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" -.1,, ; a f.t " REVISTA CHILENA Historia Natural PUBLICACION BIMESTRAL ILUSTRADA Dedicada al fomento y cultivo de las Ciencias Naturales en Chile PREMIADA POR EL INSTITUTO DE FRANCIA (Académie des Sciences) DIHIÍCTÜH Y HEDACTOH (FUNDADOR): Prof. Carlos E. PORTER, C. M. Z. S., F. E. S. Catedrático de Zoología general y Entomología aplicada en el Instituto Agrícola de Chile Director de la obra FAUNA DE CHILE y de los "Anales de Zoología Aplicada" Miembro Honorario de la Facultad de Ciencias de la Universidad Mayor de San Marcos (Lima) Catedrático Honorario de Zoología de la Universidad de Manáos (Brasil) Académico Correspondiente de las de Ciencias de Madrid, Barcelona y Marsella Académico de Mérito de la de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana Laureado de la "Académie Internationale de Géographie Botanique" de Le Mans Oficial de Instrucción Pública; "Chevalier” del Mérito Agrícola - - COLABORAN DISTINGUIDOS ESPECIALISTAS NACIONALES Y EXTRANJEROS ANO XIX (SaiS) 1915 Santiago de Chile — IMP. LA ILUSTRACION Moneda 855-863 o © Esta REVISTA es propiedad del Director u Redactor (su fundador en 1897), quien se reserva todos los de¬ rechos literai’ios // artísticos. Queda hecho el depósito que manda la Lejj. © - © OCT 4 1932 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL. HJSlO XlX (1915) ADVERTENCIA Todos los canjes, las obras enviadas para anuncios o para ser analizadas, los pedidos y las colaboraciones deben ser dirigidos al Prof. CARLOS E. PORTER Director de la Revista Chieena de Historia Natural Casilla, 2974 SniiTinQO (Chile) REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL Dedicada al fomento y cultivo de las Ciencias Naturales en Chile Direcinr y Redactor (Fundador): Prof. Carlos E. PORTER, C. M. Z. S., F- E-S. Año XIX Enero -Abril de 1915. Niíins. 1 y 2 A NUESTROS LECTORES Comenzamos el tomo XIX de esta Revista con el entu¬ siasmo de los primeros días. Pero es fuerza que confesemos que la guerra europea, que tan profundamente ha afectado al mundo, ha hecho pagar tam¬ bién su tributo a nuestra publicación. Debido a las economías en que todas las naciones han tenido que entrar, de la sub¬ vención fiscal de que gozábamos en 1914— aun disminuida ya sobre el presupuesto en un 25X — . alcanzamos a retirar sólo el primer semestre de los fondos decretados, por lo cual la publicación vió reducido el número de las páginas del tomo XVIII. Sin embargo, con esa disminución no sufrió retardo ninguna colaboración de nuestros entusiastas corredactores y suprimimos solamente algunos modestos artículos nuestros. Reducida a $ 2,000 la subvención para el presente año, a lo que viene a agregarse el gran recargo que han experimen¬ tado los trabajos de imprenta y litografía, el tomo XIX tendrá necesariamente que sufrir, muy a nuestro pesar, la correspon¬ diente disminución. Dadas estas explicaciones necesarias, sólo nos resta agra¬ decer la deferencia que tanto la H. Comisión Mixta de Presu¬ puestos, como ambas Cámaras legislativas y el Ministerio de Instrucción Pública han tenido para con nuestra publicación, subvencionándola aun en medio de la crisis. Procuraremos continuar haciéndonos dignos de tan pa¬ triótico y generoso auxilio fiscal. La REDACCIÓN. G REVISTA ClIILEiVA DE HISTORIA NATURAL APUNTES SOBRE UNOS PECES CHILENOS POR EL Dr. Fernand LAHILLE Jefe de la División de Zoología aplicada del Ministerio de Agricultura (B. Aires) En Enero próximo pasado recibí de mi distinguido amigo el Sr. Prof. Carlos E. Porter, los tres pecesitos que hacen el objeto de la presente nota. El primero proviene de la Isla de Juan Fernández, en donde fué encontrado por el señor José N. Thomas. Es una forma joven — y sin duda pelágica — que refiere al género Schedophilus, de la familia de los Stromateidae\ y como no he podido referirla a ninguna de las especies conocidas, la describiré con el nombre de; Scliedopliiliis pacificiis, ii. sp. El cuerpo de este pez es muy comprimido (espesor máxi¬ mo: 0,08) (*) y los perfiles superior e inferior son muy convexos. El hocico es obtuso, aunque lo sea menos que en Stromateus. La altura máxima del tronco es casi igual a la mitad del largo del pez. El largo de la cabeza (0.38) es igual al de la cola, y superior al del tronco que no pasa de 0.24. La boca es grande, oblicuamente hendida. Los labios son delgados y las maxilas presentan una sola hilera de dientes D Todas las medidas centesimales indicadas en la presente nota expresan centésimos del soma o largo total (sin contar el largo de la aleta caudal). Año 19(1 9 i 5) Lám. UT. UE8UANC-4-C ÉPRATO Y Cía Lahille. — AruNTKs soisre unos puces chilenos 7 iguales, finos y agudos. El paladar es sin dientes. El maxilar superior no forma parte de la boca, y se ensancha a su extre¬ midad superior. Llega atrás (0.16) casi al nivel del centro del ojo. El ojo es relativamente grande como en todas las formas jóvenes; su diámetro es igual a 0.1 1. Entra tres veces y media en el largo de la cabeza. El preopérculo presenta ocho espinas, la primera o la más anterior es muy corta; la antepenúltima es sinuosa y la última, recta, se dirige hacia arriba y atrás. El opérculo, como todos los huesos de este pez, es poco calcificado y muy delgado y en su parte superior, al nivel del ojo, presenta estrías divergentes. Las hendiduras branquiales son muy largas, llegan ade¬ lante casi del nivel de la parte anterior del ojo. Las membra¬ nas branquiales son libres del istmo. Hay siete radios bran- quióstegos y una seudobranquia bien desarrollada. La dorsal es muy larga (0.59); nace como la pectoral casi al nivel de la extremidad posterior de la cabeza. Está compuesta de 63 ra¬ dios, que van alargándose un poco de adelante hacia atrás. Los cuatro primeros espinosos son flexibles y se confunden casi con los demás. La anal mucho más corta (0.35) nace a una distancia del hocico igual al largo de la base de la dorsal. Hay 40 radios a la anal, los 3 primeros espinosos y flexibles. Si los últimos ra¬ dios de la anal y de la dorsal se reclinan atrás, sobrepasan la base de la caudal. El pedúnculo caudal (0.13), es truncado a su extremidad posterior, y su altura máxima es igual a la mitad de la distan¬ cia del centro del ojo a la punta del hocico. Las principales dimensiones absolutas del pececito son las siguientes: Largo total o soma, 37. Largo máximo (con la caudal), 47 mm.; cabeza, 14 mm.; tronco, 9 mm.; cola, 38 mm.; altura máxima del tronco, 19 mm.; espesor máximo del tronco, 4 8 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL mm.; diámetro horizontal del ojo, 4 mm.; largo del hocico, 4 mm.; espesor máximo de la cabeza, 7 mm. El segundo pez del envío del Prof. Porter, proviene del Corral (Chile) y es el: (ilobiosoina opliiceplialnm (Jen.) Ghtr. Esta especie fué descrita en 1842 por Jenyns, que le dió nombre de Gobius ophicephalus . Más tarde (1858), Girard en Proced. Ac. Nat. Sc. Philad., estableció el género Gobiosoma que Günther (Cat., T. Ill pág. 85) conservó, caracterizándolo del modo siguiente: Gobiosoma Girard. «Scales none. Body elongate: head not compressed. Teeth small, villiform or cardiform. Two dor¬ sal: the anterior with six to eight (two) flexible spines, the pos¬ terior of greater extent thant the anterior. Anal similiar to the soft dorsal in form and size, terminating at some distance from the caudal. Ventral fins united to a disk, which is not atta¬ ched to the belly. Gill opening vertical, of moderate width, the gill membrane being united to the isthmus». El ejemplar obtenido en Corral tiene un largo máximo de 47 mm., siendo el largo total de 40 mm., la cabeza de 10 mm.; el tronco de 13‘mm.y la cola de 17 mm.; el diámetro del ojo 1 mm., el largo del hocico 2 mm., la altura máxima del tronco 7 mm. La fórmula de las aletas: DI. VIII; D2., 1,16; A I, 13; P. 18 a 19; V. 6;C.,n + 17-f- n. El ojo entra 6 veces y media en la cabeza, la cual entra 4 ve¬ ces en el soma y en éste la altura máxima del pez entre 5,7 veces. En mi último viaje en Tierra del Fuego, encontré la pre¬ sente especie a la entrada del puerto Haberton (Canal de Bea¬ gle). Vive también en las aguas de las islas de Juan Fernández, Puerto Montt y Punta Arenas. Año 19(j9‘5) GOBIOSOMA OPHICEPHALUM (Jen.) Gthr. Lahille. — apuntes souhe unos peces chilenos 9 Acompaño esta nota con un dibujo representando el ejem¬ plar pescado en Corral. El aumento es de X veces. En esta especie, el orificio genital se encuentra a la extre¬ midad de un tubo cilindrico (T. G.) rodeado atrás por una hendidura profunda (H) que se prolonga hacia adelante por un pequeño surco que delimita una área anal. El ano (O. A.) está situado casi a la base del tubo genital. El tercer pez, que proviene también de Corral, es el: (ialaxias atteimatiis (Jen.) C. V. El género Galaxias, exclusivamente austral, es represen¬ tado en Chile y Argentina por dos formas principales. La pri¬ mera, exclusivamente americana, se encuentra acantonada en las aguas dulces. Es el Stomias variegatus Lesson 1830 o Ga¬ laxias variegatus (Less.) Lah. más conocidacon el nombre de Galaxias maculaíus (jen.) C. V. Al lado de esta especie que vive en Malvinas, Patagonia y Tierra del Fuego y a la cual se refiere, G. alpinus (jen.) C. V. o forma joven, y G. Platel Stein, o la misma forma en su grado de desarrollo máximo, puede encontrarse la segunda especie, la que nos ocupa. G. attenuatus (jen.) C. V. vive no sólo como la anterior en Patagonia, Tierra del Fuego y Malvinas, pero siendo cata- droma no es muy extraño, pero sí muy interesante, encon¬ trarle también en Australia, Tasmania, Nueva Zelandia e islas vecinas. G. gracillimus Canestrini es la forma joven de esta espe¬ cie y G. Smithi Regan, una variedad de la forma muy adulta. El cuadro siguiente hace resaltar el paralelismo de las 10 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL formas sud-americanas de las dos especies de Galaxias sud¬ americanas: Forma Especie americana. Dulcícola Especie aii.síral. Catadroma joven G. alpinus G' gracillimus Adulta G. VARIEGATUS G. ATTENUATUS Muy adulta G. Platel G. Smithi Como las aletas ventrales se encuentran más alejadas de la punta del hocico en G. variegatus, que no lo son en G. attenuatus, la especie dulcícola corresponde a un tipo más abdominal que la especie catadroma. Podemos considerar, por lo tanto, que representa filoge- néticamente una forma anterior a G. attenuatus. Un poco arriba de El Quemado, cerca de la desemboca¬ dura del río Santa Cruz, encontré una forma de Galaxias (tres ejemplares de 80 mm., 86 mm. y 89 mm. de largo total) que vendría a constituir una tercera especie: G. elongatus, si se concede a la posición de las ventrales un valor específico. Esta especie se diferenciaría, pues, de G. variegatus y de G. attenuatus del modo siguiente: (representando el largo total del pez o soma por S y la distancia entre el hocico y el ori¬ gen de las ventrales por aV.): S < 2 aV G. variegatus (Less.) Lah. S = 2 aV G. attenuatus (Jen.) C. V. S > 2 aV G. elongatus Lah. Pero como conviene evitar la multiplicación de las espe¬ cies y que casi seguramente el examen de un numeroso ma¬ terial establecerá una serie continua de valores para la rela¬ ción entre S y aV, consideraré G. elongatus como siendo una Lahille. — apuntks sobre unos peces chilenos 11 variedad de G. attenaatus, variedad que evoluciona en sen¬ tido opuesto a G. variegatus, forma esta que volverá así natu¬ ralmente al rango de variedad. En resumen, la forma normal de donde derivan las demás formas americanas sería la espe¬ cie austral: G. attenuatus (Jen.) C. V. Por eso mismo es interesante constatar que del lado de Chile esta especie llega positivamente hasta Corral en las in¬ mediaciones de Valdivia (40° latitud Sud). Tate Regan en su revisión de los Galaxidse (P. Z. S. 1905, pág. 369) indica, con los números 45 a 50, ejemplares de esta especie aun del Perú, pero esta última procedencia figura con un punto de interro¬ gación. Las principales medidas y relaciones del ejemplar que el Prof. Porter me remitió para su examen y determinación, son las siguientes: Cabeza, 15 mm.; tronco, 43; cola, 19; por lo tanto soma: 77 mm. Largo máximo (con la caudal), 88 mm*; altura máxi¬ ma del tronco, 12 mm.; distancia desde el hocico al origen de la dorsal, 58; de la ventral, 38.; de la anal, 58. Altura mínima del pedúnculo caudal, 4. Diámetro horizontal del ojo, 3. Largo del hocico, 4. Distancia entre los ojos, 6. S: T = 5,13 S: H = 6,41 T: Y = 5. D, 10; A, 16; P, 14; V. 1,6; C, 16. En un trabajo en preparación sobre los peces esocifor- mes argentinos trataré con mayores detalles de los caracteres específicos de las galaxias sud-americanas, y de sus varia¬ ciones. Buenos Aires, 3 de Febrero de 1915. 12 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL GALERIA DE NATURALISTAS DE CHILE POR EL Prof. Carlos E. PORTER, C. H. Z. S., F. E. S. Don JOHN A. WOLFFSOHN John Alfred Wolffsohn es un estranjero laborioso, un apasionado cultivador de la Zoología, a quien los museos del Porter. — GAI.EKIA de naturalistas de chile 13 país (especialmente el de Valparaíso) y la propaganda de los asuntos cientíñcos de nuestra Patria deben servicios positivos. El señor Wolffsohn nació en Bradford (Condado de Yorkshire, Inglaterra), habiéndose dedicado desde hace muchos años al estudio de los Mamíferos y a la Apicultura, que conti¬ núan siendo sus ramos predilectos. En Europa fué asiduo visitante del AR Dean BRÉTHES (Du Museum National de Buenos Aires) Monsieur le Professeur Carlos E. Porter a recueiili aux «Guindos» (prés de Santiago), sur un oranger, un inté- ressant Ptiliidae que je décrirai ci-aprés, en créant pour lui un nouveau genre qui tient le milieu entre Pteryx et Acrotrichis, et que j'appellerai Acrotripteryx, ii. gen. La caractéristique du noveau genre sera: Corps ovale, assez plat; tete enfoncée dans le pronotum, peu saillante; an- 16 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL tennes de 1 1 articles, les deux premiers gros, les six suivants petits, ornés chacun d’un verticille de poils, les trois derniers assez gros, en massue allongée; le pronotum est plus dilaté vers la base, les élytres sont tronquées et laissent le pygidium seul á découvert; le mésosternum est á peine caréné entre les coxas intermédiaires dont les cavités cotylo'ídes sont circulai- res; le métasternum est large, les pleures son larges (relative- ment) et s’élargissent vers Tarriére. Le ventre a sept segments. Les tibias antérieurs ont une file de courtes épines comme Cieno pterix. Acrotripteryx Porteri Bréthes, n. sp. Píceo-nigra, tibiis tarsisque testaceis. Long.: Lat.: Ovale, déprimée, subopaque, avec des poils grisátres sur tout le corps; longueur des articles des antennes; 50, 45, 25, 20, 20, 20, 20, 18, 30, 40, 45 microns; thorax deux fois plus large que long, plus large vers la base ou il est insensiblement Fig'. 1. — a. Acrotripterifx Porteril iiiigiiieiitée 80 diamétres; h. aiiteiiiie dii iiieme, augiiientee 100 (liamétres; c. tibia et tarse antérieurs, angmentée 100 diamétres. plus large que les élytres á cotes latéraux un peu arrondis; ély¬ tres deux fois plus longues que le thorax, presque tronquées á l’extrémité. Dernier segment ventral avec une dent aigué de chaqué cóté. Porter. — los iieliasteridae de guile 17 II paraít tres semblable á Acrotrichis chilensis (F. et G.) CsiKi dont il difiere cependant par le thorax et les élytres qui sont également opaques, les élytres qui sont contigués sur toute la suture jusqu’á Textrémité et par les segments ven- traux de l’abdomen au nombre de sept. Sans doute qu’une comparaison directe des deux especes donnerait d’autres ca¬ racteres différenciels. L05 HELlíi5TERiD^£ DE CHILE n POR EL Prof. Carlos E. PORTER, C. Z. 5., F. E. S. Los Heliastéridos constituyen una de las familias de As- teroídeos (Equinodermos), y se caracterizan principalmente por su disco grande y brazos cortos, coalescentes en la base, en número no inferior a 25. Tubos ambulacrales cuadriseriados. La familia comprende el género Heliaster, creado por Gray en los Ann. & Mag. Nat. Hist., Vol. VI (1840), p. 179. Hasta ahora el género comprende una sola especie chi¬ lena, que parece frecuente en la costa pacífica de Sud-América. Esta es: Heliaster lieliautlius Los autores en que pueden encontrarse descripciones de la especie son: Lamarck, Gray, Gay, Dujardin, etc. (*) (*) Para la división de los Equinodermos en órdenes y familias, si¬ go en todos mis trabajos la modernísima clasificación del eminente es¬ pecialista Prof. Edmond Perrier, Director del Museo de París. Rev. Cu. Hist. Nat. 2 18 KEVISTA CHILENA DE HISTOKIA NATUUAL Sinonimia. — He aquí la principal sinonimia: 1816. — Asterias helianthus Lam., Hist. Nat. Anim. sans Vert., 2, p. 558. \S40.— Asterias (Heliaster) helianthus Gray, Ann. & Mag. Nat. Hist., Vol. VI, p. 179. \M2.— Asteracanthion helianthus Müll. et Troschel., Syst. der Asteriden, p. 18. \854. —Asteracanthion helianthus Gay, Hist. Fis. y Polit. Chile, Zool., vol. VIII, p. 425. 1862. — Heliaster helianthus Dujard. & Hupé, Hist. Nat. Zooph., Echin. p. 344. 1888. — Heliaster helianthus Rathbun, Proc. U. S. Nat. Mus., p. 441. 1889. — Heliaster helianthus Sladen, Voy. H. M. S. Challen¬ ger, Zool. vol. XXX, Rep. Asteroidea, p. 556. \ 89 \ .—Heliaster helianthus Perrier, Mis. Sc. Cap. Horn, Echin.' 1892. Heliaster helianthus Linn., Meissner, Archiv. fiir Naturg. Bd. I, 2 Heft, p. 184. 1896. — Heliaster helianthus Meissner, Archiv. fur Naturg., 62*^**' Jarhrg., Bd. I, p. 102. \9\9.~ Heliaster helianthus Clark, ^nW. Mus. Comp. Zool. (Cambridge, Mass.), vol. LI I, p. 338, lám. 7, fig. 2. \9[4.— Heliaster helianthus Porter, Bol. Mus. Nac. (Chile), vol. VII, p. 281. Nombre vulgar.— El nombre vulgar es Estrella de mar i menos corrientemente Sol de mar. Caracteres. — El cuerpo es deprimido, con radios o brazos numerosos (Gay dice 28 a 39j. El ejemplar con menos radios que yo he visto tenía 26 y procedía de Curaumilla, cerca de Valparaíso; el que tenía más poseía 40 y provenía de Coquim¬ bo (Dr. Delfin, coll.) Porter. — i.os iiKLiASTEHinAii de chile 19 El color, en vida, es moreno por encima con las asperezas rojizas; la cara ventral o inferior es blanca o blanco-amari¬ llento. Fis^. ^l.^Heliaster Jielíantlins Lam. — Vista dorsal. — 1/2 (Oiuct.) El diámetro de los ejemplares secos del Museo Nacional es de 200, 185 y 160 mm. El número de brazos de estos ejemplares es respectiva¬ mente de 34, 33 y 35. Hay, en el mismo Museo, ejemplares en alcohol en número de seis que no he medido y a los que no he contado los brazos. Esta especie, como muchas otras de Asteroídeos, viven a escasa profundidad sobre las rocas, donde se les ve con suma facilidad. 20 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL Distriloicióii ^eogTáíica.— Gay dice: «Habita Valparaíso y otras partes de la República». Yo no lo he recibido de más al sur de San Antonio. Además de en Curaumilla y Valparaíso, lo he visto en abundancia en Iquique. Según los autores, la especie habita la costa del Ecuador, Perú y Chile e islas de Juan Fernández. Comensales.— Aprovecho la ocasión de señalar, tal vez por vez primera, casos de comensalismo en Asteroídeos chilenos. En mis notas de observaciones tengo los nombres de dos crustáceos que en más de una ocasión he visto adheridos en la cara ventral del Heliaster helianthus. Dichos crustáceos son formas jóvenes de Petrolisthes patagónicas y Meinertia gau- dichaudi. Una anomalía. — Antes de terminar estas breves notas so¬ bre Heliaster helianthus (Lam.) creo de interés señalar la que consiste en la existencia de un brazo (de 38 mm.) inserto al lado de la boca, muy movible, con sus pies ambulacrales al parecer normalmente constituidos y que funcionaban como los de los brazos radiales normales. El brazo anómalo es cu¬ rioso que presenta en sus caras dorsal y ventral los mismos colores que los radiales. Este Sol de mar anómalo tiene 172 mm. de diámetro y 35 brazos normales. Me fué traído (a causa de la anomalía se¬ ñalada) por mi inteligente amigo don Erasmo Arellano D., quien lo obtuvo en la playa de El Tabo (Provincia de San¬ tiago). Le rogué tomar una fotografía de la cara ventral (que es la que doy en la siguiente figura) a fin de dejar ver el brazo anómalo, que se presenta de color negro sobre fondo claro, al centro. He entregado el curioso ejemplar, inmediatamente des¬ pués de tomar nota, al estante especial que expone, en el Porter. — los iieliasteiudae de chile 21 Museo las anomalías, donde los interesados podrán en breve verlo. Fig. 3 . — Heliaster heliaiitlins (Lam.) cara ventral. — 1/2 (Fotografía destinada a mostrar el brazo anómalo) Me es grato dejar constancia de que la magnífica foto¬ grafía que ha servido para el grabado que aquí publico, fue to¬ mada en la «Sección de Decorado y Proyecciones escolares» que dirige el mismo señor Arellano. 22 UKVISTA CHILENA DE IIISTOIUA NATUUAL OBSERVACIONES SOBRE LA BIOLOGIA DE LA TETILLA HYDROCOTYLIFOLIA, DC. H POR Alejandro HORST La flora de una región determinada está compuesta sólo de aquellas especies que, tanto por la conformación de sus órganos vejetativos como por la duración de su desarrollo, son aptas para vivir en las condiciones climatéricas y topogrᬠficas que le son dadas. Si consideramos ligeramente la composición de la vejeta - ción existente en las provincias centrales de Chile, veremos que cada especie ofrece adaptaciones que le permiten desar¬ rollarse en una estación lluviosa que dura de Mayo a Agosto seguida de una época seca y calurosa que ocupa la mayor parte del resto del año. La adaptación más frecuente que podemos observar en hierbas pequeñas, es un desarrollo rápido que termina cuando se hace sentir la sequedad del terreno, permaneciendo sus se¬ millas, rizomas o bulbos subterráneos en reposo hasta la esta¬ ción lluviosa siguiente. Otros vegetales, como las Cactáceas, poseen tejidos ricos en agua, que obran como depósitos y ceden su contenido a los demás tejidos a medida que esto se hace necesario. En cuanto a las plantas leñosas (árboles y ar¬ bustos) de Chile central, pertenecen sobre todo a dos “formas (*) (*) Con gusto hemos ofrecido his páginas de nuestra Revista al se¬ ñor Horst jiara la publicación de su interesante Memoria que supimos permanecía aún inédita. — IV. de LA Red. AÑO XIX (1915). Lám. IV. TETILLA HYDROCOTYLIFOLIA, D. C.— Planta joven, tam. nat. 24 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL vegetales”, en cuya organización se refleja claramente la se¬ quedad de la estación veraniega. Son la forma del retamo, ca¬ racterizada por la reducción del follaje y su reemplazo por tallos delgados asimiladores, y la forma de las plantas xeró- filas, cuyas hojas se distinguen por una textura anatómica densa, la posesión de una gruesa cutícula y la escasez de poros, caracteres todos que tienden a reducir la transpiración. Nos ocuparemos aquí de la biología de la Tetilla hydro- cotylifolia dc., de la familia Saxifragaceae, pequeña hierba que ofrece un singular modo de adaptación a los terrenos donde vive. Vegeta en manchones pequeños en diversas localidades desde la provincia de Aconcagua hasta el Maulé. Se protege esta planta primeramente creciendo en luga¬ res no expuestos a insolación intensa. En Zapallar la hemos visto vegetar en las laderas del cauce de un riachuelo; en el Salto, cerca de Viña de! Mar, crecía en un corte de cerro algo húmedo, al lado de un camino; en el cerro San Cristóbal (en Santiago) aparece entre las grietas de las rocas, y por fin en el cerro Challay, cerca de Angostura, buscaba la sombra de al¬ gunos ejemplares de Puya paniculata Phil. Vemos pues, que de un modo u otro, la Tetilla trata siempre de evitar la insola¬ ción intensa buscando sitios con sombra. Forma tejidos acaparadores de agua como ser un paren- quima de elementos muy grandes que existe en los pecíolos de las hojas y que le dá a estos órganos una forma abultada que le ha valido a la planta los nombres vulgares de “tetilla” y “guatita”. Pierde la lámina de sus hojas cuando la humedad del terreno desaparece y tiene que evitar la transpiración intensa. Seguiremos el desarrollo de esta planta, entrando a estu¬ diar su estructura anatómica. A principios de agosto aparecen las primeras plántulas, compuestas generalmente de una o dos hojas de color verde claro, de forma orbicular acorazonada, de 2 a 4 cm. de diá- AÑO XIX (1915) Lám. V. TETILLA HYDROCOTYLIFOLIA, D. C. Planta ailnlta: tam, nat. 26 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL metro, sostenidas por un percíolo tierno de 3 a 7 cm. de largo y que nacen de un tubérculo ovoide cubierto de raíces muy tupidas y ramificadas (Lám. IV). Las hojas alcanzan pronto todo su desarrollo y aparece el tallo principal de la planta que se levanta derecho hacia arri¬ ba, naciendo en su región inferior las hojas con los pecíolos hinchados y llevando en el extremo la inflorescencia (Lámina IV). La planta ha alcanzado este estado de desarrollo cuando el agua empieza a escasear. Examinando un corte de la lámina de una hoja (fig. 4), no¬ taremos que la cutícula es fina, que faltan tejidos acumuladores de agua y que el neumatenquima es muy esponjoso. Siendo Fig’. á. — Corte de la lámina de la hoja de Tetilla X Í20 ahora el funcionamiento de tales órganos que pierden agua en abundancia un peligro para el vegetal, la planta no los sigue alimentando y la unión del preciólo con la lámina se seca. Las hojas básales son las que primero perecen, secándose comple¬ tamente, ya que sus pecíolos no son hinchados. Las demás hojas también pierden su lámina, pero persisten los pecíolos (Lám. V). Un corte por tal pecíolo hinchado nos aclara su anatomía AÑO XIX (1915). Lám. VI. EXPLICACION DE LA LÁMINA 1) Corte del pecíolo de la hoja de Tetilla. 2) Corte del tallo de Tetilla. 28 UEVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL (Lám. VI fig. 1). La epidermis está poblada de pelos glandulo- sos grandes (0,3 mm.) que secretan una sustancia de color ama¬ rillo. La corteza primaria es un clorenquima poco abundante. En el interior se hallan distribuidos homogéneamente los haces fibrovasales dentro de un parenquima de células muy grandes, llenas de agua. Llama la atención la carencia de “tejidos de firmeza”, pues no hay colenquima, de modo que la rigidez del órgano se obtiene por la turgescencia del parenquima, que representa el principal depósito de agua de la planta. Los pecíolos ceden su líquido al tallo principal hasta que se secan completamente. En este estado del desarrollo la planta ha quedado reducida a los tallos que son relativamente gruesos y llevan en su extremo la inflorescencia, que es un racimo alargado con flores pequeñas cuyos pedúnculos alcan¬ zan en las inferiores el largo de 6 cm. y en las de la punta apenas algunos milímetros. Cada pedúnculo lleva una bráctea aguda glandulosa. Las flores son bastante cigomorfas; tienen cuatro sépalos persistentes de los cuales el que so dirige hacia abajo es más corto que los demás; cuatro pétalos cortos, blan¬ cos o rojizos, de los cuales los dos inferiores son muy reduci¬ dos; hay ocho estambres alternados con ocho estaminodios; el ovario es súpero 4-locular. En esta última etapa del desarrollo de la Tetilla, la planta queda unida sólo mecánicamente a los órganos subterráneos, pues la base del tallo se seca completamente. Hemos recogido ejemplares de esta forma, y los hemos colocado en un vaso de vidrio seco, habiéndose mantenido por más de dos semanas sin marchitarse. Esta notable vitalidad sólo se explica por la exis¬ tencia de alimento en el interior de los tallos. La fig. 2 (Lám. VI), nos muestra un corte hecho en dicho tallo. Vemos en la corteza primaria que las células contienen almidón y azúcar. Mayor aun es la riqueza de alimento en la médula, cuyos ele¬ mentos están repletos de granos de almidón de forma ovoide. Pues bien, desapareciendo la comunicación de los órganos Horst. — BIOLOGIA DE LA TETILLA H YDROCOTYLIFOLIA 29 subterráneos de la planta con los aéreos, los tallos comienzan a ceder alimento empezando por la parte inferior, como puede deducirse de la visible disminución de su grosor. Cuando el agotamiento de los tejidos ha alcanzado a la región floral, los frutos han madurado. Así, los ejemplares que tuvi¬ mos en observación, produjeron después de dos semanas sus cápsulas septícidas llenas de pequeñas semillas obscuras, sin resentirse de la pérdida de las raíces y del cambio de localidad. A nuestro entender, es éste el único caso, en la flora del país, de una planta vascular autótrofa que pueda seguir vi¬ viendo y aún fructificar después de perder los órganos desti¬ nados normalmente a la absorción. Esta rara facultad la debe, como hemos visto, a su eficaz modo de acaparar el alimento destinado a asegurarle la vida hasta terminar el desarrollo. Instituto Pedagógico, Nov. 1912. .so KEVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL SUR QUELQUE5 M0U55£$ RECUEILLIS AL) CHILI PAR LE PROF. CARLOS E. PORTER (*) PAR 1. THÉRIOT Ditrielinm afíine (C. M.) Hpe. in FL. 1867, pp. 181-182. San Javier, leg. C. E. Porter, févr. 1913. Hab. — Chili, Patagonie; Australie, Nouvelle-Zélande. Tortilla prostrata Mont. in Ann. Sc. Nat. 1845, p. 157, FI. Chil. VII p. 148 (1850) et Syll. p. 40 (1846). Antuco, leg. C. E. Porter, N.” 10. (**) Pniiaria IiygToinetriea (L.) Sibth. Antuco, leg. C. E. Porter, N.” 5. Hab. — Plante ubiquiste; on la rencontre dans les deux hémisphéres, á toutes les latitudes. Bryniii Leclileri C. M. in Bot. Zeit. 1855, p. 416. Antuco, leg. C. E. Porter, N.” 5. Hab. — Chili, ou cette espece parait assez commune. Rhizogoiiiiiiii miiioides (Hook.) W. P. Sch. in Bot. Zeit. 1844 p. 125. La Ligua, leg. C. E. Porter, févr. 1913. Hab. — Amérique méridional et Pacifique. J’ai requ du Prof. C. E. Porter deux échantillons. L’un (*) Ocho (le la.S o.species aquí mencionadas (ejemplares devueltos por M. Thériot) fueron cedidas por C. E. Porter, al herbario de Crip- togamia de'l Museo IMacional. — (**) Esta especie, según el Dr. Reiche, se encuentra también en la Isla Mocha. — N. de la Redacckín. Theriot. — suk quklquks mousses ou chili 31 d’eux (N.o 4) est remarquable par la longueur de ses pédice- lles (5 á 6 C/tn.) et par sa capsule également pres de 2 fois plus longue que dans les formes communes de I’espuce (forma l()ng;iseia). Fig". 5. — Rhisoqoninm mnioides forma longiseta. Bartramia anibigaia Montagne in Ann. des Sc. Nat. 1845, IV, p. 103 et Syll. p. 28 (1856), Forma loiigifolia. San Javier, Legit. C. E. Porter, févr. 1913. Hab. — Le type a été trouvé au Pérou, au Chili, en Pata- gonie. 3‘2 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL Olift’otrichiiin canaliciilatum (Hook.) Mitt. M. Austr. Amer. p. 606 (1869). Valdivia, leg. C. E. Porter, N.“ 3, févr. 1913. Hab. — Chili. Pog'onatum oligodus (Kze.) Mitt. M. austr. amer. p. 613. Valdivia, leg. C. E. Porter, N.” 1. Hab. — Amérique méridionale: Colombie, Bolivie, Chili, Brésil. (Le genre Pogonatum compte prés de 150 espéees. A ce jour, on n’a encore signalé au Chili que l’unique espéce citée ci-dessus). Le P. oligodus est caractérisé notamment par les feuilles munies de dents rares et espacées dans l’acumen et par les pédicelles souvent agregés (2) dans le méme périchése. Ces caracteres ne se vérifient pas cependant sur les spé- cimens regus du Prof. Porter; les feuilles m’ont paru entiéres et les pedicelles son solitaires. J’ai pu croire un moment que cette plante était distincte du P. oligodus. Mais l’examen que j'ai fait d’un P. oligodus, originaire de Bogotá (Colombie) et nommé par Brotherus m’a convaincu que les caracteres revelés ci-dessus n’étaient pas constants, ni par conséquent décisifs. J’ai vu en effet sur la plante de Bogotá, sur une méme tige, des feuilles nettement dentées et d’autres dépourvues de dents; et j’ai constaté de plus que si on rencontre des pédice¬ lles agrégés, on trouve tout aussi fréquemment des pédicelles solitaires. j’ai été ainsi amené á rapporter la plante de Valdivia (leg. C. E. Porter) au Pogonatum oligodus comme forma integri- folia. Gliptotlieciuin gracile (Hampe) Broth, in Engler et Prantl, die Natürl. Pflanzenfam. p. 755; Leucodon gracilis Hampe, le M. t. 18 (1844). Theriot. — sun quelques mousses du chili 33 San Javier, leg. C. E. Porter, févr. 1913 (forma robusta). Hab. — Chili, Patagonie. Ptychoiiniioii cygiiisetiiin (C. M.) Par. Index, p. 1060 (1897); Hypnum cygnisetum C. M. in FI. 1885, p. 425. La Ligua, San Javier; leg. C. E. Porter, févr. 1913. Hab. — Chili, Argentine, Patagonie, Terre-de-Feu, et He Auckland dans le Pacifique. Neckera Berteroana Schp. mss.; Mitt. M. austr. amer. p. 454. Aniuco, leg. C. E. Porter, N.“ 7 pp.. Sept. 1911; San Ja¬ vier, févr. 1913. Hab. — Chili. Neckera chilensis Schp., in Ann. Sc. Nat. IP série, p. 147, t. 9. Valdivia, leg. C. E. Porter, févr. 1913. Hab. — Colombie, Chili. Neckera scabrideiis C. M. var. Porteri Thér. Valdivia, leg. C. E. Porter, févr. 1903. A la suite d’une comparaison avec le N.® A 36 de Dusen, j’avais pensé que cette plante de Valdivia en était suffisamment distincte pour constituer une espéce nouvelle que j’avais nom- mée N. Porteri. Mais mon savant ami J. Cardot, a qui je l’ai soumise, croít qu’il n’y a pas lieu de la separer de N. scabri- dens dont elle serait une des formes. Je me range á son opinion, mais je ne crois pas inutile de publier la description et les figures que j’avais préparées anté- rieurement: Caespites lutescentes, nitentes, rami primarii irregulariter pinnati, 2-4 cm. longi. Folia compressa, oblonga, e basi asym- metrica decurrente, late acuminata subobtusa, ápice transverse undulata, integerrima, marginibus basin versus reflexis, 3 mm. longa, 1-1,2 mm. lata; cellulis mediis elongato-hexagonis, infe- Rev. Cu. Hist. Nat. 3 34 REVISTA CHILENA DE IIISTOUIA NATURAL rioribus linearibus apicalibus quadratis vel rhomboideis, ñervo tenui, breve, ad 1/4 folii producto. Folia perichaetialia externa ovata; interna oblonga, sat súbito breviter late et obtuse acu¬ minata, integra, enervia vel subnervia. Capsula in pedicello brevissimo immersa, minuta, ovata; operculo conico longe ros- trato. Peristomii dentes externi pallidi, baud striati minute et remote papillosi, 0,5 mm. alt., interni lineales, a3quilongi, laevi, interdum appendiculati, spone papillosum, 18-24 p crassae. Cette variété differe de N. scabridens C. M., Dusen N.» A 36, par ses feuilles plus larges a acumen moins fin et moins aigu, moins fortement plissées, par les cellules plus courtes. Hypoptery^inni Thouini (Schwaeg), Mont., in Ann. Sc. Nat. Ill p. 86, in Hist, du Chili Bot. crypt. II. t. 2, 8. 4 (1850). La Ligua, leg. C. E. Porter, févr. 1913. Hab. — I. Chiloé, Chili, Patagonie, détr. Magellan. Pseudoleskea fuegiana (Besch.) Card. Antuco, leg. C. E. Porter, sept. 1911 (determ. J. Cardot). Hab. — Terre-de-Feu. Cette espece a été décrite par Bescherelle sous le nom de Leskea fuegiana, in Miss. Sc. Cap Horn, V, Bot. p. 298, (1889), sur des échantillons munis seulement de fleurs males, récoltés a la Terre-de-Feu par Hariot. Elle doit fructifier assez rarement, car Brotherus la range dans la sect. Orthotheciella dont le sporogone est inconnu ("in Engler et Prantl p. 1002); cependant mon ami Cardot m’écrit qu’il posscde des échantillons de la Terre-de-Feu, récoltés par Skottsberg, qui portent de vieilles capsules. Les spécimens d’Antuco que j’ai regus du Prof. Porter sont en tres bon état de fructification. Ce m’est une excellente occasion de compléter la description de Bescherelle et de figurer cette espéce. Folia periCcBtialia lanceolato-acuminata, plicata longe aris- tata, ápice imequaliter dentata; seta erecta, purpurea, 25 mm. 35 Theriot. — sur quei.quks mousses du chili longa; capsula oblonga, inclinata, arcuata, operculo conico, breviter apiculato. Annulus nullus. Peristoinii dentes extern! in membrana ad ^ dentium longitudinis, in carina pertusi, cilia breviora. Sporte laeves, 12 p crassee. Sriaromiuin coiispissatiiiii (Hook. fil. et Wils.) Mitt. M. austr. amer. p. 572. Antuco, leg. C. E. Porter, N.® 6. Ce genre, suivant I’arrangement de Brotherus (die Na- türlichen Pflanzen Familien, p. 1029) compte environ 20 espe- ces presque toutes américaines. On en connait 4 dans le Chili; 5. obscurifolium Mitt., vS. pachyloma (Mont.) Par., 5. Kraa- seanum (C. M.) Par. et 5. conspissatiim. Rhyncliostei^iella acantliopliylla (Mont.) Broth. Antuco, leg. C. E. Porter N.® 7 pp.; Valdivia, leg. C. E. Porter N.o 2 pp. Hab.— Chili. Le genre Rhynchostegiella qui renferme 30 especes n’a que 3 représentants dans toute I’Amerique: Rh. curviseta (Brid.) Limpr. qui crcit dans I’Amer. septentrionale, Rh. acan- thopylla au Chili, Rh. fiiegiana (Card.) a la Terre-de-Feu. Le Havre, Dec. 1914. AÑO XIX (1915). Lám. VIL Theriot. — suu quelques mousses nu chili 37 EXPLICATION DE LA PLANCHE 1. Neckera scabridens C. M. var. Porteri Thér. a, feuille, X 22; b, tissu du sommet de la feuille X 260; c, cellules moyennes X 260; d, cellules inférieures X 260; e, e, feuilles périchétiales X 22; f, une dent et une laniere du péristome X 120; g, fragment de dent X 260; h, fragment de laniere X 260. 2. Pseudoleskea fuegiana {Besch.) Card. a, feuille caulinaire X 40; b, tissu basilaire X 260; c, cellules moyennes X 260; d, feuille raméale X 40; e, e, feuilles périchétiales X 22; f, sommet d’une feuille périchétiale X 120; g, capsule humide X 15. 38 REVISTA CIIII.ENA DE HISTORIA NATURAL MATERIALES PARA LA FAUN/t QSRCINOLÓGICji DE CHILE POR EL Prof. Carlos E. PORTER X. — EL Género PILUMNOIDES, Edws. & Lucas El género de que hoy me ocupo fué creado en 1843 por Edwards & Lucas en la obra de D’Orbigny “Voyage dans l’Amérique Méridionale” para una especie ya conocida de nuestra costa, descrita por Poeppig en 1836 bajo el nombre de Hepatus perlatus. El estudio que los colaboradores en Carcinoiogía de la mencionada obra de D’Orbigny hicieron de varios ejemplares (todos $ $ ) de la mencionada especie, tomada en la costa del Perú (cerca del Callao) dio margen a la creación del género Filumnoides, ya universalmente aceptado por los especialis¬ tas y que Edwards & Lucas caracterizan con la siguiente diagnosis: ‘'Testa sühorbicularis; antennce interiores in foveolis obliquis receptee; antennce exteriores in canihum oculorum insertce; pedes maxillares externi articulo tertio lato, subqiia- drato; pedes primi paris crasi, breves”. La única especie del género es: Porter. — FAUNA CARCINOLÓGICA DE CHIUE 39 Piliiniiioides perlatus (Poepp.) He aquí, ante todo, la sinonimia de este pequeño Xántido: \S3Q.- Hepatus perlatus Poppig, Archiv. f. Naturg. Jarg. II, Bd. I, p. 135., pl. IV, fig. 2. \843.- -Piliimnoides perlatus Edw. & Lucas, D’Orbigny. Voy. dans l’Amér. Mérid., pt. VI, I, p. 21, pl. IX fig. 1. \M^.- Pilumnoides perlatus Nicolet en Gay, Hist. Fís. y Polít. Chile, Zool. Vol. III, p. 146. \858. — Pilumnoides perlatus Kinahan, Journ. Roy. Soc. Du¬ blin, Vol. I, p 338. 1880. — Pilumnoides perlatus A. Milne-Edws., Mis, Se. au Mexique, p. 304, pl. LIV, fig. 6. 1898— Pilumnoides perlatus Rathbun, Proc. U. S. Nat. Mus. (Wash.), p. 586. 1902. — Pilumnoides perlatus Nobili, Rev. Ch. Hist. Nat., VI, p. 235. 1902. — Pilumnoides perlatus Lenz, Zool. Jahrb. Suppl. Bd. VI, p. 235. \90Q.~ Pilumnoides perlatus Porter, Rev. Ch. Hist. Nat., X, p. 132, fig. 16. 1907. — Pilumuoides perlatus Rathbun, Rev. Ch. Hist. Nat., XI, p. 49, lam. II. \9\0.— Pilumnoides perlatus Rathhun, Proc. U. S. Nat. Mus., XXXVIII, p. 544, pl. 50, fig. 2. (’aracteres. — La forma del cefalotorax es suborbicular, convexo y notablemente más ancho que largo. Dicho carapa¬ cho lleva tubérculos en los dos tercios anteriores de su super¬ ficie, teniendo sus bordes látero-anteriores dentados. Los quelípedos iguales, tuberculosos i gruesos (duros como el carapacho); la mano corta, en cuya mitad inferior los 40 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL tubérculos, muy juntos, se disponen en líneas longitudinales (*); los dedos de la pinza son de color obscuro con la extremidad F¡g. C. — Pilnmnoides perlatiis (tamaño natural. — Orih.) blanca. Los otros cuatro pares de peroyópodos son delgados y terminados en una uña de color ámbar. El color del cuerpo, siempre uniforme, es anaranjado cla¬ ro y a veces amarillo sucio. Distribiidón g-eográflca. — La literatura de la especie nos de¬ muestra que D'Orbigny la encontró en el Callao. Gay dice: “Esta especie se halla en los mares de Valparaíso”; el Dr. SiLVESTRi, en Talcahuano; el Dr. Plate, en Iquique y Cal- buco-, Miss Rathbun la menciona como habitando desde Pa¬ namá hasta Chile. Yo la he recibido del Dr. Delfín, como tomada en Anead; del señor E. E. Gigoux, de Caldera; del señor J. N. Thomas de Los Vilos. Yo mismo la he colectado en Valparaíso y Curaumilla. Los ejemplares que posee el Museo Nacional son tomados en Corral (12 ejemplares $ $ y $ ? ) y recientemente en Valparaíso por mí. Según nuestros conocimientos a la fecha, la especie de que se trata puede decirse que habita desde Panamá hasta Anead. (*) Equivocadamente en la obra de Gay se dice «formando líneas ti’ansversales*. 5Ílüa F. — NUEVO MICROLEriDÓPTERO CHILENO 41 UN NUEVO MICROLEFIBÓFTERO CNILENO QUE CAUSA PERJUICIOS A LAS PAPAS PUR Carlos SILUA F16UERA Habiendo tenido ocasión de estudiar varias muestras de papas completamente inservibles por encontrarse atacadas por pequeñas larvas que las agujereaban en todos sentidos, pude notar ciertas diferencias existentes entre estas últimas, lo que me hizo pensar de que debía tratarse sin duda de dos espe¬ cies distintas, aunque igualmente perjudiciales para este im¬ portantísimo tubérculo alimenticio. Conseguí desarrollar con todo cuidado las referidas lar¬ vas y así obtuve la confirmación de mis sospechas una vez que observé los imagos, pues en realidad se trataba de dos Micro- lepidópteros diversos, que clasificó el sabio especialista Sr. W. J. A. Klunder van Gyen, a quien se las envié en estudio. Fig'. 7. — Trichotaphe tangolias Kl. v. Gl. (Orig.) Como puede verse en el trabajo cfel señor Klunder van Gyen, publicado en el tomo V, núm. 2 del «Boletín del Museo 42 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL Nacional», una de ellas es la Gelechia galbanella Zell. y la otra resultó ser una polilla chilena nueva para la Ciencia, que ocasiona tanto si nó mayor daño que la Gelechia galbanella Zell. y que el Sr. Klunder van Gyen coloca en la fam. Gele- chiadae con el nombre de Tricliotaphe taii^olias, Kl. v. G. En el mismo Boletín publicamos nosotros un pequeño estudio biológico sobre dicho insecto. Santiago, Febrero 5 de 1915. B I O LO O I A LAS TRANSPLANTACIONES DE LOS ORGANOS, EL CULTIVO DE LOS TEJIDOS Y LOS AUTOMATISMOS VISCERALES POR Victor DELFINO, M. 5. A., 5. H. P. Miembro honorario de la Facultad de Ciencias Risicas y Naturales de la Universidad Mayor de San Marcos (Lima); Asociado extranjero de la Sociedad Médico-Psicológica de Paris, etc. (Para la «Revista Chilena de Historia Tí'atural) Las ciencias de la vida, después de sus vastas exploracio¬ nes en los dominios de los seres vivos y de haber estudiado sus aparatos y tejidos por los métodos de la anatomía y fisio¬ logía, han querido avanzar más, llevando adelante su afán de in vestigación, y estudiar la vida allí mismo donde se produce, en su foco, que es el protoplasma celular. Aunque no esté muy avanzado todavía el estudio del fisiologismo celular por las grandes dificultades técnicas que su estudio presenta, y Delfino. — LAS trasplantacionks de los órganos 43 además por depender la vida de las células no sólo de sus re¬ laciones recíprocas sino de las que guardan con los medios en que se hallan sumergidas, puede decirse que en estos últimos años se ha dado un paso inmenso con el cultivo artificial de los tejidos animales, mediante el cual se ha logrado averiguar la dinámica propia de cada célula o de un grupo de células, que es como averiguar la dinámica de la vida. Pero antes de ocuparnos particularmente de las intere¬ santísimas experiencias de Carrel y sus colaboradores, cono¬ cer los resultados adquiridos y apreciar sus consecuencias, conviene recordar brevemente los trabajos que prepararon el advenimiento de la brillante era que con ellos se ha iniciado para la biología y la medicina experimental. Hace ya casi más de medio siglo que se sabe que los te¬ jidos animales sacados del organismo vivo o del cadáver fres¬ co, pueden conservarse durante cierto tiempo, sea al estado de vida latente, sea al de vida activa. Los primeros experimen¬ tos verdaderamente científicos realizados en este sentido, fue¬ ron los de Paul Bert, profesor del Museo de París, que consi¬ guió conservar artificialmente al estado de vida latente, fuera del organismo, tejidos de mamíferos y transplantar colas de ratones conservadas durante muchos días a una temperatura no superior a 12°. C. Posteriormente Harrison, del Laborato¬ rio Anatómico de la Universidad de John Hopkins (Estados Unidos de América), demuestra la posibilidad de la vida ac¬ tiva dé los tejidos animales y que el sistema nervioso en un embrión de rana, colocado en una gota de linfa, desarrolla y produce largas fibras nerviosas; luego. Burrows, auxiliado por el mismo Harrison, perfecciona la técnica para adaptarla al cultivo de los tejidos de los animales de sangre caliente, inves¬ tigaciones que marcan el punto de partida de las experiencias 44 UKVISTA CHILENA DE HISTOHIA NATUUAL realizadas por el ilustre Carrel, en el Instituto Rockefeller de Nueva York. Pero es necesario llegar a Tuffier, el brillante cirujano francés, para asistir a la primera aplicación práctica de los te¬ jidos animales conservados artificialmente, fuera del organis¬ mo, o “m vitro”, como se dice en lenguaje un poco bárbaro de la ciencia. En efecto, Tuffier, empleó en diversas ocasiones fragmentos de epiploón, de peritoneo y de cartílago, conser¬ vados en vaselina y agentes refrigerantes, para reconstruccio¬ nes articulares. Después, Debierre y Girard, realizaron sino ingertos, anastómosis directas, entre una gruesa vena y una gran arteria; y Pedro Delbet, realizó sus famosas tentativas de ingertos arteriales. Magitot, en 1911, realiza en París, una notable aplicación de ingerto. Extirpó el globo ocular de un glaucomatoso, con¬ servándolo en un tubo con suero humano, en un refrigerante a 4° C., durante ocho días, ingertando al cabo de este tiempo, un fragmento de la córnea de este ojo en la córnea de otro en¬ fermo, al que le había sido resecada, a causa de una quema¬ dura por un álcali y de haberse producido después una exten¬ sa cicatriz que impedía la visión del paciente. Después de sie¬ te meses de intervenido, la córnea transplantada era transpa¬ rente y el enfermo recuperó el uso de la vista! Nose han apagado todavía los ecos délas famosísimas experiencias del Dr. Alexis Carrel, realizadas por el célebre cirujano francés, en el Instituto Rockefeller, de New York y apoyadas y divulgadas en Europa por el profesor Samuel Pozzi, de la Facultad de Medicina de París, — sobre la conser¬ vación artificial de la vida y cuyos resultados cuentan ' entre los más importantes obtenidos por la biología en todos los tiempos. Gracias, en efecto, a los métodos imaginados por Carrel y su colaborador el Dr. Montrose T. Burrows, los ór¬ ganos de los animales adultos han podido vivir durante cierto tiempo separados del cuerpo de que formaban parte, habién- Delfino. — LAS trasplantaciones de los órganos 45 dose podido ingertar órganos enteros de un animal a otro, asegurando por medio de minuciosas arteriorriafías, la nutri¬ ción integral del órgano transplantado. Esta es la parte más sorprendente de los experimentos de Carrel; pero el proble¬ ma esencial que se planteó Carrel, y que, en principio repre¬ senta la solución del problema vital, es otro, la conservación de los elementos anatómicos, de las células, de los tejidos, fuera del organismo. Porque, en efecto, el problema de la transplantación de los miembros que Carrel y Burrows reali¬ zaron a maravilla, involucra en el fondo otro fundamental, es decir, la conservación de los órganos con la vitalidad de sus células adormecida, aunque intacta, y capaces de entrar nue¬ vamente en función, toda vez que se les incorporara nueva¬ mente a un ser vivo. Estos estudios permitieron deducir a sus autores, una importantísima consecuencia práctica, esto es que, desde ahora, se pueden conservar arterias, órganos ente¬ ros, etc. sacarlos de un amputado para volver a plantarlos, permítasenos la expresión, — más tarde en un herido o en un aneurismático, en quien esas arterias u órganos se hallaren enfermos o hubiesen sido lesionados. Esto no obstante, ciertas condiciones, como ser la oportunidad de la transplantación, y la circunstancia de no poder tener siempre a mano el material a transplantar, a pesar de que los resultados de Carrel proba¬ ron que la vejez i la muerte de los cultivos son, al menos den¬ tro de ciertos límites contingentes, dificulta las aplicaciones prácticas del ingerto. Persiguiendo estos estudios, cuya importancia práctica no puede por ahora alcanzarse en toda su magnitud, puesto que, como primer resultado se tiene que el ingerto arterial y arte- rio-venoso cuya posibilidad demuestran las experiencias fisio¬ lógicas, responde al ideal del cirujano en el tratamiento de los aneurismas cuando la arteriorrafia resulte difícil por la exten¬ sión de las lesiones, por tratarse de una operación restaurado ra, el profesor Carrel presentó no ha mucho a la Sociedad de 46 REVISTA CIIIEENA DE HISTORIA NATURAL Biología de París, una serie de apreciaciones importantísimas en cuanto hace a las leyes de la fisiología celular que el emi¬ nente sabio francés acaba de revelarnos. En verdad, puede decirse que Carrel logró cultivar teji¬ dos vivos; y, en efecto, al colocar fragmentos de tejidos vivien¬ tes de bazo, de riñón, glándulas tiróides, glándulas linfáticas, etc. etc., en el mismo suero del animal de que procedían man¬ tenido a la temperatura del cuerpo, pudo observar en el mi- croscópio el desarrollo de las células que los constituían. Todos esos tejidos y órganos, pudieron vivir y desarro¬ llarse fuera del organismo; todos los cultivos tenían las mis¬ mas características y su desarrollo y crecimiento dependían de la naturaleza, de la edad de los animales y de otros diver¬ sos factores. Y se observó este fenómeno curiosísimo: que al cabo de 36 o 48 horas, las células de los tejidos muy jóve¬ nes, se multiplicaban, generando no sólo células iguales a sí mismas, si que también los elementos conjuntivos que consti¬ tuían la trama, el armazón del órgano. Lo inaudito, lo increí¬ ble de las experiencias de Carrel es que un fragmento de piel pudo al cabo de tres semanas doblar de superficie, y varios nervios alargarse de algunos milímetros. Para subvenir a las necesidades vitales de sus cultivos, Carrel se ve obligado a trasladarlos de cuando en cuando a una nueva vasija, a darles un nuevo ambiente que ellos agotan poco a poco; y tratando de averiguar por cuanto tiempo las células especializadas de ciertos órganos, por ejemplo del bazo o del cuerpo tiróides, podían conservar su especializa- ción fisiológica, viviendo la vida libre, llegó a la consecuencia de que las células propias, específicas del órgano, desde el se¬ gundo cambio de vasija, se escapaban de las mallas conjunti¬ vas de éste, para la vida propia en medio del suero. Hay variaciones periódicas en el aspecto de las células; y el volumen y la rapidez del cultivo, se modifican por la influen¬ cia de diversas causas. Aumenta con frecuencia paulatinamente. Delfino. — I. AS trasplantaciones de los órganos 47 Otras veces queda estacionario o disminuye. Redúcese por causas numerosas, cuales son la sección y los estiramientos del plasma, durante las manipulaciones de los lavados y de los pasos, en cuyas circunstancias mueren con frecuencia un gran número de células. En otros casos, las infecciones microbianas, obligan a resecar mayor o menor parte de los tejidos cultiva¬ dos. En lo que respecta a la velocidad de crecimiento, Carrel comprobó, que, en general, después de un paso, las células se desarrollan casi sin período latente. A las dos o tres horas na¬ cen nuevas células en el borde del antiguo plasma, habiendo observado Carrel que la rapidez del crecimiento puede ser tan activa después de cuatro días, como al principio de la vida. La duración máxima de los cultivos observada durante estos experimentos fué de sesenta y un días. En un cultivo fijado y coloreado, de cincuenta y cinco días, se pudo obser¬ var la proliferación lenta y continua del tejido, habiendo pri¬ vado al tejido de los avances que conquistara durante sus pe¬ ríodos de crecimiento, las manipulaciones de los lavajes y de los traspasos. Y los tejidos mueren mientras se hallan en ple¬ na actividad, de infección microbiana. Su facilidad de prolife¬ ración, dice el profesor Pozzi, no había disminuido en modo alguno, y hasta parece que se habían adaptado a su nuevo modo de vida y a los traumatismos necesarios para los lavados y demás manipulaciones. La muerte sobrevino en todos los casos por infecciones micróbicas; y en algunos casos de infecciones locales, resecán¬ dose las partes indemnes con un cuchillo de catarata, el culti¬ vo curó casi siempre y pudo después producir varias genera¬ ciones de células asépticas. Podemos ofrecer a nuestros lectores, gracias a la exquisi¬ ta amabilidad del ilustre Carrel, que nos ha honrado con el envío de sus hermosos trabajos, la descripción cuidadosa de las asombrosas experiencias realizadas en ‘'The Rockefeller Institute for Medical Research”, cuyos resultados han consa- 48 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL grado la celebridad mundial del eminente cirujano francés, a quien el Instituto Carolino de Stockholmo, confiriera no ha mucho, el premio Nobel. Carrel, sin embargo, no se ha dete¬ nido aquí, sino que, llevando adelante sus audacias ha intenta¬ do en una serie de experiencias notables, establecer una técni¬ ca por la cual pudiera hacerse vivir, con vida autónoma, fue¬ ra del organismo un sistema de órganos. El problema era ten¬ tador y difícil; sin embargo acometerlo y resolverlo fué todo uno para Carrel, que logró, superando increíbles dificultades técnicas realizar la supervivencia de los aparatos viscerales de un animal, en general del gato, conservándolos en ciertas con¬ diciones, a la temperatura de 38°. C.; es decir,-^asómbrese el lector — , que después de muerto el animal, y separados sus órganos, el corazón latiera fuerte y regularmente, el intestino, presa de movimientos peristálticos, evacuara el agua vertida por el esófago, el mucus y la bilis intestinal; y en un caso en que el animal fué sacrificado y el estómago estaba lleno de carne, que se efectuara la digestión normal. El fenómeno del funcionamiento de los tejidos vivos fuera del organismo, colocados al abrigo de la infección microbiana, fué observado por el gran químico francés M. Armand Gau¬ tier, allá por los años 1882, en el músculo; así, pues, lo más importante, el verdadero interés de las investigaciones de Ca¬ rrel, reside como muy bien lo observa M. Gley, no en su con¬ servación -supervivencia — , fuera del organismo; sino en los fenómenos de multiplicación celular que se observa en ellos, multiplicándose indefinidamente en su medio de cultivo como los microbios. Viene así a alumbrarse el misterio de la vida y también el de la muerte, porque Carrel cultivó con igual éxito tejidos enfermos y vió que también se desarrollaban con pasmosa ac¬ tividad, en el caso en que el tejido neoplásico (maligno) elejido era un sarcoma. Las células de este tejido cultivado artificial¬ mente, proliferaron con asombrosa rapidez, en términos que Delfino. — l.AS THASI‘I>ANTACIOM<:S DE EOS ÓUOANOS 49 en un lapso de tiempo de cuarenta y ocho horas, la nueva for¬ mación presentaba una extensión diez a catorce veces superior a la primitiva. Después de su paso a otra vasija, la actividad vegetante disminuyó poco a poco, no obstante lo cual Carrel llegó a cultivar en varios días, en esas condiciones, células sarcomatosas aisladas, que se desarrollaban como verdaderos microbios. Así puede explicarse el rápido desarrollo de un sarcoma o de un cancer — no existe diferencia esencial entre las diversas neoplasias— cuando una sola de sus células dotada de activi¬ dad tan asombrosa, escapa del tumor y emigra a otro punto del organismo— metástasis — , por vía linfática, toda vez que se ha abierto en éste una nueva brecha. No de otro modo pode¬ mos hacernos cargo de la rapidez de ciertas generalizaciones cancerosas, que hallan su explicación en el simple traslado de una célula neoplásica a las vías linfáticas, mientras interviene el cirujano. La patogenia del cáncer explicada por la teoría ca- riogámica de Hallión, hallaría un importante apoyo en estos hechos. UeV. CiI. lIlST. Nat. 4 50 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL N0ÜEDADE6 C1ENTÍF1CA6 1. — El alcaloide de la galega.— El señor Dastre ha comu- ntcado hace poco a la Academia de Ciencias (París) que M. Tanret ha extraído de la Galega officinalis un alcaloide del cual ha examinado los caracteres químicos, habiendo ensegui¬ da estudiado su acción fisiológica. Dicho alcaloide es un anestésico de la médula y centros nerviosos que provoca la muerte. Así se explica el hecho ya observado de que los animales de rebaño se enferman después de haber pastado en praderas donde crecía la galega. 2. — Larva que vive en simbiosis con hormigas. — El Prof. Bouvier ha presentado a la Academia de Ciencias el resumen de un estudio llevado a cabo por un naturalista de París. Trᬠtase de observaciones hechas en Africa oriental tropical sobre una larva que vive simbiosis con hormigas, en agallas del ta¬ maño de una uuez, que se encuentran en algunas acacias. Es¬ tas agallas, muy numerosas, son producidas por las hormigas que hacen de ellas sus almacenes, donde acumulan hojas des¬ menuzadas. La oruga no se alimenta de los huevos de las hormigas; es hervíbora. Entre los caracteres morfológicos que le son propios, tienen importancia los estigmas ubicados en el extremo de tubos protegidos por pelos. Porter. — novedades científicas 51 3. — La eclosión de los huevos de cocodrilo. — Según la Re¬ vista Knowledge, el Dr. Voeltzkow, ha observado que el cocodrilo de Madagascar, todavía dentro del huevo, ya da gri¬ tos que se pueden oir aun cuando los huevos estén enterrados en la arena, que es su situación normal. Estos gritos se produ¬ cen con la boca cerrada, siempre que se pasa cerca de los huevos o se toman y se le da vueltas; todo choque produce un grito. No hay duda que la madre, que diariamente viene a vi¬ sitar su nidada, provoca por su paso sobre la arena los mismos gritos que la informan sobre el estado de su progenie. Los jóvenes cocodrilos no gritan sino poco tiempo antes de su sali¬ da, nacimiento que la hembra facilita escarbando la tierra y de¬ senterrando los huevos. Recientemente el Dr. W. A. Lamborn ha hecho obser¬ vaciones del mismo género sobre el cocodrilo del Nilo. Ha¬ biendo oído ciertos ruidos al pasar por un sendero, escarbó y descubrió a una profundidad de 45 centímetros 13 huevos, de los cuales doce estaban en buen estado; media hora más tarde los cocodrilos salían de los huevos. Las tres noticias anteriores nos hacemos un deber en de¬ clarar que las extractamos directamente de la importante Re¬ vista francesa “La Nature". C. E. PORTER. 52 UEVISTA CIIII-ENA OE HISTORIA NATURAL CRÓNICA Y C0RRE6P0NDENCIA I. — Jubilación del Prof. Dr. Holinberí?. — En el Ny> 7 de la importante Revista de la Sociedad «Physis», que acaba de llegarnos, encontramos lo siguiente respecto al Dr. Holmberg, lo que tenemos el honor de reproducir aquí, conjuntamente co'i su último retrato, aprovechando, al mismo tiempo de en¬ viar al sabio maestro nuestros parabienes por el honroso título de Doctor honoris causa que la Universidad Nacional de Buenos Aires, le ha concedido: Redacción. — cisómca y cohukspoxdencia .53 «En Xovieinbre próximo pasado el Prof. Dr. EurAnDO L, Holm- BEU(; dictó sus últimas clases de Bot¿lnica en la Facultad de Ciencias Exactas Físicas j líaturales de la Universidad de Buenos Aires, pues le ha sido acordada la jubilación, después de más de treinta años de enseñanza eji la Escuela Anormal y eu la Universidad. «Esta fecha marca una época en el desarrollo de nuestra cultura científica. Tío es esta la 023ortnnidad para hacer la exi^osición de todo lo que las Ciencias Tíaturales deben en nuestro país al empuje vigoroso que les imprimió el Ur. Holmberg. Se prepara para el año entrante Tina gran demostración piíblica, con el concurso de todas las institucio¬ nes científicas y docentes de la B-epública, en la que su personalidad será apreciada en su verdadera significación. Se espera que sea un ho¬ menaje digno, no solamente de quien lo recibe, sino también del país que tiene el honor de contarlo entre sus hijos y que se ha esfor¬ zado siempre en demostrar el alto aprecio que le merecen las obras de la ciencia. «Adelantándose a este homenaje, nuestra Sociedad le ha conferido, como se expresa en la primera página de este número, el título de Socio Honorario que se acuerda por primera vez. Igual distinción le ha sido acordada por la Sociedad Científica Argentina. «Además, esta Sociedad le ofreció el día de sn última clase en nues¬ tra Facultad (15 de Tíoviembre, 1914) una comida íntima para expresarlo lo que los títulos honoríficos no expresan, esto es, el cariño de sus ex¬ alumnos, alumnos y colegas, y el inevitable sentimiento de tristeza con que le ven alejarse del antiguo gabinete de Historia Tí atura!, que tan¬ tos años resonó con su voz, «Por sn parte, la Universidad Tíacional de Buenos Aires (do cuya Academia de Ciencias Exactas y Tí atúrales el Dr. H<»lmbeb(í continúa formando parte) le ha acordado el título de Doctor en Ciencias Natura¬ les honoris cansa. El diploma correspondiente le fué entregado en la sesión del Consejo Directivo del 17 de Diciembre por el Decano de la Facultad, Ing. Juan F. Sarhy, quien pronunció adecuadas palabras. «El discurso coi’respondiente estuvo, por resolución del Consejo, a cargo del Prof. Dr. Angel Gallardo, a quien contestó el Dr. Holm¬ berg. He aquí el del primero; «Doctor Holmberg; «El Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Tíaturales me ha confiado el honroso encargo de dirigiros la palabra con motivo de la entrega del diploma de Doctor honoris cansa en Cien¬ cias Tí atúrales que acaba de haceros el señor Decano. «Grata misión es esta para mí, pues si no he tenido la suerte de UEVISTA CHILENA DE HISTOIUA NATIIHAL Ó4 liaber sido vuestro alumno en las aulas, soy vuestro discípulo y admi¬ rador desde hace muchos años. «drau influencia han ejercido sobre mi vocación por las Ciencias Xaturalos vuestros escritos, vuestras brillantes conferencias en la So¬ ciedad Científica y sobro todo esas amenas conversaciones que siem¬ pre os habéis complacido en tener con los jóvenes, que yo escuchaba ávidamente hace unos treinta años en el antijíno local social do la calle Victoria. «después vino la amistad y la vinculación do colegas, las respon¬ sabilidades paralelas de la cátedra, los discípulos comunes que crean nuevos lazos de vinculación afectiva, todo lo cual ha robustecido la ad¬ miración juvenil, haciéndola más razonada y fundada, sin perjudicar por eso el entusiasmo inicial. «No hay para qué recordar aquí vuestra vasta obra en las Ciencias Naturales, desde los trabajos sobre los arácnidos hasta los actuales sobre los moluscos, obra en la que habéis abarcado además los poces y las aves, la flora y la geografía botánica argentinas y muy especial¬ mente el interesantísimo orden de los himenópteros que siempre habéis cultivado con particular predilección. «Y creo que no es necesario recordarla y analizarla ahora, por ser bien conocida de todos los colegas presentes y por nadie mejor que por su propio autor. «Hace muchos años que figuráis honrosamente entre los escasos sabios argentinos y lejos de necesitar justificación detallada, el di¬ ploma que el señor Decano acaba de entregaros, cansará más bien sor¬ presa que llegue tan tarde la sanción documentada de un título desde largo tiempo discernido por el consenso unánime de vuestros compa¬ triotas y por el veredicto de todos vuestros colegas del mundo científi¬ co universal. «Pero esta ceremonia tiene además, el carácter do una despedida por cuanto señala vuestro retiro como profesor de esta casa, que siem¬ pre será la vuestra, aun cuando no tengáis en ella funciones tan activas como hasta ahora. «Quiero, pues, dedicar breves palabras a vuestra labor docente. «Además de los prestigios do vuestros conocimieutos y del en¬ canto de vuestra palabra elocuente que atraían la juventud hacia vues¬ tra cátedra, habéis ejercido como pocos la alta misión de suscitar las vocaciones, de estimular la curiosidad, de alentar a los principiantes, evitándoles los desfallecimientos tempranos ante las escarpadas pen¬ dientes de la ciencia, al parecer inaccesibles y para cuya ascención los habéis mostrado las sendas que conducen a la cumbre, con esfuerzo siu duda, pero alegrados por frescos heléchos y hermosas flores que hacen menos penosa y hasta agradable la subida. «Esta es pai-a mí la más alta y más difícil misión del profesor. Redacción. — cuÓimca y coukespondiíncia 55 «El socreto de la pedagogía está en ser aperitiva, si me permitís la exjn-esión. Del>e despertar ante todo el apetito de saber, por(pie la instrucción es nna nutrición del espíritu y no una indigestión de cono¬ cimientos forzadamente ingeridos. La inteligencia debe ser alimenta¬ da y no cebada con un cúmulo do datos que excedan su facultad de asi¬ milación. «jN^o hay que empachar a los alumnos, y es necesario que el exceso de árboles no impida ver el bosque, como dicen burlescamente los fran¬ ceses. «Es conveniente que las obligaciones escolares dejen a los jóvenes algún tiempo jiara pensar por sn cuenta y no sólo al través del libro o con la ayuda del profesor. «En particular en las Ciencias atúrales nada reemplaza las obser vaciónos y pequeños descubrimientos que hace el niño o el joven en contacto directo con la naturaleza. «Las detestables prácticas de la pedagogía tradicional «decía mi maestro Giard a propósito de la educación del naturalista» destruyen rápidamente los gérmenes preciosos de una iniciativa que hubiese bas¬ tado alentar para obtener de ella los mejores resultados. «íío toques a ese bicho porque pica, se le dice al niño. «]N"o tomes esa planta que es venenosa. «lío vayas al arroyo para no mojarte. «íío trepes al árbol que te vas a romper los pantalones». Felizmente para el progreso de las Ciencias lí atúrales, agrega el ilustre profesor, «hay aun bastantes niños desobedientes». «Ardiente campeón de la libertad, habéis dejado desarrollar siem¬ pre en vuestros alumnos la iniciativa y el sentimiento de la propia res¬ ponsabilidad, inculcándoles el amor a la verdad para qne concibiesen gozosamente en este amor las ideas elevadas y fecundas que no se ob¬ tienen por obligación y por temor. «Vuestra sola presencia traía una ráfaja de vivificante pampero a la atmósfera enmohecida de nuestro laboratorio. Vuestra enseñauza^ tan viva y tan personal, libre de trabas y de convencionalismos, intro¬ ducía siempre algo del pintoresco desorden de la selva misionera en las severas platabandas universitarias, tiradas a cordel. «Es que tenéis adenuís de vuestra experiencia, de vuestros viajes y de vuestros vastos conocimientos, aquello que no presta Salamanca: el talento y la chispa genial de la originalidad fecnnda. «Así habéis realizado la obra de formar escuela de naturalistas argentinos con ferviente patriotismo, enamorados de la ciencia y de la vida y con el culto de las ideas elevadas, nobles y desinteresadas. «Por eso esta despedida, que podría parecer un ocaso, se tiñe con" los arreboles de la aurora». 56 ItEVISl A CHIMÍNA DE IIISTDUIA MATUIIAE El doctor HoLMBERft, contestó: «Debo declarar, señores Consejeros, qne, al penetrar en este recin¬ to, creía hacerlo con la inisina tranquilidad con qne lo he hecho durante tantos años mientras formé parto de este Consejo: poro, después de oir las palabras lapidarias del señor Decano al entregarme este diploma y la gentil alocución del señor Consejero Gallardo, me siento profun¬ damente conmovido, y, por este motivo, seré muy breve al dar a uste¬ des las gracias, y para qne las palabras de ellos tengan mayor dni-ación qne las mias, tanto más cnanto qne, tratándose de nn acto tan personal como es este, daría una nota discordante al ocuparme de cualquier asunto extraño a dicho acto. «Pero algo debo decir, y recordaré solamente qne el vigor incan¬ sable que se me reconoce lo debo muy probablemente a nn aforismo que confeccioné cuando, en esta misma casa, la antigua Universidad, y siendo casi nn niño, estudiaba preparatorios. Esto aforismo era: «En la naturaleza todo es natural.» Mis amigos y compañeros de entonces, al¬ gunos de los cuales por sn talento, por su aplicación o por sn suerte, han tocado más de una cnmbi’e, i-eían de tan ingenua afirmación, denomi¬ nándola perogrullada. Han pasado muchos años, y anoche, pensando en lo que la etiqiieta podría exigir de mí, observé en el espejo que mi frente carece de arrugas horizontales a pesar de mi edad, y sólo tengo entre las cejas, desde muy joven, los dos surcos verticales del observa¬ dor. Aquel aforismo ha trabajado en las regiones de lo inconsciente, y en este momento lo transformo en estas joalabras; «Ho te asombres de nada». Si. Eso es lo qne ha significado «En la ííaturaleza todo es na¬ tural» y al hecho de haberme acostumbrado a no asombrarme do nada, creo poder adscribir la serenidad de espíritu generadora de las ener¬ gías qne se me atribuyen. «Mil gracias, piies, por el diploma, y por la unanimidad con qne ha sido concedido.» 2.— Fallecimiento de iiii sabio eiitomólog-o. — Por comuni¬ caciones de su familia nos hemos impuesto, a fines del año pasado del sensible fallecimiento del sabio francés M.J. Ernest Olivier que fundó en 1888 la conocida Revue Scientifique du Bourbonnais et da Centre de la France y que publicó con raro tesón hasta el día de su fallecimiento. Su revista que fué el ór¬ gano preferido de gran número de sus amigos y colegas de la Redacción. — imíómca y coKiuísi'oxniífíciA 57 Región Central, obtuvo medallas en la exposiciones universales de París (1900), Lieja (1905), Milán (1906), Londres y Bruselas (1910). Los trabajos entomoló-. gicos y otros de M. Olivier datan de 1873 y alcanzan en¬ tre monografías y artículos, siempre de gran interés, al número de 280. El Museo de París se hizo repres.entar en los fu¬ nerales del señor Olivier por el profesor E. L. Bouvier, quien pronunció un sentido discurso en que analizó, a grandes rasgos, la obra fe¬ cunda de su colega. La fauna entomológica de nuestro país no le fué in¬ diferente: los que se ocupan de entomología chilena y de la bibliografía sud-americana del ramo, conocen bien los estudios que el sabio francés publicó sobre algunos coleópteros de Chile, de la República Argentina, Ecuador, Colombia, etc. No hace mucho se había inscrito con entusiasmo para redactar una familia de coléopteros para nuestra obra “Fauna de Chile’'. Nuestro sentido pésame a sus hijos Juan y Guillermo Antonio, que continuarán publicando la Revista de M. Olivier. 3. — Don Erasiiio Arellano I). -Al entraren prensa el úl¬ timo pliego del presente cuaderno de nuestra Revista, nos sorprendió la noticia del inesperado fallecimiento (ayer 19 de Abril), del meritorio servidor público don Erasmo Arellano D., J. Ernest Olivier (1844-1914) 58 REVISTA CHILENA DE IIISTOIIIA NATURAL a quien en este mismo número (páginas 20 y 21) hacíamos re¬ ferencia. Antiguo profesor de educación física en el Instituto Nacio¬ nal, enseguida profesor e inspector de la Escuela de Artes y Oficios y profesor de la Escuela Normal de Preceptores, había no hace mucho jubilado después de treinta años de excelentes servicios en las nobles tareas del magisterio. Pocas personas reúnen el conjunto de los grandes méritos que hacían de Eras- mo Arellano un hombre digno del respeto y cariño de cuantos le conocían de cerca. A su reconocida competencia en los ra¬ mos de su especialidad, unía un celo poco común por el cum¬ plimiento de sus deberes; era amigo franco y bondadoso; ayu¬ daba a todos los que podía, en la reunión indispensable de material de estudio que todo investigador sério debe procurar tener a la vista antes de emprender trabajos duraderos; se había hecho artista eximio en la fotografía aplicada a las cien¬ cias naturales a las cuales con interés también se habia dedi¬ cado. Fundó y sostuvo más de dos años una revista peda¬ gógica: “La Educación Nacional.” Recientemente había imaginado y organizado una oficina de indiscutible utilidad con el nombre de Sección de Decora¬ do y Proyecciones escolares cuyos hermosos trabajos han sido ya admirados por cuantos se ocupan de los adelantos de la pedagogía nacional. Esta hermosa idea de Arellano fué feliz y entusiastamente auspiciada por la Inspección General de Instrucción Primaria. El año de 1911 ingresó a la Sociedad Científica de Chile en calidad de socio activo, y mucho antes había echado las bases o formaba parte de otras instituciones nacionales de edu¬ cación física. Nos falta tiempo y espacio para extendernos sobre la vida activa y fructífera del querido e inolvidable amigo Arella¬ no; pero los que se interesan por la enseñanza pública en nuestra patria, van a leer muy pronto en las revistas especiales Redacción.— ciiÓMCíV y coiuuísim^ndencia 5Í) de instrucción y otras, biografías completas que plumas más autorizadas que la nuestra trazarán en homenaje a la memoria del ilustre extinto. En el sepelio hicieron uso de la palabra los señores Guillermo Martínez, Oscar García, Samuel Gajardo, Leotardo Mátus, Manuel Retamal Balboa y Guillermo González. El cortejo fué despedido por don Pedro Mardones (Ins¬ pector General suplente de Instrucción Primaria), don Maxi¬ miliano Salas M. (Director de la Escuela Normal José Abelar¬ do Núñez) y varios amigos íntimos del finado. 4— Olebración de iiu gran Congreso Minero. — Leemos en “El Diario Ilustrado” del 24 de Abril, lo siguiente: “En sesión de ayer el Directorio' de la Sociedad Nacional de Minería tomó el acuerdo de organizar, para fines de este año, un Congreso Chileno de Minas y Metalurgia, que deberá celebrarse en Santiago con la concurrencia de todos los mi¬ neros de la República. La Sociedad de Minería dará a este torneo vastas propor¬ ciones. El Congreso tendrá por objeto: 1.0 Analizar las condiciones actuales en que se desarrolla la industria en las diferentes regiones del país. 2.0 Estudiar las medidas que deban adoptarse para su fo¬ mento y desarrollo. 3.0 Divulgar los últimos adelantos en materia de sistema de explotación y procedimientos de beneficio; 4.° Recomendar al Supremo Gobierno un plan de políti¬ ca minera que venga a dar a nuestra principal fuente de produc¬ ción el impulso que tanto necesita. El directorio ha considerado que el momento es muy oportuno, puesto que, una vez terminada la guerra europea, se GO UKVISTA CHIL1ÍNA DK IIISTOKIA NATUltAt- presentará a nuestras minas la más espléndida oportunidad para su resurgimiento, y es indispensable, en consecuencia, estudiar y preparar la manera de obtener para el país las ma¬ yores ventajas. El Congreso se compondrá de las siguientes secciones: 1.0 Minería metálica y explotación; 2.0 Metalurgia; 3. “ Salitre y sales naturales, azufre y guano; 4. " Carbón y petróleo; 5. ® Geología y mineralogía; 6. « Legislación minera; 7.0 Enseñanza minera. Podrán formar parte del Congreso los miembros de la Sociedad Nacional de Minería, los ingenieros civiles o de mi¬ nas, los profesores universitarios o de Escuelas de Minería, los dueños o administradores de minas y establecimientos, ios gerentes de empresas mineras, etc.” 5. — Bodas de plata de una educacionista. — Vemos en “El Mercurio” del 25 del presente mes (Abril) lo siguiente que te¬ nemos el placer de reproducir en homenaje de gratitud y res¬ peto a la digna directora de la Escuela Normal número 1. “El magisterio chileno celebra hoy el 25 aniversario de maestra de la señorita Brígida Walker, Directora de la Es¬ cuela Normal de Preceptoras de Santiago. “Son pocas las maestras que, como ella, pueden contar cinco lustros en el mismo establecimiento. “Después de ser la más aventajada de sus alumnas, fué maestra de los cursos normales, y desde 1903, directora de la Escuela en cuyo progreso y engrandecimiento ha empleado la virtuosa energía de que está dotada. “La labor de la señorita Walker es apreciada justamente por sus jefes y reconocida por los miembros del magisterio a quienes ejemplariza su constancia y laboriosidad.” Redacción. — cuónica y correspondencia 61 La “Revista Chilena de Historia Natural” se asocia a las justas manifestaciones de adhesión que le tributan, en este día, la prensa de la capital, sus colegas y sus numerosas alumnas. 6. — Premios de la Sociedad Agronómica de Chile — Con fe¬ cha 26 de Abril se ha enviado la siguiente circular que repro¬ ducimos enseguida: «.Tose Pedro Alessandri, Presidente de la Sociedad Agronó- « mica de Chile, saluda atentamente a Ud. j familia y tiene el agrado « de invitarlos a la velada solemne que esta Institución celebrará en « en el salón de honor de la Universidad de Chile, con el objeto de « hacer entrega del premio A/ al distinguido Ingeniero Agró- « nomo don Francisco Rojas Huneeus, director del Instituto Agronó- « mico y Quinta Aormal de Agricultura, conferido por su brillante ac- « tuacion en estos servicios; y del premio Agronómico a los alumnos « más sobresalientes del citado Instituto. «Dará realce a este acto el interesante y galante concurso de la « eximia artista Sra. Esperanza Iris y el de reputados maestros de mii- « sica con aplaudidos números de concierto. «Esta sesión tendrá el próximo Viernes 30 del presente a las 6 « P. M.» 7. — Especies nuevas de insectos chilenos. — En la Revista “Entomological News” 1 vol. XXV (1914) que acabamos de recibir, el entomólogo señor Ch. P. Alexander, que ha estu¬ diado las especies neotropicales de familia Tipulide ha descrito las siguientes especies nuevas de nuestro país, encontradas por el Sr. P. Herbst: Molophilus flavidus, sp. n., Concepción (pág. 205). Molophilus tauriis, sp. n., Rancagua (pág. 206). Fuera de las que se describen en el tomo anterior de esta Revista y de los Anales de Zoología Aplicada y de las que pueden verse en el presente número, en la 1.^ entrega en prensa, correspondiente al presente año de estos últimos Ana¬ les, se describe un nuevo himenóptero parásito del Aulacaspis rosee y que el entomólogo señor J. Bréthes ha descrito bajo el nombre de Prionomitus aulacas piáis. 62 «EVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL Este himenóptero, así como una Agromyza y una hermosa polillita de la familia Oecophoridae, encontradas las tres espe¬ cies en la provincia de Santiago por el Director de esta Revista, están en estudio para su próxima publicación. No faltarán, pues, trabajos originales de interés para los aficionados a la entomología económica en el tomo II de los Anales de Zoología Aplicada, actualmente en prensa. 8.— Ciperácea nueva — Leemos en la revista “Le Monde des Plantes” que el distinguido especialista Dr. Kukental ha descrito con el nombre de Scirpus paschalisuna nueva especie de Ciperácea encontrada por nuestro colega el señor Francis- Fuentes M., en la isla de Pascua. La REDACCIÓN. BIBLIOGRAFÍA Toas les ouvrages regas sont annoncés. La Direction de la Revista Chilena de Historia Natu¬ ral a decidé de ne plus annocer ni réproduire le somniaire des Revues qui, ayant une Section bibliographique, ne le feraient pas pour la notre.) 1. — J. J. KieíTcr. — “Cecidomyidae”. 1 vol. de 346 pag., ilustrado con 15 láms.- 1913. Este trabajo, do gran aliento, hecho por uno de los más notables esjiecialistas, corresponde a la entrega 152 del gran «Genera Insecto- rnm» editado por el señor P. Wytsman, Bruxelles. Guarda este estudio perfecta nniformidad tanto en el ¡ilan como en la parte tipográfica con las otras familias jniblicadas del «Genera». Las especies anotadas alcanzan a 2515, pertenecientes a 361 géne¬ ros agrupados en las 3 subfamilias Cecijdoinijiiiae, Lestreininae ij Hete- ropesnio’. Eas láminas son mnj hermosas. Redacción. — uiuliografia 63 2. — Mary J. Ratlibiiii. — New species of crabs of the fami¬ lies Grapsidae and Ocypodidae”. 1 folleto en 8.° de página, Washington, 1914, Eli el estudio que Miss Ratlibim ha tenido la getileza de en¬ viarnos se describen 13 especies y dos snbespecies ¡Drocedentes del archipiélago filipino y de la isla de Borneo. 3. — Revista de Ciencias (Lima). — Redactor en jefe: Dr. Fed. Villareal. Año XVI. — N°. 11, Noviembre de 1914, He aquí el sumario de esta importante publicación cientí¬ fica peruana: Disensión de la ecuación general de segundo grado con tres va¬ riables, Ijig. Dr. Ooñofredo García. — Apuntes de Anatomía fisiológi¬ ca, Dr. Víctor Deífino. — Resistencia de las columnas de cemento ar¬ mado, 7//^. Dr. Godofredo García. — Clasificación délas curvas de tercer grado, Dr. Federico Vilíaraaí. — Observatorio meteorológico de la Fa¬ cultad de Ciencias Mes de IsToviembre). — Repertorio bibliográfico. Dig. T. Elmore. — Avisos. 4. — Carlos Camacho. — «Una enfermedad de la vid». 1 fo¬ lleto en 8.° de 6 páginas. Santiago de Chile, 1915. El distinguido ingeniero-agronómo señor Camacho que con tanto interés se ocupa de las enfermedades de las plantas en nuestro país, acaba de enviarnos sn último interesante trabajo qne versa sobre la Sclerofinia fuckeliaiia (Botrijtis cinérea)., hongo que produce la enferme¬ dad conocida vulgarmente con los nombres de -‘pndrición gris” y de “pudrición noble”. Después las indispensables líneas introductorias el autor indica los síntomas de la enfermedad, los daños que causa a los viñedos y el control de este mal. que se ha presentado con caractéres alarmantes durante la próxima pasada primavera. Quienes se interesen por aqnel útil trabajo pneden solicitarlo direc¬ tamente de su autor (Casilla 1248, Santiago). 5. — Aiig'iisto Opazo 0. '‘Vulgarización Agrícola.” 1 tomo en 8.0, de 474 páginas. La Serena. Imprenta Industrial, 1912. Entre los ingenieros-agronómos jóvenes y más laboriosos, se dis¬ tinguen por su espíritu de vulgarización de los asuntos de su especial coiupetencia los hermanos Opazo, don Carlos Charpín, don Vicente Valdivia Urbina, etc. 64 UIÍVISTA ClUr.ENA DE IIISTOHIA NATUllAL Don Augusto Opazo, agronónio regional de la primera zona, nos ha remitido un libro en el que, bajo los auspicios de la Sociedad Agrícola del Aorte, ha recopilado nndtitnd de artículos publicados por él en Revistas y diarios y que interesan más especialmente a la Agricultura de las provincias de Atacama y Coquimbo. Buena idea ha tenido el autor al terminar su libro (l.'" serie) con un índice alfabético y otro metódico de los artículos recopilados que alcanzan al número de 136, agrupados en los siguientes capítulos; Cap. I. Agricultura general. Cap. II. Los abonos. Cap. III. Hortalizas. Cap. IV. Arboricultnra. Cap. V. Viti-vinicnltnra. Cap. VI. Ganadería. De desear sería que, para comodidad do la consulta, los señores Roberto Opazo, Vicente Valdivia U., C. Charpin y otros, siguieran el ejemplo de don Augusto, reuniendo en un tomo sus artículos dispersos en multitud de revistas y diarios, pues cada uno de los mencionados Ingenieros-agrónomos tienen ya material suficiente para un volumen. 6. — R. Blfiiicliard et M. Lan^'eroii. -Le Paludisme des Ma¬ caques. Planches VIII IX et X. París, 1913. 7. — L. G. Neiiinaiiii. — Notes sur les Mallophages. — III. Pa¬ rís, 1913. 8. — Anales del Instituto Médico Nacional. Tomo XII. N.® 1. México, 1913. He aquí el sumario: Di. Reiche. — Instrucciones para estudios fitogeográficos en México. Págs . 1 Id. — El Nextamalxochitl . 12 Id. — Jatropha spatulata, Muell. Arg . 15 Id. — Nicandra physaloides . 16 Aclaración justa.— Sr. Prof. D. Gabril V. Alcocer . 19 9. — -Archivos de Pedagogía y Ciencias Afines. Tomo XI, N.“ 33. La Plata, Mayo 1913. 10. — La Cliroiiiqiie Médicale. Año XX, N." 9. París, 1913. 11. — Isis. Wondelgem-Lez-Gand Belgique), 1913. 12. — Memorias del Instituto Osvaldo Cruz. Tomo III. Fas¬ cículo I y 11. Río de Janeiro— Manginhos, 1911. 18.— The Irish Naturalist. Vol. XXI 1. N." 3. Dublin, Mayo 1913. Redacción. — iíiumogkafia 65 14. — El Monitor de la Educación Común, Tomo XLV. N.o 484 y 485. Buenos Aires, 1913. 15. — Records of the Australian Museum. Vol. XIII. N.o 4 y Vol. X. Nos. 3 y 4. Sydney, 1913. 16. — Revista de Instrucción Pública. Tomo II. Nos. 1 y 2. Panamá, 1913. 17. — James W. Ridley. -A recently mounted Zeuglodon, skeleton in the U. S. National Museum. Washington, 1913. 18. —Aquario Vasco da Gama. — Lisboa, 1912. 19. — Australian Museum, Sidney. Memoir I V. Sidney, 1903. 20-22. — Boletín de Educación, Nos. 35—37, Año III, Men¬ doza Nov. y Die. 1914 y En. 1915. Esta revista argentina, que por primera vez nos visita, se publica bajo la dirección del señor M. P. Antequbda, siendo sn jefe de Redac¬ ción el señor M. S. Alter. Sn plan está bien concebido j sn objeto no pnede ser más laudable. Trae la trascripción de docTimentos oficiales qne interesan al magisterio argentino y variados trabajos originales firmados por los seiiores Jiüio L. Agnirre, J. A. Ajmerich, Rubén Darío, M. S. Alier, Esther Salazar, B. Graray, A. Villanueva, Car¬ los S. Reed, M. P. Anteqneda, M. S. Victoria, Florencia Fassatti. .José de San Martín (Página Cívica), Angel C. Bassi, R. Rojas, Martín de Goycolea M., A. M. Jiménez, J. A. Ziiñiga, A. Mathus, J. M. Jai- jnes, M. Eegnizamon, J. P. Ponce, A. Cliabrillon, J. J. Lastra, sin con¬ tar los artícTÜos de la Redacción. Establecemos gustosos el canje. 23. — Rüdrig’o Diez K. “El molle o Pimiento de Bolivia". 1 folleto en 8. o, de 46 páginas. Santiago de Chile, 1915. Constituye este excelente y bien doenmentado trabajo, nna mono¬ grafía de dicha Anacardiácea que el señor Diez ha escrito no sólo con- snltando obras nnmorosas, sino qne viajando y observando en el terre¬ no. por sí mismo, gran parte de lo que dice en su pacienzuda obra. La memoria del agronómo señor Diez, qne aquí señalamos así como las dos qne siguen, suprimen la rutina qne consistía en escribii' casi siempre una inoiiografía de finido^ como memoria de prueba para graduarse de ingeniero -agronómo en nuestro Instituto Agrícola de Hev. Ch. IIist. Nat. 5 66 lUÍVlSTA CHILENA DE HLSTíMUA NATUHAL Chile y, — aprovechamos de recordarlo de paso — , la preparación de tra¬ bajos originales sobre los más variados temas profesionales (tesis pro¬ piamente dichas) es una de las muchas manifestaciones en que se hace paljiable la nueva orientación impresa al Instituto por el actual Direc¬ tor señor Ingeniero-Agrónomo don Francisco Rojas H. 24. — Manuel 2.° Valenzuela 0. “Multiplicación de la vid. Tesis de la memoria de prueba para optar al título de Inge¬ niero Agrónomo’’. Imprenta Universitaria. Santiago, 1915. El señor Valenzuela, otro laborioso alumno de nuestro Instituto Agrícola, ha elegido como tesis la Mnltíplicación de la vid, que con mé¬ todo y precisión estudia en ICO páginas en 8.", acompañando el texto de 24 buenos grabados. Después de unas tres páginas en que se ocupa de la impoi’tancia de la Viticultura en Chile, el autor entra al desarro¬ llo de su tesis dividiendo la materia en los siguientes capítulos. Cap. I. Generalidades. Cap. II, Multiplicación por semillas, Cap. III. Multi¬ plicación por estacas. Cap. IV. Mnltijñicación por acodos; Cap. V. Multiplicación por injerto. Cap. VI. Vides americanas. Cap, VII, Prác¬ tica de la ingertación. Cap. VIII. Formación de un vivero. 25. — Juan P. Rojas tlel i'. “El Cultivo de la Sandía”. 1 folleto en 8.®, de 45 páginas. Santiago de Chile, 1915. Es esta otra memoria que, por haberla recibido a última hora, ape¬ nas alcanzamos a señalar. La lectura del índice de materias nos deja la idea de que el estudio del señor Rojas ha de ser de mucha importan¬ cia para los que se interesen por el cultivo de esta cucurbitácea. 26. — I)r. P, (rarzóii Maceda.— “Curso Elemental de Zoo- Farmacia”. — 1 tomo en 16, de 259 págs.— Córdoba, 1915. Dada la naturaleza de esta magnífica obra, nos coi'responde ana¬ lizarla en la sección bibliográfica del número en prensa de los Anales' de Zoología aplicada. 27. — Francisco Fuentes M. — Contribución al estudio de la fauna de la isla de Pascua. 1 folleto en 8.® de 36 págs., ilustra¬ do con 1 1 láminas y un plano de la Isla (Pascua, Rapa-Nui). Santiago de Chile, 1914. El laborioso Jefe del Departamento de Plantas Fanerógamas del Redacción. — iublioghafi a m useo Tíacioiial, señor Francisco Fuentes lia distribuido, en folleto se¬ parado, la interesante inemoj-ia publicada en el tomo VIT del «Boletín del Museo i^acional». Este estadio agota poco menos la materia en lo tpio se refiere a la fauna terrestre, no dejando de señalar muchas especies marinas entre las cuales se cuentan varios peces nuevos para la ciencia, descritos por el Dr. C. Tate Began, de Londres, y que enumeramos en seguida; Acanthistius fnscus, Pomacentrus inornatns, Labrichthjjs faentesi, Anani- pses piilcher y Pseudoiuonácanthus paschalis. Menciona o da pormenores sobre muchas especies de vertebrados e invertebrados, llegando a nn total de 93 especies las que pudo obser¬ var o coleccionar. Los insectos son muy escasos (26 especies colectados por el autor), y sin embargo figura un curculiónido nuevo del género Otiorrhynchus. El trabajo del Sr. Fuentes hace digna compañía al ya publicado por él mismo, el año pasado, sobre la flora de la mencionada isla. 28. — Ibérica. N.o21, año I. — Tortosa (España): Sumamente ameno e interesante es el íuím. 21 de Ibéric.-v, revista de ciencia popular que edita el Observatorio del Ebro, Tortosa (Espa¬ ña), cada día con mayor éxito. Citaremos entre las informaciones de Esjjaña, el Parcpie aerostáti- tico de Ingenieros de Gnadalajara, Institnt d’Estndis Catalans, La Ex¬ posición de Leipzig, etc. En la sección de América figura una curiosa nota sobre el comercio de la América latina, y noticias de casi todos los países hispano-americanos. En la crónica general mencionaremos las informaciones; la Biblio¬ teca Pública de Aneva York, el porvenir del petróleo, el día en Marte, dos curiosas noticias de los nuevos inventos el Giróptero y Aeropro- pulsor, etc., y finalmente en los artículos puede verse una interesante información sobre el violento terremoto de Calabria, y un notable ar¬ tículo sobre Microfotografía bellamente ilustrado, del afamado P. Yal- derrábano, director del laboratorio del Colegio S. -José en Yalladolid. 29.— CiÁstóbal 3Í. Hickeii. — “Algunas plantas de la región del Nahuei-Huapi”. 1 folleto en 8.“, de 8 págs. (Extracto del Boletín de la Sociedad Physis, t. I, pp. 437-441). Buenos Ai¬ res, 1914. El distinguido autor ha estudiado las colectas de plantas hechas en la mencionada región por el señoi' JMax Eothkngel, en un viaje eco¬ nómico-industrial. G8 lílíVISTA CHILENA DE HISTOUIA NATURAL Se mencionan 5(3 especies, entre las cuales el Dr. Hicken aprove¬ cha para describir ima nueva Sinantérea: Baccharis Holmbergi. 30. — 1(1. -“Un viaje al Lago Argentino”. 1 folleto en 8.® de 8 págs. — Buenos Aires, 1915. Interesante estudio ilustrado con 9 excelentes láminas, cpie merece una noticia especial que no alcanzamos a dar en el presente número. 31. — A. L. Montaiidon. — “Etudes sur le groupe Pseudam- brysus-rnacrocoris (Hemipt.) et description d’une espéce nou- velle.— Bucarest, 1913. Lía especie nueva se denomina Neoniacrocoris nsambaricus. 32. — E. C. Ebúrhai'tlt. — “Historia de Santiago”. Santiago,' 1914. Es esta una obra útil y amena que se ocupa no sólo de Santiago, sino aún de todo Chile. El señor Eberhardt no omito sacrificio para que su obra salga lo mejor impresa e ilustrada que sea ¡losible. Más tarde nos ocuparemos nuevamente de este trabajo que se publica por cuadernos y que el autor (Casilla 1228, Santiago) desiiacha a vuelta de correo a los interesados, a razón de 60 centavos la entrega. 33. — (ialdino Neg;i*i. — “Resultad razionali ottenuto da uno studio di investigazione sismica. 1 folleto en 8.° de 8 págs. — San Juan (Argentina), 1914. La REDACCION. Or.T 7 1924 ih-.hH Año XIX ~ Diciembre be 1915 6 REVSSTA CHILENA üe: ‘ . : V Historia Naiunra! PUBLICACION BIMESTRAL ILUSTRADA Dedicada al fomento y cultivo da las Ciencias Naturales en Chile PREMIADA POR EL INSTITUTO DE FRANCIA (Académie des Sciences) DIRECTOR Y REDACTOR (FUNDADOR); Prof. Dr. Carlos E. PORTER, C. M. Z. S., F. E. S. Catedrático de Zoología general, Entomología aplicada y Microscopía en el Instituto Agrícola de Chile [Director de la obra FAUNA DE CHILEyde los “Anales de Zoología Aplicada" Miembro Honorario de la Facultad de Ciencias de la Universidad Mayor de San Marcos (Lima) Catedrático Honorario ’de Zoología Agrícola de la Universidad de Manáos (Brasil) Académico Correspondiente de las de Ciencias de Madrid, Barcelona, Marsella y Córdoba 'Académico de Mérito de la de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana Laureado del Instituto (Academia de Ciencias) y de varias otras corporaciones sabias de Europa Oficial de Instrucción Pública; “Chevalier" del Mérito Agrícola COLABOilAX DISTES’'GUIDOS ESPECIALISTAS XACIOXALES Y EXTRAX-JEROS t SOC. lOVtT». - 3LIT. SANTIAGO-VALPARAISO 19 15 c. eudDAnio oe cos n.° 3-6 (Mayo-Diciembre 1915) Originales; págs. I. — J .Bréthes. Description d’un hymnénoptére du Chili . . . 69 II. — H . I.éveillé. Un nouveau Rubus du Chili . 70 III. — E. E. Gigoux. El Sigaretus concavus . 71 IV. — José A. Campo. Mousses chiliens determinés par F. V. Brotherus et recoltés dans la prov. de Valdivia . 74 V. — Prof. C. E. Porter. Materiales para la Fauna carcinológica de Chile; XI- Los Hippidea . . . 75 VI. — Jean Bréthes. Description d’un nouveau sous-genre de Scymnus (Col.) 87 VII. — Anastasio Alfaro. La mariposa déla pacaya . 89 VIII.. — H'. Léueillé. Les Carex du Chili . 99 Crónica, Correspondencia, Novedades Científicas, Bibliogragía, por La Redacción . 117 Revista Chilena de Historia Natural Journal bimestriel illustré Destiné au déAreloppemeiit et a la culture des Sciences Naturelles au Chili Directeur et Rédacteur (Fondateur): Prof. Dr. CARLOS E. PORTER, C, M. Z. S., F. E. S. La «Revista Chilena de Historia Natural» será adressée á tous les journaux chiliens ou étrangers qiii en feraient la démande et qui sont priés de bien vouloir envoypr un niiméro de leur journal au bureau de ladite Revue. Toute ouvrage 011 brochure de Zoolo^ie, Botanique., Anatomie, Physiologie., Histologie, Geographic, Carcinologie, etc,, chilien ou étranger, dont il sera adressé un exemplaire récommandé au burean de cette Revue, sera anoncé ou analysé selon son impor¬ tance. Le Prof. Garlos E. Porter est prétá faire échanges de ses publica¬ tions et des Arthropodes du Chili par des travaux récents sur les Crustacés, les Acariens^ V Entomologie Agricole., la Zoologie médicale et oétérinaire.^ íes Myriopodes., les Longicornes et les Hémiptéres. — Adresser la correspondance et les travaux, récommandés, au: F=»rof: Dr. F»OR“rEFR ' Casilla SAinJXIAOO (Ch»il®) OCT 7 ] 924 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL Dedicada al fomento y cultivo de las Ciencias Naturales en Chile Director y Redactor (Fundador): Prof- Cárlos E. PORTER, C.M.Z.S., F.E.S. Año XIX Mayo-Diciembre de 1915. N."® 3-6 DESCRIPIIGR D’Un fiymÉnüPIÉRE DU CñlLil PAR nean BRÉTfiES (Du Muséun National de Buenos Aires) Derecyrta ruflceps Brethes, n. sp. Capite, antennis, mesonoto macula pedibusque ferrugineis, macula frontali plus minus rhomhica, thorace abdomineque piceis; alis hyalinis pene fuscescentibus. Long. 5,5 m.m. Alae: 4 mm. Látete est complétement lisse et luisante, les impressions de la base des antennes assez grandes, subcirculaires, une impression cordiforme avant l’ocelle antérieur. Le thorax est assez rugueux, les espaces lisses; l’abdomen a le disque du premier segment lisse avec une impression triangulaire préapicale; les autres segments ont une impression transver- salemédiane qui est assez ponctuée vers la base de Tabdo- men et presque lisse comme les élévations correspondantes á mesure qu’on s’approche de l’extrémité de Tabdomen. 1 cf de La Ligaa (Aconcagua) IX. 1909 (G. E. Porter, leg.) 70 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL un nüuuEnu ruous cfimien PAR mgr. fiÉClDR LÉUEIbLiÉ Nous devons á M. C. G. Hosseus, inspecteur général de r Agriculture en Argentine, ce nouveau Rubus que nous som- mes heureux de lui dédier. Rubus Hosseusii, n.sp. Ramuli tomentelli angulati; aculei flavido-paleacei, toti compressi, valde refracti; folia superiora trifoliata (suprema íloralia conformia, Simplicia), asymetrica, dupliciter dentata vel lobulata ovalia acuta, supra viridia, subtus incano to¬ mentosa reticulata; petiolo et ñervo medio aculeatis; flores dense racemoso-paniculati, parvi, nunc fasciculati nunc in¬ feriores distantes, et siguli, sépala brevia tomentosa acutata, pedicellis acultisea pétala ovata obtusa sepalis paulo lon- giora; stamina plurima, antherae atratae, stylis multis albi- dis liberis, ovariis puberulis. Nervis utrinque 8, ápice dichotomis invitis e grege Rubí floribunda. Ghili: Puerto Varas, 1914. GigOUX. — EL SIGARETUS CONCAVUS 71 EÜ SIBñREIUS CanCFlUUS POR Enrique Ernesto BIBGIJX Este gastrópodo se singulariza en la fauna malacológica del pais, tanto por la forma de su concha, como por el vo¬ lumen de su cuerpo, que no guarda relación con aquella. Guando en los meses de abril a junio se recorren las playas arenosas de esta costa, se encuentra en el espacio que deja libre la baja marea, unas masas carnosas, amarillentas, con¬ tráctiles, que recuerdan un trozo redondeado de ubre de va¬ ca, desprovisto de su piel. El profano puede tomarlos por esto o por cualquiera otra cosa, menos por el cuerpo de un caracol vivo. Si uno se de¬ tiene y observa verá que la masa se mueve, dilatándose lentamente o recogiéndose. No avanza cuando el observador se acerca, como si se die¬ ra cuenta de una proximidad peligrosa. El reposo está reducido a no avanzar, y no a manifestarse vivo con sus contracciones: pero, el ancho rastro que ha ido dejando lo denuncia. Otras veces se le ve saliendo de la arena donde forma un montículo que corona la parte visible de su cuerpo; en otras sólo hay una protuberancia en la playa. Al tomarle, continúa pareciendo una masa carnosa, un pedazo de ubre redondeado. Su cuerpo, cuatro o cinco veces mayor que la concha, la envuelve completamente sin dejarla ver. Al partir la carnosidad se ve que el Sigaretus simularía bien la fruta de un durazno si la concha ocupara el centro, haciendo ésta de hueso y la carne de pulpa. 72 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL Este gastrópodo no solamente no es abundante sino que es escaso. Nunca lo había hallado en mis prolijas y repetidas escur- siones por estas playas, ni sabía que existiese aquí. La cir¬ cunstancia de haber encontrado un fragmento de una con¬ cha, me puso sobre la pista hasta lograr encontrarlo vivo en su medio. Muchos pescadores no lo conocían; sus restos y conchas no se encuentran casi y es muy raro hallar una completa o un pedazo, y es inútil verlos en otros meses que los citados. Durante las bravezas de mar, las olas arrojan a las playas peden, mytilus, venus, solen, etc., pero, nadie habrá visto un sigaretus. El caracol debe enterrarse profundamente en la arena fangosa donde vive, librándose de ser arrastrado por la corriente y varado. En todos los gastrópodos la concha guarda al animal, en el sigaretus es al revés, el animal guarda y envuelve la concha. He tenido ejemplares que pesaban 480 gramos, con una circunferencia de 0.41 cm. midiendo la concha un diámetro mayor de 0.07 cm. y de 0.06 cm. el menor o transversal y con una altura de 0.037 milímetros. El hermoso color café oscuro de la parte interior de la concha, cuando ha obtenido el máximum de su tamaño, es de un café pálido y desteñido en las pequeñas. El color se va haciendo más intenso con el crecimiento. Siendo muy escaso, es natural que las conchas escasean también. Dicen los pescadores que lo conocen que su carne es muy buena para comerla. Es blanda, algo lechosa cuando hierve y cocida tiene el aspecto del Concholepas peruvianus y el sabor es agradable. Durante mi larga residencia de 24 años en esta región, sólo he visto 14 ejemplares vivos y 22 conchas completas de siga- retus. GigOUX. -EL SIGARETUS CONCAVUS 73 Considero que es el molusco de apariencia mas exótica en nuestros mares y tal vez el más curioso e interesante. Concha connexa por encima, superficie ranurada que no está en relación con la permanente envoltura que debiera pulirla. Abertura en forma de oreja humana, con el borde derecho extendido, afilado y el izquierdo más corto y re¬ dondo. Las vueltas de la espira se van separando violentamente del centro, dando mucho desarrollo al ala cuyos bordes no se unen. Tengo a la vista un ejemplar procedente del Africa occi¬ dental, Isla Santo Tomás, que no difiere de nuestro Sigaretus, como si la distancia y el clima no influyera en la especie. Y no en todas partos de esta costa se encuentra; la única playa donde lo he hallado Es la de Puerto Inglés. Parece que es ahí donde se han agrupado los últimos Sigaretus que se hacen cada vez más raros. No he podido adquirir noticias de si vive más al norte o más al sur de esta región, a fin de conocer su extensión ha¬ bitable. De este caracol es del que menos se han ocupado nuestros naturalistas y los extranjeros que han estudiado nuestra fauna malacológica. Ni aun se le cita casi, como si no existie¬ ra; por esto pasó para mí desconocido y fué una sorpresa agradable hallar un fragmento de concha y después un ejem¬ plar vivo. Caldera, Noviembre 10 de 1915. 74 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL maussES cfimiEns dEterminés par F. U. DrothErus, Et rÉcoltés daña la proulncE ds Ualdiuia POR 3o5é Fl. CñmPD 1. Dicranoloma cap illi folium (Broth.) Sur les tronos de «robles» = Nothofagus obliqua, á dix Hues al’ Ouest de Pitrufquen, Feb. 12-Í912. 2. Porotamnium panduraefolium (G. M.) Bords du Tolten; sur des abres tombés et en putréfaction, Feb. 12 de 1912. 3. Rigodium inflexum (Kurz).Sur des terrains humides et en pedant d’abres. Sous bois, Feb. 19-1912. 4. Rigodium arhorescens (G. M.). — Sur des tronos d’ ar- bres vivants et du solhumide Feb. 12-1912. 5. Rigodium toxarium (Sohw.). — Sous bois. Sur le sol hu- mide Feb. 12-1912. 6. Rigodium nano fasciculatum{C. M.). En terrains humide de bois. Route á Villarrica. Feb-19-1912. 7. Hypopterygium Thonini (Mont.) Sur des arbres tombés et en putréfaotion. Feb. 12-1912. 8. Hypopterygium plumarium (Mont.) Terrain sous bois; sur des arbres putréfaotes. Feb. 12-1912. 9. Rhaphidostegium callidum (Mont.) Sur des tronos vi¬ vants de Gryptooarya peumus. Feb. 1912. 10. Stereodon cupressiformis (L.). Sur des pierres, á 1’ om¬ bre sous bois. 12 Feb. 1912. 11. Barbula flagellaris (Sohp). Bords d’eaux et sur des tronos vouverts deterre. Feb. 1912. Campo. — MOUSSES chiliens 75 12. Bryum sp. — Sur des tronos de Nothofagus obliqua. Cette espéce assez communne. Fsb. 1912. 13. Neckera chilensis (Schimp). Sur des tronos d’arbres, aux bois. Feb. 1912. 14. Campylopus inflexus (Hedw). Sur des arbres brulés, de préférenoe du genre Nothofagus. Feb. 1912. 15. Stereodon LecMerii (G. M.). Sur des tronos vivants d’arbres, de préférenoe: «olivillo,'>=Aetoxioum punotatum. (o Kageneokia?). 16. Plychomnion cygnisetum (G. M.). Sur des tronos en dé- composition. Sous bois. Feb. 1912. 17. Lamprophyllum splendidissimum (Mont.). Sur des «ro¬ bles» jeunes. Sous bois. Feb. 1912. 18. Weymouthia Billardierii (Hamp.) Sur des tronos vi¬ vants d’arbres de genres Podooarpus et Nothofagus. Feb. 1912. 19. Stenomitrium pentastichum (Mont.). Dans les terrains élévés et dans les trous des <>. Pitrufquen. Feb’ 1912. Victoria (Ghili), 9 Julliet 1915. 76 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL mniERintEs PARA LA fñUUñ CñRCinDLiGBICn DE CfilüE POR EL Prof. Carlos E. PGRIER, C. IR. Z. 5., F. E. 5. XI. LOS HIPPIDEA Los Hippidea (De Ha an) son crustáceos anomuros muy relacionados a los Galateidos. El cefalotórax que puede ser oval o subcuadrangular, no presenta regiones bien definidas y su superficie es lisa. Los OJOS son pequeños. Las antenas con pedúnculo quinquear- ticulado; las anténulas, en general, bien desarrolladas, con uno de los flajelos largo y el otro muy reducido o aún nulo. Abdomen semi extendido, compuesto de seis segmentos, con el telson regularmente desarrollado o bastante largo. A estos caractéres se agregan varios otros; pero para nuestro plan, los anteriormente anotados bastarán segura¬ mente para distinguir los Hippidea de los otros grupos. Tienen estos crustáceos la costumbre de cavar agujeros en la arena de las playas, para lo cual se sirven de sus miembros especialmente adaptados. Porter. — los hippidea de chile 77 En los Hippidea, los carcinólogos contemporáneos admi¬ ten las dos familias cuyos caractéres doy en el siguiente cuadro: comprimidos y provistos de pinzas. Segmento termi¬ na del abdomen ovala¬ do. Maxilípedos subpe¬ diformes . Fam. I. Albuneidae subcilindricos y desprovis¬ tas de pinzas.. Segmen¬ to terminaldel abdomen lanceolado. Maxilípedos operculiformes . Fam. II. Hippidae Fam. I: ALBUNEID/E En esta familia el cefalotórax es deprimido, sin expansio¬ nes que oculten los pereyópodos. Los del primer par termi¬ nados en una pinza más o menos perfecta. Los maxilípedos externos subpediformes. El último segmento abdominal no muy alargado, oval y laminoso. Conozco sólo dos especies chilenas correspondientes a los géneros Blepharipoda y Lepidopa. Cunningham, en el viaje de la «Nassau», menciona (pág. 494) haber visto en la playa del puerto de la Herradura (cerca de Coquimbo) un crustáceo de esta familia que no describe y que pertenecería al género Alhunea Fabr. Sin embargo, a pesar de mis excursiones por las playas y de todos mis encargos de crustáceos, nunca he obtenido ningún ejemplar de Alhunea. Así, pues, miéntras logro obtener siquiera un ejemplar de Alhunea de nuestra costa, admitiré con seguridad sólo dos géneros (ámbos monotípicos) en los Albuneidae de Chile. Ambos jéneros pueden distinguirse a primera vista así: Pereyópodos del primer par: 78 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL delgados, cilindricos, alar gados i articulados en el medio. Antenas sin es¬ pina movible. Antenas i anténulas largas . Gen. Blepharipoda comprimidos, laminosos, llevando córnea rudi¬ mentaria. Antenas con flagelo corto. Anténulas largas . Gen. Lepidopa 1 Gen. BLEPHARIPODA randall Blepharipoda, Randall (1839), Holmes (1900); Albunhi- ppa, Edws & Lucas (1841; Abrote, Phil. (1857); Blepharopo- da, Stimpson (1858), Bouvier (1898), Berg (1900). Este género está representado por la especie: Blepharipoda occidentalis Randall He aquí la sinónima de la especie según la literatura que poseo en mi biblioteca particular: 1839. Blepharipoda occidentalis Acdiá. Nat. Se. Philad., VIII, p. 131 pl. 6. 1841. Albunhippa spinosa Edws & Lucas, Archiv. Mus. Hist. Nat. Paris, II, p. 477; pl. 28, figs. 1-13. 1852. Albunhippa spinosa Dana, U. S. Explor. Exped. Crust. I, p. 406. 1857. Abrote spinimana Bnih., Archiv. fur Naturg. XXIII, I, p. 129, pl. 8. 1857. Blepharopoda occ/toía/i5 Stimpson, Journ. Nat. Hist. Boston, VI, p. 486. ALBUNEIDAE con pedánea- < los oculares: Porter. — los hippidea de chile 79 1858. Blepharopopa spinimana Stimson, Proc. Acad. Nat. Sc. Philad., X, p. 230. 1878. Blepharopoda spinimana Miers, Journ. Linn. Soc. London, Zool., vol. XIV, p. 335. 1896 Blepharipoda occidentalis Ortmann, Zool. Jahrb. Abth. f. Syst., Bd. IX, p. 222. 1898. Blepharopoda {Abrote) spinimana Phil. Bouvier, Ann. Soc. Entom. Fr., p. 342. 1900. Blepharipoda occidentalis Holmes, Sinops. Gal. Stalk- Eyed Crust., p. 104. 1900. Blepharopoda occidentalis 'B'erg, Com. Mus. Nac. B. Aires, tomo I, p. 225. 1902. Blepharipoda occidentalis Lenz, Zool. Jahrb. Suppl., Bd. V, p. 749. 1910. Blepharipoda Rath bun, Proc. U. S. Nal. Mas., vol. XXXVIII, p. 594. 1911. Blepharipoda occidentalis Porter, Bull. Mus. Hist. Natur. (Paris), N.o 1, p. 17. A pesar de haber sido descrita la especie en 1839, no es de cstrañar el que no sea mencionada por Nicolet en el to¬ mo III déla «Zoología» de Claudio Gay (1849), si se consi¬ dera que en esa época no se había visto la especie sino en las cercanías de California. Guando el Dr. A. R. Philippi vió por primera vez en Chi¬ le la especie en cuestión, desconocía los trabajos de Randall, etc., y al describirla aprovechó de crear el genero Abrote (Véase la sinonimia). Economizo dar aquí una descripción detallada del tan in ■ teresante crustáceo anomuro de que hoy me ocupo, en vista de que la figura, tomada de la fotografía que aquí se acompa na servirá para reconocerlo. Diré sólo que el animal tiene su cefalotórax liso y relu¬ ciente, de color lila en su mitad anterior el que va haciéndose rosado hacia atrás, color que presentan también dorsalmente los anillos abdominales; los pereyópodos lila o rosado; los pedúnculos oculares rosado en su mitad basal y blanco en 80 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL el resto de su extensión. La cara ventral así como los pleó- podos son blancos, color que tienen también las espinas del cefalotórax y de las pinzas. Los pelos de las patas, etc., son amarillentos. Los colores que aquí doy se refieren a un ejemplar fresco tomado en San Antonio (provincia de Santiado) por el agró' Fig. 10. — Blepharipoda occidentalis Randall. Más o menos tamaño natural {original). nomo señor Rafael Barros V. quien, a solicitud mía, lo obse¬ quió al Museo Nacional en noviembre del presente año. Este ejemplar tiene el cefalotórax de 48,5 mm. de largo y de 32 mm. de ancho. El obsequio de este ejemplar, que he ya incorporado a las colecciones, es de importancia; pues las personas que más tarde se interesen en el estudio de nuestros crustáceos, po- Porter. — los hippidea de chile 81 drán apreciar el color de esta bonita especie, ya que los dos ejemplares que existen en el Museo (al parecer desde hace muchos años) en unfrasco, conservados en alcohol, están com¬ pletamente descoloridos: ellos aparecen blancos. La etiqueta dice: <). El exámenque en 1912 hice de esos ejemplares cuando procedí al estudio e in¬ ventario de la colección carcinológica del Museo Nacional^ me convenció en el acto de que se trataba de la Blephari- poda occidentalism especie que parece muy escasa a lo menos en nuestra costa, pues nunca la tomé yo mismo ni la recibí de ninguno de mis amigos que durante catorce años me en¬ viaron crustáceos y otros objetos para el Museo de Valpa¬ raíso. Distribución geográfica. — Ya hemos dicho que en varios puntos de la costa de California fueron tomados los primeros ejemplares que dieron como a los estudios publicados y en los que la especie aparece (co no se ha visto en la sinonimia) con diversos nombres genéricos y específicos. Con el descu¬ brimiento en Chile de la especie, podía afirmarse hasta el año de 1899 que el crustácea en cuestión existía a lo largo de la costa occidental de América desde San Francisco de Cali¬ fornia hasta el Tomé y tal vez más al sur. Hacia fines de 1900 el Dr. José B. Llanos, obsequió al Dr. Carlos Berg (Director entonces del Museo Nacional de Bue¬ nos Aires) el primer ejemplar de Blepharipoda occidentalis Randall encontrado en la costa del Atlántico (1). En Julio de 1910, de paso para Europa, me detuve en Buenos Aires más de veinte días y tuve ocasión de visitar detenidamente el Museo Nacional de esa bella capital. El distinguido Jefe de la Sección Zoológica de dicho Museo, Dr. Roberto Dabbene, me facilitó el examen de la colección carcinológica. Me llamó inmediatamente la atención, el ver (1) El ejemplar fué tomado por un bañista del Mar del Plata (Bekh, 1. c., p. 226. 82 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL allí la Blepharipoda occidentalis que sólo conocía por la lite¬ ratura que poseo y por un dibujo del Dr. Philippi publicado en Europa en 1857. De su existencia en el Atlántico tenía también noticias por el trabajo que me enviara en 1900, el Dr. Berg, tan pronto lo publicara. A propósito de la distribución geográfica de este Albunei- do, tuve ocasión, durante mi estada en el Museo de París, de publicar, a insinuación del Dr. E. L. Bouvier, una breve nota titulada «Repartition géographique d’un Crustacé décapode {Blepharipoda occidentalis)^, en el «Bulletin» de dicho Museo (1911). Según nuestros conocimientos a la fecha, puede decirse que Blepharipoda occidentalis Randall existe en la costa de América, en el Pacífico desde California a Magallanes y, en el Atlántico, desde Magallanes hasta el Mar del Plata. Pasemos ahora al Gén. LEPIDOPA Stimpson (1858). Lepidopa Stimpson, Benedict, etc., Lepidops Miers Puede caracterizarse brevemente así: Pedúnculos oculares comprimidos, laminosos (como esca- miformes) sin córnea aparente. Anténulas muy largas; ante¬ nas con flagelo corto. La especie típica es la L. scutellata de Fabricius. Hasta 1900 no se conocía ninguna especie chilena de este género. La primera (y única) que hoi conocemos fué encon¬ trada en Iquique por el Dr. Plate. Voy a dar sobre ella algunas indicaciones; Lepidopa chilensis Lenz 1902. Lepidopa chilensis Lenz, Zool. Jahrb. Suppl. Bd. V, p. 749, pl. XXiII, figs. 5 y 5Ba. La descripción dada por Lenz está basada sobre un Porter. — los hippidea de chile 83 ejemplar cuyo cefalotórax medía 11 mm. de largo por 8 mm. de ancho. En una excursión carcinológica que hice en mayo de 1905 a la playa de Curaumilla (al sur de Valparaíso) tomé un ejemplar de esta especie. Su aspecto era liso y reluciente y como nacarado. Estaba, según mis apuntes, enterrado en la arena de la playa a mas o ménos 1,5 cm. y con parte de sus anténulas fuera de la arena. Por no tener en este momento a mano la fotografía (ta¬ maño natural) del ejemplar que tomó para mí el señor San¬ tiago Figueroa V., no puedo dar aquí una figura de esta es¬ pecie. Pero el dibujo que publicó el Dr. Lenz en 1902, es bas¬ tante bueno. Miss Mary J. Rathbun indica que la especie ha sido to¬ mada también en la isla de San Lorenzo (Perú). De este modo, la ostensión abarcada Lepidopa chilen- sis Lenz sería a lo ménos desde el Callao hasta Valparaiso. A pesar de mis numerosos encargos no he podido obtener ejemplares de esta especie. Earn. II: HIPPID/E Los crustáceos de esta familia difieren de los de la ante¬ rior, entre otros caractéres, por los siguientes fáciles de observar. El cefalotórax subcilíndrico y cuya expansión oculta las patas. Primer par de pereyópodos desprovistos de pinzas y terminados en una lámina ovalada. Maxilípedos operculifor- mes o poco menos. Segmento terminal del abdómen alargado y lanceolado. Ojos con córnea pequeña. Habitan los mares tropicales y subtropicales y cavan agu¬ jeros en las playas arenosas. En Chile se designan vulgarmente pulgas de mar, nombre que también suele darse, entre nosotros, a algunos Anfípo dos de las playas. 84 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL Los géneros de la Fam, Hippidee son: Emérita, Remipes y Masügochirus. En Chile está representado sólo el primero de ellos. Gen. EMERITA Meusghen (1778) {Emérita Stimpson, Benedict, Rathbun, Steering, etc.) El jenero cuenta con dos especies. Emérita emeritus (Linn). 1767. Cancer emeritus Linn., Syst. Nat., Ed. 12, vol. I, pt. 11, p. 1055. 1778. Astacus emeritus Fabr., Systema Entomologise, p. 416. 1778. Emérita emeritus Me us che n. Mus. Gronov., p. 87. 1791. Cancer emeritus Merest, Kraben & Krebse, vol. II, pt. 1, p. 8, pi. 22, fig. 3. 1798. Hippa emeritus Fabr, Suppl. Entom. Syst., p. 370. 1837. Hippa emerita M. Edwards, Hist. Nat. Crust., vol. II, p. 209. 1852. Hippa meriia Dana, U. S. Explor. Exped., pt. I, p. 409, pi. 52, figura 9. Las citas sinonímicas anteriores para esta especie estaban ya publicadas por Stebbing i me hago un deber en declarar que las reproduzco de este autor apesar de poseer yo en mi biblioteca todas menos la tercera de dichas obras. He aquí algunas sinonimias i datos bibliográficos mas: 1849. Hippa emerita Nicolet en Gay, Hist. Fis. y Polit. Chile, Zool. Ill, p. 185. 1901. Hippa emerita (L.) Moreira, Arch. Mus. Nac. Rio de Janeiro, vol. XI, p. 30. 1902. Hippa emerita Nobili, Rev. Ch. Hist. Nat., VI, p. 235. 1902. Hippa emerita Lenz, Zool. Jahrb Suppl., Bd. V, p. 750. Porter. — los hilpidea de chile 85 1910. Emérita ejnerita Rathbun, Proc. U. S. Nat. Mus., vol. XXXVÍII, p. 554, pi. 49, fig. 6. 1912. emep/ia Doflein & Balss, Mitt. Naturhistor. Mus., Hamburg, p. 35. En grandes cantidades puede verse la especie en todas las playas de Chile, especialmente desde Iquique hasta Valpa¬ raíso, escaseando gradualmente más hacia el sur del país. Habita según Miss M. J. Rathbun el continente ameri¬ cano en la costa occidental desde California hasta Chi¬ le y por la oriental desde la península de Florida hasta el Brasil. Como en breve publicaré un trabajo sobre los crustáceos comestibles de Chile, en que daré descripciones y láminas * de todas las especies, dire aquí solamente: 1. ° Los ejemplares recogidos por mi tienen hasta 40,5 mm. (largo del cefalotórax). La mayor parte de los indivi¬ duos miden 36 a 38 mm. 2. *^ Que en algunos puertos del país he visto hacer sopas con este crustáceo, y 3.0 Que esta especie y la siguiente son usadas por los pes¬ cadores para cebar sus canastillos. La Emérita emeritus (Linn.) merecería, por serla mayor, el nombre vulgar de «pulga grande de man*. Emérita analoga (Stimpson) i 857. Hippa analoga Stimpson, Proc. Boston Soc. Nat. Hist., vol. VI, p. 85. 1852. Efippa talpoides Dana, U. S. Explor. Exped., Crust. I, p. 409, pl. 25, fig. 10. 1910. Emérita analoga Rathbun, Proc. U. S. Nat. Mus., vol. XXXVIII, p. 554, p). 49, fig. 1. Esta especie es menor que la anterior. Los ejemplares de mayor tamaño que he medido tienen el cefalotorax de 25 mm. de largo. Rev; Ch, Hist. Nat. (6) 86 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL En mayo de 1905 encontré abundancia de ejemplares de esta especie en una excursion a la punta de Curaumilla. Respecto a su distribución geográfica^ Miss Rathbun (1. c.), dice que se encuentra en la costa de América desde Oregon hasta Chile. En resúmen, los Hippidea de Chile se clasifican así: iFam. HIPPIDEA< Fam. I: Albltneidae II: Hippidae 1. Bleparipoda occidentalis Randall. 2. Lepidopa chilensis (Lenz) 3. Albunea sp. Cunninghabi (*) 4. Emérita emeritus (Linn.) 5. Emérita análoga (Stimpson) (*) No ha sido encontrado nuevamente. Se agradecerá el envío de Crus¬ táceos que habitan las playas arenosas de la República, para aumentar la colección respectiva del Museo Nacional. Bréthes. — nouveau sous-genre de scymnus 87 DESCRIPIIGn D’Un nüUDEñü SGUS-EEORE DE SCUmHUS PAR Jean ERÉIRES Entomologiste au Musée National Buenos Aires L’organisation si monotone des Goccinellides €St un grand obstacle pour la parfaite connaissance de ces Insectes pour- tant si interéssants et si utiles. Q’a done été avec une vive satisfaction qu'en étudiant quelques Goccinellides du Ghili, envovés por Mr. le Professeur Dr. Garlos E. Porter, j’y ai découvert une forme qui jusqu’á présent n’avait pas été mise á jour par des auteurs dont la sagacité ne peut étre mise en doute: Mulsant, Groth, Le Gonte, Geo Horn, etc. G’est pourquoi je garde la persuasion que cette forme n'existe pas dans les centaines d’insectes étudiés par ces é.ninents observateurs. La forme insolite dont je veux parler repose dans la piece metacoxale. La ligue que limite cette piece forme parfois un V parfait derriére les coxas postérieures; d’autres fois, arrivant prés du deuxiéme sternite abdo¬ minal, cette ligne court paralléle avec ce méme sternite; souvent aussi, au lieu de se prolongor jusqu’au bord latéral de Pabdo- men, cette ligne s’efface et disparaít com- plétement. Dans le groupe SIDIS la piece métacoxale a une forme de V á bords interne et externe légérement convexes. Dans la COCCINELA MACULA Germ., Fig. 11. — Piece m e t a c o X a 1 e et regions voisines, augmentées, de Scymnus (Para¬ si di s) macula (Germ.)Brethes 88 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL qui d'ailleurs est un Scymnus, la piece métacoxale a une forme insolite et impossible dé’tre confondue avec toutes les formes connues: elle est en V complet comme dans le group e cité de Sidis, mais tandis que le bord interne de cette piece est réguliérement convexe, son bord externe est régulié- rement concave, comme d’ailleurs le dessin ci-contre en donnera une idée assez claire. Je proposerai pour cette nouvelle division de Scymnus \g nom de PARASIDIS nov., indiquant ainsi la relation intime des deux groupes. Pour le moment, le seul insecte qui entrera dans 1 grou- pe sera: Scymnus (Parasidis) macula (Germ.) Brethes Coccinella macula Germ, An. Univ. Chile. 1854, p. 335. — F. Phil., An. Univ. Chile, 1887, p. 789. Buenos Aires, le 20 Aoút 1915. Alfaro. — LA MARIPOSA DE LA PACAYA 89 hñ mñRIPDSfl DE hñ PHCflMfl POR Anastasia ALFARD Director del Museo Nacional Una de las plantas ornamentales de Costa Rica, que atrae más la atención del viajero, es seguramente la pacaya, cono¬ cida por los botánicos con el nombre de Chamaedorea bifur- cata, cuyo follaje verde esmeralda refresca el ambiente en los días calurosos del verano. Las hojas rara vez se marchitan, y cuando lo hacen, toman un color amarillo de oro; sus ca¬ ñas delgadas, siempre verdes, se levantan hasta tres metros de altura, y forman graciosos plumeros de palmas encorva¬ das, cuya frescura y agrupamiento en cepas constituye el mejor de los adornos en nuestros jardines, corredores, pasi¬ llos, y aun dentro de los salones más bien decorados; resiste las estrecheces de un cubo de madera y la escasez da oxíge¬ no en las habitaciones cerradas; así se le ve siempre placen¬ tera en su bosque nativo, en las habitaciones de la gente rica, en los jardines públicos y en las casas de la mayor po¬ breza, donde quiera que una mano amiga la plante con ca¬ riño. Tiene, sin embargo, la pacaya un enemigo declarado en la oruga de la mariposa descrita por Linneo bajo la de¬ nominación de Opsiphanes cassiae. Por la tarde, al ponerse el sol llega la mariposa desde lejos, revolotea sobre el follaje y se mete debajo de las hojas, en busca de un lugar apropósito para instalar su prole; se cuel¬ ga con las cuatro patas posteriores, con las alas plegadas y encorvando el abdomen hacia arriba deja pegado a la espal- so REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL da de una hojuela su huevecito blanco, cristalino, ligeramen¬ te verdoso, de uno a dos milímetros de diámetro, con 30 es¬ trías longitudinales y convergentes sobre el punto de sus¬ pension. Después, vuela a otra hoja y repite el mismo tra¬ bajo, distribuyendo así en varias hojas, plantas' y jardines la totalidad de su postura, que alcanza a cuarenta huevos. Algunos días más tarde el huevecito aumenta de volumen y se transforma en oruga verde, que toma por vivienda la extremidad de una hojuela, convertida en cartucho por me- Fig. 12. — ■O'psi'phanes cassiae. dio de hilitos sedosos; por la noche sale de su escondite, re¬ trocediendo, sigue la nervadura central y pasa por la vena de la hoja a buscar otra hojuela, no habitada, donde va cortando y comiendo desde la extremidad, en corte recto y transversal como si lo hiciese con tijeras afiladas; así pasa la noche, comiendo y descansando a intervalos; al amanecer vuelve a buscar su posada y en ella permanece tranquila durante todo el día. Cuando alcanza su completo desarrollo, mide la oruga ocho centímetros de longitud, es de color verde tierno, con cinco rayas longitudinales amarillentas, tres de ellas reunidas a lo Alfaro . — LA MARIPOSA DL LA PACAYA 91 largo del dorso; la cabeza oblonga y deprimida, de color gris pálido, con dos cuernitos anaranjados, en la parte posterior, terminados en punta negra, y otros casi imperceptibles por su tamaño y colorido. Tiene la piel desnuda, ligeramente ru¬ gosa, exceptuando la cabeza que es lisa con pelillos ralos; la cola se termina por dos apéndices celestes de punta negra, forma cónica alargada, abiertos en ángulo agudo. Teniendo una de estas orugas sobre !a mesa, por la noche, para hacer su dibujo, tuvo que practicar la' función biológi¬ ca de limpiar el intestino: levantó la parte posterior, dando salida a un canutillo corto, de color verde renegrido; más como la posición en que estaba colocada dejase allí aquel estorbo para seguir tendida de plan sobre la superficie dor¬ sal de la hoja, hizo un movimiento rápido lateral, con la parte trasera y desalojó el estorbo, con tal habilidad como pudiese hacerlo cualesquiera délos animales superiores- Debido al medio en que se desarrollan estas orugas, su as¬ pecto general varía notablemente: un ejemplar criado en una palma de pejivalle, en el patio de nuestro Museo Nació nal, era verde morado, con diez anillos y tres rayas longitu¬ dinales también de color morado; en la cabeza tenía tres pares de cuernos encarnados, más largos los centrales; todo el cuerpo con pelos cortos y ralos; pero muy notables en la cabeza, como si la consistencia espinosa de la planta donde tomó su alimento le hubiese comunicado una parte de sus condiciones físicas. Terminado el crecimiento de la oruga, sale de su guarida, trajeada con el velilloblanco de lasnovias, se instala al centro de una hojuela, por debajo, pálida e inmóvil, y comienza su transformación misteriosa: tres días más tarde se ha conver¬ tido en crisálida verde esmeralda, Colgate y graciosa como una uva de Málaga; ostentando una manchita dorada a cada lado, a manera de zarcillos. Durante este tiempo no recibe otro alimento que el aire y la humedad atmosféricos; algunas veces se le ocurre a la oruga colgar su crisálida en la fronda de un helécho, o en la 92 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL madera de un tabique; un ejemplar encerrado en un cajon- cito, con tela de alambre, colgó un crisálida de la tabilla superior, y allí hizo su metamorfosis, cual si estuviese en una planta de pacaya, manifestando su vitalidad satifecha con lijeras contraciones. En la mañana del 2 de julio, a los viente días de encerrada la oruga, mi niño menor de cinco años, al abrir el cuarto del estudio, me llamó la atención sobre la crisálida, diciéndome: «ya va a salir la mariposa, porque se ha puesto morada». Efectivamente, al sentir el calor de sol que entraba por la ventana, la cascarita envol¬ vente hizo crac, crac, rompiéndose sobre el dorso, cual si fuese una nuez fragilísima, y comenzó a salir la mariposa con las alas plegadas al abdomen, redondo, de tinte verdoso. Poco a poco se fué estirando y adquirió un matiz castaño; media hora después, el abdomen tenía forma ovalada y poco más tarde, a las 8 a. m. había adquirido ya el talle usual, ligeramente abultado como en las hembras adultas, cuando van depositar sus huevos. Las alas deformes al salir tomaron paulatinamente la rigidez natural, tendidas una junto a la otra en posición vertical, suspensa la mariposa con las cuatro patas posteriores del cascarón, que al secarse fue tomando la pálida blancura de los cadáveres. Vista por encima la mariposa, con las alas abiertas, pre¬ senta un fondo general de color chocolate, con matiz ne¬ gruzco en los bordes, una faja ocrácea cruza diagonalmente las primeras alas, más ancha y bifurcada en su comienzo, so¬ bre la parte media del borde frontal; en los ángulos anterio¬ res tienen dos manchitas triangulares, a cada lado, de color Ijlanco. Por debajo es gris, jaspeada de castaño y negro, con dibujos caprichosos de un valor artístico admirable, presen¬ tando además tres ojuelos a cada lado, uno en las alas ante¬ riores y dos en las posteriores. La hembra alcanza nueve centímetros de abertura, cuan¬ do está con las alas extendidas, y su coloración es menos intensa que la del macho; éste puede reconocerse por ser Léveillé .— LES CAREX DU CHILI 93 más pequeño y por tener dos remolinos de pelos castaños en las alas posteriores. lia mariposa recién nacida permanece por algunas horas colgante del cascarón de su crisálida, como si le doliese des¬ prenderse de aquella envoltura que la dotó de elementos para volar con livertad; luego cambia de sitio, ensayando por grados la resistencia de sus alas, y por último al caer la tarde vuela con rápidez en busca del aire libre y del amor. San José de Costa Rica, Septiembre de 1915. LES CñREX DU Cñlül PAR mgv. ñ. ÚÉUEIÜÚÉ Secrétaire perpétuel de I' Académie Internationale de Botanique. Le genre Carex est actuellement représenté au Chili par 44 espéces. Ce nombre sera indubitablement augmenté ala suite de nouvelles recherches. Dix d’entre ces espéces appar- tiennent á la flore européenne, dont neníala flore francaise. Ce sont: C. capitata, C. setifolia, C. microglochin, C. incurva^ C. canescens, C. Goodenoughii, C. hispida, C. pseudo-Cyperus, C. riparia. Le Carex magellanica est une plante de l’extré- me nord de l’Europe et des hautes montagnes de TEurope moyenne. Le C. pumila de TAsie oriéntale (Mandchourie, Corée, Chino oriéntale, Japón) se retrouve en Anstralie et Nouvelle-Zélande . Nous donnons la clef des espéces suivie de rénumération des espéces avec diagnose succincte et dis¬ persion au Chili. Puissent ces quelques pages amener de nouvelles décou- vertes et appeler flattention sur ces plantes dontl’élude est plus facile qu’on ne le soup^onne communément. 94 REVISTA CHILENA DE HISTOIRA NATURAL On trouvera une courte synonymie aprés le nom spécifique permettant la lecture facile des meilleurs ouvrages en cours au Chili, notamment de la grande flore de M. Reiche. Eníin une table alphabétique renverra aux numérosd’ordre des espéces. Nous devons des remerciements au Prof. Carlos E. Por¬ ter, l’éminent savant chillen qui nous a donné des documents bibliographiques et á M. Freo. Fuentes qui nous a adressé des échantillons du Muséum de Santiago. Clef des Espéces / Epi terminal simple . ^ \ Non . / Ecailles ffmelles persistantes . l Ecailles femelles caduques . / Epi composé d’épillets unisexnés ou androgyos 3 i Piusieurs épis distinets, les supérieurs máles.... / Stigmates 2 . \ Stigmates 3 . . / Plante monnoique . . . C.capitataL. 5 \ Plante dioique . C. suhantarctica Speg. ^ I Cliaume un peu feuillé . ” l Chaume absolument nu . / Feuilles courtes et tres réduites . C. setifolia Kunze. ^ 1 Feuilles normalement développées . f Chaume raide dépassant les feuilles . C. andina Phil. 8 <¡ Chaume sétacé, presque caché, dépassé 1^ par les feuilles . • . C. patagónica Speg. f Utricules pubescen ts . C. aplylla Kunth 9 \ Utricules glabres . C. Molince Phil. f Epi fourni de bractées . 1 Epi nu, dépourvu de bractées . C. microglodhín Wahl. í Stigmates 2 . i Stigmates 3 . j Bec de l’utricule assenz court, épi láche \ Bec tnés long . f Epis máles au sommet . . . ^3 I Epis máles á la base . f Rhizome lenguement rampant . ^4- 1 Rhizome peu ou pas rampant . / Utricules vaguement neryés . ^5 \ Utricules íortement nervés . ( Epillets 3-5; utricules renflés . . 16 { Epillets nombreux; utricules presque ( ailés . G, vallis-pulchrae Phil. C, trichode-s Steud. C. caduca Boott. C, incurva Light. C. nehularum Phil, 2 3 4 10 13 23 5 6 7- 9- 8. II . 12 . 14. 22. 15- 20. 16. 17- 17 iS 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 Léveillé . — LES CAREX DU CHILI 95 Rhizome rameux . . . C. ñejc/íeí Kiih. Non . Ecailles plus longues que les utricules... Ecailles plus courtes que les utricules... . C. macrorrhiza Bocck. Bee de I’utricule court . : . C, Guyana Steud. Bee de I'utricule long . C. marcida Boott. Utricules vaguement nervés et seule- ment á la base . C. sororia Kunth. Utricules trés nervés . Ecailles á nervure simple . C, bracteosa Kuntze, Ecailles á triple nervure aristée. . . C. Brongniartii Kunth. Utricules ailés aux bords . C. Macloviana d’Urv. Utricules non ailés, ponctués de blanc.. C. canescens L. Utricules á bee tronqué ou émarginé parfois nul . Utricules á bee bidenté ou bifide, rare- ment entier . Utricules plan-convexes ou bi-convexes. Utricules trigones . : . Chaumes munis á leurs bases de gaines sans limbe plus ou moins déchirées en réseau . . C, Dariwinii Boott. Chaumes pertant á leur base des gaines foliiféres pour la plupart, non fibri- lleuses . Bractées plus courtes que I’inflores- cence . C, Ooodenoughii Gay. Bractées dépassant longue ment I’inflo- rescence . Chaume scahre á angles assez aigus . C. Andersonii Boott: Chaume lisse á angles obtus . C. decidua Boott. Bractées vaginances . Bractées non vaginantes, les supérieures en forme d’écailles . Utricules glabres . Utricules plus ou moins veins. . Epis femelles denses, épais . Epis femelles laches et grelcs. . Stigmates 2 . Stigmates 3 . Feuilles cloisonnées-nerveuses Feuilles jamais cloisonnées ... Utricules veins . Utricules glabres . Utricules briévement hispides. Utricules tomenteux . C . magallanjca Lamk. C. hispida Willd. C. phalaroides Kunth. C. atropicta Stend. C. latibracteolata Kiik. C. Beecheyana Boolt. C. cematorrhyncha Desv. Utricules á bee court . Utricules á bee long . Utricules longuement stipités á bee brié¬ vement bidenté . . . C, trifida Cav. Utricules peu ou pas stipités a bee gros- siérement bifurqué . ; . C. riparia Curt. Utricules trés renflés; style robusta, flexueux . ^ . Utricules non renflés; style grele . 18. 19. 21 . 24. 32. 23 ■ 28. 26 . 27. 29. 31 • 30- 33- 40. 34- 35- 36. 37- 38. 39- 96 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL ( Ecailles femelles obtuses, mucronóes. . , . Du-senii Küh. 38 i Ecailles femelles longuement acumi- nées . C. macrosolen Steud. 1 Rhizome cespiteux: écailles femelles trés longuement aristées . C. pasudo -Cij per us L. Rhizome stolonifére; écailles femelles briévenent aristées . C. acúlala Boott. J Utricules nettement comprimés . C. Banhsii Boott. 4° f Utricules trigones . f Utricules membraneux . 4^ \ Utricules coriaces nettement nervés í Utricules scabres aux bords au sommet J et á bec bifurpne . C. Barleroniana Steud. 4^ j Utricules ponetnés, hsses aux borde, á [ bec émarginé . C. lamprocarpa Phil, / Utricules trés vaguement nervés . C. fuscula d’Urv. 43 t Utricules á cotes nombreuses . C. OEderi Ketz. 41. 43- 42. Enumeration des espéces I. — Primocarex 1. Carex capitata L. — Rhizome peu allongé, gazonnant, chaume de 10-35 cm., couvert asa base degaines purpurinas sans limbe; feuilies plus courtes que le chaume, filiformes; épis androgyns males au sommet; écailles obtuses, chataines, scarieuses aux bords; utricules dépassant les écailles, plan convexos, verts luisants, glabras á stries trés fines et peu vi¬ sibles; á bec court, lisse, entier ou á peine bidenté, rouge- sang; stigmates 2; akéne bi-convexe moins large l’utricule, portant á sa base une raie verte, blanche a son sommet. Patagonie et Terre de-Feu. 2. Carex aphylla Kunth. (C. ebracteata Phil. C. schoenoides Phil.). Rhizome gazonnant; chaume de 30-40 cm., muni á sa base de gaines bruñes, sans limbe; épi androgyn, dense, muni de bractées; écailles femelles subobruses, chataines, á triple nervure, scarieuses aux bords, les inférieures bractéiformes allongées-embrassantes; utricules égalant les écailles, piri¬ formes, trigones, de couleur paille, pubescents dans leur jeunesse, á nervures latérales scabres, longuement stipités, a Léveülé. - LES CAREX DU CHILI 97 bec émagine; akéne trigone- obovale^ muni á sa base d’ime soie ciliée; stigmates 3 veins, Antuco {Pceppig); Pudras azules; Colchagua; Chillan {Phi¬ lippi)] Cordillére de Rauco {Lechler); Valdivia {Neger, Reiche)] Nahuelbuta {Reiche). Patagonie. 3. Carex Molinae Phil, — Rhizome gazonnant; chaume de 20-40 cm., muni á la base de larges gaines sans limbe, cuspi- dées, la supérieure proionguée en limbe piquant; épi andro- gyn á partie male peu visible, bractéolé; écailles femelles larges, acuminées, bruñes, scarieuses aux bords, á triple nervure verte, l’inférieure á sept nervures, prolongée en pointe piquante dépassant longuement l’épi; utricules égaux aux écailles, piriformes, pales, glabres, á nervures latérales lisses, émarginées, ábec nul, akéne trigone á faces concaves, portant á sa base une soie ciliée; stigmates 3 velus. Andes de la province de Talca {Fr. Philippi). 4. Carex setifolia Kunze {C. piptolepis Desv.; C. Coxi Phil.; C. Phil.). — Rhizome gazonnant; chaume de 15-45 cm., sétacé filiforme, flexueux, muni á sa base de gaines sans lim¬ be, de couleur brique; feuilles filiformes enroulées; épi an- drogyn; écailles femelles larges, mucronées, chátaines, sca¬ rieuses aux bords, á triple nervure verte; les inférieures 1-2 longuement cuspidées dépassant 2-3 fois Pépi; utricules pi¬ riformes plus courts que les écailles, pales, pubescents, á nervures latérales saillantes, á bec tres court, bidenté; akéne obovale, portant á sa base une soie ciliée; stigmates 3. Coquimbo {Gay., Volkman)] Concon {Poeppig); Santiago {Philippi); Valparaiso; Cofina {Cuming); Talcarégue; San Fernando {Gay): Piñales de Nahuelonta {V olkmann); Andes de Coquimbo, Illapel á Roucagua, Santiago, S. Cristobal {Philippi). Var. coLCHAGUENSis Philippi. — Plante plus robusto. Dans les Andes de la province de Colchagua {Landbeck); Santiago (Philippi); dunes prés de Concepcion (Neger). Var. PUNGENS BoecK. {C. Berteroana Desv.; C. aphylla 98 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL Boolt; C. Moeüeri Phil. — Cbaume rigide^ feuilles presque planes oii canaliculées, Cordillére de Santiago {Philippi)^ San Antonio {Gay)\ Rancagua {Bertero)\ Renaico {Philippi)\ Con¬ cepcion; Angol {Dusen)\ Bains de Cauquenes {Wrall). 5. Carex andina Phil. — Rhizome rayonnant; chaume de 15-25 cm., muni á sa base de toutes petites gaines, sans lim- be, de couleiir brun foncé; feuilles filiformes canaliculées, glauques, plus courtes que le chaume; épi androgyn á partió male peu visible et déjetée; ecailles femelles mucronées, pa¬ les, á triple nervure verte, les inférieures longuement cuspi- dées; la plus inférieure piquante et dépassant longuement l’épi; utricules égaux aux écailles, piriformes, trigones, páles, tres pubescents, a nervures laterales scabres, á bec tres court émarginé, akéne obovale, jaune, muni á sa base d’une rha- chilla, blanchátre, portant sur le dos une nervure verte et ciliée au bord; stigmates 3. Au pied des Andes, prés de San¬ tiago, Chillan, Arenas (Philippi); répandu dans les foréts d^Araucaria vers le 58'^ (Neger). 6. Carex patagónica Spegazz. — Rhizome allongé, convert d’écailles ferrugineuses nervées et mucronées; chaume de 10 cm., sétacé émergeant á peine des gaines et convert á sa base de gaines bruñes, sans limbe ou sétacé cuspidé; feuilles filiformes enroulées, trois fois plus longues que le chaume; épi androgyn tout petit; écailles femelles blanchátres, mu¬ cronées, á nervures vertes, l’inférieure sétacée dépassant beaucoup l’épi; utricules égalant environ les écailles, pirifor¬ mes, páles, légérement pubescent á deux cotes laterales ver¬ les á bec presque nul; akéne obovale; stigmates 3. Patagonie: Chillan (Philippi). 7. Carex subantarctica Spegazz. — Rhizome ligneux, ram¬ pant; chaume de 6-10 cm., vétu de gaines bruñes dans sa partie souterraine; feuilles denses, égalant environ le chau¬ me, planes, carénées, coriaces; épis dioiques, elliptiques, ñus; écailles males ciliées, obtuses, chátaines, largement sea- Léveillé.— IES carex du chii.i 99 rieuses aux bords, á nervure verte, coiirtempnt mucronées, les femelles conformes, mais ni mucronées, ni ciliées; utri* cules converts par les écailles, plan-convexes, jaunátres, gla¬ bras, á peine nervés, un peu scabres aux bords, á leur som- met, á bec pubérulent médiocre et tronqué; akéne lenticu- laire de couleur plomb; stigmates 2. Patagonie. 8. Carex trichodes Steud, {C. involúcrala Steud.). — Rhizo¬ me gréle,un peu stolo nifére; chaumes nombreux, capillaires de 10-15 cm., feuilles dépassantun peu les chaumes, enrou- lées filiformes, á sommet obtus; épi androgyn trés petit, bractéolé; écailles femelles aigués, de couleur sang á nervure jaune; les inférieures 1-2 sétacées-cuspidées, bractéiformes; utricules plus longs que les écailles, plan-convexes, verdá- tres, glabras, sans nervures, á bec médiocre bidenté; akéne lenticulaire, olivátre, portant á sa base une soie blachátre; stigmates 2. Cordillére de Rauco {Lechler); Terre de Feu. Var. LATERIFLORA Phil. (C. Reicheana Boeck). — Epi 4- ñore, la fleur unique du sommet male; bractée inférieure dépassant longuement Pépi. Andes de Curico {M. Vidal)-^ Cordillére de Nahuel-Buta et du Rio Mauro (Reiche). 9. Carex caduca Boot. — Rhizome peu gazonnant; chaume erí); Araucanie (5uge); Patagonie, Terre de Feu. F. indecora K.\inih.. — Chaume haut de 45 cm. Léveillé. — LES carex du chili 111 Cote prés Cotyíí\{0. Biichtien). Var. DisTENTA Kunze (C. Luitensis Steud). — Feuillesplus courtes que le chaume. les épis inférieurs femelles ecartes et pédoncuéls, écailles longiiement aristées; bec de l’utricule long. Coronel (Ochsenius), Valdivia {Philippi^ Buchtien); Corral (Dusen, Otto Kuntze, Buchtien)] Huiti {Lechler,) Ari¬ que (Lechler)] Los Chorillos (Pceppig)] Valparaiso {Didri- chsen). Var. PSEUDEXTENSA Kükenth. — Chaume de 30 50 cm., couvert a la base de gaines purpurines, sans limbe; tous le épis sessiles tous groupés, sauf l’inférieur; bractées tres lon- gnes réfléchies. Cordillera pelada {Philippi), Var. Hieronymi Boeck (C. araucana Phil.; C. catharinensis Boeck.) — Chaume de 30-50 cm.; feuilles larges dépassant le chaume; utricules allongés, nervés á long bec bidente. Montagne de Nahuelbuta {Philippi). 33 his. Carex oederi Retz. — Chaume haut de 5-15 cm.; dépassé parles feuilles larges de 2-3 mm., souvent repliées; épis 3-6, le terminal male pédunculé, les latéraux femelles ovales Olí globuleux tres denses, petits, les supérieurs lappro- chés sessiles; l’inférieur souvent distant et á pédunculé sca- bre; utricules ovales ou orbiculaires longe de 23 mm., con- tractés brusquement en bec droit; akéne obovale; tsigma- tes 3. Var. Cataractae (R. Br.) Kükenth.-- Chaume rigide, épi male, sessile, souvent femelle au sommet; épis moins denses; bractées souvent réfléchies; utricules 4 mm. Concepcion {F. M. Neger); Rio Maoso {Beiche). Patagonie; San Carlos de Bariloche {Buchtien). 34. Carex Berteroniana Steud, {C. paleata Boott). — Rhi¬ zome gazonnant; chaume de 80 cm., á base vétue d’un che- velu épais; feuilles égalant presque le chaume, larges de 6-8 mm., á 2 nervures plus saillantes, glauques coriaces, ca- 112 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL rénées; épis 7-11, les supérieurs 2-4 males, contigus; les infé- rieurs 3-7 femelles, máles á la base et au sommet, longs de 6-8 cm., écartés, tres longuement pódunculés, á péduncules robustes; bractées longuement vaginantes, égalant aun moins le chaume; écailles femelles obtuses, pales, munies de rales ferrugineuses, ciliées au sommet, á triple nervure verte et á aréte scabre; utricules les dépassant, comprimés-trigones, d'un gris olive, souvent tachés de pourpre, á nombreuses nervures, les 2 marginales saillantes, scabres au sommet, á bec cour bifurqué; akéne trigone brun fonce; stigmates 3. lie Juan Fernandez {Moseley; Philippi)-^ Mas a fuera {Ger¬ main). 35. Carex lamprocarpa Phil. — Chaume d'environ 1 m.; feuilles larges de 1 cm., glauques, coriaces, á 3 nervures plus saillantes, épis 7-8, les supérieurs 2-3 máles rapprochés; les inférieurs 5 femelles courtement máles á la base; distants, longuement pédunculés; bractées trés longues et longuement vaginantes; écailles femelles páles, á stries ferrugineuses, mucronés; utricules coriaces, trigones, d’un brun olive, trés ponctués, luisants, glabres, á nombreuses stries, á 2 nervures latérales saillantes, stipités, á bec court, lisse et émarginé; akéne trigone, d"un brun forcé; stigmates 3. San Juan, prés Valdivia {Philippi). Var. ROTUNDATA Kükenth. {C. multispicata diuct. chil. non Kunze). — Epis supérieurs contigus, briévement pédunculés; écailles femelles trés petites, ciliées et arrondies, mucronées au sommet; utricules doubles des écailles. — Antuco {Pceppig). 36. Carex pseudo-cyperus L. — Rhizome gazonnant; chau¬ me de 30 cm. aim., trés scabre et coupant aux angles; feuilles dépassant le chaume, larges de 5-9 mm., planes, lon¬ guement vaginantes; gaines basilaires bruñes et entiéres: épis 4-6, le supérieur mále long de 3-8 cm., pédunculé, mu¬ ni d’une bractée sétacée; les inférieurs 3-5, longs de 4-8 cm., trés pédonculés, penchés pédoncules sétacés; bractées dé- Léveillé. — LES carex du chili 113 passant le chaume, Tinférieure vaginante; écailles petites, blanchátres, acuminées, ciliées, á trois cotes dorsales vertes, prolongées en longue aréte hispide; utricules les dépassant, devenant réfléchis, trigones, jaunátres, luisants, gl abres, á cotes nombreuses, á bec long, tres profondément bidenté; akéne ovale moitié moins gros que Tutricule; style long, flexueux á 3 sigmates oourts. Var. Haenkeana Presl. {C. excelsa V C.o Lechleri Steud., Phil.). — Ecailles plus longues, ferrugineuses; utricu¬ les á bec les égalant. Concepcion {Neger)\ Valdivia, Colchagua {Philippi): Val¬ paraiso {Cuming): Coronel {Ochsenius): Arique {Lechler), An- tuco; Concon et nord du Chili {Pceppig); Patagonie; Digui- ilin (Fed. Sujo). F. Pallidior Kükenth. — Ecailles pales. Cordillére de San Fernando {Reiche). Var. POLYSTICHA Boeck. — Ecailles velues; gaines basilaires purpurinos, fendues en réseau, Patagonie. 37. Carex acutata Boott. {C. Anwandteri Phil ). — Rhizome stolonifére, chaume de 50 cm. aim. 50; á base garnie de gaines purpurinos, déchirées en réseau et en partió sans lim- be; feuilles larges de 6 10 mm.; dépassant le chaume; épis 5-8, les supérieurs 1-3 males, línéaires, contigus; les inférieurs 4-5 femelles, souvent males au sommet, longs de 3-10 cm., les supérieurs fastigiés avec les épis males, subsessiles: les inférieurs 1-2 écartés, pédonculés; bractées dépassant lon- guement l’inflorescence, Pinférieure vaginante; écailles aigués aristées, d’un noir pourpre, á nervure jaune, ciliées au som- oiet; utricules les dépassant, ovales elliptiques, verdátres, ponctués, glabros, luisant, nervés, á bec médiocre bidenté; akéne ellipsoide moitié moins gros que Putricule; stigmates 3. Valdivia {Lechler. Philippi); Corral; Cura-nila-hué; Cordi¬ llera pelada {Philippi): Puerto Montt {Neger) Coronel (Ochsenius): Chiloé {Cuming). 114 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL Var. MULTiSPiCATA Kunze. — Epis plus nombreux: 4máleSy 5-7 femelles; écailles males arrondies, ciliées; les femeíles sub- acuminées, á nervure dorsale peu ou pas apparente. Antuco {Poeppig in herb, de Berlin seulement). Valle S. Ramon {F. Philippi). 38. Carex macrosolen Steud. {C. macrocarpa Phil.). — Rhi¬ zome stolonifére; chaiime de 5 cm., á base couverte de gai- nes bruñes; feuilles égalant le chaume; épis 3-4, le supérieur mále, á bractées sétacés; les femelles pauciflores, dressés, presque radicaux, longuement pédonculés; écailles longueT ment acuminées, ferrugineuses, scarieiises, á nervure jaune; utriculesles dépassant, longuement atténués, comprimés-tri- gones, jaunátres, glabres, á cotes peu nombreuses, á bec trés long, bidenté; akéne trés court, roux; stigmates 2 ou 3 ? Territoire de Magellan (Lechler). 39. Carex Dusenii Kükenth. — Rhizome stolonifére; chaume de 12 cm., vétu á la base de gaines ferrugineuses; feuilles plus courtes que le chaume; épis 5, le terminal mále pédonculé, les femelles épais, les deux supérieurs rapprochés dumále, a pédonculés inclus, munis de bractées courtes et vaginantes; les 2 inférieurs presque radicaux, á pédonculés exserts; écai¬ lles chátaines, obtuses, scarieuses, á nervure verte, souvent mucronées; utricules les dépassant longuement, trigones, jaunátres, glabres, á nombreuses cotes, á long bec chátain, bidenté; akéne tout petit; stigmates 3. Patagonie (Dusen). 40. Carex trífida Gav. {C. aristataá’Uvv.). — Rhizome stolo¬ nifére; chaume de 60 cm. á 1 m. 20, portant asa base des gaines brun foncé effilochées; feuilles dépassant le chaume, larges de 8-14 mm., coriaces; épis 6-10, les supérieurs 2-4 máles, le terminal long de 5 cm., les femelles 4-6 longs de 8 cm., larges de 1 cm., pédonculés, dressés; bractées inférieu- res vaginantes, dépassant l’inílorescence; écailles femelles Léveillé . — LES CAREX DU CIIILI 115 profondenient échancrées, rousses ou ferrugineuses, á triple nervure verte et prolongées en tres longue arete scabre; utri- Gules plus courts que celles-ci, obovales, jaunátres, puis ta- chés de roux, glabres, vaguement nervés, longuement stipi- tés, á bec médiocre bidenté; akéne moitié moins gros que Tutricule, trigones d’un roux foncé, chagriné, stipité; stig- mates 3. Gap des Trois Montagues [Darwin). 41. Carex riparia Curt. — Rhizome stolonifére; chaume de 60 cm. aim. 50. tres scabre, coupant au sommet; feuilles depassant presque le chaume, larges de 6 15 mm., coriaces, d’un vert glauque; games basilaires bruñes ou purpurinos, entieres; épis 5-10; les supérieurs 3 5 máles, Tinférieure á bractée sétacés: les femelles 2-5 longs de 3-10 cm., larges de 8-10 mm., rinférieur longuement pédonculé pendant, les su- périeur peu ou pas pédonculés; bractées dépassant Tinflo- rescence, Tinférieure vaginante; écailles femelles rousses ou fauves, souvent échancrées, á 3 cotes verles, prolongées en arete longue et scabre; utricules égalant les écailles, trigones, d’un brun olive, glabres, á nombreuses nervures, á bec court grossiérement bifurqué; akéne ne remplissant pas l’utricule, ovale trigone, á faces concaves, stipité; stigmates 3. Var. Ghilensis Brongn. [C. chilensis Brongn; C. aacillans Steud). — Gaines inférieures purpurinas, tres déchirées en ré- seau; écailles trés aristées; utricules fusiformes longs de 7 mm. Valdivia [Lechler)] Renaico; Goncepoion [Philippi). 42. Carex pumila Thunb. [C. Urvillei Brongn.; C. sepulta Phil.; C. insignis Phil). — Rhizome trés longuement stoloni¬ fére; chaume de 10-25 cm., peu exsert, á base longuement garnie de gaines d’un brun pourpre, peu fendues en réseau; feuilles coriaces; épis máles 1-4, contigus, les femelles 2-4, longs de 2 cm., larges de 6-8 mm., pédonculés, dressés; brac¬ tées dépassant longuement Pinflorescence, l’inférieure vagi- 116 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL nante; écailles femelles aristées; chátaines, scarieuses, á rier- vure verte; utricules les dépassant, trigones, orangés, puis tachés de roux, glabres, peu nervés, á bec court, un peu scabre, grossieérement bifurqué; akéne ovale, largement stipité; stigmates 3. Concepcion /?e/c/¿e, A^eger); Constitución {Orte¬ ga), Arauco {Philippi). 43. Carex aematorrhyncha Desv. (C. campyloxis Steud; C. potamostauros Steud). — Rhizome stolonifére chaume d ’envi¬ ron 1 m., á base garnie de gaines d’un brun pourpre, peu fen- dues en réseau; feuilles larges de 4-8 mm., planes; cloison- nées-noueuses; épis 4-5, les supérieurs 2-3 males; les femelles 2-3 tous longs d’environ 5 cm., larges de 8 mm., l’inférieur pédonculé; bractée inférieure dépassant peu l’inflorescence, peu vaginante; écailles rousses, aristées, á triple nervure ver- te; utricules plus courts que les écailles, trigones, converts d’un tomentum épais, hérissé, d’un roux sale, vaguement nervés; á bec court bidenté; stigmates 3. Talcahuano {Poeppig); Rastrena {Philippi)-, Andes de Val¬ divia {Neger, Lechler); Patagonie. Var. coRRALENSis Phil. — Chaume gréle et humble; feuille et épis plus étroits. Corral {Ochsenins, Krause); Patagonie; Terre de Feu; Terre de Magellan. 44. Carex Beecheyana Boott. (C. Boeck.). — Rhi¬ zome stolonifére chaume de 60-90 cm.; feuilles dépassant le chaume, larges de 5-7 mm., cloisonnées-noueuses; gaines fen- dues en réseau, celles de base pourprées; épis 6, les 2 supé* rieurs males, contigus; les quatre inférieurs longs de 25-45 mm., larges de 8 mm., pédonculés dressés; bractées dépas¬ sant l’inflorescence, Tinférieure vaginante; écailles femelles acuminées, aristées, rousses, á triple nervure; utrculesles égalant, d’un roux olivátre, fortement hérissés, á nombreuses Porter. - NOVEDADES CIENTÍFICAS 117 nervures, á bec long, grossiorement bifurqué; akone ovale, stipité; stigma tes 3. .Valdivia {Philippi); Concepcion (Beechey). Espéces exclues Le C. gaimardioides Desv. = Scirpiis semisiihterraneus Boeck. Carex diviiUa Good. — Santiago; Quinta Normal {F. Fuen-' tes) Evidemment adventice. nQUEDFlDES ciEniiFicns 4. — El crecimiento de las uñas. — El Dr. E. Yung ha trata¬ do de determinar la rapidez del crecimiento de las uñas ob¬ servando a cinco individuos de diferentes edades durante un período de más de 40 meses. Las medidas se tomaron en la forma siguiente: una entalladura hecha por medio de una sierva fina, ennegrecida con hollín, servía de señal movible; la señal fija el canal ungueal. H e aquí las principales conclu¬ siones a que llegó el investigador: 1.0 El término medio del crecimiento es de 1.45 mm. cada 14 días o, en otros términos, 104 micrones por día o 3,1 mm. por mes de 30 días. 2.0 La uña del pulgar crece más rápidamente que la del de¬ do del medio, y esta última algo más rápidamente que la del meñique. Parece que la rapidez del crecimiento disminuye desde el dedo interno hacia el externo. 3.0 La comparación de los términos medios concernientes a la mano derecha con los déla izquierda demuestran que las uñas de la primera crecen con mayor rapidez. Rev. Ch. Hist. Nat. (8) 118 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL 4.0 En cuanto a la influencia de la edad, la rapidez del crecimiento tiene su máximo en los individuos cuando están en la flor de la edad, entre los 30 y 40 años. Extractamos esto de la Revistan La Nature». 5. El radio contenido en el mar.— En el número de la im¬ portante revista «Ibérica», de Octubre, encontrárnoslo si¬ guiente: «Mientras que son en gran número los análisis reali- << zados para determinar la cantidad de radio contenido en « terrenos, rocas y corrientes de agua de los continentes, se « ha prestado, en general, poca atención, al gran depósito de « radio constituido por el mar. «El profesor J. Lloyd, de la Universidad de Alabama, ha « publicado recientemente los resultados obtenidos exami- « nando una muestra de agua del mar, recogida en el golfo do « Méjico, a unas 200 millas al sur de Mobila (Texas), y la « cantidad de radio contenida en ella difiere notablemente, « por defecto, de los resultados que obtuvo Jolly analizando « aguas procedentes de varios océanos; pero concuerda con « la que señalan Eve y Satterley en sus análisis de las aguas « del Atlántico septentrional. «Según los trabajos de Lloyd, el promedio de radio conte- « nido en un litro de agua del mar, seria de 12 diezbilloné- « simas de gramo, o sea, para la totalidad del mar, resul- « tarian unas 1,400 toneladas de radio.» El escaso número de publicaciones científicas que, a causa de la guerra europea llegan, ha hecho pobre en noticias la presente Sección de «Novedades Científicas». C. E. PORTER Redacción. — crónica y correspondencia 119 CRonicn y coRRESPonDEncm 9. — Lecciones orales de Zoologia teórica y aplicada.— Du¬ rante el segundo semestre del año próximo pasado, el Direc¬ tor de la «Revista Chilena de Historia Natural» dió, todos los miércoles, de 6 hs. a 7 hs. P. M., lecciones públicas, orales, ilustradas con más de 900 esquemas en colores (en el piza¬ rrón) y proyecciones luminosas. He aquí la lista de los temas tratados: Serie; protozoología Los Protozoos, organización y clasificación general. 2. ^ Rizópodos, caractéres basados en el estudio de la Amoeba proteiis y clasificación actual. 3. ^ Rizópodos (conclusión): Foraminíferos, Heliozoarios y Ra- diolarios. 4P Los Esporozoarios y principales parásitos pertenecientes a esta clasé. 5, ^ Los Flajelados: organización, clasificación, especies pató¬ genas. 6. ^ Los Infusorios: organización, clasificación actual, biblio¬ grafía, especies chilenas más comunes. (Esta primera serie fué dedicada al Centro de Ciencias Bioló¬ gicas del Instituto Pedagógico, y la primera conferencia se dic¬ tó el 12 de julio de 1915). 2P Serie; Entomología general y económica Maravillas de la organización y fisiología de los Insectos (i.^ parte). 8.^ Maravillas de la organización y fisiolog a de los Insectos (2.^ parte) y clasificación general, modernísima, de estos artró¬ podos. g.'-^ Los Dípteros: caracteres generales, desarrollo y clasifi¬ cación. 10. Los Dípteros de las habitaciones humanas (moscas, zan¬ cudos y pulgas), caracteres, costumbres, destrucción. 11. Los en Zoología agrícola y veterinaria. 12- Los piojos del hombre y de los animales domésticos: carac¬ teres, vida, destrucción. 120 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL 13. 'L^iS Cochinillas o CóccíWoí'; estudio de un tipo morfológico Estudio de las principales especies chilenas; bosquejo histórico y bil)liografía. 3.-'' Serie; Helmintología general y aplicada 14. Consideraciones generales y división de los Vermes: 15. Principales Cesíodes parásüos del hombre y de los animales domésticos. 16. ' Organización y vida de los Trematodes- Los Pirihuines y sus añnes. 17. Los Nemalelniintos: organización, vida, principales es¬ pecies. 4.’^ Serie: Aracnología general y especial 18. Organización, vida y clasificación de las Arañas. 19. Los Acáridos, desde el punto de vista medico, de la agri¬ cultura y de la economía doméstica. 20. Los Disdéridos de Chile: caracteres, costumbres, catálogo y bibliografía especial. Estas conferencias fueron honradas con numerosa asis¬ tencia de señoras, profesores y por alumnos de Pedagogía, Medicina, Agronomía, Veterinaria, etc. La Dirección de la Biblioteca Nacional y la «Comisión de Conferencias» de la misma, nos dieron toda clase de facilida¬ des, por lo cual cumplimos con el deber de hacer públicos nuestros agradecimientos. 10.^ — Material de estudio y literatura especial de los si¬ guientes grupos do Artrópodos de América meridional en la costa del Pacífico, solicita de sus colegas el director de -estos «Ann/cí»; Crustáceos decápodos, Arácnidos, Longi- cornios, Lamelicornios , Brúquidos, Sírfidos, Agromizidos, Estridos, Acrocéridos, Asilidos, Piipíparos, Bracónidos, Ten- tredinidos, Esfíngidos, Bincotos heterópteros y Cóccidos. Debe¬ rá indicarse claramente la procedencia de los ejemplares y el nombre y dirección precisa del colector. En canje se enviarán especies chilenas y las publicaciones que sobre esas materias de a luz el director de esta Revista. Atenderá a vuelta de correo toda consulta respecto a literatura zoológica centro Redacción.— crónica y correspondencia 121 y siidaniericana, especialmente de Artrópodos y sobre Para¬ sitología. Las especies que resultaren nuevas, serán descritas en los A tulles de Zoología Aplicada o en la Revista Chilena de II is tona Natural^ el caso. Ctiñgiv&Q, certificando la co¬ rrespondencia, al Prof. Dr. Porter, Casilla 2974, Santiago (Chile). 11. — El Dr. E. - L. Bouvier, Profesor de Entomología en el Museo de París ha sido elegido, por gran mayoría de votos. Miembro Honorario de la Sociedad Entomológica de Fran¬ cia, en reemplazo del célebre Entomólogo señor J. A. Fabre fallecido hace poco. Felicitamos al eminente especialista Dr. Bouvier, uno de los más distinguidos colaboradores de nuestra Revista, por la merecidísinia distinción que ha recibido, acto que honra a la vez a la justiciera corporación científica francesa. 12. — El próximo número de nues^tra < llevará, entre otros, los siguientes trabajos: E. Giacomelli. — El género Tatocliila en Chile^ con 3 hermosas tricromías. C. E. Porter. — Materiales para la fauna carcinológica de Chile (continuación). Jean Bréthes. — Ilyménoptéres nouveaiix dii Chili. C. E. Porter. — Catálogo de los Sir íciclos de Chile. Frco. Fuentes M. — Plantas de los alrededores de la Se¬ rena. Marcial R. Espinosa B, — Los alerzales de Pichiié (Ghiloé). I. Thériot. — Mousses nouveaiix du Chill recueillis par le R. P. Nataniel Costes. C. E. Porter. — Apuntes aracnológicos. La REDACCIÓN. □ □ □ 122 REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL BIBblDQRnFm La (¿e /rt Revista Chilena de Historia Na¬ tural a decide (ie ne plus an n oncer ni réproduire le som- MAiRE des Revues qui, mjant une Section Bibliographique^ ne le feraient pas pour la nólre. 3A. — ^Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Fiestas científicas celebradas con motivo del CL aniversario de su fundación. En un elegante tomo en 4.^, de 270 páginas e ilustrado con numerosos retratos y láminas, ha compilado la reseña de dicha interesante fiesta el Secretario perpetuo de la misma don Arturo Bofill y Poch. 3.5. — Dr. I. Marcial Rivera. «Reorganización del Servicio Médico-Legal en Chile». 1 folleto en 8.®, de 55 págs. Santia¬ go de Chile, 1915. El interesante trabajo del distinguido facultativo fué publiccido por partes en «El Mercurio» de Santiago, y reunidos después los artículos en el folleto que acabamos de recibir. Este estudio ha sido justicieramente aplaudido por los inteligentes en la materia. 36. — E. - L.Bouvier. «Observations nouvelles sur le genre Eryonicus». Monaco, 1915. 37. — Carlos Moreira. «Campañas de pesca do Annie. Crustáceos». Rio de Janeiro, 1906. 38. El Progreso Nacional. Director y Redactor: Guillermo Valenzuela Cruz. Año II n-os 13 y 14, Oct. y Nov. de 1915. He aquí el contenido de esta importante Revista Agrícola y Co¬ mercial: Redacción. — birliografia 123 Editorial. — Nacionalismo. Industria. — Fábrica de Licores y Jarabes de Justo P. Letelier. — (Monogra¬ fía). — De todo y para todos. — Conocimientos útiles. — Economía do¬ méstica. Avicultura. — Alimentación de las aves, por el señor Jorge León Figueroa. Agricultura. — Trabajos de la época, por el señor Víctor M. Valenzuela. — La papa, por el señor Héctor E. Espinosa F. — La Diarrea blanca, por el se¬ ñor H. Fischer. Variedades. — El Oxypatlior en acción. — Enfermedades del ganado y tra¬ tamientos. Vacunos, caballos. Industrias Azadónales y Comercio. — La Industria Pirotécnica en Chile, — Fábrica ds Fideos de Giuffardi y Cía. — «L’Universelle». — Ferretería In¬ ternacional. — Instalaciones de saneamiento. — Fábrica Nacional de Som¬ breros. — Bodega Agrícola. — Barraca Yungay. — Hotel Royal. — Fábrica de Espejos. — Un gran mercado. — Bodega Lautaro. — Fábrica Nacional de briquetas de carbón. — Una gran Fábrica de calzado. — Hotel Kars. Instalaciones eléctricas. Actualidades . — La última Exposición de animales, especial para <ublicaciones salidas a luz desde 1894 a esta j^arte, él ha tenido mejor ocasión que nadie para adquirir un conocimiento familiar de las distintas clases de animales que viven en el territorio de Chile, así como )iara enterarse del papel que corresponde a algunos de ellos desde el punto de vista agi-icola. /o en el precio de todas las obras dei autor. AVISOS m “LA REVISTA CHMA DE HIST. NAT.';**» 1915 o°o 100 FRANCOS LA PÁGINA EN CADA NÚMERO c.°o 1915 LOS MICROSCOPIOS SPENCER SON NOTABLES POR SUS CUALIDADES PROMINENTES Y VENTAJAS PRÁCTICAS En este grabado tenemos el gusto de presen¬ tar uno do los famosos microscopios fabrica¬ dos por la reputada casa Spencer Lens Com¬ pany, de Buffalo, X. Y. Los aparatos que iiro- diicen los señores Spencer son muy perfcctof y de gran precisión. Su uso se está extendien¬ do con gran rapidez en las Universidades c Institutos Técnicos de la América del Sur. La siguiente descripción suscinta dará una ligera idea de las ventajas que resultan de sv uso, dada la calidad del material que en elloí se emplea y los detalles de su construcción cientíñca. El microscopio «Spencer» X.o 10 está desti¬ nado a trabajos de Laboratorio, lo más exacto que pueda desearse, especialmente para visua¬ les y fotomicrografia. Construcción: Tubo del cuerpo, de aluminio, de 50 mm. de diámetro, arreglado de tal ma¬ nera que pueden usar en él objetivos fotomi- crográficos grandes y oculares compensadores con lentes de vasto campo. Brazo do bronco sólido qiTC ijroporciona una distancia libre de 80 mm. entre él y el eje óp¬ tico. El tornillo micrométrico, al costado, es en extremo simple y sensible al más mínimo contacto. Una vuelta completa dada a la ca¬ beza del tornillo, representa en el tubo un movimiento de 1 mm. Cada división de la es¬ cala representa 1 micrón en el movimiento d( arriba a abajo. La platina tiene 150 mm. de diámetro, puede empalmarse en cualquiera posición y permite eiue se le centralice por medio de los tornilloí enfocadores. La platina o plataforma mecánica está d( tal manera arreglada que se puede remover con facilidad del giratorio, dejando asi un dis¬ co grande y plano, con lo que se evita el gasto de comprar otro. Los botones que operan el movimiento de engranaje de cremallera y pi ilón, están en ejes concéntricos. El curso late¬ ral es de 75 mm. y el movimiento de desplaza¬ miento de 50 mm. La subplataforma es de las de tipo de engra¬ naje de cremallera y piñón. Generalmente se le equipa con ^el condensador acromático N.‘‘ 315, aparejado al montante oscilatorio, y lle¬ va diafragma iris con un brazo independien¬ te colocado en la parte inferior. Microscopio Spencer N.o 10 Con este sólido, elegante y completo instrumento pueden llevarse a cabo los más delicados tra¬ bajos de investigación y nos es grato re¬ comendarlo calurosamente para el equipo de todo Laboratorio en que se emprenden estudios de Histología, Parasitología, Bacteriología. Pídanse catálogos en español a: SPENCER LENS COMPANY BUFFALO, N. Y. (E. U. de A.) (*^ Tios pedidos que se ordenen por causa del presente aviso asi como por las noticias en líi Bibliografía (págs. 122 - 124 del presente número), se agradecerá se bagan, como es justo, mencionando esta Revista. ; ' ^ “i; K'>-v t '>-'■■* r’ r^-i' '■■ J- '. > v> i ‘ ! -■• -‘. ^ ‘ t ' * '•-! > ‘ V- ! ’ ii’ Vv>'t/ !r'' V ' -- ■ " , > t.»--. ='->-• L >'.»•••_ * V "'..> ».*■ L..- '.. r- jt..- , . ■ i'í í Ííi) I> í; p; Í U: ; P-:; í j ;, ; í ; ^ ; -:5H5;íO . P r-V' 7> ; 't. rí’íí-Htyp^l? - * ^ , -I .>7:,>vf i;. í;, >y i.v,..r ,-; ..7,7 f . r-^y.K > í . .'■ ' . í -í-í-l. >7>'C >•; ^ ' '!..'■ i. • . r 1 ■. ■ ^ - ,■- *'.-*' ■■ ';. 1# Ji|y m v.-^-í>f.v^rr.'v-' 'VíiíV’íí'rvvKíl.: ,.'i .'■. 'V-' V'v-'-.-.-'. ,•■;'•;■:* 7v {:j- if /,7HÍP;ri';-ÍÍ'vPv:tí>MvjB'ÍPi4íí^H'B’.-íl'Íy ’íí*-'í:rV' Viiy'i'Vp: ;b jií'U ■ . í -v ■', ' . ' ■: \v.‘'v hi- -']'■''¥! P' 'í}'.-''i--‘.-*í ■":■ r-dí-f i'! ■ '>' - '- ■’ . ■i-'i i.’ *■■; i-’ ; ■' . 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