ANA apa pd: Cane A AREBRAA AAA A ARA ANI AAA BN O Ri : INMI Da ano AAA Ñ NAAA DO A ARANA AA ARA AAA e dy RO Aa AAA: A ARA NA A. DA A A AMA Ann NARA AR AA CN SRA A PARANA. A ña a ANA E ON de hs: Anal COAOR ana RARA , BARA F AARAAPAAARAD AAN, AMA, AAA AA ADA PARAS CAR, A a cerco ALAGLdA A ANN MA EE O NOAA, A, A S AA BN | MV MAN APRA RARAS UN LAA e ANA 2 ES — en Po An e CA wr Pr AAA PE ia, And ae poor AAA ci a, 25 AAA | AA A E mE / A VA! CA 2 ? A ne 8 VOS as AS AA O pea del ARAN a a a 0 Na, A DAMA A nc 4 IA An e ad 0 ARKGARIAC AA TAR CARA os VA A y ¿ P de AM IATARAAS AGRA, PR 200 Ann: e oe An o AR EA NO A INE Í a- AN SN MA NA A AA AA a AA ARPA, ALAS A arcano AA A AN ARARA PORRA SANA A EnCaR A A RARA NA NARA AA AAA? AAA A 2000 ARQAPARAN LAY Pón Ea MO A ADA NANA ARRE CN Aaron ADS A a NE AAA En MAA | ERAN: PARANA PA AE A Apnea" e AP ARANA AFW a DADEAOR dE CAPO MAA ARA AAA AAA AAA APA AA | PER O Plus A AAA Wan, k q As PA, DIN ARRAN AÑ AAPAÑA ¿A al AAN ANA AN A ARAS NA! AAA eS a ARE : A) OA. O pS nen CIRO AAA PARA a A ON Aman Ha PA RA ASAS AAAAANA AAN ANA a ¡ARA > Yibrary of the Puseum OF COMPARATIVE ZOOLOGY, AD HARVARD COLLEGE, CAMBRIDGB, MASS, MEMORIAS soeedad Gientílica “Antonio Alzate, MÉMOIRES DE LA “Antonio Alzate” Publiées sous la direction de - RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secrétaire perpétuel. ARA some Ús A O E MEXICO IMPRIMERIE DU GHOUVERNEMENT FÉDÉRAL. 1898 MEMORIAS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA “Antonio Alzate” Publicadas bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secretario perpetuo. TOMO” YE 1893-94. MEXICO IMPRENTA DEI GOBIERNO FEDERAL EN EL EX- ARZOBISPADO (Avenida Oriente 2, núm. 726). “1898 Ea OTAN e ON ce permea 1 | S rl Y mo SU cid NY py EAN e y blorinancil: Acirn A NÚV 25 1898 BIBLIOGRAFÍA —METEOROLÓGICA MEXICANA CORRESPONDIENTE AL AÑO DB 1392 FORMADA POR RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Socio fundador y de número, Miembro del Observatorio Meteorológico Central. Aguilar y Santillán Rafael. 1 Bibliografía Meteorológica Mexicana correspondiente :a año de 1891.— Men. Soc. “ ALzZATE,” VI, págs. 95 á 107. Alcocer Pascual y Septién José A. 2 Observaciones meteorológicas. Resumen general de las prac- '«ticadas en el Colegio civil de Querétaro de Julio de 1888 á Junio de 1889.—Ruv. Soc. '* ALZATE,” 1892-93, pág. 46. Un cuadro con datos mensuales y sinopsis anual. 3 Ídem ídem de Julio de 1889 á Junio de 1890.— Rev. Soc. ““ ALZATE.” 1892-93, pág. 62. Alzate J. Antonio. | . 4 Notas y observaciones relativas á Mo acrole ba Física del 6 Memorias de la Sociedad Científica PAD, Globo y Astronomía del sabio mexicano... . publicadas por acuerdo de la Sociedad “Alzate” y recopiladas por Rafael Aguilar y Santillán, socio fundador y primer Secretario de la Sociedad, Miembro del Observatorio Meteorológico Cen- tral. México. Imprenta del Gobierno. 8% En publicación. Andrade Dr. Nemorio. 5 Registro de las observaciones meteorológicas practicadas en el Instituto Científico de Pachuca. Agosto á Noviembre 1892. Aragón Agustín y Mateos Juan. 6 La previsión del tiempo.— REV. SOC. * ALZATE” 1892-93, págs. 51 á 54. Arellano Emilio. Véase Leal (31). Bárcena Mariano. ' 7 Ensayo estadístico del Estado de Jalisco.— ANALES DEL MI- NISTERIO DE FOMENTO, tomo IX. Oficina tipográfica de la Secretaría de Fomento. 1888 (publicado en 1891). 8? 729 págs. y láms. Contiene un catálogo de altitudes y posiciones geográfi- cas de dicho Estado (págs. 217 á 237) y climatología que ocupa toda la parte quinta (págs. 275 á 362). Baturoni Gerónimo. Véase núm. 38. Carbajal Dr. A. J. $ Influence of Climate on the progress and severity of Pul- monary Tuberculosis in the United States of Mexico, and practical consequences that are inferred.— México, 1892. 122 22 págs. | Este trabajo, que se publicó también en español, fué pre- sentado en una de las sesiones de la Asociación America- na de Salubridad Pública, que se reunió en México á fines de ese año. "Antonio Alzate. 1 7 WILIISTIS Cappelletti, S. J., E. M. 9 Resumen de las observaciones meteorológicas practicadas en el Colegio de San Juan Nepomuceno en 1891.—Salti- llo (Coahuila), 1892. Imprenta del Colegio de San Juan. [ae 28 págs. . Con resúmenes mensuales. 10 Observaciones meteorológicas. Resumen general de las practicadas en el Colegio de San Juan Nepomuceno en el Saltillo (Coahuila), durante el año de 1891.— REv. Soc. '* ALZATE.” 1892-93, pág. 16. (Cuadro con datos mensua- les y sinopsis anual). Colegio Católico del Sagrado Corazón de Jesús. Puebla. 11 Observaciones meteorológicas del....— Año de 1891. Pue- bla. Imprenta del Colegio Pío de Artes y Oficios. 1892. Fol. 12 págs. $ Colegio de San Juan Nepomuceno en el Saltillo. 12 Resumen de las observaciones meteorológicas practicadas en el.... durante el año de 1891.—Puebla. Imprenta del Colegio Pío de Artes. 1892. 2 págs. 8? gr. Dechevrens $. J., Marcos. 13 Sobre la variación de la temperatura con la altitud en los ciciones y anticiclones. ( ANUARIO DEL OBSERVATORIO DE TACUBAYA para 1893. Págs. 155 á 161). Domínguez Dr. J. Agustín. 14 Registro de observaciones meteorológicas del Instituto de Ciencias del Estado. (Oaxaca). Julio 4 Noviembre de 1892. 15 Promedios de observaciones hechas durante un quinque- nio. (Marzo de 1883 á Febrero de 1888). - Faye H., del Instituto de Francia. I6 Meteorología. Sobre las observaciones hechas en las esta- clones de montañas en Europa y los Estados Unidos, Su Memorias de la Sociedad Científica An ( ANUARIO DEL OBSERVATORIO DE TACUBAYA para 1893. Págs. 136 4139). 17 Plano y corte vertical de una tempestad. (ANUARIO, etc. Págs. 139 4 145). 18 Comparación de la figura teórica de una tempestad con los hechos conocidos de todos los navegantes. ( ANUARIO, etc. Págs. 146 á 155). Fernández Vicente. 19 Los pronósticos del tiempo.—RrEv. Soc. “ALzaTE” 1891- 1892, pág. 114. 20 Marcha del barómetro.— REV. Soc. a 2 1892-1893, pág. 35. 21 Las estrellas fugaces de 23 de Noviembre de 1892.— MEM. Soc. “ALZATE.” VI, págs. 157 4 164. Foerster W. y Jesse O. 22 Invitation d'observer les nuages lumineux de nuit.— REV. Soc. “ALZATE.” 1892-93, PRES 55 á 60. 23 Gaceta (La) del Gobierno. Poiadica Oficial del Estado de México. En él aparecieron las observaciones del Instituto Cien- tífico y Literario de Toluca, Garrett L. M. Véase Pond (54). GEOoDINÁMICA. Véase Montessus (32) y Mottl (35). Gobierno del Distrito Federal. Sección del Estado Civil. 24 Mortalidad habida durante. - .. en el Distrito Federal, com- parada con los datos del Observatorio Meteorológico Magnético Central, correspondientes al mismo período so- bre término medio de presión atmosférica, temperatura, humedad, cantidad de ozono, dirección del viento y eva- poración.— Litografía C. Montauriol y Ct México, 12 cua- dros gráficos. Diciembre 1891 4 Noviembre 1892. 1 Antonio Alzate. 9 PVSNNIIIIIIILISILIDIIIIIOIDIIDIEIDIIIIIDIDIZIIIDIADOIDIIIIIIDALIADIS Gobierno del Estado de Jalisco. —Secretaría de Grobier- no. Sección 4* 29 Cuadro que manifiesta la mortalidad habida en el Munici- pio de Guadalajara, comparada con los datos del Obser- vatorio Meteorológico del Estado. Diciembre de 1891 á Octubre de 1892. Cuadros litografiados con las curvas de mortalidad y de las observaciones meteorológicas. González Benigno G. 26 Observaciones meteorológicas. Resumen general de las practicadas en el Colegio del Estado de Puebla durante el año de 1891.— Rev. Soc. “ALZATE.” 1891-92, pág. 111. Véase Observatorio del Colegio del Estado de Pue- bla, (46 y 47). Heilprin Prof, Angelo. 217 Observaciones barométricas entre los altos volcanes de Mé- xico, con consideraciones sobre el punto culminante del Continente Norte-americano.— BOL. MEN. O. M. C, ITI, págs. 173 á 178. Holcombe J. H. L. Véase Pond (54). Instituto Campechano. 28 Observatorio Meteorológico. L. Alvarez B. 1892, Agosto 4 Octubre. Registros que contienen las observaciones diarias con promedios del mes. Laird C. Véase Pond (54). Leal Mariano. 29 Observaciones Meteorológicas. Resumen general de las practicadas en la Escuela de Instrucción Secundaria de Memorias [1893-94], T. 2V1, 10 Memorias de la Sociedad Científica León, durante el áño de 1891.—Regv. Soc. “ ALZATE.” 1891-92, pág. 124. (Cuadro con resúmenes mensuales y sinopsis anual). 30 Régimen Pluviométrico y algo sobre Climatología de León. —León, 1892. Imprenta de la Escuela de Instrucción se- cundaria. 5 págs. y una lám. de curvas. Leal Mariano y Arellano Emilio. 31 Resumen general de las observaciones meteorológicas prac- ticadas en la Escuela de Instrucción Secundaria del Es- tado en León, Estado de Guanajuato, México, durante to- do el año de 1891. _Montessus de Ballore F. de. 32 México sóismico.— Mem. Soc. “ALzaTE” VI. págs. 49 á 60. (Con una Carta séismica de la República Mexicana). Moreno y Auda Manuel. 33 Observaciones meteorológicas hechas en el Observatorio Astronómico Nacional de Tacubaya en el año de 1890 4 1891.— (Anuario del Observatorio, etc., para 1893. Págs. 251 4 278). | Constan los cuadros de las observaciones diarias de Di- ciembre de 1890 4 Noviembre de 1891 y uno con los re- súmenes mensuales y sinopsis anual, de temperatura, pre- sión, humedad, tensión, vientos, nubes y lluvia. 34. Hipsometría. Determinación de la altura del Observatorio Astronómico Nacional de Tacubaya.—( Boletín de dicho Observatorio. 1, 152). Mottl Carlos. | 35 Observaciones séismicas hechas en Orizaba. Agosto 1891 á Abril de 1892.—REv. Soc. “ALZATE.” 1891-92, págs. 47, 80, 103, 112 y 126. 1892-93, págs. 14, 47 y 63, DDD DADNDDID ADS IS Antonio Alzate." 11 IIDIDIDIILLIILILLIIIIDIILIDIILO mn Observaciones Meteorológicas. En Campeche véase núm. 28. » Culiacán 2) ¡y Chapultepec ,, y Guadalajara ,, » Guanajuato ,, s” Huejutla y León »” Mazatlán ,» México » Oaxaca » Pabellón » Pachuca » Puebla 1) Querétaro y Saltillo 1 is P. ” Tacubaya 1” Tampico 1» Toluca » Túxpam » Veracruz 1) Zacatecas 38. 41. 7, 25 y 48. 41. 41. 29, 30, 31 y 51. 39 y 40. 24, 41, 42, 43 y 44. 14, 15 y 53. 41. 5 y 52. 11, 26, 46 y 47. 2, 3, 45 y 58. 9,.10,,12:y 59, 41, 33, 34 y 57. Observatorio Astronómico Nacional de Tacubaya. Anuario para el año de 1893, formado bajo la dirección del Ingeniero Angel Anguiano.— Año XIII. México, Ofi- cina tipográfica de la Secretaría de Fomento. 1892. 122 383 págs. 36 Actinómetro. Págs. 161 4 164. 31 Tablas para reducir las observaciones barométricas al nivel del mar, Págs. 279 á 291. 38 Observaciones meteorológicas hechas en Veracruz y Cu- liacán. Págs. 292 4321. (En Veracruz de Julio á Noviem- 12 Memorias de la Sociedad Científica bre 1891 y en Culiacán de Noviembre 1890 á Noviembre 1891. Véase Dechevrens (13), Faye (16 4 18) y Moreno (33 y 34). Observatorio Astronómico y Meteorológico de Maza- tlán. | 39 Cuadro que manifiesta las presiones del aire 400 de tempe- ratura y al nivel medio del mar, registradas en los años de 1880 á 1890.—México. Cñicina tipográfica de la Secre- taría de Fomento. : 40 Resumen de las observaciones meteorológicas practicadas durante el año civil de 1891.— Cuadro. México. Oficina tipográfica de la Secretaría de Fomento.— BOL. MENS. O. M. C. III, 178. Observatorio Meteorológico Central de México. 41 Boletín mensual. Tomo III (1890), núms. 3 y 4. 42 Observatorio Meteorológico Central de México. Lat. 199 26" N.—Long. —6* 36” 31.56. Central Meteorological Observatory of Mexico.— Oficina tipográfica de la Secre- taría de Fomento. 1892. 12” encartonado, 12 págs. Es una breve reseña histórica de la Meteorología en la República Mexicana, con dos cuadros de observaciones, que se distribuyó á los miembros de la American Public Health Association y del Primer Congreso Médico Mexi- cano, reunidos en México en Noviembre y Diciembre de 1892. 43 Observaciones meteorológicas. Resumen general de las practicadas en el.... durante el año de 1891.—REv. Soc. “ALZATE” 1891-92. Pág. 102. 44 Servicio Pluviométrico. Resumen de los datos anotados y recogidos en este Observatorio, relativos á la estación de lluvias del año de 1892.— México. Oficina tipográfica de la Secretaría de Fomento, 1892. Fol. 8 págs. 1" Antonio Alzate, 1 13 y Observatorio Meteorológico del Colegio Civil de Queré- taro. 45 Resumen de las observaciones practicadas desde el 1? de Julio de 1888 hasta el 30 de Junio de 1891. (Memoria presentada por el Gobierno en 17 de Setiem- bre de 1891. Querétaro, 1892. Anexo núm. 17). Véase Alcocer y Septien (2 y 3). Observatorio Meteorológico del Colegio del Estado de Puebla. . 46 Resumen por cada día. Noviembre de 1891 á Octubre de 1892. Cada boletín tiene 4 págs. fol. 4/ Resumen general correspondiente al año de 1891. 4 págs. folio. Véase González (26). Observatorio Meteorológico del Hospital Académico de San Miguel de Belén. 48 Resumen de las observaciones meteorológicas practicadas durante el año civil de 1891. (Anexo núm. 6 al Informe que el Director de dicho Hospital da al Supremo Gobierno del Es- tado. Guadalajara, 1892). Cuadro que contiene los promedios de cada mes y la sinopsis anual. Orvañanos Dr. Domingo. 49 Climate of the City of Mexico.— México, 1892. 12? 11 pá- ginas. Este trabajo se publicó también en español y fué pre- sentado á la Asociación Americana de Salubridad Públi- ca, reunida en México á fines de dicho año. Observatorio Meteorológico del Instituto de Ciencias, Zacatecas. 14 Memorias de la Sociedad Cientifica DILILLLIDZILIOEII0OL . 90 Registro de observaciones: Mayo 4 Noviembre de 1892. Orozco Luis G. Véase núm. 38. 91 Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Guana- juato. Mensualmente aparecieron en él los resúmenes y aná- lisis de las observaciones practicadas en la Escuela de Instrucción Secundaria de León, bajo la dirección del Sr. Prof. Mariano Leal. 52 Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Hidalgo, Las observaciones meteorológicas del Instituto Cientí- fico y Literario del Estado en Pachuca, se publicaron se- manariamente en este periódico. 53 Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Oaxaca. Contisne las observaciones meteorológicas hechas en el Instituto de Ciencias. Pond €. F., Laird C., Holcombe Y. H. £. y Garrett L. M., de la Marina de los Estados Unidos. 54 Determinaciones magnéticas. — REV. Soc. “ALZATE.” 1892- 93, pág. 13. Un cuadro en que se hallan los datos referentes á Ve- racruz, Coatzacoalcos, Punta Abrojos é Isla Asunción. Ragona D. 55 Evaporación a MENS. O. M.C. III, págs. 213 á 216, Secretaría de Fomento. 56 Boletín de Agricultura, Minería é Industrias. Han aparecido mensualmente en él los datos del Obser- vatorio Meteorológico Central, los resúmenes foráneos y los de la Red Termométrica del Estado de Veracruz. Antonio Alzate. 15 VIII Sifuentes Salvador C., 57 Resúmenes mensuales de las observaciones meteorológicas ejecutadas en la Escuela Municipal núm. 2 de Tacubaya. -——Boletín Bibliográfico y Escolar (Tacubaya). Enero á Octubre 1892. Tomo II, págs. 47, 95, 144, 176, 208, 224, 240, 272, 320 y 352. Septien José A. Véase Alcocer (2 y 3). 58 Sombra (La) de Arteaga. Periódico Oficial .del Gobierno del Estado de Querétaro. Se publicaron en él semanariamente las observaciones hechas en el Colegio Civil. Spina, S. J. Pedro. 59 Observaciones meteorológicas. Resumen general de las practicadas en el Colegio de San Juan Nepomuceno en Saltillo, durante el año de 1890.—RrEv. Soc. “ALZATE.” 1891-92, pág. 46. 16 Memorias de la Sociedad Científica PLLISLIOIOCEIDEDEIOIIICIICOIDIDIISEEIIIOIDIICOISODIIDIIEIIEOLII0IOIEISILIIICLIECILIILIIAIDIADDI ABREVIATURAS EMPLEADAS. BOL. MENS. O. M. C. Boletín mensual del Observatorio Me- teorológico Central. Mem. Soc. “ALZATE.” Memorias de la Sociedad Científica “ Antonio Alzate.” Rev. Soc. “ALzZATE.” Revista de la Sociedad Científica “An- tonio Alzate.” EL HOMBRE PREMISTÓRICO DE MÉXICO POR EL PROFESOR ALFONSO L. HERRERA BOCIO DE NÚMERO. (LÁMINAS 1 Y El). AL SR. DOCTOR D. FERNANDO ALTAMIRANO Director del Instituto Médico Nacional. Hemos emprendido este trabajo sin contar con disposicio- nes y los elementos necesarios; en México no pueden ser muy fructuosos los estudios de antropología porque faltan maestros, libros y colecciones. Fácil será prever el resultado de nuestra investigación cuando se sepa que los gabinetes de antropología mexicana contienen veinte ó treinta ejemplares de cráneos de. indígenas; que no se consiguen instrumentos tan esenciales co- mo el goniómetro de la mandíbula; que es imposible consultar obras como la Crania de Quatrefages y Hamy ó la de Regnard que trata de las variaciones étnicas del maxilar inferior. El Sr. Ingeniero D. Guillermo B. y Puga nos honró encar- gándonos el examen de una mandíbula inferior humana encon- Memorias [1893-94], T. VI, 8 18 Memorias de la Sociedad Científica trada en una cantera de Xico (Valle de México) á cierta pro- fundidad y á muy poca distancia del cráneo de un caballo fósil. El estudio del lugar del yacimiento, la determinación de sus elementos petrológicos, el acta de autenticidad y la relación por- menorizada de las circunstancias en que se hizo el hallazgo se contendrán en un artículo que nos ha ofrecido escribir el Sr. Puga, digno presidente de la Sociedad “Alzate,” y de compe- tencia reconocida en estas arduas cuestiones. El Sr. Lic. D. Protasio Tagle ha puesto á nuestra disposi- ción sus libros de antropología, sus instrumentos y sus ejem. plares de cráneos de indígenas. Tenemos un verdadero placer en manifestarle públicamente nuestra más profunda gratitud. El Sr. Dr. D. Alfredo Dugés nos proporcionó datos intere- santes acerca del hombre prehistórico de México y nos ha da- do útiles consejos para la redacción de esta memoria. Descripción de una mandíbula inferior humana encontrada en el terreno posterciario (?) de Xico. Cara antero-externa.— Adelante muy convexa; prominencia de la barba muy marcada, de contorno triangular; en su lado derecho, hacia abajo un pequeño orificio accidental; la sínfisis se señala por una costilla muy aparente; en el punto sinfisiano una resquebrajadura accidental. La línea oblicua ascendente poco marcada en su parte anterior, muy notable desde el agu- jero mentoniano hasta la base del apófisis coronoide. Orificio mentoniano al nivel de la raíz posterior del primer premolar, con la abertura oblicua de abajo arriba, de adelante atrás; dista casi tanto del borde superior como del borde inferior del cuerpo. Borde posterior.— El arco alveolar modificado notablemente; los incisivos y caninos en una misma línea recta y los premola- reg y molares en dos líneas, una de cada lado, oblicuas y más y '1 Antonio Alzate. 19 más divergentes á medida que se alejan. La mesa de los alvéo- los se continúa atrás entre los bordes interno y externo del apó- fisis coronoide, llegando á elevarse el borde posterior del último * alvéolo un centímetro sobre la mesa del molar. Se comprende que la línea alveolar forma un ángulo en los incisivos externos y atrás se desvía del eje de la mandíbula y se eleva. En el al- véolo del primer premolar izquierdo, en la cara externa un agu- jero casi del tamaño del mentoniano. El apófisis coronoide se levanta casi al nivel del borde an- terior del último alvéolo; comparativamente muy ancho y de poca altura; su cara externa cóncava, su parte interna conve- xa, la anterior poeo gruesa comparativamente; el borde anterior recto en el medio; oblicuo de atrás adelante, se continúa abajo por una línea entrante curva, de lo que resulta un ángulo bien marcado. El borde interno recto termina en el alvéolo, desvián- dose de la dirección general de la línea oblicua interna. El bor- de posterior es cóncavo. El vértice del apófisis se inclinaba probablemente (está destruído) atrás y afuera. La escotadura sigmoide en forma de semicircunferencia, un poco angulosa en el centro. El cóndilo con la superficie articular poco desarrolla- da; entre la cara antero superior y la posterior no hay línea de separación. Em el cuello del cóndilo muy marcada la fosa triangular adonde adhiere el músculo terigoidiano externo. El borde externo recto, 'el interno con una saliente muy notable. Bordes inferior y posterior.—Muy convexo el inferior, el pos- terior comparativamente poco inclinado sobre la rama hori- zontal. Cara póstero—interna.— En la parte superior y anterior muy estrecha, limitada por un ligero reborde; un sureo poco percep- tible que corresponde al punto de soldadura de las dos ramas y termina abajo en los apófisis geni. Estos íntimamente solda- dos: sólo dos salientes elípticas colocadas detal manera que sus 20 Memorias de la Sociedad Científica rm grandes ejes son paralelos, en la izquierda un pequeño tubércu- lo; un orificio bastante profundo ocupa el lugar de los apófisis - geni inferiores. La depresión que corresponde á la glándula sub—lingual, bien marcada. La línea oblicua interna muy sa- liente, entre ella y la externa un espesor máximum de diez y seis milímetros. Abajo y atrás, en la porción cervical, rugosi- dades radiantes, en la región donde se inserta el músculo teri- goidiano interno. El surco milo=hioidiano poco marcado; la espina de Spix rota; el orificio interno del conducto dentario inferior destruído, casi al nivel del último alvéolo; abajo del úl- timo alvéolo izquierdo un orificio accidental casi del tamaño de la abertura de los alvéolos de los incisivos medios. Alvéolos y dientes.— El tabique que separa á los alvéolos de los incisivos se levanta algunas líneas sobre el plano del orifi- cio alveolar; los alvéolos de los incisivos externos muy grandes, con el borde anterior más bajo que el posterior; en el borde an- terior una escotadura semi-oval; se dirige oblicuamente de adelante atrás, de afuera adentro. Los alvéolos de los caninos casi circulares: ensu fondo:el germen de un nuevo diente, los alvéolos de los premolares anteriores divididos arriba por una especie de puente de substancia huesosa; enel fondo el germen del premolar definitivo. Los alvéolos de los molares no parecen presentar particularidades dignas de mencionarse. Dientes. — En número de 12. Incisivos 4. Los medios más angostos y más largos que los laterales, con tres surcos en el borde cortante (atrofia sulcifor- me de Parrot); profundamente excavados en su cara posterior; los dos incisivos laterales ligeramente volteados hacia adentro, de manera que el borde interno queda más atrás que el externo. Caninos 2. La cara posterior muy excavada, la anterior cón- cava en un lado y casi plana en el lado interno.; la superficie de la corona enteramente plana, oblicua de atrás adelante, de " Antonio Alzate. 21 NADA ADA AAPP PIDIO OPI DIO IT ILIIOIIIIIIDIIIIIDIIIIIIIOIDIDON IA arriba abajo; la raíz de los caninos encorvada hacia afuera y adelante, no manifiesta tendencia á bifurcarse. Premolares 4. Dos raíces libres; las cúspides destruídas; la raíz posterior mucho más pequeña que la anterior en los prime- ros premolares, algo encorvada. Molares 2. Con dos raíces, las cúspides algo desgastadas. El desgaste de los dientes es oblicuo externo (muy frecuen- te en los tiempos prehistóricos). El arco dentario hiperbólico, es decir, con las ramas rectilíneas y divergentes. Hay prognatismo dentario poco acentuado. El desgaste de los dientes corresponde al núm. 2 de Broca. Caracleres dominantes. — Rama ascendente de poca longitud; impresiones musculares muy marcadas; líneas milo —hioidianas muy salientes; contornos angulosos y muy pronunciados; arco dentario hiperbólico; incisivos en una línea recta. Mandíbula pequeña pero muy robusta; asimétrica. Para comparar con otras mandíbulas humanas nos limitá- bamos á examinarlas por abajo, y si alguna tenía las ramas ho- rizontales tan anchas y robustas y las líneas milo—hioidianas tan salientes como en la mandíbula de Xico, estábamos segu- ros de que había identidad de los otros caracteres. Determinación de la edad y el sexo, La mandíbula de Xico perteneció á un niño que había pa- sado de ocho años, no habiendo llegado á diez, pues que tiene los incisivos permanentes, así como los primeros molares. Una mandíbula moderna que reproduce los caracteres de la fósil y es de procedencia desconocida (existe en la colección del Sr. Tagle), perteneció á un individuo de catorce años pues que ya tiene permanentes los cuatro segundos molares. El niño de Xi- co se encontraba en la segunda infancia; el sujeto moderno lle- 22 Memorias de la Sociedad Cientifica PIDIIIDIDSILIIIIIL IL DI ISIOL gaba á la juventud, pero la determinación de su edad es incier- ta: las muelas del juicio no habían perforado las encías. Según el Dr. R. Collington' la distancia entre los agujeros mentonianos y la sínfisis varía con la edad de la manera si- guiente: Rácios nacido. SS 0.014 APLOS SILO AOS ie 0.020 En eladalto. e o O 0.026 En la mandíbula de X1C0.......+oo...... 0.024? Es difícil determinar el sexo de una manera segura á cau- sa de la poca edad del sujeto: las formas toscas y angulosas, las rugosidades de la mandíbula y la desigualdad de los incisivos nos hacen suponer que el hueso de Xico perteneció á un hombre. Es necesario advertir que tanto la mandíbula moderna co- mo la fósil son asimétricas y no parecen haber sufrido deforma- ciones póstumas debidas á la presión de las tierras, pero sí de- formaciones patológicas artificiales 'ó congénitas: el cráneo mo- derno cuya mandíbula hemos mencionado aparece ligeramente plagicéfalo; en la pieza de Xico la rama horizontal izquierda se desvía mucho hacia afuera y es más larga que la derecha. Datos antropométricos. En el cuadro adjunto hemos señalado las medidas de las mandíbulas de Xico, de la moderna que tiene los mismos carac- teres, de una muy grande encontrada en Tulyahualco, de dos 1 Máchoire de 1'Erlen. Rev, Anthr. 1888. 2 Hoyos Sainz (.Anales de la Sociedad Española de Historia Natural. XXI, 2% serie) asegura que con la. edad varía la distancia bigoniaca en una proporción tal que es de 84 al año y de 90 á los 9 años: no hemos podido comprobar estos resul- tados. ; 4 y 3 8 El 5d E z 3 e B B b É a £ E] = ; “E 2 3 uE 5 6 A d E po Z a E 2 5 á E El : 5 £ E = S al 3 el ES a A a = 15] E y 2 Z a E LS, 5 A g =l 3 á 3 á 2 Ss 12 E. El E 3 = S El ¿ El «q a E É E a 3 3 E > e E El z E El A a] As = E] = 2 > El E a] 5] RA] H 35 3 3 5 o 3 El 24 E É a. $ $ £ El El É 73 =8 E a 3 = E ES | E 3 53 2% El h ES E E El El El 23 El 2 pl Ep £ El 3 = E “E | E a 3 E 3 E 5 Z 2 23 3 | 3915312 Sl ls P z 3 El 3 El a, a a ly 3 = el 13 S e= 5 5 a E] É o PA > ES La) 2 El h=] a 5 53 E 2 g£s £s Z 5 Z E = 3 y E El 2 E Er 3 3 Ss | ys A 3 E ES e E e E E E “2 > "3 2 E 16 2 |<3 [8 El E El El IE ES | $ Sl ña 5 = m e S 1 (7 S % eS so o Z E = E £ 2 > = 3 E lá E El a |5 a [25 |% A E 2 3 E Longitud bicon diliana..-..-.. 102 1138811194 4118/2122 41214119 M8 118 /4120/4123/5123/ 5129 11912121105 187 118 | 128/4119 120 E O O O O O Bigoniaca....-. 83] 81] 96| — | 87| 102] 98] 99| 97| 96| 91| 96| 102| 100| 98] 107| 96] 95 94|....[....[..-.l....l.---[.-.. 114| 108| 101 110| 94| 100/89.5| 90| 102 91 Bimentoniana...| 483] 483] 44] 45] — | 47] 46/....|....|.... o oa sae asa a (So llicon (dana acid Nos o dsc Bda (oca lScou |Eocallecarle can osos boca lvosalvecillcodal soc ellaco: Sinfisiava ..... 20 26/35 1ESl 8d o al A A le a Ra 0 EEC O [e 32186: 3OWMASO Sa ta [2 2 | A A A Altura molar 202 22D LOBO ls lA a a na [eco [pa E A a A A A A A lor calbo ne Cuerda gonio- sinfisiana.-... (MISS 85 179 087 O e E (ad A E |. leal | 97| 98| 98| 95| 89 91] 85] 83] 91 92 Cuerda condilo- coronoidiana..|| 27| 29| 41] 38| — IA [A E O A | A (A A O A A O A O A a a a a AS A do ocaso sa Longitud de la Anchodelarama.|| 31| 32] 32 35| — io als A AO AS A alos O A SA A A O A Ss aos Me ae ema lopsalScotllctoc Curva bigoniaca.]| 160/ 167| 186| 180| — | 190| 199|....l....|.--.|.--. a a e a AS a e ea A o A lobos A O O o O 5280 Escaldes Angulo mandi- ITA 12909) = | — | — | — [1240/1140/1210/1230/1240| 119| 129] 121) 114] 124| 1211 121) 1111 117/....l «o. l..o.l.o< [eo E EL Men AU Ll A E A O EEE boco Índice de la rama posterior...... 63.2|62.7157.6| 63.6] — |60.0| 59|52.6|50.6|47.4|54.5| 52.6|56.6| 60.9| 57.8] 55.3 65.3] 61.01 56.1|..-.|.... o a | E A A elos da ley ac lagos] pote (case La barba sale de la vertical..... CA A E O A E A e al ls cales jo ao A o paa al A a * En cuatro indígenas de la América del Sur medidos por Lacorda. | AS A A IA A A A OL AN IN A A A AA A A AS de 08 do de (A parle ; po j 7 Eu el y El lets > 5" Antonio Alzate, 1 23 halladas en el Peñón por el Sr. Tagle y que pertenecieron á in- dígenas de México. Se mencionan además las mandíbulas de una serie de indios de Bogotá medidas por Broca, del hombre de Chancelade, según el Dr. Testut; las doce siguientes según la tabla de Regnard consultada en la obra de Topinard; las de varios indígenas de Sur América, según Burmeister y Lacerda; las diez últimas según M. Pruner Bey. Determinación de la raza. Por el carácter de los dientes desgastados en un individuo tan joven podemos presumir, pero no asegurar que perteneció á la raza americana de Morton. Las líneas salientes muy pronunciadas, la prominencia men- toniana, las rugosidades del ángulo, la pequeña longitud de la rama ascendente, la cara excavada de la misma rama se encuen- tran en la mayor parte de las quijadas de indígenas americanos que hemos examinado, en la:que pertenece á un cráneo nean, derthaloide de la colección del Sr. Tagle (chichimeca ?), en la de un patagón, en la de varios indígenas del Valle, en la de un individuo muy viejo cuyos restos se exhumaron en Cuerámaro y que según el Sr. Dugés se encontraba junto á fragmentos de trastos de indígenas. Las mediciones no nos pueden ser muy útiles para el estudio etnográfico, por tratarse de un individuo muy joven: sin embargo, en la mandíbula moderna encontra- mos las formas de la fósil y dimensiones más cercanas á las del adulto y análogas á. las que caracterizan la quijada de los indí- genas americanos; pero son tan pocos los datos que se han po- dido recoger para la comparación y tan incierto el resultado á que ella conduce que no nos creemos autorizados para estable- cer una conclusión precisa. (Que se nos permita fundar estas opiniones. Supongamos que se estudia una mandíbula de procedencia 24 Memorias de la Sociedad Científica desconocida (no sabemos que es de egipcio) y que tiene la lon- gitud bigoniaca igual 4 96. Si comparamos con las mediciones de Regnard puede tratarse de un Egipto 92.00. cda 96 de longitud bigoniaca, Bereber..........o.. 96 y 0 Negro de Africa... -. 96 . 5 Indio de la gruta de Babilonia:.-.- ¿es 96 a as Ídem de Tulyahualco. 95 E e Si nos fijamos en la longitud bicondiliana que es de 118 en nuestro ejemplar: Paria de la India... 4031044 9D 505953 118 Hombre de Chancelade............¿0.oi... 118 ' Tndio'de Sur América 220 20. PEDIDO 118 Si tomamos en consideración el índice de la rama posterior, que es de 52.6 en nuestro ejemplar: i A A A O e , 92.6 Habitante del Mediterráne0............. 52.6 El ángulo de la mandíbula conduce á los mismos resultados, de manera que estas cuatro mediciones sólo constituyen un ejemplo de los peligros é imperfección de semejante método. Sería muy interesante averiguar si el hombre de Xico pertene- ció á una raza dolicocéfala ó á la raza mexicana que Quabrefa- ges caracteriza por su hipsistenocefalía (índice vertical anchu- ra altura mayor que 100), siendo este carácter común á los indios de la América del Sur y presentándose en unión de la dolicocefalía en la raza fósil de Lágoa Santa.* M. Broca ha encontrado que los indios de Bogotá tienen un 1 Races Humaines, p. 104. 11 Antonio Alzate. 1 25 índice cefálico de 78.57 y las dimensiones de la mandíbula ya señaladas. Si la anchura de la rama (33, indios de Bogotá, 31, hombre de Xico), y el índice de la rama (60, indios de Bogotá, 99, Xico), fueran proporcionales al índice cefálico, deduciría- mos que el hombre de Xico era dolicocéfalo, pero en el cráneo correspondiente á la mandíbula moderna que, como lo hemos dicho varias veces reproduce los caracteres de la fósil, hallamos un índice de 82.92 que es de los subraquicéfalos. Comparan- do por un método empírico la distancia bimentoniana, la altura molar y la longitud de la rama de la mandíbula moderna (M) y de las mandíbulas de indios de Bogotá (B), nos resulta el ín- dice cefálico del cráneo moderno (M/). Distancia bimentoniana B. 47—íd. M. 43=4. Índice cefálico B. 78 +4 =82 índice cefálico M/. Altura molar B. 25—íd. M. 21 =4. Índice cefálico B. 78+4=82 índice cefálico M/. Longitud de la rama B. 55—íd. M. 51=4. Índice cefálico B. 78+4=82 índice cefálico M/. Aplicando el mismo cálculo 4 la mandíbula de Xico (X), tendríamos: Bimentoniana B. 47—íd. X. 43=4. Índice cefálico B. 78+4=82. Es probable que el hombre de Xico haya tenido un índice cefálico cercano á 82, pues así lo indican la comparación con una pieza moderna y el cálculo; pero éste no siempre conduce á resultados seguros. M. Hamy asegura que las relaciones en- tre la distancia de las ramas ascendentes y el diámetro trans- verso máximum no son tan íntimas como se ha supuesto.' Aun aceptando que el niño de Xico haya tenido un índice de 82 y 1 e. t,, p 213, Memorias [1893-94], T. VI, 4 26 Memorias de la Sociedad Científica que en el adulto no hubieran cambiado las proporciones y volumen del cráneo, no habría dificultad para admitir que el sujeto pertene- ció á la raza americana. La dolicocefalía es muy frecuente en “esta raza, pero en la América del Norte se han descubierto los cráneos braquicéfalos de los mound—builders á quienes Haynes considera como anteriores álos mexicanos. Ni habría razón pa- ra suponer que el resto de Xico es moderno por el carácter de la subraquicefalía, desde el momento en que se sepa que los hom- bres fósiles se clasifican en dos grandes grupos, uno es el de los dolicocéfalos y otro el de los braquicéfalos.' Comparación con las mandíbulas fósiles encontradas en Europa. Espesor máximum de la rama horizontal, Xico 16. Clichy (adulto) 17. Engihoul 17. Moderna 17. Nau- lette 16. Clichy (siete años) 15. Chaumiére 15. Grenelle 17. Tubérculos geni muy atrofiados. Xico. Clichy (ocho años). Naulette. Barba saliente. Xico. Grenelle. Solutré. Aurignac. Furfooz. Engihonul. Impresiones musculares muy marcadas. Xico. Clichy (siete años). Aurignac. Chaumiére. Arcy- sur—Cure. $ 1 L'espéce humaine, p. 224. " Antonio Alzate. 1 27 ILIICOIOLIECOLIOCEIIOIIIOIOIIECIILIEIIIOEIOOOO EOI IIOEIIDOISAOIOOIRS Crestas milo -hioidianas muy salientes. Xico. Cro-Magnon. Ulichy (siete años). Ramas del arco alveolar divergentes atrás. Xico. Arcy-sur—-Cure. Cro-Magnon. Dientes desgastados. Xico. Clichy (adulto). Arcy-sur-Cure. Aurignac.' Altura molar. Xico 20. Clichy (adulto) 18. Arcy—sur-Cure 23. Moderna 21. Naulette 22. Grenelle 27.5 4 28.5, Engihoul 29. Espesor en la barba, Xico 15. Naulette 15. Clichy (siete años) 14. Arcy -sur— Cure 14. Barba cuadrada. Xico. Lombrives.? La identidad de caracteres de la mandíbula fósil y la moder- 1 En una mandíbula de Aurignac el desgaste es oblicuo externo como en la pieza de Xico. 2 La mayor parte de los caracteres de las mandíbulas fósiles de Europa se han tomado del Précis de Paleontologie Humaine del Dr. E. T. Hamy; los caracteres de la mandíbula de Lombrives de un artículo de Garrigou, Martin y Troutat. Compt. Rend, Acad, Sci. Paris, 1863 (11), p. 1,011. 28 Memorias de la Sociedad Científica na no es de extrañar ni podría considerarse como caso único: Quatrefages dice que el cráneo fósil de Lágoa Santa reprodu- ce las formas de ciertas de las razas actuales de la América del Sur;' “el cráneo de la más antigua raza cuaternaria se encuen- tra no solamente en Australia, sino en Europa y en algunos hombres de notable mérito.”? La bóveda craneana hallada en Ceara (América del Sur) presenta gran semejanza con la del hombre de Eguisheim.? Al decir de Lund la raza de Lágoa San- ta se extendió á México á juzgar por el carácter (que nos pa- rece muy incierto) de la frente huyente representada en las es- culturas mexicanas. Se comprende que la similitud de caracteres entre la man- díbula de Xico y las fósiles de Europa, especialmente las de Cli- chy, no tiene tanto valor como era de suponer. Sí nos extraña que el carácter de la barba cuadrada sólo se mencione en la des- cripción del hueso de Lombrives. Caracteres físicos y químicos. Peso.— La mandíbula de Xico pesaba 58 gramos antes de ha- berle quitado la cantidad de substancia necesaria para la aná- lisis química: previamente se separaron los cuatro incisivos, los caninos y un premolar; con todos sus dientes pesó 61*"41; la quijada moderna que es de mayor tamaño y sólo tiene tres gran- des molares pesó 62 gramos. Indudablemente: la mandíbula de Xico ha sido incrustada por materias minerales, y por el aumen- to de su peso se asemeja á varios huesos fósiles de Lágoa San- ta encontrados por Lund.* 1 Rev. Sci. Enero á Julio 1880. Julio 1881 4 Enero 1882. Véase el artículo citado de Lacerda. 2 Quatrefages. L” espéce humaine, p. 179. 3 Ibid., p. 230. 4 A. de Lacerda. L' Homme Fossile du Bresil. Mém. Soc. Anth. Paris, 11, 2* ser., p. 525. M. Delesse. Recherches sur les fossiles, Compt. Rend. Acad. Sci. Paris, 1861, p. 729. v Antonio Alzate. 1 29 AAA IDDADIP DDD DAD DIO DD0D0 DDD DDD DDDI0DI0IIDIDILIIIDDDIIIIIIIIIDIILIOIIDIIIIIIRS Dureza y consistencia.—En algunas partes, especialmente en la región sinfisiana, es tan dura que puede rayar á un hueso re- lativamente moderno; pero en el gonión, en el cóndilo y en el vértice del apófisis la dureza es menor. Es compacta, un poco desmoronadiza en el ángulo. Este carácter no podría servirnos para determinar la edad, pues hemos visto que los huesos de Elephas primigenius son ó muy duros ó muy blandos según el terreno y las condiciones en que se han encontrado. Varios huesos humanos desenterrados por el Sr. F. P. Troncoso en la pirámide de Cempoala se pulve- rizaban casi con tocarles y hasta el marfil de los molares esta- ba destruído: dichos huesos no son fósiles. Brillo.—Según los datos de Lund y de Lacerda, el cráneo de Lágoa Santa presenta un brillo semejante al del bronce, que también puede observarse en la mandíbula de Xico, en toda su superficie, exceptuando en el cóndilo. Este brillo aumenta por el frotamiento con un objeto metálico y está muy acentuado en el germen del segundo molar verdadero. Color.— Los autores que acabamos de citar aseguran que el cráneo de Lágoa Santa tiene un color rojo moreno dispuesto en grandes placas, desigual, en algunos puntos color de fierro oxidado; en otros hay vastas zonas negruzcas; la infiltración metálica es irregular en profundidad. La mandíbula de Xico tiene un color rojo moreno muy obscuro; vastas zonas negruz- cas, principalmente en las partes posteriores; en la cara lateral externa de las ramas se desprenden con facilidad pequeñas pla- cas negruzcas; en el ángulo, en el tejido esponjioso interior, el tinte es más claro; pero en la cara interna de la rama, atrás del último molar, hay una perforación que permite distinguir el in- terior del hueso, lo mismo que en el oriticio situado entre las raíces del primer premolar: se ve que el tejido compacto está dispuesto en capas como la pizarra, siendo estas capas en nú-. 80 Memorias de la Sociedad Cientifica mero do ocho cuando menos. Es curioso que en el cráneo de Tulyahualeo, que permaneció sepultado desde hace bres siglos, si noes que mucho antes, sólo se haya formado una capa colorida. Acción de los ácidos. —El interior de los alvéolos, todas las re- giones que pueden verse por los orificios naturales Ó acciden- tales tienen el color exterior. Em ninguno de los ejemplares que hasta hoy hemos examinado se presenta una curiosa particula- ridad: la materia colorante penetra en los dientes, en los de le- che cuando menos, y tiñe de canela opaco á las raíces y una buena parte del marfil. En el segundo premolar, roto por acci- dente, vimos que sólo el esmalte no se ha teñido. Una gota de ácido nítrico ó clorhídrico depositada sobre los huesos bastan- te antiguos que tuvimos en estudio, hace aparecer las capas más profundas que son siempre de un tono más claro, mientras que en la pieza de Xico los ácidos producen una efervescencia muy débil, morena, exactamente igual á la que por tratamien- to idéntico se obtiene en un cráneo fósil de Equus excelsus de la colección del Museo: no cambia el color aunque el ácido esté muy concentrado y obre por mucho tiempo, aunque se le depo- site en el interior de la rama ó de un alvéolo. Este carácter pue- de tener alguna importancia, pues es sabido cómo influyó en el ánimo de varios antropologistas, opositores sistemáticos, el he- cho notable de que la mandíbula de Moulin Quignon estaba impregnada de materia colorante en sus partes interiores. El tinte de la mandíbula de Xico es debido probablemente al fierro, pero no creemos que éste tenga por origen el tatouage á que se sometió el individuo durante su niñez (!): en los hue- sos de Menton se han encontrado depósitos de óxido de fierro y manganeso y en varias estaciones se ha descubierto alguna provisión de estos óxidos. Es seguro que los restos de anima- les fósiles del Valle do México no deben su color al tatouáge. Sonido metálico.—En algún ejemplar estudiado por Lacerda se percibió un sonido metálico: el choque produce en la pieza Antonio Alzate. 31 de Xico un sonido que es solamente un poco más claro y me- nos grave que aquel que producen huesos muy modernos. Tierra interpuesta en el tejido interior.— Habiendo colocado en un porta—objeto una poca de tierra extraída de las partes más profundas de la rama horizontal, agregamos algunas gotas de agua y procedimos á hacer el examen microscópico: el Sr. Pu- ga encontró cristales de feldespato y otros componentes, los mis- mos que pudimos observar en la tierra que tenía el cráneo de caballo fósil junto al cual se encontró la mandíbula humana: en los dos huesos hallamos una diatomea aculeiforme muy seme- jante, según el Sr. Puga, á las que hoy día se encuentran en el lago de Xochimilco: así parece demostrarse que los dos restos, el humano y el de caballo, se han encontrado sepultados algún tiempo en el mismo lugar y parece infundada la suposición de cualquier engaño de que hubiéramos sido víctimas. Composición química, Hace algunos años, antes de 1848, se ha indicado la utilidad de la investigación del fluoro ó sus sales contenidas en los hue- sos, como medio de descubrir su edad.* Posteriormente M. A. Carnot ha continuado tan interesan- tes estudios,” llegando á demostrar que si se representa por 1 la cantidad de fluoro en los huesos, será de 0.64 en los terciarios. 0.35 en los cuaternarios. 0.05 4 0.06 en los modernos. 1 J, Middleton. On Fluorine in Bones, its source and its applications to the determination of the geological age of Fossil Bones. —Journ. Geol. Soc. 1, p. 214. 2 Sur une application de 1”analyse chimique pour fixer 1*4Gge d' ossements hu- maines préhistoriques. Journ. Pharmacie et Chimie. XXV, p. 547. 32 Memorias de la Sociedad Cientifica He aquí una de las análisis que ha hecho recientemente: e co ara Peróxido de fierro. 0.21 0.19 3.06 Acido carbónico... 6.06 4.75 6.15 Acido fosfórico.... 34.20 39.67 28.72 Fluoro ..... a 1.43 1.84 0.17 Según el mismo autor' en los huesos modernos hay próxi- mamente 4 por ciento de fluoruro de calcio y 5 y 6 por ciento en huesos fósiles muy antiguos; en los terciarios y cuaternarios disminuye esta cantidad; pero la diferencia de yacimiento acarrea variaciones notables en la composición de los huesos.? El Dr. Hamy asegura que los restos humanos fósiles de Col- mar tenían la misma composición que los de Elephas, Equus y otros mamíferos extinguidos junto á los cuales se encontraron.* Por último, M. Chevreul descubrió mayor cantidad de fluoro en los huesos fósiles de Maine—et- Loire que en los modernos. * Para utilizar debidamente este medio de investigación es indispensable la análisis de los huesos de animales que se en- contraban junto á los humanos, y la análisis de los huesos hu- manos. El Sr. Dr. D. Eduardo Armendáriz, jefe de la Sección de Química del Instituto Médico Nacional, emprendió la análisis del cráneo de Equus excelsus hallado junto á la mandíbula hu- mana. El interés que toma este profesor por los estudios cien- tíficos y la habilidad y perfección con que desempeña sus tra- bajos son muy bien conocidos; no vacilamos en conceder abso- luta confianza al resultado de su análisis. 1 Acad. Sci. Paris. Mai. 1892. 2 Revue Scientifique. 30 de Julio de 1892, p. 153. 3 Lyell. L'Ancienneté de 1”homme, Paris, 1870, p. 3/4: 4 Compt. Rend. Acad. Sci. Paris, 1866, II, p. 402, 1 Antonio Alzate. 1 ) 33 “Composición química de un hueso de Equus excelsus: Fosfato de:pale vas de da ETA 52.05 “Fosfato de magnesla...oooomooooo. --- 1.20 a Postato ide erro. co 1.00 “Cloruro de: calcio mano isa o 0.24 “Carbonato de call ibas e A e 14.00 Sa o loa El 0.52 HEDUOBON Id OL a a A 2 1 0.94 “Substancias minerales.........-...... 69.95 Materia orgánica io c.alod. a o 30.05 AO A a a o 5.57 En el caballo moderno se ha señalado casi la misma propor- ción de cenizas que en el caballo de Xico: 70.4 según Pelouze y Frémy. Según Mérat- Guillot: Según Armendáriz: sad coa Equus 5 excelgus, Fosfato de cal........ 67.50 52.05 Carbonato de cal...... 1.26 14.00 Y en efecto, Delessé nos asegura' que el carbonato de cal aumenta en los fósiles y el fosfato de la misma base disminu- ye. Las investigaciones de M. Scheuner—Kestner hacen ver que los huesos de un Equus fósil de Europa contienen hasta 79.83 de fosfato y carbonato de cal,? mientras que en el ejemplar de Xi- co sólo hay 66.05. De los datos anteriores se deduce que el cráneo de caballo - presenta los caracteres generales de los restos fósiles, pero ofre- ce algunas variaciones en la proporción de ciertas substancias inorgánicas, á causa de la naturaleza del terreno, la edad, etc. 1 Compt. Rend. Acad. Sci. Paris, 1861, p. 729. 2 Compt, Rend. Acad. Sci. Paris, 1869, II, p. 24. Memorias [1893-94], T. VI, 5 34 Memorias de la Sociedad Cientifica Juzgando sólo por la proporción de fluoro y de acuerdo con los datos de Carnot, consideraríamos al Equus excelsus como rela- tivamente moderno, del diluvium rojo ó less superior. Si la mandíbula humana contiene una proporción semejan- te de ese metaloide no vacilaremos en asignarle una edad con- siderable. El Sr. Dr. D. Alejandro Uribe, Preparador de la clase de Análisis Química de la Escuela Nacional de Medicina, se pres- tó bondadosamente á analizar la mandíbula humana. HA EN- CONTRADO 4 POR CIENTO DE FLUORURO, ES DECIR, 1.94 POR CIENTO DE FLUORO: CREEMOS QUE EN NINGÚN HUESO MODERNO SE HA LLEGADO Á DES- CUBRIR UNA PROPORCIÓN SEMEJANTE. EL CRÁ- NEO DE EQUUS CONTIENE 1.34 DE FLUORO, EL HU- MANO 1.94. Estudio de los caracteres desde el punto de vista de la fisiología, Según Longet el modo de alimentación acarrea notables va- riaciones en la conformación y movimientos de la mandíbula inferior de los mamíferos. El valor del ángulo puede indicar un régimen hervíboro; el desgaste de los molares y caninos de los dos lados, la robustez de todas las partes, la ausencia de superficies planas de la man- díbula, podrían autorizarnos la suposición de que el hombre de Xico era principal ó exclusivamente herbívoro, lo que está com- probado por el desgaste oblicuo externo de los dientes, el gran desarrollo de las rugosidades adonde se insertan los músculos terigoidianos internos que contribuyen eficazmente á la tritu- | ración, y las salientes muy pronunciadas en donde se insertan los terigoidianos externos, que contribuyen á los movimientos laterales y de propulsión de la mandíbula. El desgaste de los dientes se ha observado en muchas razas Antonio Alzate. 1 35 y especialmente en la raza americana; se le ha interpretado de varias maneras: En opinión de Lund sólo se encuentra en las momias egip- cias y en los indígenas americanos;' Blumenbach atribuye el desgaste á la costumbre de masticar raíces duras; Lacerda su- pone? que por la poca altura de las cúspides de los molares és- tos se desgastan más pronto, pero no está demostrada semejan- te presunción; Morton tiene las mismas ideas de Blumenbach.* Indudablemente que á pesar de las opiniones contrarias es de admitir por el sólo hecho del desgaste de los dientes, que el hombre de Xico se alimentaba con substancias duras, probable- mente con granos, sin que éste haya sido su único medio de sub- sistencia: en los animales herbívoros los dientes se desgastan con bastante rapidez, los incisivos inferiores de un caballo de ocho años tienen planos sus bordes; en los roedores se desgas- tan mucho los dientes y crecen constantemente para repasar la pérdida de substancia; mientras que en los carnívoros é in- sectívoros jamás pierden los molares sus agudísimas puntas. Y tal explicación no está enteramente opuesta á los datos de la antropología, pues que Lund halló en una estación prehis- tórica un utensilio especial para triturar granos, y Joly nos ase- gura que el hombre prehistórico se nutría á veces con cereales, bellotas, castañas, hasta con el pan muy mal fabricado que con- tenía granos enteros y se ha encontrado en las ciudades lacus- tres. El uso del pan de maíz ó tortilla, aun hoy está muy genera- - lizado en México; los indígenas desgarran este alimento con los caninos, le triburan con los molares, empleando poco sus dien- tes incisivos. Esta gramínea, el maíz, es cultivada en México desde una época muy remota. Había entre los mexicanos la tra- 1 A. de Lacerda. L' Homme Fossile du Brésil. Mém. Soe. Anth. Paris, II, 2% ser., p. 533. 2 Ibid., p. 541. 3 Crania Americana. 36 Memorias de la Sociedad Científica dición poco probable, de que los toltecas introdujeron este útil vegetal; pero es cierto que le cultivaban aun los otomíes, este pueblo antiquísimo, según el Sr. Orozco y Berra. No era el úni- co grano alimenticio, pues Hernández y Molina aseguran' que antes de la conquista se sembraban ciertas gramíneas parecidas ála cebada, el centeno y el trigo. De Candolle ha recogido la in- teresante noticia de que se hallan granos de maíz en los Mounds de la América del Norte y en las tumbas de los Incas;? Darwin ha recogido espigas de este cereal en una parte de la playa del Perú que se levanta en la actualidad á 85 piés sobre el nivel del Océano.* El maíz fué conocido por el hombre prehistórico y en ese caso ¿existió en los tiempos cuaternarios un pueblo agricultor, sedentario, por consecuencia mucho más adelantado que los pueblos nómades y esencialmente cazadores? No podríamos asegurarlo, pues hay datos suficientes para comprender que el hombre prehistórico de Méxice se dedicaba, á lo menos en par- te y en cierta época, á la caza de los mamíferos. En cuanto al gran espesor de la mandíbula se explica según Darwin y Spencer por la costumbre de masticar alimentos du- ros ó que no se han cocido.* Es probable que el hombre pre- histórico haya utilizado la fuerza de sus mandíbulas para otros usos de los que no se relacionan directamente con la alimenta- ción. El desgaste de los dientes es carácter de poca importancia para la identificación étnica, pues se encuentra según Hamy en restos de las edades arqueolítica y paleolítica, en los dolicocé- - falos de la piedra pulida y en los trogloditas braquicéfalos del cuaternario, lo mismo que en los suizos, daneses primitivos y otros hombres que se han nutrido con alimentos recios, hasta 1 Humboldt. Ensaye Político. Paris, 1827, II, p. 258, 2 Origine des Plantes Cultivées, p. 315. 3 Dela Variation. I, p. 351. 4 Descendance. 1, p. 127. w Antonio Alzate. 1 37 en los modernos habitantes de Liguria. Hay la coincidencia de que los caninos y molares de los indígenas se desgastan de tal manera que se ha llegado á decir que “los mexicanos carecen de caninos.” Como en el hombre de Xico, el desgaste se verifi- ca en ellos desde muy temprana edad. Los cuatro incisivos de la pieza de Xico presentan la ero- sión que según Parrot es característica de la sífilis y también se ha llamado atrofia sulciforme: la han observado en cráneos muy antiguos, en las sepulturas de Guayaquil y en las tumbas merovingias.! Si la opinión de Parrot fuera fundada se dedu- ciría que la sífilis existió en América antes de la Conquista y aun en el hombre cuaternario. Pero MM. Magitot y Tilleaux no aceptan esta presunción y creen que la atrofia sulciforme es causada por la eclampsia infantil, la cual acarrea grandes per- turbaciones en la nutrición del folículo dentario, de tal suerte que el nivel, número y extensión de las lesiones de la corona corresponden á la época, duración é intensidad de las crisis eclámpsicas.? ¿Nuestro hombre prehistórico padeció tal vez de ataques de eclampsia debida, por ejemplo, á una meningitis? Mucho lo dudamos. Pero he aquí otros modos de ver totalmen- te distintos: ““no está demostrado que la odontopatía atrófica sea siempre consecutiva de la sífilis hereditaria ( Laveran y Teis- sier*), no está demostrado que sea debida á ninguna de las cau- sas señaladas y hay muchas personas que presentan la atrofia sulciforme y jamás han padecido de eclampsia ó sífilis” (Dr. D. Vergara Lope). ¿Se trata acaso de un atavismo de los Prosi- mianos, por ejemplo del Galeopiteco? En todo caso, la odonto- patía atrófica no puede considerarse como exclusiva de las ra- zas prehistóricas. Llama la atención el débil desarrollo de los apófisis geni en muchas mandíbulas fósiles: lo que parece indicar alguna fal- 1 Une maladie préhistorique. Rev. Sci. 1882, p. 113. 2 Traité d'anatomie topographique, par P. Tollieaux. Paris, 1887, p. 340. 3 Pathologie. 1, 217, 1889. l 38 Memorias de la Sociedad Científica ta de desarrollo, más Ó menos importante, en los músculos ge- nio—gloso y genio-hioidianos: si por esto resultaba alguna di- ficultad para determinados movimientos de la lengua y para la pronunciación de ciertas consonantes Ó vocales, no podemos sa- berlo y sólo personas autorizadas podrán discutirlo. Pero es co- mún que esos apófisis se encuentren atrofiados en el hombre actual. Sin embargo, en los monos están representados (los in- feriores) lo mismo que en varias mandíbulas fósiles (la de Xi- co) por un simple orificio. Las observaciones muy antiguas de Louis acerca del uso de la longua para la articulación de las letras, nos obligan á aban- donar el estudio de esta cuestión, que no es de nuestro resorte, ni compatible con nuestra falta de conocimientos. El hombre de Xico usaba muy poco de sus dientes incisi- vos y molares verdaderos. Seguramente que durante la masti- cación los incisivos superiores no chocaban con los inferiores (ni los molares verdaderos superiores con los inferiores), sino que su cara interna deslizaba un poco sobre la externa de los dientes de abajo: lo que significa que el prognatismo dentario era más acentuado en la mandíbula superior. La porción derecha está más desarrollada que la izquierda, le excede en longitud algunos milímetros. Se comprende tam- bién por el mayor desgaste oblicuo externo de los dientes del lado izquierdo que, durante la masticación, los movimientos de lateralidad se verificaban con más fuerza de izquierda á dere- cha. Ahora bien, según el Dr. Pollet* se deduce de numerosas medidas que los huesos del miembro superior derecho exceden hasta en un centímetro á los del izquierdo, en el hombre moder- no, mientras que el miembro izquierdo predomina en los antro- poides. No sería prudente tomar como carácter de inferioridad la asimetría de la mandíbula de Xico, porque puede depender de circunstancias individuales, análogas, tal vez correlativas, de las 1 Bull. Soc. Anth. Lyon. VIII, 15. Ibid. VII, p. 106. 1 Antonio Alzate. n 39 que producen la plagiocefalía Ó de las que acompañan á la de- formación artificial del cráneo, común en los pueblos ameri- canos. : Es digno de llamar la atención que los dientes de esta man- díbula no presenten un sólo punto de carie, á pesar de su des- gaste: privilegio de que disfrutan los indígenas de México y se encuentra también en el hombre prehistórico de Europa. 40 Memorias de la Sociedad Científica EL HOMBRE PREHISTÓRICO DE AMÉRICA. SU EXISTENCIA EN MÉXICO. He aquí el resumen de los datos que hemos podido recoger en lo que se refiere á la primera cuestión. En la América Sep- tentrional no se ha hallado hombre terciario;* pero no puede po- nerse en duda la existencia del hombre paleolítico (de Trenton), pues se han descubierto diversos útiles y tres cráneos braqui- céfalos considerados como cuaternarios. Se registran otros he- chos más Ó menos dudosos: En la América del Sur, M. Lund ha exhumado restos hu- manos fósiles en el Brasil; Moreno ha descubierto cinco cráneos en un yacimiento de especies animales extinguidas. Ameghino encontró huesos humanos unidos á puntas de silex y osamentas de mamíferos fósiles: con la particularidad de que el sabio á quien se debe este importante hallazgo supone que los terrenos de Mercedes son terciarios.? Por otra parte, M. Marsh ha pre- tendido aque las formaciones de América son más antiguas que las de Europa y por tales razones parece que el hombre prehis- tórico de América es también más antiguo. Su industria ofrece, sin embargo, una semejanza notable con la del hombre europeo en plena edad de piedra;* M. Quatrefa- 1 L'Archéologie Préhistorique dans 1? Amérique du Nord, d'aprés M. H. W. Haynes, Bull. Soc. Anth. Lyon. Juin, 1889, p. 85. 2 M. Zaborowski. La Formation Pampéenne. Rev. Sci. Enero á Julio. 1882, p. 84. Véanse también las publicaciones de Lacerda, Burmeister, Moreno y Ame- ghino. 3 Joly, c. t., p. 151. ' AntonioAlzate. 41 ges afirma que el hombre fósil del Brasil existía en la époea del reno y M. Gaudry no cree que haya sido contemporáneo del Ele- phas primigenius, opinión infundada como se verá más adelan- te.* Los estudios emprendidos sobre la paleontología humana de nuestro país pueden presentar algún interés para la resolu- ción de ciertas cuestiones y en todo caso darán mucha luz re- lativamente á la distribución de las razas fósiles: he aquí algu- nos datos: | 1? Hueso labrado de lama.—En el Tequixquiac se halló, 4 una profundidad de doce metros, un hueso labrado por el hombre prehistórico. Las capas en el lugar del hallazgo se componen de tierra vegetal (espesor máximum 1”55), tobas, margas, ca- liza y arena movediza. Según el ingeniero Manzano hay capas de tierra vegetal, barro, toba pomosa, toba caliza y arcillosa, arena de pómez, cuarzosa y feldespática, pudingas, calizas compactas, arcillas ferruginosas y margas. Las capas fosilífe- ras son principalmente de acarreo ó conglomerado; en algunos puntos de toba ó arenas suelen encontrarse fósiles, pero no en la caliza. (Tomamos estos datos de los que publicó el Sr. In- geniero D. Mariano Bárcena á propósito de un artículo sobre el hueso labrado de llama;? el dibujo que ilustra esa memoria ha sido reproducido en el presente trabajo). El Sr. Bárcena, des- pués de hacer una descripción pormenorizada de los caracteres del hueso dice que el animal representado “puede ser coyote (Canis latrans) Ó puerco.” Las aberturas nasales circulares y otros caracteres nos autorizan para suponer que no se represen- tó en el sacro de llama á un canido sino á un Suideo y casi se- guramente al Platygonus compressus: parece además que este puerco fué muy común en el Valle de México y entraba en la alimentación del hombre prehistórico. Los únicos mamíferos 1 Rev. Sci. Julio 1881 4 Enero 1882, p. 766. 2 Anales del Museo Nacional de México. II, p. 441. Memorias [1893=941, T. VI, 6 42 Memorias de la Sociedad Científica SNS IDIOIEILIDIIILIIDIEDEILI IED ILLINOIS fósiles del Valle de México hasta ahora descubiertos, son según Cope:! Dibelodon (Mastodon) Shepardi, Leidy. Elephas primigenius, Blum. Equus excelsus, Owen, y otras especies. Holomeniscus hesternus, Leidy. Bos latifrons, Harl. Auchemia Castilla, Cope. Platygonus compressus, Le Conte. - Holomeniscus vitakeriamas, Cope. Eschatiws conidens, Cope. Glyptodon sp? Ninguno de estos mamíferos, excepto el Platyyonus presen- ta los caracteres de la escultura de Tequixquiac. Debe advertirse que en México y otras partes viven varias especies de Dicotyles y que el javalí de México (Dicotyles tor- quatus muy afine al Platygonus) pudo haber servido de modelo á un escultor indígena relativamente moderno: se llamaba en mexicano Coyametl, Quapicotl, ete., y “era criado y engordado para servirle en la mesa de los señores.”” El Sr. Bárcena ha es- tudiado esta cuestión y no pone en duda la remota antigúedad de la escultura. A juzgar por la precisión de los contornos y las proporcio- nes, simotría y otros detalles, reuniríamos esta pieza á las que se han descubierto en la estación prehistórica de Laugerie Bas, en Europa, y por consecuencia, según la nomenclatura de M. P. Solmon, este hombre prehistórico podría pertenecer á la edad de piedra, piso cuaternario superior, período paleolítico, divi- sión paleontológica magdaleniana. 1 Ibid. Vol. III, | 2 Clavijero. Historia Antigua le México. 1853, p. 192. , "Antonio Alzate. n +8 22 Utensilios de barro y huesos de Platygonus que se encuentran bajo la lava, más ó menos alterados por el calor.—El Sr. Bárcena insiste en la importancia de estas pruebas y no sin motivo jus- tificado. El Sr. E. Ordóñez nos dice que “uno de los efectos que más deben llamar nuestra atención es esa corriente de lavas que par- tiendo de una de las cimas de la esbelta montaña de Ajusco, sigue en dirección poco más Ó menos al Norte, descendiendo, y después de haber recorrido algunos kilómetros constituye en su límite lo que hoy se llama Pedregal de San Angel. “Al ob- servar esta capa (aquella en que se apoyan las materias volcá- nicas), parece que la corriente de lava arrasó y destruyó por decirlo así todo lo que encontraba á su paso: tal vez materias vegetales carbonizadas por el efecto de un fuerte calor dieron origen á las materias orgánicas que encierra dicha capa.”' “De menos importancia, mas de altura colosal, se eleva al Sur el cerro de Ajusco, volcán exitnguido; sus antiguas erup- ciones han debido ser terribles á juzgar por las enormes dis- tancias á que arrojó sus lavas, pues si bien por el Norte no se extienden más allá del Pedregal de San Angel, llegan por el Sur hasta Acapulco, es decir á 110 leguas. ”* El Sr. M. Bárcena describe extensamente esta formación volcánica: puede consultarse el artículo respectivo que se pu- blicó en “La Naturaleza ”* y en el cual se relata el hallazgo de utensilios de barro ennegrecidos, sepultados bajo la lava. “Se han encontrado los trastos en la superficie de una formación aluvial en que reposa una capa de lava de 7775 de altura. En la dicha formación aluvial se observa: 1% Una capa de 0” 02 de espesor, conteniendo partículas vi- trificadas, tallos incinerados y restos de trastos antiguos. 1 El Pedregal de San Angel. Memorias de la Sociedad ' Antonio Alzate. y: IV, p. 154. 2 Orozco y Berra, Carta hidrográfica del Valle de México, p. 109. 3 VII, p. 266. 44 Memorias de la Sociedad Científica 2% Banco areno—arcilloso, conteniendo fragmentos feldes- páticos, hornbléndicos, partículas carbonosas, fragmentos de traquita y restos de trastos: su espesor es de 0” 20. 37 Arcilla arenosa con elementos análogos á los anteriores; su espesor es desconocido y forma la base del terreno aluvial.” Realmente era imposible fijar la edad de los trastos por el simple estudio de sus caracteres; pero ahora hay datos seguros para hacerles remontar al cuaternario. El Sr. Ingeniero D. Guillermo B. y Puga nos encomendó el estudio de varios huesos más Ó menos carbonizados, descu- biertos bajo la lava en unión de los trastos; estos huesos per- tenecían en su mayor parte al Platygonus compressus y los frag- mentos del occipital y otras partes del cráneo estaban casi to- talmente carbonizados; había también un radio de caballo que no pudo determinarse, pero que perteneció sin duda á una es- pecie cuaternaria. Todos los huesos estaban divididos en frag- | mentos. En el Museo Nacional hay una colección de trastos y la osa- menta casi completa de un Platygonus, extraídos también del Pedregal. Los utensilios de arcilla muy ennegrecidos por el ca- lor y rotos en varios pedazos, formaban parte de tres ó cuatro vasijas de diferente tamaño, pero de forma general probable- mente idéntica, la de una olla común de paredes muy gruesas. En un fragmento se ve un surco poco marcado, hecho segura- mente en el barro fresco; es semicircular y de bordes mal limi- tados. En el pedazo de un fondo (?) de vasija se ven dos curvas concéntricas, pintadas con un azul negruzco y apenas percepti- bles. En varios fragmentos se notan surcos que pudieron haber sido abiertos frotando el barro fresco con un haz de hierbas; quizá á causa de la acción del calor no se ven impresiones di- gitales. En muchos puntos se asemejan estas vasijas á las que extrajo el Sr. Ameghino en varias estaciones prehistóricas de la América del Sur y también llevan ornatos pintados y bajo-— relieves. ' Antonio Alzate. 45 Los huesos del Platygonus se encuentran en el Museo en nú- mero considerable: todos están separados, más Ó menos despe- dazados y carbonizados, hay fragmentos de costillas, de maxilar superior, de columna vertebral, omóplato, falange, etc.; ningUNO completo, pero los pedazos con sus aristas, sus partes más frágiles en buen estado; aun las partes que han sufrido menos la acción del calor tienen una dureza notable y están muy lejos de presentar los caracteres de los huesos que han permanecido mucho tiem- po expuestos á la intemperie. Hay varios huesos largos con la parte central á descubierto, á consecuencia del desprendimien- to de una de las paredes, como si se hubiera tratado de extraer la médula, dividiendo el hueso con un instrumento bien afilado, pues que no hay astillas ni resquebrajaduras en los bordes del corte. No se ven estrías, surcos ú otras impresiones que pudie- ran atribuirse á los dientes de una fiera. Como el Platygonus es un género exclusivamente cuaterna- rio, de especies extinguidas; como sus huesos se encuentran en unión de los pedazos de trastos y hendidos longitudinalmente; como estos huesos y los fragmentos de utensilios se hallan en la superficie del suelo, adonde difícilmente podrían haber que- dado unidos y en tan buen estado de conservación; como, por último, se ha descubierto la representación de una cabeza de Suideo en el sacro de una llama fósil, y según el Sr. Zenteno se ha visto bajo la lava del Pedregal una mandíbula inferior humana,' podían parecer probables estas dos conclusiones: 1? El Pedregal existía en la época cuaternaria. 2* El hombre cuaternario existió en el Valle de México; la carne del Platygonus formaba parte de su alimentación. Los huesos del Platygonus y los trastos de barro pudieron haberse conservado, estando casi en la superficie de la tierra durante algunos siglos y la corriente de lava les sepultó cuan- do aun se encontraban en ese estado? ¿O bien fueron sepulta- 1 “La Naturaleza. y VII, p. 267. 46 Memorias de la Sociedad Cientifica dos bajo una gruesa capa de tierra que les preservó de la in- temperie y poco antes de la erupción del Ajusco quedaron al descubierto por el deslave del terreno? Nuestra opinión parti- cular es contraria á estas hipótesis; pero no somos geólogos y reconocemos nuestra incompetencia en la materia. Sea lo que fuere en lo relativo á la edad del Pedregal, es in- dudable que la presencia de los trastos unidos á los huesos de una especie cuaternaria extinguida, demuestra claramente la existencia del hombre prehistórico en el Valle de México. 3 Huesos de Elephas con entalladuras.— El Sr. Dr. D. Alfre- do Dugés nos remitió un fragmento del cóndilo externo del fé- mur (de Elephas primigenius ) que lleva en su cara articular va- rios surcos bastante profundos y de un interés extraordinario. En carta particular nos dice el Dr. Dugés: A EA Me regalaban una extremidad articular de un gran animal, probablemente de un Elephas, que provenía de aluvio- nes del distrito de León (Estado de Guanajuato). Dicho hueso sería de poco interés si no fuera por la presencia de dos incisio- nes muy limpias, en cuyo interior existe aún el polvo del yaci- miento: me parece imposible que no hayan sido hechas en el hueso fresco á causa de su netteté, pues en un hueso ya seco las paredes de las incisiones se hubieran desgarrado. ¿Quién hizo estas heridas? ¿Un carnívoro? ¿Pero cuál? Y además, los col- millos de una fiera no hubieran producido dos incisiones para- lelas, tan cercanas y tan largas.” En la colección del Museo he hallado otros ejemplares con entalladuras idénticas, notando que éstas sólo existen en hue- sos de elefante y casi siempre en la cara articular de los cóndi- los. Describiré únicamente las más notables. En el hueso del distrito de León hay cuatro surcos, dos ca- si paralelos, uno más atrás, cortados cada uno por otro. surco más pequeño. El surco izquierdo tiene siete centímetros de lon- gitud, cuatro milímetros de ancho y cuatro milímetros de pro- ' Antonio Alzate." 47 NANO DDD DAD ADO IPDIIIDIIIILDDIIIIILIIIIIIILILIIIIDIILIIADIIIIADIIIODIIIIII INIA fundidad; uno de sus bordes está destruído por una desposti- lladura que parece muy reciente; en dirección perpendicular á este surco, en el principio del más largo, hay un pequeño hun- dimiento con un extremo obtuso y que parece haber sido abierto por un instrumento de punta obtusa. El otro gran surco mide setenta y cinco milímetros de longitud, seis milímetros de ancho y cuatro de profundidad en su parte media; el más pequeño tie- ne solamente 4 centímetros de largo y cinco milímetros de an- cho. Se ve un surco en la cara articular del cóndilo del fémur, de cinco centímetros de longitud, un centímetro de ancho y un centímetro de profundidad en la parte media: el mismo hueso lleva en la cara anterior los surcos dibujados: el más grande de seis centímetros de longitud, cinco milímetros de ancho y cinco de profundidad en su parte media; el surco que le es paralelo tiene tres centímetros de longitud y tres milímetros de ancho, es muy poco profundo. ln los cortes puede verse que hay es- trías salientes en las paredes de estos surcos, Ó hundimientos continuados arriba por un punto saliente Ó bien prominencias alternativas, Ó lo que es más notable, una costilla en el fondo. Las incisiones están cubiertas por el polvo del yacimiento, que según el examen microscópico, no difiere del que llena las ca- vidades del tejido esponjioso de las partes más profundas. (En las paredes de los surcos hay pequeños cristales translúcidos que deberían ser examinados por un mineralogista). M. Lartet ha observado entalladuras muy semejantes en los huesos de especies europeas: “estas entalladuras fueron hechas con un instrumento denticulado, en el hueso fresco.”* Desno- yers hizo observaciones análogas y se le objetó que el prepara- dor de algún Museo había producido los surcos al limpiar el hueso! M. Lyell y M. Bartlett han hecho multitud de experi- mentos demostrando que ni la acción de las raíces de plantas vivas, ni el rozamiento con masas de hielo, ni la desecación del 1 Compt. Rend. Acad. Sci. Paris, L, 790. 48 Memorias de la Sociedad Científica MIIDOSOLIIISOLDIILIISDIIIDI III III III III III II III IO INSI II III PIDIO IODILDIIOIN DN, A ÁA _A-áAE7A Á _ --->_>_-<-- -A-_E---¿PAIT€Amá>*544%4MII54%41+41 xq ____z_—_ ——_KÉÁX tejido huesoso, ni el efecto de los cantos rodados de bordes cor- tantes arrastrados por los torrentes, podían explicar la presen- cia y caracteres de las entalladuras; sólo en casos muy limita- dos pueden atribuirse á los dientes de algún mamífero fósil, lo que seguramente no se aplica á los surcos que venimos estu- diando; además de las razones que da el Dr. Dugés podríamos agregar que los restos de un carnívoro ó roedor tan gigantesco difícilmente habrían pasado desapercibidos á las personas que han estudiado nuestra paleontología. M. Laussedat notó que en una mandíbula de Rhinoceros ha- bía cuatro surcos paralelos, de uno á dos centímetros de largo y seis milímetros de profundidad, presentando en el corte una curva regular: eran impresiones geológicas. Lyell dice que “una tibia de Rhinoceros presenta muchas in- cisiones finas, separadas, á distancias irregulares y en toda la extensión del hueso. Desde catorce milímetros hasta cinco cen- tímetros; estrechas, bien definidas y más profundas en el me_ dio (como en el caso que estudiamos ); en dirección oblicua con relación al eje del hueso. M. Desnoyers ha descubierto los sur- cos en huesos de Elephas meridionalis, más antiguo que el de México. El Sr. Ameghino!' hace mérito de una tibia de Mylodon que lleva entalladuras en una de sus caras articulares, entalladuras que según Quatrefages, Nadaillac y otras notabilidades, fueron hechas por el hombre: vimos en el dibujo que en nada difieren de las incisiones del hueso de Elephas. ¿Con qué instrumento se abrieron estos surcos? ¿Con qué fin? ¿En qué circunstancias? Es difícil y peligroso ofrecer al lector conclusiones precisas sobre tales problemas. Podemos presumir que el instrumento usado era más ancho en el medio y de borde curvo, pues que aun en las partes planas ha produ- cido incisionos más anchas y profundas en el medio; el instru- 1 El Hombre Fósil del Plata. Vol. IT, pl. XXV, fig. 671. "Antonio Alzate. 1 49 LSIIISIILIISDIDILIIDOIDIDDIDIII1DILIDI0DI0IADOLIOIDIADOIDADOSLNANA, mento no tenía las caras lisas de una hoja de metal, de un aza- dón, barreta ó reja de arado, sino que por el contrario, presen- taba puntos salientes y entrantes que durante el choque han producido estrías, hundimientos característicos, ó han protegi- do, los segundos, á ciertas partes del hueso. Con una punta de flecha de obsidiana hemos producido entalladuras en la super- ficie articular de una cabeza de fémur de toro, en el hueso fres- co, obteniéndolas con los mismos caracteres que las del cóndilo de ele- fante, con las entrantes y salientes características; mientras que un instrumento de metal dió resultados totalmente distin- tos. El experimento es muy sencillo y puede repetirle la perso- na que aun abrigue algunas dudas: se convencerá de que las: heridas no fueron hechas por las herramientas de los trabaja- dores que extrajeron el hueso, ni por el arado ó los dientes de algún carnívoro. Sería inútil insistir en la demostración de es- tas opiniones tan bien defendidas por geólogos como Lyell y Lartet. El Elephas primigenius fué conocido por el hombre prehistó.- rico de Europa y utilizado con diversos fines. M. Lartet halló sus restos en la cayerna de Aurignac y supone que la carne de este Proboscidiano se sirvió en un festín funerario;' entraba en la alimentación del hombre prehistórico (Joly).? Por consecuen- cia, las entalladuras pudieron haber sido hechas al cortar la piel y los tendones ó al atacar al ánimal. El sitio en que se encuen- tran y su dirección parecen indicar lo segundo. En la India, los cazadores tratan de introducir sus dardos entre las articulaciones de las patas del elefante, para impedirlo la fuga.* Es muy probable que el hombre prehistórico, colocado en acecho. en una eminencia, alojara las puntas de silex de sus flechas en la corva del Elephas, pues que las entalladuras están en la parte más accesible del cóndilo y en dirección tal que de- 1 Lubbock. L? Homme préhistorique, p. 291. MC DP SOs 8 Chenu. Encyel. d* Histoire Naturelle. Mammiferes, Memorias [1893-94], T. VÍ, 7 50 Memorias de la Sociedad Científica PIILILLIIIIILLIIIIIDIIIDIS ben haber sido causadas por un golpe dirigido de atrás adelante y de arriba abajo. Si se hubiera tratado de cortar los tendones» los surcos serían más numerosos y sobre todo, perpendiculares al gran eje del cóndilo y no paralelos á él y paralelos entre sí, pues no se intenta cortar á un tendón en el sentido de su lon- gitud. A primera vista parece increíble que una flecha haya po- dido perforar una piel tan gruesa y herir al hueso tan profun- damente; pero las armas arrojadizas del hombre prehistórico eran lanzadas con tal fuerza que perforaban el apófisis espino- so de una vértebra de Bos urus (según Nilson), el cuerpo de una vértebra de reno (según Lartet y Christy .' Schooleraft asegu- ra que las flechas de los indígenas de Norte América atraviesan de parte á parte el cuerpo de un caballo ó de un búfalo. M. Fe- rry demuestra que la forma general, el peso, el ángulo de aber- tura de las flechas se caleulaban por el hombre primitivo de la manera más adecuada, según la distancia y las necesidades de la caza. 40 Silex prehistóricos. — Un eminente antropologista francés, M. Hamy, ha reunido y terminado interesantes estudios acerca de los silex prehistóricos recogidos en México, á veces en ya- cimientos de especies fósiles. * En la obra del Sr. Orozco y Berra encontramos un excelente resumen de los datos que se tenían hace veinte años sobre el hombre prehistórico de México (exceptuando al hueso labrado de llama, los demás hechos son muy dudosos). El Sr. Orozco se ocupa de una manera especial en las armas de silex de los antiguos habitantes de México, asegurando que “Nuestras ob- servaciones nos dicen que el silex fué empleado en México des- de los tiempos más remotos, pero como su uso se prolongó hasta la época moderna, importa conocer los caracteres distintivos de 1 Joly,, c. t., p. 71. 2 Miss. Sci. Mex. Amér, Centr. Anthropologie "Antonio Alzate, 1 51 DICEOLLIIS las piezas antiguas.”* No hemos intentado el estudio de este punto, pues precisamente la dificultad que señala el Sr. Orozco sería para nosotros verdaderamente insuperable: distinguir los instrumentos prehistóricos de los que se usaban aun en la épo- ca de la Conquista; averiguar si no se ha continuado hasta en- tonces el uso del tipo de Saint-Auchel en las flechas de silex (tecpatl) y obsidiana (iztli), es empresa que no sabemos cómo pudiera realizarse y por nuestra parte, después de comparar los silex europeos con los que existen en la colección del Museo, nos hemos convencido de que los caracteres de los ejemplares no bastan por sí solos para fijar su edad. No dudamos, sin em- bargo, de las opiniones de M. Hamy, que tiene práctica y cono- cimientos que nos faltan á nosotros. En resumen, la existencia del hombre prehistórico de Mé- xico parece quedar bien demostrada por el hallazgo de la man- díbula humana de Xico, un hueso de llama labrado, los restos de Platygonus descubiertos bajo la lava del Pedregal en unión de utensilios de barro y en fin, las entalladuras observadas en los huesos del Elephas primigenius, NOTAS. 1” Ultimamente hicimos una exploración, muy corta por desgracia, en el cerro de Xico. Nos acompañaron mi padre, el Sr. Profesor Alfonso Herre- ra, el Sr. Dr. Manuel M. Villada y el Profesor Carlos Espino Barros. Gracias á la amabilidad de los Sres. Remigio y Benito No- riega, pudimos explorar aquellos terrenos sin dificultad alguna. El cerro de Xico se levanta enmedio del lago de Chalco; es- tá formado por rocas volcánicas, principalmente por basalto; en 1 Historia Antigua y de la Conquista, p. 304. 52 Memorias de la Sociedad Cientifica PIODIADADL DD DDD IDIDI0DDDIIDDI DIN DAOPILIIIOI IOLILIIILALDLLIEIOL OSI LD III un lado se ven corrientes de lava. A poca distancia del edificio construído por los Sres. Noriega se encuentra una formación aluvial, grandes blocs de basalto recubiertos por una toba po- mosa. En este punto se han hecho tajos de una altura de cua- tro ó cinco metros, para extraer tierra. Por este motivo han sido exhumados un gran número de huesos humanos que se hallan en unión de puntas de flecha é idolitos; indudablemente exis- tió en el cerro de Xico una población de indígenas antes de la Conquista. Parece que se acostumbraba sepultar á los cadáve- res á una profundidad máxima de dos metros, enterrando á su lado varias vasijas de barro de forma y tamaño determinado. Examinamos un gran número de esqueletos, sin que uno sólo de los huesos presentara los caracteres exteriores particular- mente interesantes de la mandíbula de Xico. Por desgracia no pudimos averiguar el punto preciso en que se halló la quijada humana al lado del cráneo de Equus excelsus, ni ningún otro hueso fósil. Es probable que la población de indígenas:se haya estable- cido en este lugar cuando la capa de acarreo alcanzaba ya una altura de tres ó cuatro metros, pues que los esqueletos están á poca profundidad y algunos parecen haber permanecido en el mismo sitio. De todas maneras, es indispensable un nuevo es- tudio de la localidad, aunque desde ahora pueda asegurarse que aquellos terrenos no son recientes, á juzgar por la extensión y altura de las capas de acarreo, de los mantos de tierra vegetal que se hallan en el fondo del cráter y algunas otras particula- ridades, como la que se refiere al hallazgo de un Equus fósil. 2* El hueso de llama se encuentra en poder del Sr. Bárce- na; los restos de Platygonus que se estudiaron por encargo del Sr. Puga, son propiedad del Sr. Lic. Islas y Bustamante: hay otros en el Museo Nacional. Los demás objetos se encuentran en el mismo establecimiento, excepto la mandíbula de Xico que aún pertenece al Sr. Islas y Bustamante. México, Mayo de 18983. ' Antonio Alzate. n 53 DIOLILIODIIIIDIN NSSIOILIDIDIIDIDIDIIDDIDAO LIDIA EXPLICACIÓN DE LAS LÁMINAS. Lám. 1.—Figs. 1, 2 y 3. Mandíbula inferior humana encontra- da en el cerro de Xico, al lado de un cráneo de caballo cuaternario (Equus excelsus). Copias de fotografía. Fig. 4.—Mandíbula inferior humana, moderna. Colección del Sr. Lic. D. Protasio P. Tagle. Copia de fotografía. Lám. I1.—Figs. 14 8. Restos encontrados bajo la lava del Pe- dregal de San Angel (Valle de México). Colección del Sr. Lic. Nicolás Islas y Bustamante. Fig. 1.—Radio de caballo (Equus sp.?). Figs. 2 y 3.— Fragmento de mandíbula inferior de Platygo- NUS COMPessus. nde Fig. 4.—Molares. Figs. 5 y 6.—Fragmentos del cráneo. Figs. 7 y 8.— Utensilios de barro. Copias de fotografía. Fig. 9.—Entalladuras en un fémur de Elephas primigentus. Colección del Museo Nacional de México. Fig. 10.— Entalladuras en el cóndilo de Elephas primigentus. Colección del mismo Museo. Esta figura y la anterior se obtuvieron por medio de papel ahumado. Fig. 11.—Sacro de Llama fósil labrado, según el Sr. D. Ma- riano Bárcena. E! Memorias de la Sociedad Científica L” homme préhistorique au Mexique, par M. le Professeur Alphonse L. Herrera, [(PLANCHES LI ET 11]. On a découvert ensemble dans la butte de Xico, Vallée de Mexico, une máchoire humaine tout prés du cráne d'un che- val fossile (Equus excelsus ). Elle est caracterisée par le grand développement des lignes mylo-—hyoidiens, 1”arc dentaire hyperbolique, les fortes impres- sions musculaires, 1?usure oblique externe des dents, la peti- tesse de la branche. Mesures: LongsbicondyhlónaBis....c ponce 102 Td “bigoniaquerica0. In a A A 83 Td. bimentonnierer ela. vai. DIEDAA IAN MU 43 Td: symphysienne Sac OIR 26 Elauteur molalreitcas IA IO AAN 20 Corde gonio-symphysienne-........oooo... 26 Id. condylo—coronoidienne..........0...... 27 Longeur de la branche..............o.«.... 49 Largeur de la branche.................... 3l Courbebigonlaques. se conosca de aaa 160 ¡Angle mandibuúlalre.. co. .cocooco is Deals 120 (?) Sexe masculin. Age, á peu—pres 8 ans. Antonio Alzate. 55 VOLDLADIAINS mu La máchoire que nous avons étudiée est semblable aux má- choires de Clichy et á celle de l*homme de Lombrives, si 1”on fait attention au menton carré. Peut étre l'individu était granivore, car les dents incisives sont sillonnées suivant la maniére dont se sont occupés Parrot, Magitot et Tilleaux (Atrophie sulciforme, Odontopathie atro- phique). Les branches sont légerement assymétriques. Le poids de la máchoire est de 58 gr.; brillante, dure, dont la couleur, brun foncé, peu attaquable par les acides, a pénétré les dents. On a trouvé dans la poussiére du tissu intérieur, des diatomées égales á celles que 1?on observe dans le cráne de 1? Equus excelsus. Composition chimique: Cráne de 1' Equus excelsus : Phosphate de ehaUx. 20... ecos ee 52.05 Id. de magnésie....... pel so os tc 1.20 LPRA O e AE op 1.00 Calorure de calcium. Saa Sr: 0.24 Carbonate de Chaux..o ooo oco deso eaol 11.00 Vo E e ere A e A Jl 0.94 Sa lala ae cel ells al al o A DA 0.52 NMatiere Orraniques. sedal. - + oleo aca 30.05 LA ln eta Ap JE Sd a DS oa 5.97 (Dr. E, Armendáriz). Dans la máchoire humaine il y a 4%, de fluor. (Dr. A. Uri- be). D'aprés les renseignements de Mr. Carnot, on ne sauraib pas trouver cette proportion de fluor sur des ossements mo, dernes. L'homme de Xico était probablement brachycéphale, ap- partenant peut—étre á une race semblable á quelqu*une des ra- ces américaines. 56 Memorias de la Sociedad Cientifica Renseignements divers sur 1 existence de 1? homme prélistorique au Mexique: Mr. Bárcena a fait 1'étudo d'un os de lama tailló sous lá forme d”une téte de Platygonus (?), trouvé dans les fouilles du terrain post-tertialre du Tequixquiac, alnsi que ceux des po- teries trouvées sous le Pedregal, et des ossements humains du Peñon, qu'il considére d?une antiquité hors ligne. Des os de Equus, Platygonus'compressus, et des fragments de poteries trouvés sous la lave du Pedregal (Vallée de Mexi- co), plus ou moins altérés par la chaleur. Les os du Platygonus paraissent étre coupés tout le long au moyen d*un instrument tranchant. La découverte á différentes reprises des ossements fossiles (le Platygonus) associés á desjpoteries fait croire á l'existence de 1? homme quaternaire sur la Vallée de Mexico, avant 1'éruption de 1? Ajusco. On dit que Mr. Zenteno a trou- vé une máchoire hummaine sous la laye. Lo Muséum National de Mexico conserve un fragment du fémur de 1' Elephas primigenius envoyé de Leon (Guanajuato), et quelques autres ossements de ce mammifére, sur lesquels on observe les entailles qui prouvent, selon Lyell, Lartet, € 1” exis- tence de 1" homme contemporaiz du mammouth; ces stries pro- fondes font soupconner l'usage des armes en silex. L”étude de Mr. Hamy sur les silex trouvés dans plusieurs lieux du Me- xique, confirme 1'importance des autres découvertes paléon- tologiques. Mexico, Mai 1893. SÍNTESIS DE CEOMETRIA AN ZU ITOR POR BPLSPIENDAS Sol Socio honorario, Director del Observatorio del Colegio Católico de Puebla. e PRÓLOGO, El objeto de esta breve Síntesis de la Geometría Analítica es dar á conocer al estudiante la variedad y la facilidad de las aplicaciones del Algebra á la Geometría, para que se anime al estudio de dicha ciencia y aun se aficione á ella. Por esta razón no nos detenemos en las transformaciones de los ejes, ni en ca- sos Ó problemas particulares, ni en discusiones puramente abs- tractas sobre la forma general de ciertas ecuaciones, que si por una parte interesan á la Geometría, por la otra exigen mucha familiaridad con el cálculo, y tienen además rara vez aplicacio- nes prácticas. De este modo creemos lograr el que eliminados los detalles y todo lo que es muy particular ó excepcional, la inteligencia del alumno quede menos cansada y por lo tanto más Memorias [1893-94], T. VIT, 8 58 Memorias de la Sociedad Científica libre para comprender el conjunto de la ciencia, y penetre el es- tilo Ó mejor dicho la índole de ella. Abreviamos los procedimientos algebraicos y omitimos las definiciones de homogeneidad, de cantidad variable, ete., porque suponemos al lector familiarizado con el Algebra elemental. Lo dicho explica el laconismo que usamos en este trabajo, como lo usamos también .en la “Síntesis elemental del Cálculo infinitesimal.” Nos detenemos en la discusión de la elipse para dar un ejem- plo de lo que puede discutirse acerca de otras curvas y del modo con que se descubrirá por medio de las ecuaciones no sólo la relación de una curva con otras, sino también la relación con superficies curvas y volúmenes. A éstas se añadía otra razón . poderosa, la de dar con ocasión de estos volúmenes juntamen- te con las ecuaciones del punto, de la línea y del plano en el espacio, un breve ensayo de Greometría analítica de tres dimen- siones. : En dicha discusión omitimos dar la ecuación de la tangen- to, de la normal, etc., porque la establecemos más fácilmente con los elementos del cálculo diferencial, y determinada la área de la elipse, no indicamos ni de paso el método para determinar el área de otra curva cualquiera (con tal que se tenga su ecua- ción), porque con el cálculo diferencial é integral se resuelve esta cuestión de la manera más expedita y sencilla. " Antonio Alzate." 59 CAPÍTULO 1. De la Geometría analítica en general. Construcción de las ecuaciones. Ejés coor- denados. Transformación. Clasificación de las curvas. 1. La Geometría analítica es una aplicación del Algebra á la Geometría. Viete, el primero, tuvo laidea de esta aplicación. Descartes la generalizó y perfeccionó. Newton y después mu- chos otros la desarrollaron y completaron. Los antiguos que no conocían el Algebra no pudieron pensar en esta rama de las Ma- temáticas. 2. Definimos la Geometría analítica una ciencia que tradu- ce en ecuaciones al cálculo las cireunstancias de un punto, lí- nea, superficie ó volumen, y combina estas ecuaciones de tal manera que se resuelvan lás cuestiones propuestas sobre el pun- to, la línea, la superficie ó el volumen que se discute, ó vicever-, sa dada una ecuación buscar la línea, etc., correspondiente. 3. La Geometría analítica se divide como la elemental ó sin- tética en dos partes, la una de dos dimensiones y la otra de tres. El orden teórico más propio es tratar primero de la Geometría de dos dimensiones, y después de la de-tres; pero no pocos in- terpolan las dos, fijándose tal vez más en el grado de las ecua- ciones que en las figuras correspondientes á ellas. Nosotros hu- biéramos preferido el primer método á no habernos exigido el segundo la brevedad de nuestro ensayo. 4. Las Trigonometrías rectilínea y esférica que resuelven cuestiones de Greometría sobre el triángulo por medio de ecua- ciones, son una parte de la Geometría analítica. Tienen, sin em- bargo, de particular un sistema de líneas que se refieren siempre al círculo para la medida de un ángulo cualquiera. Suponemos conocidas las dos Trigonometrías, aunque la esférica no sería preciso suponerla estudiada antes de este ensayo analítico. 60 Memorias de la Sociedad Científica 5. Daremos dos ejemplos de lo que está expresado en la de- finición anterior: 1?) Traducción de un problema geométrico á ecuación. Di- vidir una recta en media y extrema razón. Representaremos por a la línea dada y por x el segmento mayor; luego el menor será a—x; luego la ecuación será =a (Ax) 2%) Traducción de una ecuación á una figura de Geometría. Sea la ecuación b=x—a Esta ecuación bajo el aspecto geométrico corresponde á un triángulo rectángulo cuya hipotenusa'es x. Porque transformán- dola tenemos: a=b+40, 6. Este último ejemplo hace ver cómo se pueden construir las expresiones y ecuaciones algebraicas. Esta es una parte in- teresante de la Geometría analítica. Construiremos una expre- sión fraccionaria. Sea - ab g=-—— Cc de donde ca=ab y por consiguiente c:0a::b:x "Antonio Alzate. j 61 Luego x es una cuarta proporcional entre c. a. b línea que puede construirse con la regla y el compás. 7. Sucede á veces que se quiere hallar ó determinar un pun- to, y la condición contenida en el enunciado de la cuestión geo- métrica conviene á todos los puntos de una línea. La línea en- toncesse considera como compuesta de puntos que tienen una propiedad común y se la llama lugar geométrico de dichos pun- tos. Para conocer los lugares geométricos y descubrir sus pro- piedades sirve admirablemente el Algebra. - 8. El sistema de ejes coordenados ó líneas que determinan los puntos en un plano, estriba en que la intersección de dos rectas conocidas determina un punto. El sistema de planos co- ordenados que fijan el lugar de los puntos en el espacio, estri- ba en que las intersecciones de tres planos conocidos determi- nan en el vértice del ángulo triedro un punto que no puede confundirse con ningún otro del espacio. Los ejes coordenados son dos líneas rectas que se encuentran en ángulo recto ó agu- do Ó son arcos según se trate de puntos sobre un plano ó sobre una superficie curva. Las coordenadas se llaman abscisa y Or- denada. Una recta móvil que forma con otra fija:un ángulo co- nocido determina un punto, y se llama éste el sistema de las coordenadas polares. La recta móvil p llamada radio vector y el ángulo w son las dos coordenadas. 9. Fig. 1. Sea la ecuación y=”, siendo y la ordenada, x la abscisa. ¿Se referirá á un punto solo Óó ¿muchos? A muchos, puesto que x é y son variables. Determinemos entonces algunos de ellos y después unámoslos con línea continua y tendremos el lugar geométrico de dichos puntos y la construcción de la ecuación. Hacamos ya os seráy= 1, 4. 9. 16. 25 si z=—1,—2, —3,—4,—5 se tiene y= 1. 4. 9. 16. 25 62 Memorias de la Sociedad Científica Descubrimos: primero, que la curva es simétrica con rela- ción al eje de las Y; segundo, que por x=o0 se tiene y=0. Lue- go la línea pasa por el origen; tercero, que después de x=1, las ordenadas aumentan muy rápidamente; cuarto, que para no equivocarnos sobre la forma de la línea en las cercanías del ori- gen, es preciso determinar algunos muy cercanos entre sí. Ha- gamos, pues DIA DS resulta y=0.01 , 0.04, 0.09 Quinto, se deduce de esto que la ordenada disminuye más pronto que la abscisa en puntos próximos al origen. Constru- yendo resulta que la línea ó lugar geométrico de los puntos da- dos por la ecuación y=x* es una curva de la forma aquí descri- ta MON. 8 10. Fig. 2. La transformación de las coordenadas se redu- ce á este problema: expresar las coordenadas primitivas en fun- ción de las nuevas. Supongamos que la dirección de los ejes no cambie, y sólo cambie el origen, será =044+b — y=y' Hb fórmulas que resuelven la cuestión. Silos ejes cambian de dirección resultan fórmulas más com- plicadas. Para pasar á las coordenadas polares es preciso encontrar en cada curva una relación entre la x é y y las coordenadas po- lares. El valor de x é y hallado en función de p y w se substituye en la ecuación de la curva. 11. La clasificación de las líneas se hace por el grado de sus 1 Antonio Alzate. 1 63 PAIS SININ ecuaciones. Se llaman líneas de primer orden las que tienen una ecuación de primer grado; de segundo orden las que dan lugar á una ecuación de segundo y así sucesivamente. Newton encontró 72 curvas de tercer orden; pero Stirling halló otras 4 y Cramer 2. No estudiaremos sino líneas y superficies de primero y se- gundo orden. CAPÍTULO II. Ecuaciones de primer grado fundamentales, ó ecuaciones del punto, de la recta en el espacio, del punto, de la recta y del plano en el espacio. Hélice. 1. Punto. —Fig. 3. Sean a y d las distancias del punto A medidas paralelamente 4 OX, OY. Las ecuaciones =a, y=b (1) determinan dicho punto, por- que aquellas distancias no convienen á ningún otro. Si el pun- to está en A” aunque fuesen iguales las distancias, sus ecuacio- nes serían =—a, y=b, y así sucesivamente veríamos que sólo á A convienen las ecuaciones (1). Luego son las ecuaciones del punto. 13 2. Recta.—Fig. 4. La semejanza de los triángulos formados - por la recta AB con las coordenadas de sus puntos da YE Da. y" Bn z Ar eantidad constante. De donde y—b=ax ó y=ax+b ecuación de la recta, porque sólo subsiste para sus puntos. 61 Memorias de la Sociedad Científica 3. Punto en el espacio.—Fig. 5. La posición del punto M que- da determinada por el encuentro de las tres aristas que resul- tan de la intersección de tres planos paralelos respectivamente á tres planos escogidos de antemano que se llaman coordena- dos. Las tres aristas indicadas son las distancias del punto á los tres planos coordenados. Sean a bc estas distancias. Será por razón de la figura | =0, Y =D; £=C. Estas son las ecuaciones del punto. Como el encuentro de tres planos da lugar á ocho ángulos triedros y un punto podrá encontrarse en alguno de los ocho, resultan ocho casos. Los signos de las coordenadas expresan en cuál ángulo triedro se en- cuentra el punto. 4. Recta en el espacio.—YFig. 6. Sea MN una recta en el es- pacio. Proyectémosla sobre el plano xz. Esta proyección, sien- do la intersección de dos planos, será una recta y estará colo- cada en el plano 22 en UN. Su ecuación será la de la línea recta ó x=a2+4....(1) Proyectando MN sobre el plano YZ se tendrá para UM” N“ y=b2+8....(2) Pero la ecuación (1) subsiste para todas las líneas del plano MN MN”, y la (2) para las del plano UNM“N”, Luego simultáneamente no pueden subsistir sino para la línea UN intersección de los dos planos. 5. Plano en el espacio. —Fig. 7. Sea la ecuación Ax+By+C2+.D=0 Esta ecuación es de primer grado, con x, y, 2, tres variables. In- daguemos á cuál línea ó superficie pertenece. Para esto corte- JAN A 1894 '" Antonio Alzate. 65 ASIN LILILIIIOILDIIII nm SLLLILICLILIDIIIION AM mos con diferentes planos la figura desconocida para llegar á conocerla. La cortaremos primero por el plano XZ, después por el plano ZY y finalmente por planos paralelos 4 XY. En el primer caso será y=0 y resultará Azr+ Cy D=0 de donde Ax=-—0C2—D C D Or AMA AN ecuación de una recta. Luego el primer corte da una recta. En el segundo caso será 4=0 y tendremos: By+C24+D=0 ; By=—C2:—D 6 pe ecuación de una recta. Luego el segundo corte da también una recta. En el tercer caso será ¿=4a, 2=4/.... siendo a y a'.can- tidades constantes. Lia ecuación propuesta se reducirá á B Ca+D Ax+By+ Ca+D=0; Ó == ecuación de una recta. Luego la figura desconocida represen- tada por la ecuación (1) es tal que cortada por planos paralelos á XY da líneas rectas. Este corte unido á los dos precedentes hace ver que se trata de una superficie que cortada por planos y en todas direcciones da por intersecciones todas líneas ree- tas. Luego esta superficie es un lugar de líneas rectas y por consiguiente es un plano. Memorias [1893-94], T. VIT, 9 66 Memorias de la Sociedad Científica ALLI LILILDIIIIIDIDO0LIIIILDLILIOI EI LLILIIIIIIEILILIIIDIOIDIEIILIALIOIIIDILIDIOEIIIOLILIIOIIN NINA 6. Ejemplo de curva en el espacio que tiene ecuación de primer grado.—YFig. 8. La hélice es una curva en la cual la ordenada de cada punto es proporcional á la abscisa. Será pues ecuación de la hélice. Colocando sobre un plano la superficie del cilindro recto, la hélice se transforma en un triángulo rec- tángulo. CAPÍTULO III. Ecuaciones de segundo grado más importantes ó ecuaciones de la distancia entre dos puntos ; de la circunferencia, de la elipse, de la hipérbola y de la parábola. 1. Distancia entre dos puntos M y N.—Fig. 9. Ejes rectangu- lares. Será D'=MR*+RN”? y substituyendo las ordenadas tendremos DATA Y, Si M coincide con O xl" =0 YU —=0 1 Antonio Alzate. 1 67 resulta D? =2%+y”, 2. Circunferencia.—Fig. 10. La circunferencia es una línea, cuyos puntos equidistan de otro llamado centro. Se construye tomando un hilo igual á dicha distancia, colocando un extremo en el centro dado y llevando el otro en todas direcciones tenien- do el hilo tirante. Según lo anterior resulta OY 0) ecuación de la circunferencia. Si p=0, 4=0, se tiene 1?=Y*+4+x* 3. Elipse.—Fig. 11. Definición. La elipse es una curva en la cual la suma de las distancias de un punto cualquiera 4 dos puntos fijos es constante. Construcción. —Fig. 12. Habiendo fijado un hilo en los pun- tos F y F", se hace girar con él un lápiz alrededor de éstos, te- niendo siempre tirante el hilo. Traducción al cálculo: FM+F'"M=A'A Ecuación ay +bx=ab* 24 2=2 0 2a=242) Y (ro =2e —yr(o+ci=2"”? 24420420 =2+4:2" (4) 5) der=2?—eg 68 Memorias de la Sociedad Científica IXASIDWDIIIDILILILIDILI0O0E0S IO INININA ANS (2472) (2 —2) =4cx 2a(e'—2)=4ex 2.cx ¿== 2 +2= 0 Sumando las dos últimas resulta : 2 cx cx 2 ¿2 4a4+= al =a + — ua ema Restando las mismas será 2cx cx 222 04= 2=04— — a a Substituyendo en la 42 > E ME do CNS CAOS 2942042 =042 c04 2 +02 c+ Ea 20 a 2442042 0=2 0445 2 C ” 9 x ae Yoco =0*+Y yaaa qc a ay (a—c) a=0? (a—c”) 2c<2a,co ó positivo. Haciendo a*—c*=0* (por el triángulo d?+-c"=a”) tendremos ayb? aa Dd Antonio Alzate. n . 69 4. Hipérbola.— Definición. La hipérbola es una curva en la cual la diferencia de las distancias de cada punto á dos puntos fijos es igual á una línea determinada. Fig. 13. Ecuación Cybtr=—eV 2¿—2=240....(1) y +(1—cji=2?....(2) y +(u40)=2%....(3) Sumando y restando 2Y 42842 O m2 PH 2...(4) 4cr=2*—e” 20 (+2) =4cx Ae a Práctica de la construcción y traducción de la definición de la cur- va alscálculo.— Fig. 14. FM-—F'M=2a (EM'+MN)-(F'M + MN) =2a FU'—F'W'=2a4 70 Memorias de la Sociedad Científica Se tiene ¿—¿=24 luego sumando 2 cx 2 l= o e =E+4a...-(5) Substituyendo —4a=0=24 Ó —2=204-— —0Q A A = a (6) Substituyendo en (4) 2 ql 2 y 29420420 = os +2 cx a+ — —2cx4o? Sd oy4l 420 LLL 20 yracracdc=0c0+0 ay + (ac) *=07 (a?—c”) Haciendo Cante será RY—O La — (Pd ecuación de la hipérbola. Antonio Alzate. 71 5. Parábola.—Fig. 15. Definición. La parábola es una cur- va en la cual cada punto dista igualmente de un punto y de una recta fija. Ecuación Y=2px z=x+4p....(1) y + (E p=e. «te (2) 2 2 eE =+ Lp 6 yor Le pa+ Y y-2 pau=0 y?=2 pz. Fig. 16. Construcción: FM+MV=MQ+MV FM=MQ CAPÍTULO IV. Discusión de una curva. 1. Enumeramos aquí las cosas que suelen considerarse en una curva: focos, ejes, radios vectores, ejes principales, eje ma- yor, eje menor, vértices, centro, directriz, parámetro, asíntotas, tangente, secante, normal, subnormal, puntos de inflexión, pun- tos de retroceso, puntos múltiples, puntos singulares, puntos conjugados, diámetros, diámetros conjugados, cuerdas, contac- | to de 1*, de 2, de 32.... orden, curva osculatriz, círculo oscu- rador, radio de curvatura. 12 Memorias de la Sociedad Científica 2. Algunas de dichas curvas consideraremos en la discusión que vamos á emprender. Entre las cuatro secciones cónicas es- tudiadas por los antiguos escogemos la elipse por las relaciones que tiene con otras curvas y el uso que se hace de ella en la As- tronomía y la Arquitectura, Fig. 17. Sea la ecuación de la elipse aya? 0" (A) 1 y= 2 y/B=2.... (1) curva simétrica para OX, curva simétrica para OY, 0 atan =+ curva cortada por el eje X á la distancia +4 o Di 4% x=0 y=+—aq=+b a curva cortada por el eje Y á la distancia +0y—b. SY == máximum de y; mínimum de zx. e=0 Y=zx0 máximum de 2; mínimum de y. 1" Antonio Alzate. 1 13 Tirando RR”, SS” por el extremo de d paralelos al eje mayor y ES, R'S' paralelos al eje menor, la curva estará comprendi- da en el cuadrilátero. Bea vela y=i 2 = y>b da a=t9N= valores imaginarios; luego no hay puntos más allá de b y de a. TOMO DE + e pero 2 : y= (ea) luego E Pp? D=tN 24 — (aa) Si 2=0 D=zxb ú OY distancia mínima de O á la curva. 2=0 D=za ú0X distancia máxima de O á la curva. Memorias [1893-94], T. VII, 10 74 Memorias de la Sociedad Cientifica 2 círculo sobre 24 como diámetro; tiene por ecuación Y?=4*—2* 2 será y=- ¿TP NOMAS AA 92 Construcción de la elipse. ENE ad b 10* Fig. 19. Construcción de los focos. Centro en B; con ¿=04 descríbase un círculo. AF=AF'=cy a —b' 11? Fig. 20. Cada foco divide al eje mayor en dos segmen- tos CF=a0+NVA4=F CF=a-—Na—b, Así define los focos Apolonio en su tratado. 120 ay+oa—o bi=0 puntos de la elipse. Antonio Alzate. 1 75 ay+OaR—a v>O punto K externo á la elipse, coordenadas mayores. z Y + aa vto punto K' interior, coordenadas menores. 13% Cuerda que pasa por el centro de la elipse ó sea por el encuentro de los ejes mayor y menor. Ecuación de la cuerda y=Ax, substituyendo e Arr40 o? b? TON al Ar? Aab == de === Yy=z Va A?Fb? Luego dos triángulos iguales y por tanto OM=0Om; el centro divide las cuerdas por mitad. 14% Fig. 21. Area H(PNY+PIN) PP! PN+ PIN" 3 (PM+PW) PP! PMFPM pero PN_ PN_b PU PIS a 76 Memorias de la Sociedad Científica POILLIIDDIIIIIOIDISNA ANI será pues PNFPN _ db PMY+PIN Ta Areas totales de elipse y círculo E => Pero E'=rP? Ó ra? luego E=rab área de la elipse. elo CE UBA ALOE: aa NE qu 15 a+ a 50 2 a EA d ) Si se toma AH= Ss y HL perpendicular á AH y KR perpen- dicular 4 HL será KR=— —z. C E C a es decir, la distancia de cada punto de la elipse al foco y direc- triz cercana están entre sí como la excentricidad está al eje ma- yor ó la semi-excentricidad al semi-eje mayor. 16% Si a=b resulta A RA Uli a y f 11 Antonio Alzate. n 17 PIILIIIIILIDIO0I0DIDIIIID nn Relación con el círculo y?+x"=0a* ecuación del círculo que tiene por radio a ó la elipse se transforma en círculo cuando los ejes son iguales. 172 La ecuación ey+Uia=0 0 se transforma en 2 2 rl (ecuación análoga á la de los lentes ) y a=0 -= 1 y=xb b qe b=0w SH = 1 x=0 0 relación con dos líneas paralelas tangentes á la elipse primiti- va en los extremos de los ejes. 18* Fig. 22. Transladamos el origen del centro al vértice Á, para esto tenemos =x+0 a= —0 r=:0 y=y+b b=0 Yy=Y+0 luego será a y +0 (1—a)=a* b 2 yb a—2ab a? ba? bso yb? a —2ab” e =0 78 Memorias de la Sociedad Científica ¿le zar 0, ¿E 2, Dis PEA d* LAA ar Las a at lA dies resulta y=2p02. y a elipse referida al vértice. deL, a Si a=00 será = O luego y? =2px ecuación de la parábola. 19% Para la hipérbola tendremos haciendo las substitucio- nes debidas y = 2 pa E a Si 4=00 será =0 luego y =2 px la hipérbola se transfor- ma en parábola. 20% Haciendo e RRA O en la elipse, la ecuación de la elipse se transforma en la ecua- ción de la hipérbola. 21 Haciendo tenemos y =2 pe+ qu go Hipérbola q=0 Parábola "Antonio Alzate. n 79 IHLILLIINIIOLILILII 22% Fig. 23. Analogía entre la ecuación del plano y la ecua- ción de la elipse: Ax+By+Ce+D=o0....(1) A C o Nal Pero dobla e ea 8 1 Do a AO substituyendo en la (2) tendremos ANN e YI O == =-16 —=+4+%+4==1.... TIRE Higat 7 =1....(3) Habíamos visto que la ecuación de la elipse puede ser la si- guiente 2 Je rol ecuaciones simétricas y semejartes. 80 Memorias de la Sociedad Científica a) Si e=0 6 el plano dado se confunde con el de las XY será ecuación más parecida á la de la elipse. b) Si el plano es paralelo á x será p=0w luego a = wm de donde A=0 La ecuación (1) se reduce á By+C:+D=0 y la (3) 4 23? La elipse que pasara por un punto determinado (x' y”) de un plano debería verificar la ecuación Aylyb? aa br Restándola de la fundamental 0? y+0b at=a? b? resultará a (y —y") 40 (1 —21) =0 Del mismo modo si un plano debe pasar por el punto (x' y”) subsistirá la ecuación Ax + By'+ Ce" +D=o0, Antonio Alzate. 1 81 LOOILDIOLILIILILLILILIILOIIISÍ restándola de Ax+By+C2+D=0 resulta A (1—0)+B (yy) +C (4) =0 Si C=0 la ecuación del plano se reduce á 4 (2—-2)4+B (y—y')=0. 24% Fig. 24, Sea la ecuación Pe4+PYy4P"2=H....(1) ¿Es esta la ecuación de una superficie? Y si lo es ¿de cuál su- perficie será? S1 hacemos ¿=0 en la ecuación equivaldrá á cortar la su- perficie supuesta por el plano XY. Para este corte resulta la ecuación Pe + Py=H corte AB por el plano XY. Esta es la ecuación de una elipse, luego el corte imaginado es una elipse. Sea y=0 Ó en otras palabras cortemos la superficie desco- nocida según el plano de las XZ. La ecuación del corte será Px+P!!22=H corte BC. Memorias [1893-94], T. VII, 11 $2 Memorias de la Sociedad Cientifica Finalmente si =0 Ó cortamos según ZY tenemos Py 4 P"2=H corte AC; es también elipse. Luego la ecuación (1) es la de una superficie cerrada, cuyas secciones que se hagan según las tres dimensiones diferentes de los cuerpos son elípticas. Esta superficie Ó volumen se lla- ma Elipsoide. 25% Fig, 25. Sea la misma ecuación (1) con algún signo cam- biado Pe+4 Py —P"e2=H....(2) ¿A cuál superficie se referirá? Veamos. Sig=o Pre+P!=H corte AÁ' por XY elipse Siy=0 Pa—P"e*=H corte BB' por XZ hipérbola S1 2=0 Pup—P"¿=H corte CC” por YZ hipérbola La ecuación correspondiente al primer corte es la de una elipse, al segundo y tercero es la de una hipérbola. 262 Fig. 26. Sea la ecuación Pe P'y—P"¿2¿=—H (3) que difiere de la primitiva por dos signos cambiados. ¿A cuál superficie pertenecerá? Estudiemos los diferentes cortes de ella. Si ¿=0 será Pa*+ P! y=—H Antonio Alzate. 88 LDODNDNIILIDLDIDIÍN Resuelta con relación á x dará a Y valor imaginario é imposible. Luego el plano XY no encuentra la superficie. Si y=0 será Px?—P"2=—H corte AÁ' por XZ ecuación de hipérbola. Si x=0 será P' y —P"¿=—H corte BB' por YZ ecuación de hipérbola. La ecuación (3), pues, es de una hiperboloide de dos ramas. 27? Fig. 27. Sea la ecuación P!y9+P"2*=2 q2 (4) ¿Cuál superficie representará? Consideremos algunas secciones. Porx=0 P'yY+P"2=0 origen de los ejes. Porz=0 P'y"=2qw Parábola corte RR” por el plano XY. Pory=0 -P"e=2qxw Parábola corte SS” por el plano XZ. Valor —x da Pp=—2q12—P"2 T9 q — PU! e? y=+ y 52 8d Memorias de la Sociedad Cientifica AL valor imaginario de la ordenada y de manera que x no puede estar del otro lado. Valor +x da en la (4) una elipse tanto mayor cuanto más grande sea x. Así á x=y x=" corresponden cortes hechos paralelamente al plano ZY siempre mayores. Cortes elípticos porque su ecuación será Py + P"¿=2qy. La superficie en cuestión es la de un paraboloide. 28? Si en el corte AB del elipsoide, en el 44” del hiperbo- loide y en el CC' del paraboloide se tiene a=b, las tres superfi- cies y los tres volúmenes se transformarán en elipsoide, hiper- boloide y paraboloide de revolución. 29 Esta discusión de la elipse puede completarse con las ecuaciones de la tangente, de la normal: -... obteniéndolas por medio del cálculo diferencial. 30% Discusión análoga á la presente puede emprenderse so- bre la hipérbola, la parábola y otras curvas. 31% El corte de un cono circular recto por un plano perpen- dicular al eje da un círculo, oblicuo da la elipse, paralelo á una generátriz da una parábola, paralelo al eje da la hipérbola. De aquí el nombre de secciones cónicas á las cuatro curvas. CAPÍTULO V. Curvas trascendentes. 1. Fig. 29. La sinusoide es una curva cuyos puntos tienen por abscisas los arcos rectificados del círculo trigonométrico y por ordenadas los senos de dichos arcos. 1! Antonio Alzate. 1 85 PILODOOIIOIIDILIIOLILILIIILIIOO ADAN Si x es el arco, y el seno, la ecuación de la curva será y=sen x (1) Pudiéndose repetir la construcción al indefinido la curva se- rá indetinida. Si 4=4 7=900 será y=1 (radio) valor máximo de la ordenada. S1 ="=1800 será y=0 valor mínimo de la ordenada. Siguen después los senos negativos que dan otra rama de la curva cuya concavidad está opuesta á la primera. 2. Fig. 30. La espiral de Arquímedes ó de Cosion es una curva descrita por un punto que se mueve uniformemente del centro al extremo de un radio, mientras este radio ha descrito una revolución entera, AB=0 BD=t AC=u AC:AB:: BD: DBEFD según la definición de la curva; de donde O po u:qa::t: 270 u= 37 (2) ecuación de la espiral. 86 Memorias de la Sociedad Científica Cuando el radio AB haya descrito una revolución comple- ta el arco BD será igual á una circunferencia, ó t=274. Subs- tituyendo este valor en la (2) será u=a (3), quiere decir que el punto móvil habrá recorrido toda su trayectoria. 3. Fig. 31. La hélice es una curva descrita sobre la super- ficie de un cilindro recto, siendo la ordenada de un punto cual- quiera proporcional á su abscisa curvilínea. De la definición resulta, llamando l una constante E =h 6 y=x%k (3) Ecuación de la hélice. Si 4=c circunferencia completa de la base, será y=kc (4) Si x=2c tendremos y=2kc y así sucesivamente; de donde se deduce que por cada circunferencia completa tenemos á y doble, triple, etc., del valor (4). Luego el paso, que es dado por las distancias 4'B*, B'C', CID", 80 ..-.-. es igual. 4, Muchas curvas se pueden trazar sobre el cilindro recto, porque muchas curvas planas y aun líneas rectas se pueden en- rollar al cilindro. CAPÍTULO VI. Varios ejemplos de la construcción práctica de las curvas. Curvas meteorológicas; nivelaciones, etc. Problema célebre. 1% La construcción gráfica de las curvas se simplifica mucho haciéndolas por puntos. Si se determina sobre el papel, Ó sobre el terreno unos puntos más notables y fáciles de conocer y tan- "Antonio Alzate." 87 VIII NIIIIIOIO LI III tos que basten para descubrir la marcha de la curva; enlazan- do dichos puntos con una línea continua se obtiene el trazo completo de la propia curva. 2* Ejemplo 1? Construcción de la espiral de Arquímedes.— Cuando el radio vector p haya pasado de D á B' habrá descrito un ángulo « de 450, es decir 4C. Según la definición de la cur- va el punto A deberá haber recorrido 4 p. Luego se hallará en C' el punto A y C' será un punto de la espiral. El radio p al pasar de la posición B” á la B” habrá descrito ya un ángulo de ¿ C Ó 4 C y el punto móvil A habrá recorrido ¿0 6 hp, distancia que determina el lugar de C” otro punto de la espiral y así sucesivamente. Enlazando los puntos C*, C”.... C*", D con una línea con- tinua uniforme resultará trazada la línea espiral de Arquímedes. En el método expuesto hemos empleado casi sin advertirlo las coordenadas polares a y p. En efecto la espiral de suyo exige el uso de un ángulo variable y de un radio vector, elementos que constituyen el sistema llamado de coordenadas polares. 3? Ejemplo 2? Fig. 32. Otra construcción de la elipse por puntos y con el cálculo. Se quiere construir una elipse que tenga el eje mayor igual á 2m y el menor igual á 1m. La ecuación de la elipse puede tener la forma b? ar y= (e) (1) Tendremos a=1 b=% y los cuatro extremos de los ejes serán cuatro puntos de la curva. Tomemos sobre OB una abs- cisa igual á su mitad ó =4. Substituyendo á las letras los nú- meros en la (1) será GUADA YN E 88 Memorias de la Sociedad Científica de donde Ó y ==0m42. Llevando, pues, sobre UN 42 centímetros y sobre M'N la misma longitud tendremos otros dos puntos de la elipse. Por x=-—14 se tendrán los mismos valores de y y entonces M' y MU" serán otros puntos pertenecientes á la curva. Enla- zando los ocho puntos con un trazo continuo y uniforme resul- tará descrita con bastante exactitud la elipse buscada. Si los ejes son de grande tamaño será necesario determinar mayor nú. mero de puntos y después se trazará la curva continua. Si los ejes están en el espacio es evidente que con este cálculo se po- drá aun ahí determina? los puntos é imaginar el trazo continuo. 42 Construcción de las curvas empleadas en las ciencias. —Ne toman ejes rectangulares y se construye la línea quebrada ó curva por puntos. 1?) Fig. 33. Representar las variaciones de la temperatura; sean 159, 2091795, 189408 2. las temperaturas medias de los días del mes 1, 2, 3, 4. Representemos con las abscisas el tiem- po y con las ordenadas las temperaturas. Se determinarán así los puntos de una línea quebrada que expresará á la simple vis- ta la marcha de la temperatura. : Tírense los ejes y tómense las coordenadas con los valores de 1 y 15 para el primer punto y así sucesivamente. Enlácense después los extremos de las ordenadas y la línea continua que resulta será la línea quebrada ó la curva de la temperatura se- gún se representen Ó no los puntos intermedios. El papel de cuadrículas está fundado en el sistema de dos ejes coordena- "Antonio Alzate. 1 89 dos. De la misma manera se representan las presiones baromé- tricas, alturas pluviométricas, etc. 29) Fig. 34. Representar la trayectoria de un bólido. Sean 1,000 m, 700 m, 300 m, 20 m las alturas tomadas en los tiempos siguientes de la noche 8*0”, 8*]1”, 82%, 8291. Hx- presando con zx los tiempos y con y las alturas resultará la Íigu- ra expresada. Enlazando con curva los puntos determinados se descubre que el bólido en los instantes 8"4" y 8'14" debe haber- se hallado próximamente en ) y 0”. 32) Fig. 35. Nivelación de un camino sobre montañas.—S1 las alturas sobre el nivel del mar señaladas por el barómetro son 1757, 130%, 200%, 300%, 340"...... y las distancias correspon- dientes del primer poste son 20, 200, 400, 1,000, 1,5000...... A tomando éstas por abscisas y aquellas por ordenadas determi- naremos sobre el papel el lugar de los puntos nivelados. Se escoge una escala para las alturas y otra mucho más pe- queña para las distancias para que el dibujo quepa en el texto, á lo menos el eroquis. 4%) Según el mismo sistema de coordenadas se construyen las curvas de medicina, estadística, hidráulica, ete., y se aplican actualmente con la mayor frecuencia. | 5%) Estas curvas raras veces pueden dar lugar á una sola ecuación, porque no tienen las coordenadas una relación deter- minada. La segunda figura se reduce á una parábola; la prime- ra y la tercera siendo líneas quebradas ó una serie de líneas que forman con el eje de las abscisas diferentes ángulos darán lu- gar á tantas ecuaciones como líneas haya. Lo propio dígase de las curvas meteorográficas que no tienen ley ninguna. 5. Fig. 36. Problema célebre.— Los atenienses habían consul- tado al oráculo de Delfos para saber qué debían hacer para que cesase la peste en la ciudad. Contestó el oráculo que hiciesen Memorias [1893-94], T. VII, 12 90 Mersorias de la Sociedad Científica DOLLLILIDLIIOLDINOL un altar doble del altar de forma cúbica que tenia el templo. Construyeron el nuevo altar dándole un lado doble del primiti- vo. ¿Resolvieron el problema propuesto por el oráculo? De nin- guna manera. Construyeron un altar ocho veces mayor y por tanto los geómetras consultados dijeron que el error era muy grande. De aquí nace el problema de la duplicación del cubo. Solución.—Sea a el lado del cubo dado y x el del cubo que se busca. La ecuación del problema será UN) Hay que construir geométricamente esta ecuación y ver qué línea resulta para x. Con esto quedará resuelta la cuestión. Consideremos que la ecuación (1) resulta de la eliminación de y entre las dos ecuaciones dy=0 (2) y=24 (3) La primera se construye por puntos. Para entender esto con facilidad observemos que en la curva correspondiente de- ben las ordenadas ser directamente proporcionales á los cubos de las abscisas; luego la curva sube rápidamente y será de la forma que sigue. La segunda ecuación es la de una recta paralela al eje de las abscisas y á la distancia 2a. Sea PM esta distancia. La línea de la ecuación (3) será NM. La abscisa por consiguiente del punto M, intersección de la rec- ta y de la curva construídas que satisface á las dos ecuaciones, será la línea buscada, Por consiguiente OP es el lado del cubo doble del propuesto. '" Antonio Alzate. 1 91 ÍNDICE. Páginas. PROLOCO avaló beer das daba al aolala cs «o IAEA de E CEnO 57 CapíruLo 1. —De la Geometría analítica en general. Construcción de las ecua- ciones. Ejes coordenados. Transformación. Clasificación de las curvas. 59 CapíruLo II. —Ecuaciones de primer grado fundamentales, ó ecuaciones del punto, de la recta en el plano; del punto, de la recta y del plano en el espacio clas eel ale nele asta DOES RO UA RGOCODABBOO 63 CapiruLo III. — Ecuaciones de segundo grado más importantes ó ecuaciones de la distancia entre dos puntos ; de la circunferencia, de la elipse, de la hipérbola y de la parábola. .........o..... MORO OEA as 66 Capíruno IV.—Discusión de UNA CULVA,.,0o0oooocononoomom»oo cio Sale 71 CapítuLo V.—Curvas trascendentes .....oomooononcroncorocnrnccconononontnonon on os 84 CapiruLo VI.—Varios ejemplos de construcción práctica de las curvas. Curvas meteorológicas ; nivelaciones, etc. Problema célebre........... RS 6, 6) dd q ia | APUNTES DE EPIGRAFÍA MEXICANA Escritos por JESUS ATEN DO VITA Socio de número, Apéndice. Anuncié en la introducción de estos apuntes, que en un Apéndice quedarían comprendidas, primeramente las notas que se refieren al cuerpo general de los apuntes; y en segundo lu- gar, una noticia bibliográfica de los autores que se han tenido presentes para formar el volumen. Hoy puedo ofrecer ya este Apéndice á la benevolencia del público, habiendo retardado su impresión por causa de mi sali- da de la República en el mes de Agosto del año próximo pasa- do, con una encomienda del Gobierno Federal. De esta suerte, si por una parte no me fue posible, confor- me á mis deseos, dar cima al pequeño tomo de apuntes epigrá- 94 Memorias de la Sociedad Científica an An nm ficos el mismo año 1892, en cambio creo que mi separación de la República fue para mí fructuosa; pues pude apreciar aún más, la grandísima inportancia que en Europa se da á las ins- cripciones. Así lo observé en varios museos que visitamos, especialmen- te en el Vaticano en Roma, dondo, clasificados y dispuestos convenientemente los originales mismos en una Galería exclu- slva para su objeto (galería lapidaria), pueden estudiarse le- yendas de todo género, procedentes ya de los monumentos pa- ganos, ya de los cristianos (catacumbas, sepuleros, templos, etc.), siguiéndose así la secuela de la forma en los caracteres eseriptóricos, la diversidad de estilos literarios, y hasta la his- toria misma, si se quiere, de esos monumentos, encerrada en unas cuantas líneas de aquellas inestimables páginas de piedra. Si en México pudiéramos hacer otro tanto, salvaríamos de la pérdida ó de la destrucción multitud de leyendas que, arran- cadas de sus sitios primitivos, suelen inutilizarse en manos de la ignorancia. Por lo que hace á las siguientes notas, son, como ya se ha di- cho, una ampliación de algunos puntos dignos de conocerse más á fondo, y que caben bien, por su propia naturaleza, dentro de los límites de una nota. Juzgo asimismo, de algún interés, la noticia bibliográfica que, seguidamente después de las notas se coloca; y ella servi- rá de guía al lector q4e desee obtener pormenores más exten- sos acerca de los puntos de que en estas páginas se trata. México, Julio de 1893. NOA S: A? Llama singularmente la atención en todas las láminas antiguas que al Palacio Nacional representan, una particulaz campana que se hallaba arriba del balcón principal del edificio; campana cuya célebre historia ha pasado á nosotros, bien á guisa de popular conseja, bien (para los más cáudidos ) con visos de la más exacta realidad. Sea el caso lo que fuere, la campana que hoy no se ostenta ya al lado de las almenas de la vieja mansión de los virreyes, tuvo su historia, y de esta nos va á dar cuenta graciosamente el Sr, González Obregón, en las páginas 334-339 de su México Viejo. ““La campana — dice el autor citado —fue de regulares dimensiones. En la parte superior, á modo de asa tenía una corona imperial sostenida por dos leones. En uno de sus lados, en relieve, una águila de dos cabezas soportan- do con sus garras un escudo, es decir, las armas de la Casa de Austria, y en el otro un Calvario con el Cristo, la Virgen, San Juan y la Magdalena. Por último, cerca de los labios las primeras palabras de la Salve en latín, y una inscripción que decía: MAESE RODRIGO ME FECIT, 1530.2 “La campana fue, pues, más antigua que nuestro Palacio; y su origen y venida á México son una conseja, que cierta ó no, referiremos á continua- ción, por ser original y curiosa. ““ Y va de cuento. 1 Las notas (A) y (B) corresponden, la primera, á la pág. 206, tomo IV; y la segunda, 4 la pág. 216 del mismo tomo de las ** Memorias.” **2 Esta descripción de la campana la debo al Sr. D. José M. de Agreda y Sánchez. 96 Memorias de la Sociedad Cientifica ““Fue el caso, que en un pueblecillo de España, cuyo nombre no consig- na la historia, había una iglesia con su respectiva torre, y en ésta varias cam- panas, de las cuales sólo ha pasado á la posteridad la hecha por Maese Ro- drigo. “Pues señor, una noche, por más señas de la temporada de la Pascua, dormía el pueblo cubierto por la obscuridad, sin que el menor ruido lo des- pertase, cuando derrepente, á las doce poco más ó menos, comenzó á tocar la campana susodicha; pero tan recio como si estuviera atacada de una excita- ción la persona que la hacía sonar. “Tocarse la campana y alborotarse el pueblo fue todo uno. Cantaron los gallos, ladraron los perros, balaron las ovejas y mugieron los bueyes; se encendieron luces por todas partes, se abrieron puertas y ventanas, y los bea- tíficos y pacientes vecinos comenzaron á levantarse y á preguntar qué era aquello. “*¡ Quién arrojó las sábanas del lecho lo más pronto que pudo, figurán- dose que se trataba de una quemazón, quién se persignó devotamente cre- yendo que había aparecido en el cielo una culebra de agua, quién, por últi- mo, conspirador empedernido, pensó que la causa de los suyos había triun- fado y que entraban victoriosos en el pueblo! “Sin embargo, el sobresalto y terror aumentó muchísimo, cuando se convencieron que el repique no era producido por ninguna de esas causas, y. cuando escucharon que la campana seguía tocando, loca, frenética, como si cien legiones de diablos agitaran la cuerda que pendía de su badajo. ““Todos, sin distinción de sexos ni edades, fueron al cementerio de la iglesia, llevando in capite al señor Cura, al señor Alcalde y á sus mercedes los alguaciles, y cuando hubieron llegado, el señor Alcalde á la cabeza de sus esbirros, se dirigió con valor hacia la torre, enya puerta, podrida y apolilla- da, cedió á sus primeros empujes: entró, subió la escalera, llegó al cuarto del campanero, y aquí su admiración fué indescriptible, “al ver que ni allí, ni en la torre y bóvedas había alma viviente, á excepción de un gato que no pu- do tocar la campana.” Recorrió una y muchas veces aquellos sitios sin hallar la causá del repique, y cansado, “'replegó sus fuerzas,” no sin dejar un cen- tinela de vista á la entrada de la torre. ““ Salir la autoridad, interrogarla los vecinos, no responder satisfactoria- mente, y aumentar el pánico, fueron cosas simultáneas. ““ El suceso era único, sorprendente, maravilloso. Lloraban á lágrima viva los muchachos y las mujeres, principalmente las ancianas pedían al se- 1 Antonio Alzate. 1 97 ñor Cura, postradas de rodillas, que conjurase á la campana, quetla rociase de agua bendita, pues estaba posesa del demonio; y que éste había enviado una cohorte de espíritus malignos para que dieran aquel convulsivo y vio- lento repique. ““ Mucha tinta gastaríamos si quisiéramos pintar la agitación de los ha- bitantes del pueblo en aquella memorable noche, y para no fastidiar diremos que después del repique ya nadie pegó los ojos, venciendo el temor al sueño. “Al día siguiente, el señor Alcalde citó á los principales vecinos, y levan- tó una información que dió este resultado : que el campanero no había dormi- do esa noche en la iglesia y que la campana se había tocado sola. “¿Para aquellos tiempos el caso era grave, delicado, trascendental, y se convino remitir el expediente á la Corte. En Madrid fué inmenso el ruido que causó la campana: Gacetas, Mercurios y Diarios no hablaron de otra cosa en muchos días. “Se remitió el expediente al Consejo, y éste lo pasó al Fiscal para que diera su dictamen. ““El Fiscal —dice un autor antiguo —se impuso seriamente de todos los “pormenores, registró sus grandes volúmenes de derecho y algunos de la his- ““toria nacional y extranjera: escribió, borró y volvió á escribir; y al cabo de “algunas semanas, el formidable dictamen tenía una resma de papel. ¡Qué “erudición tan selecta y peregrina! ¡qué abundancia de citas y de leyes! **¡ qué reflexiones tan oportunas y profundas! ¡qué argumentos tan urgentes! ** ¡qué estilo tan fluido, tan espontaneo, tan precioso! Baste saber que no ““ hubo campana ó esquila de que no diese el Fiscal la historia más exacta: ha-. ““bló hasta de las campanas de Turquía en donde, según autores, no se cono- ““cen. De todo esto concluyó que el diablo tuvo una parte directa 6 indirecta en “el asunto. ” ““ Se citó día para la audiencia. El Fiscal comenzó á leer el expediente: á las cuatro horas tenía la boca seca y los ojos bizcos, por lo cual los jueces ordenaron suspender la lectura. Duró ésta cuatro días, y al fin llegó la hora de discutir entre los magistrados, los cuales, después de seis horas de acalorados debates, convinieron en aprobar el pedimento fiscal en todos sus puntos y ““ vinieron los jueces en acordar y acordaron, en mandar y mandaron :” “¿12 Que se diera por nulo y de ningún valor el repique de la campana. “(20 Que á ésta se le arrancara la lengua ó badajo para que en lo sucesi- vo no osase sonar de propio motu y sin el auxilio del campanero. “+32 Que saliese desterrada la campana de aquellos dominios para las Ín- dias. “Previas las formalidades del caso, la sentencia se ejecutó en todas sus partes. Memorias [1893-94], T. VII, 13 98 Memorias de la Sociedad Científica ““ La campana, sin lengua ó badajo, fué embarcada en un navío de una de tantas flotas que partían á nueva España. “Llegó á México donde debia extinguir su condena, y aquí estuvo arrin- conada en un corredor de Palacio, en el cual todos la contemplaban con ““ad- miración y respeto.” “El Virrey D. Juan Vicente de Gúemes Pacheco de Padilla, Conde se- gundo de Revillagigedo, concluyó la reposición del Palacio comenzada en tiempo de otro Virrey, La Cerda, y considerando que aquella campana no po- día estar ociosa, pero sin atreverse á ponerle badajo por no contravenir las órdenes de España, la destinó á ser colocada arriba del reloj, en cuyo sitio muchos la conocieron, pues no fué quitada de allí sino hasta Diciembre de 1867. ““ Entonces se mandó fundirla; mas al verificarlo se descompuso el metal, y así acabó la histórica campana, que duró 337 años, que dió origen á una cé- lebre información y á un originalísimo destierro.” B (Pa. 216, TOMO IV). El 16 de Septiembre de 1887, el Presidente de la República General D. Porfirio Díaz inauguró el amplísimo salón de Arqueología del Museo Nacio- nal de México, y en el cual salón me ocuparé rápidamente en esta nota. Al penetrar al Museo se descubre en el fondo una portada dórica con dos columnas estriadas, hundidas poco menos que sn mitad en el muro, y un fron- tón de mal gusto. Dos escalones dan acceso á la galería, y en el dintel de la puerta cerrada hoy por raquítica verja de hierro, se ve una lápida negra, arti- ficial, que lleva incrustados caracteres metálicos, leyéndose: 16 DE SETIEMBRE 1887. El aspecto general del salón, el que aproximadamente mide unas setenta y cinco varas de largo por once de ancho, es en cierto modo majestuoso: sus «1 No fue este el único:caso. Según nos ha dicho el Sr, Lic. D. Eduardo Ruiz, existe un reloj en la Compañía de Pátzcuaro; del cual cuentan que fue desterrado de España por Carlos V, porque su campana z0 quería dar las horas. El reloj es de repetición y muy antiguo.” “Antonio Alzate. . 99 PIP DIDIIIILDLILIIIILIIILIDI0IIIIIIDIIIIILIIIIILIILILILIIIIIIIIIIIIOIIAI muros se hallan decorados con pintura roja y tres grandes tragaluces distri- buyen la luz en los ámbitos del salón. Inmediatamente al entrar, descúbrese al frente de la puerta, el admira- ble monolito apellidado el Calendario Azteca, y en cuyo basamento ó pedestal se lee la inscripción copiada ya en estos apuntes. Sabidas son las diversas opiniones que, acerca de este famoso monumento han emitido algunas autoridades. D. Antonio de León y Gama en su curioso estudio Las dos piedras, sostiene ser el monolito un calendario “que señala- ba las fiestas religiosas, y un reloj solar que servía á los sacerdotes para sus ceremonias y sacrificios. ” Á su vez, el Sr. D. Alfredo Chavero, en largo y detenido estudio, dice que aquella piedra no puede ser calendario “por fal- tarle los elementos indispensables para el cómputo del tiempo; y que es más bien un monumento votivo al Sol, sobre el cual monumento verificábanse sacrificios.” Por tal razón el Sr. Chavero le ha designado con el nombre de la Piedra del Sol. ; Su diámetro es de 3% 35; fue hallada la piedra, como se ha dicho al copiar la inscripción, el 17 de Diciembre de 1790 al nivelarse el piso de la gran plaza de Armas de México, descubriéndose á media vara de profundidad, á 37 varas al Norte del portal de las Flores y á 80 de la segunda puerta del Palacio Nacio- nal. “Fue pedida al virrey por los comisarios de la fábrica de Catedral D. José Uribe y D. Juan S. Gamboa, y de orden verbal les fue entregada con condición de conservarla y exponerla en un paraje público. El barón de Hum- boldt calculó su peso en 482 quintales ó sean 24,400 kilógramos: dice que es un pórfido trapeano gris—negro de base de wacke basáltico: examinando con atención algunos fragmentos reconoció anfíbola, numerosos cristales muy alargados de feldespato vidrioso, y, como cosa notable, pajitas de mica. El ilustre sabio hace notar que ninguna de las montañas que rodean á la Capi- tal 4 ocho ó diez leguas de distancia ha podido dar un pórfido de este grano y color, lo cual manifiesta la gran dificultad que tuvieron los aztecas para transportarla hasta su templo mayor. ”! Posteriormente, y confirmando en minucioso estudio lo dicho por el ba- rón de Humboldt, mi amigo el Sr. D. Ezequiel Ordóñez, miembro de la Socie- dad “Alzate, ” publicó en el tomo VI, págs. de 327 á 331 de las Memorias de dieha Sociedad, un trabajo relativo á la clasificación de la roca del Calenda- rio; transcribo en seguida las mismas frases del Sr. Ordóñez: ““ La exacta procedencia de la roca—dice—es una de las cuestiones que despierta la curiosidad, pues nos daría la distancia que hubo de recorrer en su transporte, por cierto bien difícil, hasta la ciudad de México. Poco se ocu- 1 Anales del Museo Nacional de México, 11: “Catálogo de las colecciones histórica y ar- queológica.” 100 Memorias de la Sociedad Científica SIDAD DIS IDIDI0DIDILIIDILDII0LIDIIIDIIIIILIDIIIIDIDIIIIIIILDIIDILDIIIIIIAIN pan los historiadores en este dato interesante, exceptuando algunos como D. Fernando de Tezozómoc, quien asegura provenir de un lugar llamado Aculco, cerca de Ayotzingo, puntos al Sur de Chalco: Pero como quiera que no están de acuerdo los autores sobre si la piedra encontrada en 1790 en la plaza mayor es la misma á la que se refiere en sus escritos D. F. de Tezozómoc, hay que buscar en aquella región de Aculco, rocas enteramente semejantes que nos autoricen á establecer aquel punto como la exacta procedencia. ““Para llevar á cabo el examen petrográfico de la roca del Calendario, el día 14 de Marzo de 1893, debido á la benevolencia del Sr. Director interino del Museo Nacional Dr. D. Manuel Urbina, se me permitió separar, en pre- sencia del Sr. Dr. Villada, profesor de ese plantel, pequeños fragmentos de dos á tres centímetros cuadrados, de la parte posterior no labrada del mono- lito, de los que se han hecho preparaciones en láminas delgadas para su exa- men microscópico. ““A la simple vista, la roca es de color gris ligeramente rojizo con puntos diseminados y porciones granudas de un mineral'verdoso. La estructura por- firoide se reconoce por la presencia de cristales no muy grandes de feldespato en una pasta homogénea granuda. Las láminas delgadas al microscopio ofre- cen más clara la estructura, pues en un magma microlítico de labrador y au- gita se ven claramente cristales desarrollados de augita, labrador y olivino de primera consolidación, alrededor de los cuales se hace algunas veces sen- sible el escurrimiento fluidal de las microlitas de segunda consolidación. El olivino en cristales y fragmentos se presenta generalmente alterado dando un color amarillo anaranjado en sus bordes á la luz natural y ligeramente verdo- so en su medio con numerosas grietas transversales, é inclusiones de peque- ños granos de hierro magnético. El labrador de primera consolidación en cristales corroídos, un poco alterados lo mismo que la augita. En el magma microlítico es notable la poca abundancia de hierro magnético. ” “Conocida ya la composición mineralógica de la roca que nos ocupa y su exacta referencia al grupo de los BASALTOS DE OLIVINO, nos será fácil esta- blecer la comparación con rocas precedentes del lugar indicado por el historia- dor, y ya preparo una nota á este respecto que tendré la honra de presentar á esta honorable Sociedad. Baste por ahora decir que una gran parte de la re- gión basáltica de la cuenca de México se encuentra limitada á la región del Sur, comprendiendo el lugar que sospechamos ser la procedencia. ¿* Aquella porción de la cuenca mexicana encierra una multitud de vol- canes á cuyos últimos paroxismos han asistido los primeros pobladores del 11 Antonio Alzate. 1: 101 Anáhuac, como lo prueban los vestigios de su industria y las osamentas se- pultadas debajo de sus lavas. ““En las sucesivas corrientes, todas basálticas, que nos ofrece esta in- mensa faja de volcanes y donde la sucesión origina un movimiento escalona- do del terreno, se pueden observar algunas diferencias en el carácter de las lavas en lo que concierne á su estado más ó menos grande de fluidez y por consiguiente á la temperatura á que han debido presentarse al exterior. Las últimas corrientes y más elevadas, notablemente fluídas, no ofrecen casi nun- ca minerales de primera generación, sino simplemente un desarrollo microlí- tico y abundante proporción de fierro, á diferencia de las inferiores, muy cerca de la parte plana de la cuenca y que no han sido cubiertas, nos presentan ele- mentos minerales de primera generación, como en el caso de la roca histórica que nos ocupa. ” De un lado y otro del monolito citado, encuéntrase una serie de figuras de piedra en sendos pedestales, y que da vuelta hasta rematar á derecha é izquierda, respectivamente, de la puerta de entrada. Otros muchísimos obje- tos aparecen colocados en un zócalo común arrimado al muro donde se halla el Calendario, y en una serie de ménsulas hay piezas pequeñas de diversas substancias (casi todas de piedra). Aislados enteramente y distribuídos en el salón, se levantan los monoli.- tos que adelante se citan. Como no es mi objeto hacer una prolija descripción de la galería que nos ocupa, únicamente y á grandes plumazos, mencionaré las piezas arqueológi- cas de mayor importancia. Piezas colocadas en pedestal, á la izquierda del Calendario Azteca. Figura humana, de piedra, semejante á su congénere colocada al lado derecho del Calendario; es notable por su posición, acostada boca arriba, dobladas ambas piernas y levantadas las rodillas; lleva un objeto circular sobre el vientre. Parecida á esta estatua, halló otra formada de arcilla, el Sr. D. Francisco del Paso y Troncoso, en su expedición á las ruinas de Cempoala el año 1890. ——— Figura humana de mujer, de piedra. Está sentada y arrodillada. Tie- ne diadema de calaveras; las manos en actitud de hacer presa; los senos se hallan figurados por sendas manos vueltas hacia abajo. Lleva orejeras. La figura representa á la diosa de la muerte. Figura humana de mujer, de piedra obscura. Tiene gran tocado con los símbolos característicos de la diosa del agua, 4 la cual divinidad re- 102 Memorias de la Sociedad Científica presenta este monolito. Procede de Tlalmanalco; el ejemplar es bas- tante interesante y hermoso, y lo cedió al Museo el Sr. Chavero. Cilindro de piedra, esculpido en su superficie convexa y en una de sus bases: la otra se halla excavada. El relieve de la base esculpida, muestra al Sol poniente, con el cuerpo hacia arriba, y en actitud de descender (| Tzontémoc ). Tablero maya, conocido por la Cruz del Palenque, bajo relive sumamente notable y que forma juego, con otros dos; sacado de un edificio de aquellas ruinas. Cabeza humana de diorita. Precioso ejmplar que parece representar á Tótec (La Luna); tiene orejeras, la cabeza sembrada de conchas; en los labios lleva la turquesa simbólica. Cilindro de basalto, representa el ciclo mexicano de 52 años ( Xiuhmol- pilhi). Quetzalcóatl. Monolito representación del dios del aire. --—— El indio triste Idolo de hombre, de piedra; se halla sentado, encu- clillado, en actitud melancólica. Permaneció, según se dice, largo tiempo en una esquina de la calle que hoy lleva el nombre de “El Indio Triste.” De esta figura se hace la siguiente descripción, en unos apuntes escritos tal vez por el capitán Dupaix en 1794: “Esta figura humana se halla en la Real Academia de pintura de San Car- los de esta Corte, es de piedra negra y dura, tiene de alto sentada sobre una basa quadrada una vara que hace parada, poco más de dos varas. Su actitud muy natural manifiesta un hombre en un per- fecto reposo, destinado verosímilmente para llevar y hacer paten- te una insignia, estandarte ó cosa venerada, en tiempo del antiguo imperio Mexicano; pues las manos unidas sobre el vientre, forman con los dedos una figura hueca y circular, la que corresponde per- pendicularmente á otra transversal á la losa que se halla entre los piés en la que descansaba el asta. “¿Es muy original esta obra de escultura y bastante bien exe- cutada. En cuanto á su traje, lleva un casquete chato y liso con su corona de pelo, una especie de capa con su capilla resguarda la par- te posterior del cuerpo y la anterior por una media vestidura for- mada de pluma (borrada hoy por la acción del tiempo), por filas paralelas y dejando los brazos desnudos. *““El calzado hasta media pierna merece atención por la regu- laridad de sus adornos. ““Notamos que la cara, aunque de un anciano, no manifiesta pe- lo en la barba. $" Antonio Alzate. 1 PA 103 “La estátua y base son de una sola pieza. ”! -——— Figura humana, dle piedra; es de hombre. La figura es notabilísima : Se halla sentada, encuclillada, con las piernas entrecruzadas; el co- do derecho lo apoya sobre el muslo del propio lado; y la muñeca de la mano izquierda, sobre la rodilla izquierda; el rostro aparece un poco levantado hacia arriba; tiene los ojos hundidos, grande la bo- ca, entreabierta, los pómulos salientes; lleva orejeras. La nariz está rota. De la cabeza pende una especie de pequeño manto, con orla, sirviendo ésta como de diadema al rostro; en el manto se encuen- tran esculpidos símbolos cronográficos. El cuerpo del individuo está cubierto de relieves que muestran admirablemente y en diver. sas figuras el desarrollo de la flor. Este ídolo representa al Señor de las flores (Xochipilli)ó bien al Señor del fuego (Nahuiácatl). La fi- gura descansa sobre una base paralelipipédica, independiente, que es pieza separada del ídolo, y también de piedra. Tiene el aspecto de un icpalli ó asiento, y se halla ricamente esculpida. El conjun- to merece particular atención. Lápida conmemorativa. La preciosa piedra que representa la fundación del templo mayor de los Aztecas, se halla dividida para su interpre- tación, en dos partes: en la superior se ve la fecha 7 cañas y abajo hay dos figuras, siendo la de la derecha del espectador, Ahuitzotl rey de México, y la de la izquierda Tézoc. Ambos están sacrificán- dose. La parte inferior, ó la segunda mitad, mejor dicho, de la pie- dra, lleva la fecha VII ácatl ( ocho cañas ). Todo lo cual indica que Tízoc hizo la fundación del templo, acabado por Ahuitzotl el año 1487, correspondiente al dato 8 cañas. El Sr. D. José Fernando Ramírez, interpretó tan interesante piedra y acerca de ella escribió una reseña. ? Cabeza colosal de culebra. Se dice que es de la cerca (coapantli) ó mu- ralla que rodeaba el templo mayor de México en los tiempos an- teriores á la Conquista. “La primera de estas cabezas (son dos, como luego veremos), dice el Sr. Chavero, * se descubrió en el cementerio de la Catedral el 18 de Junio de 1/92. Gama creyó que era la parte superior del templo de Quetzalcóatl, Él mismo cuenta que desapareció la piedra, 1. Anales del Museo Nacional, tomo IL, pág. 452. 2 Historia de la Conquista de México, por W. H. Prescott, con notas y esclarecimientos por José F. Ramírez, México 1845. Ed. de Cumplido. 3 Notas'al Catálogo de las Colecciones histórica y arqueológica del Museo Nacional, 424. des, 1. 104 Memorias de la Sociedad Científica VOD DDD IIIDIILIIIIO LIDO IIOIDIDILII0IDII0DIIIILILILIOIOIIIDLIDIIIIIIIIIDIA sin que hubiese sabido si la enterraron de nuevo ó la destruyeron. Las cabezas encontradas en 1881 son iguales á las que vió Gama, según se puede observar comparándolas con el dibujo que de la re- ferida piedra hizo aquel sabio, La historia escrita por el P. Durán nos aclara toda duda, pues dice que de estas cabezas de culebra se formaba el coapantli ó cerca de la pirámide del Templo mayor de los mexicanos, y así lo representa en la lámina respectiva; y agrega que el que quisiera verlas ( Durán escribía en el siglo XVI) podía ir á la Iglesia Mayor en donde servían de base á las columnas. Así es que, los restos de columnas encontrados en el atrio de Catedral y que se ven en el monumento levantado en el actual jardín, son de la primera Iglesia Mayor; y esas columnas se formaron de la piedra de las culebras del coapantli ó cerca del templo de Huitzilopochili, como se ve en los labrados antiguos que algunos conservan en su parte inferior; y por lo mismo las dos cabezas que están en el Mu- seo eran de la misma cerca y de las que dice el P. Durán que sir- vieron de base á las columnas. ” El monumento á que se refiere el Sr. Chavero, y que se halla en el jardín del atrio de la Catedral, en el ángulo SO., no es sino un conjunto de piedras hacinadas más ó menos artísticamente en medio de plantas y flores, y las cuales piedras proceden de excava- ciones hechas en aquel sitio al construirse el actual jardín. Allí mismo se colocó otra piedra, en la que puede leerse, escul- pida, esta leyenda, que al pie de la letra copio: PIEDRAS DEL TEOCAL SANGRIENTO DE HUITZILOPOXTLI EMPLEADAS DESPUÉS £N EL PRIMER TEMPLO QUE LOS ESPAÑOLES ERIGIERON EN ESTE SITIO Á LA FE CRISTIANA. Semejante á las cabezas que están en el Museo, puede verse otra embutida en la esquina de la antigua casa de los Condes de Santiago, calles de Jesús Nazareno y Parque del Conde. Sólo se distingue el frente de la piedra. VHS 1' Antonio Alzate. 105 Piezas colocadas en pedestal, á la derecha del Calendario Azteca, Figura de mujer, de piedra. Representa á la diosa de la muerte ó Coa- tlicue. El conjunto es repugnante; la figura sumamente caracte- rística. Su cabeza es una calavera; las manos en actitud de hacer presa, y encallecidas sus palmas de tantas víctimas sacrificadas; los senos colgantes; su enagua está formada de culebras, por lo cual recibe la figura el nombre de Coatlicue. El ejemplar es notable- mente curioso. ——— Figura humana, de piedra semejante á la ya citada y que lleva el ob- jeto circular sobre el vientre. También ésta se halla recostada, con la cabeza vuelta hacia su derecha; las piernas asimismo en flexión y las rodillas levantadas. Es notable obra de escultura indígena. El monolito fue descubierto por el Dr. A. Le Plongeon en las ruinas de Chichen-Itza, á 36 leguas próximamente de Mérida de Yucatán. Hay diversas opiniones acerca de la verdadera representa- ción de esta figura. Le Plongeon cree que representa á Chac-Mool, rey de los Itzaes; “pero la circunstancia de haberse hallado en el Valle de México y en Tlaxcala otras estatuas que parecen tener idéntica representación, dió motivo para suponer que todas ellas representan una divinidad misma reverenciada tanto en México co- mo en Yucatán. ” El Sr. Chavero cree que la estatua es el dios del fuego y que el disco que lleva en las manos representa al Sol. ! Recuérdese que el Sr. Troncoso en su expedición á las ruinas de Cempoala (Estado de Veracruz) el año 1890, halló una estatua semejante, hecha de barro. : Figura de mujer, de piedra. El aspecto es el de las figuras enanas. Tiene diadema característica, con grandes borlas laterales: sujeta con ambas manos una especie de vaso ó jícara; la enagua está ceñi- da por una culebra cuya cola de cascabel y la cabeza, euelgan por delante. Por la espalda caen dos trenzas terminadas por borlas. Lle- va orejeras. ¿Cihuacoatl ? Tres ejemplares de pies gigantescos; dos de ellos completos hasta el maxtli, y con la rótula toscamente señalada. Las piezas son curio- sas, y se dice que pertenecieron á cariátides colosales. —— Primorosa urna de piedra, hallada en una excavación hecha en San- tiago Tlatelolco: es paralelipipédica, excavada en la cara opuesta á 1 Anales del Museo Nacional, 1, 240; 11, 293 y 483, nota (br. Memorias [1893-94], T. VII, 14 106 Memorias de la Sociedad Científica la que le sirve de base; labrada en su exterior: lleva en cada una de sus caras interiores, cuatro puntos cronográficos, que hacen un to- tal de diez y seis: el fondo es liso. Probablemente emplearon después la piedra como lavadero ó pileta, por tener perforado uno de sus la- dos, como para derramar el agua. Paralelipípedo de piedra, excavado, liso en su interior y esculpido en su exterior. Tiene símbolos cronográficos. Paralelipípedo de piedra, excavado, liso al interior, con figuras huma- nas al exterior, representando guerreros, unas con chimalli y otras con macanas. Piedra que se dice ser un capitel de columna, excavado en su base superior profundamente. —— Primoroso paralelipípedo de piedra, casi cúbico; la parte superior ex- cavada posteriormente, tiene en la parte libre eséulpida; el inte- rior liso ; los cuatro planos visibles se hallan ricamente labrados, distinguiéndose en uno de ellos un árbol con flores, encima del cual posa un ave de espléndido plumaje, cuyo pico parece sostener una larva que devora el ave; á las figuras de todos los planos, sírvele co- mo de orla el tejido ó trenzado, símbolo de la luz. Columna compuesta de tres piezas, incompleta, con su fuste labrado, como si un gran plumaje lo revistiera. Es interesante, por apare- cer en nuestro Museo como uno de los pocos ejemplares que po- see, de la arquitectura indígena. Cabeza fantástica y colosal de culebra, con grandes ojos y dientes; abiertas las fauces, y con una especie de penacho singular. En la parte superior, y en sentido longitudinal, lleva en gran relieve una serie de esferas tangentes unas á las otras, figurando ojos, los cuales, como se sabe, simbolizan á las estrellas. La cabeza se halla en estado de fragmento, y á su lado, sobre el suelo, se ven algunos trozos correspondientes al todo. Fragmento de una gran piedra labrada, que representa un guerrero en posición especial: sólo se yen: una parte del torso, una pierna do- blada, como si la figura estuviese hincada con dicha sola pierna, y un brazo extendido hacia atrás. Se notan asimismo marcadas frac- ciones de un vistoso penacho; el brazo lleva pulsera y ricamente adornada la pierna. Entre el brazo y el torso nótase el disco del sol, cual si el guerrero lo cargase, con una especie de huella ó es- tela que va dejando en su carrera. La figura completa debe haber sido interesante y magnífica. Opina el Sr. Troncoso que el todo re- presenta al Teomama, aquel que lleva al Sol. PONCE 1 Antonio Alzate." 107 INN IDIDOD0D0IDIDIDIDODIDIDIIIIIDDIDDIDIDIEDOLIIIIOOSIIIIOODOAD DA Paralelipípedo de piedra, en estado de fragmento. Se halla esculpido en todas sus caras visibles; en una de ellas aparece el agua, y flo- tando en ella cráneos y huesos humanos, como si se quisieran re- presentar los desastres de una inundación. En otras de sus caras, aparece la gran figura de una mariposa, en cuyas alas se muestran sembradas navajas de pedernal. El Sr. Troncoso ha dado á este monolito el nombre de piedra de Jtzpapálotl. Cabeza de culebra semejante á la que hemos citado anteriormente y que se dice era de la cerca 6 Coapantli del Templo Mayor de los Aztecas. Primoroso ejemplar de culebra, soberbiamente labrado, y en el cual puede verse la espiral que afecta el cuerpo del reptil, cuya cola re- mata por una serie de cascabeles. Monumentos ó piezas aisladas, sobre pedestal. Tres son únicamente los monolitos que, completamente aislados, se alzan en esta galería sobre sendos pedestales: dos, á la izquierda del Calendario Az- teca, y uno á la derecha de él. Ofrécenos, primeramente, particular interés el monolito cilíndrico vul- garmente conocido por los nombres de Piedra de Sacrificios, ó con más propie- dad de Piedra de Tízoc. Tiene de diámetro 265 y de altura 084, y se halló en la Plaza de Ar- mas de México el 17 de Diciembre de 1791 al abrir la zanja para hacer la atarjea que va al Portal de Mercaderes. Mucho es lo que se ha escrito acerca de tan curioso monumento, y para compendiar todo lo que á este respecto puede decirse, voy á insertar á conti- nuación lo que en las págs. 450 y 451 de los Anales del Museo, tomo II se dice: “La Piedra es un monumento histórico religioso. En su cara superior se ve esculpida la imagen del sol, á quien está dedicado, tal como la represen” taban siempre los aztecas : en la superficie convexa del cilindro se notan quince grupos, cada uno de dos personas, que representan á un mismo guerrero ven- cedor sujetando por el pelo á diversos prisioneros, que representan otros tantos pueblos conquistados, cuyo nombre da la descifración del geroglífico que á cada uno acompaña. El vencedor es Tízoc, séptimo rey de México que ocupó el trono de 1481 á 1486, y el monumento conmemora las victorias de este monarca obtenidas sobre los pueblos figurados en la circunferencia del cilindro. “En México existía una orden de nobles cuyo patrón'era el sol, y se lla- 108 Memorias de la Sociedad Cientifica maban los “Caballeros águilas: ” sobre esta piedra, en ciertas solemnidades, sacrificaban una víctima humana á la que daban el nombre de ““mensajero del sol.” Este sacrificio lo refiere uno de nuestros primitivos historiadores de la manera siguiente: ! *“ Al sonido de aquellos instrumentos sacaban un indio de los presos en “la guerra, muy acompañado, y cercado de gente ilustre; traía las piernas ““embijadas de unas rayas blancas y la media cara de colorado, pegado sobre “los cabellos un plumaje blanco: traía en las manos un báculo muy galano, ““con sus lazos y ataduras de cuero enjertas en él algunas plumas; en la otra *“mano traía una rodela con cinco copos de algodón en ella; traía á cuestas una ““ carguilla en la cual traía plumas de águila, y pedazos de almagre, y peda- “zos de yeso, y humo de tea, y papeles rayados con hule. De todas estas ni- ““erías hacían una carguilla, la cual sacaba aquel indio acuestas y poníanle *“al pie de las gradas del templo, y allí en voz alta que la oía toda la gente ““ que presente estaba, le decían: “Señor lo que os suplicamos es que vaiais ““ante nuestro dios el sol y que de nuestra parte le saludeis, y le dígais que “sus hijos y caballeros y principales que acá quedan le suplican se acuerde ““de ellos, y que desde allá los favorezca, y que reciba este pequeño presente “que le enviamos, y dadle este báculo para que camine, y esta rodela para su ““ defensa, con todo lo demás que llevais en esa carguilla. ” El indio oía la em- “bajada, decía que le placía; y soltábanlo y luego empezaba á subir por el ““ templo arriba subiendo muy poco á poco, haciendo tras cada escalón mucha ““ demora, estando parado un rato, y en subiendo otro parábase otro tato, “según llevaba instrucción de lo que había de estar en cada escalón, y así “tardaba en subir aquellas gradas gran rato. En acabando que las acababa “de subir, íbase á la piedra que llamamos cuauhxicalli y subíase en ella, la ““cual dijimos que tenía en medio las armas del sol. Puesto allí, en voz alta, “vuelto á la imagen del sol que estaba colgada en la pieza, encima de aquel “altar, y de cuando en cuando volviéndose al verdadero sol, decía su embaja- “da. En acabándola de decir por las cuatro escaleras que dije tenía esta pie- “dra para subir á ella, cuatro ministros del sacrificio, quitábanle el báculo y “la rodela y la carga que traía y á él tomaban de piés y manos y subía el prin- ““ cipal sacrificador con su cuchillo en la mano y degollábalo mandándole fue- “se con su mensaje al verdadero sol á la otra vida y escurríale la sangre por ““aquella pileta la cual por aquella canal que tenía se derramaba delante de la ““ cámara del sol, y'el sol que estaba en la piedra se henchía de aquella san- ““gre. Acababa de salir toda la sangre, y luego le abrían el pecho, y le saca- ¿“ban el corazón, y con la mano alta se lo presentaban al sol hasta que dejase 1 Durán, Historia de las Indias. 'u Antonio Alzate. 1 109 ““de bahear que se enfriaba, y así acababa la vida el desventurado mensajero “£del sol, ” De esta suerte se hacían los tremendos sacrificios de aquella religión bár- bara y sangrienta cuyos últimos nubarrones de sangre desvaneciéronse ante los fulgores de la cruz, que con tanta fe y con rara abnegación trajeron aque- llos beneméritos misioneros, verdaderos apóstoles á quienes tanto debe, no sólo de veneración y respeto, sino de amor y gratitud, el suelo mexicano. La circunstancia de que la oquedad y la canal que esta piedra lleva, son posteriores y con mucho á los relieves en el monolito esculpidos, y otras razo- nes de gran peso, han hecho deducir que el monumento de que se trata, ni fue tal cuauhxicalli ni su objeto asimismo fue el de servir de piedra de sacri- ficios. Como no intento penetrar más en esta cuestión por no permitírmelo el carácter ni la extensión de la presente nota, remito al lector á los brillantes estudios arqueológicos que, acerca de este punto, corren impresos en los ci- tados Anales del Museo Nacional. Eo El segundo monolito aislado que, á la izquierda del Calendario se halla, representa á una figura humana toscamente labrada, informe, y que ningún carácter genérico y que pueda interesar profundamente tiene. Se hallaba la piedra en San Juan Teotihuacán semisepultada, y fue traí- da al Museo, con gran pompa, por D. Leopoldo Batres. Este señor dijo que tal monolito era la representación de la diosa del agua ; pero como nadie le ha encontrado los caracteres singularísimos é inequívocos de tal divinidad, y, sobre todo, el Sr. Batres hasta ahora no ha llegado 4 demostrar que sea tal diosa, de ninguna manera puede admitirse para el monolito semejante clasi- ficación. Juzgo de escaso mérito la escultura, y de poca y relativa importancia arqueológica; aun cuando su tamaño es bastante grande, no vale en verdad la pena de detenerse más en el examen de la piedra. Debo hacer notar, por si importare la observación, que antes que el Sr. Batres, el Sr. D. Gumersindo Mendoza, director que fue del Museo Nacional, ya había emitido la hipótesis de que tal monolito pudiese ser la deidad de las aguas; pero dando para ello algunas razones asentadas en un estudio ( publi- cado en los 4nales, 11) comparativo entre alguno de los dioses del Anáhuac y los de la India. E El monolito que se halla á la derecha del Calendario, es sumamente in- teresante. Fue hallado el 13 de Agosto de 1790 en la Plaza Mayor de Méxi- 110 Memorias de la Sociedad Científica co, á 37 varas al Poniente del Palacio Nacional y 5 al Norte de la acequia que existía entonces en ese lugar, Tiene de altura 21257, y de latitud 11 54, A primera vista parece una masa informe, un hacinamiento de figuras indescifrables que hacen aparecer al todo con una forma monstruosa; pero si el examen se verifica con cierto método, resulta un monumento digno de es- tudio y de admiración. En efecto: el conjunto es el de una mujer reconocible por sus pechos; la cabeza está formada por una reunión de otras dos de culebras, que se unen por sus frentes, de suerte que el rostro de la figura general aparece con los ojos de las culebras, dientes de las mismas, á la manera de los de Tláloc, y lengua bífida. Por la parte posterior, se nota el mismo efecto. Los brazos son cuerpos de culebras, y las manos las cabezas de éstas; en el pecho tiene la fi- gura manos humanas; ceñidor de culebra; en esta línea, al frente y á la es- palda, van sostenidos dos cráneos; la enagua está formada por la reunión de muchas culebras, y bajo esta enagua aparecen los piés sobre los cuales asién- tase la figura en su pedestal. Aparece, pues, toda ella fantástica, y si se mira de perfil, puede notarse que sus brazos y manos tienen la actitud de hacer pre- sa, como los de la diosa de la muerte, que ya hemos visto'en otro lugar. La base también está esculpida; es decir, los piés por su parte inferior; puede verse el vaciado al lado de la estatua, y el bajo relieve parece representar un Tzontémoc. D. Antonio de León y Gama, al hacer el estudio de este monoli- to,! dijo que representaba á la diosa Teoyoamiqui, ““la cual recogía las almas de los guerreros muertos en las batallas: suponían que sus almas iban al cie- lo á habitar la casa del sol transformándose después de algunos años en coli- bríes. ” y El Sr. Chavero? opina porque esta estatua es la diosa -— tierra Coatlicue, madre de Huitzilopochtli, según la fábula; y que el ídolo debió de estar colocado en el Templo mayor de México en el edificio llamado Atlauhlico, erigido en dicho Templo el año 12 ácatl 6 1491, bajo el reinado de Ahuitzotl. Además de los ejemplares colocados sobre pedestales á ambos lados del Calendario, existen otros muchos sobre el pavimento, entre esos mismos pe- destales; otros sobre un zócalo común que ocupa toda la longitud del salón, junto al muro que se halla frente á lá puerta de entrada, y, finalmente, otros 1 Las dos piedras, 2 Anales del Museo, tomo 11. Antonio Alzate. 1 111 COL LIEIILLIIINDIILILIIDELSIDIIEEIIAIIOIIDIDIELIZI0CIIIISOII0EID III I LIL LIIIIAIOID$Y ejemplares encuéntranse distribuídos en las paredes, sostenidos por ménsulas de madera, como á unos tres metros del suelo. Muchos son dignos de llamar la atención, y de hacer sobre ellos prolijo estudio; pero la índole de estas líneas y su necesaria estrechez, me obligan á no extenderme más en el asunto, que es tan sólo una breve ampliación á lo que acerca de nuestro Museo queda dicho en el cuerpo de mis apuntes. Sin embargo, no pasaré inadvertido, principalmente, decir unas cuantas palabras respecto de los discos del juego de pelota, celebradísimo entre los antiguos mexicanos, y al cual tanta afición tenían. Son estos discos unos verdaderos anillos de piedra, como de un metro po- co menos, por término medio, de diámetro. Algunos se hallan curiosamente esculpidos, y otros son lisos. El Padre Clavijero en su Historia antigua de México, libro VI, nos ha conservado la descripción de estos famosos juegos, que los relata de la manera siguiente: “Entre los juegos particulares de los mexicanos — dice —el más común y apreciado era el de la pelota. El lugar en que se jugaba se llamaba Tlachco. La pelota era de hule ó de resina elástica. ” “Sugaban partidos de dos contra dos ó tres contra tres. Los jugadores iban enteramente desnudos, sin otro abrigo que el maxtlatl ó faja larga para cubrirse. Era condición esencial del juego no tocar la pelota sino con la co- yuntura de los muslos, ó del brazo, ó del codo, y el que la tocaba con la ma- no, con el pie ó con cualquiera otra parte del cuerpo, perdía un punto. El jugador que arrojaba la pelota hasta el muro opuesto ó la hacía salir por sobre él, ganaba un punto. ” ““ Había en el espacio intermedio entre los jugadores dos grandes piedras semejantes en la figura á las nuestras de molino, cada una con un agujero en el medio un poco más grande que la pelota. El que hacía pasar ésta por el agujero, lo que sucedía raras veces, no solamente ganaba el partido, sino que por ley establecida en el juego, se hacía dueño de los vestidos de todos log que se hallaban presentes. ” “¿Tra tan apreciado este juego entre los mexicanos y las otras naciones de aquel reino, y era tan común como se puede inferir del número sorprendente de pelotas que cada año pagaban como tributo á la corona de México, Toch- tepec, Otatitlán y otros lugares, el cual no bajaba de diez y seis mil. Los mis- mos reyes jugaban frecuentemente y se desafiaban, como hicieron Moteczu- ma II y Nezahualpilli. ” 112 Memorias de la Sociedad Científica VOODIPIIIOIIDIODILIIOIIIOIOILI0OIOIIOOIIIIIIIIILILEIIICIDLILDILILLIIIIILILIIIILILNILIIINIDIANS Existen también dos lápidas con inscripciones modernas: la primera es la citada en la página 198, tomo 1V, y cuya leyenda aparece inserta en aquel lugar; la segunda, que á mi vuelta de Europa me encontré en el salón, es la citada también en la página 212 aun cuando la división de la leyenda no la co- pié con exactitud, por las razones alli expuestas. Tal como debe ser la ins- cripción podrá verla transcrita el lector en este mismo volumen, y en sus Adiciones y enmiendas. Estas piedras, como debe suponerse, están en el salón que nos ocupa, fuera de lugar. Propongo ya al Señor Director del Museo, formar una gale- ría lapidaria, poco á poco, con otras varias piedras epigráficas que nos iremos proporcionando, ya de los particulares, ya de los Ayuntamientos y personas encargadas de la custodia de monumentos y edificios nacionales. Para concluir esta larga nota, haré presente, que el número de ejempla- res grandes y pequeños que encierra este salón, pasa de trescientos, y cuyo catálogo razonado está en vía de publicarse. C (Pa, 258, TOMO V ). Como breve complemento á la parte histórica de nuestro Templo Metro- politano, daré al curioso lector, algunas noticias acerca de las solemnidades ó acontecimientos más culminantes que han tenido lugar en aquel sagrado re- cinto. Mas como mucho temo que las dimensiones de la presente nota resulten un tanto exageradas, por serfecunda y vasta la materia, sólo me ocuparé con cierta prolijidad, en los datos que merezcan ser tratados con extensión; así por ejemplo las solemnes festividades ú honras fúnebres habidas en estos úl- timos tiempos en la Catedral, y las cuales por su brillo extraordinario, por la singularidad de ellas, y por haberlas presenciado yo, de una vez quedarán aquí asentadas; prometiendo en ello, como hasta ahora en todo lo que he tenido por norma, la más absoluta veracidad, como testigo presencial. El tema de la nota que en estas líneas sa expone, es el que voy desarro- llando en una monografía especial, y hasta donde sea posible completa, de nuestra basílica, trabajo que preparo ya para darlo más tarde al público. "Antonio Alzate. 1 113 Grandes fueron muchas fiestas religiosas que con magnificencia y pompa se verificaron, durante el período colonial, en nuestra basílica, y después al surgir México entre las naciones libres, no fueron y han sido menos suntuosas no pocas y memorables funciones. El nacimiento de un príncipe, la jura de un rey, la muerte de su predece- sor, la entrada de los virreyes á la Metrópoli, la exaltación de los prelados á la sede arquiepiscopal de México; y más tarde los triunfos revolucionarios, etc., eran otros tantos motivos para que se engalanara el templo, se echaran á vuelo las campanas y se viese colmado de cuanto había de notable en la po- lítica, en la religión, en las ciencias y en las letras. Para que podamos formarnos siquiera una vaga idea de las funciones de mayor nombre, dividiré en tres partes esta nota: en la primera, daré rápida ojeada de lo culminante en el largo y monótono período de la dominación es- _pañola; en la segunda, veremos lo más notable verificado desde la Indepen- dencia hasta la caída del segundo Imperio, y en la tercera, que es la época contemporánea, y en la cual el que esto escribe puede contarse como testigo ocular, narraré lo que asimismo más culmine, hasta nuestros días (1893). I Todos los actos religiosos y oficios divinos que á la Catedral correspon- dían, verificáronse durante el siglo XVI en la basílica antigua; pues como ya se ha dicho, el año 1573 se puso la primera piedra de la Iglesia nueva, y hasta el 1623 se demolió la antigua y pasó el Sacramento á la Sacristía de la segunda. Una de las primeras funciones ó exequias, deben haber sido, 4 no dudarlo, y en lo que había de iglesia, las honras fúnebres hechas en honor de Hernán Cortés el año 1525, cuando los usurpadores del mando de la Colonia Chirino y Salazar, divulgaron la falsa nueva de la muerte del Conquistador; y hasta hubo sermón ó panegírico en semejante acto. > E X El año 1531 recibidas en México las cédulas respectivas para la solemne jura, en la Colonia, de la Reina Doña Juana, del Emperador Carlos V y del Memorias [1893-94], T. VII, 15 114 Memorias de la Sociedad Cientifica príncipe heredero, fijóse el día para el ceremonial, y, reunidos los individuos de la Audiencia, del Ayuntamiento, los tribunales y ““todos los caballeros que había en México, ” ordenadamente se dirigieron á la Catedral, en donde cantó la misa Don Fray Juan de Zumárraga; concluída la cual, tomó el prelado la eruz del altar, y acompañado de la misma comitiva, volvieron todos á desfilar en el propio orden, rumbo á la Plaza Mayor, en la que se levantó un tablado para verificar sobre él la jura de fidelidad y de lealtad á los monarcas. ES Digna de mención, no por su fausto sino por su relativa importancia, es una fiesta que el año 1546 se celebró en la Catedral, con asistencia del Virrey, Reuníase á la sazón en México, una especie de concilio provincial, con todos los obispos de las diócesis de la Colonia, para tratar de asuntos importantes para su gobierno eclesiástico. Don Antonio de Mendoza, que era el Virrey, húboles prevenido á los obispos, que se abstuvieran de hablar acerca de la es- clavitud de los indios, punto interesantísimo, y nada menos que el capital respecto del que, los prelados deseaban tratar. Corriendo los días, sucédese la festividad de que se ha hablado, y tócale predicar el sermón al obispo de Chiapas Fray Bartolomé de las Casas, escogiendo por tema aquellas palabras que Dios dirigió al pueblo escogido, manifestándole que “había provocado su ira por no querer oir su ley.” El orador supo explotar la materia, descendien- do al tema de “si era ó no lícita la esclavitud de los indios.” Parece enton- ces que el Virrey, convencido, y asimismo comprendiendo la gravedad del caso, cambió de opinión y dió su aquiescencia para que el punto fuese al fin tratado por los obispos. Eo El domingo 3 de Junio de 1548, infraoctava de Corpus, divulgábase por la ciudad de México la infausta muerte del virtuoso Obispo y Arzobispo Don Fr. Juan de Zumárraga. No fue poco el sentimiento, que hizo presa de todos los ánimos, por tan tremenda desgracia, y al cadáver del señor obispo tribu- táronsele todos los honores debidos. Por primera vez se celebraban con toda majestad, honras fúnebres en Catedral, por el alma de su Metropolitano, y á ellas concurrió el Virrey, en “hábito de duelo,”1 por pérdida tan irrepara- ble. Los restos fueron inhumados en la Catedral misma, “á la puerta del sa- grario, junto al altar mayor, al lado del Evangelio. Los restos sufrieron des- 1 Herrera, Déc, 8. u Antonio Alzate. n 115 AAA ADD RADIO DADDODODIPADDODD DDN DDD ADIDAS pués diversas translaciones, y hoy descansan en la capilla de San Pedro, en la Catedral, en el sitio que marca una lápida, en el muro.”! * X * En 5 de Abril de 1557, tuvo noticia el ayuntamiento de la ciudad de la abdicación de Carlos V, legando el trono de España á su hiju Felipe II. Re- cibida oficialmente la nueva por el gobierno de la Colonia, el Virrey Don Luis de Velasco se apercibió á hacer la jura solemne del nuevo soberano, y, al efec- to, el domingo 6 de Julio '*se llevó á caballo con noble acompañamiento, el real pendon de las casas de Cabildo, á la Catedral, en donde cantó misa Fr. Alonso de Montúfar, y bendijo el estandarte; Juego en la misma forma vol- vieron á la plaza, llevando el estandarte el alférez real Don Luis de Castilla.” X kk *X El 30 de Junio de 1566, hubo de presenciar la Catedral, la ceremonia del fastuosísimo bautizo de los mellizos de Don Martín Cortés, marqués del Va- lle, cuya preponderancia en la Colonia fue causa de terrible escándalo, como bien sabido es. Fueron padrinos, Don Luis de Castilla y su mujer Doña Juana de Sosa, y llevaron á. los niños á la iglesia Don Carlos de Zúniga y Don Pedro de Lu- na, bautizándoles el dean de la Catedral Don Alonso Chico de Molina, “Des- de la casa del marqués—nos dicen los cronistas de tales sucesos —hasta la puerta de la Catedral, púsose un ancho tablado, alto del suelo á la estatura de un hombre, con cariosas y ricas colgaduras y tapices para el paso de los padrinos y la comitiva, y adornaron á los lados del principal tablado, otros con banderas y enramadas los indios vasallos de Cortés.” Hubo, con tal mo- tivo, en la ciudad, salvas de artillería, torneo, un convite al pueblo, una cace- ría en la placeta llamada del marqués, frente á su casa; juegos, iluminaciones, serenatas, cabalgatas con antorcha (las encamisadas, como se llamaban), y cuanto fue menester á realzar la riqueza, y el poder del marqués, y que tan caro había de costarle. Ej Establecido el Tribunal de la Inquisición en España, 'el monarca trató de que en las colonias quedara asimismo fundado, para lo cual llegó 4 México el 1 García Icazbalceta, Don Fray Juan de Zumárraga, pág..195.— Véase el artículo res- pectivo en estos Apuntes. 116 Memorias do la Sociedad Cientifica año 1571, el Dr. D. Pedro Moya de Contreras, como inquisidor mayor de Nue- va España, y comisionado para establecer en ella el mencionado Tribunal, con amplias instrucciones del soberano y del Consejo de la Inquisición. Presentóse el Sr. Moya al Virrey D. Martín Enríquez y ála Audiencia el mes de Octubre de ese año, y conforme á su instrucción hizo publicar un pre- gón solemne que decía: 1 “Sepan todos los vecinos y moradores de esta ciudad de México y sus comarcas como el Sr. Dr. Moya de Contreras, Inquisidor Apostólico de todos los reynos de la Nueva España, manda que todas, y cualesquier persona, assí hombres como mujeres de cualquier calidad, y condición que sea de doce años arriba vayan el domingo primero que viene, que se contarán cuatro de este presente mes de Noviembre, á la Iglesia mayor desta ciudad á oyr misa, Ser- món y Juramento de la fee que en ella se ha de hacer y publicar, so pena de excomunión mayor. Mándase pregonar públicamente para que vengaá noticia de todos.” Tan tremendo aviso pregonóse siete veces en plazas y calles principales de la ciudad, el 2 de Noviembre, por la tarde, con gran solemnidad y acom- pañamiento numeroso de todas las clases sociales “atraídas por la novedad y por el ruido que causaban las trompetas, chirimías, sacabuches, y atabales que tocaban muchas de las personas que seguían á la comitiva,” para dar ma- yor lucimiento al acto. ? El día señalado para la lectura de las instrucciones y juramentos, “salió de las casas destinadas á la Inquisición el Dr. Moya de Contreras, llevando á su derecha al Virrey Enríquez y á su izquierda al oidor Villalobos, que era entonces el decano de la Audiencia. Delante del inquisidor iban los oidores Puga y Villanueva, conduciendo al licenciado Alonso Hernández de Bonilla, promotor fiscal del Santo Oficio que llevaba el estandarte de la fe. Pedro de los Ríos, secretario, el alguacil mayor Verdugo de Bazán, y el receptor Arria- ran, caminaban entre los regidores de la ciudad, precedidos de los maceros, y abrían la marcha los doctores y demás individuos de la Universidad, cuyos bedeles iban al frente de la solemne procesión. Al llegar la comitiva cerca de la Catedral, salieron á encontrar al Dr. Moya de Contreras con cruz alta, fue- ra ya de la puerta del templo, el cabildo eclesiástico y las tres órdenes de San Francisco, Santo Domingo y San Agustín, ” ““Entraron todos reunidos — prosigue la crónica —en la iglesia, colocóse 1 Autos que se leyeron y hicieron en la Iglesia Mayor de esta Ciudad de México el día que en ella fue jurado y recibido el Santo oficio de la Inquisición de esta Nueva España á 4 de no- viembre de 1571 años, Ms, original que existe en poder del Sr. General D. Vicente Riva Pala- cio.— México á través de los siglos, YI, pág. 481 y siguientes. 2 Autos citados, en el lugar indicado, de donde se toma toda esta relación. 1 Antonio Alzate. 1 117 LDLILIDIOILILILIIIIIDII0OIIILLLINIA el inquisidor en el lado derecho, y junto á las gradas del altar, en un sillón el licenciado Bonilla con el estandarte de la fe, que era de damasco carmesí con una cruz de plata dorada, y se comenzó á decir la misa mayor, durante la cual, después del sermón que predicó fray Bartolomé de Ledesma, y antes de alzar- se la hostia, subió al púlpito el secretario Pedro de los Ríos y dió principio á la lectura por la provisión de Felipe II para que se dieran al Santo Oficio “el auxilio y favor del brazo real, ” después las notificaciones de esas Cédulas al virrey, audiencia, cabildos eclesiástico y secular y al gobernador de la mi- tra. Leyóse en seguida el título de Inquisidor de D. Pedro Moya de Contreras, el juramento que éste había prestado ante el promotor fiscal licenciado Bonilla, en México, la tarde del 26 de Octubre, prometiendo usar fiel y rectamente de su oficio y guardar el secreto requerido en aquel tribunal, y luego las noti- ficaciones de ese título.” ““Procedióse acto continuo 4 la ceremonia del juramento. Leyó Pedro de los Ríos el edicto, por el cual el Dr. Pedro Moya de Contreras mandaba que todos los presentes jurasen no admitir ni consentir entre sí herejes, sino de- nunciarlos al Santo Oficio, presentando á éste todo el favor y ayuda que pi- diese y fuese menester, el cual edicto terminaba con estas palabras: ““digan “todos ansílo prometemos y juramos, si ansí lo hiciéredes Dios nuestro Señor, “cuya es esta causa, os ayude en este mundo en el cuerpo y en el otro en el “alma donde más habeis de durar, y silo contrario hiciéredes, lo que Dios “(no quisiera, él os lo demande mal y caramente, como á reveldes que á sabien- “¿das juran su Santo nombre en vano y digan todos, Amén.” “¿Cuando el secretario leyó la fórmula del juramento, todo el pueblo, que llenaba completamente las naves de laiglesia, hombres, mujeres y niños levan- taron la mano derecha y gritaron en coro: “sí juro.” Entonces bajó del púl- pito Pedro de los Ríos, y llegóse á una mesa cubierta de terciopelo carmesí, que estaba entre los asientos del virrey y el inquisidor, y encima de la cual había un misal abierto en los evangelios y una cruz de plata. Acercóse allí el licenciado Bonilla con el estandarte de la fe. El virrey, poniéndose en pie y colocando su mano derecha sobre los evangelios, escuchó la fórmula que leía el secretario, diciendo: ““Juraá Dios todopoderoso, y á Santa María su Madre, * “y ¿la señal de la cruz y Santos evangelios, como bueno y fiel cristiano de ser ““ahora y siempre en favor, ayuda y defensión de nuestra santa fe católica, ““y de la Santa Inquisición, oficiales y ministros de ella y de la favorecer y ““ayudar, y de guardar y hacer guardar sus esempciones, é inmunidades, e de “(no encubrir á los herejes, enemigos della, e de los perseguir y denunciar á “los Señores Inquisidores que son ó fueren de aquí adelante, y de tener y cum- ““plir y hacer que se cumpla todo lo contenido en el dicho edicto de juramen- ““to según en él se contiene.” 118 Memorias de la Sociedad Cientifica “Sí juro,” contestó el virrey, y el secretario tomó en seguida el mismo juramento á los oidores y á los regidores, que los presentaron también en nombre de la ciudad. ” ““Publicóse después solemnemente el edicto general de gracia. Conforme á lo prevenido en la tercera de las Instrucciones del Oficio de la Santa Inquisición . hechas por fray Tomás de Torquemada, al establecerse en una provincia ó ciu- dad el tribunal de la fe, debía de publicarse por los inquisidores el día del juramento y en el mismo acto un edicto dando ““un término de gracia con “treinta ó cuarenta días, como más vieren, para que todas las personas, así ““omes como mujeres, que se hallen culpados en cualquier pecado de herejía, “$ de apostasía, ó de guardar ó hacer los ricctos y cerimonias de los judíos, ó ““otros cualesquier que sean contrarios á la religión cristiana: que vengan á “manifestar sus errores ante ellos durante el dicho término; y hasta en fin ““dél, asegurando que todos aquellos que vernán con buena contricion y arre- ““pentimiento á manifestar sus errores y todo lo que saben enteramente y se “les acordare cerca del dicho delito así de sí mesmos como de otras cuales- “quier personas que hayan caído en el dicho error serán recebidas caritativa- “¿mente queriendo adjurar los dichos errores. E l-s serán dadas penitencias “Saludables á sus ánimas e que no recebirán pena de muerte ni cárcel perpé- ““tua y que sus bienes no serán tomados ni ocupados por los delictos que assí ““confesasen. ” ““Arreglándose á esta instrucción publicó su largo edicto D. Pedro Mo- ya de Contreras, pero no concedió en él treinta ni cuarenta días, como pre- vino Torquemada, sino sólo seis, y esto bajo pena de excomunión mayor, pormenorizando los delitos y casos de denuncia, y prohibiendo á los confesores absolver á penitente que sabedor de algo de aquello no lo hubiera comunica- do al Santo Oficio. Con esta lectura terminó la ceremonia y quedó estableci- da la Inquisición en Nueva España el día 4 de Noviembre de 1571.” No asistió á la solemnidad de que se rodeó en esta vez aquel célebre Tri- bunal, el Arzobispo Don Fr. Alonso de Montúfar, por habérselo impedido sus males y su edad avanzada. Dos años más tarde, en 1573, y como ya se ha indicado en la reseña his- tórica, púsose la primera piedra del templo nuevo, que se hacía indispensable por la estrechez de la Catedral antigua, y por la importancia que la Capital iba alcanzando. Mientras tanto, en la vieja iglesia seguíanse celebrando los oficios divinos y todas las festividades necesarias, con las presencias de los ar- zobispos ó de los gobernantes de Nueva España. o A "Antonio Alzate. n 119 DS Recuérdase en las crónicas de la época, la entrada brillante y fastuosa á la Capital de la Colonia, del virrey Don Luis de Velasco, verificada en la tar- de del 25 de Enero de 1590. Parece que en el siglo XVI fue una de las recep- ciones más solemnes y poco vistas en México, entrando Velasco 4 la Ciudad con toda pompa, concurriendo luego á la Catedral donde fue recibido por el Cabildo con el ceremonial de estilo,! pasando luego á su palacio. * * * Á principios del año 1599 los bajeles procedentes de España trajeron des- pachos para el Virrey, noticiando la muerte de Felipe 11 acaecida en el Real sitio del Escorial, en 13 de Septiembre de 1598; y además la nueva de que el trono lo ocupaba ya el vástago de aquel monarca, Felipe 1IL. Con tal motivo, mandáronse publicar los lutos respectivos; vistióse de negro la basílica metropolitana, y después de ello se procedió á la Jura del nuevo soberano. Grande acontecimiento era éste que conmovía á la pacífica y opulenta Ca- pital de Nueva España; aderezándose con lujo sus más ricos moradores, col- mándose de gente el templo máximo, y permitiéndose por ende, el desborda- miento del júbilo del pueblo que desde tan remotas tierras aclamaba al nuevo Rey. : En efecto, reuníanse, una vez recibida en México la Real Cédula, todos los tribunales en Palacio, menos el Ayuntamiento que desde las Casas de Ca- bildo venía á caballo.? “Luego que llegaba al patio, subía para acompañar al Virrey, Real Audiencia y tribunales, con el objeto de conducirlos á un ta- blado que se levantaba hacia el Norte, cerca de la puerta del Palacio, y en el que podían verse: el retrato del Rey que se iba á jurar, cubierto con una cor- tina de tela que bajo un elegante dosel de terciopelo, lo mismo que el Sillón de $. E. el Virrey, “con Telliz y Cogín, en uno y otro lado sillas de los Oy- “dores, Alcaldes del Crimen y demás Tribunales; á la derecha las Bancas de “la Nobilísima Ciudad, á la izquierda la de los Escribanos de Cámara, y de- ““trás de ella la de los Gobernadores primorosamente compuestos en su traje *“*propio, y el resto de sus Repúblicas se está parado en las escaleras del re» ““ferido tablado. ” 1 Sedano, Voticias de México. 2 México Viejo, por Luis González Obregón. —Véase el capítulo La jura del Rey. 120 Memorias de la Sociedad Científica “Acto continuo —añade el eronista—todos ocupaban sus respectivos asientos, y el Corregidor solicitaba la vénia del Virrey para ir por el Alférez, que había de traer el Estandarte Real, acompañándole el Ayuntamiento, cu- yos regidores, una vez concedido el permiso, montaban de nuevo á caballo, y volvían presto con el dicho Alférez á la cabeza, y junto con ellos, todos los individuos de la nobleza, ricamente vestidos. ““Colocábase el Estandarte en un pedestal de plata frente al Virrey; for- maba la infantería hacia la parte del Poniente, y estando.en las esquinas cua- tro reyes de armas, el mismo Virrey empuñaba el pendón Real, daba algunos pasos fuera de su asiento hasta cerca de la escalera, y tremolando el Estan- darte, con voz clara y sonora y con la atención de todo el concurso, decía por tres veces: —*'*¡ Castilla! ¡ Nueva España! ¡Por la Católica Majestad del Rey Nues- tro Señor D. N., Rey de Castilla y da León, que Dios Gba muchos años! se poa los tribunales respondían : — ¡Amén! “Y todo el pueblo reunido en la plaza, como si fuera una sola voz, añadía : — ¡ Viva el Rey! ¡ Viva el Rey! ““Al mismo tiempo se escuchaban las descargas de la artillería, los repi- ques de la Catedral y de todas las iglesias, que con sus lenguas de bronce y echadas á vuelo; proclamaban también al nuevo soberano. “A continuación se arrojaban monedas al pueblo, y el Alférez Real pu- blicaba la misma proclamación, tanto hacia la derecha como hacia la izquier- da del tablado, y por último se descubría el retrato del Rey. “Con parecidas ceremonias se repetía igual proclamación frente al Pala- cio Arzobispal y delante de las Casas de Cabildo, done quedaba expuesto el Pendón por tres días y custodiado por los cuatro reyes de armas. ““La tropa desfilaba en seguida delante del Virrey y había iluminación y fuegos artificiales por tres noches. “*El segundo día de la proclamación, se celebraba función de gracias en la Catedral, con Misa Pontifical y sermón á la que asistían el Virrey, los oi- dores y los miembros de los diversos tribunales. ' “En fin, el tercer día de las fiestas, iban: el venerable Cabildo eclesiás- “tico y después el Arzobispo, á cumplimentar á $S. E. y á felicitar la Jura ““de S. M. y durante este tiempo se repicaba con las esquilas de Catedral, é ““igual demostración se hacía en la tarde por el Cabildo de la Insigne y Real “Colegiata de Guadalupe. ”1 1 González Obregón, México Viejo (ubi supra), Montemayor y Beleña, Autos Acorda- dos, tomo 1, nota TIT, 1" Antonio Alzate. 1 121 Once fueron los monarcas de España que se juraron en México, durante el larguísimo período de la dominación ; y que representaron los Virreyes en la Capital de la Colonia, con tanto fausto y esplendor. Empieza la serie, como se ha dicho, el Emperador Carlos V, jurado á la llegada de la Segunda Audiencia; síguele después su hijo el Rey Felipe II, que empuña el cetro á la abdicación de su padre, desde el año 1556, hasta sú muerte acaecida, como ya se indicó en 13 de Septiembre de 1598, en que le sucede en el trono Felipe III. El año 1621, tiénese noticia en la Colonia, del fallecimiento de aquel Rey, y al propio tiempo se reciben los despachos para que con toda solemnidad y después de publicados los lutos por el Rey difun- to, se jure al nuevo, que bajo el nombre de Felipe IV ciñe la corona. En 1666, vuelve á enlutarse la Colonia por la muerte de Felipe IV; asume en Es- paña la Regencia el gobierno, durante la menor edad de Carlos 11 jurado soberano; y al rayar el siglo XVI1I, la Reina Doña Mariana de Neubourg, participa al Virrey de México la nueva de la muerte de Carlos II, Pa En ese mismo año 1700, es jurado Rey Felipe V; quien en 1724 partici- pa haber abdicado la corona en favor de su hijo Luis Í, cuya jura, con la so- lemnidad acostumbrada se hace. Poco fue el tiempo que el joven monarca ocupó el trono; la muerte le sorprendió á los cuatro meses de reinado; por lo cual, vuelve Felipe V al trono, y vuélvese en 1725 á jurar en Nueva Es- paña; habiendo gobernado hasta 1746; en el cual año el Virrey Conde de Re- villagigedo publica la muerte del soberano, y ordena la jura del nuevo Rey Fernando VI. Muere Fernando VI en 1759; es jurado Carlos ITT, pero hasta el año 1761, por haberse transferido aquella solemnidad. Carlos 111 murió en 1788, heredando el trono Carlos IV hasta el año 1808, en que, sabidas todas aquellas históricas escenas, abdicó en favor de su hijo Fernando VIT. El gobierno virreinal en México, carcomido y débil se aperci- bía para su caída; y en 13 de Agosto de 1808, aniversario de la entrada á Méxi- co del ejército español (¡rara coincidencia!), la Ciudad celebró con grande regocijo la última jura del soberano de España. * K »* Con no menor pompa, y si se quiere, con grandeza, eran recibidos en Mé- xico los virreyes y los arzobispos; y siempre la misa solemne, el sermón en Memorias [1893-94], T. VII, 16 122 Memorias de la Sociedad Científica VISADO Catedral, los repiques á vuelo, las salvas de artillería, la asistencia á las ce- remonias de todas las autoridades, y tribunales, y personajes, era todo ya de cartabón, y sujeto á prescripciones y á reglas. Los virreyes, como representantes natos del monarca y los arzobispos con su grande influencia espiritual, y como la primera autoridad eclesiástica de la Colonia, tendían siempre á rivalizar en fausto y poderío; de donde resulta- ba de continuo el choque brusco entre ambas potestades, y los no pocos es- cándalos que, al calor de la lucha, surgieron, con no poca mengua del decoro de la autoridad, y de la severa disciplina que el gobierno de la Colonia exi- gía para poner coto á tanto abuso y á tanta desvergúenza de los que venían á Nueva España en busca de mejor fortuna. La recepción correspondía á los honores tributados al cadáver del virrey ó al del arzobispo, cuando estos personajes fallecían en la Colonia, y en el ejercicio de su alto ministerio. Empero, de los catorce virreyes (veremos seguidamente el funeral de los prelados ), que al frente del gobierno, murieron en México, sólo cuatro, que yo sepa, tuvieron sus exequias en el recinto de la Catedral, en donde se les dió sepultura, y estos fueron: el Arzobispo- Virrey Don Fr. García Gue- rra; cuya muerte acaeció en 22 de Febrero de 1612; Don Pedro Nuño de Colón, Duque de Veragua, que falleció en 13 de Diciembre de 1673; el Arzobispo Don Alonso Núñez de Haro y Peralta, muerto en 26 de Mayo de 1800 y el último enviado del soberano, Don Juan O” Donojú, á quien sorpendió la muerte en 8 de Octubre de 1821, consumada ya la Independencia. ! * e . Suntuosos eran asimismo, los funerales de los Arzobispos, y como dos de los prelados que acaban de mencionarse tuvieron el doble carácter de vi- rreyes, diré algo acerca de todo el ceremonial, que en tales circunstancias so- lemnes se llevaba á cabo. De los treinta y cuatro ilustrísimos Prelados (sin contar el actual) que se mencionan en el catálogo de los Arzobispos de México, sólo 15 murieron en el seno de su Arquidiócesis; los cuales son los siguientes : 1 A Don Luis de Velasco [29], que murió en 31 de Julio de 1564, se le sepultó en Santo Do- mingo; al Conde de la Coruña [19 Junio 1582], en San Francisco; á Don Marcos de Torres y Rueda [22 Abril 1649] en San Agustín; al Duque de Linares [3 Junio 1717], en San Sebastián; al Marqués de Casafuerte [17 Marzo 1734] en San Cosme; al Duque de la Conquista [22 Agos- to 1741], en Santo Domingo, y después se transladaron sus restos á la Piedad; al Marqués de las Amarilals [5 Enero 1760], en Santo Domingo; á Don Antonio Maria de Bucareli [9 Abril 1779], en la Colegiata de la Villa de Guadalupe; á Don Matías de Gálvez [3 Noviembre 1784), en San Feinando; á Don Bernardo de Gálvez [30 Noviembre 1786], también en San Fernando. ¡Antonio Alzate. 1 123 Ilmo. Sr. D. Fr. Juan de Zumárraga, ya citado anteriormente. Ilmo. Sr. D. Fr. García de Santa María Mendoza, Jerónimo (52 Prela- do); falleció en Octubre de 1606. Ilmo. Sr. D. Fr. García Guerra (62), de la Orden de Predicadores, y asimismo ya citado. Timo. Sr. D. Juan de Mañozca y Zamora (122); murió el 12 de Di- ciembre de 1650. Ilmo. Sr. Dr. D. Alonso de Cuevas y Dávalos, primer Arzobispo de patria mexicana, y décimosexto en el orden cronológico; falleció el 2 de Sep- tiembre de 1665. Ilmo. Sr. Dr. D. Fr. Marcos Ramírez de Prado, franciscano; murió en 11 de Mayo de 1667. Ilmo. Sr. Dr. D; Francisco de Aguiar y Seijas (209); murió el 14 de Oc- tubre de 1698. Ilmo. Sr. Dr. D. Juan Ortega Montañez (219); murió el 16 de Diciem- bre de 1708. Ilmo. Sr. Dr. y Maestro D. Fr. José Lanciego y Eguilaz, de la orden de San Benito (229); falleció el 25 de Enero de 1728. Ilmo. Sr. Dr. D. Juan Antonio de Vizarrón y Eguiarreta (259); falleció el 25 de Enero de 1747. Ilmo. Sr. Dr. D. Manuel Rubio y Salinas (26?); murió el 3 de Julio de 1765. Ilmo. Sr. Dr. D. Alonso Núñez de Haro y Peralta (289), ya mencionado. Ilmo. Sr. Dr. D. Francisco Javier de Lizana y Beaumont (299); falleció el 6 de Marzo de 1811. Ilmo, Sr. Dr. D. Manuel Posada y Garduño (322); el primer Arzobispo mexicano después de la Independencia; falleció á 30 de Abril de 1846. Ilmo. Sr. Dr. D. Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos (349); murió en la hacienda de Oacalco, distrito de Yautepec, Estado de Morelos, el 4 de Febrero de 1891. Sus funerales se describen en la parte III de la presente nota. El Ilmo. Sr. Dr. D, Feliciano de la Vega, fue promovido al Arzobispa- do de México en 9 de Marzo de 1639, para cubrir la vacante que dejó en 20 de Julio de 1636, el Sr. Dr. D. Francisco Verdugo (9?); pero le sorprendió la muerte en Mazatlán, y sus restos fueron traídos á la Capital por el Ilmo. Sr. D. Juan de Palafox.! 1 Breve relación de las solemnífsimas exequias que en la Santa Iglesia Metropolitana del Ar- zobispado de México se hicieron en la translación y entierro del V. cuerpo del Ilustrísimo Sr. D. Feliciano de la Vega, etc., etc. — Impresa en la casa de Ivan Ruyz, año 1642.—1 vol. 49 Breve suma de la muerte y entierro del Sr. D. Feliciano de la Vega, Arzobispo de México, en Octavas, por Ambrosio de Solíz, Vezino della. — En la misma imprenta, año 1643. 124 Memorias de la Sociedad Oientífica El ceremonial que precedía y seguía á la muerte de los Metropolitanos de México, fue por regla general, siempre el mismo; y lo encontramos pro- lijamente descrito en varias de las crónicas impresas y manuscritas que nos han quedado para perpetuo recuerdo ; advirtiendo que de muchos entierros ni noticia, al menos que yo sepa, hay de su solemnidad. Poco es, por ejemplo, lo que pudo antes decirse de las. exequias del Sr. Zumárraga, y toda la crónica se reduce á decir que el Prelado fue sentidísi- mo; que ““á sus funerales concurrieron el Virrey y la Audiencia, y que se le dió al cadáver sepultura en la vieja Catedral.” * Nada tampoco puede relatarse del entierro del Ilmo. Sr. Santa María de Mendoza, y si acaso existe alguna relación, probable es que se halle inédita. Respecto de los funerales de los demás Arzobispos, comenzamos á tener alguna constancia, empezando por los del Sr. Dr. D. Fray García Guerra. ? Pasemos ahora á describir á grandes rasgos, el ceremonial que se emplea- ba, por ser un tanto curioso, dirigido por el Cabildo Metropolitano, antes y después de la muerte de los Arzobispos. . Tan luego como se sabía la enfermedad grave del Prelado, mandábanse hacer por el Cabildo rogativas, haciéndose señal de oración pública por me- dio del clamoreo melancólico de las campanas. Cuando se administraba el Viático al enfermo, se llevaba solemnísimamente del Sagrario al Palacio Ar- zobispal; acompañábanle el Cabildo, numeroso concurso de gente con hachas encendidas, y aun el mismo Virrey, á quien se daba oportuno aviso. Así por ejemplo, al enfermarse el Sr. Cuevas y Dávalos, el piadoso Mar- qués de Mancera D. Antonio Sebastián de Toledo, que 4la sazón tenía á su cargo el gobierno de la nueva España, se apresuró á ir al Palacio del Arzo- bispo á informarse personalmente de la salud del Pastor; “llegado, puesto de rodillas con mucha ternura, llamándole Padre suyo, demostrando en los ojos la pena que su corazón sentía, dijo que á faltar á esta Ciudad su Ilma., era hacerla Dios un castigo; pues las virtudes de los justos que nos acompa- ñan son inexpugnables presidios que defienden. El Virrey salió á acompañar el Viático, encontrándole en el camino y volvió acompañándole al Sagrario, procesionalmente.”3 Otro tanto hizo el Virrey D. Joaquín de Montserrat, Marqués de Cruillas, cuando se hallaba á las puertas de la tumba el Sr. Ru- 1 García Icazbalceta, 1407 supra. 2 Segunda parte de la Prov.a de Santiago de México, orden de predicadores en la Nueva España. Por el P. Fr. Alonso Franco, Predicador General del Real convento de Santo Domin- go, de la insigne ciudad de México, etc..— Año 1645. —Cap. 39: De la muerte del Arzobispo Virrey y del entierro que se le hizo. —MS. en folio, perteneciente al Sr. D. José María de Ágreda. 3 Robles, Resguardo contra el olvido, en el breve compendio de la vida admirable y vir- tudes heroycas del Ilmo. Sr. Dr, D. Alonso de Cuevas Dávalos, — México, 1757. ' Antonio Alzate. ;: 125 bio y Salinas; saliendo con el Cabildo hasta la puerta de la calle del Palacio arquiepiscopal á acompañar al Santísimo, con hachas encendidas, y abriendo y cerrando el Virrey mismo la portezuela del coche en que iba el Sacra- mento.! Además de las rogativas, el Cabildo ordenaba que todos los sacerdotes, al celebrar la misa, recitaran las oraciones pro—infirmo, que prescribe el Ri- bual, sujetándose á las Rúbricas. El toque de rogativa se daba á las nueve de la mañana, antes de la misa mayor; 4 las doce después de la plegaria, y al anochecer al toque de Ave María, todos durante media hora. En los conven- tos é iglesias se exponía al Santísimo, y en algunos no sólo de día sino toda la noche. El Deán nombraba dos canónigos para que asistieran al Prelado y pro- veyeran en todo cuanto fuese necesario, así en lo espiritual como en lo tem- poral, Ellos se encargaban de que la familia del Arzobispo estuviese perfec- tamente asistida; y cumplimentaban y recibían á las visitas de distinción. Cuando el Sr. Rubio y Salinas se agravó, el Cabildo dispuso que todas las imágenes y reliquias de todas las iglesias y monasterios se llevaran al Pa- lacio, colocándolas en los dos oratorios que había, desde donde se lleyaron al enfermo para que las adorase y besase, No obstante el cuidado y esmero que tenían log dos canónigos nombra- dos para la asistencia del Arzobispo, los demás capitulares acostumbraban, durante el tiempo que les dejaban libres sus ocupaciones, no apartarse ni un punto de las piezas inmediatas á las del Prelado. Los de todas las religiones, los superiores de las Cofradías, Congregaciones y Hermandades, iban á apli- car al enfermo las indulgencias y absoluciones, según sus diversos privile- gios. Tan luego como el Arzobispo fallecía, entonábanse ante el cadáver los pri- meros responsos, recitándose las oraciones prescritas. Dábase aviso á los jue- ces y oficiales reales para la seguridad de los espolios del difunto, y al oidor decano de la Audiencia. Entretanto, los comisarios recogían del oficial ma- yor de la secretaría arzobispal los sellos del Prelado, entregándoselos al Se- cretario del Cabildo, mandando cerrar la oficina, los archivos, los tribunales, ete., proveyendo á la seguridad de la cárcel de la jurisdicción eclesiástica, Agimismo, dos canónigos en nombre del Cabildo pasaban aviso de la muerte del Arzobispo al Virrey, y tan luego como éstos salían del palacio del gober- nante, la campana mayor de Catedral comenzaba su lúgubre tañido, repitién- dolo cada cinco minutos en número de cien campanadas, anunciándose así que la Sede Arzobispal se hallaba vacante. Al concluir este toque, empezá- 1 Becerra Moreno, Relación del funeral, entierro y exequias del Ilmo. Sr, Dr. D, Ma- muel Rubio y Salinas, etc., etc.— Imp. del Colegio de San Ildefonso. México, 1766. 126 Memorias do la Sociedad Científica OPSLDILIDIIDIDILILIODIII0EOLIOIDIIIEIDIIDIDIIIEDEILDIDIIEIIICIIEIDIEDIILILIDIILILIIIIIID base el doble, al que correspondían todas las iglesias, suspendiéndose de tiem- po en tiempo. Pocas horas después de la muerte del Prelado, se entregaba el cuerpo con todas las formalidades usadas, á los médicos para que procedieran al em- balsamamiento, operación practicada, por regla general, en la noche. Con- cluída dicha operación, se aderezaba al cadáver, vistiéndole primero los ca- pellanes y familiares, con las ropas interiores hasta la sotana morada y el roquete: en seguida entraban los maestros de ceremonias con otros sacerdo- tes, quienes le ponían los más ricos ornamentos pontificales, de color mora- do, empezando por el ceñidor y siguiendo rigurosamente por el cuello, cáli- gas, amito, alba, cíngulo, dos tunicelas moradas, manípulo, estola, casulla, mitra, báculo, guantes, pectoral y anillo, tal como si fuese á celebrar. Ade- más, si el difunto había tenido el mando del gobierno civil, añadíansele las insignias respectivas, como luego diré. Las entrañas, el corazón, ete., se enterraban con la mayor solemnidad; y curioso es, entre otros ejemplos, recordar la inhumación de las entrañas del Sr. Rubio. Colocáronse en botes de plomo, cerrados y soldados; fueron éstos conducidos á la Catedral por dos clérigos, en una elegante carroza, rodeada por lacayos del difunto, con hachas encendidas; siguiéndoles coches con los capellanes, pajes, etc. En la puerta esperaba el cura más antiguo del Sagra- rio D. Juan de Hinestrosa, precedido de la eruz, y con todo el clero de la parroquia, quien las recibió y condujo á la capilla del Sagrario, donde se les cantó un responso; seguidamente, lleváronselas en procesión hasta la capilla del Santo Cristo, y allí se enterraron previo el oficio de sepultura; volvien- do la comitiva al palacio en el propio orden en que hubo salido. Los despojos pertenecientes al Sr. Haro y Peralta, se llevaron á diver- sos lugares: la lengua y parte de las entrañas 4 Santa Teresa la antigua; el corazón, 4 las Capuchinas de la Villa de Guadalupe, y los ojos y el resto de las entrañas al colegio de San Miguel de Belén. Las entrañas del Sr. Po- sada, descansan: uua parte en la iglesia de la Antigua Enseñanza y otra en Jesús María, y la lengua en la Colegiata de Guadalupe, junto al altar mayor del lado del Evangelio. Es probable que en estos últimos tiempos en que se han emprendido la reforma y obras de aquel santuario, los despojos mencio- nados hayan sufrido algún cambio de lugar. Hasta hoy, lo ignoro. Al mismo tiempo que se hacía todo lo que acaba de decirse, el Salón prin- cipal del Palacio se adornaba conforme al ceremonial prescrito, tapizándose las paredes con colgaduras de terciopelo carmesí con fleco de oro, y el pavi- mento se cubría con las mejores alfombras; en el centro se levantaba una tarima, sobre la cual se armaba una cama de madera de tapincerán, de di- mensiones prescritas también y con colgaduras de terciopelo. Según el Sr. Antonio Alzate. 1 127 Ágreda, esa cama existía hasta hace pocos años en una de las bodegas de la Catedral, y no es difícil que se haya vendido por leña, como se hizo con la ma- yor parte del majestuoso monumento que se ponía la Semana Santa. Sobre la cama, se colocaba un paño de lama de oro con flores anteadas en fondo mo- rado, con borlas de seda y oro en las esquinas. En la cabecera, una almohada de la misma tela, y borlas, descansando sobre el lecho el cuerpo. Todo lo anteriormente descrito, y lo que después se hacía, estaba sujeto á lo prevenido en el Concilio tercero mexicano, en los Estatutos de la Cate- dral, y demás de la Provincia y en el Ceremonial de los Obispos. Dije antes, que cuando el Prelado había ejercido el mando del gobierno civil se añadían al cadáver las insignias del alto encargo del personaje. Así, al morir, por ejemplo el Sr. Haro, junto al báculo, formando cruz se colocó el bastón de mando; y para colocar el cuerpo, extendióse sobre la cama el manto de Caballero Gran Cruz de la Orden de Carlos III, á la cual perteneció dicho Arzobispo. Á la cabecera, se alzó riquísimo dosel formando trono, y á los piés se colocó en pedestal de plata la cruz arzobispal; un reclinatorio con cojín y sobre éste la mitra con que se había de enterrar el cadáver; y el ace- tre é hisopo para los responsos. En torno del lecho mortuorio, se colocaban grandes blandones de plata con gruesos cirios; convirtiéndose el salón en capilla ardiente. Una vez así dis- puesto todo, venía el Cabildo en procesión con toda solemnidad y grandeza; saliendo los capitulares con sobrepellices y capas de coro. Los capellanes con capas negras pluviales, de terciopelo con cenefas de oro, los mozos de coro, los ministros de la Iglesia, etc., precediendo la cruz, Al salir la proce- sión se dejaba escuchar el doble de las campanas : llegando á la Sala, cada quien se colocaba en su lugar de antemano destinado; la Capilla comenzaba el res- ponso ordinario y, concluído, volvían todos en el mismo orden al templo me- tropolitano. Á las tres de la tarde nuevamente el Cabildo iba al palacio á cantar ante el cadáver las vísperas del Oficio de difuntos. En la Sala se disponían convenientemente altares para que celebraran misas las órdenes religiosas, á quienes se daba aviso del día, hora y turno, en riguroso orden, por dos capellanes de coro. Al acabarse las misas se daba entrada franca al pueblo que acudía á besar la mano del difunto. El orden lo conservaban guardias enlutados colocados á ambos lados del cadáver, en las puertas, corredores y escaleras, hasta la puerta de la calle. La Guardia de Capitán General se montaba, cuando el Arzobispo había ocupado tan ele- vado puesto, como Virrey de Nueva España, como en el caso del Sr. Haro. * 1 Relación de la únebre ceremonia y exequias del Ilustrísimo y Excelentísimo Sr. Dr. D. Ildefonso Núñez de Haro y Peralta, etc.— Dispuesta por un Presbítero de este Arzobispado.— México, 1802. 128 Memorias de la Sociedad Científica Durante tres días, generalmente, se hacía la exposición del cuerpo muerto, Y las horas del entierro variaban según las circunstancias. Cuando los funerales estaban dispuestos, poníanse por las calles que re- corría la procesión, varias posas : era costumbre poner cinco distribuídas la primera en la esquina de Provincia (baluarte N O. del Palacio virreinal); la segunda en la esquina del Relox y Santa Teresa; la tercera en la esquina del estanco de Cordobanes; la cuarta en Santo Domingo, y la quinta junto á la acera delos Talabarteros ( Empedradillo ). Las posas eran piramidales, con corredores; adornadas de bayeta negra, y cuatro blandones. El Ayuntamiento, á un aviso del Cabildo eclesiástico quedaba encargado del aseo de las calles, y el Virrey de los honores militares que debían tribu- tarse al difunto. Con anticipación, el mismo Cabildo eclesiástico mandaba publicar un edicto, fijándolo en la Catedral y demás templos, ordenando al Clero secular y regular, á las parroquias, etc., la asistencia al entierro conforme á lo preve- nido en el Concilio, Estatutos y Ceremonial anteriormente citados. En forma de procesión comenzaba á desfilar la comitiva, desde el palacio arzobispal, caminando los colegios, seminarios, cofradías, hermandades, reli- giones, conforme á su categoría y antigiúedades; la Real y Pontificia Univer- sidad, en forma de claustro pleno, ostentando sus ínfulas é insignas corres- pondientes, los doétores, licenciados y bachilleres de las diversas facultades ; el Ayuntamiento, las autoridades civiles, la Audiencia y el Virrey. Tan luego como la procesión se ordenaba y todos los dolientes se halla- bah congregados én el Palacio arquiepiscopal, salía otra procesión de la Ca- _tedral por la puerta del Oriente (Seminario ), yendo á la cabeza la Archico- fradía del Santísimo, por lo común, y al último el Cabildo: los capitulares llevaban las cabezas cubiertas con el capuz sobre el bonete; y una vez llega- dos al palacio, se procedía al desfile general, presidiendo, como principal do- liente, el Deán, En ese momento el doble comenzaba; y el ataúd era sucesi- vamente cargádo, á tramos cortos por los diversos miembros de las corporacio- nes, disputándose todos semejante honor. Recorríase como se ha dicho, las calles del Arzobispado, Seminario, Pri- mera del Reloj, Cordobanes, Primera de Santo Domingo y Empedradillo á entrar por la puerta Occidental de la Catedral: allí, la Iglesiá enlutada, os- «tentando bajo la eúpula un túmulo más ó menos soberbio, hallábase dispuesto á recibir en su seño el cadáver de su ilustrísimo Prelado diocesono. Las altas dignidades tenían ya su lugar reservado; y después se daba principio á todas las ceremonias acostumbradas y prescritas, con misa solemne de cuerpo presente, responsos, etc., concluido todo lo cual, se verificaba la ''Antonio Alzate. 1 h 129 inhumación en uno de los sepulcros que existen en el presbiterio, * rezándose el oficio de sepultura y. acompañándose el acto de ceremonial riguroso. El escribano de la Audiencia, daba fe del entierro. Inmediatamente después de verificado lo anterior, el Crucero con el Se- cretario del Arzobispo, hacía entrega solemne de la Cruz Arzobispal, al Seore- tario del Cabildo ; quien, con todas las formalidades debidas, acompañado de acólitos con cirios encendidos, ponía la Cruz en medio de la Sala Capitular, en señal de que la jurisdicción del Prelado pasaba desde ese momento al Ca- bildo, Sede Vacante. Seguía después un novenario con misas y responsos, por el alma del di- funto Metropolitano; y pasando los primeros días del duelo, se reunía, como hasta ahora todavía se reune, el Cabildo, para nombrar de entre sus miem- bros un Vicario Capitular que gobernaba la Mitra, hasta que el nuevamente consagrado venía á ocupar su Sede. Pasado algún tiempo, se procedía á las honras fúnebres, en las que se pronunciaban oraciones latinas y castellanas, por los más afarmados oradores, muchos de los cuales discursos corren impresos. Para concluir esta parte, haré notar que los restos de los Arzobispos han sufrido algunas translaciones. Supongo, por datos más ó menos seguros, que existen aún en la Catedral, pero sin epitaño de ninguna especie, los restos de los Sres. Santa María de Mendoza, D. Fr. García Guerra, Mañozca, López Azcona, Lanciego, Vizarrón, Rubio y Salinas, Haro, Lizana, Cuevas Dáva- los, Vega y Posada. Los del Sr. Zumárraga, están, como se ha dicho, en la capilla de San Pedro,? los del Sr. Aguiar y Seijas, en la Capilla de San Fe- lipe de Jesús3 y los del Sr. Dr. D. Lázaro de la Garza que falleció en Barce- lona, desterrado de México, por los disturbios políticos, el 11 de Marzo de 1862, en la Capilla de la Purísima. * : La losa que cubría el sepulcro del Sr. Mañozca, es la misma que cierra hoy la entrada á la pequeña cripta del altar de los Reyes. * Aun cuando no murió en la Colonia el benemérito Arzobispo de México Fr. Payo de Rivera que había sido también Virrey de Nueva España, á su muerte acaecida el año 1684 se le hicieron en la Catedral solemnes fune- rales. 1 Estos, cubiertos con tapas de madera, pueden verse fácilmente el Jueves Santo, después de los oficios, cuando se desnudan los altares y se quitan las alfombras. 2 Véase el artículo respectivo. 3 Ídem ídem. 4 Ídem ídem. 5 Véase la nota ($). Memorias [1893-94], T. VII, 17 130 Memorias de la Sociedad Científica .o* En 1624 concluída y aderezada convenientemente la Sacristía Mayor de la nueva Iglesia Metropolitana, se pasó á ella el Sacramento. Derribado el antiguo templo, que hasta entonces había servido para la celebración de los oficios divinos, éstos comenzaron á tener lugar en la Iglesia moderna; aunque las inundaciones de la Ciudad impidieron la continuación rápida de las obras, especialmente la de 1629. Pero, pasando estos grandes contratiempos, y para mayor comodidad del público, de 1640 á 1642, techóse con madera! buena parte de la nave central, y, corriendo los años, el Templo Metropolitano pudo celebrar en 2 de Febrero de 1656 su primera y muy solemne dedicación. En efecto, el activo duque de Alburquerque, uno de los Virreyes á quien más debe nuestra Catedral, puso manos á la obra del Templo, con inusitado entusiasmo: la carpintería, la pintura, la parte arquitectónica de capillas, bó- vedas, columnas, puertas, ventanas y demás, el decorado, en fin, cuanto podía ponerse en juego, todo adelantaba á grandes pasos, y de esta suerte pudo prepararse la dedicación, que formó eco en los anales de nuestra Basílica, “¿Domingo 30 de Enero (1656) —dice un autor contemporáneo? —á las 5 horas de la tarde juntó el virrey al deán y cabildo de esta santa iglesia ca- tedral en ella, y fue él y la virreina, y su hija, y criados, y habiendo entrado cerraron todas las puertas, y en el cabildo les hizo el virrey una plática en- derezada á los vivos deseos que ha tenido de ver la iglesia en el estado que está, que era acabada, y que de toda ella se podían ya servir, que su asisten- cia manifestaba su grande amor, y que así, en nombre de S. M., les entrega- ba las llaves de ella como templo que era de ellos ya, y no de seglares. Aca- bado este acto, se fue él y la virreina é hija al presbiterio é hincándose de rodillas besó la primera grada con toda veneración y respeto, y quitándose la capa y espada, y ellas, cubriendo los tocados con unas tocas, subieron al presbiterio, y entre ellos tres lo barrieron todo por sus manos y sacudieron sus barandillas y cogieron la basura, y acabado este acto, no quiso recibir agua manos, sino sacudiéndose todos el polvo, que fue mucho, salieron de la iglesia y se entraron en sus carrozas y se fueron al palacio: al tiempo de reci- bir el deán las llaves de mano del virrey, repicaron en dicha iglesia. ” ¡Raro ejemplo de piedad aquel, dado por el noble gobernante, digno de imitarse siempre, y tan difícil é imposible verle en los tiempos actuales! Ya de antemano, y para el mayor lucimiento de la fiesta, había llamado el duque de Alburquerque á los prelados de las religiones de Santo Domingo, 1 Véase la Reseña histórica de la Catedral en estos Apuntes. 2 Guijo Diario de sucesos notabies. "Antonio Alzate... 131 3 CILOALOLIIO III PIIIIOLIIA San Francisco, San Agustín, el Carmen, la Merced, la Compañía de Jesús, San Diego, y San Juan de Dios, encomendando á cada uno de ellos un altar; otro tanto hizo con los alcaldes de corte, y el Virrey distribuyó los sitios en que habían de colocarse los altares, de esta suerte:! “4 los alcaldes de corte en - los portales de provincia, á la Merced en la boca de la calle del Reloj que va á Santa Teresa, á San Agustín, en la boca de la calle frente de las casas del marqués de Villamayor, á las monjas catarinas en la boca de la calle de su iglesia, á las de la Encarnación á la puerta de su iglesia nueva, á los domini- cos en la esquina de su plazuela, á los de San Diego en la calle de Santo Do- mingo, en frente de las casas del Dr, Andrés Gómez de Mora, á la Compañía de Jesús en la boca de la calle de Tacuba, á los carmelitas en la plazuela del Marqués, en la parte donde la iglesia recibe á los virreyes y Arzobispos, á los de San Francisco antes de llegar á la boca de la calle de Plateros, haciendo rostro para entrar la procesión al cementerio. De suerte que, desde provincia hasta la puerta de la Catedral, dando vuelta de la calle del Reloj, por la En- carnación á la boca de la calle de Santo Domingo, y vía recta por ella á la pla- za del Marqués hasta entrar en la Catedral, se pusieron once altares tan ricos y costosos, que gastaron más de quince días antes del 19 de Febrero, en su armazón y adorno, asistiendo por su persona los prelados, y guardándolos de noche sus religiosos por las muchas riquezas que ellos pusieron, poniendo sus patrones muy costosamente aderezados, con diferente traza y pensamiento ca- da uno, en que gastaron muchos ducados; asimismo se colgaron todas las calles rica y costosamente, en que se excedió á cuantas colgaduras y dedicaciones se han hecho desde que se descubrió la Nueva España.” El primero de Febrero se mandó publicar la dedicación de la iglesia, y procesión para esa misma tarde á las dos; y cuatro días antes se dió un pregón declarando por perdidos “la carroza, cochero y mulas, y el caballo y silla que en cualquier parte de dichas calles estuviese ó se parase, desde el 31 de Enero hasta el 3 de Febrero.” Cerráronse, pues, todas las bocacalles, de manera que sólo pudiese pasar una sola persona.? - Á la hora de la cita acudieron todas las religiones con su eruz, ciriales, diáconos y preste y las comunidades colocándose en el patio de la obra de la Catedral, porque la Iglesia no se abrió; y desde las dos hasta las tres, duró la distribución de los lugares respectivos; asistiendo también las Cofradías, cuyos oficiales iban vela en mano. Seguidamente se colocaron las órdenes de San Juan de Dios, de San Hipólito, la Compañía de Jesús, la orden de la Mer- ced, del Carmen, de San Agustín, de San Francisco, de San Diego y de Santo 1 Guijo, loc. cit. 2 Toda esta noticia está tomada del Día7zo de Guijo. %. 132 Memorias de la Sociedad Científica PVAINIOLIDIIIININ Domingo; el clero secular en número de más de ochocientos individuos, y junto á la cruz de Catedral la Archicofradía del Santísimo. Después los con- gregantes de San Pedro luciendo encima de los sobrepellices sus estolas en- carnadas, con el privilegio de cargar, además de la imagen de su Santo Patron, la de la Virgen de la Asunción, titular del Templo Metropolitano. Seguía el Cabildo eclesiástico, é interpolados treinta caballeros de las órdenes militares “que por cédula de S. M., ruega al Cabildo que, concurriendo con sus man- tos, se le den estos lugares.” Luego el deín, que lo era entonces el Dr. D. Alonso de Cuevas y Dávalos, más tarde Arzobispo de México, y el cual lleva- ba al Santísimo; detrás la Universidad, el Ayuntamiento, alcaldes ordinarios y corregidores; los tribunales todos, los ministros de la sala del crimen y la Audiencia; los alcaldes de corte, y finalmente, sw excelencia el Virrey D. Francisco Fernández de la Cueva, Duque de Alburquerque, acompañado de su corta familia. Estuvo cerrada la Catedral, hasta que el preste llegó con el Santísimo; abriéronse en el acto sus siete puertas, y se colocó en el sagrario el Sacramen- to. La música empezó los versículos correspondientes y dicha por el preste la oración, concluyóse aquel acto, cuando las sombras de la noche acababan de extender su negro manto sobre la pacífica Metrópoli de Nueva España. Quemáronse más tarde fuegos artificiales en señal de regocijo; la parte superior, torre y bóvedas de la Catedral (lo ya concluído ), se iluminó pro- fusamente, y toda la Ciudad también; y hubo danzas celebradas y gigantes. Al día siguiente, 2 de Febrero, en el que la Iglesia celebra la Purificación de Nuestra Señora, se abrieron al pueblo las puertas de la Basílica; y á las diez de la mañana fue el Virrey á pie, acompañado de la Universidad, de los regidores, tribunales, Audiencia y ministros, al Templo, en cuya puerta prin- cipal tenía preparado el Cabildo un sitial, cruz y ciriales, y esperaba allí el deán Dr. Cuevas Dávalos, con elegante capa. Llegado el gobernante, reci- biósele con repique á vuelo y con todo el ceremonial, se le condujo al interior, entonándose luego solemnísimo Te Deum. El Virrey, cuya fama de piadoso anteriormente ha quedado sentada, cuando se citó el hecho de haber en perso- na barrido el presbiterio, escuchó de rodillas el himno de San Agustín y San Ambrosio, no admitiendo para ello tapete y cojín alguno : postrado en el suelo, besó la primera grada de dicho presbiterio “con edificación de todo el pueblo,” y en seguida fuése al sitio que se le tenía reservado. | Se dió entonces principio á los oficios, repartiéndose la capilla en cuatro fracciones: una en el coro, otra en la capilla del Santo Cristo, la tercera en el altar de los Reyes, y la cuarta en la capilla de San Felipe de Jesús; todas cuatro con sendos órganos y ministriles. Bendijo el deán las velas en el altar principal, y sólo se tardó hora y cuarto para distribuirlas entre el numeroso "Antonio Alzate. 133 . LIIIILIDIII y asistente clero. Organizada la procesión, recorrió toda la Iglesia, haciendo estación en el altar del Perdón y seguidamente en el Sagrario. Revestidos de nuevo los altares, se descubrió al Divinísimo, é hízose señal de empezar la solemne misa. Curioso, extravagante y raro, por ser un caso quizá excepcional en el mundo, al menos que se sepa, es el que voy á relatar, y que llamó la atención de cuantos aquello presenciaron. Tan luego como la mencionada señal se hizo, las tres capillas y coro co- menzaron el Introito de la misa que á cada uno tocaba oficiar; y después fueron saliendo á los cuatro altares del Ciprés, cuatro prestes con sus ministros, ci- riales, incensarios, maestros de ceremonias y acólitos. Salió primero —- dice Guijo —D. Juan de Sobremonte, tesorero, y haciendo genuflexión al Santí- simo, le tocó el altar que mira á la capilla de San Felipe de Jesús; luego el Dr. D. Pedro de Barrientos, chantre, y fue al altar que mira á la capilla del Santo Cristo; al arcediano le tocó el altar frente al de los Reyes, y, final- mente, el deán ocupó el altar principal, frente al pueblo, al coro y al Virrey. Todos á un tiempo empezaron la Confesión, y el Introíto de su misa respectiva; á un tiempo incensaron los altares; á un tiempo entonaron la Gloria y dijeron el Dominus Vobiscum, en fin, las ceremonias todas se veían simultáneas y com- pletas; advirtiendo que, los otros tres prestes, aguardaban á que el deán aca- base, para concluir ellos, y así en todas las misas; y los demás “con que á la novedad — añade el cronista citado — de cantarse cuatro misas á un tiem- po, juzgando por acto de mofa, ocurrió á la Catedral todo el reino y religio- nes, que quedaron confusos y admirados de ver el acto más grave y más gran- de que la iglesia de Dios ha usado, y lo que más admiró fue ver obrar á cada uno lo que le competía, como si fuera solo, guardando sus ceremonias con toda autoridad y limpieza, sin confundirse ni ellos ni sus ministros, acólitos y músicos. ” Las misas que á un mismo tiempo se cantaron, fueron : la prime- ra, del deán, la dedicación de la Iglesia; del arcediano, la del Santísimo; la tercera del provisor, la de la Purificación; y del tesorero, la de la Asunción de Nuestra Señora. Acabado el Evangelio, tomó la bendición del deán, el magistral Dr. D. Simón Esteban Beltrán y Alzate, y mientras él iba al púlpito, bajábanse los otros prestes, sus ministros y demás acompañamiento, al tránsito que va al coro del Sagrario á oir el sermón que duró la friolera de dos horas. El Virrey comulgó por manos del deán, y todo terminó hasta las tres de la tarde. Durante el decenario, siguieron los fuegos artificiales y las fogatas y lu- minarias, lo mismo que los regocijos públicos. La cera del Sagrario la costeó 134 Mernorias de la Sociedad Cientifica la Archicofradía del Santísimo, ayudando de su peculio el Virrey, quien en- tonces gastó respetable suma en todo lo del Templo. Como el 5 de Febrero se celebraba al protomártir del Japón San Felipe de Jesús, ese día hubo procesión solemne; y, por último, el décimo día asis- tió en la tarde el duque de Alburquerque, con la Audiencia y los tribunales; hubo procesión también, por el interior de la Iglesia, con el Santísimo, dán- dose á todo fin, sin novedad alguna, el 13 de Febrero. De esta suerte, se de- dicó por vez primera nuestra Basílica, y por primera vez también, quizá, se celebraba en su recinto solemnísima función, cuyo recuerdo ha pasado hasta nosotros, y cuyos ecos debían once años más tarde de reproducirse bajo las mismas bóvedas, como adelante veremos, al dedicarse por segunda vez. No hay crónica ni historia de la época, que deje de relatarnos el ruidoso atentado de que iba á ser víctima en la misma Catedral el Virrey duque de Alburquerque, cuatro años después de los sucesos de la dedicación y que aca- han de referirse.. En efecto, el Virrey acostumbraba ir todas las tardes á la Catedral para examinar las obras de conclusión, y después se dirigía á la capilla de la Vir- gen de la Soledad á orar un rato. Hízolo así la tarde del 12 de Marzo de 1660; habiendo entrado á la Iglesia por la puerta del Poniente, acompañado del ca- pitán D. Fernando Altamirano comisario de la obra; de su caballerizo mayor y de Luis Gómez de Trasmonte, maestro mayor de la fábrica. El Virrey se puso á orar como de costumbre, cuando repentinamente entró un joven en traje de soldado, y dirigiéndose al duque, espada en mano, dióle un cintara- zo exclamando: —*¡Voto á Cristo que os he de matar!” Levantóse presto el Virrey cubriéndose con el reclinatorio, y desnudan- . do su espada, preguntó al joven qué significaba aquello y qué quería. — ““Mataros — replicó éste— y que no se diga misa. ” Tba entonces á lanzarse sobre el duque, cuando D. Fernando Altamirano que se había acercado, tomó al asesino por el cuello, sujetándole el brazo de la espada. Los demás que asimismo acudieron, desarmaron y aseguraron al jo- ven, llevándole luego á la cárcel un alguacil y un lacayo. Como era de esperarse, no poco escándalo produjo la noticia que, rápida cual el rayo, voló al instante de boca en boca, circulándose por toda la Ciu- dad. En el acto se comenzó el proceso, terminándose por el auditor de guerra "Antonio Alzate. 1 135 D. Francisco Calderón Romero. La Audiencia, á su vez, dispuso, en tribunal pleno, que no se interrumpiese para nada la causa. El criminal dijo llamarse Manuel de Ledesma y Robles, natural de Aranjuez, España, declarando que cometió aquel acto por su propia voluntad y sin consejo de nadie; que su in- tención no había sido matar al Virrey, como pudo muy bien haberio hecho, sino sólo por probar su hidalguía. No mostró para nada as y contó al tribunal una embrollada historia. e y Por último, terminado el proceso, recayó sobre el asesino terrible senten- cia, por acusársele de los delitos de lesa majestad y de traición, cometidos en la persona del Virrey, en lugar sagrado en presencia del Santísimo Sacramen- to y de la Virgen de la Soledad. Por tanto, se le condenó, á ““ser sacado de la real cárcel de corte, donde estaba, y ser arrastrado á la cola de los caballos, metido en un serón, y llevado por las calles públicas y acostumbradas de esta ciudad, y traído á la Plaza mayor de ella, y en la horca que allí está, sea ahor- cado hasta que naturalmente muera, y se le corte la cabeza y se ponga ella en una escarpia donde esté para que todos lo vean, y sele córte la mano derecha, y con la espada que cometió dichos delitos se ponga en lo alto, en la mitad de la plazuela de las casas del marqués del Valle, que hacen frente del cemente- rio de la santa iglesia catedral, por donde entró á cometer semejantes delitos.” Ledesma no quiso confesarse, y se negó hasta á decir Jesús en el momen- to de la ejecución. Todo lo que la Audiencia dispuso, cumplióse al pie de la letra; y los mo- radores de esta tranquila Capital, miraron espantados columpiarse de la horca, el mutilado cuerpo de aquel verdadero loco. Los Virreyes que en el gobierno de la Nueva España sucedieron al acti- vo y piadoso duque de Alburquerque, empeñáronse también, como se ha di- cho en la reseña histórica, en la conclusión de las obras de la Catedral; y, corriendo el tiempo, pudo verse éste casi terminado en su interior; disponién- dose en tiempo de D. Antonio Sebastián de Toledo, paexgués de Mancera, la segunda y última dedicación del Templo. Convínose en que la festividad, eco de la de 1656, se celebrase con igual pompa, en 22 de Diciembre de 1667, aniversario del natalicio de la reina gol bernadora D? María de Austria. El Virrey, tal como lo hizo el de Alburquerque, indicó á los prelados de las religiones, que pusiesen altar en los sitios que se les reservaban; y comi- sionó al Lic. D. Francisco Calderón de Romero, oidor decano de la Audien- 136 Memorias de la Sociedad Científica NODO IDEWSIIORLDIIIIIDLILISIIIIDIIIIDN cia,? para que estuviese al cuidado del cumplimiento de todas las disposicio- nes que, acerca del particular se dieran, y que fuesen necesarias “para la ma- yor grandeza del día. ” Quince días antes de la fiesta se designaron los lugares que tocaba ade- - rezar á cada comunidad ó corporación, y cada una de éstas trató de rivalizar y de esmerarse en buen gusto y suntuosidad para el adorno. La Congregación de San Pedro exornó la puerta por la cual salió la procesión, “con colgadura de damasco de China azul claro, con cenefas de terciopelo obscuro, bordadas . de oro y sedas de colores,” y cual más cual menos, las congregaciones todas de San Felipe Neri, San Francisco Javier, San Hipólito, ete., contribuyeron al esplendor de la fiesta con verdadera magnificencia. Á los curas de las parro- quias de la ciudad, tocó adornar la portada por donde entró la procesión; man- dándose que ésta saliese por la puerta poniente de la Catedral, que siguiera hasta la esquina de San Francisco y de allí á la plaza mayor por Palacio, en- trando á la Iglesia por la puerta del oriente, El 21 de Diciembre se cantaron solemnes vísperas; quemáronse hachas sin cuento, prendiéronse luminarias, y hubo fuegos artificiales. La ciudad, al decir de los que tal solemnidad palparon, parecía un ascua de fuego, en- galanando los vecinos los balcones de sus casas, con colgaduras y faroles. Al siguiente día, que era el fijado para la gran fiesta, salió del Palacio el Virrey acompañado de la Audiencia, de los Tribunales y el Ayuntamiento, en coche, todos; dirigiéndose luego ála Catedral, en donde fue recibido el gober- nante por el Cabildo eclesiástico, en la furma acostumbrada; tomando asien- to cada uno en el lugar que le estaba reservado. El templo se veía soberbiamente aderezado; y para ponderar el lujo y magnificencia del altar mayor, nos dice el Dr. Sariñana, testigo presencial, ““que era un Etna de riquezas, un Potosí de incendios.” Una vez que el Virrey y demás circunstantes hubieron tomado asiento, se dió principio á la misa que cantó el Deán Dr. D. Juan de Poblete, decano de Teología de la Universidad, con ornamentos de tela blanca, bordados de oro. La Capilla fue asimismo solemne; y después del Evangelio, ocupó la cá- tedra sagrada el Dr. D. Isidro Sariñana, cuyo sermón corre impreso junto con la historia de este suceso, estrita por el propio sacerdote. La procesión se dispuso para en la tarde. Salió álas 4, en la forma pres- crita y ya citada, yendo por delante las cofradías con sus estandartes, y luces ; en seguida las comunidades con sus cruces, ministros y prestes. Después ve- nía la Cruz de Catedral acompañada del subdiácono, y bajo ella el clero de la 1 Sariñana, Voficia breve de la vltima y deseada dedicación del Templo Metropolitano de México. . 1 Antonio Alzate." 137 => Ciudad. Luego el Cabildo eclesiástico acompañando á la Virgen de la Asun- ción, en su imagen de oro, que iba bajo palio de tela blanca, cuyas varas lle- vaban, alternándose, los regidores del Ayuntamiento. Inmediato ála Virgen, de preste el Deán asistido del diácono, con el resto del Cabildo eclesiástico y clero secular; los oficiales reales, el Tribunal mayor de cuentas, la Audien- cia; y en último término el Virrey, como representante de la Persona y Pa- tronato Reales. En la puerta del templo, entregó el Cabildo la imagen á los dominicos, que la llevaron á su altar; y desde allí, á los suyos, respectivamente, las de- más religiones, según su autigúedad; recibiéndola, en el de la Compañía de Jesús, la religión de San Juan de Dios que la llevó hasta las gradas del atrio . y de allí á la puerta oriental, los hipólitos, de quienes la recibió el Cabildo eclesiástico y la volvió al altar del Templo. - Durante la procesión se dijeron loas é hiciéronse danzas, algunas de los naturales. . Colocada la Virgen en el altar, entonóse solemnísima salve, y todo ter- minó felizmente. La fiesta de la dedicación no se celebra en Catedral ni en 2 de Febrero ni en 22 de Diciembre, sino el 31 de Agosto. Parece que la Congregación de Ri- tos deja al arbitrio de los obispos elegir el día en que tal solemnidad debe ha- cerse. En ese. día 31 de Agosto, hay en nuestro Templo Metropolitano, fun- ción; cantándose el Te Deum en la procesión. El 7 de Octubre de 1696 llegaban pliegos procedentes de la Península, dándose en ellos noticia del fallecimiento de la reina D? Mariana de Austria mujer de Felipe 1V. Tan luego como las autoridades supieron tan infausta nueva, apresuráronse á publicar los lutos y á preparar todo lo necesario para la solemnidad fúnebre, que como era costumbre, debía verificarse en la Santa Iglesia Catedral. Apercibida para ello la basílica, el 23 de Noviembre por la tarde pronun- ció la oración fúnebre el Dr. D. Pedro del Castillo, cura de la Santa Veracruz ; y al siguiente día 24 aderezada la Catedral con regio catafalco y negras colga- duras, cantó la misa el chantre D. Manuel de Escalante, predicando el Dr. Memorias [1893-94], T. VIT, 18 138 - Memorias de la Sociedad Científica Vidal, 4 la sazón maestrescuela.1 Además todas las religiones cantaron misa, cada una de ellas, en una capilla de la Catedral, según costumbre, y “fue ésta la primera función á la que asistieron los betlemitas ; á los cuales cúpo- les en suerte la capilla de Guadalupe.”? Á la fiesta fúnebre concurrió el Ar- zobispo - Virrey, la Audiencia, los Tribunales todos, el Cabildo secular, y cuanto de notable había en la Capital de Nueva España. x e * El 10 de Febrero del año siguiente (1697 ), nuestro Templo Metropoli- tano vistióse de gala para celebrar la fiesta de la confirmación de la religión betlemítica; saliendo éstos desde su convento hasta la Catedral, procesional. mente, acompañados de las demás religiones;3 acontecimiento éste memora- ble digno de quedar consignado para grata recordación. Durante el siglo XVIII, además de las juras de los reyes, de la entrada á la Capital de la Colonia de los gobernantes de Nueva España, dela exaltación al solio arquiepiscopal de los Prelados; 6 bien de las exequias celebradas en nues- tro Templo para tales personajes, poco turbó la acostumbrada calma de la ba- sílica y que notoriamente llame la atención. : Sin embargo, en 1715 con asistencia de la Corte toda, con el ceremonial riguroso en semejantes casos empleado, se celebraron en la Catedral funera- les solemnísimos por el alma de la reina D? María Luisa Gabriela de Sabo- ya, * mujer de Felipe V. Elevóse regio túmulo, cantáronse los oficios prescri- tos, y llenó las espaciosas naves del 'Pemplo el pueblo, que asistía silencioso á las imponentes ceremonias que se aplicaban por el alma de su reina y seño- ra, 4quien de hecho no había jamás conocido, y la que desde tan remotas tie- rras gobernaba. En efecto, oir en México hablar del soberano, de su omnipo- tencia y majestad, parecía cosa de fábula: el nombre sólo del rey, bastaba á hacer inclinar la cabeza, y acatar la voluntad de quien era dueño de estas con- 1 La Imperial Aguila renovada para la inmortalidad de su nombre.— Piínebres pompas de la reyna nuestra Señora D? Mariana de Austria.—1697, 4? 2 Robles, Diario de sucesos notables. 3 Robles, ubz supra, 4 Llanto de Flora, desatado en sepulchrales rosas sobre el Majestuoso Túmiulo que la Izt- peria: Cor te Mexicana erigió al obsequio, y votó á la memoria de su Florida Reyna Doña Ma- vía Luisa Gabriela de Saboya — México, 1715, 42 Antonio Alzate. 139 SIIPLIDIIIILLLIIOO III quistadas tierras. Empero, desde esa época al parecer remota, iba inconscien- temente disponiéndose la caída inevitable del poder de los monarcas en la Nueva España, ésta á la sazón ya floreciente y en vía de gran prosperidad. Años más tarde (1759), nuevo monumento funerario alzábase bajo las recientes bóvedas de la Metropolitana; y gobernantes y gobernados volvían á vestir el negro riguroso para presenciar asimismo exequias solemnísimas en honor y gloria de la reina D ? Bárbara de Braganza, * virtuosa dama llorada con justicia por propios y extraños. El funeral se celebró con el propio cere- monial acostumbrado; pronunciando la oración latina D. Cayetano Antonio de Torres, y el panegírico el ilustre Dr. D. Juan José de Eguiara y Eguren au- tor de la Biblioteca Mexicana. No bien hallábase extinto del todo el recuerdo producido por tales honras fánebres, cuando los días 17 y 18 de Julio de 1761, nuevo túmulo se disponía en la Catedral. La reina D? Amalia de Sajonia había muerto, y el gobernante de México ordenaba la publicación de los lutos, y disponer todo lo preciso para la ceremonia religiosa en la basílica metropolitana; prolijamente des- erito todo en opúsculos especiales? que conservamos ahora como inestimables joyas bibliográficas, y como excelente material histórico. En 28 de Febrero de 1767, dispusiéronse las honras fúnebres por el alma de la reina D? Isabel que acababa de morir, 3 y tan solemnes como las ante- riores celebráronse en la Catedral. Dijo en la víspera la oración latina, el Dr. y Maestro D. Antonio López Portillo; pronunciando en la misa el panegírico el Dr. D. Juan Ignacio de la Rocha. El ceremonial, era el mismo para todas las exequias de las reinas. * X de “El 30 de Julio —dice la Gaceta de 11 de Agosto de 1789 —se celebró con toda solemnidad en la Santa Iglesia Catedral la creación de Cardenal de la Santa Romana Iglesia hecha en el Eminentísimo Sr. Dr. D. Francisco An- 1 Tristes Ayes del águila mexicana, Reales exequias de la serentsima Señora D? María Magdalena Bárbara de Portugal, Catholica reyna de España, y augusta emperatriz de las Indias, Celebradas en el Templo Metropolitano de la Imperial Ciudad de México, los días 18 y 19 de Mayo del año de 1759.—México, 1760, 42 2 Llanto de la fama. Reales exequias de la Serenísima Señora D? María Amaia de Sa- xonia, Reyna de las Españas, Celebradas en la Santa Iglesia Cathedral de la Imperial Cor - te Mexicana.—México (Sin fecha).—En la imp. de Zúñiga y Ontiveros. 42 3 Reales exequias de la Serenísima Señora D? Isabel Farnesio Princesa de Parma, y reyna de las Españas: Celebradas en la Santa Iglesia Cathedral en la Imperial Corte Me- xicana,—México, 1767, 42 140 Memorias de la Sociedad Científica tonio Lorenzana, Arzobispo de Toledo, que lo fue antes de esta Santa Iglesia Metropolitana (1766-1771), habiendo precedido el día anterior un repique solemnísimo, sin esquilas, al que acompañaron en todas las Iglesias, Dicho día 30 hubo Misa, Procesión, y se cantó el Te Deum con toda solemnidad, á todo lo que asistió el Exmo. é Ilmo. Sr. Arzobispo Dr. D. Alonso Núñez de Haro y las sagradas religiones con sus Prelados, que se convidaron por el muy Tlustre Venerable Cabildo. ¿Hubo una iluminación muy compléta como en los días de la Asunción y San Pedro, y se adornó el Altar con las más ricas y pre- ciosas alhajas.” - Fue el Ilmo. Sr. Dr. Lorenzana, uno de los más Ealadós pastores que ocuparon la sede arquiepiscopal de México. Nació en León (España) en 1722, 1 hizo sus estudios en la famosa Uni- versidad de Salamanca; y desempeñó durante su carrera brillantes puestos : fue canónigo doctoral de la Iglesia de Sigiienza, canónigo y vicario general de la Primada de España ( Toledo) y, finalmente, consejero del Rey. En 1765 se le consagró Obispo de Plascencia; y en 14 de Abril del siguiente año promo- viósele al Arzobispado de México, del cual tomó posesión en 22 de Agosto. El 8 de Septiembre, y con el ceremonial y solemnidad acostumbrados, se le im- puso el palio, recibiéndole de manos del Sr. Obispo de Puebla D. Francisco Fabián y Fuero. : Desde que el Sr, Lorenzana se hizo cargo de la Mitra Mexicana, comenzó á desplegar una actividad admirable en todos los asuntos de su resorte; y con apostólico celo, derramó en abundancia el bien por todas partes. Entre otros muchos beneficios, México le debe la fundación de la Casa de niños expósitos, conocida vulgarmente por el nombre de la Cuna, y en donde no quedan sin abrigo y sin amparo los seres desgraciados á quienes tocó en suerte venir al mundo sin el sello de la legitimidad. - Otro de los más importantes y trascendentales actos del Sr. Lorenzana, es la convocatoria para la celebración del Cuarto Concilio Mexicano. Tierno protector de los indios, procuró por ellos en tal Concilio su bienestar, ilustra- ción y cuanto á su bien tendía. Entre otras muchas obras, dió á la estampa la Historia de Nueva España, escrita por el conquistador Cortés, y la enrique- ció con notas y varios documentos (1770). : En 27 de Enero de 1771, recibió la noticia de haber sido promovido á á la jerarquía elevadísima de Arzobispo de Toledo, Primado de las Españas. Sentido de todos los mexicanos, y dejando tras sí una huella imborrable de gratitud, el Sr. Lorenzana marchó á la Península en acatamiento de lo que se le preyenía. Corriendo los años, el soberano Pontífice Pío VI, le creó Carde- 1 Sosa. 1 Episcopado Mexicano. 1 Antonio Alzate. $ 141 VOLLSL LL LL LL LILLIILIDIIIIIIEDIAZ ILL ILLILIL LIL LI LILIL LILIA ION IDEN nal (30 Marzo 1789), y ya sabemos cómo en México se celebró tan fausta nueva. La aflictiva situación del Pontificado, hizo que Carlos IV enviara al Sr. Lorenzana á Roma para “proporcionar al papa algunos consuelos.” Tenien- do Pío VI que salir de la Ciudad Eterna, el benemérito prelado le acompañó á Florencia, y luego á Parma, á causa de su destierro. El ardiente deseo de permanecer én Italia, obligó al Sr. Lorenzana á á re- nunciar el Arzobispado de Toledo (1800), y se estableció en Roma dondo le sorprendió la muerte en 17 de Abril de 1804; enterrándosele en la Iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén. Así acabó sus días el vigésimocuarto de los Arzobispos Mexicanos: tal fue su vida ilustre; y México no olvidará jamás que al Sr. Lorenzana es obli- gado deudor de perdurable gratitud. En el mes de Diciembre de cada año, y como era costumbre, se.celebra- ban las honras fúnebres por los militares difuntos; asistiendo el Virrey, co- mo Capitán general del Ejército. Había misa, y además elogio fúnebre. Du- rante el siglo XVIII, con toda regularidad verificáronse anualmente las exe- quias. En nuestro siglo, el Templo Metropolitano es fecundo en funciones so- lemnísimas. Comienza por los regios funerales del Arzobispo - Virrey Dr. D. Alonso Núñez de Haro y Peralta; presencia años más tarde la excepcional ceremonia de la coronación de un monarca verificada bajo las altas bóvedas de nuestra insigne basílica; celebra después ya no honras en loor de los Vi: rreyes de la Nueva España, sino de los gobernantes del México Independien- te; recibe en su seno á un príncipe que cruzó el Océano para echar los cimien- tos de un trono deleznable, y termina en los tiempos actuales, solemnizando también bajo sus naves, la consagración del Ilustrísimo Metropolitano que con tanto acierto dirige á la sazón la nave de la Iglesia Mexicana. La grandísima abundancia del material, me obliga á sólo mencionar las funciones más extraordinarias, á fin de que las dimensiones de la presente nota no tomen mayor incremento y salgan sumamente exageradas. 142 Memorias de la Sociedad Cientifica DNP DADIDI DARIA. No pasaré por alto la suntuosa función que los caballeros de la Real y y Distinguida Orden española de Carlos III, espléndidamente celebraron en la Catedral el 8 de Diciembre de 1808, dándosele una solemnidad inusitada. Anuncióse en 29 de Noviembre de ese año en México, haberse erigido legítimamente en el Real sitio de Aranjuez en 25 de Septiembre anterior, la Junta central gubernativa de España y de las Indias.! Con tal motivo y excitado vivamente el patriotismo y los sentimientos de piedad de los españoles residentes en la Capital de la Colonia, el Mar- qués de San Román, Caballero de Carlos MI, Ministro del Real y Supremo Consejo de Indias y Superintendente de la Casa de Moneda de México, ideó una magnífica fiesta religiosa dedicada á la Pureza de la Virgen, cuya solem- nidad se aproximaba. Reunió, pues, á varios de sus amigos para el arreglo del asunto, y convinieron dirigirse desde luego al Virrey D. Pedro Garibay para exponerle el pensamiento, y con su poderosa ayuda realizarlo con cuan- ta pompa se pudiera: el Virrey entonces no sólo les.ofreció presidir la fun- ción, sino que formaría en la carrera de la procesión, la tropa, como se hacía en el Corpus; que habría repique general á vuelo, desde la víspera, y salvas de artillería y cuanto fuese menester al brillo de tan plausible acto, para co- rresponder con tales demostraciones de simpatía á la causa del joven sobera- no Fernando VII, á la sazón fuera de sus dominios por las maquinaciones na- poleónicas. Después se dirigieron á ver al Ilmo. Señor Arzobispo, ofreciéndoles el Prelado, si su salud quebrantada se lo permitía, oficiar de pontifical; habla- ron luego con el Deán y Cabildo eclesiástico, y todos unánimemente se pres- taron á dar grande ostentación y esplendor á la festividad. Una vez dados estos principales pasos, el activo Marqués de San Román convocó en su casa á todos sus cofrades los Caballeros de Carlos III, indicó- les el objeto de la reunión, y todos prestaron juramento de fidelidad á la Re- ligión, al Rey y ála Patria, ante el Lic. D, Luis Gonzaga de Ibarrola, Secre- tario honorario del Real Consejo; y en esa junta se acordó: “Que se haga una fiesta con quanta suntuosidad y pompa quepa en lo posible, sin perdo- nar gastos y de tal manera, que no se halla visto otra semejante en México, 1 Solemne acción de gracias que tributaron al Todopoderoso en la Metropolitana de Méxi- co, los caballeros de la Real y Distinguida Orden española de Carlos III. En el de su Inmacu- lada patrona, por la instalación de la soberana junta de Gobierno de España y de sus Indias.— México, 1809, 4? * tu Antonio Alzate. 143 ni sea fácil repetirla, pues nada puede igualar á la grandeza del objeto, aten- dido el conjunto de circunstancias que median. ” Nombróse como diputado para el arreglo de la función á D, Diego de Ágreda, por su actividad, eficacia y patriotismo, junto con el Marqués de San Román, dándose á ambos amplias facultades para todo. Invitáronse á las demás Ordenes militares, así como á las monásticas, Co- legios y Parcialidades de indios. Hízose una excitativa átodoslos vecinos para adornar el exterior de sus casas, y al Alcalde para que mandase poner el toldo en la carera, y que se iluminaran los edificios públicos y particulares por la noche. El Arzobispo, á su vez, convocó por edicto al Clero secular, Ordenes ter- ceras y Cofradías, como se acostumbraba para las procesiones del Corpus y de Rogación. Se nombraron también comisiones especiales para invitar 4los Ministros, Títulos de nobleza, en general á todos los grandes personajes de esta pequeña Corte; y al pueblo, para asistir á tan extraordinaria como pocas veces vista festividad. Llegó el día 8 de Diciembre. Á las ocho de la mañana los Caballeros de Carlos III se congregaron en Palacio, vistiendo sus vistosos mantos de la Or” den, y esperaron al Virrey en el salón de ceremonia. Formaron en dos filas, por orden de antigúedad, y cuando el gobernante salió de sus habitaciones, emprendieron todos la marcha á pie rumbo á la Catedral, llevando el Virrey á ambos lados, á los caballeros más antiguos que eran el Marqués de San Ro- mán y D. Antonio de Bassoco. Los flancos iban cubiertos por la brillante guardia de Alabarderos y la retaguardia por la compañía de Granaderos del Regimiento de Infantería de Nueva España y por otra del de Dragones de México, á caballo y con sus respectivas músicas. Llegada la comitiva á la Catedral, penetró por la puerta del Poniente (Empedradillo ), recibiéndose al Virrey con el acostumbrado ceremonial. Después todos ocuparon sus asientos. El Templo estaba soberbiamente exornado con los más ricos paramentos, y la iluminación daba el aspecto de una ascua inmensa de fuego. Seguidamen- te se dió principio á la misa, oficiando de. pontifical, el Sr. Lizana y Beau- mont, Arzobispo de México, como lo había prometido. Después del Evange- lio, ocupó la “sagrada cátedra el Dr. D. José Mariano Beristain, quien dijo elegante oración que corre impresa; * y concluída la misa se ordenó la pro- cesión, abriendo la marcha un cabo y seis gastadores de la Compañía de Gra- naderos: seguían después las Parcialidades de indios, las Cofradías, Terceras 1 Al fin de la Solemeze acción de gracias, etc. (ubi supra). ¿144 Memorias de la Sociedad Cientifica Ordenes, Religiones, todas éstas con cruz alzada y ciriales; el Clero-secular bajo la cruz de la Catedral, el Colegio de Infantes, la! capilla de la Metropo- litana entonando el Ave maris stella; el Cabildo eclesiástico con capas pluvia- les sus capitulares, presidiendo el Deán, por no haber podido quedarse el Ar- zobispo á causa de sus males; después la imagen de la Virgen en andas de plata y bajo palio, cuyas varas llevaban alternándose colegiales de todos los Colegios; en seguida los dos Caballeros de Carlos TIT, más modernos y tras de ellos la larga serie de invitados, los gobernadores, la oficialidad franca, los altos empleados, los colegios, etc.; y al fin los Caballeros de la Orden preci- tada, yendo á la cabeza de todo el Virrey D. Pedro Garibay, todos con vela en mano. Cerraban la marcha, log Alabarderos, Granaderos y Dragones. La tropa estaba tendida en toda la carrera, y las calles cubiertas con el toldo. La artillería hizo descargas al empezar y concluir la misa, á la hora de la elevación, al salir de la Catedral la imagen de la Virgen, al avistarse ésta por las calles de San Francisco y al volver á entrar al Templo. Concluí- da la procesión, y vueltos todos los asientos á ocuparse, en la Metropolita- na, el coro entonó la antífona Sub tuum presidium, y dicha la oración por el preste se dió fin 4 la fiesta, retirándose luego el Virrey al Palacio, acompa- ñado de los caballeros, donde llegaron á las doce del día. La función correspondió en todo al pensamiento del piadoso Marqués de San Román, y, á no dudarlo, ha sido una de las más extraordinarias y solem- nes celebradas en el recinto del augusto Templo Metropolitano, antes de ser consumada nuestra Independencia. Daré ahora fin á la parte relativa al período colonial, mencionando la consagración del Ilmo. Sr. Dr. D. Pedro José de Fonte, como Arzobispo de México, verificada en la misma Catedral; debiendo observarse que en el pre- sente siglo, sólo tres Metropolitanos han sido consagrados en aquel Templo: el Sr. Fonte, como acaba de indicarse, el Sr. Posada y el Sr. Alarcón; á su tiempo se citarán estas dos solemnidades. Hizo el Sr. Fonte su carrera en España, de donde era originario (nació en Linares, Aragón, en 13 Mayo 1777). En 1802 vino á México en compañía del Sr. Lizana y Beaumont, su antecesor en el episcopado. Al poco tiempo obtuvo el Sr. Fonte el nombramiento de provisor y vicario general del Arzo- bispado; desempeñando después otros importantes puestos, entre otros el de 1 Sosa, —£l Episcopado Mexicano. Antonio Alzate. 145 DIOIDIICDILIIOLILDILILIO0LIIADIIAN HABIAS. cura del Sagrario Metropolitano y el de canónigo doctoral de México, grado que obtuvo por oposición. Muerto el Sr. Lizana fue propuesto el Sr. Fonte para cubrir la vacante; preconizósele Arzobispo de México, y una vez que llegaron las bulas, se dispuso la consagración del nuevo Pastor. El 29 de Junio de 1816, vestido de gala el Templo Metropolitano, presen- ció todas las importantes ceremonias por las cuales quedó ungido el Sr. Fon- te, siendo el consagrante el Ilmo. Sr. Bergosa, y asistentes el arcediano Dr. D. Juan Sarría y el maestre-escuelas Dr. D. José Gamboa. Distinguióse el Sr. Fonte por su oposición á la Independencia, y de repen- te abandonó su diócesi y fuese al extranjero, aunque conservando el Arzobis- pado al cual no volvió más. Empero, viendo que el Sr. Fonte ni más se ocupa- baen su misión de Prelado ni renunciaba tampoco, la Santa Sede le compelió ó á volver á México ó á renunciar la Mitra: optó el Arzobispo por lo segundo, el año 1838, y la noticia llegó á la Capital en 11 de Abril de ese año. Le su- cedió en el gobierno eclesiástico el Ilmo. Sr. Posada, como veremos adelante. II ,La aurora del 2/ de Septiembre de 1821 amaneció espléndida. El sol con sus rayos de oro, tiñendo las nubes de color de grana, apareció por el oriente de México saludándolo como al pueblo que comenzaba en esos momentos su vida de libertad y autonomía, El júbilo embriagaba á todos los habitantes de la nueva nación americana, cuando restañada la sangre, apagado el fra- gor de los combates, limpios ya los campos de batalla y los corazones tran- quilos, el afortunado caudillo de Iguala entraba al frente de su trigarante ejército, el memorable 27 de Septiembre á la Capital de México libre. Aquel día extraordinario en este pedazo queridísimo de tierra, la Iglesia Metropolitana echó á vuelo sus campanas, vistióse con sus galas más brillan- tes y se apercibió á recibir en su seno al Libertador de la Patria Independien- te, áfin de que, bajo las bóvedas augustas del Templo sacrosanto, imploráran- se las bendiciones del Eterno para el suelo mexicano, y se rindieran gracias á la Omnipotencia Divina por el feliz resultado de una lucha sangrienta, pero inevitable. Por primera vez los edificios públicos y particulares y aun los pechos mismos de los mexicanos, ostentaban los tres colores verde, blanco y encarna- do adoptados en Iguala, y emblema sagrado de la religión, la independencia Memorias [1893-94], T. VII, 19 146 Memorias de la Sociedad Científica y la unión; todo estaba engalanado, todo respiraba dicha inefable, contento inu-itado. Al fin el ejército de las Tres Garantías constituído por bravos me- xicanos se distinguió por el antiguo paseo de su Bucareli: al frente venía en negro corcel D. Agustín de Iturbide, á quien la multitud, así como al ejérci- to, aclamaba. Eran las diez de la mañana: el caudillo siguió por Corpus Christi, rumbo al centro de la Capital, y en la esquina del convento de San Francisco, en donde se había levantado un arco de triunfo, la comitiva se detuvo, Iturbide echó pie á tierra, y el Ayuntamiento, por mano del alcalde más antiguo, que lo era D. Ignacio Ormaechea, ofreció al Libertador unas llaves de oro, símbolo de las de la ciudad. Iturbide entonces las devolvió, di- ciéndole al Sr. Ormaechea: ““— Estas llaves que lo son de las puertas que únicamente deben estar cerradas para la irreligión, la desunión y el despo- tismo, como abiertas á todo lo que puede hacer la felicidad común, las de- vuelvo á V. E., fiando de su celo que procurará el bien del público á quien representa.” La comitiva siguió su marcha hasta el palacio, en medio del entusiasmo general; allí Iturbide recibió las felicitaciones de todas las autoridades y cor- poraciones; y después salió al balcón á presenciar el desfile, teniendo á su derecha á D. Juan 0* Donojú, último Virrey.enviado á la Colonia y que no llegó á gobernar. í Terminado aquel acto militar á las dos de la tarde, dirigiéronse todos á la Catedral, en donde se entonó solemnísimo Te Deum; pronunciando ele- gante oración el Dr. Guridi y Alcocer, miembro entonces de la junta provi- sionáal de gobierno. Concluído todo lo cual, dispersóse la comitiva, y quedó consumada para siempre la Independencia Nacional. Notable, por ser quizá el único acto político de la naturaleza del que va £ referirse, es el que tuvo lugar en la Catedral el 24 de Febrero de 1822. En este día, reuniéronse en el viejo Palacio virreinal los diputados que formaban el primer Congreso Constituyente, en número de ciento dos,! con la Junta provisional gubernativa y la Regencia del Imperio. Una vez congre- gados todos, se encaminaron á la Catedral, en donde fueron recibidos por la Diputación provincial, Ayuntamiento, Audiencia territorial y demás Tribu- nales, Corporaciones, Jefes de oficinas, Oficialidad y Comunidades religio- 1 Actas del Congreso Constituyente Mexicano.—México, 1822. Tomo I, págs. 1-2. u Antonio Alzate. 1 147 sas de la Capital, que concurrieron á la solemne función de iglesia prevenida en el ceremonial que acordó la Junta provisional gubernativa “para que la instalación del Congreso se verificase con la dignidad propia de un acto tan augusto.eDespués del sermón subieron los señores diputados de dos en dos al presbiterio, y teniendo la mano derecha sobre los Santos Evangelios pres- taron el juramento siguiente, ante los Exmos. Señores Secretarios del despa- cho y de la Junta provisional gubernativa: ““¿Jurais defender y conservar “la Religión Católica Apostólica Romana sin admitir otra alguna en el Im- ““perio?—E:. Sé juro. —¿Jurais guardar y hacer guardar religiosamente ““*laindependencia de la nación Mexicana? —X. Síjuro. — ¿Jurais formar la “Constitución política de la nación Mexicana bajo las bases fundamentales “* del plan de Iguala y tratado de Córdoba, jurados por la Nación, habiéndoos ““ bien y fielmente en el ejercicio del poder que ella os ha conferido, solici- “tando en todo su mayor prosperidad y engrandecimiento, y establecien lo “la separación absoluta del poder legislativo y ejecutivo y judicial, para que ““ nunca puedan reunirse en una sóla persona ni corporación ?—Xe. Sí juro. ““—£$Si así lo hiciereis Dios eterno todopoderoso os ayude, y si no su Divina *“ Majestad y la nación os lo demanden. ” Concluída la función de iglesia, salieron todos con el mismo acompaña- miento, dirigiéndose á San Pedro y San Pablo. Como se ha dicho, este acto imponente y solemne, es muy notable; pues creo que es el único Congreso mexicano que ha prestado individualmente juramento bajo las bóvedas de nuestra Catedral. El 18 de Mayo de 1822 el humilde sargento Pío Marcha, proclamaba em- perador bajo el título de Agustín I al caudillo de Iguala, que, al frente «lel Ejército de las Tres Garantías, ocho meses antes había entrado á la Capital de la joven nación americana. No es este el lugar ni tampoco el objeto de estas líneas, de hacer alguna consideración acerca de aquel suceso: fue un hecho histórico, y, como tal, sin comentarios abre esta sencilla narración en- caminada á relatar un acontecimiento extraordinario y enteramente nuevo tanto en los anales de nuestra historia, como para los habitantes de la pací- fica ciudad de México. Secundado Pío Marcha por la guarnición de la plaza; echadas á vuelo las campanas, Iturbide, objeto de todas las demostraciones del pueblo, acep- tó el título de soberano, y no reparó en que sobre sus hombros iba á descansar el terrible peso de un país cuya alborada de libertad aparecía en esos augus- 148 Memorias de la Sociedad Científica tos instantes, en que sólo se piensa en la felicidad que nueva vida proporcio- narnos puede, y no en las amarguras que hemos más tarde de apurar. Em- pero, la suerte estaba echada; Iturbide juraba, puesta la mano sobre el sa- grado texto hacer la dicha de su patria; y se apercibió desde luego la Basílica Metropolitana á la coronación del soberano, que debería hacerse con toda la pompa y la grandeza dignas de un acto semejante y nunca visto en México. Por fin llegó el domingo 21 de Julio de 1822 señalado para el acto de la coronación. La ciudad amaneció vestida de gala, y por bando del Jefe polí- tico de la capital, los vecinos exornaron las fachadas de sus casas. De hora en hora, la artillería con una salva de veinticuatro cañonazos, anunciaba el acontecimiento con su estruendo marcial. En la Catedral todo estaba apercibido, y adornado también con magni- fieencia y brillo. Á una hora conveniente, reuniéronse bajo las bóvedas augustas, el Con- greso, el Ayuntamiento, las Corporaciones todas, en sus respectivos lugares. Del palacio de Moncada salió Iturbide con la Emperatriz, en medio de una valla de soldados, y el cortejo entró á la basílica, que aparecía pequeña para contener la inmensa muchedumbre de convidados y del pueblo, que no dejó un sólo ámbito desocupado. Los Obispos recibieron con el ceremonial prescrito á Iturbide! y lo condujeron bajo palio á un primer trono que al efec- to se había dispuesto, acompáñandole el Cabildo eclesiástico. Aun cuando se sujetaron los consagrantes al ceremonial que para tales casos la Iglesia usa, cambiáronse algunas ceremonias, mejor dicho, se alteró aunque brevemente el orden de ellas, por varias circunstancias que en el caso concurrían. Se dió comienzo á la misa solemnísima, oficiando tres obis- pos; colocadas en el altar las insignias imperiales se bendijeron, y fuéronse colocando en las personas de los emperadores, después de ungidos por el con- sagrante; y en seguida, el Presidente del Congreso D. Fernando Mangino tomó la corona, púsola en las sienes de Iturbide? y después éste la colocó so- bre la cabeza de la Emperatriz. Acto continuo ocuparon el trono imperial, y el Obispo celebrante, dichas las últimas preces, volvióse hacia la concurren- cia, y en alta voz exclamó: — ¡ Vivat Imperator in c«ternum?! A lo que todos contestaron: **¡ Viva el Emperador y la Emperatriz!” Hubo también sermón, y una vez todo concluído, el jefe de los. reyes de armas dijo: —*“* El muy piadoso y muy augusto emperador constitucional 1 El Arzobispo era el Sr, Fonte, que se hallaba en Europa. 2 Cuéntase que al colocar D, Fernando Mangino la corona sobre la cabeza de Iturbide, in- tencionalmente le dijo: — “No se le vaya á caer á V. M.” Entonces Tturbide, comprendiendo el doble significado de aquellas palabras, respondió : — “Yo haré que no se me caiga.” "Antonio Alzate. 149 WIOIDIIIIIIIDIDIIS e de los mexicanos Agustín, está coronado y entronizado: ¡viva el Empera- dor!” Y respondieron todos: “¡Viva el Emperador y la Emperatriz! ” Terminada la solemnidad, los emperadores se retiraron al vetusto pala- cio de los virreyes, dispersáronse todos, y la historia se ocupó al momento en apuntar en su gran libro, aquel acontecimiento que influiría al poco tiem- po de una manera pode: osa en la suerte del desventurado Libertador de Mé- xico. Otra de las solemnidades imponentes que en este fecundo siglo presen- ció la Catedral, fue la de la llegada de los restos de algunos héroes de la In- dependencia; y las exequias que allí mismo en el Templo Metropolitano se hicieron á las cenizas que descansan olvidadas en la pequeña cripta del Al- tar de los Reyes. La memoria de los primeros caudillos de la Independencia, renació á no dudarlo, cuando Iturbide caía del trono para no volverse á levantar jamás. ¿Qué había sido del recuerdo de los padres de la patria después de los episodios de Chihuahua, de Valladolid, de San Cristóbal Ecatepec? Muchos años habían transcurrido desde aquel entonces; muchos años sin que se re- movieran las cenizas de los caudillos de la fosa donde se contenían los hue- sos venerandos de los campeones de la libertad mexicana. Pasó el tiempo; de grado ó por fuerza tuvo al fin que verificarse la In- dependecia Nacional, y cuando Iturbide entró lleno de gozo á la Capital de su futuro imperio, entonces fue el héroe nato de la patria; el que no dejaba ya “campos talados, ni viudas, ni huérfanos, ni sangre humeante. ” Por uno de los tumbos de la suerte, el caudillo de Iguala se asentó en trono que descansaba sobre espinas, y cuando, desterrado de los lares pa- trios, regresaba á ellos creyendo ser recibido con los brazos abiertos, se en- contró tan sólo entre nubes de sangre el cadalso de Padilla. Tanto poder, tanta gloria y tanta fuerza, despertó como natural era, las envidias de los que le rodeaban: talaron el trono; la corona cayó rota en mil pedazos; el Libertador mismo cedió al impulso de la catástrofe y de ella fue sangrienta víctima. p Desde entonces á la fecha, los odios contra Iturbide no han tenido lími- tes. ¡Parece que no fue suficiente la sangre de Padilla para borrar las faltas del hombre! ¿Quién en el mundo es impecable, quién puede arrojar la pri- mera piedra, para que se llene de oprobio la memoria de Iturbide? Cuestión es ésta ardua y espinosa que no me toca tratarla aquí; pero toda ella sirvió para preparar el terreno, para que, renovándose la memoria de los primeros 150 Memorias de la Sociedad Científica ONIILLDIDILDILIIDIPIIIIIDIIADIL AAA héroes de nuestras libertades, se ofuscara la del Libertadox, que al fin y al cabo nadie puede quitarle ni el jirón de gloria que en las escenas de la Inde- pendencia le tocan, ni la de habernos legado la enseña tricolor. Parece, pues, que fue tal el encono que en contra de Iturbide desperta- ron sus enemigos, que ésta fue la causa de que se exhumaran las cenizas de los primeros héroes y se pasearan en triunfo por las calles de México, tribu- tándoles inusitados honores. Al efecto, se dispuso la ceremonia para el 17 de Septiembre de 1823. La víspera, y en la mañana, “llegaron los restos de Morelos á la Villa de Guadalupe — dice un testigo presencial! — conservados escrupulosamente por la buena diligencia del cura de San Cristóbal Ecatepec, donde fue fusila- do, y se presentaron en la Colegiata. Acompañábanlos tres orquestas de mú- sica de indios de diversos pueblos, que en vez de sones tristes y endechas tocaban walss (sic), y sones alegres. El alcalde de la Villa de Guadalupe condujo esta mañana hasta la garita en cinco urnas, los cadáveres de los de- más personajes que de diferentes puntos se han venido á reunir á México. Desde Chihuahua á esta Capital, y lo mismo desde otras ciudades, se han for- mado solemnes procesiones que no se han cortado. “¿Desde las doce de éste día se anunció la función lúgubre de mañana en la Catedral, con doble clásico á vuelta de esquilas con mucha majestad. “A las dos de la tarde comenzaron á salir de los cuarteles diversos cuer- pos de tropa de la guarnición, que formaron en toda la carrera por la calle de Santa Catarina Mártir á Santo Domingo. La oficialidad y corporaciones con el jefe político y el capitán general de México, marcharon á la garita donde se formó la procesión. El cura de la parroquia de Santa Ana vestido de capa pluvial, se presentó con una buena música á honrar los restos. Esta procesión caminó en el orden siguiente: Abría la marcha un destacamento de caballería de cívicos; sus batidores con morriones de coraceros franceses, con colas de caballos muy ricamente uniformados, obedecían al toque de una corneta. Seguía un destacamento grueso de caballería, y detrás de éste se dejaba ver la primera urna, cuya vara derecha delantera cargaba el jefe po- lítico; la izquierda el marqués de Vivanco, jefe del estado mayor; la izquier- da trasera el general Lobato. Las demás urnas venían en hombros de oficia- les de varios cuerpos; caminaba delante de ellas gran número de personas presididas de la diputación provincial y ayuntamiento. Detrás marcharon al- gunas compañías de infantería del número cinco y siete, y también cívicos ; 1 Reseña curiosísima de las demostraciones de duelo hechas en México, al recibirse de di- Jerentes lugares de la República, los restos mortales de Hidalgo, Morelos, Aldama, Allende, Yiménez, Mina, Matamoros, etc. —(Año de 1823. — Apuntes de un testigo ocular), — Tomo esta relación casi íntegra, por ser en efecto, muy curiosa. "Antonio Alzate. 151 0% y después de retaguardia gruesos trozos de excelente caballería. Seguían lue- go dos largas hileras de coches en número de más de sesenta, entre éstos dos de tiros largos y muy decentes con libreas del general D. Nicolás Bravo y de D. Antonio Velasco. De este modo llegó la procesión á Santo Domingo á las seis de la tarde, entrando por la puerta del costado, donde se depositaron los huesos. ““En la noche pasó el jefe político á separarlos para que fuesen bien co- locados en un magnífico carro construído al intento, que después describiré. £n la cajita donde estaban los restos de Mina, se encontraron igualmente los de su amigo y compañero hasta la muerte D. Pedro Moreno, de una es- tatura gigantesca. Un amigo mío tomó para sí un pedazo de bota del gene- ral Morelos. “«« Klas ocho de la noche, el toque de ánimas se anunció con un doble so- lemnísimo á vuelta en la Catedral, y fue seguido en todas las iglesias de Mé- xico. El silencio de la noche hizo más augusto este imponente recuerdo de nuestro término,” , Al siguiente día 17 á las seis de la mañana y en presencia de las cenizas que se hallaban en Santo Domingo, se cantó una misa de vigilia. Á las ocho de la mañana reuniéronse en Palacio todas las autoridades con una diputación del Congreso, compuesta de tres individuos.! Á- la me- dia hora se encaminó á pie la comitiva que encabezó D. Vicente Guerrero, rumbo á Santo Domingo, con batidores de á caballo y tropa de varios cuer- pos á retaguardia. Al llegar á Santo Domingo, fueron recibidos todos, por el padre provincial Fray Luis Carrasco, que vestía de capa pluvial. Entonó- se el Domine salvum fac populum mexicanuM...... Salvum fac senatum mexica- num, y se formó luego la procesión. **Abríala — dice el testigo ocular — un destacamento de caballería y cuatro cañones de batalla tirados con prolon- gas. Seguían las cofradías y comunidades religiosas con vela en mano, her- mandades y clero. Seguía una numerosa oficialidad y cuerpos militares: luego el carro hecho 4 propósito en cuyos extremos se veían cuatro fases romanas, símbolo de la soberanía de la nación. Leíase en el frontispicio la siguiente inscripción : LA MARCHA DE MUERTE PARA SER INMOLADOS POR LA PATRIA EN EL : CADALSO, “ ES LA MARCHA DEL HÉROE QUE CAMINA Ñ AL TÉMPLO DE LA INMORTALIDAD. 1 Reseña curiosísima, etc. 152 _ Memorias de la'Sociedad Científica moro “* En el centro del carro se veía una urna ó catafalco donde estaban co- locados los despojos de los héroes. Seguía después un acompañamiento muy numeroso que cerraba el Poder Ejecutivo, incluyéndose la antigua real au- diencia, cuyos oidores se presentaron por primera vez sin toga ni golilla. De- trás del Poder Ejecutivo marchaba el Estado Mayor con su Jefe. La pro- cesión anduvo por las calles de Santo Domingo, Tacuba, San José el Real, Espíritu Santo, portal de Agustinos, Diputación á entrar por la puerta prin- cipal de Catedral. Á proporción que avanzaba, la tropa que estaba en la ca- rrera tendida, se incorporaba en filas engrosando las columnas. Dejáronse ver perfectamente equipados los granaderos de á caballo. La compañía dé alabarderos formó en alas cerca del Poder Ejecutivo. Las calles estaban lle- nas de gente, todas guardaban la mayor compostura, y parece que cada per- sona por su parte se propuso no incomodar á otra: no se veía una tienda abier- ta ni coches en la carrera. Los balcones estaban en la mayor parte adornados con cortinas blancas y lazos negros. Tiraban del carro personas decentes que se honraban con prestar este servicio.” ¿Cerca de las doce llegó la procesión á la Catedral. En el atrio estaba formada la milicia cívica. Jóvenes eran sus comandantes, y bizarros garzo- nes sus soldados. La banda de pitos y tambores que tocaban con gran des- treza, eran hijos de las mejores familias de México.” Al fin los despojos entraron á la Catedral, y fueron conducidos al túmu- lo que se había formado en dos urnas, una forrada de terciopelo negro guar- necida con galón de plata, y otra de cristales en que se contenían los huesos. En el cuadro número 11 de documentos referentes á la Independencia, que formó el Sr. D. Juan E. Hernández y Dávalos, y los cuales cuadros son ahora propiedad del Museo Nacional de México, me encuentro un dibujo ma- nuscrito, en cuya cabeza, con letra también manuscrita, se lee: ““ORDE£N con que fueron colocados los huesos de los primeros Héroes de la Patria en una preciosa urna que se les dedicó el 17 de Septiembre de 1823 con motivo del Solemne Aniversario que se les hizo en dicho día en esta Santa Iglesia Catedral Metropolitana. ” Me parece que el diseño no ha sido hasta ahora dado á la estampa; y, considerándolo curioso, lo copio á continuación. "OTTIAONVA "Antonio Alzate. 1 153 ALTAR MAYOR. Toda la hosajmenta (sic) del Exmo. Sr. ; General Don| Francisco XAVIER| MINA. Idem del ¡Sr. Brigadier D. Vícror| RosALEs. dazo de cas- Calauera solo del Un pedazo de cas co de calauera, y Exmo. Sr. Tente- otros huesos del Sr. GL D. Marrano 4 Brigad": D. Pero XIMENEZ. MORENO Calauera y eanillas de piernas del Serení- simo Sr. Generalísi- IA EI => mo de las Armas D. E A E o boa! y lanacio ALLENDE. 2 $ 8 E E ao e» NS Calauera, y dos cani- ta llas de los brazos del £ a 9 serenísimo S'- Generalí- 35 A simo de las Armas D. E MiGuEL HIDALGO $ Y COSTILLA. = CORO. EPISTOLA. (En un baulito enlutado toda la hosamenta (sic) del Exmo. Sr. Tent“- G! Don Marrano MATAMOROS). Memorias [x893-941, T. VIT, 20 154 Memorias de la Sociedad Científica ILLILILIIIILIILDILIIILILLLIOLIIIIDIIAA El catafalco en que los huesos se depositaron, fue el mismo que había servido para las honras del Sr. Lizana, y que describiré al hablar de las exe- quias del Sr. Pío IX. En el túmulo, inscribiéronse epitafios y sonetos alusi- vos; descollando estas dos principales leyendas: Frente al Coro. Á Los HONORABLES RESTOS DE LOS MAGNÁNIMOS Li IMPERTERRITOS CAUDILLOS - PADRES DK LA LIBERTAD MEXICANA, Y VÍCTIMAS DE LA PERFIDIA Y DESPOTISMO. LA PATRIA LLOROSA Y ETERNAMENTE AGRADECIDA ERIGÍÓ ESTÉ PÚBLICO MONUMENTO Año DE 1828. Y la otra del lado de la Epístola : D. O. M. MORTALIBVS. EXVVIIS IMMORTALIVM, VIRORVM QVI CVM, PATRIS. LIBERTATIS. JEOESSINT. FVNDAMENTA INDIGNE. OCCISI. FORTITER. OCVLVERVNT N GRATA. LVGENSQVE. MEXICVS PARENTAT XV. KAL. OCTOBRIS ANNO. M, DCCC. XXIIT. Una vez colocados los restos, después de las doce del día se dió principio á la misa, con solemne música de Rosini; haciendo descargas la artillería y la infantería á la elevación de la hostia. Siguió después el sermón que duró hora y nueve minutos, predicado por el Dr. D. Francisco Argándar, diputado al Congreso, por Valladolid. Dícese que fue elocuente y estuvo feliz en su discurso, Cuando la ceremonia religiosa terminó, retiróse la concurrencia, y reuni- da en Palacio, diéronle el pésame — como era costumbre en casos semejantes, cuando algún dolor afligía á la Patria—al Jefe del Gobierno que lo era el general D. Vicente Guerrero. “Antonio Alzate. 1 155 A ARA A NS Al siguiente día 18, el presidente del Congreso entregó la llave de la ur- na al presidente del Congreso General D. Francisco Terrazo, con arreglo al artículo 23 del decreto de 19 de Julio de 1821. En aquel acto se pronunciaron por ambos personajes los discursos de estilo; y los huesos de los caudillos de la Independencia quedaron desde entonces depositados en la cripta del altar de los Reyes de la Catedral, ! donde se conservan hasta el día, aunque en muy malas condiciones. La voz del cañón anunció á los habitantes de México, el 1? de Marzo de 1836 que el Presidente de la República D. Miguel Barragán, había dejado de existir. « Una fiebre llevaba al sepulero al magistrado integérrimo y piadoso, cu- ya muerte fue ejemplar. ? Cuando se acercaba el fin del Sr. Barragán se le sacramentó solemnemen- te; y el último día de su enfermedad se le llevó la venerada imagen del Se- ñor de Santa Teresa. Al morir, se distribuyeron los restos, según la voluntad del finado, en varios lugares de la República: el cadáver se quedó en la Catedral; los ojos, en Valle del Maíz (San Luis Potosí ) donde el Sr. Barragán había nacido el año 1789; el corazón en Guadalajara, donde el difunto había sido comandan- te general; las entrañas en la Colegiata de Guadalupe y en el Señor de Santa Teresa, en testimonio de su devoción á estas imágenes; y la lengua en San Juan de Ulúa “en recuerdo de haber tomado os de la fortaleza al ren- dirse los españoles en 1825.” Las exequias estuvieron verdaderamente suntuosas, casi regias, en la Catedral. Su cadáver se depositó en la cripta del Altar de los Reyes, cerran- do la huesa una lápida que tiene la inscripción ya copiada al hablar de la parte epigráfica, en estos apuntes, de nuestra basílica. Lugar es éste de rectificar que, en efecto la leyenda no dice Aquí yace, como al principio creí por el sen- tido del epitafio, sino simplemente está el vocablo 4quí. Esta noticia me la confirmaron algunas de las personas que recientemente han bajado á la cripta, y de las cuales hago mención en la nota (Ñ) á la que remito al lector. 1 Véase la nota [Ñ ]. 2 Rivera y Cambas, Los gobernantes de Mexico. b 156 Memorias de la Sociedad Científica ALIADO Además del Sr. Barragán, falleció, siendo Presidente de la República el Sr. D. Manuel de la Peña y Peña, únicos gobernantes que han muerto en el poder! y cuyas honras fúnebres se han celebrado con espléndida magni- ficencia en la Catedral. El Sr. Peña y Peña, nació en el pueblo de Tacuba el 10 de Marzo de 17892 y su carrera pública fue la de la honradez más acrisolada, al decir de sus biógrafos. El 2 de Enero 1850, al anochecer, pasó de esta existencia á la otra: al siguiente día, el ronco són del cañón anunciaba á la ciudad la muerte del Pri- mer Magistrado de la República. Expúsose el cadáver en la sala de acuerdos de la Suprema Corte de Justicia, durante tres días, período en el cual se re- petía á intervalos el doble general de las campanas de todos los templos. Ante el cadáver dijeron misas el Cabildo eclesiástico, los curas y las Comu- nidades religiosas; y se dispuso que se le hiciesen honores militares de capi- tán general. Desde la Suprema Corte hasta la Catedral, se formó la procesión, precediendo al féretro las Santas Escuelas, Cofradías, Terceras Ordenes, Comunidades religiosas, Clero secular, los Curas de las parroquias de la Ciudad y el Cabildo Metropolitano. Después del féretro, seguían : la Univer- sidad, que abrió sus mazas á todos los Colegios, el gobernador del Distrito, los empleados, y presidiendo el duelo las comisiones del Congreso, la Supre- ma Corte de Justicia y los Ministros que formaban el gabinete del difunto gobernante. El cadáver fue conducido en hombros por sargentos de los cuer- pos, y llevaban las borlas del ataúd un ministro letrado del Tribunal supre- mo de la Guerra, el Jefe de la Plana Mayor, uno de los ministros tesoreros y un doctor de la Universidad. Entró la comitiva á la Catedral que ya estaba al efecto preparada con el gran catafalco que había estrenado el Sr. Lizana y que construyó el célebre Tolsa. Las exequias correspondieron á su objeto; pues además, á la pompa fúnebre adunábase la pompa oficial que contribuyó á la grandeza del acto. Hubo asimismo honras en todas las iglesias, y los empleados vistieron luto durante nueve días. En 1838 y bajo la presidencia de D. José Joaquín Herrera se exhuma- ron los restos de D. Agustín de Iturbide, y con solemnidad se trajeron á Mé- xico; en la Catedral hubo suntuosas exequias y los restos se depositaron en la Capilla de San Felipe de Jesús. : 1 D. Benito Juárez murió siendo Presidente, pero no tuvo honras fúnebres religiosas. 2 Rivera y Cambas, Los gobernantes de México. "Antonio Alzate." 157 La nota (1) de estos apuntes, da noticia cireunstanciada de todo este acto, que ha sido también uno de los más memorables. EA El 31 de Mayo de 1840, y como ya se dijo al tratar de la consagración: del Sr. Fonte, se verificó en la Catedral la del Ilmo. Sr. Dr. D, Manuel Po- sada y Garduño, Arzobispo de México, el primero mexicano después de la In- dependencia. : Nació este benemérito Prelado, en 27 de Sa de 1780 en San Fe- lipe del Obraje (Estado de México ).! Hizo sus estudios en el seminario de Porta Coeli, se doctoró en cánones y se licenció en leyes en la Universidad. Fue cura del Sagrario Metropolitano de México de 1825 á 1832, en que pasó al Cabildo de la Catedral; donde desempeñó los cargos de canónigo doctoral, maestre—escuelas y Vicario Capitular. Á la renuncia que en 1838 hizo el Sr. Fonte del Arzobispado de México, se envió á Roma la terna en la cual figu- raron los nombres de los Sres. Posada, Dr. Campos y Dr. Santiago, quedan- do preconizado el primero, en consistorio de 23 de Diciembre de 1839. El 15 de Abril de 1840, llegaron las bulas, dándoseles el pase respectivo; y se pre- paró la solemne consagración en la misma Catedral, para el 31 de Mayo si- guiente. La augusta ceremonia revistió cuanta magnificencia puede desplegar la Iglesia católica en casos semejantes. El consagrante fue el Ilmo. Sr. Belaun- zarán, antiguo Obispo de Linares, asistiéndole los Ilmos. Sres. Morales, Obis- po de Sonora y Madrid, prelado ¿n partibus de Tenagra. El Presidente de la República, que presidió el acto, Greneral D. Anastasio Bustamante, fue el padrino del ilustrísimo consagrado, juntamente con el Cabildo. Poco tiempo gobernó su diocesi el Sr. Posada: la muerte vino á sorpren. - derle en 30 de Abril de 1846. Su cadáver fue expuesto en la casa arzobispal, de donde se le transladó al templo Metropolitano; allí se le hicieron funera- les solemnes, y en aquel mismo recinto se le dió sepultura. XX + Recuérdanse además de estas solemnidades, otras que, por no alargar más esta nota, dejan de describirse, y que tuvieron en cierto modo su es- plendor. 1 Sosa, El episcopado mexicano. 158 Memorias de la Sociedad Científica En 1844 se le hizo funeral magnífico, á la Sra. de Canalizo, esposa del Presidente de la República D. Valentín Canalizo; el cadáver se depositó provisionalmente, en la bóveda del Altar de los Reyes. En Abril de 1845, murió de congestión el Dr. D. José María de Santiago y Carrero, Presidente del Senado é ilustre sacerdote. El cuerpo se expuso en el Palacio Nacional; de allí se le condujo á la Catedral para sus exequias. Se cuenta que sólo el alba con que se vistió al cadáver, costó quinientos pe- sos: el ornamento fue riquísimo;! y mientras se concluía el sepulcro, que se labró en el santuario de los Angeles, tras del altar de la Imagen, se deposita- ron los restos en la cripta del Altar de los Reyes. En 18 de Junio de 1858 falleció en San Luis Potosí, el bravo y joven ge- neral D. Luis Gonzaga Osollo, con todos los auxilios que prodiga la Religión Católica : su muerte sentidísima fue comunicada, además del parte oficial de las autoridades de San Luis al gobierno de la República, por el Ilmo. Sr. Ba- rajas, Obispo de la diocesi, en sentimental carta al ministro de la Guerra D. José de la Parra. En casi todas las iglesias de la nación se hicieron funera- les por el alma del general Osollo; verificándose también en el Templo Me- tropolitano con asistencia del Gobierno que presidía en aquel entonces el General D. Félix Zuloaga, que vive aún. El túmulo fue el mismo que sirvió para el Sr. Lizana, y después ha seguido montándose para las grandes so- lemnidades fúnebres. . No dejaré en el tintero, antes de pasar adelante, suceso muy digno de mención, y notable ante todo en la historia de nuestra basílica. Derribado el antiguo ciprés y construído uno de escayola por el arquitecto D. Lorenzo Hidalga, se dispuso su estreno con toda oportunidad, para el día en que la Catedral celebra su función titular. El día 14 de Agosto de 1850, en la mañana, y á puerta cerrada, el Tlmo. Sr. D. Joaquín Fernández de Madrid, Obispo in partibus, como se ha dicho, de Tenagra, consagró el templo, no asistiéndole el Cabildo por no ser el con- sagrante el Prelado Metropolitano, según el mismo Cabildo dijo. Era á la sazón Deán el Dr. D. Félix Osores, y el Sr. Madrid, el Tesorero. Por la tarde, verificáronse las vísperas y los maitines, y el 15 de Agosto se estrenó el ciprés en la solemnidad del día. 1 Estos datos los debo 4 mi buen amigo el Sr. Agreda. ¡DAntonioAllato/a | 159 Al gran pontífice Pío IX, que condenó desde la silla de San Pedro los errores modernos en ese libro primoroso, compendio de doctrinas, testimonio de la Iglesia contra el reinado de la mentira, llamado el Syllabus, estaba des- tinado elevar á la categoría de dogma la pureza sin mancha de la Virgen María. Pío 1X, el devotísimo Jerarca, el Pontífice egregio, levantó en Roma para perpetua memoria un monumento á la Inmaculada, en la plaza de Es- paña de la Ciudad Eterna, declarándose el dogma en 8 de Diciembre de 1854. Todas las iglesias del Orbe, apresuráronse á celebrar tan extraordinario acon- tecimiento. En México se recibió con júbilo inmenso la noticia, y, como era natural, se mandó que en la Metropolitana se celebrase este suceso, con toda la pompa acostumbrada en las mayores funciones. Entonces, cuando la Iglesia y el Estado caminaban en consorcio unidos, inútil es decir que la magnificencia y el brillo eran grandiosos. Quizá ninguna época ha sido más grande y entusiasta para las solemni- dades religiosas, que la del gobierno del general Santa-Amna, á la sazón Pre- sidente de la República, en la festividad de que hablo en este lugar. En efecto; muchas personas que presenciaron la función de la Inmacu- lada, y que de ella me han hablado, la ponderan grandemente, y aseguran que pocas han rivalizado con la del 26 de Abril de 1855. 1 Aquel día memorable se anunció con una salva de veintiún cañonazos, cuando el alba amaneció en su lecho de oriente; los repiques, los cohetes, despertaban entusiasmando al pueblo, que entonces, como hoy, dió muestras de su gran piedad. La ciudad se engalanó con cortinajes en los balcones, en las puertas y ventanas, ostentándose por todas partes la imagen de la Reina de los Cielos. La Catedral, ni se diga: en la obra México y sus Alrededores, encontrará el curioso lector una lámina admirablemente dibujada, y que representa el interior de la basílica en los momentos de la solemnidad : todos los ámbitos se miran colmados por la gente que acudió; y allí se da la más cabal idea de cómo tuvo lugar en el sagrado recinto aquel acto extraordinario. Después de la tercia, se presentó á las puertas del templo, á las diez de la mañana, el Presidente General D. Antonio López de Santa-Anmna con el Cuerpo diplomático, los Ministros, el Ayuntamiento, sus ayudantes y altas autoridades, recibiéndosele con todo el ceremonial entonces acostumbrado. 1 D, Manuel Rivera y Cambas en su México Pintoresco, tomo 1, dice que fue el mes de Marzo: este es un error palmario. 160 Memorias de la Sociedad Cientifica Todos tomaron asiento en sus lugares respectivos, y se dió comienzo 4 la mi- sa, celebrando de pontifical el Ilmo. Sr. Arzobispo Dr. D. Lázaro de la Gar- za y Ballesteros; asistiendo también al acto el Delegado Apostólico Arzobis- po de Damasco, y los Obispos de Michoacán y Germanicópolis. El panegírico estuvo á cargo del Ilmo. Sr. Madrid. La función terminó á la una de la tarde. Á las cinco de esa misma tarde, se ordenó una procesión que salió de la Catedral, pasando por frente al Palacio, la Diputación y Portal de Mercade- res, tomando después la carrera del Corpus. Asistieron todas las Religiones, Comunidades, Cofradías, Órdenes terceras, parroquias, Clero secular, Univer- sidad, Ayuntamiento y demás autoridades. La imagen de la Virgen, que era de la propiedad de D. Cristóbal Aguile- ra, ! que se había enriquecido á fuerza de su trabajo, iba en un carro esplén- dido, costeado por la Archicofradía del Santísimo, obsequiando los deseos del Cabildo Metropolitano. El adorno de dicho carro se encomendó á Fr. Amado Montes, religioso franciscano que fue sacristán y luego guardián de su convento, y sacerdote de un gusto exquisito: se adornó con riquísima lama de oro, y los ángeles de plata que rodeaban á la Virgen los proporcionó la co- munidad de la Concepción. Sacaron el carro de la Iglesia los mismos Obispos, que vestían de pontifical, y después lo fueron llevando, por turno, las Reli- giones, Cofradías, colegios, Universidad, etc. Después de las ocho de la noche, concluyó la procesión solemnísima, en medio de las salvas de artillería, del repique á vuelo en todos los templos, de millares de cohetes que inundaban de luz todo el espacio, y del entusias- mo y la piedad del pueblo mexicano, uno de los más católicos del Orbe, sin duda de ninguna especie; y que en aquella ocasión augusta, contribuyó con su unción al brillo de la solemnidad que se hacía en honra y gloria de la pu- reza inmaculada de María. Con este motivo, todos nuestros más galanos poetas y escritores correc- tísimos, consagraron su numen y su inspiración, á cantar y relatar las glo- rias de la Virgen, y los periódicos religiosos de la época como La Cruz y otros varios, engalanaron sus páginas con aquellas producciones. * Después de largo viaje, llegaron á su tierra adoptiva los desgraciados príncipes Maximiliano y Carlota á quienes se había ofrecido la corona de Mé- xico en el histórico alcázar de Miramar. 1 Este y los datos del carro, los debo al Sr. Ágreda. " Antonio Alzate. 1 161 SODOISTILIILIECIIILOLALILILLIIOODILIDOIIAN NOLAILIDIIODIDIILOIIIILIIIAIIOLA IIA Los soberanos llegaron á la Villa de Guadalupe, y después de haber sa- ludado á la Patrona de los Mexicanos, hicteron su entrada triunfal en la Ciu- dad de México en 12 de Junio de 1864. En ciertos lugares de la carrera, se levantaron arcos de triunfo, y todos compitieron en buen gusto y en ostentación, Á las nueve de la mañana salieron de sus habitaciones de la Villa de Gua- dalupe, con todas las autoridades y el correspondiente aparato, y tomaron el camino de México. La comitiva desembocó por la primera de Plateros, á entrar por la puerta principal de la basílica: los emperadores venían en ca- rretela descubierta. : La comitiva fue recibida en la Catedral por las diversas comisiones pre- sididas por los subsecretarios de Estado, ! y hasta las primeras gradas del atrio salieron á recibir á los soberanos y á conducirlos bajo palio, el Ilmo. Sr. La- bastida Arzobispo de México y el de Michoacán y los Obispos de Caradro, Oaxaca, Querétaro y Tulancingo, con el Cabildo Metropolitano, los curas pá- rrocos y el clero. El Templo se iluminó profusamente, y se adornó con sencillez; en el Al- tar de los Reyes, en el tabernáculo y la cornisa, se dispusieron cortinas y colgaduras de terciopelo carmesí con franjas de oro y borlas de la misma ma- teria; grandes flámulas ó gallardetes, suspendidos de las bóvedas y grandes trofeos con banderas mexicanas, francesas, austriacas y belgas, en las colum- nas próximas al tabernáculo. i En seguida los soberanos ocuparon un trono colocado en el presbiterio, á cuyos lados formaron alas algunos guardias de Corps. El Te Deum lo entonó el Ilmo. Sr. Labastida, con acompañamiento de orquesta. La entrada sólo se permitió á las personas que llevaban boleto. La con- currencia fue enteramente escogida, y en ella se veía lo más granado, culto y selecto de la sociedad mexicana. Maximiliano vestía uniforme militar con sombrero montado de general mexicano: al pecho llevaba cruzada la banda de Gran Maestre de la Orden de Guadalupe, ostentando asimismo las demás insignias de la Orden. Carlota lucía un traje azul y blanco, de seda; manteleta azul y gorro, sin otro adorno que unas flores; su sencillez llamó grandemente la atención de cuantos la vieron. Terminado el Te Deum, volvieron todos á ponerse en marcha, rumbo al Palacio, y los Arzobispos y Obispos acompañaron, bajo palio, 4 los soberanos, con el clero, parroquias, etc., hasta la puerta del Templo. 1 Adventmiento de SS, MM, 11. Maximiliano y Carlota al trono de México — México, 1864, 42 Memorias [1893-94], T. VII, 21 162 Memorias de la Sociedad Científica ODILIISIDIIADLL LILIA LIOLLLIIOII En Palacio, recibieron las más entusiastas felicitaciones, por su adveni- miento, que había de tener un resultado espantoso y trágico. dial Abreviando cuanto ha sido posible esta nota, y dejando en el tintero todavía otras muchas solemnidadas, he llegado á la tercera parte, en la cual referiré las grandes funciones que, hasta la fecha, han tenido lugar en la ba- sílica. Á las nueve de la noche del sábado 9 de Febrero de 187 8, el cable comu- nicaba directamente de Roma á México, la noticia de la muerte del Sobera- no Pontífice Pío IX.! No se hallaba entonces en la Capital el Ilmo. Sr. Arzobispo á causa de su Visita Pastoral; pero en el momento se le avisó telegráficamente, llegán- dole la noticia el 1€ á la Parroquia de Ocuila. El 12 siguiente regresó el Sr. Arzobispo á México, á fin de disponer las honras fúnebres solemnísimas. Á los cuantos días, el mismo cable transmitía la noticia de la reunión del Cón- clave y de la elección del nuevo Pontífice que tomó el nombre de León XIII, verificada el 20 del propio Abril. Recuerdo que tan luego como se difandab la noticia, la Ciudad se enlu- tó, y con general sentimiento lamentóse la pérdida del egregio Pontífice de la Inmaculada, El Timo. Sr. Arzobispo tuvo grandísimo empeño en que Las funerales correspondieran á los deseos expresados por todos los fieles de la arguidióce- si, y que la manifestación fuera imponente y grandiosa. Al efecto, expidió el venerable Prelado una circular anunciando oficial- mente el fallecimiento de S. $. Pío IX, y además agregaba que no había me- nester ““deexcitar el sentimiento público para que se haga toda clase de demos- traciones de tristeza y de duelo, durante los días que faltan de este mes (Fo- brero) y los doce primeros del entrante, en que guardarán riguroso luto todas nuestras Iglesias dando el ejemplo la Matriz y la insigne Colegiata de Santa María de Guadalupe. Si nos es permitido —añadía la circular — se darán los ciento veinticinco toques con la campana mayor, acostumbrados en casos se- 1 Honras fúnebres al gran Pontífice Pío TX, ordenadas en la Santa Iglesia Metropolita. ra de México por el lustrisimo Sv. Arzobispo y V. Cabildo en los días 3 y 4 de Abril de 1878. —=México, 42 Antonio Alzate. 163 WILILLIDIDIDLISOLD LIRIOS LLSLLIDLIODIDDIIIDIIDIDIIDIINININS mejantes, y en señal de estar vacante la Santa Iglesia Romana, cabeza y maes- tra de todas las Iglesias. Habrá en la Santa Iglesia Catedral honras fúnebres con la solemnidad que permitan las circunstancias, y en las que oficiaremos, como es de nuestro deber. ““Oportunamente se fijará el día en que la Matriz hará tales honras, y el orden en que han de sucederse las de las parroquias, después de la IL. Colegiata. En nuestro nombre y en el del venerable Cabildo, se pondrán las invitaciones que convenga para la asistencia á las honras de la Catedral, así como el Provisorato dirigirá las que acostumbra para las fun- ciones religiosas.” Las disposiciones que con tal objeto se dieron, se modificaron un tanto, á fin de que la Catedral se pudiera decorar convenientemente, y de que se trabajaran con mayor esmero las oraciones latina y castellana. El 11 de Marzo dispuso el Ilmo. Sr. Arzobispo que se principiara la se- rie de honras fúnebres en las iglesias, comenzando la Parroquia de San An- tonio de las Huertas, y concluyendo por el Sagrario Metropolitano en 29 de ese mismo mes; y se anunció formalmente por mandato del Prelado, en 30 de Marzo, el orden que debería observarse en las honras de la Catedral, á las cuales se daría principio la tarde del miércoles 3 de Abril. En efecto, llegó aquel día solemne: á las cuatro y media de la tarde, en medio de un público numerosísimo, concluídas las distribuciones del coro, se cantaron las Vísperas solemnes de difuntos, que presidió el Ilmo. Sr. Arzo- bispo, con asistencia del Ilmo. Sr, Obispo de Chiapas Dr. D. Germán A. Vi- llalvazo. Cuando las vísperas hubieron concluído, ocupó la cátedra sagrada el Sr. Canónigo Provisor y Vicario General, Lic. D. Joaquín María Díaz y Vargas, pronunciando acto continuo la oración latina cuya elegancia y puli- mento llamaron la atención de los doctos.* Al día siguiente 4 de Abril, el Templo, dispuesto para las ceremonias res- pectivas, profusamente iluminado, hallábase literalmente lleno de escogida concurrencia. Bajo la gran cúpula se levantaba el inmenso y majestuoso catafalco es- trenado en las exequias del Sr. Lizana, construído por el arquitecto D. Ma- nuel Tolsa; cuya descripción de dicho catafalco, prometí para este lugar, y la cual es la siguiente, tomada del periódico La Voz de México, número 77, del jueves 4 de Abril de 1878. “La forma general del monumento, unida á las clases de colores de las piedras de que aparenta estar construído, constituyen un todo imponente y 1 Parentalibus Pi IX. Pont. Max. Oratio a loachim M. Diaz et Vargas, Mexican Ecclesia Metrofpolitane canonico et Illmi. ac Rmi. D. Archiepiscopt V. G. Habita in eadent Mexicana Basilica Die 3. Aprilís. A. D. 1878.—Impresa en el folleto XZorras fúnebres, etc., ya citado. 164 Memorias de la Sociedad Científica CIIODHADLIISLIDIDLDILDLIIIIDIIANIIN mn severo. Delos tres cuerpos que componen el catafalco, es el primero un gran zócalo ó plinto en figura de paralelipípedo rectángulo, cuyos almohadillados paramentos representan ser de granito verde obscuro; en el centro de cada una de sus caras hay una puerta adintelada con jambas, cerramientos y fron- tones curvos de blanco mármol. En grandes planchas de esta misma piedra, adheridos á los muros, á ambos lados de cada una de las cuatro puertas, es- tán esculpidas, en negros caracteres, inscripciones latinas. El interior de este primer cuerpo se supone cubierto con una bóveda plana ó ligeramente curva, bajo la que están las marmóreas escalinatas, que conducen al segundo. Este consta de cuatro machones de granito ó de pórfido rojizo, en forma de tron- cos de pirámides cuadrangulares y oblicuas, cuyo conjunto figura un tronco de pirámide recta, también cuadrangular, y que reposa sobre el plinto. En los claros que entre sí dejan los machones, unos interecolumnios jónicos de már- mol blanco soportan el cornisamento de esta misma piedra, en el que la blan- cura del arquitrabe y cornisa contrastan con el color del friso, que es negro. Este cornisamento corre sin interrupción en todo el derredor del catafalco. “¿Una plana y circular bóveda de negro mármol, cierra por la parte su- perior, el cuerpo de que hablamos; bajo ella, sobre un elegante pedestal de mármol y ágata, reposa el sarcófago que se supone encierra los restos del Pontífice. ¿“ Al pie de los machones y sobre los ángulos del plinto, están colocados cuatro hermosos pebeteros. 1000 “¿Una pirámide cuadrangular descansa sobre el cornisamento del segun- do cuerpo, y es la parte principal del tercero; éste puede considerarse por su forma y material, como la prolongación y complemento del tronco piramidal formado por los machones. Á las caras están adheridos tableros de mármol blanco: tres con inscripciones latinas, y el que mira hacia el coro, con las ar- mas pontificias. Ocho grandes jarrones que sostienen gruesos cirios, y cuatro pebeteros, completan el ornato del tercer cuerpo, al que sirve de remate un pedestal donde descansa la hermosa y colosal estatua de la Iglesia, de blanco mármol, y cuyo ropaje desciende en airosos pliegues como agitados por el viento. a ““Encima del sarcófago, cuya parte superior cubría un rico paño mora- do de seda con galón, fleco y borlas de oro, descansaban, sobre un cojín de terciopelo, las insignias pontificales, tiara, báculo y cruz. Del centro de la cúpula de la gran basílica, bajo la cual se elevaba el catafalco, pendía una majestuosa corona cubierta de negro, de la que se desprendían en forma de pabellón, cuatro grandes gajos igualmente negros, cuyas extremidades esta- ban suspendidas de los capiteles de las columnas que sostienen la misma cú- pula. " Antonio Alzate. 1 165 An ”m OPD PAALIODISN P-LILILLIIPLIIDIIIIA “¿En blandones de metal dorado estaban distribuídos treinta y seis cirios en lo restante del catafulco; y en toda la nave central, cuyas columnas esta- ban tapizadas de negro, ardían cirios de mayor dimensión en blandones igual- mente dorados con adornos de crespón negro, alternando con arbustos natu- rales de pino y de ciprés, cuyo aspecto aumentaba el carácter conmovedor de la ceremonia. Las otras naves del templo y las extensas balaustradas del coro y del altar estaban profusamente iluminadas. ” Á las ocho y media de la mañana se dió principio á la o acana vigi- lia; y en seguida á la misa en la que ofició de pontifical el Ilmo. Sr. Obispo de Chiapas. Después, el Sr. Arzobispo Dr. D. Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos, que presidía el acto fúnebre, se dirigió á la Cátedra del Espíritu Santo, y en ella pronunció el magnífico elogio fúnebre castellano en honor del ilustre Pontífice difunto. + La ceremonia que estuvo imponente y solemnísima, concluyó con los cin- co responsos prevenidos en el ceremonial, y los cuales fueron cantados en el siguiente orden: El primero, por el Sr. Obispo oficiante. El segundo, por el Deán Dr. D. Eulogio María Cárdenas. El tercero, por el Arcediano Lic. D. Joaquín Primo de Rivera. El cuarto, por el Maestrescuelas Dr. D. Próspero María Alarcón. El quinto por el Ilmo. Sr. Arzobispo Labastida. De esta suerte se honró en la Metropolitana de México, la imperecedera memoria del gran Papa predecesor del actual reinante. El 12 de Enero de 1888, hubo en todo el mundo católico solemne fiesta con motivo de celebrar en aquel día, S. S. León XIII, el quincuagésimo ani- versario de su ordenación sacerdotal. Los mexicanos contribuyeron, por su parte, con una peregrinación que se organizó para concurrir en Roma á las fiestas Jubilares, con un álbum con- teniendo producciones de los escritores católicos de la República; y con en- galanar ese día las ciudades. Además, circunscribiéndonos á la ciudad de México, se dijo en todas las iglesias una misa deprecatoria dedicada á la Santísima Trinidad implorando la conservación del Papa; y después misa so- lemne. La Catedral dió el ejemplo, asistiendo á la misa mayor el Sr. Arzobispo, y un numeroso concurso de fieles que atestaron las naves del Templo Me- tropolitano. 166 Memorias de la Sociedad Científica ESLLIIDODEIDIEOLLDIIDIIID PLILIEOLLIDIIDOIGDILD Pocas fiestas contemporáneas celebradas en nuestra basílica, han tenido la resonancia, el brillo y la pompa majestuosa, como las llamadas Bodas de oro del Ilmo. Sr. Arzobispo D. Pelagio A. de Labastida. Testigo presencial de aquel suceso, escribí á raíz de semejante solemni- dad, algunos apuntes que conservo inéditos, y de ellos me valdré en esta parte, para dar al público lector noticia de la fiesta celebrada en 8 de Diciem- bre de 1889, con motivo de cumplir en ese día el Prelado Metropolitano cin- cuenta años de su ordenación sacerdotal. No se imprimió entonces un libro pormenorizado de la fiesta, y con el objeto de que se tengan algunos datos más, me permitiré en este lugar de- tenerme un tanto en la descripción de las citadas Bodas, procurando hacerlo con cierta brevedad; fiestas singulares que por dos razones pasarán á la his- toria con el apellido de notables en nuestros anales eclesiásticos: primeramen- te por haber sido el Sr. Labastida el primero entre todos los Arzobispos de México, á quien la Providencia concedió celebrar su jubileo sacerdotal; y en segundo lugar, porque ni en los concilios mexicanos ni en otra clase de so- lemnidades, habíanse dado cita en la ciudad de México tantos obispos como en Diciembre de 89 llegamos á ver. Con toda oportunidad el Gobierno Eclesiástico de la Arquidiócesi publi- có una circular dirigida al clero y á los fieles anunciándoles el jubileo del Pastor Metropolitano, y excitando á todos á coadyuvar á la realización feliz de las solemnidades, que desde el primero del año comenzáronse á disponer. Como Puebla había sido la primera diócesi del Sr. Labastida, secundó en el acto la circular del Provisorato de México, y de esta suerte siguieron imitando el ejemplo todos los Obispados sufragáneos, y aun los que no lo son del de México. Para dar más brillo al acontecimiento, la Mitra de México convocó á un certamen literario, nombró comisiones y con grande afán trabajó en cuanto estuvo de su parte para obsequiar al venerable Prelado con cuantas entusias- tas demostraciones fueron necesarias, en el fausto día de su jubileo sacer- dotal. ] Los Obispos, á su vez, dirigieron circulares á sus respectivos clero y fie- les, para que se hiciese asimismo en cada dócesi todo género de demostracio- nes en honra de! Metropolitano; y puede decirse con toda la imparcialidad necesaria, que en todos los círculos sociales existía con tal motivo un entu- siasmo extraordinario y singular. Caminaba el tiempo y con él los trabajos incesantes de las diversas co- u Antonio Alzate. 167 misiones nombradas. Preciso es manifestar que la diócesi de Puebla trabajó con grande actividad, y en todo quiso distinguirse la primera en manifestar su amor y su cariño al digno Arzobispo que á la sazón llevaba el peso de la Arquidiócesi de México. Por su parte, las empresas ferrocarrileras expidieron avisos rebajando los precios de pasaje de los diversos puntos de la República á la Capital; y aun circuló con insistencia la noticia de que el Cardenal Gibbons Arzobispo de Baltimore asistiría á las fiestas jubilares. Parece, en efecto, que se invitó á aquel ilustre Prelado, pero como recibiera tarde la invitación, y no le fue- ra fácil el violento arreglo de sus asuntos particulares, no llegó á venir; ha- biéndole ofrecido además la empresa del ferrocarril central, un carro especial de Baltimore á México. En 15 de Noviembre, el Gobierno Eclesiástico dió á conocer el programa bajo el cual las fiestas jubilares solemnísimas deberían verificarse, y entre otras cosas decía, refiriéndose á la función en Catedral: ““ Domingo 8.—Á las ocho de la mañana, concluída la solemne Tercia, saldrá procesionalmente por la puerta interior que comunica á la Iglesia Pa- rroquial del Sagrario con la Santa Iglesia Catedral, el Ilustrísimo Señor Ar- zobispo en unión de los Ilustrísimos Señores Obispos que se dignen acompa- ñarlo, y del M. L. y V. Cabildo, (á que se agregarán las Comisiones eclesiás- ticas que concurran, y todos se encaminarán por dentro del coro y de la crujía al Presbiterio, donde se revestirá su Señoría Ilustrísima para comenzar la Misa solemne en que cantarán los alumnos del Clerical dirigidos por el Pbro. Dr. D, Francisco Plancarte, profesor de canto llano en el propio Colegio, y predicará el Tlustrísimo Sr. Obispo de San Luis Potosí, Dr. y Maestro D. Ignacio Montes de Oca y Obregón, Al final de la Misa se dará la Bendición papal á los fieles y se cantará solemnemente el Te Deum, y durante él usará el Ilustrísimo Señor Arzobispo la preciosa capa pluvial que el Sumo Pontífice León XIII se dignó destinar á la Metropolitana de México en memoria de su Misa Jubilar. Las personas que reciban especial invitación, ocuparán las tribunas y la nave principal del templo. Los demás fieles se sujetarán á la observancia de las reglas de conveniencia y orden que ese día harán cumplir las personas autorizadas al efecto.” Á los pocos días, el propio Gobierno Eclesiástico distribuyó las invitacio- nes para asistir á la Misa jubilar, unas; y otras para una solemne Velada Literaria en la cual se daría al Señor Arzobispo el Álbum conteniendo las diversas producciones literarias al Prelado consagradas. Lasinvitaciones para la Misa, decian: “El Lic. Joaquín María Díaz y Vargas, Arcediano de esta 168 Memorias de la Sociedad Científica no Santa Iglesia Catedral, Provisor, Vicario general y Gobernador de la Arqui- diócesi, por sí, y en nombre y representación del M. 1. y V. Señor Deán y Cabildo Metropolitano, deseando dar hasta donde sea posible, el debido es- plendor al JUBILEO SACERDOTAL de nuestro Dignísimo Prelado el Exmo. y Rmo. Sr. Arzobispo DR. D. PELAG1IO ANTONIO DE LABASTIDA Y DÁVALOS, suplico á vd. se sirva asistir á la Misa Solemne que, con tan fausto motivo, celebrará Su Uxcelencia Hustrísima en la misma Santa Iglesia, álas ocho de la mañana del Domingo 8 del próximo mes de Diciembre, festividad de la In- maculada Concepción.—México, 20 de Noviembre de 1889.” Con el objeto de evitar todo desorden y para el mayor lustre de la fun- ción en la Catedral, se dictaron estas prevenciones: “+12 Que los convidados vistan de negro, llevando los señores frac ó le- vita, y las señoras mantilla ó velo negro. ¿22% Que haya entrada libre para todos los que lleven esos mismos trajes. “¿3% Que las señoras así vestidas entren por la puerta Poniente que da al Empedradillo, y los señores por la puerta Oriente que da al Seminario. 42 Las personas que no quieran ó no puedan usar los trajes indicados, entrarán por las puertas del frente, á las naves laterales. +52 Una vez lleno el templo no se permitirá la entrada. 62 Para evitar estorbos y que quepa más gente, las señoras llevarán asientos portátiles. “72 Los señores de frac y de corbata blanca tendrán su lugar dentro de la crujía. “8% No se admiten niños menores de doce años. “* Habrá á lo largo de la crujía personas que coloquen en ella los ramille- tes de flores que los fieles quieran ofrecer al Ilmo. Señor Arzobispo.” Todo, pues, se disponía y arreglaba con el mayor orden. Durante la últi- ma quincena de Noviembre y los primeros días de Diciembre, comenzaron á llegar los Obispos á la Capital; siendo uno de los primeros el Sr. Montes de Oca, diocesano de San Luis Potosí, y que venía procedente de los Estados Unidos, donde estuvo en las fiestas de Baltimore con el Cardenal Gibbons. En el lujoso carro pullman Moctezuma, legó también el Prelado de Oaxaca, Monseñor Gillow, y así sucesivamente se reunieron los Sres. D. Fr. José de Jesús Portugal Obispo de Sinaloa; D. Fr. Buenaventura Portillo, Obispo. de Zacatecas y el cual había ido 4 Roma al frente de la peregrinación mexicana con motivo del jubileo sacerdotal de León XIII; D. Tomás Barón Obispo de León, D. Ignacio Suárez Peredo Obispo de Veracruz, D. Crescencio Carrillo: Antonio Alzate. 1, 169 y Ancona Obispo de Yucatán, D. Francisco Melitón Vargas Obispo de Puebla, que venía al frente de la peregrinación de su diócesi; D. Miguel Mariano Luque Obispo de Chiapas vino desde Puebla con el limo. Sr. Vargas, y final- mente D. Perfecto Amézquita Obispo de Tabasco, el único que no pudo asis- tir á la Misa jubilar. Total, diez Obispos de los cuales cinco hubo consagra” do el Sr. Labastida, en esta forma: S Al Timo. Sr. Dr. D. Tomás Barón, el 23 de Junio de 1876, en la Colegia- ta de Guadalupe, con asistencia de los Sres. Colima y Camacho. Pasó á Chi- lapa como segundo Obispo, en el orden cronológico. Al Ilmo. Sr. Dr. D. Crescencio Carrillo y Ancona, el 6 de Julio de 1884, en la misma Colegiata de Guadalupe, como Obispo ¿n partibus de Lero y Co- adjutor de Yucatán. Al Ilmo. Sr. Dr. D. Miguel Mariano Luque, el 27 de Diciembre de 1884, en la Catedral de Puebla, como Obispo de Chiapas, Al Ilmo. Sr. Dr. D. Ignacio Suárez Peredo, el 19 de Junio de 1887, en la Iglesia de la Profesa, como Obispo de Veracruz. Al Ilmo. Sr. Dr. D. Eulogio G. Gillow, el 31 de Julio de 1887, en la misma Iglesia de la Profesa, como Obispo de Oaxaca (Hoy es el primer Ar- zobispo de esa diócesi, elevada recientemente á la categoría de arquidiócesi). Algunas otras diócesis euyos prelados no pudieron concurrir á la misa, enviaron comisiones para hallarse en tal suceso representados. Así las cosas, un acontecimiento inesperado vino á llenar de júbilo el corazón del Sr. Labastida: sabiendo el Sumo Pontífice León XITI que el Ve- nerable Arzobispo de México estaba próximo á celebrar el quincuagésimo ani- versario de su primera misa, se apresuró á enviar al Prelado una ardiente felicitación cuyo texto no puedo resistir al deseo de transcribirlo, ya que to- dos estos son datos históricos que siempre pueden aprovecharse en lo porve- nir, aun para facilitar la misma biografía del Ilni0. Sr. Labastida. Se me per- mitirá, por tanto, aun cuando se alargue un poco esta nota, que á continua- ción inserte los documentos siguientes : He aquí el Pontificio: '“Venerabili Fratri Pelagio Antonio Archiepiscopo Mexicano. Lezo PP. XIII. ““Venerabilis Frater, salutem et Apostolicam Benedictionem. “ Quum Nobis nunciatum sit Te propediem celebraturum sacerdotii tui natalem quincuagesimum, nolumus auspicatum hanc preterire diem quin Tibiintimae gratulationis Nostre sensus expromamus. Ad hoc officium pro- niores Nos faciunt cum singulare tuum erga Nos studium et eximia in Ecle- Memorias [1893-94], T. VII, 22 170 Memorias de la Sociedad Científica siam merita, tuum grata recordatis voluptatis quam Ipsi cepimus quum si- mili munere beneficioque divino usi sumus. Omnia itaque Tibi prospera et laeta adprecamur a Deo ut perdiu sospes strenue curare pergas que ad glo- riam Dei pertinent et salutem gregis cui praesides, simulque testem dilec- tionis Nostre Apostolicam Benedictionem Tibi, Clero et fidelibus tue vigi- lantiz concreditis peramanter impertimus. “Datum Rome apud S. Petrum die XXV Octobris Anno MDCCCLXXXIX, Pontificatus Nostri duodecimo.— LEo PP. XIII.”1 Tan luego como el Sr. Labastida recibió la congratulación del Supremo Jerarca de la Iglesia, se apresuró á contestarle en los siguientes términos: ““Beatísimo padre: “El Arzobispo de México, el último de vuestros hijos, se considera en esta vez honrado por Vuestra Santidad con el título de Venerable Herma- no, y distinguido, permítaseme decirlo, acariciado con la manifestación de Vuestra paternal complacencia, expresada con singular y exquisita delicadeza en las Letras que habeis tenido la dignación de enviarle el 25 del pasado Oc- tubre, felicitándolo por su próximo Jubileo Sacerdotal. Y á la verdad, San- tísimo Padre, no hallo palabras que den una idea completa de los tiernos y profundos sentimientos que se levantaron en el fondo de mi corazón, agrade- cido por esa señal inequívoca de Vuestra suma benevolencia para conmigo, indignísimo Pastor de la Santa Iglesia de México. Mas confieso con ingenui- dad, Beatísimo Padre, que me ha servido de gran consuelo ver que un suce- so tan personal y en cierto modo pequeño, haya traído á la mente de Vuestra Santidad un gratísimo recuerdo del inestimable beneficio que Dios Nuestro Se- ñor dispensó hace poco tiempo en Vuestra Augusta Persona, á todos los pue- blos y naciones, y que á la vez haya sido ahora un estímulo para elevar vues- tros ardientes votos á Dios Nuestro Señor, pidiéndole que todas las cosas sean 1 Trabucción.—Á Nuestro Venerable Hermano Pelagio Antonio, Arzobispo de México. —Lrón Papa XIII. — Venerable Hermano, salud y Bendición Apostólica. — Habiéndosenos anunciado que próximamente celebrarás el quincuagésimo natalicio de tu sacerdocio, no hemos _ querido que pase este felicísimo día sin que Te expresemos los sentimientos de nuestra íntima congratulación. Nos inclinan con vehemencia á cumplir este deber, tanto tu singular adhesión hacia Nos y tus eximios méritos para con la Iglesia, como el grato recuerdo del placer que Nos mismo sentimos cuando gozamos de igual don y beneficio divino. Por tanto, pedimos ardiente- mente á Dios Te conceda toda prosperidad y alegría para que sano y salvo prosigas por largo tiempo cuidando valerosamente todo lo que pertenece á la gloria de Dios y á la salud de la grey que presides; al mismo tiempo, en testimonio de Nuestro amor damos muy cordialmente la Ben- dición Apostólica á Tí, al Clero y á los fieles confiados á tu vigilancia.— Dado en Roma, cerca de San Pedro, el día 25 de Octubre, año 1889, duodécimo de Nuestro Pontificado. —LE6N Pa- PA XIII. 1 Antonio Alzate. 171 PS prósperas y alegres en ese Jubileo Sacerdotal, y que después continúe sano por largo tiempo, en el desempeño del cargo pastoral. “¿Nolo rehuso, Santísimo Padre, y menos ahora que, alentado por vues- tras palabras y atraído por vuestro ejemplo, siento reanimada mi natural de- bilidad con la bendición apostólica que me habeis enviado, y postrado á vues- tros piés recibo juntamente con mi clero y fieles, reconociendo en ese signo de suma benevolencia una prueba más y un testimonio solemne de vuestro acendrado amor á esta porción e. cogida de Vuestro rebaño que habeis pues- to bajo mi cuidado. “¿Que D. O. M. conserve incólume Vuestra Preciosa Vida por largos años, y que cuanto antes vean vuestros ojos el triunfo de la Iglesia sobre to- dos sus enemigos. ““Ojalá que sean escuchados benignamente los humildes votos que ha- ce por Vuestra Santidad, Vuestro amantísimo hijo y fidelísimo siervo.—Pr- LAGIO ANTONIO, Arzobispo de México.— México, Noviembre 22 de 1889.” Por su parte, la prensa católica publicaba casi á diario artículos relati- vos al jubileo, excitando y entusiasmando á los católicos al mayor brillo y la, más grande esplendidez de la fiesta que con tanta actividad se preparaba. Sin cesar trabajaban las diversas comisiones en sus labores respectivas; y como la misa solemne debía verificarse en la Catedral, juzgó conveniente el Cabildo dejar su coro expedito para el adorno del Templo, adorno en esta ocasión extraordinario, y transladarse temporalmente al Sagrario Metropoli- tano, donde continuó haciéndose la distribución del coro. Con toda actividad se dió principio en la Catedral á las obras respectivas, bajo la inteligente dirección de los señores arquitecto D. Juan Agea y pro- fesor D. Salomé Pina. Desde luego, acordóse variar la rutinaria exornación de la basílica: en esta vez, las columnas aparecerían desnudas, y se daría al Templo un aspecto de suntuosidad inusitada. De capitel á capitel, tendiéronse rieles ó vigas de fierro, en las columnas del crucero y nave central; bajo los arcos y sosteni- das por los citados rieles, caían recogidas artísticamente, las ricas colgaduras de terciopelo carmesí con galón de oro, que antes cubrían en las grandes so- lemnidades los fustes de las columnas. Á fuer de narrador imparcial, diré que no causó buen efecto el que las colgaduras no pendieran directamente del intradós de las arcadas, porque así quedaba un hueco arriba de los corti- najes y que no tenía razón de ser; por otra parte, las colgaduras obstruían la vista de la perspectiva general del Templo. Los muros interiores del cru- cero, donde están colocadas respectivamente las puertas llamadas del Empe- dradillo y del Seminario, se pintaron de un rojo muy subido, disponiéndose 172 Memorias de la Sociedad Cientifica VADADNADAA MODAL DDD DDADNONO IL INDIN ” en aquellos lugares unas tribunas; formando seis amplias gradas la del Em- pedradillo, cerrada por una balaustrada; dejándose reservado en la parte su- perior un lugar para ciertas y determinadas familias. Esta tribuna, se destinó para las señoras que, según el programa que ya conocemos, habían de entrar por la citada puerta. La tribuna del frente que correspondía á otra porción del crucero, se dispuso alta, de un sólo piso, y se reservó para el cuerpo di- plomático extranjero residente en México. Un tablado ó plataforma, bastante elevado se construyó en el coro para las personas que componían el Orfeón de que luego hablaré. El presbiterio se amplió convenientemente reduciendo las gradas y ex- tendiendo la plataforma con madera; y se exornó el Ciprés con elegantes ti- bores chinos. Bajo las arcadas caían en ondulaciones caprichosas, festones de musgo y blancas rosas, que terminaban en los capiteles. Bajo el arco toral correspondiente 4 la bóveda que encima del Ciprés existe, se suspendió una gran pantalla de fierro y cristales de colores, blan- eos, rojos, verdes y azules; pantalla que hasta la fecha puede verse colocada sobre la puerta del Seminario, interiormente. Dicha pantalla es circular; en su parte superior se ve un trapecio también circular, y el todo remata por una cruz dorada: á ambos lados descienden adornos en forma de arcos inver- sos, y entre éllos hay discos de cristales de colores. En el trapecio, donde campean el verde, blanco y rojo de nuestro pabellón, hay un letrero que dice: EL CABILDO METROPOLITANO y luego en el círculo: Á SU YLMO. PRELADO D. D. PELAGIO Aio LABASTIDA Y DÁVALOS. Á manera de reloj dos manos doradas señalan, respectivamente, las fe- chas 8 DE DICIEMBRE DE 1839 y 8 DE DICIEMBRE DE 1889 Previamente se estuvieron cubriendo todas las ventanas, para impedir el paso de la luz, y substituir la del sol por la opalina de los focos eléctricos de Brush. Antonio Alzate. 1 173 El efecto prometía ser sorprendente y magnífico. Treinta y cinco lám- paras de arco se distribuyeron bajo las bóvedas y los arcos; y no obstante su número, fueron más tarde ineficaces para alumbrar por completo la exten- sión vastísima del Templo, como diré á su vez, para no adelantar descrip- ciones. p En las columnas que sostienen la cúpula se colocaron doce grandes me- dallones elípticos, conteniendo veinticuatro inscripciones latinas trabajadas con esmero por el Sr. Lic. D. Agustín Rodríguez, inscripciones que omito por no dar más extensión á esta nota; y que corren impresas lujosamente en la Corona literaria que entonces se ofreció al Ilmo. Sr. Arzobispo.! He aquí solamente la votiva: EXIMIO. PRAESVLI PELAGIO. ANTONIO. DE. LABASTIDA. ET. DAVALOS NATALE. SVI. SACERDOTIT. QVINCVAGESSIMO LAETANTES. FILII PATRI. AMANTISSIMO FAVSTA. FELICIA. FORTVNATA. QVE. QVAEQUE ADPRECANTVR. Como todo se trató de modificar completamente, y como antes dije, para salir de la rutina, adoptóse, para la mayor grandeza de la ceremonia, el canto llano, acompañado tan sólo del órgano, á usanza de las basílicas de Roma. El Sr. Pbro. Dr. D. Francisco Plancarte, se hizo cargo del Orfeón; y con mucha diligencia logró reunir más de cien voces, invitando á varias perso- nas distinguidas, así como á los jóvenes congregantes de San Luis Gonzaga, de esta Capital. Los ensayos comenzaron á hacerse en el coro del Sagrario Metropolitano, bajo la dirección inmediata del mismo Sr. Pbro. Plancarte; disponiéndose una misa verdaderamente clásica, tomándola de los más gran- des maestros, como Gounod, Pallestrina y Vechiotti. Después, éinvitado por sí, dejando á no pocos disgustados según supe, se hizo cargo de la dirección del Orfeón el Sr. D. Ricardo Lodoza, verificándose luego los ensayos en el Conservatorio Nacional de Música, con la aquiescencia del Director D. José Rivas. | En tanto, los días solemnes se acercaban; las comisiones, en sus esferas respectivas, trabajaban como en el primer día de su organización; y los traba- jos de la Catedral caminaban progresivamente, impidiéndose tres días antes 1 En la imprenta de Díaz de León, 4? Un volumen (1889). 174 Memorias de la Sociedad Científica la entrada del pueblo á la basílica. La noche del 7 de Diciembre se hicieron los maitines de la Inmaculada Concepción en el Sagrario Metropolitano. : Llegaron al fin los tan esperados días jubilares. No sé si por el afecto que con el Sr. Labastida me ligaba, ó por no poder juzgar con toda imparcialidad los hechos contemporáneos, diré que no hubo persona, de cualquier matiz político, que no aguardase aquellos días para dar el parabién al dignísimo Prelado de la Iglesia Mexicana, El rico y el pobre; el literato y el artista; todas las esferas sociales, aprestábanse para ser los primeros en tributar ese homenaje de respeto al Pastor amado de esta Grey. Habíase dado cita á todos los que quisiesen felicitar al Sr. Arzobispo, conforme al programa respectivo, para las diez de la mañana del día 7 de Di- ciembre, en el Palacio Arzobispal, número 8 de la calle de la Perpetua. Em- pero ya á las nueve de la mañana la sala del Trono encontrábase literalmente ocupada por multitud de personas la mayor parte de Puebla, por serlas pri- meras á quienes se recibiría. Casi todos los caballeros vestían de frac y de corbata blanca, llevando al pecho las medallas ó insignias de las diversas corporaciones á que pertene- cían. Cada uno de los gremios llevaba su estandarte respectivo. Las comisio- nes todas hablaron por boca de sus presidentes, contestándoles con frases de cariño el Ilmo. Sr. Arzobispo que ocupaba el Trono, en medio de los Ilmos. Sres. Obispos asistentes. Fueron, pues, á felicitar al Prelado, la peregrinación de Puebla, la Curia Eclesiástica de México y Secretaría, los Párrocos de la Capital, las Ordenes religiosas, el Seminario Conciliar, la Prensa Católica, la Sociedad Católica, y otras corporaciones. Después, todos los circunstantes, junto con el Sr. Arzobispo, bajaron á ver los obsequios presentados al Prelado; los cuales obsequios hallábanse en la capilla ú oratorio particular, convertido momentáneamente en sala de ex- posición. Á las doce y media del día, el Sr. Labastida bastante fatigado, cesó de recibir más gente; y en la tarde, una comisión del Círculo Católico de Méxi.- co dirigió calurosa felicitación al Venerable Pastor, á causa de su jubileo sa- cerdotal. Con positiva ansiedad esperábamos todos la llegada del día 8 de Diciem- bre. Ya cuasi se ha bosquejado en otra parte el adorno de la Catedral, y como Antonio Alzate. 175 VANDAL IAN tres días antes del 8 cerrara sus puertas, la curiosidad en el público multipli- cábase á diario. El 8 prometía ser uno de esos extraordinarios, tan raros en México, como que el acontecimiento era el primero de este género que iba á celebrarse en la Metrópoli. Quién, pues, se propuso llegar al Templo desde las cinco de la mañana ; quién vestir la etiqueta rigurosa, para contemplar á su sabor las ceremonias. Á las siete de la mañana de ese día 8, hora que me pareció bastante có- moda, me dirigí hacia la Catedral. Durante el trayecto comprendido entre mi casa y la basílica, no cesé de ver un cordón de gente, sin solución de con- tinuidad, y que tomaba mi mismo rumbo. Damas y caballeros y carruajes animaban las calles. : | Dí vuelta por la calle de las Escalerillas á la del Seminario: una multi- tud de pueblo agolpábase frente á la reja que cierra el atrio de la Catedral por el oriente. Parejas de gendarmes montados, de riguroso lujo, circunda- ban de trecho en trecho la manzana toda. Una compañía de gendarmes de á pie al mando de un comandante Tagle, quedó encargada de hacer la guardia tanto en el exterior como en el interior del Templo. Conforme á las disposiciones prescritas para este día, y que ya he deja- do consignadas, las damas con mantilla entrarían por la puerta que da al Em- pedradillo: los caballeros vestidos con frac ó levita negra, pasarían por el Se- minario; entrando todas las demás personas que no tuvieran estos requisitos por las puertas del sur del Templo. Rigoristas en extremo estuvieron los en- cargados del cumplimiento de estas disposiciones, y á fuer siempre de impar- cial, debo decir que se llegó hasta la inconveniencia; pues solamente se de- jaron entrar por la puerta del Seminario á aquellas personas que en efecto vestían frac ó levita, impidiéndose el paso, con necia estupidez, aun á aque- llos jóvenes que, no obstante ir ataviados con el traje llamado de media eti- queta, por su edad claro estaba que vi la levita ni el frac podían vestir. Ade- más de originar no pocos y graves disgustos semejante cosa, unióse á ella la ninguna educación del oficial de gendarmes de á pie, que allí cuidaban el or- den como se ha dicho; resultando de esto, como consecuencia inmediata, que la Catedral quedara llena á penas hasta su mitad, dejándose vacío un gran- de espacio. Tal medida lamentáronla, como debe suponerse, tantas personas que del interior habían emprendido largo y penoso viaje sólo por ver las ce- remonias religiosas. Al entrar á la Catedral, confieso que fuí agradablemente sorprendido por el magnífico efecto que presentaba la basílica en su conjunto. El Templo es- taba, si se quiere, completamente desconocido y transformado. Las luces de arco, los centenares de cirios, una semiobscuridad extraordinaria y rara, to- IG Memorias de la Sociedad Científica OODIIILLIIOIIIIOIII0IDIOIIZI0I0I0I0I0DII0IIDDEITIIOIELODIIOLIIELIDIDIIEDIDOEOIOR do daba al interior de nuestra basílica, una especie de originalidad y de apa- cible tinte. Inútil será decir que, dado el rigorismo de que antes hablé, para los tra- jes, la concurrencia fue selecta y escogida. En la crujía que ocupa la nave central, veíase al clero en numeroso y ordenado eonjunto: en la nave proce- sional del costado oriente, se hallaban los caballeros, vestidos de etiqueta: en la nave del poniente, las señoras. En la tribuna que se ha dicho destinó- se al Cuerpo diplomático extranjero, estaban los ministros de España, de Francia, de Alemania y Bélgica, con los miembros de sus respectivas lega- ciones; el Ministro de Relaciones Exteriozes D. Ignacio Mariscal, y otros al- tos empleados; no concurrió el Presidente de la República sino solo su espo- sa la Sra. D? Carmen Romero Rubio de Díaz. En punto de las ocho de la mañana se dió principio á la Tercia, concluí- da la cual salió procesionalmente del coro hacia el Presbiterio, el señor Ar- zobispo, acompañado de los señores Obispos, del Cabildo Metropolitano y de numeroso clero. El Prelado Metropolitano vestía capa magna de color rojo. Tomó en seguida asiento en el trono, entre dos capitulares, y al lado del Evan- gelio, como es costumbre. Enfrente, es decir, al pie del ambón de la Epístola, y en arco de círculo, se colocaron nueve sillones para los Obispos, quienes tomaron asiento, vistiéndose todos de pontifical. Nueve obispos, pues, con- gregáronse allí en esos momentos, número extraordinario que no sólo en nin- gún concilio mexicano se había visto rennido, como he dicho, sino en otro alguno de los celebrados en las demás naciones de la América. Presentes estaban según el orden en que se colocaron, los Ilmos. Sres. Vargas, de Puebla; Barón, de León; Carrillo y Ancona, de Yucatán; Luque, de Chiapas; Portillo, de Zacatecas; Suárez Peredo, de Veracruz; Gillow, de Oaxaca; Portugal, de Sinaloa, y Montes de Oca, de San Luis, que llegó des- pués; faltando el Ilmo. Sr. Amézquita, que no pudo concurrir á la Misa. Esta se principió á las ocho y media. : El Ilmo. Sr. Arzobispo vistió riquísima casulla azul bordada de oro; y acompañados correspondientemente salieron de la sacristía revestidos con dalmáticas también azules, los señores canónigos Lic. D. José María García Álvarez, como diácono, y Dr. D. Ambrosio Lara, como subdiácono. . Ya se ha advertido que no hubo orquesta; y sólo el órgano acompañó á las voces del Orfeón. En el acto que la Misa comenzó, entonáronse los Kiries, y á su tiempo la Gloria, En medio del silencio religioso, admirábamos todos el magnífico efec- to del canto llano, desconocido en México: el Gradual, fue asimismo her- m080. : Pasado el evangelio, el Ilmo. Sr. Dr. y Maestro D. Ignacio Montes de "Antonio Alzate. n WI ÚWNNSNISDIDDIIDIIIIIDODLILIDSLINE| DIO DILIIIO LLL LE LL LLO DI DDN NN Oca y Obregón, revestido de capa magna, oró primero brevemente ante el altar; y acompañado de dos capitulares de su diócesi y de sus familiares, di- rigióse á ocupar la Cátedra Sagrada El tema de la homilía, la cual duró desde las nueve y treinta y cinco minutos hasta las diez y media, fue el versículo del Levítico Santificabis annum quincuayesimum : ¿pse est enim jubilerus (San- tificarás el año quincuagésimo que es año de jubileo). Nada podré decir de aquel discurso, que en medio del silencio general resonó bajo las Lóvedas au- gustas: corre impreso en los periódicos católicos de la época, La Voz de Mé- xico, El Tiempo, 1ól Heraldo y otros, donde el más curioso lector puede leer y comentar aquella pieza oratoria; que no me es dado juzgarla ni mucho me- nos comentarla. Los contemporáneos debemos limitarnos á ver, oir y con- signar; que, transcurriendo los años, vendrán quienes aprovechen lo que se ha apuntado, para el estudio de la historia patria actual. Cuando el sermón terminó, entonóse el Credo, que fue lo que más agra- dó del canto llano; y después, por el ilustrísimo oficiante, el Prefacio, siguién- dose las demás ceremonias de la wmisa. El cáliz en que consagró el señor Ar- zobispo, escogido entre los obseguiados por el mismo Prelado, fue de artís- tica forma; semejante á aquel usado por el Sr. León XIII en su Jubileo Sacerdotal, y que destinó para nuestra diócesi de San Luis Potosí, En la par- te exterior del vaso de oro, mí.anse de relieve los santos mexicanos: la Vir- gen de Guadalupe, San Felipe de Jesús, etc.; y los escudos de las órdenes de San Francisco, Santo Domingo, el Carmen, la Merced, ete., en número de ocho. las cuales órdenes obsequiaron el cáliz al Prelado. En la parte externa del asiento ó pie del cáliz, mírase en el centro el águila mexicana dle alto re- lieve y en torno de ella una inscripción votiva latina. El artífice fue un Sr. Guevara, mexicano. y que trabajó el cáliz con verdadero primor. Concluída la misa, ocupó el ambón de la epístola el Sr. Pbro. D. Ignacio Ocho?, quien dió lectura á una bula de Pío 1X, fecha 23 de Marzo de 1863, por la cual se concedía facultad al Sr. Labastida, para dar la bendición apos- tólica dos veces por año: una el día solemne de la Pascua de Resurrección, y otro día, también festivo, escogido arbitrariamente por el Prelado, siendo el elegido el 8 de Dicienibre de cada año. Revestido el Sr. Labastida con la espléndida capa pluvial que por gra- cia singular regaló á la Arquidiócesi de México el Soberano Pontífice León XIII, como recuerdo de su Jubileo Sacerdotal, bendijo el Sr. Labastida á quienes en la basílica se hallaban congregados, en virtud de la facultad pon- tificia; y en seguida se entonó solemnemente el Te Deum, concluyendo todo á las doce menos cuarto. El Sr. Labastida invitó á su mesa ese día á los Obispos, al Cabildo y al- Memorias [1893-94], T. VII, 8 178 Memorias de la Sociedad Científica PADILLA to clero; y los demás fue invitando á los personajes más prominentes y á sus amigos. É Cerráronse las fiestas jubilares con veladas literarias y con distintas de- mostraciones de adhesión, de cariño y simpatía al ilustre Prelado, cuyo re- cuerdo no se extinguirá jamás. No se habían apagado aún los alegres ecos de las fiestas jubilares del Ilmo. Sr. Dr. D. Pelagio Antonio de Labastida, cuando el 5 de Febrero de 1891, el telégrafo comunicó al Sr. Secretario de la Mitra D. Joaquín Arcadio Pagaza, la funesta nueva de la muerte de tan egregio Pastor. La salud quebrantada del Sr. Labastida, habíale postrado hacía algunos meses; y cuando á principios de 1890 emprendió un viaje á Jacona, desarro- liósele un ateroma, enfermedad incurable y grave. Con este motivo, el se- ñor Arzobispo fue en busca de salud á la hacienda de Oacalco, propiedad del Sr. DP, José María Flores, hacienda riquísima de caña, que dista unas dos y media leguas de Yautepec, Estado de Morelos. La enfermedad tuvo un fu- nesto cuanto inesperado desenlace, la noche del 4 de Febrero de 1891, en la cual dejó de existir el Sr. Labastida á las nueve y media. Tan luego como en México se supo y confirmó lo acaecido, noticia que cundió con la rapidez del rayo, la consternación fue general: algunas casas comenzaron á enlutar sus puertas y los balcones á colgarse de cortinas con moños de negro crespón. La prensa de todos los colores políticos dió la noticia, lamentando la pér- dida del Pastor meritísimo de la grey mexicana. Sin pérdida de tiempo, la Sociedad de Beneficencia Española citó á junta, y acordó poner á disposición de la familia del Sr. Labastida, una fosa gratis y á perpetuidad, en el comen- terio español. Por otra parte, salían al momento para Oacalco, á fin de conducir á Mé- xico el cadáver, el Sr. Pagaza Secretario de la Mitra, el Dr. D. José Mora, y otras personas, entre ellas el Dr. D. Jesús Villagrán, que unido al Dr. Al- tamira procedería al embalsamamiento del cadáver. Esta operación no pu- do verificarse, á causa del ateroma; de suerte que los doctores tuvieron que conformarse con inyectar solamente al cuerpo. Al morir el Sr. Labastida, se levantó el acta correspondiente de defun- ción; y al encerraí el cuerpo en el ataúd, dieron fe del hecho las autoridades de Yautepec. El cadáver fue mientras depositado en la capilla de la hacienda, y una vez todo dispuesto, se transportó en hombros de Oacaleo á Yautepec, y en “Antonio Alzate. 179 AAPP ADIDAS DNA seguida en tren expreso hasta México, donde llegó el día siete ála madrugada, esperando en la estición de San Lázaro multitud de personas, á quienes de todas veras, se vió humedecer sus ojos por el llanto. Dada la premura del tiempo, nada pudo prepararse en la Catedral: enlu- tóse tan sólo la Sala Capitular convertida en capilla ardiente: en el centro se levantó un lecho con dosel de seda negra y oro, donde se colocó el ataúd ro- deándolo de cirios y blandones, y cubriéndolo asimismo con un paño de seda negro y oro, encima del cual descansaba la mitra, como insignia episcopal, Los alumnos del Seminario Conciliar, vistiendo sotana y roquete, hicie- ron la guardia al cadáver. En la mañana del día en que se trajo á México el cuerpo, un numerosí- simo concurso de gente desfiló silencioso ante el féretro. Imposible parecía que aquella alma grande, inquebrantable del Pastor, hnbiese escapado del cuerpo dejándole inanimado y frío: imposible que la Iglesia Mexicana hubie- se quedado huérfana del Padre cariñoso, que hacía poco celebrara alegre y en medio de sus hijos las fiestas del jubileo. El toque de Vacante, que con toda liberalidad fue permitido por parte del Gobierno, de cinco en cinco minutos se daba con la campana mayor da Ca- tedral. Aun cuando quísose al principio armar el gran catafalco que había ser- vido para las honras del Sr. Pío IX, se desistió de la idea por lo difícil y di- latado de la empresa; de suerte que, aun cuando no por esto se dejó de mur- murar, quedó desmantelada la basilica; y así hubieron de verificarse los so- lemnes funerales de cuerpo presente. El día nueve llenáronse por completo las naves del Templo: á las nueve de la mañana, reunidas en orden conveniente las parroquias todas con cruz alta y ciriales, las escuelas católicas, el clero secular y regular, el Cabildo Metropolitano y el de Guadalupe, etc., salieron procesionalmente de la Sala Capitular, cerrando la marcha el ataúd: la comitiva dió vuelta á la Iglesia por el altar del Perdón, y se detuvo frente á la puerta oriental, mientras se colocaba el féretro que estaba forrado de morado, en un catafalco sencillo que se alzó bajo la cúpula. Á las nueve y cuarenta y cinco minutos se dió principio á la vigilia á to- da orquesta, y luego á la solemne misa de requiem, á cuya conclusión se en- tonaron los cinco respunsos de rúbrica, concluyendo todo á las doce y media. Á la ceremonia asistió Monseñor Spaulding, Obispo de Pensilvania, y que á la sazón se encontraba en México, de paso. En la tarde de ese día, verificóse el sepelio'en el panteón español. Puede decirse que aquel entierro, no ha tenido segundo en México, y en estos tiem- pos contemporáneos, dada la espontaneidad del sentimiento, y lo veraz de 180 Memorias de la Sociedad Científica PAPADIODOAAA DAD InI las lágrimas que derramaban los ojos de cuantos presenciaron tan imponen- te y grande acontecimiento. “La tarde de ese día —escribía yo en La Voz de México del 12 de Febrero de 1891 —aparecía triste, como velada por una sombra fúnebre: el tañido melancólico de las campanas de la gran basílica, predisponía el ánimo para recibir emociones que comprimieran el corazón atribulado. ““Poco antes de las tres y media de la tarde, hora fijada para recibir en la Catedral el duelo, penetramos al Templo por la sacristía, en los momentos que verificaba otro tanto el Sr. general D. Porfirio Díaz, Presidente de la Repú- blica, el cual iba acompañado de los Sres. Lic. D. Manuel Romero Rubio, Secretario de Gobernación y D. José de Teresa. “Un silencio imponente reinaba en el vastísimo recinto; las luces aca- baban de apagarse y todavía el humo de los pábilos se elevaba hasta las bó- vedas; las puertas se cerraron y sólo quedó abierta de par en par la del Po- niente, que da salida al Empedradillo. “En la crujía y casi al pie de la escalinata del presbiterio, estaba una mesa, junto al catafalco que se levantó para la misa de cuerpo presente; en dicha mesa, cubierta con un paño mortuorio, descansaba el cuerpo exánime de nuestro ilustrisimo Prelado. “¿Cuando llegamos tras del Presidente de la República, le recibieron los Dres. D. Próspero María Alarcón y D. Ambrosio Lara, organizándose inme- diatamente después la comitiva. Era imposible caminar: la multitud se agol- paba en masas compactas á la puerta del Templo; y la placeta del Empedra- dillo, el jardín, todo estaba henchido de gente de todas clases y condiciones- además de la que había en los balcones y azoteas de las casas. Todos ansia, ban ver, al menos, el ataúd donde se encerraban los amados restos; sobre aquel, forrado de felpa morada, descansaba una hermosísima corona y las in- signias episcopales: la mitra y el báculo. “Á duras penas avanzamos hasta la esquina de las Escalerillas y Santo Domingo, y allí se colocó el féretro en lujoso carro tirado por seis caballos con mantilla y penachos blancos, no pudiendo llevarse en hombros el cadá- ver, por la muchedumbre que llenaba el tránsito. “Seguimos caminando á pie y las cabezas descubiertas todos, hasta la plazuela de Santo Domingo, en donde se tomaron los trenes, que en núme- ro de más de cincuenta, se extendían en la calle dela Perpetua. Una vez lle- nos todos los coches, la comitiva comenzó á caminar con lentitud por las calles de la Cerca de Santo Domingo, segunda y primera de San Lorenzo, plazuela y Rejas de la Concepción, Puente y calle de la Wariscala, siguiendo por San Hipólito, Alvarado, ete. ; y los puntos conocidos hasta el cementerio español. ¿“La gente llenaba por completo las calles, y mucha quedó aguardando Antonio Alzate." 131 ILILILLILDII0IDEIIOILIDIDIDIILIDII0DII0IIISILILÍ el cortejo por el Refngio, Independencia, etc., por donde creían había de pa- sar la fúnebre comitiva. “Por todas partes veíamos no la enriosidad sino el duelo, el sentimien- to retratado en los semblantes. Al llegar á San Cosme, fuimos presa de una emoción inconcebible. Nos hallábamos frente al Colegio del Sagrado Cora- zón: los balcones del edificio. enlutados absolutamente con paños negros, ha- cían resaltar las armas de la Iglesia Mexicana, formadas de plata De uno y otro lado de la puerta principal y en la acera. se veían formadas las alumnas, de riguroso luto, en actitud respetuosa y cubiertos los rostros con largos ve- los: aquel cuadro indescriptible, mudos, absortos, lo contemplamos con tris- teza insólita, asomando á nuestros ojos indiscretas lágrimas. Pero todavía recibiríamos nuevas y semejantes emociones. “Pasamos la garita de la Tlaxpana. y en toda la calzada caminaba á pie multitud de gente, así como innumerables carruajes. Todas las casas de aque- llos lugares mostraban cortinajes, moños, todo enlutado: hasta el jacal más insignificante tenía en su puerta cerrada un lazo negro de papel de China, Allí no se veía otra cosa que la más sincera espontaneidad. ¡Qué cuadro aquel! Pocos son los que con plena justicia reciben honores semejantes. “¿Cuando el cadáver pasó por el costado de la parroquia de San Cosme, lánguidamente doblaban las campanas. “¿Al cabo de hora y media de camino, estuvimos en el pueblo da Tacuba, el pueblo predilecto del Ilmo Sr. Labastida, y en donde había establecido su residencia habitual. ¡Oh, recuerdos! No pudimos mens de traer á la memo- ria las veces que tuvo el que esto escribe el gusto de estar allí con nuestro venerable Padre y Pastor: allí le contemplamos muchas ocasiones escuchan- do de sus labios los consejos y la resolución de los negocios que nos llevaban á solicitar de él su decisión. Fl pueblo de Tacuba honró muy dignamente Jos restos de su ilustre huésped, de su protector y padre. Las casas todas vistie- ron luto: las campanas de la parroquia repetían el doble lúgubre á cada ins- tante, y-el pueblo en masa, bebiéndose las lágrimas, y casi podemos decir, regando el suelo con ellas, apenas tuvo cerca los amados restos, salió á reci- birlos con velas de cera encendidas, rodeando la carroza y regando flores á su paso. “ras los cristales de las ventanas, se veía la gente que lloraba. Sólo aquellos que presenciaron escenas semejantes pueden darse cuenta de ellas. Todo tenía un aspecto grandioso, imponente, solemne. Y ¿qué corazón no habría de enternecerse en esos instantes en que caía la tarde y se escuchaban -fúnebres los ecos de los bronces de la parroquia de Tacuba que tanto recor- daban? “Pasaron al fin dichos momentos: la comitiva, ó mejor dicho, el largo o 132. Memorias de la Sociedad Cientifica convoy de coches, caminaba majestuoso tras el cadáver; la gente por la cal- zada, melancólica, con sus velas encendidas, semejando una procesión ine- narrable, acompañaba los despojos del Pastor bendito; cerca de las seis, nos detuvimos frente á la portada del cementerio. Nueva escena volvió á pre- sentársenos: la multitud se agolpaba á las rejas del fúnebre recinto; pene- tramos con dificultad, y al entrar vimos á los miembros honorables de la Co- lonia Española que esperaban con cirios encendidos, y á un sacerdote con capa pluvial. Desde la puerta del cementerio hasta la de la capilla, la cual le- vanta su mole en el fondo, había á ambos lados de la calzada una fila de ca- balleros, señoras y jóvenes, con vela en mano; después de las ceremonias que se hicieron á la entrada, se condujo al cuerpo en hombros, á la capilla, en don- de ya prescindimos de entrar. Allí quedó al fin depositado el cadáver; y más tarde se exhumarán los restos para ser transladados á la cripta de la Colegia- ta de Guadalupe, iglesia actualmente en obra. como es notoriamente sabido. “El Presidente de la República, general Díaz, acompañó al cadáver del Sr. Arzobispo hasta que el féretro bajó al sepulcro. ““ Á las ocho de la noche regresábamos á México.” Como no había sido posible, dada la premura del tiempo según se ha di- cho ya, disponer convenientemente la Catedral para los funerales del Sr. La- bastida, una vez que pasó el sepelio y cesaron las demostraciones fúnebres inmediatas al acontecimiento, el Cabildo comenzó á organizar suntuosas hon- ras, en memoria del Prelado que acababa de bajar á la tumba. Con empeño se hicieron los preparativos armándose el gran catafalco, el mismo del Sr. Lizana, el que ha servido tantas ocasiones, y que se alzó bajo la cúpula en las exequias del Sr. Pío IX. En los tableros respectivos, colo- cáronse leyendas alusivas; entre otras unos sonetos primorosos hechos al efecto por el eximio poeta D Juaquín Arcadio Pagaza. Siento no poder in- sertarlos, por la falta de espacio. Dichos sonetos se hallaban en los ángulos del primer cuerpo del monumento; y en la parte superior de éste, encontrá- banse colocadas inscripciones latinas; así como en las paredes laterales de la basílica y de trecho en trecho, en tableros imitando lápidas de mármol; ins- cripciones hechas por los Dres. Pbros. D. Antonio Paredes y D. Francisco Plancarte. Las columnas se forraron de negro, y se dió al Templo un aspecto impo- nente y grandioso. Dado el éxito que tuvo el Orfeón en las Bodas de Oro, volvió á reorgani- > w Antonio Alzate. 183 zarge éste, ensayando las diversas partes que le correspondían desempeñar en esta solemnidad fúnebre. En la tarde del dia 17 de Abril de 1891, se principió con las solemnes Vísperas, ejecutándose en ellas la música de los maestros Mercadante y Miller; pronunciando la oración latina el Br. D. Atenógenes Segale, alumno del Seminario Conciliar, y conocido ya en el mundo de las letras bajo el seu- dónimo de Elio Turno de Zamora. + Al siguiente día 18, henchida la basílica, cubiertas sus ventanas para dar una semiobscuridad imponente, se dió principio á la ceremonia con el In- vitatorio del maestro mexicano D. José C. Camacho; entonándose á continua- ción el salmo Domine y la primera lección Parce nobis Domine. Siguió la misa solemne de requiem, dirigida por el Sr. Camacho, y que salió brillante y magnífica. Concluído el evangelio se encaminó al púlpito el Dr. y Maestro D. Igna- cio Montes de Oca y Obregón, Obispo de San Luis Potosí, el cual pronunció el elogio castellano, que asimismo, como la homilía de las Bodas de Oro, corre impreso en los periódicos católicos de la época; absteniéndome también aho- ra, de todo comentario á este discurso. La ceremonia que fue bastante dilatada, terminó con los responsos acos- tumbrados. El 21 de Junio de 1891, celebró también la Iglesia Católica y en parti- cular la juventud, el tercer centenario de la muerte de San Luis Gonzaga. Extraordinario día fue éste, que quisieron solemnizar en la ciudad de Méxi- co, con cuanta pompa era posible, las dos Congregaciones de jóvenes y de se- ñoritas, que canónicamente se hallan erigidas en la Iglesia de Santa Brígida. En efecto: para dar más brillo á tan alegre fiesta de la juventud, el Ca- bildo Metropolitano, á cuyo frente se encontraba el Sr. Vicario Capitular de la Mitra, aún vacante, Dr. D. Próspero María Alarcón, cedió gustoso el Tem- plo Metropolitano, para que en él se hiciese la solemne función del Cente- nario. La basílica, como en las festividades de mayor grandeza, echó á vuelo gus campanas, engalanó sus columnas con las elegantes colgaduras de tercio- pelo carmesí con franjas de oro; adornó con flámulas las naves, y derramaron á torrentes su luz, los millares de cirios distribuídos en todo el interior del Templo. Á ambos lados de la crujía se dispusieron asientos : del lado del Evan- gelio, para los jóvenes congregantes, y comisiones respectivas del Círculo Ca- tólico, Centro de San Pedro, Círculo de obreros y otras asociaciones católi- 184 Mexsorias de la Sociedad Científica POIS A cas, que concurrieron con sus estandartes respectivos Allado de la Epístola, hallábanse los congregantes en coro numeroso, y las distinguidas alumnas del Colegio del Sagrado Corazón, con blancos velos.y trajes del propio color; y, además, cofradías, archicofradías y diversas comisiones y sociedades Ca- tólicas de señoras. Aquel día, reuníase, como en otras veces, lo más escogi- do y culto de nuestra suciedad. El Templo presentaba un aspecto armonioso y agradable. A Se cantó misa solemnísima, á la cual asistió el Ilmo. Sr. Amézquita, Obis- po de Tubasco; y la Cátedra Sagrada lu ocupó el elocuente orador KR. P. An- drés G. Rivas, de la Compañía de Jesús. La música fue de autores escogidos; y la festividad tuvo resonancia de grandiosa y de solemne. ? + * * Á causa de la muerte del Ilmo. Sr. Labastida, y como es eostumbre en esos casos, se reunió el Cabildo Eclesiástico para nombrar Vicario Capitular en Sede Vacante, recayendo tal nombramiento en el Sr. D án Dr. D. Prós- pero María Alurcon.! Enviada luego la terna á Roma, el mismo Sr. Alarcón fue preconizado Arzobispo de México, en consistorio de 17 de !viciembre de 1891, llegando á México el 14 de Enero del siguiente año las bulas respecti- vas y el palio arzobispal. Con tal motivo se echaron á vuelo las campanas de la basílica y las de los demás templos de la Capital. El domingo 7 de Febrero de ese año ( 1892), la Catedral se engalanó para presenciar la solemnísima consagración de su Metropolitano. Como en las Bodas de oro del Sr. Labastida, se destinó la parte de la epís- tola á los caballeros, la del evangelio á las damas; entraudo por la puerta del sur, el público no invitado; y como en esta vez no se usó del rigor abso- luto para los trajes, pudo verse un tanto más colmada la basílica, que «ubrió sus puertas á las ocho de la mañana, El consagrante fue el Dr. y Maestro D. Ignacio.Montes de Oca, asistido de los Sres. Obispos de Puebla y Veracruz D Francisco Melitón Vargas y D. Ignacio Suárez Peredo. La ceremonia fae sumamente larga y fatigosa, por lo que, al día siguiente S, por la mañana y en la misma Catedral se im- puso al Ilmo. Sr. Alarcón por manos del Sr. Montes de Oca, el palio arzo- bispal. Una vez cumplido este requisito. el nuevo Arzobispo de México Dr. D. Próspero María Alarcón y Sánchez de la Barquera, tomó posesión de su ar- quidiócesi, con gran contento de todos sus diocesanos. x Véase la nota (XK). '" Antonio Alzate, 185 He dado cima, con la consagración del Sr. Alarcón al relato brevísimo, y en orden cronológico, de las funciones más solemnes que se han verificado en nuestra Catedral, aun cuando no es poco lo que ha quedado por decirse ; y para dar completo término á la presente nota, haré mención de las fiestas que con gran pompa anualmente se verifican, cuales son: la titular, el Cor- pus, la Semana Santa y otras, principalmente las tres primeras. La titular, que es la de la Asunción de la Virgen, tiénese el 15 de Agos- to; preparándose la basílica con sus mejores galas: cúbrense las columnas con sus ricas colgaduras de terciopelo carmesí con franjas de oro; de las bó- vedas suspéndense flámulas airosas y en todos los candiles y en la crujía y balaustrada que hay en torno del coro, se encienden centenares de luces. El día 14 por la tarde, hay vísperas, salve y maitines solemnísimos; y al siguiente 15, por todo el Templo hay procesión, con la imagen de la Vir- gen, y en seguida oficia de Pontifical el mismo Arzobispo, el que, una vez terminada la misa, da la bendición papal; ó el capitular que cante la misa, no estando presente el Prelado, conforme á la concesión del Sumo Pontífice Pío VIII en su breve del 12 de Julio de 1829. En este día solemne, échanse á vuelo las campanas del Templo. ' Por lo que hace á la festividad del Corpus, hoy no es ni un remedo de lo que antes era. La procesión sobre todo, era soJemnísima, aparatosa y magní- fica. Si relatase desde su origen en México, el Corpus, algunas páginas ten- dría yo que llenar, y sólo me limitaré á dar una idea ligerísima de lo que fue y de lo que ahora es. La víspera de tan fastuoso día, procesionalmente se llevaba al Santísimo del Sagrario á la Catedral, una vez que el coro rezaba nona : esta práctica se sigue aún para las vísperas. Luego los muitines solemnes, que antes eran de orquesta, acabándose á las 7 ú 8 de la noche, colmándose el Templo de gente. > El día del Corpus, oficiaba de Pontifical, como hasta el día, el Prelado Metropolitano; y concluída la misa, se organizaba la procesión : encabezaban la marcha las Hermanas de la Caridad, siguiendo las Cofradías, Órdenes ter- ceras, Parroquias con su cruz alzada y ciriales, las Religiones, con excepción de los Carmelitas que tenían el privilegio de no salir; la Archicofradía de Memorias [1893-94], T. VII, 24 186 Memorias de la Sociedad Cientifica Nuestra Señora de los Remedios, cuyos rector y diputados llevaban cetros de plata; y cuando la imagen se hallaba en México, iba en andas también de plata; luego la Archicofradía del Santísimo Sacramento, que tomaba mucha participación en toda la solemnidad; su rector llevaba en una vara de plata el famoso crucifijo obsequiado por San Pío V; inmediatamente después la cruz de la Catedral, el Clero secular, la Curia eclesiástica, el Coro de la basílica, el Cabildo eclesiástico, la custodia con el Santísimo, los Colegios, la Universi- dad, el Ayuntamiento que costeaba la música de la hora de siesta, y, final- mente, el gobernante, La procesión salía por la puerta del Empedradillo, y recorría las calles de Tacuba, Santa Clara, primeramente hasta Betlemitas, acortándose des- pués hasta la esquina de Santa Clara y Vergara; luego por esta calle y segun- da de San Francisco. En la esquina del callejón de Santa Clara y tercera de San Francisco, esperaban los padres del Oratorio de San Felipe Neri, con vela en mano, y acompañaban á la procesión una ó dos calles, la cual proce- sión seguía por Plateros, la plaza de Armas, sin recorrerla toda, á entrar por la puerta principal ó del Perdón, á la Catedral. Cubríase la carrera toda con una vela de cotense, sostenida por argollas que pueden verse todavía. La vela ““se estrenó el 3 de Junio de 1790. Tenía más de 1,500 varas de largo, y costó más de 5,000 pesos. Anteriormente se ponía la sombra con madera, petates y tule, que costeaban y ponían los indios de las Parcialidades de México y de los pueblos de la comarca á los que re- partía el terreno por trechos, el intérprete general de la Real Audiencia. ” ! La última vez que se puso la vela fue en el Corpus de 1860. Alguna vez se varió de derrotero, á causa de estarse componiendo una de las calles de San Francisco. Esto fue en el Corpus de 1784, pasando por las calles de Santo Domingo, Donceles, la Canoa, Factor, Santa Clara y Ta- cuba: salió la procesión por la puerta del Empedradillo y entró por la prin- cipal. ? En la procesión salían también los gigantones y la tarasca, pero esta cos- - tumbre en cierto modo ridícula, quedó abolida bajo el gobierno del ilustre Conde de Revillagigedo. $ En toda la carrera, formaban en alas los brillantes granaderos; y al salir la procesión, las salvas de artillería con su marcial estruendo y los repiques á vuelo con las sonoras campanas de la basílica, daban á la fiesta un carácter imponente y hermoso; repitiéndose las descargas de cañón y los repiques, 1 Sedano, Voticias de Méxtco. 2 Ídem ídem. 3 Pueden verse otros pormenores curiosos en el México Viejo del Sr. González Obregón. ' Antonio Alzate. 1 187 mn cuando la procesión iba en mitad de su curso, y cuando entraba á la Ca- tedral. El día del Corpus, se llevaba la custodia chica, y en el de la 8? la gran- de: no recorriéndose en dicha octava, sino parte de la plaza. En 1856 se estrenó la espléndida estufa en que salía el Santísimo, yendo por primera vez á dejar el Sacramento al Sr. Lic. D. Manuel de Ágreda, pa- dre dé mi excelente amigo el Sr. D. José María y á quien soy deudor de mu- chas de estas curiosas noticias. El Sr. Sollano, cura á la sazón del Sagrario, quiso que el Sr. Lic. Ágreda estrenara la carroza, llevándole el mismo señor cura el Sagrado Viático, antes de la procesión. Hoy el Corpus sólo se limita al interior del Templo: oficia, como se ha dicho, de Pontifical, el Ilmo. Sr. Arzobispo; asisten las parroquias, cofra- días, clero secular, etc. ; pero no ya con la pompa majestuosa de otros tiem- pos que han pasado á a historia y á la crónica: También la Semana Santa era más solemne, aun cuando hoy no deja de celebrarse con dignidad. El miércoles por la tarde, oficio de tinieblas con asistencia del Prelado diocesano, Antiguamente el último miserere duraba una, hora justa. El jueves oficios solemnes celebrando de Pontifical el Arzobispo quien consagra con todo el ceremonial respectivo los santos óleos. En otra época había por la tarde dos lavatorios: uno, que era el de los pobres, costeado por la Archicofradía del Santísimo que asistía; y otro en el cual y en la Sala de Cabildos, el Prelado lavaba una mano á cada uno de los canónigos. Además, cuando en la Catedral se estaban cantando el jueves santo los maitipes del viernes, entraba por la puerta cercana á la torre del poniente, una procesión de la iglesia de la Santísima Trinidad: en esos momentos se avisaba á los ca- nónigos, y cuatro de ellos salían á recibir la procesión á dicha puerta. Allí el abad de San Pedro, que llevaba una cruz de carey de seis brazos, ! se la daba al canónigo más antiguo de aquellos cuatro, y así caminaba la procesión hasta la puerta que cae al ex-Seminario, después de haber dado la vuelta á la iglesia: entonces el abad recibía la eruz, concluyendo todo. Los maiti- nes se acababan á las ocho de la noche. El viernes, los oficios de costumbre y la procesión para depositar el lig- num crucis en la capilla del Santo Cristo. En la tarde venía antes la procesión del Santo Entierro, de Santo Domingo, invitando para ello y asistiendo, el 1 Todos estos datos los debo al Sr, D. José M. de Ágreda. 188 Memorias de la Sociedad Científica ww gobernador del Distrito y el Ayuntamiento, recibiéndose por cuatro canóni- gos como la de la Santísima. El domingo de Resurrección, misa solemnísima, oficiando de Pontifical el Prelado, quien, hasta la fecha, da la bendición papal. Además, celébranse con cierta solemnidad todas las no citadas antes, y que en el calendario se marcan unas con «> * y otras con E: le aisla leo lata ies (1) 1+ E en la que | representa la dy milongitad del compás. - Por medio de esta ecuación se puede construir un compás de aplicación tan amplia como se quiera. Por ejemplo, si se tiene el dibujo de un montaje de boca de fuego en la escala de 14 2, y se quiere reducir al quinto del natural, empleando un compás cuya longitud total es de 164,4 milímetros. Substituyendo en la fórmula (1) los valores R=3,r=3 y L = 82,2 milímetros, se tendrá: 2 0= 17 7) 82,2=35,28 milímetros, para la distancia entre el centro del instrumento y el centro de rotación. Este cáleulo supone conocido el centro de la longitud del compás, pero si no estuviese marcado, que es lo que general- mente sucede, se desarma y se determina, ó bien se quita el eje Antonio Alzate. 1 195 del botón y se monta en un torno centrándolo con precisión. En seguida, con un buril muy fino se practica en la cabeza del eje un pequeño taladro, cuya profundidad no exceda de medio milímetro. Hecho esto, ya se pueden medir con un compás co- mún y un pie talón provisto de vernier las distancias que da el cálculo, contadas del eje geométrico del botón á las puntas del compás. Llamemos y la distancia A O y tendremos la ecuación : R _12L—y ¡ PAN PET, de donde. 2 pa 5 Id toria (2) Calculemos á y con los datos del ejemplo anterior, y encon- traremos: 1 y= e = 46,97 milímetros, Ez | ó bien 47 milímetros en números redondos para la distancia del centro del eje del botón á la punta A. Como comprobación se deberá tener: x+y=L=35,23+46.97=82,2 milímetros, que esla semilongitud del compás empleado en la reducción del dibujo del montaje. Un compás de proporciones requiere mucho cuidado de par- te de la persona que lo usa; una presión excesiva Ó un golpe sobre las puntas las rompe ó las embota, y de un modo ú otro, se alteran é inutilizan las divisiones de sus ramas. Sin embar- go, con el auxilio del cálculo anterior se pueden aguzar las pun- tas del compás y trabajar así con un instrumento incorrecto. 196 Memorias de la Sociedad Cientifica ” Algunos constructores adaptan al compás de proporciones una escala graduada en milímetros, que permite tomar una re- lación cualquiera entre las aberturas de sus ramas; pero esta escala de nada servirá si el instrumento ha sufrido una peque- ña alteración en su longitud. También suele aplicársele un engranaje que consiste en una cremallera y un piñón de acero para imprimirle al botón los mo- vimientos necesarios para transportarlo de un punto á otro á lo largo de las ranuras practicadas en las ramas del instrumen- to. Estos dos pequeños órganos constituyen una ventaja seria porque de este modo se puede establecer con prontitud y pre- cisión la coincidencia entre el índice que lleva el botón y cual- quiera de las divisiones de las ramas ó piernas del compás. Los materiales empleados en la construcción del instrumen- to de que vengo ocupándome son generalmente acero y plata alemana. El engranaje, las extremidades de las ramas y el eje en que va montado el botón son de acero, y el cuerpo del ins- trumento de metal blanco ó plata alemana. La composición de este último metal es la siguiente: Cobre: SLIGARONREDAL COTABAE ll 50 partes. IA e A 230. 0 Níquel...... IAS RIBAS SR UE 20 O Siendo de.1,100, 410 y 1,500 grados centígrados las tempe- raturas respectivas á que funden estos metales, habrá que em- pezar por la fundición del níquel para acabar por la del zinc. Volvamos á considerar la fórmula (1) y hagamos en ella r=*R, entonces 2=0; en este caso el instrumento es un com- pás de dobles piernas iguales que sólo nos sirve para transpor- tar distancias. Daremos, pues, á + valores inferiores á la unidad, y encon- traremos para un compás de 200 milímetros de longitud, los re- sultados siguientes: '" Antonio Alzate. n 3 197 TABI,A PARA EL USO DEL COMPAS DE PROPORCIONES. Mas de Valores de x LS de Valores de x |' SS de Valores de x E en milímetros 37 en milímetros E en milímetros 0.99 0.51 0.84 8.70 0.69 18.34 0.98 1.01 0.83 9.29 0.68 19.05 0.97 1.52 0.82 9.89 0.67 19.76 0.96 2.04 0.81 10.50 0.66 20.48 0.95 2.56 0.80 11.11 0.65 21.21 0,94 3.09 0.79 11.73 0.64 21.95 0.93 3.63 0.78 12.36 0.63 22.70 0.92 4.17 0.77 12.99 0.62 23.46 0.91 4.71 9.76 13.64 0.61 24.22 0.90 5.26 0.75 14.29 0.60 25.00 0.89 5.82 0.74 14.94 0.59 25.79 0.88 6.38 0.73 15.61 0.58 26.58 0.87 6.95 0.72 16 28 0.57 27,39 0.86 7.53 0.71 16.96 0.56 28.21 0,85 8.11 0.70 17.65 0.55 29.03 0.54 29.87 * 0.28 56,25 0.02 96.08 0.53 30.72 0.27 57.48 0.01 98.02 0.52 31.58 0.26 58.73 0.00 100.00 0.51 32.45 0.25 60.00 0.50 33.33 0.24 61.29 0,49 34.23 0.23 62 60 0.48 35.14 0,22 63.93 0.47 35.05 0.21 65,29 0.46 36.99 0.20 66.67 0,45 37.93 * 0.19 68.07 0,44 38.89 0.18 69.49 0,43 39.86 0.17 70.94 0.42 40.85 0.16 72.41 0,41 41.84 0.15 73.91 0.40 42.86 0.14 75.44 0.39 43.88 0.13 76.99 0.38 44.93 0.12 78.57 0.37 45.99 0.11 80.18 0.36 47.06 0.10 81.82 0.35 48.15 0.09 83.49 0.34 49.25 0.08 85.19 0.33 50.3 0.07 86.92 0.32 51.52 0.06 88.68 0.31 92.67 0.05 90.48 0.30 53.85 0.04 92.31 0.29 55.04 0.03 94.17 198 Memorias do la Sociedad Científica El mayor valor que puede tener x es | 6 100 milímetros se- gún lo indica la tabla. Esto se verifica cuando < es igual á ce- ro: esto es, cuando 7 ha llegado á su mínimum y R á su máxi- mum. Este resultado supone que el eje del botón está trans- portado á una de las extremidades del compás, y entonces se convierte en un compás común. México, Septiembre 29 de 1893. CATÁLOGO DE LAS AVES DE MÉXICO DESCRITAS HASTA LA FECHA FORMADO POR SERAFIN BERISTAIÍN Socio correspondiente Y JUAN B. LAURENCIO Naturalistas de la Comisión Geográfico-exploradofa. ADVERTENCIA. anos creído de utilidad la formación de esta lista que per- mite conocer el número de especies de aves que llegan al país y el orden que deben tener en el arreglo de las colecciones en los gabinetes, pues él obedece al parentesco que tienen según sus afinidades anatómicas; é indica también su distribución geográfica, muy limitada en algunas y bien extensa en otras. Este catálogo es solamente un preludio de la obra que nos proponemos publicar y la cual contendrá las descripciones de todos los géneros y especies, con sus sinonimias más comunes; así como las diagnosis de las familias y géneros que permitan encontrar desde luego cualesquiera especie, para lo cual tene- mos reunidos ya muchos datos. 200 Memorias de la Sociedad Cientifica DADA nr Comenzamos con los Crypturi por ser los más próximos á los Struthiones y por consiguiente los que se acercan más á los pájaros fósiles que conocemos; seguiremos el método natural, empezando por los animales que aparecieron primero para ter- : minar con las formas posteriores. Hacemos de los Trochili (chupamirtos) un orden distinto, porque las diferencias en su esqueleto y organización en gene- ral son bastante marcadas para que puedan comprenderse en los Macrochires como lo hacen varios autores. Por último, para las especies que se han colectado en mu- chos puntos distintos, indicamos su habitat no por poblaciones sino por regiones, pues del otro modo llenaríamos gran espacio designando cada uno de los lugares en donde la hemos obser- vado. Exposición de los órdenes en que hemos dividido la Clase Avium. 1 Crypturi. 11 Pygopodes. III Longipennes. IV Steganopodes. V Anseres. VI Odontoglosse. VII Herodiones. VIIL Alectorides. IX Limicole. X Galline. XI Columbe. XII Raptores. XITI Psittaci. XIV, Coceyges. XV ¿Pici. XV1 Macrochires. XVII Trochili. XVIII Passeres. | " Antonio Alzate. . :: 201 LILLE LOLI IILLIOLIILLLIDODAILIIIIIAINA IOLLIILILLIII LIC IIDAILIIADIL EN INDICE SISTEMATICO DE LOS ORDENES Y FAMILIAS CRYPTURI. HERODIONES. Tinamidee. Plataleida. PYGOPODES Lui , ; Cinconiide. ds Cochlearidee a Ardeide, Podicipitidee. Urinatoridee. ALECTORIDES. Gruidee. LONGIPENNES. Arañides Procellariidee. Eauicienidas Rhynchopodida. Pabrids Laride. Rallide. STEGANOPODES.: LIMICOLE. da Phalaropodidee. Sulide. Recurvirostride. Plotideo. a Scolopacide. Phalacrocoracidee. Charddaida. Pelecanidee. Aphrizide. Fregatida. Hematopodide. ANSERES. Anatide». ; AL Tetraonide. ODONTOGLOSSZ. Meleagridee. Phoenicopteridee. Cracide. Memorias [1893-94], T. VIT, 26 202 Memorias de la Sociedad Científica PNODIIDIDIIIN NADADIODAD ADO DIA DAD ISI ADDIDI0D DD IDOL DIODOS 1d AN COLUMBA. TROCHILI. Camabide. Trochilidee. RAPTORES. E ss Libro Ta Vulturide. Dendrocolaptidee. yA Falconide. Cotingidee. Strigide. Piprideo. Bubonideo. Tvyrannidee. sw PSsITTACI. O Corvidee. Psittacide. Icteridez. ea, Pringilide. Tanagridee. Rehamphastidz. Coerebide. Bucconide. Certhiidee. Cueculide. yl Paridoe: Trogonide. Cinclidee. Momotidz. Mniotiltidee. Alcedinide.: :.. Motacillidee. - : Vireonidee. PrcCr, 'DHÍIAR Laniide. Picide. Ampelidee. : a Hirundinidee. MACHROCHIRES. 2 900000 - Troglodytidee. Caprimulgide. Sylvide.. Cypselide. : Turdidee.. ¿4 Antonio Alzate. 1 208 LIILIIIIDID III GTICILLLILIILIEIISIL WA VES. Ordo 1.—CRYPTURI. Fam. 1.—TINAMIDEZ, [ABUTARDAS]. CRYPTURUS. 1 Boucardi, Scl. Hab. Costa de Sotavento, E. de Veracruz, 2 Pileatus ( Bodd). » — ? de 3 Sallei, Bp, » Estados de Veracruz, Oa- xaca y Chiapas. TINAMUS. 4 Robustus, Scl. » Región caliente de Vera- - Cruz. Ordo 11.—PYGOPODES. . ] Fax. I,—URIDA. [Urras]. CATARACTES. 5 Californica ( Bryant ). y» Mar Pacífico, Baja Cali- fornia. 204 Mersorias de la Sociedad Cientifica mn EXONPADODDIA LD IDI[IDI0A SYNTHLIBORAMPHUS. 6 Hipoleucus, Xan. Hab. Cabo S. Lucas, Baja Cali- fornia. BRACHYRAMPHUS. 7 Marmoratus (Gm). , Costas de la Baja Califor- - nia. Fax. 11. —ALCIDA. [PrscuIxos.] PTYCHORAMPHUS. 1" 8 aleuticus (Pal ). Hab. Baja California. CERORHINCA. — me 9 Monocerata (Pal ). de as Fam. TIL. —PODICIPITIDA, [ZAMBULLIDORESs. | PODICEPS. 10 Californicus, Heerm. Hab. Costa. del Pacífico y Ja- lapa. Ml COLYMBUS. 11 Dominicus, L. » Costa del Pacífico, Baja California. PoDILYMBUS. (1 E O) 12 Podiceps (L ). » Valle de México, O. y $. : de la República. MCHMOPHORUS. 2 18 Clarku ( Lawr ). » Baja California. : 14 Occidentalis ( Lawr ). SS 50 e ¿4 Antonio Alzate.' 205 WII IPLDIIDLEILDIILIIDISLDIDIDIIELILIDIIDIDILIIIDIIIDISLLIIIILIIEIIDIIIDILIIDIEIIIAIIA Fam. IV. —URINATORIDA,. URINATOR. - . E 15 Pacificus ( Lawr ). Hab. Baja California. i Ordo I11.—LONGIPENNES. Fam. 1.—PROCELLARIIDA, [PerreLos]. PUFFINUS. 16 Griseus (Gm). Hab. Mar y Costas de la Baja 4 California. 17 Gavia (Forst ). » Todo el Pacífico hasta la : Baja California HALOCYPTENA. 18 Microsoma, Coues. » Mar y Costas de la Baja : : California. DAPTION. 19 Capensis (L.). » Costas del Pacífico. OCEANODROMA. | | 4 20 Melania (Bp). y, Mar Pacífico hasta la Baja California. Fax. IL. —RHYNCHOPODIDA, [PrcorrEra]. RHYNCHOPS. 21 Nigra, L. Hab. Región Caliente de ambas Costas. 206 Memorias de la Sociedad Cientifica IICA ILLES Fam. II. —LARIDA. [Gaviotas]. LARUS, . 22 Philadelphia, Ord. e Hab. 2 | i 23 Atricilla, L. » E.de Veracruz y Oaxaca. 24 Occidentalis, Aud. ” Baja California. 25 Californicus, Laur. 1 Costas de los Estados de ar ES Veracruz y Oaxaca. 26 Delawarensis, Ord, y Costa de Oaxaca. 27 Franklini, Sw. +: ,, E. de Puebla. 28 Heermanni, Cass. » Costas del Pacífico. GELOCHELIDON. 29 Anglica (Mont). » Istmo de Tehuantepec. - STERNA. 30 Forsteri, Nutt. Hab. Istmo de Tehuantepec.: 81 Regius, Gamb. y Golfo de México. 32 Galericulata, Licht. y Todala Costa del Pacífico. 33 Superciliaris, Vieill. , Costas de ambos mares. 34 Maxima. HYDROCHELIDON. 35 Fissipes (L). » Costas del Pacífico. 36 Nigra surinamensis. -. ONICHOPRION. d 37 Fuliginosus (¿Om J. )» Costas Occidentales é Is- las Socorro. ANOUS. 38 Stolidus, de e , Ambas Costas. 11 Antonio Alzate. ;; j 207 NNDDDDADIADIOLILILIWDOIDOSOLDILIDOISOLIOIILOLIIOILIDEIILIIDIOIDOL LLE LDILILIOLIL LIO LILIA Ordo IV.—STEGANOPODES. Fam. 1: PHATONIDE. | PHAETON. 39 Flavirostris, Brandt. Hab. Ambas Costas. 40 Mithereus (1). . 55 se Fam. 11.—--SULIDA.”[Rueras]. SULA. ) 41 Bassana (L). Hab, Golfo de México. 42 Piscator (LL)... : » Ambos mares. Fam. HI,— PLOTIDA. PLOTUS. 43 Anhinga, L, Hab. Ambas Costas. Fam. IV.—PHALACROCORACIDE. [Cuervos MARINOS]. - PHALACROCORAX. 44 Brasilianus (Gm). Hab. Costas de los Estados del Sur. : 45 Pelagicus resplendens (Aud.) . y Desde Mazatlán 4 Cabo San Lucas. 46 Penicillatus, Brandt, » Baja California, 41 Mexicanus ( Brandt.) y» Golfo de México. 48 Dilophus albocilliatus, Ridga. y Región Occidental é Islas Socorro, 208 Memorias de:la Sociedad Cientifica LDL DALIIOLIWLIIIIODLIDIALIAIDIDIAD Fam. V.--PELECANIDZ. [Prericaxos]. —PELECANUS. 400 | ; 49 Fuscus (L.) - Hab. Costas del Golfo de Mé. x1C0. 50 Californicus, Ridgv. » Costas Occ. 51 Erythrorhyneus, Gm. » Costas del Golfo de Mé- xico. Fam. VI.—FREGATIDA. [AGUILAS DE MAR]. FREGATA. | 52 Minor ( Gm.) Hab. Costas del Pacífico. 53 Aquila ( L.)* ,, Ambosmares. Ordo V.— ANSERES. Fan. 1.—ANATIDA. [Paros]. BRANTA. | 54 Nigricans, Lawr. "Hab. Costas de California en in- vierno. » ANSER. 55 Coerulescens, L. » Línea divisoria con los Es- tados Unidos. > 56 Hyperboreus, Pall. y Llanuras de las Costas del Pacífico. 57 Gambelli, Hartl. » Estados del Norte en in- vierno. HISTRIONICUS. 58 Histrionicus ( L.) » Baja California (raro). "Antonio Alzate. 209 DAMA INIA, MERGUS. 59 Cueullatus ( E.) 60 Serrator., ERISMATURA. 61 Dominica (L.) j 62 Rubida ( Wils.) BUCEPHALA. 63 Americana (Bp.) 64 Albeola (E, ) z AYTHYA. 65 Americana (Eyíon.) 66 Collaris ( Donov.) 67 Affinis (Eyton.) AIx. Or 68 Sponsa (L.) SPATULA. 69 Clypeata (L.) - MARECA. | 70 Americana (Gm.) DAFILA. 71 Acuta (L.). ... QUERQUEDULA. 72 Cyanoptera (Vieill.) 73 Discors (L.) LISIS IDILIIIII III IIS LILLO OIDO Hab. En toda la República. Hab. Estados Orientales (raro), Estados del Norte y Cen- bro. Norte de la República. 3) 75. 92 22 Estados del Norte. En toda la República. » ” 2 27 Memorias [1893-94], T. VIT, 27 210 Memorias de la Sociedad Científica QUERQUEDULA. 74 Carolinensis ((m.) Hab. En toda la Bepública en invierno. l ÁNAS. O 715 Diazi, Ridgw. » Valle de Puebla. 76 Boschas;, L. .:...: » En toda la República. CHANLELASMUS. E 16 Streperus, E; » En toda la República. CAIRINA. i : 78 Moschata (L.) ,, Común en ambas Costas. DENDROCYGNA. 79 Autumnalis (L.) + ,», Por toda la República. 80 Fulva (Gm.) A MESBOS , so Ordo VI —ODONTOGLOSSA. 0 1 —PHENICOPTERIDA,. [Flamencos]. PHENICOPTERUS. 81 Ruber(L.) Hab. Costas de la Península de : Yucatán. Ordo VII. O Fan. T.—PLATALEIDA. [EsPATULA]. PLATALEA. AJUCHUPADTA Saagaa Ll - Hab. En casi toda la República, abundante en las costas. "Antonio Alzate. 211 DIDIER VILIILDILIIIDIIDIDZIDIGIIALEIS Fax. 11, —IBIDA. [1515]. PLEGADIS. di 83 Guarauna (L.). .. , . Hab. En ambas Costas, FALCINELLUS. | | ] he 84 Igenus (Gm.) ,, Ambas Costas. IBIS. . 85 Rubra(L.) » Costas: del Golfo de Mé- E x1co. 86 Ordi (Bp.) » Pantanos y ríos de toda la República. GUARA. 87 Alba (L.) . », En ambas Costas. 5 Fam. IL, —CICONIIDA. [GALAm5AS, GARZONES]. MYCTERIA. , 88 Americana (L.) Hab. En casi toda la República. TANTALUS. A 89 Loculator. » Región cálida de ambas E Costas y algunos puntos de la Mesa Central. Fax. 1V.—COCHLEARIDA, — CANCROMA, A ¡EBIDO: 90 Cochlearia, L... Hab. Región Meridional del país, X 212 Memorias de la Sociedad Cientifica Faw. V.—ARDEIDA. [Garzas]. NYCTICORAX. | 91 Violaceus (L.) Hab. Toda la República. 92 Neevius (Bodd.) »» Ambas Costas... 93 Gardeni. ca TIGRISOMA. 94 Cabanisi, F. Heine, y, Ambas Costas, de la Re- : gión O. y $. ARDETTA. 95 Exilis (Gm. ) ¡, Estados de Puebla y Ve- Tracruz. j U BOTAURUS.. 96 Lentiginosus ( Mont, ) » Estados de Tlaxcala, Ve- 0 cd racruz y Puebla. ARDEA. 97 Agami, L. =>, Estados de Veracruz y Oaxaca. 98 Tricolor ruficollis (Gos- se.). qe: ,» En toda la República. 99 Pealei, Bp. | » Istmo de Tehuantepec. — 100 Leucogastra (Bodd. ) » Tamaulipas, Veracruz y Tehuantepec. 101 Rufa (_Bodd. ) » En ambas Costas. 102 Ceerulea (L.) OS: A 103 Herodias, L. » y Casi toda la República. 104 Candidissima ( Gm.) » En toda la República. 105 Egreotta ( Gm.) E ” 1 Antonio Alzate. 1 213 0 BOTURIDES. 106 Virescens, Z.. Hab. Ambas Costas. Ordo VIII, —ALECTORIDES. Fax. 1.—GRUIDE, [GruLLAs]. 107 Canadensis (L.) Hab. ? 108 Fraterculus ( Cass.) a a es] 109 Americana (L.) : », Región del Norte. ' Fam. 11. —ARAMIDA. ARAMUS. | PCE 110 Seolopaceus (Gm.) Hab. Veracruz, Oaxaca y Chia- pas. ME 111 Gigantous (Bp.) » Costas del Golfo de Mé- > xiCO. Farm, TIT. — EDICNEMIDA. CEDICNEMUS. y 112 Bistriatus ( Wagl.) Hab. Región Central y Meridio- E nal, del Fax. 1V.—PARRIDA. PARRA. 3 113 Gymnostoma, Wagl. Hab. En casi toda la República. 214 : Memorias de la Sociedad Científica LDILLLLIIILLLLILLIDISEIIIILDILALDLIDLILIIIILID ID LID IILIDIIIIIII Fax, V.—RALLIDA. [GALLINAS DE AGUA]. HELIORNIS. -114 Fulica (Boda. ) FuLica. 115 Americana, Gm. GALLINULA. dae 116 Galeata (Licht. ):: PORPHYRIO. 117 Martinicus ( L.) PORZANA. 118 Jamaicensis ( (M.) 119 Carolina (L.) ARAMIDES. 120 Albiventris, Lawr RALLUS 1921 Virginianus, L. 122 Obsoletus, Ridgw. 123 Elegans, Aud. Hab. Estados de Veracruz y 3) Oaxaca. En-casi toda la República, menos las partes altas. , Región Caliente dela Re- 7? 2 22 E) 2 »” pública. Hab. Costa del Paciico. Norte de la República? En toda la República. En ambas Costas. Estados de Chiapas y Ta- basco. Pantanos Salados de la Baja California. En casi toda la República. ¡Antonio Alzate. "0! 215 -Ordo IX.—LIMICOL.A. (Chichicuilotes). Fam. 1. —PHALAROPODIDA. PHALAROPUS. 124 Fulicarius. (L.) Hab. Baja California. 125 Hyperboreus (L.) » Toda la República en in- Us A vierno. 126 Wilsoni. Sab. y» Toda la República en in- : vierno..- Fam, 11, —RECURVIROSTRIDA,. RECURVIROSTRA. ] 127 Americana ( Gm.) Hab. Valles de México y Pue- bla, y región caliente de Veracruz. HIMANTOPUS, E e AS 128 Mexicanus (Múll.) ,, En toda la. República; abundante en la Costa O. 129 Nigricollis. Lat Fam. 111. —SCOLOPACIDEA. NUMENTUS. 130 Borealis / Forst.).. Hab. en toda la República. 131 Hudsonicus ( Lath.) da AS 3 132 Longirostris (Wils.) non o» o» »” LIMOSA. | le 133 Fedoa(L.) ,, Región meridional y Cos- : tas del Golfo. 216 LILIA A LIMOSA. 134 Hudsonica (Lath.) E) TRYNGITES. till 135 Rufescens ( Vieil.) ACTITURUS. 136 Bartramius ( Wils. as 137 Longicandus: TRINGOIDES. 138 Macularius (L.) RHYACOPHILUS: 139 Solitarius:( Wils.) GAMBETTA. 140 Flavipes (Gm.) 141 Melanoleuca ( Gin.) SYMPHEMIA. 142 Semipalmata ( Gm.) MICROPALAMA. 143.Himantopus (.Bp.) EREUNETES. 144 Petrificatus (Lil, ) CALIDRIS. mas 145 Arenaria (L.)' Memorias de la Sociedad Científica WIOLLLOSOOLOLLD Hab. En toda la República, tn ad Región Sureste. En toda la República, pero especialmente en la Costa del Atlántico. En casi toda la República. En toda la República. En casi toda la República. , Costa Oriental... y Costa Occ. y N. ,» Toda la República. 1 Antonio Alzate. 1 217 na TRINGA. 146 Minutilla ( Vieill.) Hab, ,, Costa Oriental. 147 Fuscicollis ( Vieill.) ' o de | 148 Canutus, L. » ».» ,y“ókll Pacífico en in- vierno. 149 Bairdi, Coues. ds ? 150 Maculata ( Vieill.) y —=1 MACRORHAMPHUS. 151 Seolopaceus / Say.) , Costas Occidentales y Sur. GALLINAGO. ON 152 Wilsoni [ Temm. ) » Mesa Centraly costa Oriental. y Fax. 1Y. —CHARADRIDA. - 2EGIALITES. ; ' - 153 Collaris ( Vieill. ) Hab. Estados de Oaxaca y Uhia- pas. AS 154 Wilsoni ( Ord.) , Ambas Costas. * 155 Nivosa ( Cass.) y Costa Occidental. 156 Semipalmata ( Bp.) » En toda la República; ¿ abundante en la Región : O. y $. en invierno. 157 Vocifera (_L.) 5, Llanuras de toda la Repú- blica. CHARADRIUS. 158 Virginicus (_Borkh.) y Entodala República, me- p nos las Costas del Pací- fico. 159 Dominicus. : 160 Montanos. Memorias [1893-94], T. VII, 28 y 218 Memorias do la Sociedad Científica SQUATAROLA. 161 Helvetica (L.) Hab. Playas de ambos mares. VANELLUS. | 162 Cayennensis (Gm. ) » Región Sur. HOPLOPTERIS. 163 Cayanus ( Lath.) ? Fam. V.—APHRIZIDA. APHRIZA. : : 164 Virgata ( Gm.) Hab. Costa del Pacífico. STREPSILAS. 165 Interpres ( L.) ,, Ambas Costas. Farm. VI.—HAMATOPODIDA!. Ñ HAMATOPUS. 166 Palleatus ( Temm.) » Costa del Pacífico. Ordo X.—GALLINZE. Fam. 1.-—TETRAONIDA. [CoDorNIcEÉ8]. PHILORTYX. 167 Personatus, Ridgw. 1 Estado de Puebla. ODONTOPHORUS. 168 Thoraciecus, Gamb. ,- Región caliente de Vera- Cruz. 169 Guttatus, Gould. as ? w Antonio Alzate. 219 = DENDRORTYX. 170 Barbatus, Gould. Selby.) LOPHORTYX. 172 Gambelli ([ Vutt.) 173 Californica (Lath. ) CALLIPEPLA. 174 Elegans, Less. 175 Squamata, Vig. EuPsYCHORTYX. 176 Fasciatus, Gould. 177 Hypoleucus, Gould. CYRTONYX. 178 Salleei, Berr. 179 Ocellatus, Gould. 180 Massena (Less ) ORTYX. 181 Nigrogularis, Gould. - 182 Coyolcos, Gm. 183 Pectoralis, Gould. MELEAGRIS. 181 Mexicana, Gould. - Hab. Región alpina de Orizaba. 1/1 Macrurus (Jard. el Sonora y Chihuahua. , Baja California. Estados de Colima y Sina- loa. Valle de México, San Luis Potosí y Tamaulipas. Planíos de Colima. Estados de Chiapas y Ta- basco. 2 Estados de Chiapas y Ta- basco. Valle de México. Estado de Yucatán. Costa Suroeste. Región caliente de Vera- cruz y Puebla. Fam. 1. —MELEAGRIDA. [Pavosl Hab. Estados de Veracruz y Oaxaca. 220 Memorias de la Sociedad Científica n Y MELEAGRIS. 185 Ocellata, Temm. Hab. Península de Yucatán. Fam. TU.—CRACIDA. [CHACHALACAS]. ORTALIDA., E ; 186 Plumbeiceps, Gray. Hab. Istmo de Tehuantepec. 187 Leucogastra, Gould. » Estados de: Chiapas y Ta- baseo. 3 188 Poliocephala, Gray. y Istmo de Tehuantepec. 189 Wagleri, Gray. y Costa de Sinaloa. 190 Vetula, Wagl. Hab. Estados de Veracruz y Puebla, Guerrero y Oa- xXAca. PENELOPE. 191 Purpurascens, Wagl. 1 En los bosques de ambas Costas. CRAX. ¿sa 192 Selateri, G. R, Gray. a ? 193 Globicera, L. y» Bosques de ambas Costas. Ordo XI.—COLUMBAE. (Palomas). Fam. 1.—COLUMBIDA. GEOTRYGON. 191 Montana, L. Hab. Región templada y calien- : ; te de Veracruz. | 195 Albifacies, Sel. et. Salv. ,, Región templada del Es- tado de Veracruz. Antonio Alzate. 221 PERISTERA. 196 Mondetoura, Bp. 197 Pretiosa, F. Pér. LEPTOTILA. 198 Plumbeiceps (Sel. e Salv.) ENGYPTILA. 199 Albifrons, Bp. CHAMAPELIA. 200 Rufipennis, Bp. 201 Passerina (L.) SCARDAFELLA. 202 Inca ( Less.) MELOPELIA. - a 203 Leucoptera (L.) f ZENAIDA. 201 Zenaida (Bp.) ZENAIDURA. 205 Graysoni, Lavr. 206 Yucatanensis, Lawr. 207 Carolinensis (L.) ECTOPISTES. 208 Migratorius (L.) Hab. Sur de la República. ” E) % 2 PR) Jalapa (E. de Veracruz). Común en ambas Costas. Región caliente del E. de Veracruz. En casi toda la República. Región caliente de ambas Costas. Baja California, Tamauli- pas y Puebla. Peuínsula de Yucatán. I. Socorro. Península de Yucatán. Abundante en toda la Re- pública. ; Hab. Varios puntos de la Repú- blica. 222 Memorias de la Sociedad Científica HANS IIS LEPIDUENAS. | 209 Speciosa ( Gm.) Hab. Región caliente de Vera- cruz. COLUMBA. 210 Nigrirostris, Sel, 211 Flavirostris, Wagl. » Región Sur. y Región caliente y templa- da de toda la República, 212 Fasciata, Say. » Mesa Central y llanuras de la región O. y $. Ordo XII. —RAPTORES. Fam. 1.—VULTURIDA. [ZorrLotEs]. CATHARTES. 213 Californiana ( Shaw.) Hab. Baja California. 214 Aura (L.) » Entodala República, pero, rara en las partes altas. CATHARISTES. 215 Papa (L.) » Región caliente del Sur y Oriente. 216 Atratus ( Bartr.) » En toda la República. Fam. 1.—FALCONIDA. [GAVILANES Y AGUÍLUCHOS. ] IBYCTER. : 217 Americanus (Bodd.) Hab. En Chiapas. POLYBORUS. 218 Cheriway ( Jaca.) », En toda la República. abundante en las Costas. “Antonio Alzate. 223 WILDE An TINNUNCULUS. 219 Sparverius (£.) Hab. Toda la República. FALCO. 220 Mexicanus (Schleg.) ”» WALCO. 221 Colambarius, L. » Toda la República. 222 Aurantius, Gm. » Región O. y Sur. | 223 Albigularis, Daud. » Región caliente de la Re- pública. HYPOTRIORCHIS. 224 Rufigularis (Daud.) 225 Femoralis, Temm. . FALCO. 226 Communis, Gn, y ——! 227 Fuscocaerulescens, Vietll. » Toda la República; rara al N. ICTINIA. 228 Plumbea, Vieill, » Región caliente de Vera- cruz é6lstmo de Tehuan- : tepec. 229 Mississippiensis (Wils.) , Estados de Veracruz, Ta- maulipas, Oaxaca y Chiapas. HARPAGUS. 230 Fasciatus (Lawr. ) » Región caliente de Vera- cruz é Istmo de Tehuan- tepec. 224. Memorias de la Sociedad Cientifica pS ELANUS. 231 Leucurus ( Vieill.) LEPTODON. 232 Uncinatus Temm. 233 Cayennensis (Gm. ) ROSTRHAMUS. 234 Sociabilis ( Vieill.) ELANOIDES.- 235 Furcatus (L.) HALIAETUS. 236 Leucocephalus (L.) HERPETOTHERES. 237 Cachinnans ( L.) SPIZAETUS. 238 Tyrannus [ Maz.) a ) 239 Ornatus. 240 Mauduyti ( Daud.) SPIZIASTUR. :241 Melanolenucus / Vieill. ) Hab. Región templada de Ve- »” » racrtuz. Costa de Sotavento é Ist- mo de Tehuantepec. Vosta de Sotavento é Ist- mo de Tehuantepec. Costa de Sotavento (Esta- do de Veracruz). Istmo de Tehuantepec (ra- ra). | Región Norte. Región Sur, Región caliente y templa- da de Veracruz. Región caliente del O. y Sur. Región caliente y templa- da. 1 Antonio Alzate." . SODLIIILIIDD III DIS DNINISINS AQUILA. 242 Chrysaétus (L.) THRASAETUS. 243 Harpya (£L.) URUBITINGA. 244 Ghiesbreghti ( Du Bus.) 245 Anthracina ( Nitzsch. ) 246 Zonura (Schaw. ) .BUSARELLUS. 247 Nigricollis (Lath. ) ASTURINA. 248 Ruficauda, Scl et Salv, 249 Magnirostris ( Gm. ) 250 Plagiata ( Schl. y BUTEOLA. | 251 Brachyura ( Vieill, ) ARCHIBUTEO. , 252 Ferrugineus (Licht, ) Hab. En toda la República (rara). y» Estados de Veracruz y Oaxaca. ,, Región caliente y templa- da de Veracruz. . » Región caliente y templa- da del O. y Sur. -») Región caliente y templa- da del O. y Sur. y Costa de Sotavento, Esta- do de Veracruz (rara.) , Región Sur. », Región templada y calien- - "te del O. y $8. y Región O., Occ. y Sur. ,, Sur de Tehuantepec. ! ¡ Real del Monte y Baja Ca- lifornia. Memorias [1893-94], T. VII, 29 226 Memorias de la Sociedad Científica BUTEO. 258 Obsoletus ( Gm. ) 254 Swainsoni. 259 Borealis (Gm. ) 256 Lineatus (Gm.) 357 Latissimus ( Wils. ) 258 Harlani (Aud. ) 259 Sylvanicus. BUTEO. 260 Abbreviatus (Cab. ) 261 Albicaudatus ( MieilL..) 6 "CIRCUS. 262 Hudsonius (L.) ERYTHROCNEMA. 263 Unicineta ( Tepmm. ) GERANOSPIZA. 264 Niger (Du Bus. ) MICRASTUR. 265 Guerrilla, Cass. 266 Semitorquatus ( Vieill. ) Y) » ” ” eb) 2) Hab. Baja California y región del N. Michoacán, Orizaba y Te- huantepec. Región Occidental, Región templada y calien- te de Veracruz y Oaxa- ca. Región Occidental. Estado de Veracruz y Te- huantepec. Región caliente del Esta- do de Puebla. Región Sur. En toda la República. Guanajuato. Región caliente de ambas Costas. Región caliente y templa- da de ambas Costas. Región Oriental. 3 1" Antonio Alzate. 1 227. PANDION. 267 Haliaétus (L. ) ACCIPITER: 268 Fuscus ( Vicill.)- 269 Cooperi (Bp.) ' ¿ > Fo * ye) 2 270 Bicolor (Vieill.) 2 Fam. 1IT.—STRIGIDA STRIX. 271 Flammea (L.) 272 Flammea var pratinco- la, Ridgw. Fam. 1Y.—BUBONIDA. [B NYCTALE. 273 Acadica / Gm. ) SYRNIUM. 274 Nigrolineatum, Sel. 275 Perspicillatum (Lath.) 216 Virgatum, Cass. 217 Occidentale, Xanth. 278 Cinereum, Gm, 279 Sartorii, Ridgw. 280 Fulvescens, Sel. et. Salv. Hab. Costas de ambos mares. Casi toda la República. En toda la República (ra- ra). Región caliente de Vera- cruz 6 Istmo de Te- huantepec. . [LecHuzas]. Hab. En toda la República. uHos y TecoLorEs]. Hab. Región Occidental, Istmo de Tehuantepec. Costa de Sotavento é 1st- mo de Tehuantepec. Región caliente y templa - da de Veracruz é Istmo de Tehuantepec. Región Occidental. Q ———! ——? 228 * Memoria A Roc todad Cientifica ASIO. 281 Stygius [ Wagl.). Hab. -——? 282 Macrurus (Kaup. ) Bs 2 283 Mexicanus ( Gm. ) », Regiones Sur y Oriental. 284 Americanus ( Steph.) , Valle de México, Orizaba ANDA y región Occidental. 285 Aecipitrinus (Pall. ) » Valles de México y Pue- bla. MICRATHENE. 236 Whitneyi ( Coop. ) », Vertiente O. del Iztacci- huatl. GLAUCIDIUM. ! j 287 Gnoma ( Wagl.) ,», Región templada y calien- Ñ te de Veracruz: y Te- huantepec. 288 Ridgwayi ( Sharpe. ) », Región templada y calien - te de Veracruz y Te- | huantepec. 289 Phal:enoides ( Daud. ) » Estados de Puebla, Vera- cruz y Oaxaca. PHOLEOPTYNX. 290 Cunicularia ( Mol.) » Valles de México y Pue- y bla y N. de la Baja Ca- lifornia. SCOPS. 291 Guatemale (Sharpe.) — ,, Región limítrofe con Gua- : temala. ls 292 Enano (Ridgw. ) » Región Occidental. - 293 Trichopsis ( Wagl.) » Tehuantepec, Tamaulipas y región Occidental. Antonio Alzate. 229 SCOPS. 294 Flafmeolus (Kaup.) Hab. Mesa Central y N. de la Baja California. BuUBOo. 295 Virginianus (Gm, ) +, En toda la República. Ordo XTIIT.—PSITTACI. Fam. 1.—PSITTACIDA. [Loros Y Pericos]. PSiTTACULA. > 296 Insularis (Ridgw.) Hab, Isla Tres Marías. 297 Cyanopygia, Sou... * , Mazatlán (Estado de Sina- loa). CAICA. 298 Hematotis, Sel. et. Salvo. ,, ? PIONUS. 299 Senilis (Spix.) » Región templada y calien- te de Veracruz. CHRYSOTIS. : 300 Xantholora, C. R. Gray. ,, Península de Yucatán. 301 Pretrii (Temm.) 1 ? 302 Auropalliata (Less. ) y Istmo de Tehuantepec. 303 Levaillanti, Gray. » Región caliente de Vera- cruz é Is. Tres Marías. 304 Guatemale Scl. , Región Oriental. 305 Autumnalis (L.) a sh » Caliente. 306 Finsehi, Sel. > Costgptel Pacífico. > 230 Memorias de la Sociedad Cientifica PIDAN - CHRYSOTIS. 307 Albifrons (Sparm.) Hab. Desde Veracruz hasta P. : de Yucatán. 308 Vividigenalis. - BROTOGERYS. p 309 Tovi (Gm.) » De Mazatlán á Tehuante- pec, BOLBORHYNCHUS. 310 Lineolatus (¿Cass.) y ———? CONURUS. 311 Rhodocephalus, £Scl. et. E Salvs » Península de Yucatán. 312 Canicularis (L.) 5 2 313 Aztec (¿Sou,) » Región caliente de Vera- cruz é Istmo de Tehuan- tepec. 314 Petzi (Wagl.) ; » Costa de Sinaloa á Yuca- tán. 315 Holochlotus, £Scl. » Región caliente de Vera- Cruz. RHYNCHOPSITTA. 316 Pachyrhyncha (Sw. ) » Desde el Istmo de Te- . : huantepec hasta el Va- lle de México á todas alturas. ARa, 317 Aracanga (Gm.) sy Istmo de Tehuantepec. 318 Macao (L.) ,», Ambas Costas en los Es- tados O. y $. 319 Militaris (L.) » Región alpina de Orizaba, ; Tehuacán y Sinaloa. ' Antonio Alzate: 1 231 ADD Ordo XIV.—COCCYGES. Fam. 1.—RHAMPHASTIDA. [Prros reanes Y Picos VANOAS]. ALAUCORHAMPHUS. 320 Wagleri (Síurm.) Hab. ? 321 Prasinus ( Gould.) » Región templada y alpina : de Veracruz. Fam. 1. -—GALBULIDA. GALBULA. 322 Melanogenis. PTEROGLOSSUS. 323 Torquatus (Gm. ) Hab. Costas del Sur y Oriente. 324 Erythropygius, Gould, > ,, ? RHAMPHASTOS. 325 Carinatus, Sw. » Región caliente de la Cos- ta Oriental. Fam. 111, — BUCCONIDA. Bucco. 326 Dysoni, Scl. . Hab. Istmo de Tehuantepec. Fam. IV. —CUCULIDA. [Oorrg—-caminos, VAQUEROS, (GFARRAPATEROS, ETC. | CoccYZzus. 327 Americanus (L.) Hab. En casi toda la República. 232 Memorias de la Sociedad Cientifica IANDIIDIADD DDD III LISTA COCCYZzUS. 328 Erythrophtalmus, Wils. Hab. 329 Minor (Gm.) NEOMORPHUS. 22 330 Rufipennes, G. KE. Gray. ,, MOROCOCCYX. 331 Erythropygius (Less. ) PIAYA. 332 Mebhleri (Bp.) 323 Cayana (L.) 331 Mexicana (Sw.) DIPLOPTERUS. 339 Nevius (Gm.) DROMOCOCCYX. 336 Phasianellus (Spix.) GEOCOCOYX. 337 Affinis (Hartl.) 338 Californicus (Less. ) 339 Mexicanus, Gambel. ) Región templada de Vera- Cruz. * “ Istmo de Tehuantepee. Istmo de Tehuantepec. Córdoba (Estado de Vera- CUA) o Región templada y calien- te de Veracruz é Istmo de Tehuantepec. | Región Sur. y Istmo de Tehuantepec y Estado de Veracruz. Estado de Veracruz, Sur del Estado de Puebla y Tehuantepec. ! Línea divisoria con los Es-* tados Unidos. Mesa Central. " Antonío Alzate. y, 235 A LADILLA CROTOPHAGA. 340 Sulcirostris,((Stw.) - Hab. Abundante en las regiones oro ialdont cel calientes y templadas de la República. Fax. V.—TROGONIDA. [SoLITARIOS, CUAHUTOTOLES, QUETZALES, Erc.] PHAROMACRUS. 05324 341 Paradiseus (Bp.) Hab. Región limítrofe con Gua- temala. EUPTILLOTIS. 342 Neoxenus (Gould. ) y ——? TROGON. De dora ¿843 Melanocephalus, Gould. ,, Istmo de Tehuantepeo: ¿844 Massena, Gould. ” 92): 0099 » 345 Citreolus, Gould: y, Sur de Tehuantepec. 346 Caligatus, Gould. y Desde el Estado de Sina- es loa á:la P. de Yucatán. 347 Mexicanus, Sw. ,», En casi toda la República. 348 Aurantiiventris, Gould. ,, Región Sur y Oriental. 349 Puella, Gould. y Sur del Istmo de. Tehuan- tepec. 350 Ambiguus, Gould. » En casi toda la República. Fax. VL-—MOMOTIDA. [PÁsaros Boos]. EUMOMOTA, 351 Superciliaris (¿Sw.) Hab. Sur del Istmo de Tehuan- tepec. HYLOMANES. 352 Momotula, Licht. 2, Sur del Istmo de Tehuan- tepec. Memorias [1893-94], T. VII, 80 234 Menorias de la Sociedad Científica MóMOTUSs. 2009 353 Mexicanus, Sw. Hab. Región Sur de los Estados de Puebla, Guerrero y Oaxaca. 354 Coeruleiceps, Gould. » Región Oriental. 395 Lessoni (Less.) —) Región caliente de Vera- cruz y Oaxaca. 356 Castanciceps. : Fam. VII. —ALCEDINIDA, [MARTÍNEZ PESCADORES]. CERYLE. 357 Superciliosa (L.) Hab. Región caliente de Vera- cruz y Oaxaca. - 858 Americana (Gm.) - y Región caliente y templa- da de los Estados de Puebla, Veracruz y Oa- i XAca. be 359 Amazona (Lath.) » Istmo:de Tehuantepec. 360 Aleyon (L.) » En toda la República en invierno. 361 Torquata (L.) 1 Ambas Costas. Ordo XV.—PICI. Fam. 1, —PICIDA, [CARPINTEROS]. CELEUS. 362 Castaneus (Wagl.) Hab. Región caliente de Vera- cruz y Oaxaca. 11 Antonio Alzate. " 235 COLAPTES. 363 Mexicanoides, Lafr. . Hab. (0 364 Mexicanus (Sw. ) ¡y Mesa Central. 365 Chrisoides. CENTURUS. 366 Elegans (¿Sw.) ,, Sur del Estado de Puebla. 367 Pucherani (Malh.) yy Sur de Tehuantepec. 368 Hypopoleus (Wagl) ,, Sur del Estado de Puebla. 369 Aurifrons (Wagl.) » Regiones templada y ca- liente de Veracruz y Oaxaca. 370 Dubius. y 371 Albifrons (Stw.) y» ——! 372 Uropigyalis. MELANERPES. 373 Formicivorus (Sw.)* 1 Toda la República. CHLORONERPES. 374 Yucatanensis (Cabot.) ,, Península de Yucatán. 375 MWiruginosus, Sel, » Región Oriental y Sur. 376 Oleagineus (Licht. ) » Región caliente y templa- da de Veracruz. SPHYROPICUS. 377 Varius (L.) » Mesa Central y región O. y 5. Pr0Us. 378 Scalaris (Wagl.) - » Toda la República. 379 Jardinii (Malch.) 1 Baja California y Mesa ; Central. 380 Stricklandi. . e 1 El Prof. Ridgway en su **Manual of North American Birds ” describe tres formas; dos de-ellas de la Baja California. 236 Memorias de la Sociedad Cientifica DRYOCOPUS. 381 Scapularis (Vig.)- . «Hab. Región caliente de Véra- cruz y Tehuantepec. DYCTIÓPICUS. Ñ de 382 Ruber (Gm.) » Baja California. 383! aa ie Casó pl », Línea divisoria con los Es- tados Unidos. 384 inicebamió Xan. 3 Baja California. !: 385 Nuttalli (Camb, E ” ASA aros CAMPEPHILOS. P 386 Guatemalensis, Hartl. ,, Región caliente y templa- A da de Veracruz y Te- : huantepec. 387 Imperialis, Gould. y Baja California. 388 Malherbii, 6. R. Gray. —,, 2 Ordo XVI.—MACROCIHIRES. Fax. 1. —CAPRIMULGIDA. [CuoTocABRAs, PAPAVIENTOS]. NYCTIDROMUS. Y ¿389 Albicollis (Gm.). Hab. Región caliente y templa- da de ambas costas, ANTROSTOMUS. 390 Nuttalli (Añd.) ¿1 y - 391 Macromystax (Wagl.) ,, —?! 392 Vociferus (Wils.) ;, Región Sur de los Estados de Puebla, Veracruz y Oaxaca. - "Antonio Alzate. 1 A 237 As DANA L ID ID ILLIII DIAL III CHORDEILES. (GENTES 393 Texensis, Lawr. Hab. Sur: de Tehuantepec. * NYCTIBIUS.. pa A 391 Jamaicensis. (Gm.) ,, Región caliente de ambas Costas. Fam. 11. —CYPSELIDA, [GoLONDRINAS DE AGUA, MEDIALUNA]. CYPSELUS. 395 Niger. "CHATURA. 396 Rutila (Vieill.): Hab. Regióm templada de Ve- Y 9] Al racruz. » Mesa Central y Región Oriental y Sur. 397 Vauxi (Town.) 398 Brunneitorquis. 399 Pelasgica (L..) ¡y Región Norte. HEMIPROCNE. 400 Semicollaris (Sauss.). , Región Oriental y Mesa Certral, : y; Región caliente y templa- da de ambas Costas. 401 Zonaris (Schaw.) PANYPTILA. 402 Melanoleuca (Baird. ) » Toda la República, Ordo XVIIL—TROCHILI. Fam. 1.—TROCHILIDA. [Cuuramirtos é CoLIBríes]. CHLOROSTILBON. 403 Insularis (Lawr.) Hab. Isla Tres Marías. 238 > Memorias de la Sociedad Científica DL CHLOROSTILBON. 404 Auriceps, Gould. 405 Caniveti (Less. ) PHxOPTILA. 406 Sordida (Gould.) 407 Zonura, Gould. CIRCE. 408 Magica (Muts. et Verr.) 409 Doubledayi (Bourc.) JACHE. 410 Latirostris (Sw.) EUPHERUSA. 411 Policcerca, Elliot. 412 Eximia (Delattr.) AMAZILIA. 413 Berillina (Licht.) 414 Riefteri (Bourc.) 415 Cerviniventris, Gould. 416 Graysoni, Law. 417 Marie (Bourc.) ” 22 , »” 3) CLLILLLIEIGCIDIDIILS Hab. Valle de México y Estado de Hidalgo. Región caliente de Vera- cruz y Oaxaca. Oaxaca (alderredores.) Mineral de Bolaños (Es- tado de Jalisco). 2 Istmo de Tehuantepec y Estado de Puebla. Mesa Central y Guana- juato, Estado de Guerrero. E A Valle de México, Estado de Veracruz y Michoa- cán. Sur de Tehuantepec. Región templada y calien- te de Veracruz. Isla Tres Marías. Jalapa (Estado de Vera- cruz.) y " Antonio Alzate. 1 - 239 AMAZILIA. 418 Yucatanensis, (Cabot.) Hab. Yucatán (Estado de Yu- THAUMATIAS. 419 Candidus, Bourc et Mouls., 420 Lerdi, M. de Oca. HEMISTILBON. | 421 Ocai (Gould. ). CYANOMYIA. 422 Cyanocephala (Less.) 423 Viridifrons, Elliot. 424 Violiceps, Gould, 425 Quadricolor (Vieill.) HELIOMASTER, 426 Leocadiz (Bourc.) 427 Pinicola, Gould. - 428 Pallidiceps, Gould. PETASPHORA. 429 Thalassina (Sw.) catán. ) Istmo de Tehuantepec. Paso del Macho (Estado de Veracruz. ) Valle de México y región templada y caliente de Veracruz. * Región caliente y templa- da de Veracruz y Te- - huantepec. Estado de Guerrero. Istmo de Tehuantepec. Valle de México, Guana- juato y Región Noreste. "Tehuantepec (alderredo- res.) Mesa Central. Región caliente y templa- da de Veracruz y Te- huantepec. ' Orizaba, Valle de Púébla y Guanajuato. 240 Memorias de la Sociedad Científica BAUCIS. 430 Abeillei (Delattr. et Y Less.) (053: Hab. Jalapa (Estado de Vera- cruz). TILMATURA. 431 Duponti (Less,) » Valle de México y región > cad O. y Sur. DoRICHA. 432 Elize (Less.) » Jalapa (Estado de Vera- - : cruz).: CALOTHORAX. - 4383 Lucifer (Sw.) ,», Valle de México y Oriza- , y ba, dassoss 434 Pulcher, Gould. » Vallede México y Oaxaca. STELLULA. | 435 Calliope (Gould) -; y», Valle de México y Pachu- E NA: ca (alderredores). ATTHIS. FEWA del .436.Heloise (Less. et ib Delattr.) 1 Mesa Central y región tem- : plada de Veracruz. SELASPHORUS. | | 437 Rufus (Gm.). 2 » Valle de México y Gruana- 20 uato: 438 Platycercus (Sw.) » Mesa central. * 439 Floresii, Gould. : y» Mineral de Bolaños (Esta- / ) 7 do de Jalisco). ¿Antonio Alzate. 1 241 DOIPOLLILILIOD ISA CALYPTE. 440 Anne (Less.) 441 Coste (“Bourc.) 'TROCHILUS. 442 Colubris, L; Hab. Baja California. 2) 443 Alexandri, Bourc el Monls. LOPHORNIS. 444 Helene (Delattr.) LAMPORNIS. 445 Prevosti (Less.) 446 Mango (L.) FLORISUGA. E 447 Mellivora (L.) THALURANIA. 448 Luciz, Lawr. HELIOPADICA. 449 Melanotis (Sw) 450 Xanthusi, Lawr, CGELIGENA.. Dra 451 Clemencia (Less. ) E) Desde Colima hasta la Ba- ja California. Toda la República. Mesa Central, Sonora y Baja California: Estado de Chiapas. Región caliente de Vera- cruz. Mizantla (Estado de Ve- racruz). Orizaba (Estado de V era- cruz). Isla Tres Marías. Mesa Central y región tem- plada de Veracruz. Cabo de San Lucas (Baja California). Orizaba y Guanajuato. Memorias [1893-04], T. VIT, $1 242 Memorias de la Sociedad Científica AOL AAA PIDA ARIADRDIID0ODIDIDIDLIDIDIDESL DIILDIDIIIIDIIIIOIIIDILDLDIIDIDIII DIN CELIGENA. 452 Delatria (Less, et De- : latt.) | Hab. Jalapa (E. de Veracruz). LAMPROLAMA. : 453 Rhami ( Less.) », Región alpina y caliente : de Veracruz. SPHENORROCTUS. 454 Pampa (Less.) , Región Oriental y Sur. 455 Curvipennis (Licht.) ,, Jalapa (Estado de Vera- cruz). EUGENES. | 456 Fulgens (Sw. ) ,, Mesa Central y región tem- ¿ | plada de Veracruz. CAMPILOPTERUS. 457 Hemileucuras (Licht.) ,, Región templada de Vera- cruz y Estado de Chia- : pas. DELATTRIA. 458 Viridipallens (Bourc. et Mus.) y ——! 459 Henrici, P PYGMORNIS. 460 Adolphi, Gould. Hab. Región templada y calien- de : te de Veracruz. PHATHORNIS. $b 461 Longirostris (Less. et Delatt.) » Córdoba (Estado de Ve- YrAacruz). > > $ '' Antonio Alzate. 1 243 LLIELSLLLILIIILIDIR LILIA IIA SLISLIIDLILEOLLILLISIIIDIIDIIIAI Ordo XVII. —PASSERES. Fam. 1.—FORMICARIIDA. GRALLARIA. 462 Guatemalensis, Prévost, Hab. Región caliente de Vera- cruz. 463 Mexicana, Scl. » Región alpina de Vera- cruz. FORMICARIUS. 461 Moniliger, Scl. , Región caliente de Vera- : E LUZ 465 Boucardi, Sel. y —Y * CERCOMAVRA, 466 Tyrannina. DYSITHAMNUS. 467 Semicinerus, Scl. y ——! THAMNOPHILUS. 468 Doliatus (L.) , Región caliente de los Es- tados de Puebla, Vera- cruz y Oaxaca. 469 Melanocrissus, Scl. » Región caliente de Vera- cruz. Fam. 11.—DENDROCOLAPTIDA. PICOLAPTES. 470 Affnis (Lafr.) Hab. Región Oriental y Sur. 244 DONA ADADII LS PICOLAPTES. 471 Leucogaster (Sw.) Hab eE) 472 Compressus ú Cab. ) DENDRORNIS. 473 Eburneirostris (Less. ) Hab. 474 Flavigaster (Sw.) 475 Erythropygia, Sel, XIPHOCOLAPTES. ¿»176 Emigrans, Scl. et:Salv.! 32 477 Anabatina, Sel. y 478 Homochroa, Sel. E GLYPHORHYNCHUS. 479 Cuneatus (Licht. )- ” SITTASOMUS. 480 Olivaceous (Maz. ) .) XENOPS. 481 Genibarbis, Ll. y ANABAZENOPS. 482 Variegaticeps, Scl. dy Memorias de la Sociedad Cientifica LOPHALL LLODIO Región alpina de Vera- Cruz. * ? Istmo de Tehuantepec. Chietla (Estado de Pue- bla). PS Región alpina del Estado de Veracruz. e. —— ? Costa de Sotavento (Esta- do de Veracruz). Región templada y calien- te de Veracruz. Región caliente y templa- da de Veracruz. Región caliente de Vera- Cruz. 1 X, Sclateri, Ridgway dice ser la de México y no la emigrans. —Proceedings of the U. S N, M.—Vol, XII. 1889, pág. 6.- 23 ás ES Antonio Alzate." 245 LILLOLOLIIDIIDELLIIIO0ICELIIINIEIEIIDILILIDIDLOIIILIY DINOS ¡_--———44141441 AUTOMOLUS. 483 Rubiginosus, Sel. Hab, Región caliente de Vera- Cruz. ed 484 Cervinigularis, Sel. » Región caliente de Vera- ' ] $ Cruz. 485 Guerrensis. SINALAXIS. dais 486 Erythrothorax, Scl. », Región templada y calien- te de Veracruz. SCLERURUS. 487 Mexicanus, Sel. » Región templada y calien- 3 : , e de Veracruz. XYPHORHYNCHUS. | 488 Major (Vieill.) y Región caliente de Vera- cruz. Fam. ILL. —COTINGIDA. ATTILA. 489 Citreopygeus, Bp. Hab. Estados de Veracruz y Yucatán. OR 490 Cozumelz, Ridge. » Isla de la Costa O. de Yu- hdi catán. LIPAUGUS. 491 Holerythrus, Scl, el : : Salvo. ; » Región Sur. LATHRIA. 492 Unirufa, Sel. y Región Sur, - 246 Memorias de la Sociedad Científica DESIIILILELILIDIAIIIS PLATYPSARIS. 493 Insularis, Ridgw. PACHYRHAMPHUS. 494 Major (Cab.) HADROSTOMUS. 495 Aglaie, Lafr. 496 Albiventris, Lawr. TITYRA. ' 497 Albitorques, Du Bus. 498 Pesonata, Jar. et Selb. TLLDLEIOOOSLLO LO III DILO Hab. Islas Tres Marías. » Valle de México, Estados de Veracruz y Yucatán. ,», Estado de Veracruz y Pe- nínsula de Yucatán. » Región caliente del Esta- do de Sinaloa. » Oaxaca (alderredores). » En todala República. Fam. IV.—PIPRIDA. HETEROPELMA. 499 Verepacis, Scl, CHIROMACHCERIS. 500 Candei (Parz.) PIPRA. 501 Mentalis, Sel. CHIROXIPIA. 502 Linearis, Bp. Hab. Región limítrofe con Gua- temala y Estado de Ve- racruz. , Rekbión caliente del Esta- do de Veracruz. » Región caliente de Vera- cruz, Chiapas y Yuca- tán. » Región Sureste. 1 Antonio Alzate. Fan. V. —-TYRAN NIDZ. [Mosqueros]. MILVULUS. 503 Tyrannus (L.) 504 Forficatus (Gm.). TYRANNUS. 505 Magnirostris, d' Orb. 506 Crassirostris, Sw, 507 Melancholicus, Vieill, 508 Verticalis, Say. 509 Vociferans, Su. 510 Griseus, Vieill. 511 Pipiri, Vieill, MIYARCHUS. 512 Flammulatus, Lawr. 513 Magister... 514 Mexicanus (Kaup.) 515 Inquietus, Sal. et God. 516 Crinitus (L.)-: 517 Laurenci (Giraud.) 518 Cinerascens (Lawr.) 519 Yucatanensis, Lawr. 520 Nuttingi, Ridgw. Hab. —_—— 1 Islas Mujeres, Yucatán. Mesa Central, y desde So- nora hasta Tehuantepec Región O., Occ. y Sur. Estados de Colima: y Ja- lisco. bs Mesa Central y región Oc- cidental. Isla Cozumel. Región caliente de Vera- cruz y Tehuantepec. Mazatlán é Istmo de Te- huantepec. En toda la República. Región caliente del Esta- do de Guerrero. Región caliente de Tamau- lipas, Tehuantepec y Estado de Guanajuato. Región O., Occidental y Sur. En toda la República. Península de Yucatán. Tehuantepec (alderredo- dores). 248 Memorias de la Sociedad Científica ”. 'IPLOLLLILIOGIILILILIOIIIL CONTOPUS. ae Hab. Región caliente de Vera- 521 Brachytarsus, £Scl, 522 Richardsoni, Sw. 523 Virens (L.) 524 Musicus (Sw.) pes 525 Borealis (Sw.) EMPIDONAX. ' 526 Canescens, Sal. et God. 527 Affinis (Stw.) 528 Obscurus (Sw. ) 529 Hammondi (de Vesey.) 530 Bairdi, Sel, 531 Flaviventris (Baird.) 1532 Minimus (Baird.) 533 Trailli Aud.) 534 Acadicus (Gm. de 535: pudo Sel. 536 Fulvitross ( Girand.) MITREPHANES, 537 Pheeocercus, Sol. SAYORNIS. 538 Nigricans (.Sw.) 539 Phoebe (Lath.) Cruz y Península o catán. Región Occidental, Orien- tal y Sur. Región Oriental y Sur. En toda la República. Región Oriental, Occiden- tal y Sur. Valle de México. En toda la República: e) eh) 1 Estado de: Viciobas! Ve- racruz y región Sur. Toda la República. Región Oriental y ' Sur. Toda la República. En toda la República; (rara al N.) Península de Yucatán. ' Estados de Veracruz y Guerrero. Región N. y caliente de Guerrero, Puebla y Va- lle de México. Toda la República. !! Antonio Alzate. 1 249 COn SAYORNIS. 540 Saya (Bp.) 541 Pallida. PYROCEPHALUS. + 542, Rubineus(¿Bodd.)- 543 Mexicanus, Sel, MYIOBIUS. 544 Sulphureipyglus, Sel MESCIvORA, A 545 Mecano; Sel. MEGARHYNCHUS. 546 Pitangua ba MYIODYNASTES. ' ; 547 Audax (Gm.) qa dre iso abigosi 548 Lutelventris, (Bp.) PITANGUS. ,b49 Derbianus, Kaup, de MYIOZETETES. - "550 Similis (Spiz.) 551 Texónos ( Grand.) OLILIOLILIIOOOIOIDLIOIIOIODILDIDIIIIIIDDEDIILILIIIIOIIDIILIIIIDIOANA Hab. Todala República ; rara al 2) eE) 22 2) 2 33 Sur. eS Toda la República. » o» EUA Estado de Veracruz y Pe- nínsula de Yucatán. Veracruz Región Su y aa de Yucatás. , Región Norte, Sur, Vera; : Cruz y. Yucatán, Región Oriental:y Yuca- ÓN y animas tO 08 En todas partes menos Mesa Central. En sd partos menos Mesa a A Región ys Occidental y Sur. Toda la República. Memorias [1893-04], T. VIT, 82 LEGATUS. 552 Albicollis ( Vieill.) ELAINEA. 553 Martinica (L.) 554 Pagana (Lichi.) TYRANNULUS. 999 Semiflavos, Sel. et Salv. £ ORNITHION. 556 Imberbe £Scl. MYIOPAGIS. 557 Placens, Sel. LEPTOPOGON. 558 Pileatus, Sel. MIONECTES. 559 Oleagineus ( Licht, ) ONCOSTOMA. 560 Cinereigulare, Scl. 'TODIROSTRUM. 561 Schistaceiceps, Sel. 562 Cinereum (L.) Hab. Estados de Veracruz y Oaxaca. Islas del Golfo en las Vos- tas de Yucatán. Península de Yucatán. = Estado de Tabasco. Estados de Tamaulipas, Jalisco, Sinaloa y Y uca- tán. Islas Tres Marías, Vera- eruz y Yucatán. Región caliente de Vera- cruz y Tabasco. Región caliente y templa- da de Veracruz y Belice. Región Sureste. ” » 17 Desde Costa de Sotavento (Estado de Veracruz) hasta Belice. MI A A " Antonio Alzate. 1 251 RHYNCHOCYCLUS. o 563 Cinereiceps, Scl, Hab. Región Sureste. - 064 Brevirostris (Cab. ) » Región templada y calien- te de Veracruz. PLATYRHYNCHUS. j dal 565 Cancrominus, Sel, », Región caliente de Vera- oruz. Fam. VI.—ALAUDIDA, [ALoNDRAs]. OTOCORIS. e -566 Chrysolema (Wagl.) Hab. En toda la República. Fax. VIT.—CORVIDA. [Cuzrvos, Papes, Quexquas]. CALOCITTA. 567 Formosa (Sw.) Hab. Desde Colima hasta Te- huantepec. 568 Colliei, Vig. y Estados de Sinaloa y Gua- najuato. TICA ao? 569 Hudsonica (Salo.) » Estado de Guanajuato y Valle de México. PsILORHINUS. 570 Mexicanus, Riipp. » Región Noreste de la Pe- nínsula de Yucatán. 571 Morio (Wagl.) y» Toda la República. XANTHURA. 572 Luxuosa (Less. ) » ” o» » 252 Memorias de la Sociedad Científica CYANOLYCA. ] 573 Ornata (Less.) Hab. Valle de México y región p , 10d E 574 Yucatánica Y Dubois). 915 Beecheyi (Vig.). 576 Samblasiana (Lafr.) APHELOCOMA. 577 Nana (Du Bus.) 578 Unicolor (Du _Bus.). 579 Ultramarina (Bp.) "2580 Califormicalí Vig.) OYANOCITTA. 581 Coronata (Sw.) 582, Diadomata (Bp:) 583 Macrolopha, Baird. Corvus.” 584 Mexicanus (Gm.) 585 Corax (L.) 3> 2 » 2) 21 templada y caliente de | Veracruz. ; Islas y Costas de la Penín- sula de Yucatán. Mazatlán é Islas Tres Ma- rías. listados de Sinaloa y Co- lima. Mesa Central y región templada y caliente de Veracruz. Mesa Central y región templada de Veracruz. Mesa Central y región N. y templada de Veracruz. Región O. $. y Baja Cali- fornia:- Estados de Jalisco, Vera- eruz y Oaxaca. Región templada de Vera- cruz y Mesa Central, Sierra Madre en el Estado de Durango. Costa Noroeste. Toda la República. Antonio Alzate. ,, += 253 VLIDIDIIIDIDIISDIIDIDISLDIEA DLLLOLZIIDLIEIOOLISILIILI IIED Fam, VILL. —ICTERIDA. [Canaworras, Tornos]. QUISCALUS. 586 Mexicanus, Cass. Hab. Istmo de Tehuantepec. 3987 Tenuirostris, Sw. » Mesa Central. 588 Graysoni, Scl, y Mazatlán y San Blas. 589 Macrurus, Sw. y En toda la República. DivES. 590 Sumichrasti (Licht. ) OS SCOLECOPHAGUS. 591 Cyanocephalus (Wagl.) , » 53 5 Ao ICTERUS. 592 Graysoni, Cass. » Islas tres Marías. 593 Pustulatus (Wagl.) » Mesa Central O. y Occi- dental. 594 Selateri, Cass. » Istmo de Tehuantepec. 995 Gularis (Wagl.) »» Región Sur y Sureste. 596 Pectoralis (Waygl.) » Istmo de Tehuantepec. 597 Auratus, (Bp.) » Yucatán (alderredores). 598 Nelsoni, Ridgw. 1 Baja California y Región Occidental. 599 Cueullatus, (Sw. ) y Toda la República. 600 Mesomela, Wagl. y, Región Sur y Oriental. 601 Giraudi, Cass. y Costa de Sotavento y Yu- catán. 602 Mesoleunens. 603 Melanocephalus, Wagl. ,, En toda la República. 601 Prosthemelas (Strickl.) ,, Mesa Central y Región O. : y Sur. 605 Wagleri, Scl. 606 Spurius(L.) y En toda la República. 254 INDI IcTERUS. 607 Parisorum, Bp. 608 Abeillwei (Less. ) 609 Albeill:ei. 610 Bullocki (Sw.) 611 Baltimore (L.) STURNELLA. 612 Magna (L.) XANTHOCEPHALUE. 613 Longipes, Sel. AGELAUS. 614 Gubernator (Wagl.) 615 Phoniceus (L.) MOLOTHRUS. : 616 Eneus (Wagl.) 617 Pecoris (Gm.) 618 Ater obscurus. DOLICHONYX. - 619 Oryziyorus (L.) AMBLYCERCUS. 620 Holosericeus (Licht. ) “Menxorias de la Sociedad Científica Hab. En toda la República. 32 2 2) Mesa Central y Región templada de Veracruz. Mesa Central y Región ca- liente de Veracruz. Mesa Central y Estado de Veracruz. Toda la República. - Región Occidental N. y Mesa Central. Región Occidental tem- pladade Veracruz y Va- lle de Puebla. Toda la República. Mesa Central y Península de Yucatán. Mesa Central y Región O. y Sur. y : E E A 4 ¡Antonio Alzate. 1 205 PTIDODINSIDEILLIIZIDIIDLIEIILEIEDIEILIDIZDILD IIS LIIIDI00EL ILL III OLD LAO DIAL CASSIDIX. 0) 621 Oryzivora (Gm.) Hab. Valle de México y Región ] A O. y Sur. CASSICULUS. 622 Melanicterus (Bp.) » Región Occidental y Sur. GYMNOSTINOPS. 623 Montezamee (Less.) , Regióncalientodelas Cos- ; tas del Atlántico. EUCORYSTES. : 621 Wagleri (Gray.) », Región caliente de Vera- cruz. [E Fam. IX.—FRINGILLIDA. [GorrIoNxs, CARDENALES, ETO.] ORITURUS. 625 Mexicanus, Bp. Hab. Y SYCALIS. 626 Chrysops, Scl. », Región templada del Es- tado de Veracruz. CHRYSOMITRIS. 627 Mexicana (Sw.) y Toda la República, 628 Forreri, Salv et. God, » Ciudad de Durango. . 629 Notata (Du Bus.) » Mesa Central y región O. y S. 1 630 Pinus (Wils.) y Mesa Central. COCCOTHRAUSTES. 631 Abeillei (Less.) y ——? 256 Memorias de la Sociedad Científica PALIN COCCOTHRAUSTES. Y LIUIDAIDIDILLEDIDODLILILIIE|S PL ID DILILLIILIISLIDIAIS 632 Vespertinus ( Conper. )' Hab. Mesa Central y región tem- Loxra. 633 Mexicana, Strichl. CARPODACUS.+ 634 Mexicanus (Mull.) 635 Frontalis (Say.) 636 Cassini, Baird. CALCARIUS. 637 Ornatus (Towns.) CALAMOSPIZA. 638 Bicolor. (Towns.) SPIZA. 639 Americana (Gm.) EMBERNAGRA. 640 Chlorura (Aud.) 641 Verticalis, Ridgw. 642 Chloronota, Sal, 643 Superciliosa, Sel, 644 Crassirostris, Ridg. 645 Rufivirgata, Lawr. PIPILO. 646 Rutilus (Licht. ) plada del Estado de Ve- Tacruz. Valle de México y región templada de Veracruz. En casi toda la República. Sonora y Baja California. Región Norte y Mesa Cer - tral. Valle de México y Estado de Veracruz. Región N, de la República. Toda la República. Región Occidental. Península de Yucatán. ) 2 Y E Istmo de Tehuantepec. Región caliente de Vera- Cruz et Región Norte. Región Sur. , Es 2 1 Antonio Alzate. n pe 251 PrpPILO. 647 Fuscus, Sw. > 648 Megalonyx; Baird, 649 arar Su. s- 650 OKlONtEGS! E 651 Carmani, Lao». 652 Macronyz, Sw. 653 Complexns. ATDAPETES. * 1904 654 Pileatus, Wagl. Asia ras rabino S PYRGISOMA. 655 Rubricatum, Licht. CHAM.EOSPIZA. 656 Torquata de Ba: 3) HAMOPHILA. 657 Mysticalis (Hartl.) 658 Humeralis;¡Cabs: 059 Acumiuaña( Licht.) “660 Melanotis. 661 Lawrencii, Sal, el God, Eña Superciliosa, Sw. 668" Siumichtasti, Law». - 664 se Sto 3) » LILILLLILI LILLE ICILIICNAOSA 4 £j 21 Hab. Toda la República. Región Norte. Mesa Central y región Oriental y Sur. ' Islas Socorro. Mesa Central y región O. Yo Región alpina de Vera- cruz y Oaxaca. Región Occidental y ca- liente de Puebla. : Región Oriental y Sur. Región Sur. Sur del Estado de Puebla, Región Occidental y Sur del-Estado de Puebla. Sur del Istmo de Tehuan- tepec. Sierra Madre entre Sono> ra y Durango. Sur de Tehuantepec. Región O., Occidental y Sur. Memorias [1803-04], T. VIT, 33 288 Momorias de la Sociedad Cientifica PEUCZIA. III 665 Notosticta, Scl. et Salv. Hab. Oaxaca (alderredores.) 666 Boucardi, Sel, 667 Cassini (Woodh.) 668 Botterii (Sel. ) MELOSPIZA. 669 Heermanni, Baird. 670 Montana, Baird. 671 Lincolni (Aud.) 672 Fasciata mexicana. COTURNICULUS. 673 Passerinus (Wils) POaCETES. 674 Gramineus ((.) PASSERCULUS. 675 Rostratus (Cass. ) 676 Sandwichensis (Gn. ) AMMODROMUS. 677 Bairdi. SPIZELLA. 678 Atrigularis (Cab.) eh Estados de Puebla, Vera- cruz y Oaxaca. > Región Norte. Mesa Central, región N., O. y Occidental. Región Norte y Mesa Cen- tral, Región Norte y Mesa Cen- tral. ? Región Occidental, $. y O. Toda la República. Casi toda la República. 1 Baja California y Estado de Sonora. : Región Oriental y Sur. Baja California y Estados de Coahuila y Guana- juato. : «+ Antonio Alzate. 1 259 SPIZELLA. 679 Breweri (Cass. ) 680 Pallida (Sw.) 681 Socialis ( Wils. J CHONDESTES. 682 Strigatus (Sto. ) JUNCO. y 683 Cinereus (Sw. ) ZONOTRICHÍA. 684 Intermedia, Ridgw. 685 Leucophrys (Forst.) AMPHISPIZA. Hab. Región Norte. » ” 0123 686 Quinquestriata (Sel. et Salv.) 687 Bilineata (Cass. ) HAPLOSPIZA. 688 Uniformis, Scl. eí Sale. CYANOSPIZA. 689 Ciris (L.) 690 Cyanea (L.) 691 Amena (Say.) » El 3, » Estados de Tamaulipas, Guanajuato y Oaxaca. Mesa Central y región Su- reste y N. Toda la República. Mazatlán (alderredores.) Baja California, Mesa Central y región O. Mesa Central. ¡OR Baja California y Estados de Sonora y Tamaulipas o | Región Oriental, Occiden- tal y Sur. Región Oriental, Occiden- tal y Sur. a Mazatlán y Valle de Mé- xico: 260 Memorias de la Sociedad Científica OYANOSPIZA. 692 Lechlancher: (: Rc JPHab. --693:Rositee, Lawr.:.- 694 Versicolor (-Bp.,) PHONIPARA. 695 Intermedia, Ridgw. 696 Pusiila (So.)' VÓLATINIA. . 697 io (Vieill. ) SPERMOPHILA. : paa £ 693 Corvina, Sel.: 699 Moreleti, Bp. 670 Torqueola, Bp. ORYZOBORUS. or Fuporeus, Sol. GUIRACA. 702 Parellina (Licht. ) 703 Concreta (Du Bus.) ES Cerulea (L.) PYRRBULOXIA. 7 po 705 Sinuata (Bp.).. ” Región Occidental y Sur. Istmo de Tehuantepec. Toda la República. Islas de la Costa de Yuca: Mesa Central y regiones O. y Sur. Regiones Occidental, O,, Sur y Mesa Central. Estado de Veracruz. Toda la República. Suchuapan (Estado de Oa- xaca). Regiones Occidental, Sur y Oriental. E Estado de Veracruz. Toda la República. Regiones N., Occidental y Mesa Central. 8 A Antonio Alzate. 1 ; 261 VANDAL DHNDIDID III SL IDILDIOIDIDIL OI D ID IIDI0 LOL LDL ID IDIIDIDIL ILL DI DIDILIDLDLDIILDISLIIIIIIAI CARDINALIS. 106 Tgneus, Baird, ¿ON Coccinens. HEDYMELES. 708 Melanocephalus (Sw. ) 709 ados Se E) beicon: 710 Chrysopeplus (Vig.) Fam. X.— PITYLUS. . 711 Poliogaster, Du Bus. 712 Celeno (Licht. ) SALTATOR. 713 Plumbeiceps, Law». 714 Grandis (Licht, ) 715 Maguoides, Lafr. 116 Atriceps, Less, ARREMON. 717 aras Lai . Hab. Baja California, ¡Souora, Sinaloa é Islas Tres Marías. , Toda la República. : o 2) 2 DD) 72 22 9) PR SJ) ,», Estados de Sinaloa y Co- a lima. TANAGRIDA, Hab. Estado de Veracruz. » Valle de México y Costa : deSotavento ei de Veracruz.) t » Región Occidental. 1» Valle de México, Región - O. y Sur. ,», Estado de Veracruz. y Región O. y Sur. , Región caliente de Vera- cruz y Belice (Penínsu- la de Yucatán.) 262 Memorias de la Sociedad Científica DNADIALISLILIIIDIID0A BUARREMON. 718 Albinucha (Lafr. et ,, d'Orb.) 719 Brunneinucha (Lafr.) ., 720 Virenticeps, Bp. A CHLOROSPINGUS. 721 Ophthalmicus“DuBus.) ,, 33 EUCOMETIS. E 722 Spodocephala (Bp.) » LANIO. 723 Aurantius, Lafr. > PHXNICOTHRAUPIS. y 724 Salvini (Berl.) 5 725 Rubicoides (Lafr.) » PYRANGA.: 726 Ludoviciana (Wils.) a 727 Bidentata, Sw. » 728 Erythromelena (Licht.) ,, -729 Erythrocephala (Sw.) ,, Vallo de México, Vera- cruz y Región Sur, Valle de México, Vera- cruz y Región Sur. 1 Región templada y calien- te de Veracruz y región Sur. Península de Yucatán. Estado de Veracruz y re- gión Sur. Región Oriental y Sur. Mesa Central y región O. y Sur. Regiones Occidental y Sur del Estado de Veracruz: Islas Tres Marías y región templada de Veracruz. Valle de México y región templada de Veracruz. Mesa Central, Estado de Veracruz y región Sur. AALIIDIAS Antonio Alzate. 263 PYRANGA. 730 Roseigularis, Cabot. 731 Hepatica, Sw. 732 Cooperi, Ridgw. 733 Mistiva (Gm.) 731 Rubra (L.) PHLOGOTHRAUPIS. 735 Sanguinolenta (Less. ) RHAMPHOC(GELUS. 736 Passerini, Bp. 'TANAGRA. 737 Abbas, Licht, 738 Cana, Sw, CALLISTE. 739 Chrysotis, Du Bus. 740 Arthusi (Less.) 741 Mexicana (L.) 742 Larvata, Du Bus. | EUPHONIA. 743 Gonldi, Sel, » 22 LLIDILIIOLLELIISIIISIIIICEIIY Hab. Península de Yucatán. Toda la República. Estados de Sinaloa y Co- lima. . Toda la República. Región Oriental. Región caliente y templa- da de Veracruz y Beli. ce (Península de Yuca- tán). Valle de México, región templada y caliente de Verecruz y región Sur. Región caliente y templa- da de Veracruz y Belice (Penínsulade Yucatán) ——! AN ? Península de Yucatán. Costa de Sotavento (Esta- do de Veracruz) y Be- lice, 961 Memorias de la Sociedad Científica PLLAIOLSL IDAS ILL LILIA ILIDIDL III ADA ILL LOOILDII LIDAD LLODIO EUPHONIA. : RE 744 Hirundinacea, Pp. Hab. Tierra caliente del Golfo de México. 57! 7145 Affinis, Less. », Regiones Occidental y $. | - costas del Golfo de Mé- ; X1C0.. ; e 746 Elegantissima, Bp. »,, Mesa Central, y regiones O. y Sur. CHLOROPHONIA. 747 Occipitalis ( Du Bus. ) » Vallede México, Veracruz y región Sur. Fam. XI.—CEREBIDA, |Payrtos, Prico-CURVO, ETO.] CERTHIOLA. z 748 Caboti, Baird. SS Isla Cozumel (costa de Yu- a catán). Ñ , 749 Mexicana, Sel. » Región templada y ealien- e te de Veracruz. CGEREBA, 750 Cyanea (L.) ,» Mesa Central y Estado de Veracruz. DIGLOSSA. 751 Baritula, Wagl. » Mesa Central, Estado de Veracruz y región £ur. - Fam. XII, —CERTHIDA. SITTA. y dan!) wa y 752 Pigmea, Vigl. Hab. Mesa Central en las partes o altas. "Antonio Alzate." : 265 SITTA. 753 Aculeata, Lath. Hab. Región Sur, Estado de Ve- racruz y Popocatepetl. CERTHIA, | SaiR 754 Me exicana,; Reieh dE Veracruz y región Sur, 755 Familiaris (L.) 2 E) Fam. XIM.—PARIDA, [Orrspiuzos, Panos, 1r0.] AURIPARUS, 756 Flaviceps ( Sundev.) Hab. Baja California y región E AR Norte... LOPHOPHANES. ' . 757 Wollweberi, Bp.. ' , Estado de Veracruz y re- gión Sur. - 758 gs Cass. » Alrededores de Veracruz. E 759 Meridionalis, Sel. » Estado de Veracruz é Ist- eN BRA mo de Tehuantepec. eat 760 Melanotis (Hartl,) » Mesa Central é Istmo de Tehuantepec. Fax, XIV. —CINCLIDA. CINCLUS. AMIITAO 761 Mexicanus, Sw... .. Hab. Región alpina y: templada IA de Veracruz y Oaxaca. Memorias [1893-94], T. VII, 34 266 : Memorias Je la Sociedad Científica Fax. XV.—MNIOTILTIDA, [VerDIsES]. SETOPHAGA. 762 Lacrymosa (Bp.) 763 Miniata, Sw. 764 Picta, Su. 765 Ruticilla (L.) BASILEUTERUS. ' 766 Rufifrons (Sw.) 767 Belli (Giraud.) 768 Culicivorus (_Licht.) MYIODIOCTES. : 769 Pusillus ([Wils.) 770 Mitratus (Gm.) - 771 Canadensis, (L.) ERGATICUS. 772 Ruber Sw, CARDELLINA. 773 Rubifrons ((Giraud.) Hab. Mesa Central, regiones O., Occidental y Sur. Toda la República. —* eel 9) 1) Regiones O., Sur y Mesa Central. En casi toda la República. Mesa Central, Estado de Veracruz y región Sur. Estado de Veraeruz. Regiones O., Sur y Mesa Central. Regiones caliente y tem- plada de Veracruz y Pe- nínsula de Yucatán. Istmo de Tehuantepec. Regiones Sur, Occidental, Mesa Central y Estado de Veracruz. Estado de Veracruz y. re- gión Sur. RA E ESA 3 E A A A A A e E 1 Antonio Alzate. 267 GRANATELLUS. - 774 Sallesi, Scl. 775 Francesco, Baird. 776 Venustus, Du Bus. ICTERIA. 777 Viridis (Gm.) GEOTHLYPIS. 778 Macgillivrayi (Aud.) 779 Philadelphica. 780 Poliocephala, Baird. - 181 Caninucha, Baird. 782 Speciosa, Scl, 783 Melanops, Baird. 784 Trichas (L.) OPORORNIS. 785 Formosus (Wils.) SIURUS. 786 Motacilla (Vieill.) 787 Noveborascencis (Gm.) 788 Auricapillus (L.) Hab, 3, 3) Hab. 3) 1) 3) »” » e») Región caliente 'de Vera- cruz y Yucatán. Islas Tres Marías. Sierra Madre en Colima y Sur de Tehuantepec. Baja California, regiones Occidental y Sur y Mesa Central. Regiones Occidental, Sur y Oriental. Mazatlán (Estado de Sina- loa). Mérida (Yucatán). Región alpina de Orizaba Estado de Veracruz. Suroeste de México. Toda la República. Región Sur. Toda la República. Valle de México, Estado de Veracruz y región Sur. Toda la República, 268 - Memorias de la Sociedad Científica a :189.Olivaceus ((Giraud.) Hab. Mesa Contral, ESO ds 48 Veracruz y región Sur. DENDRGUCA, LT 0 790. ¡PES fi Nut. y > Regiones Noreste y Sur. 791 Occidentalis (Towns) y Regiones Occidental y Sur 792 Virens (Gm.) » Mesa Central y regiones Sureste y Sur. 1d] 193 Chrysopária, 8cl.. et Y +7 « SalD, 794 Nigrescens (¿Fowns.) ” Mesa Central y regiones Sureste y Sur. 7 $ *4 795 Decora, Ridgw. ¡ys Estado de Oaxaca y Beli: bio ce (Península de Yuca- PAS a tán). : 796 Dominica (L.) » Regiones Oriental y-Sur. 797: Blackburnis (Gm.) » - Estado de Veracruz é é Ist- pS mo de Tehuantepec. 798 Castanea (Wils.) 1 Ciudad de Tehuantepec. 799 Pennsylvanica (L.) » Estado de Veracruz y Pe- rs nínsula de Yucatán. 800 Ceerulea (Wils.) sy Mérida (Yucatán). S01 Maculosa (Gm): , De Veracruz á.la Penín- sula de Yucatán. 802 Auduboni (Towns.) y Mesa Central, Orizaba y e regiones Occidental y Sur. DENDRGCA. 803 Coronata (L,) » Mesa Central, Estado de Veracruz y región Sur. 804 Vieilloti, Cass. . y, Regiones Occidentaly Pe- Due 108 nínsula de Yucatán. 805 Aistiva (Gm.): y Regiones Occidental, Su- reste y Sur. PA A , -sIAntonio Alzate. 1 269: PARULA. 806 Superciliosa (Hartl.) - Hab. Estados de Veracruz y 807 Nigrilora, Coves, 808 Insularis, Lawr, ..809 Americana (L. be HELMINTHOPEAGA. 810 Peregrina (Wils.) 811 Celata (Say) 812 Ruficapilla (Wils.) 813 Pinus. (L.) 814 Chrysoptera (L.) HELMINTHOTHERUS. 815 Vermivorus (Gm.) PROTONOTARIA. 816 Citrea (Bodd.) MANIOTILTA. 817 Varia (L.) Oaxaca. Región Norte en las már- genes del Río Bravo. Islas Tres Marías y e COrrO. Heziagos! Oriental y y Blur. Regiones olaa de Ve- racruz y Sur de Tehuan- tepec. Alderredores de Oaxaca. Estados de Veracruz y . Oaxaca. | Región Oriental. ? Región templada de Vera- cruz y Mérida, Mérida (Yucatán). Toda la República. q bo Fax. XVI.—MOTACILLIDA. AÁNTHUS. 818 a (Gm.) Hab. Mesa Central, región Oc- cidental y Estado de Ve- racruz. 270 Memorias de la Sociedad Científica ANTHUS. 818 Spragueii (Aud.) ' Hab. Estado de Puebla. Fam, XVII. —VIREONIDA. HYLOPHILUS. 820 Ochraceiceps, Scl. 821 Decurtatus (Bp.) NEOCHLG; 822 Brevipennis, Scl. CYCLORHIS. 823 Flaviventris, Lafr. VIREOLANIUS. 824 Melitophrys. 825 Pulchellus, Scl. VIREO. 826 Hypochryseus, Sel, 827 Huttoni, Cass. 828 Ochraceus, Salo, 829 Belli, Aud. Hab. 830 Noveborascensis (GmM.) ,, 831 Atricapillus, Woodhouse. ,, . Regiones Sureste y Sur. Región caliente de Vera- cruz y Tehuantepec. Región caliente de Vera- Cruz. - Regiones O. $. y Valle de México. % Región templada de Vera- cruz y Mesa Central. Región templada de Vera- Cruz. : AN Islas Tres Marías A región Sur. Toda la República. Regiones Occidental, Sur y Yucatán. Región Oceidental y Sur. Región O. y Sur. - Región Occidental. do 4 PSA c E A ES o Antonio Alzate. 271 VIREO. 832 Plumbeus, Coues. Hab. Regiones Occidental y Sur. 833 Cassini, Xan. » Baja California y región Norte, 831 Solitarius (Wils.) y En casi toda la República. 835 Flavifrons, Vieill, » Regiones Sur y Sureste. 836 Amauronobus, Sel, et God. » Orizaba (Estado de Ve- o Sir racruz). : 837 Gilvus (Vieill.) » Estado.de Veracruz y re- NN gión Sur. 838 Magister (Lawr.) » Belice (Península de Yu- “catán). : 839 Flavoviridis, Cass. : En toda la República. 840 Olivaceus, (L.) y Jalapa (Estado do Vora- ' cruz). Fax. XVIII. —LANIIDA. LANIUS. - 841 Ludoyicianus, Z. Hab. En toda la República. Fax, XIX, —AMPELIDA. PHAINOPEPLA, 842 Nitens (Sw.) Hab. Mesa Central y Ss N. y O. | PTILOGONYS. - 843 Cinereus (Sw.) - » Encasitodala República. EOS A 272 Memorias de la Sociedad Científica AMPELIS. 844 Cedrorum, (Vieill,) Hab. En toda la República. Coria. 0 " 845 Riparia (L.) STELGIDOPTERYX, 846 Serripennis (Aud.) TACHYSINETA.' 847 Albilinea (Lafr.) 848 Bicolor (Vieill.) 849 Thalassina (Sw.) HIRUNDO. 850 Erythrogaster, Bood. PETROCHELIDON. 851 Fulva (Vieill,) — 852 Swainsoni, Scl. 853 Pyrrhota (Vieill.) PROGNE. 854 Chalybea (Gm.) 855 Purpurea(L.) «! Fax, XX, —HIRUNDINIDA, [GOLONDRINAS]. Hab. Istmo de Tehuantepec. En toda la República. - Regiones Occidental y Be- lice (Península de Yu- Catón En toda la República. Norte de la Península de Yucatán. Mesa Central, Estado de Veracruz y región Sur. Región Occidental y Me- sa Central. Estados de Veracruz, Te- huantepec y Belice. En toda la: República. - al EN a de ¡Antonio Alzate. 1, " 273 Fam. XXI. — TROGLODYTIDA. [SALTA—PAREDES]. CISTOTHOROS. 856 Polyglottus (Vieill.) 857 Palustris (Wils.) DoS 858 Brunneicollis, Sel. 859 Intermedius, Cab. 860 Insularis, Lawr, S6l Adon, Viell. TERYOTHORUS. 862 Bairdi, Sal, el God. THRYOTHORUS. 863 Albinucha ( Cabot, e 864 Berlandieri, Baird. 865 Lawrencii, Ridgw. -:866 Felix, Scl. -867 Maculipectus, Lafr. THRYOPHILUS. 26% 868 Nisorius ( Licht.) 869 Pleuróstictus Scl. et Sal. 870 Sinaloa, Baird. eE) ” 1 Hab, Orizaba (Estado de Vera- cruz). Valle de México y región Occidental. Estados de Vérácruz y re- gión Sur. Región Sur y Península de Yucatán. Islas Socorro. ) Región Oriental. Región Norte, Mesa Cen- tral y región Sur. Estado de Yucatán. Región Norte. Islas Tres Marías: + Región Occidental. Estados de Veracruz y Oaxaca. Real Arriba (Estado de Jalisco). Estado de-Oaxaca.: Región Occidental. Memorias [1893-94], T. VI1, 35 274 Mexmorias de la Sociedad Científica HENICORHINA. 871 Leucophrys (Tsch.) Hab. Estados de Veracruz. 872 Prosteleuca (Cab.) ”» Estado de Veracruz é Ist- mo de Tehuantepec. UROPSILA. 873 Leucogastra (Gould.) » Región Oriental: CATHERPES. 874 Sumicrasti, Lawr, » Región caliente de Vera- : : Cruz. , 875 Mexicanus (Sw.) SALPINOTES. 876 Obsoletus (Say.) - » Baja California, regiones N. y S. y Mesa Central. - CAMPYLORHYNCHUS. 877 Pallescens, Lafr.. »”» Estado de Veracruz é Ist- 7 mo de Tehuantepec. 878 Rufinuca? 879 Zonatus (Less.) » Estado de Veracruz é 1st- 0 mo de Tehuantepec. 880 Megalopterus?. 881 Guttatus Gould. ' : 882 Brunneicapillus (Lafr.) ,, Baja California, región ca- e 5 liente de Sonora y Me- sa Central. 883 Gularis, Scl, » Mesa Central. 884 Jocosus, Sel. » Región Sureste de Pue- Vans) 18 bla y Oaxaca. 885 Humilis, Scl. - * » Regiones Occidental y Sur 886 Capistratus (Less. ) » Estado de Veracruz, re- pi Vip gión Sur y Belice, - ñ DARA Antonio Álzate, y 275 Fax, XXII,—SILVIDA. POLIOPTILA. 887 Albiloris, Sel. ei Salv. Hab. Sur de Tehuantepec. POLIOPTILA, 888 Nigriceps, Baird. > 889 Cerulea (L.) » REGULUS. : 890 Calendula (L.) Se 891 Satrapa Licht. Y SIALIA. 892 Mexicana, Sv. En 893 Sialis (L.) E MYADESTES. 894 Unicolor, £Scl, e 895 Obscurus, Lafr. és Regiones Occidental y Sur Regiones O., Occidental y Sur. Mesa Central y regiones O. y Sur... Región templada del Es- tado de Veracruz. ' Regiones O. y Occidental y Valle de México en las regiones altas. Mesa Central, Estado de Veracruz é Istmo de Te- huantepec. Estado de Veracruz. Regiones Occidental y Sur y Mesa Central. Fam. XXITI.—TURDIDA, [PrimAverAs, ZENZONTLES, ETO.] RHODÍNOCICHLA. 896 Rosea (Less. ) Hab. Región Occidental. 276 S Memorias de la Sociedad Científica MiImuUs. 897 Gilvus (Vieill. 898 Polyglottus (L.) HARPORHYNCHUS. :899 Graysoni, Lawr.: 900 Curvitostris (Sw. ) 901 Ocellatus,: Sel. 902 Longirostris (Lafr.) 903 Guttatus, Ridgv. 904 Cinereús, Xan. -905 Redivivus, Camb. 906 Crissalis, Henry. 907 Lecontei, Lawr. MELANOTIS. 908 Ceerulescens (Sw.) GALEOSCOPTES. 909 Carolinensis (L.) TURDUS. 910 Infuscatus (Lafr.) 911 Pinicola, Sel, 912 Flaviventris. 913 Flavirostris (Sw.) Hab. Istmo de Tehuantepec y Península de Yucatán. Regiones Occidental y Sur y Valle de México. - Islas Socorro. Toda la, República. - Oaxaca. Regiones N. y O. y Valle de México. dpi Islas Cozumel. Baja California. » eE) ” »”» Estado de Sonora. Regiones Occidental y Sur y Estado de Veracruz. Estados de Veracruz, Oa- xaca y Yucatán. . Región templada de Ve- Tacruz. Valle de México, Verá- cruz y Oaxaca. Regiones Occidental y Sur 2 ES PA AO NiaVAleates 1 277 TURDUS. 914 Migratorius, L. 915 Grayi, Bp. 916 Tristis (Sw.) 917 Auduboni, Baird. 918 Ustulatus, Nutt, 919 Swainsoni, Cab. 920 Mustelinus, Gm. 921 Confinis, Baird. CATHARUS. 922 Mexicanus (Bp.) 923 Occidentalis, Sc]. 924 Melpomene (Cab.) Hab. »” 3) » Mesa Central, Veracruz y Oaxaca. Regiones Occidental, Sur, Sureste y Valle de Mé- xico. Mesa Central y Estado de Veracruz. Estado de México, región templada de Veracruz y Oaxaca. Regiones Occidental y Sur y Estado de Veracruz. Región Sur. Tehuantepec y región ca- liente del Golfo de Mé- xico. Baja California. Región templada de Vera- Cruz. Regiones Occidental, Sur y templada de Veracruz. Estados de Veracruz y Oa- Xaca. 2 [ubbiosO sanok sueo 7 obabalquiedy pe -sOimoro Y obaobatel "¡Antonio Alzate. 1 279 ÍNDICE DE GÉNEROS. ; Páginas. Páginas. Accipiter...oomonoos ranas 227 Basileuterus ...... O q 266 Acctibturus. ...oommmoc.. DODROO 216: Baucis ....o.omoo... ii 240 2Bchmophorus .smmocomcoroso 10204 Bolborhynchus ...... o : 230 MgeleUs. ooo rocononoanos REE 254 Botaurus...... A ÍS oq uddn 212 A aos :217 Boturides........ Pro ejoreres, 213, Pa NO AR o SEN 209 Brachyramphus .....ooo...». 204 A coins 238 y 239 Branta....ooposprooros Porpos 208 AmblycercuS..o..... ORAR 254 BrotogerysS. vero»... Sad 230 Ammmodromus. ...omossormooo ope | Rusrremon o acc dracas 262 Ampelis....... E o 272 DO c+ cuna oao Prnosrr reposo es 229 AmMphisplza .....ooonosorooomo> 259: BUCCO ......coprrorooos RS 231 Anabazenops +...omovmemssncnso 244 Bucephala ........ omoandadasé 209 AMAS 0.0.0... reso LOA Mae 210 Busarellus............ a 225 Anous o 206 1 A ner 226 (AD adria arma 208 Buteola....o.coooomoomso Aoi 225: AMÚRUOS carino nnoionca sora runoo DO O o A oa a 229; Antrostomus...... a pe 00286 Cala catas 210 Aphelocoma....... e E e 252 Calamospiza...o.omoomo».mm.s 256 AGÓTIZA. .... 00m. ETA :218 CALAS liada 256 Al o coros E 225 Calídris coco cocnonss Udo 216 De E RSE AS Sinn 230 GAlipepla crroracnedaaaaaass 219; Alramides...coooonsssecicnn AE 214 Galliste o coouiaavinrao neos E 263 ÁTAmUS ......omo.o ainia 213 Calacitta. dai 251 Archibuteó.....oopommmacanoss 225 Calathoraz -.ocoraransaci 204 240 AICA Sn 30d elije leí 212; Calypter.isnornonomm.. oa -241 AMO osos ctnnmcmensrmano 212; Campephilus....... COAa 236 AITEMON........ 5 261. Oampilopterus...... Ae 242 A a race 228 | Campylorhynchus........ E 274 ABUÍTIDA:....caeocaccsass Ctd 225 GAMETOMA >. atodos 211 Atlapetes.....o..o pe DA A (257 A 266 A a Soares 240 CREAS aode soil cación e 261, Ao oil araracccóo, 245, CATPOACUS: canacnangnao conos: 256 Anlacorhamphus, ...m.o.... : 231 Cassiculus........ as o A Da 00) AURDATUE co coancioióeas NA 260% | + Oasgidix...ooovonoaronoss A RN AULQMOJUS > errrarorcereninato ¿2455 | 1 Onbaractes.....oomonmoo conos ¡5203 AYIDIA Pill, aros ocio osororono.., BIO Cagharistes... omo... 222 280 Memorias de la Sociedad Científica Páginas Páginas. Cathartes....... eonan domi da da 222, | Crotophaga..i.o.mcosrosoo.. 233 Catharus......o.cos reis Vic loca lara ay ler A 203 Catherpes ..ooomommoscnorooo»» 274 Cyanocitta...... AS 252 Cels adan coepeso o 234 Cyanoly ca noo ZO CENA asoma 235 CA sae 239 Cercomavra .cocvocisononoss S 243 Cyanospiza rociero. coa 259 y 260 Cerorhinca ..... romero -204 Cyclorhis <.ncicoctcciconiciaaio PO Certhia .......o VuVcinvetnos 652 | CypselUs. o... io. pioccdicón :0:1987 Certhiola ............w% ido drodal || OfrtonyX cacorosicccons 20jeoa 219 Geryle........ inn ni bovina ras 234 Dala nr can 209 Chetura...coiciiiniciaiaarac o DApton. er dadr dada os 205 Chameospiza soi. +.o..mm..m... 257 E A A, 0.031: 282 Chamepelia..ooivoccinononani + ELO Dendrocygna...eocorsoonsorno 210. Chanlelasmus..+.........+.... 210 Deñidroca;. diri detaaaa 268 Charadrius..tioiicniocoosssos -SORSagif. 11 Dendrornis.. .oscconsnlaseon 11,244 Chiromachaeris spriciorinar esco 246 DeitlrorbyX...cocnionaconcanes 219 Ohiroxiphia ...io0mm.. Vuasios A E A 264 Chloronerpesi.icccorcinion oro 1180285 Diplopterus . menimeio asmenmos 220 232 Chlorophonia+..m.... ELA o :264 DUVES ooo ocóne on CES 253 Chlorospingus........». ANA .1 129 082602 DolichonyX. anodanasadadinoye 254 Mlorostilbon ........ dedo 237 y 238 Doricha....c...mos..»oo AS 240 Chondestes....... Adrada do TA 12259 | DromococtyX........ TOS 232 Chórdeiles....ooocoresoonoonos 2877 |! DEYOCopus....ocomoo..o e puto Pan, ChrysomitriS.....ooo.... POS 255 | Dyetiopicus ......... panes ¡DEFODO SLI. CREYSObIS : corso nooooacrannono 229 y.280. | Dysithamnus......... SA 243 Cibelus. o cieoss Add 265. Ectopistes.......moo.o E A 14) 1 Aro a a 238 dE ON MA -..250 CiróUS. co... lo : 926 | Elanoides....commmmmom.... deci eSLiRRR CASCOLHOTUS. .iosososicarononós 139,32 PAS ones colon bj 0 00204 Coccothraustes .....om.ooooss: 255 y 256 Embernagra. ....om.. viemosicira > DESADA, COCeyzUS .icocidiranernanas 231 y232 | EmpidonaX..ommonononccnmo. 28 GCRRgena 0 rpcronariraaras 241 y 242 Engyptila....ooomommooom. ma 221 Creba nad 264. | Ereunetes ....... AN A 216 Cláptes -..onicororcicóctn Edo 119095: |i ETEAticus....oreoovenimicenonas 266 Ooiemba: aran: 1101999 Erismatura....ososonssosss 209 Colymbus...... ARIES 204 Erythrocnema.......o. AACRTO 226 OONtOpuS ...ocotócio vicios .. tHesiDa) |; EñeBmetis...oorooomenion» a 226 CONUTUS a. .oicocisiicctónicóns 230 EucorysteS....mmmmmmonoo.o NR 255 OOXVUS ceso odios Mitos iii BID |. Eugenes...... iia CE -249 Qubne coco cticiconóniiican 2129792 |? Eumomota coo: ases $e 233 Coturniculos..........0.sc.o «o 258 Eupherusa ....... an 288 MX ic ADO? |: Ephonla criar crrnss 209 y 264 ¡"Antonio Alzate. 1: 281 Páginas. S Páginas. EupsychortyxX......o...... Se 219 Heteropelma....o.oommomoos»o 246 Enptillotis...... ol bio lc CIN Himantopus.....omemoemo.o».. 215 Falcinellus..s.00ccoorósorocos ; 211 Hirundo...... ERIN bas 10522 Halo roicaaaavilen seno 223 Histrionicus ...... O PA DAD Florisuga ...... ie 241 Hoplopteris ,...ooccococcnonos 218 HOFIICATIUS. qenoscocacaezonss 243 Hydrochelidon .......oo..... 201: 206 SAO SbEDA 208 Helminthotherus....... io 269 Mudica.......... ón RE 214 Hemiprocne....omommcsconcoso 237 Gall nacio 231 Elan sean lr 208 Galeoscoptes....cpmoo.omom... odo 0 Eno ia, 20 270 GHALlInago..eunauaadaer en ces 217 | Hypotriorchis .....m......o.o» 223 EA Ed sa : 214 IOYCter 222 Gambetbansarason sobomaaon a] 216 Tbis...... E END, 211 Grelochelidon. ........o o.0..0.... 206 DOÑerUS cacanare doses Leza 253 y 254 CUOCOLCN LS uno ioano anios OZ Teberia cocida vas uan 267 COL ÍFpIS «averia ierziienn : 267 ACM cria o ? 223 GEOÉTYZON ..cooncocorocncoimros PBOETO LAB O aa att 238 GEranospiZa aracoqucancunzne 226 DUÍICO Sue oca da nido AE EPA) Glaucidium ....oommmooco.. EAOA 228 Lampornis........ Citas 0241 Glyphorhynehus .....oomeom. oo 244 Lamproleema...... dlrs 242 Grallaria ....... iia Uds roda MALO iconos arcas A 262 Gaanatellús... coord BA LABIÚS ¿oem cs raid alió 271 AS ronca iass E UA 213 Pl ds 206 Cane aaa dosis A AA DOT oido: ca o 245 recae apo 260 PgabOS qurelcdaide neta vio ide 250 GyInOStiNOPS...i0oocoorosoo- 1209 VEpidoNas onto taienla rivero o - 222 Hadrostomus. ...o..ooomanooo» 246 | Leptodon.......... doDacOdUdO 224 HeematopuS ...oo.occoronmm..» 213 LeptopogoM:..ococroreco 290. 250 . Elsemophila...ocoooorooooororo 257 Deptotila ..oonoonoareoncano ee 221 HallaehES cusco corooronoianoo 1224 Limosa....o.oono.. SODaLONoOSS” 215 y 216 Halocyptena .....mmm....r»o. 205 LApaúgus o asoconananonono Nin 245 HaplospiZa...ioomoconcorosoo no - 259 Lophophanes....omoommoooroo 265 RAT DABUS. coscococrarocnarnono 223 Lophornis ........... Pala ae 241 Harporhynchus.............- 762 LophortiX -.o..usoconnmesrnsno 219 Hedymeles... ... SACA cOdHO 210 264 OA dat 256 Heliomaster ....... TOA - 239 Macrorhamphus.......m...o. 217 Heliopeedica ............. iS a.1. 244 Mareca........ elo e 209 EELLON DOS. iconos anna ios 241 MegarhynchuS......oommco.o». 249 Helminthophaga........o.o.. ari 289 Melanerpes.....oooosmoomoss.. 235 Hemistilbon .........o.o.o.o.o 239 Melanotis...... Iueronnnonoso. 276 HenicorhiMa ....oocomomen.o» . 274 Meleagris.: sonitono 219 y 220 Herpetothere8 ......omoomonss 224 Melopelia ..osooccccncnnnnonss 221 Memorias [1893-94], T. VII, 36 282 Memorias de la Sociedad Científica Páginas. Páginas Melospiza. ..ciosiosióciósi s0sl 258 Po iran de 227 MergUS coca ccitrciciciióos 209 Panyptila nos aanasaS 237 Micrastur .......; iiscintinda 0. 226 De 213 Mierathene ....... Miri ces 111998 LS OLEA OO OSOS 269 MicropalaMa...ooiioocicocoocs 216 PArUS cata nióad ninas 265 Mibralos o on 1947 Passerculus c0ititacccnciticns 258 A 276 Pelecanus cocciaco aida ' 208 Mionectes ....0ooco: AAN eds 250 Penelope ......oomoocoo coógeoa ¡920 Mitrephanes ..soccoconionó mE 248 PETIStOra dto 221 WMiparchlUs. dor coiccciidiós 247 Petasphora...oviriciciitióas 239 Mimotilta ti 269 Petrochelidon.. ¿occiso o... 272 Molothrus......c..0....o.» 1AyS 254 Peluca no o oocondicicdodcóndss 258 MIOMOLUS 00 vooiccdacicoieos 234 Peucedramus o..ommoosorocóós 268 MOTOCOCOYX cccciocccnioióndós 1 0IDSA Pheeoptila asotosiacoriiicl 238 Myadestesi coito ción : 275 Photo. co ciciodeciósiiojasd 207 MusCIVOTA .aiicóondinccóinndos 949 | Pheethornis.icoiiiióniaco 242 MONCLOA a : 211 Pheenicothraupis............ 262 MIO DIAS aos 249 Phainopepla ..ciitoiccsióness : 271 Malodioctes csccconciccaliioós “112066 | PlalacrocoraX vivas: 207 Myiodynastes......... AO 249 Phalaropus...vccccconic 215 MyLOparis occ ao ado 250 Pharomacrus ..0reccononccas: 11988 Myiozetetes «...ccococciococón 249 | PhencticUS cimoiitotocióninasó 261 NED DLO. teatros 00 270 E O E sl Neomorphus :...... DE 232 Phlogothraupis.....iiononoso 263 INUIMENIUS coocociócicincciós : 215 Phoenicopterus .. ..oo.ommmmo. 210 Nyrtale incor. Mao 227 Pholeoptynx 228 ICLIDIUS ceo cet a ariio32s 237 Phonipara...... Ade icbudniga -260 INCbICOA aa alo bcn AAA AROSObARaO O 232 Nyctidromus........... RA bO ro 236 Pron a 251 Oceanodroma.....emcrcncnns : 222905 Prcola plenarias Isaias 243 y 244 Odontophorus....icocoiocccs. 218 Pa 235 (Edicnemus 0 0o0ooi ici 213 OA " 229 Obtostoma totes, 250 Prpilo rica OnichoprioM.......ooioocoso z 206 A oO coand 246 Oporo ns odaso nes e odnaoiads 267 PA aa 249 Oriburus ........... ii O 261 neón A O cv UIBRO Ortalida osas es :220 Platypsaris...... do: 246 teo js LO Platyrhynchus............m.. 251 (ENZODOLOS - 0 ono decanos 260 Pléradisi.. costas SS 211 OLOCO LIS. os caos 58 251 PROS rd ra : 907 Podicepa....... NO COOUnada o IOIGDOA Pachyrhamphus......... Ac 246 a “Antonio Alzate. ,, 285 YVVOIOLOLIILIIEIIIOLDIDELOLIICOIIS LI LIDO III Páginas, Páginas. Podilymahus +. co rcoononoioanas 204 Sialla......... da nocaoia na 275 Polioptila ....... POLACA Cde 275 Dinalaxis ...po.toroosrocnosaso 245 Pol DO TU caesteracon ese A ca 264 y 265 Powcetes eeilecsiie ns E 258 Sittasomus ..s..mooos. edo de 244 Porzana. ......... ARES SLLOO ¡214 SIUTIS Finn ao cono PALA eS Leo] IPOBPDOYDIO e ianoaodo oda ol bes 214 ea 209 E Og neones di demndezas del 272 Spermophila ...........oo.. Sao 260 Pratonotaria....coomoccospst 269 Sphenoproctus...eomcmccoocos 242 Psaltriparus .....mmom.o.. aves 265 SphyropicUS sasosmasnasa as 235 Psilorbhinus....oooocorrononnos 251 JUVE bososobe noo ado dUdoaPogES 14206 Psittacula.......... iaa bn 229 Spizaetus......omo.. ea 224 Pteroglossus.....o.ommmmoo.o.... 231 va boto conobosto ce dpnbaS 258 y 259 ELO LON yS ita osineae 271 SO mESi doosocdasane padarado 224 Ptychoramphus ............. 204 quatro tata 218 ¡RUÍnUs caos acetato 205 StelgidopteryX....o..oooo o... 272 ¡BYEMOrIS can oacea asen 242 EM dosodonodbs o SEGODOR 240 LAME Os OdONOCOaSJaddN 262 y 263 SPOIDa coca COD0aVO 206 IAE Mb oc ooonocodanacOnO dE 257 Strepsilas tacos aa 218 Pyrocephalus ......o.o.omo..o 249 VO Sono po OdOconLcuncaobDa o 2 'Pyrrhuloxla...hoomms.. gor 260 Sturncla a acaiaoo coo 254 Querquedula ......oomomoom.o 209 y 210 a ocho topa SeRndO 207 QUiscalus. .oiancntaioaotonan hos 253 SM E osaVoVunadaddooboLanaVon 255 rta co oO ORRAGA AL Sa UTE oo senopodoGOl aus 216 Recurvirostra......o.o.omoono.. 215 Synthliboramphus.......... 204 Regulus........ A 275 SN a ens 227 RhamphastosS....sommmooo.o... 231 Machysimetassana ce caeena 272 Rhamphocoelus.....o.o.o.... 263 AE oOLÓs inedococdonooa go 263 Rhodinocichla............... 275 Tantalas rica menea ales 211 Rhyacophilus.......ooomoo.m... 216 Thalurania lacado 241 Ehynchocyclus.......ooo.o... 251 Thamnophilus .......mo...... 245 RiEynchops acens: 205 Thaumatias ....ooo.o.oo. dada 239 Rhynchopsitta.........o...... 230 Thrasaetus ...ormoosmmmom+omo>».. 225 Rostrhamusi cc iaccosca poa 224 Tiryopalu e o cooae 273 Salpinctes ..ncoconioccnconcaos 274 Thryothorusiaa ne deves seeds 273 SalLALOL os. beto cnacapcelneaióss 261 Msi scan 212 SAYOLDIS arroces 248 y 249 Timatira a o dente 240 Scardatella cacaos do codons 221 INEM occopsnauonccnecanal 203 Bele rare. iacdtcdn iosle esa e 245 Tinnunculos .econsnoaconsa 223 Scolecophagus .....om.m.o..... 253 TibyTA ¿ocacion UE OSO RÉRODAR 246 COP la e ateo violen alo ds 228 y 229 Todirostrum.......... TOR 250 SOlasphoruN ..vennenocioao soso 240 Dg... te dois 217 SOTOphaga cantarioeovsranes noe 266 Tringoideg...o.ommmossommmm»».. 216 284 Mernorias de la Sociedad Científica / Páginas. Páginas. IO accio nacos 241 ADE oO ELOO O ONAD (5 Mroplodybes econ. soncnenss oo es 273 Vireolani0s. nicol Pie 270 Trogon ...... EAN AE, CEN 23 E Tatinia e conpencraraaa AGO dae RdSnónbS -- 216 Xanthocephalus.....¿..0..... 254 Turdus....... icódaS donas 276 y 277 NAnthUra. o cooicnccioes irte 1d: Tyrannulus. .....co..... CODO 250 XenopS...... A 244 LE Ona O nASAdOdaLO 247 Xiphocolaptes .:.0cicoiccioc 244 Wirnator--.encenoss Cto sed 205 Xyphorhynchus ........... $e 245 Uropsila ....... dida 274 Zenaida...... O Rca 221 Urubitinga 00000 Ol EAT AI : 221 Vancllls ca icitiicitoss do 218 Zonotrichia.:0i0c0cococ.s oc 259 OLORES TEMPERATURAS DEL SUELO E OBSERVATORIO ASTRONÓMICO NACIONAL. DURANTE EL AÑO DE 1893 “MANUEL MORENO Y ANDA Encargado del servicio meteorológico en dicho Observatorio. Las temperaturas del suelo:se observaron sin interrupción durante el año de 1893 cada cineo días á las 2 p. m. Pongo á continuación los promedios mensuales : Temperatura del suelo 4 la profundidad de ¡xx _ _—— ——_—_ —— _— _ _— > _ _ _ Q .——— a 3 Y m Ta € m m 1593. 3.00 1.15 0.70 0.88 0.28 S a Enero .ccodo cani 15.5 ME 1892 01%6 2 1%5 111 Febrero doc ocis 15.2 13.8 13.2 13.0 13:0 5: 13.5 MAZO 15.1 ESTATE 13.9 13.9 14.0 14,3 IN IN 15.0 14.3 14,4 14.5 14.6 17.9 Mayo aaa ll 15.2 157 15.9 16.1 16.9 MUA 15.3 15.6 16.0 16.6 16.4 16.2 s Julio: 15.6 15.8 15.9 15.9 16.0 15.4 AgostO. .eaom-o=.- NN 15.9 16.0 16.1 16.1 MO Septiembre...... 15.8 16.0 16.0 16.0 16.1 15.3 Octubre 2ocoo.... 15.9 15.9 15.7 15.0 15,4 13.6 Noviembre ...... 15.9 15.3 14.8 14.3 14.3 13.3 Diciembre ...... 15.8 14.9 14.0 ES 13:2 10.8 Medias. ..... como 15.5 15.1 14.9 14.8 14,8 14.5 286 Memorias de la Sociedad Cientifica El atento examen de este cuadro nos manifiesta que en el año que consideramos se han verificado los mismos fenómenos que en el de 1892. A 3 metros, retardo notable en la época de a extremos y oscilación muy pequeña. A 1”15 diminución en el retardo y aumento en la oscilación. A 0”70, 0"38 y 0"28 el mínimum tiene lugar en Enero y el máximum en Junio, con la particularidad de que en las tres pro- fundidades se nota un segundo máximum en Agosto. Los valores delas variaciones y sus diferencias entre li son las siguientes : del A 0.9 do O 13 MM 9.2 a a 0.6 a O TO sv rooda aba 2.8 dl 1.2 O a 4.0 . A 0.1 08 io aos rado 3.9 | Excepción hecha de la diferencia entre 028 y 038, que aho- ra ha cambiado de signo, en las demás encontramos que la ampli- tud de la oscilación disminuye á medida que la profanoi9pó au- menta. Las diferencias entre las temperaturas del suelo y la media del aire libre á la sombra, son las siguientes: AJODO: Lal. de o neL .. 155—145=1.0 A e: dl... 00 e 149 , =0.4 A 148 , =03 ac: a HB". =08., 1 Antonio Alzate. : 287 PIHLILILILILIDIIILI0I0IIIDLII0ILIOLIIIILIIOI IS Aunque encontramos perfecta conformidad entre los datos de los dos años de observaciones, necesitamos aún una serie más prolongada para poder formular conclusiones más rigu- rosas. Espero que en el año actual podremos extender nuestros es- tudios haciendo observaciones á mayores profundidades con el fin de encontrar la capa de temperatura invariable. Ojalá que la Sociedad “ Alzate” generalizara en nuestro país estudios de este género que tanto interesan á la física del glo- bo y que ereo de fácil realización si se hacen excitativas á los ingenieros que trabajan en nuestras principales minas. Tacubaya, Enero 6 de 1894. N » 7 din IMPORTANCIA + y 56 10¡DEL “ESTUDIO DE LA PSICOLOGÍA : AGUSTÍN pee da A mi querido amigo y compañero Camilo A. González. En el trabajo que vamos á leer ante esta respetable Socie- dad, nos proponemos poner en relieye la capital importancia del estudio de la Psicología con el fin de demostrar que dicha cien- cia debe formar parte de todo sistema racional de educación. Es una verdad innegable que los conocimientos valen por la utilidad que prestan y que esa utilidad varía mucho, no sólo de una sociedad á otra sino en una misma sociedad según el papel que en ella desempeña cada individuo. Así, por ejemplo, una persona con excelentes conocimien- tos en el arte de la pintura ninguna utilidad puede sacarles en una tribu de salvajes donde sí utilizaría admirablemente los co- Memorias [1893-94], T. VII, $7 290 Memorias de la Sociedad Científica An NADIA nocimientos necesarios para la fabricación de la pólvora. En una misma sociedad, poco ó nada le sirven al comerciante las nociones de latín que se enseñan en muchas escuelas y esas mis- mas nociones son una valiosa ayuda para el que se consagra á estudios filológicos. Como las ciencias y las artes son muy numerosas y no po- drían entrar todas en los programas de estudios, importa tener una piedra de toque para hacer la selección basada en princi- pios racionalesey no én el interés de ciertas conveniencias. De las diferentes bases que se toman para hacer la selección de- penden las divergencias que se notan en los diversos planes de enseñanza. La diversidad de ideas produce diversidad de eri- terios, y mientras unos juzgan indispensable el' estudio del latín dándole un puesto preferente, otros sólo lo creen útil y lo colo- can en un lugar secundario. A juicio nuestro, dicha selección de- be hacerse partiendo del siguiente postulado: las ciencias y las artes que se enseñen en las escuelas deben ser aquellas cuya utilidad sea indiscutible cualquiera que sea la profesión ú ofi- cio de los ciudadanos. Basados en las anteriores consideraciones vamos á ver qué importancia tiene el estudio de la Psicología para así resolver si debe ó no formar parte de la instrucción en general. Por un lapso considerable de tiempo el conjunto de las no- ciones psicológicas que se tenían no llegó á formar un cuerpo de doctrina de carácter científico debido á que los psicólogos querían constituir la Psicología como una ciencia á priori, úni- camente con datos subjetivos. Tal estado de cosas obligó al ilustre filósofo Augusto Comte á considerar la Psicología como una parte de la Biología y á aconsejar que las funciones psico- lógicas Ó cerebrales se estudiasen valiéndose del método obje- tivo para que las conclusiones de dicho estudio tuviesen el mis- mo valor que las del resto de la fisiología. Los modernos psicologistas ingleses, Stuart Mill, H. Spen- cer, James Mill, A. Bain, Lewes y otros que han aplicado el mé- "Antonio Alzate. 291 LLIIIPIILOLDID0IIIDIIDIIIOIIILD III DI ID0ID todo objetivo al estudio de las leyes del espíritu, son los verda- deros creadores de la Psicología científica y sus obras serán siempre el riquísimo arsenal donde se encuentran los numero- sos resultados de la observación psicológica. La esfera y el do- minio de la Psicología han sido muy bien determinados por los filósofos ingleses contemporáneos que han hecho de ella una ciencia experimental, limitando su campo de investigación al estudio de los fenómenos mentales, de sus leyes y de sus cau- sas inmediatas, dejando á un lado las cuestiones relativas al al- ma y á su esencia, cuestiones que pertenecen al dominio de la Metafísica puesto que son de aquellas que están fuera del al- cance de la experiencia. Poderoso ha sido el impulso que los filósofos nombrados han dado al estudio de la Psicología desde la publicación de sus res- pectivas obras. Herbert Spencer demostrando la utilidad de los estudios de Psicología comparada y la superioridad de los mismos sobre las observaciones puramente físicas de la Antropología, Bain fun- dando las leyes que rigen á los fenómenos mentales, sobre úna inducción legítima y completa, y Stuart Mill creando la Etolo- gía Ó ciencia de la formación del carácter, son acreedores á la estimación universal po los inmensos servicios que han pe tado á la humanidad. Una vez constituida la Psicología por la unión de los dos métodos, el subjetivo y objetivo, han comenzado á saborearse sus ricos frutos en el terreno de la práctica. Bajo el punto de vista de una de sus más importantes aplicaciones vamos á con siderar la utilidad del estudio de dicha ciencia. Ya supondrán las personas presentes que nos referimos á la Etología. De acuerdo con S. Mill-definiremos la Psicología como la ciencia que se ocupa del estudio de la manera con que un Estos do del espíritu engendra otro estado del espíritu. . La simple definición indica que el conocimiento de las leyes según las cuales un estado mental sucede á otro ó es la causa 292 Memorias de la Sociedad Científica CLIOLDIIAS de otro, puede utilizarse en la práctica de la vida para discer- nir entre yarios estados mentales cuáles de ellos son el fruto. de la simple asociación, cuya causa exteriores á veces forbui- ta, y cuáles el producto dela reflexión y la razón. Diariamente. vemos cometer desaciertos é injusticias á los hombres públicos. por no saber hacer la anterior distinción. Indudablemente que un gobernante que posea profundos conocimientos psicológicos, es el que ofrece mayores garantías de cumplir con sus obliga- ciones, y como todos podemos llegar á ser hombres públicos resulta que, bajo el punto de visba político es necesario el estu- dio de la Psicología. ED y _El carácter es la combinación od en ago pÑdna de los elementos del espíritu. Los elementos del carácter: no son sino manifestaciones de la voluntad y; ésta se estudia en la Psicología. Adoptando la clasificación de los elementos del car, rácter hecha por Augusto Comte que los reduce á-tres¿:elya- lor, la perseverancia y la prudencia, estudiaremos Ja importan- cia que tiene la educación de la preciosa facultad que'se llama. voluntad.» aoipáirerisonomónal 2eral ab ol Todos sabemos que los hombres: que Aa legado su. nombre á la posteridad, que los grandes servidores de la humanidad, en una palabra, han sido séres dotados de un.gran carácter. Sin el valor civil del gran Juárez, sin la prudencia. de.que.dió repeti- das é inequívocas pruebas; y. sin la perseverancia poco común de que nos dió ejemplo, no.se habría asegurado. el porvenir de México y de la América entera salvando las instituciones repu- “blicanas!. fits Los hombres somero son los: de los cito porque: sier=> pre eligen entre dos Ó más líneas de conducta, no la-que más : " les halaga sino la que más. conviene. El valor militar salva á las naciones de la tiraníasextranjera, el industrial las convierte en-prósperas y ricas y el civil es. un infranqueable valladar á los abusos que cometen los hombres públicos. En un país don- de el valor civil no existe en $us habitantes, se comentan los “ Antonio Alzate. LE 293 desaciertos del/Gobierno en voz baja y se proponen remedios en secreto, nadie se atreve á decirle al tirano que lo es y la adu- lación y el desprestigio cunden por todas partes. Donde el va- lowindustrial es nulo la iniciativa individual es cero. y donde: el valor militar falta, es síntoma de que el patriotismo no existe: Todos los elementos del carácter son igualmenteimportan- tes, todos deben educarse. Los hombres útiles son los de volun- tadesincontrastables, unhombre sabio y profundo conocedor del género humano, vale poco si carece de valor, de prudencia y de constancia. El porvenir de las naciones depende de la edu- cación que en ellas se imparta. Formar caracteres es una ele-: vada y noble misión: Lia educación del carácter es la profilaxia de las enfermedades sociales é importa propagar «esta verdad. que SO si la practicamos, 8 nuestra dig regene= ración. 0 : y E 119 sopid.eol Por mucho tiempo pico en los sistemas de educación el: cultivo de las facultades intelectuales; la:reacción tenía que venir y poco á poco ha ido reduciéndose ese cultivo á sus ver- daderos límites, gracias á una nueva tir de los finos de: la vida: up am: Ha llegado la hora de que la educación del carácter forme parte integrante da los planes de estudios y en-los países como el nuestro donde los estudios psicológicos se han difundido po- co, el maestro tiene que suplir por completo á la familia en la obra de la educación del carácter sin ser sacrílega esa substi- tución. De'aquí resulta la imperiosa necesidad de que la Psi- cología se enseñe ampliamente en las Escuelas Normales. La obra de las maestras y maestros es sublime y en extrémo bené- fica, pues ¿qué obra más meritoria que la de contribuir á levan- tar: el espíritu de un país, formaudo mujeres prudentes y de ideas firmes y hombres perseverantes y dotados de valor? Diariamente vemos ejemplos que ponen en evidencia la fal- ta de educación del carácter, pues nada más común que encon- trarse con'individuos que á pesar de sentir y comprender la in- 294 Memorias de la Sociedad Científica JR de ciertos actos permanecen inactivos ¡por la falta de valor. . Y. no'sólo en las Escuelas Normales debe enseñarse amplia. mente la Psicología sino én todas las Secundarias topes les la tarea 4 las maestras y maestros. Y - Mujeres y hombres, todos estamos llamados á ser ipacluos de familia y todos tenemos grandes deberes que llenar tratándo- se de nuestros hijos. La gran mayoría de las personas que se casan éstán en la lereencia de que basta alimentar á los hijos, darles casa, procutarles vestido y enviarlos á la escuela para cumplir con los deberes que la! paternidad impone. Nada más incompleto que esa creencia y casarse sin tener la seguridad de poder alimentar y vestirá los vástagos y de educar el carácter de los mismos, es cometer un crimen moral contra.los desgra- ciados hijos que en muchos casos son verdaderas plagas de la Sociedad. A Después de dar nacimiento á á un mia importa aflora el es- pírito.á fin de que cumpla con las obligaciones que para consi- go tiene y para los demás. Siendo la Etología una de las cien- cias que corresponden al arte de la Educación y ésta la primera de las artes, la que deben saber todos, importa que la Psicolo- gía. de donde se deducen los-corolarios etológicos, forme parte - de todo sistema de enseñanza. e . Abrigamos la creencia de que lo Rió no hará dejad E, en el ánimo de nuestros consocios acerca. de la trascendentalimportancia que tiene el estudio de la Psicología. Todavía. nos falta examinar la cuestión bajo un punto. de vista enteramente distinto de los anteriores, el meca que no cede en importancia á los demás... hs “La educación del carácter fortifica la olaa y debido á eso es el profiláctico por excelencia. de una de las más terribles plagas de nuestra especie, plaga que:ha invadido en gran parte al sexo bello y que comienza á invadir al fuerte; nos referimos á la histeria, enfermedad que en concepto de psicólogos insignes Antonio Alzate. 295 como Ribot y de médicos eminentísimos como Charcot y Strim- pell, consiste en un desequilibrio entre las pasiones y la volun- tad. Como se ve por la definición de la histeria, una educación convenientemente dirigida y que fortifique la voluntad, previe- ne el desequilibrio, prevención utilísima, porque vale más evi- tar las enfermedades que curarlas. Striimpell dice en su bien escrito capítulo de la histeria que, en la mayor parte de los casos las afecciones histéricas están en íntima relación eon causas ocasionales de orden psíquico. Y más adelante escribe: “Bajo el punto de vista moral, nada hay que active tanto el desarrollo de una predisposición histérica laten- te como una educación mal dirigida. Los errores de una educa- ción que no reprime los caprichos de los niños, que desprecia el templar la voluntad y el carácter, que exalta la imaginación de una manera viciosa Ó exagerada, ó que, recargando el espí- ribu pone en tensión el resorte de la inteligencia de una mane- ra excesiva y sobreexcita precozmente las facultades nacientes, estos errores comunmente forman el fondo de esta debilidad irritable del sistema nervioso que más tarde da origen á las ma- nifestaciones histéricas.” Quien haya visto una histérica 6 histérico habrá compren- dido la necesidad de educar el carácter como uno de los medios más seguros de prevenir muchos males sociales. ita ás gti sl delia de ndialis nono as emararo ob siorogilesyt al. eb ejuozer le adlavad pe eñog. pá sedgelsarzdbetinos iaa pigemscosios Hoxcaidos” qarisosxor. “ bubilidab- sides: sb obuod la asorol: E IRNOS resonante. | a pel di nego sb 9 Dacia Ps ana ao! pe oro coo redoduso ivronbe' Ste babicooag sl de | pase da Bad: : elaisomanlen Bodostn pllcnaaa el sora 1 CONTINUACIÓN APUNTES DE EPIGRAFÍA MEXICANA JESÚS GALINDO Y VILLA Socio de número. 1 F (PAGINA 262, TOMO V). En el Inventario de las alhajas de la Catedral de México, hecho en 1819, y que se conserva Ms. en la biblioteca de nuestro Museo Nacional, se lee en la primera y segunda fojas lo siguiente: Tabernáculos y. Sagrarios. «Número 1. —Un ciprés todo. de plata cuyas medidas son las siguientes : El zócalo de dos varas seis pulgadas de planta y una vara cuatro y media pulgadas de alto, adornado por cada frente de tres cartones. De sus ángulos vuelan cuatro ménsulas de veinte pulgadas en su mayor anchura, y una va- ra trece pulgadas de largo, que sostienen cuatro estatuas de los evangelistas, de una vara cuatro pulgadas. El pedestal, de una vara veinte y cuatro pul- 1 Véase la página 93. Memorias [1393-94], T. VIT, 58 298 Memorias de la Sociedad Científica gadas de planta y veinte y una pulgadas de alto. En sus ángulos salientes se levantan cuatro pilastrillas de una vara dos pulgadas de las que salen cuatro - juncos de quince pulgadas, sostenidos cada uno por dos ángeles de trece pul- gadas. En los puntos descansan las estatuas de los cuatro Doctores, de veinte y una pulgadas. Las pilastrillas están unidas por un cartón á las pilastras, de una vara veinte y seis pulgadas de largo. La cornisa y arquitrabe tiene de alto diez y seis pulgadas y los cuatro arcos, veinte y siete pulgadas de radio. En los ángulos que éstos forman hay cuatro ángeles de veinte y siete pul- gadas y de ahí mismo se levantan cuatro cartones de una vara nueve pulga- das, en que está una estatua de veinte y siete pulg sad, de San y uan Bantis- ta con-que remata.” 22341 N 4 : dá A Este primer ciprés fue desbaratado y fundido por los años 1849 6 6 50. “Número 2. —En el centro de este ciprés está un tabernáculo de plata sobre dorada, de orden corintio, compuesto de tres cuerpos. Sobre el zócalo de una vara de planta y diez y ocho pulgadas de alto, se levanta el primer cuerpo, compuesto de ocho columnas, y al pie de éstas, ocho estatuas de los Profetas, de nueve pulgadas. De éstas faltan tres. El segundo, de veinte y seis pulgadas de alto, y diez y ocho de planta, tiene también ocho columnas, y al pie de éstas, ocho estatuas de los Evangelistas y Doctores, de seis pul- gadas. En el centro un sagrario de figura circular de doce pulgadas de diá- metro y dos de fondo adornado con una corona imperial. Sobre la cornisa hay cuatro ángeles de seis pulgadas y ocho pirámides de cinco pulgadas. El tercer cuerpo es circular, de nueve pulgadas de alto y diez en su mayor diá- metro: está formado por ocho figuras que sostienen un pedestal de tres pul- gadas, en que descansa la estatua de San Miguel, de seis pulgadas. Sobre cada figura hay una pirámide de cuatro pulgadas, de las que faltan dos.” Esta pieza desapareció en Junio de 1867. “*El tabernáculo número 1—añade el Inventario —tiene de peso un mil seiscientos doce marcos y una onza; y costó diez y seis mil pesos. El de n? 2, tuvo de costo veinte y nueve mil seiscientos veinte y ocho pesos; y lo hizo el Exmo. é Ilmo. Sr. Arzobispo Dr. D. Juan Antonio Vizarrón, al que la devoción del Ilmo. Sr. Dr. D. Manuel Rubio y Salinas y varios Señores Ca- pitulares, añadió los cuatro Doctores y el pedestal ó sotabaneo con los cua- tro Evangelistas; corrió con ésta obra el Sr. Dr. D. Ygnacio Ceballos, o Tesorero.” - Hállanse en el Inventario, intercaladas dos láminas representando ambos tabernáculos. : ' Antonio Alzate. 1 299 G y , (PAGINA 266, omo V). Fábrica muy posterior á la de la Catedral, pues data de la mitad de la pasada centuria, es la de la Parroquia del Sagrario Metropolitano de México, anexo á la basílica. EE Primeraonte, el Sagrario estuvo en la Catedral y en las capillas de las Angustias y San Isidro Labrador. Ambas se comunicaban y la última tenía una puerta ““que daba entrada á una sala grande y larga que cogía hasta don- de ahora es capilla de San Antonio, que tiene la puerta al atrio ó cementerio. Esta sala tenía la puerta donde ahora es dicha capilla, á cuya entrada estaba la pila bautismal, y en lo interior estaba la oficina llamada cuadrante.” Cuando se dió principio á la obra del Sagrario, entonces se pasaron el Sacramento y las oficinas, á la capilla de las Ánimas en las Escalerillas; y cuando había mucha gente para el cumplimiento de iglesia, se daba la comu- nión en el Altar de los Reyes en Catedral, ó en el del Perdón. El 7 de Enero de 1749 el arquitecto D. Lorenzo Rodríguez! presentó los planos del templo, el cual comenzó á edificarse en 14 de Marzo del propio año; empezándose la obra con ocho mil pesos que dió un vecino de la Ciudad; con- tinuándose con limosnas. Calcúlase el costo total en poco más de doscientos mil pesos. El 15 de Septiembre de 1767, el Ilmo. Sr. Lorenzana, Arzobispo á la sa- zón de México, hizo la consagración del altar mayor, estrenándose solemne- mente el templo en 9 de Enero de 1768. El 8 de Febrero se dedicó la iglesia, transladóse á ella el Santísimo, y al otro día hubo misa muy solemne en la que ofició de Pontifical el mismo Sr. Lorenzana. La planta general del Sagrario tiene la forma de una cruz griega, amplia y espaciosa; de 230 varas cuadradas, y cincuenta en ambos sentidos ; eleván- dose en el centro y sobre cuatro gruesos pilares, una cúpula octagonal. Da- da la forma de la planta, el templo tiene cuatro espacios angulares ó capillas, como puede verse en el croquis adjunto: la primer capilla la ocupó la ilustre Archicofradía del Santísimo Sacramento; actualmente es bodega y tiene su entrada por la capilla de Guadalupe, en la Catedral. 1 Sedano, Voticias de México y Rivera Cambas, México Pintoresco, tomo 1. Memorias delaBociedad Científica po IVUCELVO ATRIO (NORTH) 1 JARDIN DEL SEMINARIO . ATRIO (SUR) a. —Sacristía y Sala de juntas de la Ex- :Archicofradía del Santísimo. 6. —Sacristía del Sagrario. c.—Oficinas del Cuadrante y bautisterio. d.—Capilla de la Soledad. e.— Altar mayor. Antonio Alzate. ¿ 301. DALDLIIADID ILL IILIIADI0 DIE LI IIIDIIIDILILIAOIIA IODHIIILLLDILID0 III La segunda capilla sivve de sacristía; la tercera de cuadrante y bautis- terio; y la cuarta, antes depósito de cádaveres, se halla hoy destinada al cul- to de la Virgen de la Soledad. Esta última y el bautisterio se comunican, como la sacristía, con el mismo ten1plo. El extevior consta de dós fachadas, oriental y meridional, ambas de her- _moso estilo churrigueresco. Forman contraste antiestético, con la arquitec- tura severa, aunque un tanto defectuosa de la Catedral : si estos dos templos estuviesen aislados uno del otro, ganarían en belleza. El churrigueresco del Sagrario, es uno de tantos ejemplos que hay en México de tal estilo, al cual, aunque profundamente vituperado, no puede negársele cierta originalidad y singular atractivo, sobre todo en cuanto á sus detalles ricos y muchas veces bellos: £I En el ángulo sudeste del cementerio se levanta la cruz de Mañozca, acer- ca de la cual ya se ha hablado en la precedente nota (E). El interior del templo consta de tres naves airosas. Causa verdadera lás- tima que en el interior de nuestras iglesias no se haya jamás guardado la pure- za de un estilo único ú orden arquitectónico: tal acontece con el Sagrario, en el cual se ven altares ya barrocos, ya churriguerescos, lo cual destruye por completo la armonía, desvirtuando al par el sentimiento artístico. El altar mayor que ahora existe se estrenó en 1829: es de orden compues- to; en su centro realza un templete dorado, consistente en una cúpula esfé- rica peraltada, sostenida por seis columnas; y la cual cúpula rematá por una estatua de la Fe: en el interior del templete hay una gran ráfaga qué circunda á la custodia, y que cubre á una ventana que tiene vidrios amari- llos. Á ambos lados hay dos órdenes de columnas iguales, que sostienen á unos frontones, donde descansan, respectivamente: al lado de la Epístola, la estatua de la Caridad, y al del Evangelio la de la Esperanza. En ambos in- tercolumnios y sobre sendos pedestales, se ven las figuras de San Juan Evan- gelista á la derecha, y la de San José á la izquierda. Aparece coronándolo todo, un buen grupo de la Asunción de la Virgen, cuya imagen descansa so- bre ángeles y nubes. z El sagrario posee actualmente doce altares, de diversos órdenes y estilos, como antes he dicho (dóricos, jónicos, compuestos y churriguerescos); al- gunos con buenas imágenes y lienzos. La pintura del Santo Ecce Homo que se halla entrando al sagrario por la Catedral, á mano derecha, estuvo primero en un nicho del portal de Agusti- nos cerca del callejón de Bilbao; nicho que fue, y ha sido últimamente, es- caparate de libros, quizá desde el tiempo de D. Mariano Galván Rivera, cuya librería existía ya en 1814: la librería pasó más tarde á poder de D. José Ma- ría Andrade; luego quedó constituida bajo la razón social de Andrade y Mo- 302 Memorias de la Sociedad Científica ODIOS rales, y ahora (Febrero, 1894) aquel local es juguetería. Se dice que antes de la librería de Galván, hubo allí una rebocería; luego entonces, la ima- gen de que hablo debe haberse transladado, quizá al Sagrario inmediatamen- te, á fines del siglo pasado ó principios del actual. ; También se halla en este templo, la famosa virgen del Refugio, que dió nombre á una de las calles de México. La imagen se encuentra cerca del Ecce Homo citado, en un altar provisional, y merece relatarse su corta y muy cu riosa historia. E, BN RO ““Imagen de Nuestra Señora con la advocación del Refugio — habla Se- dano en sus Noticias de México —colocada en la.calle de Tlapaleros, frente á la calle de la Palma. Delante de donde ahora está colocada esta santa imagen, cuando aun no estaba colocada, había un gran montón de basura. Yendo de noche á una confesión el P. Francisco Javier Lazcano, de la Compañía de Je- sús, al pasar por allí vió que entre dicho montón y la pared se ejecutaba cosa que no se puede decir, lo que le causó bochorno y mucha pena. Deseoso di- cho padre de que Nuestra Señora del Refugio tuviera culto público, y consi- derando á propósito el lugar, pensó colocar allí la santa imagen, lo que co- municó al Bachiller D. Juan de la Roca, presbítero, y 4D. Francisco Mar- tínez Cabezón, mercader. Ofrecieron éstos costear la pintura y colocación, y se mandó hacer la imagen al maestro del arte de la pintura, D. Miguel Cabre- ra, y obtenidas las licencias necesarias se colocó á fines del año de 1757, ha- ciéndole un nicho de madera forrado de plomo, el que después se compuso y mejoró, para el mejor resguardo del sol y de las lluvias. En este tiempo ha- bía una mesa de truco ( billar) en la casa llamada de Maldonado, frente al callejón de Bilbao, á la que concurrían muchos sujetos mercaderes á jugar el truco, y varios juegos de cartas, y todos unánimes determinaron que se pu- siéra una alcancía, en la que cada uno que ganaba en cada suerte de las que eligieran, echara un real para el culto de Nuestra Señora del Refugio que ya estaba colocada, lo que se verificó, y hubo mes que se juntaron hasta 7C pesos. “Habiéndose experimentado que el nicho se desviaba de la pared, y que por la hendidura entraba el agua de las lluvias y dañaba la pintura, todos los concurrentes al truco determinaron, que se hiciera un retablo de piedra la- brada á la Santa imagen, y que se le hicieran vidrieras y puertas para el res- guardo. D. Francisco Martínez Cabezón, que era uno de los concurrentes, ofreció prestar todo el costo para la fábrica, que pasó de mil pesos, y que se los fueran abonando hasta cubrirse, con lo que mensualmente se juntase en la alcancía. Obtenida licencia para la fábrica del retablo, se quitó la Santa imagen y se depositó en la iglesia de las religiosas capuchinas. Concluída la obra, se cantó en dicha iglesia una misa con la mayor solemnidad y después 1 Antonio Alzate. 303 se.llevó la Santa imagen con una lucida procesión formada de mercaderes con vela en mano y se colocó en su retablo el año de 1760. “¿Habiendo pasado á otro dueño la mesa de truco, se dispersaron y falta- ron los concurrentes y faltó la alcancía, habiéndose ya devengado lo que prestó Cabezón. Después quedó á cargo de los vecinos cuidar del eulto y aseo de la Santa imagen, y así vino á pasar el cuidado al dueño de la botica in- mediata, que cuida de su culto en este año de 1800., “Todo lo referido me consta por haber estado en una tienda cercana, donde delante de mí concurrían los mercaderes, y se trataba de todo lo que se había de hacer, y en dicha tienda y á mi cuidado se apuntaba lo que mensual- mente sejuntaba en la alcancía y de allí se pasaba al poder del que había o tado el dinero para la obra.! ” e Una vez que la Virgen se quitó del sitio donde se encontraba fue á dar á una casa del Puente de la Mariscala, donde se colocó. en una pieza á manera de oratorio; luego pasó á la parroquia de Santa Cruz y Soledad; de allíála de San Miguel y ahora al Sagrario. Pertenece la imagen al Sr. Pbro. D. Manuel Herrera, que fue reciente cura del Sagrario; la imagen está renovada, y anualmente se le hace una solemne función el día 14 de Julio. La parroquia que nos ocupa, sufrió un incendio á fines de la centuria próxima pasada, según lo manifiesta Sedano, en su repetida obra. “El 14 de Abril de 1786 — dice —á las tres de la tarde se advirtió incendio en la parro- quía del Sagrario; se quemaron los altares de San Juan de Dios, Nuestra Señora del Carmen y Nuestra Señora de loz Dolores, y la hermosísima ima- gen de esta advocación, que era la más hermosa que había en esta Ciudad. Los otros altares se ahumaron y toda la iglesia parecía una cocina. Quedó la iglesia sin uso y en inter se componía, se depositó el Santísimo Sacramento en la capilla de Nuestra Señora de las Angustias, y para llevarlo á los enfer- mos, en la capilla de las Ánimas. Compuesta la iglesia se pasó el Santísimo Sacramento en 30 de Diciembre de 1798 y al siguiente 31 se hizo la función de acción de gracias. ” Á causa del temblor de 19 de Junio de 1858, sufrió la da algunos des- perfectos, que fueron en seguida reparados. Para completár un tanto estas breves noticias de nuestra primera parro- quia, añadiré en seguida, por creerlas de alguna utilidad, la lista de las ca- lles comprendidas dentro del perímetro de esta parroquia, y la lista de todos los señores curas que el Sagrario ha tenido basta la fecha. 1 Véase el capítulo La calle de las canoas, en el México Viejo del Sre González Obregón. TADO ADNIADNADNDADAD ADD OD DIE DID DOI ODO DDD DOLIDO DIDIDODIDEDIDADIIDIIIDIIDIII A 304 Memorias dela Sociedad Científica AS AS De las calles que pertenecen á la feligresía del Sagrario Metropolitano > to de México.— Año 1894.! Acequia. : Águila. Alcaicería. * Alfaro, E. * Alhóndiga, E. Amor de Dios, calle y hospital. * Ángel, E: 7 Arzobispado. * Balvanera, estampa, O. * Balvanera, rejas, S. - Betlemitas, callejón. - Bilbao, callejón. Cadena. ' , 41 Callejuela. Canoa. *Capuchinas, $. - Cazuela, callejón. * Cervatana, N. Cinco de Mayo. Cincuenta y Siete, callejón. - Cocheras. Colegio de Niñas. dal ; ós Coliseo. Coliseo Viejo. Concepción, calle y plazuela. * Concepción, rejas, O... ;;.; . Condesa, callejón. Consuelo, callejón. Cordobanes. 1 Las calles limítrofes van marcadas con un *, y las letras N., S., E. y O. indican el vien- al cual miran dichás calles. ES Antonio Alzate. Correo Mayor, puente. Cruces, callejón. Chavarría. Chiquis. Damas, primera y segunda. Diputación. Dolores, callejón. Donceles. Empedradillo. Encarnación, Escalerillas, Esclayo, Espíritu Santo, calle, callejón y puente. Factor, primera y segunda. Flamencos. Gante. CGhuardiola, plazuela, Hospicio de San Nicolás. * Hospital Real, O. Independencia, primera. Indio Triste, primera y segunda. Jesús María, calle y puente, León. Lerdo. : * Loreto, plaza, N. y E. Machincuepa. Manrique. * Mariscala, puente, O. Medinas. Meleros, Merced, primera y segunda. * Merced, puerta falsa, $. Merced, estampa. * Mesones, segunda, $. Misericordia, calle. ” Misericordia, espalda, N. Moneda, Monte Alegre. * Monte Pío Viejo, N. Monterilla, primera, 300 PLL III IL DLILDIEIOSOILLIILIIAANINI Memorias [1893-94], T. VII, 59 306 Memorias de la Sociedad Científica — PHILLDIILILILILSLISEIILOILI DILO A A a APLICA * Montero, N. * Moras, N. Olla, callejón. Ortega. Palacio Nacional. Palma. Pañeras, callejón. Perpetua. Pila Seca. Plateros, primera y segunda. Polilla, callejón. * Porta Coeli, S. Portal de las Flores. eta Portal de Mercaderes. * Portal de Tejada, $. Progreso, calle y callejón. Puente Amaya. Puente de la Leña. * Puente de la Leña, una fracción al N. Puente de Palacio. * Puente «le Santiaguito, E. * Puente del Zacate, O. Ratas. Reforma, callejón. Refugio. Reloj, primera y segunda, * Reloj, tercera y cuarta, E. * San Agustín, tercer orden, E. San Andrés, calle y puerta falsa. * San Bernardo, $. San Felipe Neri. San Francisco, primera, segunda y PE] San Ildefonso. San José el Real. * San Juan, primera, segunda y parte de la tercora, O. * San Juan de Letrán, O. Y able San Lorenzo, primera, segunda y estampa. * San Lorenzo, espalda, N. * San Pedro y San Pablo, puente E. * San Ramón, primera y segunda, $. A > Ne e ANS Ae - '"” A o A y "Antonio Alzate. 1 307 Santa Catalina de Sena. Santa Clara, calle y callejón. Santa Efigenia, callejón. Santa Inés, calle y callejón, * Santa Isabel, calle, O. Santa Teresa, calle y cerrada. * Santísima, calle, N. * Santísima, primera y segunda, E. , *Santísima, plazuela, N. y E. * Santísima, banco, E. Santo Domingo, primera y segunda, cerca y plazuela. * Santo Domingo, puerta falsa, N. Sepulcros de Santo Domingo. * Sepulcros de Santo Domingo, una parte al E. Tacuba. Tiburcio. Tlapaleros. Universidad. Vanegas, primera y segunda. * Vanegas, tercera, E. + Vizcaínas, $. - Vergara. Xicoténcatl, callejón. Zuleta. SERIE De los Señores Curas del Sagrario Metropolitano de México, forma- da por el Sr. Cura Lic, PD. Vicente de P. Andrade en 1887.! ; Por las actas del Cabildo de la Ciudad de México, consta que en 1525 era cura el Br. D. Pedro de Villagra ó Villagrán; como los primeros libros de esta parroquia se extraviaron, esta cronología comienza desde el más antiguo que es de 1536. Por la Bula de erección consta que debían ser seis los electores ó Curas, 1 Copiada, para estos apuntes, del original manuscrito existente en el Cuadrante de la mis- ma parroquia. Se publica por primera vez. 308 Memorias de la Sociedad Cientifica PICAS IDA II y así fue al principio. Después quedaron cinco, hasta 1692 que érigida la pa- rroquía de San Miguel, el quinto cura pasó á serlo de allí ; de aquí que tomó origen el que al cura de esa parroquia se le llamase quinto ó cuarto cura del Sagrario, En 1770 cesó de haber cuatro curas y. en 1878 tres, quedando aho- ra dos. 22 Juan Martínez de Medina. ........ 12Noviembrel5364 Junio ' 1537 BENIbO LOPEZ moco deceo es ae e y a Alaro, Bartolome Estrada eos Junio” 1037 Septiembre: o MisteliBarrera mada oa e aa too LLO ¡OOO AED Cristóbal de Torres. .....oocoo coo... Septiembre ,, ,, Octubre 1539 Juan Gutiérrez Olvera. ....ooooocooo.. Diciembre ,,,, 5% 1540 Juan Roo os UN aa do “Enero 1538,, JOTasTisaY. Gonzalo Mejía .2..0. ..-2%0. Si... Octubre 1539,, Enero 1540 Cristóbal de España ....... ano oO Noviembre ,, ,, sanas Es Diego Rodríguez.» ..... a Ide Enero 1540,, Diciembre 1542 Juan Martínez de Medina (2? vez)... En >» Marzó pS Hernando Rodríguez Sanabria... ...... Octubre —,, »,, Febrero 1546 Francisco de Cantora)......o.o.o....... Diciembre 1542, Octubre 1545 Alonso de Figueroa . ..... AS Abril 1543,, Septiembre 1543 Juan Martínez de Medina (3? vez)... Septiembre ,, ,, Octubre 1515 NA Pio Julio 1545,, Agosto 1547 Diego Rodríguez (2? vez). ...o.ooo.o.. Octubre y, ADICTA 0, Pedro Tarrasa ao e aio dae Febrero 1546,, Julio. 1555 Juan de Ruanestao ccoo cae ES Abril » », Septiembre 1554 Juan de Bueblaa sos A o Marzo 1552,, Julio de Bartolomé Estrada (2% vez)......... po » ) Noviembre 1556 Antonio RivaS...... 2... 2 IHpue=* Julio 1551,, pe 1565 Garci Sánchez ...ooonocsoo... e Agosto » y Octubre 1555 Andrés de Soto Maldonado. .........» Septiembre ,, , Agosto 1565 Juan del Uliyo +0 denes, de de RES a Ss " A ss Mayo 1568 GristobalSanmartin oo coa oe . Febrero 1557,, Octubre 1560 Álvaro Pérez MarabóN....ocococoo.o. Septiembre 1558,, ee 1558 Francisco de los Ríos......-. OA Sell Junio 1559,, Diciembre 1577 Álvaro Fernández. ..oocoooonooooo..o» Enero 1561,, Marzo 1566 García Rodríguez Maldonado. ........ Agosto 1564,, Agosto 1568 DICO MA osos DON Noviembre 1565,, Noviembre 1569 Brancisco de Loza... 0200 Ie Febrero 1569,, Julio 1589 Alvaro Dra jllo Junio 1575,, Enero 1584 Mizuel do Horror Marzo», Febrero. 1576 A a LE ÓA ni '' Antonio-Alzate. 1. : 309 Dionisio Rivera. «coo... ooo. .oo==. Febrero 15784. Enero 1589 Ciistóbal. ¡Calderón 30. coneed cocos. Abril....1584,, Mayo... 1586 Juan Rodríguez Lazo l...oomdanoo.o..- 24 Mayo... 1586, Teod 01994 Agustín ¡Dieh. ¿ca Usd. orniod Septiembre 1587,, Enero 1606 Diego de Rivera lim... A Marzo 1588,, Junio 1597 Lic. Juan B:. Mendieta... ...o.m.... Febrero .1589,,.. Abril 1595 Dr, Francisco Bocanegla......o..---. AS 1591,, Diciembre 1602 Dr. Diego de León Plaza. ...........- Mayo 1595,, ... Julio 1608 José López a AR A Enero 1596,, Marzo. 1600 Juan de Aranguren A E ENS : e 1598, Febrero ¿1606 Juan Rodríguez Lazo (2? vez)....... Febrero 1599,, Marzo. 1599 Miguel Sánchez Trujillo. .o.oo.o..--. . Enero. 1598,, Septiembre, 1602 Gonzalo Fernández 00... ... ae Abril 1599,, Julio, 1599 Dr. Lucas López « de Villareal, ........ Enero - 1603,, : Marzo, . 1609 Lic, Salvador de Veana CeróM........ AE 1605,, Octubre :, 1606 Andrés de Meneses... .noomomino ==» Febrero ,, ¡¡¿Septiembre,, Lic. Agustín Pérez de Rivera ........ Noviembre 1606,,.. .,, 1611 Dr, Pedro Muñoz de Espino0Sa......... Octubre sm y. Febrero 1607 JDaian Cantoralo.s a AS Uta Diciembre .,, ,s 3) 1614 Cristobal Bazán bocas densas Febrero 1607,, Le 1613 Rodrigo Pacheco -comommo...... es lle ata Marzo 1609,, Julio ..1610 Lo. Cuistóbal Pérez oca cas oe - Mayo 1610, Febrero 1612 »». Martínez Ricalde.....o.o.o....- Julio a No uaLeS 1626 Diales ó Octubre 1611,, Mayo.. 1613 Juan de Ocampo... E Marzo 1614,, Junio 1614 Francisco Hervas Silice0............ Julio E a 1622 Dr. Pedro Sánchez de Gerba.. eo are Ad ri ADAL Lie. Juan Aguado. ..... Das AS Junio 1615 :» Noviembre 1619 ,, Sebastián Gutiérrez de Ressa..... Enero 1619,, Octubre 1649 »» Diego de Estrada...........=.... Octubre 1622,, Febrero 1629 Francisco Vizcarra a ar A ac Marzo - 1627,, Agosto 1627 Gabriel de Soria.......... NagiRtido., Agosto *,, ,, “Mayo - 1635 uan da e o o Marzo 1629; Julio 1631 Lic. Pedro de Oceta. .ooeoooooooo.... Mayo 5 5, Febrero 1636 Dr. Antonio Esquivel Castañeda...... Octubre » 5 Mayo 1631 (Pasó al Cabildo Metropolitano de México). Lic. Hernando del Águila...0........ Julio 1631á Junio 1640 Diego García Rengel....o.ooooo..-..-. Octubre: ,, ,, Mayo 1633 Martín Gallego y Olarte.....oooo.o o... Mayo 1633,, - Marzo — 1636 Juan Barajo de Quintana...o.o...... Noviembre 1634,, 310 . Memorias de la Sociedad Científica a Dr. Jacinto de la Serna... .coo.ooo.oo... Junio 16354 Diciembre 1645 Baltasar:de Herrera. oo... coco... a $) » ») Octubre 1638 Pedro Mejía de Heredia ....... Bey EA Mayo 1636,, Septiembre 1644 Dr. Roque Pastrana: ...ocococe coco. . Febrero 1639,, -. Abril 1649 ' - (Pasó al Cabildo de Michoacán). ,», Cristóbal Gutiérrez de Medina.... Diciembre 16104 Junio 1663 ,, Francisco de Villalobos y Mercado. Enero 1615,, Septiembre 1651 Pedro de Castrillo. -....o.-ooooio.-.» Febrero 1646,, Junio 1648 Pedro Mejía de Heredia (2? vez)..... “Junio 1648,, Diciembre 1665 Dr. Jacinto de la Serna (2% vez)...... ps » » Febrero 1651 Diezo Villegas... blo cococone pd Marzo 1651, Septiembre ,, Dr. Jacinto de la Serna (3? vez)..... Septiembre ,, ,, +17 Abril” 1661 Luis Fonte de Mesa: 00... .o.-20 o... Octubre » ) Diciembre 1668 Dr. García de León Castillo ...-.-...... Agosto 1652,, Marzo 1695 A Diepo Ue ATTAyd ccoo tana Julio 1654,, +7 Mayo 1659 Juan Sagade y Villar .-..Lo.00occoo... Enero - 1658,, Octubre 1673 Dr. IsIDRO SARIÑANA. c.00o22co 20.-.. Julio 1661,, Febrero 1663 (Es el primer cura á quien vemos elevado á la dignidad episcopal). Bernardo Sanabria y Quesada........ Junio 16634 +4 Febrero 1670 Dr. Diego de Vedoya...oooooomoo--.. - Agosto s» 1) Octubre - 1664 ,» Diego Villegas (28 vez)..-....... Noviembre 1664,, Marzo 1666 Melchor López Farfán. ..ooooo.o.o o... Marzo 1666,, Septiembre 1668 JUAS dO aa eee Octubre 1668,, Diciembre 1672 Dr. Isidro Sariñana (2? vez). .o.oo.oo Noviembre ,, ,, Octubre 1671 (Pasó al Cabildo Metropolitano de México). Luis Fonte de Mesa (2% vez) ........ Julio 16704 +27 Julio -1674 Dr. Matías Santillán (interino)...... Octubre 1671,, Marzo 1671 (Pasó á la parroquia de la Santa Veracruz), ¿Amtonio.de Gama.éssce polls. Febrero 16724 Diciembre 1672 Dr. José Vidal de Figueroa .......... Abril abril Lo73 y, Alonso Alberto VelasCO.........- Diciembre ,, ,, tDiciembre 1704 »» y Mtro. Antonio de la Torre y Are- EAN A A Enero 1673,, Febrero 1680 ,, García de León Castillo (2? vez)... Septiembre ,, ,, da 1682 (Pasó al Cabildo de México). Cristóbal Partida........... aaa Enero 16744 Abril 1675 Antonio de Gama (2? veZ)..nooo.o.... Agosto pod Agosto 04 Juan Sagade (227 VOZ). ¿cooombcaoo-.-. Marzo 1675,, Julio. 1681 Dr. Diego Flores de Sierra. ......--.. Septiembre ,, .,, Junio E 2 A 4 Atonnio Alzate. 3811 PISA PELS DILIIIIIAS Dr. Juan Millán de Poblete ......-... Abril 16804 Agosto 1685 (Pasó al Cabildo de México). Lic. Felipe Manrique de Lara.....-.... Septiembre 1680 á Septiembre 1683 ' (Pasó á la Santa Veracruz). José Márquez de los Ri0S.....o...-. . Septiembre 1681 á Septiembre 1682 José de Lezamis...... eS a 2... Marzo 1682,, +23 Junio 1708 Dr. Juan Romero Quevedo. ..oo.oo---. Octubre .,, , Agosto . 1685 (Pasó al Cabildo de México). Juan Sagado (37 vez). 2ommoeonoomoci A 1683 á Septiembre 1685 Juan de Padilla. ..... O A A E Noviembre ,, », Junio 1689 José Ramírez de Arellan0..000oicoo... Octubre 1685,, Septiembre 1687 Domingo Pensado de Caman0........ no si anta danilo y 111692 José de Solís y ZúÚDI2A. .ooooooocioo.. pe 1687,, - Julio 1688 Dr. Manuel Muñoz y Ahumada....... Agosto 1688,, Agosto 1696 José de Solís (2? vez). ..ooommioocoo.. Julio 1689,,. Octubre 1689 Diego Franco Welázquez: ¿Jomoooooos. Octubre o Julio 1698 Julian Parcero y Ulloa (último quinto).. Julio .1692,, Octubre 1692 (Pasó á la parroquia de San Miguel). José de Solís (3? veZ)..oooooo.o. CN Septiembre 16964 Enero 1697 Dr. Juan Vallejo Hermosillo......... Febrero 1697,, Febrero 1706 Luis Sandoval Zapata. .coomoom.o..o.. Julio 1698,, Diciembre 1698 (Pasó á la parroquia de Santa Catarina. ) Dr. y Mtro. Agustín de Cabañas...... Enero 16994 Junio 1699. : - (Pasó al Cabildo de México). Francisco Montemayor y Prado...... Julio 169%á . Enero. 1701 Dr. José de Torres y Vergala....o.... Febrero 1701,, Mayo 1706 E ; (Pasó al Cabildo de México). Ildefonso Navarretenincnco. ooo... -. Diciembre 17044 Marzo 1707 Dr. Tomás MONTAÑO. 20 .0oocoooo-2.. Junio - 1706,, Febrero $ Lic. Andrés Moreno y Balaisgiót Tí. . Sa s» ), Marzo hs », José de Larrave......ooocoo-..--.. Marzo 1707,, Agosto 1723 + Diego López Salvatierra. ........ a 2.) Mayo: 1711 Dr. NICOLÁS GÓMEZ CERVANTES. .... Abril. 1707,, Junio Si [Pasó al Cabildo de México]. ,», Nicolás Sánchez (interino). ...... Junio 17084 Diciembre 1710 [Pasó á la Santa Veracruz]. », Miguel Ortuño de Carriedo....... Enero 1711á Mayo 1711 » José Solis (4% vez).... can tdo Junio. ts dulio; 1 1748 ,,. y Maestro Bartolomé Ita y Patra.. Julio , ,, y 440 Sl e [Pasó al Cabildo de México]. 312 Memorias de la Sociedad Cientifica LIDIIDIDIDIIISIELDS ASS III NOTICE ILLSANIS IN LSIN LAI LLANA Pedro Castillo y Vergara (propio). ..... Agosto 17124 t13'Octubre 1729 Antonio Bañuelos Negrete (pr.) -.... Agosto 17124 Noviembre 1722 Dr. Miguel de Setina (pr.). ..00.... Septiembre ,,.,, Diciemhre 1717 Lic, Juan Antonio Fábrega Rubio.... Febrero 1718,, Noviembre 1718 Dr. pS José dela Móta y Portugal. Diciembre ,, ,, Noviembre 1750 Se [Treinta y dos años]. Lié: Pedro Gil asis. NE Dal Febrero “17234 Diciembre 1724 Dr. Juan Miguel Carballido y Cabueñas. Octubre +» s, Noviembre ,, », José Soria (siendo á la vez Provisor : y Vicario General)..00...- 2... Diciembre 1724,,-. Marzo» 1725 Dr. José de Villafuerte y Zapata. .... Enero. -1725;, +13 Sept. 1728 Martín de Ebrazliciidc.iiacdance non Abril 4 >,,»,, Noviembre 1726 DriMatasiNavarro li Diciembre . 1726;,. +12 Sept. 1731 .. José Manuel Molledo (pr:) Octubre 1728,,:+18 Abril 1734 us lo nacIO! Mesa 2374. co Septiembre 1729,, '. Enero. 1732 [Pasó á la Santa Veracruz]. Dé. Miguel Ángel Fernández de An- Mos ES7dy dsc sino dad '- Septiembre17314 - Enero 1732 y. Francisco Jiménez Caro (pr.)..... Febrero - 1732;, 29 Mayo! 1738 [' y : [Pasó al Cabildo de México]. Dr. José Ramírez del Castillo (pr.) .-- Febrero 17324 Noviembre 1752 Lic. Fernández de Andrade (2% vez)”. Abril 1734,, +28 Marzo 1747 do do AA il eS Mayo 1738,, Diciembre: 1738 Dr. Francisco MateoS.. ..... sto socos Enero 1739), Enero 1750 ), Cayetano Antonio de Torres (in- de terlno).. só o LARA Abril + 1747, Noviembre 1747 [Pasó á la Parroquia de San Sebastián]* » José Bañuelos Negr OLÉ ali =-.. Diciembre 17474 Marzo 1733 (int.) — Febrero 1750,, Lic. Joaquín López del Barrio 4 Los 27Uctubre +; 1500 TfMayo * 1759 ,, Bernardino Álvarez de Rebolledo, (interino). A a A E EU. + Diciembre 17505, '2 Marzo 1752 Dr. Y MTRO. JUAN Tayacro DE La Ro- ón NR ya de aa is Alo A Abril “1752, Abril - 1762 p [Pasó al Cabildo de México]. Lic. Gregorio Suárez y Casadoiro (in- Herind)J 2. ELL. IR... - Diciómbre 17524. Octubre' 1753 Dr. Francisco Aren de Soto, interino... Abril... 1753, Otubre* ,, Antonio de Cháyez...Uoiv.. o... “Noviembre ,y",, Febrero . 1761 Lic, Ignacio Carrillo Benitua (pr.).... a sv 1 Octubre he y: ca 1 Antonio Alzate." : 313 PILLS Lic. Juan Martínez Falcón, interino.- y Dr?-Marcos Garcia Liz... A Lic. Bartolomé Joaquín Sandoval. .... Dr. Nuño Núñez de Villavicencio .... Noviembre 1761 á » Ignacio Rodríguez Navarijo...... + Juan de Hinostroza. ....... HA ¿2 Tos Peredaa dd E Lic. Martínez Falcón (22 vez). .o.ooo.. Dr, Juan Ignacio Aragonés, interino... Carlos Celedonio Velázquez ....-..... Dr. Alonso Velázquez Gastelú..:..... Lic. José Félix Colorado, interino .... *,, Juan Francisco Domínguez. ...... Dr. Agustín José Mariano del Río de la Boza (interino) Sil. at ips ,,» José Patricio Fernández de Uribe y Casarejo....- A SA e »» Martín José Verdugo, interino... Lic. José. Mariano del Villar, interino. Dr. y Maestro Manuel de Omaña y So- tomayor de la Torre, interino...... ,,. Manuel de Garisnain Aranguli, in- Ne De Sei IO Dr. Fermín de de A AA » José María Alcalá ! o (int.) (pr.) s, José Rafael Gil de León, interino. Dr, Pepro JosÉ DE FONTE (propio).. 2. José Nicolás Larragoiti / Lic. Nicasio Lavarta, interino ¿..... . Noviembre 1782,, LILILLIILILDIII0IIDLOOSISIL Abril + -17594 Junio . 1763 Marzo 1761,, Agosto 1761 Octubre Junio 01763 [Pasó á San Miguel]. Marzo 1772 Abril + -1762,, Junio 1774 Julio 1763,, Septiembre 1766 E sw» Febrero 1772 Junio :1764,, Septiembre 1765 Febrero » 1766,, Julio 1766 Julio pS Marzo="> 1740 Enero 1767,; q 1779 Abril 1770,, Agosto 1770 [Último cuarto]. Agosto » » 126 Agosto 1813 (Cuarenta y tres años). y Abril 17724 .Junio 1772 8 Junio mis. ¿Agosto 1783 [Pasó al Cabildo de México]. Julio 17804 Diciembre 1780 Febrero 1781), Abril 1781 Julio 1791 [Pasó al Cabildo de México]. Noviembre 17834 Mayo 1784 Octubre 1784,, Enero 1785 [Pasó á San Sebastián]. Febrero 17854 +17 Mayo . 1788 17 Mayo 1788,, Marzo 1789,, 1%Marzo 1804 [Pasó al Cabildo de México]. l6Julio 1791á4 ' Octubre o) H1Junio 1813 5 Marzo 1804,,: 1%Mayo 1804 2 Mayo » y 2lEnero 1810 [Pasó al Cabildo de México]. 24 Enero 18104 7 Abril 1810 [Pasó al Cabildo de México]. Memorias [1893-04], T. VIH, 40 314 Memorias de la Sociedad Científica ONDA Dr. Juan Antonio Silvestre y Olivares (PEOPLE II 8 Abril 18104 28 Marzo 1820 Lic. Domingo Letona, interino. .-.... 19 Junio 1813,, 17 Junio 1814 [En que renunció]. Dr. Pedro José Mendizábal. ...o...... 5 Septiembre 18134 24 Mayo 1814 ,» José Miguel Guridi y Alcocer (pro- Pio) rico de cota. 20 Mayo 1814 45, ¿20 Nipre. 11821 [Pasó al Cabildo de México]. ,» Agustín Iglesias (pr.) «<< .....o 17 Junio 18144 +2 Julio 1825 Lic. Ignacio Díaz Calvillo, interino... 19 Diciembre 1821,, 8Julio .,, [En que renunció]. DR. MANUEL POSADA Y GARDUÑO (pr.) 9Julio 1825á 17 Marzo 1832 [Pasó al Cabildo de México]. 1 beaquía Román ccoo potasio 9 Julio 1825á 17 Marzo 1832 [Pasó al Cabildo de México]. ,, José María SantlagO....-..o-=.. 9 Julio 18234 8 Enero 1839 [Pasó al Cabildo de México]. 17 Marzo 1832 á 31 Octubre 1837 [En que pasó de Obispo á Sonora]. Valeriano Mauriño, interino...... 18 Marzo 18324 20 Agosto 1835 José Mariano Vizcarra (pr.)...... 12%Sept. 1835,, 10Enero 1839 [Pasó al Cabildo de México]. y, LÁZARO DE LA GARZA, 20. ¿2.: ,, Miguel Valentín (pr.)-.---....... 11 Enero 18394 +23 Mayo 1843 ,) José María GqUerrer0..--.oo..--.. ,» 23 Febrero 1840 [Pasó al Cabildo de México]. »» Rafael Pérez Roncard (pr.)...... 7 Febrero 18394 +9 Mayo 1842 ,, Manuel Ignacio de la Orta (pr.).. 28 Enero 1841,, +18 Junio 1850 Lic, Ignacio Velázquez de la Cadena, in- e a A 8 Junio 1843,, 11 Febrero 1844 Dr. Nicolás Aragón y Barragán (pr.).. 12 Febrero 1844,, +10 Marzo 1850 »» Francisco de P. Ruiz de Conejares - e (PLODID MS te ajos » » 29 Enero 1846 [Pasó al Cabildo de la Colegiata de Guadalupe]. Lic. Ignacio V. de la Cadena (2? yez), e NS A A 2 Marzo 18464 11 Marzo 1849 Dr. Salvador Zedillo (pr.)............ 12 Marzo 1849,, 2Abril ,, [Pasó al Cabildo de México]. Lic. Ignacio V. de la Cadena (32 vez), intériIno HUA LI 3 Abril 1849'4 12 Agosto 1850 [Pasó al Cabildo de México]. A IN ANA E a " 4 ADOS á Antonio Alzate. 315 Dr. Josá María COVARRUBIAS...... 92 Junio 18504 18 Agosto 1850 [Pasó al Cabildo de México]. +) Francisco SáncheZ.....-........ 13 Agosto 18504 23 Nbre. 1852 [Pasó al Cabildo de México]. Dr. Y MAESTRO JOSÉ MARÍA DIEZ DE SOLLANO, interino. ...... e 13 Agosto 18504 23 Enero 1864 04 [Pasó de Obispo á León]. »)» Agustín Rada, interin0.......... 28 Noviembre 18504 22 Abril 1861 yl [Pasó al Cabildo de México]. ,, Eulogio María Cárdenas, interino. 12 Diciembre18524 22 Abril 1884 [Pasó al Cabildo de México]. Lic. José Amado Herrera, interino... 25 Abril 18644 +3 Marzo 1866 Dr. Juan B. Guadarrama, interino .... 3 Mayo » ,, 3Enero 1869 Rafael M. Martínez, interino......... 11 Julio » y» +15 Mayo 1866 Atenógenes M. Lombardini, interino.. 13 Marzo 1866,, 8 Febrero 1869 [Pasó.al Cabildo de México]. Dr. Felipe N. Barros, interino........ 11 Agosto: 18664 11$Sept. 1866 SES [Pasó al Cabildo de la Colegiata de Guadalupe]. Lic. Joaquín María Díaz Vargas, inte- E A AI 15 Diciembre 1866 4 31 Enero 1869 [Pasó al Cabildo de México]. TIO e a aa 9 Febrero 1869 á 26 Febrero 1870 a [En que se fue á Europa]. Dr. Luis G. Castillo interino. ........ 9 Febrero 1869 4 14 1bril 1869 [En que renunció]. ,» Juan B. Guadarrama (2? vez).... 15 Abril 18694 Diciembre 1869 . [Pasó al Cabildo de México]. ,, Juan Hernández, interino........ 15 Diciembre 1869 á +25 Marzo 1878 Joaquín Arcadio Pagaza, encargado... 26 Febrero 1870,, 17 Abril 1870 Lic. José María García Alvarez, encar- E O o e AN O 12 Mayo ad Sept. si :» Manuel Campuzano (2? vez) ...... 24 Sept. » y 6Enero 1879 [En que renunció]. Dr. Ambrosio Lara, interino. ........ 31 Mayo 1872á 1% Agosto 1882 [Pasó al Cabildo de México]. Lic. José María Antonio González, en- A 13 Agosto 18794 Marzo 1882 [Pasó al Cabildo de Guadalupe]. Vito Cruz, Interino Jo... soiLiocericdade 26 Abril 18824 17 Enero 1884 [Pasó al Cabildo de México]. 316 Memorias de la Sociedad Cientifica PHDIDIDID Voz lótcncoco done pónmmmaconon anza oo 2 Septiembre 18824 21 Debre. 1885 [Pasó al Cabildo de México]. Pedro Verona CatiónEn interino. .... 29 Febrero 1884 4 Febrero 1885 - [Pasó al Cabildo de Guadalupe]. Vicente de P. Andrade, interino...... 27 Junio 18854. 29 Julio 1887 [Pasó al Cabildo de Guadalupe]. dei: E Pablo de Jesús Sprdbal AE e 9 Abril - 18864 2 Sept. - 1889 [Pasó al Cabildo de-México]. Ignacio de la Borbolla y Gárate (22 cu- 0d Ta) ..... ER e 24 Octubre 18874. 31 Marzo 1881 [En que renunció para entrar á la Compañía de Jesús]. Manuel María Herrera, interino...... 12 Sept. 1889 á:'23 Marzo 1892 ' - [Pasó al Cabildo de México]. Lic. Francisco Jalnaga .....oomomo... 12 Febrero 1892 (Actual cura). José María HUETTeTO..coocoocico conose 11 Julio 1892 (Actual cura). H (PÁGINA 267, TOMO V ). Uno de los poquísimos tesoros que posee la Catedral, es la Virgen de Belén, lienzo original del célebre pintor español Murillo; este cuadro fue obsequio del Sr. D. Manuel Rubio y Salinas, Arzobispo que fue de México. El original se conserva actualmente en la nueva sala de cabildos de aquel Templo Metropolitano; y se cuenta que cuando se intervino en la nacionali- zación de los bienes del clero los canónigos suplicaron al Presidente Juárez se les dejara aquel tesoro; á lo cual accedió dicho Magistrado, haciendo presente á los señores capitulares que, si alguna vez las circunstancias les hacían desprenderse de la i led que prefirieran venderla á nuestra Acade- mia de Bellas Artes. - Con motivo de la conservación, en la Catedral, de tan precioso.ejemplar, surgen algunas reflexiones acerca del poco aprecio que por desgracia se hace Hasta aquí la lista del Sr. Andrade. Á ella se ha ido agregando lo que NO UE 57% - "Antonio Alzatermo. 001 317 en nuestra basílica, de al ¿1MOS objetos dignos de Agua en sitios mejores de lá propia iglesia. Existe, por ejemplo, una valiosa colección de cobos de los Arrobispos de México, tamaño natural, y de otros venerables personajes; empero todos se hallan relegados al olvido en la antigua sala de juntas de los Archicofrades del Santísimo, sala convertida hoy en bodega de la Catedral. Esos retratos, según sé y entiendo, sirvieron para sacar unas malas copias de los prelados, de medio cuerpo, y.son las que existen en la antigua sala Capitular. 1 (Pa, 267, TOMO V ). Formando el trascoro de la Catedral de México y frente á la llamada puerta del Perdón, que es la principal del templo, se halla el hermoso altar, así también llamado, del Perdón, y que pertenece al estilo churrigueresco. Es de sentirse que en una iglesia en donde el orden que domina es el dórico, se haya roto la unidad severa del conjunto; y por otra parte, que aquel no- table altar no realce en todos sus detalles, como de hecho realzaría si no estu- viese en aquel sitio. gh Acerca de este famoso retablo, dicenos Sedano en sus Noticiasí de México : “Se dedicó en 19 de Junio de 1737. Se cuenta que un preso pintó la imagen en la puerta de su prisión y ésto le mereció su libertad. Torquemada habla de él y dice que es así llamado por las innumerables indulgencias que se han concedido en favor de las almas del purgatorio.” En efecto, la denominación con toda evidencia no le viene por la prin- cipal imagen que en el altar se venera; pues desde antes de que el retablo existiese, la puerta principal de la basílica ya se llamaba del Perdón. Veamos ahora brevemente el altar. Sobre una grada de piedra, hemicircular, se levanta la mesa en la que se celebra el Sacrificio de la Misa: en seguida un cuerpo sencillo, y encima la imagen de la Virgen á la cual ya se ha hecho referencia. Arriba del cua- dro se ve un círculo rodeado por una ráfaga, y en el centro el grupo de la Santísima Trinidad, de bulto. Á ambos lados del altar propiamente dicho, y sobre pedestales de piedra, se alzan cuatro columnas, dos por lado, que terminan en capiteles que sopor- tan una cornisa que corre á lo largo de todo este primer cuerpo general. Los fustes de las columnas van exornados con molduras propias del estilo, y ca- 318 Memorias de la Sociedad Cientifica CUAILIIIDLS III bezas de ángeles. En el intercolumnio de la Epístola, y descansando en, una repisa, mírase la estatua de San Juan Nepomuceno: arriba y en un medallón, el busto de San Datibo. En el intercolumnio del Evangelio, se halla la figu- ra de San Pedro Arbués, y simétrico al de San Datibo, el busto de San Apo- lonio. Fuera de los intercolúmnios, y en el propio paramento general, á derecha é izquierda están, respectivamente, practicadas dos puertas arcadas, en cu- yas hojas, cuando están cerradas, aparece un vaso con un florón de alto: re- lieve, exquisitamente hechos: arriba de la puerta de la derecha del observa- dor, se ve el busto de relieve también, de San Cayetano, y á la izquierda el de San Felipe Neri: en sendas repisas se ven cercanas á las columnas del templo, al lado de la epístola, la estatua de San Cesareo, y al del Evangelio la de San Vicente Valenciano. El segundo cuerpo que descansa sobre la cornisa antes eitada, consta esencialmente de un gran semicírculo que forma la porción central, y que sólo llega al límite de las columnas exteriores del altar, correspondiéndose á todas cuatro columnas, unos resaltos en arco de círculo. Arriba del grupo de la Trinidad, hay un cuadro con cristal más pequeño que el de la Virgen, y encierra una pintura representando á San Sebastián : á ambos lados del cua- dro, y bajo una arcada en la que se ve un paño recogido, están las estatuas de San Esteban y San Lorenzo diáconos, la primera al Evangelio, la segun- da á la Epístola. En la zona semicircular que queda fuera de todo lo que acaba de citar- se, aparecen siete medallones, distribuídos en la superficie; cada uno de los cuales lleva en relieve, el busto de un santo, en el siguiente orden, comen- zando por el medallón inferior de la izquierda del observador, y hacia á la de recha: San Saturnino, San Gaudioso, San Ananías, San Antimo, San Valen- tín, San Liborio y San Datibo. : Correspondiendo al eje de la puerta del Evangelio, se ve en este segundo cuerpo la estatua de San Felipe ; al otro lado, y simétrica, la de San Rodrigo. En la periferia del enerpo circular, se ven dos ángeles con palmas en las manos; y más arriba otros con flores ó búcaros dorados. El todo remata con la cifra coronada de María, entre nubes con cabezas aladas de ángeles, y dos tenantes que sostienen el escudo. - El conjunto del retablo es rico y hermoso: entre las estatuas de los san- tos hay algunas regulares. Sirven de complemento al todo, las dos grandes tribunas colocadas, respectivamente en las columnas de la iglesia, exornadas de una manera monumental, con grandes cariátides doradas. Finalmente, el altar es de ánima perpetuo, por concesión especial de la Santa Sede. Antonio Alzate... 319 ILOLISOILILIIILILIIIIIDIILIEIIAIII II IIA III III III IIA Por lo que hace al cuadro de San Sebastián colocado en el segundo cuer- po del retablo, dícenos Cabrera en su Escudo de Armas de México, lib. 22 cap. 52 núm. 291, al hablar de las deprecaciones con motivo de la gran peste ha- bida en México en 1736, y al referirse á la deprecación consagrada á San Se- bastián: ““......... no en otra que en la Iglesia Cathedral, officiándola el V. Cabildo, por la misma especialísima razón, que la del Patriacha Sr. S. Jo- seph; por ser Patrón, que en ésta, como en las demás Iglesias Cathedrales, se aconstumbra invocar contra las pestilentes plagas: lo que observa esta Me- tropolitana, en ciertas Processiones, en que haciendo estación ante su Imagen (habla de dicho San Sebastián) solicita su protección, á cuyo fin en uno de sus Altares, y es el que está erigido al trascoro, se ve entre vidrieras su Imagen, y valiente Pintura, assombro de los Professores de la Arte, y obra, según su tradición, de la famosa Sumaya, célebre Pintora en esta Ciudad, Maestra no. sólo en pintura sino en enseñar al celebrado Viscaino Balthasar Echave, el primero, á quien tuvo por marido y discípulo, y de cuyos padres no degene- raron sus hijos: esta bella Imagen se volvió á colocar nuevamente en el mis- mo sitio, y Altar, que es también de Nuestra Señora del Perdón.” Como apostilla, tiene lo siguiente el párrafo copiado: Imagen excelente de S. Sebas- tián en la Cathedral de México, pintada por una muger. Parece que hay exageración respecto de la excelencia de la pintura; pero sí se dice que es de mano maestra. El Sr. Ágreda me dice que hace algunos años hizo bajar el cuadro, al que se le quitó el vidrio, para poderse apreciar la imagen; acompañaba á mi buen amigo, el entendido señor profesor D. José Salomé Pina, el cual opinó que la pintura, efectivamente era de la eg- cuela de Echave el viejo, no encontrándosele firma al cuadro. En cuanto á que lo pintara la Sumaya, el punto es muy discutible, por no haberse comprobado la existencia de esta pintora. ; El Sr. Couto en su Diálogo acerca de la historia de la pintura en Mé- xico, asienta que “todos dicen” que Echave era vizcaíno, ““señalando como lugar de su nacimiento á Sumaya, en la provincia de Guipúzcoa.” Habla asimismo el Sr. Couto del San Sebastián de la Catedral de México é inserta, á su vez, el pasaje de Cabrera antes copiado; pero deja en pie la duda de - quién fue el artífice de aquella imagen. Como acaba de verse, Echave, según “todos dicen,” nació en Sumaya, provincia de Guipúzcoa, de donde puede inferirse, con visos de probabilidad, que su mujer fuera también de Sumaya, * y de aquí el error de apellidarla con tal nombre; pues, por las constancias parroquiales diligentemente rebuscadas por el Sr. Lic. D. Manuel Revilla, quien acaba de dar á la estampa su interesante obra El Arte en México, apa- rece que las dos veces que Echave fue casado, no tuvo por esposa ninguna señora que tuviera el apellido de Sumaya. - 320 Memorias de la Sociedad Científica VIOILLIOIILS DUI IDIIIIAS Esclarezcan este punto los inteligentes y los eruditos, ya que el autor del Escudo de Armas de México, mo sé con qué fundamentos, asentó en su obra que, “según la tradición,” el San Sebastián que nos ocupa débese al pincel *de la famosa Sumaya, célebre Pintora en esta Ciudad, Maestra no sólo en pintura sino en enseñar al célebre Vizcaino Balthasar Echave, el pintor á quien tuvo por marido y discípulo,” ete. J (PÁGINA 268, TOMO V). Además de los tabernáculos citados en la nota (F), poseía la Catedral multitud de alhajas riquísimas; acerca de algunas de las cuales voy á hacer mención en seguida, valiéndome del Inventario hecho el año 1843 y que MS. se halla en la biblioteca del Museo Nacional de México. En la sección CUSTODIAS, se lee: SNS Ad la custodia comprada á D. José Borda, de vara y media de alto, toda de oro, con peso de ochocientos noventa y cinco castellanos, cuyo sol lo forman sesenta y cinco ráfagas guarnecidas todas por el anverso, con mil ochocientos veintidós diamantes rosas: la cruz tiene ciento veintiocho ídem: en la greca que forma la nube cuatrocientos setenta y dos rosas: las almendras y fores que adornan dicha greca quinientos treinta y siete ídem: la eminencia del relicario ochocientos cincuenta y uno: el viril por el anver- so treinta y nueve rosas grandes:-al sol está unido el término de la basa, el que está adornado con veintinueve diamantes rosas, siete brillantes que de- bían ser ocho.porque falta uno, y treinta y cuatro tablas. El total de dia-: mantes rosas es tres mil ochocientos setenta y ocho, de tablas treinta y cua- tro y de brillantes siete, Jl reverso lo adornan quinientas sesenta y una es- meraldas en las ráfagas, las que debían:ser quinientas sesenta y siete porque, faltan seis:.la cruz tiene ciento setenta y una esmeraldas: la ráfaga en yue descansa la cruz cuarenta y seis: la greca que forma la nube seiscientas cua- renta: la eminencia del relicario:cuatrocientas cincuenta y nueve ::el viril treinta y nueve; y la parte de la basa unida al sol cincuenta y una. Siendo : el total de esmeraldas mil novecientas cincuenta y siete y veinticuatro rubíes; “El pie de dicha custodia es de oro y pesa tres mil quinientos cuarenta: y cuatro castellanos dos tomines, tiene dos mil novecientas cuarenta y cinco wAtonnio Alzate. « 321 LDLILSILOIIIIILIINIA ¡AAPP piedras, sin contar ocho que faltan según los engastes vacíos; de cuyo (sic) número setecientos setenta y ocho diamantes rosas; seiscientas veintiocho tablas, ochocientas treinta y siete esmeraldas, ocho zafiros, cuatrocientos no- venta y nueve rubíes, ciento un ametistas y cuatro jacintos. Los cuatro an- gelitos tienen gargantillas y pulseras de peria menuda fina. “Las diferencias que hay respecto del inventario formado en 1819, son las siguientes: En el sol de la custodia hay de menos ciento ochenta y ocho diamantes : de más doscientas esmeraldas y veinticuatro rubíes de que no se hace mención en el inventario dicho. En el pie hay de menos doscientos se- senta y nueve diamantes: de esmeraldas de menos también cincuenta y nue- ve: de rubíes cuarenta y cinco de menos, y de ametistas (sic) cinco.” Acerca de esta famosísima custodia, dice Sedano en sus Noticias de Mé- xico: “* La custodia grande en que ge pone al Santísimo Sacramento en la oc- tava de Corpus y días de primera clase en la Santa Iglesia Catedral de esta ciudad de México, fue antes de la parroquial de Tasco, propia del minero D. José de la Borda, que había hecho sólo donación del uso, reservándose la pro- piedad; está guarnecida por un lalo de diamantes y por otro de esmeraldas, y la cruz de arriba de sólo diamantes por ámbos lados. Tiene de costo más de cien mil pesos La compró la Santa Iglesia Catedral, y ss estrenó el día de Corpus del año de 1773 en 10 de Junio, lo que es sólo el sol ó círculo, y el 2 de Junio de 1774 siguiente, también día de pr se estrenó el pis igual- mente guarnecido de piedras preciosas.” : Sigo con el Inventario del año 1843, extractando,, para no hacer esta nota demasiado larga. N 9 2.-- Descríbese la custodia obsequiada por el Deán Dr. D. Juan de Salcedo, con sol de oro, esmaltado, le exornaban ametistas, esmeraldas, to- pacios, zafiros, rubíes y jacintos. Tenía dos piés, ambos de plata guarnecidos de piedras preciosas. Esta custodia, llamada la custodia chica, era en la cual se colocaba al Santísimo Sacramento el dia de Corpus, y salía en la proce- sión. Usábase también los jueves para las misas de renovación, y parece que con este objeto fue donada á la Catedral por el Sr. Salcedo. Existía también otra custodia, de pa y oro, marcada con el núm. 3, en el O Inventario. na 1 Conofits HE principal, señalado con el núm. 1, fue comprado 4 Bor- da: era todo de oro, ochavado por el exterior, “econ peso de doce marcos, adornado con un mil setecientos un diamantes rosas, del modo siguiente: en el pié trescientos sesenta, en la basa cierito veinte y ocho, en la sobre - copa euatrocientos setenta y dos, en la tapa seiscientos noventa y tres y en la Hi- Memorias [1893-04], T. VII, 41 322 Memorias de la Sociedad Científica DIO ZAS DAIILLIIALIDLDARA juela cuarenta y ndo en la que hay —dice el MS. gue consulto —MUOb po; las. metas y falta una.” r y CÁLicES.— Conforme al Inventario, la Catedral tenía cuarenta y seis cá- lices, de los cuales: doce eran de oro; once de plata blanca; y veintitrés de pluta sobredorada y sobredorados. Unos fueron adquiridos por oa otros por donación, y cada uno tenía su uso particular. Temiendo extenderme más de lo debido en esta nota, mencionaré las pie- zas que culminan en el Inventario, cuales son las siguientes: Crucgs.— “Núm. 7. Una cruz, Santo Cristo y peana de oro y piedras preciosas, hecha, siendo Tesorero el Sr. Gamboa, por el platero Rodallega. En el inventario anterior consta por menor el peso y valor del oro y piedras - preciosas, y la suma de todo eon la caja en que se guarda, es diez mil qui- nientos cuarenta y siete pesos tres reales ($ 10,547.374).” Tan espléndida cruz se hallaba exornada con numerosísimos brillantes y diamantes, con rubies, esmeraldas, topacios y ametistas, cuyo número y cuya colocación se porme- norizan minuciosamente en el MS. que tengo á la: vista. “(PIEZAS SUELTAS.— Núm. 19. Un candelero para el cirio Pascual de madera gateada con sobrepuestos y molluras de plata mestiza, viehas de lo mismo que le sirven de piés y unos niños también de plata sobre el pedestal. Tiene de plata blanca, según el inventario antiguo, ochocientos diez y ocho marcos siete onzas dos ochavas y doscientos cincuenta y ocho castellanos de oro. Su costo total por el metal, madera, herraje, carpintero, manufactura de platería, inclusas las cinco flores para el cirio fue quince mil cuatrocien- tos veinte y cuatro pesos que se pagaron al platero Rodallega, siendo tego- rero el [llmo. S. Omaña. Pero acaso es más exacta la descripción de este can- delero que se hace en e! periódico titulado Siglo XIX y en el del Diario del Gobierno Supremo de México de 19 de Abril de 1843 núm. 2,857, extendién- dose la insinuada descripción al cirio Pascual, todo.de cera marqueta de la Habana, que en gran parte costeó el Sr. Canónigo Dr. D. José Muría de San- tiago, y dichos periódicos dicen así: ““El Cirio Pascual que se bendijo en 15 ““ de Abril de 1843 en esta Catedral, tiene de altura cinco varas, y de diáme- “¿tro dos tercias: contiene más de cincuenta arrobas de cera, y el pábilo que “eg du dos y media pulgadas, forma una fama de media vara.—Para trans- ““ladarlo del Colegio de Infantes, donde existe un aparato particular para su “elaboración, se emplearon, veinte hombres, y en colocarlo en el presbiterio, ““ más de treinta; cuya operación duró dus horas y media,-- El correspondieñ- “(te candelero, que tiene cuatro varas de alto y dos.de base, es de madera de 1 Antonio Alzate. ,, 323 PAPAL ID ID IOIISOIIIIIIIILILD II IL III IIS IIDILIIITCILIAIAITIIAIT III IIIAI IIS “bálsamo, adornado con ángeles y otras piezas de plata, que pesan ochocien- “tos diez y ocho marcos, siete onzas dos ochavas; y se calcula que conten- “¿drá de madera setenta arrobas: se estrenó el año de 788. — Montada en él *£la vela, forma una columna de nueve varas completas de altura, cuyo va- “Jor se calcula en más de treinta mil pesos. Creemos, por lo tanto, difícil ¿“que arda otro más majestuoso y rico en todo el orbe cristiano. ” ““EFIGIES DE BULTO.— Núm. 1. Una imagen de Nuestra Señora de la Asunción de oro, esmaltada, con el adorno siguiente: tiene en el cuerpo vein= te y dos esmeraldas, una joya en el pecho separado de oro con una esmeral- da sexavada de una pulgada: una media luna á los piés esmaltada separada con una esmeralda grande: veinte granates: cuarenta y seis piedras blancas falsas de cristal de roca: cinco diamantes fondos, cuztro de ellos en los pul” sos y uno en el ahogador: dos cintillos de oro, uno con una esmeralda y el otro con un diamante cetrino: diez piedras encarnadas falsas: corona de la- tón dorado á sisa: el Espíritu Santo y los imperiales de plata sobredorada: los sobrepuestos de oro esmaltado: en la corona un topacio, dos diamantes tablas, tres rubíes, tres esmeraldas y diez y siete piedras falsas: cuatro án- geles de oro con las alas, también de oro, esmaltadas. El pedestal es igual- mente de oro, esmaltado. for.nado-sobre varillas y láminas de cobre: la su- perficie sobre que descansa la imagen es una lámina gruesa de cobre y los remates que adornan la circunferencia son de lo mismo.” “Núm. 3.—Un Santo Niño Cautivo colocado en el altar del Señor San José junto á la Sacristía.? En su peana tiene esta razón: '* Este niño estuvo “cautivo en Argel año de 1622 con el Dr. D. Francisco Sandoval Zapata “electo Racionero que lo traía á esta Santa Iglesia, la que dió dos mil pe- “sos de su rescate y el de los huesos de dicho Prebendado, los que enterró ¿“el Cabildo en San Agustín en 14 de Febrero de 1629.” Las alhajas con que está adornado son las siguientes: un cabrestillo de oro: un relicario de oro eon laso de diamantes tablas y rosas: otro ídem en forma de corazón con es- meraldas: otro corazón liso dorado: un cintillo de diamantes tablas cua- drados: dos ídem de esmeraldas: grillos y cadenas doradas: las potencias do- radas: hebillas, charreteras, almendra y dos chapetas en los hombros, todo esto de piedras falsas: dos relicarios de oro y un pescadito de oro.” Síguen- se otras imágenes de menor importancia. ““PINTURAS.—Núm. 1. Una de Nuestra Señora de Guadalupe en el al- J Sedano precisa la fecha: sábado de gloria de 1788. 2 Hoy se encuentra en el altar principal de la capilla de la Virgen de la Antigua, e en un ní- eho, abajo de la imagen de esta Virgen. 324 Mexnorias dela Sociedad Científica er OPLLDLLILALIILIIA LSO SII II III IIS ICA IIN A 0 tar mayor con marco de plata de más de una tercia,! con esmaltes y en par. tes dorado. En una tablita colocada en una de las capillas se lee lo siguiente relativo 4 esta Santa Imagen: “ Nuestra Señora de Guadalupe que se vene- '£ra en el altar mayor de esta Santa Iglesia, fue según tradición, del dichoso “*indio Juan Diego, quien al fin de su vida se la dejó á su hijo llamado Juan, “éste se la dejó á otro bijo suyo también Juan. y de éste la recibió el R. P. “¿Juan de Monroy (Padre espiritual del susodicho ) de la Compañía de Je- ““sús, quien de vuelta de Roma se la dió al Lite. D. Juan Caballero y Osio, “sin que se sepa de quién la hubo dicho Juan Diego Todo lo cual consta “Jargamente de la Historia de Nuéstra Señora de Guadalupe que escribió el ““R. P. Francisco de Florencia de la misma Compañía en el Capít? 15, £2 “111, núms. 223 y 224.” Y en el inventario anterior se agrega que es de no tar que la Santa Imagen siempre vino á parar en poder de personas que te- nían el nombre Juan. La imagen de que se trata, colocada en el altar mayor, desde luego vino á esta Santa Iglesia Catedral por su Maestrescuelas el Sr. Dr. D. José Torres y Vergara, que fue Albacea y heredero en confianza del Ven.* Presbítero D. Juan Caballero y Osio.” - Curiosa es en verdad, la observación de que todos los poseedores de la imagen se llamaran Juanes; aunque á mi modo de vér ereo que carece de to- do fundamento el que haya pertenecido al dichosísimo neófito. E “Núm. 3.— Una pintura de Nuestra Señora de Belem en el coro,? obra del insigne Murillo, la cual trajo de España el Ilmo. Sr. Rubio.” Curiosa es también, la siguiente noticia, que se halla á fojas 44 y siguien- tes, del propio Inventario que tengo á la vista: “RELIQUIAS QUE ESTÁN EN LA CAPILLA DEL SANTO CrisTo.—En el nicho del centro cuya puerta tiene una pintura del Descendimiento. con cris: tales, está el cuerpo de San Teófilo Mr., que donó el Illmo. Sr. Rubio en una urna de bronce dorado, con eristales, y tiene por remate una corona—palmas, y el signo de las dos letras P. y X. unidas que significan Pro Christo y den- tro dos pomitos de cristal. En la barba de la calabera (sic) está un rótulo que dice “San Teófilo Mártir.” “*En el mismo nicho está una cruz de filigrana de oro, con esmaltes, do- ce esmeraldas y los cuatro Doctores en el pedestal. Esta cruz es la que sir- ve el viernes Santo para la adoración, por estar colocado dentro de ella un Santo Ligno bastante grande.” “En los otros nichos está lo. Memento: Un A o cuadrilongo con sa 1 Este marco ya no existe. pas 2 Se halla en la nueva Sala Capitular. Véase la nota (H). : "Antonio Alzate... > 325 pié, todo de plata sobredorada, y dentro de él un Santo Ligno, en una cru- cecita de plata que es la misma en que vino de Roma, y está también den- tro de este velicario su auténtica. Dicho Santo Ligno fue del 1lmo Sr. Rubio, quien lo tenía en un pectoral «lle diamantes rosas por un lado y rubíes por el otro, el cual se desvarató para el adorno de la cruz de pedrería del altar mayor.” Eg “ Una cruz grande de Jerusalen embutida de nácar, y en su pedestel que está hueco hay un templito del Santo Sepulcro: en el mástil de esta cruz es- tá un relicario cuadrilongo que contiene tros pisdrecitas, la una del Santo Sepulcro, la otra de la columna de los azotes, y la otra de la columna del im- properio.” ! eS “Una urna de plata con cristales que contiene las reliquias de los san- tos de quienes se reza en este Arzobispado por razón de reliquias y son las si- guientes: Un hueso de San Gelasio Mr.: una vabeza y dos huesitos de las once mil vírgénes: un hueso de San Anastasio Mr., otro de Santa Cándida Mr. y dos de San Vito Mr. Esta urna es la que se pone en el altar mayor cuando se reza de alguno de estos santos, y se hizo en el año de 1808, y costó qui- nientos seis pesos cuatro rs. “¿Una urna de plata con cristales que contiene el cuerpo de San Primi- tivo de quien se reza en este Arzobispado; la cual se coloca en el altar ma- yor desde el día del Santo hasta la víspera de todos Santos, por las lluvias de que es patrono, y se saca en la procesión de letanías.” “Una custodia de plata sobredorada con un pedazo de hueso de San Fe- lipe de Jesús y una reliquia de su hábito.” “¿Una custodia de plata blanca con pequeñas reliquias que tienen los rótulos siguientes: Velo de la Santísima Virgen: de la capa de Señor San José: huesito de San Francisco Javier: ídem de San Juan Francisco Regis: de San Ignacio de Loyola: de San Francisco de Borja: de San Luis Gonza- ga y de Santa Rosa.” Síguense enumerando otras pequeñas reliquias de San Cornelio, P. M., San Adriano, San Tito, Santos Hilarión, Mauricio y Honorato, etc. “* Dos urnitas de plata con cristales, en la una está una cabeza y un huesito de los innumerables MM. de Zaragoza, de quienes se reza en esta Iglesia, y en cu- yo (sic) día se coloca en el altar mayor.” Habla luego el inventario, con pormenor, de otras reliquias menos im- portantes. ; “Una urna de plata con cristales y el cuerpo de Santa Hilaria, de quien $e reza y se coloca en el altar mayor.” 326 Memorias de la Sociedad Científica “¿Una urna de plata y cristales, en cuya base está gravada (sic) la razón siguiente: “Reliquias de los Santos Mártires de los cementerios de San Ca- “lixto y San Sebastián, traídas por el P. Mtro. Fr. Cristóbal de la Cruz, con “(setenta años de jubileo desde.el año de 1607.” (651% k Síguense enumerando otra multitud de reliquias, en general huesos, d de muchos mártires y santos, y que dejan de mencionarse aquí por no hacer más extensa la pr esente nota. Regístranse, finalmente, en el curioso Inventario que consulto, numero- sos objetos de ors y plata, entre los siguientes: vinajeras, platillos, campa- nillas, incensarios, navetas, cucharas, paces, cruces para altar (algunas de eristal ), blandones y candeleros, ramilletes, jarras, perfumadores, abriles y palabreros, frontales y sotabancos, cruces altas y ciriales, pedestales de cru” ces y de ciriales, hacheros, picheles, fuentes, azafates, hostiarios (algunos de filigrana, otros de carey ), acetres é hisopos, cruces de mano, (oro, esmal- te y cristal ), palmatorias, despabiladeras, punteros, lámparas, candiles (pla- ta), lebrillos y palanganas, tronos y baldaquinos, ánforas, pectorales y anillos (con esmeraldas, topacios, ametistas ), cruceros, báculos (plata, carey ), ce- tros y pértigos, etc., etc. Este valiosísimo tesoro, desapareció en medio del calor de nuestras de- sastrosas guerras civiles; y del cual tesoro, sólo unos cuantos poquísimos ob- jetos conserva todavía la Catedral. K (PÁGINA 268, TOMO V). SERIG5 Cronológica de los Deanes de la Catedral de México.! 1.—$Rr. D. MANUEL FLORES.— Muy escasas son las noticias que acerca del primer Deán de la Iglesia Metropolitana nos han quedado. En 1531 ya le encontramos investido de aquella dignidad, y cítasele co- 1 He formado estos ligeros apuntes acerca de los Deanes de nuestro Templo Metropolita- no; con la valiosa ayuda de mi excelente amigo el Sr, D. José Marfa dé Ágreda y a uien estoy profundamente reconocido. ' 4 k: u Antonio Alzate. 327 ID mo tal en el acta del Cabildo Secular del viernes 4 de Agosto del referido año, en que el ayuntamiento le admitió como vecino de la ciudad de Méxi- co. “Este dia — dice la parté relativa —de pedimento é suplicacion del dean manuel flores le hicieron merced de le rescibir por bezino desta cibdad.” Asimismo no sabemos en qué fecha tomó posesión del deanato, por no haber constancia anterior al año 1531; pero asistió ya como Deán el Sr. Flo- res al Cabildo de 19 de Marzo de 1536, que fue el primero que se tuvo, en unión del Ilmo. Sr. D. Fr. Juan de Zumárraga, del Maestrescuela D. Alva- ro Tremiño, del Tesorero D. Rafael de Cervantes y de los Canónigos Juan Bravo, Juan Juárez, Miguel de Palomares y Cristóbal Campaya. Habiéndose ansentado de la capital el señor Deán, entró 4 substituirle interinamente el Dr. D. Alonso Bravo de Lagunas; y según consta en las actas del Cabildo eclesiástico, en 18 de Abril de 1547, pidió licencia por año y medio para separarse de su encargo, á causa de sus graves enfermedades. El Ilmo. Sr. Montúfar, Arzobispo de México, en virtud de la facultad que le concedía una cédula real, nombró en 3 de Julio de 1554 á dicho Sr. Bra- vo de Lagunas, pwa substituir al Deán en el coro. No se hace mención ya del Sr. Flores en las actas citadas, ni tampoco tenemos noticia de la fecha de su muerte. I1.—$Sr. Dr. D. ALONSO Cuico DE MOLINA.— Acerca del célebre Deán 'en quien brevemente vamos á ocuparnos, dice D, Francisco Ruiz de Verga- ra en su “ Vida del Ilmo. Sr. D Diego de Anaya Maldonado, Arzobispo de Sevilla, 6 Historia del Colegio Viejo de San Bartolomé de Salamanca, pági- na 232 y párrafo 342: “Alonso Perochico de Molina! natural de Baga, del obispado de laen, maestro en artes recibido en 18 de Octubre del año de 1557. Al segundo año de colegio le privaron de la Beca, porque no pagó el alcance que como receptor debía la noche de Sto. Matías. Después D. Juan Sarmiento, presidente de Indias, le dió el Arcedianato de México, y una tesorería, últi- mamente el Deanato de aquella santa iglesia; y por el crimen que falsamen- te se le imputó al gran Fernando Cortés, marqués del Valle, ? le privaron de aquella dignidad, suponiéndole cómplice.” En el acta de Cabildo del viernes 3 de Mayo de 1560, aparece que, en esa fecha presentó el Sr. Chico de Molina su provisión de Arcediano, gn substi- tución del Br. D. Diego Brayo que había muerto. Asistió con esainvestidu- 1 Llámanle algunos Peroaloxso, Alonso Perochico $ simplemente 4 /lor50. El Sr. Orozco y Berra dice que también se le da el nombre de Fuan. 02 El cronista sufrió un notorio equívoco: no se trata de aquel conquistador sino de su hijo D, Martín, segundo marqués de ese título, 328 Memorias de la Sociedad Cientifica ARALA ra al Cabildo de 14 de Junio de 1561 y ya como Deán, al de 4 de Julio del propio año; no hay constancia de su toma de posesión. En Cabildo de 9 de Octubre de 1565 fue nombrado para asistir al qe cilio provincial mexicano. _Como acaba de decirse, el Sr. Chico. entra en el número de lós personá- jes que forman la célebre historia de la no menos famosa Conjuración del mar- qués del Valle, que tanto escándalo diera así en la Nueva como en la a España. Según el Sr. Orozco y Berra,! parece que D, Martín Cortés, hijo legíti- mo de D. Hernando, nació en esta colonia; pasó después á la península con su padre y volvió 4 México en 1563; en donde poseía un vastísimo estado, comenzando á vivir como un señor feudal y con muchas prerrogativas. ¿Llegó á tener estrecha amistad con el virrey D. Luis de Velasco y con 3u hijo que más tarde sucedió á su padre en el gobierno de la Colonia; pero el predominio que D. Martín quería tener en México, unido á su carácter despótico y esencialmente orgulloso, hicieron trocar la amistad del virrey y la del marqués del Valle, en odio profundo y recíproco; las mil circunstan- cias que entonces acaecieron, relatadas con prolijo esmero en algunas obras' dan á entender que aquellos dos poderosos rivales deseaban exterminarse el uno al otro. Muerto el virrey, quedó el marqués sólo en la Colonia temido de todos, hasta de la misma Audiencia gobernadora; y rodeado de amigos ambiciosos, éstos lograron concertar una conspiración á fin de hacer monarca de Nueva España á D. Martín. En dicha trama se concertó entre otras muchas cosas, ““ que el Deán D. Alonso Chico de Molina, iría 4 Roma con valioso presente $ pedir al Padre Santo la investidura del reino, pasando de camino por Fran- cia, á euyo rey haría también un regalo, pidiéndole paso para sus tierras é ir á la Ciudad Santa, en cambio de lo cual'se permitía el comercio y entrada al país de todas las naciones.” Los conjurados reunidos en la casa de Alonso de Avila, uno de los principales, abandonaron la empresa por varias circune- tancias, quedando olvidada por algún tiempo. Habiendo nacido al marqués dos mellizos, mandó levantar para el bau- tizo desde su alcázar del Empedradillo hasta la puerta del Perdón de la Ca- tedral, un tablado para que sobre él pasara la comitiva. Fueron los padrinos D. Luis de Castilla y D? Juana de Sosa, su mujer, de lo más noble del rei- no; llevaron á los infantes en ricos paños D. Carlos de Zúñiga y D. Pedro de Luna, y el 30 de Junio de 1566, que fue cuando se verificó la ceremonia, el í “Noticia histórica de la conspiración del marqués del Valle — Años de 1565-1568 for. imada en vista de nuevos documentos, etc., por el Lic, D. Manuel Orozco y Berra.'”-— Ediéión de El Universal. — México, 1853. > Un vol. 4* “1 Antoñio Alzate. y - (329 Deán Chico de Molina, echó el agua bautismal á los gemelos, habiendo he- cho D. Martín “fiestas propias de un rey.” Encendida de nuevo la conspiración, fue descubierta, castigados con el pago de la vida los que habían dirigido la empresa; preso astutamente por la Audiencia D. Martín, y enviados á España muchos de los conjurados; entre otros el Deán, cuya participación en el crímen se le imputaba. : “¿Llegados los presos y el proceso—dice un autor *—se prosiguió en la causa, y por el indicio y culpa que se le halló al Deán de México que estaba en Madrid, que había sido remitido á España, se le dieron grandísimos tor- mentos, siendo sacerdote y caballero, y no confeso; quedó privado de su dig- nidad, aun manco de lo que le pasó en el tormento. Sentenciaron al marqués al servicio con ciertas lancas en Orán, y destierro perpetuo de todas las In- dias, y muchos millares de ducados, «y privado de la jurisdicción de su Esta- do, que fue una cosa harto grave y en. menoscabo de su renta, como á pare- cido después que su magestad le pone justicias en todo él. Costole al pobre caballero su onra y muncha suma de ducados, y salir de la mejor tierra que calienta el sol.” El Deán no volvió á México, y murió en España por el año 1590.- III. —ILMO. SR. Dr. É INQUISIDOR D. ALONSO FERNÁNDEZ DE BONI- LLA.— Natural de Córdoba en España; vino á México en 1571 á desempeñar el cargo de Fiscal de la Inquisición que entonces se estableció en la Colonia. Obtuvo el grado de licenciado en cánones, en la Universidad de México en 10 de Septiembre de 1578, según consta en los libros de aquella Real Acade- mia, existentes hoy en nuestra Biblioteca Nacional; y de doctor en la mis- ma facultad en 12 de los propios mes y año. Tomó posesión del deanato, el domingo 17 de Octubre de 1574. En car- ta escrita por el Lic. Juan de Ovando, presidente del Consejo de Indias, fe- cha en Madrid á 15 de Junio de 1573, al Sr. Moya de Contreras, se le avisa que siga ejerciendo el oficio de Inquisidor, como por el Consejo del Tribunal se le prescribe; y que en ese mismo Consejo ha sido nombrado miembro del Santo Oficio el Lic..D. Alonso Fernández de Bonilla, Fue éste presentado para la Diócesis de Guadalajara, de la cual no tomó posesión, por haber sido promovido en 15 de Marzo de 1592 para el Arzobis- pado de México, á fin de cubrir la vacante del Sr. Moya de Contreras; pero no llegó tampoco á tomar posesión por haber pasado con una encomienda á la ciudad de Quito. 1 1 D. Juan Suárez de Peralta.— “Noticias históricas de la Nueva España” publicadas com la protección del Ministerio de Fomento, por D, Justo Zaragoza. Madrid, 1878.— En lujosa edi- ción, un vol, 42 mayor, Memorias [1893-94], T. VIT, 42 330 Memorias-de la Sociedad Científica En 8 de Marzo de 1594, presentó en Cabildo el Arcediano D. Juan de Cervantes un poder del Sr. Arzobispo Fernández de Bonilla, una:cédula real y unas bulas del Sumo Pontífice Clemente VIII, y pidió en virtud de dichos documentos, la posesión y gobierno de la Arquidiócesis de México en nom- bre de dicho Ilmo. Prelado ; la cual posesión le fue dada en 12 de los mismos, previos los requisitos legales. El Sr. Fernández no llegó 4 venir, y .murió en Lima por los primeros meses de 1600; aun cuando algunos autores asientan el año 1596 para la muerte del Prelado, en varias noticias consultadas ( Actas de Cabildo) apa- rece vivo todavía ese año y los siguientes; no volviéndose á hacer mención del Sr. Bonilla en el que dejamos antes señalado. IV.—ILMm0. Sr. Lic. D. ALONSO DE La MOTA Y EscoBAR.— Tuvo pot cuna á la ciudad de México y fue bautizado en la Catedral el 18 de Mayo de 1546, según consta en la siguiente partida de bautismo que sacó el Sr. Ágre- da de los libros del Sagrario Metropolitano y dió á la estampa el Sr. Lic. An- drade en su “Apéndice” á las Noticias de México, por D. Francisco Sedano. ““En deziocho de Mayo (1546) se bautizó al hijo de Jerónimo Ruiz de la Mota y de su muger legítima Catalina dscobar, fueron sus padrinos franc? dsanta cruz y su muger y Ino (Juan) de Salamanca y su muger y antoño de -Castilla.—El ballr. Lco. de Rs. (Rodríguez) Cura.” 1 Jerónimo de la Mota, casado con Catalina Iñiguez, fue uno de los pri- meros capitanes conquistadores de la Nueva España. Dícese que siendo aún muy joven el Sr. Mota y Escobar, recibió la borla de doctor; el cual acto no consta, al menos en el archivo de nuestra Universidad. El sábado 15 de Enero de 1595 presentó el Lic. D. Alonso de la Mota, por mano del Racionero Serván Rivero, secretario del Cabildo Eclesiástico, la cédula real que le acreditaba Deán de la Metropolitana de México. Vista por el Cabildo y constando haber renunciado ya dicho Sr. Mota, el deanato de Tlaxcala, sele mandó dar posesión, la cual tomó inmediatamente en el Ca- bildo y en el coro. El viernes 28 de Mayo de 1599, se despidió del Cabildo para consagrar- se en Puebla Obispo de Guadalajara, pidiendo no se le privase en vida y muer- te de su hermandad, haciendo por él, cuando Dios le -llamase á juicio, los su- fragios correspondientes á los capitulares difuntos. Fue transladado en 1606 como coadjutor del Sr. Dr, D. Diego Romano, + 1 Algunos autores asientan el error de haber nacido el Sr. Mota y Escobar en Puebla y otros - que en Atlixco. En el MZanual de Biografía Mexicana, por D. Marcos Arróniz, se dice que sus padres fueron Antonio de la Mota y Francisca de Orduña (s¿c/). ¡iAatonio Alzate." 331 al obispado de Puebla, sede que oonpó hasta su muerte acaecida en 16 de Marzo de 1625. : Además, tuvo á su cargo el curato de Chiapa de Mota, y fue á España á varios asuntos importantes; régresó á México con la dignidad de Deán de Michoacán y lo fué de Puebla desde 22 de Abril de 1590. V.—$R. Dr. D. Luis DE ROBLEs, Arcediano de Guadalajara. + El lunes 13 de Septiembre de.1599, el notario Rodrigo Pérez notificó al Cabildo la provisión real de merced del deanato de México, al Dz. D. Luis de Robles; entendido por el Cabildo. que ya se le había dado colación, to- mando ¿n continenti posesión de dicha dignidad. En 4 de Agosto de 1608, la tomó del Arzobispado de México, en nombre del Ilmo. Sr. D. Fr. García papers VI—SRr. Dr. D. PEDRO DE a VEGA SARMIENTO, Aonñado en eres por la Universidad de Salamanca, se incorporó en la de México el 30 de Mayo de 1609; obteniendo el grado de doctor en aquella facultad, en 29 de Junio del presente año; á fin de entrar como Cancelario. Siendo Maestrescuelas de la Catedral de Puebla, se le dió en 9 de Febre- ro de 1608, el Obispado de Popayán el cual no aceptó. También le nombró el rey D. Felipe III, Obispo de Guatemala, renunciando tan alto puesto, por log motivos que expresa en una carta dirigida al Soberano en 10 de Mayo do 1601. El Sr. Vega fue comisario de a. en la Nueva España, “hombre de muchas letras y gobierno,” segun la frase de Remesal, en su “ Historia de la Provincia de San Vicente de Chiapas y Guatemala.” En 14 de Febrero de 1612, le hallamos como Maestrescuelas de México, y ya en 19 de Junio de ese año, funcionaba como tal el Dr. D. Alonso Mu- ñoz. En este lapso de tiempo fué nombrado Deán el Sr. Vega; habiendo muerto probablemente como por 1619. VIL.—$Sr. Dr. D. JUAN DE SALCEDO.— Obtuvo primeramente el grado de bachiller; después el de licenciado en cánones en la Universidad de Mé- xico, en 21 de Diciembre de 1572; y el de doctor en esa facultad en 25 de Agosto de 1577. Fue catedrático de prima de cánones hasta jubilarse, y Cancelario de aquel Cuerpo. : “Siendo Br. —dice Beristain, en su Biblioteca Hispano— Americana — le comisionó el Arzobispo Montúfar para que en unión del Dr. D. Juan Bus- tamante formara y corrigiera el Manual Mexicano para la administración de los Sacramentos, según los decretos del Concilio Tridentino.” * 332 Memorias de la Sociedad Científica LIIOILIAN Fue Secretario y consultor del Concilio IL mexicano, ayas actas y de- cretos —agrega el autor —arregló y formó. En 14 de Diciembre de 1590, presentó su cédula Real de canongía de México, dándosele inmediatamente la posesión; ascendió á. Arcediano y lue- go á Deán; llegando á ser Vicario General y Gobernador del Arzobispado. En 15 de Agosto de 1619, bendijo y puso la primera piedra de la iglesia del convento de Santa Catalina de Sena. Su muerte acaeció á los ochenta años de su edad, el sábado de Ramos de 1626. “A su entierro que se hizo con toda pompa— escribe Beristain —con- currió el virrey Marqués de Cerralvo con la Audiencia. El 6 y 7 de Mayo se le hicieron honras fúnebres con sermón que predicó el Obispo de Cáceres en Nueva Segobia. Régaló una riquísima custodia 4 Catedral qué se usaba los jueves y domingos de Minerva. Fundó en sw1glesia el aniversario de las lla- gas de San Francisco. Dejó cien pesos anuales á las monjas de San Juan de la Penitencia para la fiesta de la Natividad del Battista y fundó varias ca- pellanías.” S Escribió algunas obras y formó una biblioteca valuada en $14,000, cas dejó á los dominicos de México. Acerca de nuestro Deán decía también el Sr. “Moya de Contreras Arzo- bispo de México, al rey de España en 24 de Mayo de 1575 (Cartas de Indias): “Joan de Salzedo, nacido en esta tierra, de treinta años, licenciado en cá- nones, y tiene la cátedra de decreto por cuatro años, de buena habilidad y. memoria; á estudiado y trabajado con necesidad y virtud, tiene presteza y fa- cilidad de la lengua, y á sido algo infamado della, no sé si con verdad; al presente parece tener más reposo; es libre y orgulloso, algo arrogante, á si- do siempre recogido y honesto; merece que V. M. le haga morced.” Existe en nuestra Catedral un buen retrato del Sr. Salcedo, de cuerpo entero; en cuyo pie se encuentra la leyenda que ponemos á continuación: Insignis virtute, nobilitate, ac sapientia vir D. D, Joannes á Salcedo Mexicanen- sis huius almae. Ecclae. Metropolitanae olim Canonicus, deinde Archidiá- conus, tandem Decanus, Capellaniae Missae cuoditianae ad horam primae re citarl solitae, et festivitatum S S.m* nominis lesn, Sti. Archangeli Gabrie- lis, impressionis Santorum stigmatuum in corpore Sti. Francisci, Sti. loan- nis Baptistae et alliorum piorum operum propriis sumptibus annuae reditum distributione institutor: ac Patronus: Sacrosancto Eucharistias Sacramen- to pyscidem ex auro. gemmisque pretiosissimis confectam tabernaculum quoque gravavit Quondam Archiepiscopatus Mexicani Vicarius gralis. ac Gubernator, Secratarius simul et consultor Concilii Mexicani, Sanctae Cru- ziates in noua Hispania Commisarius gralis: et 4 Concilijs Catholicao Mages- tatis et Stae. Inquisitionis Officij. Regiae Academias Mexicanas saepe s:- K A A EN "Antonio Alzate. 333 pius tum Rector, tum Ca:ncellarius, et Pontificei Turis primarius interpres. jam diu Rude donatus, et ejusdem Iuris Decanus Octuogenarius in :osculo pacis obiit Sabatho ante Dominican Palmarum die 4 mensis Aprilis Anno Botnia? 1626.” , VIII. —SR. Dr. D. ALONSO MUÑOZ, Aia de la ciudad de México; su vida está condensada en las siguientes líneas puestas en su retrato, que, de cuerpo entero, se conserva en el Museo Nacional, y perteneció á la Univer- sidad! “Dr. y Cathedrático, Juvilado en Prima de Sagrada Theología, maes- tro y Decano de la de Philosophia, Cariónigo de la Puebla, Canónigo y Theso- rero y Dean de Mexico, Abbad por nueve años de la Ecclesiástica Congrega- ción de N.. Pe. Sr. Sn. Pedro, Rector y Capellán mayor por tiempo de cua- tenta y cuatro.años del Colegio:de las Niñas, Obispo electo: de Chiapa. Elo- reció en todas virtudes, adornado de la Castidad:yirginal limosnero y pru- dente Padre de la Patria, de los Estudiantes y de las Doneellas, murió 4 22 de Julio de 1631.” IX.—$SRr. DR. D. DIEGO GUERRA. — Excesivamente escasas son las no- ticias que nos han asco del noveno o de la Metropolitana. O Sar riñana en su “Noticia breve de la. TADOS: deseada, altinía de dBación del Templo Metropolitano de México” (Impr. en 1668), cita al Sr. Deán D. Die- go Guerra, el cual, gobernando á fines del año 1635 el virrey Marqués de Ca- dereita, era el superintendente de la fábrica de la basílica por cédula de Fe- lipe IV; habiendo notoriamente adelantado la obra, por el celo y empeño de dicho Sr. Deán. Fue también canónigo lectoral; y en un libro impreso en Madrid encontramos vivo al Sr. Guerra en 1637. El P. Andrade en su citado. *“ Apéndice ” al “Sedano,” dice que nuestro Deán tuvo esa dignidad de 1635 á 1638. X.—Sr. DR. D. LoPE ALTAMIRANO Y CASTILLA, vió los “albores de la primera luz en México, en cuya Catedral le bautizó en 29 de Diciembre de 1575 el cura Francisco de Losa, panegirista del célebre eremita Gregorio Ló- pez: siendo hijo legítimo de Hernán Gutiérrez Altamirano y de D? Francis- ca Osorio de Castilla. En 1618 le encontramos como dignidad Tesorero de la Metropolitana, y aun lo era el año 1623. En 1619 tenía ya el grado de Doc- tor, siendo Arcediano en 1627 y Deán por 1642. Obtuvo el cargo honrosísi- mo é importante de Comisario de la Santa Cruzada; y en 1646 ya había muerto; pues le menciona como difunto su sobrino el Fondo de Santiago.Ca- s Enla Catedral existe otro retrato, también de cuerpo qua y con “una inscripción latina semiborrada, ñ si $34 Memorias de la Sociedad Científica limaya, «en una carta ia en Papiol de ese año al NEO br de Salvatierra. XI.—ILmo. Sr. Dr. D. NICOLÁS DE LA TorRRE, Doctor en Teología, Ca- tedrático Jubilado de prima de esa facultad en la O y Pontificia Acado- mia Mexicana, y Rector de ella. En Mayo de 1647 ya le vemos como pb ¡no aliado su boral de po- sesión. 208 Siendo el Sr. de la Torre aquella dignidad, p. ión de Cuevas y Dá- valos presentó por mano desu procurador D.:Manuel de Sobremonte, una cédula real ante el Cabildo Sede vacante,! en virtud de la cual substituía en el deanato al Sr. de la Torre, por haber sido-éste electo Obispo de Cuba; pe- ro el Cabildo de 10 de Enero de. 1651 determinó. que este último señor conti” nuara como Deán hasta que se consagrase. 23011 El jueves 14 de Febrero de ese mismo año, se despidió del Capítulo y el 16 vistió de morado. Le consagró el 19 de los propios en la iglesia del con- vento de San Francisco el Arzobispo de Manila Dr, D. Miguel de Poblete, siendo los asistentes los Dres. D. Juan de Poblete, Arcediano, y D. Pedro Barr ientos Lomelín, Chantre, Salió de Veracruz para su diócesis en un navío que mandó el Goberna- dor de Cuba, el 19 de Marzo de 1651. ., Existe un retrato del. Sr. de la Torre, de cuer po “entero, en el Musoo Na ar an y que perteneció á la Universidad. XII.—ILmo. Sr. Dr. D. ALONSO DE CUEVAS Y DÁVALOS, dió lustre á la ciudad de México en la cual nació el 25 de Noviembre de 1590, habiendo sido bautizado en la iglesia de San Agustín ;? é hijo legítimo del mayorazgo Alonso de Cuevas y de D? Ana Dávalos, ambos de distinguida cuna. * Hizo sus estudios en el Colegio de San Ildefonso, con los padres de la Com- pañía de Jesús; recibiendo los grados de licenciado en Teología, en laUni- versidad, el 26 de Agosto de 1624, y de doctor en dicha faculta] el 15 de a tiembre del mismo año. Cantó su primera misa en n la Colegiata do Nuestra Señora de Guadal upo. Fue electo capellán de Santa Teresa la Antigua. Usaba con frecuencia las mortificaciones y penitencias, y sufrió en México calumnias y persecu- ciones. y Por muerte del Ilmo. Sr. D. Juan de Mañozca. 2 'Acostumbróse en los primeros tiempos de la dominación española, bautizar á los niños en! templos distintos 4 los parroquiales; llevándose á los primeros el agua consagrada. Quizá esta sea una razón de por qué no se ha podido hallar en ninguna parroquia de la capital la fe de bau- tismo del benemérito protomártir del Japón y compatriota nuestro, San Felipe de Jesús, "Antonio Alzate. 1- 335 En Puebla obtuvo sucesivamente la Canongía Magistral y las dignida- des de Tesorero y Arcediano, distinguiéndose en la peste de 1642 y 43; fun- dando además un hospital en la Angelópolis. En 23 de Marzo de 1651, fue electo por el Rey Deán de la Catedral de México y en 1655 Cancelario de la Universidad, siendo electo Obispo de Ni- caragua, * z El jueves 8 de Julio de 1556 tomó posesión del Arzobispado de México por poder del Ilmo. Sr. Sagade Bugueiro. Habiendo sido electo sucesor del Sr. Dr. D. Fr. Diego de Evia y Valdés en el Obispado de Antequera de Oaxaca, se despidió de su Cabildo de Méxi- co, según costumbre, el martes 8 de Octubre de 1658; el 13 del mismo le con- sagró el Sr. Arzobispo Sagade Bugueiro con asistencia de) Virrey, de la Au- diencia y la nobleza de esta corte; y el 25 de Noviembre se dirigió á su dió- eesis á cuya capital entró el 22 de Diciembre. En 1664 fue electo 16% Arzobispo de México, el primero de patria me- xicana; transladóse de Oaxaca á la capital de Nueva España, en donde go- bernó la Arquidiócesi desde 2 de Noviembre del año precitado, hasta el 2 de Septiembre de 1665 en que falleció. Sus funerales se celebraron con suntuosa solemnidad; y se hallan pro- . lijamente descritos en el “Resguardo contra el olvido en el breve compen- dio de la Vida admirable y virtudes heroicas del Tlustrísimo Sr, Dr. Alonso de Cuevas Dávalos, Obispo electo de Nicaragua, etc.,” escrito por el Lic. D, Antonio de Robles é impreso en México el año 1757 (Caps. XVII á XIX). Existe en el Museo un retrato del Sr. Cuevas, de la colección de la Uni- versidad. i XIII.—$SR. Dr. D. JUAN DE POBLETE, nacido en México; recibió el gra- do de licenciado en Teología en nuestra insigne Academia Pontificia, en 22 de Junio 1621, No tengo la fecha de su doctorado. Fue cura de Santa Catarina Mártir; Canónigo Magistral y Chantre de Michoacán. Renunció la mitra de Nueva Segobia y el Arzobispado de Manila, Tomó posesión del deanato de México el miércoles 16 de Uctubre de 1658 siendo Arcediano; y murió el lunes 8 de Julio de 1680; enterrándosele en la Iglesia del Colegio de Niñas. XIV.—Sr. Dr. D. JUAN SUÁREZ DE La CÁMARA.—Entró á tomar po- sesión de la dignidad de Deán, el viernes 6 de Marzo de 1682. Estuyo preso en la Inquisición “porque D. Alonso de Villalba—dice el Diario de Guijo — hizo unas coplas contra el inquisidor Dr. D. Juan de Mañozca, y/se las en- vió al Sr. Suárez de la Cámara para, que las viese y corrigiera.”. 336 ; Memorias de la Sociedad Científica PILI NAIL IDOL LD IIIAODLILIIADI PLDOLILIILSOLLIIDILIILD ISOLDA E ¡_ A AQ —__ KA “Murió el domingo 3 de Mayo de 1682, al amanecer, y fue pido en lá Catedral de México, durando ES en el deanato dos meses. XV.—8Sr. Dr. D¿DinGó MALP4¿RTIDA CENTENO.—Nació en Hiejocingo (Obispado de Puebla), según uno de sus biógrafos; hijo legítimo de D. Jo- sé de Malpartida Centeno y de D? Tnés Ortiz Espinal. Fue beca del Colegio Palafoxiano de Puebla; se graduó de bachiller en Filosofía y Teología en la Universidad de México por 1656 y llegó á ser catedrático de esta última asig- natura en la institución citada. Más tarde salió para Veracruz en donde embareado para España, llegó á Cádiz y después á Madrid : allí le recibió el inquisidor general D. Diego de Arce y Reinoso. En la Universidad de Avila obtuvo el doctorado en Teolo- gía, y regresó:á su patria con una prebenda. En Septiembre de 1667 el Rey le hizo Racionero de la Metropolitana de México; por Mayo de 1673 se le dió una canongía; en Marzo de 1682 ascendió á Chantre, y á Deán en Abril de 1683. ñS El. P. Julián Gutiérrez Dávila en sus “Memorias históricas de la Con- gregación del Oratorio de la ciudad de México” (cap. XVI) nos cuenta que el Sr. Malpartida no llevaba del todo una vida ajustada á su carácter sacer- dotal; pero que Dios, por los. medios extraordinarios de que algunas veces suele valer se, le encaminó hacia lá más austera virtud. Alos 83 años de su existencia, poco más ó menos, falleció en 27 de Ju- lio de 1711;; enterrándose su cadáver en lá oso de San Pedro: de la Cate- dral de México. Fue particular protector de la Congregación de San Feli pe Neri, la que posee su retrato. XVI.—$Skr. Dr. D. RoDRIGO GARCÍA FLORES DE VALDEZ, originario de España. Dos veces le tuvo la Universidad de México de Rector; Canónigo Lectoral y Chantre de nuestra Metropolitana; sucedió en el Deanato al Sr. Malpartida en 16 de LE ero de 1717; y murió investido de aquella dignidad el 15 de Octubre de 172 XVIL.—$8r; Dr. D. Josá ANTONIO DE VILLASEÑOR Y MONROY, natu- ral de Sultepec, según Beristain; debe haber nacido por el año 1672; porque al dar el autor de las Gacetas de México la noticia del fallecimiento de nues- tro Deán, dice que murió de 56 años de edad. Vistió en México la beca del Colegio de Cristo; pasó á España recibiendo en Avila la borla de doctor en Cánones. Se incorporó'en este grado y en el de licenciado que asimismo 0b- tivo en Avila, el 7 de Agosto de 1702, en la Universidad de México, Tuvo los cargos de Comisario y subdelegado general del Apostólico y - " Antonio Alzate. 387 r ”n Real Tribunal de la Santa Cruzada; Juez de testamentos, Prebendado, Ar- cediano y Deán de la Metropolitana de México, en el cual puesto le encon- tramos ya en 1726. Fué además, Vicario general del Arzobispado é Inquisi- dor ordinario de todos los Obispados de Nueva España y Filipinas. ; Renunció la Sede Espiscopal de Durango; adornó la capilla del Santísi- mo Cristo de la Catedral de México y fundó el aniversario de San Antonio de Padua. Llorado de todos, espiró el 25 de Marzo de 1728. Sus funerales se cele- braron en la Metropolitana, en donde yacen sus cenizas, el día 27 con asis- - tencia de la Universidad y de la Audiencia, XVIIM.—1ILmo. Sr. DR. D. MARTÍN DE ELISACOECHEA, originario de Azpilcueta en el reino de Navarra (España ), hijo legítimo de D. Juan de Elisacoechea y de D? Catalina de Dorre y Echeverría. Colegial teólogo del Colegio de San Ildefonso de Alcalá; catedrático de Física en su Universidad, en donde se graduó de doctor en Teología, y capellán de las monjas capu- chinas. Siendo Maestrescuelas tomó posesión del deanato de México el 14 de Ju- lio de 1729; habiendo obtenido la canongía en 1717; y era además Comisario apostólico y Subdelegado general de la Santa Cruzada y Cancelario de la Uni- versidad de México, En 1729 fue consultado para el Obispado de Cuba, y en 1734 para el de Durango. : “El 6 de Julio de 1735—dice la Gaceta de México de aquel año — se re- - picó en la Santa Iglesia Metropolitana, y en otras muchas á el aplauso de ha- ber admitido el Sr. Deán Dr. D. Martín de Elisacoechea la Mitra de la Nue- va Vizcaya (Durango) de que $. M. le ha hecho merced.” En 11 de Octubre de 1735-puso y bendijo la primera piedra de la Iglesia del Colegio Apostólico de San Fernando. En 28 de Febrero del siguiente año volvió á repicarse por haber recibido el Sr. Deán sus bulas de consagración. En 11 de Abril se despidió del Cabildo haciendo renuncia del deanato, y el 6 de Mayo fue consagrado en la Catedral por el Sr. Arzobispo-Virrey D. Juan Antonio de Vizarrón. Tomó posesión de su Sede, por medio de apode- rado el 6 de Septiembre de 1736, gobernándola hasta el 18 de Marzo de 1747, en que fué transladado 4 Michoacán, en cuya diócesis estuvo hasta el 19 6 20 de Noviembre de 1756 en que falleció. ' ; Existe un retrato del Sr. Elisacoechea en el Museo, de la colección de la Universidad. XIX.— ILMO. SR. DR. Y MAESTRO D. Tomás MONTAÑO, nacido en la Memorias [1393-94], T. VIT, 43 338 Memorias de la Sociedad Científica we ciudad de México el 7 de Marzo de 1683; colegial del viejo y más antiguo de San Ildefonso, Rector tres veces de la Universidad y examinador sinodal del Obispado de Michoacán.! Siendo bachiller se graduó de licenciado en Artes, en aquella beneméri- ta Academia, el 21 de Diciembre de 1700 y de maestro en dicha facultad el 23 de Enero de 1701; de licenciado en Teología el 9 de Agosto de 1705 y de doctor en esa misma asignatura el 13 de Septiembre del mismo año. Obtuvo una media ración en la Catedral de México, y fue Canónigo de ella, Tesorero, Chantre, Arcediano y Deán, finalmente, desde el 17 de Abril de 1736 en que tomó posesión. En 1737 fue electo Obispo de Oaxaca; sus bulas fueron recibidas en 31 de Agosto del siguiente año, repicándose como de costumbre en la Metropoli- tana. En 5 de Septiembre hizo formal renuncia del deanato, y el 21 le con- sagró en la Catedral el Ilmo. Sr. Vizarrón. Tomó posesión del Obispado en nombre del Sr. Montaño, el Doctoral D. Nicolás Noriega y E-pinosa, el 17 de Diciembre, haciendo el Sr. Obispo su entrada en la capital e la Diócesis el 21. Gobernó la Sede hasta el 24 de Octubre de 1742 en que falleció. Hay en el Museo un retrato del Sr. Montaño, que perteneció á la Uni- versidad. XX.—$R. DR. D. Fraxcisco MORENO Y CASTRO, sucesor del anterior en el deanato; hizo su toma de posesión siendo Arcediano; en 9 de Septiem- bre de 1738. El 3 de dicho mes y año quedó en el Arzobispado como Gober- nador de la Mitra. Sus restos yacen al pie del altar principal de la capilla de Nuestra Señora de las Angustias de nuestro templo Metropolitano; y la gran lápida que cierra el sepulcro, cubierto por una alfombra, lleva el siguiente epitafio que en otra página de estos Apuntes se publica, pero que aquí se re- produce para refrescar la memoria: : AQUÍ JACE El Sr. Dr. D. Ildephon- so Francisco Moreno y Castro natural de la Villa de Motril de el Reyno y Arpado. de Gran? en España, Colegial q. fué en el 1 La inscripción que tiene el rétrato del Sr. Montaño, existente en nuestro Museo Nacio. nal, y algún otro autor, dicen que dicho señor fue colegial del Viejo y Mayor de Santa María de Todos Santos; pero no aparece el nombre del Sr. Montaño en el Cazá4logo del Dr. Arechederre- ta: pues al haber sido alumno de aquel Instituto, no era posible que se hubiera suprimido de la mencionada lista, el nombre de una persona tan benemérita como el de quien nos ocupa. Antonio Alzate. 339 PDOPIIAIIILIOIA EPIA III III IIS Mayor de Cuenca de la Vniv.1 de Salamanca. Con el grado de Dr. Theol? en la de Avila. Canó- nigo Lectoral de la Sta. Iglesia de Oviedo Magistral Exm." Sinodal, Vicitador, Provisor y Vicario General de la de Leon y Gobernador de su Diócesi por ausencia q. hizo el Prelado al Concilio de Roma: Opositor á la Lectoral de Sevilla Digni- dad, Thesorero Chantre, Arze- diano y Deán de esta Sta, Iglesia Metropolitana de Mexc? y Gover- nador de este Arpado. en sede ple- ..-. Cio Juebes 13 de... -.--. le edad de 62. Como se desprende de lo anterior, según se ha dicho en otra parte, se perdió en la lápida, por haberse borrado, la fecha de la muerte del Dr. More- no y Castro; pero en el “Apéndice” citado á las Noticias de México, de Seda- no, encontramos (página 56) la fecha; y la cual es 14 de Diciembre de 1759, discrepando de la que aparece en el epitafio Jueves “13.” La duda está fácilmente resuelta por la siguiente partida de defunción que debo á la bondad de mi buen amigo el Sr. D. José Padilla, copiada del Eibro de Españoles Difuntos (MS. del Sagrario Metropolitano). Al margen: “El Sr, Dr. D. Ildephonso Moreno y Castro, Dean de esta Sta. Iglesia.— En catorzo de Diziembre del año del Señor de mil setecientos ' cinquenta y nueve murió El Señor D. Ildephonso Moreno, y Castro, Dean de esta Santa Iglesia, recivió los Santos Sacramentos, vivia en la calle de Vergara, se enterró. en esta Santa Iglesia, testó de que se tomó razón.— Br. Benitua.— Rúbrica.” Beristain hace mención de nuestro Deán, en su citada Biblioteca, y en- tre otras cosas, dice del Sr. Moreno: “Estimado por su sangre y por sus le- tras, se hizo venerar por su generosa caridad con que asistió á los pobres de la parroquia de San Pablo, en la epidemia del año 1736 llamada Matlazáhuatl, erigiendo á su éosta el hospital provisional de San Rafael, y sirviendo per- sonalmente en él 4 más de dos mil enfermos. Por esto, y por el aniversario que en honcr de dicho Santo Arcángel dotó en su iglesia metropolitana, se- rá en México grata y eterna su memoria.” 340 Memorias de la Sociedad Científica mn v El Sr, Moreno y Castro nació el año 1697. Mi buen amigo el Sr. Marqués de Valle Ameno, residente en Zaragoza (España) y descendiente directo de nuestro Deán, tuvo la bondad de facilitarme la copia de la partida de bautis- mo del Sr. Moreno; pero por mi desgracia, al hacer la translación de mis pa- peles de Europa 4 México, en donde estuve á fines de 1892 y principios de 1893, se extravió la partida. Tengo esperanzas de encontrarla todavía, para darla á conocer á mis lectores. Sí recuerdo perfectamente el año 1697 que se señala para el nacimiento del Sr. Moreno y Castro. XXI —Inuo. SR. Dr. D. Luis FERNANDO DE Hoyos Y MIER, natural de los reinos de Castilla; fue colegial en el Viejo y Mayor de San Bartolo- mé de Salamanca. Llegado á la Nueva España tomó, en 8 de Agosto de 1742, posesión de una canongía en la Metropolitana de México. El 20 de Marzo de 1754 cantó misa en la nueva iglesia de Santa Ana. Le hallamos como Arce- diano en Mayo de 1759; y ascendió á la dignidad de Deán el 16 de Diciembre de 1760 (** Apéndice” al Sedano). Fue privado y familiar del Virrey y pri- mer conde de Revillagigedo, y comisario general de bulas. Según Gams, se le nombró Obispo de Michoacán en 12 de Julio de 1773, cuya sede gobernó hasta el 13 de Noviembre de 1775 en que falleció, confor- me á algunos autores, y según otros en 1776. XXII.— ILMO. SR. DR. Y MAESTRO D. SUAN IGNACIO DE LA ROCHA, na- cido en el puerto de Santa María, de Andulacía (España); vino á México en edad tierna, el año 1739, con la familia del Ilmo. Sr. Arzobispo Vizarrón. Colegial, Catedrático y Rector del Seminario Tridentino, Maestro en Artes y doctor teólogo por la Universidad de México, de donde fue catedrá- tico jubilado de Filosofía. El Colegio de San Ildefonso le tuvo por su primer Rector después del extrañamiento de los jesuitas. Cura párroco de Santa Ca- tarina Mártir y del Sagrario Metropolitano en donde existe su retrato. En- tró al Cabildo eclesiástico de México, en donde fue Canónigo lectoral y Deán en 1773 (?). ; “Dicho Cabildo le nombró diputado al cuarto Concilio Provincial mexi- cano. En 21 de Noviembre de 1776 vino de España el aviso de que el señor Deán había sido electo Obispo de Valladolid ( Diario del Alabardero), y el domingo 18 de Enero de 1778 fue consagrado en la Metropolitana de México por el Ilmo. Sr. Haro y Peralta, con asistencia del Virrey Bucareli. Partió á ocupar su sede, muriendo en la hacienda de Puerto Nieto el 3 de Febrero de 1782. XXIIT.—$Sr. D. GREGORIO MIOÑO Y BRAVO DE HoYos. Tomó posesión " Atonnio Alzate. 341 del deanato en 12 de Junio de 1778, habiendo llegado á Veracruz el 21 de Mayo, nombrado ya Deán. Se repicó en la Catedral por la venida del Sr. Mioño; y éste falleció en 2 de Febrero de 1784. No he podido hallar otras noticias referentes á dicho señor Deán, las cua- les son bastante escasas. XXIV.—Sk. Dr. D. LeoxarDO JosÉ DE TERRALLA.—El 3 de Marzo de 1785, siendo Chantre de la Metropolitana, tomó posesión del deanato. Mu- rió el 22 de Noviembre de 1790, y sus restos se sepultaron en la misma Ca- tedral. XXV.—SR. DR. Y MAESTRO D. VALENTÍN GARCÍA NARRO, vió la pri- mera luz en México, el 14 de Febrero de 1724, según consta en la inscrip- ción colocada en su retrato existente en nuestro Museo Nacional, y que per- teneció á la Universidad. Fue colegial, catedrático de Filosofía y Teología en el Real y Pontificio Tridentino Seminario; Maestro en Artes, doctor teó- logo y decano en ambas facultades y de todo su claustro, en la Universidad; Conciliario de ésta, Rector, Vice-Cancelario, Abad de la Casa y Hospital de San Antonio Abad, Cura de San Agustín de las Cuevas, y de la Villa de Sau Juan Bautista Coyoacán. Canónigo Lectoral, Tesorero, Chantre y Deán de la Metropolitana de México, de la cual dignidad tomó posesión el 20 de Di- ciembre de 1791. Fue juez en la causa de la beatificación del célebre padre Fr. Margil de Jesús; examinador sinodal del Arzobispado, Juez conservador de la Provincia de Santiago de Predicadores, y del Seminario Conciliar; miembro de las Reales Juntas del Hospicio de pobres, de la General y del Montepío de ánimas y de la de Votaciones de Cátedras, Juez Ordinario del Santo Oficio de la Inquisición por el Obispo y después por el Cabildo Se- de Vacante de Durango; y nombrado por el de Valladolid Capellán mayor del Convento de Carmelitas descalzas de México y Confesor ordinario de las monjas Capuchinas. Murió en esta ciudad el 28 de Marzo de 1801; y al día siguiente se le hicieron en la Catedral sus funerales, dándose al cadáver se- pultura en dicho templo. Hay retratos del Sr. García Narro, en el Museo, en el Seminario Conciliar y en la parroquia de Coyoacán. XAVI.—$SR. DR. D. JUAN FRANCISCO DE CAMPOS, natural del Arzo- bispado de Toledo, según Beristain; colegial del de Santa Catarina y doctor teólogo de esa Universidad. “Pasó á América con el título de Maestro de Pajes del Ilmo. Sr. Fuero, Obispo de Puebla; allí fué catedrático de Filoso- fía y Teología del Colegio Palafoxiano ; Rector del de San Ignacio; Canóni- go Magistral, Maestrescuelas y Arcediano, de la cual dignidad fue promovi- 342 Memorias de la Sociedad Cientifica NIILIIILDIIILAIIEI GCLLLESLILIDIIS do á una canongía de la Metropolitana de México, y de ella á las de Maes- trescuelas, Arcediano y Deán.” De esta última tomó posesión el 26 de Abril de 1802; y del Arcedianato que vacó, el Sr. D. Juan de Mier y Villar, quien pasó á ocupar ese puesto en 27 de los propios. En 1771 asistió al cuarto Concilio Mexicano, como diputado por su Ca- bildo de Puebla; y en esta iglesia fundó un aniversario en sufragio del alma del Ilmo. Sr. Fuero, “4 quien debía su fortuna.” En la Metropolitana fun- dó el de San Juan Nepomuceno y el de San Juan Francisco Regis; legó su librería á la biblioteca pública de la Catedral de México, en donde se conser- vaba su retrato, el cual se halla hoy en la ante clavería. El 6 de Marzo de 1810, el Señor le llevó á su seno “sentido por su ca- rácter pacífico —agrega Beristain— franco y honradísimo.” XXVIT.—SR. Dr. D. JUAN DE MIER Y VILLAR.— Obtuvo una canongía en nuestra Catedral el año 1787; fue electo Tesorero en 11 de Julio de 18301; y Arcediano en 27 de Marzo de 1802, como se dije anteriormente. Por el fa- llecimiento del Sr. Campos, entró á Caio en el deanato, tuñendo en 4 de Agosto de 1812. XXVIIN.—Skr. Dr. D. MARIANO BERISTAIS Y MARTÍN DE S0UzA.— El insigne autor de la Biblioteca Hispano Americana Septentrional, á quien hemos venido citando en el curso de estos apuntes, merecería un artículo separado á fin de que obtuvieran mayor realce y esplendor los méritos que tiene ante nuestra bibliografía. Pero ya que por la índole de estas rápidas noticias te- nemos que ser breves, y es fuerza que nos ocupemos en la vida pública del Sr. Beristain, condensémosla, sirviéndonos para ello de la autobivgrafía de aquel eminente bibliógrafo y que nos dejó escrita en su ya citada Biblioteca. Oigámosle : “¿Nació el Dr. Beristain en la ciudad de Puebla el 22 de Mayo de 1756, en donde vistió las becas de los Colegios de San Jerónimo de PP. Jesuitas y de San Juan ó Palafoxiano. Se graduó de bachiller en Filosofía en la Uni- versidad de México; pasó á España con la familia del Obispo de Puebla, Sr. Fabián y Fuero, electo Arzobispo de Valencia, en donde recibió el grado de doctor teólogo; fue regente de Academias de Filosofía é hizo oposición á sus cátedras. Fue catedrático en propiedad y perpetuo de Teología en la Uni- versidad mayor de Valladolid, nombrado por Carlos 1II á consulta de su Su- premo Consejo de Castilla. ““Se opuso á la Canongía Magistral de Toledo y fue Lectoral de la de Vi- ' Antonio Alzate. ,, 343 toria, regresando á América con el empleo de Secretario del Obispo de Pue- bla D. Salvador Bienpica. “Se opuso á la Canongía Lectoral vacante de Puebla; pero, no habien- do merecido á aquel Cabildo —dice el mismo Dr. Beristain—que le consul- tase para ella, al día siguiente al de la votación salió para Veracruz, donde se embarcó para España; en el canal de Bahama sufrió un naufragio terri- ble, llegando á la Coruña á los once meses. “El rey le premió con una Ca- nongía de la Metropolitana de México y con la Cruz dela Real Orden de Car- los III, regresando á su patria. “En 1811 ascendió á Arcediano, y en 1812 á la dignidad de Deán de la misma Metropolitana. ““En 1780 la Real Sociedad Vascongada le expidió el título de socio be- nemérito y en el de 1798 el de literato. La Academia de Apatistas de Verona le nombró en 1780 su individuo recíproco. La Academia Real de Geografía é Historia de Valladolid le dió en 1782 el título de Académico. La de las tres Nobles Artes de Valencia, el de académico de honor. Fundó en ésta la Aca- demia de jóvenes cirujanos. “¿En México fue Secretario del Gobierno Sede Vacante, el año 1800, por muerte del Ilmo. Sr. Haro y Peralta, y presidente del mismo, en la vacante de 1809. Superintendente del Hospital de San Andrés; Rector del Colegio de San Pedro, presidente de la junta provincial de censura de libros y visitador extraordinario del Arzobispado.” Escribió algunas obras; pero la de más mérito, aunque defectuosa é in- correcta, es la Biblioteca Hispano- Americana Septentrional, cuya impresión no vió concluída el Sr. Beristain, habiendo muerto de Deán de la Metropolita- na el 23 de Marzo de 1817. XXIX.—$Skr. Dr. D. ANDRÉS FERNÁNDEZ DE MADRID.— Nació en Mé- xico el 30 de Noviembre de 1761 y fue bautizado en el Sagrario Metropolita- no; siendo hijo legítimo del alcalde de corte D. Diego Fernández de Madrid y de D? María Joaquina de la Canal y Baeza. Tomó posesión de la prebenda en la Catedral de México, el 30 de Junio de 1786, y de la dignidad de Racionero el 20 de Marzo de 1791; muriendo Deán el 1? de Noviembre de 1829, Se le dió sepultura en la capilla de San Pedro, en la Catedral, de donde años más tarde le sacó su sobrino el Ilmo. Sr. D. Joaquín Fernández de Ma- drid, y le transladó á un sepulero de familia en el cementerio de San Fer- nando. 4 XXX.—$SR. Lic. Don JosÉ JOAQUÍN LADRÓN DE GUEVARA.— Natural 344 Mernorias de la Sociedad Científica PAPAL de México, vió en esta ciudad la primera luz el 30 de Julio de 1754. Fueron sus padres los Sres. Lic. D. Baltazar Ladrón de Guevara, que después ocu- pó el puesto de Oidor y Regente de la Audiencia de México, y D? Margarita Diez de la Mora. Sucedió en el deanato al Sr. Fernández de Madrid, á la muerte de éste, debiendo haber tomado posesión como á principios del año 1830. La terrible epidemia del cólera de 1833 hizo una de sus víctimas al Sr. Ladrón de Guevara, y le arrebató del seno de la sociedad el 12 de Septiem- bre de aquel año. XXXI.—ILM0. Sr. Lic. D. JUAN MANUEL DE IRIZARRI.— Nació en la Habana, hijo de D. Miguel Cristóbal de Irizarri. Nombrado su padre Fiscal de la Audiencia vino á México, haciendo el joven D. Manuel sus estudios en el Colegio de San Juan de Letrán; en la Universidad estudió Filosofía y Teología, y después fue catedrático de la mis- ma Academia, de ambas asignaturas. En 1810 se le dió una prebenda en la Catedral de México, cuya biblio- teca sirvió, como superintendente de ella, más de veinte años, sin estipendio alguno. Fue ascendiendo en el coro, hasta llegar á la dignidad de Deán, de la cual tomo posesión el 10 de Mayo de 1837; habiendo sido electo por el Cabil- do de 2 del mismo mes, siendo Chantre, El 14 de Agosto de 1840 dió el Sr. Irizarri parte á los capitulares de ha- ber sido él nombrado Arzobispo de Cesarea, in partibus in fidelium, por el Su- mo Pontífice Gregorio XVI, en el Consistorio del 27 de Abril del propio año. El 15 de Noviembre del mismo, le consagró en la capilla del Señor de Santa Teresa, el Ilmo. Sr. Morales Obispo de Sonora. El Sr. Irizarri desempeñó también el puesto de Secretario del Gobierno del Arzobispado. Por muerte del Ilmo. Sr. Posada, estuvo el año 1848 al frente de la Ar” quidiócesis, como Vicario Capitular (V. Tomo II y “Apéndice” al Sedano). XXXII.—$Sr. DR. D. FÉLIx OSORES Y SOTOMAYOR — Nació en Tulan- cingo ( Arzobispado de México ), según Beristain. Entró al Cabildo Eclesiástico de México, del cual llegó á ser Deán, Era una persona bastante ilustrada, y fue Provisor de esta Arquidiócesis hasta 1851, y durante muchos años. Hizo sus estudios en el Colegio de San Ilde- fonso; se doctoró en la Universidad, y fue cura de Santa Ana en Querétaro. El Dr. Beristain hace mención en su Biblioteca del Sr. Osores, ““á quien —dice —siempre dedicaría agradecido una memoria por el interés y empeño . ¡Antonio Alzate. 1 345 rs LPLIILLLIIIIN IIILLIIOLILI0IIII con que leyó los MSS. de esta Biblioteca en Querétaro el año de 1814 fran queándome varias noticias y advertencias para la perfección de la obra.” El Sr. Osores dejó escritas varias obras MS$S.; y entre otras unas adi- ciones á la citada Biblioteca, inéditas hasta ahora, y de las cuales adiciones posee copia el Sr. Ágreda. Murió siendo Deán el 29 de Marzo de 1851. XXXITT. —$SR. DR. Y MAESTRO D. MANUEL MORENO GARCÍA JOVE.— Sirvióle de cuna la ciudad de México el 8 de Enero de 1797; al siguiente día recibió las aguas bautismales en el Sagrario Metropolitano; siendo hijo legí- timo del Lic. D. Manuel Moreno, natural de Orán, en Castilla, y de D? Ma- ría Rosalía Jove, de esta capital. Fue alumno del Seminario Conciliar en donde hizo sus cursos con noto- rio aprovechamiento. Recibió el grado de Maestro en Filosofía en la Real y Pontificia Universidad en 1821; la borla de doctor teólogo, el 25 de Febrero de ese año, y el grado de Maestro en Artes el 16 de Noviembre de 1828, Entró al coro de la Metropolitana como prebendado en 1831, ascendien- do en dignidades, hasta el deanato, que ocupó á la muerte del Sr. Osores. Fue Examinador Sinodal de este Arzobispado y del Obispado de Puebla, Catedrático de Temporal de Artes, y Examinador de cursantes de Filosofía y de Medicina en la Universidad, Catedrático de Retórica y Prosodia en el Seminario Conciliar, Académico fundador de la Academia de primera ense- ñanza y socio honorario de la Sociedad Médica del Distrito Federal.! Justamente apreciado por su ilustración y cualidades personales, y sen- tido por todos, dejó de existir el Sr. Moreno, siendo Deán, el 26 de Junio de 1874; habiendo tenido aquella dignidad más de veinte años. XXXIV.—$Sr. Dr. D. JosÉ MIGUEL ALVA.—Nació en México el 9 de Junio de 1779. Recibió las aguas purificadoras del bautismo, el mismo día, en la parroquia de la Santa Veracruz; fue hijo legítimo de D. José Mariano Alva y de D? María Josefa Fernández de Lara. Desempeñó el puesto de cura de San Agustín de las Cuevas, y siendo Secretario del Cabildo Metropolitano se graduó de Doctor en Teología el 29 de Septiembre de 1840. Era el 10 de Julio de 1874 Arcediano cuando fue nombrado Deán ese día por dicho Cabildo, en substitución del Sr. Moreno y Jove; y murió investido de esa dignidad el 2 de Diciembre de 1877. 1 “Relación de los méritos literarios del Dr. y Maestro D, Manuel Moreno y Jove.'””—Un cuaderno impreso en 42, de 8 páginas. Firmado en México el año 1831, por el Secretario del Go- bierno del Arzobispado D. Juan Manuel Trizarri, Memorias [1393-94], T. VIT, 44 346 Memorias de la Sociedad Científica PIIS OLLAS XXXV.—$Rr. Dr. D. EuLoqio MARÍA CÁRDENAS.— Vió la primera luz en la ciudad de Toluca (Estado de México). | Empezó su carrera de alumno del Colegio de Infantes de la Catedral. Pasó al Seminario Conciliar, en donde fue catedrático de Cánones, doctorán- dose en esta facultad en la Universidad. En 1863 se le dió una canongía en la Metropolitana de México; habien- do sido electo Deán en 15 de Febrero de 1878. Tomó posesión de aquella dig- nidad el 19 del mismo; dejando de existir el 15 de Agosto de 1880, día de la Asunción de María Santísima, | XXXVI.—$Rr. Lic. D. JOAQUÍN Primo DE RIVERA, de estirpe nobilí- sima por la línea materna. Vino al mundo el 4 de Septiembre de 1812; tuvo por cuna la ciudad de México, en cuyo Sagrario Metropolitano se bautizó; y por padres legítimamente unidos, al Lic. D. Mariano Primo de Rivera, que después de muerta su esposa fue presbítero del Oratorio de San Felipe Ne- ri, y á D? María Rita Cervantes y Velasco, hija de la Condesa de Santiago Calimaya, Marquesa de Salinas y de Salvatierra y Adelantada de las Íslas Filipinas. Obtuvo el título de licenciado en el Nacional Colegio de Aboga- dos de esta ciudad; en 1863 entró al Cabildo en calidad de prebendado; fue Secretario de la visita que tuvo encargo de practicar el Ilmo. Sr. Irizarri á los dominicos de México; y durante mucho tiempo Secretario de Cámara y Gobierno del Ilmo. Sr. Garza y luego de su sucesor el Ilmo. Sr. Labastida. Ocupó el deanato de la Catedral de México al fallecimiento del Sr. Cárde- nas, en el cual puesto sorprendió la muerte al Sr. Primo, el domingo 18 de Octubre de 1885. A XXXVI1.—ILMO. Y RMoO. SR. Dr. D. PrósPERO MARÍA ALARCÓN.— Vió la primera luz en la ciudad de Lerma (Estado de México) el 29 de Ju- lio de 1828; siendo sus padres D. Francisco Alarcón y D? Magdalena Sánchez de la Barquera. * Educado por su tío D. Guillermo Sánchez de la Barquera, cura de la pa- rroquia de San Sebastián de Querétaro, adquirió en pocos años sólida ins- trucción ; comenzando sus estudios en Amecameca y luego en Tulancingo, en donde cursó latinidad con el célebre padre D. Nicolás García de San Vi- cente. y En 1844 y 46 hizo el curso de Filosofía en nuestro Seminario Conciliar, bajo la dirección del Sr. Pbro. D. Agustín de Jesús Torres y Hernández, di- funto Obispo de Tulancingo; habiendo sustentado el Sr. Alarcón un acto 1 La mayor parte de los datos referentes á la vida pública del Sr. Alarcón, los he tomado de un artículo biográfico publicado en el diario 27 Tientpo de esta ciudad [1891]. "Antonio Alzate, 1 347 ANAIS público de todo el eurso de Filosofía en la Nacional y Pontificia Universi- dad; caminando después en todos sus estudios con brillante éxito. En 1853 recibió la Sagrada Orden del Subdiaconado, en Diciembre de 1854 la del Diaconado y en Marzo de 1855 la del Presbiteralo; cantando su primera misa el 19 del mismo en la parroquia de San José: sus padrinos de altar fueron los Sres. Dres. D. Agustín Carpena y D. Juan García Quinta- na, Canónigo de la Colegiata de Santa María de Guadalupe; y de manos el Sr, D. Manuel de Ágreda y su hijo nuestro amigo el Sr. D. José María, dis- cípulo del Sr. Alarcón. En 1856 se graduó de licenciado y de doctor en Teología en la insigne y Pontificia Academia Mexicana. Ha sido cura de la parroquia de Santa Ana en Querétaro (1856); preben- dado en la Colegiata citada (Septiembre de 1859); prebendado de la Cate- dral de México, desde Abril de 1864, Canónigo de la misma en 1868; Maes- trescuelas en 1873; Chantre desde Marzo de 1878 y más tarde Arcediano, dig- nidad de que se hallaba investido á la muerte del Sr. Primo de Rivera. El 3 de Diciembre de 1885 fue nombrado Deán, tomando posesión el 7 de los mismos; ocupando el Arcedianato que vacó, el Sr. Lic. D. Joaquín . María Díaz y Vargas, que acaba de bajar al sepulero (4 Marzo 1894). Fue asimismo — según el biógrafo del Tiempo — prefecto de estudios, pro- fesor de latín y Vicerector del Seminario; Rector del Colegio de San Juan de Letrán; Examinador Sinodal del Arzobispado y miembro de la Junta de censura eclesiástica. Al tener que salir fuera de esta capital el Sr. Arzobispo Labastida en el mes de Diciembre de 1890, á causa de sus enfermedades, nombró al Sr. Alar- cón Vicario General y Gobernador de la Arquidiócesis. Muerto el Sr. Labas- tida en 4 de Febrero de 1891, el Cabildo eligió al Sr. Deán Alarcón Vicario Capitular en Sede Vacante. Enviada á Roma la terna para cubrir la Mitra, en consistorio celebrado en 17 de Diciembre del mismo 1891, fue preconiza- do el Sr. Alarcón Arzobispo de México, por su Santidad León XIII. En 13 de Enero de 92 llegaron á la capital, remitidas por nuestro cónsul en Roma, D. Enrique Angelini, las bulas y el palio arzobispal, echándose á vuelo las campanas de los templos. Por último, el domingo 7 de Febrero del propio año celebróse con toda pompa, según ya he dicho en la nota (C), la consa- gración episcopal del Sr. Alarcón, en la Basílica Metropolitana. Aunque ajeno yo á tributar elogios, y más aún álos vivos, diré, por ser de justicia, que el Ilmo. Sr. Alarcón es un prelado dignísimo y virtuoso. Hasta la fecha (1891) la Catedral no ha provisto el deanato vacante. 348 Memorias de la Sociedad Cientifica ODZIODILLDDIL LIDIA IIDDIDIILAIIIIIIDLIIIIINS LLNDIODIIODILWIEDIDIIIDA L (PÁGINA 275, TOMO V). Guarda la capilla de San Felipe de Jesús en nuestra Iglesia Metropoli- tana, los restos del ILMO. SR. D. FRANCISCO DE AGUIAR Y SEIJAS, Arzobis- po de México, sellados por una lápida de tecalí, y los de D. AGUSTÍN DE ITUR- pIDE. El lugar más visible es donde descansan estos últimos: al lado de la Epístola del altux mayor, y en el muro que cierra la capilla del lado Norte, bajo la arcada de un pórtico sencillo coronado por un frontón, se destaca la grande urna de madera, en cuyo frente deja leerse el cristiano epitafio que ya se ha copiado en otro lugar de estos apuntes y que escribió D. José Ma- ría Tornel. Reseñaré compendiadamente las grandes ceremonias fúnebres que se hi- cieron á los restos que depositados yacen en aquella urna, por el gobierno del general D. Anastasio Bustamante. Dando tregua á los azares de la política, el 6 de Agosto de 1838,! el Con- greso general expidió un decreto ordenándo la exhumación de los restos de Iturbide, y que con toda la pompa fúnebre debida y con toda la solemnidad necesaria, se condujeran á la capital de la República para el 27 de Septiem- bre del año referido, colocándose en nuestro Templo Metropolitano, “lugar destinado para los héroes,” como decía el artículo segundo del decreto; el cual decreto lo firmaron D. Luis Manuel de Herrera, vicepresidente de la Cámara de diputados, D. Antonio de Icaza, presidente del Senado; y como secretarios, el diputado D. Mariano Moreda y el senador D. José Cacho. Procedióse con toda actividad á hacer efectivo el cumplimiento de ese decreto; tomando con verdadero entusiasmo la idea, D. José Joaquín Pesa- do, Ministro á la sazón de Relaciones exteriores y D. José María Morán, nom- brado brigadier en 1821, por Iturbide, Mandóse orden, desde luego, al gobernador del departamento de Tamau- lipas, quien se dirigió á Padilla para proceder á la exhumación. Hízose ésta el 22 de Agosto en presencia de la autoridad citada, y de las demás civiles y eclesiásticas de aquel lugar, y de numeroso concurso de personas que había ido expresamente á ver el acto. Los restos se hallaban debajo de los del ge- 1 La descripción de toda la solemnidad, la extracto de la curiosa obra: Descrifción de la solemnidad fánebre con que se honvaron las cenizas del héroe de Teuala D. AcusTÍN DE Irur- BIDE, etc., publicada el año 1849 por D. José Ramón Pacheco. Antonio Alzate. 319 PILLS DIDIDIDIIDISIIDILIDIIIIS IDLILLILILIIDILIDIITIIN neral D. Manuel de Mier y Terán; y al sacarse de la fosa, se hizo el inventa- vio de los huesos como sigue: “Dos huesos al parecer femorales. Dos huesos tibias. Dos dichos del antebrazo. Cuatro piezas más que no se clasifican. Dos piezas del omoplato. Dos piezas de la cadera, Dos piezas que parecen del esternón. Seis pedazos del cráneo. Un pedazo de la mandíbula superior. Un pedazo de la mandíbula inferior. Una parte superior de la espina. Ciento nueve fragmentos entre costillas, etc. Un pedazo género bordado. | Una hebilla de tirante.” Estos huesos los recibió el teniente del batallón de Yucatán D. Pedro Arcadio Cantón, quien firmó el inventario de eilos, en compañía de D. José Antonio Quintero y del secretario D. José Antonio Fernández. Cantón hi- zo, á su vez, entrega de aquella histórica reliquia al comisionado del gobier- no para la conducción de los restos hasta México, y el cual comisionado lo fue el teniente del regimiento de Tampico D. Francisco Molina. Los restos se encerraron en una urna de madera forrada de terciopelo negro con galo- nes y franjas de oro, disponiéndose unas andas que cargó una mula vestida con gualdrapas negras. Antes de salir para México, se celebraron exequias en la Parroquia, depositándose la urna en la casa del Gobernador. En Ciu- dad Victoria se enlutó el salón departamental; la guarnición vistió de luto, ejecutándose las descargas y los honores de ordenanza. Al siguiente día 23 salieron los restos, escoltados por una fuerza escogi- da, emprendiéndose la marcha para México. Por todas las ciudades y luga- res por donde aquellas históricas cenizas pasaban, había grandes demostra- ciones de duelo; y después de atravesar buena parte del país, desde Tamau- lipas, al fin estuvieron cerca de la Villa de Guadalupe. De antemano habíase ya preparado, aunque violentamente, todo lo indispensable para la recepción de los restos en la suntuosa Colegiata. Llegó el fúnebre cortejo 4 la mencio- nada Villa; y en su principal templo se colocó la urna en elegante pira: se cantó solemne vigilia, y concluida ésta salieron las cenizas del héroe de Igua- la para la vieja capital de su fugaz imperio. Multitud de gente á caballo, en coche, á pie, llenaba la calzada de Guadalupe: el número de almas era in- 350 Memorias de la Sociedad Cientifica calculable. Esto acontecía el 25 de Septiembre de 1838. La urna se colocó en un magnífico carruaje abierto enlutado, que tiraban cuatro caballos con gualdrapas y penachos negros: acompañábanla el prefecto de la capital, su seeretario, el mayor de plaza y su ayudante. Á los lados de la carroza iban á caballo ocho ayudantes del Presidente de la República, y atrás el coche de éste: seguía una compañía de lanceros del cuerpo de caballería IGUALA y después muchos carruajes particulares y numeroso concurso de gente. Ba- rriéronse y regáronse las calles y se enlutaron desde la miserable fachada del pobre hasta la del opulento personaje. En los árboles de la calzada — dice D: José Ramón Pacheco, testigo presencial —se veían sus troncos vestidos con paños negros, ó colgadas en ellos cruces y flotando en las ramas pañuelos ne- gros 6 blancos con crespones. Desde Peralvillo hasta San Francisco, se ha- llaban tendidas en dos alas, formando valla, las tropas disponibles en la pla- za; y en la ciudadela y otros lugares, las baterías aguardaban el momento de hacer escuhar su sonido marcial. La artillería situada en Santa Ana anunció la llegada de los restos: en aquellos momentos indescriptibles, respondieron con su estruendo las bate- rías ya citadas, y sonaron los lúgubres clamores de todas las campanas de las iglesias de la capital; tras la carroza fueron desfilando las tropas de la valla, con las armas á la funerala, las cajas enlutadas y los clarines y músicas á la sordina. : Fue imposible ordenar la procesión : el concurso numerosísimo de gente henchía las calles y las plazas: los balcones y las azoteas de las calles del trán- sito mirábanse atestados. El cortejo llegó al convento de San Francisco ya entrada la noche: allí esperaban todas las comunidades religiosas: un sun- tuoso catafalco estaba preparado, iluminándose todo el templo mayor del monasterio. De la media naranja pendía el pabellón tricolor que, dividién- dose en cuatro gajos, remataba en los capiteles de las columnas del crucero: Se cantaron oficios fúnebres solemnes, concluídos los cuales se dispersó la concurrencia, y se marchó la tropa, después de haber rendido ésta los hono- res que prevenía la ordenanza á la muerte de los que fallecen con el mando en jefe de la plaza. Por la premura del tiempo no pudieron celebrarse las exequias el 27 de Septiembre con toda la pompa que el gobierno deseaba; y entonces se trans- firió el acto para el 27 de Octubre del mismo año, quedando la urna deposi- tada en el interior del convento de San Francisco bajo la responsabilidad del guardián, y llevándose la llave el prefecto de la capital. El día 12 de Octubre hizo el oficial D. Francisco Molina' la formal en” trega de los restos al citado prefecto D. José _María Icaza, "quien llevó en su compañía al mayor de plaza D. Lucas Condelle, y el médico cirujano D. Agus- Antonio Alzate." 351 mn tín Burguichani, para formar el Ec de los huesos; el cual acto lo pre- senciaron la comunidad de San Francisco, el general D. José María Cervan- tes y el teniente coronel D. Mariano Dosamantes. El gobierno nombró una comisión compuesta del general D. Manuel Ba- rrera, del coronel D. Miguel Azcárate, del Pbro. D. Pedro Fernández y de D. Tranquilino de la Vega, para que arreglara convenientemente todo lo re- lativo á las exequias; entregándoles al propio tiempo, con todas las formali- dades debidas, la urna y su histórico depósito. Se ordenó limpiar y lavar los huesos para colocarlos en nueva y más elegante urna. Por aquellos días, el asunto de todas las conversaciones, como acontece siempre en las cosas del mundo, fue Iturbide. Apareció entonces multitud de retratos del Libertador, representándole de diversas maneras, ya en gra- bado ó en litografías ó en pinturas, de coronel ó de generalísimo y Empera- dor; bien en Iguala ó en el trono imperial ó en el cadalso de Padilla; y aun los mercaderes, para dar boga á sus tiendas, les ponían el nombre de Itur- bide. Muchos trataron de adquirir algún fragmento de los huesos del caudi- llo, para conservarlos como reliquia. El autor de estas noticias que ahora ex- tracto —D. José Ramón Pacheco —pidió permiso al gobierno para amoldar el cráneo, pero no pudo conseguir su objeto por estar aquel incompleto, con- formándose con hacerlo con los huesos que hubo disponibles. Acercábase el 27 de Octubre destinado para la solemnidad fúnebre: vol- vieron á exponer los restos en la Iglesia grande de San Francisco, en una ut- na de cristal y bronce dorado con una águila de bronce encima. Los huesos se pusieron cuidadosamente arreglados, sobre un rico almohadón de tereio- pelo negro; y para evitar que se jugaran los unos con los otros, se unieron por medio de listones. En la cornisa del cuerpo cuadrangular que servía de base 4 la pirámide del catafalco, dejábanse ver el sombrero montado y el man- to de la Orden mexicana de Guadalupe; el uniforme de general, de Iturbi- de; y las demás insignias, la banda, el bastón de mando y la espada. Al fren- te del monumento, por toda inscripción se leía este nombre: ITURBIDE. Cuatro jarrones de plata maciza servían de pebeteros; y daban la guardia á ambos lados del túmulo, dos granaderos y dos ayudantes del Presidente de la República, cubiertos y espada en mano. Á las horas convenientes, se es- tuvieron diciendo misas de reguiem en todos los altares del templo. Eran las once de la mañana del 26 de Octubre de 1838. La artillería con su imponente estruendo, anunció á la ciudad que en esos instantes el corte- jo fúnebre salía de San Francisco para la Catedral. Las calles del nombre de aquel convento, las de Plateros y la Plaza de Armas se hallaban literalmen- te colmadas por la gente. El tránsito se cubrió con una vela tendida en toda 352 Memorias de la Sociedad Científica CILILILID la carrera, y se asearon y regaron todas las calles: una valla formada por va- rios batallones, se abrió en dos alas, desde San Francisco hasta el templo Me- tropolitano. Abría la marcha del cortejo; una escuadra de gastadores de caballería; en seguida caminaba una batería de campaña con sus destacamentos corres- pondientes, vestidas las mulas con grandes gualdrapas negras: luego iban cuatro caballos con sus palafreneros, y en los mantillones campeaban las ar mas de la familia de Iturbide: seguía el Sargento mayor de la Plaza y sus ayudantes, los coroneles, jefes y oficiales todos á caballo y espada en mano: las compañías de granaderos de los cuerpos: los pobres del Hospicio, que es- trenaron un vestido de luto, y llevaban en las manos cirios encendidos: las santas escuelas, Cofradías, Terceras Órdenes, comunidades religiosas, las cru- ces parroquiales y el Cabildo eclesiástico metropolitano: luego, en lujosa ca- rroza que tiraban seis caballos enlutados, venían los restos: sobre un juego de resortes se dispusieron unas andas con un pabellón sostenido por cuatro columnas, y bajo de él se colocó la urna; todo estaba forrado de terciopelo negro con franjas de oro y flecos de seda negra; la parte superior del pabe- llón la coronaron grandes penachos tricolores, y bajo la urna se hallaban las vestiduras é insignias del caudillo de Iguala. Las borlas del féretro las llevaban dos generales del ejército, el director de rentas, un ministro de la Tesorería general, un miembro del Ayuntamien- to y otro de la Universidad. Á los lados, escoltaban ayudantes del Presiden- te de la República, y una compañía de alumnos del Colegio Militar, entre dos filas de gastadores de infantería. Atrás iba el Comandante militar con su estado mayor y una compañía con bandera enrollada y las armas á la fu- nerala. Bajo las mazas del Ayuntamiento, caminaban los jefes de oficinas, - los generales, las autoridades, el gubierno departamental, el consejo de go-. bierno y las personas invitadas préviamente por el ministerio respectivo. Nombráronse, además, doce individuos pertenecientes á la Suprema Corte de Justicia, al Ejecutivo y al Congreso general, en comisión, para represen- tar á la Patria y presidir el duelo, incorporados á D. Joaquín Iturbide y al albacea D. Juan Gómez Navarrete. Era el doliente principal, el Presidente de la Cámara de Diputados que representaba á la República. Detrás se iban formando las tropas que se tendieron en valla; recorriendo la fúnebre pro- cesión las calles de San Francisco, de Plateros, frente de los portales de Mer- caderes, de la Diputación y de las Flores, Puente de Palacio, frente del Pa- lacio Nacional hasta la entrada principal de la Basílica, Todos los pabello- nes, en los edificios públicos estaban á media'asta, y los balcones de Palacio, rigurosamente enlutados, permanecieron cerrados, como la casa donde gale ya cadáver el dueño de ella, '" Antonio Alzate. 1 3858 Había entrado á la Catedral la fúnebre comitiva, y aun no acababa de salir de San Francisco: las calles, las azoteas, todo mirábase henchido de gen- te; y no obstante la muchedumbre de curiosos, nada turbaba, según el di- cho de los contemporáneos, el silencio pavoroso que reinaba en medio de aquel imponente y pausado desfile. Á las dos de la tarde concluyó de llegar la comitiva á Catedral: se colocó la urna sobre el catafalco ya dispuesto, y se dispersaron los dolientes. Diré que este histórico catafalco, es el mismo que se estrenó en las hon- ras fúnebres del Sr. Lizana, Arzobispo de México, el mismo que más tarde sirvió para las exequias de Pío IX y del Ilmo. Sr. Arzobispo Labastida, ca- tafalco que se halla descrito en la tercera parte de la nota (€) de este Apén; dice. Ese día 26 de Octubre, á las cuatro de la tarde, volvieron á reunirse los invitados en Palacio, para dirigirse luego, como se hizo, bajo toldo y entre valla de soldados, á la Basílica, con el objeto de asistir á las vísperas fúne- bres solemnes, en las cuales pronunció la oración latina, el Br. D. Braulio Sagaseta. Á las ocho de la noche, todo concluyó. Al siguiente 27, de nuevo salió de Palacio la comitiva para asistir en la Catedral á'las exequias; durante las cuales las tropas hicieron los honores fúnebres de ordenanza. Á los lados del catafalco se colocaron cuatro octavas y cuatro sonetos, que el curioso lector puede hallar en el folleto de D. José Ramón Pacheco, poesías debidas á la pluma del autor citado y á las de otros varios. Eran las cuatro de la tarde cuando concluyeron las ceremonias. Se con- dujo en seguida la urna á la capilla de San Felipe de Jesús, como en otro lu- gar he dicho ya al lector, sobre un pedestal de metro y medio de altura, guar- dándose la llave en el archivo secreto del Ministerio de lo Interior. De Ca- tedral pasaron los dolientes á dar el pésame ul Presidente de la República, enlutándose previamente la sala de recepción. El mismo Gobierno ordenó que se erigiera en aquella capilla un mauso- leo de mármol que no llegó á construirse, Sobre la urna se escribió el epita- fio que ya conoce asimismo el lector, y que escribió D. José María Tornel. También se mandó que todos los empleados civiles y militares vistieran lu- to durante un mes, y que se hicieran honras fúnebres, á ejemplo de la ca- pital, en todas las ciudades, pueblos, villas y demás lugares de la República. No fue solamente el Gobierno del año 1838 el que tributó un homenaje de acendrado patriotismo al héroe de Iguala; el 23 de Abril de 1850 gober- nando la República D. José Joaquín de Herrera, el Congreso general expi- dió un decreto, el cual, en su parte resolutiva, prevenía, que: *“el 28 de Sep- tiembre de cada año se hicieran en las iglesias catedrales, parroquiales y Memorias [1893-94], T, VII, 45 354 Memorias de la Sociedad Cientifica conventuales, y en las demás de la nación, honras fúnebres y preces corres- pondientes, con la mayor solemnidad, por las almas de D. AGUSTÍN DEÍTUR- BIDE, y demás víctimas de la campaña de la Independencia.” Este decreto se hizo extensivo para los generales, jefes, oficiales y tropa del ejército per- . manente y de la guardia nacional, muertos en la guerra con los Estados Unidos, : Más tarde, en tiempo del Imperio, visitando Maximiliano el lugar don- de los restos de Iturbide reposan, mandó hacer otra urna más elegunte de cristal y jalamina, donde se encerraron los huesos, que hasta hoy descan- san sobre un cojín de terciopelo carmesí con fleco de oro, y el todo se colocó dentro de la urna de madera que es la que se ve. Además, con el objeto de honrar dignamente la memoria de Iturbide, Maximiliano expidió el decreto que en seguida copio como documento histórico curioso, y que textualmen- te dice: “MAXIMILIANO, Emperador de México: * “¿Considerando que la justicia y la gratitud nacional exigen que se erija nn monumento fúnebre á la memoria del Emperador Agustín de Iturbide, Libertador de México, DECRETAMOS lo siguiente: Art. 12 Se construirá en la capilla donde hoy descansan los restos del Emperador Iturbide, un sarcófago de bronce, conforme al proyecto y diseño que Nos hemos formadopara este fin. Art. 22 Este sarcófago se compondrá de un arco cerrado de orden dóri- co: en él se verán el manto de la Orden de Guadalupe, una espada y una co- rona de laurel. Art. 32 En el zócalo que servirá de urna, se pondrá la siguiente fecha: MD CCC XXXIII. Y en el sarcófago se pondrá la inscripción siguiente : AUGUSTINO IMPERATORI MAXIMILIANUS IMPERATOR M D CCC LXV. Nuestros Ministros de Cultos, de Hacienda y de Fomento, quedan en- eargados de la ejecución de este decreto, en la parte que á cada uno concier- ne, y se depositará en los archivos del Imperio. 1 Memoria del Ministerio de Fomento.— Año 1865. Documento número 128, Antonio Alzate. 355 LI ALIS Dado en el Palacio de México, á 16 de Septiembre de 1865.— MAXIMT- : LIANO.—Á los Ministros de Cultos, de Hacienda y de Fomento.” Nada de lo anterior se llevó 4 cabo, como se sabe: todo quedó en pro yecto, y nada más. La misma urna existente hoy, guarda también en un frasco de cristal, el corazón del general D. Anastasio Bustamante, jefe que cooperó para la translación de los restos desde Padilla á México. Al frasco acompaña una co- pia de la cláusula testamentaria del citado general Bustamante, acerca de lo que debía de hacerse con su corazón, al morir. Esta noticia la debo á mi ami- go el Sr. Ágreda, quien vió lo referido cuando Maximiliano visitó aquel lu- gar de recuerdos, donde duermen olvidadas las cenizas de quien nos legó el hermoso pabellón tricolor, emblema de nuestra amada Patria Independion- te y Libre. Ll (PÁGINA 278, TOMO V). Al hablar de la capilla de San Felipe de Jesús de nuestra Basílica Me- tropolitana, se hizo mención de una fuente que existe junto á la reja de ta- pinserán, rodeada por una reja también, de madera dorada; y en la cual fuen- te se dice que recibió las aguas bautismales nuestro insigne compatriota y prutomártir del Japón dicho San Felipe. En el propio lugar donde se ha hecho mención de la citada fuente, pue- de ver el curioso lector, la leyenda que la reja de madera dorada tiene ac- tualmente, y la primitiva, inserta en la Vida de San Felipe de Jesús escrita por el Padre Fr. Baltasar de Medina. Tengo diversas dudas acerca de que la dicha fuente, que proviene del Sagrario Metropolitano, en realidad no sea, como se supone, en la que nues- tro Santo fue purificado de la mancha original. Empero para proceder con mayor claridad en esta breve disquisición, entremos en varias consideracio- nes sobre la vida del Santo, proponiéndome contestar á estas preguntas: ¿San Felipe de Jesús, fué mexicano ? ¿En qué lugar de la Ciudad de México nació ? ¿Dónde le bautizaron ? ¿Se acostumbró en esta Ciudad bautizar siempre en las parroquias de españoles que existían en ella, durante el siglo XVI? » 336 Mernaorias de la Sociedad Científica PWISIIILILESIIIIS JE Fuera de toda duda está el que San Felipe de Jesús fue mexicano, y na- die lo ignora. Basta insertar el testimonio fidelísimo de D? Antonia Martí- nez, madre de nuestro Felipe, la cual en su testamento hecho poco antes de morir, otorgado en 17 de Febrero de 1629, ante Francisco Olalde, Escribano Real, declara lo que sigue, textualmente: “Item, declaro, que yo fuy casa- da y belada, según orden de la Iglesia con el dicho Alonso de las Casas; y durante nuestro Matrimonio huvimos y procreamos por nuestros hijos legí- timos, de legítimo Matrimonio: Primeramente al gloriossisimo Santo Mar- tyr San VELIPE DE JESÚS, Y DE LAS CASAS, Martyr de el Japón, de la Or- den del Seráfico Padre San Francisco, Descalzo, Criollo de esta Ciudad, cuya festividad se está celebrando estos días en esta Ciudad de Mexico, y está nom- brado por Patrón de ella, etc.” Ignórase si San Felipe fué el primogénito de Alonso de las Casas y de Antonia Martínez: conjetúrase que la madre puso en su testamento á San Felipe á la cabeza de los demás hermanos del ilustre protomártir, bien por haber sido, en efecto, el mayor entre ellos, ó bien porque obtuvo la gran glo- ria de ser digno del honor de los altares, lo cual es lo más probable, TI1 Que San Felipe de Jesús nació en esta muy noble y leal Ciudad de Mé- xico, demuéstrase también por la cláusula testamentaria antes copiada, y por el general asentimiento de los cronistas. Ahora bien: ¿en qué parte de la Ciudad vino al mundo nuestro compatriota? Error histórico evidente, 4 que ha dado pábulo una tradición falsa, es afirmar que el protomártir vió la luz primera en una casa de la calle que lleva su nombre. No he podido en- contrar hasta ahora la razón de por qué se apellida así la CALLE DE SAN FE- LIPE DE JESÚS; porque ninguno de los cronistas é historiadores más verídi- cos hablan del suceso en la citada calle. Y, en efecto, el Padre Julián Gru- tiórrez Dávila, felipense, en sus Memorias históricas de la Congregación del Oratorio de la Ciudad de México, donde incluye la Historia de la Iglesia de San Felipe Neri, dice en el Libro 1, Parte L, Cap. IL, que “San Felipe de Jesús nació en una casa colocada en el mismo lugar donde se edificó aquel templo, al lado del Evangelio;” pues allí existió, en verdad, una calle muy estrecha que conoció una dama de quien el mismo Padre hace mención. Por su parte, Fr. Baltazar de Medina, en su Vida de San Felipe de Jesús, Cap. 1, número 8, dice, que “fue la casa en la calle que viene del Hospital Real de los Indios ' Antonio Alzate. 1 357 2” á la Iglesia y Convento d+ San Agustín, las primeras que lindan á la tienda de una de las esquinas de aquella calle, llamada comunmente del Arco.” Las señas coinciden perfectamente, pues la calle que hoy sigue al poniente de la del Arco de San Agustín, es la misma de San Felipe Neri, nombre que to- mó al edificarse en ella la Telesia dedicada á aquel Santo, el cual templo ape- nas hoy existe á otros usos destinado. Á mayor abundamiento, las propias señas de la citada casa, se hallan ra- tificadas en el testamento del mismo Alonso de las Casas, padre de nuestro Santo, como se ha dicho, al hacer el inventario y memoria de haberlas dado á su hija D? María, entre otros bienes, al desposarse con Gaspar Ruano. Vuelvo á repetir que ningún cronista coetáneo, hace memoria de la referida calle de San Felipe de Jesús, donde hasta se señalaba en determinada casa una famosa y tradicional higuera. DUAL Entremos ahora al punto principal: ¿dónde fue bautizado nuestro San Felipe? Basta ahora y por más gestiones que personas diligentes han hecho, no ha podido encontrarse la fe de bautismo del Santo, y en consecuencia ig- noramos dónde se le bautizó. Sábese que por el año 1575, en el que se cree nació San Felipe, sólo había en la Ciudad de México tres parroquias de es- pañoles, cuales eran: la Catedral, la Santa Veracruz y Santa Catarina. En ninguna hay constancia del bautizo de nuestro repetido Santo. ¿Qué nasó en- tonces con la partida? Imposible que San Felipe, y más en aquella época, no hubiese sido lavado con las aguas bautismales; y desde luego hay que des- echar tal idea. Supone Fr. Baltazar de Medina, panegirista del Santo, que el documento no exista: ó por olvido de los curas de la parroquia respectiva. 6 por haberse extraviado en las remociones que se hicieron en los archivos, en las inundaciones que en los tiempos coloniales sufrió la Ciudad. Lo pri- mero, no lo creo del todo verosímil en el año 1575 (fijaremos éste ); pues pa- rece imposible que los curas no hubiesen hecho en aquel entonces, no una partida de bautismo, sino un simple apunte, como primeramente se hacía pero que después se pasaban á libros en forma; y parece tanto más increible, cuando en el mismo Sagrario Metropolitano constan las partidas de bautis- mo de los hermanos de Felipe de Jesús. En cuanto á lo segundo, paréceme que lo único que del Sagrario Metropolitano (que es la parroquia que más nos interesa) se extravió, fueron los primeros libros, siendo el más antiguo, el que comienza en el año 1536. Además, si en efecto hubiera desaparecido 358 Memorias de la Sociedad Científica LLILIESLIDISIII PREIS de ellos la partida de bautismo de Fr. Felipe, los diligentísimos investigado- res en el acto lo hubieran claramente notado. ¿Por qué, pues, no hay constancia alguna, de que no sólo en el Sagrario sino en ninguna otra parroquia se bautizara nuestro Santo? Moe inclino á creer, como muchos, que ni por descuido ni olvido dejó de asentarse la par- tida, ni ésta se asentó nunca en los libros parroquiales, y que todo esto re- conoce otra causa, á mi modo de ver, perfectamente definida, y que veremos a continuación. IV Quizá por las pocas parroquias que hubía en esta nobilísima Ciudad en el último tercio de la centuria décimasexta, no ocurrían á ellas los padres to- dos á bautizar á sus hijos, sino que lo verificaban en las iglesias más próxi- mas á sus domicilios, ó en aquellas de su particular afecto y devoción; esta- blecióndose en ello una verdadera corruptela. Tan cierto es esto, que entre los muchos testimonios que pueden citarse, relativos al caso, de bautismos en San Francisco, en Santo Domingo, etc., tenemos el del Sr. D. Alonso de Cuevas y Dávalos, natural de esta Ciudad, y que fue Arzobispo de México. Refiere, pues, el Lic. D. Antonio de Robles en su Resguardo contra el olvido, en el breve compendio de la vida, ete., del mismo Ilmo. Prelado, lo siguiente: «A los ocho días de su nacimiento (habla el Sr. Cuevas) fue baptizado en la Iglesia del Glorioso Doctor San Agustín de esta Ciudad. que assí se ussada en aquel tiempo (el Sr. Cuevas nació en 25 de Noviembre de 1590), para lo cual se llevaba de la Cathedral el agua bendita y los Santos Oleos, á otras iglesins, causa porque el Arzobispo de esta ciudad D. Juan de la Serna, ocu- rrió al remedio de este usso, representando los inconvenientes, que avía, á la Sede Apostólica y entre ellos el no escribirse luego las partidas de Bautisimos, causa porque han faltado muchas, y entre ellas la de nuestro ínclito mar- tyr SAN FELIPE DE JEsÚs, y la respuesta que tuvo acerca de este punto, fue la siguiente: Archiepiscopus Mexicanus utetur jure tridentin?. Registrando un día algunos libros de la rica biblioteca de mi amigo el Sr. D. José María de Ágreda, me encontré casualmente una carta autógra- fa del Pbro. D. José Antonio Pichardo, ilustrado y muy docto sacerdote del Oratorio de San Felipe Neri de México, acerca del asunto motivo de estas líneas. Por ser breve la mencionada carta, la copio en seguida; á la letra dice: ““M. R. P. Fr. José Francisco Valdez......... ¿en qué ha quedado la petición al Santo Tribunal de las informaciones de Alonso de las Casas? ¿Se pidieron ó no? ¿Las han dado ó no?” “ Antonio Alzate. 359 PALILLOS ma INIA, API III ¿“He descubierto un gran secreto. Y es que en la Vida del Sr. Cuevas, Arzobispo de Méjico, se dice (pág. 5) que quando se bautizó este señor que fué el año de 1590, se usaba que se bautizaran los infantes en las iglesias que gustaban sus Padres, y para esto se llebaba la agua de la Pila bautismal de la Parroquia, y añade que por eso faltan muchísimas fées de bautismo, entre ellas la de San Felipe, pues se descuidaban de asentarlas, Esta prácti- ca es tan cierta, que ayer tarde registrando los libros de la Cathedral, ví va- vias partidas en-que se dezía, bautizó en la Iglesia de la Compañía, de Santo Domingo, en San Agustín, $e. En estos mismos libros del Sagrario hallé que es falso lo que dice el Padre Rodrigues (sic) en la Dedicatoria del Sermón in- titulado el País afortunado, pues no falta, y tan no falta que qualquiera que lo vea reconocerá esta no falta ” “¿En la Historia de Santo Domingo de Méjico se hace memoria de un Vicente de las Casas, Religioso muy grave, quien fué el primer Novicio que huvo en este Convento, y que murió por los años de ochenta y tantos (re- fiérege al mil quinientos), tiempo en que ya havía nacido San Felipe. Pues ahora, supuesta la práctica dicha, y que este Religioso acaso sería Hermano ó pariente muy allegado de Alonso de las Casas, es muy verosímil que éste pariente huviera bautizado á San Felipe en su Iglesia y huviese echo apun- tes, el qual se quedaría entre sus papeles y pasaría al archivo ó depósito de papeles, y no vendría á Cathedral. De aquí presumo que viene la voz de que en Sauto Domingo está su fe de bautismo; quién sube si alguno la vió, ó hi- zo estas combinaciones y reflexas que yo hago.” ““En consequencia de todo, es preciso lo primero haver á las manos las informaciones del Santo Tribunal, para ver si en ellas consta el parentesco con el P. Fr. Vicente, y lo segundo, empeñar al R. P. Provincial de San Die- go á los Señores de la Ciudad, para que, como partes tan interesantes pidan se registre el Archivo, y se busque la dicha fé, de bautismo, y no andarse esperando coyunturas de traqueo de papeles. Dios gde. á Vmd. mas. as. casa. Marzo 13 de 1794.” : “Besa la m? su seg? servor- y afímo. hijo.—-Jph. Pichardo.” Ignoro si nuestro Paulre logró sus deseos respecto del convento de San- to Domingo, y de saber si, en efecto, Fr. Vicente de las Casas fue ó no pa- riente de Fr. Felipe de Jesús. La resolución de este Bano, hubiera venido, con certeza, á arrojar mucha luz en la cuestión. y Por todo lo anterior, hemos visto: que el Santo fue mexicano; nacido en la Ciudad de México, en la calle de SAN FELIPE NERI y no en la de SAN , 3860 Memorias de la Sociedad Científica FELIPE DE JESÚS, como se cree; mas lo que sí no ha llegado á descifrarse, es el enigma relativo al día en que nació y en dónde fue su bautizo, por no haberse encontrado hasta ahora la partida correspendiente. Por tanto, paré- ceme que esta es una razón muy poderosa para dudar que sea la fuente que existe en la Catedral, en la que San Felipe recibiera el sacramento del bau- tismo. Ahora, bien: ¿por qué transportaron á la Catedral esta fuente? ¿Quién la Mevó allí? ¿Por qué tan autoritativamente y con plena seguridad, al pa- recer, estamparon en la reja que la rodea EN ESTA PILA FUE BAPTIZADO EL GLORIOSO MÁRTIR SAN FELIPE DE Jesús? “Para colocar assí esta Pila— dice el Padre Medina—claro esta que havía fundamento grande. Ni los gra- víssimos doctos Capitulares de esta Iglesia, permitirían semejante coloca- ción, y título, si no hubiese bastante authoridad al crédito de ese rótulo (ha- bla del primero que se puso ) que apadrina también la tradición.” Hs cuanto nos dice el panegirista del Santo; pero 4 mi modo de ver, ereo que quizá pen- saron los Capitulares que hicieron llevar la pila 4 la Catedral, que al perte- necer la familia de San Felipe, cuando éste naciera, á la feligresía del Sagra- rio Metropolitano, la fuente colocada en esta parroquia, había servido para el sacramento de que se habla, en la persona de nuestro Santo. ¿Ignoraron los Capitulares, por otra parte, la corruptela seguida para los bautizos á fines del siglo XVI y principios del XVIT? Si no lo ignoraron, ó no se acordaron de ello, ó no lo tuvieron en cuenta. En resumen: paréceme que las razones quo se han dado, inclinan más á creer que San Felipe de Jesús no fue bautizado en el Sagrario Metropolita- no, sino en alguna otra Iglesia: tal vez en Santo Domingo, como dijo el Pa- dre Pichardo, y en consecuencia, la fuente ó pila existente hoy en la Cate- dral junto á la Capilla consagrada 4 nuestro insigne compatriota, no es en la que éste recibió las aguas bantismales. M (PAGINA 279, TOMO V ). Todos los cronistas que se ocupan en el misterioso siervo de Dios Gre- gorio López, lo mismo que sus biógrafos, están contestes en asegurar que los restos del célebre eremita de Santa Fe, descansan en la capilla del Santo Cristo de la Catedral de México, al pie del altar mayor y al lado del Evan- Atonnio Alzate. y 361 UI gelio, como en el lugar respectivo de estos Apuntes he dejado consignado. El Sr. Ágreda me cuenta que hasta 61 mismo vió en una ocasión la lápida que cubre la huesa de Gregorio: yo, menos afortunado, confieso que nada he vis- to; pero, en suma, lo que sí debemos creer es que las cenizas de aquel sier- vo de Dios, yacen efectivamente en la referida capilla. Si el bondadoso lector ha recorrido las anteriores páginas de estos Apun- tes, recordará que ya se dijo que el célebre Gregorio López fue originario de España: que tuvo su cuna en Madrid, y vino al mundo el 4 de Julio de 1542 : que á los veinte años (1562) pisó las playas de la Nueva España, y que, re- tirado del mundo vivió santamente, exhalando el último suspiro el 20 de Ju- lio de 1596 en su ermita de Santa Fe. Bien mereco el esclarecido Gregorio, ya que sus restos tan ocultos se hallan, que le consagremos en esta nota algunas líneas acerca de su vida. Me valdré para esto, de los rasgos biográficos de nuestro eremita, que en otra ocasión dí á la estampa,! con el objeto de desvanecer algunas ideas, en mi concepto erróneas, respecto de Gregorio, por habérsele supuesto ser en per- sona el mismísimo príncipe D. Carlos, hijo del Rey D. Felipe li, y cuya es- candalosa historia es de todos conocida. Ienórase hasta ahora, quiénes fueron los padres de nuestro Gregorio, asegurándose, sin embargo, que tuvieron noble y elevada alcurnia. Se dice que á los ocho años de edad, huyó Gregorio de la casa paterna “encendido en amor de servir á Dios,” viviendo seis años en los montes de Navarra. Quitáronle de allí para llevarlo á la corte de Valladolid donde sir- vió de paje á Felipe II; pero comenzó á revelar muy pronto, según sus bió- grafos, una vida austera y contemplativa. Se instruyó en las ciencias y en el latín, siendo un hábil calígrafo cuya letra “parecía de imprenta.” Á los veinte años visitó los más célebres santuarios de España, oyendo en el de Guadalupe de Extremadura una voz interior que le llamaba hacia América. Los deseos de Gregorio se vieron cumplidos, embarcándose en Cádiz, y lle- gando á Veracruz el año 1562, como he dicho antes. Repartió su equipaje entre los pobres, al venir ¿ México, y ya en la Capital de la Colonia sentó plaza de escribiente con los escribanos de Gobierno San Román y Turcios. El carácter de Gregorio que harto gustaba del aislamiento, le hizo abando- nar á los escribanos; y en la casa de D. Luis Zapata, donde se hospedó, ayu- nó la cuaresma entera á pan y agua. Más tarde, vestido de una túnica grosera se fue á la provincia de Zaca- tecas; y luego, descalzo, sin sombrero, pasó 4 Atemajac, viviendo entre los * 1 Revisia Nacional de Letyas y Ciencias, tomo II, páginas 370-390.— Artículo; “*¿ Querén Jue Gregorio López?" Memorias [1893-94], T. VII, 46 362 Memorias de la Sociedad Científica DILILIIIA indios chichimecas, quienes le recibieron con bondad y le ayudaron á hacer una ermita. Su comida era únicamente maíz tostado, y los soldados que so- lían perseguir á los indios trataban á Gregorio de loco, y además de hereje, porque no oía misa; pero se asegura que cada mes se confesaba y comulga- ba devoto, en la capilla de la hacienda de D. Pedro Carrillo de Ávila, á cu- yos hijos les daba Gregorio López clase de primeras letras y de moral. Fr. Domingo Salazar, religioso dominico más tarde Obispo de Manila, aconsejó á nuestro Gregorio que abandonara aquellos lugares y que volviera á México; para lo cual le ofreció un refugio en su convento. Aceptó Grego- rio, pero instándole Fr. Domingo á que tomara el hábito de los Predicadores, no encontrándose Gregorio, sin duda, eon vocación para ello, prefirió la vi- da solitaria y eremítica á la vida asimismo sosegada del claustro. Partió nuestro López para la Huaxteca, y allí siguió sus prácticas de oración y penitencia, estudiando al par las Sagradas Escrituras, al grado de haberlas aprendido — dice un escritor * —todas de memoria. Nuestro ana- coreta enfermó gravemente: se le llevó al párroco Juan de Mesa; y éste, alar- mado por la extrema reserva de Gregorio en ocultar á sus padres, pensó de- latarle á la Inquisición ó al gobierno, desistiendo luego de su propósito. Pronto cundió la fama de las virtudes del misterioso eremita, siendo vi- sitado entonces por clérigos de valía y por muchos personajes. Oigamos ahora cómo conoció á Gregorio su digno compañero el Presbí- tero Francisco de Losa, que escribió la biografía de aquel: “ ..... . aunque la vida de Gregorio era inculpable —dice ?—no faltaron algunos que mira- “ban esto con diferentes ojos, y assí formaban diverso concepto, del modo de proceder del Santo Varón. Porque como á su parecer no tenía algún oficio, ó exercicio en que ocuparse, juzgábanle por holgazán, ó hombre sin prove- cho, y aun pasaba más adelante la sospecha porque algunos le tenían por he- reje, no obstante que le veían en aquel tiempo acudir á oir Missa y á las de- más obligaciones exteriores de Christiano como los demás.” “¿Y porque yo en esta ocasión tuve la primera noticia de su manera de vi- vir, contaré la relación que dél me dieron. Vino entonces un sacerdote de aquellas partes á la Ciudad de México, y entre otros negocios que traía por memoria que tratar, era uno: Que vivía por allí un hombre, de quien se re- celaba mucho no fuesse un hereje luterano, porque no tenía Rosario en qué rezar, ni hazía otras demostraciones con que los buenos Christianos suelen manifestar su devoción, y pecho sano. Yo le pregunté si hablaba bien de las cosas de la Fe, y qué tales eran sus costumbres. Respondióme que en la doc- 1 Beristain, Biblioteca Hispano-A mericana Septentrional. 2 Vida del Venerable Siervo de Dios Gregorio Lófez, páginas 27 y siguientes. México, edición de 1727.— Véase en este Apéndice la NOTICIA BIBLIOGRÁFICA. 1 Antonio Alzate." 363 SOPAODAANDOII0DO DILO LIDIDIDIOEIDLIDIODADIIILDAIDIILIALIDZIODI trina de la Fe parecía estar muy bien, y que sabía toda.la Biblia de memo- ria, y que en las costumbres era un hombre inculpable, y casi siempre es- taba sólo, como si tuviera grandes negocios, aunque con ninguno comuni- caba. Estáse, dize, mucho tiempo en la Iglesia y no podemos sacar de él qual sea su tierra, sus padres, sus deudos, ni otra cosa del mundo, mas que sino huviera vivido en él. Yo le repliqué familiarmente, que no quisiera fuesse éste Sacerdote como otro Hely, que juzgaba por efecto de embriaguez, la mudanca que Ana hazía en su rostro, cuando amargamente oraba delante de Dios. Si á un ladrón viéssedes sin Rosario, no por eso le tendríades por he- rege: pues quanto menos á un hombre de tan buenas costumbres y que tan- to sabe de la Escritura, y cuyo trato debe ser sólo con Dios? Convencido el Clérigo con ésta razón me respondió, que le parecía bien lo que yo le dezía, y que debía de ser boníssimo hombre. Y añadió: yo le quiero llevar un som- brero, que no le trae (quizá porque no le tiene) y dexar de denunciar de él á la Santa Inquisición, como traía pensado. ” ““ Esto me pasó con el dicho Clérigo, acerca de Gregorio López, á quien yo hasta entonces no conocía, ni aun entonces supe su nombre, aunque se- gún la relación dicha, hize buen concepto de su modo de vida, dando Dios Nuestro Señor principio tan sin saberlo yo, á las grandes mercedes y mise- ricordias, que por medio de éste su Siervo me avía de hazer su Divina Ma- gestad.” Las multiplicadas visitas que Gregorio recibía, como hemos dicho, le hi- cieron huir á Atlixco, lejos de todo bullicio y sociedad: allí le acusaron co- mo á hombre sospechoso ante el Obispo de Tlaxcala, quien le declaró inocen- te y por mil títulos digno de veneración. De Atlixco pasó nuestro eremita al Santuario de los Remedios, distante tres leguas al Oeste de la Ciudad de México. Las gentes que veían á Gregorio comentaban su vida de diversos modos: quién le suponía verdaderamente un hipócrita ó hereje; quién un gran varón. Entonces el Arzobispo de México D. Pedro Moya de Contreras, comisionó al P. Alonso Sánchez, de la Compañía de Jesús, y al P. D. Fran- cisco de Losa, cura de la Metropolitana, para examinar y conocer á Grego- rio López, y que rindieran un informe acerca de su vida. El P. Sánchez le examinó con preguntas muy sutiles, respondiendo Gregorio á todas ellas con mucho fundamento; refiriendo las herejías contra la Fe, señalando los tiem- pos y principales cabezas de heresiarcas, juntamente con los santos y escri- tores sagrados que impugnaron tales herejías, y escribieron contra ellas. “Fue esto —agrega el P. Losa—con tan gran peso de sentencias, y grave- dad de palabras, que el Padre quedó admirado. Pero mucho más se admiró de la buena salida que le daba á todas las dudas y objeciones que acerca de su espíritu y manera de vivir le proponía, reconociendo en él, gran caudal 364 Memorias de la Sociedad Científica PILLO LLIDIDLIILIOLIIL LITILIIR de prudencia divina y humana. De aquí resultó quedar el dicho Padre, no so- lamente satisfecho del buen Gregorio López, sino también muy aficionado y devoto suyo.” ! Como puede inferirse de lo anterior, el informe rendido al Arzobispo no pudo ser más satisfactorio para el eremita; declarándose el Padre Losa su amigo íntimo y discípulo. Gregorio enfermó un día, y el cura de la Metropolitana se apresuró á lle- várselo al hospital de Huaxtepec, recientemente fundado por el venerable Bernardino Álvarez, el mismo que echó los cimientos de nuestro hospital de San Hipólito. El Arzobispo envió 4 sus criados para que con esmero asistie- ran á Gregorio; el cual, restablecido de sus males, ayudó 4 los solícitos sa- cerdotes á curar á los enfermos de aquella santa casa; escribiendo entonces nuestro anacoreta su Tesoro de Medicina, opúsculo muy curioso arreglado por rden alfabético. No obstante la ejemplarísima vida de Gregorio López, acrecentáronse en torno del eremita las murmuraciones; siendo preciso que el Padre Maestro ¿Fr. Pedro de Právia, dominico y gobernador del Arzobispado, fuera á cono- cerle, con disimulo, y á sondear su espíritu. Así lo hizo, y sus palabras fue- ron estas: Ese hombre es superior á la fama que tiene de santo. Á consecuencia de una fiebre grave, se trajo al ermitaño, de Huaxtepec á San Agustín de las Cuevas (Tlalpan ), y después á México. Tanto cariño y devoción inspiró Gregorio al Padre Losa, que éste renunció el curato y se fue á hacerle compañía. En Santa Fe, cerca de México, se levantó una er- mita y Gregorio pudo entrar á ella el 22 de Marzo de 1589, habitándola has- ta su muerte. La ermita fue el palacio donde nuestro anacoreta recibió las visitas de innumerables varones, doctos y sabios y de todas categorías: allí fueron á verle canónigos y doctores eminentes; catedráticos y oidores y prelados de las religiones; y hasta el mismo Virrey D. Luis de Velasco el segundo, quien estaba con Gregorio hasta dos y tres horas tratando de los asuntos más es- pinosos del gobierno de la Nueva España. Al cabo del tiempo llegó 4 México, ya consagrado Obispo de Manila, Fr. Domingo Salazar; después de veinticinco años volvió á ver á Gregorio, el mis mo de siempre, impertérrito, virtuoso y apartado del mundo. Absorto Gregorio en las meditaciones, supo aprovecharlas, sirviéndose de la oración teológica, como dice el P. Losa, para escribir su Exposición del Apocalipsis de San Juan. En su retiro, instruyóse también y mucho, en la Historia Sagrada y Profana, en las Matemáticas, en la Anatomía, Medicina, Botánica y Agricultura, como lo demostró en varios eseritos. 1 Vida de Gregorio López, pág. 33.— Edición citada. '" Antonio Alzate. 1 365 VALID DIDILAOL IDA DOLIDO DI DI DIDIILI0IDIDLIIIIIORNI Al fin, después de cincuenta y cuatro años de una vida ejemplar, y trein- ta y tres de eremítica, el alma de Gregorio López abandonó la tierra, en 20 de Julio de 1596, como se ha dicho anteriormente. México entero asistió á sus funerales, depositándose el cadáver, de orden del Vicario general del Arzo- bispado, en el presbiterio de la iglesia de Santa Fe. En 1? de Marzo de 1616, el Sr. Arzobispo Pérez de la Serna transladó los restos al convento de San José de Carmelitas descalzas de México (San- ta Teresa la Antigua), y en 28 de Marzo de 1636, el Er. Arzobispo Manzo y Zúñiga proveyó un auto para transladarlos á la capilla del Santo Cristo de la Catedral de México, en donde ya se dijo que descansan. Pasaron los años; pero no por eso se extinguió la fama gloriosísima del ermitaño de Santa Fe. El Rey D. Felipe TIT pidió con instancias á Roma la beatificación del Siervo de Dios; y otro tanto hicieron Felipe 1V, Carlos II y Fernando VI; intercediendo, junto con estos monarcas, los Obispos y mu- chas personas de México. En 1752 volvieron á hacerse nuevas gestiones, y entonces el Padre Maestro Fr. Bernardino Membrive, de la Orden de Predi- cadores, Consultor de la Congregación de Ritos, y postulador de la causa, presentó á la Santidad del Pontífice Benedicto XIV, varios opúsculos rela- tivos á las doctrinas y á la vida de nuestro Gregorio, y que conocemos, res- pectivamente, unos con el título de Compendium operis de Studioso Bibliorum ad apportunitatem causce venerabilis servi Dei Gregorii Lopez (Roma, 1751) y otros con el de Collectio Opusculorum de venerabili Servo Der Gregorio Lopesio (Roma, 1512). 1 La beatificación ha quedado desde entonces durmiendo el sueño del justo, como suele decirse: nada se ha hecho, ni nadie se ha vuelto á ocupar en ella. ¡Ojalá que nuevamente se promoviera y se lograra! Gregorio López dejó escritas algunas obras, entre ellas las que se han citado: Lxposición del Apocalipsis de San Juan, que tuvo tres ediciones, res- pectivamente, en 1727, 1787 y 1804, El Tesoro de Medicina, publicado en 1672 y 1727. Un Kalendario perpétuo, MS. y una Cronología de Adán hasta el reina- do de Felipe 11, también MS. ?2 Como se ve, Gregorio López fue un personaje notable, que tuvo panegi- ristas distinguidos como los Ilmos. Sres. Moya de Contreras, Arzobispo de México; Fr. Domingo Salazar, Obispo de Manila; D. Juan Díez de Árce, que lo era de Santo Domingo; y los Prelados de Tlaxcala y Guadalajara, Oaxaca y Guatemala; de Michoacán, de Yucatán y de Cebú; habiendo asimismo elo- giado á nuestro eremita, además de otros ilustres escritores, el Cardenal Agui. rre en su Colección de Concilios. El recuerdo de este hombre venerable y santo, nos ha quedado en su er- 1 Véase en este Apéndice la NOTICIA BIBLIOGRÁFICA: DZembrive. 2 Véanse las B2bliotecas de Beristain, Nicolás Antonio y León Pinelo. 366 Memorias de la Sociedad Cientifica LANALIIIIIIIAS mn WNIIILILLDILDDI0 III mita de Santa Fe, acerca de la cual, para terminar estas ligeras líneas, daré al lector algunas noticias, con motivo de una visita que hice á dicho lugar - el mes de Julio de 1890.! Santa Fe es una pintoresca población, cabecera del municipio de su nom- bre, perteneciente al Distrito de Tacubaya, en el Federal. Sa halla á 2,558 metros, término medio sobre el nivel del mar, en las lomas que dan acceso á la robusta cordillera occidental, que por este rumbo cierra el perímetro del Valle de México. El pueblo, que cuenta con cerca de tres mil almas, fue fundado por el insigne y benemérito Obispo de Michoacán D. Vasco de Quiroga; quien edi- ficó allí un Hospital para los indios, dándole el nombre de Santa Fe.? Cuando llegamos á este hermoso lugar, nos dirigimos luego al templo parroquial, cuya atrio tiene una portada de tres arcos. Bajo uno de ellos hay nua fuente con una lápida y en ésta la inscripción que en seguida copio: FUENTE DEDICADA ÁLA PUREZA DE MARÍA DiCIEMBRE 8 DE 1884 A. G. F, E. Lutrase después á un amplio cementerio sembrado de cruces y de losas sepulcrales: en el fondo, é inclinada hacia el poniente, se levanta la iglesia, de fachada pequeña y portada sencilla, en cuyo friso se lee: ASSVMUTA EST MARIA IN CULUM. Junto al templo y á la derecha del espectador está la casa cural. El se- ñor cura bondadosamente se sirvió enseñarnos en persona la parroquia, mos- trándonos asimismo los retratos del insigne fundador de Santa Fe; del ve- 1 Véase en El Artista, segunda época [México, 1891, páginas 75-82), mi artículo Uza e.r- cursión al Desierto, 2 Moreno, Lic. Juan José, Fragmentos de la vida y virtudes del V. Tlust. y Rimo. Sr. Dr» D, Vasco de Quiroga, primer Obispo de Michoacán. — México, 1766.— 42 "Antonio Alzate. 367 nerable P. Francisco de Losa, compañero de Gregorio López, y otros dos de éste, de los cuales ya tenía yo noticia por el Sr. Ágreda. Uno de dichos re- tratos representa vivo á Gregorio, del tamaño natural, en pie, y con los bra- zos eruzados: en el otro aparece muerto, también del tamaño natural. El primero de los retratos del Siervo de Dios, pintado por José de Paez en 1771, tiene esta leyenda: Verdadero retrato del Ve Gregorio López que vivió y murió en esta hermita. El lienzo se encuentra junto á la puerta del cuadrante: el otro está en el presbiterio, al lado de la Epístola, y tiene esta inscripción: V*- Gregorio López, 1596, que es el año en que el eremita dejó de existir. De la boca de Gregorio salen estas palabras: “Bonum certamen certavi, cursum consummani, fidem servavi, in raliquo reposita est miha Corona justitia.” Concluído de ver lo anterior, y el archivo de la parroquia, que empie- za en el año 1716, bajamos una pendiente al costado oriental del templo, y nos dirigimos á un bosque donde está la ermita situada á espaldas de la igle- sia. Se atraviesa una pequeña barranca por la cual corre un arroyo de agua dulce, que lame la base de dos lomas. El panorama es muy hermoso, y des- de aquí se descubre la mole de la fábrica de pólvora. Entramos después al bosque, y subimos á la derecha por un corto trecho de suave pendiente, don- de se hallan las ruinas de la ermita. Constaba ésta, á lo que parece, de un oratorio ó capilla! muy reducido, con techo de bóveda. Contigua á esta pie- za se encuentra otra pequeña con una escalera de piedra, muy angosta, que daba quizá acceso á otros cuartos superiores. Con positivo gozo ví que en la clave de la puerta de entrada á lo que supongo fue oratorio, se conserva la inscripción que otra vez dí á la estampa en la Revista de Letras y Ciencias, to- mo II, y la cual leyenda, que primeramente me fue comunicada por el Sr. Ágreda, dice: O MI DIOS QUIEN TUVIERA EL CORAZON TAN ENCENDIDO QUE DE PURO AMOR QUEDARA ABRASADO Y CONSUMIDO. ESCUELA DEL AMOR DE DIOS Y DESPRECIO DEL MUNDO, REDIFICOSE EL AÑO DE 1695. 1 Véase en El Artista, ya citado, página 81, un croquis de la ermita, que publiqué. 368 Memorias de la Sociedad Científica ”m PADIDSI LILHIOLNIIOLIIILLIIIIIIIAIII mn En la otra ala de la ermita, se ven otras piezas arruinadas. Estas vene- rables ruinas las visité con precipitación, por ser hora muy avanzada de la tarde, y no pude sacar medidas. Aquel lugar inspira un imponente respeto, y trae á la memoria el grato recuerdo de ese hombre virtuoso que supo de- safiar al mundo, y apartado de él, concluir sus días en tan envidiable: so- ledad. N (PÁGINA 282, TOMO V). De todos los Ilmos. Señores Arzobispos de México cuyas cenizas des- cansan en nuestra principal Basílica, sólo tres tienen lápida con epitafio, que cubra su huesa; cuales son: la del mo. Sr. Zumárraga, en la capilla de San Pedro; la del Ilmo. Sr. Aguiar y Seijas, en la capilla de San Felipe de Je- sús; y la del Tlmo. Sr. Dr. Garza, en la de la Purísima Concepción. La lápi- da que sellaba el sepulcro del Sr. Arzobispo Mañozca, cierra ahora, como se sabe, la eutrada á la pequeña cripta del altar de los Reyes. Voy á ampliar en la presente nota los datos biográficos del virtuoso y excelente Prelado cuyas cenizas se encuentran depositadas en la capilla de la Purísima, al lado de las del venerable y santo varón Fr. Margil de Jesús; y extractaré, para mi propósito, la biografía del Sr. Garza que dió á luz el Sr. D. Francisco Sosa en su interesante Episcopado Mexicano. Vino al mundo el Ilmo. Sr. Dr. D. Lázaro de la Garza y Ballesteros, en el pueblo de Pilón (Estado de Nuevo León ), según ya se dijo en otra parte de estos Apuntes. Á los trece años de edad, ingresó al Seminario de Monterrey, en donde cursó gramática latina y filosofía, con grande aprovechamiento. Más tarde, se dirigió á México para continuar sus estudios en el Seminario Tridentino, “¿que no tardó en ser para él, teatro de espléndidos triunfos, pues no sólo obtuvo el primer lugar, sino que en Agosto de 1805, defendió un Acto de Competencia en el derecho canónico.” En 1810 se recibió de abogado, y no contento el Sr. Garza se graduó de licenciado y de doctor por la Universidad en 1819, y de licenciado en leyes en 1830. Con vocación irresistible y verdadera para el sacerdocio, se ordenó en 1815; y en su carrera sacerdotal ocupó diversos puestos, entre otros, el de vicerector del Seminario, cura de Tepotzotlan, catedrático de cánones, se- Antonio Alzate. 369 Ñ LILIA PHIL DLL LIDIA LIE IL LL III cretario del Cabildo Metropolitano, cura de la Palma, cura y vicario foráneo de Tecozautla, promotor de la Curia, cura interino del Sagrario Metropoli- tano de México, y en propiedad desde el 17 de Marzo de 1832 hasta el 31 de Octubre de 1837, en.que pasó de Obispo á la diócesis de Sonora; puesto pa- ra el. que fue preconizado el 19 de Marzo de ese mismo ¿5o0:1837. El 8 de Oc- tubre le consagró en el Sagrario el Ilmo. Sr. Morales, apadrinando el acto el Colegio de Abogados. Partió para su diócesis el nuevo Prelado, comenzando, tan luego como se hubo hecho cargo de él, á desplegar un celo inusitado para el progreso y el bien de su diócesis. Fundó un Seminario, dejó trazada la obra:de su Ca- tedral, derramó por todas partes el consuelo de la religión é hizo sentir la influencia de su alma caritativa y bondadosa. 1 La fama del buen Obispo de Sonvra cundió en breve; y á la muerte del llamo. Sr. Posada, Arzobispo de México, el Cabildo Metropolitano se apresu- ró en Julio de 1850, á inscribir en primer término el nombre del Sr. Garza, entre los de los cinco sacerdotes propuestos para cubrir la vacante arqui- episcopal. En 39 de Septiembre de ese mismo año, se decretaba en Roma la translación del Obispo de Sonora al Arzobispado de México. En cumplimiento de esta disposición, salió el Sr. Garza de la capital de su Obispado, en 1? de Enero de 1851, llorado de todos, y en medio del pesar de los habitantes de su diócesis. El camino fue pesado y peligroso, y al ín pudo el nuevo Arzobispo llegar á México el 5 de Febrero: el 11 tomó pose- sión y al día siguiente el Ilmo. Sr. Madrid le impuso el palio arzobispal. Los méritos del Sr. Garza fueron grandes: continuó consagráudose con ardor á su santo ministerio; hizo muchas reformas; repuso algunas iglesias; recuperó en $3,000 el templo del Espíritu Santo, que se hallaba en poder de los adjudicatarios franceses y gastó de sus emolumentos y patrimonio más de $ 200,000 para obras de caridad. Al Sr. Garza tocó celebrar con toda pom- pa la declaración dogmática de la Pureza Inmaculada de la Virgen María, en 26 de Abril de 1855. Á consecuencia de las desgraciadas revueltas políticas de nuestra Patri:, por las cuales el Sr. Garza defendió, según el criterio de su conciencia, los intereses de su Iglesia, fue extrañado del territorio nacional por el Gobier- no, en 17 de Entero de 1860, juntamente con otros prelados. Tres días des- pués de la fecha que acaba de citarse, * presa de la nostalgia más profunda,” como dice uno de sus biógrafos, el Sr. Gurza fijó su residencia en Guadala- jara, cerca de la Habana. Llamado por Pío 1X, emprendió el viaje á Roma, no obstante sus enfezr- medades; pero no pudo pasar de Barcelona, por haberse agravado. El Obis- po catalán le hospedó en su palacio; le prodigó, llenándole de consideracio- Memorias [1893-94], TY. VIL 47 370 Memorias de la Sociedad Científica IODIILILIEIDIA LR TO LUISA DIILPISLDIIIIILLDIN nes, cuantos auxilios le fueron menester, y á las diez de la noche del 11 de Marzo de 1862, el Sr. Gurza dejó de existir, lejos de su Patria, de sus fieles y de sus amigos. Los funerales fueron suntuosos: se vistió al cadáver de pon- tifical, y se expuso en la capilla del Palacio Episcopal: en la basílica se can- tó solemne vigilia y misa, y se le inhumó en el cementerio de los Obispos fo- rasteros: al entierro asistieron las autoridades civiles y eclesiásticas. El general Santa Anna condecoró al Sr. Garza con la Gran Cruz de la Orden de Guadalupe. Vivió siempre con grande humildad y pobreza: fue un Prelado virtuoso y digno. Consagrá á los Ilmos. Sres. Loza y Verea, al pri- mero en la iglesia de San Fernando de México; y al segundo en la Colegiata de Guadalupe, Sin pompa ni ostentación se exhumaron las cenizas del que fue Arzobis- po de México; trajéronse también casi secretamente, y se les dió modesto lu- gar en la dicha Capilla de la Purísima de nuestra Catedral, donde descansan en envidiable tranquilidad. Ñ (PÁGINA 287, TOMO V ): En la página correspondiente á esta nota, se dieron algunas noticias re- ferentes á la disposición y fovma de la pequeña cripta de la Catedral de Mé- xico. Ampliaré dichas noticias, para completar un tanto lo que acerca de esa cripta sabemos; al propio tiempo que servirá el presente lugar, para hacer, por parte mía, una ligera rectificación sobre lo que ya dije en la misma pá- gina en que se cita la nota motivo de estas líneas. Por el año 1886, aparecieron en el periódico La Prensa, que se daba á luz en la Ciudad de México, lo que á continuación se copia: “¿ APUNTES HISTÓRICOS.—¿EN QUÉ PENSAMOs?— Los restos de los hé- roes D, Miguel Hidalgo, D. Ignacio Allende, D. Juan Aldama y D. Mariano Jiménez, inclusas sus cabezas,! fueron colocados en la bóveda que existe en el presbiterio de la capilla de los Reyes en la Catedral. Allí se pusieron por 1 Véase la nota €, Antonio Alzate. n 371 DALIIS DDD IIIIA mn ser el lugar destinado á la suprema autoridad civil de Nueva España; es de- cir, á los virreyes, y después se destinó á los presidentes de la República. Allí está el General D. Miguel Barragán, que murió en ese alto puesto.” ¿“La urna ó urnas en que fueron encerrados esos restos, no existen. D, Lucas Alamán y D José María Andrade, como mexicanos, y de su peculio particular, mandaron construir una urna de madera de cedro que forraron de terciopelo negro; tenía visagra y chapa ó cerradura. En esta urna se co- locaron todos los huesos, poniendo encima de ellos las calaveras; éstas, en la parte superior ó casco, ó su coronilla, tienen unas letras sin duda para dis- tinguirlas: una tiene H que se considera que es de Hidalgo; dos tien A, se- rán de Allende ó de Aldama, y la otra una J ó I, Jiménez probablemente. Esta urna está muy deteriorada, le falta la cerradura. La bóveda tendrá 2 metros 50 de alto; el suelo es húmedo, la parte que forma la crípta ó peque- ñas catacumbas, tiene la figura de cruz en su planta: por el pie está la entra- da y en la cabeza la urna del Presidente General D. Miguel Barragán; en- trando á la izquierda, lugar preferente, porque en los altares es el lado del Evangelio, se ve la gran urna de nuestros héroes.” “De la nave procesional se sube la escalinata de la capilla de los Reyes, donde está una barandilla y comienza el presbiterio; en el centro, inmedia- ta á la barandilla, hay una losa que forma parte del pavimento. Esta losa tiene las armas reales de España bien esculpidas, y sirve de escotillón ó puer- ta á la escotilla para bajar á la bóveda ó cripta.” “Esta losa tiene más de veinte centímetros de espesor, dos metros de largo y uno de ancho, es sumamente pesada, se necesitan ocho ó más hom- bres para levantarla; fue sin duda, la lápida sepuleral que se colocó en el del Arzobispo D. Juan de Mañozca cuando fue enterrado en esa bóveda en 1653, según aparece del escudo de armas cincelado en bronce, y de la inscripción latina puesta con letras de bronce, todo eso incrustado en la misma losa: és- ta es de mármol blanco, ó como le llaman chiluca blanca, de la que se encuen- tran algunas estatuas en las fachadas de Catedral. Faltan algunas letras, y las que quedan, como el escudo, también están verdes y desfiguradas por la humedad, porque todo esto queda en la parte inferior, recibiendo los mias- mas del subterráneo que solamente tiene un respiradero inmediato y detrás de la mesa del altar de los Reyes. Este respiradero, por estar entre la pa- red de madera que forma el retablo y el muro de mampostería, no produce el efecto de dar luz, sino únicamente respiración bastante escasa.”” “ Según la costumbre de la época, la lápida decía, poco más ó menos: “El ““*Tlustrísimo Sr. D. Juan de Mañozca, 122 Arzobispo de México, natural de ** Marquina en Vizcaya, fue colegial de San Bartolomé el viejo de la ciudad '* de Salamanca. Primer inquisidor de Cartajena y de la Suprema, Presidente 372 Memorias de la Sociedad CientAica PADLIILIDIILS ““ de Ja Cancillería de Granada, presentado para Arzobispo de México en 14 de “¿Junio de 1643; tomó posesión el mismo año, y falleció en esta Diócesis y “fue enterrado en esta Santa lelesia Catedral Metropolitana,” “Por el estado que guarda la madera de que está formada la urna, últi- ma memoria de la existencia de esos restos preciosos, es de temerse que pron- to tendrán por lecho un suelo muy poco digno para los padres de la Indepen- dencia Nacional. ¿En qué pensamos?— Vicente E. Manero.” El Sr. Manero ¡cosa extraña! no cita para nada ni el más pequeño frag- mento de hueso de D. José María Morelos. El día 6 de Mayo de 1893, á la una de la tarde visitaron varias personas la bóveda susodicha, entre ellas, los Sres. D. José María de Ágreda y Sán- chez, D. Luis González Obregón, D, Aurelio J. Venegas y D, Ángel Pola. Este señor publicó sus impresiones en el periódico El Universal correspon- diente al día 14 de los propios mes y año; ilustrándolas con algunos dibujos hechos por el joven.D. Carlos Alcaldo. Me parece interesante la relación del Sr. Pola, y de ella voy á tomar los datos substanciales. Las personas que hicieron esta visita bajaron por la ventila, detrás del retablo, “al que da acceso una portezuela, hecha 4un lado en lo vivo del al- tar, en cuyo respaldo se lee, adivinando, sobre unos brochazos de pintura co- lor de azogue: Juan Hernández.— Pintor.” Descendieron tres metros por una escalera de mano, sirviéndose por medio de tres sirvientes, de velas de cera, “cuya luz no era bastante para romper la obscuridad.” “La cripta —prosigue el Sr. Pola —tiene la forma de una eruz de Mai- ta, el piso hecho de mezcla de nivel y liso á pura cuchara de albañil; las pa- redes blancas, y menos altas por los brazos que por los otros extremos; la bóveda rayada en lienzos triangulares que se quiebran en los puntos de in- tersección de las aristas de la cruz; estando la mayor altura en el crucero, en donde coinciden los ángulos agudos. En el fondo, en punto opuesto á la ventila, hay unas gradas que son de la entrada á la cripta en forma de tra- pecio, obstruída por la grande y pesada lápida del Arzobispo Mañozca. En la pared á raz de la ventila, está incrustada otra lápida de mármol.” Aquí el Sr. Pola copia el epitafio de la huesa del Presidente General Barragán, que se halla, también, copiada en estos Apuntes. La inscripción comienza, en efecto, AQUÍ, y no como yo creía en un principio Aquí Y4CE: tuvo razón mi amigo el Sr. Ingeniero D. Manuel Álvarez, cuando me dijo, al comunicarme el texto del epitaño, que él había copiado éste al pie de la letra. Antonio Alzate. 1 38 IIEDILLLIDIIIZIIDIDIDIIIELIIISSL DPILLLLILIIILDILI III La urna que encierra los restos de nuestros insurgentes, tiene la figura de un sólido “tirando á copa— habla el Sr. Pola — de color de yesca, descan- sando sobre trozos de madera y éstos sobre otros, en sentido paralelo.” Le- vantada la tapa de la urna, se encontraron seis cráneos encima de un montón de huesos: sacáronlos todos con el mayor cuidado, tomaron la medida de ca- da uno de ellos, hallando que eran, respectivawente: un cráneo de Aldama, reconocible por una negra A mayúscula: otro, más grande, cólor de oro vie- jo, se presume ser de Hidalgo por estar marcado con la letra H: un tercero, parece ser el de Allende, por la marca Ae que tiene: en el cuarto, reconocie- ron al cráneo de Jiménez, por una X: en el quinto, en buen estado, vieron el de Morelos. Por lo que hace al sexto cráneo, nada nos dice el Sr. Pola. Alde Hidalgo le faltan los maxilares y se halla bastante mutilado en su base. No cabe duda que en las pésimas condiciones en que se encuentran estos restos, en breve quedarán destruídos, como hace observar rectamente el Sr. Pola, al fin de su artículo; en el cual puede ver el curioso lector, dibujados con ha- bilidad, la perspectiva de la cripta, la urna, el aspecto lateral del cráneo de Hidalgo, la parte anterior del mismo. y la entrada para el altar de los Reyes. ; 0 (PÁGINA 293, romo V). Ilustre por su vida y sus escritos fue el distinguido religioso carmelitano D. Fr, Manuel de San Juan Crisóstomo, apellidado en el siglo Nájera; y acer - ca del cual daré en esta nota brevísima noticia. En la Ciudad de México, patria de muchos esclarecidos varones, que han honrado de distintos modos el nombre de nuestra amada Patria, vió la luz primera el Padre Nájera el día 19 de Mayo de 1803, siendo sus padres D. Jose Ignacio de Nájera y D? María Ignacia Paul6,! de distinguida familia ambos. Empezó nuestro Nájera sus estudios en el Seminario de México, donde cursó latinidad, pasando á proseguirlos al insigne de San Ildefonso. Inclinó- se pronto á la vida religiosa, para la cual tuvo siempre verdadera vocación, tomando el hábito de nuestra Señora del Carmen en Puebla, en donde pro- .fesó el 10 de Junio de 1819, pasando al convento de México en clase de corista. Conforme á las reglas establecidas en la Religión, pasó Fr. Manuel en Enero 1 Noticia de la vida y escritos del Reverendo Padre Fray Manuel de San Yuan Crisós- torzo,'etc., por D. Lucas Alamán y D. Francisco Lerdo de Tejada. —México, 1854. Fol. men, 374 Memorias de la Sociedad Científica VASALLO DIDDIIIIDDIADI IIA II PADAIDIDIIIDADILDIDIID de 1822 á cursar Filosofía en el Colegio de San Joaquin, y al de San Ángel tres años más tarde, para seguir el curso de Teología, recibiendo las sagradas órdenes al siguiente año 1826. En 1828 fue nombrado prior del convento de San Lmnis, en el capítulo celebrado en Abril de ese año, “y esta posesión independiente —dicen sus biógrafos —le proporcionó dedicarse al estudio, cultivando los idiomas clási- eos antiguos, los principales de los modernos, y los de las diversas naciones que poblaban nuestro país antes de la conquista, en que llegó á adquirir pro- fundos conocimientos, y sin faltar á las obligaciones de su ministerio, comen- zó á trabajar en difundir su saber en varios ramos útiles, habiendo contri- buído mucho á la formación del Colegio Guadalupano establecido en aquella capital, en la que se dió también á conocer, llamando la atención desde sus primeros sermones.” En dicho Colegio — según sus mismos biógrafos —enseñó á los niños la Taquigrafía, consagrándose mucho á la educación de éstos ““con un afán ver- daderamente evangélico.” Señálase como monumento histórico, el sermón predicado por el P. Ná- jera en la iglesia del convento de San Ángel en 1831 con motivo de la festi- vidad del Patrocinio de Señor San José, por contener dicho sermón gran co- pia de datos referentes á la historia de la provincia de San Alberto —que tanto le hacían falta por carecer de crónica—y “el elogio de los religiosos ejemplares por su virtud ó distinguidos por su sabiduría, que en ella han flo- recido.” El sermón corre impreso, y en efecto es digno de nota y honra al ilustre sacerdote que con tanta oportunidad y acierto lo formó. El capítulo nombró al P. Nájera rector del Colegio le San Ángel, cargo gratísimo para nuestro religioso tan dado al trabajo y al estudio; debiéndo- sele entonces el arreglo y aumento de la Biblioteca, y la difusión de los cono- cimientos más sanos para literatura y la oratoria, tan necesarios para los re- ligiosos consagrados á la Cátedra del Espíritu Divino. La revolución política de 1832 que agitó á nuestro país, sacó de su reti- ro grato y solitario al P. Nájera, cuando, al decir de sus biógrafos y contem- poráneos, más dado estaba á sus tareas de religión y de enseñanza. La tem- pestad le lanzó fuera del territorio nacional, yendo á parar á la vecina del Norte, en donde quizá, en parte, con mayor tranquilidad, pudo nuestro Ná- jera, manifestar sus vastos conocimientos en la lengua de Virgilio y en las indígenas de México. Dió lectura, en efecto, ante la Sociedad Filosófica Ame- ricana de Filadelfia, que le hizo su individuo, á una disertación sobre la len- gua Otomi, que la Sociedad hizo insertar en el tomo V de la nueva série de sus Actas; y traducido al castellano por su propio autor, mandó darla á la es- tampa en México el año 1845 el Presidente de la República D. José Joaquín “Antonio Alzate. 375 PLSILIEIELL DIESEL LIDIA de Herrera. “El objeto de esta disertación! fue demostrar el origen asiáti- co de los primeros pobladores de nuestro continente, deduciendo la prueba de confrontación de los varios idiomas del antiguo Anáhuac con los asiáti- cos; y en cuanto al otomí, el célebre Prescott, autor de la Historia de Méxi- co, hablando de la singular semejanza de esta lengua con la chinesca, y de la existencia aislada de este idioma en el centro de tan vasto continente, co- mo de un asunto curioso para científica especulación, cita la disertación del P. Nájera y añade: — “El autor que es un sabio mexicano, ha dado un aná- “lisis muy satisfactorio de esta lengna notable, la cual ha quedado sóla en- “tre las lenguas del Nuevo Mundo, de la misma manera que en el Antiguo “ha permanecido el vascuense, acaso como los restos del naufragio de una “edad primitiva.”? — “Esta disertación procuró á su autor la honra de ser recibido en varias Academias de los Estados Unidos y de Europa.” Extractando, más bien que siguiendo, á los Sres. Alamán y Lerdo, en la Noticia de la vida y escritos del P. Nájera, citan en el orden cronológico de los sucesos, el Opúsculo publicado por nuestro religioso, que lleva por títu- lo: ““Observaciones críticas sobre el capítulo XIII del tomo último de la obra titulada: Exploración del territorio del Oregon, de las Californias y del Mar Ro- Jo, ejecutada durante los años 1840, 41 y 42, por Mv. Dufot, de Mofras, adicto á la Legación de Francia en México; opúsculo escrito en francés, que dedicó al Sr. D. Bernardo Couto, á la sazón Ministro de Justicia é Instrucción Pú- blica; y cuyo objeto era demostrar ó hacer patentes los errores en que con frecuencia caen los extranjeros que escriben acerca de cosas de América, “especialmente sobre las lenguas que en ella se hablan, y de que general- mente tienen pocos conocimientos.” En 1834, á consecuencia de un cambio político, volvió á la Patria el P. Nájera, siendo nombrado en Octubre de ese año prior del convento del Car- men de Guadalajara. “Desde este tiempo comienza una serie de trabajos importantes —dicen los Sres. Alamán y Lerdo, á quienes sigo en este punto textualmente —consagrados á la instrucción pública, á la beneficencia, al desempeño de las comisiones que se le encargaron por el gobierno eclesiásti- eo y secular, y á las obligaciones de su ministerio. En 1835 el gobernador D. José Antonio Romero lo nombró inspector de la Academia de pintura y escultura que entonces se estableció, y con ella nació el buen gusto en las bellas artes en aquella capital: en 1837, siendo gobernador el Sr. Eseobedo, se le comisionó para formar el plan de enseñanza de primeras letras en el Co- legio de San Juan, nombrándole inspector del mismo Colegio: en el propio 1 Voticia de la vida y escritos del P. Nájera, ya citada, página 11. 2 Prescott, Historia de la Conquista de México, en el original inglés tomo 111, Apéndice, parte I, fol. 396, nota 56.— Citado en la Voticía, etc., 1067 supra, 376 Mernorias de la Sociedad Cientifica , NOLILLILLILINIILIDIIIAILLIZ LION ISOLLDILL INDI IDLIDLIO0DDDDAA año, la asamblea departamental le encomendó la formación del plan de estu- dios de la Universidad, el cual fue aprobado por aquella corporación, y se ob- servó hasta el establecimiento del plan general de estudios decretado en 1844 porel general Santa'Anna: en 1841 fue nombrado presidente de la Junta Lan- casteriana, cuya comisión desempeñó hasta que habiendo cesado aquella Junta en 1844, continuó con el carácter de inspector de educación primaria, hasta 1845 que se le dió á ésta nueva forma. El general D. Antonio Paredes y Arrillaga, gobernador y comandante general de Jalisco, le dió el encargo en 1812, de reformar el Colegio de San Juan, y el docto informe que con es- to motivo formó, se imprimió en aquella época: adoptado el plan que propu- so; no sólo desempeñó el empleo de inspector del mismo Colegio, sino tam- bién se consagró á la cátedra de Elocuencia, que sirvió al mismo tiempo que daba á los cursantes de Teología en la Universidad, lecciones de lengua grie- ga, cuyo conocimiento creyó con razón que era esencial, tanto para los es- tudios teológicos como para el cultivo de la literatura profana y de las bellas letras.” “Cestas ocupaciones literarias, que desempeñaba todas gratuitamen- te, se agregaban las que la mitra le daba como sinodal, censor y teólogo con- sultor del Obispado. El gobierno político lo comisionó también diversas ve- ces, yá para reconocer el cerro del Col y cordilleras inmediatas á Guadalaja- ra, en las que se pensaba podría hallarse alguna causa de donde procedían los temblores que frecuentemente afligen á aquella capital, ya para examinar unos sepulcros antiguos que se descubrieron, aunque esta comisión no llegó á tener efecto, y ya consultándolo el Presidente de la República D. Manuel de la Peña y Peña, sobre el grave negocio de los Estados Unidos.” El P. Nájera adquirió bien pronto renombre de orador elocuente en el púlpito, y muchos de sus sermones, todos notables, se dieron á la estampa. Hácense notar, entre otros, el predicado el 12 de Diciembre de 1839 en la Encarnación, en el cual desenvolvió una idea nueva y atrevida entonces, acer- ca del verdadero punto de vista desde el que debía de considerarse la con- quista española. Puede encontrar el curioso é investigador lector algunos extractos de estos sermones en la Noticia de que me he valido para formares- tas líneas, así como de algunos discursos que nuestro religioso pronunció, en aperturas de academias y de cátedras. Mucho fue lo que tan infatigable sacerdote escribió y dejó escrito, ya publicado, ya inédito. Una noticia bibliográfica cireunstanciada sería inte- resante: quizá alguna vez, si me es posible, y Dios mediante, la daré á cono- cer al público lector. Entre otras cosas, son notables algunos dictámenes, varias defensas ju- diciales que hizo el P. Nájera y traducciones: una Carta apologética de la Antonio Alzate. n 377 na mi PIM obra teológica del P. Gazzaniga, dirigida al Dr. D. Mariano Guerra, catedrá- tico de aquella facultad en la Universidad de Guadalajara (1841): un Apén- dice á la Prosodia sobre la versificación española, que en 1844 escribió para las escuelas de Jalisco y otras varias. Dejó sin concluir, por no haberle al- canzado la vida, una tráducción de la Historia del comunismo, ó refutación his- tórica de las utopías sociales, por Alfredo Sudres; otra traducción de la Biblia, y la formación de un cuadro sinóptico religioso. El trabajo tan rudo que el P. Nájera tenía, le ocasionó una larga enfer- medad que le condujo al sepulcro el día 16 de Enero de 1853, á las cinco de la tarde, llorado de todos cuantos le conocieron de cerca ó por sus hechos. En la tarde del siguiente día, se condujo al cadáver de la casa mortuoria nú- mero 13 de la 1% de San Franeisco, en un carro fúnebre, con cincuenta po- bres del hospicio, á la iglesia del Carmen en donde fue recibido por la comu- nidad, cantándosele in continenti con toda solemnidad las vísperas de difuntos que concluyeron á las ocho de la noche. El día 18. en la mañana se llevaron los restos al convento de San Joaquín, distante legua y media de México: allí se cantó la Vigilia, se celebró misa de cuerpo presente, y en seguida se dió á los restos sepultura, interinamente. El 16 de Febrero de 1853, por ser muy reducida la iglesia del Carmen y hallarse á la sazón en obra, celebráronse solemnísimas honras fúnebres en el templo de la Profesa, con asistencia de las comunidades religiosas de Santo Domingo, San Francisco, San Diego, San Agustín y la Merced, las cuales cantaron sus correspondientes responsos de siete á ocho de la mañana. Á las nueve de la mañana, reunida la comunidad del Carmen con su Pro- vincial á la cabeza, diversas autoridades civiles y eclesiásticas, comenzó la Vigilia y después la misa, oficiando de pontifical el Ilmo. Sr. D. Luis Cle- menti, Arzobispo de Damasco y Nuncio del Papa. Concluída la misa, ocupó la Cátedra Sagrada el Dr. D. Juan Bautista Ormaechea, entonces canónigo de la Metropolitana, para pronunciar la oración fúnebre en aquellas solem- nes exequias. Hoy descansan las cenizas del insigne religioso del Carmen, en la Igle- sia de Jesús, en el lugar que en otra página de estos Apuntes se indica y en donde se lee asimismo, la elegante inscripción latina hecha por el Sr. D. Ber- nardo Couto, esculpida en el mármol que cierra la huesa, Memorias [1893=941, T. VIT, 48 378 Memorias de la Sociedad Científica s P (PÁGINA 315, TOMO V). Hállase entre nuestras iglesias históricas por excelencia, la de San Hi- pólito, que lleva el nombre de uno de los patronos de la Ciudad de México, por haber sido en 13 de Agosto, día en que la Iglesia conmemora á aquel San- to, cuando los conquistadores españoles entraron á la Capital de Nueva Es- paña, ya triunfantes y como poseedores de la *vieja Tenoxtitlan, Después del gran descalabro que los españoles sufrieron en la jornada que conocemos en la historia con el nombre de La Noche Triste, los que sobrevi- vieron quisieron perpetuar el hecho, levantando una ermita en el sitio en donde la refriega para ellos fue más terrible y más sangrienta. Asegúrase, ó a) menos se supone, que un Juan Garrido fue el promovedor de la construc- ción de tal ermita; pues ésta se conoció algún tiempo por de Juan Garrido. Después, corriendo el tiempo, quedó dedicada á San Hipólito, como he dicho. Caminando los años, el Venerable Bernardino Álvarez fundó una her mandad de eclesiásticos y seculares para recoger y asistir 4 enfermos, ancia- nos y dementes, formando unos estatutos en 1569, que envió 4 Roma, con aprobación del Arzobispo de México: la hermandad fue confirmada por Gre- gorio XIIT: los breves se expidieron en 5 de Mayo de 1585 por Sixto V, y los que componían la caritativa Corporación, se dieron el nombre de Hermanos de la Caridad. La iglesia que tomaron por suya, fue la ermita de San Hipó- lito, que por ser de adobe amenazaba ruina, y se trató de reconstruirla, ha- ciendo un templu en toda forma. | Ya en 1700, y por bula de 20 de Mayo, Inocencio XIT había confirmado en religión hospitalaria la Hermandad conocida de San Hipólito, mandándoles que observaran la regla de San Agustín, con noviciado de un año, y después de éste que se hiciese la profesión, ligándose á los cuatro votos de enstidad, pobreza, obediencia y hospitalidad. Otros Pontífices llenaron ála nueva Re- ligión de privilegios, hasta que por decreto de 1? de Octubre de 1820, fue su- primida, Por lo que hace al templo, empezóse la obra 'que duró muchos años, de- dicándose en 1739: se reparó más tarde, estrenándose en 20 de Enero de 1777, y en estos tiempos que corren, finalmente, se ha decorado todo el interior, sufriendo una verdadera transformación. Muy ligeramente voy á permitirme hablar acerca de cómo se halla en la !! Antonio Alzate. 379 SONLNADININIILIDIIA actualidad este templo, el único de esta especie en México que posee la de- coración con que recientemente se ha exornado el interior. - No voy á hacer crítica artística de ninguna especie: son simples obser- vaciones que me han surgido al visitar ex-profeso distintas ocasiones esta iglesia; y aun cuando ahora en las presentes líneas me aparto un tanto de mi costumbre de no entrar al terreno de la crítica, me parece que es la opor- tunidad de reflexionar acerca de nuestro gusto artístico en México. Acababa yo de llegar de un pequeño viaje á Europa, cuando se me dijo que la iglesia de San Hipólito había sido decorada al estilo bizantino. Gran curiosidad tuve en el acto, de ver el interior del templo, y á él me encami- né Describamos brevemente desde su exterior. El templo de San Hipólito está situado en esquina, dominándose ésta muy bien y angularmente á distancia desde nuestro hermoso parque de la Alameda. Delante de la iglesia hay un atrio ó cementerio, cerrado por una tapia, en cuya esquina, y hacia la calle se encuentra la inscripción copiada en otro lugar de estos Apuntes, y el simbólico bajo relieve acerca del cual se da noticia en la nota () del presente Apéndice. La tapia tiene dos puer- tas: la una al oriente, tapiada; la otra al mediodia. Á este viento cae la fachada principal del templo. La portada consta de tres cuerpos: el primero con puerta arcada en el centro; á los lados, respectivamente, dos columnas toscanas sin pedestales, y en los intercolumnios hay nichos, y en éstos sen- das estatuas, que representan : la de la derecha del espectador, á Santo Do- mingo, la de la izquierda á San Gregorio Taumaturgo; ambos patronos de la Ciudad de México. El segundo cuerpo consta de un estilobato sebre del que se levantan cuatro pilastras, cuyos ejes corresponden á los de las columnas del primer cuerpo: en un retablo central se ve de alto relieve la figura de San Hipólito, á quien la iglesia se halla dedicada: en los intercolumnios real- zan las estatuas de otros dos santos, que son: el de la derecha del observa- dor, San Felipe de Jesús; y el de la izquierda, San Antonio Abad, asimismo patronos de la Ciudad. El tercer cuerpo, consta de dos pilastras solamente, y dos piezas á ambos lados y al exterior de éstas, á manera de cartelas: en- tre las pilastras se abre una ventana, y arriba existe un nicho con la efigie en piedra, como todas las otras ya citadas, del Señor San José. Finalmente, un ático sencillo corona la portada. Á ambos lados de esta portada, se ven: _á la izquierda del observador el cubo de una torre que tal vez se pensó cons- truir: á la derecha, y en ángulo, la torre del templo, que consta de tres cuer- pos: en el segundo, hay un reloj eléctrico de tres carátulas, que miran cada una de ellas, respectivamente, la primera al nordeste, la segunda al sudeste y la última al sudoeste: el reloj fue puesto allí por el Ayuntamiento de 1888. y tiene la ventaja de que nunca está al corriente, como todo lo nuestro. 380 Memorias de la Sociedad Científica 'DAANLIILS DDD LID Penetremos ahora al templo. La puerta conserva sus magníficas hojas talladas: en el pavimento se ve un mosaico romano; la mampara de madera y cristales está exornada con azu- léjos de estilo árabe: al través de la vidriera del cancel, se mira la bóveda de lo que llamaremos coro bajo, decorada al estilo Renacimiento. He aquí una mezcla de estilos que previenen el ánimo para juzgar de la decoración ge- neral. Encuentro, desde luego, impropiedad en el uso de los azulejos árabes, pues que no es usado este estilo, en ninguna ciudad del Orbe Católico, para templos cristianos; y no lo he visto empleado mi en la misma España: por otra parte, creo absurda del todo la presencia de semejante estilo al lado del mosaico romano, y junto también del Renacimiento. Salvando el cancel, nos hallamos dentro del templo: el conjunto es bueno: domina el estilo bizanti- no: es frío, severo, si se quiere, pero dista de la grandiosidad que pudo ha- berle proporcionado la mayor sencillez en la exornación, como en Europa se observa en iglesias bizantinas. ] El templo consta de una sola nave, con erucero y cúpula: hay distribuí- dos cuatro altares en la primera, y dos en el segundo, mas el altar mayor de que luego hablaré. Dije que predomina el bizantino, porque se ha mezclado con el Renaci- miento, de donde resulta que el primer estilo pierde todo su valor, en mi hu- mildísimo concepto, desde el momento en que no se ha empleado con pureza. Las bóvedas están pintadas al fresco: la que sigue inmediatamente á las del coro, según las firmas, exornáronla el Barón de Cotllá, artista español re- ción venido á México, y un Sr. D. E. Reguer: en el centro de la bóveda se ve el simbólico ojo de la Providencia, en torno rayos de oro y cabezas de án- geles; luego en circunferencia las palabras: PROVIDENTIA. NEQUE. DICAS. ANGELO. NON. EST: después, fuera de esta línea, grupos de nubes y en me- dio de ellos figuras de ángeles con instrumentos músicos, y cabezas aladas, colocado todo con cierto descuido armonioso. En la ejecución de las figuras, paréceme que el movimiento de los paños debió haber sido más estudiado y natural: en las cuatro pechinas, sendos símbolos con las palabras de la le- tania: MATER SALVATORIS, TURRIS DAVIDICA, SPECULUM JUSTITIE, JANUA car. En el intradós de los arcos, bustos alternando ángeles y santos. La bóveda inmediata tiene un conjunto hermoso : la composición es su- perior y más feliz que la de la anterior: en el centro, el cordero sobre el li- bro: en torno, ángeles y rayos como en la precedente bóveda; el propio tin- te para el fondo general; y después, dando vuelta, las figuras de los doce apóstoles, entre las cuales hay algunas ejecutadas con maestría: las pechi- nas, con otros cuatro símbolos: PHEDERIS ARCA, STELLA MARIS, ROSA MÍS- "Atonnio Alzate..1 381 VPYDELICOLAILIIIO LLL LILIA LS DIILIEIIIDIIDIIDOOSS III TICA, VAS SPIRITUALIS. En este tramo se halla el púlpito, colocado al lado del Evangelio. En cuanto al crucero, sus brazos tienen forma absidal: las bóvedas es- tán igualmente decoradas: la del lado de la Epístola tiene pintada al fresco en el centro á la Virgen de Guadalupe: la del frente, una cruz: entre la rama- 7ón del adorno se ve multitud de figuras pequeñas de santos en diversas ac- titudes, y animales: el efecto no es bueno, ni el que tal vez se propusieron los decoradores: el intradós de los arcos torales, asimismo exornado con bus- tos alternados de ángeles y santos, Levántase aquí la cúpula, cuya exornación desdice por completo del adorno ó decorado general: nada feliz me parece su composición, antes bien bastante desgraciada, y poco digna de un templo de la ciudad de México: desde el centro, en donde se encuentra la linternilla, parten gajos de oro an- chísimos, simulando una inmensa estrella de ocho puntas: en unos recuadros, campean, produciendo mal efecto, cabezas aladas de ángeles: fuera de la es- trella, se ve un fondo á manera de papel tapiz del más corriente: en las ven- tanas, que son iguales á las del templo, aunque tienen vidrieras de colores el dibujo es muy vulgar: en suma, la cúpula carece de elegancia y de felicidad tanto en el conjunto como en los detalles de su exornación. En las pechinas se ven las figuras de los evangelistas : páaréceme que les falta un poco de gran- - diosidad y de vida. Tres gradas dan acceso al presbiterio: el pavimento tiene dos mosaicos primorosos: el del centro es romano. En medio se alzan otras tres gradas, y en seguida la mesa del altar, todo bajo un baldaquino de madera imitando mármol, compuesto de cuatro columnas bizantinas, sin bases, rematando al exterior la bóveda que sostienen las columnas, con globo y cruz: en el fon- do y bajo un arco, hay un fresco en cuyo centro se destaca la figura de San Hipólito. Tiene el fresco esta firma: T. Sanchez, Ato- 1893. Como antes de que se decorara este templo había yo visto en el presbi- terio al lado del Evangelio, el sepulcro del insigne fundador de los Herma- nos de la Caridad y de los hospitales de Huaxtepec y San Hipólito, busqué inmediatamente la leyenda que sellaba la buesa del venerable Bernardino Álvarez: en vana quise encontrarla: ésta ha desaparecido, como todo desapa- rece en México. ¿Por qué se borró de allí el humilde epitafio de la huesa de aquel hombre benemérito? ¿Quién con mano ignorante y temeraria, destru- yó el único recuerdo que teníamos de Bernardino Álvarez, recuerdo que de- bió por mil títulos dejarse intacto, inolvidable, siquiera por tratarse de las cenizas de un hombre que empleó su vida entera en el ejercicio de la cari- dad y de la virtud? Parece increíble que hasta personas ilustradas destruyan los monumentos de nuestras glorias, y contribuyan á echar en la hornaza del olvido lo que debe permanecer perenne y vivo. 382 Memorias de la Sociedad Cientifica NALILILIOIIIA Afortunadamente, copié con oportunidad el epitafio de la huesa del ve- . nerable Bernardino Álvarez, que puede ver el bondadoso lector dado á la es- tampa en el lugar respectivo de estos Apuntes (Iylesia de San Hipólito). El coro no tiene nada de notable: bajo la ventana, se lee lo siguiente : LAUDATE EUM IN THYMPANO ET CHORO LAUDATE EUM IN CHORDIS ET ORGANO. Finalmente, olvidábase decir que, entrando al templo, á la derecha y en una pilastra se advierte una lápida de mármol blanco, ligeramente veteado: en ella, con letras de oro y esculpidas se lee: MANUEL F. ALVAREZ INGO CIVIL Y ARQÉO- PROYECTÓ Y DIRIGIÓ LA DECORACIÓN DE ESTE TEMPLO 1893 En resumen: lo anterior no debe tomarse ni como una crítica ni mucho menos como una descripción: mi propósito ha sido comunicar mis impresio- nes, haciendo una que:otra observación, todo de buena fe: el conjunto ge- neral me agrada, tiene buen golpe de vista, y detalles muy buenos, excelen- tes, y otros bastante malos: hay, pues, de todo. Desagrada la mezcla de es- tilos, aun cuando cada uno de ellos, separadamente, tiene sus bellezas: si se hubiera empleado sólo el bizantino, por ejemplo, que es el dominante, en to- da su pureza, hubiera resultado algo más grandioso y digno de aquel histó- rico templo. La desaparición del sepulero de Bernardino Álvarez, es un he- cho que no puede ni podrá perdonarse nunca. Q (PÁGINA 316, TOMO V). En las páginas 301 á 304 del tomo III de los Anales del Museo Nacional de México, y con una lámina litográfica al frente de la primera, aparece dado á la estampa el siguiente artículo, que, bajo el título de Ex SuEÑño DE Mo- TECUHZOMA, escribió el ilustrado ex -director del Museo Dr: D. Jesús Sán- chez. "Antonio Alzate." 383 NALDLIILIDIDLIDIIIIILIIDDS Dice á la letra; “Llama la atención en esta Ciudad un relieve esculpido sobre piedra, que se halla en la parte exterior del ángulo que forma la tapia límite del atrio de la iglesia de San Hipólito. Una águila colosal vuela llevando suspendi do de sus garras á un indio en cuyo expresivo rostro se ve retratada la aflic- ción más profunda; una pampanilla ó tonelete formado con plumas, medio encubre su desnudez, pues no lleva otra pieza de vestido; por adorno única- mente ciñe su cabeza una corona también de plumas. Cerca de la pierna de- recha se ve un leño que arroja nubes de humo, lo cual indica su estado de ig- nición: en la parte inferior y alrededor del grupo, como sirviéndole de mar- co, existen un trofeo militar y adornos. ““El objeto de este artículo es el de explicar el significado del relieve y la relación que pueda existir entre el asunto que conmemora y el local en que se encuentra. “¿No podían faltar en las tradiciones de los indios mexicanos los hechos fabulosos que se refieren en la historia de todas las naciones al lado de los hechos mejor comprobados; un pueblo sumido en la mayor superstición é ig- norancia está siempre dispuesto á creer en todo lo maravilloso. Los historia- dores antiguos nos refieren que el reinado de Motecuhzoma II, y poco antes de la venida de los españoles á México, se notaron, según relación de los in- dios, algunos hechos extraordinarios, verdaderos presagios del próximo fin de la monarquía azteca y de la dominación de los hombres blancos venidos “por donde sale el sol.” '“ Exaltada la imaginación del monarca citado en grado sumo por la im- presión que en su ánimo producían la presencia en el cielo de un gran come- ta y otras señales de la próxima destrucción de su imperio, buseaba un lugar donde retirarse para siempre de la corte y de los negocios públicos. “Cuenta la historia, dice el P. Durán,! que andando Monteguma buscan- “do y imaginando dónde se ir 4 esconder, que aconteció un caso prodigioso “con un indio de la provincia de Tezcuco, natural del pueblo de Coatepec, “y es que estando un indio labrador labrando sus milpas (ó sementeras, que “Cesto quiere decir milpas), con todo el sosiego del mundo, baxó de lo alto “un águila poderosísima sobre él y echándole mano con las uñas de los ca- ““bellos, le subió á lo alto, tanto que los que le vieron ir casi le perdieron de “vista, y llevándole á un alto monte le metió en una cueva muy oscura, y “¿puesto allí oyó al águila decir: poderoso señor: yo he cumplido tu manda- “(do y aquí está el labrador que me mandaste traer; el qual oyó una voz, sin “ver quién la hablaba, que dixo: seais bien venidos: metedlo acá, y sin ver 1 Historia de las Indias de Nueva España, tomo 1, capítulo LXVII. 384 Memorias de la Sociedad Científica ** quién, le tomaron por la mano y lo metieron en un aposento claro, donde ““vido estar á Montecuma, como dormido y casi fuera de su natural sentido, “¿y haciendo sentar al labrador en un sentadero junto á él, le fueron dadas ““unas rosas en la mano y un humaco de los que ellos usan chupar, encen- ““ dido, y díxole el que se lo dió: toma y descansa y mira ese miserable de “ Montecuma quál está sin sentido, embriagado con su soberbia y hinchazón, ““que á todo el mundo no tiene en nada; y si quieres ver quán fuera de sí le “tiene esta su soberbia, dale con ese humazo ardiendo en el muslo y verás “cómo no siente. Elindio, temiendo de le tocar, le tornaron á decir: tócale, ““no temas: el indio con el humazo ardiendo le tocó y el Monteguma fingido *“no se meneó ni sintió el fuego del humazo. “¿La voz que le hablaba le dijo: ¿ves cómo no siente y cuán insensible ““está y cuán embriagado ? pues sábete que para este efecto fuiste aquí trai- ““do por mi mandado: anda, ve, vuelve al lugar de donde fuiste traido y di- ¿“le á Monteguma lo que as visto y lo que te mandé hacer; y para que entien- ““da ser verdad lo que le dices, dile que te muestre el muslo y enséñale el “lugar donde le pegaste el humazo, y hallará allí la señal del fuego; y dile ““ que tiene enojado al Dios de lo criado, y que él mesmo se a buscado el mal “ que sobre él a de venir y que ya se le acaba su mando y soberbia: que goce “bien de esto poquito que le queda y que tenga paciencia, pues él mesmo se “Cha buscado el mal: y diciéndole estas palabras mandó salir el águila que lo *“quía traido y que lo volviese á su lugar. El águila salió y le tornó á tomar ““por los cabellos con las uñas y le truxo al lugar mesmo de donde le auia “traido, y en dexándole dixo: mira hombre bajo y labrador que no temas, “sino que con ánimo y corazon hagas lo que el Señor te a mandado, y no se (te olvide algo de las palabras que as de decir; y con esto se tornó el águila “4 subir por el aire y desapareció. ““El'pobre labrador, como quien despertaua de un sueño, se quedó es- ““pantado y admirado de lo que auia visto; y así comu estaba con la coa, en ¿“la mano, vino delante de Monteguma y pidióle queria hablar, y dándole en- ““ trada, humillado ante el, le dijo: ““poderoso Señor: yo soy natural de Coa- ““tepec, y estando en mi sementera labrándola llegó un águila y me llevó á “un lugar donde vide un gran Señor poderoso, el cual me dixo descansase, “¿y mirando á un lugar claro y alegre te vide sentado junto á mí y dándome ““ unas rosas y una caña ardiendo que chupase el humo della: despues que “ estaua muy encendida me mandó te hiriese en el muslo, y te herí con aquel “fuego y no hiciste nengun movimiento ni sentimiento del fuego, y dicien- ““do cuán ensensible estabas y cuán soberbio, y como ya se te acababa tu ““reynado y se te acercaban los trabajos que as de ver y experimentar muy “en breve, buscados y tomados por tu propia mano y merecidos por tus ma- 1 Antonio Alzate. 1 385 LSIISVINDIIIIIIDIPDLI0D III III IO III II0OD III II NIN INN ““las obras, me mandó volver á mi lugar y luego te lo viniese á decir todo lo “£ que auia visto: y el águila tomándome por los cabellos me volvió al lugar ““ de donde me auia visto: y el águila tomándome por los cabellos me volvió “fal lugar de donde me aula llevado, y vengo á te decir lo que me fué man- “dado. “* Monteguma, acordándose que la noche antes auia soñado que un vil ““ hombre le heria con un humazo en el muslo, miró el muslo y halló en él ““una señal y en ella un gran dolor que no la osaba tocar, y sin mas pregun- ““ tar al indio cosa nenguna, llamó á sus alcaides y carceleros y mandó que ““ echasen aquel indio en la cárcel, y que no le diesen á comer sino gue mu- *“riese allí de hambre, El indio fué echado en la cárcel y olvidado en ella, “sin que hombre tuvise cuidado de dalle de comer; y creciéndole el dolor en ? *“el muslo estuvo algunos dias malo en la cama, curándole los médicos con *“mucha diligencia. ....” Hasta aquí el P. Durán. Comentando este pasaje el Sr. Orozco y Berra, dice:1 “Esta fábula, más bien hermoso apólogo, presenta los caracteres de “su origen azteca. Fue compuesto para motejar 4 Motecuhzoma su excesi- “¿yo orgullo, su descuido en los negocios públicos, su apatía en conjurar los *“ males que amenazaban al país : lección al principio, el público la adoptó des- ““pués como verdad, á no ser que de cierto fuera un consejo dado por algún “campesino, quien tuvo trágico fin por atreverse á aquella majestad irri- “table.” ““ Explicado el significado del relieve, queda sólo el apreciar la relación que exista entre él y la localidad en qué se encuentra. En el artículo 4rmas de México del Diccionario Universal de Historia y Geografía publicado en es- ta ciudad, el Sr. D. Fernando Ramírez expone una opinión con la cual no estamos conformes. ““La fortuna, dice, es voluble, y aunque el águila me- “xzicana pudo ya considerarse absuelta del anatema que en el siglo anterior “le fulminó el Sr. Palafox y en los sucesivos continuó formando, con pri- ““vilegio y permiso del Virey, el escudo de la “Gaceta” del P. Sahagun y “* Arévalo, parece que en el año de 1739 recibió un rudo golpe, cuyo recuer- “do se conserva hasta hoy en el ángulo del atrio de San Hipólito. Allí se ve, ““ en alto relieve, un indio rodeado de antiguos trofeos militares, volando por ““log aires y demostrando la más profunda aflicción, prendido por las garras “¿de un águila.—En ese año se concluyó la reedificación de aquel templo, 4 “expensas del Ayuntamiento, y no puede dudarse que el intento de este em- “blema, aparentemente absurdo y caprichoso, fuera el de inspirar á los in- ““ dígenas horror por su ave favorita, en la que el escultor quiso, ciertamen- “5 Historia antigua y de la conquista de México. Tomo 3? capítulo IX. Véase acerca del mismo asunto: Tezozómoc, Crónica Mexicana, cap. CHI, y Códice Ramírez, pág. 78. Memorlas [1803-94], T. VIT, 49 386 Memorias de la Sociedad Científica IPDNSLIILSL III DI ILLIS DIAL IIDI III ““te, simbolizar al “demonio.” El pensamiento fue ingenioso y la elección “del lugar acertada, pues allí se celebraba anualmente, el 13 de Agosto, la “conmemoración de la conquista de la ciudad, con la fiesta cívica llamada “del “Pendón.” | ““La manera empleada para hacer odiosa á los mexicanos el águila de su divisa nacional, no me parece bien escogida: creo, con el Sr. Orozco y Be- rra, que se trató de representar en el relieve uno de los pronósticos de la des- trucción del imperio mexicano, y que el Ayuntamiento lo colocó allí por la razón consignada en la inscripción siguiente que, esculpida en un óvalo de piedra, sirve de remate al grupo del águila: “¿Tal fué la mortundad que en este lugar hicieron los aztecas á los españoles “la noche del día 12 de Julio de 1520, llamada por esto Noche triste, u que des- “pues de haber entrado triunfentes á esta Ciudad los conquistadores, al año st- ** guiente, resolvieron edificar aquí una hermita que llamaron de ¿os mártires y la dedicaron á San Hipólito por haber ocurrido la toma de la Cuidad el día e “* ded San Hipólito por hab lo la t le la Ciedad el dia 13 d '* Agosto en que se celebra este santo. ** Aquella capilla quedó á cargo del Ayuntamiento de México quien acordó ha- “cer en lugar de ella una iglesia mejor, que es la que hoy existe, y fué comenzada Cen 1559.1 “+ Para concluir esta nota debo advertir que la circunstancia de que el indio representado en el grupo lleva sobre su cabeza una corona, ha hecho suponer á algunos que representa al mismo monarca, y fundados en esto, di- cen que representa El sueño de Motecuhzoma. Efectivamente, un peón del cam- po, un:mazehual, como le llama Tezozómoc, no debía llevar corona; mas no dejando duda sobre este particular las relaciones de los historiadores cita- dos, debemos creer más bien que el artista que ejecutó la obra no se ciñó á la verdad histórica y presentó impropiamente ataviado al indio del relieve. Yo, para no alterar la manera más conocida de designar el monumento á que me he referido, he titulado á estas mal forjadas líneas El sueño de Motecuh- zoma.” El estudioso joven y amigo mío D. Luis González Obregón, publicó la historia del sueño de Motecuhzoma en su México Viejo, págs. 171-177, bajo el nombre de Jza LEYENDA DEL LABRADOR y en otra forma, “Antonio Alzate. » 387 R (PÁGINA 324, TOMO V). La capilla que en el vastísimo recinto del convento de San Francisco de México, se consagró 4 NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU, ha desaparecido completamente en estos últimos tiempos, para edificar en parte del sitio en donde se encontraba, el templo dedicado 4 nuestro insigne compatriota el Santo mártir Fr. FELIPE DE JESÚS. E Entre lo poco que de la capilla en que noz ocupamos, había quedado, contábase su portada del Poniente, donde se encontraban las inscripciones que erotro Ingar de estas líneas se asientan; y puesto que no existe aquí un átario donde se den á conocer, como hicieron en otros tiempos cuidadosas per” sonas, las principales noticias de lo que acontezca, daremos ahora cuenta al lector de cómo al cabo de dos centurias vino á desaparecer por completo una capilla que encerraba uno de los más grandes y famosos conventos de reli- giosos edificados en la vetusta capital de Nueva España; capilla debida 4 la munificencia de piadosos vascongados, y cuyo solar ha corrido mejor suerte que otros de diversos templos de la misma México; pues sobre él se erige, co- mo se ha dicho, un nuevo monumento cristiano donde rindamos culto á la Divinidad. Y ya que las piedras de la antigua construcción han rodado por tierra, oportuno será, si el lector desea seguir nuestro camino, dar breve no- ticia de la célebre capilla de Aranzazu, y del origen que en España tuvo la imagen de Nuestra Señora conocida bajo aquella advocación. Corría el año 1649 de nuestra era —dice Fray Juan de Luzuriaga, en su Paranymplo celeste —cuando un sencillo pastor entregado á habituales fae- nas, en las ladera de Alona, que termina los altos Pirineos antre las antiguas provincias cantábricas de Guipúzcoa y Álaba; aquel pastor, decimos, bajó como impulsado por algo extraño por las vertientes de la montaña hacia un barranco. Tenía el mancebo de diez y siete á diez y ocho años y se llamaba Rodri- go de Balzategui, y bajado que hubo á la barranca, divisó á lo lejos un espi- no verde y sobre él, á su parecer, un personaje; admirado por semejante apa- 388 Memorias de la Sociedad Científica rición, en tales circunstancias, acercóse al espino, y cuál sería su sorpresa al contemplar á una matrona hermosa que llevaba en brazos á un niño celes- tial. Confuso el pastorcillo, no se escapó á su inocencia, que en aquella apa- rición se le presentaba la Madre de Dios con su hijo amado : entonces Rodri- go cayendo de hinojos exclamó en vascuence: ¿ARANZAZU? Lo cual en cas- tellano significa: —¿VOS EN EL ESPINO? (De Aranza, espino; Zu, vos ).— Repuesto de la emoción cubrió el campesino la imagen con las ramas y ho- jas que pudo haberse á las manos, celoso de que otro pastor gozase de tal dicha ; y partiendo presto á su cabaña, contó á sus padres y á su familia el prodigio singular de que había sido testigo. No dió crédito al principio nadie 4 Ro- drigo, pero al fin todos se encaminaron á la barranca, teatro del suceso, y la emoción fue entonces verdaderamente indefinible; y movidos por la maravi- lla del hecho, se dirigieron poco después á la Villa de Oñate, para hacer á sus moradores partícipes de la buena nueva de la aparición de la imagen, que desde entonces llevó el nombre de ARANZAZU. Tal es la dulce tradición que refiere el cronista citado anteriormente. Continúa el narrador diciéndonos que los habitantes de Oñate erigieron á la Virgen aparecida una ermita en el mismo lugar del acontecimiento. Es la Virgen una escultura pequeña y lleva un niño en el brazo izquierdo: la mano derecha levantada y en actitud de quien bendice; lo mismo el niño, quien tiene en sa máno un mundo. La fama del milagro dizque voló per toda España, y muchos peregrinos iban frecuentemente á visitar la ermita. Con el objeto de hospedar á aquellos en ese lugar, los de Oñate y Mondragón fundaron una Cofradía dedicada á tal objeto. El número tan crecido de visitantes á la ermita, hizo pensar á una dama distinguida, de nombre D? Juana de Arriaran, en la fundación y cons- trucción de un convento pequeño, ajustado á la capacidad del sitio, y entre- garlo á alguna orden religiosa que se encargara de su custodia y progreso. La crecida suma de limosnas que contribuyeron á engalanar la ermita, faci- litó la realización del proyecto de la piadosa señora, llevándose pronto á ca- bo, fundado por doce religiosos mercenarios. Se escogió la Orden Militar de la Merced, sin duda, entre otras razones, por la de ser profeso de la religión citada, D. Pedro de Arriaran, hijo de la fnndadora. Dos fueron los primeros mercenarios nombrados por el Generalísimo de la Orden Fr. Antonio de Mo- relli: Fr. Pedro de Arriaran y Fr. Tristán de Salazar y Guevara; más tarde se añadieron los demás religiosos para completar el número que se había fi- jado. Debido tal vez á lo ingrato del clima del lugar donde se erigió el con- vento de Nuestra Señora de Aranzazu, á las terribles tempestades que se descargaban de continuo y las enfermedades que hicieron sucumbir á muchos "Antonio Alzate. n 389 DADADADIIIDDLIDIOIII0DIIISIDIIIIITN NOPAL ADI0IO0DIIDI0IIII III religiosos, contribuyó too á hacer penosa la estancia de los mercenarios en Aranzazu, peligrando en cierto modo la obediencia regular, como dice un en- tendido cronista franciscano. Abandonaron, por lo mismo, el convento los religiosos, perseverando he- roicamente en él, y con permiso del Superior, nuestro Fr. Pedro de Arriaran, quien trocó su apellido por el de Aranzazu, en honor de la Virgen. Los demás religiosos pretendieron entonces tomar á su cargo el convento de Aranzazu, siendo preferida la Orden Tercera de San Francisco; y por privilegio espe- cial, el célebre cuanto famoso Cardenal D. Francisco Jiménez de Cisneros, facultado plenamente, invistió á los Terceros franciscanos de las prerrogati- vas de que gozan los de la Orden Primera de Observantes. Otras causas hicieron que, á su vez, los de San Francisco dejaran el con- vento, del cual se encargaron los dominicos; pero al fin volvieron los fran- ciscanos á estar al frente de Aranzazu, para siempre; propagando el culto de la imagen venerada que tuvo asiento también en el suelo mexicano. Fundado el convento de San Francisco en la ciudad de México, no fal- tó en él lugar destinado á la veneración de la milagrosa Imagen española de Aranzazu, pues se hizo una capilla, descrita por el padre Betancurt en su Crónica de la Provincia del Santo Evangelio (pág. 33). Al entrar en la Por- tería se encontraba una escalera de las cuatro principales del monasterio, compuesta de tres ramas, y dedicada á San Buenaventura, adornándola lien- zos con pasajes de la vida del Santo, cuadros que hoy se hallan en nuestra Escuela de Bellas Artes. En el primer descanso se veía una puerta grande y dos pequeñas que daban entrada á la capilla de que hablamos, la cual medía doce varas en cuadro; mirándose á los lados dos altares consagrados el uno á San Francisco y el otro á San Buenaventura, de talla entera ; en los cuatro ángulos y sobre sendas repisas descansaban otros tantos lienzos, representan- do, respectivamente, 4 Santo Domingo, San Francisco, San Agustín y San Ignacio. El techo era de artesón dorado, con los ocho atributos de la Vir- gen, de medio relieve, destacándose en el centro un cuadro con la Anuncia- ción de María Santísima. La capilla estaba provista de una tribuna y un ór- gano, y cuando escribió el Padre Betancurt, estas noticias, aquel pequeño Santuario era propiedad del capitán Alonso de Calderón, quien probablemen- te lo compró para su entierro, según el uso de la época. El aumento del culto hizo que fuera demasiado reducido el recinto de 390 Mexorias de la Sociedad Cientifica NOCILLILAODZ LL LL III ELL DI LIO IO DOLO LISAS LIDIA IIA PAIS I O LE LI SOI III DIA la Capilla, y decidiéronse entonces los devotos á ampliarla; pero edificándo- la en otro lugar del monasterio. ** Aunque en lo interior del Convento — decía Fr. Agustín de Betancurt -- en el descanso de la escalera principal tiene la nación Bascongada Capilla de Nuestra Señora de Aranzazu y su entierro en un cañón de bóveda debajo del descanso; viendo que por estar tan adentro no se podía gozar de todos su hermosura, ni podían velarle las mujeres, determinaron para desahogar su de- voción ardiente, fabricar en el compás del patio enfrente de la Tercera Orden una Capilla, y aunque de parte de los Naturales hubo resistencia, porque pa- ra que fuese á su deseo, cumplida, necesitaron parte del sitio que ocupaba un portal donde estaba un altar de San Antonio, que pertenecía á los indios otomites, que era el lugar donde tenían su entierro; habiendo pasado el li- tigio ante el Sr. Marquez de la Laguna, considerando el culto que se seguía á la Sagrada Imagen y consuelo de sus devotos Vizcainos, dió licencia para la fábrica con tal que'se hiciese á'costa de los Bascongados al glorioso San Antonio una Capilla de bóveda de doce varas, que tuvo lagar lo que tanto desearon.” . En efecto, se dió principio á las obras en 27 de Septiembre de 1082, y el jueves 25 de Marzo de 1683 á las cuatro de la tarde, se colocó la primera pie- dra de la Capilla de Aranzazu, con asistencia del Tllmo. Sr. Arzobispo de Mé- xico, que entonces lo era el Dr. D. Francisco de Aguiar y Seijas. La Capilla tenía treinta y seis varas de largo por doce de ancho, con cua- tro bóvedas, una baida, peraltada, con linternilia. 'Puvo dos puertas: una al Poniente, frente á frente de otra de una capilla, de la cual quedan vestigios, dedicada á la Tercera Orden, y en cuyo terreno y parte del atrio del Conven- to se edificó una casa particular que hoy es el Hotel Guardiola. La segunda puerta daba al Sur, con un bajo relieve que representaba 4 San Prudencio Obispo, y adornada con columnas y cuadros. La sacristía se colocó á la es- palda, es decir al Oriente, pues de este rumbo al Ocaso era la situación de la Iglesia. Arriba de la sacristía, se dispuso la sala de juntas y todo se arregló al cuidado del lego Fr. Juan Camacho, que también hizo el templo de Chu- rubusco y el de Santa Isabel. El Lic. D. Antonio de Robles en su Diario de sucesos notables nos da la noticia de la dedicación de la capilla en estos términos (número correspon- diente á Diciembre de 1688): ““Sábado 18 se dedicó á la Capilla de Nuestra Señora de Aranzazu en San Francisco, con procesión desde su Capilla anti- gua con la imagen de nuestro Padre San Francisco: hubo vísperas y salve, que cantó la Capilla de la Catedral. — Domingo 19, predicó el definidor Pr. Luis Morote; misa el provincial Fr. José Sánchez; fue el virrey conde de Gálvez.” Antonio Alzate. .: 391 ILLIA ARIAS LILIA AI La portada principal que tuve la buena suerte de conocer, constaba de dos cuerpos: en ésta se hallaban las leyendas que, al hablar de la ex -capilla de Aranzazu en el lugar respectivo de estos Apuntes, se copian; y puede ver el curioso lector. En 1861 cuando la Reforma dió cima á su obra, tocó en suerte al Con- vento de San Francisco quedar suprimido para uso de su Orden fundadora. Se abrieron calles en aquel lugar, se destruyeron algunas de sus capillas con- virtiéndolas en casas dle particulares, parando otras en poder de algunos pro- testantes, y quedando convertida en bodega la de Aranzazu, durante largo tiempo; la yedra crecía por entre las cuarteaduras de las bóvedas, cubrien- do también el pavimento de tierra; en tan lamentable estado conocí la Capi- lla de Aranzaza, hace no mucho tiempo; desnudos sus muros y chorreados por la lluvia que penetraba por las ventanas sin cristales. Entonces el Sr. Pbro. D. Antonio Plancarte y Labastida, resolvió, comprando aquel terreno sagrado y con las limosnas que suministrarían los fieles mexicanos, acome- ter la empresa, extraordinaria en la época actual, de edificar un templo á nuestro Santo compatriota San Felipe de Jesús, protomártir del Japón. Puso el Sr. Pbro. Planearte manos á la obra, como es bien sabido, en- cargándose el Sr. D. Emilio Dondé de formar un proyecto para la construc- ción del nuevo templo, cuyos cimientos comenzaron á abrirse, y cuando es- tuvieron dispuestos para recibir los muros, se colocó en el ángulo SE. la pri- mera piedra con la mayor solemnidad, el 2 de Agosto de 1886, teniendo yo el gusto de asistir 4 aquella espléndida ceremonia. El acta que con motivo de suceso tan memorable se levantó, y que no ereo inútil transcribir aquí, dice á la letra: “¿EN EL NOMBRE DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD y bajo el Patrocinio de la Bienaventura siempre Virgen María, en su advocación de Guadalupe y del Patriarca San Francisco de Asís, hoy lunes 2 de Agosto de 1886, se colocó solemnemente esta piedra angular del templo que levantan los mexicanos con espíritu de expiación por sus muchos descarríos, en honor de su compatrio- ta SAN FELIPE DE JESÚS. ““Bendijo la piedra y la colocó el Ilmo. y Rmo. Sr. Dr. D. Pelagio An- tonio de Labastida y Dávalos, 342 Arzobispo de esta Metrópoli. Apadrinó el acto, la Sra. D? Carmen Romero Rubio de Díaz, esposa del actual Presiden- te de la República D. Porfirio Díaz, con asistencia de los más insignes bien- hechores de la obra y de un inmenso concurso de fieles. “La planta del templo fue levantada por el arquitecto D, Emilio Don- dé, por encargo del Sr. Pbro. D. J. Antonio Plancarte y Labastida, promo- tor de la erección de la iglesia. 392 Memorias de la Sociedad Cientifica e ¿“Ocupa la planta una parte del antiguo atrio de San Francisco y los si- tios donde se fabricaron hace doscientos años, las capillas de Aranzazu, la Purísima y San Antonio de Padua. “¡Que Dios, por su misericordia, bendiga nuestra obra! ““El Ilmo. Sr. Arzobispo ordenó que se levantara esta acta autorizada con su firma y sello, suscribiéndola también la Sra. Rómero Rubio de Díaz y el secretario de Cámara que da fe. “(+ Pelagio Antonio, Arzobispo de México.— Rúbrica.— Carmen Hi. Ri. de Díaz.—Rúbrica.— Por mandado de S. S. llma.— Lic. Ignacio Martínez Ba- rros, Secretario.— Rúbrica,” De entonces acá el adelanto de las obras se ha hecho sensible : la elegan- te Iglesia cuya planta se dispuso de Sur á Norte, consta de tres naves; todas tienen ya cerradas sus bóvedas; el estilo es románico y la fachada consta de tres puertas, con hermosas columnas la principal; una suave escalinata da- rá acceso al interior del templo, que todos esperamos ver pronto y felizmen- te concluído. Dos palabras más para terminar, pero que se ligan con la ilustre Cofra- día de NUESTRA SEÑORA DE ARANZAZU. Cuando por Real cédula de 12 de Septiembre de 1753 el Rey D. Carlos III aprobó la fundación y constituciones del Colegio llamado de San Igna- cio de Loyola de México, ! concedió el patronato y dirección á la Cofradía de Aranzazu. Hoy, el Colegio que se conoce con los nombres ó de Colegio de la Paz ó de Las Vizcaínas, se encuentra dirigido por una junta nombrada por el Gobierno. S (PÁGINA 335, TOMO V). Después del gobierno del insigne y gran Conde de Revillagigedo, segun- do Virrey de Nueva España de aquel título, sucedióse el del Marqués de Branciforte, que estuvo muy lejos de imitar las virtudes de su predecesor y de proseguir por el camino de ilustración y de progreso que le marcó perfec- tamente Revillagigedo. 1 Olavarría, El Real Colegio de San Tenacio de Loyola, etc, México, 1889.— 42 ALAS + e w Antonio Alzate." 393 Sin embargo, la conducta que Branciforte observó con Carlos IV, sirvió para que la administración de este Virrey legara á México un monumento que al través de los años cada vez más se admira y que está considerado co- mo una obra de arte que tiene contadísimas rivales en el mundo. Hablo de nuestra soberbia estatua ecuestre, que México guarda como de maravillosa factura. Aun cuando en el curso de la breve exposición epigráfica, que en las pá- ginas respectivas de estos Apuntes y al hablar de dicha estatua, se encuen- tra, remití al lector para pormenores, á la consulta del Diccionario Universal de Historia y de Geografía, conviene, sin embargo, dar ligera noticia acerca de la historia de nuestro famoso monumento. Queriendo dar Branciforte una prueba de lealtad y de amor á Carlos 1V, le pidió permiso en 30 de Noviembre de 1795, para erigirle en México una estatua, cuyo costo no saldría de la Real Hacienda, sino de los fondos par- ticulares del Virrey. No tuvo empacho el soberano en acceder á las preten- siones del solicitante, y concedió el permiso en 5 de Marzo del siguiente año. Activo anduvo luego el Virrey, y muchas personas solicitaron subscri- birse para sufragar los gastos de la obra, apareciendo en la lista de los donan- tes, los nombres del Arzobispo, de ambos Cabildos eclesiástico y secular, del Tribunal del Consulado, del Tribunal de Minería y de muchos altos perso- najes de esta corte mexicana. El monumento se erigiría con toda esplendidez, en el centro de la gran Plaza de Armas de México; y por tanto, Branciforte comisionó á D. Cosme de Mier y Trespalacios, oidor decano y juez superintendente de propios y ar- bitrios, egidos y obras públicas de esta ciudad, para el alzado del pavimento de la Plaza, y aderezo consiguiente; quedando asimismo comisionados, D. Francisco Antonio Pérez de Soñanes conde de Contramina, para la fábrica de la estatua; y D. Antonio de Bassoco, para la del pedestal. Como no era posible que en corto tiempo se hiciera la estatua en bron- ce, convínose, para la mayor brevedad, que se fabricara una provisional pa- ra colocarla tan luego como el pedestal estuviese concluido. ““Tomadas sin demora las providencias más activas y eficaces — dice la Gaceta de México, del miércoles 27 de Julio de 1796 — para que una obra que podrá contarse entre las más vistosas de las de su clase, se halle concluída el día 9 de Diciembre próximo, escogido por S. E. para hacer la colocación de la estatua, ! como el más á propósito y plausible por celebrarse en él el fe- liz cumpleaños de la Reyna nuestra señora, y preparado el cimiento del Pe- destal, salió S. E. de su Palacio con la solemnidad acostumbrada, acompa- 1 La provisional, Memorias [1893-94], T. VII, 50 394 Memorias de la Sociedad Científica ñado dé la Real Audiencia, Tribunal de Cuentas, Ministros de la Tesorería general de Exército y Real Hacienda y del Ayuntamiento de esta N. C. el día 18 del presente mes, á poner por su propia mano, como se verificó, la pri- mera piedra, y depositar en ella una memoria para los siglos venideros, y también un documento legal gravado en lámina de bronce, y escrito en per- gamino, y cuyo tenor es el siguiente: “Certifico y doy fé en testimonio de verdad, que hoy día de la fecha á “horas que son las once de la mañana, salió del Real Palacio en ceremonia ““ el Exmo. Señor Marqués de Branciforte, Virrey de estos Reynos, acompa- “ado del Real Acuerdo de la Audiencia y del Ayuntamiento de la N. C. y “* puso en el cimiento de la primera piedra del Pedestal que se va á construir ““en medio de esta Plaza mayor, para.colocar la Estatua eqúestre de nuestro ** Católico Monarca reynante el Señor D. CARLOSIV. en virtud del Real per- ““ miso que S. M. accediendo á las súplicas de S. E. se ha dignado conceder ““ para consuelo de todos sus fieles y amantes Vasallos de estos Dominios, un ““ baulito de cristal forrado en una caja de hoja de lata, y dentro las Guías “de Forasteros de Madrid y México; todas las Monedas que se hallan en él, “* del presente año; y esta Certificación, que mandó extender $. E. para per- ““petua memoria de tan solemne acto en los siglos venideros, mandaudo *“igualmente extender otras seis que se custodiarán en los archivos de la Se- ““cretaría de Cámara del Virreynato: de los dos Oficios del Superior Gobier- “no: de las dos Escribanías de Cámara de la Real Audiencia; y en el de la ““ de Cabildo del mencionado Ayuntamiento. Dada en México á 18 de Julio “* de 1796. siendo testigos Don Joseph Mariano Villaseca y Don Francisco ““ Ximénez Tenientes de Escribanos de Cámara de la misma Real Audien- “cia, y Don Joseph Ignacio Pinto substituto del mayor del referido Cabil- “¿do.— Doy fé.—Juan Vicente de Vega, Escribano Real de Provincia y de “la Obra.”1 Coneluída la ceremonia, regresó el Virrey al Palacio, ante numerosísi- mo concurso de gente que presenció el acto. Desde ese día se trabajó empe- ñosa y constantemente en las obras para que estuviesen listas á principios de Diciembre. : : En efecto, el día 9 de aquel mes, del propio año 1796, fue el día señala- do para descubrir con gran solemnidad y pompa la estatua provisional que se encontraba ya sobre su pedestal en el centro de la vasta Plaza. 1 El acta original, en pergamino, que se puso en el baulito de cristal citado, en el momen. to de la colocación de la primera piedra, paraba en manos del Sr. General D. Vicente Riva Pa- lacio, quien en Marzo del presente año de 1894, la cedió, juntamente con otros objetos, al Museo Nacional de México, por conducto del que esto escribe. ¡AT E Antonio Alzate. 395 LILIA Á las ocho y cuarto de la mañana! ocupaba el Virrey el balcón princi- pal de Palacio, cubierto dicho balcón de terciopelo carmesí. En el del baluar- te Sur, que mira á la Plaza, hallábase la Virreina con sus damas de honor; y los demás balcones ocupábanlos el Ayuntamiento, los tribunales, prelados de las religiones y otros muchos personajes. Por efecto de las obras de la Plaza, el pavimento de ésta habíase alzado en el centro, y en gran diámetro; en este lugar se tendió la tropa, dando frente al centro, compuesta de la Compañía de Granaderos de la Corona, de otros cuatro del Regimiento Provincial de Toluca, y Urbano del Comercio y del batallón de milicias de México, todos con sus banderas. Abajo de este sitio, se colocaron los tres escuadrones: de Dragones de España, Provincial de Puebla y Urbano de México; haciendo estas tropas un total de mil nove- cientos noventa y un hombres. Por supuesto que todos los ámbitos libres de la plaza y balcones y azoteas colmábalos inmensa muchedumbre de gente. Cuando el Virrey dió la señal desde su balcón, se descorrió el velo que ocultaba á la estatua; quedó ésta descubierta; y en ese momento las tropas presentaron las armas, la artillería disparó una salva de quince tiros, y la in- fantería tres descargas de fuego graneado: las campanas de las iglesias repi- caron á vuelo y las músicas militares dejaron oir sus alegres ecos. Según la Gazeta de la época, ? se escuchaban por todas partes los gritos de Viva el rey, viva Carlos TV, viva nuestro pudre común, viva Luisa su augusta esposa. Al pro- pio tiempo, el Virrey, la Virreina, el Regente y el Ayuntamiento, desde los balcones de Palacio, arrojaron tres mil medallas de plata, conmemorativas de aquella solemnidad, grabadas por D. Jerónimo Antonio Gil. Ya en la Tercera Parte del texto de estos Apuntes, se han copiado las leyendas que esas medallas tienen grabadas. Después de todo esto, se formaron convenientemente las tropas para ha- cer los honores respectivos al Virrey, que se dirigió á la Catedral con su acompañamiento á oir la misa en acción de gracias que dijo de pontifical el Arzobispo de México D. Alonso Núñez de Haro y Peralta, y en la que pre- dicó el Dr. D. José Mariano Beristain,3 En seguida se fue el Gobernante á la garita de San Lázaro para descu- 1 Descrigción de las fiestas celebradas en la Imperial Corte de México, con motivo de la solemne colocación de una estatua equestre de nuestro augusto soberano el Sr. D. Carlos IV. En la plaza mayor,—42—Se encuentra en la colección de Gazefas, año 1796.—La reprodujo el Diccionario Universal de Historia y de Geografía, sin decir de dónde la tomó. Artículo Es- TATUA ECUESTRE. * Descripción de las fiestas, etc,, ubi supra. 3 Sermón de gracias que en la solemntsíma colocación de la estatua equestre de Carlos IV, etc., Dijo en la Santa Iglesia Metropolitana el Sr. Dr. D. Foseph Mariano Beristain, —Mé- xico, 1797.—4* 396 Memorias de la Sociedad Científica brir la lápida del puente, acerca de la cual hago mención, así como de la le- yenda, en la Cuarta Parte del texto del presente volumen. Descubierta la lápida é inaugurados los trabajos tornó el de Branciforte á regresar al Pala- cio, en donde á la una y media de la tarde y bajo dosel, recibió el besamanos de etiqueta, de los tribunales y demás cuerpos. Hubo tres días de fiestas reales: el 9, 10 y 11 de Diciembre: por las no- ches fuegos artificiales é iluminaciones; especialmente en la Plaza mayor, donde, en torno de la nueva Plaza (ó sea el círculo más elevado de todo el pavimento ) se pusieron ciento ocho arcos toscanos, de cuatro varas de altu- ra, que se iluminaron por ambos frentes, con nueve mil doscientas ochenta luces; y en el enrejado del pedestal ochenta hachas de cera y mil luces en los cuatro ángulos. Llamó la atención una serie de cincuenta y nueve jarro- nes con grandes letras de luz, las cuales todas juntas y en hilera decían: Vi- van nuestros amados soberanos Carlos IV y María Luisa de Borbón. llumináron- se asimismo con esplendidez las fachadas del Palacio, de la Catedral, de la Diputación, del Parián, del Arzobispado, Casa de Moneda, en general, de to- dos los edificios públicos; iglesias, conventos y muchísimas casas particu- lares. La tarde del día 9, concurrió el Virrey al Paseo y por la noche al Tea- tro, que se llamaba el Coliseo (hoy el Teatro Principal), representándose el drama en un acto La Lealtad Americana. Concluída la función pasó la Corte al Palacio en donde se dió un brillante baile y un banquete de doscientos cu- biertos. En dos semanas hubo diez y seis corridas de toros, en una plaza ochava- da que se levantó á inmediaciones del Paseo de Bucareli. Con motivo de todas estas grandes solemnidades se imprimieron sone- tos, odas, versos y epigramas, en los cuales se ponderaban las virtudes de los monarcas y del Virrey y la grandeza del pensamiento de erigirle á Carlos IV una estatua. También se grabó una magnífica lámina que delineó D. Rafael Jimeno, representando la vista general de la gran Plaza, y en conmemoración de ha- berse inaugurado el monumento. En el fondo se ven la Catedral, el Sagra- rio y el Seminario: á la izquierda de estos edificios, el Palacio Virreinal con la puerta del centro y la esquina de Provincia: á la derecha, el Empedradi- llo y el Parián: después el recinto de la Plaza con la estatua en medio.! En cuanto á cómo se encontraba aquella 4 fines de la pasada centuria y principios de la corriente, además del espléndido grabado de la época, que la 1 El Barón de Humboldt reprodujo esta lámina, bajo el número 3, en el atlas de su obra mo- numental Vues des cordilléres: se ve asimismo reproducida, al frente de la régipa 886 del tomo 11 de México á través de los Siglos, y en otras obras, tt Antonio Alzate. s97 VOI IITOS IIS E ICIIOIILI III ISLAS III EI III LILIA IIDIIAI representa, nos lo dice el folleto publicado el año 1796 en la imprenta de la Gaceta. Se levantó cuatro y medio piés el terreno destinado á contener la estatua, cireunscribiéndolo con un muro de sillería de ehiluca de Culhuacán : la figura de esta área fue elíptica, de 136 varas el eje mayor, por 114 el me- nor (6 sean 114 metros por 95): el pavimento embaldosado formando figuras' geométricas. Sobre la faja y á raíz del piso, se levantó una balaustrada que se exornó á trechos con pilastras y jarrones. En las extremidades de los ejes de esta elipse, colocáronse cuatro puertas de hierro, para dar acceso, median- te tres gradas, al recinto cercado. En los cuatro espacios del rectángulo en el cual estaba inscrita la elipse, se dispusieron sendas fuentes. Evidentemente que el único lunar que tuvo.esta hermosísima Plaza, una de las más grandes y bellas en el mundo, fue el grotesco edificio del Parián. Cuando todo esto, en años posteriores, se transformó, las puertas de la Pla- za fueron á dar á la Alameda; quitadas de aquí se pasaron á Chapultepec, en cuya entrada pueden verse todavía. Por lo que hace ála balaustrada, se apro- vechó para hacer las bancas de piedra que en el interior del mismo paseo de la Alameda existen hasta la fecha. Veamos ahora rápidamente el modo como se fundió la estatua en bron- ce, y se colocó en su pedestal. El día 2 de Agosto de 1803 á las cinco de la tarde, se encendieron los dos hornos que contenían seiscientos quintales de metal, y que se construyeron en el edificio destinado hoy á Escuela Correccional.! Ardieron constante- mente hasta las seis de la mañana del día 4, “en que reconociéndose ya flui- do, se abrieron los conductos, y corrió libremente por los tragaderos y de más cañones del molde por largo espacio de cinco minutos.” Reconocido con escrúpulo el molde, durante cinco días, por temor de que fracasara la opera- ción á causa de haberse hecho el repetido molde tres años antes, se halló que el metal lo había cubierto del todo, y por tanto el éxito prometía ser el de- seado. Notable fue el caso, de que aquella magna obra resultase acabada fe- lizmente en una sóla operación. Débese la estatua y la dirección de los tra- bajos, al insigne arquitecto D. Manuel Tolsa, que era entonces director de escultura de nuestra Academia de San Carlos. No sé por qué si en 1803 es- te soberbio monumento escultórico se fundió de una pieza todo, en la escul- tura moderna, al menos en México así se hace, fúndese para una estatua pieza por pieza. ¿Será que hemos retrocedido en vez de caminar hacia ade- «lante? Tan luego como la estatua estuvo concluída, se dispuso por el propio Tol- 1 Hace tiempo que visité en compañía de mi amigo Luis González Obregón, el lugar donde los moldes se hicieron; estos existen todavía, aunque no, como debe suponerse, en su estado pri- mitivo, 398 Memorias de la Sociedad Científica sa todo lo necesario para conducirla á su pedestal.! En efecto, desde el día 9 de Noviembre de ese año 1803 apercibióse á suspenderla y colocarla en un carro construido especialmente para el caso; la operación fue tardía, y en 19 de dicho mes se sacó la estatua del taller, por la calle del Puente del Cuer- vo. ““El carro estaba armado sobre seis pequeñas ruedas de bronce macizo. Rodaban éstas sobre gruesas planchas de madera muy sólida, que sucesiva- mente se tendían por ambos lados: bastando sólo cuatro hombres para tirarla por medio de un sencillo torno.” La marcha se hacía con lentitud para evitar cualquiera contingencia, y se siguió por las calles de Chiconautla, segunda y tercera del Relox, y la del Seminario, á desembocar á la Plaza mayor. Sa- lió la estatua del taller, el día 19 de Noviembre, á las diez y media de la ma- ñana; y llegó al pie del pedestal á las diez y cuarto de la noche del 23, El día 28 fue el señalado para la elevación y colocación en el pedestal. Llegado ese día, el Virrey que lo era entonces D, José de Iturrigaray, fue á oir la misa de acción de gracias por la venida del marítimo, y vuelto á Palacio se asomó al balcón principal, y la comitiva en los demás. Á las once de la ma- ñana, el Virrey hizo la señal correspondiente, y en el acto se dió comienzo á la operación de levantar la estatua, durando la maniobra, muy difícil por cierto, siete minutos, quedando á la altura de diez varas. Una vez dispues- ta así la estatua sobre una andamiada, se procedió más tarde á la colocación ; para lo cual volvieron á salir Gobernante y acompañamiento á los balcones álas doce y media; nuevamente la operación se suspendió para proseguirla en la tarde; concluyéndose en efecto, en cinco minutos, y 4 las cuatro, quedan- do la estatua vertical 4 log puntos en que debía fijarse. Al día siguiente 29 á las diez y media de la mañana se terminó felizmente la maniobra. Todo fue dirigido por el insigne Tolsa. El 9 de Diciembre fue el señalado para descubrir la estatua. Hubo mi- sa solemne en la Catedral; y cuando se rasgó el velo que ocultaba el monu- mento, las tropas presentaron las armas, la artillería hizo tres descargas, las músicas dejaron oir sus acordes y las campanas se echaron á vuelo. Repi- tiéronse en esta vez las propias escenas del 9 de Diciembre de 1796, fuegos artificiales, banquetes y fiestas reales. De esta suerte quedó inaugurada tan famosa y aplaudida estatua, hasta que, siempre por causa de nuestras con- tiendas, se quitó de allí transladándola á la Universidad, de donde se sacó para fijarla en el sitio en donde hoy la contemplamos, dando el frente al vie- jo paseo de Bucareli hoy transformándose en una grande avenida. Finalmente, la estatua representa á Carlos 1V vestido á la heróica, gi- nete:en bello corcel. Ciñe la frente del monarca una corona de laurel; empu- x Todas estas noticias puede hallarlas el lector, ó en las Gacetas de la época, ó en el Diccio-: mario de Historia y de Geografía [Apéndice]. ra "Antonio Alzate. 399 ña el cetro en la diestra, y la otra mano está en actitud de señalar. El caba- llo aparece en el momento de dar el paso, y el conjunto es majestuoso, digno y grande. La altura total entre ginete y caballo es de cinco varas, veinticua- tro pulgadas. El vulgo de México llama á esta estatua El caballito de Troya, nombre por el cual es generalmente conocida en la buena y pacífica ciudad de los pa- lacios. T (PAGINA 340, TOMO V). La historia del célebre Enrico Martín ó Martínez, como se le llama ge- neralmente, hállase enlazada íntimamente con la del Desagiie del Valle de México. Ignórase de qué patria era Enrico, diciendo unos que de Bélgica, otros que de Holanda y algunos que de España; y por los muchos años que vivió en el Anáhuac considerábasele como mexicano. Llegó á México el año 1607, dándole respetabilidad su vasta ilustración y talento, pues era Cosmógrafo del Rey de España, escritor, impresor de li- bros, matemático é hidráulico, al decir de uno de sus más imparciales bió- grafos. Gobernando la Nueva España el Virrey D. Luis de Velasco el segundo, nombró á Martínez Director de las obras del Desagúe, que se inauguraron con asistencia del mismo Virrey en 28 de Noviembre de 1607. Habiendo corrido el agua de la laguna de Zumpango, en Septiembre de 1608, por el socavón abierto, se dió á Enrico una cadena de oro como al- bricias. Pronto se conquistó su genio algunos enemigos, entre los que se halla-: ba Alonso de Arias, quien, al reanudarse las obras en 1611, rindió un infor-' me criticándolas y diciendo que estaban erradas las medidas; habiéndose gas- tado hasta sólo aquella fecha 413,324 pesos. Enrico trató desde luego de descargar su conciencia y su reputación cien- tífica; y, á su vez, presentó otro informe que subscribió en compañía de Alon- so Sánchez Montemolín. Como el Rey de España recibía siempre noticias contradictorias acerca del Desagise, resolvió nombrar una persoma, entendido geómetra, que vinie- se á dar un dictamen sobre dichas obras; siendo el elegido Adrián Boot, quien - 400 Memorias de la Sociedad Científica vino á México en 1614, declarándose desde luego enemigo de Enrico Martí- nez; dando esto origen á una serie de acontecimientos que se relatan en la Memoria de Zepeda. ! Por desgracia el año 1629 la ciudad sufrió una terrible inundación, su- biendo el agua á dos varas de altura; pero como Enrico mandó obstruir las salidas de las aguas del rio de Cuautitlán, sin conocimiento del Virrey, se mandó poner preso á Martínez, quien salió de la cárcel en 21 de Septiembre (1629 ); notificándosele que procediera inmediatamente con todos los recur- sos necesarios á reducir las aguas del río de Cuautitlán para que no se unie- sen á las del Valle, y que en cuanto al socavón, propusiese lo necesario para que se ejecutara tan pronto como pasase el tiempo de lluvias. En 1630 aumentó la inundación; pero ya Enrico se hallaba triste, des- engañado y enfermo. “Este grande Ingeniero —dice el Sr. D. Luis G. de Anzorena, de quien he tomado las noticias anteriores — asombro de su época en este Continente, fue como todos los luminares que han aparecido en el mundo, censurado y envidiado. Tan pronto se le vió colmado de honores y obsequios como vili- pendiado y envidiado. Ya se le separa de la dirección de las obras del Des- agúe, y ya se le vuelve á llamar, convencido el Virrey de sus grandes artes y conocimientos en la ciencia de la Hidráulica; y en fin, en el año de 1632, agobiado por los sufrimientos, tanto morales como cerporales, que había te- nido, viejo, con la enfermedad de la gota, pobre, exhausto de fuerzas por sus muchos trabajos en el desagije, menospreciado y afligido, cansado de sufrir la injusticia de los hombres y la envidia de sus compañeros, murió Enrico Martínez, habiéndosele sepultado en el presbiterio del altar mayor de la Igle- sia Parroquial de Cuautitlán. ““ Hasta doscientos años después de su muerte, no se hizo justicia al mé- rito de nuestro héroe, cabiéndole la satisfacción al C. Vicente Riva Palacio, Ministro de Fomento, de erigir un monumento que perpetuando la memoria de Enrico, diga á la posteridad que México ha sabido agradecer con su recuer- do los estudios y sufrimientos padecidos por el iniciador del Desagúe del Va- lle de México.” 1 Relación universal legítima, y verdadera del sitio en que está fondada la muy noble, 37 signe, y muy leal Ciudad de México, etc., 1637.—Folio, AS 1 Antonio Alzate. 1 401 AAA IDA ADIDAS DI DIIIIIDIDIDLIDIDNIIIIIIIIIIIDILIIIICIIIIDIAA U (PÁGINA 347, TOMO V). e La Historia del mundo que tiende desde hace algunos años á dilucidar todas las cuestiones de interés universal, y que va desvaneciendo todos los errores que se han prohijado, bien por la ligereza 6 la ignorancia de log mis- mos encargados de formar la narración de los hechos de la humanidad, trata actualmente de dar á cada personaje su verdadero valor histórico y el papel que á cada uno corresponde representar en la escena de la vida. Tal acontece ahora con el hecho de no confundir más dos célebres per- sonalidades que intervinieron en el descubrimiento del Nuevo Mundo, cua- les son los ilustres religiosos Fr. Juan Pérez y Fr. Antonio Marchena, que lamentablemente han venido formando un sólo individuo: Fr. Juan Pérez de Marchena. Así se lee en casi todos los autores modernos que en la obra del descubrimiento de América se ocupan ; pero, por fortuna, las nuevas dis- quisiciones históricas llevadas á cabo por personas doctas y entendidas, pa- recen en este punto haber logrado su completo esclarecimiento. En el Estudio histórico—crítico, que acerca de la vida y hechos de Cristó- bal Colón, dió á luz en España hace unos diez años! el Sr. Rodríguez Pini- la, así como en otros autores que le han sucedido,? manifiestan ya la casi absoluta autenticidad de Fr. Juan Pérez y de Fr. Antonio Marchena. Únicamente extractaré para conocimiento del lector que ignore este asunto ó6 del que no pueda haberse á las manos tales obras, los principales ar- gumentos que existen para fundar dicha autenticidad, y que demuestran á las claras que nunca existió en el convento de la Rábida, ni mucho menos en los tiempos del inmortal Colón, un religioso que se llamara Juan Pérez de Marchena, ó Pérez Marchena, simplemente, sino que de dos personajes for. móse por equívoco propalado en el mundo entero, uno sólo. Por lo que hace á la autenticidad del Padre Pérez, se aduce lo siguiente : 12 —Por el más antiguo testimonio, que es el del físico del puerto de Palos García Hernández; el cual físico se dice que era íntimo amigo de Fr. 1 Rodríguez Pinilla.— Colón en España. Estudic histórico-critico sobre la vida y hechos del Descubridor del Nuevo-Mundo, personas, doctrinas y sucesos que contribuyeron al descu- brimiento.— Madrid, 1884.—4% 2 El Padre Coll en su obra Co/óx y la Rábida, sigue al autor precitado, en muchos puntos casi textualmente, aun cuando no hace referencia de él. Memorias [1893-94], 'T. VIT, 51 402 Memorias de la Sociedad Científica LIPPI IIA ADIOS OIAIIIO SISI III III III III III Ss Juan Pérez, al que cita tres veces en la declaración que Hernández presen- tó en 1515 en el pleito entre D. Diego Colón y el fiscal del Rey; pues la pri- mera vez dijo: un fraile que se llamaba Fr. Juan Pérez, que es ya difunto ; la se- gunda: é que dijo Cristóbal Colón al dicho Fr. Juan Pérez; y la tercera: que eligieron un hombre para que llevase una carta á la reina Doña Isabel, de dicho Fr. Juan Pérez, que era su confesor.! 292 —Dícese, que en la Colección del Patronato del Archivo general de Sevilla, obra la declaración del alcalde mayor del puerto de Palos, Alonso Vélez, como testigo presentado en el pleito supradicho, 4 2 de Noviembre de 1532: á la tercera pregunta dijo: “...... Que de lo que este caso sabe, es cerca de lo contenido en la pregunta, que vido este testigo, que el dicho Al- mirante Colón estuvo en la villa de Palos mucho tiempo publicando el des- cubrimiento de las Indias é posó en el monasterio de la Rábida, é comunica- ba la negociación del descubrir con fraile estrólogo que ende estaba en el convento por Guardián é ansi mesmo || El Peregrino || Septentrional Atlante: || Delineado || en la exemplarissima vida || del Venerable Padre || Fr. Antonio Margil || de Jesus, || Fruto de la Floridissima ciudad de Valencia, || Hijo de su Seraphica Observainte Provincia dsc. | Dedícase || al Atlante de mejor cielo || San Antonio de Padua: || A expensas de los amartelados del V. Padre: || Escríbela || con licencia de los Superiores: || En México por Joseph Bernardo de Hogal, || Ministro é Impressor del Real, y Apostólico Tribunal de la || Santa Cruzada en todo este Reyno, año de 1737.— (Negro y rojo).— 82— Dedicatoria, aprobs., prólogo, etc.— Vida, 4 2 cols. —456 págs. y un re- trato grabado, lel P. Margil, entre los indios. Esquerra Matias.-- Véase La Imperial Agvila renovada para la inmor- talidad de su nombre, etc. (Descripción de las exeguias de la Reyna de Espa- ña D? Mariana de Austria). Exposición || de las || operaciones que se practican || en el ]] Monte de Piedad || México || Imprenta de Francisco Díaz de León || Calle de Lerdo nú- mero 3 || 1880.—4%— 24 págs. bj ernández de Uribe, José Patricio.— Véase Solemnes cxeguias del Exmo. Señor D, Matías de Gálvez. Fernández Osorio, Alonso.— Brovellrelacion||lde las solemníssimas exequias, llque en la Santa Iglesia Metropolitana de el Ar-llcobispado de Mé- xico se hizieron, en lal|Traslacion, y entierro|ldel Venerable cverpol|De el Tllustrissimo Señorl|D. Feliciano de Vega, obispollde la Paz, y Popayan, y Arcobispo de México, 6ve.!l|Dispvsola por mandado, y orden|[|Del Illustris- simo, y Ex"o||Señor D. Ivan de Palafox, yl|Mendoza, de el Consejo de sv IIMagestad, Obispo de la Puebla de los Angeles, yllelecto Arcobispo de Mé- xico, Visitador General, y Virrey, ]|Srouernador, y Capitan General de aques- ta Nueva España, due, Y dedícalallal Señor D. Ivan]| Solórzano, Pereyra, Ca- vallerollde la Orden de Santiago, y de los Consejos de su Magestad, [len el Real y de las Indias ésc. [|El Doctor Alonso Fernándezl|Ossorio, Cathedráti- co, que ha sido de Philosophia, y ahorallde Prima de Medicina en propiedad, y Médico de Cámarallde su Excellencia.— A la vuelta, el eseudo de Armas * del Sr. Palafox.— Aprobación, dedicatoria y texto 18 fojas. Después: Oración fúnebre del propio autor, con portada separada, 13 fojas. Am- bas en casa de Juan Ruiz. Año 1642, ' Antonio Alzate. 1 421 Florencia Francisco de, S. J.— Zodiaco Mariano, len quellel Sol de justicia Christollcon la salud en las alas visita como Signos, y Casas pro-|| prias para beneficio de los hombres los templos, y lu-||gares dedicados á los cultos de su SS. Madrellpor medio de las más célebres, ly milagrosas imáge- nesl|De la misma Señora, que se veneran en esta América Septentrional, y Reynos de la Nueva España. ||Obra posthvmallde el padre Francisco de Flo- rencia, Ilde la Compañía de Jesus, reducida á compendio, y en gran par-||te añadida por el P. JvVAN ANTONIO DE OVIEDO de lal|]misma Compañía, Cali- ficador del Sto. Oficio, y Prefecto de lal| Ilustre Congregacion de la Purísima en el Colegio Máximollde San Pedro, y San Pablo de México. ||Quien la de- dica al Sacrosanto, y lldulcissimo nombre de Maríal| (El escudo de la Compa- ñía de Jesús)]|[Con licencia. [En México en la nueva imprenta del Real, y más Antiguo Cole-llgio de San Tldefonso año de 1755.— Dedicatoria, aprobación, licencia, prólogo, índice, fol. separada.—328 páginas texto, 4? Franco, Fr. Alonso.—Segunda parte de la Provincia de Santiago de México, orden de predicadores en la Nueva España.— Año 1645.— MS. en folio, existente en poder del Sr. D. José María de Ágreda. EFvynebregllecos[|leon que responde á las vozes]|del llanto de sus Solda- dos difuntos, la piedad dellnuestro Gran Monarcha CARLOS II. por las||len- guas de las luzes, que enciende en la sumptuosal|pira, que en obediencia á sus ordenesllerigellel Exo. Señor D. Gasparllde Cerda, Sylva y Mendoza. | Conde de Galve, ete., etc.]|Por cuyo mandato los repite y encomienda a la]| luz publicallel P. Francisco-Méndez della Compañía de Iesus, que los dispu- so.—1 vol., 42—34 págs, sin folio.— Debe haberse impreso el año 1695. Gacetas de México, interesante publicación compuesta de 44 volúme- - nes en 4%, que comprende desde 1784 á 1821. Imprimió los primeros volú- menes D. Felipe de Zúñiga y Ontiveros, hasta principios de 1792, continuan- do sus herederos desde este año hasta 1792. Sigue imprimienda la GACETA D. Mariano de Zúñiga y Ontiveros, hasta 1809. Los demás, en la imprenta de D. Juan Boutista Arispe. Galindo y Villa, Jesús.— Serie cronológicallde los Deanes de la Cate- drallldo México|]|Méxicol|Imprenta de “La Voz de México ”||Calle de Chava- rría núm. 6/11891.— 162— 72 págs. Publícase bajo la nota (K ), en este volumen, la tercera edición, corre- gida y ligeramente ampliada. La primera vez dióse á la estampa en las co- lumnas de la “Voz de México.” * 492 Momorias de la Sociedad Científica PAI IIIDI0IIIIIODOIIIDILII0O0ODDI0ADII0AIID0INN NAM Galván Rivera, Mariano.— Calendariollpara el añolldel1837,llarre- glado al meridiano|lde Mégico.|Impreso por Arévalol|Calle de Cadena N.- 2. —48 págs., en forma elzeviriana. Bastante escasos y muy difíciles de hallar son los calendarios de Galván; el que me ha servido de consulta, pertenece á la curiosa colección formada por mi buen amigo el Sr. D. Luis González Obregón. Garcia Bravo, José Maria.— Véase Solemnes exequias del Exemo. Señor D. Matías de Gálvez. Garcia Cubas Antonio.— Étude géographiquelstatistique, deseripti- ve et historiquelldes|[États Unis Mexicains|Ouvrage publiée par ordre du Ministére des Travaux Publics.||Mexico||Imprimerie du Ministére des Tra- vaux Publics[|Rue Saint André, núm. 15.[11889.—411 págs. 4? Garcia Icazbalceta Joaquin. — Bibliografía || Mexicana || del Siglo XVI[||Primera Partel|Catálogo razonado de libros impresos en Méxicollde 1539 á 1690||Con biografías de autores y otras ilustraciones ||Precedida de una no- ticiallacerca de la introducción de la imprenta en Méxicol]|Obra adornada con facsímiles fotolitográficos y fototipográficos|| Otium sine litteris mors est,|Mé- xicol|Librería de Andrade y Morales, sucesores, !|Portal de Agustinos, núm. 3/11886.]| — Imprenta de Francisco Díaz de León, Calle de Lerdo, núm. 3.— Portada á negro y rojo.— Se imprimieron 350 ejemplares en 42 mayor y 12 en lujosísima edición, papel grande (folio). Texto á dos columnas, tipo an- tiguo.—Contiene: Al lector.—Introducción de la Imprenta en México, XXIX págs. Empieza luego el Catálogo de 116 obras y autores; con 50 facsímiles de portadas, y 7 grabados en el texto.— Al fin, colofón, índice, y nota de dos obras, fuera del texto, / La Bibliografía del Sr. García Icazbalceta, además del indisputable mé- rito histórico literario, es una de las obras más primorosamente impresas en México, en el siglo actual. - Don FrayllJuan de Zumárragal Primer Obispo y Arzobispo de Méxicol| Estudio Biográfico y Bibliográficol|Con un Apéndice de documentos llinéditos ó rarosl|(Viñneta)l|Méxicol| Antigua Librería de Andrade y Morales I|Portal de Agustinos N? 3/1/1881] — Impreso por Francisco Díaz de León||Ca- lle de Lerdo N? 3.—4%-— Se imprimieron 300 ejemplares en papel común y 20 en fino. ¿La obra consta de dos partes: En la primera se lee una breve introduc- ción; notas biográficas y bibliográficas del Sr. Zumárraga; en la segunda, "Antonio Alzate." 423 VONDDNINDIIODIIIILIIEIIEIN hállanse los documentos, en Apéndice, con fol, sep.—La primera parte tiene 311 págs.; la 22, 2770.—Indice VIII. Véase Cervantes Salazar. Garcia Pimentel, Lmis.— El monumentollelevado en la Ciudad de Méxicolá]|Cristóbal Colón|| Descripción é Historial] México||Imprenta de Díaz de León, 1879.—23 págs, texto y fotografías.—-4 Gondra, Isidro.— Véase Colección de las antigúedades mexicanas, etc. González Dávila, Gil, — Teatrolleglesiásticollde la primitiva iglesiall de las Indias Occidentales, lvidas de sus Arzobispos, l|Obispos, y cosas memo- rables|lde svs Sedes.]|Al mvy alto mvy poderoso||Señor rey [Don Felipe Qvar- tollde las Españas, y||Nvevo Mvndo.||Dedícasele sv coronistall Mayor de las Indias y de los Reynos de las dos Castillas||El Maestro Gil González Dávila]| Con privilegio.|En Madrid, por Diego Diaz de la Carrera.— 1649-1655.— 2 vols. fol.— Contiene: Privilegio, Aprobación: y Descripción general de los Obispados, cada una de éstas, con su portada especial, empezando por la si- guiente: «bl Teatrol|Eclesiásticol|[de lalllglesia Arzobispal dell Méxicol|yl|vidas de svsl| Arzobispos, lly cosas memorables||de svl|Tiempo.— A la vuelta, las ar- mas de la Ciudad de México, y así sucesivamente con las demás Sedes. González Obregón, Luis. — Epoca coloniall|México Viejoll Noticias históricas. || Tradiciones, leyendas y costumbres||del período de 1521 á 1821 Segunda edición||Méxicol| Tipografía de la Escuela Correccional de Artes y Oficios[|Ex-Colegio de San Pedro y San Pablo||1891.—42%—433 págs. La primera edición de este apreciable libro, escrito con bastante copia de erudición y datos, dióse á la estampa en el diario El Nacional. Gualdi, Pedro.— Monumentos|ldel| Méjico, lltomados del natural y lito- grafiados||porl|Pedro Gualdillpintor de perspectiva.||Imprenta litográfica de Masse y Decaen Callejon de $. Clara N?2 8.[|Año 1842.— Folio. Contiene vistas de edificios de la Ciudad de México: la Catedral, la Pla- za de Santo Domingo y Aduana, Santuario de Guadalupe, Interior de la Universidad, Interior del Colegio de Minería, Patio del Convento de la Mer- ced, antigua Cámara de Diputados, Diputación, etc. Guijo, Pbro. Lic. Gregorio Martin de.— Véase Documentos para la Historia de México, impresos en 1853-54, Gutiérrez Dávila Julián.— Memoriasl|históricasl|de la]|Congregacion de el Oratoriollde la Ciudad de Méxicol|Bosqvejadallantes con el nombre de la 424 Memorias de la Sociedad Científica - PTIIDIIOLIOLIISEDIDICOIESIELGISEIIZIODELODIOIII0I0I0ISDEILIDIIOLIIILIIIDIDIEEOIIIIIIIS vnion, ly fundada con auctoridad ordinarial| Despues, con la Apostólica, eri- gida, y confirmadallen Congregacion de el Oratorio. Copiada á el exemplar de la que en Romallfundó el esclarecido Patriarcal|SAN FELIPE NERI, ete.l| Recogidas, “y publicadas||por el P. JULIAN GUTIERREZ DÁVILA, Presbyterol| Prepósito, que fué, de dicha Congregacion del Oratorio de México||CON L1- CENCIA EN MÉxiCO: En la Imprenta Real del Superior Govierno, y del Nuebo Rezado de Doña María de Ribera: En el Empedradillo. Año de 1736. —(A negro y rojo).—4? mayor. e Hernández y Dávalos, Juan E.-— Conmemoración de varios beligeran- tes en la insurrección de la Nueva España. —Catorce cuadros dividido cada uno de ellos en cuatro grupos. Es una compilación de varios documentos refe- rentes á la época de la Independencia. La colección es interesante, la idea excelente, pero la ejecución fue bastante mala. No podrá perdonar jamás la Historia al Sr. Hernández y Dávalos, que haya mutilado los documentos autógrafos recortando las firmas para colocarlas en estos cuadros. Fueron vendidos por el autor al Museo Nacional de México, en cuyo de- partamento de Historia se conservan. Herrera, Antonio de.— Descripcionlldelllas Indias ocidellntales (sic) de Antoniollde Herrera coro-|Inista mayor dellsv Mag“ de lasllindias, y su co- ronistallde Castilla.[| 42 Rey, Nro. Señor Abajo el escudo real de Españall En torno se ven diversas figuras representando á varios dioses indígenas. Al pie, de un lado el retrato en pequeño y en busto, del cronista y al otro lado un escudo de armas.||En Madrid, en la oficina realllde Nicolás Rodríguez Franco, Año 1730.— 4 volúmenes folio menor. (Este ejemplar es de la segun- da edición: la primera impresa en 1615). Esta obra se conoce vulgarmente por el nombre de DÉCADAS DE Hr- RRERA. Hombresllilustres mexicanos||Biografías de los personajes notables. [| Desde la Conquista hasta nuestros días]|]Por 1. Altamirano, M. Acuña, A. Chavero, A. R, González, J. M. Lafragua, E. Mendoza, M. Payno, 1. Ramí- rez, F, Romero, J. Sierra, J. Téllez, P. Tovar, E. Velasco, J. M. Vigil, J. Zárate, otros muchos escritores y varios de los Estados.]|México,—1873, 1874. [Imprenta de 1. Cumplido, Rebeldes núm. 2.— Edición de Eduardo L. Ga- llo.— Cuatro volúmenes en 4?, con láminas intercaladas, y de más de 400 pá- ginas cada tomo. 1 Antonio Alzate. 42% LLIIIIIIICOSIDIDIDILILIDIIIIIIEIL ODIO IIE EOI ILLIA SAI IAN Honras fúnebreslldel Gran Pontífice Pío IX,llordenadasllen la Santa Iglesia Metropolitana de México||porllel Ilustrísimo Sr. Arzobispo y el Vene- rable Cabildollen los días 3 y 4 de Abril de 1878.||México.||Imprenta de Igna- cio Cumplido, Calle de los Rebeldes número 2.]11878.— 49— Descripción y noticia general. Oraciones latina y castellana, 54 páginas. * Parentalibue||Pii IX. Pont. Max.||Oratiolla loachim M. Diaz et Var- gas||Mexicanss Metropolitanellcanonicollet llmi. ac Rmi. D. Archiepiscopi V. G.[|Habitallin eadem Mexicana basilical Die 3. Aprilis. A. D, 1878.— 7 páginas. * Elogio fúnebre|ldel|Sumo Pontífice Pío IX||pronunciadol|por el Tllmo. Sr. Arzobispo||Dr. D. Pelagio A. de Labastida y Dávalosllen la Iglesia Me- tropolitana de MéxicolEl día 4 de Abril de 1878.— 22 páginas. Humboldt Alejandro de.— Vueslldes|¡cordilléres, let monumens des peuples indigenes de 'Amerique.[|A Paris, chez F. Schoell, rue des Fosses. Montmartre, n? 14, —1813.—|[( De Vimprimerie de J, Smith). El volumen forma parte de la monumental obra en gran folio, que con- tiene el Viaje de Humboldt y Bonpland.— Al fin del tomo, láminas. Icaza, Isidro.— Véase Colección de las antigúedades mexicanas, ete, inauguración|de la|[Biblioteca Nacionalllde Méxicoll Abril 2 de 1884|| Méxicol|Imprenta de Ireneo Pazl|2? de la Independencia núm. 2/1/1884, — XX —75 págs. —49%— Una litografía representando el exterior del edificio; y al fin un himno sinfónico por Gustavo E. Campa y Ricardo Castro. Informeción|que el Arzobispo de Méxicol|Don||Fray Alonso de Mon- túfarlmandó practicar con motivo de un sermón[|que en la fiesta de la Nati- vidad de Nuestra Señoral[(8 de Setiembre de 1556)|predicó en la capilla de San José de Naturales del Conventollde San Francisco de Méjico, el Provin- cial||Fray!| Francisco de Bustamantellacerca de la devoción y culto||del|Nues- tra Señora de Guadalupel| Segunda edición||México||Imprenta, litografía y en- cuadernación de Ireneo Pazl|Vallejón de Santa Clara número 6|[1891.— 188 páginas, 42 - Inventariollde los vasos sagrados, alhajas, Sc.l|de esta Santa Iglesia Me- tropolitanal|de México, llsiendo Tesorero ell Señor Doctor Don Félix Osores|| Año de 1843.]|— Adentro: en la primera página de la segunda hoja comienza el In- ventario con este encabezamiento: Inventario de los utensilios, vasos sayrados Memorias [1893-94], T. VII, 54 426 Memorias de la Sociedad Científica ODILLIIIODIDICIIAN y alha-l| jas de esta Santa Iglesia Metropolitana de México, con re-||]mision al In- ventario hecho en 1819, á presencia del Sr. Tesorero Dignidad Doctor Don Felipe (sic pro Félix) Osores, y conllasistencia del Padre Sacristan mayor Don José M? l| Abarca, del Secretario de Cámara y Gobierno de es-llte Ilmo. y Ve- Cabildo Dr. D. José Miguel Albally con reconocimiento del patron de plateríall Don José Falco, en los últimos meses del año del]1842.— MS. en folio perteneciente hoy al Mu- seo Nacional, y lujosamente encuadernado en tafilete.— Lleva un Indice al- fabético; dos láminas hechas á mano representando la parte de plata ó ta- bernáculo del ciprés antiguo. Sigue el inventario con una descripción cu- . riosísima y minuciosa de todas las preciosas alhajas, reliquias etc., que po- seyó nuestra Iglesia Metropolitana. Consta el MS. de 50 fojas con vuelta, y al fin se inserta el certificado autógrafo que acredita la legalidad del referi- do Inventario, La Cruz || Periódico esclusivamente religioso || establecido ex profeso para difundir las doctrinas ortodoxas y vindicarlas || de los errores dominan- tes || México || Imprenta de J. M. Andrade y F. Escalante || Calle de Cadena núm. 13.—7 volúmenes 4%, á dos columnas. Publicación de preciosas noticias, adornada con láminas litográficas. Labastida y Dávelos, Dr. Pelagio A.— Véase Honras fúnebres, de Pío IX. La Imperial Agvila || renovada para la inmortalidad || de su nombre, en las fuentes de las lágrimas que tri- || butó 4 su muerte despojo de su amor, y singular aumento || de su lealtad || esta mexicana corte || restitviendo otra vez sobre la || movil fugacidad de su lago la Aguila que durmió en el Se- |] ñor para que descansase en la lisonja pacífica de sus ondas || pues despierta á la eternidad || la reyna nvestra señora || D. MARIANA DE AUSTRIA || cuias fúneb.es pompas || executó el Ex"mo Señor D. Juan de || Ortega Montañez Obispo de la Santa Iglesia de Valladolid || Virrey de esta nueva España nom- brado por || Comisario de ellas || Al Señor D. Miguel Calderon de la Barca || del Consejo de su magestad su Oydor en esta Real Chanci || llería, Svperin- tendente de los proprios. etc. etc. || Consagradas al Rey Nuestro Señor || Descríbelas |] el hermano MaTHÍAas ESQUERRA || estudiante Theologo de la Companía de Jesvs. || Con licencia impreso en México en la Imprenta de luan Joseph Guillen || Carrascoso año de 1697.—1 vol. 42— Dedicatoria, Recono- cimiento, licencias, etc.—*9 fojas. — Introducción y descripción, etc.— 56 fojag numeradas. '¡ Antonio Alzate. 1 427 An n Larrañaga, Bruno José de.— Poema Heroyco || en celebridad de la colocacion || de la Estatua colosal de bronce || de nuestro Católico Monarca llel Sr. D. Carlos Quarto || Rey de España || y Emperador de las Indias || — Con las licencias necesarias. || En la Oficina de Don Mariano de Zúñiga y Ontiveros || Año de 1804.—4. mayor. —6 pliegos numerados. León y Gama, Antonio de.— Descripcion || Histórica y Cronológica || de las dos Piedras || que con ocasion del nuevo empedrado || que se está formando || en la Plaza principal de México || se hallaron en ella el año de 1790 || Explícase el sistema de los Calendarios de los Indios, el || método que tenian de dividir el tiempo, y la corrección [| que hacian de él para igualar el año civil, de que usaban, || con el Solar trópico. Noticia muy'necesaria para la || perfecta inteligencia de la segunda piedra: áque se aña- || den otras curiosas é instructivas sobre la Mitología de los || Mexicanos, sobre su As- tronomía, y sobre los ritos y cere- ||] monias que acostumbraban en tiempo || de su Gentilidad |! México || En la Iuprenta de Don Felipe de Zúñiga y On tiveros || Año de M. DCC. XCIT.—114 páginas y láminas; con pareceres y licencia del Virrey. Descripción || histórica y cronológica || de las dos piedras || que con ocasion del nuevo empedrado || que se está formando || en la Plaza prin- cipal de México || se hallaron en ella el año de 1790 [| Explícase el sistema do los calendarios de los indios, el método que tenian de dividir el tiempo, 6%. Il Dala á luz || Con notas, biografía de su autor y aumentada con la segun- da || parte que estaba inédita, y bajo la proteccion del Gobierno || general de la Unión || Carlos M. de Bustamante || Diputado al Congreso general mexi- cano || Segunda edicion || México. || Imprenta del Ciudadano Alejandro Val- dés || 1832.— Con láminas al fin, Lerdo de Tejada, Francisco.— Véase Alamán, Lucas. Lezamis, Lic. Josó de.— Vida |] del Apóstol || Santiago el Mayor || vno de los tres más amados, || y familiares de Jesu- Christo || vnico, y singular Patron de España || con algunas antigúedades y excelen- || cias de España, especialmente || de Viscaya. || Dada á la estampa á costa y devocion de gu mismo Autor || Dedícala al Venerable Dean, y Cabildo de || la Santa Iglesia Cathedral Metropolitana y Apostólica de Santiago de Galicia || A quien en la Dedicatoria se haze vna breve relacion de la || vida, y muerte del Illmo. y Rmo. Señor Dr. D. Francisco || de Aguiar y Seixas Arcobispo de México, mi Señor || Con Licencia de los Superiores: || En México, por Doña María de Be- navides. || Año de 1699.— 42— Sin folio la Vida del Señor Aguiar, y sólo mar- 428 Memorias de la Sociedad Científica OIEIODINIIOEIOII cados los pliegos y letrados. El resto de la obra se divide en tres tratados, folio corrido. — 426 páginas de texto. Libro de Españoles Difuntos.— MS. del Sagrario Metropolitano de Mé- xico.— En folio.— Cítase el que comienza en 19 de Enero de 1757. Licéaga, José Maria.— Adiciones y rectificaciones || á la || Historia de México || que escribió || D. Lucas Alamán |] formadas y publicadas || por José María Licóaga || Guanajuato. || Imprenta de E. Serrano, en el Hotel del Emporio || 4 cargo de Francisco A. Oñate || 1868 —82%— Con la biografía de D. J. M. de Licéaga y exposición del objeto de la obra, en XVI páginas.— La obra se concluyó en 1870, y se divide en dos libros. Littré, E. — Dictionnaire || de la [| Langue Francaise || Librairie Ha- chette et Cit || Paris, 79, Boulevart Saint-Germain [| Londres, 18, King William Street, Straud (W. C.), 1873-74.— Paris, Typographie Lahure || Rue de Fleurus, 9.—4 tomos folio menor. Es una de las obras clásicas más consultadas, por las definiciones que ella da de las voces técnicas, y por considerarse á su autor, acerca de la ma- teria, como una de las autoridades de mayor nota. López Lónez, Felipe.— Juicio Crítico || sobre las pinturas || de la Cú- pula del Templo de la Profesa || dirijidas || Por D. Pelegrin Clavé || y ejecu- tadas || en su mayor parte por los || alumnos |] da la Academia de Bellas Ar- tes de San Carlos || Publicado en Junio de 1867 || México, || Imprenta de “La Constitucion Social” || 4? Calle de la Providencia núm. 6 || 1868. — 49-—11 páginas á dos columnas. López Portillo, Dr. y Mtro. Antonio.— Véase Reales exeguias de la sereníssima señora D? Isabel Farnecto, etc. Losa, Lic. Francisco de.— La vida |] que hizo || el siervo de Dios || Gregorio López, en || algunos lugares de Nueva España || y principalmente en el Pueblo de Santa || Fee, dos leguas de la Ciudad de || México, donde fué su dicho- || so tránsito || (*) || Dirigida 4 Don Luys de Velasco || Marques de Salinas, Presidente del Real || Consejo de las Indias, Virrey que fué || en es - ta Nueva España dos veces, y || vna en los Reynos del Perú || con licencia || TEn México en la Emprenta de || luan Ruyz Año de MDCXIIT.— 129— 140 páginas texto. Esta edición es rarísima, y el ejemplar consultado, per- tenece á la rica biblioteca de mi excelente amigo el Sr. D. José María de Ágreda y Sánchez. "E E MS 1 Antonio Alzate. 429 OLIIODIIILIDIIIAL Y Vida || que el Siervo de Dios || Gregorio Lopez hizo en || algunos Lugares de la Nueua España, || Principalmente en el Pueblo de || Santa Fé || Por el Licenciado Francisco de Losa || Presbítero, etc. || Dedica este libro avmentado en algunas partes. || A don Carlos Myrcia de la Llana, || Abogado de los Consejos, y de la Iunta del Reyno, Asses- |] sor de las Guardias Espa- ñolas de su Magestad y || Corrector General de Libros || (Las armas del Lic. Murcia) || Con licencia, en Madrid, Por Francisco Nieto. Año de 1648. |] A costa de Antonio de Ribera Rodriguez, Mercader de Li- |] bros. Vendese en su casa en la calle de Toledo, y en Palacio. — 82— Este volumen es la segun- da edición. Texto á dos columnas; los pliegos letrados sin folio. Nicolás Antonio, en su Biblioteca habla de una edición de la misma obra hecha en 1645, Hasta hoy no la conozco. —— Vidallque el Siervo de Diosl|[Gregorio Lopezl|hizo en algvnos lv- gares de lal| Nueva España; principalmente en el Pueblollde Santa Fel|Por el Licenciado Francisco||Losa, etc. [Al Señor Don Lorenzo del|Briguela, Caua- lero de la Orden de Alcán-||tara, Cauallerizo de su Magestad, d:c.||(un escu- do con un león sentado y este mote DE ForTI DyLCIDO)l|con licencia en Ma- drid, Por Bernardo Hervada, Año de 1674]|A costa de Gabriel de Leon, Mer- cader de Libros.— 8% á dos columnas.— ¿ Tercera edición ? Vidal|del Siervo de Diosl|Gregorio Lopez, ||Escritallpor el Padre Francisco Losa, cvra del] Almas, éc.[|A que se añaden!|los Escritos del Apo- calypsi, y Tesoro de Me-||dicina, del mismo Siervo de Dios Gre-l|gorio Lopez, que antes andaban||separados de su vida;l|Y se dedican[[Al Supremo Real Consejo de las Indias [|[Qvarta Impression!||Con licencial|En Madrid: En la Imprenta de Juan de Ariztiall Año de 1727||—82— 441 páginas á dos colum- nas; y el retrato grabado de Gregorio Lopez. Esta edición es la más completa y la mejor de las que se conocen respec- to de la vida del célebre anacoreta de Santa Fe. Lucio, Rafael.—Reseña histórical|de lal| Pintura Mexicanallen los Si- glos XVII y XVIL|Méxicol[Oficina tipográfica de la Secretaría de Fomento [Calle de San Andrés número 15/11889.— 4? 22 páginas. Luzuriaga, Fr. Juan de.— Paranymphol|celestel| Bistorialldo la mya- tica zarza, milagrosalllmagen, y prodigioso Santuario dell Aranzazu||de reli- giosos observantes de N.[|Seraphico Padre San Franciscollen la provincia de Gvypvzcoallde la region del|Cantabria, lescribela y consagrala á lal| Soberana Reyna de los Angeles, y hombres|| Marial| Santissima Señora Nuestra|| El||M. R. P. Fr.[IJvan de Lvzvriaga, || Predicador Apostólico, Lector Jubilado, Pa- dre de las Santasl|Provincias de Cantabria, y Valencia, y Comissario Gene- 430 Memorias de la Sociedad Científica ralllde todas las de Nueva - España de Nuestro Padrel|San Francisco. ||Con licencia de los svperiores :]|En México, por los Herederos de la Viuda de Ber- nardo Calderon. Año de 1686./]| — Un grabado con la Imagen de Nuestra Se- ñora de Aranzazu.— La obra está dividida en 3 libros: tiene índice alfabéti- co al fin.—1 volumen, 4? mayor. Llantollde Flora, desatada en sepulchrales rosas sobre ell|Magestuoso Tumulo, que la Imperial|Corte Mexicana erigio al-obsequio, y votó á la me- moria de su Fiorida Reynal|DoÑa María Luisa]][GABRIELA DE SABOYA,l| Amada Esposa del Inclito Rey de las Españas, ||Don Phelipe Quinto. ||(Que Dios Guarde.) Pompa exequial, que celebró en sul] Metropolitano Templo, y fúnebresllendechas, que para llorar su muerte, Ildispuso el Padre Lucas del Rincon||de la Compañía de Jesvs.||Con licencia en México, l|Por los Herede- ros de la Viuda de Miguel de Ribera. |]1715.—4%— Licencias, dedicatoria, etc., 3 fojas sin foliar.— Texto, 48 páginas. — Al final Oración fúnebre lati- na dicha por D. Carlos Bermúdez de Castro, D» pliegos. — Salutación, 11 fo- jas.— Epigramas, etc., con TT pliegos. Llantollde la fama.||Reales exequias|]|De la Serenísima Señoral|D? Ma- RÍA AMALIA||DE SAXONIa,||Reyna de las Españas, ||Celebradas en la Santa Iglesia Cathedralllde la Imperial Corte Mexicana, ||Los dias 17. y 18. de Julio de 1761.||Dispuestasl|Por los Sres, Comisarios|| Lic. D. Joseph Rodriguez del Toro, |Caballero del Orden de Calatrava, yl]Lic. D. Felix Venancio Malo, || Del Consejo de Su Magestad, y sus Oydores|len esta Real Audiencia.||Con las licencias necesarias: !|En la Imprenta Nueva Antuerpiana de D. Cristóval, y D. Phe-[llipe de Zúñiga y Ontiveros. En la calle de la Palma. 1 volumen.— 40%— Dedicatoria, Descripción, etc., folio separado: W y Q 3 pliegos. — En se- guida los sermones, oración fúnebre, etc., 60 páginas. Al fin una gran lá- mina, que representa al túmulo erigido; y veintidós grabados al agua fuer- te, intercalados en el texto. AS Manero, Vicente E.—El Monumento levantadollen lall Alameda de Méxicol|porllel Ayuntamiento de 1883|| Apuntes históricos|| México|| Imprenta dell “La Luz” de E, Busto y Comp.||Calle de Gante núm. 7/11883. Manian y Torquemada, José Nicolás.— Véase Relación de las exe- guias del rey Don Carlos Cuarto de Borbón. Medina, Fr. Baitazar de.— Vidal Martyriol|y beatificacion||del Invic- to Proto-||Martyrildel Japon||San FELIPE DE Jesvside México su Patria, 1! Antonio Alzate. .: 431 Imperial Corte de Nueva España en el Nuevo Mundo, llque escribe, y Con- sagra al mismo Invicto||Proto-Martir||F'R. BALTAZAR DE MEDINA||su Com- patriota, ete., etc.[|[Sale á lvzllA costa de Bien hechores devotos del Santol| - Martyr, y diligencias del BR. DIEGO DEL||[CAsTITLO MÁRQVES Presbytero, Capellan||del Coro de la Santa Iglesia Metropolitanal|Con licencia em Méxi- collPor Tuan de Ribera, Impressor, y Mercader de Librosllen el Empedradi- llo. Año de 1683.— (A negro y rojo ).— 82 común. Vidal| Martyrio, ly Beatificacion||del Invicto Proto-Martyrllde el Japon||San Felipellde Jesus|| Patron de México, su PatriallImperial corte de Nueva Españallen el Nuevo Mundo: l|que escrivió[|Fr. Balthasar de Medina, su compatriota, | Lector de Theología, etc., [Segunda Impression.||A expen- sas de la devota, noble, lly generosa Platería de México, á quien se dedica.|| Con licencia: En Madrid, en la Imprenta de los Herede-llros de la Viuda de Juan García Infanzon. Año de 1751.—8% Membrive, Fr. Bernardino.— Collectiollopusculorum|de venerabili servo DeillGREGORIO LOPESIO|per patrem MagistrvmlFr. Bernardinuml| Membrivell Provincialem Scotis ord. preed.||Sacrorum Ritum Postulatoreml| Dicatal| Ferdinando VI||Regi Catholico||Rome, ex Tipographia Antonii de Rubeis. MDCCLIV|SVPERIORVM PERMISSV.— 42 Compendium]lloperisllde Studioso Bibliorumilad opportunitatem causellvenerabilis servi Dei||[Gregoriv Lopezllexcratum lla reverendissimo Pa- trelFr. Bernardino Membrive;l|Congregationis Sacrorum Rituum Consulto- re, ejusdem que cause Postulatorelletl|Benedicto XIV||Pont. Opt. Max.ll Dicatuml||í Viñeta [Rome MDCCLI. Excudebat Antonius de Kubeis||Sy- periorum facvltate.— 42— 123 páginas. Memorandum llacerca del[la Solemne inauguracion||del monumento eri- gidollen honor del|Cuauhtemocllen la Calzada de la Reformal|de la Ciudad de Méxicol| México|| Imprenta de J. F. Jens. Calle de San José el Real núm. 22 11887.— 42— 52 páginas, y una fotografía representando el monumento. Memorias del Ministerio de Fomento.— Véanse las correspondien- tes á los años 1877 y 1884, especialmente. Mendieta Fr. Jerónimo de. — Historial Eclesiástica Indiana || Obra escrita á fines del siglo XVllporl|Fray Gerónimo de Mendietallde la Orden de San Francisco|| La publica por primera vezllJoaquin García Icazbalcetal| México. Imp. de Diaz de Leon y White.|| MDCCCLXX.—42 mayor.— Edi- ción de 120 ejemplares en papel común y 26 en fino.— Advertencia, índice, correcciones, noticias del autor y de la obra y tabla de correspondencias, 432 Memorias de la Sociedad Cientifica PILDLIALLIILDIIIIIRN mn XLV páginas.—- Al pie de esta última, en letra gótica: € 4cabose de impri- múr este presente libro á los treinta y un dias del mes de Diciembre|laño de Nuestro Señor Jesucristo de mil ochocientos y sesenta y nuevel| [Soli Deo honor et glorial| in secula seculorum.||Amen|]| — Insértase luego la siguiente portada: “Historial Eclesiástica Indianal| Compuesta por el Padrel|Fray Gerónimo de Mendietal| Predicador de la Orden de N. $. P. S. Francisco, ||natural dela ciudad de Vitorially morador en la Provincia del Santo Evangelio en las In- dias. ||Con algunas advertencias||del P. Fray Joan de Domayquial| Predicador, y Guardian||de S. Francisco de la dicha ciudad de Vitoria.||Sacadas de cartas y otros borradores del autor. l|Dirijida 4 nuestro P. Fr. Antonio de Trejoll Lector Jubilado, ly Comisario General de todas las Indias.”—Síguese, la Obe- diencia del General de la orden para el autor, en latin. Dedicatoria, Prólo- go, “Advertencias preámbulas y lo que contiene esta historia,” La obra se divide en cinco libros; cada uno con su prólogo al cristiano lector. El libro quinto, consta de 1? y de 2? partes.— Al fin se inserta una Tabla índice, alfabética, de lo que el volumen contiene.— 768 páginas. Mexicollá través de los siglos|| Historia general y completa del descu- brimiento social, ||[Político, Religioso, Militar, Artístico, Científico y litera-' rio de México, desde la antigúedad más remota hasta la época actual. [Obra única en su génerol|Publicada bajo la dirección del generall[D. Vicente Riva Palaciol|México||Ballescá y Comp? Editores]|Avenida 5 de Mayo 2/[Barcelona [Espasa y Comp? Editores||221 Calle de Cortes, 223/15 volúmenes folio menor, escritoa respectivamente: el 12 por D. Alfredo Chavero; el 22 por D. Vicen- te Riva Palacio; el 32 por D. Julio Zárate; el 42 por D. Juan de Dios Arias y D. Enrique de Olavarría y Ferrari; y el 52 por D. José María Vigil. Mexicolly sus alrededores.||Coleccion!|del|Monumentos, trajes y paisa- geslldibujados al natural y litografiados||por los artistas Mexicanos||D. Cas- tro, J. Campillo, L. Anda y E. Rodriguez, [bajo la direccion de Decaen||Los artículos descriptivos son de los señores: || Arronis Marcos, Bárcena José M. Roa. Cuéllar José 'F. de, Gonzalez Bocanegra Francisco, Gonzalez J. M,, Frías y Soto Hilarion, Ortiz Luis G., Payno M., Portilla Anselmo de la, Se- gura Argielles Vicente, Zarco Francisco, Zamacois Niceto de. || Establecimien- to litográfico de Decaen, Editorl|Portal del Coliseo Viejol|México. 1855 y 1856.— Gran folio, con 37 páginas texto.-— Lleva el plano de la Ciudad de México y 36 primorosas láminas; mas una portada, formando el texto un al- bum de los monumentos, etc., de la Capital de la República. Moreno y Jove, Dr. Manuel.— Oracion fúnebrelldel Sr. D. Agustin “Antonio Alzate, 1 » 438 de Iturbide || pronunciada || en la Santa Iglesia Metropolitana || de México, || Impresa en la calle de la Alcaicería núm. 12, || 4 cargo de José Gt, Amacos- ta. [1 1856.— 28 páginas.— 42 Montemayor y Córdoba, Juan Francisco.— Symarios || de las || cedvlas, ordenes, || y provisiones reales, || Que se han despachado por su Ma- gestad, para la Nueva-España, y || otras partes; especialmente desde el año de mil seiscientos y veinte || y ocho, en que se imprimieron los quatro Libros, del primer tomo || de la Recopilacion de Leyes de las Indias, || hasta el año de || mil seiscientos y setenta y siete. || Con algvnos titvlos de las materias, que || nuevamente se añaden: Y de los Autos acordados de su Real Audien- cia. || Y algunas Ordenancgas del Govierno, || Qve Jvntó, Y Dispvso, || El Docto- D. Juan Francisco de Montemayor, y Córdoba, || de Cuenca, Gover- nador, y Capitan General, que fue, de la Isla Española, Presidente de su Real Audiencia, y Chancillería, y Oydor |] de la de esta Nueva-España, que reside en la Ciudad de México, || y Consultor proprietario del S. Officio de la Inquisicion. || (El escudo de armas de España). || [Con licencia, en México. || En la Imprenta de la Viuda de Bernardo Calderon, en la calle de S. Au- gustin. || Año de M. DC. LXXVIIL.-- 276 fojas, folio menor. Recopilacion || svmaria, de || algvnos avtos || acordados, de la Real Aydiencia, || y Chancilleria de la Nueva-España, que reside || en la Ciu- dad de México, para la mejor expedicio || de los negocios de su cargo; desde el año de mil || quinietos y veinte y ocho, en que se fundó, hasta |] este pre- sente año de mil seiscientos y sesenta || y siete; con las Ordenancas, para su Govierno. Recogidos, || por el Doctor || D. Jvan Fran“ || de Montemaior de Cuenca, || su Oydor en ella; de orden, y || por resolucion del Ex"o- Señor Vi.- rrey, y del Real || Acuerdo.— 62 fojas. Recopilacion || de algvnos || mandamientos, || y || ordenanzas del Ill govierno de esta Nueva-España || hechas || Por los Ex"0o%. Señores Virre- yes, y Gover- || nadores de ella, || formada, y dispvesta, || por || El Doctor D. Tuan Francisco || de Monte-Mayor, y Cordova || de Cuenca, Oydor de la Real || Audiencia, etc. || De orden || del Tllmo., y Eixmo. Señor D. Fr. Payo || Enri- qvez de Ribera, Virrey Lu- || gar-Theniente del Rey Nuestro señor, Gober- nador, y Capitan General de esta || Nueva España Año de 1677.—60 fojas. Muñoz y Rivero, Jesús.— Manual |¡ de || Paleografía diplomática es- pañola || de los siglos XII y XVII. || Método teórico -práctico || para aprender á leerlos documentos españoles || de los siglos XI al XV IL— || Obra ilustrada eon 179 láminas dibujadas por el autor || Madrid || Imprenta de Moreno y Rojas || Isabel la Católica, 10 || 1880,— Prólogo VII; texto 301 páginas. Memorias [1893-94], ,T, VII, 55 434 "Memorias de la Sociedad Científica OPLLILIDIIIIDLLIIDIDIILDOI0EIII LIL III IN IL ELO LIDO IIS IO INC IDINA PONIA E Noticias || de la Ciudad de México || y de || sus alrededores. || Artículos tomados del ** Diccionario Universal de Historia y de Greografía” || y que ac- tualmente se publica en esta Capital. || México. || Tipografía de F. Escalan- te y C1, Cadena N. 13. | 1855.— 42 mayor á dos columnas.—423 páginas. — Contiene: — La Ciudad de México, por D. Manuel Orozco y Berra. — Historia Antigua de México, por D. José M. Lafragua. — Conquista de México, por D. J. M. Luis Mora. — Itinerario del ejército español en la Conquista de México, por D. Manuel Orozco y Berra. — Historia de la dominación española en México, por D. Lucas Alamán. — México independiente, por D. José M? Lafragua. — La Moneda en México, por D. Manuel Orozco. — Tipografía Mexicana, por D. Joaquín Icazbalceta. —- Archivos de México, por D. Ignacio Rayón. — Inundaciones y Desagúe de México, por D. Manuel Berganzo. — Alrededores de México ( Guadalupe, Tacubaya, San Agustín de las Cue- vas, Santa Anita é Tztacalco, por D. Manuel Payno; Mixcoac, por D. Alejan- dro Arango; Cuyuacán, por D. Manuel Orozco; Pozo de Guadalupe y Peñón, por D, Manuel Berganzo). 5 láminas y el plano de la Ciudad al fin, publicado por D. Juan N. Al- monte. Noticias históricas || de la || Nueva España. || Publicadas |j.eon la pro- tección del Ministerio de Fomento || Por || Don Justo Zaragoza || (Escudo ) I| Madrid. || Imprenta de Manuel G. Hernández, || San Miguel 23, bajo. || 1878.— Portada á negro y rojo, en elegante edición.— 1 volumen folio.— Car- ta del editor al Conde de Toreno é Introducción, XXIV páginas, más 386 de texto y seis de índice. Olavarria y Ferrari, Enrique de.— El Real colegio || de || San Igna- cio de Loyola || vulgarmente || Colegio de las Vizcainas || En la actualidad || Colegio de la Paz || Reseña histórica || escrita por || Enrique de Olavarría y Ferrari || 6 impresa |] por acuerdo y con aprobación de la Junta Directiva. || México || Imprenta de Francisco Díaz de León, || Avenida Oriente 6, núm. 163. || 1889 — Portada á negro y rojo, en magnífica edición.— 1 volumen, 42 — Dedicatorias en 5 páginas, y 224 de texto, con fotolitografías intercala- das, más 127 páginas de Apéndice y 4 de Índico. " Antonio Alzate. n 435 WLIPIISLDIDIS ULA ADIDAS Orozco y Borra Manuel.— Noticia histórica || de la |] Conjuracion del Marqués del Valle || Años de 1565-1568. || Formada en vista de nuevos docu- mentos orijinales, y seguida || de un extracto de los ¡mismos documentos || Edicion || del [| Universal || México, 1853 || Tipografía de R. Rafael, Cadena N. 13.— 40 | Memoria |] para || la carta hidrográfica ||] del Valle: de México |] formada || Por acuerdo de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística Il por su socio honorario || El Sr. Lic. D. Manuel Orozco y Berra || Ingeniero Topógrato || y antiguo alumno del colegio de Minería || México.— 1864 |] Im- prenta de A. Boix, á cargo de Miguel Zornoza || Calle del Águila número 13 —185 páginas, 42 mayor. Memoria || para el || plano de la Ciudad de México [| formada de órden del Ministerio de Fomento || México || Imprenta de Santiago White || Callejon de Santa Clara núm, 9 || 1867.— 231 páginas, 82— Una carta. Historia Antigua || y de la || Conquista de Mexico || Se imprime esta obra á expensas y por órden del Supremo Gobierno de la República Me- xicana || (Escribo bajo el influjo de lo que he visto, || leido ó calculado, y siempre buscando la ver- || dad y la justicia. Respeto la religion, y sigo || confiado por el camino del progreso que es la || ley impuesta á la humanidad. Subordino mis ideas á estos principios: Dios, la patria y la fa- || milia) [| — México. || Tipografía de Gonzalo A. Esteva, || San Juan de Letran número 6. || 1880— 4 volúmenes 4? y uno de atlas ó de láminas. La obra del Sr. Orozco es una de las fuentes más copiosas en donde pue- de beberse para el estudio de nuestra Historia antigua, Véase Tezozómoc. Oviedo, Juan Antonio, S. J.— Véase Florencia, Francisco de, $. J, Pacheco, José Ramón.— Descripcion || de la || Solemnidad fúnebre || con que se honraron ||las cenizas del héroe || de Iguala, |] don Agustin de Iturbide, len Octubre de 1838,||La escribió por orden del Gobiernol|Don José Ramón Pacheco, lly se publica por disposicion||del Exmo. Sr. Presidente]|Ge- neral|Don,José Joaquin Herreral|México||Imprenta de 1. Cumplido||1849.— 49— 66 páginas texto; adornado con cuatro láminas litográficas; una de ellas, es el retrato de Iturbide, con el fascímile de la firma de este Emperador. Prescott, W.— Historiallde lal|/Conquista de México, leon una ojeada preliminarl|sobre la antigua civilizacion de los Mexicanos, yllcon la vida de su conquistadorl| Fernando Cortés. Escrita en inglés por W. Prescott, ly tra- ducida al español||Por Joaquin Navarro||México.!|Impreso por Ignacio Cum- plido,lleditor de esta obra. [1844.—2 tomos texto, y uno de atlas, 40 436 Memorias de la Sociedad Científica PLILIILLDA Notasllyllesclarecimientosllá lal)historia de la Conquistalide México||del Señor William Prescottllpor José Fernando Ramirezllciudadano mexicano (Incluídas en la anterior obra). Puga, Vasco de. — Philippus||hispaniarum, et Indiarum rex.||Proui- siones, cédulasllinstrucciones de su magestad, lordenancas de difuntos y au- diencial|para la buena expedicion||de los negocios y administracion de justi- cia y gouernacion|lde estalNueua España, lly para el buen tratamientolly conservacion de los indios|ldesde el año de 1525 hasta este presente de 63. || En Méxicol|En casa de Pedro Ocharte|| MDLXIIT.— Edicion de “El Sistema Postal.”||México, || José María Sandoval, Impreso.||Calle de Jesús María núm. 4.111878.— 2 tomos, 42 menor.— La edición se halla dedicada al Sr. D. J. M. Lafragua, por los redactores del “Sistema” Sres. D. M. Orozco y Berra, D. J. M. Vigil, D. Alfredo Chavero y D. J. E. Hernández y Dávalos. La primera edición de esta interesante obra que se conoce con el nom- bre de CEDULARIO de PUGA, es rarísima, y el ejemplar que he tenido en mis manos, pertenece á la espléndida biblioteca de mi amigo el Sr. Ágreda. : Ramirez Aparicio, Manuel.—Losllconventosllsuprimidos en Méjico. Estudios biográficos, históricoslly arqueológicosll( Algunos conceptos de Tácito, en la vida de Agrícola ) | Aguilar é Iriarte, Editores. ||Méjico. |[Impren- ta y Librería de J. M. Aguilar y C?, [primera calle de Santo Domingo n? 5. 111861.—525 páginas texto, y 33 láminas litográficas intercaladas. Ramirez, José Fernando.— Véase Durán. Fr. Diego y Prescott W. Realesllexequiasl|dellla sereníssima señoral|D? IsaBeL FARNECIO||Prin- cesa de Parma, llyllreyna de las Españas :||/Celebradas en la Santa Iglesia Ca- the-Ildral en la Imperiall[Corte mexicana, |Los dias 27. y 28. de Febrero de 1767.||Dispuestasl|por los señores Comissarios||Don Domingo Valcárcel, |[Ba- querizo, Caballero del Orden del|Santiago, [ly |Don Félix Venancio Malo||del Consejo de S. M. y sus Oydores enllla Real Audiencia de la misma Corte. || Con Licencia en México en la Imprenta de D. Phelipe dellZúñiga, y Ontive- ros Calle de la, Palma. Año de 1767.— 42— Dedicatoria, descripción, etc., foliatura 1 (letra) pliegos, con grabados intercalados en el texto.— Oración latina por el Dr. y Mtro. D. Antonio López Portillo, XXTIT páginas. — Elo- gio fúnebre pronunciado por el Dr. y Mtro. D. Juan Ignacio de la Rocha, 37 páginas.— Al fin una gran lámina representando el túmulo erigido. Relación|de las demostraciones fúnebresllque ha hecho||por la muerte de la reina madre, ||Doña María Luisa de Borbon,!|México, capital de la Nue- “Antonio Alzate. 437 VADILIADAIDI ILLIA III III IDIIDIIIIIIDADID OA III IAN IIA va España, En las solemnes exequias que celebró por su alma en los dias 16 y 17 de setiembre de 181%, de orden del Rey N, $. y á susllexpensas comu- nicada al Exmo. Sr. Virey Conde del Venadito, |[Y las oraciones que en ellas se pronunciaron. || México: 1820.!]|En la oficina de Don Juan Bautista de Ariz- pe,— 1 volumen folio.—48 páginas. Relación||lde las exequias funerales[|que por el alma del rey padrel|Don Carlos cuarto de Borbon, lcelebró la muy leal imperial ciudad de México!| En 23 y 21 de setiembre de 1819 en la Santa Iglesia Metropolitana, ||de orden del Rey nuestro Señor y á sus expensas comunicada al Exmo.||Señor Virey Con- de del Venaditollcon las oraciones que se dijeron en ella. || México: 1820.||En la oficina de Don Juan Bautista de Arizpe.—1 volumen folio.— 22 páginas texto, y aparte: Oratiollin funebre||Caroli IV, [[hispaniarum et indiarum]||regis catholici, [habita in templo maximo Mexico||IX calendas octobris ann. MDCCCXIXI Josepho Nicolao Manian et Torquemada, lin eadem Metropolitana ecclesial| subdiaconi portrone fruente.— 13 páginas folio. Relación!|de lo ejecutadollen la siempre fiel ciudadllde México, lempo- rio del Nuevo Mundo, || Metrópoli de la Nueva España, len señal de su pro- fundo sentimiento por la temprana infaustal|]muerte de nuestra amada reina y señoral|Doña Isabel de Braganza, ||En las exequias funerales que celebró en los dias 9 y 10 de Julio de 1819, á expensas del Rey Nuestro Señor Don Fernando VII (Q. D. G.) y de su Real Orden comunicada al Excmo. Sr. Virey Conde del Venadito,||Con las oraciones fúnebres que se dijeron en ellas México: 1820.]|En la oficina de Don Juan Bautista de Arizpe.— 1 volumen, folio.— 43 páginas texto y una lámina intercalada. Remesal, Antonio de.— Historial] De la Prouincia De Chyapally Gua- temala De la Orden de nro. Glorioso||Padre Sancto Domingo||Escriuense Jun- tamente los principios de las||ldemas Prouincias desta Religion de lásl|yndias Occidentales y lo Secular de lal[Gouernacion De Guatemalal]| Al Conde de la GomerallDel Consejo del Rey nustro (sic) Señor||Su Presidente y Capitan General||Por el presentado Fray|| Antonio de Remesall|De la misma Orden de Predicadores de lal| Prouincia de España Natural de la Villa del] Allariz En el Reyno de GaliciaEn Madrid año de M. DC. XIX][Por Francisco de Angu- lo.— (Esta portada, grabada ).—784 páginas, incluso la Tabla ó Indice.—4? mayor. Esta curiosa obra es ya bastantemente rara. Revilla, Lic. Manuel G.— El Arte en Méxicollen la época antigua y durante el gobierno virreinal. ||México.||Oficina tip. de la Secretaría de Fo- 438 Memorias de la Sociedad Científica PILI IDR mento.||Calle de San Andrés núm. 15.11893.—1 volumen, 42 mayor, 110 pá- ginas. Revista nacional|¡del| Letras y Ciencias||Dirección :l|Justo Sierra, Fran- eisco Sosa, Manuel Gutiérrez Nájera, || Jesus E. Valenzuelal| Secretarios de la Dirección : Manuel Puga y Acal y Luis González Obregón. ||México||Oficina Tip. de la Secretaría de Fomento||Calle de San Andrés número 15.[11889— 1890.— Tres tomos en 42 Rincón, Lucas del.— Véase Llanto de Flora, etc. Rivera, Juan Antonio.— (Diario curioso de México).— Véase Docu- mentos para la historia de México, impresos en 1853-54, Rivera y Cambas, Manuel.— México pintorescol| Artístico y monu- mental|| Vistas, descripción, anécdotas y episodios de los lugares más nota- bles de la Capital y de los Estados, aun de las poblaciones cortas, pero dell importancia geográfica é histórica. || México.|]| Imprenta de la Reforma, Per- petua núm. 74.—3 volúmenes 40— El primero impreso en 1880, con 515 pá- ginas texto; el segundo, en 1882, con 534 páginas, y el tercero en 1883, con 633 páginas; ilustrado cada tomo con numerosas litografías. , Los gobernantes|lde Méxicol|Galería de biografías y retratos de los Virreyes, Emperadores, ||Presidentes y otros gobernantes que ha tenido México, Ildesde Don Hernando Cortésl| Hasta el C. Benito Juárez.||México.!] Imp. de J. M. Aguilar Ortiz,]11? de Santo Domingo núm. 5.111872-73.— 2 volúmenes, folio menor, ilustrados con litografías. Roa Bárcena, José Maria.— Recuerdos||de lallInvasión Norte-Ame- ricanal|(1846-1848)|Por un joven de entonces.||México. [Edición de la Li- brería Madrileña de Juan Buxú y C?]|Portal del Aguila de Oro núm. 5.1883 Imprenta de Ignacio Escalante, Bajos de San Agustín número 1.— 49, 679 páginas texto, y 6 de índice. Robertson, Wm. Parish.—A visit to Mexicol[by[[the West India Is- lands|| Yucatan and United States||with][Observations and Adventures on the Way.lLondon : [Published for the author.[1853.— 2 volúmenes, 4? Robles, Lic. Antonio de.— Resguardo|lcontra el olvido, llen el Breve Compendio de lal|vida admirable, y virtudes|| Heroycas del Tllmo. Sr. Dr, D. Alonso de Cuevas||Dávalos||Obispo electo de Nicaragua, etc. !]En México: En £ la Imprenta de los Herederos de la Viuda del|D. Joseph Bernardo de Hogal. Año de 1757.—82— La impresión se hizo á expensas de los descendientes del Sr. Cuevas Dávalos, y el volumen va acompañado, al fin, del Sermón, cuyo objeto marca la siguiente portada: Sermon!||fúnebre, lá las] Piadosas memorias||del Tllmo: y Rmo. Sr. Dr, D. Alonsollde Cuevas Dávalos.]| Arzobispo de la Sta. Iglesia Metropolitana de México, Primero Prelado de lal| Nacion, que ocupó su silla. [A que asistió El Exmo. Sr. Marqués de Mauzera, Vireyl[Capitan General, Sc. || Predicole ú las Honras, que le hizo, y celebró sul|Cabildo Eclesiástico||El Doctor D. Fran- cisco de Siles, CanónigolLectoral de dicha Santa Iglesially Cathe-||drático de Vísperas de Sagrada Theología en propiedad.— 20 páginas. —-— Véase Documentos para la historia de México, impresos en 1853-54. Rocha, Dr. y Mtro., Juan Ignacio de la.— Véase Reales exequias de la serenísima señora D? Isabel Farnecio, ete. Rodriguez Arangoity, Ramón.— Apuntes||sobre la]|historia del mo- numento|lde Colón||por el ingeniero||Ramón Rodríguez Arangoity||México.!l Imprenta de Ignacio Cumplido, Rebeldes núm. 2.111877.— 30 páginas, 8? Rodriguez de San Miguel, Lic. Juan N.— Lal| República Mexicana llen 1846, lló sealldirectorio generalllde los Supremos Poderes, lly de las prin- cipales autoridades, llcorporaciones y oficinas de la nacion. ||México. [Imprenta de J, M. Lara, calle de la Palma núm. 4.[11845.—4— 198 páginas la prime- ra parte, y 120 la segunda, con fol. sep.; 4 de índice y un retrato litográfico del P. D. Juan Luis Maneiro. Rodriguez Pinilla, Tomás.—Colón en Españal| Estudio histórico-crí- ticol|sobre la vida y hechos||delllDescubridor del Nueyo Mundol|personas, doctrinas y sucesosllyue contribuyeron al descubrimiento||por Tomás Rodrí- guez Pinillal| Madrid||Establecimiento tip. de los sucesores de Rivadeneyral| Impresores de la Real CasallPaseo de San Vicente, 20//1884.— 423 páginas texto, 6 índice, 4? Saavedra Guzmán, Antonio de. — El||Peregrino Indiano||por|Dn. Antonio de Saavedra Guzman, || Viznieto del Conde del Castellar, nacido en México|| Dirigido al Rey Dn. Felipe Nro. Señor, l|ltercero Rey de las Españas. |¡Con privilegio. ||En Madrid en casa de Pedro Madrigal. Año de 1599. || —|Edi- cion de “El Sistema Postal.”|| México. |José María Sandoval, Impresorl|Calle 440 Memorias de la Sociedad Científica de Jesús María núm. 4/11889.— La obra es muy curiosa, está en verso y se divide en veinte cantos.— Un volumen.— 563 páginas, 4? Santa Maria, Fr. Honorato de.— Reflexiones||sobre las reglas||y so- bre el usollde la Crítical|En orden á la Historia de la Iglesia, 6. ]|Con notas históricas, cronológicas y críticas: || Eseritas en frances por el R. P. Fr. Ho- norato de Santa María, [Carmelita Descalzo de la Provincia de Aquitania. || Traducidas al castellano||por el R. P. Fr. Francisco de San Cirilo, Carmelita |'Descalzo de la Provincia de Nueva España. ||México.]Por Don Felipe de Zú- ñiga y Ontiveros, calle del Espíritu Santo, llaño de 1772.— Folio.— 4 tomos. Sariñana, Isidro.— Noticia Breve de la]|Solemnel|Deseada, vltima, || dedicacion del Templo Metropolitano de México, ||Corte Imperial de la Nue- va-España, edificado porllla religiosa munificencia de los Reyes Catholicos]| de España nvestros Señores||Celebradallen 22 de Diziembre de 1667. Dial|na- talicio de la Reyna nuestra Señora Doña MARÍA ANA DE] AVSTRIA, Gover- nadora de la Monarchía, Madre y Tutora del Rey nuestro Señor||D. CARLOS SEGVNDO que Dios gvarde.||En el feliz gouierno del Exo Sr. Don ANTONIO SEBASTIAN DE[ Toledo Marqves de Manzera, Virey de lal|Nueva-Españall y Sermon que predicólEl Doctor Isinro SARIÑANA, Curallpropietario de la Parroquial de la Veracruz de México, Cathedrá-||tico de substitucion de Pri- ma de Theolojía en su Real Universidad||Con Licencia, en México, por Fran- cisco Rodriguez Lupercio||Mercader de libros en la puente de Palacio.— Año de 1668.--8%— Lleva al frente las licencias del Virrey y del ordinario, las aprobaciones, etc. y la dedicatoria á la Marquesa de Mancera, D? María del Carreto.— 17 páginas sin foliatura. Luego en 50 páginas foliadas viene el Compendio histórico de la edificación y descripción de la Catedral. En foliatura separada y en 26 páginas, con portada, se inserta el sermón predicado por el Dr. Sariñana, autor del libro. La obra es muy curiosa, por los datos que contiene. Sedano, Francisco.— Noticias|lde México, recogidas por||D. Francis- eo Sedano, || Vecino de esta Ciudad|ldesde el año de 1756, ||[Coordinadas, escri- tas de nuevo y puestas por órden alfabéticollen 1800|— Primera impresion con un Prólogol|dell[Sr, D. Joaquín García Icazbalcetally con notas y apén- dices dell Presbítero V. de P. A.][Edicion de la “Voz de México.” ||México|| Imprenta de J. R. Barbedillo y C?— Escalerillas 21/11880.— 2 volúmenes, 82 —El 1? hasta la letra L, con 331 páginas texto; 6 de erratas y 9 de índice. —El 29, desde la M, y 207 páginas texto; 4 de erratas y 7 de índice; más: Antonio Alzate. 1 441 Apéndicesllá la obral|Noricras DE MÉxIcollde D. Francisco Sedano,|| por el Pbro. V. de P. A [|— Edicion de “La Voz de México.” — Imprenta de Barbedillo, Montealegre núm. 15.— 1880.— Un tomo; 590 páginas texto y 12 de erratas é índice, en 82 Semanario Político y Literario. — Periódico que se publicaba en Mé- xico.— Cítase el tomo [.— 1820, Artículo Inquisición. Sigúenza y Góngora, Carlos de.—Trivmpho || parthenico || que en gloria de María, Santissima inmaculadamente concebida, celebró || la Ponti- ficia, Imperial, y Regia || Academia Mexicana || En el bienio, que como su Rector la governó || El Doctor Don Juan de Narvaez, || Tesorero General de la Santa lanzada en el Arcobispado de || México, y al presente Cathedrático de Prima de Sagrada || Escritura || (El pegaso y el lema Sic ¿tor ad astra). || En México: Por Juan de Ribera, En el Empedradillo [| IXL. DL. LXXX. IIL.—49— Dedicatoria al Virey Conde de Paredes, Aprobaciones, ete., T fo- jas y 118 de texto. Parayso || Occidental, || plantado, y cultivado || por la liberal be- néfica mano de los muy Catholicos, || y poderosos Reyes de España Nuestros Señores || en su magnifico Real Convento de || Jesús María |] de México: [| de cuya fundacion, y progresos, || y de las prodigiosas maravillas, y virtu- des, con que exhalando [| olor suave de perfeccion, Hforecieron en su clausu- ra [la V. M. Mariana de la Crvz, || y otras exemplarissimas Religiosas, etc. IL (El pegaso con el lema Sic ¿tur ad astra ) || Con licencia de los svperiores [En Mexico: por Juan de Ribera, Impressor y Mercader de libros. || Año de M. DC. LXXX. I111J.— Dedicatoria, prólogo, protesta, índice, en C2 —206 fojas, 42 Siles, Dr. Francisco de.— Véase Robles, Lic. Antonio de. Solemne accion de gracias |] que tributaron || al Todo-poderoso || en la Metropolitana de México || los caballeros || de la Real y Distinguida |] Orden española || de Carlos II. || En el || de su Inmaculada patrona, Il por la insta- lacion || de la soberana junta de Gobierno || de España y de sus Indias. || Con superior permiso, año de 1809.—1 volumen, 42— Dedicatoria, etc., LIL pá- ginas.— Al fin, el panegírico pronunciado por el Dr. D. Mariano Beristain y Souza, 47 páginas y 2 de notas. Solemnes exéquias || del Exmo. Señor || D. Matías de Galvez, || García, Madrid y Cabrera, || Teniente General de los Reales Exércitos, Vi- || rey, Gobernador y Capitan General del Reyno || de Nueva España, y Presidente Memorias [1893-94], T. VII, 56 442 Memorias de la Sociedad Científica d de su Real || Audiencia $e. || Celebradas en la Santa Iglesia Catedral || de la Imperial Corte Mexicana || en los dias LV. y V. de Marzo de M. DCC. LXAXV Il Dispuestas || por sus albaceas testamentarios. || Las describe á su nombre |El sr Dr. y Mro. Don Joseph Patricio || Fernandez de Uribe Catedráti- co de Retórica en || la Real y Pontificia Universidad, y Canónigo || Peniten- ciario de la misma Iglesia Cate- |] dral de México. || Con las licencias necesa- rias: || En la nueva Imprenta Mexicana de l!on Felipe de Zúñiga y || Onti- veros, calle del Espíritu Santo. || M. DCC. LXXXV.—1 volumen folio.—31 páginas, con el retrato grabado, del Virrey. Alfin: — Oratorio || in funere || Mathise Galvezii |] principis excellentissimi || Nove Hispauis proregis || Habita |] in Templo Maximo Mexici || 1V. Non. Mart. Ann. CIplygCCLXXXV. || A Josepho María García Bravo || Reg. et Ant. Colleg 1. Joann. Lateranens |] Rectore. 23 páginas, folio. —Eloyio fúnebre || del Exmo. Señor || D. Matías de Galvez, |] Garcia, Madrid y Cabrera, || Teniente General, és. 8%. || que predicó en la Santa Igle- sia Catedral || de México || El Sr. Dr. y Mtro. Don Joseph Patricio Fernan- dez de Uribe, Canónigo Penitenciario de Retórica || en la Real y Pontificia Universidad.—42 páginas folio. Solis Ambrosio.— Breve || svmma de la vida, || mverte y entierro de el Señor || Don Feliciano de Vega || Arcvubispo de México. || En octavas. || Y Por Ambrosio de Soliz || Vezino de ella. || (Una viñeta). || Impresso con li- cencia. En México por luan Ruyz. Año de 1643.— Á la vuelta, el escudo de armas de D. Lope Altamirano, á quien está dedicada.— 10 fojas, 42 Sosa Francisco.— Efemérides || históricas y biográficas || Tomo 1 || Edición de “ El Nacional.” |] México || Tip. de Gonzalo A. Esteva || San Juan de Letrán, Núm. 6 || 1883, — 162— 570 páginas. Sólo este volumen se publicó. Apuntamientos || para la historia || del || Monumento de Cuau- themoc (sic) || (Una viñeta) || México || Oficina tip. de la Secretaría de Fo- mento || Calle de San Andrés núm. 15 || 1887.— 49— 36 páginas. El Episcopado Mexicano || Galería Biográfica ilustrada || de los Il lllmos. Sres. Arzobispos de México |] desde la época colonial hasta nues- tros días || Editores || Hesiquio Iriarte y Santiago Hernández || México : 1877. —Á la vuelta: Imprenta de Jens y Zapiain, calle de San José el Real núm. 22,— Folio menor.— La obra va ilustrada con los retratos de todos los Arzo- bispos de México, inclusive el del Ilmo. Sr. Lubastida. Biografías || de || Mexicanos distinguidos. || Edicion de la Secre- taría de Fomento. || México || Oficina tipográfica de la Secretaría de Fomen- "Antonio Alzate. 443 DIDIDIILIILIIISIILDILIIAIL DIDIER to || Calle de San Andrés núm. 15 || 1884.—4%— 1115 páginas texto; 8 de ín- dice alfabético, Suárez de Peralta, Juan.— Véase Noticias históricas de la Nueva Es- paña de las cuales es autor; y que publicó el Sr. D. Susto Zaragoza. Suplemento á las Constituciones |] de la |] Nacional y Pontificia Uni- versidad [| de Mégico, || Que comprende los Decretos y Reglamentos que ri: gen en ella desde su restablecimiento en el año de 1834 [] Mégico. || Impreso por Mariano Arévalo, en la oficina de Galvan, calle de Cadena número 2. [| 1839— volumen folio, 14 páginas texto, Tezozómoc, Hernando Alvarado.— Crónica Mexicana || escrita por D. Hernando Alvarado Tezozómoc || hácia el año de MDXCVIIT || Anotada por el Sr. Lic. D. Manuel Orozco y Berra || y precedida del |] Códice Rami- rez, || Manuserito del Siglo XVI intitulado: || Relacion del origen de los indios ' que habitan esta Nueva España || segun sus historias. || y de un exámen de ambas obras, || al cual va anexo un estudio de cronología mexicana por el mismo || Sr. Orozco y Berra. || José M. Vigil, Editor. || México || Imprenta y litografía de Ireneo Paz. || 1? calle de San Francisco número 13 || 1878,— Un volumen de 701 páginas, y láminas.—42 mayor. Titulos, escrituras, memorias y capellanías correspondientes al Hospi- tal y comunidad de San Hipólito. : Es un curiosísimo é interesante MS. en folio perteneciente á la biblio- teca del Museo Nacional; con más de 300 fojas escritas, y poco menos en blanco, hallándose trastornada la paginación en algunos lugares. La portada del libro copiada literalmente, dice: + A LA HONRA Y GLORIA DE DIOS || nuestro Señor y de nuestra Señora la Vírgen María su bendita madre la Vírgen maría: Libro || de esta casa y ospital del Glorioso mártir san || ypolito de la orden y ospitalidad de la || Ca- ridad que fundó el Padre Bernardino || alvarez su patron por Bulas Apostó- licas || de su Santidad.= Donde escriuen || y asientan, todos los títulos y es- cripturas || memorias y capellanías y todas las rrentas y Poseciones tocantes y pertenecientes á esta || dha. casa y ospitalidad d. San ypolito para || que en todo tiempo aya memoria y rracon, || Comienca desde primero de abril de es- te || año de 1617= Siendo hermano maior Pro- || uincial de la dha. orden Fray Hernando || Carrasco, y Conciliarios fray Pedro López | fray Christoual de anaya. fray Jvan || Roson y fray Damian hernandez. 444 Memorias de la Sociedad Cientifica VOPAADADADAA PALIIAIIIS Haremos observar, para evitar tolo error, que Bernardino Alvarez, fun- dador de esta benemérita hospitalidad, nunca fue sacerdote, y por consi- guiente no está bien puesto el título de Padre que se le da en al MS., si se le aplica en la acepción de clérigo. Torquemada, Fr. Juan de.— Con letra pequeña. en una lámina lito- grafiada donde se representa á un fraile franciscano predicando, y la cual lámina sirve de portada, se lee: Monarquía Indiana con el orígen y guerras de los Indios occidentales, de sus Poblaciones, descubrimientos, conquista, conversion y otras cosas maravillosas de la mesma tierra, distribuydos en tres tomos|| Compues- to por F. Juan de Torquemada, Ministro Provincial de la Orden de Nuestro Se- ráfico Padre San Fransisco, $c.]]Madrid.— 1723.— 3 volúmenes. Esta obra que es una de las fuentes de nuestra historia, se halla calca- - da, en general, 'en la Historia Eclesiástica Indiana, del P. Mendieta. (Véase este autor ). Torres, Cayetano Antonio de.— Véase Tristes ayes del águila mexica- na, ete. Trigueros, lIgnacio.— Apunteslsobre lallescuela de Ciegos. || Edicion de la “Voz de México”||Méxicol|Imprenta de J. R. Barbedillo y C?— Esca- lerillas 21/1879.—82—71 páginas texto. Otra edición de la “Sociedad Bibliográfica ”— imprenta Católica, Medi- nas número 7/11879.— En S2—29 páginas texto. Tristes Ayeslldel aguila mexicana, || Reales exequiasl]de la Serenísima señoral]D? MArÍa MAGDALENA|BÁRBARA DE PORTUGAL, |[Catholica reynall de España, ly augusta emperatriz||de las Indias, ||Celebradas en el Templo Me- tropolitano de la Imperial||[Ciudad de México, llos dias 18 y 19 de Mayo del año de 1759.||Dadas á luzllpor los señores comissariosl|Lic. D. Joseph Rodri- guez del Toro,||Caballero del Orden de Calatrava, |yl|Lic. D. Domingo 'Tres- palacios, [Caballero del Orden de Santiago, del Consejo de sullMagestad, y sus Oidores en esta Real Audiencia.||Con licencia en la Imprenta de la Bi- blioteca Mexicana. Año de-1760.— 40 — Tres foliaturas: J 28? —**** — Al fin: Oración latina pronunciada por D. Cayetano Antonio de Torres: € pliegos. — El panegírico por el Dr. D. Joseph de Eguiara y Eguren, dicho el 19 de Mayo de 1759: á dos columnas, C? pliegos. Universal (El).— Periódico. — Cítase el número correspondiente al día 14 de Mayo de 1893. 1 Antonio Alzate. 1 445 Valle, Juan N. d:1.—El Viagero en México|| Completa guía de Foras- terosl|para 1864]|/('bra útil á toda clase de personas. || México|| Imprenta de An- drade y Escalantel|Calle de Tiburcio número 19/1864.—82%— El plano de la Ciudad al fin. Vera Fortino, Hipólito. — Catecismol|geográfico - histórico —estadís- tico|lde lal|Iglesia Mexicanallporllel Presbítero Br. Fortino Hipólito Veral| Cura vicario foráneo||dell Amecamecal|1,881.|[Imprenta del Colegio Católico. — 287 páginas, 82 Villamil, Antonio.—- Memoria históricalldel|| Nacional Monte de Pie- dadllque por vrden del C. Director|| Mariano Riva Palaciollha formado el C. ContadorllAntonio Villamil||MéxicolImprenta de Ignacio Escalantel| Bajos de San Agustin núm. 1/11877.— Folio.— Con el retrato del Conde de Regla. — 214 páginas y Apéndice con veinte documentos. Villaseñor y Sánchez José A.— THEATRO| AMERICANO! Descripcion generalllde los Reynos, y Provincias de la Nueva España, y sus jurisdiccio- nes: dedíenlallal Rey Nuestro Señorllel Señor D, Phelipel|¡Quinto, || Monarcha de las Españas, ||Su Authorl|D. Joseph Antoniol|lde Villa Señor y Sanchez, etc. [|Quien la escribió de órden del Excelentissimo Señorl|''onde de Fuen- Claral| Virey, Gobernador y Capitan General de ésta Nuevall España, y Pre- sidente de su Real Audiencia écl|[Con licencia, en Méxicol|En la Imprenta de la viuda de Don Joseph Bernardo de Hogal, Impressora dell|Real, Apos- tólico Tribunal de la Santa Cruzada en todo este Reyno.||Calle de las Capu- 'chinas.— Año de 1746 (negro y rojo ).— 2 volúmenes 42—El 29, impreso en 1748.— La obra consta de seis libros. Villela, J. M.—El Monte de Piedad|/1775-1877|¡México: — 1877|Im- prenta de Jens y Zapiain, San José el Real 22]].— 42— 47 páginas. Voz de México (La).— Periódico.— Cítase el núm. 77 del año 1878. (8 de Abril). Zamacois, Niceto de.—Historiallde México||desde sus tiempos más re- motosl|hasta nuestros días, llescrita en vista de todo lo que de irrecusable han dado á luz los||más caracterizados historiadores, etc.||La obra va ilustrada con profusión de láminas que representan á los personajes principales antiguos y modernos, etc.l|Barcelona:|| Hospital 42 y 44] Méjico: Chiquis, 11/1J. E. Pa- rres y Comp?3— Barcelona— Tipografía de T. Monge, Riera Alta 12, Bajos — 1876-1881,— 40 . HEN cof 1 Som XVI: volúmenes de das más | su O Vacpanal cla origen, y ¡ , que por rmuchos rió en la Capital de la República, GU - Zaragoza, J A - Vénso Noticias Tistóricas « de la Vico Espera Adiciones á la Epigrafía. 1 Después de que se forma un trabajo, van apareciendo constantemente nuevas noticias y datos que habían pasado inadvertidos. No es posible jamás que una obra humana salga de las manos de su autor perfecta y mucho me- nos completa. En estos apuntes ligerísimos, mucho es lo que ha faltado y- lo que falta. Ya impreso todo lo anterior, he podido cosechar algunas noticias que en seguida expongo á guisa de adiciones. Todavía surgirán otras á no dudarlo, cuando circule este corto volumen entre el bondadoso público que se digne leerlo; y al efecto, el autor desea de todas veras que, además de que se le hagan las observaciones necesarias acerca de los errores que haya cometido, se le proporcionen los datos que, por ignorancia ó por cualquiera otra causa, no consten en las presentes páginas. Entre lo nuevo, me he encontrado con lo que sigue: Hospital de Jesús. Don Lucas Alamán en su sexta Disertación ( página 85 del tomo II) ha- blando de que en 1535-estaba ya construída la cuadra de las enfermerías del Hospital de Jesús, que mira al Oriente y corre de Norte á Sur, desde la es- quina que hace frente á las casas de los Condes de Santiago, donde estuvo el Gobierno departamental, hasta terminar la calle del Puente de San Dimag, cita como testimonio una inscripción que había ““en una piedra de cantería, de vara y cuarta en cuadro, embutida en la pared de la esquina al N, con vista á la plaza de Jesús (hoy ocupada por el Hotel Humboldt), donde sir- 448 Memorias de la Sociedad Científica PIAILIILIIDESLLI III ILL DIS EII OLEOLE LO IAS DILO ILL ILAILIDIIIIIADI IO vió en otro tiempo de antepecho 4 una ventana gótica que existió allí, en la misma esquina con un arco en cada lado, sostenido su cerramiento por un pilar que descansaba sobre la dicha lápida.” La inscripción hallábase escri- ta con caracteres góticos muy inteligibles, y decía: ““ Diego Díaz Deusbona, de nación portugués, hizo esta ventana, año de 1535.” La ventana se cerró en 1800 para reedificar aquella parte, á causa de un temblor que la maltrató; pero la lápida permaneció allí hasta 1833 en que se quitó y se destruyó. Museo Nacional. Al hacerse la restauración de la fachada principal á fines de 1892, se en- contró arriba de la puerta de entrada la siguiente: REYNANDO EN LAS ESPAÑAS La C. M. DEL $. D. Fenrpr Y. SIENDO VIRREY DE ESTE RNO EL Ex. SD, Juan DEACUÑA MARQUE? Dz Casa FUERTE SE DIO PRINCIP? A ESTA RY- OBRA Y SE ACABO A EL SRP TIMO MES DE SU FALLECIMT% GH0UER NANDO EL Ex*0- $. D, Juan Ant? Viz ZARRON ÁRZPO VirreY Y EXERCIENDO DE SUPERINTEN DENTE Jurz PRIVATIVO DE ESTA R. Casa EL $. D. JosuPH FRANZ VEI TIA LINAGE DEL ConseJo DE Su MAGESTAD Y SU OYDOR DESTA REAL AUDIENCIA Año Dx M. D. CC. XXXIV. El hueco que se nota en la leyenda, debió de haber estado ocupado por el collar del Toison de oro, que circundaba al escudo de las armas reales, mandado borrar poco después de la Independencia. Colegio de San Ignacio (Vizcaínas). El día 30 de Julio de 1734, el Dr. D. Martín de Elisacoechea, Deán que había sido de la Metropolitana de México y á la sazón Ubispo electo de Du- rango, colocó solemnemente la primera piedra de aquel edificio, con asisten- cia del Arzobispo Virrey D. Juan Antonio de Vizarrón y Eguiarreta. Junto con la piedra se pusieron monedas de oro y plata, de la época, más una lámi- Antonio Alzate. 449 na de este metal, con dos inscripciones, la una latina y la otra castellana, expresando ambas las propias ideas. Hé aquí la leyenda castellana: * A MAIOR GLORIA DE DIOS OCUPANDO EL SUPREMO TRONO DE LA UNIVERSAL IGLESIA -N. SANTÍSSIMO PADRE CLEMENTE XII REYNANDO EN LAS ESPAÑAS NRO. CATHÓLICO REY Y SR. DN. FHE. Y EL ANIMOSO | GOBERNANDO ESTA NUEVA ESPAÑA EL xo Luro: SE DE: D* JUAN ANT? DE VIZARRON Y EGUIA** ARZOBISPO DE ESTA INSIGNE IMPERIAL Cu” DE MExC0- DEL CONSEJO DE S MAJESTAD 5U VIRREY GOVERNADOR CAPY GRAL. Y PRECIDENTE DÉSTA RY: AUDIENCIA SE BENDIXO Y PUSO POR SU MANO OY 80 Dx JULIO DÉ 1734 A” LA PRIM*A PIEDRA DE ESTÉ COLEJIO QUE LA PIEDAD DE LOS BASOCONGADUS FABRICA Á SUS EXPENSAS PARA NIÑAS DONZELLAS Y VIUDAS CON LA ADVOCACION DE.S*,1G?* DE LOYOLA Y PONE AL CUIDADO DE SU ILL" COFRADÍA DE NRA. SEÑORA DE ARANZAZU, CUIO ES ÉL PATROMATO SIENDO SU REOTOR EL D-" D. JUAN JOSEPH DE EGUIARA Y EGUREN 1 Olavarría, £l Real Colegio de San Ignacio de Loyola, vulgarmente Colegio de las Vigo catas, en la actualidad Colegio de ia Paz, Reseña histórica— México, 1889, 40 Memorias [1893-94], T. VI1, 67 450 Memorias de la Sociedad Científica Ex-Arzobispado. En Abril y Mayo de 1891, al relabrarse la fachada de aquel antiguo edi- ficio, aparecieron en los intercolumnios de la puerta de entrada las siguien- tes leyendas bíblicas : A la izquierda del observador: DixtT||quil|SEDEBAT|IN||THRONO. Á la derecha: EcCE||NOVA||FACIO|OMNTA|Apocal. 21. Ambas han desaparecido: hasta las piedras donde estaban esculpidas se quitaron para substituirlas con otras nuevas. Arriba del cerramiento de la puerta, se encontró esta fecha: ANNO DOMINI 1745, que afortunadamente se ha mandado de nuevo esculpir, sobre las piedras repuestas. Colegio de Santos. Existió en la calle de la Acequia, llamada antes calle del Colegio de San- tos, Extinguido en 17 de Abril de 1843, en el lugar que ocupaba se hicieron casas particulares (acera que ve al Sur). Dice el Diario de sucesos notables de Castro y Santa Ana, Agosto de 1752, lo siguiente: “La mañana del 14, el colegio mayor de Santa María de To- dos Santos, con sus antiguos y actuales, precedidos de su rector, salieron á visitar las cuatro iglesias nominadas para ganar el jubileo del año Santo, y esta misma diligencia practicarán la mañana del 17. Hoy estrenaron una magnífica portada en la principal puerta de su Colegio, de piedra de cante- ría primorosamente burilada de las más exquisitas que hay en esta Ciudad. En la fachada principal tiene grabadas sus armas y más abajo un óvalo, en que con letras de oro se lee el siguiente rotulon : 1! Antonio Alzate. - 451 OIIILLIILICEILIILIDIDIS LIO IIED IDIDIDIELIIIIIILIIIL III III IDIIIIILIISINAII “¿Colegio mayor de Santos, que gobernando la iglesia romana la santidad del Sr. Urbano VIII, las Españas la católica magestad del Sr. Felipe II, y este nuevo reino el Exmo. Sr. D. Martin Enriquez, en el año de 1572 erigió y fundó el Illmo. Sr. Dr. D. Pran- cisco Rodriguez Santos, colegial mayor en el de Santa Cruz de Valladolid. ordinario del Santo Oficio, vicario general y gober- nador de esta Nueva- España, rector de sus escuelas, orador enviado á S. M. sobre la dotación de los diezmos y electo vbispo de la ciudad de Guadalajara.” Tecpan de Santiago. Arriba del balcón principal de la fachada, se ve un frontis sobre la cor- nisa, bastante alto: aquí se les fue á ocurrir colocar la lápida cuya inscrip- ción va á copiarse en seguida; en un lugar en doude la leyenda es totalmen- te inútil, puesto que sólo alcanza á leerse con auxilio de gemelos. Dice así la inscripción. LA LEALTAD DE LOS NATURALES DE TLATELOLOO......... . «¿LA INMORTAL MEMORIA DEL SR. DY- Car Los 1 pe Las EsPAÑñas V? EMPERADOR D. ALEMANIA Á QUIA IMPER” Mac”: DEBIERON LAS NACIONES AMERICANAS LAS LUZES DE LA Fu Y ReLIGIoN CHRISTIANA POR SU GLORIOSA CONQUISTA CONSERB. FELIZM. POR LA R* MA” DEL Sr. DY CARLOS III EN O0UYO DICHOSSISIMO REYNADO SE CONCLUYERON ESTAS CcASsas REALES AÑO D. 1776 GOVERN. ESTE REYNO EL Ex? Sr. Barzto Fr, D. Ant? María DE BucarELI Y UrsuA Tan?" Guy. DE Los R ExuerR. VIRREY. (10U. CAP. GEN. DESTA NE, y PresTE DE su R'- A? EXPEDIDA SU EXEUCUCION POR LA VIA DE SU JUZGADO (HEN DE NATURALES SIENDO 8U Ju EZ ASESOR EL Sr. D. Diigo FERNANDEZ DE MADRID DEL CoNsEJo DE S. M. su OXDOR EN-LA MISMA R'- Aun? 452 Memorias de la Sociedad Científica Á la izquierda de la puerta del edificio ( derecha del observador), se ve embutida en el muro otra lápida, bastante alta también, en la cual he alcan- zado á leer lo que sigue: EsqiieLa REAL ; ) PARA LA ENSEÑANZA D. NIÑOS YNDIOS CASIQUES 1 Mas ZEGUALES DESTA PARCIALIDAD D. SANTIAGO TLATELO. ERIGILA EN EL AÑO DE 1770; C)NSTRUIDA SU FABRICA MATER": EN EL DE 1776 REYNANDO EN LAS EspAÑas LA CATHOLICA R* Mac" pL. St- D* Carios ILI y Gover. esra AMERICA EL Ex? Sí. BAYLIO Fr. DY- Auronio MarIa D. BucargLi Y Ursua Ten?* Gl DE Los R* Ex" VIREY. Gov* Y Cap Gt pesta Nueva España Pre OIDENTE DE sU R'- AUDIENCIA CUIO BENEFIGIO FUE EXPEDIDO POR LA VIA DE SU JUZGADO D. NAURS SIENDO JUEZ ASESOR GEN. EL Sr. D*- Dreco Anronto FERNANDEZ MADRID DEL CONSEJO DE S. M, su OYDOR EN LA MISMA rr Aun? Á la derecha, y simétrica del todo á esta lápida, hay otra, en la cual se lee exactamente la misma relación; sólo que va encabezada por estas pala- bras: «

Acueducto ela Tlaxpana lo caia do ao. Lolo sia alaiala Ex - Colegio de San Pedro .......... o ora Portalide ABustinos- oy dev dadas o oe oasis seo IO A A, Hospital Real ( Edificio del)..... a e SA Páginas. 288 - 304 308 311 315 317 318 320 321 324 325 326 326 327 327 328 330 331 332 335 338 340 344 348 350 123 127 129 150 131 133 '" Antonio Alzate. 1 457 Tomo. Páginas, Acueaucio debolen co logo TULA vI 135 Inscripciones de la época del segundo Conde de Revilla- O A a O LI oh 141 puente de Sanilazaro suenos oa oo ala o NENE 147 Plaza del ex-mercado del “Volador. ..oooooccoccccn.. 148 Casa número 3 de la calle de San AgustíM..oormoooomo. » 149 Apéndice. Introducción da a a SO oa al VAT 93 NOTAS: A.— Noticias acerca de la antigua eampana colocada arri- ba del balcón principal del Palacio Nacional de Meco a a 95 B.—Breve descripción de la galería de monolitos del Museo Naciona ita o ote pe 98 C.—Noticia de las principales fiestas que se han celebra- do en lá Catedral de México, desde los primeros tiempos del Gobierno colonial, hasta nuestros días; con exposición de varios datos poco conoci- dos y descripciones originales é inéditas........ BJ 112 D.— La plaza de armas de MÉXICO. .ooooocooocorooooo.o Do 189 E.—Noticia histórica relativa á la famosa cruz de Ma- ñozca, existente en el ángulo Sudeste del atrio de laiCatedral de ¡México Lo cocinan oo ile 5d 191 F.-—Ricos tabernáculos que poseía la Catedral de Mé- a A AA PE a E A se 297 G.— Bosquejo histórico y descriptivo del Sagrario Me- tropolitano deMéxico. Dodo naocas soso paa dE Sa 299 — Lista alfabética de las calles que pertenecen á la feli- gresía del Sagrario Metropolitano de México,— OS o UA A a A $ 304 — Serie de los señores curas del referido Sagrario, for- mada por el Sr. cura Lic. D. Vicente de P. Andra- de en 1887, y aumentada con los últimos y más TecIOntesidabos A A e A AS 307 H.— Ligeras consideraciones acerca de un cuadro origi- nal de Murillo, existente en la Catedral de México. 316 Memorias [1893-94], T. VII, 58 2 458 Mernorias de la Sociedad Cientifica DAEDOODDDIDIDADIOLDIDZ L z a == Tomo. Páginas 1,— Reseña descriptiva del notable altar del Perdón del y Templo Metropolitano de MÉXICO. .ooooomoooo.-. MTL a oa Ll J.— Extracto del Inventario manuscrito é inédito, de las alhajas que poseía la Catedral de MéxicO-...... 320 K.— Serie cronológica de los Deanes del citado Templo. ., 326 L.—Reseña histórica de la traslación de los restos de Iturbide, de Padilla á MéXicO ooo. coocoo cono. p 348 Ll.— Disquisición acerca de si la fuente bautismal que existe en la Catedral de México, es verdaderamen- te aquella en donde San Felipe de Jesús recibió “Mas aguas del bautismo 0 0 395 M.— Noticias históricas acerca del célebre eremita Gre- gorio López, y del lugar donde murió .........- 7 360 N.— Apuntes biográficos del Ilmo. Sr. Dr. D. Lázaro de la Garza, Arzobispo de MéXiCO ooo... A 368 Ñ.— Apuntes acerca de la cripta de la Catedral de Mé- RICO AA e AR E e e O 04 370 O.— Rasgos biográficos del ilustre carmelita Fr. Manuel de San Juan Crisóstomo Nájera. ..meoocoooo=.. y 373 P.—El templo de San Hipólito.— Algunas consideracio- nes acerca de su estado actual -...oooo.oooooo.. ob 378 Q.— El Sueño de Motecuhzoma.— Tradición referente al bajo relieve que se encuentra en la parte exterior del atrio de la iglesia de San Hipolito..... Ro 382 R.—Noticia histórica de la fundación en México, de la ex—capilla de Aranzazu ooo oooooo cono. .=-.... A 387 S.— Apuntes históricos acerca de la estatua ecuestre de Carlos Va A A 1 392 T.—Enrico Martín Ó Martínez.— Varias noticias acer- Ce CN En A A 5 399 U.— Noticia relativa á la existencia de Fr. Juan Pérez yde Fr: Antonio Marchena. ce cel sail 401 NOTICIA de las obras y autores que se han tenido presen- tes para escribir los apuntes que encierra este vo- lumen ...... A A a re a EN 405 ADICIONES: A: LA EPIGRAFÍA 20 boa ano dejo dd laca ala A 447 TACABOSE DE IMPRIMIR+ESTA OBRA EN LA MUY NOBLE Y LEAL CIUDAD DE MÉxico, EN LA ÍMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL, SITUADA EN EL Ex— ARZOBISPADO, Y POR INDUSTRIA DE FRANCISCO GONZÁ- LEZ MEZA, TIPÓGRAFO; Á LOS TRECE DÍAS DEL MES DE JULIO DEL AÑO MIL Y OCHOCIENTOS Y NOVENTA Y CUATRO AÑOS «> (eb ARCOS ASE 68 Me IATA, ¿ll dl a, LISTE DES COCCIDÉS Trouvés sur les Cactacées, avec description d'une Spéce nouvelle, PAR TADA O O SiS Prof. d'Enthomologie au Collége d' Agriculture de New Mexico. (Traduction par le Dr. Alfred Duges). (1) Coccus cacti, Linné. Au Mexique, spécialement en Oaxaca et Guerrero; aussi en Guatemala et Amérique du Sud. Introduit en Algérie, Es- pagne, Madere, Ténériffe, Java, Inde, Jamaique et Floride. (2) Coccus tomentosus, Lamarek. Silao et Guanajuato, Mexique: regu du Dr. Alfr. Dugés. (3) Coccus confusus, Cockerell, 1893. Las Cruces, New México. (4) Dactylopius mamillarice, Bouché. En Europe, sur les Cactus cultivés. (5) Dactylopius, esp. incertaine, Sur un Cactus. Envoyé par Mr. H. F. Wie- kham, sans nom de localité. Les exemplaires ne sont pas suffisants pour une description, ayant été d'abord mis en alcool et séchés en- suite, mais ils ne paraissant pas étre le D. mamillario. Les antennes ont 8 articles, le 8Séeme le plus long, les 3éme, ler et 28me a-peu-pres égaux (le 3¿2me un peu plus long), le 7éme ensuite plus long, puis les 4¿me, 5éme et 6 éme á4-peu—-pres égaux, le 4éme un peu plus court: la formule est done 83 (12) 7 (56) 4. Chez D. mamillaric au contraire, le second article est plus long que le troisiéme, et le quatriéme n'est pas aussi petit que les cinquiéme, sixiéme ou septiéme. 462 Memorias de la Sociedad Cientifica 6) Mytilaspis philoroccus, NOV. space. s Coque femelle paraissant de 4 mm de long environ, sur pres de 2 de large, mytiliforme mais á peine inequilatérale, blanc sale, distincte- ment carénée longitudinalement. Dépouilles (exuviae) découvertes á une extrémité, brun assez pále; premiére peau environ ou á peine de moitié aussi longue que la seconde et dépassant son bord antérieur. Seconde peau non bordée mais les deux carénées; longueur de la 22me environ 11m. La vraie coque est large de 1 mm, étroite avec des bords parallé- les et noire; mais elle para1t comme elle a déja été décrite parcequ'e- lle est recouverte d'une sécrétion blanche qui étend au delá d'elle. Femelle allongée, d'un brun tres-pále; peau finement striée, bords entiers, sans prolongements des segments; ceux-ci sont indistincts. Filaments rostraux formant l' habituelle courte ganse. Cótés du corps avec des groupes de grosses glandes par intervalles et lignes de ces glan- des indiquant les segments de la portion terminale. Lobes médians mo- dérément grands, arrondis, tres écartés, avec deux plaques en forme d'épines entreeux. Au dela du lobe médian, de chaque cóté, sur le bord, on voit une plaque en forme d'épine, puis un lobe profondément bifide, puis une petite projection, puis une plaque comme épine, puis un lobe bas et trifide, puis une petite saillie bifide, puis une grande plaque comme épine, puis une petite saillie pointue, puis une plaque comme épine, puis un large processus finement dentelé, puis une sal- llie bifide, puis 4 plaques a forme d'épines, puis une petite projection, puis une large processus serreté, puis une petite projection, puis 3 plaques á épine. Quelque fois le nombre des plaques est plus grand qw'il west décrit ici, le dernier groupe (decrit ci-dessus comme 3) consistant quelquefois en sept, et celui qui le précede en cinq. Y faudra probablement établir un genre nouveau ou un sous gen- re pour cet insecte, quand le mále sera connu. Me Trouvé á Guanajuato (Mexique) mélé avec Coccus tomentosus; recu du Dr. Alfr. Duges. (7) Diaspis calyptroides, Costa, 1827. En Europe, sur les cactus cultivés. (8) Diaspis cacti, Comstock, 1883. Aux Etats-Unis, sur les cactus cultivés. (9) Diaspis cacti, var, opuntice, Cockerell, 1893. Jamaique. (10) Diaspis cacti, var. opunticola, Newstead, 1893. de Demerara. Février 22, 1894. | Indice del tomo VII de las Memorias. VLLIIDIILAODILLIIDOIIDILIDI Table des matitres du tome VII! des Mémoires. Aguilar y Santillán Rafael.— Bibliografía Meteorológica Mexi- cana. Año 1892. (Bibliographie Météoralogique Mexicarne) . -.-. Aragón Agustin. — Importancia del estudio de la Psicología (Importance de V'étude de la Psycologie).coommeommommrnnaian+..- Beristain Serafin y Laurencio J. B.— Catálogo de las aves de México descritas hasta la fecha (Catalogue des oiseaux du Me- Galindo y Villa Jesús.—Apuntes de Epigrafía Mexicana. Apén- dice (Epigraphie Mexicaine. Appendice)-..-.. 93á 192 y 297 á Bibliogra Hacia sia qlo le e io OR Aa AUCIONOS A oe dao O a iaa A E A E as ea Herrera Alfonso L.— El Hombre Prehistórico de México (Lá- minas 1 y I1.). (1'Homme Préhistorique au Mexique). (Planches Páginas. 289 199 Páginas. Laurencio J. B.— Vease Beristain. Moreno y Anda WManuel.— Temperaturas del suelo observadas en el Observatorio Nacional de Tacubaya.-1893. (Températures du sol observés 4 1'Observatorwre de Tacubaya).ooooooocccnmo coo» 285 Palacios Daniel. — Estudio del Compás de proporciones (Étude dwiCompas denpropontioI A a la DO O Spina Pedro. — Síntesis de Geometría Analítica. (Lámina 11). (Synthese de Géometrie Analytique). (Planche HD) -oooooomoo.. 37 T. D. A. Cockerel.— Lista de los Coccideos encontrados en las Cacteas, y descripción de una especie nueva. (Liste des Cocci- dées trouvés sur lesCuctucées, avec description d'une Spece nouvelle). 461 Fin del Indice del tomo VII de las Memorias. OLLLL LS LLL SLI IIS III Fin de la Table des matieres du tome VII des Mémoires. RISA CONTÍNCA Y BLIOGRÁNICA, Société Scientifique “ Antonio Alzate.” REVUE Serentilique eb Diblera pbrque RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN CREEN RENO ADE RRE CEEI A EN CERDO rannannnro MEXICO IMPRIMERIE DU GOUVERNEMENT FÉDÉRAL. 1898 Sociedad Cientílica “Antonio Alzate” FE IST CIENTIFICA Y BIBLIOGRÁNICA Publicada bajo la dirección de RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN Secretario perpetuo. MEXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO FEDERAL EN EL EX”—ARZOBISPADO (Avenida Oriente 2, núm. 726). 0001898 400 AT PO A a A da an Y CLASE DO SA >eredad Cientilica “Antomo Alzalo. MÉXICO. Revista Científica y Bibliográfica, Náms. 1-2, 1893-94. SESIONES DE LA SOCIEDAD. JULIO 2 DE 1893. Presidencia del socio Guillermo B. y Puga. CORRESPONDENCIA. —De la Sociedad de Geografía de Co- chabamba, del Museo Australiano (Sydney) y del Profesor J. Tebbutt, propietario del Observatorio de Windsor (Nueva Gra- les del Sur), aceptando cambio y remitiendo sus trabajos; de la Librería de Baudry y C?, de París, del Museo de la Plata, del Observatorio Central del Japón y do la Dirección de Esta- dística, enviando publicaciones. PUBLICACIONES. —Se recibieron por primera vez las de la Sociedad de Geografía y Arqueología de Oran, del Museo de Sydney y del Observatorio Tebbutt de Windsor. La Librería Baudry y C?, de París, envió como obsequio un ejemplar de la excelente obra Traité de la Machine « vapeur, por Thurston. TRABAJOS. —Manuel Torres Torija, La evolución de la cultu- ra helénica. 6 El socio A. L. Herrera presentó un estudio bibliográfico re - lativo á la obra del Profesor Keeler intitulada; La evolución de los colores en las aves terrestres de Norte América. El socio Puga presentó una fotografía de una descarga eléc- trica y otras dos de nubes, é informó acerca del trabajo del so- cio Herrera, sobre el hombre prehistórico de México, conelu- yendo por proponer que sea publicado en las Memorias. El socio Manterola suplicó á las personas presentes se sir-- vieran emitir su opinión sobre el juicio crítico que había formu- lado acerca de la ley sociológica de los tres estados de Augusto Comte y la ley que él ha formulado para substituirla. La críti- ca se refiere en esencia á que aquella ley no expresa tres mé- todos diversos de filosofar sino tres objetos ó resultados diver- sos en la investigación. Cree que la humanidad en todo tiempo, al menos en su conjunto, ha perseguido siempre el determinar el cómo y el por qué de los fenómenos; pero que careciendo en un principio de elementos bastantes de observación para induc- ciones Ó deducciones rectas, suplieron los hombres con su ima- ginación lo que les faltaba de datos y elaboraron entonces en muchos puntos la ciencia siguiendo el método ú priori, ó al menos predominando éste. Aumentando en el segundo perío- do el número de hechos observados y habiendo crecido también el campo y los medios de observación, el método d posteriori fué aplicándose en mayor escala en las ciencias físicas, aunque si- guiéndose el á priori en las metafísicas, existiendo sin embar- go frecuentes invasiones del método seguido en unas para apli- carlo á las otras y viceversa. En el tercer período, la humanidad convencida al tin de que no puede haber sino sólo un método fundamental que consiste en observar los hechos, relacionar- los, inducir Ó deducir, extiende aún más el campo de sus inves- tigaciones aplicando ese método así á las ciencias físicas como á las metafísicas. En el primer período predomina el método « priori; en el último, que es en el que vamos entrando, predo- mina el método « posteriori, y en el segundo que es el de transi- ción ó mixto, aplican los investigadores ya uno ya otro método 7 según la naturaleza de los objetos que persiguen. Para concluir, el socio Manterola expuso varios ejemplos y adujo diversos ar- gumentos en comprobación de su doctrina. El socio A. L. Herrera manifestó que: en su concepto va- rias ciencias pero principalmente la Fisiología, seguían en al- gunos casos el método 4 priori, pues los observadores algunas veces parece que presienten ó adivinan la verdad, y citó varios ejemplos en apoyo de su opinión. El socio Manterola contestó que á lo que se refería el preopinante era la hipótesis que no sólo no está vedada, sino que es indispensable para el progreso de la ciencia; pero que el primer paso de esa hipótesis, aunque obra del genio, siempre era resultado de algún hecho, como la caída de una manzana, origen de la ley de gravitación univer- sal Ó la observación de las oscilaciones de una lámpara que dió por resultado el descubrimiento de las leyes del péndulo; pero que esas y otras hipótesis semejantes no han pasado á ocupar su lugar de verdades en la ciencia, sino después de que la inte- ligencia las ha elaborado y confirmado con nuevos hechos. El socio Torres Torija insistió en las ideas manifestadas por el socio Herrera, citando, entre otros ejemplos, el descubrimien- to del planeta Neptuno señalado por Le Verrier y encontrado por Galle en el lugar indicado por aquel, que nunca lo había visto. A esto contestó el socio Manterola que Leo Verrier se ha- bía fundado en hechos: las perturbaciones que observó en el planeta Urano y que no podían ser explicadas por las atraccio- nes de los otros planetas conocidos; si se fundó en hechos, es evidente que procedió « posteriori y no « priori. NOMBRAMIENTOS.—Socios honorarios: Dr. EDUARDO SELER, Director del Museo Etnográfico de Berlín. Dr. J. WALTER FEWKEs, Director de la Expedición Arqueo- lógica Hemenwey, Boston. PosTULACIÓN.—Para socio honorario: 8 Ingeniero José Joaquín Arriaga (4. L. Herrera, Galindo y Aguilar). PROPOSICIONES. —Los socios Manterola y Puga hicieron una proposición para que anualmente la Sociedad conceda dos diplomas de honor: uno al socio que hubiere presentado más trabajos, y otro al que presente el mejor trabajo relativo al te- ma que se fijará de antemano. El socio Manterola propuso que se nombrara una Comisión para que dictamine acerca de la conveniencia de que la Socie- dad establezca conferencias públicas periódicas. El Presiden- te designó á dicho socio y á los Sres. Epstein y Garibay para la referida Comisión. El Secretario perpetuo, RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN. AGOSTO 6 DE 1893. Presidencia del socio Guillermo B. y Puga. CORRESPONDENCIA.— De los Sres, Amos W. Butler, Secre- tario de la Academia de Ciencias de Indiana, E. U,, y Jesús Gasca, Profesor en el Colegio del Estado de Guanajuato, dan- do las gracias por haber sido electos miembros de la Sociedad; de los Institutos Prusianos Greodésico y Meteorológico, del Mu- seo Teyler, de Harlem, del Instituto Meteorológico de Ruma- nia, del Observatorio de Sydney, de la Comisión Greodésica de Austria, de la Oficina Meteorológica é Hidrográfica del Gran Ducado de Baden, de la Academia Real de Ciencias de Bolonia y de los Sres. Baudry y C*”, de París, enviando publicaciones. PUBLICACIONES.—So recibieron por primera vez las de la Academia de Ciencias de San Luis Misouri, del Museo Teyler y del Observatorio de Leyden. A la biblioteca hicieron dona- ciones los socios Frazer (Filadelfia), Peano (Turín), Felix y 9 Lenk (Leipzig) y Beristain, los Sres. Baudry (París) y Gonzá- lez Obregón, el Museo Nacional de México y la Compañía del Ferrocarril de Pensylvania. TRABAJOS.—De los socios: José G. Aguilera, Carta Geológica de los alrededores de Puebla Serafín Beristain y J. B. Laurencio, Catálogo de las aves de la República Mexicana. Dr. Alfredo Dugés, Un caso teratológico en una flor de calaba- za, (Cucurbita pepo, D. C.). Ezequiel Ordóñez, La roca del Calendario Azteca, C. Motétl, Observaciones séismicas en Orizaba, Julio 1893. Presentados por los socios: Luis González Obregón, Estudio biográfico y bibliográfico del Capitán Bernal Díaz del Castillo (presentado por el socio Galin- do y Villa). J. Cockerell, Une nouvelle espece de Lecanium du Mexique (pre- sentado por el Dr. A. Dugés). DimIsióN.— La Sociedad aceptó la que presentó el Sr. Fran- cisco' Solórzano y Arriaga de su plaza de socio de número. '"NOMBRAMIENTO.— Socio honorario. Ingeniero JOSÉ JOAQUÍN ARRIAGA. - POSTULACIONES. — Para candidatos á socios de número: Dr. Eduardo Armendáriz (Puga, Herrera y Aguilar), José de Mendizábal Tamborrel y Luis González Obregón (Puga, Aguilar y Galindo). El Secretario, AGUSTÍN ARAGÓN. Revista [1893-94] 2 10 BIBLIOGRAFIA. s TRAITÉ DES GITES MINÉRAUX ET MÉTALLIFERES. Recherche, étude et conditions d*explotation des minéraux utiles, des- cription des principales mines connues, usages et statistique des métaux.— Cours de Géologie Apliquée de 1 École Supé- rieure des Mines par ED. FUCHS ingénieur en chef des mines, professeur á 1"École Supérieure des Mines. L. DE LAUNAY ingénieur des mines, professeur a 1" École Supéricuro des Mi- nes.— Paris. Librairie Polytechnique Baudry et €”, rue des Saints-Péres, 15. 1893, 2 vol. 8? gr. 60 fr. encuadernados: La bibliografía científica contemporánea se acaba de enrl- quecer con una obra relativa al importantísimo ramo de la Mi- nería, debida á los notables, eruditos y numerosos trabajos he- chos sucesivamente por dos eminencias científicas, por dos verdaderos sabios cuyos nombres ocupan un lugar distinguido en los anales científicos del mundo. Nos referimos á la obra que acaba de salir de las elegantes y correctas prensas de los Sres. Baudry y 0? dela Librería Politécnica en París, redactada por el conocido Ingeniero de Minas L. Delaunay, Profesor de Greo- logía aplicada en la Escuela Superior de Minas de París, con los trabajos del Profesor Ed. Fuchs, su antecesor en dicha ela- se que desempeñó durante diez años, desde el de 1879 en que este curso fué establecido, hasta el de 1889, en el que falleció el 7 de Septiembre; pudiendo así con toda propiedad decirse, que dicha obra es debida á estos dos acreditados profesores. En el título de esta obra, “Tratado de criaderos minerales y metalíferos; investigaciones, estudio y condiciones de explo- ración de los minerales útiles; descripción de las principales minas conocidas, uso y estadística de los metales,” cuyos pun- 11 tos forman el programa del “Curso de Geología aplicada de la Escuela Superior de Minas” en París, están compendiadas las materias que en ella se tratan; pero no es posible formarse idea del modo tan lógico, tan erudito, tan natural y tan científico con que el plan está concebido y la maestría con que está desarro- llado, si no es estudiando con atención este libro, que constitu- ye una verdadera joya científica y minera. El curso fundado por el Sr. Fuchs en 1879, y sujeto á un programa completamente nuevo, según el testimonio del Sr. Delaunay, su discípulo, vino á hacer ver por la primera vez, la ventaja que se puede sacar de los conocimientos geológicos más elevados, para resolver la cuestión tan frecuente y esencialmen- te práctica de conocer y apreciar la importancia real y el valor efectivo de los criaderos metalíferos, y en general, de todos los yacimientos minerales. Este programa, tan extenso como profundo, abarcaba el es- tudio de cada una de.las substancias útiles contenidas en la costra terrestre; la descripción de sus principales yacimientos, elasificados conforme á una base metódica y racional; el exa- men teórico y científico de su modo de formación, y al mismo tiempo, un resumen delas cuestiones industriales que se pre- sentan en la serie de trabajos que constituyen su explotación, lo que nunca se había hecho antes, en un estudio de esta natu- raleza. Para llenar este vacio, que habían ya notado los ingenieros que tenían que dedicarse á una industria minera nueva, el Sr. Fuchs se sirvió de los numerosos datos recogidos, los lumino- sos informes presentados, los concienzudos trabajos hechos, los innumerables viajes por casi todo el mundo practicados y la grande experiencia en ellos adquirida. Este precioso, abundante y riquísimo material de trabajos, que el Sr. Fuchs dejó en su mayor parte inéditos á su muerte, fué aprovechado por el Sr. Delaunay, quien lo ensanchó con los datos ministrados por los autores franceses y extranjeros, y con los que él personalmente había recogido en sus estudios y via- 12 jes llevados á cabo en Francia, Bélgica, Austria— Hungría, Ita- lia, Cerdeña, España, Argelia, Asia Menor, Suecia, Noruega, Silesia, Polonia, etc.; y esta abundantísima cosecha fué utiliza- da por la prudente y circunspecta preparación de cuatro años de profesorado. Para formar el plan de su precioso hikibo el Sr. Delaunay, después de discutir los sistemas que le parecieron más científi- cos, más prácticos á la vez que más cómodos para el lector, adop- tó uno que sin disputa supera á todos los demás bajo este tri- ple principal y otros secundarios aspectos: el que tiene por base la clasificación por metaloide ó por metal, con sujeción al orden en que la Química los presenta. Para el estudio de cada cuerpo, sigue un orden racional y teórico, fundado en el tipo del yacimiento y en su edad relativa. Separa los criaderos que están incorporados en las rocas eruptivas ó dispuestos en vetas, de los que constituyen las ca- pas sedimentarias; estableciendo en la primera categoría gru- pos particulares, según la naturaleza de la roca en que arma el criadero, la dirección 6 el modo con que el fenómeno de llena- miento se ha realizado, y en las vetas, su edad relativa cuando es posible; y en la segunda categoría, esto es, en los minerales sedimentarios, el orden conforme á la edad geológica, que es el más natural. Si la parte especulativa de este libro lo presenta tan intere- sante como por estas ligerísimas indicaciones se comprende, no lo es menos en su parte económica y práctica; pues antes de hacer el estudio de un cuerpo menciona los usos industriales que se hacen de él y de sus principales compuestos; señala los centros principales de su producción; indica su precio aproxi- mado; da á conocer las bases generales á quese sujeta su co- mercio, y agrega, al fin de cada criadero, los datos económicos que á él se refieren: De estas ligeras observaciones se desprendo el plan de la obra, conforme al que, cada metaloide Ó cada metal de los es- tudiados, está sujeto al orden siguiente: | v 13 1% Naturaleza de la substancia estudiada; sus propiedades físicas y químicas; sus aplicaciones prácticas; los principales centros de su producción, y su valor aproximado. 2 Descripción de sus criaderos, que comprende: Su historia; La Geología general de la región; La Geología propia del yacimiento; Los métodos de explotación, beneficio y transporte, cuando estos métodos presentan un interés especial; y Los datos estadísticos Ó comerciales. Para conservar á su exposición el valor geográfico, que pa- rece quitarle la base de la clasificación adoptada para su estu- dio, reune en un índice especial las localidades citadas, pues- tas en riguroso orden alfabético, marcando con versalitas el nombre de la región, y con carácter de letra común el de los criaderos especiales; consignando, en otra tabla, los países prin- cipales, puestos también por orden alfabético. El primer índice consta de 2,617 localidades. En una y en otra tabla están señalados el tomo y la pági- na en que se encuentran las referencias de la localidad citada; y en ambas figura nuestro país, si bien no con la extensión con que le dan á conocer los estudios que respecto de él se han he- cho, lo que sin duda depende de la circulación relativamente li- mitada que nuestros trabajos científicos tienen en el extranjero. Después del estudio de cada región tiene la bibliografía que á ella se refiere, en la que consta el título de la obra, el nombre del autor y el año de su publicación. Entre estas notas figuran los nombres de algunos autores compatriotas nuestros. Otra tabla verdaderamente interesante por la laz que da á, los que se dedican á esta clase de estudios, y de una manera especial á los ingenieros de minas, reseña la bibliografía de las obras generales relativas á los criaderos metalíferos, expresan- do las de los antiguos, la edad media y la contemporánea, lle- gando el número de obras citadas á 104. 14 Termina las tablas con las que sirven para la conversión en medidas francesas de las principales medidas usadas en las mi- nas, cuya utilidad práctica salta á la vista. Esta obra, que consta de dos tomos en cuarto mayor, con 1,948 páginas y numerosas cartas, cortes y figuras intercaladas en el texto, contiene todos los datos mineros que la ciencia ha recogido hasta ahora y que son de tan notoria utilidad y de tan frecuente aplicación á la práctica. Al cumplir con el deber ó por mejor decir, al satisfacer la necesidad de hacer mención de un libro como éste, cuya apa- rición no podríamos dejar inadvertida, no vacilamos en teco- mendarlo á nuestros lectores, y de una manera muy particular á nuestros ingenieros de minas, en cuyas bibliotecas está recla- mando un lugar preferente. Nosotros damos las más expresivas gracias á los Sres, Bau- dry y 02, por el ejemplar con que se han servido obsequiarnos, felicitándonos y felicitando á nuestra Sociedad por tan valiosa adquisición. TRAITÉ DE LA MACHINE A VAPEUR pat ROBERT H. THURSTON, Directeur du “Sibley - College,” Cornell University, Ancien Président de 1? American Society of Mechanical Engineers. Traduit de l'anglais, annoté et précóédé d'une Introduc- tion par Maurice Demonlin. Paris, Librairie Polytechnique Baudry et C** (Rue des Saints- Peres, 15). 1893. 2 vol. 82 gr. 888 y 998 págs. con figs, 60 francos, encuadernados. Esta importantísima obra, cuyo autor es muy conocido por sus eminentes trabajos, es una monografía de las más comple- tas de todas las que hasta el día se hayan publicado. El tomo primero lo forman la descripción de los principales tipos de máquinas y su teoría; comprende siete capítulos: el primero es la Historia de la máquina de vapor, que en fealidad es ER 15 un resumen de la obra del mismo autor relativa al asunto y de la cual se ha publicado también una traducción al francés. El capítulo segundo intitulado Estructura de la máquina de vapor, contiene una deseripción metódica de los principales tipos de máquinas de vapor, dando una idea general. del estado actual de sus diversas aplicaciones, y la descripción de varias máqui- nas de las que algunas de ellas son poco conocidas y ofrecen gran interés. El capítulo tercero intitulado Teoría de la máquina de vapor, es la historia de la termodinámica considerada princi- palmente en sus aplicaciones al estudio de los vapores y de las máquinas de vapor, escrita de la manera más clara é imparcial. El capítulo cuarto se ocupa del estudio termodinámico de los gases y vapores y de la teoría termodinámica de la máquina de vapor ideal; esta exposición es muy completa, hallándose al la- do de la teoría una multitud de tablas de las constantes físicas de los gases y vapores, con varios diagramas. El capítulo quin- to, uno de los más interesantes de la obra, está consagrado á la Teoría termodinámica de las máquinas reales, ocupándose con gran acopio de datos y fórmulas de las pérdidas reales é inevi- tables debidas al vapor mismo y á las paredes del cilindro, de la determinación del rendimiento de las máquinas, de sus fro- tamientos, terminando por dar todos los datos que permiten cal- cular con una aproximación suficiente en la práctica, el rendi- miento probable de una máquina de los tipos conocidos. El ca- pítulo sexto estudia, por los mismos métodos que el anterior, las máquinas compound con especialidad, precisando con clari- dad las ventajas generales del sistema, con gran acopio de con- sideraciones, de hechos y de experimentos, que forman un con- junto de grandísimo interés y que debe ser consultado en todos casos. En el último capítulo el autor discute las fórmulas y los diagramas que permiten fijar, con suficiente aproximación en la práctica, las proporciones más adecuadas á los diferentes ti- pos de máquinas. El segundo tomo comprende ocho capítulos: el primero con- tiene los principios generales que preceden al estudio de las 16 máquinas de vapor, con gran acopio de datos prácticos, el cálcu- lo y la construcción de las principales piezas, el estudio teórico elemental de los condensadores, etc., finalizando con algunas consideraciones prácticas relativas á las calderas y la descrip- ción de algunos tipos de motores. El segundo capítulo contie- ne una exposición completa de los diversos sistemas de distri- bución de vapor. El tercero, que se ocupa de la regularización, da interesantes descripciones de los principales reguladores di- rectos, de volante, etc., y de los efectos de la inercia. El cuarto lo ocupa la construcción y establecimiento de las máquinas, con numerosos datos acerca de los metales usuales y sus ligas, así como importantes indicaciones para el mantenimiento de las máquinas, precauciones que deben tomarse, ete., asuntos de que también se ocupa detalladamente el capítulo quinto. El capítu- lo sexto contiene ensayes de máquinas y calderas, comparando los diversos tipos y empleando varios procedimientos. Los dos últimos capítulos, que son de gran utilidad, son de una origi- nalidad especial, pues no hay hasta ahora otra obra en la que se den los datos é indicaciones que en ellos. Los forman una colección de datos prácticos, económicos y financieros, relati- vos á especificaciones, cuadernos de carga, ete., con todos los gastos de funcionamientos, reparaciones, etc. Termina la obra con el estudio de la distribución de la energía en general a es- pecialmente por medio de la electricidad, La obra, como podrá comprenderse, será consultada con gran provecho por los ingenieros, profesores y alumnos, á quie- nes no vacilamos en recomendarla, Sociedad Cientílica “Antonio Alnale. MÉXICO. Revista Científica y Bibliográfica, Núms. 3 2 4, 1893-94. SESIONES DE LA SOCIEDAD. SEPTIEMBRE 3 DE 1893. Presidencia del Sr. Lic. Ramón Manterola, Vicepresidente. CORRESPONDENCIA. —De los Sres. Prof. Marcos W. Ha- rrington y Dr. Rafael Blanchard, dando las gracias por haber sido nombrados miembros de la Sociedad; del Observatorio del Vaticano, de la Sociedad Real de Ciencias de Sajonia y de los Sres. Baudry y C*, de París, enviando publicaciones; del Di- rector de la Comisión Geológica Mexicana obsequiando una co- lección de cartas. PUBLICACIONES. —Por primera vez se dió cuenta de las de la Sociedad de estudios científicos y arqueológicos de Dragui- _ghan. TRABAJO.— Carlos Mottl, Observaciones séismicas en Orizaba, Agosto 1893. NOMBRAMIENTOS.—Socios de número: Revista [1893-94]-—3 y 18 Dr. EDUARDO ARMENDÁRIZ, Miembro del Instituto Médico Nacional. : ' JOSÉ DE MENDIZÁBAL TAMBORREL. Luis GONZÁLEZ OBREGÓN. PosTULACIÓN.— Para socio honorario: Dr. E. T. Hamy (Galindo, Herrera y Aguilar). ComisióN.—Fué aprobada la proposición de los socios Pu- ga y Manterola hecha en la sesión de Julio relativa á los Diplo- mas anuales que la Sociedad adjudicará, y quedaron nombra- dos los socios Galindo, Herrera y Mateos para que propongan la mejor manera de realizar tal propósito. El Secretario perpetuo, RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN. -OCTUBRE 1? DE 1893. Presidencia del Ing. Guillermo B. y Puga, CORRESPONDENCIA. —Del Sr. Dr. Eduardo Seler, Director del Museo Etnográfico de Berlín, expresando su agradecimien- to por su elección; de los socios Ing. Daniel Palacios y Prof. Jesús Gasca, remitiendo respectivamente sus trabajos para las Memorias. PUBLICACIONES.—Se recibieron por primera vez las de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas y de la Sociedad Me- teorológica de Shanghai y La Fotografía Práctica de Villafranca. Ingresaron donaciones de los socios Aguilera, Aguilar, Aragón, Armendáriz, Beristain, González (Puebla), Seler (Berlín), Fra- zer (Filadelfia) y Thirion (Lovaina), y de los Sres. Vigil, Sala- zar y Newman (Santiago) y Gauthier-—Villars y Baudry (París). Se dió cuenta con los núms. 1 y 2 del tomo VII de las Me- morias y Revista. 19 TRABAJOS. —E. Armendáriz, Estudio de los alcaloides vege- tales. D. Palacios, El Compás de proporción. J. Gasca, Dióptrica. Las verdaderas leyes de la refracción simple. NOMBRAMIENTO.— Socio honorario. Dr. ErNEsTO T. Hamy, Director del Museo Etnográfico del Trocadero, París. ComIsIONES.— Para el estudio de la posibilidad de una Reu- nión de Meteorologistas nacionales: Mateos, Aguilar y Rodrí- guez Rey. Para las conferencias públicas: Manterola, Epstein, Gari- bay, Altamirano y Aragón. ANIVERSARIO.—El Presidente recordó que la Sociedad cum- ple en este mes el 9? año de su existencia, haciendo una breve relación del estado á que ha llegado la Corporación. El Secretario, AGUSTÍN ARAGÓN. BIBLIOGRAFIA. TRAITÉ DE L'ÉLÉVATION DES EAUX. Calculs et renselgnements pratiques, par P. BERTHOT, Ingénieur des Arts et Manufac- tures. Paris, Librarie Polytechnique Baudry et C*”, 15 Rue des Saints—Peres. 1893. 8? gr. Figs.—18 fr. encuadernado. En esta obra el autor ha reunido todos los datos teóricos y prácticos y su obra forma un conjunto de los más completos re- lativos al estado actual de la elevación de las aguas y de sus aplicaciones. Da los cálculos algebraicos de los más autoriza- dos ingenieros é indica además los procedimientos de estática 20 gráfica que permiten resolver las cuestiones que se presentan en este ramo. Está dividida la obra en cinco partes: la prime- ra comprende las nociones preliminarés; la segunda, formada de cinco capítulos, contiene los motores animados, los de vien- to, de agua y de vapor, las bombas animadas de movimiento circular continuo, y las máquinas movidas por motores de gas, de petróleo ó eléctricos. La tercera trata de las bombas de agua fría, de las prensas hidráulicas y de los acumuladores. Se ha- llan en la cuarta las máquinas elevadoras de aire y gas compri- midos, los pulsómetros, los inyectores y eyectores de vapor y los eyectores de agua comprimida. Los arietes están compren- didos en la quinta, en la que también se ocupa de otras varias máquinas como la de Caligny, etc. Cada una de estas partes es- tá precedida de consideraciones generales, en las que se hace ver las ventajas y los inconvenientes del empleo de cada motor. El gran acopio de coeficientes prácticos, las descripciones de máquinas de toda especie acompañadas de figuras y las con- sideraciones acerca del trabajo útil que debe producir cada es- pecie de bomba, hacen á la obra de grandísima utilidad y muy propia para ser consultada muy á menudo. TRAITÉ THÉORIQUE ET PRATIQUE DES MACHINES DYNAMO-— ÉLECTRIQUES par SILVANUS P. THOMPSON, Directeur du Collége Technique de Finsbury, á Londres. Traduit et adap- té de l'anglais sur la quatrieme édition par E. BOISTEL, Électricion-expert prds le Tribunal de la Seine.—2** Édi- tion Francaise. Paris, Librairie Polytechnique Baudry et C*- 15, Rue des Saints—Péres. 1894. 8? gr. 919 págs, con 362 figs. 30 fr. encuadernado. A pesar de la identidad del título que esta obra tiene en francés y en inglés ( Dynamo-—Electric Machinery ), esta nueva edición difiere de la anterior en su plan y en su espíritu gene- ral. Está destinada á los mecánicos y á los electricistas, y así 21 habría sido más lógico titularla Maguinaria ó Máquina dinamo— eléctrica. Tiene, en efecto, por mira principal, llenar un vacío que hace mucho tiempo se hace sentir. Con raras excepcio- nes, los electricistas no son suficientemente mecánicos, ni és- tos son bastante electricistas para poder no sólo resolver inde- pendientemente unos de los otros y de una manera satisfacto- ria, la multitud de problemas que originan sus aplicaciones, pe- ro ni aun colaborar con toda la utilidad posible á su solución. En esta obra encontrarán el complemento necesario á su ins- trucción y de estas miras comunes saldrán probablemente, con ayuda de la práctica, las indicaciones precisas, según las cir- eunstancias locales, para la elección de los diversos sistemas de explotación de estaciones centrales que tanto ensanche van to- mando. Con estos fines, el autor transformó por completo su obra en la cuarta edición inglesa, y por eso se ha retardado la publi- cación de la segunda edición francesa, que era esperada con an- sia. Puede decirse que la presente tiene.doble importancia que la anterior, pues además de que se hallan desarrollados multi- tud de puntos, está enriquecida con gran número de datos é in- dicaciones de orden práctico y mecánico, que hacen de la obra un libro nuevo por decirlo así y le aseguran un éxito brillante. Una revista breve que hagamos de su contenido bastará pa- ra hacer resaltar el interés y la variedad de las cuestiones tra- tadas. Teoría física de las máquinas dinamo-eléctricas, —Aecio- nes y reacciones eléctricas y mecánicas en el inducido.— Prin- cipios magnéticos y propiedades magnéticas del fierro.—El cir- cuito magnético.— Formas de inductores:— Teoría elemental del dinamo. — Curvas características. —Dinamos de diferencia de potencial constante.—Construcción práctica de los induci- dos.— Colectores, etc.— Elementos mecánicos y físicos de un proyecto de dinamo y de su construcción.— Dinamos de alto potencial para corriente constante.— Dinamos diversos.— Mo- tores eléctricos de corriente continua. — Tipos recientes de 22 motores de corriente continua.— Principios de las corrientes alternativas.— Alternadores.— Motores de corrientes alternati- vas.— Transformadores.— Transmisión eléctrica de la energía. — Reguladores para dinamos.— Experimentación de las máqui- nas generadoras y receptoras.— Manejo de los dinamos.—Ti- pos recientes de dinamos continentales. Corriente continua. Corrientes alternativas. Encyclopédie Scientifique des Aide—mémoire. CADA TOMO 8% PEQUEÑO, 2 FR. 50. Librería Gauthier-Villars € hijos. París (55, Quai des Grands-Augustins ). NAUDIN (LAURENT), Chimiste. FABRICATION DES VERNIS. Applications á 1"Industrie et aux Arts. Está dividida esta Ayuda—memoria en dos partes: la pri- mera es teórica; comprende el estudio de las propiedades físi- cas y químicas de las materias primas que sirven para la fabri- cación industrial de los barnices. Se hallan breves indicaciones acerca del modo de extracción de las resinas, de los países de que provienen y relativos álos vegetales de donde se extraen. Después, someramente, el análisis de las resinas y de los aceites. La segunda parte, con el título especial de Técnica de los bar- nices, trata de los principales procedimientos de fabricación que se usan actualmente. Como ha sido del todo imposible hacer una revista de todos los métodos y procedimientos propuestos desde hace más de 150 años (1723-1893), el autor ha reunido. al fin del tomo por orden alfabético de autores, los trabajos cien- tíficos é industriales relativos á la preparación de los barnices y al estudio de sus componentes. De todos estos trabajos el autor indica los que le han parecido que presentan gran inte- 23 rós, ya sea al químico para señalarlo las publicaciones anterio- res, ya sea al práctico para evitarle la investigación de los pro- cedimientos que pertenecen hace mucho tiempo al dominio público. E HrEBERT (A.), Préparatour aux Travaux pratiques de Chimie á la Faculté de Médecine.— EXAMEN SOMMAIRE DES BOIS- SONS FALSIFIÉES. El autor de este libro, dirigióndose especialmente al públi- co instruído, pasa en revista las principales falsificaciones de los líquidos de consumo corriente y enseña los medios de des- cubrirlos según los métodos más recientes. El libro ha exigido para su redacción un trabajo de compilación considerable y se- rio para eliminar el estudio de las sofisticaciones muy raras Ó - muy difíciles de caracterizar, dando sólo las que se encuentran generalmente y que pueden determinarse de una manera rela- tivamente fácil. Está dividido en cinco partes consagradas á otras tantas clases de bebidas de las más comunes: vinos, sidras y peradas, cervezas, aguardientes y licores, vinagres. Cada uno de estos ca- pítulos comprende, después de algunas generalidades acerca de la bebida considerada (historia, composición de las materias primas y del licor obtenido ), las variedades, falsificaciones más esparcidas y su caracterización, y en fin, una indicación ligera de las enfermedades que pueden atacar á esas bebidas. En el capítulo de los vinos hay una parte consagrada á los reactivos 6 instrumentos para hacer los avalúos indispensables de los principales elementos de los líquidos estudiados. 24 GERARD-LAVERGNE, ancien Éleve de 1" École Polytechnique, Ingénieur civil des Mines.— Les TURBINES. 339 páginas y figuras. 4 Esta obra, que es una monografía completa de la utilización eléctrica de las caídas de agua, está dividida en cuatro partes. La primera expone la teoría general de dicho motor y sus aplica- ciones á cada tipo particular de turbina. La segunda da un es- tudio práctico muy detallado de cada uno de esos tipos, insis- tiendo particularmente en las reglas que deben tenerse presen- tes para la construcción de las turbinas. Un capítulo especial está consagrado á las turbinas americanas. Debe señalarse tam- bién como nuevo el estudio que hace el autor de la regulariza- ción del movimiento de estos motores hidráulicos, lo que les permite desempeñar bien el empleo que se les da y que pide una gran constancia en su marcha; principalmente para el alum- brado eléctrico. Hay otro capítulo, del todo inédito, relativo á la medida del rendimiento real de las turbinas, que es de tanto interés conocer con exactitud, y que por lo general hasta ahora sólo se ha determinado de una manera muy aproximada. La tercera parte, que será sin duda la que se consultará con mucho fruto, principia por el examen de los casos en que las turbinas tengan que ser aplicadas, y por la exposición de las con- sideraciones que deben preceder á elegir los diversos tipos. Da en seguida cuatro ejemplos muy completos de aplicación con los cálculos de todos los elementos de los motores; termina por un cuadro comparativo de estos elementos para dos turbinas, una de grande y otra de pequeña velocidad. La cuarta parte es una útil bibliografía. 25 SINIGAGLIA (FRANCESCO ), Ingénieur, Directeur de 1*Associa- Ftion des propriétaires des chaudiéres á vapeur de Naples, Membre correspondant de 1”Institut Royal d'encourage- ment d'Italie, etc.— ACCIDENTS DE CHAUDIERES. 192 págs. Figs. Este volumen contiene los conocimientos teóricos y prácti- cos indispensables á las personas encargadas de los ensayos y de las visitas de las calderas de vapor. Lo recomendamos mu- cho á los ingenieros, mecánicos y maestros de talleres, á quie- nes será de grandísima utilidad. El autor se ocupa primero del examen de los materiales que se emplean en la construcción de las calderas y en seguida tra- ta do las condiciones de recepción de láminas, correas, tirantes, tubos, ete.; las diferentes pruebas en frío ó en caliente están estudiadas con detalle, para el fierro pudlado ó fundido y para el acero. El cálculo de los espesores para los cuerpos cilíndricos de las calderas y para los fondos está expuesto con especialidad, así como las fórmulas prácticas para los cilindros prensados por el exterior. Demuestra el autor que el coeficiente de seguridad de una Caldera tiene un valor límite, que resulta del ensayo con la prensa hidráulica. Da una clasificación racional de las causas que producen las explosiones, y después de indicar los esfuer- zos á que están sometidas las calderas, hace una revista de los efectos de las láminas, ete,, y de los diferentes géneros de co- rrosiones. Para mostrar la importancia de ciertas precauciones para la seguridad, da muchos consejos para el proyecto, la construe- ción, la instalación y el mantenimiento de las calderas. El úl- timo capítulo se ocupa de los aparatos accesorios de los gene- radores; los indicadores de nivel, válvulas de seguridad, ete., son estudiados siempre desde el punto de vista de la seguridad. Termina el tomo con un resumen de los accidentes habidos en Revista [1893-94] — 4 26 y) el empleo de los aparatos de vapor durante el año 1890 y por una interesante bibliografía. LAURENT (H.), Examinateur d'admission a 1” École Polytech- niaue.— THÉORIE DES JEUX DE HASARD. 176 págs. Este pequeño volumen, que con mucho gusto anunciamos ahora, contiene la exposición de los principios del Cálculo de probabilidades y de sus aplicaciones á la teoría de los juegos de azar. Este estudio que es interesante por sí mismo, y por sus aplicaciones á los seguros de vida, proporciona á las personas amantes de las Matemáticas, la ocasión de ejercer sus conoci- mientos en Aritmética, Algebra, Greometría, Mecánica, Análi- sis, etc. Tiene también su lado eminentemente moralizador: en lugar de animar al juego, inspira una saludable aversión á esta distracción inmoral, de la cual hace patentes sus peligros. VERMAND P., Ingénieur des Constructions navales.—LEs Mo- TEURS A GAZ ET A PÉTROLE. Figs. 176 págs. En este útil librito el autor condensa las diferentes nocio- nes indispensables. á los que se interesan en los motores de gas. La obra está dividida en dos partes, la primera teórica, la se- gunda práctica. En la primera hace el autor una revista de las propiedades de los gases y estudia la manera con que éstos se comportan en los motores. Un capítulo especial consagrado á la comparación de los diferentes motores térmicos, hace resaltar la superiori- dad de los de gas á los de aire caliente ó vapor. Hállase en el mismo capítulo la clasificación de los diferentes motores según los ciclos recorridos por los gases, y la determinación de sus rendimientos teóricos. Después de haber reasumido el estado 27 actual de nuestros conocimientos relativos á las leyes de la com- bustión de las mezclas gaseosas, el autor pasa en revista las di- ferentes causas que pueden influir sobre el rendimiento de las máquinas. En la segunda parte se halla un estudio de los diferentes gases empleados y de los diversos elementos de construcción de los motores; un capitulo está en especial consagrado á la instalación y arreglo de las máquinas. Seguidamente á algunas páginas relativas á ensayos, termina el autor su obra describien- do brevemente algunas máquinas tomadas para servir de tipos en las diferentes clases de motores de gas. GUENEZ, du Laboratoire des Douanes.— LA DÉCORATION CÉ- RAMIQUE AN FEU DE MOUFLE. 196 págs. La Encyclopédie Scientifique al publicar este tomito ha queri- do ofrecer al público una obra que reuniera todos los datos sus- ceptibles de ayudar al pintor ceramista y que contuviera, al la- do de los datos teóricos, las indicaciones prácticas que de ellos se derivan. e La primera parte está consagrada por completo á la teoría, y á las cuestiones que se le relacionan; es la química del pin- tor ceramista. La segunda describe detalladamente los procedimientos prácticos. Contiene: la preparación de los colores, modo de em- plearlos y su aplicación sobre la porcelana y la alfarería, y en fin, la manera de cocer las pinturas al fuego de mufla. En la exposición de los principios teóricos y sus aplicacio- nes, todo está presentado de una manera concisa y substancial, en donde cada uno puede elegir las indicaciones necesarias al objeto que se proponga. 28 Descripción de una nueva especie de crustáceo de Aguascalientes, ( Sphaeroma Dugesi ). ADRIAN DOLLFUS.I! Cuerpo oval de poca anchura, liso y cubierto con pelos ce- táceos muy pequeños. Cefalón.— Frente débilmente sinuosa, de punta media poco marcada, forma de cada lado un reborde muy acentuado. Pro- sepistoma ancho, plano, con el borde anterior casi recto. Ojos redondos, multiocelados. Antenas del primer par con los pri- meros artículos poco dilatados, fuete de siete á ocho artículos, sobrepasando apenas la extremidad del cefalón. Antenas del segundo par un tercio más largas que las del primero, fuete con diez artículos. Pereión.—Somitos no volteados hacia arriba en los bordes, partés pleurales no separadas por un surco. Pleón, Telsón.—El primer somito del pleón es el único visi- ble, los otros están confundidos con el telsón, formando un pleo- telsón casi triangular con el vértice arredondado. Urópodos: exopodito estrecho y casi recto; endopodito regularmente ener- vado del lado externo, viene á aplicarse sobre el fondo lateral del pleotelsón. / Color.— Gris verdoso más ó menos puntuado y estriado. Dimensiones. — 12%" x 6 "2, Aguascalientes; manantiales de agua dulce de más de 35%. Esta especie la recibió M. Milne —- Edwards del Sr. Dr. A. Dugés. 1 Bull. Soc. Zool. de France, Avril-Mai, 1893. 29 El lugar de habitación es muy notable, puesto que se trata de un género marino, He tenido ocasión de señalar un caso aná- logo, el de la Zacra Guiernei descubierta por M. De Guerne en un arroyo de las Azores (Bull, Soc. Zool. Fr., 1889). LA DENSITÉ DE LA NEIGE ET DE LA GLACE, (COMMUNIQUÉ). MM. J. Vallot et Joseph Jaubert ont prélevé, le 16 Sep- tembre 1893, au glacier de Taconnaz (Massif du Mont-— Blanc) situé á la pointe Sud du Rocher des Grands Mulets (altitude 3,020”) différents blocs de glace dont ils ont pu établir la den- sité a 0,842. Tls ont remarqué que le grain de la glace á cet en- droit était notablement plus gros que celui de la glace au bas du glacier des Bossons, c'est ce quí explique la densité plus faible. Ces observateurs ont fait ógalement au méme glacier, de nombreux prélévements de neige quí ont donné les résultats. sulvants: Prélévement fait á une profondeur de....... 030 050 Ancienneté de la neige. de648mois de749 mois Densité établie........ 0,484 0,477 Il est intéressant de rapprocher de ces chiffres, celui obte- nu par Mr. Joseph Jaubert, le 16 janvier 1893. La densité de la neige tombée ce jour lá á Paris déterminée á 1*Observatoire do la Tour Saint-Jacques, a éte de 0,132 et 0,133. 30 Observaciones séismicas correspondientes al mes de Agosto de 1892, ORIZABA. ( Continúa ). HORAS, Amplitud án- gulo-vertical. Dirección apa- |Escalade Fo- PEQHAS Aa IIA AE A rento- rel y Rossi. h m mM. Mm. 9 4 47 p.m 2 NW. L 5 15 2) 3 ” »” 6 25 2) 3 y) y) 6 59 2) 3 PE) 22 7 08 y) 3 2 » 7 10 E) dE eE) 3) 1 34 » 1 ) »” 10 10 32 2. mM 1 sa al 1 00 2 1 » 92 1 40 » 1 Y) ” 2 3l 2 1 ” 9 3 18 » 2 9 y) 3 22 E) 1 N, 2 3 25 y) 1 99 2) 0 E ds 3 NE. A A A 1 N. 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SS 9 03 2 1 2) ” 14 9 00 9) 1 NW 2) 10 43 e) 1 eb) ” 10 16 p.m 1 dE AS 1 40 » 1 9) 2 2 12 22 1 eE) eE) 2 54 22 1 2 Pp) 3 15 2 2 2) 2 4 43 22 2 ” yl) 6 17 2» 2 ” 2 1 26 2) 1 E) ” 1 99 2) 1 y) y) 16 4 45 a. m 1 A 5 9 00 ” 1 ” | » 6 00 Y) 2 ” ” 1 13 2 1 Y) » 8 16 2 1 » 2 9 45 2 1 ” 52) 17 3 | 46 , 1 NE. pS (Continuará). 32 nl A NSOoRO+> [] [es] INIA OA A! 2S10 "[U3O7 U[ANyT *9JUBUILIOP OJUOLA. *9JUBULULOP U , , e 10 O NOOO pt te cn NOAA FH10 0 lt te O HON *trpau UOQLIDOMT Pupryuno "SITAN $9 84 26 69 9% yeJA 9) 9) 09 IG Lp ve peje “Urpau prpauaH 6'p 6'E3 evt O”T 0'TG 6'GI S'8 6'TG 3 er SI 0036 TGI 08 108 8'vI c56 633 9er S'8 ES 6 SI € TL ve3 vor 89 $96 2"9T 68 996 9"ST s'6 6 26 0 "ST 63 v'9% 8 el 0: E £€6 8 TT CUIT | “veuIxyr | “upoM "VUAnoSs VI Y AYIV TAC SVUAL VAINA 00 Y ONJQUIOIVL “== *9IQUISTILNT “=* 9AQUISTAON +2" *91quio “- *odquuerydog amis 09S03 Y a e 25 OTUN fp 222 ETORRI A O O DA cd *OZABIN SO” 0191091 +92 -*-*OL9U "9ui6GE3 BADILY —ES 5 9) 98 q 9 U9LMUIIALD SP *M “SUOT] —*C ,LT/P3 0.61 N “YYT "Dpuy7 Ñ 0U9LO JT JINUDIT “18 72 10% “TG8T 2p 0UD 72 auv.mp VÁYADOV y, 9P [VUOLOUN COJULDUOA)S Y OLIOPUALOSQO 72 10 sOpvongonad so) ap ¿vo uab NAMASTHA a bh a "SVOIDO' TOJOHLAN SANOTOVAJYHASAIO Sociedad Cientilica “Antonio Alzale, MÉXICO. Revista Científica y Bibliográfica, Núms. 9-6. 1893-94. SESIONES DE LA SOCIEDAD. NOVIEMBRE 5 DE 1893. Presidencia del Ing. Guillermo B. y Puga, CORRESPONDENCIA. — Del Sr. Dr. J. Walter Fowkes, Direc- tor de la Expedición Arqueológica Hemenway (Boston ), dando las gracias por su nombramiento y enviando algunos trabajos; del señor Ministro de Instrucción Pública obsequiando á la So- ciedad con las Antiguedades Mexicanas y las obras de Ixtlilxó- chitl; del Museo Australiano (Sydney), del Sr. J. de Rey- Pai- lhade (Tolosa) y de la Librería Politécnica Baudry y C?, de París, remitiendo publicaciones; de la Estación Meteorológica Central de Baviera en Munich comunicando el fallecimiento de su Director el Sr. Dr. Carlos Lang; del socio Profesor Jesús Gasca, retirando su nota titulada “Leyes verdaderas de la re- fracción simple.” PUBLICACIONES.—Se recibieron donaciones de los socios Dr. Jesús Sánchez y Prof. Frazer (Filadelfia) y del Sr. J. de Rey- Re vista [1893-94] 5 34 Paylhade (Tolosa), y y por primera vez las de la Sociedad Ar- queológica é Histórica de Orleans. La Comisión dió cuenta con los núms. 3 y 4 del tomo VII de las Memorias y Revista. TRABAJOS.— Agustín Aragón, Importancia que tiene la Psico- logía aplicada á la educación. J. Galindo y Villa, Apuntes para una introducción á la histo- ria del arte entre los antiguos mexicanos. Ezequiel Ordóñez, Los ventisqueros del Ixtaccíhuatl. Carlos Mottl, Observaciones séismicas en Orizaba, Octubre de 1893. El socio Profesor da L. Herrera hizo notar el curioso fenó- meno de que una placa delgada de colodión es atraída por cual- quier clase de cuerpos especialmente porlos metálicos. Creyen- do que este hecho es desconocido lo presentó á la Sociedad para que lo estudie. Quedó nombrado el socio R. Aguilar y Santi- llán para ello. El socio G. B. y Puga presentó dos fotografías de grupos de estrellas: una representa la constelación de Perseo en la que se pueden ver estrellas desde séptima hasta décimaquinta mag- nitudes; y la otra, la constelación del Escorpión con estrellas desde quinta hasta décimaquinta magnitudes; ambas fueron tomadas con una exposición de 40”. PosTULACIÓN.— Para socio honorario: Prof. Fernando von Mueller (Aguilar, Herrera y Galindo ). DICIEMBRE 10 DE 1893. Presidencia del Sr. Lic. Ramón Manterola, Vicepresidente. CORRESPONDENCIA. — Del socio G. B. y Puga, Presidente de la Sociedad, participando que ha recibido del Ministerio de Fo- mento una comisión y que con tal motivo no asistirá á sesión; 35 del Profesor Jorge B. Halsted, de Austin, Texas, haciendo do- nación para la Biblioteca de la Sociedad, de algunas de sus obras. PUBLICACIONES. — Donaciones de los socios Aguilar, Beris- tain, Walter Fewkes (Boston), Bertelli (Florencia) y Frazer (Filadelfia), y de los Sres. Halsted (Austin) y Gauthier-Vi- llars (París). TRABAJOS.— Manuel Moreno y Anda, El Regulador de los pén- dulos del Observatorio Astronómico Nacional (presentado por el socio F. Rodríguez Rey). Serafín Beristain, Apuntes para la Bibliografía de los Mamí- feros de México. El socio Torres Torija concluyó la lectura de su Memoria relativa á la evolución de la cultura helénica. El socio Epstein leyó la introducción de la obra sobre la Geo- logía y Paleontología de la República, por los Dres. Felix y Lenk, que se ocupa en traducir por comisión de la Sociedad de Geografía y Estadística. El socio Herrera pidió á la Sociedad le informara qué ha. bía de cierto relativamente al hallazgo de una arenisca con hue- llas humanas que hace tiempo existe en el Museo de SS y Paleontología de la Escuela de Ingenieros. PosTULACIONES.—Para socios de número: Ingeniero Abel Díaz Covarrubias y Manuel Moreno y An- da (Puga, Rodríguez Rey y Mateos ), quienes ocuparán las va- cantes de los Sres. Juan B. Calderón y Vicente Vargas Ga- leana. NOMBRAMIENTOS.—Socios honorarios: SIR FERNANDO VON MUELLER, Botánico del Gobierno de Victoria (Melbourne). A moción de los socios Manterola, Mendizábal Tamborrel (Joaquín), Aragón y Aguilar, quedaron electos socios corres- pondientes los señores: 36 JORGE BRUCE HALSTED, Profesor de Matemáticas en la Universidad de Texas (Austin). ALEJANDRO MACFARLANE, Profesor de Física en la propia Universidad. LzoN DeEscroIx, Jefe del Servicio Meteorológico en el Ob- servatorio de Montsouris (París). CARLOS E. GUILLAUME, Adjunto á la Oficina Internacional de Pesos y Medidas (Sevres). El Secretario, AGUSTÍN ARAGÓN. BIBLIOGRAFIA. DATOS PARA LA ZOOLOGÍA MÉDICA MEXICANA.— ARÁCNIDOS É INsECTOS, por el DR. Jesús SÁNCHEZ. México, 1833. 8* 189 págs. y 9 láms. Nuestro distinguido consocio el Dr. Sánchez, ha publicado bajo los auspicios del Ministerio de Fomento, una interesante Memoria acerca de los Arácnidos é Insectos de México consi- derados desde el punto de vista de la Zoología Médica. Raros son estos libros y más raros aún los que presentan al lector (cansado de recopilaciones, extractos y traducciones) al- go que sea nuevo y particular de nuestro país; que se aleje un poco de las generalidades de Brevans ó Figuier; un libro que esté ilustrado con figuras un tanto diferentes de las que hizo grabar el creador de la paleontología. Suponemos que el Dr. Sánchez continuará publicando los da- tos relativos á vertebrados y algunos invertebrados. La parte que tenemos á la vista comprende solamente los arácnidos é insectos. Ya poco habrá que añadir á las observaciones que con método notable ha reunido el autor. »- 37 Hace notar que la sarna es muy rara'en México; se descri- ben las Garrapatas, el Tlalzahuate de Tierra caliente y otros parásitos estudiados por el Dr. Dugés; constan los documentos acerca del empleo terapéutico de la tarántula para combatir la Elefanciasis ó mal de San Lázaro; de las chintatlahuas ó ara- ñas capulinas recomendadas para el tifo; de la pretendida pon” zoña del vinagrillo. Encontramos además un magnífico trabajo del Dr. M. Herrera acerca del alacrán de Durango (trabajo que sin la intervención del Sr. Sánchez hubiera quedado inédito, como otros que fueron presentados en el Congreso Médico Me- xicano y se publicarán después de los tiempos quinquenarios). En seguida viene la curiosa historia de la enfermedad coleri- forme de Chiapas, en 1882, que siguió el mismo itinerario que la langosta: un buen estudio sobre los Moscos zancudos que han invadido la capital en estos últimos años; un caso de miasis pro- ducida por la nueva especie Lucilia versicolor, Jiménez; observa- ciones relativas al Moyocuil, la nigua, las cantáridas mexicanas y su poder vesicante; las hormigas mexicanas; descubrimiento de la naturaleza del propolis, por el P. Alzate; datos estadísti- cos de la exportación de miel y cera del país, etc., ete. No intentamos hacer un índice completo de los capítulos de esta obra. Nos conformamos con indicar que en ella se han reunido. casi todos los trabajos de autores mexicanos, ilustrán- doles con notas muy interesantes. Indudablemente que no existe otra obra de este género, tan útil para el estudio de la Zoología Médica Mexicana. El Sr. Sánchez no es responsable de dos ligeras incorreccio- nes que notamos en su Memoria: las “arañas—estrellas” tienen, según creemos, notable afinidad con el Olios manifestus, pero no son del género Phrynus, ni siquiera Pedipalpos. La clasifi- cación de las cantáridas mexicanas debe modificarse tal como se ha hecho acertadamente en la “Biologia Centrali Americana.” Pero en suma, los “Apuntes de Zoología Médica Mexica- na” merecen el aplauso de los especialistas extranjeros, y en nuestro concepto honran á su autor y al país en que han sido publicados. | 38 Quizá este juicio escandalice á los críticos exigentes, los Glis communis. DR. ARTHUR SCHOENFLIES, Professeur á 1 Université de Gó- ttingen. LA GÉOMÉTRIE DU MOUVEMENT. Exposé synthéti- que traduit de 1?allemand par CH. SPECKEL, Capitaine du Génie. Édition revue et augmentée par 1'auteur, suivie de Notions Géométriques sur les Complexes et les Congruen- ces de droites, par G. FOURET, Examinateur d*admission á "École Polytechnique. — Paris, Gauthier—Villars et Fils, 1893. 8? 292 págs. y 27 figs. 6 fr. 50 c. E La Geometría del movimiento 6 Geometría cinemática uo ha si- do hasta la fecha expuesta de una manera completa. En la pre- sente obra el autor se propuso hacer tal exposición y completar la ciencia en varios puntos. Los trabajos modernos referentes á la (+eometría del movi- miento, tienen en general como punto de partida las nociones de velocidad y de aceleración, y por consiguiente la fuente de los resultados puramente geométricos no deben buscarse allí, porque la naturaleza y las propiedades de las formas geométri- cas engendradas por el desalojamiento, no dependen de la ve- locidad con que se ejecuta, sino tan sólo de la ley geométrica de ese movimiento, es decir, de la sucesión de las posiciones ocupadas por el cuerpo móvil. Desde tal punto de vista, la Geometría del movimiento pa- rece como una rama de la Greometría sintética, cuyos fundado- res, Chasles y Mannheim, fueron de la misma idea, y aun se la ve en la obra de Schell: Theorie der Bewegung und der Kráafte. Esta obra ha sido justamente la que sugirió al autor la idea de tratar la Geometría del movimiento de una manera puramente geométrica. El autor se limitó á ocuparse de la parte más importante, cual es la relativa al desalojamiento de sistemas invariables 39 cuando cada punto describe una curva; para los otros movimien- tos no hace más que establecer los teoremas principales. Les COURANTS POLYPHASÉS par J. RoDET ET Busquer, Ingé- nieurs des Arts et Manufactures.— Paris, Gauthier-Villars et Fils, 1893. 8? gr. 182 págs con figs. 3 fr. 50 c. Acerca de esta nueva cuestión de las corrientes polifáseas, no se había publicado nada en conjunto. Suimportancia, su por- venir, en lo relativo á la transmisión de la fuerza á distancia, dió origen al presente trabajo tan completo. Después de una corta exposición teórica los autores exami- nan sucesivamente los generadores, los motores de campo gi- ratorio, los transformadores y las canalizaciones. La descrip- ción de las instalaciones de Francfort sobre el Mein (1891), de Heilbronn sobre el Neckar, y de Budapest terminan brillante- mente esta obra, indispensable á los ingenieros electricistas. Comprende las cinco partes siguientes: 1? Cálculo de la línea de transporte de energía por corrientes polifáseas.—2* Generadores de corrientes polifáseas.—3*? Teoría y cálculo de los motores de campo giratorio.—4* Transformadores de co- rriente polifáseas.—5* Establecimiento de las canalizaciones y descripción de algunas instalaciones. DICTIONNAIRE DES EXPLOSIFS par J. P. CUNDILL, Lieutenant- Colonel de 1* Artillorie Royale Anglaise, Inspecteur des Es- plosifs. Édition Francaise remaniée et mise jour avec le concurs de 1*auteur, par E. Désortiaux, Ingénieur des pou- dres et salpétres.— Paris, Gauthier—Villars et Fils, 1893. 8% gr. 246 págs. 6 fr. El autor se propuso publicar un Diccionario que compren- diera todos los explosivos que se han empleado ó propuesto, La A 40 edición francesa ha sido considerablemente mejorada y aumen- tada; los explosivos estaban divididos en la edición original en ocho clases, pero en la presente no se ha conservado. Los ex- plosivos están agrupados por orden alfabético, pero con núme- ros al margen, que indican las clases á que pertenecen. Al Diccionario propiamente dicho le precede una introduc- ción que contiene las generalidades relativas á los explosivos, hallándose después unas nociones generales sobre su clasifica- ción. Termina el tomo por una lista de las materias primas. DOS PASAJES CURIOSOS DE UN LIBRO OLVIDADO POR EL R. P.J, THIRION, $. J., MIFMBRO CORRESPONDIENTE DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ““ALZATE, ” [ Traducido de la Revue des Questioms Scientifíques (Oct. 1893) de Bruselas]. El libro olvidado es la Philosophia magnetica publicada en Fe- rrara en 1629, por el P. Nicolás Cabeus, de la Compañía de Je- sús.! Los dos pasajes curiosos que queremos extraer de él se refieren: uno, á la atracción aparente de los cuerpos sólidos y de las burbujas gaseosas flotando en la superficie del agua, y á la formación de las láminas líquidas; y el otro, al empleo de la balanza en el estudio de la gravedad. Antes de citarlos no se- rá inútil explicar de qué manera fenómenos que ahora entran en el tratado de la capilaridad, pudieron, á principios del siglo 1 El título completo de la obra es: Philosophia magnetica, in qua magnetis natura penitus explicatur, et omnium que hoc lopide ceanuntur causae propriae afferuntur ; nova etiam pyxis construitur, quae propriam poli elevationem cum suo meridiano ubique demonstrat. Multa quoque dicuntur de electricis e alúis attractio- mibus et eorum causis. Auctore Nicolao Cabeo, Ferrariensi, Soc. Jesu. — Ferrariae, 1629, 41 XVII, hallar lugar en uno de magnetismo, y cómo han provo- cado una digresión acerca de la gravedad. Veinte años antes de la aparición del libro del P. Cabeus, el médico inglés Gilbert había publicado una obra sobre mag- netismo que se hizo célebre.! Entonces ya se conocía, hacía mucho tiempo, la propiedad del imán natural de atraer el hie- rro y la del ámbar amarillo frotado de atraer los cuerpos ligeros, pero se confundían un poco esos dos fenómenos. Gilbert en su libro trata de distinguirlos y consagra un capítulo entero (libro II, cap. 11) 4 las atracciones eléctricas. Inserta una lista de los cuerpos que como el ámbar tienen virtud eléctrica; imagina el primer electroscopio; señala la atracción de las gotas de agua por los cuerpos electrizados; hace notar la influencia pernicio- sa de la humedad sobre las manifestaciones eléctricas, etc. Por mucho tiempo se atuvo á los hechos que mostró la ex- periencia, y merece todos los elogios; pero se apresura desgra- ciadamente á generalizar y á deducir, llegando á enunciar ideas acerca de la naturaleza de las atracciones eléctricas, ideas que lo menos malo que tienen, es ser muy obscuras. La virtud aglu- tinativa de las substancias húmedas desempeña un papel capi- tal en su teoría, la cual trata de confirmar alegando la adheren- cla de las superficies mojadas, la reunión de las gotitas líquidas y la atracción de los cuerpos sólidos y de las burbujas gaseosas que flotan en la superficie del agua; éstos son para él otros tan- tos fenómenos, si no absolutamente idénticos, por lo menos per- fectamente comparables á las atracciones eléctricas. El P. Cabeus, escribiendo su tratado de magnetismo veinte años después de la publicación del de Gilbert, á quien conoce y admira mucho, debía necesariamente encontrarse en su cami- no las atracciones eléctricas y las de los cuerpos flotantes: no vacila en introducirlas en su libro; su docto colega el P. Kir- cher, tampoco vacilará algunos años más tarde, en hacer entrar 1 Guilielmi Gilberti Colcestrensis, medici Londiniensis, De magnete, magne- ticisque corporibus, et de magno magnete tellure; Phisiologia nova pluribus et argu- mentis et experimentis demonstrata.—Londini, 1600. Revista [1893-94] — 6 42 por puerta análoga una explicación de los movimientos del lu- dión en su libro Magnes, sive de arte magnetica. Por otra parte, en esta época, todo eseritor que se respetaba no hablaba al pú- blico sino en un infolio...... por lo menos; se necesitaba para contradecir, repetir todo lo que se había dicho hasta entonces, y poner en práctica la máxima cómoda en la ocurrencia: “Todo está en todo.” Al capítulo II del libro 11 de Gilbert, responden en el de Cabeus, los capítulos XVII 4 XXI de su libro 11. Alaba la sa- gacidad y la habilidad experimental de su predecesor; repite sus experimentos é imagina otros nuevos; alarga la lista de los cuerpos electrizables por el frotamiento; insiste sobre la repul- sión que sigue á la atracción de los cuerpos ligeros después de su com- tacto con el cuerpo frotado ; demuestra que los cuerpos electriza- dos no tienen polos como los imanes; y recomienda á su vez á los experimentadores del porvenir, que experimenten sobre to- do en invierno, durante un tiempo frío y seco y con un cielo puro. | Llega por fin al nudo de la cuestión, la causa y el mecanismo de las atracciones eléctricas. “Haré á un lado, dice, todas las teo- vías que se adopten menos con las experiencias, para ceñirme al examen de la opinión de Gilbert, quien me parece que es el que ha tratado este punto con más cuidado.” Expone fiel y tan claramente como lo permite la obscuridad del asunto, la teoría del sabio inglés; le da vueltas y más vueltas en todos sentidos para mostrar sus lados débiles, las contradicciones; é insiste so- bre la idea nada feliz de asemejar á las atracciones eléctricas los movimientos de los cuerpos sólidos y de las burbujas gaseo- sas flotando sobre la superficie de un líquido: “estos son, dice, fenómenos de un orden enteramente diferente, que nada tienen de común con las atracciones eléctricas, que no lienen que ver na- da con ningún género de utracción: dependen únicamente de la gravedad y de la cohesión de los líquidos.” Pero para justif- car esta aserción, debe probar que la gravedad no entra en nin- gún género de atracción, y así al fin del capítulo XIX se intro- 43 duce la digresión relativa á la gravedad. Nos ocuparemos de esta cuestión al fin de los extractos que vamos á hacer prime- ro del capítulo XX y que se refiere á los fenómenos capilares * El título de ese capítulo es: Se refuta en él la opinión de Gil- bert acerca de las atracciones eléctricas, y se muestra por qué los cuer- pos mojados, las burbujas, etc., se reunen sobre el agua sin interven- ción de atracciones eléctricas. Vamos á traducir de él los pasajes principales. “ Á fin de dar la razón á Gilbert y de no aparecer querer re- chazar gratuitamente su opinión, respondo á su primer argu- mento (los cuerpos mojados se atraen): Si las varillitas flotan- tes se dirigen una hacia la otra porque están mojadas y porque los cuerpos mojados se atraen mutuamente, ¿por qué una de ellas fuera enteramente del agua y bien mojada, cesa de atraer á la otra? Por mojada que esté, por cerca que se le aproxime y por ligeramente que se le suspenda, no determina ningún mo- vimiento. Si su humedad es el principio de su potencia atrac- tiva, ya está húmeda, y sin embargo no tiene acción. Por con- siguiente, es necesario buscar la causa de esos movimientos.... Como punto de partida de la exposición de la verdadera causa de la aproximación mutua de las varillitas y de la explicación de otros fenómenos semejantes, que pueden parecer sutiles y de po- ca importancia, pero que exigen una atención más difícil quizá que muchas sutilezas de la metafísica, supongo que la superf- cie límite de una agua tranquila y abandonada á sí misma es una porción de esfera cuyo centro coincide con el centro de la tierra. Esta proposición casi evidente por sí misma y supuesta implicitamente en la definición de la esfericidad de la tierra, es además demostrada por Arquímedes cuando habla de los cuer- pos en el agua. Puesto que esta situación, esta figura es pro- pia del agua, que se la da ella misma por su propia gravedad (quam figuram acquirit ¿psa sibi aqua per suam gravitatem )..... se deduce que si su superficie límite no tiene esta forma, esta figura esférica, la que tiene le es impuesta violentamente y el agua debe rehusar á sufrirla siempre que pueda, es decir, con 44 toda su energía natural y con toda la fuerza de su peso. Nose necesita dotar al agua de otras propiedades que no sean las de su propia gravedad para explicar por qué cuando se forma una prominencia cualquiera, en el medio de su superficie por ejem- plo, prominencia que destruye su figura esférica concéntrica á la tierra, el agua tiende á hacerla desaparecer en cuanto sea po- sible. Cuando se coloca sobre el agua un cuerpo sólido que no sea absolutamente pesado (quod non sit gravissimum ), el agua se retira de la superficie del cuerpo, sea á causa de su sequedad, sea por su estado grasoso (vel propter aliguam unctuositatem illius corporis) que impide que se adhiera; sucede, decía, que el agua evita, siempre que puede unirse á ese cuerpo, y mientras que éste tiendo á sumergirse por su propio peso, se ve abrirse en la superficie del agua, al rededor del cuerpo, una especie de cavi- dad, como todos pueden verlo con sus propios ojos (eb ideo ¿it circa corpus in extrema superficie aquae, dum illud sua gravitate, des- cendere tentat, veluti quaedam fossa, ut sensu ipso judice cogmoscere quisque potest).* ““ Desde entonces la superficie esférica del agua se ha modi- ficado. Pero la repugnancia que retiene al agua y le impide unirse al cuerpo que se sumerge, siendo mayor que el peso de la débil cantidad de líquido que debería llenar esa pequeña ca- vidad, la forma forzada de superficie límite se mantiene. De la misma manera, cuando el agua ha mojado la varillita y que se toma uná de sus extremidades para retirarla un poco del líqui- do, una especie de pereza propia del agua y que le impide des- prenderse sin esfuerzo de un cuerpo al cual se ha adherido, uni- da á la dificultad que experimentan sus partículas á separarse 1 La restricción quod non sit gravissimum nos parece excluir los cuerpos más densos que el agua, y no creemos que pueda comprenderse en esta descripción de Cabeus, la experiencia de las agujas flotantes ; pero la describe muy claramente en otro lugar de su libro (L. 111, c. XXXIV, p. 276), recomendando servirse de agua muy limpia y recientemente recogida.—J. C. Poggendorff ensu Histowre de la Phy- sique, atribuye esta experiencia 4 Roberto Norman que Gilbert cita varias veces en su tratado; en vano lo hemos buscado en el De Magnete. 45 y á desunirse por decirlo así, hacen que al levantar la varillita se levante una pequeña cantidad de agua y que la superficie líquida se eleve ligeramente alrededor de la varillita. Una figu- ra semejante se formaría alrededor de la extremidad de una se- gunda varillita que se mantuviera verticalmente en el agua por un artificio cualquiera y de manera que sobresaliera uno de sus extremos..--. Si de estas dos formas se hiciera una sola, de la misma altura, la cantidad de agua forzada sería menor (si 191- tur ex illis duabus extuberationibus fieret unica extuberatio aegualis altitudines, minor quantitas aquae sic esset in statu violento ). Se de- duce de esto que al aproximar las dos varillitas y en el momen- to en que las gotas de agua que las rodean comienzan á juntar- se por sus bases y á resolverse en una sola, inmediatamente la cantidad de agua forzada en exceso escurre y cae; estas partí- culas de agua libres y que ya obedecen á su tendencia natural de adaptarse á la forma esférica de la superficie general, son las que, al arrastrar tras ellas las partículas cercanas, acaban de unir las dos protuberancias en una sola. Tal es la verdade- ra causa de la atracción aparente de los cuerpos flotantes... . (Continuará ). o 46 o 198» MN E e? 19 sy vts | 9 | 8eesg [""""""ouy 09 MS 4 HN E ZT 28 8% DAS dr di "77 91quArorg 070 MSN ==] EA 6'I ¿8 E 966 | Sr | TOP 777 SIQUISTAON 8'02 N = 3 1'G 19 GI TEG | S'8r || c6€ ES ULETO] 0'PGI IN AE 99 dl 0'9 0083 | Lo | Gr? ""*exquierdeg 6:81. | MN 37 99 al 26 Ez | LT | 86% "777" 03s0B y Ccp HN ls E a Gl 69 28 997 | Z9L | PIP ON 092 || EIN > ; 89 99 G'8 A O "oTunp e:13 IN 4 MN San T? 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I 6 20 de 1 NW. dy SUSO sa al NE. da 2 41 p.m, 2 a pe 18 0 31 a. m. 1 NW. a il 20 ,) 1 ” e) 3 98 2) ] »” 2) 4 02 se 1 NE. dy 9 15 22 Jl 2) 2) 6 10 E) 1 eb) 2 1104 034 Pla pom: 1 NW. >) 19 0 30 a.m. 1 as da 2 14 3) 1 ” 22 2 30 eh) 1 2) 52 3 05 ” 1 2 2) 4. 20 9) Estremeci- 9) 5 47 Ñ ) NEaOaN ¿ de 20 0 30 de 1 de E 0 46 2) 1 , ep) 7 21 p.m. 2 NE. E 9 40 e) 1 2) 2 10 00 > 2 a A 21 0 05 2. mM. 3 NW. dh 0 | 25 A 5 NE. de 0 | 40 de 2.30 ñ I 0.1145 Ñ 60 NW Í: 22 11 02 ” 10 22 h) 11 | 04 a 40 Ñ. a 100585 A 1 NE. z 10 34 p.m. 1 Mm » dl A E 0 1 NW A | | | ia ent] Dirección apa- Escala de Fo- TECHAS AA y O rente- rel y Rossi. h m m. Ta 23 10 19 p.m 2 N. 11 10 23 yA 2 NW. de 25 0 08 a. mM Conmoción. ” 2 15 de ll NW. > 2 23 ” 1 ” y) 5 05 22 1 ” 7 5 30 3) 1 2) e) 11 16 p-. 1. Jl 2 2) 26 1 32 2. Mm. al dl A 2 00 2” 1 2 » 4 05 1) 2 2 y) 10 15 al 2 NE. 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CORRESPONDENCIA. —Del Sr. Dr. Francisco Sansoni, Pro- fosor de Mineralogía en la Universidad de Pavía, expresando su agradecimiento por haber sido electo miembro de la Socie - dad; del Sr. Ministro de Italia en México, enviando el tomo III de las obras de Galileo que remite el Ministerio de Instrucción Pública de dicho Reino, de las Sociedades de Física y de His- toria Natural de Ginebra, de Ciencias Naturales de Neuchatel y de Ingenieros y Arquitectos de Trieste, y del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos, enviando publicaciones. PUBLICACIONES. —Por primera vez se dió cuenta con las que remitieron las Sociedades de Ingenieros de Trieste y de Ciencias Naturales de Neuchatel. El Secretario perpetuo presentó los núms. 5 y 6 del tomo VII de las Memorias y Revista. Revista [1893-94]=7 50 J UNTA ¡DIRECTIVA. — El resultado de las: elecciones para la que: ldebd funcionar durante 1891, fué el siguiente: ARTETA PRESIDENTE) G. Biy Puga. e VICEPRESIDENTE, Isidoro lie ] SECRETARIO, Jesús Galindo y Villa. TESORERO, Alfonso L. Herrera. TRABAJOS. R. Aguilar. y Santillán, Reseña de los trabajos de la Sociedad durante 1893. ** _Manuel Torres Torija,. La unidad de la luz... Manuel Moreno y Anda, Temperaturas del suelo oDser vadas a en el Obser vvatorio. de Tacubaya en 1893. NOMBRAMIENTOS.— Socios de número: 270 D. MANUEL MORENO Y ANDA, cado del atridia Me- teorológico en el Observatorio Nacional de Tacubaya. D. ABEL DÍAZ COVARRUBIAS, Adj unto en el mismo estable - cimiento. POSTULACIONES. — Para socios corr vespondientes: .«D. Leonardo Torres Obregón (Pérez, Bonilla y. Aguilar). dde DE Augusto . L. de Linares (Herrera y Aguilar). IS Dr. Carlos L. Edwar ds, (Herrera, Aguilar y Galindo ye D. Teobaldo. Maler (Peimbert, Aguilar. y Galindo ). DD. Rodolfo Menéndez ES Peimbert y Aguilar ole «Ode SN : oh EBRERO 4 DE 18.0 a Presidencia del Ing. Guillermo B. y Puga, CORRESPONDENCIA. — Del Sr. Ministro de Fomento,:o0bse- quiando á la Sociedad un ejemplar de la obra de Mociño y Sés- sé que traba de las plantas de «Nueva: España; de da Comisión Geológica de los Estados Unidos, énviando 20 tomos y:3 atlas 51 de sus publicaciones cónlos-cuales quedacompleta lacolección que posee la Sociedad; del Museo Australianoen Sydney, del Observatorio de Coimbra, dé la Escuela Politécnica de París, de la Oficina Meteorológica de Londres, de la Academia Leo- poldino-Carolinense de Naturalistas de Halle, de la Academia Real de Irlanda y de la Oficina de Etnología de Washington, remitiendo publicaciones; de la Sociedad Industrial de Mulhou se (Alsacia), pd cambio de trabajos. PUBLICACIONES. — Por primera vez se recibieron de la Of- cina de Etnología de Washington y de la Sociedad Industrial de Mulhouse; se dió cuenta con las donaciones de los socios Enestróm (Estocolmo), Peano (Turín), Gomes Teixeira (Coim- bra), Edwards (Austin) y Frazer (Filadelfia), y de los Sres. Al- can y Gauthier—Villars, editores (París) y Melzi (Milán). TRABAJOS. — Manuel Moreno y Anda, Riesumen general de las observaciones meteorológicas: hechas: en el Observatorio de Tacubaya durante 1893. NOMBRAMIENTOS.—El Sr. Lic. D. RAMÓN MANTEROLA que- dó nombrado VICEPRESIDENTE HONORARIO PERPETUO de la So. ciedad, proposición que firmaron todos los socios presentes que fueron: Aragón Agustín, Aguilar Rafael, Armendáriz Eduar- do, Epstein Isidoro, Herrera Alfonso E., Mateos Juan, Mendi- zábalJosó, Moreno y Anda Manuel, Puga Guillermo, Rodríguez Rey Francisco y el Secretario que AS _ Socios correspondientes: Dr. EDUARDO L. EDWARDS, Profesor de Historia Natutal en la Universidad de Tejas.(Austin)... y D. AuGUSTO L, DE,LINARES, Director del AS de Biología Marina de Santander. - D, RODOLFO MENÉNDEZ; fico de Instrucción rio del Estado, de Yucatán, Mérida. ' 52 o :¿D. LEONARDO TORRES OBREGÓN, antiguo da al Obser- vatorio de Zacatecas. p< D. TEOBARDO MALER, fotógrafo y explorador, Ticul. PosTULACIONES.— Para socios correspondientes: Ingeniero D. Natividad González (Mateos, Rodríguez Rey y Aguilar). | D. Juan Revilliod (Aguilar, Rodríguez Rey y Mateos). El Secretario, J. GALINDO Y VILLA. PEDRO J. VAN BENEDEN. Este ilustre sabio, Profesor de Zoología, Anatomía compa- rada y Paleontología animal en la Universidad Católica de Lo- vaina, ha muerto el 8 de Enero del presente año. Había nacido en Malinas el 16 de Diciembre de 1809 y su vida la consagró con éxito brillantísimo á los estudios biológi. cos, los cuales hizo progresar de una manera sorprendente. A sus expensas había hecho instalar una extensión zoológica en Ostenda, en donde se dedicó á los trabajos que tanto nombre le dieron en el mundo científico. En el Liber Memorialis publi- cado por la Universidad de Lovaina en 1887, vemos figurar 297 Memorias y escritos de este grande hombre. Los últimos añog de su vida, en los cuales ya tuvo-la vista muy enferma, los eon +. sagró al estudio de los cetáceos vivientes y fósiles, ramo que como todos los de que se ocupó hizo avanzar notablemente. El 53 La Sociedad “Alzate” que contaba en su seno á tan renom- brado sabio, como miembro honorario desde Enero de 1891, la- menta profundamente tan irreparable pérdida, asociándose de todo corazón aljusto dolor de que están poseídos todos los miem- bros de su ilustre familia, y por medio de estas líneas rinde un pálido homenaje á la memoria del venerado anciano, que supo también ser un hombre de bien y atraérse las simpatías de cuan- tos le trataron. : Terminamos esta corta noticia de su carrera científica dan- do á conocer los títulos con que lo honraron los Gobiernos, las Academias y los Institutos: Gran Oficial de la Orden de Leo- poldo, Comendador de la Orden de N. $. de la Concepción de Villa-Viciosa, Comendador de la Orden de la Rosa del Brasil, Comendador de la Orden de la Corona de Italia, Oficial de la Legión de Honor, Caballero de la Orden de la Estrella Polar, Doctor en Medicina y en Ciencias, Doctor en Derecho de la Universidad de Edimburgo, Asociado extranjero de la Acade- mia de Ciencias del Instituto de Francia (el más alto honor que el primer cuerpo científico del Mundo puede conferir á un sa- bio extranjero), Miembro de la Academia Real de Bélgica, Miembro honorario de la Academia Real de: Medicina de Bél- gica, Miembro de la Sociedad Real de Londres, de las Acade- mias de Berlín, Munich, Lisboa, Estocolmo, Madrid, San Pe- tersburgo, Bolonia, San Francisco California, Boston y Mont- pellier, de la Sociedad Real de Edimburgo, del Instituto de Nueva Zelandia, de la Academia de Medicina de París, de la Suciedad “Alzate” de México, de la Academia Voldarnese del Poggio, de la Sociedad Zoológica de Francia, del Instituto Real de Venecia, de la Academia de Ciencias Naturales de Filadel- fia, de la Sociedad Imperial de Naturalistas de Moscou, de la Sociedad de Historia Natural de Boston, del Instituto de. los Países Bajos, de la Sociedad Lineana, de la Sociedad Real de Microscopía y de la Sociedad Greeológica de Londres, de la So: ciedad de Ciencias de Batavia, de la Sociedad Filomática de París, de la Sociedad Rual é Imperial de médicos de Viena, de la 54 Sociedad de Ciencias de Harlem y de la: Sociedad Lineana de Burdeos. Fué asimismo, Presidente do la Comisión académica encargada de la publicación de la Biografía nacional, Miembro del Consejo de administración de la Biblioteca Real y Presidón- te del Consejo de vigilancia del Museo Real de Histozia Natu- ral de Bruselas. BIBLIOGRAFIA. Les ÉmULES DE DARWIN par Á. DE QUATREFAGES, de 1 Insti- tub. Précédé d'une préface par M. £b. PERIER, de l'Institut, et d'une notice sur la vie et les travaux de M. de Quatrefa- ges, par M. E.-T. Hamvy, de l'Institut. 2 vol. in-8* (151 € 288 págs.) de la Bibliothéque Scientifique Internationale, 12 £r. París, Félix Alcan, éditenr, 1894. La presente obra, que forma parte de la conocida Bibliote: ca Científica Internacional que dirige el Sr. E. Alglave, es la coronación de la carrera de uno de los más grandes naturalis- tas de nuestra época, y el asunto de que trata, el movimiento darwiniano, el más importante de las ciencias naturales. El ilustre sabio que desde hacía mucho tiempo se había he:: cho el historiador de esa gran escuela, á la cual sin embargo él no perteneció, era quizá el más á propósito para marcar el pa- pel de cada uno, desde Huxley y Wallace hasta Haeckel y Nau- din,:en la gran revolución de las ciencias naturales que carac- teriza el fin del Siglo XIX, y cuyo centro ha sido Darwin. El tomo primero contiene, después de los artículos de Pe- rier y Hamy, una introdueción:que se ocupa del transformismo, la filosofía. y el dogma; variación y transmutación; potencia de la naturaleza y del hombre; teoría de las especies interme- diarias. Los tres capítulos restantes del tomo se ocupan cada: 55 uno respectivamente de Alfredo Russell Wallace, Naudin y 4. Romanes. El tomo segundo lo forman nueve:capítulos desti- nados á Vogt, Filippi, Haeckel, Huxley, Owen, Mivart, Gubler y Koelliker, D'Omalius d* Halloy y Erasmo Darwin. No dejaremos de recordar que en la misma colección, el sa- bio-autor francés había ya publicado otras dos obras que for- man el prefacio, por decirlo así, de la presente; una es Les Pré- curseurs de Darwin, y la otra L* Espece humaine, que es un resu- men de todas las teorías de la Antropología contemporánea, La misma Biblioteca tiene publicados más de setenta tomos que se ocupan de asuntos de gran interés y escritos por los más eminentes sabios. Entre otros muchos tomos recordaremos: Les Glaciers, por Tyndall; L? Homme avant les métauz, por Joly; Fourmis, Abeilles et Guépes (2 tomos), por Sir J. Lubbock; Mi- crobes, por Trouessart; Histoire de la machine 4 vapeur (2 tomos), por Thurston, ete., ete. Cada tomo encuadernado elegantemen- te en tela inglesa, á 6 francos. (Félix Alcan, editor. París, 108, Boulevard Saint-Germain). ANNUAIRE pour lan 1894, publié par lo Bureau des Longitu- des. Avec des Notices Scientifiques. París, Gauthier- Vi- llars et Fils. 18%, V:-886 págs. 1 fr. 50. El presente tomo contiene las siguientes noticias: La. Luz Y Es Electricidad según Maxwell y Hertz, por Poincaré; Ori igen y empleo de la brújula marina llamada ahora compás, por El Contra— almirante Fleuriais; Cuatro días de observación en la cima del Mon- te Blanco, por Janssen; Discursos pronunciados en los funera- les del Almirante Páia, por Faye, Bouquet de la Grye y el Con- tra—almirante Fleuriais; Discursos pronunciados en la inaugu- ración de la estatua de o. por Tisserand, Cornu y Mouchez. Además se encuentran, como en todos los años anteriores, innumerables datos prácticos y artículos escritos por conocidos 56 sabios, relativos 4 Estadística, Geografía, Mineralogía, Quími- ca, Física y Meteorología, etc., etc. VALLON (E.) — CHOIX ET USAGE DES OBJECTIFS PHOTOGRAPHI- QUES. (Encyclopédie Scientifique des Aide-—Mémoire). Pa- rís, Gauthier—Villars et. Fils. 1891. 8% pequeño. 119 págs. Figs. 2 fr. 50.. El autor se propuso hacer de este pequeño libro un manual esencialmente práctico, una especie de guía en la que el fotó- grafo y el aficionado pueden encontrar sin trabajo la solución de las cuestiones tan diversas que se presentan en la elección y el uso de los objetivos; ha evitado todo lo que podría exigir del lector conocimientos científicos especiales, y se ha limitado á hacer las investigaciones cómodas y rápidas. En el primer capítulo se hallan los principios en que está fundada la construcción del objetivo fotográfico; constituye la parte teórica, sin nada de cáleulo, y está destinada á establecer una clasificación racional entre los diversos tipos de objetivos. La descripción de éstos abre la parte práctica y se completa por un capítulo consagrado á las operaciones que deben efectuarse para determinar, sin instrumentos especiales y de una manera sencilla y rápida, los diversos característicos de un objetivo, distancia focal, abertura útil, ete. El fotógrafo encontrará en seguida una serie de indicacio- nes y de consejos acerca del género de objetivos que debe adop- tar según el fin que se proponga. Para lo relativo al uso, al afocamiento, á las amplificaciones, al empleo de los diafragmas, etc., todo está tratado sucesivamente. En fin, una serie de ta- blas y de ejemplos numéricos facilitan al aficionado la solución de los diversos problemas que se le presenten. 57 BLocH (FrÉDÉRIC), Ingénieur des Manufactures de 1” État.— EAU SOUS PRESSION. Appareils producteurs d*eau sous pres- sion. (Encyclopédie Scientiflque des Aide-Mémoire). Pa- rís, Gauthier—Villars et Fils, Ea pe ó pa 171 págs. a 2 fr. 50. Haálianse reunidas .en este libro las diferentes nociones ne- cesarias á darse cuenta de una manera completa, del funciona- miento de los aparatos destinados á ministrar agua por presión. Está dividido en dos partes, una teórica y otra práctica. En la primera, capítulos I y 1, seguidamente á algunas fór- mulas fundamentales relativas al.escurrimiento de los líquidos, el autor se ocupa de la teoría general de las bombas y arietes hidráulicos; insiste en perticular acerca de la valuación de:las pérdidas de carga y la determinación del rendimiento dinámi- co de estos aparatos. La teoría de los acumuladores y la elee- ción racional de sus dimensiones principales forman el conte- nido del capítulo TIT. La segunda parte está consagrada al estudio práctico de los diferentes elevadores, descripción de sus Órganos esenciales, y da además, por vía de ejemplos de aplicación, algunas solucio- nes adoptadas en las obras públicas. Estas cuestiones se hallan en los.capítulos IV, V y VI que tratan de las bombas de mo- yimiento rectilíneo alternativo; de los aparatos de movimien- to circular continuo, bombas rotatorias y centrífugas; de los arietes hidráulicos, pulsómetros, inyectores y aparatos acceso rios. Finalmente, en un último capítulo el autor vuelve á exa: minar detalladamente las diferentes partes que constituyen los acumuladores y es hidráulicas, con las aplicaciones rela. tivas. gos Termina el tomo con una bibliografía, como todos los de es- ta biblioteca, que presta tan valiosa ayuda. Revist a[1893-94]—8 58 LA MACHINE LOCOMOTIVE. Manuel pratique donnantla descrip- tion des organes et du fonctionnement de la Locomotive á - l usage des mécaniciens et des chauffeurs par ÉDOUARD SAU- VAGE, Ingénieur des mines, Ingénieur en chef adjoint du matériel et de la traction de la compagnie des chemius de fer de 1”Est. —París, Librairie Polytechnique, Baudry et C** 1894. 8% pequeño, 327 págs., 281 figs. 5 fr. tela inglesa. Este excelente Manual ha sido escrito con el deseo de con- tribuir á la unión de la teoría á la práctica en lo que se refiere á uno de los más importantes ramos de la industria moderna; está dedicado primeramente á los conductores de locomotivas, y en él encontrarán, al lado de la descripción metódica de los diversos órganos de las máquinas, el estudio de su funciona- miento y los motivos de las reglas que se siguen, pues importa conocer el por qué de lo que se ejecuta. El Manual insiste con especialidad sobre ciertas nociones esenciales, cuyas indicacio- nes satisfactorias es dificil obtener, para las personas que no han estudiado matemáticas y física. El hombre práctico que es- . tudie este librito verá las reglas teóricas que hay para el ma- nejo de las locomotivas; el teórico que lo lea encontrará multi- tud de detalles que sólo conocen los prácticos; de manera que será de gran utilidad á unos y otros. Consta la obrita de nueve capítulos, de los cuales el prime- ro se ocupa de generalidades; el segundo está consagrado á la caldera y todos sus accesorios; el tercero trata de los mecanis- mos; el cuarto de las ruedas, etc.; el quinto describe los diver- - sos tipos de locomotivas; el sexto se ocupa le los tenders; el séptimo de los frenos; el octavo del manejo y conducción de las locomotivas, y el último del servicio en los depósitos. AA - CRONEAU (A. ), Ingénieur des constructions navales, Profes- geur a 1" École d' application du Génie maritime.— (Eneyolo- pódie Scientifique des Aide—Mémoire). París, Gauthier— Villars et Fils. 1591. 206 págs. y figs. 2 £r. 50. En este pequeño tratado se encuentran, bajo una forma con- cisa, datos muy completos referentes á la armadura de los na- víos de guerra y los medios de que pueden disponerse á bordo para combatir un conducto de agua ó para apagar un incendio, y otros muchos relativos al ventilador, los timones y los medios empleados para impedir que la quilla de los navíos se deterioro por el agua de mar. Relativamente á la armadura propiamente dicha, el libro presenta una particularidad interesante; en vez de detallar las diferentes partes considerándolas aisladamente, el autor ha elegido algunos tipos bastante diferentes y ha agru- pado lo concerniente á un mismo buque, de manera que se pue- da tener una idea del conjunto del navío. Esta obrita será ciertamente de gran utilidad para los espe- cialistas, pero también presenta gran interés para todas las per- sonas que se ocupan de cuestiones marítimas. DOS PASAJES CURIOSOS DE UN LIBRO OLVIDADO POR EL R. P.J. THIRION, S. J., MIEMBRO CORRESPONDIENTE DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA “ALZATE, * (CONTINUA) [Traducido de la Revue des Questions Scientifíiques (Oct. 1893) de Bruselas]. “Llegamos ya á las burbujas que se forman sobre el agua: este espectáculo no carece de encanto y merece ser estudiado; pero para comprenderlo bien, es necesario saber primero lo que 80 son esas burbujas y cómo se forman. Estas burbujas no son - otra éosa que úna cierta cantidad de aire cubierto por decirlo así de una cubierta líquida (non sunt igitur ista bullee, nist por- tio quedam eris quasi circumvestiti agua ). Cuando una gota grue- sa cae sobre la superficie del agua, intercepta al aire que apri- siona entre ella y el agua. Este aire así definido no acepta esta situación de prisionero entre dos aguas y se eleva. Pero el agua que lo cubre estando dotada de viscosidad y de cohesión, lo que la hace hasta cierto punto dúctil, se adelgaza y se infla en for- ma de membrana cado tenue que reviste el aire aprisionado y da así nacimiento á la burbuja. La espuma no es otra cosa que un conjunto confuso de un gran número de estas burbujas (Verum quia aqua, que erem tegebut, lentorem habet, et coherentiam par tum, qua fit guodammodo ductilis, ideo attennuata, eb. quasi in subtilissimam velum efjormata assurgit, eb vestit inclas- sum cerem, et sic fit bulla. Spuma autem nihil aliud est quem mul. titudo dullarum simal congestarum Ja “Se ve por esto por qué ciertos líquidos y ciertas aguas dan más espuma que otros. En efecto, siempre que el líquido es más viscoso, más coherente y está formado de una substancia más pura, de manera que pueda adelgazarse para revestir al aire sin que la membrana formada se fompa fácilmente (ne ita facile ve- lum frangatur ), la espuma se levanta más. Así es como el agua de jabón, formada por la disolución de una materia grasa en el agua fuerte (per aguam fortem attenuata ), da nacimiento á tanta espuma, si se le agita convenientemente; esta mezcla es en efec- to, viscosa y coherente.?. 1 Se notarán las palabras aqua que erem tegebat; habla de la superficie del agua; y en su idea, que acabará de precisar más adelante, los líquidos están dota- dos de una viscosidad, de una ductilidad superficial propias. Algunos años más tarde Descartes en Les Météores (Leyde, 1638), enunciará la misma opinión; ““La superficie del agua es mucho más renuente á dividirse que en su interior, como se ye por experieneia que todos los cuerpos pequeños, aunque de materia muy pesada, como son pequeñas agujas de acero, pueden flotar y estar encima, cuando no está aún dividida, mientras que cuando lo está, descienden hasta el fondo sin detenerse. 2 Habría sido aquí 4 propósito hablar de las burbujas de jabón, cuanto'el $i- 61 “De aquí también un hecho de experiencia. Aprénsese una corteza de naranja en la espuma del vino; inmediatamente la espuma desaparece. Es que la acción corrosiva del líquido, ó . más bien del ácido exprimido, ha viciado la cualidad coheren- te que permitía á las burbújas que se mantuvieran, y no como podría creerse á primera vista, porque el simple choque del lí" quido exprimido ha roto sus membranas. Soplad, en efecto, con todos vuestros pulmones sobre la espuma, no la desbaratareis, mientras que eesarroaca por sí misma al contacto de ese lí: quido corrosivo.* Para observar estas burbujas es oa hacer intervenir sea la agitación del líquido que se mezcla y aprisiona el aire, sea la ebullición que, en virtud del fuego, atenúa el líquido en el fondo del vaso y hace por decirlo así aire. Este aire al subir le- vanta la última capa superficial del agua que no se deja desga- rrar, y la espuma se forma como se forman las pústulas y levan- tan la epidermis (qui ascendens tollit supremam superficiem aque que non patitur se divella ; sicut pustule enticulam attollunt, et sic generatur spuma. Je leneio de Cabeus permite suponer que ha ignorado el arte de inflarlas por insufla= ción en la extremidad de un tubo. Cierto es que Boyle.en 1663, Hooke y Newton en 1672 poseían este arte, y supieron servirse de él para-muy bellas investigacionen de óptica. Estos autores, á nuestro parecer, son los primeros que hablan de burbu- jas de jabón completas. Sin embargo, se lee en las Petites chroniques de la science de M..H. Berthoud [1866, p. 265]: El museo del Louvre posee un vaso etrusco de la más remota antigiiedad que proviene de la colección Campana, y sobre los flancos del cual se hallan representados unos nifíos que soplan con'sus sopletes y que se divierten en hacer burbujas de jabón. [Véase J. Plateau, Statistique expéri. mentale et théorique:des liquides, t. II, pp. 120 y siguientes]. 1: Este interesante experimento, hecho evidentemente en la mesa, entre la pe- rada 6:sidra y el queso, hace ciertamente honor 4 Cabeux, y nos lo da á conocer co- mo muy atento en observar é interrogar á la a cualidad rara todavía más sn su Época. 2' Otra vez más, se trata Dl de propiedades especiales á la superficie libre del líquido, su comparación á la membrana delgada, transparente y elástica que cu- bre toda la superficie. de la piel, no puede dejar ninguna duda á este respecto, y traduce el pensamiento del autor bajo una forma original que aun podría emplear- se ahora, con una corrección. (Continuará ). 62 Observaciones séismieas correspondientes al mes de Agosto de 1892. ir BRIGFABA ( Continúa). ] HORAS ó Amplitud án oe PUTAS : 506 AE gulo-vertical. Dire ióniano: EUEsEso ml h. m.,' m.m. 28. 11 41 2. m 3 N. I e 1 39 |. p.m 4 NW. pe ed 45 » les » 9 2 32 » 3 ” ” 2 45 ” 4 y e 39 3 00. Ñ » 9. » ” 3 26 Y 6 ” ”. 3 31 SS 1.80 a TI. 3 "38 5 30 se L 4 10 09 1 ”: 7) 3) 217 ” 3 » ” 7 07 ” 1 ” 7 7 14 » 2 » »” 1 32 ” 1 seri ” 9 32 9) 1 » ” 29 7 34 a. Mm a » e E dd cos 5 8 45: ” 3 ” ” 9 15 0399 E ¿8081 y abla Ñ 1 A s 3 30 p.m, 2 NE pa 3 40 7) 1 SE E) » 3 30 ” 1 ” ” 5 00 ” d » 1 5./.15 da 1 ón si 5 30 ” 3 »” ” 5 51 7 1 ” » le 6 02 a 2 ” 09 30 6 02 a. m 1 NW. eii 6 30 ” 2 Y. 2» 6 45 ha 1 NE. sh C. Mottl 52 63 Amplitud és gulo-verti m. m, > o 1 cal Dirección apo- Tente- Escala de Fo rel y Rosal NW. L NE. ” 9 »”» NW. a 3) E) N. »” 53) »” NW. % 3) »” NE. ” Y) ” NW. y) N. no 7) ” E) )) NE. + NW. y '») » NE e s » NW. o NE 5 9) 1) NW. ps N. ” NE. 4 »” »” NW. » 2» » , ” NE. E Ñ bp) 2 ” NE ds ” ” (Continuará). A 4 O0T2 MN EN 9"p 69 c'9 96 € "E 500 £'0 60 MN IN 83 26 TO | 033 0"TI 682 >" “91QUISTINT Gs. 1 90 HNÁMN UNAS vé 09 08 €"9% 0"PI 09'9 “7” OIQUISTAON y) vI MN EN ep 69 - 0'p 0'PG vr 699 c25> *enqn30p vP6 ¡€ T N UN 0L 99 8'8 8'P3 | VOI || TES "7 "e1queydeg €'ZST GT MN YN 62 0l Sor €'£6 0"2T 18"G "77" “03803 y 2406 ¿ET JAN HN -18 62 GS TT 6:26 091 E6'9 a EE 8"LGT VLHNA4AMN UN su, 9 € TE 0*63 ET EU EAS "coruna o vE91 | TT MN AS 44 LG 68 0'01 83 | 6121 || 8rs "077" > o e ve ¿ET HN MN 66 GP 96 836 ¿"ST c9'g O LSO €'03 GT MNÁAS == yO 6? 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Van Beneden, miembro honorario de la Sociedad; del Instituto Real é Imperial Geo- gráfico—Militar de Viena, aceptando cambio y enviando sus tra- bajos; de la Academia Imperial Leopoldino-Carolinense de Naturalistas alemanes en Halle (Prusia), del Instituto Geoló- gico Real de Suecia y de los Sres. Baudry y C*, editores, de París, remitiendo publicaciones. PUBLICACIONES.—Se recibieron por primera vez las del Ins- tituto Geológico de Suecia y las del Instituto Geográfico - Mili- tar de Viena. Ingresaron donaciones de los socios Langley (Washington), Macfarlane (Austin), Tacchini (Roma), Frazer (Filadelfia), Anguiano y Aguilar, y de los Sres, Baudry y C*, de París. Revista [1893-94] — 9 66 TRABAJOS. —R. Aguilar y Santillán, Ensayo de un estudio comparativo entre las temperaturas del suelo y del aire en varios pun- tos del globo. | ey T. D. A. Cockerell, Lista de los Coccideos encontrados en las Cacteas, y descripción de una especie nueva. Profesor Vicente Fernández, Descripción de un nuevo pluvió- grafo. El socio Dr. Armendáriz obsequió á la Sociedad tres foto- grafías hechas por él y que representan: la primera, el Acarus Scavic tomado de la preparación microscópica original de Mr. Bourgogne, de París; la segunda la Trichina Spiralis, de la pre- paración del Profesor Móller, del Instituto de Microscopía de Weldes Holstein, y la tercera los cilindros urinarios de los se- dimentos de la orina, de una enferma de los riñones. COMISIONES.—Las siguientes quedaron nombradas para que propongan un tema para los concursos anuales que ha estable- cido la Sociedad: E : Comisión de Ciencias Exactas.— Sres. Ingenieros D. Leandro Fernández, D. Francisco Garibay y D. Agustín Aragón. Comisión de Ciencias Físicas y Químicas.—Sres. Profesor D. Alfonso Herrera, Dr. D. Eduardo Armendáriz y D. Rafael A gui- lar y Santillán. Comisión de Ciencias Naturales.—Sres. Dr. D. Manuel M. Vi- llada, Profesor D. Alfonso L. Herrera é Ingeniero D. José (. Aguilera. | Comisión de Ciencias Sociológicas.—Sres. Lic. D. Ramón Man- terola, D. Luis González Obregón y D. Jesús Galindo y Villa. NOMBRAMIENTOS.—Socio honorario: D. FRANCISCO DEL PA- so Y TRONCOSO, Director del Museo Nacional de México. Socio correspondiente: ING. D. NATIVIDAD GONZÁLEZ, Di- rector del Observatorio de Mazatlán. 867 ABRIL 1? DE 1894. Presidencia el Sr. D. Isidoro Epstein, Vicepresidente. CORRESPONDENCIA. — De los Sres. socios Villada, Mantero- la, Herrera (D. Alfonso) y Fernández (D. Leandro), aceptan- do la comisión de formar parte de los jurados para que fueron electos; de los Sres. Dr. E. T. Hamy y €. E. Guillaume, de Pa- rís, dando las gracias por haber sido electos miembros de la So- ciedad; de las Comisiones Greodésicas de Austria y Estados Unidos, del Instituto Meteorológico de Prusia, y de la Librería Politécnica Baudry y C*, de París, enviando publicaciones; del Comité del 8% Congreso Internacional de Higiene y Demogra- fía que se verificará en Budapest del 1? al 9 del próximo Sep- tiembre, invitando á la Sociedad á que nombre su representante. PUBLICACIONES. —Por primera vez se recibieron las de la Sociedad de Geografía Comercial de Nantes y del Museo Na- cional de Montevideo, é ingresaron donaciones de los socios Hamy (París), Thirion (Lovaina), Lancaster (Bruselas) y Men- dizábal José, y de los Sres. Grauthier— Villars, de París. TRABAJOS.— Dr. Eduardo Armendáriz, Apuntes para la do- sificación del tanino en los vegetales. Profesor Alfonso L. Herrera y Dr. Daniel Vergara Lope, Estudio acerca de las investigaciones terapéuticas del aire enrarecido. I. Epstein, Reminiscencias científicas. NOMBRAMIENTOS.—Socio correspondiente, DR. COLOMAN MULLER, Secretario del 8” Congreso de Higiene y Demografía (Budapest); nombrado también representante de la Sociedad ““ Alzate” en el propio certamen. PosTULACIÓN.— Para socio correspondiente: Ingeniero D Francisco Sosa y Avila (Aragón y Mateos). 68 MAYO 6 DE 1894. Presidencia del Sr. Isidoro Epstein, Vicepresidente. PUBLICACIONES.—Ingresaron las donaciones de los socios Bertelli y Giovannozzi (Florencia), Gomes Teixeira (Porto), Sansoni (Pavia) y Macfarlane (Austin), y por primera vez se recibió el Boletín de la Junta Central de Aclimatación y Per- feccionamiento Industrial de Caracas. TRABAJOS.— G. B. Puga, Cuadro para determinar la reducción de las épocas de los astros. 1. Epsteín, El Problema Social, resuelto por la (Química. La Comisión de Ciencias Físicas propuso el tema siguiente para el concurso anual: ; “* Estudio químico del pulque y sus adulteraciones.” La Comisión de Ciencias Exactas propuso tres, de los cua- les fué escogido el siguiente: “* Demostración elemental de la inconmensurabilidad de z, ó sea la relación de la circunferencia al diámetro, seguida de una exposi- ción que ponga de manifiesto la ninguna utilidad que tienen los tra- bajos emprendidos con el objeto de encontrar el valor exacto de la men- cionada relación” NOMBRAMIENTO. —Socio correspondiente: ING. D. FRAN- CISCO SOSA Y AVILA. Culiacán. PostTuLACIÓN.—Para socio correspondiente: D. Luis G. León (Galindo y Aguilar). JUNIO 3 DE 1894. Presidencia del Ing. Guillermo B. y Puga, Presidente. CORRESPONDENCIA.—De los Sres. Barón Von Mueller y León Descroix, dando las gracias por su elección y además del pri- 69 mero enviando para la Biblioteca algunas de sus obras; de la Secretaría de Fomento, del Instituto Meteorológico de Zurich, del Museo 'Teyler de Haarlem, del Instituto Greodésico de Pru- sia y del socio Hermite, de París, enviando publicaciones. PUBLICACIONES. — Donaciones de los socios Hermite (Pa- rís), Von Mueller (Melbourne), Halsted (Austin) y Philippi (Santiago de Chile); se recibieron por primera vez las de la So- ciedad de Geografía de Berna y de la Academia de Ciencias de Rouen. TRABAJOS.—M. Moreno y Anda, Dictamen acerca del plauvió- grafo del Sr. D, Vicente Fernández. La Sociedad de Geografía de Tolosa envía un trabajo de su socio el Sr. J. de Rey-Pailhade en el que propone se adopte el sistema decimal para contar el tiempo. Quedaron nombrados los socios González (D. Camilo) y Moreno y Anda para que dic- taminen acerca de este asunto. A este respecto el socio A gui- lar y Santillán recordó que ya desde 1890 el socio Mendizábal y Tamborrel (D. Joaquín) había hecho una proposición análo- ga la cual encontró varios opositores, lo que hizo que no se lle- vara á cabo tal proyecto. El socio Rodríguez Rey informó acerca del proyectado Con- greso de Meteorología, manifestando que el Sr. Ministro de Fo- mento ha tenido la bondad de acordar la impresión de las cir- culares respectivas y que en todo ha mostrado el mayor empeño. NOMBRAMIENTO.— D. Lurs G, LEÓN, socio correspondiente. POosTULACIÓN.—Socios correspondientes Dres. D. Alejan- dro Martín del Campo y D. Bernardo Reyna en Lagos. (Puga y Moreno y Anda). El Secretario, J. GALINDO Y VILLA. 70 DOS PASAJES CURIOSOS DE UN LIBRO OLVIDADO POR EL R. P. J. THIRION, S. J., MIEMBRO CORRESPONDIENTE DI LA SOCIEDAD CIENTÍFICA “ALZATE, ” (CONCLUYE, ) [ Traducido de la Revue des Questiors Scientifíques (Oct. 1893) de Bruselas ]. “Volvamos á nuestro asunto. El agua que forma estas en- volturas y estas cubiertas del aire, considerada desde el punto de vista de la gravedad no está en su estado natural: tiende á volver á caer y á entrar en el conjunto para formar una masa total, terminada por una superficie esférica; es lo que sucede- ría siel aire aprisionado y la viscosidad y cohesión del líquido no se opusieran á ello. Desde entonces siempre que una acción exterior, ó el movimiento mismo del agua, conduce dos de esas burbujas cercanas de suerte que sé toquen y que en un instan- te se les ve formar una sola. Obsérvese que esta atracción apa- rente no se produce sino en el momento en que las burbujas están bastante cerca; entonces, si la pereza excesiva del líqui- do no pone obstáculo, las partículas de agua que comienzan á encontrarse en exceso en las envolturas, gracias al contacto de éstas y á la mezcla del aire que contienen, comienzan á rodar para tomar su situación natural, arrastrando tras sí las partíicu- las cercanas y provocando así el rápido conflicto que se observa. ““ En efecto, desde que las burbujas comienzan á penetrar- se para formar una sola más gruesa, se necesita menos agua para revestir su aire común encerrado en una sola burbuja, que 71 cuando ese aire está separado en dos distintas, como se podía demostrarlo fácilmente, si no resultara inmediatamente del tra- tado de las figuras isoperimétricas.' “Así, pues, estas dos burbujas se incrustan, no por el he- cho de una atracción eléctrica recíproca, sino por la tendencia propia del agua de correr y de realizar, en cuanto pueda, la con- figuración que le es natural......” Cabeus extiende en seguida estas consideraciones al movi- miento de las burbujas hacia las paredes del vaso; pero no le seguiremos hasta concluir, por no alargar más este artículo. Ciertamente que hay en todo lo que hemos citado muchas concepciones falsas, no menos vistas incompletas; peru se ha- llan los primeros gérmenes de ideas justas y fecundas, en ple- na floración ahora en que el terreno en que Cabeus las sembró ha sido completamente desembarazado de los escombros que lo cubrían. Hemos llegado á lo relativo á la gravedad. Vimos que Ca- beus cierra su examen de la opinión de Gilbert acerca de la cau- sa de las atracciones de los cuerpos mojados, por esta conelu- sión: estos movimientos nada tienen que ver con las acciones eléctricas, tampoco nada tienen de común con un género de atracción cualquiera: dependen únicamento de la cohesión delos líquidos. Esta aserción comprende una restricción que el autor enuncia inmediatamente: “4 menos, dice, que no se imagine que el peso de los cuerpos proviene de la atracción que expe- rimentan de parte de la tierra. Si fuera así, disminuyendo las atracciones cuando las distancias aumentan, un mismo cuerpo debería ser más pesado cerca del suelo, menos pesado á cierta altura; más pesado en un valle, por ejemplo, y menos en la ci- ma dé la montaña; y por esto se explicaría la aceleración del movimiento de los cuerpos que caen libremente. Pero esta hi- pótesis me parece falsa, porque puede uno convencerse por la 1 Esta anticipación es notable y termina la descripción de las propiedades es- peciales de las superficies y de las membranas líquidas; es un primer paso hacia la tensión superficial, considerada en su consecuencia más importante. 72 experiencia siguiente que el peso de un cuerpo no varía con su altura. “¿Tomad una varilla metálica hecha de acero delgado y dis- puesta de tal manera que se encurve cuando se le suspenda un peso en su extremidad y vuelva á su situación natural desde que se la descargue. Procediendo así y midiendo exactamente la inflexión de la varilla bajo la acción de un mismo peso, al pie y en la cima de una montaña, hareis constat que es constan- * Señalo este procedimiento y deseo que no pase desaperci- bido; porque, lo confieso, he buscado hace mucho tiempo una experiencia que permita decidir si la gravedad varía con la al- titud; la dificultad con la cual tropezé tratando de utilizar para esto la balanza ordinaria es evidente: los pesos de comparación debían experimentar las mismas variaciones que el peso del cuerpo sometido á la experiencia. ““ Sin embargo un amigo me ha sugerido otro medio que voy á señalar. Colocad en uno de los platillos de una balanza muy sensible una barra Ó una masa de fierro y en el otro una vari- lla larga exactamente del mismo peso cuando está colocada ho- rizontalmente sobre el platillo. Ahora quitadla, colocadla ver- ticalmente y repetid la pesada: esta nueva posición en la cual ciertas partes de la varilla se encuentran más alejadas de la tie- rra debería producir una diminución de peso con relación á la posición horizontal. La diferencia ciertamente es mínima y mu- cho menos sensible que la que se podría determinar por el pri- mer procedimiento. Pero la gravedad no varía con la altitud, y la causa de la aceleración del movimiento de los cuerpos que 1 Es la primera idea del dinamómetro de resorte y la indicación de una de las experiencias más interesantes á las cuales es teóricamente aplicable. Si Cabeus hu- biera admitido la rotación de la tierra y conocido la variación de la pesantés con la latitud, habría prevenido á sus contemporáneos contra el medio fraudulento de en- riquecerse que proporciona el empleo del dinamómetro en las relaciones comercia- les. Graduad vuestro dinamómetro en París por ejemplo; trasportadlo al Perú para pesar allí el oro que compreis é id á vender ese oro á París. Es fácil calcular el be- neficio ilícito que resultará. 73 caen libremente es enteramento diferente. No es aquí el lugar de demostrarlo.”' El amigo de Cabeus era ciertamente un hombre ingenioso. Estudiemos más de cerca la experiencia que propone modifi- cándola un poco. Imaginémonos que disponemos de una balan- za muy sensible, provista en cada extremidad de su fiel,.de dos platillos sobrepuestos distantes verticalmente h metros, y subs- tituyamos la varilla larga por un cuerpo pesado de forma cual- quiera. Los pesos P, y P, de este cuerpo colocado sucesivamen- te en el platillo inferior y en el platillo superior, de un mismo lado de la balanza, es decir á las distancias r y r+h del centro de la tierra, están ligados por la fórmula P,=P, r, : (r+h).* Va- liendo el radio medio de la tierra 6 366 189”, y h siendo una lon- gitud de algunos metros, las potencias superiores de h :r son despreciables y la fórmula se reduce á PP al Para h=5", la variación de peso ealculada para una masa de 18, sería 1% 57. En estas circunstancias no sería temerario buscar una verificación experimental de la fórmula. Eso es lo que hizo en 1878 Ph. von Jolly en el Instituto de Física de Munich, y es lo que le da cierto interés de actualidad al paso de Cabeus.* Sólo que en la práctica el problema tropie- za. con multitud de dificultades que no suponía el amigo del sabio jesuita. Las masas sometidas al experimento no pueden sufrir ninguna alteración; las condiciones en las cuales se encuentra el laboratorio en que se trabaja deben ser tales que permitan la 1 Es de lamentarse que Cabeus haya renunciado á esta digresión. En el mo- mento en que escribía, Galileo había efectuado ya sus investigaciones acerca de la caída de los cuerpos (año 1602); pero las publicó más tarde, en 1638, en su Dis- corsi e dimostrazioni matematiche antorno a due nuotve scienze attenenti alla mecca- NAC orbe Leide, 1688. 2 Véase ÁNNALEN DER PHYsIk, t. V, 1878, p. 112: Ph. von Jolly, Die 4n- wendung der Waage auf Probleme der Gravitation. (Empleo de la balanza en el problema de la gravitación). Revista [1893-94] —10 o 74 aplicación de la ley teórica. de la gravitación; en fin es necesario disputar á las influencias perturbatrices de las temperaturas am- bientes y de las presiones atmosféricas -á los niveles delos dos platillos, los datos de la ecuación que debe dar la diferencia mí- nima que indicamos. La situación del laboratorio enque von Jolly ha ejecutado sus experiencias, en una región baja de la ciudad y en medio de construcciones, probablemente alteró el éxito. A pesar de la habilidad que ha desplegado y de todas las precauciones que ha tomado, no ha llegado sino á un resul- tado mediano: la pérdida de peso experimentado por una masa de latón niquelado de 1*'*"- cuando se eleva 5” 29 es igual por término medio á 1”*-5099; la diferencia entre el número teó- rico y el observado se ha elevado á 0”*' 152, Tal vez alguno de. nuestros lectores repetirá algún día esta verificación operando en una torre elevada y aislada, lejos de toda influeneia pertur- batriz, le deseamos que llegue á un acuerdo más perfecto entre la teoría y la experiencia; que ese día se acuerde de Cabeus y de su amigo. BIBLIOGRAFIA. TRAITÉ DE TÉLÉGRAPHIE ÉLECTRIQUE par H. THomas, Ingé- nieur des Télégraphes. 1 vol. in 8% gr. de más de 900 págs. con 702 grabados. 25 fr. en tela inglesa. Librairie Polytech- nique, Baudry et € * París, 15 Rue des Saints-Péres. 1894. Esta obra contiene todos los datos que puedan necesitarse acerca de las pilas, de los principales aparatos y de los diferen. tes sistemas de transmisión, acerca del establecimiento de las líneas y de sus propiedades eléctricas, de las medidas eléctricas usuales, de los desarreglos, etc. Todas las personas que deseen estar al corriente de los problemas relativos á la telegrafía eléc- 15 trica hallarán numerosos documentos acerca de la mayor parte de los aparatos conocidos y en uso y relativamente á los que presenten, por medio de alguna disposición especial, algún inte- rés. Como este libro está escrito para todos, se halla expuesto en una forma elemental y sólo uno que otro capítulo que contie- ne algún desarrollo matemático está impreso con caracteres pe- queños para que pueda desde luego conocerse. Para completar una idea de esta importante obra terminamos dando los títulos de los capítulos de que se compone. I. Producción de la corriente eléctrica.—H. Organos de re- cepción. —IIT. Primeros aparatos. Aparatos. de cuadrante.— IV. Aparato Morse.—V. Instrumentos diversos empleados en las oficinas. — VI. Instalación de las oficinas telegráficas.— VI. Propiedades eléctricas de las líneas y de los fenómenos que acompañan á las transmisiones. — VITT. Propagación de una corriente eléctrica en una línea.—IX. Ensayes eléctricos.—X. Desarreglos.—XI. Aparatos de translación, de descarga y de compensación.—XII. Aparatos en que se utilizan los dos sen- tidos de la corriente. — XIII. Aparatos inscriptores. — XIV. Aparatos autográficos. — XV. Aparatos automáticos. — XVI, Sistemas de transmisión dúplex, díplex, cuadruplex y múltiples. XVII. Aparatos múltiples. — XVIII. Aplicaciones del teléfono á la telegrafía, telegrafía y telefonía simultáneas. —XIX. Cons- trucción de las líneas aéreas. —XX, Establecimiento de líneas subterráneas.—XXI. Establecimiento de líneas submarinas. Études dHistoire Générale. HISTOIRE DE L'/ALIMENTATION par Lovis BOURDEAU. Substances alimentaires.—Procédés de conservation. — Histoire de la cusisine. — Pain -Boissons.— Service de repas. París, Félix Alcan, Éditeur. 108 Bonle- vard St. Germain. 1894. 8 372 págs. 5 fr. El autor continuando la serie de sus estudios acerca de la evolucion de las artes útiles, de la cual se han publicado ya tres 16 volúmenes (Les Forces de UIndustrie, La Conquéte du Monde ani- mal y La Conquéte du Monde végétal ), acaba de dar á luz la Histo- ria de la Alimentación, La más apremiante y la más extendida de nuestras necesidades ha tenido que satisfacerse por una lar- ga serie de invenciones y de prácticas durante el curso de la civilización. Esa industria ocupa el mayor número de brazos, erea los mayores valores y ejerce una influencia soberana en todos los desarrollos de la vida. El motivo predominante de la historia universal es esalucha encarnizada contra el hambre que ha tenido por resultado cambiar la miseria en abundancia, la inquietud en seguridad, satisfacciones precarias en bien estar amplio y constante. Tal es el cuadro que el autor se ha propuesto trazar en su importante obra en la que examina sucesivamente la naturaleza y la producción .de las substancias alimenticias, los procedimientos de conservación, la historia de la cocina, ebe., etc. ¿ 1d ANNUAIRE DE: L/OBSERVATOIRE MUNICIPAL DE MONTSOURIS POUR 1894; Météorologie, Chimie, Micrographie, applications al Hygiéne. París, Gauthier—Villars et Fils. 18% con diagra- mas y figuras en el texto. 2 fr. Este importante tomito contiene como los de años anterio- res la relación de los trabajos de las diversas secciones del Ob- servatorio con datos y memorias de gran interés acerca de la Meteorología y Climatología, de la composición química del ai- re y de las aguas, y de los corpúseulos organizados del aire y del agua. Esta obrita termina con una noticia necrológica rela- tiva al ilustre Marié- Davy. 17 MARCHENA (R. E. DE), Ingénieur des Arts et Manufactures.— MACHINES FRIGORIFIQUES A GAZ LIQUÉFIABLES. (Encyclopé- die Scientifique des Aide—Mémoire). París, Gauthier—Villars et Fils, 2 fr. 50. En este librito el autor estudia primero los principales ga- ses que se han empleado sucesivamente como agentes de las máquinas frigoríficas, haciendo resaltar las ventajas y los incon- venientes de cada uno de ellos. Seguidamente al desarrollo de la teoría del funcionamiento de estas máquinas, calcula su po- tencia frigorífica y el rendimiento y examina las casos especia- les que puedan producir. Una rápida exposición de los diferentes tipos de máquinas de gases liqueficables termina esta pequeña obrita que es de una grande utilidad práctica para todos los que se ocupan de la fa- bricación del hielo ó que, con cualquiera otro objeto, deseen ob- tener el enfriamiento del aire. MARCHENA (R. E. DE).— MACHINES FRIGORIFIQUES A AIR. (En- cyclopédie Scientifique des Aide-Mémoire). París, Gauthier-Vi- llars. 2 fr. 50. El autor se propuso condensar en este tomito las nociones fundamentales acerca de la teoría, el funcionamiento y las apli- caciones de las máquinas frigoríficas de aire. Después de una revista de los diferentes órganos de estas máquinas y de los principales tipos adoptados, se halla un exa- men de las condiciones de funcionamiento más económicas, y en seguida el cálculo de los órganos esenciales. La obrita ter- mina con el estudio de las ventajas que puede producir una com- presión detenida por dos veces sucesivas. 78 rr SOI-=DINSDO LADO Sms + rn Suma +0 oo +o g 8 "1u307 UrAM]T '9JUBUIIOP OJU9LA *9JURUILIOP UOLIDIALT 'SITAN HH O 00 O RDADODAIDO SS SM NR] *“e1pou PYPIYUMO *eIpau PUpavan E sv 2"€6 GvI str Sc '06 801 US 9T6 s“El 66 $'€6 9 el Ga vo ep! vL 056 L:S1 6'8 666 $ St 6'6 se 691 02 696 691 66 696 621 GT 6 PG sept vo er6 cel 0 og | 18H aura | aura 'UIPIN "VU4MOS YI Y "HATV TAC SVADOLVATINAL 63688 . ASS E O > — 00 > Oy O) 00 > 0 HO 00 MO rt (O [7 00 00 Y 013911018] s “==*-*0Uy 2l|=7=*91qUISLIG “** 9IQUUATAON “==> *e1qnjo() =-*o1querydeg "===" 0-OP80By 1 LA Y > :9--6tun ts OÁTtA A Tuiqy *22-=*:**OZIB *==-"* 01019 H +22 *-*049UH A st "SASHA “Quede Bmn9Ty —'28 97 uu 9€ q 9 Y9MUB9LE) SP *M "SUOT—*G 21 ¡3 0.61 N “YT "2681 ?p ovo 72 aquo.mp VÁBQNIP L IP JVUOLVBN ODJUI9UO AS Y OLIOJUAOSQ() 72 US SDPPIRIDAA 807 2p LU NIHOS TA V AMIA "SVOIDO TOJOHLAN SHANOIOVAJHASHO N INDICE DE LA REVISTA. - 1893-94 Table des matieres de la Reyne. Páginas. Actas de las sesiones. — Julio 1893 á Junio 1894. ( Comptes Rendus des SÉMNCES) a saeta cri IDOL 5, 17, 33, 49 y 65 Dollfus A.— Descripción de una nueva especie de crustáceo de Aguascalientes. (Une nouvelle spéce de crustaCé )unemanoconasocanos. 28. Moreno y Anda M.— Observaciones meteorológicas. Tacubaya. ( Observations météorologiques ). 189l cuooar cococococaconoonosrnono 32 oso E 46 a ES - AO Mottl C.— Observaciones séismicas en Orizaba. ( Observations sismi- ques faites a Orizaba). AoUt 1892 ...o.ooconocoonoccanoso 30, 47 y 62 Observatorio Meteorológico Central de México. Resumen de 1892, (Résumé des observations météorologiques faites a Mexico) .uonooo..o. 64 > Thirion J.— Dos pasajes curiosos de un libro olvidado ( Deux passa- ges curicuz d'un pre cublló) danna Jococnca maso sacada 40, 59 y 70 Vallot és Jaubert.— La densité de la neige et de la glace.......... 29 Van Beneden P. J.— Necrología. ( Nécrologie)...... obocmodococo PY BIBLIOGRAFÍA. —BIBLIOGRAPHIE. Páginas. Annuaire de lObservatoire de Montsouris, 1894......o.ooccoo.oo... 76 Annuaire du Bureau des Longitudes, 1894 ...0ooooooocooococoom ooo 55 Berthot. Traité de Vélevation des eaux ..ooo.oooooocoooooodicone: 19 Bloch. ¿ausoús Pressiomiais. cool ledesoloe: Ma o al oO o aa 37 Bourdeaw, Histoire de l'alimentation---.. los coca aaa De TO CroneausConstrugrtron du meayire o oo aL SA 59 Cundill. Dictionnaire destexplogifs..2occoo dol 39 Fuchs 6% De Launay. Traité des Gites Métalliféres...-...oooooo... 10 ¡Guenez. ¿La décoration IcóramiqUe-- Lo peo eL aca es Moe 27 Hebert. Boissons falsifiées. ....-....- A a A il 23 Laurent Jeuxdo hadardy 1144. 40d a EA 26 Lavergner Les turpines 0-00. e de Dd DS 24 Marchena. Machines frigorifiques á gaz liquéfiables. -..ooooooo..... 77 50 0 a (dnde Naudin. “Eabrication des ¡verpiS.s cardiseme cate idaho ca oo 22 Quatrefages. Les Émules de DarwWiM..--20.0ococoo.. E A 54 Rodet $ Busquet. Les courants polyphaséS....cococoocoococoooo.. 39 Sánchez. Datos para la Zoología Médica Mexicada...onicolcmn ccoo: 36 Sauyage.qLasMachine locomotive. +... coorrrrs poca gor cercada 38 Schoenflies. La Géométrie du Mouvement.-...ooonocococcnconmo.. 38 Sinigaglia. Accidents des chaudiéres --.. 2. ...22 A 25 Thomas. Traité de Télégraphio Électrique--.- 200 0coome looccocoos 74 Thompson. Traité des Machines Dynamo-Électriques O 20 Thurston. Traité de la Machine A A o 14 Vallon. Choix et usage des objectifs photographiques.... meo ooo... 56 Vermand. Les Moteurs á gaz eb A pétrolO.ccocoonoocococonococano. 26 Herrera. £El Hombre Prelustórico de - Memorias de la Sociedad. Urale” | Tomo VIL Lám. Ii Herrera. El Hombre Prehustórico de México”, ES a 2 EZ he e AS Memorias de la Sociedad ALZATE.” Tomo VII. Lám. IX 5 E Rara del paró == Dela PSPINA. Sintesis de Geornetria Analítica. Sart ips ED - > , a 54 É po - ni r EN hot E 5-7 G a dd AA O cn [AA * 70 S, e ar ral , moho pd io MEMORIAS Y REVISTA dr, $12 LN EDAD CENT CANTO NITO a PUBLICADAS BAJO LA DIRECCIÓN DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, Secretario general. Tomo VIT (1893-94). —Números 1 y 2. SOMMATRE. MÉMOIRES [Feuilles 1 a 8] — Bibliographie Météorologique Mexicaine (1892), par M. R. Aguilar y Santillán.—L” Homme Préhistorique au Mexique par M. A. L. Herrera.— Synthese de Géometrie Analytique par le P. P. Spina, S. J. REVUE [ Feuilles 1 et 2] — Comptes-rendus des séances ( Juillet et Aoút 1893 ).— Biblio- . graphie: Fuchs € De Launay, Traité des Gites Métalliferes; Thurston, Traité de la Machine á vapeur. MÉXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX- ARZOBISPADO, (Avenida Oriente 2, núm. 726). 1893 Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Aumento habido en la Biblioteca de la Sociedad durante los meses on de Mayo, Junio y Julio de 1892. [Continúa.] Paris. L” Amateur Photographe. 1892, 8-13, Americana. (E. Dufossé). 1892. 8? série. 6. Les Annales Plotographiques. 1892, 39 6 40. -—— “L' Astronomie.” 1892, 5-7. ; .——— Bureau Central Météorologique de France. Bulletin International. 1892, Bulletin mensuel. 1892, 5-7. Bureau des Longitudes. Annuaire, 1891.—Connaissance des temps pour Van 1894.— Extrait pour Van 1893.—Ephémérides des étoiles de culmi- nation lunaire et de longitude pour 1892 par M. M. Loewy.—Rapport sur 7 | les Olservatoires Astronomiques de Provence, 1891. Cosmos. 1892. 377-389. École Polytechnique. Journal, 612 € 62? cah. 1891 6 1892. Feuille des Jeunes Naturulistes. 1892. 259-261. Journal de 1' Industrie Photographique. (Gauthier-—Villars). 1892, 4-6. “Le Naturaliste.” 1892. 123--128. Hachette et C1*- Nouvelles Géographigues. 1892, 1. Observatoire de Paris. Rapport Annuel pour l'année 1890 présenté au Conseil par M. le Contre-Awmiral E. Mouchez, Directeur. Revue Géographique Internationale. 1892. 196-198. Revue Pédagogique. 1892. XX, 5 % 6. —Enseignement des travaux a lai- A A guille et de "Economie domestique. Service Hydrographique de la Marine. Annales Hydrographiques. 2* sé- rie. 1892, L. Société Botanique de France. Bulletin. Session extraordinaire á Collioure. e 22 partie. ] Société d' Encouragement pour 1*Industrie Nationale. Bulletin. 1892. Marzo-Mayo. Compte-rendu. 1892, 7-12, Société de Géographie Commerciale. Bulletin. 1892. XIV, 2. 1 Sociéét¿de Topographie de France. Bulletin. 1892. 4-6. PUBLICADAS BAJO LA DIRECCIÓN DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, Secretario general. 1 Tomo vu 1893-9 ). —Números SOMMAIRE. J- (fin). [Planche 111].—Epigraphie Mexicaine par M. J. Galindo y Va (Appendice). Planches I € II: L” Homme Préhistorique au Mexique par M. A, Herrera. l - REVUE [ Feuilles 3 et 4 ].— Comptes-rendus des séances (Sept. et Octobrr893 ).— Biblio- graphie: Berthot, Traité de l'élevation des eaux; “1 hompson, Traité d Machines Dy- namo-Électriques; Naudin, Fabrication des Vernis; Hebert, Boisso falsifiées; La- - vergne, Les Turbines; Sinigaglia, Accidents des chaudiéres; Laurentleux de hasard; Vermand, Les Moteurs á gaz et A pétrole; Guenez, La décoration cgmique. — Une nouvelle espéce de crustacé (Sphaeroma Dugesi) par M. A. Dollfus.—; ¡té de ] neige et de la glace par MM. Vallot et Janbert. — Observations sislques du mois d'Aoút 1892 a Orizaba, par M. C. Mottl.— Résumé des observations ftéorologiques ' faites a l' Observatoire deTacubaya par M. Moreno y Anda [1811]. | e MÉXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX-ARZOBISP lO el (Avenida Oriente 2, núm. 726). 1893 Aumento habio en la Biblioteca de la Sociedad dut los meses NA de Mayo, Junio y Julio de 1892. ÓN _[Concluye.] 1 y Jl h Me Ad Department. E E Agricutaro Report or tho eeretas tin, 8. lision of ia o n. 97. —— Smithsomn Institution. Annual Report. 1890. — U.S Geogical Survey. U. S. Relief Map. 1892. ——— U. $. Hyrographio Office. Pilot chart of the N. Atlantic Ocean. 1899, Mayo a unio. Late Reports of the use of oil to prevent heavy seas from breakiz on board wessels. E ——— U.S. Wather Bureau. Bulletin n. 1. M. W. Harrington, Motorola ; "work Agricultural Institutions. 1892.—Monthly Weather Review, -Annu Sure "y for 1891.—1892, Ene.—Abril.—Report. for 1891 e de W. Errington.. 1892. a ——— U. $. Mval Ubservatory. Report of the Sundeniendene so the year en- ding391 June 30. de Wien. K. Akasmie der Wissenschaften. Math. eE Classe. Anzeiger, 1899, VIE. : ——— K. K. Yaturhistorische Hofmuseum. Annalen redigirt von Dr. F. Rittor vonlauer. VI, 162 y A Meteo logische Zeitschrift. 1899. 4-6. A WURZBURG. ysikalisch=Medicinische Gesellschaft, Sitzungs- senil 150), 1-3... : Z1-KA-WEY. bservatoire Magnétique et o Bulletin mensuel. 1891, Mayo S6 unio. | DARIO ZÚRICH. Natrforschende Gesellschaft. Vier oa E Redigirt von Dr, R. Wolf. 112, XXXVII, 1. e 12,312 MEMORIAS Y REVISTA DE LA EDAD CENT ANTONIO -ALZATE" PUBLICADAS BAJO LA DIRECCIÓN DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, Secretario general. Tomo VII (1893-94). —Números 5 y 6. SOMMAITRE. MÉMOIRES [Feuilles 17 2 24]. — Épigraphie Mexicaine par M. J. Galindo y Villa (Appen- dice) [suite]. REVUE [ Feuilles 5 et 6]. —Comptes-rendus des séances (Nov. et Déc. 1893 ).— Biblio- graphie: Sánchez, Datos para la Zoología Médica Mexicana; Schoenflies, La Géomé- trie du Mouvement; Rodet et Busquet, Les Courants polyphasés; Cundill, Dictionnai- re des Explosifs.— Deux passages curieux d'un livre oublié par le P. J. Thirion, S. J. — Résumé des observations météorologiques faites A 1'Observatoire de Tacubaya par M. Moreno y; Anda [1892].— Observations sismiques du mois d'Aoút 1892 4 Orizaba, par M. C. Mottl. MÉXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX-ARZOBISPADO (Avenida Oriente 2, núm. 726). 1893 Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Aumento habido en la Biblioteca de la Sociedad durante los meses de Noviembre y Diciembre de 1892, DONACIONES. (Los nombres de los donadores están con letra cursiva; los miembros de la Sociedad se hallan j designados con Mb.) The American Geologist. 1892, X, 2.—( Prof. Dr. Persifor Frazer, Mb.) Album de los Ferrocarriles correspondiente al año de 1890, 8% México, 1892.—((G. Montiel Estrada, Mb.) Angot A. Instructions Météorologiques. Paris, 1891. Billet F. Traité d'Optique Physique. 24.8% láms. Paris, 1858-59. —( Ing. Gutller- mo B. y Puga, Mb.) Bertelli T., Mo. Appunti in conferma delle osservazioni tromometriche. Torino, 1892. Belmar Lic. F. Ligero estudio sobre la Lengua Mazateca. Oaxaca. 1892.—Cartilla del Idioma Zapoteco-serrano. Oaxaca, 1890.—Gramática de las lenguas Zapo- ca-serrana y Zapoteca del Valle, por Fr. Gaspar de los Reyes. (1700) Oaxaca, 1891.—Arte de la lengua Mixe, por Fr. Agustín de Quintana. (1729) Oaxa- ca, 1891, Discurso pronunciado en la solemne distribución de premios del Colegio Católico de la ciudad de Puebla, por el Ingeniero civil D. José Ramón de Ibarrola, el día 30 de Octubre de 1892. 8% México, 1892. —Lettre sur 1'Etablissement Géo- graphique de Bruxelles fondé en 1830 par Ph. Vandermaelen. 182 Bruxelles. 1836.—(A. Gerste, S. J., Mb.) Felix $ Lenk, Mbs. Ueber die tektonischen Verháltnisse der Republik Mexiko. 8? 2 láms. Berlin, 1892. Herrera Moreno E. El Cantón de Córdoba. Geografía, Estadística é Historia. En- tregas 10415. Idea de una nueva Historia General de la América Septentrional, por el Cavalle- ro Lorenzo Boturini Benaduci. Madrid, 1746.—(D. José M, de Ágreda y Sán- chez). Mera Ida MEMORIAS Y REVISTA "DE LA DCIEDAD CIEN “ANTONIO ALZATE” PUELICADAS BAJO LA DIRECCIÓN DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, Secretario general. Tomo VIT (1893-94). —Números Y y 8. SOMMATIRE. MÉMOIRES [Feuilles 25 a 32]. —Étude du Compas de proportion, par M, D. Palacios.— Catalogue des oiseaux du Mexique, par MM. S. Beristain et J. B- Laurencio. REVUE [ Feuilles 7 et 8 ]. — Comptes-rendus des séances ( Janvier et Février 1894 ).— Né- crologie, M. P. J. Van Beneden.— Bibliographie: Quatrefages, Les Émules de Dar- win; Annuaire du Bureau des Longitudes, 1894; Vallon, Choix et usages des objectifs photographiques; Bloch, Eau sous pression; Sauvage, La Machine locomotive; Cro- neau, Construction du navire.— Deux passages curieux d'un livre oublié par le P. J. Thirion, S. J. [suite] — Observations sismiques du mois d'Aoút 18924 Orizaba, par M. C. Mottl.— Résumé des observations météorologiques faites a 1'Observatoire Météoro- logique Central de Mexico [1893]. MÉXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX-ARZOBISPADO (Avenida Oriente 2, núm. 726 ). 1894 Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. » Abal habido en la Biblioteca de la Sociedad durante los meses de da Eebrezo y Marzo de 1893. DONACIONES. a E (Los nombres de los donadores están con letra cursiva; los a do designados con Mb.) Alia J. as de los terremotos en México. México, 1864. 182 '(B. Aguilar, Mb.) * The American Gevlogist. 1893, XI, 1.6.2, (Prof. Dr. Persifor Frazer, Mb.) | Ameghino F, Mb.— Répliques aux erítiques du Dr. Burmeister sur quelques gen- res de Mammiféres foriles de la République Argentine. Buenos Aires, 1892. Annuaire pour 1' an 1893 publió par le Bureau des Longitudes. París. (Gauthier— 4.5 Vallars). Alfaro 4.—Un proyecto de ley pete al Congreso Nacional de Costa Rica. Bertelli P. Timoteo, Mu COrietatoro! Colombo scopritore della Declinazione Mag- netica e della sua variazione nello spazio. Roma, 1892, fol. Bibliotheca Mathematica Stockholm. 1892, 4. G. Enestróm, Mb. bres Prof. Daniel G.— Address delivered on Columbus Day, Oct. 21, 1892, at - the Library and Museum Building of the Univ. of Pennsylvania. Philadelphia, ' 1892. The Etrusco- Libyan Elements in the Song of the Arval Brethen. Fur- _ther Notes on the Betoya Dialects. Further Notes on Fuegian Languajes. Cruls L.—Le Climat de Rio de Janeiro. Rio de Janeiro, 1892, 42 Durand Th. $ Pittier H., Mb.—Primitizo Flore Costaricensis. 1%: fascicule. Bru- - xelles, 1891. Eno Antonio, Mb. —Per il terzo centenario della inaugurazione dell” insegna- mento di Galileo Galilei nello studio di Padova. VII Dicembre MDOCCXCIHI. - Firenze, 1892, fol. Gila Ch.- Ed.—Possibilité de "une de alison directe entre la vitesse de pro- - pagation de la lumidre et des actions electro-magnétiques. 1892.— Solution - pratique du probléme de la colonne emergente d'un thermométre, par 1*em- - ploi d ? une tige correctrice, 1891.— Sur la variation thermique de la résistan- “ce électrique du mercure [2 notes, 1892 $: 93]. Handbook of information for intending settlers in British New Guinea. Published - by autority. Brisbane, 1892, 8”— Despatehs from his Honour the Administra- li alo e 30) : 1] MEMORIAS Y REVISTA DE LA EDAD CIEN ANTONIO. ALZA TE? PUBLICADAS BAJO LA DIRECCIÓN DK RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, Secretario general. Tomo VII (1893-94). —Números 9 y 10. SOMMATIRE. MÉMOIRES [Feuilles 33 a 421. — Catalogue des oiseaux du Mexique, par MM, S. Beris- fain et J. B, Laurencio (fin), —Températures du sol observés a 1'Observatoire de Tacu- baya pendanti'année 1893 par M. Moreno y And1. —Importance de l'étude de la Psy- cologie par M. Agustín Aragón.— Épigraphie Mexicaine par M. J. Galindo y Villa (Appendice).. MÉXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX-ARZOBISPADO (Avenida Oriente 2, núm. 726 ). 15894 «Les anteurs sont seuls responsables de leurs écrits. Aumento habido en la Biblioteca de la Sociedad durante los meses de Abril, Mayo y Junio de 1893. DONACIONES. (Los nombres de los donadores están con letra cursiva; los miembros de la Sociedad se hallan designados con Mb.) The American Geologist. 1893, XI, 4-6. (Prof. Dr. Persifor Frazer, Mb.) Annual Report on British New Guinea from 1st. July, 1891, to 30 th. June, 1892; with appendices. Brisbane, 1893, fol. (J. P. Thomson, Mb.) Bibliotheca Mathematica. Journal d' Histoire des Mathématiques publié par Gus- taf Enestróom. Stockholm, 1893, 1. Cahen Ém. Manuel pratique d'Éclairage Électrique. Paris, 1893, 182 Librairie Polytechnique, Baudry et Cie- Cumplido I. Impresiones de viaje. México, 1884, 8% (José de Mendizábal Tambo- rrel). - Das iilteste Berliner Wetter-Buch 1700-1701 von Gottfried Kirch und seiner Frau Maria Margaretha geb. Winkelmann. Herausgegeben von G. Hellmann, Mb. Berlin, 1893, 8% Denigés Dr. G. Esposizion elemental de los prinzipios fundamentales de la Teoría Atómiga. Bersion qastellana de M. 4. Délano. Paris, 1893, 8? García Cubas A. Memoria para servir á la Carta General del Imperio Mexicano y demás naciones descubiertas y conquistadas por los españoles durante el siglo es en el territorio perteneciente hoy á la o Mexicana. México, 1892, , (J. Galindo y Villa, Mb.) e a S. J., Mb. La Langue des Chichiméques. Étude Ethnologique (Rev. des Quest. Se.) 1891. Bruxelles, 82 Giornale di Mineralogia, Cristallograña e Petrografia diretto dal Dr. F. Sansoni, Mb. 1893, IV, 1. Gossart E. Nouveau procédé pour reconnaitre rapidement le degré exact d'aleool dans toutes les boissons. Paris, 1893, S%— Recherche des alcools supérieurs et autres impureiés dans Valcool vinique. (€. KR. des séances de l* Acad. des Se.) Guillaume Ch.-Ed. Formules pratiques pour la transformation des coefficients ther- miques (Travaux et Mém. du Bur. Int. des Poids et Mesures). Paris, 1888, 49 MEMORIAS Y REVISTA / e, 94 e DE LA EDAD CINTIA PENTONIO ALZATE” PUBLICADAS BAJO LA DIRECCIÓN DE RAFAEL AGUILAR Y SANTILLÁN, Secretario general. Tomo VII (1893-94). —Números 11 y 12. (Fix del tomao.) SOMMAIRE. MÉMOTRES [Feuilles 43 A 58]. — Épigraphie Mexicaine par M. J. Galindo y Villa (Appen- dice) [Fin].— Liste des Coccidés trouvés sur les Cactacées, avec description d'une spéce nouvelle par M. T. D. A. Cockerell.— Table des matieres du tome VII des Mémorres. REVUE [ Feuilles 9 et 10 ].— Comptes-rendus des séances (Mars, Avril, Mai et Juin 1894 ). — Deux passages curieux d'un livre oublié par le P. J. Thirion, S. J.— Bibliographie; Thomas, Traité de Télégraphie Électrique; Bourdeau, Histoire de l' Alimentation; An- nuaire de l'Observatoire de Montsouris pour 1894; Marchena, Machines frigorifiques a gaz liquéfiables eta air. Résumé des observations météorologiques faites a Tacubaya par M. Moreno y Anda (1893).— Table des matiéres de la Revue (1893-94). MÉXICO IMPRENTA DEL GOBIERNO EN EL EX-ARZOBISPADO (Avenida Oriente 2, núm. 726). 1894 Les auteurs sont seuls responsables de leurs écrits. ESTATUTOS DE LA Sociedad Cin “ Antonio Alzate.” Art. 1% Se establece una Sociedad bajo el nombre de Sociedad Científica “ Antonio Alzate,” para hunrar la memoria de dicho sabio mexicano, y cuyos f- nes serán los siguientes: el estudio de los diversos ramos científicos y su propa- ganda con el objeto de contribuir al engrandecimiento del país. Art. 2% Las cuestiones religiosas se abstiene de tratarlas la Sociedad. Art. 32 Habrá tres clases de socios : honorarios, correspondientes y de número. Art. 42 Para ser socio son indispensables los siguientes requisitos: 1. Haberse dado á conocer por medio de algún trabajo científico. IL. Ser postulado por tres socios y admitido, cuando menos, por el voto de las dos terceras partes de los socios que asistan á la sesión. Art. 5 Las votaciones para admisión de socios serán nominales y tendrán lu- gar en la sesión que siga á aquella en que hayan sido propuestos. Art. 6 Todos los socios tienen la obligación de procurar el adelantamiento de la Sociedad por medio de sus trabajos. Art 72 Los de número tienen además las obligaciones siguientes: I. Presentar un trabajo científico en la sesión del año indicada previamente por la Secretaría. - IL Presentar con oportunidad los informes ó dictámenes que la Sociedad les encomiende. TIL. Asistir con puntualidad á las sesiones. IV. Pagar una cuota mensual de un peso. Art. 82 Los correspondientes tienen también las obligaciones que en seguida se expresan: remitir con oportunidad las noticias ó informes que la Sociedad les pida. Art, 92 La Mesa Directiva puede consultar la expulsión de un socio de número por alguna, algunas ó todas estas causas : I. No presentar en dos años consecutivos su trabajo reglamentario. IT. No asistir durante seis meses á las sesiones sin causa justificada. III. No pagar en el mismo tiempo la cuota á que se refiere la fracción IV del art. 79 EE DA ASA NA AAA EN COCA AA IAB AY ANA GARA AALARARCA AR CA JA MN A 2 LM i ; ecc 4 me AD Ma DUST SN N ANS NA Capra | AAA AE AA a 0RA: MENA AAA cn nde ds a A ACA LARRAMANA 0% AA NATA N Day y PA Só ARAN NOA ACRAS ña | ; A, AÑAÑA Am an/ An A, AAN; DAÑA ARA ARPA NnE ARARAMAA AA0OOn, AA qa a A 7 YA ANA A AS Pal AN A mr AA A ARALAR ANA AR A PARO As AMAS AMMAAA; ARANA ARSRARAN Ao, mA . AA AA A AMAIA A ANDARE PANAS AA PURA A ANA AN 4 AAA N MAA AA MASA AAN Aj AA AAA CAOARRsa 29 Pa k ARONA Anima An AAA AÑA AN MARA OR FUE mn. Oña ARA] | 'A,. YA NANI NANA: ATA Peer! Anno RAR RASAS NA ALA AS TIA mé AAANTA AO PA, ARAN 18 AA AN Aa ANA AAA 2 AA AA ASRAR AAA, AAA | A | Aa! A! REN AAA a, AñO, A LA AA RA 200, Ñ ANO A, VAN da A A, AMARA; ARAAO VARARARAS GA de AS A a Poo Ana AA A Al ca 0 PO 0 AMA mA AA ARA NONA A A A 'a La Lil | A Ugra Un AA d4S BA e A0200nA, 0 MENOR 0 sal AAA NAAA | Mn, ANOS CAOBA RAR MIE ANATANNA A Ml "Ala! A A ia m7 PAS ARO MA CC, AAA NA Pm) AA AN SA YA ADA IAAA A, IA An de | MA: An RA NGAS VAS AA A Ral EZ o > A PDA A de RARA a 1290 an MN A AUT MN Ama, ¿AAA AAA JAN an IAN ANARRAS e O ata a j ", mn Ae cad Y a DAR AB MAN ¡AA ota uAo, JA AAA a AENA EA AMARA RAJA Aa 0 20 NA FANAS ad; ANA A