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Full text of "Oikos= boletín del Centro de Ecología [UNAM]"

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B O L E T I N DEL C ENTRO DE ECOL OGIA 




L a agresión entre diferentes es- 
pecies de animales, como el 
caso de un depredador que 
mata a su presa para alimentarse, 
siempre se ha reconocido como un 
fenómeno natural. Sin embargo la 
agresión letal entre individuos de la 
misma especie, ha tardado más en 
reconocerse como fenómeno natural 
y en dársele explicaciones biológi- 
cas. La agresión letal entre familiares 
es aún más rara y por mucho tiempo 
se le consideró como una conducta 
patológica o artificial. Sólo reciente- 
mente se ha visto que ocurre en di- 
versas especies y se ha convertido 
en un interesante tema de investiga- 
ción. 


Un ejemplo que hemos estudia- 
do en el Laboratorio de Conducta 
Animal en el Centro de Ecología, es 
el fratricidio que ocurre entre crías 
del bobo de patas azules (Suia ne- 
bouxilj. Esta ave marina habita en la 
Isla Isabel, una reserva ecológica en 
el estado de Nayarit manejada por la 
SEDUE. 

El bobo de patas azules pone 
generalmente dos huevos y con fre- 
cuencia empluma dos crías. Es co- 
mún sin embargo, que durante las 
14 semanas de convivencia en el 
nido una de las crías muera. Ya que 
los huevos eclosionan con un inter- 
valo entre ellos de 4 días, desde el 
principio existe una diferencia de ta- 


maños entre las crías que pone en 
desventaja competitiva a la menor. 
Tan pronto como puede hacerlo, la 
primera cría agrede a la menor con 
amenazas vocales, picotazos y 
apretones, respondiendo ésta últi- 
ma con posturas de sumisión. Aun- 
que la cría mayor es alimentada con 
más frecuencia por sus padres y cre- 
ce más rápido que la cría menor, por 
lo general tolera la presencia del 
hermano en el nido. Esto contrasta 
con lo que sucede en otras especies 
de aves fratricidas en donde la agre- 
sión es desenfrenada. Por ejemplo, 
las crías mayores del bobo café {Su- 
ia Leucogaste r) y del águila negra 
(. Aquila verreauxlj hostigan intensa- 



mente a su hermano menor provo- 
cando su muerte en unos cuantos 
días. En el bobo de patas azules, la 
cría mayor sólo presenta agresión 
severa cuando escasea e! alimento 
y su propio crecimiento es afectado. 
La cría menor en este caso, recibe 
poco alimento de los padres y m uere 
de inanición o se aleja del nido y 
muere, debido a las agresiones que 
recibe de los adultos vecinos.Este 
fratricidio condicional parece ser un 
mecanismo conductual que permite 
reducir el tamaño de la nidada cuan- 
do el alimento es insuficiente para 
emplumar dos crías en un nido. Es 
parte de una estrategia reproductiva 
del bobo de patas azules para ade- 
cuar el número de crías a las fluc- 
tuaciones im predecibles en la dispo- 
nibilidad de sardinas y anchovetas 
que son el principal alimento de esta 
especie. 

La pregunta que hasta la fecha 
no se ha logrado responder es 
¿quién se beneficia con ía muerte de 
la cría menor, ios padres o la cría 
mayor? Según la teoría de conflicto 
padre-hijo, en algunas circunstan- 
cias la cría mayor debería de intentar 
eliminar a su hermano para no com- 
partir el alimento con él. Por otro 
lado, los padres deberían de prote- 
ger a su cría menor de las agre- 
siones fraternas y cuidar a las dos 
crías. No obstante, según nuestras 
observaciones, existe una óoopera- 
ción conductual entre los padres y la 
cría mayor. No sabemos si en reali- 
dad sus intereses reproductivos 
coinciden o si la cría mayor a través 
de la evolución ha ganado en el con- 
flicto. 


J 


— B 


Ecofisiología y conservación 


M uchas son las causas y 
factores que han ocasio- 
nado la acelerada des- 
trucción de nuestros recursos natu- 
rales. Entre ellas la sobrepoblación y 
la política económica han propiciado 
un patrón de crecimiento desequili- 
brado y ésto, a su vez, ha generado 
una sobreexplotación de recursos y 
productos primarios. La carencia, en 
algunos casos total, de información 
ecológica básica sobre nuestros re- 
cursos naturales renovables también 
ha favorecido la destrucción de los 
ecosistemas, asi como también ha 
propiciado la aplicación de medidas 
inadecuadas de manejo y conserva- 
ción. Esta problemática ha incremen- 
tado la necesidad de obtener, en un 


Emmanuel Rincón 

corto plazo, la información básica 
que nos permita predecir con preci- 
sión el impacto de las actividades 
humanas sobre la ecología de las 
especies. En este breve ensayo se 
propone el uso de la ecofisiología 
vegetal para generar un sistema de 
datos que nos permita entender y 
predecir cómo el uso de los recursos 
modifica el ambiente físico y cómo 
este ambiente perturbado afecta la 
ecología de las especies en una co- 
munidad. 

Tradicionalmente la ecofisiolo- 
gía ha tratado de explicar el creci- 
miento, distribución y funcionamien- 
to de las especies en una comuni- 
dad mediante estudios detallados 
de las características morfológicas y 
los mecanismos fisiológicos y bio- 
químicos como germinación, tasa de 
crecimiento, eficiencia fotosintética, 
respuesta a déficit de recursos, efi- 
ciencia en captura y uso de recur- 
sos, anatomía y morfología de semi- 
llas, hojas y raíces de las diferentes 
especies que viven en un mismo 
ambiente. Sin embargo, este tipo de 
estudios generalmente autoecológi- 



cos, es decir de una sola especie, no 
ha proporcionado la información ne- 
cesaria para generar modelos de 
manejo y conservación de una co- 
munidad vegetal. Esto se debe a 
que las investigaciones no han sido 
realizadas bajo condiciones ambien- 
tales uniformes en un gran número 
de especies. Es aquí donde la ecofi- 
siología, por medio de estudios au- 
toecológicos comparativos de labo- 
ratorio en un gran número de espe- 
cies, puede producir información e- 
cológica que permita predecir la res- 
puesta de las especies a cambios en 
su ambiente. Estos estudios consis- 
ten en: 1) Identificar el rango de to- 
lerancia de una especie de un mis- 
mo habitat a cambios en factores 
ambientales, como temperatura, 
disponibilidad de agua y nutrimentos 
y presencia de micorrizas (hongos 
asociados a las raíces de las plan- 
tas) y 2) Examinar la variación de 
una característica, como la tasa de 
crecimiento o la de germinación, en 
un gran número de especies prove- 
nientes de ambientes que han sido 
perturbados y que se encuentran en 
diferentes estadios de regenera- 
ción. Este tipo de estudios nos per- 
mitirá producir un banco de datos 
acerca de las semejanzas y diferen- 
cias de las especies en comunida- 
des con diferentes grados de explo- 
tación o perturbación. Esta informa- 
ción podrá ser entonces utilizada en 
un sistema computarizado para pre- 
decir las respuestas de las especies 
ante una perturbación en su ambien- 
te. 


La araña Nephila davipes, conocida como 
araña tejedora en Cuba y como araña de 
seda dorada en los Estados Unidos, es una 
de las más grandes de la familia Araneide. 
Las telas de las arañas de esta familia son 
las llamadas orbiculares y son circulares 
con una espiral de seda viscosa (son las 
telas que construyen las arañas de jardín). 
Estas arañas construyen telas más compli- 
cadas formadas de dos partes: una tela 
'orbicular en el centro y telas laberinto a 
cada lado. Las hembras maduras de esta 
especie pueden llegar a pesar 4grs. y tejer 
telas de hasta 60 cms. de diámetro. 

Una de las peculiaridades más impor- 
tantes de esta especie, es su amplia distri- 
bución. Se encuentra desde el sureste de 
los Estados Unidos hasta Perú y Argenti- 
na. « . . 

En México se le encuentra en sitios tan 
diversos como las costas de Veracruz, los 
cafetales de Fortín de las Flores y los 



Plasticidm 
distribución en c 


Linden Higgii 







bosques templados de Nuevo León. Tam- 
bién es común encontrarla en la zona árida 
de Tehuacán, Pue., y los bosques secos 
de la costa de Jalisco. 

Es poco usual que una especie pueda 
vivir en un rango tan amplio de climas. Esta 
araña puede sobrevivir en tantos lugares 
gracias a que presenta lo que se conoce 
como "plasticidad fenotípica". Esto se re- 
fiere a que existen variaciones tanto en la 
conducta como en características morfoló- 
gicas y de desarolio. En cuanto al desarro- 
llo, por ejemplo, en lugares como Jalisco o 
Tehuacán, en donde tas condiciones cli- 
máticas son severas, las arañas son más 
pequeñas y maduran más rápido que en 
otros lugares con climas más benignos. 
Esta maduración temprana le permite a las 
poblaciones de arañas reproducirse lo an- 
tes posible y no tener que esperar mucho 
tiempo en sitios donde esperar puede sig- 
nificar morir antes de reproducirse. Esta 
capacidad "plástica" para adaptarse a di- 
ferentes ambientes parece ser la clave 
para que este animal pueda sobrevivir en 
tantos ambientes en el continente ameri- 
cano. 


ranas 


EL PULSO DE LA BIOSFERA 





* La belleza y genialidad de una obra 
de arte pueden ser concebidas de nue- 
vo, aun cuando su primera expresión 
material desaparezca; una armonía 
puede volver a inspirar ai compositor; 
mas cuando el último ejemplar de una 
especie de seres vivientes ha exhala- 
do su aliento postrero, otro cielo y otra 
tierra tendrán que pasar antes de que 
un ser semejante pueda volver a exis- 
tir. Cuando una especie muere, un 
mundo termina. " 


William Beebe 


M éxico es uno de los paí- 
ses biológicamente más 
diversos del mundo. Su 
variada fauna y fiora, que es similar 
o mayor a ia de otros países y conti- 
nentes con mayores territorios, está 
compuesta de aproximadamente 30 
mil especies de plantas vasculares, 
500 especies de mamíferos, 1000 
especies de aves y miles de especies 
de otros vertebrados e invertebra- 
dos. Un gran porcentaje de estas 
especies son endémicas de México, 
es decir, no se encuentran en ningún 
otro país. La importancia de esta di- 
versidad queda de manifiesto cuan- 
do consideramos que México junto 
con Colombia, Brasil, Indonesia, Zai- 
re, Australia y Madagascar, albergan 
entre el 60 y 80 % de todos los orga- 
nismos del planeta. 

Desgraciadamente, nuestro 
país enfrenta serios problemas am- 
bientales que ponen en peligro la 
perpetuación de cientos de especies 
vegetales y animales. La deforesta- 
ción de miles de hectáreas de selvas 
y bosques; la desecación de panta- 
nos, humedales, esteros y otros 
cuerpos de agua; la contaminación 


del suelo, aire y agua; y la desapari- 
ción de miles de especies por la 
destrucción de su habitat y el tráfico 
y cacería ilegales, son algunas de 
las consecuencias del avance de- 
senfrenado de las fronteras urbana, 
agrícola, ganadera y forestal. 

A pesar de no existir inventa- 
rios precisos, se conoce que apro- 
ximadamente 1000 especies de 
plantas, 77 de mamíferos, 80 de a- 
ves, 40 de reptiles y anfibios, y 40 de 
peces de agua dulce se encuentran 
en inminente peligro de extinción. 
Entre estas especies se encuentran 
por ejemplo el lobo mexicano, la ba- 
llena gris, el conejo de los volcanes, 
e¡ carpintero imperial, el águila dora- 
da, el cedro de Guadalupe y la biz- 
naga del Pedregal de San Angel. 

La conservación de las espe- 
cies en peligro de extinción y de los 
ecosistemas en los que habitan de- 
be ser prioritaria en materia de ex- 
plotación y manejo de los recursos 
naturales del país. Actualmente sólo 
un 2% del territorio nacional está 
incluido en áreas protegidas y la ma- 
yor parte de éstas presentan pro- 
blemas de tenencia de la tierra, ca- 


cería, tala, tráfico de especies, a- 
sentamientos ilegales, etc. 

La conservación a largo plazo 
de los recursos biológicos depende 
en gran medida de que se tomen en 
cuenta no sólo las características 
ecológicas del territorio, sino tam- 
bién las condiciones socioeconómi- 
cas del país. Para esto se requiere 
de la participación de especialistas 
de las diversas áreas del conoci- 
miento que propongan programas 
adecuados de manejo de ios ecosis- 
temas. 

Es en las investigaciones y pro- 
puestas que se realizan actualmen- 
te, en donde descansa un enorme y 
pesado reto ecológico. Las decisio- 
nes que se tomen hoy pueden ser 
las últimas con la posibilidad de sal- 
vaguardar la riqueza biológica del 
país. Mañana será, probablamente, 
demasiado tarde. Si no enfrentamos 
adecuadamente este reto heredare- 
mos a nuestros hijos un planeta ho- 
mogéneo y empobrecido. Un mundo 
en el cual las selvas y los bosques, 
los lobos y los quetzales, serán sólo 
un doloroso recuerdo del pasado. 


IBlSfSI 


A JUNGLA 



Tj 1 

n ef corazón de Ciudad Universi- 
taria se encuentra ia ultima muestra de 
vegetación natural del otrora espléndido 
Valle de México: el pedregal. Por su im- 
portancia biológica se decretaron en 
1983, 124 hectáreas de pedregal dentro 
de la Universidad como "zona ecológica 
inafectable". 

Para aquellos que no recuerdan o para 
quienes todavía no b saben, va un poco 
de historia. Hace 2500 años, al sur del 
Valle de México, el volcán Xitie hizo erup- 
ción. la lava se precipitó arrasando cuan- 
to estuvo a su paso y se extendió hacia 
el valle donde sepultó a la joven cultura 
cuicuilca. Al enfriarse la lava quedó un 
extraño y desolado paisaje, una isla de 
piedra silenciosa y desnuda.. .desierta. 
Un paisaje inhóspito y hostil que se ex- 
tendía 80 km2 sobre un gradiente alti- 
tudinal que va de los 2100 msnm en el 
valle, a los 3100 msnm en la cima del 
volcán. Lentamente, con el paso de los 
siglos la isla se pobló. Por su gran varie- 
dad de micro y macroambientés, dio al- 
bergue a unagran diversidad de especies 
provenientes de distintas regiones bb- 
geográficas. El Dr.J. Rzedowski diferen- 
ció en 1954 hasta cinco comunidades 
vegetales sobre el gradiente altitudinal 
que comprenden de ta cima al valle: bos- 
que de alie, bosque de pino, bosque de 
encino, matorral de encino y matorral de 
"pab loco". Este último ocupa la mitad del 
derrame y corresponde al área donde se 
asienta la Ciudad Universitaria. 

Eí sitio permaneció muchos años a- 
bandonado pues la gente lo consideraba 
un lugar poco amable para habitar, con 
escaso suelo para cultivar y además pe- 
ligroso ya que llegaron a ser abundantes 
las serpientes de cascabel. Por su carác- 
ter inhóspito y rocoso fue llamado "Mal- 
país" o "Pedregal". Este relativo aisla- 
miento sin embargo, permitió que el sitb 
se conservaray que prosperaran en él los 
procesos ecológicos naturales sin ia in- 
tervención directa del ser humano. 

Con el expbsivo crecimiento de la Ciu- 
dad de México, el Pedregal se vió fuerte- 


Una reserva ecológica en 
Ciudad Universitaria 

Ariel Rojo 



A. ESTADIO OUMPICO 

B. RECTORIA 

C. MEDICINA 

D. ALBERGA 

E. FCA 

F. F.CIENCIAS 

G. FCP 

H. CENTRO CULTURAL 

I. CCHSUR 

J. CENTRO DE ECOLOGIA 

K. METRO UNIVERSIDAD 


mente afectado. En tan sób 30 años 
desapareció más del 90% de su exten- 
sión original. Afortunadamente, la Ciudad 
Universitaria no creció ai mismo ritmo fo 
que permitió que se conservaran frag- 
mentos de vegetación natural. Estos 
constituyen en ia actualidad la Reserva 
Ecológica del Pedregal. 

Desde que se decretó como zona eco- 
lógica, la reserva quedó a cargo de la 
Coordinación de la Investigación Científi- 
ca, quien formó un Comité Ejecutivo inte- 
grado por representantes de la Facultad 
de Ciencias y del Instituto de Biología 
(actualmente el Centro de Ecología tiene 
también un representante en el Comité 
Ejecutivo). Existe asimismo un documen- 
to rector en el que se establecen linea- 
mientos y reglamentos que regulan las 
funcbnes de la reserva con respecto a la 


investigación, docencia y difusión. Hoy 
en día, la reserva tiene a disposición de 
ios interesados, una base de datos bi- 
bliográfica con 142 referencias, un archi- 
vo con 44 de estas publicaciones y lista- 
dos florísticos y faunísticos; el primero de 
éstos, actualizado por A Valiente-Banuet 
y publicado en el presente año. Asimismo 
cuenta también con materia! de campo y 
laboratorio, dos videos y un diaporama 
Sin duda ia Reserva del Pedregal es 
un patrimonio de la humanidad, sin em- 
bargo nos corresponde a los universita- 
rios su conservación, estudio y manejo. 
Sobre todo si consideramos que hacia 
finales de sigb son cada vez más esca- 
sas las áreas naturales que presentan tai 
diversidad y potencial, particularmente 
en ésta, la ciudad más grande del mundo. 


-vi 


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Oikos- es una publicación bimestral 
del Centro de Ecología de la UNAM. 
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Centro de Ecología, Apartado Postal 
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