HISTORIA FISICA, POLITICA Y NATURAL LA ISLA DE CUBA. — HISTORIA FISICA POLITICA Y NATURAL DE LA ISLA DE CUBA POR D. RAMON DE LA SAGRA. раа SEGUNDA PARTE. HISTORIA NATURAL. TOMO I. MAMIFEROS Y AVES. PARIS. EN LA LIBRERIA DE ARTHUS BERTRAND. LIBRERO DE LA SOCIEDAD DE GEOGRAFIA, CALLE DE HAUTEFEUILLE, N.? 25, ue MDCCCXLY. MADRID: ESTABLESIMIENTO TIPOGRAFICO DE DOM FRANOISOO DE Р. MELLADO, CALLE DEL SORDO NUM. 44. MAMIFEROS. ¡TRODUCCION. La historia natural de los mamíferos de un pais puede ser considerada, ó bajo el aspecto de las especies que le son indígenas para determinar el lugar que ocu- pan en la ciencia y las utilidades que producen al hombre, ó bajo el punto de vista de las razas domésticas que éste ha sometido á su imperio y asociado á sus trabajos. Lo primero conduce á enriquecer las naciones con nuevos productos para la industria y el comercio; lo segundo pone á la ciencia de la naturaleza en contacto de la historia de los pueblos y suministra al observador medios lu- minosos para resolver los problemas mas difíciles, bien se proponga determinar el orígen y la procedencia de las naciones sedentarias, ó la marcha sucesiva de los pueblos errantes. En ambas circunstancias, los animales domésticos son com- pañeros del hombre, cuyo estado de sociabilidad parece ser tanto mas perfeccio- nado cuanto mayor es el número de las especies domesticadas. Esta asociacion, en efecto, acrecentando los medios de su industria y poderío, permite á los pueblos ensanchar y estender el círculo de sus conquistas, operando así una reaccion sobre el carácter primitivo, que modifica las pasiones de los guerreros cuando pasan á la condicion de agrícolas y pastores. El examen de la recíproca influencia que han esperimentado las razas de la es- pecie humana y las de los animales domésticos sometidos á su imperio, es tanto mas curioso é interesante cuanto que supone un gran número de consideraciones secundarias sobre los tipos primitivos y los climas que les sirvieron de pátria. Efectivamente, el hallazgo de animales domésticos en un pueblo inculto, puede hacer presumir el orígen y las emigraciones de éste, con mayor probabilidad aun que las vozes de una lengua muerta, en el dialecto de una nacion salvaje, pueden hacer sospechar la antigua existencia ó el tránsito pasajero de un pueblo civilizado. Estas son indicios mudos y como aislados de una generacion perdida, y aquellos son monumentos vivos y elocuentes, que no solo nos dicen agui vino el hombre, sino que nos indican tambien la raza y la procedencia del puebloque acompañaban. En la introduccion general hemos procurado ilustrar algun tanto el problema 1 2 MAMIFEROS. del orígen de las islas esparcidas en el grande archipiélago americano, por medio del estudio de su constitucion geológica y de los animales indígenas que las habi- tan, comparativamente á la formacion del continente vecino y á las especies que respectivamente le pueblan. El mismo espíritu de investigacion analítica aplicado á descubrir el orígen ó la procedencia de las razas humanas, no sería ni menos útil ni menos importante. Este segundo problema supone antes la averiguacion precisa del orígen de las variedades domésticas, así como el primero exige la de- terminacion exacta de los límites geográficos del territorio que habitan las especies salvajes. Bajo este punto de vista filosófico, la resolucion de los grandes proble- mas geológicos, se deduce del estudio general y comparado de todas las especies indígenas existentes y perdidas, y las difíciles cuestiones de la historia del hombre penden de la observacion especial de las razas domesticadas. Pero ambos estudios son tan modernos aun, que no han podido suministrar datos suficientes en número y en precision, para conseguir los grandes resultados que de ellos se esperan; y por esto debemos concretarnos tan solo á enriquecer con nuevos hechos, los archivos de la ciencia. d La historia de los mamiferos de las Antillas se halla reducida á la de un corto número de especies existentes, menor aun que el de las halladas en tiempo de la conquista, y ademas á la de las domesticadas que los Españoles introdujeron. Si hemos de juzgar por la diversidad de los nombres citados y de las descripciones hechas por los autores antiguos, parece indubitable que algunos de aquellos ani- males dejaron de existir por efecto, ya del gran consumo que de ellos hicieron los compañeros de Cristobal Colon, ya por la voracidad de algunos de los in- troducidos : á lo menos, así parece indicarlo su desaparicion y las palabras mis- mas de los historiadores. Cristobal Colon en el diario de su primer viaje, apenas hace mencion de los cuadrüpedos indígenas de las islas que descubría, esceptuando un perro que no ladraba; pero el capitan Diego Fernandez de Oviedo, tanto en la Relacion su- maria de la Historia natural de las Indias que publicó en el año de 1526, como en la Crónica general, empezada á dar á luz en el de 1535, habla estensamente de los animales cuadrúpedos hallados en dichas islas. « Todos los antiguos pobla- » dores cristianos dicen que habia en esta isla (la Española) cinco animales que » se Патап Hutia, Quemi, Mohuy, Cori y Perros gozques de los pequeños. » — Gomara, en su Historia general”, se espresa así: «No habia en esta isla (la misma > Española ó Santo Domingo) animales de cuatro pies, sino tres maneras de cone- » jos ó por mejor decir ratas, que Патап Uzias, Cori, Mohei y Quemis, que eran » como liebres, y gozquejos de muchos colores. «+.» — Andres Bernaldes, cura de * Historia gen. y nat. de las Indias, lib. П, сар. xmr; * Primera y segunda parte de la Historia general de las ¿d. lib, ХП, сар. 1, IT, UL, ту, etc. Indias, MAMIFEROS. 3 los Palacios, en su Historia de los Reyes católicos *, dice : « No habia (en Santo » Domingo) alimañas de cuatro pies, salvo aquellas Utias y unos gozques pequeños » que son blancos y pardos y de todas colores. » Citaciones semejantes se hallan en la Historia del Nuevo mundo ó Descripcion de las Indias Occidentales, de Juan de Laet=, y en las otras obras de los pri- meros historiadores de la América. Estas noticias sirvieron ya á los naturalistas modernos que se han ocupado en describir los cuadrúpedos de las Antillas, como veremos luego; pero existen ademas dos pasajes, uno del mismo Oviedo y otro de Fr. Bartolomé de las Casas?, mui interesantes para la cuestion presente, y que no deben omitirse como se hizo hasta aquí. — Oviedo, en el libro ХУП, que trata de la isla de Cuba, cap. 1v, dice : « E ovo animales mismos que en la Espa- » ñola, de cuatro pies; pero tambien hay presente otros que son mayores que co- » nejos etc. .... Este animal se llama Guabiniquinar. ...... y tambien hai otro » animal que llaman Ayre, tamaño como un conejo... .. » Mas adelante, el mismo autor hablando de las grandes culebras de la isla de Cuba, dice: « Y hallanles muchas veces en el buche seis y siete y mas de aquellos » animales que he dicho que se llaman Guabiniquinar, juntos que han tragado » enteros, que son mayores que conejos*. » — Gomara tenia sin duda á la vista las obras de Oviedo, cuando al hablar de las mismas culebras dice que se mantenian de guabiniquinares. El pasaje de Fr. Bartolomé de las Casas está concebido en estos términos : « Habia en aquella isla (Cuba) una especie de caza harto provechosa y abundante » que los Indios nombraban Guaminiquifiaces; estos eran tan grandes como per- » rillos de halda, tenian muy sabrosa carne, y como dije habia de ellos grande » abundancia: tenian dos hombres para comer en uno, al menos dos para entre » wes : matabanse por pies y con un garrote, y mucho mas con perros, porque » eran en correr muy torpes. Despues que hubo puercos de los nuestros, los aca- » baron todos, como en esta isla (Santo Domingo) las Utias, que era otra especie » de caza. » La autoridad de Oviedo y de las Casas es tanto mas respetable, cuanto que fue- ron, © testigos oculares de lo que escribieron, ó cuando menos tomaron las noticias en el mismo pais que describian. No así Gomara y Laet, que son meros compi- ladores. En el diario del primer viaje de Colon, se hace mencion de unos huesos halla- dos cerca del puerto de Nuevitas, que le parecieron de vacas por su forma y ta- * Obra manuscrita que se halla en la Biblioteca real de * Historia general de las Indias manuscrito existente tam- Madrid. Su autor escribia por las relaciones verbales de bien en la Biblióteca real de Madrid. Cristobal Colon, huespéd suyo. * Lib. ХҮП, cap. vr. * Novas orbis, 1633 4 MAMIFEROS. maño, de lo cual dedujo que deberia haberlas con otros ganados, en la isla de Cuba». El D" Roulin opina que dichos huesos podian ser de Tapir ó Danta >, mui comun entonces en todos los parajes de la costa firme, y de donde llevarian pedazos acecinados, los Caribes que frecuentaban las grandes Antillas. Esta opinion nos parece bastante probable, y así no seria estraño que algun dia se encontrasen en aquella isla huesos fosiles del dicho animal, que dieran orígen á estrañas con- jeturas. Ademas de los cuadrúpedos particularmente descritos por Oviedo, existian en las islas de Santo Domingo y Cuba al tiempo de la conquista ?, otras especies de ma- míferos, que eran los murciélagos, indicados en el capítulo уп de su libro XIV, entre las aves que describe, porque él tales los creia; las ballenas de que trata en el capítulo u del libro ХШ; los delfines ó lobos marinos, que indica en el ут, y el manatí que describe con prolijidad en el х, como habitante de los rios profundos de ambas islas. En las otras, se hallaron tambien algunos cuadrúpedos, que luego han sido descritos y representados por los viajeros franceses. Fue el primero el Pe- cari, que vieron y mataron los soldados de Colon el dia 17 de noviembre de 1492 4 en una de las islitas vecinas á la de Cuba, animal que les pareció puerco montés, descubierto en lo sucesivo en otras Antillas, y en grande abundancia en la tierra firme, de donde probablemente procedia. Acosta* describe con suma estension la caza de los Pecarís, que él llama Saínos, en la Guyana conocidos bajo el nombre de Paguirás, y en otros parajes con el de fayarís. El P. Dutertre* y Rochefort los dibujaron y describieron en sus obras, así como los Agutías y los Piloris, de que hablaremos mas adelante, el Opasum (Didelphis. Linn.), el Ar- madillo б Tatou (Dasypus. Linn.), y unas pequeñas martas de piel bella y suave, llamadas Малісоиѕ, que tal vez serian los mismos Cors de Cuba. — Pero como ni el Pecari, ni el Opasum, ni el Armadillo, eran animales propios del suelo de esta isla, discutiremos solo los datos que se han conservado sobre los verdadera- mente indígenas, y pasaremos despues á la determinacion científica de los ahora existentes en la misma. * 29 de octubre; Colec. del S" Navarrete. » no es elefante, de color bueyuno, y no es un buey, uña ca- ? Estos animales son conocidos en la banda occidental del » ballar, y no es un caballo. » (P. Martyr. 2* Dec., lib. IX) golfo de Uraba en el Darien, bajo el nombre de Vacas mochas, — Oviedo dió en 1826 una descripcion mejor (Sumario, por carecer de cuernos (Fernandez de Enciso, Tratado de сар. xir) —Roulin, Memoire sur le Tapir Pinchaque, en la Geografía universal, 1519). — Las primeras noticias llegaron Colleccion de las Memorias del Instituto real de Francia. á Europa al fin de 1510, y desde 1511 el autor de las De- ? Diario del viaje de Colon; Colec. del S" Navarrete. cadas occeánicas , hizo uso de ellas para una Descripcion mui * Cap. xxxvii del lib. IV. inexacta sin duda, pero que hace conocer el animal por el * Tom. П, Trat. vr, cap. т. rasgo característico de la existencia de la trompa. « Esta bes- è Rochefort, Relation de l'ile de Tabago, chap. vi, p. 31. » Ча igual en tamaño á un buey, lleva trompa elefantina, y Paris, 1566. MAMIFEROS. 5 DEL PERRO DOMÉSTICO DE LA ISLA DE CUBA. Desde los primeros pasos que dieron en el Nuevo mundo Cristobal Colon y sus compañeros, hallaron que lo eran de los Indios habitantes de las islas, unas espe- cies de perros domésticos parecidos á los de Europa en la forma y el color del cuerpo, pero diferentes por la particularidad que no ladraban. En el diario del primer viaje, publicado en la Coleccion del Sr Navarrete, se hallan los pasajes siguientes concernientes á varios puntos de la isla de Cuba. — « 28 de octubre... » Saltó el almirante en la barca y fue á tierra y llegó á dos casas que creyó ser de » pescadores y que con temor se huyeron, en una de las cuales halló un perro que » nunca ladró....» Hablando al dia siguiente de la poblacion sobre la márgen del río de los mares: — «29 de octubre... Habia perros que jamas ladraron. » — «11 de noviembre. .. . Bestias de cuatro pies no vieron, salvo perros que no ladra- » ban. » — El mismo primer pasaje se halla mencionado por el hijo de Cristobal Colon ', pues hablando del desembarco de la espedicion en la isla de Cuba, dice : « Habiendo ido а dos casillas que no léjos se veian, las hallaron sin gente, que » habia huido de miedo, dejando sus redes y los demas instrumentos de pescar, y » un perro que no ladraba. » — Conforme hemos visto antes, Oviedo refiere que los Indios de las islas tenian un perro, y consagra todo el capítulo v del libro ХП de su Historia general á esplicar la figura y las particularidades de estos ani- males. « Perros gozques domésticos se hallaron en aquesta isla y en todas las otras » que estan pobladas de cristianos, los cuales criaban los Indios en sus casas; mas » al presente no ay alguno dellos.... Estos perros eran de todas aquellas colores » que los ay en España, algunos de una color y otros manchados de blanco y prieto » б bermejo, © barzino, ó de las colores y pelo que suelen tener en España : algu- » nos bedijudos, otros sedeños y otros rasos : pero los mas dellos entre sedeño y » raso : el pelo de todos ellos mas aspero que en Castilla io tienen los nuestros y » las orejas abivadas y a la lerta como las tienen los lobos. Eran todos estos perros » mudos y aunque los apaleasen ó matasen no se quejaban, ni gemian, ni sabian » ladrar. Los cristianos que vinieron con el Almirante primero en el segundo » viaje que hizo á esta isla, se comieron todos estos perros; porque morian de » hambre y no tenian que comer. » — El mismo autor los halló en tierra firme en poder de los indios Caribes flecheros : « Ay, dice, unos perrillos pequeños gozques » que tienen en casa, de todas las colores de pelo que en España los ау: algunos » bedijudos y algunos rasos, y son mudos, porque nunca jamas ladran, ni gañen , > ni ahullan, ni hacen señal de gritar ó gemir, aunque los maten á golpes; y tie- * Hist. del. Almirante de las Indias D. Cristobal Colon, c cap. xiv. ap. xxvr. — Herrera, Hist. de las Indias occid., Dec. 1, lib. E, 6 MAMIFEROS » nen mucho aire de lobillos, pero no lo son sino perros naturales. E yo los he » visto matar y no quejarse ni gemir; y los he visto en Darien traidos de la » costa de Cartagena, de tierra de Caribes, por rescates, dando algun anzuelo en » trueco dellos, y jamas ladran, ni hacen cosa alguna mas que comer y beber; y » son harto mas esquivos que los nuestros, excepto con los de la casa donde están, » que muestran amor á los que les dan de comer en el alhagar con la cola y sal- » tar regocijados, mostrando querer complacer á quien les dá de comer y tienen » por señor". » Hemos visto que Gomara, al hablar de los animales existentes en Santo Do- mingo, menciona los gozquejos de muchos colores que ni gañian ni ladraban : « cazaban con ellos, añade, y despues de gordos comianlos. »—El mismo autor des- cribiendo las particularidades de la isla 4cuzamil ó Santa Cruz. dice se hallaban ciertos perros que tenian la cabeza y el aspecto de zorros, que los naturales cas- traban y cebaban para comerlos; y que no ladraban. Juan de Laet dice espresa- mente que, en tiempo del descubrimiento, habia en Santo Domingo una especie chica de perros que servian para la caza, pero que eran del todo mudos. Pedro Martir hace mencion tambien de estos mismos perros hallados en una isla pe- queña, vecina á la costa de Cumaná, que tenian el ayre brutisimo y que no ladraban. El P. Dutertre, en su Historia general de las Antillas, hablando de la caza del Agutia, dice que los habitantes la hacian con una clase de perros pe- queños que todos tenian, y que egercitaban al intento. Finalmente, todos los historiadores antiguos estan de acuerdo sobre la existencia de estos perros domésti- cos en el Nuevo mundo, al tiempo del descubrimiento. y sobre la circunstancia particular de que eran mudos. Pero en las Antillas, toda esta raza habia desapa- recido en la época de Oviedo, aunque existia en abundancia sobre el continente. El perro europeo, que parece ser originario de las regiones del Norte, ha seguido al hombre en sus viajes ácia el Mediodia, y le ha acompañado y ausiliado despues en todas sus empresas. Compañero inseparable en sus desgracias, y apenas parti- cipante de sus placeres, la propiedad admirable de su fidelidad ofrece iguales asociaciones amistosas, en todos los climas que el hombre habita, en el vasto con- tinente de la América, endas Antillas, la 1 ueva Holanda y las islas de la Sociedad. Este fenómeno pudiera inducir á sospechar que el perro fuese una especie cosmopo- lita, que con la del hombre recorre todos los climas, si la misma cuestion sobre el orígen de las diversas razas de éste, no ocurriesen con respecto á las de aquel. Efectivamente, aun existe en Cayena el perro salvaje de los bosques (Canis cancrivorus), descrito por Buffon, que los habitantes educan y hacen doméstico para la caza del Agutia. Este mismo perro, ó una especie mui inmediata, ha sido examinada por el D" Roulin durante sus viajes. El perro salvaje de la Nueva Ho- ' Relacion sumaria, сар. xxvi * Пе partie, page 297 MAMIFEROS. T landa y el perro antártico de las islas Maluinas, se hallan tambien en estado de domesticidad, y así los naturalistas no vacilan en el dia en referir las varias razas domésticas, distintas de las europeas, no al mismo tipo originario modificado por la influencia de los climas y de la educacion, sino á diversos tipos primitivos, aun existentes entre las especies salvajes '. Como lo observa bien M. A. Desmoulinsen el artículo citado, el perro doméstico de Santo Domingo y de las demas Antillas, no tenia en ellas su tipo salvaje, y considerando por una parte la existencia numerosa del mismo sobre el conti- nente, donde le observó Oviedo, y por otra las frecuentes espediciones devastado- ras que hacian los Caribes de la Costa firme, no parece inexacto el suponer que de allí fuese llevada á las islas Antillas, la raza doméstica que esterminaron, acosados del hambre, los compañeros de Colon en su segundo viaje. La circunstancia particular de ser mudo aquel animal,se ha tratado de esplicar con diversas razones por los naturalistas modernos que, no se atrevieron á negar la exactitud del hecho observado por todos los viajeros. Los unos, suponiendo que los perros de la América son originarios del mismo tipo europeo, creen que al aclima- larse han cambiado algo de naturaleza , perdiendo su voz en los paises calientes y de su primitivo tamaiio en los frios, presentando las orejas derechas á semejanza de la especie originaria ó perro de pastor, que así las tiene y que es la que menos ladra de todas. Otros, y son los mas, partiendo del principio que los perros transportados de Europa а América, pierden en parte ó del todo la propiedad de ladrar, creen que los allí nacidos no lo hacen porque carecen de modelos que imitar. En apoyo de esta opinion citan varios hechos. Los perros salvajes ó с/- marrones > de las islas de Chile, fueron introducidos por los Españoles en la segunda mitad del siglo хуп, con la idea de destruir las liebres que habia en grande abundancia en la isla de Juan Fernandez, y quitar así este recurso á los piratas que allí se proveian. En 1741, cuando el almirante Alson abordó á dicha isla, los perros se habian multiplicado prodigiosamente. D. Antonio de Ulloa, en su espedicion científica, abordó á dicha isla á principios de 1743, y tuvo ocasion de observar estos perros, y se convenció de que no ladraban, y aunqué se llevaron algunos á bordo tampoco lo hacian, hasta que estando reunidos á los domésticos, comenzaron а ladrar por imitacion, pero mal, como si aprendiesen. El Dr Roulin?, al citar este pasaje, emite la idea que la educacion hubiera sido mas difícil y mas larga en animales pertenecientes á razas habitualmente mudas, que no en los ci- lados perros de la isla de Juan Fernandez, procedentes de padres que ladraban. ! Vease, Dictionnaire Ф Histoire naturelle , palabra Cures. derung des Gartenbanesin den Keniglich Preuszichen. — Dictionnaire. classique. des Sciences naturelles ; idem. — 2 Vease la esplicacion de esta voz mas adelante. Link, Memoria sobre la aclimatacion de los vegetales , en el ` Mémoire sur les changemens qwont épronvé les animaus primer euaderno del segundo volümen de la Coleccion de domestiques en Amérique , lu le 29 septembre 1828 ; Mémoires Berlin titulada : Die Uerhandlungen des Vereins zür Befer- — des Savans trangers de PInstifat, t. VI. 8 MAMIFEROS. En apoyo de esta opinion menciona que dos perros originarios del rio Mackensie, llevados á Inglaterra, no ofrecieron durante su vida mas que el ahullido ordina- rio en los de su raza; pero que un hijo que les nació en Europa, aprendió á ladrar. Los historiadores franceses que escribieron sobre las Antillas, estan mas de acuerdo entre sí, que no los Españoles, sobre la pérdida de la voz en los perros llevados de Europa. Este fenómeno, por otra parte, no aparece confirmado por las observaciones hechas sobre el continente del Nuevo mundo, y aunqué el Dr Roulin atribuye la conservacion del ladrido de los perros salvajes de Bue- nos Ayres, á que frecuentemente reciben en sus tropas individuos criados en las haciendas ó abandonados por los viajeros, que renuevan á aquellos la enseñanza, semejante causa no deja de existir en las islas. Los autores españoles, Oviedo, Gomara y Acosta, hablan en muchos pasajes de los perros salvages que se habian multiplicado rápidamente; pero no dicen que hubiesen perdido la facultad de ladrar, y si este cambio hubiese acontecido, Oviedo lo habria observado. Pero el P. Dutertre* que visitó la América en 1640, habla de modo а hacer creer que entre los perros cimarrones algunos ladraban aun : mas ni Oexmelin en 1666, ni el P. Labat en 1701, Sesenta años despues de Dutertre, dicen cosa alguna de la mudez de los perros de la Guadalupe. Finalmente, si el ladrido del perro es mas bien que una facultad innata, un hábito adquirido, como opinan muchos naturalistas modern y si es exacto el decir, que los perros de nuestras mismas razas civ ilizadas, son tanto mas silencio- sos cuanto menos perfeccionada es la sociedad en que viven, como se observa en los perros de los pastores que apenas hacen oir su voz, el fenómeno de la estincion del ladrido, aunque no el de la supresion total del ahullido en los perros salvajes ó cimarrones de las Antillas, se puede esplicar por estas razones. Pero ellas no aclaran de modo alguno la cuestion de la causa de la mudez del perro doméstico hallado en dichas islas y sobre el continente por los primeros pobladores, el cual por lo mismo de hallarse en una sociedad mas civilizada, debia ladrar mas que su lipo primitivo. Esta observacion induce á hacer sospechar, que la especie primitiva del perro doméstico hallado en la América en poder de los Indios Caribes, fuese mas bien análoga а las especies del mismo género canis de la seccion de los cha- cales, que á las de verdaderos perros. Recorriendo los pasages de los historiadores se verá, que todos ellos, de acuerdo en el hecho dela domesticidad de los tales perros, convienen en describirlo con una fisonomía y un aspeclo que no parecen propios de un perro familiar y casero. — « Y tienen, decia Oviedo, mucho ayre de lo- » billos. .. el pelo de todos ellos mas aspero que en Castilla lo tienen los nuestros, * Roulin, Memoria citada. è Dict. Hist. nat., palabra Cres. — Guldænstæt, Nov. Comm. Petrop., ete MAMIFEROS. 9 » y las orejas abivadas у а la lerta como las tienen los lobos. » — Gomara, en resúmen de lo que leyó en los viajeros, los describe con la cabeza y el aspecto de zorros. — Pedro Martyr notó su aire brutisimo, y todos los escritores, en fin, hablan de ellos de la misma manera. Tratando de referir esta variedad doméstica а un tipo primitivo, solo el perro salvaje de los bosques de la Guyana puede ofrecernos caractéres semejantes de analogía. El capitan J. С. Stedman, en su viaje á Surinam y al interior de la Guyana», observó estos animales en estado doméstico, « educados por los naturales » para el egercicio de la caza, que tienen el hocico alargado, las orejas derechas, » el pelo corto y tieso. » — Buffon * tambien los describe como mui semejantes al lobo ó zorro gris del Paraguay, y menciona que la especie mas pequeña la сгіап los salvajes para cazar las Agutias. En la Memoria del D* Roulin, se halla el siguiente pasaje que fijó mi aten- cion : « La cita de Colon del perro de Espana que halló ya mudo en su segundo » viaje а Santo Domingo, es sin duda un error procedente de haber referido а » los perros llevados de Europa algunos fenómenos relativos á los perros, ó mas » bien chacales americanos que en la época de la llegada de los Españoles se » hallaban en muchas Antillas, pero solo en estado de domesticidad. » — Al momento resolví consultar á este sábio y preguntarle si tal pasaje era la espre- sion de su propio convencimiento adquirido en los viajes, ó de las noticias que hubiese hallado en los viajeros. Me respondió que estaba convencido que el perro mudo descubierto en las Antillas era una variedad doméstica del chacal ameri- cano, о Canis cancrivorus, equivocadamente llamado tambien Renard cravier, cuando no es tal zorro pues tiene las pupilas redondas, sinó un verdadero cha- cal, animal crepuscular, mas parecido al chacal del Senegal y de la India que á ningun otro. El D" Roulin lo ha tenido en su casa en América, y de consiguiente tuvo oportunidad de observarle con la ilustrada sagacidad que ha demostrado en sus interesantes trabajos. Finalmente juzga que esta especie es originaria del continente de la América, y que fué llevada á las Antillas, ya domesticada por los Indios, como se deja conocer tambien por los pasajes citados de los historia- dores antiguos. Considerando, para decidir la cuestion de las especies primitivas, todos los carac- téres de analogía y semejanza que ofrecen la anatomía interior y la forma esterior de los animales, sus costumbres, sus hábitos ya en el estado salvaje ya en el de icidad, la deduccion del Dr Roulin parece tan bien fundada, con respecto al perrito de las Antillas, como la de Pallas y de Guldenstad relativamente al tipo primitivo y originario del perro européo, que creen hallar, no en el perro de domes * Tom. П, р. 245. — Dict. des Sciences nat., агі. Cuien. 2 Supplém., V. VIL, pl. xxxvii. 1. 3 10 MAMIFEROS. pastor, sinó en el chacal ó schakall de los "Vártaros, Тигсоѕ, Persas y Rusos (Canis aureus. Lin.). Cuando se posean mayor número de documentos sobre los animales del continente de la América, del Asia, del Africa y de la Nueva Holanda, se podrá resolver, en toda su generalidad, el problema de las especies pri- mitivas, y entonces se reconocerán probablemente en el perro mejicano, en el lobo rojo y el lobo gris del Paraguay, en el perro salvaje de Cayena, en el perro antár- tico de las Maluinas, en el Chacal de la India y del Senegal, y en la especie ha- llada en la Nueva Hollanda, los diversos tipos originarios de las muchas variedades de perros domésticos, compañeros del hombre en todas las partes del mundo. DE LOS ROEDORES DE LA ISLA DE CUBA. De todos los autores antiguos que han escrito sobre la historia natural del Nuevo mundo, Oviedo es el mas exacto, y cuyas obras presentan mayor número de da- tos y de observaciones útiles. Los demas, apenas hicieron otra соза que repetirle ó compendiarle; y por esta causa no vale la pena el citar sus opiniones en la mate- ria que nos ocupa. Tomándole, pues, por guia, hemos dicho que ademas del perro mudo y de los cuatro cuadrúpedos descubiertos en la isla de Santo Domingo, hizo mencion de otros dos existentes en la de Cuba De estos seis animales, cinco per- tenecian indudablemente al orden de los Roedores, á saber : los llamados Hutia, Quemi, Mohuy, Guabiniquinar y Cori, y el sesto, denominado 4y7e, apenas ha sido descrito para inferir siquiera la familia á que podia pertenecer. He aquí las descripciones que hace Ovido de cada uno de ellos. Del animal llamado Hutia *. — « Habia en esta Isla un animal llamado Hutia, » el qual era de quatro pies a manera de conejo, pero algo menor y de menores ore- » jas : y las que tiene este animal y la cola son como del Raton. Matavanlos con » los perros pequeños gozques que los Indios tenian domesticos mudos, pero muy » mejor con los lebreles y perros que despues se traxeron de España. Son de color » pardo gris segun me han informado muchos hombres que los vieron y los co- » mieron, y los loan por buen manjar. Y ay oy en esta ciudad muchas personas » y en esta Isla que asi lo testifican. Destos animales se hallan ya muy pocos. » Del animal llamado Quemi ғ. — « Otro animal habia en esta Isla española lla- » mado Quemi, el qual yo no he visto ni al presente se halla : pero segun muchos » afirman es de quatro pies, y tan grande como un podenco o sabueso mediano : y » es de color pardo como la Hutia y del mismo talle ó manera, salvo que el Quemi » es mucho mayor. Muchos hombres ay en la Isla y en esta ciudad que vieron y » comieron estos animales y le apruevan por buen manjar. » * Crónica de las Indias, lib. ХИ, cap. т. ? Idem, cap. и. MAMIFEROS. ti Del animal llamado Mohuy .-—« Mohuy es un animal algo menor que hutia : » la color es mas clara pero tambien es pardo. Este era el manjar mas precioso o » estimado en mas de los caciques y señores de esta isla, y la facion del muy se- » mejante a hutia: salvo que el pelo tenia mas grueso y rezio o tiesso, ymuy agudo » y levantado derecho para suso. Yo no he visto este animal, mas de la manera » que tengo dicho dizen que es muchos testigos que oy ay en estas partes que los » vieron y comieron algunos y loan este animal por mejor carne que ninguna de » los otros de quien se ha dicho y escripto de suso. » Del animal llamado Согі +. — « Cori es un animal de quatro pies pequeño y del » tamaño de gazapos medianos: y parecen estos Coris especie de conejos aunque el » hocico le tienen a manera de raton, pero no tan agudo. Las orejas tienen muy » pequenas y traenlas tan pegadas, o juntas continua y naturalmente que paresce » muchas veces que no las tienen. No tienen cola alguna : son muy delicados de » pies y manos desde las junturas o corvas para abaxo : tienen tres dedos y otro > menor : y muy totiles: son blancos del todo: y otros de todo punto negros, pero » los mas son manchados dentrambas colores : y tambien los ay bermejos del todo » algunos manchados de blanco y bermejo : son lindos animales y no enojosos y » muy domesticos y andanse por casa y tienenla limpia: y no chillan ni dan ruydo, » ni roen para hacer daño: pascen yerba y con un poco que les echen de la que se » da a los caballos se sostienen, pero mejor con un poco de cazabi y mas engordan » aunque la yerba les es mas natural. Yo les he comido y son el sabor como ga- ^ zapos : puesto que la carne es mas blanda y menos seca que la del conejo. » De los Guabiniquinares. — « Son mayores que conejos, y tienen los pies de la » misma manera, salvo que la cola es como de un raton, larga y el pelo mas de- » recho como Texon, el qual les quitan y quedan blancos y buenos de comer. » Estos se toman en los mangles que estan en la mar, durmiendo en lo alto, y » meten la canoa debaxo del arbol : y meneando el arbol caen en el agua y saltan » los Indios de la canoa y en breve se toman muchos dellos..... Son como zorros » y del tamaño de una Liebre, de color pardo misto con bermejo. La cola poblada ^ y la cabeza como Huron, y ay muchos de ellos en la costa de la isla fernan- » dina de quien se tracta °. » Del animal llamado Ayre. — « E tambien ay otro animal que llaman Ayre, » tamaño como un Conejo : de color entre pardo y bermejo : y es muy duro de > comer : pero no los dexan por eso de llevar á la olla ó al assadar +. » El mismo autor, en otra obra *, habla en los términos siguientes de dos de estos * Crónica de las Indias, lib. ХП, сар. rm. » Huron y pelo alto como Texo. La cola algo roxa, la carne 2 Idem, сар. ту. » sabrosa y sana. » * Iid., lib. ХҮП, cap. ту. — Gomara, compendiando á 4 Oviedo, lugar citado. Oviedo, dice del Guabiniquinar que es « animal como liebre, ^ Relacion sumaria de la Historia natural de las Indias. » hechura de raposo, sinó que tiene pies de Conejo, cabeza de — Toledo, 1526, сар. vr, pag. 8. 12 MAMIFEROS. animales : « Comian los Indios aquellos Cories y las Hutias de que atras se hizo » mencion, y las Hutias son quasi como ratones, ó tienen con ellos algun deudo o » proximidad; y los Cories son como conejos ó gazapos chicos, y no hacen mal, » y son muy lindos, y ailos blancos del todo y algunos blancos y bermejos y de » otras colores. » Juan de Laet, mero compilador de los escritos de los viajeros españoles, describe la Utia : « .... semejante а conejo, mas pequeña, orejas mas cortas con el rabo » como el topo. ... otro que Патап Chemi casi de la misma figura, pero algo mas » grande : el Mahei algo mas chico que la Utia; el Cori semejante en el tamaño а » los conejos, el hocico como un topo, sin rabo, las piernas cortas muy delicadas; » unas veces son blancos, otras negros, las mas veces de los dos colores, muy do- » mésticos ». "Tales y tan incompletas son las descripciones que nos han dejado los primeros historiadores españoles. Los estrangeros, posteriores á éstos en sus relaciones, ha- cen mencion de Roedores semejantes que se hallaron en las otras Antillas, en el interior de Cayena y en el Brasil. En las obras del P. Dutertre, Rochefort, Marc- grave y otros se encuentran estensas noticias sobre las Agulias, las 4cuchíis, las Cobayas y los Ratones almizclados ó P//or/s. — Las Agutias mui comunes en- tónces.en la Guyana y en las islas francesas, parece indubitable que existieron tambien en la de Santo Domingo. Buffon añade que eran comunes en esta isla; pero lo que hai de cierto es, que el ciudadano Moreau de Saint-Mery habiendo cojido algunas, ningun antiguo habitante las conocia, sin duda porque la época de la destruccion de estos animales, por los progresos del cultivo, era anterior á la generacion de entónces. i Bajo el nombre genérico de 4gutia, se han comprendido generalmente ha- blando, las dos especies del género Cavía de Linneo; а saber, el C. acuti, cuya cola se halla reducida а un pequeño tubérculo, casi imperceptible, y el C. acuchi, cuya cola tiene seis ó siete vertebras: ambas son mayores que conejos, viven entre las piedras, en cuevas que ellas se forman y en los huecos de los árboles podridos. Los naturales las cazaban con perros, como se representa en la lámina 13, pagina 289, tomo segundo de la Historia general de las Antillas del P. Dutertre. La figura que dá de ellas es idéntica á la de Macgrave, copiada despues en algunas ediciones · de Rochefort, con el nombre de Rat musqué, aunque en el texto no se halla semejante equivocacion. De la especie llamada Æcuchi, no conozco lámina antigua, tal vez porque en los primeros tiempos que siguieron al descu- * Como la edicion de Roterdam de 1655, la de Lyon de Agutia lleva su propio nombre. — En la obra titulada The 1667 y otras. — He visto en la Biblióteca del Museo de Paris History of Caribby Islands, no solo а la figura del Aguti de una traduccion de la misma obra en aleman, еп 16°, pu- Rochefort se le pone el nombre equivocado de Oppassum , blicada en Francfort en 1668, en la cual la figura de la sinó que la de €: titula Musk ral, es decir, Pilori. MAMIFEROS. 13 brimiento, se confundian ambas especies como lo hace presumir la descripcion que dá Dutertre, especificando la cola pelada, y la cita de Marcgrave que am- bas eran llamadas por corrupcion CoZ/as. Bomare* dice espresamente : « Urias, Oulias, Coulias; nombres se que han » dado а la especie pequeña de дошу que es la 4couchí. » Al hablar de ella el mismo autor especifica bien que está provista de una cola, que la Agouty no tiene, y añade que se encuentra en la Guayana. Con respecto а las U//as, Bo- mare dice tambien que eran una especie de conejos del tamaño de una rata, que habitan las Indias occidentales, y que de noche se cazan con un insecto luminoso llamado 4cudía. Asercion que ha sujerido а M. Macleay* motivo para una crítica, por resultado de la cual se decide á rectificar el hecho, citando otro pasaje de Laet donde hablando de los insectos luminosos ó Cucuyos, añade que los naturales se servian de ellos, no solo para alumbrarse de noche sinó para cazar las Níguas *. — M. Macleay supone que Bomare se ha equivocado escri- biendo U//as por Níguas. Nosotros nos inclinamos á creer que la cita de Bomare refiriéndose á las primeras, es tan exacta como la de Laet y Herrera, con respecto а las segundas, pues varios historiadores ^ mencionan que los Indios de Santo Domingo se servian de los Cucuyos atados á sus manos y á sus pies para ir de noche а la caza, y Gomara refiere el mismo hecho en términos tan claros que no permiten tomar estos animales por aquellos. Efectivamente, hablando de los Cucuyos, dice : « Alumbran tanto que á su claridad, si vuelan, hilan, tejen, » cosen, pintan, baylan y hacen otras cosas las noches; cazan de noche con ellos » Hulias, que son conejuelos 0 ratas *. » — Tambien Oviedo, en el capítulo уш del libro XV que trata de los Cocuyos, dice: « Е asi en el campo y en la caza » de noche, con estos Cocuyos hacen los hombres lo que les conviene, sin que » el ayre, о el viento recio, о agua alguna les quite la lumbre ni dejen de ver por » donde van. » — En lo demas convenimos con M. Macleay, en lo difícil que parece el poder cazar con una luz tan débil é irregular como la de estos insectos, а menos que los naturales no llev 'n un gran número en jaulas, y buscasen así las Hutias entre las piedras y los matorrales. Las observaciones críticas de M. Desmarest * sobre la equivocacion de Aldro- vando, que refiere el nombre Uzias, tomado de Oviedo, al Dipus Jaculus de Lineo’, son sumamente justas, lo mismo que las demas investigaciones de este sábio para decidir si las Hutias de Cuba fueron mencionadas por otros autores posteriores á los nuestros © si permanecieron ignoradas hasta la fecha en que él * Dictionnaire, palabra Urias. * Gomara, I* y П" parte de la Historia general de las In- 2 Carta à M. Vigors, set. 1828. — Zool. Journ. días, edic. de 1553. — Ed. de Amberes, 1554, p. 44. ? Niguas, insecto del orden de los apteros (palez pene- 5 Mémoires de la Soc. d Hist. nat. , t. V*, p. 4T y siguientes trans). Aldrov. Digit., p. 395.— Jaculus orientalis, Cuniculus 4 Rochefort , obra сада, art. 2, cap. xiv. зеп Lepus indicus, Utias dictus. L 4 14 MAMIFEROS. estableció el género Слркомуѕ, — Recorriendo dichos historiadores, no se en- cuentra, en efecto, cita alguna especial que se refiera á los Roedores de la isla de Cuba, como diversos de los descritos en las otras Antillas. En nuestra opinion, а la semejanza de los nombres Hutias, Cotias, Agutias debe atribuirse el que se hubiesen confundido todos ellos bajo el último dictado. La definicion esplí- cita de Bomare, lo supone, y la cireunstancia de haberse hallado en las Antillas varias especies del género Cavia, y entre ellas la 4chuchí, que tiene una pequeña cola pelada, parece confirmarlo. Es verdad que esta suposicion aclararía cuando mas la confusion de los dos nombres Uzia y 4gutia que tanto se parecen, ó me- jor dicho, la derivacion inmediata del segundo de el primitivo citado por Oviedo. Pero debe notarse que esceptuando la Crónica general de éste, su misma Relacion sumaria y todas las obras de aquellos tiempos hablan mas de las 10/705 que de los otros Roedores, y hasta las palabras de Gomara pudieran tomarse en el sentido de que éstos, en general, eran variedades de aquellas. Catesby, en su Historia natural de la Carolina, describe y representa bajo el nombre de Conejo de Bahama (Cuniculus bahamensis *) una especie de roedor se- mejante а las especies de Santo Domingo y Cuba, y á una de ellas tratan efectiva- mente de referirla algunos naturalistas del dia ғ. — Brown, bajo la denominacion de Ratas (Mus), describió а mediados del siglo pasado? tres roedores que tambien ofrecen semejanza con los descritos por Oviedo, y como observa M. Macleay, nada tiene de improbable que las Hutias se hallasen antiguamente en la Jamaica, puesto que allí surtió de ellas Cristobal Colon, la célebre canoa de Diego Mendez, que pasó á Santo Domingo en busca de ausilios. La primera de estas especies se halla descrita así : Mus subfuscus maximus, cauda oblonga , pilosa, ullra trien- tem albida, animal de cola tiesa, estriada, cónica y pelosa. La segunda especie, Mus maximus pullus, cauda oblonga, pilosa, dorso subseloso, era mayor que la primera, con los pelos tiesos y. erizados como cerdas en la parle inferior del lomo; y la tercera, Mus major, fusco-cinerescens , cauda truncata , Mamado allí pequeño Conejo de Indias (the small indian Coney), con la cola corta, truncada y rara vez mas larga que dos pulgadas y media. — Esta especie, pudiera tal vez ser el Cavia acuchi, que tiene una pequeña cola, y la cuarta especie de Brown, el Сарѓа agouly, conforme á la descripcion que dice : Mus major, albo fuleoque varía, cauda nulla. En cuanto al Pilori, conocido por las descripciones de Dutertre, de Rochefort y de otros, llegó á dudarse de su existencia por la confusion á que dieron orígen las láminas de los autores. Pero M. Plée, hijo, naturalista del gobierno francés, ha * Tom. Il, pl. 79. * Vease Bulletin de M. Feyrussac, tom. IV. — Zoologícat Journal , IV vol. * The civil and History of Jamaica, 1756, p. 484. MAMIFEROS. 15 enviado hace anos un individuo disecado al Muséo de Paris, que fué descrito y exactamente representado bajo el nombre de Mus pilórides, en la bella coleccion de mamíferos que publica M. Federico Cuvier *. El error que este naturalista atribuye а Erxleben, de tomar por Pilori una figura de Agutia de Rochefort, debe mas bien atribuirse á varios editores de éste, que como hemos dicho han escrito el nombre Rat musqué sobre la figura de la 4gulía. Las Agutias y Acuchias, fueron bien conocidas y descritas, por los naturalistas, como especies del género Cavia de Linneo. Al mismo parece debió referirse el animal llamado Cor, ó sea а la variedad doméstica de la especie Cobaya, que ahora se halla en el género Ахемл de M. Е. Cuvier. La descripcion dada por Oviedo y demas autores, de la forma, color, y costumbres de estos animales, parece no deja duda alguna, de que fuese el cochinillo de India (4nema cobaya) el Cori hallado en la isla Española en las casas de los Indios. Ya Bomare, en su Diccionario, habia emitido esta opinion, y despues Sonini», Macleay y otros fueron del mismo dictámen. Exactamente se puede decir, que hasta el aiio de 1823 no se tuvo conocimiento en Europa de que la Hutia de la isla de Cuba fuese un animal distinto de las Agutias de los autores franceses; y este conocimiento se debe al estudio que hizo M. Desmarest sobre dos individuos vivos traidos de la Habana por M. Fournieri. La sagacidad de aquel naturalista distinguido, le hizo conocer, antes de poder examinar el sistema dentario, que la Hutía debia formar un nuevo género que llamó Carronys, de zaz (Javali) y » (Raton), para indicar cierta analogía de aspecto en los pelos duros de este roedor, su color sombrío y su modo de andar, con el jabalí. — La especie descrita fué llamada Fournierí, en conmemoracion del zeloso viajero que la trajo de Cuba ?. Casi al mismo tiempo M. Thomas Say comunicaba á la Academia de Ciencias naturales de Filadelfia +, con un nuevo Roedor procedente de una de las islas del golfo de Méjico, los fundamentos del género Isopox que formaba, dando el nombre de pilórides á aquella especie. Los caractéres genéricos fueron deducidos del exacto examen que hizo el autor de los dientes molares del animal, y á las observaciones osteológicas de las partes del cráneo unió el célebre M. Harlam, otras mui interesantes sobre las particularidades del hígado. Comparando las descripciones y las láminas de las dos especies publicadas por M. Desmarest y por M. Say, la una en Paris, y la otra en Filadelfia, no queda duda de que ambas constituyen, tanto por sus formas esteriores como por su sis- * Mammif., LXIII liv. du 6 décembre 1899 (Мет. de la Soc. d Hist. nat. de Paris, * рісі. d' Hist. nat., Cort. — Macleay, Zool. Journ. tom. I, p. 43). * Mémoire sur un nouveau genre de Mammifères de l'ordre 4 En noviembre 1822 (Journ. of Acad. Nat. Sc. of Phi- des Rongenrs; par M. A. G. Desmarest; la dans la séance — ladelphia., vol. П, lam. 17, pag. 332 à 343. 6 MAMIFEROS. tema dentario, un nuevo género intermedio entre los antiguos Mus y Cavia. De los nombres Carromys у Ísonon, dados por los naturalistas citados, se ha conservado el primero, porque el segundo podia dar orígen á equivocaciones, atendiendo que M. Geoffroy le habia empleado para designar otro cuadrúpedo. En cuanto а las dos especies, haremos luego una sucinta esposicion de los caractéres diferenciales que ofrecen entre sí todas las descritas hasta el dia del género Carromys. Entre tanto que M. Desmarest en Paris y M. Say en Filadelfia se ocupaban en describirle, M. Poeppig, viajero de Sajonia, visitaba la isla de Cuba y reconocia otra especie del mismo género, mas salvaje que la primera, y que por la estension de su cola ofrecia alguna semejanza con el animal representado en la obra de Catesby bajo el nombre de Conejo de Bahama. El viajero sajon comunicó la descripcion latina de esta nueva especie, que llamó ‘prehensilis, á la Academia de Ciencias naturales de Filadelfia el 15 de junio de 1834 '. M. Ricord regaló еп 1827 al Muséo de Paris dos individuos de una especie de roedor de Santo Domingo, Па- mado allí /2/-Cayes, es decir, Rata de las habitaciones, porque durante las noches se aproxima а ellas. Este roedor es menor que un conejo, la cola tiene solo cinco pulgadas, enteramente pelada y cubierta de escamitas pentágonas. El pelo de color moreno claro, rubio amarillento en las partes inferiores del cuerpo, sedoso, espeso y fino. — M. Federico Cuvier publica actualmente esta especie bajo el nombre de cedium, como tipo de un nuevo género, inmediato al Саркомуѕ, que denomina PLAGIONDONTIA, á causa de la oblicuidad de los festones de esmalte que caracterizan sus dientes molares y que no habia aun observado en los de ningun otro roe- dor». Tal vez pudiera referirse á esta especie, la Hutía de Oviedo, como diremos luego. — Finalmente, D. Felipe Poey envió una Hutia diversa del Carromys de M. Desmarest y de Say, y semejante al de Poeppig, que M. Guérin еп 18345, des- cribió y publicó en su Almacen Zoológico, como especie diversa, bajo la denomi- nacion С. Poey, en memoria del laborioso naturalista habanero que е la habia enviado, la cual se halla ahora en las galerias del Muséo. Tales son, hasta el dia, las noticias y los descubrimientos que la ciencia ha ar- chivado sobre los Roedores de las Antillas, y particularmente de la isla de Cuba, que han dado orígen á varias discusiones, ya para fijar el verdadero número de especies del género Слркомуѕ, al cual pertenecen todos los conocidos en el dia, ya para referir á las mismas las descripciones dadas por los antiguos viajeros. No queda duda alguna en que el Слркомуѕ Fournieri de M. Desmarest, es la Hutia llamada Conga por los habitantes de Cuba, y que el С. prehensilis de Poeppig y el C. Poey de M. Guérin, son la Hutia denominada Caraba/i por Se halla inserta en el tomo IV* de su Diario. ? Ann. des Sc. nat., 2 série. Zool., tom. ҮІ, pag. 347, pl. 17. > Mag. de Zool., 4% année(1834), pl. 15. MAMIFEROS. 17 los mismos moradores actuales; pero como bajo la primera denominacion, pa- rece que se hallan confundidas tres especies, como intentó probarlo M. Mac- leay en el interesante artículo del Zoological Journal citado antes, y como la denominacion de Carabalí, parece tambien que en Cuba se aplica а todas las Hutias que tienen la cola larga y pelosa, y el aspecto y el modo de vivir mas sal- vaje que las Congas, es imposible con estos dos solos nombres dar corresponden- cias vulgares á las distintas especies verdaderamente existentes, aunqué mal determinadas aun, del género CAPROMYs. En cuanto á la discusion de estas especies, existen ya publicadas algunas ob- servaciones. M. Thomas Bell insertó en el Zoological Journal del mes de junio de 1824, las que le sujirió la comparacion de las descripciones de M. Desmarest y de М. Say, es decir, del Capromys Fournieri y del Іѕорох pi/órides, pues aun- qué la del primero esté fundada en caractéres exteriores, y la del segundo en caractéres interiores, el naturalista inglés encuentra, en los comunes á ambas, diferencias suficientes para hacer sospechar que sean especies distintas; y particu- larmente se funda en el tamaño y la forma general del cuerpo, de las orejas, de la nariz, de los pies, en el aspecto del pelo, etc. La cola del C. Fournierí es mucho mas puntiaguda y cónica que la del I. pz/órides, y comparando la lámina de M. Say al animal de M. Desmarest, en efecto parecen especies diversas. Mas para la historia natural especial de Cuba, esta discusion no será interesante, en tanto que se ignore la pátria ó procedencia del individuo que sirvió de objeto á la me- moria del sábio americano. 5 Casi lo mismo puede decirse del animal que se halla en las galerías del Muséo de Paris, procedente de la isla de Santo Domingo, traido por M. Ricord. En él la cola es mas corta y pelada que la del Fournierí, la cabeza algo mas abultada, el color general mas claro, los vigotes de color castaño obscuro lo mismo que las pestañas, y las uñas blancuzcas. Durante nuestra larga mansion en la isla de Cuba, hemos notado en las Hutias éstas y otras diferencias que nos parecieron acci- dentales, ó consecuencias de la diferencia de sexo ó de edad de los individuos, como pueden observarse en los varios de nuestra coleccion cubana y tambien en los dos que ha criado M. Desmarest y que se hallan en la actualidad, uno en las galerías del Muséo y otro en las de la Facultad de ciencias. Vemos pues que bajo la deno- minacion vulgar de Hutia Conga, pueden comprenderse el Capromys Fournierí de Desmarest y el Isonon pilórides de Say. Con respecto á la Hutia Carabali, parece tambien que existen varias diferencias entre los individuos que llevan este nombre. M. Macleay ' espuso ya sus dudas sobre los caractéres que Poeppig describe en su C. prehensilis, y éste comparado á la descripcion que M. Guérin hace de su * Zool. Jour., vol. IV, p. 179. n e 18 MAMIFEROS. C. Poey, ofrece tambien diferencias que le indujeron á formar otra especie. En union de los señores Desmarest y Gervais, hemos examinado dos individuos del C. prehensilis, con el que se halla en las galerías del Muséo bajo el nombre de ,C. Poey, dado por M. Guérin, y los cráneos de ambos; he aquí el resultado de esta comparacion : С. prehensilis. Pelaje áspero, castaño oscuro; el del vientre, de color blanco sucio, ligeramente amarillo, La cabeza de color rubio, con algunos pelos rojos. Vigotes blancuzcos en su base, rojizos en las puntas. Frente blanca amarillosa. Dedos cubiertos de pelo blancuzco; — Uñas de color pardo claro. Cola poco mayor que la mitad del cuerpo, C. Poey. Pelaje blando y flexible, de color castaño, chispeado de amarillo ferruginoso, Vientre blan- CUZCO. Vigotes, castaño oscuro, con la base blanca. Frente y mejillas de un amarillo ferruginoso. Dedos cubiertos de pelo ferruginoso. — Uñas blancuzcas. Cola casi tan larga como el cuerpo, entera- cubierta de pelos espesos; la estremidad des- nuda por debajo. mente cubierta de pelos erizados y largos. La mandíbula inferior del prehensilis es mas fuerte que la del Poey, y los repliegues del esmalte del primer molar de abajo en aquel, tienen otra forma que en éste; pero tales diferencias parecen mas bien accidentales que constantes. La de la cola mas ó menos pelada en la parte inferior de su estremidad , puede provenir del uso que hace el animal de adherirse con ella á las ramas, y las del color del pelo, de la frente, de los vigotes y dedos se encuentran con frecuencia en individuos de distintas edades б sexos, como hemos indicado al hablar de la otra especie. De consiguiente, creemos que debe referirse al С. prehensilis, el individuo descrito por M. Guérin. Pero, ¿á cuales de nuestros Carromys, deberán serlo los distintos nombres de los Roedores, descritos por Oviedo y demas autores antiguos? — Para resolver esta cuestion, no tenemos otros datos que las descripciones citadas de una parte, y de la otra, las noticias y observaciones hechas en estos últimos años sobre las varias especies de Roedores de las Antillas. Nada tendria de estraño, ademas, que algu- nas de las antiguas se hubiesen estinguido, como sucedió indudablemente al perro mudo, por el hambre estraordinaria que padecieron los compañeros de Colon des- pues de su segundo viaje y que les obligó а destruir cuantos animales encontraban '. * He aqui los términos con que describe esta destruccion el » y otros animales que Патап Mohuy : y todos los otros que cronista Oviedo * : « En este liempo de tanta necesidad se » llaman Coris , que son como gazapos o conejos редиейоз... » comieron los cristianos quantos perros gozques habia en » esta Isla : los cuales eran mudos que noladraban : y e » mieron tambien los que de España avian traydos : y » ronse todas las hutias que pudieron aver, y todos los quemis : * Historia general, lib. Il, сар, xin , fol. 18. » no solamente dieron fin a estos cinco generos de animales de » quatro pies, que solamente habia еп esta Isla, pero aca- » bados aquellos se dieron a comer unas sierpes que se llaman » Yvana; que es de quatro pies , de tal vista que para quien » no la conoce es muy espantoso animal. Ni perdonaron la- MAMIFEROS. 19 La descripcion que hace el mismo autor de la verdadera Hutia, aunque suma- mente vaga é incompleta, puesto que escribia solo lo que sobre ella le habian refe- rido, hace sospechar que fuese el Carromys edium ó PLANGIONDONTIA cium que publica М. F. Cuvier, animal originario de la isla de Santo Domingo y que aun no se ha hallado en la de Cuba. El tamaño que Oviedo asigna al animal llamado Quemi, sinó induce á hacer sospechar que era la Hutia Conga del dia, ó el C. Fournieri de M. Desmarest, no nos autoriza á referirle á la Carabali, y menos cuando para ésta se encuentra en Oviedo una descripcion mui exacta. El Mohuy era al parecer un animal demasiado pequeño, para suponer que fuese nin- guna de las dos especies que conocemos. Sin embargo M. Macleay le referió, algun tiempo, á la especie descrita por Say '; pero despues se decidió por la opinion que ésta no era tal Mohuy de Oviedo, sinó una variedad de la Hutia Conga б C. Fournieri ғ. Segun el mismo M. Macleay, el Mohuy sería nuestra Hutia Ca- rabali, ó el C. prehensilis. M. Desmarest quiere reconocer en su especie el Quemi de Oviedo, y en la prehensilis la primitiva Hutía del mismo historiador?. Pero ninguno de estos naturalistas һап tenido presentes los pasajes de Oviedo, de Fr. Bartolomé de las Casas , de Gomara, etc., citados antes (pag. 3 y 11) con- cernientes al animal llamado Guabiniquinar de la isla de Cuba, y sobre cuya figura y costumbres nos dejaron las noticias que hemos transcrito, mucho mas estensas que sobre los otros roedores. Comparando bien los caractéres que les asignan y las circunstancias de su manera de vivir sobre los árboles, parece mas que probable que dicho animal era nuestra Hutia Garabali ó el C. prehensilis de Poeppig, C. Poey de M. Guérin. Adoptando pues, para las dos especies de Capromys descritas, las sinonimias de Quemi y de Guabiniquinar, nos resta aun por averiguar, 1? si el Mohuy era una simple variedad, por ejemplo la de Say, б la de Guérin; 2° si el animal llamado Ayre sería un roedor, ó el Pilori de las Antillas francesas; 3° si sería conocido bajo alguno de estos nombres, sin correspondencia hoi dia, el Capia Acuchi que existió en las mismas islas, ó algun otro roedor perdido desde entónces. — Creemos mui aventurado el intentar la resolucion de estas cuestiones, cuando son tan in- completas aun las noticias que poseemos : y así terminaremos nuestras reflexiones sobre los mamíferos de la isla de Cuba, pasando á hablar — » gartos , ni lagartijas , ni culebras : de las cuales ay muchas » apetito para comer estas cosas tan enemigas de la salud : y » y de muchas maneras de pinturas : pero no ponzoñosas. » tan temerosas a la vista. » » Assi que por bivir a ninguna bestia o animal de quantos * Сама а M. Vigors, inserta en el Zool. Journal. » he dicho perdonaban : porque cuantos podian aver yvan * Zool. Jonrn. n^ ХҮШ. » а] fuego, y cozidos o assados, no faltaba a su necessidad ? Boul, de Feyrrussac, 1825, t. IV? n° 105. 20 MAMIFEROS. DE LOS ANIMALES DOMÉSTICOS. Las especies que llevaron los Espaiioles fueron el Perro, el Gato, el Caballo, el Asno, el Buey, el Ciervo, el Conejo, las Ratas y los Ratones. El Perro européo se ha connaturalizado en la isla de Cuba, tan bien como los hombres que lo han llevado : sin embargo, algunas razas de las regiones frias su- fren mucho en la estacion del estío; entre ellas el hermoso y noble perro de Terra- nova, sofocado por su natural gordura y su largo y espeso pelo. — Muchos de los perros de Europa se han hecho salvajes en Cuba, y viven en los parajes despoblados y agrestes, en tropas que atacan á los cerdos errantes en los corrales ó haciendas de ganado menor. Estos perros son llamados en el pais, Cimarrones ó Jíbaros '. Su talla es mediana : tienen un color uniforme, rojo parduzco, el hocico puntia- gudo y las orejas cortas y enderezadas cuando atienden ó escuchan. Las varieda- des domésticas son bastante númerosas, aunqué no tanto como en Europa. El Gato, tambien se hizo montaraz en algunas comarcas de la isla, pero en corto número. El Gato doméstico es mui comun, de los mismos matices que en Europa, mas no de la gran talla y hermosura de algunos que se crian en Francia. La observacion sobre la facultad de procrear en todas las épocas del año, en los clímas calientes, se halla confirmada en Cuba, lo mismo que la casi total estincion del miaullido en sus debates y contiendas amorosas. Estas modificaciones se veri- ficaron sin duda á poco tiempo despues de la introduccion de estos animales en las Antillas, puesto que Oviedo? las menciona en 1535, y Gomara en 1554. La primera, es decir, la aptitud constante para la generacion en todas las estaciones, parece depender directamente de la misma uniformidad que en éstas se observa, y con ligeras variaciones se nota tambien en los demas animales domésticos, in- cluso el hombre. La generacion mensual, que en Europa ha ofrecido leyes casi constantes, en razon de la mayor ó menor temperatura de las estaciones, no ofrece una regularidad tan marcada en Cuba. Cuando se hayan hecho, tanto en los clímas frios como en los ecuatoriales, muchas observaciones de este género, así * Estas voces no son sinónimas. La de cimarron se aplica » toman, ni por pensamiento o muy rarisimas veces se pu- а todo animal ó planta que vive en estado salvaje 0 silvestre; » dria ver otra cosa. En estas Indias guardan los Gatos otra la de jíbaro hace relacion á la índole montaraz de los animales » costumbre : la qual es obrar en todos los meses y tiempos hechos salvajes. » del año : y es con menos bozes y gritos que en Europa : > Transcribiremos las frases mismas de Oviedo, por su » antes por la mayor parte callando y no énojando los oydos sencilla naturalidad : « Quanto a los Gatos digo que en Es- » de los vecinos. Por cierto para mi a lo menos quando estu- » paña, y en Francia, y en Italia y ilia; y todo lo que yo » diava de noche, o por mi recreo leya en España, mucho » he visto de Europa y de Africa, quando ellos andan en » aborrescimiento y enojo me davan los gatos al tiempo de » celo : y los Маша la natural inclinacion para sus ayunta- » sus pendenzas o amores : pero aca como he dicho , ordina- » mientos es en el mes de hebrero por la mayor parte : о » rias les son todos los meses y tiempos para sus ayuntamien- » quinze dias antes o despues del tal mes : y en todo el » tos y sin gritos ni bozes. » (Lib. ҮІ, cap. x. » otro tiempo del айо estan apartados de luxuria, y no se MAMIFEROS. 91 sobre la especie humana como sobre todas las razas de animales sometidos á su imperio, bajo el influjo social, la comparacion de estos hechos interesantes, pro- bablemente demostrará la opinion que anunciamos. El Caballo, que tambien se hizó salvaje en muchas regiones de la América, se encuentra solo en estado de domesticidad en Cuba; pero de domesticidad in- termedia entre la verdadera de la caballeriza y la vida errante de los bosques y llanuras. Las haciendas de la isla de Cuba, donde se cria y se reproduce la raza caballar, solo se distinguen de una region salvaje por la inspeccion que sobre los animales ejercen los guardas encargados del cuidado de la finca. En lo demas, los caballos viven errantes, comen las yerbas que la estacion produce, y con suma frecuencia las hojas de muchas especies de árboles que indicaremos en el curso de esta obra. La constancia del color parece ser la consecuencia inmediata de esta vida independiente, como acontece en España con los animales cerreros, en los cuales domina el color bayo, que es casi general en los de Cuba. No obstante se hallan tambien de los otros matices; pero estas variedades se obtienen y se conser- van mejor en los pequeños potreros, donde los cuidados son mas constantes, por- que los caballos viven bajo la influencia de un estado particular de sociabiliad, mui diverso de la vida errante. Así, las haciendas de los señores Ano y Vega, producen caballos de hermoso pelage y de bellos colores, de justa nombradía en la Habana. Los caballos de la isla de Cuba son, por lo general, de talla mediana, como procedentes de los andaluces originarios de raza árabe : son fuertes, vivos y ve- loces, pero no tienen la fisonomía inteligente de sus padres. Lo mas frecuente es que en el paso y en la marcha lleven, lo mismo que en el galope, la cabeza á la altura del pecho; y esta costumbre, que parece consecuencia del impulso y de la aptitud necesarios para caminar, no es allí modificada por la educacion, porque el uso del cabezon es mas comun que el del freno, en los caballos de silla y de carga. De todas las maneras de andar de los caballos de Cuba, el paso es el mas general y frecuente y este paso, menudo y casi insensible para el caballero, es natural en los potros nacidos en la isla. Igual observacion ha sido hecha en la parte de la América meridional, recorrida por el Dr Roulin, donde estos caballos de paso natural son llamados 4guilillas. El 4sno es poco comun en la isla de Cuba, cuyo clíma ademas, parece no con- venir mucho á esta especie de animales. Llevanse algunos de las montañas de Santander, y su arrivo se anuncia en los periódicos para que los propietarios de las haciendas de crianza de ganado caballar se apresuren á comprarlos. Su intro- duccion no tiene por objeto tanto la multiplicacion de la especie legítima, de la cual, esceptuando la burra por su leche, se hace poquisimo caso, cuanto la de la casta mestiza ó bastarda de los mulos, mui empleada en todas las propiedades 1. 6 ээ MAMIFEROS. rurales, especialmente en los ingenios, para las conducciones. El malisimo estado de los caminos, hace necesarios estos animales, porque en tiempo de las lluvias los transportes son casi imposibles sobre ruedas. La raza de mulos de Cuba es pequeña, pero fuerte, sufrida y sóbria. Los mulos se destinan casi todos á las fincas del campo, y las mulas para el tiro de carretones en las ciudades, y las mas corpulentas y bellas para los carruages de los particulares. Pero este uso disminuye diariamente, por efecto del lujo introducido que exige caballos de bella presencia. La produccion de aquellos es bastante considerable en la isla para abastecer el mercado y destinar una parte á la exportacion. La raza bovina, introducida por Cristobal Colon desde su segundo viaje, se multiplicó en corto tiempo de un modo estraordinario. Oviedo: menciona ya las exportaciones considerables de cueros que se hacian de Santo Domingo, donde los dueños dejaban perder en el campo la carne de centenares de animales que mata- ban а lanzadas. Cita igualmente varias haciendas de crianza de la misma isla, con diez y seis mil cabezas de ganado vacuno, y en muchas obras se enumeran las considerables salidas de sus productos para varios puntos del continente á medida que se conquistaban. En 1587 la exportacion de cueros fué de 35,444, segun Acosta, y ya los distritos de la Nueva España estaban tan abundantemente provistos de ganado, que en el mismo año exportaron para España 64,350. El Buey, en la isla de Cuba, es el agente casi general de las taréas rurales, pues no solo ara, sinó que tira por las pesadas carretas de campo. La raza es bella, fuerte, corpulenta, pero poco dócil. Semejante defecto procede del carácter de los negros que dirigen este excelente animal, apreciador del buen trato y que se presta con mansedumbre á todas las taréas, mientras que no se le castiga con severidad. El Buey es hijo de la educacion, pero de la educacion calculada y racional, no caprichosa y violenta : y el negro esclavo, frecuentemente maltratado, se venga de las injusticias que sufre sobre el inocente animal á quien domina. Para las taréas de labor lo mismo que para las conducciones, el buey en Cuba se halla uncido por la cabeza, á un yugo de forma particular, perfectamente calculado y bien construido; y en ambos trabajos es dirigido por una cuerda unida á un pequeño lazo ó anillo que atraviesa la ternilla media de las narices. Todos los ani- males de la raza bovina en Cuba, tienen semejante freno, llamado narigon , por medio del cual son dirigidos con suma facilidad. Este uso suple la falta de obediencia y de docilidad del animal, defectos ambos, como hemos indicado antes, de una mala educacion. La vaca no trabaja en aquel pais : los deberes de su existencia están limitados á criar el ternero, á suministrar el resto de la leche al mercado, á donde suelen * Crónica gen., lib. WI, cap. и. MAMIFEROS. 23 muchas ser conducidas, y á engordar en los bellos pastos de la isla para surtir con su carne las necesidades de una poblacion que, no obstante habitar el clíma de la vejetacion , es eminentemente carnívora. Una parte de la leche de la vaca es des- tinada al ternero que cria y el resto para el consumo : deja de producirla en cuanto se la separa de su hijo, pues no ha adquirirido aun allí la útil alteracion que en Europa, donde la costumbre constante de ordenar las vacas desde que estan fecundas hasta que dejan de serlo, facilita que siempre den leche. Parece que en un distrito de los Estados Unidos, cerca de Charlestown, se consigue la continua produccion de la leche, castrando las vacas despues que han dado а luz el segundo ternero. En las haciendas de crianza se pone poco cuidado en mejorar las razas del ganado vacuno, por medio del cruzamiento de individuos que ofrezcan las cua- lidades mas convenientes para producir variedades, 1° de fuerza para las labo- res rurales; 2° fáciles de nutrir y de engordar para el consumo; 3° de abundante leche. Las cualidades de belleza aparente no indican en manera alguna las cir- cunstancias mas propicias para los resultados que se desean, especialmente en las hembras; antes por el contrario se ha observado en Europa que las variedades que dan la mejor leche y proporcionalmente á su alimento, la mayor cantidad, son las pequeñas flamencas que poseen ya los Ingleses. Tambien se ha notado que las razas de piel mui delgada producen excelente leche, engordan mui pronto y tienen una carne delicada. Solo el estudio de las cualidades de las razas domésticas en los clímas tropicales, hará adelantar esta parte interesante de la economía ru- ral, que tanto lo necesita. El Cerdo fué llevado á Santo Domingo el año siguiente al del descubrimiento, y en el espacio de medio siglo se esparció desde el grado 25 de latitud norte hasta el 40 de latitud sur. Su multiplicacion fué tan rápida y considerable en aquella isla, que se hizo preciso trabajar en disminuir su número, porque perjudicaban á los plantíos de сайа. Los historiadores atribuyen tambien а los cerdos, la des- truccion casi total de los cuadrúpedos indígenas de las Antillas. En la isla de Cuba sucedió lo mismo; su multiplicacion fué estraordinaria, pues Oviedo menciona ya en su tiempo que se habian « alzado y ido al monte » tantos que andaban a grandes rebaños, fechos monteses '. » El Dr Roulin ha encontrado tambien cerdos cimarrones ó salvajes en los grandes llanos que se estienden al este de la Cordillera de los Andes, y con mas particularidad sobre la márgen izquierda del Meta, entre los pueblos de Guanapalo y de Pore, sin em- bargo de hallarse allí mucbos animales feroces que podian destruirlos; pero el número de aquellos escede á la voracidad de éstos. * Crónica gen., lib. Ш, cap. n. 94 MAMIFEROS. Los cerdos de la isla de Cuba tienen un aire salvaje y montaraz, consecuencia tal vez de la vida errante que hacen en las haciendas donde se crian. Distinguese allí el cerdo criollo ó corralero, del nacido en las estancias y sometido á cierto sistema de educacion. El primero, que vive principalmente del fruto de la palma real, llamado palmiche, del de la encina, en algunas comarcas, y en general de frutos silvestres y de maiz, es pequeño, ágil y arisco. Su carne es sumamente agradable, y tiene un gusto particular del cual participa toda la parte mantecosa, que es mui escasa, pareciéndose solo en el color al tocino del cerdo européo. El otro es mayor, propenso á engordar y á producir grasa, para lo cual se le cria casi esclusivamente. Los vecinos del campo aseguran, que viendo la forma redon- deada de las costillas, distinguen el cerdo criollo del otro, llamado vulgarmente gallego. El 0" Roulin atribuye solo á la vida casi salvaje del cerdo en América, los caractéres que en su forma ofrece, tan diversos de los del estado de servidumbre, como son, entre otros, las orejas enderezadas, la cabeza gruesa y prominente en la parte superior, y el color constante. Los cerdos que vió en Colombia dice que se parecian á los de Francia, y que fueron introducidos no de Europa sinó de los Estados Unidos hacia veinte años. Esta analogía de semejanza la atribuye á su comun orígen, y añade que el cerdo de las cercanías de New-York, aunque existe allí hace mucho tiempo, no ha variado de sus caractéres primitivos, porque el clíma y la educacion son semejantes а los nuestros. Esta diversidad entre los cerdos procedentes de los llevados por los primeros po- bladores y los de la raza européa, fué observada por casi todos los viajeros. Dutertre ' declara su ignorancia del paraje donde los Españoles pudieron haber tomado los puercos que dejaron еп la Guadalupe y de los que vió en San Cristobal, la Marti- nica y demas Antillas, que eran del todo diversos de los que habia en Francia : hace mencion de las mismas diferencias que hemos indicado, y del sabor mas agradable de su carne. El P. Labat? refiere á dos especies distintas, fáciles de dis- tinguir, los cerdos llevados por los primeros pobladores á las pequeñas Antillas y los procedentes de los que huyeron de las habitaciones, idénticos á los de Francia, y айайе que no le parece que estas dos razas se hubiesen mezclado; Remontando al orígen de la primera, dice haber visto en Cadiz y en sus inmediaciones, la misma casta de cerdos pequeños y negros. M. Bellin >, hablando de las carnes de los animales de la Guayana espaiiola, dice que no son tan buenas como las de Eu- ropa, y lo atribuye al gran calor y á la mucha humedad del clíma; « esceptuando » la carne de puerco que es excelente. » — Semejante observacion se hizo en ' Loc. cit. t, П, trat. VI, cap. 11, p. 295 de la edic. de Paris, 1567. з Voyage aux iles françaises, t. I" р. 124 de la II parte; 1696. > Description géograph. de la Guiane, 1163. — IE: parte, p. 124. MAMIFEROS. 25 Jamaica '. donde la carne de los cerdos españoles es de mejor gusto y mas fácil de digerir que la de los llevados de Inglaterra. La diversidad de forma no puede esplicarse por la opinion de M. Roulin, que la atribuye á la influencia de la vida salvaje, porque aquella la ofrecen tambien así los cerdos de Andalucía como los que se criaron en las estancias de Cuba, en perfecto estado de domesticidad, por muchas generaciones. En cuanto а la diver- sidad del gusto de la carne, nos inclinariamos á atribuirla en un todo á los ali- mentos, si la de los cerdos positivamente européos. criados en las Antillas y ali- mentados del mismo modo, hubiese adquirido igual sabor. Todas estas reflexiones nos inducen á sospechar que la raza de cerdos, introdu- cida por los primeros pabladores, fuese originaria de un tipo diverso de la que ha producido al cerdo doméstico, de piernas altas, orejas largas y colgantes, que tampoco parece provenir del javalí, como se asegura. — Al hablar de la cabra, apoyaremos nuestra opinion con algunos hechos. El Carnero, animal inocente y pacífico, conserva bajo el cielo de los trópicos la misma índole de dulzura y timidez que parece anexa á la especie originaria. — No obstante que la temperatura de Cuba es mui elevada comparativamente á la de las regiones de Europa donde prospera esta especie, vive sin embargo bien hasta en los terrenos llanos; pero buscando siempre entre los matorrales y arbustos un abrigo contra los ardores del sol. Aunqué la carne de estos animales podia ser uti- lisima para el alimento de las negradas en las fincas rurales, se ha estendido mui poco, hasta el dia, su crianza en la isla de Cuba. La raza introducida por los prime- ros pobladores, fué la ordinaria, de lana basta; y como apenas se emplea allí esta sustancia, porque el ardor del clíma no permite el uso de colchones, se descuida absolutamente el trasquilar los carnereros, que pierden naturalmente su lana, en cuanto son adultos, dejándola caer por costras y naciendo en su lugar un pelo lus- troso semejante al de la cabra; cuyo fenómeno es conocido tambien en la América meridional. Esta observacion ha sido hecha, lo menos а principios del siglo хуп, pues un viajero inglés describiendo los bosques de la isla Española, llenos de ani- males salvajes, menciona las ovegas que tenian pelo en lugar de lana». La Cabra es uno de los cuadrúpedos mas útiles que se ha introducido en la isla, así por el uso ordinario que de su leche se hace, como por la importante apli- cacion а que se destina este animal inteligente, de criar los niños blancos y otros pertenecientes á familias de escasa fortuna, que muchas madres repugnan confiar á las nodrizas esclavas. En aquel pais, por causas cuyo orígen no es del caso examinar, la constitucion débil de un gran número de mugeres no les permite criar sus propios hijos, y las negras esclavas sustituyen generalmente á las madres * Collect. de div. voyages. — Descr. de la Jamaique, 1674. — en 1649 ; traduit en francais. ( Manuscrito de la Bibl, real ? Description du Nouvean-Monde , par George Gardiner, de Paris.) b 1 26 MAMIFEROS. 'n educar una cabra, cuya de raza blanca, esceptuando los casos en que éstas prefi admirable inteligencia nada deja que desear. Atenta siempre al niño, cuya lactan- cia le está confiada, corre ácia él, en cuanto percive su débil gemido, se coloca encima con el mayor cuidado y le presenta los pezones, que el niño coje entre sus. lábios. ayudándose frecuentemente con sus manecitas. Estas cabras son llamadas /s/eñas, por su procedencia de las islas Canarias, y la abundancia estraordinaria de su leche, favorece para el curioso empleo que acabamos de referir. La grande cantidad de este líquido nutritivo y el tamaño de los órganos que le segregan, no son ciertamente el resultado de la influencia del clíma tropical de Cuba. y menos indican una diversidad entre éste y el de la América meridional, donde el Dr Roulin ha observado lo contrario. « El signo. » dice, mas evidente de la domesticidad, que es el gran tamaño de las tetas, casi » ha desaparecido en la cabra americana. » Lo que nos hace sospechar el grueso tamaño de estos órganos en la cabra de Cuba, su talla y otros caracléres de la forma, de la ligereza y de la gracia, es un orígen diverso del de la especie co- mun de Europa, la cual llevada al continente americano, disminuyó efectiva- mente en las dimensiones generales, y mas notablemente aun, en los órganos pro- ductores de la leche. Las reflexiones que indicamos al hablar del cerdo, unidas á las que nos sujiere la cabra, nos mueven а investigar la procedencia de los animales domésticos lle- vados á las Antillas por los primeros pobladores, y al continente de la América por los conquistadores succesivos. El segundo problema es mas difícil de resolver que el primero, porque tanto la América meridional, cuanto la septentrional, fue- ron pobladas por gentes de todos los paises de Europa, y la introduccion de los ani- males debió ser mui variada, así en las épocas como en las procedencias. En cuanto al primer problema, es decir, al de la procedencia de las especies introducidas por Cristobal Colon en las Antillas, y particularmente en Santo Domingo, los histo- riadores antiguos nos han dejado noticias bastante precisas. En el primer viaje del célebre navegante, lo aventurado é incierto de la empresa no autorizaban por cierto á cargar las embarcaciones con animales vivos, y así entre las provisiones que tomaron las tres carabelas, ya а su salida del puerto de Palos, ya á su reca- lada en las Canarias, no se mencionan aquellos, sinó simplemente agua, carne, pescado y otros refrescos. — En el segundo viaje, Cristobal Colon fué mejor pro- visto de animales vivos. que destinaba para la multiplicacion , y espresamente lo refieren los historiadores antiguos. En Sevilla embarcó ya, vacas y muchas plan- tas, y en las islas Canarias hizó el resto de sus provisiones. « Toman alli, los » navios, dice Oviedo en su Crónica general', refrescos de agua y leña, y pan * Lib, I, cap. 1x. MAMIFEROS. 27 » fresco y gallinas, y carneros y cabritos: y vacas en pie : y carne salada....>», ete. Herrera, refiriendo este segundo viaje, menciona que « el dia cinco de octubre » tomó la isla de la Gomera, á donde se detuvo dos dias, proveyendose de agua » y leña, y ganados, como becerros, cabras y ovejas y ocho puercas, á setenta ma- » ravedis la pieza, de las quales multiplicaron las que despues hubo en Indias: » Estas noticias no ilustrarian por sí solas la cuestion que indicamos, si las espe- cies de animales domésticos existentes en las islas Canarias, fuesen las mismas que las de España; pero la diversidad en los caractéres de figura y de tamaño entre la cabra y el cerdo procedente de las Canarias y los mismos animales existentes hoi dia en Europa, diversidad observada y anotada por todos los viajeros, particular- mente sobre el segundo, nos hacen presumir una diversidad de orígen en los tipos primitivos de estas dos razas. En apoyo de esta sospecha tenemos el hecho notable de que ambos animales existian ya en las islas Canarias al tiempo de su descu- brimiento *; y siendo esto cierto, no parece probable que tuviesen un orígen diverso del que los historiadores dan á los hombres que primeramente las poblaron. En efecto, segun las inducciones mas verosímiles, puede creerse que un pueblo pastor y guerrero, bajando en tiempos remotos de la cadena de montañas del Atlas, atra- vesó un vasto espacio con sus rebaños y se estableció en las islas Afortunadas °: las analogías de los dialectos de los Guanches con la lengua schilla ó de los Schilloaks que se habla aun en toda la cordillera del Atlas, parece confirmar la opinion de los sábios, MM. Webb y Berthelot, que los habitantes de las Canarias eran de orígen Berberisco. — ¿Cómo aquellos pueblos llegaron al Archipiélago? ¿En cual época se һа verificado esta grande imigracion? ¿Qué causas produjeron despues, su aislamiento y la alteracion de su lenguage? — Tales son las cuestiones impor- tantes, cuya resolucion pide la ciencia á la sagacidad y al talento de M. Berthelot, que se ocupa en ilustrarlas. La existencia en Andalucía de los pequeños cerdos negros que se hallan en las Antillas, no prueba que la raza de estas sea originaria del mismo tipo primitivo que produjó el cerdo doméstico européo; pero si hace sospechar que de las Canarias, despues de su descubrimiento, fuese llevada á las márgenes del Betis, como lo han sido varias producciones tropicales de su bello clíma. La diversidad que se nota en el cerdo y en la cabra, no se advierte en el caballo, ni en la vaca, ni en las gallinas; animales incuestionablemente procedentes, en las Antillas, de las razas domésticas de Europa, y que no existian en las islas Canarias al tiempo de su descubrimiento. Finalmente, todos estos problemas sobre el orígen y la proceden- ' Hist. gen., Dec. L, lib. П, cap. vt, p. 37, edicion de toire de la premiere Desconverte el Conqueste des Canaries, Amberes, 1728. faite des Pan 1412 , par Messire lean de Bethencourt; escrite * Un autor contemporáneo а la época de la conquista , se du temps mesme, par F. Pierre Bontier ef Tean le Verrier. espresa de este modo hablando de los descubridores : « ... et Paris, 1630, chap. хи. » Lrouverent pores, chieures, brebis, grand planté. » (His- э Hist. nat. des iles Canaries, 1836, tom. П, р. 124. 28 MAMIFEROS. cia de razas de animales domésticos exijen, para ser resueltos de un modo defini- tivo, un estudio grave, profundo y comparado de la geografía y de la historia natural de los pueblos y de sus lenguas, de los clímas y de los animales, que to- davia está por hacer. Contentémonos, pues, con simples inducciones sobre los hechos archivados por la ciencia. ; El Ciervo y el Venado fueron introducidos en algunas haciendas de сатро а principios de este siglo, y no parece que se hayan multiplicado mucho ni que existan en gran número en estado salvaje : á lo menos, son pocas aun las locali- dades donde se menciona su existencia. Los Conejos fueron llevados á las Antillas desde tiempo mui remoto '; pero no el conejo de los montes, sinó el conejo doméstico, poco apreciable por la insipidez de su carne, y poco multiplicado por la guerra que le hacen las ratas. Final- mente, éstas y los ratones se hallan igualmente en todas las Antillas, y desde los primeros tiempos los mencionan los historiadores, como tan esparcidos y nú- merosos, que casi les parecian propios del pais. — Oviedo *, que en materia de generacion y reproduccion de animales no estaba exento de las preocupaciones de su siglo, no hallaba dificultad en creer que existian ya en Santo Domingo antes del descubrimiento y que allí se hubiesen producido sin necesidad de la preexis- tencia de machos ni de hembras. — Dutertre? afirma haber pasado cinco ó seis años en la Guadalupe sin haber visto ni oido decir que hubiese parecido ningun raton, pero que despues de aquel tiempo se vieron en gran número entre las casas, creyendo que hubiesen sido llevados de Europa, lo mismo que las ratas; pero la época en que este historiador escribia (1664), no permite el sospechar que al men- cionar los ratones quisiese hacer relacion al Mus decumanus que no existia en Europa antes del último tercio del siglo хуш, sinó al Mus musculus, que entónces era mui comun. De la multiplicacion prodigiosa de las ratas en las Antillas, se lamenta como de una calamitosa plaga, que desolaba muchas cosechas, destruia las ropas y devoraba los víveres en las habitaciones. * Oviedo, Crónica gen., lib. ХИ, cap. уп. * Loc. cit. lib. ХП, cap. vr. 3 Loc. cit. trat. VI, cap. т, pag. 305. MAMIFEROS. 99 PARTE DESCRIPTIVA. Нлвієхроѕе estinguido, en la isla de Cuba, la raza humana que al tiempo de su descubrimiento la habitaba, no creemos correspondiente á nuestro plan la redaccion de un artículo especial sobre el hombre americano, en que actualmente se ocupa uno de nuestros amigos y coolaboradores '. Tampoco existe animal alguno del órden de los Cuadrúmanos, que comprende los monos, y así los séres mas importantes en la escala zoológica que hallamos en aquella isla, son los Mvncréracos, confundidos antiguamente por Aristóteles, Plinio y otros filósofos, con los pájaros, por la facultad de volar que poseen, mirados como un capricho singular y monstruoso de la naturaleza por Scaligero, y al fin, colocados en el órden elevado que les corresponde, por Linneo y los natura- listas modernos. Observando estos animales, se conoce facilmente que toda la rareza y singularidad de su forma y de sus habitudes, es resultado de una modificacion de los órganos del movimiento, que nada in- fluye en la organizacion exterior ni en los caractéres constitutivos de la clase á que pertenecen. Su esqueleto, su corazon, su sistema dentario completo, la posicion y el número de las mamilas con que la hembra alimenta sus hijos, la disparicion de los órganos genitales del macho, etc., cor- responden efectivamente á lo que se observa en los Mamíferos mas perfectos ó de organizacion mas complicada en la escala animal. Por lo tanto, no han vacilado en colocar á los Murciélagos entre ellos, todos los autores modernos. Linneo uniéndolos en un mismo grupo con los Cuadrú- manos y con el hombre, formó el primer órden de la clase. Пісег los separó de los Cuadrú- manos, colocándolos а continuacion de los animales sin dientes (edentés). Cuvier y el mayor nú- mero de naturalistas, que siguen sus principios, formó con los Murciélagos el primer grupo 6 familia natural de un tercer órden de animales que llamó Carniceros, dejando al hombre en el primero y а los Cuadrúmanos en el segundo. Esta distribucion corresponde exactamente á los caractéres de la anatomía comparada y de la organizacion interior de los Mamíferos ; pero no con tanta precision, á los hábitos y costumbres que los animales ofrecen como conse- cuencia de ciertas modificaciones, sinó fundamentales, á lo menos aparentes. La prolonga- cion de los dedos en los Murciélagos, y la existencia de una estensa y delicada membrana que une las falanjes de las cuatro estremidades con la cola, proporciona á estos animales la facultad de sostenerse y de dirigirse por el ayre, que no disfruta ninguno de los Cuadrümanos á quienes se semejan en lo fundamental de su organizacion; lo que parece indicar que no deben ser colocados en el mismo órden que ellos, como hizó Linneo; y para incluirlos, como hicieron Cuvier, Fis- cher, Lesson y otros entre los Carniceros, hallamos el mismo inconveniente, por no ser éstos volátiles. Ademas muchos Murciélagos son verdaderamente frugivoros y no carniceros, y el nú- mero de los primeros aumenta á medida que se descubren nuevas especies en el continente y en las islas de la América. Esta razon nos obliga а decidirnos por la opinion de M. Temminck *, * M. A. D'Orbigny, en la relacion de su importante Viaje а la América meridional ? Monographie de Mammalogie. Paris, 1827; in-4^. L 8 30 MAMIFEROS. que une á los Cuadrúmanos los Galeopitecos comprendidos antes en la familia de los CnemoprEros de Cuvier, y comprende en ésta solo los Murciélagos, formando con ella, bajo la misma deno- minacion, el órden tercero de los Mamíferos, entre los Cuadrúmanos y los Carniceros. Brisson conocia en 1756 solamente nueve especies de estos animales, divididos en los dos gé- neros Үвѕреһтилоѕ y Ртекороѕ; Buffon describió veinte y seis especies, y en el dia se conocen mas de ciento cincuenta, de las cuales mas de un tercio son peculiares de la América. Solo el grupo de los Vespertilionides, que en tiempo de Buffon comprendia solas ocho especies, abraza cincuenta en la obra de M. Fischer *, y M. Lesson? agrega cincuenta y seis á las primitivas del ilustre naturalista francés. Nuestros antiguos historiadores mencionan ligeramente la existencia de los Murciélagos en las Antillas; Oviedo hablando de las aves nocturnas de la isla Española, dice tan solo que los Mur- ciélagos son pequeños, y que á su parecer se encerraban presto *; y refiriéndose á la isla San Juan ó Puerto Rico, hace mencion de una especie que comian los Indios : « ... y estos son unos » Murciélagos que los comen los Indios y aun los Cristianos hazian lo mismo en el tiempo que » duró la conquista, y están muy gordos, y en agua muy caliente se pelan facilmente y quedan > de la manera de los paxaritos de cañuela, y muy blancos y de buen sabor *.... » Recorriendo los autores que han tratado de los Murciélagos de las Antillas, no hallamos mencionadas mas que doce especies que habiten estas islas, y nuestras escursiones en la de Cuba, solo nos han proporcionado las cinco que describiremos á continuacion. El sistema de vida nocturna que hacen estos animales, permaneciendo durante el dia ocultos en las cavernas y en lo mas obscuro de los bosques, es un grande obstáculo que se opone tanto al hallazgo de las especies como а la observacion de sus costumbres. Con respecto á éstas, solo podemos decir que los Murciélagos abundan mucho en las cavernas calizas de formacion secundaria, mui frecuentes en la parte occidental de la isla de Cuba, como son las llamadas Cuevas de Jaruco, San Marcos, Yumuri, etc.; en los bosques espesos, y en los edificios aislados. Salen de sus guaridas al crepúsculo de la tarde, y se recogen al de la mañana. Durante la noche, recorren los espacios donde encuentran, en la multitud de insectos que pueblan la atmosfera, un alimento abundante; y las especies frugivoras se posan sobre los árboles, donde hacen un destrozo соп- siderable de frutos, con particularidad en los sapotes (sapota mammosa), en las acanas, jocumas, cuajanis y cucuyos (especies de la misma familia de los géneros Acuras y BumeLta), en los ocujes (calophyllum calaba), en los almendros de la India (terminalia catapa), etc. Durante sus escursiones son victimas, muchas veces, de las aves nocturnas carniceras, y tambien de los reptiles que se aprovechan del silencio de la noche para salir sin riesgo de sus madrigueras. Contra estos enemigos, no tienen los Murciélagos otra arma que la estraordinaria flexibilidad y velocidad de su vuelo, biando inst: de direccion antes de ver el obstáculo, que parece perciven ó sienten, por un medio que aun no ha sido posible esplica: * Synopsis mammalium. Murciélagos, que no obstante han continuado diri > Suites à Buffon. Mammifères. con la misma velocidad y destreza, entre los laberintos de 3 Crónica gen., lib. XIV, cap. vtt, fol. cxr. las cavernas y enramadas de los bosques, sin tropezar con 4 Idem, lib. XVI, cap. хут, fol. xxvi. ningun obstáculo. 7 Se han hecho experiencias de privar de los ojos à varios MAMIFEROS. 31 CHEIROPTEROS /MURCIELAGOS.). 1. PHYLLOSTOMA PERSPICILLATUM. Grand fer de lance, Buff., Supplém., t. VIL, pl. T4. — Vespertilio perspicillatus, Linn., Syst. nat., edit. 12, t. I, p. 47. — Phyllostoma perspicillatum, E. Geoff. , Ann. du Mus., t. ХУ, p. 116, pl. 2.— Madateus Leavisii, Leach., Trans. Linn. Soc. of London, t. XM, p. 82. — PAy/l. jamaicenses, Horsfield , Zoo/. Journ., П, 338, pl. 21 (1827). — Phyl. planirostrum, Spix. Vesp. du Brésil, р. 66, pl. 36, fig. 1. Phyllostoma patagio anali mediocri, emarginato; cauda nulla : rhinophyllo du- ` plici, verticali, hastato, apicem versus utrinque emarginato : vellere fusces- cente; volatus amplitudo 20 poll. (0,491 millim.) Cuba, Sagra; Haiti, Ricord; Jamaica, Lewis fide Leach, nec non America (Guayana, Brasilia, etc. ). Esta especie es fácil de conocer por su pelo pardo, su membrana interfemoral mayor que la de la Ph. jamaicenses, de 7 lineas de largo, y por la parte en forma de hierro de saeta, que es mas ancha y como ribeteada con una porcion mas delgada, que de repente termina cerca de su estremidad y la hace parecer como escotada. El largo del cuerpo es de El antebrazo, de 2 pulg: 4 lin" 0,054 millim. 2 8 0,062 M. Ricord hizo saber que esta especie era frugivora y que de preferencia comia los sapotes, como lo ha comprobado durante su residencia en Santo Domingo ?. En la isla de Cuba comen de una gran variedad de frutos, y en el Jardin botánico de la Habana roen la cascara verde de los frutos del Callophillum calaba y del Terminalia catappa. Los dos individuos traidos de aquella isla fueron comparados con él de la coleccion del Muséo que servió а M. Geoffroy para la descripcion , y á otro individuo, tambien determinado por este naturalista, y debido à M. Ricord. que el Madatæus Leavisii, el Ph. Jamaicenses d necen á la misma especie (Trans. Linn. Soc. London Creemos, conforme lo indicamos en la sinonimia, e Horsfield, y el Ph. planirostrum de Spix, perte- que nos ocupa. Se parece ademas á la Ph. Jamaicenses de Leach > t. ХШ, p. 75), por faltarle enteramente la cola. * Los murciélagos traidos de la isla de Cuba han sido es- tudiados y descritos por M. P. Gervais, ayudante en el Muséo de Historia natural de Paris, y la determinacion de las espe- cies nuevas fué confirmada por el profesor M. de Blainville, que en la actualidad se ocupa en esta interesante familia. El profesor M. Desmarest y el mismo M. Gervais, ban tenido la bondad de examinar los Capromys de la coleccion cubana y compararlos con los del Миѕёо. * Vease, en el Curso de Hist. nat. de M. E. Geoffroy, una carta de M. Ricord sobre este asunto. 32 MAMIFEROS. 2. VESPERTILIO (хустісесѕ) BLOSSEVILLEI. V. Blossevillei, Lesson et Garnot, Bull. c. nat., t. УШ, p. 95. —Voyage de la corvette La COQUILLE, pl. 2. Vespertilio dentibus primoribus utrinque =, molaribus +; trago falciformi, am- plo; cauda patagium anale equante, involuta; patagio anali supra piloso; pi- lis rufescentibus; volatus amplitudo 12 poll. 3 lin. (0,284 millim. ) Color de un rojo castaño brillante, sobre todo el cuerpo : pelos del mismo color en la parte superior de la membrana interfemoral, y mas numerosos en la base y en el medio que no en los bordes y en la estremidad. Los pelos negros en la base, pálidos en el medio, y rojo castaño en la punta. Narices apartadas, orejas redondeadas, con arrugas transversales cerca de su borde esterior; operculo de la oreja redondeado. Orejuela falciforme, bastante ancha y vellosa por de- bajo. Un mechon de pelos de color castaño en el punto de union de los metacarpos. Longitud total.. ....... оне eese À pulg 4 lint 0,100 milli. n 2 del cuerpo y cabezí 2 4 0,054 de la cola 2 » 0,046 — del antebrazo... 1 10 0,043 de las brazas. .. 12 3 0,284 3. VESPERTILIO LEPIDUS. — (Gervais) (Sp. nova.) Vespertilio dentibus primoribus utrinque з, molaribus г, cauda involuta, pata- gium anale subtus raris pilis aspersum, supra nudum, диатез; trago dila- tato, cupuliformi; auriculis emarginatis; corporis colore flavescente; volatus amplitudo 1 poll. 7 lin. (0,163 mill.); long. tota 2 poll. 10 Zn. (0,066 millim.) Color rubio amarilloso; pelos rojo-amarillentos en su base, un poco pardos en su punta; los de la cara raros y negruzcos. El cráneo separado de ésta por una depresion. Cuatro incisi- vos en la mandíbula superior, seis en la inferior; orejas con la concha abierta, bastante anchas aunque poco elevadas, escotadas en su borde extremo; orejuela poco elevada, casi cupuliforme, mas estrecha en la base que en su estremidad libre, que está ensanchada, truncada y como ri- beteada : algunos pelos sobre la membrana interfemoral y en su cara inferior, como en el Ves- pertillo del subgénero Emballonura : membranas de un pardo claro. Trogitudstub e AI 2 рша" 10 іп. 0,066 millim. — — — del cuerpo y de la cabeza 1 6 "la 0,036 —-— de la cola 1 3 0,030 — del antebrazo. . i! 3 0,030 — del calcaüo.... » 4 /3 0,009 — —— de la pierna y dedo » 95. 0,019 —— а шШшёһмиш....цф................. 1 1 0,163 MAMIFEROS. 33 4. VESPERTILIO DUTERTREUS. — (Gervais.) (Sp. nova.) Vesperlilioni subulato affinis : dentibus primoribus 5, molaribus + ; trago cultri- formi erecto, obluso; cauda patagium anale nudum, paululum superante; pilis in corpore fusco-rufescentibus ; volatus amplitudo 12 poll. 10 lin. (0,279 mill.); long. tola А poll. З lin. (0,098 millim.) Color del cuerpo de un pardo rojizo; los pelos negros en la base y rojizo -leonados en la ex- tremidad, que pasa al castaño en los de las partes inferiores. Cara deprimida, adornada solo de algunas sedas : las membranas claras, pardas y desnudas; la interfemoral pálida por debajo en su base. Orejas medianas, en forma de cuerno, escotadas en su orilla externa; orejuela recta, obtusa en su extremidad, mas alta que ancha, igualándose á la mitad de la oreja, y provista en su base externa de un lobulo pequeño. La extremidad de la cola libre. Longitud total —-—— del cuerpo y de la cabeza. 4 pulg" 3 lin* 0,098 mi. 2 4 0,054 zc Pei elder Е: 2 » 0,046 —— ——- de la parte libre de la cola. o 779 АЙ 2/4 0,005 — del antebrazo........ M » Y 0,047 ОО ре чо ТУО о 10 0,279 El tamaño es un tercio mayor que el del Molossus obscurus. Dientes incisivos en número de seis en la mandibula inferior y de cuatro en la superior : los dos medios de esta última son mas gruesos que los externos, y ahorquillados en su vértice : la punta interna es la mas fuerte. El carácter mas marcado de esta especia, la extremidad de la cola libre, existe en muchas especies de otras partes del mundo. La Noctula, mui fácil de conocer, ofrece un ejemplo entre las especies européas, y la América posée el Vespertilio subulatus (Say, Major's, Long expedu., I, 167), Spix (V. Brasiliensis, Spix, non Is. Geoff., Y. Spíxt Fischer, Synopsis, p. Ш), y creemos tambien, el Y. carolintensis. La especie que dedicamos á Dutertre, célebre por sus escritos sobre las Antillas, se parece al X. subulatus mas que а otra alguna; pero este tiene solo 2 pul- gadas 5 lineas de longitud total. (Véase Say, loc. cu. Fischer, Synop. mam., p. 113, y Richardson, Faun. amer., t. І, p. 3.) El Y. caroliniensis tiene la orejuela en forma de medio corazon, y el F. Spixi tiene 21 lineas el cuerpo y 28 lineas la cola; sus orejas son mui largas, etc. 5. MOLOSSUS OBSCURUS. Molossus obscurus, E. Geoff., Ann. du Mus., Vk, 155. Temm. Monog. de mam- IA PL2 уро: Molossus dentibus incisivis utrinque +; cauda ultra раіавіит anale prolongalta ; auriculis ad frontem approximalis, ex illis linea ad nares decurrente; frago lenticulari; colore obscure rufescente; longitudo tota 3 poll. 9 lin. (0,087 mill.) quorum 1 poll. cauda tenet. > 9 34 MAMIFEROS. Cuba! Sacra. Vivit etiam in Brasilia nec non in variis aliis callide Ame- rice parlibus; ex Martinica retulerunt eliam Pirr, Conis, etc. Una mitad de la cola se halla libre y la otra entre la membrana. Las orejas solo tienen un pequeño tubérculo delgado en el lugar de la orejuela, pero su opérculo es bastante ancho y re- dondeado. El chaflan presenta una línea saliente, longitudinal, que va desde las orejas hasta las narices. Largo del cuerpo y de la cola. — de las brazas +... 3 рив" 9 іп" 0,087 millim. LO 6 0,302 M. Horsfield (Zool. Journ., loc. cit.) refiere al M. veloz, mui vecino de éste, pero que tiene el chaflan aplastado, un Murciélago enviado de Cuba por M. Macleay. No hemos hallado nin- gun individuo de esta especie, entre todos cuantos de las Antillas hemos estudiado. El M. obscurus ha sido hallado tambien en la Martinica por los Sres Plée y Choris. NOTA. Para ilustrar este artículo de los Murciélagos de Cuba, insertarémos un estracto de la Memoria que nos ha comunicado M. Gervais, sobre los mamíferos existentes en las Antillas. 1. Grossornaca sorIcixum, indicada por Fischer (Syn. mamm., p. 132) como habitante de las islas Caribes, 2. PuyiLosTOMA JAMAICENSE, Leach, non Ри. samarcensis Horsfield. — Habita en la Jamatca se- gun el Dr Leach, y la Guadalupe segun L'Herminier. 3. PnvrLosrOxA rrnspriciLLATUM. — Habita en las islas de la Jamaica, Santo Domingo y Cuba. 4. BRACHYPHILLA CAVERNARUM, Gray (Proceedings Zool. Soc. London, 1833, р, 122). — Habita en la isla de San Vicente, segun M. Guilding. 5. Monuoors Віліхупл. — Leach (Trans. Linn. Soc. of London, ХП, 77, pl. vir). — Fischer (Synopsis mamm., p. 124). — Habita en la Jamaica, segun Leavis, citado por Leach. 6. Мохорнуіл05 Rebmaxsi. — Habita en la Jamaica, segun Redmann, citado por Leach. 7. NocriLto LEPoRINUS. —Vrsp. гвровімиѕ de Linn. — Noctilio unicolor, Max. Beitrage. —Habita en la Guadalupe, segun L'Herminier. 8. Үкврквтило (Nycticeus ) Brosscviutzi. — Lesson et Garnot. — Habita en la isla de Сиба. 9. Vesprerritio erus, ех. M. Gervais. — Habita en la isla de Cuba. 10. VrzsprnriLI0 DurERTREUS , ex. M. Gervais. — Habita en la isla de Cuba. 11. УєзрЕвтило маоси, Desm. ( Mamm., p. 145 ). — Habita en Puerto Rico. 12. Morossus овѕсокоѕ. — Habita en la Martinica y en Cuba. 13. Sorex raranoxus; Solenodon paradoxum, Brandt, Mémoires de l Acad, impér. des Sciences de Saint-Petersbourg, vw série, t. ЇЇ, р. 459, pl. 1-2, 1833. —Habita en Haiti, segun MM. Jeger y Hearne. & MAMIFEROS. ROEDORES. Forman, en el sistema de Cuvier, el quinto órden de los Mamiferos, siguiendo inmediatamente á los animales carniceros. En la Monografía de Temminck se hallan en el sexto órden, por haber este autor constituido uno solo de los Cheiropteros, que varios naturalistas reunen á los Carnice- ros, como hemos dicho antes. Este órden numerosisimo, que segun las obras mas completas , comprende hoi dia treinta gé- neros con mas de doscientas sesenta especies (de las cuales ciento veinte que habitan la América, son casi todas propias y esclusivas de su suelo) ofrece en la isla de Cuba solo el género Capro- mys, que se creyó peculiar á ella. No obstante, hemos visto que los historiadores antiguos hicie- ron mencion de estos mismos animales en las islas de Santo Domingo y de la Jamaica *; las citaciones de Brown? en su historia de esta última lo confirman, y la reciente descripcion de la especie traida por M. Ricord lo ratifica. El género Саркомүѕ, cuyas especies cubanas vamos á describir, se halla colocado por todos los naturalistas modernos, entre el género Hypnowis de Geoff. y el género Mus de Linneo; y sus caractéres genéricos pueden verse estensamente descritos en las obras que hemos citado. Aquí nos concretaremos а indicar las frases características de las dos especies verdaderamente distin- tas que habitan en la isla de Cuba. 1. CAPROMYS FOURNIERI. HUTIA CÓNGA. Quemi ? Oviedo, Hist. gen. y nat. de las Indias, lib. XII, cap. п. — Isodon pi- lórides, Say, Journ. of Ac. of nat. Sc. of Philadelphia, vol. П, p. 332, lam. 17. C. Fournieri, Desm., Mém. de la Soc. Г Hist. nat. de Paris, t. 1, p. 43, lam. 1. — Zool. Journ., 1, 230; IV, 269; по 18, 179. — Bull. de Ferr., XXIV, 15. — Dict. clas. d Hist. nat., lam. 90, 91. — R. Owen, Proceedings of the Zool. Soc. of London, Il, 68. Capromys cauda abbreviata squamata, nec non pilosula; unguibus nigricanti- bus; colore supra fusco rufescente, subtus dilutiore; capite griseo subceru- lescente; cauda basi rufa, apice fusca; longitudo variat. Var. A. Huria Valenzuela. Co/ore lutescente, unguibus pallidis. Vive en los bosques de la isla, ya sobre las ramas de los árboles, ya entre los matorrales, buscando la sombra y la oscuridad. * Ademas de las citas que dejamos hechas en la Introduccion, » como conejos; y Патапѕе Hutias, que tienen buena carne hallamos en la Suma de Geografía del bachiller Martin Fer- » de comer ; y ay multitud dellas. » nandez de Enciso , impresa en Sevilla en 1519, el siguiente 2 Por la frase que hemos citado de Brown, en la página 14. pasaje, hablando de la Jamaica : « ... y ay en ella una ge- M. Fischer, en las addiciones al Synopsis mammalium, ha for- » neracion de pelo y hocico y cola como ratones, y el cuerpo mado la especie Capromys Brownnt. 36 MAMIFEROS. 2. CAPROMYS PREHENSILIS. HUTIA CARABALI. Guabiniquinar? Oviedo, Hist. gen. y nat. de las Indias, lib. ХУП, cap. ту. — C. prehensilis, Poeppig., Journ. of the Ac. Sc. of Philadelphia, t. ТУ, n. 1. — Zool. Journ., t. П, p. 410. — C. Poey, Guerin, Mag. de Zool., 4* année, t. Ir, pl. 15. — Fischer, S$ynop. mamm., p. 313. Capromys, vellus maxime notat densum, pilis mollissimis; frons planiuscula ; digiti pilis duris, albis, nitidis; caudee basi pilis ferrugineis, cute cauda subtus nuda. Van. A. Нота Poey. Vellere sub-molli fusco ferrugineo; genis et fronte pallidis; gulture abdomineque albicantibus ; cauda longa, pilis sublongis ferrugineis. Pro dentibus similitudinem C. Fournieri refer! sed capite minore; С. prehen- silis dens primus inferior paululum forma cellule anterioris differt. Habita, como la anterior, en los bosques, pero en los parajes mas agrestes y despoblados de la isla. Vive de preferencia sobre la cima de los árboles, entre cuyas ramas se oculta de los negros que la persiguen. Ayüdase con la estremidad de la cola para asirse de las plantas para- sitas entre las cuales se esconde. La Нота Coxca es mas fácil de domesticar que la Hutia Carabali, y llega á conseguirse el te- nerlas en casa sin cadena ni sujecion alguna, como hizo M. Desmarest con las dos que ha criado. El grado de su inteligencia, observada por este naturalista y por M. Macleay, es superior al de los conejos y liebres, y su actividad física es casi igual á la de las ardillas. El oido, el olfato y la vista estan en ellas igualmente desarrollados , empero el último se ejercita mejor durante la noche, como lo indica la forma de sus pupilas. En cuanto al gusto, aunque parece delicado en la percepcion de las sensaciones, no se halla en sus goces tan limitado como pudiera creerse por las observaciones hechas en Francia , pues en la isla de Cuba no solamente come los frutos, las ojas y las cortezas, sinó las carnes de los animales, y соп mas predileccion los lagartos del género Ахотлѕ, que caza con suma destreza. Finalmente, el tacto se halla en ellas mui ejercitado por la costumbre que tienen de cojer los alimentos y llevarlos á la boca, ya con una ya con ambas manos. Saltan y juegan con frecuencia, corren como las ratas, y trepan á los árboles con presteza extraordinaria. Son timidas y esquivas; si se dejan acariciar es por efecto de una larga costumbre, que no siempre garantiza la seguridad de la persona, pues la Hutia Conga muerde, en cuanto estraña la mano que la toca ó le sorprende la caricia que se la hace. La Нопл Canapatt es sumamente esquiva y montaraz, y con dificultad se sujeta á la vida doméstica. Rehusa las caricias, se oculta durante el dia en lo interior de su jaula, muerde fuertemente al que intenta sorprenderla, y solo se ocupa de noche en romper sus cadenas. En este estado de esclavitud forzada, come poco, vive en suma agitacion, enflaquece y muere pronto. Las dimensiones, color, y demas caractéres de estas dos especies, pueden verse en las Memorias de M. Desmarest y de M. Poeppig, que las dieron á conocer; pero la Hutia Conga MAMIFEROS. 37 alcanza una talla mayor en los bosques de la isla, por cuya causa la prefieren los negros, que hacen de ambas especies una constante cazería, tanto para su alimento como para vender en los mercados de los pueblos. El de la Habana ofrece diariamente un gran número de es- tos animales, desollados, secos, ahumados y aplastados, que compran de preferencia las gen- tes de escasa fortuna. La carne conserva un sabor y un olor fuertes, semejante este último, al que exhalan los mismos animales cuando estan vivos. Despues de publicadas las descripciones que preceden, hemos tenido noticia de otro mamífero que se encuentra en la isla de Cuba y del cual nos ha dado noticia en sus cartas, M. Francis La- vallée, cónsul de Francia en Trinidad, sugeto sumamente celoso, que ha remitido á la Sociedad de Geografía de París, varias noticias interesantes sobre dicha isla, que fueron publicadas en su Bo- letin. El animal fué hallado en las montañas de Buenos Ayres, Naranjos y Cimarrones, jurisdiccion de Trinidad y Cienfuegos, y es llamado Tacuache por los naturales. No tiene relacion alguna con la Hutia, y es menor que ella. Vive en los agujeros y hendiduras de las rocas, cerca de la cima de las montañas. En el Bayamo se halla otra especie, ó tal vez la misma ó una simple variedad. En princi- pios de 1838 se cogió uno vivo en las cercanías de Trinidad, que fué remitido á la Habana, donde sir- vió de objeto á muchas observaciones. D. Felipe Poey, hizo sobre la cabeza de uno de estos animales un trabajo particular, que piensa publicar, segun anunció en la Revista Cuveriana y en el número del mes de noviembre último del Plantel, periódico de la Habana, donde hizo grabar tambien una mala copia de la lámina del Sorex paradoxus que M. Brandt, director del Museo imperial de San Petersburgo, publicó por primera vez еп 1834*, con la descripcion de esta especie, procedente de la isla de Santo Domingo, y á la cual probablemente, se refiere la hallada recientemente en la isla de Cuba. El Ѕогеромом es un animal insectívoro del género Sorex ó Musaraña, que no se ha encuentrado hasta ahora en el continente de la América meridional. En una memoria sobre los insectívoros, inserta en los Anales franceses y extrangeros de anatomía y fisiología, M. Blainville coloca al So- LENODON cerca de los Desmaws, y es una especie terrestre de este sub-género de musaraña, mas vecina aun de los verdaderos Sorex. El SorrNopow es terrestre, y así su cola no es comprimida como la de los Desmanes, y sobre todo, como la del Desman moscovita. Este nuevo mamífero pues, debe agregarse al catálogo de los naturales de іа isla de Cuba. EXPLICACION DE LAS LÁMINAS. El difunto M. Desmarest ha publicado una excelente descripcion zoológica de las formas y de los carácteres exteriores, lo mismo que de las costumbres de la especie de Саркомуѕ que llamó Furniert. М. de Blainville ha disecado, despues de la publicacion de M. Desmarest, uno de los Carromys observados por este sábio zoológo, mas no ha podido aun publicar el resultado de sus investigaciones. Sin embargo, puede verse una lámina del cráneo del Саркомуѕ Furnieri, en el Atlas del Diccionario clásico de Historia natural, y M. Rich Owen ha insertado recien- temente, en la obra titulada Proceedings de la Sociedad Zoológica de Lóndres, los datos que le ha suministrado la autopsía de un animal de este género. Nos referimos pues á lo que dice M. А. Owen, en cuanto á la parte esplanchnológica, y solo hablaremos del esqueleto. No obstante, otro órgano del Carromys merece ser designado; á saber, el hígado, notable por las numerosas subdivisiones de cada uno de sus lóbulos, particularidad que M. Poeppig reconoció igualmente en el Carromys prehensilis (véase nuestra lámina viu, fig. 1^, segun Poeppig ) y que en el mismo grado existe en el Carromys (PLAGIODONTIA ) ит de М. Е. Cuvier, como hemos podido confirmarlo. El Pracropowrr es un animal de la isla de Santo Domingo, donde lo describió M. Alejandro Ricord, mui semejante á los verdaderos Ca- * Memorias de la Academia de Ciencias de S. Petersburgo, 7* série, Sc. mat. L 10 38 MAMIFEROS. PROMYs por su apariencia exlerior y por la forma de sus dientes, así como por el desarrollo de sus apofisis estiloides, mayores que en los Caenowvs. Parece ser una especie intermedia entre éstos y los Coyrus (Mvororawus Coypas). Tan. L VEsrEnTILIO lepidus. ( Macho.) — Gervais. Fig. 1. Cabeza del mismo. 2. Cráneo de perfil. 3. Dientes incisivos y caninos, vistos de frente. 4. Cabeza del V espErTILIO (Nycticens) Blossevillei, de Lesson. 5. Oreja del mismo, para mostrar la orejuela ó /ragus. 6. Cráneo del mismo. 7. Arcada dentaria superior, vista por la cara interna y mostrando despues del canino el primer molar gemmis forme (de Blain). Tar. Hf. Vespertino Dutertreus, Gervais ; especie vecina del V carolinensis. Fig. 1. Su cabeza. 2. Su cráneo. 3. Sus dientes incisivos y caninos, vistos de frente. Tan. Ш. Carromys Furnieri, Desm. Tar. ТУ. Esqueleto del Саркомуѕ Furnieri. Variedad roja. Ta». V. Carricormis prehensilis, Poeppig. Variedad Poéy. Tan. VI. Esqueleto del Carricormys Furnieri. Las particularidades que ofreció este esqueleto а М. Desmarest, son las siguientes, segun la des- cripcion que nos ha comunicado. « 1% El cráneo está aplastado en su parte superior, y la línea longitudinal de la union de los » dos huesos frontales, presenta un ligero hundimiento en la parte posterior. » 2% El cuadro de la órbita es completo; el arco zigomático, poco separado de la cabeza, tiene » mucha altura; el hueso del pómulo, es anguloso hácia su borde inferior; el apofisis ziga- » mático del temporal, presenta un ángulo que corresponde frente un saliente, tambien angu- » loso, dependiente del frontal; y entre ambos salientes se encuentra (en el individuo que » examinamos) un cartílago osificado muy delgado y tieso, como una cuerdecita, el cual separa » la abertura de la fosa temporal en dos partes. Esta fosa es bastante grande. » 3% Las dos líneas dentarias de la mandíbula superior, convergen ligeramente hácia ade- » lante. Los dibujos del esmalte que presenta la corona de los dientes molares, se hallan en » sentido inverso en las dos mandíbulas, como se observa en los otros roedores de molares » semejantes. » 4% La porcion del hueso temporal que contiene la caja del tímpano, es mui voluminosa, lo » que indica ser mui vasta la cavidad de la oreja media. » 5° El apofisis mastoideo de los huesos temporales, es mui largo, tiene la forma de gancho » con la punta hácia delante, semejante á la uña de un mamífero carnicero. » 6% Las apofisis pterigoideas del hueso esfenoides, son salientes, estan mui comprimidas, » dirijidas hácia atrás y tienen la figura de una reja de arado. » 7° La cavidad de los huesos temporales, destinada para la articulacion dela mandíbula » inferior, se halla en el sentido longitudinal y es casi semi-cilíndrica. MAMIFEROS. 39 » 8" El maxilar inferior es bastante notable. Los dos huesos que le forman, hacen entre sí » un ángulo de cerca de 45 grados. Las dos líneas dentarias estan bastante aproximadas y son » ligeramente convergentes hácia delante. La apofisis coronoides es saliente y angulosa; el » condylo articular, es ovalado y está en sentido longitudinal, en el vértice de una apofisis bas- » tante prominente, provista interiormente de una cresta en forma de contra-fuerte, que se » separa abajo para unirse á la cresta del lado opuesto y formar con ella una ancha superficie » bombeada en la parte media de la mandíbula. El borde inferior de cada lado de ésta, se halla » mui aplastado, forma rebordes salientes, tanto hácia fuera como hácia dentro, formando así » fosas considerables para alojar los músculos motores de la mandíbula. Este borde aplastado, » se termina posteriormente en una prolongacion larga en forma de espolon, arqueada de- » bajo y cuya punta se dirije hácia la extremidad de la apofisis mastoidea, de que acabamos » de hablar » 9% Las clavículas son fuertes; al principio rectas y de igual espesor en los tres cuartos » de su longitud, despues arqueadas y ensanchadas en la extremidad que corresponde al » omoplato. » 10% El omoplato es bastante ancho relativamente á su largo : el borde interno ó vertebral » presenta una escotadura ó seno bien marcado; el borde externo es recto, y el posterior está » arqueado uniformemente. Este hueso ofrece la particularidad de que su cresta espinal, mui » elevada por el lado de la articulacion escapulo-humeral, se halla en los dos tercios de su » longitud completamente separada del hueso principal que le sirve de base, por medio de » una escotadura profunda que se halla debajo, formando solo un arco estiloide, cuya extre- » midad algo ensanchada, está en relacion con la clavícula. » 11° El cuerpo del humero, que es mui espeso, presenta hácia delante en la mitad su- » perior, una cresta aplastada lateralmente, cuya parte mas elevada se encuentra en el medio » de la longitud de este hueso. » 12" El cubito y el rádio son casi de igual grueso. El apofisis olecránea, es mui saliente, » y el primero ofrece una cresta longitudinal, ligeramente pronunciada, hácia los dos tercios superiores. » 13* El femur es recto, largo y robusto; aplastado en la cara posterior y cilíndrico en la » anterior. » 14° La rótula tiene una forma alargada. » 15° La tíbia es robusta, está mui arqueada hácia delante, con una línea saliente mui agu- da, todo á lo largo de su borde externo, y una protuberancia angulosa aparente hácia la » mitad de su borde anterior. » 16* El peronéo, delgado, comprimido, recto, se halla mui separado de la tíbia en su » mitad, á causa dela arqueadura de ésta. La extremidad superior se halla mui aplastada y ensanchada en forma de una paleta triangular. » Тав. УП. Cráneo y mandíbulas con dientes, del C. Furnieri. Tan. ҮШ. Fig. 1. Higado del C. prehensilis, segun M. Poeppig. кю . Cráneo del mismo. 3. Su mandibula inferior. 4. Arcada dentaria inferior (molares) del С. Роеу de M. Guerin, copiada del mismo individuo descrito por este naturalista. e + Arcadas molares superiores del С. Furnieri, variedad roja. HISTORIA FISICA POLITICA Y NATURAL DE LA ISLA DE CUBA POR D. RAMON DE LA SAGRA. AVES POR Mx. ALCIDES D'ORBIGNY CABALLERO DE LA REAL ÓRDEN DE LA LEGION DE HONOR, OFICIAL DE LA LEGION DE HONOR BOLIVIANA ; AUTOR DEL VIAJE А LA AMÉRICA MERIDIONAL, etc., etc. Mo. Bot. Garder PARIS. EN LA LIBRERIA DE ARTHUS BERTRAND, LIBRERO DE LA SOCIEDAD DE GEOGRAFIA, CALLE HAUTEFEUILLE, N? 23. M. DCCC. XXXIX. PARIS. — IMPRENTA BE MAULDE Y RENOU, CALLE BAILLEUL, N* 9 Y ft. AVES. INTRODUCCION. Екткь las colecciones que ha traido de la isla de Cuba D. Ramon de la Sagra, hemos visto con placer que muchas de las especies que las formaban, habian sido objeto de nuestras observaciones en el suelo de la América meridional que acaba- bamos de visitar. Estos hechos nos interesaban tanto mas, cuanto que nos ofrecian nuevos documentos sobre la extension de las emigraciones de estas especies, ó sea su zona de domicilio. La comunicacion de estas ideas al viajero español, le decidieron á proponernos la redaccion de las partes de su obra concernientes а las «#005, а los Moluscos y а los Animales radiaros, de las cuales él no podia encargarse, ya por la extension de las otras que se habia reservado, ya por que nuevos estudios le for- zaron á modificar el plan de sus taréas. Admitimos su propuesta con tanto mas gusto y entusiasmo, cuanto nos ofrecia la ocasion de completar, con la Zoología de las Antillas, nuestras observaciones generales relativas á la distribucion geográ- fica de los animales sobre el suelo americano, siendo este trabajo como el comple- mento indispensable del nuestro sobre el continente meridional. Entonces el Sr. de la Sagra nos entregó, con las colecciones ornitológicas, conchiológicas etc., sus no- tas y las que tambien habia formado sobre las Aves de la isla de Cuba, D. Felipe Poey naturalista distinguido de ella. Para completar unas y otras, hemos unido nuestras propias observaciones. Sin embargo, la dificultad de seguir los seres li- geros de que vamos á ocuparnos y de estudiar fructuosamente las costumbres y los hábitos de las especies que huyen á la presencia del hombre, haria nuestra taréa casi irrealizable, si no contáramos con la indulgencia de los lectores cubanos y de los ornitólogos instruidos en este género de dificultades. Si echamos una rápida ojeada histórica sobre los trabajos de nuestros antepa- sados, en la parte de la zoología que va á ocuparnos, para conocer los progresos y el estado de la ciencia, vemos que solo treinta y cuatro aiios despues que el inmor- tal Colon hubo dotado la España con un nuevo mundo, dilatando los límites de la tierra conocida, es а saber, en 1526, Gonzalo Fernandez de Oviedo publicó, en una obra realmente superior á su siglo, todo lo que habia observado sobre la his- toria natural de las Antillas, de la Costa firme y en particular sobre las islas Espa- 4 AVES. ñola (Santo Domingo) y Cuba*. No tan solo Oviedo ha publicado, sobre las prin cipales especies, descripciones que aun en el dia son miradas coma exactas, sino que manifestó un talento de observacion notable para su época, pues se ocupa hasta en indicar la direccion de las emigraciones anuales de las Aves americanas, sin des- cuidar el darnos nociones precisas sober las especies domésticas que acababan de ser transportadas de Europa al Nuevo Mundo. Pasóse un siglo entero antes que ningun otro autor se ocupase de la historia natural de la América. El hallazgo del oro, absorbiendo entonces los pensamientos, daba que hacer á todos los hombres que por su instruccion pudieran cultivar las ciencias. Juan de Laét* en 1633 publicó su Nuevo Mundo, en el cual dió algunas descripciones de Aves americanas, principalmente de las del continente meridional. Lo mismo hizo Marcgrave, que en 1648 dió á luz su Historia natural del Brasil E en la cual solo hallamos algunas de las especies cubanas. Tambien se encuentran muchas de las que frecuentan al mismo tiempo las Antillas, en la Historia de los animales de Méjico por Hernandez <; pero esta obra se halla tan atestada de hechos compilados sin criterio, que no merece mucha confianza. Mas poco despues, nue- vos observadores continuaron dando á conocer las riquezas zoológicas de aquellas islas. Dutertre en 16545, describiendo con particularidad las de San Cristóbal, la Guadalupe y la Martinica, no dejó de hablar de sus producciones naturales, entre las cuales fueron comprendidas las Aves. Sin embargo, como entonces se describía con poca exactitud, no se pueden reconocer por su exposicion mas que las prin- cipales especies, sobre cuyas costumbres hizo este autor observaciones interesantes. Su obra sirvió de base, digámoslo así, á la que Rochefort* publicó cuatro años despues, porque las mas veces se encuentran las mismas frases apenas variadas. De consiguiente, durante el siglo xvit hizo pocos progresos la Ornitología dela Amé- rica, y que en cuanto á la de las Antillas permaneció en el mismo punto en que la habia dejado Oviedo en el siglo precedente. Durante cincuenta aiios, nadie se ocupó de las Aves de estas islas, y semejante estudio no empezó а revivir hasta 1707, en cuya época Sloan 7 dió á conocer los re- 1 Sumario de la Historia general y natural de las Indias, Toledo, 1526. Esta obra ha sido reimpresa en 1749, en la co- leccion de Barcia, titulada Historiadores primitivos de Indias. t. Т. tal cual existe en la primera edicion, publicada por el au- tor, durante el corto viaje que hizo а España. Publicó en 1547 una nueva edicion de sus observaciones, titulada Historia ge- neral de las Indias, agora nuevamente impresa, corregida у emendada, etc. Sevilla, 1547, en fol., carácter gótico. — Gonzalo Fernandez de Oviedo y Valdés, nació en Madrid en 1418. Despues de haber sido page de los Reyes católicos, fue enviado á la America en 1513, como director de las minas de Santo Domingo, y pasó casi toda su vida en la América, a Novus ORB1S seu descriptiones Indie occidentalis, libri ХҮШ, Novis tabulis geographicis et variis animantium plantarum fractumque iconibus illustrati. Lugd. Bat., 1633, in-fol. ? Historia naturalis Brasilie, etc. Lug. Bat., 1648, in-fol. * Nova plantarum, animalium et mineralium Mexicanoram Historia, a Francisco Hernandez, medico in Indiis prestan- tissimo, compilata. Rome, 1651, in-fol. * Histoire générale des iles de Saint-Christophe, la Gua- delonpe, la Martinique el autres dans Ü Amérique, etc.; par R. P. J. B. Dutertre. Paris, 1654, їп-4°. 5 Histoire naturelle et morale des (les Antilles de l Amérique. Rotterdam, 1658, in-4*. ? Voyage to theislands Madera, Barbados, Nieves, Saint- Christophers and Jamaica. London, 1707 à 1797, in-fol. INTRODUCCION. 5 sultados de sus viajes а dichas islas, que ofrecen sumo interés. Pero el primer au- lor que supo imprimir а la Ornitología de aquellas regiones y á la de las partes meridionales de la América septentrional, un verdadero carácter científico, fué sin contradiccion Catesby ' que en una magnífica obra, publicó las descripciones exactas y figuras bastante bellas de muchas Aves que frecuentan simultáneamente las islas de Bahama y la América del norte. Hállanse aun algunas especies propias de Cuba, en Barrere* que habló mas particularmente de las Aves de Cayena, y sobre todo en la importante obra de Brown* sobre la Jamaica, en la cual reconocemos las especies viajeras mas comunes en las Antillas. Aquí debe terminar nuestra revista de los autores que durante el siglo xvm han publicado observaciones propias sobre las islas del golfo de Méjico, pues despues solo se han ocupado otros en reunir los materiales esparcidos en distintas obras, en dar á las Aves nombres especificos y en clasificarlas en los géneros establecidos por Linneo‘. Asi aparecieron succesivamente Brisson °, Latham‘, Gmelin 1, reco- giendo todo lo que no habia reunido el célebre sueco, disponiendo las mas veces de una manera arbitraria y sin crítica, todas las Aves descritas por los autores que venimos de citar, poniendo frecuentemente la misma especie en muchos géneros y bajo distintas denominaciones especificas. Reinaba un verdadero caos en la Ornitología americana, cuando VVilson* en 1808 comenzó su Historia de las Aves de la América del norte, en la cual describe las especies que yendo á habitar las Antillas, se adelantan en el verano hasta los Estados Unidos. Este celoso naturalista y su sábio continuador el Príncipe de Musiñano, Carlos Luciano Bonaparte, lo mismo que Pennant: y Vieillot** hablan- do accidentalmente de las Aves de las Antillas, esparcieron mucha luz sobre su sinonímia é historia. Pero desde que la ciencia, haciéndose mas positiva, tomó otra direccion, no apareció obra alguna especial sobre dichas islas, y estábamos li- mitados á los antiguos autores, cuando en 1827 M. Vigors" recibió una coleccion de Aves de la isla de Cuba, enviadas por M. W. Sharp Mac-Leay. Aquel sábio co- noció la importancia de los trabajos zoológicos especiales en localidades circuns- critas, tanto para fijar las ideas sobre la verdadera pátria de los séres, cuanto para ofrecer datos sobre las leyes que presiden á su distribucion geográfica. Así es que, no retardó un momento la publicacion de dichas Aves cubanas, bajo la forma de 1 The natural History of Carolina, Florida and the Ba- * Ornithologie, 6 vol. in-4°, Paris, 1770. hama island. London, 1731 y 1743, en fol., con láminas ilu- * General Syn. of Birds. 1182, London, y Indez ornitho- minadas. logicus. London, 1790. * Essai sur l'Histoire naturelle de la France /quino viale. ? Syst. nat., ed. 18, 1788. Leipsig. Paris, 1775, 1 vol. en 192°. * American Ornithology. Philadelphie, 1808 4 1814. * The Civil and Natural history of Jamaica. London, 1756, * Arctic. zoology, en 4°, 2 vol. 1 vol, en fol. '* Oiseaux de P Amérique méridionale, en fol. 4 Systema natare. ` Zoological Journal, 1897, t. ШІ, p, 432, INTROD. 6 AVES. un catálogo, acompañándolas con observaciones mui justas, aunque solo poseyese el corto número de cuarenta y cinco especies. Si reasumimos lo que se ha hecho sobre las Antillas y sobre la isla de Cuba en particular, hallaremos que Oviedo en el siglo xv1, Hernandez, Dutertre y Roche- fort, en el хуп, Sloan y Catesby en el хуш se han ocupado ya directa, ya indirec- tamente de las Aves de dicha isla; pero, sin querer negar el mérito real de estas obras, para el tiempo en que fueron escritas, todo el mundo sabe que entonces las ciencias naturales se hallaban en la infancia, que las descripciones, cuasi siempre incompletas, permitian cuando mas reconocer el género, sin poder determinar la especie, y que ademas no se refieren de modo alguno á los conocimientos actuales, ni á las secciones zoológicas generalmente admitidas en el dia. De consiguiente podemos decir, que exceptuando el trabajo ornitológico de M. Vigors, no se posee otro alguno verdaderamente científico sobre las Aves de la isla de Cuba. Pero su obra, no es mas que un catálogo, como lo dice el mismo autor, que solo dá una corta sinonímia, sin descripcion, de las especies conocidas, y el total de las que comprende, es solo de cuarenta y cinco. El Sr. de la Sagra nos ha traido ciento veinte y nueve, número tres veces mayor que el publicado por M. Vigors. Por lo tanto podemos asegurar desde ahora, sin recelo de ser criticados de presuntuosos, que el trabajo sobre las Aves de la isla de Cuba que vamos á publicar, es mas com- pleto que cuanto se ha hecho hasta el dia. Nuestro propósito además, no es el de limitarnos á simples descripciones, sino que compararemos, en cada especie, sus límites de habitacion en los dos continentes vecinos y las causas de sus emigracio- nes, considerando así la Ornitología cubana bajo un punto de vista enteramente nuevo. Sin embargo, no hubiéranos osado emprender tamaña taréa, si las sábias obras de Wilson, Carlos Luciano Bonaparte, Pennant, Vieillot y Swainson * no nos hubiesen permitido seguir, en la América septentrional, las especies que van á Cuba en las estaciones de invierno, mientras que las obras no menos importantes de Azora >, del Príncipe de Neuwied è, de Spix 4, unidas al resultado de nuestros viajes durante ocho años, en todas las regiones de la América meridional *, nos permitieron seguirlas en las partes mas al sur del hemisferio austral, y fijar así la opinion sobre el orígen de la Ornitología de Cuba, relativamente á la de la Amé- rica entera. La isla de Cuba, la mayor de las grandes Antillas, ocupa sin duda alguna, la posicion mas importante bajo el punto de vista zoológico. Por un lado su vasto territorio, variado con fertiles llanos, con montañas cubiertas de bosques, con 1 Northern., Zool. * Espèces nouvelles d'oiseaux. Munich, 1824. > Apuntamientos para la historia de los Pájaros del Para- guay. Madrid, 1802, 2 vol. en 8°. * D'Orbigny, Voyage dans l’ Amérique méridionale, Oiseaux, > Beitrage zur natargeschichte von Brasilien. Weimar, 1836. — t. VL. INTRODUCCION. | 7 frondosos valles, le permiten tener especies peculiares; por otro, su situacion geo- gráfica la coloca como punto intermedio entre los dos continentes americanos, y la hace participar á un mismo tiempo, de sus respectivas zoologias. Su extremidad occidental se halla separada de Yucatan, por un estrecho de apenas dos grados de ancho, y que de consiguiente puede permitir el paso las emigraciones de las Aves de Méjico. Al norte, no se halla 4 mayor distancia de las Floridas, delas cuáles solo la separa el Gu/f-stream ó corriente ecuatorial, pudiendo recibir por allí todos los pájaros que los frios arrojan de las regiones boreales de la América septentrional. Al éste de Cuba está la isla de Haiti, cuasi tan grande como ella; despues hácia el S. E., una cadena no interrumpida de islas sembradas en semicírculo entre el mar que las une, por decirlo así, al continente meridional, y no dejando nunca entre los puntos que salen de las aguas, mas de veinte y cinco leguas de ancho, ofrece un camino trazado á las Aves que vienen de la América del sur, sea recorriendo las regiones cálidas, sea en sus mayores emigraciones de un hemisferio al otro. Ade- más, la situacion de la isla de Cuba entre los 20 y 23 grados de latitud boreal, aun dentro del trópico de Cancer, le dá una temperatura caliente, benigna, propia de la zona tórrida, no obstante colocarla en el confin meridional de la zoologia especial al hemisferio norte, como última barrera de las emigraciones in- vernales. Conforme á las investigaciones que hemos hecho, creemos que las Aves de la isla de Cuba pueden considerarse distribuidas en seis séries distintas. 1* Las que habitan, al mismo tiempo, la América meridional. 2* Las que van de la América septentrional. 3" Las que se hallan sobre los dos continentes americanos. 4* Las que, distribuidas en mayor espacio, viven simultáneamente en el he- misferio del norte, en el antiguo y en el nuevo mundo. 5* Las que tienen por pátria las Antillas, las dos Américas y la Europa. 6* En fin, las que parecen propias de la isla de Cuba ó de las Antillas sola- mente, y que no fueron indicadas en los continentes vecinos. Vamos á pasar revista succesivamente á estas diversas categorias, con el fin de hallar las causas de tales distribuciones. PRIMERA SERIE. Las Aves ре CUBA QUE А UN TIEMPO MISMO HABITAN TAMBIEN LA ÁMÉRICA MERI- DIONAL, son en número de ca/orce, repar tidas del modo siguiente, en órdenes y familias. 8 AVES. | NOMBRES NOMBRES ТОША | DE LAS ESPECIES DE LOS ORDENES. DE LAS FAMILIAS. MM | POR FAMILIA. | POR ORDEN. | ACCIPITRES. ... . : | 3 PASSERES 4:5. 55 i 1 | 2 { Crotophagide . ......-. ese 1 ОУ NEED ОСИ ОГ 2 3 | Сл AAA M E | Columbidee. . 1 1 | GRALLATORES.. . .... sv. 1 Rallide;.... 3 3 Colymbidze. . . . 1 eres л м mA ac. 1 | 9 | 14 | 14 Si buscamos para cada una de las especies , cuál pudo ser el motivo que la ha determinado а adelantarse hasta la isla de Cuba, al través del archipiélago que separa esta isla del continente, hallaremos que la Caraira (Pormonus vulgaris ) habituada á seguir al hombre por todas partes y en todas direcciones, en sus viajes y en sus emigraciones, pudo mui bien haber acompañado а los caribes en sus con- quistas del continente а las islas ', y detenerse con ellos en las últimas Antillas, sin pasar al continente septentrional. Podemos creer que la Ѕтвіх perlata y el FALco hamalus fueron allí y se fijaron en el curso de sus viajes. Entre los Passeres, los mas habituados а las emigraciones de invierno, ninguno vá por este motivo а la isla de Cuba; porque la Frisciia dominicana y el Azu- lejo (©ОЖ®юЕВА cyanea), únicos que tenemos, son de regiones cálidas, lo mismo que el Judio (Crrrormaca ani), el Guacamayo (MACROCERCUS tricolor), el Peri- quito (Сохокоѕ guyanensis) entre las Trepadoras; la Tortola (COLUMBA mon- lana) entre las Gallinaceas; la Ga//inue/a (Rarius variegatus), la Gallinuela parda (Wars longirostris), el Gallito (Parra jacana) entre las Zancudas; el Pato (Anas spinosa), y el Saramagullon ( Соухмвоз dominicensis) entre las Na- dadoras. No viendo pues llegar á Cuba ninguna Ave de las que emigran anualmente de la América meridional, huyendo de los frios, creemos poder asegurar, á lo me- nos en cuanto á las especies que poseemos, que viven á un mismo tiempo en dicha isla y en el continente del sur; que no fueron á habitar aquella Antilla, donde parece que todas son sedentarias, sino adelantandose poco à poco de una isla 4 1 Véase, sobre esto, lo que hemos dicho en nuestra obra, derado en sus relaciones fisiológicas y morales ; articulo sobre el hombre americano (de la América meridional) consi- ^ GUARANI. INTRODUCCION. 9 otra, unas siguiendo en su curso aereo la direccion de las brisas, otras en sus viajes sobre las aguas, las corrientes generales que van del sur al norte, dejándose trasladar, digámoslo así, de un punto á otro, porque hallaban la temperatura propia de la zona tórrida y el límite de su habitacion, en la isla de Cuba, sin pasar de allí á las Floridas. En resúmen; las especies cubanas que viven а un mismo tiempo sobre el con- tinente meridional, no se hallan de paso sinó que residen como en una de las dependencias de la zona ecuatorial, que es su pátria exclusiva; todas parecen ani- dar en dicha isla y ser allí sedentarias. SEGUNDA SERIE. Las Aves QUE VAN DE LA ÁMÉRICA SEPTENTRIONAL, son en número de cuarenta y nueve, repartidas como sigue, en órdenes y familias. NOMBRES NOMBRES TOTAL DE LAS ESPECIES a DE LOS ORDENES. DE LAS FAMILIAS. POR FAMILIA, POR ORDEN. АМТ. Jesi. re ә... Каспан у, AA 1 | 1 /'Turdidze. . 6 E 8 | Тапаатїйж.. 3 | Muscicapidæ. : . 5 PASSERESS Е ; Caprimulgidze . 2 ( 33 Fringillidz. ... 4 Sturnidæ . 3 | T: rochilidæ. . ресни 1 Т ND SCANSORES, i qu x 1 j 4 E O O | 1 | ә M AGAN AAA Н 3 colopaci æ. teses í : DAILLATÜRES. йыны eq ер RERUM DE 1 6 Раша 1 INATATORES HESE 16.0650 24 a Anande 15522022. кй ds 3 3 Torargs..... 49 | 49 Nos parece fácil de determinar el motivo de los viajes del Cernicalo ( FArco co- lumbarius) entre las Aves de rapiña; de treinta y tres especies de las familias de las urdídeas, Silvídeas, Tanagrídeas, Muscicapídeas, Caprimulgídeas, Fringilídeas, INTROD. ш 10 AVES. Esturdídeas, Trochilídeas y Alcionides entre los Pájaros; de tres especies de los gé- neros Picus у Coccyzus entre las Trepadoras; dela Tórtola ( CoLUMBA montana), de la Codorniz (Ownx virginianus ) entre las Gallinaceas; de tres especies, el Sara- pico ("Yorawus solitarius), el Frailecillo ( СнлкАркіоѕ vociferus ) , la Gallinuela (RaLtus carolinus) entre las Zancudas, y del Huyuyo (Anas sponsa), de la Ya- guaza (Anas arborea) у del Labanco (Anas americana) entre las Nadadoras. Si se considera la composicion de este número, se notará primero, que treinta y ires especies de las cuarenta y nueve, pertenecen al órden Passeres que reune los típos de las Aves emigrantes, en razon de los frios. Si despues se investiga cual es el género de vida de cada una de las otras especies de los órdenes diferentes, se co- nocerá que no tienen otro motivo diverso que los Pájaros mencionados, para aban- donar el suelo natal. Así se vé, en los meses de marzo y de abril, que todas estas Aves dejan las Antillas para pasar á las Floridas, deteniéndose las unas, remóntan- se las otras mas ó menos hácia el norte, segun sus hábitos, algunas hasta la Bahía de Hudson y aun hasta regiones mas boreales; pasan allí el verano y anidan, y luego en el otoño, en los meses de setiembre y octubre, retroceden succesivamente á los paises de donde habian partido, á medida que los frios se van haciendo mas rigurosos, hasta llegar á las Antillas, de donde no pasan hácia el sur, puesto que allí encuentran el calor que únicamente buscan, en estas emigraciones puramente invernales. Así pues, como lo acabamos de observar, las aves que habitan la isla de Cuba y la América septentrional solamente, son todas proprias del hemisferio boreal, li- mitándose á emigrar, segun las estaciones, de las partes frias á los clímas cáli- dos, pero sin anidar mas que de una manera mui accidental, en estas últimas regiones. TERCERA SERIE. Las Aves DE CUBA QUE SE ENCUENTRAN IGUALMENTE SOBRE LOS DOS CONTINENTES AMERICANOS, son en número de veinte y seís, repartidas como sigue, por familias y Órdenes. INTRODUCCION. lt TOTAL MBRES AS NOMER DE LAS ESPECIES ааа - DE LOS ORDENES. DE LAS FAMILIAS. POR FAMILIA, POR ORDEN. | Vulturidze. . . 1 ә АССТРТАЕЗ........... ******|Ralconidze , . 1 Laniadz.... 1 D PASSERES( онох *1* **] indide, 1 2 ПАМ ОВЕ БА › » CAMINA Л.Л Л ee... [Columbidxe........ 1 1 (Ardeide. клал дБ, 6 Pheenicopterid:e B 1 11 GRALLATORES ........ ОСА sii 2 2 : 1 МАТАТОВЕЅ:..:..:.. я | 10 & j | 26 | 26 1 Creemos necesario dividir las Aves de esta série en dos secciones, á fin de expli- car mas fácilmente las causas que les hacen habitar á un mismo tiempo las dos Américas y las Antillas, pues nuestras observaciones Sobre sus costumbres, nos in- clinan а creer que son guiadas por dos motivos del todo diferentes ‚ Siendo las unas sedentarias en la isla de Cuba y las otras esencialmente viajeras. En la primera seccion, compuesta de quince especies, vemos el Aura tiñosa (CATHARTES aura ) y el Cernicalo (Farco sparverius ) entre las Aves de rapiña; la Paloma rabiche (CoLumga carolinensis) entre las Gallinaceas; el Guareao (Ana- MUS guarauna ), el Flamenco (PHÆNICOPTORUS americanus), el Coco (Iris rubra) y la Gallareta (Porrnvrio dominicana) entre las Zancudas; el Saramagullon (Co- LYMBUS carolinensis), el Alcatraz (PELECANUS fuscus), el Pájaro bobo (Sua Jus- ca), el Rabi-horcado (FukGATA aquila), el Rabo de Junco (PHAETON æthereus), tres especies de Gaviota (STERNA stolida, ЅтекХА cayanensis y SrERNA fuligi- nosa ) entre las Nadadoras; todas, ya en las tierras, ya en las costas marítimas, permanecen todo el año, anidan al mismo tiempo en el parage donde se hallan, ya al norte, ya al sur del equador, en las Antillas lo mismo que en la América septentrional. Algunas especies, sin ha tidas indiferentemente desde las r del hemisferio boreal, mie cer emigraciones anuales, se hallan repar- egiones frias del hemisferio austral, hasta las ntras que otras, circunscriptas en límites mas estrechos, salen mas ó menos fuera de las regiones tropicales y se extienden tambien sobre 12 AV una parte del continente meridional, sobre las Antillas y sobre las regiones vecinas del continente septentrional. En la segunda seccion, compuesta de once especies de Aves exclusivamente via- geras, vemos al Virro gz/eus, а la Golondrina (кохро purpurea) entre los Pá- jaros; la Garza blanca (Arven candidissima), la Garza ( Акю®А leucogaster), el Agaíta caiman (Arora virescens), la Garcila ( Arden exilis), la Sevilla (PLa- TALEA ajaja), el Сосо б Grulla ('VANTALUS loculator*), el Sarapico (Тотлхоѕ flavi- pes)entre las Zancudas; y la Faguaza (Anas arborea) y el Pato chiquito (Anas discors) entre las Nadadoras, no limitarse á las emigraciones ordinarias de las regiones frias hácia los clímas cálidos de un solo hemisferio, sinó tambien pasar de un hemisferio á otro en sus emigraciones anuales. Quizás que tambien así pa- san todos los años á Cuba, para ir а anidar succesivamente á las regiones templa- das de los dos hemisferios, lo que en efecto sucede á las Zancudas que acabamos de citar. Pudiera creerse que, en la época de sus emigraciones, obedecen estas Aves á una especie de instinto extraordinario que las guia hácia los lugares del conti- nente meridional, donde se desecan grandes lagunas ó ciénagas, pues en el mes de marzo se dirigen de la isla de Cuba hácia la América del sur, continuan su ruta al medio dia, atraviesan en abril y en mayo las regiones tropicales, como lo hemos observado muchas veces en Bolivia, y llegan mas al sur, en el instante en que las aguas, retirándose de las inmensas ciénagas, dejan descubierto un abundantísimo pasto. Si ahora tratamos de descubrir cual es el camino que siguen estas Aves en estas grandes emigraciones, tal vez hallaremos una explicacion satisfactoria en las ob- servaciones publicadas en 1526 y en 1547, por el historiador Oviedo. — He aquí sus propias palabras: « Digo que quasi al fin de esta ysla de Cuba sobre ella passan muchos años in- numerables aves de diversos generos, i vienen de la parte de hazia el Rio de las Palmas que confina con la nueva España, et de la vanda del norte sobre la tierra firme, i atraviesan sobre las yslas de los Alacranes, i sobre la de Cuba. E passado el golpho que ay entre estas yslas i la tierra firme, passan а la mar del sur. Yo las he visto passar sobre el Darien, que es el Golpho de Uraba, i sobre el Nombre de Dios i Panama en la tierra firme en diversos años : i paresce que va el cielo cubierto de ellas. I tardan en passar un mes, ó mas. E ay desde el Darien al Nombre de Dios ó Panama, ochenta luguas grandes. E yo he visto este paso en todas tres partes en la tierra firme algunos años, i vienen de hazia la parte de Cuba, » i de donde tengo dicho, i atraviesan la tierra firme, i рагеѕсе que se van hazia 1 Aunque esta especie anida en la isla de Cuba, un gran do bandadas innumerables que hemos hallado en el centro número de individuos emigran tambien anualmente, forman- de Bolivia. INTRODUCCION. 13 lo mas ancho de la tierra, la via del Sueste. I pues queno vienen continuadamente » un aiio tras otro, y no las vemos bolver en ninguno hazia el poniente ó norte, » creo que las que tornan a venir despues a mi pensar alla, son aquellas mesmas, » б las que quedan dellas, ó proceden de las primeras, i dan la buelta al universo » i le circuyen en rededor por el camino que he dicho. Este viage hazen en el mes » de marzo por espacio de veynte i treinta dias, i mas i menos desde la ma- » fiana hasta ser de noche, i va el cielo quasi cubierto de innumerables aves muy » altas, en tanta manera que muchas de ellas se pierden de vista , i otras van muy- » baxas a respeto de las mas altas: pero harto mas altas que las cumbres i montes » де 1а tierra: i van continuadamente en seguimiento, ó al luengo desde la parte » del Norueste, i del norte septentrional como he dicho a la de medio dia, i de » alli para arriba al sur este, i atraviessan todo lo que del cielo se puede ver en » longitud desu viage, que hazen estas aves, i en latitud o de anchura ocupan muy » grande parte de lo que se puede ver del cielo.» (Oviedo, 1547, Historia general de las Indias, lib. ХУП, cap. v, folio cxxxur. ) Segun lo que dice Oviedo, las Aves se dirigen desde la América septentrional а Cuba, siguiendo la direccion del norte al sur, atraviesan de la extremidad occi- dental de esta isla al sud-oeste, siguen al sur toda la costa de la América central hasta el Darien, y en seguida al sud-este hácia Colombia, de donde penetran en lo interior del continente meridional. Nuestro autor nos parece que deja aun por aclarar dos puntos importantes, sobre los cuales se podrian hacer las cuestiones siguientes: ;Por qué las emigraciones no siguen hácia el sur la direccion de las Antillas, en lugar de recorrer el contorno del mar de estas islas? ¿Por qué Oviedo no ha visto volver jamás una sola Ave por el camino que siguen cuando van del norte al sur? — Vamos á intentar el resolver estas dudas. Relativamente á la primera, creemos que llegando á Cuba las Aves procedentes de la América del norte, no siguen la línea de las Antillas para dirigirse hácia el continente, aun cuando esta via sería mas directa, porque entonces tendrian que luchar constantemente contra la direccion de los vientos reinantes. De consi- guiente, se ven forzadas á aproximarse á la tierra firme, y á seguir, por decirlo así, las sinuosidades de la costa? para hallar menos obstáculos. En cuanto á la segunda cuestion, debemos suponer que las Aves que se dirigen á lo largo de las costas de la América central, para evitar los vientos aliseos ó bri- sas de las Antillas, encaminándose hácia la América meridional, no tienen los mismos motivos para volver, y que en lugar de dar la vuelta al mundo, como lo creia Oviedo, toman, para volver hácia el norte, la cadena misma de las Antillas, hallándose favorecidas entonces por las brisas, y dando así, en este doble viaje, la vuelta al mar de estas isla. ¿NTROD iy 14 AVES. Entre las Aves propias de las dos Américas, hai guince especies sedentarias que, indiferentes á los clímas, se hallan repartidas indistintamente en los dos conti- nentes y en las Antillas, cada una en la zona mas ó menos ancha en que se halla circunscripta, y once que emigran anualmente de uno а otro hemisferio , pasan- do por Cuba. CUARTA SERIE. Las Aves DE CUBA, QUE SE HALLAN SIMULTANEAMENTE EN TODO EL HEMISFERIO- NORTE, EN EL ANTIGUO Y EN EL NUEVO MUNDO, son en número de ocho, repartidas como sigue. | | | NOMBRES NOMBRES torar DE LAS ESPECIES DE LOS ORDENES. DE LAS FAMILIAS. с m + POR FAMILIA. POR ORDEN. ACORTAR T O8 tonc. lo Falcanidaps dte o ee 1 1 PasskEnzs. . . RA ia 1 » » SCANSORES АА ТР 4 d » » (БАЛК КЫ LE eee Баи Do » » Scolopacid:e. . . p 2 GRALDATORES о 4 Charadriad:. . : d 4 \Rallidæ....... 1 Anatidz.... 1 ) NATATORES.... 0.0... ....».. +3 Pelecanido. i 1 ( 3 Lol MEME IE : 1 | TOTALES : 8 | 8 1 Si investigamos las causas que han podido dicidir, al Gavilan (Circus cyanus) entre las Aves de Rapiña, á los Sarapicos ( Toranus bactramia y Trinca Tem- minckii), al VAwELLUs squatarolus, á la Gallareta de pico colorado (GALLINULA chloropus) entre las Zancudas; al Pato morisco ( Anas marila), а la Corúa (PnarAcmocomax graculus) y á la Gaviota (Larus atricilla) entre las Nadado- ras, á encontrarse á un mismo tiempo en el antiguo y en el Nuevo Mundo, pero solo en el hemisferio boreal, veremos primero, que en este número no hai ningu- na Ave del órden de los Passeres, ninguna Gallinacea, ninguna Trepadora , espe- cies mas especialmente terrestres y de los continentes; que las que hallamos en el antiguo y en el nuevo mundo, son de Aves de Rapiña, habituadas á adelan- tarse mui lejos hácia el polo, y que todas las otras son Aves de ribera ó Aves INTRODUCCION 15 aquáticas, que se encuentran bajo el círculo polar en verano. De consiguiente, es fácil explicar como, siguiendo los bancos de hielo, han podido pasar por el norte de los dos continentes, y esparcirse igualmente sobre el suelo de la América y 50- bre el de la Europa, donde además, sufren la lei de las emigraciones invernales anuales, y no llegan á la isla de Cuba sinó cuando son arrojadas momentánea- mente por los frios de las regiones mas septentrionales, sin traspasar nunca esta barrera hácia el sur. Se vé pues, que las ocho especies que señalamos como habitantes de Cuba y del hemisferio norte en ambos mundos, siguen en cada uno, las emigraciones simples, de las regiones frias á las calientes, sin anidar nunca en dicha isla. QUINTA SERIE. Las Aves DE CUBA, PROPIAS DE AMBAS AMÉRICAS Y DE LA EUROPA, son tan solo cínco, distribuidas como sigue: as : i cm a TOTAL NOMBRES NOMBRES | DE LAS ESPECIES DE LOS ORDENES. | DE LAS FAMILIAS. — ———<++—-——. | POR FAMILIA. POR ORDEN. ÁCCIPITRES . | ааа LENNA » | » PASSERES ....... c aeo » | » ScANSORES.. . .. ü » » ИКС: НК a » | » (Ardeidz..... 2 GRALLATORES. ........... . | Scolopacidze. 1 4 (meso СТАРАЕ 1 A ое... БОРША a 1 1 | TOTALES scii 5 5 Estas cinco especies son, la Garza blanca (ARDEA alba), el Guanabá de Fiori- da ( Nicriconax vulgaris), la Becasina (SCoLOPAx gallinago ), la Gallareta de pico blanco ( Ёсїлсхл atra) y una Gaviota (STERNA anglica), todas Aves de ribera ó aquáticas. Probablemente se han esparcido sobre ambos mundos, por los hielos del polo, como las especies de la serie precedente; pero mas indiferentes que estas úl- timas á los cámbios de temperatura, no se limitan á las emigraciones invernales, pues hacen en el Nuevo Mundo, los grandes viages de un hemisferio á otro, que hemos visto emprender á una parte de las Aves de nuestra tercera serie, sin dete- nerse nunca á anidar en la isla de Cuba. SEXTA SERIE. Las Aves DE CUBA, PROPIAS DE ESTA ISLA Ó. SOLO DE LAS ANTILLAS, son en nú- mero de veinte y siete, repartidas como sigue : NOMBRES NOMBRES TOTAL DE LAS ESPECIES DE LOS ORDENES. DE LAS FAMILIAS. Lower 3 POR FAMILIA, POR ORDEN. A з Faléanidid e 2.0 EREXIT. 1 | 3 COIDITRES ee ede КБА КАННЫ SOM 9 / Turdide.. ... 1 \ Muscicapidze. 4 Fringillidze. . . 2 АЕК ЕИ Sturnidz. . 3 13 Corvid:e 1 Trochilidze 1 | Todidze 1 " Picidze 3 | SCANSORES LL TAR e e есе: Cuculidæ. 1 6 Psittacidze 1 | "Trogonidz. 1 | СЕВЕ oem Columbidze. 5 5 GnaLLATORES.. Jo Leoben $ » » NATATORES 30 rra recte s i e ree O » » ШОТА а E 97 27 | Las Aves de esta série son, el Gernicalo (Nisus fringilloides) ', la Siguapa (Orus siguapa), el Sijú (Noctua sijú) entre las de Rapiña; el Zorzal de patas coloradas (Turous rubripes), los Pitirres (Tannus magnirostris, TIRANNUS cau- difasciatus , Tannus matutinus y Muscirera caribea), el Tomeguin del Pinar (PAsERNA olivacea), el Tomeguin comun (LINARIA caniceps), el Tordo (Їст®- mus humeralis), el Mayito (Xantnornus dominicensis), el Toti (QuiscALUs atro-violaceus ), el Cao (Corvus jamaicensis), el Zun-zun (Октнокүхсноѕ Ricor- dii) y la Peorrera (Tovus multicolor) entre los Passeres; el Carpintero verde (Picus percussus), el Carpintero comun (Corarres superciliaris), otro Carpin- tero (CoLaptes Fernandince),el Arriero (Sxurormera Merlini ),la Cotorra ( Psrr- TACUS leucocephalus) y el Tocororo (Trocon temnurus ) entre las Trepadoras; la Paloma de cabeza blanca (Covuwsa leucocephala), la Paloma morada (COLUMBA 1 Especie descrita рог Vigors, INTRODUCCION. 17 partoricensis),la Paloma torcaz (CoLumsa inornata), la Perdiz (CoLuMBA cya- nocephala), la Paloma sanjuanera (CoxumBa zenaidea) entre las Gallinaceas. Todas nos parece que habitan tan solo en la isla de Cuba б en las Antillas, 0 а lo menos, no han sido descritas como hallándose en los continentes vecinos. En esta série no se vé ninguna Ave Zancuda ni Nadadora, que siendo ya aquáticas, ya de ribera, tienen mas medios de hacer largos viajes. Todas las especies perte- necen , como deberia esperarse, á las Aves de Rapiña, á los Passeres , á las Trepado- ras y а las Gallinaceas esencialmente terrestres, y por la misma razon, mucho menos viajeras. Si despues de haber pasado succesivamente en revista todas las Aves de la isla de Cuba, queremos reasumir lo que acabamos de decir relativamente á ellas, ha- llaremos que las ciento veinte y nueve especies de la coleccion cubana, se hallan distribuidas como sigue, sobre el suelo americano. 1° CATORCE, Ó un noveno de las especies, se hallan а un mismo tiempo en la América meridional, habitando en la isla de Cuba como una dependencia de la zona equatorial, su pátria exclusiva. 2» CUARENTA Y NUEVE especies, ó cuasi zz tercio de la totalidad, van dela Amé- rica septentrional á Cuba, durante las emigraciones invernales, siendo propias tan solo, del hemisferio boreal. 3* VEINTE Y SEIS especies, ó cerca de un quinto de la totalidad, se hallan á un mismo tiempo en ambas Américas y en Cuba. Sobre estas veínte y seis especies, quince son sedentarias y se hallan repartidas indiferentemente sobre zonas mas ó menos anchas, mientras que олсе pasan solo а dicha isla, en las grandes emigra- ciones del hemisferio de! norte al hemisferio del sur. 4^ Осно especies, ó mas de un dieziseís-avo, se han esparcido, por los hielos del polo norte, por los continentes americano y europeo, sobre cada uno de los cuales siguen las simples emigraciones invernales, de las regiones frias hacia las regiones calientes. 5° Cinco especies, ó un veintiseís-avo del número total, mas indiferentes aun á los cambios de temperatura, han pasado igualmente por el polo, del antiguo al nuevo Mundo, donde egecutan grandes viajes anuales de uno á otro hemisferio, pasando por la isla de Cuba. 6° En fin, VEINTE Y SIETE especies, ó cerca de un quinto del conjunto, son se- dentarias en Cuba y en las Antillas, su exclusiva pátria. Nos parece pues demostrado, como deberia esperarse, que la isla de Cuba, por su posicion geográfica, recibe de la America septentrional el mayor número de sus Aves, mientras que la América meridional no le envia mas que especies pro- pias de la zona tórrida, y todas las demas no pasan ni aun en sus emigraciones ó son especiales á las Antillas. INTROD. 18 AVES. Las proporciones específicas de las Aves, por familias y por órdenes, segun su origen, se hallan reasumidas comparativamente en el estado siguiente. NADADORAS TOTAL NOMBRES NOMBRES e E DE ес e la Amé- | la Amé- las |а Amér. | las dos | la isla de rica rica dos — [septentr. | Américas | Cuba || por | por DE LOS ORDENES. DE LAS FAMILIAS. meridio- | septen= | Amé- | ydela | ydela | ydelas| | РИТИ mal. |trional. | ricas. | Europa. | Europa, | Antillas, || 52—70: | familia. NUI › » 1 » » » 1 | ACCIPITRES ...... Falconid:e. 2 1 1 1 » 1 6 | 10 ! Strixidze » » » » 2 3 i » 1 » » » 1 6 » » » di 7 8 » » » » 8 8 » » » » 3. 5 » » » 4 9 » jl » » » T DISSERESG cet 2 » » » » 2 4 » » » 2 Т d 3 » » » 3 6 » » » » 1 1 » » » » » 1 1 » » » 1 2 1 » » » » 1 » » » » 1 1 2 » » » 3 6 SCANSORES. ч, : 2 Ч > k y | z Р I LR etd Crotophagide ......| 1 » » » » » 1 13 Psittacidz.......... 2 › » » » 1 3 Trogonidz. .. » » » » » 1 £j GALLINA ........ Columbidze.. . 1 1 1 » » 5 8 Tetraodidz . . eod beside d ad eee e | м Ardeidæ...... » 3 6 » 2 » 11 OS Phoenicopteridze. . » » 1 » » » 1 | TM PHSTORBS, - en Scolopacidxe. . . » 1 2 2 1 » 6 ( 98 Charadriadæ. . А | » 1 » 1 » » 2 Rallidz....... Js 1 2 1 di » 8 | (Colbie 1 » 1 » » » 2 х natidze 1 3 2 1 » » 7 КлтАтОВЕЗ...... Pelecanidz. NE ый: » 4 1 » » 5 19 | Sternidoe, КЕЛЕК » » 3 1 1 » 5 | 12 |ao [os | 8 [| 6 |27 [129 |129 Es fácil convencerse por lo que precede, de la poca uniformidad de composicion de la Ornitología cubana, segun las estaciones. En efecto, lo mismo que en Euro- pa, vemos llegar en el otoño, á las regiones templadas, todas las Aves de las partes heladas del polo, en el momento en que los Passeres emigran para buscar un clí- ma mas propio á su existencia. A la isla de Cuba, aunque colocada bajo la zona tórrida, van una multitud de especies que huyen tambien de las regiones septen- trionales; pero esta poblacion alada, enteramente efímera , solo permanece algunos INTRODUCCION. 19 meses, volviendo á partir desde los primeros dias de la primavera, para ir á ani- dar con sus penates, y no volver hasta el invierno siguiente. Así el verano, que en Francia, en España y en las otras partes de la Europa templada, conduce to- dos estos huespedes cantores, todos estos ligeros Pajarillos, á los bosques y vergeles que animan con sus trinos y gorgeos; el verano, decimos, es por el contrario en la isla de Cuba, la estacion mas triste, bajo este aspecto: porque los Mirlos de las enramadas, las numerosas Bijiritas cantoras, los Cabreros de brillantes colores, los chillones Bombitos, las Guaraibas nocturnas, los Carpinteros trepadores y hasta las Zancudas de rivera y los aquáticos Patos que antes alegraban los llanos, las montañas, los lagos y las espesuras, todas desaparecen entonces del pays mo- mentáneamente, como si el exceso del calor de esta temperatura ardiente, produ- jese sobre ellas un efecto análogo al del frio en otros clímas. Se diria que la natu- raleza ha alejado de aquellos parages todos estos séres vivaces, al momento mismo en que un cielo abrasado no permite al hombre gozar de la felicidad del campo, para volverselos cuando una frescura relativa viene á renovar la vida, estimulán- dole á admirar una vegetacion activa, conjunto imponente de las regiones tro- picales. Para completar nuestras observaciones sobre la Ornitología americana, vamos á dar aquí la sinonímia del nombre colectivo Aves en muchas lenguas del conti- nente meridional, tal cual la hemos recogido en nuestros viajes. ve ó pájaro se llama en patagon Cri, en puelche Снічсл, en araucano ÍseN, en mobocobi del gran Chaco, CaÑarni. En la provincia de Chiquitos, en el centro de la repúbli- ca de Bolivia, hemos hallado que Ave ó Pájaro se llama NuTUMAACA en chiquito, SUBUPENOATA en guarañoca, CHEVERU-NONEs en samucu, NAHUAHUOCHIO en otuké, CHEVUKENAP en poturero, Tsucure en morotoca. Ап en saraveca, Hume en kitemo- ca, Tamoma en cuciquia, Pise en paunaca, Arano en paiconeca , GUIRA en guarani, de cuya voz han derivado una infinidad de denominaciones conocidas en la cien- cia, como GUIRA-TINGA, GUIRA-CANTARA, TAYASU-GUIRA, etc. etc. En la provincia de Moxos, igualmente en el centro del continente meridional, se designa la voz Ave соп los nombres de Ім en chapacura, de Prnoxz en muchojeone, de ARANAN en baures, de ÜPrrwE en itonama, de Тітіро en cayuvava, de Uma en itenes, de IsA3MA en pacaguara, de Jow en movima, de NiwEro en canichana, de CAYUHUE en moxo. En la lengua de los Quichuas, hablada por los antiguos Incas, 1а voz correspondiente á Pájaro es NAUnAYwi, y en la lengua de los Aymazas de la pla- nície elevada de los Andes, Рнісно. 20 AVES. — INTRODUCCION. ADVERTENCIA. En ésta, como en las otras partes de la Historia natural tratadas en esta obra, nos hemos visto precisados á introducir muchas voces nuevas, y á adoptar otras ya usadas por los autores estran- geros. Las sigui fueron empleadas por el naturalista Azara, en la acepcion que se explica. © EXPLICACION DE VOCES USADAS EN LA DESCRIPCION DE LAS AVES. El а/а se considera como dividida por las coyunturas del codo y rádio en tres trozos, llamados interno, medio y externo. Remos (remiges), las plumas grandes del ala. Cobijas (tectrices), las demás del ala, si estan encima, y tapadas si debajo. Hileras ú órdenes de estas plumas, á lo largo paralelos á los remos, y los mas cercanos á éstos, ordenes mayores. Encuentro, la borda anterior del ala, ú orilla opuesta á los remos. Hijuela, una como pequeña alita sobrepuesta, que tienen las Aves en el metacarpo. Mastil, el varejon de las plumas, en cuyos costados nacen las barbas. Timoneles (vectrices), las plumas mas inmediatas а la cola, ya esten encima 6 debajo. . Calva, lo que del caballete del pico se introduce en la cabeza. Calzado, cuando por el contrario las plumas se avanzan por el pico. . Garganta, toda la longitud del esofago. Е Horqueta, la canal de Іа mandíbula inferior. Escapulario, el grupo de plumas que nacen de la raiz del ala, prolongándose а lo largo sobre los costados del lomo. Espalda, á lo intermedio de los dos grupos. Lomo y rabadilla, á lo que sigue. La longitad, desde la punta de la cola а la del pico, estando el pájaro bien estendido. La cola, desde el cocix а la punta de la pluma mas larga. Las ¿razas , desde la punta de una ala á la otra, estando ambas completamente tendidas. El pico, desde lo interior de la calva. — La altura y anchura, desde el plano perpendicular de la calva. La longitud de los dedos, incluye el metacarpo, no las uñas. PARTE DESCRIPTIVA. 1. AVES DE RAPIÑA. (ACCIPITRES, Linn., Cuv., etc.) CowsteraDA bajo el aspecto de la distribucion geográfica de las aves, la isla de Cuba ofrece el punto mas interesante para el naturalista observador, porque en su posicion entre el mar de las Antillas y el golfo mejicano, é igualmente separada por una vasta estension oceánica de la América del Norte y de 1а América del Sur, puede dar hospedage á los pájaros que por una parte lleguen del continente meridional por las islas de Barlovento , y del septentrional por las Lucayas. Intermedia, pues, entre estas dos inmensas regiones, su ornitología parece natural que participe de entrambas. De esta consideracion resulta la division sistemática de las 4ves de ra- piüa en cuatro series distintas : Primera, las que son originarias de la América meridional ; Segunda, las que llegan de la América septentrional; Tercera, las que habitan igualmente en ambos continentes; Cuarta, en fin, las que parecen ser oriundas de las Antillas, puesto que no se hallan en otros parajes. Aunque las especies de Aves de тарїйа de la isla de Cuba, sean poco numerosas, hallanse aun sin embargo que pertenecen á las cuatro categorías indicadas. Entre las que llegan á la Isla de la América meridonal esclusivamente, existen tres especies. La primera es el Porvponvs vulgaris, que habita en toda la América del Sur desde el estrecho de Magallanes hasta la línea equinoccial, y desde la orilla del mar, hasta cinco ó seis mil pies de altura sobre su nivel, así al este como al oeste de la cordillera de los Andes. Pudiera creerse que este animal, compañero constante del hombre americano, le ha seguido tambien en sus antiguas emigraciones al suelo de la isla de Cuba. La segunda especie, el Srrix furcata , se en- cuentra casi en el mismo caso; y si el Srrix perlata es una simple variedad, puede decirse, por consigui ‚ que ha ac ñado al hombre hasta las partes mas australes del continente. La tercera especie es el Rosrnawus sociabilis, que hasta el dia habia sido indicada como habitante de la América del Sur, en donde no desciende del grado 34° de latitud, viviendo en familias а los bordes de las marismas; viajero por escelencia, cuyas numerosas tropas sin duda pasaron hácia el norte, pero sin llegar al continente borcal. La isla de Cuba es la region mas al norte adonde estas tres especies se han fijado, especialmente las dos primeras que allí crian y se mul- tiplican , pues la tercera parece hallarse de paso. Dos son las especies originarias de la América septentrional, que al mismo tiempo se encuen- tran en la isla de Cuba y Santo Domingo como en el límite meridional de su pátria : el FArco columbarius, que se halla hácia el norte hasta la bahía de Hudson, donde anida en parte todos los años para seguir las bandadas numerosas de palomas y pa А ajaritos еп sus emigraciones de la 22 AVES. otoño. Permanece todo el ano еп los Estados Unidos, pero desciende mas al sur puesto que lo indicamos por primera vez en la isla de Cuba. La otra especie es el Creus cyaneus que no tan solo habita en toda la América septentrional, sinó que tambien se halla esparcido por toda la Europa y el Africa. Todos los climas parecen convenir á estas dos especies , puesto que indife- rentemente frecuentan las regiones frias, templadas y calientes. Sin embargo, es singular el ob- servar que ninguna de ellas pasa de las Antillas al continente meridional, deteniéndose en pa- rajes que, por su temperatura y por su aspecto, á lo menos en parte, en nada difieren de las de costa firme. La primera, ademas, parece hallarse como de paso en Cuba, pero la segunda está domiciliada y de consiguiente anida. Las 4ves de rapiña, que igualmente se hallan en ambas Américas y en Cuba, son tambien solo en número de dos. La primera, el CarnanrEs aura, debia necesariamente llegar á Cuba , porque es de todos los paises, tan comun en las regiones heladas del estrecho de Magallanes y de las montañas de los Andes, como en los llanos ardientes de la zona tórrida, adonde es con- ducida por el deseo de siguir á todas partes al hombre, como su parasito inseparable. La se- gunda especie, el Farco sparverius, es tambien un pájaro afecto al hombre, pues le sigue al centro de las ciudades como á la soledad de los desiertos, y habita indistintamente como el Aura los paises cálidos y frios. Ambas especies pues, se hallan domiciliadas en el suelo de la isla de Cuba, que no abandonan. Nos resta que hablar tan solo de las especies propias de Cuba, que no fueron aun menciona- das como de esta localidad. El Nisus fringilloides de Vigors, es una de ellas, puesto que nadie ha indicado que se hallase en el continente vecino. Lo mismo decimos del Оток siguapa y del Nocrvs sejù. nob. que aunque vecinas de varias especies que pertenecen al continente meridio- nal, no parece que hayan sido vistas. En resumen, ¿no es curioso el ver dos de estas especies venir del norte y detenerse en Cuba, mientras que las otras tres viniendo del sur hacen otro tanto? Tal circustancia hace de esta Isla como el punto de contacto de dos zoologías , distintas por decirlo así, que se detienen en las Antillas sin pasar al continente opuesto al de donde proceden. No ménos interesante nos parece el reconocer que, de diez Aves de rapiña de la isla de Cuba, cuatro son del número de las que viven, sea á expensas del hombre en sus emigraciones, sea entorno suyo en la vida social. Pero lo que importa aun mas hacer observar, es que de todos los pájaros que siguen al hombre en sus viajes, tales como el Porvnonvs vulgaris, el Слтпактеѕ aura! y hasta los Srrix, son mas bien de la América meridional que de la septentrional. Hecho perfectamente de acuerdo con la certeza adquirida que los Caribes llegaron del continente del sur; y dudamos mucho que sin estas grandes emigraciones, el Caracara hubiese llegado á las Antillas antes que los Espa- holes. Las proporciones específicas de las aves de las cuatro series indicadas que habitan la isla de Cuba, son como sigue : Aves de гарїйа propias de la América meridional 3 especies. 14. de la América septentrional... Lo que parece probar que el Aura es originaria de la que sobre el primero recorre hácia el sur mas de lo que se América meridional mas bien que del continente boreal, es estiende hácia el norte en la América septentrional. AVES. 23 VULTURIDE. — (Vigors.) 1. CATHARTES, AURA. AURA TIÑOSA. Urubu Brasiliensibus, Mavegrawe, Hist. nat. Brasile, part. ЇЇ, p. 207. —Vul- tur Tota, Molina, Chili, p. 245 '. — Carrion crow., Sloane, Jam. ЇЇ, p. 294, t. 254. — Le Vautour du Brésil, Briss., L, p. 468. — Turkey buzzard, Cates- by, I, р. 6. — American Vulture, Shaw., Gen. Zool., NM, p. 36. — Vultur aura, Linn., Syst. nat., ed. 10, t. Т, p. 86, по 4. Idem, Orn., p. 4, n° 8. — Ibid., Lath., Gen. Syn., І, p. 9. Ibid., Vieill., 4m. sept., t. L, p. 2'— Turkey vulture or Turkey busard, Wils., Sup., p. 262, pl. 75, fig. 1. — Cathartista aura, Vieill., Galler., pl. А. — Cathartes aura, Princ. Max. Beitrage, L., t. 1, p. 64. — Cathartes aura, D'Orbig., Voy. dans РАтёг. mér., p. 58, pl. 1, fig. n. — Fribú acabiray, Az., Apuntam. de los Páxaros, p. 24, n° З. Cathartes /ofo nigro-brunneo, trunco remigium nigro; capite collo nudis, purpu reis; rostro roseo; cauda elongata, gradata; tarsis sub-roseís. Dimensiones. Largo total de la estremidad del pico а la de la cola 2 pies, 8 pulg. (0,742 mill.) Brazas, 6 pies, 1 pulg. (1 metro, 694 mill.) El Aura es enteramente negra; las tectrices? de los remos, ribeteadas de pardo; las remiges negras con reflejos, sus mastiles blancos; partes inferiores del cuerpo negras; lo de debajo de las alas gris. Cabeza desnuda, de un rojo mas ó ménos matizado de violeta, arrugada detrás del cuello y sobre el occiput ; pico rosado, amarillento en la base; ojo rojo de carmin, con un cerco azul al rededor de la pupila; pies rosados. Esta especie ha estado confundida mucho tiempo con el Carnanres arubú. Se distingue de ella por su cola en gradas, por el espesor mayor de su pico, por la forma de sus alas que pro- ducen un vuelo del todo diferente, y parecido al de las águilas. El 4ura habita bajo todas las latitudes de la América, desde la zona tórrida hasta las re- giones heladas del polo sur, y en los paises de montañas se la ve elevarse de las costas ar- dientes del Océano ecuatorial, hasta dos mil toesas de altura sobre su nivel, cerca ya de las cimas nevadas de los Andes. Hállase igualmente esparcida sobre todo el territorio de la América meridional, desde el estrecho de Magallanes hasta Colombia, y se la encuentra tam- * Esta epecie, referida al Urubú por los autores de la Amé- ? Usarémos indistintamente de las voces remos, timoneles, rica del Norte, se halla descrita por Molina como teniendo la cobijas y tapadas, adoptadas por Azara, y de los derivados del cabeza roja (p. 246). De consiguiente no puede ser el Urubú , latin rémiges réctrices y léctrices. sinó el Aura. 24 AVES. bien en las Antillas y en una gran porcion de la América septentrional. Sobre toda esta vasta superficie del Nuevo mundo, se la ve diseminada por pequeñas familias sedentarias en los parajes donde se han fijado. No es raro el recorrer algunos grados al sur de la línea, sin verla, y hallarla despues sobre grandes estensiones de terreno. No deja de ser singular, que el Urubú mucho mas comun que el Aura sobre el continente en ambas Américas, no se haya atrevido á atravesar los mares para ir á habitar en las islas, cuando por el contrario la especie que nos ocupa parece hallarse igualmente distribuida sobre la tierra firme y sobre las islas. Encuéntrase efectivamente en las Malvinas y en casi todas las Antillas, mientras que el Uraubit permanece en el continente. El Aura es ménos sociable que el Vrabú , no obstante se la ve en los campos, y en los al- rededores de las haciendas, de los pueblos y de las ciudades. Las inmediaciones de la Habana y sus barrios estramuros presentan un gran nümero, en ciertas estaciones del айо y cuando se aproxima una tronada. А veces duerme sobre las rocas, pero mas comunmente vuela al campo al acercarse la noche, escoje un árbol aislado y allí se establece con sus compañeras sobre las ramas bajas , formando por su reunion numerosa, lo que en Cuba se llama un 4urero. En el Perú no recelan de dormir sobre las casas de los pueblos, ó en los puertos sobre las vergas de los buques pequeños. Son mui madrugadoras : desde el amanecer comienzan а recorrer, con un vuelo magestuoso, todas las cercanías del lugar donde se han establecido; ciérnense á la manera de los gavilanes para buscar su pasto, sin agitar en apariencia las alas, pues apenas se nota en ellas una ligera oscilacion. En este ejercicio el 4ura tiene los seis remos exteriores separados unos de otros, y así permanece horas enteras, describiendo con comodidad círculos aproxima- dos al suelo como si quisiera reposar. Cuando ha terminado su inspeccion 6 que se halla repleta, va а acomodarse cerca de las habitaciones, sobre las cercas ó árboles vecinos; mas pronto vuelve á emprender el vuelo. Su vista penetrante le permite distinguir de lejos los animales muertos б las inmundicias de los lugares habitados, y desde el momento que percibe su pasto, se lanza sobre él. A poco rato, sus compañeras vienen á asociarse al banquete, y en corto tiempo esta tropa inmensa y voraz, despedaza y consume el cadaver de un caballo, de una mula ó de cualquier otro animal, hasta no dejar mas que los huesos limpios é ino- doros, por la desaparicion de todas las sustancias líquidas y blandas, destruyendo de con- siguiente todo foco de infeccion desagradable. Tal es el servicio que estos animales hacen á los pueblos, á las haciendas y á las habitaciones aisladas, y por el cual obtienen el respeto de los moradores. En el Perá se halla establecida la pena de una multa de cincuenta pe- sos contra el que mata un gallinazo, bajo cuyo nombre es conocido allí nuestro pájaro, у en Cuba es maldecido el que destruye un tan útil agente de la policía sanitaria del pais. Ademas, por el olor desagradable que su carne exala y por el género de vida repugnante que hacen, nadie se acerca 4 estos animales, dejándolos de consiguiente vivir tranquilos , sin inquietarlos de modo alguno. Se hizo á veces la esperiencia de matar un Aura, para saber si las otras vendrian á co- merla, como hacen constantemente con cualquier ave de otra especie : pero se ha visto lo contrario, pues no tan solo ninguna se ha acercado al cadaver, sinó que desaparecieron todas por largo tiempo. El Aura empieza á unirse hácia el mes de septiembre à octubre; entonces busca con mas particularidad la cercanía de los bosques, y construye á veces enmedio de un matorral un nido compuesto de ramas secas. Los indios del Paraguay aseguran que el macho tapa la en- trada del matorral, mientras que la hembra empolla. Frecuentemente ésta se contenta con poner enmedio de los matorrales secos, sobre la tierra ó entre las piedras, dos huevos ob- longos, puntiagudos en su estremidad. y de 43 lineas de largo sobre 29 de diámetro; estos huevos son de un blanco azulado, bellamente marcados de largas manchas pardo -rojizo mas ó ménos obscuro, mui distantes unas de otras, mas aproximadas del estremo grueso que no del otro, y toda la superficie está cubierta de manchas, poco sensibles de un bello color violeta. Mientras durala incubacion, el macho y la hembra empollan alternativamente y se alejan poco del nido. Los polluelos nacen cubiertos de un рео blanco, y se mantienen AVES. 25 cerca de un mes sin salir del nido, despues de lo cual siguen а sus padres aun algun Петро antes de atreverse á volar solos. Estos pájaros son susceptibles de domesticarse facilmente; hemos visto varios en la pro- vincia de Corrientes (República Argentina); mas siendo comunmente despreciados por los ha- bitantes, pocos son los que se toman el trabajo de criarlos. Pero aun en estado de domesti- cidad, el аға es mas salvaje que el Urubú. En nuestro viaje á la América meridional, hemos tenido oportunidad de reunir una es- tensa sinonimia del nombre Aura en las diversas lenguas americanas y entre los Españoles. Así hemos podido reconocer, que los naturales, observando mejor que los historiadores , distinguieron siempre el Aura del Urabú por medio de un nombre diverso. Copiarémos de la relacion de nuestro viaje! esta sinonimia, por creerla útil al objeto de esta obra. Los Patagones ó Tehuelches, los Puelches y los Aucas ó Araucanos la llaman TEBELTEBEL}; los últimos, segun Molina?, la denominan tambien Самх y Jore. La nacion Guarani, que ha con- sagrado como genérico el nombre de luu, da á esta especie el de Ininu ACAPIRAL, que significa cabeza pelada por la tiña, ó solamente acarinar (//205a) , á causa de su cabeza roja”. Los Gua- rayos que habitan el interior de la Bolivia, bajo el grado 16 de latitud sur, la llaman en su guarani corrompido, (киви pegué. Entre las naciones del Gran Chaco, hemos encontrado una gran variedad de nombres; por ejemplo , la nacion Meocobis , bajo el grado 31 denomina el Aura, Orc; los Tobas del grado 27 Nparersa. Si penetramos en la inmensa provincia de los Chiquitos , al este de la república de Bolivia (centro de la América meridional ) hallamos que éstos la llaman Oxrpcnonorzs; los Guarañocas, Suñarño ; los Samacus Soxaaño, ambos nombres evidentemente derivados corrompidos de uno mismo. Los Otukes, del este de los Chiquitos, la denominan Снокетохе EMESERA; los Sarabecas del centro de la provincia, Martrruure; las naciones del nordeste , como la Quitemoca , Сивто ; la Cucikia, Maxuxaxiou; la Paunaca, Ївтснкл ; la Pai- coneca, Isovr. En medio de los inmensos llanos de la provincia de los Moxos, hallamos aun el Aura con un nombre propio en todas las naciones. Por ejemplo los Muchojeones y los Bau- res del nordeste de la provincia, la conocen bajo el nombre de Ipocmere; los Itonamas del centro norte, bajo el de Oocur; los Cayuvavas del noroeste, Юлккквлро; los Itenes del centro norte, Cuakrvr; los Pacaguaras de las márgenes del rio de Mordenes, Слхлрогсо ; los Movimas del centro oeste, Tarararo; los Canichanas del centro, №кетѕо; y los Moxos del sur, Osoro. Los Españoles de Corrientes confunden el Aura con el Urabi bajo la denominacion de Curnvo, sin duda á causa de su color, ó bien le llaman Cabeza pelada: en el Perú la llaman Gart- nazo y en Chile Jore. El nombre de Zura es procedente de las naciones indias de la Guayana, y ha pasado á la isla de Cuba donde le agregan el adjetivo 4Zosa. * Voyage dans P Amérique méridionale, par M. D'Orbigny, ? Es curioso hallar, en el nombre español Aura tiñosa de OisEAUX, p. 41. los Cubanos, el mismo pensamiento que entre los Guaranis. * Essai sur P Histoire naturelle du Chili, p. 945. 26 AVES. FALCONIDE/E. Nob. (HALCONIDES.) CARACARIDEJE. Nob. (CARACARIDES.) 2. POLYBORUS VULGARIS. CARAIRA. Caracara Brasiliensibus, Marcgrave, Hist. nat. Brasile, lib. VW, p. 211.— Falco Brasiliensis, Linn., Gmel. , Syst. nat., ed. 13, p. 262, n? 64- — Lath., Gen. Hist., Y, p. 274, n° 218. — Princ. Max. Beitrage, t. Ш, p. 190.—JMi/eus Brasi- liensis, Ray, Syn. met. ae. p. 17. — Polyborus vulgaris, Vieill., Galler., pl. 1. — D'Orbig. Voy. dans ЁАтёг. mér., t. YV,p. 55. — Polyborus Caracara, Spix. Ar., t. II. — Po/yborus Brasiliensis, Vigors, Zool. Journ. , 1827, t. Ш, p. 434. — Carácará, Azara, Apuntamientos para la Hist. nat. de los Pájaros del Pa- raguay, t. I, p. 42, n° 4.— Brasilian kite, Culled, Caracara; Willughby, Orn., p. 15, f. 9. — Falco cheriway, Jac., Linn., Gmel, Daud., Lichtenstein, по 627, 628. — Vultur cheriway, Lath. — Falco tharus, Molina, Chili, p. 245; Buff., Sonnini, Oiseaux, t. П, p. 71. Polyborus adultus. Pileo nigro-brunneo , genis nudis rubris; guttura albicante ; pectore dorsoque-nigro et squalido-albo transeerse lineatis; ventre et hypo- chondrio nigricantibus ; cauda albida, griseo-radiata, extrema nigra; remi- gium basi albo variata. Junior. Pectore abdomine que fuscis sordide albo stratis. Dimensiones. Largo total 24 pulgadas (0,556 millim.); brazas 4 pies, 10 pulgadas (1,345 millim.) Adultos. Parte superior de la cabeza negra, susceptible de alzarse como moño; espacio entre el pico, el ojo y las mejillas, desnudo, de bello color rojo; ojos amarillos; pico azulado; pies amarillo obscuro; garganta y costados del cuello casi blancos; parte superior listada trasversal- mente de pardo y de blanco; parte delantera del cuello y del pecho, listada igualmente al través de los mismos colores ; pardo-oscuro al estremo de la cola y sobre las cobijas superiores; los remos blanquecinos listados y punteados de pardo y terminados en negruzco. Jóvenes. Matices mas pálidos : las líneas trasversales del pecho estan remplazadas por plumas АҮЕ$. 27 pardas ; enmedio de cada una de éstas, corre á lo largo una mancha blancuzca; cola mas larga; matices de las partes desnudas mas pálidos. El Carácará es el pájaro mas comun de la familia de los Halconides, existentes sobre el con- tinente de la América meridional, y hasta podemos asegurar que en dicha parte del mundo esta sola especie es tan abundante como todas las otras juntas. La hemos hallado en todas las regio- nes frias, templadas y calientes de la América del Sur, sobre las mas altas montañas lo mismo que en las mas bajas planicies. Vímosla, sucesivamente en efecto, sobre las colinas de la banda oriental del Rio de la Plata, enmedio de las Pampas de Buenos Ayres y de las cienagas de la frontera del Paraguay; en las costas áridas de la Patagonia que se continuan hasta el estrecho de Magallanes, en todas las partes montañosas y agrestes de Chile; en los desiertos de la costa del Perú, sobre las montañas de segundo órden de la Bolivia, lo mismo que en el centro de la América. Es igualmente comun en todo el Brasil, en la Guayana, en la Colombia y fué hallado en Méjico por M. Bullock т. Finalmeute, parece que ha seguido al hombre en sus antiguas emi- graciones hasta las Antillas, al mismo tiempo tal vez que los Caribes, y se encuentra en límites mas septentrionales hasta en la isla de Cuba. Sobre los Andes no se eleva nunca á 4000 metros (4790 varas) sobre el nivel del mar, y jamás la hemos hallado en los bosques cálidos y húme- dos, enmedio de los cuales no existen llanos. A veces vive sobre las márgenes de los rios que los atraviesan, si estas orillas fueron ya habitadas por el hombre salvaje : porque el Carácará sigue á nuestra especie, sea en el estado de civilizacion de las ciudades, sea en la sencillez de la vida pastoral enmedio de los llanos : la sigue, cuando constituida en hordas devastadoras re- corre las inmensas pampas del Sur, ó cuando se fija y establece para cultivar el fértil suelo de las regiones calientes. De la misma manera que el Aura, el Carácará no encontraria alimento suficiente si no se uniese á los habitantes, de cuya abundancia б privacion participa alternativa- mente, sufriendo como ellos el hambre, sin quejarse, ó devorando en un solo dia las provisiones de quince. Sóbrio y voráz á la vez, sabeacostumbrarseá todo, sin abandonar jamás al hombre, que а pesar suyo llega á ser el protector de este animal, pero con mayor frecuencia su perseguidor voluntario. Así es que el Carácará no tiene lugar alguno de predileccion, como el perro entre los cuadrúpedos y la gallina entre las aves; acompaña al hombre en todos los parajes que ha- bita, sin hacerle el menor servicio : es como su parasito forzado, viviendo á espensas del mismo á quien teme , porque este no cesa de perseguirle. ы Este pájaro vive en parejas; duerme desde la caida del sol sobre las ramas inferiores de los ár- boles aislados y muertos. Frecuentemente, en las llanuras deprovistas de bosques, vuela una distancia de mas de diez leguas, para encontrar de noche donde pararse. Despierta al amanecer, y desde que aparecen los primeros rayos solares, abandona su posada, y á gran vuelo se dirije hácia los parajes habitados, cerca de las fincas ó la inmediacion de los pueblos, mirando cuida- dosamente durante el viaje, por si encuentra algun animal muerto. Se posa sobre los techos de las casas y sobre las cercas, y baja á tierra 4 disputar á los perros los huesos desechados, recor- riendo con paso lento las cercanías y registrando los restos animales de los cuales aprovecha hasta las últimas piltrafas. Cuando el pasto es abundante, como en la América meridional, se agrega á las otras especies de Carácarás у á los Cathartes; pero en Cuba no halla mas compañe- ros que las Auras tiñosas, única ave de rapiña que allí se alimenta de carnes muertas. En- tónces empiezan sus interminables contiendas, porque estas reuniones de Carácarás son carnales y en manera alguna producidas por un espíritu de sociabilidad; al contrario, un egoismo absoluto domina en tales banquetes, donde cada comensal se ocupa esclusivamente de sí. Las parejas no se reconocen sino cuando llega el momento de volver al lugar donde deben pa- sar la noche. Por lo comun se hallan centenares de estos pájaros en las cercanías de los parajes donde sesala la carne, y se dispersan despues que el motivo de la reunion ha terminado, volando á buscar fortuna en otra parte. Son tan familiares, que ni vuelan ni apenas se apartan cuando se pasa cerca de ellos, contentándose solamente con caminar algunos pasos. Son en extremo ' Vigors, Zool. Journ., 1827, t. Ш, p. 434. 28 AVES. pendencieros, lo mismo entre sí que con las demas aves de rapiña. Su encarnizamiento Mega al extremo de remplazar los estercolarios con respecto á las gaviotas que abundan en invierno en las inmediaciones de los saladeros de Buenos Ayres, obligándolas á vomitar los alimentos que han comido, para devorarlos à su vez. Los Carácárás, orgullosos por la especie de despotismo que ejercen sobre todo ser alàdo, caminan lentamente, con cierta magestad, la cabeza recta, el cuerpo horizontal, mirando con altivez todo cuanto los rodea. Cuando tienen miedo, alzan tan solo las plumas del colodrillo y en este reposo, su aptitud es estúpida, la cabeza metida entre las espaldas y las alas caidas. Su vuelo es horizontal, rápido y nunca se ciernen como los buhos. ; De la misma manera que las demas aves de rapiña , el Carácará tiene la vista sumamente pe- netrante. Emplea dos gritos diversos : uno, que dejan oir cuando persiguen á los otros pá- jaros, no es mas que la expresion del furor; pero durante el reposo dan otro que suena Cará- cará, de dondele ha venido el nombre con que le conocen muchos pueblos americanos. Por lo comun este grito es un canto de amor, pueslo dá en la estacion propicia para él, mas bien que en las otras, y esto cuando está posado en tierra, alzando la cabeza hasta tocar con ella el lomo, y repitiéndole con frecuencia. Entónces todos los demas individuos de su espe- cie, que se hallan por los contornos, repiten como а porfía el mismo canto, formándo así un concierto de sonidos agudos y penetrantes, que da un carácter particular á aquellas vastas soledades. El Carácará, aunque es esencialmente omnívoro, se alimenta tambien de sustancias animales vivas ó corrompidas. Caza los ratones, los reptiles y tambien los pajarillos, y hasta penetra en los patios delas habitaciones, sin temor á los vecinos, para devorarlos polluelos, arrebatándolos á veces debajo del ala protectora de la madre. Caza tambien los insectos y los caracoles, cuando otros recursos le faltan; pero su alimento predilecto, y el que con mayor abundancia y fa dad se le proporciona, son los animales muertos en el campo, que disputa á las Auras y á los Urubús, y los restos de otros que encuentra en las cercanías de las habitaciones. Sin que el cazador se aperciba, el Carácará le sigue, para robarle la caza si un momento se descuida des- pues de haber tirado. Cuando el pájaro no está mas que herido, nuestra ave le persigue, hasta hacerle su presa; pero cobarde ladron, que persigue á los individuos indefensos, no es osado jamás para atacar al mas pequeño de los pajarillos sanos; al paso que éstos, por el contrario le persiguen en los campos y le obligan á alejarse, como á los mochuelos de Europa. Tambien es una especie de azote para los pastores, que cuando no están atentos, en cuanto una oveja pare, el Carácará se lanza á desgarrar el cordon umbilical del corderillo, que pronto seria tambien despedazado, si el perro, fiel defensa del pastor americano , no tuviese un cuidado extremo en ahuyentar una ave tan voráz. Créese el viajero solo, en aquellos vastos espacios, mas no es así; huéspedes importunos y ocultos le acompañan, que se dejan ver en las cercanías en cuanto detiene su marcha, acercándose, observando y esperando desde los árboles vecinos, por los restos de su comida. En cuanto se han satisfecho y que el viajero se ha dormido, los Ca- rácarás desaparecen, mas solo hasta el dia siguiente; esta desaparicion es aparente, puesto que le siguen, de un modo invisible, sin abandonarle nunca, y dejándose ver cuando llega el momento de la comida. Así es como las expediciones militares son seguidas de miles de Carácarás, lo cual puede tambien explicar el paso ó emigracion de estas aves á las Antillas, en seguimiento de los caribes del continente. El no encontrarse tan esparcidas en la América septentrional como en la del sur, procede de que antes de la conquista no existia comunicacion alguna en- tre los pueblos que habitaban aquellas regiones; siendo cierto que el Carácará pasó á Méjico hace poco tiempo, pues los antiguos escritores no le mencionan. Sus hábitos viajeros le con- ducirán pronto á los Estados Unidos, donde se multiplicará probablemente tanto como en la América meridional. El Carácará, animal semi-doméstico, se distingue por varias costumbres que no seencuentran entre las aves domésticas. Aunque tenga una época determinada para formar su nido, se junta con la hembra en todas las estaciones del año, соза que no hacen los demas pájaros salvajes. Construye su nido en agosto y septiembre; le situa sobre los árboles espesos, ó enmedio de AVES. 29 las cercas vivas, formándole en lo exterior con ramas, y entapizándole interiormente con crí- nes. Pone dos huevos de color rojo violado, cubiertos de manchas mas obscuras y del mismo color, mas aproximadas hácia la extremidad mas gruesa. Estos huevos tienen 3 pulgadas y media (0,074 millim.) y cerca de 2 (0,046 millim.) en el sentido de sus diámetros, con las extremidades apenas puntiagudas y poco diversas entre sí. Los polluelos nacen con un largo plumon blancuzco. Interin se hallan en el nido son cuidados por sus padres del modo mas esmerado; pero se hacen extraños mútuamente, desde que pueden volar y prescindir de éstos. En los primeros meses de su existencia, tienen una voracidad extraordinaria, que los hace caer facil- mente en todas las redes que se les tienden. El nombre Carácará pertenece á la lengua Guarani, y se encuentra en los dialectos de todas las tribus de esta nacion. Tal vez el nombre de Caraiza usado en la isla de Cuba, resulta de la corrupcion de aquel : pero como ambos son imitativos del canto amoroso del pájaro, es tanto mas inútil el buscar otras etimologías, cuanto que hallaremos orígenes semejantes en muchas lenguas indígenas de la América meridional! como podrá verse en la sinonimia siguiente : por ejemplo el Chuctara de los Chapacuras del sur este de la provincia de los Moxos (Bolivia), el Cata- vora de los Baures sus vecinos; el Chara de los Cayuvava del norte oeste y dela misma provincia; el Palapala de los Tenes; el Tayra de los Paraguaras, del norte del pais; el Zaruba de los Movimas, y el Z/uaya de los Moxos. En los Chiquitos confirmarémos igualmente la analogía del canto del Carácará con los nombres que le dieron las diversas naciones de esta provincia así como en el Kira-Kira de los Morotocas, y en el 4cachacacha de los Saravecas. En cuanto á las otras denominaciones, parece indudable que tienen otro orígen; tales son el Kejru entre los Patagones, el Chamcham entre Puelches, y el Trarú б Tarú entre los Aucas de las Pampas; el Triartatc entre los Mbocobis, y el 4nearade de los Tobas del gran Chaco; el Vutuich de los Chiquitos, el 4lor de los Samucus, el 4ravo de los Otukes, el Tipan de los Kitemocas , el JVacoge de los Kucikia, el Silla de los Paunacas, y en fin el Ke/seco de los Paiconecas en la provincia de lós Chiquitos; el Catavo de los Muchojeones, el Catavora de los Baures, el Uhueke de los Ittonamas, y el Veachararú de los Canichanas, en la provincia de los Moxos; el Ajukas de los Matacos. Los Españoles del Rio de la Plata le conocen bajo el nombre de Carancho (pelado) que pa- rece derivado de la lengua de los Incas; los Chilenos bajo el de 7а ‚ y los de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, bajo el de Zur. ' En este artículo como en el precedente, hemos reproducido nuestras observaciones personales. (D'Orbigny, Voyage dans V Amérique méridionale, Oiseaux, p. 59.) 30 AVES. AQUILEIDEJE. Nob. (4QUILEIDES.) 3. ROSTRAMUS SOCIABILIS. GUINCHO. Gavilan, de estero, sociable, Azara, Apuntamientos de los Pájaros, t. Y, p. 84, по xvi.— Herpetotheres sociabilis, Vieillot, Encycl. t. WI, p. 1248.— Falco ha- matus, Шівег ; Princ. Max. , t. Ш, р. 182, no xxi.—Gymendrs leucopy gus, Spix., pl. 2.— Cymendis bec en hamegon, 'Vem., pl. col., 61 (adulto). 231 (el jóven). — Rostramus niger, Lesson, Traité, p. 56. — Rostramus sociabilis, D'Or- bigny el Lafresn., Syn. mag. de Zool., 1837, p. 3. — Rostramus sociabilis, D'Orbigny. Foy. dans FAm. mérid. : Oiseaux, p. 73. Rostramus (mas) nigricans, abdomine et cauda brunescentibus; crisso el cauda ad bassin albis; rostro nigro; pedibus auranliis. (Jun.) capite fusco et albido vario; corpore supra fusco; subtus sordide albido. Longitud total, 1 pie y medio (0,417 milim.) : de la cola 7 pulg. 7 líneas (0,175 mullim.). El macho, completamente adulto, es negro, con la base de la cola y las sus-tectrices inferiores de color blanco; pico negro en su base, amarillo rosado claro sobre la cera; ojos de rojo carmin *. La hembra: Color moreno uniforme por encima, con algunas manchas pardo rojizas sobre la ca- beza y los remos; garganta amarillenta, listada de negruzco; todas las partes inferiores, morenas, chorreadas de pardo rojizo obscuro; remos negros, ribeteados interiormente y terminados de un color mas pálido; su base inferior marcada con anchas fajas irregulares, amarillentas. Muslos casi pardo rojizos; cola negra, con la extremidad blanca; este color cubre tambien la base de las rectri- ces y de las cobijas inferiores. El jóven : Cabeza pardo rojiza; cada pluma ribeteada de color blancuzco y marcada con una man- cha longitudinal negra; garganta blanca, listada de negro; cuello blancuzco; vientre pardo rojizo con dos manchas negras sobre cada pluma; bajo-vientre blanco; lomo moreno; alas negras; cola negra, y blanca en su base. Ningun autor habia indicado esta especie como propia de las Antillas. El pais mas al norte * M. de la Fresnaye, á quien expusimos nuestras dudas де rapiña, сото lo dice del Busard montaga y del Сумемр1ѕ sobre la identidad del Faxco hamatus, Tem. y el CymENDIS uncinatus, en una Memoria mui interesante inserta en el Mag. Гепсорусиѕ de Spix., opina que el de color completamente de Zool., 1836, pl. 20, 21. — Esta variedad de librea negra negro, excepto la base de la cola blanca, no es una librea de se halla en Cuba así como en las márgenes de las Amazonas. sexo, sinó una variedad accidental y particular de ciertas aves AVES. 31 que se le habia designado, ега la Guayana, lo que es tanto mas digno de mencionarse cuanto que este pájaro esencialmente viajero, se traslada en sus emigraciones anuales, hasta las islas lejanas del continente meridional, donde parece confinado. Hácia el sur, habita regiones mui remotas, pues le hemos visto en Corrientes, frontera del Paraguay, hasta en la desembocadura del Rio de la Plata, cerca de Buenos Ayres, y parece ser comun sobre todo el territorio del Bra- sil. De consiguiente tendrá por pátria no solo la region equinocial, sinó tambien la templada hácia el mediodia en la Repüblica Argentina, el Paraguay, el Brasil, las fronteras orientales del Peru y de la Bolivia, lo mismo que la Guayana ; pero jamás pasa al oeste de los Andes ni se aproxima á sus últimos contrafuertes. Permanece siempre en las llanuras de bosques á trechos inundados, en torno de los lagos y de las marismas; en fin, en las aguas estancadas rodeadas de matorrales ó de árboles que pueden servirles de abrigo. Difiere esta especie de todas las aves de rapiña que mütuamente se huyen sin juntarse mas que en el momento de los amores. Viajan siempre en tropas, compuestas algunas veces de mas de treinta individuos que se posan sobre los matorrales y tan próximos los unos de los otros como si fueran estorninos. Allí en sociedad agreste, inmóviles y silenciosos los unos, gritando y volando en torno de las aguas los otros, para perci- birlos peces de las lagunas, vuelven de nuevo á posarse para volar en seguida y repetir en otro pa- raje la misma escena que constituye su existencia. Por lo comun , permanecen un dia entero en el mismo sitio, y no lo abandonan mientras no son perseguidos. Sin embargo, son ménos tími- dos que las otras aves de rapiña, aunque entre sus tropas se encuentran siempre algunas centi- nelas para advertir del peligro. Esta especie y el Іспма p/umbea de Viellot son las únicas de presa que ofrecen el instinto de sociedad, que por lo comun es opuesto al modo de vivir de los animales carniceros, á quienes caracteriza por el contrario un egoismo extremado. Aliméntanse principalmente de pescado y de reptiles, y el largo desmesurado de sus uñas y de su pico, es sumamente á propósito para el género de vida que hacen, puesto que, por medio de estas ar- mas pueden sujetar un pescado no obstante la viscosidad que le baña. Cuando vuelan, al mo- mento que ven un pez se lanzan sobre él con una prontitud asombrosa, le arrebatan y tras- portan á un paraje mas seco, donde le despedazan y devoran, volviendo luego á la sociedad de la tropa para hacer su tranquila digestion, hasta el momento que todos, de comun acuerdo, toman el vuelo para otra parte. Hállanse siempre en sitios los mas desiertos, pero de paso, en todos cuantos hemos tenido oportunidad de observarlos. Su llegada y su partida dependen de las inundaci ó deld iento de las lagunas y cienagas, pero ignoramos completamente adonde van á hacer su nidada en la estacion de los amores. Su vuelo es ligero y fácil, pero constantemente bajo, mui semejante al de las Carairas. Por el contrario, cuando emigran, vuelan mui alto y en línea recta. 4. NISUS FRINGILLOIDES. Accipiter fringilloides, Vigors, Ornith.de Cuba. Zool Journ., 1827, t. VE, p. 434. Nisus suprá cinereo griseus, sublus albus brunescenti, fusco graciliter fascia- tus, reciricibus fasciis quinque saturale fuscis. Longitud del cuerpo, 12 pulg. 3 lin. (284 millim.); del pico, 7 lin. (0,014 millón.) ; cola, 6 pulg. 1/ (0,150 millim.); tarsos, 3 pulg. (0,069 millim.). Plumas de la frente, parduzcas, estriadas de amarillorojizo; colodrillo y nuca ligeramente marca- dos de azul: garganta y mejillas estriadas de amarillo pardo. Pecho y vientre blancos, rayados de ama- rillo pardo; muslos y cobijas inferiores de la cola, blancas. Remiges pardo ceniciento ; las primeras 32 AVES. tienen la base de las barbas internas y las secundarias sobre toda su longitud una bordadura blanca con siete lunares amarillo pardo mas pálidos por debajo. Rectrices , pálidas en su extremidad ; las intermedias provistas de cinco fajas amarillas sin marca alguna en las barbas exteriores de las dos externas;las tres internas marcadas de tres fajas y de cuatro manchas, figurando dos fajas interrumpidas, blancuzcas por debajo y marcadas de leonado por encima. Las tectrices en su extremidad superior ligeramente marcadas de pardo. Pico y uñas negras; pies amarillos. i Tal es la descripcion que hace M. Vigors de este pájaro, enviado con otros varios de la Habana por M. Macley : descripcion que traducimos simplemente, por no poseer ningun individuo de di- cha especie. M. Vigors dice, que no la puede referir á ninguna de las descripciones de los auto- res; sin embargo no asegura que deje de ser una variedad de sexo ó de edad de alguna de las especies mencionadas por Latham. El Farco minutus, dice, es el único que se le parece mucho ; pero como este fué hallado en Malta y no se encuentra descrito en la obra sobre los pájaros de Europa, de M. Temminck, termina por indicar que pudiera ser una variedad del Gavilan comun y no una especie diversa. 5. CIRCUS CYANEUS. GAVILAN. (Macho viejo.) Falco cyaneus, Mont., Trans of the Linn. Loc., t. IX, p. 182 (de Europa). — Falco bohemicus, Gmel., Syst. nat., sp. 107; Ind., sp. 93 (de Europa). — Falco albicans, ibid., sp. 102; Briss., Orn., t. I, p. 107, sp. 8 (de Europa). — Falco albemella, Stor. Deg. ucc., t. ЇЇ p. 35 (de Europa).— Falco cyaneus, Lath., Ind. Orn., s. 94 (de Europa).— Fa/co cinereus, Vt. Posig., p. 21 (de Eu- ropa). — Falco albicollis, Lath., Ind., sp. 81 (de América). — L'oiseau Saint- Martin, Buff., Ois., t. Т, p, 212, enl. 459. (Macho jóven.) Falco cyaneus, Gmel., Syst. nat. Ї, sp. 10. — Falco europhigistus, Daud., Orn., П, p. 110; Lath., Ind., t. 1, sp. 94. — Falco griseus, Gmel., 275, sp. 100; Lath., Ind., sp. 86. — Falco montanus, ibid, sp. 106. — Circus europogistus, Vieill., Am. sep., V, p. 26, pl. 8 (de América). — Circus variegatus, ibid., І, p. 37 (de América). — Falco glaucus, Bartr., Trae., p. 290 (de América). (Hembra y jóvenes.) La Sous-buse, Buff., Ors. t. І, p. 215, fig. 9, enl. 443. — Le Grenouillard, Vaill., Afrique, Y, p. 31. — Falco pygargus, Lin., Gmel., Syst. nat., 5р. 11 (de Europa). — Falco hudsonius, ibid. , sp. 19 (de Europa). — Ка/со Buf- Jonii, Gmel., ibid., sp. 102 (de América). — Falco uliginosus, Gmel. , ibid., AVES. p. 213. — Falco rubiginosus, It. Poscg., p. 29; Lath., sp. 56. — Falco ra- nivorus, Daud., От, П, p. 170; Lath., Sup., p. 7 (de Africa). — Circus hudsonius, Vieill., Ois. de FAm. sep., Y, p. 36, pl. 9. — Circus uliginosus, ibid., 33 p. 37. — Falco torquatus, Briss., Orn., V, p. 345, sp. 7. (En todas las libreas. ) Falco cyaneus, Tem., Man., t. 1, р. 72; et Sup., t. Ш, p. 41. — Falco cyaneus, Buonap., Cons. of Wils., Orn., pl. 12, p. 30. — Falco cyaneus, Wils., Am., t. VL, p. 67, pl. 51, f. 1 (jóven). — Falco cyaneus, Boie., — Falco strigiceps, Nels., Orn. suec., p. 21. — Circus gallinarius, Vieill., Faun. franç., p. 26, pl. 11. — Circus ranivorus, Vieill., Nouo. Dic., IN, p. 456 (de Africa). — Pygargus accipiter, Ray, Syn., p. 1T, sp. 5. — Circus cyaneus (var. Amer.), Swain., Nort. Zool., ЇЇ, pl. 55 (macho de América). Circus. Mas Cinereus; ventre aibo; remigibus, nigris ad basim albidis; rectri- cibus lateralibus interius fusco transversim striatis; pedibus flavis. Cirus (Жет. et jun.): Supra brunneo ; subtus ferruginius largis brunneis macu- lis distinctus; capite et collo rufis, brunneo striatis; remigiis brunneis trans- versim griseo subtus radiatis; cauda el transversim rufo nigriscente radiata. Dimensiones. Macho. 1 pie 9 á 10 pulg. (0,508 millim.) Hembra 1 pie 10 pulg. 42 pies. (0,508 а 0,552 millim.) Los machos, completamente adultos, son de un color ceniciento azul por encima, blanco por debajo. Las remiges negras en su extremidad, blancas en la base; rabadilla blanca ; rectrices in- termedias, grises terminadas del mismo color mas pálido, las otras rayadas de negro al través. Las hembras tienen toda la cabeza y lo superior del cuello amarillo rojizo intenso, con una mancha ancha parda sobre el medio de cada pluma; tectrices de los remos, pardas con algunas manchas pardas rojizas ; el escapulario y el lomo pardos; vientre pardo rojizo claro, adornado por los lados de grandes manchas pardas; muslos y cobijas inferiores de la cola pardo rojizo claro, man- chado de pardo rojizo intenso; rectrices superiores parduzcas por encima; las otras adornadas de an- chas fajas pardas rojizas y negruzcas ; remos rayados trasversalmente de gris y de pardo negruzco. Éste es tal vez, el pájaro que ofrece la sinonimia mas complicada, lo cual debe atribuirse 4 dos causas principales. La primera es, que como todas las aves de rapiña, ofrece muchos cam- bios en su librea, cambios que losautores del último siglo miraron con indiferencia ; la segunda es que esta especie habita igualmente la Europa, el Africa y la América septentrional ' y que re- * M. Temmink reunió positivamente el de la América septentrional al de la Europa. M. Wilson no dudaba de su identidad. M. Buonaparte pensó lo mismo. M. Swainson (North) los considera como siendo de la misma especie y forma solo una variedad americana. Pero M. Willam Jardine (edicion pequeña de Wilson. Ch. Buon. 1832) dice que no hai desiden- cia alguna en las opiniones sobre su identidad; que Buona- parte en su ültima Correspondencia advertia algunas diferen cias de costumbres y notaba siempre que los tarsos eran mas gruesos en los de América. Nuestro sábio amigo M. de La- fresnaye ha hallado tambien un poco mas fuertes los tarsos de los de América, pero su opinion es que son los mismos pája- ros de Europa y de Africa. ї; 34 AVES. cibió por sus libreas de edad, nombres diversos sobre cada uno de los continentes en que se en- cuentra esparcido. De consiguiente hemos creido conveniente citar á lo ménos las denominacio- nes latinas bajo las cuales fué descrito. El pájaro San Martin, es del corto número de especies que parecen habitar el mundo entero. En efecto, comensal en la Holanda, en la Alemania, en Inglaterra, en toda la Francia, en la Mo- réa, en Europa, hállase tambien en toda la costa de Africa y en toda la parte oriental de la Amé- rica septentrional; pero ningun autor ha indicado que sobre el Nuevo mundo, corriese en sus emigraciones hasta las Antillas. Es pues interesante el hacer constar que tambien habita en la isla de Cuba, donde parece haber fijado su domicilio, pues sospechamos que anida. En la Amé- rica, se detiene solo en las localidades favorables para criar. Esta especie parece preferir los llanos pantanosos y arbolados; por esto no se ve jamás so- bre las montañas, y por la misma razon es tan comun en Holanda é Italia, y no se acerca en América á los parajes elevados de las montañas pedregosas. Es mui comun en los Estados Uni- dos, prefiriendo siempre ciertas localidades. Otra de las que de preferencia busca en Europa, son lost errenos sembrados, no obstante complacerse en la vecindad delos lagos y lagunas. Recorre con un vuelo bajo y contínuo todas las cercanías, lanza su mirada penetrante para descubrir las ranas, los lagartos y los pequeños ma- míferos de que se alimenta, б bien arrebata, en la época de los nidos, los polluelos 4 la madre atenta, ó persigue las pequeñas especies de pajaritos. Anida á veces en las cienagas en tierra ó sobre los juncos; pero en Europa parece preferir los campos sembrados, como acabamos de de- cir, haciendo el nido enmedio de los trigos. Los huevos, que la hembra pone en número de cua- tro ó cinco, son de un blanco azulado. Hemos dicho que sospechábamos anidase en la isla de Cuba, porque se cria en las casas donde tambien se hizo la observacion que entónces se habitua tanto á vivir entre las gallinas, que hasta huye de ellas sin procurar defenderse. Hállase, particularmente esparcido en toda la América septentrional, desde la Florida hasta la Bahía de Hudson, y allí lo mismo que en Europa, prefiere los pantanos. Vive casi siempre de reptiles. M. Vieillot* dice que en la Ca- rolina se complace en los parajes habitados, lo que es contrario á las costumbres generales de esta serie de pájaros, por lo comun agrestes y amigos de los desiertos. FALCONIDEZX. (HALCONIDES.) 6. FALCO COLUMBARIUS. CERNICALO. Falco colombarius, Linn., Gmel., Syst. nat., по 21 ; Lath., Syn., vol. І, p. 101, n? 86; Vieillot, Dict., П, p. 104, Oiseaux de tAm. sepi., pl. 11; Wilson, 4m. orn., pl. 15, fig. 3; Catesby, I, p.9, f. 3; Turton., Syst., vol. І, p. 162. — Falco temerarius, Audub. (macho mui viejo, segun Will. Jardin.). — Épervier de la Caroline (Accip. Carolinensis), Briss., Orn., 1, р. 238. — Épervier des Pigeons, Buff., I, p. 238. * Vease Vieill., Oiscanz de Р Amérique septentrionale, p. 36. AVES. 35 Falco : Supra atro-schislaceus, pennis lotis in medio stria lineari nigra nolalis; remigibus nigris, inter maculis transversis ovatis rufescenti albis; cauda ni- gra vittis quinque transversis supra plombeis, subtus albis, apicali tertia parte nigra albo terminata; linea superciliari gultureque rufescenti albis, subtus que totus ejusdem coloris, pennis totis nigro fusco longitudinaliter striatis. Longitud total del macho 12 pulgadas (0,277 millim.) y 14 (0,323 millón.) para la hembra. Esta especie, mui vecina del Farco csalon, que tambien habita en la América septentrional, se distingue habitualmente, siendo adulto, en que toda la parte superior en lugar de ser de un co- lor gris ceniciento, es aplomado intenso, con una estria negra mui fina sobre los mastiles de las plumas del lomo, del escapulario y de la rabadilla, poco aparente sobre las de la cabeza y del cuello mientras que en la especie á la cual le comparamos, resaltan sobre el gris aplomado claro de estas partes. Tambien tiene, como el FaLco csalon, el ojo adornado con una faja superior en forma de ceja, de color blanco rojizo, pero prolongándose mas hácia atrás cerca de la nuca. Toda la parte inferior tiene tambien un color blanco ligeramente rojizo, con manchas oblongas, negruzcas : pero si en el FaLcon cesalon adulto la garganta y toda la parte delantera del cuello tienen el color blanco puro, sin mancha alguna, y que las del pecho y del vientre son casi lineares, en forma de láminas mui estrechas, en el FaLcox columbarius solo la garganta es blanca y todo el resto, ó mas bien, cada pluma tiene, sobre toda la longitud de su mastil, una lista parda negruzca igual, que ocupa casi el tercio de la longitud de las plumas. Sobre las de los costados estas listas, mas an- chas se hallan como estrechadas en su mitad por el blanco rojizo de los costados, ocupando des- pues toda la extremidad de la pluma, lo que no se advierte en el Fanco cesalon. Las plumas alargadas que cubren las piernas, son de un color rojizo claro, teniendo cada una en su mitad una estria estrecha negra. Cera azulada; pico negro en la extremidad de la mandíbula inferior, azul en lo restante ; pies amarillos. Todos los autores que han descrito esta especie le dieron siempre por habitacion particular, la América septentrional, desde la Lusiana hasta la Bahía de Hudson; pero nadie la habia seña- lado en la isla de Cuba. Ignoramos si anida en ella, б si tal vez se halla solo de paso, como lo hace sospechar la asercion de Wilson que jamás vió su nido, y la de Williams Jardine que, se- gun M. Hutcheus en sus notas sobre los pájaros de la Bahía de Hudson, dice que anida en estas regiones borcales, en las hendiduras de las rocas y encima de los árboles, formándole con rami- tas y yerbas secas y forrándole interiormente con plumas. M. Vieillot habia dicho, hace tiempo, que en los Estados Unidos se encuentran estos nidos en las horquetas de las ramas gruesas de los árboles, y que los huevos en número de cuatro, son blancos manchados de rojizo. Añade que el macho, mientras que la hembra empolla, la hace casi siempre descubrir por sus gritos, volando en torno de ella, probablemente para alejar 4 los importunos. Finalmente abandona la Bahía de Hudson en otoño, para ganar las regiones mas calientes, y permanece todo el año en los Estados Unidos. El nombre de Farco columbarius le ha sido dado por causa de sus costumbres. En efecto, acompaña con particularidad los pichones de larga cola, que se reunen en tropas numerosas, y todos los dias devora algunos, sin que las pacíficas palomas puedan librarse de su cruel ene- migo. Éste jamás las pierde de vista, siguiéndolas á todas partes cuando vuelan, y en cuanto se posan se lanza sobrela tropa y rara vez se alza sin haber cogido algun pichon entre sus garras. En otoño hace igual caza á los numerosos estorninos que diezma sin piedad, y á las tórtolas que busca en lo interior de los bosques, 36 AVES. 7. FALCO SPARVERIUS. CERNICALO. “alco sparverius, Tinn., Syst. nat., V, p. 128, по 20. — Émérillon de Saint- Domingue, Buff., enl. 665 (mâle). — Emérillon de Cayenne, Ibid., enl. 444 (femelle. — Falco dominicensis, Linn. — American Sparow hawk, Wils., Amer. Ornit., t. IV, pl. 32, fig. 2 (måle); t. II, pl. 16, fig. 1 (femelle). — Falco sparverius, Buonop., Synopsis, p. 21. — Idem, Vieill., Encycl., t. П, p. 1934. Idem, Swain., North. Zool., П, p. 34. — Idem, d'Orb. et Lafresn., Syn. — Idem, d'Orb. Amér. mér., OisgAvx, t. ТУ, 2: part., p. 119. — Idem, Princ. Max., t. HL, p. 116, n° 9. — Falco malfini, Buff., Sonini, t. XXXVIII, p. 245. — El Cernicalo, Nz., Apunt. de los Páj., t. Y, p. 182, по 41. — Tinnunculus spar- vericus, Vieill., 4m. sept. t. I, p. 40, pl. 12, Falco Mas. Superne rufo-vinaceus , nigro maculatus : capite cinerco-cerulescente; vertice rufo-vinaceo; tectricibus alarum superioribus cinereo cerulescentibus, nigro maculatis; rectricibus ru ovinaceis, ad extremam earum partem albes- centum larga nigra zona distinctis; externa rectrice albidi limbata. Fem. Dorso, teciricibus alarum superioribus rufo-vinaceis, nigro transversim radiatis; rectricibus rufis, nigro transversim striatis. Longitud total desde la extremidad del pico á la de la cola 11 pulg. 10 líneas (0,244 millón.) Esta especie es una de las que mas varian en los colores por razon de la edad. El macho tiene lo superior de Іа cabeza azulado con plumas pardas rojizas en el colodrillo y un poco de blanco en la frente. De la base del pico baja una mancha hegra que va á perderse sobre los lados de la gar- ganta que es blanca ; un medio collar negro en bordadura en torno de lo ültimo de la cabeza; vientre blanco amarillento, variado а veces con manchas negras, redondeadas sobre los cos- tados, lomo y parte superior de la cola de un pardo rojizo vinoso intenso ; la extremidad de las plumas de los lados del lomo, terminadas por una mancha trasversal negra; una lista negra tras- versal cerca de la extremidad de las rectrices, adornadas ademas, en su punta, de pardo rojizo claro ó blancuzco ; las timoneles externas bordadas exteriormente de blanco; las tectrices de los remos, azuladas con una mancha negra cerca de su extremidad ; remos negruzcos, con manchas azuladas en sus barbas internas, que cortan en dientes de sierra de color negro. Las tectrices inferiores del ala, blancas. Algunos machos tienen el pecho pardo rojizo claro. La hembra y los machos jóvenes tienen la cabeza azulada, estriada de negro sobre la mitad de cada pluma. Toda la parte superior del cuerpo, las tectrices superiores de las alas comprendido el es- capulario, rayadas trasversalmente de pardo rojizo sobre un fondo de negro obscuro. La cola ador- nada de las mismas fajas trasversales ; las cobijas inferiores de los remos blancuzcas, variadas con manchas pardas; las remiges tienen, en lugar de simples manchas en el lado interno, fajas tras- AVES. 37 versales que se estienden frecuentemente hasta el mastil. El pecho está cubierto de manchas pardas trasversales, sobre amarillo claro. Los individuos jóvenes tienen manchas numerosas encima de las partes superiores é inferiores. Hai pocas especies que sean mas variables que ésta, y hemos hallado, en el centro de la pro- vincia de Chiquitos (Bolivia), una variedad que haria creer que el Farco sparveroides de Vigors, que describimos como variedad á continuacion de esta especie, no fuese mas que una variedad accidental, resultado constante del cruzamiento en la isla de Cuba. El Farco sparverius es un pájaro que tambien se encuentra esparcido sobre todo el conti- nente y en todas las islas del Nuevo mundo, así al este como al oeste de los Andes. Parece ser mui comun en la isla de Cuba y en las otras Antillas. Los autores de la Ornitología de la Amé- rica septentrional, indican que no es mui raro en esta parte del Nuevo mundo , y en la América meridional, hemos podido observarle sucesivamente enmedio de los desiertos áridos de la Pata- gonia hasta el grado 42 de latitud, en el centro de las pampas de Buenos Ayres, sobre todo el curso del Parana hasta el Paraguay en el Brasil, sobre todos los contrafuertes orientales de los Andes bolivianos y hasta la altura de 12000 pies sobre el nivel del mar en las planicies ele- vadas de esta gran cordillera. Le hemos visto tambien en Chile y en el Perú : de consiguiente creemos poder concluir que habita toda la América en las regiones frias, templadas y calientes, lo mismo que en las regiones elevadas de las montañas. Los únicos parajes donde no le hemos visto, son los grandes bosques húmedos del centro de la Bolivia. No creemos que sea un pájaro de paso, puesto que nunca abandona los parajes donde se ha fijado. Hállase а veces esta especie, en los parajes distantes de las habitaciones, pero con mas fre- cuencia cerca de los pueblos y de las ciudades, donde parece complacerse como nuestro cerní- calo al cual, por otra parte, se parece mucho en las costumbres. No se encuentra en los llanos, á ménos que los escarpados ó los árboles le proporcionen puntos elevados donde po- sarse, ó bien algun edificio б una simple cabaña aislada. De tal manera prefiere los parajes elevados, desde donde pueda percibir á lo léjos lo que pasa, que es constante el verle dirijir su vuelo sobre los edificios mas altos de los pueblos, particularmente sobre los campanarios, y en los puertos se dirije á lo mas alto de los mastiles de los buques, sin espantarse por el ruido que debajo de sí percibe. En una palabra esta especie es en la América la mas familiar de las aves de rapiña nobles, de los antiguos. Mucho antes de amanecer, nuestro Halcon comienza su paseo, con especialidad en torno de los edificios, probablemente para cazar los murciélagos y los pequeños mamíferos roedores que aun no se han retirado en sus guaridas diurnas; y por la tarde cuando el crepúsculo permite á los animales nocturnos empezar sus cazerías, aun se le vé volar. Al salir el sol, se encuentra ya á veces satisfecho, y entónces, encaramado sobre la cruz de un campanario ó encima del árbol mas alto, se agita continuamente en todos sentidos : mirando en torno de sí, parece gozarse del movimiento que le rodea, y no seincomoda mientras no aparece otro individuo (que no sea su amada) á disputarle el puesto. Entónces ambos emprenden el vuelo para perseguirse gri- tando, hasta que intimidado el uno, busca otro paraje donde posarse, y el vencedor ocupa el primitivo lugar, objeto de la contienda. Como siempre hemos visto dos individuos, macho y hembra por cantones, sospechamos que viven en parejas todo el año; y como tan léjos de per- judicar, sirven por el contrario para destruir las ratas y los ratones, los habitantes los protejen y frecuentemente nos han reñido por haberles destruido su vecino familiar y útil. Crian de estos pájaros en las casas, para que cazen los ratones, y así se hacen huéspedes constantes y amigos de los niños, á quienes rarísima vez causan mal. En tiempo de la conquista se intentó el ense- ñarlos á cazar las perdices, como los Halcones de Europa, sin que se hayan obtenido resulta- dos mui favorables. Su vuelo, semejante al de nuestros cernícalos, es igualmente rápido y recto, y en el aire se le vé largo tiempo agitar las alas, sin mudar de sitio, conservándose encima de la presa que soli- cita, y dejándose despues caer sobre ella con una extraordinaria rapidez. Sino ha podido arre- batarla, se alza de nuevo para comenzar su evolucion. No se posa m In as que para desgarrar 5a 38 AV su víctima, y en seguida busca un paraje donde encaramarse. Su postura muestra su vora- cidad y jamás se le ve en una actitud estüpida como otros muchos pájaros de su órden. Se ali- menta de pequeños mamíferos, tales como murciélagos y pequeños roedores; á veces de pajari- llos y de reptiles, y cuando la suerte no le depara nada mejor, se contenta con insectos, espe- cialmente del órden de los ortopteros, langostas ó grillos, que toma al vuelo ó posado. Anida esta especie en los meses de septiembre á noviembre, y entónces los amantes se ven mas íntimamente reunidos, buscando los agujeros en los campanarios' ó en las rocas. Coloca su nido de la misma manera que nuestro cernícalo, el cual consiste, por lo comun, en algu- nas plumas, en tierra ó entre piedras donde pone dos huevos blancos, que alternativamente encuban el macho y la hembra. Cuidan con el mayor esmero los polluelos, pero cuando éstos han aprendido а cazar bien, los fuerzan а alejarse del nido y no les permiten participar del asilo paterno. Entónces elijen, por necesidad, un distrito lejano, donde viven en paz, haciéndose á su vez propietarios de él ?. Este pájaro es llamado Halcon ó Cernícalo en la mayor parte de la América meridional, al paso que tiene nombres particulares en casi todas las lenguas indias. Los Incas ó Quichuas le lla» man Huaman, los Aymaras de las montañas del Perú y de la Bolivia le conocen bajo el nombre de Manani. Las naciones de los llanos y de las montañas del alto Perú, tienen tambien sus nom- bres para designarle. Es el 77yu-7//& de los Yuracares de la vertiente oriental de los Andes, el Ocinaus de los Chiquitos, el гола mamita de los Guarañocas, el Cadechú de los Otukes, el Zé llidate de los Morotocas, el Zaguato mini de los Guarayos, rama de los Guaranis, el Moti de los Moxos, el PirùPiri de los Baures, en fin el Caraca de los Itonamas. 8. FALCO SPARVERIOIDES. (Variedad del FaLco sparverius.) AVES. — LAMINA 1. CERNICALO. Falco sparverioides, Vigors, Orn. de Cuba; Zool. Journ., 1827, t. MI, p. 436. Considerando M. Vigors esta variedad como una especie distinta, la caracteriza como sigue: Falco capite alisque cinereo-griseis, collo abdomine, dorso caudaque badiis, hac prope apicem nigro fasciata. Ест. Dorso cinereo-griseo. Las diferencias que han autorizado este ornitologista á formar una especie distincta de Farco sparverius, son las siguientes : La cabeza, dice M. Vigors, carece de la señal baya á parda rojiza sobre el vértice. No obstante nosotros la hemos descubierto aun sobre los machos jóvenes, mientras que los mui viejos carecen tambien de las estrias negras de esta parte, indicadas como caractéres distintivos. * Vieillot, Ois. de PAm. sept., t. Y, p. 41, dice que este * Hemos podido observar tambien, que entre los pájaros pájaro anida en los bosques , en la cima de los árboles. Es pre- que no ponen mas de dos huevos, casi siempre sale del uno que entónces haya mudado enteramente de hábitos en la un macho y del otro una hembra. América del Norte. AVES. 39 El pecho, el abdomen y las partes inferiores son pardo rojizas. Efectivemente, esto es cierto en cuanto á los machos, pero hallamos este color en algunos Sparverius que tienen, por otra parte, todos los caractéres de la especie. Las manchas internas de los remos son grises, en lugar de ser blancas. Esto es exacto, pero creemos que tal coloracion proviene del tinte general de un gris mas obscuro esparcido sobre todas las partes. Lo debajo de las alas pintado de manchas negras, mientras que, en el macho del Sparverius, es blanco. Diferencia real. La extremidad de la cola es gris, en lugar de ser blanca. Tambien esto es efecto del tinte general. La falta de la borladura blanca en las rectrices tateriores. Los rectrices del Sparverioides de Vigors, tienen en efecto, todas las plumas uniformes. En resumen, las diferencias que existen entre los machos de las dos variedades se reducen а unos tintes mas obscuros sobre la cabeza, á la pardo rojizo del pecho y del vientre, al tinte gris de la extremidad de la cola, y á las manchas de las barbas internas de las remiges ; pues en cuanto а lo demas, todos los detalles son absolutamente los mismos. A nuestro parecer, estos matices no bastan para consti- tuir una especie distinta, tanto mas cuanto que se hallan algunos de los mismos caractéres de colo- racion del vientre en algunos Farco sparverius, y que las otras diferencias dependen solo del gris esparcido sobre todo el pájaro, y que suple al blanco. Ésta es sin duda una variedad que llega á ser permanente por el cruzamiento y que se puede comparar al albinismo de ciertas especies ó al tinte negro que se vé en algunas aves de rapiña. La hembra ofrece los mismo caractéres que el FaLco sparverius, solamente su cabeza es algunas veces mas rojiza, sus partes inferiores mas blancas y las manchas de las barbas internas de las alas mas pardas rojizas ; diferencias todas poco decisivas. Nos inclinamos tanto mas á no mirar el FaLco sparverioides de M. Vigors como una variedad del FaLco sparverius , cuanto que no hemos encontrado en el centro de la repüblica de Bolivia mas que un solo individuo de semejante variedad * entre muchos Farco sparverius; de lo que se pudiera deducir que existe en otras partes como en Cuba , pero que aun no se ha hecho cumun. А mas de esto M. Wilson, lo mismo que nosotros , ha hallado esta especie tan variable en sus tintes , que seria dificil determinar los individuos que son propios 4 cada una de las dos especies, pues solo los co- lores varian, quedando las dimensiones de las partes las mismas. * Véase Voyage dans Р Amérique mérid., t. ТҮ, parte 2* (Pájaros), p. 113 y siguientes. 40 AVES. STRIRIDEE. (ESTRIGIDEAS.) 9. OTUS SIGUAPA. — D'Orbigny. AVES. — LAMINA II. SIGUAPA. Otus: Rostro longissimo, forti, robusto, ad bassim arquato, tarsis plumosis; cres- tis duabus nigrescentibus in capite curtis; oculorum circuito griseo flavescente, nigrescente marginato, minimis fuscis nigrisque externe maculato; supra brunneo nigrescens, minimis fusciscentibus maculis variatus, subtus clare ful- vus, brunneo nigrescente maculatus; tarsi el parte posteriori fuscis, remigibus rectricibusque supra brunneo nigrescentibus; cauda subtus, nigrescenti, albo- que flavescente transeerse radiata. Longitud total desde el pico hasta la extremidad de la cola 16 а 17 pulgadas, (0,370 4 0,393 millim.) de la cola 5 pulgadas (0, 120 mallim,), del pico 16 líneas (0,032 zu//r.), del pliegue del ala hasta su extremidad, 13 pulgadas (0,301 milim.) El pico azulado, mui largo, ancho, robusto, arqueado desde su base; las ventanas de la nariz trasversales, colocadas cerca de la mitad de su longitud; la mandíbulas mui hendidas ; sobre la cabeza dos penachos negruzcos compuestos solamente de algunas plumas, y que salen una pulgada á poca diferencia ; el rededor de los ojos amarillento ; este color esta circunscrito por otro negruzco que llega á cubrir las plumas de la base del pico y forma la gorguera, la cual está rodeada entera- mente de plumas pequeñas, cortas, matizadas con pequeñas vetas de un amarillo apagado y negruzco. Sobre el cuello y en lo alto del cuerpo, de un moreno negruzco con algunas manchas de un amarillo rojizo claro; lo demas de las partes superiores, de un color moreno mui obscuro, ligeramente punteadas por listas blanquecinas. Los remos y las timoneles de un moreno subido, por encima, marcadas de pardo rojizo obscuro con unas manchas espaciadas , formando listas interrumpidas sobre las grandes cobijas ; debajo del cuerpo, amarillo rojizo, con dos manchas morenas romboidales sobre la longitud de cada pluma ; los muslos y la parte posterior amarillo leonado; debajo de la cola moreno claro, marcado sobre las barbas internas con cuatro á cinco fajas blancas y sobre las barbas externas solamente con tres. Se ha conseguido esta nueva especie en la isla de Cuba de unos cazadores que la mataron cerca del mar, donde parece no ser mui comun. Habiéndola confrontado con todas las otras especies de aves nocturnas que pertenecen а la division de los buhos de Cuvier, solo el Ѕткіх longirostris de Spix (lam, 9) nos ha ofrecido alguna semejanza por la longitud del pico y los penachos, pues por otra parte se diferencia por unos tintes mucho mas claros , por decirlo así leonados, esparcidos sobre todas la partes del cuerpo. Esta especie mucho mas pequeña, que nuestro buho es inter- media por la talla entre éste y el Ѕтмх de Spix. AVES. A1 10. NOCTUA SIJU. — (то) AVES. — LAMINA Ш. SIJU. Noctua fronte albido, supra brunneo, saturatiori, tenuiter subbrunnescente, ge- nis albidis; pectore rufo, transversim rufo-brunnescente radiato; ventre albido, Jusco maculato, cruribus rufis; cauda brunnea, lineis quinque transversim distincta. Longitud total 7 pulg. (0,162 millim.); de la cola 2 pulg. (0,046 millim.) Frente blanca; una mancha de este color sobre los ojos; todas las partes superiores pintadas de puntos rojos mui claros, mas aproximadas sobre la cabeza, que es algo mas roja que el resto del cuerpo; parte delantera del cuello y pecho roja, rayada á lo ancho de listas morenas interrumpidas sobre la línea media; vientre blanquecino marcado con manchas de un moreno subido; múslos rojos ; tarsos cubiertos de plumas blanquecinas ; remiges por encima morenas, con algunas manchas trasversales mas claras y algunas gotitas blancas sobre las mas exteriores; lo inferior del ala, gris moreno con manchas blanquecinas al través; tapadas inferiores de las remiges amarillo de paja; timoneles morenas con cinco listas blancas trasversales interrumpidas sobre el mastil de cada pluma; estas listas son rojas sobre las plumas internas; ojos de un bello amarillo ; pico ver- doso. Esta especie parece comun en la isla de Cuba : hállase durante el dia en lo interior de los bosques, donde por la vivacidad de sus movimientos parece mas bien dotada de facultades propias de las aves diurnas que de las nocturnas. Échase á volar velozmente cuando alguno se leacerca, y al posarse á corta distancia se alza sobre las patas, levantando y abriendo la cola al mismo tiempo. Su canto de noche puede expresarse así : са са га со со co co co co co Los sonidos repetidos al principio con rapidez se suspenden de golpe; por lo demas el canto es mui análogo al del Casuní de Azara y de las otras especies americanas pequeñas, que se se- mejan tambien á ésta por el color. El Sijú parece alimentarse de reptiles é insectos y engorda mucho. Frecuentemente, y aun cuando la cogen adulta, se domestica facilmente. En tal caso, se contenta con carne cruda y lagartijas. Esta especie es un poco mas grande que el Canuní, y se diferencia esencialmente del Srarx chevecoide de Tem. (láminas iluminadas) por la distribucion de sus tintes. Sin embargo, el indi- viduo que nos sirve de tipo parece ser jóven *. * M. Vigors en su Descripcion de las aves de Cuba (Zool. parece que М. Vigors se equivocó. De todos modos no existe Jourhal, 1827, t, Ш, p. 439) habla del Srrrx occipilalis; таѕ en nuestra Coleccion cubana. habiéndole indicado M. Temminck como propio del Senegal , ГЕ ба 42 AVES. 11. STRIX FURCATA. LECHUZA. Srriıx furcata, Tem., col. 432 '. De los tres individuos traidos de Cuba, todos de dimensiones idénticas y en razon exacta de pro- porciones, solo dos tenian sobre el ala la grande mancha de que habla M. T. Temminck, indicada en su lámina 432 como distintivo de su Srrix furcata. Esta especie está, pues, sujeta á variar de plumage, como nuestro Srmux flammea, con la cual tiene tanta analogía, si se exceptuan las propor- ciones que son mas fuertes y los tarsos mas robustos. M. Temminck cita este carácter y á mas el de la cola ahorquillada y el de la mancha blanca. No siendo este último constante y siendo los colores tan variables como los del Srrrx flammea, solo queda por carácter distintivo, una mancha mas fuerte y quizás la cola algo mas ahorquillada que en esta especie. M. Temminck (Man. d'Ornit., t. III, p. 49) dice que todas las lechuzas de la América del sur parecen pertenecer á su STRIX furcata, en cuyo caso seria menester reunir el Srrix perlata de Lichtenstein (Verz. der Doubl., по 613) y la lechuza de Azara, по 46. Pero estamos mui indecisos por lo que (оса á esta reunion, porque ninguno de los individuos que hemos visto en la América meridional tenia las alas blancas ni la cola ahorquillada, sí solamente las proporciones algo mas fuertes que los de Europa. Quizás se pudiera deducir de todo esto, que el Srrrx furcata no es mas que una variedad de la especie ame- * ricana, provista algunas veces de manchas blancas sobre el ala, la cual tan poco constituiria mas que una variedad de nuestro Srrix flammea. Las diferencias son por otra parte tan poco patentes, que M. Vigors (Zool. Journ., 1817, t. Ш, p. 438) habiendo recibido lechuzas de Cuba, de donde procedia el Srrix furcata de Temminck, dice, no haber observado nada que las distinguiese del Ѕтмх flammea. No obstante es difícil admitir que las dos especies se hallen al mismo tiempo en Cuba. Mas conforme а la razon es creer que los individuos observados por M. Vigors, carecian de manchas blancas, como los que tenemos á la vista, y que el distintivo de la cola ahorquillada no es bastante aparente para que llamase su atencion. Inciertos aun sobre la reunion del Srnix perlata con esta variedad de Cuba, no podemos citar ninguna de las observaciones que hemos hecho sobre las costumbres y la distribucion geográfica de esta especie. Por lo demas suponemos que aquellas son semejantes á las de la lechuza européa, las cuales son comunes tambien al Srrrx perlata. En todas partes es un pájaro que frecuenta las casas, los monumentos antiguos , las rocas escarpadas y por todas partes difunde el terror así entre los crédulos salvages como entre los habitantes de las villas. * Suponemos que el Srrix furcata de Tem. es idéntico de incertidumbre, reproducimos aun esta especie, procedente соп el Srrix perlata, Licht., n^ 613, y por consiguiente el dela misma parte que la de Temminck, con el mismo nombre mismo que el de Azara, n? 46, el del Princ. Max. y el nues- dado por este autor. tro. (Véase el Viaje а la América meridional.) Pero en caso AVES. 43 П. PAJAROS. (PASSERES, Linn., Cuv., etc.) Dejémos ya de ocuparnos de las aves feroces, terror del pueblo alado, aves sanguinarias , temi- das del labrador y de los animales salvages de los bosques y los llanos; dejémos ya estas aves de rapiña, de colores pálidos y costumbres voraces, para estudiar los ligeros pájaros, adorno bello de la naturaleza animada y de la grandiosa vegetacion de los clímas calientes ; especies alegres, cuyos juegos no perturba el habitante de los campos, que por el contrario protege su inocente nidada ; ob- jetos de distraccion y de recreo para el morador de las ciudades, que no pudiendo gozar de su canto y melodía en los bosques y oteros, los esclaviza en jaulas doradas donde conservan sus costum- bres melodiosas, ostentando los colores brillantes en competencia de las flores, así como en los campos rivalizan con las bellas mariposas por la ligereza de su vuelo y el matiz de su plumage. De estos pájaros , algunos, fieles al suelo natal, mueren en él sin abandonarle nunca ; los mas, al con- trario, viajan todos los años, huyendo los rigores de la estacion y el frio hibernal del continente, para habitar algunos meses las islas. Pero entonces, hallándose simplemente de paso, no se distraen con las dulzuras del amor, sinó que esperan la estacion propicia de volver al suelo pátrio donde crian su nidada, que les acompaña despues en sus nuevas emigraciones á las residencias temporales. Hablando de los pájaros, cuyas costumbres, diversas de las aves de rapiña, acabamos de indicar, debemos establecer algunas generalidades de distribucion geográfica comparativa, semejantes á las que hicimos preceder al primer órden de las aves. No diremos ya mas de la posicion favorable de la isla de Cuba, sinó de los resultados que ella ofrece para el domicilio constante ó transitorio de las especies, y bajo este punto de vista, veremos que de las cincuenta especies de pájaros recogidas en aquel pais, las hai: 1? procedentes de la América meridional ; 2° de la América septentrional ; 30 que igualmente viven sobre ambos continentes; 4% en fin, que parecen propias de la isla ex- clusivamente, La primera série, es decir, los pájaros que llegan а la isla de Cuba procedentes de la América me- ridional, ofrecen un resultado mui diverso del de las aves de rapiña, puesto que en éstas, sobre diez especies, tres se hallaban en el expresado caso, б sea рг oximamente un tercio, y en aquellos, sobre un total de cincuenta especies, solo dos emigraron á Cuba. Estas son: la Erica dominicana (sobre la cual tenemos algunas dudas, pues aunque muerta en el campo, podia mui bien haberse huido de una jaula), y la Coerera cyanea, Vieill., mui comun en las Guayanas y en el Brasil. De consiguiente, no tan solo no hallamos relacion alguna de uniformidad entre las aves de rapiña y los pájaros, en cuanto al número comparativo de las especies que proceden del continente meridional, sinó que hasta una de éstas nos parece dudosa ; la segunda, propia de todas las regiones cálidas, extendiéndose tal vez hasta Méjico, nos induce á dudar si pájaro alguno de la América del sur, pasa á la isla de Cuba. Pero, si tan difícilmente podemos hallar vestigios de las emigraciones del mediodia, no sucede lo mismo con las que indudablemente producen los inviernos del continente septentrional ; puesto que hallamos el considerable número de treinta y tres sobre cincuenta, ó casi los dos tercios de la totalidad, lo que evidentemente demuestra, que con respecto á los pájaros, las leyes de la distribu- cion geográfica proporcionan á la isla de Cuba especies pertenecientes á la América del norte, mas * Traducimos por esta voz el sustantivo Passeres de Linnéo, De consiguiente, para nosotros, el nombre Aves es el colectivo conformandonos con la judicacion de la Academia de la lengua. de toda la clase, y Pájaros el de un órden solamente 44 AVES. bien que de la del sur, cuyo hecho corresponde mui bien con el de la posicion de dicha isla, rela- tivamente al continente expresado. Como seria demasiado largo el enumerar aquí todas las especies de pájaros que componen dicho número de treinta y tres, nos contentaremos con indicar el de es- pecies de cada género, para que se pueda tener idea de su composicion zoológica. Géneros. Especies, 3 ч М 2 TE T ‚2 TYRANNUS, . . Si MUSCICAPA... 2 $ЕТОРНАбА... IRE CULICIVORA nó CAPRIMULGUS. 2. PAssERINA m CARDUELIS. . . 1l PYRRHULA... E STURNELLA . 1 QUISCALUS. . 2 RS TnocuiLus., 1 ALCEDO... TE 33 Total... En este número, solo hallamos pájaros que van á la isla de Cuba, en la estacion del invierno, y que vuelven al continente septentrional en cuanto se anuncia la primavera. No obstante, esta regla ofrece algunas excepciones, y aun entre las especies que emigran regularmente, las hai que, á veces, permanecen en la Isla á hacer su nidada. Hemos visto que las dos aves de rapiña que vie- nen del norte á la isla de Cuba, no pasan de las Grandes Antillas hácia el sur hasta la tierra firme: lo mismo acontece con los pájaros que acabamos de señalar; ninguno pasa al sur de las Antillas, tomando todos estas islas como el límite meridional de sus emigraciones anuales. No son mas que dos los pájaros que viven á un mismo tiempo sobre ambos continentes y la isla de Cuba : el Vmzo gilvus, Bonap., y el Шкохро purpurea : especies que indistintamente habitan en la mayor extension superficial de las Américas, y que se han aclimatado en la isla de Cuba hasta el punto de hacer su nido. Nos resta solo hablar de las especies de pájaros que parecen ser exclusivamente propios de la isla de Cuba y de las Grandes Antillas, las cuales son en número de trece, correspondientes pro- porcionalmente á los géneros : Géneros. Especies. TYRANNUS. . МоѕсІРЕТА. PASSERINA.. . AVES. 45 Se vé pues que este nümero se halla distribuido casi соп igualdad entre los diversos géneros á que pertenecen. Si examinamos el modo particular como estas especies se alimentan, veremos que comprenden tantos pájaros insectivoros como carnívoros. Comparando estos datos á los que hemos presentado al hablar de las aves de rapiña, propias de la isla que nos ocupa, hallaremos que los pá- jaros sedentarios son, en proporcion, mucho mas numerosos. En resumen vemos, en cuanto á los mismos, que en las especies recogidas en la isla de Cuba, dos terceras partes proceden de la América del norte ; que las propias de su suelo forman poco mas de la cuarta parte, y que apenas hai dos especies que sean comunes á ambas Américas, y un nümero igual, aunque dudoso, perteneciente á la América meridional. De consiguiente, la mayor parte de la ornitología de paso pertenecerá á la zoología septentrional. Las proporciones específicas de los pájaros, por género y familia, se hallan reasumidas compa- rativamente en el siguiente cuadro : PAJAROS NOMBRES NOMBRES M dr ss cr EN ERE E — N de las de los de de de ше bid la América | la América "es la isla d P tu me | tmm Laniadg.......... VIREO... » » 1 » 1 | 1 \ Turpus » 3 » 1 4 j Turdide.. ........ ( ORPHEUS. » 1 » » 1 | 1 MISCIURUST CU ELE EE » 2: » » 2 | Sylyidg o. 35 | SAA » 8 » » 8 | 8 Tanagride. . ....... | TANAGRA А. » 1 » » 1 1 3 PYRANGA.. . » 2 » » 2 | TYRANNUS » 1 » 3 4 MuscicaPA. » 2 » » 2 Mcd SETÜPHAGA. oops ds » 1 » » 1 9 GULICIYORA S ette » 1 » » 1 MUBCIEREA Е ЧЕ ЕИ » » » 1 1 Hirundide..... HIBUNDOU T ere В » » 1 » 1 1 Caprimulgida. . CAPRIMULGUS. » 2 » » 2 | 2 PASSERINA. .. » 2 » 1 3 CARDUELIS... .... » 1 » » 1 Fringilide....... ARA Уен с ДЕ » » » 1 1 1 Arpa des » 1 » » 1 Еа. 1 » » » 1 f STURNELLA.... » 1 » » 1 " | Icrerus » » » 1 1 | рш: 77 | XANTHORNUS. . » » » 1 1 ( 6 | ins TAa Corvidæ. . ... » » » 1 PN 1 Cerebide 1 » » » 1 X Trochilidee » 1 » 1 2 9 Alcionide. . ES » 1 » » 1 1 Той 9.995. . » » » 1 1 1 VU steps cease 2 | 33 B 13 50 50 46 AVES. Ahora pues, si comparamos el conjunto de resultados que obtuvimos en la América meridional *, álos que acabamos de presentar de la isla de Cuba, poniendo en paralelo familia con familia de los pájaros de ambas regiones, veremos que los Laniades estan igualmente representados ; que los Myotherides, tan comunes en los matorrales del Brasil y de todas las regiones cálidas situadas al este de los Andes, faltan enteramente como los Rhinomydes, que viven en las partes mas meridionales ; que los Turdides y los Sylvides son proporcionalmente á lo menos tan numerosos en uno como en otro pais ; que los Tomagrides, mas peculiares de la América del sur, se hallan en corto número en Cuba, lo que parece natural, reconociendo la grande analogía de su poblacion ornitológica con la de la America septentrional; que los Piprados, los Corácidos, los Ampélidos no se hallan de modo alguno, al paso que los Mescicápidos están repr dos dig por medio de especies sedentarias y de paso ; que los Caprimúlgidos y los Hirúndidos, tan comunes en el sur, solo se en- cuentran en corto nümero de especies, lo cual ni siquiera se verifica con respecto á los Alaúdidos, que faltan del todo, y que los Fringilidos, los Córvidos , los Estúrnidos son igualmente numerosos. Lo que admira, particularmente cuando se reconocen tantos pájaros insectívoros en la isla de Cuba y un gran nümero de Picus ( Carpinteros), es el no encontrar ninguna especie de las familias de los Cértidos, Sitádeos ni de los Hipocortideos ; mas no sucede así con los Coerbídeos, de brillantes colores, ni con los ligeros Trochilídeos, ni aun con los Syndáctil aunque repr los por algu- nas familias solamente. LANIADEZ. (LANIADEA $.) Esta familia, bastante numerosa en especies européas, solo se halla representada en la isla de Cuba por una, al paso que la familia de los Myohterídeos, tan numerosa en la América meridional, falta del todo en las Antillas. VIREON. — (V eil.) Sylvia, Wils., Motacilla, Lin. Gmel. Pze-griéche, Cuv., Tanagra, Less. Los Vinos difieren de los Рїєв-бїЕснЕ8 propiamente tales, por su pico mas largo y delgado. Difieren tambien de los Тномхории0ѕ por la cola, terminada en cuadrado, y por sus alas lar- gas, cuyas las segundas, terceras y cuartas remiges son iguales. Su facies es el de los Sivios y no de los Тахлскіркоѕ, á los cuales aproximan este género, Wieillot y Lesson. La especie siguiente corresponde á la vez á las dos Américas. 12. VIREO GILVUS. — (Bonap.) Muscicapa melodia, Warbling flycatcher, Wils., Amer. orn., pl. 42, fig. 2. — Muscicapa melodia, Vieill., Encycl. méth., t. ЇЇ, p. 823. — Vireo virescens, Vieill., Hist. nat. des ois. de PAm. sept., p. 104. — Vireo virescens, Vieill., Dict. d Hist, nat., t. XXXVI, p. 407. — Vireo virescens, Vieill., Encycl. méth., t. I, p. 185. — Vireo gilus, Bonaparte, Synopsis, p. 70, sp. 90. — La- nius olivaceus, Licht., по 525. — Thamnophilus agilis, pl. 34, fig. 1. — Vireo olivaceus, d'Orb., Voyage dans Am. mér., Oiseaux, p. 162. — Vireo olivaceus, d'Orb. et Lafresnaye, Syz. mag. de zool., jn. 3. * D'Orbigny, Voyage dans P Amér. mérid., Oiseaux, p. 151. AVES. AT Vireo verlice griseo nigricante; superciliis albis; corpore supra virescente, subtus albo-griseo; pectore, crissoque lutescente; rostro pedibusque ceruleis. Longitud total desde la extremidad del pico á la de la cola desde el pliegue del ala а su extremidad... 6 рша" » '/, Ип" 0,140 millim: 3 »'4 0,0710 да!асоА............„.„....ь...„ 1 8, 0,040 del tarso hasta la extremidad de los dedos. 1 А 0,030 del pico. . » ЖА 0,011 » z 0,004 Altura del mismo. . Pico alargado y grueso, azulado ; pies largos y delgados, azulados ; ojos morenos ; parte superior de la cabeza, gris moreno, mas ó menos intenso segun el sexo; una ancha ceja blananea, que co- mienza en la base de las ventanas de la nariz y se extiende hasta detras dela cabeza; una mancha. gris entre el ojo y el pico. Lo superior del cuerpo, de las alas y de la cola, verdoso ; remos y ti- moneles, moreno pálido, orilladas de verdoso ; garganta y centro del vientre, blanco ; pecho y cos- todos teñidos de verdoso ; cobijas inferiores de la cola, amarillas, lo mismo que las inferiores de las alas. Las diferencias procedentes de la edad y del sexo se limitan al color gris de la cabeza, mas obs- curo en los machos , y al vientre, casi del todo amarillo en los jóvenes. Esta especie, fr fundida con el Vinzo olivaceus (Muscicara olivacea, Wils ), se distingue fácilmente por faltarle la línea negra encima de la ceja blanca, y por una orilla de este color en lugar de ser verde en las timoneles y remeras. El Vinzo, que nos ooupa, habita а un mismo tiempo la América septentrional, donde le ha ob- servado Wilson, la América meridional, donde le hemos hallado en gran número, y las Antillas, de donde le ha traido el Sr. de la Sagra. Así, conforme á nuestras propias observaciones y á las de los autores citados, esta especie se encuentra desde los 30° de latitud meridional hasta la Pen- silvania. Nosotros la hemos hallado sobre las márgenes del Rio-Parama en la frontera del Pa- raguay, y en las ardientes llanuras de la provincia de Moxos y de Chiquitos; pero tan solo en los llanos situados al este de los Andes, ó cuando mas sobre los de los contrafuertes eleva- dos menos de mil varas sobre el nivel del mar. De consiguiente, habita 4 un mismo tiempo todas las regiones calientes de ambas Américas y de las Antillas. Difiriendo en todo delos Pres-criecnrs del antiguo continente y de los Тнхмхорнив del nuevo, esta especie no desciende jamás sobre los matorrales, á menos que éstos no sean bastante ele- vados; pues siendo esencialmente selvático, se mantine constantemente sobre los árboles en la espesura de su copa, sin salir á fuera, ni aproximarse а la orilla del bosque. Desde por la ma- ñana salta de rama en rama, particularmente sobre las mas bajas, con vivacidad extremada, sin detenerse un solo instante, y buscando los insectos de que puede alimentarse. No tan solo vive en las selvas de los llanos, sinó tambien en las de las montañas, prefiriendo entonces las quebradas húmedas. Como le habiamos hallado durante todo el año en los mismos lugares, nos pareció que era sedentario ; no obstante, Wilson asegura que llega 4 la Pensilvania en el mes de abril : de consiguiente, no puede hallarse en las regiones calientes, sinó emigrando de las zonas templadas al tiempo de los frios. Aunque siempre aislado, es comun en Cuba y en la América meridional. Deja oir con frecuencia un pequeño grito quejumbroso, que las mas veces le des- cubre, pues su color hace difícil el distinguirle en medio de las hojas. Dicen que estos acentos son largos y sostenidos en la época de los amores. Su vuelo semeja al de los Тнамхоришоѕ, no obstante es mas prolongado y hasta es susceptible de largos trazos. Nosotros no le hemos visto jamás posado en tierra. 48 AVES. TURDIDEE. (TURDIDEO 5.) Comparativamente а la superficie sobre la cual se extiende, esta familia es en las Antillas cuando menos tan numerosa en especies como en Europa, puesto que la isla de Cuba sola sostiene siete, entre las cuales el Turnus rubripes es propia de dichas islas, al paso que las otras se hallan igual- mente sobre el continente septentrional. Tambien puede decirse, que relativamente, los Turdideos son mas numerosos en las Antillas que en el continente meridional. TURDUS. (MIRLO.) Independientemente de los carácteres distintivos entre los Mirlos propiamente dichos y los dos géneros siguientes que, en cuanto á las formas son realmente de poco valor, las costumbres de es- tos pájaros los separan unos de otros. En efecto, los Mirlos permanecen constantemente en lo in- terior de los matorrales ó de los bosques, y no encima como los Orpueus, ni en tierra como los Sciurus; así pues, aquí como en otros muchos casos de la ciencia ornitológica, el conocimiento de las costumbres es indispensable para fijar los límites de cada grupo de especies. La primera que vamos á mencionar es propia de Cuba ; todas las demas habitan tambien el con- tinente septentrional. 13. TURDUS RUBRIPES. — (Tem.) AVES. — LAMINA IV. ZORZAL DE PATAS COLORADAS. Turdus rubripes, Yem., Planch. col., по 409. — Turdus rubripes, Vigors, Zool. journ., 18277, t. ТЇЇ, p. 439, n° 10. — Red leg" d'hrush, Castesby, t. I. p. 30, pl. 30. Turdus supra pectoreque ceerulescens; gula alba; collo antice nigro; ventre rufescens; rectricibus, remigibusque nigris, сетшео limbatis; rostro nigro; pedibus rubris. Longitud toti? Е ИРУ INEO 7 pulg. lin. 0,264 millim. desde el pliegue del ala а su extremidad . 3% 0,123 MA AU БИНЕ Dc 4 5 0,102 del tarso а la extremidad de los dedos. . 2 6%, 0,059 del pico : 5 0,010. Altura del mismo... » 3. 0,007 Todas las partes superiores del cuerpo, las cobijas de la cola y el pecho, de un color azul de pizarra, mas intenso por encima ; blanco sobre la garganta, y manchas de este color sobre los lados del cuello ; así es tambien la tinta de las tapadas de la cola y dela extremidad de las exte- riores. El color negro colora toda la garganta, la cola y las remeras ; estas últimas anchamente ribeteadas de azul de pizarra. El bermejo cubre todo el medio del bajo vientre y de los muslos. Pico negro ; pies rojos, así como los párpados que forman un borde carnoso y saliente. AVES. 49 Esta especie, aunque bien descrita por Catesby, permaneció confundida con el Turnus plum- beus, Gmel., del cual difiere por el pico y la garganta negros y su bajo vientre bermejo, mientras que el otro le tiene blanco. M. Temminck reconoció esta diferencia, y le impuso el nombre de Turous rubripes; pero no cita á Catesby, que fue el primero que señaló este carácter distintivo. Este antor dice ( р. 30) que el individuo que tuvo en Bahama, difería en el pico y la garganta ne- gros, lo cual corresponde exactamente á nuestra especie. Parece pues que el Turous rubripes se halla no solamente en la isla de Cuba, de donde le ha traido el Sr. de la Sagra, sinó tambien en Bahama, una de las islas Lucayas. De todos modos creemos que no se encuentra mas que en las Antillas, donde es sedentario, y hace el mismo género de vida que los mirlos de Europa. 14. TURDUS MINOR. — (Linn.) AVES. — LAMINA Y. Mauvis de la Caroline, Brisson, Ornith., t. II, p. 212, n 4. — La Grivette d'Amérique, Buff., Ois., t. Ш, p. 289. — Turdus minor, Gmel., Syst. nat., édit. 13.— Turdus minor, Lath. — Turdus minor, Lichtenst., Doub., n» 425. — Turdus minor, Vieill., Dict. d Hist. nat., t. XX, p. 232, у Ois. de Ё. Ат. sept., t. IL, p. 7, pl. 63. — Turdus minor, Vieill., Encycl. méth., X. IL, p. 642. — Turdus minor, Car. Bonaparte, Syn., p. 15, sp. 100. — Hermit thrush, Turdus solitarius, Wils., Amér. ornit., t. V, pl. 43, fig. 2, p. 95. — Lille thrush, Catesby, t. I, p. 31. Turdus supra spadiceus; subtus griseo-albidus, pectore Havicante, maculis atris vario, rostro brunneo; pedibus cinereis. Longitud total Tpulg 843 lin* 0,178 mill. desde el pliegue de la cola á su extremidad. opc s 6%, 0,105 ANO ono ү E S NA WYS 7 0,060 2 2 0,051 » 6 0,012 » 2 0,004 Todas las partes superiores, moreno verdoso uniforme; lo inferior del cuerpo, blanquecino б ligeramente teñido de gris ; la garganta y lo alto del pecho un poco teñidos de amarillo y cubiertos de manchas triangulares negruzcas ; la base de las remeras secundarias, blanco en el costado. Pico por encima, moreno , amarilloso en la base de la mandíbula inferior ; pies, gris pálido. Un individuo, que miramos como hembra, tiene todas las partes superiores de color moreno ligeramente bermejo, de este mismo color claro sobre la parte delantera del cuello y lo alto del pecho ; las manchas de esta parte son moreno bermejo, del mismo matiz que lo superior y mucho mas aparentes. Esta especie se distingue del mayor número de mirlos de la América septentrional, con los cuales pudiera ademas confundirse por las pocas manchas de su parte inferior, que no existen sinó sobre la parte delantera del cuello y sobre el pecho; mientras que, en los otros, dichas manchas cubren casi todas las partes inferiores. i 8a Mo. Bot. Garden 50 AVES. El Turnus minor recibió este nombre de Gmelin; Wilson hallando inexacta esta denominacion, porque hai otros mirlos mas chicos, la mudó en la de Turous solitarius ; mas como este nombre hubiese sido aplicado al Mirlo azul solitario, M. Carlos Bonaparte le devolvió el dado por Gmelin. Este pájaro habita, en el invierno, las Grandes Antillas y la parte sur dela América septentrio- nal ; mas, desde el mes de abril, se adelanta hácia el centro de los Estados Unidos, donde per- manece hasta el otoño, época en la cual vuelve hácia el norte. Hallásele siempre en los bosques sombríos y pantanosos, donde recorre incesantemente las ramas inferiores, sin llegar nunca á la cima de los árboles, haciendo oir de tiempo en tiempo un pequeño grito agudo, que es su único canto habitual. Parece que es mui comun en la isla de Cuba. 15. TURDUS MUSTELINUS. — (Línn.) Turdus mustelinus, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, р. 817, sp. 57. — Turdus mustelinus, Lat., Syst. orn. gén., 32, sp. 15. — Turdus mustelinus, Vieill., Hist. nat. des ois. de FAm. sept., t. ТЇ, pl. 62. — Turdus mustelinus, Vieill., Nouo. Dict. d Hist. nat., t. XX, p. 241. — Turdus mustelinus, Vieill., Encyc/. méth., t. V, p. 645.— Turdus mustelinus, Car. Bonaparte, Synop., p. 15, sp. 99. Tawny thrush, Pennant, Arct. zool. , t. ТЇ, p. 337, по 198. — Turdus melodus, Wood thursh, Wils., Am. orn., t. 1, p. 22, pl. 2, fig. 1. Turdus supra rufescens, capite lateribusque colli intense rufis; uropygio cauda- que parum olivascentibus. Alis dorso colores, tectricibus rufo extus marginalis; regionis parolicee plumis in media albescentibus margine fuscis. Subtus al- bus; gutture, collo antico, ventre hypocondriisque maculis maginis triangula- ribus aut cordiformibus nigris notatis. ibongitadototal s eer И 7 pulg 9 "зіп" 0,180 maz. — — desde el pliegue del ala á su extremidad 4 9 0,110 cede lacolas. о puris Tote. cete pe 3 » Y 0,070 ————— del pico 1 1% 0,027 Toda la parte superior, de color moreno ; pero en la cabeza, desde el vertex б mollera, la nuca y todo lo alto del lomo estan teñidos de bermejo bastante vivo; una ceja estrecha, blancuzca delante de los ojos, despues blanca bermejiza, se sobrepone al ojo y se dirije hácia la nuca; las cobijas de las alas estan orilladas y terminadas de bermejo. Lo inferior del Cuerpo, blanco y teñido de bermejo sobre el pecho. Las plumas de las quijadas, negruzcas, con un trazo blanco en el medio ; la parte delantera del cuello y sus costados, estan marcados de pequeñas manchas negras triangulares, que se aumentan mucho sobre el pecho, donde toman un matiz negro, continuando así sobre el vientre y los costados hasta cerca del ano. Pico moreno de cuerno; la base color de carne por debajo; pies color de carne. Esta especie difiere esencialmente del Turnus minor por su mayor tamaño, por el matiz ber- mejo de su cuello y por las manchas de debajo del cuerpo que son mas grandes, de un negro mu- cho mas pronunciado y que se extiende por encima del abdómen hasta el ano. M. C. Bonaparte, en su nomenclatura de la ornitología de la América del norte de Wilson, hace observar que este autor fue el primero que distinguió bien las tres especies pequeñas de AVES. 51 Mirlos de la América septentrional, tan vecinas unas de otras, pero que habia confundido la no- menclatura de esta especie y la de su Tunpus linus. Siendo evid nuestra especie el T. mustelinus de Linneo, nueva y по la de Gmelin y de Latham la que Wilson designó con el mismo nombre, y dando el de Turnus melodus á la especie de dichos autores, con mucha razon cita M. C. Bonaparte el T. melodus de Wilson como sinónimo de la especie que nos ocupa, é im- pone un nuevo nombre al que, impropiamente, habia sido dado por Wilson. Este Mirlo, traido de la isla de Cuba por el Sr. de la Sagra, parece que habita durante el in- vierno, las Antillas y las partes meridionales de la América septentrional ; pero desde el mes de abril y mayo, llega á Pensilvania y á New-York, anida, y parte de nuevo á la mitad del estío, de modo que en julio solo se encuentran los jóvenes. Vive habitualmente en el seno de los grandes bosques ; sube hasta la cima delos árboles, cuando quiere ejercer su bello canto, que repite sobre todo la mañana y la tarde; pero en cuanto tiene hijos, calla hasta el año siguiente. No hace mas que una nidada en el centro de los Estados-Unidos ; coloca su nido encima de los árboles, 4 diez ó doce pies de distancia del suelo, particularmente en la bifurcacion de las gruesas ramas, y le forma de pequeñas raices, de musgos y de yerbas finas, poniendo en él cuatro huevos blancos, manchados de negro y de bermejo hácia el extremo grueso *. Se le conoce en los Estados-Unidos, bajo los nombres de Wood robin y Ground robin. 16. TURDUS CAROLINENSIS. — (Lich!.) ZORZAL GATO. Muscicapa Carolinensis, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, р. 946, sp. 18. — Muscicapa carolinensis, Lath., Syst. ornith. gén., 40, sp. 64. — Moucherolle de Virginie, Buff., en 4°, vol. V, p. 268. — Cat-bird, Catesby, Hist. nat. of Carol., t. 1, р. 66. — Turdus lividus, Cat-bird, Wils.. Am., orn., П, pl. 14, fig. 3, р. 90. — Orpheus felivox, Swainson. — Turdus felivox, Bonaparte, Synop., p. 75, sp. 95. — Turdus carolinensis, Licht., Doubl., n° 440, p. 38. — Gobe-mouche brun de Virginie, Briss., Orn., t. П, р. 365. Turdus toto griseo caeruleo; capite supra nigro; crisso cinnamomeo; cauda ni- grescente, griseo-ceeruleo marginata; rectricibus brunneo-nigrescente, griseo limbalis; rostro pedibusque nigris. Longitud total. . k 7 9 pulg’ » '/ іп 0,207 mi. UH ll oe pier: т а, Кс Р лк дер гк КҮ, 9 CX 0,088 — ——— desde el pliegue del ala а su extremidad 3 11 0,090 del tarso á la extremidad de los dedos. . 2 qu 0,050 dico psi ГКК ГГ эло. b 2/4 0,015 Altura del! mismo; «le mo fis tiene rede KU ht UA ные Л АДР » 2. 0,005 Parte superior del cuerpo gris azulado intenso, mas pálido por debajo, particularmente en la gar- ваша, Cabeza negra por encima; cola negra, orillada en su base y terminada de gris sobre las ! Tal es la descripcion que hace Wilson de estos huevos, en claro uniforme, y presenta su nido como compuesto de hojas su Histoire des oiseaux de PAmérique septentrionale. En la — de haya, revestido interiormente de una capa de tierra grasa, Encyclopedia dice todo lo contrario, pues les dá un color azul sobre la cual estan aplicadas las yerbas. 52 AVES. timoneles inferiores ; las superiores casi enteramente negras. Alas morenas ; los remos orillados exteriormente de gris, con el mastil negro ; tapadas de la cola, bermejo moreno mui intenso. Pico y pies negros ; ojos rojo-moreno. Los jóvenes y las hembras tienen el color gris mas claro. Creemos que Swainson ha colocado equivocadamente este pájaro entre los Onpnrvs, de los cua- les no tiene carácter alguno. Por el contrario, permanece así como los Mirlos, en lo interior de los matorrales y no encima, y su canto no consiste mas que en un miaullido monótono que le hizo dar el nombre de Ca/-£ird ( pájaro-gato ) en los Estados-Unidos, y de Zorzal-gato en la isla de Cuba; canto ademas, que en manera alguna puede compararse al de los Onrnzos , de los cua- les se diferencia tambien por sus tintas obscuras. De consiguiente le colocamos no entre éstos, sinó entre los Mirlos, como hizo el príncipe de Musiñano. Habita á un mismo tiempo la América. septentrional, las Antillas, y es comun en la isla de Cuba, donde no parece ser sedentario. Se le vé siempre en lo mas espeso de los matorrales y cer- cas, recorriendo frecuentemente la tierra del contorno, para hallar los insectos y las pequeñas bayas de que se alimenta. Por lo comun está grueso, y por esta causa su carne es una buena comida, estimada de los habitantes. En la Virginia, hace su nido artísticamente tejido de pajitas y de hojas y forrado interiormente de raices. Los huevos son azules. Segun la asercion de Pennant, se le encuentra hasta Kamtschatka. ORPHEUS. Turous. — (Linn., Gmel., Lath.) Los tordos difieren esencialmente de los Mirlos por sus costumbres; hállanse siempre en los matorrales encima de los arbustos, al paso que los Mirlos se encuentran con mas frecuencia dentro. Ademas, el canto de los primeros, notable por su extension y variedad, es mui diverso del de los segundos. Estos se distinguen tambien por el pico mas delgado, mas convexo ; por la cola larga y por las plumas de la frente, comunmente usadas. Parecen pértenecer á un mismo tiempo al continente septentrional, á las Antillas y á la América meridional, bajo todas las latitudes, en todas las alturas, hasta sobre los Andes. La especie de la isla de Cuba proviene de la América del norte. 17. ORPHEUS POLYGLOTTUS. —(Lz.) SINSONTE. Turdus polyglotlus, Linn., Gmel., Syst. nat., п 10.— Turdus polyglottus; Lath., sp. 45. — Turdus dominicus, Linn., Gmel., Syst. nat., пе 91. — Turdus domi- nicus, Lath., sp. 48.— Mimus, Briss., Orn., t. П, р. 262, n° 17.— Le Moqueur, Buff., Hist. nat. des ois., t. VIT, p. 325, Enl. 518, fig. 1. — Turdus orpheus, Vieill., Encycl. méth., t. ТЇ, 677. — Turdus potyglottus, Wils., Am. orn., t. П, р. 13, pl. 10, f. 1. — Turdus polyglottus, Bonaparte, Syn., Sp. 95, p. 74. — Grey mocking-bird, Catesby, t. 1, p. 27. — Turdus polyglottus, Licht., Doubl., р. 39, sp. 445. Longitud total........... f 0 9 рша" 4%, lint 0,217 millim. desde el pliegue del 4 9 у 0,109 dela соја. ТХ аА à Е 9 0,121 — del рїсо.............. P 1 11 0,027 Ojos amarillos ; cejas blancas ; todas las partes superiores gris-moreno mui pálido, mas intenso sobre las alas, cuyos remos primarios y secundarios son blancos hácia la mitad de sus extremos. Algunas cobijas superiores ofrecen la misma distribucion de color. El pliegue del ala blanco; la ra- badilla gris-azul; lo inferior del cuerpo casi blanco; cola morena, con una mancha blanca hácia la extremidad de las timoneles laterales. Este pájaro pertenece al gran número de los que se hallan á un mismo tiempo sobre el conti- nente septentrional de la América y en las Antillas. Dícese que es mui comun en la isla de Santo Domingo, y el Sr. de la Sagra nos afirma que tambien se encuentra en la de Cuba. Vive casi siem- pre en las sábanas, no lejos de las habitaciones, pues parece afecto á la sociedad y complacerse de preferencia cerca de los parajes habitados. Corre un instante sobre la tierra, vuela despues y se posa sobre la punta mas alta de los arbustos y matorrales, comenzando sus canciones imitati- vas y variadas, ya fuertes, ya expresivas, reproduciendo el canto de los otros pájaros. Todo su ser se anima entónces, y al oirle, parece que sus sonidos, variados al infinito y llenos de gusto y expresion, expresan las diversas sensaciones que experimenta. Esta variedad imitativa de canto le hizo llamar Burlon (Moqueur ), y á una especie vecina en Méjico elnombre Cincoztlatoll; (cua- trocientas lenguas). Por lo comun, cuando empieza sus hymnos harmoniosos, vuela un poco, y agita sus alas encima del matorral sobre el cual desciende luego suavemente, volviendo de nuevo á volar sin interrumpir su melodía. Por estas consideraciones le llama Ulloa el rey de los pájaros cantadores !. En la época de su nidada es valiente y animoso, defendiendo vigorosamente su prole. En guerra entonces contra todo el pueblo alado, sin respetar el tamaño ni la fuerza de las otras aves, las ataca con osadía, y las obliga á alejarse de su nido. Este, colocado en los espesos matorrales y guarnecido de ramas espinosas, contiene cuatro ó cinco huevos blancos con puntos bermejos, particularmente en el extremo grueso. Se llevan muchos de estos pájaros domesticados de las Floridas á la Habana ; donde son mui estimados. Los campesinos los buscan con el mayor ahinco, para venderlos en las ciudades al precio de siete y ocho pesos fuertes; y si estan enseñados y cantan bien, se venden hasta veinte y cinco y treinta. Creyose un tiempo que no era posible tenerlos en jaula, pero la experiencia ha demostrado lo contrario. En el estado salvage se alimentan de insectos; en el de esclavitud, se sostienen con plátano. Para domesticarlos pronto, es preciso colocarlos en un paraje donde puedan ver el mayor número posible de gente: así se acostumbran y со- mienzan sus cantos alegres. SCIURUS. — (Swainson.) M. Swainson separó con razon los Mirlos, propiamente dichos, de las especies, cuyos hábitos de rios y tierras, los aproximan de los Awrmus y Мотлспла de tal modo, que en lugar de habitar el inte- rior de los matorrales y de los grandes árboles, y de anidar en su espesura, permanecen mas co- munmente en tierra como las alondras, alzando la cola como las MoraciLLas, y formando el nido sobre el suelo. No conocemos ninguno de la América meridional, pues todos pertenecen á las An- tillas y а la América septentrional. Son especies pequeñas que, por su pico bastante delgado y agu~ do, por sus tarsos débiles y largos, forman como el tránsito de los Mirlos á los Silvios. * Noticias americanas, Entretenimiento viii. 1. 9а 54 AVES. Su habitacion no es sedentaria en la isla de Cuba, pues solo van á ella en la época del invierno. 17. SCIURUS AUROCAPILLUS. —(Swainson.) Sciurus aurocapillus, Swains., North. zool., П, p. 227.— Motocilla aurocapilla, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 114, sp. 29.—Turdus aurocapillus, Lath., Syst. orn., gen. 32, sp. 6. — Turdus aurocapillus, Goiden crowned thrush, Wils., Amer. orn., П, pl, 14, f. 2, p. 88.— Turdus aurocapillus, Vieill., Dict. d Hist. nat., t. XX, pl. 231, y Ois. de РАт. sept., pl. 64. — Turdus aurocapiilus, Vieill., Encycl., t. ТЇ, p. 641. — Grivette de Saint-Domingue, Buff., Ois., t. VII, р. 317, Enl., 398, fig. 2. — Ficedula pensylvanica aurocapiila (Figuier à téte d'or de la Pensylvanie) Briss., Orn., t. Ш, p. 504, gen. 40, sp. 57. — Sylvia aurocapilla, Bonap., Syn., р. ТТ, sp. 102. Sciurus olivaceus; subtus albus; vertice aureo, superciliis nigris; pectore nigro maculato; rostro fusco, basi incarnato; pedibus fluvicante-fuscis. A t qe К Ел МГ a Aee a, - ő pulg 9 '| lin* 0,145 millim. 3 5 h 0,080 ———— de la cola 2 » 0,045 i » 5% 0,011 Altura del mismo......... 3 АИ 2 0,004 Ciremnférencis dol спегро M UT 2 1 0,090 Macho. Pico color de cuerno, amarillo pálido por debajo ; pies amarilloso-rojizo, oliváceos por encima. Una faja negra que parte de cada ventana de nariz, pasa por el ojo, y se dirige hasta la nu- ca. La parte superior de la cabeza anaranjado-bermejo ; un trazo desciende por cada lado, desde el ángulo del pico á lo largo del cuello, en forma de vigote, hasta encima del pecho; costados de la cabeza gris verdoso ; la garganta y la parte delantera del cuello así como la inferior del cuerpo, de un blanco puro, con manchas alargadas negras sobre lo alto del vientre y de los flancos, menos in- tensas sobre estas últimas partes. Hembra. Difiere del macho por los colores menos vivos, sobre todo encima de la cabeza, que es mas bien amarillo pálido que anaranjado. Durante el invierno habita esta especie las grandes Antillas, y parece ser bastante comun en las islas de Cuba y Jamáica; pero desde el mes de a hácia la Pensilvania y provincias vecinas, otoño. Durante su mansion en los Estados Unidos hace su nidada. El nido, sobre la tierra en las faldas expuestas al mediodia, se parece á un pequeño horno por su forma oval, cuya en- trada se halla en una de las extremidades. Se compone de ојаѕ secas y de yerbas groseras, y contiene cuatro huevos blancos manchados de moreno. Constantemente solitario, silencioso y desconfiado, vive á las orillas de los riachuelos que atraviesan los bosques, se encarama á veces sobre las ramas bajas de los matorrales y arbustos, pero m tierra, donde menea la cola de un modo semejante al lavander lento no tiene gracia alguna. Su grito puede expres tres veces seguidas. En el otoño está mui gor as comunmente permanece en o de Europa. Su modo de andar arse por la sílaba pège repetida con viveza do y proporciona un buen manjar. AVES. 55 18. SCIURUS SULFURASCENS. — (Wob.) AVES. — LAMINA VI. Sciurus supra brunneo-viridescens : superciliis flaeicantibus; subtus sulfuras- cens, maculis nigris, elongatis ornato; crisso sulfuraceo; rostro supra fusco, maxillari flaeicante; pedibus lividis. 0,134 millim. 0,075 0,047 0,039 0,013 0,003 0,004 0,090 Pico bastante largo, recto, casi cónico, comprimido hácia su extremidad, con bordes entrantes, moreno por encima, amarilloso en la base; pies grises por debajo. Todas las partes superiores moreno-oliváceo, intenso, uniforme. Una ancha pestaña amarilla de azufre por encima de los ojos. Este mismo matiz bastante vivo cubre todas las partes inferiores, adornadas en general, excepto sobre las tapadas inferiores de las timoneles, de manchas hegras, alargadas, que ocupan el medio de las plumas. Estas manchas son menores sobre la garganta, mas numerosas y mas aproximadas sobre el pecho y los costados. Remos y timoneles de la tinte general de las partes superiores, las primeras un poco mas pálidas en su lado interno. Tres individuos que hemos observado no ofre- cian diferencia alguna. Al principio pensamos que esta especie podia referirse al Sciunus aquaticus, Swainson (Turdus aqualicus, Auct.); pero comparándolos, hemos reconocido que difería por el color de debajo, que en lugar de ser blanco sobre la ceja, y bajo del cuerpo teñido de ocre intenso, es por el con- trario en todas estas partes de un blanco de azufre, con las cobijas de la cola de este mis- mo matiz. Tambien las timoneles son mas puntiagudas en el Scrurus aquaticus. En la duda sobre la identidad de la especie б su separacion como especie distinta, sospechando no fuese mas que una diferencia producida por la estacion, como se advierte en los Ахтнив que visten una librea de boda, particular y análoga á la que acabamos de describir, consultamos nuestra opinion con nuestro amigo M. de Lafresnay. Este sábio, habiendo recibido de Savannah ( Groncia ) dos individuos absolutamente semejantes á los de Cuba é igualmente diversos del 5сшкиз aguaticus , piensa tambien que debe considerarse esta especie como distinta de la á que la comparamos, á lo menos, ínterin que observaciones directas no decidan si dichas diferencias no proceden de una librea de amor análoga á la de los Axrnvs. Esta especie, así como la precedente, habita á un mismo tiempo la América septentrional y la isla de Cuba, en donde no es rara. Segun las pocas noticias que hemos reunido, parece que tiene los mismos hábitos de rio, que el Sciunus auro capillus , que se posa en las yervas, que corre con rapidez, alzando y bajando la cola como la MoraciLLA. 56 AVES. SYLVIDE. (SILVIDEOS.) La gran familia de los Silvideos, tan variada en el continente de la América meridional, no se halla representada en las Antillas mas que por el género Sir.vi, y de consiguiente parece faltan ab- solutamente los SywanLaxis, los Ахтноѕ, los AvanaTES, los Аххлмвіоѕ, los TroGLoDYTES. y hasta los Dacis y los HyLopmxus ; lo cual hace creer que dicha familia puertenece mas bien al hemisferio austral. Mas, por una singular compensacion, los Silvios, propiamente dichos, tan poco numero- sos sobre el continente del sur *, forman por sí solos los Silvideos de las Antillas. En efecto, no habiendo hallado mas que tres especies del género SrLvia, en la inmensa extension que hemos re- corrido del hemisferio meridional, ¡ cuál no ha sido nuestra sorpresa, al hallar ocho en la coleccion de la isla de Cuba ! Como estos pájaros son igualmente comunes en la América septentrional, resulta que la ornitología de las Antillas posee mas especies propias del continente del norte que de las del sur. SYLVIA. — (Lath.) Proporcionalmente á la superflcie de la isla de Cuba, estas especies de pájaros son, cuando menos tan numerosas como en Europa, y parece que sobre el nuevo continente viven de una manera se- mejante que en el antiguo. Frecuentan los bosques, los matorrales, y hacen resonar el éco de sus cantos variados ; pero tampoco permanecen mas que una estacion, solo cuando los frios los ahu- yentan de las regiones borealas, obligándolos á buscar en un suelo mas cálido los alimentos que les faltan sobre el continente. Así, en lugar de anidar en la isla de Cuba como anidan en Europa, no hacen allí otra mansion que la pasagera, y si algunas especies forman nido, es una excepcion á la lei general, pues todas pertenecen al continente septentrional. M. Vigors, en su nomenclatura de las aves de Cuba, designa solo tres especies de este género, mientras que las investigaciones del Sr. de la Sagra le han hecho conocer hasta ocho en la misma isla : de consiguiente un número cuasi triple. Si se advierte que estos pájaros no llegan á las An- tillas mas que en invierno, y tal vez irregularmente, se puede conocer la dificultad de aprovechar este momento para formar la coleccion. Por esta causa, independientemente de las cinco especies que ya la ciencia debe al Sr. de la Sagra, no dudamos que otras mas vengan á aumentar el número de las que emigran de la América septentrional,con tanta regularidad como las que describimos. A las sábias investigaciones de M. C. Bonaparte, príncipe de Musiñano, se debe el poder citar muchas sinonímias de Silvios y de otros pájaros de la América septentrional, de tal manera embro- Падаѕ por los autores, que era sumamente difícil el reconocerlas. Mencionamos aquí este servi- cio, como un justo homenage debido á sus trabajos. 19. SYLVIA CORONA — (Lath.) BIJIRITA. Motacilla corona aurea, Linn., Syst. nat., ed. 12, p. 333. — Sylvia coronata ? Lath., Syst. ornith., p. 538, n° 115. — Motaciila coronata, Gmel., Syst, nat., ed. 13, p. 538, n° 115.— Motacilla maculosa, Linn., Gmel.— Figuier couronné ' D'Orbigny, lugar citado, p. 206. — Solo hemos hallado cuatro especies. AVES 57 d'or, Buff., Enl. 731, fig. 2. — Figuier de Mississipi, Buff., Enl. 709, fig. 1.— Sylvia coronata, Wils., Am. orn., t. П, pl. 17, fig. 4: pl. 45, fig. 3, p. 138. — Sylvia coronata, Bonaparte, Syn., sp. 104, р. ТТ. — Sylvia coronata, Vieill., Ois. de P Am. sepl.A. П, p. 24, pl. 78 y 19. — Sylvia coronata, Vieill., Dict. d Hist. nat., X. ТЇ, p. 178, y Encycl. méth., t. ТЇ, p. 426. — Figuier cendré ta- cheté de Pensyloanie; Briss., Orn., t. VI, Sup., p. 110. — Sylivia coronata, Vigors, Zool. Journ., t. TI, p. 439, по 12. — Sylvia coronata, Edw., Glan., р. 187, pl. 298. Í Sylvia nigro maculata, pileo, hypocondriis uropygioque flavis; fascia per oculos gulaque nigris; rostro pedibusque nigris. 7 hlin 0,130 m. 5 A 0,080 2 0,050 5 0,010 Macho con el plumage de Amor. Gris moreno por encima, con todas las plumas del cuello, del lomo, y las cobijas de los remos negras en el medio. Una mancha amarilla de limon sobre la mo- Ilera y encima de la rabadilla ; la primera orillada de negro. Dos fajas transversales sobre las alas ; las tres timoneles laterales marcadas con una gran mancha oval, sobre el lado interno hácia la ex- tremidad, que es negra como la base. Lo inferior del cuerpo blanco, sombreado de moreno sobre el cuello. Pecho y costados marcados con manchas oblongas en forma de estrias. De cada lado del pecho, una mancha de color de limon cerca del pliegue del ala. Pico y pies color de cuerno obscuro. Hembra. Una listita negra sobre los costados de la cabeza; gris obscurecido, variado y negruzco sobre las partes superiores ; las manchas negras de los costados menos pronunciadas y mas chicas, y el amarillo menos vivo. Jóvenes. Despues de su primera muda, la garganta y lo inferior del cuerpo son gris blancuzco, variado con manchas morenas sobre el pecho, el vientre y los costados. El vértice de la cabeza, los costados del estómago y la rabadilla, mas obscuros en el medio de cada pluma ; cobijas negruzcas. Tal es, próximamente tambien, el plumage de invierno en ambos sexos. Esta especie, traida de Cuba por el Sr. de la Sagra, solo con la librea de invierno, se en- cuentra esparcida sobre el continente septentrional y en las Antillas. Parece que solo sela vé en estos parajes durante el invierno, pues desde el mes de mayo, emigra en tropas numerosas, atra- viesa sin detenerse, el estado de New-York, y va á hacer su nidada mucho mas al norte : luego vuelve á pasar de regreso en septiembre, para ir hácia el sur del continente y álas islas, á to- mar cuarteles de invierno. 20. SYLVIA PALMARUM. (Lath.) AVES.— LAMINA VIII. BIJIRITA. Sylvia palmarum, Lath., Ind., p. 544, sp. 136. — Motacilla palmarum, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, I, p. 951, sp. 53. — Le Bimbelé ou Fausse-Linotte, га 10а 58 AVES. Buff., Ois., t. V, p. 330. — Figuier à téle rousse, Buff., Ois, V, p. 306. — Sylvia palmarum, Vieill., Ois. de l'Amér. septentr., t. П, p. 21, pl. 73. — Sylvia palmarum, Vieill., Dict. d' Hist. nat., t. П, p. 168, y Encycl. méth., t. IL p. 431. — Sylvia palmarum, Bonaparte, Cont. de Wilson, t. II, pl. 10, fig. 2, p. 12. — Sylvia palmarum, Bonaparte, Add. orn. journ. Ac. Phil., V, р. 29, Syn., sp. 105. — Motacilla ruficapilla, Gmel., Syst., 1, p. 971, sp. 106, gen. 114. — Sylvia ruficapilla, Lath., Syst. orn., gen. 43, sp. 149. — Ficedula martinicana, Briss., Av., VIL, р. 490, sp. 50, pl. 22, fig. 4. — Palm. warbler, Lath., Syn., IV, p. 489, sp. 131. — Bloody warbler, Lath., Syn., ТҮ. p. 489, sp. 115. Sylvia corpore supra virescente-fusco, sublus flavescente-albo, maculis fuscis ornato; remigibus, rectricibus, rostro pedibusque fuscis; capile supra, cinna- тотео. ОО АЛО ООА ópulg —ólin* 0,126 mill. Ж desde el pliegue del ala á su extremidad . qs 0,061 — de la cola Sal E 9 0,041 — del tarso á la extremidad de los dedos TO ME 6 0,035 СООО УР PELIS ATUS fM. 5 0,010 Circunferencia del cuerpo 3 5, 0,080. Macho. Ceja defun bello amarillo vivo ; frente y una parte de la cabeza bermejo mui intenso ; una mancha morena entre el ojo y el pico; detrás de la cabeza y lomo, moreno intenso ; el medio de cada pluma de un color mas intenso ; este color toma un matiz verdoso sobre el lomo, y pasa al verde oliva sobre las tapadas superiores de las timoneles y sobre el borde de los remos. Las tres ti- moneles de cada lado estan marcadas de blanco en su lado interno cerca de su extremidad. Gar- ganta de un bello amarillo. Pecho amarillento, manchado de moreno pálido; vientre amarillento ; tapadas inferiores de la cola de un bello amarillo vivo. Hembra. Las tintas son mas pálidas, menos manchadas de verdoso por encima, y los bordes ex- teriores delas timoneles, morenos ; el vientre casi blanco. Esta especie difiere de la precedente por su menor tamaño, por la falta de color bermejo enci- ma de la cabeza, y tambien por la distribucion de las tintas. El nombre francés de esta especie (Bimbelé) parece ser el que le dieron los negros de Santo Domingo, mientras que los criollos le Патап Fausse-Línote, por el graneado de su plumage. Su denominacion latina le viene de que se detiene de preferencia, segun dicen, sobre las pal- mas. Es mui comun en las Antillas y principalmente en Cuba, de donde la ha traido el Sr. de la Sagra, y tambien en el continente septentrional; pero lo mismo que la especie precedente, ésta emigra todos los años, abandona en la primavera las regiones cálidas del continente y las islas, y se adelanta hácia el norte, de donde no se ausenta hasta el otoño siguiente, para regresar á los paises calientes. AVES. 59 21. SYLVIA CAERULESCENS. —(Lath.) AVES. — LAMINA IX. BIJIRITA. Sylvia ceerulescens, Lath. — Sylvia ccerulescens, Vieill., Dict. Ф Hist, nat., t. П, р. 168, y Encycl. méth., t. П, p. 439. — Motacilla canadensis, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, n° 42, p. 336. — Sylvia canadensis, Black throated blue warbler, Wils., Am., orn., П, pl. 15, fig. 7, p. 115. — Figuier bleu, Buff, Enl., pl. 685, fig. 2, Ois., t. V, p. 304. — Blac. Ay catcher, Edwards, Glan., p. 9, pl. 252. — Ficedula canadensis, Petit Figuier du Canada, Brisson, Ornith., t. III, p. 527, n^ 68, pl. 27, f. 6. — Sylvia canadensis, Lath., Syst. ornith., p, 539, по 117. — Sylvia canadensis, Bonaparte, Synopsis, sp. 126, р. 84. — Sylvia canadensis; Vigors, Zool. journ. 1827, t. Ш, p. 439, n° 11. Sylvia canadensis; Pennant, Arct. zool. , t. ТЇ, p. 285. Sylvia cinereo-cærulescens; subtus alba, gula nigra; alis nigrescentibus griseo- marginalis; rectricibus nigris, caeruleo limbatis, macula alba; rostro nigro; penibus fuscescentibus. Longitud total........ OO qo hope er oH neutr А piget Pep 5 pulg: 3'/lin'* 0,123 mill. desde el pliegue del ala á su extremidad, А. 9, 0,065 A ГЕГУ ту: КА 0,038 del tarso hasta la extremidad de los dedos. Hal ol 5% 0,034 A OO ев. MT IS 4% 0,009 A nO ао » 1%, 0,025 ANI ACA 3 » 0,070 Macho. Por encima de un bello azul de pizarra; hácia el medio del ala, en su borde externo, una mancha cuadrada, colocada sobre la base de las primera, tercera, cuarta y quinta plumas reme- ras primarias. Timoneles negras, orilladas del mismo azul ceniciento del lomo; la segunda y la ter- cera lateral, de cada costado, con una mancha blanca oblícua interna hácia su extremidad. Plumas del capistrum del contorno del ojo, las quijadas, la garganta y la parte delantera del cuello negras, así como los costados y los lados del pecho ; el medio de éste y del vientre, el ano y las tapadas de la cola son de un blanco de nieve; pequeñas plumas blancas entorno de los ojos. Pico color de cuerno ; ojos negruzcos. Jóven. Lo superior del cuerpo algo gris ; cola negruzca, finamente orillada de oliváceo, Una ceja pequeña blanca-gris, parte de las ventanas de la nariz y se prolonga hácia el colodrillo. Mejillas y lados del cuello como el lomo. Garganta, parte delantera del cuello, medio del pecho, del vientre y del ano de un color amarillento de paja. Encima del ala, la misma mancha blanca marginal que en el adulto; la de la cola falta. Esta librea del jóven, aun no habia sido designada por los autores, y es una de tantas adquisiciones que la ciencia deberá á las investigaciones del Sr. de la Sagra. 60 AVES. Esta especie, fácil de distinguir de sus congéneres por su tinta mas uniforme, por las manchas de sus alas y de su cola, es ademas una de las que habitan, á un tiempo mismo, las Antillas y el continente septentrional. Despues de pasar todo el invierno en las regiones calientes del conti- nente y de las islas, emigra en cuanto llega la primavera, va á los Estados Unidos, à New-York y á Filadelfia, hácia el mes de mayo ; sigue su viaje hasta el Canadá y quizás mas al norte aun, y luego hácia el otoiio, retrocede á comenzar el aiio siguiente de la misma manera. No obstante, nos inclinamos á creer que tambien anida en las Antillas, porque el Sr. de la Sagra ha cazado en la isla de Cuba individuos mui jóvenes, nacidos sin duda en ella. Poco vivaz en sus costumbres, y sobre todo, poco comun, vive frecuentemente solitario en el seno de los bosques y de los matorrales, permaneciendo las mas veces sobre la cima de los ár- boles. Se alimenta de insectos, con particularidad de pequeños hymenópteros. 32. SYLVIA PENSILIS. — ( Lath.) BIJIRITA. Sylvia pensilis, Lath., Ind. orn., p. 520, n° 41. — Motacilla pensilis, Gmel., Syst. nat., ed. 13. — Motacilla flavicollis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 114, sp. 11.— Sylvia flavicollis, Lath., Syst. orn., gen. 42, sp. 37. — Sylvia flavi- collis, Yelow-throated warbler, Wils., Amér. ornit., t. П, pl. 12, f. 6, p. 54, — Sylvia flavicollis, Vieill., Dict. d Hist. nat., t. ЇЇ, p. 191; Encycl. méth., t. HI, p. 453, et Ois. de 74m. sept., pl. 90. — Sylvia pensilis, Bonaparte, Syn., sp. 110, p. 79. — The Yellow-throated creeper, Catesby, Carol., t. 1, pl. 62.— Parus carolinensis griseus, Briss., Orn., t. ПІ, p. 563,«n» 18. — Mésange grise à gorge jaune, Buff., Ois., t. V, p. 464. — Gorge jaune de Saint-Do- mingue, Buff., Enl., n^ 686, fig. 1. — Sylvia pensilis, Vieill., Encycl. méth., t. III, p. 427, pl. 117, fig. 1, n» 26. — Gelbkehlige meise, Klein, Ordo aeium, DS nor Sylvia grisea, subtus alba, ad latera nigro varia; fronte, fascia oculari, et rectricibus nigris; lateralibus interiori latere albidis, macula ulrinque ad basim, rostri el gutture flavis; rostro nigro; pedibus fuscis. 5pulg 5 din 0,125 millim. 2 9, 0,065 2 »'h 0,048 1 4 0,031 б 51 0,011 » ШУА 0,003 3 5 0,080 Tiene un bello color gris ceniciento, uniforme, por encima; remeras negras, orilladas de gris; cobijas grandes y medianas superiores de las alas, terminadas por una mancha blanca, lo que forma dos anchas fajas transversales de este color encima del ala. Cola negra ; timoneles orilladas de gris ceniciento en su base, las laterales terminadas, sobre los lados internos, por una gran mancha AVES. 61 blanca. El ojo rodeado de una ceja amarilla desde blanca, que va á confundirse en el blanco lateral d del pecho, de un bello amarillo de narciso; frente negra. Este matiz baja sobre los lados del cuello, rodea lo amarillo de cada lado, y forma encima de los flancos manchas largas. Vientre blanco, la- dos del cuello blancos, así como las tapadas de la cola. Pico negro, alargado, delgado y mui puntia- gudo. Pies aplomados. las ventanas de la nariz hastà el ojo, despues el cuello. Garganta, parte delantera del cuello y Esta especie, mui vecina del Svrvia trichas, Lath. y no moreno verdoso, por su vientre blanco y no blancas, al paso que en la otra son amarillas. Vieillot pensaba que debia reunirse al Sxrvia ¿richas 1 porlos demas autores, y tambien creemos que se ha equivocado en su cotejo. La presenta bajo el nombre de SxrviA pensilis, como especie distinta, no siendo mas que un sinónimo. De la misma manera que las especies precedentes, esta graciosa bijirita habita á un tiempo mismo la América meridional y las Antillas, es decir, que emigra todos los años de las zonas cá- lidas en la primavera, y vuelve al otoño. Es bastante comun en la isla de Cuba, de donde la ha traido el Sr. de la Sagra. Segun Vieillot *, se halla tambien en la América meridional, pero tal vez no es así. , se distingue no obstante por su color azulado amarillo; por las tapadas de la cola que son 5 pero esta opinion difiere de la emitida 23. SYLVIA TRICHAS. — (Za/A.) BIJIRITA. Sylvia trichas, Lath., Syst. orn., gen. 43, sp. 36. —Turdus trichas, Linn., Gmel., Syst. nat., ed.13, gen. 107, sp. 7.—Syloia marylandica, Wils., Ат. orn., Y, p.88, pl. 6, fig. 1; Mas., П, pl. 18, fig. 4; Fzem., p. 163.— Trichas personatus, Swains., Zool. journ., n° 10. p. 167. — Figuier de Maryland, Buff., OSLO — Fauvette à poitrine jaune de la Louisiane, Buft., Enl., pl. 709, fig. 2. — Ficedula marylandica, Figuier aux joues noires, Briss., Ornith., t. ITI, р. 506. — Sylvia trichas, Vieill. , Dict. d' Hist. nat., t. IL, p. 229, et Encycl. méth. , t. III, p. 443. — Sylvia trichas, Bonap., Syn., sp. 199, p. 84. — Maryland yellow throat, Edw., Glan., p. 54, pl. 237. Sylvia, olivacea, corpore subtus flavo; fascia oculari nigra; rostro nigro; pedibus Jlaeescentibus. 5 pulg! 3 іп" 0,122 millim. 3. 0054 1 8 'h 0,040 1 6 0,035 б 5 0,010 я 2 0,003 2 10 Y 0,070 * Encycl. méth., t, Ш, p. 453. 2 Idem, ibid. L 62 AVES. Macho con el plumage de amor. Partes superiores moreno oliváceo ; una faja negra que cubre la frente hasta encima de los ojos , los cubre lo mismo que las quijadas, y se prolonga lateralmente hasta lo inferior del cuello. De cada lado está orillado por encima, en toda su extension, de una pequeña faja gris. Garganta, delantera del cuello y pecho, amarillo de limon vivo que se desvanece insensiblemente sobre el vientre, donde aparece blanco amarillento. Los flancos y los lados del vientre, leonado obscuro. Tapadas de la cola amarillas. Cola gris oliváceo por debajo. Pies ama- rillentos. Pico córneo por encima, moreno por debajo. Hembra. Lo superior como el macho, mui verde en la rabadilla ; mejillas y lados del cuello, así como los flancos, como lo de encima. Lo inferior del cuerpo amarillento color de paja, algo mas vivo sobre la garganta, la delantera del cuello, el pecho y las tapadas de la cola. A] momento en que se termina la nidada, el macho pierde su máscara negra y su bordadura gris, y el amarillo palidece. En el artículo de la éspecie precedente, hablamos de los carácteres distintivos entre aquella y ésta, que tanto se parecen. El 7/zcAas habia sido indicado hasta ahora como habitante solo de la América septentrional, los Estados Unidos : pero habiéndole traido de la isla de Cuba el Sr. de la Sagra, es positivo que se adelanta hasta las Antillas, donde tal vez no anida. Sus costumbres parecen ser las de la Curruca (Syrvia, Lath.), viviendo de preferencia sobre los matorrales, petulante, alegre y siempre en movimiento. En la época de los amores su alegría aumenta, y entónces tambien comienzan los cantos festivos del macho. Se le vé elevarse perpen- dicularmente cantando, hacer una pirueta á 7 ú $ varas de elevacion, bajar, pararse de nuevo sobre el matorral de donde habia partido y permanecer en él apénas un minuto, para comenzar de nuevo la cancion que los Américanos del norte imitan con la voz hitititee repetida tres veces seguidas. Su nido, en forma de arca, con una pequeña entrada, se compone de hojas y de yerbas finas ; le colocan en el suelo entre ojas secas, enmedio de matorrales espesos y espinosos, y pone la hembra en él cinco huevos medio traslucientes y manchados de moreno bermejo. 24. SYLVIA AMERICANA. — (Lath.) BHIRITA. Sylvia americana, Lath., Ornith., gen. 43, sp. 39. — Parus americanus, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 114, sp. 75. — Sylvia torquata, Vieill., Dict. d Hist. nat., t. П, pl 175, Encycl. méth, t. Ш, p. 438. — Figuier cendré de la Caroline, Buff., Ois., t. V, p. 301, Enl., 731, fig. 1. — Finch creeper, Catesby, Car., I, pl. 64. — Ficedula carolinensis cinerea, Briss., Orn., t. WI, р. 5929) по 66. — Sylvia pusilla, Blue yellow-back warbler, Wils., 4m. orn., IV, pl. 28. fig. 3, p. 17. Sylvia americana, Bonap., Syn., sp. 124, p. 83. Sylvia, cinereo ceerulescens; interscapularibus olivaceo-flavis; jugulo pectoreque Havis; abdomine, fasciaque alarum albis; rostro supra. fusco, subtus flaees- cente; pedibus fuscis. Longitud total desde el pliegue del ala á su extremidad. —— de la cola. 4 pulg" 2 1). lin* 0,107 millim. ЖУ 2 6 0,058 6 0,035 AVES. 63 Longitud del pico ys —€— » рша" 4 '/lin* 0,009 millim. Altura del mismo.........,.. M 5 Lik 0,00: Circunferencia del cuerpo A 2 7 0,060 Macho. De un bello color gris, ceniciento azulado por encima, con un collar superior de color de oliva anaranjada, que pasa desde un hombro al otro. Alas negras ; remeras orilladas de gris azul ; las cobijas medias y mayores negras, y blancas en su extremidad, lo cual forma dos bandas blancas transversales encima del ojo. Cola negra ; timoneles finamente orilladas de gris azul, las dos laterales de cada lado, con una mancha blanca cerca de la extremidad, El ojo rodeado de un pequeño círculo de plumas blancas ; lados del cuello y del pecho gris; el medio de estas partes, así como la garganta, de un bello amarillo de limon, que se colora de moreno anaranjado en la mitad del pecho, donde le precede una mancha negra; todo lo demas de la parte inferior blanco, y los flancos gris ceniciento, Pico mui delgado, mui puntiagudo, casi recto, negruzco por encima, blanco amarillento por debajo y en los bordes. Pies moreno pálido. Hembra. Mucho menos vivo el color; carece del moreno anaranjado enmedio del pecho; un poco de verde en la extremidad de las plumas de la cabeza y en lo alto del cuello. Esta bonita especie, notable por el color de oliva de su lomo que la distingue de las otras, así como por los matices variados que ofrece, no es mas que pasagera en las Antillas, habitando todo el verano en la América septentrional, donde forma su nido. Sin embargo, es mui comun en la isla de Cuba, donde parece permanecer aun durante el verano. Permanece en lo interior de los bosques, donde á veces se encarama en las ramas para buscar su alimento, lo que la hizo consi- derar como Certa por Catesby; pero Buffon y Brisson la restituyeron á su género natural. 25. SYLVIA MARITIMA, — (Jijs.) AVES. — LAMINA X. BIJIRITA. Sylvia maritima, Cap-may warbler, Wils., Am. orn., vol. VI pl. 51, fig. 8, p. 99. — Sylvia maritima, Bonap., Syn., p. 19, sp. 107, dm. orn., vol. I, p. 32, pl. 3, fig, 3. — Sylvia maritima, Vieill., Encycl. méth., t. П, p. 450. — Carbonated warbler, Audubon, pl. 60. Sylvia, vertice nigro; superciliis mentoque flaeis; regione parotica fulvescente; corpore supra olieaceo-flaeo, nigris maculis; gutture pectoreque flavis, nigro maculatis ; abdomine albo; rectricibus tribus exterioribus intus albis; rostro pedibusque nigris. Longitud total. . . 4pulg' 7 '⁄ lint 0,114 millim. 3 1 0,071 1 8%. 0,040 A 4 v. 0,032 UE RIO hdd eR 25 d - o» 5 0,010 асн оН 1% 0,003 3 5. 0,080 64 AVES. Macho. Cabeza negra por encima; cejas, barba y contorno del cuello, amarillo vivo; lo superior del cuerpo y del cuello, verdoso, teniendo cada pluma el medio negro ; grandes cobijas del ala, ori- lladas exteriormente y anchamente terminadas de blanco ; remeras negruzcas, orilladas hácia fuera de verdoso. Garganta y pecho, de un bello amarillo, con algunas manchas alargadas negras. Vientre y partes posteriores blanco sucio, un poco amarillento. Cola un poco ahorquillada, negruzca, ori- Пада de amarillo oliva, con una mancha blanca sobre el lado de las tres timoneles exteriores de cada lado. Rabadilla teñida de verde. Mejillas y contorno de los ojos bermejo. Pico y pies morenos. Jóven. La parte superior de la cabeza, variada con plumas negras orilladas de verdoso : todos estos colores menos vivos que en el macho. Esta especie, que por sus mejillas bermejas y por su cabeza negra se distingue claramente de todas las que acabamos de describir, perece ser bastante rara. Wilson la ha descrito como fre- cuente en los matorrales marítimos del cabo May : ademas, habiéndola traido el Sr. de la Sagra de la isla de Cuba, resultaria que habitaba 4 un mismo tiempo, como los Sylvios precedentes, el continente septentrional y las Grandes Antillas, emigrando sin duda de ambos paises segun las estaciones. De todos modos, creemos que esta es la vez primvera que se la indica en las Antillas. 26. SYLVIA MACULOSA. — (Lath.) BIJIRITA. Sylvia maculosa, Lath., Ind. orn., p. 263, no 108, gen. 45. — Motacilla macu- losa, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, p. 984, n^ 151, gen. 114. — Sylvia mag- nolia, Blach and yellow Warbler, Wils., Am. orn., ПІ, p. 63, pl. 23, fig. 2. Sylvia maculosa, Vieill., Ois. de FAm. septent., pl. 93, t. TI, p. 33. — Sylvia maculosa Vieill., Encycl. méth., X. ЇЇ, p. 427, pl. 120, fig. 3. — Sylvia macu- losa, Bonap., Syn., sp. 106, p. 18. — Sylvia maculosa, Vigors, Zool. journ., 1827, t. Ш, p. 440, n°13. — Fellow-rumped flycatcher, Edw., Glan., pl. 226, p. 97; Pennant, 4rct. zool., ЇЇ, pl. 888. Sylvia nigro maculata; supra viridi-olivacea; subtus uropygioque lutea, capile cinereo; fascia alarum duplici; rectricibus lateratibus medio intus albis; rostro pedibusque nigricantibus. A К ae a oe denia 5 рша". — 115 millim. Macho. Lo superior de la cabeza gris ceniciento, orillado por una faja negra, que desde la frente, se extiende por los lados y se pierde en el colodrillo; una mancha blanca en lo exterior del ojo; párpados blancos ; partes superiores y cobijas de los remos, verde sombrío manchado de negro. Garganta, rabadilla y partes superiores del bajo vientre, de un bello amarillo con manchas negras sobre la parte delantera del cuello, el pecho y los flancos. Vientre blanco ; pliegues del ala grises, variados de negro ; cobijas grandes y medianas de los remos, grises en su base, blancas en lo res- tante. Remeras negruzcas, orilladas de gris ; las dos plumas intermedias de la cola enteramente negras, las otras blancas en el medio. Hembra. La cabeza enteramente cenicienta, sin indicio de negro ni de blanco. AVES. 65 Este precioso Syr.vro no le ha traido el Sr. de la Sagra, pero creimos deber mencionarle entre el nümero de las especies que frecuentan la isla de Cuba, porque M. Vigors, en su nomenclatura de las aves de esta isla, le describe. Es comun en la bahía de Hudson en los meses del estío, y los naturales le llaman Kimmevan apay Kuteschich, porque el macho hace oir un grito penetrante, particularmente cuando llueve. En otoño pasa al centro delos Estados Unidos, y de allí se adelanta en el invierno hasta las Grandes Antillas, de donde parte á la primavera. Hace su nido en la bahía de Hudson, en las Salcedas соп yerbas secas en lo exterior y plumas dentro. Pone seis huevos de un color blanco súcio man- chado de gris moreno. TANAGRIDA. (TANAG RIDEO S.) Siendo los Tanacrmeos propios de las regiones calientes del nuevo continente, debe sorprender el que no existan mas de dos especies en las Antillas, donde los Tacuvrowos, los Euronos, los SarraTOnzs, los Empervacros, los Rawrocrros faltan absolutamente, y solo se hallan los Tawacrós y los Pyraxcas. Pero considerando el lugar de habitacion de las especies que allí se encuentran, y particularmente la proximidad de la isla de Cuba al continente septentrional, cesarrá la admiracion, porque las tres especies que vamos á mencionar son justamente de la América del norte, y no apa- recen en aquella isla mas que en sus emigraciones de invierno. Así pues, en los TANAGRIDEOS como ` en los Svrvmos, todas las especies son del hemisferio boreal, y siendo allí poco numerosas comparativamente á la multitud de especies del hemisferio austral, la isla de Cuba presenta tambien una proporcion mínima. TANAGRA. — (Linn.) Solo poseemos una especie de este género, hallada en la isla de Cuba, y en tiempo de la emigra- cion, y es la Я 27. TANAGRA ZENA. — (//ig.) CABRERO. Fringilla bahamensis, the Bahama-finch, Catesby, Carol., t. 1, p: 42. — Fringilla zena, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 98, sp. 15, p. 181.— Fringilla zena, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, p. 320, n° 13, gen. 112. — Fringilla zena, Dath., Index, n° 46, et Gen. hist., ТҮ, p. 138, n° 128. — Tanagra multicolor, Vieill., Gal. des ois., p. 400, pl. 76. — Tanagra multicolor, Vieill., Encycl. méth., t. IL p. 775, n° 11, y Dict. d' Hist. nat., t. XXXII, p. МА. — Tanagra zena, Vigors, Zool, journ., 1827, t. Ш, p. 441. по 17. — Orange finch, Penn., Arct. zool., П, p. 241.— Pinson à téte noire et blanche, Buff., de Sonnini, t. XLVIII, p. 35. — Fringilla bahamensis, Pinson de Bahama, Briss., Orn., t. ТЇЇ, p. 168, n? 43. — Tanagra Pretrei, Lesson, Centurie, pl. 45. Tanagra capile corporeque supra, remigibus, rectricibusque nigris; superciliis г. 12а 66 AVES. albis; gutture, juguloque flavis; pectore uropygioque rubescentibus; ventre jonquillaceo; rostro pedibusque nigris. Longitud total 6 рша" » іп" 0,140 milim. desde el pliegue del ala а su extremidad 3 14 0,072 ——— de la cola.. 1 10 1⁄4 0,043 —— del pic » 4 0,009 Circunferencia del cuerpo. 4 » 0,092 Macho. Pico negro por encima, aplomado por debajo. Pies negros. Ojos negruzcos ó azulosos. Cabeza, por encima, hasta la nuca y sobre los costados, de un negro intenso; una faja parte de las ventanas de la nariz, pasa por encima del ojo, y va á terminarse 4 cada lado de la nuca lo mismo que el color negro; otra faja del mismo color parte del ángulo del pico, y baja de cada lado á lo largo del cuello, rodeando el ojo y las mejillas ; otra faja negra, estrecha, se halla debajo dé ésta á cada lado de la garganta : el espacio que circunda es blanco sobre la barba, amarillo en la garganta y amarillo dorado en lo bajo del cuello ; este tinte se prolonga sobre el pecho y lateralmente encima del cuello en forma de collar, y vuelve á aparecer sobre la rabadilla. Lomo teñido de amarillo. Alas negras; pequeñas cobijas rojo de canela y oliva en su extremidad. Cobijas grandes, negras, an- chamente orilladas de blanco en lo interior, lo mismo que algunas remeras secundarias : la segunda, tercera, cuarta y quinta tienen en su base extrema una mancha blanca. Cola negra ; las dos prime- ras plumas tienen sobre su lado interno una larga mancha blanca ; las dos intermedias ribeteadas interiormente de este color. Desde el pecho lo inferior es blanco, teñido de gris sobre los flancos ; el amarillo dorado del pecho se prolonga algo en punta, sobre el medio del vientre. Hembra. Cabeza y cuello cenicientos ; lomo de un verde súcio ; pecho y vientre amarillo pálido ; lo superior de las alas marcado de una raya transversal blanco-súcio. Remeras y timoneles more- nas, orilladas de blanco. Jóven. Gris ceniciento encima de la cabeza y del cuerpo. Esta especie, descrita hace mucho tiempo por Gmelin y sus contemporáneos bajo el nombre de Frivcita zena, lo fue de nuevo por Vieillot, que cambió su nombre específico dándole el de T4- NAGRA multicolor, citando siempre, como sinonímia, la primera denominacion. Pero en 1827, M. Vigors, con mucha razon, volvió al nombre primitivo, llamándola Taxacna zena, que debe conservar. Es probable que M. Lesson ignorase que esta especie era ya conocida, cuando la de- dicó á M. Prétre, describiéndola en su centuría con la denominacion de Taxacna Pretrer. Es mui comun en la isla de Cuba, y habita al mismo tiempo las Floridas, particularmente las islas del estrecho de Bahama y la de Santo Domingo. Vive en el centro de los bosques, en los matorrales, en donde á veces aislados por parejas, viven solitarios sin mostrar vivacidad ni ale- gría. No obstante es poco arisco, pues habiendo herido uno, continuó comiendo y bebiendo desde los primeros dias, inquietándose poco por su cautividad. Se alimenta de pequeños frutos y granos que abundan en los parajes que para vivir prefiere. PYRANGA. — (Vietll.) Las dos especies de este género que se hallan en la isla de Cuba, son de paso, y pertenecen á la América septentrional en donde anidan. Son pájaros mas bien amigos de espesuras que de bosques, y con particularidad, de parajes cultivados ó plantados de vergeles, lo que se explica bien, pues son frugívoros. AVES. 67 28. PYRANGA AESTIVA. — (Vieill) Tanagra æstiva, Gmel., Syst. nat., ed 13. — Tanagra æstiva, Lath., Index, пе 5. — Tanagra estiva, Summer red-bird, Wils., Am. orn., L pl. 6, fig. 3-4, р. 95. — Tanagra eestiea, Bonap., Syn., sp. 161. — Tanagra mississipensis, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 111, sp. 23. — Tanagra mississipensis, Lath., Ind., п Т. — Gobe-mouche de la Caroline, Briss., Ornith., t. ТЇ, p. 432, n? 27. — Tanagra ди Mississipi, Buff., Ois., t. IV, p. 252, Enl., n» 741. — Preneur de mouches, rouge, Buff., Enl., p. 585. — Pyranga «stica, Vieill., Encycl. méth., t. ЇЇ, p. 199, n° 6. — Т, anagra variegata, Lath. (le jeune mále). — Tanagra variegata, Gmel. (le jeune mále). — 7, anagra virginica, Lath. (le jeune måle). — Loxia virginica, Gmel. (le jeune mále). — Tanagra mississi- pensis, Lichtenstein, Doub., р. 30. n» 333. Mas. Piranga toto rubra; rostro flavicante, pedibus fuscis. Есет. Supra viridescente olivaceus, subtus flavicans; remigibus brunneis, oli- eascente marginatis, rostro pedibusque fuscis. 8 ршщ »lin* 0,185 miltim. 4 4 0,100 2 8 0,064 1 8 0,036 del pico.. » 7 0,014 Altura del mismo. . . » 4 0,009 Circunferencia del cuerpo... Caos ir s EG i ORG ЗАГСЫ: A 4 1. 0,095 Macho. Enteramente rojo, mucho mas obscuro por encima, con particularidad sobre el lomo y la cola. Alas y sus cobijas morenas, orilladas exteriormente de rojo. Pico moreno, amarillento por encima, amarillo por debajo. Hembra. 'Todas las partes superiores verde amarillo, mas claro en la rabadilla ; partes inferiores amarillo obscuro. Alas y sus cobijas morenas, orilladas anchamente de verde amarillo ; místiles de las timoneles negros. Pico mas obscuro que en el macho. Esta Pyranga se distingue de la P. mississipensis por su menor tamaño, su tinte mas го]о, su pico negro. Habita ademas regiones mucho mas boreales. Esta especie, comun en las Antillas durante el invierno, vive con mas particularidad en la Ca- rolina, en las Floridas, en la Louisiana, y remonta durante el verano á los otrosEstados, rara vez hasta la Pensilvania. Parece ser comun en la isla de Cuba. Permanece ordinariamente sobre las copas de los árboles ya en pequeñas tropas, ya aislados los individuos, y viaja sin cesar, por de- cirlo así, buscando siempre en cada region, la época de los frutos y tambien la en que las yemas de las plantas aparecen. De carácter triste, su canto es monótono y quejumbroso. Coloca casi siempre su nido sobre los árboles de mediano tamaño queno pierden la hoja, encima de las ramas horizontales, á diez ó doce pies de distancia del suelo. Le forma de tallos de plantas y le tapiza interiormente de yerbas finas. Pone la hembra en él tres 6 cuatro huevos de color azul claro, 68 AVES. que protege y defiende, haciendo oir, cuando algo se acerca, un sonido semejante al de las síla- bas Chichy-touck, Chichy-toucky, touck. 29. PYRANGA RUBRA. Tanagra rubra, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13; sp. 4 (exclusa varietate В). — Tanagra rubra, scarlet Tanager, Wilson; Ат. orn., ЇЇ, pl. 12, fig. 3, 4, p. 42: — Tanagra rubra, Bonap., Syn., sp. 169, p. 105.— Tanagra rubra, Lath., Ind., n? 3, gen. 37. — Cardinal du Canada, Briss., Ornith., t. Ш, р: 48, n? 28, pl. 2; fig. 5. — Tanagra du Canada, Buff.; Oís., Enl. 156. — Pyranga erythromelas, Vieill., Dict. d Hist. nat., t. XXVII, p. 293, Encycl. méth., t. П, p. 800. — Scarlet sparrow, Edwards, Glan., pl. 343. Pyranga rubra, alis caudaque. nigris; rostro fuscescente-flavo; pedibus dilute coeruleis. RA SAO OO ЛОС ҮЗ о ООА 7 риа". — 162 millim. Macho adulto. La cabeza y todo el cuerpo de un bello rojo de fuego; las alas y la cola de un bello negro aterciopelado ; remeras y timoneles, orilladas á veces de un ribete blanco en sus barbas in- teriores. Pico amarillo obscuro. Pies azul claro. Ojos amarillos. Hembra. Verde pálido sobre las partes superiores, amarillo sobre las inferiores ; negro parduzco sobre las alas y la cola. Los machos jóvenes del año se parecen á las hembras. Esta Pyranga es mui diversa de la especie precedente, por sus alas constantemente de un bello negro, en lugar de ser rojizas, así como tambien por su tinte de un rojo vivo de fuego. Forma parte de los numerosos habitantes de la América septentrional que van á la isla de Cuba y á las otras Antillas, solo en el invierno. En la primavera pasa á los Estados Unidos, y de allí, remonta hasta el Canadá. Vésele principalmente cerca de las habitaciones rurales, de los vergeles, y sobre todo en los bosques, donde prefiere los árboles mas espesos. Su grito semeja al sonido de las sílabas Chip churr, repetidas por intervalos y con un tono triste, lo que hace creerle lejano, cuando se halla cerca. Se alimenta de insectos, que coje al vuelo, pero con par- ticularidad de bayas tiernas que busca con solicitud. Su nido, colocado encima de los árbo- les y frecuentemente sobre los frutales, está formado por defuera de tallos de yerbas secas, de un texido tan Claro que puede verse la hembra al través, sobre un lecho donde pone tres б cuatro huevos, de color azul pálido manchado de moreno y de púrpura. Su color le hizo llamar en los Estados Unidos Fire bird (pájaro de fuego). Ofrece la particu- laridad, que es bastante frecuente en las aves de mar, de tener la grasa y la médula de los huesos coloreadas de rojo. MUSCICAPIDE. (MUSCICAPIDOS.) Los Muscicapmos, que sobre el suelo de la América meridional, presentan por sí solos la cuarta parte de los Pájaros, distan mucho de ser tan numerosos en las Antillas, en donde, siguiendo las reglas de la distribucion geográfica de las especies del continente septentrional, se nota ya que estas AVES. 69 aves comienzan á disminuir en nümero. Sin embargo, la isla de Cuba nos ofrece aun algunos Тү- RANNUS, Muscicapa, MusciPETA, SETOPHAGA y CULICIVORA ; pero no Peroaza, MuscisaxicoLa, Fruvi- COLA, GUBERNETES, ALEGTURUS etc., tan comunes al sur del Nuevo mundo. De las nueve especies que vamos á describir, cinco son evidentemente de paso, yendo á la isla de Cuba solo en el invierno, época en que las arrojan los frios de los Estados Unidos; al paso que las otras cuatro parecen ser, por el contrario, propias de las Antillas, tal vez algunas, de la isla de Cuba exclusivamente. TYRAN Muscicapa, Linn., Gmel., Lath. Los Tmawos son fáciles de distinguir de los otros Muscicapmo mui encorbado á su extremidad ; por su cola bastante larga, sus tarsos delgados, sus uñas ganchosas, rara vez gastadas en su extremidad. Lo son aun mas por sus costumbres. Cuasi nunca se posan en tierra, pues de preferencia se encaraman sobre lo mas elevado de los matorrales ó en las ramas bajas de los árboles, donde cazan los insectos. Al mismo tiempo son enemigos encarnizados de las aves de rapiña, á las que obligan cuasi siempre, con sus gritos y picotazos y prevaliéndose de la fuerza que les da el número, á alejarse sin emplear los medios vigorosos de defensa que ellas tienen. Su pátria mas particular es la América meridional, á lo menos allí es donde se hallan en mayor nü- mero las mayores especies. De las cuatro que vamos а describir, tres son peculiares de la isla de Cuba y tal vez de las Grandes Antillas, mientras que una sola va de la América del norte en la esta- cion del invierno. s por su fuerte pico, algo hinchado, 30. TYRANNUS MAGNIROSTRIS. — (WVob.) AVES.— LAMINA XIII. PITIRRE REAL. "Tyrannus supra fuliginosus; capite nigro in medio aurantio; tectricibus alo remigibusque secundariis flavo-pallide limbatis; rectricibusque eodem colore terminatis; subtus albicans; hypocondriis parum cinerascentibus ; primariis externis remigibus intus parum emarginatis; nigro; pedibus nigris. quatuor rostro validissimo, Longitud total... MON TOCADO 10 pulg" 1 Y, lin: 0,235 mi. desde el pliegue del ala а su extremidad . O 9 0,134 de la cola. 3 DNA 0,080 - del pico 1 3 0,030 Altura de éste, » 6 0,012 Ынаш БУК E ME L » Т 0,014 Pico negro; pies пертоз; ojos pardos ; lo Superior del cuerpo de un color sombrío ahumado, mas intenso encima de las alas y de la cola; lo superior de la cabeza y del cuello, negro; las plumas alargadas y susceptibles de enderezarse sobre la cabeza, dejando ver, al abrirse, su base б cañon de un bello anaranjado vivo, mezclado en algunos, en el vertex, de amarillo narciso; las cobijas gran- l, 13 a 70 AVES. des y medianas de las alas, las remeras secundari , orilladas y terminadas en gris-blanco sücio, que, encima del borde de estas áltimas, toma una tinta ligeramente de azufre. Las primarias tienen en su extremidad un punto, apenas visible, de matiz mas claro; las cinco primeras estan escotadas interiormente en su punta. Cola escotada, negruzca ; timoneles finamente orilladas, y bastante an- chamente terminadas de blanco súcio ; debajo del ala blancuzco de azufre, sobre todo hácia el lomo; timoneles grises por debajo. Lo inferior del cuerpo blanco, ligeramente teñido de gris-claro á los costados del pecho y de los flancos. Esta especie, confundida por Linnéo en su Lanius tyrannus, var. A, indicada como raza mas grande del Tyransus matutinus, por Vieillot ', pero sin que la distinguiese como especie, es notable por su grande pico, que la aproxima del Lanius pitangua Linn. La forma de su arista su- perior siendo roma y no aguda, recta y no arqueada en su longitud, y los bordes (el pico visto por encima) formando un ángulo con bordes rectos, mientras que en el Tirano pico de cuchara $ estos mismos bordes conservan algun tiempo la misma distancia entre sí y se aproximan despues bruscamente hácia la punta. Nos parece diferir tambien del 7. crastrostris, Vigors, que se en- cuentra en Méjico, por tener éste el vientre amarillo pálido. Parece que esta especie es sedentaria en las Grandes Antillas , en Santo Domingo y en Cuba sobre todo, donde es mui comun. Sela vé frecuentemente cerca de las casas de campo, sobre las cercas , los matorrales, de donde vuela par instantes para coger las moscas que pasan á su al- cance , y despues vuelve á encaramarse en su observatorio. Si pasa algun ave de rapiña, vuela, la persigue con tenacidad, dejándose caer sobre ella desde cierta altura, y acosandola á picotazos hasta que la aleja. A veces, incomoda hasta tal grado al РвсхортЕКА aura, que huye en cuanto le vé, no obstante ser diez veces mas gruesa y fuerte que él. Este Tirano es de una actividad extremada. Cual un centinela vigilante, parece desafiar desde su elevada garita , á todo el pueblo alado. Deja oir con frecuencia la voz Рййте, cuyo nombre se le da en la isla de Cuba, grito mui semejante al de otras muchas especies de este género, pero frecuentemente señal de guerra entre los individuos de la misma especie que continuamente riñen. Se alimenta de insectos de todos los órdenes. Su nido, colocado en la bifurcacion de las ramas de un árbol elevado, se compone de ramitas secas, de raices y de yerbas finas. En Santo Domingo le Патап Pipir: de pico grueso б de cabeza negra. Esta especie pertenece á la division que con M. de Lafresnaye hemos establecido bajo el nombre de Zyranni hirundinacei ? , que se hallan caracterizados por sus alas escotadas. 31. TYRANNUS CAUDIFASCIATUS. — (Nob.) AVES. — LAMINA XII. PITIRRE. Tyrannus supra fusco murinus; capite nigro in medio aurantio; uropygio ru- Jescente; alis nigris; tectricibus totis remigibusque (apice integris) albo cine- rascente marginalis; cauda nigra, apice pallide rufescente; rectricibus basi usque ad medium pogonio interno crissoque albo sulfureis, subtus albo, gri- sescenti; rostro pedibusque nigris. ЖОШ toties oe о Н, ЖИ oct LUE 9 pulg" 1 >|, іп" 0,210 miz. * Encycl. méth., t. П, p. 850. > Synopsis, р. 44; Mag. de Zool., 1836. 71 Longitud desde el pliegue del ala а su extremid: 4 pulg" 7 — п 0,106 millim. ——— de la cola 3 3 0,075 del pico, . » 11 0,022 Altura del mismo. . » 3 0,006 AAA Mcd » 4 0,009 Lo superior del cuerpo color gris ahumado ; cabeza y cuello, negro intenso, aunque mate ; alas, cola, negro mas pálido ; las plumas del vértice de la cabeza tienen su base de un bello amarillo de narciso junquillo. Timoneles, remeras y sus cobijas, orilladas y terminadas de blanco súcio ahu- mado ; una mancha bastante grande, blanco súcio, á la extremidad de cada timonel, sobre el lado interno; la timonel mas externa en su lado exterior, de la misma tinte. Lo inferior del cuerpo blanco súcio ; flancos grises; tapadas de la cola, blanco azufroso; todas las timoneles tienen todo su lado interno de este color, desde la base hasta cerca de la mitad de la cola, lo que hace que por debajo ésta parezca en facetas. Pico y pies negros. El color de esta especie es absolutamente idéntico al del Tyrannus magnirostris; sin embargo, muchos carácteres le distinguen, como una menor talla ; la mitad de la cabeza, amarillo junquillo, en lugar de 'ser rojo anaranjado ; despues la faja blanca amarillenta, de la base de la cola. Di- fiere tambien del Lawrus tyrannus, Lin., cuyo tamaño tiene, por su pico mucho mas largo y es- trecho. Este Tirano, bastante comun en Cuba, donde le confunden con la especie precedente bajo el nombre de Р уе, parece ser propio de esta Isla; 4 lo menos, en parte alguna le hemos hallado descrito como originario de otros parages. Sus hábitos Son, con corta diferencia, idénticos á los del Tirano de pico 571650, aunque es tal vez algo mas familiar. Se alimenta tambien de insectos, y persigue las aves de rapiña que vuelan á su alcance. Por la cola terminada en escuadra, y sus remeras no escotadas, este Tirano hace parte de la division que hemos establecido con M. de Lafresnaye, bajo el nombre de Tyrannt fostirostres. 32. TYRANNUS MATUTINUS. — (Vieill.) AVES. — LAMINA XIV. PITIRRE. Tyrannus matutinus, Vieill., Encycl. méth., t. П, p. 250; Dict. d Hist. nal., t. XXXV, p. 82. Tyrannus supra murinus ; subtus sordide albus, lateribus colli, hypocondriisque parum grisescentibus; capite grisescente, in medio flaeescente. Longitud total. . . JLS КЕ Geste ANDER RE 7 рив" 10 lin" 0,190 m. desde el pliegue del ala á su extremidad 4 10 0,111 de la cola. 1 91, 0,042 del pico. 1 1 0,025 Altura del mismo. » 4 0,008 Ancho del mismo... » 5% 0,011 Lo superior de la cabeza, cuello y lomo, gris moreno; plumas del vértice de la cabeza, color ama- rillo junquillo, solamente mezclado de puntos anaranjados. Cobijas de las alas y remeras secun- 72 AV 09 darias, ribeteadas de blanco; las remeras primarias lo estan cuasi imperceptiblemente; las cinco primeras escotadas en su vértice. Cola moreno negruzco, como las alas, ligeramente escotada ; lo in- ferior, blanco matizado de gris claro а los lados del pecho y en los flancos ; lo inferior del ala blanco azufroso, sobre todo en los sobacos y en el borde de las últimas remeras. Pico y pies negros. Esta especie es intermedia, en cuanto al grueso del pico, entre la precedente y la primera. Se distingue del Tyrawwus magnirostris ‚ del cual parece, á primera vista, ser un diminutivo, por su talla mucho menor, por lo superior de la cabeza que carece de negro, por sus alas menos intensas, y por su garganta mas blanca. Se distingue tambien del 7. caudifasciatus, por su cola y sus remeras escotadas; por sus remeras proporcionalmente mucho mas largas; por su cola no listada, así como por la falta de quilla ó arista superior en su pico. Esta especie, confundida con nuestro T. magnirostris, bajo el nombre de T. matatinus por Vieillot, se conoce en Santo Domingo con el nombre de Pipiri, y la confunden allí, lo mismo que en la isla de Cuba, con la otra especie que se llama tambien Pitirre. Pero como se ha visto, es del todo distinta. Tambien es sedentaria en la isla de Cuba y hace el mismo género de vida que el T. magnirostris. Por sus alas y cola escotadas, pertenece á nuestra division de los Tyranni hirundinacet. 33. TYRANNUS PHOEBE. PITIRRE. Muscicapa phebe, Lath., Syst. ornith., gen. 40, sp. 88. — Muscicapa atra? Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, п" 80, gen. 113. — Muscicapa phebe, Vieill., Encycl. méth., t. ТЇ, p. 816. — Gobe-mouche olivátre, Buff., éd. de Sonnini, t. L, p. 174. — Muscicapa phebe, Licht., Doubl., p. 44, по 561. Tyrannus cinereo-olivacea; pectore cinerascente; abdomine crissoque pallide sulfurascentibus; capite obscure fusco, rectricum extima latereque exteriore alba; pedibus nigris. Longitud total Трир 9i, lin* 0,180 millim. desde el pliegue del ala á su extremidad 3 7 0,083 de la cola. . 3 4 0,077 del pico... 1 2 0,028 Altura del mismo... IA А ol ble » 3 0,006 ANCHA de O a AN » 5 0,010 Lo superior de un color de oliváceo sombrío, con la cima de la cabeza, las alas y la cola negruz- cas ; cobijas del ala y remeras secundarias, ligeramente orilladas de blanco amarillento; las prima- rias lo estan finamente de moreno en su base. Timoneles anchamente orilladas de bermejo por dentro. Garganta, delantera del cuello y pecho, ceniciento blancuzco. Vientre y tapadas de la cola, de un color de azufre mui pálido. Pico grande, deprimido, alargado, negruzco, así como los pies. Tapadas de las alas, color azufroso. Esta especie es mui vecina del Tyrawwus crinitus ; pero difiere por el amarillo que colora su abdómen y las tapadas de la cola. Este'Tirano, bien diverso de las especies precedentes que parecen ser propias de la isla de Cuba, no va allí mas que en el invierno, y pasa todo el verano en las cercanías de New-York en las AVES. 73 Estados Unidos, donde es llamado. PAebibird б Bee-eater, porque se alimenta con mas parti- cularidad de abejas. No parece ser mui comun en las Antillas. En las cercanías de New-York , la hembra pone cinco huevos blancos. MUSCICAPA. — (Zinn.) Esta division de los Muscrcapipos, de la cual se hallan muchas especies en el continente meri- dional, solo se halla representada en la isla de Cuba por dos especies : 34. MUSCICAPA VIRENS. — (Gmel.) BOMBITO. Muscicapa virens, Linn., Ї, p. 237, по 11. — Muscicapa virens, Lath., Syn., ЇЇ, 350. — Muscicapa rapax, Wils., Am. orn., П, р. 81, pl. 13, fig. 5.— Muscicapa virens, Bonap., sp. 83, p. 68. — Muscicapa, Vigors, Zool. Journ., 1827, t. 11, p. 439, n° 9. — Muscicapa fusca, Catesby, t. I, pl. 54, f. 1. — Muscicapa virens, Licht., Doubl, p. 55, n*563.—Gobe-mouche brun de la Caroline, Buff., IV, p. 543. — Muscicapa acadica, Gmel., Syst. nat., ed. 13, p. 947. — Luscinia muscicapa fusca, Klein, Ævi., р. ТА, n° Т. — Gobe-mouche cendré de la Caro- line, Briss., Orn., t. П, p. 368. Muscicapa superne saturate cinerea, inferne sordide aibo Jlaeicans; remigibus rectricibusque fuscis, oris exterioribus remigium albis. 7 lin 0,152 millim. 4 0,054 1 0,025 Todo lo superior del cuerpo, moreno bermejizo; lo inferior, blanco súcio algo amarillento. Re- meras y timoneles morenas, orilladas de azulado las mas exteriores. Ojos pardos. Se alimenta con pecialidad de h ópteros entre los insectos ; pues en el estómago de un gran p J nümero que han sido abiertos, se hallaron abispas. Este pajaro, comun en la América del norte yen las Antillas, Іо es tambien bastante en la isla de Cuba, donde, sumamente familiar, permite que se le aproximen sin inquietarse, y cuando al fin sele obliga а huir, se detiene á corta distancia. Su canto es sumamente simple y su silvido corto. Llámanle en Cuba Bombtto, por su índole familiar y su modo de volar. 35. MUSCICAPA RUTICILLA. — (Gmel.) Motacilla ruticilla, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 99, sp. 15. — Muscicapa ru- ticilla, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 113, sp. 10. — Muscicapa ruticilla, 1. 14а 74 AVES. Lath., Syst. ornilh., gen. 40, sp. 22. — Muscicapa ruticilla, Vieill., Encycl. mélh., t. ЇЇ. p. 818, et Dict. d Hist. nat., i. XXI, p. 484. — Setophaga ruticilla, Swains.—Gobe-mouche pelil noir aurore, Buff., Enl., pl. 566, fig. 2 y 572, fig. 3, y Ois., t. IV, p. 546. — Ruticilla americana, Smail american redstart, Catesby, Carol., Y, pl. 57, p. 67. — Ruticilla americana, Small american redstart, Edw., Nat. hist. of birds, pl. 80, Glan., p. 101, pl. 255. — Gobe-mouche d'Amérique , Briss., Ornith., t. ТЇ, p. 383, по 14. — Muscicapa rulicilla (Ате- rican redstart), Wils., Am. orn., Y, p. 103, pl. 6, f. 6, vol. V, [o XE EL qb dt fig. 2. — Muscicapa ruticilla, Bonap., Syn., sp. 85, p. 68. — Muscicapa ru- licilla, Klein, Avi., р. 89, по 13. — Muscicapa ruticilla, Sloan, Voy. of Jamaic., p. 312, по 50. — Fellow tail, Penn., Arct. zool., Y, p. 406; п 301. Muscicapa nigra, pectore, macula alarum, basique remigium rectricumque, flaeo- rubescentibus; rostro nigricante; pedibus nigris. 5 pulg 6 lin" 0,198 millim. 2 8 0,062 2 2 0,050 : 4 — 0,009 5 1% 0,008 » 24 0,05 Macho. Negro, con una faja oblícua sobre el ala; la base de las timoneles hasta los dos tercios de su longitud (salvo las cuatro intermedias), los lados del pecho y los flancos, color aurora. Vientre y abdómen blancos. Pico deprimido, cuasi triangular, negro, rodeado de largas sedas. Pies morenos, Hembra. Lo superior de un gris oliva en todas las partes donde el macho es negro, con las alas y la cola negruzcas. Todo lo que es color aurora en éste, es en aquella amarillo de paja, y todo lo inferior, excepto los flancos, es de un blanco matizado de gris sobre el pecho. Esta bellísima especie, notable por la distribucion de su color de aurora, no hace mas que pasar el invierno en la isla de Cuba y en lasotras grandes Antillas, donde sin embargo parece ser comun. Pero, desde que percibe que el dulce calor de la primavera empieza á reinar en las regiones septentrionales, abandona las Antillas y pasa á los Estados Unidos, donde vive durante el verano, y no se ausenta hasta el otoño. Vésela principalmente en lo interior de los bosques, sobre todo un el borde de las lagunas. Allí es donde el macho deja oir un pequeño grito szc-sic- sac que cambia en veessy cuando llama á la hembra. Con poca diferencia éste es el mismo sonido repetido tres veces, que deja oir, frecuentmente, cuando salta de rama en rama; pero, este canto varía tanto, que seria impossible imitarlo. Su nido, colocado en los matorrales poco elevados ó encima de las ramas bajas ó en su bifurca- cion, está construido de yerbas, contorneado con arte , mezclado con liquen y borra de plan- tas, y contiene cinco huevos, sembrados de gris y de manchas negruzcas. SETOPHAG A. — (Swvains.) Es un pequeño grupo de los Muscicap1mos, separado por Swainson, reuniendo en él las especies de tarsos largos, delgados, con los dedos poco fuertes, el pico medianamente ancho. Solo tenemos un representante en la isla de Cuba. AVES. 75 36. SETOPHAGA MITRATA. BIJIRITA. Motacilla mitrata, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13.— Sylvia mitrata, Lath., П, р. 462.— Sylvia mitrata, Vieill., Am. sept., t. ML pl. 75; id., Dict. d Hist, nat., t. IL, p. 203. — Sylvia mitrata, Vieill., Encycl. méth., t. 2, p. 457. — Muscicapa cucullata, Hooded flycatcher, Wils., Am. orn., Ш, pl. 26, fig. 3, p. 101. — Gobe-mouche citrin, Buff., Eni., 666, fig. 2, Ois., t. IV, р. 538. — Sylvia mi- trata, Bonap., Syn., sp. 109, p. 18. — Hooded-Warbler, Artic. zool., р. 400, пе 287. — Parus cuculla nigro, Catesby, Carol., 1, p. 60. Setophaga subtus, capite antice gulaque luteis, supra olivacenti; torque, rostro- que nigris; pedibus luteis. ama С E A T AO 5 ри" 7 п" 0,130 millim. desde el pliegue del ala а su extremidad. Od we 9 y. 0,065 u— IO CHETHU Mord e eto 11 0,045 1 6 0,035 » 5 0,010 » 2 0,004 » 2 0,005 Macho. De un bello color de oliva por encima. Cabeza negra, solamente desde el vertex hasta la nuca; la frente, hasta encima de los ojos, una faja por debajo y las mejillas, de un hermoso amari- llo de limon. Garganta, delantera del cuello y pecho, negros. Todo lo restante del cuerpo por debajo, color de limon. Cola larga; las barbas interiores de las tres timoneles externas de cada lado, blan- cas. Alas morenas, orilladas exteriormente de verde oliva. Pico color de cuerno ó negruzco. Pies mui pálidos. Hembra. Las tintas mas pálidas ; amarillo pálido por debajo ; el lomo oliváceo. Esta especie, notable por la disposicion de su ancho collar negro, ha pasado sucesivamente del género Sxrvia al género Muscicara y de éste á aquel. Creemos que su verdadero lugar es en la familia de los Muscicarios, como lo pensaron Wilson y Buffon, y no en los 5путоѕ donde la co- locaron Gmelin , Latham y particularmente Vieillot. Hasta el dia; no habia sido indicada mas que en el continente septentrional y principalmente en la Lusiana, en donde habita los parages solitarios; pero habiéndola hallado en la isla de Cuba el S. de la Sagra, parece que va allí 4 pasar el invierno como otras muchas especies que hemos citado. CULICIVORA. — (sun-GÉNERO. Swains. ) Carácterizado por la larga cola delgada, por los tarsos débiles, los pies y los dedos bastante cor- tos, el pico delgado, estrecho, puntiagudo, pero aquillado por encima y provisto, en su ancha base, de pelos tiesos. Esta division de los Musercarmos habia sido dejada entre los Sizymos por los au- 16 AVES. tores. Swainson la ha separado, colocándola con razon entre los Muscrcaprmpos, donde permanecerá probablemente. La isla de Cuba solo nos ofrece una especie de este sub-género. 37. CULICIVORA CAERULEA. BHIRITA. Motacilla caerulea, Linn., Syst. nat., ed. 19, p. 331. — Motacilla ceerulea, Gmel. Syst. nat. ed. 13, gen. 114, sp. 43. — Sylvia ceerulea, Lath., Syst. ornith., gen. 43, sp. 121. — Sylvia ceerulea, Vieill., Dict. d Hist. nat., t. ЇЇ, p. 190; Encycl. méth., t. П, р. 428. — Muscicapa cerulea, Blue-gray flycatcher, Wils., 4mér. ornil., П, pl. 18, fig. 5, p. ‚ — Sylvia ceerulea, Bonap., Syn., sp. 133, p. 85. — Figuier gris de fer, Ви, Ois., t. V, p.309. Figuier cendré de Pensilvanie, Briss., Orn., Supp., t. VI, p. 107, n° 79. — Little blue-grey flycatcher, Edw., Glan., pl. 302, p. 194. Culicivora superne griseo-cerulea; subtus albida; cauda nigra, rectricibus dua- bus lateralibus albis; rostro pedibusque nigris. Longitud total 5pulg » lim 0,115 millim. 2 2 desde el pliegue del ala hasta su extremidad 0,050 de la cola. . 1 8 y. 0,040 del pico. » 5 0,010 Altura del mismo. . . » 1 0,002 Aucho.dol тівшо еп Ла азе eros csi pei fe хужа SO ERES » 2 0,005 Macho. Cabeza, cuello y todo el cuerpo por encima, de un gris azulado, que pasa al blanco sobre las partes inferiores. Alas negruzcas ; las remeras orilladas enteramente de gris azul, las secunda- rias orilladas de gris cuasi blanco, Cola negra; la timonel extrema blanca, la segunda marcada de este color solo encima de la mitad de su longitud, la tercera solo tiene una simple mancha en su extremidad. Encima de la frente y de los ojos, una línea negra. Pico y pies negros. Hembra. Los colores son los mismos. La línea negra de la frente y de encima de los ojos falta ab- solutamente. Esta es aun una de las numerosas especies que pasan el verano en los Estados Unidos, y que no llega á la isla de Cuba y tal vezá las otras Antillas, sino en el invierno. Hasta el dia, solo habia sido indicada en el continente septentrional. Habita con particularidad los bosques, los mator- rales, donde Construye con mucho arte, un nido de forma cilíndrica, en la cima de un matorral ó deun arbusto. Este nido, compuesto de musgo en lo exterior, luego de cerdas yen fin, forrado interiormente de la borra que rodea las yemas de ciertos árboles y del vello de las plantas, con- tiene cinco huevos manchados de gris. MUSCIPETA. — (Cuo.) Esta seccion de los Muscicapmos, bien caracterizada por su ancho pico fuertemente deprimido, por sus largos vigotes, por sus pies y tarsos cortos, solo presenta una especie en la isla de Cuba. AVES. 77 38. MUSCIPETA CARIBAEA. — (Nob.) PITIRRE. Muscipeta supra fere unicolor, fusco-olivacea; pileo alis caudaque nigro-fuscis ; remigibus secundariis extus anguste albo marginatis; subtus pallidior, gutture canescente; pectore abdomineque mediis et crisso pallide ocraceis. Rostrum basi pilis longis, rigidis obtecum; maailla nigra, mandibula alba; pedes Jusci, debiles. КАШИ total 456405 5195 2 2 IRI SP NOS гон + 6 рид" 8 'lin* 0,155 miltim. desde el pliegue del ala á su extremidad. 3 2 0,075 ЧОЛА СОА Ame erc. as о T 0,060 del tarso hasta el extremo de los dedos 3s di » Jj. 0,025 Черо А. » T 0,014 Altura de éste... ЗЗА E 2) 0,004 o ато OR o rore Aes Neo А AA » 4 0,008 Lo superior del cuerpo, moreno oliváceo uniforme, mas intenso encima de la cabeza, sobre las alas y sobre la cola, donde es cuasi negruzco. Remeras segundarias orilladas exteriormente de blancuzco. Partes inferiores mui pálidas; garganta gris oliváceo blanquecino. El medio del pecho, del vientre y de las tapadas de la cola, oliváceas, mezcladas de una tinta ocrácea poco marcada. Pico mui deprimido, mui ancho, alargado, fuertemente encorvado en su extremidad, negro en la mandíbula superior, blancuzco en la inferior, con barbas largas y tiesas en la base, Pies mui pe- queños, débiles, lo mismo que los tarsos. Por el grande achatamiento del pico, esta especie ofrece ciertamente alguna semejanza con los Toninosruis; pero no obstante, como éste sea aun bastante agudo , fuertemente aquillado , pensamos que la especie debe permanecer con los Muscmrras, cuyos carácteres presenta. Los describimos como nueva, porque no hemos hallado ninguna otra descrita á la cual pueda ser referida positivamente. La única vecina es el Ртлтүкнүхсниз cinereus de Spix (pl. хш, fig. 2) del que tal vez no difiere , pero como éste antes describe el bajo vientre y las tapadas de la cola, blanco leonado, y que la nuestra tiene estas partes verderas, dudamos de su identidad. Esta Muscirera, que parece ser bastante comun en la isla de Cuba, pues el Sr. de la Sagra ha traido muchos individuos, pudiera ser propia de allí y no de paso como las otras especies. No obstante, éstas no son mas que suposiciones deducidas, de la cir ia de haberse hallado en otros paises, pues carecemos de toda indicacion que pudiera guiarnos en este punto. HIRUNDIDE. (HIRONDIDEO.$) Entre los pájaros de la isla de Cuba, solo tenemos una especie de esta familia, perteneciente al género Hinvxpo. Sin embargo, á juzgar por otras especies señaladas por los autores como habi- tantes de las otras Antillas, nos inclinariamos á creer que si se hiciesen exploraciones en el inte- rior del pais, se descubririan mas. 78 AVES. HIRUNDO. — (Zinn.) La única especie que de Cuba poseemos, parece tambien ser tan comun sobre el continente sep- tentrional como en el meridional, pues habita todo el Brasil y las Guayanas. 39. HIRUNDO PURPUREA. — (Línn.) GOLONDRINA. Hirundo purpurea, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 117, sp. 5. — Hirundo purpurea. (Purple martin), Wilson, Am. orn., pl. 39, fig. 2, 3, t. V, p. 58. — Hirundo purpurea, Wonap., Syn., sp. 11. — Hirundo purpurea, Lath., Syst. ornith.,'gen. 46, sp. 22.— Hirundo purpurea, Briss., Ornith., t. 2, р: 515, пойт. — Hirundo violacea, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 117. — Hirondelle bleue de la Caroline, Buff., Enl.722, Ois., t. 6, p. 614.— Hirundo versicolor, Vieill., Encycl. méth., t. 3, p. 522. — Hirundo subis, Edwards, pl. 120. — Hirundo purpurea (Purple martin), Catesby, Carol., V, pl. 51. — Martinet de la Caroline, Briss., Oís., t. 2, p. 515. Hirundo nigra purpureo, coeruleo-violaceo nitens; remigibus majoribus intus, rostro pedibusque nigris; cauda furcata. London o CR е 8 рша" » lin 0,185 millim. desde el pliegue del ala а su ехїгешїйай..................... 6 f 0,150 ———— де la cola Б 3 0,074 del pico. » 4 Y 0,009 Ancho del mismo. » 4 0,008 s Loro S Erin En o desee HP tores decent ЧУУЛУУ ү » 2 0,004 Macho. Negro con reflejos azules, violetas y purpúreos. Remeras y timoneles de un negro cuasi mate. “Hembra. Cabeza, cuello, garganta, lomo y rabadilla, moreno manchado de gris; pequeñas cobijas superiores del ala y vertex, con reflejos azulosos. Vientre gris blanco. Pecho manchado de moreno. Alas y cola negruzcas. Esta especie, que anida en la isla de Cuba, se halla esparcida generalmente sobre toda la ex- tension de la América septentrional, desde la Bahia de Hudson y habita tambien la mayor parte de la América meridional. En los Estados Unidos, se la protege, porque disminuye el número de los mosquitos, que incomodan mucho en los lugares pantanosos y en las márgenes de los rios. Estas golondrinas tienen tambien costumbres útiles para los labradores, pues los advierten de la proximidad de una ave de rapiña que pudiera robarles sus pollos. En cuanto aparece una, en las cercanías de una hacienda; las golondrinas la persiguen á gritos, hasta ahuyentarla. Son tan favorecidas de los habitantes, que en algunos parages se dejan expresamente ahujeros en torno de los tejados de las casas de campo adecuados, para que puedan hacer en ellos sus nidos. AVES. 79 En los pueblos, anidan bajo las cornisas de los edificios, como la golondrina comun de Europa. En la Habana sus parejas cubren los campanarios y las torres de las iglesias, y eruzan las calles de la ciudad en todas direcciones. Como dejan anualmente la América septentrional al acercarse el invierno, se ha dseado saber adonde iban, y hasta se creyó que se aletargaban durante esta estacion. Chatelleux ! refiere los hechos siguientes: « M. Flammius, gran juez еп la Virginia, y hombre digno de crédito, ase- guró á M. Jefferson que un dia de invierno, mientras que él se ocupaba en hacer derribar ár- boles en un terreno que queria sembrar, se sorprendió al ver caer, con un viejo roble, una gran cantidad de Martius (golondrinas azules) que estaban refugiadas y aletargadas en las rendijas de este árbol, como hacen los murciélagos en las cuevas y subterráneos. » — No obstante estos hechos, su aparicion en la isla de Cuba en el mes de enero, su gran reunion momentánea sobre los techos de los grandes edificios de la Habana, como en el tiempo de la viajes de las golon- drinas de Europa, así como el crecido nümero que pasan á la America meridional, probará cuando menos, deun modo positivo, que esta especie pasa el invierno bajo la zona tórrida M hasta en el hemisferio sur. Oviedo * habla de esta golondrina « Ni crian, dice, tan domesticamente en las casas aca;y deve > Ser por que ha poco tiempo que aca se han fundado casas de piedras, con todo ya comiencan á » criaren la Iglesia mayor de esta ciudad. » Añade que su canto es mas sordo que el de nuestra golondrina comun. Parece pues que esta especie no comenzó а anidar en la isla de Cuba, sino poco tiempo despues de la conquista, porque antes no habia tejados; cuyo hecho no deja de ser curioso. CAPRIMULGIDEA. (CAPRIMULGIDOS.) Esta familia de la seccion de los FissimosTnis nocturnes de Cuvier, no se halla representada en 1а isla de Cuba, mas que por el moderno género CAPRIMULGUS. CAPRIMULGUS. — (Linn.) Cuando se observa que en Europa no existen mas que dos especies de CarrimuLcus, al paso que éstos se hallan esparcidos cuasi generalmente sobre todo el globo, debe sorprender el que se encuen- tre el mismo número en la sola isla de Cuba. Pero sus dos especies no parece vienen mas que en el invierno, al momento en que los frios de la parte septentrional de la América los obligan á ganar las regiones tropicales. Por esto es, que los Carrimurcus de Cuba pertenecen exclusivamente tam- bien á la América del norte, y de tres que pertenecen á este continente, dos bajan hasta las An-tillas. 40. CAPRIMULGUS CAROLINENSIS. — (Zriss.) GUARAIDA. Caprimulgus carolinensis, Briss., Orn., t. П, p. 415. — Caprimulgus carolinen- sis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 118, sp. 4.— Caprimulgus carolinensis, Lath їл ! Voyage dans PAm, sept., t. П, p. 329 y 330. * Crónica de las Indias, 1547, lib. XIV, cap. 11, fol, 109. 80 AVES. Syst. ornith., gen; АЛ, sp. А. — Caprimulgus carolinensis (Chuck-wills widow), Wils., 4m. orn., pl. 54, fig. 2, vol. МІ, p. 95. — Caprimulgus carolinensis, Bonap., Syn., sp. 67. — Caprimulgus rufus, Vieill:, Dict. d' Hist. nat., t. X, p. 244, Encycl. méth., t. ТЇ, p. 541, y Ois. de РАтёг. sept., t. 1, pl. 25.— The Goat sucker of Carolina, Catesby, Caroline, t. 1, pl. 8. — Rain-bird, Brown., Jamaic., p. 467. Caprimulgus rufus, nigro varius; tectricibus alarum, maculis tricuspidatis or- nalis; corpore subtus rufus, fasciis nigricantibus; remigibus primariis, nigres- centibus rufo-maculato-zonatis ; rectricibus rufis; tribus lateralibus intus al- bido notatis; cauda rotundata. «:bongitud total eee ee у» кз кааз лә T resa UE NES 13 рид" » lin 0,300 millim. del pliegue del ala а su extremidad. ............ leere. 9 T 0,210 de la cola... 6 6 0,150 — del pico » 4 0,008 Ancho del mismo » 5 0,010 Lo de encima moreno bermejo, finamente veteado de negro ; toda la parte superior dela cabeza, de la nuca y del lomo, cubierta de largas manchas negras, en forma de fajas longitudinales. Cobijas de las alas igualmente manchadas, pero las manchas son anchas, irregulares, como tricúspides y orilladas de bermejo claro ; toman la forma de estrias alargadas, como dentadas encima de las es- capularias y sobre las últimas remeras secundarias, cuyo fondo es bermejo blancuzco mas claro que el resto del ala. Remeras primarias negras, marcadas regularmente de manchas bermejas, en forma de fajas trasversales. Cola redondeada en su extremidad, bermeja, distintamente veteada de negro en forma de zigzag; manchas negras irregulares, aproximadas á los cañones, formando cuasi fajas trasversales, En el macho, las tres plumas laterales tienen todo el lado interior de un blanco sedoso ; la garganta y toda la parte gular son bermejas, con estrias negras separadas ; y por debajo, un collar de un blanco bermejizo, atravesado y terminado en su borde inferior por estrias irregulares negras, que suben de cada lado sobre la mejilla hasta la nuca. Pecho y alto vientre, mezclados de negro, de bermejo claro que se ensancha sobre el abdómen, donde cambia, así como sobre las tapadas de la cola, en un color bermejo atravesado de estrias irregulares negras. Las barbas interiores de las tres timoneles laterales, tienen por encima un color blanco puro, y por debajo, leonado uniforme. Mandíbula superior orillada por una línea de pelos largos mui tiesos, que caen, como un tejadillo, sobre la abertura del pico; son morenos en el nacimiento, negros en la extremidad, y estan provistos en su mitad hácia la base, de otros pelillos en forma de barbas. Hembra. Las tres plumas laterales de la cola no son blancas por dentro, sinó de un bello ber- mejo variado de negro. Esta especie es la mayor de los tres Carrimurcos de la América septentrional, de donde parece venir á la isla de Cuba, en tiempo frio. Vive constantemente en el seno de los bosques, de los cuales sale á la entrada de la noche para comenzar su cacería. En los Estados Unidos, en la Georgia y en las Floridas, la llaman, por el grito que la es familiar y que pronuncia en un tono agudo, Chrect Wills Widow. AVES. 81 41. CAPRIMULGUS VOCIFERUS. — Wils.) GUARAIBA. Caprimulgus vociferus, Whip-poor-Wiil, Wils., 4mér. ornil., PA со da le Caprimulgus vociferus, Bonap., Syn., ne 68. — Caprimulgus clamator, Vieill., Dict. d Hist. nal., t. X, p. 234, y Encycl. méth., t. П, р. 587. : Caprimulgus supra fulvo-griseus, nigricante varius; subtus albidus, fasciis nigricantibus; gula alba; rostro nigrescente; pedibus plumosis, fuscis; ungue intermedio serrato; cauda rotundata. Longitud total 9 риа" Ilin 0,995 mill. desde el pliegue del ala å su extremidad Ч! » 0,184 A И 67 dca 09 1 0,118 - del pico... » 4 0,008 Ancho del mismo... » ESTA 0,007 Lo superior de la cabeza, gris ceniciento teñido de bermejo, con una faja sobre la ceja, manchada de blanco: region gular morena cuasi negra, orillada por un collar cuasi blanco por delante, ber- mejizo por detrás hácia lo bajo de la nuca. Lomo variado con grandes manchas negras ; las cinco primeras remeras, terminadas con manchas semejantes ; las tres timoneles laterales de la cola, ne- gras, estriadas de bermejo en su base, y terminadas solamente de blanco en su extremidad en el macho, y de bermejo claro en la hembra. Los pelos que guarnecen los bordes de las mandíbulas son mui fuertes, alargados, que sobresalen mucho á la extremidad de ellas. Esta especie se aproxima mucho de la precedente por la distribucion de los colores y por la forma redondeada de la cola; pero es mucho mas chica, y difiere ademas por la parte superior de la cabeza que es gris Y no moreno oscuro, por otros varios pormenores en las tintas y por los vigotes que son mucho mas largos. Llámanla en Cuba GuanAIBA , como а la otra especie; sin embargo, juzgando por los lugares donde aun se la encuentra, es decir, hasta la Bahía de Hudson, pudiéramos suponer que solo viene en el invierno á la isla de Cuba у á las otras Antillas, pasando todo el verano, 1 nera y el otoño sobre el continente septentrional. Llega á los Estados Unidos en el mes y remonta hasta la Bahía de Hudson. Vive de preferencia en los parages montañosos; de noche, frecuenta las habitaciones rur: donde muchos individuos se reunen para hacer un gran ruido producido por la contínua re- peticion de sus gritos, durante una parte de la noche. Despues de haber chillado así algun tiempo en un parage, van á otro, y repiten el mismo ruido cuatro б Cinco veces seguidas. Cuando la noche es mui oscura, callan momentáneamente, pero comienzan de nuevo al ama- necer hasta la salida del sol. La hembra pone en tierra, en un sendero endurecido de color moreno verdoso, sembrados de rayas y de zigzag negros. Su chillido, que pronuncia de diversas maneras, le hizo llamar por los norte-américanos JF hippoor- П, W hipeciwhip y Omprouil. Suelen llamarle, tambien, porla clase de su alimento, Muchaouise 6 Moschetto hawk (Halcon de los moscones). Los natzrales de la Bahía de Hudson le llaman Payk ó Peceh, à prima- de abril, ales, , dos huevos I. 16 a 82 AVES. FRINGILLIDÆ. (FRINGILIDEOS.) Por una singularidad notable, en las siete especies de Fruxcrumros que habitan en la isla de C se reunen proximamente todas las divisiones de formas. En efecto , dominan los Pasermos, y há- llase una especie que representa, en cada subgénero, los ConpvEuis, los Lrxarra, los PynnuvrA y los Fnrvcza. De estas especies, cuatro viven al mismo tiempo en la América septentrional, una en la América meridional, y dos parecen ser propias de la isla de Cuba. Todos son pájaros buscados con doble solicitud por la belleza de sus colores, y рог la facilidad con que se someten á l de la jaula, para servir de adorno y de agrado en las casas de los habitantes del pais. uba, la esclavitud PASSERINA. — (Vieill.) Este género reune tros especies propias de la isla de Cuba, dos que pertenecen al continente del norte, y una sola sedentaria en la isla. 42. PASSERINA CYANEA. AZULEJO. Emberiza cyanea, Linn., Syst. nat., L p. 315, n» 6. — Emberiza cyanea, Gmel., Syst. nat., ed. 13, I, р. 876, sp. 54, gen. 110. — Emberiza cyanea, Lath., Izd., p. 415, sp. 60. — Emberiza cyanella, Sparman, Mus. caris. fas. 2, pl. 42-43, Gmel., Syst., Т, р. 887, sp. 74. — Linaria cærulea, Blue linnet, Catesby, Carol., 1, p. 45, pl. 45. — Blue linnet, Edwards, Ois., t. IV, pl. 273, р. 132. — Tanagra carolinensis, T. angara bleu de la Caroline, Briss., Ornith., t. ML p. 13, sp. 6. — Le Ministre, Buff., Ois., t. IV, p. 86, et Ш, p. 298, sp. 12. — Lazuroux, Buff., Ois., t. IV, p. 369; ¿d., р. 495. — Passerina суапеа, Vieill., Encycl. méth., t. UI, p. 930, y Dict. d Hist. nat., X. XXV, p. т. — Emberiza ceerulea, Gmel., Syst., 1. р. 876; Lath., Ind., p. 415, sp. 59. — Frin- gilla cyanea, Bonap., Am. orn., t. A fig. 4; ¿d., Obs., sp. 112, Syn., sp. 164, p. 107. — Linaria cyanea, Bart., Trap., р. 296. — Indigo bun- ting, Penn., Arct. zool., ЇЇ, sp. 235; Lath., Syn., IV, p. 205, sp. 53. — Bue bunting, Penn., Arct zool., sp. 234; Lath., Syn., Ш, р. 205, sp. 52. Fringilla cyanea, Indigo-bird, Wils., Am. orn., 1, p. 100, pl. 6. Passerina cyanea; remigibus rectricibusque exteriore cæruleis, interiore fuscis; rostro supra nigro, subtus fusco; pedibus fuscis. Longitud total —— desde el pliegue del ala а su extremida 5 pulg 8 на 0,120 mu. 3 »'A 0,070 83 1 pulg: 10%, а 0,043 millim. » 4 0,008 » 3, 0,007 » 3s. 0,007 Macho en verano. Cabeza, cuello у garganta, azul de ultramar, que toma un matiz verdoso há- cia la rabadilla; una mancha negra entre el ojo y el pico. Alas y cola negruzcas, orilladas de azul verdoso. Pico negruzco por encima, azuloso en la base de la mandíbula inferior. Pies morenos. Macho en invierno y hembra, Moreno negruzco, variado de gris verdoso, con un poco de azul en lo exterior de las plumas del ala y del pecho. Como este pájaro ha sido traido de la isla de Cuba con la librea de verano, debemos pensar que es allí sedentario, á lo menos por veces , aunqueal mismo tiempo habita Méjico y la Florida, y que remonta hasta la Nueva Escocia. Hasta ahora nadie le habia indicado en las Antillas. Habita de preferencia en los matorrales, no lejos de las habitaciones. Allí es donde el macho entona su canto, primero con una frase de acentos agudos, vivos, que dismimuyen gradual- mente, haciéndose imperceptibles durante algunos segundos : calla despues un minuto, y co- mienza de nuevo su cancioncilla. El macho y la hembra construyen el nido en un matorral poco elevado y rodeado de yerbas altas, ligándole por los lados á las ramas y formándole con yerbas finas por dentro, La pareja, sumamente unida, encuba alternativamente los huevos con la mayor ternura y solicitud, lanzando, cuando alguien se aproxima al nido, un grito que parece decir sarpehíd. Su alimento comun, son las semillas. En la isla de Cuba y en Méjico le llaman Azulejo; en Nueva York, Indigo bird (pájaro añil), Parson (ministro) y Bishop (obispo). 43. PASSERINA CIRIS. — (Vieill.) MARIPOSA. Emberiza сігіѕ, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, n° 24, gen. 110. — Emberiza ciris, Lath., Syst. ornith., gen. 36, sp. 61. — Verdier de la Louisiane, Briss. , Orn., t. ПІ, p. 200, по 55, Арр., p. 14. — Le Pape, Buff, Ois., t. IV, p. 176, Enl., n^ 159, f. 1 et 9. — Emberiza ciris (Painted buntung), Wils., Am., orn., ПІ, pl. 24, fig. 1, f. 2, p. 68. — Fringilla ciris, Bonaparte, Syn. sp. 165, p. 107, — Passerina ciris, Vieill., Galerie, Y, p. 81, pl. 66, Encycl. méth., 1. ш, р. 935, pl. 155, fig. 1. — Fringilla tricolor, Painted finch, Catesby, Carol., p. 44; Edwards, p. 18, pl. 173. Passerina capite violaceo; abdomine uropygioque rubris; dorso viridi-fulves- cente; remigibus rectricibusque nigrescentibus, rubro limbatis; rostro griseo- Jusco; pedibus fuscis. ОПЕ СЕСИИ И О СИР г, эл » 1/, lin* 0,140 mil, - desde el pliegue del ala à su extremida , 3 2 5 proe da Gau doe or ott ets E » Ya 0,047 del pico, .... М И 5 0,010 ашаа A ud 3 ha 0,007 Ancho del mismo........... 5E 0,007 84 AVES. Macho. Cabeza y parte posterior del cuello, violeta azulado vivo ; lo inferior del cuerpo, los pár- pados y la rabadilla, de un bello rojo de bermellon. Esta bella tinta colora tambien las cobijas de la cola. Lomo de un hermoso verde pálido amarilloso, que pasa al color de oliva en sus partes su- periores y sobre las grandes remeras de las alas. Las pequenas algo violetas. Timoneles y remeras negruzcas, mas ó menos orilladas ó teñidas de bermejizo. Pico negro, mas pálido por debajo. Ojos negros. Hembra. Partes superiores, verde intenso, así como la cabeza ; partes inferiores oliváceas, mas intensas sobre el pecho. Remeras y timoneles oliváceo moreno, orilladas de verde claro. Machos jóvenes. Antes de la primera muda, se parecen á las hembras : despues del primer aiio, la cabeza y lo superior del cuello son azules. Lo superior del cuerpo y los costados, verde intenso. Vientre variado de gris y de amarillo. Cobijas de los ramos, remeras y timoneles, morenas, ori- lladas por delante de verde. Esta bellísima especie, sobresaliente por sus brillantes colores variados, es comun en la isla de Cuba, donde pasa siete meses seguidos sin anidar. Luego atraviesa los mares para regresar á las Floridas y á la Louisiana y hasta la Carolina del sur, donde establece su nido sobre los na- ranjos. Su carácter dulce y familiar y su bello plumage, le han causado la esclavitud. En la Amé- rica, es mui apreciada por este doble motivo, y ademas por la melodía del canto del macho, canto que puede compararse al de nuestra curruca de cabeza negra, aunque menos fuerte; pero esta inferioridad se compensa por sus modulaciones mas agradables. Se han traido algunos in- dividuos á Europa, donde se han alimentado con los mismos granos que el canario, pero son mucho mas delicados y en nuestro clima exigen sumos cuidados, con particularidad en los pri- meros años. 44. PASSERINA OLIVACEA. — (Vieill) TOMEGUIN DEL PINAR. Emberiza olivacea, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 110. sp. 6. — Emberiza olivacea, Lath., Syst. ornith., gen. 36, sp. 38. — Emberiza dominicensis, Brisson, Ornith., t. ПІ, p. 380, по 14, pl. 13, fig. 5. — Passerina olivacea, Vieill., Dict., t. XXV, p. 18, et Encycl. méth., t. VIL, p. 935. — L'Olive, Buff.; Ois., 1. IV, p. 363. — Pyrrhula collaris? Vigors, Zool. Journ., 1827, t. Ш, n? 11, p. 441? (Non bono jure.) Passerina supra olivacea; subtus pallidior; gula aurea; fascia pectorali nigri- cante; rostro nigro; pedibus fuscis. Попе ee MR E TTE 4 pulg" 4 '/⁄ lin* 0,100 millim. desde el pliegue del ala а su extremidad. . 2 2 0,050 de la cola. 1 6 0,035 del pico, . » 3 0,006 Altura del mismo. . о» 21, 0,005 Anchor dl mismo. aa сс E ОЛАУ 3 0,006 Macho. Parte anterior de la ceja y lo alto de la garganta, amarillo. Frente, mejillas y la delantera del pecho, negros; lados del pecho, vientre y tapadas de la cola, gris verdoso. Todas las partes su- periores del cuerpo y de la cabeza, verde oliva. Alas y cola morenas, orilladas de verdoso. Ojos morenos. AVES. 85 Hembra. Difiere del macho en que le falta el negro de la garganta ; el amarillo apenas parece ; lo superior, teñido de moreno: lo inferior, de blanco súcio. Los jóvenes se parecen á las hembras. Esta especie, representada unicamente por Brisson, parece ser aun poco conocida en las co- lecciones. Creemos que M. Vigors, en su ojeada sobre las Aves de la isla de Cuba (Zool. journ. 1827) la describió bajo el nombre de Pxnnnvra collaris, en lo que podemos juzgar por la frase siguiente que le ha dado : $ upra olteaceo virens, subtus pallidior; fronte, gula faciaque pectoralí nigris, collari flavo rostrum nigrum, pedes pallidi. Si fuese efectivamente la misma especie, seria preciso suprimir este nombre, y concretarse al mas antiguo dado por Gmelin. Este pájaro, no es de los que solo se hallan de paso en la isla de Cuba, sino que es habitante sedentario en ella, y parece serlo tambien de las Grandes Antillas, pues se encuentra tambien en Santo Domingo. Es sumamente familiar; frecuenta con particularidad los parages cultivados, las cercanías de las habitaciones, y se sitúa de preferencia en los matorrales y en los campos de caña de azucar, porlo que en Santo Domingo le dieron el nombre de Ozseau-canze. Es tan fami- liar que no recela acercarse hasta las puertas de las casas de campo, para buscar algun alimento, que consiste en pequeñas semillas. Anida en los matorrales aislados, en las sabanas. Su nido tiene la forma de un pequeño melon, y se compone de filamentos de yerbas, con la entrada de lado. Los huevos, en número de cinco, son azules con puntitos bermejos. En la Habana le llaman Zomeguin del Pinar, y se le cria en jaulas para enseñarle а cantar, lo cual es tanto mas fácil, cuanto que imita con suma docilidad las inflexiones de voz que se le repiten. CARDUELIS. Este sub-género solo se halla representado en la isla de Cuba por una especie, que probable- mente viene, en el invierno, del continente septentrional. 45. CARDUELIS PINUS. — (wains.) TOMEGUIN. Fringilla pinus, Pine finch, Wils., Ат. orn., П, pl. 17, fig. 1, p. 133. — Frin- gilla pinus, Bonap., Syn., sp. 183, p. 111. — Carduelis pinus, Swains. — Frin- gilla spinus, Var., Americana, Lesson., Trait., р. 422. Fringilla capite, collo, dorsoque fuscescente, nigro striatis; rectricibus et remi- gibus basi flavis; tectricibus alarum, fuscescente albido-flavo, limbatis. MA EEA PAE a ENAA 5 рив’ 3 lin" 0,120 millim. desde el pliegue del ala á su extremidad el Ri 1 0,071 de la cola 1 11 0,045 del pico v А » 5 0,010 Anchura del mismo. Ve us 2 0,004 Altura del mismo........ На emen AA Р, » 2 a 0,005 Macho en el verano. Alto de la cabeza, cuello y lomo, rúbio sombrío rayado de negro. Alas ne- gras, marcadas con dos líneas blancas amarillentas. Remeras en su base, amarillo vivo, y este mis- 1 . 17а 86 AVES. mo color aparece cuando las alas estan cerradas. Rabadilla y cola amarillentas, manchadas de mo- reno negro. Plumas de la cola, amarillo vivo en la base, exceptuando las dos intermedias, que son morenas negruzcas, ligeramente orilladas de amarillo. Lados, bajo las alas, blanco amarillento, rayado á lo largo de negruzco. Pecho rúbio claro, con pequeñas rayas ó puntos negros. Patas, mo- reno de púrpura. Ojos morenos. Hembra y macho en invierno. Todas las partes superiores morenas; cada pluma orillada de un matiz mas claro. Rabadilla, gris pálido, con algunos indicios de amarillo y manchas morenas. Re- meras primarias morenas, orilladas exteriormente de verde amarillo. Las remeras secundarias igualmente orilladas, pero teniendo su base de un moreno amarillo. Cobijas morenas, orilladas de blancuzco. Cola morena, orillada de blancuzco mas pálido ; la base de estas plumas, de un bello amarillo. Partes inferiores, gris blancuzco manchado de moreno sobre el vientre ; gris bermejo igualmente manchado, sobre las partes anteriores. Esta especie parece ser bastante comun en la isla de Cuba y en las cercanías de la Habana, donde no se presenta mas que en invierno. Hallásela tambien en los Estados Unidos, donde es rara. LINARIA. — (Zescht.) El único pájaro de este sub-género que habita la isla de Cuba, parece ser sedentario en ella, y no hallarse en los continentes vecinos. 46. LINARIA CANICEPS. — (Vo2.) AVES. — LAMINA XVI. TOMEGUIN. Linaria supra griseo olivacea; capile cano; uropygio ventreque flavis; capite colloque supra et lateribus griseo canis, occipite genisque fusco strialis ; fronte superciliis, maculaque infra oculos luteis; dorsum grisescente oliva- ceum; aloe caudaque fusco nigra; tectricibus, remigibus, rectricibusque flavo- olivascente margínatis- gutture utrinque griseo marginato; pectoris lateribus olieascentibus illusque medio aliquot maculis fuscis notato; rostro согпео; pedibus fuscis. LA s eere Ке 4 pulg" 2 lin 0,098 millim. desde el pliegue del ala а la extremidad... ooo 2 Th 0,052 ы A TANT 4 1 1 0,026 A AS » 4 0,008 Altura del mismo. » 2 0,004 AnclHo'del Mismo rotas са ы К O O » 2 0,004 Lo superior del cuerpo, gris oliváceo ; lo superior de la cabeza, gris blancuzco. Rabadilla y vien- tre, amarillo. Cabeza, cuello, costados, gris pálido. Occiput y mejillas manchadas de moreno. Frente, cejas y una mancha bajo los ojos, de un amarillo pálido. Lomo gris, teñido de oliváceo. Alas y cola, AVES. 87 emeras y timoneles, moreno orillado de oliváceo. Pecho, 0. Pico córneo. Pies morenos. moreno negruzco. Cobijas de los remos, r cada pluma olivácea manchada de moren: Esta especie tiene mucha sem ejanza con la Passerina pinus ; pero se distingue evidentemente por la cabeza gris, por los matices y por el pico mas cónico. PYRRHULA. Solo una especie de este género habita en la isla de Cuba, siendo al mismo tiempo propia del con- tinente, en el golfo de Méjico. 47. PYRRHULA NIGRA, — (Vieill.) AVES. — LAMINA ХҮП, NEGRITO. Loxia nigra, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, no Lath., Ind.— Pyrrhula Mexicana, Briss., Orn., t. TII, р. 316, пе 3. — Bouereuil noir du Mexique, Buff., Ois. t. IV, p. 394. — Rubicilla minor nigra, Little black bulfinch, Catesby, Car., I, pl. 68. — Pyrrhula nigra, Vi ieill., Gal. des ois., p. 65, pl. 57; id., Encycl. méth., t. Ш, p. 1029. — Pyrrhula nigra, Nigors, Zool, journ., 1827, p. 440, по 15. — Schorstein feger, Klein, Ordo ар., р 9л: 40, t. І, p. 306.— Loxia nigra, Pyrrhula nigra; macula alba humeri basique remigium duarum exteriorum; rostro pedibusque nigris. Longitud total desde el pliegue del ala hasta su extremidad. . 5 рша" 3 '/lin' 0,123 millim. 2 8 de la cola... e » 0,046 del pico.. » 4 y. 0,009 Altura del mismo... » 4 0,009 ¿CIO deso tete аа » 3% 0,007 Enteramente negro intenso ; el pliegue del ala, las cobijas y tapadas pequeñas, la base del lado interno de todas las remeras interiores, de un bello color blanco. Pico y pies negros. Esta especie se aproxima mucho del Vieillot) por su color negro y por su pico ; pero difiere específic por la falta de blanco en las timoneles. Este pajarito fue indicado en Méj cunscrito al continente y á las islas es mui comun; vive á y Loxia Crassirostris , Latham (PxnnmULA Crassirostris, amente por su menor tamaño y ico; así creemos que el lugar de su habitacion se halla cir- que forman el golfo de Méjico. En las cercanías de la Habana eces solo, pero con mas frecuencia asociado aproxima á las habitaciones rurales, de lo cual se redes. Se le cria en jaulas, donde hace oir unc Le creemos sedentario en la isla de Cuba. á los otros Tringilideos. Se aprovechan los naturales para cogerle en las anto semejante al de los canarios. Vive de semillas. 88 AVES. FRINGILLA. Solo poseemos una especie de este género, y aun dudamos si no habia sido llevada del continente meridional, donde es mui comun. 48. FRINGILLA DOMINICANA. Loxia dominicana, Lath., Syst. ornith., gen. 35, sp. 21, var. B. — Cardinalis dominicanus, Briss., Orn., t. Ш, p. 116, n» 22. — Le Paroare ou Cardinal dominicain. Buff., Ois., t. Y, p. 500. En/., n9 55, fig. 2. — Fringilla domi- nicana, Vieill., Encycl. méth., t. VIL, p. 952. Fringilla cinerea; capite gulaque rubris; pectore, abdomine remigiisque margine albis; rostro supra fusco, subtus corneo; pedibus cinereis. Longitud total. ........ sis. 8 рш 2 "La lin" 0,190 miKim. ————— del pliegue del ala а su extremidad. 4 1». 0,095 з, s. eet e ES 2 11 0,067 del pico » 6 0,012 Toda la cabeza y la mitad de la garganta y del cuello, de un bello rojo brillante de carmin. Todas las partes inferiores blanquecinas ; partes superiores grises; manchas negras, en forma de escamas, en la parte superior del cuello y en lo alto del lomo. Cobijas de las alas negras ; todas las remeras orilladas exteriormente de blanco sobre un fondo negruzco ; las secundarias terminadas de blanco. Cola negra, orillada y terminada en un color mas pálido. Esta especie, conocida de mui antiguo, difiere esencialmente de la que hemos llamado Taxacra capitatus, Nob. *, por una mancha mas fuerte, por la falta de negro en la garganta, por sus alas orilladas de blancuzco, en lugar de ser negras. No la colocamos en este lugar, sinó por defe- rencia á los autores, porque la consideramos como una verdadera Tangará por su pico dentado y por sus costumbres. Con duda damos á esta especie el derecho de ciudadanía de la isla de Cuba, aunque haya sido muerto en el campo el individuo que poseemos. Llevándola con frecuencia en jaulas, del Brasil y de Guayana, pudiera suceder que el dicho individuo se hubiese huido, y de consiguiente que no pase á la isla en emigracion. Lo mismo decimos de la FRINGILLA cucullata, que el Sr. de la Sagra trajo igualmente. Sin embargo, no hemos creido deber dispensarnos de citar estas dos especies, de las cuales, la primera con particularidad, pudiera venir del continente meridio- nal. Entonces la isla de Cuba seria el punto mas septentrional donde se viese el tal pájaro. En cuanto á la otra especie (Е. cucullata), cuasi podemos asegurar que el individuo cogido en dicha isla habia sido llevado á ella en jaula. * Voyage dans l Amérique méridionale, Oiseaux ; Synopsis, Mag. de Zool., 1836 p.297 AVES. 89 STURNIDEJE. (STURNIDEOS.) Exceptuando el género Cassicus, la isla de Cuba posee todas las divisiones de los EsrunNIpEos americanos, y aun los Carouces parecen representarlos en pequeño por sus costumbres, así como por sus nidos suspendidos. Así pues, aunque el número de las especies de esta familia no excede de seis, pertenecen á los Carouges, á los Trupiales, á los Stournelles y á los Quiscales, todos géne- ros que faltan enteramente en Europa. Nuestras seis especies, consideradas geográficamente segun su habitacion, se hallan repartidas como sigue. Tres son propias de la isla de Cuba; dos viven á un mismo tiempo sobre el conti- nente septentrional, y una se halla en la América del sur y en la América del norte. STURNELLA. — (Vieill.) STURNUS. — (Linn., Га.) Este género, creado por Vieillot á expensas del Srurwus, para las especies marchadoras, cuya uña del pulgar es prolongada, contiene especies que frecuentan solo los lanos, los prados, que ani- dan en tierra, y difieren así de los verdaderos Estorninos. La única especie que se encuentra en la isla de Cuba, pertenece al mismo tiempo á la América septentrional y á la Guayana. 49. STURNELLA LUDOVICIANA. — (Vig.) SABANERO. Sturnus ludovicianus, Linn., Gmel., L, Syst. nat., ed. 13, по 3, gen. 106. — Stur- nus ludovicianus, Lath., Syst. ornith., gen. 34, sp. 3. — Alauda magna, Linn., Gmel., Syst. nat. ed. 13, n° 11, p. 801; ¿d., p. .— Alauda magna (Meadow- lark), Wils., Ат. orn., Ш, p. 20, pl. 19, fig. 2. — Sturnus ludovicianus, Bonap., Syn., sp. 48. — Louisiana stare, Lath., Gen. hist., p. 6. n? 4. — Sturnella collaris, Vieill., Encycl. méth., t. ЇЇ, p. 633; id. Gall. des Ois., р. 134, pl. 90. — Sturnella ludoviciana, Vigors, Zool. Journ., 1827, n° 11, р. 442, sp. 20.— Étourneau de la Louisiane, Buff., Enl., 256, Ois., Ш, р. 291. — Slurnus ludovicianus, Briss., Ornith., t. ЇЇ, p. 449, n° 4, pl. 42, fig. 1. — Merle à collier, Briss., p. 242, n° 15. — Alauda magna, Large lark, Catesby, I. pl. 33. Cacicus alaudarius, Daud., Ornith., t. П, p. 325. — Dubbel-lerche, Klein, p. 72. — Crescent stare, Penn., Art. zool., 330, n° 192. — Bartam, p. 290. Sturnella griseo fuscoque maculatus; linea capitis superciliisgue albis; gula, collo antice, abdomineque luteis; torquo nigro; rostro cæruleo, apice fusco; pedibus griseis. 1. 18 a 90 AVES. Longitud tolal. ,. .... . КАКОЕ КАК E eee 9 рша" 4 lint 0,915 millim. 4 4 desde el pliegue del ala á su extremidad ETIN AR 0,100 ———— delacola........ 2 у; 0,060 — del pico, ....... AS . 1 1 0,025 Altura del mismo. » A 0,009 Largo del mismo.. » 3% 0,007 Macho en verano. Lo superior de la cabeza, moreno variado de negruzco ; una línea blanca ber- meja enmedio, ensanchándose sobre la nuca. МејШаѕ y sienes grises ; plumas tiesas y duras ; todas las partes superiores variadas de gris, de bermejo y de negruzco; este último tinte enmedio de cada pluma, el gris en bordaduras laterales, y el bermejo dominando sobre la rabadilla. Cobijas de las remeras y las remeras posteriores, orilladas de gris, su medio rayado trasversalmente de mo- reno negruzco y de bermejo. Las remeras grandes morenas, orilladas de bermejo; las cuatro timo- neles exteriores, blancas sobre su lado interno, el otro lado así como las timoneles medias, mo- reno claro rayado trasversalmente de negruzco ; los cañones blancos. Una mancha delante del ojo ; la garganta, el pliegue del ala y todas las, partes medias inferiores, de un bello amarillo. Un collar de una tinta negra en lo bajo del cuello, terminándose en punta hácia el pecho. Flancos, gris bermejo; una mancha alargada, negra, sobre cada pluma. Macho en invierno. El collar y lo amarillo de debajo, sembrado de manchas grises. Jóvenes. Sin collares negros; esta parte varía de moreno, como la inferior Este pájaro habita á un tiempo mismo la América del norte, donde es mui comun, y las An- tillas : parece que se halla tambien en la Guayana, y de consiguiente seria de los dos continentes y de las islas. En Méjico parece ser mas raro que en la Pensilvania, donde lleva el nombre de Meadow lark (calandria de prado) por su costumbre de mantenerse constantemente enmedio de los prados, que ha dado motivo tambien en la isla de Cuba 4 que le llamen Sabanero, por habi- tar las sabánas. Corre con rapidez sobre el suelo, y no se encarama sinó cuando es perseguido, y entonces solo corre algunos instantes, aplicándose contra la tierra. Su vuelo es vivo y cuasi orizontal, como el de la perdiz. Cuando se le persigue, se posa cerca de un matorral ó de un copo de yerbas. En la época de los amores, el macho deja oir un canto que es algo agradable ; pero el resto del año, dicho canto se reduce á silvidos que los dos consortes profieren, sobre todo cuando temen algo. Se alimenta de semillas y de insectos. En la primavera, estos pájaros se dividen por parejas sumamente unidas. Construyen en tierra, enmedio de ramajes ó de grandes yerbas, un nido compuesto de plantas secas, en el cual pone la hembra siete huevos blancos, sembrados de manchas y de pintas, principalmente sobre el ex- treo grueso. Los dos consortes encuban alternativamente, y cuidan luego con el mayor esmero sus polluelos, que alimentan tambien con gusanos, insectos y semillas. ICTERUS. — (Сир.) Oriolus, Linn., Lath. — Agelarius, Vieill. Los Trupiales, caracterizados por su pico recto, cónico, agudo en su extremidad, con dentella- duras frecuentemente entrantes, carácteres que los distinguen de los Estorninos tienen como éstos el hábito de vivir siempre en grandes tropas, frecuentando los llanos ó las orillas de los bosques, y anidando siempre en los copos de yerbas ó en los matorrales. Solo poseemos, de la isla de Cuba, una sola especie sedentaria en ella. AVES. 01 50. ICTERUS HUMERALIS. — (Woó.) AVES. — LAMINA XX. TORDO. Leistes humeralis, Vigors, Zool. Journ., 1827, n° 11, p. 442, sp. 19. Rostro, corpore, pedibusque nigris; psilis rufescenti-aurantiacis. 8 pulg" 5 1, lin" 0,195 m. 4 5% 0,103 3 TUS 0,072 » E? 0,015 Altura de éste. » 4 0,008 Largo del mismo.. » УЛА 0,005 Del todo negro brillante, con todas las pequeñas cobijas superiores del ala, de un color bermejo anaranjado vivo, que se debilita hácia la extremidad de las plumas, formando en el conjunto una bordadura mas pálida, que contrasta con el negro de las grandes cobijas de los remos, Cola larga, igual. Pico recto, cónico, comprimido, mui agudo en su extremidad, con bordes que entran un poco. Ojos morenos. Esta especie, descrita ya por la vez primera por Vigors, es sumamente notable por sus charre- teras, cuyo color intermedio entre el bermejo y el anaranjado obscuro, la distingue de todas las otras. Solo en la isla de Cuba se ha encontrado este bello Trupial, y probablemente es uno de sus habitantes sedentarios. Preséntase comunmente y en grandes tropas, y hace el mismo género de vida de sus congéneres, es decir, que frecuenta principalmente las cercanías de las habitaciones, donde come de todo, recorriendo incesantemente las cercas, los campos y los Папоз. XANTHORNUS. — (Briss.) Pendulinus, Vieillot. Se ha tratado varias veces de reunir los ХАахтновкиз 4 los Істекоѕ, para formar una sola seccion. Si solo se considerase lo forma, pareceria natural esta reunion, pero las costumbres son de todo punto diversas, y hacemos justicia á Vieillot, que los ha distinguido perfectamente. Para nosotros, los Xanthornus son simplemente Cassicus que no tienen la frente ocupada en parte por el pico, pues de la misma manera que éstos, se placen en los bosques y suspenden Siempre sus nidos á los árboles, lo que jamás hacen los Icterus, que frecuentemente estan en tierra, y anidan en las gran- des yerbas y en los matorrales. Solo tenemos una especie sedentaria en la isla de Cuba y en las otras Antillas. 92 AVES. 51. XANTHORNUS DOMINICENSIS. — (Zriss.) AVES. — LAMINA XIX. MAYITO. Oriolus dominicensis, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, р. 163, n° 14, gen. 52. — Orolius xanthornus, Lath., Syst. ornith., gen. 51, n* 26, 27. — Carouge siffleur, Buff., Enl., n» 236 (junior). — Carouge de Saint-Domingue, Buff., Ois., t. П, p. 247, Enl., n° 5, fig. 2. — Xanthornus dominicensis, Brisson, Orn., do HU ro то PEL ПЕД Б o Pendulinus flavigaster, Vieill., Dict. d' Hist. nat., X. V, p. 317, et Encycl. méth., t. Y, р. 105, pl. 168, fig. 2. — Psaroclius Jlaeigasler, Wagler, ne 347. — Icterus virescens, Vigors, Zool. Journ. , 1827, пе 11, p. 441 (junior). — Icterus dominicensis, Vigors, Zool. Journ. , 1821, n? 11, p. 441, sp. 18. — Icterus xanthornus, Daud., Ornith., t. IL, p. 334. — Icterus dominicensis, Daud., Ornith., t. ЇЇ, p. 336. — Icterus dominicensis, Lichst., Doubl., p. 19, n° 181. Xanthornus mas. Niger; corpore postico, tectricibus alarum luteo maculatis; rostro pedibusque nigris. Fom. Olivascens; gullure nigro. БИШИ totali. ИВ . 8 рид" 10 ^|, їп" 0,205 mill. desde el pliegue del ala а su extremidad... nS DA 0,094 Longitud? де Ла cola * E EET DCN 3 4 0,077 A ADO Е » T. 0,015 Ancho del mismo. » 24 0,005 Altura del mismo » 3 0,006 Macho adulto. Negro ; las cobijas y las tapadas del ala, lo posterior del lomo y de la rabadilla, los múslos y la parte trasera, de un bello color amarillo. Ojos rojo-moreno. Pico negro, azulado en la base de la mandíbula inferior. Pies, negró-azulado. Pico largo, comprimido, arqueado y mui pun- tiagudo. Hembra. De un verde oliva sombrío ; lo inferior, verde oliva amarillento. La garganta y la delan- tera del cuello negras. Cobijas y tapadas del ala, rabadilla, múslos y parte posterior, amarillo ver- doso. Remeras y sus grandes cobijas, así como las timoneles, moreno negruzco, orilladas de ver- doso. Entonces es el Icrerus virescens de Vigors. Macho jóven. En todo semejante á la hembra, durante el primer айо; poco á poco las plumas van tomando el color negro y amarillo de la edad adulta, pero de un modo irregular, de suerte que frecuentemente está tapizado de estos dos matices y del verde oliva de su primera librea. Esta especie, propia solo de las Grandes Antillas, y viviendo del mismo modo en la isla de Haiti que en la de Cuba, se aproxima mucho del Icrenus cayennensis, pero difiere porque tiene AVES 93 amarillo en la rabadilla y en la parte trasera, mientras que el otro solo lo tiene en las cobijas de las alas. Es mui comun en la isla de Cuba, donde aparece frecuentemente cerca de las casas de campo, encaramándose con mas gusto sobre las palmas que encima de otros árboles. De allí deja oir un silvido bastante agradable para llamar la atencion, y utilizarle en el adorno de las casas particulares, criándole en jaulas, donde con facilidad aprende ciertas arias. Siempre en tropas numerosas, á veces se rastrea, pero prefiere encaramarse y buscar sobre los árboles mismos su alimento, que consiste en frutos, en semillas diversas, y á veces en naranjas. En la primavera, se reune por parejas, coloca su nido en la cima de las palmas, y se suspende á las hojas. Este nido está formado por lo comun de cerdas de caballo, y tambien con el tejido fibroso que rodea el fruto del coco. Estas materias se hallan artísticamente tejidas, formando una bolsa oblonga, en cuya parte inferior se hallan los huevos. QUISCALUS. — (Vieill.) Gracula, Linn., Gmel., Lath. — Oriolus, Gmel., Lath. — Pica, Brisson. — Quiscalus, Vieill., Bonaparte, Vigors. — Chaleophanes, Tem. Por la sinonimia que acabamos de trascribir, puede juzgarse del modo como las especies de este género han pasado de una á otra série, hasta que al fin Vieillot formó un grupo distinto bajo el nombre de Quiscarus, derivado del específico de una de las especies. M. Temminck formó su gé- nero CHALEOPHANES. Estos pájaros constituyen, por sus costumbres, el tránsito de los Estúrnidos а los Córvidos, aunque nos parecen, por los Icterus y Xanthornus, mas aproximados а los primeros que á los se- ` gundos, con los cuales no tienen relaciones tan inmediatas bajo este punto de vista, mientras que la forma de su pico, encorbado а su extremidad, redondeado por encima y hasta sus tintas sombrías, los hacen parecerse mucho á los Córvidos. De las tres especies que vamos á describir, las dos primeras habitan, á un mismo tiempo, el con- tinente septentrional y la isla de Cuba, mientras que la tercera pudiera tal vez ser exclusiva de esta isla. 52. QUISCALUS VERSICOLOR. — (Vieill) TOTI. Quiscalus versicolor, Bonap., Ат. orn., t.1, р. 42, pl. 5, fig. 1.— Gracula quiscala (Purple grakle), Wilson, Am. orn., Ш, p. 44, pl. 21, fig. 4. — Quiscalus ver- sicolor, Vieill., Dict., 98, p. 488, Gal. des ois., p. 171, pl. 100, y Encycl. méth., ЕП, p. 899. — Quiscalus versicolor, Bonap., Obs. on. Wils. Orn. journ. acad. nat. sc. Phil., MI, p. 365, sp. 56. — Gracula quiscala, Linn., Syst., 1, p. 165, sp. T; Gmel., p. 397, sp. Т. — Gracula quiscala, Lath., Ind., p. 191, Sp. T. — Oriolus ludovicianus, Gmel., Syst., І, p. 387, sp. 34.— Oriolus leucocephalus, Lath., Ind., р. 115, sp. 4. — Pica jamaicensis, Briss., Av., П, р. 41, sp. 3. — Monedula purpurea, The purple jackdaw, Catesby, Carol., 1, DIOS Gracula purpurea, Bartr., Trav., p. 291. — Pre de la Jamaique, Buff., Ois., VII З р. 97. — Cassique de la Louisiane, Buff., Ois., 11, p. 242, pl. enl., 646. — 1. 19а 94 AVE Purple grakle, Penn., Arct zool., sp. 153. — Id., Lath., Syn., І, p. 11, p. 462, sp. 6. — White-headed oriole, Penn., sp. 147. — Id., Lath., П, p. 422, sp. 4. — Quiscalus versicolor, Vigors, Zool. Journ., 1827, p. 442, по 21. — Quiscala nitens, Lich., Vögel, Doubl., p. 18, n? 165. Quiscalus viger, purpureo, ceeruleo, viridi-aureo nitens; rostro pedibusque nigris. Кор шй ШШ е ues Ое 12 pulg* 1 7 іп" 0,280 millim. desde el pliegue del ala á su extremidad... 6 » ‘h 0,140 ——— de la cola 6 A 0,140 del pico... 1 » 0,023 Altura del mismo. . .. 45500 iod) 6 0,012 Ancho Де mismo: E ep dde TE EUIS Ке >з REIS T EDU » 5 0,010 Negro aterciopelado con reflejos violados, pürpura, azules, dorados, verdes. Ojos, amarillo müi claro. Pico y pies negros. Esta especie, comun al mismo tiempo en las Grandes Antillas y en el continente septentrional, permanece en los Estados Unidos desde el mes de febrero hasta el de noviembre, y se ausenta solo cuando los grandes frios lo arrojan de allí; al paso que parece ser sedentario en las regiones mas meridionales. А lo menos tenemos la certeza que no emigra de la isla de Cuba, donde es mui comun. Las costumbres de esta especie se parecen mas á las de los Icterus y de los Estorninos que а las de las Urracas, como lo piensan algunos autores. El hábito de viajar siempre en tropas numerosas , de seguir á los aradores en el campo, para coger las semillas y las larvas de los in- sectos que el arado descubre; la de situarse entre los rebaños y encaramarse sobre el lomo de los bueyes, para coger los insectos parasitos que se adhieren al cuerpo de estos animales ; todo esto nos parece mas análogo á los Trupiales que á las Cornejas. No obstante, otros rasgos la colo- can cerca de los cuervos, y aunque mas aproximada de los Trupiales, puede considerár- sela, tanto por sus costumbres como por sus carácteres, como formando el tránsito entre los dos géneros. Rara vez penetran los Toties en lo interior de los bosques, y permanecen de preferencia en las orillas, para recorrer desde allí los campos, las lagunas, los lanos, y sobre todo, las cercanías de las habitaciones, donde con una familiaridad suma, participan del alimento distribuido а las aves domésticas. Tambien se acercan á las casas de los ingenios, cuando se fabrica el azucar, para co- mer de esta sustancia. Aseguran los campesinos de la isla de Cuba que cuando pueden llevarse un pedazo de azucar, le conducen primero al rio ó á la laguna mas inmediata, para humedecerle y comerle con mas facilidad, Su alimento ordinario se compone de toda especie de semillas y de insectos. En la primavera es cuando, con particularidad cantan los machos, y entonces, aunque monótonos y tristes, sus acentos no son desagradables. Su canto puede representarse con la música siguiente repetida dos veces seguidas, imitando las sílabas i — o, repetidas tres veces; ó bien varía 1—0 — 0. En los EstadosUnidos, estos pájaros, su regreso, en el mes de febrero, frecuentan las maris- mas saladas, donde se alimentan de semillas ; pero desde el mes de marzo, las abandonan por los vergeles y las orillas de los bosques, donde, aun en sociedad, se ocupan de formar su nido. Los colocan unos cerca de otros encima de los árboles, y no es raro el ver hasta quince reunidos AVES. 95 sobre uno mismo. Componen lo interior con tallos y raices nudosas, ligadas por medio de tierra humedecida, tapizando lo interior con crines y juncos mui finos. Ponen seis huevos de un color de oliva azulado, sembrados de manchas grandes y de rayas negras, de un moreno sombrío y de un matiz mas débil. 53. QUISCALUS BARYTUS. — (Vieill.) AVES. — LAMINA XVIII. MAYO CHICHINGUACO. Gracula baryta, Lath.. Ind., n* 6, p. 191. — Gracula baryta, Gmel., Syst. nat., ed. 13, p. 296, sp. 4. — Quiscalus barytus, Vieill., Dict. d' Hist. nat., t. XXVII, p. 487, et Encycl. méth., t. П, p. 900. — Boat-tailed grakle, Penn., Arct. zool., t. Пур. 264, n? 154. Quiscalus niger, viridi, ceruleo purpureoque nitens; cauda complicata, superne concaea, explicata, plana; rostro pedibusque nigris. Кол ОАА ат 12 рид" 7 lin 0,290 millim. desde el pliegue del ala hasta su ехігетійай. аб » fh. 0,140 5 9 0,113 1 2 0,028 » 5 0,011 » 3 0,001 Macho. Negro lustroso con reflejos violados sobre el lomo, la cabeza, el cuello, la garganta, el vientre y las pequeñas cobijas de las alas; las grandes cobijas de las mismas, negras con reflejos verdes. Lado exterior y superior de la cola, de un negro mate. Ojos blancos. Hembra. Mas pequeña ; negro pálido con reflejos poco perceptibles. Cola menos larga. Jóven, antes de su primera muda. Moreno bajo del cuerpo. Lo superior de la cabeza, moreno gris; cejas blancuzcas ; mejillas y garganta, blanco súcio. Parte delantera del cuello y del pecho, bermejizas. Esta especie, bien caracterizada por su cola singular, concava y comprimida, es bastante co- mun en la isla de Cuba, donde vive de la misma manera que la especie precedente. Habita tam- bien los Estados Unidos, y parece ser solo de paso. 54. QUISCALIS ATROVIOLACEUS. — (Nob.) AVES. — LAMINA XIX. TOTL Quiscalus supra sublusque totus ater, violaceo nigro nitens; tectricibus ale, remigibus, rectricibusque marginibus parum virescenli nitentibus , rostro pe- dibusque nigris. Longitud total. 10 pulg: 9 lin" 0,248 millim. 6 1555 0,142 4 9 0,110 » 10 0,019 Altura del mismo. . » 5 0,010 Ancho del mismo. . » 4 0,008 Todas las partes inferiores y superiores, negras con mui ligeros reflejos violáceos. Grandes co- bijas de las alas, alas y cola negras, orilladas sobre el lado interno, de reflejos verdosos. Pico y pies negros. Esta especie parece distinta é intermedia entre el Quiscazus barytus y el Q. versicolor. Difiere del último por los colores menos vivos, el pico mas corto, menos estrecho, mas corvo por encima; la cola mucho menos abierta. Diferénciase del primero por su cola horizontal ; sin embargo te- nemos algunas dudas sobre suidentidad con los jóvenes del QuiscaLus versicolor. Hemos sometido este pájaro al exámen de nuestro sábio amigo M. de Lafresnaye, que piensa tambien debe consi- derársele como especie diversa. Entonces seria una nueva adquisicion, que la ciencia deberia á las investigaciones del Sr. de la Sagra. Esta especie habita la isla de Cuba, donde se reune á veces con las otras dos especies. Ignora- mos completamente si se encuentra al mismo tiempo sobre el continente septentrional. CORVIDE. (CORVIDEO 5.) Esta familia se halla representada en la isla de Cuba por una sola especie, perteneciente al género Corvus, que parece ser propia de las Antillas. 55. CORVUS JAMAICENSIS. (Gmel.) CAO. Corvus jamaicensis? Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, 1, p. 367, n° 24, gen. 50. — Corvus jamaicensis ? Vieill., Encycl. méth., t. П, p. 880.— Cornix jamaicensis? Briss., Orn., П, pl. 22, n^ 5, gen. 54. — Corvus nasicus, Temm., P/dnch. col., M3.— Corvus jamaicensis , Vigors, Zool. journ., 1827, по 11, p. 443, sp. 22. — Corvus jamaicensis, Chattering crown? Lath., Gen. hist., 11, p. 56, по 59, Syst. ornith., gen. 13, sp. 10. — Cacao walke, Sloan. , Jamaic., p. M, 298. — Corneille de la Jamaique, Buff., Ois., t. Ш, p. 67. — Corvus jamaicensis, Daudin, Ornith., t. ЇЇ, p, 230. Corvus /ofus niger; rostro compresso, nigro. No tenemos esta especie en la coleccion, pero como M. Vigors la señala en el número de las que recibió de M. Macleay, y que el Sr. de la Sagra nos asegura ser mui comun en aquella isla, creemos deber traducir aquí lo que el zoólogo inglés dice : « El individuo de la coleccion cubana, que refiero á las sinonimias indicadas arriba, difiere de » nuestro Convus corone por los carácteres siguientes : el color es negro sin reflejo alguno metálico ; AVES. 97 » el pico igual en longitud al de la especie européa y cuasi semejante por la forma, pero mas del- » gado y mas comprimido ; es liso, pero no brillante ; las sedas que cubren las ventanas de la nariz » son mas cortas que en nuestra especie, y en lugar de hallarse acostadas hácia adelante en una » direccion paralela al pico, se dirigen oblícuamente para arriba. Cráneo mucho mas pequeño, mas » débil ; la talla general del pájaro, tambien menor. » Le refiero á la especie de Gmelin, porque era la primera especie de las Antillas, descrita como » distinta del Corvus corone : no obstante, las descripciones dadas por los autores son demasiado » vagas, para permitirme decir positivamente que esta especie sea idéntica con la suya. Los carác- > teres, dados por Latham ( toto corpore artubusque nigris) ó totus niger por Gmelin, pueden apli- » carse á un cierto número de especies. M. Brisson, tan cuidadoso por lo general en las descripciones » de especies, no lo ha sido en ésta. Sus detalles sobre el Conxix jamaicensis, se reducen а dimen- » siones. Nuestra especie ha sido descrita, como nueva, por M. Temminck, en sus láminas ilumina- » das ; pero hasta tanto que no sea mejor conocido el Corvus jamaicensis, nos parece conveniente » dejar la cuestion indecisa. No poseemos en Europa ejemplar alguno del pájaro de la Jamaica, y es » probable que M. Temminck haya afirmado este punto, pero no lo aclara. » Del mismo modo que M. Vigors, nos inclinamos á creer que su especie sea el Corvus jamaicen- sis de los autores. En la Jamaica, habita en las montañas y baja rara vez á los llanos. Segun Vieillot, se le halla tambien sobre las colinas en Santo Domingo, y camina como en la isla de Cuba, en tropas, en parajes determinados. Estas tropas caen sobre los campos de maiz, que de- voran rápidamente. Es mui probable que sea la misma especie que, entónces, habitaria en todas las Grandes Antillas. En la isla de Cuba le llaman Cao, por el sonido de su grito, al paso que en la Jamaica, se le co- noce bajo el nombre de Chatterizg crown (corneja solitaria.) CEREBIDE. (CEREBIDEOS.) Bellísima familia, representada únicamente en la isla de Cuba por una sola especie del género. CAEREBA. — (Vieill) CERTTHIA. — (Linn., Lath. La especie de Cuba es propia de la zona tropical en ambas Américas , pero con mas particula- ridad parece ser de la América meridional. 56. CAEREBA CYANEA. — (Vieill. Certhia cyanea, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 65, sp. 24, p. 188. — Certhia brasiliensis cærulea, Briss., Orn., t. Ш, р. 628, по 13. — Cæreba cya- nea, Vieill., Gal., t. П, p. 288, pl. 176; Encycl. méth., t. П, p. 610. — Cæreba cyanea, Princ. Max., Beytrage zur naturg. von Bras., t. HI, p. 761. — Guit- Guit noir et bleu, Buff., Enl.83,f. 2, Ois. t. V, p. 529. — Certhia cyanea, Lath., Syst. ornith., gen. 29, sp. 35. — Guira cæreba Brasiliensibus; Marcgrav., Hist. avi. Bras., p. 212. —Avicula de Guit-guitex insula Cuba, Seba, Thes., t. I, p. 96, pl. 60, f. 5. 1 204 98 AVES. Cereba cyanea; fascia oculari, humeris, alis, caudaque nigris ; rostro concolore; pedibus aurantiis. 5 pulg 2 lin: 0,120 millim. 2 Ш 0,067 —— de la cola... 1 4 0,033 del pico. » 5. 0,011 Altura del mismo. » ly 0,003 Ancho del mismo. » РАА 0,006 Lo superior de la cabeza, verde mar ; lo superior del cuerpo, costados de la cabeza, cobijas me- dianas de las alas, cobijas superiores de la cola, la bajo del lomo y de la rabadilla, de un bello color azul de ultramar. Lo superior y el lado interior de las remeras, amarillo vivo ; lo restante del plu- mage, negro. Ojos morenos. Pies rojos de coral. Pico negro. Esta magnífica especie, una de las mas bellas de la América, se halla en todas las regiones cá- lidas del continente americano, en la Guayana, y sobre todo en el Brasil. Tambien la hemos hallado al pie de los Audes bolivianos, y en los inmensos bosques del centro de la América (pro- vincia de Chiquitos). El Sr. de la Sagra la ha traido de Cuba, en donde, como en todas partes, frecuenta los lugares sombríos y húmedos de las quebradas, así como las grandes sabánas, prin- cipalmente en la parte occidental de la isla, en la comarca de S. Diego. De consiguiente, habita 4 un mismo tiempo la América meridional y las Antillas. Recorre incesantemente las partes de bosques y las plantas floridas que arrojan nuevos reto- ños: porque allí, mas bien que en otras partes, halla los pulgones y el nectar de las flores de que se alimenta, concurriendo con los pájaros moscas, y rivalizando con ellos por la belleza de su plumage. TROGHILIDJE. (TROCHILIDEOS, Trochilus, Linn., Gmel., Lath. De todos los pájaros tenuirostris de Cuvier, la familia de los Trochilideos es la ünica que se en- cuentra en la isla de Cuba ; así es, que no obstante haber en ella terrenos análogos para los otros géneros que animan los bosques del continente, ningun otro se halla. ORTHORHYNCHUS.:— (Lacép.) ORNISMYA. — (Lesson.) De las dos especies de este género que se hallan en la isla de Cuba, una se encuentra igualmente sobre el continente septentrional, mientras que la otra, el O. Ricordi, parece ser propia de las Grandes Antillas solamente. Lo que hai de mas curioso, es que no se halla ninguna de las especies de las Pequeñas Antillas, como por ejemplo, las de la Martinica. 1 No adoptamos el nombre de OrnismYa, dado por M. Lesson, porque éste es anterior, AVES. 99 57. ORTHORHYNCHUS COLUBRIS. AVES. — LAMINA XXI, FIG. 1. ZUN-ZUN. Trochilus colubris, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 66, sp. 12. — Trochi- Jus colubris, Humming-bird, Wils., Amér. ornit., ЇЇ, р: 26, pl. 10, £. 3-4. — Trochilus colubris, Bonap., Syn.,sp. 155, p. 98. — Trochilus colubris, Vieill., Dict. d Hist. nat., VTI, p. 311. — Trochilus colubris, Vieill., Encycl. méth., t. I, p. 564. — Trochilus colubris, Lath., Syst. ornith., gen. 30, sp. 38. — Mellivora avis carolinensis, the Humming-bird, Catesby, Carol., I, p. 65, tab. 38. — Le Rubis, Buff., Ois., t. VI, p. 13. — Audebert, Ois. dorés, t. 1, pl. 31, 32. — Oiseau-mouche à gorge rouge de la Caroline, Briss., Orn., Ш, р. 716, п° 13. — Ornismya rubinea, Less., Monog., pl. 48. — The Red throa- ted humming-bird, Edwards, Histor., p. 38. — Klein, Ævi., р. 106, n° 5. Orthorhynchus viridi-aureus; pectore ventreque griseis, rectricibus nigris; gula Jlammea; rostro obscure luteo, apice fusco; pedibus fuscis. ООН ОАО xd eU Ае 3 pulg" 6 7. lin" 0,082 millim. — — del pliegue del ala а su extremidad 2 6 0,057 de la cola. » 10 0,020 del pico... » 81 0,017 Macho. Lo superior de la cabeza, verde sombrío, pasando al verde dorado encima del cuerpo y sobre las cobijas de la cola. Pecho y medio del vientre, gris. Moreno verdoso sobre los flancos. Re- meras negruzcas con reflejos violados. Cola ahorquillada, bastante larga, negra, con reflejos vio- lado azul. Las timoneles intermedias, verde dorado. Garganta y lados del cuello, cubiertos de plumas cuasi metálicas, de un bello color rojo de fuego. Hembra. Partes superiores menos vivas ; las timoneles laterales verdosas en su base, negras en- medio, blancas en su extremidad. Garganta y delantera del cuello, del mismo color gris que el resto de las partes inferiores. Pico y pies negros. Esta linda especie, bien caracterizada por su bello collar, color de fuego, remonta al parecer, en verano, hasta el Canadá, adonde llega en el mes de mayo, y vuelve á partir en setiembre, para pasar el invierno en Méjico y en las Grandes Antillas. En esta época, es mui comun en la isla de Cuba, donde, como las otras especies de Trochilus, vuela zumbando de una á otra flor, agasaján- dolas sucesivamente, para chupar el nectar y los pequeños pulgones de que se alimenta. ¿Quién no se ha detenido en las regiones calientes de la América, horas enteras delante de un naranjo cubierto de flores, á contemplar estos ligeros pajarillos, semejantes á mariposas de colores ma- tizados, que acuden de todas partes, y parecen jugar entorno, sin tomar un solo momento de re- poso ? Pero si despues de una larga observacion, llega á descubrirse la rama favorita donde el pájaro mosca viene todas las noches á reposar de sus correrías; si en fin, seJe coge con maña du- rante su sueño, el pobre cautivo pierde su vivacidad, su fisonomía inquieta y versátil, y muere 100 AVES. pronto enmedio de los ramos de flores que una interesada solicitud le prodiga en vano. ; Estos perfumes no son los que él libaba, en los dias de su perdida libertad, en el caliz de las flores silvestres ! ! 58. ORTHORHYNCHUS RICORDI. AVES. — LAMINA XXI, FIG. rr. ZUN-ZUN. Onismya Ricordi, Gervais, Mag. de zool. pl. 41, 42. Orthorhynchus capite viridi-brunneus; supra viridi-aureo-rubescente; gula, gullure, ventreque viridi aureus; crisso albescens; alis nigris; cauda elon- gata, nigro-ceerulea; rostro nigro, maxilla rosea. опа а ТАК I Р. + Apul 6 lin* 0,105 mill. —— — desde el pliegue del ala а su extremidad. 2 3 0,052 HI tros ddeoncoqa s be 1 7 0,037 ==> GUI Usado ondo eche » 8 0,016 Macho. Lo superior de la cabeza, negruzco poco vivo; partes superiores de un bello verde me- tálico, dorado y rojizo. Garganta delantera del cuello, de un bello verde con reflejos dorados : esta tinta, aun menos viva, cubre tambien las partes inferiores. Lo posterior y las tapadas de la cola, blanco gris. Alas negruzcas : cola larga, ancha, negra con reflejos violados. Pico negro en la mandíbula superior, rosado en la inferior, y la extremidad перга. Hembra. Tintas mas sombrías. La base de todas las timoneles, por encima, verdosas. La garganta, la delantera del cuello y el bajo vientre, gris intenso, mas pálido en las tapadas de la cola, Pico negro. Una mancha blanca detrás de cada ojo. Esta especie, traida por la primera vez de la isla de Cuba por M. Ricord, que durante muhos años se ha ocupado en investigaciones de Historia natural en las Grandes Antillas, ha sido des- crita, con razon, por M. Gervais, como especie nueva. Efectivamente, es de todo punto distinta de las especies conocidas, por su trasero blanco y por el conjunto de sus tintas. Lejos de emigrar, como el pájaro mosca Rubi, éste es uno de los habitantes sedentarios de la isla de Cuba, cuyo suelo no abandona, constituyendo uno de sus mas bellos adornos. Los habi- tantes le Патап Zuz-zuz, sin duda por imitacion del zumbido que produce cuando vuela. Inte- resante por su plumage y por sus maneras, sus obras no son menos curiosas. Compone su nido artísticamente, con lana vegetal ó la seda del Ascrrrras curasavica, y le coloca en la bifurcacion de las ramas. Este nido, como el de todos los Trochilideos, contiene dos huevos solamente, y los polluelos, al nacer, tienen el pico mui corto. Н ALCYONIDE. (4LCIONIDEOS.) Esta familia, bastante numerosa en el Africa, solo se halla representada en la isla de Cuba por una sola especie que viene de la América septentrional, y pertenece al género : AVES. 101 ALCEDO. — (Linn.) La especie siguiente pertenece al sub-género Martin-pescador, propiamente dicho. 59. ALCEDO ALCYON. — (Gmel.) MARTIN ZAMBULLIDOR. Alcedo alcyon, Gmel., Syst., nat., ed. 13, p. 180, n» Т. — Alcedo alcyon, Lath., Syst. ornith., gen. 24, sp. 32, var. — Alcedo alcyon, Belted king-fisher, Wils.; Am. orn., Y, p. 59, pl. 23, f. 1. — Alcedo alcyon, Vieill., Encycl. méth., t. I, p. 283. — Alcedo alcyon, Bonap., Syn., p. 48, sp. 47. — Alcedo alcyon, Ray, Av., p. 184, по 14. — Ispida, Catesby, Carol., L t. LXIX. — Ispida carolinen- sis, Brisson, Ornith., t. IV, p. 512, n» 21. — Le Jaguacati, Buff., Pl. enl., n? 715. —Le Jaguacati, Sloane, Jam., ЇЇ, р. 313.— Le Jaguacati, Penn. , Arct. zool., П, p. 169. — Alcedo alcyon, Vig., Zool. Journ., 1827, t. UL, p. 439, sp. 7. — American king's fisher, Edwards, Hist., t. Ш, p. 115. Alcedo corpore supra ex cinerascente-cceruleo; subtus albo : crista in vertice; macula alba ante el subtus oculos; fascia pectorali ferruginea, transversa; remigibus rectricibusque albo latis; rostro pedibusque fuscis. O ehem emen 12 pulg* 10 lin* 0,295 mil. desde el pliegue del ala à su ех{тетїйай...................... 0,160 de 1а cola... tio cerent nne 3 8 0,085 del pico. . 1 11 0,045 Altura de éste... » 6 0,013 » 5 0,011 Ancho del mismo. Todas las partes superiores, ceniciento azulado uniforme. El moño formado de plumas largas, azuladas, de las cuales la del medio es morena negruzca; dos manchas blancas de cada lado de la cabeza, la una delante de los ojos, la otra debajo. Garganta y vientre blancos. Un collar del mismo color. Sobre el pecho una faja bermeja ancha, matizada de gris azulado. Las grandes co- bijas, azules, punteadas de blanco por detrás, negras, terminadas en blanco sobre las plumas pri- marias. Grandes remeras negras, terminadas en algo de blanco, adornadas de algunas manchas de este color sobre su lado externo, así como tambien en su base interna. Remeras secundarias azules en el lado externo, negras en el medio, rayadas de blanco"en el lado interno. Timoneles, azuladas hácia dentro, negras en lo demás, con líneas interumpidas trasversales, blancas. Ojos obscuros, Esta especie remonta en el verano hasta la Bahía de Hudson; pero en cuanto el otoño anuncia los frios de las regiones boreales, vuelve progresivamente á las regiones mas meridionales, llegan- do así hasta la zona tórrida, tanto en el continente como en las islas Antillas. El Sr. de la Sagra la ha visto con frecuencia en la isla de Cuba, donde es llamada Martín zambullidor, del nombre genérico aplicado generalmente á todas las especies. En dicha isla, como en todos los paises que 21а 102 AVES. habita, frecuenta las márgenes de los rios, poniéndose sobre las rocas ó las ramas, donde perma- nece inmóvil horas enteras, atisbando los pequeños pescados y crustaceos, para lanzarse sobre ellos. Entonces se sumerje con suma velocidad en el agua, coge su presa,.la lleva al puesto de su observacion, donde la come tranquilamente, y continua despues en su apática actitud. El canto de este pájaro consiste en un grito fuerte y agudo, que nada tiene de agradable, y que en parte asemeja al de los Carpinteros. TODUS. — (Linn.,) La isla de Cuba ofrece una especie del todo distinta de las otras de este género, peculiar á su suelo, y que nunca se aleja del territorio de las Antillas. 60. TODUS MULTICOLOR. — (Gould.) AVES. — LAMINA XXII. PEDORRERA. Lafresn., Mag. de zool., 1832, pl. 11. — Todus multicolor, Gould, Icones avium. Todus supra prasino viridis; fronte anguste lorisque aurantio flavis; subtus sericeo-albis; gullure et collo antice rubris, albo marginatis; macula infra auriem, splendide caerulea; pectore parum canescente, hypocondriis roseis: ano flaco, rostro depresso, elongato, apice rotundato obtuso. Longitud total 3 рив" 10 +], lin: 0,090 mi. — — — desde el pliegue del ala а su extremid. 1 T 0,037 Longitud de la cola. » 10 0,020 — del pico.. » 8 0,016 Ancho del mismo » 2 0,004 Altura del mismo » 1 1). 0,003 Lorum ó espacio comprendido entre el pico y los ojos, y frente, amarillo de naranja. Lo supe- rior de la cab y del cuello, verde sombrio. Lo restante de lo superior del cuerpo, verde brillante. Garganta y delantera del cuello, rojo de carmin, orillado lateralmente con un ancho ribete blanco, terminado por debajo, en cada lado del cuello, por una mancha de un bello azul celeste. Pecho y vientre, gris blancuzco. Flancos rosados; tapadas de la cola amarillo claro ; lo inferior del ala ama- rillo. Ojos morenos. Pico obtuso, redondeado. Oviedo conoció sin duda este pájaro, pues solo á él pueden referirse las palabras siguentes de su Crónica de las Indias : « Verda es que hai unos paxaritos todos verdes, no mayores que los » gilgueritos de Castilla, pero aquellos, aunque sean verdes, no son papagallos. » (Lib. XIV, cap. ту, fol. 110, edic. de 1547.) Esta especie difiere esencialmente del Ториѕ viriZis de los autores, tipo del género, por ser mas pequeña, por el pico mas corto, obtuso, en lugar de agudo; por el /orum anaranjado, el color bermejo de la parte delantera del cuello, menos ancho, y por las manchas azules de la parte inferior del oido. — Los autores habian confundido siempre este pajarillo con el indicado AVES. 103 Tonus viridis, hasta que en 1833 M. Lafresnaye, en una interesante noticia sobre los verdade- ros carácteres del género, inserta en el Magasin de zoologie, señaló las diferencias que caracte- rizan estas dos especies, pero sin asignar, no obstante, denominacion alguna á la que nos ocupa. Poco despues de la publicacion de su noticia, habiendo sin duda reconocido que real- mente era una especie distinta, le puso, en su rica coleccion, el nombre de T. cyanogenys , que no publicó. De consiguiente, aunque realmente él merezca la prioridad, nos vemos obliga- dos á dar á la especie cubana la denominacion de Topus multicolor, que M. Gould le ha dado hace poco, en sus /cones avium, y que debe conservarsele. El Topus viridis citado por M. Vigors (Zool. Journ., 1827, p. 437, n^ 8) no es otro que nuestro T. multicolor. insectos , coleopteros, hormigas é hymenopteros, mientras que otros cuatro, con insectos tam- bien, tenian algunas semillas, Es sabido que los Martines pescadores se alimentan de pescado exclusivamente. El Tovus multicolor no puede en manera alguna ser un pájaro viajero, porque su vuelo es mui corto, y así vive sedentario en la isla, donde anida. El ruido fuerte y alternado que hace al volar, ha dado motivo para el nombre de Pedorrera, que lleva vulgarmente en la isla de Cuba. 104 AVES. HI. TREPADORES. (SCANSORES, Illig.) ZycopacrYuss, Vieill., Tem. — Prenessores, Blain. Ahora el cuadro varía. Las aves de que vamos á ocuparnos no son temidas de las otras especies; como las Aves de rapiña, ni son ligeras é inconstantes, como los Pajarillos; pero, aunque mas расій= €os que éstos, pueden rivalizar con ellos por la brillantez de sus adornos, por la diversidad de sus colores, y tambien por sus costumbres. En las aves Trepadoras, todos son contrastes. Si es en los colores, las unos, como los Carpinteros, coronados del carmesí mas vivo, ofrecen un plumage matizado de oro, de negro y de verde; las Cotorras, Periquitos y Guacamayos no son menos bellos por sus colores, donde el rojo y el amarillo aparecen aun; pero amigos de la sombra de los bosques, parece que su color general verdoso les ha sido dado para ocultarlos y confundir- los con el dominante de la vegetacion. El Tocororo rivaliza con todos, por el brillante encarnado y el verde metálico de su librea, y el púrpura de su corona. Los demas, nada ofrecen de notable : los matices moreno, bermejo, gris, todos sombrios, dominan en los Arrieros, cuyas libreas inspiran tristeza, y mas sombrios aun y melancolicos, los Judios, llevan consigo los atributos del luto y de la muerte. En las aves Trepadoras de la isla de Cuba, las costumbres son tan diversas como los colores, Mientras que el vivaz Carpintero, frecuentemente aislado, barrena alegremente los troncos de los árboles, haciendo resonar los bosques con el éco de sus golpes redoblados, que solo interrumpe para chillar de un modo desagradable, trepando por la corteza; mientras que los Periquitos y las Cotorras sociables, formando siempre parejas amorosas y tropas vocingleras, aturden al labrador cuyos campos devastan; mientras que las compañías mas unidas aun de tristes Judios recorren las sabanas, sin renir jamas; los Arrieros salvages atisban en silencio los reptiles y los insec- tos en la espesura de los matorrales, y el Tocororo, en lo mas sombrio y espeso de los bos- ques, parece vivir tan solo la noche y la madrugada, horas en que interrumpe su silencio y apatía habituales, para proferir un canto lastimero que comparan al llanto, algunos pueblos ame- ricanos. Si despues de haber bosquejado esta diversidad de matices y de costumbres en los Trepa- dores, pasamos á examinar, como en los órdenes anteriores, su distribucion "geográfica, halla- mos los resultados siguientes. Entre los Trepadores que pasan del continente meridional á la isla de Cuba, se cuentan solo tres especies : el Crorormaca ani, el MacnocEncus tricolor, y el Coxvnus Guianensis; de consi- guiente, una cuarta parte de las especies de Trepadores de la isla, provienen del Sur; propor- cion mas elevada que la ofrecida por los Pájaros, entre los cuales solo hallamos dos en cincuenta, pero menos que la de las Aves de rapiña. Las especies que van desde la América del norte á la isla de Cuba, no exceden el nümero de cuatro. Tres Picus; el P. principalis, el P. varius, el P. auratus, y el Coccvzus americanus. Así, la proporcion relativa será aun superior en las especies venidas del Norte, comparadas á las venidas del Sur. Esta proporcion dista mucho de poder igualar la que hemos hallado entre los AVES. 105 Pájaros, cuyos dos tercios van 4 la isla de Cuba del continente septentrional. Entre dichas es- pecies, muchas parece no vienen solo en las emigraciones invernales, pues anidan tambien, tomando las Antillas como punto el mas meridional de su domicilio. En cuanto á las especies que, viviendo en la isla de Cuba, son igualmente comunes sobre am- bos continentes, no hallamos ninguna entre los Trepadores : hecho bastante singular que contri- buye á probar tambien que esta isla, aunque situada bajo la zona tórrida, es un límite donde se detienen las dos zonas zoológicas especiales á la América del norte y á la America del sur. Los Trepadores propios solo de la isla de Cuba y de las Antillas, son en número de seis, es decir, de cerca de la mitad del número total, entre los cuales tres Picus, el SAUROTHERA Merlini, el Psrrracus leucocephalus, y el Ткосох temnurus. Comparados estos datos á los relativos á los dos órdenes anteriores, resulta que el número de Trepadores, habitantes sedentarios de las Antillas y de Cuba en particular, es mucho mayor que el de Pájaros y Aves de тарїйа; lo cual parece hallarse en relacion con las costumbres de aquellas aves, mucho menos viajeras que las otras. En resúmen, de los Trepadores recogidos en la isla de Cuba, cerca de la mitad la habitan cons- tantemente, un tercio vienen de la América del norte, y cerca de un cuarto van del continente meridional; al paso que ninguna de las especies se halla, á un tiempo mismo, en ambas Amé- ricas. El cuadro siguiente resume las proporciones especificas, por género y familia, de los Trepa- dores de la isla de Cuba. TREPADORES TOTAL NOMBRES NOMBRES DE LA ISLA DE CUBA PROPIOS DE || DE ESPECIES, A AA de las de los la Amé- | la Amé- | as la isla de rica rica dos | Cuba por por FAMILIAS. GÉNEROS. meridio- | septen- | Améri- | y de las pe. ` género. | familias mal. | trional. | саз. | Antillas, РИШАД. „зу ous P | а OE C SEE T А » 3 » 3 6 6 Сон... se DABIS » 1 » » 1 A Р ИНЕШ ОЕ 2 AS a » » » 1 1 CROTOPHAGIDÆ 1 » » » 1 1 » » » 1 1 PsITTACIDÆ. 1 » » » 1 3 1 » » » 1 | TroGONIDE » » » 1 1 1 3 4 » 6 13 13 El conjunto de aves Trepadoras de Cuba, comparado, por familias, con los resultados que hemos obtenido en la América meridional *, nos ofrece diferencias bastante grandes. Si como en el continente, en dicha isla, hallamos Picideos en gran número, Cuculideos, Crotophagideos, Psittacideos y Trogonideos, hai familias enteras que, siendo comunes en el continente del sur, faltan del todo en la isla de Cuba, tales como los Galbulideos, de brillantes colores, los variados Buccideos, y los Ramph leos de grueso pico : todas familias propias del hemisferio meridional, * Véase Voyage dans l Amérique méridionale, par M. d'Orbigny. — Oiseaux. 22 ГА 106 AVES. y de las cuales ninguna se halla en la América del norte. Esto parece apoyar la idea hypotética que la ornitología de las Antillas corresponde mas а la ornitología del continente del norte que á la del continente del sur, pues todas las familias de Trepadores que hallamos en la isla se en- cuentran tambien en la Améríca septentrional. PICIDE. (PISCIDEOS.) — (Leach.) Picus, Linn., Gmel., Lath. Esta familia solo se halla representada en la isla de Cuba por el género Picus; los Yunx y los Picunyus faltan absolutamente. Todos son insectivoros, y rara vez comen semillas. PICUS. — (Linn) Observamos que la mitad de las especies de Cuba pertenecen á la division que M. Vigors ha llamado CoLAPTES, por su pico mas largo, arqueado, y que tambien pueden distinguirse por sus hábitos campestres. Admira, ciertamente el hallar en esta division, pájaros del todo granívoros, al paso que todos los otros Picus se alimentan con particularidad de insectos y de sus larvas, que sacan á picotazos, de debajo de la corteza de los árboles, cuya costumbre hizo que los Españoles les diesen el nombre génerico de Carpinteros. Se les oye frecuentemente, en el seno de los bosques, golpear con tal fuerza, que admira el ver, un tan vigoroso obrero, en un pájaro menor que la tórtola de Europa. Vivos, inquietos, pero chilladores insoportables, trepan verticalmente á lo largo de los troncos de los árboles, y se agarran con sus uñas agudas y ganchosas , soste- niéndose sobre la cola, que al efecto aplican. sobre la corteza : luego toman vuelo para pasarse á la media altura de otro árbol, trepando despues á su cima. De seis especies que poseemos de la isla de Cuba, tres son solo de paso, y vienen de la América del norte; el Prcus principalis, el P. varius, y el P. auratus; y Otras tres son sedentarias, el Picus percussus, el P. superciliaris, y el P. Fernandinc. Los Picus ó Carpinteros han llamado la atencion de todos los habitantes, ya colonos, ya indíge- nas. La mitología caribe le hace ya entrar como agente en la formacion de la muger. Todas las len- guas americanas le han consagrado un nombre, de los cuales reproduciremos aquí los que hemos recogido en nuestro viaje á la América meridional. En lengua Patagona, se llama Оѓасћа; en Puelche, Chochene; en Aranco, Roki; en Mobocobi del Gran chacho, Comironac; en Botocudo del Brasil, Ené- éné. En la provincia de Chiquitos (Bolivia) hemos hallado tambien nombres diferentes : en Chiquito, Oteema; en Guarañoca, 4saita; en Samucu, Toguilolo; en Otuké, Enari; en Poturero, Pisap; en Morotoca, Tisate; en Saraveca, hjodore; en Quitemoca, Chétu; en Cuciquia, Tipa; en Paunaca, Saarémekéké; en Paiconéca, Peipi ; en Guarani, Ipecu. Las denominaciones son tambien distintas en los llanos de la provincia de Moxos, donde los Picus llevan los nombres de Ichetu, en lengua Chapacuva; de Etatase, en Muchojeone; de Janare, en Baures; de Huayucaro, en Itonama ; de Chejojanare, en Cayuvava; de Tataé, en Iténés; de Buinan, en Pacaguaras; de Yayama, en Mo- venia; de Coyobore, en Moxa. PICUS. — (sus« Comprende los que tienen el pico recto, y son los mas trepadores de todos: AVES. 107 61. PICUS PRINCIPALIS. — (Linn.) CARPINTERO REAL. Picus principalis Linn., Syst. nat., ed 10, gen. 54, sp. 2. — Picus principalis, Gmel., Sys/. nat., ed. 13, gen. 59, sp. 2. — Picus principalis, Lath. Syst. ornith. , gen. 92, sp. 3. — Picus carolinensis cristatus, Pic noir de la Caroline, Briss., Ornith., t. IV, p. 26, по 9.— Pic noir huppé de la Caroline, Buft., Ois., t. УП, p. 46, Enl., 690. — Picus principalis, Wils., Amér. ornit., vol. IV, pl. 29, f. 1. — Picus principalis, Vieill., Encycl. méth., t. пр 13017 Picus principalis, Wagler, Syst.. ap. Picus, n? 1. — White-bellied Wood pecker, Catesby, Carol., t. Y, p. et pl. 16. — Picus niger rostro albo, Klein, Avi, p. 26, по 2. — Picus imbri-fetus, Nieremberg, p. 993. — Qualtotomomi, Hernand., Hist. nov. hisp., р: 50, cap. 186. Picus Niger; crista coccinea; linea utrinque collari remigibusque secundarits albis; rostro eburneo. O tow t. O ЖЕ е ET еи! 21 pulg" 3 7, lin* 0,490 millim. desde el pliegue del ala á su extremidad. . 93 14 » 0,253 еа со A ЦА vean » 0,162 del pico, Hk АЫ. 8 5 0,080 Ancho del mismo. . 1 A, 0,023 Altura del mismo... » 10 Y. 0,021 Macho. Lo superior de la cabeza adornado de un moño color escarlata, compuesto por de- lante de largas plumas delgadas, negras, que parten del vértice de la cabeza. A los lados del cuello se nota una línea blanca que desciende, forma un ángulo sobre las espaldas, y se reune con el blanco que cubre lo inferior del lomo y de las remeras medias. Todo lo demas de un bello ne- gro. Pico blanco. Hembra. El moño, en lugar de ser rojo, es hegro como el cuerpo. Este Carpintero, el mayor de todos, no solo habita la isla de Cuba, sinó tambien Méjico, la Luisiana, las Carolinas, y aseguran que se encuentra hasta en la Pensilvania. La extension de los parages de su domicilio nos induce á sospechar que no viene mas que de paso á las Antillas ; no obstante, nada podemos afirmar de positivo. En la isla de Cuba, no frecuenta las cercanías de la capital; permanece en las montañas V bosques distantes, en parages poco frecuentados. 108 AVES. 62. PICUS VARIUS. CARPINTERO ESCAPULARIO. Picus varius, Linn., Syst. nat., L, P- 176, sp. 20. — Picus varius, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 59, sp. 20, р. 438. — Picus varius, Lath., Syst. ornith., gen. 22, sp. 21. — Picus varius carolinensis, Briss., Orn., t. IV, p. 62, n» 24. Epeiche ou Pic varié de la Caroline, Вав; Hist. nat. des Ois., t. VII, p. 77, Enl. 785. — Picus varius, Wils., т. orn., I, p. 147, pl. 9, f£. 2. — Picus va- rius, Bonap., 4m. orn., Y, p. 75, pl. 8-1-9. — Picus varius, Bonap., Synops., пе 41, p. 45. — Picus varius, Vieill., Encycl. méth., t. VIL, p. 1311. — Picus varius, Vieill., Ois. de FAm. sep., pl. 119 (Junior). — Picus varius minor, ventre luteo. The Y. ellocw-belly'dwood-pecker, Catesby, Carol., t. I, рәр ә]: Klein, Ze, p.27, п°10.— Fe//ow-bellied mood-pecker, Penn., Arct. zool., sp. 106. Picus albo nigroque varius; vertice rubro; crisso albo fuscoque Jasciato; rostro Jusco; pedibus nigris. Шоп аА ООУ ЗЕЕ 8pul 3 lin" 0,190 millim. desde el pliegue del ala а la extremidad... " 6 0,108 dela cola eT ope To c od s. 9058 4 0,077 del pico а ОА ри NU 1 2 0,027 Atorado тоіат dod desc oc or uo ETUR EDS » 4 0,008 Адыш е cx a ARO » 4 0,008 Macho. 'Todas las partes superiores del cuerpo variadas de negro y de blanco. Garganta roja; pecho negro, orillado а cada lado de un matiz amarillo de azufre, que se prolonga bajo del vientre. Vértice de la cabeza rojo, orillado lateralmente de negro; colodrillo amarillo pálido, así como los lados de la cabeza, sobre los cuales esta tinta forma una faja que pasa por debajo del ojo. Una raya se encuentra encima de esta parte y se extiende desde la raiz del pico hasta el colodrillo, y éste se halla orillado por una línea amarillenta que desciende y se ensancha sobre los lados del cuello. Tapadas de las timoneles blancas, rayadas trasversalmente de moreno; las pequeñas cobi- jas de los remos, negras; las grandes del mismo color, marcadas de manchas blancas. Remeras negruzcas, rayadas de blanco al traves. Timoneles variadas de negro y blanco. Ojos obscuros. Hembra. Carece de fajas amarillas á los lados de la cabeza; el rojo de la misma es poco extenso; lo posterior de ella y de la garganta, son blancos. Jóven. Plumas de la cabeza y del pecho, gris amarillo, orillado de gris obscuro; las del cuello y del lomo, gris verdoso manchado de negro. Alas negras, con una faja longitudinal blanca, que parte del alto y se extiende hasta las plumas primarias, las cuales tienen, hácia fuera, manchas de este color. Rabadilla variada de negro y de blanco. Garganta gris. Vientre amarillo sucio. Flancos manchados de negruzco á lo largo. Tapadas de la cola, blanco amarillento. Esta bella especie se halla solo de paso en la isla de Cuba, adonde llega al fin del otoño para partir de nuevo al principio de la primavera, atravesando entonces toda la América del norte AVES. 109 hasta las regiones polares, y es mui comun en la Bahía de Hudson, en donde anida. Su nido, practicado en el tronco de los árboles viejos, secompone deun agujero б abertura circular mui pequeña en proporcion al pájaro, que debe entrar con dificultad ; pero despues de la abertura, este agujero se ensancha de repente. El fondo está cubierto de un polvo como aserraduras, sobre el cual la hembra pone cuatro huevos blancos. 63. PICUS PERCUSSUS.—(Temm.) CARPINTERO VERDE. Picus percussus, Yemm., Planch. col., 424 (foem.), 390 (mas.). — Picus percus- sus, Vigors, Zool. Journ., 1827, t. VI, p. 444, n° 25. Picus virescens; striga auriculari, alis caudaque nigris, albonotatis; crista maculaque gulari соссіпеїѕ, subtus aurato nigro fasciatis. ЕТА 10 рша" » lin 0,930 millim. 5 1 desde el pliegue del ala hasta su extremidad... 0,118 de la cola... 3 7 0,083 — del pico. 1 1 0,026 Altura del mismo. » 4 Y 0,009 Ancho del mismo.. . . » 4 0,008 Macho adulto. Parte superior de un bello verde pálido, mas brillante en la rabadilla; la inferior, amárillo verdoso, con indicios de fajas trasversales negras sobre los flancos ; algunos indicios lon- gitudinales, negros sobre el pecho. Moño, lo superior de la cabeza, medio de la garganta y un triangulo sobre la delantera del cuello, de un bello carmin brillante. Una mancha negra sobre el oido. Remeras primarias, con manchas á trechos, verdosas sobre el lado externo por encima, blancas en el lado interno por debajo, orilladas exteriormente de verde. Cola de un negro gris, con algunos indicios de manchas blancuzcas, hácia fuera : el mastil de un bello negro lustroso. Las dos timoneles laterales de cada lado, rayadas trasversalmente de gris. Lados de la garganta y mejillas blancuzcas. Ojos negros en el centro, rojos en el contorno. Pico azulado. Macho jóven. Los mismos matices, mucho mas pálidos por encima y por debajo, el moño corto, el medio de la garganta negro con una ligera tinta roja en la parte inferior. Hembra. La frente manchada de negro y blancuzco, el medio de la garganta y un triangulo sobre la delantera del cuello, de un negro mate. El resto de las tintas, próximamente lo mismo en cuanto á la disposicion, pero mucho mas pálidas. Esta especie es una de las que nos parecen ser propias de la isla de Cuba, donde es bastante comun, hallándose indiferent emente donde quiera que hai árboles elevados. Se alimenta de in- sectos, del mismo modo que sus congéneres, pero, segun ha observado el Sr. Poéy, come tam- bien semillas, pues las halló en el estómago de varios individuos que ba abierto. COLAPTES. (sun-GÉN. — Vig.) М. Vigors ha separado de los Picus propiamente dichos, y bajo la denominacion de CoLapres, cuyo pico es mas largo, arqueado, menos fuerte, y cuyas formas son menos rollizas, 23а las especies 110 AVES. Nosotros reconocemos la exactitud de esta seccion, con tanto mas motivo cuanto que las costumbres de las especies respectivas la confirman tambien. Los pájaros de esta serie se posan con mas fre- cuencia en tierra y son mucho mas campestres que los Picus propiamente dichos. 64. COLAPTES AURATUS. — (Vigors.) CARPINTERO DE MANCHAS NEGRAS. Cuculus auratus, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 52, sp. 8. — Picus aura- tus, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, p.174, n°9, gen. 59. — Picus canadensis striatus, Briss., Orn., t. IV, p. 72, n° 98.— Picus auratus, Lath., Syst. ornith., gen. 22, sp. 52. — Pic aux ailes dorées, ou Pic rayé du Canada, Buff. , Ois., t. УП, p. 39, Enl. 693.— Picus auratus, Wils., Am. orn., 1, р. 45, pl. 3, fig. 1. Picus auratus, Bonap., Syn., n° 96, р. 44. — Picus auratus, Vieill., Encycl., СШ; р. 1322, Enl. 693. — Colaptes auratus, Vigors, Zool. Journ. 1897, p. 444, по 26. — Picus major, alis aureis, Catesby, Carol., t. I, р. 18. — Cu- culus alis deauratis, Klein, Avi, р. 30, п° 3. Colaptes grzseo nigroque transversim striatus ; pectore nigro; occipite rubro; subtus griseo, nigro maculato; uropygio albo; rostro nigro. Loni ioiai DAE Ca aa E IDE 12 pulg" » lin 0,227 millim. - desde el pliegue del ala å su extremidad 6 » "| 0,140 4 2 0,096 — —— del pico. 1 4 0,031 Altura del mismo... » zu 0,009 АУ аео a c үйө » 5 0,010 Macho. Todas las partes superiores de un gris moreno rayado trasversalmente de negro. Ca- beza gris; las plumas del colodrillo terminadas de rojo; mejillas, garganta y delantera del cuello, leonado vinoso. Una ancha media luna negra sobre la delantera del pecho, así como dos bigotes del mismo color á los lados del cuello. Lo inferior gris amarillento; cada pluma adornada de una mancha, redonda y negra, cerca de su extremidad. Rabadilla blancuzca. Remeras primarias negras, con mastiles amarillos por encima, amarillo dorado por debajo. Remeras secundarias negruzcas, con mastiles amarillos y manchas laterales grises por encima y amarillas por debajo. Timoneles negras en su extremidad, con mastil amarillo en su base, por encima marcadas lateralmente de manchas grises, por debajo cuasi enteramente doradas, como las de las alas. Pico negruzco. Pies azules. Ojos obscuros. Hembra. Carece, al parecer, de bigotes á los lados del cuello. Su rabadilla está rayada trasver- salmente de negro. Jóven, del año. Carece del color rojo en la cabeza, de bigotes y de la media luna negros. Es de color gris sucio, mas claro por debajo. Esta bella especie habita á un tiempo mismo toda la América del norte, hasta la Bahía de Hudson, y las Antillas; pero en esta última localidad, parece hallarse de paso. En la Bahía de Hudson se la llama Ол ¿he guan nov-ow, mientras que en los Estados Unidos se la denomina High AVES 111 hole ynoer, prut flicker. No va á dicho pais sinó en el verano, y emigra en el invierno á las Antillas. Sus costumbres son notables, atendido el género 4 que pertenece, pues, como el Prcus cam- pestris ( Carpintero campestre, Azara, Apuntamientos sobre los Pájaros, t. ТЇ, p. 311, п.о 253 ), es mas terrestre que los Picus, se posa frecuentemente en tierra, y trepa poco sobre los árboles, agarrándose solo en los troncos sin subir ni bajar. Anidando en los Estados Unidos, no creemos que lo haga en la isla de Cuba. El nido, colocado á distintas alturas sobre los árboles, desde la base hasta la cima, se halla escavado en el tronco. Es de admirar la sagacidad de este pájaro, para encontrar, al través de la corteza, la parte menos dura ó podrida que quiere taladrar, y la perseverancia que emplea en hacer el agujero. Parece que el macho y la hembra trabajan de con- cierto, descansando alternativamente y animándose uno á otro con alhagos hasta el fin de su empresa, es decir, hasta que han horadado un agujero profundo que revisten con virutas y aserraduras de la madera, yen el cual la hembra pone sus huevos, que son blancos, y por de- cirlo así, trasparentes. 65. COLAPTES SUPERCILIARIS. — (Vigors.) AVES. — LAMINA XXIII. (Variedad albina.) CARPINTERO COMUN. Picus superciliaris, Temm., Planch. col., 433. — Colaptes superciliaris; Vigors, Zool. Journ., 1827, р. 445, по 28. Picus subtus albescente, nigro transversim striatus; crista, ventreque rubris; superciliis nigris; gutture pectoreque griseis; rectricibus, remigibusque ni- gris, albo variatis. Longitud total — desde el pliegue del al. u extremidad 12 pulg" Flin 0,990 millim. 6 4 la 0, de la соја. 4 2 0,098 del pico... 1 8 0,040 Altura del mismo... » 4 a 0,009 Ancho del mismo.......,........ » 4 0,008 Macho y Hembra. Medio de la cabeza por encima, moño y dos pequeñas manchas cerca de las narices, de un bello rojo brillante. Esta tinta, pero menos viva, colora el bajo vientre. Todas las partes superiores blancuzcas, rayadas trasversalmente de zonas negras; el lomo á veces teñido de amarillo mui pálido. La ceja negra, solamente encima del ojo; una faja blanca sobre la frente. Las mejillas y la garganta gris amarillento mui pálido, pasando al ceniciento bermejo sobre el pecho y lo alto del vientre. Los flancos y las tapadas de la cola, rayadas trasversalmente de negro. Remeras primarias negras, con la base y la extremidad blancuzcas. Timoneles superiores negras en su ex- tremidad y sobre el mastil, variadas y rayadas de blanco en su base y lado interno; las mas in- feriores terminadas de blanco y rayadas de este color hácia fuera. Timoneles medias, negras, terminadas de blanco. Pies azulados. Pico negro. Ojos rojizos. Variedad accidental. Debemos á la bondad de M. Isidoro Geoffroy Saint-Hilaire la comunica- cion de la variedad albina de esta especie, que recibió de la isla de Cuba, y que representamos en la lámina xxm. Es notable por su color, generalmente blanco sucio, sobre el cual se perciben 112 AVES. algunos indicios de líneas trasversales negruzcas que adornan el pájaro en su estado normal. Lo posterior de la cabeza, dos manchas en la base del pico, y el medio del vientre de un bello rojo. El vientre así como el lomo se hallan ligeramente teñidos de amarillo. Pico negro. Pies azulados. El Corarrrs superciliaris, especie la mas comun de los Carpinteros de la isla de Cuba, es suma- mente salvage; vive cuasi siempre en los bosques mas espesos y elevados, en los cuales prefiere los árboles mas altos, sin bajar nunca á tierra. Todos sus movimientos son vivos, prontos, llenos de fiereza, y entonces deja oir un canto que expresan las notas siguientes ó bien hace resonar los bosques con sonidos claros, fuertes, que se pueden expresar por Cuu uu и, repetidos en una medida mas acelerada que la precedente, y que se oyen de lejos en el campo. Los cazadores cubanos pretenden que el Carpintero, no obstante sus costumbres salvages, se acerca á los plantíos de naranjos, en la estacion en que el fruto está maduro, y que entonces le come con glotonería. Esta opinion podia parecer sospechosa, comparándola á los hábitos insec- tívoros de los Picus; pero tenemos la prueba de que esta especiees granívora, porque el Sr. Роёу, que abrió muchos individuos, halló en sus estómagos un resíduo vegetal y semillas. No obstante estos hábitos, nunca ha podido domesticársele. Es mui difícil de matar, como todos los Picus. Los cazadores persiguen sin embargo esta es- pecie, cuya carne es bastante buena. 66. COLAPTES FERNANDINAE. — (Vigors.) AVES. — LAMINA XXIV. CARPINTERO. Colaptes Fernandince, Nigors, Zool. Journ., 1827, p. 445, n° 27. Colaptes supra totus nigro-fuscus, parum olivaceo tinctus undique lineis trans- versis flavo albidis aut stramineis undalís fasciatus; capite, nucha genisque flavis, pennis, in medio, stria fusca notatis; remigibus rectricibusque scapis infra, flavo-auratis subtus, gutture albo sulfurescente, pennis lotis in medio stria nigra: collo, pectore, abdomeneque pallide flaeo stramineis, lineis nigris transversis fasciatis; rostro nigro; pedibus plumbeis. Longitud total desde el pico hasta la extremidad de la cola. 14 pulg » lin: 2,825 millim. ————— del pliegue del ala а su extremidad........... “`$ 6 0,150 - de la соја. . 5 » 0,114 ———— del pico... 1 8 0,040 Ancho del mismo » 5 0.010 Todas las partes superiores, rayadas al traves de negro y de amarillo : el mas vivo amarillo sobre la cola, mui pálido en lo demas. El negro mas intenso sobre las alas, moreno sobre el lomo, las partes posteriores y la cola. Todas las partes inferiores estan' igualmente rayadas, AVES. 113 excepto las pequeñas tapadas del ala, que son amarillas y lo inferior de la cola, donde el negro está remplazado por el gris, mientras que el amarillo es sumamente vivo y dorado. Cabeza, bermejo claro; cada pluma marcada en su medio, con una estria morena. Garganta manchada de negro y de amarillo pálido. Los bigotes negros, de una pulgada de largo, caen desde el borde delas mandíbulas á los lados de la garganta. Grandes remeras rayadas solo en el lado externo. Pico negro. Pies azulados. Esta especie ha sido dedicada al Exmo. Sr. conde de la Fernandina, por M. Vigors, á excita- cion de M. Mac Leay. La proteccion que dispensa á las ciencias este ilustrado habanero, hace su nombre digno de ser conservado en la Fauna cubana. Por este motivo, tenemos una singular satisfaccion en mencionarle aquí, y en representar en esta obra la especie que le está dedicada. Parece ser peculiar de la isla de Cuba, а lo menos, nunca se la ha señalado en otro parage; es bastante rara, y vive con particularidad en lo interior del pais, donde no hemos podido observar sus costumbres. CUCULIDE. (CUCULIDEAS.) — (Leach.) Cuculus, Linn., Gmel., Lath. Solo tenemos en la isla de Cuba dos pájaros de esta familia, pertenecientes á los dos géneros de Cuculideas americanas, los Saurornera y los Coccyzus, pues los otros pertenecen al antiguo con- tinente, al Africa, al Asia, á la Europa y а la Occeania. Una de nuestras especies es propia de la isla; la otra va de la América meridional. COCCYZUS. — (Vieill.) Cuculus, Linn., Gmel., Lath. Esta division de los Cucos está fundada en el carácter del pico, espeso en su orígen, liso, alar- gado, entero, convexo por encima, arqueado, comprimido lateralmente, así como tambien por algunos detalles de la forma. Contiene con mas particularidad pájaros del nuevo mundo. La única especie que se halla en la isla de Cuba, va allí de la América del norte. 67: COCCYZUS CAROLINENSIS. ARRIERO CHICO ó ARRIERO AGOSTERO. Coucou de la Caroline, Brisson, Ornith., t. ТУ, р. 112, n*5.— Vieillard aux ailes rousses, Ви, Oís., t. VI, p. 408, Enl. 816. — Cuculus americanus, Gmel., Syst., nat., ed. 13, n° 10, p. 170, gen. 57. — Cuculus americanus, Lath. Syst. ornith., по 39, gen. 20. — Cuculus americanus, Bonap., Syn., sp. 34, Ann. of the Lyceum nat. hist. New-York, 1826, t. VI, p. 42. — Cuculus carolinensis, 24a 114 AVES. Wils., 4m. orn:, p. 13, pl. 98, f. 1, — Coccyzus pyropterus, Vieill., Encycl. méth., t. Ш, p. 1343. — Cuculus carolinensis, the Chuckow of Carolina, Ca- tesby, Carol., t. І, p. 9. — Cuculus carolinensis, Klein, Ordo aeium, p. 30, sp. 2. Penn., Arct. zool., p. 265, по 155. Coccyzus corpore supra cinereo, subtus albo; rostro subtus luteo, supra fusco; pedibus obscuris. tokitik total. IA + 12 pulg" » lin 0,980 mii. desde el pliegue del ala á su extremidad. 5 5 0,125 Longitud de la cola. 5 7 0,130 del pico. » 9 0,018 Altura del mismo. » 4 0,008 Ancho del mismo » 2h 0,005 Macho. Gris por encima del cuerpo, lándose con el ceniciento moreno de las partes poste- riores, y mudándose en verdoso, en bermejo, en azulado, segun los reflejos de la luz. Plumas pri- marias del ala, orilladas de bermejo ; lo inferior del ala, bermejo claro. Timoneles negras, termi- nadas de blanco. Lo inferior del cuerpo blancuzco. Pico negro por encima, amarillo por debajo. Hembra. Sin reflejos encima del cuerpo ; el vientre y el pecho manchados de amarillo. Este pájaro habia sido confundido por Buffon con el Viejo; pero se distingue fácilmente por su pico de dos colores, y por lo inferior de las alas bermejo claro. Esta especie es una de las que solo уап á las Antillas por el invierno, despues de haber pasado el verano desde la Luisiana hasta el Canadá. Solitaria, tímida y hasta salvage, prefiere los bos- ques mas espesos, ausentándose de ellos solo en el otoño, cuando los frutos estan maduros, para vivir entonces en los verjeles y aproximándose á veces á las habitaciones. Poco amiga de la so- ciedad, rara vez se ven juntos el macho y la hembra, ni aun en tiempo de las parejas, anunciando todo en esta especie la timidez y la desconfianza que la domina. Ocúltase cuasi siempre en la copa de los árboles mas espesos, donde deja oir un canto poco fuerte, que suena próximamente culicú, repetido muchas veces seguidas. Su nido, colocado sobre los árboles, se compone en lo exterior de pequeñas ramas secas y de raices, de yerbas finas y de pelos por dentro. La hembra pone en él cuatro ó cinco huevos de color moreno azulado. No creemos que anide en la isla de Cuba. SAUROTHERA. — (Vieill.) Cuculus, Linn., Gmel., Lath. Esta division de los Cucos de Linneo, establecida por Vieillot, para las especies caracterizadas por un pico mui largo, comprimido y arqueado, solo comprendia el Cucurus vetula de los autores ; pero la isla de Cuba nos ofrece otra mucho mayor. AVES. 115 68. SAUROTHERA MERLINI. — (d'Orb.) AVES. — LAMINA XXV. ARRIERO. Saurothera supra olivaceo brunnescens; fronte grisescente; tectricibus alarum, _ remigibusque secondariis olivascente-nitentibus; primariis rufo cinnamomeis, apice olivascentibus. Cauda olivascente nitens, rectricibus omnibus duabus, intermediis exceptis, ante apicem albescentibus, late nigris, subtus canescen- tibus; gulture albescente; ventre, ano, tectricibusque caudae rufis: Longitad totales S 23 pulg" 4 lin 0,540 mill. - desde el pliegue del ala å su extre B 141 3 0,170 de la cola 13 » 0,300 del pico... 1 10 0,044 Altura de éste... » 5 0,011 Ancho del mismo.. » СА 0,009 Lo superior del cuerpo moreno bermejo por la parte delantera, moreno oliváceo por detrás. Frente gris. Cobijas de las alas y remeras secundarias, moreno oliváceo claro, con reflejos metá- licos. Remeras primarias de un bello bermejo vivo, su extremidad oliváceo brillante como las co- bijas. Timoneles medianas, oliváceo moreno, con reflejos; todas las demas de la misma tinta, pero terminadas en dos manchas, la una blanca en la extremidad, la otra ancha, negra, colocada tras- versalmente á una pulgada de la extremidad, debajo de la cola, que ез gris. La garganta y el pecho gris blancuzco. Vientre y trasero de un bello bermejo vivo. El contorno de los ojos de rojo encendido. Ojos moreno claro. Pies azules. Pico azulado. No hemos advertido diferencia alguna entre los sexos, ni en las edades, á no ser el pico, mucho mas corto en los jóvenes. Esta especie, queaun no habia sido descrita, se aproxima mucho á la SAUROTMERA vetula (CucuLus vtula Gmelin ) por sus formas, pero difiere: 10 por su mayor tamaño ; 20 por los reflejos metáli- cos de las alas y de la cola; 3? por la frente gris ; 4o por el tinte bermejo de sus remeras prima- rias, enteramente gris oliváceo en la otra especie. Por estas razones, no vacilamos en darla una denominacion nueva, dedicándola á la Sezora Doza Mercedes Jaruco, condesa de Merlin, haba- nera célebre por sus talentos en la literatura y en las bellas artes, que con igual entusiasmo y feliz éxito cultiva y protege en Paris, de cuya culta sociedad es un bello ornamento, Este pájaro no es pasagero en la isla de Cuba, sinó un fiel habitante de ella, pues hasta el dia no se le ha hallado en otra parte, y es tambien la especie mas conocida de los habitantes, la mas familiar y la mas comun. Frecuenta los parages mas diversos, como los bosques, los llanos culti- vados, los árboles y los matorrales. Vésela, con un vuelo lento y embarazado por su larga cola, posarse con mas frecuencia en las ramas bajas, y un instante despues, recorrer todas las partes, saltando y alzando cada vez su cola, y admira el que así pueda recorrer las espesuras mas densas de los matorrales. Si en medio de su carrera percibe un insecto, le coge con destreza ; pero ávido al mismo tiempo de lagartijas, que prefiere, pero que son mas difíciles de coger, las atisba соп cuidado, é inmóbil las sigue con la vista, aguardando el momento favorable en que la inme- 116 | AVES. diacion le permita alcanzarlas. Todos sus movimientos son graciosos, alzando frecuentemente la cabeza con cierto aire de gentileza. El canto que este pájaro deja oir de preferencia por la noche, se percibe de lejos, haciendo re- sonar el éco de la comarca; comienza por un sonido compuesto, y se termina por una especie de cadencia prolongada. Este canto, que 4 veces semeja al del Tocororo, y cuando no hace la ca- dencia, pudiera confundirse con él, es mui fuerte en los dias de los amores › época en la cual sitúa su nido sobre los árboles ó en la bifurcacion de las ramas gruesas. La carne es dura, y la piel exhala un olor tan desagradable como el de las aves de rapiña, lo cual es sin duda conse- cuencia del género de su alimento, pues los réptiles comunican cuasi siempre este mismo olor á los pájaros que de ellos se alimentan. CROTOFAGIDE. (CROTOFAGIDEAS.) Esta familia no se compone hasta el dia mas que de un solo género de pájaros americanos. CROTOPHAGA. — (Linn.) Solo se conocen tres especies de este género, bien caracterizado por su pico cortante, fuerte- mente comprimido, y por su color negro. La una es propia de la costa del Perú, la otra habita todas las regiones cálidas de la América meridional, y la tercera, que se halla en la isla de Cuba, es tambien propia de la América del sur, y se adelanta hasta Méjico y las Antillas, sin llegar, no obstante á los Estados Unidos. 69. CROTOPHAGA ANI. — (Zinn.) AVES. — LAMINA XXV, FIG. 2, 3. JUDIO. Ani Brasiliensibus, Marcgrav., Hist. nat. Bras., p. 193. — Crotophaga ani, Linn.; Gmel., Sys/. nat., ed. 13, p. 154, n? 1, gen. 49. — Lesser ani, Croto- phaga, Lath., Gen. hist., П, p. 336, n? 1, pl. 36. — Crotophagus, Briss., Orn., t. IV, p. 177, pl. 18, f. 1. — Petit bout de Petun, Buff., Ois., t. IV, p. 420, Eni. 102, fig. 2. — Crotophaga minor, Vieill., Encycl. méth., V. ITI, p. 1356, pl. 220, fig. 4. — Crotophaga minor, Vieill., Gall., p. 43. — Crotophaga ani, Vigors, Zool. Journ., 1827, р. 445, n° 29. — Cacalolotl, seu avis corvina, Hernandez. Hist. nove Hisp., p. 50. — Bout de Petun, Dutertre, Histoire des Antilles, X. П, p. 260. — Ani Brasiliensibus Marcgravii, Jonst., Aviar, p. 132. Ray, .$ynop. aei, p. 185. Sloane, Voy. of Jam., p. 298, pl. 257, fig. 11. — Monedula tota nigra, Catesby, Carol. app., p. 3, pl. 3. — Crotophagus ater, Brown., Hist. nat. of Jamaic., p. A14. — L' Ani des Brésiliens, Salerne, Ornith., AVES. 117 р. 73, n° 10. — El Anno, Az., Apunt. de los Pax., n» 963. — Crotophaga ani, Princ. Max., Beytrage zur nat.-yon. Bras., t. IV, p. 314. Crotophaga tota nigra, nitens; rostro compresso, cultrato. 14 pulg 8 +/.lin' 0,340 mi. REG 6 0,150 Mou NC i os ; / Std 6'5 0,105 del pico. . » 10 '/, 0,021 Altura del mismo. » 10 0,020 Ancho del mismo » 5 0,011 Enteramente negro, con reflejos azulados б violados, esparcidos por lo general sobre la cola y las alas, pero formando anchas orillas en las plumas del lomo, sobre el pecho, y estrias encima de la cabeza y de la garganta. Ojos morenos. Pico y pies negros. Jóven. Carece de reflejos; sus tintas son á veces grises. Su pico, en lugar de tener una cresta cortante elevada, como en los machos viejos, es mucho menos alto, aunque siempre ligeramente aquillado. Tal es 1а diferencia que damos en las fig. 2, 3 de la lámina xxv. Hemos hallado esta especie desde las márgenes del Parana, en la repüblica Argentina, hasta el centro de la Bolivia, es decir, desde el grado 32 hasta el 12 de latitud sur. Es mui comun en el Brasil, en la Guyana, y se extiende hasta las Antillas, donde tambien abunda. Por lo tanto, habita á un tiempo mismo el continente meridional y las Antillas, y no se halla en los Estados Unidos. Tal vez no existe pájaro alguno que ofrezca mas instinto social que éstos. Siempre reunidos en grandes tropas distribuidas por cantones, los individuos que las forman se hallan íntimamente relacionados, sin separarse en la época de las parejas, como se ve en los Trupiales y en otros mu- chos géneros que podriamos citar. Por el contrario, éste es el momento en que los lazos de amis- tad parecen estrecharse entre ellos, y en que su amistad recíproca parece aumentarse. Dichas tropas, compuestas de diez á treinta individuos y en número por lo comun par, pues se compo- nen de parejas, no se separan nunca. Todo el año se las ve recorrer las arboledas esparcidas en los lanos, las marismas, bajar á tierra, posarse sobre los matorrales, y volar siempre lo mas es- trechamente unidos que pueden, aproximándose unos á otros. Cuando se acerca la estacion de los amores, los machos y las hembras de una tropa trabajan juntos, trasportan raices, ramas secas, y construyen, sin reñir ni querellarse, nidos enormes, planos, dispuestos como lechos, y que sirven para muchas hembras а la vez. Si una de ellas se halla mas cercana que las otras á poner los huevos, pone y empolla, mientras que sus com- pañeras aumentan el nido y se van colocando al lado de la primera ponedora, y así todas empo- Пап á su vez con una harmonía admirable. A veces se levantan para dejar salir los polluelos €n comun y para criar la jóven familia, sin inquietarse por distinguir los que pertenecen á cada madre. De esta manera, ponen muchas veces durante cl año. Los huevos son de un bello azul de cielo, revestidos de una costra blanca calcárea. Pudiera preguntarse si el nombre de Crorornaca (comedor de sabandijas) está bien aplicado á esta especie; porque, aun cuando algunos autores hayan dicho que se pone sobre los animales domésticos para comer las garrapatas y otros insectos parásitos, podemos afirmar que jamás lo hemos visto. Los Trupiales tienen la costumbre de posarse así, y como muchas especies son negras, se habrá confundido tal vez con ellas la que nos ocupa. Los Judios viven sobre los ma- torrales ; son algunas veces salvages, y nunca se muestran suficientemente familiarizados para ponerse encima de los animales. Su alimento principal consiste en lagartijas é insectos, princi- palmente ortopteros, y á veces semillas. El Judio tiene dos especies de canto ; el uno, agrio, fuertemente pronunciado, que se puede expresar por u-i-o, de cuyo sonido tal vez se ha imaginado llamarle Judio en la isla de Cuba; el І. 25 а 118 AVES. otro, no es mas que un gorgeo desagradable que los criollos de Cayena comparan al ruido del agua hirviendo en una olla de barro, y del cual han tomado el nombre de Bouilleur des ca- naris (de canari, olla de barro). Ademas de estas denominaciones, se le llama, en las colonias francesas, Bout de petun, б Bout de tabac, Oiseau diable. Los guaranis del Paraguay le llaman ло mini, y Mauri, los habitantes de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Tambien hallamos su sinonimia en todas las lenguas habladas por las naciones de la provincia de Chiquitos, en Bolivia: por ejemplo, le denominan Olichoorich, en chiquito; Caavizta, en guarañoca; Oo, en otuke; Oca/a, en morotoca 3 Urajuja, en saraveca; Cañeco, en quitemoca ; Techorilich, en cuciquia ; Z/varayu, en paunaca ; 4alane, en раісопеса. En botocudo del Brasil, se le Пата Puizacha ; en la provincia de Moxos, le llaman sino, en lengua baures ; Valahuit, en itonama ; U/ar, en cayuvava ; Ovi, en itenes ; O:lsoro, en pacagua- ras; Polopolo, en movina; y en fin, Nichuli, en canichana, PSITTACIDE. (SITTACIDEAS.) — (Leach.) Psitlacus, Linn., Gmel., Lath. Esta familia se halla representada en la isla de Cuba, solo por una especie de cada uno de los tres géneros de Loros propios del continente americano: los Guacamayos, los Periquitos y las Cotorras ; pues es sabido que todas las otras divisiones de este antiguo gran género, pertenecen al antiguo mundo y á las islas occeánicas. Dos de estas tres especies, perteneciendo á géneros diversos, á saber, el Guacamayo ( Macno- GERCUS tricolor) y el Periquito ( Coxvnvs Guyanensis), viven á un tiempo mismo en el continente meridional, y la tercera, la Cotorra ( PsrrrAcus leucocephalus ), es propia de las Antillas. PSITTACUS. — (Linn.) Esta division, á la cual se ha conservado el antiguo nombre, dado por Linneo, está caracterizada por su cola corta cuasi igual, у por sus formas mas rollizas; pues en lo restante, los pájaros que la componen hacen el mismo género de vida que los otros de la familia. Como acabamos de indicar, la especie única que tenemos de Cuba, es propia de las Antillas. 70. PSITTACUS LEUCOCEPHALUS. — ( 4/droe.) COTORRA. Psitlacus leucocephalus, Aldrovando, Ari, t. І, p. 670. — Psiltacus leucocepha- lus, Joust., Avi, p. 22. — Psittacus leucocephalus, Linn., Syst. nat., ed. 10, р. 100. — Psittacus leucocephalus, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 45, sp. 30. — Psittacus leucocephalus, Lath. Syst. ornith., gen. 5, sp. 111. — Psittacus martinicus, Perroquet de la Martinique, Briss., Ornith., t. IV, р. 242, п° 26. — Perroquet de la Martinique, Buff., Ois., t. VI, р. 212, Enl. п 549 et 335.— Perroquet à front blanc, Buff.; Oís., t. VI, p. 212, Enl. 335.— White AVES. 119 beated parrot, Edwards, G/an., р. 166. — Vaillant, Perroquels, pl. 107, 108,109. — White crowned parrot, Lath., Gen. hist, П, p. 235, n?1T7.— Psittacus leu- cocephalus, Vieill., Encycl. méth., t. ТЇ, p. 1371. — Psittacus leucocephalus, Vigors, Zool. journ., 1827, p. 444, n° 24, — Hernand., Hist. noo. Hisp., p. 31, cap. 117. — Ray, Synops. avi., p. 31, n° 5460 p.181, пот — Barrere, Ornith., class. 3, gen. 2, sp. 9. — Frisch, pl. 46. — Klein, Ævi., р. 25, n? 9. — Sloan., Jamaic., p. 297. Psittacus viridis; remigibus coeruleis; fronte alba; orbitis niveis; ventre gula- que rubris; rostro leviter incarnato; pedibus Havescente-griseis. Longitud total — desde el pliegue del ala å la extremidad... 14 рша" 5 lin — 0,334 millim. T 10 0,184 - dela cola....... 4 W 0,106 — — del pico... » 10 0,020 Altura del mismo. 1 » "f 0,025 Ancho del mismo..... » Ts 0,015 Macho. Ojos morenos. Pico y parte desnuda alrededor de los ojos, blanco. Frente, hasta los ojos, de un blanco frecuentemente teñido de rosado б de violeta. Mejillas, garganta y delantera del cuello, rojos, pero con poca regularidad. Se observan algunas plumas de este mismo color bajo del ala. Bajo-vientre rojo sanguíneo intenso. Oreja negruzca. Cuello, todas las partes superiores é in- feriores, las pequeñas cobijas del ala, verde obscuro; cada pluma orillada de negro, lo que hace parecer el pájaro como escamoso. Grandes cobijas de los remos, verdes, las mas anteriores azu- ladas. Plumas primarias, encima de un bello azul, cambiándose en violado del lado externo, negras del otro ; verde azulado en el lado interno por debajo. Timoneles : la mas externa azul en el lado ex- terno, amarillo con una mancha roja en su mitad, en el lado interno; las segundas, terceras y cuartas de cada lado, verdes sobre la parte externa, el otro lado como en la primera ; la quinta verde exteriormente, amarilla en el lado interno ; la sexta enteramente verde. Rabadilla y cobijas de la cola, verde amarillo. Hembra. Se distingue del macho adulto por faltarle el rojo de las alas. Macho jóven. Carece de rojo en las alas, en la garganta y en el vientre ; tiene el colodrillo gris ceniciento, y las plumas del cuerpo orilladas de moreno. El primer autor que ha hablado de esta especie, es nuestro español Oviedo, en su Crónica general de Indias, impresa en 1541, que en cada una de sus páginas muestra el esmero y aten- cion con que observaba los hechos mas raros de su tiempo. Con respecto á los Loros, dice (Lib. XIV, cap. IV, fol. 110): » 4y muchas maneras de Papagallos en esta isla, así de los verdes, » tamaños ó mayores que palomas, que tienen un flueco de plumas blancas en el nacimiento. del » pico,» etc. Esta cotorra, una de las mas bellas por su plumage, es mui comun en la Martinica, en Santo Domingo, y sobre todo en la isla de Cuba, donde vive en los parages incultos y salvages. Amiga de la sociedad, como todas las aves de su familia, se la ve constantemente formando numerosas tropas compuestas de parejas que recorren, haciendo gran ruido, los parages frondosos, y par- ticularmente de noche, hacen resonar el aire con sus gritos desagradables, pues entonces, sa- tisfechas con las bayas y frutos que comen, buscan un lugar donde dormir tranquilas. Cuando llega la época de la nidada, estos pájaros se hacen mas solitarios y se internan en los bosques. Las parejas se separan, y buscan un lugar propicio para establecer su nido, que, segun el dicho de las cazadores de Cuba, colocan en los agujeros viejos de los árboles, hechos por los Carpinte- ros, б en la bifurcacion de las primeras ramas gruesas. Allí pone la hembra dos huevos blancos, 120 AVES. Esta cotorra, que es tan tímida como maligna, no permite que nadie se le acerque. Es fácil matar un gran número de ellas, pues las tropas se sitúan estrechamente unidas sobre la cima de las palmas ó de otros árboles. Entre las que caen al tiro, algunas heridas dan chillidos agudísi- mos, á los cuales vuelve la bandada que habia huido, como para defender á las vencidas, ale- teando entorno del campo donde éstas yacen ; lo cual permite al cazador una cazería mas abun- dante. La carne de las cotorras adultas es bastante dura ; pero en la época de los nidos, los pollos son buenos de comer. Véndense en los mercados de las ciudades, aunque no con estimacion. Las adultas se domestican con suma dificultad, y para conseguirlo, se toman los pollos del nido, y entonces se educan con facilidad y se hacen sumamente mansos. Son susceptibles de aprender algunas palabras y los sonidos que se les enseñan. MACROCERCUS. — (ей) Psittacus, Linn., Lath., etc. Entre los Guacamayos de brillante plumage, que son los mayores pájaros de esta familia, no es uno de los menos notables la especie que vamos á describir. No estamos ciertos si habrá pasado á la isla desde la América meridional. 70. MACROCERCUS TRICOLOR. — (Vieill.) GUACAMAYO. Ara tricolor, Vaillant, Hist. nat. des Perroquets, pl. 5, p. 13. — Petit Ara, Buff., Ois., Enl. 641. — Macrocercus tricolor, Vieill., Dict. d Hist nat., t. M, р. 262. — Macrocercus tricolor, Vieill., Encycl. méth., t. Ш, 1418. Macrocercus capite, jugulo, pectore, ventreque rubris; collo superiore flavo; sca- pulariis, tectricibus alarum minoribus fusco-rubris, viridi marginatis; majo- ribus et remigibus virescente-cyaneis; uropygio violaceo-cæruleo; rostro nigro. Longitud total, sess eese sae . 0,550 millim. desde el pliegue del ala á 0,270 —— е la cola 0,350 del pico 1 3 0,030 Cabeza, pecho, vientre, patas, delantera y lados del cuello de un bello color rojo. Parte poste- rior del cuello de un bello amarillo. Garganta, rojo moreno orillado de amarillo. Pequeñas cobijas de los remos y plumas escapularias, moreno rojo orillado de verde y de amarillento. Las grandes cobijas y las remeras, de bello azul verdoso por encima, rojo cobrizo por debajo. Rabadilla y ta- padas de las timoneles, azul violeta; las inferiores, azul pálido orillado de verde. Remeras laterales, azul de ultramar en lo exterior y en la punta, de un bello carmesí en lo interior. Las dos me- dianas, carmesies, azules hácia el extremo. Tapadas del ala, rojas y verdoso moreno. AVES. 121 Buffon consideró esta especie como una simple variedad del Guacamayo rojo ( MacRocERcus macao); pero Vaillant, Vieillot y otros naturalistas, posteriores á Buffon, la han descrito como distinta. — No hemos recibido explicacion alguna sobre las costumbres del Guacamayo de la isla de Cuba, donde parece que va siendo cada vez mas raro, á medida que la poblacion y el cultivo aumentan. CONURUS. — (ѕ0в-сёх.) Psittacus, Linn., Gmel., Latham. Las Cotorras son mucho menores que los Guacamayos, tienen la cola aguda y extendida como ellos, pero solo tienen desnudo el contorno de los ojos, al paso que en éstos se encuentra así todo el espacio comprendido entre el ojo y el pico. La única especie que tenemos de la isla de Cuba, se halla á un tiempo mismo en la América meridional, de donde probablemente habrá ido, si tal vez no ha seguido á los Caribes en sus an- tiguas emigraciones del continente á las islas. 72. CONURUS GUYANENSIS. PERIQUITO. Xaxabes, Oviedo, Crónica de las Indias, 1547, lib. XIV, cap. ту, fol. 110 :. — Psillacus guyanensis, Vieill., Encycl., t. ТЇЇ, p. 1401. — Psittacus gupanen- sis, Princ. Max., Beitrage zur nat. von Bras., t. IV, p. 169. — Psillaca guya- nensis, Perruche de la Guyane, Briss., Ornith., t. IV, p. 331,n959. — Perruche de la Guyane, Baff., Ois., t. VI, p. 255, Enl., n* 167 et 407. — Maracana verde, Azara, Apunl. de los Paxar., X. 1, по 51. — Lesson, Traité, p. 188. — Psittacus guyanensis, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 45, sp. Т0. — Psittacus guyanensis, Lath., Syst. ornith., gen. 5, sp. 41. — Perruche ara paeouane, Vaillant, Perroquets, pl. 14 et 15, p. 35. Conurus viridis; genis rubro maculatis; tectricibus alarum minoribus coccineis; majoribus flavis; remigibus infra luteis, margine versus apicem nigricante ; pedibus griseis. Longitud total ^. . OD Pr Tr E КУСУ De СОС 1f pulg: 2 lin 0,260 millim. — desde el pliegue del ala á su extremidad т ү NS 9. 0,135 deuda colas. e vika vu) 4 Y 0,125 del pico... » Th 0,015 Ancho del mismo........... Hte Drac a Ie io КККК КҮҮ" » 5 V. 0,011 ! « Ay otros menores de colas luengas y los codillos y en- * Los individuos que hemos hallado en Bolivia, aunque en » cuentros de las alas y los sobacos colorados, y todo el res» todo semejantes, tenian un quinto mas de talla. » tante de ellos verde, que aquestos se llaman Xarabes. » m 26 а 122 AVES. Pico rosado mui pálido. Contorno de los ojos blanco. Ojos color de aurora. Pies grises. Todas las partes superiores, verde prado, mas intenso sobre lo bajo del lomo; lo inferior verde pálido. Remeras, verde azulado sobre el lado externo; el mastil negro, el lado interno amarillo moreno. Lo inferior del ala, amarillo verdoso, Pequeñas tapadas y pliegue del ala, de un bello rojo de ber- mellon. Timoneles, verde obscuro con mastiles negros por encima, amarillentos por debajo. Algu- nas manchas rojas colocadas sin órden á los lados del cuello. Este periquito, mui comun en la isla de Cuba, se halla al mismo tiempo en la mayor parte del continente meridional. Hace mucho tiempo que ha sido indicado como mui comun en la Gua- yana. Azara la halló en el Paraguay, y nosotros le vimos frecuentemente en los extensos bosques dela falda oriental de los Andes, cerca de Santa Cruz de la Sierra, y en Chiquitos. De consi- guiente, habita en el hemisferio del sur hasta los 25 grados, y en el hemisferio boreal hasta la isla de Cuba, último punto norte 4 donde llega, sin pasar nunca, al parecer, al continente sep- tentrional. і Es sumamente comun, сото hemos dicho; siempre se hallan formadas de parejas las bandadas numerosas que frecuentan los bosques en tiempo de las crias, y son en extremo familiares. En lo restante del aiio, se aproximan á los pueblos de campo y hasta á las ciudades, se sitúan sobre los naranjos de los jardines, cuyas flores y frutos comen, y por esto puede conocerse que, lejos de ser de un natural agreste y bravo, son por el contrario mui familiares y hasta demasiado para los cultivadores, cuyas siembras de maiz desvastan, así como tambien los plantíos de café, comiendo la pulpa del fruto, pero nunca el grano, que dejan caer al suelo. — El éco de los chi- llidos agudos y desagradables de estos periquitos, resuena en los bosques y en los campos. Los habitantes los persiguen, no solo para defender sus cosechas, sinó tambien para criarlos, lo que se consigue facilmente, y llegan á ser sumamente graciosos por su extremada mansedumbre. M. Le Vaillant hace mencion de uno, que se acostaba sobre el lomo, y juntando las patas, reci- taba toda la oracion dominical en holandés. El Sr. de la Sagra ha visto muchos de estos ejemplos de extremada mansedumbre, pero no la parte recitativa. Las señoritas de la Habana los acos- tumbran, en su regazo, á conservarse inmóbiles, acostados sobre el lomo, manoseándolos en todos sentidos, como cuerpos inanimados. TROGONIDJE. (TROGONI DEA S.) Trogon, Linn., Gmel. Esta familia solo contiene, entre las aves traidas de la isla de Cuba, una especie del género "Tnocox. TROGON. La única especie que poseemos, es peculiar de la isla de Cuba, de donde no parece ausentarse. El nombre frances Couroucou, dado á este género, parece derivarse del canto de este pájaro. Del mismo procede sin duda la denominacion de Surucua que les dan los Guaranis en el Paraguay, y la de Tocororo que lleva nuestra especie en Cuba. AVES 123 73. TROGON TEMNURUS. — (Tem.) AVES. — LAMINA XXVI. TOCÓRORO. Trogon temnurus, Temm., Planch. col., по 326.— Trogon temnurus, Vigors, Zool. Journ., 1827, p. 443, n°23. — Trogon temnerus, Gould., Monog., 1835, part. II. Trogon capite supra ccerulea violaceo; dorso, uropygioque viridibus; gutture, pectoreque griseis; ventre crissoque rubris; tectricibus nigris, albo maculatis; rectricibus truncatis caeruleo -viridibus, duo lateralibus, albo terminalis TOSS tro rubro. apice nigro. шешн cct D Mm 11 рша 6 lin — 0,968 millim. desde el pliegue del ala а su extremidad. . AA 5 6 0,128 - de la cola... 5 2 0,120 del pico... D ES 0,013 Ancho del mismo. . » 5 0,010 pira del mismo a AO ETE » 4h 0,009 Pico rojo; la extremidad de la mandíbula superior negra. Ojos rojos. Lo superior de la cabeza, de un bello azul violáceo metálico : todo lo restante de las partes superiores al lomo, verde metá- lico brillante. Garganta, delantera del cuello y pecho, gris mui pálido, cuasi blanco encima de la garganta. Vientre y tapadas de la cola, de un bello rojo de bermellon. Plumas escapularias y grandes cobijas de las alas, verdes, con una mancha blanca cerca de su extremidad, del lado ex- terno solamente. Remeras negras, adornadas en el lado externo con manchas blancas en su ex- tremidad, y de un ribete de este color en su base. Cola truncada en su extremidad. Las dos timo- neles superiores, verdes en el lado interno, azules en el externo y á su extremidad. Las tres timoneles laterales azuladas, términadas y manchadas de blanco; las otras dos enteramente azules. Este Tnocon, uno de los mas brillantes de su género, no se ha hallado hast a el dia mas que en la isla de Cuba, de cuyos bosques es un hermoso ador no. En ellos habita de preferencia, de- jando oir por la tarde, y particularmente por la mañana, su canto lastimero, repetido á largos intervalos, semejante á las dos sílabas to-cor, la primera mucho mas fuerte y grave que la se- gunda. Esta costumbre hace decir á los Guaranis del Paraguay, refiriéndose á otra especie ve- cina, que estos pájaros lloran por la mañana para hacer venir el sol, y por la tarde, porque se ausenta. Siempre solitario en los grandes bosques, se posa con particularidad en las ramas ba- jas, donde permanece inmóbil horas enteras, como si dormiese, б cuando menos, ocupándose mui poco de lo que le rodea. Por esto, es fácil de matar, y así se hace con muchos, pues la carne es mui buena. Se alimenta de semillas pequeñas, cuyo hábito le aproxim lo cual parece estar en contradiccion con la form insectívoro que granívoro. a mucho á las especies gallináceas, a del pico, que mas bien anuncia un pájaro 124 AVES. IV. GALLINACEAS. Garuna, Linn., Gmel., Dum., Cuv., Vieill., Tem. — Rasonss, Illig. Si las Aves Trepadoras de la isla de Cuba nos han ofrecido grandes contrastes por los matices que las adornan y la diversidad de sus costumbres, las Gallináceas nos presentaran, por el con- trario, la mayor uniformidad, particularmente por las costumbres. En ellas, nada se observa de la osadía que da á la Aves de rapiña, el uso de las armas poderosas que poseen; nada de la in- quietud y vivacidad característica de los Pájaros y de algunos Trepadores. Las Gallináceas que van á ocuparnos, ó sean las Palomas, son el símbolo de la timidez, pues desprovistas de armas ofen- sivas, la fuga es el único medio de defensa que emplean. Sus acciones, llenas de dulzura, las hicie- ron considerar como modelos de candor por los antiguos Griegos, y así las representaban como atributos del amor y fieles compañeras de Venus. Siempre en parejas, íntimamente unidas, se las vé acariciarse en el seno de los bosques, en los vergeles y en las llanuras : su canto inspira la melancolía por sus tiernos arrullos, los acentos lastimeros y los quejidos amorosos, cuyo único defecto consiste en ser, tal vez, demasiado monótonos. Con costumbres tan mansas, con hábitos tan graciosos, las Palomas de la isla de Cuba se hallan conti y son víctimas de una guerra cruel. No porque perjudiquen al labra- dor, diezmando las aves de su corral, como las especies rapaces, ni porque destruyan sus cosechas como las cotorras; inocentes y tímidas, no dan motivo alguno para la persecucion que sufren del cazador infatigable que nada tiene que temer ni nada que vengar en estos dulces animales; pero le excita otro interés, el de su agradable carne, como plato sabroso y delicado para las mesas de los ricos. Las Gallináceas de la isla de Cuba no exceden el número de nueve; sin embargo merecen ser estudiadas bajo el punto de vista de su distribucion, segun las reglas adoptadas para los órdenes precedentes ; lo cual nos ofrece los resultados que vamos á presentar. Una sola especie de las Gallináceas de Cuba, la CoLumpa montana, se encuentra al mismo tiempo en el continente meridional; lo eual nos da un noveno solamente de la totalidad, nú- mero mas elevado que el de las aves del segundo. órden, pero inferior al de las del tercero, ó Trepadoras. Las Gallináceas que van desde la América septentrional hasta la isla de Cuba, son en número de dos : la CoLumsa passerina y el Onyx virginianus, lo que hace un poco menos del cuarto de las es- pecies de la isla, y el doble de las que van de 1а América meridional. Esto prueva, que así en los Pájaros como en los Trepadores (aunque relativamente á los primeros la proporcion esté lejos de ser igual) la zoología de esta parte de las Antillas es mas analóga á la del continente del norte que á la del sur. Pudiera creerse que estas dos especies habitan los paises cálidos de la América septentrional, y que anidan en Cuba, haciéndose sedentarios y no de paso, en sus emigraciones de invierno. En cuanto á las especies que simultáneamente habitan la isla de Cuba y las dos Américas, solo tenemos una que las represente, á saber, la CoLumza carolinensis. Los autores la mencionan como habitante de la América meridional, pero tenemos la certeza que no se aproxima hácia las partes del Sur vecinas de los trópicos, al paso que en verano llega hasta los Estados Unidos; lo cual nos hace creer que mas bien es propia de la America del norte que de la del sur. AVES. 125 Las Gallináceas que nos parecen propias de la isla de Cuba ó de las Antillas solamente, ó que hasta el dia no han sido halladas en los continentes, son en número de cinco, pertenecientes todas al género Согомва, es decir, mas de la mitad de la totalidad de las especies que en ella se encuentran. Este número, comparado á los que hemos citado para los otros órdenes, les es superior, con particularidad al de los Pájaros, pues los Trepadores que viajan menos, se les aproxi- man por sus proporciones númericas. En resúmen, las Gallináceas traidas de la isla de Cuba por el Sr. de la Sagra, nos ofrecen las proporciones siguientes. En mas de la mitad, son especies sedentarias en las Antillas solamente; poco menos de la cuarta parte, viven al mismo tiempo en la América del norte; un noveno va de la América meridional, y en la misma proporcion habitan ambos continentes. El estado siguiente reasume las proporciones especificas por género y familia, de las Gallináceas recogidas en la isla de Cuba. R ES GALLINACEAS TOTAL Т ES Sous us NOMBR DE LA ISLA DE CUBA, PROPIAS DE DE ESPECIES, NAAA de las de los la Amé- | la Amé- | las |а isla de rica тка dos | Cuba por por FAMILIAS. GÉNEROS. meridio-| septen- | Améri- | y de las || | " a y género. | familia. mal, | trional. | cas. | Antillas, (AIN ES Columba.......... е 1 1 1 5 8 8 TETRAODIDE ...... OS, (Ur oa E CAM » 1 » » 1 ;| 1 2 1 5 9 9 Se puede observar que las aves Gallináceas de Cuba, solo comprenden dos géneros . CoLumpa de Linneo у un Ortyx, sin hallarse especie alguna de Crax, de Ourax, de PreNELOPzs, de Opistno- comus пі de Tinamus, que pululan en los bosques у en las selvas de la América seridional, ni de MzzLzAGnIS y Terrao, tan comunes en la septentrional. COLUMBIDA. (PALOMAS. — (Leach.) Columba, Linn., Gmel., Lath., ete. — Péristere; Dum. — Columbis, Vieill. — Passeri-galles, Lesson. Esta gran familia de Gallináceas comprende ocho especies en solo la isla de Cuba, lo que es mucho comparativamente al número total de sus aves; y ademas, entre dichas especies, se encuentran que pertenecen á las dos divisiones de la familia : las Palomas (Columba) propiamente dichas y las Pa- lomas gallinas (Columba-gallinze, de Vaillant). Si en este conjunto buscamos las especies propias á las Antillas, hallamos, las CoLumpa leuco- cephala, C. portoricensis, C. inornata, С. cyanocephala, y C. zenaida, es decir, cinco sobre ocho. Entre las otras tres, la CoLumba passerina, habita á un tiempo mismo, la América septentrional; la С. montana parece, por el contrario, ir de la America meridional, mientras que la С. carolinensis se hallaria (si las indicaciones de los autores son exactas) en ambas Américas y en las Antillas. Sin embargo, una sola especie, la que va de los Estados Unidos, se halla quizás de paso en las Antillas, pues todas las demas creemos que anidan. 1. 27а 126 AVES. Las Palomas © Pichones, llevan denominaciones diversas en cada una de las lenguas améri- canas. Citaremos algunos de los que hemos recogido en los propios lugares. Ganneguen, en Pa- tagon; Tuyuela, en Puelche de las Pampas del Sur; Maicon, en Araucano de Chili y de las Pam- pas; Cavikenic, en Mobocobi del Gran Chaco; Cuchen, en Botocudo del Brasil. En las provincias de Chiquitos, centro de la Bolivia, hallamos : Otutakick, en Chiquito; Tutuna, en Guarañoca; Ataja, en Otuke; Imamboy, en Poturero; Cujuta, en Morotoca; Arajaja, en Saraveca; Chucucu, en Qui- temoca; Totaki, en Cuciquia; Ucheke, en Paunaca; Apotol, en Paiconeca. En la lengua Guarani de los Guarayos, se llaman Apicazu; en Chapacuras de la provincia de los Moxos, Muchucucu зеп Muchojeone, Ichos; en Baures, Camalese; en Itonana, Huababa; en Cayuvava, Chucu; en Itenes, Morizo; en Pacaguara, Ticuri; en Movima, Tolotolo; en Canichana, Nipjacu; en Moxo, Chivi. 74. COLUMBA LEUCOCEPHALA. — (Gmel.) PALOMA DE CABEZA BLANCA. Columba leucocephala, Gmel., Syst. nat., ed. 13, I, p. 981, n° 14. — Columba minor, Way, Syn. av., р. 63, n° 16, p. 184, n° 24. — Penn., 4rct. zool., ЇЇ, n? 189, p. 327. — Columba leucocephala, Lath., Gen. hist., VIII, p. 48, n? 61, Syst. ornith., gen. 48, sp. 5. — Columba leucocephala, Vieill., Encycl. méth., t. I, p. 235. — Columba leucocephala, Vieill., Gal., pl. 194. — Columba leuco- cephala, White-crowned Pigeon, Bonaparte, Am. Ore ME ql, 165», т Columba leucocephala, Bonap., Syn., sp. 197, р. 119. — Columba minor, capite albo, Sloan., Jamaic., p. 303, tab. 261, fig. 2. — Brown., Jam., p. 468. — Co- lumba saxatilis jamaicensis, Briss., Ornith., gen. 1, sp. 33. — Columba capite albo, The white-crowned Pigeon, Catesby, Carol., t. 1, p. 25, pl. 25. — Columba leucocephala, Temm., Hist. des Pig., Y, p. 459, et Hist. Pig. el Gail., Y, p. 204, inf, pl. 13. — Pigeon de roche de la Jamaique, Buff., Ois., ЇЇ, р. 529: Columba corpore ceerulescens; capite purpureo, nitore vario; orbitis verticeque albis ; remigibus rectricibusque nigrescentibus; rostro basi purpureo, apice albo; pedibus rubris. Longitud total desde el pico hasta la extremidad de la cola............... 15 pulg 8 '/⁄ lin" 0,375 millim. del pliegue del ala а su extremidad........... PRN `” 8 0,200 E otto болд 5 » 0,115 del pico » 9 0,018 Frente, lo superior de la cabeza y contorno de los ojos, de un blanco puro. Lo posterior de la cabeza y mejillas, de un purpura cambiante. Lo superior del cuello, verde con reflejos metálicos; cada pluma adornada con una orilla negra bien marcada. Todas las partes superiores, azuladas; las inferíores de la misma tinta, mas pálida. Alas y cola negruzcas; remeras orilladas exteriormente de un color mas pálido, formando un ribete mui estrecho. Base de las narices, rojo, la extremi- midad amarillento. Pies rojos. Ojos amarillos. AVES. 127 Esta bella especie se halla en Santo Domingo y en Cuba, donde vive en bandadas numerosas, y recorre incesantemente los campos. Anida en los agujeros de las rocas, en las montañas y es- carpados, donde multiplica mucho. Es mui perseguida de los cazadores por su buena carne, que, á veces, adquiere el gusto amargo de ciertas semillas y frutos que come. 75. COLUMBA PORTORICENSIS. — (Tem.) AVES. — LAMINA XXVII. PALOMA MORADA. Columba portoricensis, Temm., Pigeons, pl. 15. Columba corpore, rectricibus, remigibusque nigrescentibus; capite, gutture, collo antice, pectoreque purpureis; collo supra squammato nilido. Longitüdstotal s ee e E. р, llin 0,850 millim. desde el pliegue del ala hasta su extremidad 6 0,220 de la cola. 4 9 0,110 del pico.. » 8 0,016 Todo el cuerpo, encima y debajo, las alas y la cola negruzco, mas pálido por debajo. Remeras ribeteadas exteriormente y terminadas de gris. Cabeza, garganta, lo inferior del cuello y pecho, de un violeta rojizo ó vinoso. Este color cubre tambien las partes superiores del cuello, pero enton- ces es brillante y está marcado, sobre cada pluma, de una bordadura violeta pálido, lo que hace parecer esta parte como escamosa. Los ojos, entorno de la pupila, circundados de dos círculos, el uno azul blanco mui pálido, el otro mas exterior, rojo de bermellon, y los párpados rojos. El contorno de los ojos, desnudo, rojizo poco vivo. Pico blancuzco. Pies encarnados. Esta bella especie parece, como la precedente, propia de las Antillas, puesto que solo se en- cuentra en la isla de Puerto Rico y en la de Cuba, donde es mui comun. 76. COLUMBA INORNATA. — (Vigors.) AVES. — LAMINA XXVIII. PALOMA TORCAZ. Columba inornata, Vigors, Zool. Journ. , 1827, р. 446, п° 32. Columba plumbea; capite, collo, pectore, abdomine tectricibusque alarum mediis rufo-vinaceis. 13 pulg. » lin. — 0,300 miZlim. 8 3 0,190 128 AVES. Longitud de la cola. 4 pulg. 2 "lin. 0,097 millim. 1 — del pico. 1 0,025 Ancho del mismo. . » ‚ГА 0,007 Altura del mismo » 3 0,006 Cabeza, cuello, alto del lomo y todo lo inferior, hasta la mitad del abdomen, así como la mitad del lado del lomo de las cobijas del ala, de un matiz color de chocolate vinoso. Plumas escapula- rias y alas, de un gris moreno. La mitad inferior de las cobijas de las alas, el lomo, la rabadilla y el resto de lo inferior, de un bello gris aplomado. Timoneles cuasi negras. Esta especie, que describe M. Vigors como nueva, aunque con muchas dudas, porque no tenia buenos ejemplares, se aproxima mucho, como él mismo lo dice, á la hembra de la CoLum»a rufina, pero se distingue por sus dimensiones y en no tener la garganta blanca. Lo mismo que las especies precedentes, este pichon es peculiar solo de las Antillas, pero con la particularidad de no hallarse mas que en la isla de Cuba. ТТ. COLUMBA CYANOCEPHALA. — (Gme/.) PERDIZ. Columba cyanocephala, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 104, sp. 20. — Columba cyanocephala, Lath., Syst. ornith., gen. A8, sp. 54. — Columba cya- nocephala, Temm., Hist. des Pig., pl. 3. Buff., Enl. 174. — Turtur jamaicen- sis, Briss., Ornith., t. 1, p. 135, n 32. — Jacquin, Beyt., р. 36, n° 30, t. XVII. — Columba cyanocephala, Vieill., Encycl. méth., t. Y, p. 235, pl. 74, fig. 3. Columba corpore supra ex fusco-vinaceo, subtus ex vinaceo- rufescente; capite et gutture cæruleis, linea alba circumscriptis; vitta suboculari alba, trans- versa; rostro basi rubro, apice nigricante ; pedibus rubris. Longitud totale e serrer Те 11 pulg 4 ' lin 0,215 milim. del pliegue del ala á su ех!їгешїйай......................... 6 20 0,155 dela colar y 4 A 0,107 аре 1 1 0,025 Lo superior de la cabeza, mejillas y garganta, de un bello azul; este matiz, que forma una mancha redondeada sobre el medio del cuello, está orillado de algunas plumas negras, rayadas trasversalmente de blancuzco, y como encuadradas por un filete blanco que reina sobre el con- torno. Una lista blanca parte del orígen del pico, pasa bajo los ojos y se prolonga encima de la nuca. Lo superior del cuello, las plumas escapularias, la rabadilla, las cobijas de las remeras y de las timoneles, moreno vinoso. Este ültimo matiz es mas rojizo sobre el pecho y está teñido de bermejo sobre el vientre, sobre los flancos y sobre las tapadas de las timoneles. Remeras more- nas, orilladas de bermejo. Timoneles negruzcas por debajo, ceniciento moreno por encima. Esta bella especie se encuentra al mismo tiempo en la Jamáica y en la isla de Cuba, y parece no alejarse de las Antillas, — Careceriamos absolutamente de datos sobre sus costumbres, si AVES. 129 M. Alejandro Ricord, corresponsal del Muséo de Paris, que hizo colecciones numerosas en di- chas islas, no hubiese tenido la obsequiosa bondad de comunicarnos los hechos siguientes. Esta especie vive mui retirada en los bosques vírgenes de la isla de Cuba, donde es difícil de encontrar, bien sea por el desmonte que, aumentando todos los dias la extension de los campos cultivables, la obliga á alejarse á parages inaccesibles al cazador, bien sea por la persecucion mortal que sufre en todos tiempos, ó por ambas causas unidas, que tienden á disminuirla, Para encontrar estas palomas, es preciso madrugar mucho, pues desde el amanecer, se enca- raman en las ramas de los árboles mas altos, en las partes expuestas al este. El rocío, mui abun- dante, por la noche, en las Antillas, penetra estas aves como en tiempo delluvia, de una humedad que procuran secar, buscando los primeros rayos del sol matinal. Entonces es cuando debe pro- curarse tirarlas, silenciosamente y de lejos, pues tienen un oido sumamente delicado, que las advierte del mas leve ruido, hácia cuya causa se dirigen al instante. Entonces, ver al cazador y huirle, es accion instantánea y pronta como la de la luz. En las horas siguientes, se encuentran estas palomas en la espesura de los bosques, sobre las ramas mas densas, huyendo del calor del dia, buscando de preferencia las márgenes de los rios, adonde van á desalterarse. Entonces son menos tímidas, y parecen creerse en seguridad, ocultas por las hojas, pues el calor disminuye su actividad. Pero, aunque sea mas fácil el aproximarlas, no lo es el percibirlas, y la fatiga que causa el calor, obliga al cazador á interrumpir la taréa, descansando á la sombra como las aves que busca. Se las encuentra, en la estacion correspondiente, en los plantíos de guisantes, cuya pulpa co- men cuando las vaynas se entreabren. Estas notas de M. Ricord nos haeen sentir que el huracan de 1831 le hiciese perder, con sus ricas colecciones, otras muchas que tenia en sus manuscritos. En la isla de Cuba, esta especie es mui apreciada, como lo indica el nombre de Perdiz con que es allí conocida. Los habitantes del campo consiguen cogerlas con redes, y las traen vivas en jaulas al mercado de la capital. Las familias ricas las ceban en sus Casas, y aumentan con ellas los platos delicados de la mesa nabanera, tan variada como abundantemente servida de cuanto puede alhagar el paladar y la vista. 78. COLUMBA CAROLINENSIS. — (Gme/.) PALOMA RABICHE. Columba carolinensis, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13 gen. 104, sp. 17. — Co- lumba carolinensis, Lath., Syst. ornith., gen. 48, sp. 17. — Columba caroli- nensis, Temminck, Pigeons, pl. 50. — Turtle, Buff., Enl. 175, et Ois., t. II, p. 557. — Columba carolinensis, Carolina pigeon, or Turtle dove, Wils., Ат. orn., t. V, p. 91, pl. 43, fig. 1. — Columba carolinensis, Bonap., Syn., sp. 199, p. 119. — Columba carolinensis, Vieill., Encycl., t. 1, p. 254. — Penn. , Arct. zool., П, p. 326, по 188. — Turtur carolinensis, Catesby, Carol., 1, tab. 24. — Turtur carolinensis, Briss., Orn., gen. 1. вр DIS 1:47 Columba corpore supra fusco cinerascente; subtus subrufo; area oculorum nuda, carulescente; tectricibus alarum brunneo, nigro maculatis; cauda longissima, gradata, cuneata; rectricibus nigrescentibus albo terminalis; pedibus rubris. 28 а І, 130 AVES. 4 f; lin* 0,276 millim. 0,14 Д 0,095 й 0,014 Macho. Frente, garganta y contorno de los ojos, bermejo vinoso; lo posterior de la cabeza y lo superior del cuello, azulado variado con algo de bermejo ; costados del cuello, adornados de plumas con reflejos rojo violeta. Cuello, por delante, y pecho, color vinoso pálido. Medio del vientre y tapadas de la cola, bermejizas. Los flancos y la parte inferior del ala, azulado de plomo. Lomo, rabadilla y plumas escapularias, morenas, con manchas negras solo encima de las escapu- larias. Alas, gris azulado. Las remeras, orilladas exteriormente de blanco. Cola larga, de forma de cuña, mui extendida. Las mayores timoneles son las del medio ; dos de éstas morenas ; las cuatro que las siguen grises, con una mancha trasversal negra, cerca de la mitad de su longitud; las otras negruzcas, terminadas en blanco, con una mancha negra en el medio. Membranas de los agu- jeros de la nariz negras. Pico negro en su extremidad, rojizo en la base. Ojos morenos; parte desnuda de su contorno, azul blancuzco. Pies colorados. Hembra. Carece de las plumas brillantes de los lados del cuello. Esta Paloma, mui comun en la isla de Santo Domingo, en la de Cuba y en la Carolina, en los Estados Unidos, la indica Vieillot como hallándose tambien en el Brasil, de lo cual no podemos responder. Come con frecuencia la semilla del cardo santo, lo cual comunica á su carne un gusto amargo. En el otoño, se reunen los individuos en grandes tropas que parecen emigrar hácia el norte, lo que nos haria creer que solo se halla de paso en la isla de Cuba. 79. COLUMBA ZENAIDA. — (Bonap.) PALOMA SAN JUANERA. Columba zenaida, Bonap., Ат. orn., t. Ш, p. 23, pl. 17, f. 2. — Columba zenaida, Bonap., 4d. orn. add. in journ. Acad. Phil. — Columba zenaida, Bonap., Cat., Birds, U. S., sp. 198, Syn., sp. 198. — Columba zenaida, Vigors, Zool. Journ., 1827, p. 445, n» 30. Columba corpore vinaceo, collo laterali duplici maculis nigris ornato; remigi- bus, tectricibusque alarum nigrescentibus, albo limbatis; cauda nigra fasciata; pedibus rubris. Longin tótBl...—.. . За ooh aso sors Ass e de AEE 6 pulg: 6 lin* 150 millim. Color general gris vinoso, pasando al moreno gris amarillento por encima ; una mancha negra de cada lado del cuello, cerca del pliegue del ala, con reflejos violados, dorados ó verdes. Plumas escapularias adornadas con algunas manchas negras, anchas, redondeadas. Remeras y sus cobijas negruzcas. Timoneles primarias, orilladas exteriormente de blanco, y terminadas en el mismo co- lor, excepto la mas exterior ; las secundarias anchamente terminadas de blanco amarillento. Lo inferior, color vinoso lustroso, mas intenso sobre el vientre. Los flancos y debajo del ala, color de lila pálido. Cola larga, cuadrada, del color del cuerpo, con una ancha faja negra en los dos ter- AVES 131 cios de su longitud : excepto las dos timoneles medianas, las laterales gris de perla. Cola negruzca por debajo, desde tres cuartos de pulgada de su extremidad. Pies colorados. El nombre de San Juanera, que se le da en la isla dé Cuba, procede de la abundancia con que se la encuentra en el partido de Sar Juan. Esta especie se encuentra, á un tiempo mismo, en la América septentrional y en las Antillas, y es mui comun en la isla de Cuba. Sin embargo creemos que solo se halla de paso en las islas. Las dos Palomas que siguen, forman parte de la division de las Columbi-gallíne de Le Vaillant, division que realmente no ofrece ningun carácter constante. 80. COLUMBA MONTANA. — (Gmel.) TORTOLA. Columba moníana, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13. gen. 104, sp. 13. — Columba montana, Lath. — Columba montana, Temm. — Columba montana, Vieill., Dict., t. XXVI, p. 396.— Columba | montana, Vieill., Encycl., 1.1, p.231, pl. 76, fig. 2. — Sloane, Jam., П, p. 304, tab. 261, f. 1. — Brown., Jam., р. 469. — Edw., 4o., П, tab. 119. Columba corpore supra ex rufo purpureo, subtus rufescente; area oculorum papillosa, coccinea; collo pectoreque incarnatis; rostro pedibusque rubris. е ере E ОКЫ оо РҮ PUR ено 10 pulg: 10 linz 0,253 mill. desde el pliegue del ala á su extremidad O 4 0,148 de lacola.... 4 5 0,104 del pico. . á iG 11 0,022; Altura del mismos ../..... оен Уди жес е узаака, » 2'һ 0,005 Cabeza, cuello, lomo, rabadilla, cobijas de los remos y de las timoneles, bermejo tirando al vio- leta. Garganta, cuello por delante, y pecho, color de carne. Lo inferior del cuerpo bermejizo. Re- meras y timoneles bermejas. Pico, pies, ojos, encarnado vivo. Alas que exceden, cuando estan ple- gadas, á la cola en una mita . Ojos rodeados de tuberculillos carnosos, encarnado vivo. Hállase esta Paloma en la América meridional y en las Antillas, pues los autores la indican como existente en Cayena y en la Jamaica, y nosotros la tenemos de la isla de Cuba, en donde parece ser ciudadana. Anida sobre las ramas bajas y rastreras de los árboles ; construye su nido, cuasi horizontal, con pelo y algodon que reune en el campo, alrededor de las habitaciones ru- rales que frecuenta. 81. COLUMBA PASSERINA. — (Gze/.) PALOMA: TOJOSITA. Columba passerina, Lath. Syst. ornith., gen. 48, sp. 67. — Columba passerina, Linn., Gmel., Syst., nat., ed. 13, gen. 104. —Columba passerina, Wils., Amér. 132 AVES. ornit., NY, p. 15, pl. 46, f. 2-3. — Columba passerina, Bonap., Syn., sp. 201, p. 120. — Columba passerina, Vieill., Encycl., t. T, p!'959- pl. 81, fig, 2. — Turtur pareus americanus, Brisson, Ornith., t. I, p. 113, n» 19. — La petite tourterelle de Saint-Domingue, Buff., Ois., П, р. 559, Enl. 243. — Turtur mi- nimus guttatus, Catesby, Carol., t. І, р. 26, pl. 26. — Sloane, Jam., П, р. 305. Penn., Aret. zool., р. 398, по 291. Columba corpore supra cinereo-fusco; subtus vinaceo; vertice cinereo; pectore nigricante maculato; remigibus basi rufis; rostro basi rubescente, apice ni- gro; pedibus rubris. Bongitud: Оа ro ene vereris dede TIENE А 6 pulg* 10 Ип» 0,160 millim, del pliegue del ala á su extremidad TS 4 0,080 — de la cola 1 8 0,040 o ара... » 5 0,010 Vértice de la cabeza y alto del cuello, ceniciento azulado ; cada pluma orillada del mismo color mas intenso. Lomo, rabadilla, cobijas de las alas y de la cola, ceniciento moreno sombrio. Sobre la frente, un color de borra de vino, lo mismo que la garganta, lo inferior del cuello por debajo, el pecho y el vientre. Sobre el pecho y sobre lo alto del cuello, manchas negruzcas enmedio de las plumas y orilla entorno. Sobre las cobijas de las alas, algunas manchas azul-negro brillante. Re- meras bermejas en la base, en su lado interno, y orilladas exteriormente de esta tinta; lo demás negruzco. Cola igual, corta. Las dos timoneles medianas, ceniciento moreno ; las otras, negras, li- geramente terminadas y orilladas de blancuzco. Ojos violáceos. Hembra. Tintas del vientre mui pálidas, tirando al blanco. Esta especie habita, á un tiempo mismo, la América septentrional, donde es mui comun, y las Antillas, en donde no lo es menos, sobre todo en la isla de Cuba. Símbolo de la union y de la confianza, se la ve siempre por parejas, recorriendo los caminos y los senderos con tan poca ti- midez, que deja pasar la gente, sin parecer inquietarse, y volando solo en el último extremo pará posarse algunos pasos mas lejos. Sin embargo, se goza tambien en lo interior de los bos- ques, donde puede hallársela con frecuencia. Allí es donde repite los blandos arrullos, mas tristes aun y lastimeros que los de la tórtola européa. Se alimenta de granos, y es buscada por los cazadores porque se halla siempre gruesa y su carne es agradable. Cojiéndola jóven, se domestica facilísimamente, y así se conserva viviendo en jaulas. TETRADIDE. (TETRADIDEAS.) — (Leach.) TETRAO. — (Linn., Gmel., Lath.) Esta bella familja, de la cual poseemos, en Europa, muchas especies del género Prnpix, que forman las delicias de la casa y de la mesa, se compone, en la América meridional, de un gran número de especies de los géneros Tivamus, COTURNIX, Expnowva, que pueblan el interior de los bosques, las montañas y los llanos. Pero la isla de Cuba, tan rica en Palomas, no contiene mas que una sola especie, perteneciente á una division del género Рерих. AVES. 133 PERDIX. La ünica especie que se halla de este género en la isla de Cuba, pertenece al continente sep" tentrional. ORTYX. — (suB-GÉN.) Caracterizado por el pico mas grueso, mas corto, mas encorbado ; por la cola mas larga, y por la costumbre de encaramarse como las Palomas. 82. ORTYX VIRGINIANUS. CODORNIZ. Tetrao mexicanus, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 103, sp. 14. — Tetrao marylandicus, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13, n° 277. — Tetrao virginianus, Linn., Gmel., Syst. nat., ed. 13,gen. 103, sp. 16. — Tetrao virginianus, Quail or partridge, Wils., Am. orn., VI, p. 21, pl. АТ, fig. 9. — Tetrao virginianus, Bonap., Syn., sp. 203, p. 194. — Perdix borealis, Vieill., Gall., pl. 214. — Co- turnix virginiana, Vieill., Encycl., t. 1, р. 219. — Coturnix marylandica, Vieill., Encycl., t. I, p. 220. — Perdix sylvestris virginiana, Catesby, Carol., Ш, tab. 12, Append. — Lath., Syn., Il, p. ТТТ, n° 22. — Perdix mexicana, Lath., Syst. ornith., gen. 57, sp. 31. — Penn., Arct. zool., П, p. 318, по 185. — Perdix americana, Briss., Ornith., gen. 6, sp. 7. — Perdix virginiana, Lath., Syst. ornith., gen. 57, sp. 24. — Firginian Quail, Turt., Syst., p. 460. — Ma- ryland Quail, Turt. — La Perdrix d'Amérique, Buff., Ois., t. Y, p. 447. Ortyx. Corpore supra ex fusco rufescente, nigro variato; subtus Jlaeicante, ni- gricantibus maculis nebulato; fascia nigra supra et infra oculos; torque nigro; temporibus et gula ochroleucis ; rostro nigro. o е 8 pulg" 7 lin* 0,198 mill, desde el pliegue del ala а su extremidad . DRE 5 0,102 dl conr ETE NEL 9 0,043 del pico. ..... » 6 ' 0,013 Altura de éste......... Ein PS 4 0,008 e А ИН Л АН T and » 5% 0,011 Macho. Pico negro; ojos bermejos; garganta y costados de la cabeza, blanco amarillento. Vér- tice de la cabeza, lo superior del cuello, rabadilla y lomo, moreno bermejo mezclado de negro; los [А 294 134 AVES. costados, con colores azul y moreno bermejizo ; matices de amarillo blancuzco y de negro sobre е1 vientre, los muslos y el pecho; dos fajas negras parten de la base del pico hácia la nuca, la una encima, la otra debajo del ojo. Un collar negro bajo la garganta. Remeras, moreno obscuro, ribe- teadas exteriormente de bermejo; las medianas, moreno bermejizo, manchadas de negro. Timo- neles, moreno obscuro. Hembra. Garganta blanca; ninguna línea negra sobre los ojos; los colores menos vivos ; lo negro de las manchas, remplazado comunmente por el moreno. Esta bellísima especie se halla desde la Acadia y las Floridas hasta las Antillas, y es comun con particularidad en la isla de Cuba, aunque el príncipe de Musiñano la indica como habitando de preferencia las montañas de rocas. De consiguiente, esta especie será aun una de aquellas que se hallan en la isla de Cuba, y al mismo tiempo en la América septentrional. — Mas amiga de los bosques que de los llanos, permanece en las enramadas y en las cercas, de donde parte, cuando la persiguen, á encaramarse sobre las ramas bajas de los árboles : así, su alimento con- siste tambien en bayas ó frutos de éstos. En la época de los amores, el macho llama frecuente- mente á la hembra, con un pequeño silvido bastante agudo. Ambos construyen, sobre la tierra, un nido compuesto de algunas yerbas secas, sobre las cuales la hembra pone, segun se dice, hasta veinte y dos б veinte y cinco huevos enteramente blancos. AVES. 135 V. ZANCUDAS. GRALLATORES, ШШ. La escena cambia. . . .. Para encontrar las aves que van á ocuparnos, tenemos que abandonar las campiñas animadas por el cultivo, cuyo aspecto, antes salvage, cedió á una naturaleza mas variada; donde los inconstantes pajarillos, las tiernas tórtolas, huyen constantemente del pico y de las gar- ras aceradas de las aves de rapiña. Tenemos tambien que abandonar los magestuosos bosques vír- genes, tan antiguos como el mundo, los vergeles sombrios que animan las locuaces Cotorras, los brillantes Tocororos, los ágiles é industriosos Carpinteros, y debemos recorrer las orillas de las lagunas, y las marismas rodeadas de una vegetacion lozana. Seguiremos, en busca de dichas aves, el curso pintoresco de los rios y de los arroyos, las costas marítimas, las playas arenosas donde las olas, agitadas por la tempestad, terminan su inmenso viage, rompiéndose contra las rocas. En tales parages solitarios, es donde hallaremos la gran seccion del gremio alado, de largo pico al extremo de un largo cuello, provista ademas de largas patas, reunidas en la ciencia bajo el nom- bre de 4ves Zancudas. Aunque todas viven habitualmente cerca del agua, ofrecen sin embargo los mayores contrastes en los colores y en los hábitos. Por los primeros, pueden rivalizar con los mas brillantes Trepa- dores y con los mas elegantes Pájaros. En efecto, veremos distinguirse el Flamenco, el Coco color de escarlata , la Sevilla rosada, contrastando con la Garza blanca, con la azul Gallareta, con el abigarrado Gallito, con los matizados Aguaita Caiman, Guanabás, Sarapicos, Frailitos, Guarairos, Gallinuelas, y mas aun con el color enlutado dela Gallareta de pico blanco. La diversidad de las costumbres se observará del mismo modo. Mientras que el 4guaita Cai- man, el Guanabá y la Garza. blanca, con el cuello extendido y la cabeza alzada, inmóbiles á las márgenes de los rios y arroyos, espían el momento de lanzarse sobre los peces que la suerte les depara, las Sevillas se pasean gravemente á las orillas de las lagunas, buscando su alimento; y mientras que las numerosas tropas de Fl, j а batall uniformados, cubren las playas pantanosas y las marismas salinas de la costa, haciendo oir su trompeta, en señal de alarma, las sociedades petulantes de Sarapicos y Becasinas recorren las rocas con ligero paso, y los Frailecitos, en rápida carrera, siguen el curso y las sinuosidades de las olas que expiran en las playas. Los Gallitos se deslizan graciosamente sobrelas plantas acuáticas y sobre la superficie tapi- zada de las mansas aguas de los lagos y lagunas ; las Gallaretas, vivas y despiertas, juegan alegre- mente, entrando y saliendo por entre las enramadas de las márgenes, y repiten, con voz sonora, sus conversaciones animadas, á las cuales parecen asociarse tambien las gentiles Gallinuelas, lan- zándose á la laguna, en cuyas aguas se enseñorean. Despues de haber hecho conocer, con estos ligeros rasgos, los carácteres, los matices, las cos- tumbres de las Aves Zancudas que habitan en la isla de Cuba, vamos á estudiar su distribucion geográfica, y á decir de donde han venido. Poseemos veinte y ocho especies de Zancudas, de las cuales solamente tres viven simultáneamente en la isla de Cuba y en el continente meridional, й saber: la PAnnA jacana, el Rarrus variegatus y el Raros longirostris, propios de las regiones cálidas. Si comparamos esta proporcion, que, re- lativamente á la totalidad, es solo de un noveno, а la de los otros órdenes, hallaremos que es bien inferior á la de las Trepadoras y de las Aves de Rapiña, pero bien superior 4 la de los Pájaros, en los cuales solo dos en cincuenta, van de la América del sur á Cuba. Esto nos induce á creer que las 136 AVES. emigraciones de la América meridional no llegan à dicha isla, que á lo mas da hospedage а las aves de la zona tórrida. Las especies de Zancudas que, siendo propias de la América septentrional, frecuentan la isla de Cuba, son en número de seis, á saber : la Annea cerrulea, la Anora herodias, el Nicriconax violácea, el Toranus solitarius, el Cuanabrrus vociferus, el RaLLus carolinus. Este número, relativamente á la totalidad, forma los dos novenos, ó sea el doble de las especies venidas del sur, número en rela- cion con la posicion de la isla en el hemisferio del norte, pero mui inferior al que nos han ofrecido los Pájaros, que son las aves que emigran con mas regularidad. El mayor número de las especies no aparecen en las Antillas, sinó en el momento en que los frios las arrojan de las regiones boreales. Las Aves Zancudas que habitan á un tiempo mismo los dos continentes americanos y la isla de Cuba, son en número de once, © de algo mas del tercio de la totalidad; número mucho mas ele- vado que el que hallamos hasta ahora entre las otras séries de aves, lo cual nos parece provenir mas particularmente de los hábitos esencialmente viajeros, y de la indiferencia para los clímas que muestran muchas de sus especies, como demostraremos en lo sucesivo. Las Zancudas de esta série estan repartidas en los géneros siguientes. ¡ÁRDBAS ae eio). TORRE T S ORAL PiaTALEA OJO el РЕА {ж TaxraLus loculator........... ONE. 2154 ProrNicorrERUs americanus 1 Ivers rubra. К 1 Тотлхиз flavipes. 1 Aranos guarauna. Я 1 Ponpmynio dominica. ......... : 1 паа: А тоор 1d Antes de hablar de las especies que pueden ser propias á las Antillas, tenemos aun que dar á conocer dos categorías que no hemos hallado, ni entre los Pájaros, ni entre las Trepadoras y Gallináceas, á saber: las especies que, mas generalmente esparcidas sobre el globo, se hallan al mismo tiempo en el antiguo y el nuevo mundo. Las dividiremos en dos séries : 1^ las que habitan la América septentrional y la Europa, es decir, que son de todo el hemisferio boreal, adelantándose hasta la isla de Cuba; 2.0 las que igualmente habitan las dos Américas y la Europa, ó que son de los dos hemisferios. En la primera, hallamos cuatro especies, el Toranus bartramia, el Trinca temminckii, el Va- NELLUS squalarolus y la GALLINULA chloropus. En la segunda, hallamos otras cuatro, á saber: la ARDEA alba, el №үстісокАХ vulgaris, el Sco- горах gallinago y la Furica atra. De consiguiente, entre las Zancudas de Cuba, habrá ocho especies, ó cerca del tercio de las de la isla, que se hallaran simultáneamente en el antiguo y el nuevo mundo, lo que aun prueba mejor lo viajeras que son estas aves. Si, despues de todas las distinciones hechas, buscamos cuales son las especies que únicamente se hallan en la isla de Cuba б en las Antillas, no encontraremos una sola, pues todas se hallan allí de paso, ó habitan simultáneamente las otras regiones del globo. En resúmen, tendremos, para las proporciones relativas de las Zancudas de la isla de Cuba , que mas del tercio viven á un mismo tiempo en ambas Américas, que cerca de otro tercio se encuen- tran simultáneamente en el antiguo y en el nuevo mundo, mientras que dos novenos van de la América septentrional y un noveno de la América meridional, sin que exista una sola especie propia del suelo cubano. De consiguiente, cuasi todas las Zancudas se hallan allí de paso, como debe ser, atendiendo а la r ia de estas aves 4 todos los clímas, y а sus hábitos eminente- mente viajeros. AVES. 137 Resumiremos en el estado siguiente, por géneros y familias, los números comparativos de las es- pecies que poseemos de la isla de Cuba. ZANCUDAS | TOTAL NOMBRES NOMBRES DE LA ISLA DI CUBA, PROPIAS DE DE ESPECIES — _ г г——_—ү—ү—ү————. еы... de las de los la Amé- | la Amé- | las а Amér. | las dos | laislade rica rica dos |septentr. | Américas] Cuba || por | por FAMILIAS. GÉNEROS. meridio- | septen- | Amé- | y de la ydela | y de las Е 7 a género. | familia. nal, trional. | ricas. | Europa. Europa. | Antillas, || 9 | Атав е: ы АЙ 8 g 4 » 1 » йй A Мус(ісогах............ » 1 " D 1 b 2 Кера 11 Platalea. « » » 1 » » » 1 Мааш IA EEA » » 1 » » » 1 PHOENICOPTERIDA . » » 1 » » » 1 | 1 ` » » i » Е » (pom ISGDIODOX ао » » » » 1 » 1 | ScovoPACIDA,........ 6 Totanus..... » 1 1 1 » » 3 | Пира ои pure » » » 1 » » "d | ЖАМИ ec » » » 1 » » 1 CHARADRIADA 0.0000. ... S 2 y Charadrius...... apto » » » » » » 1 | (кус Eoss i A 1 1 3 з 5 » 1 Aramus........ Я » » 1 » » » 1 allis s € 2 1 » » » » 3 А О ОЖ м м Porphyrio E » » 1 » » » к США. ” » » 1 » » 1 | \ ТИКЕ. oR ке » » » » 1 5 1 | 3 6 1t 4 4 » 28 | 28 Las Aves Zancudas de la isla, comparadas por familias á las que hemos hallado en el continente meridional, nos ofrecen pocas diferencias. Las Struthionideas, de ligera marcha, son las únicas que no tienen representantes en Cuba; pero no sucede así con los géneros PALAMEDEA, CANCROMA, Mycrern y Ciconra, entre las Ardeideas, los Numenius, STREPSILAS, Lixwopnowus, entre las Scolo- pacideas, los Himantopus, los Carminis, entre las Caradriades, que no tienen especie alguna en la coleccion cubana, traida por el Sr. de la Sagra. ў [E 30 a 138 AVES. ARDEID/E. (4RDEIDEAS.) — (Leach.) ARDEA, Linn., Gmel., Lath.— CuLTRIROSTRES, Cuv. Considerando primero las costumbres , para agrupar los géneros que deben componer las fami- lias, hemos debido hacer algunos cambios en la reunion de los de las 4rdeideas ó Cultrirostres. En efecto, algunos autores reunieron en esta familia los géneros AnpEA, Cancroma, MYCTERIA, C1ICONIA, Grus, РѕоршА y Scorus, а los cuales creimos deber añadir aquí los PLATALEA y TANTALUS, que no solo tienen las mismas costumbres de las Mycterias y de las Garzas, sinó que ademas se mez- clan siempre con ellas. Segun la base que hemos adoptado, el género Aramus debe separarse de las Ardeideas, para entrar en la division de las Macrodactyles. De igui solo nos quedaran en esta familia, los géneros AnpzA, Nycticorax, Cancroma, Ciconta, Mycrerta, TANTALUS y PLATA- LEA, de aves americanas; las otras pertenecen al antiguo mundo. Las 4rdeideas pues, de la isla de Cuba, comparadas á las de toda la América, solo contendran de menos que los dos continentes ve- cinos, los géneros Crcoxia, CANCROMA y MYCTERIA. Esta familia se compone, en dicha isla, de diez especies, entre las cuales dos se encuentran, no so- lamente en ambas Américas, sinó tambien en una gran parte del antiguo mundo; tres se limitan á vivir solo en la América del norte y en las Antillas, mientras que las otras seis se hallan si- multáneamente en las Antillas y en las dos Américas. ARDEA. — (Lnn.) Representado en la isla de Cuba por siete especies, número enorme comparativamente á las demas Zancudas, este género se compone de aves solo de paso; pues la Апрел alba se halla tambien en las dos Américas y en Europa. Las Anpzas candidisima, leucogaster, virescens y exi- lis viven, а un mismo tiempo, en los dos continentes del nuevo mundo, mientras que las ARDEAS сетшеа y herodias son propias de la América del norte únicamente. Las Garzas tienen por carácteres su largo pico, cortante, agudo en su extremidad; sus alas, poco desplegadas en el vuelo; sus pies largos y separados, propios para marchar por las riveras, enmedio de las yerbas, y las plumas largas y aguzadas de la cabeza, del lomo, y sobre todo de la delantera del cuello, que adornan á cuasi todas las especies. Por lo comun, son aves via- jeras. 83. ARDEA ALBA. —(Belon.) GARZA BLANCA Ó GARCILOTE. MACHO ADULTO EN VERANO. Ardea egretta, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 84, sp. 34. — Ardea egretta, Lath., Syst. ornith., gen. 69, sp. 63. — La grande aigrette, Buff., Ois., t. МП, p. 377, Eni. 925. — Ardea alba, Great egret, Penn., Arct. zool., n? 346, p. 446, t. IL AVES. 139 et 444, по 445. — Ardea egretta, Vieill., Encycl. méth., t. VIL, p. 1109, pl. 54, fig. 5. — Garza grande blanca con manto, Azara, Apuni. de los Pájar., n° 348. — Grosse silberrecher oder federbusch recher, Bescht., Naturg. deut., vol. IV, р. 38. — Meyer, Tasschenb., vol. 2, p. 335. — Naum., Vog., Nacht., t. 46, f. 91. — The great egret, Lath., Syn., vol. 5, p. 89, sp. 58. — La grande Aigrette, Buff.; ed. de Sonnini, 0/5., t. ХХІ, p. 145. JÓVEN Y VIEJO EN MUDA. Héron blanc, Belon, Nat. des Ois., p. 191. — Ardea alba, Gesner, Avi., p. 213. — Ardea alba major. Willughby, Ornith., p. 205. — Ray, Synops. avi., р. 99, n? 4. — Klein, vi., p. 192, n? 2. — Ardea candida, Schwenckfeld, Avi. Siles, p. 224. — Der weisse Reiger, Frisch. 12° div., sect. т, pl. 11. — 4Aztal seu Ar- dea candens, Hernand., Hist. noe. Hisp., p. 14, cap. v. — Guiralinga Brasi- liensibus, Marcgravi, Hist. nat. Bras., 1648, liv. 5, p. 210. — Guiratinga, De Laét, Nov. orb., p. 515. — Ardea alba maxima, Sloan. , Jamaic., p. 314, по 2. — Ardea alba major, Browne, Hist. nat. of Jam., p. A18. — Ardea alba, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 16, sp. 17. — Ardea alba, Gmel., Syst. nat., І, p. 639, sp. 24. — Ardea alba, Lath.. Index, vol. П, p. 695, sp. 65.—.4rdea, alba, Vieill., Encycl. méth., t. VL, p. 1110. — Ardea egrettoides, Gmel., Reis, vol. П, p. 193, 1-24. — Ardea candida, Briss., Ornith., t. V, p. 428, sp. 15. — Le Héron blanc, Buft., Ois., t. VU, p. 365, Enl. 886. — Le Héron blanc, Gérard, Tab. élém., vol. П, p. 125, n° 2. — Garza blanca mayor, Az., Apunt. de los Páj., n? 350. — Ardea galatea, 2* éd. du Nouveau Dict. d Hist. nat., t. XIV, р. 409. — Ardea galatea, Vieill., Encycl., t. Ш, p. 1112. — Great white Heron, Lath., Syn., vol. V, p. 91. — Der weiss Reiher, Bechst., Naturg. deut., vol. ТҮ, р. 35, n*3.— $garza bianca, Stor. degl. ucc., vol. IV, pl. 425 et 426. — Ardea thula, Molina, Hist. nat. du Chili, p. 214. LOS DOS SEXOS. Ardea egretta, Great white Heron, Wils., Ат. orn., УЙ, p. 106, pl. 61, fig. 4. — Ardea alba, Bonap., Add., p. 115. — Ardea alba, Bonap., Syn., sp. 237, p. 304. — Ardea alba, Vigors, Zool. Journ., 1827, р. ААТ, по 35. — Ardea egretta, Temm., Man. d'ornith., t. П, p. 512. — Ardea egretta, Princ. Max., Beitrage, t. ТҮ, p. 607. — Ardea leuce, Wig., Wag. Syst., по T. Ardea subcristata alba; pennis dorsi pectorisque laxis, angustis, pendulis, lon- gissimis; rostro flavo aut nigro; pedibus nigris. 140 3 pies 7 pulg" 9 lin" 1,000 millim. 5 » 8 1,410 desde el pliegue del ala á su extremidad. 1 3 p) 0,350 ———— de la cola. » 5 2 0,120 del рїсо,.. » 4 9 0,110 de las patas ded 4 4 0,380 del dedo del medio Lon 5 2 0,120 Macho viejo, en verano. Enteramente blanco, penacho corto, colgante; plumas largas, con barbas raras y afiladas, parten del medio del lomo y exceden del largo de la cola. Pies negros ó verdosos. Pico amarillo. Ojos amarillos ó blancos. Jóven y hembra. Carecen de penacho y de plumas colgantes del lomo; la extremidad de la mandíbula superior, negra. Con servamos á esta especie el nombre Arpra alba, de Linneo, como hizo el príncipe de Musiñano y M. Vigors; pues aunque solo designa la librea de la hembra, es el mas antiguo que se le ha im- puesto, y de consiguiente, el que debe quedarle. Esta bella especie no solo es indígena de la América del norte, de la América del sur y de las Antillas, sinó tambien de la Europa. Por lo tanto, en lugar de asignarle, como se hizo, el hemis- ferio boreal por domicilio, la señalamos sobre todo el Nuevo Mundo y el hemisferio del norte, en el antiguo. En Europa, solamente se halla de paso. Rara vez se la ve en Inglaterra y Francia; encuentrásela sí en Hungria, en Polonia, en Cerdeña, de paso al oriente dela Alemania. En Asia, aparece en el Japon; en Africa, en todas las partes del norte. Mas, concretándonos al Nuevo Mundo, diremos que la hemos hallado en gran número en la Patagonia, en las pampas de Buenos Ayres, en la frontera del Paraguay, en Chile y en todas las partes orientales de Bolivia. Es comun en el Brasil, en la Guayana, en las Grandes Antillas, en las Floridas, en toda la América del norte; de consiguiente, en la América, habita tambien desde los 500 de latitud austral hasta los 500 de latitud boreal, en toda la anchura de ambos continentes. Se la encuentra en todas partes ; sin embargo hemos notado que viaja continuamente segun las estaciones. Porejemplo, es mui comun al sur del grado 34, en el verano, mientras que abunda al norte de estos lugares en invierno. Los motivos de estas emigraciones anuales son las mas veces la inundaciones, pues en el verano llueve mucho en las regiones tropicales, los llanos se inundan, y todas las aves de ribera las abandonan, no pudiendo hallar fácilmente alimento. En- tonces, en el centro de la Bolivia, en la provincia de Moxos, hemos visto pasar continuamente, durante muchos dias consecutivos, bandadas de esta especie, I as de nares de in- dividuos, volando á grande altura, formando siempre un ancho arco de frente, dirigiéndose todas al verdadero sur, corregida la variacion de la aguja. Así van al mediodia, donde el ve- rano es la estacion seca, y descienden sobre las inmensas cienagas de la Laguna de Iberia, bajo el grado 22, y pasan hasta las pampas. Pero, en cuanto llegan los meses de abril y mayo, co- mienzan á aproximarse á las orillas del Parana, cuyas aguas bajan entonces, y poco á poco ga- nan las regiones calientes 6 las cienagas saladas. En la época de estos viajes, ó en los puntos ex- tremos de sus emigraciones, es cuando se encuentran reuniones fortuitas y considerables de toda especie de aves de ribera, cubriendo al mismo tiempo, pero separadas entre sí, una inmensa extension de terreno. Allí, el Tantalo blanco con alas negras, el Jabiru de cuello rojo y negro, la Garza blanca y la Sevilla rosada, se encuentran reunidas, formando una mezcla singular de matices. Durante el dia, se ocupan en despedazar los pescados muertos ó en revoletear por el aire; durante la noche, en el silencio imponente de los desiertos dela América meridional, ha- cen resonar una mezcla confusa de graznidos diversos, mientras se disputan su pasto. Los silvi- dos agudos de los Patos de toda especie, la voz sonora delas Gallinuelas, el graznido del Gaunabá, resuenan por intervalos, enmedio de los roncos acentos de las Garzas, de las Grullas y de los Cocos. En estos mismos viajes, cada bandada de Garcilotes, sea á la llegada sea 4 la partida, vuelan juntos y se posan sobre el mismo matorral б sobre el mismo árbol, pero siempre á la orilla del AVES. 141 agua, y de lejos, forma, enmedio de las sabánas inundadas, una gran mancha blanca, que re- salta sobre la verdura del campo y admira al viajero sin experiencia, que al fin la reconoce como un conjunto de aves, estrechamente unidas, con los cuellos sobre las espaldas, en per- fecta inmobilidad, Fuera del tiempo de estas reuniones fortuitas, debidas á la desecacion de las ciénagas y lagu- nas, se los encuentra aislados en el borde de los lagos, de los estanques, de los rios y de los ar- royos, ó en los parages llamados es/eros en el Paraguay, pero nunca en las orillas del mar. Allí permanecen dia y noche, viviendo de la misma manera que las Garzas de Europa, es decir, ya en espera, para sorprender los pececillos, las ranas, los cangrejos ó las larvas de los insectos, ya con el cuello metido entre las dos alas, encima del lomo, con el pico horizontal, en una aptitud estúpida, ya en fin, paseándose con lentitud y gravedad á la orilla de las aguas. Siendo en ex- tremo desconfiados, con el oido siempre alerta, al menor ruido huyen volando con trabajo, y dejan oir un grito ronco, semejante al graznido del cuervo ; despues, vuelven á un lugar inme- diato. Cuando han satisfecho su apetito, se encaraman en las ramas bajas de los árboles, y vuel- ven á su habitual inmobilidad. Entre las Garzas americanas, es la que se encarama con mas frecuencia. En la isla de Cuba, donde estas aves no son de paso, se hallan siempre por bandadas en las orillas de los rios. En tiempo de la cosecha del azucar, cuando se ha cortado la сайа, van al ca- ñaveral inmediatamente, sin duda para buscar los réptiles que quedan sin abrigo. El Sr, Роёү ha observado que no vuelven al campo, pasados tres dias del corte de la сайа. Hácia los meses de noviembre y diciembre, en el hemisferio austral, los individuos dispersos se reunen por parejas para formar las nidadas. Hemos visto nidos aislados, colocados en la cima de los árboles mas altos, en las partes mas desiertas de las lagunas de la provincia de las Misio- nes, lo mismo que en Patagonia, en los bosques de sauces del Rio Negro, donde supimos que estas aves, no ya aisladas sinó en sociedad, anidan encima de los árboles, en tanto número, que los habitantes del Cármen van, con canoas, а hacer una inmensa cosecha de sus huevos y de los de otras especies, que encuentran por millares. Su nido se compone de raices y de pequeñas ramas secas. Los huevos son de un bello color verdoso y en número de cuatro, del diamétro de dos pulgadas y media de largo y una de ancho. El macho y la hembra empollan alternativamente, y ambos se dividen así el cuidado de sus polluelos, á los cuales llevan reptiles, pececillos, insectos y conchas. En el hemisferio boreal, anidan, segun Bartram, en bandadas, enmedio de las sabánas inundadas de la Florida y en- cima de los grandes cedros de la Nueva Jersey. De consiguiente, anidarian en ambas Américas y en latitudes bien diferentes. Como los habitantes de la América meridional no gustan de la carne de estas aves, y como tampoco las naciones salvages emplean sus plumas para adornarse, resulta que se ven libres de la persecucion de la caza. El nombre español, en la América meridional, es Garza ó Garza blanca. Los indígenas las de- signan tambien en sus idiomas con los nombres diversos que siguen : Huaca, en patagon del Sur; Huaja, en puelche de las pampas (nombres imitativos del chillido de dichas aves); Soco- moroti, en guarani del Paraguay; Allagare-conic, en mobocobis del Gran chaco ; Ос-ос, en bo- tocudo del Brasil. Su sinonimia indígena es tambien diversa en todas las lenguas de la provincia de Chiquitos, en el centro de la América meridional ; así se las llama Opopuch, en chiquito; Ayujana, en guarañoca ; Ogojna, en samucu ; Huase, en otuké ; Alsolareta, еп morotoca ; Coro- zohuaré, en sarabeca ; Ivin, en quitemoca ; Huaakí, en cuciquia ; Torunu, en paunaca ; Nupilo, en paiconeca. Se las conoce tambien bajo los nombres de ChuAué, en chapacura ; de Hecholle- nan, en muchojeone ; de Co Auricnaz, en burires ; de Hualapa, en itonama ; de Vake, en cayu- vava ; de 4daco, en iténes ; de Vicho, en pacañara ; de Toba, en movima ; de Víuyacle, en cani- chana, y de Charuchi, en moxo. 142 AVES. 84. ARDEA CANDIDISSIMA. — (Gmel.) GARZA BLANCA. Ardea candidissima, Gmel., Syst. nat., ed. 13, p. 633, n° 45. — Ardea caroli- nensis, Snowy- Heron, Wils., Am. orn., УП, р. 125, pl. 62, f. 4. — Ardea can- didissima, Bonap., Add. to the Ornith., of the Uni. Stat., Ann. nat. hist. of New-Yorck, vol. ЇЇ, p. 154. — Ardea candidissima, Bonap., Synop., sp. 229, p. 305.— Héron panaché, Temm., Man., t. П, p. 576.—.4rdea candidissima, Wagler, sp. 11. — Ardea candidissima, Princ. Max., Beitr., t. IV, p. 612, — Buff., Enl. 901. — Ardea nivea, Lath., Ind. orn., vol. ТЇ, p. 696, sp. 67. — Lath., Syn., supp., vol. I, p. 236. — Garza chica blanca, con manto, Azar., "punt. de los Páj., t. VIL р. 153, n° 349 (macho en verano). — Garza blanca mediana, Azar., Apunt. t. VI, р. 156, n° 351 (macho en invierno). — Garza blanca menor, Атха, Apunt., t. ПІ, p. 159, по 352 (jóven). — Ardea alba minor carolinensis, The little white Heron, Catesby, Carol., t. I, p. ТТ. — Ardea alba minor carolinensis, Klein, Avi., p. 124, n° 10. — Ardea carolinensis candida, Briss., Orn., t, V, р. 435. — Rochefort, Hist. nat. et mor. des An- tilles, p. 149. — Ardea equinoxalis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, n° 25 (junior). — Turt., Syst., p. 380. Ardea occipite cristato, pennis angustatis, elongatis; pennis dorsi, pectorisque laxis; corpore albo; rostro nigro; loris lutescens. Adulto, Longitud total... isses esee ы CMS AE 2 pies » pulg' » lin: 0,550 mill, desde el pliegue del ala á su extremidad dem 10 6h 0,245 » 3 3 0,075 ФИ ГОЙ, I A del pico... » 3 5%) 0,080 Altura del mismo. . . » » 5 V. 0,011 Ancho del mismo.... » » 5 0,010 Jóven, Longitud їоа1...................... 1 8 9 0,480 del pliegue del ala а su extremidad. . 00» 10 » 0,230 PRA SM A RI LL NI » 3 ak 0,070 Macho en verano. Un penacho compuesto de largas plumas delgadas, con barbas laxás ; plu- mas semejantes sobre la delantera del cuello, en su parte inferior, Sobre lo alto del lomo, plumas con barbas aun mas laxás, que llegan hasta la extremidad del ala, sin excederla. Plumage entera- mente blanco. Pico negro. Lorum amarillento. Patas negras. Pies amarillos. Ojos amarillentos. Hembra y Macho еп invierno. Les faltan las plumas largas del lomo ; а veces el penacho es mas corto. Jóven. Sin penacho. Las plumas de lo bajo del cuello, poco largas. Talla mucho menor. Esta especie ha permanecido largo tiempo confundida con la Arpra garzetta, ó cuando mas, AVES. i 143 solo considerada como una simple variedad local ; no obstante, Gmelin la habia distinguido con el nombre de Арел lidissima, d inacion que ahora debe serle conservada. Difiere de la ARDEA garzetta por el penacho espeso y por su cuello adornado de un ramillete de plumas largas y laxás, en las cuales el mastil es débil y las barbas pl , Cuasi j á las del lomo, mientras que la otra especie solo tiene algunas plumas aguzadas sobre la саЬега, y las de lo bajo del cuello, delgadas y lustrosas. Esta bellísima Garza fue indicada, por algunos autores, como habitante del Asia ; pero, con- cretándonos á la América, parece hallarse á un mismo tiempo en ambos continentes. Segun los ornitólogos de la América septentrional, se la encuentra por todas partes, y no es menos comun en el territorio de la América meridional, donde la hemos hallado hasta el grado 34 de latitud, en las pampas de Buenos Ayres y en la frontera del Paraguay. Igualmente conocida, se encuentra en las Antillas, pudiendo de consiguiente asignarsele como habitacion, en el Nuevo Mundo, en- tre el grado 30 al 40, al Norte y al Sur del ecuador. Segun Catesby, no se encuentra én la Caro- lina durante el invierno. Hallásela siempre á la orilla de las aguas corrientes ó de las lagunas, donde caza pececillos ó reptiles acuáticos, sin desdeñar las larvas de los insectos, los gusanos y tambien los moluscos. Durante el otoño del hemisferio del Sur, vive cuasi siempre aislada, sin ser desconfiada, encara- mándose rara vez. Su marcha es viva y ligera; sus movimientos estan llenos de gracia y son mas prontos que en la especie precedente, con la cual se mezcla frecuentemente, sobre todo en los viajes de emigracion. En el verano es cuando se reunen еп grandes bandadas, ya solas ya con la Ardea alba, cubriendo los árboles enteros, como si fuesen un manto de una blancura bri- llante. En la primavera, no hemos visto esta Garza á las márgenes del Párana, ni en ninguna de las regiones vecinas ; lo que nos hace creer que entonces se avanza hácia el norte ; cuyo hecho coincide con su llegada á la provincia de Moxos, al fin del invierno, ó en esta misma época. El olor fuerte de marisco de su carne, impide que se la coma en pais alguno de los que hemos recorrido, y como sus plumas no son apreciadas de los habitantes civilizados ni salvages, se la deja vivir tranquila. Su nombre es en todas partes el mismo que corresponde al de Garza, añadiéndole solo el ad- jectivo pequeña ó chica, como por ejemplo, en guarani, la llaman | Gurratr mint, etc., еіс. 85. ARDEA HERODIAS. — (Línn.) GARCILOTE. Ardea cristata maxima americana, Larged crested heron, Catesby, Carol., app., p- 10, pl. 10. — Ardea cristata americana, Klein, Ævi., p. 125. — Ardea he- rodias, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 76, sp. 11. — Ardea herodias, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 84,sp. 15. — Ardea herodias, Lath., Ornith., gen. 69, sp. 56. — Ardea herodias, Great Heron, Wils., 4m. orn., pl. 65, f. 2, t. ҮП, ` p. 28. — Ardea herodias, Bonap., Syn. — Ardea herodias, Vieill., Encycl. méth., t. VIL, p. 1117, pl. 54, f. 3. — Ardea herodias, Wagler. sp. 1. — Ardea herodias, Penn., Arct. zool., n 341-342. — Ardea virginiana cristata, Briss., Ornith., t. V, p. 416, n° 10. — Grand Héron d'Amérique, Buff., Ois., t. VIL, р. 385. — Ardea freti Hudsonis, Briss., Ornith., t. V, p. 407 (junior). — 4r- dea hudsonias, Gmel., Syst. nat., ed. 13. gen. 84, sq. 18 (junior). — Ardea 144 AVES. hudsonias, Lath., Syst. ornith., gen. 69, sp. 57.— Ardea hudsonias, Edwards, Glan., p. 195. — Ardea hudsonias, Pennant, p. 444, по 342. Ardea occipite cristato; corpore fusco; femoribus rufis; pectore maculis oblon- gis, nigris dislinclo; rostro pedibusque fuscis. Longitud total 1 pulg 2 '4lin 1,140 mu. — del рїсо..... 0» 8 8 0,200 del pliegue del ala á su ех(гтепїйай....................... 1 ш, 6 0,450 Garganta y alto del cuello, bermejizo ceniciento; lo bajo del cuello y pecho, variados con man- chas longitudinales morenas sobre el bermejizo. Alas negras. Lo restante del plumage moreno. Plumas de la cabeza y de la rabadilla mui largas. Pico y pies morenos. Jóven. Plumas del penacho, negras. Garganta blanca. Lo superior del cuello moreno, rayado trasversalmente de un color mas intenso. Lo superior del cuerpo, las remeras, las cobijas de los remos y de las timoneles, ceniciento azulado. Timoneles morenas. Lo inferior del cuello y del pecho, blanco, adornado con manchas negras y bermejizas en el sentido longitudinal. Vientre blanco. Pies amarillentos. Pico negro por encima, anaranjado por debajo. Esta especie, la mayor del género ARDEA, habita en la América septentrional y se adelanta hasta la Bahía de Hudson ; pero, en el invierno, huye de estas regiones hácia las Antillas, y es mui comun, en esta estacion, en la isla de Cuba. Sin embargo, parece que vive todo el aiio en la Pensilvania. Frecuenta las ciénagas, las aguas corrientes, y presenta los mismos hábitos que las otras Garzas, alimentándose de pescados, de conchas, de ranas, y á veces de lagartos. 86. ARDEA LEUCOGASTER. — (Gmel.) Ardea leucogaster, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 84, sp. 32. — Ardea leucogas- ler, Lath., Syst. ornith., gen. 67, sp. 62. — Ardea leucogaster, Vieill., Encycl. méth., t. TIL, p. 1112. — Ardea leucogaster, Demi-egret Heron, Wils., Am. orn., t. УШ, p. 13, pl. 64, f. 1. — Héron bleuátre à ventre blanc de Cayenne, Buff., Ois., t. VII, p. 378, Enl. 350. Ardea ceeruleo-nigra, subtus alba; occipitis crista bipenni; fascie nuda; rostro pedibusque flavis. Longitud total 1 pie 11 pulg 5 '/lin' —0,543 mill, del pliegue del ala á su extremidad . » 5 4 y 0,217 uet КОЛАККА » 4 » 0,092 Su altura » » Th 0,015 Su ancho » » 5. 0,011 Macho. Cuello, cabeza y lo superior del cuerpo, negro azulado ; lo inferior del cuerpo, blanco. Un manojillo de hilos aguzados, bermejos, que parten del lomo y exceden á la cola. Pies amarillos. Ojos amarillos; parte desnuda del contorno de los ojos, amarilla. Pico blanco por debajo. Hembra 6 Jóven. Cuello violeta, con manchas bermejas por lo bajo. Penacho gris. AVES 145 Esta especie se halla'á un mismo tiempo en la Luisiana, en Cayena, y parece ser de paso en las Antillas, donde siempre es rara. 87. ARDEA CAERULEA.C— (Catesby.) GARZA AZUL. Ardea ceerulea, Bleu Bittern, Catesby, Carol., 1, pl. 16, p. 76. — Cancrophagus ceruleus, Crabier bleu, Brisson, Ornith., t. V, p. 489, n° 42. — Ardea caeruleo, Linn. , Syst. nat., ed. 10, gen. 16, sp. 3. — 4rdea caerulea, Gmel., Syst., nat., ed. 13, n^ 17, gen. 84.—4rdea ceerulea, Blue crancor heron, Wils., Amér. ornil., V, р. 117, pl. 62, f. 3. — Ardea ceerulea, Bonap., Syn., sp. 233, p. 306. — Ardea cerulea Vieill., Encycl. méth., t. VIL, p. 1123, pl. 51, fig. 4. — Ardea ceeruleo, Vigors, Zool. Journ., 1827, p. 447, по ЗТ. — Ardea ceerulea, Lath., Syst. or- nith., gen. 69, sp. 48. — Ardea ceerulea, Blue heron, Lath., Gen. hist., 9, n» 17. — Héron bleuátre de Cayenne, Buff., Enl. 62, f. 3 et 343. — Ardea cceruleo nigra, Sloane, Jam., t. ЇЇ, p. 315. — Ray, Syn. avi., р. 189, n° 3. — Ardea cyanea, Klein. — Ardea cyanopus, Lath. Syst. ornith., sp. 33 (junior.) Ardea occipite cristato; corpore caeruleo; rostro supra concolore, subtus flavi- cante; pedibus viridibus. A EE раа Toa AA 2 pies » pulg 8 ' lin. 0,570 mill. desde el pliegue del ala а su extremidad, ей: 11 » h 0,255 de la cold. 155... » 4 A 0,095 del pico....... » 3 » 1А 0,070 Ancho del mismo... » » 5 0,010 Altura del mismo » » Tu 0,015 Macho. Las plumas de la cabeza y del pecho, largas ; las del lomo delgadas, largas, colgantes, excediendo á la cola en unas tres pulgadas y media. El plumage de azul obscuro, algo aplomado, con reflejos purpurinos encima de la cabeza y del cuello. Ojos amarillos. Parte desnuda del con- torno de los ojos, de este mismo color. Pies verdes. Pico azul por encima, amarillento por de bajo. Hembra. Cabeza, apenas con penacho y pálida. Manto azul; lomo color de plomo. Jóven. Enteramente blanco. Pies verdes. Pico negruzco en su extremidad, verde en su base. Cuando empieza á mudar de pluma, tiene algo de azul encima de la cabeza, encima de lomo, y gris á la extremidad de las remeras, con algunas plumas azules entre las blancas. El primer conocimiento de esta especie se debe á Catesby, que la halló en la Carolina. Se la encuentra tambien en una parte de la América del norte, á donde llega en la primavera, y no se ausenta hasta el otoño. Lo restante del año, habita sin duda en las Antillas y en la isla de Cuba, donde la ha visto con frecuencia el Sr. de la Sagra. Vieillot la indica tambien como hallándose en Cayena, pero no sabemos hasta que punto podrá ser exacta esta asercion, pues los autores de la Ornitología de la América septentrional, solo la indican en el continente. i5 32 а 146 AVES. M. Temminck, en su Manual de Ornitología (t. IL, p. 567), dice que la Anpza ceralescens de los autores debe citarse como sinonimia de la AnpzA carulea; pero Vieillot, por lo comun exacto, vino á embrollar la cuestion, describiendo dos especies bajo la denominacion de A. cærulescens (Encyclopédie, t. 111, p. 1116 y 1123). Parece tomar la primera, de la descripcion de Azara (n. 317), que es evidentemente diversa de ésta, mientras que la segunda es, sin duda alguna, la que M. Temminck quiere reunir á la Anpra corulea. Resulta delos dos nombres idénticos, da- dos por Vieillot, que su d inacion de AnprA cæralescens, para la especie de Azara, debe ser mudada, á fin de prevenir una confusion de nombres con el de la que es solo una variedad de edad de la especie que nos ocupa. Del mismo modo que otras Ardeas, esta especie vive cuasi todo el año, enteramente aislada, sin mezclarse con las otras especies, y sin formar bandadas numerosas , como hacen las Garzas. 88. ARDEA VIRESCENS. AGUAITA CAIMAN. Ardea virescens, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 76, по 15. — Ardea virescens, Gmel., Syst. nal., ed. 13, gen. 84, sp. 20. — Ardea virescens, Green Heron, Wils., 4m. orn., VI, р. 97, pl. 61, fig. 1. — Ardea virescens, Bonap., Syn., sp. 235, p. 307 — Ardea virescens, Vieill., Encycl., t. VI, р. 1115. — Ardea virescens, Vigors, Zool. Journ., 1827, p. ААТ, по 36. — Ardea virescens, Lath., Gen. hist., YX, p. 116, n° ТЭ. Syst. ornith., gen. 69, sp. 31. — Le Crabier vert tacheté, Buff. Еп: 912 (jóven). — Cancrophagus viridis, le Crabier vert, Briss., Orn.,t. V, р. 486, n° 43 (mas). — Cancrophagus viridi nævius, le Cra- bier vert tacheté, Briss., Orn., р. 490, по 44 (junior). — Botaurus americanus nævius, le Crabier d'Amérique tacheté, Briss., Orn., 464, n° 32. — Le Crabier vert, Buff., Ois., t. УП, р. 405. — Crabier gris à téte et queue vertes, Buff., Ois., p. 48, Enl. 908. — Ardea stellaris minima, The smail Bittern, Catesby, Carol., t. I, p. et pl. 80. — Ardea stellaris minima, Klein, 4v., р. 123, n° 6. — Ardea ludoviciana, Lath., Syst. ornith., gen. 69, sp. 51. — Ardea /udoei- ciana, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 84, sp. 39. — Brown-bittern, Catesby, Са- rol., t. І, p. 78. — Small bittern, Sloane, Jam., р. 315, n° 5. — Ardea fusca, Klein, vi., p. 104, n° 3. Ardea occipite dorsoque viridi nitente; pectore, colloque rufescentibus; loris lu- teis, rectricibus viridi-aureis ; rostro virescente fusco; pedibus virescentibus. Lorum 17 pulg. 9 lin. 0,410 millim. del pliegue del ala á su extremidad. . . ne BET, Th 0,175 - de la cola 2 1 0,048 del pico. 2 Th 0,061 Altura del mismo.. » 6% 0,013 Ancho del mismo » 51) 0,011 AVES. 147 Macho. Lo alto de la cabeza adornado de plumas largas, aguzadas, de un bello verde metálico con reflejos. Las plumas interescapularias, largas, aguzadas, y del mismo color del penacho. Timoneles superiores verdes. Cobijas del ala y remeras superiores, verdes con reflejos; las primeras orilla- das exteriormente de bermejo pálido. Remeras negras, con reflejos verdes del lado externo ; las mas posteriores terminadas con un ribetillo blanco. Cuello, por detras, sobre los costados, bermejo feruginoso intenso. Desde la garganta hasta el pecho, la línea media anterior es blanca, con algu- nas manchas negruzcas. Pecho moreno, así como el vientro. Ojos y parte desnuda del contorno de ellos, de un bello amarillo. Hembra. Carece de las plumas largas del penacho y del lomo. Tiene tambien los colores pálidos. Las orillas de las cobijas del ala, así como las de la extremidad de las remeras, son mucho mas anchas. El bermejo del cuello es pálido; el blanco anterior de esta parte, mas extenso, con man- chas anchas bermejas. Jóven. Manchas bermejas en el penacho. Lomo gris azulado. Todo el cuello, el pecho y el vientre, cubiertos de manchas negruzcas y de blanco bermejizo. Pies amarillentos. Esta especie es aun del número de aquellas, cuyas diferentes libreas de edad y de sexo die- ron motivo á una multitud de denominaciones distintas, como se puede ver en la sinonimia. Se la encuentra particularmente en la Carolina y en las Grandes Antillas, pues, si se adelanta en el verano hasta New-York, emigra en cuanto comienzan los primeros frios. Segun dice Buffon, parece que tambien se la ha visto en la América meridional, particularmente en Cayena. Vive con especialidad á las márgenes de los arroyos, de los rios, de las lagunas, y como en estos parages, son mui frecuentes los Caimanes en la costa meridional de la isla de Cuba, se le ha dado allí el nombre de Aguaita Caiman. En dichos parages, y observando las costumbres co- munes de las Ardeas, se las ve acechar, con una paciencia notable, los pececillos, los reptiles am- fibios, los crustaceos de agua dulce, y sobre todo los camarones sin descuidar las агайаз. En la Carolina, elije los árboles mas elevados, en el seno de los bosques solitarios, para construir su nido. 89. ARDEA EXILIS. — (Gre) Ardea exilis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, t. I, p. 645, по 83. — Ardea exilis, Mi- nute Heron, Lath., Gen. hist., YX, p. 72, n°34. — Ardea exilis, Lath., Index, n 29. — Ardea exilis, Least bittern, Wils., Am. orn., VIIL, p. 37, pl. 65, f. 4. — Ardea exilis, Bonap., Syn.— Ardea exilis, Vieill., 2 éd. du Nouveau Dict. d' Hist nat., \. XIV, р. 433. — Ardea exilis, Vieill., Encycl. méth., t. Ш, р. 1128. — Ardea exilis, Vigors, Zool. Journ. , 1827, p. 446, n° 34. — Crabier pygmée, Virey, Buff., de Sonnini, Ois., t. XXI, р. 261. — Garza roja у ne- gra, Azara, Apunt., t. 1, p. 182, n° 360 (adulto). — Garza varia, Azara, Apunt., t. III, p. 185, n° 361 (jóven). — Ardea involucris, Vieill., Encycl. mét., t. UL p. 1127 (segun Azara, пе 361). — Ardea erythromelas, Vieill., Encycl. méth., t. VIL, p. 1121 (segun Azara, n° 360). — Minute bittern, Lath., Syn., 1, p. 66, n° 18. Ardea capite Ірі et corpore supra rufo-badiis; subtus albo; colli lateribus rufis; remigibus caudaque nigris; rostro virescente; pedibus viridibus. 148 AVES. Dougitudototàl? Был, od. ES ИН cds 15 pulg: 4 :/, lin* 0,355 millim. desde el pliegue del ala а su ех!гетїйай..................... 5 0,135 PURO QOO O RETENTO US be 2 2 0,050 Macho y Hembra. Lo superior de la cabeza, castaño bermejo; esta última tinta se nota en los sados del cuello. En el cuello, plumas largas, delgadas, pardo-negruzcas, que caen sobre el pecho. Sobre el medio del cuello, por delante, dos hileras de plumas blancas con una orilla feruginosa. Lomo bermejo castaño, y cada pluma orillada de amarillo pálido. El color moreno negruzco forma medias lunas en los costados del cuello, y se extiende hasta el lomo. Remeras negras. Cobijas me- dias de las remeras, de color feruginoso, marcadas con lunares negruzcos. Algunas plumas pri- marias y las secudarias, tienen manchas color de castaña, hácia su extremidad. Blanco en el yientre y en las partes posteriores. Ojos amarillos. Pico verdoso. Pies cuasi verdes. Jóvenes. Difieren solo de los adultos, en que tienen la cabeza morena. Esta linda especie se encuentra, principalmente en invierno, en las Grandes Antillas, pues desde que llega la primavera, pasa á los Estados Unidos, donde permanece el verano y anida. Nunea es comun en la isla de Cuba. La sinonimia muestra que esta Ardea, descrita рог Azara, bajo nombres diferentes, en su His- toria de los pájaros del Paraguay, ha recibido de Vieillot dos denominaciones latinas, que deben ser suprimidas en las nomenclaturas. К De la misma manera que la Авркхл exilis, no se halla solamente en la América del norte y en las Antillas, sinó tambien mui adentro en el hemisferio del sur, pues la hemos hallado con fre- cuencia cerca de Buenos Ayres, en la desembocadura del Rio de la Plata, bajo el grado 34 de la- шпа austral, donde la llaman Mira-sol, por el hábito que tiene de mantenerse á la orilla de los lagos y riachuelos, encaramada sobre una mota de tierra, horas enteras con la cabeza alzada verticalmente, como si mirase al sol. El vuelo es pesado; lo que hizo pensar á Azara que no volaba. Esencialmente viajera, se la encuentre en las regiones del Sur, que abandona para ir en el invierno á fijarse al Norte. NYCTICORAX. (ѕ0в-сёх.) Esta division de las Ardeas, caracterizada por el pico mas ancho, un poco arqueado, por el cuello mas corto, mas emplumado, y por algunas plumas aleznadas, aguzadas, que parten del me- dio de la nuca, tiene las mismas costumbres que ellas. De las dos especies que describimos, la una es propia del mundo entero, mientras que la otra es especial de las Antillas y de la América del norte. 90. NYCTICORAX VULGARIS. GUANABA DE FLORIDA. MACHO Y HEMBRA VIEJOS. Nycticorax, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 16, sp. 9. — Ardea nycticorax, Gmel., Syst. nat., ей. 13, n° 9, gen. 84. — Ardea nycticorax, Lath., Ind., vol. Il, sp. 13. — Ardea nycticorax , Night heron, or Qua-bird, Wils., Am. orn., vol. Т, AVES. 149 p. 101, pl. 61, fig. 2.— Ardea nycticorax, Temm., Man. d'Ornith., t. П, p. 518. — Ardea nycticorax, Vieill., Encycl. méth., t. VI, p. 1128. — Ardea nyctico- rax, Vieill., Faun. franç., p. 317, pl. 137, fig. 2. — Ardea nycticorax, Bonap., Syn., sp. 232, p. 306. Ardea nycticorax, Princ. Max., Beitrag. zur naturg. von Bras., t. IV, p. 646. — Ardea nycticorax, Wagler, Syst., по 31. — Le Biho- reau, Buff., Ois., vol. VII, p. 435, t. XXII, Enl. 758. — Gérard, Tab. élément., vol. IL, p. 145. — Night heron, Lath., Syn., vol. V, p. 52. — Der nacht reiher, Bechst., Naturg. Deut., vol. ТУ, p. 54. — Meyer, Tasschenb., vol. ТЇ, p. 339. — Sgarza nitticora, Stor. degl. ucc., vol. IN, pl. 422. — Blaauwekwak, Sepp., Noderl. Vog., vol. ЇЇ, p. 151. — Naumann, Vog. Deut., t. XXVI, f. 35. — Biho- reau, Delon, Hist. nat. des Ois., p. 107. — Nycticorax, Gesner, Avi., p. 627. — Ardea cinerea minor, Jouston, Avi, p. 103. — Ardea cinerea minor, Germanis nycticorax, Villug., Ornith. p. 204.— Ardea cirrata alba dorso nigro, Barrere, Ornith., cl. 4, sp. 1. — Corbeau de nuit, Albin, t. IL, p. 43, pl. 47.— Nycticorax, Briss., Ornith., t.V, p. 226, по 45. — Garza layazu-guira, Azara, 4punl. para la hist. de los Pájar., t. VIL, p. 173, по 351.— 4rdea tayazu-guira, Vieill., En- cycl. méth., t. VL, p. 1131 (segun Azara). — Ardea tayazu-guira, Vieill., Noup. dict. d' hist. nat., X. XIV, p.431. — Ardea nycticorax, Penn., Arct. zool., по 356. JÓVEN DEL AÑO. Ardea maculata, Gmel., Syst. nat., ed. 13, I, p. 645, sp. 80. — Ardea maculata Vieill., Encycl. méth., t. WE, p. 1129, et Dict. d Hist. nat., t. XIV, p. 434. — Garza parda choreada, Az., Арит. de los Páj., t. ЇЙЇ, p. 168, по 355. — Ardea Gardeni, Gmel., Syst. nat., ed. 13, sp. 81. — Ardea Gardeni, Lath.. Index, vol. П, sp. 32. — Le Pouacre et le Pouacre de Cayenne, Buff., Ois., vol. VII, p. 427, Enl. 939.— Spotted and gardenian heron, Lath., Syn., vol. V, p. 10-11, n* 31 et 32. — Frisch, Vog., pl. 202. — Naum., Vog. nacht, tab. 48, f. 94. — Sgarza cinerino, Stor. degl. ucc., vol. IV, pl. 421. JÓVEN DE DOS AÑOS. Ardea badia, Gmel., Syst. nat,, ed. 13, L p. 644, sp. 75. — Ardea badia, Lath., Index, vol. ЇЇ, p. 686, sp. 37. — Héron gris, Briss., Orn., t. V, p. 412. — Ar- dea grisea, Gmel., Syst. nat., ed. 13, sp. 9-6. — Bihoreau (femelle), Buff., Ois., vol. УП, p. 435, Enl. 759. — Le Crabier roux, Buff., Ois., vol. VIL, p. 390. — Chesnut heron, Lath., Syn., vol, V, p. 73. — Naum., Voeg., nachtr., pl. 48, f. 93. Nycticorax crista occipitis tripenni, alba, horizontali; dorso capite que supra ni- gris; fronte, superciliis albis: rostro nigro; pedibus luteis. 38 а È 150 AVE Adulto. Jóven. Longitud totall....... ое носа E 2 p 4 рша’ 2.1: 0,650». 2 р 1 pulg: 71 0,590. de las bra UT IOS UN UM IUE 22; 3 8 5 1,030 3 T Ts 1,010 ———- desde el pliegue del ala а su extremidad. . 1 1 » 0,300 » И З 0,260 —— de la cola... » 4 4 0,100 » 4 .4 0,100 ———— del pico... E » 3 51 0,080 » 3 1 0,070 Altura de éste.............. Ln л, » 1 1 0,025 » » 10 0,020 Longitud de las patas. . » 4 4 0,100 » 4 1'/ 0,095 — —— - del dedo del medio » 8 11 0,090 » 3 'һ 0,070 Viejo en ambos sexos. Dos ó tres plumas aleznadas, largas y blancas sobre la nuca. Frente, lo superior de los ojos, garganta, delantera del cuello é inferior del cuerpo, de un moreno claro. Lo superior de la cabeza, lomo y escapulario, de un negro bello, con reflejos metálicos, azules ó ver- des. Lo inferior del lomo, remeras y timoneles, ceniciento azulado. Una bordadura blanca sobre el fondo del ojo. Ojos rojos. Pies amarillos. Lorum y base del pico, en la mandíbula inferior, ama- rillos ; lo restante del pico, negro. Hembra del aiio. Lo superior de la cabeza, moreno ; cada pluma marcada á lo largo, sobre su mitad, con una línea bermeja pálida. Las mismas manchas se observan en el cuello y en el vientre, con una tinta mas pálida. Garganta y trasero blancos. Lomo moreno, manchado de bermejo. Timo- neles, azul claro. Remeras, moreno azulado, lo mismo que las cobijas, en las cuales cada pluma está marcada, cerca de su extremidad, con una mancha blanca redondeada. Bermejo en la punta del ala. Pies, verde pálido. Pico moreno por encima, amarillento por debajo. Contorno de los ojos verde. Ojos gris , Jóven de dos aiios. Los colores superiores mas intensos ; las manchas del cuello menos aparen- tes ; las de las cobijas, mucho menores ; las debajo. Ojos, moreno rojo. apularias, verdosas algunas veces ; mas blanco por Puede verse, por la extensa sinonimia de esta especie, lo que ha embarazado á los autores. Efectivamente, no tan solo cada librea de edad diversa ha dado motivo para formar otras tantas especies distintas, en los individuos hallados en Europa, sinó que ademas estas mismas libreas, halladas en América, produjeron nuevas d inaci M.T inck, lo mismo que muchos autores alemanes, comenzaron por suprimir los nombres supérfluos, aclarando así la sinonimia del Nycricorax de Europa ; pero, no habiéndose hecho aun un trabajo semejante para las Garzas americanas, hemos procurado completarlo para esta parte del mundo, lo que nos ha inducido á suprimir la Anpra maculata de Vieillot, fundada sobre un individuo jóven descrito por Azara, lo mismo que su Авркх /ayazu-gutra, establecida para el macho descrito por dicho autor español. El Ave que nos ocupa ha sido indicada tan solo en el continente européo y en la América del norte ; pero como la hemos hallado en la América meridional, puede asignársele por pátria, todo el Nuevo Mundo y una parte del antiguo. Tambien se la encuentra en el Asia. En Europa, se la ve соп mas particularidad en las partes meridionales, mientras que es rara hácia el norte. En el continente americano, la hemos visto succesivamente en Patagonia, en las pampas de Buenos Ayres, en la frontera del Paraguay, en el seno de los llanos de las proyincias de Moxos y de Chi- quitos ; en la Bolivia, sobre el vertiente occidental de los Andes, en Chile y en el Perú. Hallán- dose tambien en la Guayana, en las Antillas, puesto que el Sr. de la Sagra la ha cogido en la isla de Cuba, y en los Estados Unidos, donde la han descrito todos los ornitólogos de aquel pais, puede asegurarse que habita la vasta extension comprendida entre los 43 grados de latitud, al norte y al sur del ecuador. Vuela siempre á la orilla de los lagos, de las ciénagas, de los rios, y con particularidad, en los lugares cubiertos de matorrales, sobre los cuales gusta encaramarse. Por lo comun, cuando no viaja, vive sola, permanece á las márgenes de los rios y de los lagos cubiertos de juncos, ó ya, 1 Estas medidas estan tomadas sobre individuos frescos, de las que indica M. Temminck. Podrá pues creerse, que la que hemos matado en la frontera del Paraguay. Difieren mucho raza americana es mayor que la de Europa. AVES. 151 que es lo mas frecuente, sobre los matorrales que los rodean. tiene la cabeza derecha, el pico dirigido hácia el cielo, cu de Mira-sol, que le dan los habitantes de Buenos Ayres ; permanece inmóbil, con el cuello metido en el lomo, en apatía no llega, sin embargo, al extremo de olvidar su propia seguridad ; por el contrario, es mui tímida, huyendo desde que á lo lejos percibe al cazador, y entonces deja oir el graznido ronco que dió motivo para que los antiguos autores le llamasen Nycticorax (cuervo de noche) y los Guaranis del Paraguay, Zayazu-guira (pájaro-puerco). Hemos observado que cuando se posa, permanece muda, y que grita siempre que parte, y tambien cuando vuela á grande altura en sus emigraciones anuales. Este canto, oido por los indígenas supersticiosos cuando pasa la noche sobre sus cabañas, les presagia alguna desgracia y los llena de terror, del mismo modo que el grito dela Lechuza intímida á los labradores de Europa. En la época de las emi de concierto, lo mas comu А veces, cuando observa б atisba, үа costumbre le ha obtenido el nombre pero cuando ha satisfecho su apetito, una aptitud sumamente estüpida. Su graciones, todos los individuos de las cercanías se reunen para viajar nmente solos, y á veces con las Garzas. Entonces es cuando se encuen- tran esas bandadas compuestas de centenares de aves, que se posan sobre los mismos mator- rales y encima de los árboles vecinos, tan inmediatas unas á otras, que un dia, que pudimos per- manecer ocultos á su vigilancia, matamos diez de un solo tiro. Cuando se hallan así reunidas, suelen situarse algunas en puestos avanzados, para prevenir á la bandada de la proximidad de algun riesgo, dando la centinela un grito de alarma, al cual obedece instantáneamente toda la bandada, que se eleva en los ayres, graznando de un modo semejante, y van á buscar lejos otro parage donde posarse con mas seguridad. Viajan de dia á t mas que por su ruido, y tambien de noche, ciéndolas por sus graznidos. El alimento de este Guanabá varía segun los parages. En las orillas del mar, vive de peces, de conchas, de crustáceos; en lo interior de las tierras, agrega á su comida gusanos, insectos y reptiles, que busca en las riberas y hasta en el agua. Como prefiere, en las costas del Perú, los grandes camarones de agua dulce, le llaman Comaronero. La nidada, que en ambos hemisferios se verifica en la primavera, la hacen encima de las rocas ó de los árboles. El nido es semejante al de las Garzas, es decir, compuesto de pequeñas ramas secas, sobre las cuales pone tres ó cuatro huevos blancos. Su sinonimia indígena es la misma que la de las Garzas; no obstante, á veces los Guara- nis le distinguen bajo el nombre de Soco 6 Hoco. En la isla de Cuba, se le Пата Guanabá de Florida, sin duda porque solo va allí de paso desde las Floridas. En el dia, esta ave se halla despreciada de todos. El hombre civilizado no toma adorno al- guno de sus plumas y desdeña su carne, que tampoco aprecia el salvage del Nuevo Mundo. Pero, si remontamos 4 lo pasado, si interrogamos la historia, blancas de detras de la cabeza, qu'il faict moult bean votr, como decia Belon, eran, hace al- gunos siglos, el adorno mas preciado por la jóven nobleza européa, que las ponia en sus pe- nachos, dándoles un gran valor * Este ornato, tan estimado porque era difícil conseguirlo, tuvo la suerte de todas las modas. . . . existió! al altura, que apénas se perciben pues varias veces las hemos oido pasar, recono- veremos que las tres plumas 91. NYCTICORAX VIOLACEA. — (Vigors.) GUANABA. Ardea violacea, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 76, n^ 12. — Ardea violacea , Gmel., Syst, nat., ed. 13, gen. 84, sp. 16. — Ardea violacea, Lath., Syst. ornith., А Schwenckfeld, Avi siles., p. 226. 152 AVES. gen. 69, sp. 50. — Ardea violacea, Yellow crowned-heron, Wils., Am. orn., УШ, tab. 65, f. 1, p. 26. — Ardea violacea, Bonap., Syn., p. 306, sp. 231. — Ardea violacea, Vieill., Encycl. méth., t. 11, p. 1124, pl. 52, fig. 1. — Ardea cayennensis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, р. 626, n° 31 (adulto). — Cayenne night- heron, Lath, Gen. hist., YX, p. 63, n° 24. — Ardea cayennensis, Lath., Syst. ornith., sp. 17. — Ardea cayennensis, Princ. Max., Beitrag., t. IV, p. 653, пе 11. — Ardea jamaicensis, Gmel., Syst. nat., ed. 13 (jóven), gen. 84, sp. 31. Ardea jamaicensis, Lat., Syst. ornith., gen. 69, sp. 17. — Cancrophagus ba- hamensis, Crabier de Bahama, Briss., Ornith., t. V, p. 481, пе 41. — Ardea stellaris cristata, Crested bittern, Catesby, Carol., t. І, pl. 19. — Bihoreau de Cayenne, Buff., Enl. 899 (adulto), O/s., t. VII, p. 399. — Crabier gris de fer, Buff., Sonnini, 0/5., t. ХХІ, p. 242. — Grey crested bittern, Brown, Hist. nat. of Jam., р. 418. — Ardea ccerulea, Sloan. , Jamaic., t. П, р. 314. — Nyctico- rax violacea, Vigors, Zool. Journ., 1827, р 446, ne 33. — Ardea violacea, Penn., Arct. zool., n? 352. Nycticorax occipite nigricante; crista alba; corpore supra albo nigroque striato, subtus cærulescente; rostro nigro; pedibus luteis. Longitud total » lin" 0,600 millim. desde el pliegue del ala á su extremidad t E 12 ү! 0,290 SE-CS Peg de Ig GOLA ну: LED! 4 0,100 del pico, » 3 de 0,070 Altura de esten ш. O 9, 0019 Ancho del mimo oe Po a E bis M ERES » » T's 0,015 Macho. La cabeza y parte del cuello negros. Dos plumas colgantes, blancas, de mas de ocho pul- gadas de largo. Una mancha oblonga del mismo color sobre las mejillas, y otra sobre el vertex. Colodrillo negruzco; el resto del cuello, ceniciento, lo mismo que el lomo, pero éste mas intenso, con líneas negruzcas sobre la mitad de las plumas y blanco sobre los bordes. Remeras, ceniciento obscuro, finamente orilladas de blanco. Timoneles cenicientas. Cobijas de los remos, mui teñidas de amarillento. Un manojo de plumas largas, cenicientas, estriadas de negro, laxás, con barbas es- parcidas, parte de lo alto del lomo y excede de la cola. Vientre azulado. Lorum verde pálido, Ojos, rojo vivo. Pico negro. Pies amarillos. Jóven. Carece de las plumas del occiput y de las del lomo. Los colores sombrios son mas unifor- mes. La parte inferior del cuerpo, variada de moreno y de blancuzco. Garganta blanca. Parte infe- rior del pico, amarillo verdoso. Pies verdes, negruzcos cerca de los dedos. Esta especie, es de todas las Garzas que frecuentan las Antillas, la mas constante. En efecto, todas las otras van á estas islas solo de paso, cuando el frio las arroja del norte, ó cuando otras causas locales las llevan fuera de su residencia favorita; al paso que el Guanabá permanece todo el año en las Antillas, con particularidad en las del estrecho de Bahama, y solo pasa al conti- nente septentrional en la época de las lluvias anuales. Segun Catesby, estas aves anidan en dichas islas del estrecho de Bahama, encima de los ma- torrales que crecen entre las hendiduras de las rocas. Son tan comunes en algunas de estas is- las, que en poco tiempo, dos hombres pueden coger un gran número de polluelos para cargar AVES 153 su canoa. El mismo autor refiere tambien que, aunque estos polluelos pueden volar, se dejan coger facilmente ; así es, que se comen muchos en tal estado, en el cual su carne es tierna y no tiene mal gusto, mientras que cuando son adultos, la carne es dura y de un sabor correspon- diente 4 sus costumbres. Se alimenta de cangrejos mas bien que de pescado. PLATALEA. — (Linn.) La América no posee mas que una especie de este género, bien caraterizado por su pico en forma de espátula, pero tan poco numeroso en especies, que solo se conocen tres : una propia del Asia, la otra de Europa, y la tercera, que va á ocuparnos. Si nos al S, por un de comparar los picos tan diversos de las Garzas, de las Mycterias y de las Espátulas, para fijar la atencion en las costumbres y en los hábitos de estas Aves, hallaremos que ofrecen tal analogía que, bajo este aspecto, es imposible el separarlas. Por esta ra- zon, no hemos vacilado para instalar las Espátulas en la familia de las Zrdeideas, aunque indepen diente del pico, ofrezcan los pies medio palmeados, lo que nunca se ve en las Garzas. 92. PLATALEA АЛАЛА. — (Lznn.) SEVILLA. Ajaja Brasiliensibus, Marcgr., Hist. nat. Bras.,p. 204.—Ayaia, Laet, Nov. orb., р. 575. — Platea brasiliensis, Klein, Ævi., p. 102, n° 3. — Ardea rosea, Bar- rere, France équin., p. 122. — Tlanquechul, Hernandez, Hist. avi. nov. Hisp., p. 49, cap. 118. — Avis vivivora, Nieremberg, p. 214. — Platea americana phenicea, Barrere, Ornith., class. 3, gen. 29, sp. 3. — Platea sanguinea tota, Klein, 4v/., p. 126, пе 3.— Platea incarnata, Sloan., Jamaic., p. 316, n° T.— Platea mexicana, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 73, sp. 2. — Platea coccinea, Briss., Ornith., t. V, p. 359.— Platalea ajaja, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 73, sp. 2.— Platalea ajaja, Gmel., Syst. nat., ed. 13.— P/atalea ajaja, Lath., Syst. ornith., gen. 64, sp. 2. — Platalea ajaja, Roseate spoonbill, Wils., Am. orn., t. УП, p. 123, pl 63, f. 1.— Platalea ajaja, Bonap., Syn., p. 346, sp. 281. — Platalea ajaja, Vieill., Gal, pl. 248 (jóven). — Platalea ajaja, Vieill., Encycl. mélh., t. MI, p. 1032.—Platalea ajaja, Princ. Max., Beitrag... von Bras., і. IV, p. 668, n* 1. — Platalea ajaja, Penn., Arct. zool., n* 338. — La Spatule, Buff., Ois., t. VII, Enl. 165. — Platea rosea, Briss. Ornith., t. V, р. 356. — Espa- tula, Azar., Apunt. de los Рај., n° 345, t. II, p. 128. Platalea capite gulaque nudis; corpore roseo; tectricibus alarum coccineis; rec- tricibus roseis; rostro roseo; pedibus nigris. Longitad Joti: е 3 pies » pulg: 7 lin 0,850 mili. —- — del pliegue del ala à su extremidad » 17 4 0,400 1. 34 а Longitud de la cola........ teen] enne nn nn nns. P pies 4 pulg. 9 lin. 0,110 mill. del pico... e To 7 57, 0,180 de las patas. ГАЕТ И. » 18 » 0,300 Macho en trage de boda. Cabeza desnuda, verdosa. Pico y contorno de los ojos, rosado. Ojos rojos. Cuerpo rojo '. Macho y Hembra adultos. Color de rosa pálido. Cobijas de las alas y de la cola, rojo vivo. Ti- moneles amarillentas. Tarsos negros, con rojo en las articulaciones y en la parte superior de la pata. Jóven del aiio. Sumamente blanco; la cabeza cubierta de plumas blancas. Esta especie, puramente americana, habita á un tiempo mismo los dos continentes y las An- tillas. En la América del norte, se aleja de las Floridas, mientras que en la América meridional, la hemos hallado desde las regiones cálidas de la Bolivia hasta cerca de Buenos Ayres, es decir, hasta el grado 34 de latitud sur, pero nunca mas allá. Por esto, Vieillot se ha equivocado en decir *, no sabemos con qué autoridad, que esta misma especie se encuentra hasta los 45 grados de latitud : lo cual no es cierto, pues ya á los 32 grados se muestra accidentalmente, y rara vez en Buenos Ayres. Encuentrásela siempre á la orilla del agua, sobre todo en las ciénagas, en los lagos y en otros parages donde las aguas se hallan estancadas y el terreno es fangoso. Allí, durante el dia y la noche, permanece ya ála orilla, ya sobre el agua, metida hasta la parte superior de los tarsos, sin nadar jamás. Si camina, es á paso lento, aunque sus movimientos son vivos. Amiga de la socie- dad, rara vez se la vé aislada. Vive reunida á sus compañeras, formando pequeñas tropas desde dos hasta veinte individuos, segun las estaciones (porque la reunion es tanto mas numerosa, cuanto mas se aproxima el instante de la emigracion), о se une á las bandadas de Cigúeñas, Tantalos y Garzas, que, atrahidos por la facilidad de procurarse alimento, cubren marismas en- teras, cuando las aguas se retiran, dejando en seco una gran cantidad de peces. Hemos notado que eran tanto mas tímidas, cuanto mas numerosas eran sus bandadas. La forma de su pico, fuertemente deprimido, influye en sus costumbres ; así, cuando le su- merge en el fango para buscar y coger los pececillos, los reptiles, los gusanos y los moluscos, de que se alimenta, en lugar de empujar hácia delante, lo que le ofreceria una resistencia, le dirije á derecha é izquierda, describiendo entorno de sí un arco de círculo, y cogiendo, con destreza, todo lo que halla enterrado, Su vuelo es parecido al de las Cigüeiias ; del mismo modo tiene los pies alargados hácia atrás ; el cuello derecho, así como el pico, y recorre grandes distancias, elevándose mui alto. Es raro que se encarame sobre los árboles. ` Nada absolutamente sabemos de su nidada. Cuando este momento llega, abandona los para- ges donde la hemos hallado, y no vuelve hasta algunos meses despues. — Es poco perseguida de los cazadores, porque su carne tiene un fuerte olor de marisco. En la provincia de Corrientes, en la frontera del Paraguay, los Espaiioles la llaman, ignoramos porqué, Pájaro penttente. Los Guaranis la designan bajo el nombre de Guira-pyta (pájaro rojo), cuando es adulto, ó de Guira-ti (pájaro blanco). Su sinonimia es mui numerosa en las lenguas indígenas de la América meridional. Se la llama, segun las voces que hemos recogido, Nuapalo, en mobocobis del gran Chaco; £tchum, en botocudo del Brasil. En la provincia de chiquitos, centro de la América meridional, Oipeieh, en lengua de Chiquitos ; Chupent-pisabé, en ѕатиси ; Tokt-toki, en otuké; Nati, en morotoca ; Zutajare, en sarabeca; Urachumbe, en guarayo, dialecto del guarani. En las lenguas de la provincia de Moxos, se llama Zumen, en chapacura ; Zínore, en muchojeone; Ranana, en itonama, Bebébe, en cayuvava; Zahuazi, en iténés; Toto, en paca- guara; Bolochi, en movima ; Мете, en canichana; Iochi, en moxo. * Esta librea, indicada por algunos autores, como la del ave lugares donde no anida. En el caso contrario, seria uno indu- de tres años, es sin duda alguna, un trage de boda. Lo mismo cido á creer como algunos autores, que este color rojo era ca- que Azara, nosotros jamás la hemos visto en ninguno de los racterístico de una variedad diversa. individuos que hemos cogido en la América meridional, en los ? Encycl., t. MI, р. 1033. AVES. 155 TANTALUS. — (Linn.) El género Tantalus contiene tres especies ; una de Africa, otra de Asia, la tercera de América, de la cual vamos á ocuparnos, y se halla al mismo tiempo en ambas Américas y en las An- tillas. No deteniéndose mas que en la forma del pico, Cuvier colocó los Tantalus entre los Longirostres, al lado de los Ibis ; pero, segun nuestras observaciones, seria difícil el limitarse á un carácter ex- clusivo en los métodos ; pues, en razon de sus costumbres y de sus hábitos, las especies de este género deben mas bien instalarse entre las Ardeideas, atendiendo á que se las halla siempre mez- cladas con las aves de esta familia y que tienen los mismos hábitos, como se verá por la descripcion Siguiente. 93. TANTALUS LOCULATOR. COCO. Tantalus loculator, Кешир 2и О Талдау loculator, Linn. › Syst. nat., ed. 10, gen. 15, sp. 1. — Tantalus loculator, Gmel., Syst., nat., ed. 18, п° 1, gen. 85. — Tantalus loculator, Lath. Syst. ornith., gen. 70, sp. 1.— Tantalus loculator, Wood ibis, Wils., 4m. orn., УШ, P 39 tab: 766, ВИТ Tantalus loculator Bonap., Syn. — Tantalus loculator, Vieill., Encycl. méth., t. Ш, p. 1151, pl. 65, f. 1. — Tantalus loculator, Vigors, Zool. Journ., 1827, t. HL p. 447, п°38. — Tantalus plumicollis, Spix, tab. 85 (jóven). — Tantalus loculator, Princ. Max., Beitrag.... von Bras., t. IV, p. 683. — Tantalus locu- lator, Wagler, Syst. —Pelecanus americanus, Wood pelican, Catesby, Carol., t. L pl. 81. — Numenius americanus major, le grand Courlis d Amérique, Briss., Ornith., t. V, p. 335, n°8. — Le Couricaca, Buff., Ois., t. УП, p. 276, Enl. 868. —Tuyuyu cangui, Azar., Apunt. para la Hist. de los Рау t. Ш, n» 344.— Couricoua Brasiliensibus, Marcg., Hist. nat. Bras., р. 191. — Ibis nandapoa, Vieill., Encycl. méth., t. VIE, p. 1149 (segun Azara, n° 344). — [фу nandapoa, Vieill., Dict. d Hist. nat., t. XVI, p. 20. — Tantalus loculator, Penn., Arct. zool., n? 360. Tantalus capite colloque supra denudatis, nigris; remigibus et rectricibus nigris; corpore albo; rostro luteo-viridescente; pedibus nigris. Adulto. Jóven. опр ао E PETET FEIET AAS A O E, 4 p 6 pulg » l 1,250m. 3 p 7 pulg 41 1,000 m. desde el pliegue del ala а su extremidad. . Le 9 8 0,500 1 5 4 0,400 PEE EE dtc» MG 99 0:150 0 19 ЛУ R © del pico... Ta вою 9 ig 6 0,150 IL ЕИ ao 2: 1 5 9 0,410 1 5 4 0,400 156 AVES. Macho adulto. Todo blanco. Las remeras y timoneles negras, con reflejos verdes y violados. La cabeza y lo alto del cuello, desnudo, negro y como escamoso. Pico amarillento verde obscuro. Ojos morenos. Pies negros. Hembra. Cobijas de las remeras, con los mastiles negros ; el cuello con plumas puntiagudas, de color blanco sucio. Jóven. Cabeza y garganta cubiertas de plumas blancas. Cuerpo negruzco; lomo y vientre cenicientos. Esta ave, una de las mas comunes de las Zancudas del Nuevo Mundo, habita 4 un mismo tiempo la América meridional, las Antillas y la América septentrional. En el primer continente, la hemos hallado sucesivamente, desde la desembocadura del Rio de la Plata, cerca de Buenos Ayres (grado 34 de lat.), en-Corrientes (frontera del Paraguay), y hasta el centro de la América, en las provincias de Moxos y de Chíquitos (repüblica de Bolivia). Es tambien mui comun en el Brasil, en la Guayana, en la isla de Cuba, mas no parece adelantarse tanto, ni con mucho, en la América septentrional y en la América del sur. Segun algunos autores, no pasa al norte de las Carolinas, donde anida, pero sin permanecer el айо entero. Al indicar una extension tan vasta de terreno, como habitacion del Taxrarus loculator, estamos mui distantes de decir que sea igual- mente comun en toda ella. Jamás la hemos visto al oeste de los Andes, y es rara pasado el grado 30 de latitud austral, siendo solo mui numerosa en la zona tórrida. Del mismo modo que muchas Garzas, el Coco permanece solo el tiempo que no viaja. Enton- ces, así como las Cigúeñas americanas, permanece de preferencia en la orilla de los lagos, de las ciénagas, donde las aguas tienen poco curso, frecuentemente solo, otras veces en sociedad con las Sevillas, con la Garza blanca, las Cigúeñas y las Mycterias. Cuando pesca, introduce su pico en el agua ó en el fango, para coger los pescados, los reptiles, los gusanos, los crustáceos y los moluscos que se ocultan ; ó bien, si está en reposo, mete la cabeza en el lomo, en la postura mas estúpida que es dable imaginar. Estas aves, á lo menos en los parages que hemos visitado, dejan aproximar al cazador, sin manifestar temor alguno, lo que puede proceder de la seguridad de que gozan, en razon del poco caso que se hace de su carne y de su pluma, que igualmente menosprecian los indígenas y los españoles. Su vuelo es pesado, cuando no van de viaje, y aun entonces, rara vez hacen largos cursos. En las riberas lo mismo que en el agua, su marcha es compasada. En el hemisferio del sur, se reunen particularmente en la primavera y en el otoño, para emi- grar momentáneamente, sea соп la mira de buscar, como las Garzas, un lugar que les ofrezca recursos alimenticios mas abundantes, sea para dirijirse al parage en que de costumbre anidan, formando entonces bandadas compuestas á veces de mas de cien individuos que se detienen juntos, y juntos vuelan de concierto, sin separarse nunca. Cuantas veces, así en las marismas de la zona tórrida, como en las márgenes del Marmoré (provincia de Moxos) los hemos visto cu- brir playas enteras, blanqueando las cimas de los árboles sobre los cuales se posan. O bien, mui elevados en su vuelo, dirijirse Norte y Sur, trazando siempre en el aire dos lados de un án- gulo mui abierto, del cual los viejos machos, que distingue su cuello negro, ocupan el vértice, desde donde parece que conducen al resto de la tropacomo otras tantas guías, á quienes unalarga experiencia ha acordado la confianza general. En la estacion de los amores, es decir, en el mes de octubre para el hemisferio del sur, aban- donan momentáneamente la frontera del Paraguay, para no volver sinó algunos meses despues, conduciendo sus polluelos, fáciles de conocer por su librea. No hemos hallado sus nidos en las Otras partes de la América meridional que hemos visitado, mientras que anidan cuasi todo el año en la isla de Cuba’, adelantándose hasta la Carolina, donde colocan, lo mismo que las Garzas, sus nidos sobre los árboles. ! Creemos que ésta sea la especie à que hace alusion Oviedo, » de aquella isla, pues crian alli, y los muchachos y los que cuando en su Historia general de las Indias (1547, lib. ХҮП, » quieren, traen a los pueblos infinitos huevos y grullitos de cap. v, fol. схххп) dice : « Ay en la isla de Cuba innumerables » las savanas y campos donde crian, y en todo el айо ay aques- » gruas, de las mismas que se suelen ver en España, digo de » las aves en aquella isla. » » aquel plumage, y grandeza y canto. Las quales son naturales AVES. 157 Otro rasgo que aproxima ål Tantalo americano de las Ardeideas, es la costumbre de batir con fuerza las mandíbulas cuando está herido, como hacen las Cigüerias y otras aves de esta familia, queriendo con esto, al parecer, intimidar á sus enemigos. Siempre buenos observadores de las costumbres de los animales, los indígenas comprenden las mas veces al TaxraLus /oculater, bajo la denominacion general que dan á las Cigúeñas y á los Jabirus, con quienes vive. Así es que los Guaranis de Corrientes le llaman 7uyuyz cangui, de Tuyuyu (comedor de fango, por su costumbre de meter el pico en el agua ó en el fango), nom- bre genérico, y del adjetivo cangui. Por esto tambien los Guaranis de las Misiones le colocan con las Cigúeñas, que llaman 4yaya, uniendo á esta palabra Ayura-hu (cuello negro). Los españoles de la república Argentina, le confunden bajo la denominacion de Crgúeza, y los de Santa Cruz dela Sierra, bajo el de Bazo, comun tambien á las Cigúeñas y а los Jabirus. Además, cada nacion indígena les da un nombre diferente. En la provincia de Chiquitos, al Este de la repüblica de Bolivia, se llama Utntich, en chiquito; 4yu/nag, en samucu ; Ahuocani, en otuké ; "d tsolareta, en morotoca ; 4Arichetue, en sarabeca; Camolus, en paiconeca ; Cangur, en guarani del Alto Perú, ó guarayo, y Ain, en botocudo del Brasil. En la provincia de Moxos, hemos hallado que le llama- ban Alalapecun, en chapacuras ; Cichere, en baures ; Huabo, en itonama ; Chodoche, en cayuvava; Taratara, en iténés; Toria, en pacaguara ; Huapeto, en movima; Nztasni, en canichana ; Catsi- kehu, en moxo. PHOENICOPTERIDE/E. (FLAMENCO S.) — (Nob.) Lejos de ser de la opinion de Vieillot, que coloca al Flamenco entre las Palmipedes, creemos que sus largas patas lo agregan mejor y mas naturalmente á las Zancudas, puesto que además tiene las costumbres de los Ibis. Sin embargo, siendo su pico demasiado diverso para que pueda entrar en pareja con los Scolopacideos, creemos deber considerarle como el tipo de una pequeña familia, compuesta solo del género : PHOENICOPTERUS. — (Linn.) Está caracterizado por sus patas mui largas con los pies medio palmedos ; por su larguísimo cuello; por su pico grueso, auguloso en el medio, encorvado y dentado en los bordes; por su lengua espesa, carnosa; por su plumage rojo, y por sus hábitos sociables. Comprende solo tres especies, una de Europa, las otras dos de la América, entre las cuales el PnornicoPTERUS chilensis es propio de las regiones meridionales, mientras que el que vamos á describir, vive en la zona tórrida, en las Antillas y sobre los dos continentes americanos. 94. PHOENICOPTERUS AMERICANUS — (Seba.) AVES. — LAMINA XXIX. FLAMENCO. Phenicopterus, Sloan., Jamaic., p. 321. — Phenicopterus americanus, Seba, Thes., vol. 1, p. 103, tab. 67. — Phenicopterus, Brown, Jamaic., p. 480. — [3 35 a 158 AVES. Phenicopterus ruber, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 72; sp. 1; — Penicopte- rus guyanensis, Barrere, Ornilh., sp. 3. — Flambant ou Flamant, Dutertre, Histoire des Antilles, t. П, p. 267. — Phenicopterus bahamensis, Flamant, Catesby, Carol., t. I, p. 73, pl. 73. — Phenicopterus ruber, Gmel., Syst. nal., ed. 18; gen; 79, sp. 1. — Phenicopterus ruber, Lat., Syst. ornith., gen. 87, sp. 1. — Phenicoplerus ruber, Vieill., Encycl. méth., t. I, p. 162. — Pheni- copterus ruber, Temm., Man. d'Ornith., t. П, р. 587. — Le Flamant, Buff., Ois., t. VII, p. 415, Enl. 63. — Phenicopterus ruber, Red. Flamingo, Wils., Ат. orn., УШ, p. 45, pl. 67, f£. 4, — Phenicopterus ruber, Penn., Arct. zool., n° 422. Phænicopterus corpore ruberrimo, nigrisque maculis vario; subtus dorso conco- lore et immaculato; remigibus nigris; rostro basi rubente-flavo, apice nigro; pedibus ruberrimis. Longitud total, del pico а la extremidad de la со!а................. З pies 7 pulg’ » lin: 1,000 millim. Macho adulto. De un vivo rojo por todas partes, con algunas manchas negras encima del lomo. Remeras negras. Pico rojo en la base, negro en la extremidad. Pies rojos. Jóven del айо. Gris, sin rojo ; este color no empieza á aparecer sobre las alas, hasta despues de la primera muda ; pero el color del adulto no es completo, sinó al-cabo de dos años. Esta especie se distingue del Flamenco européo, en ser enteramente roja, mientras que la otra solo tiene las alas de este color, lo que le ha valido el nombre de gomxorregos, (ala roja, ala de fuego). Se distingue tambien del Рнокмсортекиѕ chilensis (P. ignipallatas, Isid. Geoff. et d'Orb.), por los mismos carácteres, así como por la forma de su pico, mucho mas arqueado en esta ültima especie. El Flamenco americano habita en las Floridas, el golfo de Méjico, la Colombia, las Antillas y todas las regiones que pertenecen al norte de la América meridional. Es mui comun, con par- ticularidad en las Antillas, principalmente en el eswecho de Bahama, donde se le encuentra formando numerosísimas bandadas, en buena harmonía, sin separarse nunca ni aun en la esta- cion de los amores. Huyen de los lugares habitados, y frecuentan los lagos salados, las playas pantanosas, descubiertas despues de las altas mareas. Allí, con las patas metidas en el agua, encorvan su largo cuello y buscan en el fondo ó en el líquido, los pececillos y moluscos de que se alimentan, ofreciendo de lejos como una línea de batalla recta 6 ligeramente arqueada. Esta misma costumbre de alinearse, la observan cuando vuelan. Con las patas y el cuello extendidos, se adelantan formando un ancho frente, los machos en el medio, los jóvenes á los extremos, rasando así muchas veces la superficie de las aguas, ó elevándose gradualmente en los aires. Se advierte en las aves sociables una vigilancia comun, que procede, al parecer, del instinto mismo de la sociabilidad, pues la hallamos en todas. Los Flamencos ofrecen una prueba mas. Desconfiados en extremo, no se posan mas que en los parages descubiertos, de los cuales pue- den percibir de lejos lo que se pasa entorno de ellos; y cuando comen 6 duermen, tienen siem- pre una centinela alerta, que vigila por los demás. Si reconoce que se acerca un riesgo para sus compañeros, lanza un fuerte grito de alarma, mui semejante al sonido de una trompeta ronca. Entonces, toda la bandada toma el vuelo, y va á buscar un retiro mas tranquilo. La sor- presa es el úunico recurso «ue le queda al cazador que quiere tirar á los Flamencos. AVES. 159 La época de los amores produce, en muchas aves que viven en bandadas, una separacion mo- mentánea de los individuos que componen la asociacion ; pero no sucede así en los Flamencos. Entonces mismo se los ve recorrer las ciénagas, los lagos salados del estrecho de Bahama, las playas de los cayos de la parte septentrional de la isla de Cuba, para posesionarse de los lugares donde han anidado los años precedentes. Allí, construyen nuevos nidos ó reparan los antiguos; en las marismas inundadas, formándolos de fango en figura de cono, elevados uno б dos pies, mas ó menos, segun la profundidad de las aguas que los rodean. El vértice es truncado, algo cóncavo, pero no tapizado de plumas, sinó con la tierra desnuda. En esta concavidad deposita la hembra dos б tres huevos blancos, alargados, del tamaiio de los de ganso. Le era preciso un nido apropiado á la extremada longitud de sus patas, pues sinó no podria colocarlas. Por esto le eleva de modo, que con una pata de un lado y otra de otro, pueda sentarse encima y empollar en esta postura. Los polluelos que nacen con un vello negro, dejan el nido poco despues que nacen, pero no pueden volar sinó cuando tienen todas sus plumas, lo que no les impide el correr mucho. Los habitantes que se ejercitan en la cazería de Flamencos, van todos los años, en canoas, desde Matanzas y otros puertos vecinos, á los cayos donde dichas aves tienen la costumbre de anidar. Cogen un grandísimo número con suma facilidad, y cuando son algo mayores, los llevan á las ciudades, conduciéndolos como manadas de carneros, cual se hace en Castilla con los pa- vos. Se suelen vender al precio de 8 á 12 reales de plata. Se los cria sin trabajo, y se hacen tan familiares, que vienen á comer á la mano y viven en buena amistad con las demás aves de corral. Durante el sueño, y siguiendo en esto la costumbre de muchas Zancudas, se sostienen sobre un pie, y doblan la otra pata bajo del vientre, y la cabeza debajo del ala opuesta á la pata doblada. Es ciertamente exagerada la mencion que se hace del aprecio que hacian los Romanos de la carne del Flamenco, comparándola á la de la perdiz, por su delicado gusto !, lo mismo que del sabor exquísito de sus lenguas ?. Este plato, tan estimado entre los Romanos 5, este plato, que Apicius * sabia I tan bien, do las delicias de Heliogabalo y de Vitelio, no es de moda en el dia. La carne del Flamenco americano solo la comen los pobres , y los gastrónomos modernos distan mucho de pensar en la del Flamenco européo. SCOLOPACIDE. (ESCOLOPACIDEAS.) — (Leach.) LoweiosTRES, Cuv. Las aves de esta familia, fáciles de distinguir de las otras Zancudas por su largo pico, las mas veces flexible, y por sus patas altas y delgadas, no estan representadas en la isla de Cuba mas que por los géneros Пиз, ScoLorax, Toraxus y Trinca; de consiguiente faltan los Numenius, los Rnwcuoza, los Limosa, los Pmararopus los STREPSILAS y los RecurvirosTra, que se hallan en Jos continentes americanos. Todas son aves amigas de las riveras, de las ciénagas y otros parages acuáticos, pero que difieren mucho en su instinto social y en sus costumbres, pues unas permane- cen siempre reunidas en bandadas innumerables, otras aisladas ó por parejas; unas siguen las riveras del mar, otras jamás se aproximan а él, y se ocultan entre los juncos de las marismas. Las Escolopacideas de la isla de Cuba se componen de elementos del todo diversos; vemos en efecto, dos de las seis especies traidas por el Sr. de la Sagra, que van de la América septentrional, donde parece hallarse confinadas; otras dos se hallan, á un mismo tiempo, sobre los dos conti- nentes américanos, mientras que las dos últimas, esparcidas sobre una extension mas vasta de Y Catesby, Carolina, t. 1, p. 73. — Dutertre, Histoire des > Dutertre, Hist. des Antilles, t. M, p. 267. Antilles, V. П, p. 267, dice tambien que la carne tiene mui ? Vita Apollon, lib. ҮШ. buen gusto. + De Obson. et Condim., lib. VI, eap. vit. 160 AVES. terreno, habitan simultaneamente el antiguo y el nuevo mundo, siendo una de ellas comun á los dos hemisferios. IBIS. — (Cuo.) Numenius, Briss. — Tantalus, Gmel., Linn. — Scolopax, Linn. Los Isis habitan en ambos mundos, y se distinguen de los Numenius de los autores, por el pico mas delgado, sin dentelladuras en la punta, atravesado hácia el lomo, en su base, por las ventanas de la nariz, cuya ranura se prolonga hasta su extremidad; por las partes desnudas de su cabeza; por sus pies algo palmedos, y por el pulgar bastante largo. Unos son marítimos, mientras que otros jamás se acercan á las costas, en cuyo nümero se comprenden la mayor parte de las especies de la América meridional. La única especie que se halla en la isla de Cuba, es propia, á un mismo tiempo, de las regiones cálidas de la América. 95. IBIS RUBRA. COCO. ADULTO. Scolopax rubra, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. ТТ, sp. 1. — Tantalus ruber, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 85, sp. 5. — Tantalus ruber, Lath:, Syst. ornith., gen. 85, sp. 5. — Tantalus ruber, Scarlet ibis, Wils., Am. orn., VM, p. М, pl. 66, fig. 2. — Ibis rubra, Bonap., Syn., p. 311, sp. 239. — Ibis rubra, Wagler. — Ibis rubra, Vieill., Encycl. méth., t. 11, p. 1150, pl. 65, f. 4. — Numenius brasiliensis coccineus, Courlis rouge du Brésil, Briss., Ornith., t. V, р. 344, no 12. — Courlis rouge du Brésil, Buff., Ois., t. УШ, p. 35, Enl. 80 et 81. — Guara Brasiliensibus, Marcgr., Hist. nat. Bras., p. 203. — Sloan, Jamaic., p. 311. — Numenius ruber, Klein., Avi., p. 109, n 5. — Arquata phenicea, Barrere, Franc. équin., p. 126. — Numenius ruber, Red curlew, Ca- tesby, Carol., t. I, p. 84. — Tantalus fuscus, Gmel., Syst. nat., ed. 13. — Tantalus fuscus, Lath., Syst., по 8. JÓVEN. Ibis leucopygus, Spix, Aves, pl. 38. — Tantalus coco, Gmel., Syst. nat,, ed. 13, n 15. — Tantalus coco, Lath.; Syst. ornith., gen. 10, sp. 9, var. B. — Ibis coco, Vieill., Dict. d Hist. nal. t. ХУІ, p. 19. — Ibis coco, Vieill., Encycl. méth., t. Y, p. 1148. — Jacquin, Beyt., p. 13. Ibis corpore sanguineo, alarum apicibus nigris; rostro pedibusque nigris. AVES. 161 DOM UU HUE TETTE ER ERR 0,610 millim. desde el pliegue del ala á su extremidad... 0,260 » 3 » у» 0,070 3 4$ Th 0,181 Macho. Todo el plumage color de escarlata. La extremidad de las remeras, negra. Pies y pico negros. Hembra. Pico gris amarillento. Cabeza y cuello, gris. Lo superior del lomo, gris rojizo en su extremidad. Garganta gris, teñida de rojo. Remeras blancas sobre los mastiles, rojizas en su punta. La extremidad de las dos remeras exteriores, azul de cielo. Cola blanca. Jóvenes. Nacen cubiertos de un vello gris amarillento, luego aparecen de color ceniciento, y en fin, blancos con alas verdosas, cuando comienzan á volar. El rojo no empieza á presentarse sinó cuando tienen tres años. Esta ave ha recibido varias d inaciones específi en razon de la librea de sus diversas edades. Cuando es mui jóven, le llamaron TAxrALus coco (Isis coco, Vieillot); de mas edad, antes de la aparicion del color rojo, es el Tawrazus fuesus, Gmel., ó el Тыз scolopaz, de Spix; y adulto, vestido con su bello plumage rojo, es el TanraLus rubes de los antiguos autores, 6 el Isis rubra de los ornitólogos modernos. El Ibis que describimos, una de las mas bellas aves de las Antillas, se halla todavía en todas las partes mui calientes del litoral de la América meridional y de la América septentrional, sin adelantarse nunca á lo interior de las tierras. Es comun en el Brasil y en Cayena, donde se le confunde, por el color, con el Рнемсортекиѕ, llamándole Flamenco. Siempre amigo de la socie- dad de sus semejantes, se le ve, mañana y tarde, en las playas cenagosas descubiertas ; pero, desde que comienza el calor, se retira cerca de los arroyos, á la sombra de los mangles, y no los deja hasta la tarde, para volver luego á la noche. Se alimenta de pequeños gusanos, de peces y de conchas, que coge con su largo pico, en el cieno que deja descubierto el mar cuando se retira. Se unen las parejas por el mes de diciembre y enero, en la Guayana, escogiendo los matorrales ó un grupo de grandes yerbas, bajo los mangles. Allí, construyen un nido compuesto de algunas ramillas, sobre las cuales la hembra deposita tres ó cuatro huevos verdosos. Los polluelos no son ariscos, y se pueden coger muchos con la mano, sea para comerlos (pues su carne se reputa como delicada), sea para criarlos en las casas de campo, donde se familiarizan facilmente, con- tentándose de cuanto se les da, pero buscando con ánsia las larvas de insectos en los terrenos que se labran. SCOLOPAX. — (Linn.) Está caracterizado este género por su pico blando, hinchado en su extremidad, fuertemente sur- cado en la mitad de su longitud. Es mui numeroso en Europa, y se halla representado en la isla de Cuba por una especie, que se encuentra á un mismo tiempo en el continente septentrional de la América y en el continente européo. Las Becadas ó Chochas, se distinguen de las otras aves de ribera, por sus hábitos salvages, y particularmente por el de ocultarse en lo mas espeso de las yerbas y de los matorrales vecinos á las marismas y márgenes de rios. L 36a 162 AVES. 96. SCOLOPAX GALLINAGO. — (Linn.) BECASINA. Scolopax gallinago, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 77, sp. 2. — Scolopax gaili- паво, Briss., Orn., t. V, р. 298. — Scolopax gallinago, Gmel., Syst. nat., ed. 13, p. 662, sp. 7. — Scolopax gallinago, Lath.. Index, vol. IL, p. 715, sp. 6. — Scolopax gallinago, Snipe, Wils., Am. orn., Nl, p. 18, pl. 47, 1. — Scolopax gallinago, Vieill., Faun. franç., p- 301. — Scolopax gallinago, Vieill., Encycl. méth., t. VIL, p. 1158, pl. 69, f£. 2. — Scolopax gallinago, Temm.; Man., t. ЇЇ, p. 677. — Scolopax Wilsonii, Temm., Bonap., Syn., sp. 268, p. 330. — La Bécassine, Buff., Ois., vol. VII, p. 483, t. XXVI, Enl. 883. — Snipe or Snite, Lath., Syn., vol. V, p. 134, n» 6, — Heerschneppe, Bechst., Naturg. Deut., vol. IV, p. 185. — Beccacino reale, Stor. degl. ucc., vol. IV, pl. 445. — Scolopax gallinaria, Gmel., Syst. nat., ed. 13, sp. 38 (var. accid.)— Scolopax gallinaria, Lath., Ind., vol. ЇЇ, p. 715, sp. 7. — Becasina primera, Azara, Apunt. para la hist. de los Pájar., t. UL p. 271, n° 387. — Scolopax Paraguaie ? Vieill., Encycl. méth., t. Ш, p. 1160 (segun Azara, пе 387). — Scolopax Paraguaie? Vieill., Dict. d Hist. nat., t. Ш, p. 356. — Gallinago, Gesner, Avi., p. 505. — Gallinago minor, Ray, Synops. avi., p- 105, п° a. 2. Scolopax corpore nigricante et Julo vario, subtus albo; frontis lineis nigris el rubescentibus quinternis; rostro tuberculato, nigro; pedibus pallide viridibus. Longitad total, c у. н ае 11 pulg: 8 "| lin" 0,270 millim. del pliegue del ala á su extremidad ee 19 6 0,450 бота ШШ e c з т e x 24 2 0,050 анори оон een uet iMd er. 1 8 № 0,040 Encima de la cabeza se hallan tres líneas longitudinales rojizas, una mediana y otras dos encima de los ojos. Entre las rayas laterales y la mediana, hai otras dos negras. El cuello variado de mo- reno y de rojizo. Manchas negras y amarillas adornan las plumas escapularias. Remeras negruz- cas : las seis primeras orilladas, y las otras terminadas de blanco. Remeras secundarias y lomo, adornados de rayas rojizas y negras. Vientre, pecho y barba, blancos. Cobijas de las timoneles, mo- reno rojizo, largas, ocultando, por decirlo así, la cola. Timoneles negras, rayadas trasversalmente de naranjado obscuro, algunas terminadas con esta tinta б blancuzcas. Bajo vientre amarillento pálido. Cola compuesta de catorce timoneles. Los mastiles de las remeras, morenos. Pies, ver- doso pálido. En los carácteres que Azara asigna á su primera especie de Becasina, hemos creido reconocer aun al ScoLorax gallinago delos autores, por su cola igualmente compuesta de catorce timoneles, AV 163 por su talla inferior á la del ScoLorax paludosa, y en fin, por sus colores. Así, el ScoLopax pa- raguaiz de Vieillot, fundado en la descripcion de Azara, seria una especie puramente no- minal. Esta ave se halla en cuasi toda la superficie del globo, en cl antiguo y en el Nuevo Mundo, y es comun en todas partes, en Europa, en Asia y en América. En este ültimo continente, se extiende desde el grado 40 de latitud Sur hasta el polo, en el hemisferio del norte. En la América meri- dional, la hemos visto desde la Patagonia, en la frontera del Paraguay, hasta el centro de la Bo- livia. En la América septentrional, habita bajo todas las latitudes; pero creemos que solo se halla de paso en la isla de Cuba, de donde la ha traido el Sr. de la Sagra. No hai cazador alguno que no conozca las costumbres de la Becasina, y que ignore que habita constantemente sola, ó á lo mas por parejas, las márgenes cenagosas, los prados, los matorrales de las orillas de los rios y lagos. Allí, oculta en lo mas espeso de los juncos, busca los pequeños insectos y los gusanos de que se alimenta. Pero, si algun ruido la inquieta, se encoje contra el suelo, inmóbil, y vuela 4 veces cuando tiene al cazador encima, pero con mas frecuencia, cuando aun se halla lejos. Entonces, da un chillido, vuela con rapidez, hace dos ó tres caraco- les, y parte en seguida á algunos centenares de pasos, antes de dejarse caer en otro lugar, б bien, se eleva á perderse de vista, para volver al parage de donde ha partido. Volando así, da un grito que se puede expresar por mee б Реге, repetido muchas veces seguidas, sobre todo cuando baja de las altas regiones del aire, donde se habia elevado. Entonces, se deja caer á plomo, haciendo un ruido que todos los indígenas americanos comparan, con razon, al silvido de una flecha. En Francia, no se encuentra, por decirlo así, mas que de paso, pues mui pocos individuos permanecen para anidar, lo cual verifican con mas frecuencia en Alemania, donde tambien pasa dos veces al año. Su nido, siempre colocado en las lagunas, oculto en tierra entre los juncos б debajo de gruesas raices de los árbores de la ribera, en los parages defendidos dela proximidad de los animales por algunas enrramadas, está compuesto de yerbas secas y de plumas. La hembra pone en él cuatro ó cinco huevos, verde claro, marcados con un corto número de manchas cenicientas y morenas. Los polluelos abandonan su nido, en cuanto nacen, y siguen á la madre, que los guia á los parages donde pueden hallar un alimento abundante. En la América septentrional, anida principalmente en la Pensilvania. Pocas aves hai mas apreciadas y famosas entre los gastrónomos, que la Becasina comun ; lo fue en todos tiempos, y lo será probablemente en lo futuro, porque en efecto es un manjar excelente. Belon, que nos complacemos en citar, se expresa, hablando de ella, en los ingé- nuos términos siguientes : « Elle est fournie de hanlte graisse, qui réveille Pappetit endormi, pro- » voque à bien discerner le goút des francs vins ; quoi sachant ceux qui sont bien rentés la mangent » pour leur faire bonne bouche * ». Los indígenas guaranis del Paraguay la Патап Yacaberes, los españoles de Corrientes, Be- casinas, mientras que en Montevideo el nombre que le dan algunos habitantes, es el de agua- teros, dando á entender que la Becasina anuncia la lluvia. TOTANUS. — (Briss.) Tringa, Scolopax, Linn., Gmel., Lath. — Totanus, Briss. Esta division de las Zancudas longirostres de Cuvier, comprende aves de ribera, caracterizadas por su largo pico recto, con la base blanda, dura en su extremidad, comprimida en toda su longi- tud, cuasi agudo en la punta, y surcado solo en la base; por las patas largas, delgadas, desnudas encima de las rodillas; y por su dedo del medio, reunido en lo interior hasta la primera articula- ! Belon, Nat. des Ois., p. 215. 164 AVES. cion. Cuasi todas son viajeras y amigas de la sociedad. Se las encuentra en todas las partes del mundo, sobre las riberas marítimas y fluviatiles, donde hacen una vida activa y acelerada. Entre las especies que tenemos de la isla de Cuba, el Torawus flavipes se encuentra en ambas Américas. El Torawus solitarius se contenta con habitar la América septentrional y las Antillas, mientras que el T. Bartramia se halla tambien en Europa. 97. TOTANUS FLAVIPES. — (Vieill.) AVES. — LAMINA XXV, FIG. 1. — HUEVOS. SARAPICO. Scolopax flavipes, Gmel., Syst. nat., Y, n° 31, gen. 86. — Scolopax flavipes, Lath., Syst. ornith., gen. Т2, sp. 29. — Scolopax flavipes, Yeilow-shanks snipe, ҮЗ Am огл, Пр. 55, tab 58 f£. Aem Totanus flavipes, Vieill., Dict. d Hist. nat., V. VI, p. 440. — Totanus flavipes, Vieill., Encycl. méth., t. Ш, p. 1106. — Totanus flavipes, Vigors, Zool. Journ., 1821, p. 448, n? 414 .— Totanus flavipes, Princ. Max., Beitr..... von Bras., t. IV, p. 723, n°1. — Fellow- shanks, Penn., Arct. zool., t. ТЇ, p. 387, по 378. — Chevalier aux pieds jaunes, Buff., Sonnini, vol. XXTI, p. 94. — Chorlito pardo, picado de blanco, Azar., Apunt. para la Hist. de los Páj., t. VII, p. 308, по 396. — Totanus natator, Vieill.. Nouv. Dict. d Hist. nat., t. VI, p. 409 (segun Azara, n? 396). — Tota- nus natator, Vieill., Encycl. méth., t. ТЇЇ, p. 1103. Totanus supra saturato-fuscus, albo nigricanteque pictus; subtus albus, loris nigricante fuscis; capitis, colli anterioris pennis fusco longitudinaliter ma- culatis; cauda albo fuscoque transversim striata; rostro nigricante-viridi ; pedibus flavis. Longitud total 13 pulg’ 10 ба" 0,820 millim. desde el pliegue del ala á su extremidad. 8 8 0, перо LN S орао 0 2 10 0,066 д Тав Вга ea ө «уйла ЫН f Ort 6 » Y 0,140 Cabeza, lomo y cobijas de las alas, morenas. Blanco en las orillas de las plumas de la cabeza, y manchitas del mismo color y morenas en las orillas de las del lomo. Garganta, vientre, cobijas de la cola, blancas así como los párpados inferiores. Cada pluma del cuello y de los lados de la cabeza, tiene una mancha larga, morena , sobre un fondo blanco. Remeras primarias negruzcas ; las pe- queñas cobijas inferiores blancas, rayadas de moreno. Cola rayada de negro y de blanco, Patas y pies amarillos. Pico negro verdoso en su base, negro en su extremidad. Ojos morenos. Esta especie se halla indistintamente en ambas Américas, y es sumamente comun en la meridional, desde el grado 40 de latitud Sur hasta las regiones calientes, pues la hemos ha- AVES 165 llado sucesivamente en las márgenes del Rio Negro, en Patagonia, en Buenos Ayres, en las fronteras del Paraguay, en los llanos de los Andes, elevados mas de 2,500 metros sobre el nivel del mar en la provincia de Cochabamba. El príncipe Maximiliano de Wied la ha visto frecuentemente en el Brasil; el Sr. de la Sagra la ha traido de la isla de Cuba; los ornitó- logos de la América septentrional, la indican tambien sobre su suelo, en las cercanías de New- Yorck; así pues, se encuentra en un espacio de 40 grados al Norte y al Sur del ecuador. Este Sarapico llega á Patagonia en el mes de enero, y parte al fin de abril. Cerca del rio de la Plata, se le ve en las mismas épocas, pero á la frontera del Paraguay, va mas tem- prano, para anidar y partir en seguida. Si hemos comprendido bien sus emigraciones anuales, permanece todo el verano en el hemisferio del sur, abandonando, en la proximidad del in- vierno, esta parte del mundo, para hallarse en el hemisferio opuesto, en la estacion cálida. Le hemos hallado siempre en la parte de las ciénagas desprovista de yerbas, sobre las playas arenosas de los lagos y de agua dulce, y á las orillas del mar. Vive con mas frecuencia solo беп parejas; únicamente, en la época de los viajes, se reune en innumerables bandadas compuestas de individuos de la misma especie y de algunas otras del propio género. Su mar- cha es viva. Por lo comun entra en el agua hasta la rodilla, y busca en el fondo las larvas y los pequeños insectos de que se alimenta, ó bien, entierra su pico, ya en la arena ya en el cieno, para extraer los animalillos que allí se encuentran. Siempre está inquieto y como teme- гозо; con dificultad deja que se le aproximen, huyendo lejos y dando un grito fuerte, que tam- bien deja oir cuando, con un vuelo rápido y dirijiéndose horizontalmente, cambia de lugar y re- corre la superficie de las aguas. Hácia el mes de noviembre y de diciembre, se une en parejas, se aisla entonces, escoge la orilla de un lago ó de una ciénaga, y allí, encima de un poco de yerba seca, no lejos de las aguas, la hembra pone cuatro huevos oblongos, mucho mas puntiagudos en una extremidad que en la otra, de un color amarillo moreno claro, manchado de moreno rojo, y cuyos diámetros son 15 y 22 líneas. En este instante, mientras que la hembra empolla, el macho vuela batiendo las alas como las calándrias cuando se ciernen, dejando oir una cancion alegre, que solo repite en la época de los amores. Luego se deja caer y hace caracoladas entorno de la hembra, como para distraerla de sus fatigas y del disgusto anexo á las circunstancias. 98. TOTANUS LONGICAUDA. SARAPICO. Tringa Bartramia, Bartram's sandpiper, Wils. , Am. orn., 1813, vol. VII, p. 63, pl. 59, f. 2.— Tolanus Bartramia, Temm., Man., t. ЇЇ, p. 650.—Totanus Bar- tramia, Bonap., Syn., sp. 261, p. 327. — Tringa longicauda, Bechst., Voegel nach. — Tringa longicauda, Lath., Ind. orn., p. 453, n° 46. — Der Longge- Т che te strandlaüfer, Naum., Voeg. nachtr., tab. 38, f. 75. Totanus cauda elongata, gradata, rectricibus quaternis intermediis fuscis; rec- tricibus exterioribus, fuloescentibus, nigro zonatis; ventro albo; pectore collo- que fuleescentibus nigris striis ornatis; pedibus roseis. Longitud total del pico 11 pulg" 2 іп" 0,257 millim. 1 10 "1. 0,045 1. 31a 166 AVEs. Macho y Hembra. Vientre y muslos blancos. Este color, algo bermejo, cubre las cobijas interio- res de las timoneles. Costados del cuerpo rayados, al través, en zig-zag negros. Pecho, mejillas y cuello, color amarillo isabela, estriado longitudinalmente de negro. Lo superior de la cabeza y lo alto del lomo, negruzcos, con cada pluma orillada de color isabela. Escapularias y cobijas de las remeras, bermejizo isabela, pasando al moreno verde sobre la mitad de cada pluma, rayadas éstas al través, con pequeñas fajas negras, separadas, colocadas diagonalmente, atravesando el isabela intenso de las timoneles laterales. Las cuatro medianas morenas, adornadas de rayas diagonales mui aproximadas. Ojos, moreno claro. Pies, color de carne, Pico, moreno amarillento. Cola, larga, abierta, Jóven. Las partes anteriores de lo inferior del cuerpo y de los flancos llevan manchas lanceola- das; lo superior adornado de grandes manchas morenas, excepto encima del lomo. Los otros ac- cidentes de las tintas, menos marcados. Esta especie, propia de la América del norte, y que se halla de paso en la isla de Cuba, se en- cuentra tambien, aunque accidentalmente, en Europa, donde fue hallada sobre las costas de Holanda y en Alemania. Es pues otro ejemplo de una ave americana, habitando dos continen- tes. — Sus costumbres parecen ser idénticas á las de los otros Sarapicos. 99. TOTANUS SOLITARIUS. — (Bonap.') SARAPICO, Tringa solitaria, Solitaris sandpiper, Wils., Am. orn., VII, p. 53, pl. 58, f. 3. — Totanus solitarius, Bonap., Syn., p. 325, sp. 263. — Totanus chloropy gius, Vieill., Dict. d Hist. nat., A. VL, p. 404.— Totanus cloropygius, Vieill., Encycl. méth. , t. II, p. 1100. — Totanus chloropygius, Vigors, Zool. Journ., 1821, р. 447, по 40. Totanus supra fusco-virescens, gula, collo anteriori albis; pectore griseo-albo maculato; remigibus primoribus nigris; tectricibus alarum inferioribus ma- joribus albo maculatis; superciliis strigaque sub oculari albis; rostri basi fusco, dein nigro; pedibus rubescente-viridibus. Tobgitudolal- 3060 ЕАМ ИЯ ЛМЕ 9 pulg* f lín* 0,210 milim. del pliegue del ala à su extremidad........ 5 7 0,130 ———— de la cola bote RER паа! 8 0,040 del Pico HA oo: aoc ИОТ 1 8 0,040 Macho. Una raya blanca por debajo, otra por encima del ojo. Lomo, rabadilla, cobijas de las alas, remeras secundarias, cobijas de las timoneles y las dos timoneles superiores, verdosas ; esta * Habiendo dado Wilson á esta especie el nombre de TRINGA de Azara (su n° 394), porque reproduciendo una especie dis- solitaria, antes que Vieillot le hubiese dado el de Тотлхиѕ tinta, bajo una denominacion ya aplicada а una especie cono- chlorapygius, creemos deber conservar а este Toranus el nom- cida, se sobrecarga la nomenclatura con explicaciones, que һа- bre especifico de Solítarias , como hizo el Principe de Musi- сеп necesario el uso simultáneo de un mismo nombre à dos ñano. Es de sentir que Vieillot (Eneye?., p. 1105) hubiese especies del todo diversas, dado el nombre de TorANus solitarius à uno de los Chorlitos AVES. 167 linta pasa al gris por encima y sobre los costados del cuello, y se hace lustrosa sobre el lomo. Manchas alargadas adornan el cuello ; son poco aparentes sobre la cabeza, pero mui numerosas encima de las alas. Pecho gris, con algunas manchas blancas ; el resto de debajo del cuerpo y las i les laterales, hadas de negro. La delantera del cuello y la garganta blancas. Las tres remeras secundarias mas largas, manchadas y punteadas de blanco en el lado interno. Remeras negras. Grandes tapadas, rayadas de negro y de blanco. Pies, verde rojizo. Hembra y Jóven. Las partes superiores del cuerpo, barnizadas de gris. Este Sarapico se adelanta en el verano hasta la Bahía de Hudson, pero vuelve despues á todos los Estados Unidos, y de allí, á las Antillas. Bastante comun en la isla de Cuba, permanece sobre las riberas marítimas ó cerca de las aguas dulces. Sus costumbres son idénticas á las de las otras especies. Se alimenta de pequeños crustáceos, de gusanos y de larvas de insectos. TRINGA. — (Briss.) Tringa, Scolopax, Gmel., Lath. — Gallinago, Cinclus, Tringa, Briss., etc. Entre las Zancudas de largo pico, los Trixcas se distinguen facilmente por la blandura y flexibi- lidad de su pico, comprimido en la base, deprimido en la extremidad, surcado hácia la punta ; por los pies delgados, con 105 dedos, por lo comun, enteramente separados, у por la presencia de un pulgar articulado con el tarso. — Aves de ribera, se las encuentra con la misma frecuencia en las tierras que en las costas marítimas, y siendo de natural mui sociable, aparecen siempre en grandes bandadas, aun en tiempo de la nidada. Vuelan horizontalmente á la superficie de la tierra б de las aguas, y cambian de librea de tal manera, segun las edades, que һап dado lugar á un gran nümero de especies nominales. Se los encuentra por todas partes ; no obstante, en Europa son mucho mas numerosos en espe- cies. La América posee tambien un crecido número, por lo comun de las mismas del antiguo mundo, ejemplo la Trinca Temminckii, que á un mismo tiempo se encuentra en las Antillas, en la América septentrional y en nuestro continente. 100. TRINGA TEMMINCKII. — (Leister,) SARAPICO. Tringa Temminckii, Leister, Nachtr., zu Bechsteins, Naturg. Deut., Y, p. 65. — Tringa Temminckii, Temminck, Man., t. ЇЇ, p. 622, pl. col. 41, f. 1. — Tem- minckischer, Strandlaufer, Meyer, Voeg. liv.-und esthl., p. 205, sp. 6.— Tringa pusilla, Bechst., Naturg. Deut., % ed., vol. IV, p. 308, n? 8. — Tringa Tem- minckii, Vieill., 2° ed. del Nouo. Dict. d Hisl. nat., tab. 34, p. 413. — Tringa Temminckii, Vieill., Encycl. méth., t. Ш, p. 1086. — Tringa Temminckii, Bonap., Syn., sp. 253; p. 319. — Tringa Temminckii, Vieill., Faun. franc., p. 289, pl. 126, f. 3. Tringa supra nigra rufaque; fronte, jugulo pectoreque rufo-cinereis; corpore sub- lus, tectricibus tribus externis, albis; rostro pedibusque nigris. 168 AVES. BongiluP totis 0054-2 64, 082,4, 91 И OTRA OE m ò pulg. 9 '/. lin. 0,135 millim. del шию г.б SESS Or eO OPER ШАМЫ ua. elf ong » 9 0,018 Plumage de amor. Lo superior del cuerpo adornado de plumas de un negro intenso en el medio, y orilladas ligeramente de bermejo. Pequeñas manchas longitudinales, negras, sobre ceniciento bermejo, se notan en la frente, en la delantera del cuello y encima del pecho : blanco puro bajo el cuerpo y la garganta. Las cuatro timoneles intermedias, moreno negruzco. Pico y pies negros : el primero inclinado hácia la punta. Cola abierta. Plumage de invierno. Las plumas de encima del cuerpo, moreno ceniciento claro, con moreno negruzco cerca de los mastiles. Pecho y delantera del cuello, bermejo ceniciento. Lo inferior del cuerpo, la garganta, las cobijas laterales de las timoneles y las tres timoneles exteriores, de un blanco puro. El resto de las cobijas, negruzco. Timoneles medianas, ceniciento obscuro. Jóven del año. Partes superiores, ceniciento negruzco; cada pluma orillada de amarillento. Timo- neles, ceniciento uniforme, mui claro. Negro, á la extremidad de las escapularias. Bermejizo ceni- ciento, en la delantera del cuello y encima del pecho. Las cejas y lo inferior del cuerpo, blanco puro. Pies verdosos. Hablamos aun de una ave que, habitando el verano el polo ártico, se encuentra al mismo tiempo en el antiguo y en el nuevo mundo. Encuentrásela, en efecto, de paso en Alemania y en Francia ; se la ve tambien en la América del norte y en las Antillas, principalmente en la isla de Cuba. Permanece en las orillas de los rios, de los lagos, y á veces en las riberas del mar, donde vive lo mismo que las otras Trixcas, es decir, que se encuentra frecuentemente en ban- dadas, alimentándose de insectos y de pequeños crustáceos. Anida probablemente en las regio- nes mas septentrionales de ambos continentes, pero su nido y sus huevos son aun desco- nocidos. CHARADRIADE. (CARADRIADAS.) — (Leach.) PreEssirOosTRES, Cuvier. La coleccion cubana no contiene mas de dos géneros de esta familia : el VaneLLUs y el Cuana- pRIUS; faltan pues en la isla los /EpnrcxEwus del antiguo mundo, los Orts, los Hormaropus, de ambos mundos, y los Cursorius del continente africano. Dichos dos géneros no tienen allí mas que una especie cada uno, de las cuales una es comun а la América y á la Europa, у la otra pro- cede de la América septentrional. VANELLUS. — (Briss.) Tringa, Linn., Gmel., Lath. — Vanellus, Bechst., Temm., Vieill., etc. La especie única de este género, que se halla en la isla de Cuba, pudiera ser mirada como per- teneciente á los Cnaraprrus mas bien que а los VaneLLus, atendiendo á sus costumbres. Hállase en todo el hemisferio del norte, en Europa, en Asia y en América. AVES. 169 101. VANELLUS SQUATAROLUS. PLUMAGE DE INVIERNO. Tringa squatarola, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 78, sp. 13. — Tringa squata- rola, Gmel., Syst. nat., ed. 13, sp. 23. — Tringa squatarola, Lath., Ind., sp. 41. — Le vanneau varié, Buff., Enl. 923. — Grey sandpiper, Lath., Syn., vol., V, p- 169, (var. A). — Vanellus griseus, Briss., Ornith.,t. V, p. 100.. PLUMAGE DE BODA. Vanellus heleeticus, Briss., Ornith., t. V, p. 106, n° 4. — Tringa helvetica, Gmel., Syst. nat., ed. 13, sp. 12, gen. 8T. — Tringa helvetica, Lat., Ind., vol. TIS р. 728, sp. 10. — anneau suisse, Buff., Ois., vol УШ, p. 60, Enl. 853. — Swiss sandpiper, Lath., Syn., vol. V, p. 187, sup., p. 248. — Vanellus kele- ficus, Charadrius apricarius, Blue-bellied plover, Wils., Amer., orn., vol. VII, pl. 57, f. 4, p. 44. — Schwartz Bauchiger Kiebilz, Mey., Tasschenb, deut., vol. П, p. 401. — Alwagrim plover, Penn., Arc. zool., p. 483, n» 398. JÓVEN ANTES DE LA MUDA. Tringa squatarola varia, Gmel., Syst. nat., ed. 13 sp. 23. — Le vanneau plu- vier, Buff. Ois., vol VIII, p. 68. — Le vanneau gris, Buff., Enl., p. 854, — Tringa variata, Grey sandpiper, Lath.. Syn., vol. V, p. 168 n° 11 (var. В). —Schwarzbauchiger Kiebilz, Meyer, Voeg. deut., vol. 2. — Pluvialis cinerea, Jonston, 4i., p. 104. EN TODAS EDADÉS. Vanellus melanogaster, Bechst. — Vanellus melanogaster, Temminck, Man., t. IL p. 547. — Vanellus helveticus, Vieill., Encycl. тё. t. III, p. 1077, pl. 36, fig. 3-4. Vanellus subtus niger; abdomine albo; rectricibus albis, nigro fasciatis; rostro pedibusque nigris. Longitud total EPIT E Error КАТАЛ ГҮҮ ТҮҮ Т! 12 pulg: 4 lin: 0,285 millim. ——— del pliegue del ala а su extremidad...... ну 10068) 2 0,190 OO o Sb oe xen 3 » h 0,070 ————- del pico., 1 2 0,028 Altura del mismo. . . » 4 0,008 ACOSO А » Ж/А 0,007 & 38а 170 AVES. Macho y Hembra adultos, con plumage de amor. El espacio comprendido entre el ojo y el pico, la garganta, los costados y la delantera del cuello, el vientre, los flancos, el medio del pecho, el colodrillo, el lomo y las cobijas de los remos, negro: en la nuca varia, formando fajas oblícuas sobre las tapadas de las timoneles, y atreviesa, por líneas, las timoneles medias. Un blanco puro se manifiesta en la frente, sobre los lados del cuello, del pecho, sobre los muslos y el vientre; forma una faja encima de los ojos, mancha la nuca y encima del colodrillo, el lomo, las cobijas de los remos, y se divide en trechos bastante anchos á la extremidad de cada pluma. Timoneles medias, rayadas de negro y de blanco : el moreno se mezcla al negro y al blanco de la nuca. Pies y ojos negruzcos. Pico negro. Plumage de invierno. Blanco encima de la garganta, en la frente, los muslos, sobre el medio del vientre, sobre las cobijas de las timoneles y en la cola. Esta ültima parte rojiza hácia su extre- midad, y rayada de moreno sobre las timoneles laterales. Manchas cenicientas y morenas adornan е1 fondo blanco del pecho, de los flancos, del costado del cuello y de las cejas. Lo superior del cuerpo, moreno negruzco, con manchas amarillentas ; las plumas terminadas de ceniciento y de blanco. Negro encima de las plumas internas del ala. Jóven del aiio. Lo superior del cuerpo gris claro, adornado de manchas blancuzcas. Las de los costados, del pecho, de las cejas y de la frente, mayores y mas pálidas. Blanco en la extremidad de las plumas del ala. Como se ha podido ver por la sinonimia, esta especie recibió diversas denominaciones espe- cíficas, segun sus libreas, todas las cuales se deben reducir á una sola permanente. Esta especie demuestra, mas bien que otra alguna, lo arbitrarios que son los métodos, cuando no se apoyan en el conocimiento de las costumbres, Todos los cazadores saben la diferencia que existe entre los hábitos de los Charadrius y de los Vanellus; en efecto, los segundos son in- quietos ; en todas las regiones donde los hemos visto, tanto sobre el suelo européo como so- bre el americano, son, por decirlo así, centinelas de las otras aves, en los parajes donde han es- tablecido su nidada, y su grito es tan perceptible, que no hai muchacho que de lejos no conozca su píhuit, repetido lentamente cuando vuela, mientras que los Charadrius, mas de ribera, menos chilones, no pueden comparárseles. Los Vanellus se distinguen de los Charadrius, por la pre- sencia de un pulgar que éstos no tienen, y este solo carácter ha hecho colocar entre aquellos esta especie, que de tal manera vive como los Charadrius propiamente dichos, y tiene de tal modo su misma pluma, que en todas partes se le confunde con el Charadrius dorado, del cual rara vez se separa. Para nosotros es evidente que, no obstante el dedo pulgar de esta especie, seria preciso, á seguirse la analogía de las costumbres, colocarla entre los CHARADRIUS, y no de- jarla entre los VaneLLus, de cuyos hábitos y plumage carece. El Vaxertus sguatarolos es aun del número de las Zancud que simultá se encuen- tran en ambos mundos. Comun en Francia, en Alemania, en Holanda y en Rusia; bastante rara en Suiza, se la encuentra en la América septentrional, desde la Bahía de Hudson hasta la Lui- siana. Habiéndola traido de la isla de Cuba el Sr. de la Sagra, podemos extender los límites de su domicilio hasta las Antillas, y de consiguiente, habitando tambien el norte del Asia, seria propia á todo el hemisferio sur, desde el grado 10 hasta el polo. Vésele siempre en las costas marítimas ó á la desembocadura de los rios, lo mismo que á las orillas de los lagos salados, por qequeñas bandadas de cinco б seis, ó por parejas, solos б reuni- dos á los Cuanapnius pluvialis, con los cuales vive y viaja frecuentemente en mui buena inteligen- cia. Esto hizo decir á Belou! que son los reyes б los llamadores de la bandada: sin embargo, en el invierno, los Vanellus-Charadrius se hallan cuasi siempre solos. Se alimentan de pequeños gusanos, de anelides, de crustáceos y de insectos, que cogen cor- riendo rápidamente sobre las playas ó sobre el ciéno descubierto de la baja mar. Anidan en gran número en Asia, y а veces en las islas al norte de la Holanda. Sus huevos, en número de cuatro, de un color de oliva mui claro con manchas negras, los pone la hembra encima de la arena ó de la tierra seca, sin preparativo alguno. * Nat. des Ois., p. 162, AVES. 171 CHARADRIUS — (Linn.) Pluvialis, Briss. Como hemos dicho, los Cnarabrrus difieren metódicamente de los VANELLus por la falta de pul- gar; por lo demás, tienen el mismo pico y los mismos pies. Bajo el punto de vista zoológico, estos dos géneros pudieran ser reunidos en uno solo ; pero si los comparamos bajo el aspecto de las cos- tumbres, vemos que difieren esencialmente entre sí, por los hábitos de ribera que no tienen los segundos, como el VANELLUS cristatus y otros, que se encuentran en los prados y son sumamente chillones. La única especie de Снлкарктсѕ que tenemos de la isla de Cuba, se encuentra á un tiempo mismo en las Antillas y en la América septentrional. 102. CHARADRIUS VOCIFERUS. — (Linn.) FRAILECILLO. Charadrius vociferus, Linn. , Syst. nat., ed. 10, gen. 79, sp. 4. — Charadrius vo- ciferus, Gmel., Syst., nat. ed. 13, по 3, gen. 86. — Charadrius vociferus, Lath., Syst. orniht., gen. T4, sp. 6. — Charadrius vociferus, Kildeer plover, Wils., Amer. orn., vol. VII, p. 73, pl. 59, f. 6. — Charadrius vociferus, Bonap., Syn., sp. 219, p. 297. — Charadrius vociferus, Bonaterre, Encycl. méth., t. 1, p. 15. — Charadrius vociferus, Nigors, Zool. journ., 1827, p. 448, по 44. — Chara= drius vociferus, Noisy plover, Penn., Arct. zool., ЇЇ, p. 400. — Le Kildir, Buff. t. ҮШ, p. 96. — Pluvialis vociferus, The chattering plover, Catesby, Ca- rol., t. Y, p. 11. — Gavia brachyptera vocifera, Klein, p. 21, n° 8. — Pluvialis virginiana torquata, Briss., Orn., t. V, p. 68. Charadrius corpore supra ex griseo fusco; subtus albido; vertice et nænia infra oculos nigris, superciliis albis; torque duplici : supremo albo; infimo nigro; rectricibus rufis, versus apicem nigris el margine subrifis; rostro nigro; pedi- bus flavicantibus. ¡ATANASIO MA UNO, DEN UU EI РУДЕ 11 pulg" 8 '/, lin" 0,270 millim. Lomo y una placa encima de la cabeza, gris moreno. Garganta, frente y lo inferior del cuerpo, blancuzco. En lo bajo del cuello, un collar negro, sobre el cual se halla trazado un medio collar blanco. Encima del pecho, una faja negra que se extiende de una ala á otra. Remeras morenas : las medianas gris moreno. Timoneles bermejizas, hasta los dos tercios de su longitud, terminadas en una tinta menos intensa, y el intervalo entre estos dos colores, de un bello negro. Pico negro. Patas y pies amarillos. Ojos grandes, morenos, orillados de párpados rojos. 172 AVES. Esta especie se encuentra á un tiempo mismo en la América septentrional y en las Antillas, donde es mui comun. Se la encuentra por bandadas numerosas, en los lugares pantanosos, cerca de los manglares y en las márgenes de las ciénagas y de los lagos. Cuando vuela, sus bandadas forman una línea horizontal arqueada, que pasa rápidamente solo á algunos pies encima de las aguas y de las playas, gritando como los Cmaraprius de Europa ; 6 bien, se las ve correr por las playas y sabánas con una grande rapidez, buscando los pequeños crustáceos, los insectos y tam- bien las conchitas, de que se alimenta. Algunos autores han aplicado á este Crarapeius lo que dice Ulloa de su Frailetes, que sirve de centinela á las demás aves, advirtiéndolas con sus gritos de la proximidad del cazador, que priva, de este modo de un buen tiro: pero creemos que esta opinion es equivocada, pues ningun Charadrius, propiamente tal, tiene semejante costumbre que es peculiar de los Va- nellus, cuyos hábitos ha descrito el autor español, y son tan conocidos en toda la América me- ridional, que las naciones indígenas se ponen en pie, cuando oyen gritar los que se hallan veci- nos al lago en cuyas orillas habitan, porque esto las advierte ciertamente de la proximidad de un individuo que es prudente reconocer. RALLIDE. (RALIDEAS.) — (Leach.) MAcRODACTYLES, Cuv. Esta familia, una de las mejor circunscritas quizás, entre las aves Zancudas, es fácil de distin- guir por sus largas patas, sus dedos largos, su cuerpo comprimido, sus alas cortas y cóncavas, así como por las carnosidades y partes desnudas de su frente, y las armas agudas de que algunas especies estan provistas. Sus costumbres estan del todo en relacion con sus formas. Sus largos de- dos les permiten caminar por entre las grandes yerbas ó encima de ellas, y así, son siempre de ribera y hasta acuáticas. Entre los géneros de que se compone, la isla de Cuba nos ofrece los Parra, Aramus, RarLus, Por- PHYRIO, GALLINULA y Furca. Para que se hallasen todos los géneros americanos, solo faltan los ParawEDEA y Cuauna de la América meridional. Así, la isla de Cuha se halla sumamente favore- cida bajo este aspecto. A ejemplo de Cuvier, hemos reunido aquí el género Furca 4 los otros Macrodactylos, colocando la Gallareta al lado de la Gallinuela, de la cual no difiere mas que por el feston de sus pies, puesto que vive lo mismo que ésta, tienen las mismas costumbres y los mismos carácteres zoológicos. Señalamos este hecho, para probar cuán poca analogía se encuentra entre las clasificaciones artifi- ciales y la naturaleza. La Gallareta semeja en efecto en todo á la Gallinuela, y vive de la misma manera ; pero tiene una membrana entre las falanges de cada dedo, carácter de poco valor, cuando se compara al aplastamiento inferior de los pies de la segunda. ; Bastaba esto para autorizar á Vieillot ' а colocar estas aves en dos familias distintas, la primera en las Pennatipedas, y la se- gunda en los Macrodactylos ? Por la misma razon, M. Temminck clasifica estas aves en dos órde- nes diferentes, la primera entre las Pennatipedas, la segunda entre sus Grallatores ?. Poseemos de la isla de Cuba ocho especies de Ralideas, de las cuales ninguna es peculiar de las Antillas ; todas se encuentran igualmente sobre una extension mucho mas vasta del globo. Tres se encuentran simultáneamente en la América meridional; una sola va de la América septen- trional ; dos habitan en ambos continentes americanos, mientras que las dos restantes, esparci- das con mas generalidad, son propias, la una de las dos Américas y del antiguo mundo, la otra del hemisferio boreal, en el antiguo y en el nuevo. * Faune francaise, р. 333 y 335. > Manuel d'Ornithologie, t. M, р. 693 y 103. AVES. 173 PARRA. — (Linn.) Jacana', Marcgr. — Parra de los autores. Caracterizado por su pico, semejante al de los Frailecillos, con verrugas en su base; por su cuello alargado ; por los espolones con que las alas se hallan armadas; por sus pies tetradac- tylos con los dedos mui largos, mui separados, armados de uñas acanaladas por debajo, mui largas, rectas y agudas. Este género se distingue por sus hábitos de caminar encima de las yerbas flotantes de las aguas estancadas en las ciénagas de las regiones cálidas del antiguo y del Nuevo Mundo. La especie americana que describimos se halla, á un mismo tiempo, en las Antillas y en la América meridional. N 103. PARRA JA AVES. — LAMINA XXXI. — HUEVO, GALLITO. ADULTO. Jacana А species, Marcgrav., Hist. nat. Bras., p. 191. — Parra jacana, Syst. nat., ed. 13, gen. 92, sp. 3.— Parra jacana, Lath., Syst. ornith., gen. 79, sp. 1. — Parra jacana, Vieill., Encycl. méth., t. Ш, p. 1053. — Parra jacana, Princ. Max., Beitrag...... von Bras., t. IV, p. 787. — Parra jacana, Cuv., Règne an., t. L, p. 535. — Jacana armata fusca, Briss., Ornith., t. IV, р. 125, n° 4. — Le Jacana, Edwards, Glan., pl. 341. — Le Jacana du Brésil, Buff., Ois., t. VII, p. 185, Enl., 322. — Jacana tertia species +, Marcg., Hist. nat. Bras., p. 191. — Jacana armata nigra, Briss., Ornith., t. V, p. 124, по 3. — Parra nigra, Gmel., Syst. nal., ed. 13, gen. 92, sp. 10. — Parra nigra, Lath., "Syst. ornit,. gen. 78, sp. 2. — Le Jacana noir, Buff., Ois., t. УШ, p. 189. — Parra nigra, Vieill., Encycl. méth,, t. ТЇЇ, p. 1054. — Jacana alia species, Marcgrave, Hist. nal. Bras., р. 191. — Jacana armata, Briss., Ornith., t. V, p. 123. — Parra brasiliensis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 92, sp. 11.— Parra ! Un error singular hizo adoptar este nombre, segun Marc- > Las descripciones exactas de las segunda y tercera especies grave, que lo escribia Tacana. Yanana es la denominacion de Jacana de Marcgrave, han servido de base para las especies guarani de las Gallinuelas ; Marcgrave, estropeando este nom- puramente nominales de Gmelin, de Latham, de Vieillot y de bre, lo aplicaba а la primera especie, que es en efecto un Pon- Buffon, Parra nigra, P. brasiliensis (Jacana negra y Peca), PHYRIO, así llamada en el Brasil y en guarani. Los ornitólogos que en lo succesivo deben desaparecer de las nomenclaturas. han formado Jacana, que aplicaron al género que nos ocupa, En cuanto а la PARRA viridis, creemos que sea el PoRPHYRIO confundido con las ЈАНАМАЅ por Marcgrave. martinica (véase este artículo). 1. 394 174 AVES. brasiliensis, Lath., Sist. ornith., gen. 78, sp. 3. — La jacana peca, Buff. Ois., t. HL p. 190. — Parra brasiliensis, Vieill., Encycl. méth., X. WI, p. 1054. — 4guapeazo, Arar., Apunt. para la Hist. de los Páj., t. VII, p. 257. n» 374. — Parra chilensis Vieill’, Dict. d'hist. nat., t. XVI, p. 448. — Parra chi- lensis, Vieill., Encycl. méth., t. ТЇЇ, p. 1055. JÓVEN. Fulica spinosa, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 82, sp. 4. — Jacana armata, varia, Briss., Ornith., t. V, p.129.— Parra variabilis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 92, sp. 4. — Parra variabilis, Lath., Syst. ornith., gen. 78, sp. 5. — Ja- cana varié, Buff. Ois., t. УШ, p. 129, n°5. — Parra variabilis, Vieill., En- cycl., t. Ш, p. 1055. — Aguapeazo blanco debajo, Azar., Apunt. para la Hist. de los Páj., t. Ш, p. 262, n° 375. Parra castaneo-rubro; capite, collo, pectoreque nigro-violaceis; remigibus oliva- ceo-viridibus, apice nigrescente marginatis; rectricibus apice nigro violaceis; pedibus ceerulescentibus; rostro flaco. Longitud total 10 pulg: 4 '/lin* 0,240 millim. desde el pliegue del ala á su extremidad 6 37A 0,140 Ооа СОА A Ее 1 8 у 0,040 авав рагав ол Е (б 4 9, 0,170 ———— del dedo del medio......... 3 5% 0,080 ————— de la uña del pulgar... 1 9 0,041 ——— del pico 1 3 0,030 Adulto en ambos sexos. Cabeza, cuello, pecho, negros. Lomo, grandes cobijas de las remeras, plumas escapularias y cola, rojo moreno obscuro ; esta misma tinta, mas morena, cubre las partes inferiores y las tapadas de los remos. Negro en el borde del ala, debajo de la cola y en el bajo vientre. Remeras verde mui pálido, terminadas en una bordadura negra. Las dos remeras pri- marias tienen negro en su lado externo. Moco rojo obscuro. Pico amarillo en su extremidad, pasando despues por grados al rojo, en su base. Ojos rojos. Pies, azul pálido. Jóven del año antes de la muda. Lo superior de la cabeza, moreno. Cejas, garganta, pecho y vientre blancos. Lo superior del cuello negro, con la extremidad de las plumas moreno. Lomo, y lo superior de las alas, moreno gris. Costados, rabadilla y cola, rojizos. Pies morenos. Ojos grises. Las alas como en el adulto. Jóven en muda. Plumas negras enmedio del blanco del pecho. Plumas rojizas mezcladas al gris del lomo. Así es, que los colores del adulto hallándose ya indicados por las plumas nacientes de los jóvenes, no hai duda alguna sobre la conveniencia de reunir la Parra jacana á la Parra variabilis, como hemos hecho, tanto mas, cuanto que nunca se las encuentra sino en los seis meses que si- guen á la indicada, es decir, antes de la muda. ' La Parra chilensis de Gmelin está fundada en la des- lina, pues siguiendo la idea de Sonnini en la introduccion de cripcion defectuosa que dió Molina (Hist, da Chil., р. 229) Azara, reune el Aguapeazo del autor español á la especie de del VANELLUS cayennensis, V ieill,, PARRA cayennensis, Linn. Molina; proceder tanto mas extraordinario cuanto es clara la Pero lo que aumenta aun la confusion, tan difícil de aclarar, descripcion de Azara, que no tiene relacion alguna con la de es que Vieillot no se ha contentado, como se vé, con citar à Mo- éste, AVES. 175 Las reducciones que hemos hecho á la sinonimia de las especies de Jacanas americanas, limi- tan á una sola las seis que señalan los compiladores, porque las Parra jacana, P. variabilis, P. nigra y P. brasiliensis, de Gmelin, son el adulto, el jóven, ó dos especies nominales, fundadas en descripciones incompletas de Marcgrave; la Parra chilensis es el VANELLUS cayen- nensis, y la P. viridis, igualmente establecida por Marcgrave, debe ser, en nuestra opinion, el PorrnyRio martinica de los autores modernos. Nunca hemos hallado la Jacana al sur del grado 30 de latitud meridional; es rara desde los 29°, mientras que es mui comun en todos los llanos cálidos situados al este de los Andes, en Corrientes, en el Paraguay, en Bolivia, en el Brásil, en la Guyana y en las Grandes Antillas, Haiti y Cuba, sin pasar al continente septentrional. Habitará pues la zona tórrida, en la Amé- rica del sur y en las Antillas, donde es sedentaria en todas estaciones. Alegre, contenta y viva en todos sus movimientos, la Jacana 6 Gallito permanece siempre en la vecindad de las aguas estancadas, pantanosas б cenagosas, pero solo donde nadan plan- tas acuáticas. Allí, ayudándose con sus largas uñas, que ocupan una superficie mayor, se la ve pasearse por encima del agua, sin hundir las plantas, caminando con viveza ó con pausa, lo mismo que si estuviese en tierra, buscando siempre las conchitas é insectos de que se ali- menta. Otras veces, va á la orilla del agua, y entra en ella cuando espera hallar mas abundante caza, permaneciendo mui pocos momentos en un mismo lugar, y monstrándose siempre apre- surada en sus acciones. Unas veces sola, otras por parejas ó por bandadas pequeñas, de cuatro © seis individuos, esparcidos sobre el mismo lago, sin acercarse unos á otros, pasan el dia y la noche en el mismo lugar, haciéndose mas activas en la tarde yla mañana. Entonces, parece que tienen mayor intimidad entre sí; se aproximan mas unos á otros, pero al mismo tiempo tienen ocasion de mostrar su carácter pendenciero, que les origina disputas y combates, lanzándose unos contra otros, procurando darse golpes de ala, como los gallos con sus espolones. Se ha dicho que el Gallito es tímido; no obstante, nosotros no hemos tenido motivo de conocerlo en los parages donde le hemos hallado, lo que tal vez proviene de que nunca es perturbado ni per- seguido por los naturales, permitiendo así, que se le acerquen. Unicamente, cuando uno se halla mui cerca de ellos, y que no hai plantas acuáticas sobre las cuales puedan correr para ale- jarse, vuelan para trasladarse al centro ó á otro punto de la laguna. Su vuelo es recto y corto. Todos los que habitan un mismo paraje, se responden, sin cesar, por medio de un grito que expresa la sílaba Cof, repetida tres veces seguidas; no obstante, el temor les hace lanzar otro grito del todo distinto, que es la señal de alarma para todos los compañeros de la co- marca. En el hemisferio del sur, los amores de las Jacanas comienzan en octubre; se unen entonces y seaislan mas las parejas, tomando cada una posesion de un distrito particular. Sin construir nido alguno, la hembra pone sobre las yerbas flotantes en las lagunas, tres ó cuatro huevos ama- rillos, batante puntiagudos en una de sus extremidades, cuyos diámetros son 12 y 15 pulgadas. Estan marcados en todos sentidos de líneas en zig-zag, de un bello negro lustroso, mas aproxi- madas en el extremo grueso, La hembra deja al sol el cuidado de empollar los huevos, durante el dia, y solo los cubre con su cuerpo por la noche y la mañana. Desde que nacen los pollue- los, siguen á la madre, que los protege con una tierna solicitud, hasta el punto de batirse á gol- pes de ala con las aves de rapiña, principalmente contra las Carairas, que suelen devorar mu- chos. Los polluelos se hallan al principio cubiertos de un vello blancuzco, que pronto es rem- plazado por el plumage variado que dió lugar á la especie nominal Paura variabilis. Los indígenas y los colonos del pais donde viven las Jacanas, las quieren y las protegen, á causa de su gentileza; no obstante, por muchas tentativas que han hecho para domesticarlas, no han podido conseguirlo, pues se resisten hasta el extremo de dejarse morir de hambre. En la isla de Cuba se la llama Gallito, á causa de sus espolones y de su cresta; en la isla de Santo Domingo, Chevalier mordoré varié, por sus colores. El nombre guarani de 4guapeazo no quiere decir gusano del Aguape, como dijo Azara, sinó el nombre de una planta flotante, vecina dela Jungermanias, sobre la cual camina de preferencia : nombre derivado de Aguape (denomi- nacion genérica de las plantas acuáticas) y de 4z0g (gusano, en forma de gusano), que expresa EC AVES, la forma de la hoja de esta misma planta, dividida en segmentos, como una Anelide. Hemos re- cogido tambien su sinonimia en las diversas lenguas indígenas de la América meridional. Halla- mos que la llaman Utuuchacach, en chiquito; Ororoe, en guarañoca ; Pohochadae, en samucu ; Tarao, en otuke; 4ca-aca; en saraveca; Оїрёіо, en paiconeca; Tahu-tahu, en paunaca ; 4gua- peazo, en guarayo, dialecto del guarani. En la provincia de los Moxos, le llaman Sesey los Mu- chogeones ; Kichichi, los Baures ; Auiriri, los Itonamas у Jekeke, los Cayubabas ; Huethué, los Itenes ; Sacajna, los Pacaguaras ; Dele, los Movimas ; Ntajvuaratasi, en canichana. ARAMUS. — (Vieill) Ardea, Gmel., Linn. — Numenius, Brisson, Lath. — Rallus, Mig. — Nothero- dius”, Ма]. La única especie, conocida, de este género, ha sido colocada entre las Garzas, por Linneo, Gmelin y otros muchos autores; entre los NuwENIvs, por Brisson y Latham; entre las Garzas y Cigüe- ñas, por Vieillot; en los Currrmostres con las Grullas y cerca de los Caurales, por Cuvier; entre las Grullas y las Garzas, por Temminck ; en los RaLLus, por Illiger, y entre los MacropactYLEs, cerca de los RaLtus, por el Príncipe de Neuwied. Se puede conocer cuantas mudanzas ha sufrido dicha especie, ya en las 4rdeideas, ya en las Scolopacideas, ya en las Ralideas. Pudiera colocarse en la primera série, por sus pies con dedos largos y su pico comprimido; en la segunda, por la longitud de su pico; pero esta enumeracion de carácteres demuestra, que ocupándose solo de la forma del pico y de los pies, se ha hecho poco caso del género de vida, que hubiera determinado inmediatamente el lugar del Aramus fuera de dichas dos familias, como lo habia pensado Illiger. En efecto, si comparamos los carácteres y las costumbres de esta ave con las de otras, hallaremos que su pico, aproximándose al de los Longirostres por su longitud, tiene tambien semejanza con el de algunos Rallus, del RaLLus /ongirostres por ejemplo. Lo mismo que el de esta especie, es largo ligeramente arqueado, comprimido é inchado un poco, antes de su extremidad, como puede cono- cerse por la inspeccion de la lámina XXXI, fig. 4 y 5. Sus pies son largos, sus dedos mui prolon- gados, anuncian un ave que, como las Gallinuelas (RaLLus), vive entre las grandes yerbas, en los pantanos. Su plumage es tambien punteado las plumas de la cabeza son cortas como las de los Rallus, y hasta la poca diferencia de la librea, entre los sexos y las edades, aproxima entre sí estas aves. Veamos ahora, cuales son las costumbres que igual las hacen j Los Aramus, lo mismo que los Rallus, permanecen siempre alrededor de las yerbas altas, rara vez en el agua, siempre solos ó por parejas. Si vuelan, lo hacen batiendo las alas, teniendo las patas colgantes co- mo los Macrodactyles, y van á posarse no lejos : como ellos, menean la cola continuamente, como ellos dejan oir, tarde y mariana, gritos sonoros; se alimentan tambien de insectos, de gusanos y de moluscos, cuyas conchas amontonan, como el Rallus gigante de la América. Como ellos, tam- bien, ponen entre los juncos, huevos manchados y de la misma forma; y en fin, lo mismo que los polluelos de las Gallaretas y Gallinuelas, los Aramus ó Guareaos caminan desde que nacen, lo que no hace ninguna Garza ni especie de la familia de las Ardeideas, cuyos polluelos permanecen en el nido hasta que pueden volar. De todos estos rasgos de semejanza y de conformidad de hábitos, creemos poder concluir que los Aramus ó Guareaos no deben ser colocados ni entre los Ar- deideas, con los cuales solo tienen semejanzas mui remotas, ni con las Scolopacideas, de cuyos ca- rácteres y costumbres viajeras carecen; sinó entre los Macrodactylos de Cuvier en la familia de las Rallideas, de las cuales no difieren por carácter alguno zoológico, y por el contrario, se unen por * Cuando Vieillot habia establecido, hace largo tiempo, el sirve para embrollar mas la confusa sinonimia de la ornitolo- género Aramus, admitido por los autores, es de censurar que gía. Nos parece que en la zoología, un nombre de género б se le imponga sin motivo una denominacion hueva, que solo de especie, luego que se halla impreso, debe respetarse. AVES. 177 las formas y los hábitos. Así lo hemos escrito en 1828 á M. Isidore Ceoffroy Saint-Hilaire, y lo habia hecho observar juiciosamente, el Príncipe Maximiiliano de Neuwed. 104. ARAMUS GUARAUNA. AVES. — LAMINA XXXI, FIG. 3. GUAREAO: Guarauna Brasiliensibus, Marcgr., Hist. nat. Bras., p. 204. — Ardea scolopa- cea, Gmel., Syst. nat., ed. 13, по 87, gen. 84. — Ardea scolopacea, Lath., Syst. ornilh., gen. 69, sp. 89.— Scolopax guarauna, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 86, sp. 1. — Numenius americanus fuscus, Briss., Ornith., t. V, p. 330, n» 6. — Numenius guarauna, Lath.; Syst. orn., gen. T1, sp. 8. — Numenius guarauna, Vieill., Encycl. meth., t. VIL, p. 1156. — Courlis brun d'Amérique, Buff., Ois., t. VIII, p. 44. — Rallus guarauna, Vig. — Courlan ou Courliri, Buff., Oiseaux, t. УП, p. 442, Enl. 848.— Scolopaceus heron, Lath., Syn., t. ШШ. — Brasilian wssembrel, Lath., ТП, p. 125.—4ramus scolopaceus, Vieill., Gal., pl. 252, p. 134. — Aramus scolopaceus, Vieill., Encycl. méth., t. VII, p. 1135, et Dict., t. VIII, p. 300. — 4ramus scolopaceus, Bonap., 4m. orn., t. IV, p. 111, pl. 26, fig. 2.— Aramus scolopaceus, Bonap., Add., p. 156.—Aramus scolopaceus, Bonap., Syn., sp. 237, p. 309. — Aramus scolopaceus, Scolopaceus curland., Bonap., 4mér. orn., MI. — Aramus scolopaceus, Vigors, Zool. journ., 1827, p. 447, n^ 39. — El Carau, Azar., Apunt. para la hist. de los Páj., t. 1П, p. 202, п 366. —Ara- mus carau, Vieill., Dict. d'hist. nat., t. VIII, p. 300 (segun Azara). — Aramus сагаи, Vieill., Encycl. méth., t. ITI, p. 1134.— Rallinadeoides, Spix, Av., П, pl. 91. — Nothorodius guarauna, Wagler, Syst. avium, 1, sp. 1. — Nothoro- dius guarauna, Princ. Max., Beitrag..... von Bras., t. IV, p. 777. — Rallus gigas, Lichtens., Vog. Doubl.; p. 19, n» 815. Aramus capite supra, alis, rectricibusque nigricante fuscis; gutture albescente; collo, pectore, dorso antice, tectricibus alarum ventreque fuscis, albo macula- tis, flavo roseo, apice nigricante; pedibus nigris. Longitud total desde el pico hasta la extremidad de la соїа............... 33 pulg' 6 lin 0,750 millim. del pliegue del ala á su ехігетійай........... 15 T 0,360 АМАК егы PRENA TE PES 5 т 0,130 del pico.... 4 9 0.110 Altura de éste.... » 8 0,016 Ancho del mismo... bes i 5 0,010 Longitud de las patas...... .. 13 8 1, 0,340 debüedordel^medio^ 155; УНР, oL eor PR 5 2 0,120 1. 40 а 178 AVES. Macho. Lo superior de la cabeza, rabadilla, cola y cobijas, así como las timoneles, de un mo- reno obscuro con reflejos verdosos sobre las alas, y bronceados sobre la cola. Las timoneles y las remeras primarias, mas obscuras que las otras. Garganta blancuzca. Todo el resto del cuerpo mo- reno, con una mancha ancha blanca á lo largo, sobre el medio de cada pluma. Pies negros. Pico negro en su extremidad, amarillento en la base. Ojos, amarillo rosado. Hembra. Lo superior de la cabeza, manchado como el cuello. Joven del año. Carece, antes de la primera muda, de las manchas blancas del cuello, siendo este uniformemente moreno claro. Esta ave se encuentra en ambas Américas y en las Antillas. Le hemos observado en todos los llanos situados al este de los Andes, desde la provincia de Entre-Rios, en los 30 grados de lati- tud meridional, hasta las ciénagas de la república de Bolivia. Si se extiende tan lejos al norte como al sur, se le podran asignar por pátria, treinta grados de cada lado del ecuador, en el Nuevo Mundo. En la isla de Cuba, lo mismo que en todas sus residencias, se le encuentra siempre en las ciétiagas, а là orilla de los lagos cubiertos de juncos ó de grandes yerbas, y nunca cerca de las aguas corrientes cuyas márgenes se hallan desprovistas de vegetacion. Allí, sedentaria por parejas ó aislada, sin mezclarse á las otras especies de aves acuáticas, recorre incesantemente las orillas del agua, donde jamás entra. Con actitud desembarazada, moviendo la cola á cada instante, como el Rallus gigante, mostrando suma vivacidad en sus movimientos, parece ha- Пагѕе siempre inquieto; pero no obstante, sin mostrar desconfianza. Pero, si se le aproximan para espantarle, vuela con trabajo batiendo las alas, con las patas colgantes como los Macro- dactylos, y va á posarse en medio de las yerbas, á corta distancia, pues siempre lento y emba- razado, no hace jamás largos vuelos. A veces, se encarama sobre los árboles poco elevados, pero jamás permanece tanto tiempo como las Garzas. Por la madrugada y por la tarde sobre todo, es cuando, paseándose entre las yerbas, hace resonar su voz sonora, que se oye de media legua de distancia : voz que los guaranis del Para- guay han traducido por Carau, y los habitantes de Cuba por Guareao. Es imposible que un via- jero no la perciba, pues es sumamente fuerte, tanto mas cuanto los diversos individuos que pueblan la misma ciénaga, la repiten respondiéndose, y la perpetuan así largo tiempo en el es- pacio. Estas aves tienen el mismo género de alimento que las Gallinuelas y Gallaretas, es decir, que no comen reptiles ni peces, como las 4rdeídeas, sinó que se contentan con gusanos, insectos, y sobre todo moluscos. ¿ Cuántas veces los hemos visto llevar en el pico, lo mismo que el Rallus gigante, una concha de Ampullaria, dirigiéndose velozmente de las partes cenagosas de una la- guna, hácia un tronco ó árbol de la orilla, y allí, sacudirla y golpearla con fuerza, hasta conse- guir hacerle un agujero que les permite comer el animal que contiene ? Así, no es raro hallar, en la orilla de las ciénagas de la frontera del Paraguay y en la provincia de Chiquitos, en Bolivia, montones de conchas de Ampullarias agujereadas ; montones á veces del alto de una vara, y que mucho tiempo nos tuvieron dudosos sobre el animal que podria formarlos, hasta que le sor- prendimos en el acto. Hácia el fin de octubre, en el hemisferio del sur, comienzan á separarse por parejas, buscan los juncales espesos de los parages mas inaccesibles de las ciénagas, y llevan allí yerbas secas, con las cuales construyen un nido espacioso, cuasi plano, j al de las Gallinuelas y Ga- llaretas. Sobre él pone la hembra tres ó cuatro huevos mui lisos, puntiagudos en una de sus ex- tremidades, y cuyos diámetros son dos y media y tres pulgadas, próximamente. Su color es amarillento pálido, con manchas pardas, separadas y mas unidas hácia la punta gruesa. En el mismo lado, se ven tambien líneas trasversales irregulares del mismo color. El macho y la hem- bra se dividen el trabajo de empollar. Apenas nacen los polluelos, siguen а la madre inmediata- mente, que dirige sus primeros pasos con tierna solicitud. Apenas siente algun ruido, vuela so- bre ellos, dando gritos alarmantes, y les advierte así del peligro ; ellos entonces se esconden, y permanecen inmóbiles entre las yerbas acuáticas, y no salen de su escondrijo hasta que la ma- AVES. 179 dre va á llamarlos. Al principio, estan cubiertos de vello, y permanecen mas de un mes sin po- der volar. La carne de estas aves es blanca y de buen gusto, como la de las Gallaretas, y bastante esti- mada, lo que hace que los cazadores las busquen, y lleven muchas al mercado de la Habana. Independientemente de los nombres que hemos citado, el Guareao lleva además las denomi- naciones siguientes entre los indígenas de la América meridional. En guarani del Paraguay, se llama Сағаи ; en guarayo de Bolivia, Caran ; en la provincia de los Moxos, Cachure, entre los Chapacuras ; Cuchiza, entre los Muchojeones; Carácara, entre los Baures ; Huyuchu, entre los Itonamas ; Corahuan, entre los Cayuvavas ; Macari, los Itenes ; Purerahui, los Pacaguaras; Co- labu, los Movimas. RALLUS. — (Linn.) Rallus, Linn., Gmel. — Gallinula, Lath. — Rallus crex, Bechst, etc. El género Rarris es fácil de conocer, porque las aves de él tienen el cuerpo mui comprimido, la cabeza redondeada sin placa frontal, el pico por lo comun recto, comprimido ; la mandíbula su- perior asurcada por encima y abovedada inclinándose hacia la punta; las ventanas de la nariz, que atraviesan de parte á parte el pico; las alas cóncavas; los pies tetradactylos con los dedos bien separados y no aplastados. Se encuentra en todas las partes del mundo, en los prados y en los lu- gares pantanosos. La América posée muchas especies, de las cuales tres se hallan en la isla de Cuba, á saber : los RaLLus longirostris y veriegatus, que van del continente meridional, y el RaLLus carolinus que va de la América del Norte. 105. RALLUS LONGIROSTRIS. — (Gmel.) AVES. — LAMINA XXXI, FIG. 5. — EL PICO. GALLINUELA PARDA. Rallus longirostris, Gmel., Sys. nat., ed. 13, gen. 93, sp. 25. — Rallus longi- rostris, Lath., Syst. ornith., gen. 18, sp. 17. — Rallus longirostris, Vieill., Encycl. méth., t. 1, p. 1058. — Rále à long bec, Buff., Ois., t. УШ, p. 163, Enl. 849. Rallus capite supra fuscus; gutture albo; corpore supra cinereo-fusco maculalo ; subtus ferrugineo-albo; hypocondriis albo-nigro transversimundatis; rostro elongato, fusco. Longitud total, de la punta del pico à la extremidad de la cola.......... -. 15 pulg' 11 lin 0,367 mil. — desde el pliegue del ala á su extremidad Pag: (3 1 0,141 UA Cibus nes qud TE IRI Pc а eet AD a da a 1 it 0,038 del pico... 2 2 0,051 Ancho del mismo... » 3: 0,007 A NY TIO AE ACTO » 5 0,010 180 AVES. Cabeza, morena negruzca por encima; plumas de la frente соп mastiles anchos y lisos. Una señal de cejas blancuzcas encima y delante de los ojos. Garganta y una parte de la delantera del cuello, blancos. Costados, lo bajo del cuello y el pecho bermejo claro, pasando al blancuzco en la mitad del vientre. Flancos rayados al través por fajas anchas, negras y blancas ondeadas. Lomo y rabadilla variada de gris bermejo y de negro, el gris á los lados de cada pluma, el negro en me- dio. Cobijas del ala bermejizas, terminadas en un poco de blanco. Remeras, moreno negruzco; las plumas escapularias del mismo color, orilladas de bermejo. Tapadas del ala, rayadas al través de blanco encima del moreno, ó moreno amarillento en la base. Pies verdosos. No dudamos que nuestra especie sea la de Gmelin y de Latham; pero no estamos ciertos de que el individuo figurado por Buffon (lám. ilum. 84 9) sea el mismo, porque este autor le supone mui pequeño : observacion que se puede aplicar al individuo citado por Vieillot, á menos que esta diferencia de tamaño no proceda de los sexos. Hállase esta Gallinuela en Cayena, y es mui comun en la isla de Cuba; de consiguiente, será á un mismo tiempo del continente americano meridional y de las Antillas. Por lo demás, igno- ramos cuales sean sus costumbres. | 106. RALLUS VARIEGATUS. — (Gmel.) GALLINUELA. Rallus variegatus, Gmel., Syst nat., ed. 13, gen 93, sp. 26. — Rallus variega- tus, Lath., Syst. ornith., gen. 18, sp. 20.— Rallus variegatus, Vieill., Encycl. méth., t. VIL, p. 1060. — Rále tacheté de Cayenne, Buff., Ois., t. VIII, p. 165, Enl. 775. Rallus albo nigroque striatus et maculatus; occipite obscuro; remigibus, caudaque fuscis, mento albo; pedibus flavis; rostro flaeicante Longitud total, del pic а la extremidad de la cola 8 pulg 3 іп 0,290 millim. del pliegue del ala á su extremidad 5 » 0,115 de la cola. 1 8 0,040 deb pube. 1 8 0,040 Cabeza, cuello y partes superiores del cuerpo, variadas de negro y de blanco. Partes inferiores, de las mismas tintas que lo de encima, pero manchadas mucho mas irregularmente. Las cobijas de los remos, variadas de negro, de blanco y de moreno bermejizo. Remeras negruzcas. Timoneles negras, listadas de blanco. Garganta blanca. Pico mui largo, amarilloso rojizo en la base de la parte inferior. Pies amarillos. Esta especie se halla indicada, por los autores que la mencionan, como perteneciente 4 la Guayana, y hasta parece que es allí poco comun. Habiéndola traido de la isla de Cuba el Sr. de la Sagra, resulta que habita simultáneamente en la América meridional y en las Antillas. Es probable que no sea una ave de paso, pues la Guayana y la isla de Cuba se hallan situadas am- bas bajo la misma zona ecuatorial. AVES 181 107. RALLUS CAROLINUS. (Linn.) GALLINUELA. Rallus carolinus, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 83, sp. 5. — Rallus carolinus, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 93, sp. 9.— Gallinula carolina, Lath., Index. — Rallus virginianus, Rail, Wils., Amer. orn., VL, p. 26, pl. 48, fig. 2. — Gallinula carolina, Bonap., Syn., sp. 212, p. 334. — Gallinula grisea, Lath., Syst. ornith., gen. 80, sp. 17. — Rallus virginianus, Briss., Ornith., t. V, р. 175. — Rallus stolidus, Vieill., Dict. d Hist. nat., t. XXVIII, p. 567. — Rallus stolidus, Vieill., Encycl. méth., X. VI, p. 1071. — Gallinula americana, The American rail, or Sorée, Catesby, Carol. t. 1, p. 10, pl. 70.— Rallus ter- restris americanus, Klein., Avi., p. 103, по 4. — Little american water-hen, Edwards, pl. 144. — Rále de Virginie, Buff., Ois., t. VIII, p. 165. — Sorée, Penn., Æret. zool., p. 491, n° 409. Rallus fuscus; capistro nigro, pectore plumbeo; rostro flavo; pedibus viridescen- tibus. Longitud total, desde el pico á la cola 0,200 тїт. del pliegue del ala а su ех!тешїйай.......................... 4 4 0,100 ¿O "жы уы Bb RH A A 1 3 0,015 del pico 1 3 0,015 Macho. Negro en la frente, en el vértice de la cabeza, en la barba, formando una faja del medio del cuello sobre el pecho y hasta el vientre. El pecho cubierto*de un color ceniciento azulado, lo mismo que las cejas y las mejillas. La cabeza, por encima, y todas las partes superio- res, variadas de moreno oliváceo y de negro, en medio de las plumas; éstas orilladas de blanco. Remeras primarias, moreno oliváceo; las secundarias, rayadas de negro y de blanco. Timoneles, moreno oliva sombrío; las cuatro medianas, ceniciento claro orilladas de blanco en la mitad de su longitud. Costados rayados de negro, de blanco, de amarillo y de oliva intenso. Vientre blanco, con la parte inferior amarillo moreno. Orilla exterior del ala, blanca. Pico amarillo. Pies ver- dosos. Ojos pardos. Hembra y jóven. Carecen absolutamente de negro. El pecho, moreno pálido. La garganta, blanca. La Gallinuela que acabamos de describir, no va desde el continente méridional á la isla de Cuba, como las dos especies precedentes ; tampoco es sedentaria como ellas en las regiones са- lidas del Nuevo Mundo : al contrario, si va todos los años á las Antillas, es para huir de los ri- gores del frio de ciertas partes de la América septentrional. En efecto, en la estacion invernal, habita en la Luisiana y en las Antillas; pero, en cuanto comienza la primavera, emprende sus viajes; va al centro de los Estados Unidos, donde quedan algunos individuos de su especie, mientras que los otros remontan hácia el Canadá y la Bahía de Hudson, donde anidan en cuanto i, Ala 182 AVES. llegan en el mes de mayo. Luego, en el otoño, vuelven а la Pensilvania, y descienden 4 tomar al sur cuarteles de invierno. Los Norte-Americanos la llaman Widgeon, por el poco temor que manifiesta, y los naturales del Canadá, Pampaka palesseu. Permanece, por lo comun, á lo largo de las costas marítimas ; no obstante, en la estacion adelantada, parece preferir los parages donde hai mucha avena sil- vestre, con la cual se alimenta, lo que la engorda de tal modo, que no puede volar, de suerte que los naturales la persiguen á la carrera y terminan por cogerla, despues de haberla fatigado. Es sumamente apreciada en la Virginia. En la Bahía de Hudson, cerca de las costas marítimas, anida enmedio de las yerbas. La hem- bra pone de diez á doce huevos, de un color blanco sucio, manchado de moreno y de ne- gruzco. PORPHYRIO. — (Briss.) Fulica, Briss., Gmel., — Gallinulla, Lath. Los Porfirios tienen el cuerpo comprimido, las alas cóncavas redondeadas, los pies separados como los RaLLus; pero se distinguen por su frente, cuyas plumas se hallan cortadas por una placa, Su pico mas corto que la cabeza, robusto, cónico convexo, comprimido, puntiagudo, con la man- díbula inferior gibosa en su extremidad y las ventanas de la nariz cubiertas con una membrana saliente y situadas en la mitad de su longitud. Son tambien mas acuáticos que los RALLUS, y mas amigos de los lugares espesos. Hállanse los Porfirios ó Gallanetas en todas las partes del globo; no obstante, son mas bien de las regiones cálidas que de las templadas. La ünica especie que tenemos de la isla de Cuba, per- manece en las regiones calientes de la América meridional y de la América septentrional, donde es mui comun. 108. PORPH YRIO MARTINICA +. GALLARETA. ADULTO. Fulica martinica, Linn. — Porphyrio minor, Briss, Orn.; t. V, p. 526, n° 2, pl. 42, fig. 2. — Fulica martinicensis, Gmell., Syst. nat., ed. 13, gen. 92, sp. T. — Gallinula martinica, Lath., Syst. ornith., gen. 18, sp. 9. — Ga- llinula martinica, Bonap., Syn., sp. 214, p. 336. — Gallinula martinica, Vi- gors, Zool. journ., 1827, p. 448, n* 42. — Gallinula porphyrio, purple gallinule, placa del PonPuvnro martinica es de la misma tinta, así como el pecho y el lomo. Será pues preciso excluir del género PARRA, la ЈАСАМА de Briss.. Orn., t. V, p. 121; la Parra viridis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 92, esp. 12; la PARRA viri- dis, Lath., Syst. ornith., gen. 78, esp. 4; la JACANA vert, » mis, que in collo pavonum aut columbarum quarumdam Buff., Ois., t. VIII, p. 192; la Parra viridis, Vieill., Encycl. » visuntur, Caput habet parvum, ut gallina silvestris, quod méth., t. Ш, p. 1055 ; todas ellas fundadas en la descripcion » tegitur membranaceo quodam tegumento rotundo coloris ut de Marcgrave y puramente imaginarias. » gemma Turcois. » En efecto, es evidente que el color de la ! Creemos que esta especie es la de que habla Marcgrave, diciendo (Nal. hist, Bras., p. 190), de su primera especie de Jacana ; « Cauda brevis, ut galline silvestris ; penne in dorso, » alis et ventre ex viridi el nigro mixte, sub cauda albe; ver- » sus collum et in toto collo, pectore ejusdem coloris cum plu- AVES. 183 Wils., 4m. orn., YX, p. 67, pl. 73, fig. 2. — Martinica gallinule, Lath., Gen. hist. IX, p. 417, n° 27, pl. 160. — Porphyrio tavua, Vieill., Gal., pl. 267, (adult) pl. 61, n° 4, — Porphyrio tavua, Vieill., Encycl. méth., t. ITI, p. 1052. — Petite poule sultane, Buff., t. VIII, p- 206. — Gallinula martinicensis, Princ. Max., Beitrag...... von Bras., t. IV, p. 812. — Fulica porphyrio, Turt., Syst., I, 422. JÓVEN Y HEMBRA. Fulica flavirostris, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 92, sp. 11. — Gallinula fla- virostris, Lath., Syst. ornith., gen. 18, sp. 10. — Porphyrio flavirostris, Vieill., Encycl. méth., t. VL, p. 1049, pl. 61, п° 3. — La Favorite, Buff., Ois., t. УШ, p. 207, Enl. 897. — Fahana de garganta celeste, Azar., Apunt. para la hist. de los Páj., t. Ш, р. 253, n° 383. — Porphyrio cyaneicollis, Vieill., Nouv. dict. d'hist. nat., t. XXVIII, p. 28 (segun Azara, n° 383). — Porphyrio cya- neicollis, Vieill, Encycl. méth. t. VII, p. 1052. Porphyrio corpore cyaneo-viridescente; crisso albo; remigibus rectricibusque nigrescentibus, cyaneo-viridescente limbatis; rostro rubro; pedibus flavis. Попит оа ае сога ва cola я 12 pulg! 1 "Ja lin* 0,280 milim. de las brazas s 24 S 0,560 Ci ia del cuerpo. А se 8 8 0,200 Longitud del pliegue del ala а su ехігетійай.......... F 4 ‘h 0,170 de las patas hasta la extremidad de los dedos TTF 6 0,150 A E О НСА L E ion 3 0,030 Altura del mismo... » Ty. 0,015 Ancho del mismo............. » 4) 0,009 Longitud de la cola 3 » a 0,070 Macho. Parte desnuda de la frente, azulada; pico rojo de bermellon, el tercio de su extremidad, verde pálido. Ojos rojos. Pies y tarsos, verde amarillento. Cabeza, negra por encima. Garganta, cuello y pecho, de un bello azul de añil. Lomo, cola y partes posteriores del ala, verde moreno. Co- bijas de los remos, azules. Remeras negruzcas, orilladas exteriormente por encima de azul. Tapa- das del ala, azules. Lo inferior de las remeras, color de acero pulido. Vientre y partes posteriores, teñidas de azul. Tapadas de la cola, blancas. Jóvenes. Partes inferiores, blancas ; parte anterior del cuello y del pecho, azul de cielo, veteado de moreno. Muslos negruzcos. Blanco á la extremidad de las remeras. Verde amarillento encima del cuello y de la cola. Lomo, moreno verdoso. Pico, verde hegruzco, con un poco de rojo en el medio, En esta ave, no solo la edad influye poderosamente en el color del plumage, lo que ha dado orígen á multiplicar las especies, como se puede ver en la sinonimia que damos, sino tambien Y Quizás deberá agregarse, como sinonimia del PorPHYRIO ridis del mismo autor (FuLica viridis, Gmel., Syst., n° 8; martinica, el Yahana blanco y celeste de Azar. (Apunt., t. HI, GALLINULA viridis, Lath., Fndez, n° 12; Buff., Ois., t. ҮШ, р. 248, n° 381) del cual Vieillot (Encycl. méth., t. I, р. 204). p. 1050) hizo su Ponpnyrto cyanoleucos ; así como el Р. vi- 184 AVES Ja estacion, influye en el color del pico y en el brillo mayor ó menor del color del cuerpo, como nos hemos asegurado. Parece ser tan solo propia de las regiones calientes de los dos continentes americanos y de las Antillas. Azara la ha encontrado en el Paraguay; el Príncipe Maximiliano de Neuwied en el Brasil; nosotros la hemos visto en abundancia en Santa Cruz de la Sierra, repüblica de Bolivia. Todos los autores la indican como hallándose en la Guayana, en las Antillas y en todas las partes del sur de la América septentrional. Así, seria tan solo propia de la zona tórrida, sin salir nunca fuera de los trópicos. Hemos observado que, lejos de permanecer en las marismas descubiertas, como las Galli- nuelas comunes, esta especie busca siempre las orillas de las pequeñas lagunas ó charcos del interior de los bosques, donde va con frecuencia en parejas, recorriendo el pie de los matorra- les, las grandes yerbas, con asombrosa rapidéz y suma elegancia y vivacidad en los movimientos, lo quela hace parecer mas bien un ave Gallinácea que no una Zancuda. Es sumamente tímida y en cuanto se siente inquieta, retrocede á lo interior de los bosques, de donde no vuelve á salir hasta mucho tiempo despues que ha cesado el ruido, echando entonces la cabeza fuera de los matorrales y mirando si no la atisban. Muchas veces la hemos sorprendido y cojido en este instante. Tarde y mañana deja oir un grito variado y fuerte, que repiten en competencia las parejas que viven en las cercanías. Del mismo modo que las Gallinuelas, no vuela hasta la última extremidad cuando se vé perseguida, y cuando la rapidéz de su carrera no le basta para huir de sus enemigos. Reducida al estado doméstico seacostubra fácilmente, alimentándose como las aves de corral. Su carne es mui estimada. En Santa Cruz la llaman Gallina del monte. . — (Lath.) Fulica, Linn., Gmel. Esta clase de Gallaretas tienen todos los carácteres exteriores de los Porfirios, solamente su pico es menos alto, y la placa de la cabeza mas estrecha; la planta de los pies mas ancha, lo que las hace mas aptas para nadar. Así es, que estan en el agua con frecuencia, ó en las orillas, princi- palmente en los parages descubiertos. Sus costumbres son mucho mas acuáticas que las de los Porfirios. Estas aves son de todos los paises, templados, cálidos y frios. La especie que vamos а descri- bir, se halla al mismo tiempo que en la isla de Cuba, en la América septentrional y en el antiguo mundo. 109. GALLINULA CHLOROPUS. GALLARETA DE PICO COLORADO. MACHO Y HEMBRA ADULTOS. Gallinula cloropos major, Aldrov., Avi., t. Ш, p. 449. — Gallinula chloropus, Charleton, Exercit., p. 112, п 1. — Fulica chloropus, Linn., Syst. nat., ed. 10, p. 82, sp. 2. — Fulica chloropus, Müller, Zool. Dan., n° 217. — Gallinula, Briss., Ornith., t. VI, p. 3. — Fulica chloropus, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 91, sp. 4. — Gallinula chloropus, Lath., Syst. ornith., gen. 80, sp. 13.— AVES. 185 La Poule d'eau, Вав, Ois., vol. ҮШ, p. 171, Enl. 817. — Common gallinule, Lath., Syn., vol. V, p. 258. — Grande Poule d'eau, Albin, O/s., vol. II, t. LXXII, et vol. Ш, t. XCI. — Penn., Brit. z001., p. 131, t. XLI. — Grun- Jussiges rohruhn, Bechst., Vat. deut., vol. IV, p. 489. — Naum., t. XXIX, f. 38. Pullo sultano cimandorlo, Stor. degli ucc., vol. V, pl. 585. — Gallinula chlo- ropus, Temm , Man., t. П, p. 693. — Fulica chloropus, Bonat., Encycl. méth., t. I, p 63. — Gallinula chloropus, Bonap., Syn., sp. 275, p. 336. — Gallinula chloropus, Vieill., Faun. franc., р. 333, pl. 142. — Crex chloropus, Lichtens, Doub., p. 19. — Fulica chloropus, Cuv., Règ. an., t. 1, р. 589. JÓVEN. Poulette d'eau, Belon,, Nat. des Ois., p. 211. — Fulica fusca, Gmel., Syst., nåt., sp. 1. — Gallinula fusca. Lath., Ind. vol. П, p. 771, sp. 15. — La Poulette d'eau, Baff., Ois., vol. VIII, p. 177. — La Petite poule d'eau, Gérard, Tab. élém., vol. ТЇ, p. 982, по 2. — The brown gallinule, Lath., Syn., vol. V, p. 260. — Das braune meerhuhn, Naturg., Deut., vol. IV, p. 501. — Pulla sul- tano femmina, Stor, degl. ucc., vol. V, pl. 487. — Gallinula minor, Briss., Or- nith, X. VI, p. 6. — Porphyrio rufus, Briss., Ornith., t. V, p. 534. — Fulica flavipes, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 91, sp. 18. — Gallinula flavipes, Lath., Syst. ornith., gen. 86, sp. 81. — Smirring, Buff., Ois., vol. ҮШ, p. 186. — Porphyrio fuscus, Briss. — Fulica Jistularis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, sp. 19. Gallinula fistularis, Lath., Syst. ornith., sp. 12. — La Glout, Buff., vol. VIII, p. 181. — Fulica maculata, Gmel., Spa Gallinula corpore supra ex olivaceo-fusco, subtus cinereo, plumis apice albidis, fronte nuda, rubra; cruribus armillis rubris ornatis; alarum margine exte- riori albo; rostro rubro, apice flavescente; pedibus virescentibus. 17 pulg 4lin — 0,400 milim. 1 9, 0480 D 1 0,060 2 7 0,060 Macho viejo. Base del pico ensanchada, formando una placa frontal de un rojo vivo, así como el pico, cuya punta es amarillenta. Ojos rojos. Pies verdosos. Un círculo desnudo rojo, en la tibia. Gris de pizarra sobre las partes inferiores, la garganta, el cuello y la cabeza. Moreno oliváceo in- tenso, por encima. Blanco en las tapadas de la cola, sobre el borde del ala, y grandes manchas longitudinales sobre los costados. Negro sobre tres ó cuatro de las plumas, en el centro de las tapadas de las timoneles. Hembra adulta. Solo se distingue del macho por las tintas mas claras. Jóven antes de la segunda muda de otoño. Pico, verde oliváceo en su extremidad ; este matiz se mezcla al moreno oliváceo en su base. Placa frontal poco extensa, oliváceo intenso. Ojos morenos. Pies, oliváceos. Alto de la tibia, teñido de amarillo, Moreno oliváceo cubre lo alto de la cabeza, el m 42a 186 AVES. lomo, la rabadilla y la nuca. Moreno intenso sobre la cola y las remeras; estas últimas partes ter- minadas por una orilla mas clara. Una tinta blancuzca sobre la garganta, la delantera del cuello, y forma una mancha encima del ojo. Gris claro en las partes inferiores, y los costados veteados de oliváceo. Jóven del aiio. Mucho mas blancuzco alrededor del pico, y mucho mas pálido debajo. Esta especie, que fue conocida de los autores mas antiguos de historia natural, se encuentra en toda la Europa, en la América del norte, y deallí hasta en las Antillas. En el antiguo mundo, es comun en Francia, en Italia, en Alemania y en Holanda. En todas partes habita entre los juncos y las yervas que vejetan á las orillas de los lagos, de las ciénagas y de los rios. Con mo- vimientos extremadamente vivos, recorre rápidamente las costas, nada en medio de los juncos con la cabeza levantada, ó se oculta entre las yerbas. Si algun objeto la espanta, durante sus pa- seos por la rivera corre prontamente al agua y se pone á nadar; pero si se vé perseguida, procura volar ayudándose algun tiempo con sus pies, que apoya en el agua. Su vuelo, durante el cual sus pies están colgantes, rara vez es prolongado en el dia; durantela noche las banda- das emigran, cuando el frio las arroja de las regiones donde se habian fijado momen- táneamente. El alimento de esta Gallareta, consiste en insectos, en conchas, en pececillos, y se asegura que no desprecia algunas plantas acuáticas. En la primavera se oculta en lo mas espeso de las marismas, y construye, sin mucho arte, en medio de las cañas, un nido compuesto de juncos, donde pone de cinco á ocho huevos de color blanco ceniciento, sembrados de manchitas rojizas. Los polluelos corren y siguen á la madre, desde que acaban de nacer. FULICA. — (Linn.) Este género no difiere del anterior GALLINUELa mas que por la existencia entre la articulacion de los dedos, de una membrana festoneada que ayuda mucho á la natacion, pues en lo demos, ofrece la placa frontal, el pico y todos los carácteres del Gar LINULA, así como las costumbres, aunque son mas acuáticas las aves que le componen. Se hallan estas especies de Gallaretas del género Fuca, en todos paises, frios, templados y ca- lientes. La de Cuba habita simultáneamente en las dos Américas y en casi todo el antiguo mundo. 110. FULICA ATRA. — (Zizn.) GALLARETA DE PICO BLANCO. Poule d'eau, Belon., Hist. nal. des Ois., p. 281. — Fulica veretum, Gesner., Avi., p. 389. — Fulica atra, Müll., Zool. Dan., n° 216. — Fulica atra, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 82, sp. 1. — Fulica, Briss., Orn., t. VI, p. 23. — Fulica atra, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 91, sp. 2. — Fulica atra, Lath., Syst. ornith., gen. 83, sp. 1. — Fulica atra, Common coot, Wils., Amer. orn. IX, р. 61, pl. 73, fig. 1. — Fulica atra, Bonat., Encycl. méth., t. I, p. 61. — Fu- lica atra, Vieill., Faun. franç., p. 335, pl. 143, fig. 1. — Fulica atra, Yemm., Mann., t. П, p. 106. — Fulica atra, Lichtens, Doub., p. 80, sp. 830. — Fulica atra, Cuv., Règ. an., éd. 2, p. 540. — Fulica aterrima, Gmel., Syst. nat., n AVES. 187 sp.,3. — Fulica aterrima, Lath., Ind., sp. 2. — La Foulque ou Morelle, Buff., Ois., УШ, p. 211, Enl. 197. — Grande Foulque ou Macroule, Buft.. Ois., vol. ҮШ, p. 220. — Common and greater coot, Lath., Syn., vol. V, p. 215 y ЭТТ. — Schwerzes wasserhuhn, Bechst., Nat. Deut., vol. ТУ, p. 151. — Naum., Vog.,t. XXX, f. 40. — Stor. degli ucc., vol. V, pl. 524 y 525. — Meir koet, Sepp., Nederl. vog. vol. I, p. 61. — Fulica eethiops, Sparm., Mus. carls., fasc. 1, р. 13 (mui jóven.) — Fulica ethiops, Gmel., Syst. nat., sp. 22. — Fulica clhiops, Bonat., Encycl. méth., t. I, p. 63.— Fulica leucorix, Sparm., Loc. cit., pl. 12 (var. accid.). — Fulica leucorix, Gmel., Syst. nat., sp. 21. — Fulica leucorix, Bonat., Encycl. méth., X. 1, p. 62. — La Focha de ligas rojas, Azar, Apunt. para la hist. de los Рај, t. VI, p. 474, п 448. — La Foulque, Azar., Voy. dans l Am. mér., X. IV, p. 361, n° 448. — Fulica americana, Вопар., Syn., sp. 216, p. 338. — Fulica atra, Penn., Arc. zool., n^ 416. — Fulica floridana, Bart., p. 296. Fulica corpore supra nigricante; subtus diluliore; fronte nuda, alba; cruribus armillis rubris ornatis; rostro ex cerulescenti albo; pedibus plumbeis. Longituditotil 4; (девле е pico а Ја cola. osa mor ctas * 4 lin 0,400 millim. del pliegue del ala а su extremidad . 0,200 de lacola....... 8 0,040 de las patas....... 6 0,150 — del dedo del тейїо.......:......... 5. 0,080 Viejo. Cabeza y cuello, de un bello negro. Partes superiores, negro azulado. Vientre, gris de pi- zarra intenso, uniforme, con una línea blanca en el filo del ala. Remeras, gris de pizarra claro. Cola, negra por encima, blanca por debajo. Placa frontal, mui ancha, blanca. Pico, blanco rosado. Ojos, rojos. Pies, cenizo verdoso. Amarillo rojizo encima de la rodilla. Hembra. Placa frontal, estrecha. Jóven. Placa frontal, aun mas reducida, cenizo oliváceo, lo mismo que los pies y el pico. Lo in- ferior del cuerpo, ceniciento pálido. Variedad accidental. Blanca, azulada, y el plumage comun con las alas blancas. Esta especie se encuentra simultáneamente en Europa, en Asia y en América. Comun en el antiguo mundo, no lo es menos en el nuevo. Los autores de la Ornitología de la América sep- tentrional, la indican como habitando todas las regiones. El Sr. de la Sagra la ha traido de la isla de Cuba: el Príncipe de Neuwied la observó en el Brasil; nosotros la hemos cogido succe- sivamente en el centro de Bolivia, en la frontera del Paraguay en los llanos de Buenos Ayres y hasta las márgenes del Rio Negro, en Patagonia. De consiguiente, habita en la América hasta mas allá del grado 45 de latitud, al norte y al sur de la línea, pues los individuos que hemos ob- servado en Patagonia, no llegan allí sino en la época de los grandes frios, y vuelven á partir en el mes de setiembre, lo que nos dá la certeza de que, en lo restante del año, se adelanta mucho mas al sur. Independientemente de sus viages de invierno, que no se pueden negar, puesto que su número es entonces centuplo, es evidente que en todas partes quedan individuos sedentarios 1 Dimensiones tomadas sobre un individuo recien muerto en la frontera del Paraguay. 188 AVES. en los parages donde la especie habita. Sin embargo, muchas veces nos hemos preguntado, co- mo unos pájaros cuyo vuelo es tan pesado, pueden recorrer tan grandes distancias. Esta Gallareta vive en los lagos, en los rios, en las marismas, con tal que tengan algunos jun- соз y que la corriente sea poco rápida. En tales parages, se la encuentra cuasi siempre en ban- dadas de mas de cien individuos, que se estrechan unos contra otros sobre las aguas, de modo que de lejos parecen una gran mancha gris ondulante sobre ellas. En tierra, la Gallareta es viva. ligera en sus movimientos, llena de vivacidad en su marcha y de gracia en el andar. Encuén- trasela fuera del agua, particularmente de tarde y de madrugada, y entonces es cuando se solaza. Si se la sorprende en tales momentos, huye con rapidéz hácia las plantas acuáticas, y se esconde para no salir hasta que la calma se ha restablecido. Si no hai juncos en las cercanías, se hecha al agua y nada con velocidad hasta que se pone fuera de tiro, y permanece allí todo el dia. No vuela mas que en la última extremidad, ayudándose con sus pies en la superficie del agua. ¡Cuantas veces hemos visto, en las inmensas ciénagas de las márgenes del Rio Parana, perseguirse estas bandadas de Gallaretas, chillando, batiendo las alas y jugando mucho tiempo, dando por la tar- de y la madrugada gritos discordantes, comparables á una conversacion animada! En aquellos lu- gares salvages, donde aun el hombre no ha establecido su imperio, los animales muestran sus costumbres en toda su pureza é ingenuidad ; mientras que en nuestra Europa, las aves, constan- temente perseguidas, se ocupan cuasi exclusivamente en defenderse de las redes y asechanzas que se les tienden sin cesar, y por esto es mui difícil el estudiarlas. En la estacion de los amores, la bandada se dispersa por parejas en las cercanías del lugar de su domicilio. Cada pareja escoge, en medio de los juncos innudados, un parage donde entreteje los que encuentra secos sobre la laguna, formando un nido plano, sobre el cual pone la hembra diez ó doce huevos de un amarillo sucio, manchado de rojo violeta y de violado moreno, cuyos diámetros son de pulgada y media y dos pulgadas y media próximamente. La hembra empolla sola. Los polluelos la siguen desde que salen del huevo. Les enseña á tomar su alimento, y siem- pre atenta á sustraerlos de la vista del cazador; los cobija tan bien, que un dia, habiendo visto desaparecer como por encanto, una pequeña familia de Gallaretas entre losjuncos, las buscamos largo tiempo antes de encontrarlas. La Gallareta de pico blanco, lo mismo que la de pico colorado, se alimenta de insectos, de conehas y de la parte medular de las plantas que arranca. Así, se encuentran muchas plantas flotantes en los lugares que habita, en parages donde no puede esto atribuirse al hombre, pues jamás ha penetrado en ellos. Los españoles de Corrientes, en la frontera del Paraguay, llaman á esta especie Pollona; los indígenas guaranis, de los mismos parages, la denominan Maca; los araucanos de las Pampas, Taua-taua ; los patagones del sur, Cachama, y los puelches, Zmuchi, de cuyos nombres los que les dan los araucanos y los patagones, son imitativos del grito matinal del ave. AVES 189 VI. NATATORES. — quiz.) ANsERES, Linn. — ParwrPEDES, Cuv. Para reconocer las aves que van á ocuparnos, debemos dejar los llanos cultivados y los campos floridos, las montañas cubiertas de bosques, donde juegan los Pájaros terrestres que hemos descrito ya, de colores variados y tan diversos por sus costumbres. Tampoco debemos detenernos en las riberas tranquilas de los lagos, en las márgenes de los rios, ni en las playas marítimas á donde van las aves Zancudas. Debemos cuasi abandonar la tierra, y lanzarnos con los seres, objeto de nuestro estudio, al elemento agitado y tempestuoso, que el hombre surca con sus naves en todas direccio- nes, ya estimulado por el espíritu de las descubiertas, ya por la esperanza, las mas veces engañosa, de acrecentar sus riquezas.— En efecto, tan solo á la superficie б 4 las orillas del mar, hallaremos esas aves variadas en sus formas, en sus colores y en sus hábitos, cuyos pies palmeados y dispuestos para la natacion, hizo que se las reuniese bajo la d inacion de Palmi} ó Nadadoras. Investiguemos ahora, cuales diferencias distinguen entre sí, las especies de esta familia que fre- cuentan la isla de Cuba. Los colores de las aves nadadoras, no son tan vivos como los que adornan el plumage de los Pájaros, de las Trepadoras y de algunas Zancudas. El verde, el púrpura, el azul metálico, solo co- loran parcialmente la cabeza y las alas de algunos patos, de aquellos justamente que se acercan voluntariamente mas á la tierra, como si la naturaleza hubiese querido hacer por ellos un último esfuerzo. En las aves de este orden, mas ó menos oceánico, desaparecen los colores vivos, sin que no obstante se hallen privados de belleza los que los adornan. El Pájaro bobo, el Rabi-horcado, la Corúa, no ofrecen en verdad, mas que un color moreno ó negruzco, que se confunde con el som- brío de las rocas desiertas donde se paran; pero el plumage variado del 4Alcatráz, y la blancura nivea de las Gabiotas y del Rabo de Junco, contrastan agradablemente sobre el azul de los Mares, ó en los aires sobre las olas tempestuosas. En cuanto á las costumbres, no hallamos conformidad alguna. En la tierra vemos bien los Sa- ramagullones nadar y sumergirse sin cesar en el seno de las aguas dulces y de los lagos, en cuyas orillas algunas bandadas de patos sociables, se sumergen alegremente. Vemos tambien, no lejos de allí, la Corúa con el aire torpe, encaramada sobre las ramas de los árboles, testigo inmóvil é im- pasible de los incesantes gritos de las Gabiotas chillonas, y de la gentileza de las Gabiotitas, que hienden el aire con larapidéz de la flecha, para lanzarse sobre el desgraciado pez que atisban. Pero todas las demas, esencialmente marinas, no abandonan nunca la vasta extension de los mares, ó sus márgenes agitadas por la tempestad. Mientras que el 4Alcatráz, el gigante de las aves de estas regiones, digiere gravemente en numerosa compañía, parado sobre las rocas mas agrestes, con el pico aplicado contra el pecho, reposando de su pesca matutina; mientras que el Rabo de junco y el Pájaro bobo, recorren con un vuelo lento y recto, las regiones aéreas del océano atlántico, por lo comun á mas de cien leguas de la costa, deteniéndose solo para zambullirse de cabeza y bajar en busca de los pescados de que se alimentan; el Rabi-horcado, la mejor velera de todas las aves acuáticas, se aleja aun mas de los continentes, para seguir las tropas viajeras de los peces volado- res que coje con su agudo pico, cuando éstos, mudando de elemento, se lanzan con vuelo tímido b 43a 190 AVES en el espacio, creyendo sustraerse así á la persecucion cruel que sufren de los Bonitos y Dorados, en el seno de los mares. Poseemos diez y nueve especies de aves Nadadoras de la isla de Cuba ; veamos si viven simultá- neamente en los continentes vecinos ó si son propias de las Antillas. Las que permanecen en la isla de Cuba У, ер 1а América giis Son poco numerosas : solo hallamos dos, el Awas spinosa y el Согумвоѕ d. 1 habi las regiones tropi- picales. De consiguiente, solo tendremos un noveno dea aves que vayan del sur; número inferior á todos los que hemos hallado en las aves de Rapiña, en las Trepadoras y Gallinaceas, igual al de las Zancudas, pero mui superior al de los Pájaros. Las aves Nadadoras serviran, pues, de apoyo а nues- tra opinion, que la isla de Cuba solo recibe del norte, emigraciones del invierno, mientras que las especies que van del sur, siguen solo la zona tórrida. Las aves Nadadoras que van de la América septentrional á la isla de Cuba, son en número de tres; el Anas sponsa, el Anas arborea у el Anas americana; número que, comparado á la totalidad, se- ria solo el sexto y menos crecido proporcionalmente que el de las Trepadoras, de las Zancudas y sobre todo de los Pájaros. Pero debemos hacer observar, que este número solo comprende las aves que en las emigraciones de invierno, se detienen en las Antillas, sin pasar mas al sur. Las especies de Nadadoras que á un mismo tiempo se encuentran en la isla de Cuba y en los dos continentes americanos, son en número de diez, distribuidas en los géneros siguientes : COLYMBUS, 1; Amas, 2; Perecanos, 1; Sura, 1; Frecara, 1; Рилетох, 1; Sterna, 3: Total, 10. Así estas especies ascienden а mas de la mitad del total, número mucho mas elevado que todos los que hemos hallado hasta el presente; lo cual nos parece provenir, en algunas especies, de su indiferencia por el clíma, y en otras, al contrario, de que pertenecen á la zona tórrida, ó al- gunos grados fuera, zona de habitacion que les permite vivir en algunas partes meridionales de la América septentrional. Entre las especies de Nadadoras, que con mas latitud distribuidas, se encuentran en el suelo americano y en Europa, hallamos (res, el Anas marila, el PHALACROCORAX graculus y el Larus atricilla ; éstas desde luego tendran por pátria el hemisferio boreal, mientras que una sola, mas viajera todavía, la Srerna anglica, se halla simultáneamente en la isla de Cuba, en las Américas y en Europa en los dos hemisferios. Habrá pues, cuatro especies, б algo mas de un quinto del total de aves Nadadoras, que son del antiguo y del nuevo mundo; proporcion algo menor que la de las Zancudas. No hai Nadadora alguna que tenga por pátria especial la isla de Cuba ó las Antillas; todas van como á un punto de paso, ya de uno ya de otro de los continentes vecinos. En resúmen, las proporciones relativas de las aves Nadadoras que poseemos de la isla de Cuba, nos las presentan, en mas de la mitad, como habitando los dos continentes americanos ; un quinto, el antiguo y el nuevo mundo; algo mas de un sexto, de la América septentrional; y un noveno solamente, de la América meridional, sin que especie alguna sea propia y peculiar de dicha isla, ó de las Antillas. Las Nadadoras, pues, de la isla de Cuba, son de paso en las emigraciones de in- vierno, ó propias de las zonas cálidas, en que se halla ella misma. El estado siguiente demostrará, por géneros y familias, los números comparativos de las especies de Nadadoras que tenemos de la isla de Cuba. AVES. 191 NADADORAS TOTAL КОМБИ» AIRES DE LA ISLA DE CUBA, PROPIAS DE DE ESPECIES E ESE ——— i M de las de los la Amé- la Amét* | las dos rica dos |septentr. | Américas por por FAMILIAS. GÉNEROS. meridio- : Amé- , dela | ydela | y > las sto Coil: mal, | trional. | ricas. | Europa. | Europa. | Antillas, Согхмвірж.,.......... Со!үшЬиз............. 1 » 1 r » » 2 2 ANATIDE 000.0... Anas... 1 3 z 1 » » 7 1 PA ISA » » 1 » » » 1 PhalacrocoraX......... » » » 1 » » 1 PELECANIDE. .......... «Ша, „а.о онаа NU » » 1 » » » 1 $ pues о » » 1 » » » 1 | \ Рһае!оп.. » » 1 » » » 1141) » 1 A AAA » » » » TOT 5 AE AAA a » » 3 » 1 » 4 ) 2 3 10 3 1 » 19 | 19 | | Las aves Nadadoras que poseemos de la isla de Cuba, comparadas por familias, á las que hemos observado en el continente meridional, presentan algunas lagunas dignas de atencion. No tenemos Procillarideas pielagicas; sin embargo, creemos que algunas de sus especies deben verse en las Antillas: pero no sucede así con los Mergideas buzos, tan comunes en los mares del polo sur, y que ninguna especie representa en Cuba. COLYMBIDA. (COLIMBIDEAS.) — (Leach.) Colymbus, Briss., Linn., Gmel. — Podiceps, Lath. — Pinnalipedes, Temm. No reunimos en esta familia, como hizo M. Temminck, los Согумвоѕ ó Saramagullones á las Furca б Gallaretas, ni á los PruaLonoPus; entonces las divisiones artificiales, prevalecerian sobre las divisiones naturales, pues las Fulicas no pueden ser separadas de las otras Gallaretas, ni los Phalaropus de las Becasinas. No conservamos, pues, en las Colimbideas, mas que en el género Сонумвоѕ (Podiceps, Lath.) y el género Hxrronwis, Bonatére. Este segundo falta en la isla de Cuba, aunque es mui comun en el continente meridional. Esta familia se halla caracterizada por sus largas uñas deprimidas, por los pies colocados atrás, cuyos dedos anteriores estan sumamente aplastados ó deprimidos, reunidos en su base, rodeados de una sola b б feston recubierto de escamas trasversales. Solo comprende dos especies en la isla de Cuba, de las cuales una es propia de las dos Américas y de las Antillas, y la otra de estas islas y de la América meridional. 192 AVES. COLYMBUS. — (Briss.) Colymbus, Gmel. Vieill. — Podiceps, Lath., Temm. Caracterizado por su pico recto, duro, comprimido, puntiagudo, cuya punta se halla ligeramente arqueada; por las ventanas de la nariz, cóncavas, oblongas, atravesadas de parte á parte; por sus pies largos, situados hácia atrás, con los tarsos comprimidos, compuestos de tres dedos anteriores, aplastados en hoja, y de un pulgar comprimido que se articula con el tarso; por no tener cola, y sus alas cortas. Además, caracterizan á este género, las costumbres acuáticas de sus especies, el há- bito de sumergirse y de permanecer largo tiempo en el agua. Las especies que le forman, son de todas las partes del mundo. La isla de Cuba posée dos: el Согумвоѕ dominicensis, comun en las Antillas y еп la América meridional, y el € carolinensis, que se extiende desde las Antillas á las dos Américas. 111. COLYMBUS DOMINICENSIS. — (Briss.) SARAMAGULLON. Colymbus dominicensis, Briss., Ornith., t. VI, p. 64. — Colymbus dominicen- sis, Gmel , Syst. nat., ed. 13, gen. 75, sp. 10. — Colymbus dominicus, Lich- tenst., Doubl., p. 87, по 921. — Colymbus dominicus, Bonat., Encycl. méth., t. I, p. 58.— Podiceps dominicus, Lath., Syst. ornith., gen. 84, sp. 10. — Podiceps dominicus, Princ. Max. de New., Beitrag... von Bras., t. IV, p. 835. — Podiceps dominicus, Spix, Aves, t. ЇЇ, tab. 101. — Castagneux de Saint-Domingue, Buff., Oís.,t. УШ, p. 248. — Maca menor, Azara, "punt. para la Hist. nat. de los Páj., t. VIL, p. 466, n» 445. — Petit Macas, Azar., Trad. de Sonn., t. IV, p. 358, n° 445. Colymbus, capite subcristato, pennis verticis et paroticis elongatis, strictis; vertice, gula, colloque nigris; regione parotica alba, nigro lineata; pectore ab” domineque sericeo-refuscentibus; pennis dorsi nigris subtilissime rufo mar- ginatis. 10 pulg' 10 lín* 0,250 milim. opi Е EN галав НИЕ 16 » UJ. 0,370 —— —— de la cola... 1 8 0,040 A Puto ЕЕЕ ТД, 1 1 0,022 del tarso, hasta la extremidad de los дейоз................... 3 » ija 0,070 Macho. Cabeza, cuasi con moño; las plumas de las cejas y de las quijadas, largas, blancas, estriadas de negro. Lo superior de la cabeza, la garganta y todo el cuello, negro mate. Vientre, de un bello bermejo moreno. Plumas del lomo, negras, ligeramente orilladas de bermejo. Pico, azu- lado. Ojos, rojo de carmin, manchado de rojo mas intenso. Pies, verde oscuro. AVES. 193 Hembra. Garganta y vientre, blancuzcos en el medio. Cuello, moreno. Cabeza, moreno negruzco. Cejas y quijadas, blancas. Lomo, negruzco. Alas, negras, Macho jóven. Cuello, negro. Vientre, blanco, variado de negro. Hembra jóven. Garganta y vientre, blancos ; el resto, color de ollin. Hace mucho tiempo que fue indicada. esta ave como habitante de las Antillas (Santo Domingo y Jamaica) y de la Guayana. El príncipe de Neuwied la halló en el Brasil; y para unir nuestras observaciones particulares á las suyas, diremos que la hemos observado en la frontera del Pa- raguay, en las cercanías de Buenos Ayres, en las márgenes del Rio Negro en Patagonia, sobre las aguas de las provincias de Moxos y de Chiquitos, en la Bolivia, así como en los lagos de las planicies mas elevadas de los Andes, particularmente á lo largo de las márgenes del lago de Titicaca, á 4,000 metros sobre el nivel del mar. Esta especie, pues, habita desde las regiones mas cálidas de la América meridional, hasta los 41 grados al Sur, y desde el nivel del mar, hasta 4,000 metros de elevacion, extendiéndose, en el-hemisferio del norte, hasta las Antillas. Amiga de las aguas estancadas, esta especie se encuentra en todos los lagos, en las ciénagas, sola ó en pequeñas bandadas de cuatro á ocho individuos, que vagan, sin temor, sobre las aguas, y se dejan aproximar de mui cerca, confiando en la agilidad con que se sumergen, no apareciendo despues sinó mui lejos. Si el espacio es reducido, se sumergen y vuelven poco á poco á colocarse enmedio de las yerbas, mostrando entonces solo el pico y la cabeza fuera del agua, creyéndose en tal seguridad, que hemos cogido así algunas vivas. En Buenos Ayres, se pa- sean en el mismo puerto, enmedio de las embarcaciones, que cruzan en todos sentidos. Su vuelo parece ser mui penoso ; sin embargo, es imposible dejar de persuadirse que hacen largos jiros, puesto que un dia se encuentran en un lago aislado y distante de los otros, cuando la víspera no habia ninguno, lo que induce á presumir que de noche hacen estos pequeños viajes. Se ali- mentan de peces, de larvas de insectos, de pequeños reptiles y de conchas. Hácia la mitad de noviembre, en el hemisferio del sur, este Saramagullon elige una laguna б un lago cubierto de juncos, y allí, en lo mas espeso de estas plantas, construye, sobre las aguas, un nido bien forrado interiormente de plumas, en el cual pone la hembra cuatro ó cinco huevos blancos, lisos, cuyos diámetros son una pulgada y tres líneas y una pulgada y ocho lí- neas. En cuanto nacen los polluelos, siguen á la madre, y de la misma manera que los patillos, rara vez aband á su cond a, que los oculta al menor ruido que oye. En la provincia de Corrientes, los guaranis llaman á estas aves Macas, denominacion aplica- ble 4 todas las especies del género. 112. COLYMBUS CAROLINENSIS. — (Briss.) SARAMAGULLON. Podiceps minor, Pied-bill dopchick, Catesb.; Carol., t. 1, p. 91. — Colymbus fus- cus, Klein, 4v., p. 150, n° 5. — Colymbus podiceps, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 68, sp. 4. — Colymbus podiceps, Bonat., Encycl. méth., t. 1, p. 57. — Co- lymbus podiceps, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 75, sp. 11. — Colymbus caro- dinensis, Briss., Ornith., t. VI, p. 63. — Podiceps carolinensis, Lath., Syst. ornith., gen. 84, sp. 12. — Podiceps carolinensis, Spix, Av., t. П, p. 100, — Pied billed Grèbe, Pennant, Arc. zool, t. Il, p. 497, по 418. — Le Grèbe de la Louisiane, Buff., Oís., t. VIIL, p. 241, Enl. 943. — Le Castagneux à bec cerclé, Buff., Ois., t. VIII, p. 247. — Colymbus ludovicianus, Gmel., Syst. k 44а 194 AVES. nal., ed. 13, gen. 72, sp. 22. — Colymbus ludovicianus, Bonat., Encycl. méth , t. Y, p. 54. — Colymbus ludovicianus, Lichtenst., Doub. de zool.. р. 88, n* 922. — Podiceps ludovicianus, Lath., Syst. ornith., gen. 84, 5р. 13. — Po- diceps ludovicianus, Princ. Max., de Neuw., Beitrag... von Brass., t. IV, p. 830. — Maca de pico corvo, Azar., Apunt. para la hist. de los Páj., t. MIL, p. 464. Maca à bec crochu, Azar., Vide. trad. franc., t. IV, p. 357, по 444 — Mergus major leucopheeus, Feuillé, Journ. obsero., p. 391 (Ed. de 1725). — Colymbus insule Sancti Thome, Briss., Ornith., t. VI, p. 58. — Coly mbus thomensis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 75, sp. 23. — Podiceps thomensis, Lath., Syst. ornith., gen. 84, sp. 8. — Le grebe duc Laart, Buff., Ois., t. ҮШ, p. 240. — Colymbus thomensis, Bonat., Encycl. méth., 1. Y, p. 54. Colymbus rostro albo, incrassato, arquato, nigro, transversim zonato; pectore sericeo-aureus ; subtus nigrescens. Longilud. Мн iod oerte ensis a SU SERRA e 17 pulg" 4 'h lin* 0,400 milim. de las brazas. . 26 10 0,620 Circunferencia del cuerp0............ did: » 1 0,255 ————— del pliegue del ala à su extremidad. . 1 0,130 COMAS SS 1 » 0,024 Altura del mismo. кылк » y 0,014 ¡Ancho del mismo: ОИ TEETH BO AP RN » 3 y. 0,007 Macho. Partes superiores, negruzcas. Pecho, amarilloso brillante. Pico, blancuzco. Una faja tras- versal negra enmedio de su longitud. Pies, azul pálido. Ojos, cenicientos. Hembra. Lo superior de la cabeza y todas las partes superiores, negruzcas. Una mancha negra empieza en la base de la mandíbula inferior, y vá á formar una mancha ancha sobre lo inferior del cuello; el resto del cuello, gris ceniciento. Partes inferiores, variadas de negruzco y de blanco plateado, con reflejos. Alas, negruzcas. Sus tapadas, cuasi blancas. Esta especie, fácil de distinguir de todos los otros Saramagullones, por su pico fuerte, corto, recto en los dos tercios de su longitud, fuertemente encorbado y ganchoso en la punta, nos pa- rece que ha sido descrita por todos los autores del último siglo, bajo tres nombres diferentes: en efecto, para nosotros, es á la vez el Corvwnvs podiceps, el C ludovici yel C 4 з de Gmelin. Será pues preciso, en lo succesivo, no conservar mas que una sola denominacion; y siendo la de Corxwsus carolinensis Brisson, la mas antigua, la conservamos, colocando las otras como sinonimias. Hállase en la Luisiana, en la Carolina, en las Antillas, en la Guayana, en el Brasil, en el Para- guay. Tambien la hemos cojido en Corrientes y en lo interior de la república de Bolivia. De consiguiente será comun, á un mismo tiempo, en la América meridional hasta el grado 28 de la- titud sur, y cuasi hasta el mismo grado de latitud norte, en la América septentrional. Abunda en la isla de Cuba, donde se le da el mismo nombre de Saramagullon, que á la anterior. Frecuenta, lo mismo que ella, los lagos y las lagunas, mas bien que los rios, y en lo demás, hace el mismo género de vida; pero es mucho menos comun. AVES. 195 ANATIDA. (4NATIDEA $) — (Leach.) Anas, Linn., Gmell., Lath. — Lamellirostres, Cuv. — Lamelloso-dentati, Mig. — Serrirostres, Dum. — Dermorhynques, Nieill. — Colymbiens ailés, Blain. Reunimos en esta familia solo las divisiones del género Awas de Linneo y sus Mercus, caracte- rizados por su pico deprimido, recubierto de una piel delgada, provisto de hojuelas en las dos man- díbulas ; por sus pies cortos, emplumados hasta las rodillas; por sus formas macisas, etc. De estos dos géneros, el segundo falta en la isla de Cuba, y tambien los Сүсхиз y los Ayser entre las divi- siones del primero. En el número de Anatideas de la isla, se hallan los Axas, los FuricuLA y los Ruvwcuorsrs. De las siete especies que dicho pais nos ofrece, tres se encuentran á un mismo tiempo en el con- tinente de la América septentrional, una en la América meridional, dos en ambas Américas y una en la América septentrional y en Europa. ANAS. — (Linn.) Los carácteres de este género, notable por las hojuelas del pico, son demasiado conocidos para que sea necesario repetirlos aquí, y lo mismo diremos en cuanto á sus costumbres. Nadie ignora que los Patos son esencialmente acuáticos, que se gozan en las aguas corrientes, las lagunas, las costas del mar, y que cuasi todas las especies viajan todos los aiios. La opinion general en la isla de Cuba, de que todos los Patos van de la Florida, no es fundada sino con respecto á algunas es- pecies, puesto que el Anas spinosa va, por el contrario, de la América meridional á buscar en in- vierno el temperamento de la zona tórrida, que no abandona nunca. La sinonimia americana de los Patos, es mui complicada. Daremos no mas de una muestra para los Patos en general, sin distincion de especies, y cuyas denominaciones las hemos obtenido de la boca misma de los indígenas de la América meridional. Chaken, en patagon ; Catlagua, en puelche; Culfu, en araucano ; Otarene, en mocobis del Gran Chaco; Ketap-mon, en botocudo del Brasil. Tambien tienen nombres particulares en la provincia de Chiquitos, en el centro de la América meridional : se llaman Bitchituuche, en chiquito ; Orora mamini, en guarañoca ; Ororoi, en samucu; Matasene, en otuké; Ambia, en poturero; Sogueta, en morotoca; Ojachu-zamari, en saraveca; Yahuico, en quitemoca; Omojane en paunaca ; Chicoriri, en paiconeca; Грё, en guarayo, dialecto del guarani. En la provincia de los Moxos se los llama, Cucutsisi, en chapacura; Makichana, en muchojeones; Pichicone en baures ; Bichichi, en itonama; Visisi, en cayuvava; 4huahua, en itenes; Jimmonona, en pacaguara; Huisisi, en movima; Nicsevulé, en canichana, Huichichi, en moxo. 113. ANAS SPONSA. — (Linn.) AVES. — LAMINA XXX. HUYUYO. (Pronúnciase Juyuyo.) Anas americanus, The summer duck, Catesby, Carol., t. I, p. 97. — Summer duck, Edwards, Hist., p. y pl. 101. — Summer duck, Pennant, 4rc. zool., ЇЇ, 196 AVES. по 493. — [stacizonyayauhqui, Hernandez, Hist. nov. Hisp., cap. 63, p. 28. — Anas cristata americana, Klein, Avi., p. 134, n° 21. — American wood Duck, Brown, Nat. hist. of Jamaica, p. 481. — Anas sponsa, Linn., Syst. nat , ed. 10, gen. 61, sp. 37. — Anas sponsa, Gmel, Syst. nat., ed. 13, gen. 67, sp. 43. — Anas sponsa, Lath., Syst. ornith., gen. 97, sp. 97. — Anas sponsa, Bonatére, Encycl. méth., t. I, p. 130. — Anas sponsa, Summer Duck or wood Duck, Wils., Amer. orn., УШ, p. 102, pl. 70, fig. 3. — Anas sponsa, Bonap., Syn., sp. 328, p. 385. — Anas sponsa, Vigors, Zool. journal, 1827, по 45, р. 448. — Anas sponsa, Briss., Ornith., X. VI, p. 351. — Le beau Canard huppé, Buff., Ois., t. ІХ, p. 245, Еп]. 980 et 981. Anas corpore supra, fusco viridi-aureo; subtus albo ; crista viridi-alba, violaceo- que varia; gula superciliis albis; pectore vinaceo, maculis albis triquetris conspicuo; lateribus transversim fusco undulatis; rectricibus exterioribus vi- ridi-aureis; rostro basi ceeruleo rubro; apice nigro: pedibus aurantiis. БАЙЛИН ЕОНИ ml A ТИИ куун» IDE PRESTO 20 pulg: 4 '/ іп" 0,470 milim. desde:el pliegue del ala а su extremidad. .. iem bd 8 0,224 — de la cola... eon UEM БОРЕ 3 8 0,085 == del рісо.... 1 т 0,038 Altura del mismo. . » 9 0,018 Ancho del mismo.. » T'A 0,015 Macho. Vientre, blanco; color que fornfa una ceja angosta encima del ojo, una línea inferior al moño y cubre la garganta, la delantera del cuello y se extiende como un medio collar en lo bajo de esta parte. Delante de los ojos, verde metálico brillante, lo mismo que encima de la cabeza y del moño, variado de blanco y de violeta. Violeta sobre la base de la mandíbula inferior, sobre los costados del cuello, detrás del ojo y sobre las cobijas laterales de la cola. Pecho, rojo vinoso con reflejos, y pequeñas manchas blancas triangulares sobre la delantera. Lomo y plumas escapula- rias, verde con reflejos dorados. Remeras primarias, negruzcas, orrilladas exteriormente de gris en su extremidad y terminadas de azul en el lado interno. Remeras secundarias terminadas de blanco, las unas azules, las otras violetas. Lo inferior del ala, manchado de negro sobre blancuzco. Una mancha negra en la parte anterior de los flancos, lo restante bermejo pálido, finamente estriado al través de negruzco. Cola, negra. Algunas de las cobijas laterales de las timoneles, violeta. Tres plumas de cada lado marcadas con una línea amarilla а lo largo, sobre el medio. Ojos, blancuz- cos. Párpados, amarillos. Parte inferior de la extremidad del pico, negra; luego blanco, amarillo en seguida, pasando al amarillo de aurora en la frente, al violeta sobre los costados cerca de la raya blanca, y al rojo de bermellon enmedio del pico. Una parte desnuda, como verruga, sobre los lados de la frente. Pies, anaranjados. Hembra. Todas las partes superiores, ceniciento moreno. La garganta y la delantera del cuello, blanco. Quijadas del mismo color, manchadas de moreno. Una raya blanca detrás de los ojos. Las cobijas de las alas, verdes. Las remeras, blancas. Los flancos, manchados de blanco sobre moreno. El vientre, manchado de moreno sobre blancuzco. Carece de moño. Esta hermosísima especie, habita á un mismo tiempo las Antillas, Méjico, la Carolina y la Vir- ginia, pero mas particularmente en el verano, estas dos últimas partes. Vive sobre las aguas, pero lo mismo que el pato almizcleño de la América moridional, éste se encarama tambien sobre AVES. 197 los árboles, particularmente de dia, lo que le hizo llamar Pato ramoso. Deja oir un pequeiio silvido que nada tiene de desagradable. Anida en la Carolina y coloca su nido en los agujeros que han hecho los carpinteros en los grandes árboles, vecinos del agua. La hembra está mui atenta, mien- tras que empolla, y una vez que salen los polluelos, se asegura que los leva sobre el lomo hasta el agua, y que continua su educacion como los Patos comunes. Oviedo, en su carta á Carlos V 1, refiere el modo como los indígenas de la isla de Cuba, caza- ban estos Patos, antes de la llegada de los españoles, en la época de la fundacion de las prime- ras poblaciones, Cierto б falso, esta caza es sumamente curiosa y merece mencionarse aquí. « Estas ansares, en mucha cantidad, se asientan á par de unas grandes lagunas, que en aque- » llas islas ai, i los indios que por alli cerca viven, echan alli unas grandes calabazas ? vacias, » i redondas, que se andan por encima del agua, i el viento las lleva de unas partes á otras, i » las trae hasta las orillas, i las ansares al principio se escandalizan i levantan, i se apartan de » alli, mirando las calabazas, pero como ven que по les hacen mal, poco 4 poco piérdenles el » miedo, i de dia en dia, domesticándose con las calabazas, descuídanse tanto, que se atreven » á subir muchas de las dichas ansares encima de ellas, i así se andan á una parte, y á otra, se- » gun el aire las mueve; de forma que cuando ia el indio conosce, que las dichas ansares estan » mui aseguradas, i domesticadas de la vista, i movimiento, i uso de las calabazas, pónese una » de ellas en la cabeza, hasta los hombros, i todo lo demás va debajo del agua, i por un agu- » jero pequeño mira adonde estan las ansares, i pónese junto á ellas, i luego alguna salta en- » cima, i como él lo siente, apartase mui paso, si quiere, nadando, sin ser entendido, ni sentido » de la que lleva sobre sí, ni de otra : porque ha de creer V. Mag. que en este caso del na- » dar tienen la maior habilidad los indios, que se puede pensar: i cuando está algo desviado » de las otras ansares, i le parece que es tiempo, saca la mano, i ásela por las piernas, i mé- » tela debajo del agua, i ahogala, i pónesela en la cinta, i torna de la misma manera á tomar » Otra i otras; i de esta manera i arte toman los dichos indios mucha cantidad de ellas. Tam- » bien sin se desviar de alli, así como se le asienta encima, la toma como es dicho, i la mete » debajo del agua, i se la pone en la cinta, i las otras no se van, ni espantan, porque pien- » san, que aquellas tales, ellas mismas se habian zabullido, por tomar algun pescado. » — (Cap. уш, p. 10, edicion de Madrid, 1749.) 114. ANAS ARBOREA. — (Linn, YAGUAZA. Black-bill' dwhistling Duck, Edwards, t. IV, pl. 199. — Anas fistularis arboribus insidens, Sloan., Jamaic., p. 324. — Ray, Syn, p. 192, n° 12. — Brown, p. 480. Anas arborea, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 61, sp. 38. — Anas arborea, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 67, sp. 44. Anas arborea, Lath., Syst. ornith., gen. 97, sp. 53. — Anas arborea, Bonatère, Encycl. méth., t. L p. 141. — Anas Jistularis Jamaicensis, Briss., Ornith., t. IV, p. 403. — Le Siffleur à bec noir, Buff., O/s., t. IX, p. 185, Enl. 804. ! Véase Barcia, Historiadores primitivos de las Indias, t. 1, * Estas grandes calabazas, de que habla Oviedo, son los p. 10. — Don Jorge Juan y Ulloa, describen esta caza, que frutos del árbol llamado Guira criolla, en la isla de Cuba se hacia en las cercanias de Cartagena de Indias, — Relacion (Crescenta cucurbitifera). histórica del Viaje а la America meridional, t. Y, p.74, $118. 198 AVES. Anas corpore supra pennis fuscis, rufescente marginatis; subtus albo, nigro maculato; fronte castanea; vertice subcristato, nigro; gula alba; collo maculis triquetris conspicuo; remigibus rectricibusque obscuris; rostro nigro; pedibus plumbeis. Pico, negro. Ojos, morenos. Frente, castaña. Quijadas blancas, matizadas de bermejo. Un тойо negro en la cima de la cabeza, hechado hacia atrás. Cuello mosqueado de puntos triangulares, blanco sobre moreno. Pecho y alas, morenas. Plumas, orilladas de bermejo. El pecho mas pá- lido quelo de encima. Manchas negras irregulares sobre el moreno del lomo. Remeras negruzcas y las secundarias morenas, orilladas de bermejizo. Cola, negra. Manchas negras redondeadas por encima. Pies, aplomados. Este pato se encuentra en verano, en la Carolina y tambien hasta la Bahía de Hudson; pero se ausenta en cuanto empiezan los frios. Pasa entonces á las Antillas, y dicen que tambien á la Guayana, de suerte que seria, 4 un mismo tiempo, de los dos continentes americanos y de las Antillas. Tiene los mismos hábitos de encaramarse que el Axas sponsa б Huyuyo, lo cual, lejos de ser general en los patos de la América meridional, como lo cree Sonnini, no es mas que una excep- cion en algunas especies. Los cazadores afirman en la isla de Cuba, que entrando desnudos en el agua para cazar las Yaguazas, ig cojerlas fácil › porque estas aves, siendo mui curiosas, se reunen y se aproximan chillando alrededor de ellos: de cuyo hecho no salimos garantes. 115. ANAS AMERICANA. LABANCO. Anas americana, Lath., Gen. syn., III, р. 520, пе 65. — Anas americana, Gen., Syst. nat., ed. 13, n° 97. — Anas americana, American Widgeon, Wils., 4m. orn., VIII, pl. 59, fig. 4, p. 86. — Anas americana, Bonat., En- сус. méth., t. І, p. 155. — Anas americana, Bonap., Syn., sp. 326, p. 384. — Canard Gensen, Buff., Ois., t. IX, p. 170. Enl. 955. — American Widgeon, Penn., Arc. zool., t. П, p. 569, n° 502. Anas corpore supra albo et nigro undulato; subtus Jusco; capite colloque cas- taneis; villa viridi ab oculis ad nucham; arcu albo infra oculos; pectore albido, nigro maculato; speculo alarum viridi; rectricibus fuscis; pedibus obscuris. Longitud total. .......oo....... 5. б а PA 22 pulg. 6 lin. 0,520 milim. desde el pliegue del ala à su extremidad. 1t 3 0,260 delacola.. 4 4 0,100 -————— del pico 1 6 h 0,037 Macho. Cabeza y cuello, de un bello castaño, sobre el cual se dibuja una faja verde que parte AVES. 199 del ángulo de los ojos y se prolonga sobre la nuca, y una mancha semi-circular, colocada en- cima de ellos. Muchos puntos negros cubren la blancura del pecho. Lomo, adornado de líneas trasversales negras y blancas. Sobre cada hombro, una mancha blanca en forma de media luna. Ala morena, adornada con una mancha (speculum) verde. Timoneles, morenas. Pico, negro en la punta, azul en lo restante. Ojos, pardos. Hembra. Ceniciento rojizo sobre el lomo, y manchada de negro. Vientre, blancuzco. Esta especie es una de las que van todos los años en invierno, de la América del norte á las Antillas, mientras que en el verano se adelantan hasta la Bahía de Hudson. 116. ANAS DISCORS. — (Gmel. PATO CHIQUITO. Querquedula americana varia, White faced teal, Catesby, Carol., t. I, p. 100. — Brown, Nal. hist. of Jamaica, p. А81. — Querquedula americana, Briss., Ornith, t. VI, р. 452. — Id., Orn.,t. VI, p. 459, n° 35. — Anas discors, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 67, sp. 37. — Anas discors, Lath., Syst. ornith., gen. 97, sp. 55. — Anas discors, Bonat., Encycl. mélh., t. 1, р. 156.— Anas dis- cors, Blue-minged teal, Wils., Amer. orn.,t. VIII, р. 77, pl. 68, fig. 4. — Anas discors, Penn., Arc. zool. по 503. — Sarcelle soucrourou, Bufi., t. IX, p. 279, Enl. 966. — Sarcelle souroucouette, Buff., t. IX, p. 290. Anas corpore supra pennis fuscis, rufo marginalis, sublus rufescente, nigro maculalo; vertice nigro; fascia falciformi alba, rostrum inter et oculos; tec- tricibus alarum minoribus et mediis splendide ceruleis; speculo alarum viridi ; rostro nigro; pedibus luleis. 25 pulg" 1 '/; lin" 0,580 milim. 2 T^ 0,065 1 10 0,043 Pico, negro. Lo superior de la cabeza, negro. Esta tinta disminuye gradualmente, pasando al principio del cuello, al violeta con lustre verde. Una faja blanca en forma de hoz, entre el ojo y la base del pico. Lomo, adornado de plumas circundadas de moreno y de bermejizo. Garganta, pecho y vientre, variados de pequeñas manchas redondas, negruzcas sobre bermejo. Una placa azul claro en la parte superior de los hombros, con un trazo blanco, sobrepuesto y seguido hácia den- tro de una mancha (speculum) verde terminada por un filete blanco. Grandes cobijas, moreno in- tenso: las otras verdes hácia fuera y morenas hácia dentro. Cola morena : las dos timoneles inter- medias son las mayores. Rabadilla, negruzca. Escapularias estrechas, rayadas y terminadas en azul. Esta especie parece habitar simultáneamente la Carolina, las Guayanas y las Antillas, pero te- nemos la certeza que solo pasa á la isla de Cuba en tiempo de las emigraciones, en que abando- na el contimente septentrional y gana las Antillas, de donde atraviesa el golfo de Méjico para ir al continente meridional. — Se dice que es una excelente comida, sobre todo cuando regresa de las regiones boreales. 200 117. ANAS MARILLA. (Línn.) PATO MORISCO. Anas marila, Gmel., Syst. nat., ed. 13, sp. 8. — Anas marila, Lath., Sys/. or- nith, sp. 54. — Anas marila, Bonatére, Encycl. méth., t. 1, p. 152. — Anas marila, Scaup Duck, Wills., Amer. orn. ҰШ, p. 84, pl. 69, fig. 8. — Anas marila, Temm., Man., t. П, p. 865. — Anas marila, Vieil., Faun. franç., р. 171, pl. 153, fig. 3. — Anas marila, Cuv., Règ. an., t. I, p. 573 (2° édic.) Milouinan Buft., Ois., t. IX, p. 221, Enl. 1002. — Scaup Duck, Lath., Syn., t. Шур. 500. — Berg ente, Wolf. et Mey, Tass., р. 524. — Penn., Brit., zool, fig. 9.— Kagolka, Lepechin, Reix., vol. MI, р. 223, fig. 10.—Naum, Vog., t. LIV, fig. 90. — Berg ente, Bescht, Naturg. Deut., vol. IV, p. 1016. — Topper of velt Duiker, Sepp., Nederl. vog., vol. VIL, fig. 269. — Anas freenala, Sparm., Mus. caris, fasc. 2, t. XXXVIII (hemb.) — Naum., Vog., t. LIX, fig. 90, В.— Fuligula marila, Вопар., Syn., sp. 340, p. 292. — Anas marila, Penn., гс. zool., n? 498. Anas capite colloque nigris; humeris cinereo-nigrescente undulatis; abdomine, speculoque alari, albis: rostro ceerulescente, nigro terminato. Longitud total 22 pulg: 3 "|, п" 0,515 milim. 9 1 0,210 E 2 2 0,050 a 2 Y 0,050 Macho. Negro con reflejos cobrizos sobre la cabeza y el cuello, y este color se recorta encima del lomo y el pecho. Negro en la rabadilla y el pecho. Gris de perla adornado de zig-zags negruz- cos, sobre el manto. Blanco sobre los flancos, encima del vientre y la mancha (speculum) sobre el ala. Bermejo en collar, pero poco aparente en el medio. Vetas de blanco y negro cubren las cobijas de las alas. Pico, azul claro. Ventanas de las nariz, blancuzcas. Uña y borde de las mandíbulas, negros. Ojos, amarillos. Pies y dedos, cenicientos. Membrana, negra. Hembra. El color blanco forma una mancha ancha sobre la frente. Cabeza y Cuello, moreno ne- gruzco. Moreno delante del cuello, encima del pecho y sobre la rabadilla. Flancos, manchados de moreno, Ojos, amarillos. Esta especie habita las regiones árticas del antiguo y del nuevo mundo, de las cuales se esparce en el invierno, sobre las costas marítimas de la Inglaterra y de la Holanda, donde sus bandadas cubren los mares. Se la vé tambien en Francia y en la Suiza. En el continente americano, ha sido indicada como habitando las regiones frias, y en invierno los Estados Unidos. Ignorábamos que se la hubiese encontrado hasta en las Antillas, de donde proceden los individuos que des- cribimos; lo cual es extraordinario en una especie que dista mucho de acercarse á los trópicos en el antiguo continente. De consiguiente, como en sus emigraciones se extiende hasta la isla de AVES. : 201 Cuba, puede asignársele por domicilio еп la América. desde dicho punto hasta el polo, y en Eu- ) > р Ролу, ра, desde el grado 40 hasta las mismas regiones heladas. Siendo esencialmente marítimo este Pato, se alimenta de pequeñas conchas, de anelides, de crustáceos y aun de insectos. Dicen que anida hácia las regiones polares, y solo viaja en bandadas. ; i 118. — ANAS SPINOSA. — (Linn) PATO. Anas spinosa, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 67, sp. 87. — Anas spinosa, Lath., Syst. ornith., gen. 91, sp. 103. — Anas spinosa, Bonat., Encycl. méth., 1. Y, р. 157.—Sarcelle à queue épineuse, Bufi., Ois., t. IX, p. 282, Enl. 967 (macho). — Sarcelle de la Guadeloupe, Buff., Oís., t. IX, p. 283, Enl. 968 (jóven). — — Anas dominica, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 67, sp. 22 (jóven). — Anas dominica, Lath., Syst. ornith., gen. 97, sp. 102 (jóven). — Anas dominica, Вопаіёге, Encycl. méth., t. 1, p. 157. — Anas dominica, Princ. Max., Beitrag., t. IV, p. 938. — Querquedula dominicensis, Briss., Ornith., t. IV, p. 472. Anas, corpore supra pennis nigricantibus, margine igneis vestito; subtus ex al- bido-rufescente, punctis fuscis consperso ; capite nigro; collo rufo; rectricibus nigris acuminatis; rostro ceeruleo; pedibus fuscis. Macho. Hembra. Longitud total 16 pulg* 11 lín* 0,390 mi. 15 ри 2 lin 0,350 mi. de las brazas. . 29 3 0,560 23 10 0,550 Circunferencia del cuerpo. A 11 3 0,260 9 11 0,230 desde el pliegue del ala а su extremidad.. .. 6 6 0,150 6 » a- 0,140 Longitud de la cola... 3 3 0,075 3 11 0,090 del pico. . 1 6 0,035 f 6 0,035 Ancho del mismo. » 9 0,018 » 8 0,016 Alto del mismo » 10 0,020 » » » Macho con plumage de amor. Pico, azul del cielo: la uñuela terminal, negra. Pies, moreno pálido. Ojos, morenos. Lo superior de la cabeza, negro. Un indicio de línea blancuzca, encima y debajo de cada ojo. Costados de la cabeza y del cuello, ligeramente variados. Garganta, blanca en el medio. Costado bermejo moreno, escamado de negro lustroso ; debajo, blanco sucio, ligeramente tenido de bermejo claro. Alto del lomo, como escamado de bermejo y de negro, dominando el primero. Plumas del medio del lomo y las escapularias, negras, orilladas de bermejo intenso. La rabadilla, igualmente variada. Las pequeñas cobijas del ala negras, ligeramente variadas de ber- mejo; las grandes, negras, excepto siete que son blancas. Remeras negruzcas, partiendo de la décima; cuatro en seguida, blancas en el lado externo. Tapadas, negruzcas. Cola, negra. Hembra. Pico, moreno verdoso, Ojos, morenos. Una ancha ceja blanca, parte de la base del pico y se pierde detrás de la cabeza. Una faja negra, pasa por los ojos y sigue la línea de las cejas. Otra línea blanca por debajo, acompañada de una segunda negruzca. Garganta y lados de la cabeza, blanco sucio. Cuello, eris ceniciento. Lo inferior del cuello, matizado de negro, con una [^ 46 a 202 AVES. mancha bermejo-amarillo á la extremidad de cada pluma. Cola negra: pelos а la extremidad de las plumas blancuzcas. Esta especie, bien caracterizada por su cuello grueso y corto, su pico ancho, sus alas cortas Y puntiagudas, lo es aun mas por su cola compuesta de plumas delgadas, provistas de mui pocas barbas y no acompañadas de sus cobijas, cuya extremidad es puntiaguda, y en la hembra ter- minada por una prolongacion córnea, primero aplastada, despues en hilo mui delgado, como un pelo. Este Pato, descrito como habitante de las Antillas, se halla igualmente esparcido en el Brasil, donde le halló el Príncipe de Neuwied, y en lo interior de la Bolivia, donde lo hemos observado en la provincia de Chiquitos. De consiguiente tendrá por pátria, las Antillas desde la isla de Cuba, hasta el trópico de capricornio enla América meridional. Nosotros lo hemos observado en los pequeños lagos del interior de los bosques, viviendo en familias enteramente aisladas de los otros Patos. Nos parece que es poco comun, á lo menos solo le hemos visto dos ó tres veces en nuestros viajes. 119. ANAS MEXICANA. CUCHARETA. Souchet du Mexique, Briss., t. VI, p. 337. — Anas mexicana, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 67, sp. 81. — Anas mexicana, Lath., Syst. ornith., gen. 97, sp. 61. Anas fulva; supra nigro alboque lineata; remigibus fuscis; tectricibus alarum minoribus albis; majoribus corpori proximis viridi-aureis. Esta ave no se encuentra en la coleccion traida de la isla de Cuba, pero en unas notas forma- das por D. Felipe Poey, hallamos mencionada una especie llamada Cuchareta, cuyo pico y cuyos colores nos parecen pertenecer al Anas mejicana, pues solo á ésta convienen los carácteres de la mancha (speculum) blanca y verde, y los pies amarillo-rojizos. PELICANIDE. (PELICANIDEAS.) — (Leach.) Pelecanus, Phaeton, Linn., Gmel., Lath. — Steganopodes, Vig. — Syndactyles et plongeurs, Vieill. — Pinnipedes ó Podopl?res, Dumer. — Totipal- mes, Cuy, Esta familia, la mas fácil de distinguir por sus pies, donde una membrana reune el pulgar а los otros dedos, es del todo natural en cuanto á las costumbres de las Aves que la componen, siendo todas pescadoras y marineras por excelencia. Entre los géneros que constituyen la familia de las Pelicanideas, solo falta uno en la isla de Cuba, el PLorus que se encuentra en los dos continentes americanos. En lo demas, se en- AVES 203 cuentra allí una especie de cada uno de los géneros PELECANUS, PHALACROCORAX, Sura, FREGATA y Рплвтох. En estas cinco especies, cuatro son comunes А las dos Américas y á las Anti- llas, mientras que la quinta habita simultáneamente las Antillas, la América, septentrional y la Europa. PELICANUS. — (//лл.) Los Pelicanos, son indudablemente las Aves mejor caracterizadas de todas las acuáticas, por su largo pico dilatado por encima, con arista mui marcada, con una uña ganchosa en su extre- midad, y cuyos bordes son dentados; por la flexibilidad de la mandíbula inferior, cuyo intervalo entre las dos ramas está provisto de una menbrana en forma de saco, que se extiende bajo la garganta. La ünica especie hallada en la isla de Cuba, es tambien propia de las dos Américas, tanto sobre las costas del océano atlántico, como sobre las del grande océano. 120. PELECANUS FUSCUS. — (£ínn.) ALCATRAZ. Alcatrazes grandes de la isla Española, Oviedo, 1547, Coronica de las Indias, Historia general de las Indias, lib. XIV, cap. vi, folio cx. Onocrotalus sive Pelecanus fuscus, Sloan., Jam., p. 322, n° 1. — Pelecanus sub- Juscus gula distensili, Brown, Nat. hist. of Jam., p. 480. — Pelecanus fuscus, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 66, sp. 1. — Pelican, Ellis, Voy. à la baie d Hud- son, t. 1, p. 52. — Pélican d'Amérique, Edwards, р. y pl 93. — Grand gosier, Dutertre, Hist. nat. des Ant., t. ЇЇ, р. 271. — Onocrotalus fuscus, Brisson, Or- nith, t. VI, р. 524. — Pelicanus fuscus, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 72, sp. 10. — Pelecanus fuscus, Lath., Syst. ornith., gen. 99, sp. 3. — Pelecanus Juscus, Bonatére, Encycl. mélh., t. 1, p. 43. — Pelecanus fuscus, Vieill, Gal., р. 216. — Pelecanus fuscus Brown Pelican, Bonap., Amer. orn., V. — Pele- canus fuscus, Bonap., Syn.,sp. 352, p. 401. — Pélican brun d Amérique, Bufi., t. VII, p. 306, Enl. 957. — Pelecanus carolinensis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 72, sp. 14. — Pelecanus carolinensis, Lath., Syst. ornith., gen. 99, sp. Т. Pélican de la Caroline. — Pelecanus erythrorhynchos, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 72, sp. 15 — Pelecanus erythrorhynchos, Lath., Syst. ornith., gen. 99, sp. 8. — Pelecanus erythrorhynchos, Bonat., Encycl. méth., t. I, p. 44. Pelecanus corpore supra el cinereo-fusco, pennis medio albidis; subtus cinereo- fusco, capite albo; arca oculorum nuda, rubra; sacco pensili ceerulescente, nigro lineato; rostro rubro; pedibus nigris. 204 AVES Longitud total..... 5 pies 2 pulg Т lin 1,450 mil; de las brazas.. 8 2 9 2,290 такы HURTS 1 3 3 0,345 Cabeza y partes superiores del cuello, blancas. Lo superior del cuerpo, ceniciento moreno. El medio de cada pluma, en toda su longitud, blancuzco. Partes inferiores del matiz general supe- rior, jaspeadas de blanco. Un trazo blanco, circunscribe el punto de partida de la bolsa gutu- ral. Cuello castaño, con una mota amarilla delante. Contorno de los ojos, rojo. Pico verde en su origen, despues ceniciento azulado y rojo en su extremidad: rojo en los machos. Hembra. Gris, manchada de moreno y de bermejo. Cuerpo, blanco por debajo. El Pelicano que acabamos de describir, habita en todas las regiones cálidas de la América, des- de la Guayana hasta el continente del norte, en ambos océanos. Sobre todo, es mui comun en las Antillas, en el golfo de Méjico y en las costas del Perú, donde le hemos hallado en grande abundancia. El primer autor que habló de esta especie, fue sin contradiccion Oviedo, que en 1547 hizo una descripcion capaz de rivalizar con las publicadas por los autores modernos. Dicho histo- riador le consagra un capítulo entero, en su historia de las Indias, donde se reconoce un talento de observacion mui superior al del siglo. Por esto, le citamos aquí con satisfaccion : « Tiene un » pico tan grande como dos palmos de luengo, iá par de la cabeza es ian ancho ó mas que una » mano de hombre; i desde allí se va disminuyendo hasta la punta ó fin del pico, pero en el ex- » tremo donde es mas delgado, queda mas ancho que el dedo pulgar, i de allí declina algo para » abajo á manera de uña. Y aquello de la parte superior del pico es duro, і la mandibula baxa » se abre tanto y haze un papo que le va hasta el pecho. » El Pelicano no ha dado jamás orígen, en la América, á esas creencias supersticiosas que en el antiguo mundo le hacen símbolo de la ternura materna, desgarrándose el pecho para alimentar con su sangre su familia extenuada '. En el Nuevo Mundo, es tan solo objeto de la admiracion de los indígenas, por su tamaño y la destreza con que se procura el alimento comun. Vénse, formando grupos grises, sobre las rocas combatidas por las olas, apretados unos contra otros, inmóbiles, con el cuello tieso, el pico plegado hácia abajo y aplicado contra el pecho, en una aptitud estúpida y hasta ridícula. Así digieren su pesca matinal, é impasibles por cuanto los ro- dea, parecen las mas indolentes de las aves. Pero, hácia la tarde, se despiertan, por decirlo así, y vuelan mostrando aun cierta singularidad en este ejercicio, porque su largo cuello entra en el cuerpo y el pico parece salir del mismo. Así se alejan de la costa con un fácil vuelo, y se dis- persan recorriendo solos la superficie de los mares. De repente, uno de ellos se detiene, cierne con calma, pliega sus largas alas, y se deja caer perpendicularmente desde una grande altura sobre el pescado que ha visto en el seno del mar. La violencia de su choque hace saltar y agitar el agua ; desaparece algunos instantes, persigue á nado su desgraciada víctima, la coge al fin, y aparece con ella en el pico; la coloca en su vasta bolsa, vuela y comienza de nuevo la misma ca- zería, hasta que se halla satisfecho. Si uno de estos exploradores aislados, se sumerge dos veces seguidas en el mismo parage, no tarda en excitarse la atencion de los otros Alcatraces, de los Pájaros bobos y de los Rabrhorcados que al instante se reunen sobre el banco de peces viajeros, sin cesar de sumergirse con empeño, hasta que al fin todos quedan satisfechos. Nada es mas curioso entonces que el ver esta nube de aves, las unas cerniéndose á cierta distancia del mar, las otras dejándose caer de cabeza, sa- liendo apenas para volver 4 sumegirse. Al considerarlas en este ejercicio, parece que mas bien se entretienen jugando, que no en una pesca habitual y necesaria á su existencia. Los Alcatraces anidan sobre los islotes inhabitados del mar de las Antillas, y á lo que parece, ponen sus huevos en tierra, sin preparacion alguna. Cuando han nacido los polluelos, los padres 1 Esta fabula, de origen egipcio, fue aplicada al Pelicano por S. Agustin y por S. Geronimo. (Véase Ex Excerpt. ex Hiero- aim, арий Lupum de Olivet., in Ps. 101.) AVES. 205 van ála pesca, vuelven con su bolsa llena de peces, y los vomitan à los polluelos hambrientos. En esta costumbre, comun tambien en otras muchas aves del mar, se funda la creencia popular sefíalada al principio de este artículo. PHALACROCORAX. — (Briss.) Pelecanus, Linn., Gmel., Lath. — Phalacrocorax, Briss. — Carbo, Meyer, Tem- minck. — Hydrocorax, Vieill. Este género, confundido con los Pájaros bobos, en el género PrLecawus de los antiguos autores, se distingue facilmente de éstos, por su pico mediano, largo, recto, comprimido, encorbado en la punta, cuya madíbula inferior no es flexible; por la pequeña membrana de la garganta; por su cola tiesa, y por su tamaño siempre menor. Por lo demás, tiene los mismos pies, todos palmeados, y con corta diferencia, las mismas costumbres. Se adelanta mucho mas que los Pelicanos en lo interior de los continentes, donde pesca su alimento habitual. 121. PHALACROCORAX GRACULUS. — ( Волар.) CORUA. PLUMAGE DE INVIERNO. Alcatrazes, Oviedo (1547) Cronica de las Indias, lib. XIV, cap 1, fol. cix. — Graculus palmipes, Aldrow, Avi., t. VII, p. 272. — Pelecanus graculus, Gmel., Syst. nal., ed. 13, sp. 4, gen. 72. — Pelecanus graculus, Lath., Syst. ornith., gen. 99, sp. 15. — Pelecanus graculus, Bonatére, Encycl. méth., t. L, p. АТ. — Pelecanus graculus, Cuv , Règ. an, 2* ed., t. 1, p. 562. — Le petit Cormoran, ó Nigaud, Buff., Ois., vol. УШ, p. 319. — Sheag or Crane, Lath., Syn. v. VI, p. 598. — Pennant, Arct. zool., v. П, р. 581, n° 508. — Phalacrocorax mi- nor, Briss., Ornith, t. VI, p. 516. — Krahen pelikan, Bechst., Naturg. Deut., v. IV, р. 762. — Carbo graculus, Krahen-scharbe, Meyer, Tasschenb., v. ЇЇ, p. 578. — Carbo graculus, 'Yemm., Man., t. ЇЇ, p. 897. — Phalacrocorax graculus, Bonap., Syn., 354, p. 404. — Hydrocorax graculus, Vieill., Faun. Jranc., p. 344. — Petit fou brun de Cayenne, Buff., Oís., t. УШ, p. 319, Enl. 974 (jóven). Phalacrocorax corpore supra nigro-viridi; collo nigro, albescente substrialo ; facie nuda, flavo-rubra ; cauda elongata, gradata, cuneiformi ; rostro grises- cente-rubro; pedibus nigris. ора о 97 риша’ 8, lin 0,640 milim. - del pico... 2 2 0,050 i5 47а 206 AVES. Macho en invierno. Negro verdoso en la cabeza, la garganta, el cuello, el lomo y en todas las partes inferiores. Pequeñas rayas blancuzcas, poco aparentes, sobre el cuello. Ceniciento intenso en el medio de cada pluma de lo alto del lomo y de las alas, y cuyo contorno es amarillo. Ojos azu- lados. Pies negros. Pico y garganta, amarillo rojizo. Macho en verano. Un moño verde intenso, con reflejos. Garganta negra. Algunas pequeñas plu- mas cortas, blancas, se hallan esparcidas por los muslos, en la cima de la cabeza y sobre el cuello. Esta especie, que es bastante comun en las Antillas y sobre todas las costas de la América del norte, no lo es menos en Europa y sobre el resto del antiguo continente, pero es mui rara en Francia. Se la encuentra indiferentemente sobre las costas marítimas y á las márgenes de los rios, en lo interior de las tierras, donde las mas veces vive en bandadas. Se encarama volunta- riamente sobre los árboles secos ó sobre los peñascos de las riberas del mar б de los rios, á fin de atisbar mejor los peces de que se alimenta. Para cogerlos, se deja caer encima, luego nada entre dos aguas, persiguiéndolos hasta que ha cojido alguno. Sus maneras son tontas y su ac- titud parece ridícula ; así es que los Franceses le llaman nigaud ó necio. Anida en las hendiduras de las rocas, y pone dos ó tres huevos blancuzcos, alargados, cubier- tos de una cáscara calcárea de superficie desigual. SULA. — (Briss.) Pelecanus. Linn., Gmel., Lath. — Disporus, Illig., Princ. Max. — Sula, Briss., Temminck. Estas Aves, que tambien fueron confundidas con los Pelicanos, por Linneo y otros autores que le siguieron, deben separarse de ellos, en razon de sus carácteres. Tienen el pico fuerte, largo, có- nico, apenas encorbado en su punta, mui hendido hasta detrás de los ojos, con las mandíbulas dentadas. La cara y la garganta desnudas. Las ventanas de la nariz, en la base del pico. Los pies cortos, fuertes, colocados mui atrás. La uña del dedo del medio, dentada. Sus costumbres los aproxi- man de las Corúas, y se alimentan del mismo modo ; de suerte que es inexacto lo que dice Tem- minck', que nunca se sumergen ; por el contrario, son buzos por excelencia. Las Sulas ó Locos son de todos los paises, y se hallan solo sobre las costas marítimas ó á gran- des distancias de ellas en el mar. La especie que se encuentra en la isla de Cuba, es común en las regiones cálidas de la América. 122. — SULA FUSCA. — (Vieill.) PAJARO BOBO. Paxaros bobos, Oviedo (1541), Coronica de las Indias, lib. XIV, cap. 1, fol. cix. The booby, Catesby, Carol., t. 1, p. 87. — Le Fou, Dutertre, Hist. des Ant., t. II, p. 275. — Cancrophagus minor vulgatissimus, Barrère, Fran. équin., p. 128. — Anseri Bassano congener fusca avis, Sloan., Jamaica, p. 322, — ! Manuel Ф Ornithologie, t. Пу p. 904. AVES. 207 Brown., Nat. hist. of Jamaica, р. 481. — Pelecanus piscator, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 66, sp. 5. — Sula, Briss., Ornith., 1. VI, p. 495. — Pelecanus sula, Gmel., Syst. nat.. ed. 13, gen. 72, sp. T. — Pelecanus sula, Lath., Syst., ornith., gen. 99, sp. 28. — Pelecanus sula, Bonatere, Encycl. méth., t. І, р. 47. pl. 15, fig. 3. — Sula fusca, Vieill., Gal., pl. 277. — Dysporus sula, Illig. — Dysporus sula, Princ. Max., Beitrag..... von Bras.,t. IV, p. 890. — Sula bra- siliensis, Spix., Avi., pl. 107. — Le Fou commun, Bufi., Ois., t. УШ, p. 368, Enl. 973. Sula corpore supra et subtus nigrescente, ventre albo; facie nuda, flaea; cauda cuneiformi ; rostro basi flavicante, apice fusco; pedibus sordide flaeis. Longitud total, . . 29 pulg" 5 "la іп" 0,780 milim. 11 8, 0,270 5 » 0,115 de la cola del рїсо...... Adulto. Moreno negruzco por encima. Cabeza y cuello negros. Vientre blanco. Base del pico, parte desnuda de la garganta y de la cara, amarillentas. La extremidad del pico, morena. Pies ama- rillo sucio. Hembra. Moreno sucio por todo. Vientre, moreno claro. Jóven. Cuello blancuzco, mezclado con un poco de moreno. Lo de encima del cuerpo, como la hembra. Esta especie, que hemos hallado en grande abundancia en las costas del Brasil, cerca del Rio Janeiro, es igualmente comun en las Antillas y en las costas de la América del norte. En el sur, no se halla mas allá del trópico; pero, en el norte, siguiendo á Bartram !, se adelanta solo en el verano hasta las costas de la Carolina, volviendo en seguida hácia el sur. De consiguiente, su pátria mas positiva será la zona tórrida, y principalmente el suelo de las Antillas. El nombre de Fou, que dan los Franceses á esta ave, el de Booby, con que le designan los Ingleses, y el de Bobo, que le ha puesto Oviedo, proceden sin duda de que, cuando se halla fa- ligada de sus excursiones marítimas del dia, se posa sobre las vergas de las embarcaciones y se deja coger con facilidad. Pero se ha exagerado demasiado esta supuesta necedad, que en estas aves, lo mismo que en las Gaviotas, parece ser mas bien la consecuencia de un exceso de can- sancio, unido á la falta de costumbre de hallarse cerca del hombre, que miran sin temor. Debe creerse esto tanto mas, cuanto que solo á mucha distancia de las costas, se las coge de esta manera. Los Pájaros bobos tienen, con corta diferencia, los mismos hábitos de los Pelicanos. Como ellos, se alejan de las costas para hacer su pesca, se reunen á veces en bandadas, revoloteando sobre un banco de pescados chicos, y se dejan caer de cabeza en el agua para coger su presa, que persiguen en ella como las Corúas. Despues de haber pescado, se encaraman sobre las ro- cas mas agrestes de la ribera, y se aproximan á veces tanto unos á otros, que cubren absolu- tamente el peñasco. Además, se conocen las rocas donde se posan, por el color blanco de sus excrementos. Anidan encima de ellas, y ponen sus huevos en las hendiduras superiores. Oviedo publicó, en 1547, una excelente descripcion de los carácteres y de las costumbres de esta especie, que llamó Pájaro bobo, por la costumbre que hemos mencionado, y añade que cuando está desollado, es un alimento agradable, aunque siempre conserva un olor fuerte. ! Véase : en las partes del Sur de la Amér. sept., Trad. franc., t. II, p. 39-55. 208 AVES. FREGATA. — (Briss.) Fregata, Briss., Lacép. — Pelecanus, Linn., Gmel., Lath. — Halieus, Vig. Este género, que formaba parte de los Pelicanos de Linneo, está caracterizado por su pico largo, espeso, robusto, cuasi recto, mui encorbado y ganchoso en la extremidad (las mandíbulas encorba- das); por виз (агѕоѕ cortos, emplumados hasta la mitad, reticulados ; por la escotadura de la membrana de sus pies ; por la cola mui larga, ahorquillada ; por sus alas larguísimas. Tambien le caracterizan las costumbres de sus individuos, pues son mucho mas amigos de volar que las otras Pelicanideas, y las únicas que, como las Estercorarias, persiguen las otras aves para arrebatarles su presa. Las Fragatas se hallan en las regiones cálidas del Océano en general. Creemos que es inexacto el considerarlas á todas como pertenecientes á una misma especie. 123, FREGATA AQUILA. RABI-HORCADO. _ Rabi-horcado todo negro, Oviedo (1547), Coronica de las Indias, lib. XIV, cap. 1, fol. cix. — Rabi horcado, Nieremberg, t. LXXVIII. — Caripira, Laét., Nop. orb., p. 915, — Frégate, Dutertre, Hist. gén. des Ant., t. П, p. 269. — Fré- gate ó Vultur marinus leucocephalos, Feuillé, Journ. d'Obsere., Ed. 1725, p. 107. — Fregata avis, Way, Synop. aei, p. 153. — Avis rabo Jorcado Lu- sitanis, Peter., Gazophil., tab. 54, fol. 1. — Alcyon major, etc., Brown., Nat. hist. of Jamaica, р. 483. — Oiseau de Frégate, Albin, t. Ш, p. 33, pl. 80. — Pelecanus aquilus, Linn , Syst. nat., ed. 10, gen. 66, sp. 2. — Fregata, Briss., Ornith., X. VL, p. 506. — Pelecanus aquilus, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 72, sp. 2. — Pelecanus aquilus, Lath., Syst. ornith., gen. 99, sp. 10. — Pe- lecanus aquilus, Bonat., Encyc. méth., t. 1, p. 45. — La Frégate, Buff., Ois., t. VII, p. 381. — Tachypetes aquila, Vieill., Gal., П, pl. 214. — Tachypetes aquila, Princ. Max., Beitrag..... von Bras, V. IV, p. 885. — Trachypetes aquila, Lesson, Traité, p. 605. — Tachypetes aquilus, Spix., Av., t. П, pl. 105. Fregata corpore supra sublusque nigro-ccerulescente, tectricibus alarum subfus- cis; cauda forficata; area oculorum nuda, fusca; sacco gulari rubro; rostro pedibusque nigris. Longitud воба. 3 pies 4 pulg 1 lin 0,930 milim. A A ets Ш 4 ЖЛ 3,250 209 2 pies 3 pulg" 3 lin — 0,630 milim. » 12 8 0,290 н 4 10 0,010 Macho viejo. Enteramente negro, con reflejos azulados. Garganta desnuda, de la cara, morena. Pies negruzcos. Hembra. Cabeza, cuello y vientre blancos ; lo restante negro, sobre las alas. roja. Parte desnuda como en el macho, con moreno La Fragata frecuenta los mares de los trópicos, ve en la isla de la Ascension, en las Antillas y sobr frecuentemente mucho de las tierr visto cerca de las radas. sobre las costas del Océano Atlántico. Se la e los dos continentes americanos, alejándose таз, segun dicen todos los viajeros. Nosotros solo la hemos Debemos á Oviedo una de las mejores descripciones que se han hecho de esta ave, llamada por él Rabi-horcado, á causa de su cola ahorquillada. Este autor, elogio suficiente, se ha anticipado realmente á su siglo por los excelentes pormenores que dió de todo lo que veía, y por lo tanto, no sabremos insistir demasiado sobre el mérito de sus obser- vaciones. Debemos tambien hacer mencion del gracioso estilo con que Buffon pint tumbres que los autores le hacian conocer, reproduciendo aquí el pas » gata es de todos los navegantes alados, el que tiene un vuelo mas valiente, mas poderoso y » mas extenso. Balanceándose sobre las alas, de una extension prodigiosa, sosteniéndose sin » movimiento sensible, esta ave parece nadar sosegadamente en el espacio sereno, esperando » el momento de lanzarse sobre su presa, con la rapidez de la flecha; y cuando el aire se halla agitado por la tempestad, ligera como el viento, se eleva buscando encima de las nubes la se- » renidad del cielo. » No seguiremos mas al Plinio moderno, pues este célebre escritor, fiándose demasiado en las citas de los autores, continúa diciendo que las Fragatas vuelven, desde algu- has centenares de leguas del mar, á reposar sobre sus riberas. Primero, es dudoso que estas aves se alejen tanto de las costas, y además no creemos sea imposible descansen en el agua, pues la naturaleza no les dió sin motivo los pies palmeados. Los Rabi-horcados persiguen constantemente á los peces y de quien no sabremos hacer un aba las cos- age siguiente : «La Fra- » oladores, que parece prefieren á los otros, sin duda por la facilidad que prestan á ser cogidos en su vuelo, fuera del agua. Cuando estos desgraciados habitantes del mar, huyendo de los Bonitos y de los Atunes, en el seno de las olas, se lanzan un momento al aire, los Rabi-horcados, con sus garr peran, los cogen y los arrebatan de la superficie del agua, extremidades de sus i as y picos agudos, los es- alzando entonces verticalmente las alas, cuasi hasta tocarse. Bien diferentes en esto de los Alcatra- ces, de las Corúas y de los Pájaros bobos, se asegura que jamás se sumergen. No contentos con su pesca, los Rabi-horcados, aprovechándose de las ventajas que sobre las otras aves marinas les ofrece la superioridad de su vuelo, las acosan constantemente para obli- garlas á vomitar los peces con que han llenado su papo, á fin de apropiárselos antes que caigan en el agua, y con particularidad es á los Pájaros bobos á quienes hacen esta guerra encar- nizada. Los Rabi-horcados se posan en tierra, sobre las puntas de las rocas y sobre los árboles; en estos mismos parages anidan, siempre en comun. Colocan así los nidos en parages solitarios y vecinos del mar. Ponen uno б dos huevos blancos, teñidos de color carne, con puntitos rojo carmin. Las hembras son tan cuidadosas de su prole, que dejan que se acer maltraten en el nido, antes que abandonar con el pico cuasi blanco. quen y hasta que las le. Los polluelos salen con un vello gris blancuzco y Se pretende que estas aves son, en el dia, menos comunes que en otros tiempos, no obstante que se ha dejado de perseguirlas para tener su grasa, mirada antes como dotada de una grande eficacia contra los dolores reumatismales, aplicada en fricciones, lo que estimulaba á los marinos á hacer todos sus posibles para conseguirla. Sin embargo, como el comercio se ha aumentado mucho y las poblaciones se han extendido sobre tantos puntos de las costas 1. 48 a 210 AVES. sulta que los parages salvages donde estas aves pueden anidar tranquilamente, son hoy dia mas frecuentados, y de consiguiente, son perturbadas en sus amores y cuidados maternos; todo lo cual debe cooperar á disminuir su número. PHAETON. (Zinn.) Los Phaetones se hallan caracterizados por su pico robusto, prolongado, comprimido, con mandí- bulas iguales, puntiagudas, un poco inclinadas, con bordes dentados ; por las ventanas de la nariz estrechas, recubiertas con una membrana ; por sus patas desnudas ; por sus pies del todo palmea- dos; por su cola corta, cuyas plumas medias son mui largas. M. Lesson ha formado con estas aves una familia distinta, que coloca entre los STERNA y los Anas, considerando sin duda el pico como su carácter mas saliente; pero, teniendo los Phaetones los pies del todo palmeados, como las aves de la familia de los Alcatrazes, y las costumbres de las mis- mas, creemos que se hallan mejor colocadas con ellas que no aparte, tanto mas cuanto ya el pico de los Pájaros bobos comienza á alargarse y á parecerse al de las que van á ocuparnos. 124. PHAETON AETHEREUS. — (Linn, RABO DE JUNCO. Rabo de Junco, Oviédo (1547) Coronica de las Indias, lib. XIV, cap. 1. fol. cix. Avis tropicorum, Willeighby, Ornith., p. 250. — Avis tropicorum, Ray, Sy- порѕ. avi, p. 123, n° 6, p. 191, n°4. — Planeus tropicus, Klein, Ævi, p. 145, по 7. — Lepturus, Moehring, 4oví., cen. 67. — Phaeton cethereus, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 67, sp. 1. — Fétu-en-cul, Dutertre, Hist. des Antilles, X. П, p. 276. — Lepturus, Briss.; Ornith., t. VI, p. 480. — Phaeton ethereus, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 74, sp. 1. — Phaetos cethereus, Lath., Syst. ornith., gen. 100, sp. 1. — Phaeton cthereus, Bonap., Encycl., t. І, p. 38. — Le grand Paille-en-queue, Buff., Ois., t. УШ, p. 354, Enl. 998. — Le petit Paille-en-queue, Buff., Ois. t. VIII, p. 355, Enl. 369. — Avis tropicorum, The tropick-bird, Catesby, Carol., Append., p. 14. — Alcyon media alba, Brown., Nat. hist. of Jam., p. 582. Phaeton corpore aibo-argenteo ; fascis supra oculos nigra, remigibus exteriori- bus nigris; cauda alba; rostro, pedibusque rubris. Longitud оК 3 pies 2 pulg. 9 lin. 0,900 miim. — del pliegue del ala á su extremidad... 3 3 2 1,030 Деса aio a D 2 » 0,600 deb pico ee E 5 3 T'a 0,084 Macho adulto. Blanco. Una raya negra en forma de herradura encima del ojo y de las cobi- jas de las alas. Mastiles de las timoneles, morenas. Remeras exteriores, negras. Pico, rojo. AVES. 211 Jóven. Blanco, estriado menudamente de negro encima del lomo y las cobijas de las alas. El Rabo de junco no habita constantemente las Antillas, pero se le ve frecuentemente sea en el momento de la nidada, sea durante mas tiempo. Amigo de las altas mares, prefiere la vecin- dad de las islas Bermudas y de las que se hallan separadas de los continentes, sin dejar por esto de mostrarse sobre las costas de las dos Américas. Se le encuentra bajo los trópicos ó solo á algunos grados de distancia de ellos, lo que hizo que se le llamase Pájaro del trópico *. Las mas veces se le ve lejos de las costas, volando lenta y rectamente, recorriendo el espacio á corta distancia de la superficie del mar, donde se sumerge de cabeza, como los Pájaros bobos, para cojer los pececillos que percibe, y luego recomienza su paseo aéreo. Cuando, mas cercanos á las costas, los Rabos de junco encuentran un banco de peces, se reunen como los Pájaros bo- bos, se sumergen comos éstos y: parece que juegan unos con otros. De la misma manera que todas las aves pelágicas, el Rabo de junco se posa sobre la superficie de las aguas; pero cuando la agitacion de las olas tempestuosas se lo impide, procura ganar las costas y уа á ve- ces á pararse sobre las vergas de las embarcaciones, donde se deja cojer fácilmente. En la tierra, prefiere encaramarse en las ramas de los árboles, lo mismo que el Rabi-horcado, los Pájaros bobos y las Corúas. El Rabo de junco anida en lo mas elevado de las islas del océano, en los agujeros de las rocas, donde pone dos huevos azulados, gruesos como los de paloma. Las largas plumas de la cola de esta ave, servian antes de adorno á los caribes de las Anti- llas. Las pasaban por un agujero de la ternilla de la nariz, creyendo como todos les guerreros de la nacion Guarani (de la cual dependian en nuestra opinion) hacerse mas terribles para los enemigos que atacaban. STERNID/E. (STERNI DEA S.) Colocamos en esta familia ciertas aves costeras que tienen mucha analogía entre sí por sus cos- tumbres y carácteres zoológicos, y no todas las pelágicas que solo van sobre las costas en tiempo de la nidada. Comprendemos, pues, bajo la denominacion de Sternideas, solamente los géneros Lanus, Lesrris, SrEnwA y Ruvwcnops, refiriendo á las Procellarideas los géneros ProceLLARIA, Purrixus, HaLobroma, PACHYPTILA y DiomeDEA especialmente pelágicos y caracterizados por su pico ganchoso, y como dividido por ranuras profundas en secciones de diversas formas. Entre los géneros que acabamos de citar, solo tenemos en la isla de Cuba Larus y StERNA : tal vez se hallen de los otros tambien, pero nuestra coleccion no los contiene. Las especies cubanas son en número de cinco, de las cuales tres son propias de las dos Amé- ricas, y dos habitan á un tiempo simultáneamente la América septentrional y la Europa. LARUS. — (Linn.) Género fácil de distinguir del Sterna, por su pico menos largo, fuerte, duro, comprimido, cor- tante, encorbado hácia la punta: por su mandíbula inferior formando un ángulo saliente : por 1 Nos complacemos en trascribir aquí el rasgo poético de la » glace; celui-ci semble, au contraire, étre attaché au char du descripcion que hace Buffon de esta ave. « Nous avons vu » Soleil, sous la zone brülante que bornent les tropiques : vo- » des oiseaux se porter du nord au midi, et parcourir d'un » lant sans cesse sous ce ciel emflammé, sans s'écarter des » vol libre tous les climats de la terre et des mers; nous en » deux limites extrémes de la route du grand astre, il an- » verrons d'autres confinés aux régions polaires, comme les » nonce aux navigateurs leur prochain passage sous ees lignes » derniers enfants de la nature mourante sous cette sphère de » célestes, » 912 AVES. los agujeros de la nariz lineares, hendidos de una á otra parte: por sus pies mas anchos, sus tarsos mas largos: por su cola igual, sus alas menos largas y las dos primeras plumas remeras de igual longitud. Este género difiere tambien esencialmente por sus costumbres. En efecto, los Larus se posan mas tiempo sobre las olas, no se sumergen desde lo alto, como los STERNA, son naturalmente mas pacíficos, menos chillones y viven de animales muertos y vivos; cuando los Srerna necesitan siempre de carne fresca. La ünica especie que tenemos de la isla de Cuba, es propia al mismo tiempo de 1а América del norte y de Europa. 125. LARUS ATRICILLA. — (Linn.) GAVIOTA. Larus atricilla, Linn., Syst. nat., ed. 10, gen. 69, sp. 5. — Larus atricilla, Gmel., Syst. nat., ed. 13, n° 8, gen. 76. — Larus atricilla, Lath., Syst. ornit., gen. 94, sp. 4. — Larus atricilla, Pallas, Nov. com. petrop., v. XV, p. 478, f. 22, fig. 2. — Larus radibundus, Black-headed guil, Wils., Am. orn., v. YX, pl. 74, fig. 4. — Larus major, Laughing, Catesby, Carol., v. 1, t. 89. — Larus major, Pennant, Arct. zool, v, ЇЇ, по 454. — Gavia ridi- bunda, Mouette rieuse, Briss., Ornith., v. VII, p. 192,1 XVIII, f. fL srO (18). — Larus atricilla, Bonatére, Encycl. méth., t. 1, p. 88. — Larus atricilla, Temm., Man.; t. П. p. 779. Larus, capite, colloque plumbeis; macula alba supra et infra oculos; pectore, ventre, cuadaque albis; dorso plumbeo; remigibus nigris: rostro pedibusque rubris. AS IS d клды EIQUE » pies 18 рша" 9 '/, lin* 0,435 milim. Бане: de las brazas. 3 8 6 Б] 0,980 ———- de los tarso$. .. . » 2 2y 0,051 Plumage de amor. Cabeza y alto del cuello, aplomados : este matiz mas extenso delante que atrás. Lo inferior del cuerpo, del cuello, del pecho y la cola, de un bello blanco. Dos manchas de este color, la una encima, la otra debajo de cada ojo. Lomo y remeras secundarias, color de plomo. Remeras primarias, negras. Remeras secundarias, terminadas de blanco. Pico y pies, rojo de laca mui intenso. La Gaviota que describimos, fue hallada en Europa, en las partes meridionales, donde es co- mun. No obstante, parece tener mas particularmente por pátria, las costas de la América sep- tentrional y las de las Antillas, donde se encuentra en abundancia. Del mismo modo que las otras especies, permanece de prefecencia en las costas cenagosas, pero no le repugna el adelantarse en lo interior de las tierras. Vive en sociedad, alimentándose no solo de moluscos, de crustáceos y de peces vivos ó arrojados por las olas, sino tambien de las inmundicias que se depositan en los arrabales de los pueblos, de los mataderos por ejemplo, sin menospreciar los insectos de las ciénegas. AVES. 213 Segun las observaciones de Wilson, anida en los pantanos; pone tres huevos de color tér- reo, marcados con manchas irregulares color de púrpura y moreno claro. STERNA. — (Linn.) Соп razon se han separado estas aves de los Larus, porque se distinguen por su largo pico, cuasi recto, comprimido, cortante, agudo en su extremidad ; por su mandíbula superior arqueada; por los agujeros de la nariz, hendidos hácia la mitad del pico; por sus pies mui pequeños, des- nudos hasta encima de la rodilla; por sus tarsos mui cortos ; por su cola larga; por sus alas lar- guísimas, puntiagudas, cuya primera pluma es la mas larga. Son de todas las partes del mundo, en el litoral de las costas marítimas y en lo interior de los continentes ! donde viven frecuente- mente en sociedad. De las cuatro especies que frecuentan la isla de Cuba, tres se hallan simultáneamente en las dos Américas, SrEnwA la stolida, la S. € у is y la S. fuligi , mientras que la cuarta, la S. anglica, se halla distribuida con mayor extension, puesto que habita las dos Américas y la Europa. 126. STERNA STOLIDA >. — (Linn.) GAVIOTA. Noddy, Way, Syn. avi., p. 190 et 154. — Passer stultus, Eus. Nieremberg, p. 207. — Hirundo marina minor, capite albo, Sloan., Jamaica t. 1, р 31. — Barrère, France équinox., p. 13А. — Brown, Hist. nat. of Jamaica, р. 134. — Sterna stolida, Linn., Syst, nat., ed. 10, gen. 7, sp. 1. — Hirundo marina minor, The noddy, Catesby, Carol., t. 1, p. y pl. 88. — Gavia fusca, Briss., Ornith., t. VI, p. 199. — Noddy, Pennant, Ze. zool., t. П, p. 523. — Sterna stolida, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. 77, sp. 1. — Sterna stolida, Lath., Syst. ornilh., gen. 93, sp. 6. — Sterna stolida, Bonatere, Encycl. méth., t. L p. 91.— Sterna stolida, Bonap., Amer. orn., ТУ. — Sterna stolida, Princ. Max., Beitr.....zur Bras., t. IV, p. 874. — Le Noddy, Buff., Ois., t. УШ, p. 461.— Mouette brune de la Louisiane, Buff., Eni. 997. Sterna corpore supra et subtus ex fusco nigricante; fronte verticeque albescen- libus, remigibus retricibusque dorso concoloribus; rostro pedibusque nigris. Dongitud:total a ed ce UM E 19 pulg. 5 lín. 0,448 milim. de las brazas 32 B. 0,155 del pico... 2 2 0,051 — dela соја... 5 9 h 0,135 * Hemos hallado colonias de estas aves, formando su nido (Traité d'Orn., p. 620) han formado de esta especie el sub- sobre los bancos de arena de los rios, á las faldas de los Andes género Noddi (Stolida), como formando el tránsito entre los bolivianos, á algunos centenares de leguas del mar. Larus y los STERNA. * Cuvier (Regne animal, р. 559) y despues M. Lesson [n 49a 214 AVES. Enteramente negruzca. Todo lo de encima de la cabeza, gris blancuzco, pasando al blanco perfecto sobre la frente. Pico y pies, negros. Esta ave parece hallarse eu la mayor parte de las regiones cálidas de las costas del océano atlántico, en las de la América del norte, de la América del sur y de las Antillas, Lo mas frecuente es, que estas Gaviotas siguen á lo lejos en el vasto océano, los bancos de pescados que las corrientes trasportan; pero si se ven sorprendidas por la tempestad, procuran aproximarse á las costas, pues de una parte la mar alborotada y de la otra los vientos desenca- denados, no les dejan un momento de reposo. Así, fatigadas, van entonces á posarse sobre los buques y se dejan cojer mui fácilmente, lo que hizo llamarles Noddy ó tontos, por los marinos ingleses. Pero esta costumbre, que hemos reconocido en todas las especies de golondrinas de mar, que los vientos arrojan al seno de los mares, donde se hallan perdidas, ha causado muchos errores á los naturalistas que han referido, á la especie que nos ocupa, todas las frases de los navegantes concernientes á ellas, pues son varias, y nosotros hemos cojido hasta cuatro diversas. Estas Gaviotas frecuentan las costas, se posan en grandes bandadas sobre las rocas áridas y desiertas, y entonces, lejos de ser tan locas y aturdidas como en alta mar, no seria posible co- jerlas sino tirándolas. Nada mas bello que estas bulliciosas tropas cuando persiguen un peque- ño banco de pececillos. Se las vé revolotear encima, mirar con atencion, cerniéndose y dejándose despues caer de cabeza, con la rapidéz de una flecha, en el seno de las aguas, apareciendo luego en la superficie con la presa que hicieron en el pico. Con ella se elevan en el aire y la tragan despues. Durante toda la pesca, son tan fuertes sus disonantes chillidos, que pueden ser oidos á una grande distancia. Anidan en sociedad sobre las rocas de las islas del estrecho de Bahama, y ponen los huevos como todas las otras especies, sobre el suelo desnudo. 127. STERNA CAYENNENSIS. — (Gmel) GAVIOTA. Sterna cayennensis, Gmel., Syst. nat., ed. 13, gen. ТТ, sp. 9. — Sterna cayana, Lath., Syst. ornith , gen. 93, sp. 2. — Sterna cayennensis, Bonatére, Encycl. méth. t. Y, p. 92. — Tres-grande Hirondelle de mer de Cayenne, Buff., Ois., t. УШ, p. 345, En/. п 988. Sterna corpore supra, pennis cinereis, rufescente marginatis; subtus fronte, colloque albis ; occipite nigro maculato, remigibus apice nigricantibus; rostro flavo; pedibus fusco-lutescentibus. 21 pulg" 8 lin" — 0,500 mulim. 15 7 0,360 6 B 0,140 = 2 2 0,050 Pico, amarillo. Frente, cuello y lo inferior del cuerpo, blancos. Detrás de la cabeza, manchado de negro. Lomo, alas y cola, ceniciento mui pálido. Algunas manchas blancuzcas sobre la raba- dilla. Remeras negruzcas en su extremidad. AVES. 915 Esta especie se halla á un mismo tiempo en las Antillas, en Cayena y en en la América del norte. Tiene las mismas costumbres de las otras especies, habitando de preferencia las costas marítimas donde vive de pescados. 128. STERNA FULIGINOSA. — (Gmel.) GAVIOTA. Serna fuliginosa, Gmel., Syst. nal., ed. 13, gen. 77, sp. 11. — Sterna Juliginosa, Lath. Syst. ornith., gen. 93, sp. 4. — Sterna fuliginosa, Sooty tern., Wils., Am. orn., VII, p. 145, pl. 72, f. 2. — Sterna fuliginosa, Bonatère, Encycl., methn 05 Aor ORE em Sterna fuliginosa, Bonap.. Syn., sp. 290, p. 355. — Hi- rondelle de mer à grande envergure, Buff., Ois., t. УШ, p. 345. — Sooty, Penn., Arct. zool., n° ААТ. Sterna corpore supra nigro, subtus albo; lunula alba in fronte; vertice ni- gro; genis albis; rectricibus nigricantibus, albo limbatis; rostro pedibus- que nigris. Longitud total 15 pulg: 2 lin: 0,350 milim. desde el pliegue del ala á su extremidad... 12 Я 0,990 а ОО НИ АЙ У сез ту a 24 2 0,558 X :udelacolo e РЕ Еб 6 0,150 жин», АЙМ A A А AN MT Е] 7 0,060 Pico, pies y ojos, negros. Cabeza, por detrás, lo superior del cuerpo y la cola, negruzcos. Una media luna blanca encima de la frente. El blanco cubre tambien las partes lateralas de la cabeza y de lo inferior del cuerpo. Timoneles laterales, blancas. Esta especie, de las mas comunes de la isla de la Ascension, se halla tambien accidentalmente en el océano atlántico, sobre todas las costas de las regiones cálidas y templadas de la Amé- rica, desde las islas Maluinas hasta la América septentrional. Parece ser bastante frecuente en las Antillas. Como el mayor número de las otras especies de golondrinas de la mar, ésta anida en gran sociedad sobre las riberas inhabitadas de las islas marítimas. Pone simplemente sobre la arena uno ó dos huevos amarillentos, manchados de violeta pálido. 129. STERNA ANGLICA. — (Mont.) GAVIOTA. Sterna anglica, Сий billed tern, Montagu, Ornith. dict., sup. — Sterna anglica, Temm. Man., t. Il, p. 744. — Sterna anglica, Princ. Max., Beitrag..... von 216 AVES. Bras., t. IV, p. 867. — Sterna aranea, Wils., Amer. orn., v. УШ, p. 143, pl. 72, £. 6. — Marsh tern, Peals, Museum, по 3521. Sterna capite supra nigro; collo subtusque albis; dorso, alis, caudaque supra, griseo-ceeruleis ; rostro pedibusque nigris. Longitud total. . . . 15 pulg" 2 lin 0,350 millim, Altura del tarso. 1 5 f 0,035 Longitud del pliegue del ala а su extremidad. . 13 10 0,320 del pico 1 8 0,040 Plumage de invierno. Pico y pies, negros. Blanco puro, cubre la frente, lo superior de la cabe- za, el cuello y todas las partes inferiores. Negro, en forma de media luna, delante de los ojos y una mancha detrás. Ceniciento azulado mui claro, tiñe el manto, las timoneles y las reme- ras. Cerca de los mastiles de las remeras y hácia su extremidad, gris intenso. Pico, corto. Pies, largos. Plumage de amor. La frente teñida de negro intenso, asi como la cima de la cabeza y el co- lodrillo, cuyas plumas son largas. Ceniciento en las partes superiores. Jóven del año. Base del pico, amarillenta; lo restante negro. Pies, morenos. Manchas alarga- das, sobre la cima de la cabeza. Ceniciento y amarillento claro sobre el lomo y las alas. Cola mas corta, La extremidad de las remeras, blanca. Esta especie, descrita por la primera vez por Montagu, quele puso impropiamente el nom- bre de Anglica, puesto que es mui comun en otras mas partes que en Inglaterra, ha sido mucho mejor conocida desde que M. Temminick nos ha descrito sus diversas libreas. Hállase solo de paso en Inglaterra, mientras que es comun en Hungría, en los Estados Unidos, en el Bra- sil, y aparece á veces en la isla de Cuba. Habita menos que las otras especies la orilla del mar, prefiriendo la vecindad de los lagos, de los rios y de las marismas cubiertas de juncos, donde busca los gruesos insectos neurop- ros, que coje al vuelo. Anida, segun Wilson, en las orillas de las lagunas, de los lagos sa- lados, y pone tres huevos de color verde oliváeeo, manchados de moreno. FIN DE LAS AVES. TABLA DE LAS AVES DESCRIPTAS. NOMBRES VULGARES. Nombres vulgares. Nombres latinos, AGUAITA САІМАМ,....... Ardea virescens... .... 146 ALCATRA E Р Pelecanus fascus. .. ..... 203 ARRIERO (Vid. GUACAICA). Saurothera Merlini, WOrb. (Таро) ЫЫ. Суз 115 ARRIERO CHICO,ÓAGOSTERO. Coccizus carolimensis..... 113 AURA TIÑOSA ‚ Cathartes aura... 23 AZULEJO «+ Passerina cyanea. 82 BECASINA . . Scolopax gallinago. 162 BIJIRITA. . Sylvia coronata. . . 66 BIJIRITA. - Sylvia palmarum (Т. vir)... 57 Bra. - Sylvia cærulescens (T.1x). 59 Bina. 0000... ....+ Sylvia pensilis. 60 BIRITA... CEAR +... Sylvia trichas.. 61 BU cu Ed Sylvia americana. .., . . EOD Buta. Sylvia maritima (Tab. х).. 63 ВА о Sylvia тасшоза.... 64 - Setophaga mitrata. 15 я - Culicivora cerulea 16 Воинот. Muscicapa virens... 73 Слвавкво............... Tanagra zena (Tab. xı)... 65 Баб NE «+. Corvus jamaicensis.. .... 96 с. . Polyboras vulgaris. ...... 96 CARPINTERO ESCAPULARIO.. Picus varius. .. 108 CARPINTERO REAL....... Picas principalis. 107 CARPINTERO VERDE....... Picus percussus.. ..... su. 109 ÜARPINTERO DE MANCHAS NEGRA ONE ee. Colaptes auralas........ 110 CARPINTERO СОМ0М...... Colaptes superciliaris (Tab. ВИТ CARPINTERO............. Colaptes n (T. XXIV А у обу 012 CARTACUBA. ........ s... Todas islas (T. ххи).. 102 CARTACUBITA .. Todas multicolor... ...... 109 Conurus guyanensis...... 121 Falco columbarias....... 34 + Falco sparverius 36 + Falco sparverioides (T: 38 Nisus fringiloides ... 31 CHONCHOLI + + . Сосо. . Сосо, 4+ .. Quiscalus versicolor, Tantalus loculator. . . SLUT cen 1. Nombres vulgares. Nombres latinos CODORNIZ. Сокол... CoronnA CucnanETA.. Ortyz virginianas.... «« Phalacrocoraz graculus . Psittacus leucocephalus... evs e» Anas MORGAN.. ее FLAMENCO... .......... Phenicopteras americanus (Tab. ххіх).. sE FRAILECILLO. . .......... Charadrius Wd GALLARETA.... ... . Porphyrio martinica. , . . . . GALLARETA DE PICO COLO- ААрО................ Gallinula сМотораз....... GALLARETA DE PICO BLANCO Fulica atra GALLINUELA PARDA...... Rallus een (Pico, Tab. xxx1) GALLINUELA PARDA +. Rallus variegatus.. GALLINUELA. ..... POROS GaLLITO....... ....... Parra jacana. (Tab. xxxi, huevo). .... GARZA AZUL......... ... Ardea cerulea, . Ardea alla . . + Ardea candidissima GARZA BLANCA CHICA... . CAMELLO TR EE Ardea Herodias. . Ardea ezilis.. . . GARZA ВІАМСА,......... GARZA BLANCA CHICA... Ardea lencogaster - Sterna stolida.......... Sterna cayennensis .... Sterna fuliginosa. . ., . . .. +. Sterna anglica GOLONDRINA..... Guacarca (Vid. AnniEno). GUACAMAYO,.... GUANABA + Hirando purpurea. ... .... Saurothera Merlini (T.xxv) - Macrocercus tricolor ,. .. . Nycticorax violacea. . . . .. GUANADA DE FLORIDA. Nycticoraz vulgaris. . . GUANARO. Columba zenaida..... GUARAIBA . +. Caprimulgus carolinensis. . GUARAIBA + 5 -. Caprimulgus vociferus СОАКЕАО.......... ‚ Aramus guarauna (Т. eed) GUATIBERE (Vid. Werk) Tyrannus | caudifasciatas. (Tab. xii). . Rostramus sociabilis. 50a GUINCHO , . 218 Nombres vulgares, Huvuvo AUDIOS Et Кз LABANCO LECHUZA.. Млүо CHICHINGUACO. . . NERO TEN E PALOMA RABICHE. . PALOMA TORCAZA.. PALOMA DE CABEZA BLANCA. PALOMA МОЋАРА......... ВЕТО Се PATO CHICO... Paro MORISCO. PAJARO BOBO. .. .... PEORRERA. PERDIZ... PERIQUITO. ... PITIRRE. Prrirre (Vid.GUATIBERE). Lag poer ee pon PrrIRRE... PITIRRE... Nombres latinos, АХАЗ ARBOREA + АМАЅ AMERICANA. + АХАЗ DISCORS... ÁNAS MARILA. + АМА MEXICANA ÅNAS SPINOSA. ÅNAS SPONSA. . ALCEDO ALCYON..... ARAMUS GUARAUNA ÅRDEA ALBA ÅRDEA CERULEA..... ARDEA CANDIDISSIMA ÅRDEA EXILIS Nombres latinos. Ex Pig. . Anas sponsa(Tab. xxx).... 195 - Crotophaga ani (Tab. xxv, fig. 2, 3). 116 . Anas americana... «C Strix furcala..... Alcedo alcyon... e. Xanthormus dominicensis (Tab. xix ёй); 2. «vete 92 . Quiscalus barytas (Tab. Us Ы ау» 95 + Pyrrhula nigra (ТаЬ.хүп). 87 - Colamba carolinensis..... 129 ‚ Columbainornata(T.xxvm) 127 Columba leucocephala. . . . . 126 Columba portoricensis (Tab. ххүп). 121 . Anas discors. . . Anas marila.. - Sula fusca... . Я - Todusmulticolor(Tab.xx11). + Columba cyanocephala.... 12 . Conuras guyanensis, , Yaguaza. . Labanco..... . Pato chico - Pato morisco. Cachareta +. Hayayo (Tab. xxx). 5 - Martin Zambullidor. . ... . . Guareao (Tab. ххх . Garza blanca.... . Garza azul, - Garza blanca chica. Garzita, TABLA DE LAS AV Passerina ciris., Anas spinosa. magnirostris , Tyrannus d'Or. (Tab. хш)....... 69 Tyrannus candifasciatas , d'Orb. (Tab. xu)...... 70 Tyrannus matatinus(T.xv) 71 Tyrannus phabe......... T2 ‚ Muscipeta caribea, d'Orb. 77 NOMBRES Nombres vulgares. S DESCRIPTAS. Nombres vulgares. Nombres latinos. RABI HORCADO... Fregata aquila. . . . RABO DE JUNCO... ++ Phaeton етеп. . АВАКЕ Sturnella ludoviciana... . . SANJUANERA.... . Columba zenaida.... SARAMAGULLON . Totanus flavipes(Tab. xxxr). . Tolanus longicauda SARAPICO, . SENSERENICO . Linaria cerniceps (Tab. хут). SEVILLA.. E Platalea ajaja.....oo.... SIGUAPA . ‚ Otus siguapa,¥O. (Tab. 11). I eS ССГ: «+ Noctua siju, ?О. (Tab.ur). SINSONTE......... Dao Orpheus polyglottus.. . . . . Toconono. . . Trogon temnaras(Tab. xxvi) Тозоз1тА... +. Columba раззетїпа........ TOMEGUIN....... SS Carduelis pinas.......... 'TOMEGUIN DEL PINAR . TowEGUIN. .... DOE + Passerina olivacea (T. xv). + Linaria cerniceps(Tab. хуп). + Teterus humeralis (Tab. xx). ++ Columba montana. - Quiscalus versicolor...... Quiscalus atroviolaceus , d'Orb. (Tab. xix). ..... ХАО. UND RIDE Anas атботеа........... ZORZAL DE PATAS COLORA- pig Turdus rabripes (Tab. 1v). . ZORZAL GATO Turdus carolinensis (Т. уп). LON TUN o ЛЕ Orthorhynchas colubris (Т. xxt, fig. 1). р ZUN ZUN... EOT Orthorhynchus Ricordii (T. ХБ TEA Гы LATINOS. Nombres latinos. Nombres vulgares, ÅRDEA HERODIAS.. :.... Garzilote. ÅRDEA LEUCOGASTER.... Garza.... ARDEA VIRESCENS,...... Aguaita caiman CARENA СУАН Ае CAPRIMULGUS CAROLIN SIS. Pen . Guaraiba... Guaraiba.... CAPRIMULGUS VOCIFERUS. . CARDUELIS PINUS.. CATHARTES AURA.. CHARADRIUS VOCIFERUS. . CIRCUS cYANEUS,.... CoCCIZUS CAROLINENSIS . Arriero chico, ó agostero. . TABLA DE LAS Nombres latinos. Nombres vulgares. COLAPTES AURATUS,..... Carpintero de manchas ne- gras. as COLAPTES SUPERCILIARIS. . QR. comun. xxn)... Carpintero (Tab. xxiv)... . COLUMBA cAnoLINENsIS... Paloma rabiche......... COLUMBA cvANOCEPHALA.. Perdiz, ... COLUMBA INORNATA...... Paloma пот xxvii) COLUMBA LEUCOCEPHALA COLAPTES FERNANDINÆ. . . Paloma de cabeza blanca .. B г: Tojosita . COLUMBA PORTORICENSIS, . ае XXVII)» COLUMBA ZENAIDA. ...... COLYMBUS DOMINICENSIS. . COLUMBA MONTANA..... COLUMBA PASSERINA .. + Sanjuanera ASEL T Saramagullon.. ......... COLYMBUS CAROLINENSIS... Saramagullon. . . . .. ..... CONURUS GUYANENSIS. ... Ёетйүид............. Et Corvus JÀMAIGHNSIS бое CROTOPHAGA АМІ........ Judio (Tab. xxv, fig. 2, 3). CULICIVORA CERULEA.... BiriJila...oooomo.ooo.... FALCO COLUMBARIUS..... Cernicalo.... ...... e... FALCO SPARVERIUS. . АС ERU FALCO SPARVERIOIDES ,... Cernicalo (Tab. 1)... ..... FREGATA AQUILA. най hor ados Ce ee eS FRINGILLA DOMINICA... .. FULICA ATRA Gallareta de pico blanco... GALLINULA CHLOROPUS. .. Gallareta de pico colorado. HIRUNDO PURPUREA..... Golondrina............. IBIS RUBRA us Osroene od со тата) ICTERUS HUMERALIS.. . LARUS ATRICILLA,....... Gaviota. + Tomeguin (Tab. хуп). LINARIA CANICEPS..... MACROCERCUS TRICOLOR... MUSCICAPA VIRENS... . бпасатауо............. Воо 42,0, co... MUSCICAPA RUTICELLA.... .. MusciPETA CARIBAA, d'Orb. Pitirre.. NISUS FRINGHLLOiDES.... Cernicalo. NocrUA SIJU........... Siju (Tab. ш)..... NYCTICORAX VULGARIS.... Guanabá de Florida. NYCTICORAX VIOLACEA.... Guanalá. ........ ÜnPREUS POLYGLOTTUS.. . Sínsonle.... ..... esses. ORTHORHYNCHUS COLUBRIS. Zun zun (Tab. xxr, fig. 1). ORTHORHYNCHUS RICORDII. Zun zun (Tab. xxi, fig. 2). Октүх VIRGINIANUS..... OTUS SIGUAPA. ... Сота Siguapa (Tab. п)........ PARRA ЈАСАМА,......... Gallito, (Tab. xxx Mem PASSERINA CYANEA....... Azulejo. . PASSERINA CIRIS, ........ Матроза........... PASSERINA OLIVACEA . ..... Tomeguin del Pinar (Tab. XY E AVES DESCRIPTAS. Nombres latinos, Nombres. vulgares. PELECANUS FUSCUS + Alcatraz... Rabo de Junco. PHALACROCORAX GRACULUS. ботша......... PHAETON XTHEREUS PHENICOPTERUS AMERICA- RUE iae San «+... Flamenco (Tab. xxix) 157 Picus PRINCIPALIS+. +... + Carpintero real....... .. 107 PICUS VARIUS. ...... .... Carpintero escapülario... 108 Picus PERCUSSUS. ........ Carpintero verde......... 109 PLATALEA AJAJA. .... Е Porvsonus VULGARIS..... багатае PonPuvnio мААтІМІСА..., Gallareta. ...... PsrrrACUS LEUCOCEPHALUS. Cotorra.. . .. . PYRANGA ASTIVA...... PYRANGA RUBRA. + ++ . Negrito (Tab. хуп). PYRHULA NIGRA.... 81 QUISCALUS vERsICOLOR.... Tot....... Sano 93 QUISCALUS BARYTUS...... Mayo Craft (Tab. Н M . 9 QUISCALUS arro VIOLACEUS Toti (Tab. хїх)......... 95 RALLUS LONGIROSTRIS... . Gallinuela parda, (Tab.xxxı pico). ..... ао RALLUS VARIEGATUS..... Gallínuela............. 180 RALLUS CAROLINUS Gallinuela. .. ........... 181 RosTRAMUS SOCIABILIS.. .. @шїпеһо................ 80 SAUROTHERA MERLINI, ОСОМ ees Arriero (Tab. xx 17-605 SCIURUS AUROCAPILLUS. .. ........ ... 54 SCIURUS SULFURASCENS, d'Orb. (Tab. vr). ...... Ud ББ SCOLOPAX GALLINAGO... . . oed Ty) SETOPHAGA MITRATA. Dore 75 STERNA ANGLICA See ie et E 215 STERNA CAYENNENSIS. . tuom qa Et STERNA FULIGINOSA . STERNA STOLIDA . STRIX FURCATA бабае; у сс SULA FUSCA............. Pájaro bobo SYLVIA CORONATA. ..... STURNELLA LUDOVICIANA. DO Ug cese T2 Bijirita (Tab. vu)... ... Birijita (Tab. x)........ 59 Bijirila.. . SYLVIA PALMARUM, ...... SYLVIA C/ERULESCENS. SYLVIA PENSILIS SYEVIA TRICHAs, . .. 61 SYLVIA AMERICANA 62 SYLVIA MARITIMA. ... 53 SYLVIA MACULOSA........ Bijirita.... 64 TANAGRA ZENA+......... Cabrero (Tab. jai toni TANTALUS LOCULATOR..... Сосо б Grulla........... 155 TODUS MULTICOLOR . TOTANUS FLAVIPES... +». Peorrera (Tab. ххи!)...... 102 ++ Sarapico (Tab. xxx1)..... 164 se Sarapico. ies os ДВБ Sarapico. . е 66 Sarapico... 167 TnocoN TEMNURUS, +... Tocororo (Tab. ssa 123 220 Nombres latinos. TURDUS RUBRIPES. . Turpus minor (Tab. v)... TURDUS MUSTELINUS. З TURDUS CAROLINENSIS. . . . TYRANNUS CAUDIFASCIA TUS, TABLA DE LAS AVES DESCRIPTAS.. (Tab Nombres vulgares. ‚ Zorzal de patas coloradas A CODO CIS Zorzal TYRANNUS MAGNIROSTRIS , d'Orb. Pág. Nombres latinos. Nombres vulgares. Es = Pág TynANNUS MATUTINUS. ... Pufirre (Tab. xiv). . 71 TYRANNUS PHOEBE, ...... Pitirre. .. 72 VANELLUS SQUALAROLUS VIREO GILVUS....... Ue XANTHORNUS DOMINICEN- SIS. Sears eee Tie dorus va Mayito (Tab. хх bis FIN DE LA TABLA.