\'> ''-M'':'''.i'' Mi\u\i^ñi\\\m\\ixiWíi w p .V THE LIBRARY OF THE OF LOS UNIVERSITY CALIFORNIA ANGELES u ■-— L^'> m fk f o \/ V o COMISIÓN ARGENTINA ÁliHlCIJLIliRA, lUNAÜERIA, ORIJi^lUCIU^ \ mm\\\ RURAL INGLATERRA, ESTADOS UNIDOS Y AUSTRALIA Por I^icardo JvÍewton y Juan Ii^lerena ■ 'oinisionados' por el Exmo. Gobierno de Buenos Aire- Tercera Par-ie — ToiTio V!I BUENOS AIUES nil*!('nta y Fundición de Tipos .;La Hepübuca - Beljírano 189. ¡ N .S 4 VÜJiS \ ESTUDIOS COMISIÓN ARGENTINA SOBRE LA AGRICULTURA, GiJÍADERIA, ORGAMZATO Y ECONOMÍA RL'RAL INGLATERRA, ESTADOS UNIDOS Y AUSTRALIA Por T^^icardo JvÍewton y Juan X^lerena Comisionados por el Exmo. Gobierno de Buenos Aires Tercera Parte — Tomo VI I BUENOS AIRES hiiirtnta y Fundición de Tipos «La Repúbuca- Bel^ran.'> Vii 1S84 á XVII Breve historia de la Colonia de Nueva Gales del Sud — Su estension y descripción general de su territorio — Vistas — Escursiones y descripciones de sus puntos geográficos mas importantes — Estadística de la población, agricultura, gana- deria, minas, etc. — Datos sobre Administración, Gobierno, Comercio, Inmigración, Ferro-Carriles, etc. — Ciudades prin- cipales — Estado moral, político y social. Nueva Gales del Sud ha sido el nombre dado por el célebre navegante Cook, en 1770, á esa parte de Austra- lia por él descubierta, donde se kalla hoy la magnífica bahía ó ensenada de Sydney, llamada Port Jackson, á causa tal vez de una reminiscencia del distrito de South WalUs de Inglaterra; regiones, sin embargo, que en lo que respecta al clima y vegetación, no ofrecen la menor anak)gía. La espedicion de que Cook era jefe, dejó la Inglaterra en Agosto de 1768, en el buque Endeavour, pequeña nave de 250 toneladas, siendo el objeto princi- pal de la espedicion la observación del tránsito de Venus. Con Cook venían el astiónomo Green, el botanista So- lander y el naturalista Banks. Habiendo dejado la Comi- sión astronómica en Tahiti, el Capitán Cook puso la proa de su nave en la dirección del Sud, á fin de acometer nuevos descubrimientos geográficos, que estaban á la 1331?'58 . — 4 — moda en esa época, como en la nuestra la exploración de lo ya descubierto en siglos anteriores. En Setiembre de 1769 se dio vista á la Nueva Zelanda, y en Abril del siguiente año se descubrió una punta de tierra á la estremidad Sud-Este del Continente Aus- traliano, que recibió el nombre de Punta ó Cabo Hicks. De este punto el Endeanjour fué encaminado al Nord-Este; poco después se descubrió y se dio nombre al Cabo Howe, como también otros varios promontorios de la costa. Dos 6 tres dias después, á fines de Abril, se descubrió Botany-Bay, se efectuó un desembarco y se tomó pose- sión en nombre del Rey. El 6 de Mayo se dio nombre de paso á Port-Jackson, que es el nombre que aun con- serva la Babia ó Puerto de Sidney; porque esta ciudad se alza en una península estrechada entre dos bahias, Port-Jackson y Botany-Bay. Esta última localidad fué la escojida por el gobierno inglés para la fundación de un establecimiento penal. La primera flota de buqués de convictos, compuesta de la Iragata Syrius, de 20 cañones, y de otros varios dejó la Inglaterra en Marzo de 1787, y después de tocar en Tenerife, Rio Janeiro y Cabo de Buena Esperanza, ancló en Botany Bay, el 20 de Enero del siguiente año. J^a espedicion se hallaba bajo el mando del capitán Arthur Phillip, teniendo por segundo al capitán Hunter. íia espedicion comprendia 751 convictos, entre ellos 192 mujeres y 16 niños; igualmente que un destacamento de marinos al mando del Mayor Ross. El ganado en pié que venia en la flota se componía de un toro, 4 vacas, 1 ternero, 1 caballo padrillo, 3 yeguas, 3 potrillos y al.ürunas ovejas, cabras y cerdos: trayendo también semí- — 5 — lias y plantas útiles de todas clases. Como los terrenos en que desembarcaron primero en Botany Bay eran inadecuados para la agricultura, el establecimiento se trasladó á Port Jackson. El lugar escojido íué el sitio hoy ocupado por el Jardin Botánico de Sidney á la cabeza de la caleta hoy llamada Circular Quay, ó Muelle Circular, á las inmediaciones de un manso y cristalino arroyo de agua dulce que corria murmurando bajo las espesuras de un bosque. Todo el personal del establecimiento llegaba á 1030 personas-, habiendo muerto 32 en el pasage. Entre las primeras construcciones que se hicieron, fué un Obser- vatorio astronómico que se coloco bajo la dirección del teniente Dawes. El primer animal indígena que vieron y mataron los colonos, fué un emú que ya sabemos es una especie de avestruz AustraHano. Los indígenas ocasionaron al principio algunos disturbios y asesinatos. En Abril de 1789, una epidemia de viruela hizo destro- zos á los naturales; y en Octubre de ese mismo año, se lanzó al mar la primera nave construida en la Colonia. El capitán Phillip fué el primer gobernador de este esta- blecimiento en embrión. Como es fácil concebirlo, las penurias porque tuvo que pasar el establecimiento fueron grandes. En No- viembre de 1789 se obtuvo la primera cosecha, que cons- taba de 200 bushels de trigo, 35 bushels (cuartillas) de cebada y una pequeña cantidad de avena y de maiz. Los primeros dias del establecimiento fueron manchados con desórdenes y crímenes, reprimidos con severidad. En Diciembre 10 de 1792 el capitán Phillip cesó de ser go- bernador: sucediéndole su teniente gobernador Gross; — 6 — al que siguió luego el capitán Paterson, que gobernó hasta 1795; sucediéndole Hunter, que gobernó hasta 1800 y el capitán King que gobernó hasta 1806. La Colonia en este tiempo babia progresado mucho, comenzando á asumir las proporciones de una ciudad. En 1801 Sydney contaba ya cerca de 6000 almas.. Bajo el gobierno de King se formaron dos nuevos establecimientos penales; esto es, dos colonias á saber en New Castle, al norte de Sydney y en Hobart y Launceston, en la Isla de Vandiemen, hoy Tasmania. En 1793 el capitán Pater- son trató de hacer un recocimiento en el Oeste, atra- vesando las Montañas Azules, pero no pudo conseguirlo. En ] 806 el capitán Bligh subió al gobierno, pero fué depuesto por una facción en 1808 y enviado á Ingla- terra, desempeñando sus funciones sucesivamente Johns- ton, Fovaux y Paterson. El Mayor General Macquarie se recibió del mando en 1810; y durante su réjimen de 12 años, el progreso de la colonia fué constante y considerable^ Ocupóse de abrir caminos, construyendo uno sobre todo, que atra- vesaba las montañas Azules hasta Bathurst, terrenos poblados ya desde las exploraciones de Wentworíh, Gregory y Blakland hasta la otra parte de estas que los Australianos llaman formidables barreras, y que son, sin embargo, menos elevadas que nuestras sierras de segundo orden. En 1803, se estableció en Sydney el primer periódico impreso con el título de Sydney Ga- zette and New South Walles Advertiser. Durante 20 años solo fué el órgano de los documentos oficiales del Go- bierno; y solo desde 1823 las discusiones políticas tuvie- ron cabida en sus columnas. Primero salia los sábados, después los domingos; él existió hasta 1843. Al Ge- neral Macquarie,sucedió en el gobierno Mr. Bribane en 1821, siendo éste sucedido por Darling en 1825, á quien se seguió Burke en 1831. Este gobernó hasta 1837 y durante todo este tiempo la colonia continuó en pro- greso, pasando las importaciones de 1.000,000 Ibs. y lle- gando las exportaciones hasta 622,193 Ibs. anuales. La población llegó en ese año á 76.793 personas. El Sijdneifs Herald comenzó en 1831 como semanario y se convirtió en diario en 1841. A Burke sucedió en el gobierno sir George Gipps en 1838, siendo este sustituido en 1846 por sir Charles Fitz Roy. La inauguración de la primera Constitución Austra- liana, tuvo lugar bajo el Gobierno de Gipps, quien reci- bió despachos del Gobierno Británico conteniendo las actas de la nueva Constitución, las cuales prescribian la organización de un Concejo Legislativo, en pane por la elección, y en parte por nombramiento del Gobierno. La Colonia fué dividida en distritos electorales, concediéndo- se por primera vez á la Colonia un Gobierno liberal y autonómico. Se vé como la Inglaterra, desde principios de este siglo, comenzó á cambiar, de una manera popular, sus instituciones coloniales, sin aferrarse á las viejas prácticas autoritarias que han hecho perder á España sin remedio todas las suyas. Algunos meses después de la llegada del Gobernador Sir Charles Fitz Roy, se recibieron despachos de Mr. Gladstone, entonces Ministro de las Colonias, notificando al Concejo Legislativo el deseo de una favorable recon- sideración del sistema de transportación de convictos — 8 — Estos despachos sumergieron las Colonias en un estado de gran excitación, y el 11 de Junio de 1849 tuvo lugar un gran meeling público, en el Muelle Circular, para protestar con indignación contra nuevos desembarcos de convictos, llegados á bordo del Hashemí/. Después de una severa lucha con el Gobernador y las autoridades de la Colonia, quedó prohibido el desembarco de convictos en Nueva Gales del Sud. La dotación é inauguración de la Universidad de Sydney, con sus Colegios y Escuelas afiliadas; los pri- meros trabajos de terraplén del gran ferro-carril del Sud; la colocación de la primera piedra del dique seco de Fitzroy, en la Isla de Cockatoo, y el establecimiento en Sydney de una rama del Cuño Regio, todo tuvo lugar bajo la administración de Sir Charles Fitzroy, que tuvo lugar entre Agosto 3 de 1846 y Enero de 17 de 1855. Pero el gran acontecimiento de su reinado fué el esta- blecimiento de la Constitución política de Nueva Gales del Sud, por la cual se acordaba á las Colonias el gran derecho político del Gobierno responsable. En la época que precedió á la división de la Colonia, su progreso material puede congeturarse de los siguientes datos: Contábanse en el territorio de esta 13.059,324 ovejas, 1.738,965 cabezas de vacuno, 132,437 cabalgares y 61,631 cerdos. El número de acres de tierra cultivados se elevaban á 198,056 inclusos unos 1,000 acres de viñas. Las importaciones habian llegado á 2.078,338 libras esterlinas, y las exportaciones á 2.399,580 libras. La renta se estimaba en 575,974 libras esterlinas. Los intereses manufactureros, habian, además, adquirido mucho desarrollo: habíanse establecido fábricas de- paño, destilerías, cervecerías, fábricas de refinar azúcar, jabo- nerías, curtiembres, fábricas de diferentes clases, fundi- ciones, molinos á vapor y otros establecimientos indus- triales. La educación se hallaba difundida por 659 escuelas, concurridas por 24,004 alumnos. En 1861 los datos del Censo dieron una población de 187,244 almas. El 1^ de Junio de 1851, esa parte de la Colonia llamada Australia Félix por su descubridor, y que se halla situada entre el Cabo HoAve al Este y el lindero de Sud Australia al Oeste, y limitada por el Rio Murray al Norte, y al Nordeste por una línea desde el Cabo Howe á las fuentes de dicho rio, fué separada, convir- tiéndose en una Colonia independiente, con el nombre de Victoria. En 1851, el descubrimiento del oro en Nueva Gales del Sud tuvo lugar, siendo Mr. Hargreaves su descubri- dor, en Summerhill Creek, á 20 millas de Bathurst. Por algún tiempo, la fiebre del oro llegó á desorganizar toda la fábrica social de la Colonia. El Gobernador Denison sucedió á Fitzroy en el Gobierno, en 1855. A la expi- ración de su Gobierno, en 1861, la población habia aumentado á 358,278 almas; las Escuelas llegaban á 849, contando 37,874 alumnos; habiéndose establecido 788 fábricas de toda especie; hallándose en cultivo cerca de 300,000 acres de tierra; el ganado cabalgar llegaba á 233,220 cabezas; el vacuno á 2 millones 271,923 cabezas, y 146,091 cerdos; las ovejas habían mas bien disminuido en su número; las importaciones llegaban á 6.391,555 libras esterlinas; las rentas llega- ban á 1.448,610 libras esterlinas, y los gastos á 1540005. — 10 — Lord Lisiar sucedió á Denison en el gobierno en Mayo de 1861, gobernando hasta fines de 1867; siendo sucedido en Enero del año siguiente por el Conde de Belinore, el cual gobernó hasta Febrero de 1672; suce- diéndole en Junio del mismo año Sir Hércules Robinson, gobernador que había sido de Geylan y cuyo gobierno él hizo muy popular por sus costumbres campechanas y sus viriles discursos; el cual habiendo pasado á go- bernar Nueva Zelanda en 1879, fué sucedido por Lord Loftus, actual gobernador de Nueva Gales del Sud. Du- rante el gobierno de Robinson se difundieron en la Colonia los principios del comercio libre; se dio gran estension al desarrollo de los ferro-carriles y tuvo lugar la anexión de las Islas Fijii á la corona Británica. Por su parte, el nuevo gobernador Loftus inauguró su gobierno con una brillante Exposición Internacional, la cual llamó la atención del mundo sobre estas Colonias, atrayendo un gran concurso de visitantes, que se vol- vieron asombrados de sus progresos. En efecto, el desarrollo del Estado de que Sydney es la capital, es asombroso, según lo hemos podido palpar nosotros. Sus rentas han alcanzado en el año último (1882) á 7 1/2 millones de Ib. est. (38 millones de duros), suma enorme para un Estado que solo cuenta poco mas de 800,000 almas, y sobre el cual no gravitan impuestos pesados ni aun los de aduana, pues las tarifas de esta se hallan aregladas según los principios del comercio libre. Ademas, este Estado es solo uno de los seis que constituyen las colias Australianas. En todo el año último (escribimos en 1883) la población ha aumentado un 5 0/0; las exportaciones un 9 0/0 y — 11 — las importaciones un 23 0/0 en Sydney solo. El comer- cio de esta ciudad representa 35 Ib. est. por cabeza de habitante. Este aumento extraordinario en la importa- ción se debe tal vez á una exesiva competencia; y mas que todo á los cambios que los progresos industriales y científicos deben necesariamente imponer á la vieja rutina mercantil. Como el uso del telégrafo eléctrico y la sostitucion con las rápidas y regulares lineas de vapor, al tráfico contingente y tardio de los buques de vela, han propendido á eliminar las probabilidades de grandes ganancias y por consiguiente de grandes pérdidas en las especulaciones; han contribuido al mismo tiempo á introducir en el comercio hombres nuevos, que solo tienen á su disposición pequeños capitales, deficiencia que suplen con su actividad. Los manufactureros Ingleses han com.enzado ademas á valerse de agentes y consig- natarios para el despacho y venta directa de sus pro- ductos. De todo esto resulta que no solo en Australia, sino en todo el mundo, el comercio se halla en un estado de transición de los viejos procedimientos y métodos, á los nuevos; y del antiguo y estrecho orden de negocios, á otro mas lato, mas rápido y montado sobre nuevas bases y condiciones de acción. Se vé, pues, que se nece- sitan inteligencias privilegiadas para poder, sin las influencias de hecho y preponderantes del acaso, llegar á fijar las nuevas condiciones de las transacciones en el porvenir; y todos tienen que pasar por fuertes prue- bas y privaciones antes de poder organizar un nuevo y adecuado sistema de transacciones mercantiles. Pero esta situación transitoria no es un mal peculiar de Australia, lo es de todo el mundo, que aun no ha - 12 - llegado afijar sus métodos al respecto, guiándose aun por la antigua rutina. En tales condiciones, vivir, solo conservarse es mucho hasta el nuevo advenimiento. En Australia, sin embargo, han habido pocas insolven- cias en el año último; y todo debido al aumento ere - ciente de los consumos y á la abundancia de ocupación para todos, de modo que esto ha podido neutralizar un tanto los efectos de la escesiva concurrencia. Para demostrar el desprecio en que las viejas prácticas, las viejas influencias y las viejas ideas han incurrido, basta saber que habiendo ei Ministerio anterior de Sir H. Parker apelado al juicio del país en nuevas eleccio- nes generales, este ha enviado una gran mayoría de hombres nuevos y opositores al gobierno rutinario y tradicional. Esto ha precipitado la calda del viejo Minis- terio, constituyéndose en su lugar otro compuesto de hombres de saber y de esperiencla, pero nuevos, bajo la presidencia de Mr. Stuart, parlamentario de ideas avanzadas. Tal es la revolución pacííica que tuvo lugar en Sydney, en los días de nuestra llegada. En su origen el gobierno de esta colonia comprendía todo el territorio que se estlende desde el Cabo York, en la estremldad Norte de Australia, bajo el paralelo de los 10" 37' lat. Sud, hasta Cabo Sud, en la latitud de los 43*^ 29' lat. Sud, incluyendo las islas del Pacifico dentro de estas latitudes; y en el interior, al Oeste, hasta el — 13 — meridiano de los ISS** long. E. de Greenwich La erección en Colonias separadas de Sud-Australia en 1836; de Vic- toria en 1851 y de Queensland en 1850, redujo en gran manera sus dimensiones. Ahora contiene una área de 323,437 millas cuadradas; ó mas aproximadamente, 198.626,143 acres, lo que hace un territorio tres veces mayor que la Gran Bretaña é Irlanda reunidas; ó una estension tan grande como la Francia y Gran Bretaña reunidas. Es casi igual en estension al Canadá y mayor que cualquiera de los Estados de Europa, escepto el Imperio Germánico y la Rusia. Hállase comprendida entreoí paralelo de los 28*^ O' y los 37^ 28*^ lat. Sud; y entre los meridianos de los 153** 37' y los HT de long. E. de Greenwich; estendiéndose sobre cerca de 9** de lat. y 12'*l/2 long. Su posición en latitud Sud corres- ponde á la parte Norte de los Estados del Plata y Chile en Sud-América. En su correspondiente zona en el he- misferio Norte, se halla el Sud de España, la Italia y la Grecia. Goza, pues, de uno de esos magníficos climas templados, análogos á los que han poseido las mas grandes y célebres naciones del globo. Un pais de raza inglesa, esto es, una de las mas fuertes é inteligentes razas actuales, colocadas en tales condiciones de acción y vitalidad, no puede sino llegará ser un gran pueblo capaz de rivalizar por sus grandes cualidades con los mas notables pueblos antiguos y modernos; y su prensa tan inteligente, su industria tan pi^ecoz y su fecundidad tan grande como nación, muestran que se halla en ese camino. La mayor estension en largo del Estado de Nueva Gale^ del Sud es de 900 millas, pero la media solo se eleva á 500. 1.4 - El mayor ancho llega á 850 millas, pero la media no excede de 500 millas, formando asi una potencia territorial cuadrada, tan ancha como larga. Sus límites son: al Norte la colonia de Qaeensland, de quien se halla separada por la Sierra de Macpherion, la Cadena Divisoria {Dívídínf/ Hange) y el Rio Dumaresq; al Este, el Océano Pacifico; al Sud, la Colonia de Victoria, al Oeste, Sud Australia, de cuyo territorio se halla separada por el meridiano de los 141^ E. Greenwich. El paralelo de los 29*' y una línea irregular hasta Point Danger, la separa de Queensland, y una línea imaginaiia tirada del Caho Howe á la fuente mas inmediata del Murray y por la margen Occidental de este rio, se halla sepa- rada de Victoria. La disposición de limites que aca- bamos de trazar dan, pues, á este Estado un territorio de forma cuadrangular, siendo su frontera Sud ia que mas se desvia de la recta. La swperñcie de ese suelo se halla diversificada con colonias, alternadas de valles y llanos. Un cordón de elevadas colinas corre paralelo á la rivera del mar, á la distancia media de 30 millas al Este y el cual divide parcialmente la colonia. El país, á la parte Oriental de este cordón, constituj^e una llanura ondulada, interceptada por numerosas corrientes. A la parte Occi- dental del cordón, el país se estiende en mesetas hacia el interior durante algún espacio, hasta que mas al Oeste desciende á formar vastas llanuras, de un carácter de inferioridad en lo que se refiere á los cultivos agrícolas, pero no para las crianzas ganaderas. Su línea de litoral tiene una estension total de unas 800 millas, la cual vista del mar presenta una elevada y pedregosa apariencia, que augura ma'os ratos al marino, aunque en parages — 15 — hay largos espacios de playas arenosas. La mayor parte délas Puntas, Cabos, Bahías y Canaletas son aun cono- cidas por los nombres que les dio el capitán Cook. A lo largo de la costa se presentan numerosas lagunas de aguas saladas, cuya entrada suele presentarse cerrada para la navegación después de las grandes borrascas. La superficie territorial de Nueva Ga-es del Sud, puede dividirse en tres partes; los distritos costeros, las mesetas, los llanos del interior. Los distritos costeros forman una estrecha banda de tierras onduladas, situa- das á lo largo del litoral marítimo, con un ancho, á menudo, no mayor de 35 millas, y á veces menor; mien- tras en otras partes se ensancha hasta alcanzar 120 millas, siendo su ancho general de 60 á 70 millas. Estiéndese hasta tocar la Diciding Range 6 las Z^/we Mountains^ cuya cadena forma la línea del divortia aquarurn de la colonia; siendo las gradientes que miran al mar generalmente las mas empinadas. Por lo común estos distritos gozan de un bello y fértil suelo, hallán- dose hoy ocupado y poblado en toda su estension, de Norte á Sud. Se halla bien regado por muchos y bellos rios, los mas de los cuales periódicamente inundan sus riberas, después de los grandes aguaceros que caen de las montañas, y aun cuando estas inundaciones suelan ocasionar considerables daños á los chacareros, ellas cubren las tierras bajas y planas con un fino y. fecundo depósito aluvional que puede producir en abundancia todo género de cultivos, pudiendo ser cultivados en años consecutivos, sin necesidad de reposo ni de abono. Las mesetas forman una altiplanicie elevada ó distritos ele- vados ahondados aquí y allí, con profundos y escarpados -- 16 — valles ó quebradas, que á menudo presentan del lado del mar escarpes casi perpendiculares. Estas nnesetas atraviesan toda la estension del país, estendiéndose en la dirección del Oeste, mas ó menos hasta el 141o meridiano. La forma de la planicie es irre- gular. Sobre ella, á una distancia de t)0 á 70 millas de la costa, se alzan las más elevadas montañas de la Colonia. iMás al Oeste del meridiano délos 14r, se presenta un descenso gradual hacia los grandes llanos del interior. Estos llanos se hallan cubiertos por ralos bosques bien regados y vestidos en las estaciones favorables, de una espléndida alfombra de verdura; ellos constituyen las praderas 6 pastizales en la Nueva Gales del Sud. Pasando ahora á las montañas, estas se estienden sobre una vasta área, pero su elevación media no alcanza probablemente mas de 3,500 pies. Las principales cade- nas de montañas son las Interior Uanges ó Cadenas Inte- riores; la gran Cadena Divisoria, ó Diñding Range^ y las Coast Ranges, 6 Cadenas del Litoral. Las primeras se hallan situadas cerca de los confines Occidentales de la Colonia, y forman las vertientes Occidentales del Rio Darling; la principal de ellas es la Sierra Grey (Grey Range) y la Barrera de Stanley {Barrier Rango). La mayor elevación de la primera es el Monte Arrowsmith, de 2,000 pies de elevación, y en la Cadena Stanley, el Monte Lyell, de una altura aproximada. La gran Cadena Divisoria se estiende todo lo largo de las costas Este y Sudeste de Australia, constituyendo en este país la prin- cipal línea divisoria de sus aguas. Se compone de 7 principales ramas, á saber: V El New England Range, cuya mayor elevación es Ben Lomond, de 5,000 pies de alto 2° El Liverpool Raiige, cuyo punto más elevado es Oxley Peack, de 4,500 pies de altura. 3° El Blue Mountains Ilancje, cuya mayor elevación es el Monte Beemerang, alto de 4,100 pies. 4» El Cullaring Itange cuyo pico más elevado es Moondoanen, alto de 3,000 pies 5» El Gowrock Range, cuyo punto culminante es el Jindullan, alto de 4,300 pies. 6» El Manera Range, cuyo punto mas elevado es Head of Kybean River (Fuente del Rio Kybean), de 4,010 pies de elevación. 7 El Muniong Range, cuya cumbre más elevada es el Monte Kosciusko, de 7,308 pies de elevación. Este ultimo se halla soio 700 pies más abajo de la línea de las nieves eternas en Australia. Toda la serie de cadenas de montañas que acabamos de desi-nar por sus nombres, forma parte de la cordillera que divide las vertientes Orientales de las Occidentales del Continente Australiano. La« Coast Range ó cadenas del Litoral, se hallan al naciente de !a gran Cadena Divisoria, y paralela á ella durante una distancia con^ siderable. Ellas, generalmente forman el borde de la elevada meseta sobre la cual se alza la gran Cadena Divi- soria. Los más elevados picos de esta son el Monte Seawieio (Miramar), á 0,000 pies de elevación; el Monte Coolungabiem, de 3,712 de alto, y el Mente Buda^vang, con una elevación de 3,800 pies. Además de las cadenas ó sistemas de montañas que acabansos de señalar, exis- ten varias montañas y grupos aislados notables, como el Pié de Palo de San Juan, que se alza aislado en medio de una vasta llanura. Los principales de estos grupos Australianos aislados, son: el Monte Duhleducke; el Who- vumg; eXElanie; el Yarrahapini; .el Kibbora, Ue Three <^ - 18 - Brothers; el Monte Talwah] el Dromedario ; e\ Miimbulla^ y, últimamente, el Imalayo^ ó Monte Globo, de 2,900 pies de elevación. Enumeradas las -montañas, pasaremos á las llanuras que ellas separan. Ya sabemos que la región interior al oeste de la colonia, hacia sus confines con Sud Aus- tralia, se compone desuna inmensa región de pampas ó llanuras niveladas. La principal de estas tiene el nombre de llanos de Liverpool, hallándose situada entre la Sierra de Liverpool y la de Nundawar. Estos llanos cuyo nombre indígena era el de Cobbon Combroy, con- tienen unos 2,080,000 de acres, ó 16,901 millas cuadra- das de suelo. En 1818 el recibió de Mr. Oxley su descubridor el nombre de Lord Liverpool. Supónese que en las edades geológicas anteriores él ha sido el lecho de un inmenso Lago ó Mar interior, con colonias y grupos que se alzan á manera de velas, como hoy sucede en la quebrada ó valle del Mar Rojo: estas islas se forman principalmente de arenácea y basalto. En su mayor parte se halla muy poco regado, por lo cual se halla en su mayor parte escluido de los beneficios de la agricultura : pero no del pastoreo. Otro estenso llano ó Sierra de llanos es el conocido con el nombre de Llanos de Monaro ó de Brisbajie Downe^ compuesto de ana zona de gran bello pais pastoril, ondulado y guadaloso^ con un rico y fértil suelo y notablemente bien regado. Ellos forman una meseta de 2000 pies sobre el nivel del mar y pre- senta unas 70 millas de largo. Su formación geológica la constituyen en general diversos granitos interpuestos entre mantos de pizarra cuarzosas (lajas) cuya zona infe- rior se halla en parte cubierta por erupciones trap- ^ 19 — peanas. También se presentan estensos llanos sobre el Rio Hunter. conocidos como South Park; y como los llanos de Jerry y Patrick, todos en un alto estado de cultivo; mas espuestos á severas inundaciones ; y tam- bién los llanos inmediatos á Bathurst llamados de Mac- quarie ; y á otros en la región Noroeste de la colonia, ocupados estos últimos en su mayor parte por estancias de ganado. Si de la topografia, pasamos á la hidrografía de Nue- va Gales del Sud, á comenzar por los Lagos, hallamos que el mas notable de estos es el Lago George, situado á 25 millas al Sudoeste de Goulburn y el cual tiene 25 millas de largo por ocho de ancho. Este es el mas importante de los Lagos interiores de la Nueva Gales del Sud; hállase situada en la cumbre de la meseta de la Cadena Divisoria, alzándose unos 2129 pies sobre el nivel del Mar; hállase rodeado en dos de sus costados por jigantezcas montañas culminando hasta las nubes, con faldas pastosas que se empiezan desde la lengua del agua; á los dos estreñios del Lago el país se ostenta pastoso y mas parejo; las aguas no presentan salida y son por consiguiente salinas por la acumulación de la sal que toda agua natural tiene siempre en solución; y aunque son inadecuadas para la bebida del hombre, es sinembargo absorbida con avidez por el ganado, que se contenta con ella á falta de otra mas dulce, con gran utilidad de su carne. Por largo tiempo antes del año de 1852 este lago permaneció pn seco; pero ese año. que lo fué del gran diluvio ó inundación de Gundaqui, volvió á llenarse y desde entonces esta represa natural ha per- manecido llena en todo ó en parte, su superficie se hall-a - 20 — plagada de aves acuáticas y sus aguas abundan en pes- cado. Entre los otros lagos pueden enumerarse el Lago Bathnrst^ unas de 10 millas distante del Lago George, con un área de 8 millas cuadradas: el Lago Tarrago; el Lago Burra Burra; el Lago Macqi/aríe, que es mas cor- rectamente una caleta del Mar de 20 millas de largo, por 3 millas de ancho; y el Lago Illaworra también formado por el mar. Si de los Lagos pasamos á los Bios, se observa que todos los Ríos de la Colonia, con solo tres escepciones, tienen su fuente en la gran cadena divisoria y fluyen de allí al mar por sus vertientes Orientales ú Occiden- tales. Los grandes Rios de los vertientes Occidentales son el Darling, el Lachlan, el Murrumbidgee y el Murray con sus afluentes. Todos estos rios van á confundirse sus corrientes con el Murray, que fluye al Lago Alexandri- na en Sud-Australia y de alli al Océano. La ostensión estimada del Darling y de sus afluentes es de 1160 millas; y el área que desagua es de 198,003 millas cua- dradas. La ostensión estimada de Lachlan es de 700 millas, desaguando una área de 27,000 millas cuadradas. Este rio gira circularraente al Oeste y Sud- oeste y finalmente se vierte en el Murrumbidgee, atravesando vastos llanos en la última parte de su carrera. El Mur- rumbidgee que se desprende de las Sierras Muniong, después de un curso de 1350 millas, de las que unas 500 son navegables, cae también en el Murray, después de recibir kis aguas de unas 25,000 millas cuadradas. El Murray que también nace en las Sierras del Muniong, no lejos de las fuentes del Murrumbidgee, fluye en la dirección del Oeste del atravesando todo el territorio de — 21 — Nueva Gales del Sud en esa parte, recibiendo casi todas las aguas de las vertientes Occidentales y desaguando un área de 270,000 millas cuadradas; y alcanzando un curso de 1129 millas antes de desaparecer en el Lago Alexandrina. El ancho medio de su corriente es de 240 pies, con una profundidad media de 16 pies. Es nave- gable y navegado en efecto por pequeños vapores, hasta la altura de Albury, ciudad de Nueva Gales del Sud,sobre las fronteras de Victoria, tanto el Murray como el Mur- rumbidgee se unen por brazos en la parte inferior de un curso. Los Ríos interiores que fluyen al Oeste, en ciertas estaciones del año, son atravesados por pequeñas cor- rientes del Lago Alexandrina, hasta WagaVv'aga sobre el Murrumbidgee, y basta Burke, en el rio Darling. Tri- butario de estos nos es el Namos^ de 600 millas de largo; el Bogan de 450 millas; el Gceidir de 449 millas; el Bar- won de 510 millas; el Castlereag de 365 millas y el Mac InUjrs de 350 millas de largo. El Tumut de 80 millas de largo es tributario del Murrumbidgee y el Warrego, de 100 millas de largo; y el Macquarie de 750 millas de largo son tributarios del Darling. Los rios de las vertientes Orientales se derraman todos en el Océano Pacífico. El mayor en el orden de su estension en el Haukesbury, de 330 millas de largo, que desagua un área de 8700 millas cuadradas. Este Hawkesbury recibe varias pequeñas corrientes y en diferentes puntos lleva otros nombres, como el Wollondilly, el Warragamba y el Nepean; el Hunter de 300 millas de agua; una su- perficie de 8000 millas cuadradas; el Shoalhaven 260 millas cuadradas; el Clarence 240 millas, navegable du- rante 70 millas desde su desembocadura; el Macleay de 22 — 190 millas; el liickmondáe 120 millas y el Manni?igáe 100 millas. De menos de 100 millas de largo son el Hastivgs, el Kari/eaJí, el Clf/de, el Moruya^ el Turón, el Ber/a y el Towamha. Muchas de estas corrientes son parcialmente navegables para vapores de poco calado, pero presentan barras en sas entradas que son mas ó menos difíciles ó peligrosas, todos varian mucho en su volumen de agua, entre las dos estaciones del estío y del invierno, el Hawkesbury y el Hunter en particular fluctúan en es- tremo y á menudo en el invierno ocasionan desastrosas inundaciones, lo que hace increíblemente feraces Vos terrenos de sus márgenes, pero también inhabitables. Por lo demás, las costas de Nueva Gales se hallan franqueadas por unos 22 entre promontorios y cabos importantes. Entre los principales de estos se pueden enumerar Point Danger, Cabo Byron, Cabo Smoky, Cabo Ha^'ke, cerca de la entrada del Lago Wallis, Punta Sugar Loaf, Punta Stephens, Cabo Banks, Cabo So- lander, Punta Perpendicular, Cabo San George, entre Jervis Bay y Sussex Haven, Cabo Green y Cabo Howe y las Costas Neo Calesas, presentan además como 18 entre Bahias y Ensenadas. La mayor y mas importante de todas ellas es Twofold Bay en el Sud; antes una estación ballenera con una ensenada cómoda: Jervis Bay, situada 150 millas al Norte de Twoíold Bay, tiene una entrada de dos millas de ancho, con una ostensión de 7 millas y un ancho de 4 millas. Botany Bay tiene un área de 20 millas cuadradas, pero es muy somera. Port Jackson, en que se halla situada Sidney; Midle Harbour, una prolongación septentrional de Port Jackson, de gran capacidad, mas poca profundidad de agua ; — 23 — Broken J3ay, 20 millas al Norte de Siduey^s Heads, es principalmente empleada como puerto de refugio; Port Hunter, en cuyas riberas se halla la ciudad de New- Castle, y Port Stephens, una ensenada poco superior á Port Jackson, pero utilizada generalmente como puerto de refugio. Las sub-di visiones naturales," políticas y administra- tivas del Estado son numerosas. La colonia de Nueva Gales del Sud se baila, por ejemplo, dividida en 13 distritos pastorales, á saber: Monaro, una alta meseta de 40 á 50 millas de la costa, en la extremidad Sudeste, con un área de 8335 millas; MurmmhkJgee^ al Sud- oeste, con un área de 26,897 de país pastoso; La- chlan, al Norte del distrito de Murrumbidgee, con una área de 22,800 millas cuadradas; WelU^^oton, al Nord- este, tiene un área de 16,695 millas cuadradas; Bligh, al Este del distritcr de ^Yellington, tiene una área de 5.000,000 de acres de tierras pastosas; Los Llanos de Liverpool, al Nordeste, presentan un área de 10,901 millas cuadradas. Gtvidir, adyacente á los límites setentrionales de la Colonia, contiene nna área de 11,015 milkis cuadradas; New England se halla al este del distrito de Gwidir, su área 13,100 millas cuadradas, Macleay se halla en la costa nordeste, con un área de 3,180 millas cuadradas, Clarence ocupa el ángulo nordeste de la colonia y con- tiene una área de 5,000 millas cuadradas ; Darling se halla situada á la estremidad Sudoeste de Nueva Gider del Sud. Su área es de 50,000 millas cuadradas. Albert comprende toda la parte noroeste de la colonia; su área es de cerca de 10,00o millas cuadradas ; Warrenza se — 24 — halla al este de Albert y ocupa una posición Austral Norte, su área es de unas 10,000 millas cuadradas De los característicos generales de estos distritos, se puede deducir en suma que los de Murrumbidgee, Lac- than, Wellington, Ligh y Darling, son admirablemente adaptados para objetos pastoriles. Los distritos de los Llanos de Liverpool, New-England, Macleay y Clarence, sin en parte adecuados para trabajos agrícolas. ]\Ionaro, aun que muy quebrado, presenta terrenos selectos ; Gwyndre se compone principalmente de Llanos abiertos y muy pastosos ; Albert tiene mucha tierra rica para pastoreo ó cultivo; el Warrego tiene alguna tierra agrícola, con mucha parte de una naturaleza desolada. La colonia administrativamente ha sido subdividida en Condados, los que se cuentan en número de 118, divididos en Condados Viejos y Nuevos. Los viejos condados de las inmediaciones de las' costas se hallan perfectamente deslindados y mas densamente poblados que los condados nuevos del interior, cada uno de los cuales es mayor en su área que muchos de los pequeños Estados Europeos. Aunque estos distritos fueron en un principio tomados por los Squatters para el pastoreo de sus ganados, hoy se hallan gradualmente poblados por agricultores y otras clases de colonos. Los con- dados con sus capitales y sus principales ciudades, son los siguientes: «San Vicente^), capital Braiwood; «Can- den», capital Berrima; «Cumberland», Sydney; «Nor- thumberlana», New Castle; «Gloucester», Raymond Terrace; «Macquarie», Port Macquarie, en la Costa; « Durham », Paterson ; « Brisbane », Scone ; « Bligh », Carrilis, dentro al noroeste ; «Cook», Hartlev; «Rox- — 25 — burgh», Kelso; «Westmoreland», O'Conell, «Welling- ton », Orange; « Bathurst » , ciudad de Bathurst; «Hunter», Terrys Plaine; «Phillip», Mudgee, en el Oeste; «Georgiana», Tuena ; «King», Guncíiing; «Argyle», Goiilburn; «Murray», Yass, al Sudoeste. Todos estos son conocidos con el nombre de Viejos Condados, poblados desde largo tiempo; los Condados Nuevos, situados prin- cipalmente en el interior, son : «Arawata,» Ashbunbam, Auckland, Barrad ino, Benarba, Berresford, Bucleuch, < Buckland, Buller, Burnet, Cadell, Caiva, Clarence, « Clarendon, Olive, Clyde, Cooper, Convallie, Cowley € Cowper, Cunningham, Dampier, Darlíng, Denbam, € Denison, Drake, Dudley, Ewanmar, Gordon, Gough, « Goulburn, Gowen, Gregory, Gresham, Barden, Has- « tings, Hawes, Hume, Inglis, Jamieson, Leicharnt, « Lincoln, Menindie, Monteagle, Murchison, Nandewar « Napier, Nicholsf)n, Oxley, Parry, Pottinger, Raleigh, « Ríchmond, Rous, Sandon, Selwyn, Tayla, Townsend, « Urana, Vernon, Wakool, Waljeers, Wallace, Warad- « gery, Wellesley, Wentworth, Wynyard». Los si- guientes se hallan situados á gran distancia de la Me- trópoli : « Bland, Blaxland, Bourko, Boyd, Cambeligo, « Clarke, Dowling, Finch, Fitzroy, Flinders, Forbes, «Franklin, Gipps, Guderbooka, Kennedy, Killara, « Landsborough, Livingstone, Mitchell, Nassau, Narro- « mine, Perry, Rankin, Stapylton, Sturt, Tara, We- « runda, White, Windeyer, Yanda, Young. ». Para la venta y distribución de la tierra pública la colonia ha sido distribuida en 88 distritos territoriales, en cada uno de los cuales se halla establecido un agente de tierras de la Corona, cuyo deber es recibir todas las — 2G — solicitudes relativas á compra y arriendo de las tierras de la Corona; y dar al público todos los informes indis- pensables en lo que respecta á la enagenacion de tierras. Aunque la organización municipal pertenece mas bien al gobierno ó administración local con el fin de no se- parar las MiimcipaJidades de sus Municipios topográficos, conviene por lo menos mencionarlas aquí. La Nueva Gales del Sud cuenta 46 Boroiighs, esto es, agrupaciones seccionales y 43 distritos Municipales, todos los cuales varian mucho en lo que respecta á tamaño y población. Las municipalidades urbanas son desde luego las mas populosas y compactas, Balmain, por ejemplo, municipio formado por uno de los suburbios de Sydney, en menos de una milla cuadrada contiene una población de 17,000 al- mas según el censo de 1881. La Glebe y otro arrabal en una área de 3/4 de milla, cuenta una población de cerca de 11,000 almas, según el mismo censen Nezotown y Red- ferns, otros pequeños municipios sub-urbanos, cuentan respectivamente una poblasion de 16,000 y 23,600 almas. Entretanto, algunas de las municipalidades rurales continen áreas de mas de 100 millas cuadradas, lllawar- ra Central, por ejemplo, cuenta 116 millas cuadradras; Kiams 120 millas cuadradas; y Gudgegong 191 millas cuadradas. Sus gastos locales salen de los 9 decimos del impuesto directo y al 5 0/0 del valor de los terrenos sin mejorar. Ademas de estas entradas generales, cada municipio tiene sus impuestos especiales, como ser los de gas, aguas corrientes, escuelas, bibliotecas, cloacas, dre- nage, basuras, etc. Pero todos los impuestos se hallan contenidos dentro de limites muy moderados y jamas pasan en su total de un 5 0/0 sobre la renta. El total único -- 27 del valor imposible en la renta de las propiedades del Estado, se elevó apenas á un duodécimo de su valor real, produciendo una renta de 1,100,000 de duros sobre una renta imposible por valor de mas de 120 millones de duros. Los gastos sin embargo, se elevaron á algo mas (75,000 duros mas). La total estension de caminos y calles llega en la actualidad á mas de 4,000 millas. Por lo que es al clima de Nueva Gales del Sud se le considera en estremo favorable. A causa de la gran área del Estado que se estiende sobre ir de lat. se encuentra toda variedad de temperaturas, desde la mas cálida, hasta la mas fría, escepto la polar. El clima de Sydney ha sido comparado con el de Ñapóles, habiendo sido 5^ de mas calor y de mas írio en Ñapóles que en Port Jackson. Aunque las plantas tropicales pueden cultivarse en los jardines de Sydney, basta apartarse de Sydney unas cinco horas por ferro-carril para llegar á un clima completa mente Botánico y Europeo, esto es, donde las flores, fru- tas y las uvas de Europa se pueden cultivar con éxito. Durante 8 meses del año, á saber, P de Marzo al 1° de Noviembre, el clima Australiano, mas que templado es delicioso. Durante este tiempo, rara vez el cielo se nubla y dia tras dia, todas las semanas, el mas dorado sol, ra- diando desde el mas puro cielo, desmiente el almanaque que anuncia el invierno en esta feliz región, que no lo co- noce. El estio se estiende desde el P de Diciembre, hasta fines de Febrero, siendo su calor medio de 80° Fahr. (34*^ centígrados) Mas este gran calor se halla moderado en las costas por las brisas de mar, que so- plan generalmente desde las 9 de la mañana hasta las 5á 7 de la tarde, en que le sucede la barra de tierra de las — 28 — montañas que lleva hasta el mar los aromáticos efluvios de los bosques Australianos. Los meses de primavera son como entre nosotros. Setiembre, Octubre, Noviembre. En todo este tiempo, las noches son frescas pero los dias calientes y agradables. Los tres meses de Otoño son Mar- zo, Abril y Mayo. Durante los meses de invierno, Junio, Julio y Agosto, las mañanas y tardes son frias; las hela- das son frecuentes y se hacen mas severas mientras mas se penetra en el interior. En Sydney rara vez el thermó- metro desciende mas abajo de los 40 Fahr. 14** cents. La nieve no se conserva en los valles; pero en invierno, las mas elevadas Colinas y Montañas se coronan con las blancas tocas de las nieves, habiendo montañas que se elevan hasta cerca de la altura de los hielos eternos. El carácter saludable del clima se halla demostrado por la baja ley de su mortalidad, co.no se verá al tratar de la estadística de este Estado. Hacen pocos años que se han comenzado á tomar ob- servaciones termométricas con regularidad; de manera, que aún no se puede conocer con exactitud el clima real que corresponde á una ostensión considerable del terri- torio Australiano. Está probado, sin embargo, que el clima de la Nueva Gales del Sud se aproxima al- de la Europa Meridional, pero modificado de tal modo por sus rasgos físicos propios y el de sus diferentes regiones, que se encuentran de todas variedades, desde el frió de Kiandra, donde la escarcha, la nieve y el granizo domi- nan una parte considerable del año, hasta el calor de los llanos interiores, donde el termómetro suele llegar á veces hasta 140® Farenheit (60^ centígrado) á la sombra, siendo en -la mayor parte del estío superior á los 100° — 29 — Farenheit, y donde suelen pasarse hasta 18 meses sin que la menor lluvia llegue á humedecer el suelo. La temperatura de los distritos costeros se halla influen- ciada y equilibrada, se cree, por una de las grandes corrientes oceánicas, que saca su origen de los mares intertropicales del Norte de Australia, con una marcha constante hacia el Sud, á una distancia de 4 á 5 millas de las costas, con una velocidad de una a dos millas por hora. Esta especie de Guif Stream de .agua caliente, solo se halla interceptada á veces cuando soplan fuertes vientos del Sud ó del Sudeste: durante el año de 1880, el termómetro en la sombra, en Sydney, mostró su temperatura media variar de 43°5 á 78ol; la más elevada' fué 94^9, en Noviembre 6 y 7; la mas baja 38''8, en Julio 11; resultando una temperatura media para el año de 62^8 Fahr. El total de lluvias fué de 29.353 pulgs.; la lluvia cayó durante 142 dias; la mayor lluvia fué de 2.036 pulgs.^ y tuvo lugar en Setiembre 8. Las lluvias fueron 19.138 pulgs. inferiores á la lluvia media délos 21 años precedentes. El punto más elevado del barómetro fué 30.494 en Julio 11; el mas inferior, 29.052, en Octu- bre 7; la altura media del año fué de29,851, siendo .062 menos que la media dé los precedentes 20 años. Los vientos prevalentes fueron Oeste, Nordeste y Este Nordeste. Si entramos á tomar en consideración la formación geológica de Nueva Gales del Sud; hallaremos que sus páramos ó mesetas elevadas se componen en su mayor parte de rocas primarias, granito, gneis, etc. Estas forman como quien dice el piso bajo de las mesetas, hallándose en muchos parages abiertas y desgarradas — 30 — • por la intrusión de otras rocas ígneas de formación tra- peana, ó cubierta por mantos de la serie metamórfica, como la michaschista ó pizarra micácea. A veces, las rocas primarias culminan en altos picos; mas por regla general, forman solo suaves ondulaciones ó se alzan en cordones de contornos redondeados y de moderada ele- vación. Las rocas pertenecientes á la edad secundaria, se presentan principalmente en los distritos de la costa, pero se hallan á veces perturbadas y penetradas por algunas de las rocas eruptivas. Los grupos carboníferos que ocupan una gran proporción de los distritos costeros, hasta unas 80 millas al Norte y Sud de Sydney, se han creido hasta hace poco pertenecientes al grupo secunda- rio ó mezozoico; hoy se han reconocido pertenecer al grupo primario ó palceozoico, y sus depósitos carboní- feros se consideran corresponder á la verdadera hulla ó carbón mineral de la Gran Bretaña. Los grandes llanos del interior Occidental se componen de rocas terciarias, depósitos sedimentarios que alternan con estensas áreas formadas del trapp. Aunque faltan por completo vestigios de una acción volcánica reciente, se presentan, sin embargo, indicios de que la actual con- figuración del territorio de Nueva Gales, es debida á su acción. En efecto, en la edad geogenética, antes de la peregri- nación del agua y poco después de la consolidación superficial del mar de los silicatos, toda el área actual del continente Australiano ha debido formar uno de los grandes cráteres de solevantamiento, ó grandes espi- rácuios volcánicos con gruesas paredes de rocas crista- linas, que hoy constituyen sus mesetas. La zona del ~ 31 — litoral ha permanecido sumerjida, después de la precipi- tación de los mares acuáticos, hasta ñnes de la edad secundaria; y el interior, en su parte mas elevada, hasta fines de la edad terciaria, y en su parte inferior hasta el fin de la cuaternaria. Esto no perjudica á las otras supuestas conexiones con el continente Lemuriano, ha- biéndose hallado por lo menos ligada con Nueva Guinea y con el Archipiélago de la zonda en una edad no remota de la presente. Como los desiertos Africanos, los llanos arenosos del interior de Austraha han podido sur j ir á fines de la edad cuaternaria y principios de la moderna . Unas 50 millas al Norte de Sidney, como centro; y otras 50 millas al Sud y 100 millas al Oeste, la base ge- neral del pais la constituye el asperón ó arenácea, el cual forma una linea de escarpados arrecifes del lado del Pacífico, que ha sido evidentemente desgarrado por las olas, que lo han hallado de una masa mas blanda y rodible y han podido formar la magnifica ensenada de Port Jackson, verdadera dentellada del mar, de ese gigante poderoso que se devora los continentes y las velas. Mantos de asperón que han sido también sole- vantadas en inmensas moles, constituyen las montañas Azules («Blue Muntains») del interior; el espesor recono- cido de este vasto pavimento forma una masa de 2,000 pies de espesor. Respecto del suelo de Australia, debido en parte á sus circunstancias climatéricas y en parte á la falta de agua, el Estado contiene mucha tierra impropia para objetos agrícolas, pero en su mayor parte adaptable á «bjetos pastoriles; hallándose ocupado en este sentido. • — 32 — Por lo que esa tierra rica en humus ó en materias orgá- nicas descompuestas, conteniendo en gran profusión los ingredientes y constituyentes necesarios para la forma- ción de las plantas; no hay grandes espacios, fuera de las márgenes de los Rios. Los terrenos mas feraces de la colonia, y tal vez del mundo, se encuentran en las márgenes de los Rios, con especial en las vegas del Cla- rence, del Macleay, del Maning, del Hunter, del Haw- kesburg y del Shoalhaven. Las ventajas de su feracidad se hallan muy contrapesadas por su exposición á las inundaciones, que los espone á ver las cosechas del año arrebatadas y pérdidas en unas cuantas horas. Los dis- trictos del Norte son adecuados para el cultivo del azúcar, del maiz, de la viña y de las frutas semi-tro- picales. El área de tierra regada por los rios Macleay Manning y Hastings se halla en gran manera utilizada por el maíz, la caña de azúcar ha sido estensamente cultivada, pero no se ha conseguido prospere. La gran línea férrea de Goulburn á L'i4 millas del Sydney, pasa por un pais la mayor parte del cual se halla perfecta- mente cultivado y en el cual se realizan todos los progresos obtenidos en la agricultura y la horticultura. En Montagoney á 77 millas de Sydney, ricos y estensos depósitos de carbón mineral y hierro existen en gran proximidad al ferro-carril, y una parte del suelo del distrito es en estremo fértil. Y en verdad que con solo algunas escepciones puede decirse que todo lo largo del camino de Merulan, se estienden exelentes tierras arables durante 114 millas, á cuya distancia se encuentra un exelente mármol. Goulburn y mucha parte del país que la línea recorre, 33 — posee un clima suave y salubre, en que prosperan perfectamente todas las frutas, cereales y vegetales de Europa. El gran ferro-carril del Norte, en la primera parte de su curso, para sobre campos de hulla de gran estension y valor, cuyo producto conduce á Newcentle. Ea casi toda su estension él recorre un país exelente para la agricultura y el pastoreo, con un suelo que produce buena cosecha y espléndidos forrajes. La gran línea Ocidental pasa por entre naranjales, viñas y po- sesiones, donde se pueden ver cercos vivos hechos con montes de limón cargados de frutos; solo que una milla ó dos hacia Perih, el suelo se presenta demasiado quebrado y montañoso para objetos agrícolas, hasta llegar á los llanos de Bathurt. La tierra hacia el Sud de Sydney sobre la costa, el distrito de lUawarra y mas allá, se hallan ocupadoe por la industria de la Tamberia y suple á la metrópoli en mucha parte de sus consumos en leche, manteca y otros artículos que acompañan invariablemente toda mesa de almuerzo á la Inglesa. Grandes estensiones se presentan cultivadas con claver y otros pastos ingleses que alli florecen en todo su esplendor nativo. Respecto á los productos vegetales del suelo Nuevo Gales, entre sus arboles, arbustos y otras plantas indí- genas se cuentan las acacias, cerca de 100 variedades de las cuales florecen en su suelo. Presentan bellas flores amarillas y se conocen mas generalmente con el nombre genérico de Wattle, que dan los ingleses á las mimoseas. Su madera es de poco valor; y de ellas solo la llamada 7nyall es empleada en la manufactura de pitos y otros pequeños artículos. Toda la familia del Eucalyptus ó — 34 -^ gomero, es peculiar de Australia, con escepcion del Glo- bulus que no se presenta sino al Sud de Tasmania; pero bajo cultivo se ven muchos en toda Australia, y aun en Riverina, donde son difíciles de aclimatar. Esta familia se halla hoy dia difundida por todo el globo á cuyo ornato y salubrificacion contribuye mucho. Los mas útiles bajo el aspecto de la higiene, son el indicado y el Eucalyptus amygdalina^ siendo esta última la especie preferible para su multiplicación. El Amygdalina abunda en muchas partes de la Nueva Gales del Sud, en cuyo territorio se conocen hasta 27 especies ó variedades de Eucalyptus. La madera de algunas especies es pre- ciosa para muchos objetos; y el gomero rojo es casi tan durable como el famoso palo Jarrah de la Australia Occidental. El cascara de hierro es notable por su dureza, de tal modo, que después de seco casi no se puede trabajar. Empléasele para las construcciones navales y su duración escede de 50 años; el gomero azul y el blanco, son también de valor para objetos de conetruccion. La madera mas valiosa de todos los bellos árboles Australianos es la del cedro, que se kalla en las partes Setentrionales de la Nueva Gales, siendo en especial su patria los llanos aluvionales de los tributarios de los rios Orientales. Su madera es muy empleada en la ebanistería y en las decoraciones inte- riores. La tribu de la casuarina es también muy núme - rosa, como también las Banksias. Los Ficus ó higueros silvestres, abundan y presentan grandes variedades, entre las que ha llamado nuestra atención principalmente una, digna de ser conocida por su belleza. Es un magnífico árbol con hojas y ramas — 35 ^ parecidas al magnolio,siendo las primeras de un verde bronce dorado y espléndido. En el pais lo llaman Gomero^ mas por su fruta él pertenece á la familia del hi- guero: es uno de los mas grandes y bellos árboles que hayamos visto y digno de honrar en los jardines y paseos públicos. En los Parques de Sydney han formado con él avenidas inmensas y se desarrolla espléndida- mente. Los que hemos visto son muy jóvenes, y sír embargo ya presentan más de 150 pies de elevación, con una deliciosa sombra y una ramazón frondosa que es el punto de cita de todos los can torzuelos de los bosques. Su fruta es pequeña, no se come y sirve de alimento á las aves. El clima de Buenos Aires y de toda la Repúbhca Argentina debe serle favorable. De seguro no se habrá conocido en nuestro pais un árbol mas mag- nifico. Es probable que entre las semillas que el célebre Botanista Von Muller está encargado de remitir, vengan las de este precioso árbol. El árbol de la col ó palmisto, se encuentra en abun - dancia en los distritos costeros; sus hojas o palmas son muy empleadas en la manufactura de sombreros. Los heléchos herbáceos y arborescentes abundan en infinita variedad en las quebradas de las montañas. En las lla- nuras lo que más abunda es el saltbrush ó matorral salado, especie de zampa ó brezo, llamado mesembrinnthenum. Se le considera como un pasto valioso para el alimento de las ovejas, atribuyéndole al mismo tiempo la pro- piedad de hacer espesa la lana de los animales que de él se mantienen. El arbusto ó matorral llamado mallee por los ingleses australianos y que nosotros españoliza- remos llamándolo mallea, cubre una parte de las llanuras, — 36 — formando espesuras densas y casi impenetrables. Se camina cientos de leguas por entre espesuras de este arbusto, y es increible la monotonía y tristeza de las campañas vestidas con su vegetación uniforme, achapar- rada y sombría. Con escepcion del qnandong y del guindo nativo, no se conocen frutas silvestres de ninguna especie en esta colonia; pero todos los frutos estranjeros de las zonas templadas y muchos de la tropical, tales como el naranjo, el lucums, el chirimoyo, la banana y la pina ó plátano son hoy cultivados con excelente resultado. En la primavera, los paisages Sud Galeses se hallan esplén- didamente decorados por la gran variedad de belleza de sus flores silvestres, siendo la mas notable de ellas el waratgá ó Phlipan nativo, el árbol de navidad y varias especies de bellos lirios. Las condiciones indispensables para la producción del humus vegetal casi llegan á faltar en Australia. Los arboles de sus bosques son generalmente siempre ver- des y no hay por consiguiente depósitos de hojas en otoño. Sus hojas se hallan generalmente destituidas de sales y cuando caen su conversión en tierra es impedida por la sequedad y el calor del clim.a. De esto resulta que existen grandes extensiones de suelo de moderada fecun- didad, adecuadas para objetos de pastoreo con una gran proporción de terrenos estériles y casi inútilss, adecua- dos para objetos de pastoreo, para la agricultura, for- mados de arcillas írias ó de arenas sueltas. Pasando ahora á la Fauna, casi todos los animales mayores que se encuentran en Nueva Gales del Sud, pertenecen al orden de los marsupiales: esto es á esa clase de estraños animales dotados de bolsillos natu- -- 37 — rales, dentro de los cuales crian á sus hijos. El Kan- garoo es el mas notable de ellos por su tamaño. Se encuentra en diversas partes y á veces tan numerosos, que molestan en estremo las crianzas de los colonos, consumiendo hasta la raíz pastos que podrian alimentar millares de cabezas de ganado, como acontece entre nosotros con las viscachas, cuando estas se multiplican demasiado. Los Wallabys y Paddymelones, son especies mas pequeñas; y se encuentran variedades aun mas pequeñas en la famiha de los ratones. El bandicoot es un peque- ño animal con cabeza y hocico semejante al cerdo; el wombat ; el opossum ; el kaola ú oso nativo, pequeño ser inofensivo, semejante al oso por su figura ; el gato nativo, lindo pero dañino animal; y el platypo (ornitho- rinchus paradoxus) lo mismo que el herizo ó puerco espin nativo, constituyen la mayoría de las especies ma- miferas del pais. Los murciélagos son muy numerosos, desde la zorra voladora de gran tamaño hasta el pequeño ratón volante; como toda e3ta tribu, son nocturnos en sus hábitos, oca- sionando mucho daño en los árboles frutales. Las serpientes son por desgracia demasiado nume- rosas, cinco especies ó familias de ellas se cuentan en Nueva Gales del Sud; la vibora mortal y la serpiente amarilla son las mas peligrosas y su picudura es ame- nudo fatal. Las tribus de los lagartos se hallan bien representadas; siendo la mayor de estas la Iguana. Las aves de esta colonia son notables por su varie- dad, y en lo que respecta á la tribu de los Loros, por la belleza de su plumaje. La tribu de las águilas se — 38 - halla muy difundida; se presentan también diversas especies de buhos. El gran Martin Pescador ó el Jackass Burlón, es muy común en todas partes; y sea en la mañana temprano, sea en la tarde en los bosques, se oye resonar menlancolicamente su grito peculiar, semejante á una carcajada sarcástica. La marica ó urraca es tam- bién común y al asomar el dia su grito penetrante forma una armenia musical semejante á un saludo de la Aurora por la naturaleza. Los Cackatoos, lofos y cotorras son abundantes en los distritos de las costas. También se encuentran codornices, faisanes nativos y pavas del mon- te. El pavo silvestre y el emú, especie de avestruz el mas grande bipedo de las tribus emplumadas de este pais, se halla hoy confinado, por la persecución de los colonos, á los llanos del Interior. El pájaro Lyra y el pájaro Jardinero, tienen su patria nativa en Nueva Gales del Sud. Entre las aves acuáticas se encuentra el com- pañero indígena y diversas otras especies de grullas y garsas: el cisne negro es la mas grande de todas ellas. Las sanguijuelas abundan en muchos de los esteros y la- gunas. Los insectos son en estremo abundantes y prolí- ñcos ; y las moscas son tan bravas é incómodas, que á veces por causa de ellas, casi no se puede marchar á ciertas horas, por las calles y paseos públicos ; siendo extraordinariamente incómodas y bravas en Sydney y sus alrededores. De todos los insectos tan abundantes en Australia, el mosquito es el más numeroso y, ciertamente, el más molesto de todos ; pero las cigarras son las más ruido- sas, y al ponerse el sol, sus penetrantes chillidos inva- den el aire. Se conocen varias clases de hormigas. Una, — 39 -- sobre todo, llamada hormiga toro^ que es de un gran tamaño é inflige picaduras en estremo dolorosas. Las abejas nativas son abundantes y dan excelente miel. Aracnides de todas clases, desde la tarántula ó antílope de árbol, como la llaman vulgarmente, para abajo ; abundan en todas partes. Los peces yerben en los ríos que atraviesan el país, y en los mares que baña» las costas de este Estado. Entre ellos se cuentan el benego {brecun)y el mugol (mullet\ el albur, el schnapper, el peje judío, el cabeza chata y el garfish] los crustáceos abundan también, mientras en Sydney las ostras son un lujo de gran estimación, lo mismo que en todas las Colonias. Encuéntranse bancos de ostras, no solo en las inmediaciones de Port-Jackson, sino taníbien en los rios Hunter, Clarence, Manning y Clyde. En estos úHimos años, numerosos animales han sido importados de la Gran Bretaña y de otras partes, multiplicándose perfec- tamente en su nueva patria ; entre estos se cuentan el gamo, la liebre, el conejo (estos, últimos se han con- vertido hoy en una plaga por su excesiva multiplicación y abundancia). Hánse también multiplicado las aveci- llas cantoras, que animan y regocijan los bosques de la alegre Inglaterra, y que han venido á dar vida á los antes mustios bosques de la florida Australia. Nuestra primer escursion la haremos para conocer y contemplar los bellos paisajes de Batemain Bay y de Clyde River, esto es, la Bahía de Batemain y el Rio Clyde. Para obtener esto, bastan cuatro horas de — 40 — navegación a vapor, desde el puerto de UlladuUa, con quien haremos conocimiento más adelante, que nos con- duce á Batemans Bay. A su embocadura hay una barra, y á sus inmediaciones soalzan dos pintorescas y pequeñas islas, que forman á manera de un rompe olas natural, donde vienen á morir los furores del Océano Oriental. Ambas islas tienen un nombre de pez, en inglés, lo que huele furiosamente á pescadores, respondiendo á los nombres de T o lígate y de Schnapper, Una vez desembarcados en el muelle, preséntasenos una pequeña aldea, estendiéndose á lo largo de la ribera, y á corta distancia á la izquierda, un gran aserradero de maderas. Todo esto destácase en un fondo de sombrías colinas inmóviles, sobre la móvil fluida de la bahía. Las casas de la aldea son todas de madera y pintadas de alegres colores; y con excepción del Correo, del Cuartel de Policía y de una casa de negocios, todas las habitaciones de dicha aldea se hallaban ocupadas por los trabajadores del aserradero, que es, como quien dice, el alma y razón de ser de la localidad. Es pro- piedad de un Mr. Guy, que emplea un gran número de trabajadores, y que á mas de minero afortunado, es pro- pietario de dos aserraderos más, situados en Milton Road y en Mogo, inmediaciones del Bateman Bay. Toda la madera, producto de estos tres aserraderos, es enviada á Sydney; pero también se cargan buques conduciendo madera dura para Victoria, Sud Australia, Fijü y vapores que viajan de dos en dos horas; y esta Babia por su parte envia vapores semanales Rio Clide arriba, hasta Nelligen, de donde los Sábados, dia que llega el vapor, sale un coche para Moruya, 20 millas tierra adentro. ^ 41 -- Batemaiis Bay no es otra cosa en realidad que la embocadura del rio Clyde, uno de los mas bellos rios costeros de Nueva Gales, y el cual es navegable para los grandes vapores, hasta 25 millas arriba. Háse hecho notar muchos años por sus esquisítas ostras; mas como los ingleses que son tan aficionados a las ostras, como los Santiagueños á la algarroba, han hecho en estas una inmensa devastación, una devastación vandálica, de modo que hoy el ramo está en ruina y necesita por lo menos tres años para reponerse. En consecuencia la industria de los aserraderos ha quedado la industria única de la localidad. Mas no hay que tenerles mucha lástima por ello, pues los aserraderos son por lo menos 13 (á nuestro paso) fuera de dos ó tres más que se hallan en curso de erección, dando iodos sustento para mas de 300 infelices familias de trabajadores. La madera aser- rada proviene principalmente del gomero manchado (Eacalyptus macidata) y del Blackbutt ó palo negro, también de la familia Eucalyptica; y llega á 300,000 pies semanales. Hay quien calcula que si los bosques inmediatos fuesen propiedad del Esiado y no de particu- lares, estos podrian producir sm inconveniente 2.000,000 de pies semanales durante 50 años. Aquí cada acre de tierra produce término medio 10,000 pies de madera pro- pia para toda clase de usos, por temporada. Subiendo de la Bahia rio arriba hasta Nelligen, du- rante unas 11 millas, se siente la ausencia de bellas habitaciones y caseríos á lo largo de las riberas de este bello rio con excepción de uno que otro aserradero. La razón de esto es la idea barrueca de los ingleses Aus- tralianos, de que un suelo de bosque no sirve ni para — 42 — la agricultura, ni para el pastoreo; lo que á nuestro entender es un error craso, pues un suelo que puede producir árboles jigantescos, con mucha mas razón, una vez desmontado, puede producir una buena cosecha de maiz, trigo ó pastos. Pero á los ingleses, comoá nosotros, les gusta lo más fácil de labrar y pueblan de prefe- rencia los llanos y pampas: no criticamos su gusto. El municipio de Nelligen ocupa una posición elevada sobre la margen Sud del Rio Clyde. Es una ciudad trazada hace 20 años, pero que hasta hoy solo cuenta 150 vecinos, y se halla cerca de Currawan, ciudad 10 millas rio arriba. La Compañía de los vapores de la carrera, tiene alli espaciosos almacenes debidos al gran tráfico que tuvo lugar en los primeros días del descu- brimiento aurífero de Braiwood. La ciudad es visitada periódicamente por el magistrado superior de Policía de Moruya Taylors Hotel es el mejor de la ciudad, y de allí parte un coche bi-semanal para Braiwood dis- tante 32 millas. En Nelligen se alza un gran aserra- dero, que como los del litoral, emplea máquina de vapor y las sierras Americanas mas modernas. Hay trozos de excelente tierra de pasto, donde se practica algo de tamberia en las inmediaciones de Nelligen. Estas sin embargo, no son mas abundantes que los escojidos para el cielo^ y generalmente consisten en estrechas lonjas de de antiguas vegas aluvionales, sobre las márgenes del rio ó de sus tributarios. La mayor parte de los establecimientos rurales de esas inmediaciones combinan los cultivos y crianza con el costo de maderas, Diez millas rio arriba, mas arriba de Currawan, se — 43 — presenta en abundancia una mejor clase de terrenos, continuando hasta las fuentes de Clyde; cerca de Pigeon House. Esto se hace sobre todo notar en Brooman, donde se presentan algunos millares de acres de buenas tierras; y en consecuencias, los negocios de tamberia y crianzas de cerdos prosperan. Las márgenes del Rio, conforme se sube, se presentan en estremo pintorescas, sombreadas como se hallan por altos bosques y materiales de una perenne verdura, que se mira sobre su plácida corriente. Por lo demás, todo el distrito del Rio Clyde es de una naturaleza aurífera; y se asegura que las pizarras del kerosene abundan en la parte superior de su curso. Y á propósito de este nombre de Clyde, tan abundante en la Gran Bretaña como en las posesiones inglesas, los ingleses son tan poco inventivos como nosotros. Ellos, á los lugares que descubren, les dan el nombre de los sitios en que han nacido, vengan ó no vengan al caso. Nosotros no somos tan pintorescos y poéticos como todo eso, nosotros tenemos los Santos del calendario, con los cuales bautizamos, no solo nuestros hijos, sino las ciudades y lugares. Buenos Aire*; es un lindo nombre y muy adecuado, pero'es la escepcion, y al nacer tuvo que acompañarse del nombre de un Santo, para obtener pasaporte. Con el tiempo, el nombre del Santo quedó olvidado y Buenos Aires hizo su carrera. Entre tanto, cuantos san Juanes, Rosarios y San Francisco hay en España y los paises de origen español ? Compadecemos de corazón á los clasificadores de correo. Solo los Norte americanos se han mostrado inteligentes en materia de nomenclatura. En vez de llamarse á sus ciudades con los nombres horriblemente vulgares y repetidos de Juan, — 44 — Pedro y Diego, las llaman con esos bellos nombres antiguos, Memphis, Cincínati, Heliopolis etc. Nosotros deberíamos dar un paso mas adelante, dando nombres nuevos y adecuados á los Nuevos Estados y Ciudades; y aun á las antiguas, yo de buena gana les apuntaría el nombre por vía de distinción. A San Luis, por ejemplo, la llamaríamos Arcadia de San Luis y á Mendoza Beocia; y á sus capitales, Citherea y Hesperopolis, y Citherion. Pero desgraciadamente ellas seguirán lla- mándose San Luis y San Juan á secas aun cuando se cuenten un centenar de San Luices y un millar de San Juanes. Esto en nada quita que este sea un buen Santo Gallego y que los Gallegos lo hayan llevado á todas las regiones del mundo. Ahora procederemos á hacer otra escursion al rio Maclay. Un escritor popular, muy amante de la natu- raleza, no se si Rousseau ó Chateaubriand, ha espresado creo el deseo de vivir y morir, sea en medio de las poé- ticas soledades de las montañas ó desiertos ; ó bien á las márgenes resonantes de un mar sin límites como en las riberas del inmenso Pacífico. Es el caso . que á esas grandes y poéticas almas no se les ha ocurrido la posi- bilidad de sitios que pueden combinar ambas ventajas á un mismo tiempo, á saber, una Thebaida y un Val- paraíso; un Valle Hermoso y un Asicon á la vez. Pues bien, nosotros hemos hecho este descubrimiento porten- toso, esta rara avis sobre las costas Orientales de Aus- tralia. En estas costas la cadena principal y el océano no siempre se conservan á distancias respetuosas. A veces la altiva montaña se deja besar su pié dorado, purpúreo ó blanco, por ola galana; y el mar potente se — 45 — duerme corno el simplote y hercúleo Sansón, sobre las faldas de su bella Dalila. Y áuii en los casos en que estos dos espléndidos elementos de las escenas de la naturaleza, se hallan separados por anchos intervalos, encuéntranse vinculados á veces por el prolongado estua- rio de los Ríos; ó por la estrechas y profundas cale- tas, y Fiorda de las Ensenadas. Al pricipitarse los rios de los escarpados flancos de las sierras, alimentados por las corrientes que surcan las intrincadas quebradas y valles aumentando mas ó menos su caudal; muy luego, sobre las estrechas costas de Australia entran en contacto con el estruendoso Océa- no, el cual los convierte en poderosos brazos de mar. Asi son raras en el mundo las riberas marítimas donde se hallen, como en la Australia Oriental, en un agrupa- miento tan pintoresco, todas las amenidades de la natu- raleza á la vez, como ser las altas montañas, los sonoros rios, los frondosos bosques, las poéticas playas y las resonantes riberas, contra cuyos peñascos fantásticos, las olas se estrellan con furor. Todo esto bajo un clima suave como una sonrisa de reina y de un cielo de azul y de oro, pocas veces entoldado por los sombríos velos de las nubes. El viagero, en estos países hádicos, marcha de sorpresa en sorpresa y de encanto en encanto; vién- dose forzado á confesar que á pesar de todo, Australia es una de las mas bellas y poéticas regiones del globo. En adición á estas ventajas, en lo que respecto á los paisajes y vistas, el distrito que vamos á decribir tiene ademas la recomandacíon de ser un suelo productivo, dispuesto á recompensar los esfuerzos y el trabajo inte- ligente del hombre. Verdad es que aun se conserva muy — 46 — aislado de las otras poblaciones, y con especial de Sydney la capital, eon la cual no la liga el menor ferro- carril ó tramway; y teniendo ademas sus comunicaciones marítimas y fluviales estorbadas por una barra de arena; por cuya razón este bello pais es menos conocido, llamando en consecuencia la atención, siempre á caza de lo escepcional, en hastio de lo vulgar. Entretanto, este bello distrito del Macleay es suceptible de mantener una numerosa población; bastando remover las desven- tajas que lo abruman;, para convertirlo en un puerto de primer orden entre los distritos productivos de esta colo- nia. Aunque intermediario entre el Hastings al Sud y el Nambrucca al Norte el Macleay no debe confundirse con ninguno de estos distritos riberinos, circunscritos de área y de recursos limitados. El se halla en realidad á la par de Manning, de Clarence y de Richmond, los dis- tritos mas productivos de la costa septenk-ional. El Macleay nace en el país quebrado de New Ingland y desagua en el mar de Trial Bay. Su embocadura, como la de todos los Rios costeros, se halla obstruida por una barra que es el mayor estorbo á la prosperidad comercial del distrito. Esta barra suele alejarse á veces, pero siempre hay bastante agua para naves de 1 1 pies de calado. Trial Bay es un puerto de refugio, hallándose protejida de los vientos tempestuosos del Sud; y alli se guarecen en efecto las naves que se ven apuradas en esas costas. El valle del Macleay es espacioso y bien determinado por cadenas de montañas que lo separan del Hastings al Sud; y por el espolón de Hoppini, que se alza á una grande altura en el Norte. En un parte mas inferior. — 47 — donde se presente mas como un estuario que como rio, sus márgenes se hallan cubiertas por una ancha banda de mangleros [mangrovea) que aunque completamente inútiles por el presente, tienden por sus raices entrelaza- das a consolidar y elevar el suelo; y asi con el transcur- so de los años transformará ios ciénagos inhospitalarios, en terrenos arables; haciéndolos habitables para el hombre. Hay ciertos pueblos ignorantes que creen que los mangleros y el malaria son una misma cosa. Esto es nada menos que una confusión garrafal de la causa con el efecto y de lo malo con lo bueno. El autor del ma- laria es el ciénago, y el mangle, lejos de aumentar su insalubridad, lo sanifica y seca. Pero como siempre donde hay mangles, hay ciénagos, y donde hay ciénagos, hay malaria, algunos atribuyen el malaria al mangle, que es su remedio. En realidad, el mangle no solo sirve para estirpar los ciénagos, verdaderos productores de ma- laria, con los años, sino que absorbe los malos gases de estos y les impide ser mas insalubres aún de lo que son. Los que arrancan, pues, les mangles para salubrificar una costa, pueden hacer la cuenta que arrancan los ojos á un miope, con el pretexto de hacerlo ver mejor. Volviendo al paraje que nos ocupa, en los puntos en que los antiguos manglares han elevado el suelo, los llanos resultantes son de la naturaleza más feraz y el maíz se produce en ellos admirablemente, y cuando la cosecha no es buena, es por la falta de lluvia y no por la poca fecundidad del suelo. Por todo donde la marea alcanza, las márgenes de — 48 — este gran rio son prolongadas y rectas, circunstancia favorable para su navegación, y productiva además de otras ventajas. Naves de 50 á 60 toneladas pueden penetrar hasta 30 millas más arriba de la barra; pero la mayor parte del tráfico es conducido por vapores costeros que trafican entre Kempsey y Sydney. La en- trada de las aguas en Dongai Creek, una quebrada semejante á las que en el Estrecho de Magallanes penetran en el interior de las sierras, repletas por la líquida esmeralda marina, pu^de aquí tomarse como el punto que divide el Macleay, entre un estuario y un rio Serril, como también la división de los pobladores en agricultores y pastores, aunque esta clasificación puede admitir muchas escepciones á ambos costados del punto ó línea divisoria. Más arriba de la junción, el valle se estrecha mucho, y la buena tiei'ra queda reducida á estrechas zonas á los costados del rio. La quebrada mencionada atraviesa una región calcárea en la cual se abren algunas interesantes cavernas, es- pléndidamente decoradas con las esplendentes cristale- rías de las estalagmitas y estalactitas. El Pabel es otro rio tributario que viene del mismo costado que el Dongai. El país- en esta región forma bellos falderíos pastosos y generalmente se halla ocupado por estancieros. Más arriba, las montañas se aproximan demasiado á la len- gua del agua para dejar mucha tierra que pueda cul- tivarse con provecho; por cuya razón, el selector libre Australiano (cliacarero), en cuanto agricultor, es cosa desconocida en este paraje; ni tampoco el sqimfter sube mucho á lo largo del curso del rio, porque pasada la quebrada y arroyo de Conderang, las faldas de las — 49 — montañas son demasiado escarpadas para que puedan servir ni aún para crianzas. Finalmente, más allá de la confluencia del Apsley y del Macleay, las escenas asumen un carácter verdaderamente alpestre. Ambos rios se precipitan con estruendoso ímpetu al través de profundas y sombrías gargantas abiertas al través de potentes macizos de montañas, que se alzan 5,000 y 6,000 pies sobre el nivel del mar. Ya sabemos que existen dos importantes industrias en el distrito de Macleay : la agricultura y el pastoreo; las cuales tioLen lugar, la primera en la parte alta, y la se- gunda en la parte baja del rio. Ambas se hallan al pre- sente en una condición próspera. Como el polvillo ha hecho imposible el cultivo del trigo en el distrito, los agricultores se concretan hoy á producir maíz; cultivo proficuo mientras los buenos precios se mantienen. La industria de la tamberia se practica aquí en grande escala, siendo susceptible de mucho mayor desarrollo. Muchas de las praderas son susceptibles de recibir el arado aun en su estado de natura; pero la mayor parte de las tierras cultivadas han tenido que ser despoja- das de sus matorrales enanos con inmenso trabajo y costo. En los primeros dias de la colonización una gran parte de este trabajo tuvo lugar mediante contratas de desmonte. Según este arreglo, el arrendatario tenia de- recho al terreno durante tres años, con la condición de desmontarlo de sus bosques y de arar su suelo. De este modo se han creado muchos establecimientos valiosos que aun se hallan en posesión de antiguas familias. Estas chacras se arriendan hoy á precios elevados. En la actualidad estos cultivos apenas pasan, - 50 — en el rio, de los limites indicados, pero asi que se com pleten las vias carreteras que en la actualidad se abren, muchos de los terrenos hoy incultos serán puestos en implantación. Este distrito posee un gran número de municipios, con el nombre de tales. Así de esta distribución disfrutan Kempsey, Gladstone,Smithown, PYedericton y Belgrave. Solo el primero posee una importancia real. Situado en la cabeza de la navegación y en la parte central del distrito, posee muchas ventajas y realiza grandes pro- gresos. Desde hace 40 años existia alli un núcleo de municipios, pero ha permanecido estacionario por un lar- go periodo. El moderno Kempsey se divide en tres partes. Oriental, Central y Oeste. Las dos primeras nacen en la márjenes opuestas del rio y se hallan ligadas por un puente levadizo. La tercera se halla una milla mas arriba del Macleay. Central Kempsey es la parte que mas población y negocios presenta, por lo demás este municipio forma una bella localidad. La proximidad del magnifico rio, con sus márgenes corona- das de caseríos y de altos bosques Eucalypticos, hacen su situación de las mas pintorescas y hechiceras, y la vasta ostensión de pais abierto que presenta á su retaguardia, garanten la abundancia de sus recursos. La única molestia que se siente es una zona de ciéna- gos que se entiende en los terrenos inmediatos, entre las montañas y la llanura. Una vez drenados y disecados estos, se tendrá una ostensión mas de feraces tierras, quedando mejor afianzada la salubridad del distrito. Esos ciénagos se consideran hoy funestos para la salu- bridad en un clima ardiente; hallándose la prueba de — 51 — ello en la localidad misma, con la abundancia de las en- fermedades y de los médicos. Hemos prometido dar á conocer Ulladula, y vamos á cumplir nuestra promesa. Este distrito ha recibido su apelación del puerto de este nombre. Su capital, ó por lo menos su principal municipio, es Milkton, donde se transan todos los negocios de la localidad. Hállase si- tuada á caballo sobre una loma, la cual se estiende hasta el puerto de Ulladulla, el municipio donde se halla im - plantada la administración, distancia de 4 millas, con una población de 250 almas. Pues bien con esta po- blación, hay en Milton dos bancos, tres hoteles, tres iglesias protestantes y un órgano semanal de la prensa, el Ulludula and Milton Times; una Escuela de Artes y Oficios, bello edificio de piedra y ladrillo, cuyo salón puede contener 256 alumnos. Esta institución cuenta una biblioteca de 700 volúmenes; y también, en conexión con el distrito municipal de Elladulla, una biblioteca de 900 volúmenes de obras selectas. También cuanta una buena escuela infantil ó primaria. Todo esto para una ciudad de 250 almas. Se vé que los Ingleses no se des- cuidan para el porvenir, y que saben vivir : sus hijos nacen con todos los elementos de la instrucción y del trabajo. Por esto la Inglaterra ha arrebatado el cetro del mundo á la antigua España, cuyo gobierno nada de esto hacia ni sabia hacer, profesando una santa haraganería, ignorancia é ineptitud orgullosa y viciosa. La Inglaterra, difunde la luz, el labor fecundo y el bien en su» colonias; mientras los viejos gobiernos devotos que han arruinado la España, solo difundian en las suyas la — 52 — Ignorancia, la corrupción, la superstición y el despotismo. Hé ahí los frutos comparados del árbol de la libertad, de un lado; del árbol del despotismo del otro. El distrito de la UUadulla, como el de Kiama su ve- cino, son distritos esencialmente pastoriles, asemeján- dose por sus rasgos naturales : pero su formación geológica es completamente diversa. En lugar de la rica formación trappeana de Kiama, se presenta allí una formación igualmente rica en granito, con un subsuelo de arcilla, que se presenta á 18 pulgadas bajo la super- ficie. Todo el distrito se halla cubierto de cascajo de granito, con especial en las cuchillas. Esto sin embargo, cede su lugar á una arenácea abundante en fósiles; asi que nos acercamos á la inmediata cadena de montañas. El distrito mide unas 24 millas de Korte á Sud,por otras tantas de este á oeste. Se halla limitado al Norte por el Lago y la quebrada de Cosyala; al Sud por la estancia de Mutra Marang; al Oeste por los Montes Wolombla y la cadena de Pigeon House (del Palomar) ambas formando parte de la cadena costera; y al Este por el Océano Pacífico. El puerto del distrito es UUadulla, situado 120 millas al Sud de Sydney por mar. Su puerto es de aguas profundas, hallándose encerrado por tres costados con barrancas elevadas y con farellones de rocas á la entrada. En el puerto se estiende un bello muelle de piedra de gran estension, con un tramway que lo re- corre. Sobre este muelle se alza el Faro. Parece que en estos últimos años las arenas han comenzado á acumularse en este puerto; la que si no es dragada, puede producir su obstrucción. Esta localidad posee una Es- -^ 53 — cuela de Artes, uq aserradero y una tañerla. Un escocés ha plantado en este parage una viña que produce bue- nas uvas, hallándose mas orgullosos con sus uvas, que Moliere lo estuvo con sus comedías. «Que me vengan á enseñar lo que son uvas!» le hemos oido decir á un inglés salpicado, graciosamente de céltico. La uva no se produce en efecto en las Highlands ni en los Lowlands de Escocia. Y el creia que el solo mediante un arte maravilloso, las habia hecho producir en Aus- tralia. El para nada tenia en cuenta el clima, como que no se habia descrismado en estudiar cosmografía, geo- grafía., meteorología ó cosas parecidas. Inmediata á Ulladulla se halla una mina inagotable de greda blanca propia para fabricar porcelana y loza fina, y la cual formará con el tiempo nn valioso artículo de esporta- clon. Unas muestras de ella enviadas á la exposición de París, obtuvieron la medalla de bronce. Hay un dia en la semana en que la soñolienta ciu- dad Ulladulla se estriega los ojos, se endereza, se para y aparenta ocuparse de algo; este es el lunes por la tarde, hora de la llegada del vapor caletero Ailourie ó el Kameruka, los cuales tocan entre puerto en su viage á Sydney, recogiendo la carga y pasageros de la semana. La carga se compone generalmente de manteca y cerdos. El embarque de estos animales chillones y gri- tones, es un eterno objeto de diversión y jarana en este quieto puerto. El cerdo es después ó antes que el burro, el animal mas porfiado que se conozca; y los marineros que sin duda tienen su tirria á la gente por- fiada, como lo es su contramaestre, profesan al cerdo el mas cordial aborrecimiento. De ahí las escenas mas — 54 -^ bufas y estravagantes que es posible iniaginar, en este mundo de atrocidades y ridiculeces furibundas for- mado por los cien cerdos porfiados que constituyen la carga ordinaria de esta mercaderia berraqueante; y los seis marineros cerdófohos que los embarcan y cuidan. No solo es el muelle en este dia un teatro animado de este genero de sport; sino que también es el paseo favo- rito de las bellas de Milton que acuden alii por el trnmway «mirar y ser miradas» suponemos, no hallando otra razón causante de su venida. Antes de despedirnos de estas interesantes localida- des, para hacer una visita á Tervis Bay, y otra al Monte Kosciusko, que es como el Tupungato de Australia, echaremos una ojeada sobre su aspecto físico. El es grandioso en medio de alturas, de bosques, eucalipticos y con las montañas y la llanura esplendida del mar en los dos puntos éstremos de la lontananza. El objeto mas prominente, entre las crestas de las montañas que se alzan al Oeste de Milton, es el Pigeon House, ó Sierra del Palomar; montaña cónica, coronada de un pico de sólida roca. Esta montaña, según cálculos hechos me- diante el barómetro aneroide, alcanza una elevación de 2200 pies sobre el nivel del cuya llanura domina, formando como una atalaya magnifica é inerrable. Es esta una aldea inglesa y se compone de una casa municipal, que contiene el correo y el telégrafo; de una escuela y de una Iglesia situada entre Shoalhaven y Ulludulla: por lo que es á población, puede aplicársele aquel refrán español : « Gran puñado son tres moscas! >^ Y á proposito de moscas, estas en Australia son sinónimo de población. Los Negritos se van ó se han ido, según -- 55 — los ingleses; pero en pos de ellos, como un conjuro ó como una venganza, han dejado una plaga tal de moscas bravas, que en comparación, la que molestó á Faraón es una bendición. Porque en ninguna parte las moscas son tan moles- tas, tan bravas, tan encarnizadas con los blancos y los forasteros. \ Son tan incómodas, que uno de mis conipa- ñeros descubría talento en ellas... para incomodar ! Si ellas tienen talento, fué la contestación, es lo único que lo tiene en este país soporífero de Australia, donde no hay otra pasión que el sueño, un sueño inextingui- ble, capaz de matar el talento de un Víctor Hugo! Pero es evidente que esto era una salida, proviniente de la ir- ritación en que nos tenian las moscas. Como quiera, de Tomerong á North Huskisson, si- tuada en la estremidad de Jervis Bay, solo media una distancia de 5 millas. Afortunadamente, pasadas las 9, hora invariable del almuerzo en Australia, el agua que llovia desde esa madrugada, escampó un poco, y pudimos salir para la bahía en un bugg?j, carruaje más ligero que una volanta, muy usual en Australia. Pocas tierras, buenas ó desmontadas, vimos durante el ca- mino, y las maderas que ellas producen, el gomero manchado y el black butt, son más valiosos, al decir de los ingleses, que la tierra que los sustenta. Durante el camino, encontramos muchos carretones de estas made- ras, tirados por bueyes, siendo el cortado y aserrado de las maderas, una de las principales industrias del país. La pequeña aldea de North Huskisson se halla situada al Norte de Jervis Bay, á. la embocadura del arroyo Ha- - 56 — niado Currumbeen Creek. Su principal industria es la construcción de toda clase de buques, pues tiene la ventaja de hallarse situado sobre la ribera misma de Jervis Bay. Las maderas empleadas son las del gomero manchado, para buques de vela, y pino para los vapo- res. En los bosques Australianos y Neo-Zelandeses, se encuentran algunos pinos kauris, fuera de que los ingle- ses cultivan siempre y por todo los pinos Europeos de construcción. Existe también en la aldea un aserradero. Por lo que es á South Huskisson, situada á milla y media de la anterior, es hoy solo un triste desierto, guarida del dingo y del chorlito [mimeniu^ acunticus)^ después de haber sido en sus buenos dias, una grande y próspera población. Fundóse con la idea de que podria llegar á ser el punto de embarque para las lanas de Braiwood; pero este fué un cálcalo errado y la población tuvo que ser abandonada, de donde proviene la desolación. El Cabo Saint George, situado al Sud de Jervis Bay, tiene un faro, y como en su ribera abunda el pes- cado llamado schnap2}er por los Australianos, y el ti- burón, su perseguidor, allí acuden los pescadores de toda especie, á 15 millas de Tomeron, por el camino de Saint George Basin, magnífica rinconada marítima, casi tan bella como el puerto de Sydney. En la parte Norte de este lago, ó mejor, brazo de mar, siendo el término más propio lo que llaman los noruegos fiorda^ esto es, caleta larga, angosta y profunda, se halla situa- da la estancia, ó más propiamente la hacienda^ como di- cen en Chile, de los señores Brice. Estancia entre no- sotros significa un establecimiento mixto de agricultura y ganadería. La hacienda indicada, de 2,560 acres (unas — 57 — 600 cuadras), se ocupa ele agricultura, de crianzas y también del negocio de tambería. Después de escursio- nar algunas horas en bote por el SaiJit George Basin, admirando las dos ó tres bellísimas y pintorescas islas que adornan la fiorda y sus románticas costas, y la multitud de aves acuáticas que las frecuentan, nos volvi- mos á la hacienda. Su dueño nos dijo que en sus inmediaciones abundan los vaguales ó caballos silvestres. Asi la caza de estos animales es la ocupación favorita de los hombres de la estancia. De esta salimos para Saint George Head, 11 millas distante, atravesando un brazo del Lrgo ó Basin; y marchando en seguida por tierra, atravesamos una zona de campo lo mas desolado y montuoso que es po- sible imaginarse; componiéndose su flora del árbol del pasto, de encinas, cañaverales y rocas de asperón, que constituían los rasgos prominentes del paisaje. También atravesamos espléndidas playas donde pudimos contem- plar la curiosidad natural de que los Servisianos se en- vanecen, á saber, el Hale inle Wall, que no es otra cosa que una puerta ó túnel abierto por canales en un farellón de arenácea. Ya en Nueva Zelandia hemos señalado una cosa parecida. Alli vimos además, los despojos de tres ballenas recientemente beneficiadas en la playa. Esto vá como una reminicencia de las playas de Faltal en Sud América, cubiertas de costillas de ballenas, de que los changos ó habitantes indígenas de la costa, ha- cen sus habitaciones. Encuéntranse en estas playas de Jerrys Bay resumideros de arena, que pueden tra- garse un hombre co7i caballo y todo] como dicen nuestros paisanos. — 58 — El Faro de Saint George se alza sobre un avanzado promontorio de roca, que nos hizo acordar al Faro de Port-Jackson La torre está construida macizamente de piedra canteada; y en sus inmediaciones se alzan las casas del gefe, los cottagcs de su ayudante, el salón me- teorológico y él hasta de señales, el todo ligado á la habitación central por campanillas de aviso eléctricas. Las luces del faro son en número de 9, tres rojas, tres verdes y tres blancas, jirando por medio de un aparato de reloj. Como el cabo es elevado las luces son visi- bles del mar hasta la distancia de 25 millas: hay una es- cuela á corta distancia del establecimiento. De la cumbre de la torre se domina el panorama de Jervis Bay de 30 millas de circunferencia, con 8 millas de diámetro. Es un caleidoscopio espléndido de aguas, de montañas y bosques, armonizando sus matices y con- tornos en un conjunto tan pintoresco como grandioso. Fervis Bay tiene indudablemente por delante un gran porvenir, el Almirantazgo lo^cuenta entre los puertos de refugio mos seguro de los costas Australianas; ac- cesible con todos tiempos y vientos, pudiendo anclarse á cinco ó 6 toesas á corta distancia de la ribera. En la cadena costera de esta Bahia se encuentran ricos mantos de carbón mineral, lo que atraerá un ferro- carril, el ferro-carril de Illawarra, el cual debe esta- blecer alli, su término en todo el corriente año. Su punto mejor de desembarque es desde Plantation Point, hasta Darling Roads. Alli se alzan altas barrancas con proyecciones de rocas, con aguas de mar de 6 brazas de profundidad entre ellas, de modo que pueden servir de asilo á los mayores buques; sus colinas se componen — 59 - de estratificaciones de excelentes piedras arenáceas inmejorables para calzadas, muelles y edificios. El Mount Korcínisco, con que vamos á terminar este capítulo dé digresiones forma la prominencia mas ele- vada de las cordilleras Australianas. Lo visitamos partiendo de Melbourne, no de Sydney. Asi la primera parte de la escursion fué por el tren hasta Wodonga. Nada diremos de los paisajes del camino, que describi- mos en otra parte. Pero el espectáculo de la campaña de. Victoria durante una puesta de sol, es sorprendente. Vése prolongarse entonces la silueta de los altos Euca- liptus y de las montañas, bajo un espléndido cielo sin nubes; mientras una luz rosa da un ribete de oro y azul á la copadura moviente de los bosques y de los pináculos inmóviles de las montañas, haciendo resplandecer los blancos esqueletos de los árboles tristemente asesinados con el procedimiento del rincing ó decortícazion anular; y los cuales forman contraste con la eterna monotonia del sombrío follaje de los campos y de los rotos Euca- liptus aun sobrevivientes. Llegados de noche á Wodonga, fuimos á refujiarnos al mejor hotel. Al dia siguiente pasamos á Albury, Unda ciudad, situada entre colinas en el territorio Neogales, y á la cual el Murray, joven, delgado y en sus orijenes casi parece rodear con sus brazos amorosos. Un carruaje nos condujo de Albury á Bowna, unas 10 millas distante, donde pernoctamos. Por la tarde, un campesino que iba con nosotros, nos refirió el modo que tenian los Negritos de cazar al pájaro Lyra, que es el ave del paraíso, ó mejor dicho, el Faisán de Australia. Estos cazadores indíorenas se deslizan sin ruido al través - 60 — de los matorrales, hasta que oyen el canto del Lyra macho, especie de pájaro burlón, con un suave silvido melancólico semejante al de la perdiz, y el cual imita la llamada de las diversas aves del pais; entonces el cazador corre en la dirección del cantor y en cuanto el cree cesa de cantar, se detiene sin meter ruido; en cuanto el Lyra se tranquiliza de su primer alarma, vuelve á silbar y el cazador corre de nuevo, y así suce- sivamente; hasta ponerse á tiro del imprudente cantor. De Bowna atravesamos un pais quebrado hasta Ma- rackel, donde hay un hotel servido por una buena dama escocesa. En frente, sobre el costado opuesto ó Vic- toriano del Murray, se alzan las obras de una compañia de Minas. Como hacia calor, un baño en las frescas y límpidas ondas del rio nos restableció las fuerzas. Sa- liendo por la mañana, pasamos por el esíablecimiento de Nranie y dos millas mas adelante nos detuvimos en un lindo cottage, erigido sobre una suave falda en la corriente del tranquilo y poético Murray á los pies. La casa tiene una bella huerta de perales y otras excelentes frutas; con bellos árboles de ornato plantados en sus contornos. La casa se presenta con los frescos colores de sus paredes y puertas, sobre las vegas del Murray sembrada de ramilletes de bellos Eucaliptus; en todas direcciones se alzan elevadas montañas, perdiéndose en lontananza con sus relieves vaporosos de azul, sobresa- liendo entre ellas el alto y magestuoso pico del gran Cosciusko, llamado del gran patriota Polaco que murió luchando por su patria y por su libertad; del cual .un poeta Europeo, Campbell, creo, dice en bellos versos ingleses el siguiente concepto: — 61 — Jimio la libertad, al caer Cosciusko! Elevado y magestuoso, Mount Cosciusko culmina sobre todas las alturas y crestas circunstantes, como Gullivier entre los Liliputienses, con un gorro de blanca y resplan- decientes nieves, y presentándosei"iOS como el objetivo anhelado de nuestra escursion. Después de un ligero descanso, dimos un galope por los potreros, en parte para contemplar las bellas tropillas tropicales de caballos de raza del establecimiento, y en parte para respirar el buen aire y admirar los bellos prados de clover florido, no tan bellos como nuestros vastos potreros de alfalfa de Chile ó de Cuyo, pero admirables como praderas á la inglesa. En seguida volvimos á la casa donde tomamos un té á la inglesa, esto es, acom- pañado de numerosos platos, aves, jamón, roatsbeef, ensaladas, budines; etc., todo lo cual se toma junto y en compañia de sendos tazones de un té negro y espeso como arrope. El que se atraganta mas de lo necesario puede muy bien lamentarse de haber reventado de un simple té. Al dia siguiente por la mañana recorrimos una her- mosa plantación de diversas clases de pinos, formando como un brillante Oasis, en medio de los sombríos gome- ros Australianos. La primer escursion fue á Pine Moun- tain, cadena en estremo escarpada, en la cual abunda el wailaby de las rocas; y en efecto, escaso al principio, lo vimos cada vez mas abundante á medida que subíamos. Estos Wailaby s, muy perseguidos por los cazadores ingleses, poseídos de ese instirret of the Britisher to Killy como ellos mismos lo dicen^ nada perdonan, ni nada dejan vivo por donde pasan : suelen buscar un refugio — 62 — entre los árboles asiéndose á sus ramas como una ave 6 como una ardilla. Los hemos visto trepar sobre ramas situadas más de siete varas sobre el suelo. Habiendo chubasqueado, nos refugiamos bajo el ala saliente de una roca; y desde alli vimos dirijirse inmensas banda- das de grandes patos negros, con alas de un verde dorado. Al día siguiente nos preparamos para la escursion á la cumbre del Kosciusko, haciendo todos los preparativos del caso, que se echaron sobre un carguero. Vadeando en seguida el rio, con el agua casi sobre el lomo del caballo, supimos, por un estanciero vecino, Mr. Whee- 1er, que en sus campos, á media milla de sus habitado - nes,tenian sus nidos los cuervos de Australia. En efecto, estos nidos los hacen sobre los Eucalyptus mas eleva - dos; y los forman de palos entrelazados con arte, como nuestro caranchos, enredándolos con crines de caballos y de vaca ; cada año son ocupados por una pareja de cuervos. El cuervo de Europa hace sus nidos social- meite, esto es todo reunidos en un solo bosque : mas el cuervo de Australia los hace aislados, como nuestros caranchos. Sin embargo, en un bosque disecado en medio de las aguas color de turquesa del Lago Bebedero, he visto una gran cantidad de nidos de esta especie reu- nidos en sociedad. Pero son de cuervos, de ánades ó de otras aves acuáticas? Esto es lo que ignoro, no habiendo hecho sino de paso una escursion en torno de dicho lago. Este, habiendo invadido una zona de algar- robos, estos se han secado al contacto de las aguas saladas y natronosas que los han invadido en perma- nencia; y es sobre estos árboles situados en medio de - 63 las a<^uas saladas que los ha invadido en permanencia; y es° sobre los esqueletos de los árboles muertos, pero bien conservados por el natrón, que los referidos nidos se encuentran. Io.noro si las aves acuáticas, en sus diversas adapta- ciones, hacen nidos de esta especie; como ignoro igual- mente que nuestros cuervos los hagan en sociedad y en medio de aguas (nosotros tenemos cuervos acuáticos), todas suposiciones en estremo imposibles. A qué especie pertenecen esos nidos? De la estancia de los Wheeler pasamos á la de Mr. Findlay, que se estiende á lo largo del alto Murray. En efecto, el Murray, que es navegable hasta Albury; si- tuada 1600 millas mas arriba de su desembocadura en el Lago Alexandrina, inmediatamente á ^delaida, se halla en "el punto que recorremos, muy inmediato á sus fuen- tes en las del Monte Kosciusko. El rio solo es poderoso mas abajo de Albury, después de la junción con otros nos considerables, comoLachlan, el Darlin, el Murrumbiodge etc. La casa de Mr. Fundle, ediflcada sobre una loma, se halla rodeada del mas bello jardin del Murray, con una magnifica perspectiva sobre el país circunstante. La loma faldea hasta una espaciosa llanura probable- mente una antigua vega, al estremo de la cual el Murray corre, con un caudal sereno y apacible de cristalinas aguas; mas alia las lomas se escalonan en gradería, formando á manera de un anfiteatro colosal de Montanas, culminando en la escarpada cumbre del Dargo, inaccesi- ble elevados de rocas: solo muy lejos, detrás de ellos, se enseñorea la cima resplandeciente del Kosciusko. Se necesitan cuatro Kosciuskos, puestos uno encima de — 64 — otro, para llegar á la altura de nuestro Tupungato ó del Nevado de Aconcagua, que es también cresta Argentina, por lo menos en su mitad Oriental. Su altura verdadera no llega ni al Paso de la Cumbre, en el camino de Uspallata, que se alza 3000 metros Fobre el nivel del mar. Pero el Monte Australiano, aislado en medio de cadenas enanas, parece en realidad un gigante en un mundo de pigmeos. Todo en este mundo, es comparativo Cervantes por ejemplo, es una cumbre intelectual para los españoles de los siglos pasados, oprimidos y amila- nados por el despotismo regio y por la inquisición. Pero Cervantes al lado de Darwin y aun solo de Shakes- peare, es solo un pigmeo. Como quiera, habiendo obtenido por guia, durante una parte del camiino, al mismo propietario de la estancia Mr. Findlay, volvimos á vadear el Marray, tornando al territorio Neo Gales, en la dirección de Spring Creek, distante unas 12 millas. Llegados á este punto, Mr. Findlay nos dio sus instrucciones y se volvió á su casa, donde llegada bien fatigado, después de sus ocho leguas de galope. Nosotros seguimos nuestro camino, guiados por sus instrucciones. En efecto, caminamos ese dia hasta caer la tarde, y acampamos á la manera de nues- tro país, esto] es, al aire libre y sin carpa; atando nuestras cabalgaduras y el carguero, al cuidado de un peón irlandez, en los mejores pastos del contorno. Nada mas delicioso que estas acampadas al aire libre, en medio de la gran naturaleza y bajo un cielo sin nubes^, en medio de los desiertos del nuevo Mundo Austral, sea este Americano ó Australiano. Se hace un buen fuego con las abundantes leñas secas del campo; se pone un — 65 — buen puchero y un buen asado á la lumbre; se toma un buen café ; y después de satisfechas las necesidades de la naturaleza, se acuesta uno, caminante fatigado, sobre su montura, sin otro lecho que la bóveda estrellada del espléndido firmamento Austral. El aire es puro y perfumado; el viento zumba en la espesura; vagos rumores se escapan de las selvas, y las bellas constelaciones del Sud resplandecen en el firmamento, á nuestros ojos, que 'se pierden vagorosas en sus profundidades centelleantes. Cuan elevados los pensamientos! Cuan nobles los sentimientos, sobre todo en esos momentos de reposo y de reflexión, en mediojdel melancólico silencio y de las tinieblas, en esas soledades primitivas del mundo! Allí, en la remota Australia, pen- sando en nuestra distante patria, después de los esplen- dores vespertinos, hallábamosnos rodeados de colinas vestidas hasta sus cimas de gigantescos y perfumados eucaliptus, á las márgenes rocosas de un murmurant3 y cristalino arroyuelo que corda en nuestras inmediaciones, uno de los innumerables tributarios del Murray en sus orígenes, sombreado por arbustos perfumados y por heléchos arbóreos, con hojas semejantes á verdes enca- jes de seda. Era para no creerlo, como un estraño sueño, en medio de escenas completamente fantásticas, al parecer. Parecíanos un desvarío de nuestra imagina • cion, y á cada momento nos palpábamos, para persuadir- nos de la realidad de aquel viaje y de aquel sublime cuadro. Al dia siguiente, emprendimos de nuevo la marcha y á medida que subíamos, quedaban detrás de nosotros las moradas de los hombres, los grandes cuadrúpedos y aves, y, por último, hasta los grandes árboles de los bosques de eucaliptus, y hasta el fresno de las naontañas con sus troncos erectos. En seguida entramos en una zona de bosques que el frió hacia enanos, trepando elevados cerros y atravesando profundas quebradas y barrancos, hasta que llegamos á la primera parada sobre las faldas del monte, al Possum Point River, un delicioso arroyuelo de aguas cristalinas que, como el anterior, desciende á juntarse con el Murray. Después de tomar nuestro lunch, nos bañamos en el bello arroyuelo, lo que nos dio el vigor necesario para continuar nuestro viaje. El arroyo lo pasamos sobre un puente rústico, hecho de troncos grandes de eucaliptus, con un piso de cortezas y tierra encima. Después de una hora de marcha, llegamos al rancho Donelly, donde reci- bimos nuevas instrucciones para continuar nuestro ca- mino, lo que hicimos, en efecto, dejando bien pronto atrás las regiones habitadas, marradas por los cercos de los grandes runs ó propiedades rústicas; teníamos por delante, como punto directivo de nuestra marcha, la cumbre del Monte Bogong. Siguiendo adelante, llegamos á una curiosa formación. Una quebrada, formada por el cauce de un rio seco, nos presentó su abertura, en medio de los densos mator- rales, mostrándosenos tan ancha y recta como un camino real, y durante una milla parecía como una avenida for- , mada de peñascos rodados de 1 á 2 pies de diámetro: parecía como si los titanes se hubiesen entretenido allí en abrir un camino ciclópeo, manejando materiales propor- cionados á sus manotas. La tarde nos sorprendió sin haber pasado á la otra parte del Monte Bogong; lo que — 67 -^ nos obligó á hacer alto y á descansar otra noche, des- pués de tonaar nuestra frugal cena, á la luz refulgente de las dianaantinas estrellas de Canopea Austral. La helada fué severisima en aquellas alturas, donde los hie- los son eternos, y los caballos se mostraron inquietos y sobresaltados toda la noche, despertándonos con sus re- linchos de frío, de susto ó impaciencia. Al dia siguiente, al amanecer, nos hallábamos en pié, á la orilla de un vivo fuego encendido por nuestro peón irlandés. Todo lo hallamos congelado: las conservas en las latas, las car- nes, el queso, la manteca, el pan; presentándose tan duros y rebeldes al diente, como una piedra. Pero nosotros nos calentamos con un rico café, hecho á la lumbre. Saliendo del alojamiento al apuntar el sol, con las manos entumecidas, lujo de fresco raro en estío en este clima de fuego, comenzamos la subida del Monte Bogong, y pronto los rayos del ardiente sol Australiano, restablecieron nuestra circulación, congelada durante la noche. En la cumbre del Monte Bogong encontramos el primer glaciar ó blanco campo de penitentes de nieve. En la parte Sud se alza un inmenso pabellón de cuarzo, blanco y pelado. Los caballos se agachaban para comer la nieve, un regalo en Australia hasta para la gente caballuna; sin duda la confundieron con la sal, á que estaban acostumbrados. Habiendo llegado á la cumbre del Bogong, echamos una ojeada de águila sobre el país, ó mejor, región circunstante semejante, á primera vista, á una inmensa piel manchada de jaguar. Compo- nese de una zona de país quebrado y boscoso, de tonos á la vez claros y sombríos; claros en los pastos dise- cados, sombríos en el follagede los bosques de eucalip- es tus, sin gran relieve; surcada por las cintas de plata de los arroyos y del Murray. Después de esta ojeada, acelerarnos nuestra marcha para llegar á la colina del Kosciusco antes de la entrada de la noche, encaminando nuestra línea de marcha al través de cuchillas y que- bradas, con la espléndida cima del monte que parecía áanzar á nuestra delantera. Diríase una de esas bel- dades encantadas de los cuentos, hacia donde los caba- lleros andantes se encaminan, sin alcanzarlas jamás. Siguiendo adelante, tomamos un sendero de caballos cimarrones, y después de recorrer una estension de suelo quebrado, con solo algunos arbustos en los sitios más abrigados, al través de esplanadas cienagosas, cruzando pequeños arroyos de márgenes hundidizas, trepando cuchillas, hundiéndonos en los ciénagos, su- biendo, bajando, encaminados ya á la derecha, ya á la izquierda, por las hondanadas y escabrosidades deí caminoj en valde estremamos nuestros esfuerzos para alcanzar aquella noche á la intangible cima del Monte Kosciusco, al parecer encantada. Hétenos en este momento llegados á lo que habíamos creido que con otra bajada y subida tendríamos para alojarnos en su cima. Pero al llegar á este lugar, vimos que nos faltaban, por la parte que menos, seis millas para llegar hasta la cumbre. Tocando entonces retirada, pues la noche avanzaba con rapidez, y dejando el asalto difinitivo para el siguiente día, descendimos á una pro- funda quebrada, especie de hoi/dda, donde encontramos pastos para nuestras cabalgaduras y leña para preparar nuestros aUmentos y restablecer el equilibrio en nuestros entorpecidos miembros. Nosotros habíamos creido llegar — 69 — á la cumbre antes de la hora de la comida! Fragilidad en los cálculos humanos! De la Hoijada (tal es el nombre que dimos á este oculto y profundo valle alpestre), saca su origen lo Snowij Biver (una cosa como el Rio Blanco de nuestras Cordilleras San Juaninas). Arriba, todo en contorno de la Hoyada, se estendian vastos glaciares de nieve, pendientes de las faldas de los montes, á manera de largas tocas ó velos de blanco tul, con el rosa de la carnación en transparencia, represenjado por la greda rojiza, suspendidas de la cabellera diamantina de una joven desposada. Del estremo de cada glaciar se sus- pende una delgada, diáfana, plateada y sonora corriente sobre guijos, descenciendo á precipitarse dentro del Snowy River, en ese punto una corriente clara, mur- murante y fria como una laguna de la Estigia. con unos 20 pies de ancho en su cauce. Hubo que tenerse mucho cuidado con los caballos para preservarlos de la salvaje visita de los garañones vaguales, que quieras ó nó, los fuerzas á seguirlos á sus guaridas, cosáandolos y arrancándoles la piel á mordis- cos, no dejándoles otra alternativa que el dejarse arrastrar á la cuadrilla alzada, y formar parte del harem del gran Sultán de cuatro patas, si son yeguas; á la muerte en el sitio, si son machos. En estas salvajes quebradas alpestres no se encuen- tran otros árboles que unarbusto enano y rastrero, semejante al cuerno de cabra de nuestras cordilleras; pero de lafamiha del Eucalyptus este, el cual brota cobi- jado entre las hendiduras de las pequeñas, luchando por la existencia contra el rio y á la esterilidad. Los matorra- les que habíamos atravezado se hacían notar por su — 70 — frió, pelado y blanquisto aspecto, no se apolla como el común de los árboles, sino que se seca y blanquea como si fuera de hueso ó de pedernal. Encontramos en el camino muchos nidos aislados de cuervo. La escasez de vida vegetal y sobre todo de vida animal, es notable en estas alturas; no se ven otras aves que cuervos y un pequeño Pavo, llamado Tom-tit por los ingleses; apenas si se perciben algunos escarabajos y una que otra pe- queña mariposa alada. De mamiferos, solo vimos una tropilla de biíguales allí asilados á nuestro paso. En esta noche apesar de arroparnos lo mas que pudimos, el frió nos penetró hasta los huesos y todo estaba helado ó se congeló en torno nuestro. Hízonos acordar al aloja- miento de las cuevas, y al de la Estanzuela, en nues- tras cordilleras Argentinas. Parecia como si la misma llama nos quemase en aquellas alturas. Debajo del hielo endurecido, el agua corria sonora y murmurante sobre los guijos; y al halago de esta nave armonía contemplá- bamos nuestro cielo austral con su bella galanuria y un esplendor planetario y sus astros resplandecientes; las manchas del Sud parecían mas sombrías, y mas blan- cas y esplendentes por contraste las nubes Magallánlcas; mientra la cruz y el Centauro hacían centellas cerca del desierto polo Austral, sus astros multicolores de primera magnitud. La Corona Estelar denuestro mundo, aparecía mas brillante y espléndida sobre esas diafanas alturas, tan superiores en elevación á las zonas nebulosas del litoral, que hablamos dejado. Al día siguiente, madrugando con luna, después de calentarnos á un buen fuego, tan aromático como el que se hace con la leña del CoUlguay en nuestros Andes y — 71 — de coníortarnos con un café caliente y aromático, em- prendimos de nuevo la marcha á la cumbre, á ese Ex- celsior Australiano, al que nunca acabamos de llegar. Tratando de observar el camino, trepamos por crestas muy impinadas, sin otro resultado que mostrarnos las ad- mirables facultades trepadoras de los caballos ingleses. La última parte era tan empinada, que tuvimos que valemos de las manos para trepar; cuando se presentaba una cuesta demasiado escarpada, el. caballo daba un respingo en forma de protesta, por obligarlo tan inde- bidamente á marchar por tales andurriales. En el fondo de una última quebrada, se encuentra un lindo y pe- queño lago de una cuadra de estencion, lleno de las mas claras, dulces y frias aguas que hayamos gustado en ese paraíso de las ricas aguas, la República Argentina. El último pináculo de la montaña es una masa de desnudo granito sobre el cual se ha construido una pi- rámide de piedra suelta, como las piocas ó señales que suelen elevarse en las cumbres divisorias de nuestras cordilleras. Ha sido erijida por los ingenieros ingleses para servir de punto de mira en las triangulaciones de las mensuras de estas colonias. Trepando á la cumbre de este túmulo ó cairoseo como diria un Escocés, nos encontramos de pié; trepados sobre la eminencia mas encumbrada de Australia. Le vista que de alli se goza, es inmensa; de todos lados se proyectan, pendientes en la lontananza, cadena tras tras cadena de montañas, á manera de ondas de lazulí, confundiéndose con el horizonte en la remota lontanan- za del Norte. Hacia el Sud se ve levantarse la cadena costera que esconde la vista del ancho mar, al Oriente, — 72 — . á la otra parte de las cuchillas, se estiende en vapo- rosa lontananza azulada, como un mar en el vacio, los llanos de Menciora; hacia el Noroeste oe estiende el valle del Murray con una ancha cincha de plata ser- peando entre la esmeralda de sus riberas; aqui y alli alzan als^unos picos aislados sus pirámides de rocas que se ensch-rean sobre las cadenas circuntantes; al Ñor- Nordeste se alza el Bayona, que nos ha servido de punto de mira en nuestra marcha; al Norte el pedregoso y escarpado Dargo, alli se alza Metamatale; al Noroeste se alza el monte Hay; el Sud el Monte Hotham. Otros picos se divisan, pero debido á nuestro limitado conoci- miento de la topografía del pais, solo se nos presentan como picos sin nombre. A nuestros pies serpea el Snowy River, en su pro- longado curso hasta el mar claro, frió, sonoro y es- pumante. Montados sobre aquel pináculo, el exelcio, última cultaen mundi de Australia, teniamos de mani- fiesto á nuestros pies como en un mapa bien traxado en relieve, todo el bello mecanismo que la naturaleza emplea para distribuir sobre las áridas llanuras ó valles, su precioso líquido fecundante, el agua. Allí se en- cuentran fecundantes depósitos de millas y millas de os- tensión, donde reúne en cada colina, en cada quebrada, grandes cantidades de agua condeEsada en forma de nieve y hielo, estraidos del mar por los rayes del be - néfico sol y elevados en el aire, donde reducidos á vapor acuoso se disuelven en lluvia fecundante y en nevazones benéficas en las cumbres de los Montes, de donde circu- lan de nuevo al mar, siguiendo el círculo de leyes inva- riable en que la naturaleza jtra en su órbita de enerjia, — 73 — de acciones y reacciones tan netamente trazadas, y tan invariable, como la órbita de un planeta ó la elipse de un cometa. Asi los gases realzan del mar recalentado por los rayos solares, saturan el aire, descienden, se condensan en lluvias ó nieves, se infiltran ó funden; cor- ren para abajo de los montes, siguiendo el curso de los torrentes y de los rios, y desciende al mar, su punto mas bajo, su punto de partida, para elevarse de nuevo y tornar al viírculo de su evolución propia ; eterna como las leyes que condenan al gas á subir y al fluido á bajar siempre, hasta alcanzar su nivel adecuado, cons- tituyendo de este modo el círculo místico de la natura- leza. Esto es, el que comienza dando, el mar; acaba recibiendo, el mar. Y ahora, trepados en su cima; que es lo que debemos pensar del jigantesco Kosciusko, culminante, con odo el orgullo de sus 7,650 pies (mas bajo que la cumbre del Paramilla de Mendoza, de la altura del Paramillo de las Vacas); de ese Monte á quien solo faltan 700 pies para llegar a la linea de las nieves eternos en Australia? Que para los cortos alcances del común de los ojos humanos, él, como tantos otros, en calidad de espectá- culo, es solo un colosal desengaño; un verdadero y solemne fiasco. No asi para nosotros, ni para los que se nos parecen ; pues tenemos en nuestro buen sentido, en nuestro sano criterio, una medida justa y exacta sobre el valor real de todas las cosas. Asi jamás esperamos ni mas, ni menos, de lo que en realidad estamos destina- dos á encontrar. . De ahí el que tengamos goces desco- nocidos para aquellos que, esperando en su fantasía desordenada, en su fé como la llaman, peras del élmo, — 74 — rabien y se desesperen cuando no las obtienen. Lo que hemos visto aquí y como de otras elevaciones á las yue hemos ascendido, no es ni mas ni menos, de los que nos habiamos figurado según nuestros cálculos. Se sigue de este para Julio Verne, para el poeta matemático sea el mundo mucho mas árido y mesquino para el poeta desvariados y fantástico ? De ningún modo! El mundo real es siempre mas grande, mas bello y proporciona mas goces reales y variados, que el mundo fantástico de la ignorancia, de la superstición ó de la fantasia pura y sin control. De ahí que el sistema de Copérnico, siendo al mismo tiempo mas sencillo y natural verdadero y mas satisfactorio que el sistema mas difícil, mas complicado, pero mas falso de Ptolomeo. La imaginación humana se quedará siempre atrás de las maravillas reales de la creación y de Dios. Lo bello, lo grande, lo espléndido, lo magnifico está en la verdad, en la realidad, no en la ficción ni en la impostura. La creatura tendrá siempre menos imaginación que el Creador. Pero es el caso que los hombres adocenados, los hombres vulgares creen poder gozar desde la cima de esos gigantes de las montaiías, espectáculos fantásticos, inusitados, maravillosos ; saboreándose de antemano con el espectáculo en conjunto y en sus detalles, de todos los sistemas, de todas las llanuras, de todos los conti- nentes, de todos los mares, de todas las islas, de todos los desiertos inferiores. Asi hemos vistos á muchos, como D'Orbygni, de Moussy, Forlees, etc. lamentarse de estos fiascos. Pero en el caso que la vista del hombre es débil para abarcar á la vez en su conjunto y en sos detalles, tantos objetos y tan enormes distancias. El Monte Kos- — 75 — ciusko en Australia, no es sino el mas elevado punto de un sierra de cadenas. Visto á una distancia de 50 millas, el se presenta cubierto de una venerable peluca de nieves si bien mucho menos que esos potentes monarcas de nuestras cordilleras, el Tupungato, el Aconcagua, el Mer- cedarios. El bonete, que culminan sobre nuestros Andes Argentinos, embelleciendo nuestros paisages. De lejos ó de cerca, el Tupungato es un verdadero gigante indi- vidual, aislado, destacado; una realidad autónoma, de cuyos 22,000 pies de elevación (el Aconcagua es aun; mas elevado) Satanás puede mostrar el mundo á un grande hombre y seducirlo, como á Bolívar lo sedujo desde el Chimborazo y á Napoleón I desde el Mont Blanc. El no pudo seducir á Washington tal vez porque en Norte-América no existen, en esa raza que tiene encarnada la libertad y el orden en su sangre, eleva- ciones tan colosales, tan deslumbradoras como en núes tras razas latinas. Asi, Kosciusko, como los grandes hombres ingleses, solo es grande en el conjunto, en la superposición gerárquica de la colectividad. Así, á me- dida que uno se acerca á él, se disuelve en una sucesión de cadenas comparativamente insignificantes. Entre tan- to, el Tupungato y el Mercedario, que tienen un ser y una antonomia propia, son aun mas gigantes vistos de cerca. Sobre el túmulo de la cumbre construido de granito, hallamos una botella con los nombres de una partida que habia trepado á su cumbre en Diciembre de 1881. En otra botella hallamos ademas uña nota con el nombre de otros viageros que habian trepado en Enero de 1883, solo dos semanas antes que nosotros que subimos á prin- — 76 — cipio de Febrero. Cometimos la tontería de añadir nues-^ tros nombres á los otros? No por cierto. Si el gran autor de la naturaleza guarda todavia su anónimo ¿por- que no lo guardaremos nosotros, grano de arena desti- nado á confundirse con tantos otros? Tomando nuestros caballos, que habiamos dejado á cargo de nuestro irlandés unos 100 pies mas abajo, comensaraos nuestro desceso. Al pasar devuelta por nuestro alojamiento de la mañana, encontramos pastando en él una manada de bellos baguales de un color castaña oscuro, los cuales huyerou tan luego como nos divisaron. Siguiendo nuestro descenso, salió á nuestro encuentro un bello padrillo bagual negro, el cual se acercó á mirar- nos con toda la redondez de sus grandes ojos negros, inquietos y vagorosos y el cual, algo asistado el mismo de su propia audacia, se aproximó hasta unas 100 varas de nosotros, con la cabeza erguida y en ese ademan de desafio del esclavo que ha sacudido el yugo de un odiado y odioso amo ; con las chascas erizadas, la cola alta y el ademan altivo, nos lanzó una última mirada y se alejó á todo galope, con las clines y la cola flotante al viento \ hasta que se perdió de vista. Una barra amenazadora de nubes, preñadas de nieve y de granizo, nos seguia de atrás y muy de cerca, haciéndonos temer el no poder escapar á su amenaza. Acelerando nuestro descenso, nos encaminamos al Bogong, y pasando los bancos de nieve que atravesamos el dia antes aun duros con la helada de la precedente noche, al pasar los pequeños Lagos, nos oscureció luego, teniendo que pasar la noche á las faldas del Monte ~ 77 - Kosciusko. Por todo vimos de manifiesto el inmenso po- der de los hielos en los céspedes y herbages- achatados y como comprimidos con un aplanador de hierro. Las piedras arrastradas por los hielos hablan servido para abrir surcos, como rejas de arado; impulsado por el inmenso peso de las nieves al deslozar se, hablan traza- dos esos sulcos en el suelo de las colinas. La vuelta la dimos siguiendo nuestras pisadas hasta Spring Creek; de allí tomamos un camino mas directo para volver á nuestro primer punto de partida. Las montañas se com- ponen casi enteramente de granito, con unas que otras schistas y pizarras micáceas aqui y allí. Durante el camino pasamos muchas cuchillas mas largas que el Kociusko y de las cuales sin embargo se obtenían mas bellas perspectivas y cuadros mas pintorescos, que de la encumbrada como del gran Monte, No se necesita ser rey para gozar; y los reyes son tal vez les que menos gozas. A nuestro prso hemos podido conté Tfiplar algunas bellas colinas con fantásticos agrupamientos de rocas y de bellos árboles; con cascadas y lagos durmientes, dignos de la paleta de un pintor como Hobema ó Lansyer, realzadas aun en el fondo, por el lazuli de las remotas cadenas. Terminaremos con algunas palabras de elogio para los caballos Australianos. Ellos, son infatigables, man- sos y sufridos como pocos. Descendiendo y subiendo, saltando fosos y peñascos, galopando sobre pedernales ó sobre ciénagos, mostrábanse tan infatigables, como inteligentes y hábiles, acomodando su andar y sus pi- sadas á la naturaleza del terreno, sin tropezar, rodar ó caer jamás, y sin jamás incomodar ó fatigar á su — 78 — ginete con malas mañas. La razón de esto es que son bien enseñados y que se hallan bien mantenidos. Ya en la Estadística General que se encuentra en uno de los capítulos de la Correspondencia XV, hemos dado las cifras correspondientes á todos y á cada uno de los Estados Australianos, lo que no impedirá que aquí lo repitamos por separado, entrando en mayor número de detalles. Así comenzando por la población y con el fin de observar su ley de crecimiento, daremos las cifras de cinco años diferentes, á fin de poder esta- blecer parangones útiles, á saber, de 1871, 1873,1879, 1880 y 1881. Según el Censo tomado en Abril de 1871, la población de Nueva Gales del Sud resultó entonces de 503,981 almas; de ellas 275,551 varones y 228,430 mujeres. En 1873 esta población llegó á 560,275 ahnas, lo que dá un aumento de cerca de 60,000 almas en dos años. En 1879 esta población era de 734,282 almas, de las que 409,665 eran varones y el resto mujeres; tenemos, pues, en 8 años un aumento sobre 1871 de 231,000 almas más ó menos. En Diciembre 31 de 1880 el Registro General da 770,524 almas como la población general de este Estado, de las que 431,461 son varones y el resto mujeres, presentando un aumento de 36,242 almas sobre el año anterior. El Censo de 1881 dá á Nueva Gales del Sud la población total de 781,565 almas, y como el aumento es de más de 35,000 almas por año, tenemos que á fines de 1882 la población de este Estado contenia un mínimo de 816,000 almas. Cada 10 años la población de Australia se calcula ofrece un — 79 — aumento de 48 á 50 p. 7o? que es exactamente la pro- porción del aumento de la población de los Est^idos Unidos, y puede creerse de todo país nuevo poblado por la raza inglesa. Respecto á la estadística religiosa del Estado, las diversas sectas de religión que en el coexisten tienen las siguientes denaminaciones, á saber: Episcopales, Pres- biterianos, Wesleyos Metodistas primitivos, congrega- cionalistas, Independientes, Metodistns Unidos, Libres Evangelistas Unidos, Bautistas, Bautistas particulares, Católicos Romanos, Unitarios calvinistas, Galeses, inde- pendientes Libres, No Sectarros, Luteranos Germánicos, Lutheranos Evangélicos, Evangélicos Germánicos, Cris- tianos Libres. Judies, Miembros de la Iglesia de Cristo y todas estas sectas tenian en 1880 uno 1341 templos á lugares del culto, con 216,530 asientos, esclusive sa- lones de reunión y otros edificos empleados á veces en los campos y en otras partes para objetos de devoción. La concurrencia estremada de todos los servicios en los Domingos, era en los sitios de culto regular de 178,911 almas; con mas 43,011 en los edificios tempora- rios; haciendo un total de 221,922 concurrentes. El total de ministros ó sacerdotes de todas denominaciones era de 671. Entre estos los Episcopales ingleses y los católicos Romanos Irlandeses, los Presbiterianos Es- coceses y Wesleyos recibían como renta ó estipendio de los fondos del Estado mas de 75,000 duros; con uno suma adicional y proveniente de las Iglesias y Escuelas del Estado de unos 30,000 duros mas; las restantes sectas se sostienen esclusivamente con contribuciones 80 voluntarias* Hé aquí algunos detalles particulares res- pecto á los ministros y lugares del cu'to y asistencia. La Iglesia Anglicana, en Nueva Gales del Sud, cuenta por todo 212 ministros ó sacerdotes, 449 Iglesias, con . Entretanto, en Chile, desde 1852, circulaba el ferro-carril de Caldera á Copiapó, de mas de cien millas de ostensión, y el ferro-carril del Callao á Lima, de 7 millas de ostensión, circulaba desde 1850. En 1856 ya se hallaba en circulación el ferro- carril de Valparaíso á Santiago. En el país más favora- ble al ferro-carril, cual es la República Argentina, por la perfecta horizontalidad de su suelo, se formaron Com- pañías desde 1853 en Mendoza, pero solo se inició del 56 adelante en Buenos- Aires. En Nueva Gales del Sud, los gastos hechos hasta Diciembre en 1880, en sus lí- neas férreas, subían á 13.042,041 libras. Como 12 mi- llones de libras, se hallaban ya invertidas en líneas ya abiertas al tráfico. Las utilidades netas se elevaron á 513,219 libras, dando un 4.36 por 100 de renta el capi- tal de las líneas en circulación. En 1881 ya existían abiertas al tráfico más de mil 250 millas de ferro-carril. — 105 — El capital rodante consistía en 215 locomotoras, 490 coches y 4,443 buenos carros y wagones de carga. El costo del material de ferro-carriles, en cuyo transporte se emplearon 101 buques, subió á 358,657 libras, inclu- yendo fletes y seguros. En 1882 habia 1,700 millas de ferro-carril en circulación y 2,000 á principios de 1883. Hoy, todos los materiales de ferro-carril, desde los rie- les hasta las máquinas y coches, se construyen en el pais mismo. Durante el año 1881, unos 52,581 trenes de pasajeros y 32,328 trenes de mercaderías, en todo, 85,000 trenes, circularon por una ostensión de 3,239,472 millas. Las entradas llegaron á £1161017, invirtíendose en los gastos de circulación £ 647,719 ó un 50 0/0 de las entradas. El numero de pasajeros que viajaron fué de 5,440,138. Estos pasageros distribuyeron como sigue: 15, 10 0/0 pasageros de 1'; 54,59 0/0 pasa- geros de segunda; 30, 1 1 0/0 pasageros se abonados. El tráfico de mercaderías consistió en 793,498 cabezas de ganado en pié; en 224,603 fardos de lana; 1,123166 to- neladas de minerales; y 523,775 toneladas de mercaderías generales. Las lineas dieron para pagar un interés de 4, 36 0/0 al capital invertido en ellas. El núm. de em- pleados era de 5,063 y los salarios abonados en el año se elevaron á 527§43 £. Los ferro-carriles de la Nueva Gales del Sud se hallan comprendidos en las siguientes lineas, á saber:— 1° La Gran Linea Meridional. 2° La Gran Línea Occidental. 3*^ La Gran Linea Norte con sus ramales. 4*" La Linea Suburbana. La Gran Linea .Meridional (Great Southern Une) se estiende de Sydney á Albury, distancia de 386 millas, — lOo - siendo doble hasta Parramatta; su trocha es de 4 pies 8 1/2 pulgadas (nuestra trocha ancha); los rieles son de dos cabezas, con 75 Ibs. por yarda. Esta linea vá á ser doblada hasta su término. Contiene tunéis hasta de 600 yardas. El costo de este ferro-carril desde la junción de Parramatta hasta Waga-Waga, es de 2,796,398 £ (14 millones de duros.) Un tren completo, de ida y vuelta» la recorre diariamente en toda su ostensión, y el tren nocturno se halla dotado de coches de dormir. Uno de sus ramales se estiende desde Junee Junction hasta Narran dera. El Gran Ferro-carril del Oeste {Great Western fínilway\ pasa hoy de Dubbo hasta 300 millas al Oeste de Sydney. Apártase de la línea meridional en Granville. Esta línea pasa al través de las Blue Mountains, cru- zando estas montañas por túneles y un zig-zag atrevido. El costo de la línea de Parramatta á Orange (unas 278 millas) es de 2.635,949 libras. Tiene un ramal de Bla- cktown á Richmond, de 16 millas, y 38 de Sydney. El Gran Ferro-carril del Norte comienza en Newcastle, y en la actualidad pasa de Tannworth, que dista 182 millas de Sydney. De Newcastle á Hexham, la línea es doble. El terreno que recorre esta línea, es más llano que el de las otras; pero cuando no son los túneles, son los puentes. En efecto, ha tenido que echar uno magnífico, de 7 ojos, sobre el Rio Hunter, con un largo de cerca de 30000 varas y costo de cerca de 300 duros. Se emplean 9 horas en recorrerlo. Su costo hasta Tam^\^orth es de 1.885,344 libras esterUnas (9.226,000 duros). Tiene un ramal corto de Maitland á Morpheth. Tiene también otros más considerables, como el de Werrise Creeek á Gun- — 107 — nedah, que tiene 45 millas. De Newcastle arrancan tam- bién otros ramales particulares que van hasta las hulle- ras. La línea Sub-urbana se estiende de Sydney á Parramatta^ unas 14 millas. En 1882 se han completado unas 2,000 millas, por todo, de ferro-carriles, estendién- doáe de Narrandera hasta Hay, 106 millas; de Wallera Wang á Mudgee, 85 millas; de Dubbo á Burke, 222 mi- llas; de Tamworth á Tenterfield, 210 milas, y á Uralla, Glen Innes y Armidale; de Gunceda á Narrabri, 56 millas. Se hallan en vías de construcción otros centenares más de vía férrea, que se terminarán en el presente año y en el entrante (en 1883 y 1884), como ser de Home- bush á Waratah, 95 millas; de Sydney á Wollongong y Kiana, 68 millas; de Goulburn á Cooma, 130 millas; de Albury al Murray; de Orange á Forbes, 83 millas; de Narrandera á Jerilderie, 63 millas; de Cootamundra á Gundagay, 34 millas; de Murrumburrah á Blayney, 108 millas; un total de 582 millas, que añadido á las otras, hacen un gran total de 2,220 en operación ó construcción. Coches giran en conexión con los ferro -carriles, desde todas las ciudades y poblaciones del Estado. Sydney cuenta ferro- carriles á vapor que se han hecho notar por las desgracias que ocasionan. Los suburbios de Sydney, muy separados por las iden- taciones de la Babia se hallan ligados por tramways que los recorren, con los puntos céntricos de la metrópoli ; entre otros á los arrabales de Randwick, Wabesley. Woollara y Marickville; donde no hay tramway á caballo ó vapor, las comunicaciones terrestres se hacen por óm- nibus, fuera de los vapores que recorren las riberas de Port Jackson conduciendo pasageros. Nada mas delicioso — 108 — que estos arrabales asentados sobre empinadas y floridas eminencias. A mas de las frescas brisas del mar que alli se disfrutan, aun durante los mas fuertes calores del estio, las vistas sobre la Babia, sus aguas, sus ferrys y naves ancladas ó en movimiento, sus faros, sus villas pintorescas y sus verdeantes alturas, es uno de los espec- táculos mas interesantes que puedan contemplarse, y su aspecto animado, accidentado y risueño no se halla de ningún modo reproducido en los insípidos grabados y fotografías conocidas del puerto de Sydney. Y ya que en las riveras estamos, aprovecharemos para decir que todo el litoral ó línea costera de Nueva Gales del Sud, desde Cabo Howe hasta Point Danger, se halla bien alumbrado para los navegantes que las recorren. Estas luces ó Faros, en su orden de Sur á Norte, son ; Edén, Twofold Bay, una luz fija visible á 9 millas de distancia, en Point Lookout, una luz roja de Puerto ; en Ulladulla una luz verde fija; las luces de Shoalhaven Position, visibles 8 millas; la luz girante de Jervis Bay, de un verde y rojo brillante, que lucen alternativamente cada medio minuto; luz brillante visible á la distancia de 18 millas, y la roja y verde á 14 millas. Kiama, desde el estremo del rompe olas, con una luz verde fija, de puerto. Wollongong, una luz roja fija; South Head, Faro Macquarie, espléndida luz girante, que resplandece cada 1 1[2 minuto; se haerijido un nuevo Faro iluminado por la luz eléctrica. En Fort Macquarie, en Sydney, se alza hoy un grupo de 4 ó mas luces eléctricas de un efecto sorprendente. En Inner South Head, Cabo Sud Interior, se halla el Faro Hornby, con su luz fija; en Barranjuey el Cabo Sud Interior de Broken Bay, una luz — 109 — roja permanente (dioptrica de 2" orden). El Fard Nohby, en New Castle, luz fija visible desde la cubierta de un buque, hasta 17 millas ; Port Stephen, luz jirante, esplen- dente, alternativamente blanca y roja; en Nelson Head^ una luz fija brillante del lado del mar; en Sugarloaf Poinl (cabo Pan de Azúcar), una luz girante que res- plandece cada medio minuto; también brilla en la misma torre una luz verde de 4** orden; Crowcly Head, luz blanca fija; en Tachiny Point una luz blanca fija; en South Solitary Island una luz blanca jirante, con intervalos de 30 segundos, visible 19 millas; Clare nce River^ bri- llante luz fija; Richmond Biver, dos brillantes luces fijas; y en Cabo Fingal una brillante luz fija. Por Jo que respecta á la marina, la flota á vapor de la colonia es en general la propiedad de las siguientes com- pañías: « I"* La Australian Steam Navigation Company, » que comercia con Melbourne, Brisbane y los puertos del Norte de Queensland (ligada por una contrata de Mala con el gobierno de Queensland, Fiji y Numea); «2^ La Clarence y Richmond River Steam Navigation Com- « pany ; 3° la Illawarra Steam Navigation Company ; « 4° la Hunter River Company; 5"* la Parramata River « Company; &" la BuUi coal Company; » 7° los vapores « de la forma «Howard Smith and Sons; y 8*" la New- « castle Steamship Company. » En 1881 las entradas del interior tuvieron lugar en 4357 buques, con una capaci- dad colectiva de 1,242,458 toneladas y 54,024 tripulantes. Las entradas del interior comprendieron 2,043 buques, con 2,786,500 toneladas y 90,738 tripulantes. Unos 41 buques con 2,799 toneladas, fueron construidos en los puertos de la colonia durante el año, comprendiendo 11 — lio - schooners, 2 bergantines, 9 ketches y 3 cutters, 4 lugres y 12 vapores; habiéndose enrejistrado 74 buques con 9171 toneladas, tripulados por 493 hombres. En lo que respecta al comercio de exportación é im- portación, las importaciones durante el año de 1881 fueron por valor de 17.400,236 lib. est.; las exporta- ciones se elevaron á 16 049.503, llegando el exceso de las importaciones á 1.359,823 lib. est. Las importaciones provenientes del Reino Unido se han avaluado en 7,536,661 Ibst.; las exportaciones para la Gran Bretaña en 7,525,037 Ibtrs. comparado con el año anterior hay una disminución en las exportaciones de mas de 1,000,000 de Ibst. y un aumento en las im- portaciones de cerca de 5,000,000 Ibst. Las importacio- nes comprenden, como entre nosotros, casi todos los artículos de consumo ordinario; figurando entre los prin- cipales: Ropa hecha para hombres, mujeres y niños por valor de 272,608 ibst.; pañeria general Ibst. 2,602,451: harina Ibst. 392,029; trigo Ibst. 94,345: maquinaria Ibst. 164,223; cerveza 181,994 Ibst.; azúcar Ibst. 545,388; té Ibst. 479,680; libros Ibst. 143,484; quincalleria Ibst. 342,761; drogas Ibst. 124,704; muebles Ibst. 78,700; instrumentos músicos 72,704 Ibst. hierro galvanizado Ibst. 245,729, calzado 375,181 Ibst; aguardiente, ginebra y otros espirituosos, 449,010 Ibst. juguetes y objetos de fantasía Ibst. 97,682; loza y porcelana Ibst. 80,524; cris- talería Ibst. 48,143; hierro y acero Ibst. 141,717; mate- riales de ferrocarril Ibst. 245,319; joyería Ibst. 76,129; opio Ibst. 81,791; materiales de imprenta Ibst. 21,580; papelería, incluso los artículos anexos Ibst. 236,503. Las principales exportaciones en productos y manufacturas — 111 ~ de la colonia, consistieron en:— lana 154,801,832 Ibs. con un valor de Ibst. 8,040h25 (unos 40,203,025 duros); ga- nado vivo por valor de Ibst. 979,063; cebo por valor de Ibst. 350,587; pieles incluso calzado hecho Ibst. 150,544; cobre por valor de Ibst. 359,902; maderas Ibst. 19,355; carbón mineral Ibst. 753,356 toneladas con un valor de Ibst. 4 1,437; vino 28,584 galones, con un valor de Ibst. 7,359. Las importaciones del año de 1882, llegaron á Ibst. 21 000,000; y las exportaciones en ese mismo año lle- garon á un valor de Ibst. 18,000,000. Como se vé, el balance en favor de la importación siguió este año con una diferencia de cerca de Ibst. 3,000,000 en favor de las importaciones. ~ La renta de 1880 se elevó á 4,904,217 Ibst. En el año siguiente á881 esta renta aumentó á 6,707,963 Ibst.; ren- ta que siguiendo ese mismo incremento estraordinario pasó de 7 1/2 millones de Ibst. Se vé, pues, que Australia progresa mas en renta que en ningún otro ramo: fal- tando saber si esto es debido á un aumento de impues- tos; pues el comercio y desarrollo industrial y económico del país no presenta, según se ha visto, el mismo incre- mento rápido. Por lo demás ios impuestos no se presentan en Aus- tralia, en este caso, en la forma que en otros países; se presenta en forma de un aumento de valor de la tierra pública en los remates, que es también una forma de impuesto que recae sobre los brazos laboriosos y los capitales activos, que se emplean en adquirir y hacer valer las propiedades del suelo; y como los capi- tales y brazos en esta dirección, la verdadera fuente del vigor y de la producción del Estado, son escasos, por — 112 — el hecho de no ser en el bien ni en la virtud en lo que especulan los hombres, en su mayoría, sino en lo con- trario, la consecuencia es que el Estado absorve y des- virtúa una parte de la corriente de fuerzas útiles en la buena dirección; parte que en mano de esos mismos hombres laboriosos habria contribuido á duplicar, á centuplicar los recursos y fuerzas reales del Estado, res- tringiendo, por consiguiente, su progreso y engrande- cimiento. Se vé que los países progresan muchas veces impulsados, no por sus buenos gobiernos y leyes, sino á pesar de sus malas leyes y gobiernos. Para el Estado, algunos peniques mas en el valor de la tierra, es nada, ó es muy poca cosa; para el labrador industrioso, es una parte de la fuerza y del capital con que debia contri- buir á mejorar y hacer productivo el suelo lo que se le arrebata, paralizando en parte sus esfuerzos y trabajos. Ahí, en el crecimiento de esas rentas, entra, por más de un cuarto de ellas, el producto de la enagenacion de la tierra pública cara. Después de esto, no es de estra- ñarse que los presupuestos salden con sobrantes, cuan- do las corrientes productivas del país ó se hallan estag- nantes ó circulan lentas: el país no progresa, ó progresa poco, mientras la renta progresa enormemente. Hay, pues, desequilibrio y mala dirección en el rumbo y dis tribucion de las fuerzas sociales; justamente, lo contrario de lo que pasa en Norte- América, en donde la savia vital se dirige en abundancia al corazón y los miembros pro- ductivos del Estado, alimentando con vigor su existen- cia, su riqueza", su productivilidad. Aquí toda la savia vá en una dirección falsa, dirigiéndose á alimentar el pa- rasitismo administrativo, y quitando á los órganos pro- ^ 113 ~ ductivos del Estado su vigor y conveniente alimenta- ción y reproductibilidad. La renta calculada para 1882 en Nueva Gales del Sud, fué presupuestada en 6.240,000 libras; su producto real ha sobrepujado en más de 1 millón de libras esterlinas, dejando, por consiguiente, ese enorme aumento (7 millo- nes de duros), y otro tanto de economías anteriores (lo que dá cerca de 3 millones de librasj para añadir como sobrante á los recursos del corriente año de 1883 Estos Estados ya no saben en qué invertir su plata; mas lejos de que esto los induzca á disminuir los impuestos, los induce, por el contrario, á contraer nuevos empréstitos para atender á empresas y trabajos públicos colosales, algunos de puro lujo y aparato, como ser magníficos palacios administrativos de piedra y cristal, en cuya decoración el bronce, el oro y la seda entran con profu- sión. La deuda pública de la Colonia, á fines de 1881, llegaba á 16.994,879 libras esterlinas, con un interés anual de 786,807 libras. Pero hay que añadir 4 millones más de libras, contraidos en los dos últimos años, de 1882ál883, lo que hace un total de 21 millones de libras como deuda pública del solo Estado de Nueva Gales del Sud. Estos empréstitos se han obtenido, los primeros al 5 por 100 y los últimos con una colocación á mas de la par, en su mayor parte, por mas que se le fijase solo un mínimo de un 98 por 100 para dar mar- gen á las especulaciones corredoriles de la Bolsa de Lon- dres, donde se colocan estos empréstitos. Victoria que quiso colocar á la par dura sin dejar esta pequeña puerta ajiotística, sufrió un solemne fra- caso, no habiendo obtenido ofertas; á pesar de hallarse — 114 --- sus rentas en un estado tan sano ó mas quo las de Nueva Gales del Sud. Como quiera, de las sumas tomadas á esas tasas por el gobierno Neo Gales, como 13.000,000 de lib. est. se han destinado hasta la fecha (1883) á ferro- carriles, que dan en la actualidad mas de un 4 por ciento de utilidad neta anual; lo que permite pagar in integrum el interés del capital empleado, con cortas es- cepjiones, habiendo en la actualidad el proyecto de re- ducir al 4 por ciento la antigua deuda del 5 por ciento, operación que debe haberse ya llevado á cabo á la fecha. El resto de los empréstitos se ha aplicado, algunos de ellos de un carácter reproductivo (excepto los palacios consabidos). Esos empréstitos se vé son en general de huena íé; lo prueba su inversión. Los impuestos que en total gravitan sobre la colonia, vienen á corresponder á algo mas de 10 duros por cabeza de habitante; monto á nuestro entender demasiado considerable para un pais que se presenta con enormes sobrantes en su presu- puesto. Pasando á las Cajas de Ahorro y Bancos, en 1881 existían 188 cajas de ahorro del gobierno. El núiiero de depositarios era de 24,602, con un balance en su favor de 586^499 lib. est. El interés de 4 por ciento adeudado á los depositantes se elevaba á 19,091 lib. est.; el monto de crédito por depositante es de 23 lib. est. 17 chelines. El dinero de las cajas de ahorro se halla principal- mente invertido en bonos del 4 por ciento de la deuda de Nueva Gales del Sud. A mas de las cajas de ahorro del Estado, existe un Banco especial, el Ñeío-Sontli Wales Savlnífs Bank, el cual concentra los ahorros de 36,929 depositantes con un '- 115 — crédito que se eleva á 1 1/2 millones de lib. est. Este dinero se invierte generalmente en hipotecas, en seguri- dades del Gobierno y en depósitos en los Bancos de Sydney. Se depositan en él sumas de un chelin para arriba. Este Banco acuerda un interés de 5 por ciento á sus depositantes. Por lo que es á los Bancos propiamente dichos, el total de existencias de las once Compañías Bancadas de Sydney alcanzaba en 1880 á 24.519,229 lib. esterlinas; sus responsabilidades subian ademas á 19.435,863 lib. est. La circulación media de sus notas se elevaba á 1.260,772 lib. est.; su encaje en metálico y pastas me- tálicas subia á lib. est. 3.563,562. El capital pagado subia á unos 9.531,212 hb. est; el dividendo anual variaba desde 4 hasta 25 por ciento, siendo el medio 12 1/2 por ciento. El dividendo agregado subia á 566,230 lib. est. Las utilidades de reserva alcanzaban á 3.748,334 libras esterlina. Durante el mismo año la tasa del interés acordado á los depósitos varió desde 4 á 3 y 2 por ciento; por 3 meses llegó á 6 por ciento y á 5 y 4 por ciento los 9 meses restantes. El descuento de letras locales entre 55 y 126 dias fue de 7 á 8 y 9 por ciento anual, la ma- yor parte del año y de 6 á 7 y 8 para el resto; la tasa del cambio para las letras sobre Londres, fué de 12 á 1 por ciento de premio. En 1881, el capital de los doce Bancos existentes en esa época en la colonia llegaba á 25.516,411 Ub. est. (mas de 128.000.000 de duros) y sus responsabilidades á 21,132,457 lib. est.; las notas en cir- culación llegaban á 1.338,880 lib. est.; y el monto de las utilidades de reserva á 3.892,817 lib. est. En 1882 — 116 — el capital bancario de Nueva Gales del Sud, llegó á 27.000,000 de lib. est. con un incremento proporcionado en las operaciones. Si del capital pasamos á las industrias en que este se invierte, nos detendremos primero en los Molinos^ manu- facturas, fábricas, usinas y talleres. Brushgrove, Buckley's Crossin Place, Bukkulla, Bu- » lahdelah, Bulli, BuUock Island^ Bundarra, Burrowa, » son todas ciudades, poblaciones, villas y villorrios de mas ó menos prosperidad ó importancia, con correo, telégrafo, templos, hoteles, imprenta, bibliotecas, es- cuelas etc, situadas respectivamente á Sydney la capital, en las siguientes distancias y direcciones á saber: á 189 millas S. S, O.; 110 N.; 242 N.; 527 N. O.; 342 N.; 161 N.; 109 S.; 360 N.; 2^J1 S.; 374 N.;' 148 N.; 59 S.j323 N.; 174.; S. O.; 225 S. O.;— BuUock ísland, ó la Isla del Novillo, es un arrabal de Newcastle, la ciudad carbonera de Australia, situada sobre una isla á una milla al Oeste; y por eso no se dá su distancia de Sydney. Las mas importantes de las ciudades designadas son Braiwood, Bulli y Burrowa. La primera se halla situada sobre el arroyo Hillmatong Creek. Tiene edificios pú- blicos importantes, bibliotecas, fábricas y una población urbana de 1300 almas. Bulli se halla en el condado de Camden y es el asiento de una poderosa sociedad minera. Se halla á 400 pies sobre el nivel del mar, en un distrito abundante en hulla; es un puerto con una po- blación de 2000 almas y todos los edificios é instituciones — 176 — que una población de esta importancia hace suponer entre los anglo-sajones. Burrowa se halla en el condado de King, á la ribera del Rio de su nombre; ciudad bien arreglada con calles anchas y todos los edificios, institu- ciones y establecimientos públicos, como ser, templos, bibliotecas, clubs, periódicos, etc. población 700 almas. ft Burwood, Camberwell, Cambe^varra, Camden, Gamp- » belltown, Camperdown, Cándelo, Canonbar, Conowin- » dra, Carcoar, Cargo, Casino, Cassilis, Castlereagh, » Cathcart, Chambers Creek, Charcoal, Charlestown, » Chatsworth, Island, Clarence River, Heade, Clarence » Town, Clarendon. » Hay dos Burwood, una estación del ferro carril del Sud, 800 almas; y un arrabal de Newcastle, 1200 almas. Camberwell se encuentra á 139 millas de Sydney: asiento hullero con 100 almas arriba, dotadas de correo, telégrafo, escuelas, templos, bibliotecas, prensa, etc., situadas en las siguientes distancias y direcciones de Sydney la capital, á saber; 106 milas S.; 42 S. O.; 34 S. O.; 3 O.; 258 S.; 330 N. O.; 204 O.; 150 O.; 217 O.; 505 N., 223 N.; 40 N. O.; 220 S.; 158 O.; 70 S.; 87 N.; 320 N.; 307 N.; 114 N. N. E.; 390 S. O. Las principales son Camden^ Campbelltown, Carcoar, Casino, y Cassilis. Camden es una de las mas antiguas ciudades de la colonia; su población pasa de 600 almas; distrito agrícola y ganadero. Campbell town se halla á 210 pies sobre el nivel del mar. Su pobla- ción 2700 almas; distrito agricultor; siendo una de las mas antiguas poblaciones de la colonia. Carcoar se encuentra bellamente situado en un valle sobre las már- genes del Rio Belabula, sobre el cual tiene un cómodo puente. Se halla en el condado deBathurst. Distrito 177 agrícola^ pastoril y minero, con una población de 7600 almas, á las riberas del Rio Richmond, en el condado de Rous, Se halla rodeado de exelentes campos pastori- les. Magníficos bosques de eucalyptus y cedros se estienden en sus inmediaciones; su suelo dá exelentes productos agrícolas y abunda ademas en hulla y antimo- nio. Cassilis es el centro de un distrito pastoril de importancia y cuenta mas de 200 almas. « Clífon, Cobar, » Cobargo, Codrington. CoUector, Colombo, Concorel, » Gondolobin, Cook, Cookardinia, Coolah, Coolongolok, » Cooma, Coonabarabran, Coonamble, Coorambong, Coo- » tamundia, Copeland North, Copmanhurst, Caraki, Co- » rowa, Cowflat, Cowra, Croki, Crookwell, Cudgegong, » Cundletown, Dalmorton, Dalton, Dapto. Deepwater, » Delégate, Denelinquin. )> Estas poblaciones, aldeas y ciudades, dotadas todas según se ha visto, proporcio- nalmente de Correos, telégrafos, instituciones municipales, bancos, templos, prensa, clubs, hoteles, escuelas, colegios, etc. á medida de su importancia, se hallan con relación á Sydney, en las distancias y direcciones siguientes: Clifton 36 millas S.; 550 Oeste: 234 S.; 355 N.; 152 S. S. O.; Norte de Cameruka; 7 O. de Sydney; 311 O. arrabal al O. de Sydney; 355 S.; 246 N.; 167 N.; 450 N.; 515 N.; 406 S. O.; 155 O,; 184 O.; 205 N.; 160 S. O.; 145 N. 0.199 N. E. 347 N.; 170 S. O.; 74 S.; 397 N.; 366 S. 48 S. O. Los principales de ellas son Clifton, Cobar, Coonia, Cootamundia; Cowra y Denilinquin. Clif- ton es una aldea minera á 200 pies sobre el nivel del mar, sobre los empinados arrecifes que dominan el océano en Coalcliff, condado de Cumberland. Es un mi- neral hullero de 7,000 acres que puede contarse por la 12 — 178 — cantidad y calidad de su producto entre los primeros del mundo. También contiene hierro en abundancia, Cobar es importante por sus minas de cobre; población del distrito 2,000 almas. Cooma se encuentra bellamente situada sobre una meseta de 2,687 pies sobre el nivel del mar. Su distrito es pastoril, minero y agrícola. Cuenta un bunn molino, tiene dos periódicos é insti- tuciones importantes con una población de 7,200 almas el distrito y 1,200 la ciudad. Gootamundia es una ciudad y estación importante del ferro-carril del Sud, situada á 1,079 pies sobre el nivel del mar. Tiene bellos edificios públicos y privados. Cuenta numerosos templos, hoteles, bibliotecas, parque, cancha, fábricas, población, 1,000 almas, tiene periódicos, clubs; etc. Cowra es una ciudad centro de un distrito agrícola, en el condado de Bathurst, á las riberas del Lachlan, sobre el cual tiene un buen puente: población 1,200 almas — Su distrito con 4,000 almas, produce en abundancia cereales, ganado, cobre y oro. — DenHiquin es la plaza mas importante del distri- to de Riverina, cuya importancia ya conocemos; dista de Sydney 481 millas al S. O. sobre las márgenes del Rio Edward, ligada á Melbourne por un ferro-carril que liga á Deniliquin con Echuca, estación de Victoria, en el ferro-carril de Sydney á Melbourne. Es una ciudad importante, cabeza de un distrito pastoril. Esta ciudad á mas de las instituciones comunes á toda ciudad anglo- sajona, contiene una sociedad agrícola que hace esposi- ciones anuales y un .Jockey Club. La población del dislrito es de 6,000 almas; la de la ciudad de mas de 3,000. « Denison Town, Deuraan, Douglas Park, Devedale» — 179 — « DubbO, Dumgog, Eatkernsey, Eamabalong, Edén, Ella- « long, Emm, Fermoulcl, Fient oí Mair, Fishhiver Creek, « Friee Dock, Forbes, Forest Reef, Fredericton, Frog- « more, Gegedzevick, Georges Plains, Germanton, Gero- « gery, Gerrigong. Gladsville, Gladstone, Glanmire, « Glebe, Glen Innes, Gongolgon, Goolagong, Gorford, G Goulburn, Graíton, Grenfell, Greiford, Greta». Todas estas poblaciones, aldeas y ciudades, se bailan dotadas, como las anteriores, de correo, telégrafo é instituciones municipales; se hallan ligadas con las principales lineas de ferro-carriles directamente ó por coches y diligencias diarias y tienen imprentas, biblioteca, hoteles, edificios públicos y privados de consideración, etc., etc. Sus dis- tancias y direcciones con respecto á Sydney son las siguientes respectivamente: 158 N. O.; 45 S.; 377 N. 226 N. O.; 130 N.; 295 N.; 351 O.; 282 S. O.; 120 N. 37 O.; 118 S.; 640 S. O.; 226 S.; 337 N.; 13 O.; 133 O. 8 O.; 240 O.; 184 O.; 301 N.; 223 S.; 278 S.; 152 O. 354 S. O.; 368 S., 99 S.; 7 O.; 277 N. N. E.; 116 0=; 2S. O.; 373 N. N. O.; 464 O.; 223 O.; 50 N.; 134 S. O., 350 N. E., 223 O., 121 N., 107 N. Las principales Dubbo, Edén, Forbes, Glen, Innee Goulburn, Grafton y Greenfel. DMo es un próspero municipio situado sobre el Rio Macquarie, con un magnífico puente sobre él. Tiene Escuela de Artes y Oficios, Biblioteca, prensa. Escuelas, colegios, edificios notables públicos y privados y ferro-carriles. Tiene 13 millas de excelentes y anchas calles y es cabeza de un distrito agrícola de 6,500 almas; y con una población de 1,200. Edén es un puerto sobre la ribera Norte de Twofold Bay. La ciudad se halla edificada sobre el valle y faldas formado por dos colinas — 180 — que la dividen en dos, de donde el nombre de la Bahia (Bahia doble). Es el puerto del condado de Bega. Su distrito tiene 1600 akuas y la ciudad 300 almas. F orbes se halla situada sobre la ribera Norte del Rio Lachlan. Es cabeza de un distrito agrícola y pastoril de 8,000 almas. Tiene buenas iglesias, Hospital, Bancos, jH óteles, periódicos etc. Su suelo es aurífero. Glen lunes se halla agradablemente situada al pié de una colina a la altura de 3,700 pies sobre el nivel del mar, 375 millas al K, N. O. de Sydney. El ferro-carril de Tenterfíeld viene á ligarla con la capital. Su distrito es de 7,900 almas por el censo de 1881, y la ciudad tiene 1,000 almas según el mismo. Tienen buenas iglesias, hoteles, hospitales, periódicos, bancos, etc. El distrito es agrícola en parte; pero las crianzas ovinas predominan. Su suelo granítico produce estaño y bismuto en abun- dancia. Goulburn es un gran emporio del comercio inte- rior del Sud. Se halla situada en la confluencia del Mulwarree Ponde y del Rio WoUondilly y dista 134 millas al S. O. de Sydney. Es el términm del ferro- carril de Albury. Exelentes edificios públicos y privados, correo, telégrafos, bancos, escuelas, colegios de Artes y Oficios, hospitales, periódicos, hoteles, etc. Tiene fá- bricas, molinos, cervecerías, Sociedad Agrícola, Jockey Club, etc. Su distrito es agrícola, pero contiene ademas, oro, cobre y otros metales; piedra caliza, mármol, etc. Su población es de 7000 almas según el censo de 1881; se halla alumbrada á gas. El municipio de Grafton se halla agradablemente situado á las ribera del Rio Cla- rence, á 45 eiillas del mar, con un rio navegable de — 181 -- media milla de ancho por delante. La ciudad esta divi- dida en dos por el rio, comunicando por un femj á vapor. Grafton Norte tiene 6000 almas y Grafton Sud 3000; el distrito tiene 15,000; cuenta buenos templos y buenos edificios públicos y privados con todo lo demás de un gran puerto y em^porio mercantil. Tiene Aduana, Escuela de Artes y Oficios, hospital, diarios y perió- dicos. Su distrito es agricqja y produce azúcar en abundancia (se halla al Norte de Sydney). Exporta cue- ros, carnes conservadas, bananas y otras frutas tropi- cales. Produce oro en abundancia y contiene minas de plata y cobre. Tiene crianzas pastoriles importantes en sus inmediaciones. Numerosos vapores frecuentan su puerto. Su formación es de arenácea. Grenfell es una ciudad cabeza de un distritos agrícola, pastoril y aurí- fero, situado en Emú Creek ó Quebrada del Emú. En sus inmediaciones abundan las minas de cuarzo aurífero su suelo formado de una rica marga chocolate se halla cultivado de viñas, árboles frutales y granos. Cuenta en sus inmediaciones establecimientos pastoriles in portan- tes. Tiene todo lo que una rica ciudad inglesa puede tener; su población es de 1500 almas; su distrito tiene 6000. Cuenta buenos edificios públicos y privados. Su formación es granítica. « Gulgong^ Gulligal, Gundagai, Gundaroo, Gumudah, « Gunning, Hamilton, Hargreaves, Hartley, Litle Hart- « ley, Hartley Vale, Harlems Creek, Hay Hexham, High- a lands, Hill End, Hilleton, Hinton, Homebush, Homerule, c( Howlong, Hunters Hill, lUawarra, Inverell, Ironbraks, « Jamberoo, Jerildirie, Jerrys Plains, Jindera, Jugiong, « Junes, Junee Junction, Kangaroo Valley, Katoomba, — 182 — « Kayuga, Kelso, Kempsey, Kiama, Kiandia, Kimberlay, « Kurrajeng, Kurrajong Heights, Kinumboon, Laggan, (( Lambton, Lañe Cove, Lawrence, Lidsdale, LisiQore.» Todas estas localidades de mas ó menos importancia, se hallan con respecto á Sydney la capital, en las siguientes direcciones y distancias.— 198 O.: 282 N. O.; 171 S. O.; 265 N. O.; 165 S. O.; 78 N.; 190 N O.; 83 N. O.; 80 O.; 81 H.; 10 S. O.; 456 S. 0,'^ 85 N.; 39 V2 O.; 180 N. O.; 435 O.; 84 N.; 8 S. 185 O.; 389 S. O.; 4 N.; 80 S., 583 N.; 227 O.; 86 S.; 416 S. O.; 144 N.; 292 S.; 11 N. de Albury; 226 S. O. de Sydney; 290 S. O. 287 S.; 98 S., 660.; 164 N. P.; 143 O.; 280 N. E., 90 S., 313 S. O., 342 N., 46 N. O., 50 N. O., 407 N., 155 S. O., 76 N.^ 9 N., 464 Norte, 105 O., 520 N. Las principales son Gulgong, Gundagai, Hay, Hill End, Illawarra, Inverell, Kempsey, Kiama, Kiandia, Lamleton y Lismore. Gulgong es una ciudad minera en el condado Philip. Su suelo es aluvional y aurífero en una ostensión de 8 por 9 millas, habiendo producido una considerable can- tidad de oro. Tiene correo, telégrafo, biblioteca y prensa periódica con una población de 2,000 almas en el dis- trito. Produce anualmente de 140,000 onzas arriba. El municipio cuenta 54 millas de calles y caminos. Gundagai se halla situada sobre las riberas del Mu- rumbidgee. La ciudad contiene mas de 1,000 almas y su distrito 7,000. Tiene correo, telégrafo, biblioteca, bancos, templos, buenos edificios, hoteles y ferro-carril. Su distrito es agrícola y produce trigo, maiz, tabaco, etc. Tiene canteras de pizarra. Haij se halla en el distrito de Riverina sobre el rio Murrumbidgee. Tiene correo, telégrafo, ferró-carril, — 183 — bancos, buenos templos y edificios, bibliotecas, prensa y periódicos, hoteles, etc., con un bello puente de hierro sobre el rio de 400 yardas de largo. Es un distrito pastoril Hill End es un distrito minero de importancia. Po- blación de la ciudad é inmediaciones 1,500 almas. Su distrito es uno de los mas ricos lavaderos de oro de Australia. Illawarra es un bello, fértil y pintoresco distrito á 10 leguas al Sud de Sydney, Suple á Sydney de leche, manteca y queso por valor de 3.000,000 de duros anua- les. Produce también en abundancia excelente carbón mineral Contiene un gran lago, rodeado de alturas de un bellísimo aspecto y muy abundante en pescado, con- sumido en el mercado de Sydney. La ciudad cuenta 8,000 almas; su distrito es agrícola y pastoril Por lo que es á Inverell, esta es una ciudad floreciente de las márgenes del rio Mac Intyre. Tiene buenos edificios ; su población 1,500 almas. Su distrito es pastoril y agrícola. La ciudad de Kempsey se alza sobre el rio Macleay y cuenta 1,500 almas. Se halla dividida en tres por el rio. Tiene correo, telégrafo, bancos, bibliotecas, prensa, templos y edificios de consideración. Su distrito es agrí- cola y pastoril Kiama, al Sud de Sydney, es una ciudad y puerto. Tiene 120 millas de calles y caminos; es un distrito pastoril y agrícola que surte á Sydney con pro» ductos de tamberia. Tiene vapores, ferro-carril y todo lo que puede desear una ciudad moderna, rica y prós- pera. Contiene una población de cerca de 2,000 almas y buenos edificios. Produce ademas carbón mineral, hierro, pizarras y tierra arenácea. ~ 184 — Lamhton es un municipio situado á 76 millas ai Norte de Sj^dney y á 3 millas de New Castle. Su población es de 1,000 almas. Su principal industria es 'la estraccion de la hulla; tiene ferro-carril y numerosos naranjales, jardines y viñas que animan sus alrededores. Tiene ade- más canteras y aserraderos. Contiene fundiciones de hierro en sus inmediaciones. Lismore se alza sobre el brazo derecho del rio Rich- mond. Es centro de un rico distrito agricultural. Su rio es navegable y comunica por vapores con Sydney- Su población es de 100 almas y su distrito se ocupa de ganadería y agricultura y del corte de la madera de cedro que abunda en sus bosques, habiendo aserraderos en la población. Contiene 54 millas de calles y caminos, lo que se esplica por ser su distrito en estremo poblado. Lithgow, Little Billabong^ Liverpool^ Liverpool Plains, Zochinvar, Long Reach, Long Sivamp, South Lucknow^ Lunatic Reefs^ Macdonald Toivn^ Maclea7i, Macquarie Plains, Maiíla?id, Mayoris Creek^ 3Ianlf/, Marengo, Mavra- bri, Marrickvüle, Marulan, Maryland^ Matlioura, Menan- gle, Menindre, Merimhula^ Meriwa, Michelago, Milburn Creek, Millepeld^ Milton, 3Iihmi, Mitagong, Moama^ Mogo, Molong ^ Molonglo, Montefíores, Montreal, Moorivatha, Moore, Morpethy Moruya, Murven, Morsgiel, Monvale. Las posiciones y distancias de estas localidades, con relación á su Capital Sydney, son: Llthgow se halla á la orilla del Great Western Railroad, á 96 millas O. de Sydney; 300 SO.; 22 S.; Liverpool Plains, al NE. de Sydney; 102 N.; 121 SO.; 198 S.; 9 NE.; 241 SE.; 4 SO.; 114 SO.; 468 N.; 512 S.; 40 S.; 850 ONO.; 200 SSO.; 198 N.; 216 S.; 298 O.; 122 N.; 216 S.; 298 O.; 122 N.; ~- 185 — 155 S.; 89 K; 77 S.; 516 SO.; 205 S.; 172 ONO.; 184 S.; 198 O., 247 S.; 4s3 SE.; 391 N.; 95 N.; 198 S.; 345 S.; 562 O.; 86 S. Las principales de las poblaciones y Con dados indicados, son: Lithgow, Liverpool, Maitland, Merriwa, Moama, Morpetli y Moruya. El ferro-carril del Oeste, divide en dos á Lithgow, al pié de las Blae Mountains, 96 millas al Oeste de Syd- ney. Su altura sobre el nivel del mar, es de tres mil seis pies. Su principal industria es la estraccion de car- bón mineral, de que se benefician 150,000 toneladas al año. Contiene hornos de fundición que producen 120 toneladas de hierro colado por semana. Hay además fundiciones de cobre y fábricas de rieles de hierro para ferro-carril. Hay además otras fábricas y hornos de ladrillo y cal; igualmente que una manufacjtura de lani- llas (Tweed) de 24 telares, y un matadero con frigo- ríficos, por el estilo americano. Cuenta una Escuela de Artes y Oficios, capaz de contener 500 alumnos. La población déla ciudad es de 3,500 almas, conteniendo todo lo que una próspera ciudad inglesa contiene siempre y que es un subentendido aun cuando no lo mencionemos, á saber: correo, telégrafo, ferro-carril, bancos, imprentas, periódicos, bibliotecas, clubs. Socie- dad Agrícola, buenos templos y edificios públicos y pri- vados, etc. Liverpool, una de las más antiguas ciudades de la Colonia, se halla sobre el Rio George, 22 millas al Sud de Sydney, en el punto donde comienza la nave- gación del rio. Su población es de más de 2,000 almas; la del Distrito, 7^000. Tiene templos y edificios públicos y privados, además de los característicos de toda ciudad inglesa, que no indicamos por no repetirnos. Es un — 186 — distrito pastoril y agrícola. Tiene varios establecimientos industriales, entre ellos un gran molino y fábrica de papel, del costo de 200,000 duros, y que emplea 100 brazos. Fabrica casi todo el papel que se consume en Nueva Gales del Sud, produciendo 50 toneladas de papel fino y de imprimir por semana. Hay otro molino de papel, pero de menor importancia. El rio es navegable para buques de 400 toneladas hasta las fábricas. Existen dos grandes lavaderos de lana, varias curtiembres y un aserradero de maderas. Maitlandes la segunda ciudad después de Sydney, de la Colonia de Nueva Gales del Sud, por su importancia y población. Se halla en los 32°b0' lat. Snd y en los 15P30' loDg. E, Greenwich. Esta situada 23 millas al Norte de Sydney, en el condado de Northumberland. Hállase situado sobre el Rio Hunter, que suele inundarla á veces. Pero las vegas de este mismo rio, por su gran feracidad le producen grandes riquezas con que reparar sus pérdidas, de tal modo que este distrito es llamado el Granero de Nueva Gales del Sud. Estos productos consisten en alfalfa, maiz, cebada, avena, papas y tabaco. También se cultiva alli la viña y se fabrica vino. Se cultivan también nume- rosos plantíos de naranjos. En sus inmediaciones se esplota una escelente y abundante hulla, lo mismo que la pizarra del Kerosene. Esta ciudad se halla ligada por el ferro-carril del Norte á Newcastle que le sirve de puerto, como Morpeth, pr^?, comunicar con la capital y otras ciudades inmediatas. Singleton, Muswellbrak, Scone, Murrurundi, Quirindi, Famworth y Gunnedach. Los trabajos de este ferro-carril siguen y muy luego el — 187 -- sistema de ferro- carriles de Nueva Gales del Sud se hallará en unión y contacto con el de Queensland, el de Victoria y el de Australia Meridional. El rio Hunter divide á Maitland en dos. Este y Oeste, formando dos munici- palidades distintas. Maitland Este y Oeste reunidas, cuentan 8 millas de calles y caminos macadamizados y juntamente buenos edificios públicos y privados. Mait- land Este tiene 4,500 almas, Maitland Oeste 5,600. Cuenta numerosas imprentas y publicaciones periódicas, bibliotecas. Colegio de Artes y Oficios, Escuelas y demás establecimientos propios de la alta civilización inglesa; como ser Asilos, Hospitales, numerosos hoteles y demás. Maitland posee fábricas é intereses agrícolas y pasto- riles de gran consideración . La formación de su suelo es de roca arenácea, con depósitos aluvionales super- puestos. Meriwa se halla situada sobre el rio de su nombre á 190 millas al Norte de Sydney. Su población es de 1,500 almas. Tiene buenos caminos, correo, telégrafo, bancos etc. Su suelo se compone de basalto, calcárea y arena aurífera. Produce oro, hulla y kerosene. Su dis- trito es boscoso y abundante en box, gomeros, eucalip- tus, pinos y cedros. Su suelo es fértil, y produce trigo, maiz, papas, vino y granos de toda especie. También tiene exelentes pastos y cria numerosos ganados. Su clima es saludable y seco. Tiene grandes y fértiles lla- nuras llamadas « Gumum Plains. » El distrito se halla regado por numerosos rios que nacen en la sierra de Liverpool. Unas 25 millas al Noroeste se alza el Oxley Peak; y hacia el Sud, á la distancia, se alza el Mount l)an(/er, formando un paisaje espléndido en unión con — 188 — sus falderios boscosos y sus numerosos rios, con sus ri- beras adornadas de bellos caseríos y villas elegantes; al mismo tiempo que por todo se estienden cuadros de viñedos, de sembradíos, y de potreros, donde se ven pas- tar, blancas majadas de merinos que producen las finas lanas que hacen célebre á Brindley Park. Sus calles son anchas, sus edificios de piedra y tiene numerosas fá,- bricas, escuelas, colegios de Artes y Oíicios, á mas de las otras instituciones y establecimientos propios de la cultura Inglesa. Cuenta prensa, bibliotecas y numerosos hoteles. Moama es una ciudad con correo, telégrafo, bancos, la cual se alza sobre la margen norte del Rio JMurray, teniendo al frente en la otra margen, á Eclusca, ciudad fronteriza de Victoria. Comunica por ferro-carril con Melbourne. Un magnífico puente une á Moama con Eclusca: puente que ha costado medio millón de duros, no habiendo otro igual en este hemisferio. Su pobla- ción pasa de 500 almas. Cuenta numerosos hoteles, templos y fábricas, contando su distrito unas 3500 almas. Tiene biblioteca y diario, el Riverine Herald, El distrito es pastoril y agrícola. Las riveras del Murray se ha- llaban pobladas por bosques de gomeros ó Eucalyptus rojo, conservados para las necesidades del distrito. Morpeth se halla bellamente situada al estremo navega- ble del Rio Hunter á media milla de su junción con el Paterson, á 30 millas de Newastle, al Xorte de Syd- ney. Sus principales productos son la hulla y los granos, pues las feraces riberas de su rio producen maíz y alfalfa en abundancia. La ciudad se compone de dos calles que corren paralelas al Rio. Su población es de 1500 almas — 189 — y la de su distrito de 5500. Entre otras muchas insti- tuciones, establecimientos y fábricas, cuenta un Colegio de Artes y Oficios. Buques de 500 tons. Sube hasta la ciudad, la cual se halla gobernada por una Municipali- dad y tiene 9 millas de calles. Moruya se halla 5 millas mas adentro de la embocadura del rio de su nombre y es una ciudad con correo, banco, telégrafo, ferro-carril y vapores que penetran hasta sus muelles. Su población se acerca á 1,000 almas. Tiene minas de plata en labor y produce oro. Tiene también una agricultura floreciente y produce maiz, cebada, trigo y papas. Cuenta ademas canteras de pizarras y de un granito muy bello, empleado en los monumentos de Sydney. «Moulamein», «Mount Browne», «Mount Kembla», «Mudgee», «Mulgoa», «Mullengandia», «Muodaoran», «Mungindi», «Murrumburrah», «Murrundi», «Muswell- brook», « Myall River », « Narrandera », «Xarellan)), «Narrabri», « Natlai », « Nelligen », « Nerrigundah », «Newbridge», «Newcastle», «New England)», «New Lambton», «Newton», «Nimitybelle», «North Rich- mond », « North Shore », « Nowra » , « Numeral la » , «Nundle», «Oaks», «Oberon», «Obley», «One-Tree Hill», «Ophir», «Orange», «Ownie», « Paddington », «Pambula:^, «Parkes», «Parramatta», «Peél», «Pen- rith», «Petersham», «Picton>,oPitt-town)), aPlattsburg», «Pooncarie», «Port Macquarie», «Port Stephen», «Pros- pect», «Puambone», «Queambejan>, «Quirindi», «Ra- glán», ocupa la parte central norte de Victoria, y es como el anterior principalmente pas- toril; pero contiene alguna tierra aurífera hacia el Sud. El Kio Loddon de quien el Distrito deriva su nom- bre, corre de Sud á Norte directamente á su través. Sus principales ciudades son Sandhurst, anteriormente cono- cida con el nombre de Bendigo, Duirolli, Inglewood y Wedderburn. Las lineas de Melbourne y de Schuca, con el ramal á Inglewood ofrecen facilidades de ferro-carril á este distrito. Su formación geológica es generalmente el Siluriano inferior, con depósitos recientes en la su- perficie. Ya sabemos que Victoria cuenta 37 «Condados». Hé aquí sus nombres con sus acres, ciudades principales y su población, según el censo de 1881: «Mornington» 1700 millas cuadradas; principales ciudades Franceton y Schapper Point; su población 11,494 almas. «Evelyn», 1216 millas cuadradas— Eltham, Queenstown y War- randyte, población 7201. «Bourke», 1735 millas cuadra- das, ciudades principales, «Melbourne la metropoU; Willamstown, Keilor, Gisborne. Lancefleld; Bridghton; población 306,477. «Grant», 1852 millas cuadradas — Geelong, Queiscliff, Herglitz, Buminyong y Ballarat Este. Población 67,671 — «Greenville», 1477 millas cua- dradas, Ballarat Oeste, Sindtherdale y Pitfleld, pobla- ción 42,817. Polwarth, 1185 millas cuadradas, Colac' población 5354 habitantes. «Taibot» 1645 millas cua- 284 dradas, Castle Meine, Creswich, Clanes, Talbort, Mi- nherst (Daisy Yill), Dailesford, Mayorka, Maryborough, Tilden y Carysbrook : población 67,640 — «Dalhousie», 1314 üfíillas cuadradas. Kilmore, Kyneton, Heathcote, Carlsruhe y Woodend; población 21839. «Anglesea», 1707 niillas cuadradas. Seymour y Yea; población 6064. «Rodney», 1709 millas cuadradas. Echuca, Redcatle, Rushworth, Whroo y Ruimymede, población 18184. «Haympden«, 1580 millas cuadradras, Skipton, Mortlake, Terang y Camperdown población 6323. «Ripon» 1771 millas cuadradas. Ararat, Wickliffe, Beauford y Sirea tham, población 11066. «Dundas» pl40 millas cuadra- das, Balmoral, Coleraine, Medrush y HSmilton, po- blación 8447. «Follet», 1108 millas cuadradas, Casteston y Líndsay; población 1654. «Normamby», 2013 millas cuadradas. Portland, Heywood, Brarholme y Merino población 11636. «Villiers», 1641 millas cuadradas, Bel- íast, Dunkeld y Warrnambool, población 20798. «Hey- tesbury», 922 millas cuadradas, sin municipio de im- portancia ; población 5471. Los que preceden son designados condados Viejos. Los que siguen son los condados Nuevos mas recientes. «Benambra», ostensión, 2757 millas cuadradas, forma parte del distrito del Murray, población 3755. « Ben- digo» 1970, parte del distrito de Loddon, población 56812. «Bogongo», 3094 millas cuadradas; parte del distrito del Murray población 23086. «Borung», 4292 millas cuadradas; parte del distrito de Wingmera; po- blación 27104. «Buln-Buln>, 3595 millas cuadradas; población 11606» «Groajingolong», 3050 millas cuadra- das, población 481. «Dargo», 1(580 millas cuadradas, — 285 — población 4143 estos tres condados forman parte del Gippland. «Delatite», 3238 millas cuadradas; población, 15608 , parte del distrito del Murray. «Gladstone», 1812 millas cuadradas, población 19448. «Gubower» 1357 millas cuadradas, población 7475: estos dos forman parte del distrito de Loddon. Kara -Kara, 2338 millas cuadradas; población 16400. «Karcarook», 5900 millas cuadradas, población 351. «Lowan» 5033 millas cua- dradas, población 6712. «Millewa, 1589 millas cuadra- das, población 167, estos 4 condados son parte del distrito de Wimmera. «Mosta» 3136 millas cuadradas; población 21169; parte del distrito del Murray. «Tachera», 3,370 millas cuadradas; población 3,507; pertenece al distrito de Wimmera. «Tambo», 2,140 millas cuadradas; población 830. «Tampil», 2,893 mi- llas cuadradas; población 13,796. Estos dos Condados forman parte del distrito de Gippsland. «Weeach», 3,996 millas cuadradas; este Condado despoblado forma parte del distrito de Wimmera. «Wonnangatha», 2,243 millas cuadradas; población 2,732; este Condado forma parte de los distritos del Murray y de Gippsland. En adición á los Condados, existen como circunscrip- ciones para los objetos del Gobierno propio local, 57 ciudades («cities»), pueblos («Towns»), villas ó burgos («boroughs») y 117 shires ó partidos. Estas circunscripciones municipales se hallan incor- poradas bajo el gobierno local por ley de 1874. Todo distrito que contenga propiedad rentable por valor de 10,000 libras (50,000 duros), constituye un shire 6 partido. Toda agregación de 300 casas, constituye un «borough», villa ó burgo. El «borough» que alcanza - 286 - la renta de 10,000 libras por año (50 mil duros), queda de hecho declarado «town» (pueblo ó ciudad de 3** á 4** orden). La constitución ó facultades de estos municipios, son casi idénticas. Cada contribuyente, para los objetos municipales, tiene uno ó mas votos, según el monto de los impuestos que tiene que pagar; los Concejos munici- pales pueden establecer impuestos («rates») que no deben pasar de 12 á 60 es. por cada 5 duros de renta. En 1800 el valor estimado de la propiedad rentable, en las primeras llegaba á libras esterlinas 31.199,483 (156 millones de duros), con un producto anual de 3.134,948 libras (15.675,000 duros), siendo su renta de libras 416,766 (unos 2.084,000 duros); gasto, 487,966 libras (2.440,000 duros). En los shires ó partidos, la propie- dad rentable se estimó en libras 52.547,936; producto anual tres millones novecientas ochenta y dos mil nove- cientas¡noventa y ocho libras (cerca de 20 millones de duros); dejando una renta de 405,187 libras (2.026,000 duros); gastos, 487,966 libras (2.440,000duros). Los contribuyentes («ratepayers) en 1880 fueron: contribu- yentes pagando 10 libras, 36,176; pagando de 10 libras arriba hasta 15 libras, 32,785; pagando de 15 hasta 20 libras, 20,081; pagando de 20 hasta 30 hbras, 27,997; pa- gando de 30 á 40 libras, 18,288; pagando de 40 á 50 libras, 11,742; pagando ' de 50 libras arriba, 32,301. Se vé, pues, que el pueblo Australiano es un rico con- tribuyente en su mayoría. Pero es que ese pueblo, á mas de su riqueza territorial y ganadera,tiene industria, fábricas, manufacturas, artefactos y fabrica el hierro y el acero á los 50 años de nacida. Los Sud-America- nos tenemos 400 años de existencia y no tenemos ni — 287 — industria, ni fábricas, y no sabemos producir hierro, acero y hulla en grande escala! El clima de Victoria es análogo al de los países situa- dos én la misma latitud y hemisferio, como ser Buenos Aires y la parte central de Chile. La semejanza es ge- neral; las diferencias son solo locales respecto á la es- tación y modo de las lluvias y cambios atmosféricos. La duración y carácter general de las estaciones es el mismo en Sud América y el Sud de Australia, con esca- sas diferencias; sin embargo, las secas son mas fre- cuentes y duraderas en Australi^í, según se ha indicado. Así;, Enero ó la primera parte de Febrero, puede con- siderarse como el período mas ardiente del año de Vic- toria, en cuya época el termómetro Fahr. marca en la sombra de 100° á 108o. El mes mas frió es el de Julio, siendo el punto de mayor descenso del termómetro, en un periodo de 6 años, de 29^ Fahr.; pero rara vez des- ciende mas abajo del punto de congelación, siendo la temperatura media de 48^ Fahr. Para todo el año, según se ha averiguado por una serie de observaciones, la temperatura media es de 58° Fahr. Victoria tiene pues en todo tiempo un clima local mas cálido y seco que Buenos Aires y Valparaíso, á pesar de su latitud mas avanzada; lo que se debe á la corriente de aguas ecuatoriales cálidas que pasan por sus cos- tas; mientras que por las costas Sud-Americanas solo pasa una corriente polar fría. Australia recibe ademas del interior vientos mas cálidos que los que soplan en Buenos Aires ó Chile, donde las altas crestas nevadas de los Andes influyen en la reírijeracion atmosférica; mien- tras las bajas Sierras Austrahanas carecen de nieves. — 288 — Ademas, Victoria se halla protejida de los aires frios Antarticos por la gran Isla de Tasmania y sus elevadas montañas; mientras que esos mismos aires tienen el mas libre acceso sobre las costas chilenas y principalmente en las Argentinas. Todo esto hace que en igual latitud y estación, el thermómetro descienda mas á menudo del punto de congelación en Buenos Aires y Chile que en Victoria. Ademas, las pampas Bonaerenses que dejan libre paso al soplo de los helados cierzos de la Patagonia, son mas favorables al rápido descenso de la temperatu- ra, que las costas quebradas, erizadas y mas abrigadas de la colonia de Victoria. En Victoria la altura barométrica durante una serie de años, ha sido de 29,932 pulgadas; la variación anual- media entre 1,218 pulgadas la mas baja y 1.719 pulga- das la mas alta. Con esepcion de los vientos cálidos del Norte durante los meses de estio, que no son hoy tan frecuentes como lo eran algunos meses atrás, el clima no es antipático á las constituciones Europeas; si bien al principio el antipodismo de las estaciones no puede dejar de serlas estraño; pues los vegetales mismos traidos ya crecidos de Europa, tardan en adaptarse á esta inver- sión de las estaciones inusitadas para ellos; y con mas razón el hombre tan nervioso y tan sensible á las in- fluencias atmosféricas y magnéticas. Pero es evidente que siendo permanentes las otras condiciones benéficas del clima y localidad, esta influencia es fácilmente neu- tralizada por el organismo humano, por poca que sea su robustez. Aun para los atacados de afección pulmonares, que pasan de un hemisferio á otro, este cambio suele ser feliz prolongando la existencia del paciente. — 289 -■ La tasa anual media de defunciones por 1000 en Vic- toria, es de 15.02; durante 1878 fué de 14.62; en 1879 fué 13.64; en 1880 13.51. En Inglaterra y Gales que se tjuentan entre los paises mas salubres de Europa, la tasa media de defunciones es de 24.40 por 1000. Como escribimos esto viajando y que durante los largos viages no es posible compulsar numerosas autoridades, no podemos establecer comparaciones ni hacer deduc- ciones cifradas útiles respecto á nuestra tasa de morta- lidad Argentina. Sin embargo, todo compensado, creo nuestro clima Argentino y sobretodo nuestro clima Bo- naerense mas sano que el de Australia; y si su tasa de mortalidad ha podido mostrarse mas elevada en algún periodo, se debe mas á los malos censos, malos datos y malos cálculos que á otra cosa. En Australia, por una consecuencia de la configuración y locación de esta Isla continental, la transiciones de temperatura sin dejar de ser súbitas, no lo son tanto como entre nosotros; pero creo que el aire general de Australia no es tan caliente, tan tónico, tan oxigenado y puro como el nuestro. Pero los hábitos de la vida Inglesa son mas higiénicíos y mas favorables á la salud que los nuestros, y en esto debe ■consistir toda la diferencia. El ingles hace mucho ejercicio físico é intelectual; lle- va una vida arreglada, ocupada, moral; y esto no solo en ciertas familias é individuos como entre nosotros, sino en la masa general. Aquí, la mala vida y los malos hábitos son la excep- ción: este arreglo de costumbres é higiene de hábitos •es peculiar sobre todo de las naciones industriosas y libres pensadores. Porque la libertad y elevación con- 19 — 290 — siguiente del pensamiento, no conducen al hombre al mal, sino al bien. Y la prueba la tenemos á la vista Todo pueblo libre es moral, sobrio, laborioso, activo! todo pueblo esclavo de alma y cuerpo, es, por el con- trario, corrompido, vicioso, haragán^ inactivo y misera- ble. Además, los pueblos atrasados y supersticiosos solo proceden por instinto.^ como las bestias, sin racionalismo y sin sistema, de donde su corrupción, bajeza, instabili- dad y barbarie general. Por lo demás, el clima de Victoria, debemos confesar- lo, es delicioso: aquí como en nuestro país, se puede trabajar, divertirse, y aun vivir al aire libre, no solo sin correr el meaor riesgo, sino con provecho para la salud. Aunque en estío suelen siempre sentirse algunos dias de gran calor: sin embargo, en esta misma estación, no solo en Melbourne, sino aun en Sydney que está mas al Norte, los dias cálidos se hallan entreverados con dias ó con brisas tan frescas, que quitan su mortificante pe- sadez á los grandes calores y hacen delicioso el tiempo en todas las estaciones, pues por reciprocidad el invierno se halla entreverado de dias primaverales, que lo hacen bello y grato, en vez de desapacible y frió; así todas as estaciones se entreveran en estas bellas latitudes para atemperarse y neutralizar la crudeza de sus estre- mos. Un cielo sin nubes, un sol brillante y una tierra refrescante, son los característicos del mayor número de dias en las cuatro estaciones; y mientras la salubri- dad del clima se manifiesta por la ausencia de esas enfermedades que arrebatan tantas existencias en otros cumas menos favorecidos, no se revela menos por la be- .leza y fragancia de las flores y por la hermosura, abun- — 291 — dancia, y esquísito sabor de los frutos que el paí produce. Examinando una carta isotherma, se hallará que Mel- bourne debe colocarse en esa línea que, en el hemisferio Norte, pasa por Marsella, Burdeos, Bolonia, Niza, Yerona y Madrid; y que en el Sud pasa por Buenos Aires, Cabo de Buena Esperanza y Valparaiso. Aqui, como en nuestro pais, los vientos cálidos vienen del Norte y continúan durante 20 á 30 horas, hallándose confinados á los meses de Diciembre, Enero, Febrero y á veces hasta Marzo; son sucedidos por fuertes y refres- cantes brisas del Sud y del Sudoeste, mostrando á veces el termómetro en menos de una hora una diferencia de 40^ Fahr. El número de dias que el viento de cada punto sopla durante todo el año en Melbourne, puede determinarse aproximadamente como sigue: Norte, 70 dias, Nordeste, 35 dias; Este, 15 dias; Sudeste, 30 dias; Sud^ 75 dias; Sudoeste, 45 dias; Oeste 35 dias, Noroeste 30 dias y hay 30 dias de calma. Los vientos estremos de frió y de calor, Sud y Norte, son, pues, los mas constantes y de temperaturas medias los mas variables y menos per- manentes. Con cierta periodicidad, pasado cierto número de años, suelen sobrevenir en Australia inviernos rigu- rosos con nieves, escarchas y vientos fríos. La temperatura mas elevada que se recuerda, en la sombra, es 111*^ Fahr.; la mas baja 27^ Fahr. La temperatura anual media de 57 ^ 6 Fahr para Mel- bourne y de 28 ^ Fahr, para toda la colonia. No caen heladas sino en el mes de Juho. La caida anual media de lluvia es 26 pulgadas. — 292 — La estación de la primavera comienza con Setiembre ó antes, como entre nosotros; pudiendo decirse que incluye á Octubre y Noviembre. La estación estival com- prende los meses de Diciembre, Enero y Febrero. La es- tación de Otoño, que comprende los meses de Marzo, Abril y Mayo, se puede considerar como la mas agra- dable y deliciosa parte del año en Australia y en toda la zona de sus latitudes en el hemisferio Austral; pudien- do casi decirse de ella, que es una segunda primavera, sino fuera superior á la primavera por su igualdad. La estación de invierno se estiende á Junio, Julio y Agosto en Victoria; pero en el Norte de Australia aun en el Norte de Nueva Gales del Sud, se puede decir que el invierno no existe, constando el año solo de tres esta- ciones, según se verá en otra parte. Esto no quiere decir que no haya parajes elevados y may frescos en todas las latitudes; mas para toda esa zona, como sucede en Buenos Aires, solo hay un mes de verdadero invierno; julio, que es justamente el mas agradable del año casi en toda Australia, donde es desconocido el frió. Australia como Sud América, se puede decir, son la región de la primavera eterna; donde el hielo no existe ó no se conoce, sino como un placer: como un dia de calor es un placer para las heladas regiones del Norte. Durante 1879 las observaciones meteorológicas tomadas en Melbourne íueron: temperatura mas elevada en la sombra, 106° Farh, la mas baja 30°5, la medía 56^8; presión atmos- férica media 29.92 pulgadas. Hubieron 127 dias llu- viosos, alcanzando la altura de 19.28 pulgadas. Humedad media relativa 71. Monto de nubes. 58. Pasando á la «Formación Geológica» puede decirse -- 293 — que Victoria se halla constituida por una gran masa de rocas Palaozoicas, al través de la cual surgen vastas áreas de granito y trapp, y sobre las cuales reposan, cerca de las costas, zonas de estratificaciones masozoicas y terciarias, junto con productos volcánicos. Los mas nuevos depósitos de la serie cuaternaria ó cainozoica; y los depósitos mas antiguos de la serie primordial y palceozoica puede asegurarse son las formaciones mas ampliamente difundidas en el suelo Victoriano; y son bajo todos respectos sus formaciones mas prominentes é importantes. Junto con el granito que le está asociado y demás rocas de un origen igneo, plutónico ó volcánico, ellas puede decirse ocupan casi nueve décimos de la superficie del pais. La arenácea devoniana, las pizarras y calcáreas se presentan en Gipsland, las rocas secun- darias se muestran en el distrito del Cabo Odway y en la región situada al Este de Western Port. Los volca- nes estintos son notables y en apariencia modernos. Muchas de las llanuras Australianas son formadas por corridas de basaltos. Si de las rocas pasamos al dominio hechicero de «Flo- ra», que ellas sustentan, en su mayor parte hallaremos que los mas grandes árboles indígenas de la colonia de Victoria, pertenecen á la bella y salubre tribu de los Eucaliptus, vulgarmente conocidos en el pais con el nom- bre de «gomeros», sin duda por que producen, como la acacia, el alcanforero y otros árboles, una goma ó resina que les es propia. Esta tribu, por sus bellas cualidades, se ha difundido en estremo en el mundo, estando averi- guado posee, sobre todo el «Eucaliptus amygdalina» la cualidad preciosa de neutralizar con sus emanaciones — 294 — alcanforadas, las influencias miasmáticas de los panta- nos y ciénagos infectos. Las variedades llamadas « gomero azul» de Nueva Gales del Sud (eucaliptus leucoxylon) y el «gomero rojo» (eucaliptus rostrata), se cuentan entre las espe- cies mas difundidas y útiles. La madera de los eucaliptus Australianos, cortada con esmero, previo el «ringbarking ó decorticación, forma una de las maderas mas útiles y bellas de la tierra. Cuando se corta el árbol verde, sin dejarlo secar en pié, como se hace en Australia, esta madera se hiende y no es tan útil y bella. En lo que respecta á magnitud, la especie que hemos designado antes por sus cualidades salubriflcantes, y que en Vic- toria es conocida con el nombre de «pepermint» ó «go- mero de menta», á causa de su fragancia, el «eu- caliptus amygdalina» ó de hojas de almendro, aunque un árbol de tamaño mediano en las llanuras abiertas, alcanza una estatura colosal en las faldas y quebradas de las montañas. Esta especie, que es la mas resistente y adaptable á todos los climas de los eucaliptus, seria conveniente introducirla en nuestro país, tan abundante por todo en montañas y quebradas favorables para su mayor desarrollo; como ser en el Sud de Buenos Aires, en BahíaBlanca, á las márgenes de los rios Colorado y Negro, y en las provincias de Entre Rios, Corrientes, Córdoba, Tucuman, Salta. Catamarca, Rioja, etc. Con este árbol se adquirirla una madera preciosa, al mismo tiempo que un salubrificante atmosférico, el mas bello y elegante adorno para los paisajes, y un atractor de las nubes, de los rocíos y de las lluvias, siendo una ver- dadera montaña vegetal, que se puede improvisar por todo. — 295 — Hay razones para creer que el «amigdalina» es, en realidad, el árbol que mayores dimensiones alcanza en nuestro planeta, sobrepujando por su elegancia y elevación al ciprés crmammoth» ó «sequoia jigantea» de California, que es una de las maravillas del mundo ve- getal en el «Yosemite Valley» California. En las sierras de Dandenong,en Victoria, se han medido repetidas veces algunos de estos «eucaliptus amigdalina)), que me- dian 420 pies ingleses (150 varas) de elevación. Cerca de Halesville, uno de estos árboles, postrado en tierra por un huracán no se sabe que años hace, media 480 pies de alto (170 varas), esto es, 15 pies mas elevado que el «spire» ó pináculo de la torre de la Catedral de Strasburgo, uno de los mas elevados monumentos levan- tados por la mano del hombre. Laftcasuarina» ó encina enana; la «banksia»; el «guindo nativo», cuyo carozo está fuera, en vez de hallarse dentro de la pulpa, y que forma un arbusto muy frondoso; el' «melaleuca corypha»; el «teatree» de los Ingleses, que florece en los distritos cienagosos, y diversas variedades de «aca- cia», la mas común de las cuales es llamada «wattle» por los Ingleses, comprenden los árboles indígenas mas comunes en los bosques del país. Los «heléchos» (Ferns), son muy numerosos en Victoria, con especial en las quebradas de las montañas; la variedad conocida con el nombre de «great-nest-fern», ó helécho de nido grande, se encuentra también, con hojas, ó mejor, palmas, de 6 pies de largo. Como país productor de maderas, Victoria tiene muchas ventajas; casi todas sus acacias pueden ser utilizadas, pues su corteza es en estremo adecuada para curtir; las flores para la per- — 2m — ^ fumeria, y sus gomas ya poseen un valor marquetable. Del «Sassafras» que es común en lo bosques, se ob- tiene un medicamento valioso y el lúpulo nativo su- ministra un principio ca^i tan útil en la medicina como la cinchona ó quinina. Del Melaleuca se estrae un aceite muy semejante al cajeput de la India; y todos los Eucalyptus producen un aceite esencial que puede ser utilizado en los laboratorios y manufacturas de Europa, á mas de tener yá un valor medicinal que le es propio. Las resinas del Xmithorrhea australis producen ácido picrico y las resinas mismas poseen un valor comer- cial. Las maderas de casi todos los árboles son durables y muchas de ellas son bellas y admirablemente adap- tadas para los mas finos artículos de mueblería de lujo; con especial el palo negro, el de myrto, el de malí, los cual es son susceptibles de unrico pulimento. La mas valiosa de todas las maderas de Australia es la del Eucalyptus rostrata 6 gomero rojo. Su madura es dura y compacta, con un grano que aunque corto es bello y risado y casi libre por consiguiente de la tenden- cia á rasgarse longitudinalmente de los árboles que se cortan sin dejarlos previamente secar en pié. Es casi indestructible en los terrenos húmedos lo mismo que en el agua salada ó dulce; y aunque no es de mucha resis- tencia tendido horizontalmente, á causa de su grano corto, constituye, tomado en un largo razonable, el mejor de todos los postes ó pilotes para trabajar de ingeniería, á causa de su resistencia contra los ataques del Tereda navalis, esa terrible polilla de los mares de Oriente, que destruye las embarcaciones de madera, esponiéndolas á zozobrar el dia menos pensado. Forma también exe- — 297 — lentes tablas y durmientes para puentes y muelles, ordillas y otras partes rígidas en la estructura de la armazón de las embarcaciones. El que se sigue en valor á estes eel gomero azul ó Eucaliptus Leucoxüon y el llamado Box en' Australia, fue es el EucaUptus vimi' nales. Son muy uertes y adaptados para sostener pesos lonjitudinal mente, pero no para postes, pilotes ó dur- mientes debiendo á que son accesibles al teredo devorador de maderas. Elgomero azul produce exelentes tablas de box es empleado para cubos ó mazas le ruedas y para dientes de iiáquinas. El «Eucalyptus stringybark» y el «pepermint» ó «as* mygdalina» poseen maderas fáciles de trabajar y son empleadas parr «shingles» ó ripias, especie de tejas de tablason,para palisadas, cercos y corrales: para postes y durmientes de ferro-carriles. El «Eucaliptus ironbark» posee una madera suma- mente pesada y dura, y muy empleada por los carroseros y fabricantes de coches, para rayos y llantas de ruedas. Las variedades de acacia que producen el palo negro y el palo liviano, suministran esas exelentes maderas muy empleadas por los fabricantes de coches, toneleros y muebleros; y en la construcción, de coches de ferro- carril y otros objetos de lujo y en la mejor clase de herramientas de agricultura. La acacia «wattle» es empleada para duelas de cascos grandes y pequeños, y su corteza para objetos de curtiembre; la acacia myal se emplea para mangos de rebenque y para pitos de fumar. Hay otras muchas variedades de madera no tan conocidas, pero muchas de ellas van gradualmente haciéndose lugar. La fami- — 298 ^- lia de las acacias (wattle) es utilizada su corteza en las curtiembres. Pasando á la «fauna», el mayor animal indígena que se conoce en Victoria, como en Nueva Gales del Sud, es el kangaroo, que, como sabemos, se distribuye en varias especies, á sUber: el kangaroo propiamente dicho; los wallabys; los padadymelones; los kangaroos, ratones y ratas, distribuidos con gran abundancia en diversas partes, y de cada una de las cuales se conocen diversas especies. Los «opossums» son numerosos, y lo mismo sucede con el Wombat el puerco espin, el bandicoot, el gato montes nativo, y algunos otros. Hay también varias especies de la tribu de los murciélagos, siendo la mayor la «zorra volante» de que ya hemos hablado antes, ocasionando grandes destrozos en las arboledas fru- tales. ' Las tribus aladas se hallan grandemente representa- das: hay varias clases de águilas y aleones; también existe en Victoria el cisne negro, el pavo silvestre, pa- lomas torcaces, ánades, cercetas, gallinas del agua, codornices, agachones y plovers ó frailecillos. La tribu de los loros se presenta numerosa, viéndose de los plu- majes mas espléndidos. Las urracas y el Jcakass bur- lón son comunes y es fácil verlos en la madrugada ó al ponerse el sol; por lo menos oirlos llenar el silencio de los bosques con sus chillidos ya alegres, ya burlones, payaseando á las otras aves. Las serpientes abundan en algunas partes de la colo- nia; muchas de ellas son de una naturaleza venenosa; con especial la serpiente negra ó la castaña y sobre todo la vibora mortífera. Las otras que suelen ser pinta- — 299 — das de vistosos y brillantes matices, no se consideran tan peligrosas. Acaso en ningún otro pais de la tierra, el mundo de los insectos se presenta tan variado y cumplidamente distribuido como en Australia; desde el mosquito, hasta las tarántula, en este país existen todas las formas y variedades enthomolojicas que el naturalista mas en tusiasta pueda imaginar. El mosquito y las moscas pe • gajosas ó importunas, persiguen sobre todo á los recien llegados. Al principio sobre todo las moscas pegajosas, no dejan descanso al viajero en Sydney ó Melbourne y en sus campañas. Al fin después de las primeras escaramusas termina uno por acostumbrarse mediante el hacer una arma de- fensiva de su pañuelo. La exigüidad de los annnales adecuados para la caza ó para el sustento; exigüidad que no se conoce en América aun antes de la llegada de los EuropeoSj'puesto que se tenia el huanaco, la gama, el avestruz, la liebre, la viscacha, los tatúes, el tapir y tantos otros, lo mismo que la escasez de aves de caza y aun de avecillas cantoras que alegren los bosques con sus gorgeos ha inducido á las Sociedades de Aclimatación á introducir en el país los animales útiles de Europa. En consecuencia hanse importado crias de liebres, conejos, faisanes, perdices, codornices, cisnes blancos, ánades estrangeras, tordos, jilgueros, canarios, alondras etc., los cuales se han multipUcado de tal modo, que algunas de las especies, los conejos se han hecho una plaga para los campos; y las alondras son una plaga para los viñedos. También se ha aclimatado — 300 — el ciervo Europeo y se le encuentra en las espesuras, en- tre los valles de las montañas. Los ciervos Axis, 38 de los cuales fueron largados en el distrito de Wimmera algunos años hace, se han multiplicado asombrosamente viéndose vagar tropillas de centenares de ellos en las escarpadas serranias Grampianas, en el distrito Occi- dental. Del lugar donde fueron introducidos, ellos se han estendido en todas direcciones, encontrándoseles á menu- do por todo en las serranías circunvecinas. Algunos de estos animales fueron también largados en el distrito del Promontorio Wilson, en Yering y en el Pan de Azúcar; y otras especies de ciervos se han 'introducido con liberahdad en otras partes de la colonia. También se han largado en libertad por las montañas algún nú- mero de cabras de Angora; echándose igualmente á volar libres innumerabes especies de interesantes aves de otras regiones y climas, de un estremo á otro del pais;ylos dulces cantores de los bosques y cercados Europeos se oyen hoy trinar en los árboles de las ciu- d-Bdes, en los jardines y en las campañas: yo mismo, mientras esto escribo, los tengo frente á mi ventana, saltando y triscando en las azomadas espesuras de los jardines inmediatos. Los mas de estos animales se han aficionado á su nueva patria, obedeciendo al crescite et mulliplicamini de una manera prodigiosa; y de seguro no aceptarían un cambio para volver á sus primitivos y desapacibles climas patrios Terminaremos esta sección, hablando del suelo y productos de la Colonia de Victoria. La tierra utilizable para objetos agrícolas y pastoriles, ha sido aproxima- — sói- damente clasificada como sigue por los hombres inteligentes que abundan en lospaises colonizados por la Inglaterra. En suelos de ligera y fértil marga, gene- ralmente distribuidos cerca de las costas, existen 36,000 millas cuadradas que se hallan generalmente dispuestas en terrados planos á lo largo del valle de los Rios, y corriendo en estrechas zonas á lo largo del litoral marítimo; se encuentra también en estensas llanuras niveladas, salpicadas de árboles elevados y en pais ondulado y boscoso, con el suelo cubierto de pastiza- les. Los característicos geológicos de estas zonas son la arcilla de arena, la cal, el gravel, depósitos terciarios y superficiales, incluyendo las tierras de aluvión. De arcillas arenosas frias y de margas que ocupan la parte central, norte, nordeste y sudeste del pays, existen 28,000 millas cuadradas, en suelo ondulado y de lomas, abundante en eucalijjtus, ironhark stringyhark, que crecen en la arcilla, la pizarra, las schistas y la arenácea. De ricos suelos negros y chocolates, eminentemente adaptados para los objetos de la agricultura, distribui- dos en los distritos centrales y del Sud-oeste, existen unas 12,000 millas cuadradas, de un origen volcánico. De suelo gliero y arenáceo, de formación granítica, en manchones desparramados por todo el país, existen unas 8,000 millas cuadradas. De ricas margas arenosas, cerca de Goelong, y en los Condados de Normamby y Dundas, South Grenville y Polwarth, existen unas 3,000 millas cuadradas, presentando pizarras y arenácea blan- da. Casi todos los productos de la Europa rtorecen en Victoria con mayor abundancia y perfección que en su patria nativa, y aun muchos de los productos de la — 302 — zona semitropical, florecen allí y se dan con exuberancia. Los principales artículos de cultivo son el trigo, la ce- bada y la avena; esta última mas para heno que para grano. En seguida vienen las papas el centeno, los guisan- es, las habas, el maíz, el sorgho, el mangel-wurzel y la remolacha, el «clover» ó trébol Inglés, diversos pastos para forrage, que se cultivan en gran cantidad. Entre estos la alfalfa entra, pero en muy corta do- sis. Los Ingleses aun no pueden persuadirse que la alfalfa vale mas que su «cío ver», y este seria, sin em- bargo, el clima previlegiado para la alfalfa, pasto que además produce la mayor cantidad del mas nutritivo forrage en la menor estension de terreno, en un clima que es exactamente el de su país nativo, la Berbería. De los otros cultivos, una gran extensión de terreno se halla consagrada al tabaco, y entre otras cosas que se han ensayado con éxito se cuenta el cáñamo, la pita, el lúpulo, la achicoria, el azúcar, la remolacha,el alpiste ó pasto de Canarias. En frutas, todas las especies de la zona templada se dan con exuberancia^ floreciendo, además, en algunas localidades la oliva,las naranjas, las guavas, la morera negra y otras frutas. Los cereales se producen perfectamente bien, y el peso de la cuartilla, «bushel», de trigo suele pasar de 69 libras, siendo el término medio en los últimos años 61 libras; el peso medio de la avena es de 40 libras; de la cebada 51 libras; del maíz 55 hbras. Generalmente se obtienen por acre 50 y aún 60 «bushels» de trigo, 60 bushels de avena y 42 bushels de cebada; por esto no es lo general De la naturaleza del suelo y del carácter favorable del — 303 — clima se deduce que seria lo mas fácil obtener en Victo- ria excelentes coschas de vino y de aceitunas; pero como estas que en realidad son las cosechas mas peculia- res y productivas del clima, no son industrias inglesas, se hallan descuidadas. Algunos pocos vinos fabricados en la Colonia probablemente por algunos aficionados italianos ó alemanes, han obtenido la mayor aceptación en EuTopa por su cualidad y consistencia, y es de espe- rarse, en vista de esto, que esta industria tome algún desarrollo. Algunos viñedos se han plantado que los ingleses, acostumbrados en su país á considerar una cepa criada bajo cristal como una maravilla, creen que son muchas, cuando apenas podrían compararse con un pequeño barrio de viñateros, de Mendoza ó San Juan. Y como clima y suelo son favorables, la uva y el vino hecho con ella se vende pronto y á un buen precio, han comenzado á caer en la tentación de hacer vinos considerando mucho el rinde de 250 galones por acre* En Mendoza se cosecha 280 arrobas por acre, que es ocho veces mas. Parece que la «Filoxera vastatriz» se ha desarrollado en las pocas viñas plantadas. La manzana, la pera, el durazno, la nectarina, el damasco, el almendro, la frutilla, la grosella y la higuera, junto con el repollo, la coliflor, el nabo, la zanahoria, la chirivia, los espárragos, los guisantes, las habas, las sandías, los melones, los tomates, produciéndose todos en gran abundancia y de superior calidad. Asi se les ve espuestos á un tiempo en los mercados en la estación oportuna,ó cultivados á la vez en una sola pro- piedad; al mismo tiempo que en las orillas de los arriates — 304 — y en los jardines contiguos se ven florecer las fuchsias, los geranios, las violetas, las verbenas y otras flores peculiares de los jardines ingleses, también arreglados y alegres con sus malvas de colores. Comenzaremos por una escursion á los «Alpes Austra- les». De todos los objetos de la naturaleza las monta- ñas son los mas atractivos y encantadores, tanto por la variedad de sus perspectivas y paisajes, como por la pureza de su aire y la esquisita dulzura y salubridad de sus aguas. Hacer pues, conocimiento con los Alpes Australianos de Victoria, no podia ser sino un deside- rátum para nosotros. En consecuencia habiéndonos tras- ladado á Wangeratta, para ver los establecimientos frigoríficos allí instalados, al dia siguiente, terminada nuestra inspección, partimos por la mañana, llegando á Myrtleíord á la hora de la comida inglesa por escelen- cia, el lunch, que compuesto en su origen de pan, queso y algunos fiambres, hoy se ha trasformado en la comida mas importante del dia. Decórasela en consecuencia con una gran variedad de sopa, carnes asadas, cocidas, frias, calientes, conservadas, compuestas, aves, budines tan bien dispuestos y en tal cantidad que no desdeñaría un Lúculo. Los caminos eran exelentes, habiendo tenido solo que pasar una cuesta empinada, la de Merriang Gap, una escarpada cuchilla que salvamos bien con nuestra huggie. gracias á la habilidad de nuestro co- chero y conductor. Después de descansar y comer bien en Myrtleford» — 305 — proseguimos nuestro viaje llegando á Bright á''J las 7 li2 de la tarde, después de recorrer unas 50 millas (18 leguas) en todo ei dia. Alojémonos en Card- well's Hotel, establecimiento aseado, cómodo y barato; buena comida; buen servicio, una doncella linda y atenta, y para colmo un espléndido baño. Todos, pues, nos entregamos con delicia á una tan esplendida hospitalidad. Porque lujo es, y no pe- queño en el rigor del estio, un baño de agua fria, limpia y abundante en el país de la seca y de las re- presas con guzarapos. Birght es una pequeña y bonita aldea, plantada de bellos árboles ingleses, olmos y encinas. Cerca de la ciudad se presenta una gran viña cul- tivada por un alemán llamado Blumner, donde se puede comprar una botella de buen vino rojo de uva por un chehn (24 es.). Después de descansar en el Hotel de Cardwell, salimos en dirección de Harrietville, distante 16 millas, pequeña aldea situada sobre la falda de los Alpes Australianos. A pesar de su nombre pretencioso de Al- pes, estas Cordilleras Australianas cabrían en uno solo de los valles de nuestros colosales Andes, y apenas si esta montaña de nombre tan pretencioso, podria compa- rarse con la Sierra de Córdoba, tan sublime y pintoresca por su parte Occidental. Por supuesto que no llega á la mitad de su altura, si es que se le aproximan en ostensión. Allí la Sierra Cordobesa entre sus bellas quebradas y falderios, ostenta magníficos bosques de talas y quebra- chos colorados. El aspecto de estos últimos no se asemeja mal á los Eucalyptus Australianos; aunque no sean tan 20 — 306 — elevados. Aloj amónos en el Itar Hotel, á cargo de un amable posadero, de su gorda mitad y de una bellísima rubia, su hija, tan bella como las montañas que íbamos á visitar. Después de descansar por la noche en Harrietville, al día siguiente nos dirijimos al Monte San Bernardo, en una volanta tirada por caballos del dueño del Hotel. El camino de Harrietville para adelante, forma una espiral, trepando por la falda de una escarpada cadena de mon- tañas. Este camino había sido abierto por el Gobierno unos tres años antes y se conoce que el trabajo se ha hecho á todo costo venciendo muchas dificultades. Nos hizo acordar á algunos bellos caminos de montaña prac- ticados en Chile, entre Casa Bkmca y Valparaíso. Las vistas y paisages que de allí se disfrutan son bastantes interesantes; recordándonos las grandiosas escenas de nuestras Sierras Argentinas. En todas di- recciones alzábanse escarpadas alturas; mientras á los pies de ellas los valles y quebradas se presentaban cu- biertos de campanillas azules, de siemprevivas amarillas blancas de una bella maya de montaña de color malva^ llamada daisy. Aunque muy escarpado en parajes, el camino era exe- lente hasta llegar al Hospicio de San Bernardo. (Como Alpes y San Bernardo andando juntos en Europa, inde el plagio llevado bástala puerilidad) distante 13 millas de Harrietville. Allí pasamos la noche, no en los gó- ticos é imponentes edificios de un convento Alpestre, co- mo el del Gran San Bernardo en Europa., sino en una posadita en miniatura, mantenida por un viejo marino y su consorte, y que gozan de una subvención del go- — .307 — bierno, por vivir en medio de aquellas poéticas monta- ñas. El marino, en la construcción del edificio, ha tenido por modelo su buque, por manera que alojamos en verdaderos camarotes, y al despertar en la noche con el ruido de la brisa en el follaje de la vejetacion al- pestre, creíamos percibir el ruidoy el vaivén de las olas del océano, sintiéndonos oprimidos entre las tablas de un camarote cerrado. Pero aquel buque alpestre era un buque inmóvil, entre olas petrificadas de granito, que un tiempo pudieron formar ondas y móviles espumas de fuego, pero que hoy se hallan inmovilizadas como la estatua de la mujer de Lot, sobre las riberas del Mar Muerto. Al dia siguiente todo se presentaba esmerada- mente aseado en la «Posadita», en que los habitantas de Liliput se hubieran encontrado al estrecho; ademas de que Sailor Bill que es el nombre que se da su dueño, cocina maravillosamente á la inglesa. Los cubiertos eran sencillísimos, tenedores de tres dientes, cuchillos con cabos de hueso etc. pero el pan era lijero y sabroso, la carne tierna y el jamón curado al aire libre de las montañas, de una calidad esquisita. La bella estación no debe carecer de atractivos ni de ventajas para esta vieja pareja solitaria de San Bernar- do; pero desde mediados de Abril hasta principios de Noviembre, cerca de 8 meses, los caminos se presentan casi impasables por la nieve, y con escepcion de la mala, esto es, del correo, que va y viene de Orneo, una alma no pasada durante los largos meses de invierno. Nosotros trepamos al San Bernardo á fines de Enero, y en esa estación las noches eran tan frias, que con el mayor placer nos reunimos en torno de un chisporro- — 308 — teante fuego, durmiendo bajo una verdadera pirámide de frasadas. Llegamos al Hospicio á la hora del Lunch. En seguida escursionamos hasta el Monte Baldie, cuatro millas, sobre un áspero camino cortado al través de escarpadas cuestas. Este es el punto mas elevado del camino sobre los Alpes hasta Orneo, y el panorama cuyo espectáculo desde allí se disfruta es magnífico, fuera de toda descripción, no por las moles, la elevación y el recorte fantástico de las montañas como entre nosotros; sino por la bella disposición de las rocas y de las masas vegetales, entre las que culminan los espléndidos Euca- lyptus, en todas sus variedades alpestres. Presentá- basenos en gradería á la vista, el anfiteatro grandioso de las montañas de Australia, estendiéndose hasta donde el ojo podia alcanzarlas en su vasta ¡proyección. El Fethertop, semejante por su forma á una magnifica pluma de aveztrúz petrificada, en proporciones colosales; el Búffaloy el Baldie^ el Bloiuhard, los Twins, el Monte Smith, igualmente que las cadenas de Man freíd y Cip- pland y otras montañas innumerables que ni los nombres sabian decirnos nuestras guias. Tuvimos la fortuna de disfrutar de un claro y espléndido dia, de manera que podíamos alcanzar hasta grandes distancias con la vista. Tuvimos la fortuna de disfrutar de un claro y espléndido dia, de manera que podíamos alcanzar hasta grandes distancias con la vista. Después de pasar el Monte Baldie, el camino penetra en Gippslan, siendo esa montaña la línea divisoria de este distrito. De marcha para Baldie, pasamos por las fuentes del Diamantina, que se hallan á corta distancia del camino, en el fondo de una profunda quebrada. Allí — 309 — bebimos de sus aguas cristalinas y mas frias que eJ hielo, lo que no es desagradable, por cierto, en estío, en las horas de calor, si bien en invierno no deben apetecer- lo mucho los dientes. Estas fuentes recibieron su nom- bre de Sir George Bowen, que las visitó hace algunos años, y de ellas saca su nacimiento el Litle River, que desagua en Port Phillip Bay, y de que hemos hablado en otra parte. Deseábamos pasar el Keathertog del Monte Baldie, escursion de 7 millas á caballo; pero el tiempo se presentaba amenazador, y Sailor Bill nos dijo que las nieblas eran allí tan repentinas y tan densas, que nada veriamos y fácilmente nos podríamos perder. En consecuencia, el dia siguiente dimos la vuelta á Harrietville, después de visitar el Monte Smithd en la mañana. Pero desde Harrietville emprendimos una escursion á Keatherton, trepando á su cima en 5 1[2 horas, escursion corta porque la bajada la hicimos en la mitad de este tiempo, pero áspera, empinada y escabrosa. Tres cuartos de milla antes de llegar á la cima dejamos los caballos .y trepamos á pié hasta Surveyors, Cairu (el Mojón del Agrimensor), el piná- culo mas elevado de esta pintoresca montaña, pasando en nuestra marcha cerca de los restos de una antigua choza de piedra construida por un maestro llamado Po- wer, según nos dijeron, y donde habia pasado dos veranos. Se aseguró que en el invierno la nieve adquie- re en esta cima 40 pies de espesor, y su vegetación eucalíptica achaparrada nTanifestaba en efecto, una severa temperatura. Después de escursionar un entero y fastidioso dia hasta trepar á Feathertop, gazando de las perspectivas ~ 310 — mas admirables como una compensación de nuestras fati gas, descendimos de vuelta de Bright,y al dia siguien- te fuimos á alojar en Scott*s Hotel, en la población de Lower Buckland. Partiendo de aquí á las 6 1í2 en la mañana siguiente, de un galope nos pusimos en la cima del Monte Buf falo, al cual trepamos á las 10 de la mañana. Alli nos sorprendimos de encontrar una sucesión de bellos y pastosos valles, con un ancho de media á tres cuartos milla, regados por claros y cristalinos arroyuelos; y aquí y allí un ojo de agua pura y trasparente como un cristal. Nuestro guia aseguró que en la primavera estos vallecitos se cubrían con sábanas de aguas de las nieves derretidas presentando á manera de un rosario de lagos, abundantes en pescado, como perchas y sargos. Después de tomar nuestro lunch á la sombra de un perfumado ramillete de Eucalyptus alpestres, dejamos nuestros caballos pana trepar al Horn, que es la mas elevada cumbre ó mogote del Buffalo. Al encaminarnos en esa dirección, quedamos encantados de escuchar por primera vez un concierto del pájaro Lyra, un faisán, especie de ave del paraíso por su belleza. Pero estas aves son tan montaraces y ariscas, que no pudimos distinguir en la espesura ninguno de estos bellos animales, á pesar de haber espiado y esperado largo tiempo, agazapados y en silencio entre las matas. Estas magníficas aves, mas bellas y acicaladas que un dandy, pero induda- blemente menos fatuas é insulsas, son unos mismos consumados y se les puede oír imitar las variadas notas de las urracas, de los tordos, de los loros cockataos, de las cotorras y aun del jackass burlón con tal perfección, — 311 — que apenas es posible creer que no son estas aves las que cantan. De la cumbre del Horn se goza del mas espléndido panorama, y quedamos tan encantados de nuestra escur- sion al Buffalo, que habríamos con delicia pasado una noche acampados en él; pero el tiempo nos apuraba, siendo nuestro paso limitado; así esa misma tarde dimos la vuelta al alojamiento. La subida al Buffalo es escar- pada en verdad y también áspera, pero segura y firme. Nuestro guia era un inglesito muy amable y obligante llamado Richmond, que conocía hasta la menor piedra del camino y que entendía perfectamente su oficio. Scott's Hotel, nuestro alojamiento, es un establecimiento aseado y confortable, con precios moderados. Por un guia y tres caballos solo nos cobró 2 Ib. est. incluyendo la montura. En el centro de nuestras escursiones^ encon- tramos precios moderados y buen servicio. Nuestros caballos de alquiler eran admirables por su vigor y seguridad de manos; y aunque de un andar desapacible en terreno llano, como todo caballo serril, se las vallan para trepar por las empinadas laderas de los cerros. La impresión que nos ha dejado nuestra incursión á las montañas Victorianas, es que sus paisages son grandiosos y pintorescos; animados como se hallan por la presencia de los mas bellos bosques, cuales son los de Eucalyptus; pero en grandezas, elevación y magnificencia no pueden compararse, no digo con nuestros Andes Argentinos, pero ni siquiera con las Sierras de Aconquija á Córdoba. Durante nuestras correrías gozamos del aire libre fresco, puro y perfumado de las montañas, bebiendo con delicia de sus aguas cristalias: las noches eran frías, pero el frió — 312 — es una delicia en Australia. Nuestra salud salió ganan- ciosa de esta escursion. Solo tuvimos una pena, y fué el alejarnos demasiado pronto de las admirables perspec- tivas y paisages de los Alpes Australianos. El cabo Otway viene á quedar dentro del territorio del distrito de Gippsland. A nuestra llegada á Melbour- ne mucho se hablaba allí de una magnifica selva de hayas (Beech-forest), el Fagus Ounni?ighanis de los botanistas, descubierta en los bosques y montañas inmediatas al cabo Otway. Como deseábamos estudiar el país, nos apresuramos á visitarla. El país al cual dirigimos nuestra escursion, es en estremo primitivo y salvaje, pero lleno de las maderas mas preciosas y útiles, tanto mas posibles de aclimatar en nuestro suelo, cuanto las diferentes especies de la familia eucalíptica son como amoldadas á nuestro suelo y clima. En efecto, el eucaliptus glóbulus Tasmaniano, que es el árbol de esta familia mas conocido entre nosotros, es no solo el mas difícil de aclimatar, sino el que tiene menos aphcaciones útiles; mientras las otras especies, el «taira», el «tronbark» y el «tagus cunningahnii», son infinitamente mas útiles por sus pre- ciosas maderas yfmas fáciles de aclimatar. Los linderos del bosque aludido penetran hasta unas 10 millas de Colac, en la dirección del Sud, que es hasta donde han llegado las esploraciones y desmontes de los aserraderos allí establecidos. Así es, que mas adelante los bosques que se presentan son del carácter silvestre — 313 — mas primitivo que es posible imaginar. A 10 millas de Colac se estiende una vasta estension de país, cubierto de «grasstree», el árbol del pasto que ya hemos descrito, situado entre Porcupine y Yaboo Creeks. Esta área fué convertida en estancia hace algunos años y abandonada á causa de la pobreza de sus pastos, por otra situación mejor. Los árboles calcinados del antiguo establecimiento de Yaboo, que se alzan negros y desolados, son el único indicio que queda del antiguo establecimiento. El país, ondulado y cubierto del árbol del pasto^ ofrece un aspecto tan salvaje como melancó- lico, y la ausencia en el suelo de ciertos ingredientes químicos, hace creer que jamás podrá llegar á ser, sin un abono y cultivo esmerado, una tierra fecunda. El árbol del pasto solo tiene cierto valor comercial, á causa de la gran cantidad de materia saccarina que contiene en sus grandes raíces bulbosas. Para esplotar esta propiedad, se estableció una fábrica de azúcar sobre uno de los tributarios del Rio Lone. La industria prosperó por algún tiempo, pero al fin se suspendió, sin que se ensayasen esfuerzos para revivirla. Al llegar á Gellibrand Creek, 18 millas al Sud de Colac, se presenta una zona de bellos árboles de corte; pero esta misma es pobre, comparada con las riquezas forestales que se presentan mas adelante, hacia la cima de la cadena de montañas costeras, sobre las cuales estas selvas se desarrollan. El país, por su clima y vegetación, es muy análogo al que se presenta en la tierra de South Gippe, presentándose aquí reunidas en toda su ventaja, las raras cualidades que hacen el suelo del Sudeste de Victoria un denso jardín de perpetuo verdor. La tierra, — 314 — á lo largo del valle de Gellibrand Creek, es en estremo fértil; pero el suelo es difícil de desmontar, y se halla remoto de los mercados, por lo cual el selector se abstiene de penetrar en ella con su arado. No será asi el dia en que allí llegue el ferro-carril proyectado por el gobierno y suspendido hoy por fracaso del empréstito de lib. 4 millones, de que hablaremos mas adelante; entonces la viña del lúpulo ó Imblon reem- plazaría los Eucaliptus y almiscleros salvajes; reempla- zando las cosechas de raices el lugar que hoy ocupan los heléchos ornamentales. Pasado el Gellibrand Creek. siempre en la dirección del Sud, se atraviesa otra de- solada estension de campos cubiertos del árbol del pasto, pero al llegar al lindero del bosque que limita al Sud esta área, los árboles aumentan en magnitud y belle- za, condensándose y agraadándose cada vez mas á medida que se trepa á la cima de la cadena divisoria. Después de cruzar Gardners Creek, se penetra en el corazón de la selva; y por el resto de la jornada la aten- ción del observador es absorbida por los magníficos árboles de Eucaliptus blanco y rojo, el Eucahptus box, el mossmate (Eucaliptus comensal) y el haya que se alzan en inmensas espesuras por todos lados. De los hondos de los valles y quebradas, ellos se alzan á centenares de pies, derechos como una zaeta; los blancos y resplan- decientes troncos de los magníficos gomeros, formando un estraño contraste con la áspera y sombría corteza del Híngybark á los troncos aun mas erizados del mewma- te. Su cantidad no es limitada, pues de cualquier des- pejada elevación á que se trepe, se puede contemplar la misma perspectiva de magníficos bosques estendién- — 315 — dose hasta perderse de vista en todas direcciones; y el canopo de la visión solo se halla limitado por los espolones mas elevados del que el espectador ocupa. Se puede calcular que no se presentan menos de 50 magniflcos árboles por cada acre de terreno. A la dis- tancia de unas 15 millas de Gallibrand Creek, se ven numerosos y magnificos árboles del Eucaliptus mess- mate alzándose aun sobre las crestas de- las cuchillas. don- de en otras partes no suelen ser frecuentes los árboles de estraordinarias dimensiones. Algunos de estos tron- cos ahuecados y con la médula carcomida por los años, pueden dar paso por su túnel á un hombre montado á caballo y esto basta para formarse una idea de tales gigantes de la vejetacion. Y se creerá? No obstante este deterioro ocasionado por el trascurso de los siglos en el tronco de estos monarcas de las selvas, su copa- dura que parecía tocar á las nubes, se presenta tan rozagante y frondosa como el follaje de los jóvenes árboles que se alzan del valle inferior. Aqui la natura- leza ha querido sin duda ostentar todo su lujo de vigor orgánico, tanto en la variedad de las especies, como en la magnitud y el número de los individuos. Pero aun cruzando á la otra parte de la cadena divisoria, nuevos y valiosos bosques tallares se presen - tan. Las diversas clases de Eucaliptus se hallan entreverados con individuos solidarios de la valiosa haya (Fagus Cunningamü) árbol precioso que produce una madera color de rosa y el palo negro, con sus ma- deras también valiosas y ornamentales, suelen plantarse á veces. Estas son como las avanzadas del famoso bos- que, á cuyo descubrimiento hemos aludido. — 316 — La primer selva de estas hayas se presenta á la cabeza de uno de los pequeños tributarios del Gardners Creek; y durante una milla mas al Sud, se llega al límite en que esta madera se desarrolla y se presenta en toda abundancia. El solo indicio por el cual se puede juzgar que su cantidad es limitada, es el hecho de que esta madera abundante en las inmediaciones de las quebradas, disminuye al subir á las mesetas. En toda la estension reconocida, la cantidad de estos árboles aumenta, por manera que no es posible calcular hasta donde sus confines pueden estenderse del lado del Sud;, hasta la ribera del mar. El haya fué descubierta por primera vez en la costa occidental de Nueva Irlanda y en Tasmania; y su existencia tan adentro del hemisferio Sud hace creer que en este caso su cantidad debe aumentar al aproximar- se á la costa. Existe mucha variedad de opiniones respecto á la familia á que el Tagus Cunninghamü pertenece. Se le encuentra en abundancia en las quebra- das dominadas por el Black Spur, el Espolón Negro, donde se le designa con el nombre de myrto. Por sus hojas, flores y modo de desarrollo este árbol en nada se semeja al myrto. El Barón Von Mueller se pronuncia decididamente en contra de '^stos nombres populares tan suceptibles de inducir en crasos errores. En las localidades favorables, este Tagus del hemisferio Sud se alza dominando el Blackwood ó palo negro y solo cede el primer puesto al jigantesco Amygdalina. Algunos individuos del Tagus de la selva de Otway pre- sentan un tronco de 12 pies de circunferencia hasta mas arriba de la elevación de un estatura de hombre — 317 — sobre el suelo. No son los árboles mas corpulentos, sin embargo, los que producen la mejor madera. El tagus proyecta sus ramas horizontalmente. Su follaje es de un verde subido y sus hojas menudas y brillantes, y miradas de abajo, con el cielo azul por fondo, se presenta de una textura tan delicada como las palmas del helécho pelo de doncella. Su corteza es áspera, y á menudo cubier- ta con las manchas de un lichen gris. El tallo de este árbol es cilindrico. Por lo que es á la cantidad del árbol Box deraso, ésta es ilimitada; no siendo tan abundante el Blackwood ó palo negro. Hay un punto sobre el cual no pneden caber dos opiniones, y es de que, como selvas de Eucalypus, las cadenas de Otway no pueden ser sobrepujadas por nin - guna otra zona de bosques del pais. La cantidad es ilimitada y la madera de calidad superior. En cierto punto, á menos de 10 millas de distancia de Gellibrand Creek, en la dirección del Sudeste, hay un bosque de Eucaliptus blancos que, hablando en los términos mas moderadas, sobrepuja á toda otra zona de estos mismos bosques existente en Australia. Como sucede en todo pais montañoso, los bosques, sea de árboles ó de matorrales, se estienden por zonas, calculándose la cantidad de un lugar dado por su aumen- to abrupto ó gradual en elevación. Estas bandas, lo mismo que la cadena divisoria principal, corren de Este á Oeste, y aunque no es fácil deducir su esten- sion en largo, su ancho no es grande. Esta circunstan- cia, sin embargo, no puede servir de base para la avaluación de la cantidad de cada madera especial, — 318 — pues el país se presenta mootañoso hasta el litoral marítimo, á mas de que bandas sucesivas J de estos mismos árboles se encuentran en los mismos niveles en diferentes puntos á lo largo de las faldas Norte y Sud. Para los botanistas, esta región silvestre presenta un campo inexplorado de investigación, pues un examen detenido de las plantas de la localidad, muestra infinitos objetos nuevos y atractivos. Entre ellas, por ejemplo, se presenta una especie de brezo enano, con grandes bayas purpúreas muy lustrosas. Se presenta también una variedad de orchídeas rosas, con tallos de un carmesí oscuro, digna de ser cultivada y perfeccionada. El pimentero Australiano y el morero salvaje, crecen con abundancia en las faldas de las montañas, siendo fácil encontrar muchas bellas y nuevas variedades de helé- chos, sin mayor esfuerzo. Sobre el tronco y en la base de los grandes heléchos arbóreos, se ven florecer mas de una docena de variedades distintas de especies mas diminutas y delicadas. Pero lo que mas sorprende en estos bosques es la ausencia de muchas especies de la flora menor arbustecente de Australia y que abundan en los otros - bosques del Estado de Victoria y en los otros bosques situados al Oriente de esta Colonia. Con escepcion del «Eugenia myrtifolia» y del Eugenia Kin- giana, que son aquí mayores de lo que se presentan en otros bosques, hay pocas variedades de otras es- pecies de árboles menores. No se encuentra sassafras, y el almizclero es pequeño é inferior al de otras regiones de Australia. Ya hemos dicho que el «black wood» es escaso; pero el «dogwood» (palo de perro) es abundan- tísimo, formando á veces espesuras impenetrables. — 319 — Por lo que es al suelo de la cadena divisoria principal, él es en estremo rico en materia vegetal. Descendiendo ahora á algunas particularidades de esta zona de bosques, entre los gomeros blancos de que hemos hablado al principio, se entreveían multitud de árboles de «messmate», cuya madera es inmejorable. Recientes incendios han producido en parte vastos es- tragos, que en muchos parajes ha hecho desaparecer los matorrales de sub-bosques, con gran alegría del cam- pesino y del viajero. Además, á medida que se sube en esta cadena costera, la altura, grosor y calidad de las maderas, mejora, desmejorando, por el contrario, en proporción, á medida que se desciende á la otra parte. En los parajes mas escampados y elevados, de donde puede echarse una mirada sobre el conjunto de las mon- tañas y bosques, se presentan al ojo colosales fresnos de montaña y messmates que se alzan de 250 á 300 pies de altura (de 75 á 100 yardas de alto). Hay una peculiari- dad en estos bosques que no se observa en otros de la misma especie de árboles. Los troncos de estos gigantes se elevan hasta 150 pies (50 yardas) casi de un mismo diámetro hasta esa altura, esto es, hasta los 150 pies sobre el nivel del suelo; y solo recien, cuando llegan á los 200 pies ó mas, lanzan sus primeras ramas laterales, proyectando casi horizontalmente, enormes brazos, diferenciándose mucho de las mismas especies que crecen á mayores alturas en otras partes de la colonia. Gran número de estos árboles no tienen menos de 6 á 10 pies de diámetro hasta los 150 pies ó más. Mas estos árboles colosales son aquí menos numerosos por acre qne los — 320 — de menor elevación que se encuentranen otros bosques de Gippiland. Suelen á veces contemplarse grupos ó ramilletes de por lo menos 20 de estos árboles de la misma especie y dimensiones, asociados juntos como para resistir á las mas violentas tempestades, y qué juntos se elevan hasta la altura de mas de 300 pies (esto es, como dos cúpulas de Belgrano puestas una encima de la otra) formando asi una verdadera montaña; un verdadero pináculo vegetal. A veces suele presentarse á la vista un solo árbol, cuyas proporciones llenan de un asombro y un pasmo indecibles al espectador, de su magnificencia, que jamás se habria figurado puedan existir sobre la íaz de la tierra jigantes de mas de 400 pies de alto. Arboles de esta especie se estienden por 6 y mas millas á lo largo de los senderos abiertos por los esploradores; ó mejor, los hay hasta las 12 y mas millas de estension. Cuando se alcanza una elevación de 1,950 pies so- bre el nivel del mar, y unos 10 ó 12 pies mas alta que el Monte Sabino, distante unas 15 millas, recien se presentan las primeras hayas de que hemos hablado, y estudiando su habitado se halla ser el mismo que el de los otros árboles del bosque, del cual es indígena, entre- verado con otras especies de árboles; y solo mas adelante, como hemos visto, llega á formar selvas estensas de árboles de su misma especie: aunque jamás deja de ha- llarse entreverado con otras; pero estos bosques se hallan siempre en el fondo de las quebradas y profundos valles, donde los rayos del sol apenas pueden penetrar. Como este árbol es además peculiar de los valles y quebradas en las costas mas sombrías de Nueva Zelandia y Tasma- — 321 — ma, es de creerse él se complace en los parajes húme- dos y sombríos y seria por consiguiente fácil de aclimatarlo en nuestras serranías y cordilleras, lo mismo que en los valles chilenos, lo que no seria una pequeña adquisición. Su madera rosada y apretada es finísima y exelente para muebles y construcciones. Fuera de que árboles prodigiosos de un tronco igual, hasta 50 y mas yardas de elevación, son una adquisición preciosa para todos los países de la tierra. Entre las semillas que le hemos encargado al ilustre Botanista Barón Von Mueller,se encuentr£.n las de este árbol, «Fa-us Cun- mnghamü... Como este árbol se desarrolla de prefe- rencia en los valles y quebradas sombrías, los lichenes, os musgos y los heléchos parásitos, (entre nosstros los parásitos pertenecen á la familia de las «amarilli- deas>,comola flor del aire), se adhieren á sus troncos, estendiendo sus rhizomas á lo largo de sus enormes bra- zos ó ramas horizontales, formando á veces festones de bellas hojas que pasan de árbol en árbol, como en un salón festoneado para una fiesta. Pocas veces, en el fondo de estos valles y quebradas, se ven murmurar á la vista los arroyos de aguas cor- rientes; pero basta escavar un poco la tierra para encontrar agua y aun fuentes y manantiales de aguas potables. ^ Se trata ahora de establecer un ferro-carril que desde un puerto próximo permita la explotación de estas riquezas y magnificencias vegetales. Ya sabemos la causa porque se ha emprendido esta empresa. Se cree que las dificultades para obtener un trazado recto, no son del todo invencibles. Los espolones, es verdad, se proyectan 21 — 322 — en todas direcciones de la cadena principal, de modo que las fuertes gradientes y los largos rodeos serán talvéz inevitables^ de no apelar al recurso dispendioso de los túneles de montaña. Los mejores ingenieros piensan que escojiendo una juiciosa dirección alo largo del flanco délos espolones, se puede llegar al corazón de los bosques de hayas, sin una gradiente mayor de 1 en 50. Estos bosques han despertado un gran interés, como es natural; con cuyo motivo han sido esplorados en todos sentidos, y como una consecuencia de sus riquezas naturales en maderas y de la íeracidad de algunos de sus territorios, muy luego los bosques de Otway serán ligados por una via férrea con el puerto y mercado mas inmediato. Algunos datos sobre el jjai/s del Mullee, Ya sábenos que este nombre se ha dado á un matorral de la familia Eucaliptica;y el país ocupado por éstos matorrales impro- ductivos (el Eucaliptus dumosa) y molestos igualmente al pastor y agricultor, ha recibido el nombre de Mqtlee country, el país del mallee, como si dijéramos, el país de lajarilla. Las cuestiones sobre el mejor sistema para la ocupación de este territorio, ha puesto en Victoria á la orden del dia lacuestion de la grande y de la pequeña propiedad. Pero lo que puede decidir esta cuestión, es la naturaleza del país mismo. Es por su suelo y clima un país agrícola? Pues entonces la cuestión se decide por la pequeña pro- piedad. La agricultura no necesita de inmensos espacios; los regulares y aun los pequeños le bastan. El países abundante en pastos y falto de aguas de irrigación y de lluvias regalares? Pues es el pastoreo su destino y en — 323 — . este caso, es la gran propiedad la que debe prevalecer; con pequeñas propiedades es solo para las poblaciones urbanas. Los ganados, en efecto, solo viven de pastos; y los campos de Australia están muy distantes de ser tan fecundos y productivos en pastos como los nuestros. Alli se necesitan en general dos ó tres acres para mantener una oveja todo el año; entre nosotros el suelo puede mantener dos, tres y aun mas ovejas por acre. Sí los pastos en Australia son escasos, es evidente que las estancias necesitan de grandes estenciones de ter- ritorio, para sostener un numero de ganados de alguna consideración. Esta industria necesita pues de la gran propiedad. Los limites del país del mallee son estos, mas ó menos. Tomando por punto de partida Apsley y tiran- do una linea al sudeste hasta la junción del Murrayy del Loddon; de alli al Noroeste por el Murray hasta los limites con Sud Australia, y de este punto, en la dirección, del Sud, hasta Apsley, constituiria con bastante exactitud el mapa de lo que se ha denominado pais del mallee. Dentro de estas lineas se encuentran confinados cinco condados, el de Wimmera con 1,611 propietarios con- tribuyentes, que pagan Ib. £ 3.874 de impuestos, y con una renta anual ratable evaluada en Ib. est. 82,000; el condado de Lowan, con 428 propietarios contribuyentes, que pagan Ib. est. 2,049 de impuestos y con Ib. etc 43,5 94 de renta anual ratable; el condado de Dunnun- ele con 936 propietarios contribuyentes; 1,869 Ib. est. de impuestos y una ratable de 43,155 Ib. etc. Saint Arnaud, con 2,973 propietarios contribuyentes; 4,554 Ib. est, de impuestos y una renta anual ratable de -^ 324 — 100,920 Ib. est. Por último el condado de Swan Hill con 2,473 propietarios contribuyentes; 3,131 Ib. est. de impuestos y una renta anual ratable de Ib. est. 95,394. Todo 'esto hace un total de 8,421 propietarios contribu- yentes en todo el pais del mallee\ los cuales pagan impues- tos por valor de 15,577 Ib. est. (83,385 duros) al año, sobre una renta ratable de 273,691 Ib. est. al año. Hace cuatro años que se iniciaron los primeros arre- glos para la ocupación y enagenacion de estas tierras, sin que nada se haya hecho de práctico hasta hoy para arreglar una cuestión que como se ha visto, afecta un gran número de contribuyentes de la colonia. El pais del mallee es en la actualidad un desierto ocupado por conejos y perros cimarrones, los cuales cometen depredaciones sobre los territorios que confinan con el mallee', habiendo los conejos tomado á su cargo la tarea de destruir todos los sembrados y pastos; y los perros cimarrones la de esterminar todos los ganados de los estancieros y cultivadores {squatters y selectors). En la actualidad no se puede dejar una sola oveja fuera de apriscos cerrados y cultivados por los perros cima- rrones, sin encontrarla al dia siguiente muerta y devora- da por los perros cimarrones. Ahora bien, para el selector tan recargado de sus propias atenciones y trabajos, el apriscamiento es un aumento de cuidados y fatigas; y el squatter apenas si tiene tiempo y capital para acorralar la mitad de sus ovejas; á mas de que el encorralado de grandes ma- sas de ovejas deteriora su lana y su salud. Todas las ciudades que confinan con el país del mallee, han sufrido hasta una considerable ostensión, debido á — 325 — que los arrendadores no abonan las mejoras. Así los alambrados se ven tendidos y amohosados por el suelo; los potreros de las estancias se presentan en ruina: y las habitaciones y ranchos desvencijados, solo cobijan cone- jos y ratones; y las huertas, que antes eran el ornato y la riqueza del pais, hoy solo presentan algunos esque- letos de los antes frondosos frutales y hortalizas. El remedio para todos estos males estaría en que la legis- latura prescribiese al ejecutivo acordar contratas de 10 años de arnendo para las tierras públicas á un precio moderado, pues solo asi los arrendatarios podrían inver- tir tiempo y dinero en esterminar conejos y perros da- mnos. Ha habido firmas que lejos de ganar algo en sus estancias en el mallee ó en los paises colindantes han perdido hasta 10,000 Ibs. Esto amenaza despoblar el país, y sin embargo los legisladores dejan dormir estos asuntos como si se tratase de mejoras en el reino celes- tial. Hace tres años que los propietaríos de ese pais no mvienen un solo centavo en mejoras, y en esto tienen razón. Así los cercos desaparecen, las represas se ciegan y las poblaciones emigran de un país antes próspero y productivo. Millares de propietaríos se hallan, pues, amenazados de ruina, solo porque dicen los diarios locales: una parte del partido liberal desea ver conver- tido en hortalizas y chacras una parte de ese «pais de mallee» que solo sirve para un pobre y escaso pastoreo. Antes, este país del mallee proporcionaba 170 arríendos separados, que producían al erarío una renta anual de libras 26,177 (unos 131,000 duros); mien- tras hoy solo producen unas 10,000 libras (50,000 — 326 — duros); el déficit llega á cerca de 2/3. Es imposible calcular las pérdidas del Estado y de los particulares, debidas á estos 'cuatro últimos años de abandono é incertidumbre. Pérdida y deficiencia en la renta pública y privada; destrucción ocasionada por los conejos; no producción de carne y lana; pérdidas de ios estancieros; majadas desaparecidas; cercos arruinados; estanques cegados; las chacras de los selectores comidas por los conejos, y ovejas devoradas por los perros cimarrones. Todo porque los legisladores no se convencen que el «mallee» solo puede ser enagenado ó concedido en grandes áreas, lo cual exige capital. El único arreglo de que el mallee es susceptible, es el arriendo ó venta de los «runs» ó lotes de estancia, sobre propuestas ó remates al mayor postor, con estipulaciones que obliguen á la destrucción de los conejos y perros cimarrones. Pasaremos ahora á estudiar una «pepinera modelo» de Victoria, como convendría se estableciesen en nuestro país. La que vamos á visitar se halla en el Alto Macedón. Generalmente, los jardineros de Melbour- ne poseen pepineras en distritos mas frios, donde es mas fácil la operación de las sementeras y almacigos de flores y plantas, que en las inmediaciones de la Metrópoh. Entre estas se cuenta la pepinera del A^lto Macedón, de los SS. Taylor y Sangster, de Toorack. La pepinera que se encuentra á dos tercios de la elevación de esta loma, es un lote de 14 acres (3 V^ cuadras) con declives al naciente. El suelo es, en su mayor parte, de un chocolate fértil y untuoso, en el cual viene bien todo género de plantas, pues el clima es un tactor mas importante en el cultivo de estas, — 327 — que la naturaleza del suelo. Los contornos naturales del terreno han impedido el disponer la pepinera por cuadros, forzando a establecer las calles y drives en líneas de perspectiva. Una fuente situada en la parte superior del terreno, provee de irrigación á este, yendo á juntarse con un pequeño arroyo que corre hacia la parte inferior del suelo, donde sinúa entre densas masas de escogidos heléchos. Por los trozos que se ven, la loma ha debido contener originariamente árboles magníficos j La semi-desnuda condición en que ha quedado dicha loma, es mas bien una cosa para deplorada, pues algunos de los mas bellos árboles que hubiesen quedado, le habrían dado ornato y protección. Toda la loma desmontada hoy, vá á ser luego la morada de numerosas casas de campo y de bellos jardines. La línea de arbustos y árboles que se alzan á cada lado del «drive» principal que cruza la pepinera, dan á esta ornato y protección. Hay, sin embargo, algunos árboles detrimentados por las nieves invernales, familia- res á los habitantes de las montañas en este Estado, mas no á los de las llanuras. A parte de los accidentes de esta naturaleza, las mas de las coniferas y árboles desiduos en Europa se cultivan allí. El aleice común cuenta numerosos representantes tan bellos como los mejores que crecen en Escocia. El abeto se desarrolla bien en este clima, ent^ ellos el Abies exelsa y el Orientalls ; y el Alba y el Canadensis se desarrollan igualmente muy bien. El Alies Smithiana y el Spruche del Himalaya, crecen dos pies cada esta- ción. También se desarrollan grandemente el Abies Menziesi, y el Cerúlea y el Rubra se desarrollan también — 328 — magníficamente. Todos estos abetos son silvestres en el viejo continente, pero se cultivan en Victoria para ador- no de jardines y plantios. Dan la madera de pino mas común en Europa y mas fácil de trabajar; equivalente al álamo entre nosotros, aunque mejor. Los Picesa, parientes cercanos de los Abetos, se de- sarrollan muy bien, viéndose bellas muestras del Nord- manniana, Pinsapo, Balsamea (que dá el balsamo de Galaad) Nobilis, Frazerii y Pindrow, rico en follage. De los pinos propiamente dichos, el Insignia se desarrolla bien por todo; el Longifolia es friolento; el Coulterii se produce bien; el Sabiniana crece magníficamente. De la familia de los cedros; el Cedrus atlántica 6 cedro de plata se produce muy bello; el Cedro deodara se desar- rolla como en su país; el Cedrus libani se produce bien, aunque se podría producir mejor en otro suelo. Una de las mas bellas conisferas es el cupresus Lawsoniana que se produce bellamente en esa latitud y este hemíferío. El Cupresus Vhdeana sirve para formar cercos que quiebran el viento y también el Cupresus Forulosa, La tribu de los Jtmiperos ó Enebros, se desarrolla con perfección produciendo su fruta en abundancia, contándose entre los mas bellos el Juniperus Ber7nudiana, el Oxicedrus, el Yirginiana ó cedro rojo de lapices, el Juniperus Phonicoa y otros se presentan en ñor. El Wellingtonia y el Taxo- dium sempervireus, también de la familia de los cipreses se avienen bien en los climas australes; lo mismo sucede con el Crrjptomeria elegans. Pasando á la Araucarias, la Brazilensis no se produce mal en Victoria; la Imbricata se dá bien; lo mismo sucede con la Callitrii Gunniiy el ciprés de Tasmania. La Crip- — 329 — tornería elegans se produce bien y por consiguiente los Rhododendrons y Camelias que se presentan con un es- plendido íbllage. El fresno de montaña, Pirus acuaparia^ es uno de los mas bellos árboles. El Tilda americana y el Tilia Europea se dan bien. El Sycomoro común {Acer 'psetido-platamis) y el plátano oriental se desarrollan mejor que en Europa. El Fagus Moreii es uno de los mas bellos arbustos y crece con vigor. Las encinas prosperan maravillosamente, entre ellas el Quercus cerris, ó encina de Turquia y el Qhercus macrophylla. Los acebos se desarrollan bien, haciéndose notar el Illex cornuta, el Ilex alhomargina y el Baleárica, la mayor de todas. El Arbuttis Andrachne, especie de frutilla en árbol, que los Españoles llaman madroño, se produce bien en los climas australes frios : el madroño de España vale pues la pena de ser aclimatado como árbol frutal y de adorno en los Partidos del Sud de Buenos Aires y en la Patagonia. Lo mismo acontece con la Eugenia apeculata; la Garrya ellyptica y la Clethia arbórea que forma un bellisimo arbusto. Las Clematites y Boronias se dan bien lo mismo que las Azaleas. El árbol del Tulipal. Liriodendrum tidipi- ferum y el Laurel de Portugal, se producen bien. El Abedul, Betula alba, se presenta bello; lo mismo la Hállela tetr áptera, el Symphoricarpus racemorus, el Berberís Dariüinii y otros por el estilo. También se aclimatan bien el Menziecia poly folia y el Brezo real de Escocia. Los Olmos variados y los llorones se desarrollan bien. El Phyllocladus aspIenifoUa crece de una manera satisfac- toria, pero sufre de la nieve. Las Ericas del Cabo se pro- ducen bien, y los Lilium se producen con vigor; el Lilium — 330 — cruratum ha encontrado un clima á su gusto. Los cas- taños forman bellos árboles; habiéndolos de flores escar- latas y de flores dobles. Las nueces y las avellanas se producen maravillosamente. Hemos entrado en estos detalles para que se vea el esmero con que en estos paises se propagan las mejores especies vejetales de utilidad y ornato; en lo que desea- ríamos verlos imitados en nuestro país, que se halla en el mismo hemisferio y latitud. Estudios sobre una chacra modelo de Lrucefield. — A milla y media al Oeste de Romsey, se halla situada la chacra de Mr. Birney de 430 acres de ostensión, los cuales se estienden á ambos costados de Five mile Creek, Como esta ha sido una de las chacras premiadas en un concurso, su estudio nos servirá como modelo para los establecimientos agrícolas de la colonia. Por lo que es al resultado de nuestros estudios sobre crianzas gana- deras, ellos se hallan concentrados en capítulos y cor- respondencias especiales. De los 140 puntos asignados para obtener el premio, Mr, Birney ganó 98, por lo cual le fué adjudicado el premio Clarke. En el distrito en que se halla establecida está chacra existen dos variedv^des de suelo, á saber: el suelo vol- cánico de color chocolate, que es feracísimo y muy ade- cuado para el cultivo de la papa, y la marga gris lijera capaz de producir excelentes cereales cuando drenada. Una parte de la chacra de Mr. Birney se compone de un suelo muy fértil de papas y de otra parte de buen suelo gris. Casi todo el terreno indicado ha pasado bajo el arado, pero los cultivos se hallan hoy confi- nados á su parte mas fértil; cultivándose el resto de — 331 ~. pastos ingleses, como el clover y otros. La proporción cultivada en pastos es en consecuencia considerable y se destina toda á los productos de tamberia, á la produc- ción de abonos y á la crianza y engorde de carneros. Comenzaremos diciendo que los cercos y divisiones establecidas por Mr. Birney son superiores. Cuenta como unos 2o paddocks ó potreros, al mismo tiempo que la tierra destinada para los cultivos llega á 25 acres. Los cercos son mixtos, esto es de alambres, postes y rails ó listones que sirven de atravesaños. Los cercos se componen en su mayoría, de tres de estos rails ó listo- nes de madera y de dos alambres. En general los potreros son cuadrados y dispuestos según un plan adecuado; con puertas swin gatesca, prueba de cerdo) muy bien hechas y pintadas, colocadas en los puntos convenientes. Un cerco m.uy bien entretejido áe pino alhar rodea toda la propiedad estendiéndose á unas 2 V2 millas en contorno; y este cerco vivo y frondoso da á la propiedad la apariencia mas atractiva. Estos cercos apretados sirven también para protejer el ganado contra los violentos frios y aun que difíciles de establecer al principio, una vez establecidos son cer- cos que no demandan el menor gasto y duran una eter- nidad. El de ñapindá?/ y el tala es un equivalente entre nosotros como abrigo. Como la superficie del suelo es ondulada, con una buena pendiente hacia el estero ó Creek que atraviesa la chacra, ei drenage del suelo ha podido hacerse fácilmente. La primera vista de la chacra produce la mas favo- rable impresión mirada desde el camino. El verdecerco — 332 — • entretejido, la bella puerta de entrada y la casa de piedra canteada, con un magnífico jardin á la inglesa, de flores y arbustos en contorno presenta la mas agradable pers- pectiva. El jardin y arboleda ocupan unos 4 acres (una cuadra) y en este espacio se halla contenida una rica variedad de árboles y flores. Entre los árboles se distin- guen el Pinus insignis, habiendo otras variedades de pinos, abetes, arcos, tilos, plátanos, los Eucaliptus y otros árboles nativos de manera á presentar una hechicera variedad. En la arboleda, á la parte norte del jardin, el estero ha sido ensanchado hasta formar un bello lago ornamental; habiéndose plantado sus riberas con sauces llorones bambúes, el cáñamo Neo Zelandés y el Gynesaum argenteum, llamado pasto pampa por los ingleses y que es una bella gramínea de espigas sedosas muy orna- mental, dando también el mismo nombre á la Cortadera^ con sus penachos sedosos, igualmente que otras plantas calculadas pura producir un bello efecto. Siempre hay un bote amarrado á la ribera de este bello lago artifi cial; habiendo ademas cerca de él un pequeño estanque ornamentado con rocalla, en donde se ven nadar peces con escamas de oro y de plata, á mas de las especies útiles, como la trucha; la carpa etc. Muy atrás de la residencia familiar se hallan situados los edificios de esplotacion de la chacra, establos, paja- res, gallineros, graneros etc. Todo dispuesto con holgura en un espacioso terreno. Estos edificios son de madera y como están separados unos de otros, en caso de incen- dio pueden salvarse los mas. El granero, Bam, es la mas interesante de estas construcciones, hallándose muy bien construido sobre una plataforma á la altura de — 333 — los carros para facilitar la carga de los carros del esta- blecimiento. Los establos, cobertizos y talleres se hallan separados del granero y pajar, el cual se nos presenta lleno hasta el techo con la cosecha del año. Allí se en- cuentra también un corral muy bien hecho y dispuesto, con buenos cobertizos empedrados y asegurados para ordeñar las vacas; una parte de este corral se halla dispuesta como para encerrar ovejas. Un taller y una fragua de herreria no es la parte menos importante de las com.odidades de la chacra; á la que se añade una rueda de molino que hace moverse una tahona para moler huesos y una máquina para cortar paja. Esta rueda, que tiene 16 pies de diámetro, es movida durante el invierno por el agua que corre en el Creek que atraviesa la chacra. En el sistema de abonos de Mr. Birney entra el empleo de una gran cantidad de huesos molidos: asi son estos acarreados en grandes cantidades al distrito y molidos en la atahona para emplearlos en el abono de la chacra, sea los huesos en polvo ó convertidos en su superfosfatos. Cinco ó seis de los potreros se hallan en cultivo, pero solo 100 acres (25 cuadras) son sembrados á la vez. El sistema de cultivo de Mr. Birney consiste en la rotación de las cosechas, en el cultivo profundo del suelo, en los abonos y en los reposos con pastos. Para sacar un potrero de los pastos, la primera siem- bra es con avena ó trigo; en seguida la tierra es abonada para cultivar papas; en seguida viene una cosecha de cebada, la cual es seguida de guisantes, y á continuación una cosecha de avena y cebada, completa la rotación, haciendo después descansar los potreros con pastos ~ 334 — artificiales. Mr. Birney no se adhiere estrictamente á esta rotación, porque sus abundantes abonos le permiten hacer un uso liberal del suelo, y que además su corta proporción de cultivo deja el reposo conveniente á la tierra, de manera que él puede en todo tiempo adaptar sus cultivos á las exigencias de los mercados: pero la rotación indicada es la mas conveniente á sus condi- ciones de suelo y chma. Para la siembra del pasto Mr. Birney aconseja el sembrar su semilla como cosecha separada, en vez de sembrarla junto con el último cereal de la rotación. La mezcla que él prefiere es el «cowgrass», el pipirigallo y el «ryegrass». Estos buenos Australianos, como sus patrones los Ingleses, no hacen un gran uso de la alfalfa, que enriquece la tierra, al mismo tiempo que es un pasto perenne y sustancioso. Si supieran hacer un uso conveniente de este forraje se dejarían de mezclas dudosas y del uso riesgoso de los pastos subalternos, todos los cuales ayudan a empobrecer la tierra, y solo la alfalfa con sus profundas raíces y sus abundantes despojos, no tomando nada de la superficie, la enriquece, siendo al mismo tiempo mas sustanciosa que los otros pastos. Según el sistema adop- tado por Mr. Birney, el pasto cultivado debe renovarse á menudo, pues él rompe sus potreros cada tres á cuatro años, y en los mejores distritos de la colonia se ha encontrado que la frecuente renovación de los pastos es muy conveniente. La alfalfa, entretanto, es perenne y no necesita ser renovada; sus raíces, que penetran perpendicularmente en el suelo, sacan su sus- tento del subsuelo, enriqueciendo el humus superior con sus despojos, sin empobrecerlo. Un potrero de alfalfa — 335 ~ puede sembrarse de trigo ó cualquier otra raíz ó cereal, y obtenida la cosecha cuya siembra se hace derramando un poco de semilla de alfalfa por precaución, no se necesita hacer una nueva siembra de alfalfa; esta vuelve á brotar con fuerza, á mas de que la tierra con alfalfa siempre está como abonada y no necesita fertili- zante. Pero los Ingleses conocen poco la alfalfa y se encuentran poco familiarizados con su cultivo, nfa- tuados con su elover y los otros pastos que les son familiares, descuidan el mejor de los pastos. Cuando se tienen tantos pastos cultivados como Mr. Birney, en comparación de la estension cultivada, la cantidad de estiércol que se obtiene es considerable, y sus montones de estiércol son conservados de modo que la evaporación no le arrebate su ammonia y demás elementos fertilizantes. El tampoco vende su paja; en adición al abono de los establos, él apUca al suelo polvo de huesos en la proporción de 10 á 12 quintales por acre. Los abonos se aplican generalmente á la cosecha de papas. Según Mr. Birney, las cosechas de alberjas son benéficas para el suelo. « Nunca me ha fallado la cosecha de alberjas {peacrop) », le hemos oido decir. Otro importante ramo de abonos se diriva según Mr. Birney de la crianza de ovejas^ No solamente reconoce los efectos benéficos de estos animales que limpian el suelo de malezas, sino que los mira como exelentes para fecundar el suelo. Lejos de creer como algunos, que el talage de las ovejas empobrezca el suelo, él ase- gura que una majada es un carro de abono (manure cart). » El cultivo intensivo es mirado como una condición — 336 ~ esencial de la agricultura perfeccionada; así el suelo de la chacra de Mr. Birney há sido removido hasta 11 pulgadas de profundidad. Al preparar la tierra para las cosechas de papas, él le dá un arado profundo, y la mayor parte de la tierra que tiene bajo cultivo ha sido removida hasta la profundidad de 11 pulgadas; ha- ciendo que un arado sea seguido de otro mas pene- trante y dispuesto de modo á penetrar lo mas posible en el suelo. En la trilla, el producto ha sido 60 bushels avena por acre; 50 bushels cebada y 40 bushels trigo. La cosecha de papas se presentaba bien y un pedazo de tempranas que se estaban estrayendo produjo 12 toneladas el ere. Tal es el resultado, después que la tierra ha sufrido un cultivo constante de 25 años. Cerca de sus habitaciones Mr. Birney cultiva un manchón de consuelda espinosa, fowag del que Mr. Birney tiene la mas alta opinión. Estoy seguro, y asi se lo espresamos, que si Mr. Birney conociese nuestra alfalfa Argentina, le daria la preferencia que merece, en vez de pasar su vida ensayando diversos yuyos que tengan lugar de este rey de ios forrajes Las cebollas que él cultiva en su huerta, son grandes y esquisitas, siendo de sentirse no esté mas vulgarizada la especie que él cultiva. Sus árboles frutales se presentan tan cargados,que sus ramas amenazan desgajarse con el peso de la fruta, sobre todo las manzanas y peras. Para la realización de su sistema de profundo cul- tivo y de la plena pulverización de la tierra, emplea como instrumentos el arado de doble sulco y el arado de un solo sulco [douhle furrow y singlefurrow plough)^ — 337 — empleando para el subsuelo el arado de una sola reja^ sin la tabla de barro {single plough ivitJiout themould hoarcl). También considera como muy eficaz el desma- lezador de Colman y el rastrillo á disco de Cockerel; estimando el rastrillo de cadena para cultivar el suelo con simiente de pasto. Entre su colección de herramien- tas cuenta también el arado de taladro {drill ploug); pero es de poco uso, pues generalmente las papas son plan- tadas sobre el suelo sin taladros alzados, y rara vez aporcadas después. Se ha observado en Sancefield que las papas se producen mejor en blanco y sin ser apor- cadas; y esto es lógico, siendo el aporcado contra pro- ducente, siendo esa tierra removida como un alimento que se quita á las raises productoras desde tubérculos, para hacerlas sobre los troncos que no lo necesitan: pero es indispensable arar profundo. La única operación que un buen cultivo de papas necesita, es el desma- lezado. Con respecto á la labranza del suelo, Mr. Birney piensa que mientras mas se pulverice, tanto mejor; y cuanto mas por su labor la chacra se aproxima al jardin, mas productiva se hace. Las vacas de su tamberia forman la mas importante parte de su negocio. Término medio, cuenta siempre 2o vacas lecheras, enviandose la leche á la fábrica de quesos de Mr. Komsey. El vende esta leche de 8 á 9 es. galón, precio que Mr. Birney considera remunera- tivo, produciéndole tanto como un chehn por Ib. de manteca, necesitándose 2 1|2 golones de leche para obtener una libra de manteca. Sus vacas lecheras son bien alimentadas y pertenecen á las mejores lecheras 22 ^. 338 — Shorthorn, Ayrshire y Jerseis, predominando las Slior- thorn, pues siemqre ha mantenido un Shorthorn pura sangre para sus vacas finas. El cria los terneros de sus vacas y compra ademas ganado para engordar; y todos los años vende por lo menos 20 cabezas vacunas cebadas en su chacra. Como vende la leche, él no puede criar ni engordar muchos cerdos; él mantiene siempre una buena chancha de cria Berkshire, la cual le suministra abundantes lechónos para el consumo, de todas las edades y condiciones. Los carneros los engorda en los potreros y forman la mejor parte de su negocio, pues en ninguna mesa inglesa falta jamás su pierna de carnero asada ó cocida, fiambre las mas veces; lo mismo que su roastbeef. El trabajo de la chacra necesita 5 caballos de esos grandes de labor de raza Suffolk ó Ayderdale; dos son yeguas finas de cria, destinadas á dar las crias que han de servir para el a rado ó los carros. El ganado favorito de M. Birney, son las ovejas. El mantiene un rebaño permanente de 100 ovejas de cria. Son gruesas mestizas calculadas para dar á un tiempo un buen vellón, y una buena res de carne. Estos animales, á mas de estercolar y fecundar la tie- rra, destruyen las malezas, dando además como provecho su carne y su lana. Se vé, pues, que en esta chacra, la renta no viene de una sola fuente. En ella se cultivan diferentes produc- tos, de modo que cuando uno ó mas se frustran, siempre queda alguno para costear los gastos. Los cultivos solo ocupan un 4"* del terreno y los pastos los restantes. Esta es la verdadera proporción para una útil y lu- — 339 — crativa chacra. El chacarero debe siempre seguir con ojo atento las variaciones del gusto y los progresos de la agricultura, para adaptar su producción á la de- manda. El cultivo del Huhlon en Australia — El distrito de Bais- dale, que comprende el rico valle del rio Mitchell, es el principal asiento del cultivo del hublon (en españoUííiJwío) en Victoria. Y en estos paises consumidores de cerveza, el cultivo del lúpulo es un grande y productivo cultivo; es la viña de los anglo-sajones: a lo que se añade que Victoria es el único pais productor de lúpulo en Aus- tralia, pues los otros son demasiado cálidos para el cultivo de esa enredadera peculiar de los paises írios. Este distrito de Bairnsdale se ha distinguido siempre por su feracidad, produciendo ademas del lúpulo, papas rem-olachas de azúcar, achicoria y ariruta: pero el culti- vó principal de él es el lúpulo y también el maíz. El valle del Mitchell que se compone de llanos aluvionales muy fértiles á cada costado del rio, con un ancho de dos á tres millas; se estima en 25, 000 acres de tierra tan adecuada para el lúpulo y los otros productos men • clonados como la que ya se halla en ' cultivo; mientras existe una estensa área de suelo análogo á lo largo del Tambo, del Nicholson, del Snowy y otros rios, y en torno de los lagos. El suelo es un depósito aluvial de fino limo negro depositado por el rio y el cual este arranca de las montañas de granito, de pizarras y de las lomas cal- cáreas. Este depósito de tierra floja y friable, presen- ta un espesor de 10 á 20 pies. Los aguaceros son copiosos y el elimo tan templado y suave que ese sue- - 340 — lo fértil puede producir una espléndida vegetación. De la fecundidad del suelo puede juzgarse por e^ hecho de que el lúpulo produce de 20 á 25 quintales por acre, el maiz de 80 á 220 bushel por acre y las papas de 10 á 15 toneladas por acre. Ya sabemos.que el litoral de Gippeland, donde este fértil territorio se encuentra, contiene en sus costas la- gos salados con acceso al mar: pero esta entrada es de un carácter incierto, á causa de las barras que las obs- truyen; lo que ha impedido que este rico campo para los tríibajos agrícolas sea esplotado en la ostensión con- veniente. Hasta hacen 5 ó 6 años, la entrada se cerraba a me- ntido por completo, dejando por única salida á los pro- ductos del suelo Port Albert, unas 100 millas distante. Desde esa época, debido á trabajos de dragage empren- didos por el gobierno, la salida de los lagos al mar ha permanecido abierta, pero apenas si es accesible para pequeños «schooners», además de ser peligrosa é incier- ta por lo menos. El ferro-carril de Melboume á Sale es de poca importancia para el trasporte de los productos de este distrito, pues quedan tres ó cuatro millas de acarreo por tierra, espacio intermedio entre el término del ferro- carril de Sale y el puerto mas próximo de aguas navegables. Los productos agrícolas son enviados gene- ralmente por Schooners, pasando por la entrada de los Lagos, cuyo flete es de 1 Ib. por tonelada, lo que es mu- cho mas barato que el ferro- carril de Sale. El conjunto indicado de circunstancias esplica por que el desarrollo de la industria de un pais tan fértil en raices y granos alimenticias no se ha desarrollado en la escala que le — 341 — corresponde, debido á los imperfectos medios de trans- porte para los mercados. Solo se cultivan hoy en gran escala el lúpulo y el maiz, por consecuencia de su ele- vado precio, mientras el cultivo de las papas, el engorde del cerdo, la tamberia y otras varias industrias rurales se hallan retardadas aun. Hace dos ó tres años, el lúpulo de Bairnsdale no tenia gran fama que se diga. Pero merced al empeño con que se ha estendido y perfeccionado su cultivo, de esa fecha á esta parte se ha obtenido muy buenos precios y su crédito se ha asentado sobre una sóKda base. El lúpulo de Bairnsdale se vendia antes de 6 a 8 es. Ib. en Mel- bourne; pero después ha valido uno y hasta tres y cuatro chelines la libra, lo que hace este cultivo muy lucrativo. Asi, tierra sin desmontar en las vegas del Rio, adecuada para el cultivo del lúpulo se vende hoy á 20 Ibs. acre; mientras las tierras desmontadas y selectas se venden hasta 50 libras acre. En 1883, año de nuestra visita, la cosecha fué magnifica, y ha habiUtado á los cultivadores para construir hornos sólidos y para, hacer todos los arreglos que el perfeccionamiento de su industria exije. La cosecha general de lúpulo tiene lugar desde el 1 ^ de Marzo. Pero hay variedades tempranas que se cose- chan desde principios de Febrero y aun desde Enero. Tales son las variedades llamadas Earhj goldíng, Earbj Green Bine y otras. La cosecha d,e este lúpulo temprana es siempre pequeña, estendiendose de 1 á 10 y 12 acres, esta cosecha queda terminada en pocos dias. Este año, la cosecha temprana comenzó el 26 de Enero y para el 16 de Febrero yá estaba terminada. La cosecha general suele comenzar desde el 22 de Febrero adelante. El — 342 --- lúpulo temprano no es tan bueno y abundante como el tardío, pero se cultiva para obtener el alto de los pri- meros precios. El lúpulo temprano apenas produce de 5 á 6 y cuando mas 10 Kilos por acre. Del lúpulo tardio se obtiene el doble de esta cantidad. Hay viñas ó jardines de lúpulo que llegada la cosecha tardia suelen emplear 100 á 400 operarios para recoger- la; pero en esta operación pueden emplearse mugeres y niños . La cosecha se hace con el costo de 6 á 8 es. bus- hel {cuartilla). Para el alojamiento de ios cosecheros se disponen vastos galpones improvisados de cortezas de eucalyptus como las ramas y ranchos de quincha entre nosotros; con compartimientos para familias, para niños, para mugeres y para hombres. Estos cosecheros se componen generalmente de gentes muy decentes, puesto que en gran parte se forman de los parientes, amigos y conocidos del cultivador que acuden á ayudarlo. Las comidas de la mañana y tarde las toman en las chozas; pero las del medio dia en las viñas, á la sombra de las vides del lúpulo: grandes calderos subministran desde las cocinas el agua caliente necesaria para el té. A estos cosecheros se les dá agua, leña y papas; lo demás lo ponen ellos. El trabajo principia á las 7 de la mañana, y se comienza removiendo las varas con las vides ó enredaderas; hay una herramienta adecuada para es- traerla; hecho lo cual se corta la vid á 2 pies del suelo. Las varas con la vid arrancada se colocan sobre unos binus^ receptáculo de madera ó mimbre que puede conter hasta 20 cuartillas de las flores del lúpulo, que es lo que se cosecha. Los cosecheros se colocan en torno del hinn y con los dedos arrancan de la vid las flores del lúpulo — 343 — dejándolas caer dentro áe la hinn. Dos veces • al dia son vaciados estos binns, se mide su contenido y se hace el apunte necesario para el pago de los trabajores de cada binn. De las binns el lúpulo es ensacado en bolsas de 10 cuartillas, en las cuales se conducen á los hornos don- de se estienden para secarlos. Los buenos operarios suelen cosechar de 18 á25 cuar- tillas al dia. Hay mujeres que con el auxilio de sus hijos suelen ganar hasta 1 Ib. est. (5 duros) diarios. Lo detalles del cultivo de esta planta, yá los hemos dado en otra correspondencia anterior. El viage de Melbourne á Bairnsdale es de los mas atractivos que puedan imaginarse ; no habiendo nada mas agradable que atravesar en estio sus lagos de es- meralda, entre riberas hechiceras, con islas encanta- doras, en los vapores que los recorren. Una deliciosa escursion de tres horas desde el Rio Latrobe aguas abajo, al través de los lagos Willung, Victoria y King, nos condujo á las bocas del Rio Mitchell. No es menos bello el camino desde allí á Bairnsdale, pues en adición á- las bellezas del ancho rio Mitchell, con pintorescas barrancas vestidas de variados follajes y flores, por todo se estienden á la vista los campos de maíz y los jardines de lúpulo, formando una sucesión no interrumpida todo lo largo del camino. Hay algo de encantador en los jardines de lúpulo y en los maizales altos de tres y cuatro yardas; cuando la brisa agita sus espigas sedosas y las anchas cintas verdes de sus hojas, espectáculo que dá la medida de la gran fecundidad y riqueza del suelo. La estension de los cultivos del lúpulo y maíz, es vasta, y y cada año se - 344 — estiende mas; asi es, que en pocos años mas, toda la estension del valle del Mitchell quedará despojada de sus bosques seculares de eucaliptus y convertida en un vergel delicioso de cultivos y de abundancia. El acreaje del maíz se triplica cada año, y el área del lúpulo au- menta un 25 por 100 todos los años. El i'inde del lú- pulo .en el año de 1883, que fué el de nuestra visita, llegó á 20 quintales por acre, un tercio mas que el año anterior; la cosecha de maíz ha llegado de 100 á 120 bushels el acre (120 fanegas cuadradas), lo que es un rinde enorme. Toda la vegetación la hemos visto en un estado espléndido, inclusos los bosques de eucaliptus silvestres; sobre todo, si se tiene presente que es en las cuchillas de este mismo Gippsland donde los eu- caliptus llegan á la altura fabulosa de mas de 400 pies. Terminaremos este ya largo capítulo, con la « Expo- sición Agrícola de Mornington », la única que tuvo lugar durante nuestra visita (el 15 de Febrero). Era la 26^ que celebraba la Sociedad de Agricultores de Mornington, ciudad situada á 33 millas al Sud de Melbourne, con una población de 525 almas. Ella tuvo lugar en les jardines de la Sociedad en Crambourne, obteniendo el mejor éxito en todas sus partes. La estación se hallaba algo avan- zada, sin duda para obtener una brillante exposición, en lo que respecta á la condición de los animales exhi- bidos; pero en lo que respecta al número y á la calidad del ganado caballar expuesto, la exhibición no ha de- jado nada que desear. Los caballos presentados fueron mejores y mas numerosos que en el año anterior, según oimos. Mucho que hacer tuvieron los jueces desde por la mañana íemprano hasta las 5 de la tarde, para adjudi- — 345 ~ car los premios en este ramo. Indudablemente, en Vic- toria se encuentran los mejores caballos de Australia, y de Victoria, las mejores crias se concentran en Morning- ton. En los caballos de tiro enteros de edad, obtuvo el premio el duque de Edimburgo, de Mr. Lecky; el segun- do. Lord Nelson, del mismo, y el tercero, «King of the Valiey», de Mr. Cameron. En la clase de yeguas de raza? hubieron 6 entradas, obteniendo el primero y segundo premio las yeguas «Alexa» y «Maud», que fueron muy admiradas por sus proporciones y su brillante pelaje. En la clase de potrancas finas de tres años, hubieron 5 entradas y los animales fueron superiores, mostrando los jueces alguna dificultad en decidir respecto al mérito respectivo de estos bellos animales. El mismo número de entradas hubieron para los po- trillos* finos de dos años, distinguiéndose dos por su be- lleza, pertenecientes á los señores Richardson que ob- tuvieron el primero y segundo premio. En las potrancas de ún año solo hubieron cuatro entradas, para los potrillos de cinco años, dividiéndose los honores de estos últimos entre los señores Chirchton y Paterson. En los caballos enteros de tres años Mr. Lecky obtuvo el premio de 5 libs. est. No se expusieron caballos ente- ros Thoroughbred; pero en yeguas de esta clase hubieron 12 entradas, obteniendo Mr. Chrichton el primero y se- gundo premio. En cabcxllos de montar hubo una esplén- dida entrada de 22 animales, algunos de una calidad superior. En hunfers hubieron 15 entradas. En la clase áe^ palafrenes de dama hubieron 11 entradas, obteniendo los primeros honores un brillante oscuro de Miss Conorr* Hubieron seis entradas para caballos de volanta, ocu- 346 pando el primer lugar nna bella yegua de Mr. Strettie. Hubieron nueve entradas para grandes caballos de tiro de carro, mostrándose superiores en su clase. Hemos entrado en esta fastidiosa enumeración para hacer ver cuanta es la riqueza y variedad del ganado caballar inglés y australiano, y cuan brillantes son sus exposicio- nes en este ramo. Les caballos de paso y trote largo, hoy únicos en voga en Norte América y el mundo, llamaron mucho la aten- ción en esta exposición, ganándose el mas sobresaliente de ellos, Von Moltke, una copa de 15 guineas. Como una docena de damas entraron en la lista para las carreras de saltos de cerco y zanja que terminaron la exposición, ensayo y adjudicación de la parte caballar de la exposición. El primer premio por lo bien sentada en la silla y por la destreza lo obtuvo Miss Mary Mac- Lellan. Las ponies espuestas fueron muchas y selectas y los premios adjudicados bien merecidos. Todo lo que la exposición caballar ha sido satisfacto- ria, la de ganados ha sido mediana, como lo comportaba la estación. Los shorthorn se hallaban muy mal representados y algunos de los animales ni aun estaban en condición de ser expuestos. Los Hereford estaban mejor representados, obteniendo premios los señores Nixon y Minbolk y Mr. Mac-Millan fué premiado por un magnífico buey gordo de esta raza. Entre las vacas gordas hablan algunas en buen estado, distin- guiéndose dos sobresalientes del rodeo de Mr. Cameron. Los carneros exhibidos se presentaron en muy regulares condiciones, distinguiéndose los merinos por la finura de su lana y los de razas inglesas perfeccionadas por la — 347 — magnitud y belleza de su vellón. Los cerdos gordos fueren pocos pero en magnífico estado. Las aves de corral se hallaban muy pobremente representadas, siendo la estación muy avanzada para esta clase de exposición. Los productos de tamberia expuestos se presentaron en grandes lotes, distinguiéndose los que- sos por su buena calidad. La exhibición de productos agrícolas no íué de grandes proporciones; pero los artículos exhibidos eran de primer orden por su calidad y aspecto, habiendo la estación mostrádose muy favorable para los vegetales. Las obras y trabajos de agujas de mano de señoras espuestos, mostraban habilidad y gusto, aun que no se distinguían por su brillo: el carácter inglés es sólido, aun en las mujeres, y dan siempre la preferencia á lo útil, sobre lo simplemente ostentoso. Como las "frutas y dulces espuestos no se hallasen protejidos detras de cristales, ó de una regula de alambre, resultó que los «roughé> y «larrikines» de la concurrencia y aun algu- nos que no hacían profesión de serlo, se los adjudicaron á sí mismos, devorándolos con avidez hasta hacerlos desaparecer como por ensalmo. Este fué un cuadro de sorpresa no prevista en el programa de la exposición, ni por los dueños de esos comestibles, que esperan sin duda embolsar algunos chehnes con su importe. En definitiva y todo considerado, esta exhibición rural íué un «great succes», terminando la ceremonia de la adjudicación con un abundante lunch, en que no hubieron pretenciosos discursos, pero si un buen apetito. . , .á la Australiana. La Horticultura y jardinería no se encuentran mas desatendidos que los otros ramos en Victoria, lo que es — 348 — fácil deducir de la mera inspección de los estableci- mientos públicos y particulares y por algunas excposicio- nes á que hemos conurrido. En la de la «Sociedad Hortícola de Victoria» por ejemplo, hemos visto Cv alecciones verdaderamente esquisitas de uvas, peras^ manzanas, ciruelas, duraznos, nectarinas, tomates etc. Las clases mas estimadas y raras son las peras «Tyson, Souvenir duCongres», Beurré de la Assomption, Monsa- llard y una pera durazno especial, digna de ser aclimatada en Buenos Aires donde la pera se produce con abundancia, esquisita y sin plaga. Entre las manzanas se distinguen las Worcerter y Pearmain de brillantes colores; la Tullen y la Cellini; entre las ciruelas, la moscada tardia, la Oversallyla Cornela Gectarina, eutre los tomates, el General Grant y el Wathway Exelsior. Entre las flores, las mas nuevas é interesantes que vimos fueron la Erica cerinthoidescoronata, la Eu- charina mazónica, la Clerodendron kempferi; la Stepha- notis floribunda y la Boubardia elegans. Entre las plantas de füUage ornamental, hemos distinguido la Jucca alocefolia variegata. Entre los arbustos bellos por su follaje y sus flores, podemos enumerar el Cletra arbórea y el Gucaliptus fiscifolia, el Bignonia epilfoiley y grandi- flora, el Cirilla racemiflora y el Tecoma Mac-Kennirg de África Sud. Hemos presenciado otra esposicion Hortícola en el distrito de Boroondara, que no por ser de campaña fué menos brillante ni concurrida, distinguiéndose por sus escelentes frutas y por algunas bellas flores. mjis fimiiiüíi DE LA GOMÍSION ARGENTINA SOBRE La. . , ^. ia[CClTtl.4;r.lMDEElÍ'flBG.lX)ZAC16n^ÉéóHÍA ROM «íatAIESaA, ESTADOS UNIDOS, Y AUSTRAL fon Ricardo ^Íewton y , Juan, I^lerena Oomiáiorados^^pdr el Exmo. Gobierno' de. Buenos .Aire.- lA Tercera Parte t- Tomo VIH BUENOS' -AIEES íinirMi. V F..n.ii.i.. .i. Tipo, «La I^epjJblica., BelgranalS 1 884 XVIII SUMARIO — VI. Estadística de la población, agricultura, ganaderia, etc. — VIL Datos sobre administración, gobierno, comer- cio, inmigración — VIII. Ciudades principales — IX, Estado moral, político y social. Comenzando por loá habitantes, ya sabemos que la población en Victoria principió en 1839 con 14 habitantes por todo. Pues bien, en 1871, solo 36 años después, el censo nos presenta un total de población de 731,528 almas. ¿De donde habia salido todo este innumerable pueblo situado a tan inmensa distancia de la Europa, que aun es hoy, como en tiempo de la grandeza de la antigua Roma, que era Europea también, la Oficina gentium.? Ese era el resultado de las instituciones libres y de la liberalidad de principios que presiden á ^a colonización Inglesa. La Inglaterra, desde su célebre filosofo Bacon, el primero de su gloriosa serie de grandes pensadores, há llegado á identificarse con los progresos de la ciencia y de la industria moderna; y se ensancha, se engrandece y hace milagros con esos dos auxiliares poderosos, la industria y la ciencia, en el gobierno, como en todo. De ese número de habitantes, 401,050 eran varones. 4 — y 330,478 mujeres. El número de casas habitadas, 6997; casasen construcción 866: por todo 158,481. Entre esta población se contaban 17,857 chinos, de los que solo 31 eran mngeres. La población indígena de Victoria, cuando la fundación de la colonia, llegaba á unas 6000 almas, según un censo oficial de la época. En los diez años, desde Abril 1° de 1839, hasta Diciembre 31 de 1849, Mr. Thomas, el curador de los indígenas, puesto por el gobierno, informó sobre los naturales de los distri- tos de Yarra y de Western Port, qne había habido 158 defunciones y solo 20 nacimientos. Estas tribus que contaban 350 almas en 1836, quedaron reducidas en 1851 á 76. En 1851 su número total había quedado reducido a 2,603; en 1863 este número había descendido áunos 1,908. En la fecha del censo de 1871, alcaazaban al número de 1,330, á saber: 784 varones y 546 mujeres. En Marzo 15 de 1877 su número había quedado rerlucido á 1,067, incluyendo entré ellos los mulatos, á saber; 633 varones y 434 mujeres; niños, 297; los negros pura sangre llegaban 774 y mestizos á 293. Según el censo tomado en Diciembre 31 de 1881, la población europea ó de origen europeo llegaba á 882,232 almas, siendo 464,222 varones y 418,010 muje- res. El número de chinos era de 11,639 hombres y 196 mujeres y los aborígenes 780, de ellos 471 varones y 309 mujeres. Población total 882,232. Añadiendo los indí- genas que no están incluidos, suman 883,012. Los fallecimientos en el año 1880 llegaron á 11,652, de ellos 6,610 varones y 5,042 mujeres. Los nacimientos regis- trados fueron 26,148, de estos, 13,358 varones y 12,790 mujeres. Los matrimonios en ese mismo año llegaron á 5,286. En proporción para cada 1,000 habitantes, los nacimientos fueron 30.75; los matrimojúcs, 6.22 y los fallecimientos, 13.70. Habia un total de 181,551 casas ó habitaciones, de las que 170,019 ocupadas; 10,648 inhabitadas y 884 en construcción. Compara- do con el censo de 1871 hay un aumento en la pobla- ción de 127,954 almas; las casas habitadas pre- sentan un aumento de 11,538; las inhabitadas un aumer.to de 3,651 y las casas en construcción un au- mento de 18. Según el censo de 31 de Diciembre de 1882 que tuvo lugar durante nuestra escursion á las colonias de Vic- toria, llegaba en ese año según las cifras oficiales á 906,232 almas, lo que da un aumento de población en un año de 23,991 almas; esto es unp aumento mayor de 1,826 almas que en 1881; un aumento que aunque menor del año de la Exposición 1880 en 2,166 almas, ha sido mayor de todo otro año hasta 1801; el au- mento por un exeso de llegadas sobre las salidas es de 10,880 almas en 1882, unas 080 almas menos que en 1880; siendo 3,558 almas mayor que el mismo exeso en 1881; siendo también superior al de todo otro año des- de 1870; el aumento por exeso de nacimientos sóbrelas defunciones ha sido en 1882 de 13,111 almas, que con esepcion del de 1875, es el mas pequeño en los úl- timos 14 años. De las 906,223 almas del censo de 1882, 477,507 son varones; y 428,716 mujeres. Como estas dos colonias de Victoria y Nueva Gales del Sud son las mas importantes de Australia por su población y recurso, procederemos á hacer la estadística comparativa de ambas sobre algunos puntos, para sacar aquellas deducciones que la lógica mas evidente pueda sujerir respecto ásus condiciones respectivas y principios de desarrollo. Porque en lo que respecta á sus condicio- nes físicas, Nueva Gales del Sud es casi un pais tropical; y Victoria un pais templado, mas bien fresco, sin ser frió. Entre tanto, mientras la primera está animada del principio del libre cambio, Victoria se aforra al sistema proteccionista mas esclusivo. Comenzando por el progre- so comparativo de la población, de 1880 á 1881, Victoria ba pasado de 860067 almas, á 8882,232 almas. Nueva Gales del Sud ba pasado de 739,385 almas, á 781,265, siendo el aumento para el año Victoria 22,165 Nueva Gales del Sud 41,880 La diferencia ^asi espresada se debe principalmente al mucho mayor influjo de población por mar en Nueva Gales del Sud, que recibe directamente la línea de vapo- res de San Francisco, la de la India y Nueva Zelanda y la de Europa; mientras Victoria solo recibe dos lineas Europeas. La ganancia neta en inmigración sobre emigración es como sigue: Nueva Gales del Sud 22,898 Victoria 7,322 La estadística de la producción dá aun resultados mas interesantes. Aunque Nueva Gales del Sud tiene, á mas del oro, hulla, estaño y cobre, la producción de oro de Victoria mas que contrabalancea todo. El valor de la producción mineral ha sido para las dos colonias como sigue para el auo: Colonia de Victoria, libras esterlinas 3,467,242, equi- valentes á pesos fuertes 17,336,210. — 7 Nueva Gales del Sud 1,318,840, equivalente á pesos fuertes 6,594,200. Se vé pues que Victoria produce cerca de tres veces la riqueza metálica de Nueva Gales del Sud. Si las cifras auríferas las estendemos por un espacio de años la in- mensa ventaja de Victoria resalta mas aun. Hé aqui la estadística de la producción de oro en las colonias inglesas de Australia de 1851 á 1881 : Libras esterlina? Equivalente á pesos fuertes Victoria 198.586,868 992.934,340 Nueva Zelanda 37.367,156 186.835,830 Nueva Gales del Sud.... 33.477,003 166.285,330 Qneensland 12.486,499 62.532,495 Sud Australia 927,105 1.687,025 Tasmania 711,504 3.657,520 Con esta enorme ventaja en la producción del oro, Victoria puede tener un brillante futuro delante de sí, si ese enorme capital que la fortuna le ha acordado, no que- dase disipado por los malos arreglos políticos y finan- cieros prevalentes. En lo que respecta á agricultura, la feracidad del suelo de Victoria, su clima mas templado y la compara- tiva densidad de su población, tienden á colocarla rá- pidamente en primera posición. Pero resulta evidente- mente de las cifras anteriores, que esta no puede sostenerse sino temporariamente por la producción del oro, pues los pasos rápidos que dá Nueva Gales en po- blación y su mayor estension de territorio, tienden á levantarla, debiendo muy luego adquirir una superio- ridad incontrastable. La producción del trigo en 1881, ha sido como sigue: — 8 — Victoria, producción de trigo en bushels (cuar- tillas) 8714371 Australia Sud 3405766 Nueva Gales del Sud 8087032 Sud Australia, aunque considerablemente inferior á Victoria en la masa de los productos, presenta un 100 p.7o nías de tierra en cultivo, circunstancia que habla por sí con relación á la fecundidad. Pasando ahora á la industria pastoril, hay que hacer presente que Victoria ha aumentado sus hatos de ganado fino ampliamente en estos últimos años, dis- minuyendo sus rebaños de ovejas, mientras en Nueva Gales del Sud un procedimiento contrario ha tenido lugar, observándose en ella un enorme aumento de sus rebaños y un gran decrecimiento en su ganado mayor. Entre tanto, la oveja es, indudablemente, una riqueza mas sólida, positiva y proficua para el suelo, pues ade- más de la carne dá la lana, lo que no sucede con el rebaño mayor, que dá pieles, como también las dá la oveja, mas no una renta anual segura antes de ser carneado, como la oveja con su lana. El progreso, pues, en el ganado ovejuno, es un progreso ventajoso y real. Hé aquí las cifras* ^' I G T o R I 1SÍ3 1881 Caballos Vacas 18034? 883763 11322080 275516 1286267 Ovejas 10360285 NUEVA GALES DEL SLT) 1S93 1881 Caballos 328014 2710374 19928590 344016 Vacas 2ÍS2226 Ovejas 36591986 La comparación que es difícil establecer, es la de las industrias manufactureras en las dos Colonias, por causa de ia no coincidencia en los capítulos de los programas de ambas estadísticas. Como quiera, los brazos emplea- dos en las manufacturas en ambas Colonias, son los si- guient-^s : Victoria •••• 43,209 Nueva Gales del Sud \. 20,849 Para el comercio solo puede establecerse parangón entre las exportaciones que dá las siguientes cifras: Por cabeza Nufeva Gales del Sud, valor de su ex- portación £ 12697788 £ 17 11 chel. 7 d* Victoria, valor de su exportación » 11220467 » 13 3 » 11 » Parece extraordinario que Victoria con mayor po- blación, mayores manufacturas, mayor producción de oro y de trigo se haya de este modo quedado atrás. ¿Debe esto atribuirse á su sistema proteccionista de comercio, ó á su industria minera sujeta á alternativas que no depen- den del trabajo, ni del monto del capital empleado ? Si Victoria exportase tanto por cabeza como su vecina, ella debería entonces tener una producción m.ayor por valor de Ibs. est. 3.800,000. Los proteccionistas pretenden que esta diferencia proviene de una mayor producción de — 10 — las manufacturas locales para el consumo interior. Para saber de cierto, supongamos que el salario relativo de los operarios en ambas colonias es el mismo; el valor de los productos manufacturados seria para el año en cuestión : Victoria £ 6200000 Nueva Gales del Sud. . . c 4300000 Aquí la diferencia no es £ 2.000,000; sino de £ 1.900,000. Queda pues por colmar un vacio de £ 2.000,000; y esta suma debe considerarse como una pérdida anual por la política de mutilar la producción local recargando de impuestos aun las herramientas de trabajo, é impulsando el trabajo en canales improduc- tivos. Pero cual de los sistemas, el proteccionismo ó el libre cambio hace mas próspero un país ? Es evidente que el país que mas ahorros acumula es el mas próspero. Estos ahorros se miden por depósitos en los Bancos. En 1881 estos fueron para — Victoria £ 2569000 Nueva Gales del Sud... « 2698000 Descartando las diferencias de población, en clases trabajadoras, en condiciones iguales, tienen mas econo- misado por valor de £ 750,000 en el país libre cambista que en el proteccionista. La razón es obvia: en el pays proteccionista todo se compra mas caro y los salarios son mas bajos. De este modo Nueva Gales del Sud, país con menor población y facilidad que Victoria, se presenta en las cifras de la estadística, en una situación mas ven- tajosa y próspera que ésta, solo por hallarse administrado — 11 — bajo mejores principios económicos en lo que respecta á inmigración y libertad fiscal. Los datos estadísticos de Victoria con relación á los productos agrícolas para el año 1881, son: Número de pertenencias ó hijuelas, 49,505; estension de tierra en ocupación, como propiedad, 9,656,879 acres; tierra arrendada, 1.935,507 acres; total ocupado, 11,592,386 acres. Tierra bajo cultivo 1.993,916 acres. Cultivado en trigo 976,416 acres; producto 9.716,049 cuartillas; producto medio por acre; 9,05 cuartillas (husheí) acre Avena 136,910 acres, produciendo 2,358,459 cuartillas; producto medio por acre 17.61 cuartillas, cebada 68,480 acres; producto 10,63,751 cuartillas; maiz, 17,69 acres, producto 19,269 cuartillas^ centeno 1.569 acres; producto 13.978 cuartillas. Guisantes y liabas, 24,388 acres; producto 124,706 toneladas y producto medio por acre 2.79 toneladas. NaboSy 460 acres; producto 1^932 toneladas. Mangelwurzelj 4,281; producto 12,905 toneladas. Remolachas, zanahorias, colinabos, 348 acres; producto 2,403 toneladas. Cebollas 1,056 acres; producto 4,979 toneladas. Heno, 249,424 acres; producto 300,184 toneladas, producto medio por acre 1.20 toneladas. Forro ge verde 9,617 acres. Pastos artificiales permanentes, 253,825 acres. Achicorias, 230 acres; producto 960 toneladas. Semilla de pasto y clover 2,812 acres; producto 26,290 cuartillas. Lúpulo, 428 acres; producto 2,744 galones. Tabaco, 1,990 acres; producto 17,333 galones. Viñas, 4,980 acres; producto 24827 galones, convertido en aguardiente 79,055 galones; Vino producido 484,028 galones. Aguardiente manufac- turado unos 3.038 galones. Otras cosechas, 984 acres. — 12 — Jardines^ 12,487 acres* Hortalizas, 9.781 acres. Tierra en barbecho, 19-4,004 acres. Comparado con el año anterior h^y un aumento en el rinde del trigo de 320,128 cuarti- llas. Los otros aumentos son: Heno, 7,77 toneladas. Lúpuloy 204 galones. Tabaco, 16,036 galones. Uvas, 8,547 galones. En otras cosechas ha habido disminución, como ser en la avena, cebada, maiz, centeno, guisantes y habas, papas, nabos y mangelwartzel, remolachas y zanahorias, cebollas, achicorias y uvas, Respecto á estemion territorial ei área estimada de la Colonia es 56,446,720 acres. De estos, 11.000,000 de acres se componen de desiertos poblados de ma- torrales del arbusto mallee, lagos lagunas, etc.; que dando un área accesible total de 45.446,720 acres. De esta área 12.000,000 ocupan las montanas y bos- ques, habiéndose reservado ó enagenado de las restantes 26.387,442 acres; quedando 7.056.278 acres hábiles para selección, cuya área ha sido aumentada ulteriormente con tierras abandonadas ó confiscadas por la corona en la cantidad de 2.753,614 acres, haciendo un total de 9.812,892 acres como el área disponible para selección en el año 1882. Durante el año de 1880 la selección extendió á 725,001 acres, lo que dá, término medio 180 acres para cada selección; la selección bajo otros términos de la ley, se estendió además á 16,262 acres, siendo la media por selección 15 acres. En 1880 las estancias ó Buns llegaban á 701 compren- diendo 17.183,843 acres, cuya renta anual pagada al Gobierno se eleva á 104,848 lib. est.; 469 de estas — 13 — estancias se hallan adjuntas 1.690,317 acres de tierra comprada por si^s ocupantes. La estension media de cada estancia ó run es de 34,513 acres; de lo que resulta la suma indicada abonada al Gobierno como renta á ra- zón de 3 cts. por acre. Durante 1880 el área ocupada con licencias pastoriles quedó reducida por ventas, selecciones, reservas y proclamaciones de comunas á 331,185 acres. La venta pastoril pagada durante el año se elevó á 88,065 lib. est. Ahora pasaremos á los cultos existentes en la Colonia y á los edificios que les están consagrados. Existen en la Colonia 2,890 entre iglesias, templos, ca pillas, oratorios y otros edificios de destinación religiosa. Todos los cultos en la actualidad se hallan reducidos á sostenerse por sí mismos; pues unas 50,000 lib. est. conque eran anualmente favorecidos, por los términos de la ley, cesaron de acordarse desde 1876' El próximo número de servicios efectuados durante el año de 1879 fué de 226,804. Hay acomodo en los templos para 412,330 asistentes; con una asistencia me- dia de 273,103. Para el año de 1880 corresponden las siguientes cifras. Iglesia Angliccma 500 entre templos y lugares de reunión; 70,863 asientos; asistencia media 44,377, Iglesia libre de Inglaterra-^ 5 lugares de culto; 670 asientos, asistencia media 290; Presbiterianos 667 lugares cultos; 73,000 asientos; asistencia macdia 64,780. Sinodo Presbiteriano de Victoria, 1 lugar de culto; 350 asientos; asistencia media 80. Presbiterianos libres 20 lugares de culto; 2500 asientos; asistencia media 1,355. Metodistas Wesletjos 653 lugares de culto; 92,281 asien- — 14 — tos; asistencia media 61,901. Metodistas Primitvos, 152 lugares de culto; 13,000 asientos; asistencia media 7001. Metodistas Unidos, Iglesia lihre^ 68 lugares de culto; 7279 asientos; asistencia media 3906. Metodistas co- nexión Nueva, 2 lugares de culto; 700 asientos; asistencia media; 400 Cristianos Bíblicos; 103 lugares de culto; 10,603 asientos; asistencia media 4272. CongregaelonalistaSy 97 lugares de culto; 16,721 asientos; asistencia media 8660 Bautistas (incluyendo los Bautistas partictdares) 76 lugares de culto; 13.800 asientos; asistencia media 2910 Unitarios, 1 lugar de culto; 200 asientos; asistencia media 60. Conexión Calvinista de Gales, 5 lugares de culto; 900 asientos; asistencia media 370 Iglesia de Cristo, 31 lu- gares de culto; 4065 asientos; asistencia media; Sociedad de Amigos, 2 lugares de culto; 180 asientos; asistencia media 70; Moravos, 2 lugares de culto; 315 asientos; asis- tencia media 125. Iglesia de Marinos, 1 lugar de culto; 250 asientos; asistencia media 150. Swedenburgueses 2 lugares de culto; 150 asientos; asistencia media 62. Igle- sias de la Union, 7 lugares de culto; 1115 asientos; asis- tencia media 800. Católicos Romanos, 450 lugares de culto; 94,760 asientos; asistencia media 60,260; Católicos Apostólicos, 4 lugares de culto; 830 asientos, asistencia media 180. Israelitas Cristianos, 1 lugar de culto; 200 asientos; asistencia media 68; Espiritualistas, 11 lugares de reunión; 1500 asientos; asistencia media 900. /w- á¿05, 6 sinagogas; 1919 asientos; asistencia media 501. El clero enrejistrado llegaba en 1879 á 703 cómo sigue: Iglesia Anglicana 156: Católicos Romanos 94; Presbite- rianos 156; Wesleyos 139; Congregacionalistas 48; Bau- tistas 40; Cristianos Biblicos 16; Luteranos Evangelistas — 15 — 12; Calvinistas Gales 2; Iglesia de Cristo 14; Otras sec- tas cristianas 18; Indios 8. Respecto al número de sectarios de cada una de estas diversas denominaciones, solo podemos darla en sus denominaciones mas generales con sujeción al último censo de 1881. Iglesia Anglicana 319,922; Presbiterianos 140,316. Wcsleyos 116,966. Otros protestantes, 65,151; total de protestantes 642,255. Católicos Romanos Irlandeses ó descendientes de estos 211,820 /?ííZ/os 429; Paganos 21,124:', Otras sectas ^,202. En el ramo de «Instrucción Pública», comenzaremos por las «Escuelas denominacionales». En 1880 existían 1,598 de estas en la Colonia, con una asistencia media de 119,770 alumnos y 13,320 maestros. Se particularizan del modo siguiente: «Iglesia Anglicana»^ 303 escuelas; 866 maestros varones; 1,619 maestras mujeres; 9,853 alumnos varones, y 12,000 alumnas mujeres. «Iglesia libre», 95 maestros varones y 115 maestras mujeres. «Presbiterianos», 321 escuelas; 1,618 maestros y 26,800 alumnos. «Sínodo Presbiteriano de Victoria»: 1 escuela, 3 maestros varones y 6 mujeres, con 26 alumnos varones y 50 alumnas mujeres. «Presbiterianos libres» 6 escuelas 15 maestros varones y 16 maestras mujeres, y 252 alum- nos. «Wesleyos»: 380 escuelas, 3,868 maestros y 25,802 alumnos. «Metodistas Primitivos», 76 escuelas, 686 maes- tros y 5,033 alumnos. «Iglesia Libre de Metodistas Unidos»: 38 escuelas, 141 maestros varones, 142 ma- estras mujeres, 1,066 niños y 1,151 niñas. «Metodistas de la Nueva Conexión»: escuela, 19 maestros y 1170 alumnos. «Cristianos Bíblicos»: 50 escuelas, 300 maestros varones, 258 maestras mujeres, 1,483 niños y 2,594 niñas. «Independientes»: 61 escuelas, 387 maestros varo- — 16 — nes y 413 maestras mujeres, 2,767 niños y 3.206 niñas. «Bautistas»: 50 escuelas, 527 maestros y 5,570 discípulos «Luteranos Evangélicos^): 15 escuelas, 30 maestros varones y 20 mujeres, r)34 niños y 378 niñas. «Unitarios» 1 escuela, 6 maestros, 24 niños. «Conexión Calvinista Galesa»: 5 escuelas, 87 maestros, 589 alumnos. «Discí- pulos de Cristo»: 17 escuelas, 70 maestros varones y 60 mujeres, y 915 niños. «Moravios»: 13 escuelas, 5 maes- tros, 60 niños. «Swedenburgueses»: 1 escuela, 8 maestros, 33 niños. «Israelitas Cristianos»: 1 escuela, 5 maestros, 35 niños. «Iglesia Católica Romana»: 254 escuelas; 400 maestros varones; 639 maestras mujeres; 8,447 niños, y 10,884 niñas. «Judíos»: 5 escuelas, 12 maestros y 150 alumnos. «Iglesia de la Union»: 4 escuelas, 39 maestros y 370 alumnos. « Espiritualistas»: 1 escuela, 21 maestros y 149 alumos. El sistema de instrucción pública primaria en Victoria, es libre, secular y compulsorio; habiendo la ley que lo establece entrado á regir desde el 1" de Enero de 1873. El Departamento se halla bajo un Ministerio de Edu- cación Pública, que es solo responsable al Parlamenta y al país, y el cual tiene á su cargo la administración de todos los bienes y rentas afectos á las escuelas, teniendo virtualmente la incumbencia de pagar ó despe- dir á los dependientes del ramo. La asistencia á las es- cuelas es compulsoria entre las edades de 6 y 14 años; la asistencia tiene un mínimo de 60 dias cada 6 meses, reconociéndose solo como escusas válidas para la no asistencia, las siguientes: el recibir educación suficiente en otra parte; enfermedad; temor de contagio ú otra causa de fuerza mayor; el hecho de no existir escuela del — 17 — Estado dentro del radio de 2 millas; en caso de haber ya el niño recibido educación hasta el nivel fijado. Estas disposisiones de Ja ley se hallan reforzadas por Truant oficers^ esto es, vigilantes encargados de hacer- las cumplir, demandando á los padres omisos y obli- gándolos á educar á sus hijos. La instrucción impartida prescinde por completo del credo contencioso de las diversas sectas es secular en el sentido de no ser afiHada á una secta dada, prohibiéndose la enseñanza theológica dogmática; y permitiendo la de otros ramos, mediante el pago de pequeños gajes que los reglamentos fijan. Según los datos estadísticos del censo de 1871, el es- tado educacional del pueblo era entonces; 474,787 perso- na que sabian leer y escribir; 6568 con una educación no especificada. En 1878 se estimó que el número de ni- ños en edad de escuela existentes en la colonia, esto es, entre 6 y 14 años, era de 295,406. El número total de escuelas y establecimientos educacionales de todas clases existentes en 1881 era de 2301 escuelas; dirigi- das por 2404 maestros varones y 3,313 maestras mu- geres; existiendo 136,826 niños y 127,712 niñas en asistencia á dichas escuelas. En el año 1880, en los 317 distritos escolares de la colonia, se hallaron en actividad 1533 escuelas diurnas del Estado y 180 escuelas nocturnas del mismo, for- mando un total de 1713 escuelas. El número de niños matriculados durante el año fué de 227,778 á saber 119,237 niños varones y 108,538 niñas. La asistencia media fué de 62,466 niños y 56.793 niñas; formando un total de 119,259 niños de ambos sexos. Una disminu- ción en los roles respecto al año anterior de 3394 niños — 18 — pero un aumento en la asistencia media de 2,651. El percentage de la asistencia media en el número enrolado fué de 2,5535. El número de nuevos edifi- cios de escuela abiertos durante el año fué de 114, presentando acomodo para 5^39, niños; y ademas, 12 edificios de escuela fueron ensanchados, aumentando el acomodo para 670. El costo de la educación de cada niño en asistencia media es en Victoria de 3 libras esterlinas 16 chs, 10 3[4 ds. (mas de 19 duros) en las es- cuelas divinas; y I libra esterlina 13 chs. 9 I[2 ds. en las escuelas nocturnas; y libra esterlina 3 con 18 chs. 2 Ii2 ds. para las dos combinadas. Estas cifras son algo mas elevadas que las del año anterior, á saber, de Ich. en las escuelas divinas y de 1 1(2 chels. en las nocturnas. Los elementos docentes consistieron en un total de 4185 institutores como sigue; Maestros principales, 1273 va- rones; 307 mugeres; ayudantes 222 varones y 666 mugares. Maestras de trabajos mugeriles 595. Maestros pupilos 341 varones, 781 mugeres. El número de edi- ficios de escuela pertenecientes al Departamento en 1880 era de 1482 con acomodo para 142,612 alumnos y 987 residencias de Maestros. Durante I88I se entablaron demandas en 5851 casos por los Ti^uant oficers, contra los padres ó apoderados que descuidaban en enviar sus niños á la escuela, resultando 4867 convicciones. In- ñijiéronse multas que en general eran mas severas que antes, en dos casos los demandados fueron presos por no pagar las multas impuestas. En el año de 1881 las escuelas privadas de todas cla- ses en la colonia llegaron á 568, con 34^824 alumnos, enseñados por 1587 maestros. — 19 — En estas cifras no se incluyen los colegios ni las Escuelas Gramaticales, en número de 6 con 55 maestros y 993 alumnos. En adición á ésto existe un colegio presbiteriano en Geelong; una escuela superior en Sandhurst, un colegio en Ballarrt, otro colegio en Hamil- ton y dos Colegios de señoritas, el uno en Melbourne y el otro en Hamilton. En conexión con las Escuelas gramaticales hay tres becas de £ 21, pagaderas du- rante 3 años, acordadas anualmente álos niños de me- nos de 14 años que se educan en las Escuelas;tambien dos de igual valor que se acuerdan anualmente por dos años á los estudiantes distinguidos que se preparan para asistir á los cursos de la Universidad. En conexión con el colegio escosés existe un premio de 21 £ anuales, pa- gadero dos años consecutivos, que se ab;:e todos los años á la competencia de niños inferiores á 14 años de edad; el candidato preferido está obligado á asistir á las clases del colegio. En conexión con el Wesleyo existe una beca lla- mada la Draper; es del valor de 25 £ pagable por un solo año. Se han fundado también dos becas mas llamadas las Walsee Poivell scJiohrships son del valor de40 £ cada una. La Universidad de Melbourne fué incorporada por una ley del Parlamento de Victoria en 1853; fué comenzada en Julio 3 de 1854 y se abrió en Octubre 3 de 1855; ocu- pando un alto rango entre las instituciones de su espe- cie. Sus grados y diplomas, en virtud de Letras Patentes Regías, espedidas en 1859, hace acreedor al que las posee el mismo rango, precedencia y consideracionn que obtienen los despachos análogos espedidos por las Universidades del Reino Unido. Los asuntos enseñados comprenden las ciencias Naturales, las Matemáticas, ^ 20 — Leyes, Anatomía, Clásicos, Historia y Economía Política, Lógica y filosofía natural, Química, Ingenería, Medicina, toáoslos ramos déla Minería Metalúrgica, leyes deMinas. Cada departamento se halla bajo la dirección de profesores y maestros competentes. Se halla bajo el gobierno y control de un Canciller y de un Vice- canciller (equivalente á nuestro Rector y su Yice), esco gidos por un Concejo de 20 miembros y auxiliados por él, de los cuales 16 por lo menos deben ser laicos, y de un Senado presidido por un Warden ó Bedel. Tiene la dotación de unas 9,000 libras de renta al año^ saca- das de las rentas generales. Durante el año de 1880> asistieron á las aulas 273 estudiantes, de los que 270 eran matriculados y 3 sin matricular. En el año se ma- tricularon 212, le- que hace un total de 1,325 que han pasado sus exámenes desde el establecimiento de la Uni- versidad. Los graduados fueron 65, de los cuales 16 tomaron el grado de B. A. (Bachiller de Artes); 9 de M. A (Maestro de Artes); 8 de M. B. (Bachiller de Medicina); 2 de M. D. (Doctor en Medicina); 21 de M. B.(Bachiller de Medicina); 1 de Mus. Doc; 7 de Ll. B. (Bachiller de Leyes). Los gastos del año subieron á 17,004 libras esterlinas; la renta fué de 16,635 hbras; 9,000 de ellas de la asignación del Gobierno y 7,571 derivadas de los gajes de colegio, con mas libras 64 de otras fuentes. Desde Marzo 22 de 1880, la Universidad ha quedado abierta para estudiantas mujeres, que son hoy ad] níti- das á todos los privilegios de la Corporación, escepto el estudio de la Medicina. Y sin embargo, para nada es mas adecuada la mujer que para el estudio y; práctica de la Medicina. — 21 =^ Dentro de los límites de la Universidad, la Iglesia Anglicana tiene un colegio afiliado, el de la Trinidad el cual vá á ser ensanchado, habiendo últimamente ob- tenido una donación de 5,000 lib. est.con este objeto. La iglesia Presbiteriana, tiene un Colegio análogo, llamaclo el Ormond del nombre del principal con- tribuidor de los fondos; instituciones análogas van á ser erigidas por las otras sectas. La piedra memorial del Salón de la Universidad, llamado el Salón de Wilson, ha sido completada hace poco. La erección de este belto edificio ha costado mas de 40,009 lib. est., donadas en su mayor parte por su bienhechor Sir Samuel Wilson. El objeto de estas instituciones es ofrecer residencia, superiuteudencia doméstica y auxilio tutorial á los estu- diantes fuera de que asisten á la Universidad, y también para servir de Seminarios Theológicos á los matriculados de la Universidad que abrazan la carrera clerical protestante. Esta colonia cuenta un total de 73 Instituciones de Beneficencia, para alivio de los enfermos, indijentes, necesitados, huérfanos, refajiados y desgraciados Estas instituciones tienen 1,376 dormitorios ó aposentos y 9,402 camas. Durante el año de 1880 fueron mantenidos con lib. est. 220.506 suministradas por el Estado y 18,785 suministradas por la caridad privada y otras fuentes, haciendo un total de 298,321 lib. est. (1 1/2 millones de duros). Los gastos solo llegaron á 296,068 lib. est. El costo medio de cada socorrido fué de 53 lib. est. (260 duros) al año; variando de lib. est. 12 1/2 por persona en el Asilo de Inmigrantes, hasta el Hospital ~ 22 — paramales de ojos y oidos que cuenta 102 lib. est. por persoíia.Hay 5 Asilos de Beneíiceacia con 118 aposentos y. 1,159 camas. Existen también 4Asilos de Huérfanos, con 53 aposentos y 989 camas. El húmero total de Hospitales Generales en la Colonia es de 34, con 232 aposentos y 2,204 camas. Hay 5 asilos de lunáticos con 757 aposentos y 3,009 camas, y un asilo privado en Cremorne, cerca de Melbourne, con 32 aposentos ya cómodo para 30 pacientes. La Institución de Sordo- mudos tiene 4 salones y 75 camas. El Asilo ¡y Escuelas para ciegos tiene 5 salones y 97 camas y el Hospital para males de ojos y oidos tiene 4 salones y 22 camas. El Hospital para niños enfermos tiene 7 aposentos y 53 camas. El Hospital de postrados tiene 20 aposentos y 62 camas. Para el sosten de los hospitales según los últimos datos, los auxilios del gobierno han llegado á Its. 63,695. De contribuciones privadas y otras fuentes se recibieron ademas Its. 36,513, haciendo un total de Its. 100,208. El gasto, incluyendo edificios y reparaciones llegó á Its. 98,731. Para sosten de los Asilos de Benefi- cencia las entradas fueron auxilios del Gobierno Its. 22.155; donaciones privadas y otras fuentes Its. 11,331 dando un total de Its. 33,486; gasto Its. 33,119. Para el sosten del Asilo de Huérfanos las entradas íueron, donación del Gobierno Its. 12,138; donaciones privadas y otras fuentes Its. 7,156, total Its. 19,394; gastos 19,864. Las entradas para el Asilo de Lunáticos fueron, del Gobierno, Its. 85,141; otras fuentes Its. 4,077, total Its. 89,218; gastos 89,218 Its. Durante el mismo año hubieron en tratamiento en los Hospitales 14,976 personas. — 23 — Los admitidos de Asilo de Beneficencia, fueron 1,524, y en el Asilo de Huérfanos 2,252. En 1880 hubieron 3,590 lunáticos en los Asilos públicos; 52 con sus amigos y parientes á prueba, y 14 en la Casa Licenciada de Cremorne, formando un total, con los lunáticos en custodia en los Hospitales, de 3,656 individuos insanos enrejistrados en dicho año. Hay 5 asilos ó refugios para mujeres estraviadas, establecidos en Ballarat, Geelong, Meíbourne, Abbo- tiford y CoUingwood. Estas tienen por todo 81 aposentos y 284 camas, con una entrada de libras 8,617, y un gasto de 8,459. En 1880 hubieron 246 asiladas, ha- biendo sido restituidas ó colocadas en servicio 219. En las tres farmacias de Beneficencia, una de ellas ho- meopática, unos 3,955 pacientes estuvieron en trata- miento. Las entradas para esto fueron 652 y los gastos 689 libras. Las otras diversas Sociedades de Beneficencia de la Colonia, llegaron á 38. El número de personas que recibieron auxilios, fué de 11,937, habiendo llegado el gasto del año á libras 15,122 y las entradas á 14,947. La casa de Marineros de Meíbourne presenta 3 salones con 102 aposentos separados^ é igual número de camas. Tiene un gasto de 3,249 Ubras, costeado de fuentes privadas. Hay además en Meíbourne un Instituto y Casa de Niñeras, con un gasto de 704 libras, costeado de fuentes privadas. Contiene 31 camas, y durante el año, 28 niñeras y 97 costureras ó criadas, han pasado por la nstitucion. El Retiro de Ebrios, en Meíbourne, ha te- nido en el año 35 alojados, quedando 4 á fines de 1880. Las entradas de este establecimiento vienen de los — 24 -^ pacientes. Los resultados son: entradas voluntarias, 28; compulsorias, 7; ebrios consuetudinarios, 14; despedi- dos, 38, y 1 defunción. Hay, además, en Melbourne, una Casa de Corrección Industrial y 8 mas en el resto de la Colonia, conteniendo un total de 45 salones y 792 camas. El número de alojados en 1881 fué de 584, de ellos 247 niños varones y 337 niñas mujeres. Los gastos del año subieron á libras 16,649. Ahora plisaremos á la gran industria de Victoria, la minería. A. esta altura, no necesitamos recordar la jus- ta celebridad que esta Colonia tiene adquirida por la ri- queza, estensíon y variedad de sus recursos minerales. Minas de cobre se encuentran en Saint Arnaud, en Specimen Gully y sobre el Rio Thompson. En Gippsland se halla el cobre nativo con otros minerales de este metal, en la forma de carbonatos y piritas; también se presenta en pequeñas cantidades en Steiglitz, Cas- tlemaine, Bendigo y en otros parajes. Durante 1880, unas 3,032 toneladas de minerales de cobre fueron estraidos, fundiéndose 3,938 toneladas, de las cuales se obtuvieron 295 toneladas de regulo; exportándose 262 toneladas de cobre y 18 toneladas de regulo. En St. Arnaud y en Behanga se encuentran minas de plata. Durante 1880, no se estrajo ningún mineral, pero en la Casa de Moneda y en otras partes, se fundieron 23,249 onzas de oro, exportándose 2,249 onzas. El estaño se presenta en numerosos parajes en el distrito de Beechworth, en los lechos de los tributarios del Yarra, del Thompson y del Latrobe; también en Faradale, Fran- klin (Gippsland) y Stratbogie. Durante 1880 se estra- jeron 104 toneladas de estaño, fundiéndose 25toneladas, — 25 — produciendo de 60 á 63 por ciento de estaño, expor- tándose 37 toneladas. Encuéntrase el antimonio en la forma de sulfuro y de óxido de Heathcote Whioo, Anderson Cocek Muther- ghen, Maryborough, Costerfield, Pingwood, Merton cerca de Mansfield y Nunawading, cerca de Melbourne. Durante 1880 fueron estraidas 334 toneladas de mineral de antimonio; fundiéndose 273 toneladas, de las que se obtuvieron 173 toneladas de régulo, exportándose 86 toneladas de mineral y 324 toneladas de regulo. Zinc se ha encontrado en Daylesfard y también en Gipbsland; plomó en Thalbot, Avoca y en Gyppsland; cobalto en Yea; Bismuto en Ornea, y en Tarrangower; Manganeso en Pleasant Creekl, Daylesíord y Gyppsland; carbón mineral en Cabo Paterson, Western Port, Gypps- land y Coleraine. Solo 2 1|2 toneladas fueron extraídas durante 1880. La compañía de carbón colorado de Lal Lal; en Victoria estrajo 266 toneladas, 18 qles. lignita. Kaolin se ha descubierto en Bulla Bulla, cerca de Mel- bourne y en Beechworth; Betún mineral se ha encontrado cerca de Portland; hierro se encuentra en Lal Lal, durante 1880 se estrajeron 97 toneladas de fierro, que produjo 46 toneladas de metal. Gyppso se encuentra en Kerang y Bridg Water. La calcárea se benificía en Waratha Bay y algunos buques cargados se hau enviado ya al mercado de Melbourne. El Molybdeno se produce en Bulhoback y Gyppsland. Osmiridio metal que pertenece al grupo del Platino se ha obtenido en pequeñas can- tidades cerda de Skoctward Creek. Diamantes y záfiros se han hallado en la parte nordeste de la colonia, en la que se conoee con el nombre de distrito de Ovens y — 26 — en el Dorado, el Woolshed y Pilot Creek, cerca de Beecheworth. Durante 1880, unos 177 mineros se han ocupado^ en estraer otros metales y minerales diversos del oro; habiéndose estendido seis pedimentos para la extrac- ción de dichos metales; concediéndose una estensíon de mar de 84 acres con este objeto. Se espidieron ademas 11 licencias para el cateo de metal y minerales diferentes del oro; ocupando estas esploraeiones una ostensión de terreno de 4,563 acres. Los pedimentos ó arriendos según la ley de minas Inglesa, fueron por plata, antimonio hulla, cobre, gypso, pizarra, lignita y pizarra y flagína, lajas minerales de hierro y de estaño; las concesiones fueron para carbón, cobalto^ cobre y pizarra. El número de concesiones'' en fuerza á fines del año era de 42; la total ostensión de terreno pedido fué de 5,077 acres. Se cuentan 9 establecimientos de tundición los cuales ocupan 1 67 hombres, con 33 hornos y 5 máquinas de vapor del poder de 127 caballos, empleados en fundir antimonio, estaño, plomo, cobre y hierro. Hasta Diciembre 31 de 1880 las cantidades y valores de los principales metales y minerales estraidos desde el descubrimiento de los terrenos auríferos, han sido: Oro, 49,500,004 onzas; con un valor de 196.000,015 Ibs. (990.000,075 duros); Mineral de plata 20,060 tonela- das con un producto de 174,816 onzas, con un valor en Ibs. de 46,629. El Estaño estraido fundido y exportado se elevó en total á 347,704 Ibs; el Cobre exportado en bruto ó fundido se elevó á Ibs. 90,821. Se estrajo y se exportó mineral de Antimonio por valor de 139,060 Ibs. De Plomo se extrajeron 600 toneladas -- 27 — produciendo metal por valor de Ibs. 4,892. De hierro se estrajeron 937 toneladas con nn valor de Ibs. 3,936. De hulla se estrajaron 8.973 li2 toneladas con un valor de Ibs. 2,772. Kaolín 1,832 toneladas con un valor de Ibs. 7,444. Pizarras por valor de Ibs. 940. Flaggings 80,166 yardas cuadradas y 19,837 toneladas avaluadas en 51,018 Ibs. MagtiesUa 6 li4 toneladas con el valor de Ibs. 12. Gypso, 28 toneladas con un valorde 7 Ibs. Óxidos, tierras minerales, arcillas, Ibs. 3S02. Diamantes 102 quilates, con un valor de Ibs. 108. Záfiros, ^ov valor de 630 Ibs. Valor total de la producción mineral en Victoria, Ibs. 198,731,297 (unos 994 millones de duros). La celebridad de Victoria es sobre todo debida á su oro á quien debe sus rápidos y estraordinarios progresos; se ha asegurado que un tercio del área total de la colo- nia, puede considerarse ocupado por rocas auríferas. El oro se presenta en el cuarzo, y en el suelo de aluvión ó transporte; el primero que se esplotó fué este ultimo, siendo la minería superficial tarea mas popular. Los lavaderos sin embargo, se agotaron luego y algunas de las labores se llevaron en algunos puntos hasta una considerable profundidad. En adición á las vetas de cuarzo y á los depósitos aluvionales derivados de estos y de las rocas inmediatas, el oro se encuentra también en la misma roca arcillosa, y contrario á toda especta- cion, zonas planas de cuarzo aurífero se han descubierto en los dikes de diorita que interceptan las rocas del siluriano superíor y del devoniano interior. De estas bandas ha podido obtenerse un cuarzo de una estraor- dinaria riqueza. Encuentran se también numerosas ve- tas de cuazro en todas las partes de la colonia donde — 28 — las rocas schistosas se presentan en la superficie; y también se las encuentra además cortando las rocas sedimentarias mas viejas situadas bajo las formaciones terciarias. Las estratificaciones en que se presentan ofrecen generalmente un bajo grado de metamorfismo y en muchos parages se exhiben sin alteración. Las vetas varian en espesor desde 18 pulgadas, hasta 100 pies; y algunas casi tan delgadas como el papel in- terceptan rocas que contienen fósiles palaozoicos, y de tal modo, que casi cortan los fósiles;mas la delicada es- tructura del colado no se altera por esto, ni tampoco el cuarzo llena ios otros espacios intermedios. Se llega á los otros depósitos auríferos mas viejos por el hundimiento de las capas (shafts) profundas. A consecuencia de que la corrida de la veta no se halla aparente en la superficie, acontece á menudo que el mans teo ó guia (shaft) penetra el lecho de la roca hasta una considerable distancia de la canal (gutter). En tal caso la guia ó manto se hunde al través de la schista hasta una profundidad suficiente, practicándose trabajos (drifts) de esplotacion hasta la profundidad de J200 á 1500 pies, antes de alcanzar de nuevo la arena aurífera. La can- tidad de despojos auríferos acumulados sobre las rocas palaozoicas en «Ballarat», es muy considerable. Se las encuentra, no solo en las principales vetas (leads) sino también en los numerosos tributarios de esta y en muchas aisladas. Las tierras de lavadero varian en espesor desde 1 ál2 pies; y el producto medio del oro ha sido[desde 10 ads. hasta 2 1/2 onzas por yarda cúbica. Las vetas de cuarzo aurífero son hoy el objeto de es- tensos trabajos en que se emplea una poderosa ma- ~ 29 — quinaria y un gran monto de capital; y debido á las mejoras introducidas enla estraccion del oro del cuarzo el producto de unos pocos adarmes por tonelada se en- cuentra remunerativo. El producto medio por tonelada del cuarzo molido en cada uno de los 7 distritos mineros en que la colonia se divide fué el siguiente durante todo el año del880. Bailar at 8 ads. Beechworth 13 ads. Sandhurt 11 ads; Gippsland 1 onz. 3 li2ads. En todos los distritos, con escepcionde Ararat, hay un aumento en el producto me- dio por tonelada. El producto medio de todo el distrito fue de 9 1[2 ads; aumento sobre el año anterior de 20.29 gs. El rinde medio de todas las moliendas enl880 ha sido de 11 1í2 ads por tonelada. Algunas de las minas de cuarzo se traj3ajan hoy hasta una profundidad que exede de 2400 pies, y hasta donde es posible averiguarlo no se nota disminución en el rinde del oro. Durante 1880, desde los niveles mas profundos (850 ú 1200 pies), en las minas de Stawell se ha obtenido de 1 onz. 6 ads. á 6 onz. 12 li2 ds, de oro por tone- lada de cuarzo; en Sandhurst (de 400 á 1267 pies) ma- nifesta productos que varían de 13 li2 ads. á2 onz. la ads por tonelada; en las minas de Ballarat (de 209 á 1105 pies) el rínde ha sido de 6 á 14 Ii2 ads. de oro. Hé aquí la ley de la alternativa en la esplotacion au rifera, desde el primer descubrimiento del oro. En 1851 el producto total de la estraccion se estima en 243,414 onzas de oro. En el siguiente año este pro- ducto alcanzó á 8,218,782 onzas oro, con un valor en libras esterlinas de 8,875,128 (44,400,000 duros). En 1886 el producto era de 2,985, 199onzas con un — 30 — valor en libras esterlinas de 11,943,664. En 1872 ya el producto habia descendido á 1,331,326 onzas; en 1873 este producto siguió bajando y llegó solo á 1,170,397 ll2 onzas; la baja siguió en 1874, siendo el producto de 1,097,643 onzas; en 1875 el producto fué de 1,098,787 onzas;en 1876 fué de 963,760 onzos de oro; en 1877 el producto solo alcanzó á 809,653 onzas; en 1878 bajó á 758,041 onzas. Aquí se detuvo el descenso siguiendo en adelante un aumento cada vez mas importante. Así en 1869 el producto fué de 658,949 onzas; en 1880 de 829,122 onzas. En un capítulo especial mas adelante hablaremos de la producción en estos años últimos, de 1382á 1883. El aumento indicado, que ha seguido en los tres años posteriores, se atribuye á la abertura de nuevas áreas productoras de oro, cuyos ricos depósi- tos han permanecido ocultos bajo profundos flujos de ro- cas volcánicas. Los descubrimientos en esa zona se han debido en su mayor parte al empleo de la zonda ó taladro de diamante, que el gobierno ha establecido de su cuenta y que los particulares hacen trabajar abo- nando un mínimo de costos. El rápido forado obte- nido con estas máquinas al través de densas capas de basalto y el conocimiento obtenido de las rocas por los materiales estraidos, ha dado nuevo impulso a la mine- ría aluvional, habilitando las compañías mineras para de- terminar el curso inferior de las vetas auríferas hasta los puntos mas remotos; y para abrir piques con preci- sión sea sobre ó en contigüidad de las vetas ó mantos ri- cos. El principal aumento en el rinde del oro se ha tenido de las vetas de cuarzo. Este aumento ofrece en consecuencia la probabilidad de ser constante. — 31 — La minería de oro, según ha podido observarse, es de dos naturalezas; el trabajo de las minas de cuarzo, y la escavacion de los depósitos aluviales ó placeres auríferos. Para trabajar una veta de cuarzo, se abre un pique {Shafst) sea en la cima de la loma donde se halla la veta ó bien se perfora pabellón por medio de un túnel. El cuarzo estraido de la mina elevado á la superficie es desmenusado y pasado por una gárgola inclinada á los stampers ó manos del trapiche. Estos «stampers» pesan de 2 á 9 que cada uno y cada mano dá de 50 á 80 golpes por minuto, con una caida de 6 á 15 pulgadas. Una máquina de 10 caballos de vapor pone en movimiento hasta 8 «stampers» El cuarzo molido es llevado por el agua dentro de unas tinas de cobre, donde el oro es puesto en contacto con el mercurio. Una vez en la semana, ó con mas frecuen- cia, se vacian estas tinas, y el amalgama es fundido en una retorta. Ya se ha indicado cuál es el producto medio del cuarzo. Del agua de lavadero, que se com- pone generalmente de cuarzo, gravel, arena y arcilla, el oro es separado mediante la operación del amasijo («puddling») y el lavage («washing»), y el producto medio de este oro de lavadero para el año de 1880, es de 1 1(2 adarmes la tonelada. El producto de los relaves del cuarzo es de 1 1(2 adarmes. De las piritas y «blanketings» se obtiene 1 onza 14 adarmes por cajón, y del «cemento» poco mas de 5 adarmes por cajón ó tonelada. En un capítulo final, conteniendo los datos m.as recientes de la minería de Victoria, se hallarán datos y por menores de gran interés. En esta Colonia ha tenido lugar, á veces, el hallazgo — 32 — de pepas de oro de gran tamaño y valor. Durante el año de 1853, diversas grandes masas de oro, variando de 11 libras, 11 onzas, 15 adarmes, á 134 libras, 11 onzas, fueron sacadas á luz en las inmediaciones de Canadian Gully. El Lady Hotham, hallado en 1854, pesaba 98 onzas 1 ad. 17 gr. En 1855, dos grandes pepas, pesando respectivamente 40 libras y 47 libras, se encon- traron en Bakery Hill, y en 1858 la pepa «Wellcome», del peso de 184 libras, 10 onzas, fué desenterrada en el mismo paraje. En Febrero 5 de 1869, una pepa, llamada la «Welcome Stranger», del peso de 2,280 onzas, fué hallada en Moliagul, á 1 pulgada de la superficie. En Marzo del mismo año se halló una pepa en el lavadero de Berlin, que pesaba 1,121 onzas; otra en el mismo lugar, en Octubre 3, pesaba 896 onzas, y una tercera en Noviembre 11, en los lavaderos de Mac Yntyre, solo á pocas pulgadas de la superficie, que pesaba 245 onzas. Durante el año de 1871 se encontraron también grandes pepas en Berlin, siendo la mayor de ellas la «Preciosa» del peso de 1,621 onzas. La «Kum Tow», hallada en Abril del mismo año, pesaba 718 onzas, y la «Needfal», descubierta en Mayo, del peso de 247 onzas. Estas últimas pepas se hallaron á 12 pies bajo la superficie. Gran número de otras pepas, se han descubierto en otros lavaderos, variando en peso de 20 onzas á 200 onzas. En 1872 se hallaron en Berlin dos grandes pepas, una del peso de 14 libras 11 onzas, y la otra del peso de4?7 onzas, descubiertas, la primera á 2 pies, y la segunda á 9 pies de profundidad. En Dunolly se halló otra del peso de 478 onzas á 3 pies de la superficie. En ese mismo paraje, en un crestón de cuarzo, se — 33 — halló una pepa de 130 onzas. Otras numerosas pepas se han descubierto, variando en peso de 20 onzas arriba. La estadística minera para el año de 1880, es como sigue; 22,916 cavadores de lavadero («aluvial miners»), 15,652 mineros de cuarzo, formando un total de 38,568 mineros, de los cuales^ 8486 son chinos. El producto medio de oro por hombre, es de 82 hbras. Este año hubo un aumento de 1,015 mineros sobre el año anterior y un aumento de 6 libras por hombre en el oro obtenido. Se trabajaron ese año 1235 1/4 millas cuadradas de suelo aurífero aluvial ó en vetas de cuarzo: el número de vetas auríferas diferentes trabajadas llegó á 3630. El valor de los aparatos y herramientas mineras emplea- das en los diferentes asientos minerales de la colonia era de libras esterlinas 1.831,658 (9.200,000 duros) La maquinaria empleada en esa fecha en los trabajos aluviales comprendía 239 máquinas á vapor con 6,041 caballos de potencia y empleadas en el trabajo de las bombas y en los tornos; 165 trapiches de moler á vapor; «Ibuddle» ó tina de lavar; 770 máquinas de moler movidas por caballos de sangre; 180 «whims» ó malacates; 193 «whips» ó poleas; 17,076 esclusas, tomas y cajones de esclusas; 34 «hoses» ó mangue- ras hidráulicas; 422 bombas; 256 ruedas hidráulicas; 146 tinas de amalgamar ó cunas compuestas (compon- yndcradles); 371 manos (Hampheade) de machacar (crusping cement) y 12 máquinas de perforar. La maquinaria para los trabajos de minas de cuarzo consisten en 797 máquinas á vapor del poder de 16,458 caballos ^- 34 — 68 máquinas de moler no movidas por máquinas de vapor; 6229 batanes á manos (headof stamps); 53 «budles», 9 máquinas de elevar y moler movidas por agua; 484 «whims»; 428 poleas ó whips y 31 máquinas de perforar. De 968,884 toneladas de cuarzo molido, el producto total fué de 466,405 onzas de oro, siendo el producto medio por tonelada de 9 1/2 adm. El mas rico cuarzo molido del distrito de Gippisland, el cual molido produjo 1 onza 4 1/2 adarmes por tonelada; el mas pobre fué el distrito de Ballarat, cuyo rinde fué de 7 1/2 adarmes El rinde estimado de oro en las minas aluviales fué de 299,926 onzas, que da un aumento sobre el año anterior de 6,616 onzas. El valor del oro por onza varia desde 3 Ibs. en el distrito de Marhyboroug, hasta 4 Ib. 3 chelines en el distrito de Ballarat. Los precios cargados por moler cuarzo y cementa por tonelada, variaron de 2 1/2 chelines el mas bajo en Castlemaine, hasta 1 Ib. en Beechwort. A fines del año 1880, unas 1375 concesio- nes de oro se hallaban en vigencia; la estensionde terreno concedido llegando á 24,431 acres. Durante el año se acordaron 480 concesiones con una área en total de 11,139 acres. Desde el principio de los trabajos auríferos, el número total de concesiones de oro ha sido de 11,442 con una área de 210,678 acres. El valor de las conce- siones se calcula en unos 5.975,450 libras. La estension de agua canalizada fué de 1,961 millas, con el costo de 247,258 Ib. Enrejistráronse durante el año 390 compañías con 6 millones 846,549 acciones; y un capital nominal de Ib. 3.496,732. El monto del oro obtenido - 35 >- desde su descubrimiento hasta fines de 1880, es de 40.500,005 Ibs. El total de cuarzo molido hasta la misma fecha es de algo mas de 17 millones de toneladas, con un producto de 9 millones 257,580 Ib. Hoy existen diversos piques (shafls) que llegan á 1,000 pies, y una que alcanza á 2,500 pies de profundidad. El pro ducto en oro en 1S81 ha sido de 900,000 onzas, y el de 1882 de 950,000 onzas de oro. El cuarzo de las minas de Sandhurst, Castlemaine y Ballarat ha au- mentado y manifiesta una riqueza creciente. A mas de las fuerzas de linea del Imperio Británico existen como defensa y seguridad pública del Estado, las fuerzas de voluntarios de la colonia de todas clases, inclusa la caballería, artillería, ingenieros, cuerpo de torpedos y de rifleros. En 1880 existia organizada una fuerza voluntaria de 2874 hombres, capitaneados por 215 oficiales y 228 sargentos. Habian 6 escuadrones de caballería, 8 cuerpos de artillería, 1 cuerpo de ingenieros, 1 de torpedos, I cuerpo de señales y 11 cuerpos de rifleros. Los datos oficiales con relación á las fuerzas navales de Victoría presentan una fuerza total de 123, incluyendo 130 oficiales y 1 cuerpo de torpedos de Yeomen. Los buques en comisión son el Monitor de Torre Cerberus y el Nelson. La reserva naval cuenta 226. El cerberus es un acorazado de 2108 toneladas, con máquinas de 280 caballos de fuerza, con un gran canon de 10 pulgadas en cada torrecilla, con los cuales se lanzan proyectiles de 400 libs. Se halla provisto de aparatos — 36 — juz electrica^El NeUon es un antiguo navio de linea de 2.736 toneladas que monta 31 cañones de diversos calibres, á saber, hasta 2 y 7 pulgds. que arrojan proyectiles de 116 libras; pero últimamente su arma- mento ha sido modificado, y hoy lleva menos cañones, pero de mas calibre, como ser 6 de 7 pulgadas rayados de 6 1[2 toneladas, 2 cañones Nordenfelt y 1 cañón Gatling perfeccionado. El gasto en las fuerzas de tierra durante 1880 fué de Ibs. 60,420 (unos 302,000 duros); y 33,539 Ibs. en las fuerzas de mar (168,000 duros) formando un total de gastos militares de Ibs. 93,779 (465,000 duros). Se han fortificado además los cabos de Port Phillip, poniendo en buen estado de defensa ios aproches de Melbourne .El gobierno ha comprado ade • más Swan Irland, á la entrada de la Bahia y la ha fortificado. Por lo que es á Telégrafos, Victoria se halla cubierta de una red de ellos que se estienden por todo su terri- torio ligando las poblaciones principales. Los mensajes de 10 palabras no cuestan sino un chelin (6 ps. m[c.) para todos los puntos. Se pagan 2 cts. por toda palabra adicional. Los mensajes de la prensa solo pagan la mi- tad de esta tarifa hasta las 34 palabras. Pasando de estas hasta 100 1 [2 chelins, con medio chelin por cada 50 palabras adicionales. Después de las horas oficiales los mensajes privados son trasmitidos desde las 8 hasta las 12 de la noche á 2 chelines por 10 palabras y 4 chelines por palabra adicional. Después de media noche y hasta las ocho y media de la mañana, se pagan 3 chehnes por 10 palabras y 6 es. por cada palabra adicional. La tarifa de la ^ 37 - prensa en esas mismas horas, es de 2 chelines las 100 palabras, con 18 es. las 50 adicionales. Pasadas las nueve y media de la noche, hasta las nueve y media de la mañana, el costo por 10 palabras es 3 chelines y 6 es. cada palabra adicional. El costo de los telegramas intercoloniales, es: á Tasmania, 6 cheUnes y 6 es. ca- da palabra adicional. Los mensajes para Nueva Gales y para Sud Australia (menos en las estaciones del telégrafo trascontinental) valen 2 chelines las 10 palabras con 4 es. por palabra adicional. Para Quensland, con escepcion del Golfo, valen 3 chelines las 10 palabras y 6 cts. por cada palabra adicional. Para Nueva Zelanda, 10 y medio cheUnes las 10 palabras y 1 chelin por cada palabra adicional, habiendo que pagar la dirección y la firma. A Australia Oeste, 3 chelines las diez pala- bras y 6 es por palabra adicional. A Estados Unidos, de 12 cheUnes 16 es., á 15 chelines 4 es., según la distan- cia, por las diez palabras. Se pueden también enviar mensajes directamente á Inglaterra, á razón de 10 che- lines 16 es. por palabra. En e^ año 1881 existían en la colonia 286 estaciones telegráficas. Durante el año 1880 se tramitaron 1.160,912 mensajes, produciendo una renta de 61,479 Ibs. En adición se trasmitieron 284,317 telegramas en servicio público. Trasmitiéronse á Europa y al Oriente 4,271 mensajes de Victoria solo, recibiéndose 5,232. Unas 6,626 millas de alambre telegráfico se hallaban en operación en 1881, siendo el número de millas de la línea 3,350. Hasta 1880 el costo de cons- trucción y mantención de las líneas telegráficas llegaba -e 621,505 Ibs. (siete veces mas que los gastos militares.) — 38 — En el ramo de Correos, la caja del portaje para cartas simple del peso de li2 onza abajo es 4 cts.. toda media onza adicional. Se trasmiten también targetas pos- tales demás de 2 cts. una dentro de la colonia de Victoria; con otro sello de 2 cts. pueden servir para las otras co- lonias. Para el Reino Unido y Europa el costees de 12 cts. la media onza. Por paquete de libros se paga 2 cts las dos onzas y2 cts. por cada 2 onzas adicionales. Para las otras colonias y la Gran Bretaña el costo es de 2 es. la onza. El portaje de los periódicos es de 1 c, para Victoria y de 2 es. para las otras colonias y Europa. Las remesas de dinero por correo se hacen pagando 1 chel. por cada 5 Ib. est. Para las otras colonias y Europa la tasa es de 1 chel., por cada 2 Ib. est. También se espiden órdenes de dinero por telégrafo pagando 1 li2 chs. por la 5 Ib. est., tasa que llega hasta 7 y 8 chel. para el esterior. En 1880 se contaban 1100 Post O fices ú Oficinas de correos, empleándose 12720 oficiales de todos los grados. Se recibieron y despacharon 24,195,149 siendo un aumento de mas de un millón sobre el año anterior. Paquetes de libros, 3,558480, ofreciendo un aumento de cerca de medio millón. Periódicos, 10,640,540 lo que dá un aumento de cerca de 6,000,000. Se espi- dieron 288 ordenes de dinero. Durante el año de 1880 se espidieron 288 órdenes de dinero, con un valor de 423,314 Ib. est. (2,116,000 duros:) pero el total de las transacciones subió á 317,69r>órdenes, por valor de Ib. est. 909,202 (unos 4,545,000 duros.) La renta del departamento de correos, incluyendo <íomision sobre las órdenes monetarias llegó en el — 39 — referido año á 204,171 Ib. est.; á lo que añadido el pro- ducto del telégrafo, 61478 Ib. est. dá un total de 265,649 Ib. est.; lo que dá un aumento de 11,270 Ib. est. sobre el año anterior, ó un 4.43 0(0. Los gastos en es- tos mismos ramos fueron 383,415 Ib. est. lo que dá un déficit de mas 118,000 Ib. est. en las entradas del ramo con relación á sus gastos; déficit que yá ha desaparecido á la fecha, habiéndose equilibrado las entradas con los gastos desde 1882 El desequilibrio provenia principalmente de los subsidios acordados al cable duplicado. Durante el año 1880 se abrieron ademas 39 oficinas adicionales de correo y 26 oficinas tele- gráficas, 17 nuevas oficinas de órdenes de dinero y 5 nuevas cajas de ahorros: Todo esto contribuyó en ese año, á aumentar el item de gastos menos consi- derable después. Ademas de que no hay institución que en paises nuevos, cubra sus gastos en su periodo creacional. Pasando á la Red de Vias férreas^ actualmente todos los ferro -carriles de Victoria pertenecen al Estado; hallándose comprendidos bajo la designación de Sistema Norte, Nordeste^ Ede y Oeste; añadiéndose á ellos las lineas suburbanas. Sistema Norte, su base la compone una linea de Mei- bourne á Echuca (linea que es doble hasta Sandhurst) distancia de 156 millas. Trenes completos (ida y vuelta) corren tres veces al dia entre Melbourne y el «terminus» de la via en Echuca; fuera de los trenes para las otras estaciones intermedias, que son mas numerosos. Los trenes andan las 156 millas (mas de 60 leguas) en 7 horas, lo que da — 40 — cerca de 9 leguas por hora. Como entre nosotros solo hay trenes de primera y segunda. Es increíble el espiritu de igualdad y democracia que domina en estas colo- nias, apesar de su gobierno monárquico. El gasto es á razón de 4 es. por milla primera clase y de 3 es, segunda. Esta linea tiene un ramal de Sandhurst á Inglewood, unas 30 millas, con dos trenes diarios. Hay otro rama! de Castlemaine á Marinobough, distancia de 34 millas, con dos trenes diarios. Esta linea se estiende hoy hasta Saint Arnaud, unas 80 millas. Hay otras ramas de Maryborough á Avoca, de 15 millas. Otro ramal corre de Maryborough á Ballarat, distan- cia 42 1/2 millas. Otro ramal se estiende de Carlsruhe á Daylesford 22 1/4 millas; y por fin, un último ramal llega de Lacifield Road á Lancefield. Sistema Oecidenial — La base de esta se compone: I'' de una lineado Melbourne á Grealong, 45 millas; y de alli á Ballarat, 55 1/4 millas, formando un total de unas 100 1/4 millas. Hay trenes diarios de Melbourne á Ballarat. El viaje de Melbourne á Ballarat solo cuesta 16 chs. 1^ clase, esto es, menos de 4 duros. La Hnea de Geelong á Ballarat es doble. De Geelong se estiende además un ramal á Colac, distancia de 50 li2 millas, con dos trenes diarios. Otro ramal liga hoy esta linea con Queencliff, corriendo dos trenes diarios. Otro ramal corre de Ballarat á StaAvelí de 76 millas de estension corriendo tres trenes diarios. Otro ramal corre de Ballarat á Stawell de 76 millas de estension, con circulación de tres trenes diarios. Esta última linea alcanza ^hoy hasta Horsmann. Otra linea corre de Ararat á Portland, distancia 120 millas. Corre un tren completo — 41 — diario de Melbourne á Portland; y 2 hasta Hamilthon El costo os 11 duros primera y 7 1[1 duros segunda. Por último, un ramal corre de Warrenheip á Gordon, distancia de 13 millas. Sistema del Nordeste — La base de este sistema es la linea férrea de Melbourne á Wodonga, entension de 187 millas. El costo de pasage de la linea entera es de 31 y de 20 1[2 chl. Hasta Benalla hay tres trenes diarios; mas hasta el términos en Wodonga hay solo dos, la cual se liga con la linea de Nueva Gales del Sud, que se estiende hasta Albury, sobre las riberas del Murray pertenecientes á Nueva Gales del Sud, colocando á Sydney y Melbourne en comunicación por ferro- carril, La jornada de Melbourne á Sydney se hace en 24 horas. Un ramal de 36 millas de largo se es- tiende entre Wengaratta y Beechworth. Otro ramal de 14 millas comunica á Spings con Wakgunyah. Hay además un ramal destacado de la line^ del Norte, de Seymour á Numurkah, llamada la linea del valle de Gouiburn, de una ostensión de 73 millas. De esta linea se destaca otro ramal de Toolamba á Tatura, una distancia de 7 millas. Sistema Oriental ij lineas Subw'hanas. La base de este consiste en una linea férrea de Melbourne á Sale de 128 millas de estension; la recorren dos trenes diarios. El costo del pasage en toda su estension es de 21 li2chs. (5 y 3 li2 duros.) Este sistema no tiene ramales. El sistema Sub urbano se compone de las siguientes líneas: Primera, de «Melbourneá Willamstown; línea doble, de una estension de 9 \\¿ millas. Sus trenes corren á — 42 — intervalos de 40 m., recorriendo toda su estension en media hora. Segunda, de «Melbourne á San- dridge», que es el puerto de esta capital; hay una corta línea de 2 li2 millas. Los trenes cruzan cada 1[2 hora. El pasaje simple vale 8 es. y 12 es. ida y vuelta. Tercera, de «Melbourne á Brighton» existe una línea de 9 1|2 millas de estension. Su pasaje simple cuesta 16 es., éida y vuelta 1 chelin. Cuarta, de «Melbourne á Ste. Kilda» existe una línea de 3 li2 millasde largo; los trenes la recorren cada 20 minutos; pasaje 8 es.; ida y vuelta 12. Quinta, de «Melbourne áEssendon», la pri- mera sección de la línea; del Nordeste existe una línea férrea que los trenes recorren con intervalo de 1 hora. El pasaje cuesta 8 y 12 es., ida y vuelta. Del informe sobre ferro-carriles del año 1880, resul- ta que al fin de este año existían 1,200 maíllas de ferro-carril abiertas á la circulación. En 1881 el mileaje de los ferro-carriles abiertos al servicio pú- blico llegaba á 1,680 millas, mileaje que á principios de 1883 alcanzaba á mas de 2,200 millas. El tren ro- dante en plena actividad, constaba de 200 locomotoras^ 400 coches de pasajeros y 3,500 wagones y carros de mer- caderías y ganados. En 1881 existían, además, 23 loco- motoras en construcción; 16 coches de pasajeros, y 155 entre wagones y trucks. El costo total de todas las lí- neas, con esclusiones de almacenes y materiales á mano, era de libras 18.041,295 (mas de 90 millones de duros), con un costo medio de 15,047 Ubras (20,000 duros) la milla. Hasta 1880 los ierro carriles de este Estado solo redituaban 8'76 por ciento sobre el capital em- pleado. El empréstito destinado a la construcción ¿e — 43 — estos ferro-carriles subía á 17.660,259 libras, con un interés pagado anual de 797,029 libras. El total de entradas de las líneas férreas fué de 1.492,917 libras; los gastos llegaron á 814,870 libras, ó un 54^53 por ciento, quedando una utilidad neta de libras 678,842. El peso total de las mercaderías transportadas, llegó á 1.258,254, al que se añade por peso de ganado en pié transporta- do 44,961 toneladas; las primeras conducidas á una distancia media de 69*99, con un precio por milla y to- nelada de 4^50 es., y las úlmas 128 li2 millas al costo de 6*20 es. por milla y tonelada. El mileaje de los trenes llegó á 5.380,880 millas. El costo medio para cada pasajero ha sido de 2^30 es. milla. Las entradas por milla de tren subieron á 1^70 duros, y el medio de entradas por milla de ferro-carril abierto, 1,193 1í2 librrs. Los gastos por milla de tren llegaron en total á 89'20 es. Respecto al costo de construcción de estos ferro-carriles, la línea de Melbourne á Echuca costó en media 50,732 Ibs. por milla. La línea de Ballarat cos- tó en media por milla Ibs. 32,179. En los otros ferro- carriles, la línea del Nordeste cuesta Ibs. 8,564 la milla; el ferro-carril entre Maryboroug y Avoca solo cuesta 4,009 Ibs. la milla. Estas enormes diferencias provienen mas de la economía con que se hace la cons- trucción, que de la naturaleza de las dificultades del es- tablecimiento de las vías: algo influyen también estas. Las últimas líneas cuestan mas baratas además, por- que el hierro y el trabajo han estado mas baratos en estos últimos años. La trocha es uniforme en todo el estado y consta de 5 pies 3 V2 pulgadas. Las ciudades que no tienen — 44 — ferro-carril, aquí como en Nueva Gales Jel Siid, se ha- llan ligadas á las estaciones mas inmediatas por lineas de ómnibus, mensagerias y coches particulares, no cos- tando los cabs y otros carruajes sino 2 chelines por milla. En Melbourne los ómnibus son numerosos y construi- dos por el modelo de los de Nueva York, que solo cues- tan 6 cts. á los puntos estremos de su dirección. Los ómnibus á vapor de Sydney solo cuestan ia mitad de esto. Por lo que es á la marina, en 1881 entraron en los puertos de Victoria 2,176 buques con 1.078,885 tonela- das y un total de tripulación de 51,585 individuos. Sa- lieron de esos mismos puertos 2,115 buques, con 101,014 toneladas con una tripulación total de 52,153 individuos- En los registros se enumeran hoy 100 vapores con 25,000 toneladas y 1,300 tripulantes, y 300 buques de vela con 50,148 toneladas y 2,000 marineros. Hay cer- ca de 200 vapores de rio y caboteros patentados y 500 otras embarcaciones, como ferrys, remolcadores, etc., ocupados en el tráfico y transporte de pasajeros y mer- caderías dentro de los puertos y rios del Estado. To- tal de buques entrados y salidos en 1881, 4,248. Total de toneladas 2.411,902. Con relación á Importacioyies y Exportaciones, para el año de 1881, fueron las primeras por valor de lib. est. 16,518,521; las exportaciones subieron á 16,252,603 lib est.Los articules de exportación consistieron en teji- dos de algodón, lana seda y lino, en ropa hecha, cal- zado, metales incluso alambre, metales manufacturados inclusas máquinas; cristalería loza y porcelana, papel, — 45 — libro?, artículos de escritorio, materiales de imprenta lanas preparadas, oro y plata acuñada y en barras,fespi - ritus, vino, cerveza, tabaco, cigarros, rapé, etc.; azúcar, té, café, aceites de comer y otros, artículos de harina, gra- nos y legumbres, ganado en pié, bolsas, cordelería, máquinas de coser, ácidos, drogas, productos químicos, pinturas, vidrio, papel pintado, artículos de fantasía, joyas, relojes, platería, etc. Los principales artículos de exportación consistieron en oro acuñado y en baras, pieles, carnes conservadas, sebo, lanas, lythofractor, dinamita, fundentes, pólvora, cortezas, queso de Victo- ria, cordelería, cobre, vino de Victoria, galletas, herrra- mientas agrícolas, calzado, manteca,confites, harina granos, maquinarias agrícolas y de todas clases. La masa de estos artículos de exportación son de producción ó fábrica de Victoria y se vé que cuenta con abun- dancia con que retornar sus importaciones. Esto es admirable enunpais de ayer. Con relación á la Renta de la Coloniade Victoria, esta llegó en su total en 1881 á lib, est. 5.186,01L En el siguiente año 1382 fué de lib. est. 5.589,99L Por último, esta renta en 1883 ha sido de 5,602,066. En estas la renta de aduana entra en 1881 por 1^481,018, esto es, cerca de medio millón de lib. est. menos que en años anteriores; y, sin embargo, en su total, la renta de ese año excedió la de los anteriores. Esto indica que los impuestos se hallan tan equitativamente distribuidos que las compensaciones se establecen en las entradas generales de nua manera espontánea. Si entre nosotros, por consecuencia del progreso manufacturero del pais, las entrados de aduana llegasen — 46 — á mermar, esta misma afectarla enormemente el presu- puesto en la renta general del país. Es que las materias económicas están aun entre nosotros, mal estudiadas y peor comprendidas, encontrándose en consecuencia sus leyes mal aplicadas. Por lo que es á las rentas del Estado de Victoria en los 12 meses que terminan el 30 Junio de 1883, presentan, como se há visto, un aumento de Ib. est. 12,075 sobre las del año 1882. Pero hay que teñeron cuenta q' en el corriente año 1883, ha 'habido una menor cantidad de tierra puesta en venta por el Estado, habiéndose ademas suprimido los derechos sobre la cerveza, lo que importa 200,000 Ib. est. menos de entrada. La renta de aduana en 1883, alcanzó á 1,769,004, aventajando á las del año anterior. Los impuestos internos han producido Ib. est. 537,463. La venta de tierra produjo Ib. est 680,000; las obras publicas reproductivas han producido Ib. est. 2,000,000; los dere - chosde puerto Ib. est. 18,000; telégrafos y correos Ib* est 324,800, mas que suficiente para pagar sus gastos. Las patentes han producid olb. est. 111,000 y 6000 Ib. est. las multas. Se vé puesque las rentas provenientes de un aumento de industria y de consumos, han aumen- tado considerablemente, lo que indica un aumento de vitalidad. En este mis-mo año se han abierto 82 millas mas de ferro-carriles, haciendo un total de 2341 millas en actividad. Sus entradas alcanzan á Ib est. 1,838,284; contra 115,259 en el año anterior. Esto añadido á la conversión de la deuda en menor interés, hacen posible para en adelante atender á su servicio anual con solo las entradas de los ferro- carriles del Estado. El calculo de entradas hecho para el año 1882 lué — 47 — de 5,241,544 Ib. est.; y como hemos visto el fué execido en mas de 300,000 Ib. est. sobre lo presupuestado; así el presupuesto de ese año se cerró con un sobrante con- siderable. Como la prosperidad hace exigentes á estos Estados Anglo Sajones del hemisferio Austral; el Estado de Victoria resolvió presentarse en Londres á principios del corriente año (1883) en solicitud de un empréstito de 4,000,000 Ib. est. al 4 O [O de renta y á la par; mas ha tenido que retirarse desconfitada, sin haber obtenido ofertas sino es por una suma muy insignificante. Pero era en efecto demasiado exigir de un mercado que tiene oferta de buenas créditos al 6 0[0 y á menos de la par. Nuestra situación de créditos en los mercados Europeos necesita también ser revisada y bien estudiada con el objeto de la mejor consolidación y arreglo de nuestro crédito. Es el ramo de hacienda justamente nuestro ñaco. Y yá que hemos entrado en estos deta- lles, pasaremos á considerar la situación de la deuda pubhca de la colonia de Victoria. La deuda pública de Victoria, que en 1880 llegaba álb. est. 20,056,600; en 1881 ella se elevó á 22,426,402 Ib. est. Desde su origen, ella há sido aplicada en se ma- yor parte para obrar y trabajos públicos reproductivos, á saber. Aguas corrientes de Melbourne y Suburbios Ib. 562,251 ferro-earrílesl6 millones 008,708 Ib. Para proveer de agua á toda la colonia, por medio de canales y represas; para construir Doks y otros trabajos de utilidad general Ib. 2.265,641 para edificios de Escuelas 720,000 Ib., para defensa de las costas y puertos 100,000 Ib. El interés anual de esta deuda sube á 1.005,436 Ib. — 48 — Estos préstamos se obtuvieron al principio; al 6 §. después al 5 p§ . últimamente al 4 p§ . El pago de esta renta es objeto primordial del presupuesto de la colonia. A la suma anterior se añadió en el año si- guiente 5.000,0001b. mas al 4pg, lo que hizo subir la deuda en 18 agre- gando los de la Biblioteca Melbourne, se aproxima á 500,000 volúmenes. Algunas de las Bibliotecas cons- tables reciben obras prestadas de la Gran Biblioteca de Meibourne. Es el mejor modo de utilizar los tesoros, encerrados en ella. Escuela de Arce 7j i)/se;¿o— Existen en numero de 22 con mas de 1,000 discípulos inscriptos, llegando á ],oOO los que asisten 8 veces eu el trimestre. En la mayoría de ellas la enseñanza es nocturna. Los ramos enseñados comprenden geometría práctica, dibujo m.ecánico y arquitectural, isométrico y de perspectiva, bosquejos libres á la mano, tomados de modelos ó del natural. Cada Escuela recibe del Estado 2 112 chelines por cada pupilo que íisiste hasta 8 veces en el trimestre. Los alumnos pagan, por su parte, gajes que varían de 2 á 10 chelines por trimestre. Todos los años tiene lugar en Melbourne una exhibición de los trabajos de los alumnos, como también en las otras ciu- dades dotadas de estos establecimientos. Existen, además - 50 — escuelas especiales de minería en Ballarat y Sandhurst, donde, entre otras cosas, ios estudiantes aprenden los secretos de la minería y el tratamiento metalúrgico de los diversos minerales. Toda población inglesa, sin escepcion, nace y se cria con todo género de industrias y ^manufacturas. Asi en Yctoria se fabrican actualmente multitud de objetos importados antes, industrias que han sido auxiliadas materialmente por la tarifa protectora hoy vigente. Entre los artículos y preparaciones hoy manufactu- radas en el país, pueden citarse los libros de contabili- dad jiotros artículos propios de la librería y papelería, como sobres, etc. También se fabrican tintes^ crista- les, tejidos, papel, cigarros, almidón, pianos, muebles, carruajes, paño, ropa hecha, órganos, productos quími- cos, objetos de fuellería, aceites y conservas, cerraduras, escobillerías, jabón, herramientas agrícolas, etc. El número total de manufacturas que se contaban en Victoria en 1881 escluyendolos molinos cervecerías, las fábricas de tejidos de lana, de ladrillo, de alfarería, cur- tiembres rienderías, establecimientos de lavar lana, sa- laderos y graserias; fuera de esta industrias fundamen - tales del país, decimos, se contaban 1,709 fábricas, que ocupaban en su totalidad 29,194 obreros y, 709 máqui- nas, principalmente de vapor con una potencia en total de 8,778 caballos, con maquinaria y planta, represen- tando un valor de 2.156,759 libras, y con mas un va- lor en terrenos de libras 1.068,634, y construcciones por valor de 1.945,472 libras, lo que hace un capital to- tal de 5.170,865 libras, consagradas á a industria y manufacturas coloniales, fuera de la potente industria — 51 — y manufactura Metropolitana del Imperio inglés, el cual, teniendo á la vista el ejemplo de Imperio Español, arrui- nado por el despotismo, la inquisición, los frailes y la ha- raganería y la ignorancia, superstición é intolerancia que todo esto engendra, se ha guardado bien de incurrir en los mismos funestos hierros políticos, sociales é intelectuales. Entre las industrias dignas de mencionarse en esta Colonia modelo de Victoria, citaremos 10 fábricas de tejidos de lana y batanes («wooll milis»), con 10 máquinas de vapor de la fuerza de 596 caballos, y dando empleo á 814 operarios, con un capital empleado de libras 318,322 (1.091,500 duros). El paño, frasadas y franelas producidas durante el año, es de 1.200,000 yardas paño, 2,000 pares frasadas y una cantidad de chales, d¿mdo empleo á unos 3.000,000 lib. dehna,que de otro modo habrian ido á Europa a hacer bajar su precio. Valor total producido: 250,000 libras (1.250,000 duros). Durante el mismo año se espidieron 200 patentes de invención y se reconocieron 199 derechos de autos en producciones literarias, dramáticas y musicales. Hay una ley de 1869 que asegura el derecho de reproducción á ios autores de obras literarias y artísticas. Hasta la fecha se han rejistrado mas de 3,500 de estos dere- chos, 400 de los cuales consisten en diseños y manufac- turas en metal y otros materiales; 1,200 eran por libros y otras composiciones literarias, inclusa música; y mas de 1,800 consisten en fotografías, pinturas, dibujos y grabados. En 1882 Victoria contaba 150 molinos de moler ó preparar el grano, de los cuales mas de 140 52 emn inoTÍdos á vapor y el resto por agua, los cuales poniaii eii movimiento 500 pares de piedras, operando con una fuerza de cerca de 3,000caballos de vapor. El valor de la maquinaria y material se estima en mas de500,000 lib. est. El número de brazos empleados era de cerca de 1,000, habiéndose molido en dicho año (18S2) 7 millones de cuartillas de trigo y 500,000 cuar- tillas de maiz y otros granos. Los trabajos practicados sobre piedra en 1882 fueron: 245,844 yardas cúbicas de piedra azul; 1,535 yardas cúbicas de piedra laja, llamada /Z¿í(7ú¿p'; 14,100 yardas de piedra arenácea; G02 yardas cúbicas de un bello granito monumental gris y 1.600 yardas cúbiccis de otras piedras. Tres manufacturcis para elaborar y utilizarlas pieles de las aves y diversos animales indígenas se hallan funcionando desde hace 5 años con el mejor resaltado También se ha establecido una compañía para establecer y fomentar la industria de la seda y el plantío de las moreras. La capital de Victoria cuenta entre sus estable- cimientos, una gran casa de moneda ó cuño, que es una rama ó sucursal del cuño Regio de Inglaterra y la cual fué establecida por primera vez en 1872. Se halla provista de la mejor maquinaria, combinando todos los últimos perfeccionamientos en el ramo y sus operaciones propenden cada dia á estenderse, y desde que el costo del cuño há quedado convenientemente rebajado. Hasta principios de 1882, se hablan recibido y fundido en el cuño 5,000,320 onzas de oro, avaluadas en Ib. est. 5,000,200 y quedando en barras por valor de 150,000 Ib. est. El valor total del oro acuñado y en barras hasta — 53 - el 1 '=' de Enero de 1883 pasaba de 6,000,000 Ib. est. Una nueva prensa movida por presión hidráulica, há sido últimamente añadida, diseñada y construida en el establecimiento. Por su medio se pueden produ- cir medallas instantáneamente. Hasta fines de 1883 existían 11 principales Bancos de emisión en Victoria, que contaban con unas 300 sucursales ó agencias desparramadas en todo el Estado. Su capital total pasaba en esa fecha de 25,000,000 Ib. est. Su responsabilidad pasaba de 23,000,000 Ib. est. sus notas en circulación montaba á 1,000,000 Ib. est. El capital pago pasaba de Ib. est. 2,000,000. La tasa media de los dividendos era de 10 1[2 0[0, siendo la mayor 17 li2 0(0 y la menor 4 0[0. El monto total del dividendo últimamente repartido fué de Ib. 500,000. En Victoria se cuentan 13 cajas ó Bancos de ahorros, los cuales cuentan 500,000 de- positantes, con un saldo ¿i su favor de 2.000,000 Ib. Estos bancos se encuentran desparramados en las ciudades prin cipales de la colonia. A estas se aña- den las cajas de ahorros del Estado anexas á los correos las cuales en 1882 llegaban ¿i 200 abiertos, y funcionando en otras tantas locaHdades diferentes. Los depósitos recibidos en estos llegaron á 1 millón de Ib, Estos depósitos obtienen un 4 p§ de interés. En lO' que respecta á Faros^ Victoria no tiene ni con mucho el desarrollo de costas de Nueva Gales del Sud. Lasprincipales luces colocadas en sus costas son: En Portfairy, luz dioptrica ñja flameante de 4'' orden, que se enrojece y flamea cada 3 minutos. En War- ranmbool una luz blanca ñja y una roja fija. En Portla- 4 — 54 — nd luz blanca y roja dioptrica. En Kings Island una luz blanca fija. En Currié Harbour una luz que jira cada 12 minutos. En cabo Otway, una luz blanca girante y flameante cada minuto. En los Heads ó cabos de Port Phillip Bay, 5 luces principales, á saber: una luz fija, roja y verde en Punta Lonsdale; enQueen's Cliff una luz blanca fija arriba; y una luz fija blanca y rosa abajo; con una luz fija verde en la Fetty ó muelle; y en Swan Spit una luz fija blanca y roja; existen ade- más varias otras luces para navegar dentro de la gran Babia dePort Phillip. Se cuentan en la colonia de Victoria diversas cofardias ó Sociedades fraternales. En 1881 se contaban hasta 34 sociedades de esta especie en la capital, con sucur- sales establecidas en las otras ciudades hasta el número de 800, contando de 50,009 miembros arriba. Su renta total, inclusas contribuciones y entradas llegaba á cerca de de 200,000 Ibs. con un gasto de 150,000 Ibs. El monto agregado del capital disponible de estas sociedades subia á 500,000 Ibs. Durante el año 5,300 miembros entraron y 4300 salieron, muriendo 454. El número de miembros enfermos asistidos con los auxilios de sus respectivas cofradías fué de 8,600. A las cofra- días se pueden m.uy bien asimilar, aun que distintas en su naturaleza, las sociedades ó compamas construc- toras. En 1882 se contaban en Victoria 60 de estas, contando 20,000 miembros, con una renta de 1 .200,000 Ibs.; y una suma en depósito de cerca de 1.000,000 de Ibs. Los adelantos hechos a los miembros durante el año llegaron á mas de 500,000 Ibs. Terminaremos con la «Constitución Política» de la oo colonia de Victoria. Este estado se halla bajo la direc- ción de un Gobernador nombrado por la corona Británica, cuyo término de funciones es 7 años; el cual obra en combinación con un concejo Ejecutivo y dos Cámaras Legislativas. El Poder ejecutivo se compone del Gober- nador de la Colonia, y del Ministerio Responsable designado por él y el Senado ó Cámara Alta, llamado aqui Concejo Legislativo; se componia antes de la refor- ma que comenzó á regir desde el año 1882, y de que se hablará mas adelante, se componia de'cimos de 30 miembros, representantes de las 6 Provincias en que la Colonia se hallaba dividida, á saber: la Central, la No- roeste, la Sudoeste, la Sud, la Oriental y la Occidental, las cuales contienen62,664 electores. La calificación para votar en estas elecciones, es un arriendo por valor de Ibs. 50 al año, ó una propie- dad de un valor equivalente. La calificación del candidato para este Senado Colonial, es el ser dueño de una propiedad por valor de 2,500 libras, ó de un capital con una renta anual de 250 Ibs. El desempeño de estas funciones es por 10 años, y uno de los miem- bros del Concejo por cadaProvincia, se retira en vota- ción á la expiración de cada dos años. La Asamblea Legislativa ó Cámara Baja, se compone de 86 miem- bros, que representan 55 distritos electorales, conte- niendo, según el censo de 1881, unos 176,022 electores, siendo trienal en su duración. La cualificacion de sus miembros, es: deben ser mayores de edad, haber residido en la Colonia dos años, con la cualidad de ciudano Britá- nico ó naturahzado. Por una ley sancionada en Diciem- b re de 1870, que debia regir solo durante tres años, — 56 — los Miembros del Parlamento reciben libras 300 (1,500 duros) anuales, como indemnización de sus gastos. Esta ley rige aún, pues al terminar cada período es sancionada de nuevo. Las calificaciones para votar son tan poco exigentes, que el sistema es casi equivalente á un sufragio universal. El votante debe ser mayor de 21 años de edad, hallarse exento de toda incapacidad legal, y ser subdito nativo ó naturalizado al menos por tres años previos. Todo- voto se dá por ballet, esto es, en urnas, que solo son abiertas en el momento del escrutinio público. Durante las sesiones de 1881, se sancionó en Victo- ria un «bilí» ó ley de Reformas de la Alta Cámara, la cual recibió la sanción regia. Sus principales disposiciones son: El número de Provincias es au.nentado de seis á catorce; esto es, las cinco Provincias rurales son divi- didas en dos cada una, y la Provincia Central ó Metropo- litana es dividida en cuatro. Cada una de estas 14 Provincias nombra 3 miembros del Senado, formando un total de 42, los cuales ocupan su puesto por seis años, retirándose un tercio bienalmente. La franquicia queda reducida de libras 50 para los propietarios y ocupantes, á libras 10 para los primeros y 25 para los segundo? . El número de electores es aumentado de 30,000 á 108,000. La primer elección de nuevos miembros tuvo lugar en Setiembre de 1882, en cuyo año 6 de los miem- bros antes funcionantes se retiraron, eligiéndose 18 nue- vos. De allí para adelante 6 de los antiguos miembros se retiran cada 2 años y en 1890 habrá cesado el último de ellos. Los candidatos deben poseer una renta anual por valor de libras 100 ó un capital por valor de libras 1,000. — 57 Como ya en otra parte hemos dado la designación locación de las ciudades y poblaciones principales del Estado de Victoria, aquí nos limitaremos á dar los nombres de las principales ciudades y villas por orden alfabético; en consecuencia, estas son: Alexandra Ararat Avoca, Bairnsdale, Ballaarat, Beechworth, Belfort, Benalla, Berlin, Brigton, Buln Buln, Buninyong, Camperdwun, Garitón, Casterton, Castlemaine, Chawton, Chiltern, Clunes, Colac, Coleraine, Bollingwood,Dreswick, Dandenong, Daylesford, Dunolly^ Echuca, Emerald Hill, Footecray, Geelong, Gisborne' Grenville, Hamilton, Hathcotke, Hoesham, Inglewood, Jamieson, Kew, Kilmore, Koroit, Kyneton, Lancefield, Leston, Maldon, Malraibury, Maryborough, Melbourne, Meredith, Merino, Mortlake, Mount Blackwood, Murroon Newstead, Omeo, Percydade, Portland, Portsea, Pra- hadan, Richomond, Rochester, Rutherglen, Sale, Sandh- urst, Sandridge, Seymour, Shepparton, Suytherdale, Sorrento, South Yarra, Saint Arnaud, Sainte Kilda, Stawell, Stockyard, Templestowe, Tylden, Walhalla, Wangaratta, Warrnambool Willamstown, Winchelsea, Wodonga, Woods Point, Yackandemdah, Yean, Yarra Wonga. No pudiendo describir todas estas ciudades, nos con- tentaremos con hacer conocer algunas de las principales como ser Ballarat, Echuca, Geelong, Melbourne, San- dhurst y Sale. De las otras se puede juzgar por estas; no sabiendo uno que admirar mas, si la creación de tanto centro de cultura y civilización en la región antí- poda mas remota y desierta, en menos de medio siglo, ó su pasmosa prosperidad, riqueza y esplendor actual. — 58 — Solo los ingleses, dueños de los mares y de los me- jores territorios, fuerzas y recursos de nuestro planeta, pueden obrar tales prodigios. Esto mismo no seria suficiente, si los Ingleses á mas de ser el pueblo mas libre del globo, no fuesen al mismo tiempo el mas sabio, instruido, científico y liberal de todos los pueblos modernos. Es la libertad y el cultivo libre del pensa- miento y de la ciencia, de que son un modelo Bacon Locke, Newton, Shakespeare, Gibbon, Hume, Lyell, Darwin, Carlyle y Lubbock, lo que ha dado á los ingleses toda la superioridad y prosperidad que hoy disfrutan. Lo mismo habria sucedido en España, si la libertad no hubiese sido destrozada allí por el despotismo, el fanatismo y la superstición de sus aliados, con la inquisición y la derrota de la libertad en Villalar. La regencia de España bajo Fernando el católico y los dos primeros reyes de la casa de Austria, es pues mera obra y capricho de la fortuna; siendo de corta duración, como después la hegemonía Francesa con Napoleón I. La hegemonía Inglesa basada sobre funda- mentos mas sólidos y brillantes, la libertad, la ciencia y la industria, está destinada á durar mucho mas. Ballarat es una de] las primeras ciudades mineras de Victoria, siendo la ciudad mas importante después de Melbourne. Es el centro de los mas productivos terrenos auríferos del mundo. Hállase a 100 li4 millas al O. N.O. de Melbourne, en una elevación de 1413 pies sobre el nivel del mar. La ciudad se halla dividida por uq estero, el Yarrow Creek, lo mismo que la ciudad de Talca en Chile, á quien se parece mucho por esta circuns- tancia y por su aspecto. El estero indicado la divide -- 59 ~ en Ballarat Este y Ballarat Oeste, formando dos munici- pios distritos, bajo el gobierno de sus respectivas municipalidades. En total la ciudad contiene unas 7500 casas, lo que indica una población actual de mas de 40,000 almas. Tenia 38,469 según el censo de 4881. La ciudad se halla iluminada al gas; tiene ferro-carril, correo, telé- grafos y numerosos bancos, cajas de ahorro y seguros, contadas las ventajas y mejoras de las ciudades mo- dernas mas adelantadas; y una provisión de agua en la selva de Bullarook estimada en 633 millones de ga- lones. Contiene magníficos edificios públicos y privados, buenas calles, teatros, numerosos y vastos hoteles. Los Bancos, aqui como en toda ciudad Inglesa, se distin- guen por la solidez y lujo de sus edificios. El pasage de Ballarat á Malbourne por ferro-carril cuesta 4 duros de segunda. De Ballarat arrancan dos grandes ramales de ferro-carril, el uno á la gran ciudad de Axarat, de 57 millas; y el otro á Horsham de 130 millas. Hay ademas un 3 '^ de Ballarat á Maryborough de 48 millas, el cual se estiende actualmente hasta Avoca y Saint Arnaud. Hállase también ligada con todos los otros ferro-carriles de la colonia. Entre sus suntuosos edificios públicos se cuenta un espacioso Hospital colocado en una eminencia; un Asilo de Huérfanos, un Asilo de Beneficencia, un Hospital y refujio de incurables: un baño público, una espaciosa cárcel, un Instituto mecánico con una Biblio- teca de 15,000 volúmenes; y otra pública de 20,000 volúmenes. Cuenta también un palacio municipal, un teatro, magnificas estaciones de ferro-carril; 40 tem- plos. Los establecimientos educacionales se componen — 60 — dedos colegios, 4 escuelas Gramaticales y 15 escuelas primarias del Estado, á mas de varías escuelas privadas. La ciudad cuenta ademas dos Brigadas de Bomberos contra incendios; y palacios para Justicia, correo, telé- grafo, oficina de remesas de dinero y cajas de Ahorro. El municipio cuenta 24 millas de calles empedradas ó macadamisadas y 164 millas de veredas. Hay mas de 300 Hoteles. Se cuentan como establecimientos industriales varias fundiciones de hierro, cervecería, destilería, 4 grandes molinos de harina; 2 fábricas de paños y otras manu- facturas, y nosotros no hemos podido sostener una fábrica de paños en nuestra capital! ¿Es por incapacidad, por falta de apoyo del gobierno ó del Público ó por venalidad de sus empresarios? Por todas, ó por cada una de estas razones puede ser. Ballarat cuenta también bellos Parques y jardines públicos dentro de la ciudad, que es la mayor ventaja y belleza de las ciudades inglesas. El oro se descubrió por primera vez en Ballarat en 1847: entonces el paraje donde hoy se alza la opulenta ciudad era un desierto. Mas la estraordinaria riqueza de su terreno aurífero atrajo pronto un estraordinario concurso de población. Luego de agotado el oro de la superficie se conoció que á mayor profundidad se ha- llaban depósitos aun mas ricos de oro. Actualmente hay minas profundas elaboradas por bombas y maqui- narias á vapor. Yá hemos hablado de la insurrección que tuvo lugar en Ballarat con motivo de los impuestos y de que la Estacada, fortaleza de los revoltosos, fué tomada por asalto por las fuerzas Británicas. — 61 — Mas el resultado final fué la abolición del impuesto. Por ahí debió comenzarse; pero el Gobierno no enmendó su error volviendo atrás de su mal camino. Hé ahí el secreto de la prosperidad y grandeza del Imperio Británico. Su gobierno no es infalible, como el del Papa; pero él sabe al fin respetar la libertad de los ciudadanos y sus derechos constitucionales, aun después del triunfo; guiándose solo por los principios del bien y cor.veniencia general. En los lavaderos de Ballarat se halló una pepena del peso de 2,218 onzas de oro, que se vendió en 53000 duros. Se han hallado ademas otras grandes pepas de menor peso. En es- te mineral se emplean mas de 300 máquinas de vapor en los lavaderos y minas de cuarzo. El número de mineros empleados es de cerca de 10,000, á saber 4,500 en los lavaderos y el resto en las minas del cuarzo. El número de ventas de cuarzo aurífero llega á 349 siendo la estension de terrenos aurífero trabajado de 160 1 {2 millas cuadradas. Se muelen cerca de 7,00,000 toneladas de cuarzo anuales, produciendo de 41 á 50000 onzas, de oro, lo que da una media de cerca de 7 adarmes oro por tonelada, ó 9 onzas cajón. En adición á sus ventajas minerales, el distrito de Ballarat practica con esmero las industrias agrícolas. En 1882 ella puso en cultivo 5,000 acres, cosechando 45,610 hushels de trígo; 20,300 husliels de cebada; 5,000 toneladas de papas y 25,000 toneladas de heno. Su suelo es también adaptado para la cria de ovejas, crián- dose en sns inmediaciones los mas bellos carneros del mundo en la estancia de Ercildown y otras. En Ballarat existen muchos y magníficos Hoteles. Cuenta -^ 62 — tres diarios, fuera de otras publicaciones periódicas. La formación geológica del distrito es Siluriana, conte- niendo pizarras y arenáceas primitivas. Echuca es un horough fronterizo de Victoria, situado en la peninsula formada por los Rios Murray y Camparpe, 156 millas de Norte de Melbourne Es el terminus del ferro-carril del Murray del lado de Victoria si bien este sigue hasta Deniliquin, en el territorio de Nueva Gales del Sud. La ciudad cuenta 1200 casas, esto es, 6,000 almas y cuenta numerosos Bancos y seguros, á mas de las oficinas comunes de correo, telégrafo, oficina de órdenes, caja de ahorro etc. Contiene numerosos Hoteles y un instituto mecánico, con una Biblioteca pública de 4000 volúme- nes. Cuenta á mas del ferrocarril numerosas hneas de mensagerias, conduciendo malas y pasajeros á las ciu- dades del contorno. Tiene ademas la linea navegable del Murray hasta Adelaida. Cuenta Hospital, Sociedad de beneficencia y Sociedad Agricola. El distrito llano, bajo, con exelentes pastos está sujeto á inundaciones. Mucha parte de él se halla hoy consagrado á la agricul- tura y el resto al pastoreo. Cuenta 100,000 acres cultivados de trigo, 10,000 de avenas y 12,000 de cebada en 1882. El producto ha sido en números redondos 1 .300,000 cuartillas trigo; 150,000 cuartillas avena y 120, rail 500 cebada. Produce ademas unos 10,000 galones de vino. Sus estancias contienen 1000 caballos, 10,000 cabezas de ganado mayor; 400,000 ovejas y 500 cerdos. Hace además un gran comercio en maderas de gomero rojo, para lo cual cuenta 5 aserraderos, 3 fabricas de coke, jabonerias, curtiembres, cervecerías, usinas de gas, y — 63 — baños flotantes. Tiene una Cámara de Comercio, una sociedad Agrícola y otra de Beneficencia, La población del Shire es de 9,000 almas. Hay grandes almacenes de lanas en la ciudad. A mas del ferro-carril tiene también la navegación por el Murray, en el caal en el invierno, cuando las aguas abundan, pueden subir los vapores hasta Albury, situado mas arriba de su curso, según hicimos notar al pasar por esta ciudad; comunicando por vapor con Adelaida de un lado y con los puertos de Nueva Gales en los Rios Murrambidge y Darling por otro. Asi, Ecbuca, llamada la Chicago de (Vustralia es la segunda por su movimiento marítimo después de Melbourne. Echuca suele recibir hasta 200,000 fardos de lana por los rios. Tiene dos diarios á mas de otros periódicos. Un magnífico puente de hierro, del costo de medio millón de duros, liga á Echuca con Mooma al otro lado del Murray y un ferro-carril construido por capitalistas de ^^ictoria, se estiende de Moana á Deniliquin. Formación, Siluriano interior, cubierto con aluvión reciente. Geelong es una de las principales ciudades de Victo- ria y se halla situada sobre la. inmensa Bahia cerrada de Port Phillip, especie de Mediterráneo Australiano. Contiene ferro-carriles, correos, telégrafo, oficina de rem-^sas de dinero, cajas de ahorros, instituto mecánico, bibliotecas, escuelas, colegios, templos numerosos. Se halla 45 millas al S. O. de Melbourne, con quien está ligada por un ferro-carril y vapores que viajan de hora en hora. La ciudad se halla bien dispuesta, sobre una falda en pendiente que baja hasta la bahia del lado Norte v hasta el Rio Barwon del lado Sud. Sus calles 64 — se hallan adornadas con magníficos almacenes, tiendas y otros edificios. Entre los mas bellos de estos se cuentan el Palacio Municipal, el Hospital y Asilo de Beneficencia, la Cámara de Comercio, hoy convertido en biblioteca de 4,000 volúmenes, el instituto mecánico, con una biblioteca de 15,000 volúmenes, numerosos edificios de Bancos y Seguros; los edificios de la Brigada de Bomberos y la artillería, varias iglesias y edificios de Escuelas del Estado, los Hospitales y Asilos, "etc. Cuenta numerosos hoteles. Posee un jardin Botánico en «Eastern Park» y otros dos Parques mas inmediatos á la ciudad. A distancia de dos millas existe además el «Queens Park», pintores- camente situado en un valle en un punto en que tiene lugar la junción de los rios Barwon y Moorabool y en el cual existe un Skatíng Rink, un club de recreo y Prados de Criquet. Su población central es de 12,000 almas, pero incluyendo sus arrabales llega á 30,000 almas. Geelon está alumbrado á gas, recibiendo su provi- sión de agua de las represas de Stony Creek y del Rio Barwon. Cuenta tres muelles, donde los buques de mayor calado pueden cargar y descargar, habiendo la barra de la entrada sido ahondada hasta los 22 pies, con el costo de 60,000 libras (300,000 duros). La ciudad está en comunicación constante por mar y tierra con Melbourne. Esta ciudad es la primera que ha introdu- cido la fábrica de paños en Victoria, recibiendo del Gobierno por todo auxilio unos 8,000 duros. El capital empleado en la primera fábrica, inclusos edificios, llega á 200,000 duros, pero sus productos se hallan muy — 65 — acreditados en todo el país, empleando cerca de 200 trabajadores entre hombres y mujeres. Los paños son xabricados en talleres de mano movidos á vapor por máquinas de 100 caballos de potencia. Son cinco las actuales fábricas, sostenidas por Compañías que realizan superiores utilidades, empleándose por todas mas de mil operarios, Hay, además, un establecimiento de ba- ños públicos en la bahía abriagada de Corio. La facilidad para cargar la lana en sus muelles, ha hecho que los estancieros acudan allí de preferencia con las suyas, realizando una buena economía. Sobre las márgenes del Rio Barwon, se halla además establecida una de las mas grandes curtiembres de la Colonia, y allí mismo existen buenos lavaderos y limpiaderos de lana. Existe también una fundición en pleno ejercicio Tiene diarios y otros periódicos locales. El país que rodea á Geelong es esencialmente agrícola, hallándose ocu- pado con chacras, viñas y hortalizas. Las Lomas de Barrabool, sobre la margen Occidental del Barwon, son muy fértiles y se hallan pintorescamente situadas, con perspectivas hechiceras de mar y montañas. La forma- ción geológica del Distrito es plioceno superior. Existen extensas canteras de calcáreas en el linde Orien* tal de la ciudad, sobre las riberas de Co' rio Bmj. Para el ser- vicio policial, Geelong se divide en cuatro cuarteles. ¡Cuando se considera que hoy, 1883, esta ciudad no tiene mas de 48 años de existencia, causa asombro la rapidez de su crecimiento y desarrollo, desde la guarida del salvaje, hasta la posición de una de las mas mag- níficas ciudades del Imperio Británico, con 300,000 habitantes, bellamente distribuidos en una vasta área — G6 - de suelo pintoresco; ofreciendo una prueba notable no solo de lo que en nuestro siglo puede obrar el capital, los brazos y el espíritu de empresa en nn corto período de tiempo; sino de la pasmosa fecundidad de la raza inglesa, que sin dejar de aumentar el poder, los recursos y la población del Reino Unido, puebla en pocos años, en menos de un siglo, de emporios y ciudades magníficas, los continentes, las Islas y el globo entero, hasta en sus antípodas. San Petersburgo fundada á principios del siglo pasado con todo el poder autócrata de todas las Rusias, en el centro de un poderoso Imperio poblado desde antiguo en Europa misma centro del mayor poder y civilización del mundo, á los 50 años de fundada, no debia presentar ni la cuarta parte del esplendor, riqueza y poder de esta ciudad de los Antípodas, fundada en un desierto salvaje, en la mitad de ese tiempo! Tócanos ahora Melboume, de cuyo aspecto de lle- gada hemos hablado ya. Esta ciudad ubica en los 37°49'53" de latitud Sud, y en los 144<^58'42" de long. E^ Greenwich. Hállase situada sobre la margen Norte del Rio Yarra, en el Condado de Burke. La ciudad forma uno de los Distritos de Policía en que se halla dividido el Estado, siendo uno de los caracterís- ticos de esta ciudad Anglosajona (en que la presencia de un estranjero es una rareza, pues la raza inglesa, tan fecunda y sin conventos de frailes y monjas que mermen su población, no necesita para nada de inmi- gración estranjera, ni le gusta, ni la solicita), la espléndida anchura y variedad de dirección de sus calles y avenidas, la profusión de sus jardines, parques, recreos y plazas de árboles y flores que á cada paso se — 67 — presentan á los ojos del transeúnte que recorre esas vastas, alegres, activas é industriosas poblaciones de un carácter tan uniforme y marcadamente Británico todas, en sus edificios públicos y privados, con raras adiciones áe verandas y otros agregados postizos, que rabian de su asociación con el estilo cerrado Inglés, sin modificar en nada esa arquitectura hiperbórea trans- portada sin transición á esos climas tropicales, con todas sus piezas. Y sin embargo, los ingleses tienen talento en su país y fuera de su país, tienen aun mas talento; y con todo su talento son tan inflexibles en su britanismo, que lo transportan sin el menor esfuerzo de adaptación á los climas mas opuestos. Si esta no es una invasión de Xerxes que toma pose- sión del mundo, tampoco es una invasión de Pericles; porque los ingleses, si hacen maravillosas aplicaciones de la intelijencia y de las ciencias á las industrias prác- ticas y al comercio, no tienen nada de Griego, y si mucho de gótico, en sus gustos y en sus artes. En sus gustos, porque entre ellos la distinción y la elegan- cia son mas bien la escepcion, que la regla en sus artes, por que tienen la inclinación innata al gótico arcaico, que es el arte Griego ó Romano, lo que al Cyclopeo ó el Palenque al moderno. Volviendo á Melbourne; esta ciudad abunda en edi- ficios que rivahzan en esplendor con los de las mejores capitales de Europa; y que aunque de una reciente y rá- pida construcción, son tan sólidos y durables como los que mas; la hluestonc ó piedra azul que es el material de que se hallan construidos en todo ó en parte de la -^68 — mayoría de los edificios públicos y privados de la capital de Victoria, es un pórfido, creemos tan durable é im- perecedero como el mas duro basalto. Los templos, son numerosos y sólidos predominando en todos el esti- lo gótico primitivo. Con escepcion de los templos, los otros edificios públicos se hallan generalmente concebi- dos en un estilo arquitectónico pasable, por el modelo de los mejores de Londres. Tales son el Telégrafo, la casa de Gobierno llamada tesorería, el edificio de las Cámaras llamado Capitolio en los Estados Unidos, edi- ficio de piedra vasto, sólido y elegante que está al ter- minarse; la Biblioteca Pública, el Correo, el Palacio de Justicia, la Imprenta del Gobierno, la Moneda, la Univer- sidad y su Museo y otros muchos edificios públicos y privados. El puerto de Melbourne se halla en Sandridge, arrabal situado á 2 li2 millas del centro de la ciudad, en la Bahia de Obson y ligado á la metrópoli por un ferro- carril y un buen camino macadamizado. La ciudad tiene ademas el Yarra, rio que sirve de puerto y amarradero á los vapores en el corazón mismo de la ciudad, á lo largo de la gran calle Fiinders. A la margen opuesta de rio se estienden astilleros para la construcción y compostura de vapores y buques. El curso del Yarra hasta hoy solo frecuentado por los vapores intercolonia- les y costeros, teniendo solo los grandes vapores ultra- marinos acceso hasta Sandridge, se halla en via de ser ahondado y ensanchado. Ya conocemos los diversos sistemas de ferro-carriles de Victoria todos con su punto de arranque en Melbourne. Todos ellos tienen sus estaciones concentradas sobre el Yarra, mas arriba y mas abajo délas caldas de este, - 69 ocupadas como sabemos por un puente provisorio que va á ser luego sustituido con otro mas monumental. A mas de los ferro -carriles, Melbourne se halla abundante- mente provista de toda clase de medios de locomoción, como ser ómnibus, volantas, cahs-, esas calesas especia- les y características de Londres; wagonetes y otros medios de transportes cómodos y baratos. Las principa- les calles de Melbourne tienen 99 pies (30 metros) de ancho, las cuales ligan como grandes arterias los princi- pales centros de la ciudad, interceptándose en ángulos rectos, con calles mas estrechas en ios intermedios. Esto dá á la ciudad á la vez un aspecto Europeo y Americano. Europeo en los puntos con calles estrechas donde los edificios y las poblaciones se aglomeran; y americano en sus anchas avenidas arboladas á la Washington. Esto añadido á las numerosa.^ Farades, sqnares, y jardines, yá sus magníficos edificios de piedra y ladrillo, dá á la ciudad un aspecto tan grandioso como alegre y salubre; No es una caverna infecta como las viejas ciudades de Europa, es mas bien un risueño Parque, un Paraíso, donde millares de seres sanos y felices viven en mansio- nes lujosas de cristal y piedra, en medio de mercados, tiendas, almacenes y fábricas espléndidas, y con un tráfico activísimo que llena de animación sus calles y vias públicas. Las principales avenidas que corren de este á oeste, son las de Flinders, que costea el Yarra con elevados edificios y almacenes, la de CoHins formada de palacios y Bancos: la de Bourke, brillante de joyerías y tiendas; las de Londsdale y Latrobe, costeando Parques, squares y jardines. Las avenidas de Sud á Norte que cortan las anteriores en ángulos rectos, son las calles — 70 — Spencer, King, William, Qaeen, Elizabeth, Swamston, Mussell, Stephen y Spring Elizabeth Street, la calle de mas tráfico, ocupa el centro del valle que separa en dos colinas donde se estiende la ciudad y la divide en Este y Oeste, como la calle Rivadavia divide Buenos Aires en Norte y Sud. Elizabeth Street, á pesar de su tráfico y esplendor, cuando llueve fuerte, se convierte en un tercero impasable, pero tiene desagües prontos, y de ahí el que no se inunde. Las calles que hemos nom- brado son las mas lujosas y las mejores edificadas do la ciudad, cuyos «blocks» ó manzanas se hallan cortadas en cuatro por callejones de menos ancho que las grandes calles. Pero fuera de ellas hay otras como Victoria Para- de, Albert Street y Wellington Parado y otras mas excéntricas, lo que no impido que sean verdaderamente magnificas por su estension, ancho y lujosos edificios con jardines ornamentales. Figuraos, espléndidas ave- nidas de 100 yardas de ancho con árboles y jardines enrejados en el centro, adoquinados en los costados^ con magníficos veredones embaldozados de piedra y de asfalto, y podrá formarse una idea de lo que son Victoria Parado, Albeeft Street y Wellington Parado. Melbourne tiene además numerosos arrabales con- tiguos, que se ligan á ella por avenidas tan magní- ficas como las mencionadas, por ferro-carriles y lineas de ómnibus y coches. Tales son Collingword, North Melbourne, Fitzroy, Garitón, Brunswick, Emerald Hill, South Yarra, Prahran, Richmond etc. Toda la ciudad se halla bien alumbrada y adoquinada; lo que en tiempo seco, á pesar del riego constante y de las acequias con agua que circulan por las calles, la hacen tan pulverulenta \ — 71 — comí) nuestras ciudades del interior. Pero se cuida de regarlas á bomba y carro, de mañana y tarde. Todas las estaciones de policia de Melbourne y suburbios se hallan ligadas por telégrafos y teléfonos-, formando un haz centralizado en la casa de Gobierno. El Hospital y Cárcel de Melbourne son edificios espaciosos y sólidos, con todas las mejoras de la ciencia moderna para el alivio y cura de los enfermos. El cementerio se halla al Norte fuera de la ciudad, y es espléndido. Es hospitalario, ofreciendo compartimentos para todas las sectas sin escepcion. Solo los cementerios Españoles de Sud América son intolerantes, no habiendo paz para ellos ni en el campo de k muerte. A pesar de encon- trarse á mas de cuatro millas de la ciudad, ya se piensa en retirarlo mas lejos, pues Melbourne se ensancha con rapidez. Los mercados de esta ciudad son tan sólidos como espléndidos. Son cuatro, y grandes: el de fruta, el de pescado, el de carne y el de granos. Hay también mercados especiales para lanas y ganados de pié Los teatros no son tan vastos como los mercados; hay cuatro. Los hoteles son numerosos, y algunos buenos; pero ninguno se aproxima, ni de lejos, al «Palace Hotel» de Cahfornia. Las instituciones caritativas y de benefi- cencia, son numerosas. El Hospital tiene 400 camas. Hay además un Asilo de Beneficencia, un Asilo de Huérfanos, un Asilo de Lunáticos, un Asilo de Inmi- grantes, un Asilo de Ciegos, Hospital de Incurables, «Alfred Hospital», Hospital de Niños, y otros por el estilo. De las reservas, jardines y parques públicos — 72 ~ deMelbourne, ya hemos hablado en general. Solo diremos algo respecto al Jardin Botánico, formado por el sabio botanista Yon Mueller, y al que él ha dado algo de su celebridad. Los habitantes de Melbourne están con razón orgullosos de su grande y magníñca ciudad, superior á muchas de Europa y América. Según el Censo de 1881, la población de Melbourne era entonces de 280,836 almas. Actualmente, 1883, sus habitantes alcanzan á 300,000. Del número del Censo, 138,298 son varones, y 142,538 son mujeres. Melbourne se halla distribuida en varios Municipios, ocupando un área de V 7 millas cuadradas. Cuenta 100 millas de calles ado- quinadas y 2,000 faroles de alumbrado á gas. Melbourne tiene tres diarios de la mañana dos de la tarde y multitud de periódicos y revistas semanales y mensuales. «Sandhurst» es el centro de un distrito minero y agrícola en el Condado de Bendigo; hoy es una gran ciudad inferior solo á Melbourne la Capital. Es el centro de una rica región aurífera compuesta principal- mente de crestones de cuarzo abundantes en oto, y que se consideran tan abundantes, que llega á formar una riqueza casi inagotable para el porvenir. La riqueza primero del oro aluvial y en seguida la de los crestones, es lo que ha hecho de Sandhurst una gran ciudad. La ciudad se divide en tres cuarteles y un Municipio; tiene un área de 7,500 acres, 6,800 casas y propiedades por valor de 2.000,000 de libras, presentando unas 100 millas de calles adoquinadas y macadamisadas. Su poblaciorx es de 36,000 almas. Su principal calle, llamada Pall Malí, abunda tanto en bellas casas de piedra, como en bellos almacenes y tiendas, hallándose — 73 — á uno de sus estremos el magnífico Parque de Rosalinda. Los edificios mas importantes son la Casa Municipal, los Bancos, los Seguros, los Templos^, el Hospital, el Instituto Mecánico con su biblioteca, el Asilo de Be- neficencia, la Escuela de Minas, el Teatro Real los clubs y las logias. La ciudad se halla alumbradada á gas, recibiendo su provisión da agua de la represa Victoria, situada á 6 millas, formando con otras un depósito de" 100,000,000 de galones. A mas de su magnifico Parque, la ciudad tiene dos recreos mas, los jardines de la reserva y los jardines botánicos, estos últimos con una colección zooló- gica de animales vivos y aves. A mas de la industria de oro Sandhurst cuenta otras, como cervecería en grande escala; 4 á 5 grandes fundiciones de hierro; fábrica de coches; alfarerías, curtiembres, hornos de ladrillos y cal; fabrica de cordiales; establecimientos, agrícolas y viñedos opulentos. Sus vinos sobre todo los de Axe Creek, son célebres. Sus templos son de piedra unos y otros son de ladrillo. Las minas dan empleo en Sandhurst á 7,000 operarios. Hay un valor invertido en máquinas, herra- mientas y demás de cerca de 3000,000 de duros. Las operaciones mineras se estíenden en un espacio de 144 millas cuadradas y se cuenta 778 crestones de cuarzo aurífero independientes. El producto anual en media en oro de Sandhurst, se avalúa en 200,000 onzas con un valor de mas de 3,000,000 de duros. Cuenta varios órganos periódicos. Su principal cosecha agrícola es el trigo. Sale, en el condado de Tanjil, es la principal ciudad del vasto y rico distrito de Gippsland. Se halla situada — 74 — entre los rios Thompson y Flooding Breek los cuales se juntan al Rio Latrobe bajo su puente á 128 millas E. S. E. de Melbourne, con la cual comunica á vapor por la via de los Lagos /y por el ferro-carril que tiene alli estación y trenes completos dos veces por dia. La ciudad se halla bellamente situada en medio de un llano estenso siendo el centro de un grande y rico distrito agrícola y pastoril, siendo el mercado de las ciudades mas internadas de Maffi, Heyheld, Strafor, oficina de remesas, cajas de ahorro^ Bancos, Seguros, Lojias, Templos, Es- cuelas, Hoteles; un Instituto Mecánico con su Biblioteca y un buen Hospital; cuenta varios Clubs. Su industria se compone de los productos de la'tamberia, de tres cervecerías, de un molino de harina y una curtiembre. Su población era de 3,500 almas por el censo de 1881; la del distrito es de cerca de 25,000. Tiene magníficos Jardines Botánicos y Sociedad Agrícola, dos órganos locales. Es el asiento de varias postas locales y del Shire;* de una oficina de mensura, de una subtesoreria y de un almacén de pólvora. Goza del gobierno municipal en una área de cerca de 5,000 acres, contando 100 casas y propiedades por valor de mas de 300,000 £. Unos 6,000 alumnos asisten á sus escuelas del Estado. Sale se halla á la cabeza de la navegación de los Lagos de Gippsland, que recorre el vapor «Tanjil» haciendo importantes remesas de pescado á la capital. Un pozo artesiano de rica agua y de 223 pies de pro- fundidad, provee de ella á la ciudad. A 15 millas de Sale, sobre el rio Avon, se halla Raraakynck, población de aborigénes. La formación del suelo del distrito es Palaozoica. — 75 — Pasando ahora del espectáculo de la ciudad al de la «Industria», el estranjero que visita á Melbourne no puede menos de sorprenderse al ver el aspecto tan afanado, tan industrial de esa ciudad de ayer; al ver hoy tan lleno de talleres y fábricas; tan posesionado por grrndes empresas industriales, ún suelo que aun no hace medio siglo era la desierta guarida del salvaje. En efecto, por rico qne sea el suelo de una colonia inglesa aun que todo él sea una masa cuajada de oro, como sucede en Victoria no por eso el anglo-sajon pierde su industria, su inteligencia ó su laboriosidad. Por el contrario el oro, el capital fácil ó difícilmente adquirido, solo lo considera como un instrumento, como un medio de asegurar mayores y mas permanente resultado para establecerse, ensanchar y perfeccionar sea el cultivo del suelo, sea la industria que establece y mantiene la superioridad de esa laboriosa raza. Cuan diferente en esto de esas razas inferiores á quienes el despotismo y la superstición han arrancado hasta el pensamiento, que hace al hombre previsor y por consiguiente moral, y las cuales contentas con haber encontrado un puñado de oro prodigado por la naturaleza, se entregan á la haraganería y al vicio, perdiendo toda actividad, toda industria y aun el ejercicio de sus facultades intelec- tuales. Las razas dignas, las razas que respetan su honor y su porvenir, deben fijar su pensamiento en el establecimiento de la actividad y de una industria per- manente como el único y el más eficaz medio de recobrar la dignidad perdida y de mantener la integridad é inde- pendencia nacional. Por lo que es á Melbourne, el corazón mismo de esta — 76 — bella ciudad, se presenta como un bosque erizado de altas chimeneas, arrojando incesantemente columnas de negro humo, indicio de grandes hornos y de lagos de hierro fundido, cuyo líquido incandescente, reducido en barras, es fácilmente convertido en las formas conve- nientes y útiles, y después de recibir el acabado mas completo, van á servir como partes componentes de numerosas máquinas ahorrativas del rabajo humano; que habilitan al agricultor para cultivar pronto y barato su suelo; para recojer, limpiar y apartar sus cosechas economizando tiempo, trabajo y gastos que le permiten esperar una fortuna para él y su familia. Nos referimos con especial á la fábrica de herramientas y máquinas agrícolas de los señores Vidiolson y Ca., situada en la parte mas abierta y central de la ciudad. La fábrica establecida en pequeño hace 30 años, hoy ha adquirido dimensiones asombrosas. Una de sus especialidades son las máquinas segadoras; pero esta clase de máquinas, que las hay de diferentes especies y aplicaciones, solo constituyen un ítem de los muchos inventos para perfec- cionar y economizar el trabajo, que se construyen en esta misma fábrica. La parte de este establecimiento en que se trabaja el hierro, es completa en todos sus detalles, de meca- nismos necesarios para forjar, cortar, taladrar, cepillar, etc., el hierro, hallándose cada máquina dirigida por un inteligente obrero. Los departamentos de carpintería, de ajustar y de aparejar, se hallan tan bien montados como el de ferretería. La madera empleada para las máquinas, es la del mejor pino kauri. Esta, antes de ser utilizada, pasa por un procedimiento completo de — 77 -- secamiento y adaptación, de manera á hacerse tan durable como de hierro mismo. Las máquinas conocidas empleadas en la agricultura, son hoy tan numerosas y tan adecuadas para el trabajo á que son destinadas, que su valor para el agricultor en estos países ha queda- do reducido casi al costo de los diversos artículos, la cualidad del material y la habilidad mecánica con que son adaptadas. Existen muchas variedades en las má- quinas de segar y cosechar, lo mismo que en los otros instrumentos empleados en la agricultura, cada una de las cuales ofrece ventajas especiales para objetos determinados. Cuéntanse entre ellas máquinas adaptadas para todas las circunstancias, tan grande es la perfección á que ha llegado su mecanismo. Uno de los últimos esfuerzos de la Casa Nicholson y Ca., en las máquinas de cosechar, es no solo una invención original, sino de una gran importancia práctica. El objeto obtenido es un instantáneo cambio de velocidad, el cual se ejecuta de la manera mas simple y fácil. Además, la máquina tiene resortes para que la siega se haga á la altura que se quiera, sea una ó 3 ó mas pulgadas del nivel del suelo. Porque el heno ó la alfalfa necesitan ser segados á una pulgada del suelo, pero los cereales pueden segarse hasta 13 pulgadas de alto, según convenga. La máquina, además ha sido simplificada de modo, que esto se obtie- ne con solo ajuntar dos pernos. En lo demás, esta casa, por la adecuidad, perfección y duración de sus máquinas y herramientas agrícolas, puede asegurarse no tiene rival. Todos los objetos de su manufactura han obtenido un nombre merecidamente popular, y su producción que solo abastecía en un principio el mercado de Yictcria, — 78 — se estiende hoy á todas las regiones de Australasia. «Industria de la carne conservada por el hielo en Victoria».— Según el informe presentado a la Conapañía Australiana de carnes conservadas por el hielo, durante los últimos seis meses del año 1882, seis remesas de carnes congeladas han sido hechas por la Compañía en Londres, y con una sola escepcion, cada consignamiento de frutos era en pérdida para la Sociedad. No ha sucedido lo mismo con las Compañías establecidas en Nueva Gales del Sud, Queensland ó Nueva Zelanda, pues estas, obrando en un teatro mas propicio (carne abundante, barata y gorda), han hecho y siguen haciendo negocios en este ramo, de una importancia creciente y con utilidad. La pérdida total de la Sociedad Yictoriana llegó en dicho año á 15,000 duros. La principal causa de las pérdidas es, según lo asegura el informe, el alto precio de la carne en Victoria, debido á la severa seca de dicho año. Otro obstáculo para el éxito comercial ha sido la tasa elevada de los fletes; habiendo también la campaña sufrido pérdidas debidas al detrimento de las carnes. Por lo demás, de las doce remesas hechas hasta hoy, solo dos han llegado en mal estado á Inglaterra. Es de advertir que Australia se halla dos veces mas distante de Inglaterra que Buenos Aires, empleando los vapores 45 y 50 dias, cuando no tienen novedad, para llegar á Inglaterra; mientras que de Buenos Aires los vapores se pueden poner hasta en 15 dias en Europa ó por lo mas en 21. Ademas, los vapores Australianos tienen que navegar permanentemente, por una- linea de estremo calor hasta llegar á Inglaterra. — 79 -^ Con relación á las perdidas de la Compañía, di jóse por uno de los directores de ella, que era un error haber escogido á Malbourne por base de operaciones para este tráfico^ opinión en que fué apoyado por la mayoría de los accionistas. Los directores han estado expor- tando carnes de una colonia que no produce la suficiente para sus consumos; y en cuyo mercado la carne es siempre mas cara que en Sydney ó Brisbane. No sa- bemos si la compañia escojerá otro punto para base de operaciones; lo que sí sabemos es su resolución de no hacer mas remesas de carne de Meíbourne, mientras el carnero valga mas de cuatro centavos Ib. en ese mercado. A nuestro entender, Aflstralia se halla en desfavorables condiciones para especular con carnes conservadas por el hielo, ano ser que cambie al itinerario del Mar Rojo, por el itinerario del Cabo de Buena Esperanza, lo que lejos de abreviar alargará el tiempo. Ademas, no hay ninguna de esas colonias, por causa de las enormes distancias, que esté en estado de empren- der con ventaja ese comercio, ante la competencia de los Norteamericanos y canadenses que ponen buenos pastos, granos baratos y exélentes reses mestizas de carnicería á nuestras plazas de Europa. Solo Nueva Gales del Sud y Queensland tienen carnes suficientes para hacer este comercio; pero en Londres llaman por irrisión conejos á sus carneros, tan pequeños son; tendría pues que mejorar antes su raza de carnicería y esto no se logra en un dia: ademas de que siempre quedaría la enorme distancia y la situación desfavorable. De las colonias del Australia, solo Nueva Zelanda puede em- prender ese comercio con esperanza de algún éxito, — 80 — pues sus reses mayores y menores son inmejorables en cuanto al tamaño ya á calidad de la carne. Es en vista de esto que el progresista gobierno de esa colonia ha acordado primas para el establecimiento de lineas direc- tas de comunicación con Europa; pero se halla á una semana de distancia mas que Australia^ por el camino hasta aqui acostumbrado por las lineas Inglesas. Pero Nueva Zelanda, por medio de propuestas á prima, de que damos cuenta en otra parte, há conseguido esta- blecer lineas de comunicación y comercio directo con Europa por el Estrecho de Magallanes, en la cual los buenos vapores que se componen esas Hneas no emplean mas de 45 á 50 dias de viage. En todo caso, en esas colonias de Australania, carne y reses son muchas mas caras que entre nosotros; esto nos hace dudar sea negocio remunerativo por mucho tiempo, aunque como sabemos por la prensa de Rio Janeiro, las remesas se van sucediendo mas tras atrás hasta hoy,, conduciendo carnes de vaca y carnero con- geladas y ademas conejos y aves también conservadas por el hielo. Lo mismo puede hacerse con los huevos, manteca y otros artículos. Mas lo importante aquí es que lo principal del problema, la remesa de largas dis- tancias y por largo tiempo de carnes conservadas por el hielo es un hecho real y positivo adquirido á la industria. Al comercióle corresponde sacar todo el partido osible de él. El negocio de carnes congeladas, mientras Norte Amé- ria lo empuñe con mano vigorosa, hace imposible toda rivalidad como precio y como calidad. Solo los Estados del Plata podrían rivalizar con ellos no en I03 mercados 81 ingleses, pero si en las costas del Brasil y en la Europa meridional: mas para esto es preciso colocarse en buenas condiciones de capital y de producción. El Congreso Argentino debiera acordar premios de alguna consideración en dinero, no al que invente un nuevo método de conservación de carnes, como lo ha practicado; sino á la primera empresa que se esta- blezca con capital y vapores frigoríficos para hacer el negocio, acordando otro premio igualmente considerable para la mejora del ganado vacuno y ovino del país por la selección ó la cruza; y para la adopción de los mejores sistemas de engorde. Mediante esto, la Repú- blica podrá entrar con ventaja en la via de la esplotacion en grande escala de los recursos que le ofrecen los productos de su fértil suelo. Fabricación de vinos: el Champagne Australiano. Otra industria hoy aclimatada con éxito en Melbourne, es la fabricación del vino de Champagne, que para algunas generaciones no es nada menos que el rey de los vinos; sobre todo si hemos de juzgar por su estenso uso y por sus altos precios. Y sin embargo, lo que generalmente se nos vende por vino de Champagne no es sino una mezcla de cidra ó limonada, con azúcar, aguardiente y ácido carbónico. Esta mezcla espuma inmensamente como la soda water\ pero su espuma no es cremosa como la del verdadero Champagne, y el líquido restante, lejos de saber á uva, sabe á un ácido cualquiera desleído con agua, azúcar y aguardiente el todo permeado con una tuerte mezcla de ácido carbónico. Tal es el Champagne ein nomin que estamos acostumbrados á beber. No pertenece á esta — 82 — clase caracterizada la fábrica de Champagne establecida en Melbourne; ella solo emplea zumo puro de la uva de Victoria, en estremo adecuada para la fabricación de esta clase de vino. Ademas del bueno y legítimo monto, la fábrica cuenta con buenas y apropiadas bodegas, otro Ítem indispensable para la buena y conveniente prepa- ración y maduración de este vino. El Champagne artificial, con ácido carbónico inyectado, se puede preparar, no en meses sino en dias. Mas el Champagne natural, genuino y verdadero de uva, necesita por lo menos un año de embotellado antes de su uso; y para que sea perfecto necesita dos y tres años mas. Ahora bien, las buenas bodegas para este vino, son las practi- cadas en terreno calcáreo, condición que se halla llenada en la fábrica de JMelbourne. En estas condiciones, esa fábrica puede confeccionar vino de Champagne de prime- ra clase Para la fabricación de este vino, se emplea la uva blanca, que se produce excelente en Victoria, si bien se puede también emplear la uva de color, estrayendo el mosto al tiempo de pisarlo, sin darle el tiempo de recibir el tinte del hollejo: esto es, es preciso, recoger en la uva de color, lo que se llama lagrimilla, en cuyo caso el vino sale con un ligero y delicioso tinte rosa que testifica la legitimidad de su nacimiento de la verdadera uva, aunque de color. Sin embargo, hay gentes que fabrican vino de Champagne de color subido; pero esto no entra en el cálculo de los que solo preparan verda- dero Champagne. Hay países en que se bebe con gusto Champagne rojo; pero también los hay en que se toma la ensalada encima del dulce, cosa, por consiguiente, — sa- que no recomendaremos á nadie. Suponiendo, pues, uva blanca y mosto blanco como materia prima, en la fábrica en cuestión se practica la mezcla de diversos vintajes, porque es regla para obtener el mejor vino de esta especie el mezclar el zumo de diferentes clases de uvas y de diferentes partes del suelo de la viña, con la inteligencia y la selección necesaria. La primer operación consiste en pisar los racimos vendimiados, dejando fermentar el zumo, según costum- bre. Por lo genera], este gran establecimiento compra el mosto á los viñateros á medida que sale de la prensa ó lagar. Estos mostos son mezclados en ios toneles de la fábrica, según sus cualidades y las peculiaridades del suelo que los produce: esto es, se entreveran los mostos de los terrenos bajos y arcillosos, con los de los suelos altos ó calcáreos, para darles cuerpo y consistencia, pues de otro modo el vino saldria demasiado acuoso. Terminada la primera fermentación, cuatro meses des- pués de la vendimia, el vino se trasiega y aclara, empleándose la «colapez» con este objeto. El embotella- nüento solo tiene lugar tres meses después de la trasiega y antes que la fermentación se halle completa. Las botellas llenas son colocadas en seguida en una posición inclinada, dejándolas de poner el sedimento del lado del corcho. Tres meses después se ponen todas boca abajo y en esta posición es depositado el último sedimento viniendo á formar una costra encima del corcho. La temperatura y el aire de las bodegas tienen, generalmente una importante influencia para producir esta deposición de sedimento al tiempo y en la disposición deseada. Una vez completada, hay que hacer una operación muy - 84 — delicada, y para la que se precisa habilidad y espe riencia. Las botellas se ¿omaa en las manos, quitándoles el corcho una por una, sacando junto con la tapa el sedimento condensado; en seguida se procede al rellena- miento con vino claro de las botellas que se han vaciado demasiado. En seguida se añade á cada botella una mezcla de azúcar blanca refinada y un buen aguardiente de vino, en proporción al grado de dulzura y de cuerpo que se desea, lo que se obtiene con esa adiciou de azúc;ar y espíritu. Después de esto, las botellas se tapan definitivamente y se ponen á madurar en las bodegas. La formación lenta del ácido carbónico que produce esa espuma cremosa que es el mérito del verdadero Champagne, debe producirse, naturalmente, en cada botella, y no por medio de inyecciones artificiales Es á esto á lo que contribuyen las buenas bodegas, las cuales hacen madurar el vino con una infalible regularidad. Las malas bodegas, acelerando la fermentación, produ- cen la ruptura de innumerables botellas, hasta un 5 7o; lo que no sucede en las buenas y frescas y que deben disfrutar de una temperatura igual en todas las estaciones; pero si las bodegas no deben ser calientes^ tampoco deben ser demasiado frias ni húmedas, pues el vino, en vez de madurar, se amohosa entonces. No deben pasar de frescas y secas. Pozos Artesianos en Victoria— A propósito de viñas y de vinos de uva, en Buenos Aires, pais el mas favorable para la horticultura, para tener viñas, basta plantarlas. No sucede lo mismo en Australia, pais sujeto á un tiempo, á grandes inundaciones y á grandes — 85 — secas. Alli para plantar una viña, hay que pensar en los medios de regarla. Esto se obtiene á veces estra- yendo con bombas el agua de los rios. Pero estos esca- sos son en Australia también se secan. Qué hacer entonces para obtener un riego seguro? Una cosa muy sencilla; obtener aguas surgentes por medio de forados artesianos. En Buenos Aires esto no es necesario, por que alli las lluvias son abundantes y regulares. Sin embargo, hay zonas en su campaña del Oeste, donde el agua hace falta, sea para el riego de los potreros de alfalfa, de las chacras ó de las viñas- Pero en esa zona deben abundar las venas de aguas surgentes; por que hay innumerables glaciares y lagos en las nevadas regiones de los Andes, que no están, lejos, y también en sus faldas, mas abajo. Asi, la obtención de aguas sur- gentes en esta provincia es cosa segura y bastarla ensayarlo para que se obtenga. No sucede lo mismo en A'istraha. Alli no '^'^-'^-/^^^^-^^L/^'oiev^iiiví'n el interior, sino uu^ertos y áridos. Mas como Vioria es una excepción de Australia, después de algios ensayos mfructuosos, se han encontrado al fin agas surgentes con que regar en tiempo de seca, huertc, potreros y viñedos. Este hallazgo ha tenido lugar en Clyde3ank, en el North Gippsland, y en Sale, ciudad de que hemos hablado mas arriba. En esos dos puntos seían obtenido aguas surgentes por la compañia de Forads Artesianos subvencionados por el gobierno y con la .ondicion de hacer los forados para los particulares qie \0 pidan, con un mínimum de costo. La profundidad d^, forado enClyde Bank, es de 278 pies (cerca de 5tí metros), — 86 — saliendo el agua con bastante fuerza para elevarse 40 pies, produciendo agua á razón de 53,000 galones diarios. El forado se ha hecho empleándose cuatro juegos de tubos de¿6, 4, 3 y 2 pulgadas de diámetro, siendo el úl- timo el conductor, de agua á la superficie. El trabajo de su establecimiento ha ocupado 6 semanas, con un costo de 334 Ib. (1,650 duros) ó 7 1/2 duros pié. Este es el 5*^ pozo artesiano que se practica con éxito en este distrito. No hay mas que refrescar en grandes esta poderosa producción de aguas subterráneas, y largarlas después para que se desparramen sobre un terreno convenientemente dispuesto: con poca agua, vastas estensiones de terrenos se pueden regar de este modo; y con mucha mas razón cuando son muchas. El problema del riego en todo tiempo y para todo terreno, queda con esto resuelto, tanto mas, cuanto estas aguas subterráneas suelen salir templadas y pueden com- batir la acción de la helada en los climas frios. Leye?, de criaja y perfeccionannento }j^^nTn. el gano*^- de raza. El Célebre Squatter Mr. Brewer, que es una autoridad eijmateria de crianzas y de las reglas á que está sujel esta industria, asegura que él no conoce un solo casoü que se haya producido una nueva y bri- llante raza, cnteniendo dicha nueva raza las buenas cualidades d( las otras y ni siquiera las cualidades de la primera cuza. Y por el contrario, es de la selección y cruza de ua sola y misma raza, por la aplicación de \8L ley delln and in hreeding que se han formado las razas perfeccionadas hoy conocidas. Porque es con las bueías Juaiidades arraigadas y características de una raza superior, con lo que se obra, obteniéndose — 87 — al fin sa segura reproducción. Es un hecho conocido, continua Mr. Brewer, en la cruza de dos razas distintas, que mientras las primeras ó mas antiguas cruzas se presentan bastante uniformes; las cruzas necesarias, por el contrario, varian en estremo. Con estas cruzas pueden obtenerse buenos mestiza ges mas no razas nuevas, que es cosa muy diferente. Por otro lado se pueden citar numerosos ejemplos de nuevas crias ó razas obtenidas con las cualidades deseadas mediante la cruza inteligente y sucesiva de dos razas diversas, mediando la aplicación en seguida de una larga y bien continuada selección de animales hembras que posean las cualidades deseadas; y reproductores machos de origen puro de uno de las dos razas originarias. «Es ademas,» prosigue Mr. Brewer, un hecho gene- ralmente admitido, con especial cuando se forman crias para mejorar la carne, que en los animales mestizos, durante una ó dos generaciones, los animales obtenidos son mejores para las aplicaciones especiales, que la raza desangre pura de que se derivan. Pero sus buenas cualidades no las pueden trasmitir á sus descendientes con la uniformidad necesaria para perpetuarse ó me- jorar sus buenas cualidades. En realidad, la razón verdadera única de los enormes precios que obtienen los animales de sangre pura de diversas especies, de un linage probado por los años no es por la exelencia de estos animales como individuos de uso, sino únicamente por la facultad que poseen de trasmitir sus buenas cualidades á su descendencia; mientras los mestizos, mejores y superiores á ellos, no lo pueden, por no tener fijado sus caracteres de raza. La cruza de dife- -- 88 — rentes razas de ovejas con la mira de mejorar su carne y para el refinamiento de la lana se continuará por largos años en Australia con gran provecho en muchos sentidos; pero este resultado, solo se perpetuará aUi donde se observen las leyes indicadas. En caso de degenera- ción, para conservar las buenas cuahdades de una cruza ó raza próxima á perderlas, no hay sino recurrir á la cruza con las razas de sangre pura de donde sacan su origen, sea del lado de la madre ó del padre y seguir siempre con padres de un solo linaje hasta estampar y uniformar su tipo ó ideal que el criador se ha propuesto construir. Minas de oro de Victoria en 1882 y 1883 — Nos parece que oimos argumentar á algunos de nuestros lectores que sí las colonias Australianas son opulentas y prospe- ran es debido á que su suelo les suministra oro en abundancia. Pues bien ese oro nosotros lo tenemos también y talvez en mayor abundancia que en Australia. Nuestras formaciones son las mismas en su mayor parte, y oro se ha encontrado en abundancia en algunas de nuestras Provincias del Interior, en San Luis, Mendoza, San Juan, Rioja etc. ¿Mas porqué no se ha beneficiado con la OQisma estension, con la misma constancia, con el mismo capital (summistrado por el mismo oro) y por consiguiente con los mismos resultados? Porque entre nosotros la atención pública no i^e concentra sobro los medios prácticos y reales de producir el bienestar, la riqueza pública y privada por medio del trabajo, de la industria, de la inteligencia cultivada; sino que toda la atención y los recursos públicos y privados se hallan dirijidüs á la política, á la empleomania, á las intrigas — 89 — y al ájio. Si la energía de nuestra raza sigue así desea minada, si estos vicios se arraigan en nuestro carácter nacional, seremos un pueblo, una raza perdida para siempre. Hay que fijar la atención en nuestros re- cursos territoriales, para desarrollarlos. Es en este sentido que vamos á ocuparnos de la minería de Australia; porque si bien Buenos Aires no es un país minero, él tiene interés en que la minería se desarrolle en las otras Provincias, pues ese oro, en poca ó mucha cantidad que se estraiga, tiene necseariamente que venir á emplearse en Buenos Aires ó depositarse en sus Bancos. Ademas, no es seguro que Buenos Aires no tenga oro. En el Sud tiene sierras graníticas y volcánicas; y es justa- mente en el cuarzo que acompaña el granito y en algunas de las formaciones volcánicas, como piritas, donde en Australia y Nueva Zelanda se ha encontrado el oro mas abundante. Comenzaremos nuestros estudios por Clunes. La pequeña mancha de rocas palaozoicas, de dos millas de largo por una milla de anchO; rodeada de mantos de lava, que se estíenden casi sin interrupción desde el límite Occidental de la colonia al Este del Rio Plenty, dentro del cual se.hallan situados, es de un gran interés para el minero Australiano. Allí se encontró oro en Marzo de 1850 y ricas vetas en 1851, encontrándose los mas ricos depósitos dentro de las propiedades priva- das. Clu7ier, que con una área tan reducida ha añañido tanto al capital aurífero del mundo, no es aun hoy un paraje atractivo, aun que gomeros azales, sauces y álamos, los árboles civilizados por exelencia, pues por todo acompañan al hombre culto, contribuyan en algo — 90 — á suavizar el salvaje aspecto de las feas y negras rocas que coronan las laderas y los costados de la quebrada. El arrroyo llamado Creswick Creek, se ha abierto pasage al través de la lava volcánica y de las rocas sedimen tarias; pero su acción es de una data comparativa- mente reciente. Los arroyos mas antiguos, como los de Cres-^dck, de Kingston y de Smeaton, se hallan cubiertos de basalto y[su dirección solo puede averiguarse mediante costosos reconocimientos. Al Oeste y Sud de Cluner existen áreas de no gran extensión, ocupadas por el granito, y una de las cuchillas de granito, el Monte Beclavith, tiene 2; 100 pies de elevación sobre el nivel del mar y 1,000 sobre la cresta de los Farellones de Cluner. Las corrientes de lava que cubren las rocas graníticas y palaozoicas mas elevadas, parecen haberse dirigido de Sud á Norte y de Sudeste á Noroeste. Los cráteres extintos mas inmediatos, son ei Monte Gap, seis millas al Sudoeste de Clunes, y CatleStation Hill, que se halla á la misma distancia al Sudeste; pero los vestigios de otros espiráculos mas inmediatos,"pueden haberse borrado con los siglos. La acción del agua en una época reciente, solo ha podido efectuar muy diversos cambios en los rasgos de esta porción del país; pero su trabajo ha sido sufi - ciento para poner en descubierto algunas secciones de rocas de un gran interés. En el Oeste y Noroeste, las rocas del siluriano inferior se presentan á la superficie, y estas, intersectadas por las vetas de cuarzo, son, en algunos parajes, de gran importancia. En esa corrida se hallan los minerales de Talbot, Amherst, Mayorca, — 91 — Maryborough, Avoca, y todos los ricos arrecifes y escavaciones superficiales que se estienden al Noroeste de IngleTvood. Clunes ocupa casi el centro de la gran zona metalífera cuyos límites son Myston al Oeste y Trenthma al Este; y todo el país al Norte y Sud de él, donde ha sido esplorado, es aurífero. Los crestones de Clunes corren de Norte á Sud, siendo en parajes de un espesor extraordinario, presentándose aquí y allí pene- trados por vetas de pyritas siendo numerosos los nidos de este mineral. Aunque las pyritas son generalmente auríferas, produciendo á veces un gran percentaje de oro, el precioso metal es mas abundante en esa parte del crestón en que la galena se presenta. En estos crestones el oro se encuentra principalmente en las líneas de fractura del cuarzo, siendo á menudo mas abun- dante en las grandes vetas en ó cerca de la pared inferior ó de la pared colgante. Algunas de las venas se presentan laminadas y en otras el cuarzo es denso y macizo, sin junturas ni fracturas. El mejor cuarzo se presenta generalmente en profundidad, sea al Norte ó al Sud. Muchas de las minas de Clunes han producido grandes cantidades de oro, siendo una de las mas ricas, la mma Port Phillip. En esa mina hay trabajos hasta el 12« nivel, á 1,190 pies bajo la superficie. Durante mas de 700 pies, la roca dominante en el país es una arenácea clara, dura y seca por completo. A los 715 pies se dácon el cuarzo plano (aflat quartz») mezclado con pizarra, continuando asi hasta la faz donde se ha cortado una veta. En el pique del Este, á los 100 pies, se presenta un dique de diorita de 25 pies de espesor — 92 — entreverado con vetas de cuarzo. Tiene paredes distintas recortadas al Oeste, y del lado Norte, colgada al dique, se presenta una veta de cuarzo de diez pies de espesor. La roca del país á esta profundidad es dura y com- pacta; no se necesitan maderas para sostener los trabajos y casi no se vé una gota de agua. Allí se pueden ver trabajar los perforadores de roca de Michell, siendo admirable la facilidad para colocar esta máquina; y la rapidez y seguridad de su acción, hace el forado relativamente fácil^ comparado con los métodos antiguos. Este pequeño perforador ataca con increíble vigor las mas duras rocas, arrancando una tal cantidad de chispas que casi sirve de luz; y cuando dá con el pedernal el aspecto es de una llama. Con esta máquina en la roca mas dura se pueden perforar hasta 55 pies por cada mes; mientras que por el método antiguo no se hace en el mismo tiempo ni la mitad A la profundida de 990 pies se encuentra ya agua abundante, habiendo que perforar al través del lodo]y del agua. Después de pasar á los 500 pies, un vetarion de 70 pies de espesor, se llega á un terreno mas blando, en el cual se precisan apoyos de madera; llegándose hasta un vetarion occidental, el cual es mas productivo en oro que el anterior. Todos estos vetariones se encuentran al Oeste. Muchos de los macizos pilares y de las lajas, se presentan cubiertos con hongos de un color ya pálido, ya sombrío; y la roca hasta alguna distancia al Oeste del pique se halla tachonada de estalactitas de un blanco de nieve ó de un rojo claro, de modo que al recorrer las esca vaciónos tienen el aspec- to de una caverna natural. La presencia de la cal en el agua de las minas, no es un hecho raro, si bien no — 93 — siempre es fácil indicar el origen de ella. En Clunes proviene talvez de las rocas volcánicas, en las cuales la proporción de la cal no es escasa. A la estremidad del nivel de los 900 pies, se presenta una dislocación de los estrados y un cambio completo en el carácter de las rocas del suelo. No se ven en las rocas endijas rellenadas con lava, ni guias de lava como se presentan en Ballarat; sino que los muros de ios cresto- nes se presentan en general bien formados. Estos vetariones son á esta hondura, casi improducti- vosj por cuya causa, mientras no venga un alcance los trabajos no podrán seguirse en la misma escala. Por lo demás, la cantidad de oro por pié vertical en Jos vetariones de Clunes, es casi el mismo siempre. Por consiguiente, donde el ancho de la veta qs grande, el cuarzo es necesariamente pobre, y donde la veta es delgada, se presenta muy rica de oro. Ninguna de las rocas del siluriano inferior son, en general tan abundantes en oro como las vetas delgadas del siluriano superior; y probablemente la distribución del oro en las vetas de cualquier edad geolójica, se debe á la influencia de una ley aun no descubierta. Los trabajos en estas minas inglesas se practican de una manera científica; se baja de un estado ó nivel á otro por piques que van á parar en las galerías del nivel, donde corren tramways en los cuales se puede viajar con comodidad y rapidez. Los piques se suben y bajan por elevadores. Desde la mayor profundidad, 1,190 se comunica por teléfono con los otros pisos, con la superficie y con la oficina central de los ingenieros y del director de la mina. Los tramways indicados se ocupan del acarreo de los metales al pique — 94 — y de allí son elevados á la superficie. Se cuentan en la mina Port Phillip 1 1 niveles y 15 millas de galerías y drives por donde corren tramways. El número de mi- neros que en la actualidad (Febrero de 1883) trabajan es de 100 bajo tierra habiendo además otros ocupados en los servicios de los tramways y del servicio y buen orden de los niveles. Hay además cantidad de ingenieros empleados en la dirección de los trabajos en el interior de la mina, y otra cantidad de hombres que trabajan en las canchas al aire librcx Hay también trabajadores repartidos en las diversas direcciones, piques y galerías, y si no se emplean mas brazos es debido de un lado al estado de broceo de la veta principal y del otro á las poderosas máquinas empleadas, que economizan brazos hasta un grado increible. Esos 100 trabajadores ayudados de las poderosas máquinas modernas aplicadas con inteligencia, hacen la obra de 1,000 mineros por ios antiguos sistemas de labor Los niveles se hallan todos bien ventilados por medio de piques con con aparatos ventilatorios. Además del teléfono, hay alambres eléctricos para señales. El cuarzo extraído de las minas es chancado en las canchas y en seguida enviado á los trapiches ósía?/?- pers, este último es un sistema perfeccionado de molienda y beneficio. El beneficio se hace en la mina de Port Phillip por un sistema especial. 1** No se hecha mercurio en los cofres. 2** No se emplean planchas de cobre. 3"* Para separar las pyritas se hace uso de huddles ó tinas con scrapers ó raspadores de patente de Munday. 4"* Se — 95 — emplea el mayor esmero en el tostado de las pyritas. El resultado de este sis^^,ma es escelente; el percen- tage de oro obtenido es de' 59. 20 en los stcm.perbeds; de 20.67 en los cajones; de 10.35 en las frazadas y de 9.78 en lo que en Australia llaman Chillan Mili, esto es, trapiches ala chilena, igual todoá 100. El percentage de las pyritas en el cuarzo de Clunes, es variable. En partes los crestones solo producen 0.25, pero en otras el producto se eleva á 1.5 y 2 %? Y mediante el empleo de budüles (tina de beneficiar) se obtiene un 95 7o de los sulfltos del cuarzo. El monto de oro de las pyritas varía con el carácter de la piedra en que se presenta, siendo su media de 3 1/2 onzas por tonelada. En algunos casos presenta pequeñas cantidades de cobre y otros metales y 1/4 onza plata por tonelada. De 185T á 1862 no ha habido pyritas porque su separación solo comenzó á partir de este último año. Pero durante los 20 años siguientes, de 1863 á 1883, se han extraído 6,852 toneladas de pyritas, con un producto de 25,977 onzas de oro, siendo 4 onzas la media por tonelada. La compa- ñía ha molido de 1857 á 1883 la cantidad de 1.235,962 toneladas de piedra con un producto de 494,231 onzas de oro, representando un valor de 1.979,985 lib. est. (mas de 9 1/2 millones de duros). Saliendo ahora, sin mas ceremonia, del mineral de Clunes, pasaremos á Stawell. Como ya hemos dado una idea del sistema seguido para beneficiar las minas de oro de Australia, en adelante solo nos detendremos en los resultados. Stawell es un mineral situado en la quebrada Plenmnt Creech. Las vetas de cuarzo de Stawell presentan rasgos peculiares, diferentes de los — 93 — observados en Ballarat, Castlemaine, Sandhurst, Clunes y otros minerales, tanto por la estructura de los cresto- nes, cuanto por las contorciones de los lechos que interceptan. Por regla general, cuando se practica un pique vertical al oeste de un crestón vertical, la profun- didad del crestón se halla ser la misma que la de la roca de la parte Occidental; pero si se practica al Este, se da con un crestón plano y entonces los mantos se recuestan casi en el mismo ángulo que el crestón plano lo que indica que la deposición del cuarzo ha tenido lugar á lo largo de la línea de menor resistencia. En el centro de la gran cuenca ocupada por las rocas del Siluriano inferior, la de los planos de junción (eleavaje) y la de las principales vetas es casi en la dirección de Norte á Sud; pero cerca de los bordes de la cuenca, donde se presentan grandes masas de granito y rocas metamórficas, la dirección de las venas y rocas es irregular. Las grandes masas de granito, las áreas aisladas ocupadas por el pórfido, y los lechos supe- rincunventes de arenácea de la edad palaozoica superior, que se hallan en los bordes mismo de la cuenca, no pueden dejar de haber influido como agentes perturba- dores, cuando las rocas que las venas de cuarzo interceptan, se hallaban á grandes profundidades bajo el nivel del mar. Primero que todo ocurriéronlas divisiones y contor- ciones que resultaron en los un principio casi horizontales lechos de la edad Siluriana, presentando grandes ejes anticlinales é inclinales, con los lechos, sobre las gran- des áreas casi verticales, como hoy lo vemos en tantos paises, después de su denudación; en seguida ocurrieron — 97 — otras flexiones en una escala menor, debidas á las ajencias locales, hallándose las rocas movidas mas ó menos, ó bien en ondas regulares ó encurbaciones agudas, según su composición blanda, dura ó densa. Otros cambios mecánicos y químicos alteraron aun mas subsiguientemente su carácter, y las venas formadas anteriormente á estos cambios han tenido necesariamente que diferir en forma y dirección de las vetas mas nuevas. Fuera de que las masas de rocas y sus vetas jamás se hallan en reposo. De vez en cuando han sufrido defectos; piques de granito y vetas Ígneas los atraviesan; y cada terremoto y cada erupción de lava volcánica debe haberlas movido hasta cierto punto. Y hay que tener presente que cuando se habla de las márgenes de la gran cuenca ocupada por las rocas Silurianas inferiores, son los limites que hoy vemos y no los que se prolongan inmensamente al Este y Oeste antes que la denudación hubiese arrebatado millares de pies de estratificaciones. Las venas de Sandhurst se hallan amoldadas en anticli- nales, y también á veces en; y el mismo fenómeno se presenta en StaAvell, pero la irregularidad de las flexio- nes impiden la posibilidad de esas disposiciones simétricas que se observan en las partes centrales de la gran cuenca. Ya hemos mencionado, crestones que se encuentran en diversos parajes con paredes bien determinadas. Estos probablemente representan fisuras ó aberturas verticales que han sido llenadas con la roca del pais, interceptadas después con nuevas vetas de cuarzo. Tales crestones anormales han. tenido necesaria- mente que sufrir cambios de dirección y posición en cada movimiento de las masas de rocas circunstantes. — 98 — La estrema riqueza de mucha parte del cuarzo del distrito de Stawell obtenido á grandes profundidades y mucho mas abajo de los niveles hoy per meados por aguas fuertemente salinas, deben inspirar confianza. Bajo las condiciones que existian en la época de la formación de los crestones y cuando el oro fué diseminado en ehos. las rocas hoy en seco debian hallarse saturadas; pero solo estensas esplotaciones podrían dar á conocer el carácter de los crestones situados debajo de la zo- na en que circulan las aguas me teóricas. Lo único que respecto á Stawell se sabe es que á la profundidad de 1,170 pies, el producto de los crestones es de 7 onzas de oro por tonelada. En Stawell, la mina que hoy esplota la Pleasant CreeJc Cümpany en el crestón inmediato á los derechos de las compañías de Magdala, Oriental, Pioneer y Galatea es una de las mas ricas de este mineral; y aunque no es estensa la parte trabajada de su área, la cantidad de oro obtenida de 1870 á 1883 es grande. En ese período ha molido 255,428 toneladas de cuarzo, obteniendo un producto de 217,408 onzas de oro, lo que hace un producto medio de 1 li4 onza por tonelada. En conse- cuencia la compañía ha podido pagar 751,742 Ibs. en dividendos, con un gasto de 400,000 Ibs. en la mina; loque hace un total producido de Ibs. 1.151,742 (cerca de 5.800,000 duros). La mayor profundidad alcanzada en esta mina es de 1,245 pies. En la mina de Magdala, la profundidad alcanzada es de 2,428 pies, siguiéndose los trabajos para alcanzar la profundidad de 500 pies mas. La compañía paga al Gobierno Ibs. 10 por semana por el uso de la máquina y perforador de diamante que ei — 99 -^ Gobierno costea para facilitar ios trabajos de minería. Entre tanto ¿cuál Gobierno Sud Americano se ha preo- cupado de esta bella idea? Pero lacompañia paga^el gasto del ingeniero y brazos empleados. Esta última mina ha molido 83.917 toneladas de cuarzo, obteniendo 137,548 onzas de oro, con una media de cerca de 2 onzas de oro por tonelada. Todas las riquezas del mineral de Stawell se obtienen hoy de los crestones de cuarzo. Poco oro se estrae de los depósitos aluviales. Durante el año 1872 la cantidad de cuarzo molido en la división de Pleasant Creek fué de 4,221 toneladas con un producto medio de 8 li2 adarmes por toneladas. En 1881 se molieron 6,109 toneladas pro- duciendo 1,187 onzas de oro. En 1882 se molieron mas de 7,000 toneladas con una ley de 4 adarmes por tone- lada. En ese mismo año se obtuvo una gran cantidad de oro de la mina Deej) Lead de este mineral. Allí se hizo un alcance que ha producido hasta 70 onzas de oro por tonelada, mas la corrida de la veta se presentó muy irregular; el oro contenido era en particular muy fino, polvo de oro, y las mayores pepas, muy raras, no pasaban de un adarme. La mina de Four Posts tuvo también un alcance de 18 onzas por tonelada. El oro incrustado no habria sido arrastrado por el agua; pero el oro mas fino se conocia gastado perlas corrientes. En general, las vetas tributarias de la DeepLead eran notablespor el carácter deloro que presentaban. Rara vez parecía haber sido rodado por las aguas. En algu- nos casos como en la mina «Silver Shiling» el cemento* contenía de 2 á 8 onzas de oro por tonelada. Existen como 4 lavaderos distintos en «Stawell», formados de - 100 — arenas ó, arcillas mas ó menos calcácáreas y de agravel» ó ripio, el reciente casi semejante en lo que respecta á la composición de las capas, pero con una proporción mayor de ripio de cuarzo; los otros dos son mas «viejos». Los materiales que componen estos viejos aluviones, se derivan de los granitos y de las rocas sedimentarias palaozoicas; el menos antiguo se compone en parte de despojos mas viejos estraidos de alli donde se han hallado en acción las fuerzas desnudantes; el tercero en orden ascendiente de las formaciones de todas estas rocas; y el último de igual modo de las rocas palaozoicas, del granito y de los terciarios. La prensa local ha hecho mención de lechos maríti- mos con fósiles, descubiertos en Wellcome Rush, cerca de Stawell; y aquí, como por todo, el geólogo encuentra un vasto y útil campo de investigaciones. Asociados con los conglomerados auríferos del lecho de conchas, se presentaban en parajes grandes árboles incrustados en el ripio de cuarzo cementado; transportados sin duda bajo condiciones que hoy se reproducen en muchas par- tes de las costas de Victoria, donde las rocas palaozoicas, intersectadas por crestones auríferos, se hallan lavadas por las olas del Océano. Pero si esos minerales situados tierra adentro, á 200 millas del Océano, han sido una vez costas de mar, ¿cómo podrá negarse que los continentes se abisman, y surgen por grados de entre las olas del Océano, al través de los periodos sin límites de las edades geológicas? Porque solo el procedimiento para formar estos conglomerados formados de partículas alisadas por el vaivén de las olas durante siglos, necesita millares de estos siglos. ¿Cuántos años se — 101 — necesitan, entonces, para el surgimiento gradual fuera del, agua, de 200 millas de antiguo lecho de mar? Hace un siglo que se ha poblado la Australia, y de entonces acá el mar no se ha retirado una pulgada de la línea de sus costas; pero aun suponiendo una pulgada por siglo, y aun 12 pulgadas, esto es, un pié por siglo, ¿cuántos de estos siglos se necesitan paraque el mar retroceda 200 millas, á razón de 1 pulgada, ó si se quiere, de 1 pié por siglo? En algunos parajes, los ripios han sido removidos de las rocas que les sirven de lecho, y donde se hallan completamente á la vista, presentan exactamente el aspecto de las rocas que hoy se ven sobre las riberas de Victoria, cuando la marea se retira á las playas. Existen todavía unas 40 millas de país al Norte del lavadero aurífero de Pleasant Creek, ocupadas por auríferos aún mas antiguos, habiéndose hecho solo tentativas muy débiles para reconocerse estos ó los despojos aluvionales mas nuevos y estensos situados mas allá. Se han hecho algunas tentativas de reconocimiento en las partes del país situadas al lado deWimmera, que presentan excelentes panizos auríferos. En un paraje se halló una pepa de 20 onzas, y en otros se obtuvieron 3 adarmes de oro por uñada lavada en la esca vacien. El cemento solo de los lavaderos es capaz de dar útiles productos, y hay millones de toneladas de éste que cubren las rocas entre Pleasant Creek y el Rio Wimmera. Si su condición política es el todo para un país, justo es el comenzar por ella. No escribimos para Australia, — 102 — sino para la República Argentina, y por consiguiente, debemos hacerlo bajo la guia de la mas estricta impar- cialidad. La pintura de- la situación del pais, después de la reseña histórica que hemos hecho, durante estos últimos 18 meses, de fines de 1881 á principios de 1883, puede hacernos formar una idea exacta de la naturaleza de las instituciones del país y de la índole de sus habitantes. Los datos los tomaremos de los documentos oficiales; haciendo su examen á la luz que arroja una oposición ilustrada, moderada é ictelijente, pues á tal elevación moral se han alzado esos países nuevos, que allí las cuestiones mas trascendentales, resueltas siempre radi cálmente en el sentidlo mas democrático, á la faz de la aristocracia gubernamental y metropolitana, presentan el teatro de luchas encarnizadas, es verdad, porque ninguno quiere en lo mas mínimo hacer concesiones de sus principios; pero ilustradas, caballerescas, cultas, sin insultos, improperios ó calumnias personales y aun sin esos escándalos sacados de particularidades reales ó inventadas de la vida privada de los individuos. Porque hay paises tan atrasados todavía hasta el periodo en que Larra escribió para la monárquica España, que no se avergüenzan en nuestra época de luz y de ciencia de contestar al aserto mas luminoso con el denuesto clásico de la herruga. La crisis que terminó con la caída del ministerio O'Loghlen ha tomado un tanto de sorpresa á las otras colonias y al pais mismo de Victoria. El ministerio O'Loghlen era el sucesor del político liberal (sus enemigos lo llaman radical) Mr. Berrj, que cayó víctima de una — 103 ^ liga del partido constitucionalista con la oposición oligár- quica colonial contra el gobierno de Mr. Berryr El nuevo ministerio fué pues un gobierno de composidon y si se quiere de transición y subió al poder con el pro- grama mas deslumbrador que esplícito, de paz, progreso y psosperidad ciMQ O'Loghlen, elejidó cómo ' primero, formuló delante de su distrito electoral de Lancefield.' Este gobierno se habia desempeñado pasablemente durante los 18 meses indicados; cuando disgustado sin duda con el apoyo condicional y precario de la ma- yoría de aliage con que contaba en la Cámara colonial, lanzó, de acuerdo con el gobernador por la Corona lord Normamby, el decreto de disolución de la Cámara popular, convocando á nuevas elecciones para el 22 de Febrero de 1883. Esta era una medida estemporánea á mas no poder. La prudencia le prescribia seguir con- temporizando. Con algunos meses mas, las Cámaras debian renovarse legalmente y sin violencia en su mitad. Además, O'LoghIen era irlandés y después de la serie de atentados y luchas de que habia sido teatro la Irlanda, los irlandeses, aun los gubernistas, se hablan hecho impopulares, sobre todo en las colonias. El decreto aludido, equivalente á un «coup d'etat», fué lanzado á fines de Enero, en medio del asombro y la estrañeza general dentro y íuera del país. La campaña electoral se abrió el 5 de Febrero, bajo los auspicios mas desfavorables para el Gobierno, y se abrió con un discurso proferido por el Jefe del Ministerio disolvente, en el mismo Lancefield, que habia sido el teatro de su surgimiento 18 meses antes. A este se siguieron los meetings electorales de todos los partidos — 104 ~ contendientes, ya en plena lucha por la prensa, á saber: el de los Liberales, encabezado por Mr. Berry; el de los Constitucionalistas, que tenia por jefes á Mr Francis y Mr. Service; este último, un gran político, en el concepto de sus compatriotas. Los Ministeriales se hallaban solo representados por el Ministerio. El discurso del primer Ministro fué recibido tibia- mente por sus comitentes de Lancefleld. Reflriéndose á su golpe de Estado, la disolución, repitió el mismo motivo que habia ya dado á su Excelencia el Goberna- dor; á saber: que el Gobierno se habia visto en la última sesión parlamentaria injustificablemente contra- riado en sus esfuerzos para realizar el programa que habia sometido al pais, haciéndose la Cámara tan intratable y viciosa, que la transacción de los negocios públicos se hizo imposible. - «Quiere el pueblo, profirió el Ministro, la realización del programa de paz, pro- greso y prosperidad que aceptó 18 meses hace? ¿Está satisfecho de que el Gobierno ha hecho cuánto ha podido en esta dirección? SI la contestación es por la afirmativa, solo le queda al pueblo enviar una Cámara que apoye al Gobierno Que el Gobierno, durante su régimen, ha hecho cuanto ha podido para que el pais disfrute de paz, progreso y prosperidad, los hechos lo demuestran. Las cuestiones ardientes de partido se han hecho á un lado cumpliendo el Gobierno su progra- ma de dar al pais reposo de las luchas partidistas Las acerbas luchas y animosidades personales de los años anteriores, son hoy cosas del pasado. Las divisiones de los partidos han sido borradas, de modo, que los espíritus solo se preocupan de la promoción del bien -- 105 -. nacional. Junto con el cese de las agitaciones políticas, han venido también buenos años, y todos han podido atenderá! lleno de sus aspiraciones y deseos. El primer bien, que es el reposo de las cuestiones de los partidos personales, ha traido el segundo, que es la prosperidad pública, á la cual el Gobierno no solo no ha puesto obstáculos, sino que les ha favorecido en lo posible. El Gobierno hizo entonces su presupuesto, y su cálculo de recursos ha sido excedido en libras 370,000. El presu- puesto del corriente año 1883, subió en total á la suma de Hbras 5.584,000 (28.000,000 de duros,) y hasta la fecha, las entradas exceden en mas Ibs. 31,000, las entradas del mismo período en elaño anterior. Durante los 18 meses anteriores á la subida del actual Gobierno, el total de importaciones subieron á 20.734,237 libras. Entretanto, durante los 18 meses que el actual Gobierno ha funcionado, ha habido un aumento de 2.880,000 libras sobre los 18 meses precedentes. La prosperidad ha marchado, pues, en aumento diario durante la actual administración, «En cuanto al progreso realizado, confieso con pesar no haber sido tan grande como pudo haberlo sido. Sin embargo declaro que el Ministerio de quien era primero, ha hecho cuanto ha podido de su parte. Siempre lo habia fomentado con medidas oportunas; y en prueba de ello, no ha presentado una ley fíjando la gran red combinada de ferro -carril es del país; y no habia dado ya pasos decisivos en el sentido de dotar al país de abundantes aguas permanentes y corrientes. Habíase ya invertido la suma de libras estedinas 100,000, en iniciar los trabajos para la provisión de agua 300,000 - 106 — ibras esterlinas mas se hallaban en via de gastarse con este mismo objeto. Desde que el gobierno había entrado en funciones, el Ministro de Ferro carriles ha- bia terminado 389 millas y habia propuesto la cons- ruccion de 825 millas mas. Si para adelante, el gobierno podia contar con una mayoría, tratarla de llevar á com- plesion el programa proclamado 18 meses hace. Con relación á las finanzas declaró que él, como ministro de Hacienda, tenía lugar para aplaudirse de su desempeño. Al subir al gobierno, habia encontrado un déficit de 511,000 libras esterlinas (2,580,000 duros) proveniente en su mayor parte del va'or de los bonos del tesoro emitidos gpr el gobierno Berry, déficit que él se habia apresurado á cubrir, dejando un saldo favorable de libras esterlinas 130,000. Llegando al empréstito de 4,000,000 libras esterlinas, declaróse autor del pensa- miento, el cual solo se hizo popular por el hecho de haber sido apoyado por sus críticos. En seguida, cuando la Cámara lo dejó pasar, apendiéndole la condición de hacerlo á la par, el en consecuencia aprobó.espontanea- mente esta cláusula, declarando que no se emitida un penique mas abajo de la par. Los meses que siguieron á esta autorización, el tesoro se hallaba floreciente, el gobierno no se apresuró á entrar en negociaciones. Por lo demás el retardo en el envió de los bonos firmados, fué una cosa inevitable. (Se habia atribuido á este retardo el fracaso del empréstito.) El empréstito tuvo que hacerse inscribir al costo de cerca del 2 op (libras esterlinas 1,17 ds. 6 ds. oío), costo que ha tenido que gravitar sobre el gobierno. El fracaso parcial del impuesto lo atribuye á las firmas que lo presentaron en el mercado — 107 — monetario; pero no abrigaba dudas respecto á su re- sultado definitivo. Con relación á la cuestión de tierras el gobierno se declaró opuesto al sistema de arriendos, en el deseo de que los ocupantes del suelo sean los propietarios de él. En prueba de que tal es la mente del gobierno citó la ley recientemente presentada por este, en que se proponía utilizar 25,000,000, de los 39,000,000 de acres que aun quedaban sin enagenar. Con respecto á la administración de ferro-carriles, el defendió el desempeño del Ministro del ramo, sin mos- trarse opuesto á confiar su dirección por via de ensayo á una comisión de particulares. No la consideraba como una medida acertada. Los Ministros, dijo, tienen una responsabilidad efectiva; no así las comisiones hay pues un móvil para que los ministros se esmeren en su buen desempeño, la responsabilidad personal. Esto no sucede con los particulares. Tal es mas ó menos la sustancia del Ministro O'Logl- hen . La prensa se apoderó de él como de su natural pasto, para analizarlo. Acusó de hueco é insignificante el programa del Miistro disolvente. Los Anglosajones no son gentes que se dejan seducir con engañifas sonoras Para este pueblo acertado y positivista un programa de palabras, es una cosa tan hueca como indecisa; pues con decir paz, progreso y prosperidad, el Ministe- rio no se comprometía á nada y puesto que el gobierno mas odioso y despótico podia hacer disfrutar de paz, progreso y prosperidad al pueblo, sin respetar sus libertades ni sus derechos, sin los cuales ni la paz, ni la prosperidad ni aun el progreso no valen nada. Un amo bueno puede hacer felices y prósperos á 108 — sus esclavos, sin concederles por esto su libertad ni sus derechos; y una prosperidad sin dignidad es igno- minia. Que por otra parte ni la prosperidad del país ni la unión de los partidos, eran obra del Ministerio; siendo mas bien la obra de las condiciones naturales del pais, de la raza, de la época y tenían que hacerse lugar lójicamente bajo cualquier gobierno. Que en Australia y sobre todo en Victoria, con matices mas ó menos, todos eran liberales, y que el Gobierno no habia tenido mucho que hacer para borrar las lineas de separación de los partidos; que si la paz se habia mantenido era sin esfuerzo ni sacrificio de ningún género del Gobierno; hallándose la paz y la moderación á la orden del dia en todas las colonias. Mr. Service que ha vivido separado de los partidos, y es un distinguido hombre de Estado, llamado según opinión general á suceder á O'Loghlen en el Gobierno (el partido constitucional de que es uno de los jefes, ha triunfado en las Elecciones) formula el siguiente moderado juicio respecto al Ministerio caido.« Respecto al empréstito lo consideraba mal dirijido; pues en vez de presentarlo en Londres en los primeros momentos él dejó pasar la ocasión en que el mercado se hallaba mas favorablemente dispuesto hacia él. Por lo mismo que el estado no necesitaba fondos, él debió apresurarse á negociar el empréstito cuando la Bolsa se presentaba bien dispuesta y que podia esperar toda su tramitación por larga que fuese. Presentándolo en momentos de apuro del erario, se esponia á que los prestamistas, que conocían esta circunstancia,le impusiesen condiciones onerosas, como sucede á todo el que busca fondos en — 109 -^ un momento de urgencia. Respecto á la cuestión política, Mr. Service* asegura que en Victoria no existian en realidad sínó dos partidos políticos, á saber: el Cons- titucional y el Liberal', pues según él ni en Australia ni en Victoria no existen conservadores en el sentido que en Inglaterra se dá á este nombre. Por lo demás, el credo de esos dos partidos es uno mismo en el fondo. Cuál es el programa del partido liberal. En Australia no es ni puede ser otro que el progreso firme y constante en el camino de la regeneración del pueblo á fin de que pueda entrar en el conocimiento y uso atinado de todos sus derechos. Esto es elevar el pueblo al nivel de las clases cultas, ilustradas y morales; en vez de rebajar estas, á un nivel soez, como es costumbre de los demagogos de los paises poco prácticos en el ejerci- cio de los derechos constitucionales. En una palabra, producir el bien político y social de la comunidad, promo-^ viendo las medidas necesarias para impulsar al pueblo á la mejora, al progreso, al bien estar, á la dignidad, á la fraternidad humana, haciendo de la sociedad en general, un edén de paz, de bienestar y de progreso. Pues bien, este es justamente lo mas intimo del pro- grama del Partido Constitucional; solo que para arribar á él no busca ni quiere otros medios que los consti- tucionales; esto es, los medios legales y leales que la constitución, el derecho y la conveniencia pública autorizan. Asi, en la nueva reorganización de los partidos todos pueden ser á un tiempo liberales y constitucio- nales, no viendo la necesidad de mantener una división que carece de significación ó importancia. En seguida Mr. Service pasa á reprobar el patronage político, como — lio — fuente de corrupción, y con respecto á la ley sobre educación seglar él se explicó como sigue: «Estoy dispuesto á mantener la ley actual de enseñanza seglar y compulsoria; oponiéndome á la modificación retrógrada que el partido católico irlandés trata de introducir en ella. El Estado representa todas las sectas, y en sus escuelas solo debe enseñarse con fidelidad las creencias, las artes, los oficios. Las sectas, católicas ó de otra especie, tienen nociones falsas sobre la vida, el saber y la industria humana. Ellas quieren establecer la mentira y el oscurantismo, en vez de la verdad y de la luz. Ahora bien, las ciencias, las artes, la industria, viven de la verdad, de la luz y no de la impostura. La ciencia no es ciencia sino en cuanto reñeja la verdad pura y sím.ple, y la industria solo eshija déla verdadera ciencia y de la verdadera libertad- Po eso las naciones devotas y papistas que rechazan la luz de la verdad y de la ciencia, no tienen ni ciencia, ni industria, ni libertad. Viven, se visten, piensan con lo que las razas libres pensadoras é industriosas les llevan en víveres, telas y libros. Los católicos, incluso los irlandeses, nada producen porque su religión les prohibe hasta pensar: y nosotros no podemos adoptar tales principios en nuestras escuelas, que serian la ruina de nuestra raza hoy tan próspera, como ha sido la ruina insanable de las razas latinas. Que cada secta se encargue de enseñar su religión á los suyos por su cuenta y con sus propios fondos. Respecto á los trabajos de provisión de agua, espresó su opinión de que estas debia hallarse á cargo de las autoridades locales, esto es, de las municipalidades que en Australia' ^ 111 — gozan de la administración autonómica de sus negocios; solo que opino debe el gobierno encargarse de ayudarlas eficazmente para las obras de importancia y costo.» Mr. Service tocó también la cuestión de la federación de los Estados del Imperio Británico. Hasta ahora este Imperio no existe sino como una agregación informe, sin otro vinculo de Union Gneral que un Ministerio Colonial en la Metrópoli. Así, si la Gran Bretaña por la resolución de su Parlamento, se embarca en una guerra; los golpes, sobre todo, los grandes golpes no los recibirá la metrópoli que se encuentra muy bien defen- dida por su ejército numeroso, por sus formidables escuadras y por sus alianzas numerosas; los golpes los recibirán las colonias aisladas y apartadas; y ellas vendrán á pagar con su sangre, sus tesoros y sus territorios una guerra que no han discutido, que no han votado y que talvez juzgan impolítica ó injusta. Asi, Mr. Service, en vista de una tal situación, tocó la cues- tión de las fuerzas locales y y de una federación intercolonial. El indicó com.o un asunto de urgencia y de necesidad, el pedir á la Metrópoli un Oficial de esperiencia, habilidad y alta graduación, á fin de poner á su cargo la instruc- ción de los voluntarios Australianos en el arte de la guerra. Por lo que es á federación, él indicó que el Canadá el primero, habia dado un ejemplo, que Australia debia apresurarse á imitar. En conclusión, él aconsejó á los electores enviar al Parlamento hombres prácticos y no eternos habladores. El 22 de Febrero de 1883 tuvieron lugar en efecto, las elecciones para el nuevo Parlamento Victoriano. El par- ,— 112 — tido Constitucional, encabezado por Mr. Service, obtuvo una gran mayoría. El partido liberal, encabezado por Mr. Berry, obtuvo también numerosos representantes. El resultado fué, que el Gobierno recibió la mas completa y vergonzosa derrota que es posible imaginar; de tal modo, que ni el mismo O'Loghlen salió electo en Lance- field. De su precipitada y violenta conducta, el Gobierno no recogió sino lo que era de esperarse: humillación y oprobio. Después de conocido el resultado de las elecciones, el Ministerio conservó el ooder, no obstante, esperando sin duda la reunión de las ' Cámaras y sus primeras resoluciones para tomar un partido. Pero su caida era tan inevitable como el resultado de las eleccio- nes en Nueva Gales del Sud, lo fué para el Ministerio de Mr. Parkes. A la fecha, Victoria se encuentra gobernada por un nuevo Ministerio, bajo la intehgente dirección de Mr. Service, pues él solo ha resultado con la mayoría indispensable para gobernar. Aunque algo hemos hablado antes de la situación financiera de Victoria, completaremos ese cuadro dando algunos detalles mas. Es indispensable íamiliarizarnos con el modo de resolver las mas graves cuestiones en los otros países; esa es, justamente, la ciencia práctica por excelencia. En Australia, el mecanismo del Go- bierno ha resultado no tan simple como en la Metrópoli, y el Gobierno Colonial asume muchas facultades y funciones de que carece el Gobierno inglés. Las ventajas de Victoria son todas emanadas de las fuentes mas legítimas de imposición, y como son pocas ya las tierras de que el Gobierno puede disponer, el presupuesto de entradas no se halla como en Nueva Gales del Sud, — 113 — inflado con enormes partidas provenientes del arriendo y enajenación de la tierra pública. Según sabemos, las rentas de Victoria han excedido en 1882 por libras 482,666 la renta del año anterior, esto es, que de 5.186,011, ellas han alcanzado en 1882 álbs. 5.668,67 7. Los principales aumentos vienen de las enfradas de Aduana y de los ferro-carriles. Por lo que es á los gastos, los costos de administración varian poco de un año para otro. No es como entre nosotros, que cada año se siente un aumento no motivado en los gastos ordi- narios de la administración, y que provienen de aumentos anuales y gratuitos de sueldos, tal vez por falta de una ley que regule estos. En los Estados Anglo-Sajones, los sueldos son firmes, y no se pueden aumentar ni disminuir. Esto es conveniente para todos, pues los aumentos de sueldo puede halagar un año ó dos, mas como ellos arruinan al Estado, los empleados tienen que pagar con una rebaja doble, los jolgorios del aumento indebido. Lo mejor es un sueldo estable y permanente con el cual se pueda contar para toda la vida, como sucede en todos los paises bien arreglados. En la República Argentina, en el Perú y en todos los paises mal arreglados, los sueldos se aumentan todos los años; pero al cabo de dos ó tres hay que reducirlos á la nada, porque el Estado se halla en ruina. Lo mejor es contentarse como en Inglaterra, Estados Unidos, Australia, Chile etc. con sueldos regulares, permanentes, invariables, que no au- mentan sino por ascensos; pero que tampoco faltan ni (üsminuyen nunca. Por lo domas, las rentas de las colonias Australianas no se hallan de ninguna manera — 114 — recargadas por los intereses de sus deudas. Victoria se aproxima á una época en que puede esperar racional- mente reducir la tasa del interés que abona por los empréstitos contraidos para la construcción de sus pri- meros ferro-carriles. El estado de la deuda de la colonia en 1883 es como sigue: Ella abona un 6 o[o sobre libras esterlinas 9.000000 de su deuda; 5 0[0 sobre 2,400,000 libras esterlinas. Pero de estas obligaciones, libras esterlinas 7,800,000 se vencen en 1883 y 1885; y serán indudablemente renova- das al 4 op. Los ahorros que entonces podian efectuarse serán suficientes para cubrir todo el interés del nuevo empréstito de 4.000,000 libras esterlinas si es que llega á colocarse después de un primer fracaso. Lo que es decir que el departamento de finanzas en Victoria podrá realizar antes de terminarse 1885 una economia en el interés pagado de su deuda por valor de libras esterlinas 156,000 anuales, teniendo en perspectiva nuevas reducciones, tan luego como los otros empréstitos del 6, del 5 y del 4 1[2 op lleguen á vencerse. Pero es sobre todo la naturaleza de la deuda y las seguridades en que sus fondos han sido colocados lo que garantiza el pago á sus debidos plazos, del capital é interés. Todas las colonias Australianas pueden ostentar una bella nómina de obras públicas remunerativas; pero Victoria es única por haber invertido en los dos Ítem de ferro-carriles y obras de provisión de aguas, ambas inversiones reproductivas mas del total de su deuda púbUca; no teniendo por consiguiente á su cargo, según la fórmula estadística, tantas Ibs. de deuda pública por cabeza de habitante. Victoria debe en números re- — 115 — dondos Ibs. 22.000,000 (unos 110 millones de duros) empleando en ferro-carriles 20.487,000 Ibs. y en aguas corrientes 3.321,000 Ibs. La colonia puede pues pagar de un golpe todo el monto de su deuda, con solo vender sus obras públicas reproductivas. ¿Cuántas son las deudas que pueden ofrecer la misma garantía? Los mas de los paises tienen deudas cuyo capital se ha disipado con el humo de los campos de batalla. Los vivos condenados á pagar las deudas de los muertos! En todo caso la muerte no es una redención! Las deudas solo las redimen los que sobreviven, con su trabajo. Tócanosa hora pasar de las cosas déla política y la hacienda, á los asuntos sociales gratos rara vez, fasti- diosos las mas veces, pero sonrientes siempre. La sonrisa es el antifaz con que se cubren los malos negocios ó las heridas de la vanidad ofendida. Nosotros hemos visitado á Melbourne en estio, esto es, en una época antisocial. Calles, paseos, hasta las lujosas joyerías y tiendas de Collinstreet, de Elizabeth y de Burkestreet, ordinariamente el rendez vous de la elegan- cia, se hallaban solo pobladas de esa multitud vulgar é inelegante que son como las heces siempre pegadas al fondo del caldero social, en ausencia del rico manjar desaparecido. Pero qué se ha hecho el mundo perfumado y bello de Melbourne? Cuál es el punto de emigración de esas golondrinas que, al revéz de las golondrinas del aire, se ausentan en los bellos dias y acuden en la estación cruda? Pues bien ella vaga en el mundo encantado del Tourismo, Ella escursiona, sea por las — 116 — pintorescas costas de Kueva Zelanda, sobre las colinas encantadas de Tasmania ó en el Seaside de Queens Cliff. Ya conocemos á Nueva Zelanda. Con Tasmania haremos conocimiento muy luego. Solo pues nos reduciremos á hablar aqui de Queens Cliff, cuya . posición á la entrada de la bahia de Port Phillip ya hemos señalado. Hállase pues situada entre dos mares, cerca de la estrecha puerta que dá entrada y salida á la gran bahia. Es ese un punto de deliciosa frescura para una residencia estival, situada entre dos olas verdes y entre dos brisas azules. Mas bien lo tacharía de demasiado fresco, si hubiese algo que pudiese ser demasiado fresco en Australia, el país del calor y de las moscas. Seaside, como su nombre lo indica, es una playa de mar. Yeámos lo que por allí pasa. Comenzaremos diciendo que los paseos al Seaside hacen furor en Melbourne desde Noviembre á Marzo. Qué buscan allí? Salud y movimiento y sobre ,todo baños de mar. Dios nos libre de los baños de mar de los puertos de toda especie; tanto vale bañarse en el charco de la Pocilga. Ya sabéis lo que son de aseados los tripulantes de los buques caboteros y otros; y la rica variedad de sustancias que en ellos se arroja, condenzando y aromatizando sus estancadas olas. Y lue- go las cloacas y las corrientes de desagüe que bajan de las ciudades ¡Conjunto encantador, aromático con todas las fragancias de Augias y demás! Pero Queenscliff no está en un puerto; está entre dos inmensos mares; entre el Océano infinito de un lado; entre la inmensa Bahia de Port Phillip, grande como el Mediterráneo, del otro. No hay pues cuidado con la saturación de las — 117 — esencias aromáticas y otras de que hemos hablado Sus aguas son puras y cristalinas; su ambiente ozonado y tonificante. Estamos pues en Queenscliff. Hemos almorzado y corremos con todo el mundo, después de llenada esta íuncion, que no están agradable cuando se llena á la inglesa, con enormes trozos de roastbeef y té espeso como un cocimiento farmacéutico; corremos, di-o, al .W.! Son las 11 a. m. Todas las casas de baño de la ribera están llenas. No pudiendo tener ni siquiera usurpado, nuestro lugarcito, donde meter nuestra ropa y nuestras pantorrillas, tomaremos paciencia y ensa- yaremos el í^ectóor por fuerza, como ha hecho Moliere su Méaicoá palos. A nadie se le hace feliz por fuerza m millonario por fuerza. Pero se nos puede hacer filósofos por fuerza, como si dijéramos, á palos. Filosofemos pues. He ahí unos Irlandeses católicos que rebanan haciendo cabriolas en el agua y probablemente rezando entre dientes las letanias de Saint Patrick. Es fácil conocerlos por sus narices repingadas y sus cuerpos rechonchos. Los ingleses y escoceses son flacos y altos como palos de mesana. Mas en la playa, los muchachuelos chillan entre los brazos vigorosos de sus nodrizas ó mamas, que como otras tantas Tetis, sudan por sumerjir á su prole chillona en la onda amarga, antes de sumerjir sus obesos atractivos. Listas y lindas Misses y Ladies, con esos hechiceros vestidos de baño que las caricaturas de verano del Graphic han hecho tan lamihares, saltan al agua zambulléndose desde la orilla y en seguida nadan graciosamente, como cisnes de 8 — 118 — blanco cuello y de azules ojos, en torno de los baños; mientras otras, tímidas y trémulas, permanecen nerviosa- mente asidas del cable, formando pequerias zabullidas en el agua, con un aire que parece estudian el modo mas fashionahle de asentarse. Terminado el baño, la multitud se aglomera sobre la playa del mar; las Ladies se pasean de arriba abajo^ secando su rubia cabellera; las chicuelas cavan hoyos donde chapalean con los pies desnudos; mientras sus hermanos, comodoros y almirantes en ciernes, se ponen al mando de pigmeas flotas y construyen asombro- sas fortificaciones con ^ise de arena. A. las 11 la multitud se dispersa. Los niños comen temprano en el Cliff, y sus madres des- aparecen también temprano, para presentarse en el di- nertable del hotel, en su mas hechicero traje; trajes que se renuevan tan á menudo, que es de asombrar la can- tidad de bags de viaje y de baúles de Saratoga que necesitan para transportar su guarda-ropa. Las nove- dades de traje se han hecho el distintivo de Queens Cliff, siendo uno de los efectos del lujo de estas gran- des damas, el desterrar á esas pobres y honestas familia de i)oca ropa^ cuya miseria se hace cada dia mas inso- portable ante los progresos asombrosos del lujo. Generalmente, las jóvenes ladies han vestido este año (1883) ginghams azules y rosas por la mañana, con blanco en la tarde. Las de mas edad visten rasos florea- dos y lisos. Frescos trajes de seda de la China, adorna- dos con guipure bordada de encaje, forman los trajes de iglesia, porque iglesia hay en estos baños, y es allí justamente donde van á lucirse los trajes mas fashio- — 119 - nubles, las modas mas espléndidas y la ^mas brillante joyería. Por la tarde, la reserva ó esplanada con vista al mar, se halla frecuentada ni mas ni menos que Collins Street, en los barrios centrales de Melbourne, en una tarde de primavera, por la concurrencia mas elegante; y cuando en dia de vapor la multitud se agolpa al muelle para ver á los euntes y venientes. El vapor viene todos los dias, menos los domingos, que ya sabemos es un dia muerto para los Ingleses. En estos dias de muelle, el des- pliegue de los ricos trajes es considerable, sobre todo entre las hijas de Israel, reconocibles por su lujo, tanto como por sus facciones. Los pescadores además, hacen su mejor pesca a la partida del vapor, vendiendo á buen precio sus provisiones frescas á los que quie- ren volver^ á Melbourne haciendo alarde de su fortuna en la pesca. Además del vapor, Queens Olíff tiene ferro carril; y su plataforma es todas las tardes la escena de la mayor animación á la llegada del tren. Los visitantes han pasado ya á casa de sus amigos, cuando los resi- dentes aun no han perdido su curiosidad y siguen con tamaña boca mirando las máquinas y los carruajes aun cuando ya no quedan recien llegados que mirar. Otro punto de great atraction son las fortificaciones que van asumiendo un aspecto formidable con gran detrimento de las perspectivas de esa parte del Cliíf. Antes de la construcción del murallon almenado, se disfrutaba de una magnifica vista sobre los Cabos y sobre la Puerta de la bahia por donde entra y sale el gran movimiento marítimo y comercial de Victoria. Como las fortificaciones abarcan el Faro, el Telégrafo 120 y el Correo, la perspectiva de la via Oceánica queda obstruida desde la esplanada^ Y justamente esas vistas de mar constituyen el mayor, y para nuestro gusto, el único atractivo de una residencia en Seaside. Los ge7itleínen, estoes, los ingleses jóvenes y elegantes son escasísimos en la semana; siendo contados los que se quedan á pasar el tiempo en el seno de sus familias. Pero los que quedan se regodean de su influjo sobre las bellas ladies, ó mejor Ariadnes de Queens Cliff, y gozan su fortuna coqueteando en Polnt Lonsdale, ó ca- zando patos en Ponds, ó bien pescando en la ribera aunque sea un poco á la manera de la famosa pesca de Antonio delante de Oleopatra. Todo esto lo pre- sencian nuestras Ariadnes, esto es, nuestras ladies, con vestidos blancos de gasa de la India, de lino de la India etc., adornados de bellos guipures de muselina. Se ven también trajes de muselina de la India labra- da, con un aspecto de gran lujo. También se ven, for- mando rabioso contraste, como el que puede existir entre la leve muselina de una odalisca Ceilanesa y la gruesa felpa de una dama rusa; también se ven, deci- mos, en esta estación (Febrero) en Queens Cliff, es- pléndidas felpas, rasos, sedas y terciopelos I No nos han parecido muy adecuados á la estación, ni al lugar. Hemos visto una dama con un grueso trage de rica felpa violeta, adornado con un delicado raso lavanda y guipure blanca, la vara del cual no puede valer menos de seis duros; llevado sobre lindas botitas á la francesa, el todo bajo su elegante parasol de raso lavanda, bajo un ardiente sol, y la sola vista de este rico y abrigado traje nos ha hecho sudar, .. .por simpatía. Verdades — 121 -~ que ingleses é inglesas andan generalmente en Aus- tralia, demasiado vestidas. La gente criolla es mas entendida en estas materias. Al leer esta pintura, trazada al crayon por uno de los miembros de la Comisión el otro, que se habia quedado en Melbourne, entró en curiosidad de ver por sus ojos confirmados esos ñoridos datos, y sin la menor preten- sión, lo aseguramos de llevar el menor consuelo á las bellas, Ariadnes aludidas. Pues bien, hé aquí las impresiones que nuestro com- pañero nos hizo conocer á su vuelta: «Amigos rnios, nos dijo, donde vosotros habéis chupado miel, yo solohé bebido híel; donde habéis vagado de coro- la en corola perfumada, como el pica-flor, yo no he hecho sino pisar de espina en espina. En primer lugar encontré los hoteles tan repletos que hallar un sitio donde estar de pié era un hocato di Cardinale, y disponer de una silla una cosa tan inobtenible, como el elixir de la vida. Para dormir, hube de hacerlo en un sucucho mas estrecho que un camarote. Yo luchaba guapamente por dormir, pero impedíalo el tremendo ruido de las bolas de billar de los jugadores; los cantos y disputas de los bebedores de cerveza y de gi7i; y hasta el ruido de las danzas en el entresuelo. Por fin, cuando toda esta dia- bólica bataola parecía querer calmarse, al amanecer, hé ahí que otro concierto infernal comienza con los chilli- dos de los muchachos que piden la teta y con las protestas ruidosas de las madres ó amas rabiosas de ser despertadas á deshora; concierto que duró hasta el sol muv alto. Habia comenzado á abrigar la esperanza de poder dormir siquiera una media hora; cuando el 122 ruido macábríco de un piano destemplado de Hotel, me hizo saltar de un brinco de la cama, sin esperar mas, con el propósito firme de no volver á pasar otra deli- ciosa noche por el estilo. Entretanto, para reponerme un tanto, me diriji al baño ancioso de tirarme al agua de rabia. Pero el baño estaba cerrado y ocupado por damas matinales. Sudando, irritado, fatigado salí á dar una vuelta por la esplanada, pero la vista del mar estaba atajada por los Fuertes, y un paseo de puerto sin vista de mar, es algo como un jardin sin flores, ó como una huerta sin frutas. En el Hotel, estrechez en la mesa; comida recocida y con el mismo gusto todos los platos, dulces á la inglesa (hechos en vinagre y sin azúcar). En el vapor á la vuelta, apeñuscamiento, apre- tura, mareo, falta de asientos. Por último estoy de vuelta y todavia me parece soy la víctima de alguna pesadilla! '■'^ií.-<^ XIX SUMARIO — I. Primer ojeada sobre Queensland. — II. Escursion á Bris- bane y las costas. — III. Descripción geográfica é histórica de Queensland. — IV. Ciudades de Gladstone y Rio Roc- kampton. — V. Visita á los Alborigenes. — VI. Descripción física y política. — VIL Estadística de las religiones, edu- cación é industria, mineria, agricultura, ganadería, etc. — VIII. Estadisca de ferro-carriles, telégrafos, presupuesto de entradas y gastos, administración, gobierno, etc. — IX. Escursion en el Interior de Queensland. — X. Indus- trias especiales, creadas ó por crearse. — XI. Actualidad moral, política, económica, social, etc. — XII. Territorio Norte de Australia; su descripción y condiciones actua- les.— XIII. Australia Ocidental: su descripción histórica y estadística general. — XIV. Ciudades y poblaciones princi- pales.— Actualidades. Queensland es la mas joven de las colonias Australia- nas. Ella ocupa toda la región Ñor- Oeste de la gran isla continental, conaenzando en un punto de la costa situado á 400 millas al Norte de Sydney, llamado Point Danger. (Punta Peligrosa) en la latitud de los 28° 8' S. Su costa oriental se estiende desde esa punta hasta el cabo York, su estremidad setenptrional, en los 10''40 S., distancia de unas 1,300 millas, bañadas por el Océano Pacífico Austral, alcanzando su costa septen- trional en el Este, hasta los 138** longitud E. de Green- wich, con el Golfo de (Jarpentaria por límite en esa dirección. Desdólos 138° longitud E. los confines orien- tales de la colonia continúan por el mismo meridiano, hasta tocar el paralelo de los 26° de latitud, desde cuyo — 124 — punto comienza á confinar con Australia Meridional, j su límite Sud se halla trazado en seguida por una linea irregular que. llega bástalos 29° de latitud S., es- tendiéndose por los rios Dumaresq y Mac Intyre hasta Point Danger; en cuyo frente es la colonia de Nueva Gales del Sud su colindante, con excepción de una pe- quena parte contigua á Sud Australia. En números redondos se puede decir que la colonia de Qneensland se halla situada entre los 29** y 10^ latitud S. y entre los 138^ y los 192 V'^^ longitud E. Greenwich. Su mayor largo es de 1,300 millas; su mayor ancho de 1,000; su área superficial de 668,224 millas cuadradas; con un litoral de 2,250 millas de largo, De los principales cabos y babias de esta colonia hablaremos mas adelante. Por ahora basta decir que la parte de la colonia que se estiende á lo largo de la costa Oriental se halla identada por innumerables en- senadas y bahias, el punto de desagüe de numerosos rios navegables, que tienen sus fuentes en las frias gargantas y profundos valles de una gran cadena de montañas de que ya hemos hecho mención al hablar de la Australia en general. Asi, á partir de la profunda identacion de la costa Norte conocida con el nombre- de Golfo de Carpentaria, en correspondencia en el Sud con el Golfo de Spencer que penetra hasta el corazón de la isla continental, formando una entrada estrecha y aguda como, una Fyorda Noruega; lo que parece indicar una antigua comunicación, estrecho ó brazo de mar, que en una edad geolójica no muy remota, ha debido dividir la Australia en dos archipiélagos á par- tir, decimos, del Golfo de Carpentaria, las ensenadas y — 125 -- bahías del Queeosland, que en otra parte se detallan, son numerosas, contándose entre las principales y mas pobladas hoy, Burktown, sobre el Rio Albert; Some- rset, en el Cabo York, Cooktown, en el Rio Endeavour; Cains j Douglas; Cardwell, en la Bahía Rockingham; Townsville, en la Bahía de Cleveland; Bowen, en Port Denison; Mackay, en el Rio Pioneer; Saint Lawrence, en Broad Sound; Rockhampton, sobre el Rio Fiztroy; Gladstone, en Port Curtís; Bundaberg en el Rio Burnet; Mary Borough, sobre el Rio Mary, y Brisbane, en la Bahía de Moretón, la ciudad capital del Queensland. Aunque la costa septentrional de Queensland se halla dotada de numerosas islas, ninguna de ellas puede considerarse hasta hoy de gran importancia. De ellas hablaremos mas adelante. Aquí solo nos referiremos á una anexión reciente hecha al Queensland, la Gran Isla de Nueva Guinea, que hemos descrito en otra parte» Esa anexión aud¿\z del Gobierno de Queensland, ha dado lugar á curiosos incidentes contemporáneos, que queremos reasumir en algunas palabras. Mr. Julius Vogel, un estadista inglés distinguido, de quien hemos hablado con encomio por su política nueva en el Gobierno de Nueva Zelanda (una verdadera inspiración del genio político moderno, que ha hecho de un desierto desolado por la guerra, que eran esas islas, un paraíso de industria y de progreso), este ilustre hombre de Estado, en una correspondencia publicada en el «Times»* de Londres, en Julio del córlente año de 1883, apre- cia como sigue esta medida. Comienza manifestando temores de las pretensiones de las otras potencias sobre las islas del Pacífico, propensas á criar en lo futura — 126 — conflictos temibles con las bellas y ricas Colonias In- glesas en esa dirccion, citando, con este motivo, el caso de A-lemania. «Hace dos ó tres años, dice, se formó una Compañía en Alemania para colonizar las Islas de los Navegantes, y ,el Príncipe de Bismark se avanzó hasta recomendar al Gobierno garantir el interés de las ac- ciones de la Compañía á los accionistas. La proposición fué hecha en forma, pero el Reichstadth la rechazó.» Mr.Vogel considera la ocupación de Nueva Caledonia por los Franceses, como una calamidad, y casi como una usurpación. Evidentemente, la Inglaterra es la he- redera por este principio (el de la propia conveniencia), de todas las inmediatas á sus numerosas posesiones, en todos los mares. Respecto á la medida misma, él dice: «La acción del Gobierno de Queensland, con rela- ción á Nueva Guinea, y el apoyo simultáneo dado por los otros Gobiernos de Australasia, 7io solo d esta acción^ sino á anexaciones ulteriores^ abre esta cuestión bajo condiciones mas apremiantes que hasta hoy. El primer Ministro de Queensland, Sir Thomas Mac Hwraith, ha mostrado un juicio consumado en el paso que ha dado. El ha hecho una cuestión de Queensland de una cues- tión Imperial, y ha elegido tan bien su tiempo, que ha obtenido el apoyo de los otros Gobiernos. Este asunto ha recibido una gran importancia adicional, con motivo de la empresa del Canal de Panamá Terminada esa obra, algunos de los grupos de islas del Pacífico, van á adquirir uq inmenso interés.» Tales son las miras manifiestas de los políticos Aus- tralianos. Con respecto á las miras ostensibles del Go- bierno inglés, relativamente á esta cuestión, hé aquí lo — 127 - que hallamos en el órgano citado: «Una interesante conversación tuvo lugar el lunes 8 de Julio en la Cámara de los Lores con respecto á la anexión de la Nueva Guinea de parte del Gobierno de Queensland. Lord Lamíngton que introdujo el asunto, se mostró dispuesto á enfrenar la desmesurada ambición de las colonias y su iniciativa que llegaba al estremo de imponer anexio- nes á su paladar, al Imperio. Sus vistas fueron combatidas por Lor Norton y por el condede Carnarvon (el famoso promotor de la anexión del Transvaal que tan caro, ha costado á la Inglaterra, teniendo al fin que volver atrás de sus medidas y deshacer lo hecho). En la otra Cámara Mr. Gladstone, el Gefe del Gabinete, leyó un despacho en contestación á la propuesta de anexión por parte del Gobierno de Queensland. En él hacia compren- der á este Gobierno Colonial que su acto de anexión era nulo y vano en punto á derecho; y temerario (un luarrantahle) en punto á política. No obstante esto, dijo, la mente del gabinete, no es el poner limites á la acción política de una grande, populosa y potente colonia; pero sostiene una proposición incontrastable cual es el derecho de la metrópoli para controlar un acto cuyas responsa- bilidades todas vienen en definitiva á gravitar sobre ella; quedando Queensland entretanto como quien dice al abrigo de las consecuencias de su vigorosa iniciativa. « Queensland digo, tiene un litoral de cerca de 2,000 « millas; con una área de mas de 600,000 millas cua- « dradas. Su población blanca se acerca á un cuarto « de millón de almas; de manera que á cada varón de <( ella viene á tocar mas de millas 5 cuadradas de territo- « rio. Así, es evidente, sin necesidad de llegar hasta el - 128 — «< caso de demarcar los limites entre la acción Imperial c< y la Colonial, que Qaeensland no se halla en actitud < de exijir y mucho menos de sostener la acción de « una política independiente. Pero si el Gabinete se vé < en el caso de declarar la confirmación del acto de « prematura anexión de parte de Queensland, declara a reconocer al mismo tiempo que la cuestión pobre que « versa, se halla dentro de la esfera en que los intereses << del Imperio gravitan. A pesar de estas manifesta- ciones, el Gabinete, en su contestación al Gobierno Colonial, há dejado abierta la vía para una reconciliación de sus respectivas vistas. « Ante de pedirnos, le dice en « su nota, que aceptemos las responsabilidades de « vuestros planes de anexión en vasta escala, dadnos (c siquiera una garantía eficaz de que no es una mera ' fantasía del momento lo que os proponéis; sino un « sólido y bien meditado plan positivo, en cuyo sosten « estáis dispuestos á hacer los necesarios sacrificios. > Lord Derby declaró ademas álos agentes de las Colonias Australianas que los pueblos de Australia debían com- prender la necesidad de unirse, para los objetos de la política esterior, en una confederación bastante poderosa para tomar parte en las responbilidades que de otro modo gravitarán esclusivamente sobre la metrópoli. Si una confederación semejante existiese, al dirigirse al Gabine- te Ingles con la propuesta indicada, ó con otro plan cualquiera de anexión por vasto que fuese, el Gabinete habría tenido que mirarse mucho mas para el despacho de este asunto; y los puntos de vista de su consideración y su resolución, por consiguiente habría sido muy diversa. El Times^ al formular su opinión sobre esta cuestión, _ 129 - que suponemos sea la de la parte mas ilustrada y sensata del publico Ingles, se espresa en resumen como sigue: Ko puede por ahora considerarse Australia haya pasado de una vigorosa adolescencia; pero ya ha comenzado á dar muestras de preveer la necesidades y cuidados de la madurez. Las colonias Australianas se hallan en conse- cuencia en el caso de considerar que la primer condición para proveer convenientemente á las exijencias de su futuro, es una confederación. Si el Gobierno Británico se manifiesta adverso al establecimiento de una potencia Estrangera en el Sud de Nueva Guinea, es meramente en consideración á que Australia puede con el tiempo llegar á ser un poderoso Estado, cuyos fundadores deben proveer á su futura inmunidad del azote de la guerra. Aunque solo Queensland se ha avanzado á dar el p¿iS0 para la anexión de Nueva Guinea, los otros Estados Australianos por su parte se han mostrado simpáticos áél. ¿Porqué esta simpatía no asum.e de una vez una forma práctica y se anticipa algunos años á la necesidad de la Union Continental? Parecería demasiado prema- turo el especular desde ya en las necesidades de expan- sión de un país tan vasto y despoblado como Au stralia: pero en que el andar del pasado en el sendero del pro- greso, no debe considerarse la medí la del progreso futu- ro. No solo la ciencia ha acortado las distancias que se- paran los Estados Australianos de la cuna de su raza; sÍQÓ que también los otros receptáculos de su expansión, (el Canadá, los Estados Unidos) tienden á completarse con rapidez! Al mismo tiempo la competencia en los mercados del mundo se habia hecho mas formidable para Ingla- — 130 — térra, obligándola á buscar nuevas salidas para su po- blación y su industria. El futuro para que ahora se trabaja no se halla pues tan remoto. Si el Gobierno Británico, al declinar cautamente las responsabilidades que Queensland quiere imponerle, obliga á las colonias Australianas á combinarse para un objeto común, con esto solo les habrá hecho un bien para ellas y un bien para las generaciones Australianas é Inglesas pre- sentes y futuras. Tales son las ideas del «Times», del corifeo de la política y de la prensa inglesa. En Inglater- ra este es un liberaUsmo lleno de moderación. Entre nosotros y en España este sería un ultraliberalismo peligroso para el orden social. Pero es que Inglaterra está gobernada por los que en el continente llaman «socialistas.)) Lord Salísbury es un socialista empedernido, aun para los carneros magníficamente ornamentados que gobiernan otros pueblos. ¿Habría la España propuesto jamás á las colonias suyas constitución, g(?bierno auto- nómico, libertad sin ümites? El radical que tal hubiera propuesto habría sido descuartizado vivo en la Plaza de la Santa Inquisición en Madrid. Mas, proponer todavía una confederación que haga esas colonias pode- rosas y grandes? A esta sola idea se habría abismado desde su cúspide el pluconismo retrógrado de Es- paña. Y aun entre nosotros los republicanos de Sud América quien sería osado para proponerlo á estados que se dicen independientes y libres para la salvación de su existencia é integridad? De seguro que nadie, por que seria hacerse odioso á nuestros conservado- res y católicos, apostólicos, mas católicos que el Papa, — 131 — y mas pelados á imprevisores que Job y que el hijo pródigo. Porque los Lores Ingleses son liberales, radicales y socialistas. ¿Y nosotros, grandes hombies de raza Peninsular? Oh! nosotros somos conservadores de nuestra ruina presente y futura! Volviendo á las islas y costas del Qaeensland, la gran barrera ó arrecife de coral, llamada Great Barrier Coral Reef, de que hemos hablado en otra parte, con sus innumerables pequeñas islas, casi sigue el curso de la ribera Oriental durante 1,100 millas, proporcio- nando quietas aguas de navegación á los marinos. Cerca de su estremidad Sud, esta banda confinada de aguas reposadas, presenta unas 15 millas de ancho, hallán- dose los arrecifes á unas 100 millas, pero esta banda de arrecifes es generalmente de un ancho mucho menor. Por su parte, el ancho del canal entre el arrecife y la ribera varia de 5 á 15 millas, lo que dá un ancho medio de 95 á 85 para el ancho de la banda de rocas circuns- tantes. Este es uno de los mas notables fenómenos geográficos y geológicos del mundo. No puede caber duda en que su margen esterior indica la antigua línea costera del Queensland, y que, en un pasado remoto, una franja de arrecifes de coral se ha desarrollado sobre esas riberas. Al hundirse las tierras, el agua ganó terreno sobre la costa, ensanchando la distancia entre ella y el arrecife de coral, siendo este último cons- tantemente reedificado sobre sus antiguos fundamentos por esa multitud viviente de albañiles de mar, llamados moluscos coralinos. Y como el coral evita el agua dulce, se presentan aberturas en la Barrier Reef, opuestas á - - 132 — la embocadura de los rios, la mayor de las cuales se halla establecida en íreüte de la embocadura del Rio Burdekin, que desagua una considerable región del Queensland Nordeste. Se estima que esta gran barrera de arrecifes cubre un área de 30,000 millas cuadradas. Dos prominentes cadenas de montañas se alzan en esta Colonia, las cuales proyectan sus aguas á los cuatro vientos del mundo, al Este, al Oeste, al Sud y al Norte. La principal cadena divisoria es la que corre en la dirección del Norte ó mejor, de Sud á Norte; y no es otra cosa que la continuación de la gran cadena con- tinental, especie de Andes Australianos minúsculos, que se dirigen, después de haber pasado por Victoria y Nueva Gales del Sud, al Norte, paralelamente y á no gran distancia de la costa, formando como el espinazo ó armazón de esta Isla continental, al Este y no al Oeste, como las grandes Cordilleras Americanas. Cual puede ser la causa de este fenómeno de exposición, que hace que las cordilleras se agolpen en América al Oeste y en Australia al Este llevando no obstante una misma dirección meridiana, de Sud á Norte? Es el modo de erupción de las montañas ó de constitución geológica del continente respectivo? Lo atribuimos á esto último. Ya hemos dicho que Australia en su armazón oro- gráfica, es como un inmenso cráter de soleventamiento, como una inmensa isla coralina inicial; y naturalmente sus montañas siguen la convolucion de un cráter con paredes al Este, mientras las cordilleras Americanas llenan una inmensa fisura eruptiva en la dirección del meridiano, con algunas inflexiones. Como quiera, la cadena Oriental Australiana se alza — 135 — que se sientan mas calores en el primero de estos paises, por la sencilla razón de que la colonia mas septentrional está libre de los espantosos vientos zon- das; vientos secos, pulverulentos y cálidos del interior, á que se hallan espuestas las otras colonias; pues ha- llándose Queensland en la parte Norte y húmeda del contir.ente, no pueden venirle sino brisas refrijeradas por el océano y por los bosques perfumados de Euca* liptus del interior y de Nueva Guinea, regiones húmedas, tibias y sin polvo. Esto hace sean alli desconocidos los cambios estre mos y repentinos de la temperatura. Queensland ade- mas, se halla espuesta á modificaciones tales en su temperatura, principalmente por su situación favorable para recibir las frescas, húmedas y deliciosas brisas del mar, que esto contribuye á disminuir el calor pro- pio de la latitud. No, podrían tampoco hacerse compa- raciones entre sus distrito tropicales, con los de la misma latitud en el hemisferio boreal y en el Sud del Ecuador, en las otras regiones de la tierra; pues esta Colonia presenta muchas ventajas, contándose entre ellas la de que su litoral del Pacifico presenta por todo casi el mismo ancho en el Océano; que la meseta montañosa de su retaguardia al Oeste, goza del bene- ficio de la elevación, y la posecion de inmensos y frondosos bosques de arboles higiénicos como son los Eucaliptus y los Pinos; y la región occidental del interior, aunque alejada de las costas, esa zona de la humedad y de la frescura, es llana, despejada y libre de las influencias miasmáticas é insalubres de los litora- les libres; lo que contribuye la belleza y mérito de su — 136 — pura, bel]a,'seca y tonificante atmósfera; con altiplani- cies bastante elevadas sobre el nivel del mar. Asi la colonia se halla casi completamente libre de enferme- dades de una naturaleza epidémica; siendo especial- mente grata para los Europeos de constitución delicada y para los acometidos de síntomas consuntivos; y sino sanan bien, prolongan por lo menos su existencia. Hay también mas lluvias en Queensland que en las otras regiones de Australia, presentando los puertos de la costa los mas filtos grados pluviométricos. Brísbane presenta una media anual de lluvia de 50 pulgadas; mientras en el interior, en Alice Downs, en el Thompson y en Barcoo, apenas si cae una media de 10 pulgadas con una exesiva evaporación. La temperatura media anual de Brisbane, es de lO'' Tahr.; en 1880 la mas elevada temperatura á la sombra fué de 100^ Tarh. y la mas baja 34'' Farh. El territorio de Queensland se divide según se verá mas adelante, en distritos poblados y despoblados; ó mejor, en distritos de tierras enajenadas y de tierras sin enajenar. Los primeros se consentran en el ángulo Sudeste del Estado y en casi todo el litoral hasta 30 leguas de la costa; mientras la región despoblada é in- divisa se distribuye en el Oeste, Norte, y Sudoeste, con las mas de las altiplanicies ó páramos, ocupados en general por squatters pastorileF y por mineros. Estas dos grandes divisiones se distribuyen en 12 subdivisio- nes mas, como se verá mas adelante al entrar en deta- lles. Con relación al chma y suelo de Queensland, puede decirse existen en él tres áreas distintas de cultivo, á saber: P la Región templada. 2° la tropical. 3" la — 133 — casi paralela á la ribera del mar, á una distancia que varia de 50 á 100 millas, proyectando numerosos ra- males al Este, hacia el Pacífico, y unos pocos y mas estensos hacia las aguas del Sudoeste, y algunas al Noroeste y al Oeste, hasta el Golfo de Carpentaria. Ha recibido el nombre de «Coastbamgs>^, esto es, Cadena Costera. La otra es h. cadena de Mackinlay ó de Macpherson, que se ramifica al oeste de la cadena cos- tera justan:iente dentro de los trópicos, y divide los rios que se dirijen al Golfo de Carpentaria, de las corrientes que se dirijen al remoto Sudoeste, tan famoso por sus magnificos pastizales. Enire las cadenas del interior pueden mencionarse la Sierra de la Expedición, la de Wyatt, la de Kirchner, la de Peter Bott, la de Bellenden Kerr y la baja cadena costera. La mayor elevación se encuentra en la sierra' de Beilender Kerr y cuenta 5,158 pies de alto.* La sierra de Dryaader de Wheeler, de Daintre y de Abbot se hallan hacia el Noroeste; las sierras de Nicholson, la de Aldís Peak y la de Abundance son centrales; finalmente, las sierras de Glasekourse, de King y de Hulton se alzan hacia el Sud. Diferente en esto de todas las otras regiones de la Australia. Queensland puede pintarse como un pais de arroyos y de ríos; de bosques frondosos y de pastizales exhuberantes. Alli se concentran todas las bellezas, todas las riquezas naturales de Australia, en todos los dominios. Alli se encuentran los mas beUos árboles, el higuero de Moretón Bay, semejante en su aspecto á una grande y manifica magnolia; el pino de la Nueva Holanda, la — 134 — mas bella de las Araucarias: los Eucaliptus mas bellos y salubres; las mas bellas flores Australianas y las aves mas espléndidas, las mas próximas, por lo menos á las aves del Paraíso de Nueva Guinea. Es como nuestro Chaco, un verdadero Paraiso para una raza inteligente que sepa adaptar sus hábitos y costumbres al clima. Desgraciadamente los europeos se visten demasiado y construyen habitaciones desmasiado im- permeables al aire, para que en tales cumas puedan vivir prósperos y sanos en ella con sus descendientes. Los rios que del Sud corren á vaciarse en el Golfo de Carpenteria son cinco principales; sus nombres y detalles, lo mismo que el nombre y detalle de los otros, los daremos mas adelante en su lugar oportuno Los principales rios que descienden del Este son cuatro, á mas de otros insignificantes. Los nos que tienen su salida á las numerosas y bellas bahias y estuarios de la costa Oriental, llegan al número de 28. El rio mas considerable del Golfo de Carpen taria es el Flindern. ei de la costa Orienlal es el Fitzroy. Los rios que corren por las faldas Occidentales de las montañas, con salida al interior, son en número de 7, seindo los mas conside- rables de ellos el Diamantina y el Barcoo. Algunos de estos rios del interior corren hacia el Sudoeste, siendo los mas importantes el Warrego y el Paroo. Sin em- bargo, los principales rios occidentales corren al Sud; tales son los rios condamine de Darling Downs, el Dar- ling; el Mooni y el Macintyre, todos los cuales van á formar parte del gran sistema del Murray. Aunque Queensland se halla al "Norte de Nueva Gales del Sud y de Victoria, sin embargo, no puede decirse — 139 — produce en Tasmania; la región mas fresca, mejor regada y con el clima y pastos mas adecuados para la producción de la mejor cria de carneros y la mejor lana, sea en el merino puro ó en las otras razas perfecciona- das sus derivadas. Ademas de los frescos distritos de los Páramos y de los Darling Downs donde se produce la mejor lana del Queensland, existen los distritos pastoriles de Burnett y de Wide Bay, de Leichhardt, de Ken- nedy, de Mitchell, de Warrego y Gregory, ocupados en la actualidad por establecimientos pastoriles, y ricos en pastos indígenas de cualidades superiormente nutritivas, muchos de los cuales son susceptibles de desarrollarse á pesar de la seca y sobre los suelos mas estériles, como nuestro pasto de puna. Pero esta ganadería nada tiene que ver con las ovejas ni con la producción lanar, refiri- éndose solo á la cria vacuna y á la mular, para la que esos climas ardientes y feraces se prestan espléndida- mente, y con mercados inexantibles en el Asia y en Europa. Así, las crianzas de ganado mayor parecen hoy haberse concentrado en la región Australiana mas arriba de los 3P, quedando las ovinas solo para las latitudes mas australes y frescas. Esto resulta lógica- mente de los siguientes datos de la estadística ganadera. Al principiar de 1882, existían en Queensland: ovejas, 8.292,883; ganado vacuno, 3.618,513; muías y caba- llar, 194,217; cerdos, 56,438. Se vé, pues, que en ovejas Queensland es el tercer Estado de Australia, debido á sus mesetas y páramos de Darling Downs, mientras en ganado vacuno es el primero; y si en ganado mular no está en primera línea, es porque recien comienza. — 140 — La tierra arrendada por los estaricieros («squaUers») al Estado, para crianzas ovinas y vacunas (porque los Ingleses forman la raza mas inteligente y especuladora de la tierra, y ellos no se hacen propietarios sino des- pués de haber hecho su fortuna), ó mejor, el número de «runs» ó estancias existentes es, en los distritos poblados, de 153 «runs», comprendiendo un área total de 8,954 millas cuadradas, lo que dá un término me- dio de 58 1[3 millas por cada estancia ó «run». En los distritos despoblados existen 6,446 estancias, con una área total de 364,086 millas cuadradas, lo que dá una ostensión mediado 56 1|2 millas por cada «run» ó estancia, ostensión muy moderada para un país que recien se está poblando. Así, pues, todo el Queens- land contiene 6,599 estancias ó runs», con una área de 373,029 millas cuadradas (mas de la mitad del área total del Estado). Estas son las tierras arrendadas al Gobierno, que obtiene una buena renta de ellas. Las tierras distribuidas en propiedades ya compradas ó arrendadas á plazo por los selectores, llegan á 3.636,658 acres (unas 900,000 cuadras). Ya hemos hablado de la magnificencia de los bos- ques y del esplendor de la vegetación del Queensland. En efecto, los recursos de estas Colonias en maderas, son tan valiosos como inagotables, debidamente admi- nistrados y manejados. En efecto, toda la zona del litoral y aun las mesetas elevadas, se hallan cubiertas por bosques tan vastos como magníficos. El cedro rojo, de una especie análoga al «cedrela odorata» de Tucuman (siendo el Queensland una especie de Tu- cuman Australiano), se presenta formando pequeñas — J37 — Interíropica]; cada una de estas regiones tiene su carácter peculiar por su aspecto y por la naturaleza de sus productos espontáneos ó cultivados. La región templada comprende ei estremo Sud de la Colonia y sobretodo las mesetas elevadas de Darling Downs, los altos valles de las montañas que dan nacimiento á los rios que riegan el país; y aun ciertas altiplanicies ó páramos elevados situados bajo los mismos trópicos. Por lo que es ala región tropical ella incluyelos ricos llanos aluvionales que descienden hacia las costas y las tierras bajas del interior en el norte. La región intertropical se encuentra en el distrito de Moretón, de Wide Bay (Bahia ancha), de Burnett, y en muchas zonas fértiles situadas en los distritos de Leichardt, Kennedy y Port Curtin. Para cada una de estas diversas regiones del Queensland existen indus- trias, crianzas y cultivos agrícolas especiales adaptados á su suelo y chma respectivos. La industria azucarera, por ejemplo, extiende su área de año en año, y todcs los cereales, con especial eL maiz, que es la gran cosecha en Queensland como en los Estados Unidos y el cual produce un abundante retorno. También pueden cultivarse con éxito el tabaco, el sorgho, el té, el tapioca, la ariruta {arowroot), las especies, el café, la vainilla, el arroz, el gengibre, el algodón, el opio, la curceema, la pimienta, el Índigo, etc. Las frutas son abundantes y se producen de excelente calidad todas las que son peculiares de la Europa y de la India, esto es, de los chmas templados y cálidos. Hasta 1882 habian en este país mas de 130,000 acres de tierra en cultivo. — 138 — Pero aunque la industria agrícola adquiera en Que- ensland de año en año mayor importancia y riqueza en la actualidad, por su importancia predominan los inte- reses é industrias pastoriles. Mucho se ha dicho y escrito respecto á la influencia del clima sobre los productos pastoriles, con especial de las lanas. Es indudable que el clima de Queensiand no es de los mas favorables para este producto. Dí- gase lo que se quiera, allí la buena lana y la buena carne de oveja no se dá sino en las mesetas elevadas y frescas, como las Darlings Downs; y aun así mismo, en esa latitud la lana merma en cantidad, sino en calidad, pues se produce en el merino australiano de cria fina y sedosa, pero escasa como en las cabras del Tibet. Indudablemente el distrito de Darling Downs es in- mejorable para las crianzas pastoriles, sin que por eso deje también de contener inmensas zonas de tierra eminentemente adecuadas para el cultivo. Pero en general, cuanto mas fresco es el clima^ mas adecuado es para la oveja y para la producción lanar; observándose esto en la gradación misma de la producción en Austra- lia. Asi, los carneros de la región templada del Queens- iand son buenos, mientras los de las partes cálidas no sirven para nada en su carne y en su lana, pero en todo caso, mejores que ios carneros de Queensiand son los de Nueva Gales del Sud, situada en un clima mas fresco, son todavía ¡mejores que estos últimos los carne- ros de Victoria, situada mas al Sud y con un clima aun mas fresco, pero mejores que los carneros de Victoria son los de Nueva Zelanda situada en una latitud mas fresca: por último, el carnero superior de Australia se — 143 — Central y Sud. Los principales minerales ó distritos mineros del Norte, son el de Palmer, el de Etheridge, el de Gilbert, el de Charters, el de Ravenswood, el de Woolgard, el Hodejkinson, el de Kormanby, el de Maorgen, el Monte Wiat, el de Mulgrave y el de Clon- curry. Los distritos centrales son Port Curtin, Peak Downs y Gladstone. Los minerales del medio dia son Gimpie, Píkedale, Kilkivan, Talgay y otros mas insigni- ficantes. Después del oro, las principales producciones minerales de la colonia son el carbón mineral, el cobre y el estaño. Cloncurry contiene los mas ricos depósi- tos de cobre; fpero la importancia de estos minerales es • considerable estendiéndose desde Moretón Oeste en el Sud, hasta el pais del Cabo York en el Norte; y desde la ribera del mar, hasta los mas remotos lindes Occi- dentales. Con relación á las hullas, la estension de los lechos es desconocida, pero según los datos mas re- cientes se estiman hallarse cubiertos por un área de unas 24,000 millas cuadradas. El antimonio se encuen- tra en Saint-John Creek, en el Burnett y en Neardie; el hierro se encuentra en varios parajes igualmente que el manganeso y el bismuto. El ópalo se sabe existe en diversas regiones del Norte y del Oeste; igualmente que los granates, los rubies, los záfiros, los topacios, etc. La estadística minera la damos mas adelante. Esta colonia, a mas de los ricos minerales enumerados, cuenta sobre sus costas setentrionales importantes pesquerías de nácar y perlas, industria practicada con gran actividad principalmente en la estremidad seten trienal de la colonia. Los buzos empleados son general- mente los negritos indígenas y también polinesios y — • 144 — malayos; teniendo lugar en multitud de Schooners consagrados á esta pesca. Las principales pesquerias de perlas se encuentran en el estrecho de Torres. Ya sabemos que ese estrecho que hoy el mar recorre, ha debido hallarse interrumpido por un Istmo que, en las edades geológicas ligaba la Australia Norte, con la Nueva Guinea; formando un continente no interrumpido hasta Malaca, esto es, hasta el Asia. Esta hipótesis se funda en los datos obtenidos mediante un reconoci- miento practicado respecto á la disposición de las capas geológicas de las costas del Estrecho; y en la similitud de la fauna y de la flora de Australia Norte y de Nueva Guinea, situada esta última, casi toda en las regiones equinociales, y ofreciendo en consecuencia una naturaleza esencialmente inter-tropical. Su flora, su vegetación, sus bosques, son mas magníficos; su fauna es m.as variada é interesante, sobre todo con relación á la ornitología, puesto que alli se producen faisanes preciosos y aves del paraíso espléndidas; y además ei mono, el ciervo y otrus animales descono- cidos en Australia. Esta mayor exhuberancia y riqueza orgánica debe exencialmente atribuirse á que el clima de Nueya Guinea es mas húmedo, á que su suelo se halla mejor regado; y siendo en consecuencia su ve- getación mas variada, frondosa y exuberante, natu- ralmente llama una fauna mas variada y mas rica, suministratada en parte de las Islas vecinas de la Zonda y de Asia, con quienes Nueva Guinea se ha encon- trado en contacto por mas tiempo y hasta una edad mas reciente, que con Australia, separada tal vez en la época cretácea ó cuando mas, en el eoceno inferior. — 141 -^ cejas ó ramilletes cerca de las costas, cIoDcle alcanza una elevación de 150 'pies (50 yardas), siendo su madera muy demandada en el comercio del ramo. Como es de suponerse, allí se desarrollan con gran exuberancia, todas las aromáticas é higiénicas especies de la familia eucalíptica, tribu especial y aparte de la gran familia de las «mirtáceas», elevándose algunos de estos «gomeros», como los llaman en Australia, á alturas de 300 á 400 pies, con troncos proporcionados. Entre otras bellas ó útiles especies que ya hemos men- cionado ó mencionaremos, se encuentran la «araucaria cuninghamii», llamada en Australia pino de Moretón Bay, y en Chile pino de la Nueva Holanda, el cual se alza á grandes alturas con su ramaje rectangular y piramidal, vestido de un follaje que presenta los mas bellos y aterciopelados del verde vegetal, desde el verde sombrío del pino, hasta el verde esplendente del cas- taño ornamental ó de las nmsáceas tropicales, exce- diendo elevaciones de 200 pies (70 yardas). La encina sedosa («grevíllea robusta»); el haya colonial («gmelina lichliardtii»); el pino «bunya-bunya», cuyas nueces suministran sustento á los indígenas; el pino «kauri», que ya conocemos como el mas bello árbol de los bos- ques indígenas de Nueva Zelanda; el pino «hembra» («podocarpus elata»); diferentes clases de encinas in- dígenas («camarinas»); un cedro de lápiz (el «dyso- rylon muelleri»); el «mangrove» ó mangle rojo; nu- merosas especies de acacias y otros árboles de distintas especies, demasiado numerosos para ser men- cionados en esta ojeada, teniendo su lugar mas ade- lante. Además de esto, se cuentan mas de ICO especies — 142 — de plantas diferentes, con propiedades medicinales, que son indígenas de la Colonia. La fauna del Queensland comprende el kangaroo, el padymelon, el kangaroo ratón, el opossum, el bandicoot, la zorra volante, el dingo ó perro indígena, el wom- bat, el ornythorincho, etc., etc., entre los mamíferos. Se cuentan cerca de 60 especies y variedades de ser- pientes, 5 de ellas venenosas. Las aves son numerosas, contándose entre ellas águilas, el «emú» ó avestruz Australiano, cisnes negros, bellísimos loros y cotorras, el «jackas burlón» ó Martin grande, ánades, abutar- das, garzas, grullas, flamencos, etcétera. Los aliga- dores ó cocodrilos suelen ser numerosos en algunos de los rios dei Norte. Hay mariscos y pescados abundantes no solo en la costa, sino en la embocadura de los rios, contándose entre ellos el «schnapper»; el «mullet» ó nuyol; los soles (esto es, «plantillas», porque este pescado tiene esa forma y es común á ambos hemisfe- rios); el peje judio; el besugo («bream»); etc. Abundan también las ostras y los crustáceos, como jibras y lan- gostas, que se venden en los mercados, de un tamaño gigantesco y de un sabor superior, mientras la ballena, la tortuga, el tiburón, el dugong herbívoro y otras focas, tienen sus querencias en los mares inmediatos. Las riquezas minerales del Queensland como se verá mas adelante, recien han llegado á descubrirse en una data muy reciente; pero cada dia aumentan en valor é importancia; proíietiendo brillantes productos y recur- sos durante un largo porvenir. En la actualidad se conocen tres distritos ó divisiones mineras, ó mejor, minerales auríferos conocidos con los nombres de Norte, — 147 — (2.023,688 en 1881), lo que da mas de lOlbs, por cada cabeza de habitante. La justicia es administrada y la propiedad protegida, á razón de 1 libra por cabeza de habitante, en Queensland. Siguiendo esta misma propor- ción, la administración de la Justicia deberia costar en la Gran Bretaña cerca de 40.000, libras. Y sin embargo, cuesta mucho menos. Una administración tan dispendiosa deberia ocasionar la ruina del país. Pero no es así: un país joven, dotado de la vitalidad peculiar á las Co- lonias Anglo- Sajonas, apenas si siente este monto de impuestos la mitad, y por lo menos, de los políticos de Queensland creen, ó afectan creer, que el progreso de su bello país se halla paralizado por una mezquina parsimonia de su deuda pública, y quisieran ver dis- tribuidos con profusión los dineros públicos. El Go- bierno actual, según hemos visto, trata las cosas muy en grande, y vá á completar la red de los ferro-carriles del Estado, cruzando con ellos todo el país y llegando hasta el Golfo de Carpentaria, con solo hacer concesiones de tierras, que al fin y al cabo, resultan las mas caras de todas las concesiones. Al hablar de los impuestos de esta Colonia, hay que tener presente que una parte de la renta pública oroviene de la enagenacion de las tierras del Estcido; de manera que, en realidad, el pueblo no la paga como impuesto actual ó directo; es mas bien un impuesto sobre el porvenir, que amarrará al Estado y lo empo- brecerá en el porvenir. El término medio para los 24 últimos años de su producto, llega á 200,000 libras por año (en 1881 el producto de la venta de tierras públicas fué de Ibs. 387,833. Queensland es la mas — 148 — joven de las Colonias Australianas, habiendo comen- zado su carrera independiente en 1859, como Victoria la habia comenzado en 1850 y el nombre lo recibió la nueva Colonia de S. M. la Reina Victoria. La cues- tión de separación habia sido agitada primero durante 9 k 10 años, y junto con ella esta otra cuestión, no menos luiportante, si la nueva Colonia debía ó no reci- bir convictos. Todo el mundo sabe que Queensland, como Colonia separada, nunca ha recibido convictos; pues habia cesado de recibirlos en su circunscripción desde 1850. En ese año desembarcó en sus playas la última nave inglesa conduciendo criminales. Antes, la Bahía de Moretón, donde se halla situada la actual Capital de Qeensland, habia sido un establecimiento penal dependiente del Gobierno de la Nueva Gales del Sud. Su nombre lo recibió del gran navegante Cook, en 1770. Aunque la Bahía conservó su nombre, recien de 1823 á 1825 llegó á fundarse en ella, en el punto mismo donde hoy se eleva Brisbane su capital, un esta- blecimiento penal para criminales reincidentes, debién- dose muchas de sus actuales obras públic:.s, y no poco de las tierras desmontadas en torno de Brisbane, al trabajo forzado de estos desgraciados. Cuéntanse terribles historias de los horrores inse- parables en esa época de este género de estableci- mientos; de la perversidad; traición y rebelión de los presidarios y de las cueldades de sus guardianes. Pero se les hizo trabajar y con grandes resultados en 10 que respecta á la baratura y eficacia pfira el esta- blecimiento naciente. Era además un hecho incuestionable que las cuadrillas — 145 — No obstante, ó á causa tal vez de estas ventajas, el litoral de Nueva Guinea se halla infestado de miasmas paludestres; siendo menos salubre que el litoral de Australia. Asi, todo lo mas bello y lo mas rico en las producciones de la naturaleza, puede decirse se halla concentrado en esta región interesante, Australia Norte y Nueva Guinea, abundante en ricas maderas, en flores y especies aromáticas; en oro, en perlas y en piedras preciosas y en plantas y aves las mas estrañas y brillantes del mundo. Para visitar el Queensland, la mejor época es en Otoño y en Invierno, pero aun entonces puede asegurar- se que en ese bello pais el frió debe considerarse como un regalo muy difícil de obtenerse. Asi, mientras en los climas frios el mayor regalo es el calor; este en cier- tas zonas llega á fastidiar por su constancia, sobre todo á ciertos temperamentos y en especial los Europeos ge- neralmente demasiado vestidos, demasiado encerrados y demasiado absorbedores de calor en los alimentos y en todo. Evidentemente, la naturaleza humana se resiste á las temperaturas estremas, dañosas á su índole atem- perada; aviniéndose mejor con las temperaturas medias. Pero hay razas adaptadas especialmente á las tempera- turas estremas, como los Esquimales, Lapones y Samoyedos á las temperaturas glaci¿iles; y ios negros y canakas á las temperaturas tórridas. Pero el Europeo y sus desendientes de América, esos niños mimados de la civilización moderna, solo se avienen á ese justo medio que, en hecho de temperatura, nada se parece -" 146 — á ese justo medio político que perdió y puso en eterno ridiculo al rey Luis Felipe de Francia y sus descendientes. Por lo demás, según un prudente guia nuestro, hay que evitar el que^jarse demasiado del exesivo calor delante de los naturales de Queensland. Es como que- jarse del polvo en San Juan: los hijos del país no perdonan esto. Los Queenslandeses no entienden de chanzas respecto á la belleza y amenidad de su país; en lo que casi estoy conforme con ellos, pues Queensland me agrada en gran manera, clima, suelo y aspecto exte- rior. Situada sobre las bellas riberas de la Babia de Moretón. Brisbane su capital es una preciosa y agradable ciudad, con todas las ventajas é inconvenientes de su clima. Ella se alaba de ser la metrópoli de la mas gran colonia Inglesa ; sin embargo que Australia Meridional puede disputársela en magnitud, estendien- dose su territorio de la Costa Sud á la Costa Norte, atravesando iodo el continente Austrahano. Pero así como así, los Queenslandeses se alaban de poseer un territorio mayor que el Reino Unido, la Francia, la Bélgica, Holanda y al Dinamarca todos reunidos. Hay, en efecto, campo para toda la energía de una numerosa p.^blacion, en un prolongado futuro. Hoy solo contiene 250,000 habitantes (el cuarto de millón á que hacia alusión este año Mr. Gladstone en la Cámara Popular inglesa); en el Censo de 1881 estos habitantes solo llegaban á 226, 968. Es, pues, en punto á población, inferior á muchas ciudades de segundo orden de Europa y América. Pero cuenta una deuda pública de mas de 15.000,000 de libras (13.245,150 Ibs. en 1881), espen- diendo una renta pública de mas de 2.500,000 Ibs. — 149 -- de convictos enviadas á diversos distritos pastoriles de la Nueva Gales del Sud, habian convertido en edenes los desiertos, volviéndose en muchos casos, de fieras que eran, en hombres buenos y útiles. Cuando la gran cuestión llegó á agitarse dentro de la futura nueva Colonia, toda su población no excedía de 15,000 almas. Se ve cuan precoces son las colonias inglesas para llegar á su edad de madurez y emancipa- ción. Entre los aspirantes pastoriles que en Australia tienen el nombre característico de squatters, la falta de brazos fué la gran cuestión de aquellos dias. El squatter no se asustaba de los convictos. Pero los operarios libres cuyo negocio era trabajar en competencia con ellos, los pulperos y los pequeños agricultores, no los deseaban de ningún modo. Decidióse en consecuencia que la colonia ne recibirla mas convictos y no los recibió al efecto. El trópico de Capricornio atraviesa por su centro el territorio de Queensland. Su área ya sabemos consiste en 430 1/2 millones de acres, lo que lo hace once veces mayor que Inglaterra y Gales juntos. Sus 2,280 millas de ribera marítima, presentan multitud de buenos puertos y ancladeros, tales como Somerset, en el Cabo York, Cooktown, Townsville, Bowen, Mackay, Gladstone y Brisbane; y diferente en esto de las otras colonias Australianas^ presenta diversos rios navegables durante un corto espacio, presentando así facilidades para su comercio. La cordillera ó cadena divisoria de que hemos hablado antes, se continúa en la dirección del N. N. E. casi paralela a la costa, pero en algunos parajes se le acerca mucho. Su mayor altura es en el Norte donde alcanza una 10 — 150 — elevación de 5,160 pies; en el Sud el Monte Dalrimple alcanza la altura de 4,000 pies. El Mackinlay corre de la Cadena Divisoria en ángulos rectos al Oeste. De este modo tres distintas vertientes ó derrames se forman. Hacia el naciente, todas las corrientes se precipitan en el Pacífico, después de un breve curso. Ellos riegan la región cultivada que es la mas populosa, la mas rica la mas adecuada para la agricultura y que contiene los mas considerables depósitos de hulla y de oro, dos materias igualmente preciosas. La esperiencia ha de- mostrado que el ganado lanar ú ovino no viene bien en él, habiéndose en consecuencia esta industria retirádose m^s al Oeste. Por su parte, la vertiente del Noroeste, descarga sus rios en el Golfo de Carpen taria, al través de una región pastoril que por su riqueza atrae cada dia nuevos pobladores; habiéndose descubierto allí el Cloncurry y algunos otros minerales alhagadores. Al Sud de la cadena del Mackinlay, el Herbert, el Barcoo, el Thompson, el Warrego y el Paroo descargan su contenido en los Lagos Salados ó ciénagos de la remota Sud Australia, mientras los rios Condamine y Barwon que se forman en la cadena divisoria cerca de Warwick, á menos de 60 leguas del Pacifico, prosiguen su lento y sinuoso curso al través de todo el continente hasta el Darling, y al través de este canal y el Murray hasta el Golfo de Spencer, en la misma colonia. El pais asi regado forma el gran llano pastoril de Queensland. Sobre los médanos y en las altiplanicies, las ovejas se crian muy bien, pero la mayor parte de su territorio parece mejor adaptado para las crianzas cabalgares y vacunas. — 151 --- Los mismos fenómenos meteorológicos le reproducen aqui que en la Nueva Gales del Sud. Sobre las costas del Pacífico las lluvias son amplias, sino exesivas. En 1878 en Brisbane, 56 pulgadas cayeron en solo 124 dias, en Mackay, en el mismo espacio, 99 pulgadas; en 103 y 111 dias Maryborough y Gypie registraron respectivamente 40 y 45 pulgadas; todo esto sobre los falderios del Pacífico. Del lado del poniente, hacia Toowomba, en los Darling Downs, á 100 millas de Bris- bane, solo 29 pulgadas cayeron en el misma espacio; mientras en Roma, en Springsure y en el Thomson, solo se recuerdan en el mismo espacio 19 pulgadas 17 pulga- das y 10 pulgadas. En el Norte y Este la misma formación geológica que produce, como en la Nueva Gales del Sud, oro, cobre y carbón, se presenta. Mr. Bonwick dice á este respecto lo que sigue: «La gran cadena divisoria, que se alza como los Andes, todo lo largo del Continente, tan rica al pasar por la Nueva Gales del Sud, se ha probado sigue con las mismas vetas de oro desde los confines Australes de Queensland hasta su punta mas septentrional en el Cabo York, Todavía mas que esto, todas las riquezas obtenidas de las cadenas que se rebajan al Este y al Oeste, durante una ostensión de mas de 1000 millas de largo y 200 de ancho, se presenta toda una región mas ó menos aurífera.» El distinguido geólogo finado, Mr. Daintree asegura en sus informes profesionales que un 6^ del país que se estiende durante 12^ de latitud desde el Cabo de York, es granítico y puede en consecuencia ser aurífero. Su opinión es que las rocas devonianas se estienden por el espacio de unas 40,000 millas — 152 — cuadradas, presentando un sistema carbonífero muy estenso. Una parte de esta hulla es paleozoica, como sucede con los ríos Mackenzie y Dawson; mas al Sud ella es Mezozoica. Por su cualidad se asemeja mucho á la hulla de Nueva Gales del Sad. La ostensión de estos snantos de carbón mineral es enorme. El eminente geólogo Australiano Mr. Branthwate Clarke considera que los mantos del rio Condamine ocupan una ostensión de 20,000 millas; y que las vetas ó depósitos que se cuentran sobre el Wolhumbila, ocupan una ostensión de 6,000 millas cuadradas. Según su opinión basada en sus propias observaciones, los lechos del Mackenzie, al Oeste de Rockampton, se estendian sobre unas 40,000 millas. Otros hombre de ciencia son de opinión que esta formación se estiende hasta los FUnders superiores. Mr. Jack llega hasta suponer sea posible que todas las llanuras del Oeste se hallen sobre inmensos mantos de carbón. En muchos parajes es posible estraerlo con facilidad pero la mayor parte de estas localidades exigen la construcción de ferro- carriles hoy yá terminados ó en via de terminación; habiendo adquirido en conse- cuencia, ó estando próximos á adquirir un desarrollo importante en su esplotacion. En Brisbane, Ipswick y otros puntes se han abierto estensos mantos á corta dis- tancia de la linea de navegación marítima. Al oeste y al noroeste, la arenácea del desierto y otras rocas terciarias constituyen un cuarto de la colonia. Grandes lechos cretáceos se estienden durarante 200,000 millas cuadradas. La acción volcánica es visible sobre unas 30,000 millas cuadradas; constituyen las ricas lomas y llanos basálticos que son el paraíso del squatter, — 153 — tanto en Queensland, como en Victoria. No terminaremos estos datos geológicos sin decir que en los tiempos mas remotos Queenslad ha debido preseniar, por lo que parece, una ostensión mucho mayor, pues no solo ha debido estenderse al naciente unas 100 millas mas hasta la linea de sus arrecifes; sino que ademas un istmo indicado por la naturaleza local, ha debido de ligarlo con la gran Isla de la Nueva Guinea; sus forma- ciones son idénticas y la profundidad del Estrecho de Torres frente al Cabo York, es solo de unas cuantas toesas; mientras la fauna y la flora de ambas regiones ofrecen, según hemos visto, cierto grado de identidad. Dos tercios de Queensland se hallan bajo los trópicos. Sobre su costa septentrional los monsones soplan con regularidad, diviendo el año en 7 meses secos y 5 lluvio- sos. Esta estación de las lluvias se estiende de Noviembre á Abril. Sin embargo, no siempre es posible juzgar del clima, por los grados de latitud. Sobre el Darling y los Medaños de Peak que se alzan mucho mas altos so- bre el nivel del mar, el aire es fresco y las frutas de la Europa se producen bien; sobre las riberas Orientales, las brisas del Océano templan las fuerzas del calor solar y las lluvias copiosas contribuyen á mitigar la temperatura. Si los datos estadisticos son correctos, su clima debe ser saludable para los europeos; pues la ley de mortali- dad jamás ha excedido de 21 en mil por año, y en parajes ha sido menor de 14 por mil. Entretanto, la ley media de mortalidad en Inglaterra, uno de los países mas sanos del mundo, es de 27 por mil. Este hecho es tanto mas notable; cuanto que las defunciones por -- 154 — accidentes y por enfermedades infantiles son frecuentes en este país, como en todo pais desierto en via decoloni- zacion. La ley de los nacimientos es muy elevada, hecho probablemente motivado por la preponderancia de la juventud en la inmigración. Hay además que observar que hasta hoy, la población se ha encontrado general- mente confinada á las altiplanicies y á la ribera marítima Cuando el Norte y las bajas tierras se hallen ocupadas, estas cifras probablemente variarán. La Circular de Colonización publicada por la Comi- sión de inmigración en 1880, observa: «En las partes mas septentrionales con especial en las tierras bajas, el calor de un sol tropical es demasiado grande para ser confortable á los temperamentos anglicanos, con especial en casos de inmigrantes ingleses recien llegados. Estos generalmente se presentan, como en su país, demasiado vestidos y íranelados en un país donde en todo tiempo, aun en invierno, basta poner los huevos al sol para que se cocinen al punto deseado. Sudan, necesariamente, á mares y á perpetuidad, y este sudor, junto con su mal régimen alimenticio Europeo, té y café caliente, tabaco, comidas pelando, etcétera. Todo esto es excelente en Inglaterra ó Noruega . Pero el que no quiere debilitarse y morir de copiosa perspiracion, en Queensland, tiene que usar ropas ligeras en todo tiempo, tirar lejos sus franelas y zapa- — 155 — tones ingleses, y vivir de papas y roastheef frío y de sorbetes d la glace. Todo otro régimen lo condena á uno al martirio de San Lorenzo. No obstante, y á pesar de todo, la verdad es que los Europeos continúan las laboriosas faenas de laestraccion del oro, aún dentro de los límites tropicales, entre los paralelos 21° y 15° de lat. Sud, en que se encuentran muchas minas de oro; pero ¿á qué costa de la salud? Es cosa que aún no se ha averiguado, bien. Al parecer, no hay motivo para pensar que el cultivo del algodón, del azúcar y otros productos tropicales, resulten ser mas favorables á los Europeos en Australia, que lo ha sido en otras regiones tropicales. ^ La exigüidad relativa de la mortalidad en esta Colo- nia puede, no obstante, establecerse como prueba de que su principal industria y el chma de Queensland, no son desfavorables para la vida humana en general. Esta Colonia se halla libre de enfermedades endémicas, y las epidemias solo ocurren muy rara vez. Aquí, como en todas las otras Colonias hermanas, la mas predomi- nante de las industrias es la pastoril, como también la mas provechosa; ella presenta el primer método accesible para poder utilizar las tierras vacantes. En el Darling Downs y en algunos otros de los mas antiguos y favorecidos distritos del país, ó mejor, en la mayoría de él, actualmente, las propiedades particulares se encuen- tran todas alambradas ó cercadas, no siendo escasas las residencias en que pueden encontrarse todas las comodidades de la civilización. En las regiones mas remotas y que son el objeto de la ocupación mas reciente, el squatting ó industria pastoril se presenta, naturalmente — 156 — en la forma mas primitiva imaginable; pero estos mismos distritos cada año se transforman, á medida que los progresos de la población; de la industria, de capital y de las líneas férreas, ganan terreno. Esta transformación se hace sentir ya en los campos regados por el Thompson, famosos por sus excelentes dehesas de engorde y en los llanos aluvionales y feraces del Hebert esplorados hace poco; lo mismo que sobre el Warrego y el Paroo, como lo constataremos mas adelante al referir algunas escursiones en el interior; pero aun quedan campos sobre los confines de la Australia Meri- dional y del territorio Norte en que los rebaños son pastoreados como en los primitivos dias. Nuevas conse- ciones de campo solo pueden obtenerse en el mas remoto Oeste, esto es^ casi en el centro del Continente; las soHcitudes para consecíones de rum (estancias) deben ir acompañadas de un año adelantado de la renta. El área de una concesión varia de 25 á 100 millas cuadradas (de 3 á 12 leguas) pero este máximo es evadido á menudo, con solo variar los nombres de los solicitantes. Por los primeros cinco años, la renta es de 5 chelines por milla cuadrada: para los segundos 10 chelines y para el tercero 15 chelines; mas esta tasa se halla sujeta á revisión dentro de los límites moderados por ambas partes interesadas. Los terrenos sin agua pueden obte- nerse por 3 chelines milla. Algunos que justamente poseen los pastos mas engordadores, son por su aspecto esterior, las llanuras mas estériles, en los cuales no obs- tante, el menor esfuerzo produce los mas amplios retornos. Generalmente todos los años se presentan de 400 á 500 solicitudes comprendiendo áreas de 22,000 — i57 — millas cuadradas para arriba. También se han acordado concesiones sin agua con una área de 44,784 millas cuadradas. Un décimo de toda la colonia, con una esten- sion mayor que Inglaterra y Gales reunidos, fué de este modo ocupada en el espacio de 12 meses! Tan rápido es el progreso de Queensland en particular y de las colonias inglesas en general ! El censo del gobierno del año 1881 para esta colonia ya sabemos produjo para su ganaderia las siguientes cifras: ovejas, 8.292.883, vacunos, 3.618,513; cabalgar, 194,217. Tales fueron las cifras del censo en esos ramos después de una severa seca que no solo habia impedido el multiplique del ganado en ese año, sino que habia disminuido el número del ganado ovino en cerca de medio millón. Las secas y las inundaciones no son dos plagas alternativas únicas áque se hallan sujetos los «squatters» ó estancieros de Australia. Mr. Bouwick hace mención que en 1882 un lijero rinde de la lana produjo una utilidad de 2.635,000 Ib. (cerca de 14 millones de duros); mientras una abundante esquila en 1877 solo obtuvo Ib. 1.449,682 (menor de 7 1/2 millones de duros); efecto de la baja de precio de la lana en el mercado inglés. Cuando el comercio de las carnes congeladas iniciado ya en Australia desde 18?^2 con la metrópoli, llegue á estenderse; no hay duda que la proximidad de Queensland á la India y á la China, le ofrece con el tiempo un vastísimo mercado alli abierto para sus carnes y demás- productos. Además ya sabemos que la compañía de carnes congeladas de Victoria piensa establecer en Brisbane una agencia para la esplotacion del ramo en — 158 — este punto. Todo esto pues ha resultado de gran utilidad y provecho para los ganaderos Australianos del Norte; y cuando decimos se proyecta ó se piensa entre los ingleses el proyecto y el pensamiento se hallan muy cerca de la acción; y la utopia de este año es para ellos el hecho realizado del año siguiente: Cuando á un poblador del Queensland llega á conve- nirle el hacer la adquisición de su tierra, amplias facilidades se le presentan para ello. Las tierras de la corona se hallan distribuidas bajo tres capítulos. 1° tierras aerícolas, avaluadas en 1 Ib. est. el acre; 2^ tierras pastoriles de primer orden, avaluadas en 15 chelines acre; S*" tierras pastoriles de segundo orden, avaluadas en 10 chelines el acre. Los pagos pueden estenderse durante 10 años por sumas anuales iguales. Las]concesiones agrícolas ó chacras varian desde 40 hasta 630 acres. Las pastoriles de 3 ^ . clase, desde 80 hasta 5,620 acres. Hánse establecido providencias para que la ocupación actual tenga lugar; sea mediante la residencia personal ó mediante mejoras permanentes, como cercos, casas, cultivos de árboles etc. Concédense arriendos de tierras con objetos de cultivo de la caña de azúcar, con la renta de 4 á 8 chelines acre (de 8 á 10 reales fuertes); el área varia de 320 á 1,280 acres; se exijen condiciones de residencia hasta poner en cultivo un décimo del área total de la chacra. La ley sobre el acre de las concesiones (Homstead área act) dá facilidades adicionales para el pago. Esta ley se dio en 1872, habiendo sufrido dos enmiendas en 1876 y en 1880. Los distritos en que se pueden obtener concesiones — 159 - agrícolas de 130 acres y concesiones mixtas pastoriles y agrícolas de 320 acres, fueron señalados medíante pagamentos anuales de 6 peniques por acre y con la condición de residencia hasta el abono de todo el monto y hasta la inversión en mejoras de un mínimo de 10 chelines por acre. En caso de competencia, el arriendo es adjudicado por remate. No es fácil predecir el futuro de la agricultura de Queensland, por la Índole del pueblo que lo coloniza, por lo menos hasta que no tenga lugar la perfecta aclimata- ción y adaptación de la raza. Mientras los ingleses persistan en hacer producir á este país tropical los productos de los países fríos, cebada, avena, trigo, papas, nabos, clover etc. nada pueden obtener del suelo de Queensland apesar de las vastas ostensiones del ter- reno fértil que posee, de sus copiosas lluvias, de sus magníficos bosques y de las numerosas corrientes que lo riegan. Ese suelo y ese clima reclaman productos especiales, que los ingleses no saben ó no quieren comprender ni aplicar. La mitad mas Austral de Queensland es exelente para el cultivo de la vid, del naranjo, del limón, de la higuera, de la oliva, del trigo, del maíz, del maní, del tabaco etc. La otra mitad, la mas septentrional, es incomparable para el cultivo de la caña de azúcar, de la banana, de la pina, del arroz, del mandioca, de las especies, en fin, de todos los productos de la India y de la zona tropical. Del antagonismo entre los instintos rutinarios de la raza que lo ocupa, con el suelo y el clima, resulta que la agricultura no prospera como debiera en el Queens- land, ni forma hasta hoy la ocupación favorita de sus 160 habitantes. En Sud Australia se cultivan mas de 7; en Victoria mas de 2 acres por cabeza de población mientras en Queensland con un suelo y clima tan favorable, solo se cultiva un poco mas de medio acre por cabeza de ha- bitante. Además, la naturaleza de la cosecha se diversifi- ca mas cada año según parece imponerlo el clima. A pesar de sus esfuerzos, en loO,000 acres cultivados (en 1881 solo eran 128,075) apenas solos ingleses han podido cosechar 10,000 acres de trigo y 200 de avena, mientras en los Estados del Sud, apesar de que el clima podria proporcionar otras, estas son las cosechas dominantes. Lo que predomina mas cada dia en Queensland por las fuerzas de las cosas, es el cultivo de la caña de azúcar, de la naranja, de la pina etc. pero aun les falta entrar en el arroz; del café recien se han comensado ensayos con éxito; el té se produce de primera calidad. La proporción de otros cultivos es en números redondos: 20,000 acres en cai^a de zúcar; 6,000 acres en maíz; el resto en ariruta, bananas, pinas, naranjas etc. Si la agricultura de Queensland ha de vivir de los productos adecuados á su clima y suelo, á saber, vinos, frutas secas, pasas, naranjas, aceitunas, granos oleajinosos, caña dulce, bananas, pinas, ariruta, arroz, etc., estos productos que son altamente tórridos, pueden cierta- mente obtenerse con cuenta aun con el trabajo bien retribuido del Europeo, puesto que productos análogos se obtienen del trabajo Europeo en Portugal, España, Italia, Grecia, Asia Men#r, Lyria, Egypto, Berbería, etc. Toda la cuestión se reduce á la adaptación de la raza Inglesa á estos gratos y hechiceros trabajos; adaptación para la que la raza Inglesa es adaptadisima por su - - 161 — inteligencia, su laboriosidad, su constancia, etc. Todo es cuestión de tiempo. Por lo que es á inmigración meri- dional Europea en grande escala, no hay que pensarlo; los ingleses son poco simpáticos á las otras razas civilizadas de Europa; pues se dan aires de superioridad que estas no consentirán nunca en aceptar, para produ- cir una cosa como fusión ó unión. Los Europeos solo entrarán en paises donde hallen un perfecto pié de igualdad y simpatía, como en los Estados Unidos de Norte América y en las Repúblicas del Sud. A falta de otra cosa mejor, algunos hacendados Ingleses han ensayado con poco éxito hasta hoy, la importancion de trabajadores chinos, coolies y Polynesios. Respecto á la ostensión y duración de estas empresas especulativas sobre el trabajo Asiático, la esperiencia ya adquirida en el cultivo del algodón, suministra un ejemplo. Los altos precios originados por la guerra de América, ocasionaron gran entusiasmo por su cultivo en Queensland, habiendo para estimularlo, ofrecido el gobierno grandes concesiones. En 1871, se cosecharon unas 6000 balas. Hoy creo no pasan de 10 á 20 acres los que se cultivan de algodón. Lo que en la actualidad está á la moda en Queensland, es la construcción de ferro-carriles, el cultivo de la caña dulce y las crianzas ganaderas: hay un verdadero entusiasmo por estas cosas; como también, según hemos visto, por las ane- xiones en grande escala. Un elevado derecho de 50 Ib. est. sobre cada tonelada de azúcar importada, da á las fabricas de azúcar de Queensland el monopolio del consumo doméstico. Mas como las otras colonias han establecido un decreho igual sobre las azúcares impor- — 162 — tadas; resulta que Queensland tendrá que comerse toda su azúcar; ó por lo menos, ella no debe contar con mercado de las otras colonias Australianas, hasta el bien aventurado dia de la federación Australiana y de la consiguiente unificación favorable de las tarifas. Felizmente el oro, como cosa que brilla, no se halla en ningún país afectado por la competencia, ni grava- do con onerosos impuestos á su entrada en los otros Estados; solo el estaño y el cobre, en cuyos dos meta- les Queensland es muy rica, pueden sufrir los efectos de las minas estranjeras rivales. El oro de Queensland, sin embargo, no se considera tan puro, como el que se estrae de los minerales de Victoria, el cual se paga á razón de 4 £ la onza, mientras el precio del oro de Queensland no pasa de 3 V^ ■£ onza. El modo de obtenerlo es no obstante el mismo; escavando las arenas auríferas ó moliendo el cuarzo de las vetas. El trabajo de los lavaderos {alluvial diggins) se halla confinado principalmente en manos de los chinos, los cuales, puede decirse han tomado posesión del Paliver, en el estremo norte, donde las escavaciones, donde el manto ó placer rico y las escavaciones someras han atraído 10,000 habitantes del Pais de las flores ó del Celeste Impei'io como ellos lo llaman. En otras locali- dades siguen trabajando escavaciones abandonadas por los poco pacienzudos ingleses. En Gympie y en Maryborough el oro se extrae principalmente del cuarzo. En el primer paraje se pre- senta en manchas, habiéndose obtenido retornos extra- ordinarios. De 11,996 toneladas de cuarzo extraídas, — 163 — se ha obtenido la media enorme de 6 onzas 8 adarmes por quintal. Los adarmes solos habrían pagado bien. Se hace mención de casos verdaderamente maravillosos, pero estos son solo la escepcion. Maryborough se ha mostrado también muy productivo. Queensland es la única colonia en que la producción de oro no haya disminuido en Australia. En 1873 esta producción se elevó á 717,540 £; ella subió en 1877 á 1.611,103 £. En los años siguientes hay un descenso y en 1879 solo alcanza 975,976 £ y en 1880 á 944,976 £. Pero en los años posteriores 1881 y 1882 no solo cesó el descenso, sino que el rinde subió á la par de los mejores años, según se verá mas ade- lante con cifras mas detalladas. Desde Palmer hasta Brisbane, desde el Pacífico hasta el Cloncurry, sobre los confines de Australia Merídional, es difícil hallar un distrito en que el panizo de oro (tJie colour) no se haya encontrado. El cobre, puede decirse, se halla distribuido en toda la colonia. En muchos parajes, como en el Cloncurry y la cadena del Peak, las minas son de una estraor- dinaria riqueza, pero inesplorables- por la falta de medios de transporte. Lo mismo puede decirse del hierro: se conocen ricos y estensos lechos de este metaL Transporte, capital, trabajo y una demanda para su consumo después de fundido, es todo lo que se precisa para cubrir el pais de altos hornos. El estaño es un metal para el cual el mercado es tan limitado, que solo hace cuenta trabajar las mejores minas. En 1872 surgieron grandes esperanzas con motivo del descubrimiento de depósitos de estaño aluvional, -*. 164 — ó estaíío de lavadero, obteniéadose unas 100,000 libras por este procedimiento con el trabajo de 2,000 hombres. Al siguiente año este producto se dobló, mas los pre- cios decayeron. En 1878 solo se extrajeron 36^000 libras, no porque este metal escasease, sino por conser- varle su valor. En los años siguientes se sostuvo esta norma, respondiendo á la demanda del comercio. Antes de constituir Queensland un Estado separado, la única industria de la colonia, según se ha visto, era el pastoreo. Asi los «squatters» se apoderaron del pais en grandes masas hasta la linea del trópico y más allá. En 1862, meses antes de la separación ya en fermento, el oro de Cancona se descubrió por primera vez. Este mineral se halla justamente debajo del Trópico de Capricornio. Desde entonces los descubrimientos aurífe- ros se sucedieron; y cada año sucesivo, tiene lugar otro nuevo. Dividida por el trópico, Queensland es una colo- nia semi-tropical, como Jujuy entre nosotros. Asi, entre sus productos, á mas del azúcar ya mencionada, se cuentan las uvas, las naranjas, las bananas y las pinas; pero es claro, un pais de pinas y bananas, no puede producir las bellas fresas, guindas, ciruelas, manzanas y peras de la Europa. La avena y la cebada se culti- van pero como pasto, no como cereales. El cultivo del algodón ya sabemos, ha quedado reducido á muy poca cosa. Solo el azúcar se ha elevado hasta rivalizar con la lana, que sigue siendo la principal producción del pais. El ganado vacuno se produce muy bien y con mas provecho que todo otro en ios diversos distritos; pero la distancia de los mercados de consumo hizo esta industria en estremo precaria, hasta el reciente estable- — 165 — cimiento de la industria de conservas alimenticias y de carnes conservadas por el hielo. Todo esto no ha quita- do que el oro siga siendo la industria mas atractiva, al mismo tiempo que mas precaria del pais. Tiene además lugar un considerable comercio de maderas de cons- trucción, siendo abundantes los bosques en las costas y montañas de Queensland, siendo la principal arteria de este comercio los ños en cuya confluencia, se halla situada la ciudad de Maryborough. Por último, se ha ensayado la viticultura.^ existiendo hoy numerosos viñe- dos, cuyos dueños hacen vinos que sin duda mejorarán cada año. Si el vino es de pura uva, no puede ser tan malo como lo pretenden algunos viajeros. A mas de que la industria del vino es un arte que solo se ad- quiere lentamente á fuerza de observación y de años. Por la ley de tierras de Queensland de 1868, este estado fué dividido en distritos poblados y sin poblar. Los primeros se componen de toda la zona del litoral, la cual varia de ancho desde 200, hasta 20 millas. Los distritos despoblados se estienden aun á grandes distancias, desde el meridiano de los 188'^ E. Green bástalos 138°; esto es, en una ostensión de 15^ grados de ancho. Dentro de la zona mas estrecha de los distritos poblados, se encuentran las mas importantes ciudades, las mejores estancias ó cabanas para ovejas, la mayor parte de las minas de oro y de los rios navegables, que como es característico de ilustraba son pocos y de corta ostensión y también la gran masa de la poblíicion. Los distritos despoblados solo se hallan ocupados por la industria pastoril, esto es, las crianzas de ganado 11 — 166 — vacuno y lanar; este último en ios páramos elevados, frescos y pastosos de las montañas, pues su lana no se produce bien en la parte baja y cálida del país a uno y otro costado de las montañas. La gran dificultad para la inmigración es lo que mantiene al Queenslad con susestremos en el Norte, y sobre todo al Oeste, despo- blado. Y esto, no porque la colonia haya dejado de favorecer la inmigración Europea, esto es. Inglesa, Escocesa é Irlandesa de la madre patria, sino porque la inmigración llegada, debido á varias causas^, no se detiene allí. La legislatura de la colonia ha tomado en diversos tiempos, diversas medidas á fin de atraer poblaciones, como ser la de costear el pasaje de los in~ migrantes; concediendo ademas, bajo ciertas condiciones tierras á los que pagasen su pasage. Se trató de hacer intransferibles las órdenes para concesiones de tierras á los inmigrantes; por manera que el inmigrante con su familia, cuyo pasage habia sido costeado por la colonia; lo mismo que el inmigrante que pagaba su propio pasage con el objeto de obtener en su llegada una plena concesión de tierra, procediesen establecién- dose en el Queensland como inmigrantes de buena fé, y no como aves de pasage, que se iban después de vender su concesión, robando á la colonia sus gastos. Pero es- tas mismas órdenes instransferibles de tierras otorgadas por la ley de inmigración de 1864 fueron vendidas y las ciases pobres de inmigrantes que hablan venido con pa- sage libre se trasladaban á otras regiones. Hasta llegó el caso de venir inmigrantes desde la metrópoli con el desig- nio espreso de abandonarla, después de obtenidos todos sus favores. En 1869 vinieron de las Islas Británicas á 167 — Queensland 1635 inmigrantes; y en el mismo año, salieron (le esta colonia 2272 almas, para diríjirse á las otras colo- nias Australianas; por manera que no solo perdió Queens- land en este año toda la inmigración venida de Inglater- ra, sino que ademas, de sus mismos habitantes, envió á las otras colonias mas 637 unas almas mas. Pero es evidente que este no era el resultado que Queensland tenia en vista al hacer sus liberales conce- siones á la inmigración; ni era este el camino que podia conducirla á su fomento y prosperidad. Era simplemente un desgraciado desplifarro de sus recursos. En consecuen- cia, en 1868, modificó su ley de inmigración, obligando por la nueva ley á los que obtenian concesiones de tierras, á establecerse en ellas y obligando también á los que obtenian pasajes libres á trabajar para la colonia, á fin de abonar con su trabajo el dinero y demás gastos invertidos en su trasporte. Esto dio lugar sin duda, á quejas y reclamos; pero la colonia obtuvo por este medio la no transferencia de sus concesiones. Todo esto solo nos sirve para poner de manifiesto la poca popularidad de que goza Queensland entre las clases inmigrantes ingle- sas, como que en una colonia que no produce bien la avena, el entono, la cebada, los nabos y las coles, el eterno objeto de la afección del agrícuHor inglés, que no tiene la menor idea del bello cultivo de la viña, del naranjo, del olivo, del banano^ de la pina, de la caña dulce, del arroz; todo lo cual está dispuesto á dar de buena gana, como su mayorazgo, al primero que le de un buen plato de engrudo de avena, (gridpore que engullirse.) El Queensland, es en estos casos un diamante ó 168 una margarita bajo ei pico de un gallo, el cual está dispuesto á cambiarlo de buen grado por el primer grano de maiz ó trigo que se le presente. ¿Qué entienden los ingleses de viñas, de naranjos ni de olivos? Para ellos vale mas un pedazo de páramo que produzca papas y nabos en abundancia, que un trozo de paraíso Tucu- mano ó Queenlandés! Si los ingleses hubieran fomentado la inmigración del Mediodía de Europa, seria otra cosa. Habría tenido una buena población industriosa y adecuada al clima : habrían enriquecido al pais con la naranja, el limón, el vino, el aceite de oliva, la banana, el arroz, la caña dulce; y los ingleses habrían acudido allí á porfía, como acuden á Italia y Francia á disfrutar el buen clima; los buenos alimentos y vinos, la buena y afable socie- dad del Mediodía, como acuden á Italia y Francia, con la sola diferencia que acudirían á una Francia y á una Italia suya, donde dominarían en todas las otras industrias, en la población y el gobierno. Son pues ellos los que pierden, y no los meridionales de Europa, con la esclusion y hostilidad injusta con que se les mira. La inmigración puramente inglesa, no es pues lo mejor para este país; y la prueba es que en cuanto llega, asi que comienza á nadar en el sudor de sus gruesos paños franelas, solo piensa en buscar otros climas donde no se sude tanto^ atribuyendo al país, lo que es peculiar de sus hábitos Europeos é hiperbóreos si hubiese traído ropas ligeras, si usase alimentos menos calientes decocciones menos concentradas de ta- baco, de té y de café, de seguro que ese país les pare- cería encantador, como en realidad lo es; lo mas grato — 169 — y dulce para la vida; y con industrias bellisinias que la hermosean, en vez de hacerla fatigosa. Pero de se- guro que los SS. Ingleses no agradecerán nuestros buenos consejos, que tomarán por mis-apresiations de un estrangero ignorante y quedarán tan casados con sus viejos métodos y opinion-^s, como el papa con su infalibilidad. Esos inmigrantes pues, luego de pisar el Queensland, no piensan sino en abandonarlo en busca de otros climas avenidos con el que han disfrutado en su madre patria, abandonando un suelo feracísimo y lleno de recursos y ventajas en uu porvenir seguro y próximo, por correr las aventuras de otros suelos mas concurridos y mas frescos. Otra de las causas del abandono de las concesiones ha sido la facilidad de hacer una fortuna mas rápida, aunque menos segura, en los lavaderos auríferos de Nueva Zelanda: y el número de estos ha sido muy considerable. Haciendo á un lado por ahora los atractivos del oro, es indudable que los paises productores de trigo y cebada son los que mayor atractivo tienen para los inmigrantes británicos. En Queensland, las concesiones ofrecidas á los inmigrantes se dirijen sobre todo al objeto de formar una clase de pequeños agricultores, hombres aptos, como selectores de los mejores lotes de las tierras de la corona, sea mediante la presentación de ordénes para entrega de tierra, ó por medio de la compra gradual, y los cuales se hacen cultivadores, vinculándose á perpetuidad al suelo de la colonia. En Queensland, como en toda Australia, el pequeño cultivador no es mas que un Juan Lanas, un pobre hombre al lado del «squatter» ó estanciero, cjue es el — 170 — verdadero magnate y la aristocracia del pais. IMas el pequeño cultivador necesita tener á mano un mercado conveniente para sus productos, sin lo cual no podria prosperar, y tiene que producir lo que ese mercado pide. El mundo inglés, lo que pide es trigo, mientras que el chacarero de Queensland solo puede produducir maiz; y el inglés aun no ha aprendido á usar de este esquisito cereal en sus diversos estados, para su sustento. Si en la colonia hubiesen italianos productores de arroz y de naranjas, ó españoles productores de vino, de aceitu- nas y de bananas; seguro que comprarían el maíz del chacarero Queenslandés; porque no comen otra cosa. Hacen pues mal los ingleses en despreciar la inmi- gración de la Europa Meridional, pues ella sola puede dar vida y riqueza al Queensland. Queensland, esclusi- vamente en manos de ingleses, solo produce carne, lana y azúcar, articules cuya producción esta fuera del alcance del pequeño chacarero. Sí hemos de creer á los «squaters de Queensland, estos selectores libres ó pequeños cultivadores, negocian en carne, pero es la de los ganados robados de los grandes «runs», como llaman en Australia las estancias (en los Estados Unidos han adoptado nuestra propia espresion, «ran- cho ó estancia»). Es muy posible que algunos chaca- reros poco escrupulosos puedan hacer negocios con ganados robados; mas es seguro que esta no es la regla, sino la escepcion. Lo que en realidad se hace en estas pequeñas chacras es cultivar maiz y avena de centeno, manufac- turando también alguna manteca. Pero el mercado para estos productos es mezquino. El chacarero las mas veces se ve forzado á cambalachar su maiz por género, — 171 -- esto es, por otros productos del comercio, como ser: ropa, azúcar, té y talvéz rom, en lugar de oro. El trigo es indudable podria venderlo á dinero contante. Esta situación dada, la perspectiva no es buena para los pe queños agricultores, y es por esto que los directores de la colonia tropiezan con dificultades para dotarla de brazos que cultiven su suelo. Para la colonización de nuestro país Argentino, hay que tener en vista esto: para establecer colonias agrí- colas, es preciso proporcionales un mercado de consumo. Ademas, los granos, tubérculos y frutas de la agricul- tura, no se transportan por sus propias patas como el ganado: hay que proporcionarles también, si se de- sea verlas prosperar^ vías de comunicación; sino rápidas, baratas y modernas como las vias fluviales, vapores y ferro-carriles, porque esto no es siempre posible, á lo menos buenos caminos de transporte sin pantanos y con puentes donde sea indispensable. Al lado de los grandes ños y de las líneas férreas, los establecimientos agrícolas pueden prosperar, desde que sepan proporcionarse mercado ó adaptar sus productos á los mercados vecinos. Pero fuera de ahí, la población y ocupación de un vasto país solo puede hacerse rápidamente por medio de estancias de ganado. Este es el gran negocio para los Estados principa- les, en los suelos favorables al pastoreo. Pero á este mismo negocio, á su tiempo, hay que darle, no su pri- mitiva salida y destino, el consumo domestico; sino mu- chas salidas y destinos; sacándolo de las meras crias primitivas, á las crias perfeccionadas; y dando á las lanas y carnes perfeccionadas, las salidas á que el — 172 — comercio las llama. A esto responden las dos indus- trias: de la selección y la cruza ganadera, practicada por criadores instruidos y competente; y la ciencia de los engordes artificiales. Un país que solo sabe criar, se halla solo en el estado bruto ó primitivo de su in- dustria; hay que aprender á refinar y engordar; para completar la in dustria, llevarla á su perfección y hacer la productiva. Solo cuando se llega á este grado de adelanto, es que pueden hacerse negocios y tran- sacciones en grande escala con otros pueblos, facili- tando el camino del comercio y de los negocios opulentos. Hasta Diciembre 31 de Í880 habíanse proclamado en Queensland 22 Municipalidad es con una área estimada en 151,921 acres; 15,830 casas, y 652 millas de caminos y calles. El valor estimado de la propiedad ratable se calcula en 6.000,000 Ib. (renta). El auxilio dado por el gobierno á las Municipalidades llegó á 46,000 Ib. (230,000 duros). Además de las Municipalidades en las colonias inglesas existen los «Shires» ó condados municipales, diferentes de los County ó condados políticos y administrativos. Estos últimos son verdaderos distri- tos administrativos, con una ó varias municipalidades, mientras el Shire municipal es una circunscripción conteniendo varias manicipahdades, presididas ó enca- bezadas por sus concejos de Shire, el cual atiende á las necesidades del servicio policial déla circunscripción del Shire. Es un verdadero grupo municipal orgánico, diferente del County, grupo orgánico de la administra- ción civil. En este último intervienen las autoridades de la corona. En el Shire municipal y en los municipios, la corona ó gobierno colonial Nacional, no intervienen — 173 — para nada; y ellas se rigen y reglamentan según sus necesidades. Hay además, en esta última categoria^ comisiones divisionales. Durante las sesiones de 1879, fué sancio- nada una ley proveyendo al gobierno local fuera de los límites de las municipalidades. Esta, llamada «Ley Divisional)) de 1870, faculta á los habitantes de distrito que no se hallan incluidos en¡las municipalidades atender á las exigencias locales en lo que respecta á caminos y otros trabajos públicos. La Colonia ha sido distribuida en divisiones, gobernada cada una por una Comisión («Board») de no mas de 9 ni menos de 3 miembros, los cuales deben ser elegidos por los vecinos contribuyentes («ratepayers»). Por cada libras 1, obtenidas de impuestos en cada distrito, el Gobierno se obliga á poner 2 durante los primeros 5 años. Pasado este plazo, el auxilio se reduce á libra por libra. Hasta 1881, fuera de las 22 municipalidades indicadas, se hablan proclamado 77 Comisiones Divi- sionales. Estas divisiones contenían una población de 150,000 almas. Durante 1880, los auxilios pagados á algunas Comisiones Divisionales, llegaron á 31,063 £; alcanzando, con otras provenencias, toda la renta á 57,435 libras. El gasto en obras públicas llegó á 20,000 £. Con salarios, gastos de oficina, etcétera, daba un total de 37,777 £. Volviendo á lo que hemos dicho sobre las industrias pastoril y agrícola de Queensland, en este Estado, por una consecuencia de los hechos espuestos, el «squatter» ó estanciero ordinario es el enemigo mas ó menos declarado del «free-selecler» ó chacarero rural, por — 174 — la misma razón que el hidalgo campechano de Ingla- terra odia al cazador furtivo. Así, pues, para conocer la condición del pequeño cultivador Queenlandés, hay que tener presente que una gran parte de las suertes de estancia («runs») dadas en arriendo, pero no enagenadas en propiedad por el Estado, en los distritos poblados, se hallan espuestas á ser elegidas y compra- das por un intruso cualquiera, sus mejores tierras. Cualquiera, en efecto, que tenga mas de 21 años de edad y algún dinero, puede recorrer las estancias y escoger en la mejor de ellas los mejores 10,280 acres que contenga, desde que el estanciero que la ocupa no se haya puesto al abrigo legal de esto, adoptando las garantías y, por consiguiente, las disposiciones de la ley del caso. Cualquiera puede ocupar de 210 á 640 acres, de las mejores tierras de cualquier estancia, no estando ase- gurada, en calidad de tierra pública propia para la agri- cultura á razón de 1 =£ el acre como precio mmimo; ó si lo prefiere, de 8 á 2,560 de tierras pastoriles de primera clase á razón Jie 15 chelines el acre, para cuyas compras no hay sino pagar el 10 % ^^ su precio el primer año y así durante 10 años, al cabo de cuyo tiem- po el terreno queda escriturado como su propiedad particular. O si es persona humilde, aun una mujer casada cualquiera, se puede escojer una linda chacarita de 80 acres de tierra agricultural ó unas de 160 de tierra pastoril, en términos aun mas acomodados. Esto puede practicarse bajo la actual ley de enage- nacion de tierras públicas; mas en este caso, la residencia es de rigor. Esta se puede obtener á 17 cts. acre por 175 año para tierra agricultural y á 12 cts. por tierra pastoril, y si al cabo de 5 años de residencia constante en ella, se la cultiva hasta un décimo de ella ó se la cerca, la tierra es del selector con un título indefectible, aun cuande no haga mas pago. Unos 80 acres de buena tierra arrebatados á la estancia de un squatter^ no son nada; ni tampoco es gran cosa para una grande estancia los 10,280 acres completos. Mas es el caso que un squatier puede verse atacado de este modo por muchos selectores á la vez que pueden arrebatarle en este caso sus mejores tierras, y sobre todo cuando el free-selecter hace su adquisición con el designio de robar su ganado al equatter; este casi queda escusado de no amar al fre-selectert como á sí mismo. Justamente este es un estado de cosas completamente al revés de lo que pasa en la madre patria, en Inglaterra. En este último país, el propietario del suelo, el free- holder, es el hombre pudiente, y el arrendatario es el pobre hombre. En las colonias Australianas, el squater que tiene su run en arriendo de la corona y que solo compra á fin de impedir que otros compren, siendo su ruina la necesidad en que se vé de adquirir la propiedad del suelo, es el hombre pudiente, el hombre de influjo; mientras el free-Jiolder, el propietario, que ha escogido y pagado su lote, es el infeliz, el pobre hombre. Mas él no se halla bajo la dependencia del squatter; y sus intereses se encuentran en completa oposición. En estos últimos tiempos, sin embargo, entre estas dos clases al parecer tan hostiles, ha surgido un punto de unión que en cierto las liga con un vinculo de interés común. El squatter, llegada la estación de esquilar y — 17(3 — lavar sus ovejas, esto es, durante el periodo de sus cosechas de estanciero, necesita el auxiliar de muchos brazos. Ahora bien, como los pequeños cultivadores no pueden vivir del producto de sus chacras, aprovechan con gusto la ocasión de conchavarse como labradores y esquiladores durante tres á cuatro meses del año. Por este trabajo ellos reciben elevados salarios y raciones, que los habilitan para poder volverse á sus casas con sus economias. Ahora bien seria muy conveniente para los pastoreos, squatters, tanto como para estos peones temporarios, el que tuviesen la mejor idea unos de otros; olvidando los unos que ios freeselectersj pueden robarles sus ganados; y los otros las calumnias y malas suposiciones de los scfiatters; pudiendo todos los agravios recíprocos quedar reducidos a esto siendo seguro que los ladrones son la escepcion y no la regla general La plata del squatter es indispensable al chacarero; y el chacarero es indispensable al squatter; siendo este el campo en que ambas clases útiles del Estado pueden amalgamar sus intereses. Xi tampoco puede decirse que en Australia los traba- jos rústicos á que hemos aludido, sean ocasión de rencillas constantes. En el ramadon de las esquilas necesita hacer reinar la labor y el orden; la bebida no es en consecuencia permitida durante los trabajos: consintiéndose solo el fumar y tomar té á intervalos de- terminados por el reglamento de la estancia. Ademas, el esquilador que saca mal su vellón, está sujeto é una multa, y en todos estos casos el squatter es el juez y el encargado del orden. Asi la paz prevalece y las contratas se cumplen. A — 177 — veces sin embargo, el Squatter tiene que despedir á los esquiladores demasiado ambiciosos que lastiman las ovejas en el ansia de apresurarse para ganar mas; ó á los poco diestros que echan á perder el vellón; los cuales suelen salir ofendidos. En esta gran cuestión entre el squatter y el frer ■ selector, que ha sido la gran cuestión de la sociabili- dad Australiana, ligada íntimamente como se halla á los grandes intereses de la inmigración, de la producción agrícola y del buen éxito de las esplotaciones ganaderas, es imposible, decimos, no ponerse del lado del squatter. El squatter Australiano, como el estanciero Argentino, son muy hospitalarios; su casa se halla abierta para todos. Como son los «gentleman» del pais, los viajeros notables les vienen recomendados y ellos se com- placen en alojarlos y en presentarlos en su Club. Préstanles sus caballos y sus aposentos. Sus mujeres é hijas, lindas y graciosas generalmente, se muestran amables con el huésped. En una palabra, ejercen todos los deberes de la hospitalidad con mano liberal. Ellos celebran en su honor cacerías de Kangaroos y pintores- cos «picnics» en los bosques y en las llanuras. Siempre es agradable simpatizar con la aristocracia, cuando esta tiende una mano generosa al advenidizo. Pero tampoco el viajero puede ni debe despojarse de toda justicia con relación al free-selecter en la suposición de que este se abstenga en realidad de poner la mano en el ganado de su vecino, respetando la propiedad. Es el hombre que está llamado á reahzar el porveiiir mas brillante de las colonias, como ya ha susecido en Victoria, según se ha visto. El squatter pastoril que ocupa centenares — 178 — de miles de acres y que produce la lana que ha hecho de la Australia el pais opulento que hoy es, ha adquirido gran mérito durante la infancia del pais. Pero mien- tras el squatter no lo compre con su dinero mediante el lleno de las prescripciones legales, no tiene derecho á la ocupación permanente del suelo en que pastan sus rebaños. Aun cuando pague altos arriendos al gobierno por las tierras que ocupa, la tierra no es suya; ella pertenece en términos del derecho, á la corona; y el Estado en consecuencia puede disponer de ella, arren- darla ó venderla á retazos como mejor le plazca, de conformidad con las disposiciones legales que solo tienen en vista el bien público presente y futuro. Los «runs» ó suertes de estancia en posesión del squatter, haciendo uso del lenguaje colonial de xlustralia le han sido á este trasmitidas por algún squatter anterior que ha pastoreado en ellas sus ovejas y vacas cuando no tenian otro ocupante que el negro indígena. En los primeros tiempos del «squattage» se hicieron algunas tentativas para vincularse la posesión de parte de los ocupantes. Pero esto fué resistido por la Corona, esto es, por el Gobierno General, que allí jamás dormita ni claudica como entre nosotros, el cual perentoriamente y en observancia de todas las prescripciones legales, hizo valer sus derechos. Guando se acordó á las Colonias Aus- tralianas un Gobierno autonomista, el derecho de a Corona se convirtió en derecho del pueblo, y los squatters conservaron sus suertes, pero sabiendo que las retenian como simples arrendatarios del Gobierno, ad- ministrador de los bienes del pueblo. Y ni aún se hablan otorgado á estos arrendatarios primitivos contratas que ^ 179 - les garantiesen su posesión por un número de años. Las rentas que ellos pagan son, en todo caso, en Qaeens- land, casi nominales, y no se ha señalado tiempo deter- minado á su arriendo. En Qaeensland, por la ley de tierras de 1868, la concesión de cada squatter se halla dividida en dos mitades, una de cuyas mitades quedaba abierta á la selección libre, mientras la otra mitad no pudo ser tocada por los selectores libres hasta 1878, en cuya época se puso en pleno ejercicio;ia ley que los sujetaba en su total k la selección libre de los comprado- res al Estado. Al sancionar la ley de 1868 fué cosa admitida que no se aseguraba por ella á los sqmtters la libre posesión por 10 años de las mitades que podian conservar intactas. Esas tierras eran tierras públicas y no suyas y la reforma de la ley en 1880 no hizo sino exten- der las prescripciones de la selección libre á las partes aun eximidas de ella. El área abierta á los squatters era tan vasta en Queensland, y los libres selectores genuinos son hasta hoy +an escasos en este país en número, que los squatters no podian en ningún caso te- mer el ser espulsados de la faz de la colonia. Por otra parte, estimular al verdadero selector libre, destinado á residir y cultivar su suelo, debe ser el objeto esencial de un gobierno previsor y patriótico. Una clase de hom- bres destinada á poblar la tierra á razón de un habitante por cada diez acres, debe ser mas importante para una comunidad joven, que una aristocracia que apenas emplea un hombre permanentemente en cada 10.000 acres. Lo que se necesita es población y principalmente población laboriosa. Pero los agricultores, con especia- — 180 — lidad los que lo son en pequeña escala y de genuina raza inglesa, aman poco un suelo como el de Queens- land, que no produce sus granos favoritos, el trigo, la cebada, la avena, dando otros productos mas esquisitos y valiosos, pero que ellos no saben cultivar ni estimar. En esto está la dificultad para estos ingleses esclu- sivistas, dificultad que se allanaría con atraer la inmigración de la Europa Meridional. Pero esto ni se les ha ocurrido á los ingleses, tan infatuados están con su propia superioridad, suficiencia é ideas. Pues bien, lo aseguramos desde ya: sin ese recurso, no habrá ni población sólida ni riqueza, ni engrandecimien - to para Queensland. El miope gobierno de esta colonia ha creido remediarlo todo con la anexión de Nueva Guinea; pero esa anexión no remedia nada y no hace mas que empeorar el mal. No es con negros Papuas que conviene poblar la xiustralia, á falta de ingleses, ó mejor para completar la raza y la nacionalidad inglesa, una infusión de sangre meridional Europea, de la san- gre de esos pueblos que saben cultivar personalmente la vid, el naranjo, el arroz, el mani, la caña dulce, la mandioca y la banana; esto es lo que hace falta á Queensland: inmigrantes italianos, griegos etc. Por otro lado, el derecho de la propiedad territorial es en Inglaterra tan complicado; y ha llegado a ser lo que es por una tal variedad de antiguas leyes y viejas costumbres, que es imposible arribar á un primer prin- cipio, ó mejor, á los mas simples y elementales princi- pios en esta materia. A mas de que la tierra misma tiene hoy tanto valor, que apenas es posible admiiir el que vastos distritos puedan ser ocupados, sin un derecho — 181 — positivo en su posesión. En las colonias inglesas la cosa es simple; pero esa misma sencillez, es preciso darse buena cuenta de ella. La tierra pertenece al Estado, al pueblo; cuando no esta ocupada, cuando quiere, la puede tomar para pastorear sus ganados y aun para objetos agrícolas. Mas la posesión de la porción mas valiosa de ellas, de aquella que puede excitar la codicia de otros, hay que asegurarla bajo ciertas términos; pues la simple calidad de ocupante, ni aun de primer ocu- pante, no dá derecho; y una vez que esos requisitos han sido llenados, se llega á la adquisición de la propie- dad real y titulada de la tierra. La ocupación de la tierra con objetos pastoriles, dá ciertos derechos determinados, derechos que pueden ser enagenados á segundas manos. Estos titules ó dere- chos de ocupación del suelo, se presentan cotidiana- mente á venta en las bolsas de comercio; y los limites de las posesiones así obtenidas se hallan bien deter- minados. Es un distrito poblado, el squatter que ocupa una concesión de tierra, no puede salirse de sus limites, hallándose limitado por otros squatlers, igual- mente posesores y necesitados de sus tierras. De este modo, el deja casi á mirar su concesión como su pro- piedad. Si se encuentra lejos de la ribera del mar, él no tiene en realidad porque alarmarse, pues los selectores libres no han de penetrar hasta su estancia. El sin embargo no es otra cosa que un ocupante de las tier ras del gobierno con el consentimiento de este; siendo el Gobierno mismo solo el agente activo del derecho del pueblo; con la obligación de parte del ocupante de pagar su pequeña renta, y sujeto en cualquier perio- — 182 — do de su ocupación, mientras no adquiera títulos mas directos á la propiedad del suelo, á las compras capri- chosas del primer venido que pueda desear este ú otro pedazo de su tierra. No obstante si el squatter solo tuviese que habérselas con el selector libre, se daria por muy bien servido. Pero de las verdaderas y pro- fundas causas de su inquietud, hablaremos en otra parte. En su debido lugar, hablaremos con mas detalles de Brisbane, la Capital del Queensland. Al Norte de esta, sobre riberas tan pintorescas como magníficas, se estienden dos poblaciones, ó mejor, ciudades impor- tantes, cuales son Gladstone y Rockampton. Pero para llegar hasta esos puntos, tenemos que salir de Brisbpe, la Capital, donde nos encontramos, siendo justo que antes de partir, digamos algo á su respecto, sin per- juicio de lo que mas adelante podamos añadir. La Capital del Queensland es una bella, cómoda y elegante ciudad, pintorescamente situada sobre el bello rio Bris- bane, de azules ondas y de frondosas riberas; asiento del Gobierno, con mas de 25,000 almas. Cortes de Justicia, Cámaras Parlamentarias, y con un palacio, residencia del Gobernador, rodeado de jardines y par- ques públicos, y con todos loo establecimientos propios de la Capital de un vasto y rico Estado, progresista y aspirante. Tampoco podemos separarnos de su capital, sin ' — 183 — decir algo respecto de la historia política de este Estado, que nos servida para mejor comprender el espíritu de lo que se va á seguir. Desde la fecha de la separación de la colonia á que hemos aludido en otra parte, esta prosperó á pasos acelerados y pronto comenzó á tomar un puesto respeta- ble en el grupo Australiano. A fines de Diciembre de 1873, la población habia llegado á 146,690 almas, y la renta del año había hegado á £7.120,035, mientras los gastos solo alcanzaban á 956,335. El sistema de inmigración, á espensas de la colonia, habia comenzado á ejercer una influencia sobre su propiedad material, y el influjo de grandes masas de inmigrantes escojidos ha hecho mucho para desarrollar los recursos del país. El Marques de Normamby, que sucedió al coronel Blackall en Agosto de 1801, fué transferido á Nueva Zelanda en 1874. sucediéndole Sir Wüliam W. Cairde, que fué elevado al Gobierno de Queensland en Agosto de 1864, prestando juramento en Enero del siguiente año. Este tampoco cumplió su término siendo transferido á Sud Australia, en la primera parte de 1877. Su sucesor fué Sir Arthur Kennedy, gobernador que habia sido de Hongkong; el cual prestó juramento en Abril 1 o de 1877. En el intervalo, entre la partida y llegada de Gobernadores, el Gobierno fué hábilmente administrado por el finado Coronel Sir Maurice Ch. O'Connell. A fines de 1877, la población habia aumentado á 203, 084 habitantes; la tierra cultivada subia á 100,000 acres; los plantíos de caña dulce cubrían 15,220 acres, — 184 — lo que demuestra la tendencia de esta industria á radi- carse. La riqueza ganadera en estancias y chacras llegaba á 140,174 caballos; á 2,299,582 vacunos; y á 6,272,768 ovejas. Estas últimas pues habian desminuido; mientras los otros ramos habian aumentado sin prece- dente. Esta ei^pecie de selección la hace la naturaleza misma. El clima no es bueno para ovejas; acaba por matarlas, pues su pesado vellón se hace insufrible para el animal bajo aquel clima de fuego. Por el contrario, el ganado caballar y vacuno, que no tienen vellón, medran admirablemente. Por lo que es la producción del oro, esta llegaba á 233,851 onzas de oro, con un valor de 838,5441b. est-, una délas mayores sumas producidas después de su descubrimiento; las exportaciones se ha- bian elevado á 4,361,675; y las rentas á 1.436,5811b. est. De 1877 á 1878 la colonia sufrió una severa seca; añadiéndose á esto una disminución en la producción del oro; teniendo lugar por estas y otras causas en el comercio, una gran deprecien que refluyó necesariamente en las otras industrias. De 1879 á 1880, una gran mejora se manifestó, la cual ha continuado hasta hoy haciéndose permanente. A principios de 1882 la actuali- dad de la colonia era espléndida. En su informe anual el Ministro colonial del Tesoro observaba en esa época* «Hay un gran monto de capital que ha venido á buscar su empleo en las industrias gefes de la colonia. Los plantadores de azúcar estienden sus operaciones y hacen grandes gastos en adquirir la mejor maquinaria para sus trapiches; mientras, un indicio de mayores operaciones en esta dirección es el gran monto de tierras tomadas con destino á la industria azucarera en los valles de los Rios del Norte. — 185 ^ La esplotacion del oro ha seguido con mejor éxito en estos últimos años y promete mayer rindes para lo futuro. Los capitalistas de las otras colonias miran con favor las empresas y negocios pastoriles en esta. Las obleas publicas se prosiguen con actividad, dándose un considerable impulso á la inmigración.» En lo que respecta á la situación financiera, considerábala emi- nentemente satisfactoria. La balanza se inclina del buen lado del fiel; el presupuesto de gastos lo proponía am- plio, llenando todas las exijencias con sobrante. Los ferro-carriles, según se ha visto, se estienden en una escala gigantesca, siendo Roma el punto de partida para el ferro-carril trascontinental á Port Darwin, mientras que en el Sud, la junción con los sistemas de Nueva Gales se halla próxima. La industria del estaño revive en el Norte y la producción del oro sigue re- gular. En 1882 las importaciones en Queensland llegaron á 5^123,391 Ib. est.; alcanzando las exportaciones á Ib est. 3,258,905 mostrando un exeso de cerca de 2 millones en las importaciones sobre las expostaciones. Durante la mayor parte del año de 1880, Sir Arthur Kennedy estuvo ausente en Inglaterra. Su lugarteniente fué Mr. Bell, por quien fueron desempeñadas las funciones correspondientes al gefe del Ejecutivo, á satisfacción de la opinión colonial. Sir Arthur Kennedy reasumió sus funciones en 1880 y sigue gobernando hasta la fecha 1883. Saliendo de Brisbane, en los vapores que diariamente viajan al Norte, advirtiendo que en Australia, cuando falta ferro-carril se hacen los viajes en los vapores costeros de preferencia, se puede en menos de 3 días llegar á Rockampton, pasando por Maryborough y — 186 — Gladstone. De Maryborough hablaremos mas adelante; con relación á Gladstone, diremos por el presente algo. Es una ciudad que sirve de salida á Port-Curtis; siendo precioso el parage en que la ciudad se levanta, si bien esta no lo es tanto que digamos, aunque cada dia se embellece mas en población interior. Su nombre lo ha recibido del gran ministro Wigh que hoy gobierna la Inglaterra, habiendo sido favorecida de un modo especial por él, según se cuenta in verba. Por mucho tiempo se ha hablado de ella como la futura capital del Queensland; habiendo entre sus habitantes quien piense que, ella debe ser preferida, como lo fué Otawa en el Canadá, á causa de la doble ventaja de su posición céntrica sobre la costa y de no contener nada que ofenda, sea á los celos de Brisbane en el Sud ó á los de Rockampton en el Norte. No tiene otras condiciones aparentes para capital si se esceptuan las de su bello puerto. Como quiera y por mas que en este sentido ú otro, pueda merecerlo, la verdad es que el primer elemento de toda ciudad, y sobre todO;, de una capital, la población, aun no se ha dignado acudir ó acude muy lentamente. La parte atítiva de la ciudad, compuesta de un muelle, de algunos alma- cenes y de una aduana, se halla cerca de un cuarto de milla mas arriba de una pequeña caleta, bastante ancha para permitir una vuelta á los vapores. La caleta dá acceso en verdad á un magnífico puerto; magnifico por sus perspectivas y paisages agrestes, y también, lo creemos, para ancladero de buques; mas por lo que es á atracar á la ribera, por ahora hay que atenerse á la caleta indicada. Pero desprraciadamente una buena ense- ^— 187 — Dada y magníficas perspectivas no constituyen una ciudad, ni ayudan para hacer esta, á no ser que la población encuentre en sus riberas un medio de ganar su sustento. Gladstone, por desgracia, se halla rodeada de montañas y no tiene una campaña que la sustente. Nada existe allí todavia que pueda favorecer el comer- ció ó inducir á la población á preferir aquel parage como un domicilio favorable á sus esperanzas y proyectos en la vida. Por consiguiente las calles, que son muy anchas, espaciosas y largas, son solo con cortas escepcio- nes, bellas avenidas abiertas entre la espesura de los bosques primitivos, con algunas casas y habitaciones desparramadas, que aumentan muy lentamente. Así, ellas pueden muy bien servir para el retiro de otros tantos Pablos y Tirginias; sino fuese que las poblacione inglesas, gracias á la actividad característica de esta raza inteligente y enérgica, están llamadas todas, sino por una causa, por otra, al mas rápido engrandeci- miento, por pocas que sean las ventajas naturales favorables á su progreso. Al recorrer los territorios del Oeste de los Estados Unidos, del Canadá y de estas mismas colonias Austra- lianas, es frecuente encontrarse con estas ciudades á medio bosquejar entre los bosques ó en el centro de selvas vírgenes; y consistentes en meras avenidas y calles cercadas de las cuales aun no han desaparecido los vestijios de la mas vigorosa naturaleza silvestre; quedando con cortas escepciones, las casas en meras esperanzas en perspectiva. Estos son como' embriones de ciudades pero embriones con signos de una vigorosa vida y desarrollo futuro. El pasto ha desaparecido bajo - 188 - la presión de los pies de animales y de hombres. Los mejores sitios las esquinas y los frentes dobles, se hallan ocupados. Los «Pioneers» han desmontado lo mejor de la selva, y la primer población aunque escasa se hallaba en activo movimiento. Pero también hay otros parages en que el ojo ejercitado descubre señales eviden- tes de un desencanto y de una ruina cierta. La salvaje energía del bosque es demasiado grande para el monto de energia que las limitadas ventajas del lugar pueden proporcionar. Estos desengaños de ciudades es lo mas triste que puede imaginarse, pudiendo citarse entre ellas á Cairo en el Illinois, el edén de las burlas de Dickens. Nada se ve en efecto, en ese parage, sino lodo; haraganería, aguardiente y desesperación. Cairo, sin duda, presenta hoy mas movimiento que Gladstone; pero Gladstone se presenta magníñco, además, su por- venir es positivo; hoy tiene ya ierro-carril que le ha proporcionado mediante un túnel, del otro lado de las montañas, la feraz y rica campaña que toda ciudad y puerto necesita para prosperar. Tado esto la rescata pues, á los ojos del viajero. De las verdes avenidas que se estienden á media milla del muelle, se puede contemplar un hermoso lago marítimo circundado por montañas boscosas, sintiendo ese misterioso deleite, acompañado de tristeza, que nace del espectáculo de la soledad pintoresca y del silencio de los primitivos bosques. Por lo que es á Gladstone, su comercio consiste en la exportación de ganado para las Islas del Pacífico, y en la importación de articules para el consumo de las estancias de los squatters, numerosas en esas inmedia- — 189 — ciones, y de otras poblaciones recientemente fornaadas; artículos provenientes de otras regiones del litoral de Australia. Este tráfíco, cada dia naás valioso, puede indudablenaente producir una ciudad ó enaporio maritimo considerable; pero las estancias que producen este mo- vimiento en Gladstone aun no son muy numerosas; y por consiguiente los bosques no se estirpan con la ra- pidez debida; las casas no se multiplican con la rapi- dez mágica que en América, resultando la vida sino escasa, por lo menos poco exuberante. El viajero se asombra de que haya tantos hombres y mujeres que escojan semejantes soledades para teatro de sus afanes, sintiendo hacia ellos una irresistible y simpática piedad por su profundo aislamiento, miseria y conformidad. Pero es el caso que Gladstone no por eso deja de alabarse como la futura y permanente capital del Estado de Queensland y se halla en favor con aquellos que piensan que Brisbane, por su gran distancia del centro de tan vasto territorio, no puede ser su capital sin por esto desear la división de la colonia, sino simplemente aspirando á la traslación de la capital á un punto mas céntrico. Apóyanse para esto en la propensión humana á la mimiqueria y la rutina; esto es, en que la mayo- ría de los Estados Unidos han juzgado conveniente colocar el asiento de sus legislaturas en pequeños conda- dos centrales, siendo por esta sola razón consideradas ventajosas para su objeto político. Todo este mundo copiante é imitante, cree que una práctica que ha sido conveniente en América, debe también serlo lógicamente para Australia. Por lo de- más, la selección hecha por los Estados Unidos para — 190 — sus capitales, puede ser cuestionable. Tal vez, la Legis- latura de esos Estados, establecida en New York ó Filadelfía, les habría dado mas importancia y solidez que lo que hoy les dan las Cámaras, funcionando en las importantes ciudades de Albany ó Harrisburgo. Pero si bien estas son, comparativamente, pequeñas ciudades, comparadas con New York, que tiene cerca de dos millones de almas, y con Filadelfía, que tiene un millón (ellas tienen hoy poco menos de 200,000 almas), ellas no son, por cierto, de la absoluta insignificancia de Gladstone, que después de mas de 15 años de existencia, solo cuenta 1,500 almas, y con sus calles todavía trazadas en plena selva; y esto, en una Colonia que no sabemos dónde pueda tener su centro geográfico, habiendo con la anexión de Nueva Guinea, que es un mundo tan vasto como iVustraUa y vastamente poblado por razas belicosas y algo cultas, y que puede aspirar (puesto que solo de aspiraciones se trata) á absorverse toda la Polinesia, y aun toda, el Asia. ¡Una nueva Roma, con 1,500 almas de población! Se vé que esto es demasiado aspirar. Como quiera, por poco exigentes que los legisladores de Queensland sean, estamos seguros no votarán en mayoría porque su residencia sea trasla- dada de Brisbane, bella ciudad inglesa, espléndida y pintoresca, con 25 mil almas y las comodidades y el lujo de la civilización Británica, á la pequeña ciudad construida sobre la caleta que penetra en el Puerto Curtís. De Gladstone, siguiendo las bellas costas del Norte de Queensland, y exactamente bajo la línea del trópico de Capricornio, se alza la hermosa población ó ciudad — 191 — marítima de Rockampton, establecida algunas millas mas arriba de la embocadura del Rio Fitzroy, con unas quince mil almas, orguUosa de considerarse la segunda ciudad de la Colonia y pensando grandemente de sí mismos. De años á esta parte, alimenta la ambición de ser la Capital del Estado (ya tenemos dos aspirantes de Capitales, con mas Brisbane, que posee el hecho, quem nuptie demoslrat), odiando, en consecuencia, cor- dialmente á su rival Brisbane. Por lo demás, los Roc- kamptonistas se han mostrado enérgicos, como conviene á unos aspirantes á los honores metropolitanos, habiendo conseguido rodearse de todo género de ventajas sociales á la inglesa. Tienen un excelente hospital, un mag •• niñeo Hotel de Ville, buena cárcel, buenos hoteles, calles anchas, un gran establecimiento de Correos (solo que cierran demasiado temprano). Tal vez ignoran que en Inglaterra los correos recien cie'rran de las 9 de la noche para adelante, que á saberlo bien, esta aspirante á Metrópoli, se avergonzarla de mostrarse tan soñolienta como una pequeña aldea de rinconada. Tienen, además, excelentes tiendas y almacenes, buenos muelles y, sobre todo, un ferrocarril que pasa, de Springure, 50 millas de la costa, hasta Roma, ese gran centro de unión de las líneas Queenlandesas en el remoto Oeste. Este ferro carril es la gloria coronal de Rockampton. El viagero Ingles, Mr. Trollope, refiriéndose á él, se espresa como sigue: «Yo pregunté, en mi inocencia Británica, si independientemente del costo de su cons- trucción y de los intereses del capital invertido, llegaba á costear sus gastas. Se me contestó que no daba ni para la grasado sus trenes.» — 192 — La causa y ocasión de este pobre diablo de ferro- carril, puede especificarse corno sigue. La vasta colonia de Queensland comenzó á poblarse desde el mediodía, por donde confina con Nueva Gales del Sud, de quien consiguió separarse después. Pero aun en la época de : su separación apenas si unos pocos estancieros cons- intieron en estender sus ganados hacia las regiones ma ardientes del Norte. En seguida vinieron los descubri- mientos auríferos, el establecimiento de graserias y saladeros, resultando de esta actividad la ciudad de Rockampton, mientras la población y prosperidad del Queensland se hallaba confinada á sus confines me- ridionales, en torno de Brisbane y de las ciudades de Ipswick, Warwick y Toowoomba y de los Darling Downs. Creyóse entonces conveniente el establecimiento de ferro-carril en el Sud, no en la dirección de Brisbane que tenia fáciles comunicaciones por agua con Ipswick; sino de este punto á las otras ciudades ya indicadas, hasta penetrar en la región de Darling Downs, que es el campo de grandes majadas del país, hay que sa- ber que los ferro carriles de Australia con solo una ó dos escepcionos, han sido hechos por el gobierno, como igualmente todos los caminos, aperturas de riqs, puertos etc. El gobierno construye el ferro-carril y lo administra, tomando y administrando los fondos, haciéndolo todo por medio de sus empleados. No hacemos sino consta- tar la coexistencia de un sistema que es el opuesto al seguido en los Estados Unidos, donde estos trabajos se hacen por compañías: no es pues una crítica/ ni una aprobación ni un aplauso; es una simple relevación — 193 -- de hechos. Mas aqui el gobierno solo puede emprender ferro- carriles cuando la Legislatura los ha sancionado, decretando al mismo tiempo el empréstito indispensable para realizarlos. Cuando se promovió la construcción de un ierro carril á Darling Downs con el fin de dar salida al mar á los productos de un magnífico distrito de productivas estancias y á fin de poner en comuni- cación á los varios pueblos de su trayecto con la m.etrópolí el parlamento, aunque díscutidór y verboso como todo parlamento colonial, no hizo grandes objeciones á este proyecto. Por de contado que para nada se tomó en consideración si la joven colonia podría ó nó sobrellevar el peso de los impuestos destinados á pagar el interés y amortización de la deuda que se iba á contraer para la iniciación de la red férrea de un pats. aun despoblado; verdad es que los resultados han sobrepujado á las esperanzas y que la renta en un pais con un vigoroso impulso de desarrollo, ha bastado para todo. La discusión solo versó entre los diputados por el Sudy por el Norte, siendo el principal argumento y tema el siguiente. Si la región del Sud de la colonia vá á tener un ferro carril, también debe tenerlo la del Norte. Si la población y los intereses del Sud son diez veces mayores que los del Norte, esto nada importa al caso; lo mas que se podía conceder era que se diese al sistema férreo del Sud, diez veces mas ostensión que al del Norte; pero, cueste lo que cueste, y salga lo que saliese, el Norte debia tener el suyo. Asi, lo mas lógico de la argumentación fué que desde que se daban ferro carriles á Darling Down, también debían darse á Roc- kampton. Solo en estos términos, los diputados del Norte -- 194 — se comprometieron á dar su voto al empréstito. Si esto no se obtenia, Roclíampton, que no tiene nada de tonto y que no se precia ni de dócil ni de condescendiente, pondria todo en tal agitación y conflicto, que la Colonia llegada hasta estallar, si quena, pero Rockampton no se quedaria sin su ferro-carril Este tuvo, pues, que hacerse por fuerza; y de ahí que hoy existan 50, y últimamente 80 millas de ferro-carril, que no costean ni su grasa, como dice Trollop. Pero esto, que era una verdad cuando el ferro'carril llegaba solo á Westwood, no lo es ya hoy, felizmente, que el ferro-carril se estiende, no solo tres tantos mas hasta Springure, sino pasando de este punto y aproximándose á Roma. Mientras el ferro* carril solo se estendió unas 30 millas, él no podia obtener todo el tráfico correspondiente á esta distancia, porque todo el mundo preferia los carros que cargaban y descargaban en el punto deseado, con gran economía. Así, los «squatters» preferían comunicar con Rockampton por medio de sus carros, á valerse de un ferrocarril de tan corta ostensión, y que lejos de economizar tiempo ó fletes, los recargaba. Hoy que el ferro carril alcanza á mas de 80 millas es diferente; ya hay una economía de tiempo y fletes en valerse de él y su producto que ha comenzado á costear sus gastos, dará luego pingües utilidades al erario de Queensland. Ko hay pues nada que decir contra Rockampton, sobre todo después que su ferro- carril mas estendido, ha comenzado á costear sus gastos. Todo el mundo habría mostrado el mismo empeño por obtener un ierro carril, sobre todo cuando un ferro carril es una novedad para un pais, como un juguete para un niño. ¿Por qué de — 195 — otro modo se habria Rockampton, que no tiene nada de zonzo, sometido á. una deuda y pagado impuestos con el único objeto de que las ricas lomas de Darlong Downs lleguen á su mercado con menor costo y en menos tiempo que la misma lana de sus propios distritos rurales? La escuela inglesa de política es positivista y se vé que sus discípulos son aprovechados: y como todo ha salido bien no hay sino alabar á la política inglesa por ello. Indudablemente la doctrina de establecer impuestos y de espender el dinero público para otros objetos que no sean directamente de Gobierno, inclusa la defensa y protección del territorio, es muy seductora y sus efectos hasta hoy espléndidos. Tal es por lo menos la doctrina que Mr. Vogel formuló y aplicó á Nueva Zelanda con el mejor éxito. Pero en Norte América, el pais por escelen- cia del self government y de la libertad, ella es mirada con cierta suspicacia; y alli la administración Nacional no aplica las rentas del Estado sínó á objetos de go- bierno directo y defensa. Pero es que también alli todos;ios Estados tienen los elementos de prosperidad autonomial independiente y en armenia con sus vecinos. Pero alH, donde los estados no tienen elementos del propio desarrollo? Alli, donde ellos no podrían costear sus puentes, sus caminos, sus ferro carriles? El proceder opuesto se halla pues justificado en esta clase de paises: y aun puede aplicarse sin inconveniente á los que no se hallan en tan tristes condiciones, como Nueva Zelanda y Australia. Por que todos estos paises se hallan orlados de magníficos puertos y tienen mercados — 196 — inmensos al alcance de su numerosa marina naciente. Asi en nuestro pais donde hay provincias tan distribuidas como Juju}^, La Rio ja, Catamarca, Santiago, el empleo de ese sistema y de esos medios quedan completamente justificados. Hay en nuestra época una inclinación decidida de parte de los estadistas en favor de los ferro carriles del gobierno, con la idea de que un gobierno patriarcal puede hacer mucho mas por el bien de un pais, que diversas compañias en competencia. Hay ciertos casos indudablemente en que un gobierno inteligente y bueno debe tomar á su cargo los ferro-carriles. Pero hay también otros en que no debe hacerlo, si no se quieren perpetuar los déficits- Aun algunos llegan hasta la idea de que el gobiereo debe espropiar los ferro carriles para adecuarlos á Jas necesidades públicas. Opinamos que si el gobierno puede hacer un buen negocio, monopolizando los telégrafos y los ferro-carriles, lo haga; esto está en el interés de sus administrados y en el suyo propio. Mas en el caso de hacer un mal negocio y de precipitarse en la reagravación de los impuestosy la ruina del pais, mejor es abstenerse. Kohay ningún principio que obligue á un Estado ó á un particular, á hacer un mal negocio ó a suicidarse, que es la misma cosa. El ingenio humano debe siempre buscar la mejor solución á todos los problemas económicos, políticos y sociales. Es el resultado de este estudio profundo y concienzudo el que debe adoptarse. En paises donde el capital es escaso conviene que las empresas se hagan con capitales estrangeros. Los Gobiernos de Estado deb^n hacer los ferro-carriles por _ 197 — cuenta de ejrte en aquellos casos en que las empresas particulares no quieren hacerlo por falta de confianza etc. y que sin embargo con su construcción el pais re- piorta grandes beneficios, como, por ejemplo: cuando se quiere poblar un territorio. Este dotado de caminos y ferro-carriles pronto se pobla si es feraz. El estado sacará escasa renta quizá del capital invertido, pero el progreso y adelanto del pais en riquezas recompensa el sacrificio hecho, y representará qnizá mas ganancia para el pais que la de otro ferro-carril que produce mejor renta, y donde por ser este lucrativo cualesquier empresa particular estarla dispuesta á construir y esplo- tar, sin necesidad de que el gobierno distrajera capitales que pedia emplear en otra cosa mas de su resorte. Esto nos conduce al gran asunto de la separación, idea prevalente en ese pueblo de Rockampton, que no es zonzo según sabemos y que sabe perfectamente tirar para sus intereses. La separación de Queensland significa la división de esta colonia ó Estado en dos; como ya hemos visto á Nueva Gales del Sud dividida en dos ó mas Estados. Aunque Queensland apenas puede decirse haya salido de sus andaderas; sus poblaciones en los distritos del Norte la creen ya madura: precocidad para una nueva división político-geográfica, todo en el inocente ínteres de que Rockampton sea cabeza aun que sea de ratón, no importa: en odio á ser la cola del león de Brisbane. Desean que este Kstado aun que naciente se divida desde ya en dos, el de Queensland y de«A.lber- tlandi) como desearía se llamase la nueva división situada mas al Norte, Se resisten ala ideado que los impuestos 13 — 198 — levantados en el Norte, sirvan para hacer la prosperifiad y grandeza de Brisbane. Ellos olvidan que un buen Gobierno central, beneficia en todo caso mas á las estremidades, que las pobres rentas que ellas puedan producir: y que si Brisbane gasta mucho, es porque también Brisbane produce mu- cho; esto es, mas que los estremos todos reunidos. Porqué dicen esos grandes politices separatistas, los legisladores del Norte han de viajar 500,600 y 700 millas para presentarse en una ciudad establecida en los confines de otro Estado, la Nueva Gales del Sud? ¿Porqué dicen los del Norte, con nuestra área ilimitada de suelo, con nuestra ambición, con nuestra inmensa perspectiva de riquezas en oro y azúcar, hemos de ser sacrificados á Brisbane y Darling Downs»? Si creemos que Brisbane es odiada en Rockampt'on, Darling Downs es ann mas odiosa á este pueblo un tinto biUoso á causa de ver tan claro y de querer tanto su propia conveniencia. Ya hemos indicado como tales sacrificios no existen; y como de la unión se deriva mas fuerza y resaltados infi- nitamente mas ventajosos y útiles en política y en economía, que de las ideas separatistas ad infinitum. Hay que -tener presente que los squatters de Darling Downs, constituyen la aristocracia, de Queensland cons- tituyéndose por este mero hecho tan odioso á los atribilia- rios demócratas de Rockampton; como un Marques lo es en Inglaterra á la población radicalista de Manchester. celos mutuos de pequeñas poblaciones, verdaderas aldeas pretenciosas, á quienes pequeños intereses que ellos creen antagónicos sin serlo, impulsan a odiarse cordial - mente unas a otras. Comprendéis esos odios, esos — 199 ^ antagonismos, esas ambiciones pigmeas? Pues son justa- mente las mismas que impulsan á los gigantes, tal vez mas ciegos y mas injustos. ¿No es para creer que todo este mundo, es ilusión, mera apariencia? Glisiez, mortels, n^ipuyes 'pas: dice un sabio popular. Ante el ser racional y filosófico, justificaria la posesión de una corona esas rivalidades^ esos odios, esos antagonismos tan ridículos y tan rui"nes, sea en grande, sea en pequeña escuela? ¿Hay algo que merezca tanta impor- tancia en un mundo donde todo es engaño, ilusión, vanidad? En donde la verdad de hoy es el embuste de mañana, y en donde el Júpiter del gentil, es el diablo del Nazareno? Donde Dios mismo no escapa á la influencia de la moda y del engaño? Esto nos hace acor- dar al enojo de Eneas, descendiendo al Hades, acompa- ñado de la Sybila, contra las sombras enemigas del Styxe. «Necio, le dijo la Sybila, no ves que todo es ilusión, sueño, leve sombra? Y qué es de la verdad? Una acerba ilusión, en que solo es verdadera la pena! Está acaso el grato despertar en el sepulcro? La ambición de los Rockampstistas es indudablemente una ilusión. Hé aquí la prueba. Donde se tirarla la nueva linea divisoria? Al Sud de Rockampton, dicen los engreídos habitantes de esta aspirante localidad, por mas que á su conciencia no se oculte que esto seria dejar demasiado estrechos á los Queenslandeses, haciendo aplicación demasiado aparente de la famosa ley del embudo. Pero es que ellos abrigan la esperanza de que la Nueva Colonia, la mas bella de las joyas destinadas á abrillantar la imperial corona Británica, ehja esta bella, bien arreglada y poDulosa ciudad para su capital; — 200 — ciudad con calles verdaderas, con Hoteles, con una gran casa de correos, un Palacio Municipal y un ferro -carril. Qué mas puede desear un nuevo, un ñamante Estado para su capital? Pero en este caso, Rockampton mismo, ese critico, ese Aristarco político inflexible, viene á caer en la misma situación que el censura en Brisbane, la de hallarse en un estremo de su territorio. No es de temerse entonces que las nuevas poblaciones que se formen en el Norte, clamen luego con las mismas razo- nes como Rockampton clama hoy, por tener que enviar sus impuestos, el sudor de su rostro, á esa ciudad situada en una estremidad^ Rockampton pues se destina en caso del triunfo de j sus ideas separatistas, á morir de la misma muerte que el desearla dar a Brisbane. La próxima áurea era del azúcar y del oro, que mana en los territorios de Australia Norte, está destinada á fecundar á su turno una región mas próxima todavía al sol que Rockampton. Cabo Palmerston será ese nuevo punto y Bowen ó Townsville la nueva capital, ¿y ale la pena de matar, para morir al rato de la misma suerte? La verdad y la conveniencia que de todo esto resulta es que mientras mas se apartan del camino de los hombres estas cuestiones odiosas, para llamarlos á sus intereses individuales bien entendidos, tanto mejor. Indudablemente conviene que haya políticos y Asambleas Legislativas en los Nuevos y jóvenes Estados; pero mientras menos ambiciones se despierten en esta nueva dirección, mas pronto reformarán las fortunas particula- res y mas felices y prósperas serán las famihas que se establezcan. El futuro plantador de azúcar en Port Mackay no ha de sufiñr tantos perjuicios con enviar sus — 201 — impuestos á Brisbane, como los sufriría reales si perdiese su tiempo en estériles discusiones de política local, aun consiguiendo establecer un nuevo Parlamento en Roc- kampton ó Townsville. Los parlamentos con sus debates y su volubilidad, de que el historiador Carlyle se burla espiritual mente; no porque el sea anti-parlamentario, todo lo contarlo; sino porque desea que los Parlamentos no pierdan su tiempo que tan caro cuesta al país. Los parlamentos son en efecto, la sal misma de la tierra. Pero dudo de la conveniencia de un Gobierno y de un Parlamento para cada aldea á quien debe bastarle una municipalidad; parlamento y gobierno que tienen que costear los aldeanos de su pellejo, cuando no hay otro mas imbécil que lo costee. Fraccionamiento que no puede tener otro resultado que sumergir una nación en la debilidad, la anarquía y la ruina. Para que se vea hasta donde se ha llevado en todo tiempo en Inglaterra la libertad del pensamiento y de la prensa en política, como en todo, vamos á citar algunos conceptos de Mr. Trollop el cronógrafo de AustraHa. Estas mismas ideas, vertidas en cualquier otro país mas atrasado, respecto de sus posesiones, habrían conducido á su autor a galeras ó ser la víctima de una persecusion política. Entretanto, la Inglaterra, lejos de temer la verdad» vive de ella^ y hace del estudio y del conocimiento de — 2ü2 — la naturaleza de las cosas y de la verdad en todas sus manifestaciones, la fuente misma de su prosperidad y grandeza. Así son los pueblos viriles é inteligentes. Hoy, solo los necios cierran los .ojos, para escapar á los problemas cuya solución es exigida cotidianamente en las mas delicadas regiones de la política, de la filosofía y de la economía política y social. Pero los políticos de nuestra raza prefieren siempre, como mas cómodo, cerrar los ojos, en la persuacion de que no viendo las dificulta- des, estas no han de venir; de que no estudiando los problemas, estos se han de resolver de por sí. Esto es tener tanto talento como el avestruz,el cual, acosado por el enemigo, cierra los ojos, esperando que con no ver al enemigo, basta para que este no le vea. Pero es que las dificultades vienen y las soluciones no se pres- entan sin estudio, á no ser las funestas soluciones de^. acaso. Pero las soluciones de la imprevisión, esto es, del acaso, son la ruina; de ahí la decadencia y ruina de las naciones que, como las latinas, lo dejan todo al acaso, negándose al estudio, á la ciencia y al uso con- veniente de la razón, de la inteligencia y de la voluntad humana. Hé aquí los conceptos, á que hemos aludido, de Mr. TroUop: « Un Inglés no puede vivir en Australia un mes, sin « entregarse á especulaciones sobre eV porvenir de este c( país. En la actualidad, él se conserva leal á la In- « glaterra, y aún se muestra animado de una lealtad « espresiva y casi violenta, de que pocos casos, si es ce que pasa alguno, se presentan en la madre patria. « Pueden existir casos de querella en este ú otro « asunto sobre derechos de aduana y subsidios postales. — 203 — « Una Colonia puede hacer reclamos á los Ministros « déla Metrópoli, en lenguaje mas ó menos respetuoso, « en armonía con el temperamento ministerial del « momento. Pero el sentimiento dominante en el pueblo « es el de una afectuosa adhesión al gobierno libre de « la madre patria, ^con alguna ligera irritación ocasio- « nada por una supuesta creciente indiferencia de la c( Inglaterra hacia ellos. Con especial, la retirada de ce las tropas del Gobierno Británico de Nueva Zelanda, « ha contribuido, mas que nada, á producir un temor, t< á mi entender, tan quimérico como irracional. Pero « el amor de las Colonias á la Inglaterra, á la Reina, « al Gobierno Ingles; en una palabra, la adhesión de « las Colonias á la madre patria, es cosa ya incues- « tionable. « Al Australiano actual, no le gusta oir espresarse « sobre la futura independencia de Australia. Por mi « parte, habiendo planteado á sus ojos esta cuestión, « fué acogida con denegaciones, en un tono que no « podria califícar. Y, sin embargo, es indudable que « la independencia de Australia, tarde ó temprano, a tiene que llegar. Pero hay otras muchas co&as que « han de llegar antes. Antes de que ese dia amanezca, « los huesos y nervios de la Colonia deben hallarse « constituidos por un producto indígena. Los jefes del « movimiento, no solo vivirán, sino que habrán nacido « en Australia, desarrollándose en la vida pública sin c( ese sentim-iento aún prevalentO; de que la Inglaterra « es la verdadera madre patria. Y aún me aventurarla « á manifestar la opinión de que un gran cambio debe « preceder y ponerse de manifiesto, de cuyo adveni- « miento aún no se perciben los menores síntomas. » — 204 -~ Las colonias comenzarán por ligarse en una Confe- deración Australiana, como aconteció entre las provin- cias Norte- Americanas, una vez que se penetren de la fuerza política y ventajas comerciales de una acción combinada. Pero existen sus dificultades para la reali- zación de semejante unión, que se hizo sentir también cuando la unión del Canadá, Nueva Escocia y Nueva Brunswick; pero que se hacen sentir con mucha mayor violencia en el temperamento meridional de Australia. Nueva Escocia y Nueva Brunswick, apenas si se sentían bastante fuertes para permitir en sus recelosos temores de una hermana mas preponderante, y los dos Cañadas eran ya los mas fuertes, antes de la dominación política Canadense. Las colonias Australianas son en extremo recelosas unas de otras; y en sus actuales disposiciones, en nada menos piensan que en unirse. Victoria exige la supremacía, Nueva Gales del Sud, que la quiere para sí, se la disputa, y Queensland no piensa sino en la adquisición y medios que puedan proporcio- narle la supremacía, y corno ella ha tomado la iniciativa en una gran cuestión de anexión, atrayéndose la adhe- sión y apoyo de los otros Estados, con este antecedente, acabará indudablemente por conquistarla. En estas materias la miciativa es todo. (Hé aquí el telegrama que nos llega de Australia con fecha 25 de Diciembre de 1883: «El Congreso ínter- colonial ha adoptado en principio la proyectada anexión de la Nueva Guinea y de otras islas del Pacífico.») « El Queensland Sud, aunque ambicioso, no desea la « separación; ;pero es probable que no solo venga la « separación de Queensland, sino además otras sepa- — 205 — « raciones de Nueva Gales del Sud y de Sad Australia .( antes de la unión que debe necesariamente preceder « la absoluta independencia de toda Australia. Asi « como se permitió al Maine y al Nuevo Hampshire (( convertirse en Estados en los primeros dias de la u independencia Norte Americana; así como el Kentu- « cky fué separado de la Virginia y el Tenesee de la « Carolina del Norte; así con el tiempo Albertland « constituirá un estado autónomo y separado de Queens- (( land; el distrito de Riverina y la estremidad meri- c( dional de Sud Australia se separarán también con el « tiempo, formando un nuevo Estado todo lo largo del (< Murray. Victoria misma, á pesar de su pequenez y >« concentración puede llegar á dividirse. Entonces y c< solo entonces podrá formarse una reunión de Estados, «. mucho mas fuertes por la unión de sus intereses, « que un solo Estado por poderoso que este sea. » Esta separación entre tanto, puede estar remota ó cercana, pero la verdad es que Australia se encuentra bien como hoy se halla, y que su ambición, si la tiene, aun no asoma, sino es en cada Estado en particular, sin sentirse ningún impulso ni animación en el conjunto; entre tanto su adhesión á la madre patria es incontras- table. Por lo que es á las tendencias separatistas del Queensland, esto nada tiene que ver con tendencias de independencia ó colectividad. Lo que hay es que Rockampton desea ser capital; y los cultivadores de azúcar de Port Mackay y del Norte^ nada quieren tener que ver con Rockampton. Hay cierta sociedad en Bris- bane, algunas de cuyas comodidades y placeres son susceptibles de ser trasladadas mas al Norte, si con — 206 — siguiesen obtener un Parlamento y un gobernador se- parado y propio. Estas ideas de separación parecen aproximarse á su madurez y es probable tenga lugar de un año para otro, con el consentimiento del Gobierno Británico. Pasando ahora al comercio de carnes conservadas en ^Lustralia, el es antiguo en estopáis é iniciado en las mejores condiciones como era de esperarse de un pueblo tan activo, mercantil é inteligente como el Ingles; siguiendo naturalmente el desarrollo prodigioso de la producción de la lana. Algo se ha de hacer con los animales que sobran del consumo local* y los que hay que beneficiar aunque solo sea para exportar su sebo y grasa. Como para grasa, cualquier animal es bueno y que las ovejas y carneros de desecho, antes de la iniciación del negocio de las carnes conservadas que ha hecho subir todo de valor, se obtenían á buen precio el negocio de graseria no ha marchado mal en años pasados. Estas graserias se hallan organizadas en el mismo pié y constan de los mismos elementos que las nuestras, solo que su maquinaria y utilage son en algunas, mas modernas y completas. El negocio de enviar carnes conservadas, saladas, cocidas ó por otros sistemas á Europa, es mas especulativo y se ha hecho en grande escala teniendo la competencia formidable de los Estados Unidos, formidable por la proximidad y por la perfección con que alli se halla organizado este nego- cio. Mas después de la invención de los frigoríficos y de las carnes congeladas, este sistema ha prevalecido sobre los otros y acabará por absorberlos. Por lo demás con carnero á 20 es. Ib. en Inglaterra, y á 3 es. en 207 — Australia, hay margen para buenos negocios en compe- tencia con los que hacen los Norte Americanos, los cuales si están mas cerca de Europa, también tienen la carne con un primer costo de 6 es. Ib., el doble de Australia. Esto compensa un tanto los gastos de transporte en el sentido de suministrar carne odible salada ó cocida, y barata al mercado Ingles, donde hay tantos trabajadores y artesanos que carecen del alimento animal indispen- sable. Por lo que es á las carnes-conservadas dé los primeros ensayos, ellas no obtuvieron el éxito que se esperaba y de que tanto se propalo en su época. A principio nadie en Europa queria comer de dic.has carnes. El hecho es que al precio ofrecido (10 es. Ib. carne desho- sada), el publico no queria comprarla porque mas cuenta le hacia comprar media Ib. de carne fresca por ese mismo precio, que una hbra de carne conservada sin hueso. Y la causa está manifiesta; porque con esa media Ib. se puede hacer un buen puchero abundante; mientras que con la libra entera de carne conservada no se puede hacer otra cosa que tragarla junto con el pan haciendo una mueca: porque uno no sabe si esa carne era de buey, caballo ó hypopótamo; q^e se ignora su preparación; y que su gusto no es tampoco muy agra- dable. De ahi la ventaja de la carne fresca, ó conservada fresca por el hielo: uno sabe á qué atenerse respecto de esta, y sirve para muchos usos, incluso el de preparar buenos fiambres á la Inglesa. Hé ahi por qué el comer- cio de carnes congeladas se ha sobrepuesto y ha de sobreponerse a todos los otros sistemas de conservación — 208 — de carnes. Pero antes de este importante descubr imien- to, deque la naturaleza nos ha dado el primor modelo en la carne de mammouth, conservada fresca en Siberia por el hielo, desde hace talves mas de 200,000 años; autes de la carne congelada, decimos, una vez mejorados en Aus^jalia los métodos de conservación, mediante la adopción de los sistemas Norte-Americanos, de que he- mos dado cuenta en otra parte, y abaratado el producto, el negocio llegó á hacerse prometedor. Pero, como lo hemos dicho, el descubrimiento de la conservación por el hielo, ha dado por tierra con los otros sistemas, pre- valeciendo sobre ellos. Esto quiere decir que podrán enviarse carnes y aves ó peces crudos, asados ó cocidos, al comercio; pero, conservado al hielo, y no al boro ú otra droga, dejándole á la carne su gusto natural y genuinidad. Pero es muy probable que solo se envié á Europa carne congelada cruda, para no desperdiciar los caldos y jugos que se sabrán utilizar muy bien en Europa. Se entiende que esto no reza con las carnes saladas ó salpresas, porque estas tienen su mercado y consumo especial y seguro. Además, entre los métodos de la preservación de la carne en Australia, como en la RepúbUca Argentina, se cuenta la de la preparación dé esencia, estracto ó zumo de carne, por el sistem.a de Liebig. Esta sustancia se vende á 1'25 duros libra, y su venta es fácil. Por este sistema, un viajero puede llevar en un pequeño tarro de 2 hbras, un carnero entero de 100 libras, redu- ciendo a su mas pura esencia y haciendo portátil hasta en el bolsillo, un animal que necesitarla una carreta ó una muía para conducirlo. Esta esencia es, pues, valió- — 209 -- sísima para los buques, hospitales y los objetos de Oomisariado Para la preparación de sopas, sobre todo, es excelente. Así, esta industria y la de graseria, , son negocios seguros; las de las carnes conservadas por lo^ métodos Americanos, de que hemos dado cuenta, lo son también. Así resuelto el problema, los países productores de carne no se hallan espuestos á desperdiciarla cuando no puedan destinarla toda á su propio consumo, como sucedía antes. Por lo demás, el comercio de carnes conservadas con Inglaterra, no puede prescindir de la siguiente base: hay que venderla á 8 es. Ib., con cuen- ta; á mayor precio, no será comprada; á menor precio, no hará cuenta al exportador, pues estos métodos de conservación, diferentes de la congelación, tienen hasta hoy gran trabajo y costo. Pero como la buena carne conservada fresca por el hielo se puede vender con segundad en Europa de 12 á 14 es. lb.;es seguro que nadie se tomará el trabajo de fabricar carnes conservadas por otros sistemas para venderlas á un precio inferior. Como quiera, en Australia los métodos de graserias son espeditos, lo mismo que los de fabricación de conservas y sustancias de la carne de carnero. La ciudad marítima de Rockampton es el centro de un distrito aurífero en el cual una población que no se incluye en la de la ciudad, en número de 1896 operarios, encuentran ocupación. Año con otro, esta población extrae del suelo 31,017 onzas de oro, con un valor de 112,233 Ibs. est. (550,000 duros) Esto dá unas 75 Ibest. por minero (unos 370 duros), de donde hay que dedu- cir 10 £ por lo menos de gastos por cabeza, lo que - 210 — reduce la utilidad de cada hombre á unos 6 duros (25 chelines) por semana. En otras partes de Australia, los mineros asalariados ^anan el doble que esto, se entiende sin comida. Los trabajadores ganan en Australia 5 duros (20 chelines) por semana con comida. Resulta, pues, que como traba- jadores, los mineros se hallan bien pobremente re- tribuidos. Por todo lo que se sabe es muy probable que cada onza de oro que se obtiene, cuesta mas el extraerla que el precio de mercado á que se vende. Volviendo ahora á* Maryborough, cerca de esta importante ciudad marítima, á la embocadura del Maryriver, se halla la isla de Frazer [Frazer's Island), en la cual se halla establecida una tribu ab orígene del Queensland, donde se les permite vivir sin ser molestados y en donde hacen una vida que se puede llamar an- fibia. Se alimentan de todo bicho viviente: de pescado, de opossos, de iguanas, y de lo que pueden obtener ó hurtar de los blancos de las inmediaciones. Así que ven los vapores caleteros subir el rio, se echan al agua hasta alcanzarlos, presentándose de 30 á 40 á la vez Se les tira una soga y se permite á uno ó dos de ellos subir á bordo, conduciéndolos hasta Mary- borough, donde vagan por las calles pidiendo una hmosna de dinero y tabaco y volviendo por el mismo vapor á su bajada. No se les admite sin un taparabo, el cual, mientras nadan, conservan sobre la cabeza. Vistos en el agua ofrecen el espectáculo mas pintoresco, efecto que se desvanece así que suben á bordo ó saltan á tierra. Algunos encomian la dignidad de porte que presentan. Su dignidad no es, s^gun los ingleses, sino la de un -> 211 — mono que imita el garbo y maneras de un dandy haragán. ¿Y por qué la haraganería no habia de tener digni- dad, sobre todo para ciertas castas muy persuadidas de que la ociosidad es un signo de nobleza, y que desprecian en consecuencia el trabajo, la virtud, el mé- rito y la riqueza, consideración que con él se obtiene? Para esas gentes la vida es una representación teatral mímica, formada de grandes aires y de posturas mag- nificas. Esto es tener la dignidad y el talento del mono. Dampier es el primero que habla de estos aborígenes Australianos, con quienes hizo relación al visitar las costas occidentales de Australia en 1683 y 1689. Trató de hacerlos amigos, pero atacaron á sus hombres con lanzas, hiriendo algunos de la partida; tuvo pues con gran pesar suyo que matar uno de ellos para escar- miento. Los trató bien y se empeñó en hacerlos trabajar, pero en vano. Esta raza es según los ingleses, de una haraganería incurable. Resistíanse al trabajo y perma- necian como estatuas sin movimiento y gesticulando con el semblante como otros tantos micos; asi los ma- rineros tuvieron que acarrear ellos mismos su agua. Es el caso que estos negros Australianos difícilmente en toda su vida habrían hecho el trabajo de una hora, y es su haraganería insanable justamente lo que los mantiene en un estado de perpetuo salvagismo y bar - bárie. Dampier trató de vestir algunos de ellos, mas prefirieron conservarse desnudos. Dampier hace men- ción de UD joven guerrero que se habia pintarrajeado de blanco, «no por belleza ú ornamento, se puede creer, sino como lo hacen algunos indios salvajes, por que les parece que con esto se hacen de un aspecto mas — 212 — formidable para el enemigo. La pintara de este anadia mucho á su natural deformidad; por que todos ellos tienen el aspecto mas desagradable que es posible imaginarse, y son mas feos de facciones que ninguna otra tribu que yo haya conocido, apesar de haber tenido relación con gran número de hordas salvajes.» Unos 100 años después, en 1776. Cook los encontró en Botany -Bay, sobre la costa Oriental, tratando de hacerlos amigos y de comerciar con ellos; pero todo fué en vano. Probablemente no tenian ni nociones de tráfico. El observa con referencia á su desnudez: «Juz- gamos digno de notar que de todos los pueblos que hablamos conocido ninguno tenia menores apariencias de vestido y una vieja que tema por delante ni siquiera presentaba una hoja de higuera». Cook les dio el mejor trato, pero sin el menor resultado». No parecen ser nu* morosos, dice, ni vivir en sociedad; pero como los otros animales se encuentran desparramados á lo largo de las costas y en los bosques. Respecto á su sistema de vida sin embargo, poco pudimos penetrar, pues nunca nos hallamos en aptitud de hacer la menor relación con ellos. Después de nuestro primer combate, al tiempo de desembarcar, nunca quisieron ya mas en adelante ponerse al habla; ni tocaron ningún artículo de los que hablamos dejado en sns chozas y en los lugares que frecuentaban á propósito para que ellos los to- masen ! ! Después, en la época de la colonización, los negros Australianos se mostraron mas tratables: siempre se presentaron desnudos, pero recibieron los dones que les hicieron, mostrcindose tratables y corteses. Como — 213 — en otra parte hemos tratado especialmente de los indí- genas, no nos estenderemos mas aqui sobre ellos. Yá hemoso indicado los limites generales de Queens- land y sabemos que su punta mas setentrional se halla en Cabo York, cerca de los 10« de lat. Sud; y su estremidad mas meridional en Point Danger, en los 31 ^ de lat. Sud. Por letras patentes datadas de Octubre 10 de 1878, destinadas á rectificar los limites marítimos de la colonia de Queensland, está decretado de una linea tirada desde Sandy Cap al norte hasta el limite sudeste Great Bairre, Reefs; y desde alli siguiendo la linea del Great Barrier Reefs hasta su estremidad nordeste, cerca de los 90 30, lat. Sud; de alli en la dirección del ñor- oeste abarcando East, Anchor y Bramble Cape; en seguida de Bramble Cape en la dirección del sudoeste, abarcándolas Islas Warrior Reef, Saibai y Juan; y la de alli divergiendo e« la dirección del noroeste, de manera á c emprender los grupos llamados Islas Talbot; de alli y comprendiendo las Islas Deliverance y ma.s adelante en la dirección del sudoeste deben ser ane- xadas y formar parte de la colonia de Queensland. También conocemos el área superficial de Queens- land, la cual, escluyendo las grandes Islas reciente- mente anexadas, es igual a cuatro veces la estension de Francia y 12 veces el área del reino Unido, esto es, 669,520 millas cuadradas, con un desarrollo de costas de 2,550 millas. Entre las Bahias y Golfos que identan — 214 — esta magnífica y prolongada linea de costas, se cuentan las siguientes, á comenzar en las costas orientales, á saber: Bahia de Moretón, Laguna (sic), Hervey, Port Curtís, Wide Bay, Upstart Bay, Bowling Green Bay, Ceveland Bay, Halifer Bay, Rockingam Bay, Trinity Bay, Bathurst Bay, Princess Charlotte Bay, Lloy Bay, Temple Bay, ShellDurne Bay, Hannibal Bay y New Castle Bay; estendiéndose, en el costado Occidental, el vasto Golfo de Carpentaria. A continuación de las Bahías, es natural enumeremos las ensenadas ó puertos, en Inglés Harhour. De estos, Queensland posee numerosos y supe- riores, siendo Moretón Bay el principal de ellos. Se puede anclar en casi todas las partes de esta magnífica bahia, al abrigo de sus numerosos bajíos. Tiene unas 40 millas de largo norte sud, por 17 de ancho, reci- biendo las aguas de varios rios navegables, á saber: el Nerang, el Pimpama, el Logan, el Brisbane, el Pine y el Cabatture. Los mas de estos Rios tienen sin embargo una barra en su embocadura. A mas del Puerto de Moretón Bay, existe el puerto de Hervey Bay, el de Keppel Bay, Port Curtís, Port Bowen, Port Denison, Rockingham Bay, Port Albany; cerca del Cabo York, la Isla Thursday y varias otras ensenadas mas peque- ñas sobre las riberas orientales del Pacifico. La princi- pal ensenada á la cabeza del Golfo de Carpentaria, se halla en el Investigador Road, Las costas Queenlandesas tienen también numerosos Estrechos y Cabos. Entre los primeros se cuentan South Fassage, entre Moretón y la isla Stradbroke; el North Passage, entre la isla de Moretón y Bribie Island. el pa- sage de Wliitcunday, entre la isla de este nombre y el — 215 — Continente; el canal de Capricornio, el Estrecho de Endeavour, en el estremo Norte, entre la isla del Prin- cipe de Gales y el Continente; el Estrecho de Torres y el Canal de Rockingham. Las Puntas y Cabos prin- cipales sobre las costas de Qaeensland son Point DangeTy Cabo Moretón, Sandy Cape y los Cabos Capricornio, Manifold, Townsend, Palmerston, Upstart, Bowling Oreen, Cleveland, Grafton, Tribulation, Bedford, Flattery, Melville, Direction, Grenville, Orford Ness, York, Duyffaen y Bold Point: estos dos últimos se proyectan dentro del Golfo de Carpentaria. Pasando ahora á los rios del Qaeensland, los prin- cipales de ellos los especificaremos mas en detalle de lo que hemos hecho antes; tales son: el Burnett, con sus tributarios, el Auburn, el Boyne y el Baramban; el Pioneer, el Fitzroy, formado por la junción de los rios Mackenzie y Da^son, con sus creeks ó arroyos tributarios y el Burdekin, que desagua en el Pacífico; los rios Fhndess, Albert, Gregory, Leuchardt, Nicholson, Mitcheil el Gilbert, el Norman, el Staateny y el Batavia, todos los cuales desaguan en el Golfo de Carpentaria; los rios Herbert y Diamantina ó Mueller hacia el interior; el rio Victoria ó Dar^oo, corre hacia el Cooper Creek; el Condamine ó Balonne hacia el Darling; el Mary que se derrama en la bahia de Hervey; el Calliope que corre á vaciarse en Port Curtin; el rio Brisbane, que recibe sus aguas del Bremer y de otras corrientes, desa- guando en Moretón Bay; los otros rios que desembo- can en esta bahia son el Albert, el Nerang, el Pimpama el Logan, el Pine y el Caboolture. Hay numerosas corrientes de menor magnitud en varias ' 216 ~ partes de la Colonia; muchas de las que corren hacia el Oeste, perdiéndose inmediatamente en los arenales del interior del continente. Con relación á las ülas, las aguas del Queensland Norte se hallan sembradas de innumerables islas, muchas de gran belleza y hasta se cree que de gran fecundidad. El rompeolas natural del Great Barrier Reef amansa las olas del mar y hace un placer la navegación por esas aguas. I^a mayor de las islas pertenecientes á Ja colonia, independientemente de la anexacion de Nueva Guinea y otras, son las de Stradbroke, de 33 millas de largo por 6 de ancho; la isla de Moretón, de 20 millas en su mayor largo y de 5 millas en su mayor ancho; las islas de Bribre, Frazer y Great Sund y Island; las de Curtin, de Whitsunday, de Palm, de Hinchinbrook y de Lizard, en la costa oriental; la isla del Príncipe de Gales y las de Thursday y Horn Island en la costa Norte, y las islas de Wellerley, de Bentink y de Sweers en el Golfo de Carpentaria. Respecto á las montañas, algo hemos hablado ya de ellas; pero aquí daremos un resumen estadístico. Una cadena de montañas, conocida generalmente con el nombre de «Coast Range» (Sistema Costero), se es- tiende desde la Península de York, en el Norte, hasta unas pocas millas de la Capital, corriendo casi paralela con la ribera del mar, á una distancia media de 50 millas de ella. Esta comprende las sierras de Cook, de Kirchner, de Mazorback, de Wyatt de Proneer, de Counor, de Dawes de Glasshouse y de Blackall. El pico mas elevado de estos^sistemas en el Queensland, es el Monte Dalrymple ~- 217 — de 4,250 pies de elevación. La Sierra de Bellendenkeir, se halla al Norte; su pico mas elevado 4,400 pies. La «Main Range» ó Caden Principal, corre al interior desde la Cadena Costera. El «Dividing Range» ó Cadena Diviso- ria, se estiende desde el nacimiento del Rio Dumaresq, hasta la costa del mar, en Point Danger, formando la línea divisoria entre las Colonias de Nueva Gales del Snd y Queensland; la parte Occidental es conocida con el nombre de Sierra de Macpherson. Hay numerosos otros cordones de colinas de menor elevación. Pasando á las Divisiones Políticas, Queensland se halla dividido en 12 grandes Distritos, á saber: Moretón, que comprende Moretón Este y Oeste; DarlingDowns, Burnett, Port Curtis, Maranoa, Leichardt Kennedy, Eitchell, Wariego, Gregory, Burke y Cook. En estos Distritos existen 165 ciudades declaradas ó reservas de ciudades, de las que 22 son Municipalidades, 3 Boroughs Municipales y 77 Comisiones («Divitional Boards»). El Distrito de Moretón confina al Mediodía con Nueva Gales del Sud, estendiéndose en el interior hasta el «Dividinor Range». En esta se halla inclusa la ciudad de Brisbane, Metrópoli de la Colonia y asiento del Gobierno, y también la ciudad de Ipswick. Los rios que lo riegan son el Brisbane, el Bremer, el Logan y todos sus sus tributa- rios. Su área es de 7,520 millas cuadradas , ó 4.812,000 acres. Su formación es volcánica reciente y carbonífera, probablemente del período Permiano. El Distrito de Darling Downs incluye una estensa zona de cañadas en los páramos que se estienden sobre la cima del «Dividing Range», al Oeste del Distrito de Moretón. Fueron descubiertas en 1827 por Alian Cuning- — 218 — hara el botanista, el cual les dio el nombre de Sir Ralph Daiiing, que era entonces Gobernador. Es el Distrito pastoril mas rico de la Colonia, y comprende también una grande estension de buena tierra agricul- tural. En él se cultivan con éxito trigo, maíz, cebada, avena, ariruta, papas, y todo género de hortalizas. También se asegura existe hulla en mucha parte de los Downs. Las principales ciudades son: Toowom.ba, Drayton, Warwick, Dalvy, Condamine, Leyburn y Goondiwindi. Los rios que corren por esta región, son el Condamine, el Weir y el Moonie. Presenta una área de 6,080 millas cuadradas, ó 3.891,200 acres. Su forma- ción en el Norte, el Este y el Sud, es carbonífera; el resto se compone principalmente de arenácea eóiica. El Distrito de Burnett y Wide Bay se halla entre los distritos de Moretón y Port Curtis, teniendo toda su parte Oriental limitada por el Océano Pacífico; se halla principalmente ocupado por industrias pastoriles. En esta división se halla también la Isla de Fraser. El suelo y clima son mas adecuados al desarrollo de las producciones tropicales, tales como caña dulce, ariruta, gengibre, algodón etc; la caña de azúcar es abundan- temente cultivada á las márgenes del Rio, y el área cultivada es ya bastante considerable; Maryborough situada sobre el rio Mary, es el Puerto, Qympie, Gayn- dah y Nanango son otras ciudades de este distrito. Las minas de oro de Gympie han producido grandes cantidades del precioso metal, y es probable sean tra- bajadas con ventaja por muchos años en el porvenir, pues cuarzo abundante en oro se encuentra en grandes profundidades, ffinse hecho ademas valiosos descubrí- — 219 — mientos de otros min<^.rales, lo mismo que de hulla, esplotada á la margen de los tributarios del Mary Niver. Según el geólogo Mr. Woods, existen los siguien'tes depósitos de carbón mineral, ó de rocas carboníferas del distrito de Burnett y Wide Pav: Ira. zona, inmediata á la la costa en Strathbee Creek, espolón que deciende desde las montañas de Double Island Point, número 1 del grupo de Bunker. 2^ zona, 4 millas de las embocaduras de los rios Burrum, EUiott, Isis, Gregory y Sasan, dos millas sobre la embocadura del rio Elliot, del rio Burnett, en Splitters Creek, mas abajo de Knigt's Cros- sing, sobre el Colanúe. Ambos costados del rio Baffe Creek. 3^ zona, en los nos Mooloolah, Mariana, Tiaro, Burrum y en Gayndah Rood, donde trabajan los SS. Falconer, Josh y Muí 1er; en Hartcourt Road y en los rios Stanton, Gregory, Elliot y Burnett; en Pine Creek, Bingera Creek y Rodds, Bay. 4^ zona, en Teebar, Gayndah, Dalgangal. Los rios Colan, Burnett, Mary y muchas corrientes subsidarias riegan el distrito, que en sus partes Oeste y Sud Oeste es de una naturaleza montañosa. Su área es de 7 J40 millas cuadradas, equi- valentes á 4,953,600 acres. La isla de Fraser tiene una área de 520 millas cuadradas, equivalente á 332.800 acres. Formación principalmente carbonífera. El Distrito de Port Curtís se halla al Noroeste del Distrito de Burnett, del cual está separado por la Sierra Dawes, y se estiende al Oeste en el interior; siendo el mar su confín Oriental. Su área es de 14,560. millas cuadradas, equivalentes á 9,318,400 acres. Los rios Dawson, Fltzroy, Boyne y Calliope, con sus numerosos tributarios, riegan esta zona de país, la cual se halla - 220 — « .utersectada por el ferro-carril Central, importantes terrenos auríferos han sido descubiertos sobre el rio Calliope, el Boyne, el Fitzroy y otros parages. Existen también minas de cobre y canteras de mármol. Las principales ciudades son Rockamptoe, situada sobre el rio Fitzroy,Gladstone y Yaamba. Las cadenas de montañas Connors, Broad Sound y Boomer separan Fort Curtis del Distrito de Leichardt situado en el nor- deste. Los mas altos picos de las Sierras Connor solo se alzan 3,000 pies sobre el nivel del mar. La formación pertenece á los periodos Cambriano y Siluriano, con algunas rocas volcánicas recientes; componiéndose su confín Oriental de granito syenita y diorita. El Distrito de Leichardt es una estensa región de país pastoril, con una abundante provisión de agua y pastos, situado al Sudoeste, al Oeste y al Noroeste del distrito de Port Curtis, con un ancho de 5 grados delatitud. Este distrito presenta grandes depósitos de cobre y oro y ambos han sido esplotados con provecho. Sus principales ciudades son Banana, Emerald, Bo- gantungan, situada á ¿27 millas al Oeste de Rokhampton Los principales rios son el Dawson, el Cemet, el Nohoa y el Isaac, todos los cuales son tributarios del Fitz Roy. Es un bellísimo distrito pastoril y mucha parte de él bien adaptada para la agricultura. Contiene también una inmensa riqueza mineral, habiéndose obtenido mucho cobre y mucho oro con una limitada población minera. Contiene también mármol ^^ depósitos de carbón mineral; pero estos no han sido esplotados. Como á mis ojos estas son las verdaderas riquezas de un pais, los ingleses harían bien en no precipitarse á agotarlas y malbara- — 221 -- tarlas. El ancho del pais comprendido entre estos Ríos es de unas 250 millas. El Dr. Lirchardt en su famosa jornada de esploracion en 1844, desde Brisbane hasta Port Erigton, atravesó en la dirección del Norte al través de este valle, marchando de Sud á Norte; sus faldas ó vertientes comienzan desde el cordón divisorio la Condamine, del Dawson y termina en la sierra que divide el Isaac del Sulton, Su formación es principal- mente carbonífera, con alguna arenácea eoliana. El «Distrito de Maranoa» es un territorio puramente pastoril, al Oeste de los Darling Downs j al Sud del distrito de Leichardt. Se compone principalmente de mesetas y cañadas. Sus principales ciudades son Roma, Surat, Mitchell y Saint Geerge. Los rios Maranoa, Culgoa, Balonne y Monnie atraviesan este distrito además de varios Creeks. El ferro-carril Occidental lo penetra actualmente hasta Roma y ya está hecho el arreglo que ha de conducirlo hasta el Golfo de Carpen- taria, convirtiéndose en un ferro carril trascontinental entre el Mar índico y el Pacifico. Su formación en la parte Oriental es de arenácea eoliana; en la parte Occidental de pizarras cretáceas. El «Distrito de Kennedy», las principales ciudades del cual son los puertos de Townsville y Bowen, se halla situado al Norte del distrito de Leichardt. Tiene además otras ciudades, como Cardwell, Mackay. Char- ters, Towers, Milchester y Ravenswood. Su nombre lo debe al esplorador Mr. Lennedy, asesinado por los indígenas en la península de York. Leichardt fué el primero que atravesó este distrito en 1845, en su marcha de Moretón Bay al puerto Ewington. — 222 — En .1856 Mr. Gregarh lo atravesó también; y en 1859 Mr. Dalrimple esploró una gran parte de él. Es un distrito bien regado, pues se halla cruzado por el rio B urdekin y sus tributarios y es muy adecuado para el cultivo de la caña dulce, del maiz, del algodón lo mismo que de los pastos propios.para la cria del ganado. Ya sabemos que en los paises cálidos la oveja no prospera bien, y su lana cualquiera que sea la cria, se vuelve escasa y grosera.El distrito de Mackay es con especial famoso por ser la región mas productiva de azúcar de caña de Ja colonia, pues presenta ricos llanos aluviales propios para el cultivo de la caña sobre las márgenes meridionales del rio Pioneer. Son también famosos los campos auriferos de Charters Towers, sien- do uno de los distritos auriferos mas ricos de la colonia. El área del distrita Kennedy es de 11,800 millas cua- dradas; ó de 7.552,000 acres. En su formación, las tierras que rodean á Bowling Green Ray, son terciarias aluvionales; en las inmedia- ciones de Bowen, las formaciones carboníferas prevale- cen; más al Sud se presentan rocas volcánicas recientes, con una considerable área de arenácea eoliana. En el Oeste, rocas de un origen volcánico reciente, cubren una vasta superficie, mientras el Distrito se halla casi interceptado por una inmensa zona de rocas cambrianas y silurianas* El Distrito Warrego se halla situado al Oeste del Distrito Maranoa y al Sud del Distrito Mitchell. Los rios Parco, Bulloo y Warrego, corren por él. Es casi, en su totalidad, de un carácter puramente pastoril. Sus principales ciudades son Charleville, Cunnamulla, Eulo — 223 — y Thorgominda. Su formación se compone, casi por completo, de un vasto lecho de pizarras cretáceas; las Sierras Grey y Chercot, que se hallan hacia el Este, son formadas de rocas cambriana!^ y silurianas. El Distrito de Burke se halla al Noroeste del Distrito de Alitcholl y al Oeste de los Distritos de Kennedy y de Cook; él se estiende hacia el N. y abarca una gran parte del Golfo de Carpentaria; sus numerosos rios, en- tre los cuales se cuentan el Norman, el Gilbert, el Staaten, el Flinders, el Albért, el Cloncurry y el Nichol- son, todos los cuales se derraman en el Golfo, después de regar el Distrito. El Telégrafo Trascontinental («Overland Telegraph», pasa por su principal ciudad, Normanton. Las partes que pueden utilizarse, se hallan en mano de los «squatters». La estraccion de oro se practica en el territorio de Gilbert, esplotándose también el oro y el cobre en los campos de Conclurry. Su área es de 8,200 millas cuadradas, ó de 5.240,000 acres. Su formación es también, principalmente, cretácea, presen- tándose en el Distrito de Cloncurry una inmensa isla de rocas cambrianas y silurianas, mientras la gran Cadena Divisoria es de un origen volcánico reciente. Por lo demás, el litoral marítimo del Golfo de Car- pentaria, es una llanura regada por numerosos rios. Esta llanura se estiende con apenas alguna interrupción, hasta las vertientes que dividen el país del Norte, del país del Sud, que en esta última dirección se halla unas 400 mil'as distante de las riberas del Golfo. La Cadena presenta una considerable elevación, pero la subida es tan gradual, que el viajero puede llegar á los llanos de la Diamantina, que se hallan sobre las ver- — 224 — tientes meridionales, sin apercibirse de la lineadi visoria de las aguas. En ninguna parte son los pastos indígenas tan nu - tritivos y frondosos como en este vasto llano. Los árboles y pastos son tan parecidos á los que «e encuen- tran generalmente en Australia, donde los bosques no son tupidos, que una persona familiar con esta clase de pais, tomemos por ejemplo la bella tierra pastoril inmediata á Swan Hill, sobre las márgenes del Murray, apenas si podrá conocer la diferencia entre ellas y la del distrito de Burke. En general hay suficiente lluvia para mantener los pastos en Enero y Febrero. En el invierno, el tiempo es por regla general, seco, con especial en la parte norte del distrito. El pasto sufre mucho con los vientos frios y secos durante la estación de la sequedad; pero en despecho de esto los ganados y caballos se conservan en mejor condición de lo que sucede en invierno en los otros distritos de mas al Sud. Los caballos que se alimentan con ios pastos secos indígenas del Distrito de Burke, se presentan repletos y de piel lucida, conduciéndose igualmente bien en las largas jornadas, como los caballos alimentados á grano. El clima cálido tiene tendencias á minorar la laiía en el vellón de las ovejas, aunque hay diverencia de opiniones respecto de esta materia; pero es indudable que la lana merino en cantidad y calidad en ios climas cálidos, desde que vemos mermar todos los años el nú- mero de ovejas en Queensand, mientras los animales vacunos y caballares aumentan maravillosamente. Aun en las estaciones mas secas, los Rios O'Saughnessey, Gregory y Leichardt contienen aguas corrientes en sus ~ 225 — cauces. Estos rios deben su nacimiento á abundantes fuentes que brotan debajo de tierra, abundantes en todo tiempo, á pocas millas de la linea divisoria de las ver- tientesNoi'te y Sud del país. Sobre las márgenes de estos rios se encuentran bellos árboles de té {Tea-treé) llorones, junto con otros árboles de las familias Austra- lianas. En Leichardt y sus tributarios se encuentran depósitos profundos de agua. En el Rio Gregory, que es el que mas volumen de agua presenta, sus riberas son tan bajas, que fácilmente se pueden sacar tomas de su corriente para desparramarlas en los llanos con objetos de irrigación. El Gregory recorre 100 millas de país llano, en que se divide en muchas ramas ó brazos; por su medio estas aguas pueden utilizarse regando una vasta estension de país. De los mayores de estos brazos, el uno corre ai Nicholson y el otro al Albert: y bien se vé que son Británicos los que habitan sus márgenes, dejando perderse inútilmente el tesoro de sus aguas en el mar, en vez de regar por lo menos ios llanos de sus vegas, como en las márgenes del Niio; siendo suscep- tible de producir todo genero de artículos tropicales; y decimos esto no porque los Ingleses sean menos adecua- dos que otros para las empresas de irrigación; sino por una simple é instintiva rutina de los hábitos de su propio país; y con^o allí el agua de las nubes y la que corre por los rios y arroyos está demás y jamas se invierte en la irrigación; esto hace descuiden esta preciosa industria de la irrigación, en los países donde llevan sus hábitos é ideas anglicanas. Una gran parte de las tierras de estos distritos se presentan sin árboles y adaptadas para el arado sin — 226 — el trabajo del desmonte. El O'Sauofnessy es tan rico en cal ó sílice, que toda rama que cae dentro de su corriente se petrifica luego. Esta misma propiedad tenia el Nilo, primitivo, como se vé por árboles petrificados del Bar- bel-Ama, ó cauce abandonado del Nilo que corre por el desierto; habiendo el primer rey de las dinastías Militares de Egypto, Menes, desviado el curso del Nilo de ese antiguo cauce, para, arrojarlo en la direc- ción que hoy corre. Las Sierras del distrito de Burke no han sido muy bien esploradas por los cateadores; pero se saben que contienen oro, y una gran cantidad ha sido estraida por los mineros de Oioncurry. Grandes trozos de cobre nativo se han hallado sobre las már- genes del Leicliardt; y geólogos competentes afirman que las minas de cobre de Cloncurry, son las mas ricas de toda Ja tierra El pais en que se encuentran, se halla demasiado desierto y demasiado lejos de los puertos para admitir una esplotacion lucrativa por mucho tiempo; mas como el país intermedio entre ellas y el litoral forman como una llanura continua y nivelada, no se presentan dificul- tades para la construcción de un ferro-carril. El Distrito de Mitchell se halla al Oeste del Distrito de Leichardt. Se halla regado por los Rios Barcoo y Thompson; es de un carácter esencialmente pastoril y de una ocupación comparativamente reciente. Los prin- cipales centros de población de este Distrito son Tambo, Aramac, Blackall, Muttaburra élsisford. Las capas de su suelo se forman principalmente de inmensos lechos de pizarras cretáceas hacia el centro, existiendo también una zona de arenácea eoliana, que se encuentra también á la parte meridional de Mount Grey. — 227 — El Distrito Gregory es puramente pastoril, y rnenos conocido que ninguno de los otros distritos. Se halla entre los distritos Mitchell y Warrego y los limites de Sud Australia. Comprende North Gregory y South Gregory. Los rios Diamantina, Herbert y MuUigan; y los arroyos ó Creek Silvestre, Eyre, King, Farrar y Cooper lo atraviesan. Cooper Creek presentará siempre un trájico interés por el hecho de que los primeros es ploradores que atravesaron el Continente, Burke y "Wille, perecieron miserablemente en sus inmediaciones. Su formación, hacia el Sudoeste, al tocar con la fronte ra Sud Australiana, es de arenácea eoliana, el resto se compone principalmente de pizarras cretáceas, con manchas aquí y allí de arenácea eoliana. La ocupación de los distritos de Burke, Mitchell y Gregory es debida principalmente alas esploraciones de Mr. Landsuoborgh. Antes de 1862, las mas elevadas y mejores porciones del Thompson eran desconocidas; y lo mismo puede decirse del Gregory, del Herbert y del Flinders, que fueron reconocidos por él y en consecuencia de sus animadas pinturas de los países regados por estos rios, ellos fueron luego poblados y ocupados. En lo que respecta á la Diamantina, Mackinlay atravezó us parte inferior; pero Burke lo habia hecho también anterior- mente, y las buenas cualidades del pais permanecieron desconocidas hasta que Phillips y Landsborough, en una escursion esploradora de Port Denisoo á Burke- won. penetraron en ella, dando la noticia (1865 y Q^) de haber hallado un magnífico pais sobre sus vertientes, y en honor de la bella esposa deSirGeorge Bowen, entonces gobernador de la colonia, le dio su nombre — 228 — de Diamantina. De 1866 á 67, los misnnos examinaron con esmero las riberas del Golfo de Carpentaria, desde Sweet Island al Este, hasta el Van Diemen; y al hacer esto tuvieron la buena fortuna de descubrir que el Bynoe, y especialmente el Norman, eran bien dignos de ser colocados entre los mas bellos de los rios del Qaeensland, teniendo en vista su navegación. En efecto, esto es lo primero que se ocurre á un ingles al ver un bello rio, su navegación; su aptitud para ser invertido en la irrigación y fecundación de los campos, su mejor y mas útil destino en paises de secano como Australia, pero abundante en bellos puertos, y caletas, solo se le presenta en segunda línea; y eso estimulado por alguno que ha recorrido los paises de España, Italia y América donde se saca un gran partido de la irrigación. Se puede pues decir que el Leichardt, que habia sido subido en 1861 por el capitán Norman y después por Armstrong y otros, fué explorado y mensurado en 1867, hallándose ser un excelente rio para pequeños vapores caleteros, durante unas 30 millas en el interior, que es cuanto puede decirse de cualquier rio sobre las costas orientales de Australia. El Distrito de Cook se halla «n el es tremo Norte de la colonia y cubre un área de 25,500 millas cuadra- das, ó de 16.320,000 acres. Esto es escluyendo á North Cook, que tiene un área de 3,200 millas cuadradas; los rios Mítchell, el Synd, el Hodgkinson, el Normanby, el Palmer, el Laura, el Coen, el Batavia, el Pascoe, el Jardine, el Endeavour, el Kennedy y otros rios riegan una parte de él. Sus principales ciudades son Somerset, Cairns Maytown/Herberton, Thornborough, Port Dou- — 229 — :glass y Cooktown, siendo esta última la ciudad que se encuentra mas al Norte del Continente Australiano y Somerset el puerto mas avanzado en esa misma dirección. El descubrimiento de los lavaderos auríferos del rio Palmer, hizo que este distrito llegase á ser mucho mejor conocido, atrayendo una gran emigración de la población minera de todas las colonias. El descubrimien- to por MuUigan y Warner de un distrito rico en cres- tones de cuarzo aurífero, hoy llamado los lavaderos de Hodgkinson, teniendo como centro á Kingsborough. Stewart Town, Northcote y Tornborough, ha concurrido también al establecimiento de una numerosa población. Los lavaderos de oro del rio Palmer se hallan hacia la parte central del distrito en los 16^ 31' latitud Sud; y puede decirse comprende además de los Lavaderos propiamente de Palmer, los Lavaderos de Normamby y Cook. El Norbamby se halla distante del puerto de embar- que mas inmediato, Cooktown, unas 60 millas al Noroeste y el Palmer se halla todavía unas 12 millas mas lejos. El rio mismo, el Palmer es una corriente circuitosa de un ancho variable, que depende mucho de la estación del año. Algunos suponen es, ó las primeras aguas del Mitchell, ó un importante tributario suyo. Los campos auríferos de Hodgkinson se hallan al Sud del Palmer, á una distancia de 60 millas de la costa del mar. Sus puertos son Cairns y Port Douglas. La principal ciudad es Thornborough. La riqueza del distrito consiste no solo en oro; hay también estaño en considerable cantidad, existiendo igualmente mantos 15 — 230 — carboníferos en Cape Bedford y en torno de Cooktown. Existen también terrenos inmejorables á las riberas de los ríos Mitchell, Macleod, Walsb, Hodgkinson, Ken- nedy, Laura y Normamby, habiéndose encontrado terrenos de una feracidad superior sobre las márgenes de algunos de los ríos que fluyen en el Golfo de Carpen - taria. Las principales cadenas de montañas son las Sier- ras Kirchner, Mitchell y la Thompson. El carácter geológico de esta región es variado: sobre la línea de costas Occidentales existe una franja de tierras terciarias de aluvión; la parte central es casi enteramente arenácea eoliana. Hacia la costa Oriental se encuentran bandas alternadas de rocas cambrianas y silurianas, lo mismo que granito, syenita y diorita. Hacia el Sud de Princess Charlotte Bay, se encuen- tran tierras terciarias aluvionales ó mas propiamente cuaternarias. Hacia el Sudeste se encuentran rocas volcánicas resistentes, arenácea eoliana y manchas de siluriamo, granito y syenita. Pasando ahora al clima, aunque Queensland, se en- cuentre al Norte de Nueva Gales del Sud y de Victoria, no por eso debe considerarse como un clima mucha mas cálido en estic; por la sencilla razón de que esta colonia setentrional se halla completamente hbre de los vientos cálidos y pulverulentos del norte y centro continental que sufren las otras; siendo igualmente desconocidos los súbitos cambios de temperatura. Que- ensland se halla ademas sujeta á modificaciones tales de temperatura, principalmente por su exposición á las brisas de mar prevalentes, hasta el grado de disminuir ó modificar del todo su calor. Así, no seria justo con- ^ — 231 — fundir sus regiones tropicales, con los paises de la misma latitud al Norte ó al Sud del Ecuador, en otras partes del mundo. Entre las ventajas que * sobre ellas esta colonia presenta, debe colocarse entre las pri- meras, las altiplanicies elevadas de su espalda dis- puestas en suave pendiente, la cual sin privarlo de la libre circulación del aire como las montañas abruptas, les envia el fresco benéfico de las grandes elevacio- nes. Ademas la posesión de vastos bosques de Euca- lyptus, de puras y sanas emanaciones, tienen una acción refrigerante sobre su suelo, sobre su atmósfera y sobre los vientos que llegan del interior, porque este, aunque llano y abierto, se halla libre de esas influencias mias- máticas que tan á menudo se encuentran, siendo su atmósfera particularmente bella y seca; y sus cañadas hallándose á una buena altura sobre el nivel del mar. El Queensland, á pesar de su avanzada posición hacia el Ecuador, hallándose por las causas indicadas, libre de un calor exesivo, se halla igualmente exento casi por completo de enfermedades de una naturaleza epidémica; no obstante gozar de mas lluvias que cualquiera otra región de Australia; siendo la zona del litoral Oceá- nico la que mas lluvia recibe. Brisbane tiene una lluvia anual media de 50 pulgadas; mientras las Yegas de Alice (Alicc Downs), sobre las márgenes de los Rios Thompson y BarcoO; apenas tienen una caida media de 10 pulgadas con excesiva evaporación. La temperatura anual media de Brisbane es unos 70 ^ Fahr.; y en 1880 la mas elevada temperatura á la sombra en esta ciudad, no pasó de 100 '^ Fahr.; siendo 34 ^ Fahr. la mas baja. Asi Queens- land, desemejante en esto de las otras regiones de — 232 — Australia, no solo es el país de los arroyos y de los rios, en un continente seco; sino que es al mismo tiempo, aunque la* región mas próxima al Ecuador, la mas refrigerada por las lluvias y las brisas del vasto Océano Occidental. El clima pues, de Queensland, á pesar de su situación, se asemeja mas al bello clima de la isla, de Madera, que al de la Berbería. Sin embargo su interior, como para el resto de Australia, es ardientisimo, con la escep- cson, aun allí mismo de sus elevados páramos ó mese- tas, que disfrutan de un clima mas templado. Su temperatura es ^además mas constante, que la de muchas regiones situadas bajo ias mismas lineas hizothermales; este equilibrio es debido á las circunstancias que hemos espresado y á la situación insular de sus costas en el hemisferio austral, menos recalentado que el septen- trional y en medio de vastos mares en que se hallan en circulación constante las mas frescas brisas y vientos del polo antartico. A esto se añade que las brisas son principaflnente en el estio, cuando mas falta hacen cá la tierra y cuando mas benéfica es su acción refrij erante sobre la enrarecida atmósfera; mientras en la estación fria goza á perpetuidad de la sonrisa del sol y del cielo mas sereno y atemperado. Asi en esa feliz región, el estio es delicioso por las alternativas de calor y frescura, y el invierno mas delicioso aun por su brillante sol y su pura atmósfera. Las enfermedades incidentales á la in- fancia se presentan muy suaves en su carácter y cortas en su duración. Aunque la latitud del limite meridional de la colonia apenas sipasa de los 29o Sud, su temperatura media es baja comparada con muchos parajes mas distan- — 233 -^ tes del Ecuador. Por lo demás, en un territorio tan estenso como el de Queensland, se presentan grandes variedades de temperatura y el calor es mas sensible en el litoral que en loá elevados páramos del interior. En las partes mas setentrionales, con especial en las cañadas bajas, el calor de un sol tropical es demasiado grande para que un europeo lo halle confortable; sobre todo si este europeo es inglés y que como todos los ingleses viste gruesos paños y franelas que lo acompañan á todos los climas del globo, inclusa la India; á lo que se añade el hábito de vivir en habitaciones confinadas é imper- meables. Cuando esos europeos adopten los hábitos del clima, no oiremos mas hablar en Queensland de los excesos del calor, y solo se sentirán las ventajas de un clima igual, apacible y fecundo. Casi podria decirse con exactitud que en esta colonia existen en realidad solo dos estaciones bien caracteri- zadas, cada una de ellas con su primavera, estio, otoño é invierno; y cada una madurando los frutos de sus cosechas peculiares. La primera de estas estaciones ó periodo climatérico, lo llamaremos el semi-año liúmedo\ el tiene su primavera de Agosto á Setiembre; su estio de "Setiembre á Octubre; su otoño de Noviembre á Di- ciembre; se cosecha trigo, maiz, verduras, guisantes, papas, frutillas, damascos etc. De Diciembae á Enero, es su invierno. La estación o semi-aTio seco tiene su pri- mavera de Enero á Febrero; su estio de Marzo á Abril; su otoño de Abril á Mayo; se cosecha vino, caña dulce, frutas, naranjas, sandias, melones, segunda cosecha de maiz y papas, verduras, guisantes, hortalizas, pasas de todas clases etc. El invierno es de Junio á Julio. Asi — 234 — los cereales y vegetales europeos, se siembran, maduran^ y cosechan entre Agosto y Enero. Las frutas y cosechas tropicales y las nuevas siembras del semi año segundo, se cosechan entre Enero y Abril. La naturaleza reposa de Mayo á Julio. Los pastos naturales, las plantas de íollage y la vegetación in- dígena generalmente comienzan su desarrollo desde Agosto, maduran de Enero á Febrero y entran en su sueño invernal en los meses restantes hasta su desper- tar en Agosto, con el nuevo año. Indudablemente el viejo calendario implantado desde Europa en nuestro hemisferio Sud, está muy mal compaginado. Estas dos grandes estaciones ó periodos climatéricos semi-anuales, comunes á nuestro país, de Buenos Aires al Norte, se hallan con especial bien definidas en las mesetas ó distritos elevados del Queens- land, Ahora entraremos á considerar el carácter general del suelo y sus productos naturales ó espontáneos. El Queensland, hemos visto, se halla generalmente bien regado por diversos sistemas de rios. Estos sistemas pueden reducirse á tres gradientes ó direcciones gene- rales y principales, á saber: 1^. El sistema de vertien- tes y rios que fluyen al G^^''. de Carpentaria, que ya hemos ennumerado ^ ^ue se podria llamar el sistema de rios ó vertientes del Norte. 2o. El sistema de rios y vertientes del Este, todos los cuales tienen su natural desagüe en las numerosas, grandes y bellas bahias y — 235 — estuarios del litoral Oriental del Pacífico, 3^ Por úl- timo, viene el sistema ó familia de rios y vertientes del Oeste y Sudoeste, los cuales se forman en las mesetas ó páramos de los sistemas paralelos al litoral y corren los unos á perderse en los arenales de la A^ustralia Central ó en el distrito de los Lagos; los otros \k injer- tarse en el sistema de rios tributarios del Darling, tri^ butano á su turno del Murray que es el Amazonas del Continente Seco (un Amazonas del tamaño del rio de la Boca). Muchos de estos rios son anchos y navega- bles por muchas millas en el interior. Sus márgenes son muy fértiles, presentando largas zonas de tierras de matorrales, las que desmontadas y cultivadas, producen la caña de azúcar en abundancia. El suelo en el Bajo Burdekin, Heibert, Johnstone y muchos otros rios del Norte, presenta las condiciones mas favorables, climatéricamente y químicamente, para el feliz cultivo del azúcar, del café, de la vid, de la oliva, del arroz, de las batatas, del maiz, de las espe- cias y de otras producciones tropicales. Los rios se presentan en ambas márgenes, vestidos con lamas densa y espléndida vegetación, generalmente com- puesta de palmas, cedros, bananas y nuez moscada silvestre, entreveradas de cañas bambúes y enredaderas de toda descripción. El clima y suelo son adecuados para la producción de artículos de una estimación mercantil universal, tales como el trigo, la cebada, el maiz, el tabaco, el café, el arroz, las papas, la ariruta el azúcar y el algodón. El cultivo del azúcar se es- tiende con gran rapidez y ha resultado uno de los pro- ductos mas valiosos de esta colonia. Su producción — 236 — varia de una á tres toneladas de azúcar por acre. Se cultivan también en gran abundancia todo género de frutas europeas y semitropicales. Entre estas últimas se puede mencionar la banana, la pina, el durazno, el loquat, la guava, ei mango,, la higuera, los melones y sandias, la uva espin del cabo, la naranja, el limón, la cidra, la morera, la batata y el yara. Las tierras situadas al Oeste de las cadenas costeras, consisten principalmente en mesetas ó pára- mos elevados de tierras planas, con ralos bosques^ pero con abundantes pastos, como sucede en los pá- ramos de nuestras sierras del interior. La parte del litoral del Pacífico ó costa Oriental, que ocupa casi la totalidad de la ribera meridional de la colonia, presenta una gran variedad de suelo y clima. Entre el mar y las sierras se presentan algunas buenas tierras agriculturales; al Oeste ,de las cadenas se pre- sentan elevadas mesetas, principalmente vastas llanu- ras,^ muy pastosas y bien regadas. El primer establecimiento de la colonia fué en las inmediaciones de Moretón Bay, y el ensanchamiento de los establecimientos sucesivos ha tenido lugar rápi- damente desde allí. Esta parte de la colonia presenta ventajas para la agricultura y para las industrias pastoriles y también para la minería. En el distrito se cultivan tanto los productos europeos como los tropicales. Pero, aunque la industria agrícola se estienda con rapidez, los intereses mas importantes de la colonia se hallan por de pronto vinculados en su industria pastoril. La lana de las ovejas Australianas, llevada á los climas cálidos del Norte, degenera un tanto, se ha — 237 — notado, en cantidad y calidad. No sucede lo mismo, como es lójico, en los páramos elevados, región donde aun bajo las mas bajas latitudes, se obtiene una lana finísima é inmejorable en calidad. Por esto, el distrito de Darling Downs, que se halla es verdad en el estremo mas fresco y meridional de la colonia, y parti- cipa mas bien del clima de Nueva Gales del Sud que del de Queensland^ es el mas rico de la colonia y el mas adecuado para las crianzas] pastoriles, sin dejar por eso de contener en sus vegas una inmensa zona de tierras eminentemente adecuadas para la agricul- tura. Hay además muchos otros distritos donde la indus- tria pastoril florece, según lo hemos hecho notar y que son ricos en pastos indígenas de cualidades muy nutri- tivas y que se conservan á pesar de las secas y de los suelos pobres, lo que los hace dignos de ser cono- cidos, según lo mencionaremos mas adelante. Los datos que suministra el censo de 1881, respecto á los ganados de Queensland son los siguientes: Ovejas, 8.292,883, cantidad inferior á la del año anterior. Ganado vacuno, cabezas, 3.618,513. Caballar^ cabezas 194,217. Cerdos, 56,438 En todo el Estado se cuentan 6,599 runs ó estancias, con una área por junto de 373,029 millas cuadradas; equivalente á 238.739,040 acres. Hasta 1880 el área separada {selected) y com- prada con condiciones de cultivo, llegaba á 3.636,658 acres, conteniendo 9,494 selecciones ó propiedades. Si nos detenemos á echar una ojeada sobre la Flora del Queensland, observaremos que sus recursos en madera pueden considerarse como muy considerables, pues vastos bosques se estienden en todas las costas y penetran hasta las altiplanicies. — 238 — De los árboles indígenas con maderas útiles, el mas útil y en demanda en el comercio es el cedro colorado (Cedrela Toofia). Esta madera que es muy empleada en obras de ebanistería, tiene la reputación de ser muy durable y de no hallarse espuesta á los ataques de la hormiga blanca, que es la carcoma de las maderas del pais. Este árbol adquiere grandes dimensiones y es al mismo tiempo muy abundante en los bosques que acompañan las márgenes de los Creek ó arroyos; pero ya ha sido estirpado de todos los parages donde era de un fácil acceso y el gobierno tendrá que ocuparse de su replantacion ó esta útil y bella especie desaparecerá del país como ha desaparecido, el sándalo en el Oeste; y como desaparecerá de entre nosotros el «Oroela dorata» de Tucuman. ¿Podría jamás pasarse por el magin de un gobierno criollo nuestro, el replantar árboles en los bos- ques; él que cree en Dios ápié juntillasyquecree que Dios se lo debe todo, sin deber él nada á Dios? Los ingleses que tienen una té opuesta que se creen obligados á pen- sar y trabajar por amor de Dios, replantan sus bosques. Pero nosotros que estamos amenazados de un próximo Gobierno Clerical y Ultramontano, esto es, el gobierno de la haraganería, de la ignorancia y del retroceso, tendremos que esperar otros 50 años para comenzar de nuevo en lo que nos conviene hacer. Volviendo al «Ce- drela Toona», felizmente aun quedan bastantes enQueens land; pero hay que acarrearlos de los bosques del Norte y de parages de un acceso difícil El se desarrollaba en grupos hasta de 150 pies de elevación en la inmediación de las costas. Varias especies de Flinderria suministran las maderas conocidas en Australia con el nonbre de palo amarillo (yellow wood). - 239 — Esta madera es durable, fuerte y una de las mejores para la manufactura de cabos de hacha, de picos, de hazadones etc. Es una cosa análoga á nuestro Tala. Nueve especies de Tellow W'ooíZ pertenecen al Queenslandy solo tres penetran hasta Nueva Gales del Sud. Las maderas de pino se obtienen del magnífico pino de la Bahia de Moretón, conocido en Chile y entre nosotros con el nom- bre de Pino de la Nueva Holanda; y en Botánica y Jar- dineria con el de Araucaria Conninghatnit, uno de los mas bellos árboles del mundo por la disposición simétrica y verticalidad de sus ramas; y por su bello follage con matices aterciopelados de un magnifico verde matizado de sombra y claro y con la mayor luz en las puntas. Este magnifico árbol se alza magestuosamente á alturas de 200 pieSj formando los mas bellos paisages y pers- pectivas en las pintorescas bahias del Norte de Queens- land. El pino Kauri ó Dundathu [Dammara mbusta) es también un árbol de considerable elevación y belleza, pero no igual al anterior. El Bunya Bunya (Araucaria Bidwilli) suministra una exelente madera; mas esta no se presenta en abundancia, en los mercados, aunque en ciertos parages este árbol se encuentra en gran abundan- cia, en razón de hallarse protegido por el Gobierno, pues su fruta es el manjar favorito de los naturales; como la algarroba lo es en algunas de nuestras Provincias; y el dia que estas prohibiciones desaparezcan, esta madera se hará de un uso general, sea para las construcciones ó para muebles. La madera conocida con el nombre de «pino ciprés» es el producto de varios géneros de Callitris; las ma- — 240 — derasde estos árboles qus se encuentran alo largo de las costas, es en estremo estimada para trabajos de ebanistería; mientras que los que se hallan en el interior son empleados para postes de telégrafos; empleo para el que se prestan maravillosamente; pues su madera es rara vez atacada por la destructora hormiga blanca. Estos árboles se desarrollan también rectos y se les encuentra á menudo formando densos bosques. El pino hembra (She pine), que es el «Uodocarpus elata» los botanistas, es un bello árbol que crece también recto; se le encuentra en las regiones del litoral y es en estremo útil para picos y otros objetos. Su madera es blanda,, elástica y propia para trabajos de ensambladura. En los bosques costeros abundan también tres especies de «Farrietia» grandes árboles pertenecientes á la familia de las «Ster- culiaceas», abunda en los bosques costeros; y su madera es algo blanda, semejante al pino, del cual puede ser un excelente sostituto. Una madera blanca, análoga á la anterior, es suministrada por el «árbol de Leichardt» llamado por los botanistas «Sarcocephalus» cordatus. Este es un grande y bello árbol que se encuentra en el Norte de Queensland; y como es en estremo amargo es araenudo empleado por los camperos en casos de fiebre, como un sostituto por la quinina. Varias especies de «Dysorilon» producen valiosas maderas, que suelen llevar el nombre de cedro de lapis; madera aromática y fácil de cortar como el «Juni- perus virginiana» que los Australianos emplean en este mismo objeto. La madera conocida con el nombre de «palosatin» ó palo arasado, se obtiene del árbol llamado por los botanistas «Zanthoxylumbra chugacanthum.» — 241 — Este árbol no adquiere gran ^desarrollo; pero su madera es de un gran aspecto, de un color amarillo y útil para objetos de muebleria. Su tallo, hojas y ramas se hallan cubiertas del todo por espinas cortas y cónicas. El árbol llamado HarpulUa péndula produce la muy bella y estimada madera de Tulipa ó de Tuhpero; y el árbol llamado nhus rhodant- hema dá la madera llamada por loslngleses Dark yellow Wood, palo amarillo oscuro. Este árbol es muy monu- mental y digno de figurar en los mas bellos jardines, pues como en el caso de muchos árboles Australianos, florece y dá frutas aun siendo arbusto y sin llegar á todo su crecimiento. El presenta ramos de pequeñas flores rojas; y sus frutas se semejan á racimos de uva de color bronceado. Las familia de las Encinas, tan abundante y variada en el viejo continente en sus dos tribus de Quercus y de Ilex] también tiene sus representantes indígenas en Australia como en Norte America, y aun creo que en Sud América; figurando en los bosques Australianos ya como Encina de la seda, «Grevillea robusta»; ya como la Encina hembra en sus diferentes especies (casuarína) ya en forma de Haya indígena, Gonielina Leiclinardti. La primera de estas especies, la Grevillea, se halla en grande demanda para las duelas de pipas, por lo cual se va haciendo cada dia mas escasa y si no es replantada ó cultivada, va á desaparecer. Otra de las maderas mas útiles de Queensland, es la haya indígena, especie análoga á la que cubre una parte de los bosques de Gypsland, en Victoria, de que hemos hablado ya in esténse Este es un bello árbol que da una madera fuerte, durable, — 242 — fácil de trabajar, y la cual no se ensancha ni se contrae de una manera sensible con los estreñios de humedad ó de seca y en la intemperie, por cuyo motivo es muy empleada para barandas, pisos, cubiertas de buques, etc. Este bello árbol es todavia abundante en los bos- ques costeros. Por lo que es á las diferentes clases de cásuari?ias, tan abundantes en el Norte; ellas son un árbol de ornato, y se han hecho muy populares en este sentido desparramándose por todas partes lejos del país de su nacimiento. Llegamos ahora al árbol Australiano por exelencia, al Eucaliptus en todas sus variedades, esa bella y saludable familia de los Gomeros, como la llaman los ingleses; la cual cubre la gran isla continental casi en su totalidad, formando inmensos bosques con sus diversas especies, según latitudes y circunstancias locales; ya ais- ladamente; ya entreveradas; creciendo y desarrollándose en su pais nativo con una exuberancia que asombra sobre un suelo al parecer tan erizado y estéril; en el cual sin embargo se eleva á 300, á 400 y mas pies, formando verdaderas montañas vegetales improvisa- das, elegantes, aromáticas y móviles al soplo de la brisa, permeables al aire y á la luz y verdaderos prodi gios orgánicos; árbol que plantado al lado de la pirámide de Cheops, podria darle sombra de arriba abajo en pocos años. Entre tanto su tronco no es deforme, como el «Lequoia)>, ese árbol gigantesco de California, de copa- dura pesada como el Ciprés. Su follaje es leve, aéreo y perfumado, como una cabellera de diosa; y su tronco elegante y esbelto, es proporcionado á su estatura, que puede llegará 500 pies. Este Eucaliptus, secado en pié — 243 — mediante la decortizacion anular^ produce una madera y tablas de una belleza, duración y resistencia admi- rables; presentando además los matices mas variados, desde el negro del ébano y el castaño oscuro del nogal, hasta el mas vivo rojo de la caoba ó el blanco ofuscante del marfil. Estas maderas son llamada, «hard wood» (madera dura) por los ingleses; siendo el producto de diversas clases de Eucaliptus. Las mas estimadas de las maderas obtenidas del Eucaliptus, son entre muchas otras, las siguientes: «Iron bark» ó cascara de hierro, «Eucaliptus syderafolia» y «Eucaliptus Ciebra»; el gomero manchado E. «mocu- latas; el «Blood •wood,»palo colorado ó palo de sangre, «Eucaliptus Corymbora»; el gomero azul. El «Tereticor- nis)»; «Stringybark» ó cascara de soga, E. «acmenioides»; cascara de soga fuerte. E. «Baileyana.» La madera de esta última especie es en estremo estimada en razón de su dureza, para mangos de herramientas agrícolas y domésticas. El «Eucaliptus resinífera», llamado por los colonos «Semmy Low» es un árbol muy grande y su madera] es muy empleada para cercos y corrales. El «Eucaliptus Microcoris», llamado «trementina» por los colonos, sin duda á causa de su fragancia, en lo que se acerca al Eucaliptus Amigdalina, el mas grande de los Eucaliptus, también muy fragante. El «Eucaliptus pulu- laris» Jlamado «Blackbut« por los colonos, es también aromático, como toda lafamilia.El «Eucalipluspopulifolía» es una imitación del álamo en el Eucaliptus y también del box por su madera y su aspecto, no es de lomas grandes, pero es beilisimo por su follage y por sus flores, siendo muy abundante en las costas de la parte — 244 -~ Sud del continente Australiano: el «box eucuulltus» en una palabra, es un árbol precioso por su aspecto y por su naadera y digno de figurar en todos los jardines, tanto mas, cuanto se conserva de un tamañoj moderado y no se eleva á las proporciones colosales del «Cxlobulus» y del «amidgdalina». Es digno de ser conocido y popularizado en nuestro pais. Entre las semillas traídas por la Comisión, se incluye la de esta especie. Y á propósito de esta facultad de familia eucalíptica para asumir todas las formas vejetales, desde el jigante de los bosques, en el amigdalina, hasta una maleza enana en el malUe^ esta parece-- ser una adaptación propia de las razas dominantes, tanto animales como vegetales; y una prueba entre muchas, de la unidad de origen de la naturaleza orgánica. Así, en los orígenes de la vejetacion terráquea, no habia sino musgos, pero musgos gigantescos, club-moss, musgos como bastones, y como no habia mas que musgos en toda la tierra, estos comenzaron á adaptarse á todas las situaciones, medios y climas, variando en consecuen- cia sus formas según las circunstancias; formando pri- mero arbustos y después árboles de diferentes aspectos, hasta llegar á convertirse en las variadas especies vejetales que hoy conocemos. Lo mismo, cuando solo hubieron reptiles en el mundo, estos imitaban las ballenas, l?s focas, las aves y los elefantes. Cuando después, los reptiles fueron sostituidos por los mamí- feros, estos á su turno se han extendido y ramificado por todo, cubriendo tierra, mares y aire, estendiéndose á los mares con las ballenas y las focas, á los aires con el murciélago y la ardilla volante, y la tierra que — 245 — llenan con el hombre y los otros mamíferos. Lo mismo ha sucedido con el EucaUptus en Australia. Dominando solo, y casi esclusivamente en los bosques de este pais desde la época de su separación y aislamiento de los otros continentes é islas, ha tenido que adaptarse á todos los medios, influencias y lugares, reproduciendo esa variedad de formas que lo asimilan á las especies de otros chmas, producidos tal vez en medios análogos, aunque con efectos diversos: así, el eucalijptus amigdalina se asemeja al almendro por su follaje y fragancia, pero no dá las esquisitas nueces que este. En los bellos bosques que coronan los Andes intertro- picales, hemos visto imitaciones del membrillo, del durazno de la higuera .... pero no hay que pedirles los esquisitos frutos de estos árboles cultivados; pues aun los bosques de naranjos y limas silvestres de los valles de los Andes ecuatoriales, solo pueden tomarse confitados con aúcazr, tal es su acrimonia salvaje. Volviendo á la Flora Australiana, hay otras hard loood ó maderas duras suministradas, no ya por los eucalyptus, sino por otras especies diversas, como ser el Tr¿sta?iia conferta, y por el Box de Brisbane, de anchas hojas, Myrhis Killii, El arbusto Iron Wood, ó palo de hierro, que tal vez es la madera mas dura del país, es el producto del Mtjrtus carpía laurifoUa^ madera preciosísima para postes y durmientes que pueden durar años enter- rados en el suelo sin corromperse. El Lijricarpus ter ni folia ^ árbol del interior, es también árbol de gran valor en este sentido y se emplea como durmiente de ferro- carriles. Esta madera es de un bello color oscuro y es escelente para obras de ebanistería. i6 — 246 — Son dignos también de mencionarse el Mangrove rojo y numerosas especies de la vulgar familia de las acacias, algunas de las cuales forman inmensos árboles y suministran excelentes maderas para diversos objetos. Queensland posee también algunas buenas frutas verdaderamente indígenas, entre las que citaremos en primera línea la bella higuera semejante al magnolio por sus bellas hojas lanceadas de un verde bronce dorado 3^ que forma árboles gigantescos con los cuales se adornan los paseos y parques de las ciudades Aus- tralianas. Después de esta, viene el Ciruelo Davldsonia ó Davi- sodnia pruriens, pequeño árbol que se halla en muchos délos bosques tropicales del país. Su fruta, de 2 V^ pulgadas de largo y de 1 1 V2 pulgadas de diámetro^ presenta una carne de un bello púrpura, con un fuerte sabor ácido es muy jugosa y sus dos carozos aplanados (como en el níspero) se separan fácilmente de la carne. La guinda del rio Herbert, Antidesma Dallachian- um, es un pequeño árbol que se encuentra á menudo á lo largo de las márgenes de los creek ó arroyos tropicales; su fruta es redonda y semejante á la guinda ó cereza europea, posee un fuerte sabor ácido y convertida en jalea hace una escelente eonserva, igual, tanto en fragancia como en color á la que se prepara con la grose- lla europea. El kumquat nativo es la fruta que produce la Atalanta glauca. Este arbusto espinoso es muy abun- dante en el Maranoa, donde se hace dulce con su fruta. Pero no creías que los dulces ingleses se parecen en nada á los nuestros Es un sancochado pavos muertos, para quienes habia creido era esclusivo este destino. En la antigua estancia de Isis Downs, entre tanto, hemos visto empleado el cañizo de los Arroyos para techo. El forma, por cierto, un fresco techo durante el dia; pero, á mas de que es el nido grato de todo género de sabandijas, arañas y cien pies, sucede que el so! tarda un dia entero para pene- — 290 — trarlo, pero también emplea toda la noche en deshacerse de todo aquel calor acumulado , irradiándolo tanto para abajo, como para arriba. La única ventaja, pues, para los pavos vivos, es que se cocen de noche y no de dia. Pero queda el recurso de saHrse á dormir al aire libre, contemplando el mag- nífico cielo Australiano, puro, sin nubes y brillante con las espléndidas constelaciones Australes, mientras se aspira ^a brisa perfumada de sus bosques eucalipticos. Esto es bueno para nosotros, criollos españoles, que desde la infancia nos dormimos mirando las estrellas y respirando el relente puro de la noche y de la mañana en nuestros campos perfumados. Pero un inglés dormir al aire libre? Es como proponer á un pájaro dormir acostado y taparse con una frazada. El inglés preferirá siempre cocerse adentro á dormir á la fresca luz de los astros. Prefiero creer que la causa de esta predilección es la costumbre y no el gusto. Por lo demás, el peligro de incendio para estos ran- chos de madera y cañas no es tan grande en el país de Barcoo, como podria serlo en los distritos pastoriles del Sud. Aquí los pastos y pajonales no forman sábanas continuas y tupidas como en nuestras pampas; crecen por matas ralas y sueltas, siendo lo mas fácil el apagar una quemazón incipiente de campo; mientras que en torno á las habitaciones principales de una estancia, no solo el campo está desmontado y el suelo pisado y apisonado por animales y hombres, hasta extinguir toda vejetacion combustible. No necesitamos decir que la hospitalidad que los pioncers dispensan en sus ranchos primitivos es sin — 291 — límites. Un estranjero que llega á caballo á las casas de la estancia principal, aunque no vea á nadie en casa, las costumbres le permiten desensillar y sentarse, como en nuestras estancias argentinas. «Me llamo John». « Yo me llamo Brown; podéis echar vuestro caballo al paddocJc, cuya puerta veis allá abajo». Tal es la formula de introducción cuando el dueño de casa se presenta. Se guarda sin embargo una distinción bien comprendida, que casi siempre se observa. Toda persona cuya posición oficial en una estancia, desde el propietario hasta el mayordomo (jackeroo) les da derecho á vivir en las casas principales de la estancia en sus dominios, piden también la hospitalidad en la casa principal cuando viajan en la campaña; los otros se di rigen á la cocina ó al rancho de los puesteros. En todo caso, siempre se les acuerda alimento ó abrigo, sin ma humor y sin cuestiones de ningún genero. Jamas hay dificultad para recibir huéspedes, por numerosos que estos sean. La carne es abundante y la despensa con- tiene siempre sus numerosas barricas de harina y azúcar y por lo menos dos grandes cajas de té. Con estos mate- riales, un tarro de dulce y un frasco de escabeches que jamas faltan, se completa la frugal comida de los campos. Aveces en los establecimientos mas opulentos, hay siempre papas guardadas y orejones de- manzana ó durazno para preparar un piidíng á la inglesa como postre. La leche suele ser en las estancias mas remotas un lujo no porque falten vacas; sino que los propietarios no tienen á veces tiempo para amanzarlas y ordeñarlas. La manteca, sin la cual un ingles no puede pasarse es aun mas rara que la leche en esas estancias — 292 — retiradas; no porque falte grosura á esta, produciéndola abundante los pastos indígenas. Durante muchos años las hortalizas han sido casi desconocidas en las estancias del Barcoo, pues en ese seco clima nada puede producir sin irrigación; y el cultivo de una hortaliza, por pe- queña que sea, exige la consagración de un hombre. Porsupuesto este estado de cosas se modifica y altera cada dia que pasa, pues la raza inglesa no es una raza estacionaria, ni creo lo haya sido jamás. En efecto, hoy, con el aumento de la población, de los recursos, de los medios de transporte, de la riqueza publica y privada y con la influencia de los ferro-carriles y telégrafos, el lujo y la cultura creciente se estienden por las campañas. Con la formación de aldeas, y el estable- cimiento de Hoteles en todas direcciones, ya es una groseria pedir hospedage en casas particulares, á no ser en el corazón del desierto donde todo esto falta aun, como en las estremidades del valle del Barcoo de que estamos hablando, ó en las estancias situadas á lo largo del telégrafo continental. En ellas aun se pasan tardes deliciosas en las habitaciones principales, cuando la llegada de un huésped estrangero viene á interrumpir la monótona existencia de un estrangero perdido en los desiertos interiores de Australia. En estio, la reunión de la tarde tiene siempre lugar al aire libre. Esos campos se hallan Ubres de mosquitos, y el aire es tan seco, que apenas si se precipita el menor rosio durante las noches. AUi es frecuente el que las perso- nas que no son muy apegadas á sus hábitos BritáPiicos, duerman al aire libre, respirando el aire perfumado de los campos Australianos, vestidos de eucaliptus; en vez — 293 — del aire confinado y cálido de las habitaciones. El cambio de temperatura, al anochecer, es repentino y completo como acontece siempre en todos los páramos elevados. Mas durante por lo menos seis meses en el año, el frió hace indispensable la reunión en torno del hogar que chisporrotea con los inmensos tisones de árboles enteros que en el se queman. Las heladas nocturnas son muy severas en el interior, durante el invierno; mientras en una ancha zona del litoral no se hacen sentir jamas. Esto acontece en el Queensland Occidental, taivez con mas frecuencia y fuerza que en Melbourne de una situación tan avanzada. Es cosa común ver en las altiplanicies Occidentales del Queensland el Termómetro descender á los 26^ 2T y 28". (2« ó mas centígrados bajo O) á la hora de salida el sol durante semanas enteras. Y como esa región es generalmente barrida de dia y de noche por una sucesión de fuertes vientos, es fácil comprender que en invierno, un viagero retardado que tirita bajo su gruesa capa de piloto, mas que acelerará el paso de su caballo al descubrir en la oscuridad, á la distancia, la luz salvadora de una confortable habitación de estancia al travéz de las som- brías y fatigosas ondulaciones de los médanos. Por lo demás, nada hay como leña superior al «gydia», que es el arbusto que predomina en los montes del Oeste de Australia. El arde con una luz alegre y brillante, como nuestra jarilla Guyana, formando ese rico y cáUdo rescoldo que el montero ama para cocer sus tortillas y para secar sus ropas. Por lo demás, es justo declarar que esta hospitalidad de los establecimientos Ingleses en las mas remotas — 294 — zonas de Australia, no tiene nada que pueda atraer haraganes ni petardistas. Los que viajan por esas remo- tas regiones, son solo viajeros estudiosos, empresarios de estancias, ó gentes que buscan ocupación ó trabajo de cualquier especie en los establecimientos rurales. Estos últimos viajan á caballo de estancia en estancia, hasta que encuentran una colocación. Hoy dia, la introducción del trabajo de los Canakas, gentes parecidas en lo físico y en lo moral á nuestros antiguos peones Santiagueños y Collas, y que probablemente son de la misma raza, puesto que su idioma tiene algo de Quichua y que tienen el mismo aspecto físico. Solo que, en vez de creer nosotros, como ciertos escritores Euro- peos, que los Canakas hayan poblado la América, creemos, por el contrario, que es la América de una civilización mas antigua y avanzada, la que ha poblada las islas del Pacífico, hasta una línea que, pasando por Australia y Nueva Guinea, marca la línea de encuentro, de combate y fusión, de la emigración Quichua del Nuevo Continente, con la emigración Papua y Malaya del Viejo Continente. Esto debió tener lugar, según lo demostramos en otra parto, en los remotos tiempos de los Pirhuas y de los Amantas, de que habla el Dr. López en su bella obra sobre los «Aryanos del Perú», y con cuyas eruditas y filosóficas vistas, estamos del todo conformes, escepto aquello en que investigacio- nes ulteriores han proyectado una luz mas precisa. Tanto mas, cuanto que Norte- Americanos y Alemanes con el Dr. Falb, han hecho estudios sobre las antigüe- dades Peruanas, que confirman en su esencia las ideas del Dr. López. — 295 — La introducción del servicio de los Canakas, hemos dicho, y el alambrado de los campo?, han alterado en el Queensland las condiciones del mercado del tra- bajo. Los buenos trabajadores de origen Europeo, han quedado como espulsados por esta medida, sobre todo en la zona donde tiene lugar el cultivo de la caña dulce, que ha revolucionado este país, como ha revolucionado favorablemente hasta nuestro Santiago del Estero. El resultado ha sido que la corriente de brazos que antes se dirigia hacia el Oeste en busca de trabajo, ha disminuido en volumen y se ha deteriorado en cuali- dad. Hoy solo se compone de vagos que viven á espensas de la hospitalidad de las estancias, sin retribuirla^ como es debido, con un trabajo fiel y de buena fé. De ahí las quejas en todas las estancias de la falta de hombres útiles y de la abundancia de los vagos, haraganes y petardistas. El sistema mismo de direc- ción en los establecimientos rurales, ha cambiado, siendo el sistema de los nuevos criadores economizar en lo posible los gastos, empleando de preferencia el trabajo mas barato de los canakas y haciendo rara vez uso de monteros blancos; que por cierto tienen natural- mente que ser de la peor clase, habiendo los buenos bus- cádose ocupación en otros negocios. Estos antiguos monteros eran en general buenas gentes, y aunque algo movedizos y en estremo independientes de carácter, eran en general hombres en quien se podia confiar. Hasta hace poco se ha conservado una pequeña fraternidad de lo que entre nosotros se podría haber llamado «gauchos malos» y que en Australia llaman «Oldhands»; especie de reliquias del antiguo convictismo, fornidos gañanes -^ 296 ^ que vagan, con sus hábitos viciosos, en torno de las fronteras. Ferro-carril trascontinentál. En otra parte hemos dado cuenta del arreglo hecho por este progresista go- bierno, con una compañía inglesa, la cual se ha hecho cargo de la realización de esta empresa, á partir del actual «terminus» de Roma, de donde debe arrancar la nueva concesión. En última hora esta no ha sido mirada con mucho favor por la prensa Australiana. Hé aquí algunas de las objeciones que dirijen á este arreglo, algunos de los órganos mas acreditados y mejores informados del pais-. Por datos obtenidos de varías fuentes, dice el «Australian», sabemos que las objeciones que se hacen contra el arreglo últimxO para la realización del ferro carril trascontinentál, se hallan muy difundidas en la opinión del pais. Para un lector indiferente, el proyecto, se presenta en realidad mag- nifico sobre el papel. Según él ha sido presentado en Rockampton y á las cámaras de Comercio de Brisbane por Mr. Henry Kimber, órgano de la compañía em- presaria, nada deja que desear por cierto, respecto á esplendor y promesas para el porvenir. En efecto, la promesa de introducir en pocos años una gran masa de población y de derramar en la circulación del pais unos 10 millones de lib. (50.000,000 duros) ha- ciendo cruzar el pais desde su capital por un ferro carril que le ligue á esta con su litoral en el estremo Norte de su territorio, con el costo de 12.000,000 de acres de — 297 — tierra, y sin garantía de ninguna otra especie, para un pais que cuenta mas de 200 millones de acres sin ocupar (y aun podria decirse 400) parece á primera vista muy lisongera, pero no soporta un examen detenido (según el «Australian») El Queensland es indudablemente lo mas precioso que Australia tiene; pero aun con esa estimación hiperbólica del valor de sus tierras, nos parece muy barata la concesión, y ojalá que entre nosotros se presentasen muchas como esa. «Hay muchos importan- tes aspectos, dice el órgano citado, bajo los cuales puede ha^íerseel escrutinio del arreglo en cuestión. Hay muchos intereses consagrados que serán puestos en peligro con su confirmación; la colonia tendrá que incurrir en grandes gastos para com.pl etar las tres líneas principales que deben empalmar en sus respecti- vos puntos de junción, con la linea del Sindicado; y terminadas servirán para enriquecer, apartando el tráfico de los puertos de la costa Oriental.» Esta obje- ción nos parece volandera. El gobierno es dueño de hacer esos empalmes en la época que le plazca, esto es, cuando cuente con los fondos necesarios á la mano, que lo obtendrá del aumento creciente de las entradas de los ferro carriles del Estado. Y respecto á quitar el comercio á los Puertos de la costa Oriental es una objeción baladí. Esos puertos tienen su vida propia y no viven del comercio tras- oceánico á que la linea continen'^al responde. Así lejos ¿e perder, ganarán con la nueva línea, pues recibirán las mercaderías y remesarán los productos de su propio tráfico, con mas rapidez y menos riesgo, lo que resultará — 298 — para ellos un crecimiento de importancia y de activi- dad mercantil. Lo mismo sucede entre nosotros con las objeciones que se hacen al ferro-carril trasandino. Se dice que este ferro -carril va á inutilizar el tráfico del ramal de Villa Mercedes á Villa Maria. Ese es un disparate puro. Ese ramal tiene su vida propia en la riqueza de los campos é importancia de las ciudades que atraviesa. Además, Chile y Cuyo no solo tienen que hacer con Buenos Aires: esos paises tienen también su tráfico especial con Córdoba y Santa Fé; y esos intereses que son valiosísimos bastarán para mantener un activo trá- fico, todo el que puede sufrir un ferro-carril de una sola via, esto es, que no es doble; y que hoy se halla em- barazado con un exceso de transportes á que no tiene como responder. Se vé, pues, que las gentes miopes abunda:: en Australia, tanto como en Buenos Aires. Además, dicen, «la línea debe atravesar las mejores tierras del pais, la mitad de las cuales están destinadas á ser la propiedad del Sindicato. Le es prohibido al Gobierno, durante diez años, el vender los lotes inter- puestos entre los que se conceden al Sindicato. Toda la línea de estaciones, durante una estensicn de 1,000 millas, será segregada, y una parte de ellas enajenada permanentemente, quedando las restantes bajo el control del Sindicato. No puede caber mucha duda de que en definitiva llegue á hacerse el posesor de casi todas sino de todas las tierras, por muchas millas á cada costado del ferro-carril. «No hay el menor incenveniente en que el gobierno de Queensland conserve sus tierras, teniendo como tiene otras, en — 299 — otras zonas'del pais que poder enajenar á voluntad. Y entre tanto, durante esos 10 años, esas ¿ierras decu- plarán de valor. Ya sabemos que Queensland no tiene un gobierno despilfarrado y que todos los años sus presupuestos cierran con gruesos sobrantes. La objeción fundada sobre el retardo de diez años en la venta de las tierras públicas de la línea, es pues una objeción baladí y contraproducente. Las objeciones verdaderas que se pueden hacer á la consecu- ción, son tomadas de un orden particular, según se verá mas adelante: pero los perjuicios particulares dudosos ó equívocos deben callar ante la voz de las grandes conveniencias públicas; pues el ferro-carril en cuestión, es un ferro-carril estratéjico. En caso de ser atacadas las Costas Orientales de Australia por una potencia marítima, estas pueden recibir por ese ierro-carril de la India ó de Europa un socorro eficacísimo; sin perjuicio del mas tardío de la escuadra después de circunnavegar. Igualmente en nuestro pais, un ferro-carril que ponga en contacto la Capital de la República con Cuyo es un ferro-carril extratéjico; pues Cuyo es la llave de la República Argentina del lado de Chile, y si una potencia marítima corta las comunicaciones por agua con el Rosario, el Gobierno Nacional debe conservar una linea propia y segura de comunicación con el interior, independiente ,de las operaciones sobre el litoral fluvial; que obrarla también sobre las lineas férreas costeras. Se vé, pues, que los que aconsejan al Gobierno Nacional suspender los trabajos de la linea directa de — 300 — Buenos Aires á Mendoza, le dan un mal consejo á sabiendas, ó no saben lo que dicen. Volviendo á las tierras del Norte de Queensland, «es cosa sabida que los arrendatario^ de esas fértiles tierras del Oeste prefieren teaerlas de la Corona, y tener que habérselas con el Estado, como propietario del ferro-carril, á encontrarse bajo el control absoluto de una Compañía independiente de propietarios particulares, y dueños, tanto del ferro-carril, como de las tierras adyacentes. Lo que es todavía mas de temerse, es el desarrollo de un poder político peligroso en esa parte de la Colonia.» La Compañía Central Pacific de Califor- nia, ha sido acusada, es verdad, de constituir una po- tencia electoral. Pero en el mismo caso están todas las Compañías y todos los capitalistas. ¿Es este un motivo para abolir Compañías y capitales? No. por cierto! El que quiere influir en una elección, se vale para ello de todo su influjo. Esto es y será siempre. Pero yo no veo mal ninguno en que haya influencias electorales de toda especie. Las elecciones se hacen todas por influencias, ó no se hacen. Llegan los gran- des casos: en estos, las grandes naciones muestran su superioridad independizándose de toda influencia. Tal es la idea de la vida política de todas las naciones, y criticar ese modo de ser, es criticar el modo de ser y el plan social de la humanidad, lo que de seguró no entra en el ánimo de los objecionistas. Como quiera, de todo lo espuesto resulta como cosa averiguada que dicho proyecto que aun no ha recibido la sanción de las cámaras coloniales, será tal vez desechado por estar desahuciado como se encuentra — 301 — por la opinión que se forma en contra suya. Es sensible que esta hostilidad que solo obedece á móviles privados, postergue la realización de un proyecto destinado á dar vida alas bellas regiones del Norte de Australia. Pasado y actualidad de la Horticultura y jardinería en Australia. Desde hace 30 años, estos dos bellos ramos de la industria de los pueblos civilizados, hacen cons- tantes progresos .en Australia y sobre todo en Queensland destinado á ser el jardin de la Australia. En Australia estas industrias nacieron en las pepineras del jardin botánico de Sydney, de que hemos hablado en su respectivo lugar, de donde se ha difundido en las otras zonas del pais. Los primeros cultivos consistieron en frutillas de varias especies, fruta á que los ingleses'son muy aficionados. Hoy se cuentan en Australia una gran variedad de esquisitas frutas, apesar de haberse creido en un principio que este producto de pais fresco era inadecuada para el Queensland; pero este es un error, por que en esta colonia se produce bien la frutilla cuando cuidada, con solo la diferencia de que madura en invierno, ó muy temprano en la primavera; cuando en Inglaterra recien madura en el rigor del estio. Pero la Horticultura y la Jardinería no son, ni han sido en Australia una industria presupuestívora. Hay muchos particulares que las han cultivado con su capital propio y que no solo se han recreado en ellas, sino que han obtenido también algunas utilidades. Los SS. Young y Lark, por ejemplo, fundaron en Sydney desde temprano un bello establecimiento de esta clase; y su bolsa estuvo siempre abierta para la adquisición de plantas nuevas, raras y vahosas. Una -' 302 — nueva era para el cultivo de las mas bellas plantas comenzó con ellos. Las Dracenas principiaron á difun- dirse en el país, lo mismo que los crotones y otras plantas Polynesianas que han venido á encontrar en Queensland su clima mas propicio. Y como una cosa bella es un deleite eterno; desde entonces esas ¡bellas especies han conservado su preponderancia en los dominios de Flora. Introducidas en el Queensland estas bellas industrias desde antes de su separación de Sydney, ellas han preparado alli como en su clima predilecto, no solo alimentando las especies exóticas, sino son^.etiendo á cultivo las bellisimas especies nativas de la Flora de Moretón Bay y de los otros bellos parages en las costas y valles de ese país privilegiado. Los primeros cultivos debieron, como era natural, ser muy modestos, comen- zando, á mas de las especies indicadas, por las modestas plantas Luphaa platycentra^ Agarethum Mexícanum y otras plantas de un carácter análogo; á esto se sigue la introducción de las Fuchsias, de las Orchideas y de las mas bellas Gloxineas, Gemerias, Achimenes. El establecimiento de] bellas y elegantes pepineras es hoy una cosa muy vulgar, no solo en la capital Brisbane sino en las otras ciudades de la costa y en el interior. Los negocios de semillas, plantas, tubérculos y raices, de flores, hortalizas, plantas y árboles de toda especie se hallan organizados con gran lujo en el país. Las plantas de follaje de adorno mas notables y populares en Australia son sin disputa los heléchos arborecentes, de que se cuentan muchas bellisimas especies indígenas y otras importadas de las diversas - 303 — colonias de Australia, de Tasmania, de Nueva Zelanda y de otros paises. Por todo, estas bellas plantas figu- ran como ornato para jardines y aun para el interior de los invernáculos, escaleras, galerias y habitaciones. Así, Queensland, en los ramos indicados, aunque no cuenta grandes conservatorios y que las plantas de interior son muy modestas y no se componen de las grandes especies que hacen el lujo de los salones y ricos invernáculos de otros paises, en todos los ramos de la jardinería general, rivaliza con los paises mas cultos de la tierra. Como el clima de Queensland es tan favorable para el cultivo en el aire libre de los mas bellos vejetales y plantas, el invernáculo es solo aplicable á las especies exóticas mas delicadas; y á pesar de esto, en muchas partes como Brisbane y otras ciudades del litoral, se ven alzarse bellísimas estructuras horticulturales de cristal. La mayor parte de las plantas de jardín florecen en este bello país todo el año; así las huertas y jardines no conocen las desnudeces hivernales, y las plantas se ven cargadas á un tiempo de flores, de frutas nacientes y de frutas en todos tamaños y grados de madurez. Los jarrlines son generalmente sencillos pero muy bellos y siempre tragantes y flori dos. Las calles se hacen con arena brillante ó asfalto y los bordes de los arriates no los establecen como entre nosotros, con arrayan .que chupan el jugo y matan las otras plantas; sino con bellos y finos ladrillos de colores. Los jardines de Brisbane son muy vistosos, debido á que jamás faltan las ñores, por la bondad del clima y la variedad y riqueza de la vegetación general. — 304 — Pero lo que mas hemos admirado, son sus bellos gomeros y sus mas bellos pinos y araucarias. Sus proporciones son tan grandiosas, tan regulares, y sus matices tan atornasolados, tan aterciopelados, que mas parecen árboles de un jardin encantado de hadas, que de este valle de lágrimas j de inquisición, como dicen los Españoles; aunque, felizmente, los Ingleses no han conocido jamás la tal inquisición, y de ahí su prosperidad yf grandeza. La Inquisision ha hundido á España y á la raza Española; no habria hecho tanto su peor enemigo. Es, pues, el fanatismo el mas implacable y cruel enemigo de la grandeza y prosperidad de las naciones. En los parques y jardines públicos de Brisbane con vistas al rio y su magnífica bahía de Moretón, el esplendor de la vegetación es admirable, y el brillante colorido y aroma de las flores, fuera de toda prepon- derancia. Es, indudablemente, el país de los bellos ár- boles, de las bellas frutas y de las mas bellas y perfu- madas flores. Industria azucarera de Qneenüand. — De un informe preparado de fuentes oficiales, á fines del último año (1882), y presentado á la Asamblea Legislativa de Qaeensland al terminar sus sesiones, estractamos.los siguientes datos respecto de la industria azucarera de esa sección Australiana. Hace 14 años solo habia tres trapiches de azúcar en Queensland, en los cuales se manufacturaban 168 toneladas de azúcar por año. Siete años después, el número de trapiches habia aumen- tado á 66 y la cantidad de azúcar manufacturada llegaba á 7,987 toneladas. Siete años después de esto, esto es, en 1881 los trapiches hablan llegado á 103 y la — 305 -^ producción de azúcar alcanzaba á 19,011 toneladas. Al precio de 25 Ibs. la tonelada, esto quiere decir que esta industria que hace 14 años solo manufacturaba azúcar por valor de 4,200 U el año de 1881 ha dado un producto de 476,275 libras (2.400,000 de duros). Añadiendo á este valor los productos subsidiarios, como ser rom, miel etc. la industria azucarera ha dado á la colonia en el referido año un producto que escede con mucho de medio millón de lib (cerca de 3.000,000 de duros), lo que importa mas de la mitad deljvalor total del oroestraido, dos veces el valor del ganado expor- tado en pié, cinco veces el valor de los cueros y pieles, tres veces el valor de la grasa y sebo y casi la mitad del valor de las lanas exportadas. El azúcar es en consecuencia hoy la tercera industria de la colonia, y sus progresos han sido tan rápidos, que muy luego debe ocupar el segundo lugar, si no es el primero. El primer año en que se esportó azúcar fué el de 1871, alcanzando la cantidad exportada á 550 toneladas avaluadas en lib. 16,238, lo que hace el 0,65 p7o d^ las exportaciones totales de la colonia. El undécimo año, el valor anual del azúcar exportado de Queensland se elevó á 207,201 Ib. ó un 6.29 p g del total de las exportaciones de la colonia. Tomemos ahora en consi- deración el área de tierras cultivadas. En 1867 la cantidad de acres cultivados en todo Queensland llegaba en total á 31,558 acres y de estos solo 2,000 estaban consagrados al cultivo de la caña de azúcar. Siete años después, el área total de cultivos se habia mas que duplicacado, alcanzando á 64,218 acres. En esa época, el área cultivada de caña llegaba á 14,495 acres, -^ 306 — 7 tantos mas que en 1867 y mas del cuarto del área total cultivada en 1872. En 1881 el área total cultivada llega- ba á 119,979 acres; y como el área consagrada á la caña de azúcar era de 20,026 acres, resulta que se habia doblado en 7 años. Aqui cabe hacer de paso la observa- ción, que el área total de tierra cultivada habia aumentado en cerca de un 20 dos op y durante los años que terminan con 1881. Durante estos mismos dos años, el área cultivada de caña dulce habíase doblado. La industria de las carnes congeladas en Queensland, Recordamos haber referido en otra parte que al reunirse los accionistas de las carnes congeladas de Australia en Melbourne, al terminar el año 1882, se dio cuenta de que de los seis embarques hechos de carnes conservadas por el hielo, con una sola escepcion, solo habían dado por resultado pérdidas, debido al alto precio de la carne en la colonia de Victoria. Algunos de los accionistas mas inteUgenteslndicaron entonces que el asiento natural de este negocio no podia ser otro que Queensland, donde exístia mas ganado vacuno propio para la esportacion (4.000,000 de cabezas) que en ningu- na otra colonia Australiana. En efecto las crianzas de ganado mayor se han concentrado en Queensland. En el partido ó municipio de I sis f ora por ejemplo, uno de los mas bellos distitros pastoriles de Australia, se encuen- tran estancias de una opulencia increible y sin rival en Australia. Las mas de ellas se hallan cercadas y alam- — 307 — bradas; y las que no cuentan con buenos jagüeles, tienen estanques ó represas magnificas, de cuya forma y construcción hablaremos en su debido lugar. SI término medio de estas estancias es de 24,000 acres arriba (de 4 leguas cuadradas arriba). Las hay también minúsculas de 80 á 200 acres; habiendo runs que cuentan de 60 á 80,000 ovejas y de 25 á 40.000 cabezas de vacuno. Se vé que son como las mejores estancias de nuestro Plata. El ganado es allí todo Shorthorn ó Hereford; y en un magnífico estado de gordura, pues en Queensland que es un país muy regado por rios y lluvioso, los pastos abundan, y la carne sea de vacuno ó de carnero, es mejor y mas barata que las otras colonias, sin escluir Nueva Zelanda. Esta es pues la base mas conveniente en Australia, para los negocios de carnes conservadas por el hielo. Ya en otras partes hemos hablado de las graserias y fábricas de estractos y carnes conservadas establecidas en el pais desde hace algunos años. A propósito de este negocio de carnes congeladas, he aquí lo que escribía un corresponsal de Londres á un diario de Brisbane: «Las autoridades militares acaban de sacar á licitación ofertas para la provisión de carne á las Estaciones Británicas del Sudeste, durante el Invierno próximo. En el último momento, debido á representaciones que se les hicieron, añadieron que se admitirían también ofertas para provisión de carnes congeladas de Australia. Algunos ^ meses después, 120 toneladas de la carga del vapor Sorcnto fueron vendidas á la oficina de guerra para el consumo de las tropas de Ejipto, enviándose allí en el vapor Orient. — 308 — Es en efecto satisfactorio el que las barreras de la preocupación oficial hayan al fin podido hacerse desa- parecer, y que se haya abierto una puerta para la com- petencia de las carnes conservadas de Australia con sus rivales. La dificultad, en la adtuaUdad, reside en el carácter intermitente de las consignaciones. Si hubiese seguridad del arribaje de cargamentos quincenales ó mensuales, ios contratistas no trepidarían en hacer ofertas para la provisión de carnero de Australia; pero el temor de las multas por la falta de cumplimiento en las contratas, los hace andar con mucha cautela en este negocio. En otra correspondencia hallamos lo siguiente: «Habien- do el otra dia dado una vuelta por el mercado de Smithfield penetre en el etalage de los señores Ward y Stimpson. Un gran número de reses de carnero se hallaban espuestas en venta. Una media docena de ellas eran Australianas, conducidas por el «Garonne. » Entonces pudimos hacer la comparación entre la carne inglesa y la AustraUana. Las reses inglesas eran desde luego un poco mas grandes que las Australianas y pre- sentaban un color mas vivo y la gordura mas dorada. La gordura de la carne Australiana era m\iy blanca; presentándose la carne de los costillares blandusca y no dura, como la carne de las reses inglesas. Hablando con franqueza, la mejor de las reses de Australia era inferior á la mas intima de las inglesas. Sin embargo, esa carne no era mala y ya he dicho antes que puede hacer competencia con la carne mas mediana de los mercados ingleses; si bien es manifiestamente inferior á la de primera clase. Hay, pues, motivo para abrigar — 309 — esperanzas respecto del porvenir déla carne Australiana. Sus defectos pueden hacerse desaparecer. Hace dos- añes que la carne americana era un artículo muy in- ferior á la que ahora se envia de ese mismo país, habiendo ganado en aseo y condición. Vuestro lema ^ebe ser pues: Perseverancia.» Si á la República Argentina en medio de su indolen- cia, se le ocurre mostrarse algún dia un poco mas •celosa y previsora, ella puede de seguro aventajar en mercados á sus competidores de otros países; con una sola condición, la de formar grandes establecimientos de invernage de alfalfa en los terrenos de irrigación á las faldas de los Andes, terrenos cuya seguridad ha conquistado el Gobierno Nacional, llevando la frontera al Rio Negro. Hay quienes pretenden que estos alfalfares se podrían hacer en nuestras mismas pampas. Tanto mejor si esto es posible; pero la falta de riego pondría siempre en duda su permanencia. Se ha dicho que es un absurdo llevar lejos los ganados para engor- darlos y volverlos á traer. Pero esto es, justamente, lo que se hace en Norte- América, la inteligente inventora y organizadora de esta industria. Ella no lleva directamente los ganados de Texas á New -York, lo que podria hacer pronta y bara- tamente. Ellos hacen dar á los ganados una inmensa vuelta por los magníficos pastizales del Mississipí, y después de engordarlos allí, dando otra vuelta por los lagos, los conducen á New-York! Esto mismo se practica en nuestro país desde años: los ganados se com- pran en Buenos Aires y son engordados en los alfalfares de Cuyo, de donde vuelven para ser consumidos gordos- 20 — 310 - en Buenos Aires, y son conducidos á los mercados del Pacífico. Buenos Aires debe estenderse, mercantilmente, hasta los Andes, estableciendo sobre las faldas de las cordille- ras que no distan 200 leguas de sus estancias por campos pastosos, invernadas de alfalfares que no tendrian rival en el mundo. Hemos conocido propietarios Mendocinos que han venido á BuenoAires á ofrecer sus terrenos de irrigación, con peonadas y semillas de trigo y alfalfa baratas y sobre el lugar, por un precio, comparativamente insignificante. Al dia siguiente de compradas esas tierras, valdrían el doble, y después de cercadas y dotadas de irrigación, empresa fácil y poco dispendiosa, valdrían el céntuplo. Los engordes de alfalfa son los mejores y mas baratos del mundo, por la rapidez y hermosura de la carne. Esto se ha patentizado entre nosotros por los bueyes gordos traídos de San Juan á nuestra plaza. No serán los Americanos con su maíz, ni los Ingleses con su clover, los que superen á los engordes de alfalfa que tengan lugar en nuestras pampas ó en Cuyo, aun recurriendo á su receta de semilla de algodón y de Hnaza. Las carnes de Nueva Zelanda y Australia, engordadas con pastos de campo, suelen llegar á un estado de gordura tal, que se han hecho invendibles, teniendo que echarse en el tacho de la grasa, como cerdos. Esto no proviene de que sus pastos sean mejores que los nuestros; proviene simple- mente de que sus razas de ganados, perfeccionadas por la selección y la cruza, son en estremo fáciles y precoces para engordar, engordando con cualquier pasto que tengan en abundancia. Pero la gordura blanca — 311 — é insípida que dan los pastos de campo, no es la preferida en los mercados extranjeros: en ellos se prefiere la 3arne rosa y oro, engordada artificialmente; y el rosa y oro del engorde de alfalfa, es mas brillante que ningún otro. Una arroba de grasa y dos arrobas de carne, se hallan representadas por un costo de 4 rs. oro, que es lo que cuesta un mes de alfalfa en flor; siendo el precio de la carne y grasa producida por valor de 7 pesos oro; se ve que el negocio no puede ser mas venta- joso. Las carnes engordadas con alfalfa, en los potreros que los hacendados de Buenos Aires pueden formar á las faldas de los Andes, á las márgenes de los rios Atuel y Diamante, frente de Buenos Aires, al Oeste, serán superiores á las carnes Norte-Americanas é Inglesas; porque ni Americanos ni Ingleses, poseen po- treros alfalfados de irrigación. Y como Buenos Aires solo dista 20 dias de Inglaterra, mientras los Australianos distan 60 dias, de ahí el que Buenos Aires pueda, con el tiempo, hacer una concurrencia feliz á todos sus rivales. Cultivo del cafe en Queensland. — Era un hecho conocido desde muy antiguo (para los progresistas ingleses, 30 años es una antigüedad que se pierde de vista), que en Queensland la planta del caíé puede producir los mas abundantes y sazonados frutos. En los bellos jardines botánicos de Brisbane, hay un arriate de magníficas plantas de café, que crecen cerca de las habitaciones del encargado, y en muchos parajes mas al Norte, la planta del café es cultivada, pero siempre mas como curiosidad, que como especulación ó negocio. Mr. Bell por ejemplo, tiene en Plome Creek, unas20 — 312 — millas al Sud del Mackay, algunas plantas de café de mas de 10 años de edad; que producen grandes canti- dades de bayas de las que no se hace otro uso que darlas para semilla á los que las necesitan. Muchas veces se ha puesto en duda por la prensa de Australia la aptitud del suelo y clima de Queensland tropical para el cultivo del café; pero una falsa idea de la gran dificultad y costo del cultivo de esta planta, ha hecho que los colonos ingleses prefieran el cultivo de la caña dulce, al del café. Esta es la esplicacion que ellos dan; pero los ingleses son consumidores de azúcar (á pesar de que su café y té lo toman desabrido, y de que sus dulces son mas bien agrios) y muy poco consumidores del café, que solo toman en el almuerzo {f esto sin fijarse mucho si provienen de porotos, maiz ó cebada tostada, y no de café genuino), dando siempre la prefe- rencia á la cocción de té : verdad es que uno y otro lo hacen detestables. Pues á nadie se ha ocurrido hasta hoy, excepto á ellos, que la recolección de una baya que se vende en el comercio in natura, demande mas costos, que el de la caña dulce y la fabricación del azúcar, operaciones complicadas, difíciles, morosas y dispendiosas. / El único caso que hemos conocido en Queensland. en que el cultivo del café haya sido acometido como negocio, es en el pais situado al norte de Mackay, donde un señor Costello (probablemente portugués de origen y bebedor de café genuino) ha formado una plantación de café en sus propiedades llamadas Milieent, en medio de protu- berancias volcánicas, á 8 millas de la ciudad de Mackay. Mr* CJostello comenzó sus plantaciones unos siete años ~ 313 — hace (en 1876); pero ignorante de que los señores wallahies fuesen muy aficionados á las plantas tiernas del café, perdió muchas de ellas con sus depredaciones, antes de conocer de donde le venia el mal. En consecuen cia tuvo que replantar una gran parte de su plan- tación. En la actualidad, cuenta unos 15 acres de tierra cul- tivados de café. Las plantas mas antiguas tienen (á principios de 1883) unos cinco años de edad, y han comenzado á fructificar con abundancia: todos los ár- boles se presentan en el mejor estado de frondosidad. Las variedades del café plantado pertenecen al común de Arabia y al de Moka, predominando estas últimas. Ensayáronse algunas plantas del café de Liberia, pero este no es un clima para ellas. Las plantas se arreglan en hileras separadas, 8 pies (cerca de tres varas) unas de otras. Pero aún á esta distancia, los arbustos, en su desarrollo, llegan á tocarse, por lo que es preferi- ble en las regiones de suelo fértil y clima ardiente, una distancia de 9 á 12 pies (de tres á cuatro varas). Cuando las plantas llegan á presentarse muy tupidas, io que es un inconveniente, impidiendo al sol acelerar la madurez de las bayas, hay que entresacar las plantas, una entre cada dos, de manera que el sol abrace y rodee con sus rayos cada planta. El suelo de la plan- tación hay que mantenerlo libre de malezas con la azada de mano, siendo injurioso para la planta el uso del arado. Los árboles necesitan poda cuando alcanzan á los 5 pies de elevación, de manera que puedan esten- derse en ancho y no en alto, obteniéndose dos venta- jas: el librarlo de los daños de los fuertes vientos, y — 314 — el facilitar la cosecha de las bayas, impidiendo que el árbol se eleve demasiado. El rico suelo volcánico de las lomas de Mr. Costello, es admirablemente adecuado para el desarrollo de la planta del café, que no crece bien en los terrenos arcillosos ó impermeables; este cultivo se presenta muy bello y comparable con los mejores plantíos de Ceylan. Las bayas maduras del café, se parecen mucho á la cereza y son casi del mismo tamaño, solo que un poco mas ovoides. El café no es otra cosa que el carozo de esta baya; carozo doble como el del níspero, y el cual hay que despojarlo de su cubierta para entregarlo al com_ercio. La parte carnosa de la fruta se estrae por medio de una herramienta llamada descarnador («pulper»), después de lo cual las bayas se dejan fermentar por algún tiempo^ sin llevar esta fermentación muy lejos, pues entonces el café sale descolorido, desabrido y sin aroma. Después de fer- mentadas convenientemente, las bayas se hacen secar al sol, y luego de bien secado el «pergamino», como se llama la segunda cubierta que cubre el carozo, esta se separa por medio de una máquina adecuada, que- dando el café propio para entrar en el comercio. En el Queensland, las frutas del café maduran en Julio, y se vigila mucho á los Canakas que hacen esta cosecha, para que no entreveren con las bayas maduras otras que estén sin madurar; pues esto perjudica el buen aspecto de los granos y el sabor del café. Mr. Costello considera esta industria productiva, empleando el tra- bajo de los Canakas y haciendo bien la eleecion del terreno. Aunque la plantación de Mr. Costello es tan joven, él ha cosechado en Julio de 1882, de sus 15 - . 315 — acres, dos toneladas de café marquetable, y cosechará cinco cuando las plantas, que no todas han dado, tengan mas edad y sean mas grandes. La mayoría de su café pertenece al pequeño grano de Moka, que los ingleses llaman pea herry. Por su buena cualidad él ha logrado venderlo á 200 Ib. est. la tonelada. Su plantio, pues, de menos de cuatro cua- dras, le ha producido 2,000 duros la primera cosecha. El cosechará el triple y el quintuplo en las cosechas sucesivas. La industria del café, sin embargo, no es ciertamente tan atractiva como la industria del azúcar. En esta última, una vez plantada la caña, á los 12 meses se obtiene ya un producto; mientras el plantador del café tiene que esperar años antes de obtener algún retorno de sus gastos. Con relación al produqto neto comparativo de las plantaciones de azúcar y café, esto todavía no es en Queensland un hecho averiguado. Con los precios ac- tuales, la tonelada de buen café vale de 500 duros arriba, de café ordinario, que es la renta de 3 acres plantados de esta baya. No es probable produzca tanto el azúcar, y si lo produce es con mayores gastos y costos. Este problema, por lo que es á su aplicación práctica en Queesland, será pronto resuelto por^ Mr. Costello, el cual cultiva á un tiempo el café y el azúcar. En esta última una vez plantada la caña, según se ha dicho, las cosechas se suceden sin coste. En el café no se ha empleado semilla de Ceilan para la plantación por el temor de introducir la plaga de la mosquilla de que las plantaciones de café de Ceilan se hallan infició- nadas. Por lo demás, el café de Millicent en Mackay ha resultado ser de una escelente cualidad y de un esquisito aroma. Industria ó manufactura del Ghee. — ¿Qué es ghee? (se pronuncia gi) se preguntará el lector argentino. Es una manteca clarificada muy usada en la ludia; pro- duciendo la leche un sesto mas de ghee que de man- teca. El ghee además se puede conservar meses enteros sin preparación ninguna, lo que no sucede con la manteca. Es uno de los mejores auxiliares d^ la cocina, para las frituras y otras preparaciones, y siendo tan agradable como la manteca, es al mismo tiempo mas agradable y nutritivo. En este sentido le- es preferible. Se ha introducido en Australia esfa fabricación, porque ella es un articulo estiaiado de comercio con la India, de la cual Australia recibe té y otros productos. . Para formarse una idea de la importancia de esta producción,, daremos antes algunos datos. ün cuarto de la población total de la India que excede como es sabido de 252 millones de almas, consu- me el ghee; siendo esto y el pescado los únicos ali- mentos animales de que esos pueblos atrasados y su- persticiosos hacen uso. El ghee se guarda generalmente en panzas ó botas de cuero y en vacijas de barro; empleándose también modernamente para ello vacijaa de lata. En solo la Provincia de Bengala, se consumen anual- mentel6.000,000 de libras de ghee. Esfas latas, del tamaño de los tarros de kerosene, pueden contener unas 56 libras de ghee. El precio del ghee al por mayor — 317 — en los mercados de la India, es de un real ó 12 es. la libra. Este producto es también' de gran consumo en el reino de Assam. El ghee es allí consumido por una gran población estranjera de los jardines de té, por los Benglis al servicio del Gobierno y por las tropas al servicio del Gobierno Inglés, acuarteladas en la Pro- vincia. El Distrito deHill consume 1,900 «maunds» por año, el valle de Brahmaputraietes mil «maunds» y el valle de Surma 600 «maunds» («maund» es él quintal Indu, de 80 libras). El maund tiene 40 *seers» (kilogra- mos de 2 libras). En el comercio por mayor, las latas de ghee son empaquetadas de á cuatro en cajones de madera. No seguiremos enumerando el consumo de cada Estado ó Provincia de la India; baste decir que ese consumo es enorme; y durante las festividades del país, el consumo es tan grande, que escasea y sube de precio. Se calcula que la India y los Estados inmediatos pueden consumir anualmente unos 500 millones de libras de ghee, que importan, por la parte que menos, unos 60 millones de duros. Se vé, pues, que Australia, tan vecina de la India, vá á ganar buenos pésetes el dia que ponga en ejercicio sus fábricas de ghee. Hé aquí la receta para preparar el ghee, según Cunmar Bharat Tsingh, ayudante colector de Stawah. La leche fresca, antes que todo, es colada al fuego en una gran olla ú otra vasija de barro, empleándose bosta de vaca («upla») como combustible. Se hace her- vir á fuego lento durante 5 á 6 horas. Cuando la leche adquiere con su lenta ebullición un tinte rojizo ó café, y que sobre la superficie de la leche se ha acu- — 318 — mulado una crema espesa («sarhi»), la vasija que contiene la leche se retira del fuego y se deja enfriar; en seguida, al través de la crema ó nata, se introduce una pequeña cantidad de cuajada («dahi») ó suero («mattha») para que se mezcle con la leche de abajo. La leche comienza á formar, en seguida, concreciones, y pronto se coagula. El todo queda convertido en cua- jada pura. La cuajada asi fabricada, debe colocarse en seguida en una gran vasija de barro ó metal, mezclando con ella agua^ para mantenerla en estado fluido y facilitar su batido ó churnaje. En seguida se la bate en una churna ó mantequera, como se hace con la manteca mientras continúa produciendo manteca, la cual se saca de vez en cuando de la vasija ó la churna para colocarla en una vasija separada llena de agua, á fin de evitar la derrita el calor. A vejes la cuajada necesita ser humedecida dos ó tres veces antes de que cese de producir manteca, en despecho del agua mezclada de antemano con ella. Este procedimiento sirve para producir manteca. La manteca así obtenida, debe ser en seguida colocada al fuego en una cacerola, dejándola hervir hasta que el calor del caldero haya consumido todas las materias de desecho de la manteca, dejando el ghee puro. Cuando la manteca puesta en el caldero cesa de hacer ese ruido peculiar del aceite ó manteca que se frie con agua, es señal segura de que todo ha quedado reducido á un buen ghee. Ese es el momento de sacarlo del fuego, pues si se deja mas tiempo se echa á perder y adquiere un gusto amargo. Asi preparado, el buen ghee dura meses sin deteriorarse, y sirve, como el aceite ó la grasa — 319 — para guisar el arroz, el pescado ó las otras, comidas de los Indus, ó del que quiera regalarse. Los comerciantes, generalmente, no hacen hervir tanto la manteca, pues pierde de su peso. Hay que advertir que la vasija en que se coloca la leche, debe lavarse todos los dias; raspando ios residuos de la leche dura que pueda contener, y calentándola antes de poner en ella nueva leche. 1" Deben evitarse las vasijas nuevas, pues consumen al principio una gran cantidad de leche antes de curarse produciendo menos ghee que las viejas. Si hay que emplear vasijas nuevas, deben curarse y hacerse impermeables previamente. 2P No deben emplearse vasijas de metal en este procedimiento. 3° En tiempo frió no se debe dejar enfriar la leche del todo, antes de comenzar el segundo procedimiento, y la cuajada debe introdu cirse cuando aún está caliente; mas en tiempo de calor, es indispensable enfriarla bien antes de cuajar- la. 4° Media onza de cuajada basta para cuajar toda la leche que pueda contenerse en la mayor vasija. Para cuajar la leche debe hacerse uso de una cuajada ó suero bien limpio. Pero á falta de esto, se puede obtener el cuajar la leche con solo echar en ella una rupia (una moneda de oro ó plata, se entiende limpia). Mientras mas grande es la cantidad de cuajada ó suero que se echa á la leche, mas agria se pone. 5*^ Un seer (2 Ib.) de agua es suficiente para mez- clar con 5 seers de cuajada, ó una parte en 5. Esto depende del espesor de la leche coagulada y debe proporcionarse siempre á las exigencias del batido ó churneado. Tal es ia receta originaria del sistema empleado por — 320 — los Hindus para fabricar su ghee. La fórmula que los ingleses practican en Australia para la fabricación del ghee es la siguiente: 1° El ghee ó manteca clarifica- da se obtiene de la leche fresca. Si está aun caliente de la vaca tanto menor. 2*^ Antes de ordeñar la leche de las vacas, hay que proporcionarse las vasijas donde debe hervirse. 3° Estas vasijas deben ser de greda ó loza. 4* Cada vasija debe ser de la capacidad de 2 á 3 galones y no mas. 5° Todos los dias es indispensable lavar y fregar bien las vasijas, y se calientan sobre un humo proveniente de una mezcla de paja y bosta seca de vaca. Este humo se dá para impedir que el ghee se arrancie, y es preciso hacerlo con los materiales indicados, pues de otro modo los Hindus reconocerán su procedencia estranjera y lo desecharán. 6^ Solo tres cuartos de la vasija deben llenarse con la leche. 7** La leche se caHen- ta en seguida á un fuego lento hasta los 150 y 170^ Fahrenheit. 8° De ahi se traslada á una churna y se bate hasta que la manteca clarificada ó ghee se reúna en la superficie. 9^ El ghee se espuma en seguida y se coloca en receptáculos adecuados, con el esmero de acondicionamiento necesario. 10. El envasijado del ghee para negocio, debe imitar al que se le dá en la India. Las vasijas en que los Hindus lo acondicionan se llaman carhoys y se fabrican con cueros de carnero (botas de cordobán de cabra ó carnero). 11. Para esto se necesita raspar y sobar la piel de carnero. En seguida se estrega con un ladrillo á medio cocerse, remojándolo después en agua de cal y en seguida en agua de alumbre; cuando está todavia blanda se estiende y cose sobre un molde de greda delgado de la forma de un decantador grande. — 321 — 12. Cuando la bota ó carhoy se ha endurecido sobre su molde, se hace trizas el molde con un martillo y la tierra se estrae de la bota por la boca. 13. En seguida se limpia y se estrega esteriormente con aceite de coco para hacerlo impermeable. 14. En seguida estos carhoy s se llenan de ghee. 15. La boca se cierra con un tapón de corcho ó palo, cubriéndola con un pedazo de badana ó piel de la misma bota, justamente como se practica con los tarros de dulce, atándola con muchas vueltas de un fuerte hilo acarreto, teniendo cuidado de imitar la madera y el hilo empleado por los Indus. 16^. Los carboys hechos en Australia siempre tendrán su precio en la India dándose asi una buena salida á las pieles de carnero. Estos carboys se venden nuevos en la India á 36 es. uno y viejos valen 12 es. uno. 17**. Estos carboys pueden contener de 80 á 100 libs. de ghee. Dos de ellos forman un tercio de muía ó caballo de carga. 18*. El precio del ghee en la India es de 10 es. lib. de Enero á Junio y 12 es. lib- de Julio á Di- ciembre. 19^ La leche produce un 6** mas de ghee que de manteca. 20. El ghee bien acondicionado en carboys dura muchos meses. Y aun que se arrancie, se puede vender en las fábricas de confites. Actualidad minera del Que emland— El rico mineral de estaño de North Queensland, al principiar 1883, se ha- llaba en un buen estado de producción. En este mineral se encuentra una veta de 3 á 6 pies de ancho y de una estension indefinida, conteniendo mineral de estaño casi puro. Por este estilo hay otras 22 vetas mas. Se ha estraido estaño en los últimos meses por valor de 4,000 lib. — 322 — En los lavaderos de oro en Kiandía, se ban encontrado depósitos auríferos de 45 á 50 pies de espesor, de una ley tan rica arriba como abajo; con la sola diferencia que el oro mas grueso se encuentra en el fondo. La ley del oro es del valor de un duro por yarda cúbica, estegravel aurifero es en estremo fácil de trabajar. En este mismo mineral se han encontrado un par de záfiros. Uno de ellos es de un gran tamaño y de un bellisimo azul. Se han encontrado también muestras de platino en esa misma mína.Se cree que en el lecho del rio de Kiandía, ademas de las arenas auriferas, existan diamantes y otras variedades de piedras preciosas En los crestones de cuarzo aurifero deGeorge Town, la ley es de 3 onzas de oro por tonelada. En la «Queen of the Mount». mineral de Alexandria Híll, á la profun- didad de 88 pies, se ha hecho ue alcance de piedra negra con una ley de 11/4 onzas por tonelada. A los 150 pies el oro se halla entreverado con plata pero la piedra aurífera de ^una alta ley produce oro de primera clase. En Palmer, entre Ida y Comet, se ha descubierto una red de crestones auríferos. Estos crestones son de sólido cuarzo de un triste negruzco, con una buena ley de oro. En cada 6 libras de esta ganga se encuentra 11/4 onza de oro. El mineral Ravenswood rivaliza en riqueza con Charters Towers. Inmensos aparatos y máquinas llegan todos los dias para la esplotacion de estos ricos minerales. El cuarzo ya molido produce hasta hoy en este mineral 2 onzas de oro por cajón. El mineral de Mount Britton, se halla también en condiciones muy favorables. Alli 150 — 323 — toneladas de piedra han prodacido 1,108 onzas de oro, lo que hace mas de 8 onzas de oro por tonelada. Pero esta ley tan alta, mejora aun en profundidad. En Gyrapie hay minas que en 300 pies de profundidad, se presentan ricos crestones de cuarzo con una ley muy crecida del precioso metal. En este mismo mineral de Gympie, en los prim.eros meses del corriente año se han hecho pruebas al nivel de 430 pies con la ley de 200 onzas de oro las 100 toneladas; y la North Phenie ha hecho una quiebra de 560 toneladas que ha dado un producto de 628 onzas de oro. En Montu Wheeler, una quebraba de la Gálawa ha producido 1,589 onzas de oro, sin contar el producto de las pyritas auríferas enviadas a Inglaterra. Pero no es solo estaño y oro lo que el Queensland produce; también contiene plata, habiéndose descubierto ricas vetas de plata en Kennedy y Ravenswood. La ley de plata obtenida es de 31 Ib. est. la tonelada de mineral (155 duros). La veta tiene 14 pies de ancho al nivel de 120 pies. Se ha encontrado además un rico manto á los 30 pies de profundidad. Esto es en Kennedy, En Ravenswood es de 40 Ib. est. la tonelada (200 duros). Esta riqueza se halla en todas direcciones, y á los 60 pies de pro- fundidad. A los 200 pies la veta presenta la riqueza de 400 á 500 Ib. est. por toesa de mineral (de 2,000 á 2,500 duros). Se vé pues, que este país privilejiado en el clim.a y en el suelo lo es también en la naturaleza mineral de las rocas. — 324 — ■^ Hemos hablado ea otra parte déla actitud quieta del Queensland, en el mismo momento en que viejas y hábiles influencias caian desmoronadas á influjo de la opinión en las otras colonias de mas al Sud. Pero esta quietud no es la abstención, la estagnación ó el diferentismo por la cosa pública; no es la exancion de partidos revoltosos vencidos por la fuerza moral y material del orden; nada de eso; es el;repüso magestuoso del león de la opinión, siempre tranquilo pero fuerte y dispuesto á la acción dentro de los límites legales en las comunidades anglo sajonas. En el Queensland la opinión de muchas naturalezas, política y administrativa, se ajita también, pero se ajita con previsión y equidad; es una rectificación no un suicidio, lo que estas comunidades ilustradas tienen en vista. No hay duda que el ínclito Paddy, Mr. Ylwright es un gran ministro, como lo llama Mr. Vogel; pero un gran ministro que no es un grande hombre sin duda, al menos para su ayuda de cámara, como lo hemos visto tratándose de los ciudadanos de Tambo. Es un gran ministro felizmente que no impone sino á la distancia por sus grandes ademanes, grandes ademanes com- prometedores y que no dejan ni un escape, ni un subterfujio; siendo de esas cosas que por estar fuera de medida, se hallan indefectiblemente predestinadas á dar su zancadilla y su enorme porrazo al que á ellas recurre. Es una cosa como una rana que hace jura- mento de tragarse un buey. Porque Nueva Guinea, con su millón ó dos millones de negros Papuas valientes aguerridos y provistos de armas de fuego, teniendo — 325 -^ además por auxiliares las fiebres pestilenciales de los litorales tórridos, es un verdadero buey para la rana de Queensland, un cuarto de millón de almas, poco belicosas, perdidas en un océano de tierras incultas. Si se alega que detrás del Queensland está la Ingla- terra, ya sabemos como el Ministerio Británico ha tratado la medida, dejando en ridículo al pobre grande hombre de Queensland. Pero el asunto de la confederación, se dirá, marcha Tiento en popa. Pero la confederación, son muchas ranas que se reúnen contra un buey. Si el buey se muere ó revienta, seguro que las ranas se dan una buena panzada. Pero si e^ buey resiste ? Felizmente los bueyes no comen ranas. El gran plan de los ferro-carriles costeados con tierras lo hallamos mas racional y conveniente. Pero ya veremos como este proyecto del grande hombre se ha creado resistencias que lo harán fracasar. El gran ministro pues, vá á fracasar allí donde está cargado de razón .... y tal vez triunfe, á gran costa, en aquello que no tiene la menor razón. Así es el mundo. El justo ahorca- do, y el salteador, rey. Los grandes ademanes, conducen entonces á algo, se nos dirá. Alejandro y César fueron también hombres de grandes ademanes, que hoy pasan por grandes hombres genuinos. Pero es el caso que á Alejandro su padre le habia dejado una gran enseñanza, una grande escuela, un grande ejército con grandes genera- les acostumbrados á vencer, y por último, una arca bien repleta y una corona, en la época en que laS co- ronas podían .aun brillar. El pudo hacer el gran ademan n — 326 — de invadir el Asia, sin esponerse, cuando mas, sino á una muerte gloriosa y no á un caida ridicula. Respecto á César, al primer César, á Julio, el fué un verdadero grande hombre, aun para su ayuda de cámara; y lejos de comenzar por los grandes aparatos teatrales, el solo llegó á ellos forzado y como una consecuencia lógica de su posición. Además de esto César no ha sido, ni era susceptible de ser un déspota vulgar: el era en realidad un gran republicano que quería reorganizar y regenerar su patria desquiciada por las facciones que se disputaban el poder de Roma y los despojos de la tierra. El fué la victima del demagogismo despechado é inepto, incapaz de hacer el bien, y que no queria tampoco dejar que otro lo hiciese. César cayó á sus manos, pero con él, esos pseudo-republicanos mataron la República, mataron 'al grande hombre en que su espíritu se habia encarnado. Negamos que César haya completado planes subversivos de la libertad y de la República y ten- dentes al despotismo. El que puso k César en ridículo y le atrajo su ruina personal atribuyéndole esos planes, fué el corrompido y degradado Marco Antonio, hombre vil en su carácter, en sus aspiraciones y en sus costum- bres; y que solo era susceptible de manchar á los partidi)s á quienes se allegada. El fué el que produjo la escena del foro, que ha hecho; célebre la musa dramática y el que atrajo sobre César el rayo que lo abismó. El que elevó el trono del Cesarismo, gran farsa corrompida y corruptriz, fué el intrigante de Augusto, el cual concibió friamente, como la casa de Austria en España (Carlos Y y Felipe 11 y sucesores)^ el plan de esclavizar, degradar y arruinar á su patria, realizándolo por los mismos ~ 327 ^ medios, la hipocresía, la crueldad y la corrupción. De este modo, Augusto, que no tiene un solo acto bri- llante en su vida, pues la batalla de Actium la perdió Antonio, ganándola Augusto solo por haberla perdido su adversario, este gran farsante, decimos, al tiempo de morir pedia aplausos todavía á sus satélites sobre el modo como habia desempeñado su rol de histrión im- perial. El papel real de ese gran agente de reacción y retroceso, fué cortar sus alas á la civilización antigua, corromper el mundo Romano hasta el grado de hacerle aceptar ideas y religiones asiáticas; las cuales hundiendo el imperio en la corrupción y la molicie, lo entregaron á los bárbaros. ¿Hay grandeza en matar por la espalda á la civilización, al bien, á la humanidad da su época, á la patria indefensa? Por que el mas vil reptil puede hacer el mayor mal; mientras que el mayor bien solo puede hacerlo la divinidad. La gloria está pues en los buenos que hacen el bien. Mr. M, Ilwright no pertenece, ciertamente, á esa clase de grandes hombres, y estoy seguro no abriga la mas remota veleidad deparecérseles. Lo que hay de grande en él, son solo sus gréxndes ademanes, á estar á lo que la oposición de Queensland y el Gobierno Metropolitano de Inglaterra han pensado prácticamente de él. Su plan no es como el de Mister Vogel en Nueva Zelanda, de llevarle capitales, brazos, ferro-carriles, telégrafos y el progreso en todas sus formas, mediante un uso atinado del crédito. Su plan es comprar ferro -carriles á las Compañías, vendiendo la mejor mitad del país, y anexarse un país tan grande como un Imperio Europeo, con la sola mira de proporcionar trata de negros - 328 — Papuanos á los empresarios y plantadores del Qneens- land. Al ' menos, tal es la interpretación que se ha dado á este acto por la oposición en el Queensland y por la Cámara de los Lores en el Parlamento Inglés. Su medida, como sabemos, ha sido improbada por el Gobierno Británico, en los términos por él propuestos', como su plan magno de ferro- carriles lo será tal vez por las Cámaras Queenslandesas. Menos de dos fra- casos como estos ha necesitado O'Loghlen para caer; y Parkes ha caido por sus demasiados aciertos, no por sus fracasos. El habia acertado demasiado en su pía de hacienda y en su plan para la enagenacion y arriendo de la tierra pública; esto era demasiado ^i^ertar para un pueblo de raza Anglosajona. Entretanto, durante nuestra visita á Australia, el gran Ministro (en ciernes) y sus pequeños acompañantes, se ocnpaban en dar un gran paseo en busca de popularidad (acababa de firmar su contrata de ierro-carril trascontinental); y la oposición que, como el diablo, no duerme, ó solo duerme con un ojo, se puso á seguirle la pista, cosechando laureles allí donde el gran Ministro solo habia cosechado espinas. Porque ^el Ministerio hizo primero sus grandes arrumacos de popularidad eu el Sud, donde por des- gracia se llevó un solemne fiasco. No ha sucedido lo mis- mo en el Norte y un tanto poco en el Oeste. Es que en este mundo la providencia practica la doctrina de las compensaciones; siempre al porrazo le proporciona cataplasmas de vinagre y salmuera. Un diario de Bris- bane dice á este propósito: cSu Señoría debe tener ó un buen estómago ó la sobriedad mas cautelosa; tal es la cantidad de al muer- — 329 — zos, comilonas y toasts que se le han proporcionado por todas partes. Por Jo demás, nadie sabe porque el Ministro se apresuró tanto á marcharse para el Norte inmediatamente de cerradas las cámaras.» Este perio- dista ó es muy candido, ó demasiado envidioso de los laureles ministeriales. Si las cámaras entraban en va- caciones ¿por qué el Ministro no habia de entrar tam- bién en vacaciones? y si las espinas lo habian picado en el Sud hasta la sangre, porqué no habia de solazarse con los perfumes que el Norte quemaba en su honor? Un triunfo, tras una derrota, es una táctica iNapoleonica, ó por lo menos Leóníca. No veia la menor alusión á otro León que al de la fábula. El primer Ministro en su pintoresco paseo llevó consigo á les Dres. Kimber y Sons agentes del Sindi- cato de Londres. Estos señores pues, han participado de los banquetes y brindis, atesorando sin duda datos y conocimientos coloniales. En Charters Towers (mine- ral de que hemos hablado en otra parte) el ministro y sus acólitos fué banqueteado en grande, en una mesa de 120 cubiertos. Sus discursos y «toasts» fueron bien aplaudidos, según les telegramas oficiales. Allí el gran Ministro espuso en claros y enfáticos términos el sistema q;ie pensaba adoptar para la realización de la-red de ierro -carriles públicos. Decbró que el gran número de ferro-carriles ejecutados con el crédito del Estado ó en vias de ejecutarse, debian necesariamente agotar las fuentes y recursos de este crédito. Entre tanto el gobierno no debia consentir en la paralización de las construcciones férreas. No qnedaba pues otra alternativa que seguir la red de ferro-carriles median- — 330 — te la concesión á las compañías privadas de algunas áreas de tierras públicas. El creia que los ferro-carriles serian los mayores factores del progreso tanto en el interior como el litoral. Mediante este plan, aseguró que se introducirían en el pais mas de 10.000.000 Ib. (50 millones duros) sin el menor compromiso para el crédito público de la colonia. El se manifestó en consecuencia, determinado á conservarse ó caer con la política de que la limitación del crédito no debia limitar la construcción de ia red férrea indispensable para el gobierno y progreso de un pais tan despoblado y vasto». El Ministro ya habia dado pasos en este sentido, contratando mil millas de ferro-carril por 10 millones de acres de tierras incultas. Este primer paso, se ve, es de una estraordinaria magnitud, por ser su primer paso; y con razón Mr. Vogel llama gran^Ministro á Mr. M. Ilwríth; pero no lo llama Ministro acertado. Esos son trancos de 7 leguas, á la manera del Ogro de Pulgarcillo. Ahora bien, el Ogro, esto es, el Ministerio, cayó; y Pulgarcillo, esto es, la,oposicion, se elevó sobre sus ruinas. Esa oposición debiera apresurarse á celebrar sus propias glorias con el nombre de aquel durmiente sobre el cual la fortuna se complace en acumular sus favores. Pero que no se despierte, por que al primer ademan, la fortuna vuela. Hé aqui las primeras dudas que con relación á esta gigantesca contrata ha manifestado la oposición. «Esta contrata dice, merece ser estudiada aunque solo sea por causa de su estraordinaria magnitud. Se propone nada menos que la transferencia de un territorio entero. Y -> 331 — qué se recibe en compensación? El lujo de que un in menso ferro carril atraviese el territorio de Sudeste á Nordeste. Aun mirado bajo su aspecto mas simple, este es un negocio en que el gobierno dá su mejor joya en la forma de sus mejores tierras, sin adquirir por ello la menor compensación. La compañia conserva la propiedad del ferro carril: es como una línea que ella construye al través de sus propiedades. Si esta compa- ñia lo quiere, puede hacerse una especie de imperium in imperio, ó por lo menos un territorio dentro de un territorio. Y qué gana el país con esto? El permiso de usar .con su plata pagando caro, unas 1000 millas de ferro carril; y si se quiere, un desarrollo fenomenal de todos los recursos del Norte. Son pues los detalles de este arreglo los que ofrecen alguna importancia, y antes de juzgar respecto á la posible realización del plan, es indispensable conocer los términos en que se hace esa enorme concesión en tierras. Lo lógico y lo real desde luego es que la población es indispensable para justificar la creación de un ferro- carril; debiendo ser un primer esfuerzo de la compañía dirigido á promover la población. Pero es muy posible que los empresarios del ferro-carril especulen sobre las tierras, su valor^ sus productos, y nosobre la población. (Esto ha sucedido con el ferro-carril Argentino de Córdoba, cuya expropiación debe ser la primer me- dida de todo gobierno previsor en nuestro país). Porque las compañías no son como los particulares, que al morir dejan su herencia para ser repartida entre sus herederos. Las compañías son eternas, perpetuándose en+re ios que compran sus acciones cada vez mas — 332 — valorizadas y sus abusos en las tarifas y en las influen-^ cías ilegitimas pueden también eternizarse. En eíecto, es muy posible que la tierra llegue á hacer se mas importante para los accionistas, que el ferro- carril mismo. Una propiedad de 10.000,000 de acres^ económicamente poblada en estas fértiles regiones con ovejas y vacas y económicamante administrada, puede llegar á ser un objeto mas importante de especulación que 1,000 millas de ferro-carril, y si este fuese el resul- tado, como en realidad lo ha de ser, se habria cedido un enorme trozo de territorio á una institución anónima que en manos de los enemigos presentes y futuros del país, puede llegar á ser un cáncer mas bien que un elemento de progreso. Es una fortuna para Queensland el que el parlamento pueda deshacer la obra de ua mal gobierno. La materia por lo menos merece una completa discusión por sus representantes que tienen por la constitución la facultad de oponer obstáculos á una politica desastrosa para el pais. Pero, dice el adagio: detrás de la cruz está el diablo, después de las ovaciones ministeriales, vinieron las ovaciones mas estruendosas de la oposición, en las per- sonas de los SS. Grifth y Dickson, los cuales partieron en son de guerra. Estos, después de reconocer el país concedido por el último arreglo del gobierno con el Sindicado de Londres, volvieron declarando que Aus- tralia no contiene un suelo mas rico ni mas bello; ni un clima mas favorable que los territorios cedidos al Sindi- cato del ferro carril trascontinental. En [Muckadilla, en el ramal del ferro carril del Oeste á Mitchell, los itinerantes se encontraron con un miembro del Ministerio, — 333 — con Mr. Archer, el Tesorero Colonial, el cual habia pasado á Roma á fin de inspeccionar la operación de una máquina á vapor de escavar represas, mandada construir exprofeso por cuenta del gobierno. Este fué un dia muy afanoso para Roma. Los gefes de la oposición, á su llegada, fueron reci- bidos por una diputación de la Municipalidad que les regaló un discurso de bien venida, siguiéndose con- testaciones de un diapasón muy moderado. En la tarde de ese mismo dia se dio un banquete al gobierno, en la persona[del digno Primer Ministro y de sus compañeros de tareas los SS. Palmer y Archer. Mr. Archer tuvo la parte del león en los discursos. El alabó á su gefe Sir Thomas M. Ihvraigth como un gran estadista, á pesar de haber espresado hace poco, opiniones opuestas. Pero es el caso que de entonces acá habia sido nombrado Tesorero colonial (Ministro de Hacienda); y que su hermano habia recibido el ¡nombramiento de agente general, doblándosele el sueldo. Grandes motivos como se vé, para cambiar de opinión y pasarse á la otra alforja. De Roma, los gefes de la oposición pasaron á Rose Wood, hace poco una selva primitiva, y hoy uno de los mas ricos distritos agrícolas de Queensland. La valiente división de los colonos teutónicos, tenia dis- puestos alli agradables Oasis, en medio de un desierto de bosques. A fuerza de trabajo y de enerjia han conseguido desnudar grandes ostensiones de un feraz suelo de su vegetación indígena, y lo que habria sido hasta hace poco una guarida de Wallabies y Kam- guroos, era hoy la morada de 4,000 honrados y felices — 334 — germanos. Sobre el suelo antes ocupado por los bosques de Rosewood, la industria europea habia ensayado con éxito el esperimento de producir azúcar sin recurrir á los brazos de color. Esto es practicable ciertamente, mientras los plantadores de caña dulce se contenten con el cultivo de pequeñas áreas adecuadas á sus fuerzas y recursos personales. Mas luego que un comienzo de fortuna ha creado la necesidad ó la ambición de una mayor ostensión de cultivos, en este caso el trabajo barato de las gentes de color se hace indispensable siendo en Australia el trabajo mercenario de los europeos blancos, escaso y caro. De ahi la necesidad de recurrir á las contratas con los Polinesios, de que damos cuenta en otra parte; ó con los Coolies de la India que se desvanecen de entre los dedos como un puñado de moscas, lo que no ha debido influir poco en el ánimo del gran ministro consabido, en el preciso proyecto por de pronto frustrado, de la anexión de la Nueva Guinea, abundante en aves del paraiso para adornar los gabinetes ministeriales y en papuas de fornidos brazos que se pueden obtener baratos para fabricar las azúcares del Queensland. Esto dicen las malas lenguas, que alguna punta de socialista han de tener, cuando se permiten tan malos manejos en las Cámaras y Gobierno Británico. Pero los labradores de Rosewood son Germanos hasta la pepita del alma; y como ellos no necesitan brazos polinesianos ni papuas, de ahi el que se sientan mas inclinados á la oposición que al Ministerio; recibiendo á los gefes de la oposición con los brazos abiertos pues hasta su representante en la Cámara colonial pertenece á la oposición. — 335 — La verdad es que Ministerio y oposición, en esta cam- paña que hemos presenciado á nuestro paso, influenciados por Ja fiebre contajiosa de la política en toda Australia, se han comprometido de tal modo exagerando sus opiniones de tal modo en el calor de los discursos y en las declaraciones de principios intriansigentes, incon- ciliables en la apariencia, que ambos campos deben necesariamente venir á las manos en las próximas elecciones, sin haber dejado la menor puerta abierta si no á una fusión inteligente; pero ni siquiera á una conciliación más ó menos conveniente ó indispensable. El territorio Norte— Se halla unido políticamente á la Colonia de Sud- Australia. Este país, conocido antes con el nombre de «Alexandra Land», comprende una inmensa estension de país, conteniendo una área de unas 520,620 millas cuadradas, ó 335.116,800 acres. Hállase limitado al Norte por el Océano Indico, ó por lo menos con esa parte de él conocida con el nombre Español de «Mar Afuera» (el «Arafaera» de los In- gleses), vestigio, entre otros, de la antigua preponde- rancia de la raza tan noble y afortunada antes, cuando con sus fueros y libertades Castellenas y Aragonesas, era libre, activa y próspera, y que hoy se halla en un abatimiento visible, gracias á sus pésimos Gobiernos, en que hace siglos no figura un solo hombre de genio tal vez por la perversa práctica antigua de calumniar y perseguir como Hbertino ó herege á todo hombre — 336 — que, entre Españoles, se atrela á tener pensamiento y razón. Asi, en medio de la Europa, cuyas naciones todas se presentan engalanadas con las constelaciones de sus hombres eminentes en pol\tica,'ciencias, industria, go- bierno y guerra, la raza Española, en 4 siglos, solo presenta como única gloria trascendental, á «D. Quijote» una bufonada (!!!), y eso que su autor mismo, un gran patriota Español, hubo de morirse de hambre! Confesamos que es para nosotros insoportable la idea de esta inferioridad, y que la hemos de combatir por cuantos medios estén á nuestros alcances! Porque yo no considero nuestra raza interior á ninguna otra. Ella solo ha sido víctima de influencias exóticas y de la superstición, puesta en juego por el despotismo. Al Sud, el territorio Norte de Australia se halla limitado por el paralelo de los 26^ .latitud Sud; al nacien- te por el meridiano de los 138^ E. de Greenwich, y al Oeste por el meridiano de los 129° de long. É., com- prendiendo todas las bahías, golfos é islas adyacentes, dentro de sus límites. La línea del límite Oriental de este territorio, corta la costa cerca de la embocadura del Rio Wentworth, sobre la margen Occidental del Golfo de Carpentaria, y la línea Oeste, cerca del Cabo Domett sobre el Golfo de Cambridge. A los Holandeses pertenece el honor de haber sido los primeros esploradores de las costas septentrionales de Australia. Los primeros esta- blecimientos Británicos fueron formados en 1824, en la Isla de Melville y en RaíferBay; subsiguientemente, en 1831, formóse un establecimiento en Port Essington, por Sir Gordon Bremer. Su objeto era disponer allí un apostadero militar y un puerto de refugio para las naves en peligro. Fué levantado en 1850. -- 337 — A consecuencia del informe favorable dado por Mr. Suar, el mismo que esploró la naturaleza del país en sus riberas septentrionales, el Gobierno Sud-Austra- liano se animó á peticionar entonces y obtuvo del Gobierno Metropolitano la concesión de todo el ter- ritorio situado entre los 138° y 129"* meridianos de longitud E.; el paralelo de los 26^ y el mar, junto con las Islas adyacentes, como partes integrantes de su jurisdicción política. Obtenida la anexión de este terri- torio, el Gobierno resolvió ensayar el esperimento de colonizarlo. Una ciudad debia colocarse en la situación naas con- veniente, distribuyendo solares de medio acre; debiendo medirse lotes de chacras de un mínimo de 163 acres. Dispúsose como medida previa el hacer concesiones de tierras por un total de 250,000 acres, al precio de 7 1/2 chelines por acre; la mitad de las cuales debian venderse en Adelaida y la otra mitad en Londres; acordóse en seguida una segunda mensura de 240,000 acres mas, cuyo precio se elevó á 12 chelines por acre. Los primeros lotes fueron ofrecidos simultáneamente en Inglaterra y en Sud Australia en Marzo de 1864 y todos los lotes fueron tomados sin quedar uno; pues en ambos paises se formaron compañías que compraron los residuos de los lotes después de satisfechos los pe- didos públicos. La comisión del gobierno, encargada del estableci- miento de la colonia, bajo las órdenes de Mr. |Finnis, salió de Puerto Adelaida en Abril de 1864 en el Ellis, componiéndose la expedición de 14 oficiales y de 67 — 338 — entre agrimensores y cadeneros, con mas 7 labradores. Mr. Finnis eligió Scape Cliffs, en la Babia de Adam, como el sitio adecuado para la primera ciudad. Una diferencia de opiniones se pronunció entre el gobernador residente y sus oficiales respecto á la elección del sitio y sobre otras materias que al fin condujeron al revocamiento de Mr. Finnis. En la con- denación del sitio, los representantes de las agencias de tierras se pusieron de parte de los oficiales, veredicto que fué después confirmado por Mackinlay el esplorador. En 1869, una segunda expedición fué enviada al Norte bajo el mando del agrimensor general Mr. Goyder, quien practicó todas las mensuras en el siguiente año y el establecimiento fué transferido á Port Darwin, que ha continuado desde esa época siendo el centro oficial. El capitán Douglas fué el primer gobernador residente del territorio; el resignó en Mayo de 1873 y fué sucedido por Mr. Scott, el cual resignó en 1876. El actual residente es Mr. Price, Respecto á la bidrografia de las costas del territorio Norte, su principal bahia es la de Port Darwin, que es una de las mas bellas de Australia, que tantas bellas ensenadas cuenta; cediendo solo, en magnitud é impor- tancia, á Port Jackson. Su nombre le viene del doctor Darwin que acompañó á King cuando este practicó la mensura de la costa Norte, de 1818 á 1822. Se halla situado en la latitud de los 12« 27' 45", y ea los 13° 50* 45" long. E. Green. Las naves de todo calado pueden penetrar con toda seguridad en su interior. La entrada es de dos millas de ancho, con una profundidad de agua de 15 toesas. — 339 — El puerto mismo tiene una profundidad que varia de 4 á 15 toesas. Se halla completamente cerrado y libre de obstrucciones, teniendo aguas profundas hasta muy cerca de la ribera. En él penetra la marea plena y cambia en 5 horas 25 m. Las fuentes se elevando 16 á 14 pies; los depósitos ordinarios de 2 á 12 pies. Las mareas son irregulares, produciéndose la corriente del reflujo 40' antes de la alta marea. Dos largos muelles y una calzada han sido construidos para facilitar el desembarco de la carga. Las naves que pasan y que llega» á necesitar agua, lastre ó provisiones, no ne- cesitan sino entrar para proveerse de lo que precisan. Hasta 1880 Darwin fué puerto libre, no existiendo ni derechos de aduana, ni de puerto, ni de luces, ni de pilotage, ni ningún otro. Pero de 1880 adelante se han impuesto algunos derechos sobre el opio, el arroz, el pescado, el azúcar, los espíritus, el tabaco, los vinos, la cerveza y sobre la exportación del oro. Con relación á los rios los hay bellísimos que se vacian en las costas y que son navegables por muchas millas. El rio Roper, que vacia sus aguas en el golfo de Carpentaria, en Limmen Bight, es navegable por cerca de 100 millas para naves de gran tonelage. La tierra, á lo largo de este rio, hasta una larga distancia, durante la estación lluviosa, se halla sujeta á inun- daciones. Existen dos ciudades establecidas sobre sus riberas. El Liverpool es un bello rio navegable hasta una distancia considerable, junto con uno ó mas de sus tributarios. El rio South Alligators que se vacia en el Golfo de Tan Diemen, es navegable durante 30 millas para buques de 5 á 600 toneladas abajo, y to- — 340 — davia alguna distancia mas arriba para naves de poco calado. El rio East Alligators, es navegable durante 40 á 50 millas. El Adelaida es un gran rio que se vierte en la Babia de Adam, navegable durante 40 millas en un curso directo durante su embocadura; y mas allá de este punto por barcas; el establecimiento del Escape Cliffs fué formado á la embocadura de este rio; siendo sub- siguientemente abandonado por Palmerston, trasladán- dolo á Port Darwin. El rio Daly fluye á la Babia de Auson, y es una magnífica corriente. Ha sido identifi- cado con el rio Catherine, que Mr. Me Minn recorrió durante 240 millas. Grandes buques lo han reconocido hasta 100 millas adentro. La profundidad del agua no ha sido sondeada; se halla sujeto á obstrucciones que en ciertos periodos de la marea hacen subir sus aguas de 4 á 5 pies sobre sus riberas. Cerca de su embocadura, tres considerables corrien- tes se desaguan, y muchos crecen sean las salidas de los rios Finniss Reynolds y algunas otras corrientes de consideración. El rio Victoria e.s navegable para bu- ques de gran calado (U'' 14' lat. S.) es de cerca de 20 millas de ancho entre Turble Point y Swamp Point. El canal navegable llamado de la Reina, es de un *ancho limitado. Hay otros rios interiores de considerable magnitud; en general el pais stj halla escepcional mente bien regado, cubierto de magníficos bosques de las mas bellas especies y poblado de bellas aves que han tomado su brillante plumage á las aves del Paraíso de la Isla vecina de Nueva Guinea. Pasando ahora á estudiar los Rasgos Geográficos de — 341 — este bello pais, todo lo que se estíende en las inme- diaciones del rio Daly, fué esplorado en 1877 por Mr. Mac Minn. Según sus informes, la mayor parte de esa zona al Oeste y Sud, se halla espléndidamente regada con grandes lagunas y perennes corrientes, siendo de un carácter en estremo pintoresco y bello; pero el suelo le pareció poco fértil. Una gran zona del pais se halla ocupada por elevadas y ásperas mesetas, cubiertas de espesuras de Mallee y de matas del Spinefex, Todas las cadenas fueron esploradas en busca de oro, pero no considero notables sus riquezas. Hay una espléndida zona de pais formado por el basalto y la calcárea, com- prendiendo un espacio de seiscientas á setecientas millas cuadradas, principalmente de rico suelo negro, el cual se estiende en la dirección del Oeste y del Norte. Se halla bien regado por fuentes. Esta es la mejor zona del pais que él esploró. Los naturales del Rio Daly son numerosos é incómo- dos. Este informe es incongruo tal vez por causa del desencanto del esplorador por no haber hallado el oro apetecido. Pero es evidente que la esterilidad se refiere á las montañas y las rocas y en ningún pais las montañas y las rocas son tan feraces como las ve- gas. Pero el pais es alto y por consiguiente fresco y salubre, hallándose bien regado. Es en los bajos y á la margen de los rios y lagos donde deben buscarse los terrenos feraces y donde se encuentran en abundancia. A fines de Julio de 1877, una considerable parte de este territorio fué reconocida por Mr. Sergisson, que se hizo cargo de una espedicion cuya base de opera- ciones fué Port Darwin para visitar el Daly, y de allí 22 ~ 342 — proceder á esplorar los Ríos Fitz Maurice y Victoria. El partió en consecuencia de South Port, tomando el principal camino de Pine Creek, que sigue la linea telegráfica hasta Bridge Creek. De allí él se encaminó en la dirección del Sud Oeste á fin de penetrar en el pais de Bald Hille, sobre el Rio Daly. Cruzando este rio enmarañóse en una mar de quebradas formadas por cuchillas, algunos de cuyos picos se alzaban de 1500 á 2,000 pies sobre el nivel del mar. Saliendo de este pais, penetró en el del Rio Victo- ria en Kangaroo Point, bajo la cadena Sea Range, cerca de la junción del Shaw Creek, el rio se presenta magestuoso, con un ancho de 1 80 yardas; mientras el Creek ó Estero no tiene menos de 150 yardas de ancho; pero mezclándose con mucha agua salada de la próxima bahia, sobre todo en marea alta. Siguiendo el curso del rio mas arriba de Tower Hill, monticulo volcánico perfectamente redondo, en forma de torre, de unos 40 pies de elevación, que se alza sobre el cono truncado de la montaña que le sirve de base, se alcanzaban á distin- guir todo en contorno espléndidas llanuras; y por la belleza de su suelo, pastos y clima, Mr. Sergisson cree que el rio Victoria es uno de los mas bellos rios conoci- dos en Australia. Veíanse alzarse sobre sus riberas mul- titud de magníficos Adamsonia, grandioso árbol tropical con grueso tronco en forma de botella y llamado por esta causa «Bottle tree», con mas de 30 pies de cir- cunferencia. De alli el esplorador tomó en dirección al Nordeste, yendo á dar con un Estero ó Creek que el llamó Flora Creek por la belleza y ^esplendor de su vegetación, situado probablemente á las inmediaciones — 343 --^ del Daly: «Pais magnifico, dice, de suelo negro basáltico y calcáreo' y tapizado de pasto azul (blue grass). Si- guiendo Flora Creek abajo, ó su junción con el Cathe- rine, halló que se ensanchaba gradualmente en un gran rio hasta su incorporación al Catherine, de donde pasó á la estación telegráfica de este nombre perteneciente á la Unea trascontinental; volviendo á South Port por el camino del telégrafo. Hablando de su escursion, Mr. Sergisson dice: «La esperiencia de esta jornada ha modificado por com- pleto mi opinión respecto al clima del interior, com- parado con el de la ciudad y puerto de Palmerston. Tan luego como nos apartamos de South Port ya no sufri - mosdel calor, ni de las moscas, ni délos mosquitos y pudimos ver el pais aun que en la peor estación del año. Observamos que á medida que marchábamos lle- gábamos hasta sentir frió, especialmente durante la noche. El pais de Brige Creek es muy bello. De allí al Daly, después de pasar por las mesetas, se presenta el curso de innumerables creeks, y por todo cuchillas calcáreas cubiertas con yerbas y albergillas. Los campos sobre las riberas del Rio Daly, son muy abiertos. Tanto en las vegas, como en la embocadura del Daly, se encuen- tra'un suelo asombrosamente rico, siendo muy adaptado para todo género de plantaciones. Este rio es navegable hasta Mount Hayward, y mas arriba de la primera caleta, continúa ancho y profundo hasta sus orígenes, los rios Flora y Catherine, y corriente siempre en toda su estension. Las escarpadas cadenas de montañas que se presentan desde la caleta de Sergisson hasta el Fitz Maurice, pueden evitarse mediante una vuelta mas al Oeste ó al Este, pero yo deseaba reconocer la línea mas recta posible. Por todo, en medio de estas cuchillas, estensos valles se presentan, todos con mag- níficos pastizales y con arroyos ó creeks corrientes que los riegan. Estos valles, cercados, formarían excelentes potreros y chacras solariegas. El Fitz Maurice es un rio corto, pero tiene llanuras en la dirección del Oeste. Después de separarnos del Fitz Maurice, pene- tramos en nn país abierto y bellísimo. Al rodear la ca- dena costera se nos presentaron los «Whirlmnd Plains» (Llanos del Remolino), estendiéndose llanuras en todas direcciones. En lo que yo he llamado Pourning Point ó Esta Creek, se estiende por todo un país en estremo florido y magnífico. ce Nada me ha sorprendido tanto como la cantidad de agua, pues todos los creeks llevan aguas corrientes, contrario á lo que generalmente sucede en toda Austra- lia; y ni un solo dia sufrimos por la falta ó la escasez del agua, escepto el dia de la cruzada hasta Victoria River, en la junción de Shaws Creek, llamada Punta Kangaroo, sobre los Llanos del Remolino. Las vistas que se disfrutan de los magníficos valles, al cruzarlas elevadas altiplanicies del Rio Daly á Rio Victoria, eran á veces asombrosamente bellas, y rara vez he presen- ciado tan bellos panoramas y tan bellos arroyos y cor- rientes. Los arrecifes ó laderas que terminan las altiplanicies, siendo, generalmente, de menos de mil pies de elevación, nos ocasionaban considerables dificul- tades para descender á los valles; pero, buscando, es indudable se hallarán buenas bajadas. La navegación — 345 — del Victoria termina á 106 millas de su embocadura. Pero después de dejar las caletas en Valley Hill, creo se podrá navegar con botes rio arriba; pues según Mr. Gregory, aún sigue para arriba muy profundo y ancho. Después de examinar las alturas de Wickham y de disfrutar de la vista de los llanos de Hutt, consideré ser mas acertado examinar primero el país de Valley Hill, hasta la estación telegráfica de Catherine, con la mira de formar un camino hasta Victoria, que seguir los pasos de Mr. Gregory, trepando rio arriba. Yo no encontré sino llanuras y país cubierto de espléndidos pastizales, abundando el basalto y la calcárea, desde el Victoria hasta el Catherine; también un nuevo gran rio, de cerca de 80 yardas de ancho y con una fuerte corriente que llamé el Flora, y el cual, por su ancho, corriente y profundidad, es evidentemente el verdadero original del Daly. Este rio yo le seguí hasta su junción con el Cathe- rine. Los falderios y vertientes que separan las cuencas del Victoria y del Daly, son insignificantes. Yo pude reconocer distintamente la junción del King con el Flora, el cual es también un rio de corriente; y jamas he visto un mejor suelo para pastos, formamado de basalto y de calcárea (como lo es toda esta región) y también muchas variedades que no habia visto nunca antes. Toda la partida gozó de perfecta salud y todos sentimos no haber llevado ropas de abrigo. Entre mis compañeros no quedó la menor duda de que el pais que hemos visitado no tiene rival; y todos conocían las mejores tierras pastoriles de la colonia. » En 1878 una pequeña partida se movió á esplorar la región situada entre el Victoria, al Oeste de Sturt Creek; — 346 — reconocieron ser un pais pedregoso, cubierto de sj>¿w¿- fex (Triodia irritaus) y de otros pastos del desierto has- ta llegar á Sturt Creek. Allí encontraron algunas zonas de buenos pastizales de invernadas, pero toda tentativa para penetrar mas al Sud fué impedida por el gran desierto de arena que se estiende al Oeste de la línea del Telégrafo Trascontinental. Estas zonas de médanos are- nosos son comunes aun en medio de los países mas fe- races y suelen caracterizar las riberas de los grandes Lagos continentales; pero este no es un motivo para que DO existan países feraces mas adelante ó aun en con- torno. Creo, pues que los esploradores se han dejado intimidar por obstáculos mas aparentes que reales, y que con el tiempo se han de descubrir mayores ostensiones de pais fértil. Respecto al Sistema de Montañas de este territorio, hasta alguna distancia de la costa aun no se han descu- bierto cadenas ni mesetas con una elevación mayor de 1400 pies, escepto al naciente de Blundes Bay, donde al- gunas de las eminencias de las cuchillas se calcula alcan- zan á la altura de 2,000 pies. Estas se alzan en un pais en estremo quebrado, que se ha descrito como una maza de cuchillas ó macizo de cadenas. Los mas elevados de estos picos han recibido los nombres de Pico Real, Pico del Centinela, Montaña del Panorama y Monte Remar- cable. Numerosos é importantes descubrimientos de oro, co- bre, estaño, hierro, plomo y otros minerales han indu- cido á muchos hombres prácticos á creer que los Recursos Minerales de este territorio son considerables, y que un gran porvenir minero le está reservado; pero se imagi- — 347 — nan será preciso emplear el trabajo de gentes de color en una vasta escala para desarrollarlo. Pero esto es mas bien una preocupación inglesa. En efecto, el inglés ves- tido de franela adentro y de paño por fuera y que asi se transporta á los trópicos, mira al calor y con razón, como al enemigo mas formidable. Pero los ingleses tienen ya gentes de su raza aclimatadas en Queensland y Australia Occidental, los cuales para trabajos de es- traccion de oro no se hacen de rogar; asi ellos pueden ser exelentes pobladores y trabajadores del territorio Norte. Por lo demás, brazos de color no les faltarán en esa situación y mas bien los tendrán demás, importados de la India, de la China ó de la Oceania. Descubrióse oro por primera vez en Setiembre de 1869 por Mr. Litchfield; desde entonces se han descubierto numerosos crestones, cuyo producto ha sido animado, haciéndose algunos progresos en la minería. Los principales crestones trabajados se hallan en Ha- letón Creek. El país aurífero se encuentra principal- mente al Sud de los llanos de Adelaida, que en la esta- ción lluviosa se transforman en un vasto lago, por lo cual en nuestro idioma, merecerían mas bien el idioma de barriales, que de llanos. De algunas de las moliendas se han obtenido exce- lentes rindes, como ser 1 onza 12 adarmes por tonelada, con trozos extraordinarios de una ley mas elevada. En Mayo de 1881 unas 40 toneladas de la misma Expended Union, produjeron 200 onzas de oro fundido. Se han en- sayado en muchos parajes las escavaciones en aluvión, y en Stewart GulUj se encontró una pepa del peso de 22 onzas de oro y otra todavía mayor que pesaba 60 onzas — 348 — y que derretida produjo 45 onzas de oro* se halló á un pié bajo la superficie en Gravieson Gully. Durante 1878 se hallaron tres pepas del peso de 32, 15 y 3 V2 onzas; pero las escavaciones aluviales no han resultado muy productivas hasta aquí. En 1880 dos pepas del peso de 70 onzas fueron encontradas en Mar- garetRiver Rush. A mediados de 1881 se hicieron mu- chos descubrimientos auríferos halagadores. Creyóse descubrir un rico campo aurífero en Bridge Creeck, 22 millas al Norte de Jam Creeck, y en JuHo trabajaban allí 100 europeos y 1,500 chinos. De 10 quintales de piedra mohdos, de esas inmediaciones, se obtuvieron 531 onzas de oro. Otro campo aurífero bien dotado de agua se descubrió á 45 millas al Este de Pine Creeck. La ex- portación de oro en el año de 1881 fué de 28,472 onzas. Estos resultados no correspondieron á las grandes es- pectaciones formadas en un principio, pero fueron un buen resultado para el presente y un buen augurio para el porvenir. El producto medio anual se conserva hasta hoy de 20 á 30,000 onzas de oro por año. Si se toma en consideración la formación geológica de ese territorio, las rocas que componen sus mesetas son de naturaleza palaozoica, y con escepcion de algunos lechos de trapp y de algunas prominencias graníticas ocasionales, pertenecen al periodo carbonífero. Pueden dividirse en cuatro partes de estratificaciones. La mas superior de estas es un denso lecho de arenácea roja, generalmente coronada con minerales de hierro en va- rios grados de oxidación. Bajo este yace un grueso y compacto lecho de arenácea silicosa que apenas presenta algunos vestijios de estratificación y cuyo espesor excede generalmente de 100 pies. — 349 — A veces se halla como en el Sea Range^ Cadena Marí- tima, dividida en dos lechos, y entre ambos dos se halla un espacio de 100 pies ocupado por estratificaciones blanquiscas de una arenácea mas blanda. La tercer roca descendiendo es una Schista ó pizarra arcillosa, que se descompone rápidamente espuesta á las influen- cias atmosféricas. Es generalmente de un color azulejo, pero descompuesta forma una arcilla rojiza, que se convierte en un suelo muy productivo. Bajo la Schista se presenta la calcárea: su espesor es desconocido. Se halla á menudo cubierta con una estratificación de jaspe que varia de algunas pulgadas, hasta 60 pies de espesor; presentando á menudo la apariencia de un lecho de coral silicificado. El suelo, en los llanos jaspeados del Alto Victoria, es de una rica arcilla, á menudo muy profunda, y pro- viene de la descomposición de la roca pizaorosa, después de quedar á descubierto por la remoción de la arená- cea. La calcárea se abre á menudo paso, y en esas loca- lidades el suelo es calizo. Llanos de trap se presentan en las partes mas elevadas de la altiplanicie. Esta roca es de una data mas reciente que la arenácea y parece haber fluido á las depresiones ó huecos que esta última presentaba. Mr. Gregory habla de estas altiplanicies como formadas de arenácea. Como se alzan exabrupto sobre el bajo nivel de las playas de la costa, alcanza un nivel medio de 700 pies sobre las márgenes del Victo- ria en la lat. de 15**. de 900 pies en la latitud de los 16° y de 1,600 pies en la latitud de los 18^ que es el má- ximo, pues el pais desciende de allí á 1,300 pies en la latitud de los 19** y á 1,100 pies en la latitud de los 20*. -- 350 — El lecho superior de arenácea es de unos 300 pies de espesor y reposa sobre schistas blandas y blancas, verdes ó rojas, que se hallan superincumbentes de una calcárea (cherty) y de un jaspe grosero. Grandes zonas de estas dos estratificaciones superiores han sido remo- vidas, dejando grandes llanos y valles al través de los cuales corren los rios. Al Sud de la latitud IG^SO' trap ó basalto fundido ha corrido dentro de estos llanos y valles, quedando colinas de cimas aplanadas, aisladas á veces, pero mas generalmente agrupadas. Las calcáreas que ocupan una gran ostensión de los valles, se hallan generalmente cubiertas por un ligero suelo margoso, fértil en exhuberantes pastos que produce en abundancia; pero el suelo mas rico es el proviniente de las rocas del trap, que se hallan tan ampliamente desarrolladas en los altos valles de Vic- toria, que según un cálculo moderado ocupan un millón de acres. Mr. Mac Minn, el mas antiguo de los agri- mensores que han esplorado este territorio, lo describe en los siguientes términos «Las tierras que confinan con la ribera del mar son en gran manera bajas y sin interés, elevándose pocas veces mas de 100 pies sobre el nivel del mar. Donde quiera que la costa se presenta elevada, es generalmente en forma de arrecifes com- puestos de arenácea y de roca ferruginosa; la parte inferior son á veces playas arenosas, pero generalmen- te barriales planos franjeados de densos manglares. El pais hacia el interior es generalmente de un carác- ter muy llano; á una distancia de 30 á 100 millas de la costa se encuentra una altiplanicie que varia de una elevación de 300 á 900 pies; y cerca del rio Victo- ria alcanza una elevación de 1,700 pies. ~ 351 — Deteniéndonos un tanto en el clima y suelo de esta región, antes de pasar á su Flora y Fauna, no hay que decir que su clima es tropical excepto en las altipla- nicies, donde la temperatura es mas baja. Solo se co- nocen dos estaciones, la seca y la lluviosa. La estación lluviosa comienza hacia fines de Octubre y dura cinco meses, siendo las lluvias que caen en Enero y Febrero, en estremo fuertes y el calor muy opresivo. La temperatura máxima en esta época del año es de 96** Fahr. Durante el resto del año es muy igual pero no muy cálida, escepto al entrar en la esta- ción lluviosa. Dia tras dia el cielo se presenta despejado y sereno. La temperatura máxima durante el dia en los meses de Junio y Julio es de 84^ Fahr.; el mínimo durante la noche es de 56'' Fahr. La lluvia anual durante los últi- mos 9 años en Port Darwin varia de 51.820 á 80.50 pulgadas, mientras solo la lluvia de la estación hú- meda en el mismo periodo varia de 47.590 á 77.873. La enfermedad mas prevalente entre los colonos, es una especie de fiebre intermitente ó chucho, atribuido en mucha parte á los miasmas paludestres que se exhalan de los ciénagos en las riberas bajas frangea- das de mangles. Pero es evidente que desaparecerá el dia que se tomen el trabajo de plantar bosques de eucahjptus amigdalina en esos cienagales pestíferos; sos- tituyendo la influencia salubre de ese árbol Australia- no, al mal aire de los ciénagos que los mangles no alcanzan á absorver ó combatir. Por lo demás, el «carácter del suelo» en el territorio Norte es algo variable, pero su feracidad general es 352 incuestionable. Fácilmente se encuentran grandes es tensiones de rica tierra capaz de producir con exhu- berancia los ricos cultivos de los trópicos. Esto es especialmente verdadero aplicado á las tierras de las inmediaciones de los rios y corrientes de agua dulce que sulcan el pais en todas direcciones. El maiz se pro- duce con profusión, y los esperimentos hechos justifican la suposición de que artículos tales como el azúcar, el algodón y el Índigo prosperarían tambiez en ciertas si- tuaciones. Se ha promulgado una ley para estimular el cultivo del azúcar y grandes áreas han sido plantadas con grandes resultados. Bajo la influencia de esta ley se acordaron en 1881 unos 230,000 acres; acordándose igualmente en el siguiente año 1882 otro tanto ó mas (300,000 acres). Unos 100,000 acres que es el máximo que la ley acuerda, concedidos á Mr. Knight han hecho concebir á este plantador la mas correcta idea con relación á las susceptibilidades agrícolas del territorio Norte. El se espresa como sigue: «Casi todas las especies de frutas y vegetales tro- picales que han sido ensayadas, se desarrollan mara- villosamente en estas latitudes. El plátano y la banana crecen donde quiera que sean enterradas en el suelo y producen excelente fruta. Un número de cocoteros plantados hacen 4 ó 5 años, se han desarrollado perfec- tamente y fructifican lo mismo. Las pinas maduran con gran rapidez y adquieren un esquisito sabor y fragancia en el Jardin Botánico, ó mejor Jardin de ensayos del gobierno. Porque toda la Colonia Inglesa en un clima nuevo, comienza siempre con su jardin de aclimatación — 353 — á fin de estudiar las especies animales y vejetales que mas se adecúan á las exigencias del pais, fuera de aquello mas elemental, como el maiz, el trigo, el caballo, la vaca, la cabra, la oveja, etc. La manzana custarda ó sudsopa, y la papaya, pro- ducen frutos deliciosos. El árbol del tamarindo (no el tamarisco), se desarrolla bien. El doctor Schomburg ha insistido mucho para que se cultive el árbol de la cin- chona. La guava, igualmente que la rosella, se produ- cen bien. En Port Essington se ven espléndidas muestras de mango. Los árboles de limón y de la naranja en los jardines del Gobierno, crecen con rapidez y se adap- ten bien al suelo y ai clima. Entre los vegetales, los melones se producen admirablemente, llegando hasta á hacerse silvestres en ciertas localidades favorables; el yam y la batata son también cultivados con éxito. La ariruta se ha cultivado en pequeña escala y ha dado muy buenos resultados. En los jardines del Gobierno, la caña dulce se desarrolla maravillosamente. Se cree que la planta del té, se produce bien en ciertos distritos, y lo mismo puede decirse de la^ especias; pero aún no se han hecho plantíos con ellas. Uno ó dos álamos de felpa, de la especie que los Norte Americanos llaman cotton tree, se han desarrollado muy bien en los ter- renos del residente del Gobierno. Se ha sembrado maíz en muchas partes del territorio, y como ha dado exce- lentes resultados su cultivo, vá estendiéndose. Entre los pastos sembrados para el ganado, la gramilla se produce asombrosamente, y es comida ávidamente por este. El «búffalo grass», introducido de Norte- América, se repro- duce igualmente bien y con rapidez. El cultivo del suelo — 354 — se halla hoy casi esclusivamente en manos de los Chinos, cuya§ operaciones se hallan confinadas al cultivo de hortalizas de cocina. La flora del territorio Norte es la de toda Australia, solo que se presenta* en su conjunto mas variada, mas espléndida y mas bella. Compónese principalmente del eucaliptus, de la grevillea, del hibiscó, del pandanus, de la acacia, del melabuca, de la casmarina, del cypress, del pino de la madreselva ó sulla, del algodonero, de la palma, del adansonia, del árbol del papel, con man- chones de «jungle «, esto, es, de matorrales y y malezas tropicales; de bambeo {tacuara) y otras plantas silvestres de los trópicos. Esta vegetación abunda, especialmete hacia las márgenes de los ríos Creeks y en las tierras anegadizas. Los juncos ó cañas de Rattam y la nueva nuez moscada silvestre, se encuetran á lo largo de las costas. Por lo que es á la fauna, es la misma que en las otras regiones de Australia, con solo algunas supresiones y algunas adiciones, debidas á lo ardiente del chma. Así no hay mas que añadir á la enumeración que hemos hecho para Queensland, el cocodrilo, el dugong y la tor- tuga, que, por cierto, no faltan en toda la Australia tropical: y con la escepcion del cisne negro y del Wom- bat que no se acercan tanto al Ecuador, á cAusa, sin duda, de su denso y abrigado plumaje, que los adecúa mejor para las aguas de los cUmas frios. El búffalo de los ciénagos, importado originariamente de Java, se es- tiende actualmente con rapidez en todas las regiones de la Australia Norte, y también en la Isla de Melville. Como no hay leones, tigres, ni lobos en el país, estos — 355 — sí animales deben multiplicarse mucho. También se han multiplicado mucho las ponies de Timor. Aves de un bello plumage son abundantes en los bos- ques, en sus querencias; tal es el faizan Lyra, la Pava azul, el pájaro jardinero y pájaro sastre. Entre las ser- pientes, el género Python es el mas numeroso, y se suelen veer algunas del largo hasta de 15 pies. El mar abunda en pescado, y las ostras de lin esquisito sabor son abundantes en Fort Essington. ^::¿.<#N^^-^ «sj^^^^v. /•> University of California SOUTHERN REGiONAL LIBRARY FACiLiTY 405 Hilgard Avenue, Los Angeles, CA 90024-1388 Return this material to the library from which ¡t was borrowed. A 000 284 222 7 ^ ^ r^^^^'«=i.