, dejándose sentirsu influjo hasta en nuestro suelo. En el primer tercio del siglo pasado dió principio la evo- lución de las ciencias, y el ahíneo del saber; y así vemos como á la par que los niños se multiplican en las aulas, estas au- mentan en número; pues á fines del segundo tercio existían ya como superiores profesionales: un Seminario de clérigos, el Colegio del Estado para Ingenieros, Abogados, Farmacénti- cos, ete., ete., tres colegios para preparatorios, entre estos uno regenteado por sacerdotes Oratorianos, y una veintena de es- cuelas de instrucción primaria. El provecho y adelanto que de ello resultó es incalculable. Entró el siglo XX, y con él el decadentismo; pues ya sea por indolencia de los padres de familia, por la ambición prema- tura del lucro, por las exigencias de la época, pluralidad de materias, falta de individuo, debido á la materia decadente, Ó por lo que se quiera, la ciencia se ha estasionado desgracia- damente; y así vemos que la juventud actual lejos de procu- rar obtener un título, ocupar un puesto público obtenido Á fuerza de constantes afanes, estudios y desvelos, que lo hon- raría sobre manera, cifra toda su ambición y anhelo en ganar dinero para derrocharlo luego en un redondel ó en una can- ua 6onon» ....oo 146 e ... o. ... «o . <6..-c co: %6892.0.060.0.0.00: € O 6 . 2... . CONFERENCIAS SOBRE HISTORIA DE QUERETARO. 273 Conste que esta digresión tiende, no á denigrar la juven- tud actual, sino á lamentar sinceramente la situación, y más aun, el mañana de mi querido suelo. Es cierto que el profesorado procura en cuanto puede ayu- dar á levantar ese desaliento; máxime, si tenemos en cuenta el sistema moderno que tanto ayuda á la inteligencia, pero nuestra juventud solo desea dinero y más dinero, importándo- le un bledo el triste porvenir que con tales preliminares se le espera el tan querido terruño Santiago de Querétaro, Julio 9 de 1909. Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910) —35 e AI) LT ue DAA AU y e ' A ; ue 3 pen A pd E A e pL ARS, DAN nes A A a A! A A A 1 SOCIÉTÉ SOIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 216 Breve estudio sobre las condiciones que deben llenar los planos de los terrenos nacionales que van á levantarse con motivo de la nueva ley de tierras, POR EL ING. EDUARDO BEAVEN, M, $, A. (Sesión del 7 de Febrero de 1910). Tuve oportunidad de explorar minuciosamente los terre- nos nacionales de los Estados de Zacatecas, San Luis Poto- sí, Durango y Coahuila y con ese fin la Secretaría de Fomento me dió los planos de dichos terrenos, y leí en la Sección de Tierras de la misma Secretaría, los expedientes de los deslin- des, para conocer principalmente los informes de los ingenie- ros que habían efectuado los levantamientos. Con los planos y datos que tomé de los expedientes, fuí á hacer la exploración de los terrenos nacionales, y me costó muchísimo trabajo, dinero y tiempo dar con ellos porque los planos no estaban referidos á ningún punto bien definido, vi- sible, de duración indefinida, y fácil de encontrarse. Esta di- ficultad me ha sugerido la idea de que lo primero que deberá hacerse al emprender el levantamiento de planos de los terre- nos nacionales será buscar puntos notables, los más próximos de los referidos terrenos, con el objeto de referir el levanta- miento á dichos puntos. Estos puntos que se pudieran llamar puntos de referencia, banco de referencia ú origen de las coordenadas, deberán ser: 9276. EDUARDO BEAVEN. edificios en una ciudad, el pico de una montaña, la torre de una catedral, un poste kilométrico de vía férrea, un puente sobre río ó barranca, el céntro de la plaza de un pueblo, ete., etc. La referencia de los terrenos nacionales á dicho punto, se hará por medio de un caminamiento ó de una poligonal, si- guiendo algún bien de dominio público como, por ejemplo, una carretera, camino ó vereda, el banco ú orilla de un río navega- ble ó flotable, y pasando también por los puntos más notables y visibles del terreno hasta llegar al punto de referencia. Se puede asegurar categóricamente que ninguno de los planos de deslinde que generalmente existen son localizables con exactitud por el más hábil y sabio de nuestros ingenieros, á menos que alguna persona de los que trabajaron en la época de deslinde acompañe-al ingeniero para indicarle uno de los puntos vértices del levantamiento. Aún esta indicación pudiera no ser exacta, pues desde la época del deslinde hasta la fecha han pasado muchos años, quizás veinte; y es muy improbable que alguno de los que asis- tieron al deslinde conserven en la memoria el lugar exacto de los vértices ó de un vértice, pues hay que advertir que los te- rrenos nacionales que existen son los terrenos más malos que se deslindaron, y que fueron dejados por las empresas deslin- «dadoras al Supremo Gobierno. Todos esos terrenos naciona- «les estaban y aún están despoblados, en su mayor parte eran áridos, y siguen siéndolo por falta de agua. Todas estas cir- eunstancias hacían que tanto los ingenieros como las autori- dades judiciales que intervenían pasaran rápidamente por los linderos y á donde se detenían más, era en los vértices del pe- rímetro del terreno que se mensuraba. Las líneas de dicho perímetro, la mayor parte, eran de grandes longitudes cierta- mente, pero á pesar de esta circunstancia favorable, cualquiera variación en la colocación del teodolito, ó en otros términos, cualquiera excentricidad de estación al ir á localizar nueva- - mente los terrenos, tendría que acarrear grandes errores de “locación. | a Fe Los PLANOS PARÁ LA NUEVA LEY DÉ TIERRAS, 277 En ninguno de los terrenos nacionales existe una mojone- ra, y aunque se dijo alguna vez que en algunos vértices se habían puesto montones de piedras, óstos no se encontraron ni por algunos de los que habían intervenido en el deslinde. Esta otra observación me hace aconsejar que para lo futuro al ir á hacer el levantamiento, mejor dicho, simultáneamente con las operacionas del levantamiento, deben venirse colocando mojoneras de mampostería de piedra, ó preferentemente de concreto. Estas mojoneras deberán tener una forma cónica, piramidal, troncónica ó cilíndrica; pero en el eje vertical de- berá existir un pedazo de tubo para poder insertar en él, en cualquiera época posterior al deslinde, jalones, balizas ó ban- deras para nuevas medidas, ocasionadas por fraccionamien- tos ó relocación de los linderos. Las líneas del perímetro, en su mayor parte eran de gran longitud y como no se estable- cieron mojones intermedios entre puntos distantes, no se pue- de determinar cuál es el lindero de dicha línea, á menos de un nuevo trazo con instrumentos topográficos. Es casi se- guro que siempre los colindantes irán metiéndose en los te- rrenos nacionales tanto más cuanto que, no hay persona que se los impida. Estos abusos no siempre pueden descubrirse pues aunque la ley de tierras vigente en este momento, orde- na la creación de empleados vigilantes de los terrenos nacio- nales, atendiendo á la conservación de sus bosques, etc., és- tos no tienen el don de obiecuidad, ui son tan numerosos que puedan vigilar todos los terrenos; y aun suponiendo que lo fue- ran, entre dos vértices distantes, tal vez diez kilómetros ó vein- te á través de un terreno accidentado y con vegetación, no es posible que ellos señalen la línea recta que une esos dos vér- tices. ; Este estado de cosas perjudica únicamente al Gobierno porque los colindantes de los terrenos nacionales han ido inva- diendo ezos terrenos y están ejerciendo el derecho de propie- dad, la mayor parte de mala fé. Muchos de ellos han enajena- e » 278 EDUARDO BEAVEN. do parte de esos terrenos, y otros ya son dueños, de esos mis- mos, por prescripción, puesto que han ejercido dominio de pro- piedad por mayor número de años del que fija la ley. Esta observación de los hechos vuelve á sujerir una nue- va idea, y es ella, que deben colocarse mojoneras intermedias en las grandes líneas del perímetro, de manera que una perso- na colocada en una de ellas pueda mirar á simple vista las colo- cadas inmediatamente atrás y adelante. Naturalmente estas mojoneras intermedias, no serán ni tan grandes ni tan bien construidas como las que se coloquen en los vértices del perí- metro. | Hasta donde sea posible deben en lo futuro presceribirse los llamados linderos naturales, pues casi todos los pleitos en- tre colindantes, sobre todo entre colindantes de grandes pro- piedades, se deben á la vaguedad de las líneas de los llamados linderos naturales. Es muy frecuente que dos grandes pro- pietarios esten 5 ó 6 años litigando porque no pueden poner- se de acuerdo sobre cual es la línea.que va sobre las eumbres de la sierra que separa las dos propiedades, y es que al con- venir que sus linderos eran la cumbre de la sierra, creyeron que iba á ser una línea definida, olvidando que la arista de la serranía que se proyecta en el horizonte es quizás la proyección de grandes mesas que están en la parte alta de la misma se- rranvía. Las corrientes de agua, los ríos, los torrentes, los talwegs, se modifican constantemente por aterramientos y deslaves que aprovechan ó perjudican á un colindante; y en nuestra historia se tienen casos, que dan lugar á contiendas interna- cionales, como por ejemplo las modificaciones de los cursos de los ríos de las fronteras Norte y Sur. Esta observación hace pensar que conviene en lo futuro procurar que los linde- ros sean siempre líneas rectas y que nose acepten en los nue- vos fraccionamientos linderos naturales. Por otra parte, un colindante poderoso álas márgenes de un río que corriese en Los PLANOS PARA LA NUEVA LEY DE TIERRAS 279 un lecho movible, por medio de espolones, diques, presas y obstáculos de cualquiera naturaleza, podría hacer que insen- siblemente el lecho de un río cambiase en su beneficio y con perjuicio del ribereño colindante. Las mojoneras de los terrenos nacionales creo que deben ser construidas á expensas del Estado y esto debe hacerse por las circunstancias especiales en que se encuentran los mismos terrenos nacionales cuya ubicación es en las partes más áridas y despobladas de la República y porque la ma- yor parte de los colindantes no cultivan sus propiedades, y, en consecuencia, no perciben utilidades. El lindero entre dos propiedades es una línea virtual que no tiene latitud. El que es dueño de un terreno es dueño de lo que está abajo y de lo que está arriba de la superficie y tiene derecho de usar ó de servirse de ella, de percibir sus frutos, de transformarla, enajenarla ó destruirla; y en con- secuencia creo que á un propietario pobre no se le puede obli- gar á que construya mojoneras especiales, costosas, en un pla- zo determinado y algunas veces hasta violando las leyes de la equidad, porque pudiera suceder que un colindante que tuvie- ra una hectárea de terreno adquirido en 10 ó 15 pesos le co- rrespondiera poner la mojonera del vértice expensando la mi- tad de los gastos, y esa mojonera pudiera costar 100 ó 200 pesos, ya por el valor intríseco de los materiales empleados en su construcción, ya por la naturaleza del suelo en que tuviera que cimentarse. Está bien que la ley pueda someter el dere- cho de propiedad á diversas restricciones; pero deben de ser equitativas, y así al dueño de la hectárea de terreno de este ejemplo se le debería obligar á poner unos estacones de madera ó un montón de piedras y estas clases de mojoneras se compren- de bien que tienen una cortísima vida y que no llenan el ob- jeto que se persigue. En el Derecho Civil francés se acepta la doctrina que to- do propietario puede obligar á su vecino al amojonamiento, 280 EDUARDO BEAVEN. haciendo los gastos 4 expensas comunes; pero no hay que ol- vidar que Francia es el país de la pequeña propiedad, que la riqueza está mejor distribuida que en nuestro país, y que el eo- nocimiento y el respeto á las leyes está más generalizado que en el nuestro. A pesar de lo manifestado anteriormente, convendría mu- cho una ley ó reglamento para que en las futuras adquisicio- nes de terreno se marque la obligación en los contratos de venta, de amojonar sus terrenos los compradores, en todas las esquinas. Una de las cosas más difíciles con que tropieza el inge- niero es la identificación de Jos terrenos, porque la mayor par- te de las propiedades que existen en el país no tienen forma regular, sino que, por el contrario, parece que los vendedores de terrenos ó el gobierno colonial, se propusieron darles las for- mas más irregulares, con el objeto de dar lugar á que en lo fu- turo hubiera muchos litigios en los Tribunales. El Distrito Federal ofrece un ejemplo muy elocuente, pues en las decenas de miles de predios rústicos que hay en él, no se encuentra uno que tenga una forma regular y que sus lados estén orientados en la dirección del meridiano y su per- pendicular. Esto lo puede comprobar con unos 800 planos de predios rústicos que existen en mis archivos. En el Distrito Federal también, en su mayor parte, los'pre- dios rústicos están sin amojonar, y los linderos dizque señala- dos por zanjas irregulares, por bordos de tierra, por setos, por líneas de magueyes, por hileras de árboles y por caminos. Es- tos linderos tan poco precisos frecuentemente motivan pleitos de todo género entre los propietarios y, á decir verdad, sin sa- ber en ocasiones qué discuten, ó discutiendo fajas de terreno de valor insignificante. En mi práctica dos veces he sido árbitro amable compo- nedor entre dos indígenas que disputaban uno 8 metros cua- Los PLANOS PARA LA NUEVA LEY DE TIEKRAS. 281 drados y otro 23 en la serranía del Ajusco. Todos estos ca- sos justifican la circunstancia de que todas las propiedades queden amojonadas y que se dé una Ley. No trato por ahora, de seguir determinado orden lógico en estos apuntes. Sería conveniente que el plan de estudios de la Escuela de Ingenieros para la carrera del Topógrafo se modificara li- geramente, para que pudiera cumplir mejor con los trabajos que en la práctica se presentan en nuestro extenso territorio. Por ser la carrera de Topógrafo la más corta, hay más in- genieros de esta clase, también son los que ganan menos, y los que por la naturaleza de su trabajo viajan más por la Repú- blica y se alejan de las grandes ciudades. Todo esto hace que el Topógrafo sea quizás el más solicitado por el propietario ru- ral, quien le consulta los trabajos que más le interesan en la ex- plotación de sus fincas, y con el plan de estudios actual, el Topógrafo no siempre puede resolver las consultas constantes que en el campo se le hacen. Convendría en mi opinión que se le den algunas reglas para la redacción de informes. algunas cla- ses de irrigación que abarque el arte práctico de hacerlas, el arte de construir caminos de explotación que son indispensa- bles en toda finca agrícola: que se le den también algunos apun- tes sobre los rendimientos de los cultivos, de la ganadería, etc., y sobre el valor predial, principalmente del rústico. Tambiénse deben enseñar las leyes de tierras y las correlativas que rigen la propiedad, así como todas aquellas que rijan los contratos relativos á bienes rurales, á ventas, etc. También que se le instruya sobre el régimen de las aguas, y algo de drenaje. Al- gunas nociones de construcción rural y de albañilería le se- rían muy útiles, pudiendo así en partes alejadas construir sus mojoneras, instalar vertedores, ete. Como. el Topógrafo de nuestro país es frecuentemento nom- brado por las autoridades perito para valorizar una propiedad, necesita conocer lo que anteriormente he manifestado y tam- Mem. Soc. Alsate. México. T. 29. (1909-1910)—36 282 EDUARDO BEAVEN. bién en el caso de que sea nombrado árbitro, perito tercero en discordia ó árbitro amable componedor. En resumen, creo que convendría estudiar los planes de estu- dio de los Geóme- tras rurales europeos y americ:wnos, y hacer uno comparativo con el plan de estudios de nuestra Escuela de Ingenieros. Los conocimientos complementarios que he señalado en la carrera del Topógrafo, los considero indispensables para secundarlas patrióticas miras del Gobierno al tratar de fomentar la agri- cultura, : Aunque la enumeración de estos estudios es larga, creo que la instrucción indispensable se podría condensar en un to- mo en octavo de 3800 páginas. En el estado actual de nuestro país no se necesitan sabios ingenieros al estilo de los que sa- len de las universidades alemanas ó francesas, sino ingenieros que ejerzan el arte del ingeniero, aplicando las mejores reglas para hacer bien las cosas, aunque se desconozcan las profun- das teorías Ó doctrinas en que se basan las reglas. Dentro de 50 años convendría ir innovando la enseñanza técnica, en el sentido de profundizar teorías y doctrinas. Los conocimientos complementarios á que me refiero se pueden entresacar de tratados de Topografía, de Agricul- tura, de Hidráulica agrícola y de nuestras Leyes codificadas (Código Civil, Leyes de tierras y aguas, Ley minera, Código de Comercio, ete,, etc.). Los terrenos nacionales que he recorrido tienen una vegeta- ción, en su mayoría, formada por arbustos ó árboles de poca altura y sólo los que están en el partido del Mezquital (en Du- rango) tienen bosques de árboles altos. El levantamiento de estos terrenos tendrá que ser costoso, y por eso conviene que se escoja un medio que dé la exactitud suficiente, y que sea sin embargo el más económico. Hay también enlos Estados del Norte terrenos nacionales con tierras blanquizcas donde la refracción es muy fuerte y las visuales dirijidas á las estacas que se van clavando en los alineamientos, cuando se hacen Los PLANOS PARA LA NUEVA LEY DE TIERRAS. 283 A medidas directas, fatigan mucho al ingeniero y más aun á los que van cadeneando, y resulta en la práctica, que los ingenie- ros, en los primeros días, ponen gran atención en sus alinea. mientos y en las medidas; pero después se desatienden y al efectuar el cierre de los políg»mos se encuentran grandes erro- res. También al hacer medidas directas resulta que para ha- cerlas bien hay forzosamente que desmontar, y estos desmon- tes no siempre son perfectos, y lo son menos en los terrenos nacionales que exploré porque las plantas que abundan más son las espinosas. Además en las medidas directas hay una gran causa de error, porque materialmente es imposible lle- var las cadenas horizontales ó sin catenaria. Estas considera. ciones hacen indicar como el medio más apropiado, econó- mico y exacto, el de medir con estadia. Lia exactitud de estas medidas depende únicamente de la determinación exacta de las constantes y de la buena graduación de la mira. Citaba el hecho de que en esos terrenos hay mucha refrac- ción y con las medidas con estadia se aminora ésta, porque la visual va aproximadamente como á un metro cuarenta centí- metros del suelo. Los terrenos nacionales no tienen en sí gran valor y la exactitud del levantamiento no debe de ser tan gran- de como la que se emplea en los trabajos de ciudad, y por lo tanto propongo que sea de '/s5) que es el promedio obtenido en el error de cierre de 141 líneas por la U. S. Lake Survey. La longitud de las visualés no deben pasar de 600 metros y un promedio de las mínimas debe ser de 250 metros. Entre los ingenieros de gabinete estas apreciaciones pu- dieran parecer poco justificadas; pero hay algunos hechos elo- cuentísimos como el levantamiento de la línea limítrofe con los Estados Unidos, en que hubo una bella comprobación de la exactitud de la estadia. Se midió una línea de 100 millas de longitud con cadena, se hizo la misma medida con estadia y también se calculó esa línea por medio de triangulación; y al comparar los datos, resultó que: la medida hecha con la es- 984 EDUARDO BEAVEN, tadia era la mejor, pues se acercaba más á la obtenida por la triangulación, Respecto de los errores angulares se debe aceptar 0/596 de error de cierre por cada kilómetro de línea recorrida, que es- tá de acuerdo con el obtenido en una serie de experiencias efectuadas en los Estado Unidos en 118 líneas que sumaban 826 kilómetros. El método que en la generalidad de los casos se debe em- plear es el de rumbo y distancia, pues hecho con cuidado da muy buenos resultados. No es un método tan preciso de le- vantamiento como el de triangulación, pero este último es muy costoso y dilatado y los terrenos nacionales que se van á me- dir tienen un valor muy bajo. Una vez obtenido el perímetro del terreno de cada uno de los terrenos nacionales, éstos deben fraccionarse en lotes cua- drados cuyos lados estén orientados de Norte á Sur y de Este á Oeste y creo que una cosa importantísima es que el Gobier- no Mexicano adopte á nuestro sistema de medidas, el sistema de fraccionamiento que con un éxito asombroso han empleado hace 120 años los americanos. Los terrenos públicos de los Estados Unidos son infinita- mente más extensos que los nuestros, y todos ellos han sido divididos en lotes cuadrados con lados orientados en el senti- do del meridiavo y su perpendicular, teniendo cada lote de- signación especial conforme á una clasificación sencillísima, y se puede asegurar que en los 120 años que ha funcionado este sistema no ha habido nunca conflictos de ningún género y menos de identificación. En cambio con el desorden nuestro y principalmente por la falta de clasificación, la regla general es que nunea se pueda identificar un térreno nacional. El sistema americano de fraccionamiento es un modelo en su género, pues sufuncionamiento ha evitado ó prevenido que los terratenientes hubieran gastado millones de dólares, en li- tigios como habría pasado si la adjudicación de tierras se hu- — ú a+ hs: E id p A o X> Los PLANOS PARA/LA NUEVA LEY DE, TIERRAS, 285 bieran hecho caprichosamente con el sistema de los antiguos 13 estados de la Colonia, Ahora que la Comisión Geodésica Mexicana está trazando un meridiano, convendría que se estudiara por dicha comisión los 24 meridianos que se han fijado en los Estados Unidos pa- ra el fraccionamiento de los terrenos públicos con objeto de que nuestro meridiano llene las condiciones que ha motivado ese trabajo, y pueda á la vez servir para relacionar el levanta- miento de algunos de nuestros terrenos nacionales, Esa Comisión Greodésica Mexicana podría al mismo tiem- po trazar una línea de base, que en el sistema americano de fraccionamiento es un paralelo de latitud. En caso de que el meridiano que está trazado esté muy le- jos de donde están ubicados los terrenos nacionales, en obvio de tiempo convendría trazar otros ejes coordenados, pero igual. mente orientados. Para aclarar más la importancia de estos ejes coordena- dos deseribiré el sexto meridiano principal de los Estados Uni.- dos. £ste coincide. con la longitud de 970-22 Oeste del meri- diano de Greenwich y la línea principal de base corta el meri- diano en el 400 de latitud Norte. Este meridiano está locali- zado hasta encontrar el río Missouri, y hacia el Sur hasta los 970 latitud Norte, y este meridiano y su base sirve para refe- rir todos los planos topográficos de los Estados de Kansas; Nebraska; del Estado de Dakota que está al Sur y al Oeste . del río Missouri; del Estado de Wyoming; del Estado del Co- lorado exceptuando el valle del río Grande del Norte al Sur- oeste del Colorado, porque esos terrenos del valle están referi- dos al meridiano secundario llamado de Nuevo México que tiene una longitud de 106-52'-09” Osste de Greenwich y cu- ya línea de base está 10 millas abajo ds la confluencia del río Puerco con el río Bravo del Norte. Estos ejes secundarios coordenados, controlan los levantamientos de Nuevo México y del valle del río Grande del Norte, del Colorado. 286 EDUARDO BEAVEN. Los americanos usan para el trazo de meridianos y para- lelos que se apoyan en los 24 sistemas de ejes coordenados que mencioné unos aparatos llamados accesorios solares ó brújulas solares y sí como espero en lo futuro se trazan las líneas de división de tierras en el sentido de los rambos Nor- te Sur y Este y Oeste será conveniente que en la elase de To- pografía de la Escuela Nacional de Ingenieros se estudien los aparatos señalados y se practique su uso. Estoy seguro que todas las oficinas de terrenos ubicadas en Washington y en diversas partes de la Unión facilitarían con gusto toda clase de informaciones referentes á la legis- lación detierras, trabajos técnicos topográficos y presupuestos. Tengo la creencia que en un país nuevo y pobre como el nues- tro no deben hacerse ensayos para parecer original, sino que es más sencillo y económico copiar lo bueno donde quiera que se encueñtre. Las oficinas que pueden suministrar mejores da- tos son: Greneral Land Office, Washington, D.C.; United States Coast € Geodetic Survey, y Mississippi River Commission. Por último, el levantamiento de planos de los terrenos na- cionales no se debe hacer por comisiones nombradas por el Gobierno, ni por compañías ó empresas poderosas que contra- ten dichos levantamientos. No deben ser hechas por comisio- nes del Gobierno porque saldrían demasiado costosos y tar- darían mucho en hacerse. Los empleados de planta, con suel- do fijo, no siempre son los más prácticos y competentes ni tienen interés en hacer pronto los trabajos que se les enco- mienden, sino al contrario su interés está en que se alarguen lo más que sea posible para p=-rcibir durante más tiempo sus sueldos. Además, como los nombramientos no son el resulta- do de competencias, sino en la mayoría de casos de recomen- dationes ó favoritismos; resulta también que enla mayoría de los casos los empleados no son los mejores. No quiere decir esto que en las oficinas del Gobierno no haya hombres de mu- chos méritos y que ocupan puestos muy merecidamente, es 3 t y de Los PLANOS PARA LA NUEVA LEY DE TIERRAS 287 No conviene que sean empresas Ó compañías poderosas las que contraten estos levantamientos, porque probablemen- te no lo harían por las utilidades propiamente del trabajo de levantamiento, sino para combinaciones ulteriores, con el ob- jeto de acaparar terrenos valiosos por sus riquezas naturales aunque inexplotadas. Tampoco conviene, porque las empre- sas Óó compañías poderosas disponen de un círculo de acero de amigos influyentes, abogados y empleados, y solamente pro- curarían respetar la forma de sus contratos aunque los viola- ran en el fondo. Mi opinión es que los levantamientos se deben contratar con ingenieros de una edad de 30 á 45 años, porque en este período de vida se tiene ya experiencia adquirida en los tra- bajos profesionales, se ha formado el carácter, y hay bastan- te resistencia física para soportar las penalidades de los tra- bajos de campo. Comprendo que la Secretaría de Fomento ha de desear tener informes técnicos completos desde muchos puntos de vista, como por ejemplo, el de la Hidráulica, Hidrografía, Agricultura, Minería, Industria, Orografía, Geografía, Polí- tica, Comercio, Climatología, Estadística, Militar, etc., ete.; pero el ingeniero que contrate el levantamiento puede tener la consulta de especialistas en cada uno de estos ramos, ó bien organizar un cuerpo de ingenieros que puedan resolver todas esas cuestiones con la misma competencia que los haría una comisión nombrada por el Supremo Gobierno, Los trabajos hechos por comisiones del Gobierno depen- dientes quizás de una sección no tienen propiamente respon- sabilidad, ya que no se les puede exigir más sino que lleguen á sus horas de oficina, salgan á las mismas y hagan trabajos útiles ó inútiles. Las opiniones del Jefe de la sección ó de los jefes directos de dicha comisión son las que prevalecen aun- que algunas veces sea bien notorio que dichos jefes sean nu- lidades. Esto que digo, es en tesis general pues para honra de 288 EDUARDO BEAVEN, nuestro Gobierno, hay muchisimos jefes dignos de todo en- comio y de la consideración nacional. Muchas otras cosas se me ocurren; pero no son tan esencia- les como las que he indicado, y por eso las omito; más antes de concluir deseo precisar que estos apuntes están escritos sin pretensiones de ningún género, y estoy cierto que hay mu- chos errores en ellos, y que son muy deficientes; pero á pesar de esto quiero contribuir con'mi grano de arena á los profun- dos estudios que hace la comisión encargada para formular las bases á que deben sujetarse los levantamientos de los terre- nos nacionales de la República. México, Enero de 1910. SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ,, ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29. 289 l'anbydrobiose eb les. plasmas silciques artifciels, PAR ALBERT et ALEXANDRE MARY, (Note présentée par A. L, Herrera, M. S. A. dans la séance du 7 Féyrier 1910). On a depuis ¡ongtemps observé les faits de reviviscence chez nombre d'animaux Infusoires enkystés ou Rotiféres des séchés qui avaient perdu toute activité physiologique, et qui- se réveillent á la vie au contact d'une goutte eau. On con- nait aussi la curieuse influence de Panhydrobiose ou privation momentanée d'humidité, sur les ceufs vierges des organismes sexués. Jacques Loeb desséche des ovules astéries sur du papier buvard. Replacées ensuite dans Peau, ces ovules se segmentent, et produisent des morules comme sous Pinfluence de la fécondation. Les plasmas artificiels de Leduc et de Herrera jouissent - de propriétés analogues. Les croissances osmotiques sont “*re- viviscentes:” desséchées lentement, avec précaution, puis re- placées dans un milieu salin analogue á leur milieu généra- teur, elles reprennent leur aceroissement provisoirement inte- rrompu. Les plasmas silicigues du professeur Herrera donnent souvent des figures d'ovules d'abord trés simples, mais suscep- tibles évoluer en magnifiques blastoméres, si on les soumet á une technique appropriée. Prenons: 1? Silicate de potasse; 2? Carbonate de soude. Mem. Soc. Alzate. México. 'T. 29. (1909-1910)—37 290 y ALBERT ET ALEXANDRE ¡y ARY. Une goútte de cette solution, évaporée rapidement á la lampe ou á létuve abandonne des pseudo—cellules granulaires, microscopiques, peu apparentes, des sphéro—cristanx qui sem- blent définitivement fixés á ce stade de développement, Si on les soumet de nouveau á Paction du silicate, mais cette fois non dilué, eb qui aprés deux minutes de repos, on évapore Explication des figures. —1, cellule.—2, division binaire.—3, morula. 4, tissu épithélial.—5, tissu, derechef rapidement la préparation, ces pseudo-—cellules: se montrent trés fortement acerues par Pintervention du silicate, et gráce au retrait provoqué par l'évaporation, leur masse pseudo-vitelline s'est segmentée, de telle sorte qw'elles ont erééxpour la plupart, une morula, plus on moins avancée dans son évolution, depuis la division binaire jusqu'au degré plus élevé de multiplication. Cette seconde épreuve, mais par deuxiéme évaporation lente, donne aussi des figures d'épithé- lium, d'écailles épidermiques une remarquable fidelité. Une e L'ANAYDROBIOSE ET LES PLASMAS SILICIQUES ARTIFICIELS, 291 seule goutte de la préparation renferme les figures par di- zaines. | Le retrait dans les roches produit des effets analogues A la cristallisations. Dans les solutions, il engendre des formes analogues á celles de la diffusion, et la diffusion, c'est Vosmose, mais sans membrane. On pourrait dire du retraiteque c'est une difusion négative. Herrera a obtenu par évaporation, est- á—dire par retrait une foule de formes organoides merveilleuses, notamment des pseudo-carapaces de radiolaires et ces fameux embryons humains dont la morphologie mérite dV'attirer viye- ment Pattention. | Mais, depuis que Pon poursuit Panalogie qui existe entre les plasmas artificiels et les naturels, albuminoides, qui ne Voublions pas, renferment une trame silicique Vimportance ca- pitale, il est pas sans intérét de rapprocher le retrai5 mor- phogenique des pseudo—vitellus, de Panhydrobiose fécondante. "o > me 2 E 5 A z id . no P A » y A : : 4 E é TY . a 7] » E 5 » , “4 Ze ¡a 4 4 ; ra o je RD E AA PATERNA TO A » e] tz - e EA a Y s S ar 2) f 7 Í a da a GOO OS O TS ' 1) , AN ES dd ba ¿ AZ d , á = » SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29, 293 ¿COMO FUE TRAZADA LA PIEDRA DEL SOL? POR EL LIO, RAMON MENA, M, $, A, (Sesión del 7 de Febrero de 1910). Siempre he creido que los nahoas poseyeron medios téc- nicos ingeniosos y sencillos para desarrollar su plástica admi- rable; perdidos tales medios, es preciso arrancarlos á los Có- dices y á los monolitos que los contienen. Cuando en 1908 llevé al Museo Nacional los interesantes monolitos que guardaba la casa Boker y C*, hice un estudio superficial de aquellos, pero pude encontrar en uno, de carác- ter funerario y penitencial, huellas evidentes de factura. Se trata de una figura trazada y principiada á esculpir en la su- perficie superior del pequeño monolito; ahí quedaron pegotes dé una pasta caliza extendida para dibujar en ella y ahuecar después con el itztli, como se ve en otros sitios de la misma superficie, | Ahora, en la Piedra del Sol, comunmente conocida por Ca- lendario Azteca, ereo haber descubierto la manera de proce- der del lapidario, en lo que se refiere al trazo de figuras geo- métricas. Veamos: Aun cuando el perímetro de la piedra está desportillado, - conserva en el lado derecho y en la porción superior de la iz- quierda, lo bastante á sugerir que la figura fué la de un cua- drilongo, en el centro del que, está inscripta la circunferencia ,del cilindro esculpido. 294 RAMON MENA. Con líneas de puntos he continuado los lados de la piedra sobre la calca de una de las últimas y mejores fotografías que hice tomar por el fotógrafo del citado Museo. Reconstruido el cuadrilongo, uní sus ángulos con diagonales y el punto de intersección de éstas, me dió el centro de la piedra y el de la cireunferencia inscripta, con ese centro, pude seguir correcta- Y e ( 0 = N >) L ES ÉS A RR ee | ys y mente las circunferencias de la piedra, las que fijó la fotogra- fía; después, tomando la bisectriz de los ángulos formados por las diagonales A, B y €, D, al cortarse, encontré que fijan el eje de las 4 puntas de pie vuelto ó grándes rayos solares de la piedra, *? que son diametralmente opuestas; he marcado estas primeras bisectrices, con las líneas 1 J, y K L que al cortar- (1) Véase una fotografía cualquiera de la piedra, que por ser muy conocidas no es preciso reproducir aquí. Su PA ¡COMO FUE TRAZADA LA PIEDRA DEL SOL? 295 se engendran 4 ángulos rectos cuyas bisectrices sirven de eje á las otras 4 puntas ó rayos que no tienen pie vuelto y que señalo con m. Nos resultan 8 ángulos; sus 8 bisectrices, dan el eje de las 8 figuras designadas comunmente como aspas, las que señalaré con e. En la porción plana de la piedra, sobre la que se levanta el cilindro esculpido, hay ocho perforaciones que siguen á la circunferencia y que son oponibles, De cuantos han estudiado este gran monumento, solamen- te Gama, en 1792 y Abadiano en 1889, han hecho hincapié en tales perforaciones. El ilustre Gama, creyó que servían pora recibir gnómones, cuyas sombras indicaban las horas. A más de un principio de crítica defectuoso, Grama partía de un supuesto: el de que la piedra estuvo colocada vertical. mente y mirando á rumbo determinado. Estudios posteriores, apoyados por testimonics antiguos, el de Durán entre otros, establecen, sin lugar á duda, la posición horizontal de la pie- dra, en su templo, con lo que viene por tierra el edificio levan- tado con habilidad exquisita por Grama. Abadiano pensó que en las perforaciones se levantaban gnómones, que se uvían con hilos, á uno central y que entre unos y otros hilos se colocaban travesaños, constituyendo el todo un aparato de observación astronómica y ritual. Este sis- tema parece suponer la situación vertical de la piedra y en si- tio despejado, así es que por la razón que el anterior, viene por tierra; además, entre los aparatos de observación, toma- dos de los códices é inteligentemente explicados por la Sra. Nuttall, en un estudio presentado á la Sociedad de Geografía de esta Ciudad, no aparece algo que remotamente se asemeje al complicado mecanismo ideado por Abadiano. Ahora mi explicación: Yo creo que ante todo, hay que cerciorarse de si las perforaciones son de mano indígena, re- 296 RAMON MENA. NN] o A A A E A sultado de instrumentos indígenas y pertenecientes al monu- mento. La manera de hacer el taladro, su forma misma, aún te- niendo cuenta el deterioro por los agentes exteriores, res- ponden afirmativamente. Resuelto este punto, y dado que to- do en el monumento tiene su objeto, cabe preguntar. ¿Con qué fin fueron hechos tales taladros? O IA E E o o E e - -= - ano cano tora hs oo mois O O e q. -- q... on. ------= Hemos visto que no pudieron servir para reloj solar ni pa- ra armar un aparato astronómico; luego su destino debe de ha- ber sido de otro orden. Para explicarlo, debemos fijarnos en la colocación de las perforaciones y en que no llevan jeroglí- fico vi adorno alguno. Los taladros siguen á la curva de la circunferencia y están en la porción baja ó rebajada de la piedra, resulta que fueron hechos posteriormente á la circunferencia y después de hecho De E A po YE PAVV e a «e ¿COMO FUE TRAZADA LA PIEDRA DEL SOL? 297 el rebajo. En la fig. 2, tenemos marcadas las perforaciones con las letras a, d, c, d, e, f, 9, h; si unimos con hilos las a e, h d, vemos que pasan por el centro de la cireunferencia y co- mo en los puntos ¿, ¿, tenemos unas rayas paralelas á la cir- cunferencia, parece que se quizo rectificar ésta; por otra parte, uniendo la bf, ella y la a e, pasan marcando las líneas del NAO- LLIN; además, fijando por medio del cruce de cuerdas, un bas- toncillo en el centro como punto fijo y de él partiendo un hilo que termine en otro bastoncillo móvil que pueda penetrar en las perferaciones, encontramos un excelente tiralíneas para el trazo de la gran cantidad de rectas que hay en los relieves; por el mismo pracedimiento, pero sustituyendo el bastón mo- vible por-un itztli, se trazaron todas las circunferencias y ar- cos de la piedra; así lo he repetido sobre la calea, siendo asom- brosa la coincidencia; así debieron haberlo hecho los nahoas: las mismas causas, engendran Jos mismos efectos. ¿De qué modo pudieron trazar cireunferencias perfectas sin compás y sin señalar aparentemente un centro en la pie- dra, si no es con el procedimiento que he explicado? Procedi- miento sencillo, casi primitivo, como tuvieron que ser los de aquellos hombres, dado su medio y su situación con respecto á los demás países del globo. , México, Febrero de 1910, Mem. Soc. Alsate. Móxico. T. 29 (1909-1910)—38 AO IA PEA N A e? . N A RA a e SOCÍÉTÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29, 299 Formes. organiques arúiicielles. vascularisóss, PAR ALBERT et ALEXANDRE MARY, (Note présentée par M. A. L. Herrera, M. S. A. Séance du 7 Mars 1910). Leduc a défini les organismes: des solutions separées par des membranes. La vie et Posmose, c'est tout un. Il apparait méme que les albuminoides ne juissent de la propriété de constituer des organismes qu'á cause de la facilité avec laquelle ¡ls for- ment des membranes osmotiques. L'albumine, nous le savons, n'est pas nécessaire á la ma- nifestation de la vie élémentaire. Les silicates colloídes, et tou- tes autres substances salines sous le méme état se cellulisent et vivent en vertu des mémes processus que les protozoaires. Mais il semble que Valbumine, gráce á Pambiance osmoti- que qu'elle conditionne, joue un trés grand róle dans la vascu- larisation, dans Vapparition de canaux Preu jaloIres au sein Vune colonie cellulaire. Si Pon sóme des cristallites de sulfate de cuivre dans une solution de silicate de potasse, on obtient des cellules sans Ca- ractéres particuliers. Si Pon séme les mémes cristallites dans une simple solu- tion aqueuse d'albumine de blanc oeuf, Palbumine se préci- pite en flocons alvéolaires sans noyau ni membrane, analogues par la texture, aux éléments obtenus avec le sulfate ferreux dans le phosphate de soude. 300 ALBERT ET ALEXANDRE MARY. Mais les résultats sont bien différents en semant les eristal- lites de sulfate de cuivre dans une solution aqueuse d*'albumine méólée de silicate de potasse. Les cellules obtenus ont alors des noyauz magnifiques, souvent aussi complexes que ceux des cellules animales ou végétales les plus perfectionnées et se multiplient soit en bourgeonnant, sdit par karyokinése. Les colonies sont parcourues de courants V'une trés grand intensi- sité, dessinant des vaisseaux circulatoires trés nets. Ainsi paraissent, dans la solution, de véritables villosités artificielles, semblables en tous points aux villosités intestinales * de Vhomme et des animaux. Les cellules oceupant la périphé- rie, á la manióre d'un épithélium dont elles prennent Paspect, et le centre du groupe est représenté par un ramuscule vas- culaire terminé en cul-de-sac. Ces expériences nous mettent sur la voie une explica- tion mécanique do la formation des vaisseaux circulatoires: Ce sont des squelettes osmotiques dont la forme, Pétendue, les rap- ports, sont déterminés par les courants de liquides dont les organismes sont le siége. Ici encore, la forme organisée est un cadavre de solution. . Remarquons enfin: 1% Que sans la silice, on r'obtient pas, dans les précedents*essais, de formes nettes, ce qui corrobore les vues du savant professeur Herrera, au sujet du róle de la silice colloide dans la production des phénoménes vitaux. 20 Que les formes complexes obtenues par nos procédés se pro- duisent dés que Vambiance réalise des conditions osmotiques déterminées, sans avoir besoin du concours de longues liguées organiques, résultat conforme á la loi d'Hérédité simulée, qui fait aujourd'hui la base de la théorie, soutenue dans tous nos ouvrages, de la formation rapide des prototypes, déja com- plexes, des séries organisées. ——_—__ 00 SA SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T'. 29, 301 El ARBUSTO LLAMADO “HOJHA-SEN” EN LOS ESTADOS PRONTERIZOS (Flourensia cernua D. C.) POR EL ING. PASTOR ROUAIX, M. $. A. (Sesión del 7 de Marzo de 1910). Toda la región de las calizas cretáceas que corresponde al centro de la porción Septentrional de la Meseta Mexicana, abarcando parte de los Estados de Zacatecas, Durango, Coa- huila y Chihuahua, produce en abundancia un arbusto cono- cido con el nombre vulgar de “hoja=sen” ú “hoja-sé,” que se desarrolla también en Texas y nuevo México de los Estados Unidos. "Siendó homónima de otra planta conocida en el centro del país por sus propiedades medicinales, en casi todas las sinoni- mias que he tenido oportunidad de ver, se le da por nombre científico el que corresporde á la planta del centro, región que por ser más densamente poblada, tiene mejor estudiada rela- tivamente su flora, confundiendo así dos plantas enteramente distintas. Como el “hoja-sen” es característico de una de las regio- nes más extensas del país, he creído que sería de utilidad dar- lo á conocer á esta sabia Sociedad, para evitar los errores de clasificaciones que ha producido la igualdad de nombres vul- gares. El ilustrado botánico durangueño, Sr. Ing. Carlos Pa- toni, bondadosamente me facilitó los siguientes datos: “La planta llamada en Durango y Estados fronterizos “ho- 302 PASTOR ROUAIX. + ja-sen” pertenece á la familia de las compuestas, tribu de las Heliantuideas y al género Flourensia. Es un arbusto de me- tro á metro y medio de altura, de hojas alternas, oblongas, an- gostadas en sus dos extremidades, enteras, más ó menos visco- sas, lampiñas ó de jóvenes muy poco pubescentes: capítulos en corimbos ó panojas cortamente pedunculadas en la extre- midad ó cerca de la extremidad de las ramas, los capítulos son campanulados, de brácteas triseriadas que llevan en su base varias hojas bractiformes pequeñas; son discoideos con receptáculo palaceo y de flores amarillas: aquenios densamen- te vellosos, vilano de dos aristas cortas, paláceas en su base. Los capítulos se presentan colgantes al extremo de cortos pe- duneulillos, carácter que ha valido á la ai: el nombre es- pecífico que le impuso De Candolle “cernua.” “Bentham y Hooker en su clásico “(Genera Plantarum” reducen el género Flourensia al Helianthus, aun cuando hacen notar que todas las especies mexicanas se alejan de las demás de este género. Grray ha demostrado que el género Flouren- sia es muy dístinto del Helianthus, por lo menos en las espe- cies de capítulos discoideos, y su opinión ha sido adoptada con bastante razón por todos los botánicos americanos. “Además dela F. cernua se encuentran en el territorio del Estado de Durango, cuando menos otras dos especies del mismo género; una que se desarrolla en el N. E. del Estado y en las Sierras occidentales de Coahuila, que tal vez sea la F. lauri- flora D. C. y la otra en el centro de Durango, fuera de la zo- na de las calizas, que se distingue de las anteriores por ser un arbusto muy pequeño y sobre todo por tener sus hojas angu- loso dentadas. “Las tres especies son arbustos resino-viscosos que des- piden fuerte olor. La Flourensia cernua ú hoja-sen goza de mucho favor en el pueblo para la curación de algunas en- fermedades del aparato digestivo, no siendo purgante como su homónima. Do El, ARBUSTO LLAMADO ''HOJA-SEN” EN LOS ESTADOS FKONTERIZOR, 303 “El hoja-sen del centro del país Cesalpinia exostemma D. C. (según la sinonimia de los Sres. Ramírez, y Alcocer) corresponde á la familia de las Leguwminosas y ninguna de sus especies se encuentra en la región de las calizas de la Fron- tera. Las únicas especies de ese género que conozco las he encontrado en el pie de la vertiente occidental de la Sierra Madre ó bien son plantas cultivadas en los jardines como la C. pulcherrima Swatrz, conocida con el nombre vulgar de “Ta- bachín.” En consecuencia, el hoja-sen, que en unión de la goberna- dora Larrea mexicana, la lechugilla Agave heterocantha, el gua- yule Parthenium argentatum, el ocotillo Fouquiera splendens y otras plantas, forma la vegetación dominante de la región ári- da de la Frontera, es la Flourensia cernua D. C. muy distinta de la Cesalpinia exostemma que vulgalmente se conoce con el mismo nombre en otras partes del país, Durango, 10 de Febrero de 1910. oro _ mn DOE ooro CANTIDADES DE LLUVIA RECOGIDA EN LA CAJA DEL AGUA DEL MOLINO DEL REY EN EL BOSQUE DE SANTA FE Y EN EL EX-CONVENTO DEL DESIERTO DURANTE EL AÑO DE 1909, Observaciones ejecutadas bajo la dirección del Ingeniero GUILLERMO BELTRAN Y PUGA, M. $. A, Director General de Obras Públicas. Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910)-—39 306 Cantidades de Juvia recogida en la Caja del Agua del Molino del Rey, CANTIDADES DE LLUVIA RECOGIDA EN LA CAJA DEL AGUA durante el año de 1909, || Enero. Febrero, Marzo. Abril. Mayo. DEL MOLINO DEL REY, DURANTE EL AÑO DE 1909. 307 Cantidades de lluvia recogida en la Caja del Agua del Molino del Rey, durante el año de 1909, Julio. Sumas.|| 109.0 Agosto. |Septiembre. | 88,0 100,0 | | 1 Octubre, | Noviembre. | Diciembre. Total de lluvia en el año 474mm0, 308 CANTIDADES DE LLUVIA RECOGIDA EN EL BOSQUE Cantidados de li recogida en el Bosque de Santa F6, durante el año de 1909. j Febrero. Marzo. Mayo. Junio. (9 0-10) DH 09D A EE EE 0.7 Ed y RHOWIAD AA+» 00: , , : NHIHDONDOY 1.9 pil TT A IA EIA a A O A A A SI TEO O 9.0 39.6 -0.6 A DE SANTA FE, DURÁNTE EL AÑO DE 1909. 309 Cantidades de lluvia recosida. en el Bosque de Santa F6, durante el año de 1909, Días. Julio. Agosto. |Septiembre.| Octubre. | Noviembre. | Diciembre. (O 00 1 TO) DIUHAR 0D , , (OS, NNJIOSH " D* HO0DbDb900 Pp rd Je AE, E "NDA ONSAWI BON cea Sumas.|| 135.7 80.3 60.9 42.8 EE 8.7 Total de lluvia en el año 444mm2, | 310 CANTÍDADES DE LLUVIA RECOGIDA EN EL EX-CONVENTO Cantidades de lluvia. recoeida en el ex-Gonvento del Desierto, durante el año de 1909, Días. Enero. Febrero. Marzo. A bril Mayo. Junio. 3 ES 3.0 oa Sul 4 49% 0.5 q 23.0 5 E 8 3.0 11.5 e 6 ER 1.0 En Gn 7 co 15 $. E 8 Me a 4.0 192,5 po 9 e E TEN, A LA 10 AR Es 3.0 MES: AE 11 2.5 ad E eE 12 pa 4.5 , det Er 13 a a 08 24.0 14 e ER 12.0 15 He Z ¿33 16 pe 6.0 17 A 92.5 18 1.0 2,0 19 LE 3.0 20 z 8.0 Dá. 91 E 6.0 22 z | É 1.0 23 A 12.0 94 4.0 2.5 4.5 Sumas. 6] — EN Ñ PEL DESIERTO DURANTE EL AÑO DK 1909. y ' DOnNDOUN: - A . NR , AN 0 a Ki ' (e Y ocoo0oo: NNODINANOADIORNSONnOo: A LO DD HA PND, Cantidades de lluvia: recoida en el ex-Convento del Desierto, durante el año de 1909, A O NSNNOSS o ' oo: O: OOONoSo al ' E SP, — Septiembre. Y O DN UA EOS ODO Oo ha * pte mm yo ; PRNODNDANDNO, ' NONRNOSANNDO DO Octubre por: E ooo ¿ PONE, ' DUANROUN Total de lluvia en el año 970mm5. Noviembre. Diciembre. 1.5 En 2 “10 TA E 20 72 20.5 yde 3.5 sq 40 p ) mie ñ Á o by p : FRA ANO AS a ; É ' ña ep y cd ¡Fu ' ES . a, ! - $ A : ] ADS y. e - Pon, ; A | | 2 malo. a, pb y Ñ E y á ¿ o y Si ; + ; 217 $ SS A Y, 13 > 1 re ” AS da 4 y a. cr ¡qee o E > A : E . xy e , y e GIA a És , ¡ 5 ps | E -. el >) , A A yo Con) Ad Fs a. ke AMÓ , ss a », e a > ” e y pat -» » de e e, mo "GA ¡ 2 j A A y Í + = y , < , Noe Fa i . 3 12 p * E pea 4 4 , a A e ; “6 Y y í % e da + 3 vi; 00, ] mor . ER ATA $ A: 3 ee 5 = - Es - po pe ? z , ; EA E a 204 NE es » e a á a UA ó (A ro e as » e E : 5 Ss ed. ps NS e > 7 í 6 »- E a 5 , ; » mo: » A . od == y pa wo y 7% a . o” y n = pa : 4 ar, E L de / E . f q + Pe E k ] ES " Un Y ' ,/ , . ER e A 1 6 . bs] ' 6 5 7 . E * " e 4 . % ica ] - “ES ' y AL : at . K , , > n > ÁS . 5 , p Y A e , e id . És ; Ha y pst E , a pe ' = Ñ 2% 2 » « A ¿sz a 4 Í ' A a 1 ' es 4 E e A A LE us e A : AR . vs > > Ñ e ed < "a e de , o : E y / e A a » me > ; Pe al MEDRANO £ SN AAA O Mbs e 4 y A > 4 E 4 : 1] | . : A a 4 « > - ' ed - > ha e 14 1 E d s . CAR ej $ : ESA y es . ¿ra ua Y ia LE SR Ñ e ADICON O, MAS 4 . EA A A ET ER TEN A A A EN p o A IES A A Ñ , * . 1 - e q PA li dl ls e A AL » y A £ ol mn e En . > Ñ E eg , e -. ae EFE E ASAS Dos ho ru O 4 P A ñy AS Qe 9 ERAN E bh ' 7 e e! y ' ua y ciar op a pt dos Li di pd . E SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE ''ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 313 Teodolito Magnético Mexicano y observaciones ejecutadas con él en Teotibuacán el 28 de Diciembre de 1909, POR M, MORENO Y ANDA, M. $. A, En la sesión del 6 de Diciembre de 1909 tuve la honra de presentar ante esta Sociedad el teodolito magnético ideado por mí y que el Sr. Ing. Don Angel Anguiano, Director de la Co- misión Geodésica Mexicana, se había servido mandar cons- truir por la acreditada casa Troughton € Simms, de Londres (N* 100). Anticipadamente desde la sesión del 7 de Agosto de 1905 había hecho una breve exposición del dispositivo que ha- bía dado al teodolito. Aunque las figuras que se acompañan dan idea clara del instrumento, voy á dar unas ligeras explicaciones acerca de él. Es un teodolito astronómico de 5 pulgadas, con 1 minuto de aproximación en sus dos círculos. Quitando el telescopio de sus montantes, se pone en su lu- gar y sobre los mismos montantes, pues tiene muñones igua- les á los del telescopio, una caja rectangular de madera que - enla parte superior lleva fijos un nivel, un tubo metálico pa- ra la suspensión de las agujas, y el termómetro para anotar la temperatura en las observaciones de oscilación. El tubo de Mem. Soo. Alzate. México. T. 29. (1909-1910) —40 314 M. MORENO Y ANDA, suspensión tiene una cremallera que sirve para acortarlo ó alar- garlo y remata en la parte superior en el casquillo graduado para medir la torsión. La lectura de las escalas de los imanes, se hace por me- dio de un microscopio fijo en el extremo del lado menor de una barilla doblada en ángulo recto, la que en el lado mayor tiene una abertura circular en que entra un pivote horizontal fijo en uno de los montantes del instrumento: en el extremo de di- cho lado mayor hay un eontrapeso para equilibrar el sistema. El microscopio gira en un plano vertical paralelo á las divi- siones verticales de las escalas de las barras. En la figura núm. 4 el microscopio se ve en una posición inclinada, pero bien se comprende que para hacer las lecturas debe encontrar- se horizontal, siguiendo el eje magnético de los imanes. Las agujas imanadas son tres: una para la declinación, otra para las oscilaciones y la tercera, pequeña, es la auxiliar en las observaciones de desviación. El instrumento fué estudiado en el Observatorio de Kew en el mes de Agosto de 1909 y trae los certificados de sus cons- tantes y las tablas de corrección. F Explicación de las figuras: Fig. núm. 1.—Disposición del instrumento para recibir el telescopio. ) Fig. núm. 2.—Teodolito arreglado para las observaciones | astronómicas. Fig. núm. 3.—Retirado el telescopio, ocupa su lugar la ca- ja de madera con sus accesorios para la observación de declinación y oscilaciones. (Por una distracción no se colocó el mi- eroscopio, el que se ve en la parte infe- rior de la figura). T. 29, lám. XVL Mem. Soc. Alzate. ico mexicano. et gne Teodolito ma Mem. Soc. Alzate. To420 Min VEL Teodolito magnético mexicano. vas 3 PEA Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám XVIIL* Fig. 4. Teodolito magnético mexicano. TEODOLITO MAGNÉTICO NÚMERO 100. 315 Fig. núm. 4.—Instrumento dispuesto para la medida del ángulo de desviación. La regla metálica entra en dos correderas fijas en la parte inferior de los travesaños horizontales de los montantes. Con el fin de probar la bondad y exactitud del instrumen- to hice con él observaciones magnéticas en Teotihuacán, el 28 de Diciembre de 1909. A 44 kilómetros al NE de la ciudad de México se encuen- tra la estación de Teotihuacán, del Ferrocarril Mexicano, y 3 kilómetros al N. de dicha estación la gran pirámide del mis- mo nombre. | Esta pirámide, según las observaciones de la Comisión cien- tífica de Pachuca, se halla situada á 19041' 267 latitud N. 6"35"18*3 long. W. de Gr. La altitud de Teotihuacán según la nivelación del Ferro- carril Mexicano, es de 2,282 metros. El lugar elegido para hacer las observaciones fué un pun- to situado cerca de la arista Sur de la fase Oriental de la gran pirámide. Puesto el círculo horizontal en el O de la graduación y di- rigido el anteojo á la señal, que era el remate de la Iglesia de San Martín situada al Norte, bice 4 observaciones de Sol en las dos posiciones del instrumento, obteniendo los resultados siguientes: e 316 M. MORENO Y ANDA. e mm — Hora Cir. hor. Señal. O asa 2850042215 AA e e 285 5507 5 0900/00 pido S0d1 le IS PE 286 4115 0 A 287 28 30 0 9 31 08 6 286017190 Los tiempos se tomaron por medio de un buen reloj de bolsillo, contador de segundos, el que comparado con el pén- dulo del Observatorio de 'Tacubaya antes y después del viaje, en el momento de la observación de Sol tenía un atraso de.. 9'4; por consiguiente la hora media verdadera de la observa- ción es: 9"31”18*0. Con los elementos: h=9*31"18— d =23018'03"1— p =19041/27" y haciendo uso de las analogías de Napier para calcular el azimut, obtuve para indicación del meridiano geegráfico..... 149046'52", y para el meridiano magnético, observado á las 12*13”, 157016/'30".—Resulta entonces: Meridiano geegráfico. -.... 14904652 Meridiano magnético....... 157016'30" D= 702938" (4 12*13) Componente horizontal (H) Dos series de oscilaciones dieron para valor de una osci- lación 4'9488, el que corregido por marcha del cronómetro, torsión, temperatura é inducción, quedó igual á 49128. TEODOLITO MAGNÉTICO NÚMERO 100. 317 Los ángulos de desviación, medidos á las distancias de 20 y 30 centímetros, que en el caso de nuestro teodolito son las más convenientes, fueron 5939/15 y 1042/52, — Haciendo las correcciones respectivas, resulta lo siguiente: mH log =1.63734 Ñ log=2.62829 H* log=9.00905 H log=9.50452 H=0.3195 — (á 3'03" p. m.) NoTA.—-Teotihuacán se asienta enmedio de unas lomas te- petatosas que insensiblemente van ascendiendo hacia el Nor- te, y el terreno en su mayor parte está cubierto de toba vol- cánica y de basalto escoriaceo, llamado vulgarmente tezontle. - «México, Enero 12 de 1910. A MVA y A, y» . * ' L 2) PA pa A 14 5% ll 10 1 y ue t / É e 4 y y H 4 t ' y h de y ' TE 0 : ] A X y 4 Ñ MA 6 Ple OF SADA DOS DA DIR E ras > RT Abi a e OS A O SOCIETÉ SCIENTIFIQUE , ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29. 319 A A La carrera de Metalureista y su separación de la. carrera de Ingeniero de Minas POR EL ING. DE MINAS JOSE 0. HARO, M. $, A, (Sesión del 2 de Mayo de 1910). El actual plan de estudios de la Escuela Nacional de In- genieros para las diversas carreras que allí se estudian, pro- mulgado en 7 de Enero de 1902 por la Secretaría de Justicia é Instrucción Pública, hace una distinción completa entre las carreras del Ingeniero de Minas y la del Metalurgista, que con anterioridad al citado plan, siempre habían estado unidas, ex presándolo así mismo los títulos que se expedían al terminar la carrera; de manera que con toda justificación, las personas que se dedicaban al importante ramo de la industria minera, se titulaban “Ingenieros de Minas y Metalurgistas.” - La ley ha cambiado ese estado de cosas, y debemos de preguntarnos: ¿Se ha aventajado algo en la práctica? ¿La se- paración indicada ha sido justificada? ¿Conviene que las co- sas sigan en el estado actual, ó debe de volverse al régimen anterior? Preguntas son estas que para las personas extrañas á la carrera del Ingeniero, y sobre todo del Ingeniero de Minas, pa- recen no tener gran importancia; pero que en realidad encie- 320 José C. Haro. rran un asunto de mucho interés, precisamente para el públi- co que es casi el único que ocupa á los Ingenieros de Minas y 4 los Metalurgistas, en las dos ramas naturales de la indus- tria minera. Examinemos la cuestión á fondo, ya que hasta hoy es- te estado de cosas ha pasado desapercibido. 1 ¡Qué se ha aventajado con la separación de las dos ca- rreras? Desde luego se podrá objetar que en todo orden de ideas, la subdivisión del trabajo es conveniente; y que concretándo- se al asunto presente, el individuo que posea las dos carreras, nunca podrá sobresalir en las dos á la vez, porque es muy di- fícil que además de los conocimientos teóricos que se requie- ren en ambas, llegue á adquirir todos los conocimientos prác- ticos necesarios é indispensables para el buen desempeño de los trabajos que se le encomienden; de manera que ni será buen Ingeniero de Minas, ni buen Metalurgista, sino un me- diano enciclopedista en asuntos de minas, incapaz de contri- buir al adelanto del negocio que se le encomiende; y menos aún de las ramas que profesa de la ingeniería. Sin negar las ventajas de la subdivisión del trabajo, el ra- zonamiento anterior se hace sin tener en cuenta las circuns- tancias que nos rodean; y lo mismo se puede aplicar al caso concreto que analizamos, que á las demás ramas de la inge- niería, y en general al de todas las profesiones. En efecto, porqué no subdividir la'carrera de Ingeniero Civil en Ingenie- ros de Puentes y Calzadas, de Caminos de Fierro, de Canales y Vías Fluviales, y por último de Puertos y Faros? Porqué no exigirque el médico se especialice en la curación de las en- fermedades de cada uno de los principales órganos del cuerpo humano? Porqué el abogado ha de ser igualmente apto para tratar los asuntos de derecho civil, los de derecho criminal y los de derecho internacional? Los ejemplos serían numerosí- simos, y si no se procede de esa manera, es porque sin duda LA CARRERA DE METALURGISTA Y LA DE INGENIERO DE MINAS. 321 alguna nuestro estado social no ha llegado todavía al grado de adelanto que impone por sí sola esa subdivisión en las pro- fesiones, sin necesidad que la ley intervenga. Esta solo debe de expedirse para reglamentar y ordenar lo que la costumbre ha establecido con prioridad; y de ninguna manera debe de anticiparse á las costumbres sociales reconocidas como prove- chosas, porque entonces no solo quedará como letra muerta, sino que será perjudicial para los mismos intereses que trata de proteger. Como confirmación de esto último, me bastará asentar que desde la expedición del actual plan de estudios para la Escuela Nacional de Ingenieros, ni un solo alumno se ha de- dicado, ni menos aún recibido de Metalurgista; y esto en el es- pacio de ocho años, tiempo más que suficiente para juzgar de la bondad de la disposición de la ley. En cambio son bastan- tes los ingenieros de minas recibidos en todo ese período, pe- ro sin los conocimietos del metalurgista; y por lo tanto el per- juicio para la sociedad es patente, puesto que el público acos- tumbrado á ocupar á los ingenieros de minas indistintamente, ya en asuntos propios de la explotación, ó ya en el beneficio de los minerales; y garantizado de la competencia de los inge- nieros por los títulos que el Gobierno expedía; no podrá distin- guir cuales son los competentes para asuntos de metalurgía, y se expondrá á ocupar á ingenieros que no sean metalurgis- tas, como podría ocupar tal vez con más provecho, simples prácticos en el beneficio de los minerales. Sin referirme á las personas que hoy figuran como inge- nieros de minas y metalurgistas, y cuya competencia en am- bas materias está fuera de toda duda, me bastará mencionar á los profesionistas que tan hábiles fueron en asuntos propios de minas, como en los de beneficio: así pues, los ingenieros Don Miguel Velázquez de León, Don Pascual Arenas, Don Manuel María Contreras, Don Ramón Almaraz, Don Guiller- mo Segura y Pesado, y tantos otros, han dejado asentado el Mem. Soo. Alzate. México. : T. 29. (1909-1910)—41 322 JosÉ C, Haro. hecho no solo de la compatibilidad, sino también de la conve- niencia de la reunión de las dos carreras actuales en una sola. 2% Existe alguna justificación para que la antigua carrera de Ingeniero de Minas y Metalurgista se dividiera en dos ca- rreras distintas? Desde luego aparece que de las ocho carreras que figuran en el artículo 1? de la ley, sólo á cuatro de ellas se les concede el título de Ingeniero, y estas son la de Civil, de Industrial, de Minas y de Geógrafo. Las cuatro siguientes que son las de Topógrafo, de Electricista, de Metalurgista y de Ensayador, no ameritan el título de Ingeniero, y esto por sí solo basta pa- ra que los estudiantes las consideren como carreras de segun- do orden, y tengan poco empeño en seguirlas. . Por otra parte, tampoco se concibe que pueda haber alum- nos que saliendo con un título de la Escuela Nacional de In- genieros, no sean ingenieros; y si bien es cierto que antigua- mente tampoco los ensayadores se consideraban como inge- nieros, también lo es que se había hecho constumbre y se te- nía como forzoso el haberse recibido de Ensayador para soli- citar el examen de Ingeniero de Minas; de manera que este título implicaba el de Ensayador, y por esa causa, la mayoría de los alumnos se recibían en esa rama de la ingeniería, Pero sigamos: las materias de estudio para el ingeniero de minas y para el metalurgista en el plan actual de estudios, son las siguientes que pongo enfrente una de otra para su comparación. 8 6 Minas. Metalurgista. 1er. Año. 1er. Año. Matemáticas superiores. Química analítica y Doci- Geometría descriptiva. masia. Topografía é Hidrografía. Mineralogía. Dibujo topográfico. Economía política y ele- LA CARRERA DE METALURGISTA Y LA DE INGENIERO DE MINAS. 323 A e ———e Minas. 1er. Año. Dibujo arquitectónico. 2 Año. ler. Curso de Mecánica. Estructuras de hierro, Es- tereotomía y Carpintería. Física matemática. Dibujo topográfico. Dibujo arquitectónico. Ser. Año. 20. Curso de Mecánica. Hidráulica y sus aplicacio- nes Estabilidad de las cons- trucciones. Procedimientos de cons- trucción, conocimiento y resis- tencia de materiales. Dibujo arquitectónico. Dibujo de máquinas. 4% Año. Química analítica y Doci- masia. Mineralogía, Geología y Paleontología. Economía política, ete. Dibujo de máquinas. 57 Año. Laboreo de minas y admi- nistración minera, durante seis meses en la Escuela Práctica de Pachuca (que ya no existe). Metalurgista. ler. Año. mentos de derecho en lo que se relaciona á la práctica de in- geniería. 22 Año, Metalurgía durante seis meses en la Escuela Práctica de Pachuca (que ya no existe). 324 JosÉ C, HARO. Además la ley señala al ingeniero de minas las prácticas parciales siguientes: ler. año de Topografía durante dos meses. 2o. año de Topografía subterránea durante un mes. 3er. año de Mecánica aplicada durante dos meses. 40. año de Geología durante dos meses. y para Metalurgista las siguientes: ler. año en la Casa de Moneda duraute dos meses. Las prácticas generales son: Minas: Seis meses en los centros mineros del país. Metalurgista: Seis meses en las haciendas de beneficio y principales fundiciones. Así pues, la simple comparación de los estudios que se. requieren para las dos carreras enseña: que mientras la del minero abarca la totalidad de los conocimientos exigidos al ingeniero (con excepción de los especiales al civil); la del me- talurgista solo comprende los muy indispensables para el es- tudio de una sola parte de la metalurgía, y que la totalidad de las autores comprenden bajo la denominación de “Meta- , lurgía especial.” Y lo más curioso del caso es que los metalur- gistas comienzan sus estudios profesionales precisamente con las principales materias que figuran en el cuarto año para los mineros; de donde se infiere que la ley considera que los es- tudios de los tres primeros años del minero, son completamen- te inútiles para el metalurgista. Véamos si es cierto. Desde luego las matemáticas superiores á mi juicio, se im- ponen para todos los estudios de la ingeniería, no tanto por las continuas aplicaciones que de ellas deban de hacer, pues que los conocimientos de álgebra superior y de cálculo infinitesi- mal pocas veces se aplican; sino por el hábito que con ellas se adquiere del raciocinio, y la precisión para plantear los pro- blemas tan variados de la práctica. La geometría descriptiva es indispensable al ingeniero, puesto que siendo la base del dibujo empleado en la ingenie- LA OARRERA DE METALURGISTA Y LA DE INGENIERO DE MINAS. 325 ría, éste á su vez es el lenguaj> apropiado para transmitir sus ideas; y no se concibe que un metalurgista que tiene que em- plear toda clase de aparatos mecánicos, y servirse de cons- trucciones de todas clases, ignore esa aplicación tan importan- te de la geometría. Baste saber que en Europa todo operario de cualquiera industria relacionada con la construcción, como carpinteros, canteros, herreros, mecánicos, etc., conocen la geometría descriptiva, para que se encuentre absurdo que de la Escuela Nacional de Ingenieros salgan profesionistas que la ignoren. La Topografía pudiera parecer inútil para el metalurgista, así como el dibujo topográfico; pero no debe de olvidarse que este puede ser llamado para proyectar algún establecimiento metalúrgico, para dirigir su instalación, ó para levantar pla- nos de un conjunto de oficinas de beneficio; y en tales casos, si los procedimientos de alta precisión de topografía, saldrían sobrando, no así los métodos comunes de levantamientos de planos; de manera que esta es otra materia que el metalurgis- ta no debe de ignorar. Así es que del primer año de estudios del minero, el di- bujo arquitectónico es la única materia que no consideramos necesaria para el metalurgista. El segundo año de estudios del minero comprende la me- cánica analítica, las estructuras de hierro con la carpintería y la esteorotomía, la física matemática y los dos dibujos del primer año. Y en el tercer año están la mecánica aplicada, la hidráulica, la estabilidad de construcciones, resistencia de materiales, y los dibujos arquitectónicos y de máquinas. De todas estas materias, solamente la física matemática y el dibu- jo arquitectónico podrían omitirse en la carrera del metalur- gista; pero no se concibe que este ignore por completo la me- cánica, la hidráulica, las aplicaciones de la descriptiva, la me- cánica aplicada á las construcciones y el dibujo de máquinas. Y aun la física matemática, si como he sabido, su estudio 326 José C. HARO, q___ Ou —Á consiste en el de la electricidad, tampoco se debe de ig- norar. Aquí debo de manifestar que en los treinta años que lle- vo de ejercer la carrera de Ingeniero de Minas y Metalurgis- ta, diez de ellos los he pasado al frente de haciendas de bene- ficio, y durante ese tiempo he tenido que ocuparme no solo de metalurgía especial, es decir de la parte esclusivamente química del tratamiento de los minerales; sino también, y de una manera constante, de asuntos de mecánica, de construc- ción, de resistencia de materiales, de levantamiento de planos, de nivelaciones, de dibujo de máquinas, ete. Cómo hubiera yo podido atender á ocupaciones tan variadas, si solo hubiera te- nido los escasos conocimientos que hoy se exigen á los meta- lurgistas? Recuerdo aún que en una de las haciendas que tu- ve á mi cargo, el consumo de combustible semanario era de 715 á 80 toneladas, que al precio de $25.00 que entonces ceos- taba la tonelada de carbón puesta en la hacienda, representa- ba un desembolso de $2,000.00 por semana; es decir la utiii- dad que debía tener la hacienda. Fué pues, necesario hacer un estudio detallado de la producción de fuerza motriz, que motivó el cambio de calderas, la construcción de una chime- nea de tabique de 40 metros de altura, y la instalación de Z Ss 14 = A una nueva máquina de vapor; con todo lo cual se logró dis- minuir el gasto de carbón á menos de la mitad. Y en casos semejantes se encuentran hoy día todos los compañeros dedi- cados á la profesión. Concretándome ahora á los estudios especiales que la ley exige al metalurgista, se ve con toda evidencia que esta no ha tenido en cuenta más que los conocimientos de química ne- cesarios para el tratamiento de los minerales; y que quien ideó el plan actual de estudios, ignoraba por completo las exigen- cias de la metalurgía. Lógicamente la metalurgía puede dividirse en “general” y 4 £ —7ES = LA CARRERA DE METALURGISTA Y LA DE INGENIERO DE MINAS. 3%7 “especial;” y ya tengo dicho que así la consideran todos los autores. Es natural que primero se estudien los procedimien- tos generales empleados para el tratamiento de los diversos compuestos de los metales, y que después se estudie en lo particular el beneficio, de cada uno de ellos, y los variados pro- cedimientos empleados en la industria para conseguir los fines deseados. Entre los conocimientos de metalurgía general, deben de entrar el de los múltiples aparatos de granceo y de molienda, como son las quebradoras de quijada, los cilindros de granceo, las baterías de mazos, los molinos chilenos, los de tubo, ete.; los aparatos de clasificación, los de concentración, los ventila- dores para el soplo de los diversos hornos, las bombas de to- dos sistemas, etc., ete.; y como todos los aparatos menciona- dos requieren una fuerza motriz, el estudio de la metalurgía general debe ser posterior al de la mecánica en todas sus apli- caciones. Igualmente la construcción de estanques para agua ó la- mas, la de los hornos, chimeneas, edificios de todas clases, etc., requiere también el conocimiento de los diversos proce- dimientos de construcción, y el cálculo de la resistencia de los materiales empleados. Por consiguiente la práctica general que durante seis me- ses se exige á los alumnos de metalurgía, se reduce á bien po- ca cosa, si se piensa que los estudiantes solo irán á ver en gran- de, las operaciones químicas que en los libros de estudio están condensadas en pochs hojas, y reducidas á unas cuantas reac- ciones químicas; puesto que todo lo demás que encuentren en las haciendas de beneficio y fundiciones, no tendrá para ellos ninguna importancia práctica, ignorando los fundamentos de la carrera, y autorizados por la ley aue deberá de expedirles el título de metalurgistas. Así pues, creemos haber demostrado que de ninguna ma- 328 JosÉ C, HARO, nera ha sido justificada la separación de las carreras del in- geniero de minas y la del metalurgista; y solo queda por re- solver la tercera pregunta que desde el principio planteamos y que es la siguiente: 3 ¿Conviene que las eosas sigan como están, ó debe de modificarse el plan de estudios y en qué sentido? Todo lo asentado en las líneas anteriores resuelve la pri- ra parte de la pregunta. De ninguna manera y por ningún mo- tivo es conveniente para la sociedad, que nuestros metalurgis- tas salgan de la Escuela con conocimientos tan deficientes. La prueba está hecha ya; y ella demuestra que los mismos jóve- nes, que no tienen más criterio para juzgar la importancia y bondad de la profesión, que el plan de estudios vigente, han considerado la metalurgía como una carrera sin valor, y en la cual nunca podrán prosperar, puesto que hasta la fecha no existe ningún metalurgista de cuño nuevo, permitiéndoseme el término. Tengo la creencia que no hay un solo ingeniera de minas que no se haya ocupado en más ó menos escala de asuntos de metalurgía; y es de esperarse que los que han obtenido su tí- tulo con posterioridad á la separación de las dos carreras ten- drán el buen sentido de completar por sí solos los estudios de metalurgía, para poderse ocupar también de ella, corrigiendo de esa manera el vacío de la ley. De no seguir las cosas como están, no caben pues más de dos soluciones: ó se establece la carrera de metalurgista com- pleta, con todos los conocimientos que hoy le faltan y que ya he mencionado, ó se vuelve al antiguo régimen, uniendo la in- geniería de minas con la metalurgía. Si se optara por lo primero, tendríamos dos clases de pro- fesionistas que no se diferenciarían sino en una sola materia: la explotación de minas para los mineros, y la metalurgía pa- ra los metalurgistas; y francamente no hemos llegado á ese Y LA CARRERA DE METALURGISTA Y LA DE INGENIERO DE MINAS. 329 grado de adelanto; debiendo advertir que ni en les naciones más cultas se encuentra esa subdivisión. No queda pues más de la solución última que sería la más acertada, y que es de esperarse se tome en consideración por las personas que tienen á su cargo el importante ramo de la enseñanza profesional, si alguna ocasión llegaren á sus manos estas mal trazadas líneas. México, Abril de 1910. Mem. Soc. Alzate. México. T. 29. (1909-1910) —42 k / ¿ % » eee Pr dei AE E AER 40d LS o . ; JS E) e q Ñ Sl ' [os 7 y AN MAL mb 4 e y ' Y. A , Sa 3. YN . 5 E Su E MIS AU IA 5 A SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29, 331 SUR LES VATDASES SILICIQUES ARTIPICIELLES, PAR A. L, HERRERA, M. $. A, (Séance du 2 Mai 1910). On sait que Bertrand et Petit ont synthetisé les oxydases par fixation d'un sel de manganése sur P'albumine séche. Or, Jai observé que plusieurs des propriétés physico -— chimiques - de Palbumine d'ceuf sont dues á leurs sels et composés organi- ques siliciques. La coagulation, par exemple, est analogue á celle de la silice colloide renfermant du chlorure de sodium et soumise A Pinfluence de la chaleur. Le coagulum, de máme que celui de Palbumine, est soluble dans eau alcaline á 15090 ou aprés une ébullition de 30 á 40 heures, dans l'eau pure. On trouve la silice dans les cendres de Valbumine et des diastases. Par conséquent, j'ai eu Vidée de synthétiser les oxy- dases de Bertrand par la silice et un sel de manganése, né- gligeant une manióre compléte les substances organiques. EXPÉRIENCES. N?* 1288. 18 Mars. 1910.—On précipite une solution de silicate de sodium par le chlorure de manganése et on lave sur le filtre jusqwá non précipitation par le sulphydrate. Le fil- ' 332 ¡ON to A... L. HERRERA. trat donne du vert avec la teinture de gañac, si Pon ajoute le silicate de manganése humide. Mars 21.—Le precipité adhérant au filtre donne du bleu avec le gaiac. N? 1290. A. —Bilice colloide........-. IAE Pra Breda UAT, UU GAO 5 e. Cc. Mn Cl? C. 0 distillée..... E ca D— ,, 0 co pi el es Mi AA On ajoute 1 c? de solution de Mn C1” a 1% en B et en D. On ajoute á A, B, C, D de la teinture de gaiac. Sur le champ coloration bleu obscure en B. Ce résultat indique que les granules de silice colloide ont e le Mn C1” et activé la réaction. : | Ne 1995. Mi 26. 8 Silice précipitée pure (?) et séche 10 gr Me e dos e JU added 1 gr —Ebullition dans y A 100 gr - Lavagó sur le filtro 3 jusqu' á non précipitation par le sulphy- anne, La silice donne une coloration intense avec le pri 0,02. SS dea et5c. e. bé, H?*0?: Mars. 28. Ie o nión active. ” 29, US Ub) ” Y) 30.— CANTES 7> 0) 31.— %) ” Avril li dy 1 u-> A No. 1296. Mabel 28. Ma ajoute : de Mn CP :pulverisé ut A SUR LES OXIDASES SILICIQUES ARTIFICIELLES. 333 le silicate de sodium+H*0?. Plantes de Traube (Fig. 1): les bulles oxygéne brisent les parois des pseudo—phytes. N* 1297. Mars 29.—On ajoute de lean oxygenée au si- licate de sodium et Mn C1? en cristaux. Production de pseu- do-phytes de Traube remplies de bulles oxygéne. Il y a parallélisme de la eroissance, de la morphogénie et de la fer- mentation. Des bulles d”oxygéne entrainent le silicate de manganéese gélatineux. (Fig. 2). N* 1299. Mars 30.—Silicate gélatineux de manganése, fin, lavé 2 jours sur le filtre. Décompose activement H?0% Les flocons entrainés par les bulles arrivent á la surface de la li- queur et forment une espéce de voile de fermentation. (Fig. 3). N* 1302.—Du silicate de manganése est mis en macéra: tion avec un excés de silicate de sodium sirupeux. Dissolu- tion. On filtre et dyalise pendant 20 heures, apres dilution et addition de HC1. Le silicate de manganése colloide ainsi ob- tenu décompose H*0”. De la méme fagon on devra préparer Vautres ferments et des silicates terreux ou métalliques, dont la coagulation par les sels donne des amibes et des globules pseudo—vivants. Probablement, dans la nature, eau alealine, de la décomposition des feidespaths aura aussi une action dis- solvante sur les silicates terreux et métalliques. J'ai observé en outre que la potasse a une action dissolvante sur ces sili- cates plus intense que la soude. ¿N* 1304. Avril 8.—Oxydase de silicate de manganése fin, préparée avec: Silicate de sodium sirupeuxX....... 10 gr Ea. Li oe cl o ps Ma. Clié dais E608, FEDE: BA TIOS 10%, Dame ri o o e 100 ,, Précipitation et lavages. Dessication. - 334 A. L. HERRERA. On prend de cette oxydase ..-...... 0,05 DI A 40,00 DAUOXFEOMÓS iii a ME 5,00 On place dans le flacon d'un uréométre, á 10”20, jusqwá 12%0. Dégagement dloxygóne........... 10 e. e, C'est-A-dire que 0,05 de cette oxydase présentent une ac- tivité considérable. Le dégagement d'oxygóne a persisté pendant quelques jours. - Je vai pas eu le loisir nécessaire pour comparer ces oxyda- ses avec les ferments de Bredig et Bertrand et pour instituer des expériences sur des animaux et des malades. L'empoisonnement des oxydases siliciques par Piode et le sulphydrate d'ammoniaque exige le concours de quelques jours. Introduites dans lorganisme elles ne seront pas em- poisonnées par les toxines ou microbes, au moins une ma- nióre subite, et cette circonstance présente un grand intéréft. CONCLUSIONS. 12 Les silicates de manganése présentent les deux pro- priétés principales des oxydases naturelles: coloration bleu avec la teinture de gaiac et décomposition de leau oxygenée. 22 On obtient des oxydases synthétiques de Bertrand sans albumine, á Vaide de substances inorganiques. 3% Les formes artificielles de plantes produites par Traube et, en général, limmense série de structures organoides pro- duites par Harting, Rainey, Vogt, Leduc, les fróres Mary, He- rrera, Kuckuek, etc., présenteront, en outre des similitudes Mem. Soc. Alzate. T. 9D, :¡pLDL Silicate gélatineux de manganése, fin, lavé 2 jours sur le filtre; dé- composition active l'eau oxygénée. Ox ydase. Leis E a pon A : E 1 " , 18 z E | E cb z $ ' $ 4 : % E , E da ¿ | E + 14 E 1 8 La | te pos Silicate de soude4 H023+Mn Cl». Concordance du plasmoge- nie et fermentation. SUR LES OXYDASES SILICIQUES ARTIFICIELLES. 335 morphologiques, structurales, physiologiques ..... des simi- litudes chimiques au cas oú Pon ajoutera aux silicates des tra- ces de sels de manganóse. 4* La vie ne saurait avoir une base physique (colloides inorganiques) et une base chimique (albumine). Il se peut que les gels inorganiques soient la base des diastases, agents de Pactivité chimique de la cellule. Mexico, le 29 Avril 1910. NAAA Me 50 Al pa ñ Y asa CIMA AROS Ldla aro dal 10% A A RADIO , y ) > al E SA dl adi da, COLOR 200 pisolodya O e a POTRO Roi Ud, BOS e! y JA 2 OOO ALAN, ! PE ) e NE % Je PA a O ah aaa sb f y BONO O AA nrirdves oa ML ¿Ciidis) dotada ido piís UY aro ve ab “Ly e lataidodasd sat do o paON url ls $ vel Ad nia e aupa AI aus a nbsupia Udo: dIPEEN A) ' ¿ : M h lo taz bea OS al opta pr 1 1 SOCIETÉ SCIENTIFIQUE ,, ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 337 Algunas causas que influyen en la variación del censo en León. POR EL PROF. MARIANO LEAL, M, $, A. (Sesión del 6 de Junio de 1910). Para completar nuestra nota de mayo del año anterior so- bre fluctuación de la población y sus causas principales en esta ciudad, según nuestro entender, damos hoy este trabajo que tendrá su valor relacioñnándolo con su tronco. | Como para el anterior tomamos nuestros datos de naci- * mientos, de los curatos, por las razones expuestas ya. Aplicada la regla al caso de 1909 para llegar á obtener un quinquenio nuevo y poder hacer la comparación por quinque- nios completos, le encontramos un número total de habitan- tes igual á 81,667, muy bajo, comparable á los anteriores, á 1873, 1874, 1889, 1893 y 1897; pero queriendo, como dejamos dicho, hacer la comparación por períodos que pueden estimar- se como regulares, hemos reunido los datos del período en grupos de á cinco años, dando principio con el de 1865 á 1869 y obtenemos los resultados siguientes, es decir que se encuen- tran en el cuadro adjunto, donde hemos hecho figurar algu- nas comparaciones que pueden tener alguna importancia, En la gráfica salta más á la vista el camino que deseamos sea considerado: se observa un aumento continuo de 1865 á Mem. Soc, Alzate. México. T. 29, (1909-19J0)—43. 338 MARIANO LEAL. 1884; sigue un descenso también continuo hasta 1894, es de- cir en diez años, para volver á elevarse hasta 1904, desde don- de vuelve el descenso sostenido. 18 to0=7 4 (20,000 110,000 JA00;,000 90,000 30,000 Yo) Queriendo ver si se podía tener alguna regla que nos per- mitiera predecir los aumentos y bajas sólo nos encontramos con lo siguiente, que puede estimarse como la causa de la va- riación: el primer aumento, es decir, el de 1865 4 1884 con- cuerda con la llegada del Ferrocarril Central y mantenimiento de fin de línea en esta ciudad, lo que le trajo un progreso que fué pasajero; en el primer descenso está comprendido el año de 1888 en que tuvo lugar la inundación de la ciudad, vino es- casez de ciertos elementos y por consiguiente hubo emigra- ción, uniéndose á lo dicho la prolongación de la vía férrea y por consiguiente la terminación de estación final. Pasados los efectos de la inundación vuelve el progreso y el aumento que EL CENSO EN LEON. 339 se sostiene hasta 1904; viniendo luego descenso continuo, que bien se puede explicar por los efectos de la crisis gene- ral y por la emigración hacia los Estados Unidos de mucha de nuestra gente de campo. Muy probable es que viéndose el mal trato y las decepciones que por allá se experimentan se remedie el mal y terminando los efectos de la crisis vuelva el aumento de la población que hasta hoy no se hace sensible; pero que sin embargo nos acusa un censo mayor que los de los primeros años de nuestro estudio. Muy mucho deseamos llegue el recuento de octubre próxi- mo y conocer lo que dé para podernos pronunciar definitiva- mente sobre el valor de la regla. Censo de León en 1909. Parroquia del Sagrario.. 2,090 Nacimientos.. < Parroquia del Coecillo... 514 Parroquia de San Miguel. 336 A 36 por mil habitantes, hacen un total de 81,667. Comparaciones. Censos. Diferencias. Promedio de 15 años.... 106,352 En el año de 1909... -... 81,667 24,685 Promedio de 45 años.... 106,352 Promedio de 1905 á 1909. 115,139 8,787 Promedio de 1900 4 1904. 117,744 Promedio de 1905 4 1909. 115,139 2,605 Promedio de 1880 á 1884. 115,150 Promedio de 1905 á 1909. 115,139 11 Notable por verificarse á los 25 años justos. 340 MARIANO LEAL. Por años. Años. Censos. Diferencias. ¿de Y. DIAN RA TAO OS 11,000 ¿doo EA QU ds 13,888 Ulea AO a ODIO os A 3,971 IMA e pee E EA SR a 14,740 En los años de 1864, 1866, 1867 y 1868 el censo fué infe- rior al del año actual; en los demás superior, oscilando entre 102,028 el año de 1879 y 131,972 el de 1903. Por quinquenios. De 1865 á 1869..... 81.267. -... 383.872 De 1870 41874..... 96-ABL LS 73 18.678 De 1875 41879..... 109:806 3.-.:..; 5.339 De 185041994: 42 1199032. 11 De 1885 á 1889..... IMADOLS 0 478 De 1890 4 1894..... 104.189. ... 950 De 1599319997200" LOSDIT 3. 7.122 De 1900 41904..... -117.744..... 2.605 MTIDO a LIO ETA a ¿00 Teón, Mayo de 1910. SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29. 341 NOUYELLES FORMES - ORGANISEES . ARTIFICIELLES PAR ALBERT et ALEXANDRE MARY, (Note présentée par M. A. L. Herrera, M. S. A. Séance du 6 Juin 1910). Il v'est pas douteux que toute cellule organisée est due a la formation une membrane précipitée autour un cristal. lite salin, ou d'une gouttelette acide, dans une solution. L'al- bumine, étant donnée complete, c'est-a-dire impregnée de sels et de silice, se peuple spontanément de leucocytes et de phago- eytes dés qu'une cause quelconque y détermine la production de molécules d'acide formique, ou de formiates. Lies molécu- les formiques coagulent autour Velles la membrane de la jeune cellule. L'oyule se forme de la méme facon. La fusion de la vésicule de Purkinje avec celle de Balbiani détermine une double décomposition chimique, donnant naissance á un for- miate; ce formiate, cette particule saline microscopique, donne naissance, par simple précipitation, á une membrane vésicu- laire: Povule est né. | Le spermatozoide renouvelle le composé formique ayant perdu de sa vigueur. Dans la fécondation par le gaz carbonique, il-y-a encore production d'un formiate, car leau, le gaz carbonique et le potassium (tous les liquides organiques en contiennent) don- nent naissance á des composés formiques. = 342 ALBERT ET ALEXANDRE MARY. Ainsi tout Porganisme se construit par des procédés analogues a ceux de la plasmologie expérimentale. Ce sont les observations du docteur Garrigue qui nous ont mis sur la voie de cette importante découverte. Dans Vorganisme déja construit, le sang est le liquide plas- mogéne par excellence. 11-y-a plusieurs types de sangs. Dis- tinguons: 1% Le sang á base de fer (vertébrés). 2% Le sang á base de cuivre (cóphalopodes). 3? Le sang á base de manga- nése (mollusques). | | Les métaux indiqués sont dits respiratoires. 1ls permettent la combustion vitale. En prenant pour substratum un ferro- eyanure ammoniaco-silicique, et pour nucléole un sel de fer (sulfate ferrique) on obtient des résultats sur la nature des- quels toutes nos études ont jusqu' ¡ei porté. Notre but, présentement, est de faire connaitre qu'un nu- eléole cuivrique, dans un milieu ad hoc, reproduit également des formes organisées. Ces formes sont brunes, deviennent violacées comme le pigment du sang des céphalopodes, lors- qwelles restent longuement exposées á Pair. | Pour les obtenir, on prend un mélange des trois composés suivants: eau de mer; ferrocyanure de potassium; trartrate de sou- de. On sóme dans ce liquide complexe des cristallites de sul- fate de cuivre. Il se constitue de magnifiques amibes finement granuleuses. | | - Les noyaux sont trés apparents, Le mode de gónération de ces pseudo-cellules est la gemmation. De gros bourgeons, restant attachés á la cellule-mére, se forment pendant la pre- miére heure. 1l se dévoloppe aussi de petits bourgeons super- ficiels ayant tout aspect de nouvelles cellules et qui faisant Yabord partie des éléments primitifs, conquiérent, en 48 heu- res, une indépendance totale. La génération par bourgeonne- ment s'explique trés facilement, | Le centre du cristal qui sert. de nucléole SA en ed LA Ind 90p OADURA DOLO] 9" SO [[9)Y UR se[101[[0,) "UINIPOS 9P 034,010) np osuoyyad un L9ULOP VO | SUYP OLA 9p OANDUVÁDOO] OP SO[[919Y LJ So [0 1o) XX 1d “67 UL 'OJUZ[ Y 908 WLOIN Mem. Soc. Alzate. dE pl XA Fig, 2, Bourgeonnement des cellules artificielles. Légende —Fig. 1: les produits du bourgeonnement restent réunis en série OS = y ] 8 . ] linéaire. Fig. 2, Stade de début du bourgeonnement Fig. 3: la cellule-mére et 5 vd , > g . . la cellule—fille se sont séparées.—c, c', c”, centres hypertoniques successifs de diffussion; m, membrane précipitée; z, zónes de diffussion. NOUYVELLES FORMES ORGANISÉES ARTIFICIELLES. 343 temps le centre des zones de diffusion du précipité qui,cons- titue le corps cellulaire. Ces zones de diffusion sont donc assimilables á des sur- faces sphériques concentriques. Mais, la membrane osmotique précipitée qui limite la cellule artificielle n'est pas Pune ré- sistance uniforme. Elle est sensible á la rupture, sur des points de moindre résistance. Le point médian de toute ligne idéale de rupture devient, pour la matiére nucléaire saline qui cherche á s'échapper a Pexterieur, un nouveau centre de diffusion dans la solution génératrice. De ce centre partent de nouvelles ondes sphériques con- centriques, donnant naissance á un bourgeon qui grossit, jusqu'au moment oú il se reproduit lui-méme par le procédé qui vient d'étre indiqué. Des séries entiéres de bourgeons peuyent naítre de cette maniére. Si la tension, ou la disten- sion superficielles sont assez fortes, suivant les cas, les bour- geons se séparent les uns des autres. Dans le cas contraire, ils restent associés, imitant le thalle de la levúre de biére et des autres champignons inférieurs. Les explications qui viennent d'étre données sont parti- culiérement vérifiables sur les fausses cellules cuivriques. Mais elles rendent intelligibles une foule de phénoménes ana- logues étudiés sur d'autres préparations, et elles sont applica- bles á un leucocyte naturel qui bourgeonne, et dont le for- miate nucléaire cherche une issne au-dehors par un hiatus de la membrane d'envoloppe distendue par les forces osmo- tiques. EA e SIA 1 A s x y K * e , » % y « A : TE . y A Ya » L w U . » % OT y PA E ; 3 ] ; YA A p ps Y UE A Sy ie Y AS A * US e añ ú ARO RUDA AN ¡AAA O AAA os 4) 4 y ale Y y LEA "E y ni cd h k qui , - ¿ . Gra bo " cy NA qe | . e í ñ P- ¿A 4 . A y e LE EN a eS LAS O $ TA e E) AR Pers SocféTÉ SCIENTIFIQUE '' ANTONIO ALZATE.'' MÉMOIRES, T. 29. 345 an NOTAS ACERCA DE XOCHICALCO POR EL LIC. RAMON MENA, M. $, A. (Sesión del 6 de Junio de 1910). BIBLIOGRAFIA DE XOCHICALCO, En los “Tres Diálogos Latinos ó México en 1554,” de Cervantes Salazar, reimpresión de Icazbalceta, 1875, se hace alusión á Xochicalco en el tercer Diálogo. Otra cita referente á Xochicalco, nos la proporciona Saba- gún, hacia 1569, en su célebre “Historia de las Cosas de Nueva España” y con la siguiente frase: “ .......las ruinas de Xo- chicalco, que se encuentra en los confines de Quauhnahuac,” nos enseña que ya en el siglo XVI, el monumento estaba re- ducido á ruinas. El P. Durán en su obra, “Historia de las Indias de Nue- va España,” 1590 (Cap. III, págs. 27 y 28, ed. del Museo Nacional) dice, refiriéndose á la manera como los mexicanos fortificaron el cerro de Chapultepec, que éste ha de haber pre- sentado un aspecto semejante al de Xochicalco. La primera descripción formal de Xochicalco y segura- mente la primera visita á las ruinas, con un fin cientítico, son las del distinguido polígrafo D. José Antonio Alzate, cuyo Mem. Soo. Alsate. México. T. 29 (1909-1910)--44 346 RAMON MENA. nombre lleva con legítimo orgullo esta Sociedad. (Gacetas.— 1791, Supl.) El P. Márquez en su “Due antichi monumenti di archi- tettura Messicana.”—Roma, 1804, da una buena descripción del monumento. El Barón de Humboldt, en “Vue des Cordilléres,” ed, de 1816, vol. l, págs. 129 4 137 y lám. IX del Atlas, describe Xo- chicalco. Nebel, en su Viaje Pintoresco, 1835, describe la lámina. Branz Mayer, “Mexico asit was and as it is” 1844, pág. 173, hace una completa deseripción del monumento y sus cer- canías. Kingsborough. Ñ: Robertson, en su obra, vol. 111, nota XXXIX, vol. IV, ha- Dar dt oie un templo cerca de Cuernavaca, en el camino que va de México á Acapulco.” También el Capitán Dupaix, vol. VI, pág. 430, se detiene ante Xochicalco. E Taylor, en “Anahuac,” cap. VII, pág. 186, hace estudio de las ruinas ya mencionadas. Orozco y Berra, en su clásica “Historia de la Conquista,” vol. 2, pág. 369-70;1880. consagra algunas importantes líneas al célebre monumento. D. Alfredo Chavero, en el tomo 1 de “México á Través de Siglos,” se ocupa en el estudio arqueológico de Xochicalco. Batres en el periódico “La Nature” volumen correspon- diente á 1886, segundo semestre, dedica pocos párrafos á gra- bados, de fotografía directa de las ruinas. El arqueólogo D. Cecilio A. Robelo, publicó una completa descripción del monumento, en el periódico “La Semana,” de Cuernavaca, año de 1887, En 1888 y en la misma ciudad im- primió un tolleto con la descripción citada. El Dr. Antonio Peñafiel, en su obra capital “Monumen- tos del Arte Mexicano Antiguo,” Berlín, 1890, produjo un es- DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 347 tudio original y de recopilación, acerca de Xochicalco, profu- samente ilustrado. El mismo, publicó un estudio militar de Xochicalco, por el Teniente Juan B. Togno, 1892, Ed. Secretaría de Fomento. El Dr. Ed. Seler, en “Gesammelte,” vol. II, 1908, Berlín, hace el estudio arqueológico de los relieves de Xochicalco, La Srita. Adela Breton, publicó un artículo ilustrado con fotografías y pinturas tomadas directamente, para una publi- cación americana de etnología. U. S. A. 1908, El último estudio que conozco, relativo á Xochicalco, es del Dr. Peñafiel, en su “Ciudades Coloniales.” Estado de Mo. relos. 1909, Tip. y Fot. del Ministerio de Fomento. Humboldt, Nebel, Orozco y Berra y Chavero, no conocie- ron de visu las célebres ruinas. Excursiones de carácter científico á las ruinas de Xochi- calco, se cuentan: La del P. Alzate en 1791; la del Dr. Peñafiel en 1887, ba- jo los auspicios del Ministro de Fomento, General Carlos Pa- checo (en esta excursión se contó el Dr. Seler); la organizada por el E. de Morelos, 1888, prosidida por el Ing. José C. 3e- gura y la organizada por el Museo Nacional, en Marzo de 1909, presidida por el autor de este nuevo trabajo. 348 RAMON MENA, Detalles de construcción del Monumento de Xochicalco, Conservo en cartera algunos apuntes de la excursión que con mis alumnos de Arqueología hice en Marzo del año ante- rior á las ruinas del interesantísimo monumento arqueológico de Xochicalco, región de los tlalhuica, en el actual Estado de Morelos. Cualquiera que sea la importancia de estos apuntes, tie- nen la de haber sido tomados frente al monumento, antes de que fuera reconstruido, perdiendo su originalidad y sufriendo en su simbolismo. El teocalli propiamente dicho, está levantado sobre la pla- taforma de una eminencia artificial en el Corro de Xochicalco y que constituye el patio, de la forma y dimensiones que se expresan en la fig. 1. Este patio estuvo cubierto de ladrillos, según el P. Alzate ó de adobes, según el Dr. Seler. Ambas opiniones parecen inadmisibles, porque no las confirma la ex- ploración y por que lo común en estas construcciones, era el revestimiento con lajas ó con un mortero comparable al hor- migón. Yo encontré una superficie plana de tierra apretada. El núcleo de la construcción era un montículo de canto ro- dado, texcaltetl (piedra negra con infiltraciones de sílice) y lo- do; las soluciones de continuidad, fueron rellenadas con grava y lodo; las caras del montículo, afectando aquellas que había de tener el monumento, fueron aplanadas con grava y morte- ro de cal y arena de barranca, en gran proporción la primera. Sobre tales superficies fueron colocados directamente los blo- ques de piedra ya cortados, andesíticos unos y de arenisca otros, arrancando directamente del suelo y sin cimiento, pues 2 decímetros de tierra floja que ocultaba dicho arranque, fue- ron llevados indudablemente por los agentes exteriores. DETALLES RE CONSTRUOCION DEL MONUMENTO DE XOOHICALOO. 349 La dimensión media de los bloques es de 1 metro de lon- gitud, 60 centímetros de latitud y 40 de espesor; los de las es- quinas, son más grandes que éstos. Entre unos y otros, no hay lodo ni mortero y están colocados de tal modo que hacen un amarre fuerte. Fig. 2, Tengo por inconeuso que los bloques fueron esculpidos después de colocados, así lo confirman las líneas del dibujo y las fallas del lapidario, entre uno y otro bloque, fallas corregidas con pequeños bloques ó con mortero que completa la piedra desportillada. Esculpidas las caras, recibieron una imprimación blanca, de cal y creta, especie de estuco, sobre el que fueron aplica- dos colores, de los que quedan huellas ciertas de rojo, verde, azul, amarillo y negro. Aquí cabe advertir que se conservan fallas ó enmendaturas del pintor, por las que se ve, que colo- cado un color por otro, se le recubrió con laimprimación blan- ca y sobre esta se colocó el color definitivo. Esto proporciona un dato de factura y hace ver que no hubo en Xochicalco su- perposición simbólica de colores, El Dr. Seler.creyó que el cuerpo del monumento era hue- co y que comunicaba con cámaras subterráneas. Hay en el nú- cleo dos excavaciones, de adelante á atras, hechas sin cuida- do y con el fin de buscar t»soros imaginarios, estos hoyancos, hechos en la época de Maximiliano, contribuyeron á la caída del segundo cuerpo, visto aún por el P. Alzate. Precisamente los hoyancos me enseñaron que el núcleo fué macizo y me ministraron detalles de construcción. La altura del primer cuerpo, basamento propiamente dicho, es de 3 metros 89 y la del segundo, de 1 metro 68, por mane ra que la altura total del teocalli, en Marzo de 1909, era de 5 metros 57; la inclinación del talud del basamento, 73 grados y la del segundo, 66 grados 70; El paseadero que hay entre la corniza del primer cuerpo y el talud del segundo, es de 47 centímetros. 350 RAMON MENA. De las 4 caras del teocalli, la que mira al poniente, lleva al centro la escalinata de acceso, entre dos anconés que avan- zan y que están esculpidos en sus caras externas, llevando en el pasamano relieves ornamentales de escama de culebra. Se conservan los primeros peldaños de 9 metros 53; 40 centímetros de peralte y 30 de huella. Un explorador alemán, asignó á la escalinata 15 peldaños, el Dr. Seler, 11 yo le se- ñalo 13, tomando una base absolutamente ritual. El primer peldaño, lleva al centro y adelante un pequeño sillar que hace presumir estuvo la escalinata dividida, lo que parece tener confirmación en el hecho de haber sido adoradas dos deidades en este Teocalli. Dos deidades fueron adoradas en el Gran Teocalli de To- nuehtitlan y tuvo su escalinata dividida en dos. El P. Alzate, en 1,791, cuando visitó las ruinas de Xochi- calco, tuvo informes de ancianos, asegurando que el teocalli tuvo 5 cuerpos. Los Doctores Peñafiel y Seler, dan solamente 2 cuerpos á la construcción. La solución de este problema es extraña á la índole de las presentes líneas; más no ereo ocioso apuntar que la observación de pinturas y alfarerias tlalhuicas en lo concer- niente á casas de Dios, proporcionarán la última palabra. La altura media de los relieves de las caras del Teocalli es de 6 centímetros; la del cuerpo de los grandes cipactlt es de 1 decímetro. - Todo el material empleado en el monumento, existe en su comarca: el canto rodado, la arena y el agua en las barrancas inmediatas; la piedra calcárea y la creta, en las cercanías de Apatlasco, no lejos de Tetlama; rocas andesíticas, en el Te- yotzin, al N. E. del monumento y cinabrio en las minas de Cuintepeo y Tepeyoculco, 6 kilómetros al W. de Tetlama.. $5 México, Junio de 1910. A DETALLES DE CONSTRUOCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALOO. 351 Las Fortificaciones, Como 6 kilómetros al S. de Cuernavaca, está el cerro de Xochicalco, de caliza, con una altura de 117 metros sobre el llano y de 1,585 sobre el nivel del mar; tomada ésta sobre el teocalli. De la base á la cima, se encuentra un ancho foso no muy profundo, rodeando el cerro unos 4 kilómetros é interrumpido al N. E. por un maciso á manera de puente que conduce por ancha calzada al castillo; de estos dos monumentos hablaré adelante. Salvado el foso, una serie ascendente de paseaderos y ta- ludes, cortados en las mismas vertientes del cerro, lo rodean. Las dimensiones de esta gran gradería, son diversas y cada ta- lud tiene revestimiento de piedra pequeña, cortada en una ca- ra. A manera de contrafuertes, hay á grandes trechos mon- tículos piramidales de caras revestidas como los taludes y que semejan bastiones. Prosiguiendo la serie de paseaderos ó terrrazas, se advier- te que el ascenso es en espiral. De arriba á abajo, el primer talud es irregular, según se ve en el perímetro de la fig. 1. En los taludes al N. del Teocalli, hay abiertos subterra- neos, de paredes revestidas de piedra de cal, piso de hormigón y que presentan puertas trapezoidales de piedra gris, actualmen- te (1909) tapadas y que es posible comuniquen unos subterra- neos con otros; 7 contó la excursión del E. de Morelos. A uno de ellos fueron Maximiliano y Carlota y para que pudieran pasar cómodamente, fué mandada ampliar la entra- da y colocar dos peldaños, destruyendo el pavimento, acto de barbarie que presagiaba la era de las reconstrucciones arqueo- 352 RAMON MENA. lógicas. Este subterráneo , de paredes onduladas como el cuer- po de una serpiente, sigue de N. á S. como con dos metros de claro y 1.75 de altura y después de casi 20 metros se llega á un lugar en que el techo se amplía y eleva, la ampliación es como un casquete hemiesférico que se va estrechando en tubo de chimenea; tanto el casquete como el tubo llevan revesti- miento de piedra pequeña cortada, se les llama vulgarmente las “chimeneas”, porque hay otros. 'Togno los estima comuni- nicaciones entre fuerzas colocadas en las terrazas y en el teo- calli y otras de reserva ó para sorpresas, en los subterráneos, es decir, les atribuye un objeto exclusivamente militar. Se les ha tomado también por ventilas de los subterráneos y si tales usos tuviera, no hay que perder de vista el meramente astro- nómico, dadas las referencias astronómicas que arrojan los je- roglíficos del teocalli y la facilidad de observación en esa es- pecie de telescopios con su cámara obscura en el subterraneo. Togno le da á la situación y terrazas de Xochicalco un al- to valor estratégico, las considera inexpugnables y crée que aun podían ser artillados, pues la disposición responde á los conocimientos tlásicos actuales del arte de fortificar. El teocalli está ligado por una calzada, al castillo: la cal- zada tiene el tipo de una vía romana, es muy aucha y sigue la pendiente de un cerro, hábilmente suavizada; grandes lajas de superficie plana y contornos no picados, sirven de sólido pa- vimento; el ascenso no es fatigoso. La calzada es, pues, un gran monumento, único en su género. (Figura 5). El Castillo, así se le llama á la fortificación piramidal de una base y dos cuerpos en la que remata la Calzada y que do- mina perfectamente el teocalli y las fortificaciones hacia el SW. Por el talud superior del Castillo, hay fragmentos de si- llares andesíticos con restos de pintura roja; se encuentra tam- bién un block de ornato y que parece una flor estilizada. Aun cuando el teocalli encerraba en sus relieves toda una DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 353 Cosmogonía y dos grandes y veneradísimas deidades, aun cuando su factura y sus colores hicieran de él riquísima joya del arte tlalhuica, no cabe pensar que se le rodeara de un ver- dadero lujo de fuerza, de poder, de resistencia, no; las fortifi- caciones de Xochicalco, responden á una defensa nacional ¡de quién? de las poderosas tribus de lo que hoy es Estado de Gue- rrero, porque Xochicalco es un punto montañoso que franquea el paso al grupo de montañas de Guerrero. Singular idea, la de coronar los baluartes de la Nación con el templo de sus deidades, de su ciencia y de sus letras, lo más caro al corazón de los hombres! Y que los tlalhuica guerreaban con los de Guerrero, lo con- firma un mapa jeroglífico de Tetlama, visto por Alzate y del que, acaso es copia el que posée el Iilmo. Sr. Plancarte, Obis- po de Cuernavaca, en su colección particular. Ahí, en el lugar que ocupa Xochicalco, hay dos indios combatiendo y que llevan estos nombres con letra española antigua: Xochicatetli, Xicate- tli, aludiendo el primero á la región de Cuauhnahuac y el se- gundo á la de las jícaras (xicalli) que es la de Olinalá y Aca- petlahuaya, lugares manufactureros, aun en nuestros días, de xicalpetzti, jicaras pintadas. Mem. Soc. Alzate. México. T. 29 (1909-1910)-—45 " 354 RAMON MENA. Deidades de Xochicalco. Dos eran las deidades adoradas en el teocalli de Xochi- calco: Chicomexochitl y Chalchiuhtlicue, para decirlo de una vez: el dios de las flores y los mantenimientos y la diosa de los ríos y las fuentes. El P, Alzate, alcanzó á ver el primero hacia atrás y á la derecha de la plataforma que servía de piso al llamado segun- do cuerpo del teocalli; en la región, por aquel entonces, decían que era una silla (chimotlalli) y ese nombre le da el Padre; con efecto, el perfil del monolito trae el recuerdo de un ¿cpalli. La diosa fué arrancada de su sitio y llevada con otras piedras grandes á la cercana Hacienda de Miacatlán, con anterioridad á la excursión del Padre Alzate. El sitio es evidentemente, el paralelo al del anterior, pues no tiene otra explicación la colo- cación de éste. Fortuna y grande ha sido el que una y otra deidad no hayan sido destruídas. Corre válida la tradición de que los de Miacatlán bajaron' á Chicomexochitl para llevárselo y que los de Tetlama se los quitaron por la fuerza y lo colocaron sobre la loma de “La In- dia”, nombre que tomó desde entonces; una partida de solda- dos franceses de la intervención, derribó el monolito y enton- ces sufrió las desportilladuras que presenta. Visto esto, los de - Tetlama llevaron á la deidad y la colocaron en el atrio de la iglesia del pueblo, lugar adonde la vió y fotografió en 1909 el que esto escribe. Paso á esbozar el estudio arqueológico de ambas deidades: Chicomexochitl. Está esculpido en una roca andesítica muy obscura, sien- do muy notable el feldespato. Tiene 1 m. 90 de altura por DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO, 355 1 m. 08 de ancho, con un espesor de O m. 40 arriba y 0 m. 41 abajo. Frente. Ocupa el centro un joven sentado á la oriental con las manos sobre las piernas; se raconoce el sexo por el max- tlatl que baja de la cintura y cae entre las manos; abajo, una fa» ja de 4 flores polipétalas y 5 frutos Ó espigas; 3 de estos fru- tos hay en cada lado y siendo espigas de maiz (xilotl) se explica su presencia por la dependencia de Cinteotl con este Dios. Enmarcando el cuerpo del joven hay unas figuras en lo- sanges, que son estilizaciones del signo malinalli que tiene relación con Xochiquetzal, deidad femenina de esta en que me ocupo. A los lados de la cara hay dos grupos de 4 flores cirenla- res cada uno; arriba de la frente, hay una banda de 5 flores circulares que se continúa á los lados con una flor en cada uno: total 7 flores en la banda y esto da la lectura chicome, siete y xochitl, flor; que es el nombre del Dios. Sobre la banda que en- cierra este nombre, hay otra, ancha, y en ella aparecen 5 dan- zantes, danza característica de estas deidades; encima toda- vía una banda de flores y coronando esta cara, dos series de plumas, que parecen de águila. Perfil. Las caras laterales están ocupadas por una planta en flor, y arriba un pie entre 4 flores coronado por 2 flores, circulares como las anteriores en un lado, y en el otro, no el pie, sino un conejo; uno y otro simbolismo, parecen referirse á la tierra florida. La planta florida, es emblemática de este Dios, y así apa- rece en el Códice Magliabechiano. . Al relacionar esta deidad y sus simbolismos con aquellos de los relieves del basamento de su teocalli, veremos que re- memora á uno de los creadores del Calendario en la región de Cuauhnahuac, misma en que se encuentra el monumento en estudio. 356 RAMON MENA. Chalchiuhtlicue., Está esculpida en pórfido traquítico, pesa 109 k. 500 gr.; tiene de altura O m. 91, por 0. m. 41 de ancho y 0. m. 26 de espesor. Toda la cara anterior, está ocupada por una mujer joven, de pie; el sexo se reconoce en el traje caractarístico y en los senos; entre las manos, tiene la deidad un receptáculo, La ca- ra aparece entre las fauces de una coatl, Ó mas bien cipactls. La diosa lleva grandes nacochtlis (orejeras). Hay un corona- miento superior de plumas. Por el tocado y por el vaso, así como por estar junto á una deidad de mantenimientos ó producción de la tierra, la he ela- sificado como Chalchiuhtlicue, la diosa femenina de Tlalloe y la indispensable para la producción de la tierra. Se sabe que esta diosa era adorada unida á otras que lo eran de mante- nimientos y no cabía otra cosa entre un pueblo eminentemen- te agricultor como el tlalhuica. Hacia el centro de la cara Oriente del Teocalli y en el fri- so hay una pequeña deidad que parece Xochiquetzal y en la cara interna de uno de los blocks que prineipia el llamado segundo cuerpo del teocalli, en la cara Poniente, ó sea la que lleva la escalinata de acceso, aparece una pequeña deidad que por sus grandes orejeras y llevar por tocado un apantli inverti- do coronado como de gotas, parece ser del agua; tiene el cuer- po cubierto de tiras de papel y reposa sobre 3 grandes plumas risadas; está bajo un guerrero de pie, del que se ven las pier- nas y los flecos del Chimalli. Las proporciones humanas de otras figuras de los relieves, aplicadas á estas piernas, podría dar el alto del resto del cuerpo y por tanto del block superior, acercándonos así fundadamente á la altura del techo del teo- calli. Cuanto al sentado á la oriental, del Chicomexochitl, cabe advertir que es el mismo de los Sacerdotes del basamento y que en Tetlama, los indígenas se sientan en esa misma forma. DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALOO. 357 CO AAA O AE PAN RAS Los Cipactl De los relieves del basamento, llaman desde luego la aten- ción unas grandes figuras á manera de serpientes, 2 en cada cara. Las de la cara del Poniente son de menor longitud que las de las otras caras y están separadas por la escalinata; el relieve, trabajado con primor, alcanza Om. 1 de altura. No parece sino que el escultor quiso que estas figuras fueran las principales, las que resumieran el simbolismo del monumento; así pues, debemos dedicarles atención sostenida. Las cabezas, no son de coatl, como se ha creído, por que los dientes, los cuernos superiores y el tipo, establecen mar- cada diferencia y fijan el carácter del cipactli. Se alega que estas cabezas son del mismo gálibo que la esculpida en la ta- lonera de una de las colosales piernas de Tula, existentes en el Museo, pero esa cabeza, sin examen detenido, ha sido toma- da por coatl, cuando no es sino cipactli y ahí está el cuerno distintivo. En el Codice Vaticano B, 3773, láms. 26 y 16 y en el Pie- tórico, lám. 14, encontramos el cipactli con el tipo de los de Xochicalco. El Dr. Peñafiel, encuentra la identidad entre el de la lám. 25 del Códice Vaticano y los de Xochicalco (V. “Ciudades Coloniales”—E. de Morelos, artículo Xochicalco— 1909). | La importancia del cipactli en la Cosmogonía nahoa es grandísima (Véase la palabra en el Sahagún y en el Dicciona- rio de Mitología Nahoa, de Robelo). Humboldt, dice del cipactli (Voyages, págs. 157 y 58).... “la idea del animal marino cipactli, se encuentra ligada en la “Mitología mexicana, á la historia de un hombre que cuando 358 RAMON MENA. “la destrucción del cuarto sol, despues de haber nadado lar- “go tiempo se salvó alcanzando la cima de la montaña de Cul- A espadarte es nombre español del narval cuyo gran “diente es conocido bajo el nombre de cuerno de licornio. Bo- “Gurini ha tomado este cuerno por un harpón, y traduce falsa- “mente, cipactli, por serpiente armada de harpón.” El origen de la palabla cipact'i es maya y arroja esto un dato para la comunidad genésica de los calendarios maya y nahoa. Pero volvamos á las figuras: Las cabezas de la cara Po- niente, no llevan adornado el belfo superior con plumas que caen hacia adelante, como sucede en los demás; mas esto obe- dece á razones de estética, pues en estos cipactli, el cuerpo no serpea como en los otros y las plumas de la cola casi tocan las fauces, porque la porción larga del cuerpo queda abajo y la ca- beza y la cola suben. En todos estos cipactli, el cuerpo está integrado por plu- mas rectas al centro y rizadas en los bordes, interrumpidas las primeras por figuras corazonadas, de un amplio simbolis- mo. Son el corte de un caracol y pueden recordar el origen marino del animal, el joyel de Quetzalcoatl, ó el agua. Las he encontrado, entre las plumas que caen á la espalda de una Chalchiuhtlicue de la colección del British Museum (Kings- borugh, IV, lám. 2) sobre el pie de un danzante esculpido en un teponaztle de ébano rojo (Museo de Tepoztlán); este dan- zante lleva flores en las manos y en una piedra cosmogónica del Museo, procedente de las calles de México y que el Dr. Seler estimó procedentes de Chalco. Hace pues, alusión en Xochicalco, á las producciones de la tierra y á Quetzalcoatl como una representación de Cipactonal. Las colas de los cipactli de la cara Poniente, tienen 5 plu- mas, 3 al centro y 2 laterales, rizadas. Las de los de la cara Oriente, tienen 6 plumas, 4 al centro y 2 laterales, rizadas. En / DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALOO. " 359 A A A A A los de las caras N. y S., la misma disposición que en la ante- rior, Los cipactli de estas tres caras, tienen la cabeza hacia arriba, el cuerpo serpea varias veces y las colas están vueltas hacia abajo, tocando el signo malinalli que separa los dos mons- truos. Como se trata de cipactli ó cipactonal, su relación con Xochiquetzal es palpable y de ahí el signo malinalli. Los cipactli de todas las caras, llevan sobra el belfo supe- rior, enmarcando el cuerno característico el siuno en S, zONCCUi- lla, lo que les da carácter astronómico, y tanto es así, que del signo, en los cipactli de las caras Oriente, N. y $. arranca una flor xochitl, de la que bajan plumas, quetzal, dando el nombre Xochiquetzal, una de las deidades inventoras del Calendario astronómico. Hasta la figura serpentina de estos cipactli, encierra un simbolismo, el de la tripa retuerta, de la hartura, de los man- tenimientos, en fin, por la relación estrecha entre Chicomecoatl, Chicomexochitl y Xochiquetzal. Los Sacerdotes. Entre las volutas de los cipactli de las caras Oriente, N. y S. hay individuos humanos, sentados á la manera usual toda- vía en Tetlama, tienen maxtlatl, lo que fija el sexo masculino; las cabezas con rico tocado de cabezas de cipactli y plumas; llevan una de las manos sobre el suelo y con la otra, sobre la cara anterior del tronco, señalan: los de las caras N. y $. se- ñalan al Oriente, y los de esta cara, señalan al N. y al S.; algu- nos de estos individuos llevan frente á los labios el signo de la palabra. Por el casco y la actitud reverencial de tomar pol- vo, me parecen Sacerdotes, por el casco, entiendo que son Sa- cerdotes de Chalchiuhtlicue, una de los deidades del teocalli, según dije en su lugar. En el friso hay Sacerdotes, más caracterizados que los an- teriores, por llevar en una mano la bolsa de picietl de los Sa- 360 ¿ RAMON MENA. 4 cerdotes; están sentados á la misma usanza que los anteriores, llevan al cuello un pinjante, y el tocado es diverso: una ban- da frontal con 5 flores circulares, rematada adelante y atras por tiras de papel. Arriba de la banda, formando el cuerpo del casco, el emblema del año, rematado por una flor, de la que ba- jan plumas de Quetzal, son pues, Sacerdotes de Xochiquetzal y Chicomexochitl, la otra deidad del teocalli. Me refirieron los nativos de Xochiltepee, pueblo cercano á Xochicalco, que tanto ahí como en Tepoztlán, hace pocos ' años, durante la Semana Mayor, los Sayones llevaban na: semejantes á los de estos últimos Sacerdotes. Es de notarse, que el tipo antropológico de los relieves, persiste en la región. Fechas del Monumento. Cara Poniente: V calli; 1 acatl; IV tochtli; 11 ozomatili; 4 coatl. En los signos acatl y tochtli, parece comprendido el tec- patl. Cara Oriente: III acatl; 3 ozomatli; 1 ollin. Cara Norte: 3 cipactli. Cara Sur: 1V acatl; VIIT acatl; VI calli. En 1435 (VIII acatl) fué la sumisión de los tlalhuica á los . MÉXica. En 1469 murió el gran Ilhuicamina y ocupó el trono Axa- yacatl. La fecha IV tochtli, corresponde á 1469. En 1446 hubo una irrupción de langostas que consumie- ron las sementeras; el monumento arroja (V Calli, 1445), este mismo signo tiene la equivalencia 1497 en que los mexica pi- dieron fuerte contingente á las provincias conquistadas para someter á Tecuantepec. A más de las fechas, se encuentra 6 veces el símbolo del DETALLES DE CONSTRUOCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO. 361 EEK fuego nuevo, que como se sabe, era encendido cada 52 años. Hay otras muchas figuras rituales y astronómicas en el monumento y el estudio de ellas, demanda nueva excursión á las célebres ruinas, pero muchas de ellas, (de las figuras), han de haber sido colocadas fuera de sitio y algunas otras recons. bruidas, en la inteligencia de que conservar es reconstruir. De- finir este punto, no es de la índole de estas notas. Mem. Soc. Alzate. México. T. 29 (1909-1010)—46 362 Lar RAMON MENA. Cerámica de Xochicalco, La manufactura de objetos de tierra, no ofrece en Xochi- calco, á lo menos superficialmente, tipos abundantes. La ties- tería que yo recojí, es la que en parte, ilustra estas líneas; su escasez no indica fuera en corto número y mediocre entre los tlalhuica. Explorando en el patio del teocalli, en los montícu- los que lo rodean, en los paseaderos de las fortificaciones y en el Castillo, así como en Miacatlán, habrían de encontrarse te- soros de cerámica, pero ya lo he dicho, explorando: hacer ex- cavaciones á tontas y á locas, seguir las huellas de un hallaz- go, eso no es explorar, arqueológicamente hablando. Hasta hoy, no se ha hecho una sóla exploración arqueológica en la República. Volviendo á la tiestería, las piezas a, b, c, d, e, fueron en- contradas en el lado N. del Teocalli, 4 un decímetro de pro- fundidad, en un yacimiento de tierra vegetal, acarreada por los vientos. Las piezas f, y, h, pertenecen al primer paseade- ro de la fortificación del Poniente, frontera á la escalinata. Las piezas ¿, son vasos encontrados por el Dr. Seler, al $. de Xoxicaleo, sobre el Mirador de Miacatlán. La pieza j, es un cántaro moderno de Xochicalco. Sentado lo que precede, cabe ir determinando cada pieza: a. Fragmento del bocal de un vaso; lleva ornamento de la tripa retuerta, en relieve (no es pastillaje) lo que hace enten- der que el vaso fué destinado á las deidades de las cosechas. La pasta es de arcilla amarilla, bien batida y de cocción completa. Espesor 7mm. Una franja de pintura negra decora el borde que es redondeado. b. Fragmento de un molcajete ápodo. El estar decorado DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALCO, | 363 en su interior, indica que no fué utilizado en usos domésticos. El fondo es de una imprimación calcarea, blanca y encima fran- jas negras, siendo de advertir, cerca del labio, dos signos as tronómicos, los xonecuilli, forma igualmente, de unos paneci llos ofrecidos á las deidades de las flores. La pasta es de arcilla obscura, bien batida y cocción com- pleta. Espesor, 5mn. | C. Fragmento de un vaso decorado en rojo y negro; deco- ración absolutamente arcaica, lo que hace contraste con la fi- nura de la arcilla, la cocción perfecta y el pulimento antes de recibir la pintura Las tribus del Sur empleaban ese procedi- miento y aun los caracteres decorativos, los he encontrado en dicha región. Como tales tribus eran las enemigas directas de los tlalhuica, á ellos debe de haber sido arrebatado este vaso y por eso el fragmento lo encontramos junto al teocalli y no en las fortificaciones. Espesor 8mm. d. Cabecita de arcilla amarilla, cara posterior plana puli- mentada, lo que manifiesta que no perteneció á un vaso, Lle- va un tocado en relieve, de granos de maiz. Fué un penate. Confirma lo que tengo asentado en mi estudio “Cabecitas de Teotihuacán” respecto á procedencia de estos tepitoton. e. Fragmento de molcajete, de pies llenos. La pasta es mez- cla de arcilla y creta; sin pulimento ni pintura; la curva del vientre y labios es elegante. Cocción completa. Espesor 10mm. S. Fragmento de un tlemaitl; el mango llevaba perforacio- nes y es hueco, para contener esferillas y agitarlo. Arcilla muy obscura, cocción de primer grado. Espesor, 11um. 9. Fragmento de un vaso de sección trapezoidal; ornamen- tado con salientes como de alguna fruta. Pasta de arcilla y creta, dominando la última. Cocción completa. Espesor de las paredes 12u. del fondo, 23mm. Las salientes están aplicadas por el procedimiento del pastillaje. h. Fragmento de molcajete de pies huecos para sonaja. 364 RAMON MENA. Pasta muy obscura de arcilla y arena. El pie está quebrado. Cocción de primer grado. Espesor de las paredes, Ymm. Tanto en los fragmentos que presentan superficies curvas, como en el cántaro moderno j se advierte desde luego, la fal- ta de torno en la manufactura, característica de la cerámica antigua de nuestras familias indígenas y de las que han que- dado retrasadas. Los vasos encontrados por el Dr. Seler, son toseos y pare- cen hechos en dos porciones, la superior y el pie, con estre- chamiento para empuñarlo. Lástima que no tengamos detalles de pasta, cocción y espesor. DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOOHICALOO. 365 La palabra Xochicalco, “En la casa de las flores”, he ahí lo que arroja literalmen- te la palabra Xochicalco; pero este nombre es simbólico; ya Robelo ha dicho que cuando Xochicalli, “casa de flores”, es el nombre de un edificio, lleva la posposición co, que significa; “en”, “lugar de”; así, tendremos en la casa de Xochitl, en el lugar de Xochitl, siendo aquí, lugar y casa, sinónimos de templo y Xochit!, aludiendo á la tierra florida, á las deidades del teocalli. El 66" edificio, de los comprendidos en el Gran Teocalli de México, tenía el nombre de Xochicalco, por estar dedicado á uno de los Dioses del maíz y á la Diosa del agua. Se ve bien clara la relación del nombre en los dos casos á que me contraigo. Cerca de las ruinas existe un pueblo, de nombre Xochilte- pee, y tanto ahí como en Tetlama se conserva una tradición referente á los Señores de Tepoztlán y Xochicalco, quienes llegaron á las armas, porque el hijo del Señor de Tepoztlán fué devorado por uno de los cipactli del monumento de Xochi- «calco y á estos cipactli llaman Xochimecatl, cuerda de flores, hilo en el que eran ensartadas flores y que asían mujeres que se entregaban al baile en las fiestas, tepeilhuitl, durante las que era sacrificada la esclava Xochiquetzalli; pero entiendo que el nombre dado á los cipactli es posterior á la conquista hispánica y sin relación con la danza mencionada; acaso valga tanto como “mecate de Xochicalco”, por la longitud y movi- miento de los monstruos, según se puede ver en su lugar. Tanto en la deidad Chicomexochitl,* como en piedras suel- * Todos los relieves del monolito, convienen tanto á Xicomexochitl como á Xochiquetzal, dioses varon y hembra, á virtud de la dualidad mí- tica. Generalmente se le interpreta por Xochiquetzal, pero ya he dicho que yo le veo maxtlatl, signo de varon y nombre escrito en la banda frontal; es decir, fundo mi dicho, al separarme del sentir de los Maestros. 366 RAMON MENA. ————— tas del monumento, hay diversos tipos de flores, como se ve- rá adelante, explicando la lámina relativa. 1. Tres tipos de flores; figuran en relieve en el monolito de una de las deidades del teocalli. La flor puramente circu- lar, es una estilización, como se ve, es el centro de las otras flores. | 2. Uno de los blocks caídos (1909) al pie del basamento lleva dos flores pentapétalas; el block es fragmentario y pa- rece de ornato. 3. Block como el anterior; parece una planta Aorida; el monolito, por su corte, indica ser del cuerpo superior. 4. Como los anteriores, es un sillar ornamental; tiene dos flores pentapétalas, algo desportillada una de éstas. ) 5. Fuste de columna andesítica blanca; una de las bases lleva una flor pentapétala en relieve; hay otro fragmento igual sólo que en vez de flor, presenta una vírgula. 6. Encontrado este monolito cerca del Castillo. ¿Es una flor? ( Un estudio de la flora regional sería preciso para estable- cer comparaciones con los relieves, y así, fijar la clasificación botánica; otro tanto pudiera hacerse con la fauna, de la que hay tipos entre los relieves, como el ¿lalcoyote, especie de tejón. que ha sido considerado ya como coyote, ya"como zorra; mas no es un canidio, así me lo ha comunicado nuestro hábil na- - buralista D. Alfonso L. Herrera. DETALLES DE CONSTRUCCION DEL MONUMENTO DE XOCHICALOO. 367 CONCLUSION. Lentamente se conquistan las verdades en la Arqueología Nacional; por eso, bien tarde hemos llegado á determinar la civilización á que pertenece Xochicalco. El Dr. Antonio Peñafiel, el Lic. Robelo, el Dr. Seler y el que esto escribe, todos, hemos llegado á la conclusión de que el monumento de Xochicalco es nahoa y todos, cada uno en su esfera, hemos aducido pruebas que nadie ha contradicho todavía, que nadie refutará seguramente. He aquí un paso de- cisivo para estudios ulteriores, pues mucho queda por:estu- diar en Xochicalco. Aquello de que «ahí se lee como en un li- bro abierto» no pasa de ser una frase de esas que empujan suavemente á la sonrisa, según decir de un historiador. Ya la toltecomanía y Quetzalcoalismo, no son tomados en consideración por nadie que estudie, por nadie que tenga una mediana disciplina intelectual. Nada serio es el atribuir la obra colosal de Xochicalco á los tolteca, á los maya, á los palencanos; se llega á ver en las célebres ruinas el tipo antropológico y aun los caracteres grá- ficos de aquellas civilizaciones, pero la verdad dice desde la piedra lo contrario; todo eso esla resultante necesaria del Quet- zalcoalismo y de la toltecomanía. En el teocalli de Xochicalco, palpita un extenso simbolis- mo mitológico y cosmogónico: la formación, el origen de la tierra, el nacimiento de los dioses, el cómputo del tiempo: las observaciones astronómicas, la unión de la tierra madre y del 368 RAMON MENA. agua madre para producir cereales que sustenten y flores que embellezcan; y á todo esto, agregada la conmemoración de acon- tecimientos determinados, como la renovación del fuego prin- cipalmente, como que dicha renovación implicaba el renaci- miento, la continuación de la vida, de los cereales, de las flo- res. Distraídamente sin duda, los Maestros Robelo y Seler, han llamado prenistóricas las ruinas de Xochicalco, y digo dis- traídamente, porque el sólo hecho de reputarlas nahoas, les quita el carácter de prehistóricas, dando por supuesto á esta palabra la correcta acepción científica que le corresponde. Yo que no soy partidario de las reconstrucciones de los monumentos de la antigúedad, deploro el que Xochicalco haya sido reconstruído; sin embargo, algo queda intocado, por su naturaleza misma, y ahí habla la sabiduría y queda resellado el carácter de la gran familia nahuatlaca. OD[BULUYVON '1oLtedus 19014 [9P soA91[9u HA 6061 “1119909, L, T9P [8919194 9JIOH “I[[8900 L, TOP 93109 OLO9PBPIO A "M UOLOBOY LO H NS S de N NS SN Ñ IN : NS N " ' y NS "SO[MYIJUONY Á 1[[8909 |, '09y8g "[L91419A 93.10) —"“O[[1S80 TH "9J8Z] Y "908 “WA TUXX "UB “67 UL Mem Soc. Alzate. T. 29, lám. XXITL Grandes Cipactli, Cara Sur. Escalinata del teocalli. Caras W. y 5. Xochicalco. SIT IYALUO "OD]PITYDOX *([en398 Ope38H) [11 9OX9MOMU O 0) SIN CAES EA SUI é ARO PINE o we AN Ud CA =a101019)%10;8.0Y, qt "99eZ[ V “DOR "TUN w 1] 'AIXX “UB “63 "L "(1909 L, [Pp ¿MA UU) “myonudro) "00 UOTUDON a A 'AXX BL “63 'L '9PBZ[ Y '908 “WS qe A a A] q E E E PANZA ES PO "o Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. XXVI. Xochicalco. Cipactli, Cara Sur. 'T, 29, lám. XX VIL Mem. Soc. Alzate. Chalchiuhtlicue. Sacerdote de Sacerdote de Xochiquetzal. eo. Xochic; T. 29, lám. XXVIII. Mem. Soc. Alzate. leo. ica le Xoch erámica « (5) mE Pa DON NA o py! EN N A AI ' 8 0 DN e h E xd Ñ á Ds ERA ORDES AN A 'O0D][89TYDO X 9P S9.10]Í op sod1j, XIXX UM 76 LL 082] Y "908 “w1oJy SocfÉTÉ SCIENTIFIQUE ANTONIO ALZATE.'” MÉMOIRES, T. 29. 369 PARASITOS VEGETALES DE LA ALFALFA — (Medicago saliva) POR GUILLERMO GANDARA, M, $, A, Profesor en la Escuela N. de Agricultura. (Sesión del 6 de Junio de 1910). Las plagas de la alfalfa, debidas á parásitos vegetales, son las siguientes: La Cúscuta. (Cuscuta americana ?) La Cúscuta es una planta fanerógama de la familia de las Convolvuláceas, cuyos tallos son delgados, volubles, amarillen- tos, violados ó rojizos, parecidos á una cuerda de violín. Vulgarmente se le conoce con los nombres de zacatlaxca- li, cuerda de violín, cabellera del diablo, ete.; los indígenas saben extraer de ella una materia colorante. Sus hojas están atrofiadas, y como los tallos carecen de clorofila, la planta no asimila el ácido carbónico por medio de la función clorofílica y por esto se vé obligada á parasitar, emi- tiendo sus tallos una especie de raíces adventicias que intro- duciéndose en la corteza ó raíces gruesas de suculentas plan- tas son verdaderos chupadores de la savia de éstas. Las flores son blancas, penduculadas, con estigmas globu- Mem. Soo. Alsate. México T. 29 (1909-1910)—47 1d -370 GUILLERMO GÁNDARA. losos y llevan una bráctea en su base; la semilla es parecida á la de la alfalfa y como en los alfalfares plagados por la Cús- cuta, fácil es colectar la semilla de ambas plantas, sucede con frecuencia que al sembrar la primera se siembre á la vez la segunda, y En los alfalfares plagados de Cúscuta se nota esta pará- sita rastreando entre las matas y trepando en los tallos en que parasita. ] En el Valle de México se ha desarrollado mucho esta pla- ga la cual ha causado ya considerables pérdidas, por lo que es urgente que los alfalferos pongan en práctica las siguientes medidas. Tratamiento. 1* Al sembrar la semilla de la alfalfa, es preciso cercio- Fig. 1.—La Cúscuta atacando un tallo. rarse que ésta dependa de casas que garanticen su pureza, ó PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 371 bien, consúltese sobre esto á la Estación Agrícola Central, donde con ayuda de anteojos de aumento y otros aparatos es- peciales, fácilmente se descubrirán las semillas intrusas. Pa- ra esto sólo basta enviar una muestra de la semilla que se quie- ra escudriñar. 2" Si la plaga se halla ya desarrollada en los cultivos, des- pués de un corte de la alfalfa, rastríllense los tronquitos pa- ra entresacar los tallos de la Cúscuta y quemarlos en seguida. Después pulverícese el alfalfar por medio de una bomba pul verizadora, con una solución de sulfato de hierro al 5 por cien- to. ] Si al segundo corte de la alfalfa se notan aún huellas de la parásita, pulverícese otra vez el alfalfar con la misma solu- ción, pero al 6 por ciento. La Orabanca de la alfalfa, (Orobanca rubens). Esta fanerógama de la familia «de las Orobancáceas, es pa- rásita de la alfalfa leuyos perjuicios no son de consideración por ser muy rara en los alfalfares. Como de 15 ó 20 centímetros de altura la Orabanca ru- bens, es de flores sesiles y rojizas, estambres muy vellosos y estigma amarillento; cáliz compuesto de dos sépalos cortos; corola bilabiada, con el labio inferior escotado y de tres lo: bos; flores dispuestas en espigas y con una bráctea en la base; fruto capsular con dos valvas que quedan adherentes en 'la base y en la cima en la dehiscencia. Tallo carnoso, dirigido, simple, amarillo rojizo y grueso en la base. 372 GUILLERMO GÁNDARA. . El Chahuixtle de la alfalfa. (Uromyces striatus), Caracteres exteriores de la enfermedad. Esta plaga es parecida á la que se conoce con el nombre vulgar de “tizón” y sólo difiere de ésta por ser las manchas más pequeñas y obscuras; dichas manchas no son aureoladas y se presentan como cojinetes formando verdaderas pústulas que á su madurez se abren para expulsar las fructificaciones del parásito. Causa de la enfermedad. La plaga se debe al parasitismo de un hongo del orden de los Uredinomi- cetos, de la familia de las Uromíceas, del género Uromyces y de la especie- Striatus. Estudio del hongo. Esta Uromiceácea es heteroica; pro- duce sus ecidiolos y ecidios en los Titi- malos (Euphorbia cyparissias) y las ure- dosporas y teleutosporas en el Trébol y de hoja mostrando las pús- más comúnmente en la Alfalfa. tulas aumentadas. b, te- ; . leutospora y c, uredospo- El carácter esencial del género de ras del Uromyces striatus. este hongo es la forma de la teleutospo- ra, unicelular, más ó menos ovalada; obscura de color y con membranas que se engruesan hacia el ostiolo. El carácter Fig. 2.—a, ono a esencial de la especie, se halla en las estrías longitudinales que á manera de crestas existen én la superficie de la teleutos- pora. PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 373 ¿EíÍí—__—_ __—_-_—====—= Las uredosporas son casi esféricas, amarillentas, con mem- branas gruesas y con dos poros. Tratamiento, Desde luego convendría destruír los Titimalos que se ha- llen cercanos á los alfalfares para cortar el ciclo generativo del hongo. Evítese un exceso de humedad en el terreno, y en Otoño córtese la alfalfa plagada y quémese; cuando comien- ce á retoñar pulverícese el alfalfar con caldo bordeléós. En México no se conocen los Titimalos y sería provecho- so que se buscara la planta Ó plantas nodrizas del hongo pa- ra que destruyéndolas se corte el ciclo generativo del parásito y librar por ese medio á la alfalfa de la plaga. Existe la Eu- forbiácea Euphorbia latyris, pero hasta ahora no se le han reco- nocido los ecidios correspondientes. El Blanco de la Alfalfa, (Peronospora trifoliorum) Caracteres exteriores. Las hojas y los tallos de la alfalfa se cubren de un polvi- llo blanquizco dando al alfalfar el aspecto de ceniciento. Des- pués de 15 ó 30 días, el follaje se marchita y decolora y los tallos se doblan y se secan. Mientras tanto se producen las conidias del parásito y aunque se corte la alfalfa, éstas caen sobre los retoños, contagiando al cultivo, atacándolo y evitan- do el crecimiento de la planta cuyas hojas quedan pequeñas y amarillentas, aunque abundantes. Causa de la enfermedad. Esta enfermedad es debida al parasitismo de un hongo del orden de los Ficomicetos, de la familia de las Peronospó- reas, del género Peronospora y de la especie Trifoliorum de De Bary. : 374 ": GUILLERMO GÁNDARA. Estudio del hongo. Fig. 3.—a, conidióforos y bh conidias del Peronospora trifoliorum (muy aumentado). La característica de este hongo, en primer lugar es, que en los te- jidos produce huevos ú oogonos en invierno y por lo cual puede pasar de año en año, reprodu- ciéndose por éstos; los huevos son globulosos, lisos y de color castaño. En segundo lugar es, que puede desarrollarse por un simple micelio' y por conidias; éstas son elípticas, de color gris y producsn 200sporas, que dotadas de flagelo y mo- vimiento, se introducen por los estomas dela ho- ja germinaudo y dando lugar al nacimiento de los micelios; éstos son de calibre variable en sus distintas zonas granulosas, de color gris y hialinos en sus extremidades. En un punto de tejido de la hoja los mi- celios forman un estroma y de éste nace un conidióforo, que como si fuera un arbolito microscópico, sale por los estomas, ramificándose en cima de 6 ó 7 divisiones y llevando un par de conidias.en cada una de las extremidades últimas, que son sabuladas y bífidas. El crecimiento de las ramas del conidiófo- ro es definido y no como en los hongos del género decis que es indefinido. PÁRASITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 375 El hongo de que tratamos, ataca también á los tróboles y á otras leguminosas. Tratamiento. 1* Córtese la alfalfa en cuanto se note el color blanco en sus hojas y retirándola del enltivo sin regarla por el suelo, de- be destruírse por medio del fuego. El objeto es destruír las conidias y micelios del hongo. 2 Pulverícese el cultivo recien cortado, con la prepara- ción bordelesa. 37 En el invierno tómese la precaución de cortar con tan- ta frecuencia como sea posible, la alfalfa, para no dar lugar á la formación de los huevos ú 00gonos, que también se llaman esporas de invierno. 4? Cuídese el cultivo lo más esmeradamente posible, abo- - nándolo, regándolo y deshierbándolo oportunamente para dar más vigor á la planta y ponerla en condiciones de resistir la acción del parásito. Otro Blanco de la Alfalfa, (Erysiphe polygoni), Caracteres exteriores de la enfermedad. En las hojas de la alfalfa se nota un debil blanquizeo que desde luego detiene el crecimiento y lozanía del follaje. Después, entre ese polvillo aparecen puntitos neeros y por An el follaje languidece y las matas mueren. ¡ Esta plaga ataca también al Trigo Sarraceno, á los Trébo- les, al Tomate y á las Cucurbitáceas. 376 GUILLERMO GÁNDARA. Causa de la enfermedad. Esta enfermedad es debida al parasitismo de un hongo de) orden de los Ascomicetos, de la familia de las Carpoáceas, al género Erysiphe y á la especie Polygoni. D. C. Estudio del hongo. Los micelios hialinos y tabicados, forman una especie de red en la superficie de las hojas, nutriéndose de las células su- perficiales cuyas membranas desgarran para absorber el pro- toplasma por medio de chupadores y produciendo hacia la at- mósfera gruesos filamentos llamados conidióforos, en cuya ex- tremidad aparecen las conidias en gran número, como lo indi. ca la figura número 4 letra a. A esto se debe el polvillo blan- quizco que se observa sobre las hojas. A fines del verano y principios del otoño, aparecen los puntitos negros que no son sino las peritecas del hongo. Es- tas son obscuras, con fulcras alargadas, hialinas primero y Fig. 4.—Carácter microscópico del Erysiphe yoligoni. a, conidióforos. b, ascas con esporas. c, conidia desprendida. d, micelio con chupadores. €, conidia germinando. f, periteca, grises después; enteramente cerradas y contienen de tres á cuatro ascas elipsoidales con 3 ó 4 esporas ovoides cada una. Las esporas y las conidias germinan produciendo los micelios. PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 377 A e Tratamiento. Por medio del fuelle de Vermorel “Torpille”, aplíquese polvo de azufre sobre el follaje. Fig. 5.—Azufrador. El Tizón de la Alfalfa, (Pseudopeziza trifolii var. medicaginis). Caracteres exteriores. Las hojas de la alfalfa presentan manchitas gris-amari- llentas, aureoladas y como de un milímetro de diámetro cuan. (1) Estos aparatos se venden en la casa de Balme, de esta Ciudad. Mem. Soc. Alzate. México T. 29 (1909-1910)—48 378 GUILLERMO GÁNDARA. + do se hallan en pleno desarrollo. El X e -/ ataque de la plaga no se calcula por el tamaño de las manchitas sino por el número de ellas en las hojas. l Vistas estas manchitas con aumen- 7) to se notan como lo indica la figura núm. 7. Fig. 6.—Hojas de alfalfa Esta enfermedad es contagiosa pa- cdas pol A cla Alfalfa y para el Trébol y se ha presentado devastando los alfalfares, tanto en Europa como en América. Las matas no crecen, las hojas son raquíticas manchadas y cloróticas. Causa de la enfermedad. La plaga es debida al parasitismo de un hongo del orden de los Discomi- cetos, de la familia de las Pezizáceas, del género Pseudopeziza, de la especie Trifolis y de la variedad Medicaginis. Fig. 7.—Fragmento de hoja de al- falfa con las apotecias aumentadas. Fig. 8.—Carácter microscópico de una apotecia. Corte vertical mostrando las ascas y parafisas] (muy aumentado). PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 379 Estudio del hongo. ñ Rastreando los micelios del hongo entre las células de los tejidos, salen á la superficie de la hoja para formar un estro- ma sobre el cual se produce un disco peridional en cuyo inte- rior, se desarrollan verdaderas picnidias cuyas esporas son alargadas y parecidas á las ascas ya conocidas, ó bien, y este es el caso más común, se forman estas mismas ascas que al madurar rompen la pared interna del disco, quedando éste co- mo un cajetito y recibiendo entonces el nombre de apotecia. Las ascas contienen 8 esporas generalmente y éstas son ovaladas y tiene un núcleo en cada foco. Fig. 9.—a, micelio; b, asca con esporas; C. espora germinando. Tratamiento. Si el alfalfar es propenso á plagarse del hongo, suspén- danse por algún tiempo los abonos nitrogenados que como los estiércoles favorecen mucho el desarrollo del hongo. Córtese la alfalfa plagada y quémese procurando no de- jarla en los campos del cultivo. Por medio de una bomba pul- verizadora, irríguense los troncos de las matas cortadas tan pronto como comiencen á retoñar. Puede repetirse esta ope- ración después de un mes si vuelven á aparecer las manchi- tas en las hojas. 380 GUILLERMO GÁNDARA. La pinta de la alfalfa. (Cercospora helvola var. medicaginis). Caracteres exteriores de la enfermedad. La plaga se presenta con pequeñas manchas en las hojas, visibles por ambos lados de éstas, de color de tabaco obscuro, casi circulares ó elípticas, de contorno irregular y esfumado y como de medio milímetro más ó menos de diámetro. Las manchitas causan á las hojas una clorosis, amarilleándolas y después la muerte secándolas. Ataca también á los tréboles. Causa de la enfermedad. Esta enfermedad se debe al parasitismo de un hongo del orden de los Pirenomicetos, de la familia de las Esferiáceas, del género Cercospora, de la especie Helvola de la variedad Medieagines. Fué estudiado por Chester en 1839 en Delaware, E. U. Fig. 10.—a, Tufa de la Cercospora Helvola; b, detalles de las esporas. Estudio del hongo. Los micelios existen entre las células de los tejidos ab- sorbiendo su contenido y ocasionando por esto la decoloración PARASITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 381 A IR A A O del follaje; después, se acumulan en un punto de la hoja, de- bajo de la epidermis. Dichos micelios originan la mancha; y aprovechando un estoma salen á la superficie de la hoja pa- ra seguir creciendo y formar los conidióforos, que más tarde, en su extremidad producirán las conidias ó esporas. Estas son alargadas y están divididas transversalmente por varios ta- biques. Tratamiento. Como la enfermedad aparece en el alfalfar, en mancho- nes, es preciso cortar la alfalfa del área plagada y quemarla. Además, se recomienda abonar el lugar con cal. La irrigación de caldo bordelés en el lugar del corte, será muy provechosa para matar las esporas caídas á las cuales se debe el contagio, y para prevenir al cultivo de la invasión de otro hongo. La Antracnosis de la Alfalfa, (Colletotrichum trifolii). Caracteres exteriores, En los tallos, peciolos y hojas de la alfalfa aparecen unas pequeñas manchas de color obseuro en las cuales se notan dis- persos pequeñísimos puntos negros. Cuando las matas contie- nen muchas manchas, comienzan á decaer y poco después se secan. Esta enfermedad ataca también al Trébol rojo. Causa de la enfermedad. Este mal es debido al parasitismo de un hongo del orden de los Pirenomicetos, de la familia de las Esferiáceas, del gé- nero Colletotrichum y de la especie Trifolii de Bain. 382 GUILLERMO GÁNDARA. Estudio del hongo. Este hongo fué estudiado en 1906 por los Sres. S. M. Bain y S. H. Essary, en Tennessee, E. U. AIWAeLo: A., donde en ese año la plaga pro- AI Dz dujo considerables pérdidas. El : > e) parásito en cuestión ha sido en- Fig. 11.—Corte longitudinal a e praia cel eiii del Colletotrichum, mostrando Arkansas, Virginia y Ohio. En conidióforos, conidias y cerdas. México no se ha reconocido esta enfermedad. Los acérvulos son abultados, los conidióforos hialinos, ei- líndricos ó fusiformes y juntos ó separados; las conidias son hialinas, rectas, romas en sus extremidades y de 3-4 x 11-13 y; ¡__-AAMI AN ON ERES EAU SN PAN IA ARS E LAIA IÓN el e is ARE 1d: OS E pe AAA A ] > Es AS ds E 00) e. 15.—Corte vertical de un escleroto visto con aumento. PARÁSITOS VEGETALES DI LA ALFALFA. 387 Los cuerpos esféricos indicados se llaman tuberoides y es- tán formados por un micelio de tabiques muy cortos y cólu- las casi globulosas y que enredándose como estropajo sobre sí mismo, forman un estroma esférico cuyo objeto es desco- nocido. Además de éstos cuerpecillos, se forman otros llamados esclerotos 6 cuerpos miliares, de estructura diferente y de obje. to casi ya bien definido. Estos cuerpos adheridos también en la superficie “de las raíces, sobre todo en las más gruesas, es- tán formados por haces de filamentos más ó menos tabicados, que encontrando un estoma ó una parte débil del tejido de la planta, se introducen en esta para absorber el contenido de las células, según Prillieux. La superficie del escleroto, está constituída por una espe- sa red del mismo material y casi se le nota la tendencia á transformarse en peridion ó membrana de periteca. Algunos micólogos aseguran haber visto las peritecas ya formadas del hongo de referencia; pero esto aun no está bien comprobado. Este hongo ataca también al azafrán, al trébol, zanaho- ria, nabo, remolacha y espárrago. Tratamiento. Se han hecho experimentos para cambatir la Rhizoctonia de la remolacha y se han visto los buenos resultados que pa- ra esto ha dado la cal viva, poniendo un puñado de esta mate- ria en polvo, al pié de cada mata. Pudiera ser que para la Rhizoctonia de la alfalfa, el procedimiento diese los mismos resultados. Para practicarlo será preciso sujetarse á las re- glas indicadas en el tratamiento contra la Sarna de la Raíz. (Véase la siguiente enfermedad) Si á pesar de este remedio el cultivo no se compone, en- tonces será preciso practicar la desinfección del terreno, pues se ha visto que los micelios del hongo pueden vivir entre la 388 GUILLERMO GÁNDARA. tierra húmeda por mucho tiempo y se desarrollan así hasta encontrar las raíces para atacarlas. Para la desinfección de los terrenos se conocen dos proce- dimientos: uno seguro y otro dudoso. El primero consiste en cuadricular el terreno por metros cuadrados y en 5 partes de cada una de estas superficies cua- dradas, se pone una inyección de 10 gramos de bisulfuro de carbono, á 30 centímetros de profundidad y por medio de una bomba inyectora de Velmorel. (Pídanse informes de estas bombas en las casas expendedoras de materiales hortícolas, de esta Capital). Este procedimiento como se ha dicho es muy seguro en sus resultados, pero es muy costoso por lo cual no podrá apli- carse en terrenos extensos. En cuanto al segundo procedimiento, consiste éste, en ha- cer 5 agujeros repartidos en cada metro cuadrado, por medio de una barreta, también á 30 centímetros de profundidad y arrojar en cada agujerillo una piedrita de 10 gramos de carbu- ro de calcio, tapando con tierra las perforaciones y regando después el terreno escasamente. Con la humedad, el carburo se descompone produciendo gases venenosos de acetileno que son los que constituyen el elemento activo de la desinfección. Este tratamiento ha sido ensayado en México con buen éxito, para combatir las anguílulas de las raíces; pero aun no. se ha ensayado para la desinfección de parásitos vegetales. Conviene pues hacer los experimentos consiguientes ya que el carburo de calcio no es muy costoso. Sarna de la raíz de la Alfalfa, (Urophlyctis alfalfae). Caracteres exteriores, Desde un poco arriba del cuello ó nudo vital de la planta hasta las raíces gruesas y delgadas de ésta, se notan superfi- PÁRASITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 389 cialmente unas verrugas claras al principio, negras después y que llegan á ser del tamaño de un arvejón. Estas verrugas son irregulares y su coloración obscura es debida á la presen- cia de grupos de esporas-huevos entre las células hipertrofia- das. Naturalmante en una planta atacada así, se perturba se- riamente la función nutritiva, comenzando por no crecer la mata, después sus hojas se amarillean y la muerte es inmi- nente. Esta enfermedad se ha encontrado en los alfalfales del Ecuador, Estados Unidos del Norte, Suiza, Italia y en la Al- sacia. En México no se ha llegado á descubrir. Causa de la enfermedad. Esta enfermedad es debida al parasitis- mo de un hongo del orden de los Ficomice- tos, de la familia de las Quitrídeas, del gé- nero Urophlyctis y de la especie Alfalfae de Lagerheim. Estudio del hongo. La característica de este parásito vege- ) tal es, que se reproduce por medio de espo- Fig. 16. —Raíz ata- , JA Dor'ol Uropilgo: =* s-huevos ú oogonos, los cuales son de 40 á tis alfalfac. Tamaño 50 y, de forma hemisférica y de color obseu- disminuido. ro. Los micelios son finos y ramificados y no se ha observado que sus conidias se transformen en 200- sporamgios como pasa con el hongo Urophlyctisleproides que produce la sarna de la Remolacha y con el Chrysophlyctis endo- biotica de la sarna de la papa de Inglaterra, muy distinto del primero. Tratamiento. Si la plaga comienza á desarrollarse, puede ser benéfica la práctica de descubrir un poco las raíces con arado ó con aza- da, y regar en el surco abierto un puñado de cal viva en pol- Se 390 GUILLEEMO GÁNDARA. vo para cada dos ó tres matas, tapando después el surco. Ha- bría también que suspender el abono de estiércol y moderar los riegos. Pero si la plaga se halla muy desarrollada, lo me- jor sería sacar la alfalfa arando el terreno profundamente, juntar las raíces descubiertas con mata y todo para quemar- las y dejar destinado el terreno durante dos ó tres años á la siembra de Gramíneas. Necrosis de las raíces de la Alfalfa, (Asterocystis radicis). Caracteres exteriores. Esta enfermedad ataca á las raíces de la alfalfa, especial. mente en la zona de los pelos radicales. Alterada la estructura de la raíz, sufre gravemente la función nutritiva de la planta la cual muere por inauición. El mal aparece por el mes de ma- yo en los alfalfares, en manchones circulares más Ó menos grandes, los cuales se notan porque la alfalfa no crece y las hojas se amarillean, doblándose hacia abajo los retoños al mar- chitarse. Esta enfermedad ataca también al lino, nabo, colza, lechu- ga y otras plantas. Causa de la enfermedad. Esta plaga se debe al parasitismo de un hongo del orden de los Ficomicetos, de la familia de las Quitrídeas, del géne- ro Asterocystis y de la especie Hadicis de Wiideman. Estudio del hongo. La característica de este parásito vegetal es que se repro- duce por zoosporas, las cuales son nucleadas y tienen una lar- ga pestaña vibrátil colocada en su extremidad. Estas zoospo- PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA. 391 A A A ON ras se forman por división del protoplasma dentro de bolsitas membranosas llamadas goosporangios que no tienen cuello co- mo las del Olpidium y se localizan en las cólulas de las raíces que hipertrofian y desgarran para dar salida á las 200sporas. Como en el Olpidium Brassicae que ataca las raíces de la col, Fig. 17.—Detalle del Asterocystis radicis. a, célula de la raíz, con plasmodio y esporangio. b, célula radical con zoosporangios arrojando las Zoosporas; C, pelo radical con quistes; d, zoosporas muy aumentadas. no se ha llegado á ver la fecundación por 00gonos en el hon- go de que tratamos, no obstante que como en aquél, se le no- ta la formación de oogonos Ó esporas de invierno de paredes muy resistentes y contenido protoplasmático enquistado. Tan- to las zoosporas como los vogonos ó esporas de invierno, se han observado dentro de los pelos radicales. Tratamiento. El mismo que se recomienda para combatir la Sarna de la raíz de la alfalfa. (Véase la pág. núm. 389). 392 GUILLERMO GÁNDARA. Un nuevo hongo de la Alfalfa, (Pleospora alfalfae ?) En un alfalfar del Distrito Federal, se ha encontrado últi- mamente una nueva plaga. Se trata de un hongo que causa sus perjuicios en la alfalfa importada de la Provenza. Caracteres exteriores. Las hojas de la alfalfa atacada se presentan con manchas grises de contorno obscuro; aisladas, necróticas y más ó me- nos circulares, hasta de dos milímetros de diámetro y con pun- tos obscuros muy pequeños distribuídos en el área. Per estos caracteres la plaga á que aludimos puede con- fundirse con “el tizón”; pero difiere de esta enfermedad, en que las manchas son más grandes y no abultadas como las de la primera enfermedad. Las hojas más atacadas se amarillean y mueren por gan- grenosis. Causa de la enfermedad. Esta plaga se debe al parasitismo de un hongo del orden de los Pirenomicetos, de la familia de las Esferiáceas, del gé- nero Pleospora y como aún no encontramos una especie cono- cida con la que resulte bien identificada, la denominamos pro- visionalmente con el nombre de alfalfae, pues es posible que se trate de una especie nueva. Estudio del hongo. Vistas las manchas con aumento, se notan en ellas unos casquetes esféricos con un circulito elaro en el centro. Hecho el corte mierotómico correspondiente, se observa que dicho casquete esférico es parte de una periteca con ostiolo, por lo 3 dd 4 A PARÁSITOS VEGETALES DE LA ALFALFA 393 que el hongo puede colocarse entre los del orden de los Pire- nomicetos, y como las peritecas son globulosas, delgada y obs- cura sua membrana y están encajadas en los tejidos de las ho- jas, el hongo corresponde á la familia de las Esferiáceas. Las ascas son hialinas, claviformes y pezonadas en su extremidad superior; contienen hasta 8 esporas y se producen en número de 36 4. Las esporas son de 30x 15 yz, más ó menos ovales, hialinas y septadas como 5 veces transversalmente, notándose Fig, 18—a.—Hoja de alfalfa atacada. b.-Fragmento de una mancha vista con aumento y mostrando los casquetes esfé- ricos. c.-Corte vertical de una periteca. d.-Asca vista con aumento. e.-Es- poras (joven y adulta). también tabiques verticales. No se ven los micelios ni las di- "versas formas que produce el Pleospora herbarum ó el Sphaerella Tulasne, cuyas formas ascóforas presentan algunas analogías con las que corresponden al hongo que estudiamos. (Fig. 18). Mem. Soc. Alzate. México T. 29 (1909-1910)-—-50 394 GUILLERMO GÁNDARA. Tratamiento. pa El corte frecuente de la alfalfa en verano para destruirla en el fuego y la irrigación del caldo bordelés con bombas pul- verizadoras sobre el corte, ereo que darán los mejores resul. tados. Además, habría que evitar un exceso de humedad y los abonos nitrogenados que favorecen sin duda el desarrollo de la plaga. Escuela N. de Agricultura, Agosto 5 de 1910. INDICE. Antrachosis 31003 ¿400 ia E- pág. 381 Blancos: A e ”» 373, 375 E O a ») 369 ChahixHd6 traste E Y ARE A A 5 009 Gangrenosisi- <> <<2“s2=.- ” 385 Necrosis de las raíces ........ ” 390 Nuevo shongO ss: Tide eral. - ” 1392 Drobanca LADA ad 0 Pita pe A E » 380 . Sama de la TA. e <=. ,, 388 ¿A e e UA TN s ON , ; R SOoCIfRTÉ SCIENTIVNIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29, 395 A NI Cómo se ha logrado desterrar la. fiebre amarilla. de la República Mexicana POR EL DR. EDUARDO LICEAGA, M, $, A,, Presidente del Consejo Superior de Salubridad, Director de Escuela N. de Medicina, (Sesión de 4 de julio de 1910). Me ha parecido que sería de interés para los distinguidos miembros de esta Sociedad, conocer por qué procedimiento se ha logrado extinguir la fiebre amarilla del territorio de la Re- pública Mexicana. La fiebre amarilla en nuestros litorales, pero particular- : mente en el del Golfo de México, ha sido endémica desde ha- - ce varios siglos; ha causado la muerte de millares de hombres y, aparte de sembrar la desolación en las familias, ha sido una pérdida para la riqueza pública, arrebatando á los hombrrs út1 les y laboriosos, de la industria, del comercio y de la agricul- , tura, temporal ó definitivamente, y por último, ha sido una ré- mora incesante para todos nuestros puertos del Golfo y muy especialmente Veracruz y Tampico. Los estudios que de esta enfermedad se han hecho en el transeurso,de los tiempos, no habían llegado á ningún resul. tado práctico, por la sola observación. Cuando los Pastenr, los Koch, los Roux, los Yersin, los Kitasato, y toda esa pléyade de bacteriologistas, que han asombrado al mundo con sus des- 396 EDUARDO LiCÉAGA. cubrimientos, enseñaron que gérmenes infinitamente peque- ños eran los productores de muchas de las más peligrosas en- fermedades que afligen á la especie humana; los hombres de ciencia se dedicaron á buscar el germen que pudiera engen- drar la fiebre amarilla. Hasta ahora las investigaciones han sido ineficaces; pero un modesto sabio de la Isla de Cuba, el Dr. Finlay, en 1882, sugirió la idea de que los mosquitos pu- dieran ser los transmisores de la temible enfermedad. Sus tra- bajos no tuvieron resonancia al principio, pero cuando los mé- dicos ingleses é italianos demostraron que otra temible enfer- medad, la malaria, era producida por piquete de un mosquito del género Anopheles, una comisión de médicos del ejército Norteamericano, cuyos nombres conservará eternamente la his toria: Reed, Carroll, Leazard y Agramonte—hijo de Cuba este último, —combinó un plan de experimentación en el hombre mismo, admirablemente meditado y perfectamente ejecutado, y llegó á la prodigiosa comprobación de la génial idea de Fin. lay, que fué un hecho demostrable y demostrado: el de que otro mosquito, el Stegomya calopus, chupando la sangre de un enfermo de fiebre amarilla, se infecta con el germen de es- ta enfermedad, en un plazo de doce días, y le da la funesta fa- cultad de inyectar por picadura ese germen en el hombre sa- no y no-inmune, causándole la fiebre amarilla. Este admirable descubrimiento es el que sirvió, primero en la Isla de Cuba y después en México y en el Brasil, para desterrar el terrible azote de las costas del Golfo de México y del Atlántico. Ha bastado por sí solo para plantear las bases del proble- ma de la desaparición de la fiebre amarilla, aun cuando hasta el momento actual no se conozca el germen que produce la en- fermedad. "Para que se desarrolle la fiebre amarilla se necesita la reu- nión de estos tres factores: I.. Enfermo de fiebre amarilla; COMO SE HA LOGRADO DESTERRAR LA FIEBRE AMARILLA. 397 II. Mosquito Stegomya calopus que chupe la sangre de es- te enfermo y que se infecte él mismo, y III. Persona no-inmune que sea picada por el mosquito infectado. Como se ve, para que se desarrolle la fiebre amarilla, es precisa la asociación de los tres factores dichos. De allí viene, como consecuencia natural, el camino que se debe seguir para que no se produzca la enfermedad; si no existe enfermo de fiebre amarilla, no puede propagarse el mal; sino hay mosquito que pueda infectarse, tampoco se propaga la enfermedad; si no hay persona no-inmune que pueda ser pi- cada por un mosquito infectado, tampoco se producirá la fie- bre amarilla. Si, pues, la reunión de estos tres factores pro- duce la enfermedad, la disociación de ellos es el camino más seguro para hacerla desaparecer. Véamos cómo se ha procedido en la práctica para realizar este pensamiento. E Aislamiento del enfermo. El medio más eficaz, con tal de que sea aplicado cuando comienza una epidemia, es el aislamiento del enfermo. Si pu- diéramos impedir que un enfermo de fiebre amarilla fuera pi- cado por los mosquitos, éstos no podrían infectarse. Este pri- mer factor se elimina de manera sencillísima: aislando al en- fermo en un cuarto de donde se hayan hecho desaparecer, por medio de la fumigación, los mosquitos que estuyieren habi- tando en él, y cuyas puertas y ventanas estén protegidas por medio de una tela de alambre que deje penetrar el aire, pero cuyas mallas sean tan estrechas que no dejen pasar un mos. quito. El aislamiento se hace, pues, colocando al enfermo, des- de el día en que aparece la fiebre, en un cuarto privado de mosquitos y provisto de alambrados en sus puertas y venta- 398 ES EDUARDO L:CÉAGA. nas, que no dejen pasar al cuarto los mosquitos que haya en el exterior. Esta operación, como se ve, es muy sencilla; pero queda por resolver esta cuestión práctica: ¿cómo se encuentra al en- . fermo? ' En una ciudad donde reina la fiebre amarilla, todos los que la han padecido no vuelven á sufrirla: á éstos se les llama in munes; todos los que no la han sufrido están expuestos á con- traerla: á estos se les llama no-inmunes. Si en esa ciudad for- mamos un censo de todos los que son no-inmunes, nuestra vl- gilancia queda limitada á ellos. Esta vigilancia se ejerce por agentes, que hacen una visita diaria á las casas y á los esta- blecimientos, ya sean fábricas, talleres, escuelas, en donde existan personas no-inmunes anotadas en el padrón. Si una de esas personas se enferma de calentura, se le considera por ese sólo hecho como sospechosa de tener la fie- bre amarilla, y se le aísla en un cuarto que tenga las condicio- nes antes mencionadas. Por lo dicho se ve que el primer término del problema de la disociación de los tres factores que producen la fiebre ama- rilla, está resuelto. | TL Destrucción del mosquito. El segundo factor que hay que eliminar es el mosquito. Este problema pareció al principio impracticable, pero vino la Historia Natural en auxilio de los investigadores, á enseñar- les que las hembras de los Stegomyas ponen sus huevos en los depósitos de agua momentáneamente estancada, sean éstos de la dimensión que fueren, desde el agua que se deposita en la superficie de una maceta que tiene una planta de ornato en el interior de una habitación; desde la huella que deja en el sue- lo la pisada de un animal, y que se llena de agua; desde el de- z CoMU SE HA LOGRADO DESTERRAR LA FIEBRE AMARILLA, 399 pósito en que se conserva el agua potable de uso doméstico en el interior de las habitaciones, hasta los charcos que forma el agua de lluvias en las calles y los grandes pantanos que cir- _cundan las ciudades. En todos los lugares donde hay agua es- tancada las hembras de los mosquitos ponen sus hueyos. Es- tos se convierten en larvas, después en pupas y por último en insectos alados. Con estos conocimientos se pensó que era más fácil des- truír lar larvas en sus criaderos, que perseguir á los mosqui- tos que vuelan en la atmósfera, y se encontraron, como con- secuencia natural, dos medios expeditos para conseguirlo: primero, desocupar todos los depósitos que tuvieren larvas y destruír éstas por medio del petróleo; segundo, poner capas delgadas de petroleo en las superficies del agua contenida en depósitos que no se puedan vaciar, para que las larvas que contuvieren muriesen por asfixia, pues también la Historia Na- bural nos ha enseñado que dichas larvas salen á la superficie del agua con el objeto de respirar el aire. Pero no basta des- truír las larvas existentes: es preciso impedir que las hembras de los mosquitos depositen sus huevos en el agua. Esto se con- sigue con el petróleo, pues á la vez que impide á las larvas respirar el aire, no permite que sean depositados los huevos en el agua. Mas como no en todos los depósitos es posible ex- tender este aceite, se utilizó otro medio: el de cubrir los depó- sitos de agua para uso doméstico, con una tapa formada de _tela metálica, que impide á los mosquitos llegar hasta la super- ficie del líquido. Por último, hay pantanos que no es posible petrolizar ni menos cubrir con las tapas de que se acaba de hablar, y entonces se recurre á canalizar el terreno ó á relle- nar dichos pantanos. También se procede á la destrucción de los mosquitos que hay en el interior de las habitaciones, por medio de la fumi- gación. 400 EDUARDO LICÉAGA, He aquí cómo se ha resuelto el problema de destruir el mosquito vector de la enfermedad. 1 TTT. Protección de los no-inmunes. Si fuera posible evitar que las personas no-inmunes fue- ran picadas por los mosquitos, sería otro medio eficaz de con- tribuir á la disociación. Este medio se realiza haciendo que los hombres vivan en casas que tengan sus puertas y venta nas alambradas, ó por lo menos encerrándose en ellas desd 5 la caída de la tarde, y en último caso cubriéndose con pabe llones, pues la misma Historia Natural ha demostrado que los mosquitos aprovechan la puesta del sol y la noche para alimen- tarse con la sangre humana. Este medio de defensa es muy eficaz, pero va siendo aceptado muy lentamente; no el de los pabellones, pues antes de que se supiera que los mosquitos te- nían la funesta facultad de que acabamos de hablar, en todos los lugares en donden existen, las gentes se han protegido siempre con pabellones, para dormir; pero únicamente con el objeto de evitarse la molestia de la picadura de los mosquitos. El problema de la disociación de los tres elementos queda por tanto, prácticamente resuelto. Véamos ahora como hemos puesto en ejecución estos preceptos. IV. Cómo combatimos la fiebre amarilla. En donde se trata de extinguir la fiebre amarilla, se divi. de la localidad en distritos; cada distrito se pone bajo la vigi- lancia de un médico profundamente penetrado de la doctrina de la transmisión de la enfermedad; á sus órdenes hay cierto | COMO BE HA LOGRADO DEMERRAR LA FIEBRE AMARILLA 401 > número de agentes sanitarios, que se encargan: unos, de ha- cer el padrón de todos los no-inmunes; otros, de vigilar al que se enferma de calentura, para aislarlo desde el primer momen- to, como sospechoso de tener la fiebre; otros más, de visitar los depósitos de agua, para vaciar el agua que contenga lar- yas, limpiar cuidadosamente la vasija en que estuviere dicha agua, llenarla con agua limpia y eubrirla con la tapa de tela metálica de que hemos hablado; otros agentes se destinan á extender capas de petróleo sobre las superficies de agua que no pueden ser cubiertas de otro modo; .agentes dependientes de un ingeniero, se ocupan de hacer desaparecer los charcos y. pantanos, rellenando unos, para que la oquedad quede cu- bierta, y canalizando otros, para que el agua corra y no que- de estancada. Por último, agentes destinados al efecto, se en- cargan de destruír los mosquitos que se infectaron antes de que las autoridades sanitarias hubieran descubierto al primer enfermo de fiebre amarilla. La operación de desinfectar los locales, que para el caso no tiene más objeto que el de destruir los mosquitos, es tam- bién un acto muy interesante en el combate contra la fiebre amarilla: en el cuarto que se ha de desinfectar se cubren las rtendijas, de cualquier dimensión que sean, por medio de papel engrudado; se cierran las puertas y ventanas, cubriendo tam- bién las rendijas que tengan, y cuando todo está así prepara- do, sobre una bandeja que contenga agua se pone un peque- ño brasero, encima de él una hojalata, sobre ésta el azufre, tan extendido como sea posible, é impregnado de alcohol: el azufre ha de estar, por lo menos, en la proporción do veinte gramos por cada metro cúbico de capacidad del cuarto. En- tonces se enciende el alcohol, se cierra la puerta; se cubren con papel con engrudo las hendeduras que esta tenga, hasta la bocallave de la cerradura; arde el azufre; se convierte en áci- do sulfuroso; este, gas se extiende por todo el interior del cuar- to y mata no sólo á los mosquitos, sino á todos los demás in- Mem. Soo. Alzate. México. T. 29 (1909-1910)-—51 402 EDUARDO LICÉAGA. sectos que pudiera haber en la pieza. Cuando el ácido sulfu- roso ha penetrado por todos los rincones, la destrucción de los mosquitos es infalible; pero es preciso poderla comprobar, y para esto se ponen mosquitos testigos: en un tubo de ensaye se introducen mosquitos vivos, que se han tomado de fuera de la habitación; se cubre el tubo con un pedazo de tarlatana y se coloca en el lugar del cuarto á donde parezca que llegarán más difícilmente los vapores del ácido sulfuroso. Terminada la fu- migación, se abre la puerta poco á poco, dejando entrar el ai- re exterior, y se va á ver la probeta con los mosquitos testigos: si se les encuentra á todos muertos, es prueba de que lo esta- rán igualmente los demás que había en la habitación y que es- taban en condiciones más favorables para ser alcanzados por el ácido sulfuroso. Esta operación que, como se acaba de oír, es muy sencilla, necesita una condición expresa: que todas las hendeduras por donde pueda entrar la luz, estén cubiertas, porque los mosqui- tos, en el momento en que sienten el olor del ácido sulfuroso, tienden á escaparse por donde ven luz. Pues bien, esta cir- ecunstancia hacía imposible la desinfección de las casas que tienen techo de zacate y con más razón tratándose de. Jacales. Durante la epidemia de 1908 nos encontramos con esta di- ficultad en Ciudad Victoria, capital del Estado de Tamaulipas. . Estaba de Jefe de la brigada que hacía el cambate contra la fiebre amarilla en esa población, el Dr. Narciso del Río, que era un médico muy sagaz y enteramente posesionado del in- terés que había en destruir los mosquitos infectados, y me avi- só que era imposible desterrar la fiebre amarilla de aquella ciudad, porque no se podían destruir los mosquitos infectados en las casas que tenían techo de zacate ó con grandes hende- duras, como son la mayor parte de las habitaciones de esa ciu- dad. Me empeñé vivamente en que no abandonara la pobla- ción sin encontrar antes el modo de poder desinfectar los jacales, y entonces le ocurrió forrarlos de manta por el exte- +. COMO SE HA LOGRADO DESTERRAR LA FIEBRE AMARILLA. 403 — o Se -. rior. La manera de ejecutar esta operación se fué perfeccio- nando poco á poco, hasta que el citado médico llegó á resolver el problema del modo siguiente: ponía una tira de manta, de la anchura que tiene este género, fijada con clavos en el suelo, junto al muro exterior de uno de los costados dal jacal; la le- vantaba á lo largo de ese muro, y cuando llegaba debajo del * alero del techo de zacate, fijaba la tela en el fondo por medio de una varilla de madora colocada transversalmente, y esta varilla la sujetaba por medio de un puntal; entonces continua- ba aplicando la manta debajo del alero, después por encima - de él, hasta el vértice del ángulo que forma el techo de dos aguas; la Vajaba por el otro lado; le daba vuelta por debajo del alero y la fijaba por medio de otra varilla transversal, sos- tenida támbién por un puntal, como en el lado opuesto; la ha- cía descender á lo largo del muro y la fijaba con clavos en el suelo. Imbricada sobre aquella tira, ponía otra, colocada de la misma manera, y otra y otra, hasta el extremo del jacal, Quedaban por cubrir las partes anterior y posterior: entonces cosía las tiras de manta, una al lado de otra, hasta cubrir las paredes que faltaban, sujetando esas tiras de manta con la pri- mera y con la última de las imbricadas; y dejaba sólo una aber- tura frente á la puerta, por donde pudiera pasar para encender en el interior el azufre, y una vez hecho esto, cerraba la puer- ta y cosía la abertura. De esta manera logró hacer de un jacal lleno de aberturas, una pieza enteramente cerrada, y desde en- tonces se pudieron desinfectar los jacales lo mismo que las ca- sas de material más perfectamente unido. El Dr. del Río dió á esta funda el nombre de “Victoria”, por la ciudad en donde la había hecho, y yole doy el nombre de funda inventada por el Dr. Narciso del Río. Cuando traté del modo de descubrir al enfermo que tiene calentura y que no es inmune contra la fiebre amarilla, hablé de la visita domiciliaria; pero no traté de otro procedimiento, que sólo en México usamos, y es éste: toda la zona en donde 404 EDUARDO LICÉAGA. reinaba habitualmente la fiebre amarilla, está cruzada por fe- rrocarriles, muy especialmente el Estado de Veracruz y el Ist- mo de Tehuantepec, y con frecuencia sucedía que un indivi- duo que ya comenzaba á estar enfermo, tomaba el tren para escapar á la vigilancia de la brigada sanitaria; llegaba á otra población donde no existía la enfermedad y se convertía en un foco, de donde irradiaba la fiebre amarilla, que se extendía hasta presentar la forma epidémica. Entonces me ocurrió es- tablecer agentes sanitarios viajeros, que caminan en los trenes. Toman el nombre y apellido de cada pasajero; averiguan el punto de donde partió y aquél á donde va y sl es inmune ó no contra la fiebre amarilla; si tienen la más ligera sospecha de que la persona interrogada esté con calentura, le ponen el ter- mómetro; si este instrumento demuestra elevación de tempe- ratura, cubren al enfermo con un mosquitero, si está acostado, y si aún puede permanecer sentado, le ponen un sombrero cubierto con un velo, en cuyos bordes se fijan pequeños cilin- dros de plomo, que lo obligan á quedar” constantemente ajus- tado sobre el cuerpo, y de esa manera el no-inmune sospecho- so no puede ser picado por los mosquitos, y así protegido, se le conduce hasta el primer lazareto que se encuentre en el ca- mino que lleva. Se le hace bajar y se le sujeta al aislamiento. Los agentes viajeros se distribuyen de esta manera: uno va de Córdobasá Veracruz y otro camina en sentido contrario; uno de Córdoba á Santa Lucrecia, eruzamiento del ferrocarril del Istmo, y otro de Santa Lucrecia á Córdoba; un agente va de Coatzacoalcos á Salina Cruz y otro á la inversa Cuando la epidemia ha existido en los lugares intermedios, se ponen otros agentes entre Veracruz y Tierra Blanca y en- tre Progreso y Mérida, en ambas direcciones, y cuando hubo la epidemia entre Tampico y Monterrey, se hacían viajar agen- tes sanitarios entre dichos puntos. Este sistema ha dado ex- celentes resultados y no ha sido imitado todavía en ninguna otra parte. ComMO SE HA LOGRADO DESTERRAR LA FIEBRE AMARILLA, 405 = í Y Medidas tomadas en los Puertos, Como comprenderéis, no basta hacer esta defensa en el in- terior del país; es preciso hacerla también en los puertos; pero allí no necesitamos de agentes especiales, pues los Delegados del Consejo Superior de Salubridad están encargados de ha- cer esta vigilancia en todos los buques que llegan á nuestros puertos. Cuando desgraciadamente llega un enfermo de fiebre amarilla á un puerto, se le conduce desde el buque hasta el la- zareto, en una camilla provista de alambrado, que no permita que los mosquitos stegomya que se encuentren en el camino, le puedan picar; llegado al lazareto, se coloca al enfermo en una sala con alambrados. Esta es ya ocasión de hacer conocer una práctica que tam- bién nos es peculiar, en asuntos de policía sanitaria interna- cional. En México no establecemos cuarentena contra los puer- tos en donde existe fiebre amarilla, sino que nos basta hacer la visita sanitaria. Si al verificar esta operación se encuentra un enfermo ó un sospechoso de fiebre amarilla, se le envía al lazareto, en la camilla alambrada de que acabamos de hablar; pero á los que están sanos se les deja entrar. Si van destina- dos á algún lugar de la Meseta Central del Anáhuac, los agen - tes sanitarios los acompañan hasta que llegan á una altitud mayor de mil doscientos metros; si se han de quedar en los puertos, en donde ha sido endémica la fiebre amarilla, se les visita todos los días, durante seis, para sorprender el momen - to en que comenzaran á enfermarse, si por desgracia trajeran en incubación la fiebre. Si van destinados á un lugar en don- de ha sido endémica esta enfermedad, se avisa por telégrafo á la autoridad respectiva, para que los vigile durante seis días y los aisle en el caso que tengan calentura. Esta práctica, que es tan liberal; que no pone obstáculos 406 EDUARDO LICÉAGA, al comercio; que no estorba la libre comunicación de los hom- bres, nos ha sido suficiente para defendernos de la fiebre ama- rilla que pueda venir del exterior. Nuestro proceder hace con- traste con el que siguen en los puertos de la Isla de Cuba y de los Estados Unidos, en donde se detiene á todas las perso- nas sanas que proceden de un puerto en donde existe la fiebre amarilla, y se les encierra en un lazareto hasta que pasan los días de la incubación de la enfermedad. Esta práctica la he- mos desechado en México por las dificultades que impone al comercio, á la navegación y á la libre circulación de los hom- bres y porque es enteramente innecesaria. Esperamos que, tarde ó temprano, nuestro modo de proceder sea adoptado por todas las naciones que pretendan defenderse de la fiebre ama- rilla. He aquí, señores, el sistema que ha empleado la Repúbli- ca Mexicana durante los últimos seis años, y que ha dado por resultado la desaparición de la fiebre amarilla en toda la ex- tensión del territorio nacional, pues el último caso que hubo en Tampico data del 3 de Noviembre de 1903; en Veracruz fué el 11 de Febrero de 1909 y en Mérida no se ha vuelto á pre- sentar otro caso desde el 20 de Diciembre del mismo año. Podemos decir, pues, que la fiebre amarilla está desterra- da de la República Mexicana. México, Julio 4 de 1910, SOCIÉTÉ SCIENTIFIQUE '*ANTONIO ALZATE.” MÉMOIRES, T. 29, 407 Prévision du temps. Probabiliés saisonniéres PAR LÉON DESOROIX, M, $, A. (Séance du 4 Juillet 1910). Dans le tome XIV de nos Memorias, (page 295, année 1900) J'ai donné les formules obténhues Vaprés la discussion des observations faites á Paris de 1806 á 1872, d'une part, pour le vent, la température et la pluie; et de 1873 4 1895 pour ces élements et la nébulosité, la radiation, Phumidité, l'évaporation, la pression barométrique et Vétat orageux, J'ai prolongé jusqu'á ce jour cette statistique et vérifié chemin faisant, Putilité réelle et bien précieuse de la formule qui permet Pavertir, soit de mois en mois, soit de trimestre en trimestre, du caractére que pourrait exceptionnellement « présenter la situation générale du temps: pour la Ville de Pa- ris tout au moins, dont la statistique météorologique a servi de base á tous ces calculs. Dans Vespoir de trouver des imitateurs, j'ai remis á l'Aca- démie des Sciences, le 20 mai 1905, le résultat de mon long travail pour ce qui regarde la série de Montsouris depuis 1873. Il aurait done sufi qu'on tint ájour ce répertoire en essayant Papplication de cette méthode originale de prévision globale du temps á longue échéance. Je Wai pas réussi á convainere mon monde; tout au plus ai-je constaté que mes confróres en cherchant la solution du probléme dans une autre voie, v'étai- ent plus rebelles á lidée qu'on y pouvait parvenir, 408 LÉON DESCROIX. Or, voici que lhiver 1910 nous a fourni un nouvel et frap- pant exemple du secours que Pon peut tirer de la discussion mathématigue des longues séries d'observations des quelleson Wa guére tiré parti jusquíá présent, si ce est pour tracer les grandes lignes de la elimatologie générale. Nos collégues de la Société “Alzate” qui ont inséré mes précédentes communications voudront pent-étre faire un peu de place á Pexposé suivant qui West qu'un type de calcul, moins . compliqué qu'on a paru le croire. Nous extrayons des tableaux contenant les valeurs undé- cennales dites hypothétiques, et se rapportant á la période mo- yenno de 66 années, les chiffres ralatifs á la fréquence ainsi quan volume de pluie pour les trois mois d'hiver: Décembre, Janvier, Février. a Paris.-Pluviosité d'hiver. Valeurs moyennes undécennales hypothétiques. * D.-La date terminale de la période undécennale envisagée. T.—-Le total de la pluie pour le trimestre d'hiver. F.-La fréquence ou nombre de jours pluvieux. DIESE AD 1h FID És F 1880| 113.7 (58.4 [11890] 114.1 [51.5 [11900 112.0 (52.0 81| 114.0 (60.11 91/1115 533 011 115.3 82, 114.6 [61.5[| 92 108.4 [52.2 [| 02| 118.0 83| 1157 [61.51 93 1066 (51.3; 03| 119.6 84| 117.1 (61.3 | 94| 106.6 [50.4|| 04| 121.2 85| 117.5 [60.2 [| 95 107.2. 50.2 || 05| 124.4 86| 118.1 (59.1 96| 109.0 [50.5|| 06| 124.5 87 117.4 (57.511 97 109.0 (51 11 07 123.5 8s8| 117.2 (56.1 98 110.6 (51.5| 08 120.6 89) 114.8 (55.2 || 99 110.8 (51.8 /11909| 118.7 C'est ce que représente le diagramme que voici. PRÉVISION DU TEMPS. 409 Voyons maintenant ce que furent en réalité les résultats de Vobservation pour la période undécennale se terminant P'an- née présente: | Paris. Pluviosité réelle. Époque Fréquence Coefficient pego FxC Dx tale e a. F C de 1900 59 10.05: 10957051 50.0: 1995 area O 180.2) VU BOBO 02.47.57. 140.7 267.9 802.0 08.45. 78 679 3610 5296 04 49 906 1436 4104 13786 Mem. Soo. Alzate. México. T. 29 (1909-1910) —52 410 LÉON DESCROIX, Époque Fréquence Coefficient Récolte FxXC TG totale D 10 C T 1905 50 110 1238 550.0 13678 96. 61.96 11887... 585.6. 19315 07. 0521. 78...93.7. 4056 7309 08 52 57 91 2964 564.9 09 47 34 90.3 1598 307.0 1910. 4 10 7 A A AR A 7 32259 75138 +x +x La valeur x cherchée pour Vhiver 1910 devait étre celle qui dans les limites approximation que comporte la probabili- té Vune forte anomalie, manquerait au total des produits de la décade antérieure pour obtenir P'équivalent de la valeur un- décennale hypothétique correspondante. On est conduit a cet- te derniére par extrapolation, gráce aux artífices de calcul ordinaires, auxquels on peut se confier sans crainte derreur abusive sur le sens de lécart exceptionnel qu'on veut próvoir. Dans le cas présent, les valeurs hypothétiques undécen- nales paraissaient devoir étre 512 et 117”"1, qui, multipliées par 66,0 donnent 3379.2 et 7728.6; Poú Pon conclut que Phiver de 1810, pour cadrer avec les 10 années précédentes devait four- nir des quantités voisines de 53 jours et 215mm. C'était une forte présomption de précipitation tont á fait excessive pour une fréquence á peu pres normale. Si Pon ajoute que, par des procédés identiques, on concluait á Pextréme fréquence des vents Vouest comme á la douceur de Pair on comprendra qu'on ne pouvait se défendre de redouter que le régime des cours eau ne nous exposát á des inondations. Quant a la détermi- nation des valeurs mensuelles isolées, lindication, des plus inquiétantes, wen était que plus accentués. En réalité nous avons recucilli 235 mm en 59 jours et Von sait que la Ville de wi PRÉVISION DU TEMPS, 411 Paris eút á souffrir Yun débordement de la Seine qwon vavait pas vu depuis deux siócles et demi. Je rappellerai que notre formule est basée sur la concor- dance trés approchée des variations de lP'activitó physique du Soleil et des variations Vamplitude de Voscillation magnétique (déclinaison) telles que nous les voyons dans les tables de W olff prolongées jusqw'i ce jour. La périodicité, que nous estimons soumise á des fluctua- tiones dont les limites seraient eomprises entre 60 et 72 ans, (Pot notre point de départ de 66 ans pour le caleul des inéga- lités) ne nous paraít pas encore avoir regu de meilleure expli- cation que celle qui fait dépendre “ces oscillations periodiques auxquelles est assujetie la figure d'équilibre ellipsoidale prise par une masse fluide” (Dirichlet). Cette application de la mé- canique analytique n/a comme on Va déja fait remarquer “rien á volr avec influence des planétes ou Paction du milieu tra- versé par le Soleil”, On comprend qu'il ne s'agit pas Vespacements réguliers comme ceux qu'on a vainement atteudus de confrontations synchroniques. Cela ne pourrait étre qu'en envisageant la mas- se entióre de notre atmosphére. 1l y aura toujours quelque chose d'indéterminé dans le calcul de la fonetion pertubatrice á cause des interférences; mais pour un lieu donné le flotte- ment général y raménera, comme pour obéir á la loi des com- pensations, des événements identiques á ceux du passé, Voú ressortira la périodicité mise en évidence par un calcul d'équi- valences. 11 nous a paru suffisant d'admettre que l'équilibre hy- grométrique de la Terre est la conséquenee du pouvoir électro- magnétique solaire et que toute cause capable Vinfluencer tel élément, á certaine date, agit avec un poids qui déoroit de mémoe á des intervalles égaux et convenablement limités de cette date, Paris, 3 Juin 1910. e a A PR O 0 AO A Le O 44 dre . Par + dE 8 $ A - n” AAA (3% A AZ sl AS ERA E e 1 re mM 4 12448) A ñ Bl . eE SOCIETÉ SCIKNTIFIQUE , ANTONIO ALZATE.' MÉMOIRES, T. 29, 413 UNA SOCIEDAD PARA EL ESTUDIO DEL FOLKLORE CHILENO Por el Prof. JORGE ENGERRAND, M, $, A. (Sesión del 4 de Julio de 1910). La progresista República de Chile acaba de manifestar una vez más el interés y la importancia que da al desarrollo de la ciencia. Se sabe que la inmigración extranjera es bastante con- siderable en Chile y que los alemanes, los vascos franceses y los vascos españoles son los que acuden en mayor número á la suriana república. Los unos y los otros se funden fácilmente en la población local á la cual la mezcla con los araucanes ha dado ese temperamento enérgico que tan fácilmente se nota entre los chilenos: así se va formando poco á poco una na- cionalidad nueva, bien caracterizada, que difiere netamente de los pueblos vecinos. Los alemanes han tenido y tienen una influencia muy mar- cada sobre la evolución de Chile. Varios de ellos son directo- res de Museos de Historia natural, profesores de universida- des ó miembros de sociedades ciontíficas locales. Entre ellos, tengo el gusto de citar el nombre de Rodolfo Lenz, autor de obras notables sobre su país adoptivo y especialmente sobre las razas indígenas que allí viven y sobre los idiomas que ha- -blan; citaré solamente sus tan apreciados “Estudios arauca- 414 JORGE ENGERRAND. nos” y sus trabajos sobre el orígen de las voces chilenas deri- vadas de lenguas indígenas americanas. El Sr, Rodolfo Lenz es el sabio que acaba de establecer en Santiago de Chile la “Sociedad de Folklore Chileno” con cuyo programa ha tenido á bien obsequiarme. Ese programa comprende además un estudio muy intere- sante del mismo señor Lenz sobre “Etnolojía 1 Folklore” cuyo título escribo como lo hacen los mismos chilenos. El conside- ra el folklore como una rama de la etnología, lo que se puede discutir, puesto que como lo saben los miembros de la Socie- dad Alzate, las opiniones sobre lo que son la etnología y la et.- nografía son muy diversas y contradictorias. Según él, “el folklore es aquella rama de la ciencia del hombre que recoje los mitos y todas las manifestaciones de las creencias popula. res, las leyendas, las consejas, los cuentos, cantos y prover- bios, las supersticiones y costumbres.” Insiste, con justa ra- zón, sobre lo interesante que ha de ser el folklore de todas las repúblicas latino-americanas en las que se mezclan tantos elementos de procedencias diversas. El estudio del folklore me- xicano, por ejemplo, sería de una importancia capital por la influencia considerable que ha de ejercer en él la historia de las antiguas civilizaciones en nuestro país. Pero para realizar tal estudio, si el apoyo de los poderes públicos que deben fo- mentar ante todo la instrucción primaria no es absolutamen- te indispensable, debe contarse sobre la ayuda eficaz de todos los que observan el pueblo y que viven en contacto con él, es decir los profesores, sacerdotes,etc. Lo que falta es más bien el entusiasmo y el gusto por el estudio. El programa para el estudio del folklore chileno del Sr. Lenz está dividido del modo siguiente: UNA SOCIEDAD PARA EL ESTUDIO DEL FOLKLORE OHILENO. 415 I. LITERATURA. A. Poesía. B. Prosa. ll. MÚSICA Y COREOGRAFÍA: ARTES PLÁSTICAS Y ORNAMENTALES. III. COSTUMBRES Y CREENCIAS. A. Fiestas y diversiones. B. Costumbres y creencias relacionadas con la vida del individuo. C. La vida material del individuo en general. D. Las ocupaciones sociales y los artesanos. IV. EL LENGUAJE VULGAR. A. Teoría del idioma. B. El material del idivma. No quiero entrar en los detalles de tal programa porque, como es natural, se aplica especialmente á la región chilena. El Sr. Lenz acaba su trabajo dando las reglas para la trans- cripción de documentos en dialecto chileno y comunica obser- vaciones sobre la fonética chilena. Bien es sabido que el español que se habla en las diversas repúblicas nispano-ame- ricanas difiere bastante del castellano académico y en la mis- ma España el idioma hablado de una provincia á otra difiere también mucho. Hay quienes digan que es en Colombia en donde se habla el mejor castellano, pero habría que probarlo. Por otra parte los idiomas tienen que modificarse considera- blemente en los diversos centros de civilización latino-ameri- canos y eso en relación con las exigencias de la vida local to- mando palabras de los idiomas locales y adulterando las del mismo español. Es probable que sea en Chile en donde se ha- ble el español más transformado, superando quizás á las alte- $ 416 JORGE ENGERRAND. raciones que los brasileños han hecho sufrir al portugués, mo- dificando considerablemente su pronunciación y agregándole muchas palabras guaranís, tupis, ete. El estudio de esas transformaciones del lenguaje popular está en relación dirécta con el folklore. Citaré algunas usadas entre el pueblo bajo chileno según Lenz: Dentrar por entrar; alimarse por animarse; querís por quieres; ruvulución, cumu- nica, turrumoto, ete., por revolución, comunica, terremoto; Pa- gua, Vhora por el agua, la hora; un gúevo, er huevo, los hue- voh por un huevo, el huevo, los huevos; preúto por producto; quierida mía por querida mía; corazoncito mído por corazon- cito mío; la yerra por la guerra; precetol por preceptor; Con- ceuceón ó Concección por Concepción; decil-lo por decirlo; sordao por soldado; sar por sal; reitir por derretir; trompecé por tropecé; insáme por exámen, etc. Este rápido estudio del programa de la Sociedad de Fol. klore chileno bastará, creo, para dar una idea de su importan- cia y de lo que se puede esperar de ella para el estudio del pueblo chileno. Esperamos que alguno de nuestros colegas se inspirará en sus proyectos para establecer en la Sociedad An- tonio Alzate una sección de Folklore mexicano. México, Julio de 1910 Indice del tomo 29 de Memorias. Tuble des matieres du tome 29 des Mémoires. Beaven (Eduardo). - PAGINAS. Breve estudio de las condiciones que dehen llenar los pla- nos de los terrenos nacionales. -..ooomooooocooommooo--.- 215-288 Becerra (Marcos 1) Nombres geográficos del Estado de Tabasco. (Noms yéogra- 2hsques. de P.Etat de Tabasco). vario ceda alan de sia 69-171 Beltrán y Puga (Guillermo). Cantidades de lluvia en el Molino del Rey, en el Bosque de Santa Fe y en el Ex-Convento del Desierto durante el EL a TE A E A 305-311 Campo (Alejandro ¡ML del). La lucha del estómago con el intestino. (La lutte de Vesto- NU .Quec LIMICWM): - asias as dois o ES NOS 173-176 Conzatti (Casiano). La Gruta de Santa Ana, Cuicatlán, Oaxaca. (La Grotte de Santa; ANO) Li als AU AA TEENS E PRA EA O 199-205 Descroix (Léoxa). Prévision du temps. Probabilités saisonniéres. .......... 407-411 Diaz (Severo). Síntesis teórica de nuestros principales meteoros. Cinco años de observación. Láms. XIII y XIV. (Synthese théori- que de nos principaux météores. Pl. XII et XIV)...-..-... 177-189 Mew. Soc. Alzate. México. «T, 29 (1909-1910) -—53 418 Engerrand (J orge)- PÁGINAS. Una Sociedad para el estudio del Folklore chileno. (Une So- aa ciété pour Uétude du Folklore chilien) -..o ) 1909. 80 (Le Due de Loubut, M.S. A) Koehler (R.) - Echinodermes provenant des campagnes du yatch Princesse-Al- ce. (Astéries, Ophiures, Echinides et Crinoides). Monaco. 1909. Fol. 32 pl. (Résultats des Campagnes Scientifiques accomplies sur son yateh par Albert Ter. Prince Souverain de Monaco. Publiés sous sa direction avec le concours de M. Jules Richard. Fascicule XXXIV ). ] Lindfors (A. O.) — Linnes Dietetik pá grund valen af. dels hans eget original utkast till fórelismingar: Lachesis naturalis quae +radit diaetam natura lem. Université d' Upsala. 1007.89: y Linné (Carl von). —Bref och Skrifvelser af och AN .... med understód af Svenska Staten utgifna af Upsala Universitat. Fórsta Afdelningen. Del it HE $ DT. Stockholm. 1907-1909 - 82 _Limnó, a ber die Cultur a Pilanzen. 1759. Université d' Upsala, - 1907. , Taly os — - Caroli aL. e $ acid: cult, Methodus -avium da — Université da Upsala, 1907. 82 - AS pd Eocene, New York. American Museum of Natural Maita Mergaira IX, aia (W. D.)—The Carnivora and Insectivora of the Bridger Basin, Middle ; Part VI soga 1 Pol. Plates. ETA GE e Po. » Pr ag 3h DS DA .. > A E A NA AO : Lv M O palo > o Y a, SA - vu > PAN Pa! + bo . A ef . ; q pe ON le Sto A E ad LS EAS A e Ñ n » DA A de 2ó AE y : e ' » 5 e ” ¡5 LIA vd a A >, ES E ¡DB IÓ A ¿He e. e pa, eS A y A Dell de En 2 A A Y, Nobel (Les Prix) en 1906. Stockholm. 1909. 8% pl. ( Académie Royale des Sciences de Suede). os on Seler (Antrittsrede des Hrn. a K. Preuss. Akad. Wiss. Berlin. 1909. Ea (Duque de Loubat, M. $. A.) , , Swederus (M. B.) —Linné 2 Váixtodlingen Université d' Upsala. OR feo: Vargas (Fulgencio).— La Insurrección de 1810 en el Estado de Guanajuato. He- | roísmos. campañas y sacrificios de los primeros insurgentes. ( Tradiciones y leyendas). Prólogo de Luis González Obregón. Juicio critico de J uan de D. Peza. México. 1909. (20x10), láms. Dons et nouvelles publications recues pendant Octobre 1909. Les noms des donateurs sont imprimés en italiques; les membres de la Société sont designés avec M. S. A. Agraz (Prof. J. 8), M. S. A.—Estudio químico de nna A! de el : México (B=1. Soc. Geol. Mex. VI). 1909. 8? 1 lám. ; Almanaque Náutico para el año 1911, caleulado de orden de la Super ioridad en el Instituto y Observatorio de Marina de San Fer nando, para el Meridiano : de Greenwich. 1909. 82 | 907 Archivos de Higiene.—Organo de la Sociedad de Higiene Pública é Ingeniería o Sanitaria. Buenos Aires. Tomo I. 1908. Tomo II, N* 1, 1909. 82 . Búsc (Dr. E.», M. S. A.—Ueber den Zusammenhang zwischen vulkanischer DS an A E Frscheinnngen und Gebirgsbildung. DR (Aus der Natur. 5. 20% 3 y EA 1909, Heft 12... 8” 12 Fig. | osas Cape Town. Royal Society of South Africa. Transactions. Vol, L, Part 1 1900. qa ei 8% pl. Poe Ne pl OS 5 A Engerrand (Prof. J.) y Urbina (F.), M. S. A.—Nota preliminar acerca AS un ya y e cimiento prehistórico. ubicado en Concepción (Estado de Campeche). | Led y Acompañado de un resumen en francés, —México. (Bol. Soc. Geol, LM SOI 7 VI). 1909.89 láms. doi 12 de Ez E Flores (Ing. Teodoro), M. S. A.—Los yacimientos de tecali de los Al ededores. de us ea y Tequisistián, Estado de SO México dle: Soc. Geol. pee VI) 1 1909. 2 A 8% ¡áms. Es dE ae ES Gayón (Dr. José P. Pablito de las cofitnedades venéreas s y sifíticas Mé E xico. 1895. 82 po Geikie (James .—Traité pratique de Góology. Traduit. et adapté. de oro anglais “Structural and Field Geology” par P, Lemoine. Préface de M. Ns a Michel-Lévy.—Paris, Librairie E A Aa $ Fils. daa? e em Cde: 37 gr. 64 E 187 fig. 15 fr. a -3S ap.» AN 0. k . Ji 4 ho Guess H. A,—Ore dressing in the Unjted States and Mexico, Colorado Scientific Society. Proceedings, Vol. IX, pp. 235-258, Denver, Sept. 1909, 89 Baton de la Goupilliérs, M. sS. A.—Mémo:res divers. 2e. édition. Paris. 1909, 49 Oscillations des beunes non guiées. Paris (Ann. des Mines). 1909.—La Ñ loi des uires dans le m »uvement avec liaisons. Lisboa (Journal Se. math. phys. e nat.) 1909. —Potentiel du temps de purcours. (Annales Soc. Se. - de Bruxelles). 1909. 82 -Hiibner's Geograpisch -=tati "México, 1883. 80 (A sure). eN REVISTA CIENTIFICA Y BIBLIOGRAFICA - Société Scientifique “Antonio Alzate.” REVOÉ NOENTIFIQUE ET DIBLIOGRAPMIQUE PUBLIÉE SOUS LA DIRECTION DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLAN Secrétaire perpétuel. 1909-1910. MEXICO IMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAL 1909 Sociedad Científica “Antonio Alzate.” REVISTA CIENTIFICA Y DIBLIOGRAFICA PUBLICADA BAJO LA DIRECCIÓN DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secretario perpetuo 1909-1910. ; MÉXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL (42 de Revillagigedo Núm. 47). 1909 SOCIETÉ SCIENTIFIQUE “ANTONIO ALZATE.” FONDÉE EN OCTOBRE 1884. Membres fondateurs. MM. Rafael Aguilar y Santillán, Guillermo B. y Puga, Ri- cardo E. Cicero, Manuel Marroquín y Rivera et Dr. Da- niel M. Vélez. Président honoraire perpétuel. M. Ramón Manterola. Secrétaire général perpétuel. M. Rafael Aguilar y Santillán. Conseil directif. —1909, » PRÉSIDENT.—Dr. Eduardo Licéaga. VicE-PRÉSIDENTS.—Ing. Gabriel M. Oropesa et Dr. Daniel Vergara Lope. SECRÉTAIRE.—Prof. Manuel Moreno y Anda. VICE-SECRÉTAIRE.—Ing+ Jorge Méndez. TRÉSORIER PERPÉTUEL.—M. José de Mendizábal. La Bibliothéque de la Société (Ex-Mercado del Volador), est ouverte au public tous les jours non fériés de 4 h.á 7 h. du soir. Les ““Mémoires” etla “Revue” de la Société paraissent par cahiers in 82 de 48 pags. tous les mois. : La correspondance, mémoires et publications destinées á la Société, doi- vent étre adressées á la Sociedad Científica “Antonio Alzate” : Ex-Volador.—MÉXICO (Mexique). Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Les membres de la Société sont désignés par les lettres M. $. A. Y. Saco Cent. “Anto Ala. MEXICO. osr.s ILLA Revista Científica y Bibliográfica, Núms. 1-4, Tomo 29, 1909-1910. SESIONES DE LA SOCIEDAD. JULIO 5 DE 1909, Presidencia del Sr. Dr. D. Vergara Lope, Vicepresidente. TRABAJOS.—Prof. Juan S. Agraz. Nuevo método para obtener los car- bures de hidrógeno gaseosos. Dr. J. Alemán. Estudio químico de la Tronadora (Tecoma mollis Juss. ), (Memorias, t. 27, p. 275). Prof. M. Leal. La población de León, Gto. Regla para determinar el cen- so. (Memorias, t. 27, p. 265). M. Pérez Amador. La oxidación del fósforo como fuente de radioactivi- dad. Dr. Paul Waitz. Principios de clasificación y comparación de las rocas macizas ígneas. (Memorias, t. 28, p. 53). NOMBRAMIENTO.—Miembro titular: Dr. Ernesto Wittich. | PosTULACIÓN.—Para miembro titular: Ing. Horacio C. Symons. El Prosecretario, JORGE MÉNDEZ. AGOSTO 2 DE 1909. Presidencia del Sr. Dr. D. Daniel Vergara Lope, Vicepresidente. FALLECIMIENTOS. —El Secretario perpetuo dió cuenta de la sentida muerte de los socios honorarios Sres. Lic. D. Joaquín Baranda, antiguo Mi- nistro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Ing. D. Manuel Fernández Leal, antiguo Ministro de Fomento, de quienes la Sociedad recibió valiosos servicios y muestras de estimación; Almirante G. Neumayer y el eminente sabio Simón Newcomb. TRABAJOS. —Prof. R. Mena. El idioma español en Chiapas, (Memorias, t. 29, p. 21). "Prof. M. Miranda y Marrón. Los terremotos ee 1908. (Conclusión). (Me- morias, t. 28, p. 93). . Ing. P. C. Sánchez. Experimentos de mediciones lineales con invar. Prof. José C. Zárate. Ensaye volumétrico del estaño. NOMBRAMIENTO.—BSocio honorario: Ing. Juan D. Villarello, Subdirector del Instituto Geológico Nacional. Miembro titular: Ing. Horacio €. Symons. PosTULACIONES.—Para miembros titulares: Sres. Urbano Aldrete y Pedro González, jr., Ingenieros de Minas; y Eduardo Rodríguez, Ingeniero agrónomo. : El Secretario anual, M. MORENO Y ANDA. SEPTIEMBRE 6 DE 1909. Presidencia del Sr. Ing. G. M. Oropesa, Vicepresidente. TRABAJOS.—Inmg. J. Galindo"y Villa. Las puertas de medio punto en el costado Norte del Palacio Nacional: Dr. J. M. de la Fuente. Arbol genealógico del Cura D. Miguel Hidalgo. Prof. G. Gándara. Enfermedades criptogámicas del Naranjo. (Citrurus aurantium). (Memorias, t. 28, p. 155). Prof. A. L. Herrera. Sur la vie apparente de corpuscules obtenus par éva- poration de solutions de silice et de carbonate de calcium dans de Peau saturée dP'acide carbonique. (Memorias, t.-29, p. 43). Ing. Pastor Rouaix. Configuración geográfica y climas del Estado de Du- rango. (Memorias, t. 29, p. 5). NOMBRAMIENTOS. —Miembros titulares : Urbano Aldrete y Pedro González, jr., Ingenieros de Minas, y Eduar- do Rodríguez, Ingeniero agrónomo. PosTULACIONEsS.—Para miembros titulares : Ing. Luis G. Córdova y Ambrosio Romo, Zacatecas; Y. S. Bonillas, geólogo y Enrique C. Guillaumet, químico. El Prosecretario, JORGE MÉNDEZ. Sesión solemne del 4 de Octubre de 1909. 25% Aniversario de la Fundación de la Sociedad. Presidencia del Señor General de División DON PORFIRIO DIAZ, Presidente de la República, Acompañado de los Sres. D. Ramón Corral, Vicepresidente de la Re- pública, Ministro de Gobernación, Ing. D. Leandro Fernández, Ministro de Comunicaciones y Obras Públicas, Dr. D. Eduardo Licéaga, Presidente de la Sociedad y del Consejo Superior de Salubridad, é Ing. D. Guillermo Bel- trán y Puga, Director General de Obras Públicas. Abierta la sesión á las 6.45 p.m. el Secretario general perpetuo, después de la lectura del acta de la sesión anterior, dió cuenta de haberse recibido especialmente para esta sesión los trabajos siguientes, además de los que se leerían conforme al programa: L—Nombres geográficos del Estado de Tabasco, por el Prof. Marcos E. Becerra. lL.—La lucha del estómago con el intestino, por el Dr. Alejandro M. del Campo. IIL.—Síntesis teórica de nuestros principales meteoros. Cinco años de ob- servación, por el Pbro. Severo Díaz. IV.—El origen y la evolución de la nimbus. La cumulización horizontal, por el Pbro. Seyero Díaz. V.—Observations sur la morphogénese en Plasmologie par MM. Albert et Alexandre Mary. : -— "VL—Tablas matemáticas y astronómicas calculadas para la división deci- mal de la circunferencia, por el Ing. Joaquín de Mendizábal Tamborrel to] VIL— Estudio de saneamiento de una colonia rural, por el Ing. G. M.r Oropesa. | VII. —Estudio de la formación de los elementos agronómicos del suelo, po el Ing. R. M. Tello. IX.— Una inclusión de silicato en el fierro metéorico de Toluca, por el Prof. Dr. G. Tschermak. : 5 A continuación el mismo Secretario propuso se nombrara Socio Pro- TECTOR HONORARIO al SR. GENERAL D. PorFIRIO Díaz, lo que fué acep- tado por aclamación. (Aplausos). El Sr. Dr. Licéaga leyó el siguiente informe: SEÑOR PRESIDENTE: SEÑORES: Me cabe la honra de dirigiros la palabra en la presente ocasión, por la benevolencia de mis consocios, que se han dignado elevarme á la Presiden- cia de esta Sociedad, sin merecimiento alguno de mi parte. La Sociedad Científica ''Antonio Alzate” ha vivido tan modestamente que casi pasa desapercibida para la mayor parte de los habitantes de la ciu- dad, debiendo ser tan conocida y apreciada en México como lo es en el ex- tranjero. - Ha tenido una historia muy original, que me voy á permitir condensar en pocas líneas. - Unos estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria, en reducido nú- mero, cursaban historia natural en 1884 bajo la dirección del Sr. Prof. D. Alfonso. Herrera. Los domingos se dirigían á diversos lugares del Valle de México, procurando aplicar los conocimientos que habían adquirido duran- te la semana, en.la recolección de plantas y animales, que estudiaban en sus detalles y clasificaban en los grupos que les corresponden en la inmen- sa serie de los seres vivos; sin dejar de observar el terreno en donde se des- arrollaban, las condiciones meteorológicas que les rodeaban, el suelo en que habían nacido y las rocas que formaban el cimiento de ese suelo. Con el caudal adquirido, los estudiantes se reunían para comunicarse sus obser- vaciones, en los corredores de la Escuela Preparatoria, y en el mes de Oc- tubre del año que dejo citado resolvieron formar una Sociedad que tendría por objeto cultivar diversos ramos de la ciencia, formar y conservar colec- ciones de historia natural, adquirir instrumentos para perfeccionar sus ob- servaciones y una biblioteca que les permitiera ampliar sus conocimientos. El primer acto de la nueva Sociedad fué comunicar al Sr. Herrera los fines que se proponía, y este maestro inteligente, que comprendía desde el pri- 9 mer momento el partido que podía sacarcarse de aquellos entusiastas ini ciadores, puso á su disposición el museo de historia natural, los gabinetes de física y de química y la biblioteca del establecimiento, proporcionándo- les así los elementos que les faltaban. Cuando el Sr, Herrera se separó de la Escuela Preparatoria, no pudo contar ya la Sociedad con aquellos elementos y fué á abrigarse en un mo- desto asilo, que le proporcionó el Subdirector del Observatorio Meteoroló- gico Central. Allí comenzó verdaderamente el trabajo de aquellas abejas, que llevaban la miel á su panal en la forma de ejemplares de historia na- tural, de libros y de instrumentos. A la formación de la biblioteca contri- buyeron muchas personas, especialmente el Sr. D. Miguel Pérez, Subdirec- tor del Observatorio citado. Pero como el material aumentaba constantemente, ya no cupo en aquel pequeño departamento y la Sociedad tuvo que emigrar á la Escuela Nacio- nal de Ingenieros, á otro pequeño local que le proporcionó el Sr. Ing. Ugalde. Al poco tiempo fué ya insuficiente este nuevo local y de aquí se origi- nó la separación de los objetos adquiridos: los libros quedaron al cuidado del Sr. D. Rafael Aguilar y Santillán, Secretario de la Asociación; los ins- trumentos, fueron encomendados al Sr. D. Guillermo Beltrán y Puga y los ejemplares de historia natural los conservó el Sr. D. Daniel M. Vélez. Después, con fondos propios, ocuparon un local en la calle del Puente de la Leña y de allí pasaron á otro de la calle de la Palma. En Enero de 1891 el Sr. Lic. D. Ramón Manterola proporcionó aloja- miento á la Sociedad en la Biblioteca Pública “Romero Rubio.” de Tacu- baya, á fin de que los libros adquiridos fueran puestos á disposición del pú- blico. Allí permaneció la Sociedad hasta Septiembre de 1894 en que pasó á la calle de la Cerbatana; después á la de Chavarría, y por último, en 1896 se instaló en el local en donde la encontramos. La Sociedad, que no solamente trataba de acopiar libros é instrumen- tos, sino que deseaba: dar á conocer sus trabajos, publicó su primer cuader- no á fines de 1885, que el Sr. Pérez hizo imprimir en un número del Bole- tín de la Secretaría de Fomento, obsequiando un sobretiro de 200 ejempla- res á la Sociedad. Esta publicó después por su cuenta los dos primeros nú- meros de sus Memorias, en Septiembre de 1886 y en Febrero de 1887, y por fin, desde Julio de este último año se han seguido publicando regular- mente las Memorias en la Imprenta del Gobierno, patrocinadas por la Se- cretaría de Gobernación. El número publicado en 1886 lo encabezó el Sr. D. Miguel Pérez con la siguiente introducción, que pinta mejor de lo que yo pudiera hacerlo, los primeros pasos de la Sociedad : Revista (1909-1910). —2 10 “La Sociedad Científica “Antonio Alzate” tiene la honra de presentar al público por primera vez sus humildes trabajos sin pretensión de ningún género, y antes bien con sobra de temor, porque hace apenas sus primeras armas, dando á luz algunas de las Memorias leídas en sus sesiones. Culti- var los estudios, principalmente en lo que á las ciencias de observación se refiere, tal es el fin de la Sociedad. Con dificultades serias ha tropezado du- rante su corta existencia, pero sus jóvenes miembros, perseverantes como todo el que tiene fe en el éxito de sus obras, mucho más cuando son éstas de levantados fines, han ido salvando uno á uno los obstáculos. “Es por desgracia un hecho, que numerosas Corporaciones han nacido al calor del más estrepitoso entusiasmo; la nobleza de su objeto, el número de sus adeptos, la pompa de su instalación, la brillantez de sus comienzos y el esplendor de sus programas ha hecho concebir alagadoras esperanzas, pero, flores de un día, han muerto casi al nacer, el entusiasmo y los pro- pósitos se han evaporado; los adeptos se dispersan para repetir después pa- recidad escena bajo distinta forma, y solo queda en pie una decepción. Y así obrando, es ilusión el progreso, y la perfección ideal tras el que en va- no se corre porque huye y huye siempre. La Sociedad “Alzate” á pesar de estar formada por jóvenes de quienes pudiera esperarse también algo pare- cido á lo antes-dicho, ha procedido con prudencia extremada. Ha huído de toda ostentación; nació en pobre obscuridad y en ella ha vivido, elaboran- do grano á grano el material que comienza á presentar al público; es muy severa, severísima en sus labores; mucho más seguramente que algunas Sociedades formadas por hombres maduros y veteranos científicos, muy so- bría en preceptos reglamentarios, emplea en útiles discusiones el tiempo que en algunas corporaciones se gasta lamentablemente en dar y combatir trámites. Es halagador á la verdad, que los miembros de la Sociedad “Al- zate” moderen los ardores de su juventud con los consejos de su razón. Pru- dentes hasta ahora, y pensadores y hombres en una palabra, á pesar de sus pocos años, van pisando terreno firme. Será lenta su marcha todavía du- rante algún tiempo, poco importa; su obra no será deleznable, ni los frutos de sus vigilias serán efímeros. “¿Cualquier paso que signifique adelanto científico patrio es digno de aplauso y de congratulación; pero doble placer me causa en esta ocasión la con- . ducta de los mencionados jóvenes, y la aparición de sus primeros trabajos porque á mi lado he visto formarse algunos de ellos, desde que comenzaron á nutrir su espíritu con el sagrado pan de la ciencia. “¿A nombre de ellos pide, pues, al público su idulgencia, el último de los Miembros Honorarios de la Sociedad. — Miguel Pérez.” La profecía del Sr. Pérez se ha realizado, y lo que él dijo en el año de 1886 lo podemos repetir hoy que la agrupación cumple veinticinco años de Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. Il. P.Baruetche. fot Los Pilares de Covadonga, Peñón Blanco, Cuencamé, Durango. a 11 existencia: “La Sociedad ''Alzate” ha huído de toda ostentación; nació en pocre obscuridad y en ella ha vivido, elaborando grano á grano el material que presenta al público; es muy severa, severísima en sus labores; muy 80- bria en preceptos reglamentarios, emplea en útiles discusiones el tiempo que en algunas corporaciones se gasta lamentablemente en dar y combatir trámites.. .... Su obra no ha sido delezneable, ni los frutos de sus vigilias efímeros.” Si me permito hablar en estos términos que parecen poco modestos en boca de uno de los asociados, es porque soy el último de los que han ingre- sado al seno de la corporación; es porque á mi pesar, no he podido traer un solo grano de arena al edificio que ellos han levantado; es porque me sien- to con el valor de decir la verdad. No es, pues, el espíritu de corporación el que me induce á hablar así, sino un sentimiento de justicia y de admi- ración por los que trabajan con tanto éxito y hacen tan poco alarde de sus estudios, y porque debo presentar la Sociedad al Primer Magistrado de la Nación, tal como ella es. Pero no quiero pasar adelante sin daros á conocer los nombres de aque- llos jóvenes, casi adolescentes, que iniciaron la creación de esta Sociedad : eran Rafael Aguilar y Santillán y Guillermo Beltrán y Puga, á los que se reunieron como fundadores Ricardo E. Cicero, Manuel Marroquín y Rive- ra, Agapito Solórzano y Solchaga y Daniel M. Vélez. Pero debo hacer especialísima mención del Sr. D. Rafael Aguilar y San- tillán, que no solamente fué fundador de la Sociedad, sino que por su cons- tante afán y su laboriosidad incansables, se ha convertido en el centro de la Sociedad, alentando siempre á sus compañeros, arreglando las labores, conservando como un tesoro cuanto pertenece á la corporación. Todos sus consocios, apreciando justamente los méritos del Sr. Aguilar, desean demos- trárselo en esta solemnidad, suplicando á usted Señor Presidente, que se - digne presentarle é nombre de ellos, esta placa que se ha mandado grabar con su nombre y con una inscripción alusiva, para que la conserve en re- cuerdo de la apreciación que hacen de sus extraordinarios méritos los miem- bros de la Sociedad Científica “Antonio Alzate.” Para dar una idea de los trabajos de que se ocupa la Sociedad, permi- tidme"que enumere los que han hecho el objeto de sus labores en el pre- sente año: Algo que se ha descuidado en el problema de la educación, por J. En- gerrand y F. Urbina. Elementos del cometa Morehouse, por J. M. Chacón. Abastecimiento de aguas en la ciudad de Morelia, por P. Ortiz Rubio. Purificación y abastecimiento de aguas potables de las grandes ciuda- des, por I. Pérez Guzmán. " 12 Cantidades de lluvia recogidas en el Molino del Rey, el Desleéto y el Bosque de Santa Fe, por G. Beltrán y Puga. La actividad solar durante el mes de Diciembre de 1908 y primer tri- mestre de 1909, por £. G. León. Nombres de los Reyes de México. Estudio etimológico, por C. A. Ro- belo. ; Los peligros de las aplicaciones terapéuticas de los rayos X, por R. E. Cicero. La navegación aérea, por R. Mallén. Xochiquetzal. Diosa de las Flores, por R. Mena. El levantamiento magnético en la República, por M. Moreno y Anda. Los grandes terremotos del año de 1908, por M. Miranda y Marrón. Métodos clínicos de laboratorio aplicables al diagnóstico de las enfer- medades, por 4. J, Carbajal. ¿Por qué no han dado resultados satisfactorios los abonos químicos? por R. M. Tello.. Descripción de un toracógrafo, por D. Vergara Lope. Nuevo método de obtener los carburos de hidrógeno gaseosos, por Y. $. Agraz. Estudio químico de la Tronadora, por J. Alemán. La población de León. Regla para determinar el censo, por M. Leal. La oxidación del fósforo como fuente de la radio-actividad, por M. Pé- rez Amador. Principios de clasificación y comparación de las rocas macizas ígneas, por P. Wakitz. El idioma español en Chiapas, por R Mena. Experimentos de mediciones lineales con invar en los trabajos geodé- sicos, por P. S. Sánchez. Ensaye volumétrico del estaño, por J. C. Zárate. Las enfermedades del naranjo, por G. Gándara. Corpúsculos de vida aparente que se obtienen evaporando una solución de sílice y carbonato de cal, por 4. L. Herrera. Configuración geográfica y climas del ada de ir: por P. Rovaiz. Esta simple enumeración de los trabajos EAS A en el año actual basta para dar idea de la diversidad de los estudios de que se ocupa la Aso- ciación: los hay de astronomía, meteorología, geografía, física, química, his- toria natural, biología é historía antigua de México, y como estudios prác- ticos se ocupó de la provisión de aguas de las ciudades y de la manera de hacer el censo de la población, Sé ve, pues, que todas las ciencias citadas y algunas de sus aplicaciones tienen aquí representantes. Mem. Soc. Alzate. T. 29, lám. IV. "da 4 ” ARANA TACA NA O P.Barnetche,fot. Los Pilares de la Joya de Covadonga, Peñón Blanco, Cuencamé, Durango. 13 Como en cada paso que da la ciencia amplía la extensión de los conoci mientos anteriores, abre nuevos caminos á los investigadores y nacen como por encanto ramas nuevas del saber humano; es imposible que la inteli- gencia de ningún hombre, por vasta que fuera y por muy feliz que fuese su memoria, pudiera abarcar todos los conocimientos humanos, como su- cedía en aquellos siglos muy remotos en que había hombres que tenían tal privilegio. De aquí viene la necesidad de la división del trabajo y del e. tu- dio: mientras más crece la ciencia más precisa dividirla y subdividirla, pa- ra que la inteligencia limitada de cada hombre se ocupe de cultivar deter- minado género de conocimientos. Inspirándose en el amor al estudio que inculcó á los mexicanos el sabio con cuyo nombre se honra esta Sociedad, sus miembros se dedican al cul- tivo de la ciencia, dividiéndose las labores entre muchos: en efecto, cuenta en el país coy 214 socios y con 204 en el extranjero. Los veintisiete tomos de Memorias y Revista que ha publicado son tan estimados, que le permiten hacer el canje incesante de ellas con 75 de los cuerpos científicos establecidos en el país y con 875 en el extranjero, entre los cuales se cuentan las sociedades doctas más reputadas del mundo. Con el producto de ese canje y con las donaciones de las sociedades se ha enriquecido la biblioteca, pues solamente la Academia de Ciencias de Pa- rís le ha enviado los 154 tomos que lleva publicados de sus Actas y los 95 de sus Memorias. La biblioteca cuenta actualmente con 21,300 volúmenes, siendo una de las más ricas de la República en colecciones y monografías modernas de las ciencias físicas, matemáticas, naturales y geográficas. Cuen- ta además con 977 cartas y planos y con 628 retrates de sabios modernos y contemporáneos y recibe mensualmente de 400 á 500 publicaciones. Véamos ahora los elementos de que esta sociodad puede disponer pa- ra su subsistencia y progreso: desde luego este local, compuesto de dos piezas, que no pueden contener ya los libros y las colecciones, con la va- liosa ayuda de la Secretaría de Gobernación, á la que debe la Sociedad la impresión de sus memorias, y por último, con los escasos donativos que voy 4 enumerar: La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, cada mes. $20 00 La Secretaría de Fomento le proporciona mensualmente. .... xs 35 00 La de Instrucción Pública y Bellas ArteS...ooommooo.omoo=--.- 50 00 Término medio del producto de cuotas de los s0Ci0S .2oooo-=.-- 80 00 EA PARE $ 185 00 ( 14 Como veis, esta cantidad no es por sí misma considerable, y si se atien- de á que la Sociedad debe sostener el canje con los 1,100 ejemplares que se imprimen de sus memorias, se comprenderá que la mayor parte de los ingresos se emplea en gastos de correo y en la pequeña gratificación que se da al empleado encargado de la correspondencia. Queda el resto para gastos de escritorio, alumbrado, etc. No se retribuye, por tanto, la suma de labor que implica la enorme cantidad de objetos recibidos, su clasifica- sión y arreglo, la correspondencia con las Sociedades científicas del país y del extranjero, las citas á los socios, etc., etc. y Por breve que sea la reseña que hago de la Sociedad “Alzate,” me es imposible dejar de mencienar la prueba de vitalidad que ha dado, reu- niendo, como lo ha hecho, los tres Congresos meteorológicos que se han verificado en los años de 1900, 1901 y 1902y publicando los dos tomos que contienen las actas, memorias y resoluciones de los dos primeros con- gresos. Señor Presidente: Si esta Sociedad, con el modesto auxilio que recibe de las Secretarías de Estado y con el pequeño contingente de sus socios ha podido llegar al estado en que se encuentra, casi por sus solas fuerzas, se puede decir; si ge ocupa de cuestiones que interesan á todos y ha procurado poner la meteo- rología al servicio de la agricultura; si ha logrado reunir la más vasta co- lección de libros y objetos que ninguna otra Sociedad; si ha llegado á le- vantar nuestro crédito científico en el extranjero: qué no podría hacer si recibiera la poderosa ayuda que habéis dado, señor, á tantas otras socieda- des; si el Gobieano la tomara bajo su protección, ya no en la forma de mo- destas subvenciones de las diversas Secretarias, sino con una subvención bastante amplia, para que adquiriera un local capaz de contener y recibir su numerosa biblioteca, que sin cesar crece, sus colecciones de cartas geo- gráficas, mapas, retratos do sabios, fotografías de la luna, etc., etc? Si el local en donde su biblioteca se colocara estuviera más accesible al públi- co y se dotara á la Sociedad con mayor número de elementos para los al- tos fines que se propone; ésta alcanzaría en muy breve tiempo el auge á que está llamada por el extraordinario tezón y constancia de sus fundado- res y por el envidiable lugar á que ha llegado en el mundo científico. | Señor: Vos, mejor que-nadie, sabéis que el progreso social de los pue- blos toma su origen en los laboratorios, en los gabinetes científicos, en los museos, en las bibliotecas. Alentad, señor, á esta Sociedad con el apoyo PAÁUOPeAos) ap vLo(' 8] Op SEUA *OSUBIN(] 9P OPRISH 103 “9oqorouavg “d E el *A “URL 67 *L *"9JBZ[Y '908 "WO9IN 15 del Gobierno y agregaréis un lauro más á los muchos que lleváis conquis- «tados como el más entusiasta protector de los estudios científicos de nues- tra Patria. Al hacer en esta reseña mención del Secretario general perpetuo, el Sr. Dr. Licéaga suplicó al Señor Presidente de la República le entregara en nombre de la Sociedad la medalla de oro que como un homenaje por su abnegación y trabajos durante 25 años en pro de la Corporación, habían acordado sus consocios presentársela en esta sesión. * El Señor Presidente de la República entregó dicha medalla al mencio- nado Secretario, felicitándolo y dirigiéndole frases de aliento (Aplausos). El Sr. Aguilar y Santillán en extremo conmovido, dió las gracias manifes- tando que solo había trabajado por cariño á la Sociedad que exhortaba á los socios para que procuraran por todos los medios posibles su mayor en- grandecimiento y dió las gracias más sinceras á tadas las personas que de cualquier manera tomaron parte en esta manifestación. (Aplausos). En seguida se leyeron los trabajos siguientes: L Apuntes acerca de la acción fisiológica del foripondio (Datura corni- gera), por el Dr. E. Armendaris. U. La extensión geográfica de la raza fósil de Lagoa Santa, por el Prof. J. Engerrand. III. Panteones de México y sepulcros dispersos. por el Ing. J. Galindo y Villa. IV. Una nueva é interesante aplicación de la ortodiagrafía, por el Dr. D. Vergara Lope. Con este trabajo el autor presentó los resultados gráficos ob- tenidos. Quedaron nombrados miembros titulares los Sres. Y. S. Bonillas, geó- logo, Ings. Luis G. Górdoba y Ambrosio Romo, Zacatecas, y Enrique C. Guillaumet, químico. Con lo que terminó la sesión á las 8.15 p. m. á la que asistieron ade- más de los mencionados al principio, los socios J. S. Agraz, R. Aguilar * Al fia de esta acta se publica la lista de las personas que se dignaron correspon- der á la iniciativa de la comisión, contribuyendo para el costo de la medalla. 16 - y Señora, U. Aldrete, M. F. Alvarez, E. Armendaris, J. M. Arreola, E. Beaven, M. Bloch, E. Bóse, C. Burckhardt, S. Díaz, G. Durán, J. Engerrand, F. Fernández del Castillo, J. M. de la Fuente, J. Galin- do y Villa, G. Gándara, J. C. Haro, T. L. Laguerenne, E. Landa, F. Lentz, A. Membreño, J. Méndez, Joaquín de Mendizábal, José de Men- dizábal, Sra. Z. Nuttall, M. Olivares, G. M. Oropesa, T. Paredes, L Pé- rez Guzmán, F. M. Rodríguez, Leopoldo Salazar, P. Salinas y Delgado, E. E. Schulz, F. Sierra, Julián Sierra, R. M. Tello, M. Uribe Troncoso, D. M. Vélez, D. Vergara Lope y M. M. Villada; la Sra. de Galindo y Villa, Sritas. Mirassou y Ross; Sres. L. Ahuayo, Porfirio Díaz, jr., S. García Cue- llar. Ph. Gracieux, J. Hurtado, F. Licéaga, O. Licéaga, J. Monjarás, N. del Moral, J. Ortiz Monasterio, E. Peimbert, M. Pérez Amador, Alberto y Xavier Rojas y el Secretario que subscribe. . El Secretario anual, M. MORENO Y ANDA. Lista por orden alfabético de las personas que se sirvieron con- tribuir para la medalla de oro entregada «l Sr. Rafael Aguvlar y Santillán, Socio fundador y Secretario per- petuo de la Sociedad. Prof. Juan S. Agraz, Químico en Jefe del Instituto Geológico Nacional. Profesor en la Escuela Nacional de Agricultura. $ 10 00 Ing. Leopoldo Ahuayo, Ayudante de topógrafo del Instituto Geo- lógico Nacional. -......... A E A e A 2 00 Lic. Rafael de Alba, Profesor en la Escuela Nacional de Comer- A IR > O EE A ANI O 5 00 Ing. Roberto Hay Anderson. o commoncoorcrsonooorrarareo-- 5 00 Pbro. J. M. Arreola, Profesor en el Seminario Conciliar de Gua- dAlajara dd A A TT A 2 50 ea o A E A A AA 5 00 Ing. Luis G. Becerril, a Dibujante del Instituto doolóiaa Nacional. Profesor en la Escuela Nacional Preparatoria. .. 3 00 Ing. Guillermo Beltrán y Puga, Director General de Obras Pú- A A AE SS A RO RS 5 00 Dr. E. Bóse, Geólogo Jefe de Sección del Instituto Geológico Na- A A AS PA ER A 10 00 ¡Al frente 13. 5 ul se m8 47 50 17 s Del frente s...........8 Dr. C. Burckhardt, Geólogo Jefe de Sección del Instituto Geoló- Moo Nacional .... oconóconas AAA Ing. Juan Camacho, AS cdta de iobcisto del Instituto Geoló- CO NECIO cara dro ramda vano padono oa oh de eh A A RA RA A Sr. Francisco de P. Carbajal. Fotógrafo del Instituto Geológico o IA AA A A UE Dr. Ricardo E. Cie ero, Pr SAL en la nido y. de Medicina .. Prof. C. Conzatti, Director de la Escuela Normal para Profeso- A CN A o A AS Pbro. Severo Díaz, Director del Observatorio del Seminario de A O A E IE AA Dr. Alfredo Dugés, Profesor en el Colegio del Estado de Guana- AAN o E A AA AA Prof. J. Engerrand, LAA del Instituto Geológico Nacional, Profesor en el Museo Nacional de Arqueología -..........- Ing. Rómulo Escobar, Director de la Estación Agrícola Experi- mental de Ciudad Juárez, Chih ..-....0ocoocococonmooo-. Ing. Leandro Fernández, Ministro de Comunicaciones y Obras ASS A A AS A Ing. Teodoro Flores, Geólogo Jefe de Sección del Instituto Geo- PICO Nacional +. did dedito e o Des valentín E. Frías: Querétaro --.---:<«2oemido ajo misóate do dais MO RS-M. de la Fuente vist isso ro lio dede _Ing. José de las Fuentes, Director de le Oficina de Patentes y Marcas, Profesor en la Escuela Nacional Preparatoria .... Ing. José Galán y Ainslie, Inspector de las Obras de Saneamien- todo Tacubeya D: Po. cd rad Ing. Vicente Gálvez, Topógrafo del Instituto Geológico Nacional Ing. Angel García Conde, de la Comisión Geográfico-Exploradora Ing. Antonio García Cubas, Ingeniero consultor de la Secretaría de Beladiondós ¿220 td dol aka: id dde Gral. Angel García Peña, Director de la Comisión Geográfico-Ex- ploradora O RO a iia ah Ing. Francisco Garibay, Subdirector de la Comisión del Catastro Prof. Jesús Gasca, Gruadajuato .ooooo-=o“¿oooconoono.. Moris Ing. Roberto G. Gómez, Aspirante á Geólogo del Instituto Geo- lógico Nacional ..oooooooooommmocerrcoroocrnrrnnmaano > 47 50 10 00 5 00 5 00 3 00 1 00 10 00 10 00 15 00 212 00 Reyista (1909-1910).—3 18 Do la vuelta .........-- $ Ing. Pedro González, jr., Topógrafo del Instituto Geológico Na- e A a A E A Prof. Alfonso L. Herrera, Jefe de Sección en el ] Instituto Médi- A ad po o o A no be Uijar y ADO a nenas an ae Ing. Teodoro L. EA ps de RA o Sr. Hermión Larios, Ayudante de E del Instituto Geológi- co Nacional.. .. zz Ing. Edmundo Leal, Lieón, Ho Li loci Prof. Mariano Leal, Director del Observatorio Meteorológico de A AN A OS > Dr. Federico Lentz, químico .< ono ooo. o... ooo oc. oo Dr. Eduardo Licéaga, Presidente del Consejo Superior de Salu- lubridad y Director de la Escuela Nacional de Medicina. . - Lic. Víctor J. Lizardi. Guanajuato Ing. Gabriel Mancera ¡Diputado 012 IN IA Lic. Ramón Manterola, Diputado, Profesor en la Escuela Nor- mal para rote gores?, TUI PO Ing. Jorge Méndez, Primer Ingeniero de la Dirección General de Obras Pablica BCO RCNULLATO O A A SA Ing. Joaquín de Mendizábal, Ingeniero de la Comisión Geodési- ca Mexicana Sr. José de Mendizábal, Bibliotecario y Tesorero de la Sociedad. Prof. Manuel Miranda y Marrón 20 lo cocceocconno=.<2-- Ing. Francisco Nicolau, Director General de Faros .-......---- Sra. Zelia Nuttall, Profesora honoraria del Museo Nacional de Arqueolo A AI IL E A bo Ing. Macario Olivares, Jefe de la Sección Técnica de la Dirección General de Obras Públicas... -... ¿2220 2.2.2.2. Ing. Gabriel M. Oropesa, Director de las obras de saneamiento de Guadalupe Hidalgo, D. F........---- A Ing. Pascual Ortiz Rubio, Morelia, Mich...oooooooo=o=o====-=-- Ing. Trinidad Paredes, Geólogo del Instituto Geológico Nacional Dr. Antonio Peñafiel, Director General de Estadística ....----- Tlmo. Dr. Francisco Plancarte, Obispo de Cuernavaca, Mor..... Lic. Cecilio A. Robelo. Cuernavaca, Mor. ..ome.oo coco. .-.- Ing. Francisco M. Rodríguez, Profesor en la Academia Nacional de Ballñs Artes CLA A aa 5 00 EUOU 4 00 2 00 5 00 3.00 5 00 AAA A A 7 2: MZ! AA 2 50 Prof. Miguel Salinas, Director del Instituto Pape-Carpentier. Cuernavaca, Mor PP TA E EN O 3 00 Ing. Pablo Salinas y Delgado, Jefe de Sección de la Dirección General de Obras Públicas ....--..c0oooooocoocoono.o..o. 5 00 Ilmo. Dr. Atenógenes Silva, Arzobispo de Michoacán.......... 20 00 Sr. Fernando Urbina, Ayudante de Er del Instituto Geoló- O UCIQUAL 23d e o do cen 7 50 Ing. Bartolo Vergara, Director de la Oficina Impresora de Estam- pillas, Profesor en la Escuela Nacional de Ingenieros. ..... 5 00 Dr. Daniel Vergara Lope, Jefe de Sección del Instituto Médico Nacional y Profesor en la Escuela Nacional de Medicina .. 5 00 Dr. Manuel M. Villada, Profesor en el Museo Nacional de Histo- ria Natural y en las Escuelas Nacionales Preparatoria y de A A A 2 00 Dr. Paul Waitz, Geólogo del Instituto Geológico Nacional...... 8 00 Ing. Francisco de P. Zárate, Gobernador del Estado de Zacatecas 10 00 Prof. José C. Zárate, Ayudante de químico del Instituto Geoló- CAS A A 3 00 RARA A A A UA E NT 5 00 AAA RS SAA A NT 0 O 5 00 Er ALEA EAS $ 481 00 La Comisión: Ramón Mena. Joaquín de Mendizábal. Macario Olivares. Gabriel M. Oropesa, a Os 1 Gl vS TS pepe: O | Ia 80 N MS 46 Sp $0 6:26 s SL.OTU/A MES 2277 91QUISTILUT 0% MS MS ó6 Gr 2*I “pao | S'ST v6 "819 E A 636 €5 A MS 4 HAN|0'€ vG 66 99% |2"2T 8p 819 A IS 282 85 Y HN 89 9 €'6 GLG6 1006 IE BL A A ARS “""e1querdog C'8PT 17 A EN: |e9 |. 1301 863 |8'03 TN a A es 03803 y 0"28T 9% G! Y 89 9 v0l 1 €66 1003 96619 A "> or[nf 8'Lp vp ANA EN vs IS FTT- 10098 | 27% UIC AAA A A oTun f 088 PI S MS al LO > BOS LTL 00 93d |: FOO lA AA oLt 97€ 66 MS MS g'€ 0b L'0T 133€ | T1'33 GPU ERA AS [HQ Y ec vI 60 S MS 98 86 69 9:16 | 2'08 To"S19 AA A PR dvur ro MSS M 96 6€ Gó 896 |0"ZI A A a SC 0En enc 0191q9T eP3 9'0 MNNCS M8 [09 : 895 4. 2%0 eco | apL > Peg ss RA OL9UH DUI vu A o o o VU UL “8909 BLANTT "BIP9U1 PRPIIO]DA AN eS puphuno dee HA PM PAM 0 Y O1JAWIOABH . F A aJUBUILLLOP OJUILA. 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Cet Ouvrage a été signalé a 1 Académie des Sciences par M. G. Darboux, «Secrétaire perpétuel (Séance du 12 juillet 1909), et a 1 Académie Frangcai- se par M. Thureau—-Dangin, Secrétaire perpétuel (Séance du 15 juiliet 1909). ; “¿Cet Opuscule est le prémier d'une Collection que je me propose de pu- blier sur les Savants du Jour. Il m'a paru convenable de mettre mon entre- prise sous l'égide d'un nom dont la réputation est mondiale. J'ai cru quil serait attrayant de reproduire la partie biographique du spirituel Discours prononcé par un profond historien en recevant M. Hen- ri Poincaré á 1 Académie Francaise. Afin de donner une idée nette des profondes et multiples recherches de ce penseur, J'ai, d'une part, présenté les jugements portés en Science, avec une haute compétence, par deux éminents savants dont le devoir a été Ven résumer, devant un public d'élité, les principales directions et les nom- breuses conséquences; d'autre part, inséré, sur son récent Ouvrage relatif a la Philosophie scientifique, une fine analyse spécialement composée par Vun de ses collégues á la Sorbonne et á 1 Académie Francaise. En faisant précéder chacune des cinq principales sections de mon tra- vail d'appréciations dues á des hommes ilustres, il me semble que j'y ai in- troduit des éléments qui font oublier la sécheresse inévitable de suites ana- lytiques d'énumerations de titres d'écrits, bien que les titres vagues soient accompagnés de sobres explications. C'est pourquoi j'ose me flatter d'étre parvenu á composér un ouvrage qui soit á la fois intéressant pour les personnes qui désirent comnaítre, seu- lement dans son ensemble, lMuvre de M. Henri Poincaré, trés utile a celles qui se librent á d'ardues recherches dans quelqu'une des larges et nombreuses voies quiil a ouvertes. 23 Je crois avoir signalé tous ses Ecrits originaux et les principales ana- lyses dont ils ont été le sujet. Ce v'est qu'apres les avoir lus ou parcourus que j'ai donné les références et les renseignements qui s'y rapportent, On rendrait servicie á la Science en m'indiquant les omissions. Beaucoup de ces Ecrits ont été reproduits en diverses langues: j'en ai cité les traductions que jJ'avais vues ou dont j'étais certain. Enfinil importe de faire remarquer que M. Henri Poincaré, aprés avoir lu la partie de mon manuscrit relative á Analyse mathématique, a bien voulu me donner de précieux conseils pour le classement analytique des Mémoires et des Notes, et qwil a aussi lu et approuvé la derniére épreuve Vimprimerie de cet Opuscule. ” Etude sur l'Espace et le Temps, par Georges Lechalas. Deu- xiéme édition revue et augmentées. 1 vol. in-8 de la Bibliothe- que de philosophie contemporaine, 5 fr. Félix Alcan, éditeur. Pa- ris. 1909. La premiére édition de cette Etude, parue vers la fin de année 1895, se trouvant épuisée, lauteur en a préparé une deuxiéme édition. Il convient de signaler les points oú cette nouvelle édition differe le plus de la premiére. Tout d'abord Vétude de Plespace géométrique s'est notablement étendue, ayant plus que doublé. C'est qwen effet les bases logiques de la géométrie ont fait Pobjet de travaux fort importants dont il était indispensable de tenir compte, et cela a amené Vauteur á con.a- crer deux chapitres distincts aux géométries non métriques etaux géomé- tries métriques; un peu plus d'extension a d'ailleurs été donnée aux consi- dérations d'ordre historique. La mécanique a motive de moindres modifications; toutefois des indi- cations d'ordre historique sur le croix des repéres auxquels on rapporte les mouvements ont été empruntées a M. Duhem, et l'on a signalé tout Pin- térét que présente la maniére de voir de M. Painlevé sur le róle que joue dans se choix le principe de causalité. A Toccasion du plobléme de la géométrie de notre univers, les objec- tions de principe opposées par M. Poincaré á tout essai de détermination de cette géométrie ont dú étre discutées. Enfin la critique de Vinfini et du continu a dú étre revue, pour tenir compte de la théorie des ensembles infinis de George Cantor. 2 La théorie des courants alternatifs par Alexandre Russell, M. A., Maítre de Conférences de Mathématiques appliquées et Directeur de la Section des Mesures, á Faraday House, London. Traduit de Panglais par G. Séligmann-Lui, ancien Elé- ve de Ecole Polytechnique, Inspecteur général des Télégra- phes. Tome II. Volume de Iv-551 pages, avec 209 figures; 1910, 18 fr. Librairie Gauthier—Villars. Dans ce deuxiéme Volume sont abordés les sujets relatifs á loutillage des stations électriques á courant alternatif, génératrices et réceptrices, ainsi qu'a la transmission de l'énergie: la théorie des alternateurs et mo- teurs, et les procédés d'analyse des ondes qui permettent de confronter les prévisions théoriques et les résultats d'observation; les conditions de stabilité de marche entre machines se commandant cu entre machines attelées á une charge commune; la théorie des transformateurs sans fer et avec fer dans leurs différents modes d'emploi, celle des fuites magnéti- ques, celle des moteurs d'induction, moteurs á collecteurs, commutatri- ces et convertisseurs á rotation; enfin la théorie et la comparaison des sys- temes de transmission de l'énergie. Annueire du Bureau des Longitu“es pour l'année 1910. In- 16 de plus de 900 pages avec figures: 1 fr. 50 net. Franco, 1 fr. 85. Gauthier-Villars. | . Si précieux par le nombre de documents qu'il contient, vient de pa- raítre. Cet excellent Recúeil renferme cette année, aprés les documents astronomiques, des Tableaux relatifs á la Physique et á la Chimie. On y trouve: éléments magnétiques, correction et comparaison des baromeétres et des thermométres, dilatation des liquides, tensions de vapeur, élasticité et frottement des solides, viscosité des gaz, longueurs d'ondes, solubilité, etc., etc. Cet Ouvrage ne se trouvera pas seulement sur la table du technicien, du physicien, du mathématicien; les laies eux-mémes le consulteront vo- lontiers pour avoir sous les yeux la liste des constantes usuelles, et aussi pour lire les intéressantes Notices de cette année: celle de M. Baillaud sur la Réunion du Comité international de la Carte photographique du Ciel et celle de M. Lallemand sur les Marées de l'Ecorce terrestre. x 4 APT is >» ie enúílica Antomo Arale.” MEXICO. Revista Científica y Bibliográfica, Núms. 5-6. Tomo 29, 1909-1910. UNA INCLUSIÓN DE SILICATO EN EL FIERRO METEORICO DE TOLUCA POR G, TSCHERMAK, M. $. A. En los fierros meteóricos, designados como fierros de Toluca, se han encontrado varias veces en el estudio del residuo después del tratamiento con ácidos, mínimas partículas de carácter semejante á piedra, que han sido determinadas mineralógicamente (1). Inclusiónes más grandes de si- licatos no se habían observado, en cuanto yo se. Pero semejantes inclusio- nes se mostraron en una laja de Xiquipilco, que recibí hace algunos años _ de la casa de Wappler, de Freiburg. Es una sección de unos 14 mm. de es- pesor de un bloc plano que mide cerca de 14 cm. en su longitud y 6 cm. en su mayor ancho. En el fierro octaédrico se encuentran algunas inclusiones arredondadas y esquinadas, que tienen un diámetro hasta de 15 mm. y que representan una masa granulosa y pedregrosa ó que se componen de troilita compacta, Ambas están íntimamente ligadas, de modo que las masas pedregosas casi siempre están rodeadas por troilita. En el fierro aparecen además en la cercanía de las mencionadas tam- - 1 Cohen und Weinschenk, Anv. d. Naturhistor. Hofmuseums, 1891, VI, pág. 141, 159. —Cohen, Meteoritenkunde, 1, pág. 216, 317, 319, 321, II, pág. 258. — Laspeyres, Zeitschr. f. Krystollogr. Bd XXIV, págs. 489 (1895), Bd. XXVII, pág. 586 (:897). Revista (1909-1910).—4 EI 26 bién algunas inclusiones de Schreibersita hasta de 1 cm. y en un punto si- tuadas paralelamente á las laminitas del fierro. El carácter del fierro se parece perfectamente al de la mayoría de los blocs del fierro de Toluca. Las laminitas octaédricas muestran generalmen- te un ancho de 13 mm. Las inclusiones de silicato son de grano fino, de color pardo-verduzco, En la lámina microscópica se ve muy bien la textura granulosa, pero rega- das entre los granos transparentes se encuentran también muchas acumu- laciones opacas y ordenadas más ó menos en forma de red. (Véase la lámi- na). Estas acumulaciones se componen en su mayor parte de troilita, en el resto habrá una mezcla de vidrio obscuro. En el límite: de las inclusio- nes de silicato y separados de ellas se observan frecuentemente granos aislados de silicato en la troilita que las encierra, pero no en el fierro cer- cano; los gránulos transparentes tienen casi todos el mismo color verde parduzco y á la luz natural apenas se nota diferencia. El crucero, frecuen- temente reconocible, corresponde á los miembros del grupo de las pyroxe- nas. Pero en el estudio óptico uno de estos componentes se determina fácilmente como broncita por sus colores de polarización débiles, la extin- ción derecha respecto á las grietitas finas, y por la orientación óptica de las secciones transversales. La broncita contiene frecuentemente inclusio- nes, en parte gránulos opacos (probablemente troilita ), así como agujas delgadas opacas que aparecen truncadas transversalmente en los extremos, pero á veces también agudas en un lado y cuadradas en el corte transver- sal, otras veces están ordenadas paralelamente á las grietas del crucero, otras oblícuas con éstas, y por fin se encuentran también inclusiones ví- treas arredondadas que se componen en parte de vidrio negro en parte de vidrio verdoso claro. "Los otros granos de igual color se determinan como augita por sus co- lores de polarización vivos yla extinción oblícua, que se desvía de la direc- ción de las grietas del crucero en los cortes longitudinales en un máximum de 389, y por la existencia de un eje óptico en las secciones transversales. La augita está muy agrietada en las secciones transversales, en los cortes longitudinales muestra mucho menos grietas de crucero que la broncita, pero es también más pobre en inclusiones, que son del mismo carácter que aquellas, con excepción de las agujas que faltan en la augita. La broncita predomina claramente en la mezcla, mientras que la augita forma solamen- te una cuarta hasta una tercera parte del total. De una manera muy se- eundaria se encuentran gránulos incoloros aislados, que se distiuguen tam- bién por su refracción que se acerca á la del bálsamo de Canadá, Por el estudio óptico se determinan como plagioclasa por su fino estriamiento en fajas gemelas y los colores de polarización débiles. El estudio más detalla- Rev. Soc. Alzate. Ta FIERRO METEORICO DE TOLUCA. Un lugar en la lámina á través de una inclusión de silicato en el fie- rro de Toluca. Luz polarizada. Amplificación X 31. Fotografía en placa ortocromática ejecutada por el Sr. Prof. A. Pelikan. En el centro de la mitad derecha de la figura se ve un grano de plagioclasa, así como un po- co más abajo uno más pequeño. Las manchas completamente negras co- rresponden á las partículas opacas, las otras á la broncita y á la augita. 28 route qui va de Flores (Petén) á Champotón (Etat de Campeche ), prés dun hameau qui port le nom de Concepción. Il s'agit d'un véritable atelier de taille de la pierre qui se trouve pré- cisement placé sur une bande d'aftieurement du silex déja signalée par K. Sapper qui en a rencontré le prolongement horizontal dans son itinéraire parallele au nótre, de Icaiché á Mérida. (1) A notre connaissance aucun autre géologue n'a fait ce voyage que le Guatemalteque Pánfilo Cambranes (2) dont nous ne connaissons aucune observation écrite. Le gisement que nous avons eu la bonne fortune de découvrir n'avait jamais été signalé par personne et n'était pas connu dans la région. Il est probable que d'autres ateliers doivent se rencontrer sur la méme bande de silex si nous en croyons la description de piéces rencontrées par Bellamy dans le Honduras Britannique, description qui s'accorde assez bien avec les caracteres des objets rapportés par nous. (3) Le gisement préhistorique de Concepción se trouve sur la route méme, un ¿eu apres le hameau de méme nom, en descendant vers la Tuxpeña mais on rencontre déja des pieces isolées en sortant de la Esperanza, c'est- á-dire avant V'arriver á Concepción. Les silex travaillés sont extrémement nombreux. Nous n'avons pu malheureusement recueillir que trente-huit pieces, quelques-unes d'un poids considérable, car nos chevaux étaient tres chargés et fatigués par un voyage long et pénible. Leur type est nettement chelléen et acheuléen bien que nous ne vou- lons pas les faire synchroniques des époques chelléenne et acheulénne de T Europe occidentale et du pourtour de la Méditerranée. Le gisement est a fieur de sol. D'ailleurs, dans la plus grande partie de la péninsule yucateque, le calcaire tertiaire est directement recouvert par une couche de terre végétale. Il n'y a pas, á proprement parler, de quaternaire car la circulation des eaux s'y fait, probablement depuis le pliocéne, d'une fagon purement souterraine. La constitution du sol emp*- che de méme la formation de dépóts éoliens. Si nous avons de bonnes raisons pour croire que les piéces rapportées 1 K. Sapper: Ueber Gebirgsbau und Boden des nordlichen Mittelamerika. (Er- -gánzungsheft N? 127 zu Petermanns Mitteilungen.—Gotha 1899). Carte N? 2. Le méme auteur a d'ailleurs rencontré d'autres gisements jusqu'aux environs de Ticul (Yuc.) 2 K. Sapper. Loc. cit. p. 1. 3 E. Giglioli. Materiali per lo studio della “Eta della Pietra'* P. 169 et 170, par nous sont trés anciennes, nous ne pouvons done pas cependant affirmer qwelles soient quaternaires, Néanmoins, il est trés probable qu'elles représentent la plus ancienne manifestation de Vexistence de homme dans la péninsule yucatéque et peut-étre dans tout le Mexique. SESIONES DE LA SOCIEDAD. NOVIEMBRE 8 DE 1909, Presidencia del Sr. Dr. D. Eduardo Licéaga, NECROLOGIA.—El secretario perpetuo dió cuenta con el fallecimiento de los Sres. Dr. Federico F. Villaseñor, miembro titular; Dr. Jesús Ale- mán, socio corresponsal en Guanajuato y Prof. César Lombroso, socio ho- norario. TRABAJOS. —Ing. G. Durán. Ligeras consideraciones acerca de la de- terminación de las superficies por medio de la cuadrícula. ( Memorias, t. 28, p. 241). s Dr. J. M. de la Fuente. La Genealogía de las familias Hidalgo Costilla, Gallaga Mandarte y Villaseñor. Ing. R. G. Gómez. Importancia de las observaciones pluviométricas y sus aplicaciones á la agricultura. Prof. L. G. León. Nueva fórmula para determinar aproximadamente la altitud. NOMBRAMIENTOS. —Socios honorarios: Sir George Howard Darwin, F, R.S. (Cambridge ), Alfred Angot ( París ), Ch. Lallemand (París ), Per- cival Lowell (Flagstaf ), G. Tschermak (Viena ), O. D. Chwolson ($. Pe- tersburgo ), G. Cantor (Leipzig) y M. Wolf (Heidelberg). PosTULACIONES. —Para miembros titulares: Prof, Marcos E. Bece- rra é Ing. Modesto C. Rolland. 30 DICIEMBRE 6 DE 1909. Presidencia del Sr. Dr. D. Eduardo Licéaga, TRABAJOS. —Prof. C. Conzatti. La Gruta de Santa Ana, Cuicatlán, Oaxaca. (Memorias, t. 29, p. 199). Ing. Luis Espinosa. Extracto de una memoria acerca de la riqueza mi- nera de América por R. M. Raymond y W. R. Ingalls. 3 Dr. J. M. de la Fuente. Genealogía de las familias Hidalgo Costilla, Gallaga Mandarte y Villaseñor. (Continuación ). Prof. M. Moreno y Anda. Nuevo teodolito magnético. Dr. M. Uribe Troncoso Las condiciones higiénicas del mobiliario es- colar. 1 Dr. E. Wittich. Notas mineralógicas sobre el Distrito de Guanajuato. 1. Existencia del estaño en la Sierra de Santa Rosa. (Memorias, t. 28, p, 247). NOMBRAMIENTOS, — Miembros titulares: Prof. Marcos E. Becerra é Ing. Modesto C. Rolland. Socios honorarios: L. Fletcher, F, R. S. (Londres), E. Metschnikoft (París), S. Cannizzaro (Roma), J. B. A. Chauveau (París ), E. Fischer (Berlín ), H. Rosenbusch (Heidelberg), A. Haller (París), H. Douvillé (París ), A. D'Arsonval (París ), Ch. Dépéret (Lyon ), Albert Heim (Zu- rich ), D. (Ehlert (Laval ), J. Bergeron (París) y S. Ramón y Cajal (Ma- drid ). : PosTULACIONES. — Para miembros titulares: Ing. Manuel Schwarz y Dr. G. R. Wieland. El Secretario anual, M. MORENO Y ANDA, | BIBLIOGRAFIA La evolución de la tierra y de sus habitantes, con cortes geo- lógicos, fósiles característicos y reconstrucciones de paisajes representados en siete láminas coloridas por el Prof. Dr,'E. Fraas, Conservador en el Museo Real de Historia Natural de PL > 31 Stuttgart. Edición castellana por el Dr. E. Bose, Geólogo Je- fe de Sección del Instituto Geológico de México.—K, G. Lutz, Editor. Stuttgart. Texto 115 p. 8? y 7 láminas en cromolito- grafía (25 x 125 em.) 41 fr. 25 ce. La presente obra se compone de dos partes, una de ellas consiste de 7 grandes láminas murales que ilustran: I, las formaciones paleozóicas anti- guas; II, las formaciones paleózoicas modernas; III, la formación triásica; TV, la formación jurásica; V, laformación cretácea: VI, la formación tercia- ria y VII cuaternaria. En cada lámina se veen primer lugar una reconstruc- ción del paisaje que se tiene que suponer para aquella formación; estas re- construcciones han sido ejecutadas por el Prof. Fraas de Stuttgart junto con un pintor de animales y representan realmente una combinación de nuestros conocimientos actuales de la estratigrafía del mundo. Al lado de las reconstrucciones se encuentra un corte transversal típico de las capas de la época, que indica al mismo tiempo la subdivisión de ella, así como las dislocaciones que ha sufrido principalmente en Europa. Los diferentes pi- sos se distinguen por colores y en el lado izquierdo de la lámina se encuen- tran figurados los fósiles más característicos, cada uno colorido con el co- lor que caracteriza su horizonte en el corte geológico. Para la designación de los pisos fueron aceptados los términos universalmente empleados, de- jándose aparte hasta donde fué posible los nombres puramente locales. La ejecución artística de las láminas es verdaderamente de primer orden y es- pecialmente los paisajes delas formaciones triásica, jurásica, cretácea y ter- ciaria parecen inmejorables tanto en el sentido científico como en el ar- tístico. La segunda parte de la obra consiste en un librito que sirve de expli- cación para las láminas. El texto original se refería principalmente á las condiciones geológicas de Europa; pero la edición castellana, hecha por nuestro consocio el Dr. Emilio Bóse, añade á cada capítulo general otro so- bre las condiciones estratigráficas en los diferentes países de América, reu- niendo así de una manera concisa todo lo que sabemos actualmente sobre nuestras formaciones . El texto comienza con un capítulo sobre la geo- logía dinámica, da después la subdivisión de los sedimientos de la cor- teza terrestre, explicando brevemente también el desarrollo de los seres vi- vos En los capítulos siguientes se discuten una por una las diferentes for- maciones, viniendo al principio la descripción de las formaciones en gene- ral, la de sus fósiles característicos y la del paisaje que se tiene que supo- ner para aquella época y después sigue una breve indicación del desarrollo de cada formación en América; estos últimos capítulos tienen un orden por 32 a pisos y en segunda línea por países, comenzando la descripción siempre con Canadá y terminando con la Patagonia. En cada piso y cada país es- tán indicados los apellidos de los autores que principalmente estudiaron la estratigrafía en aquella parte de América. Después de cada época siguen cuadros "comparativos que demuestran el desarrollo de los pisos en los diferentes países de América, según el es- tado actual de nuestros conocimientos. Estos cuadros representan un tra- bajo enteramente nuevo, cosa semejante no se encuentra ni en los manua- les más grandes. Las láminas con su texto están destinados al uso de las escuelas; el contenido de las primeras es enteramente elemental, y lo mismo se puede decir de los capítulos generales estratigráficos y de las descripciones del paisaje, mientras que la descripción del desarrollo de las formaciones en América es un poco más detallado y necesitará quizá en parte una expli- cación del profesor. E y En general podemos decir que la obra será muy útil para la instruc- ción en geología en nuestras escuelas, especialmente porque la edición es- ta hecha en castellano, cosa bastante rara en las láminas murales. Pécheux (H.), Docteur és Sciences, Professeur a VÉcole nationale d'Arts et Métiers d”Aix,—Le Pyrométre thermo-é!ec- trique pour la mesure des températures élevées, Petit in-8 (28 fig); 1909. (Encyclopédie scientifigue des Aide-Meémoire). Broché 2 fr. 50 e. Librairie Gauthier—Villars. Dans les diverses branches de l'Industrie qui emploient les tempéra- tures élevées (industries métallurgiques, industries chimiques ), on a be- soin de connaítre avec une exactitude suffisante les températures auxque- lles on opére; température des gaz d'une cheminée ou d'un foyer, tempé- rature d'une sole, d'un creuset, température du fusion d'un metal ou d'un alliage, température d'ébullition d'un liquide. Pour de telles déterminations, il est nécessaire d'avoir á sa disposition un appareil de mesure facile á construire, eb d'usage commode: le pyro- métre thermo-électrique répond á la queseion. L'Auteur, dans ce petit Ouvrage, a voulu vulgariser l'emploi de cet appareil de mesure. E ed: hn , 5) Congrés International des Applications de 1 électricité, Mar- seille, 1908. 'Prois beanx volumes in-8? (25-16) publiés par les soins de H. Armagnat. Ces Volumes se vendent ensemble 60 fr.—ler. Partie: Rapports préliminaires. Volume de vi-709 pages, avec nombreuses figures; 1909. 24 fr.—ITe. Partie: Rap- ports préliminaires. Volume de I1V-784 pages, avec nombreu- ses figures; 1909. 24 fr.—IIle. Partie: Organisation du Congrós, Volume de Iv-550 pages, avec figures et planches; 1909. 24 fr. Librairie Gauthier— Villars, Quai des Grands—Augustins, 55. Paris. Dés ses premiéres réunions, la Commission d'organisation reconnut la nécessité de donner une base aux discussions des séances en faisant pré- parer des Rapports préliminaires sur un certain nombre de questions choi- sies; mais, en présence du délai tros court entre ses réunions et l'ouvertu- re du Congrés, elle décida de laisser toute initiative aux rapporteurs choi- sis par elle, en leur indiquant seulement le but á atteindre. Les Rapports préliminaires contenus dans les deux premiers Volumes sont donc bien l'ceuvre personnelle des rapporteurs et, si lon veut avoir une idée des diverses opinions régnantes au moment du Congrés, il fait se reporter au troisieme Volume qui renfe-me les procés-verbaux sommaires des séances et les Annexes. Ain de faciliter ce travail de comparaison, la Table des matitres de chacun des deux premiers Volumes renferme, outre le titre et la page de chaque Rapport préliminaire, lVindication des pages du troisisme Volume ou se trouve la discussion correspondante, ainsi que les Mémoires présen- tés en séances et insérés en Annexes. Les procés-verbaux des séances ont été rédigés par les secrétaires des sections et complétés quelguefois par des Notes un peu plus étendues re- mises par les auteurs. ' Un certain nombre de Mémoires répondant aux Rapports préliminai- res ou tout a fait distincts ont été publiés sur la demande des présidents de sections; ils forment la plus grande partie du Tome III, or ils sont clas- sés sous le titre d'Annexes, e” Post et Neumann, Traité complet d'analyse chimique appli- quée aux essais industriels. Tome second, deuxiéme fascicule: Rovista (1908-1909).—5. 34 Sucre de betterave. Sucre de canne. Amidon et fécule. Dex- trine. Glucose. Documents officiels concernant les produits alimentaires sucrés, Gr. in-8 (17-25) de 300 pages compactes, avec 120 figures dans le texte 8 fr.—Paris. Libraire Scientifi- que A. Hermann et Fils, 1909. Dans cet ouvrage les traducteurs se sont efforcés, tout en respectant le texte original de l'auteur allemand, de le complétes par l introduction des méthodes plus spécialement employées en France, et des procédés d'a- nalyse les plus recents, Le fascicule allemand correspondant comprenait toute la série des industries agricoles, MM. Chenu et Pellet ont crw hon, étant donné importance de leurs additions, de le diviser en deux parties et le présent fascicule ne comprend que le Sucre de betterave, 1 Amidon, la Fécule, la Dextrine et le Glucose auxquels ils ont ajouté un chapitra sur le Sucre de canne et un appendice donnant tous les documents officiels concernant les produits alimentaires sucrés. Ciudades Coloniales y Capitales de la República Mexicana por el Dr. Antonio Peñafiel. Se imprime por acuerdo del Sr. ' Gral. D. Porfirio Díaz, Presidente de la República. siendo Se- cretario de Fomento el Sr. Lic. D. Olegario Molina.—Estado de Morelos.- -México. Imp. y Fototipía de la Secretaría de Fo- mento. 1909, 1 vol: fol. vin-192 págs. 41 láms. Como los tomos de los Estados de Guerrero y Tlaxcala, de que ya nos hemos ocupado en esta Revista, el presente tomo contiene interesante ma- terial acerca del Estado de Morelos. He aquí un sumario: El Estado de Morelos, datos geográficos y estadísticos. Gobernantes. —Conquista de Cuer- navaca, por Bernal Díaz del Castillo.— El Lagarto de S. Antón, por el Li- cenciado €. Robelo.—La piedra del escudo ó Chimal de Cuernavaca, por el Lic. R. Mena.—Las ruinas de Xochicaleo, por el Dr. E. Seler.—Xochical- co, por el Teniente Coronel J. B. Togno, —Cuauhtla, la ciudad y su sitio, etc., por el Sr. D. Manuel Orozco y Berra, etc. — Apuntes biográficos del Sr. Cura D. José M. Morelos.—Algunos documentos originales de su cau- sa.—Manuscrito de la historia del sitio de Cuauhtla, por D. Felipe B. Mon- tero. 35 896 0P"092 PI EN IN CG "79, “+22 91QUIDUT TL'19/ ASI y IQUISTAÓN 8b 6€2 a AQUI vE "662 A IO 5 092 03803 y 92"092 | €8 892 69'8€2 88 642 (11q y [S"091 A e DARAN 0 8€ 92192 E A GE 8994 EAN o var o A A "e 1rporu "e ¡pau UJUIOp "99M B1pom “ur pis “pa 1U90S VJAMP] puprunr) Lata WN YI PIN 00 Y OLJ9UIDAUEL “SASHA 9JUBUJMOP OJUILA —— —| 23M H | "S9ONN chas le y e 19p dura, | E dto 6 36 026 08€ "28 08€ c"0p S'0p 8 66 8*0b 20 0 NARA S Q10 0 YD dl HH .- — G'0bl 9" 9'81 al 691 05 VU UI aos Y LO Al A Al Y . 9 10 MM 00 DO ll MIARILO A) "MP6 7008616 =Y "N 8,/90/8G006= "Y 'S "IN TLIQOIANAY ZANOL) XITHT “DN] 79 «0d opow.tof “UPIOMA 9p “5 “VATIAJA 49 (GOGI-G68T) $O0UD GT AUDANP SVppIyIVAA $0) 9p ¡VA2UIÓ UNMNSIT ——— "SV OIDOTOHYHOAXILIAMN SIANOIOVAHTHAIASIO 36 *[8909 BIAN]T 62 MNÁN HN Á MS 9 89 9"sT 88980 pon: ouy Gr MN MS E6 pels 0 Geo (961 68'189 ||" 77" *"*" eIQUIATUT 6% MN ...- 6 16 ó'€ VIC 10:68 DELE ao ES 9IQUIOTAON v6 N YN Lp 66 8 9b6 |vpI CLDEC RAIN O £'6 N CIC GS TZ G'6 veG |€'91I CORO 'e.1quorydog Lp MN Je L'9 v9 L6 [0'L% |6'2T ULSA lore 09809 y 62 N eN 02 29 v6 86 |T'9T OPIO Alai E otra £ £'01 N HN 09 80 les (8: ¡OLE ACAOAN NO s orunf SOL N rs c9 G9 Z'0T 188% |9'2T sd OÁTIA 901 N MS 1 oS, 06 Cc'87 |6'2T 969893372 re. 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A TA NA O A ORO COMICO 202 Puebla á Izúcar de Matamoros (Ferrocarril Interoceánico). San Marcos á Tecolutla (Ferrocarril Oriental Mexicano.— Ferrocarril Interoceánico).-...ooo ooo. -----=.- Matamoros á Tlancualpican (Ferrocarril Interoceánico). .. Cuautla á Chietla ( Ferrocarril Interoceánico )....-.- -==--- Oriental Mexicano ( Ferrocarril Interoceánico ) Nacional de MéXiCO-.-.- ¿2 .omoo ooo eso --22 Potrero, Vanegas y Matehuala (Ferrocarril Nacional de Mé- A e e Michoacán y Pacífico ( Ferrocarril Nacional de México). . ..- Salamanca al Jaral ( Ferrocarril Nacional de México).----- Guanajuato á Dolores Hidalgo y San Luis de la Paz (Ferro- carril Nacional de México). --oooooo-==.0.oooo==---- Salamanca á San Juan de la Vega (Ferrocarril Nacional de México ) Veracruz 4 Alvarado. .ooonoooororotorrscorrnrto ta. Men Boda del Bio 22 I E EL a aid «ro Paso de San Juan al Juile Kilómetros construídos. 470.750 45.750 303.500 256.588 422.302 777.800 76.393 126.500 40.000 67.582 100.389 9,234.525 65.180 91.917 35.275 59,900 45.047 70.410 1.340 28.340 5, 319,488 + 38 Nombre del Ferrocarril. Veracruz aliPacífico 2 CUT 1 A io dE Compañía Constructora Nacional Mexicada. .ooooooo-----> Conirala MEXICANO 2 OS División de Monterrey (Ferrocarril Central Mexicano)... División del Pánuco ( Ferrocarril Central Mexicano )...-.--- Tula á Pachuca (Ferrocarril Central Mexicano ).......---- México á Cuernavaca y el Pacífico ( Ferrocarril Central Me- po LM Y E a A E O O E AA te Villa Lerdo á San Pedro de la Colonia (Ferrocarril Central MoxiCARD 7 Loi A Mexicano de Unión (Ferrocarril Central Mexicano). ..-...- Industriales ( Ferrocarril Central Mexicano)... ...---...--. San Bartolo á Río Verde ( Ferrocarril Central Mexicano )-- San Pedro de la Colonia á Paredón (Ferrocarril Central Me- PICADO) e a A le RA 15 EMO AURA: TAE A E O E o E NOrTUesto de. Mexico Laca noe Poca re TE Mérida á Progreso ( Ferrocarriles Unidos de Yucatán ).....- Peninsular (Ferrocarriles Unidos de Yucatán ).-.2-------- Mérida á Valladolid con ramal á Progreso (Ferrocarriles Uni- Nr AS E IA A E A EA Mérida á Izamal (Ferrocarriles Unidos de Yucatán). -.--.-- Mérida á Muna (Ferrocarriles Unidos de Yucatán)..-...---- Tehuacán á Esperanza (Ferrocarril Mexicano del Sur)..... A o O AR O O Cntecho 4 Lori ls Ac O o o A A RO San Juan Bautista al Paso del Carrizal (Tranvías Tabasque- O A a CM O e San Andrés Chslchicqmula. ==. coa eso ie e carlo ELA E O A Td. Santa Ana á Tlaxcala....... a A a e Carteras ql Rio Gral ados le e atan Toluca 3/San Juan de las. Huertas. ¿0 IZ0omem circo ea o po, O A O E US, EI A LAS ch E A A AA $7 Mesicino Ue Draco rotar tos de PAR Kilómetros construídos. 5,319.488 420.851 142.000 3,609.795 594.800 193.591 70.200 291.122 63.600 17.070 9.572 42.356 295.306 195.600 52.589 36.456 199.228 240.324 65.848 * 78.000 51.092 193.000 6.000 1,456.161 5.750 10.353 7.590 8.500 7.500 15.721 24.700 5.230 - 366.600 14, 095.973 a AM » 39 A Kilómetros Nombre del Ferrocarril. construídos. IOLTRODTO ¿=> ecom=s oo 14,095,973 LPRA A A A 34,000 Ma de Puéblas. cd et a dae ido 42.840 MAR a al -Pacilcóo, + Dar tas rod oe 200.000 Topolobampo á Miñaca (Kansas City, México y Oriente)... 245.000 Chihuahua á Ojinaga (Kansas City, México y Oriente). .... 136.000 cano del NortbSs oa a 133.267 Marcos :A Hua JuápaM. A 91.358 ANO 11 IRIS A RA AA 25.500 Celaya á Roque y Plancarte y Santa Cruz. loooooo.oo.oo--. 30.000 Coahuila y Zacétecas -..<0. ocio diria REA 125,400 A O A id IA E 60.100 A O E de E AO. A 68.765 Ocotlán á Atotonilco el Alto (Ferrocarril Central Mexicano). 35.260 ental DOMESTICO dr a O 61.000 A ER A 34.877 San Juan Bautista y el Playón (Forma parte de los Tranvías A E AN Sa 1.188 AA A le 31.000 San Juan Bautista al Río González (Compañía Industrial de As portes O A) e A, 5.425 Río Grande, Sierra Madre y PacÍfiCO --.- (3, Nous adressons nos remerciements les plus chaleureux á MM. José et Carlos Dorenberg, de Puebla. qui ont bien voulu nous préter leur aide personnelle pour pouyoir effectuer cette excursion. 47 grands ravins dont lorigine se trouve trés proche du sommet, Nous avons Vintention de continuer nos explorations, aussitót que cela nous sera pos- sible, ces premisres recherches nous ayant vivement intéressé. Les coordonnées géographiques du Matlacueyatl ont déja été determi- nées par la “Comisión Geográfico - Exploradora” (1) et donnent 19* 13'48” lat. N. pour le pic culminant. Ainsi que nous Vavons dit plus haut, Valtitude anciennement assignée au point culminant du Matlacueyatl est erronée, si nous en jugeons d'apres les mesures barométriques prises par ladite “Comisión Geográfico-Explo- radora” et V'aprés les nótres, assez rapprochées de ces deniéres, á savoir: 4461 m., selon les caleuls de la “Comisión” et 4440 m. selon les nótres. Ce chiffre dépasse de 180 m. la hauteur du Cofre de Perote. La montagne, sur une circonférence de S0 km. et suivant une pente tres douce, se de- tache comme un grand cóne sillonné de profonds ravins, quí lui donnent, tout au moins pres du sommet un aspect de vieillesse rendu plus frappant par la vue des restes de rochers, á moitié détruits par les agents d'éro- sion, qui subsistent encore au voisinage de la cime. Le róle du climat est si important dans les montagnes du méme genre et du méme áge que celle que nous décrivons, qwil suffirait, á lui seul, dans certains cas, pour déterminer les rapports de parenté et de synchro- nisme existant entre elles. En effet, mos volcans monogénes, tels que Ajusco, le Cofre de Perote, le Xinantecatl, le Tancítaro, le Zirate, qui res- semblent tous au Matlacueyatl aussi bien au point de vue pétrographique qw'au point de vue tectonique, ont leurs sommets dans un état de destruc- tion bien plus avancé sur les pentes exposées aux vents dominants, aux orages et á la neige que sur les pentes oposées, soumises á un climat plus uniforme, ce qui prouve que ces facteurs excercent une influence sur la forme de ces massifs. De ce fait, et bien que les flanes de la montagne soient sillonnés d'une fagon assez réguliére sur tout le pourtour 4 partir du sommet, les ravins les plus profonds prennent toujours naissance au Nord ou a l'Est; ils y for- ment de véritables incisions, commencant au coeur de la montagne; leurs escarpements gigantesques, par leur forme en fer-a-cheval, rappellent un peu de puissants talus de débris, qui s'augmentent sans cesse par Peffet de nouveaux éboulements, comme nous en avons vus lors de nos visites. (15 Nous deyons faire observer que la longitude du Matlacueyatl publiée par *''Ob- servatorio Meteorológico Central.” (Posiciones y-alturas de algunos puntos de la Re- pública Mexicana, México, 1901) a été probablement mal copiée sur les documents de la ““Comisión;” en effet, on a écrit 09 4/45”, ec qui représent la longitude orientale par rapport au méridien de San Miguel Canoa, et non la longitude par rapport á celui de Mexico, qui donnerait 19 6/35", 48 Mais le Matlacueyatl ne présente qw'a VEst et au Nord, pres du som- met, ces escarpements et ces talus de débris que prolongent des barrancas trés profondes; au contraire, si l'on regarde vers l'Ouest, on ne, voit que des talus á pentes tres raides (35% a 389) et uniformes, partant de la créte pointue, rocailleuse, orientée N.-S., sur laquelle se dresse le pic le plus éle- vé de la montagne. Cette créte, déchiquetée par lérosion, est formé de coulées de lave superposées, qui constituent tout au moins la région su- périeure du massif. Autre différence entre la région escarpée du Nord et de P' Est et le talus régulier de l'Ouest et du Sud: ici les ravins, moins pro- fonds, prennent naissance á quelque distance du sommet, en formant une coupure aussi abrupte, mais sillonnée d'étroites arétes, qui convergent vers le fónd. Les escarpements du sommet des entonnoirs se prolongent, en descen- dant la montagne, par des ravins dont les bords, déconpés á pie, sinclin- nent d'une maniére uniforme en suivant la pente générale du cóne; leurs parois forment de hautes murailles entiérement á pic, soutenues quelque- fois par d'étroits contreforts, et l'on peut y voir, vers le haut, dans toute leur nudité, les laves massives plus ou moins alterées; au milieu, sur ce- lles-ci, on apercoit des matériaux désagrégés, arrachés du sommets, parmi lesquels se trouvent de grosses pierres quí ont roulé jusque lá; en bas, re- couvrant le tout, s'étend une épaisse couche de tufs de couleur jaune ou d'une blancheur éblouissante. Au sujet de la descente reguliére des parois des ravins, il faut, cepen- dant, faire une exception pour le bord de la grande coupure qui s'ouvre, á V'Est, dans la direction de la Hacienda del Pinar et quí, partant du sommet opossée aux plus hauts pics, forme une aréte peu inclinée qui va rejoindre, a 3 km. de distance a V' Est, une autre éminence conique, le Cerro de Xal- tonal. Vus d'une certaine distance, au Sud, par exemple, de la ville de Puebla, les rochers du sommet et les bords de la barranca se raecordent au Cerro de Xaltonal et produisent impression que Von a en face de soi les bords d'une grande caldera. ] Revenons aux talus de l'Ouest et du Sud: on peut y distinguer trois par- ties quoique la différence ne soit pas tres tranchée. D'abord, on voitune pente de 35% a 382 d'inclinaison, sur 300 a 400 m. de hauteur, qui part des ro- chers du sommet; cette pente est remplacée plus bas par une autre, tres adoucie, qui va mourir sur une espéce de terrase dont les bords, brusque- ment coupés, descendent par des contreforts escarpés ¡usqu'a la limite de la végétation arborescente (3900 m.) et, lá, se confondent avec les flanes en pente plus douce de la montagne. Deux fois déja, cette pente reguliére, qui va mourir presque insensiblement dans la plaine, a été recouverte une forét vigoureuse, dont il ne reste plus que des arbres de petite taille, - 00 Tu 9] 3yuu: gut 1 idu + i ' “ , Y ) + yu Y $ , « ) ) DU] ) y bu. 8[4q9u Í )p LA Bl 9p nA (1 uIip VYAg9ID1 (7 y! ( , UZ tl] MN) [ ; 9JUZ| Y '908 'A9Y 49 que dévorent sans pitió, depuis des années, les chemins de fer et la ville de Puebla. Celle—ci, par suite de sa situation privilégiés á une courte dis- tance de ce massif, juite d'un spectacle attrayant: pendant les beux jours du printemps et de Vété, on y voit se jouer les nauges orageux, et pendant l'hiver, on peut admirer les pics du sommet recouverts de neige. Le sommet du Matlacueyatl a la forme d'une créte dentelée, qui s'al- longe, sur une distance d'un kilométre environ, dans une directión N.-$S, Un des pics, ou plutót un bloc ou une table de lave, dépasse en hauteur tout les autres: c'est le “Pico Mayor,” comme nous lappelons; son altitu- de absolue, sebon nos calculs, est de 4440 m. Le bloc de lave du Sud, le “Pico Meridional,” rugueux, comme le sont tous les rochers du sommet de la montagne, ressemble d'une fagon frappante á celui du sommet du Cofre de Perote; de méme que ce dernier, il repose sur des bréches et des agglo- mérats rouges, á demi calcinés, Sur cette base peu solide et instable, le bloc ce désagrége peu á peu du cóte de 'Est, et ses débris, en s'aceumu- lant, forment des talus au pied des escarpements disposés en entonnoirs Voú de grosses pietres de détachent presque constamment. Au Sud du “Pico Mayor,” la créte descendante est surmontée de deux gros pics; le plus méridional, séparé des autres par des cols ondulés, est, sans contredit, le plus intéressant de tous: il sert de couronnement á un gouffre en forme de fer-á—cheval, de 400 m. environ de profondeur, dont le fond donne naissance á un énorme ravin. L'extrémité Nord de cette créte est entourée d'un talus de débris et de rochers. Elle s'abaisse trés rapidement; mais, avant qwelle rejoigne la pente uniforme de la montagne, un pic pointu, tres haut, s'y dresse,encore: la “Chichita.” Outre la séparation en coulées, la roche qui constitue le sommet du Matlacueyatl montre une structure columnaire imparfaite, qui n'est visi- ble que sur les parois des grandes murailles formant les bords des ravins; on y voit aussi des amas irréguliers d'agglomérats volcaniques, intercalés entre les différentes masses de roche dure, dans leurs parois verticales; leur présence accélére de beaucoup la destruction des pics. 1 faudrait se placer sur le bord le plus bas d'un des entonnoirs situés en face des grands pies pour pouvoir admirer ces énormes murailles verticales de 400 m. et se faire une idée de la structure des roches, en observant les progrés de Paltération produite par Vaction des fumerolles et les conditions atmos- phériques. : Í Quoiqu'on soit obligé V'examiner de trés loin les parois á pic de la mon- tagne, on peut se rendre compte des divers états d'altération des laves, á partir des roches encore fraíches du sommet. Ce qui frappe tout d'abord, c'est la coloration bigarrée des murailles, formant un mélange harmonieux, des plus agréables á V'oeil. Le blanc, le rouge sang, le jaune, le gris et le Revista (1909-1910).—7 50 noir prédominent, tantót bien délimités, tantót se fondant ensemble et donnant des nuances intermédiaires. Par un soleil d'hiver, ce spectacle est Vun effet saisissant. La disposition des laves en minces coulées successives n'est bien visi- ble qw'á la partie supérieure du massif, lá oú Vérosion a pu se faire d'une facon active, par suite de l'interposition de lits d'agglomérats; mais ses con ches ne présentent aucune régularité. De méme, V'inclinaison des laves est | tres variée, et il est impossible de déterminer le point de départ des cou- lées. Cependant, les épaisses couches de lave morcelée qui forment la cré+ te de la montagne présentent une inclinaison vers l'Ouest,*Pontraire á la pente des entonnoirs; chacun de ces cirques produit impression d'étre un . centre d'éruption, une caldera. Mais, si ces apparences ne nous permettent pas de nous former une conviction certaine, nous devons remarquer que la montagne ne présente aucun cratére. D'un autre cóté, dans les ravins si- tués a Est des murailles escarpées, les couches de lave s'inclinent en sens opposé; d'oú Pon peut conclure que Vorifice de la cheminnée d'éruption a du étre placé non loin du point de départ des entonnoirs, de telle sorte que la créte rocheuse du sommet représenterait les bords d'une grande caldera que Perosion aurait fait reculer vers 1'Ouest, en déterminant ainsi une di- minution de hauteur de la montagne. » A mesure que l'on descend dans les profondeurs des gouffres, des en- tonnoirs et des barrancas, ou voit augmenter l'épaisseur der couches de la- ve, en méme temps que diminue celle des lits d'agglomérats et de débris. A un certain moment méme, par suite de cette augmentation de puissan- ce, les nappes superposées cessent de paraítre distinctes, comme si le noyau de la montagne avait été formé d'une seule masse, 'úne facon absolument pareille á beaucoup des sierras éruptives monogénes semées sur le Plateau Central mexicain. Par suite de ce changement, la structure columnaire imparfaite, si saisissante au sommet, disparaít, soit parce que vraiment elle ] wexiste plus, par suite de Valtération des surfaces exposées, soit encore pad parce qw'elle est cachée sous les debris qui recouvrent le fond des cirques E torrentiels, restes des matériaux qui remplissaient autrefois lintérieur de la cheminée d'éruption. L'étude de la disposition des matériaux volcaniques est rendue tres dif- 4 ficile par Vabondance de dykes de roches altérées, qui croisent en tous sens les roches de la partie inférieure. Un grand nombre de ces dykes, chose curieuse, s'arrétent avant d'atteindre les couches de lave du sommet. Il a dá y avoir, Vaprés'ce qu'on sait de la structure du Matlacueyatl, une in- -— terruption dans Vactivité du volcan, qui passa d'une période d'action conti- - nue, pendant laquelle toute la montagne se serait formée, á une période dV'action intermittente avec émission de laves, éruptions explosives de pro- . 51 duits détritiques, bombes, etc,, sans oublier les débris cinéritiques que Von trouye actuellement sur le flanes de la montagne. A vrai dire, les produits cinéritiques qui couvrent sa base et qui lui appartiennent en propre sont mélés, aux produits des volcans beaucoup plus jeunes qui forment le grou- pe de l'Acajete, tout pres á VEst; car ce volcan, comme tous les autres géants mexicains, est accompagné de son cortége de cónes de bréeches, dont les cratéres surmontent des coulées basaltiques. De cette association fré- quente des vieux massifs monogénes avec des volcans plus jeunes vient Pabondance des ““malpays” au Sud du Plateau Ceutral. Les roches du Matlacueyatl, d'une couleur gris ou brun rouge, sont des andésites a hornblende et hypersthéne, avec un peu de mica biotite. Elles sont toujours á structure porphyritique, avec cristaux de labrador abondants. Dans leur páte microlitique, avec des aiguilles de plagioclase et souvent d'hornblende altérée, subsiste un résidu vitreux incolore, gra- nulé ou brun. L'hypersthéne forme de petits cristaux. Ces roches res- semblent beaucoup a celles du Cofre de Perote et du volcan Nevado de Toluca. (Annales de Géographie, Paris. N? 100. Juillet 1909). SESIONES DE LA SOCIEDAD. ENERO 3 DE 1910. Presidencia del Sr. Ing. Joaquín de Meudizábal Tamborrel. ELECCIONES de la Junta Directiva para 1910: Presidente: Ing. Joaquín de Mendizábal, Vicepresidentes: Ing. Macario: Olivares y Dr. Manuel Uribe Tron- COSO. Secretario anual: Ing. Gustavo Durán. Prosecretario: Dr. Everardo Landa. TRABAJOS. —Ing. Rómnlo Escobar. El “Salitre” y el ganado. (Memo- rias, 29, p. 207). Ing. J. de las Fuentes. Empleo de la hidrazina y de sus sales en el pro- cedimiento de beneficio de minerales por amalgamación. V. F. Frías. Conferencias sobre la Historia de Querétaro, (Memorias, “29, p. 263). Prof. M. Salinas. £l insurgente Francisco Ayala. (Memorias, 29, p. 251). . 52 NOMBRAMIENTO.—Socio honorario: Prof. D. Rafael Altamira. PosTULACIONES.—Para miembros titulares: Prof. L. Fourton é Ing. Higinio Zúñiga. FEBRERO 7 DE 1910. Presidencia del Sr. Ing. Joaquín de Mendizábal Tamborrel. FALLECIMIENTO.—El Secretario perpetuo dió cuenta con la sensible muerte del Sr. Dr. D. Alfredo Dugs, Socio honorario, que dejó de existir en Guanajuato el día 7. de Enero próximo pasado, á la edad de 84 años. Le- yó el elogio remitido por el Sr. Prof. A. L. Herrera (Revista, p. 41). TRABAJOS. --Ing. E. Beaven. Breve estudio sobre las condiciones que de ben llenar los planos de los terrenos nacionales que van á levantarse con Motivo de la nueva ley de tierras. (Memorias, 29, p. 275). Albert et Alexandre Mary. L'anhydrobiose et les plasmas siliciques arti- ficiels. (Memorias, 29, p. 289). Lic. R. Mena. Como fué trazada la Piedra del Sol. (Memorias, 29, p. 293). Dr. J. L. Ortiz. No es la luz el agente de la fotografía. NOMBRAMIENTOS.—Socios correspondientes: Lic. D, Cleto González Víques, Presidente de la República de Costa Rica; D. Ricardo Fernández Guardia, Secretario de Relaciones Exteriores; Lic. D. Alberto Echandi, Secretario de Hacienda y Comercio; Lic. Alfre- do Volio, Secretario de Relaciones Interiores; Ilmo. Dr. D. Juan Gaspar Stork, Obispo de Costa Rica; Coronel Dr. W. C. Gorgas, Panamá. Miembros titulares: Prof. L. Fourton é Ing. Higinio Zúñiga. PosTULACIÓN. —Para miembro titular: Ing. Juan E. Reyna, Cuernavaca. MARZO 7 DE 1910. 3 Presidencia del Sr, Ing. Joaquín de Mendizábal Tamborrel. TRABAJOS.—Img. G. Beltrán y Puga. Cantidades de lluvia recogidas en. | el Molino del Rey, Bosque de Santa Fe y Ex—Convento del Desierto, durante el y año 1909. (Memorias, 29, p. 305). : ; 53 — Prof. L. Fourton. Destrucción de las manchas de yodo. Acción de las mezclas de agua oxigenada y de amoníaco sobre el yodo. (Memorias, 28, p. 275). Albert et Alexandre Mary. Formes organiques artificielles vascularisées, (Memorias, 29, p. 299). Ing. P. Rouaix. El arbusto llamado Hoja-sen en los Estados fronterizos. (Memorias, 29, p. 301). NOMBRAMIENTO. —Miembro titular: Ing. Juan E. Reyna, Cuernavaca. » El Secretario anual, GUSTAVO DURAN. BIBLIOGRATIA. Savants du jour. Publication honorée d'une souseription de la Académie des Sciences. Gaston Darboux. Biographie, bi- bliographie analytique des écrits, par Ernest Lebon, Agrégé de PUniversité, Lauréat de Pl Académie Frangaise, ete, Un voln- me in-8 (28-18) de viri-80 pages, papier de Hollande, avec un portrait en héliogravure. 10 Janvier 1920 7 fr.—Paris. Li- brairie Gauthier— Vallars. Cet Ouvrage a été signalée á 1 Académie des Sciences par M. Van Tieghem, Secrétairie perpétuel (Séance du 17 Janvier 1910). En présentant ce Livre a 1 Académie dans la méme séance. M. Emile Picard, Président, s'est exprimé en ces termes: “¿Je dépose sur le Bureau, de la part de M. Ernest Lebon, un Ouvra- ““ge intitulé Gaston Dar-boux, qui renferme une Biographie et une Biblio- ““graphie analytique des écrits de M. Darboux. M. Lebon a entrepris de pu- “blier une série de petits volumes de nature analogue, sous le titre géné- “ral des Sayants du Jour. Déja, il y a quelques mois, le premier volume “¿de cette série, consacré á M. Henri Poincaré, a été présenté a 'Académie. “Dans l'Opuscule actuel, on trouvera une tres intéressante Biographie “¿le notre Secrétaire perpétuel, avec une vue générale sur son ceuvre scien- “tifique. La liste des Mémoires et Ouvrages, qui ont été distribués en sept “sections, a été établie avec un soin extréme. Leur énumeration consti- “tuerait déja un document précieux, mais M. Lebon ne s'en est pas tenu “lá. Il donne quelquefois un court résumé du travail mentionné, et indi- “que les analyses dont il a fait Vobjet. La collection, dont M. Ernest Le- “bon vient de publier les deux premiers volumes, rendra certainement les - “plus grands services aux chercheurs et aux historiens de la Science.” 54 Producción de cobre en el mundo de 1907 á 1909, en toneladas, Estados Unidos . MERC T2 Sao da o CanadY Paba América del Norte. ATgONLIMA Y e de a A América del Sur .. 'ATGHIADIA. da ciós Abra La las España y Portugal .... Hunt es een Inglaterra 2-22. Das=a A E a A E E AS OS JADE AXCA A IA d Australasia . 1907 399,520 476,430 220 2,500 26,685 10,575 39,980 20,490 920 49,675 125 700 3,300 7,010 100,470 48,935 6,800 41,150 ú—— 713,865 1908 493,300 39,990 28,570 1,430 3,000 496,290 995 9,500 38,315 15,000 €_Iq_-—— 56,040 20,200 1,575 52,585 9,240 700 9,975 9,190 20,085 2,000 1,050 A 112,600 43,000 6,880 39,500 754,310 1909 490,310 56,240 94,105 1,380 9,675 ——————. 574,710 600 9,000 35,785 16,000 54,385 92,455 1,615 52,185 4,505 700 9,275 9,080 17,750 2,000 800 113,815 47,000 14,945 34,400 839,225 (The Enginnering and Mining J ournal, según Henry R. Merton 6 Co. Londres). e e e 6'2T 10 am C'sIy YE "MSA TN 00 0'€ MSAL 00 Oe MS 00 0'S MS 0065 - 09 MS 00 0% MS 00 OT YN L'68 : YN 2"2TT AN U'6Ss ¿EN 001 HS 00 LR 6'1G 0019 00 e O £'0% T'LT9 vara UU ' A TUI 991 ETTO OZIBIN 8'€T GTT9 01919 H GI | 019UH 931 S'0T9 ||77 sxquenig G'91 PGl9 ||” oIqueraon G'sT vz 910490 c'8T GIO ||" “exquerndog £'03 8'TT9 04500 Y er 8'TT9 136 0'TT9 pr y pr — o an + = o 1 + 0 S IN YN A QQ 0 tm HH o o E | (ex 109 La! na eÓ = . 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OL IL ALI LA LIO LOLITA LA Revista Científica y Bibliográfica, Núms. 9-10. Tomo 29. 1909-1910. Estación Biológica Marina de Roscofl, anexa á la Universidad de París, Secretaría de Estado y del Despacho de Instrucción Pública y Bellas Artes. —México.—Sección de Educación Secundaria, Preparatoria y Pro- fesional.—Mesa 22—Núm. 5575. El C. Secretario de Relaciones Exteriores me dice lo que sigue en nota fechada el 22 de enero último: ; “El Ministro de Francia en esta capital, en nota de fecha 20 del mes en curso me dice lo que á continuación tengo la honra de transcribir á us- ted, para los efectos á que hubiere lugar: | “De acuerdo con las instrucciones del Señor Ministro de Negocios Ex- tranjeros de mi país, tengo la honra de adjuntar á usted un ejemplar de la noticia relativa al funcionamiento de la estación de zoología marítima de Roscoff. Gracias al empeño y á la actividad de su Director Señor Delage, Pro- fesor de la Facultad de Ciencias de París y miembro del Instituto, se han llevado á cabo mejorasimportantes en la Estación de Roscoff, y se han crea- do laboratorios particulares que se ponen á disposición de los trabajadores. Para alquilar cierto número de estos laboratorios, el Señor Delage sos- tiene relaciones con varios sabios extranjeros, y ya varios Estados han acordado subvenciones al establecimiento Roscoff. El precio del alquiler de cada laboratorio es de 1500 fr. al año. Mucho estimaría yo á Vuestra Excelencia que se sirviera comunicar los informes contenidos en la noticia de referencia á las sociedades y á los sabios mexicanos á quienes pudieran interesar, con el fin de que eventual- Revista (1909-1910).—8 58 mente,se pongan en contacto con el Señor Delage directamente, ó por me- dio de esta Legación ó de la de México en París.” Y lo transcribo á usted para su conocimiento y fines que procedan, acompañándole la noticia sobre el funcionamiento de la Estación Biológi- ca de Roscoft, Libertad y Constitución. México, 26 de febrero de 1910.—Por orden del Secretario. El Subsecretario, E. 4. Chávez.—Al C. Presidente de la Sociedad Científica “Antonio Alzate”.—Presente. Estación Biológica Marina de Roscoff, anexa á la Universidad de París. Fundada en 1872, por H. de Lacaze-Dutbhiers, esta estación no era al principio más que una instalación rudimentaria. Pero la elección muy jui- ciosa del lugar era la garantía segura para su desarrollo posterior. Allá, en efecto, se encuentran en su vecindad inmediata, todas las naturalezas del fondo, (arena, limo, yerbas, conchas rotas, moerl, rocas, helechos, etc. ), con las faunas y las floras particulares á cada una de ellas. Hay pocos lu- gares sobre las costas que puedan compararse como ése, en cuanto á rique- za y variedad de la fauna, ya sea en Francia, ya en el extranjero. Además las mareas son allí muy fuertes (cerca de 10 metros) y descubren exten- ciones considerables de playa, de tal manera que es muy fácil cosechar allí una multitud de animales. Por eso también, los progresos de la estación han sido incesantes. Hoy es un vasto edificio que mide más de media hectárea y se halla cubierto de construcciones. COMPRENDE: Un gran acuarium de 300 m. cuad. de superficie con veinte arcas de circulación constante, de agua de mar y con dos grandes hoyas igual- mente de circulación; Un vivero de cerca de 1,000 m. cuad, de superficie y de 4 m. de pro- fundidad alimentado por la marea; Unas cubetas elevadas de 180,000 litros, en donde llega el agua por medio de una bomba puesta en movimiento por un motor, y de donde se esparce por las arcas y los tanques del acuarium, y en las pequeñas ar- cas de los salones de estudio; 22 salones de trabajo para los sabios que se entregan á investigacio- nes originales; 59 Un salón de colecciones que contiene todos los animales de la región determinados por especialistas; Una gran sala común para los estudiantes, á quienes se dan dos series de conferencias y manipulaciones de 30 sesiones cada una: Una biblioteca; Una sala para la física; Un salón para la química; Dos gabinetes de fotografía: Un salón para las máquinas; Un taller; 20 recámaras en las cuales se admiten á los trabajadores que tienen interés especial en quedar cerca de su trabajo. Los útiles comprenden diversas embarcaciones de vela pequeñas y una lancha con motor de 18 toneladas, con la cual ha podido llevarse á ca- bo una excursión hasta Inglaterra. El número de trabajadores, que durante varios años, había variado de 30 á 40, habiéndose duplicado en estos últimos tiempos, ha habido la ne- cesidad de hacer nuevos aumentos para recibir á todos los que vienen aho- ra al laboratorio pidiendo hospitalidad. Se han demolido y vuelto á construir según nuevos planos el acua- rium y las antiguas sillas movedizas, y se han edificado 24 laboratorios nuevos, alumbrados todos por medio de amplios vanos de vidrio y dotados con todos los aparatos científicos que reclama la técnica moderna; estos salones están cerrados y constituyen para los trabajadores que los ocupan, laboratorios personales en donde pueden aislarse cómodamente. Estos la- boratorios personales se ponen á la disposición de los sabios de los Esta- dos extranjeros, mediante una pensión anual de 1500 francos pagaderos á la Facultad de Ciencias de París. Es un precio notablemente inferior bajo el cual se alquilan las piezas de la estación zoológica de Nápoles. Con- viene notar que la estación de Roscoff no hace un doble empleo con ésta. En efecto, colocada á orillas de un mar de mareas, cuya fauna es del to- do diferente á la del Mediterráneo, constituye por el contrario su comple- mento natural. RIQUEZA MINERAL DE AMERICA POR R, W, RAYMOND Y W, R. INGALLS, Fué mi intento dar lectura ante esta honorable reunión á un extracto del interesante trabajo de los Señores R. W. Raymond y W. R. Ingalls pre- sentado en una sesión del Instituto Americano de Ingenieros de Minas, en el mes de febrero de este año, con el título: “La riqueza mineral de América”. Pero la información que este trabajo contiene es tan precisa, y está tan hábilmente presentada, que me he visto en la necesidad de trans- eribir, más que de estractar, mucha parte de su texto, en cuanto tiene re- lación directa con el papel que los yacimientos minerales de metal precioso han hecho como estimulantes en la exploración y conquista de América. Dicho lo anterior, no necesito agregar que en lo que sigue nada hay que no proceda del trabajo de dichos Sres. Raymond é Ingalls, y que no me pertenece más que el deseo de llamar la atención de esta Sociedad so- bre él. * Contando con vuestra benevolencia entro en materia. Los recursos minerales de una región, según el testimonio de la histo- ria, han sido el origen de su primer desarrollo y la base de su ocupación subsecuente por agrupaciones civilizadas y prósperas. Los hombres de la edad prehistórica, viviendo de la caza y de la pes- ca, no pudieron utilizar ni valorizar los depósitos minerales pero el paso dado en la civilización, representado por las manufacturas y el comercio dió ya ocasión para que se comenzase á realizar el valor nacional de los de- pósitos por el intercambio que hacían de sus productos las tribus más re- motas que los poseían. Entre otros ejemplos está el de losindios del Lago Superior de Norte América que cambiaban su cobre nativo por la mica de Carolina del Norte, y así otros. En los tiempos modernos los metales preciosos han sido el estímulo para la exploración y la Conquista y esto es del todo aparente en la histo- ria de Norte y Sur-América. Fué la perspectiva de tener oro y plata la que condujo álos aventure- ros Españoles á las costas de América: las conquistas de México por Cor- tez y del Perú por Pizarro fueron inspiradas por los relatos de las rique- vas de los Aztecas y de los Incas. Las exploraciones que se sucedieron á * Transactiones of the American Institute of Mining Engineers. Vol. XL. 1909 (1910). ; 61 la: Conquista descubrieron muchas famosas bonanzas de metales preciosos; la primera plata enviada á Europa de México se obtuvo en las minas de Tasco, descubiertas por los Españoles en 1522 próximamente, un año des- pués de la conquista. Estas minas, lo mismo que las de Pachuca, se han reputado como las más antiguas en México, pues algunas de ellas habían sido, de tiempo atrás, trabajadas por los Aztecas, cuando tuvo lugar el arri- bo de los Españoles. Es muy interesante el notable desarrollo de las minas de oro y plata en los tres siglos que siguieron y merece por tanto hacer de él la siguiente reseña cronológica. En 1537, cinco años solamente después de la conquista del Perú, co- menzó la explotación de las minas de oro por los Españoles en Nueva Gra- nada, (Estados Unidos de Colombia). En 1540 comenzó en México la de las minas de plata en Zacatecas. En 1545 se dsscubrieron las famosas mi- nas del Potosí en Bolivia; y en 1548 se hizo el primer descubrimiento en Guanajuato, México. En 1557 tuvo lugar un acontecimiento importantísimo: Bartolomé de Medina, de Pachuca, México, inventó el procedimiento de amalgamación que se ha llamado beneficio de patio. En 1571 la mina de mercurio de Huancavelica, Perú, comenzó á pro- ducir abundante metal y fué este un suceso de grande utilidad para el be- neficio de los metales de Potosí. En 1574 se introdujo en Perú el beneficio de patio. Las minas de pla- ta de Oruro en Bolivia, fueron descubiertas en 1575. Los placeres del Bra- sil lo fueron en 1577, pero pasaron 100 años sin que se trabajaran activa- mente y su producto vino á adquirir importancia en 1695. En 1590 inven- tó Alonso Barba en Potosí, Bolivia, la amalgamación de cazo. Después de los descubrimientos narrados sobrevino un período de cal- ma de 50 años en el cual no se registró hallazgo digno de anotarse; pero en 1630 se dió con las minas de Cerro de Pasco, Perú; y en 1633 el peruano L. S. Barba inventó el horno de Aludeles para obtener la reducción y des- tilación del mercurio, el primero por su eficiencia para el objeto, pues que permitió dar gran impulso ála metalurgia de los metales preciosos que por aquél tiempo y por tres siglos después se han obtenido con la agencia del mercurio En 1666 se descubrieron las minas de plata de Cusihuiriachic de Chihuahua, México. En 1695 comenzaron á producir con abundancia los ricos placeres de oro de Geraes, Brasil, La famosa mina de Santa Eulalia, Chihuahua, fué hallada en 1704. La gran bonanza de Real del Monte, Mé- xico, se descubrió en 1762 y en 1771 las ricas minas de plata de Hualga- - yoc, Perú. En 1778 se abrieron las minas de Catorce, México, y fué reco- 62 nocida su riqueza. Las históricas minas de Guarisamé, Durango, se ha- llaron en 1783 y en 1792 la famosa bonanza de Sombrerete, Zacatecas. Hasta 1793 vinieron á utilizarse en México las mulas y caballos para la incorporación de los agentes químicos con las lamas en el procedimiento de patio, ahorrando con esto el 25 por 100 en el costo del beneficio; antes de esta fecha la operación se hacía enteramente con trabajo humano. Todos estos grandes descubrimientos y explotaciones tuvieron su asien- to en la cadena de montañas, ó serie de cordilleras que localmente se les ha designado: Montes Rocallosos, Sierra Madre, Los Andes, ete. y de una manera general, Cordilleras Americanas, que se extienden casi sin inte- rrupción desde Alaska á la Patagonia, considerando como una dependen- cia suya la Sierra Nevada de California. La extensión y variedad en ri- queza mineral contenida en los depósitos diseminados de oro y plata en to- da la asombrosa extensión geográfica de esta formación de montañas no tie- nen paralelo con la riqueza mineral que se haya podido manifestar en los Alpes, los Urales, los Carpatos ó los Balkanes, ni en cualquiera que pueda revelarse en lo sucesivo en el Himalaya, Montes de la Luna, ú otros imper- fectamente representados en las cartas de Asia y Africa. Los conquistadores Españoles tuvieron la buena fortuna de atacar el Continente donde la gran cordillera metalífera quedaba más cerca del mar, de aquí la temprana explotación de México y de partes de Centro y Sur- América. La colonia Inglesa en James Tower, la expedición de Ponce de León y otros en la región de los Appalachian fracasaron, por que inspira- dos en la esperanza de encontrar ricos depósitos de oro, se dirigieron lejos de las Cordilleras, y quedó reservado para los últimos siglos revelar las ri- quezas de los Montes Rocallosos en los Estados del Pacífico y territorios British Columbia, Yukon y Alaska, por donde aquellos se extienden. Con todo no pueden considerarse como completamente exploradas las Cordilleras Americanas. Especialmente en Centro y Sur-América, se ha- llarán, indudablemente, depósitos minerales que igualen á las famosas bo- nanzas del pasado. Pero la historia de cuatro siglos pone de relieve un principio que de- be tomarse en seria consideración, á saber: que mientras la minería puede ser inspirada en cada región por el deseo de obtener metales preciosos, es- te ramo de industria no puede establecerse en modo permanente, y ningún comercio substancial puede asegurarse hasta que la explotación de los me- tales inferiores y de los minerales voluminosos, especialmente el carbón, ha comenzado. La explotación de los metales preciosos está caracterizada por campamentos efímeros; la de los metales inferiores se distingue por la creación de poblaciones permanentes, y 4 menudo ciudades con una pobla- ción persistente. Esta ha sido la historia de los Estados Unidos; ha veni- 63 do á ser la de México y será la de Sur-América. No tenemos que ir lejos para hallar la razón. Los metales preciosos pueden extraerse por métodos imperfectos, el oro se obtiene hoy en Alaska lavando la grava en bateas. La plata se ex- trajo por más de tres siglos en México y Sur-América por el procedimien- to de patio que no ha requerido más que el trabajo de hombres auxiliados por animales, pero con escasa maquinaria, y las barras obtenidas pudieron transportarse á largas distancias por veredas en las montañas en las que sólo había lugar para un hombre ó una mula. Esta era la situación en el Oeste de los Estados Unidos cuando las minas de la veta de Comstock se estaba trabajando, antes del advenimiento del Ferrocarril del Pacífico. Los exploradores han cateado sobre muchas partes de Colorado, Utah y Neva- da, descubriendo crestones de minerales de plomo y cobre; pero sin dispo- ner de un transporte barato estos descubrimientos fueron inútiles. El fe- rrocarril citado permitió extraer los metales inferiores de la región Occi- dental de los Montes Rocallosos y llevarlos á los mercados del mundo, implantar grandes centros de fundición y una industria minera permanen- te; asimismo desarrollar las industrias manufacturera y agrícola requeri- das para el sostén de la minería. La ciudad de Virginia, dependiendo solo de las minas de oro y plata del Comstock ha decaído hasta ser una endeble sombra de sí misma; pero Denver, Lago Salado y Helena con grandes cen- tros de fundición alimentados con los metales inferiores que llegan á sus hornos, han llegado á ser por el contrario, centros prominentes de pobla- ción. El rejuvenecimiento de México como país minero data de 1886, cuando _los minerales plomosos, especialmente de los Sierra Mojada, comenzaron á ser importados á los Estados Unidos en cantidades importantes. Y fué so- lo tres años más tarde en 1889 que la minería del plomo condujo al esta- blecimiento de fundiciones en México. Este hecho no sólo estimuló á la construcción de ferrocarriles sino que promovió la explotación de minera- les de plata que los fundidores pedían como fundentes. Por ejemplo, las mi- nas del Parral producen mineral de plata muy silizoso que requería ser so- metido al procedimiento de lexiviación por el hiposulfito. Y de este modo la explotación del distrito se hacía en una pequeña escala. Pero ahora el Pa- rral es una gran ciudad minera, respecto á tonelage: Sus metales se embar- can en fuertes volúmenes consignados á los fundidores, quienes los mez- elan con otros minerales y los tratan con menor costo que cuando lo hacían por el antiguo método de lexiviación, Aun cuando en el caso de algunos minerales las fundiciones tienen ahora la competencia del procedimiento de cianuración no puede negarse que Monterrey, San Luis Potosí, Aguas- calientes, Terreón y Velardeña, como centros de fundición, constituyen el nucleo real de la prosperidad minera de México. 64 Así ha sucedido en Sur-América. En años recientes, Chile ha sido una nación comercial muy importante del Continente Sur, no por razón de su producción de oro y plata sino más bien por la de cobre y salitre. Chile está indudablemente destinado á tener una grande alza como país minero, acometiendo la explotación de sus recursos por métodos más modernos, que resultaron de la construcción de ferrocarriles, la erección de fundicio- nes centrales, el desarrollo de sus minas de carbón, etc. Semejantes re- sultados serán seguidos de la reapertura de Cerro de Pasco en Perú, como mina de cobre, y de una creciente explotación de los depósitos estaníferos de Bolivia que puede llegar á ser el primer país productor de estaño en el mundo. El Brasil fué famoso originariamente por ser manantial de diaman- tes y por sus ricos depósitos de oro; pero los diamantes han escaseado y le queda una célebre y productiva mina de oro, San Juan del Rey, pero en la industria minera del Brasil lo que tiene superior importancia son los mi- nerales de manganeso y la arena monazítica. El objeto de este trabajo al encarecer laimportancia de la explotación de los metales inferiores ha sido hacer aparente la íntima relación entre esa clase de minas y el desenvolvimiento de transportes perfectos con el corolario de que los intereses industriales no pueden asegurar ningún ade- lanto real hasta disponer de las comodidades que trae consigo un medio de transporte barato. En ausencia del transporte barato la minería de los metales inferiores es impracticable en general; pero la posesión de depósi- tos de tales metales y minerales inspira la construcción de ferrocarriles que se desarrollan luego por el orden natural de las cosas. En regiones pri- vilegiadas ha sido posible explotar metales inferiores de tiempo atrás co- mo en el interior de los Estados Unidos, que disponiendo de vías fluviales para llevar sus productos á los mercados del mundo, pudo explotar sus recursos en metales inferiores sin la influencia estimulante de depósitos de metales preciosos. Pero es indudable que la falta de vías navegables y el carácter accidentado de la costa Occidental de Sur-América ha retar- dado la explotación de metales inferiores en espera de la tediosa construc- ción de ferrocarriles en las pendientes de los Andes. Se tienen estadísticas en lo concerniente á América, sobre Estados Uni- dos, Canadá, México, Bolivia, Brasil, Chile y Perú, con las que se acredita que estos países poseen las especies minerales que demandaría forzosamen- te el establecimiento de una minería que tenga por base la explotación de los metales inferiores. Faltan esos documentos para los demás países de la América del Sur y los de la América Central; peró se sabe que hay una industria minera de importancia en Guatemala, Nicaragua y Honduras, igualmente en Colombia, Venezuela y Argentina. En un ensayo sobre industria minera, la cuestión de supremo interés 65 concierne al futuro; pero pende este mucho del pasado y aun del presente. La experiencia del mundo por muchos siglos enseña: que si los depósitos de minerales preciosos han producido por largos períodos de tiempo ,suce- de que en una ocasión dada no podrá estimarse lo que puedan durar y el pro- ducto de que sean susceptibles si no es por solo unos cuantos años más. Al contrario: podemos formarnos buena idea de los depósitos de fierro, aún sin labrados, en Michigan, Wisconsin y Minnesota que yacen cerca de la superficie y cuya extensión puede determinarse por medio de cateos ó son- das; igualmente podemos medir aproximadamente los depósitos de carbón mineral, que aparece en capas de extraordinaria extensión, marcada por co- nocidos fenómenos geológicos. Por otra parte aun en países en donde la minería está bien desarrollada como en México y los Estados Unidos na- die podría aventurar una indicación cuantitativa de las existencias mine- rales de cobre, plomo y Zinc en esos criaderos. Así y todo, si es cierto que las minas individualmente dejan de producir lo es también que son reem- plazadas por nuevas y que la extensión y capacidad productiva de los dis- tritos aumentan, como lo reflejan las estadísticas. En cuanto á nuevos distritos, las probabilidades con que cuenta la ex- ploración de nuevos depósitos minerales son cada vez más diminutas. De 1849 á 1879 los descubrimientos eran comunes en los Estados Unidos, des- pués de 1879 han sido cada vez menos frecuentes; lo cual debe provenir de que la superficie ha sido tan cuidadosamente escudriñada que pocos cres: tones han podido quedar desapercibidos ó no han ofrecido interés á los ex- ploradores juzgándolos de escaso ó6 ningún valor. Hay también distritos en donde la exploración es en extremo difícil por cuanto á que las vertien- tes montañosas están pobladas con intensos montes. Se concibe que en México y Sur-América se verifiquen estas condiciones. Pero no obstante la eserupulosidad con que la superficie de Norte y Sur-América se haya explorado es lo probable que solo una pequeña par- te de la riqueza mineral de sus tierras sé ha descubierto. Muchos depósi- tos minerales de metal precioso ocurren en lo que se llama Vetas Ciegas, (las que no llegan á la superficie). El descubrimiento de minerales es grandemente casual. Sin embargo, la práctica y ciencia geológica ha reforzado la capacidad de los explorado- res. Nadie podría juzgar hace 5 años de las inmensas cantidades de cobre que se hallaron en Ely, Nev., bajo la masa casi estéril que con el carácter de criadero aurífero había dado lugar á trabajos infructuosos por unos treinta años. Este descubrimiento fué análogo á la revelación casi contem- poránea de que bajo las grandes masas de terreno aurífero del Mont Mor- Revista (1909-1910).—9 66 gan en Queensland, Australia, se hallaba un inmenso depósito de mineral de cobre. Estos descubrimientos, además de constituír un aumento importante en el abasto de cobre, significan acaso más por la enseñanza de nuevos he- chos en la ciencia que trata de los depósitos minerales. Por ejemplo, el descubrimiento de ricos minerales de plata en una for- mación caliza en White-Pine, Nev., fué la primera causa de una atención reiterada en la mineralización de la misma clase de roca en Eureka, Ney. El descubrimiento de las bonanzas de Eureka impresionó mucho. Semejantemente el descubrimiento del oro en la andesita y fonolita de Cripple Creek, Colorado, en 1891. Antes de esa fecha los exploradores ame- ricanos no sabían que el oro se encontraba en andesitas y no distinguían á ojo desnudo el mineral que contenían, sino hasta que por el ensaye pu- dieron determinarlo. Pero los actuales exploradores aprendieron la lección, De los hechos citados se desprende otro de importancia científica y es que en Ely y Mont Morgan se hayan encontrado depósitos de mineral de co- bre debajo de extensas masas de terreno que contenían algún oro sin ma- nifestar ninguna indicación de la existencia del cobre. Así es que por la generalización de tales hechos y su aplicación á la exploración futura la Geología aplicada á este ramo será el guía de los futuros exploradores. Nos adelantamos aun á decir que en años venideros los triunfos de los geólogos serán más y más frecuentes y que acaso nuestros sucesores de la próxima generación puedan decir que el descubrimiento de un mineral de casual que era se ha convertido en un problema de pura deducción científica. Pero cualquiera que sea el progreso en esta dirección sentimos la seguridad de que la riqueza mineral de Norte y Sur-América después de cuatro generaciones de exploración estará aún lejos de ser conocida y que en el curso del tiempo, las minas de Sur-América traerán á sus pueblos un desarrollo material de la clase del que Canadá, México y Estados Unidos han experimentado. Queda por hablar del carbón, que es la médula de toda industria, del cual Norte-América es tan rico. La impresión popular de que los Estados del Centro y Sur-América no poseen importantes abastos de carbón no es- tá bien fundada; es más bien una confusión de la falta de explotación con la no existencia. De hecho, el carbón y la lignita aparece en muchos puntos de México, América Central y del Sur; y realmente se explota en Chile, Perú y la Ar- gentina, aunque su producción no baste aún para llenar las exigencias do- mésticas. En cuanto á los Estados Unidos, según un informe del perspicaz es- tadista Abraham S. Hewitt, poseen un tesoro tan vasto, en los Estados del 67 Centro y el Este, que el mundo puede extraer de 6l su abastecimiento por siglos futuros, pues que el carbón todo del resto del mundo puede deposi- tarse dentro de la cuenca que poseen sin que sus millas cuadradas ocupen una cuarta parte del area carbonífera de los Estados Unidos considerada en dicho informe en el cual sin embargo no se comprenden los terrenos carboníferos del Colorado, que han sido estimados con una extensión igual 4 todos los otros campos del carbón de los Estados Unidos. Si el carbón de las Repúblicas sur-americanas ocupa una relación geográfica peculiar con sus otros recursos minerales, tal como fueron re- conocidos en 1868 por los Estados Unidos, las exploraciones futuras tienen que determinarlo. En 1876 el gran ferrerista inglés Lowthian Bell declaró que los manu- factureros americanos de fierro y acero seguirían contrariados sin esperan- za alguna por razón de las distancias á que tenían que transportar sus mi- nerales fundentes y combustibles, comparando esta situación con la suya en la que sus materiales los tienen casi en justaposición completa. Pero la inventiva y empresa de los americanos ha obliterado estos supuestos impedimentos de tal modo que una tonelada de mineral de fierro puede transportarse á millares de millas sin la intervención del trabajo humano. Los ríos y los océanos considerados antes como obstáculos para el comer- cio se han convertido en vías de comunicación y el transporte barato por los ferrocarriles ha aniquilado las distancias. El progreso científico por su lado, ha reducido mucho la importancia decisiva que se daba antes á las diferencias en la cualidad de los materia- les erudos. El uso de productores de gas y de las máquinas de gas ha he- cho desaparecer el limbo de superioridad de ciertos combustibles; y el ade- lanto de la metalurgia ha reducido el interés de la composición y ley especial de los minerales. En suma el progreso científico ha permitido utilizar un mineral crudo que posea algún valor, y la practicabilidad de ello no de- pende del dictado absoluto de la naturaleza, sino de la decisión económi- ca del hombre. : En esta decisión más que las condiciones naturales funcionan el cos- to del transporte del material erudo al punto de su reducción y manufac- tura, y el subsecuente para entregar el producto á los consumidores. Aplicando á Sur-América el abaratamiento del transporte como se hizo antes en los Estados Unidos y muchas partes del Canada, á saber: estableciendo ferrocarriles para desarrollar los recursos de muchas regio- nes no es dudoso que la minería sur-americana llegaría al extremo de que dentro de pocos años acreciese el bienestar y multiplicase la industria de sus habitantes. Además hay otro aspecto de la influencia del hombre sobre la natura- 68 leza que merece ser aquí considerado. Si es cierto que las ciencias y el arte utilizan las fuerzas y materiales que ministra la naturaleza lo es tam- bién que el método de tal utilización está dentro de la elección del hom- bre. Y el moderno desarrollo del uso de las corrientes eléctricas como ve- hículo de natural energía invita á transformar la vida industrial del mun- do. Sin entrar en detalles juzgamos suficientemente justificado decir que la transformación y transporte de energía por este medio para utilizarla en puntos distantes, como calor ó fuerza motriz, hace de cada caída de agua un recurso natural para prolongar la existencia de los criaderos de carbón y la de las maderas. Desde este punto de vista las elevadas cimas de las cordilleras americanas y los innumerables torrentes que concurren á for- mar los ríos que descienden á uno y otro océano ministra un inextinguible manantial de energía para las generaciones venideras. Este bosquejo general sería incompleto si no se reconocieran también los motivos y facilidades que ofrecen las topografías de Norte y Sur-Amé- rica para el futuro tráfico interior, Que cada nación debería ser árbitra por gobernar, dentro de sus propios límites, los productos de todo el mun- do, es una noción basada en la experiencia histórica de la guerra. Acaso ningún país como los Estados Unidos se aproxime tanto á este objeto y sin embargo, carece y uecesita de muchos productos del trópico, que no puede cultivar y que los pagaría con gran complacencia. Hasta aquí, por razones que no es necesario referir, el curso del trá- fico ha sido Este-Oeste; pero se aproxima el tiempo en que se inaugure un importante intercambio comercial entre Norte y Sur, A este fin el pro- yecto de un ferrocarril intercontinental, por largo tiempo perseguido, ya ofrece llegar al fín de una poderosa promesa; y cuando se llegue á comple- tarlo, las cordilleras americanas, que inspiraran la conquista de este he- misferio á la civilización europea, habrán venido á sér el eslabón que una á sus dos mitades en una permanente paz y progreso. México, Diciembre de 1909. LUIS ESPINOSA, M. $. A,, Ingeniero de Minas, 69 Coordenadas geográficas y altitudes del Estado de Puebla, tomadas de la lista que acompaña 4 la Carla mural de ese Estado publicada por la Comisión Geográfica Exploradora: (1908), Abreviaturas: C, ciudad, H, hacienda, P, pueblo, R, rancho, Y, villa. O OD) Ey. 722 3 ca ral ness ANN ARA DE A A A A O o a AIN ARRE AN Atlixco, C. OA RO E A IRA A A Buenavista (San Juan), H.............---. Buenavista (Santa María), H.-..... O oe reo a ds LA ARANA A OA Cánada (Sen Antonio). P.......loioiin=óo E AE o iaa la eo ao AREAS A A Castallotla, K.....2.:.....: A AS AS Chalchicomula (San Andrés), C.....oomo..-.. O A E IE O o EAS PRA AR A SUELE SAO A. A - ARI O. (OBEDAS cra oaao de Cholula (Iglesia San Pedro), C...oooooooo.... Cholula (Cerro Remedios)......conocomo..... Citlaltepetl (Pico de Orizaba), Volcán ....... Lat. N. 1901/16" 18 12 06 18 24 47 19 08 25 19 03 00 19 02 36 18 23 51 18 54 42 18 56 51 19 04 03 18 59 53 19 07 51 19 00 03 19 08 55 18 29 42 18 44 08 19 05 36 18 58 31 19 02 47 18 59 10 18 58 43 18 17 28 17 58 26 19 32 00 19 03 45 19 03 25 19 01 48 Long. E, Altitud de México Ta, 0949/30" 2174 1 04 48 1 06 56 0 53 56 0 59 40 1 05 27 1 24 26 0 41 44 0 53 53 0 53 25 0 49 24 O 39 01 0 50 25 1 01 50 1 51 03 1 42 34 1 04 18 0 52 02 1 02 19 1 41 06 0 54 56 0 32 02 1 16 43 0 00 07 O 49 39 0 49 55 1 52 11 1210 1810 2228 2332 2303 184 1880 2136 2121 2177 2620 2635 1730 2350 2790 2088 2247 2540 2050 1060 1675 2202 2150 2222 5700 70 Lat. N. Long. E. Altitud de México m. Contepeo, Hi.iade ndo occo ooo coca poncad=ons 18-58 dB 1009 ADS Concepción, H.. 2. ici ia cin o 0 08 10 TAS COPONABLO, PL LE e ES ...--. 190711 0 4956 2200 Costocán (Cerro). oLoocconoccooccoma cono ono] 19 1435 0.4202 2404 Coyotzingo, P.-L.ccodmeeciosnonoo2oton roo: 19 1149. 0 41:39: 2922 Cruz (Pábrica)i-- m0 docnros ae noones no nazo o» y 19:04:07: 0 BA Cuautlancingo, Poicococoioecociono oooo== on. 190516 05140 2180 Esperanza (F.C. Mo). coooncoconnocon nana ro 18 51 42 14539 2452 O A: AI A A LU Huauchinango, C.-. ¿ao o ooseccacconaroo= 2. 20 10,51. 1 0D Huejotzingo, O. .venceooccode dono o 5 dni 119. 00:28:50 4 A ¿Hueyotlipan, P.ooccoomocooramon- oonoono=on. 190506 05522 2206 Ixtaccihuatl (roca más alta pechos) ........--- 191044 02933 5286 Manzanilla (Cerro).....-.¿o0oiooocno ió an er. 1905341 0000 2301 Matamoros Izúcar, C........¿2ooooooo-o-=.oz.. 183612 04016 1309 Matlalcueyatl (Malinche, cerro Xaltonallin)-.. 19 1348 10607 3911 Motlaltoyuca, P....ooooocoooicoconoooon ooo. 20 44 05 11653 — 390 E A AI A A E E OS Montep, Eo ol osa e de ae dls , 190412 05201 2159 MONDLaucos Porta dana ee es. 19 1435 0.4343 2271 Wexteteleo Poseo oclecartado ens Huila 19 07 13: 0473 Nopalucan, Poco oococconoas rocecircc opens, 10 1 O. LA DedHlán Pob cadon es coczacn acacccomos 19 08360) DOS Oboyucan; Poooolosccannccccióito decano des» 18.58 31 0 49 DO CEA ad fee e MN O O LR 20 3129 11140 570 Popocatepetl (punto más alto del cráter) Volcán 19 0117 03020 5451 ts o a PA a Maneho Colorado coca occccnnuocone conoces 19 04 35. 0 DUO A Resurrección, V..co...o. 22 oooonoranonoo»-, 190604 1 0018. 2403 O A AR AR A Ban Aparicio, Pocos po racncamacnpcicaogs 19.06.03: 0 88 2 San Baltasar, P.ooooooocooorononanono prono: 190124 05536 2142 San Juan del Río, P....o.ocoooococomo...---" 181001 0.3709 708 Santa María, Ro.ooocoocoocococonoonenor- === 190506 0.56 00 2190 San Martinito, HD... oooooooomo=oo===n.oo=--- 190102 05248 2132 San Miguel Atlixco (Cerro)-......===-=> <=.» 185142 04144 2036 San Pablo (COITO): 0omooooonococnnncn carios 19 0625 .0 5636, 2210 E A A PA MRE Tecamachalco, C..¿oooocooconocrmenoooror=ar 1852571 24 05. 2055 71 Tecajete (extremo $. del cráter)... .. RRA EAS ] oa ltiloyad, Poco. Eyvoess Llana ai Ae A A as epela: (Cerro)... .05=-<:.. AA A Tepyxzoohitl. (Cerro).....--ooooroonoooo=o.. Tetela de Ucampo, V.... O ai e oa de ia tores A A A A A A A A E IN NN AA SA) RA O A OS Tlancualpican, P.....-..ooooooooo0o.-----0.-. AA NOS O RAE AA AA o A Y E AA A OS A A AS Villa de Libres (San Juan de los Llanos)...... Xalmimilulco, P..... ZE A A Xochimehuacán, P............ Xonacatepec, P......... Ad tas ars Alo dls NS A A A E O Ad do a se PO teca (Cerro) ice cp a e Zapotitlám, Vecino. A A E AAA A PR .... .... thodes de teinture.—V. Matiéres colorantes artificielles —VI. Matiéres 23-> E k de SM E colorantes naturelles.—VIL Mordants.—VIM. Couleurs, comment les as- sortir.—IX. L'eau.—X. Teinture á la brosse.—XI. Essorage et mise au vent aprés teinture.—XII. Préparation et application des “fat-liquors” et des émulsions.—XIIM. Essorage et séche.—XIV. Palissonnage et parage á la lunette. —XV. Substances employées pour le finissage des cuirs.— XVI Meulage ou dolage. — XVI. Appréts, glacage, finissage.— XVIII Empreintes et reliefs. —XIX. Brossago, roulettage, repassage et calandra- ge.—XX. Grainage ou liégeage.—XXI Nouveauté et cuir fantaisie.— XXI. La teinture et le vernissage du cuir au chrome.—XXIL Corroierie du euir au chrome combiné.—XXIV. Teinture et finissage du cuir á Palun. —XXV. Teinture et finissage des cuirs tannés á 'huile.—XXVI, Corroie- rie. —XX VII. Teinture des tapis de laine et des fourrures.—XX VUL Com- paraison des produits tinctoriaux et essai de ces derniers. Mission Scientifique G. de Créqui Montfort et E. Sénéchal de la Grange. Antiquités de la Région Anúine de la République Argentine et du Désert d'Atacama par Éric Boman. Tome 1. xI-388 pages, 2 cartes, 32 planches et 28 fig. Tome II. 561 pages, 1 carte, 51 planches.et 45 fig. Paris, Imprimerie Na- tional. Librairie H. Le Soudier, Boulevard Saint-Germain, 174! 1908. 2 vol. gr. in-8 Esta interesante obra contiene el resultado de las investigaciones lle- vadas á cabo durante el año 1903 en la región noroeste de la República Ar- gentina que abarcó el Valle de Lerma, la Quebrada del Toro, la Quebrada de las Cuevas, Puna de Atacama, Puna de Jujuy, Quebrada de Humahua- ca y Jujuy, añadiéndose á los estudios de esta expedición las efectuadas por el mismo autor dos años antes con la expedición sueca al sur de Boli- via, así como á las provincias de Catamarca y Tucumán. Ed | Nuestro ilustrado consocio principia por un estudio etnogeográfico de la región interandina de la República Argentina y un resumen de los conoci- - mientos arqueológicos que se tienen hoy día de esa comarca, ocupándose + después en una descripción de los importantes hallazgos hechos en Lapaya y en el Valle Calchaquie. ay El autor establece que en su concepto los antiguos habitantes de las ES "altas mesetas de la Puna de Jujuy pertenecían á un pueblo diverso de los Diaguitos llamados '“Calchaquis” de los valles interandinos. El estudio del precioso material hallado por M. Sénéchal de la Grange en el Cemente- rio de Calama, y otros sepuleros en el Desierto de Atacama, le permiten asignar la extensión geográfica de aquellos pueblos que antes ocupaban la amplia zona que abarca desde la Puna de Jujuy hasta el Océano Pacífico. | 78 A Para cada una de las regiones tratadas se da una breve reseña geográ- fica, así como notas de lo que puedan tener de interés la flora y la 0 desde el punto de vista etnográfico. Nuestro infatigable explorador añade á los resultados de su última ex- pedición, los descubrimientos arqueológicos hechos por la misión Sueca en el oriente de la provincia de Jujuy en los límites del Gran Chaco. Al fin del tomo II se verá con especial interés una carta arqueológica bastante completa, que el autor formó siguiendo las convenciones del Con- greso Internacional de Arqueología y Antropología prehistóricas de Esto- colmo (1874), pero haciendo las modificaciones necesarias por tratarse de antigiiedades de América que tiene diferencias con las de Europa. * Vemos que en muchos casos están citados pueblos de nuestro Anáhuac, con los cuales hace acertadas comparaciones. Terminamos esta muy breve reseña dando los títulos de las principa- les materias que contiene la obra. Tome 1. Carte ethnique de la région andine de l Amérique du Sud en- tre le 22e. et le 33e. degré de latitud Sud, au XVle. siécle. Antiquités de la région Diaguite dit “Région Calchaquie.” Lapaya (Vallée Calchaquie). Vallée de Lerma. Quebrada del Toro.—Tome IL. La Puna et ses habitants actuels. Archéologie de la Puna de Jujuy, du Désert ("Atacama et de la Quebrada de Humahuaca. Région extra-andine de la province de Jujuy. Analyse chimique des objets préhispaniques en métal. Bibliographje et table des matieres. S Les Mathématiques en Portugal. Par Rodolphe Guimaríes, Capitaine du génie, etc. Deuxiéme édition soigneusement re - vue et trós considérablement augmentée —Coimbre. Impri- merie de "Université. 1909. 1 vol. gr. in-8, 656 pages. La interesante obra de nuestro ilustrado consocio es una excelente con- tribución á la bibliografía matemática internacional. Comienza por una reseña histórica que comprende desde los trabajos del rey Don Ajffonso VI en 1338 hasta la época presente. Viene en seguida la extensa bibliografía general matemática portuguesa clasificada en las tres secciones: análisis matemático, geometría y matemáticas especiales; dando acerca de la mayor parte de los escritos interesantes análisis y resúmenes. Contiene igualmente suplemento, notas, apéndice y lista de las abreviatu- ras usadas en las series citadas. Por este útil libro puede juzgarze del envidiable lugar que los mate- máticos portuguesas ocupan en el mundo científico. 79 FS Ir onburmuog q wysnbp “q 66'90€ | rd: o y0 79 06166 DE0 AOS ouy 187 E de A a 96 A A O a o CARE * 019194 799 co A AS 67 16 PP 1918 108-130 LEO: MPTERT 019UH $061 “ade EE 7 a cp 09 ep |0'0€ |S'ZT |21'2€9 “77 *91Q ULT 0S TG O O Eo 1? £9 e9 |6'T€ |S'61 | TI'2E9 * "9IQUIOTAON] 1829 e AAA AN a : 89 69 06: ODE FOLLADA 910990 | 38'9€ Pes MID AS LL 02 +01 | 63 |S'6T |€S'9€9 “- "o1quuerjdog 19'66 AR A a 3'8 02 STEREO Alea 03803 y TP £8 BASS” CRANEMMO E TZ 0T 1388-1006 OTr[n f | SUPL A, EST Ib 9L 19 0'ZT 1918 1603 | 18989 fl 70200" oTrun f* | ZO0"S, SC o ds e 89 09 A A Gs | OA | T8'DÉ SS e EA E v7 yO 99 |PPElZTE 10P9E9 | "7700007" puqy 189 or Go ib 8 0S LL ADE EEE LEO A ca OZIBIL 2061 UU | o) o) O ra 19303 BIADPT | vpo ah -uop OJUILA di “erpora ES mid vb "00 Y “WOI8B "SASHA 'SIQNN OMX9N 9P "H LT bzo0R=Y EnEPE00LI=" "8064067 DIOIV() 9P JOAUAL) OLLOJVANISIO “SYOIDOTOTHOHAIAMN SINOTOVATISTIO 80 v'ST ZT"2686 ||1"""”""O0UYy — | | | | | UH 87 |99% |8PT | 93268 ||” exqueraon v'6, ce”, H “EN v? 70. 01897 [808 [Bic ly TETU OS 91qny90 G'POL Ge HN EN 87 99 [ee lec por | 6868 ||” exquerdeg 0'021 TS CN ÍCl 8" 19.4 142 [0987 1900T | +82 PO eines 3911 68€ H 'M TS e9=> loe. 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"81QUOS B] Y OIR 19p “duo L *[8903 BLAN] T "00 Y "UIPAB SASIM "69069 106= H ¡CIR PP. 18210051 18/7061 =%2 'LO6I=906L a 'VISHNJ 9P 0PMISHT pap 0rb910/) 19p 01.40300.49800) "“SVOIDO'TOHOHIAMN SIAINOIOVAIASTIO AAA AA AAA AAA ——— FS HU oppuog k y fr o ——.-.-_K/ÉKÁ NN ÓA$¡ÓAyÓÚéxm- _ _ e _ —_— 2 q q qq AS L8'e PP E Sl 6€ +9 ero 59004 JE aero *ouy ' 00%0 e 0 07 16 EL Fog | STTO] 10008 11 QUiON | 008 pS ME 61 GS 0'8 |909rT [8731 ¡1098 |"7"""" 0o1qn990 | 2369 dE TN E eg bL vo |391 1671 [8,098 ||: “erquendeg | CGT En A A eg €9 01 881 [PTI] ORTO 03803 y | 00'82 LAS E PAR TS L9 86. ¡821 -18'SL7] PTOS omnf | 00'Z2 2 MA 8'€ eS vTI |903 [391 |99098- [[-"5"""OTranE 0001 3 DA Ps 15 8b 8'01 |1*T3 391 [9860 [|"""""""" oLtNL 793€ de MBA GS 8? vor |903 |eer |08t6gg |[["""""""" 1q y c3'6% e ME ce 9€ vor |661 [aser |66098 — [1""""""" oZIe y A 000 7 A LG 5 22: | 691 | TIT: | 02099: 12% 019199 J CGT EE MB 9'€ 19 ag 1681 |€6 1 68099% 4H 2 o19UH SO6T cz 0€ 97 ME, o AS 0S 09 ep |tzr jos |9ro9g ||"""“exquierig 2061 ULTUI O TIUL q d uy ua *U[UIOP UNIIIMALU[| "PAVL *JUBL) "8303 BIAN]T BIpau1 “194 Á "ULIOP OJUALA “apo 'SISHA "UNE "soquN «0197= H Gn 81quIos e] Y axe op “duo L, 44) MSG GTO 9 =Y 1381906 q=0 Revista (1909-1910).—10* "SOCIE 406T "$0I0DI0Z IP DIN W] AP 0449) 19 Ud OPWISHT 9P 02.407WAMISQ) “SY OIDO TOHYHOHIAINVN SIANOIOVAHISITIO ? 82 MAPOTECA MEXICANA. Carta general del Estado de Nuevo León, levantada á iniciativa de su actual Gobernador, General de División Bernardo Reyes, por la Comisión Geográfico-Exploradora. 1906. Escala de 1:500,000 (2 hojas). Carta general del Estado de Puebla, levantada á iniciativa de su actual Gobernador C. General Mucio P. Martínez, por la Comisión Geográfico- Exploradora. 1908. Escala de 1:250,000. (Publicada en 1909 en los talleres de Zincografía de la Comisión). (4 hojas). Carta general del Estado de Tamaulipas, levantada á iniciativa de su actual Gobernador C. Pedro Argiielles, por la Comisión Geográfico-Explo- radora. 1908. Escala 1:500,000. (Talleres Z.ncográficos de la Comisión). (8 hojas). Carta general del Estado de Tlaxcala, levantada 4 iniciativa del Señor Secretario de Fomento Lic. Olegario Molina, por la Comisión Geográfico- Exploradora, 1908. Escala de 1:100,000. (Talleres de Zincografía de la Co- misión). (4 hojas). Carta general del Estado de Veracruz, levantada á iniciativa de su ac- tual Gobernador C. Teodoro A. Dehesa, por la Comisión Geográfico-Explo- radora. 1908. Escala de 1:400,000. Publicada en 1909 en los talleres de Zin- cografía de la Comisión.—(Con planos de las ciudades de Jalapa, 1907; Ori- zaba, 1899 y Veracruz, 1907, á la escala de 1:10,000). (9 hojas). Memoria del Gobierno del Estado de Zacatecas. 1904-1908.—Contiene los planos siguientes: 1. Croquis de las vías de comunicación telegráfica y telefónica en el Estado de Zacatecas hasta Junio de 1908. 2. Croquis de la ciudad de Zacatecas, levantado por disposición del €. Gobernador del Estado Lic. E. G. Pankhurst, por los Ingenieros Luis C. Es- pinosa y Francisco López con la cooperación del Sr. Ing. Luis G. Córdo- va. 1908. 1:5,000. 3, Plano de la ciudad de Fresnillo, levantado por Carlos Krauss. 1908, 1:5,000. 4. Plano de la ciudad de Sombrerete, por el Ing. Alberto C. Jaime. 1908. 1:5,000, 5. Plano de Ciudad García (Jerez), por el Ing. Rafael F. Rosales. 1908. 1:5,000, 6. Croquis de la ciudad de Nieves, por Ernesto Compeán. 1908. 1:5,000. 7. Plano de la ciudad de Mazapil, por Primitivo Padilla. 1908. 1:5,000. 8. Plano de la ciudad de Juchipila por el Sr. Ing. R. F. Rosales. 1908. 1:5,000. dl: Plano de la Ciudad de Pinos, por el Ing. Adolfo Palacios. 1908. 1:5,000. : 10. Plano de la Ciudad de Villanueva, por Paseual Ortega. 1908, 1:5,000. 11, Croquis de la ciudad de Nochistlán, por el Prof. Pablo F. Durán, 1908. :1:5,000. 12. Plano de la Ciudad de Tlaltenango, por José M. Caballero. 1908. 1:5,000. 13. Croquis de la ciudad de Ojocaliente por Agustín Hernández. 1908. 1:5,000. / PA XA 1 A MS A ER A De ey Y: ¿ INDICE DE LA REVISTA. TOMO 29.—1909-1910, Table des matieres de la Revue. Actas de las sesiones (Comptes rendus des séances). Julio 1909 á A A 5, 29 y Allorge M. M.—Te newly discovered Cave of Atoyac, Veracruz Engerrand J, et Urbina F.—Note préliminaire sur un gisement préhistorique découvert á Concepción, Campeche (Résumé) Estación biológica marina de Roscoff, anexa á la Universidad de TERESA AN O Ferrocarriles de la República Mexicana hasta Junio de 1908.... Necrología: Dr. Alfredo Duges ..oooommoroorrrrrrrrrt nro Observaciones meteorológicas: Durango, 1909-1910 .oooooooormoronmen nr León, Guanajuato, 1908 ..ooooooomooroorrrrrrrrrr rocoso. Mazatlán, Sinaloa, 1908 ---.ooooooorrrrrcrrorrrrrrtoros* Mérida, Yucatán, 1895-1909 -...cooooooooórrcoonoomoo--- O A RA): AA A AA Morelia, Michoacán, 1909 ....oooooooooorrrr rro. .-> Oaxaca, 1907-1908 .302ooooooooroonoooronrrroa rro A AAA A Zacatecas, 1907-1908... oooooooonrrnrrrrrr erro. .>- Ordóñez F.—Le Matlacueyatl (Malintzi) 1 planche.......---- Producción de cobre en el mundo de 1907 4 1909 ..ooooooooo--- Raymond R. W. $ Ingalls W. R.—Riqueza mineral de Amé- 0 NA AA A O A Tschermak G+.—Una inclusión de silicato en el fierro meteóri- co de Toluca (1 lámina) -.--.ooooooooooooocoooom........ PÁQINAS 51-59 31-40 4143 55 20 84 Bibliografía. BIBLIOGRAPHIE. Annuaire du Bureau des Longitudes pour 1910 ......... .-.... Boman, Antiquités de la Région Andine de la République Ar- BONMtiDO-.ooocooooornnnrr rr Congrós International des applications de VElectricité. Marsei- TEE PAT PA A Fraas, La evolución de la tierra y de sus habitantes ...o.o...-- Grimaráes, Les Mathématiques en Portugal .....ooooooooo..-- Lamb, Teinture, corroyage et finissage du CUiP...oooooooooo.-- Lebon, Savants du jour: EPOC Und a pla ada e 2 o E MO RA A A A A A E AI A o A Lechalas, Etude sur lespace et le teMpS-..oooooooocor=-....- Pécheux, Le pyrométre thérmo-électrique pour la mesure des températures elevées .oooommeomcoraccrrcrr rr... Peñafiel, Ciudades coloniales y Capitales de la República Mexi- can. Estado de- Morelos -..-. 18 sl dd "e eo PURO O Y ANS E DA: AN JEAN Ne 1 ye y ' ? A DEN pal Y h A JE IAN 2 MUS val qe EN ¡ ¿ 4, Xx MJ A] Ad REO á h n ñ q hr e El,