UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA MUSEO (FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES) DEL I H RECTOR D' SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO, M. /V. (Uautnb.) TOMO XVIII (.SECUNDA SERIE, TOMO V) f $cv f V Z2 3 \ &(\ 4%, g| Muse • BUENOS AlItES IMPRENTA DE CONI HERMANOS 684, PERÚ, 684 mil -1612 PlJIUJCAClOíNUS DLL MIISKO l>K LA PLATA SEGUNDA SIíT ti E La. segunda serie de las publicaciones del Museo de La Plata., com- prende los siguientes grupos: ANALES En entregas en 1" mayor, y en las cuales se publican las memorias ori- ginales del personal científico del Museo, que á causa, de las planchas de. gran formato que las acompañan, no pueden incluirse en la Revista. REVISTA Volúmenes en 8o mayor de 25 pliegos por lo menos, yen los cuales se publican, también, las memorias originales del personal científico del Museo y las de los colaboradores tanto del país como del extranjero. BIBLIOTECA Volúmenes en 8° menor de 25 pliegos por lo menos, que contienen tra- ducciones fie obras y estudios publicados en el extranjero, relacionados con asuntos que sean tema de investigaciones en el Museo; lo mismo que series de artículos de vulgarización científica. CATÁLOGOS En volúmenes en 8" menor, en los que se incluyen los inventarios ra zonados ó simplemente enumerativos de las diversas colecciones del esta- blecimiento. UN IV MUSI DAD NACIONAL DE LA PLATA Kl<: VISTA DHL MUSEO DE LA PLATA MUSEO L)E LA PLATA CONSEJO ACADÉMICO Presidente : doctor Samuel A. Entone Quevedo, M. A. (Cantal».). Consejen) titular: ingeníelo Nicolás liesio Moreno. doctor Juan Carlos Delfino. — doctor Enrique Herrero Ducloux. — - doctor Roberto Lehmann-Nitsclie. — doctor Santiago Rotli. — doctor Guillermo E. Scliaefer. Consejero suplente: señor Carlos Brucli. — - doctor Enrique ,1. Poussart. Seereturio : doctor Salvador Debenedetti. ACADÉMICOS HONORARIOS Y COI IR ES RON 1 ) 1 EN T ÉS NACIONALES ESCUELAS DE CIENCIAS NATURALES ACA lili MICO HONORARIO Doctor Angel Gallardo (Rueños Aires), 1í)07. Doctor Carlos Spegazzini (La Plata), 1012. ACADÉMICOS CO R R 1CS L’ON I) 1 liNT liS Doctor Juan R. Aiubrosctti (Rueños Aires), 1Í1U7. Doctor Francisco Latzina (Rueños Aires), 11)07. Señor Miguel Lillo (Tncunuin), 11)07. Ingeniero Francisco Seguí (Rueños Aires), 11)07. ESCUELA DE CIENCIAS QUÍMICAS ACA 11 KM ICO HONORARIO Doctor Juan .1. .1. Kyle (Rueños Aires), 11)07. MUSEO DE LA PLATA .ACA. I ) É M ICOS IIOJSÍ >li AH I.OS Y COHHESFONJ3IENTES EXTHAKJ EH08 ESCUELAS DE CIENCIAS NATURALES ACADÉMICOS HONORARIOS S. A. S. Albert I de Monaco, 11)10. Doctor Engen Bülow Warniiug (Dinamarca) , 1907. Doctor Albert Gaudry (Francia), .1907 f. Doctor Ernest Haeckel (Alemania), 1907. Doctor Tliéodore J ules Ernest Hamy (Francia), 1907 Doctor Enrico J lili, ver Giglioli (Italia), 1909 Profesor William H. Holnies (Estados Unidos), 1907. Doctor Qtto Nordenskjold (Suecia), 1 907. Doctor Santiago Ramón y ('ajal (España), 1907. Doctor Johannes Kanke (Alemania), 1910. Profesor Eduard Suess (Austria-Hu agria) , 1907. Profesor Frederic Ward Putnain (Estados Unidos), 1909. ACADÉMICOS CORRIOSl’ONDI KNTHS Doctor llenry Fairlield Osborn (Estados Unidos), 1907. Doctor Hermann von lliering (Brasil), 1907. Doctor Yosbikiyo Kogauei (Japón), 1907. Doctor Albert Augusto de Lapparent (Francia), 1007 f. Doctor Abraliam Lissauer (Alemania), 1907 Doctor Richard Lydekker (Inglaterra), 1907. Doctor Rudolf Martin (Suiza), 1910. Doctor S tan i las Meunier (Francia), 1910. Doctor Ginseppe Sergi (Italia), 1907. Doctor Gustav Steinmann (Alemania), 1907. Doctor Paul Vidal de la Blaehe (Francia), 1907. Profesor J. Wardlaw Red w ay (Estados Unidos), 1907. ESCUELA DE CIENCIAS QUÍMICAS ACADÉMICO HONORARIO Profesor Williem Ostwald (Alemania), 1 007 . ACADÉMICOS CORUKSl’ONDI ICNTKS Profesor Arnuvnd Gautier (Francia), 1907. Profesor «losó Rodríguez Carraeido (España), IDOS. Profesor Ilarvey W. Wiley (Estados Unidos), 1907. MUSEO DE LA l'EATA 1'HltSONAIi IHHUOTIVO Y OIENTÍflO») DOCTOR SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO, M. A. (Cnlitilla) Mir.tlor DOCTOR EN ltlQU E HERRERO DUOEOUX DOCTOR SALVADOR DEBEN RHETTl SEÑOR MAXIMINO DE BARRIO Socrclai ¡o, li¡ Idiolecari» y director* de publicai ioue» Piosccrelurio ESCUELAS DE CIENCIAS NATURALES DOCTOR SANTIAGO ROT1I JeTe ilo Micción y profesor «1** (¿colegia y Paleoulolng nt DOCTOR GUALTERIO SC111U.KR Juíe ilo Micción y profoiioi ■ I •; Mineralogía SEÑOR AUGUSTO SCALA .1 ufo «lo sección y profesor «le Botánica DOCTOR EMILIO l\ MEINECKE Profesor suplente ilc Botánica SEÑOR CARLOS R1MJCII ■lulo ilo sección y profesor ilu Zoología DOCTOR MIGUEL FERNANDEZ Profesor ile Anatomía comparada SEÑOR .HORACIO A RDITI Profesor sóplenle lie Zoología DOCTOR SAMUEL A. LAFONE QUEVEDO Profesor «le Lingüistica DOCTOR ROBERTO LEHM ANN-NITSCI1E .lofe (le sección y profesor «lo \ ul t opología DOCTOR LUIS MARÍA TORRES Jefe «le sección y profesor «le Kluogiufia SEÑOR VALENTÍN HERRON DO Profesor ilu (¿oOgiafiu política y económica INGENIERO N. BESIO MORENO Profesor «le Cartografía DOCTOR SALVADOR DEHENEDETTI Profesor ailjuuln «le A ripie» logo* ESCUELA DE CIENCIAS QUIMICAS DOCTOR ENRIQUE HERRERO DIICUOUX Diieclui y profesor «le Química iinalilicu DOCTOR FEDERICO LAN DOLl’il Profesor «le Qonnicu oiganica DOCTOR ENRIQUE .1. ROUSSART Profesor «le Química general SEÑOR LEO l’OLDO HERRERO DUCI.OUX Profesor «le l'ai macologia SEÑOR EDELMIRO CALVO P i ofo'or ailjnnlo «le Química orgánica farmacéutica INGENIERO ALEJANDRO HOTTO Piufesor Miljunlo ilo Quiimca unalilica cualitativa goneial DOCTOR ALEJANDRO OVUELA Profesor «le Terapéutica DOCTOR MANUEL V. CARIÍONELL Proferir sóplenle ilo Higiene DOCTOR JUAN C. DELF1ÑO Profesor «le Higiene DOCTOR GUILLERMO F. SCI! A EFE R Profesor «le Química uualilica espec'al DOCTOR REDRO 'I'. V1GNAC Profesor «le Análisis .Mineral DOCTOR ALEJANDRO COGL1ATI Profuso r «le l'armacia piactita DOCTOR R. ABEL SÁNCHEZ DÍAZ Profesor suplente «1«* Quimil a general DOCTOR ATI LIO l’.ADO pmfesor suplente «le Quimie.u analítica R'pecial DOCTOR SEGUNDO .1. TIEGllI Profesor suplente de Química orgánica SEÑOR JUAN E. MACHADO Profesor suplente ilc l'armacia practica ESCUELA ANEXA SEÑOR E. .COUTARET Profesor «lo Dibujo geométrico y ríe perspectiva SEÑOR A. ÜOUCHON VI LLE Pmfesor «le Dibujo cartográfico y «le relieve SEÑOR JOSÉ EONROUGE (li.) Profesor «le Dibujo ualuial DE DIBUJO SEÑOR ANTONIO A LICIO Prufesor «le Dibujo «lo ai te y pintura SEÑOR R. BEROIIMAÑS Profesor de Caligrafía DOCTOR ROBERTO LEHM ANN-N1TSCI1E Profesor de Anatomía artística UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA MUSEO (FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES) R KYISTA 1)10L MUSEO DE LA PLATA 1)1 HECTOlí I)p SAMUEL A. LA FON K QUEV EDO, M. A. (Cantal».) TOMO XVIII (SBOUNDA SERIE, TOMO V) BUENOS AIRES I M ! MI UNTA I)R CONI HERMANOS (¡SI, PERÚ, fiS'I IÍHI-UU2 UN NUEVO GÉNERO DE LA FAMILIA « MEGAT1IERIDAE Pon SANTIAGO KOTII Plesiomeg-atherium Hans-Meyeri El doctor líodolfo Iiautlial tuvo ¡i bien enviarme para ser determi- nados, dos fragmentos de maxilar de un género de la familia Megathcri- dae, recogidos por el mismo en la altiplanicie de Abra Pampa, durante su viaje á Bolivia. Habiendo tenido la ocasión de conversar con el doctor Florentino Ameghino acerca de dicbo hallazgo, este señor tuvo la amabilidad de confiarme para su descripción, unos fragmentos de esqueleto del mismo género, procedentes de la misma región. Los restos que tengo presente constan de un fragmento de mandíbula que conserva todavía en sus alvéolos los tres dientes posteriores; un fragmento de maxilar superior con los tres dientes del medio; una apó- lisis superior del arco zigomático y las partes próxima! y distal de una tibia, pertenecientes al Museo Nacional de Buenos Aires ; además, un fragmento de maxilar superior y una mandíbula casi entera, recogidos por el doctor K. Iiautlial. Estos restos presentan en general el carácter del Mcgatherinm , y, á primera vista, se podría creer que se trata de una muy pequeña especie de este género. Pero, comparándolos detenidamente con el material tan copioso que de los gravigrados posee el Museo de La Plata, resulta (pie los fragmentos presentan para con el género Mcgatherinm diferencias tan importantes que me parece justificado de establecer un nuevo gé- nero. Se trata aquí evidentemente de una forma que viene á colocarse entre los géneros Mcgatherinm y N’coracanthua, acercándose quizá algo más al primero que al último, por cuya razón propongo el nombre de / V es i o m egath crin vi . ItEV. MUSEO I.A Ul, ATA. — T. XVIII. (IV. 22, 1011.) 1 s El género Ncorucunthus , con (los especies, N. liunaeiateri y N. liracke- Imscliitmus, luí sido establecido por Ainegliino, sobre dos mitades de mandíbula conservadas en nuestro Museo. Las describió primero con el nombre de Orucanthus pero como este nombre estaba ya ocupado para otro animal, lo cambió por el de Neoracanthus i *. Lydekker estudió posteriormente ambos maxilares, declarando que procedían de animales jóvenes y pertenecían al género Megatherium. lista opinión carece absolutamente de fundamento. Estas mandíbulas no proceden de animales muy jóvenes, lo (pie demuestran suficiente- mente las crestas (loph.) transversales muy gastadas en las coronas de los dientes; si tienen alguna, similitud con el Megathcrium, es única- mente en la forma general de los dientes. Sería más aceptable la opi- nión de Eurmeister que los consideraba como pertenecí entes al gé- nero Nothrotheriu-m 3 (Caeloñon) descripto con mucha minuciosidad por .1. lleinliardt 4. No hay duda que entre estos dos géneros exista, seme- janza en la forma fundamental ; pero si se quisiera proceder de esta manera la clasificación de especies y géneros se liaría imposible. Todos estos tipos en cuestión pertenecen evidentemente á un mismo grupo genealógico; tratándose de formas bien especializadas y aisladas, la determinación es relativamente fácil, pero á medida que el material de un grujió aumenta, la clasificación se complica por los ti pos que forman t ransiciones. Los restos más antiguos de la familia Mcyatheridae hasta ahora co- nocidos proceden de las capas de Santa Cruz que constituyen el piso superior de la formación de toba-patagónica (verosímilmente oligoeeno). Todas son formas pequeñas de un tamaño poco mayor que el perezoso. En el jiiso paranense que contiene una fauna marina tan parecida á la de la formación patagónica, que antes se consideraba de la misma edad, aparece por primera vez el gigantesco Megatherium. Naturalmente, un mamífero de semejante talla no se ha desarrollado directamente de los pequeños tipos santacruzeños y tiene que haber numerosas formas de transición. En el jiiso ltio Frías que forma el horizonte inferior de la formación areniscoqiatagónica y que contiene una fauna de transición entre el jiiso Santa Cruz y el paranense, encontré una mandíbula que, á juzgar por su tamaño, pertenece á una especie intermediaria entre 1 lio!, de la Acad. Xue. de Ciencias. 4 M a mi/. Jos. de la llep. Anj., p. (573, 188!). :l K1 genero l'ti (5 establecido por l.innl cu 1S3S, y en ISS!) I.ydekker caminó el nombre de Coeloilon, por el de Xotlirotluriiun, por liaber sido ya ocupado el primer nombre. 4 l'idcnsk. ¡jelxk, Skr., ~> le Ilaekkc, nalurcidcnskabeliij otj malhcinatislc AJd. 12 te lid. 111. Kjobenhavn, 1878. los pequeños tipos antiguos y el Megatlierium americannm. Desgracia- damente la pieza está incompleta, y faltan los dientes. Los géneros Nothrotherium y Neocanthm, por su tamaño y forma se parecen mucho más á los tipos del piso Santa Cruz que al Megathcrium , á pesar de que proceden de capas más recientes, mientras el Plesiomegatherium por su tamaño se acerca más al último género. Se podría, suponer (pie los gé- neros Nothrotherium , Neocanthm y / *lcs iom egatheri nvi representan for- mas de transición directas; pero éste no es el caso, sino que cada una forma una pequeña rama lateral de un mismo grupo genealógico, con tanta más razón se puede considerar cada una de estas tres formas como género bueno. Tampoco ni uno de los tipos santaeruzeños conocidos forma un antecesor directo del Megathcrium ; todos los géneros (pie co- nocemos de esas capas, no son sino ramas de un tronco. La estructura de los dientes en ellos es de forma cuadrangular simétrica, con bordes fuertemente redondeados. La corona consta de dos crestas transver- sales, separadas en el medio del diente por un profundo surco. En todos los dientes estas crestas transversales forman un ángulo recto con el eje longitudinal de la dentadura. Igual cosa sucede tanto en el Nothro- therium, como en el Megathcrium. En el Neocanthm y el Plesiomegatherium, los dientes forman un romboide ; las crestas transversales están obli- cuas con respecto al eje longitudinal. Aquí tenemos, pues, una especia- lizaron que no existe en los dos géneros precedentes. El margen in- ferior de las mandíbulas del Plesiomegatherium y del Megathcrium es muy arqueado hacia abajo, como sucede también en algunos tipos san- tacruzeños, en el Nothrotherium y el Neocanthm, es mucho más derecho, por lo tanto no se trata aquí de simples variaciones. También en las otras partes del esqueleto encontramos notables diferencias entre el género Megathcrium y Plesiomegatherium. Nuestro Museo posee una gran parte del esqueleto de una. especie de gravigrados encontrada en la formación arenisca de Catamarca, que con- tiene una fauna, parecida, á la del piso paranense. Estos restos fueron descriptos á su tiempo por el doctor Francisco P. Moreno y A. Mer- cerat, bajo el nombre de Megathcrium fíurmcisteri '. Ulteriormente la misma especie fue identificada por Lydekker, con el Megathcrium (Hat t- dryi % especie establecida por el doctor Francisco P. Moreno, sobre una. mandíbula procedente de las capas de Monte Hermoso 1 2 3. Seguramente Lydekker no sometió los restos procedentes de Cata- marca. á ninguna comparación minuciosa, pues de hacerlo, hubiera visto 1 Revista del Museo de La ríala, vol. I, p. 229, 1891. 2 Anales del Musco de La l'lala, l’al. Arg., III, p. 7(¡, 1891. 9 Boletín del Musco de, La Víala, p. 12, 1888, 10 que, tanto ol cráneo como las demás partes del esqueleto, difieren en sn forma general de los del género Mcf/atlieriinn , mientras la mandíbula sobre la cual está basado el jMcfiatherhtm Gaudryi , se diferencia sólo por el tamaño de la del Meyatherhim americamim. El doctor Ameghino opina también que la mencionada mandíbula de Monte Hermoso perte- nece al genero Mcf/atherium : pero la atribuye al Megalhcrhm anti- Fí£. 1 — Mandíbula <1<*1 Plestiomcgatheriiim Hnns-Mcycri. ]¡¿ «1**1 tamaño natural lo (pie no es exacto ; esta última especie, (pie proviene de las capas paranenses, es mucho más pequeña. Los restos procedentes de Abra Pampa y de Cata marca pertenecen evidentemente á dos especies diferentes de un género nuevo, lo que se deduce claramente de la forma de los dientes. Moreno y Mereerat habían llamado ya la atención sobre la implantación oblicua de los dientes en el maxilar de los restos procedentes de Catamarón, si bien la posición oblicua en éste es menos acentuada que en los maxilares encontrados en Abra Pampa. Entre los restos procedentes do Catamarea se halla el cráneo con la Mam-i f. fos. (Ir la Jiep. Artj p. 671, 1889. 11 mandíbula. Éste, en su forma general, presenta analogía con el de M<- (jatheriuni ; pero ambos difieren mucho en los detalles. Así, en el .1/ c- gatlierium, la parte anterior del cráneo es corta y alta; en el Pierio- niegatherium es baja y larga, como en el Scelifloi herium. Como el cráneo completo «le Megatherium americauum, (pie poseemos en el Museo, es mucho más grande que el del Pleaiomegatherinm, he medido en ambos Fig. 2. — Maxilar .superior (•iones articulares muy desiguales : la parte lateral representa una ar- ticulación discoidea, alta: la parte medial, al contrario, es muy baja y presenta una espiga semejante á la apólisis odontoide de la segunda vértebra cervical (epistrofeo). En el género Megatherium esta parte presenta la forma de un cono, que tiene su mayor anchura en el lugar de contacto con la superficie articular lateral. En el Plesíoviegathen'um la parte medial tiene la forma de una espiga cilindrica, algo comprimida en el lugar de contacto con la superficie articular lateral y es ancha en la parte medial. (Este carácter F- art. filmlaris Proc. lat. tali Col] un i tali Proc. im*d. tali F. art. navicularis Si 11 1 1 s tali F. art. euboidea Fig. 4. — Talus del Plcsiovietiathcrivm Ilvrmcistcri visto de frente 1 / 3 del tamaño natural no es aparente en la fig. 4, porque la fotografía no fue tomada de arriba), ba espiga presenta en sn parte inferior una apófisis que se dirige hacia la parte medial, mientras en el Megaihcrinm se dirige hacia la parte la- teral. En el Plcslomegatherinm la apófisis articular medial se une en un ángulo recto con el disco articular lateral, de manera que este último está más parado (pie en el género Megatherium , donde ambas superfi- cies articulares se unen en un ángulo obtuso. En toda la trochlea tal i el primer género ofrece más semejanza con el Mylodon y el Lestodon que con el género Megatherium. La superficie articular anterior del capul tali, sobre la cual se articula el hueso na vicular, presenta en el Megatherium una cal idad concéntrica muy honda, en el Plcxiomegatherinm esta cavidad es mucho menos pro- funda (véanse fig. y 4). La cara articular calca nea posteriores más a agos- ta y más convexa por atrás que en el Megatherium. El procesam posterior 18 tali y ki trochlea tali están separados por una profunda canaleta que se junta con el saleas tali-. En el Megatherium falta esta canaleta; el pro- eennan tali forma aquí una protuberancia que llega hasta dentro del sal- ean tali. El calcáneo del género Plesiomegather'mm , en su forma general, es más delgado y proporcionalmente más largo ; atrás de la cara articular posterior es notablemente más comprimido que en el Megatherium. La faceta posterior para el talan es más convexa y pasa lateralmente sobre la pared lateral ; es también más ancha en dirección antero-posterior. En el Megatherium esta parte del hueso es más plana y más ancha, el borde lateral de la faceta posterior no llega hasta la pared lateral (véanse lig. 5 y (!). El salean calcanei es más ancho y profundo que en el género Megatherium. El sustentáculo con la faceta, anterior (f acien articularin anterior) es muy saliente, tanto en su parte medial como en la anterior. En la parte an tero inferior encuéntrase una cresta áspera, angosta y muy saliente. En el Megatherium el hueso presenta en este punto una tuberosidad nudosa separada por un surco profundo (saleas injtexoris liallaeis) de la tuberosidad situada abajo de la faceta cuboidea. Esta tuberosidad está igualmente dividida en el medio por un surco, de manera que el hueso presenta tres protuberancias. El género Plenio me- gatherium tiene una sola de estas tuberosidades, pero está más desarro- llada y se dirige hacia atrás en forma de una cresta muy elevada. En el Megatherium la superficie inferior del calcáneo está algo comprimida atrás de esta, tuberosidad ; sólo detrás del proeessus trochlearis se eleva, dicha cresta que es notablemente más ancha y muy redondeada (véanse lig. 7 y 8). Diferencias como las mencionadas se observan tanto en la forma de las facetas articulares como en las tuberosidades, en los demás huesos del pie. Por ejemplo, la. faceta, articular, navicular cuneiforme, en el género Plenio megatherium está, dividida en dos secciones por un surco que no existe en el Megatherium. No entro aquí en mayores detalles sobre los diversos huesos del pie. Las diferencias señaladas en las páginas anteriores demuestran sufi- cientemente que los restos procedentes de la formación arenisca de < 'afama rea, deseriptos por F. P. Moreno y A. Mercerat, con el nombre de Megatherium fínrmeinteri, no pueden pertenecer al género Mega- therium. Los restos procedentes de Abra. Pampa concucrdan en los ca- racteres fundamentales con los de Cata marca, pero pertenecen á una especie muy pequeña. El género / 7 es i o mega therium, según los restos que poseemos hoy, consta de dos especies : para la más pequeña procedente de Abra Pañi pa, propongo el nombre de Plesiomegatheriam Haus-Meyeri. La otra es- pecie procedente de (latamarca debe conservar el nombre de Plesiome- 20 yatherium Bunneisteri y no Gaudryi. A más de la diferencia en el ta- ma ño, siendo el Plesiomeyatheriuni Bunneisteri de un tamaño muy nota- blemente mayor que el 7 ‘les t o ¡n eya t hería in llans-Meyeri , se observan tam- bién, en los pocos restos existentes del esqueleto, algunas diferencias entre ambas especies. Así, en el P. Hans-Meyeri , el processus postorbi- talis es menos nudoso que en el 7\ Bunneisteri , la apófisis del hueso lagrimal es más angosta ; la. apófisis zigomática en el maxilar es nota- blemente más ancha y plana; adelante, es más saliente sobre el foramen orbitalis , formando una incisura muy profunda. La rama de la mandíbu- la es proporcionalmente más corta, y, en su parte medial, más alta; el lado externo es extraordinariamente plano, mientras en el 7*. Bunneisteri, lo mismo (pie en el Meyatherium americanum, es abovedada, tanto en la dirección infero-superior como en la antero-posterior. Además la. rama mandibular del P. Huns-Meyeri, en dirección labi-lengual es más angos- ta, especialmente en el borde inferior (busis mandibular is ) ; en la parte posterior es más fuertemente encorvada que en el P. Bunneisteri. La po- sición oblicua de los dientes es más pronunciada en el P. Hans-Meyeri, como ya lo he dicho, (pie en el /'. Bunneisteri. En ambas especies las crestas transversales en los dientes anteriores son más oblicuas que en los dientes posteriores ; el ángulo agudo varía, en el P. Hans-Meyeri, entre ó 5 y (Ja grados, en el V. Bunneisteri entre (JO y 70 grados. La ti- bia en el 7*. Hans-Meyeri es todavía más delgada que en el P. Bunneis- teri, y principalmente la diálisis es más chata, lie aquí algunas medidas comparativas: 1\ llaiis-Mcycri V. Jlunueistcii Milímetro:* Milímetros Espacio que ocupa la serie dentaria superior 135 200 Diámetro labi-lingual del m1 en el lobo posterior .. . 25 38 — antero-posterior del m1 en el medio — 33 — labi-lingual del nr en el lobo anterior. . . 25 — labi-lingual del m* en el lobo posterior. . 30 — — antero-posterior del ms en el medio 27 — — labi-lingual del m1 en el lobo anterior. . . 32 4 ti labi-lingual del m1 en el lobo posterior . . 20 10 antero-posterior del m3 en el medio 30 11 labi-lingual del m* en el lobo anterior. . . 28 10 — labi-lingual del m‘ en el lobo posterior . . 23 34 — antero-posterior del ni* en el medio 28 38 labi-lingual de] m5 en el medio 17 30 antero posterior in4 en el medio. 13 20 Altura déla rama mandibular un el medio entre nq y ni, 125 154 (írosar de la rama mandibular en el borde interior. 30 54 Espacio que ocupa la serie dentaria inferior 132 190 Diámetro labi-lingual del nq en el lobo anterior, . . 22 33 — labi-lingual del m, en el lobo posterior,. 28 39 21 1\ IlansMeycri )'. JtunneMcri Milímetros Milímetros Diámetro antero-posterior del m4 lado lingual 25 35 — labi-lingual ni2 en el lobo anterior 2!1 11 — labi-lingual m, en el lobo posterior 30 12 — antero-posterior m3 en el lado lingual. . . 2(5 3(5 — labi-lingual m3 en el lobo anterior 30 10 — labi-lingual ni3 en el lobo posterior 27 37 — antero-posterior ni3 en el lado lingual ... 28 37 — labi-lingual in4 en el lobo anterior 2(5 37 — labi-lingual m4 en el lobo posterior 18 21 — antero-posterior m4 en el medio.. 2!) 38 En el Plesiomcgatherium Bur,tieisteri la. mayor parte (le los dientes del lado del maxilar no corresponden perfectamente á los del otro. Asimismo, en los fragmentos de maxilar de Plesiomegatherium llam- Meyeri que recogió Hauthal y los que yo recibí de Ameghino, existen pequeñas diferencias en el tamaño de los dientes, pero son tan insig- nificantes que no se puede deducir de ellas la existencia de dos especies. N OTA SOBRE LA GRASA DE «CAMELOS RROMÉDARIUS» Pou MARÍA L. COlíANERA y CAROLINA E. SPEGAZZINI Constituye el tema de la presente nota el estudio de una grasa animal ]•: HIÍOM KDAIÍIO Densidad á 100 ° 0.8576 Punto de fusión 43° Punto de solidilicación. 39° índice de refracción á 40° 1 .4576 índice de refracción á 45° 1.4560 Punto de fusión de ácidos grasos 43° Punto de solidificación de ácidos grasos 39°5 Calor de combustión. 8.818.69 Humedad 100°-105° 0.0747 Cenizas 0.0039 Indice de saponificación. 198.05 índice de Helmer 94.16 índice de Hiibl 43.42 2(5 — índice de acetilo 73.52 índice ácido 0 Ácidos grasos volátiles 0.3323 b) Ácidos grasos volátiles solubles, 0.2391 a ) Ácidos grasos volátiles insolubles 0.0932 Relación n/¿>Xl 00. 38.98 Materias insapouiti cables. 1.924 INTERPRETACIÓN DE L(>8 RESULTADOS Eli el cuadro comparativo figuran las determinaciones que en el tra- tado de Lewkowitsch atribuyen numerosos autores á las distintas gra- sas, pero siendo las cifras numerosas, por las múltiples variantes á que están sujetos dichos datos, nos liemos limitado á indicar las cantidades extremas. Por lo que se refiere al índice de refracción, á excepción de la grasa por nosotros tratada y la de cerdo, cuyas determinaciones se deben á los doctores Lavenir y Herrero Ducloux, las demás han sido calculadas reduciendo grados del butirorefractómetro, forma en que se encontraban expresadas en los cuadros de Lewkowitsch, á índices de refracción, ob- tenidas en las dos primeras directamente por el refractómetro de preci- sión de Carlos Féry. En el cuadro general de comparación no nos ha sido posible consig- nar las relaciones de las grasas allí indicadas en las determinacio- nes : ácidos grasos volátiles, ídem solubles é insolubles y la relación u/bx 100, por ser diferentes los métodos seguidos por los experimenta- dores citados en la obra de Lewkowitsch, y nosotros ; y además, por tra- tarse en nuestro caso de un modo operatorio convencional que daría re- sultados comparables, operándose sólo en igualdad de condiciones. Pero habiendo encontrado referente á la axungia los datos que en el cuadro número 3 se expresan ‘, obtenidos por un método igual al empleado por nosotros, los hemos reunido, pudiéndose notar que si bien la canti- dad total de ácidos grasos, no es muy diferente, en cambio la proporción de solubles é insolubles varía notablemente, modificando también la re- lación a/bx 100. ^ P. Lavknik y E. Herrero Ducloux, Contribución al estudio de las mantecas de la República Argentina. Iíuoiuks A i ron, 1905. 27 CUADltO COMl’AliATIYO DIO I.AS (¡HASAS DIO CE1ÍDO Y DKOMEDAHIO Datos Dromedario Cerdo Ácidos grasos volátiles 0 . 3323 0.207 a) Ácidos grasos volátiles insolubles 0 0ÍI32 0.129 b) Ácidos grasos volátiles solubles.. . 0.2391 0.078 Relación ajb X 100 38 98 165 . 3 Museo de La Plata, 1909. N O T A SOBRE EL METEORITO BE -«EL PERDIDO» Por el doctor ENRIQUE HERRERO DUCLOUX Vicedirector del Museo de La Tinta Eu el mes or las observaciones que quedan apuntadas, al hablar del extracto alcohólico del análisis inmediato, procedí á separarlo, determinando sus caracteres y sus projiorciones. 45 Para extraer esta saponina ensayé el método de Selirader, pero la pre- sencia de una cera soluble en alcohol absoluto hirviente é iusoluble en el mismo á la temperatura ordinaria, hizo imposible su aplicación. El método de Kobert y Pacliorukow 1 me dio resultados satisfactorios: la fracción precipitable por el acetato neutro, es decir, la saponina ácida, es muy escasa por lo cual no filé tomada en cuenta; la fracción precipi- table por acetato básico, saponina neutra, fué descompuesta por hidro- genó sulfurado y purificada por el alcohol absoluto hasta obtenerla casi desprovista de materias colorantes. Se presenta bajo la forma de una materia amorfa, de color blanco algo amarillento. Es soluble en agua con producción de espuma exagerada y se disuelve también en alcohol etílico hirviente, en alcohol metílico caliente y en al- cohol amílico; es insoluble en bencina, éter de petróleo, éter sulfúrico y alcohol etílico puro y frío. Por la acción del calor obscurece y desprende vapores de un olor pene- trante y desagradable; su punto de fusión no puede determinarse porque se descompone antes de adquirir fluidez, desde los 150° O. aproximada- mente. Las reacciones que he observado no son características, siendo comu- nes á casi todos los cuerpos que en esta gran familia de las saponinas se encuentran. lie aquí las principales : Acido sulfúrico : sobre la substancia produce una coloración amarilla fuerte que vira al rojo vivo y luego obscurece; por dilución con agua se obtiene un líquido rojo pardo. Ácido nítrico : da con la substancia una coloración amarilla que por el calor obscurece, desprendiendo un olor penetrante. Ácido clorhídrico : en frío no provoca cambio alguno, pero en caliente actúa en forma análoga al anterior. Hidrato de bario : las soluciones acuosas precipitan en blanco ligera- mente amarillento, grisáceo por desecación. Ácido hidroclorodurico : en frío no acusan cambio alguno las solucio- nes, pero en caliente hay principio de reducción. Nitrato argéntico : la reducción se produce sólo por ebullición prolon- gada. Licor de Fehling : se obtiene un resultado comparable al anterior; si la solución se acidula ligeramente con ácido clorhídrico y se calienta, el líquido neutralizado reduce rápidamente el reactivo cupropotásieo. Las soluciones no precipitan por los reactivos generales de los alca- J. J. L. van Rijn, Die Glykosidc, 215. Berlín, 1900. loides. Acidulándolas fuertemente con ácido clorhídrico y sometidas á la temperatura de ebullición, se enturbian, se obscurecen, desprenden un olor penetrante y depositan un cuerpo blanquecino y pulverulento, inso- luble en agua. La determinación cuantitativa de la saponina se hizo por el método clásico de Christophson, modificado por Dragendorff 1 en lo que se refie- re á la composición del residuo de la calcinación del precipitado saponina- barita. Sobre diez gramos de hojas pulverizadas y secas, hallé en dos en- sayos : (i) (2) Precipitado saponina-barita .......... 0.1522 0.1510 Carbonato de bario. ................. 0.0150 0.0140 Anhídrido carbónico del BaCOa ...... 0.0033 0.0031 Saponina. .......................... 0.1405 0.1401 es decir que las hojas analizadas contienen 1,401-1,405 por ciento desa- pon i mi. 1 J. J. L. van Kijn, loe. eit., 219. Museo de La Plata, 1910. APUNTE S SOIlItK ANTROPOMETRÍA DE CUATRO NATURALES DEL NOROESTE ARGENTINO 1 Pon CARLOS BRUCH .Tofo do la Sección do Zoología del Musco do La Plata Durante el verano de 1908 y con motivo del viaje que realicé á la re- gión andina de la República por encargo del Museo de La Plata, tuve ocasión de examinar en Amaicha, Quilines y Fuerte Quemado, cuatro individuos nacidos en esas localidades, vale decir, otros tantos represen- tantes típicos, á mi modo de ver, de los actuales habitantes mestizados de la región. Dada la carencia de estudios antropométricos sobre los na- turales de aquella parte de la República y la importancia que revisten las observaciones de este género por limitadas que sean, me lie decidido á presentar los resultados obtenidos. Mis estudios sobre el terreno los lie realizado con el instrumental de Martin y las tablas cromáticas de von Lusclian y de aquel antropó- logo. Para el índice cefálico empleo la clasificación y nomenclatura quinaria de Topinard sin conversión; para el facial total lie adoptado las desig- naciones y agrupaciones de Weissenberg; y las quinarias de Collignon para el índice nasal. En las líneas que siguen lie reunido, en forma de breves diagnosis, las particularidades morfológicas más importantes de cada uno de los su- jetos observados. i Comunicación presentada al Congreso científico internacional americano, Buenos Aires, 1910. — 48 — 1. Juan Bautista Mamaní. — 40 años. Quilines. Aspecto : enfermizo, pobremente nutrido. Color de la piel : 18, pero más tostado sobre todo el medio del pecho; pies y manos 25-20. Iris : 2. Cabello : negro, ligeramente canoso; bigote pobre; pera constituida por pocos pelos. Dentadura : bastante hiperortognata, gastada, pero sin carie. Manos : membrana natatoria, 3,1. Pies : con incisión fuerte entre el dedo índice y medio, producida por el uso de sandalias; dedos, sobre todo el índice, muy globosos. 2. Espíritu Ocampo. — 40 años aproximadamente. Quilines. Aspecto : tipo indefinible. Color de la piel : semejante ó 22. Iris : 4 << 5. Cabello : negro, algo canoso; bigote muy ralo. Dentadura : ortognata, bastante destruida por la carie y gastada, ob- sérvase en los incisivos y caninos superiores una profunda incisión trans- versal (producida probablemente por el continuo mascar de la coca). Manos : membrana natatoria, 2,7. Pies : como el individuo precedente; dedos muy globosos. 3. Inocente González. — 55 á 00 años. Fuerte Quemado. Aspecto : bien conservado, fuerte, musculoso; de fisonomía enérgica, reservada. Arcos orbitales pronunciados; nariz manifiestamente agui- leña. Color de la piel : 17 aproximadamente; manos y pies, 25-20. Dentadura : algo hiperortognata no cariada, pero los dientes gastados hasta las encías, y los incisivos y caninos superiores notablemente cón- cavos. Manos : membrana natatoria, 3,4. Pies : sin particularidades ; dedos muy globosos. 4. Manuel José Lera. — 49 años. Fuerte Quemado. Aspecto : común, tipo reservado. Color de la piel : 18, cara y pecho más tostados; manos más obscuras que 2(1. Tris : 3 >- 4. Cabello : negro; bigote y perita, ralos. Dentadura : ortognata, muy gastada y cariada. Manos : membrana natatoria, 2,8. Pies : como los individuos anteriores. — 49 — Á propósito de los datos (pie anteceden, conviene hacer notar que en los individuos observados, el color de la piel es, en casi todos ellos, pardo rosáceo obscuro y en uno solo pardo grisáceo. En cuanto á la pigmenta- ción del iris, en dos de los individuos es pardo castalio y en los otros llardo claro. Revisando los cuadros numéricos agregados al final de esta comuni- cación se encontrarán suficientes antecedentes antropométricos, pero conviene ilustrar algunas de las cifras (pie en ellos figuran. En primero término, la estatura de los cuatro individuos acusa una media de 1092 milímetros, es decir, se trata de una talla correspon- diente al grupo de altas estaturas de la conocida y aceptada clasificación de Topinard; sin embargo, aparece en el referido grupo debido á una mí- nima fracción de dos milímetros, y seguramente á causa de la presencia de un individuo relativamente alto (1750). Si no interviniera la referi- da circunstancia, la media quizá correspondería al grupo de tallas supe- riores al término medio humano (1651-1G90). El índice cefálico ofrece una media mesaticéfala (78,2); la del facial total es liiperleptoprósopa (103,3); y la del nasal leptorrina (08). Dado el verdadero valor seriario del índice auricular, me parece tam- bién conveniente hacer notar, que la medida obtenida de 53 se aproxima á la del índice de los Europeos [54, en 8 c f (Topinard)], considerada como un tipo medio; y corresponde casi exactamente, á la de los Fueguinos (53,5), á la de los indios del Chaco publicados por Lehmann-Nitsche (Chiriguanos 53,2; Chorotes 57,2; Matacos 54,0; y Tobas 53) y Singale- ses (53,3) medidos por Manouvrier. Por otra parte, tomando en cuenta la longitud absoluta de la oreja, en dos de los individuos acusa mesocia y en los otros dos macrocia; sin embargo, la media de los cuatro corres- ponde al grupo de macrocia, establecido por Schwalbe. Mis observaciones coinciden exactamente con las realizadas por el doctor Ten Kate en seis individuos de San Antonio. En primer término la media de las tallas medidas, por aquel distinguido antropólogo, es de 1070 milímetros, es decir, confirma mis suposiciones enunciadas en pá- rrafos anteriores; luego, por una rara coincidencia, el índice cefalomé- trico acusa una media de 78,2, la misma proporcionada por los cuatro individuos que he medido. Á mero título informativo y aunque la serie es reducidísima, voy á relacionar mis observaciones con las realizadas por el doctor Ten Kate en el material óseo, procedente del noroeste argentino, y que tuvo ocasión de estudiar tan sabiamente. Según las reconstrucciones hechas por el especialista nombrado, la talla de ambos sexos combinados alcanza á una media de 1034 milíme- tros, es decir, corresponde al grujió de las estaturas inferiores á la media humana; y sería aún más reducida — 1014 milímetros — si se conside- 50 rara á aquélla como la talla cadavérica y, se la redujera en los 20 milí- metros aceptados. El índice cefálico medio de 72 hombres es hiperbraquicéfalo (92, G); el facial superior de 35 hombres mesoprósopo (08,4), mesósemo, según la nomenclatura empleada por Ten Kate; y el nasal en 50 hombres hi- 1 »erl ep tórrino (5 0) . Existe, pues, una discrepancia fundamental á la que no doy mayor va- lor, sin embargo, pues son muy pocos los sujetos por mí observados y no es mi propósito, hoy por hoy, establecer vinculaciones con los habitantes prehispánicos. Valores obtenidos en milímetros CUK UPO Altura I 11 III IV Vértice 1670 1750 1680 1670 liase (le la nariz 1550 1630 1555 1533 Mentón 1425 1500 1435 1410 Borde superior del esternón. . . . 1362 1445 1373 1368 Hombro 1370 1440 1373 1373 Articulación del codo 1050 1115 1036 1052 Proceso estiloido 825 870 810 818 Punta del tercer dedo. ......... 670 690 653 645 Trocántor 880 870 892 860 Articulación do la rodilla 490 485 480 435 Maléolo interno 93 90 90 80 Largura y anchura do manos 7/ pUiS Mano, largura.. 180 185 ’ 180 185 Mano, anchura . . 84 85 88 82 Pie, largura. . . . 260 270 255 260 Pie, anchura. . . 112 117 115 110 A achuran Brazada 1780 1850 1720 1710 Hombros . 388 100 390 370 Caderas 250 280 295 260 Rev. del Museo de La Plata. T. XVIII (Ser. II, T. V.) Inocente González Circunferencias I II III IV Tórax (en expiración) 900 950 895 910 Tórax (en inspiración) . , 930 970 930 960 Abdomen 720 800 810 800 Pantorrilla 350 370 330 CABEZA Parte cerebral Largura máxima 198 190 183 Anchura máxima 155 118 145 145 Altura frontal mínima 101 100 100 97 Circunferencia horizontal . 56 54 53 Parte facial Altura ñsonómica 200 185 187 185 Altura anatómica 132 165 122 123 Altura cara media 73 75 70 73 Anchura bizigomática . 127 135 351 128 Anchura 100 107 106 110 Na rie Altura 75 55 55 Anchura, baso 30 30 33 33 Anchura, alas 45 42 40 Poca Altura 18 16 15 13 Anchura 52 64 53 55 Oreja Altura 63 62 68 70 Anchura 35 32 38 35 Valores calculados en milímetros Cabeza, altura total 245 ' 250 245 260 » altura superior 120 120 125 137 » altura inferior 125 130 120 123 52 i II III IV Cuello, largura 63 55 62 42 Tronco, largura. 482 575 481 508 Extremidad superior Largura total 700 750 720 728 Largura del brazo 320 325 337 321 Largura del antebrazo. 225 245 226 234 Extremidad inferior Largura total. 880 870 892 860 Largura del muslo 390 385 412 425 Largura de la pantorrilla 377 395 390 355 índices Cefálico 81,6 75,0 76,9 79,2 Facial 104 123 91 96 Nasal 66,3 60 76 73 Auricular 51,6 56 50 Cifras inedias calculadas Do la talla 1692 Del índice cefálico. . 78,2 Del índice facial 103,3 Del índice nasal 68 Del índico auricular 53 VARIACIONES Y ANOMALÍAS AN ÁTOMO- ANTROPOLÓGICAS EN LOS HUESOS DEL CRÁNEO DE LOS PRIMITIVOS HABITANTES DEL SUR DE ENTRE RÍOS Por FÉLIX E. OUTES Secretario y director de publicaciones del Musco de lia Plata: profesor en las Universidades de Buenos Aires y La Plata Al doctor José María liamos Mcjía. AL LECTOR Las observaciones contenidas en las páginas que siguen debieron aparecer como parte integrante de una extensa memoria sobre la morfo- logía de los primitivos Habitantes del sur de Entre Ríos que preparaba desde hace algún tiempo, y en la que pensaba aplicar los métodos más estrictos y meticulosos l. Circunstancias diversas, entre otras la próxima aparición de una obra amplia sobre las agrupaciones indígenas que vivieron en aquella región de la República, basada sobre grandes series, y para cuyo estudio su autor debe haber aplicado, sin duda alguna, disciplinas semejantes á las aludidas, me han persuadido de la inoportunidad de mi esfuerzo. Me reduzco, pues, modestamente, á la publicación del Corpus de observa- ciones referentes á variaciones y anomalías, complementadas con el co- mentario que ellas sugieren, naturalmente, del punto de vista antropoló- gico. Pienso, con todo, que mi sobria contribución podrá ser útil á los especialistas, no obstante la instabilidad de las cifras que ella propor- 1 En 1909 publiqué un parágrafo (le la memoria á que me reñoro en el texto : conf. Félix F. Outes, Observaciones sobre la complicación y sinoslosis de las suturas (leí cráneo cerebral de los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos, en Anales de la Socie- dad científica argentina, LXVI, 286 y siguientes, lluenos Aires, 1909. — 54 eiona, obtenidas sobre un conjunto limitado de piezas; y los vacíos que, puedan notarse, debidos, en primer término, á las fuentes precarias de li- t matura especial á mi alcance; y, luego, ala falta de material normal nume- roso que me hubiera permitido verificar comparaciones imprescindibles. Tratándose de material antiguo, probablemente prehispánico, por lo general en mal estado de conservación dada su procedencia, he debido prescindir del examen de ciertos huesos del cráneo cerebral y facial : etmoides, nngiiis, vomer, etc., que se hallan casi del todo destrozados. Haré notar, asimismo, que si bien adopto el orden descriptivo observado en los tratados clásicos de anatomía, he prescindido, en ciertos casos, de la mención de caras, bordes ó ángulos que no ofrecen particularida- des dignas de registrarse. También he dejado de lado el estudio de la dentadura, destruida por el profundo desgaste de sus elementos, muy rara vez semiconservados. Explicado el concepto que lia presidido la redacción de estas páginas, casi es inoficioso manifestar que en ellas no me ocupo en lo más mínimo de caracteres métricos, á los que pensaba dedicar una parte especial del trabajo original. Una buena porción del material utilizado, pertenece al Museo nacio- nal de Buenos Aires l 2 *, y el resto es de mi propiedad particular •. Las piezas de aquel instituto provienen de cementerios indígenas situados en la cuenca del Paraná Pavón, explotados hace ya muchos años por el aficionado argentino Ramón Lista a ; y de las fuentes del Nancay y « rincones » del Ibicuy, donde fueron reunidos por el señor Oscar Du- rand-Savoyat, enviado por el Instituto Geográfico argentino en 1894 para que formara colecciones en esa región de la parte meridional de la pro- vincia de Entre ltios 4 5. Las piezas de mi propiedad fueron exhumadas del enterratorio deMazaruea !1, localidad situada sobre el Paraná Pavón, 1 Números 91, 107, 108, 109, 110, 11 1, 112, 118, 114, 115, 116, 117, 118, 119, 120, 121, 122, 123, 124, 125, 126, 127, 128, 129, 130 y 131. Todas estas piezas son meneiouadas en el texto eon su número seguido de la letra M. 2 Números 451, 452, 453, 454, 456, 8944, 8945, 8946, 8947. a Á propósito de las investigaciones del aficionado nombrado, conf. : Ramón Lis i a, Les cimeticrcs ct paraderos Minuancs de la proel ave d’ Entre Ríos, en Mémoires d’Arcliéo- lotjie, 27 y 29, buenos Aires, 1878; Benigno T. Martínez, Etnografía del Río de la Plata, .i propósito del t napa etnográfico del señor LaJ'one Qucvedo. Los Charrúas, en Re- vista Nacional, XXV, 93 y nota 1. buenos Aires, 1898 ; b. T. Martínez, Historia de la provincia de Entre Ríos, I, 21, nota 27 ; 29, nota 38. Buenos Aires, 1900-1901. 1 Sobre el viajo del señor Durand-Savoyat, se encontrarán breves referencias en: Tarea del Instílalo G" ográfico argentino durante el año ISÍI.'i, en Holetín del Instituto Geográfico argentino, XIV, 615. buenos Aires, 1898; Viajes y exploraciones, en Holetín del Instituto Geográfico argentino, XV, 183. buenos Aires, 1894. 5 Véase sobro este interesante cementerio : Luis María Torres, El cementerio in- dígena de Maza ruca, en Historia, I, 447 y siguientes, buenos Aires, 1903; Luis María como las otras en el departamento «le Gualeguaychú, y me fueron obse- quiadas por mi inolvidable amigo José S. Alvarez y por el señor don Bafael Escriba, Los restos óseos son atribuíbles en su inmensa mayoría á individuos adultos, aunque los hay también maduros 1 y seniles 2 ; y, sólo en un reducido número, he podido determinar con seguridad el sexo 3, mientras la i>oreión más numerosa debe considerarse como dudosa. 1 OBÁNEO cebebbal § I. FRONTAL Senos frontales. — Tres fragmentos aislados me han permitido exa- minarla estructura y constatar la extensión de los senos frontales. Dos veces (131 M. y 129 M.), iie hallado á ambos separados por un tabique sagital algo desviado hacia la izquierda ; y en un caso (131 M.), la su- perficie de la cavidad mayor interrumpida por pequeñas crestas ó emi- nencias óseas. Seccionado otro fragmento (128 M.), notable pór el desarrollo pro- nunciado de la glabela y arcos superciliares, sólo hallé dos exiguos espa- cios libres, situados debajo de aquélla; ofreciendo los cortes sobre los arcos superciliares tan sólo el «liploe y tabla externa sumamente des- arrollados, y, en cambio, una tenue capa de tejido compacto hacia la ca- ra endocraneana. Cara anterior. — El desarrollo de la glabela en los individuos de se- xo masculino correspondo siempre al número 2 del esquema de Bro- ca 4, y excepoionalmente al número 3 (cráneo 451) ; mientras que en los femeninos sólo puede referirse al número 1. i También algunos de los cráneos estudiados presentan ligeros rastros de un torus exocraneano medio-frontal. En todos los casos, la eminencia Torres, Arqueología argentina, Los cementerios indígenas del sur de Entre Píos y su relación con los del Uruguay, túmulos de Campana (Buenos Aires ) y Santos (Brasil), en Anales del Musco nacional de Buenos Aires, IX, 66 y siguientes. Buenos Aires, 1903. i Números 107 M., 111 M., 451. ! Número 108 M. 8 Son cf 107 M., 108 M., 110 M., 117 M., 451, 452, 454, y 9 91 M., 109 M., 453, 456. 4 Paul Broca, Instructions craniologiques ct craniomótriqucs, en Mémoires de la So- cicté d’ Anthropologie de París (deuxieme serie), II, lámina VI. Paris, 1875. UEV. MUSEO LA PLATA. — T. XVIII (VII, 17, 1011) 4 5(5 referida es poco visible, y mejor puede verificarse su existencia median- te la palpación. En los cráneos 453 y 451 el toras referido sólo ocupa un pequeño espacio comprendido entre las tuberosidades frontales latera- les y forma, más bien, un levantamiento aislado que en la calvaría 108 M. llega á extenderse basta el mismo bregma. Aunque boy por boy sería aventurado considerar al toras sagittalis ossis frontis como un carácter de raza, me parece útil reproducir una estadística publicada por Bartels 1 á la que agrego mis propias obser- vaciones. CUADRO I Frecuencia del torus sagittalis ossis frontis N limero de críneos Procedencia Frecuencia Por ciento 18 EUROPA Tiroleses 3 16.7 17 ASIA Chinos 3 17.6 28 Mongoles „ 17.8 21 Malayos 0 0 47 ÁFRICA Loantes 10 21 2 93 Gongos 14 15.0 10 Unvamvesis 4 40.0 16 Monvos 6 37.5 14 liusluuen, Hotentotes 3 21.4 5 Cafres 0 0 27 4 14.8 17 Shilncos 5 29.4 27 Momias egipcias 0 0 78 AMÉRICA Antiguos Peruanos 8 10.2 19 Antiguos Mexicanos 2 10.5 8 Primitivos habitantes del sur de Piltre Ríos 3 37.5 53 OCEANÍA Neobritanos, Neoirlamleses . 7 13.2 13 Australianos 5 38.4 i P. Bartiüls, Ueber Rassenunterschiede am Sehadel, en Inter naüonalcn Monat-ssehrift fiir Anatomic und Physiologie, XXI, 156. Leipzig, 1904. 57 Cara inferior. — En la porción orbitaria de la cara inferior del fron- tal, la apiña trochlearis destinada á polea de reflexión del oblicuo mayor, se encuentra substituida en dos casos (IOS M. y 129 M.), el uno en la ór- bita derecha y el otro en la izquierda, por una cresta ósea estrecha, de 2 y 4 milímetros de longitud, respectivamente, que corresponde, con plena seguridad, al ligamento fibroso de la extremidad postero-superior del arco cartilaginoso de la polea mencionada. La spina trochlearis, el tubérculo, la cresta ó proceso que la substitu- yen, se encuentran con relativa frecuencia, preferentemente en la órbita derecha, algo menos en ambas y muy poco en la izquierda. En el cuadro II he reunido las observaciones realizadas hasta ahora. CUADRO II Frecuencia de la spina trochlearis Número de cráneos Procedencia Ambas órbitas Derecha Izquierda Observador 104 Europeos 7 7 0 Merisel * 212 » 11 19 4 Zoja 2 1000 » 58 76 26 Giaeomini 3 200 » 12 15 7 Lo Double 4 9 Primitivos habitantes del sur de Iin- tre Ilíos 0 / / Outcs Resulta, pues, que las 242 veces que la spina trochlearis se ha se- ñalado en cráneos Europeos, corresponden á una proporción de 15,9 por ciento, mientras en el material do Entre Ríos llegaría su frecuencia á 22.22 por ciento ; pero, recuérdese que éste es limitado y, desde lue- go, los tantos por ciento pueden alterarse con mayores elementos de es- tudio. Borde anterior. — El frontal, en su borde supraorbitario ofrece con ] Merisel, ex A. F. Le Douele, Traite des variations des os du cráne de l’homme, ct leur signification au point de vuc de V Anthr opolo gie zoologique, 188. París, 1903. 2 Zoja, ex André Verga, Foche parole sulla spina trocleare dell’ órbita umana, en Archivio per V Antropología e la Etnología, XIX, 423 y siguiente. Firenzo, 1889. Le Double, en la estadística que presenta sobre la frecuencia de lo. spina trochlearis, ad- jiulica á Giaeomini los resultados do Zoja y íí ésto los de aquél (Le Double, Ibid., 188). 3 Garlo Giacomini, ex Verga, Ibid., nota en la página 426. 4 Le Double, Ibid., 188. 58 frecuencia cavidades de recepción ó agujeros de transmisión, destinados á dar alojamiento ó pasaje á vasos y filetes nerviosos. La incisura supraorbitralis es la que más abunda, transformada en muchos casos en foramen nupraorbitale, debido á la osificación del liga- mento que une sus extremidades. En 18 arcadas orbitarias examinadas, el centro del foramen ó de la escotadura se halla del plano sagital del cráneo á una distancia media á la derecha de 22,25 milímetros, y á la izquierda de 23,14 milímetros. Las más de las veces, ambas variedades muestran un pequeño orificio en su fondo, origen de un canalículo del que no hace al caso ocuparme ; pero, el referido detalle falta en dos ocasiones. También he constatado en un caso, la existencia del falso foramen supraorbi torio de D’Este (foramen spurio) '. En cuanto á la incisura frontalis que se señala con menos frecuencia, la he hallado ocho veces, seguida ó no de un surco más ó menos pro- nunciado. En primer término, haré notar que la distancia media á que se hallan del plano sagital del cráneo la escotadura ó el foramen supraorbitarios, es menor que la observada por Le Double en 200 Europeos. Este autor, midiendo el intervalo en la misma forma como lo he verificado, señala las cifras 20,3 y 25,1 milímetros para la derecha é izquierda, respecti- vamente Por lo demás, en el cuadro III van reunidas, para apreciar su frecuen- cia, las diversas particularidades observadas en el borde supraorbitario del frontal; habiendo complementado dicho cuadro con numerosos datos referentes á los Europeos. Analizando las diversas sumas que en el figu- ran, parece que la escotadura supraorbitaria fuera menos frecuente que en los Europeos ; pero, en cambio, el foramen se presenta en igual pro- porción de veces que en estos últimos, salvo hacia el lado izquierdo donde aumenta casi en el doble. El falso foramen y la escotadura supra- orbitaria interna seguida de surco, señalan, también, proporciones ele- vadas con respecto á los mismos Europeos ; y en cuanto á la escotadura supraorbitaria interna, no existe sino una mínima diferencia por el lado derecho, la que se acentúa notablemente en el borde anterior izquierdo donde su frecuencia es sólo de 22,22 por ciento, mientras en los Euro- peos alcanza á 47,14 por ciento \ 1 D’Esth, ex Lio Douiu.k, Ibid., 191. 2 Lie Douhlk, Ibid., 195. s Al formar las estadísticas que ligaran en el cuadro III, no lie tomado en cuenta un buen número de observaciones referentes á la inciuura frontalis, hechas por Lotze, Krause, D’Este y Lo Double, porque en ellas no se especifica la frecuencia por borde orbitario, sino simplemente en conjunto. 59 *— I O £3 Q & Q O o o :0 te >5 co a© ^3 09 t- iJ sq U» O Q H W K rl S N gq có Q § II. ESFEROIDES 1. — Grandes alas Cara externa. — Como es sabido, la cara externa de las grandes alas del esferoides presenta de ordinario poquísimas variaciones morfo- lógicas. Sin embargo, en los cráneos 451 y 453, llama la atención la forma Fig. 1. — 1, Facies inferior pyramidis ; 2, Foramen la- cerum ; 3, Foramen ovale ; 4, Sutura sphenosquamosa ; 5, Foramen spinosum; G, Fossa mandibularis ; 7, Spina angula ris¡ S, Fissura petrotympanica : 0. Fis- gara sphenopetrosa (451, izquierda, X 1 /3>- recta n guiar bien definida, amplia y de regular altu- ra do la hendidura esfeno- maxilar, que contrasta, notablemente, con la muy estrecha que se presenta de ordinario. Borde interno. — El foramen órale , además de sn forma habitual, afecta otras anómalas. Lo he en- contrado elíptico, semilu- nar y aun periforme. En cuanto á las varia- ciones del foramen spino- sum, son mucho más importantes. En el cráneo 451, á la derecha, se ha- lla situado muy hacia atrás, en el mismo ángulo formado por las sutu- ras esfenopetrosa y esfe- noescamosa y del lado ex- terno de la spina angula- vis; mientras que á la izquierda, la arteria me- 2 ningea media, sus venas acompañantes y el ner- vio espinoso de Luschka lian pasado por un surco abierto, muy oblicuo, se- parado por una cresta ósea de la primer sutura nombrada (fig. 1). El surco á que me re- fiero, en el calvar i um 91 51., se transforma, en parte, en un falso foramen, circunscripto por una cresta interna semicircular (fig. 2): aunque la disposición que lie obser- Fig. 2. — 1 . Fossa mandibularis ; 2, Foramen sjyinosum ; 3, Sutura sphenosquamosa ; 4, Foramen ovale; ó. Fo- ramen lacerum ; G, Fissura sphenopetrosa ; 7, Facies inferior pi/ramidis ; 8. Spina angiilaris (01 M.. dere- cha, X J/3>- 0 8 61 — vado con más frecuencia (108 M., 110 31. y lado izquierdo de 91 M.), es en canal oblicuo, abierto directamente sóbrela sutura esfenopetrosa pe- ro sin que el petroso forme la pared interna (ñg. 3). Fig. y. — 1, Facies inferior pyramidis ; 2, Fissura sphc- no2>etrosa; 3, Sutura sphenosgitamosa ; 4, Foramen ovale: 5, Foramen spiuorum; ü, Forra mandibularis ; 7, ,S pina anyularir (91 M., izquierda, X 'D- Resumiendo, puedo formar las siguientes estadísticas sobre las varia- ciones del foramen ovale (cuadro I Y) y del foramen spinosum (cuadro Y) CUADRO IV Frecuencia de las variaciones del foramen ovale (primitivos habitantes del sur de Entre Ríos) O M ¿ J Formaciones 1 "S 11 Normal (i 54 . 54 1 1 2 18.18 1 1 Semilunar 2 18.18 11 ^Elíptico i U . 09 i Las observaciones (cuadros IV y V), corresponden á ocho cráneos, algunos con grandes destrozos en la región examinada. CUADRO V Frecuencia de las variaciones del foramen spinosum (primitivos habitantes del sur de Entre Ríos) Número do observaciones Formaciones j Frecuencia Por ciento 10 Normal. 20.00 10 Reemplazado por un surco sobre la sutura esfeuopetrosa 6 60.00 10 Reemplazado por un surco, separado por un cresta lateral, de la sutura esfenopetrosa 1 10.00 10 Reemplazado por un surco, seguido do falso foramen ......... 1 10.00 2. — Procesos pterigoideos Según los particularidades morfológicas que ofrecen los procesos pteri- goideos en sus caras interna, externa y posterior, Waldeyer 1 los lia distribuido en tres grupos, cuyos caracteres principales son : a) caras interna y externa casi del mismo tamaño, pero á veces ligeramente mayor la segunda; fosas pterigoideas y escafoideas bien visibles; b) con- junto bien desarrollado; cara externa de gran tamaño en su parte infe- rior; fosas pterigoideas y escafoideas bien visibles; c) conjunto muy poco desarrollado; cara externa también de tamaño limitado; fosas escafoideas y pterigoideas muy poco visibles, resultando el hamulus también pequeño. Además de los tres tipos referidos, Spóttel ha encontrado un cuarto que se caracteriza por ser la cara externa, en su parte inferior, de forma triangular, y sumamente deprimida la mitad superior; las fo- sas pterigoideas bien desarrolladas, pronunciadas y largas, y, en cambio, las escafoideas pequeñas y profundas 2. Desgraciadamente, el material que tengo á mi disposición, se encuen- tra, como lo tengo dicho repetidas veces, mal conservado, por cuya causa sólo he podido revisar cinco individuos. He hallado dos veces el tipo a 1 W. Waldeyer, TJcber die Wulatbildungen aus Menschenschadel sowie iiber anthro- pologisohc 'Yersehiedenhciten in der Bildung der Fliigelforisützo des Keilbeins, on Corres- pondentz-Blatt der den tachen Geaellaehafl fiir Anthropologie, Ethnologio und TJrgesohiohte, XXIV, 114. Müuchen, 1893. s Otto Spottel, JJeber Formverschiedenheiten der Fliigelfortzdtze des Keilbeins bei iíenschen und Affen, 21 y siguiente. Miinchen, 1896. — 63 — y tres el b, siempre bien caracterizados; frecuencias que representan el 40 y 00 por ciento respectivamente. Ambas formas corresponden á las más comunes entre los Europeos y muellísimas agrupaciones exóticas como lo demuestra, el cuadro VI, en el que lie reunido en forma bien cla- ra, las estadísticas de Waldeyer y Spottel, pero dejando de lado el tipo asimétrico del último autor. 64 — CUADRO VI Frecuencia de los diversos tipos de jtrocessns ptcryyoidcus Número do cráneos Procedencia Tipo A Tipo 15 Tipo 0 Tipo 3) Observador Frecuencia 1 l O O .2 ’3 o Pm .2? ‘3 a Z) P o CU £ \ Por ciento i ’3 p © 3 p pn [ Por ciento ^ Frecuencia 1 1 1 Por ciento ( Hl JROI *A 39 Alto-Francos 13 33 . 33 14 36.00 — — 12 37.07 Spottel 1 92 Bajo-Francos 46 50 . 00 31 33.06 — — 13 14.01 » 111 Alto-Bávaros 36 32.40 48 43.20 2 1.80 24 21.60 » 12 Tiroleses 7 58.03 4 33 . 33 — — 1 8.33 » 14 Franceses 7 50.00 7 50.00 — — — — » 27 Húngaros 10 37 . 00 10 37.00 — — 7 26 . 00 » 81 Eslavos 25 31.00 33 40.07 3 3.07 20 24.60 » 2 Suecos. — — 2 100.00 — — — — » ASIA 15 Chinos. 8 53 . 33 7 46.67 — — — — Waldeyer 2 i 25 Japoneses 14 56.00 12 48.00 1 4.00 — — » 2 Tártaros 1 50.00 1 50.00 — — — — Spottel 1 2 Kalnmkos ............ 2 100.00 — — — — — — » ÁFRICA 55 Negros de Loango 14 23.45 1 1.82 40 72.72 — — Waldeyer 2 91 » del oeste 30 32 . 97 15 16.48 46 50.35 — — » 16 » del oeste 3 18.60 8 50.00 2 12.50 3 18.60 Spiittel 1 4 » del este 2 50.00 1 25 . 00 i 25.00 — — » AMÉRICA 2 Esquimales — — — — 2 100.00 — — Spottel 1 Indígenas Norteameri- ii canos — — 7 63 . 60 2 18.20 1 9.00 » Primitivos habitantes del 5 sur de Entre Ríos. . . . 2 40.00 3 60.00 — — — — Outes OCKANÍA 9 Molanesios 3 33.33 3 33.33 i 11.00 1 11.00 Spiittel 1 3 Australianos. 1 33 . 33 1 33.33 i 33.33 — — » 2 Hawaienses — — 2 100.00 — — — — » 1 SpoTTKL, íbid., 58. * Waldeyer, ex Spottel, Ibid., 57. — 65 — § III. OCCIPITAL 1. — Basiooccipital Cara póstero- inferior ó exocraneana. — Examinando esta cava, he notado que el tuberculum pharyngeum, formación precondiloidea que representa parte de los restos del arco anterior de la vértebra occipital, se presenta siempre muy poco pronunciado; y, en el del cráneo 451, tien- de á transformarse en una formación ligeramente alargada. En un solo caso (calvaría 110 M.), creo haber hallado la fovcola infun- dibuliformis anterior , en estado muy rudimentario, situada en el plano mediano y muy próxima á la sutura esfenooccipital. Gomo es sabido, se trata de una anomalía sumamente rara entre los Europeos como lo evidencia el cuadro VIL CUADRO VII Frecuencia de la fovcola infundibuliformis (anterior, media y posterior) Número J de cráneos | Procedencia Frecuencia \ j Por ciento j Observador 790 Europeos 7 0.89 Komiti 1 3712 » 55 1.48 Rossi 1 200 » 6 3.00 Morselli 1 502 » 5 LOO Le Double 1 47 Californianos 7 14 . 09 Hrdlicka 2 7 Primitivos habitantes del sur de Entre Míos. < . . . . 4 44.29 Guies Las diversas variaciones que se presentan en la región comprendida entre el tubérculo faríngeo y las proximidades del borde anterior del foramen ocoipitale magnum , han sido agrupadas por Mingazzini en cuatro tipos. En el I existe á cada lado, inmediatamente después del cóndilo, una fosilla semejante á un surco que se extiende desde la extremidad interna ] Ex Le Doubi,k, Ibid., 87. 2 Ales Hrdlicka, Contribution to the physical anthropology of California, en ü ni- versity of California publications, American Archaeology and Ethnology, IV, 62. Ber- keley, 1906-1907. — Gtí de aquél hasta el foramen condiloideo anterior (Jorca praccondylica) ; luego viene una cresta rugosa y poco saliente, la crista muscular is, que presta inserción al recto anterior menor de la cabeza; inmediatamen- te después se encuentra una nueva losilla (f ovea parva), mucho menos pronunciada que la praccondylica, y en la que adhiere el recto anterior ma- yor, y por último, otra cresta bien vi- sible, á la (pie ]\Iin- gazzini llama crista , si/nostotica , por con- siderarla como un vestigio de la unión del basiótico con el resto del basioocci- pital. La fovea prac- condylica persiste en el 1 1 tipo, desapare- ce la fovea parva y las crestas muscular Fig. 4. — 1. Condylus occipitalis ; 2. Canalis con dy la ideas ; 3, Vocea praccondylica 4, Crista muscular is ; 5, Fovea parva : (5. ('vista synostotica ; 7, Tuberculum pharyhgeum ; 8, Foramen occipitalc magnum (110 M., 5/.)- y sinostósica se confunden, formando el límite anterior. En el 111 tipo, las dos tosidas constituyen una sola depresión, pues no existe la crista ■ muscular is, aunque se conserva la sinostósica. Por último, en el IV tipo sólo se nota una depresión única entre el cóndilo y la cresta sinostósica1. En siete basioocci pítales de los primitivos habitantes del sur de En- tre Píos, cuatro por ambos lados, corresponden al tipo 1 (fig. 4). En el resto no existe la homología de los anteriores: el lado derecho de uno (108 M.) es del tipo I, mientras el izquierdo ofrécelos caracteres del II; otro (8944) del III y I respectivamente, y el último (8945) del I y IV. (cuadro VII I). 1 Mixgazzixi, ex Lo Do vis lio, Ibid., 84 y siguiente, figuras incluidas en las mis- mas páginas. 67 CUADRO VIII Frecuencia de los diferentes tipos que afecta la región comprendida entre el tuberculum phnri/nr/eum y el foramen occipitalc magnnm (primitivos habitantes del sur de Entre Ríos). Húmero de cráneos Formaciones 7 Tipo I de Mingazzini 7 » II » 7 » III » 7 » IV » Dereclia Izquierda 71.43 14.29 14.29 Antes de pasar más adelante y dada la imposibilidad de eonsultar la memoria ya citada de Mingazzini, creo útil hacer notar, á mero título informativo, que Jeschke lia encontrado la fovea praccondylica 50 por ciento de veces en una serie de 200 cráneos l. 2. — Escama del occipital Segmentación. — El calvarium 107 M., conserva rastros laterales de la sutura transversa squamae occipitalis. Por el lado derecho, la referida sinartrosis se inicia en el asterio y se pierde casi bruscamente á los 18 milímetros; mientras por el izquierdo es casi imposible fijar el punto exacto de partida á causa del mal estado del hueso, se borra insensible- mente y llega á tener unos 25 milímetros de longitud. Los vestigios que se han conservado en la parte externa son más visibles por el lado de- recho, pero, en la cara endocraneana, la obliteración es completa en to- das sus partes. Muchos de los autores que se han ocupado del estudio del os Incac , 1 Konkad Jeschke, Uebcr den Sttlcns praecondyloidcm des Hintcrhauptbcins, 7 y siguiente, figuras 1 y 2. Konigsborg i. Pr., 1894. El autor do esta tesis ignoraba cu 1894 que tres años antes Mingazzini había publicado su estudio fundamental en el Anatomischcr Anzcigcr. 68 — mencionan casos como el descripto y Jacqnart *, Vircliow ", Annchin 3 y Stieda 4, han figurado ejemplares típicos. La persistencia en el adulto de restos de suturas fetales como la transversa de la escama occipital, alcanza una frecuencia relativamente elevada, como lo demuestran las cifras reunidas en el cuadro IX. 1 II. Jacquakt, Be le ralear de l’os épactal, ou partie supórieure de Vécaille occipitale ventée di» tiñóte, comme caractcre de race en Anthvopologie, ótnde de cette piéce ehez les animaux soits le nom d’os ínter parietal, 6, lámina XXV, figura 4. Sólo lio podido con- sultar la separata de esta memoria, publicada en 1865 en el Journal d’Anatomie et de Physiologie. * R. Viuchow, Ueber einige Merkmale niederer Menschenrassen am Schddel, 98, lámina IV, figura 6. Debo, también, referirme á la tirada aparto do este estudio aparecido en 1875 en las Abhaudlangen der Kduigl. Akademie der TVissenschaften za Berlín . 3 Dmithii Anuciiin, O nyckotoruikh anomaliyakh chclovyeeheskagho cherepa i preinmsli- ehestvenno ob ikh rasprostranenii po rasam, en Izvyestiya Imperatorskoe obshchestvo Ly ubitelci estestvoznaníya Anlropologhii i Etnoghrafii, (sostoyashehoe pri Imperatorskom Moskovskom Universitctye), XXXVIII, Trudui Antrupologliichcskagho Otdyla, VI, 76, figuras 75 y 94. Moskva, 1880. De las anomalías del occipital tratadas por Anuehiu, (J. de Méróylcowsky publicó un rapport detallado en la Bcvue d! Anthvopologie (XI, 140-147) de 1883. Sin embargo, conviene tener presente el original ruso, porque al analista nombrado se le han deslizado algunos errores tipográficos de importancia que alteran las cifras de Annchin. * H, Stikda, Dic Anomalicn der mensehlichen Hinterliaupsachuppc, en Anatomischen Hcften, II, 95, lámina VI, figura 13. Wiesbaden, 1892. 69 — CUADRO IX Frecuencia de restos laterales de la sutura transversa squamac occipitalis Xnmero de cráneos Procedencia | Frecuencia Por ciento Observador EUROPA 2489 Antiguos habitantes de Baviera 180 7.2 Ranke 3 1013 Ilabit. de Rusia y península de los Balkanes. . 16 11.4 Anuchiu 8 4162 Blancos en general 367 8.8 » ASIA 17 Chinos 8 23.5 Bartels 8 355 Mongoles en general 41 11.5 Anuchiu 8 28 Mongoles 16 28.5 Bartels 8 21 Malayos . 10 23.8 » « ÁFRICA 16 Mouvos 1 3.1 Bartels 8 14 Bushinen y Hoteutotes. 5 17.8 » 5 Cafres 2 20.0 » 28 (27) Bongos 7 12.5 » 17 Shilueos 3 8.8 » 27 (26) Momias egipcias. 4 7.4 » 477 Negros en general 11 2.3 Anuchiu * AMÉRICA 19 Antiguos Mexicanos 7 21.8 Bartels 8 531 Peruanos 84 15.8 Auuchin 8 ; 'Frimitivos habitantes del sur de Futre Ríos I 9.1 O ufes 158 Americanos (excepto Peruanos) 14 9.5 Anuchiu 8 i 689 Americanos en general 98 14.4 » OCEANÍA 50 Neobritauos y Neoirlaudeses 19 20.2 Bartels 8 13 Australianos 4 16.6 » 56 Australianos y Tasmanios 11 19.6 Anuchiu 8 205 Melanesios. 30 14.6 » 1 J. Ranke, Die überzahligcn Hautknochen des menschliehcn Sohddeldachs, en Abhand- lungcn der kaiscrlisches bayerischen Akademie der IVissenchaften, II el., XX, 377. Man- chen, 1899. * 5 Anuciiin, Ibid., 87. 3 Bartels, Ibid., 162. — 70 — Por otra parte, creo útil hacer notar que los porcentajes contenidos en el cuadro referido, son siempre mucho mayores que los correspon- dientes al os Incae propium ó diversas variedades del mismo. En los primitivos habitantes del sur de Entre Eíos, la frecuencia de restos de la sutura transversa squamae oeripi talis que alcanza á 9,1 por ciento, corresponde casi exactamente á la observada por A un chin en los Americanos en general (9,5 °/0), y es ligeramente más elevada que la obtenida para la inmensa mayoría de los Europeos. En otro occipital aislado que tengo á la vista (8944) falta una buena porción del ángulo superior de la escama por haberse desprendido de ella un os apiris squamae ocripitaUs s. triquetrum, el que alcanzaba á te- ner 01 milímetros de base '. La sutura que separaba la mencionada formación del resto del hue- so (sutura transversa superior squamae ocripitaUs) es ligeramente sinuosa y poco complicada. El cuadro X 1 2 contiene un buen número de observaciones sobre la frecuencia, en diferentes razas, del os apiris squamae ocripitaUs s. trique- trum, que, en los primitivos Entrerrianos alcanza uno de los más eleva- dos porcentajes ofrecidos por agrupaciones indígenas americanas. 1 Considero como os apicis squamae occipitalis s. triquetrum, íí la misma formación descripta por Vi relio w en 1875 (VincilOW, Ibid., 77, lámina V, iigura 3), conocida, también, con los nombres de os preinterparietale [Chiakugi, cx Stihda, Ibid., 82; denominación aceptada por el mismo Stieda (Ibid., 82 y passim) y Marimó (F. Mahi- mó, Sulla ossa interparietali e preinterparietali nel cranio umano, en Archivio per V Antropología e la Etnología, XVIII, 102 y passim)'], hueso interparietal accesorio (Eugicxio Fxcaliu, Ossa accesorio comparativamente studiate nel cranio dell’uomo e dei rimanenti mammiferi, en Atti della Societñ, Toscana di Scienza NaturaU, VII, 107 y 122, lámina X, figura 14. Pisa, 1885), y que Ranke llama, comunmente, Spitzenknochen (Hankü, Ibid., 364 y passim). * Me lie visto en el caso do excluir del cuadro las observaciones de Stieda porque este autor no da la procedencia de sus cráneos ; y las do Washington Mattliews (Arizonienses), Franlc ltussell (Americanos diversos) y Hartéis (agrupaciones étnicas diversas) debido á que los especialistas nombrados confunden bajo una misma deno- minación al verdadero os apicis y á los huesos wormianos suturales que frecuente- mente se hallan en la lambdoidea. 71 CUADRO X Frecuencia del os apicis squamcte occipilalis s. triquetrum C § s ® o» II A t¡ Procedencia j Frecuencia Por ciento * Observador EUROPA 4511 Europeos. .................................... 64 1.42 Anuchin 1 1580 Europeos. 54 3.30 Marimó * 250 Toscanos alienados. ........................... 4 1.60 » 2489 Antiguos habitantes do Ha viera 36 1.44 Ranke 8 5485 Raza blanca A ................... . 87 1.59 Anuchin 1 ASIA 530 Raza mongólica. .............................. 16 3.20 Anuchin 1 974 Pueblos asiáticos de raza blanca. ............... 23 2.36 » | 40 Hindúes 4 10.00 Marimó 2 3 10 Malayos. 3 3.33 Sergi 4 16 Malayos. 1 6.25 Marimó * ¡ ÁFRICA 752 Negros. ...................................... 9 1.19 Anuchin 1 * * 25 Antiguos Egipcios ............................. 1 4.00 Marimó 8 AMÉRICA 1054 Americanos 74 7.02 Anuchin 1 390 Otros americanos. ............................. 22 5.63 » 664 Peruanos ..................................... 52 7.83 » 229 Peruanos ..................................... 30 13.10 Marimó 2 109 Antiguos habitantes de la región Diaguita. ...... 3 2.75 Ten Kate 5 It Primitivos habitantes del sur de Entre Ríos ........ 1 9.09 Outes ' OCKANÍA 486 Melanesios .................................... 14 2.87 Anuchin 1 157 Australianos y Tasmanios ...................... 1 0.64 » 30 Polinesios .................................... 2 6.60 Marimó s 218 Papuas. . .................................... . 22 10.09 » i 1 Anuchin, Ibid., 89. 2 M a rimó, Ibid., 108 y siguientes. 3 Ranke, Ibid., 377. 4 Surgí, ex Marimó, Ibid., 109. 5 H. F. C. Ten Kate, Anthropologie dea anoiens hab.itants de la région Calchaquic (Bépriblique Argentina), en Anales del Musco de La Plata, sección Antropológica, I, 21 sí 29. La Risita, 1896. REV. MUSEO LA PLATA. — T. XVIII. (VII, 18, 1911.) f> 72 — Cara postero-inferior ó exocraneana. — Haré notar, en primer término, la relativa frecuencia con (píela escama occipital superior pre- senta el (jonflement de que habla Matiegka *, más ó menos pronuncia- do en los seis casos en que lo he hallado; mientras, por otra parte, en la calvaría 108 M., la mitad superior de la escama y la inferior, forman un ángulo pronunciado y bastante agudo. Como «manifestaciones» de la Ooeipitahoirbel de Froriep, ofrece el crá- neo 451 dos tipos de formaciones postcondiloideas bastante definidas, y Fig. 5. — 1. Forimción posteoudiloidon. acentuada ; 2 y 5, Canales condyloidei ; 3 y 4, Condylii occipitales ; 6, Foramen occipitale magnum; 7. Formación post- condiloidea poco acentuada; 8, Xncisura marginalis posterior (451, que corresponden á residuos del arco posterior ó neural de la citada vértebra. En primer término, exactamente por detrás de cada cóndilo, se nota un tubérculo bastante notable y de forma ovalar. Luego, en la porción posterior del labio del foramen magnum existe, bien neta, la in- cissura marginalis posterior. Por lo demás, en el resto del labio del fora- men, hay asperezas óseas que sólo deben referirse, á mi entender, á los lugares de inserción del ligamento atlante-occipital (fig. 5). 1 H. Matikgka, TJeber Mean Ka mmhildu n gen erinnernden Merkmale des menschliclien Scliddels, en SitzungebcrichUn der Kaiscrliclicn Akademie dcr Wisscnschaftcn in Wicn. Mallicmatisch-NaturwissenscliaftUche Klasse, CXV, 111 y siguientes. Wien, 1906. — 73 — En el resto del material, el occipital aislado 8944 ofrece una incisura marginalis aun más típica (véase la fig. 7). Las formaciones postcondiloideas son relativamente abundantes entre los Europeos ; me bastará hacer recordar que Mannu las ha hallado en 10,52 por ciento de los cráneos Sardos que ha examinado (31 casos en 205 cráneos) *. Pasando á otro orden de caracteres ; la crista occipitalis externa , en diez de las escamas que tengo á la vista, se presenta muy poco visible ó casi del todo ausente. Sólo en el cráneo 451, entre la linea nuchae in- ferior y el borde del foramen, se halla muy bien marcada, pues alcanza á tener dos milímetros de elevación. El inio es en un caso absolutamente nulo (0 del esquema de Broca) 2 en cuatro corresponde al número 1, en dos al 2 y en uno tan sólo al 3. Por último, en el cráneo femenino 453 se encuentra reemplazado por una depresión. Según Merkel 3, Josepli 4 y Hagen 5 el inio exiguo es pecu- liar, ó mejor dicho, caracteriza á diversas agrupaciones étnicas inferio- res, todo lo contrario de lo que acontece con los Europeos. La linea nuchae inferior resulta muy poco visible en todo el material de que dispongo. Respecto á la superior y suprema , sólo en la escama 8944 ¡están [bien caracterizadas; y, debo advertirlo, en otros cuatro casos no se observa vestigio alguno de las mismas. Al considerar el resto de las escamas que he examinado no puede ha- blarse, en verdad, de los mencionados detalles anatómicos, desde que el espacio comprendido entre ambos, corresponde al levantamiento óseo designado por Ecker con el nombre de torus occipitalis transversas G. De la formación á que acabo de referirme, Hagen ha formado seis tipos. Como sólo he hallado en el material que estudio los dos primeros, ’ Andrea Mannu, Sui rudimenti dclla vertebra occipitale nel cranio remano, en Atti delta Rocíela Romana di Antropología, XIII, 239. Roma, 1907. ! Broca, Ibid., lámina VI. 3 Fn. Mkrkkl, üie linea nuchae suprema. Anatomisch und anthropologisch bctrach- tet, 18. Leipzig, 1871. 4 Berniiard Hagen, Ueber einige Bildungen an der Hinterhauptsschuppe des Mens- chcn, en Beitrage zur Anthropologie und Urgeschichte Boyeras, III, 84. München, 1880. 6 Hagen, Ibid., 84. 6 A. Ecker, Ueber den queren Hinterhauptsumlst (Torus occipitalis transversas) am Schtidel vcrseliicdcncr aussereuropaiseher Vdlkcr, en Arcliiv für Anthropologie, X, 116. Braunschwoig, 1878. — 74 me concretaré á dar á continuación sus caracteres, tanto más cuanto que Hagen los considera como formas de torus típicos, y en cambio, di- ce de las demás : Die nun weiter folgenden Formen betrachte ich ais blose Uebergangsstationcn , (lie alie schon die Linea supremac und superiores , sonde die Protuberanz und das Tubere. linear, deutlich erlcennen lassen , und allmdhlich zu der ganz glatten Hinterhauptsschuppe ohne Wulst und Linien fiihren 1 . Bien, pues; el torus , en el tipo I, está constituido por un levanta- miento transversal de 15 á 20 milímetros de anclio, bastante elevado, algo deprimido en sus extremidades laterales próximas á la sutura lambdoidea; aunque sus bordes superior é inferior se presentan redon- deados 2. El U tipo, bastante semejante al anterior, es mucho más an- gosto, visiblemente deprimido lateralmente y con bordes vivos 3. En varios occipitales, tres veces be constatado la existencia del I tipo y cuatro la del II ó sea 27,27 por ciento y 36,37 por ciento, respec- tivamente. Sin embargo, en casi la totalidad de los casos, el torus es muy poco pronunciado, pues alcanza á lo sumo, dos milímetros de ele- vación. Únicamente en la calvaría 108 M., el burlete llega á destacarse unos 10 milímetros. Las cifras contenidas en el cuadro XI dan una idea clara de la fre- cuencia do la formación que me ocupa, la cual en los Entrerrianos primi- tivos alcanza á una proporción centesimal muellísimo mayor que la co- rrespondiente á los Araucanos argentinos, antiguos habitantes de la región Di agilita y Peruanos, siendo sólo comparable á la señalada hasta ahora en muchos pueblos de Oceanía, los antiguos Mexicanos, etc. 1 Hagen, Ibid., 71. * Hagen, Ibid., 70, lámina VI, figuras 11 « y b, 10 a y b. 3 IIagen, Ibid., 70, lámina VI, figura 7. 75 CUADRO XI Frecuencia del torus occipitalis transversas 33 B 1 H a t 'fj o £ Procedencia | Frecuencia J B a .2 O u o Observador 200 KU HOPA Europeos . . . . . . . . . . . 17 8 . 50 Ungen 1 * 18 Tiroleses .................................... 5 27.70 Bartels 8 17 ASIA Chinos ...................................... 8 47.00 Bartels * 28 Mongoles. 12 42.80 » ‘ 21 Malayos. .................................... 4 19.00 » 89 ÁFRICA Negros del Congo ............................ 8 8.90 Bartels 8 10 Unyamvesis. . 2 20.00 » 16 Monvos 5 31.20 » 5 Cafres ...................................... 3 60.00 » 28 Bongos. 1 3 . 50 » 17 Shilucos 5 29.40 » 27 Momias egipcias. ............................. 6 22.20 » 48 Africanos. 15 31.25 Ungen 1 100 Momias egipcias. ............................. 8 8.00 » 77 AMÉRICA Antiguos Peruanos. ........................... 24 31.10 Bartels ! 19 Antiguos Mexicanos. .......................... 13 68.40 » 15 Primitivos habitantes do la Florida. ............ 14 93 . 33 Ecker 3 5 Otros indígenas norteameric. (Maska y Flatheads) . 5 100.00 » 7 Indígenas sudamericanos (Coreados, Cayuabos, Botocudos y Aimaráes). ..................... 7 100.00 » 23 . Americanos. 18 78.26 Hagen 1 119 Araucanos argentinos ......................... 13 9.10 Ten Kate 4 110 Antiguos habitantes de la región Diaguita. ...... 26 23.60 Ten Kate 5 H Primitivos habitantes del sur de Entre Ilíos ....... 7 63.64 Oules 48 OCHAN I A Neobritanos y Neoirlandeses 14 29.10 Bartels 4 13 Australianos ................................. 13 100.00 » 12 Australianos ................................. 10 83.33 Ecker 3 4 Insulares de Fidji. ........................... 4 100.00 » 4 Papilas 4 100.00 » 14 Insulares de Sandwich. 1 7.14 » 12 Australianos ................................. 7 58.33 Hagen 1 1 Hagen, Ibid., 80 y siguientes. 8 Bartels, Ibid., 164. 3 Ecker, Ibid., 116 y siguientes. 4 H. Ten Kate, Contribution d la craniologie des Araucam argenfíns, en Revista del Musco de La Plata, IV, 220. La Plata, 1892. 5 Ten Kate, Anthropologie, etc., 30. - 76 — Por último, dos veces lie notado la existencia de la crista astcrica in- ferior de Matiegka 1 (9 cráneos = 22,2 °/0); y una la del proceso retro- mastoideo de Waldeyer 2 * anomalía que preferiría llamar crista retro-mas- toidea (9 cráneos = 11,1 °/0). Aunque ambas formaciones no lian sido estudiadas con amplitud, me parece conveniente hacer notar que la primera se ha señalado por Ma- tiegka en un insular de Cliatam, un indígena norteamericano (Silka) y en el cráneo de un gigante Ilerzegovino; mientras Waldeyer ha encon- trado la crista retro-mastoidea en cráneos Papilas de la isla de Táma- ra \ Por otra parte, Le Double y Dubreuil-Chambardel, en una memoria que no he podido consultar, hacen notar la relativa frecuencia, en crá- neos Polinesios, de la particularidad mencionada. Asimismo, han ob- servado que en los Europeos, la formación referida es muy poco fre- cuente (10 veces sobre 740 cráneos = 1,35 %), y no la han encon- trado en 40 cráneos de Negros y 11 de Malgachos. En cambio, en diferentes pueblos de Oceanía en general, es mucho más usual (20 ve- ces en 149 cráneos = 17.45 °/0), y esta proporción se mantiene muy equilibrada en los Neocaledonios (10 veces en 57 cráneos = 17,55 °/o) y Papilas (1 vez en 0 cráneos 10,07 °/0), aunque aumenta ligeramente en los insulares de la isla Engineer, situada en las proximidades de la Nueva Guinea (3 en 15 cráneos = 20,0 °/0) 4. De modo, pues, que la proporción de 11,1 por ciento con que la crista retro-mastoidea se presenta en los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos, se aproxima bastante á la de los pueblos de Oceanía. Cara antero-superior ó endocraneana. — Para la descripción de las variaciones morfológicas que pueden presentarse en la cara endo- craneana de la escama del occipital, se tropieza con la grave dificultad de no poder seguirse un orden rigurosamente metódico desde que mu- chos de los diversos caracteres principales, con las variantes que ofre- cen, contribuyen á su vez á la formación de las más interesantes anoma- lías. Sin embargo, trataré do dar á continuación un resumen de mis observaciones. Eli un solo caso (calvaria 108 M.), la crista occipitalis interna es nor- mal; vale decir, constituida por una eminencia lineal continua, simple y 1 Matikgka, Ibid., 409 y siguiente. * W. Wai.dkykr, Ueber Sohadel-Variationen, en Correspondenz-Blatt der Deutschen fícsellsehaft fiir Anthropoloijio, Ethnologie und Urgvschichtc, XXXIV, 192 y siguientes. Braunscliweig, 1903. 8 Matiegka, Ibul., 410 ; Waldkyek, Ueber Schiidel, etc., 193. 4 A. F. Le Doum.k, Traiié de s variations des os de la face de l’homme, 412 y si- guientes. Paris, 1906. rectilínea que iniciándose casi en el mismo endinio, termina en el bor- de posterior del foramen magnum . En la escama aislada 123 M. la crista poco pronunciada, roma y des- plazada á la izquierda, está limitada hacia ambos lados por dos surcos; el derecho, mucho más definido que el izquierdo, rodea el foramen por Fig. 6. — 1 y 4, Sulci transversi; 2, Sulcus sagittalis ; 3, I’rotuberantia oceipi- talis interna; 5, Crista occipitalis interna; 6, Foramen occipitale magnun (123 H., */,). el mismo lado, mientras el otro termina simplemente en el borde (fig. 6). En los demás occipitales de que dispongo, la rama inferior de la emi- nentia cruciata se bifurca ya en el tercio superior ó inferior, (•orno tam- bién en la mitad de su desarrollo; se presenta casi siempre francamente achatada y una sola vez elevada, aunque roma. ISTo obstante, en todos estos casos las ramas divergentes de la cresta, se pierden insensible- mente hacia ambos lados del foramen magnum. En el caso de la calvaría 108 M. se trata, como lo tengo dicho, de un carácter normal ; en la escama 123 M., los surcos occipitales laterales 78 — constituyen una anomalía poco frecuente ; por último, el resto del ma- terial ofrece estados intermedios que conducen á la fossa ocoipitalis me- diana, ó formas bien definidas y típicas de la misma» Hiller, en un estudio bastante prolijo que ha realizado de la rama inferior de la eminentia omciata, distingue cuatro formas principales. La primera corresponde á la cresta normal á que me be referido en pá- rrafos anteriores 5 en la segunda, la misma cresta se bifurca dando lugar á un campo triangular aplanado; en la tercera la expansión triangular ofrece una depresión más ó menos notable, aunque plana en su fondo y, por último, en la cuarta se presenta, ya francamente, la fossa occipita- lis mediana i. Haré notar que la forma segunda de Hiller, corresponde al triángulo vermiano de Regnault y á la depresión postopistiaca de Debierre. La clasificación de Hiller, aunque discreta, presenta el inconveniente de no ofrecer para sus formas segunda y tercera un límite bien defini- do; antes bien, la identificación de las mismas depende, en mucho, de la ecuación personal de cada observador. Sin embargo, y á falta de otra mejor, be preferido aplicarla en mis investigaciones. En el material procedente del sur de Entre Ríos, be encontrado, no sólo la forma primera (calvaría 108 M.), sino también la segunda y ter- cera; además de la cuarta, de que me ocuparé más adelante El campo triangular aplanado (forma II), oscila entre 35 y 25 milíme- tros de altura y 23 y 20 milímetros de base; la depresión de la misma forma, varía entre 30 y 18 milímetros de altura y 12 y 10 milímetros de base, no pasando su profundidad de dos milímetros. 1 ákthuh Hii.lhr, Uéber die foséala vermiana des Hintcrhauptbeines (Fossa occipitalis mediana), 18 y siguientes, figuras 1 á 4. Konigsberg i. Pr., 1903. — 79 — CUADRO XII 1 2 Frecuencia de variaciones en la rama inferior de la cmincnlia cruciata (crista occipitalis interna, canales occipitales, campo triangular y campo triangular deprimido) m o o» a U y © o © £ Procedencia Frecuencia j ® 11- ? teta italis rna o a .© ’y u o £4 Cm occil g ‘y a © a © © 5-» Ph alas i t a les © a o a © Ph Cr trian £ '© a © a © © © Ph upo guiar © a © ‘S u o Ph Ca triai depr .2 ’y a © a y 2 Ph mpo guiar imido © a .2 ’y O Pd Observador 2120 Cráneos diversos, casi en su tota- lidad do Europeos 1046 49.38 734 34.61 244 11.60 Ilillor ! 400 Cráneos diversos, casi en su tota- lidad de Europeos . . • 7 1.75 Sturmhofel 3 16 Europeos ? — 1 — 4 25 . 00 — — — — Barkow 4 46 Europeos ? — — 4 8.50 — — — — Thoilo 4 423 Europeos ? — — 20 4.00 — — — — Stroit 4 26 Franceses delincuentes — — — — 2 7.69 — — Lucy 6 300 Franceses do las Catacumbas. . . — — — — 14 4.66 — — » 150 Franceses do Lyou — — — 3 2.00 — — » 10 20 Primitivos habitantes del sur de Entre Ríos. Neocaledonios 1 10.00 / 10.00 2 6 20.00 30.00 3 30.00 Chites Lucy 5 Llama, la atención al recorrer el cuadro XII, en el que lie reunido las cifras que indican la frecuencia de las diversas variantes que he men- cionado, el elevado porcentaje de formaciones excepcionales en los pri- mitivos habitantes del sur de Entre Itios y, especialmente, del tipo más próximo á la fossa occipitalis mediana, mientras la cresta está represen- tada únicamente en un 10 por ciento de los casos. En cuanto á la fossa occipitalis mediana de Loinbroso fi, la he encon- trado tres veces. 1 Do osto cuadro se lian excluido los porcentajes correspondientes á la fossa ocoi- pitalis mediana, que irán en los cuadros XIII y XIV y queso han obtenido sobrólas mismas series de cráneos que figuran en el XII. 2 Hillkr, Ibid., 24. 3 Otto Sturmhofel, Ucbcr dic Emincntia cruciata des Hintcrhauptbcincs, 22, figura 5. Konigsberg i. Pr., 1903. 4 Ex Sturmhofel, Ibid, 35 y siguiente. 5 Ex Le Double, Traité des variations des os du criine, etc., 34. 6 He preferido la designación de fossa occipitalis mediana dada por Lombroso á la — so En un caso, calvar ¡um 107 M., tiene la forma de un triángulo isósceles cuyo vértice llega casi al mismo endinio ; pero, como se halla rota la parte correspondiente al borde del foramen, no puedo dar la altura Fig. 7. — 1 y 4. Sulcl transversi : 2, Sitien# sagitta lis : Fossa lorcularis; 5, Fossa occipital! a mediana; (5, Incisura margina lis posterior ; 7, Foramen occi- pítale magnum (8044. 1 / , ) - y base, sino simplemente la profundidad mayor, que alcanza á 3,5 milímetros próximamente. En el cráneo 453, la fosa es mucho más pequeña : tiene 18 milímetros curiosa anomalía de que me ocupo (O. Lombkoso, Esistenza (li una fossa occi pítale mediana ncl uranio di un delinquente, en Rea I e Instituto Lombardo di Scienze ó Lctterc, Rendiconti. TV, parto I, serie 111. 37 y siguiente. Milano, 1871), no sólo por sus de- rechos de indiscutible prioridad, sino también por serla única que no deja entrever el posible origen de tan discutida anomalía. Todo lo contrario sucede con las deno- minaciones de fosa oerebelosa media (Axdiika Ykhga, Delta fossetta media ccrebclla- re delV oseo occipitale, en Reate Instituto Lombardo di Scienza e Lcttcra, Rendiconti, A , parto II, serie III. 715. Milano, 1872) ó fosa verminna (Paul Albrkcht, Sur la 81 de longitud, su ancho máximo no pasa de 8 milímetros y la profundidad de 3 milímetros. En cuanto á la forma, es francamente amigdaloide. Por último, la escama 8944 ofrece un caso mucho más típico, si cabe : de forma amigdaloide ó más bien oval ; y con una longitud, ancho y profundidad máximos que alcanzan á 20, 18 y 3 milímetros, respecti- vamente (fig. 7). Los tres casos descriptos de fossa occipitalis mediana , representan una frecuencia de 30,0 por ciento, cifra muy elevada y sólo comparable 4 la encontrada por Marimó en los Australianos y por Lombroso en un grupo de Americanos. Sin embargo, en los Americanos1 en general la fre- cuencia de la anomalía en cuestión, oscila la inmensa mayoría de veces, entre 1,8 por ciento y 8,5 por ciento, pero es algo más elevada en los Esquimales (10,2) y Peruanos (15,7), y marca el máximo en los Aimaráes (40,0), En los Europeos normales, 3a fossa occipitalis mediana está repre- sentada, generalmente, en un 5 por ciento de los casos (véanse los cua- dros XIII y XIY). fossette vermienne du aráñe des mammiféres, en Bulletin de la Société d’ Anthropologie de Bruxelles, II, 140. Bruxelles, 1884). Haré notar, al pasar, que Le Loable (Le Dou- iilk, Traitá des variations des os du aráñe, etc., 27) se equivoca al decir que la desig- nación de fosa aunará se debe á Frank Eusell ; la verdad es que tal nombre ha sido empleado por Lombroso para designar á la fossa occipitalis mediana [C. Lombro- 80, La fossette aymarienne chez les criminéis et dans la race humaine, en Bnlletins de la Société d’ Anthropologie de París, VI ( troisidme sene), 410. París, 1883]. 82 — CUADRO XIII Frecuencia de la fossa occipitalis mediana (Europeos) Húmero de cráneos Procedencia "o a 2 o cu ñ Por ciento Observador 7 Prehistóricos . i 14 Lombroso 1 34 Etruscos 5 10 » 2000 Europeos 100 5 » 165 » 9 5 Romiti 2 80 » alienados 10 12 » 200 » » 28 14 Morselli 2 367 Italianos 13 3.60 Giovanardi 3 150 » 8 5.33 Marimó 1 20 » delincuentes 5 25 00 » 100 » » n 11.00 Ottolenglii y Roncoroni 2 43 » criminales 3 6.98 Roneoroni y Ardil 2 104 » » 10 9.62 Fusari 2 296 » idiotas 11 3.72 Parravicini 6 17 » epilépticos 2 11.76 Cividalli 6 36 Belgas asesinos i 2.78 Ilegor y Dallemagno 7 141 Franceses 4 2.80 Debierre 3 200 » 7 3 . 50 Lo Double 3 300 » de las Catacumbas 17 5 . 67 Lucy 7 150 » do Lyon 6 4.00 » 26 » delincuentes 7 26.92 » 406 » criminales. 14 3.40 Debierre 3 41 » alienados 4 9.76 » 23 » » 3 13.04 » 35 » » 3 8.57 Lo Double 8 2120 Cráneos div. casi en total, do Europeos. 96 4.50 Hiller 9 400 Cráneos div. casi en total, de Europeos. 21 5.00 Stnrnibofel 10 1 Lombroso, Ibid., 410. 8 Le Double, Traite des variations des os du crdne, etc., 33. 3 IjB Double, Traite des variations des os da crdne, etc., 35. * F. Makimó, Contributo alio studio della fossetta occipitale e delta cresta frontale nel cranio amano (normali, pazzi, delinquenti c razze inferiori), en Archivio per V Antro- pología e la Etnología, XVII, 248. Firenze, 1887. 6 G. Pauravicini, Sulla fossetta occipitale mediana, en Archivio di psichiatria, XXIV, 242, 1903 ; citado en Internacionales Centralblatt für Anthropologie und ver- wandte wisscnschaften, VIII. Greifwald-Stettin, 1903. 0 Piezas expuestas en la Primera Exposición Internacional do Antropología Cri- minal; véanse, Actcs du premier Congrés International d’ Anthropologie criminclle — Hiologie et Sociología (liorna, JSSS), 502 y 511, nota 5. Roma, 1880-1887. 7 Le Double, Traitó des variations des os du crdne, etc., 34. 8 Le Double, Traite des variations des os du crdne, etc., 36. 9 IIiller, Ibid., 24. 10 Stuumiiobkl, Ibid., 21 y siguientes. 83 — CUADRO XIV Frecuencia de la fossa occipitalis mediana (Asiáticos, Africanos, Americanos y habitantes do Oconnia) 1 Húmero I 1 de cráneos j Procedencia 9 ee8 P © o © u & © P £ O © Ph Observador • ASIA 29 Criminales asiáticos ........................ 4 13.79 Corro 1 8 Chipriotas ................................. 2 10 Lombroso ! ÁFRICA 16 Negros. ................................... 1 6.20 Lombroso * 84 Egipcios .................................. 6 10 » AMÉRICA 46 Americanos. ............................... 12 26 Lombroso - 55 Varios .................................... — 1.80 Russoll 8 803 Americanos del norte ....................... — 4.10 » 49 Esquimales. ............................... — 10.20 » 50 Nueva Inglaterra. .......................... — 6 » 47 Indígenas do la Florida ..................... — 8.50 » 425 » de Oliio y Teunessee .............. — 3.70 » 158 » de California. .................... — 3.80 » 47 Mexicanos — 6.40 » 437 Peruanos. .................................. — 5.90 » | 186 » antiguos ......................... — 15.70 Marirnó 4 10 Aymaráes ................................. 4 40.00 Lombroso 2 3 10 Primitivos habitantes del sur de Entre Ríos. .... 3 30.00 Untes OCEANÍ A . 14 Australianos — 28 Marirnó 6 252 Papilas. ................................... 3 — Lombroso 2 •222 » . . . . . e . . . . . . . o — 22 Marirnó 5 22 Neozelandeses. ............................. 11 50.00 » 1 Le Doubi.e, Traité des variations des os dw crdnc, etc., 33. 2 Lomrkoso, Ibid., 412. 3 Frank Russeix, Studies in cranial variation, en The American Naturalist, XXXIV, 741 y siguiente. Boston, 1900. 4 Makimó, Ibid., 249. 6 MaríMÓ, Ibid., 250. 84 El endinio, en ocho de los diez occipitales que tengo á la vista, es perfectamente normal, muy pronunciado y se corresponde con el inio. Sólo en la escama 123 M. la elevación es menos aparente. En la calvaría 108 M. se nota una pequeña fossa torcularis situada debajo del endinio, aunque algo desviada hacia la izquierda. De forma más ó menos circular, debe tener 5 milímetros de diámetro y dos de profundidad. También en la escama aislada 8944, existe una formación semejante (pie ocupa el sitio del endinio. En este caso, la forma es bastante irre- gular; el diámetro mayor acusa 14 milímetros, el menor 12 milímetros y la profundidad 2,5 milímetros (fig. 7). ha fossa. torcularis es una anomalía poco frecuente; hasta ahora se lian señalado por los especialistas tan sólo 13 casos que se aumentan á 15 con los dos que he descripto. En los Europeos se presenta muy raramente; Sturmliófel la ha encontrado en 1,75 por ciento de casos : 0,5 por ciento situada en el centro y 0,25 por ciento á la derecha del endinio. En cambio, no la ha hallado desplazada hacia la izquierda 1 *. Es, pues, muy elevada la frecuencia de 2(1,0 por ciento con que se pre- senta la anomalía referida en los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos. CUADRO XV Frecuencia de la fossa torcularis Número (le cráneos Procedencia Frecuencia Por ciento Observador 400 Cráneos diversos, casi en su totalidad de Euro- peos 7 ' 1.75 Sturmliófel s — Europeos 4 — Zoja 3 4 — Europeos. 2 — Le Double 1 10 Primitivos habitantes del sur de Entre Ríos 2 20.00 Ou tes 1 SruUMHoFKL, Ibid., 18 y siguientes, figura 4. 8 Stuumiioekl, Ibid., 18 y 21. 3 Gíovanni Zoja, Sopra una notcvole fosadla anómala alV Endinion (fossctta torcu- lare), 1 y siguiente de la tirada aparto de este estudio publicado, en 1889, en el llo- lletino Scientifico, editado en Pavía. 4 Le Doublk, Traité des variations des os du crdne, etc., 25. 85 Para terminar con el estudio de la escama del occipital de los primi- tivos Entremanos, sólo me resta examinar las variaciones de los surcos de los si mis venosos posterior® de la dura madre. ]STo creo oportuno discutir las clasificaciones formuladas para agrupar las referidas variaciones, pero no titubeo en dar preferencia y aplicar la de Sturmhofel, que posee marcadas ventajas sobre la de Le Double. Aquel autor admite la existencia de tres tipos bien definidos: en el primero, el surco sagital se confunde con el transverso derecho ; en Pig. 8. — 1, Sulcus transversvs ; 2, Sulcus sagittalis ; 3, Protuberantia occipitalis interna (8945, 1 / ) el segundo el surco sagital se confunde en el transverso izquierdo y, por último, en el tercero, el referido surco se bifurca y va á con- fundirse con los transversos derecho é izquierdo. En mi material he encontrado siete casos en que el surco sagital, mediano, simple y rectilíneo va á perderse en el transverso derecho ; este liltimo, por lo general, casi tan ancho como el izquierdo. Una sola vez el surco sagital, en las mismas condiciones que el del tipo precedente, se confunde con el transverso izquierdo que es más an- cho que el derecho. En la escama 8945, el surco sagital con caracteres semejantes á los ya mencionados, salvo el borde izquierdo que es muy pronunciado, se confunde con el transverso derecho. En cambio, por el lado izquierdo no existe surco alguno ni aun siquiera vestigios, pero sí la cresta pro- nunciada á que me he referido (fig. 8). * Por último, en el occipital 123 M., el surco sagital está dividido en dos surcos secundarios separados por una cresta bien definida, me- diana y rectilínea. El secundario derecho se confunde en el transverso del mismo lado y otro tanto hace el izquierdo con el transverso corres- pondiente (fig. fi). De modo, pues, que el tipo primero de Sturmhofel está representado en 70 por ciento del material procedente del sur de Entre Eíos, y el segundo tan sólo en 10 por ciento. La forma atípica de la escama 8945 puede considerarse como rara, pues no encuentro casos análogos en la literatura de que dispongo ; en cuanto á la que presenta la 123 M., corresponde á otras ya observadas por Le Double en Europeos l. Sin embargo, en los primitivos habitantes del sur de Entre Eíos, como en los Europeo's, predomina el tipo primero de Sturmhofel y es •menos frecuente el segundo ; aproximándose mucho, por otra parte, mis cifras á las obtenidas por Le Double (véase cuadro XYI.) CUADRO XVI Frecuencia de los tipos de surcos de la cara endocraneana de la escama del occipital Xúmero de cráneos Procedencia Ti cá a ® £ PH po I O a .2 o £ Frecuencia j po II -2 a .2 *3 o Ph | Frecuencia j h; O III 3 a O *3 u o P-» Observador 506 Europeos 266 52 . 57 77 15.22 34 6.72 Sperino 2 200 Europeos. 137 68.50 29 14.50 11 5.50 Le Double - 363 Cráneos diversos, casi en su totalidad do Europeos 232 58.00 70 17.00 61 15.30 Sturmhofel 3 6 Negros 3 50.00 1 16.67 — — Sperino - 10 Primitivos habitantes del sur de Entre Ilíos. . 7 70.00 1 10.00 — — Outes 1 Corresponde á la variedad « del tipo V do la clasificación deleitado anatomista (Le Double, Traité des variaüons des os da crdne, etc., 17). 2 Sperino, ex Le Double, Traité des variaüons des os da crdne, etc., 16. 8 Sturmhofel, Ibid., 18 y 28. 87 3. — Exoccipital Cara postero-inferior ó exocraneana. — Solamente lie podido exa- minar siete exoccipitales; en el resto del material de que dispongo, la mencionada región del cráneo se halla destrozada por completo. Los cóndilos, salvo en la pieza 8944, son siempre de forma oval ; en aquella, el del lado izquierdo es elíptico y el derecho algo irregular pero tendiendo á la conformación usual. La superficie articular propiamente dicha se muestra convexa, y en un solo caso (8945), convexa elevada b Las facetas del borde son por lo ge- neral pequeñas, salvo en el cráneo 451 que las tiene bien visibles. El campo alar, excepción hecha del cráneo á que acabo de referirme, se presenta muy poco desarrollado pero en aquél es, en cambio, muy ma- nifiesto. El zócalo anterior ofrece algunas variaciones : así, en el cráneo 451 es vertical, en la calvarla 110 M. cóncavo elevado y en las piezas 107 M., 108 M., 8945 y 8944 oblicuo elevado. El zócalo lateral siem- pre se destaca nítidamente, mientras el posterior puede considerarse como ausente. En seis de los casos que he examinado, ambos cóndilos son simétricos y convergentes pero, en la pieza 8945, existe un marcado defecto de orientación ; así, el plano medio del cráneo con el longitudinal del cóndi- lo derecho, forma un ángulo de 27 °, mientras para el izquierdo, el án- gulo es sólo de 25°. La forma oval de la mayoría de los cóndilos que he examinado, no es, indudablemente, considerada como típica en los tratados clásicos de anatomía; sin embargo, no dispongo de la literatura necesaria para dar- me cuenta de la frecuencia de la conformación referida. La superficie articular convexa, corresponde á una de las formas más comunes entre los Europeos. Misch, sobre un total de 291 observacio- nes realizadas sobre cráneos de Alemanes, ha encontrado 124 con ambos cóndilos convexos, 104 con uno ó ambos diédricos, 35 con uno ó ambos convexos pero achatados y, por último, 5 con dos caras separadas '. llespecto al zócalo anterior, el autor mencionado se expresa como si- 1 Empleo la nomenclatura y sigo la clasificación de Martin Miscli (véase M. Misen, Beitrage sur Kenntnis , 7 °/o) y ocupa el segundo lugar el vertical (10,7 °/0) ; mientras el cóncavo señala una proporción casi idéntica á la encontrada por Misch (1 0,7 %). La falta del zócalo posterior es rara, pues : Esfehlt — dice el observa- dor alemán — also ziemlich jedem zwolften Schadel anf einer oder bei den Seiten der Hintersockel , icobei ltaufug die Hinterhauptschuppe cine mehr oder weniger deutliche Aulegesbelle fiir den hinteren Atlasbogen zcigt 2. Por ultimo, la asimetría en la posición de los cóndilos, al parecer rara si se examinan las estadísticas de Miscli, quien sólo lia bailado cinco casos entre 285 cráneos Alemanes 3, no lo es en realidad, pues Sergio Sergi lia constatado su existencia en 00 por ciento de Romanos moder- nos, en 72 por ciento de Melanesios, en 40 por ciento de Peruanos deformados y en 25 por ciento de Fueguinos, sobre un total de 100,01, 54 y 14 cráneos, respectivamente \ El canalis condyloideus no ofrece particularidad alguna, y se presenta constantemente por ambos lados. En cuanto al canalis hgpoglossi, es normal en cuatro casos (451, 120 M., 1)1 M. y 8945) ; doble por ambos lados en uno (107 M.) y doble de un so- lo lado en dos (108 M. y 8944). De las cuatro veces en que existe desdo- blamiento, que, como diría Kollmann, correspondería á una nueva « ma- nifestación» de la primitiva vértebra occipital, sólo en una, el tabique óseo es completo, vale decir, extendido en todo el curso del canal ; en el resto, ocupa la parte correspondiente á la proximidad del orificio interno. 1 Misen, lliid., 13 y n¡£ii¡ont,(>. * Misen, Ibid., 15 y siguiunto. 8 Misen, IbUl., 21. 1 Símelo Skkgi, Siill’ asimmetria dei condili oeoipitali nell’ nomo, cu Atti della So- ciclá Romana di Antropología, XV, 183 y siguiente. Roma, 1910. — 89 — CUADRO XVII Frecuencia del canalis ht/poylossi doble n 2 3 & p p ñ '0 O Procedencia .2 ’3 a 0 ■V H Ph O a "o u o Observador 100 EUROPA Europeos 15 15.00 Jaboulay 1 2 495 Europeos 80 16.16 Lucy 1 200 Europeos 27 11.50 Le Double 8 32 Tiroleses 8 25.00 34 56 ASIA Chinos 3 9 8.80 Bartels 3 » Mongoles 16.00 42 Malayos . . 1 9.50 92 ÁFRICA Loaugos 6 6.50 Bartels * 176 Congos 10 32 Moiivos 1 3.10 28 Bushmen y floten totes. 3 10.70 » 10 Cafres #. 2 20.00 56 Bongos 8 14.20 34 Shilucos 6 14.70 » 44 Momias egipcias 4 9.00 » 154 AMÉRICA Peruanos 43 27.90 Bartels 3 34 Mexicanos 3 8.80 » 7 Primitivos habitantes del sur de Entre Píos 3 12.3 b 0ut.es 88 OCICANÍA Neobritanos y Neoirlandeses 5 5 . 60 Bartels 3 26 Australianos 2 7.90 » En el cuadro XVII aparecen reunidos todos los datos referentes á la. frecuencia del canalis hypoglossi doble, aunque haciendo abstracción de su posición, etc. En los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos, la referida formación paracondiloidea se presenta en 42,85 por ciento de. 1 Ex Le Double, Traite des variations des os du eranc, etc., 67. 2 Le Double, Traitó des variations des os dn eranc, etc., 67. 3 Bartels, Ibid., 165. los casos, cifra exageradísima y que sobrepasa, en mucho, las mayores conocidas hasta ahora y que se refieren á los Peruanos (27,0 °/0) y Tiro- leses (25,0 %)• Sin embargo, quizá con mayor material so modifique la cifra obteni- da, aunque es indudable que existe en los Americanos una tendencia marcada al desdoblamiento. De las mismas formaciones paracondiloideas á que me he referido, sólo encuentro en la calvaría 108 M., un desarrollo bien visible del proceso yugular izquierda sin constituir, por ello, un processus paracondyloidcus , pues apenas llega á 5,5 milímetros de altura sobre la superficie del hue- so, y es sabido que Ainadei considera como anómalos, únicamente á aque- llos procesos que exceden seis milímetros de elevación Conviene ha- cer notar, sin embargo, que en el material procedente del sur de Entre Ríos, los procesos yugulares son muy pequeños. Cara antero-superior ó endocraneana. — He podido examinar tan sólo tres exoccipitales por la cara endocraneana. En dos de ellos (8944 y 107 M.), se nota poco desarrollado el tubérculo exoccipito-basilar de Le Double. Sería inoportuno hacer comparaciones dado el exiguo material examinado pero, á título ilustrativo, agrego el cuadro XVIII, que con- tiene datos sobre la frecuencia de la formación referida. CUADRO XVI II » Frecuencia del tubérculo exoccipito-basilar 1 Giuskiums Amadici, II prooesso paroccipilale ó la para mastoidea del temporales dei mammiferi nell’ nomo, en Archivio per V Antropología e la Etnología, X, 268. Firenze, 1880. ! Hianciii, cjc Lio Double, Traité des variations des os da crñne, ote., 76. 3 Aurigo Tamassia, Craniometria degli alienati c dei delinqucnti in rapporto alV Antropología e la Medicina légale, en Archivio per V Antropología ct la Etnología, IV, 166 y siguientes. Firenze, 187-1. 91 § IV. PARIETAL Forma. — He notado en todos los parietales de los primitivos habi- tantes del sur de Entre Ríos, cierta tendencia marcada á la forma cua- drada, tanto culos individuos de sexo masculino como en los femeninos. Dado el limitado material ámi disposición, considero aventurado sen- tar conclusión alguna al respecto; pero, recordaré que Hollander lle- ga á establecer que el parietal del hombre es rectangular, con el diá- metro sagital bien desarrollado, mientras en la mujer los diámetros sa- gital y frontal son más ó menos iguales, es decir la forma es casi ó del todo cuadrada1. También me ha llamado la atención el aplastamiento de la porción antero-superior del hueso, tan notable en casi la mayoría de los casos que llega á hacer desaparecer la regularidad de la curva normal. Forámenes parietales. — Las perforaciones que se hallan con fre- cuencia cerca del borde superior y por delante del ángulo postero-su perior se presentan, en el material que tengo á la vista, en las condi ciones siguientes. En tres casos existe un solo foramen por el lado derecho ; en uno, es único por el izquierdo; en otra pieza, la perforación es sagital ; en la calvaría 110 M., además de un foramen sagital, se nota otro por el lado derecho ; en el cráneo 451, se presentan dos hacia la derecha, y, por últi- mo, en un solo caso no existen rastros de las perforaciones que me ocu- pan. Se hallan situados, siempre, en los alrededores del obelio y sólo el foramen sagital de la calvaría 110 M. se encuentra, indudablemente, en la pars media de la sutura biparietal. La forma, casi constante, es circular, pero, el foramen sagital del cráneo 453 es elíptico. En cuanto á las dimensiones, oscilan entre tres y un milímetros. Por lo general, los forámenes de forma circular tienen uno ó 1,5 milímetros de diámetro ; mientras el elíptico del cráneo á que me he referido, acusa tres milímetros en el diámetro mayor y uno en el menor. Por último, en el calvarium 91 M., único caso en que los forámenes son bilaterales, la línea sobre la cual se hallan situados, corta oblicuamente el curso de la sutura sagital. Analizando las cifras contenidas en el cuadro XIX, se nota que por lo general los forámenes bilaterales son menos frecuentes que los unilate- 1 Paul v. Hollandkk, Bin fíeitrag zur Anatomic der Schcitelbeine des Menschen ; 56. Kimigsliei'g i. Pr., 1894. CUADRO Frecuencia de los KL'ROPA 628 Franceses 121 19.27 57 9.08 210 33.44 50 7.96 — — — - i 235 Franceses 41 17.45 34 14.47 86 35 . 59 — — 1 0.43 2 0.85 451 Italianos 64 14.10 31 6.83 139 30.62 — — — — — — 760 Italianos 140 18.42 58 7.63 212 27.89 — — — — — — 100 Rusos 19 19.00 12 12.00 28 28.00 — — — — — — 100 Lavaros 16 16.00 5 5 . 00 39 39.00 — — — — — ' 18 Tiroleses 1 5 . 56 3 1 6 . 67 5 27.78 — — — — — — ASIA 28 Mongoles 5 17.86 1 3 . 57 15 53 . 54 1 — — — — — — 21 Malayos 5 23.81 5 23.81 7 33 . 33 — — — — — — ÁFRICA 10 Unyamvesis 3 30.00 — — 1 10.00 — — — — — 16 Monvos 3 18.75 2 12.50 4 25 . 00 — — — — — 14 Busli., Hotentotes.. 1 7.14 2 14.29 10 71.43 — — — — — 5 Cafres — — 1 20.00 3 60 . 00 — — — — — 27 Bongos 3 11.11 1 3.70 13 48.15 — — — — — 17 Siiilucos 1 5.88 3 17.64 4 23 . 53 — — — — — 25 Momias egipcias. . . . 4 16.00 4 16.00 8 32 . 00 — — — — — AMÉRICA 75 Peruanos. 15 20 . 00 8 10.67 20 26 . 67 — — — — — 19 Mexicanos 4 21.05 1 5.26 3 15.79 — — — — — 7 Primitivos habitantes del sur de K. Ríos. 2 28. 57 1 14.29 _ 1 14.29 _ OCHA NÍA 46 Neobritanos y Neo- irlandeses 10 21.74 6 13.01 14 30.43 13 Australianos 3 23 . 08 3 23.08 3 23 . 08 — — — — — VARIOS 927 Italianos, Papuas, Peruanos, etc 145 15.64 84 9.06 330 35 . 60 77 8.31 — — — — 1 Augiicr, ex Lh Douiii.h, Traité des variations des os du crilnc, etc., 116. 8 Ln Dochuo, Traite des variations des os du erdiie, etc., 117. 3 Si* io riño y Licggh, ex Lio Doubi.f, 'Traite1 * 3 des variations des os du eníne, etc., 117. 1 Gnomon, ex Lio Doonr.io, Traité des variations des os du cránc, etc., 118. 93 XIX 5 IIankh, Ibid., 68. 6 Bartei.S, Ibid., 168 y siguiente. 7 Vitai.h Vitau, Studio slatinlico mi fori parictali, on Arohivio per V Antropología r la Etnología, IX, 195 y siguiente. Firenze, 1879. 94 mies, no sólo entre los Europeos sino también en los Americanos y habi- tantes de Oceanía. Desde luego, me refiero á las sumas totales de cada una de las referidas formaciones, agregando ála de forámenes bilaterales la columna de vestigios. La particularidad á que acabo de referirme se observa, también, entre los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos. El foramen doble por el lado derecho, es sumamente raro ; sólo Le 1 loable menciona un caso en 235 cráneos de Franceses (0,43 °/0) y he encontrado otro, como lo he dicho, en mi material, el que representa, pues, 14,2!) por ciento, cifra muy elevada y que puede se modifique. La misma frecuencia del foramen sagital tínico (14,29 °/o)> sobrepasa en mu- cho á la observada en otras agrupaciones étnicas, en que oscila entre 9,25 por ciento y 1,02, excepción hecha de los TJnyamvezis que ofre- cen 20,0 por cielito. Los casos en que se presentan un foramen sagital y otro parietal derecho, son también más frecuentes en los antiguos Entrerrianos (14,29 %) que entre los Europeos (Rusos, 10 %; Bávaros, 10,0 °/0). Por último, en 14,2!) por ciento de los parietales que he examinado, no existe perforación alguna ; el porcentaje referido es el mismo que el de los Mongoles, se aproxima al de los Malayos, es mayor que el de los Bushmen, Hotentotes, Neobri taños y Keoirlandeses y mucho menor que el de la totalidad de los Europeos, el resto de los Africanos, Americanos y habitantes de Oceanía. El diámetro de los forámenes parietales de los primitivos Entrerria- nos, es mucho menor que el considerado como normal, el cual, según Le Donóle, oscilaría entre cinco y tres milímetros. En cuanto á la asimetría notada en la posición de los forámenes bila- terales del calvarium 91 M., se mencionan también casos entre los Euro- peos, pues sobre 93 cráneos de la colección Esquirol once, es decir el 1 1.82 por ciento, se halla en las referidas condiciones Cara externa ó exocraneana. - — Las líneas temporales superior é inferior que se inician siempre normalmente, son por lo general muy poco visibles, excepción hecha del cráneo 451 en el que se hallan bien mareadas. El trayecto que siguen no presenta mayores inflexiones pero, en el cráneo á que me he referido, se nota, inmediatamente después de cada estefanio, una curva, pronunciada dirigida hacia el plano sagital. Por lo demás, en todas las juezas que tengo á la vista, las líneas tem- porales llegan en su desamólo hasta la misma sutura, lambdoidea. líe medido, en las pocas piezas que me lo permitían, la distancia Lis Doublis, Traite des v.ariatiom des os du crdne, etc., 120. 95 — mínima, sí que se hallan situadas, una de otra, las líneas superiores ó inferiores, y en cuatro casos he obtenido los resultados siguientes: Distancia mínima absoluta Linca superior Linca inferior Milímetros Milímetros 451. 80 5)0 91 M. ....................... . 96 110 10» M. ....................... . 100 117 107 M. ....................... . 110 115 Bien, pues, esa distancia mínima entre ambas líneas temporales de los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos, es mucho menor que la considerada normal entre los Europeos, y las cifras correspondientes al número 451 no sólo acentúan la indicada diferencia, sin que se aproxi- men á formas completamente pitecoides. Doy á continuación algunos breves datos que ilustrarán mejor el punto que trato. Distancia mínima absoluta Procedencia Línea superior Línea inferior Observadores Milímetros Milímetros Europeo (Eslavo). . . . . 130 134 Topinard 1 Neocaledonio. ....... 53 70 » Enfcrorriano 451 ...... 80 90 O utos » 107 M. . . . 110 115 » Otros autores, aunque no expresan si so trata de la distancia mínima, han hallado entre los Americanos cifras aun menores que las obtenidas por mí. Así, Hyades y Deniker han medido 03 milímetros en cráneos de Yamanas 2 ; y Martin, 70 milímetros en la serie de Patagones que tan prolijamente ha estudiado 3 4. En cambio, Strauch ha constatado que en los viejos dolicocéfalos del Río Negro, ambas líneas temporales se hallan á distancias que oscilan entre 100 y 160 milímetros \ Por último, el espacio comprendido por los detalles anatómicos des- 1 Paul Topinard, Éléments tV Antkropologie générale, 800. París, 1885. * P. Hyades y J. Denikek, Mission scientifique da Cap Hora, 1882-1883, VII, Anthropologic-Ethnographie, 33. París, 1891. 8 Rudolf Martin, Altpatagonischc Schddel, en Yierteljahrsschrift der Natwrforsohen- den Gesellschaft in Züricli, Jubcíband, XLI, 509. Ziirich, 1896. 4 R. Lehmann-KPitsche, Altpatagonischc Sohüdel mil eigcnthiimlichen Verlctzungcn wahrscheinüch Nage-Spuren, en Verhandlnngen der Berliner Anthropologischcn Gcsclls- ckaft, 1900, 554, 556. Berlín, 1900. 96 criptos, es siempre lirifonne, disposición observada, también, en los Yamanas '. Como una consecuencia de la gran curva descripta por las líneas temporales, el planum tém parale se lialla casi siempre bien desarrollado, especialmente en el cráneo 451 y en el calvarium 91 M., en los que adquiere gran tamaño. En el cuadro XX aparecen reunidas algunas cifras que indican la fre- cuencia, en diferentes razas, de planum temporale con gran desarrollo. Es fácil darse cuenta (pie se trata de un carácter predominante en agru- paciones étnicas inferiores, siendo en cambio, muy poco frecuente entre los Europeos. CUADRO XX Frecuencia de planum temporale con gran desarrollo Número (le críneos Procedencia Por ciento Observador 110 Alemanes 1.8 Riidinger * 110 Asiáticos 10.0 Broesike 3 60 Asiáticos 8.3 Riidinger * 23 Africanos 50.0 Eridolin 1 219 Egipcios ' 1.9 Riidinger 8 A Primitivos habitantes del sur de Entre ¡líos. 2b. 0 Outcs 19 Australianos . 5.2 Riidinger i 2 74 Insulares del Sur 21.6 Eridolin 5 6 * i Hyadks y Dknikkií, Ibid., 33. - Prof. Doctor Rüdingur, Die líasscn-Schtidel und Skelete in der Konigl. Anato- minchen Anatalt in Manchen, culi. Schaakfhauskn, I>ie Anthropologischen Sammliuujen Dcutsvhlands, X, Miinehcn, 2 y siguientes; 94 y siguientes; 132 y siguientes; 110 y siguientes. Braunsclnveig, 1892. 3 G. Brohsiku, Das anthropologische Material des Anatomischen Mnseums der Ko- niglivhen Universitiit zu Berlín, en ScnAAKL’ll a USKN’, Ibid., V, Berlín, 22 y siguientes. Braunsclnveig, 1881. * J. Eridomn, Afrikanisohe Sohiidel, en Archiv fiir Anthropologie, XXVIII, 340 y siguiente. Braunsclnveig, 1903. 6 Eridolin, Siidseeschiidel, en Archiv fiir Anthropologie, XXVI, 692 y siguientes. Braunsclnveig, 1900. 97 Las tubera parietalia son siempre notables en G de los cráneos que tengo á la vista; en el calvarium 452 resultan casi nulas, y en la. calvaría 110 M., lian sido destruidas por una osteomielitis gomosa ('?). La posición de las tuberosidades respecto á las líneas temporales, la he observado siguiendo las indicaciones de Aigner. Este autor ha formado cinco grupos : en el número 1 la tuberosidad so baila, más arriba de la línea temporal superior, en el 2 sobre la misma línea, en el 3 entre la superior é inferior, en el 4 sóbrela inferior y en el 5 debajo de ella Los resultados que he obtenido aparecen reunidos en el cuadro XXI, mediante el cual podrán compararse con los referentes á otros pueblos. 1 P. Damasus Aigner, Ueber die ossa parictalia des Menschcn. Ein Bcitrag zur ver- gleichendcn Anthropologle, 114, figura 9. Miinclien, 1900. 98 X X O u ctS Ph uí & 0 T3 2 o d 0 d Ü 0 ÉH fe Aigxei!, I&irZ., 114 y siguiente. 99 — La disposición 1 y 2 no se observa entre los primitivos habitantes del sur de Entre líios ; la 3 se presenta con más frecuencia hacia la izquierda y el porcentaje por ambos lados se aproxima al que ofrecen los Hebreos, pero, en cambio, es mucho menor que el de los Alemanes de Munich ; la 4 da una proporción bastante cercana á la de los Europeos cpie acabo de nombrar y, por fin, en la 5, se llega á una frecuencia do- radísima, lo que no es de extrañar, si se tiene en cuenta la gran curva descripta por las líneas temporales y el buen desarrollo de la superficie de inserción del músculo temporal y su aponeurosis. Gara interna ó endocraneana. — Los surcos arteriosos que con- tienen las ramas de la meníngea inedia son siempre tres en todo el material que tengo á la vista, compuesto de dos pares de huesos, ade- más de otros cuatro aislados L Existe un surco situado en el ángulo antero-inferior para la arteria parietal anterior y otros dos que se des- prenden del borde inferior y que corresponden á las arterias parietales posteriores. Las impresiones vasculares de que me ocupo son, en la calvaría 109 M., igualmente desarrolladas por ambos lados, pero en el calvarium 107 M. se presentan mucho más visibles hacia el izquierdo. En todas las piezas de que dispongo, el surco destinado á alojar la arteria parietal anterior es mucho más pronunciado que los otros dos. y en la calvaría 109 M., á la derecha y á la izquierda, está constituido en su origen por una formación canaliforme. Todos los caracteres que acabo de enumerar — aunque implican va- riaciones — son absolutamente normales ; desgraciadamente, lo exiguo del material no me permite presentar resultados numéricos. Sin embargo, en el cuadro XXII he reunido algunas observaciones con el objeto de que los lectores de estas notas puedan ilustrar su crite- rio. También de ese modo les será fácil verificar que en los Europeos los surcos vasculares del lado izquierdo son mucho más desarrollados que los del derecho; luego el orden en la frecuencia corresponde á los dos lados desarrollados por igual; y, por último, es menos usual encontrar los del parietal derecho más marcados que los del izquierdo. También he agregado algunas pocas observaciones hechas por Danillo en cráneos de Negros. 1 En el resto del material, la observación so hace imposible a través del foramen magnum. 100 CUADKO XXII 1 * Frecuencia en el desarrollo de los surcos vasculares ce c Z £ ú & o Procedencia | Frecuencia j > p a £ ‘o ÍH o P-. I ’o S o > O P O ü t-l o p-1 Observador 437 Europeos 224 51 .25 162 37.07 51 11.66 Danillo 1 300 Italianos 181 61.33 41 13.66 75 25.00 Peí i 3 200 Franceses 122 61 .00 22 11.00 56 28 . 00 Le Do ubi e 4 5 20 Negros 6 30.00 14 70 . 00 — — Danillo 6 Primitivos habitantes del sur de Entre Ríos / so . oo / SO. 00 — — Oates Los pequeños surcos venosos (Inscriptos por Oscar Schultze u los he en- contrado con relativa frecuencia. Se trata en los casos que he anotado, de impresiones sulciformes situadas casi siempre en las proximidades del surco sagital, dirigidas transversal ú oblicuamente á la sutura sagi- tal, estrechas, y cuyo desarrollo alcanza 30 milímetros á lo sumo 7. Salvo el cráneo 451 y el calvarium 91 M., que no he podido examinar con la comodidad deseada, en todo el resto del material he hallado las losillas producidas por las vellosidades aracnoideas, conocidas gene- ralmente con el nombre de granulaciones de Paccliioni (foveolae granu- laren). Las pequeñas impresiones puntiformes, considerados por Ereme K i El signo > indica mayor desarrollo. S. F. D anili.O, Quelques considérations sur les sillona artériels de l’ciulocrdnc diez l’homme, en Bulletins de la Société d’ Anthropologie de Paria (tróisiémc serie), VI, US y siguiente. Paris, 1S83. 3 Peli, ex Lio Doui»lic, Traité des variations des os da crdnc, etc., 133 y siguiente. I Lio Domino, Traité des variations des os da erdne, etc., 134. 5 Danillo, Ibid., 119 y siguiente. II OsivAR Sciiultzio, Ueber sulci venosi meningei des Schadcldachcs, en Zeitsehri/t J'iir Morphologie and Anthropologie , I, 451 y siguiente, láminas XIV ;í XVI. Stuttgart, 1899. 7 lio encontrado las formaciones referidas en el cráneo 453, en la calvarla 109 M. y en el parietal 125 M. El rosto del material es imposible revisarlo con como- didad y seguridad. “ Gustavo Brémio, Ueber die durch Pacchioni1 sche Granulationen verursacliten Ein- driicke der Sohcidelknochen, en Zeitsehri/t fiir Morphologie and Anthropologie, 416 y siguientes. Stuttgart, 1903. 101 como la disposición más rudimentaria, las lie encontrado con suma fre- cuencia, especialmente á lo largo del surco que aloja la arteria parietal anterior, y del surco sagital. Igualmente abundan las losillas aisladas que constituyen el grupo 1 de Bremo; generalmente situadas en las proximidades de la sutura sa- gital y en el ángulo bregmático ; de forma circular, ovalada ó elíptica, iumque siempre poco profundas. Las del grupo II (umfassende Grubcn), las be observado solamente en el cráneo 453 y en el parietal aislado 124 M. Son circulares, elípticas y aun de forma irregular (cráneo 453); situadas cerca á la sutura sagital ó déla arteria parietal anterior y sus ramas, y con las impresiones se- cundarias puntiformes. En cambio, el grupo III constituido por acumulaciones locales de impresiones, está muy bien representado. Los lugares preferidos son los anteriormente citados; su forma es circular y la profundidad muy limita- da, excepción hecha de la calvaría 108 M. que muestra una aglomeración del tipo que me ocupa y que sólo ha respetado una débil capa de la tabla externa. Haré notar, que tanto en el tipo I como en el 11 y III, los tamaños son siempre reducidos: las impresiones circulares llegan á tres milí- metros de diámetro y las elípticas á siete milímetros. Por lo demás, mis observaciones coinciden con las de Bremo en cuan- to á la situación de las cavidades de Pacchioni que, usualmente, se ha- llan en los tercios anterior y medio del parietal. Borde superior. — El aplastamiento más ó menos marcado de la por- ción antero-superior de los parietales, que varía según los casos, y que es muy frecuente, produce una lofocefalia bastante notable pues los bordes de ambos huesos, al reunirse, dan lugar á una formación cresti- forme ( crista parietalis). La crista parietalis coexiste indistintamente con una construcción de la bóveda del cráneo ya en forma de tejado ( Hamform ), ó ya de las co- nocidas bajo las denominaciones de en dos d’áne y en carene. En mi ma- terial están representadas las dos primeras variedades. Este carácter importante y sobre el cual Sergi ha fundado unas de sus subvariedades craneanas, la ovoides lophocephalus , es raro entre los Europeos y sólo sé que Ecker lo ha observado en cráneos de los Itei- hengraber l. En Asia, se menciona con relativa frecuencia entre los Chi- nos 2 ; y en los pueblos de la Oceanía es usualísimo señalarlo, tanto en 1 Ecker, ex Matiegiía, Ibid., 375. 2 K. A. Habkrkh, Schaxlel und Skelclteile aus l'eking, Ein lieilrag zur somatisvheii Etimología der Mongole.n, 84, figura. 25. Jena, 1902. 10*2 los de raza Malayo- Polinesio (Chatam Sumatra 2, Marquesas, Ta- liiti, Mauguia y Nueva Zelandia 3), como en los Tasmanios 4 y Mc- lanesios !i. Por otra parte, la crista parietalis se halla con mucha frecuencia en las agrupaciones indígenas americanas, y aun en los pueblos hiperbó- reos próximos á América (Groenlandia) °. En la América del Norte se encuentran casos muy típicos entre los cráneos de los primitivos Californianos 7 y Pah Ute 8 ; é igualmente en Centro América, en el material retirado de las sepulturas de Santiago Tlaltelolco, Penoso de San Jerónimo y camino de Santa Fe 9. En la América del Sur, la crista parietalis puede considerarse como un carácter dominante en la mayor parte de sus pobladores indígenas, tanto del oriente como del occidente; aunque parece fuera aun más no- table en los del este, pero, conozco pocos casos del Perú, Chile y región Diaguita (República Argentina) En cambio, en el Brasil es muy marcada y frecuente en los Karaya, Kayapo é Ipurinas M, y ofrece formas altamente pronunciadas en los Botoeudos 12. I Hkiniuch Poli,, Uebcr Schadel und Skelete dcv Bewohncr der Chatham-Inseln, cu Zeitschrift fiir Morphologie und Anthr opolo gie, V, 14 y siguientes y 73. Stuttgart, 1902. •- V. Giukerida-Ruggeri, Crani c mandibolc di Sumatra, en Atti dalla Societa I to- ma na di Antropología, IX, 214 y siguientes. Roma, 1903. 3 Félix, von Lusciian, Sammlnng Baessler. Schadel von Polynesisclien Invehí, eu Vcrbffentlichungen aun dcm Koniglichcn M.useum fiir Vólkerkunde, XII, 29 y siguientes, lámina I y passim. Berlin, 1907. * Topinaud, Ibid., 717 y siguientes ; A. de Quatreeages y Ernest T. Hamv, Crania Ethnica. Les crdnes des races humaines, 221, figura 228. Paris, 1882. 5 G. Seugi, Specie e varietd úname. Saggio di una sistemática antropológica, 81, figu- ras 58 y 59. Torillo, 1900. 6 Welckeh, ex Matiegka, Ibid., 375. 7 Hudi.icka, Ibid., 55, láminas 1 y 2 ; R. VincilOW, Crania Ethnica Americana. Sammlnng auscrlesencr amerikunischer Schüdeltgpen, cu Zeitschrift fiir Ethnologie, 1892, Supplemcnt, lámina XXIV. 8 Virciiow, Crania, etc., lámina XVI. 9 E. T. Hajiy, Anthropologic du Mexiqne, en Mission scientifique aa Mexique el dans l’Amérique Céntrale. Recherches zoologiques pour servir á l’ Histoire de la f auné de V Amé- rique Central el du Mexique, premibre partic, 17 y siguientes, láminas I y siguientes. Paris, 1884. 10 ViiiCuowyOttHin, etc., láminas XXV y VII ; Ten Katk, Anthropologic, etc., 30, lámina, II, figura 4. II Paul Eurenreicii, Anthropologisehe Sindica nber die Urbewohner Itrasiliens vor- nehmlich der Staaten Mallo Orosso, Goyaz und Amazonas (Purus-Gcbiet), 137 y siguien- tes, figuras 50 y siguientes. Braunsehweig, 1897. 13 Laceuda eii. no e Rodrigues Peixoto, Contribuifoes para o estado anlhropologico — 103 — Ten Kate *, dice haber encontrado la crista parietalis en muchos crá- neos de Araucanos argentinos, y Venían la considera como uno de los detalles anatómicos característicos de sus Patagones hipsidolicocófalos ", Por último, todos los especialistas que han examinado material osteo- lógico procedente de la Fuegia, han hallado la misma formación, sin excepción alguna, en cráneos de Yamanas :I y A local o f 4. Por otro lado, en las piezas 451, 107 M., 91 M. y 109 M., he encontra- do, además, el torus parietalis lateralis de Waldeyer, por lo general poco pronunciado y que ocupa la pars brcgmática ó la media de la sutura sa- gital en una extensión que oscila en 20 y 30 milímetros. La formación á que acabo de referirme se ha señalado, también, en los Kayapo, Ipu- rina 8, Botocudos B y Yamanas 7. La depresión prelambdoidea señalada por algunos anatómicos, la lie encontrado en las piezas 107 M. y 91 M. ; en la primera con tendencia marcada á la forma llamada por Matiegka trigonum supra-lambdoideum s. obeliacum, mientras en el otro calvarium es, simplemente, una depre- sión reducida en las proximidades del obelio (sulcus sagiüalis externas de Barkow). Diferentes especialistas han descripto casos aislados que ofrecen va - riedades de la depresión referida pero, en el cuadro XXIII sólo he ren- das ragas indígenas do Brazil, en Archivos do Musen Nacional do Rio de Janeiro, I, 56 y siguientes, láminas JX-XI. Rio de Janeiro, 1876 ; Fu. M. Rey, Étude anthropolo- gique sur les Botocudos, 24 y siguientes, 53. Paria, 1880 ; J. Rodrigues Peixoto, Novas estados craniologicos sobre os Botocudos, en Archivos do Musen Nacional do Rio de Janeiro , VI, 209 y siguientes, figuras 2 y siguientes. Rio de Janeiro, 1885. 1 Ten Kate, Contribution, etc., 219 y siguiente. 2 René Vernau, Les anciens Patagona. Contribution d l’ étude des races précolombiennes de V Amériqne da Sud, 72, figura 4. Monaco, 1903. 3 P. Mategazza e E. Regalía, Studio sopra una serie di crani di Fuegini , en Ar- chivio per V Antropología o la Etnología, XVI, 504, lámina XVI, Firenzo, 1886; G. Sehgi, Antropología física della Fuegia, en AHÍ della llcalc Accademia Medica (serie II, III), 45 de la tirada aparte, láminas I y II, figuras 2 respectivamente. Roma, 1887. Hyades y Deniker, Ibid., 33, lámina XXVI ; J. Vilo. Hultkuantz, Zar osteolo- gie der Ona-und Yahgan-Indianer des Feuerlandes, en Svcnska Expeditionen till Mage- llanslanderna. Wissenschaftliche Ergebnissc der Schwedisch.cn Expcdition nach den Magc- llanslandern, I, 114 y siguientes, lámina XV, figura 1. Stockholm (sin fecha). 4 Rudolf Martin, Zar physischen Anthropologie der Fcuerlándcr, en Archiv fiir Anthropologie, XXII, lámir.a V, figura 1. Braunsclivreig, 1893. 6 Ehricnreich, Ibid., 145, 150 y 158, figuras 67, 68, 75, 92, 93. 6 Rodrigues Peixoto, Ibid., 225 y siguientes, figuras 14 y 16 ; 237 y siguientes, figura 22. T Hyades y Deniker, Ibid., 33, láminas XXIII y XXV. KEV. MUSEO LA PLATA. — T. XVIII. (VII, 19, 1911.) 7 104 nido los resultados obtenidos en series numerosas. Es fácil notar que la particularidad que me ocupa es sumamente frecuente en los Djagga, pe- ro, desgraciadamente, los porcentajes varían mucho en las series proce- dentes de otras regiones. Sin embargo, la depresión prelambdoidea en los primitivos habitantes del sur de Entre Ilíos se presenta con una frecuencia que se aproxima á la correspondiente á los Europeos y al- gunos asiáticos, aunque es mucho más elevada que la de los Americanos examinados por ltabl-ltückhard. CUADRO XXIII Frecuencia de la depressio praelambdoidea Humero de cráneos Procedencia Frecuencia Por ciento Observador EUROPA 30 Alemanes y Tiroleses 7 23.3 Broesiko 1 * ASIA 110 Asiáticos. 28 25.5 Broesike 1 21 Kalmukos 6 28.6 Fridolin 8 10 Buriatos 4 40.0 » ÁFRICA 23 Africanos 3 13.0 Fridolin 3 4 30 Djagga 21 70.0 Widenmann 1 AMÉRICA 57 Americanos 8 14.0 Rabí 5 Primitivos habitantes del sur de Entre Ilíos. . 2 25.0 O ates OCEANÍA 10 Australianos 1 10.0 Broesiko 6 74 Insulares del sur. 12 16.2 Fridolin 7 I Broesiiíe, Ibid., 7 y siguientes, 22 y siguientes. Fitmoux, Biirjílten-iind Kalmiiekcnschadel, en Archiv fiir Anthropologie, XXVII, 30l¡ y siguientes, llraunscliweig, 1902. a FaiDOi.iN, Afrikanisohe Schiidcl, etc., 340 y siguientes. 4 Wiiucnmann, Untcrmohung von 30 Dsehaggasohiiddn, on Archiv fiir Anthropologic, XXV, 385 y siguientes. Bruuuschweig, 1808. 4 Raúl, ex Matiegka, Ibid., 385. II Broesike, Ibid., 49 y siguientes. 7 Fjudoi.in, Siidsceschiidel, etc., 002 y siguientes. 105 Bordes posterior é inferior. — La única particularidad que lie notado en el borde posterior de los parietales, consiste en el desarrollo algo exagerado de la línea temporal superior que forma á lo largo de la sutura lambdoidea, un burlete regularmente acentuado (451, 107 M., 452 y 110 M.). Además, en las piezas 451, 107 M., 91 M. y 109 M., existe en el bor- de inferior, ya por ambos lados ó por uno solo, la crista s. processus aste- riacus superior, no muy pronunciada. Las formaciones anormales á que acabo de referirme, han sido seña- ladas con anterioridad por autores ya citados, en cráneos aislados pro- cedentes de Chile. [Huarilla, Machi (Virchow)], Estados Unidos [Pali- óte (Virchow)], Sumatra (Giuffrida-Ruggeri), etc. Por otra parte, Ma- tiegka ha encontrado la crista asteriaca superior , cuatro veces sobre un total de 10 cráneos de antiguos Californianos (Santa Posa), y ha obteni- do la frecuencia de 10 por ciento en 150 cráneos reunidos en osarios de Bohemia *. Alien, describe también, el mismo detalle anatómico en material os- teológico procedente de la Florida 1 2, y Martin habla de un burlete seme- jante al que yo he encontrado en la terminación de la línea temporal su- perior, y que parece fuera bastante frecuente éntrelos antiguos Patago- nes 3. Desgraciadamente, el número do observaciones es muy limitado para asignar á la particularidad que me ocupa, el valor de carácter de raza. § Y. TEMPORAL 1 . — Porción escamosa Tamaño y forma. — Considerada en su conjunto la escama del tem- poral de los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos, varía mucho en su tamaño. En algunas de las piezas que tengo á la vista (451 y 107 M.), se presenta muy bien desarrollada, en otras (108 M. y 110 M.) es mediana, y también las hay muy reducidas y bajas (91 M. y 109 M.) Cara externa ó exocraneana. — El surco temporo-parietal externo que aloja á la arteria temporal profunda posterior, se presenta normal- 1 Matiegka, Ibid., 368. 5 Harrison Aleen, Crania from the monncls of the St. John’s River, Florida: A su- tudy made in conection with crania from others parts of South America, en Journal of the Acadcmy of Natural Sciences of Philadelphia, X, 369 y siguiente. Philadolphia, 1896. 3 Martin, Altpatayonische, etc., 510. 106 mente en los siete casos que lie podido revisar, aunque, por lo general, muy poco visible. Las más de las veces se nota mejor en su origen, y se reconoce apenas en la porción parietal. No lie observado tendencia al- guna que indique mayor pronunciamiento por el lado derecho, y sólo en el calvarium 91 M. falta á la izquierda. De cualquier modo, en todo el material revisado existe la impresión vascular. Le Double hace notar que Poirier ha señalado la referida disposición anatómica en un 50 por ciento de los casos observados (Franceses) y Zoja en 25 por ciento de sujetos (Italianos); mientras él mismo, en Tours, ha verificado que la ausencia del surco temporo parietal consti- tuiría la excepción '. Las referencias del anatómico francés indican, pues, que la impresión vascular que me ocupa es, indudablemente, mu- chísimo más frecuente entre los primitivos Entrerrianos que en los En ropeos. Los canalículos destinados á dar pasaje á los minúsculos del sistema emisario temporal, tan bien estudiados por Bovero y Calamida 1 2, los lie encontrado 8 veces al revisar 17 temporales (17,00 °/0). En dichas 8 ve- ces he hallado 11 forámenes, de los cuales: 8 suprazigomáticos (57,11 °/0), 8 infrazigomáticos (21,13 °/0) y 3 prezigomáticos (21,13 °/0). Los foráme- nes suprazigomáticos son todos anteriores; mientras 2 de los últimos son inferiores y sólo 1 superior. La posición de la abertura exocraneana coincide, salvo la instabilidad que siempre existe en estas formaciones, con la señalada por los autores nombrados. El calibre, en general, es de tres cuartos de milímetro; más escasos son los de un milímetro; y, sólo el foramen suprazigomático anterior izquierdo del cráneo 151, alcanza á dos milímetros de diámetro. La multiplicidad de forámenes de un mismo grupo ó subgrupo es rara: sólo he hallado en el lado derecho del cráneo 151, dos forámenes suprazigomáticos anteriores (12,50 °/u sobre el total de S de ese tipo). En cambio, es común la coexistencia de formaciones pertenecientes á gru- pos diferentes : así, por ejemplo, he anotado 1 infrázigomátieo lateral con 1 suprazigomático anterior; 1 suprazigomático anterior con 1 pre- zigomático inferior, etc. Por otra parte, en la cara posterior del tuberculum articulare (110 M., lado izquierdo) y en el fondo de la fossa mandibular is, dispuestos en el sentido del eje mayor (153, lado derecho), he hallado uno y dos foráme- nes, respectivamente, cuyo valor no me atrevo á asignar dada la lite- 1 Lis Douhlk, Traité des variations des os da erdnc, etc., 121. 5 Alfonso Hoveko y Umijerto Calamida, Canali venosi emissari temporali squa- mosi c petrosquamosi, en Memoria della llcale Academia dolía Scicnzc di Torillo, serie 11, l.III, 159 y siguientes, con dos láminas. Torillo, 1903. 107 — ratura limitada y el material de comparación escaso de que dispongo. Mis observaciones, desgraciadamente, no pueden ser comparadas en forma alguna con las de B overo y Calamida. En primer término, estos anatómicos después de revisar 2472 temporales, en su inmensa mayoría- de Europeos, sólo hallaron en 414 (16,74 °/0), rastros de canales emisa- rios 1 2 ; y, por otra parte, la frecuencia de sus diferentes grupos dentro de aquel conjunto limitado, es de 15,94 por ciento (suprazigomáticos), 81,88 por ciento (infrazigomáticos) y 2,17 por ciento (prezigomáticos) á. La linea tempo ralis se presenta en algunos casos (451, 108 M., 452, 453 y 8946) como un levantamiento que sigue sin interrupción algu- na á la rama ascendente de la raíz longitudinal del proceso zigomático, mientras que en otros (107 M., 110 M., 109 M., 8945 y 127 M.), existe una evidente solución de continuidad entre ambos, resultando de ello que la cresta se eleva como un burlete aislado sobre el processm mas- toideus. Excepción hecha del cráneo 451, en todo el resto del material la su- perficie de inserción del músculo, es muy poco rugosa, siendo más fre- cuente ¡a terminación del burlete en una arista más ó menos pronuncia- da, aunque en muchos casos la sección de la cresta es francamente con- vexa. El doctor Fernando Pérez, de Buenos Aires, ha tratado de determinar la dirección que sigue la linea temporalis en su trayecto suprameático. Aunque no me satisface el procedimiento seguido á propósito de este asunto por el distinguido investigador, me referiré á sus observacio- nes, ya que en esta memoria no deseo sino ofrecer el mayor número de elementos de comparación. El doctor Pérez, valiéndose de 120 temporales, ha establecido seis variedades; la 1, oblicua de 45 grados; la 3, 5 y 6 casi horizontales, siendo la 2 y 4, formas de pasajes entre los dos primeros grupos. En el cuadro XXIV lie reunido sus resultados numéricos y los que yo he obtenido. 1 Boyero y Calamida, Ibid., 190. 2 Boyero y Caramida, Ibid., 188, 190. 108 CUADRO XXIV Frecuencia de formas de trayecto suprameático de la linea lemporalis Mis observaciones en el material exótico de que dispongo, coinciden con las del doctor Pérez, en cuanto se refieren á establecer que las va- riedades más frecuentes son las casi horizontales. Por otra parte, la linca temporalis en el resto de su trayecto, va ele- vándose paulatinamente basta llegar á la sutura temporo-parietal, al- go más arriba de la incisura parictalis. Sin embargo, en esta parte del desarrollo del burlete, el trayecto es poco curvilíneo, especialmente, en el cráneo 451. Haré notar, por último, para terminar este asunto, que la linea temporalis de los primitivos habitantes del sur de Entre Píos, es se- mejante por sus caracteres morfológicos á la que presentan los Europeos estudiados por Blaschy, y en cambio, no lio hallado en caso alguno, la forma acodada de que habla Dalla liosa 1 2. El processus postglenoideus se presenta constituido en la mayoría de los casos (451, 107 M., 108 M., 452, 453 y temporales aislados 8040 y 127 M.), por una apófisis laminar, más ó menos manifiesta, de base ancha y ápice redondeado, aunque generalmente cortante (fig. 9). En el cal- varium 91 M. y en la calvarla 100 M., está formado por un tubérculo mamilar de base algo ancha y ápice romo (fig 10). Por último, en las pie- zas 110 M. y 8045 falta por completo la formación que describo. Resulta, pues, que considerando los 0 casos en que se presenta el 1 F. Pérez, Oreille ct cncéphaln. lítude d’ anatomía chirurgicale, 14. Buenos Aires, 1905. 2 Rü dolií Bi.asciiy, Uebcr (lie crista supra mastoidea des Schlafenbeins, 33 y siguien- tes. Konigsborg i. l’r., 189G. proccssus postglcnoideus, en 77,77 por ciento la formación es apofisiaria y en 22,22 por ciento tuberculada. Advertiré que la disposición en apófisis, no es, indudablemente, la más frecuente en los Europeos. Examinando las numerosas cifras que lie reunido en el cuadro XXY ', 4 3 2 1 8 10 Fig. 9. — 1, Tabercalum articulare; 2, i'ossa manclibularis ; S, Froccssus post- glenoideus; 4, Facies témpora-lis; 5, Saleas arteriae temporales mcdiae; (i. Li- nea temporales ; 7, Zona cribada de Cliipault; 8, Spina supra meatum 9. Frocessus mastoicleus ; 10, J [catas acústicas externas (127 XI.. !/,). noto que el processus postgUnoideus bien marcado, es tan frecuente por ambos lados simultáneamente en los primitivos Entrerrianos como en 1 Con el objeto de poder correlacionar los resultados numéricos de Loewenstein, Cabibbe y míos, lie resuelto hacer una alteración fundamental en el cuadro XXY. Los porcentajes que figuran en él los be obtenido con respecto al número de obser- vaciones y no al de cráneos. Las causas son las siguientes : Cabibbe, en sus estadís- ticas, hace figurar más de una observación para cada cráneo ; es decir, ha anotado las variaciones del processw postylcnoideus tanto del lado derecho como por el izquier- do de la misma pieza. En cambio, Loewenstein y yo, no hemos tomado en conside- ración pequeñas diferencias entre uno y otro lado ; de ahí, que cada observación simple se refiera á los dos temporales. Sin embargo, para no perder las importantes investigaciones de Cabibbe, he considerado el número de cráneos revisados por Loewenstein y yo, como si se tratase de igual cantidad de observaciones y los casos los Europeos examinados por Loewenstein, aunque las trazas de la mis- ma formación aparecen mucho menos que en los Italianos de Cabibbe. En cuanto á la falta absoluta, se reduce casi en la mitad, comparada con la que ofrecen la totalidad de los Europeos normales. Puede inferirse de 3 4 G Fig. 10. — 1, Proeessus mastoideus ; 2, Spina supra rneatum; 3, .Mea tus acuáti- cas externas; 4. Proeessus postglcnoideus ; 5, Proeessus zigomaticus ; G, Tuber- culum articulare (91 51., ’/,). ello (pie el proeessus postglenoklcus es más frecuente en los primitivos ha- bitantes del sur de Entre Píos «pie en los Europeos. en que Cabibbe lia hallado bien desarrollado, trazas ó ausencia de proeessus postgle- noideus simultáneamente á la derecha é izquierda, están equiparados cada uno de ellos á una sola observación. Inoficioso me parece decir que las observaciones referentes á la derecha é izquierda, las he computado independientemente. Frecuencia del processus postglenoideus 111 :© w 4 S5 *C¡ CQ 6 & 8 tí "1 c £> S£ •«?* .§ *3 o §0 'tí I <50 tí 'tí fe *■0 iS Y 3 H ■fí Y S£ • L> SO > &3 00 O rH ^ r m Jt* '2 ■ W bD n Eh © pS Sí 'tí Si OI ^ ° § 2 'tí ^ "I cf $ g tí» QP 00 „ O m O s3 tí fe© m M 3 ^ «s o fe ¡&1 'fe *» ¡8 5 -S o - -S 8 112 Sólo en un caso (temporal aislado 8946) la fossa mandibularis es real- mente normal. En el resto de mi material se presentan las variaciones morfológicas (pie paso á describir- Un buen número de veces (1 10 M., f 453, 109 M., 8945 y 137 M.), el tu- bcrculum articulare, que constituye el límite anterior de la fossa. se 2 lialla muy bien desarrollado y for- ma una pared elevada y casi vertí - cal: en cambio, la raíz longitudinal del proceso zigomático, que es, co- mo se sabe, un elemento de impor- tancia para el límite externo, no existe en forma alguna (fig. 11.) Es- te tipo, corresponde perfectamente r"! á la fossa a doccia , dcFolIi ’. Además be observado, entre la la normal, otra intermedia (107 M. y 91 M.) en la cual la raíz longitudinal es apenas visible (fig. 13.) En el cráneo 451 y en la cal- varía, 108 M. el tubcrculum tien- de á atenuarse evidentemente lo mismo que la raíz longitu- dinal, disposición que encuen- tro mucho más típica en el cal- varium 453, y que hace recordar la forma pitecoide descripta por el anatómico citado (fig. 13.) Desgraciadamente, no conoz- co estadística alguna que resu- ma las observaciones verificadas hasta ahora, sobre la morfología de la fosa mandibular en dife- rentes razas, pero, esto no obs- tante, liaré notar que la forma normal en los primitivos habi- tantes del sur de Entre Ríos co- rresponde al 9,09 por ciento de los casos, el tipo a doccia á 45,45 por ciento, su variedad atenuada á 18,18 por ciento y las fosas abiertas, ca- si pitecoides á 37,37 por ciento. 1 Riccakdo Foi.i.i. Riccrche milla •morfología délla cavila glenoidea, en Avcliivto per l’ Antropología c la Etnología. XXIX, 199. Firenze, 1899. Fig. 12. — 1, Fissura petrotympanica ; 2. Fossa man- díbula ris ; 3, Tubcrculum articulare; 4. Trocessus zigomaticus ; 5, Sutura sphenosquamosa ; G. Fora- men ovale; 7, Foramen spinosum ; S, Spina angu- la ris ; 1). Foramen caroticum externum ; 10, Fossa jugularis (01 M., derecha, l¡¡). Fig. 11. — 1, Processus zigomaticus : 2, Tubcrcuh articulare ; 3, Fossa mandibularis (110 M.. lf j) forma que acabo de describir y 113 — Martin se expresa en la forma (pie sigue al ocuparse de la fossa man- (libularis de los antiguos Patagones. Besonders in die Augen faüend ist die Ausbildung der fossa mandibu- laris. Diesel be ist ausserordentlich (jerdtmig, in der sagitalem liichtu ng bedeutend verlangert und im Guazca- seicht. Das Tympanicum, das die Hintertcaud dev Gelenlcgrube bildet. 2 ist nicli t senJcrecli t gcstelU, so adera wendet sich starJc nach Maten and bildet an der Stelle, a a welcher es in die liorizontale Laye umbiegt, lceine 5 scharfe Xante, sondern nur Anea ganz seMcachen Kaochemcal-l Se ve, pues, que se trata de un tipo de los hallados entre los antiguos Entrerrianos y que parece se en- contrara con relativa frecuencia ainerica- 3 Fig. 13. — 1, I’roccssus zigomaticus ; 2, Tubercu- lum articulare ; 3, Fossa mandíbula lis ; 4, Fis- sura petrotympanica ; 5, Mcatus acústicas ex- ternas (452, izquierda, */,)• en diferentes agrupaciones étnicas ñas Antes de pasar adelante, conviene dar una somera idea sobre la topografía de la región en que se halla la fossa mandíbula ris. Pablo Bartels ha establecido tres tipos: entre los dos primeros la diferencia fundamental es- triba en la existencia, en el II, de una cresta estilo-timpánica, de que carece el I, y (pie termina en un punto más ó menos pronun- ciado (pie llama el autor tuberculum tympani- cum. La forma III es, simplemente, de transi- ción 1 2 3. En mi material he encontrado, sin excepción alguna, el tipo I I, con las crestas petrosa y estilo-timpánica más ó menos des- Fig. 14. — 1, Processits styloideus; 2. Spina angularis ; 3, Tuberculum articulare ; 4, Tuberculum tympa- nieum ; 5, Frocessus mastoideus (IOS, M., izquierda. */,). arrolladas, lo mismo que el tuberculum (fig. 14.) Agregaré, que en la calva- 1 Martin, A l tpataijon iselie Schaüel, etc., 518, figura 3. 2 Kobert Lkhmanx-Nitsciie, No tt relies reclierclies sur la formation pampéame et V homme fossile de la Républiqitc Artjentine. Recueil des contributions scicntifiqaes de MM. . C. Burckhardt, A. Doerinej, Friih, II. von Ihcring, II. Leboucq, Jt. Lehmann- Nitsche, R. Martin, X'. Ilutli, W. R. Scoit, G. Steinmann et F. Zirkel, en Revista del Museo de La Plata, XIV (segunda serie, I), 344. Buenos Aires, 1907. 3 Bartels, Ucbcr GcscliIeelitsunterseUiedc am Schddel, 27 y siguiente. Berlín, 1897. — 114 — ría 108 M. y por el lado izquierdo existe, bien visible, la fossatympánico- stiflo-mastoiflea de Tliieme, que se presenta, atenuada en la región de la derecha. El tipo II de Bartels, no es el más frecuente entre los Europeos (23,5 % o* y 38,1 °/0 9)> 11 ' aun entre los Malayos (33,3 °/„ cf 00,0 °/0 9)i ei1 los que se presenta, mucho más usualmente, la forma sin cresta estilo- timpánica (Europeos 55,0 % o* y 13,-1 °¡0 9; Malayos 10,0 °/„ cd y 20,0 °/o 9)- Martin describe, en su material patagónico, algunos casos que corresponden al II tipo de Bartels y mencionados cráneos que ofre- cen \v\fosna de Tliieme. Cara interna ó endocraneana. — Mis observaciones en la cara en- Pig. 15. — 1, Facies anterior pyramidis ; 2, Fací es cerebrales ; 3, J1 Largo parietales ; 4, canal arterioso mira escamoso, cuya dirección está indicada por la seda (127 !M,, izquierda, 1 / j ) . docraneana de la escama del temporal, me han ofrecido poquísimas par- ticularidades. Sólo mencionaré que en el hueso aislado 127 M., he ha- llado un pequeño canal arterioso infraescamoso que se inicia en un pequeño surco, posible alojamiento de nna rama de la arteria meníngea media, (pie sigue un trayecto de abajo á arriba y de delante hacia atrás y desemboca sobre el corte en bisel de la articulación temporo-parie- tal (íig. 15.) Este tipo de canal infraescamoso, que ha sido objeto de un estudio especial por parte deCutore como los descriptos por Gruber, Tenchini, Hovero y Calamida, (ti uffri da-Ruggeri , Frasetto y Le Double, son muy 1 Xo poseo c] trabajo especial ele Cutoro, pero lie podido consultar una breve nota aclaratoria did misino autor. (Véase, Gaki a.no Cvtokis, Ancora di mío spccialc canal perforante arterioso nclla squama tcmporale delV nonio, en Anatomischcr Anzeiger, XXIX, 579 y siguientes, figuras 2 y 3. .lena, 190(i. 115 poco frecuentes pues sobre un total de 7 G50 cráneos examinados por los anatómicos nombrados, sólo ha sido hallado en 0,0 por ciento de los casos b Desgraciadamente, no puedo expresar en cifras su frecuencia entre los primitivos Entrénanos pues sólo dispongo de dos temporales aislados en condiciones de poder ser revisados. Circunferencia. — En 1905, Gi ufí'rida-liuggeri describió por prime- ra vez un prolongamiento, casi siempre triangular ó lingüiforme, del borde superior de la escama, dirigido hacia el interior del parietal y al que designó con el nombre de processus ensiformis s. Por otra, parte, Buntaro Adaclii, quizá ignorando las investigaciones del distinguido anatómico italiano, ha descripto hace muy pocos meses, bajo el nombre de processus parietalis squamae tcmporalis, una formación que, sin cono- cer el estudio original de Giuffrida-Ruggeri, no titubeo en considerar idéntica al processus ensiformis 1 * 3. La referida espansión de la escama, bastante frecuente en los Euro- peos y Japoneses como lo evidencia Adachi, se halla muy poco desarro- llada en los primitivos habitantes del sur de Entre Píos y, en algunos casos, no existen rastros del processus. La región del pterio, en casi todos los cráneos (pie tengo á la vista, se halla destrozada ó la sinostosis lia hecho desaparecer los detalles más importantes. Únicamente el cráneo 451. y el calvarium 91 M., están en mejores condiciones para el examen. Por el lado derecho de la última pieza á que me he referido, se nota un prolongamiento de la escama hacia el frontal, pero la obliteración casi completa de la pars temporalis do la sutura coronal, me impide constatar si se trata de un processus frontalis squamae temporalis rudimentario, ó de un simple pterio en K. En el cráneo 451, á pesar de la sinostosis, se ve claramente que el pterio por ambos lados es en forma de H, y al mismo tipo pertenece el del lado izquierdo del calvarium 91 M., pero, existe en esa región, una estenoorotaña 4 manifiesta, aunque sin formación canali forme, teniendo 1 Le Douule, Traite des variations des os de la face, etc., 436. - No couozco el trabajo original fio Giuirritla-Ruggeri, publicado en 1904 en el Monittore Zooloyico Italiano, y sólo tengo breves referencias incidentales contenidas en otras publicaciones (Cutore, Ibid., 581, figura 2 ; Le Douule, Imitó des varia- tions des os de la face, etc., 437). 3 Buntaro Adachi, Processus parietalis squamae temporalis, en Zeitschrift fiir Mor- pholoyic und Anthropoloyic, X, 485 y siguientes, láminas XXX á XXXII. Stuttgart, 1907. 4 Á propósito do ostenocrotafia, he notado que muchos autores no establecen, con claridad, el valor do esa designación y quizá la apliquen, en algunos casos errónea- mente. Así, por ejemplo, Ten Kato habla de Vcnfonccmcnt particular du ptórion qui 11(5 — la sutura parietoesfenoidal cinco milímetros de desarrollo, cifra muy inferior á la media normal obtenida por lianke (D, 1 2"““ 4 ; I, llmm9 ; media genera], 1 2mml 5, para ambos lados) en 100 cráneos de antiguos Bávaros El exiguo material de que be dispuesto para redactar esta parte de mis observaciones y la misma duda manifestada al referirme al supuesto processusfrontalis squamae temporalis del calvarium 91 M., me obliga á no tomar en consideración las observaciones de otros especialistas y, mu- cho menos, formular porcentajes. Lo que acabo de expresar puede refe- rirse igualmente á la estenocrotaña 2. 2. -- Porción mastoidea Forma é impresiones musculares. — En la porción del temporal que comienzo á estudiar, las variaciones individuales son múltiples. Desde luego, la forma del processus mastoideus, no ofrece un tipo único y bien definido que sólo podría establecerse contando con un material osteológico numeroso. Sin embargo, en los individuos que he atribuido al sexo masculino, el processus se presenta ancho, corto, con el ápice francamente redondeado y de conjunto general macizo (451 ; 108 M., lado izquierdo ; y 110 M.) (fig. 9); aunque en uno de ellos (108 M.) existe una diferencia por el lado izquierdo cuyo processus es estrecho, largo y algo puntiagudo. Esta última disposición la he encontrado, también, aunque con el ápice redondeado en las piezas 107 M. y 452. En los individuos femeninos, la forma masculina del cráneo 451, que casi me atrevería á considerar típica, se presenta atenuada y con dife- Virchow a designó s ous le nom de stónocrotnphie (Ten Kate, Contribution, etc., 220). Sin embargo, puede existir el hundimiento á que se refiere el antropólogo holandés y no haber estenosis del ala magna del esfenoides. Yirchow ha definido bien clara- mente el carácter que motiva la presente aclaración (véase Virciiow, Ueber einigc Merkmale, etc., 51 y siguiente) y aun en simples manuales dé Antropología so esta- blece claramente que puede ó no coexistir la estenosis con una depresión más ó me- nos canalií'orme (véase, por ejemplo, Emil Schmidt, Anthropologische Methodcn, Anleitung zum Beobachten und Sammeln fiir Laboratorium und lleise, 273. Leipzig, 1888). 1 JoanneS Ranee, Die Schddel der altbaycrisehen Landbevblkerung, en Beitrage zur Anthropologie und Urgesvhichte Bayerns, I, 279. Mánchen, 1877. * Pueden revisarse, sin embargo, las estadísticas de Anucliin (Ibid., 37 y si- guiente) sobre la frecuencia de las anomalías á que me lio referido en el texto ; y, á cambio de la obra original, los resúmenes publicados por (J. de Mérejkowsky (llevuc d’ Anthropologie, douxiémo sério, V, 357 y siguientes. Paris, 1882) ó 11. títieda (Biolo- gischen Ccntralblatt, II, 38 y siguientes). Ten Kate es el único que ha reunido, en material argentino, algunas observaciones sobro el particular (Ten Kate, Contribu- tion, etc., 220 ; Anthropologie, etc., 30). 117 — rentes gradaciones de desarrollo. Existe, también, una excepción en la pieza 8945 cuyos procesos mastoideos son estrechos, largos y de ápice puntiagudo. Además, en un buen número de casos, el gran desarrollo del diámetro transversal (pie coincide con la línea de separación de los segmentos su- perior ó inferior del jrroccs- sus , contribuye á que el ápice parezca dirigido ha- cia el plano medio ó sagi- tal. 4 Al revisar los procesos mastoideos de los primiti- vos habitantes del sur de i Entre Ríos, me ha sor- prendido la fuerte inser- ción del complexo menor que, en varios casos, forma una ranura más ó menos profunda (fig. 10). Esta particularidad se Fig ha señalado en 4 por cien- to de los cráneos de los antiguos habitantes de la región Diaguita, estudia- dos últimamente por Fernando Thibon, quien ha considerado á la impre- sión muscular que me ocupa como una ubicación anormal de la incimra mastoide b No me explico el error en que ha incurrido el doctor Thibon, tanto más cuanto «pie en todos los casos (pie ha considerado excepciona- les, existe la incisura y la crista d'ujastrica, muy atenuadas, pero fácil- mente identificadles. Por otra parte, en el proceso representado en la fi- gura (57 de su monografía, existe un gran desarrollo en profundidad y elevación de la incisura y de la crista , respectivamente, siendo un caso típico y en verdad inconfundible. Segmentación. — En el calvar ium 107 M., existe en ambos procesos restos de la sutura petroescamosa externa, que ocupa una extensión de ocho milímetros por el lado derecho y 15 milímetros por el izquierdo. La persistencia unió bilateral de esa sutura primitiva no es muy fre- 16. — 1, Sulcus 2>ro arl. vccipita lis ; 2, I neis ara mastoi- clea ; Inserción del complexo menor; 4, Processus mastoi- deus ; 5, Crista digastrica ; 6, Condylus oecipitalis ; 7, Cana- lis conclyloideus ; S, Foramen occipitale magnwm (451. de- recha, 1 /.). 1 Fernando Thibon, La región mastoiclea de los cráneos Calchaquíes, 36, figuras 49 67, 84 y 90. Buenos Aires, 1907. Este estudio ha sido también publicado eu los Anales del Musco nacional de Buenos Aires , XVI, 307 y siguientes. Buenos Aires, 1907. 118 — cuente entre los Europeos, siendo los porcentajes mucho más elevados en los Americanos, Diaguitas y Eutrerrianos primitivos estudiados hasta ahora (cuadro XXVI.) CUADRO XXVI Frecuencia de persistencia de la sutura petroescamosa externa 2 | o P C í- •p © *A £ Procedencia © O © Por ciento Observador 760 Europeos l 0.13 Legge 1 II 300 Europeos 15 5.00 Kirclmer 1 200 Europeos 3 1.50 Le Double 1 100 Diaguitas 6 6.00 Thibon 2 9 Primitivos habitantes del sur de Entre Ríos / 11.11 Oates Cara externa ó exocraneana. — En (i piezas cuyas condiciones de conservación permiten su examen, he encontrado 14 forámenes mastoi- deos, de los cuales 8 situados más ó menos normalmente, 2 en las proxi- midades de la sutura parietomastoideo, y 4 en la misma sinartrosis occi- pitomastoideo. Por otra parte, en la pieza 108 M., la formación referida falta por ambos lados y en la 107 M., la ausencia es tan sólo á la izquierda. Respecto al número de forámenes en ambos processus de un mismo cráneo, he anotado : Casos Uno por ambos lados en 3 Dos por ambos lados en 1 Uno á la derecha en 1 Uno ¡í la derecha y dos á la izquierda en . ... 1 En el cuadro XXVII aparecen reunidas mis observaciones y las de Thibon, única estadística que he podido consultar. Sin embargo, las frecuencias centesimales en los Diaguitas y primiti- vos habitantes del sur de Entre Ríos, sólo coinciden ó se aproximan en los casos de 2 forámenes, tanto á la derecha como á la izquierda, ó en aquellos en (pie existe 1 á la derecha y 2 á la izquierda. I Lio Dounr.ic, Traite den variations des os da crdne, etc., 295. II Tiiidon, Ibid., 12. — 119 — CUADRO XXVII Frecuencia y número de los foramina mastoidca Número de cráneos Procedencia Falta 1)6 1 1 D 6 I 2 D6I 1 D 1 I) y 2 I Observador .2 ’o P V V A 35 Usa 12 34.28 4 11.43 5 14.28 2 5.71 Baner 1 62 Suizos 28 45.16 7 11.29 9 14.51 ii 17.74 » 60 Romanos 30 50.00 — — 30 50 . 00 — — Biancliini 8 60 Eslavos 22 36 . 66 — . — 38 63.33 — — » ASIA 23 Birmanos 8 34.78 — — 7 30.43 2 8.69 Baner 1 19 Battak 11 57.89 1 5.26 1 5.26 i 5 . 26 » 5 Timoros. — — 3 60 . 00 — — — — » 10 Malayos. 6 60.00 1 10.00 3 30.00 — — » 5 Chinos 2 40.00 — — 2 10.00 — — » 1 Alfares i 100.00 — — — — — — » O Dravidas i 50.00 1 50.00 — — — — » ÁP1UCA 18 Egipcios 10 55.55 4 22.22 — — 3 16.66 Baner 1 4 Negros. — — 2 50.00 1 25.00 — — » AMÉlfICA 7 Botocmlos y otros Ainori- canos 4 57.14 i 14.28 — — 1 14.28 Baner 1 3 Fueguinos. . 2 66 . 66 — — — — 1 33.33 » // Primitivos habitantes del sur de Entre Ríos . . . 8 4.7.45 2 18.18 í 3(1 . 3(1 — — Outcs OCHANÍA 2 Australianos . . v 50.00 — 1 50 . 00 — — Baner ■ 60 Melanesios i 6 . 6( — 56 93 . 33 - — Biancliini 8 6 Maoris 3 50 . 00 — 2 33 . 33 - — Baner 1 5 Papuas 3 60.00 — i 20.00 — » i Baueh, Ibi(l., 176. * Bianchini, Ibid., 102. 129 Por lo demás, las cifras obtenidas en los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos, indican cierta frecuencia en las formas de processus alveo- lar is bastante semejante á la ofrecida por otros Americanos, en los cua- les predominan las arcadas dentarias curvilíneas y divergentes, y son mucho más raras las curvilíneas y convergentes. Por último, á mero título informativo, liaré notar que en los 214 crá- neos estudiados por Bauer, sus formas de transición se presentan con la frecuencia siguiente : entre elipsoides é ipsiloides, 7,09 por ciento; entre ipsiloides y paraboloides, 10,7 por ciento. 4. — Proceso palatino Cara inferior ó palatina. — Los surcos vásculo-nerviosos que se observan de ordinario en esta cara, se presentan normalmente en siete de las ocho piezas que tengo á la vista. Sólo en la 121 M., se notan tres impresiones por cada lado, desprendidas de un surco común que se ini- cia en el orificio inferior del foramen palatinum posterius ; siendo el sul- cus palatinas lateralis mucho más profundo y ancho que los dos me- dianos. Borde anterior. — ■ He encontrado algunas variaciones en Ja línea de separación del piso nasal con el plano subnasal. En el calvar ium 91 M. y en la pieza aislada 119 M. se observa hacia un lado la forma an- thropina 1 usual, reemplazada en el otro por una gouttidre simienne no muy típica. La 120 M., además de ofrecer por el lado izquierdo la disposición pi- tecoide, tiene el derecho constituido de tal manera que pueda referirse á la forma infantilis de Mingazzini. Por último, en la 118 M., la catarrinia se nota ya bien definida. En el i’esto del material, es decir, en 7 maxilares superiores, se pre- senta por ambos lados la formación clásica. Las diversas variaciones que acabo de mencionar, han sido objeto de estudios detenidos por parte de Topinard 2 y Mingazzini, quienes han formado con ellas varios grupos; y, si bien ambos antropólogos di- 1 G. Mingazzini, Ueber dic onto- und plúlogenetische Bedcutung der vcrschicdcncn For- men der apertura pyriformis, en Archiv fiir Anthropologic, XX, 176. ISraunschweig, 1891-1892. Observo la nomenclatura do acpiel anatómico. - P. Topinard, Du prognathisme alvéolo-sous-nasal, en Bcvue d’ Anthropologic, I, 535 y siguientes. Paris, 1872 ; véase, igualmente, P. Topinard, Du bord inféricnr des narines sur le crdnc ct des caracteres de supériorité ou d’infériorité qu’il fournit, en lhdletins de la Société d' Anthropologic de raris (troisién le serie), IV, 184 y siguientes. Paris, 1881. 130 — Aeren en algunos detalles, sus clasificaciones coinciden en lo substan- cial. En los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos, predomina (03,63 °/o de los casos) el tipo clásico, que los dos especialistas citados consideran propio de las razas blancas, semíticas, indo europeos, etc. En cambio, la gouttiére simienne doble que se halla con tanta frecuencia en los Negros de África, en la mayor parte de los pueblos americanos, Aus- tralianos’, etc., alcanza apenas al 9,09 por ciento. El remanente, ó sea el 27,27 por ciento de los casos observados, no presentan, como lo he he- cho notar, la homología que debiera existir en la construcción de ambos lados del borde ó plano inferior de la apertura pyriformis, y es por ello que los he excluido de las estadísticas reunidas en los cuadros XNXTI y XXXIII. 1 P. Topinakd, Elude sur les Tasmaniens, en Mémoires de la Société d’ Anthr opolo gie de París, III, 322. París, 1868 ; véase, también : P. Topinakd, Sur les Tasmaniens, en Bulletiu8 de la Société d’ Anthropologie de París, (IIa série), IV, 646. París, 1869 ; Topinakd, Elemente, etc., 802. 131 CUADRO XXXII Frecuencia de variaciones en el plano naso-alveolar (Europeos) 0 © 1 o © 8 © Procedencia Forma anthropinci Fossa pracnasa lis Forma inf antilis Gouttibre simienne Observador .2 a © © © 8 tu 3 a .2 u o Ph Frecuencia 1 i -3 a *3 u © P-i J Frecuencia © a © ’© © P4 © a © ’© © Ph EUR OPA 65 Provincias austríacas. 50 76.92 8 12.30 2 3.08 5 7.69 Mingazzini 1 * 41 Austríacos del sur. . . . 37 90 . 24 1 2.44 2 4.89 1 2.44 Hovorka 5 16 » del norte . . 12 75.00 1 6.25 2 12.50 1 6.25 » 130 Tzocos en general .... 79 60.77 11 8.46 31 23.85 9 6.92 » 32 » de Bohemia. . . 22 68.75 5 15 . 85 5 15.85 — — » ] 25 » de Moravía . . . 16 64.00 5 20.00 4 16.00 — — » 3 Croatas. 2 66.66 — — 1 33.33 — — » 22 Dálmatas 12 54.54 1 4 . 54 7 31.81 2 9.18 » 34 Madgyares. .......... 16 47.05 5 14.70 9 26.47 4 11.76 » 16 Zánganos ............ 11 68.75 1 6.25 2 12.50 2 12.50 » 3 Valacos. ............. 3 •100.00 — — — — — — » G Eslovacos. ........... 4 66 . 66 1 16.66 1 16.66 — — » 4 Rutenos ............. 2 50 . 00 — — 2 50.00 — — » 11 Tiroleses ............ 9 81.81 1 9.09 1 9.09 — — » 8 Bohemios alemanes... 3 37.50 — — 5 62.50 — — » 82 Rusos. .............. 46 56.10 14 17.07 18 21.95 4 4.88 » 10 Polacos. . ............ 6 60.00 1 10.00 1 10.00 2 20.00 » 4 Servios. — — 1 25 . 00 3 75.00 — — » 191 Alemanes 131 68.58 10 5.23 44 23.03 6 3.14 » ! 71 Italianos diversos. .... 54 76.05 2 2.82 15 21.13 — — » 21 » » 0 . . . . 13 61.90 4 19.05 3 14.76 1 4.76 » 273 » normales. . . . 202 74.73 23 8.42 27 9.99 21 7.61 Mingazzini 1 141 » locos. ....... 118 83.68 9 6.38 6 4.25 8 5.67 » 69 » delincuentes . 52 75.36 11 15.94 6 8.69 — — » 5 Franceses. ........... 3 60.00 1 20.00 1 20.00 — — Hovorka 5 76 Auverneses .......... 53 69.73 10 13.16 8 10.53 3 3.94 Topínard 3 62 Bajo Bretones. ....... 52 83.87 5 8.06 2 3.22 2 3.22 » 3 Rumanos ............ 2 66.66 1 33.33 — — - — Hovorka 8 8 Romanos ............ 4 50.00 2 25.00 — — 2 25.00 » 7 Griegos. ............. 5 71.42 1 14.28 1 14.28 — — » I 133 Griegos. ............. 83 62.40 4 3.00 42 31.57 4 3.00 » | 23 Suizos. .............. 18 78.26 5 21.74 — — — — Mingazzini 1 1 MiNGAZZíNX* Ibid., 179. •- Osear Hovorka, Die aeimore Nase, 40 y siguientes. Wieu, 1893. " Topinakd, Dií prognathismc, etc., 637 y siguientes. 1 32 CUADRO XXXIII Frecuencia de variaciones en el plano naso-alveolar (Asiáticos, Africanos, Americanos y habitantes do Occanía) £ P 'oj i-, £ Procedencia Form a anthropina Fossa praenasalis Forma inf antilis Gouttidre simienne Observador Frecuencia t i Por ciento i .2 'o ZJ P o 0» H 1 Por ciento 1 .2 ’o Oí o £¡ -S £ o | Frecuencia 1 i Por ciento \ i AS ¡A 15 Cíanos . 5 33.33 3 20.00 6 40.00 1 6 . 66 Ilovorka i 5 Japoneses 2 40.00 2 40.00 1 20.00 — — » 12 Asiáticos varios 4 33 . 33 i 8.33 4 33 . 33 3 25.00 Topiuard 8 12 Turcos 6 50.00 — — 6 50.00 — — Ilovorka 1 42 Malayos 5 11.90 27 64.28 — — 10 23.80 Topiuard - 1 Siameses 3 75.00 — — — — 1 25.00 Mingazzini 3 * 2 Siameses . . 1 50 . 00 — — 1 50.00 — — Ilovorka 1 4 Hebreos 3 75.00 — — 1 25.00 — — » 22 Malayos. 7 31.81 2 9.09 8 36 . 36 5 22.72 » ÁKHICA 30 Africanos. 19 i) 3 • 33 8 26 . 66 2 6 . 66 — — Mingazzini 3 67 Negros diversos 17 25 . 37 6 8.95 20 29.85 24 38.82 Ilovorka 1 26 » diversos. ...... 7 26 . 92 3 11.53 5 19.23 11 42.30 » 30 » del oeste — — 22 73.33 2 6 . 66 6 20.00 Topiuard 2 22 » do N tibia ...... 1 4 . 54 8 36 . 36 4 18.18 9 49.90 » ii Egipcios 5 45.45 2 18.18 2 18.18 2 18.18 Ilovorka 1 16 Momias egipcias 9 56 . 25 — — 6 37 . 50 i 6 . 25 » AMÉIUCA 5 República Argentina °. 1 20.00 2 40.00 2 40.00 — — Mingazzini 3 19 Antiguos Peruanos 7 36.84 5 26.31 3 15.26 4 21.05 » 10 5 50 . 00 i 10.00 4 40.00 Ilovorka 1 14 Fueguinos 4 28 . 57 2 14.26 2 14.28 6 42.86 Mingazzini 3 16 Patagones liipsidoli.. . . 2 12.50 — — — — 14 87 . 50 Venían 1 II Primitivos habitantes del sur ele Entre Ilíos. . . . 7 63.63 — — — — / 9.09 Ou tes OCEANÍA 76 Neocaledonios 2 2.63 30 39.47 2 2.63 4 5.26 Topiuard - 6 Papuas 2 33 . 33 — — 3 50.00 1 16.67 Mingazzini 3 1 Australianos. — — — — — — 1 100.00 » 2 Ranacos — — — — 1 50.00 — — » 49 Insulares del oeste. . . . — — 21 42.85 — — 22 44.89 Volz 5 1 Hovokiía, Ibicl., 10 y siguiente.' 8 Topinahd, Du protjnathisme, etc., 637 y siguientes. 3 Mingazzini, Ibicl., 171). ' Vicuña u, Ibicl., 76. 5 Wir.mcM Voi.z, Bcitrcicje ziir Anthropolocjie cler Siiclsee, en ArcMv filr Anthropolocjic, XXIII, 113 y siguiente. Eraunsehweig, 1805. “ Mingazzini no da la procedencia especial de los cráneos. 133 — Bevi salido las cifras correspondientes á otros pueblos americanos, es lácil constatar que en casi todos ellos predominan los tipos considera- dos inferiores, especialmente en los Patagones y Fueguinos, mientras en el conjunto del material estudiado por mí, se observa una tendencia, marcadísima hacia la forma anthropina. Borde interno ó naso-bucal. — El mal estado en que se encuen- tra la mayor parte de los maxilares superiores que utilizo para este es tudio, no me ha permitido realizar un examen prolijo, en todos ellos, del foramen incisivum y do los canales naso-palatinos. Aquella, fosilla, por lo general de gran tamaño, es casi siempre cordiforme, aunque en el cal - varium 91 M. aparece irregularmente circular y en el cráneo 453 está constituida por una hendidura alargada en el sentido del plano sagital. Por otra parte, sólo he encontrado los dos canales de Stenson dispuestos en la forma indicada en el esquema de la figura 18, pero ésto sólo en cuatro piezas, pues el resto como lo he dicho, se halla destrozado. El tipo de canales naso-palatinos á que acabo de referirme, es uno de los más frecuentes, aunque no el normal. Matiegka 1 lo ha encontrado en 41 cráneos sobre un total de 2(50 y Le Double 2 83 veces sobre 500 ó sea en 15,77 por ciento y 16,00 por ciento, respectivamente ; mientras la forma nor- mal corresponde según las investigaciones de esos anatómicos, á 21,15 por ciento y 22,80 por ciento respectivamente. Fig. 18 (452) § II. MALAR Forma. — Los huesos malares se muestran Siempre bien desarrolla- dos y hasta llegan á ser robustos ; pero, sólo en el cráneo 451 puede de- cirse que existe verdadero eurignatismo. Gara externa. — Para el examen del canalis zigomaticus he dispues- to de muy poco material; incompleto, por otra parte, pues me ha faltado ya el hueso del lado derecho ó ya el del izquierdo. En cuatro casos en que no existía el malar izquierdo, he observado una disposición absolutamente normal; en otros dos (91 M. y 120 AL.), falta por el lado izquierdo la rama zigomático-temporal, y, en cambio, la facial es bífida en uno de ellos ; el calvarinm 452 no conserva, á la de- recha, rastro alguno de ambas ramas. En la pieza aislada 121 M., la dis- posición es más complicada: á la derecha existen tres forámenes zigo- mótico-orbitales de forma alargada y otros tantos faciales pero circula- 1 Matikoica, ex Le Douisle, Traite des variations des os de la face, etc., 289. 8 Le Douhle, Traité des variations des os de la face, etc., 289. 134 - ros, uno de aquéllos corresponde á una formación normal con sus ramas exterior y posterior, mientras los otros dos corresponden á su vez, ¡idos canales independientes que desembocan en la cara externa del hueso ¡i la izquierda, además de la referida formación normal, existe un canal independiente (fig. 19 a, 1>). A pesar de ser Le Double el único anatómico que se ha ocupado con cierto detenimiento de las variaciones del canalis zújomatimis , no ha pu- blicado los resultados numéricos obtenidos en sus estudios. Sólo cita Fig, 19. — a) 1. Facies malaris; 2, 3 y 4, Foramina zygomaticof acia lia ; f>, Sutura zigomaticomaxillaris b) 1, 2 y 3. Foramina zygomaticoorbitalia ; 4, Facies órbita lis (121 M., */]) dos casos de ausencia del conducto malar, lo que me hace suponer se trate de una anomalía rara, y no agrega dato alguno sobre la frecuencia con que se presentan las formaciones anormales registradas en párrafos anteriores Por último, el hueso aislado 8947 ofrece un ejemplo típico del toras zi/f/oinaticus de Mies, hallado por este anatómico en algunos cráneos de indios Fox (Estados Unidos) y descripto por primera vez en 1893 1 2. Borde postero-superior. — El processus marginalis, en los pocos casos en que se ha conservado, está constituido por una expansión re- dondeada o una cresta ganchiforme dirigida hacia arriba (fig. 20). Es siempre de tamaño reducido, excepción hecha del correspondiente al 1 Lu Doubi.k, Traite des variaiions des os de la face, ere., 140. 4 Véase: Wai.dkyiíi:, Ucbcr dic Walstbildinujen, ote., ya citado, 111. — 135 — lado derecho del cráneo 451, y he notado, además, que en la referida pieza y en el cal- vari um 91 M. el procesan* derecho es más desarrollado que el izquierdo. iío he podido consultar los estudios publicados hasta ahora sobre el detalle anató- mico del cual acabo de ocu- parme; desde luego, me es imposible referir las forma- ciones descriptas á los tipos fundados por Panichi. Ángulo anterior. — En algunas piezas (451, 452, 118 M.), ha hallado muy bien desarrollado el tubérculo órbito-malar. Ángulo inferior. — Sólo una vez (91 M.), he podido constatar la existencia del tubérculo malar. § 111. HUESOS PROPIOS DE LA NARIZ Forma. — Las variaciones deforma que presentan los nasales de los primitivos habitantes del sur de Entre Píos pueden distribuirse, sin violencia alguna, en los grupos establecidos por Manon vrier1. En la careta facial 45(5, los huesos propios, en lugar de tener la forma de una lámina cuadrilátera, son irregularmente pentagonales, en una pa- labra, realizan una anomalía por defecto, y causada por un exceso de desarrollo de arriba á abajo del frontal, que ha ocupado mayor espacio de la porción Ínter orbitaria debido á un retardo en la osificación nasal con relación á la de aquel hueso (flg. 21). iío conozco casos parecidos, pues, en su mayoría, las observaciones pu- blicadas hasta ahora, se refieren á huesos nasales estrechados, debido á un exceso de desarrollo de la apófisis ascendente de ambos maxilares superiores. En otras dos piezas (452 y 453), se nota una expansión exagerada de 1 L. Manouyhikh, Mcmoire sur les váriations normales et les anomalies des os na- sa ux dan s l’espéee liumaine, en Bulletins de la Société d’ Anthropologie de París ( qua - tríeme serie), IV, 712 y siguientes. París, 1893. REV. MUSEO LA PLATA. — T. XVIII (VII, 25, P.I1I) 9 — 136 — los luí esos propios, á tal grado, que corresponden al tipo que Manou- vrier llama en forma de lámina de hacha (flg. 22) L Esta disposición, que representa á las varia- ciones producidas por exceso de desarrollo de los nasales es, según el autor nombrado, su- mamente común en cráneos sudamericanos y fué hallada, constantemente, en los antiguos Venezolanos de la colección Marcano. En el material de que dispongo, existe sin Fig. 21. — (450, */,) duda alguna, una tendencia general muy mar- cada hacia el referido tipo que, en el calva- rium 452 resulta exageradísimo, tanto, que el ángulo superior externo del nasal izquierdo, casi llega hasta el dacrio. Por otra parte, la pieza á que acabo de referirme, lo mismo que la careta facial 456, ofrecen dos casos de empiétement de uno de los nasales sobre el otro que, como es sabido obedecen, también, á irregulari- dades en la osificación 1 2. Faltan estudios amplios sobre esta últi- ma anomalía, no muy frecuente, por otra parte, pues sólo conozco algunos casos ais- lados señalados en Europeos (Manon vrier y Hovorka) 3, Patagones (Vircliow ) 4, Poli- nesios (von Luschan) 5, Malayos (Giuffrida Ruggeri ) c, etc. La curbatura de los huesos propios se desarrolla casi siempre en for- ma normal, y, tan sólo en los nasales del cráneo 453, existe un aplasta- miento marcado en su mitad superior, la única conservada. § IV. PALATINO Cara inferior. — La crista marginalis de Bichat, no ofrece un des- arrollo uniforme en todo el material que tengo á la vista; unas veces 1 Manouviukk, Ibid., 740 y siguiente, figura 4, M, N ; véase igualmente, Lk Doubi-K, Traité des variatiom des os de la face, etc., 12, números 2 y 3. 8 Véase, igualmente la figura 22 de esta memoria. 8 Manouviukk, Ibid., 744, figura 4 Z; IIovoriía, Ibid., 18, figura 2 b; véase, igualmente, Lie Douiu.k, Traitó des variatiom des os de la favo, cte., 31. 4 Virchow, Crania, etc., lámina I. 6 von Luschan, Sammlung Baessler, etc., lámina 19. 8 Giuffiuda-Kuggkki, Crani, etc., 225. — 137 — se presenta bien pronunciada (118 M. y 451) ; otras, poco notable (453), y en dos casos, sumamente atenuada (122 M. y 91 M.). El foramen palatinum majas no ofrece particularidad alguna; pero be Derecha Izquierda # • 110 M. • • Fig. 23 anotado algunas variaciones en el número de los foramina palatina mi- nora. En seis casos, más ó menos conservados, aparecen en la forma siguiente : Número de forámenes Derecha Izquierda Uno. 1 2 Dos — 2 Tres 4 — La crista marginalis, separa en algunos casos el gran foramen palati- no délos accesorios; en otros se interpone entre estos últimos simple- 138 mente ó bifurcándose, y hasta forma un puente óseo sobre uno de ellos. Todas estas particularidades están representadas en los esquemas de la figura 23. § Y. MANDÍBULA 1. — Cuerpo Canal mediano del mentón. — En uno de los ocho maxilares infe- riores examinados por mí (11(5 M.), he hallado un canal mediano incom- pleto que se inicia cerca déla base de la protuberantia mentalis, donde se observa una abertura de 1,5 milímetros de diámetro, y que luego se pierde en el interior del hueso. Ignoro la frecuencia con (pie se presenta la referida formación anó- mala, pero, en todo caso, y como lo hace notar Le Double, es mucho me- nos rara que el canal completo. Cara anterior. — La protuberantia mentalis está constituida, las más de las veces, por una elevación triangular redondeada, de lados em- botados y tubérculos mentonianos más ó menos notables. Este mismo tipo aparece algo atenuado en otras piezas (454 y 111 M.) pues la emi- nentia es apenas notable y los tubérculos poco desarrollados. Por otra parte, en el cráneo 451, el mentón, aunque achatado, es francamente triangular, de lados vivos, tubérculos netos, fosas mentonianas laterales (Topinard) bien definidas, y base rectilínea que interrumpe por completo el desarrollo normal de la curva descripta por el borde inferior (fig. 24). Las formas reunidas en el primer grupo suelen señalarse en agrupa- ciones étnicas inferiores ; en cuanto á la última mencionada, parece ser propia de los pueblos Europeos \ El foramen mentale se halla situado á igual distancia de los bordes superior é inferior, entre el Io y 2o premolares, y, muy pocas veces, por debajo del 2o. Todos son de forma circular, con el borde anterior ó ante- ro-inferior cortante; de dos milímetros de diámetro y, excepcionalmente, de mayor tamaño (cráneo 451 : derecho, 3 milímetros ; izquierdo, 4 milí- metros). En ningún caso lia hallado forámenes dobles ó múltiples. Gara posterior. — La spina mentalis , cuya forma clásica, en reali- dad de verdad, la constituyen: en haut deux petites cretes osseuses , verti- cales, parallcles, plus ou moins ecartes de 1 a (i millimetres ; au milieu une surface lisse de 1 a 2 millimetres ; cubas deux petites cretes également vertí- Topinard, Élcments, etc., ¡)00. 139 cales et par alíeles que separe simplement un sillón , vestí ge de la séparation primitivc de la mandibnle en deux moities 1 ; y cuyas múltiples variacio- nes conducen liasta la forma á la cual puede aplicarse sin reservas la designación establecida por la Nomina anatómica, se presenta en los pri- mitivos habitantes del sur de Entre Píos ofreciendo las particularidades siguientes : En primer término, en la mandíbula 114 M. se notan dos apófisis su- periores bien definidas y separadas, mientras las inferiores están consti- tuidas por dos crestas poco notables, próximas entre sí y que se des- prenden de aquéllas. Sin embargo, el tipo (pie predomina, con la insta- bilidad que es de suponerse, secar acteriza por presentar dos apófisis superiores distanciadas más ó menos ó sólo separadas por un ligero sur- tió ; mientras las formaciones inferiores, casi reunidas á aquellas, apare- cen fusionadas y determinan placas rugosas, alargadas y más ó menos elevadas. En la mandíbula del cráneo 451, las apófisis superiores son muy desarrolladas, llegando una de ellas á tener dos milímetros de altura; pero, las inferiores, como en otras juezas, están confundidas y forman una placa alargada y mal definida. En todas las mandíbulas que tengo á la vista, la linea mylohyoidea se juesenta jtoderosamente marcada; y, por ello, Va f ovea submaxillaris aparece muy acentuada. Por otra jiarte, en la mandíbula del cráneo 451, he observado la exis- tencia de un canal de un milímetro de diámetro que, iniciándose á la iz- quierda del pico que forma la base de la cminentia mentalis en la cara jiosterior del cuerpo de la mandíbula, se dirige de abajo á arriba jaira describir luego una curva y desembocar en la cara anterior, casi en el jilano medio del hueso y ju'óximo al borde inferior. Asimismo, en la man- díbula referida, como en las que llevan los números 454, 114 M. y 117 M., existen jior ambos lados (salvo en la que lleva el número 117 M., que sólo puede observarse á la izquierda), debajo de la línea milohiódea, en- tre el 2o premolar y el Io molar ó bajo el Io ó 2o premolares, el ostium de un foramen, casi sieinju’e de un milímetro de diámetro, origen de un canalículo que luego se júerde en el interior del hueso. Pienso que estas formaciones dieron jiasaje á ramas anómalas de las arterias milohiodea y ósea que, como es sabido, se originan en la dentaria inferior, una délas ramas colaterales descendentes de la arteria maxilar interna. 1 P. ToriNAitn, Les caracteres simiens de la máehoire de La Nanlctle, en Heme d’An- thropologie, XV (troisiévie série, 1), 416 y siguiente. Paris, 1886. 140 2. — Ramas Forma. — Casi una mitad de las mandíbulas examinadas por mí tienen ramas muy anchas, poco elevadas, y que forman con el cuerpo un ángulo francamente recto (ftg. 24). Cara interna. — El sulcus mylohyoideus por el lado derecho de la mandíbula del cráneo 451, aparece transformado en canal en una exten- sión «le cinco milímetros de la mitad inferior de su desarrollo ; anomalía originada por la osiftcación, parcial en este caso, de la membrana fibrosa que sostiene el tronco vásculo-nervioso milohioideo al fondo del surco. Por otra parte, en la mandíbula aislada 111 M., y por su lado izquierdo, la impresión de que me ocupo es apenas visible. La transformación del sulcus mylohyoideus en canal completo ó incom- pleto es rara, según lo afirma Le Double, quien habría encontrado sólo dos casos sobre 422 cráneos de Franceses (0.47 °/0 ) '. Borde superior. — El processus coronoideus no ofrece variaciones sen- sibles; el vértice es siempre marcadamente romo ó embotado, y en la mandíbula 454, con ligero repliegue hacia atrás ; el borde anterior des- cribe en ciertas piezas una convexidad anterior marcada (fig. 24) ó es casi rectilíneo como en la mandíbula 111 M. ; en cuanto al borde poste- rior se halla perfectamente acentuado, ofreciendo el del lado izquierdo de la mandíbula del cráneo 453 una notable convexidad posterior. Haré notar respecto á estas particularidades, que la forma embotada del ápice del processus coronoideus de los primitivos habitantes «leí sur «le Entre Ríos, es propia «le casi la mayor parte de las agrupaciones étnicas inferiores 1 2, y que la convexidad marcada del borde anterior es, asimismo, frecuente en agrupaciones primitivas (Papúas, Australianos, Peruanos, etc.) 3. Considerada en su conjunto la forma del processus es, las más «le las veces, normal, excepción hecha del correspondiente al lado izquierdo «le la mandíbula del cráneo 453 que afecta la forma de espátula ó, si se quiere, de arco gótico 4. 1 Lis Double, Traitó den variations den on de la face, etc., 344; véase, asimismo, Zoja, II gabinetto, etc., 1° nupplemento, 86 y 89, «loado so registran algunos casos aislados do transformación incompleta (cráneos 2775-735 y 2778-738). a Cesare Biondi, Forma e dimensión i del/a apofini coronoide nella mandibola nmana, on Archivio per V Antropología e la Etnología, XX, 176. Fironze, 1890. 8 Biondi, Ibid., 181, lámina I, n° 1289; lámina II, n° 3781 y 3781’. 1 Biondi, Ibid., 185 y siguiente; lámina I, n° 1428; Le Double, Traitó des varia- tionn den on de la face, etc., 353 y siguiente, figura d. Dejando de lado los casos normales, como el processus corono hiena de la mandíbula 453 (lado derecho), no sobrepasa la altura del condyloi- deus, la incisura, mandibulae es de excavación semielipsoidal, cuya cuerda horizontal ha sido proporcionada por el eje menor de la elipse y la flecha por el mayor; forma rara, señalada dos veces entre Italianos (2 sobre 491 = 0.41 °/0) y una en cráneos Fueguinos (1 sobre 13 = 7.69 °/0) l. Otro tanto pasa con la mandíbula 117 M.. pero en este caso, la esco- 2 3 4 Fig. 24. — 1, Processus rami mandibularis superior: 2, Gonion; 3, Processus rami manclibularis inferior; 4, Incisiira lemurinica (451, ■/,) tadura es semicircular, disposición que, como la otra, no es frecuente Por otra parte, la forma insólita del borde posterior del processus del lado izquierdo de la pieza 453, contribuye á que el límite de la invisura 6 ofrezca, en parte, la forma de una S. En cuanto á la morfología del Gondyloideus , mis observaciones puedo sintetizarlas en los términos que siguen. La superficie articular 1 Biondi, Ibid., 179 y siguiente, 187. -4 Biondi, Ibid., 180. 142 es, las más de las veces, irregularmente elíptica, casi amigdaloide, como en la mandíbula 453 ; pero, en un caso (117 M.,) resulta más ó menos ovoide. La cara anterior del processus, ofrece su mitad triangular interna muchísimo más desarrollada cpie la externa, con lafovea pterygoidea muy poca profunda, no obstante ser amplia y abierta; asimismo, el borde ante- rior de la superficie articular es neto, formando en ciertas casos una lige- ra cresta : estos dos últimos caracteres han sido señalados en agrupacio- nes humanas inferiores (Fueguinos, Papuas, etc.) '. El borde externo, en las proximidades de la superficie articular, llega á ser en algunos casos (454, 112 M.,) muy neto y hasta puntiagudo, tal cual lo ha encontrado Parigi en cráneos de Fueguinos y Papilas 1 2 ; mientras en las mandíbulas 111 M., y 114 M. he notado la presencia del processus liypocondyloi- (leus 3. Por último, en casi todas las piezas que he examinado, el borde interno adquiere gran desarrollo, terminando en ángulo vivo 4 * 6. Respecto á la posición del eje mayor del cóndilo con respecto á la ho- rizontal, he hallado un solo caso en que aquel se inclina al exterior (1 sobre G = 16. G6 °/0)> dos en que es horizontal (2 sobre G =33.33 °/0) y tres en que se dirige francamente hacia adentro (3 sobre G = 50.00 °/0). Predomina, pues, la posición que Parigi considera un carattere di massa propio delle razze inferior i B, y que parece es frecuente hallar en cráneos Fueguinos °. Conviene recordar, por otra parte, que el processus condyloideus de la mandíbula 453 (1 sobre 5 = 20.00 °/0), se halla á la misma altura que el coronoideus ; variación sumamente rara, hallada por Parigi en dos crá- neos Italianos (2 sobre 491 = 0.41 °/0), y en uno, respectivamente, de Nias (1 sobre 2G = 3.84 °/0), Fueguinos (1 sobre 13 = 7.G9 °/0) y habitan- tes prehistóricos de la isla Palmaria 7. Borde inferior. — Aplicando el método de Zoja 8, he determinado los puntos de apoyo que ofrece el borde inferior de la mandíbula. Todas las piezas cuyas condiciones de conservación permitían ser observadas, ofrecen cuatro puntos ; y, sólo tres, la que lleva el número 451. En el 1 Giuseppe Parigi, Sulle inserzioni dci muscoli masticatori alia mandilóla e sulla morfología del cóndilo nclV nomo, en Archivio per l’ Antropología e la Etnología, XX, 258. Firenze, 1890. 5 Parigi, Ibid., 260. 3 Couf. Le Douri.e, Traité des variations des os de la face, etc., 362. 4 Parigi, Ibid., 261. 4 Parigi, Ibid., 251. 6 Parigi, Ibid., 253. 7 Parigi, Ibid., 264. 8 Giovanni Zoja, Sopra l’asimmetria della mandibola, en Archivio per l’ Antropología c la Etnología, XXVII, 77 y siguientes. Firenze, 1897. 143 primer grupo aparecen dos puntos á la derecha y dos á la izquierda ; mientras en el último existe uno á la derecha y dos á la izquierda. Sin duda alguna, predomina un tipo relativamente poco frecuente, hallado por Zoja en 10,80 por ciento de los casos; mientras parece ser el último á que me he referido más usual en general, pues, su existencia ha sido constatada en 81.20 por ciento de los 302 casos observados por el anatómico italia.no Asimismo, si bien la distribución de los pun- tos de apoyo pares nada ofrece de particular en cambio, en el caso ais- lado á que me he referido, aparecen en forma que no es, tampoco, la más frecuente 1 2. Respecto á la posición de los puntos que me ocupan, todas las mandí- bulas, sin excepción alguna, descansan posteriormente en el punto pre- goniaco 3 4, mientras el apoyo anterior es, las más de las veces, y en los casos del primer grupo, el punto submolar y, excepcionalmente, el sub- premolar y subcanino. En la mandíbula 451, el punto par anterior iz- quierdo es el subcanino. Predominan, pues, disposiciones frecuentes \ La parte de borde inferior comprendida entre el tuberculum viéntale y el gonio, ofrece en algunas mandíbulas una curvatura de concavidad inferior más ó menos acentuada, que, en la pieza 451 (ñg. 24) llega á ser marcada, constituyendo, entonces, la verdadera incisura lemurinica de Albrecht. Esta anomalía, señalada por Gruber en los Europeos con una frecuencia de 1,52 por ciento á 1,42 por ciento 5, parece fuera más fre- cuente entre los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos, aunque no me atrevo á formular porcentajes, dado el material exiguo que he exa- minado. En conjunto, el angulas mandibulae ofrece en la que lleva el número 454 una extraversión bastante notable ; en cambio, en las piezas 453, 111 M., y 114 M., alcanza una intraversión manifiesta, que es muy acen- tuada en la 111 M. La cara interna del mismo ángulo, muestra en la mandíbula del crá- neo 451, sumamente marcadas, las crestas de inserción del pterigoideo externo; particularidad considerada por algunos como carácter pite- coi «le 6. 1 Zoja, Sopra V asimmetria, etc., 79. 4 Zoja, Sopra V asimmetria, etc., 80. 3 He determinado la posición del gonio, observando el método preconizado por Broca (lbid., 93 y siguiente). 4 Zoja, Sopra V asimmetria, etc., 82. 5 Guubbr, ex Lie Doüble, Traitó den variations des os da la face, etc., 367, 4 Le Double, Traitó des variations des os de la face, etc., 345. 144 — Por último, el processus rami mandibular is, aparece más ó menos des- arrollado en todas las mandíbulas que tengo á la vista, pero, tan sólo en su forma pitecoide l. Las más de las veces son formaciones rudimentarias, en las que apa- rece sólo la expansión superior; 6 igualmente resultan poco exagerados los casos en que existen ambos procesos, el superior ó inferior. La ex- cepción corresponde á la mandíbula del cráneo 451, cuyos procesos son bastante poderosos, acentuados, más aun, por las enormes crestas de inserción del masetero (ftg. 24). Mingazzini afirma que tanto la forma lemurinica como la pitecoide son raras 2 * ; en cambio, Bosse habría encontrado el processus rami mandibu- laris bien desarrollado en 7 G por ciento de los 500 maxilares por él exa- minados, muy notable en 7 por ciento, poco manifiesto en 11 por ciento y ausente en 5 por ciento \ Sin embargo, las investigaciones de Balli pa- recen confirmar las suposiciones de Mingazzini : las estadísticas de aquel anatómico, que se extienden sobre 890 maxilares, lian señalado la inte- resante anomalía que me ocupa en 18,40 por ciento de individuos nor- males, y, más ó menos la misma proporción entre delincuentes, locos de nacimiento y locos con psicosis adquiridas (20,31 0/0, 10,90 °/0 y 17,03 °/0 , respectivamente) 4. Entre los indígenas sudamericanos, Ten Kate la. lia hallado ocho veces en el material que estudió procedente de la región Diaguita 5 6 ; el mismo antropólogo la ha observado plusieurs fots 8 en cráneos de Araucanos argentinos, coexistiendo, las más de las veces, con la incisura lemurinica ; mientras Mingazzini hace notar (pie en las mandíbulas de Fueguinos conservadas en Boma, il processo é rudimentale o visibilc, soltanto sopra un margine 7 . En el Museo do La Plata, el 30 de abril de 1911. 1 G. Mingazzini, Sul significato morfológico del processus rami mandibularis nell’ nomo (apofisi lemurinica di Albrccht), en Archivio per V Antropología e la Etnología, XXII, 133 y siguientes. Firenze, 1892. S’ intenderá per forma « pitecoide » ogni forma di pro- cesso del ramo mandibolare dell’ nomo il qnale, come nellv scimie, colpisca i margini ris- parmiando l'angolo... (Ibid., 142.) - Mingazzini, Sul significato, etc., 143. 8 Bosse, ex Le Douhle, Traitó des variations des os de la face, etc., 372. 1 Kuggeiio Bai.i.i, Ucber dic sogenanntcn I’roccssns rami mandibularis (apophysis lemu- rinica) un menschlichen Schadeln, en Anatomischer Anzciger, XXX, 108. Jena, 1907. 6 Ten Kate, Anthropoloyio, etc., 11. 6 Ten Kate, Contributions, etc., 220. 7 Mingazzini, Sul significato, etc., 143. DATOS SOBRE LA ACCIÓN DE LAS SALES DE COBALTO Y VANADIO EN LOS VEGETALES POR EL D>' ENRIQUE HERRERO DUCEOUX Y MARÍA LUISA COBANERA Pocos capítulos de la fisiología vegetal lian sido tan estudiados como el que investiga el rol de las materias minerales en la vida de las plantas, su influencia en el desarrollo de éstas, las formas en que son asimiladas y las combinaciones que constituyen al almacenarse en los tejidos, entre los problemas que al químico fisiólogo le sugiere la observación de los fenómenos vitales del vegetal, el examen de la variadísima composición de las cenizas de especies de una misma familia y de órganos de una misma planta y el conocimiento más y más perfecto de las diastasas. Y á pesar de las investigaciones realizadas desde Wiegmann y Polstorff, Knop y Nobbe, basta Ville, Demousy, Heinrich y Stoklasa, entre los ex- perimentadores de todas las naciones que merecen citarse, puede decirse que no se lian resuelto los problemas propuestos aunque se lian acumu- lado preciosos datos qiie permitirán resolverlos. Entre nosotros, este género de investigaciones ha merecido la atención de estudiosos que se hallan hoy en plena labor, poseyendo la bibliografía argentina tefeis l, memorias 2 y conferencias 3, que acreditan nuestra afir- 1 Federico Gándara, Contribución al estudio de una propiedad bioquímica de la plata coloidal de Bredig (tesis 10 y el 23 de enero de 1911 — realizamos en él estas experiencias con soluciones de nitrato de manilo en proporciones mayores que las empleadas en el líquido 4 de la primera serie. Pero bien pronto pudimos observar, no sólo «pie los efec- tos eran contrarios á los anotados en aquella ocasión, sino (pie también, el líquido tipo proporcionaba plantas raquíticas, debiendo suspender el trabajo á la tercera semana, pues el estado de las hojas no hubiese per- mitido seguir adelante. El aire ambiente impurificado por substancias diversas, algunas en proporciones infinitesimales, se mostró contrario al desarrollo de las plantas jóvenes, comprobándose en este caso lo observado por diversos autores que han experimentado en la atmósfera de los laboratorios quí- micos, debiendo atribuirse esta acción á los productos de la combustión del gas de alumbrado ó á vestigios de este misino gas 1 y quizá al óxi- do de carbono como resultaría de los recientes estudios del profesor Mo- lisch de Praga 2. 1 llcvuc générale des Sciences, XXII, 144. París, 1911. 4 Anzeiger der le. Alead, der Wiss. in f Fien, XLVIII, número 11, página 20. Viona, 1911. 162 — Fig. 14. - Quinta-serie : hojas 15. - Quinto serie : raíces RESULTADOS DE LA QUINTA SERIE | Número | Plantes Materia seca Conizas Materia orgánica rsor> Fo,03 Elementos especiales Observaciones Raícos. ...... 0.1970 0.0385 0.1585 1 Granos 0.0705 0.0072 0.0633 — — — Hojas ....... 0.4010 0.0717 0.3293 — — — 1 Plant. compl. 0.6685 0.1174 0.5511 Raícos 0.0980 0.0147 0.0833 — — — Blancas 2< Granos ...... 0.1030 0.0166 0.0864 — — — Hojas 0.3532 0.0310 0.3222 — — u ? 2 Plant. compl. 0.5542 0.0623 0.4919 Raíces 0.0918 0.0158 0.0760 — — — Amarillentas 3 Granos 0.1455 0.0185 0.1270 — — — Hojas 0.3234 0.0243 0.2991 — — u ? 3 Plant. compl.' 0.5607 0.0586 0.5021 Raíces 0.0785 0.0140 0.0645 — — — Amarillas 4 Granos ...... 0.2140 0.0260 0.1880 — — — Hojas . . . „ „ „ . 0.3156 0.0217 0.2939 u 4 Plant. compl. 0.6081 0.0617 0.5464 Museo de La Plata, 1911. LONGICORNIOS ARGENTINOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 1 Por CARLOS BRUCH Jefe ele la Sección de Zoología del Museo de La Plata II AltGENTlNIORME UlUJCIl (nov. gen. Oemidarum) Ungula profunde b Habata. Palpi subaequales, articulo terminali oblongo T ápice truncato. Mandibulae breves triangulares . Genae breves. Oculi grosse gran-ulati, partiti : lobulo supero párvulo elongato subtriangu- lar i, infero magno subgloboso, superno emarginato. Capot parvum ovatum duplo longius guaní latum; tubérculo antennifero parum perspicuo ang ululo . Antennae 11-articulatae, teretes, apicem versus compressulae ; scapo leni- ter arcuato, articulis 3-5 aequilongi , subsequentes sensim abbreviati, articulo supremo pusillo ovalo. Pronotum subcglindricum, longius guaní latum, antrorsum vix suban- gustatum, basi bisinuatuni, medio subcristatum. Scutcllum subtriangulare elongatum. Elytrae coriaceae elongatae, subpar allelae, disco planas, ápice singula- tim rotundatae. Acetabulae anticae extrorsum apertae; coxae subglobosae. Processum prostérnate lineare, ápice truncatum et lenissime emargina- tum; mesosternale latios prosternan isomorphum. Metasternum longi- trorsum sulcatum. Pedes ínter medii et posteriores longiores; fémures subpediccllati com- pressi; tibiae compressae, vix arcuatae, ápice incrassatae et bispinosae; tarso rom pastorío rum- intennediorumque articulas termiualis langitn- dinem omnium ceterorum aequans. 1 Véase Revista del Museo de La Plata, XV (segunda serie, II), 108 y siguientes. Bue- nos Aires, 1008. Typus A. Soliulzi Hhuch n. s¡i. Testacea subopaca; antennae, femom-m ápices, tibiae tur* ¡que picei. C'aput ínter oculos obsolete sul- catum, fronte depressa, lo- tee ¡bus sparse punctulatis. Antcnnae h irsutae. Pronotum dense arte posterior. La pubescencia, sobre las antenas, patas, y en la parte inferior del insecto está distribuida como en la otra especie nombrada. El único ejemplar que poseo, procede de la gobernación del Cliubut y me fué cedido por mi amigo señor Juan Richter, á quien tengo el gusto de dedicarlo. REV. MUSEO I.A PI.ATA. — T. XVIII. (XI. 22, 1911.) 11 168 XEOCII.YTUS Thoms. Thomson, Mus. scient., 1860, p. 67. Attlai Brucli n. sp. Obscnre ferrugineus, corpas pronotus elytraeque intense castañete, pubes- cent ia Jl avida picta. Caput eximie punctulatum ; frons medio sal cata atque vittis Jlavidis longüutlinalibus binis o mata ; foveola transversa postocularis linca flavida, per capitis latera excar rente, limitata. Prothorax linea mediana subcristatulus scabri- dusque totas pubescenti-flavidus ; plagulte nada bipinnata, pinnis vix angustioribus antice versas, sueris prope medio abrapte geniculato- introrsis, cum cent rali usque ad marginan an- / ticnm /ere prod actis. ¡Scntellum /la vid a ni. Elytra sabgranalata, pahescentia brevis ac dense castañete postice palli diore, basi Jlavida ves- tita : vittis tribus transversis o mata : vitta prima basalis latiore subir i angular i, secunda arcuata cum praecedenti linca mediana an- gustiori longitudinal! juncia, tedia recta a, caeteris remota. Pedas Jlavido-pilosam, abdominis segmentum extrema m ct parte caelcrum postica etiam /la- vido-pubesccntc, parte antica tenuissime pu- berulo-rufescente. Long. : 17 ; lat. hum. : 4 mm. Xcoclytxts Aulai De color ferrugineo subido; cuerpo, pvonot.o y élitros obscuro casta- ños; lu ornamentación está formada de pelillos flavos. La cabeza es distintamente puntuada : los puntos sobre la frente espar- cidos, más apretados en los costados, gruesos y profundamente impresos sobre el vértice. La frente está provista de un surco mediano y de dos líneas longitudinales flavas; el vértice es transversal mente impreso y limitado por una línea flava, que se prolonga por los costados de la cabeza. El pronoto tiene el borde anterior arqueado, la base estrechada, una línea mediana escabrosa y subcrestada; está cubierto densamente de una pubescencia amarilla, exceptuando la parte que forma el dibujo «lis- 169 coidal. Este último consiste «le una línea longitudinal bipenada : las líneas son divergentes hacia adelante, siendo las anteriores acodadas y conver- gentes Inicia: el borde anterior. El escudete es flavo. Los élitros son subgranulados, cubiertos por una pubescencia corta y apretada de color castaño, que se vuelve más clara en la extremidad posterior y amarilla hacia la base. El dibujo de cada élitro está formado : por dos líneas oblicuas divergentes hacia atrás, unidas por una tina línea sutural, y por una faja transversal, situada: en la mitad posterior. El ápice de los élitros está truncado y ligeramente bi espinoso. El pecho y abdomen están también allomados de pelillos flavos; la mitad anterior de los segmentos, exceptuando el último, son muy tenues rufescente-pilosos. Un solo ejemplar, algo mutilado, del Cb acó santa feci no (La Gallareta). Dedicado á mi amigo don Augusto Aula, quien lia enriquecido ya mi colección con numerosas especies nuevas. ¡II ECOMETOPUS Tho.ms. J. Thomson, JZssai C'lass. Longic., 18f>0, p. 220. patagónicas Bruch n. sp. Atro-f uscus ; antennae, palpi, tibiae, tarsique pedum anteriorum rufo cas- tanei ; totus tenuiter ruguloso-granu- losus, pubescentia cinerascente tc- nuiésima atque difusa, in parte ca- pitis supera, protlioracis pectorisque infera densiore vestitus. Frons longitudinaliter sulcata; anten- narum t ubercid i mediocres. Protlioracis linea mediana subcristata. Scutellns pilis jiavidis adspersus. Maculac pubescentia Jlavida ejforma- tae tria in quaque elytra : prima scutello adpressa basalis párvula, secunda ad elytrae médium majar, tertia obliqne vittaeformis praeapi- calis. Elytra ápice oblique truncata. Meso-et metatlioracis episternum, uhdominis tria segmenta basalia, mar- gine apiceque favo-pilosa. Long. : 11; lat. hum. : 3 mm. 2 [eco m etopu s pa tagonicus 170 De color negruzco; antenas, palpos, tibias y los tarsos de las patas anteriores son rufo-castaños. Todo el coleóptero está finamente ruguloso- granulado, cubierto de una ])ubesceneia grisácea, muy tenue y esparcida, que es más tupida sobre la cabeza y el pecho. La frente es longitudinalmente saleada; los tubérculos anteníferos son poco niani tiestos. El pronoto tiene una cresta mediana, débilmente marcada. El escudete es flavo-pubescente. Cada élitro ofrece tres manchas formadas por pelillos flavos : una pequeña basilar, debajo del escudete; otra mayor, en la mitad anterior, y la tercera forma una faja oblicua preapical. Los élitros están oblicua- mente1 truncados en el ápice. El episterno del meso y metatorax, como también la terminación y los costados de los tres primeros segmentos abdominales, están adornados de pelillos flavos. Procede de la gobernación del Clmbut, de donde me trajo el ingeniero G-uglielmetti el ejemplar típico. SMODICLU I-Iai.dum. Ilaldcmani], Frans. Aid. Pliil., X, 1847. j>. 38. argenf iuiiiii ISrucli n. sp. , fulvo-castaneuvi , nitidum, subgla- brum. Capitc distincte punctulato; tuberculis antenniferis iqnnrformibus retro rsis. Antennis basi sparsc punctulatis, arti- cvlis conioideis. Pronoto subqu adrato, disco plano vindi- co paneta lato ; scutcllo laevi. Elytris regularitcr punctatis, ápice tan- tum ciliatis. Pectore pv nefato; abdoniinis lateribus seymen toque terminal i parce viilosis. Feinoribns raido tuinidis suboratis , Ín- terin ed i ispost icisque co m press i orib as , pediccllo destitutis, non areuatis. Tarso ruin a rt i culis ci/lind racéis, IjOiu/. : 9; lat. lmin. : 2 mm. loba-lis terminal ibas pusillis. 171 - La especie más pequeña, de la s. cf. praeccderiti similis sed grossius p uncial ]us ; capite profundo fron- tal) ct linea ¡nteroeulari itnprcssa donato. Antean is era ss io ribas, glabrio ribas , articulo secando majare conoideo. Pronoto snbeordiformi , disco exca- rato, ad latera postice grosse pane- tato. Elytris subpara llelis. Processo prostcrnali plano, spathuli- fornii. Long. : 13; lat. Imm. : 3 nun. Semejante á la especie precedente, pero de color más obscuro, más fuer- temente puntuada y el pronoto de for- ma distinta. Se diferencia además de aquélla por las antenas, que son más espesas, menos pubescentes; su primer artículo es más grueso y arqueado en la base, el segundo mayor y cónico. La cabeza es fuertemente puntuada, tiene un surco transversal pro- fundo y una línea interocular longitudinal impresa. El pronoto es subcordiforme; el borde anterior anchamente escotado, su disco excavado; los puntos son gruesos en la región postlateral. 175 Los élitros son subparalelos, ciliados en sn extremidad. El pedio tiene pelillos finísimos; el abdomen es bastante velludo. El proceso prosternal carece de surco, es alargado, espatulitorme. Un solo ejemplar de Misiones. IÍISAI.TES Thoms. Thomson, Physis, I. 1868, p. 110. Spcgiizziuii Brucli n. sp. Obscuro castaneus, pubescentia isabellina adpressa bren totas obductus, .seto Un nomí tillis erectis adspersus. Maca lis ferrugi neis indctcrin i ñutís. Antennarum articulis ó, 7 et 9totis, 4, 6 , 8, 10 et 11 ápice tantum ni- gris. Pronoto Uñéis longitud i -na libas duo- bus basi atris , per scutellum pro- ductis , maculam postscutella ron formantibas do mito. Elgtris pune lis impressis perspicuis o mutis, ápice obligue truncatis , ángulo externo ucutis ; ehjtrae singular parte inedia postica dita introrsa convergente atque macula subtriangular i praeapicali nótala. Üpecies B. bimaeulato Auriv. ucee- dens sed robustior atque latió r ; macula ruin fabrica diversa, ncc non macula nigra segmenti abdomi- nali prinii destituía , etc. Long. : 14; lat. lium . : 4 tu ni. Esta especie es vecina de fí. biniaculatus Anriv., pero se distingue por sn forma más ancha y robusta, el dibujo muy diferente, y por la ausen- cia de las manchas negras en cada lado del primer segmento abdominal. Sobre los élitros son perceptibles, los gruesos puntos impresos, de los cuales nacen cerdas negras y erguidas; la impresión que acompaña el margen sutural es también mucho más profunda y más divergente, que en la especie citada. B. Spcgazzinii es de color castaño obscuro, enteramente cubierto de una pubescencia corta, muy apretada, de color isabelino, mezclada de pelos setosos, esparcidos y levantados. Bisaltos Speyazzinii (j? i 176 Las antenas son más pálidas en su mitad posterior; sus artículos 5, 7 y !) son totalmente negro-aterciopelados, mientras que los 4, (i, 8, 10 y 11 lo son solamente en t‘l ápice; del lado inferior son las antenas bas- tante hirsutas. La cabeza lleva una línea longitudinal impresa, y es como el pronoto dis- persamente puntuada; pero los puntos están casi ocultos por la pubescencia. El dibujo sobre el pronoto y los élitros es muy mal limitado, de color ferrugineo. El pronoto presenta dos líneas aproximadas que se vuelven negruzcas en la base y se prolongan por los costados del escudete, para formar una mancha postescutelar esfumada. Cada élitro lleva en su mi- tad posterior una ancha faja oblicua y una mancha preapical. El ápice de los élitros está truncado, el ángulo externo agudo, dentado. El abdomen lleva dos líneas laterales ferrugineas. Las patas son fuertemente hirsutas, las eerditas pálidas, pero mez- cladas con negras, sobre todo en los tarsos, fémures y tibias posteriores : estas últimas abundan también en el segmento terminal del abdomen. El proceso mesosterual es amplio, subcuadrado y giboso. Varios ejemplares que proceden de las provincias de Mendoza y Tucu- mán, concuerdan perfectamente con la descripción dada. Me es grato dedicar esta especie á mi distinguido amigo, doctor Spe- gazzini, á quien la entomología argentina debe numerosos descubri- mientos. TYRIIVTIIIA II. W. Batios II. W. Bates, Aun. Xat. Ilist.. 3. XVIII. 18611. p. 370. argentina Brucli. u. sp. Elongata subpxi róllela , /¡aro- hirsuta atque tenuissime ciliolata , (jrosse punclata. ( iapite , dimi dio «utico antennarmn a rticuli quarti, clytris femoribus- que anterior ¡bus fia ro-ferrue/ineis ; antennis , niaculis lateralibus pro- noti nec non di midió postico eli/- trorum ¡> icéis. Gapite pronotoque laxe punctulatis. Pronoto antrorsnm leniter auqustato, retro rsum i m prenso hasique Insi- núalo. ¡dentello maculaque postscutellari a tris . íJlytris si n q «lis ápice rol nudatis , f/rosse punctatis , punctis rcqulariter seriatis a pican versus sensim eranescentihus. 177 — Corporis parte infera totius sparse pubescente , mctasterno amplio glabro . Jjong. : 6 ; lat. Imm . : 1,2 mm. Longicornio de forma alargada, subparalela; flavo-hirsuto y también muy tenue ciliado, groseramente puntuado. Cabeza, mitad anterior del cuarto artículo de las antenas, pronoto, élitros y fémures anteriores de color flavo-ferrugineb. Antenas, manchas laterales del pronoto y la mitad posterior de los élitros de un negro pez. Las antenas son apenas más largas que el coleóptero, muy velludas, sobre todo del lado anter o- externo ; su tercer artículo es largo, cilindrico. La cabeza y el pronoto son dispersamente puntuadas; este último resulta algo estrechado hacia adelante, hendido en su parte post-lateral y bisinuoso en la base. El escudete y una mancha postescutelar son negruzcos. Los élitros están distintamente puntuados : los puntos dispuestos en hileras más ó menos regulares, son gruesos, profundamente impresos, pero desvaneciéndose hacia el ápice, donde los élitros se hallan separa- damente redondeados. El cuerpo aparece debajo dispersamente pubescente; el metas terno es amplio, glabro. Las patas son negruzcas, velludas; los fémures medianos y posteriores solamente en la base pálido ferrugineos. Poseo algunos ejemplares hembras, coleccionadas por el señor Dinelli en Tafí Viejo, provincia de Tucumán. IIEBESTOLA Blncii. Hlanchard, Gay, Hist. de Chile, V, 1851, p. 513. iJoergenseui Brucli n. sp. Corpore clongato linear-i , atro, pubescentia pallide fulva tenui adyrcssa- que obducto; pronoto 4 Uñéis obscuris notato, antennis ni gris, hueca- libus partibus femurisque testaseis, tibiis atque tarsis f uséis. Capite subgloboso, sparse punctulato, nonnihil ínter antennas fisso, linea longitudinali impressa donato. Prothorace subcylindrico , paulo latiere guaní longiore , basi angustato, ut capite punctulato. Elytris subpar allelis, ápice angustatis, sp ínula sutural i ornati , ángulo externo acute productis; punctis regulariter seriatis grossis ornatis. Proceno prosternan amplio, triangulan, ápice truncato. Long. : .9/ lat. Imm. : 1,1 mm. - 178 — Coleóptero de cuerpo alargado, muy estrecho, lineal; de color pardo, casi negruzco, vestido de una pubescencia muy tenue y acostada, de un leonado pálido, algo más grisácea en la parte inferior. Las antenas son negras; el pronoto está adornado 'de cuatro fajas longi- tudinales obscuras; las partes bucales y patas son testáceas. La cabeza es subglobosa, bastante fuerte y dispersamente puntuada; poco excavada y presenta una línea impresa entre las antenas. Éstas son negras, como un tercio más largas que el insecto, provistas de cerdas del lado inferior que son más abundantes del tercero al sexto artículo. El protórax es subeilíndrico, poco más largo (pie ancho, en su base li- geramente enangostado y como la cabeza puntuada. Los élitros son subparalelos, por encima bastante planos, poco estre- chados en el ápice, donde llevan una pequeña espina interna y el ángulo externo prolongado en punta aguda. Tienen, asimismo, puntos impresos, muy gruesos y dispuestos en series regulares. El proceso prosterna! es amplio, triangular, truncado en el ápice; el mesosternal es subrectangular, un poco más ancho en la base. La puntuación en la parte inferior del insecto es más fina que la del pronoto; la pubescencia más grisácea y mezclada con pelillos aislados, levantados; el segmento terminal tiene cerditas negras en la punta. Los fémures son pálido-testáceos, microscópicamente ciliados; tibias y tarsos fuscos y más fuertemente pubescentes. Varios ejemplares me fueron comunicados por el señor Joergensen, quien los ha recogido en Bonpland, gobernación de Misiones. Según Grounelle, áesta especie se la halla también dispersa por el Brasil. CATÁLOGO SISTEMÁTICO DE LOS COLEÓPTEROS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA ' Pon CARLOS BRUCH Jefe de la Sección de Zoología del Musco de La Plata PAES VIH Fam. CERAMBYCIDAE IMtlONINII l’nramlra Latr. expectata Lam. Aun. Soc. Ent. Belg., 1902, p. 09. * Misiones, Tucu- ínán. glabra (Degeer). # Misiones, Alto Attelabus glaber Degeer, Mém., IV, 1774, p. 351, pl. 19, f. 14-10. Scarites testacea Fbr. Ent. Syst., IV, 1794, p. 437. Parandra ferruginca Stunn, Cat., 1820, p. 78, pl. 4, f. 33. P. mandibularis Perty, Delect. Anim. Art., 1830, p. 84, pl. 12, f. 1. P. maxillosa Oast. Ilist. Nat., II, 1840, p. 387. P. lineolata Gory, león. Kegn. Anim., 1844, p. 207, pl. 42, f. 7. P. granáis Thoms. Mus. Scient., 1800, p. 79. P. colombina Thoms. Mus. Scient., 1800, p. 80. P. barbota Thoms. Mus. Scient., 1800, p. 95. P. occipitalis Thoms. Physis, I, 1807, p. 108. 1 Las partes 1 IV y V de esto Catálogo lian aparecido en el tomo XVII (segunda se- rie, IV) de la Revista del Museo de la Plata, páginas 143-260, Buenos Aires, 1910-1911. Paraná, Pormo- sa. 180 A ito|>lo«l(M'ina Guér. Subgen. Migtlolus Westw. quadricolle (Bates), Ent. M. Mag., XII, 1875, p. 47 (Anoploderma). tetropioide Fairm. Aun. Soc. Ent. Belg., 1803, p. <>11. (Anoploderma). thulanum Lam. Ann. Soc. Ent. Belg., 1902, p. 201. Subgen. Anoplodurinn Guér. bicolor Guér. Bev. Zool., 1840, p. 277. Blneli. Voy. D’Orb., 1843, p. 200, pl. 20, f. 2. I spondylioide Fairm. Ann. Soe. Ent. Belg., 1893, p. 610. Subgen. S .ypilus Guér. Orbignyi Guér. Bev. Zool., 1840, p. 277. Venturae Dolirn, Stett. Ent. Zeit., 1882, p. 405. Subgen. Clierrocrius Berg Bruchi Berg, Gom. Mus. Nao. Buenos Aires, t. I, 1882, p. 32. Subgen. Mysteria Tboms. cylindripenne Tboms. Glass. Longic., 1800, p. 279. Prionidium molle Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 100. Lacordairei Lam. Ann. Soe. Ent. Belg., 1902, p. 212. cylindripennis Lae. Gen. Col., VIII, 1809; atlas pl. 81, f. 2. Subgen. I’allioeeru» Water]). Wagneri Waterli. Ann. Nat. Tlist., 1901, p. 521. Eumystoria Jiahell ifera Brucli, Bev. Mus. La Plata, t. XV, 1908, p. 199, fig. # Mendoza. # Santiago del Es- tero. Argentina (An- des). # Misiones, Santia- go del Estero. * Mendoza, Bioja. Patagonia, Río Negro. * Río Negro, Neu- quen. * Buenos Aires, Santa Fe, Cha- co, Jujuy. * Chaco santafeei- no. Santa Fe, Santia- go del Estero, Catamarca. — 181 — Steiiodonles Serv. Subgen. .Mallodon Serv. spinibarbis (Linn.). Cerambyx spinibarbis Lililí. Syst. Nat., ed. X, 1758, p. 390. Prionus maxillosus Oliv. Ent., IV, 1795, p. 16, pl. 1, f. 3, . 51, pl. 2, f. 0, o*. F. fastuosas Ericlis. Wiegin. Arcliiv, 1, 1847, p. 139, 9- F. heterocerus Ericlis. 1. c., 1847, p. 139, . 475, pl. 05, f. 7. Badariottia Giancllii Giglio, Tos. Boíl. Mus. Zool. Anat. Coinp., YIIT, 1893, n° 130. 187 Kanquelcs Go»n- mus Goun. Bull. Soc. Bnt. Fr., (9.), 1900, p. 140, fig. Coccotlcrus Buq. novempunctatus (Germ.) Geramhyx (Stenocorus) novcm-punctatus Germ. Ins. Spec. Nov., 1824, p. 505. Coccoderus tuberculatus Buq. Rev. Zoo]., 1840, p. 225.-Blnch. Voy. D’Orb., 1843, p. 207, pl. 21, f. 3. IVIetopoeoelus Serv. quadrispinosus Buq. Ann. Soc. Ent. Fr., 1800, p. 019. Uragus Guér. hamaticollis Guér. Icón. Régn. Anim., 1843, p. 231. Ilammatochacrus Serv. bipartitus Buq. Ann. Soc. Ent. Fr., 1800, p. 024. Lacordairei Gallan, Ann. Nat. Hist., (0.), IX, 1892, p. 20. Plocaederus Batus (L.) Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 108. murinus Gahan, Ann. Nat. Hist., (0.), IX, 1892, p. 22. Xestia Serv. corvina (Germ.) Geramhyx (Stenocorus) corvinas Germ. Ins. Spec. Xov., 1824, p. 508. — Gallan, Ann. Nat. Hist., 1892, p. 32. vittata Thoms. Classif. Longic., 1800, p. 192. * Mendoza, Rioja, Sant iago del Es- tero. * Misiones, Río Ne- gro (Viedma). # Misiones. Patagón i a. * Chaco, Santa Fe. * Córdoba, Santa Fe, Salta, Tu- cuiiián, Jujuy, Misiones. * Corrientes, Santa Fe, Salta, Tu- cumán. * Misiones, Tucu- mán, Jujuy. * Misiones. - 188 — Ct'iodlou Serv. angustatum Buq. Ann. Soc. Ent. Fr., 1852, p. 358. * Misiones, Alto Paraná. setosum (Gerin). * Misiones. Gerambyx setosus Genn. Ins. Spee. Xov., 1821, p. 507. ISiitlierium Bates erythropus (Luc.) * Salta. Griodion erythropus Lúe. Cast. Voy. Amér. Sud, 1859, p. 187, pl. 11, f. 1-a. Anoplonieriis Thoms. Buqueti Belon, Bull. Soc. Ent. Fr., 1890, p. IX; * Misiones, ibid. Ann. Soc. Linn. Lyon., 1890, p. 298. Grainniicosum Bluch. flavofasciatum Blncli. Voy. D’Orb., 1843, p. 209, * Río Negro, Cliu- pl. 22, f. 3. but, Santa Cruz. Clilorida Serv. costata Serv. Ann. Soc. Ent. Fr., 1834, p. 32. Misiones, festiva (Linn.) * Misiones, Salta, Gerambyx festivas Linn. Syst. Xat., ed. X, Tucumán, «Tu- 1758, p. 389. juy. Gerambyx africanas Voet, Cat., II, 1800, p. 17, pl. 10, f. 60. Gerambyx spinipes Degeer, Mém., V, 1775, p. 100, pl. 13, f. 14. Gerambyx sulcatus Oliv. Ent., IV, 1795, p. 28, pl. 10, f. 113. Ehui'ia Serv. octoguttata (Gemí.) * Entre Ríos, Mi- Gerambyx octoyuttatas Genn. Mag. Ent., IV. siones, Tucu- 1821, p. 108. luán, quadrilineata Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. * Buenos Aires, 105. Santa Fe, Mi- siones, Tucu- mán. 189 — sórdida Bunn. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 105. vittata Blucli. Voy. D’Orb., 1813, p. 208, pl. 21, f. 0. Erositla Tlioins. gratiosa (Blncli). Eburia gratiosa Blncli. Voy.D’Orb., 1813, p. 208, pl. 21, f. 8. Elmrodacrjs Tlioms. crassimana Goun. Aun. Soc. Ent. Fr., 1909, p. 021, f. 1-2. subaffinis Wliite, Longic., VII, 1, 1853, p. 95. Oncoplera Lac. vidua Lac. Gen. Coléopt., VIII, 1809, p. 298, nota. Orion Gu6v. brunneus Guér. Icón. Bégn. Anim., III, 1813, p. 229. Lacordairei Ritseina, Notes Leyd. Mns., XI, 1889, p. 111. patagonus Guér. Icón. Régn. Anim., III, 1813, p. 229. Lachesis Blncli. Voy. D’Orb., 1813, p. 209, pl. 22, f. 1. ? brunneus Guér. 1. c., 1813, p. 229. Centrorerum Chevr. exornatum (Newin.) Elaphidion exornatum Newm. Entoinol., 1811, p. 111. Ibidium argentinum Burin. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 171. Richteri Brucb, Rev. Mus. La Plata, t. XVIII, 1911, p. 107. * Santiago del Es- tero, Tucumán. * Corrientes. # Buenos Aires, Co- rrientes, Misio- nes, Tucumán. * Catamarca # Misiones. Argentina. Patagonia. Argentina. * Córdoba, Chaco, Catamarca, Tu- cmnán,Río Ne- gro, Clmbut. * Buenos Aires, Córdoba, Men- doza,Tucumán, Misiones. * Clmbut. 190 IlyperiualIiiM Lac. cerussatus (Kewm.) Elapliulion cerussatum Newm. Entomol.,1 84 1 , 1>. 111. elegans (Clievr.) Elaphidion elegans Clievr. Ann. Soc. Ent. Fr., 1801, p. 190. * Buenos Aires, Córdoba, Cíni- co. * Misiones. Ikrotosphaerioii Goun. variabile Goun. Ann. Soc. Ent. Fr., 1909, p. 035, f. 20 (1). * Santa Fe, Misio- nes. Tricliopliorus Serv. albomaculatus Burm. Stett. Ent. Zeit., 1865, p. * Buenos Aires. 107. Tucumán, Ca- tamarón, Misio- nes. distinctus Newra. Entomol., 1811, p. 0. * Tucumán. electus Gahan, Proc. Zoo!. Soc. Lond., II, 1903, p. * San Luis. 251. hircus Berg, An. Univ. Buenos Aires, 1889, p. 110. interrogationis Blncli. Voy. D’Orb., 1843, p. 208, pl. 21, f. 9. lippus (Genn.) Cemmbyx ( Stcnocorus) lippus Germ. Ins. Spee. Uov., 1824, p. 508. próximas Berg, An. Univ. Buenos Aires, 1889, p. 117.' Catamarca, Salta. Buenos Aires, Mendoza ,Cata- marca, Tucu- man. Misiones, Tucu- mán, Santiago del Estero. * Córdoba, Mendo- za. Sphaei-íon Serv. exutum Newm. The Entomol., 1841, p. 93. * Córdoba, San rusticum Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. Luis, Mendoza. 107. inerme (Wliite) * Buenos Aires, Per iboeum inerme White, Longic., Vil, 1853, Córdoba, Men- p. 108. doza. lentiginosum Berg, An. Univ. Buenos Aires, 1889, Corrientes, p. 119. 19] spinigerum (Blncli.) Miopteryx spinigcr Blncli. Voy. D’Orb., 1843, p. 209, pl. 22, f. 4. Periboeuiu Tlioms. vicinum (Perroud.) Aun. Soc. Lino. Lyon, II, 1855, p. 877. Slizoecra Sei-v. plicicollis (Germ.) Cerambyx (Stenocorus) plicicollc Germ. Ins. Spec. Xov., 1824, p. 500. spiniformis (Faino.) Ibidion spiniformeF&inn. Ano. Soc. Ent. Fr., 18G4, p..274. tristis (Guér.) Spliaerion triste Guér. Icón. Regn. Anim,, 1880, p. 233. vicina Goun. Aon. Soc. Ent. Fr., 1911, p. IVIalIocera Sorv. fulvoterminata Berg, An. Univ. Buenos Aires, 1889, p. 113. Lacordairei Lae. Gen. Coléopt., 18G9, p. 321, nota 1 ; atlas IX, pl. 87, f. 1. ramosa Goun. Ann. Soc. Ent. Fr., 1908, p. G47. vau Berg, An. Univ. Buenos Aires, 1889, p. 115. oblita Lam. Compt. Bend. Soc. Ent. Belg., 1890, p. CLXX. Tetroplon Auriv. Aurivillii Goun. Ann. Soc. Ent. Fr., 1908, p. G5G. («nomitlolon Tlioms. Bréthesi Bruch, Rev. Mus. La Plata, t. XV, 1908, p. 204, fig. elegantulum Lam. Ann. Soc. Ent. Belg., 1884, p. 88. Qetoplon Tlioms. fasciferum (Berg) Ibidion fasciferum Berg, An. Univ. Buenos Aires, 1889, p. 110. * Buenos Aires, Córdoba. * Misiones. # Misiones. * Córdoba, Mendo- za, San Luis, Tucumán. # Misiones. * Misiones. * Buenos Aires, En- tre Ríos. # Misiones. # Misiones. * Misiones. * Misiones. * Tucumán, Misio- nes, Chaco. * Alto Paraná. * Buenos Aires, Corrientes, Mi- siones. — 192 — Cycnidol'iii Thoms. Gounellei Brucli, liev. Mus. La Plata, t. XV, 1908, p. 200, fig. mucoriferum (Tlionis.) Ibidion ( Compsibidion) mucoriferum Thoms. Physis, I, 1807, p. 154. Oompsa Pertj albopicta Perty, Delect. Anim. Art., 1830, p. 92, pl. 18, f. 13. arcufera Goun. Aun. Soc. Bnt. Fr., IV, 1908, p. 009. implicata (Thoms.) Ibidion ( Heter achton) implicatum Thoms. Phy- sis, I, 1807, p. 148. Kcf erae lil es Newm. bonariensis Thoms. Syst. Oeramb., 1800, p. 572. Ihidion Serv. epaphus Berg, An. tíniv. Buenos Aires, 1889, p. 111. gnomoides Thoms. Syst. Oeramb., 1804, p. 570. phoracanthoides White, Longic., VIII, 1855, p. plagiatum Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 174. tenellum Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 175. uniforme Berg, An. Univ. Buenos Aires, 1889, p. 112. IVeoeorus Thoms. ibidionoides (Serv.) Stenycjra ibidionoides Serv. Ann. Soc. Ent. Fr., 1834, p. 98. Alcyopis Pascoo Tucumán (Tafí Viejo). Misiones. * Buenos Aires, Mi- siones. * Tucumán. Argentina. * Buenos Aires. Misiones. # Misiones. Corrientes, # Buenos Aires, Mendoza. Mendoza. Buenos Aires. * Misiones. cyanoptera Pascoe, Ann. Nat. ITist., 1800, p. 484. # Misiones. 193 Ocsyophila Bedel minuta (Fbr.) Saperda minuta Fbr. Spec. Ins., I, 1781, p. 235. Saperda pygmaea Fbr. Ent. Syst., I, 2, 1792, p. 323. vini Panz. Fn. Genn., OG, lü. var. pasillo, Fbr. Mant. Ins., I, 1787, p. 155. Ohriiim Serv. multifarium Berg, An. Univ. Buenos Aires, 1889, p. 109. Holopterus Blncli. antarcticus Auriv. Arkiv for Zoologi, YII, 3, 1910, p. G. chilensis Blneli. Gay, Hist. Chile, V,1851, p. 47G, pl. 28, f. G. longipes (Burm.) Stenophantes longipes Burm. Reise. La Plata Staat., 1, 18G1, p. 314. Holopterus cuyanus Burm. Stett. Ent. Zeit., 1865, p. 174. Holopterus sublineatus Fairm. Ann. Soc. Ent. Fr., 18G4, p. 273. Ophiostoniis Thoms. bonariensis (Burm.) Lcptura bonariensis Burm. Stett. Ent. Zeit., 18G5, p. 177. Eurvptera Serv. dimidiata Redtb. Reise Novar., II, 1808, p. 189. latipennis Serv. Encycl. méth., X, 1825, p. G88. melanoplitliisis Berg-, An. Univ. Buenos Aires, 1889, p. 107. Clieloderus Grav # Buenos Aires. # Misiones, Cata- marea. Tierra del Fuego. # Santa Cruz. * Córdoba, Mendo- za, Puna de Ju- juy, Chubut, Santa Cruz. # Buenos Aires. Corrientes. * Tueumán. Corrientes. Childreni Gray, Griff. aniin. Kingd,, II, 1832, ]>. * Neuquen. 784, pl. 117, f. 8. 194 Oxypellus Blncli. quadrispinosus Blncli. Gay, Ilist. Chile, Y, 1851, p. 400, pl. 27, f. 8. I.auiurii* Germain concinnus (Phil.) jun. Callichroma concinna Pliil. jan. An. Univ. Stgo. Cliile, 1859, p. 670; ibid. Stett. Ent. Zeit., 1800, p. 249. Callichroma laevigata Pliil. Stett. Ent. Zeit., 1804, p. 220. Siliyll a Thoms. Dankoi Lam. Aun. Soc. Ent. Belg., 1900, p. 112; ibid. Itesnlt. du S. G. Bélgica, 1900, p. 49, pl. 1, f. 9. Callispbyris Newin. macropus Newm. The Entomol., 1840, pl. 1 c, f. c? semicaligatus Fairm. et Germ. Ann. Soc. Ent. Fr., 1859, p. 490. leptopus Pliil. An. Univ. Santg. Chile, 1859, p. 073. Schythei Pliil. An. Univ. Santg. Chile, 1802, p. 212. A(olo|»lcryx Lnc. compsoceroides Lac. Gen. Coléopt., Y1H, 1809, p. 474, nota. IIcpbacMlion Newm. ocreatus Newm. The Entomol., 1840, p. 10. Slenorrbopalus lilueli . gracilipes Blnch. Gay, Ilist. Chile, V, 1851, p. 409. macer (Newm.) llephaestion mecer Newm. The Entomol., 1 840, p. 10. * Chubnt (Cordille- ra). # Chubnt, Santa Cruz, Lago Paz. Santa Cruz, Tie- rra del Fuego. # Neuquen. * Santa Cruz, Tie- rra del Fuego. # Misiones. * Neuquen. *Río Negro, Na- huel lluapí. * Río Negro, Na- huel lluapí. 195 Omínala AVliite bipartita Bates, Aun. Nat. llist., (4), XI, 1873, p. 20. Eunomia (Newm.) Odontocera Eunomia Newm. The Entomol., 1841, p. 1)2. Subgou. Kliopnlcss:» Bates tenuis (Buriii.). Rhinotragus tennis Burm. Stett. Eut. Zeit., 1805, p. 173. Ornisloimis Tboms. bicinctus Tlioms. Syst. Oeramb., 1S04, p. 107. Odontocera Serv. apicalis ffelug). Stenopterus apicalis Klng, Nov. Aet. Ac. Leop., XII, 1825, p. 471, pl. 44, f. 5. fasciata (Oliv.). Necydalis fasciata Oliv. Ent., IV, 1795, p. 10, pl. 1, f. 9. chrysozonc White, Longie., VIII, 2, 1855, p. 192, pl. 5, f. 5. vitrea Serv. Aun. Soc. Ent. Fr., 1833, p. 547. flavicauda Blessig, Hor. Ent. ltossicae, XI, 1873, ]). 40. Istliiniadc Tlioms. braconides (Perty). Stcnopterus braconides Perty, Delect. Anim. Art., 1830, p. 94, pl. 19, f. 3. Aeyphodcres Sevv. aurulentus (Kirby). Odontocera au mienta Kirby, Trans. Linn. Soc., XII, 1818, p. 443. crinitus (Klug). Stenopterus crinitus Klug, Nov. Aet. Ac. Leop., 1825, p. 474, pl. 44, f. 11. # Misiones (Bon pland). Misiones. Paraná # JMisiones. * Tucunián. # Tneumán. # Alto Paraná. # Misiones. # Formosa, Misio nes. # Misiones. 19(3 — femoratus (Klug). #Formosa. Stcnopterus femoratus Klug, Noy. Act. Ac. Leop., 1825, p. 174, pl. 44, f. 10. moestus Bates, Ann. Nat. Ilist., 4, XI, 1873, p. 117. Misiones. Charisia Cliauip. barbicra (Kirby). * Santa Fe. Necydalis barbicrus Kirby, Trans. Linn. Soc., XII, 1818, p. 443. Gharis Aaede Newm. The Entorno!., 1840, p. 91. Tomoplerus Sei-v, larroides Wliite, Cat. Britli. Mus. Longic., VIII, * Misiones. 1855, p. 177. obliquus Bates, Trans. Ent. Soc.r 1870, p. 329. * Tucumán, Misio- nes. vespoides Wliite, Cat. Britli. Mus. Longic., VIII, * Paraná. 1855, p. 170, pl. 5, f. 8. Callicltroma Lato. phyllopus Buq. Guér. Icón. Régn. Anim., 111,1830, * Paraná, Entre p. 220. Ríos. Misio- corvinum Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. nes, Alto Pa- 109; ibid. Sett. Ent. Zeit., 1879, p. 199. raná. sericeum (Fbr.). * Misiones, Tucu- Cerambyx sericeus Fbr. Ent. Syst., T, 1792, mán. p. 253. — Oliv. Ent., IV, (37, p. 25, pl. 5, f. 37. trilineatum Bates, Cistul. Entom., 2, XXI, 1879, * Misiones, Alto p. 403. Paraná, vittatum (Fbr.). * Misiones, . Tueu- Gerambyx vittatus Fbr. Syst. Ent., 1775, inán. p. 100. — Oliv. Ent., IV, p. 32, pl. 2, f. 10. var. electrinum Goun. Ann. Soc. Ent. Fr., 1911, * Tucumán, Misio- p. 74. nes. Oi'dio.stonia Serv. haemorrhoidale (Gemí.). # Paraná, Chaco, Callichroma haemorrhoidale Genn. Ins. S]>ec. Misiones. Noy., 1824, p. 490. 197 rufiventre (Germ.). # Misiones. Callichroma rnjivcntre Germ. Ins. Spec. Nov., 1824, p. 494. ventrale (Germ.). * Misiones. Callichroma ventrale Germ. Ins. Spec. Hoy., 1824, p. 494. (lompsocerns Serv. aulicus Tlioms. Essai Olassif. Longic., 1850, p. 253 ; Gounelle, Bull. Soc. Ent. Fr., 1910, p. 142. Cosmisoma thyrsopliora Bnrm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 109. Orthostoma igneum Wliite, Longic., VII, 1 853, p. 147. Orthostoma violaceum Wliite, Longic., VII, 1853, p. 147. Orthostomidius aulicus (Tlioms.) Brucli, Rev. Mus. La Plata, t. XV, 1908, p. 211. parviscopus (Burm.). Orthostoma parviscopa Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 109. Orthostomidius parviscopus ("Burm.) Brucli, Rev. Mus. La Plata, t. XV, 1908, p. 209. * Buenos Aires, Mendoza, Ca- tamarca, Misio- nes. * Catamarca, Tucu- mán. Paromoeoccrus Goun. barbicornis (Fbr.). # Buenos Aires, Saperda barbicornis Fbr. Ent. Syst., I, 2, Santa Fe, En- 1792, p. 311. tro Ríos, Misio- Saperda plumigera Oliv. Ent., IV, 1795,08, iies. p. 13, pl. 1, f. 2 a-b. Cosmisoma cquestrc Guér. Icón. Regn. Anim., III, 1843, p. 231. Cosmisoma ecuestre Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 170. LTnxia Tlioms. gracilior (Burm.). # Buenos Aires, Cosmisoma gracilior Burm. Stett. Ent. Zeit., Córdoba, Mi- 1805, p. 171. — Berg, An. Soc. Cient. Ar- gent., 1880, p. 237. sumes. 1 98 — Gompsoceriiliiis Uruch -Gounellei Brucli, Rev. Mus. La Plata, t. XV, 1908, * Buenos Aires. 1>. 208, fig. Ellicnioi) Thoms. íbasale (Burm.) . * Paraná, Mendoza, Gosmisoma basale .Burm. Stett. Ent. Zeit., Salta, Cata- 1805, p. 170. marca, Tucu- máu. Cluiiwulei-iis Pairm. et Gemí. •octomaculatus Fairm. Aun. Soc. Ent. Fr., 1801, *Neuquen, Clm- p. 107. but. testaueus (Blncli.). * Río Negro (Na- Gycnoderm tcstaceus Blncli. Gay, Hist. Chile, huel Iluapí). y, 1851, p. 479, pl. 28, f. 5. tricolor (Fairm.). *Neuquen. Gycnodents tricolor Fairm. Aun. Soc. Ent. Fr., 1859, p. 502. ISi ‘ai-hvrrliopakt Burm. iridipennis (Olievr.). *Tncumán, Misio- Chrysoprasis iridipennis Clievr. Rev. Zool., nes. 1859, p. 20. Brachy rrhopnla aurivitta Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 172. versicolor (Olievr.) * Buenos Aires, llhopai ophor a versicolor Clievr. Monogr. Arca- Córdoba, Tu- na naturae, 1859, p. 02. cuinán, Salta. Rhopalopliora platensis Clievr. Monogr. Arca- na naturae, 1859, p. 03. Bruchyrr /tópala semirubra Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 172. Brachyrrhopala aenescens Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 172. Gorcmia Sc.rv. Bruchi Goun. Bull. Soc. Ent. Fr.,(l0), 1905, p. 227. # Córdoba, Mendo- za, Cata marca, Tueumán. 199 — ferruginea Bruch, Rev. Mus. La Plata, t. XV, 1908, * Salta, p. 213. II vlolrnpes Serv. bajulus (Linn.). * Argentina, espe- Gcrambyx bajulus Linn. Syst. Nat., ed. X, cié cosmopo- 1758, p. 390. lita. caudatus Degeer, Mém., V, p. 80. Linneianus Laicli. Verz. Tyr. Ins., II, p. 09. similis Marsh. Ent. Brit., I, p. 335. var. bullatus Haldem. Trans. Am. Pliil., X, p. 30. var. lividus Mnls. Col. Fr., ed. 1, p. 50. var. puellus Villa. Col. Europ. dnpl., Suppl. 1833, p. 30. Calvdon Thoms. globithorax (Fairai. et Cerní.). * Neuquen, Clui- Gallidium globithorax Fairm. et Cerní. Aun. bnt, Sta. Cruz. Soc. Ent. Fr., 1801, p. 108. submetallicum (Blncli.). *Río Negro, Neu- Gallidium submetallicum Blnch. Gay, Hist. (píen, Chubut Chile, V, 1851, p. 497, pl. 29, f. 8. Santa Cruz. Cyllene Newm. acuta (Germ.). * Buenos Aires, Glytus acutus Cerní. Mag. Ent., IV, 1831, Córdoba, Men- p. 170. (loza, Catamar- Glytus exsanguis Clievr. Monogr., 1802, ]>. 527. ca, Misiones. Bonplandi Coun. Aun. Soc. Ent. Fr., 1911. p. 83. # Misiones (Bon- pland). MeEyi (Clievr.). # Córdoba, Entre Glytus Mellyi Clievr. Ann. Soc. Ent. Fr., 1802, Ríos, Catainar- p. 54. ca. próxima (Cory). # Córdoba, Mendo- Glytus próximas Cory, Monogr., 1835, p. 5, za, Tucumán. pl. 2, f. 2, Glytus elongatus Clievr. Monogr., 1801, p. 379. Glytus multiguttatus Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 170. rufipes (Lap. et, Cory). Buenos Aires. Glytus rufipes Lap. et Cory, Monogr., 1835, p. 8, pl. 2, f. 0. BEV. MUSEO l,A PI.ATA. — T. XVIII. (XII. 18, 1011.) 18 200 spinifera (Newm.). Olytus spiniferus Newm. The Entorno]. , 1840, p. 7. Glytus nebulosas Lap. et Gory, Monogr., 1835, p. 11, pl. 3, f. 11. Spixii (Lap. et Gory). Glytus Spixii Lap. et Gory, Monogr., 1835, ]). 92, pl. 17, f. 107. * Buenos Aires, Córdoba, Men- doza, Tucu- nián, Catam ar- ca, Misiones. # Córdoba, Cata- marea. IXeoelj’tus Tiloma. Aulai Bruch, Bev. Mus, La Plata, t. XVIII, 1911, p. *Chaco santafe- 108, fig. ciño. curvatus (Gemí.). * Buenos Aires, Glytus curvatus Gemí. Mag. Ent., IV, 1821, Tucunián, Mi- li. 171. siones. Glytus dorsalis Lap. et Gory, Monogr., 1835, p. 23, pl. 5, f. 27. famelicus (Burni.). # Córdoba, Misio- Glytus famélicas Burm. Stett. Ent. Zeit., 1 805, lies, Tucunián. p. 170. pusillus (Lap. et Gory). # Buenos Aires, Mi- Clytus pusillus Lap. et Gory, Monogr., 1835, siones. p. 22, pl. 5, f. 25. sobrinus (Lap. et Gory). * Buenos Aires, Clytus sobrinus Lap. et Gory, Monogr., 1835, Córdoba, p. 29, pl. 0, f. 35. ¡vi eeomclopiis Thoma. palmatus (Oliv). * Alto Paraná. Glytus palmatusOliv. Ent., IV, 70, 1795, p. 29; patagonicus Bruch, liev. Mus. La Plata, t. XVIII, * Cliubut. 1911, p. 169, flg. Ochyra Pascoe coarctata Pascoe, Ann. Xat. Hist., 1871, p. 274, * Tucunián. pl. 13, f. 3. Listro pto ra Sorv. aterrima (Gerni.). Gallichroma aterrimum Gemí. Ins. Spec. Xov., 1824, ]). 497. Misiones. 201 Diliammatuphora Chevr. auratopilosa Bruch, Rev. Mus. La Plata, t. XV, 1908, p. 214, fig. binodula Chevr. Monogr. Arcana naturae, 1859, p. 54. p arana (Gernm.). Listroptera pavana Geium. Col. Hefte, XI, 1873, p. 140. Listroptera perfórala Burm. Stett. Ent. Zeit., 18G5, p. 173. Dihammatophora aepitus Chevr. Monogr. Ar- cana naturae, 1859, p. 54. Itliopalophora Serv. collaris (Germ.). Gallichroma coliare Gerni. Ins. Spec. Xov., 1824, p. 498. bicolor Guér. Rev. Zool., 1839, p. 330. Rhopalophora sanguinicollis Serv. Aun. Soc. Ent. Fr., 1834, p. 101. Oycnoderus Serv. tenuatus Serv. Ann. Soc. Ent. Fr., 1834, p. 102. Cusiuosoma Serv. Brullei (Muís.). Callimoxys Brullei Muís. Coll. Fr. Longic., 1802-3, ed. 2, p. 215. Cosmisoma nodieollis Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 171. Compsocerus nodieollis Lac. Gen. Col., IX, 1809, X, p. 37, not. 3. scopulicorne (Kirby). Saperda scopulicorne Kirby, Trans. Linn. Soc., XII, 1818, p. 442. ¡Vlallnsonia Serv. jucundum (Dej.) i. litt. Cat., 3 ed. 1837, p. 355. * Catamarca. * Tucumán. * Buenos Aires, Córdoba, Men- doza, Catamar- ón. * Salta, Tucumán, Misiones. * Misiones. # Paraná, Córdoba, Catamarca, Tu- cumán, Misio nes. * Misiones. * Córdoba, Tucu- mán. 202 tricolor Perty, Delect. Anim. Arfe., 1830, p. 91, pl. * Salta, Tucumán. 18, f. í). zonatum (Salilb.) * Buenos Aires, Ceramhyx zonatus Sahlb. Peric. Ent., 1823, Córdoba, Santa 1». 52, pl. 3, f. 1. Fe. Mallosoma elegans Serv. Ann. Soc. Ent. Fr., 1 834, i». 09. Ceramhyx (Purpuricenm) vinculatus Cerní. Ins. Spec. Nov., 1824, p. 501. var. Mallosoma fuligineum Newm. The Ento- mol., 1840, p. 7. Mallosoma thoracicum Wliite, Longic., VII, 1853, p. 111. Chrysoprasis Serv. ? aeneiventris Bates, Trans. Ent. Soe., 1870, * Tucumán. p. 410. aurata Auriv. Arkiv forZool., Vil, 3, 1910, p. 22. aurigena (Cerní.). GaUichroma aurigena Cerní. Ins. Spec. Nov., 1824, p. 490. auriventris Redt. líeise Novar., II, ESOS, p. 195. basalis Clievr. Rev. Zool., 1859, p. 27. haemorrhoidalis (Cerní.). GaUichroma haemorrhoidale Cerní. Ins. Spec. Nov., 1824, p. 490. linearis Bates, Trans. Ent. Soc., 1870, p. 417, nota. Sthenias Bates, Trans. Ent. Soe., 1870, p. 411. * Santiago del Es- tero. * Córdoba, Misio- siones, Tucu- nián, * Misiones. *Formosa. * Misiones. # Chaco, Misiones. # Córdoba, Tucu- mán, Misiones. I'roiiulia Tlioins. decora Tlioins. Class. Longic., 1800, j*. 241. * Chaco, Misiones. (.'allidcrypluiM Hlnch. laetus Blncli. Cay, Hist. Chile, V, 1851, i». 488, pl. * Rio Negro, Neu- 29, f. 0. quen, Cliubut. Auejloecra Serv. cardinalis (Dalni.) Ceramhyx cardinalis Balín. Analect. Ent., 1 823, p. 07. * Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe. — 203 — Gnoma purpurea Perty, Delect. Aniin. Alt., 1830, p. 93, pl. 18, f. 15. fulvicornis Burm. Stett. Ent. Zeit., 18(55, p. 172. Callopisma Thoms. bimaculata Gouu. Ann. Soc. Ent. Fr., 1911 p. Stenygra Serv. setigera (Germ.) Callidium ( Glytus) setigerum Germ. Ins. Spec. Xov., 1824, p. 51(5. Stcnochorus conspicuus Perty, Delect. Anim. Art., 1830, p. 91, pl. 18, f. 11. Stenygra tricolor Serv. Ann. Soc. Ent. Er., 1834, p. 97. Traehelia Serv. maculicollis Serv. Ann. Soc. Ent. Fr., 1834,]). 20. Smoclicutu Haldem. argentinum Brucli, Rev. Mns. La Plata, t. XVI 11, 1911, p. 170, fig. bonariense Brucli, Rev. Mus. La Plata, t. XV 111, 1911, p. 171, fig. Dinellii Brucli, Rev. Mns. La Plata, t. XYI1I, 1911, p. 172, fig. rf y 9. missionum Brucli, Rev. Mus. La Plata, t. XV III, 1911, p. 174, fig. I’oeeilopeplus Thoms. haemopterus (Luc.) Poecilosoma haemoptera Luc. Cast. Voy., 1859, p. 178, pl. 11, f. 5. Tropídosoma Perty * Córdoba. * Misiones. * Misiones(Iguazii). *■ Córdoba. * Buenos Aires. * Buenos Aires. * Tucunián. * Misiones. * Chaco. Spencei Kirby, Trans. Linn. Soc., XI 1,1818, p. 438, * Chaco, Misiones. ]>]. 22, f. 13. 204 pteracanlha Newm. spinosa Guér. Icón. Bégn. Anim., 1843, p. 218. * Misiones. fastidia Newm. Ent. Mag., Y, p. 393. I.oplionocerus Serv. hirticornis (Gyllh.). * Misiones. Tracliyderes hirticornis Gyllli. Schonli. Syn. Ins., I, 3, App. 1817, p. 170. Pteroplatus Buq. adustus Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 105. # Buenos Aires, Córdoba, Men- doza,Tucumán. Apliylax Lac. lyciformis (Genn.). * Buenos Aires, Ceramhyx lyciformis Gemí. Ins. Spec. Nov., Córdoba, Men- 1824, p. 502. doza, Catamar- Pteroplatus lyciformis (Germ.) Thoms. Syst. ca. Ceramb., 1804, p. 107. Aphylax mentiens Lac. Gen. Col., IX, 1809, p. 105, nota 2. Cvphosterna Chevr. Subgen. Gaiu ltria Thoms. nigripennis Chevr. Ann. Soc. Ent. Fr., 1802, p. # Misiones. 700. Ei'iphus Serv. purpuratus Chevr. Monogr. Añil. Soe. Ent. Fr., * Alto Paraná. 1802, p. 748. Dorcacerus Latr. barbatus (Oliv.). Ceramhyx barbatus Oliv. Encycl. mótil., V, 1790, p. 300. Trachyderes auricomus Germ. Mag. Ent., IV, 1821, p. 108. * Buenos Aires, Córdoba, Men- doza, Catamar- ón, Tucumán, Misiones. 205 — IMiacdinus Serv. Martii (Perty) * Alto Paraná, Prionus Martii Perty, Delect. Anini. Alt., 1830, p. 80, pl. 17, f. 6. biplagiatus Buq. Rey. Zool., 1840, p. 142. moestus Newm. Ann. Nat. Hist., IV, 1840, p. 195. Traehyderes Dalm. argentinus Brucli, Rev. Mus. La Plata, t. XV, * Córdoba. 1908, p. 210. Boisduvali Dup. Monogr. Mag. Zool., II, 1838, p. * Misiones. 5, pl. 188, f. 1. cardinalis Dup. Monogr., II, 1838, p. 28, pl. 204, f. 1. * Córdoba, Chaco, costatus Auriv. Arkiv forZoologi, V, 1, 1908, p. 7. * Santiago del Es- tero. cruentatus Dup. Monogr., II, 1838, p. 20, pl. 200, # Córdoba, Cata- f. 2. marca, Chaco, dimidiatus (Fbr.). * Buenos Aires, Cerambyx dimidiatus Ebr. Mant. Ins., I, Córdoba, Mi- 1787, p. 133. siones. var. notatus Dup. Monogr., 1838, p. 50, pl. 104, f. 1. var. seapularis Dup. Monogr., 1838, p. 47, pl. 102, f. 2. Cerambyx ( Traehyderes ) taeniatus G erm . Ins. Spec. Nov., 1824, p. 512. morio (Fbr.). * Buenos Aires, Cerambyx moño Fbr. Mant. Ins., I, 1787, Córdoba, Men- p. 133. doza, Santa Fe, Cerambyx thoracicus 0\iv. Encycl. mótil., 1790, Misiones. p. 300. Cerambyx virens Thunb. Mém. Act. Petr., VIH, 1822, pl. 10, f. 4. puncticollis Dup. Monogr., 1838, p. 20, pl. 197, f. 1. * Catamarca. Richteri Bruch, Rev. Mus. La Plata, t. XV, 1908, * Catamarca, Salta, p. 215. Misiones, signatus Gyllh. Schonh. Syst. Ins., I, 3, App. # Buenos Aires, Mi- 1817, p. 177. siones. striatus (Fbr.). #BuenosAires,Mi- Ceramhyx striatus Fbr. Mant. Ins., 1,1787, siones, Tucu- p. 133. man. — 206 Cerambyx strigosus Gmel. Ed. Linn., 1, p. 4. var. lincolatus Dup. Monogr., 1838, p. 45, pl. 161, f. 3. var. próximas Dnp. Monogr., 1838, pl. 101, f. 1. succinctus (Linn.). Cerambyx succinctus Linn. Syst. Hat., et. X, 1758, p. 391. Tmchy deres cayennensis Dnp. Monogr., 1838, p. 34, pl. 150, f. 1. var. succinctus Oliv. Ent., IV, 1795, p. 20, pl. 7, f. 43, a-b. Cerambyx zonarius Voet, Cat., II, 1800, p. 9, pl. 7, f. 17. sulcatus llorín. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 102. variegatus Perty, Delect.Anim. Art., 1830, p. 88. pl. 17, f. 11. nigrofasciatus Groy, Icón. Kegn. Anim., 1843, pl. 43, f. 2 var. Audouini Dup. Monogr., 1838, p. 2, pl. 180, f. 2. var. gloriosas Dnp. Monogr., 1838, p. 4, pl. 187, f. 2. * Misiones, Forino- sa, Santiago del Estero. * Corrientes, Tucu- mán, J tijuy, M i- siones. # Buenos Aires Cór- doba, Santa Fe, Cata marea, Tu- eumán. Anustcrnus IJurm. sanguinolentos (Bonn.). * Paraná, Córdoba, T racliy deres sanguinolentas Burm. Stett. Ent. Mendoza, Clia- Zeit., 1805, p. 102. co, Corrientes. Leptura martialis Dolirn, Stett. Ent. Zeit., XXIX, p. 457 y 1881, p. 440. O xy me rus Serv. lateriscriptus Bonn. Stett. Ent. Zeit., 1 805, p. 103. * Buenos Aires, Córdoba, Cha- obliquatus Bonn. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 103. = 1 pallidus Dup. Monogr., 1838, p. 49, pl. 215, f. 1. co. * Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Chaco. 207 — rivulosus (Genn.). * Buenos Aires, Cerambyx rivulosus Gerrn, lns. Spee. Nov., Córdoba, Mi- 1824, p. 512. siones. Oxymerus lineatus Dup. Monogr., 1888, p. 41, pl. 211, f. 1. = ? var. pallidus Dup. Monogr., 1838, p. 49, pl. 215, f. 1. ■ Saundersii Waterli. Aun. Nat. Hist.., (5), XYI1, Corrientes. 1880, p. 500. Xvloeharis Serv. lanaris (Blneli.). * Mendoza, Cata- 1 lirios orna lanaris Blncli. Voy. D’ürb., 1843, marea, Tucu- p. 207, pl. 21, f. 2. nián, Salta. Xylocharis Jlavocoma Eairm. Ann. Soc. Ent. Er., 1804, p. 272. Trachyderes aurulentus Burm. Stett. Ent. Zeit.,1805, p. 102. oculata Serv. Ann. Soc. Ent. Er., 1834, p. 48. í Buenos Aires, Entre Bíos, Co- rrientes. Richardii Dup. Monogr. Mag. Zool., 1838, p. 32, * Buenos Aires, ])1. 200, f. 1. Córdoba, Men- costatus Dup. Monogr., 1838, p. 32, pl. 200, doza, Catamar- f. 2. ca. haematica Fairm. Ann. Soc. Ent. Er., 1804, p. 271. Ozotlera Dup. farinosa Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 101. * Buenos Aires, San Luis, Men- doza. Ussnnotus Dalm. andalgalensis Brucli, Rev. Mus. La Plata, t. XV, * Catamarca. 1908, p. 218, flg. spadíceus Dalm. Analect. Ent.., 1823, p. 05. * Misiones. Cerambyx ( Lissonotus ) purp uratus Germ. lns. Spec. Xov., 1824, p. 503. Dislcnia Serv. columbina Serv. Encycl. métli., X, 1825, p. 485. # Misiones. — 208 — Cometes Serv. hirticornis Serv. Encycl. méth., X, 1825, p. 480. Wagneri Goun. Aun. Soc. Ent. Fr., 1911, p. 148. l\legad€*i*us Serv. stigma (Linn.). Cerambyx stigma Linn. Syst. Nat., ed. X, 1758, p. 395. LAMIII\I II ornihius Fairm. sulcifrons Fairm. Ann. Soc. Ent. Fr., p. 02 ; (Hor- nius) — ibicl. Mis. Cap. Horn., p. 01, pl. 2, f. 11. Tapina Serv. coronata Serv. Encycl. métli., 1825, p. 540, c?. erectifrons Thoms. Monogr. Arcliiv. Ent., I, 1857, p. 43, i>l. 7, f. 2 a. nigra Gray, Griff. anim. Kingd., II, 1832, p. 119, pl. 05, f. 5. picea Serv. Encycl. métli., 1S25, p. 540, 9. Adetus Le Conté muticus (Tlioins.). Agennopsis muticus Thoms. Arch. Ent., I, 1857, p. 302. Agennopsis mexicanus Thoms. Physis, 1, 1808, p. 153. nanus Fairm. et Germ. Ann. Soc. Ent. Fr., 1859, p. 522. pusillus Fairm. et Germ. Ann. Soc. Ent. Fr., 1859, p. 521. Ithaphiplcra Serv. nodifera Serv. Ann. Soc. Ent. Fr., 1835, p. 00. * Misiones. * Misiones. * Misiones. * liío Negro, Chu- bnt, Sta. Cruz, Tierra del Fue- go. * Córdoba, Misio- nes, Formosa. * Tucumán. # Buenos Aires. * Formosa. * Misiones. 209 — Plerocoptus Serv. acuminatus (Fbr.). Saperda acuminata Fbr. Syst. Eleutli., II, p. 323. dorsalis Serv. Ann. Soc. Ent. Fr., 1835, p. 01. ISisaltes Thoins. adustas (Burm.). Ptericoptus adustus Burm. Stett. Ent. Zeit., 18G5, p. 179. bimaculatus Auriv. Entom. Tidskrift, 1904, p. 207. Spegazzinii Brucli, Rev. Mus. La Plata, t. XVIII, 1911, p.176, fig. , ltoheli.s Thoms. acuta Pase. Ann. Nat. Hist., 4, XV, p. 73, pl. 8, f. 6. lignosa Tliorns. Syst. Ceramb., 18G4, p. 110. Uesinipliora Serv. cirrosa Erichs. Wiegm. Archiv, 1847, 1, p. 147. — Bates, Ann. Nat. Hist., 1800, p. 200. cuculata Tliorns. Pliysis, I, 1808, p. 104, 0. grísea Auriv. Entom. Tidskrift, 1904, p. 208. hirticollis (Oliv.). Saperda hirticollis Oliv. Ent., IV, 1795, p. 11, pl. 4, f. 37. intonsa (Germ.). Lamia intonsa Germ. Ins. Spee. Xov., 1824, p. 484. pallidipennis Chevr. Journ. of Ent., I, 1801, p. 251. Isclinolea Thoms. bim aculata Olievr. Journ. of Ent., I, 1801, p. 252. crinita Tliorns. Olass. Longic., 1800, p. 347. Eriopsilus Batea ? nigrinus Bates, Ann. Nat. Hist., (3),J¡ XVII 1, 1800, p. 193. # Salta, * Tucumán, Men- doza. * Mendoza, * Tucumán, Men- doza, # Buenos Aires, Tu- cumán. # Misiones, Alto Paraná. # Misiones. # Formosa, # Tucumán. # Misiones. # Argentina. * Misiones. # Misiones. * Tucumán. 210 r- Lj’psiinena Le Conte fuscata Le Conté, Journ. Pliil., 2 II, 1852, p. 155. * Misiones, Tucu- Alloeoscclis leptis Bates, Biol. Cent. Americ., mán. Y, 1881, p. 358. — Gallan, Trans. Ent. Soc., 1895, p. 123. Aeonopterns Iílnch. montevidensis Tlioms. Pliysis, I, 1808, p. 140. * Buenos Aires. Ehispliacriiim Newm. purpureum Newm. Ent. Mag., Y, 1838, p. 498. * Misiones. Clololtura Wncli. alboplagiata Blnch. Gay, Hist. Chile, V, 1851, * Neuquen. p. 512, pl. 30, f. 5, 9. Aerenea Tlioms. quadriplagiatum (Boli.). * Buenos Aires, Compsosoma quadriplagiatum Boh. Res. Eu- Córdoba, Alen- gen., II, 1859, p. 151. doza, Tucu- Compsosoma albigena Burm. Stett. Ent. Zeit., mán. 1805, p. 179. Tessareephora Tlioms. arachnoides Tlioms. Monogr. Arcliiv. Ent., 1857, * Tucumán. p. 77, pl. 9, f. 10, a-b. II(‘sveliol.vpa Tlioms. miniata Tlioms. Pliysis, 1, 5, 1808, p. 54. * Misiones, Alto Paraná. Ilypsioma Sevv. albisparsa (Germ.). * Buenos Aires, Lamia albisparsa Germ. lns. Spec. Noy. ,1824, Córdoba, Men- p. 477. (loza, Tucu- Uypsioma bonaricnsis Burm. Stett. Ent. Zeit., mán, Misiones. 1805, p. 179. Doris Tlioms. Pliysis, T, 1808, p. 50, 5. * Tucumán. 211 fasciata Thoms. Class. Longic., 1800, p. 118. gibbera Serv. Aun. Soc. Ent. Fr., 1835, p. 89. Oncideres Serv. fasciata Luc. Cast. Voy. Amér. Snd, 1859, p. 189, pl. 13, f. 1 a. Germari Thoms. Physis, I, 5, 1868, -p. 79. guttulata Thoms. Physis, I, 5, 1868, p. 84. gutturator (Fbr.). Ccrambyx gutturator Fbr. Syst. Ent., 1792, p. 172. impluviata (Gerrn.). Lamia impluviata Germ. Ins. Spec. Noy., 1824, p. 483. miniata Thoms. Physis, I, 5, 1868, p. 88. Peritrox Bates denticollis Bates, Aun. Nat. llist., 8, XVI, 1865, p. 313. Trestonía Buq. capreola (Germ.) Saperda capreola Germ. Ins. Spec. Nov., 1824, p. 492. Onocepliala Thoms. nodipennis Burm. Stett. Ent. Zeit., 1865, p. 181. Stethoperma Lam. Batesi Lam. Ann. Soc. Ent. Belg., XXVIII, 1884, p. 94. Pachypeza Serv. pennicornis (Germ.). Saperda pennicornis Germ. Ins. Spec. Nov., 1824, p. 490. * Misiones. * Misiones. * Misiones. * Corrientes, For- mosa. * Córdoba, Salta, Tucumán. * Salta, Tucumán. Córdoba. * Misiones. * Buenos Aires. * Alto Paraná. Babia Blanca. * Misiones. * Misiones. 212 Hippopsis Serv. lemniscata' (Fbr.). Saperda lemniscata Fbr. Syst. Eleuth., II, , 1801, p. 330. Hippopsis lineolata Serv. Encycl. mótil., 1825, p. 330. mon achica Berg, An. Univ. Buenos Aires, VI, 1889, p. 100. Dorvasta Puncoe ? crassicornis Pascoe, Trans. Ent. Soc., IV, 1858, p. 204, pl. 20, f. 5. Aletretia Bates dissimilis Belon, Aun. Soc. Ent. Belg., 1 903, p. 1 53. Emphytoecia Fairm. et Germ. versicolor (Boh.). Saperda versicolor Boli. Res. Eugen., II, 1859, p. 151. Phytoecia sanguinicollis Burin. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 180. Anisocerus Serv. scopifer (Germ.). Lamia scopifer Germ. Ins. Spec. Nov., 1824, p. 470. Gjmnoeerus Serv. Bruchi Goun. Ann. Soc. Ent. Fr., 1900, p. 17. 1’olyi‘i‘haphis Serv. spinipennis Cast. Hist. Nat., II, 1840, p. 400. Acrocinus Illig. longimanus (Linn.). Gerambyx longimanus Linn. Syst. Nat., ed. X, 1758, p. 388. Macropus longimanus (Linn.) Cast. Hist. Nat., II, 1840, p. 457. * Tucumán. * Buenos Aires. * Tucumán. * Alto Paraná. # Buenos Aires Córdoba, Men doza, Tu cu man. * Misiones. * Chaco. # Misiones. * * Misiones. 213 ¡Vlacrophora Thoms. accentifer (Oliv.). # Misiones, For- Prionus accentifer Oliv. Ent., IV, 1795, p. 8, inosa. pl. 4, f. 1(5. Acrocinus accentifer (Oliv.) Serv. Aun. Soc. Ent. Fr., 1835, p. 19. Oreodera Serv. fastidita Dej. Cat., 3, ed. 1837, p. 301. * Buenos Aires, Tucixmán. glauca (Linn.). * Chaco. Cerambyx glaucas Linn. Syst. Xat., ed. XI, p. 020. Lamia Spengleri Fbr. Gen. Ins. Mant., 1801, p. 230. taberculata Degeer, Mém., V, 1775, p. 112, pl. 14, f. 4. quinquetuberculata (Drap.). * Buenos Aires, ñ-tuber culata. Drap. Aun. Soc. Phys. Brux., Tucumán. V, 1820, p. 328, pl. 83, f. 0. Lamia trinodosa Germ. ins. Spee. Xov., 1824, p. 471. Alph us Thoms. canescens Bates, Aun. Xat. Hist., 3, IX, 1802, p. * Alto Paraná. 122, nota. leuconotus Thoms. Class. Longic., 1800, p. 10. * Alto Paraná. Dryovteues Serv. scrupulosus (Germ.) * Misiones. Lamia scrupulosa Germ. Ins. Spee. Xov., 1824, p. 470. Dryoctencs caliginosas Serv. Aun. Soc. Ent. Fr., 1835, p. 28. Sleirastoma Serv. depressum (Fbr.) # Corrientes, Clia- Cerambyx depressus Fbr. Ent. Syst., II, 1792, co, Misiones. p. 200. Icptnroidcs Schreb. Nov. S]iec. Ins., 83, pl. f. 10. breve Serv. Aun. Soc. Ent. Fr., 1835, p. 24. 214 — marmoratum (Tliunb.) Trachyderes marmoratus Tlmnb. Mém. A cari. Petr., VIII, 1822, p. 307, pL 10, f. 4. Lamia lacerta Cast. líist. Nat., II, 1840, p. 401, Lamia maculata Germ. Ina. Spec. Noy., 1824, p. 480, Stellio Pascoe, Trans. Ent. Soc., ser, 3, V, 1806, p. 280. Hedypathes Thoms. betulinus (Klug). Saperia betulina Klug, Nov. Act. Ac. Leop., XII, 2, 1825, p. 402. albinas Thoms. Syst. Ceramb., 1804, p. 18. viiluus Vigora, Zool. Journ., II. 1826, p, 239, pl. 9, f. 0. Aeanlhoderes Serv. •congener Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 178, quadrinodosus Burm. Stett., Ent. Zeit., 1865, p. 178. Scylill'opopsis Thoms. -albitarsis Cast. Hist. Nat., II, 1840, p. 401. Alcidi «i» Thoms. bicristatum Bates, Aun. Nat. líist., 8, XI i, 1808, ]>. 109, nota. bispinum Bates, Aun. Nat. Hist., 3, XII, 1863, p. 105, nota. Tithonus Thoms. umbrosus Thoms. Syst. Ceramb., 1804, p. 24 La^oolicirim Thoms. -araneiformis (Lian.) Cerambyx araneiformis Linn. Syst. Nat., ed. XI, ]). 025. # Misiones. * Buenos Aires. * Misiones. * Buenos Aires, Córdoba, Men- doza,Tucumán. * Paraná. * Misiones. * Misiones, * Alto Paraná. * Alto Paraná. * Tucmnán, Misio- nes. — 215 Lamia araneiformis Fbr. Ent. Syst., II, 1792, p. 271. — Tlioms. Ciáis. Longic., 1800, pl. 1, f. 1-8. Anísopus Serv. variegatus Burin. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 178. (Anisopadus). Leptostj>lus Lo Couto. diversas especies inéditas Trypanidius Tlioms. ? dimidiatue Tlioms. Class. Longic., 1800, p. 8. Leplurgus Batos argentinus Berg, An. Univ. Buenos Aires, VI, 1889, p. 105. ? deliciosus Bates, Aun, Hat. Hist., 1808, p. 375. Microplia Sorv. agilis Servé Aun. Soc. Ent. Fr., 1834, p. 22. signífera Tlioms. Syst. Cerainb., 18G5, p. 544. Baryssinus Bates bilineatns Bates, Ann. Hat. Hist., 1804, p. 44. Proba ti us Tlioms. trameralis (Perty). Acanthocinus humeralis Perty, Delect. Anim. Art., 1830, p. 91, pl. 18, f. 8. ludricus (Germ.) Lamia ludiera Germ. íns.’Spec. Nov., 1824, p. 481. Tucumán. Buenos Aires. Buenos, Aires, Tucumán. Misiones. Tucumán. Chaco, Misiones. Alto Paraná. Misiones. Tucumán. Misiones, Alto Paraná. REV. MUSEO LA PLATA. — T. XVIll. (III, 12, 1912.) 14 — 216 — Sporelus Bates colobotheoides (' Whi te) Eutrypanus colobotheoides White, Longic., VIII, 2, 1855, p. 272. — Bates, Aun. Nat. Hist., 18(56, p. 435. Ocdopeza Serv. pogonocheroides (Serv.) Leiopus pogonocheroides Serv. Añil. Soc. Ent. Fr., 1835, p. 88. umbrosa (Germ.) Lamia umbrosa Gemí. Ins. Spec. Nov., 1824, p. 475. litigiosa Bates, Ann. Nat. Hist., 3, XIII, 1864, p. 146, nota. Ac*an(lioeiiiiis Stepli. dorsalis (Germ.) Lamia dorsalis Germ. Ins. Spee. Nov., 1824, p. 472. si gnatus Serv. Ann. Soe. Ent. Fr., 1835, p. 33. Exocentrus Muís. setosus (Serv.) Pogonochaerus setosus Serv. Ann. Soc. Ent. Fr., 1835, p. 58. Colohotlica Serv. Brullei Galian, Ann. Nat. Ilist., 6, III, 1889, p. 389. fasciata Bates, Ann. Nat. Hist.., 3, XYI, 1865, p. 108. musiva (Germ.) Saperda musiva Germ. Ins. Spec. Nov., 1824, p. 488. poecila (Germ.) Saperda poecila Germ. 1. c., 1824, p. 488. simillima Auriv. Entoiuol. Tidskrift, 1902, i). 210, íig. * Misiones. * Chaco, Santa Fe. * Alto Paraná. # Tucumán. Misiones. # Chaco, Santa Fe, Tucumán. Misiones. # Misiones. # Elisiones. # Alto Paraná. # Misiones. 217 Cathcxis Thonis. longimana (Pascoe) Colobothea longimana Pascoe, Trans. lint. Soc., 2, Y, 1859, p. 52. T v rin tilia ] Sutes argentina Brucb, Rey. Mus. La Plata, t. XVIII, 1911, p. 170, fig. Ileniilophus Serv. climidiaticornis Serv. Aun. Soc. Ent. Fr., 1835, p. 50. unicolor Bates, Aun. Xat. Hist., 5, VIII, 1881, p. 293. Amphioiijrcha Thoms. colligata Redtb. Reise Novar., II, 1803, p. 187, pl. 5, f. 7. hemispila (Germ.) Saperda hemispila Germ. Mag. Ent., IV, 1821, p. 109. Saperda luctuosa Serv. Aun. Soc. Ent. Fr., 1835, p. 40. Petronae Burra. Reise La Plata Staat., II, p. 100 ; ibid. Stett. Ent. Zeit,, 18G5, p. 180. Amphionycha spilota Bates, Aun. Nat. Hist., 1881, p. 199. Isnmerida Bates plumosa Bates, Aun. Nat. Hist., 5, VIII, 1881, p. 291. I’hoebe Serv. Spegazzinii Brucb, Rev. Mus. La Plata, t. XV, 1908, p. 219, fig. Aerenica Thoms. Misiones. * Tucumán (Tafí Viejo). * Misiones. * Misiones. * Misiones. * Misiones. * Buenos Aires, Córdoba, Men, doza, Tucumán- Misiones. * Tucumán * Córdoba. acutipennis Galian, Ann. Xat. Hist., 0, III, 1889, * Misiones, p. 400. — *218 hirticornis (Klug). *Tucumán. Saperda hirticornis Klug-, Nov. Act. Ac. Leop., XII, 1825, p. 408, pl. 43, f. 3. multipunctata (Serv.) Saperda multipunctata Serv. Encycl. métli., X, 1825, p. 325. * Tucumán. Anlotlice Thoms. picta (Klug). * Misiones. Saperda picta Klug, Nov. Act. Ac. Loop., XII, 2, 1825, p. 407, pl. 43, f. 1. ■ lastatis Buq. femoralis Burm. Stett. Ent. Zeit., 1805, p. 181. Mendoza. Clallia Serv. xanthomera ltedtb. lieise Novar., II, 1808, p. 127. Ilehcstola Blnub. * Misiones. bonariensis Thoms. Pliysis, T, 0, 1808, p. 127. Buenos Aires. Joergenseni Brucli, llev. Mus. La Plata, t. XVII I, * Misiones (Bon 1911, p. 177. pland). Diasiropliosteriiu» Gouu. 1 Bruchi Goun. Bull. Soc. Ent. Fr., 1911, p. 234, fig. Misiones, Santia- go del Estero. Géneros : 207 ; especies : 3(50. 1 Hallándose en prensa esta parto do nuestro catálogo, mi distinguido colega señor Gounelle tuvo la amabilidad de comunicarme la descripción de un interesante longi- cornio, cuya posición sistemática debe ser al lado del género Anostcrnus Burm. 21!) — ÍNDICE ALFABÉTICO DE GÉNEROS, SUBGÉNEROS Y S1NONÍMIAS DE LA FAMILIA OERAMBYCIDAE (l’RlONINI-LAMIINl) A calodcgma 182 Acanthinodera 182 Acanthocinus Steph 216 Acanthoderes Serv 214 Achryson Serv 185 Aconopterus Blnch 210 Acrocinus Ulig 212 A crocinas 213 Acyphoderes Serv 195 Adetus Le Conte 208 Aerenea Thoms. 210 Aerenica Thoms 217 Agennopsis 208 Alcidión Thoms 214 Alcyopis Pase 192 Aletretia Bates 212 Alloeoscclis 210 Alphus Tlioms 213 Ampliionycha Thoms 217 Ancistrotus Blnch 182 Aucylocera Serv 202 Anisocerus Serv 212 Anisopus Serv 215 Auoploderma Guór 180 Anoploderma (Subgen.) 180 Anoplomerus Thoms 188 Anosternus Burm 206 Antedice Thoms 218 Aphylax Lac 204 Apotrophus Bates (Subgen.) 182 Aplcrocaulns 182 Apterocaulus Fairm 183 Argeutinoemo Bruch 185 Atelopteryx Lac 194 Hadariotiia 186 Baryssinns Bates 215 Kebelis Thoms 209 Bisaltos Thoms 209 líráchyrrhopala Burm. 198 llutherium Bates 188 Callia Serv 218 Callichroma 194 Callichronia Latr 196 Callideryphus Blnch 202 Callidium 199 Callipogon Serv 181 Callisphyris Newm. . 194 Callopisma Thoms 203 Calocomus Serv 183 Calydon Thoms 199 Cathexis Thoms 217 Centrocerura Chevr 189 Ckkambycidak Fam 179 Cerambycini. . 181 Charisia Cliamp. 196 Cheloderus Gray. 193 Clienoderus Fairm. et Gemí; .... 198 Cherrocrius Berg (Subgen.) 180 Clilorida Serv ; . . . . 188 Clirysoprasis Serv 202 Clytus 199 Coccoderus Buq 187 Colobothea Serv 216 Colobura Blnch 210 Cometes Serv. 208 Compsa Perty 192 Compsoceridius Bruch 198 Compsocorus Serv 197 Compsosoma 210 Coremia Serv. . 198 Co8misoma 197 Cosmosoma Serv 201 Criodion. 186 Criodion Serv.. 188 Ctenoscelis Serv. 182 Ctenoscelis (Subgen.) 182 Cycnidolon Thoms 192 Cycnodcrus 198 Cycnoderus Serv 201 Cyllene Newm 199 Cypliosterna Chevr 204 DeSmiphora Serv. 209 Diástrophosternus Goun 218 Dihammatopliora Chevr 201 Distenia Serv 207 Dorcacorus Latr 204 DorcastaPasc 212 Dryoctenes Serv 213 220 Eburia Serv ................... Eburodaorys Thoms. ............ Elaphidium .................... Emphytoecia Faina, et Germ. . . . Enoplocorus Serv. (Suligen.). . . . . Ergotee. ¡ . Eriopsilus Batos. ............... Eriplms Sorv. ................. Erlandia Auriv. ................ Erosida Thoms. ................ Ethemon TJioms. ............... Eumysteña Bruch ............... Eurymerus Serv. ............... Euryptora Serv. ............... Eusphaerium Newm ............ Eutrypanus .................... Exoceutrus Muís. .............. Gambria Thoms. (Snbgeu.). . . . . . Gnomo, ........................ Gnomidolon Thoms. ............ Grammicosum Blucli ........... Gymnocerus Sorv. .............. Halycidocrius Berg. ............ Haminatochoorus Serv. ......... Hastatis Buq .................. Hebestola Blnch, ............... Hedypathes Thoms. ............ Hemilophus Sorv. .............. Hephaestion Newm ............. Hosychotypa Thoms. ........... Heterachtes Newm ............. Hippopsis Serv. ................ Holopterus Blnch. .............. Horuibius Faina ............... Hylotrupes Serv. ............... Hypermallus Hypermallus Lac Hypsionia Serv. ................ Ibidiou Serv. .................. Ibidion ........................ Ischnolea Thoms. .............. Isomerida Bates Istlimiade Thoms. .............. Lagocheirus Thoms. ............ Lamiini. ...................... Lautarus Germain Leptostylus Le Coate. .......... Leptura. ....................... Lepturgus Bates Lissonotus Dalia ............... Listroptora Serv. . . . . Listroptera. .................... 201 Lophonocerus Serv. ............ 204 Lypsimena Le Coate. ........... 210 Macrodontia Serv. 182 Macroeme Auriv ............... 185 Macrophora Thoms. ............ 213 Maeropm ...................... 212 Malacomaorus .................. 185 Malaeopterus Serv. ............. 185 Malaeopterus . .................. 186 Mallocera Serv» ................ 191 Mallodon Serv. (Subgen.). ....... 181 Mallosoma Serv. ............... 201 Mecometopus Thoms. ........... 200 Megaderus Serv ................ 208 Metopocoelus Serv. ............ 187 Microplia Serv. ................ 215 Micro plophorns Blnch. .......... 183 Mioropsalis .................... 183 Migdolus Westw. (Subgen.). ..... 180 Miopteryx. ..................... 191 Mysteria Thoms. (Subgen.) 180 Navosoma Blnch. (Subgen.) ..... 181 Neoclytus Thoms. .............. 200 Neocorus Thoms. ............... 192 Obrium Serv. .................. 198 Ochyra Pase ................... 200 Octoplon Thoms. ............... 191 Odontocera Serv. .............. 195 Oedopeza Serv. ................ 216 Oesyophila Bedel. 193 Onnnata Wliite. ................ 195 Oncideres Serv. ................ 211 Oncoptera Lac ................. 189 Onocephala Thoms 211 Ophiostomis Thoms. ............ 193 Oreodera Serv ................. 213 Orion Guér . . . . . ’ 189 Ornistomus Thoms. ............ 195 Orthomegas Serv. (Subgen.)..... 181 Orthostoma Serv. .............. 196 Orthostomidms Bruch ........... 197 Oxymerus Serv ................ 206 Oxypeltus Blnch ............... 194 Qzodera Dup .................. 207 Pachypeza Sorv. ............... 211 Par anae. cit. Idem, ob. cit. Notas ó sea principios de gramática Mocoví, según ellos se des- prenden de los trabajos de Tavolini, Dobrizhoffer, Barcena g otros, pág. L. Ídem, ob. cit., Notas, etc., pág. L. Idem, ob. cit., Notas, etc., pág. L. Ídem, ob. cit., Notas, pág. 7 y 8. Ídem, ob. cit., Notas, etc., pág. LVII. Ídem, ob. cit., Notas, etc., pág. LV. Idem, ob. cit., Notas, etc., pág. LII. Idem, ob. cit., Notas, etc., pág. LII. . Idem, ob. cit., Notas, etc., pág. Lili. INDICE DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO XVIII (SEGUNDA SERIE, TOMO V) Un nuevo género de la familia Hcgatheridae, por Santiago Roth 7 Nota sobro la grasa de Camelas Dromedarios, por María L. Cobanera y Ca- rolina E. Spegazzini 22 Nota sobre el meteorito de « El Perdido », por el doctor Enrique Herrero Ducloux 29 Contribución al estudio de la Micromeria eugenioides (llieronymus) (muña-mu- ña), por el doctor Enrique Herrero Ducloux 34 Apuntes sobro antropometría de cuatro naturales del noroeste argentino por Carlos Bruch 47 Variaciones y anomalías anátomo-antropológicas en los huesos del cráneo do los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos, por Félix F. Outes 53 I. Cráneo cerebral 55 I. Frontal 55 § II. Esfonoides 60 § III. Occipital 65 § IV. Parietal 91 § V. Temporal ' 105 II. Cráneo facial 124 § I. Maxilar superior 124 $ II. Malar 133 § III. Uñosos propios de la nariz 135 $ IV. Palatino 136 § V. Mandíbula 138 Datos sobro la acción de las sales de cobalto y vanadio en los vegetales, por el doctor Enrique Herrero Ducloux y María Luisa Cobanera 145 Longicornios argentinos nuevos ó poco conocidos, por Carlos Bruch 164 Catálogo sistemático do los coleópteros de la República Argentina, por Carlos Bruch (pars VIII). 179 Guillermo Salom y Sureda, f el 19 de julio de 1911. 227 Los pronombres de la lengua Toba con referencias á los del Mocoví, por ol padre fray Zacarías Ducci, O. F. M. y una introducción do Samuel A. Lafone Quevedo 232 riJlíLICACIONlíS DEL MUSEO DE LA PLATA l'KIM EJí.A SlíJM 10 Las diversas publicaciones correspondientes á la primera, serie, se Im lian de venta, en el Museo íí. los precios siguientes : ANALES SUCCION ZOOLOGICA Primera parte JVros 2.00 Segunda parte tí. 00 Tercera, parte i . 00 SECCIÓN DE HISTORIA GENERAL Primera, parte 6.00 SECCIÓN DE ARQUEOLOGÍA Primera, parte 2.00 Segunda, y tercera parte. . . . 3 . 00 SECCIÓN GEOLÓGICA V MINERALÓGICA Primera parte 5 . 00 Segunda parte 20.00 Tercera parte i 5 . oo SUCCION DK HISTORIA AMERICANA JVfiOH Primera paite 3 . 00 Segunda parte 0.00 Tercera parte 00.00 SUCCIÓN DE PALEONTOLOGÍA Primera parte 15.00 Segunda parte agotad» Tercera parte agolada. Cuarta, parte 6. 00 Quinta par®