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Full text of "Algo sobre Peces de Cuba con cierta extension a los de Puerto Rico y Los Estados Unidos"

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ALGO 


SOBRE 


Peores DE CUBA 


CON CIERTA EXTENSION A LOS DE 


WUERTOCRICO” Y LOS ESTADOS UNIDOS 


POR EL 


DR. JUAN VILARÓ DIAZ. 


HABANA. 


IMPRENTA DE A. ALVAREZ Y COMPAÑIA. 
TZTO-MTRADDA—TO, 


1893 


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augusta al ensayo de su discihpudo. 


Abril de 1893. 


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AL LECTOR. 


Escrito de momento, por primera intención para el periódico po- 
lítico La Semana, este trabajo terminó con la revista expresada. 

Reprodújose un tanto aumentado luego, en los Anales de la Aca- 
demia de Ciencias de la Habana. 

Esa edición sufrió interrupciones, por motivos de salud y algún 
otro. Reanudada últimamente—en obsequio á deseos que fueron y 
serán siempre órdenes para mí -—su extensión, reducida al principio, 
fué ampliada sucesivamente. Bien se echa de ver. 

Los que me conocen, saben cómo me alegraría de que este ensayo 
—porque no hay que estimarlo en más-—decidiese la factura de la 
obra patriótica — por tal la tengo, que yo no pude sino esbozar. 

Sin pretensiones científicas —- que sé demasiado á qué atenerme 
en este punto; sin más aspiración que servir al País, le ofrezco este 
algo, que ojalá no resulte nada. 


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ALGO SOBRE PECES DE CUBA. 


INTRODUCCIÓN. 


Este trabajo es inicial de una serie consagrada ¿ las in- 
dustrias piscatorias—dijera mejor acuícolas, si hubiese lugar 
para tanto. 

Puede valer también de concurso á la Ictiología cubana, 
si se atiende á los datos propios que habrá de contener res- 
pecto de la residencia, las costumbres, el aprovechamiento, 
la riqueza y demás de nuestra piscifauna. 

Cuanto á tratar de pesqueras hispano-antillanas, me 
adelanto á una observación, tan generalizada como esté- 
ril. Por el camino del desaliento no se vá 4 ninguna 
parte. No importa, pues, poco ni mucho, nada, que al es- 
fuerzo no responda el éxito merecido. Tan poco así importa 
que la sembradura no se traduzca, hoy por hoy, en cosechas 
ópimas. Los que nos consagramos á tal empresa—y á cuan- 
tas más dicen relación al porvenir de esta tierra-—sabemos 
demasiado que estas horas nuestras no son horas plácidas, 
ni siquiera horas tranquilas. 


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Mas, por lo mismo, horas son que nos imponen crecidas 
sumas de esfuerzo, de constancia, de decisión. Tal lo en- 
tendemos, lo aceptamos y lo cumplimos, sin distingos suti- 
les, ni desmayos indignos. 

Nuestra tarea es, así como un acarreo y acopio de mate- 
riales en la noche de hoy, para que sean aprovechados el dia 
de mañana. 


Por lo que a Cuba toca, bien puede decirse que nuestra 
industria pesquera nació de poco acá á su vida verdadera- 
mente racional, verdaderamente técnica. 

Hecho tal, trae de suyo aparejado el cumplimiento ine- 
ludible de dos preceptos. Consiste el primero, en ordenar 
y adaptar á cada ocasión y caso, los elementos dispersos que 
á nuestra Fauna marina y fluvial se refieren; y el segundo, 
en allegar cuantos más antecedentes sea dable y ¿ nuestro 
alcance pericial se hallen. 

La tarea, bien se colige, es de todo punto y extremo 
grande, y por ende, superior con mucho á todo esfuerzo in- 
dividual, por vigoroso que fuese. De aquí la conveniencia, 
es más, la necesidad de reunir los factores tedos en un co- 
mún empeño. De esta suerte, se soltarán no pocas dificulta- 
des, se anularán no pequeños obstáculos. 

De presente, sólo nos cumple sentar las bases de la obra 
magna. | 

A manos más peritas, y por lo tanto más seguras, tocará 
la tarea de edificar con mayor caudal de ciencia, con holgu- 


ra mayor de espacio y mayor latitud de tiempo, nuestro: 


erandioso porvenir piscatorio. 

Entre nuestros auxiliares de más valía, nadie puede dis- 
putar el primer puesto á los pescadores honrados. Sin su 
poderoso concurso, bien poco de provecho se haria, y eso á 
bien duras penas. 


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Mis amigos pescadores me han enseñado mucho; y más 
que ninguno D. Manuel Lesmes—hijo del antiguo amigo de 
D. Felipe Poey—tan perspicuo como entendido en su pro- 
fesión, discreto como servicial, 

Fructuosos fueron también los trabajos realizados por la 
Junta Central de Pesca y por la Provincial de la Habana, 
encaminados á dar vida científica 4 nuestra industria piscl- 
cola, 4 robustecerla, ampliarla y favorecerla, poniéndola á 
cubierto de la avaricia inconsciente, de la especulación de- 
satentada. En este punto, es de estricta justicia consignar 
la parte muy principal que le corresponde á S. E. el Vice- 
Almirante D. Ramón Topete, Jefe entonces de este Aposta- 
dero, 4 cuya ilustrada iniciativa y patriótica constancia, 
debióse que fueran realidad los acuerdos de la Junta y las 
disposiciones superiores. 

Puesto de honor ocupan, asimismo, el ilustrado Coman- 
dante General D. Florencio Montojo, que tan noble y cons- 
tante empeño puso en que la empresa ostrícola del Vedado 
no muriese al nacer—como sucumbió por fin, á los rigores 
de la Hacienda y á la estrechez de miras del Municipio;-— 
y el General D. Miguel Manjón, que no sólo premulgó el 
Reglamento de Mariscos, sino también le mantuvo en vigor, 
como correspondía 4 su ilustrada rectitud y á su deseo de 
hacer bien á esta tierra. 

Raiz de aquellas resoluciones fueron los interrogatorios 
dirigidos 4 las Comandancias de provincia y á las Ayudan- 
tías de distrito adscritas á4 este Apostadero. De sus resulta- 
dos, en punto á la Corrida y Arribazón de Peces en nuestro 
litoral, paso 4 ocuparme. 

Vendrá después la Reproducción, los Artes de pesca, la 
Vejiga natatoria y la Punción ó Sangría, antecedentes todos 
de cuenta por su origen fidedigno y su conveniencia local. 

Me parece que asi se estará mejor habilitado para el 
estudio de los Peces cubanos útiles- —que á seguidas me pro- 
pongo realizar—tanto respecto de su aprovechamiento culi- 


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nario, como en punto a las industrias que en el litoral cuba- 
no con ellos se pudiera fácilmente erigir, holgadamente 
mantener y provechosamente explotar. 


Corrida. Arribazón. 


Mucho y por mucho tiempo llamaron la atención de los 
naturalistas, ciertos movimientos colectivos que los Peces 
realizan, por motivos y en ocasiones determinadas. Su regu- 
laridad y su constancia—aparte otras consideraciones, en las 
que entra seguramente por mucho el elemento psiquico—es- 
caparon con rara persistencia á todas las solicitaciones y á 
los esfuerzos todos. Pero 4 medida que se desarrollaban las 
industrias marinas—en especial la piscicola--dilatábanse 
también los horizontes de la ciencia ictiológica, y haciase la 
luz en las oscuridades tanto tiempo impenetrables, 


Los movimientos parciales así como las grandes excur- 
siones colectivas de los Peces, obedecen 4 causas, dependen 
de circunstancias y accidentes no menos notables que diver- 
sos. Cuentan en ellcs: la temperatura de las aguas, cuyas 
condiciones tanta relación dicen con la vida de los Peces; 
la necesidad de pastos guante el quales, que no vá en zaga 
á la anterior; la persecución por las especies ictiófagas, cuya 
prelacía corresponde indudablemente al hombre; en fin, las 
exigencias de la procreación, por demás apremiantes. Como 
son variadas y variables las causas, lo han de ser rigurosa- 
mente los efectos. Mas entre todas culminan dos: la ineludi- 
ble exigencia de la reproducción, y la no menos premiosa de 
hallar un refugio contra las persecuciones y las tempestades. 
Es la primera, causa eficiente de la Corrida; la segunda, 
causa determinante de la Arribazón. Bueno será ante todo 
precisar la acepción de estos términos, 4 menudo confun- 
didos. 


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La Corripa se verifica á impulsos de la urgencia de deso- 
var las hembras, de descargar <u aparato seminal los machos. 
La ArrIbBazóN tiene lugar cuando ciertas especies de lo alto 
buscan abrigo contra el mal tiempo, en las costas. 


Por de contado, que este deslinde terminológico es más 
técnico que vulgar, y tendrá que difundirse á la corta ó la 
larga entre la generalidad piscatoria. 

ln Cuba, al igual que en España, las arribazones y las 
corridas se acentúan más en primavera y un tanto en otoño. 
Claro es que no han de faltar excepciones, producidas por 
causas variadas. 

Entre estas últimas, merecen citarse las miriadas de los 
Acálefos llamados vualearmente Dedalillo —porque su forma 
simula un dedal pequeño, oscuro—así como los Annélidos 
dichos Lombrices; que surgen, unos y otras en nuestras aguas 
de improviso, sin que se sepa cómo ni de donde. Llega en 
Abril pequeño el Dedalillo, alcanza en Mayo su desarrollo 
completo, y desaparece en Junio. Tal se observa en Bata- 
banó, en donde arriba con brisotes del Sur y del Oeste. Tan- 
tos son estos acálefos, que lu mar viene negra, al gráfico de- 
cir de nuestros pescadores. 

Comunmente, viene la ZLombriíz después del Dedalillo. 
Su mayor abundancia se observa con el $. E., Sures de cua- 
resma, fuertes como un brisote Ó más. Duran todo Abril ó 
Mayo. Son pasto de los Paros que por entonces arriban, y 
á ello deben el llamarse Pargos lombriseros. Cuando llueve, 
se sumen dos d tres dias; acaso en busca del agua bien sala- 
da, y vuelven arriba luego. 

Los pescadores de Sardinas conocen por signos positivos 
la aproximación de los preciados bancos, por las Marsopas y 
Escualos, Gaviotas y demás aves piscivoras, que los siguen ó 
cercan. Otro tanto acontece con los Arenques, Anchoas, 
Bacalaos y Atunes. Una simple mirada basta á nuestros pes- 
cadores para descubrir un cardumen. 

Tanto la Corrida como la Arribazón importan mucho 


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para las industrias piscicolas, y más aún la Corrida, por 
cuanto es mayor su relación con la Piscicultura natural y 
artificial, de agua dulce ó marina. Cuanto á la Arribazón 
de especies anadromas y catadromas, ó simplemente maríti- 
mas, dice relación por modo especial, á las salazones y con- 
servas de carnes y de hucvas, asi como «dla confección de 
abonos y de aceites comunes 6 medicinales. 

A tales particulares he de consagrar estudios aparte. 
Bien lo merecen. Aunque no sea más que para demostrar 
palmariamente, que si somos tributarios al extranjero por 
todos estos conceptos, es porque queremos. De nuestra vo- 
luntad depende, de todo en todo. Ni más ni menos. La de- 
mostración es bien fácil, sencilla: se cae de su peso, como 4 
su sazón veremos. 

Como dice muy bien Zaborowski, estos movimientos de 
los Peces se realizan 4 modo de flujo y reflujo, en los lími- 
tes de cada área geográfica. Ls evidente que cada año ó en 
cada estición acuden al mismo punto 
turbe y ahuyente. 


salvo que se les per- 


Marcel de Serres cita, y Zaborowski y otros profesores 
reproducen, las observaciones y experimentos de Deslandes, 
naturalista acreditado, realizados en el rio Auzon, que riega 
la Bretaña. 12 salmones, devueltos al agua con un anillo de 
cobre en la cola, reaparecieron y fueron de nuevo captura- 
dos en el mismo punto, de esta suerte: 5 al año siguiente, 
3 á los dos años, 3 un año más tarde. Por miembros de la 
muy honorable United States Commission of Fish and PFis- 
heries, astcomo por respetables pescadores de Massachusetts 
y otros estados de la Unión Norte Americana, se ha marca- 
do á individuos jóvenes, adultos y viejos, de varias especies 
y en varias ocasiones; y devueltos al agua, fueron pescados 
en años sucesivos en los mismos puntos de desove. Bien será 
advertir, que estos experimentos, repetidos, variados y am 
pliados conforme 4 los preceptos del arte, dieron idénticos 
resultados, tanto en las especies marinas y fluviales, cuanto 


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E y SON 
en las anadromas y catadromas. líste es un poderoso argu- 
mento—dicho sea de paso—contra la opinión de algunos 
pescadores que afirman cómo los peces cogidos una vez, nun- 
:a más pican el anzuelo. No será milasro que en este dicho 
entre por mucho la idea egoista de no devolver 4 su elemen- 
to los individuos que no alcancen la medida mínima regla- 
mentaria. 

Unas especies ceden el puesto ¿las otras. La especie 
carnívora que sucede, devora á la que precede: es la regla 
fatal. 

Los grandes viajeros son grandes carnívoros: como que 
el mayor consumo de sus fuerzas, reclama mavor cantidad de 
elementos reparadores. 

Tau constantes son estos movimientos periódicos de los 
Peces, que los pescadores pueden asegurar de antemano 
cuándo, dónde, y cómo han de capturar tales y cuales espe- 
cies: sin errar nunca en punto á ocasión, localidad y abun- 
dancia, así como al grado de desarrollo y demás particulares 
é incidencias que por un concepto ú otro les interesan. 

Es notable por extremo la coincidencia de movimientos 
de ciertos peces, con los que otros verifican con rigurosa 
igualdad de lugar y de tiempo. Concurren puntuales al cam- 
po de batalla que parece convenido de antemano, para re- 
novar cada año cruentísimas refriegas, en que la furia de 
los unos se enfrenta con la ferocidad de los otros, como de- 
cididos á exterminarse todos. No de otra suerte en extraños 
mares los Arenques son devorados á millones por las Caba- 
llas, víctimas á su vez de los Atunes, que son luego pasto de 
lEscualos, tan bien llamados Tieres del Mar. The struggle for 
life en toda la línea! 

Lo mismo en nuestras aguas. La abundancia de fieras mu- 
rinas—Pec?s malos, que dicen nuestros pescadores—es para 
éstos presagio halagiieño de copiosos lances de Biajaibas, de 
Chernas, de Pargos y de Lisas. Inermes para la lucha indi- 
vidual, practican 4 maravilla el saludable como discreto vis- 


E 


unitas fortior, luaciéndose fuertes por la unión. Base de su 
estrategia es la columna cerrada, formando lo que nuestros 
héroes del mar denominan bolas. 

Sirvanos de ejemplo nuestra Lisa. 

ll movimiento se inicia en las lagunas ó criaderos más 
interiores. La primera columna desciende hácia el mar, ha- 
ciendo etapas en las localidades que halla á su paso; engro- 
sándose así de más en más la hbo/4. En su marcha es seguida 
por los flancos y por la retaguardia, así como por debajo, 
de legiones voraces, en las que abundan los Tiburones, las 
Cornudas, las Rayas, las Pieudlas, las Cuberas, los Sabalos. 
Como la bola se sostenga “bien apiñada, no se meten con 
ella.” Si algunos se desvían, perecen. Lo peor es que varios 
se separen á un tiempo y por distintos lados; pues entonces 
los enemigos redoblan sus ataques, entra el desorden, la co- 
lumna se disgrega y los perseguidores se dan un hartazgo 
soberano. Bien á su costa saben las Lisas, que un cuadro ro- 
to, muy tarde ó nunca se forma de nuevo. A más no poder, 
constituyen entonces grupos de 15 4 50, que á bien duras 
penas llegan al desovadero. 

Sucede punto menos con las Chernas y Pargos. 

Andan los asaltantes ¿á la vera de las grandes masas, más 
que en la Arribazón. Como siempre, la cobardía está en ra- 
zón directa de la ferocidad. Mas apenas un Pargo 0 una 
Cherna son pescados al cordel, lánzanse sobre ellos y es muy 
raro el que liega á bordo. 

Antes de proseguir, importa precisar la acepción de los 
vocablos anadromo y catadromo. 

Llámase anadromo, el pez que pasa en el mar la mayor 
parte de su vida; pues solo se traslada al agua dulce—rio, 
laguna, albufera—para realizar las funciones de reproduc- 
ción. Las crías permanecen más ó menos tiempo en el lugar 
de su nacimiento, descendiendo luego al agua salada, donde 
completan su desarrollo. 

Se apellida catadromo, el pez nacido en el mar, que pas: 


á residir dos ó cuatro años en un río ó lago, volviendo al 
agua salada en la época de la reproducción. Ejemplo cuba- 
no, la Lisa. 


bli 


Reproducción. 


Es natural que el Pez 4 la hora de la reproducción —lo 
de realizar los actos más trascendentales de su existencia, — 
procure los lugares más adecuados, que, á no dejar duda, le 
ofrecen las costas, la embocadura de los rios y demás depó- 
sitos de agua propicios. 

La época de las funciones de reproducción varía en una 
misma especie, según las condiciones biológicas de cada lo- 
calidad, séanse las condiciones de fondo, alreo, temperatura, 
luz, etc. 

De los peces exóticos, no tomemos más que un ejemplo: 
la Trucha. Su desove ú freza tiene lugar generalmente del 
15 de Noviembre al 15 de Enero. Pues en los Altos Piri- 
neos, cerca de Luchon, comienza en Setiembre. Inmediato 
á Saint-Beat, donde el Otoño se prolonea, la puesta tiene 
efecto en Octubre d principios de Noviembre. En las llana- 
das, alrededores de Tolosa, se verifica en Diciembre. 

De las especies cubanas, á lo que estamos, consignaré 
cuanto más pueda. No será lo que fuera de desear, segura- 
mente. Esta suerte de especulaciones formales son de data 
reciente, y hay que ir despacio cuando se quiere ir bien. 
Asignaré á cada especie la época de su reproducción—lo 
que valdrá tanto como expresar la de su corrida por aquella 
necesidad determinada, 0 mejor dicho, impuesta. 

También las aguas requieren determinadas condiciones. 
Ante todo, han de estar tranquilas cuanto más sea dable: 
quiere decir, que solo tengan el movimiento indispensable 


o 


- 


Ms ] 
para la renovación de los elementos —respiratorios particular- 
mente—que la vida del embrión reclama. Después, cuenta 
ha de ser de los alevinos el proporcionarse un medio am- 
biente apropiado, ó el adaptarse bien 4 mal de su grado al 
que el piscicultor les impone. 

A los efectos indicados, han de estar las aguas expuestas 
al sol, protegidas contra los vientos, 4 cubierto del oleaje 
normal y aún más del tempestuoso. De aquí resulta que si 
importante es para los Peces la adquisición de un punto 
apropiado para la freza ó desove, no lo es por cierto en me- 
nor grado para las crías. Carentes los pececillos de todo 
cuidado por parte de sus padres-—tal es la regla —requieren 
al nacer apropiadas condiciones de existencia y elementos 
de desarrollo, armas bastantes para entrar convenientemen- 
te habilitados en la línea de combate por la vida. 

Adelante veremos que es favorable alguna corriente en 
las aguas, para la impregnación prolífica. ' 

Los huevos para su evolución natural, han de permane- 
cer dónde y cómo fueron puestos. 

Es circunstancia favorable su aglomeración, en aquél 
caso: diseregados, el líquido fecundante no los bañaria tan 
fácil ni tan apropiadamente. 

También ha de haber cierta proporción numérica en los 
sexos: cuatro machos para cada hembra, término medio. 

Muchos huevos después de impregnados van al fondo, 
más ó menos; los que no lo han sido, sobrenadan. Claro es 
que éstos últimos sirven de fácil pasto á los animales ovivo- 
ros, que muy poco dañan, en tal caso, ¿ la reproducción 
piscicola. 

No todos los óvulos se maduran á un mismo tiempo. 
La hembra va y viene al desovadero, seguida siempre por 
los machos, hasta que se completa el deshbogue y consiguien- 
te impregnación. Cuando hay corriente, sitúase el macho 
de suerte que el elemento prolífico sea acarreado por aqué- 
lla al punto debido. 


> 
Mos 

ln los Escualos y demás peces viviparos, la fecundación 
es interior: bien por simple contacto anal—como en los Ti- 
burones; bien por internación de la sustancia prolífica— 
como en nuestros Guajacones, cuya aleta anal está conver- 
tida en órgano intromitente. 

En los oviparos, la hembra emite con intervalos—bien 
determinados en muchas especies—porciones más ó menos 
orandes de huevos, que el macho, siempre avizor, baña acto 
seguido con su lechaza. A este respecto se hallarán cuantos 
datos existen hasta hoy; cuyos datos, oficiales, tengo por fide- 
dignos. 

¿s de advertir que cada desove parcial comprende siete 
días, esto es, los tres anteriores, el día y los posteriores de 
la fase expresada: lo que nuestros pescadores dicen luna. 
En lo restante de cada mes, dejan el desovadero más ó me- 
nos completamente. 

Lo más común es que el pez desove en donde nació. Por 
lo menos, la observación y la experiencia demuestran que 
cada especie vuelve tan cerca como puede al lugar de su 
nacimiento para realizar las funciones de reproducción; y 
continúa haciéndolo asi año tras año, durante toda su vida. 

Cierto es jgualmente, que al regresar á las localidades 
que habitaban antes de la freza, toman á toda costa el cami- 
no más corto, y como en la Corrida, siguen siempre una 
vía determinada. 


Teniendo en cuenta lo dicho, se alcanza fácilmente que 
habrá de suceder cuando de cualesquiera suerte ahuyente- 
mos nuestras especies sedentarias ó inmigrantes en tiempo 
del desove ó fecundación, impidiendo ó retardando ó impo- 
sibilitando la realización de tan importantísimos actos, 

La falta de emisión usí de los huevos como espermática, 
determina la muerte del individuo, según se ha demostrado 
en el Abramis brama de Linné, y en muchos otros. Y lo 
peor del caso es que el daño se extiende á los acompañan- 
tes también, como es consiguiente. 


Wi 

A esto, sin duda ninguna, hay que referir el que 4 veces 
ciertas especies desaparecen del lugar acostumbrado y no 
vuelven—si acaso — más que al cabo de algunos años. Y en 
ésto tienen su base técnica, firmisima, las Vedas, cuya ne- 
cesidad y cuya importancia no caben en segundo puesto. 

Empero, bueno será consignar para lo que pueda conve- 
nir, que en el caso de fallecimiento del pez enovado, toda- 
vía son aprovechables los óvulos. Jacobi lo ha demostrado. 
Tanto es así, que en los establecimientos piscicolas alema- 
nes, por ejemplo, se compran peces muertos para aprove- 
char sus ovadas. Siempre se logra fertilizar muchos. 

Los trabajos del profesor Sars, como Inspector de Pesca 
en Noruega, y los del Dr. Raffacle en la Estación zoológica 
de Nápoles, han fundado la división de los huevos de peces 
en flotantes y de fondo, según su situación, determinada por 
su mayor ó menor densidad relativa al medio ambiente. 

Los huevos de fondo realizan su evolución embrionaria 
en las profundidades de las aguas —si nó propiamente en el 
fondo, como el Salmón. Fijanlos las más veces en cuerpos ú 
objetos sumergidos, por medio de una materia adhesiva, que 
se solidifica en contacto del agua. El desarrollo de estos 
huevos es mucho más lento que el de los flotantes. Sale á luz 
la larva en un grado de organización bastante adelantado. 


En los huevos flotantes, por el contrario, la labor embrio- 
genética es por extremo rápida. Casos hay en que se con- 
suman sus etapas intraovulares en menos de 48 horas. Las 
larvas, excusado es decirlo, exhiben entonces una organiza- 
ción poco diferenciada. In las especies cuyos huevos son 
flotantes, cuentan el Bacalao—Gadus Morrhua—y otras 
muchas de la mayor importancia doméstica ó industrial. 

Entra por mucho en todos los casos, la latitud y consi- 
guiente temperatura del lugar de desove. Por fuerza ha de 
adelantarse en las regiones cálidas, siguiendo en las templa- 
das—donde la evolución emplea de 2 4 3 días, para prolon- 
garse en las frias hasta 12. 


Es 

— 17 — 

Las observaciones del mismo Raffaele confirman la aser- 
ción de que los actos genéticos tienen lugar niayormente de 
noche ó muy de mañana. 

La regla es, que las huevas flotantes ó de fondo, que- 
den á la ventura. Por excepción, permanece el pez á la 
. mira, cual en espera de lo que ha de venir. Así acontece 
en /lippocampus, provistos de una bolsa ovigera y aten- 
tos á su prole; en Cottus, de «ugua dulce; en CFasterosteus, 
que además anidan. Así igualmente nuestra Biajaca, que 
cuida de su progenie, como la Gallina de su parvada; lo 
mismo que nuestros Guajacones, yá citados. 

En los casos de viviparidad, lo común es que el oviduc- 
to, adecuadamente dilatado, haga veces de matriz. 

Es ficil de todas suertes el conocer á simple vista, cuan- 
do los peces que más nos importan se hallan á punto de 
reproducirse. Consignan los autores la coloración más viva 
que entonces ofrecen por modo particular los machos—4 
modo de traje nupcial, tan notable en las Aves. Considera- 
ble es asimismo el abultamiento de las regiones que respec- 
tivamente ocupan los ovartos, repletos de huevos, y las le- 
chas 6 glándulas seminales, distendidas por la gran cantidad 
de lechaza ó licor fecundante que contienen. Perciíbese en 
tal sazón también fácilmente, que el orificio de salida de 
ambos aparatos sexuales presenta sus bordes hinchados, en- 
rojecidos. 

Al llegar al desovadero, por tentadora que sea la carna- 
da, no la pican: parecen ciegos. Jn otra ocasión cualquier 
cebo es bueno, por regla general. Lógico es que así sea, 
habida cuenta del desarrollo alcanzado por los ovarios y por 
el aparato seminifero, que determinan la compresión del 
estómago y sus anexos. Y así se comprende también el que 
dejen la costa, los desovaderos, más veloces que cuando 
arribaron, puesto que yá depusieron sus respectivas cargas 
de huevos y de lechaza, y les apremia el hambre. In este 
particular están contestes los informes todos. 


Mas 

LE importa seguramente tenerlo en cuenta para las espe- 
culaciones piscatorias, si se quiere que resulten provechosas, 
cuando se atienda, como corresponde, más ¿4 la calidad que 
á la cantidad. 

Priva también entre la gente marina el absurdo de que 
las nasas de malla legal cogen más peces pequeños que las 
de malla estrecha, porque los chicuelos se divierten con el 
entrar y salir á través de las primeras. Como si los pececi- 
llos no fuesen harto avizores pura evitar que las bromas se 
tornasen en veras. No hay que olvidar cómo los Peces son 
inteligentes, recelosos y astutos, por más que « la larga su 
curiosidad los pierda, anulando aquellos atributos en prove- 
cho del hombre. Digalo sinó la nasa, que sin carnada ni 
atractivo apetitoso alguno, los aprisiona, arrastrados y perdi- 
dos por su curiosidad, seguramente. 

Cuando por experiencia son recelosos, especialmente en 
la mayoridad—condición común á todos los animales—hay 
que incitarlos, seducirlos con langosta corrompida ó cual. 
quiera otro cebo análogo. 

La creencia de que las fases lunares influyen en los mo- 
vimientos de los Peces, no existe sólo entre nuestra gente 
de mar. Todos lo aceptan. Según Ljungman, tal creencia 
se halla profundamente arraigada entre los pescadores de 
Noruega. Con propósito de volver 4 este particular en otra 
ocasión, de presente sólo indico la divergencia que tocante 
a la determinación de fases, exhiben los habitantes de las 
distintas localidades de nuestro litoral. 

Esta disparidad es extrema en nuestros marinos, tan- 
to, que abona la creencia de que, en este particular, una 
sencilla coincidencia se eleva á la categoría de causa, de 
generación en generación, más por rutina que por propia 
observación. 

De paso indicaré que la evolución embrionaria no entra- 
ña tantos ni tan grandes peligros, como los que el pececillo 
ha de correr desde el instante mismo de su nacimiento. 


> 
E 

Abismase la inteligencia humana al detenerse á considerar, 
someramente siquiera, los peligros, las asechanzas mil que 
ha de esquivar el pequeñuelo, para alcanzar la edad adulta 
y concurrir á su vez á la perpetuación de su especie. Mucho 
ha de bregar para librarse de los contrarios que á toda hora 
y en todas partes le asedian, le asaltan, le apresan y le de- 
voran. Antes que absorba de un todo la enorme vesícula 
umbilical, que dificulta sus movimientos, y que á modo de 
despensa ha de llevar cierto tiempo consigo, so pena de 
morirse de hambre; antes, también, de que sus branquias 
primero y el resto de su organismo después, funcionen con 
regularidad, mucho espacio ha de pasar y muchos azares 
han de correrse, muchos. Como que de este trance sólo es- 
capan el uno por mil. Bien entendido, en el estado natural. 
Que es sabido cómo en la Piscicultura las cosas pasan de una 
manera muy distinta. A tal punto hemos liegado, que el 
piscicultor difinde gérmenes en el agua, como el agricultor 
semillas en la tierra. En ésto, como en tantas otras mate- 
rias, el hombre no sólo sustituye ¿4 la naturaleza, mas tam- 
bién la complementa y la perfecciona y la supera. Baste 
apuntar que aprovecha un 90% de los óvulos fecundados arti- 
ficialmente. 

Este dato, de toda fidedignidad, merece la consideración 
de los emprendedores industriales; que con pocos esfuerzos, 
pudieran obtener muchas utilidades. 

Como dije, la Arribazón de los Peces es determinada 
particularmente por el mal tiempo afuera, que los compele 
á refugiarse en las costas. 

Dicho se está que en las especies anadromas, las arri- 
bazones habrán de reconocer otras causas y tendrán lugar 
en épocas distintas. 

Sirvanos de ejemplo también en este caso nuestra Lisa. 

Sus arribazones se verifican de Agosto á Septiembre, por 
efecto de las grandes lluvias acompañadas de vientos más ó 
menos fuertes, que en Cuba se dicen temporales de agua. Las 


pra y 


crecientes de los rios y su desborde, asi como de las lagunas 
en que las Lisas moran, son la causa determinante de sus 
excursiones forzadas, rambo á los esteros y costas. 

La arribazón de los Pargos, Chernas, Biajaibas y demás 
peces de cuenta, así por su número como por la calidad y 
abundancia de sus carnes, responde á las perturbaciones de 
las localidades en que residen; en especial los recios vien- 
tos del Norte, que fuerzan 4 las especies dichus de lo alto, 4, 
buscar asilo ó refugio en las costas y sus inmediaciones. De 
aquí la pesca, por ejemplo, de los hermosos Pargos que pe- 
san 25 libras y más. 


LIE: 
Artes. 


Tal nonibre se aplica ú los aparatos que se emplean en 
cada uno de los modos de pescar conocidos. Hay que dete- 
nerse algo en ello, aunque sólo sea por su calidad de ante- 
cedente necesario para la cabal inteligencia de lo que se di- 
“ga respecto del proceder piscatorio usado con determinadas 
especies. lísto, por punto general; que cuanto al daño que 


indudablemente causan algunos-—valgan de caso absoluto . 


los de arrastre—claro es que reclaman é imponen conside- 
ración mayor y cuenta más detenida. Forzosamente. Que 
otra cosa no cabe, si es que se quiere de veras, celar la con- 
servación y propender al desarrollo—ya que no se pueda 
artificial, natural al menos—de nuestras pesquerías. 

CoroeL. Es el arte profesional. Tanto, que los que lo 
usan exclusivamente, miran con desdén á los naseros, chin- 
chorreros y demás que se sirven de artes de malla, movibles 
ó fijos. Y tienen razón que les sobra. Liso y llano es calar 
la nasa en un criadero, volver al punto, pasado cierto tiem- 
po, levarla y coger mansamente lo pescado. Cómodo y har- 
to fácil es descubrir una mancha ó cardumen, lanzar sobre 
él un chinchorro de boliche, cobrarlo á bordo, y santas pás- 
cuas. 


> 
Es ML 


Cierto que no es tan sencilla la cosa, si se emplea el 
chinchorro de volapié, que se tiende y cobra desde tierra, 
Empero, tarea bien distinta y meritoria por cierto, es 
bogar y bogar limpio, mar á fuera, en una cachucha, en un 
cayuco, en una canoa, frágiles 4 cual más, y aun en un bote 
que los menos poseen. Echado el aparejo, se empieza en- 
tonces á sufrir, más que las flaquezas de los prójimos—que 
nunca faltan—las picardías de los Galafates, Jeniguanos y 
demás rateros de carnada, que limpian anzuelos á maravilla. 
Hecha al fin una presa, hay que trabajarla: esto es, hay que 
luchar brazo á brazo, largo tiempo en ocasiones; realizar 
esfuerzos más 0 menos grandes, en determinada dirección, 
continuos ó intermitentes, resistir unas veces, ceder en otras, 
aprovechando el momento para achicar el agua que embar- 
ca la canoa... ah! cuando no se tiene que arriar en banda 
el curricán, que quema, que hiende, que troza las carnes, y 
perder el arte, los afanes, todo, para volver 4 empezar! 
¡Qué ajenos los paseantes habaneros de la Punta, que 
miran, indiferentes los más, varar en la arena el barquichue- 
lo vuelto á tierra con las sombras de la noche; qué ajenos 
de saber, y más aún de apreciar, las sumas de valor, de in- 
trepidez, de abnegación hasta el martirio mismo, represen- 
tadas por aquel hombre mal vestido y peor calzado, que 
lleva 4 cuestas los remos, los aparejos y avios, mantenidos 
con una mano, en tanto la otra lleva unos peces! Ese es un 
pescador de lo alto, un héroe del mar, que conoce todos sus 
peligros y acaba de arrostrarlos y vencerlos todos. 
Cmixcuorros. De los artes que esta sección comprende, 
el menos dañino es el apellidado de volapié; porque, según 
dijimos, se cala y se cobra ó recoje el lance, suerte ó reda- 
da, desde tierra. No asi el Chinchorro de boliche, que, como 
está provisto de brzoles, puede tenderse y traerse á bordo en 
alta mar. De aquí el daño inmenso que este arte causa. Con 
harta razón está proscripto por la ley. Pero el peor de todos 
es el Bou ó arte de pareja. Dáse tal nombre, á la red que 


2 
2] 


llevan rastreando, por el fondo del mar, dos embarcaciones 
que corren á toda vela con viento largo. Siendo como es un 
arte de arrastre, que actúa en una área muy ámplia y apli- 
cado así, el daño que causa es inconmensurable. Las ovadas, 
las crias, los adultos, todo es arrasado, con aprovecho real 
de nadie y perjuicio seguro de todos. 

Con sobrada justicia pues, figura el how á la cabeza de 
los artes prohibidos. 

Trauquere. Otro tanto acontece con éste. También 
exige su empleo dos embarcaciones. Sirven éstas para rodear 
rápidamente el majal ó cardume de sardinas. Calada la red 
en el momento perentorio, se gana el lance desde á bordo. 
Bién se alcanza que este arte es dañino con extremo, no so- 
lamente por lo que coje y cómo lo coje, si que también por- 
que espanta y ahuyenta las sardinas. 

Nasa. Este arte—dicho también Butrón—consiste en 
una jaula ó canasta, de común cilíndrica, construida de 
mimbre, junco, caña, bejuco, red. A lo que sabemos, en 
Cuba no se construyen sino de tibisí. No se emplean aquí 
las de red, que en España forman sacos piramidales, ahue- 
cados ó sostenidos en su posición conveniente, por medio de 
aros de madera flexible. Varía un tanto la nomenclatura 
cubana de las partes de una nasa. Asi: el que en la Penín- 
sula se llama cuello—es decir, el pequeño circulo situado en 
la parte superior, por donde se extraen los peces cogidos, 
toma los nombres de tapa, puerta 6 boca. La llamada faz— 
parte principal de la nasa, en forma de embudo, con el ápi- 
ce ó porción más estrecha hácia dentro, que dá facil entrada 
¿ impide la salida á los peces—se denomina aqui matadero. 
El extremo reducido de la faz, 4 modo del de una ratonera, 
se nombra tragadero. 

Empléase en Cuba, al tenor de lo que en España y otras 
naciones se practica, las nombradas hileras ó andanas de na- 
sas. Fórmanlas cierto número de estos armadijos, pendien- 
tes de un cable 4 determinado trecho, y caladas en lugares 


D 
8 


concurridos. Es muy común, que la mayor parte del tiempo 
no se ponga en las nasas ninguna suerte de carnada. Suélese 
en tales casos, echar solamente en su interior an pedazo de 
hierro, alguna piedra, que las hace calar en posición y á la 
profundidad convenientes. 

Dos razones fundan la supresión de la carnada ó cebo 
en las nasas. Es la primera, el ser devorada por un crustasio 
diminuto que se nombra Caribe. Se dan casos, seguramen- 
te, pero este motivo no pasa de secundario, por accidental. 
¿m puridad, la razón principal estriba en la abundancia 
mayor de peces en épocas determinadas. Desde primeros de 
Febrero á últimos de Marzo, es decir, en el tiempo que lla- 
man de vírazones, disminuyen los peces, que buscan en el 
mar de afuera ó alta mar, aguas más tranquilas. ls nccesa- 
rio en tal sazón atraerlos, y para ello se usa la carnada de 
Langosta fétida, y se reviste la nasa con ramajes. La som- 
bta de éstos incita y place á los peces, curiosos de suyo ade- 
más y en alto grado. 

La nasa no entraña seguramente los graves y trascen- 
dentales daños que los aparatos de arrastre, causa eficiente, 
sin duda ninguna, de la decadencia y ruina de las pesque- 
rias nacionales. Pero la cuestión no tiene otro aspecto de 
mayor alcance, y es el siguiente. No cabe echar á puerta 
agena la enemiga, la inquina de los pescadores de á cordel 
hácia los naceros: porque donde quiera que se descubre un 
criadero de pesca, acude un nasero y establece su tren. Sue- 
le acontecer entonces, que éste es picado, y las nasas que lo 
forman quedan al garete, y siguen cargándose de peces en 
todo el largo tiempo que duran. Á ésto se agrega naturalmen- 
te, que las nasas asi cargadas de más en más y caladas, 
atraen peces mayores—por ejemplo, tiburones, rayas—que 
hacen la guerra á los menores, destruyéndolos y sinó ahu- 
ventándoloz. No menos sucede á las veces que, al traer á 
bordo las nasas aisladas, se rompe la cuerda, quedando aque- 
llas caladas de esta suerte, con las consecuencias fatales su- 


RÁ 

sodichas; tanto mayores, si el accidente tiene lugar con una 
andana ó tira de nasas. Por donde resulta segura la conve- 
niencia de restringir, en cuanto fuere dable, el uso liberal 
de este recurso de la industria piscatoria; evitando el abuso, 
si beneficioso 4 pocos, perjudicial 4 muchos. Finalmente, en 
la nasa, aunque la mena ó capacidad de sus mallas sea re- 
olamentaria, apropiada para el escape de los peces chicos; 
la observación diaria demuestra que los pequeñuelos, por 
más que pudieran salir, quedan generalmente adentro: bién 
sean entretenidos con los compañeros, bién por la sombra 
que en el armadijo captor los atrae y complace, bién—y esto 
es lo más verosímil —porque siendo de cañas ó tibisí, que 
no ceden 4 sus esfuerzos, la menor tentativa de escape los 
lacera. 


No es ni pudiera ser indiferente la luz de las mallas, la 
mena legal de los artes: de aquí el establecimiento de la 
malla reglamentaria. Tiende ésta, á que no se capturen pe- 
ces de tamaño inferior del señalado á cada especie para su 
consumo legal. Traducido aquel en peso, es el que sirve 
como tipo en las siguientes: 

Biajaiba, Ronco y otras especies de igual desarrollo—- 
120 gramos 0 4 onzas. 

Pargo, Cherna y especies del mismo crecimiento—230 
eramos 0 3 libra. 

Las especies. que adquieren un tamaño intermedio al de 
la Cherna y la Biajaiba—175 gramos ó 6 onzas. 

Por excepción, la Lisa tiene un mínimum legal de—230 
gramos. 

Las Sardinas, Manjúas y sus análogos, deben tener por 
lo menos—25 milímetros de lareo, desde el ojo al arranque 
de la cola. 

Camarón—70 milímetros. 

Langosta—-15 centímetros en igual concepto que los an- 
terlores. 


Vejiga natatoria. Punción. Mortalidad. 


Al tratar de muchas especies importantes, habré de re- 
ferirme á la punción de la vejiga natatoria, que los pescado- 
res denominan sangría. Imponen esta operación, los peces 
que residen en lo profundo, cuando después de traidos á 
bordo se les quiere mantener en tanques, viveros, ete. 

Hay que detenerse pues, en los particulares por el ept- 
grafe señalados; más que para aprovechar los datos inéditos 
relativos á las indicaciones, ú los instrumentos, puntos de 
elección y procederes empleados en la operación referida, 
para saber en qué supuestos se apoyan ciertas corruptelas 
perniciosas, 

Empiezo consignando, que el nombre de Vejiga natato- 
ría se fundo en la atribución de un simple valor hidrostático 
a este órgano importantísimo. 

Morfológicamente idéntica ¿4 los pulmones, con cuyos 
órganos guarda también correspondencia en cuanto al modo 
de desarrollarse, tiénese á la vejiga natatoria como precur- 
sor de los aparatos respiratorios aéreos, como pulmones ru- 
dimentarios, que exhiben su expresión completa en los 
Vertebrados superiores. 

Forma en muchos peces, una prolongación del tubo di: 
gestivo. 

Está constituida generalmente, por una bolsa impar, 
alargada, llena de aire ó de una mezcla gaseosa más rica 
que éste en oxigeno. Se aloja de común entre los intestinos 
y la columna vertebral. Suele presentar apéndices ciegos, 
anteriores y laterales, y también extrangulaciones, que la 
dividen en mitades: anterior y posterior, Ó derecha é iz- 
quierda. A veces está completamente aislada. Este carácter 
funda una división de los Peces, en Fisóstomos—cuya vejl- 
ga natatoria comunica con el esófago, por un conducto 


E 


acreo—y Fisoclistos, sin dicha comunicación pneumática, 
cerrada. 

¿n cuanto 4 su estructura, presenta condiciones análo 
gas á las de las paredes del intestino. De sus dos capas, la 
interna es mucosa, y en ella serpean vasos sanguíneos que 
constituyen tramas admirables —según la expresión de Claus. 
La externa es elástica y en ocasiones musculosa. Acaso las 
olándulas de la capa mucosa actúan de alguna suerte en el 
contenido gaseoso de la vejiga natatoria que nos ocupa: 
También deben ser tenidas en cuenta las eminencias reticu- 
ladas y los alveolos que en esta misma mucosa presentan- 
los peces Granoidios. Obsérvanse igualmente diferenciacio- 
nes que determinan alguna conexion fisiológica con ciertos 
aparatos. Valga de ejemplo, la relación de la vejiga natato- 
ria con el aparato auditivo, en muchos Fisóstomos. 

En su calidad de aparato hidrostático, se le asigna gran 
importancia, por razón de las variaciones que en el peso 
especifico determinan su plenitud y su vacuidad; y por con- 
siguiente, las alteraciones del centro de gravedad de los 
Peces. Mas, á esto hay que observar cómo los Tiburones, 
las Rayas, las Quimeras y aún no pocos Teleósteos, son bue- 
nos nadadores, y sin embargo carecen de vejiga natatoria, 
propiamente tal; si bien 4 menudo se presenta un asomo de 
ella, bajo la forma de prolongación del esófago. 

Cuando existe, determinan la contracción los elementos 
musculares de su capa externa y del tronco. La plenitud se 
restaura, por la cesación de las fuerzas contráctiles de sus 
paredes. En el primer caso, aumenta la gravedad del cuer- 
po y éste desciende; en el segundo, disminuye el peso espe- 
cifico, y el pez asciende. 

Cuando la acción contráctil se verifica sobre la porción 
anterior 0 sobre la posterior solamente, cambia el centro de 
gravedad, determinando el descenso de la parte cuya grave- 
dad aumenta. 

Pasando ya á lo que más concretamente nos interesa en 


e E 
concepto piscatorio, hay que empezar por decir, que el pez 
provisto de vejiga natatoria tiene un límite marcado.en su 
residencia, superficial ó profunda. Haállase por tanto, en re- 
lación estrecha con las presiones del medio ambiente y la 
potencia muscular que actúa sobre el aparato hidrostático. 
toto el equilibro. la decompresión de los gases conteni. 
dos en la vejiga natatoria cerrada, determina—en los peces 
de lo profundo sacados á la superficie—un aumento consi- 
derable de volumen, por efecto de la presión que la vejiga 
ejerce entoncés sobre las paredes abdominales del individuo, 
En su grado extremo de acción, el estómago es impulsado 
hacia fuera, llena la boca, en tanto los ojos salen después 
de sus órbitas, las escamas se yerguen y se desprenden, la 
deformación se completa. 

Por otra parte, la presión influye considerablemente en 
la distribución de los seres vivos en el seno de los mares. 
Cabe determinar el límite que tocante á profundidad de su 
residencia tienen estos organismos. Por último, hay diferen- 
cias notables en la oreanización y existencia entre los peces 
que frecuentan las capas superiores del mar, y los que des- 
cienden á 2,000 y aún 5,000 metros. 

Con estos antecedentes, indispensables á mi entender, 
paso á tratar de la Punción ó sangría, con cuanta extensión 
pueda. 

He podido observar más de una vez los primeros efectos 
de la decompresión en Chernas y Pargos. 

Traídos ¿4 bordo estos y otros peces de lo profundo, al 
cordel particularmente, hay que proceder en el acto 4 la 
punción de la vejiga natatoria, en la forma que en seguida 
veremos. 8% se le saca el viento al pescado—según la gráfica 
expresión de nuestros pescadores—flota aquél con el vien- 
tre hacia arriba, vienen la faringe y aún el estómago « la 
cavidad bucal, y el individuo muere. 

En la punción—dicha por los pescadores sangría—se 
se emplea la pica 6 sangrador. Es éste un instrumento he- 


28 


cho con un tallo de la planta que llamamos Cuaba, ó un 
tubo de lata, cuyo extremo incisor es aguzado y cortado en 
bisel, 4 modo de cánula que actúa al mismo tiempo como 
trócar. Constrúyese también, con un pedazo de madera du- 
ra, cilíndrico, manuable, en cuyo interior se «aloja un tubo 
de metal, que sobresale del mango lo indispensable para no 
atravesar de parte á parte la vejiga. 

El punto de elección—que diría un cirujano—está de- 
bajo de la pectoral izquierda. 

Hay dos procederes: uno es el general, común á la ma- 
yoría de las especies; y el otro es peculiar á algunas. 

El procedimiento común es el siguiente: Se alza la pec- 
toral dicha con el pulgar de la mano izquierda, marcando 
la línea de las costillas. A un través de dedo de la inserción 
de la nadadera, se introduce la pica ó sanerador, en direc- 
ción de bajo á arriba y de atrás á delante. Esta dirección es 
indispensable, para no herir el hígado, que se halla a) nivel 
del tronco de la aleta; ni los intestinos, que están debajo de 
la línea del costillar. 

El Pargo es uno de los peces que requi.ren un proceder 
especial, que es éste: Se le toma con la mano izquierda, 
cuyo pulgar mantiene abiertas las branquias ó agallas co- 
rrespondientes; se alza con el índice de la misma mano la 
aleta pectoral, y en lo demás se procede como en la Cherna. 
Pero es de advertir que ésta es mucho más resistente—de 
más vida, como dicen los pescadores—mientras que el Par- 
go es más delicado, muere más prontamente fuera del agua. 
líxige, pues, mayor rapidez en la operación, para que pueda 
lr al tanque, vivo como es menester para su aprovechamien- 
to en gran escala y á larga distancia de las pesqueras. 

Motivo de disputas y litigio, ha sido la mortalidad del 
pescado mantenido en viveros para su consumo ulterior, re- 
lacionada con su expendio legal. 

Aparte la condición particular de, vivir poco tiempo fue- 
ra del agua—como acontece en la Rabirrubia—muere el 


o EE 


pescado en los tanques de los viveros, antes de llegar á su 
destino: 1% por las malas condiciones biológicas de los ex- 
presados depdsitos flotantes: falta de limpieza, sustancias 
extrañas, etc. 2 porque al colmarlo, resulta el tanque insa- 
lubre por hacinamiento, con todas sus naturales é inevita- 
bles consecuencias. 3% porque cuando hay calma, falta el 
oleaje, y no se agita y renueva el ambiente acuático asÍ 
confinado. Siendo entonces—como en el caso anterior— 
muchos á consumir la corta cantidad de oxigeno del aire 
disuelto en el agua no reemplazada, la asfixia ha de dar 
cuenta de los pescados en tiempo más ó menos breve. 4% A 
la inversa, cuando la velocidad es tanta, que el agua proce- 
dente dél exterior penetra á través de los agujeros con tal 
violencia, que fustiga, golpea, hace chocar unos con otros 
los cautivos, y acaba por matarlos. 5% porque entre los ani- 
males acuáticos, como entre los terrestres, el parasitismo 
suele hacer de las suyas; amén de las epidemias, que de vez 
en cuando diezman, si no asolan, las pesqueras, de suerte y 
en grado igual á cualquier otro conjunto de organismos vi- 
vientes. Las victimas de todas estas circunstancias y accl- 
dentes, se reunen por la generalidad pescadora, bajo la co- 
mún denominación de Peces ahogados —que adelante nos 
ocuparán. 

Como asunto previo, cumple decir algo sobre los dolos 
y fraudes de uso frecuente en la venta de pescados. 

Los peces sospechosos, los acriminados y los realmente 
capaces de ensiguatar (a) ocuparán una sección, aparte de 
los útiles, por los conceptos enunciados. 

Ahora sólo expreso, que para determinar los peces ca- 
paces de producir la siguatera, en sus variadas expresiones 
morbosas, se necesita de cierto conocimientos técnicos ó 
de mucha práctica. 

Téngase en cuenta, que no solo se trata de conocerlos al 

(a) Así he oído decirlo siempre á los pescadores. Poey escribe enciguatar. Pi- 


chardo—Die. prov. cub., 4 ed.—dice asiguatar, 
4 


— 30). 


natural —que es lo de menos—sino también de descubrirlos, 
pesia 4 las supercherias, mutilaciones v demás ardides á 
que echan mano los contraventores entendidos—-lo que es 
decir, en su inmensa mayoría, si no en totalidad. 


Al más pinto se la juegan. Hay cambios de nombre: el 
Bonasí arard, pasa á ser Aguaji; la Tiñosa blanca se con- 
vierte en Segundo; el temible Coronado, preséntase como 
Medregal. Cualquiera uo distingue una Cubera de un Caba- 
llerote. Pero 4 cualquiera le dan Picuda dañina por buena 
Sierra. 

Hay mutilaciones y disfraces también. Pasa en efecto 
por Cochino, el Sobaco desollado; como el Ziburón asi, por 
Aguja de paladar. Y más de cuatro reciben tranquilos como 
Pargo, un Jocá con los colmillos cortados; etc., etc. 


Menor dificultad ofrecen los Peces ahogados, aunque 
parezca tan grande. Y eso que el hielo es un gran alcahue- 
te. Su acción, sin embargo, en este caso, no pasa de dar 
cierta rigidez á las carnes. Por poco adelantada que esté la 
rápida putrefacción —que es resultante forzosa de aquella 
muerte violenta—las branquias ó agallas y el iris ocular, se 
encargan de prevenir siempre á los menos avisados —bona 
Ffide, por supuesto. Las primeras, en vez de rojas, carmineas, 
aparecen blancuzcas, agrisadas, violáceas. La coloración del 
ojo, subsiste; pero en muchos casos que he observado, alte- 
rábala una especie de infiltración lactescente, bastante no- 
table. 

Tan pronto como pueda, veré si asi acontece en todos 
los casos, como expresión definitiva del signo que ahora no 
hago más que indicar. En esto, como en todo lo relativo á 
asuntos piscatorios y sus anexos, queda aún mucho por 
hacer. 

A poco de sustraido el pescado á la acción frigorifica, 
precipitase la desorganización, y entonces ya no cabe lla- 
marse á engaño. Movibles y caedizas las escamas, reblande- 
cidas las carnes, paga entonces á diez centavos la libra de 


3 
Purgo—lo he visto más de una vez—el cocinero pillastre, 
que al liacer que no sabe lo que se pesca, sabe demasiado 
lo que se gana. Con echar luego la culpa al calor 64 la lu- 
na, que lo puso manido, pasa la cosa, y hasta otra! 


Y 
Veda. 


Nada diré en particular, de tan importantísima materia. 
Demanda indudablemente la mayor atención y energía por 
parte de los llamados á mantener las vedas establecidas en 
toda su integridad. 

vtedúzcome en este trabajo, á consignar las constancias 
oficiales, tan numerosas como estimables, que poseo respec- 
to de su violación y de las desastrosas resultas consiguien- 
tes, que piden repetidamente pronto remedio. 

Más provechoso me parece que consten los desmanes en 
cada especie respectiva, con su comentario correspondiente. 

Eso sí, repetiré esta vez y en cuantas más estime propi- 
cias, lo que dije en defensa de la promulgación del Riegla- 
mento de Mariscos (a) á que aludí anteriormente—pág. 7. 

Apenas publicada una ley, dictado un acuerdo, tomada 
una disposición cualesquiera, asoman á seguidas y unas tras 
otras, las pretensiones de los descontentos, si con variado 
ropaje, con intención siempre igual. 

Hay una frase, que con variantes de poca monta, siem- 
pre sale 4 plaza, á modo de Cristo de las grandes ocasiones. 
Es ésta: gran número de individuos serán presa de la mise- 
ria, és mpinitas familias carecerán del alimento de sus hijos. 

La fórmula es general. Hay de todo para todos los mol- 
des y dechados, habidos y por haber. 

Desde el mando del General Topete—en que empecé á 
servir en las Juntas de Pesca—hasta ahora, en estos mo- 


(a) La Semana, año I, núms. 4, 5, 7, 8, 10, 13, 14 y 15.—Habana. 1887. 


— 32 — 


mentos mismos (a), ni una sola de las disposiciones piscato- 
rias ha dejado de producir quejas, protestas, reclamaciones, 
de palabra ó por escrito; sin que jamás faltara un roto para 
un descosido, un abogado de causas perdidas, que acogiese 
los despropósitos más grandes y alentase los absurdos más 
inconcebibles, y los formulase en escritos que arden en un 
candil. 

Un solo ejemplo. La malla ciega produce daños aravisi- 
mos á la industria, destruyendo las crías y esquilmando, co- 
mo es consiguiente, la riqueza piscatoria, cuando no la ano- 
nade de un todo. Pues bien: en instancia de los pescadores 
del puerto de la Habana, se ha dicho que con la malla real, 
de mena reglamentaria, no se puede realizar pesca alguna 
en nuestra bahía. 

En este caso, como en todos sus auálogos, la negativa no 
se acordó ab ¿rato. Se oyó antes-—como siempre se hace— 
la opinión de patrones, prácticos, pescadores y demás gente 
del arte. De esta suerte, cuanto se ordena, siempre obedece 
al más sano criterio y al mejor deseo, se inspira discreto en 
lo que la sana práctica aconseja y sanciona la ciencia. 

Completarán estas ligeras indicaciones, los datos aduci- 
dos en cada caso particular, como al principio dije. 


Nomenclatura. 


Sobre tal asunto hay también que decir algo, no obstan- 
te de ser este trabajo especialmente de popularización, con 
carácter industrial sobre todo. 

A mediados del siglo pasado, ideó Linné su nomencla- 
tura científica binominal. 

Compuesta de dos elementos-—genérico y especifico— 
fué aceptada como un adelanto positivo, por cuanto á la 
utilidad y sencillez une la ventaja de servir á todos los nau- 
turalistas, como un lenguaje técnico universal. 


(a) Enero de 1891 


E 

Á esta valiosa condición debió su autoridad y fuerza de 
ley, aunque tuviera por base, como acertadamente dice 
Llliott Coues, una idea falsa: la fijeza de la especie. 

La necesidad de desienar individuos de categoría infe- 
rior-—=subespecies, variedades —introdujo un tercer nombre; 
cuya fórmula, simplificada por Coues en su valiosa Key to 
North American Birds, merece ser adoptada. 

A los dos factores principales del nombre científico, se 
agrega el del autor que describió la especie primeramente 
v correctamente. Si falta alguna de estas condiciones esen- 
ciales, se pierde la prioridad. 

Cuando varia cl genérico ó asciende la especie ¿4 sub- 
vénero, entre naturalistas honrados se impone la cita del 
radical. 

Desde la época inolvidable en que compartía con el ma- 
logrado Manuel Presas la enseñanza zoológica y el cariño 
de D. Felipe Poev, quedó acordado expresar aquel caso, 
poniendo el género original entre paréntesis, después del 
especific». Así lo hice el venerable Gundlach en su riquisi- 
ma Contribución 4 la Ornitología cubana. Valsa de ejemplo 
el Aura tiñosa, nombrada cientificamente Cathartes aura 
(Vultur) Linné. 

El nombre vulgar nunca es estricto. Concretándonos á 
los Peces —entre otros motivos triviales si no absurdos que 
hacen de origen 0 fingen razón al concepto de la generali- 
dad —tenemos que responde: 1% 4 la procedencia ó localidad 
frecuentada —Cherna americana, Pargo criollo, Biajaca de 
la mar, Rascacio de lo alto; 22 4 un hábito, aptitud ó ca- 
rácter culminantes — Aguja voladora, Pescador, Piloto, Ron- 
co, Pez de espada; 38% á la coloración general ó de partes 
determinadas— Pluteado, Perro colorado, Mero de aletas 
amarillas, Rabirrubia; 4% al capricho ó quien sabe qué del 
nomenclador —Condenado, Diablo, Conejo, Emperador. 

Adopto, finalmente, los nombres Poeyanos; entre otras 
muchas razones, porque responda á la empleada por El 


Macstro en su laureada y aunque inédita yá famosa /etiolo- 
gía Cubana. Al efecto, he revisado los “manuscritos verda- 
deramente originales que—como dice mi amigo el Dr. Ni- 
casio Silverio, distinguido catedrático de la Universidad — 
el maestro guardó hasta poco tiempo antes de morir, en que 
pasaron á los «anaqueles de nuestro Instituto de Segunda 
Enseñanza (Habana) por voluntaria cesión del autor al se- 
ñor Director del Establecimiento.” (a) 

Tanto en la nomenclatura científica como en la vulgar, 
empleadas por los Profesores norteamericanos David Starr 
Jordan y Charles S. Gilbert (b), por George Brown Gosde, 
Assitant Director of the U. 8. National Museum, y otros 
autores respetables (c), aparecen diferencias respecto de las 
que el Profesor Poey asigna á no pocas especies cubanas y 
puertorriqueñas. 

¿ste asunto reclama indudablemente un trabajo especial 
que reivindique para el laureado de Amsterdam la priori 
dad que en justicia le corresponda. 

Entonces también habrá que discurrir acerca de la su- 
presión del nombre de los autores—práctica que Elliott 
Coues no cree más digna de oljeción que cualquiera otra 
forma de lo que llama harmless exhibition of human vanity; 
y sin embargo, acaba. por suprimirla totalmente (d). 


(a) Lo es en Ja actualidad el Dr. Fernando J. Reinoso, á quien debemos el po- 
der regocijarnos—como asimismo dice el buen discípulo —«por tener en nuestro sue- 
lo el precioso fruto del secular maestro»; á quien debemos la salvación y conserva- 
ción del Museo cubano de Gundlach, en el Instituto de la Habana; á quien debemos 
allí también, la rica colección de Plantas cubanas, exprofeso formada por nuestro 
emérito botánico Sebastián A. de Morales. 

(b)  Synopsis of the Fishes of N. America. Washington, 1882.— Catalogue of the 
Fishes of N. America, by D. S. Jordan, U. 8. C. of F. and F. Rep. for 1885. Was- 
hington, 1887. 

(c) The Fisheries and Fishery Industries of the U.S,by G. B. Goode, and a 
staff of associates. Washington, 1881. 

(d) Key to the North American Birds, etc. Boston, 1887, 


PECES CUBANOS UTILES. 


Conozco muchos hombres que no se equivocan; 
son los que nunco trabajan. 


FELIPE Pory. 


Las especies que paso á consignar, responden exclusiva- 
mente al título de esta sección. Terminada que sea, vendrán 
dos más: la de Peces cubanos sospechosos de ensiguatar, y 
la de Peces cubanos dañinos, dichos generalmente siguato s: 
ambas con la discusión que demanden. 

Entonces se tratará con la extensión correspondiente, el 
acuerdo plausible del Ayuntamiento de esta capital-—fecha 
5 de Mayo de 1880 —á moción discreta del respetable Con- 
cejal Sr. Ldo. D. José María Zayas, y encaminado á obtener 
de la Academia de Ciencias la rectificación de la Lista de 
peces reputados siguatos; cuya venta se prohibe, nominal- 
mente, en las Ordenanzas Municipales. 

La diferencia tipográfica en esta sección, facilitará el 
prescindir de los datos peculiares de cada circunscripción 
maritima, cuando solamente interese en concreto los de ca- 
rácter general hispano-antillanos. Con aquéllos habrán de 
figurar, en cuanto más se pueda también, los relativos al 
litoral norte-americano, por la estrecha relación que algunas 
especies dicen á nuestro comercio en el ramo de pesca. 

Asunto también de un trabajo futuro, es la correspon- 
dencia entre la nomenclatura peninsular y balear y la cu- 
bana. En el presente me reduzco á indicarla someramente. 


Pércidas. 


Familia rica en peces de carne abundante, sana, preciada. 

Caben en esta Sección las especies siguientes: 

1. Abadejo.—Nombre vulgar impropio, si se atiende á 
que con él se designa en castellano el Bacalao, pertenecien- 
te á otra familia, y distinto también de lo que nuestros pes- 
cadores llaman Bacalao, como en su lugar veremos. 


Eo EE 

Poey consigna como característica vulgar, que distingue 
los Abadejos cubanos de los Bonasies, el color amarillo ver- 
doso de los labios, salvo la punta, que es negruzca. 

Desova en primavera. Peso máximo, 5 kilos. 

El que en Santander, Santurce, Castrourdiales y Laredo, 
nombran Abadejo, Budejo, Badexo, pertenece á la familia 
de los Gádidos. 

Poey aplica este nombre vulgar á 6 especies del género Triso- 
tropis, que son: 7. calliurus Poey, T. interstitialis P., T. chlorosto- 
mus P., T. dimidiatus P., T. falcatus P. 

Jordan y Gilbert asignan á esta última, el norteamericano 
Scamp. 

Black Grouper, de la Florida; propio del T. stomids, +. € B: 

2. Cherna americana. — Lp inephelus morio Valencien- 
nes. Viene de Cayo Hueso, Seno mexicano, ctc., en vive- 
ros. Se pesca en nuestro litoral, al cordel. También en 
Puerto Rico, Santo Domingo, Jamaica, Charleston. 

Se distingue á simple vista de la Cherna criolla: por su 
nadadera d aleta caudal truncada, sin mancha en la base, y 
por su marmorado ceniciento sobre el fondo común carme- 
lita más (0 menos oscuro. Permanece viva largo tiempo 
fuera del agua. Si viene de lo alto, es decir, si se pesca á 
erandes profundidades, hay que sangrarla. 

Llega á las costas de Matanzas solo en la arribazón— Diciem- 
bre y Enero—no aprovechándose sino la que entonces se pesca. 

Otro tanto acontece en Isla de Pinos, San Cayetano, Coloma, 
Cárdenas, Sagua, Nuevitas, Punta Alegre, Mariel, Guantánamo, 
Cuba, en cuyos lugares la distinguen bien de la criolla. 

Sinonimia vulgar: en San Cayetano, le dicen yucateca; en 
Punta Alegre, de banco; en Matanzas, de arribazón; en Coloma, de 
corrida; en Sagua, la nombran grande; en Nuevitas, de arribada; 
en Batabanó, además de americana, la denominan del golfo, de 
corrida, de veril. Suelen decirla Mero, especificando que no tiene 


mancha en la cola. Lo mismo en Baracoa, expresándola salpica- 
da de blanco. 


Carne buena. Peso máximo común, 123 kilos. Abun- 
dante. 


led Grouper de la Florida. (J. € Gr.) Voraz y atrevida, al 


punto de venir á coger el alimento á mano, y dañina para los 
compañeros de cautividad en los tanques-viveras, según el doctor 
Holbrook (G de). «Con extremo abundante en el Golfo de Méxi- 
co, acompañada del Red Snapper (a) —dice Mr. Silas Stearns— y 
todavía más en las costas meridionales de la Florida...... Desova 
probablemente en Junio y Julio...... En Junio de 1880 obtuve 
un pequeñuelo, de una pulgada de largo...... El examen del es- 
tómago exhibe enormes cantidades de erastacios y pececillos...... 
Una flota considerable se emplea en conducir Chernas del Sur 
de Florida á Cuba...... En la Florida occidental abundan más los 
Pargos...... Es notable su tenacidad vital fuera del agua: resiste 
varias horas, aunque esté expuesta á una temperatura elevada.... 
Excelente pescado alimenticio....... . Alcanza 40 libras de peso.» 
(G de): Mr. S. C. Clarke, dice que desova en Mayo y Junio, como 
el Black Grouper (b) (G de). El nombre vulgar norteamericano 
Grouwper, es una corrupcción del portugués Garoupa, según Goode. 

3. Cherna criolla. — Zpinephelus striatus, Bloch. Se 
distingue de la Cb. americana: por las fajas oscuras, longi- 
tudinales en la cabeza, verticales en el cuerpo, 4 que debe 
su especifico técnico, y por su cola redondeada, que tiene 
una mancha vegra en la mitad superior de su arranque ó 
tronco. Las estrías 0 fajas, así como la mancha caudal, 
presentan un tono más claro 0 más oscuro, según lo es el 
fondo de las localidades que frecuenta. Esta expresión cro- 
mática se halla repetidamente en la serie zoológica, como 
condición de existencia, como recurso defensivo en la lucha 
por la vida. Es concepto general entre pescadores aventaja- 
dos y se confirma á diario, que el color y otros caracteres 
cambian según la profundidad, en una misma especie. “Es 
notable-—dice Poey—que todos los peces de esta región tro- 
pical adquieren colores tanto más encendidos, cuanta mayor 
es la profundidad en que se encuentran; lo que pugna con 
la idea de que los colores más brillantes sean debidos á la 


(a) Pargo guachinango? J. V. 
(b) Véase lo que digo al tratar de la Fuasa. 


mes EE 


influencia de los rayos solares.” Se pesca al cordel y con 
artes de malla en todo nuestro litoral. 


Resiste fuera del agua como la americana. Para su con- 
servación y transporte en viveros, requiere también la pun- 
ción de la vejiga natatoria. 

En Puerto Rico le dicen Cherna. 


Carne sana, compacta, apreciada por muchos. Peso 
máximo común, 123 kilos. Abundante. 


Como es pescado de tanta cuenta, por sus condiciones 
culinarias, y aún más por estar llamado 4 alimentar, como 
factor de mucha importancia, las industrias piscicolas en es- 
ta tierra, bueno será consignar las constancias actuales, re- 
lativas á los distritos maritimos de nuestro litoral. 


Mas, antes de expresarlos, debo decir que: en punto á la épo- 
ca en que tiene lugar la corrida—para el desove y demás—así 
como las arribazones en busca de refugio y tranquilidad, los da- 
tos allegados—1888—son todavía algo contradictorios; en razón, 
seguramente, de no haberse precisado aún, por parte de algunos 
informantes, el valor respectivo de ambos términos, á menudo 
confundidos. Cuestión de perseverancia y de tiempo. Las gene- 
ralizaciones, por otra parte, nu responderían cumplidamente á 
mi propósito de evidenciar nuestra riqueza piscatoria en dónde, 
cuánta y cómo. 

Matanzas.— En general, el color es carmelita oscuro, con fajas 
negras. La parte inferior es colorada, según los pastos. Se pesca 
todo el año, al cordel y con malla real. Frecuenta los esponjiales 
y blanquizares. Las crecientes de los ríos son dañosas, porque 
enturbian el agua, y los peces se van mar afuera en busca de la 
más clara y tranquila. Peso máximo, 10 kilos. 

El recalo tiene lugar en Diciembre y Enero, por los cayos 
Bahía de Cádiz y Francés, en gran cantidad. Concurren bona- 
síes y aguajíes. No se conocen las crías. Las huevas pesan hias- 
ta 13 kilos. 

Cárdenas. —Color verde oscuro. Vientre blancuzco. Frecuenta 
fondos de piedra. Se pesca al anzuelo, con nasa y red. Peso máxi- 
mo, 9 kilos. Abundante en toda la costa. Se consignan dos gran- 
des movimientos: unoen Enero, Febrero y Marzo; otro en Mayo, 


— 39 — 


Junio y Julio. El desove, por Febrero, en todo el veril, séase los 
bordes ú orillas del distrito; especialmente entre los cayos Bahía 
de Cádiz y Mono Grande. Concurren bonasíes. No se ven crías, 
Las huevas alcanzan 1 á 12 kilos. 

Habana.—Verdinegra con vetas negras. La hembra es más 
grande. Máximun, 6 kilos. Se pesca todo el año, al cordel, con 
nasa y red. Recalan de mediados de Diciembre á mediados de 
Febrero, con mayor abundancia en la segunda luna. Las huevas 
llegan á 1 kilo. Se cogen siempre en las costas chernas chicas, 
que, por ser completamente iguales en colores á las adultas, es 
de suponerse con fundamento sean las crías, que hasta adquirir 
el peso de 3 kilos viven en parajes de poco fondo. Entonces, se 
retiran á lugares más profundos; notándose que no se encuen- 
tran en el placer, sino en los arrecifes, cuando vienen á de- 
sovar. 

Mántua. —Sedentaria. Listada de blanco amarilloso y negro. 
Abundante todo el año. Alcanzan 70 centímetros de largo. Se 
pesca con anzuelo y mallas, en fondos de piedra. Corrida, de 
Abril á Junio. Arribazón, en Diciembre y Enero. Desova en los 
cayos y roqueros del Distrito. Concurren meros, aguajíes y bo- 
nasíes. Las huevas, 10 centímetros de largo. Las crías permane- 
cen en los arrecifes. 


Bahía Honda.—Color aplomado con vetas carmelitas en todo 
el cuerpo. Se emplean artes de malla y anzuelo, en fondos pedre- 
gosos. 50 centímetros de largo, generalmente. Afluye en Diciem- 
bre, Enero y parte de Febrero: desde rancho del Obispo á punta 
del Negro. Concurren pargos. Refiérese su gran abundancia, á la 
configuración de aquella parte de la costa, que presenta más 
abrigo contra los vientos fuertes del N. y N. O. Se consigna un 
desarroilo considerable de las huevas, mas no se precisa. No se 
sabe de las crías cosa segura. 


Mulata. —Arribazones desde Setiembre á Enero: cuando hay 
Nortes recios. Abunda. 


San Cayetano.—Se pesca sólo al cordel. Frecuenta los cabezos. 
— séase rocas que sobresalen poco ó están á flor de agua, rodea- 
das de formaciones animales y vegetales. Recala en Enero y 


vu 


Febrero: desde Cayo Blanco hasta Cayo Jutías, particularmente. 


Mariel. —Sedentaria. Anzuelo, nasa y malla real. Máximun, 
10 kilos. afluye en Diciembre y Enero, Concurren pargos, roba- 


e Y A — 


los, cuberas. Se recomienda proscribir las nasas, porque matan 
las crías. Fondos pedregousos. 


Isla de Pinos.—Sedentaria en los arrecifes. Se pesca todo el 
año, al cordel, con nasa y malla real, en fondos de piedra llama- 
dos cangilones y seborucos. Mide 60 centímetros de largo por 20 
de ancho. Recala en Diciembre, Enero, y Febrero. Desovan en 
tres sesiones. Van llegando en los repuntes, es decir, cuando em- 
pieza á crecer la marea, formando grandes manchones; de tal 
manera abundante y voraz, que cuantos anzuelos se echan son 
otros tantos pescados, durante 26 3 horas de faena contínua. Por 
modo especial, al S.,, 4 una milla de los arrecifes. Las huevas 
miden 20 centímetros de largo por 10 de ancho. 


Batabanó.—Contestes todos en que se distingue por la man- 
cha caudal. De las especies más grandes que se pescan. SO centí- 
metros de longitud, por 15 ó 20 de latitud. Se emplean anzuelo, 
red y nasa. Fondos de seborucos. Arriba en Junio, Julio y Agos- 
to, por todo el litoral. La acompañan Pargos, Robalos, Cuberas. 
Las huevas miden 15 ó 20 centímetros de largo, cada una. Indí- 
case como desovaderos, la ensenada de la Broa, por Curazao; 
desde cayo Flamenco á punta de Arenas, en los canales, pasas y 
veriles. lin Diego Pérez, todo el año. No se conoce cría en el 
punto de recalo. 


Cienfuegos. —Recala en las lunas de Diciembre y Enero. Vie- 
ne por el Il. de los cayos de Las Doce Leguas, cayo Blanco de 
Sasa, Punta de Piedras y placeres de los Jardines y Jardinillos, 
buscando los veriles, como de aguas más propias para el desove. 
Desaparecen después de la luna de Enero, rumbo al Este. La 
pesca al anzuelo es mejor desde el cuarto creciente hasta 3 Ó 4 
días antes de la muerte de la luna. Pasada esta época, solo se 
pescan á grandes profundidades. Se machaca la lengúeta del an- 
zuelo, para hacer más rápida y menos dislacerante su extracción. 
De común, frecuentan fondos de cascajo, de piedras y placeres 
de arena. Concurren aguajíes y arigúes. Peso mínimo en la arri- 
bazón, de 3 á 4 kilos; máximo 10. Rara vezse hallan crías de 
1á13 kilos. Los adultos de lo profundo, se distinguen por su 
color rojo oscuro, como chiocolate. Se consigna el caso—que tam- 
bién he notado en Batabanó y en la Habana —de estar roídas las 
aletas en sus extremos, y privadas de escamas varias partes del 
cuerpo é interesados los tegumentos. Tales lesiones se acentúan, 


Ap 


cuando los pescados permanecen algún tiempo en los tanques de 
los viveros. Se les dice entonces encaribados, por referencia al 
erustácio diminuto nombrado Caribe, que los roe, dándoles un 
aspecto desagradable, como ulcerado. 


Sagua.—A la americana ó de paso, la nombran Ch. grande. 
Se precisa la criolla, por su listado y colores vivos. Empléase el 
anzuelo y la nasa, en fondos de piedra y esponjialos, de 12 á 20 
brazas. Longitud más constante en los adultos, de 50 á 60 centí- 
metros. Llega en las menguantes de Diciembre y Enero, por 
manchones muy abundantes, en todo el litoral. Miden las hue- 
vas, 10 centímetros de largo por 6 de ancho. Se cree que las crías 
son sedentarias, pues se pesca todo el año, de tamaño variado. 


Caibarién. —Sedentaria. Color de ceniza apagado, salpicado 
de pintas negras; con fajas del mismo color, de la cabeza á la co- 
la, y ésta con una mancha negra muy subida en la parte supe- 
rior de su arranque, «semejando un brochazo de pintura.» Con 
mayor abundancia y más robusta de Junio á Setiembre. Alcanza 
75 centímetros de largo, y 15 kilos de peso. Los recalos son de 
Noviembre 4 Enero, aumentando del novilunio al plenilunio. 
Desde cayo Francés hasta O. de cayo Santa María y veriles del 
distrito, con fondos de piedra limpia. Se emplean anzuelos nú- 
meros 11 y 12, y nasas de malla real, que es la de mena más 
ancha. Por estar entre piedras, no se puede tender rédes so pena 
de destrozarlas Ó perderlas. Las huevas, de unos 15 centímetros 
de largo, por otros tantos próximamente de ancho. Es de creer 
que las crías son sedentarias, puesto que desde Setiembre á la 
época de la corrida se cogen, aunque en corto número, del peso 
preindicado. 


Manzanillo.—De paso. Recala en Diciembre y Enero. Concu- 
rren meros y rabirrubias. Empléanse anzuelos números 8 y 9 y 
artes de red, en fondos de piedra y blanquizales. Alcanza 50 cen- 
tímetros de largo. Las huevas pesan 120 gramos. No se sabe de 
crías. 


Guantánamo.—Pardo oscuro con vetas, más oscuras en el lo- 
mo. Vientre más claro. Cuerpo grueso. La de paso, es abundan- 
tísima en la arribazón: la sedentaria, mucho menos. Recalo en 
Enero. Primeramente llega la Rubia, después empieza la Cher- 
na, aumentando por grados, durante 6 ú 8 días. De común en el 
cuarto creciente, Pesa basta 4 kilos. Frecuenta fondos de piedra 


ADE 
y de ceibadal—dichos éstos así, por las frondas acintadas del alga 
llamada Ceiba que los alfombra. Miden las huevas, S á 10 centí- 
metros de largo, 546 de ancho, 2 4 3 de grueso. No se ve la 
prole. 

Cuba.—Color pardo oscuro, con fajas más claras en el lomo. 
Vientre aún más pálido. Cuerpo robusto. Caudal redondeada. 
Peso constante, de 5 á 10 kilos: algunas alcanzan á 15 y 20 kilos. 
Se halla en fondos petrosos y de ceibadal, de 15 á 20 brazas. Las 
huevas, hasta 12 centímetros de largo. Hay crías, pues se coge 
todo el año, aunque no siempre con abundancia, de variado de- 
sarrollo. 

Baracoa. —Sedentaria. La corrida, en Mayo y Abril, con más 
abundancia en el. novilanio y creciente. Por todo el litoral, sin 
punto determinado: fondos de piedras, de 4418 brazas en la 
arribada, luego hasta 1 braza. Longitud, 50 centímetros. Huevas 
de unos 8 centímetros. Crías sedentarias, pues se pesca en todo 
tiempo, sin tamaño fijo. 

Punta Alegre.—La que se pesca comunmente, es la de placer, 
llamada también criolla. La otra, nombrada de banco ó arrecife, 
aparece anualmente. Tiene lugar la corrida, en Junio, Julio y 
Agosto, con mayor abundancia en los plenilunios. La arribazón, 
en Noviembre, Diciembre y Enero. Concurren Pargos, Cuberas 
y Robalos. Empléase anzuelo de parguero arriba, y mallas ma- 
yores de 5 puntos: en fondos de piedra, cabezos y mar bravía. 
Pesan 2 y medio á 3 kilos. Permanecen las crías hasta su cabal 
desarrollo. 


Santa. Cruz.—Desde mediados de Diciembre hasta mediados 
de Febrero, afluyen en grandes masas á los veriles. No se emplea 
nasa. Anzuelos de 5 pulgadas de caña. Peso de 3 á 4 kilos. Fon- 
dos pedregosos. 


Puerto Padre.—De paso. Recala en las menguantes de No- 
viembre, Diciembre y Enero. En todo el distrito, de punta del 
Mangle hasta punta Brava. Suele abundar hasta mediados de 
Marzo. Se usa el anzuelo parguero Ó poco más. No se emplean 
redes. Frecuenta veriles de sonda y arrecifes. Pesa de 3 4 10 ki- 
los. Las huevas, hasta 500 gramos. No se ve cría. 

Gibara.—Una rojo azulosa, con manchas negruzcas, de paso; 
la otra es listada y sedentaria: criolla. Alcanza. esta, 75 centíme- 
tros de largo, y un peso: de 4 4 5 kilos. Afluye desde mediados 


==. 18 = 
de Noviembre á principios de Febrero. Señálase á Punta Rosa 
como desovadero. Empléanse anzuelos de 4 centímetros de caña 
y 1 de vuelta, y nasas cilíndricas de tibisí y de 1 y medio metros 
de altura. No se usa red. Fondos de cascajos y piedras, de 18 á 
24 brazas. Huevas de 750 gramos. No se conoce la cría. 

Casilda. Trinidad. Se señalan dos colores: rojo y negro, am- 
bos con vetas blancas. Peso de 4 á 5 kilos. Corrida, en Noviem- 
bre y Diciembre, con mayor abundancia del cuarto creciente al 
lleno de la luna, durante 12 días. Concurren Lisas. Punto de 
desove, los cayos nombrados Machos de afuera, reuniéndose en 
gran número. Se emplean anzuelos de 3á 4 pulgadas, y nasas. 
No se usan redes. Los fondos, de piedra, 4 12 Ó 14 brazas. Las 
huevas pesan 500 á 750 gramos. No se sabe de las crías. 

Júcaro. Corrida, en las lunas de Enero y Febrero. Concurren 
Ariguas de 5á 7 kilos, y Pargos de 343 y medio. Peso de la 
Cherna, de 5á 7 kilos. Los pargos abundan más. Las huevas, 
250 gramos. Se empiean nasas de 4 pulgadas de mena, y anzue- 
los del número 2 al número 4. Fondos de piedra. Las crías per- 
manecen entre las cuevas de las piedras. 

Tunas de Sasa. No se pesca en este distrito, según inforine de 
la Ayudantía. 

Nuevitas. Se citan dos: la de arribada ó forastera, que es ma- 
yor; la sedentaria ó criolla, de colores más vivos y carne más 
sabrosa. La sedentaria, pesa de 7 á 10 kilos; la forastera, el do- 
ble. Hay que precisar si es una misma especie, ó si la de arriba- 
da es la americana. Recala de momento y en gran número, por 
la menguante de Noviembre, á los veriles de la costa, placeres ó 
lugares de poco fondo, arrecifes, especialmente á la corona de 
Maternillos. Se emplean anzuelos y redes. Las huevas pesan 
hasta 500 gramos. Quedan las crías. 

Se halla también la Cherna criolla en Santo Domingo, Jamai- 
ca, Bahía, Puerto Cabello, México y Cayo Hueso. 


La Cherna de Andalucía y de todo el litoral de Galicia 
y Cantabria, la Xerna de las Baleares, y la Jerna de Valen- 
cla, pertenecen á otros géneros y especies. 

Banded Grouper, Common Grouper de Bermudas. Uno de los 
pescados alimenticios más importantes de aquellas islas (Goode). 

Hamlet, Nassau Grouper. Llega de 4 á 5 piés de largo (J. € G). 


6 


uo 1 


Apéndice á las CHERNAS. 


Cherna americana. (An. t, xxvir, p. 672.) Llámasela 
también Mero de la Florida y M. de Yucatán, nombres con 
que rezan en mis datos actuales.—Peso máximo, 6 kilos. 
Arribazón, de Octubre á Enero. Consumo local, fresco. Se 
sála y se cúra. Artes: cordel solamente. - Embarcaciones, 
viveros. Pesca anual: 1.007,400 kilos. Habana (1891). 


Cherna criolla, (An. t. xxvm, p. 674 37). Peso máxi- 
mo común, 6 kilos. Corrida: Diciembre y nero: por cayo 
Francés. Arribazón, de Octubre á Enero. Consumo local, 
fresco. Se sála y cúra.—AÁrtes: cordel y nasas.—Pesca anual: 
33,580 kilos. Habana (1891). 


Matanzas.—No se distingue especie. Máx.10 kilos. Corrida: 
Enero y Febrero, por Punta de Guano.—Consumo local, fresco: 
25,000 kilos. Se sála: y cúra.—Artes: cordel, nasas.—Imbarcacio- . 
nes: Viveros, 16: tripulación, 45; tonelaje, 5.—Pesca anual: 25,000 
kilos. (1891). 


Cárdenas. —No se distingue especies. Se indica como peso 
máx. 73 kilos. (1891). 

A instancia bien fundada de varios pescadores—v. Biajaiba, 
Pargo, Bonasí—la veda comprende actualmente, desde 15 de 
Diciembre hasta último de Febrero. (1891). 


San Cayetano.—No se distingue especies. Peso máximo, 113 
kilos—Corrida, de Mayo á Junio.—No se exporta ni se conserva. 
—Consumo local, fresco: 25,000 kilos (1891). 


Mariel. —N>o se distingue especie, y, como en los análogos dis- 
tritos anteriores y subsiguientes, entiendo que se trata de la Ch. 
criolla.—Corrida: 12 de Enero á 31 de Marzo.—Exportación vivo: 
161 kilos. —Consumo local, fresco: 83 kilos. No se conserva.— 
Pesca anual: máx. 1,128 kilos. (1891). 


Batabanó.—Según dije—pág. 576 y 40—convienen todos los 
informantes en que la criolla se caracteriza por la mancha del 


LN E 
tronco caudal. (1880, 1883). Peso máx. 11 kilos. Corrida, en 
Enero y Febrero: cayos Campos y Diego Perez (1891). 

Isla de Pinos.—Máx. 4 kilos. Corrida, en Diciembre y Enero. 
No se exporta ni conserva. (1891.) 

Sagua.—1Isabela. Peso máx. 7 kil.—Corrida, en Enero, por los 
cantiles de afuera.—No se exporta ni conserva.—Consumo local, 
fresco: 25 kilos diarios. (1891). 

Cienfuegos. (1) —Máx. 7 kilos. Corrida, en Diciembre y Enero 
- veriles de cayo Piedra. (1891.) 

Santa Cruz del Sur. Cienfuegos.—Máx. 51 kilos.—Corrida de 
Diciembre á Enero: veril Sur de las Doce Leguas.—Muy abun- 
dante y poco usada en la localidad, como comestible. (1891). 

Tunas de Sasa. Cienfuegos.—A los datos negativos anteriores 
(1883) se contraponen los actuales que siguen: Peso máximo, 
7 kilos. Corrida: Enero y Febrero. Exportación, vivo: 800 kilos. 
Consumo local, fresco: 200 kilos (1891.) 

Trinidad. Casilda.—Peso máximo, 4 kilos. Corrida, Diciem- 
bre y Enero: en los Machos y cayo Blanco.—Exportación, vivo: 
3,000 kilos. Consumo local, fresco: 300 kilos. Se cúran, 150 kilos. 
Artes: cordeles, 12. Embarcaciones: viveros, 1; tripulación 2; ca- 
pacidad del tanque, 575 kilos.— Pesca anual 4,800 kilos. (1891). 

Caibarién. Remedios.—Peso máx. 113 kilos. —Corrida, en No- 
viembre, Diciembre y Enero: placeres de Piedra.—Consumo lo- 
cal: fresco, 10,600 kilos. Se conserva, 4,000 kilos. (1891). 

Nuevitas. —Máx. 10 kilos, lo cual indica que se trata de la 
criolla.—v. pág. 680 y 43. Corrida en Noviembre: veriles de afue- 
ra del puerto. Consumo local: fresco, 1,433 kilos; salado, 1137 ki- 
los. (1891). 

Gibara.—Pesca anual: 3,075 kilos. (1891.) 

Baracoa.—Máx. 7 kilos. —Consumo local, fresco: 600 kilos. 
(1891.) 

San Juan de Puerto Rico. Nuestra £. striatus lleva también 
el vulgar de Cherna. Máx. 1472 k.—Consumo local, fresco: 690 
kilos. (1891). 


(1) Distrito, capital de la Provincia marítima actual. 


A 

4. Mero de aletas amarillas. — Xpinephelus favolimba- 
lus Poey. Fondo común color de acero. Aletas pectorales 
v dorsal, ribeteadas de amarillo: tal lo indican sus nombres 
especificos técnico y vulgar. Abunda en Matanzas, á unas 
200 brazas. 

Carne buena. Peso máximo, 25 kil. 


5. Cabra mora. —Lpinephelus punctatus Bloch. Fondo 
general pardo, con manchas más oscuras. Común. Desova 
en primavera. 

Carne compacta, buena. Longitud, 50 centímetros. 

Llega 4 pesar 3 kilos. 

En Puerto Rico le dicen Cabrilla, según Poey.—En el distrito 
marítimo de la capital —San Juan—se le señala un peso máximo 
de 46 gramos. Corrida en Agosto. Consumo local fresco: 322 ki- 
los. En Arroyo, la pesca anual no pasa de 23 kilos. (1891). 

Butter fish; Nigger fish; Coney. Abundante. Carne suave. 
(J. € G.) Trinidad, Barbadas, etc. 

ls de advertir, que J. « G. aplican también el vulgar 
Butter fish 4 otras dos especies, correspondientes á familias 
distintas. 

6. Cabrilla.—Lpinephelus lunulatus Val. Fondo común 
oliváceo. Pintas rojas con un punto negro en el centro. Ale- 
tas ribeteadas de negro. Abundante. 


Habana. Peso máximo 11 kilos.—Arribazón, de Octubre á 
Enero. —Consumo local, fresco. No se conserva ni exporta.—At- 
tes empleados, cordel y nasas.—Pesca anual: 33,580 kilos. (1891). 

Mariel. Máx. 23 kilos. —Se pesca todo el año, corta cantidad. 
Se han observado enovadas en Enero hasta fines de Febrero, se- 
gún informe de D. Antonio Carballeyra, Ayudante del distrito. 
Observaciones posteriores del sucesor, D. Atilano Da Veiga, con- 
firman que la corrida tiene lugar de principios de Enero á fines 
de Febrero. Aunque no se estimase decidido que realmente se 
adelanta así en aquel litoral la época del desove, viene en su 
apoyo la analogía que ofrece el litoral de Trinidad.—No se con- 
serva. Consumo local, fresco: 280 kil. Exportación, vivo: 838 kil. 
Pesca anual: 1,110 á 1,125 kil. (1891). 

Bueno es consignar—para edificación” de los que todavía dis- 


sei 4 HEAR 
cuten la utilidad y necesidad de la veda —que al decir autorizado 
de Carballeyra, es tan notable la disminución de esta especie y 
las demás que un tiempo poblaban aquel puerto, á causa de la 
mucha cría que matan los pescadores. 

Mántua. La corrida tiene lugar en Abril y Mayo; las arriba- 
zones, en Diciembre y nero. Siempre abundante. 

Mulata. Corrida en Abril, Mayo y Junio; las arribazones, de 
Setiembre á Enero, en tiempo de Nortes fuertes. 

Cárdenas. Máx. 500 gram. Recalan dos veces: de Enero á Mar- 
zo y de Mayo á Julio. Desove en Febrero, por los cayos Mono 
grande y Diana. Todo el año. ln tiempo de Nortes es cuando 
recalan más, como los otros peces, á la costa para guarecerse en 
Sus Cayos. 

Matanzas. La corrida es en Abril. 

Trinidad. Máximo, 2 kilos. —Corrida, en Enero y Febrero: en 
los Machos y Cayo Blanco. Consumo local, fresco: 1,500 kilos.— 
Exportación, vivo: 4,000 kilos. Conservación, curado: 500 kilos. 
Pesca anual: 6,000 kil.—Artes: nasas, 50 (1891). 

Gibara. Pesca anual: 3,985 kilos. (1891). 

- Cuba. Santiago de, Máx. 1 kilo.—abunda todo el año. Con- 
sumo local fresco. (1891). 

J. de G. aplican el vulgar Cabrilla al antiguo específico capreolus 
de Poey; como único vulgar, en una especie de Serranus, de las 
costas de California, que cuenta 30 centímetros de largu; y como, 
sinónimo de Rock Bass, en otra, también del litoral californiano. 

También se halla en Jamaica, Martinica, Brasil. 


3 = , 
Fondo común 


7. Guasa.— Promicrops GCuasa Poey. 
oliváceo con pintas oscuras. No es rara en la costa del Nor- 
te, pero abunda más en la del Sur; particularmente por la 
bahia de Jagua—Cienfuegos—Caibarién, Batabanó, Casil- 
da, etc. 


Es uno de los grandes peces que realizan sus movimien- 
tos colectivos con periodicidad constante. Afamada de as- 
tuta. Difícil de cojer al chinchorro, pues por más que la 
plomada le cale, no la alcanza; porque embica la cabeza y 
hurta el cuerpo, pasándole por encima el arte. 

Carne buena. Se come fresca, curada y salada. Sustituye 


con ventaja al bacalao y demás que pasan plaza de tal. Pe- 
so minimo, 50 kilos; máximo, 300. 

Habana. Máx. 200 kil.—Arribazón, de Octubre á Enero. No 
se exporta.—Consumo local, fresco. Se sala y se cúra.—Artes: cor- 
del, redes. Pesca anual: 16,790 kilos. (1891). 

Matanzas. —Desove en Agosto. 

Mariel. Máx. 342 kilos. Carne buena. 

Trinidad, Casilda. Máx. 60 kil. Corrida, Agosto y Septiembre: 
en los Machos y Cayo Blanco.— Exportación vivo: 5,000 kilos. 
Consumo local, fresco: 1,000 kilos. Secúran y salam: 3,000 kil.— 
Pesca anual: 9,000 kilos.—Artes: cordel, 8.— Embarcaciones: 4 
viveros; tripulación, 8; capacidad del tanque, 1,437 kilos. (1891). 

Cienfuegos. Máximo, 140 kilos. "Corrida: Agosto y Septiem- 
bre: veriles de la costa. (1891). 

Santa Cruz del Sur. El peso máximo, según el Ayudante Don 
A. Carrasco (1891), alcanza á 115 kilos; según su antecesor Don 
Carlos L. Periu, llega 4 200 kilos. —Corrida, de Julio 4 Noviem- 
bre: veril Sur de las Doce Leguas. Abunda entonces. (1891). 

Tunas de Sasa. Máx.1538 kilos. —Corrida, en Agosto y Septiem- 
bre: esteros y lagunas de las Doce Leguas.—Exportación, vivo: 
3,500 kilos. Consumo local, fresco: 1,500 kilos (1891). 

Cuba-Santiago.— Máx. 35 kil.-—Corrida, por Octubre: costas. 
Consumo local, fresco. (1891). 

El nombre Warsaw empleado por los pescadores de Pansaco- 
la, es evidentemente, según Goode, corrupción del español Gua- 
sa. También corresponde al que en Florida y Tejas denominan 
Jew-fish, y en otras localidades Blacl Grouper. 

La carne del joven es muy estimada. Cítase el caso de un in- 
dividuo de 300 libras, enviado al Smithonian Institution de 
Washington, en 1874. | 

En los tanques de los viveros hace grandes destrozos entre 
las Chernas, Pargos y demás compañeros de cautiverio. Como 
medida preventiva, los pescadores acostumbran ligar ambas 
mandíbulas de la Guasa, antes de echarla en el depósito. 

Tan voraz es, que persigue los Pargos y otros de talla yá pes- 
cados, y los engulle—al decir de Goode—con anzuelos, plomada, 
curricán y todo. Si el cordel resiste, puede ser cogida. 

Desova en Junio y Julio (Gde., J. « G.). 


8. Cherno. —Sehistorus mystacinus Poey.-—Nueve fajas 


E 
oscuras atraviesan verticalmente el tronco. Una mancha 
orande en el arranque de la cola, que es redondeada. 


No es común. Viene de lo profundo, y por ello se le ve 
con el estómago en la boca. En el Mariel desova en prima- 
vera. | 

Carne buena, superior á la de Cherna. 

Peso máximo común, 25 kilos. Longitud, 1 metro. 

9. Guaseta.— Prospinus chloropterus Poey.—Especie de 
un género distinto del que comprende la Fuasa. 


Suelen nuestros pescadores expresar la juventud ó el tamaño 
menor de algunas especies, añadiendo al nombre radical la de- 
sinencia ete para el masculino y eta para el femenino. Así, en Ju- 
rel y Jurelete, Lisa y Liseta, Jocú y Jocusete. Falla, pues, en es- 
te caso y en otros más, como adelante notarémos, por tratarsé de 
peces bien distintos. 


_Abundante todo el año. 

Carne buena, estimada. Peso máximo, 500 gramos. Al- 
canza 30 centím. de largo. 

Hállase igualmente en Santo Domingo y Haytí, en donde le 
dicen Ferlate; en Martinica, Viejecita. También en las Barbadas, 
las Falkland, Guinea. 

10. Mero. --- Centropristis Merus Poey.—Mero legítimo. 
M. de lo alto. Color de acero. 

Carne buena. 


Cuanto al peso máximo, los datos de que dispongo son muy 
contradictorios, como se verá á continuación. Los doy pues aho- 
ra, á beneficio de inventario, con el propósito de averiguar en 
qué consiste tan potable divergencia. 

Matanzas. El Sr. Poey, en su Synopsis Piscium Cubensium, pá- 
gina 288, dice: «Lo he visto en Matanzas de 200 libras, y dicen 
que crece hasta 500». 

Mántua. Abunda todo el año. Corrida, en Abril y Mayo; arri- 
bazones, en Diciembre y Enero. 58 centímetros de longitud. 

Cárdenas. Máx. 7 kilos. (1891). 

Santa Cruz del Sur. Máx. 53 kil.—Corrida: Diciembre á Enero, 
veril S. de las Doce Leguas. (1891). 

Manzanillo. Llega con la Cherna. 50 centímetros de largo. 


A 

Guantánamo. Máx. 6 kilos.—Corrida: Febrero: restingas.— 
Consumo local, salado. (1891). | 

Cuba. Santiago.—Máx. 6 kilos. —Corrida: Enero: costas. Con- 
sumo local, fresco. (1891). 

Puerto Rico. San Juan.— Máx. 230 kilos. Corrida: Mayo á Ju- 
nio.—Consumo local, fresco: 2,500 kilos. (1891). 

Vieques. Pto. Rico —Máx. 8 kilos. —Corrida: Enero y Febrero: 
entre Culebra y Vieques.—Arribazón: al E. de Vieques. Consu- 
mo local, fresco: 8,500 kilos. (1891). 

Arroyo. Puerto Rico.—Pesca anual: 46 á 138 kilos. (1891). 

Algunos pescadores de Cuba, aplican impropiamente este 
nombre á la Cherna Americana. 

En casi todas las provincias marítimas españolas, particular- 
mente en Valencia y Cataluña, así como en el interior, llaman 
Mero también á la Cherna que citamós al tratar de nuestra 
criolla. 

11. Rabirrubia de lo alto. —Brachyrhinus furcifer Va- 
lenciennes.—Colorado subido ó rojizo, tres pintas violadas 
á los lados del dorso, una en la cola. Rayas oblicuas en los 
flancos. Caudal muy ahorquillada. Abunda en la América 
tropical: en el Pacifico y el Atlántico. (J. «€ G.) 

500 gramos. 

Mariel. Máx. 1 kilo.—Corrida en Marzo. Carne buena. (1881). 

Fundándose en que el nombre genérico Brachyrhinus estaba 
empleado con anterioridad, Jordan Y Gilberi-pág. 973—proponen 
sustituirle por el genérico Paranthias de Guichénot. (1868). 

12. Enjambre.—Petrometopon guttatus Lin. — Manchas 
rojas sobre fondo claro. Tres manchas negras redondas á 
cada lado. 

Carne buena, según Poey: en Mariel la tachan de pési- 
ma. Tamaño, 30 centimetros. 

Igual nombre vulgar se aplica á otra especie, de fondo rojo 
subido y manchas claras—apiarius. 

13. Guatíbere,— Enneacentrus punctulatus Poey.—Pintas 
azules pequeñas, con ribetes obscuros, sobre el fondo común, 
que es oliváceo, amarillo, rojo: colores vivos. Una ó dos pin- 
tas negras en el extremo de la barba, y una en el pedúncu- 
lo caudal. (Ginther: J. d€ G.). El tinte del iris ocular co- 


rresponde al general del cuerpo: éste, 4 su vez, á la mayor 
Y menor profundidad y naturaleza del fondo en que reside 
—como en cuantos casos más he podido observar. 

He visto en Batabanó un individuo rojo punteado de 
blanco, nombrado por los pescadores Guatibere 0 Pitujoni. (*) 
Alcanza 25-60 30 centimetros de largo. 

Carne suave, “muy ligera y sabrosa—dice Poey—prin- 
cipalmente frita; más fácil de entrar en putrefacción que la 
Cabrilla, que tiene la carne más dura.”—Abundante. 


Mariel. Algunos le dicen Guatíbero. Se pesca allí en cantidad, 
en los mismos puntos que las Cabrillas. Hay cría y adultos to- 
do el año. Pesa de 250 á 500 gramos. Desova en Mayo. Su carne 
se califica de exquisita. 

Informes posteriores, consignan la corrida de 12 de Enero á 
fin de Febrero, al mismo tiempo que la arribazón. ¿Se confunde 
ésta con aquella? —Exportación, vivo: 440 kil. No se conserva.— 
Consumo local, fresco: 220 kilos. Pesca anual: de 190 4 1,150 kil. 
(da Veiga: 1891). 

Matanzas. Corrida en Abril. 

Se halla. en las Antillas, Norte de Florida Keys, Brasil, islas 
de Cabo Verde, etc. (2). 

Con el nombre científico de Epinephelus punctatus Linn., y los 
vulgares de Butter-fish, Niager-fish y Coney, la describen J. € G. 

El Profesor George Brown Goode.— Assistant Director of the 
U.S. National Museum—aplica el vulgar Buiter-fish, usado en 
Massachusetts y New-York, al Stromateus triacanthus, que en New- 
Jersey nombran Harvest-fish; en Maine, Dollar fish; por Cape Cod, 
Sheepshead y Skipjack; en Connecticut, Pumplingseed, y en Nor- 
folk, Starfish.— A estos nombres vulgares agregan J. «“ G. el de 
La Fayette. 


14. Serrano.—Siete especies consigna Poey con este 
nombre vulgar. Corresponden á tres géneros. 

Carne regular. Tamaño máximo, 20 centímetros, y 500 
gramos de peso: en Mariel. 


(1) A la variedad de la coloración y sus tonos--consignada por Grúinther y Jor- 
dan « Gilbert, y notada por mí en el litoral de Batabanó—refiere el Profesor Poey 
el recargo de la sinonimia de esta especie, 

(2) En Puerto Rico no tiene nombre vulgar conocido—según Poey. 


7 


AO 

En las Baleares y Cataluña llamar Serrá al que en Andalucía 
nombran Cabrilla; en Valencia y Cataluña dicen también Serra, 
á otras dos especies distintas; en Laredo y Bilbao denominan Se- 
rrano á una especie de otro género: todos diversos del nuestro, 
aunque de la misma familia. 

Con el nombre científico Serranus fascicularis Cuv. « Val., y 
los vulgares de Serrano y Squirrel fish, describen J. € G. la espe- 
cie Diplectrum radians de Poey——ín Enumeratio. Las otras seis 
especies que el ictiólogo cubano cita en su obra antedicha, va- 
riando en mucha parte sus genéricos y específicos anteriores, son 
Haliperca Pl ebe, H. fuscula, H. Jacome, H. preestigiator, H. bivitata 
y Mentiperca luciopercana. 

15. Biajaiba de lo alto. —Gonsoplectrus hispanus Cuy. 
El especifico técnico alude á las fajas longitudinales de.su 
cuerpo, rojas y amarillas, que simulan la bandera nacional, 
En la Martinica le dicen Owatilibi español, con igual funda- 
mento. 

Long. máx. 20 centimetros. 


16. Cají. —Lutjanus Caxis Bloch. Verde aceitunado. Una 
manchita parda en cada escama, de cuya confluencia resul- 
tan listas estrechas, en número de sels ó siete verticales en 
el cuerpo, y una en la cola, más ó menos claras. 

Las variedades se distinguen por su color amarillo, par- 
do, acarminado. 

Pueden referirse á la profundidad ó al fondo frecuentado. 

En la Habana se cria en las orillas de piedra y en las 
estacadas de los muelles. Al pequeño le dicen Cajisete. Co- 
mún. 

Carne buena. Peso máximo, 3 kilos. 


Ln Matanzas es abundante. Desova en Abril. Le dicen Cajisote. 

J. € G. le asignan los vulgares VYelting y Gray Snapper. De 
New York á la América Meridional, abundando más hecja al 
Sur. 

Deserito también como de Jamaica, Martinica, San Thomas, 
Santa Cruz, México, Guayana, Puerto Cabello, Corea. 

En las Bermudas, según Goode, alcanza el enorme peso de 60 


a 80 libras. Llámanle allí, Gray Snapper; y también Sea Lawyer, 
por su sagacidad y astucia—“on account of its sly, canning ha- 
bits.” Mr. Stearns, los ha visto como de dos Po de largo: lo más 
común, de 10 á 12 pulgadas. 

“El Jocú—dice el Sr. Poey—es más rojo que el Cají, cuyos 
colores tiran á amarillo; es más corto, y tiene un espacio blan- 
quísimo que atraviesa oblícuamente los cachetes.” (num. ) 

17. Caballerote.— Lutjunus Caballerote Bloch «€ Schnei- 
der.—Con exactitud admirable, Parra describía en 1787 
su color, de esta suerte: 

“Está cubierto de escamas, y cada una de ellas teñidas 
de obscuro y amarillo, formando una labor muy vistosa; la 
cabeza cas1 toda obscura; la aleta dorsal OS con visos 
carmesles. Lo mismo se dice de las demás.” 

Parte inferior, roja, como el ojo. Boca pequeña. Hocico 
alargado.-—Común. 

Carne buena. “Es—dice Parra 


de los pescados más sa- 
brosos que se comen sin cuidad: de estar siguato.” Peso: al. 


canza 6 kilos (J. € G.) 


Habana. Peso máximo, 1% kilos. Corrida: Mayo y Junio.— 
Arribazón: Octubre á Enero.--No se exporta ni conserva. Pesca 
anual: 33580 kilos.—Artes: redes, nasas. (1891). 

Mariel. Peso máximo 2 kilos. —Carne buena. Desova en Junio. 

Cárdenas. Máx. 500 gramos. 

Sagua, Isabela. Máx. 750 gramos. —Corrida en Julio: costas de 
afuera.—No se exporta ni conserva. Consumo local, fresco: 25 ki- 
los diarios (1891). . 

J. € G. ponen en la sinonimia de esta especie el L. cynodon y 
el Mesoprion cynodon, confundiendo el Caballerote con nuestra Cu- 
bera. 

El Profesor Poey—Enumeratio p. 27, dice: “Comparado el £. 
Cubera con el £. Caballerote, aquél tiene el hocico romo y la boca 
grande; la principal distinción consiste en que el primero tiene 
los dientes del vómer en un espacio semi-circular, y el segundo 
en una superficie romboideal. La Cubera crece más que el Caba- 
llerote.” 


AE IPR 

18. Cubera.—Lu/janus Cubera Poey.—Cráneo compri- 
mido. Hocico corto. Boca grande. Cola semilunar. Color 
pardo violado con visos dorados en las escamas. Nadaderas 
vinosas. Ojos pardos. 

Muy voraz. Peso máximo, según Poey, 120 libras y más: 
unos 60 kilos. 


Habana. Se cría en las orillas de piedra y en las estacadas de 
los muelles del puerto. A la pequeña le dicen Cubereta. 

Matanzas. Desove en Julio. Pesa hasta 34) kilos. 

Cárdenas. Alcanza 15 kilos de peso.—Corrida en Junio y Jú- 
lio: se la ha visto con overa en Agosto (1881). Veril N. de las Pe- 
ñas de Bernardino, canalizos. Consumo local: ordinariamente de 
690 á 800; kil. diarios. (1891). 

Batabanó. Máx. 30 kilos. —Corrida, en Agosto y Septiembre: 
cayos Diego Perez y Rosario. (1891) Abunda en la cayería del 
Distrito. : 

Ísla de Pinos. Nueva Gerona. Máx. 4 kilos.—Corrida en Ju- 
lio, Agosto y Septiembre: veriles [1891]. Abunda en las cayerías 
inmediatas á la Isla, lugares de poco fondo, ten busca de alimen- 
tos. Empléase en su pesca toda clase de artes. [1880]. 

Mántua. Corrida, en Abril y Mayo. Arribazón, en Diciembre 
y Enero. Abundante todo el año. [1880]. 

Sagua. Isabela. Máx. 24 kilos. —Corrida, en Julio: costas de 
afuera. Consumo local, fresco: 25 kilos diarios. [1891]. 

Trinidad, Casilda. Máx. 12 kilos. —Corrida, de Junio á Agos- 
to: todo el distrito. lxportación vivo: 5,000 kilos. Consumo local 
fresco: 6,000 kilos. Conserva, curado: 100 kilos. Pesca anual: 
11,600 kilos. Artes: Cordeles, 22. Chinchorros, 1. Nasas 50. 

Embarcaciones: Viveros, 3. Capacidad de sus tanques, de 
690 á 1,0585 kilos. —Chalanas, 6. Botes, 3. Tripulación 22. 

Remedios. Caibarien. Morado oscuro. Vientre aplomado.—Hue- 
vas, S centímetros de largo por 4 de ancho. Lechas del macho 
poco menos. 


Punta Alegre. Morón. San Juan de los Remedios. Arriba con 
la Cherna. 

Como entiendo que la Cubereta es la Cubera joven, he suma- 
do los datos relativos á ambas, ministrados por el celoso Ayu- 


dante D. Joaquín Vega. [1891]. 


En el artículo 103 de las Ordenanzas Municipales de la Ha- 
bana, consta la “relación de los pescados comprendidos en la 
momenclatura de los siguatos cuya venta está prohibida como no- 
civa á la salud.” 

En dicha lista—que será objeto de un estudio especial en la 
2% parte de esta obra—figura la sabrosa cuanto abundante é ino- 
cente Cubera. Por qué? No lo sé. D. Felipe Poey, que tantos ami- 
gos tuvo entre los pescadores entendidos y honrados; ni yo, que 
también los tengo muy buenos por ambos conceptos, no pudimos 
nunca sacar en claro el fundamento de tal proscripción. Como 
no fuera porque D. Antonio Parra refiere que en 1786 se ensigua- 
tó con una Cubera toda su familia! Pero desde entonces acá no 
hay constancias de otro caso. Las cifras representativas de la 
pesca anual de cuberas en las localidades anteriormente consig- 
nadas, no dejan lugar ni razón para dudar de su gran consumo, 
puesto que no se pesca sino lo que se vende bién y pronto. Otro 
tanto—si no más—acontece en punto á las cantidades que á dia- 
rio se come en todo nuestro litoral —hasta donde mis noticias al- 
canzan—ya fresca, ya en conserva. Por m parte puedo asegurar, 
que en todas mis excursiones piscicolas, á bordo del cañonero 
Cazador-—Febrero de 18883—y del yacht Nautilus, en Abril de 
1891; en el surgidero de Batabanó, como en Nueva Gerona-—-Isla 
de Pinos——en cayo Hicacos y en los demás de aquellas cayerías 
pobladísimas de las especies de peces y mariscos más estimados, 
como la incomparable Langosta, del seno de la Broa; en todas 
partes he comido Cuberas grandes y chicas: siempre sanas y ape- 
tecibles: asadas á la parrilla con su propia grasa, son deliciosas. 


Su puesto está pués, entre nuestros peces buenos. 


Rosado. Una man- 


19. Sesí.—Lutjanus buccanella Cuv. 
cha negra en el tronco de cada pectoral. 
Carne buena. Peso mínimo, 6 kilos. En Mariel 13. 


También existe en Jamaica, Santhomas, Martinica. 


20. Biajaiba.—Zutjanus synagris Catesby.—Parte su- 
perior, olivácea; flancos y vientre, plateados. Fajas longitu- 
dinales amarillo de oro en el dorso y los lados del cuerpo y 
«le la cabeza. Una mancha negra lateral en el tronco, debajo 


de la dorsal blanda. Caudal, roja: las demás aletas, amarillo- 
sas; notándose en la dorsal dos listas rojizas longitudinales. 


Es notable la variedad de su colorido común, en relación 


con las localidades en que reside. Así, la de fondo de cieno, 
es-oscura; la de fondo de arena, de cascajal, es mucho más 
clara; la de afuera, de la mar azul-como dicen las pescado- 
res, es rosada. 


«En Cienfuegos.—dice el Sr. Poey—tiene fajas oscuras verticales, 
debidas, según D. Serafín Romeo, al fondo pedregoso en que se 
encuentran». Muy común. 

Se pesca también en Jamaica, Martinica, Barbadas, Brasil, 
Puerto Cabello. 

J. € G. le asignan 12 pulgadas de largo. 

Durante mi permanencia en el cayo Hicacos, hice el 8 de 
Abril de 1891, una observación que no recuerdo haber visto ex- 
presada, y por eso creo que debo consignarla por lo que valga. 
Consiste en el cambio de coloración—no sólo en el tono sino en 


todos sus detalles-que presentaron á la vista de D. Juan Santos. 


y á la mia, un Mero de aletas amarillas, unas Biajaibas y unos 
Roncos que extrajimos de varias nasas. Valga de caso ejemplar 
la Biajaiba, de que ahora trato. 

Al salir de la nasa, parecía casi blanca. Seguidamente fueron 
marcándose hasta 10 fajas carmíneas pálidas, transversales, más 
visibles en el tronco, interrumpidas por otras amarillosas longi- 
tudinales. A tal punto eran notables aquellas, que de pronto 
creí que se trataba de Chernitas criollas de fondo arenoso, claro. 
Poco después comenzaron á presentarse las bandas amarillas que 
se extienden á lo largo del cuerpo y la mancha negra lateral del 
tronco, características de la sabrosa Biajaiba que abunda tantísi- 
mo en el litoral de Batabanó. 

Su importancia, me hace consignar los datos de que dispon- 
go, relativamente á cada distrito de nuestro Jitoral. 


Habana. Colores vivos. Rosada con listas amarillas. Aletas 
amarillas. 

En el cuerpo, una mancha negrusca. La que adquiere el ta- 
maño mayor se apellida cimarrona. 

Vive en el puerto. Peso máximo, 500 gramos. Huevas de 50 
á 60 gramos. Las crías son sedentarias y se extienden por la cos- 


ta. Cuando están más desarolladas, van á mayor fondo. Fre- 
cuenta ceibadales, pozas de piedra, de 3 4 6 brazas. Se alimenta 
de erustacios pequeños. La lombriz y el dedalillo arriban sobre 
la costa con los nortes, en invierno. Empléanse nasas y chincho- 
rros. La corrida tiene lugar en la costa, en las menguantes de 
Mayo y Junio: en la del sur, se adelanta una luna, esto es, en las 
menguantes de Abril y Mayo. Reinan entonces brisas bonanci- 
bles y calmas. Concurren roncos blancos y amarillos, y rabirru- 
bias. 


En los meses de Junio y Julio, de 5 4 9 de la mañana, recala 
y entra en puerto para desovar, la llamada Biajaiba sanjuanera. 
Las arribazones-de Octubre á Enero-tienen lugar con los vien- 
tos de afuera, esto es, con los del 4% cuadrante en la costa del 
norte, y con los del 32 en la del sur. Se recomienda prohibir en 
absoluto la pesca durante la corrida, fijando la veda en 1% de Ma- 
yo 430 de Junio. Además de la que se pesca en el litoral del 
distrito, viene de Batabanó particularmente, en hielo, por el fe- 
rrocarril de la Habana, en grandes cantidades. 

La pesca anual en el distrito marítimo de esta capital se ele- 
va á 167,900 kilos [1891]. Se emplea redes y nasas. 


Matanzas. Color rojo claro. Vientre blancusco. Se citan dos 
variedades: la criolla,'que tiene listas amarillas; la forastera, de 
corrida, de paso, que es toda de un color. No se sabe á qué refe- 
rir, allí, la diferencia. Acaso sea un accidente nupcial, dado que 
los Peces también se engalanan en la estación de sus amores. Pe- 
so general, de 180 á 480 eramos; en su mayor desarrollo, alcanza 
750 gramos. 

No se precisa el peso de las huevas: se dicen pequeñas. Las 
crias son sedentarias, pues se coje todo el año en todas partes. 
Fondos de cascajal y fango. El estómago contiene mariscos, hier- 
ba, arena. .Se emplean chinchorros de malla reglamentaria, y 
nasas de casi el doble. La corrida se verifica en Mayo, Junio y 
Julio; principalmente los tres días antes, el dia y los tres después 
de la luna llena, desapareciendo pasados estos siete dias, para no 
volver hasta la otra luna. Datos posteriores-1891-expresan que 
en Marzo y Abril, por Camarioca. 

Se informa que debe fijarse la veda en la época expresada, en 
los Falcones, Lanzanillos, Cayo Piedras, del Norte, Boca de Sagua 
y cayo Francés. 


, — 58 — 
Consumo local: fresca, curada y en salazón.—AÁrtes: nasas. 
Embarcaciones: viveros, 4; tripulación, 12; capacidad, 5 tonela- 


das. Pesca auual: 5.000 kilos [1891]. 


Cárdenas. Dos variedades de color, amarillo encendido y blan- 
cusco, que se refieren al fondo en que se cria y reside. Peso ge- 
neral, de 120 4 500 gramos. Huevas de 30 á 60 gramos. Perma- 
necen las crías. Fondos de esponjales, arena, fango, principal- 
mente plantas. Comen camarones. La lombríz y el dedalillo em- 
piezan á aparecer en los veriles, 4 fines de Marzo, estando por 
Junio en su mayor fuerza. Se emplean chinchorros y nasas. La 
corrida tiene lugar del lleno á la muerte de la luna, en los meses 
de Mayo, Junio y Julio. Concurren pargos, estos á mayor profun- 
didad. La veda rige desde 10 de Mayo á 20 de Julio, en la zona 
comprendida entre punta Icacos, cayos Monito, Piedras, Mono 
Blanco, Romero, Diana, y Chalupa, hasta punta Gorda, de la en- 
senada del mismo nombre en la bahía de Cárdenas, y Juan Cla- 
ro en la bahía de Santa Clara, que son los puntos del desove. 

Ultimamente [1891] á instancia de varios pescadores de 
aquel distrito, se estableció la veda: desde 20 de Mayo á 530 de 
Julio. 


Isla de Pinos. Nueva Gerona. Tres variedades: blanca, colora- 
da, oscura, con relación á la calidad de los fondos. 25 centímetros 
de largo. Huevas, 7 centímetros. Quedan las crías, pues se pes- 
can tudo el año. Fondos de arena, fango, ceibadal, sargaso: res- 
tingas, placeres, etc. Se halla en el estómago, jaibitas, cangreji- 
tos, cieno. La llegada de la lombriz y del dedalillo coinciden con 
la corrida. Se usa malla real. La corrida se realiza de la men- 
guante de Marzo á fines de Mayo. Desova con mucha abundan- 
cia en los cayos Matías, Icacos, Campos, Aguardientes, Avalos, 
Muertos, Cantiles, hasta la mitad del canal del Rosario, que com- 
prende el distrito. Se encarece “prohibir en absoluto la pesca en 
tiempo del desove—que ha de ser de veda—pues pasado éste, se 
pesca con mayor abundancia, lo cual redunda en beneficio de los 
pescadores y de las crías.” 


Mariel. Una, de colores vivos. Peso, de 500 á 750 gramos. 
Fondos de cieno. Se usa la malla real. Corrida, en las menguan- 
tes de Abril á Julio. Datos posteriores la expresan de principios 
de Mayo á fin de Agosto, en la bahía. [1891]. Concurren gua- 
guanches y jorobados. 


O) Es 
Para dar idea de lo que acontece cuando no se observa la ve- 
da en tiempo de la reproducción, consigno, á guisa de ejemplo 
entre muchísimos más, lo que acerca de la corrida informó en 
Agosto de 1887 el Ayudante D. Antonio Carballeyra. Expresa 
que: “siendo antes abundante toda clase de pesca en esta bahía, 
desde hace cinco ó seis años va disminuyendo notablemente, so- 
bre todo la Biajaiba de que antes había corrida de Abril á Julio, 
y hoy apenas se pescan algunos individuos de esta especie:” Y como 
ratificación, adelante agrega: “desde que se han establecido los 
trenes de pesca en los cayos de barlovento y sotavento, se viene 
observando la diminución, hasta el punto de que en este año no 
hubo corrida. Las arribazones, poco abundantes, suelen tener 
efecto á la entrada de los Nortes y en tanto éstos duran. 


Coloma. Color rosado. Robusta. Peso común, de 300 4 360 gra- 
mos. Huevas de 15 gramos. Las crías permanecen, pues se vé de 
varios tamaños, en todo tiempo, sin punto determinado. En fon- 
dos de cieno y hierba. Alimentos: camaroncitos, hierbas. La lom- 
briz y el dedalillo concurren en Abril y Mayo, fuera de la costo, 
coincidiendo con la corrida del Pargo. Se emplean artes de ma- 
lla. La corrida se realiza en Marzo y Abril: llegan á todas horas 
y en grandes manchas, abundando más cuando la luna es llena 
y bien clara. No se señalan puntos de desove. 

Se recomienda fijar la veda desde el 10 de Marzo á 20 de Abril. 

Bahía Honda. Se consignan dos: una llamada cimarrona, más 
pálida, y otra dicha criolla, que se cría en la boca de los puertos. 
Tamaño: de 14 á 20 centímetros. No se determina el de las hue- 
vas. La criolla se cría en puerto, donde halla comida; la cima- 
rrona se ausenta. Fondos de arena. Come caracolitos y plantas 
La lombriz ni el dedalillo coinciden con la corrida. Artes regla- 
mentarios de malla. Recala para desovar en las menguantes de 
Abril, Mayo y Junio. Concurren pargos y roncos. El desove se 
realiza en la ensenada de la Ortigosa, el Corojal, entrada de Ba- 
hía Honda, rada del Morrillo y frente á la boca del rio Manima- 
ní: área en que se recomienda la veda, fandados en la observa- 
ción y experiencia. 

Mántua. Desova en Abril y en Mayo. Arribazones en Diciem- 
bre y Enero. Abunda todo el año. 

La Mulata. Corrida en Abril, Mayo y Junio. Arribazones des- 


de el primer Norte. En grandes cantidades, de las pozas y cue- 
8 


ea 
vas de la parte afuera de los arrecifes de los Colorados, sondas 
y bancos de Vuelta Arriba. Las que arriban de Vuelta Abajo son 
más grandes y en menor número (1880). 


-San Cayetano. Una, de colores vivos y robusta. Peso, de 400 
gramos á 1) kilos. Frecuenta fondos de cieno. Come mariscos. 
Se pesca con nasa y chinchorro. Corrida, en Abril y Mayo. Con- 
curren rabirrubias y pargos. No se determina punto de desove. 

Se pide la veda absoluta en el tiempo de corrida susodicho, 
porque cuantas se cogen entonces, están todas enovadas. 
Consumo local, fresco: 22,000 kilos (1891). 


Batabanó. Señálase también modificación del color, según la 
naturaleza del fondo frecuentado. Peso, de 180 á 600 gramos: sue- 
le alcanzar 1 kilo. Huevas, 12 centímetros de largo. Las crías se 
hallan en los placeres, prueba de ello que siempre se pesca. Fon- 
dos arenosos, de ovas y fango. Come cangrejitos, y “camarones de 
color bastante encendido, que demuestra proceden de mares de 
mucho fondo.” El dedalillo y la lombriz aparecen al $. de la ca- 
yería: no coincide con el recalo de la Biajaiba. Se pesca con nasa 
y chinchorro, nó al cordel.—Suele devorarle el cachete un pará- 
sito llamado Piojillo.—Comprende la veda desde 1? de Abril á 30 
de Mayo, época de su reproducción. La zona de los puntos de de- 
sove y reproducción se limita por las tres líneas siguientes: 1? 
desde punta de D. Cristóbal á la de sotavento del cayo más occi- 
dental de los llamados de la Fábrica y Lagunas, y de éste á Ra- 
bihorcado. 2? el veril N. del Banco de los Jardines y Jardinillos. 
3? desde la cabeza del N. E. de este banco, hasta la punta del Pa- 
dre, occidental de la ensenada de Cochinos. Dos millas por fuera 
je esta zona, se permite calar nasas y chinchorros de malla re- 
glamentaria, que se cobren desde tierra. 


Los trabajos que condujeron á precisar tan bién esta zona, se 
debieron á la ilustrada iniciativa del Comandante General Don 
Ramón Topete, y fueron realizados á bordo del cañonero «Caza- 
dor», en Marzo de 1883, por el Teniente de Navío Don Antonio 
Martinez y el autor de este escrito, auxiliados por el Comandan- 
te D. Mariano Matheu. Pruébenles estas líneas, que aún recuerdo 
aquellos días tan laboriosos y tan gratos. 

En los datos últimamente ministrados por la Ayudantía del 
distrito de esta capital-1891-se consigna que: las arribazones tie- 
nen lugar de Octubre á Enero, y que la pesca anual asciende en 


A ENTRADA 


Pa 
Batabanó á 503,700 kil.; exportándose en hielo por ferrocarril, 
para la Habana en su mayor parte. 

Cienfuegos. Unas de color más apagado que las otras, según 
el sitio del criadero. De 180 á 400 gramos de peso. No se precisa 
el de las huevas. Quedan algunas crías. Después de la corrida, 
desaparecen las adultas por la ensenada de Batabanó y Cayos de 
las Doce Leguas, con pocas excepciones, en placeres de piedra y 
de arena. La lombriz y el dedalillo coinciden con la corrida. 
Mallas reglamentarias. La corrida para desovar, en Abril y Ma- 
yo, en plenilunio y menguante. Como puntos de desove se seña- 
lan: desde punta de D. Cristóbal á la Punta del Padre y banco 
de Jardinillos. 

La veda debe fijarse en esta área, precisada que sea, desde 12 
de Abril 4 10 de Junio, como está dispuesto. 


Casilda. Trinidad. Refiérense las tres variedades de coloración 
á la naturaleza del fondo. 500 gramos de peso máximo. Perma- 
necen las crías. Fondos de fango, hierba, cascajo. La lombriz y 
el dedalillo coinciden con el recalo de la Biajaiba y el Pargo. Ar- 
tes de malla. La corrida tiene lugar en Abril, Mayo y Junio. 
Además de Pargos, concurren Sierras y Rubias. 

La veda comprende desde 20 de Abril á fin de Junio de cada 
año, limitada á los canales de María Beque v Boca Grande, pun- 
tos por donde entra y sale el pez en su corrida. Datos de última 
fecha, señalan la corrida de Mayo á Julio, en todo el distrito.— 
Consumo local, fresco: 14.000 kilos. —Pesca anual: 14,000 kilos. — 
Artes: cordeles, 6; nasas, 50. Embarcaciones: Botes, 4; tripulación, 
8; capacidad de los tanques-viveros, 575 kilos. (1891). 

Santa Cruz del Sur. Máximo 500 gramos. Abunda. Corrida, de 
Mayo á Julio. La veda se señala de 15 de Mayo á 20 de Julio. 

Se indica reducir su área á los placeres comprendidos desde 
los cayos de San Juan por el E., placer de Cabeza del Este al S:, 
y cayos de Pingúe por el O., con todos los cayos y placeres inte- 
riores, hasta la costa. 

Ultimamente-1891-se consigna de 12 de Abril á 30 de Mayo, 
desde Chinchorro á las Angosturas. 


Júcaro. La corrida se realiza en Abril, Mavo y Junio, en la 
zona comprendida desde el estero de Juan Hernández, bajo de 
Palo Alto, siguiendo la cordillera de los cayos de Ana María has- 
ta Santa María de tierra. La veda debe comprender desde 15 de 


1 


Abril á 30 de Junio, en los puntos de desove señalados por la 
Ayudantía del distrito en 1883. 


Tunas de Sasa. Máx. 700 gramos. La corrida para el desove no 
puede tener lugar todo el año, como se indica. Debe realizarse 
en la época señalada para Casilda, Santa Cruz y el Júcaro, pues 
no hay razón mesológica en contrario. Como puntos de desove— 
zona propia para la veda, se señala, puntualmente, el bajo com- 
prendido entre punta Ladrillo y punta del Caney. El último 
informe-1891-reduce la corrida al mes de Mayo, en Placer del 
Sur, de las Doce Leguas. Arribazón: Septiembre, en la costa.— 
Exportación, vivo: 2,000 kilos.—Consumo local, fresco: 1,000 kil. 

Punta Alegre. Morón. San Juan de los Remedios. Los prácti- 
cos y patrones más antiguos están contestes con la Ayudantía— 
- 1883—en que la Biajaiba se desconoce casi en absoluto en el lito- 
ral, viéndose escasamente alguna sólo en la costa de afuera. 


Caibarién. San Juan de los Remedios. Rosada con rayas ama- 
rillas. Pinta negra lateral. Robusta. Tamaño, desde el ojo al 
arranque de la cola, unos 20 centímetros cuando más. Huevas, 7 
centímetros de largo por 3 de ancho. Peso máx. 690 gramos. Una. 
variedad dicha cimarrona, pequeña; otra de arribazon ó corrida, 
grande. Las crías son sedentarias, pues se cogen ambas de todo 
tamaño, en fondos de seibadales y pozas de arena. Comen can- 
grejos, camarones, sapitos. La lombriz y el dedalillo acuden en 
inmenso número por Abril y Mayo á los placeres, afluyendo los 
peces que los devoran. Al recalo de la Biajaiba han desapareci- 
do. La corrida de ésta dura desde la menguante de Mayo hasta 
la de Julio. Llegan en grandes masas, en bolas, como dicen los 
pescadores. Joncurren Pargos en Junio y Cuberetas en Julio. 


La veda comprende desde 10 de Mayo á 20 de Julio, en los ca- 
yos Francés y San Agustín y Bocas de Marías: pues por los cana- 
lizos próximos á dichos puntos, pasa la Biajaiba para desovar en 
los arrecifes. Los últimos datos-1891—ratifican los precedentes.— 
Consumo local, fresco: 12,500 kilos (1891). 


Sagua. Isabela. Color rosado claro. Robusta. Tamaño 11 cen- 
tímetros. Huevas, 4 centímetros. Peso máx. 1 kilo. Desaparecen 
la crías. Frecuenta fondos de pocerías y seibadal. No se ha obser- 
vado el contenido del estómago. Abundan el dedalillo y la lom- 
briz, coincidiendo con la corrida. No se emplea nasa: solamente 
chinchorro. . 


== 

La corrida tiene lugar en Mayo, Junio y Julio. La veda com- 
prende desde 10 de Mayo á 20 de Julio, en los sitios siguientes: 
Punta Conuco, Boca de Sagua á sotavento, Boca chica de Lanza- 
nillo, Sagua la Chica, Esquivel y Boca de Marillanes, que son 
los puntos de desove. Datos confirmados últimamente (1891).--No 
se exporta ni se conserva. Consumo local, fresco: 86 kilos diarios. 
(1891). 

Nuevitas. Peso medio, 500 gramos; máx. 1 kilo. Fondos de cie- 
no, particularmente. Las crías son sedentarias. El estómago con- 
tiene camaroncitos y caracolitos. La lombriz y el dedalillo no 
coinciden con la corrida. 

Tiene lugar ésta en la menguante de Junio. Ll desove en la 
babía. La veda no está señalada. 

Consumo local, fresco: 2,258 kilos (1891). 


Puerto del Padre. Peso, de 250 á 500 gramos.—IEl total de lo 
pescado alcanza escasamente á 40 kilos anuales (1883). No se co- 
noce la cría. Fondos de fango, con profundidad de 5 á 8 brazas. 
No se usa más que chinchorros. No se conoce la corrida: sólo 
arribazones en Noviembre y Diciembre. 


Gibara. Mis datos actuales sólo rezan la pesca anual: 698 ki- 


los (1891). 


Santiago de Cuba. Dos variedades: una verdosa, otra colorada, 
relativas á la naturaleza del fondo y á su profundidad. Ambas 
variedades con un lunar negro cerca de la cola. Robustas. De 
paso en el puerto, sedentarias en la costa. Abundan de 20 centí- 
metros de largo; algunas de 38. Huevas de 4 45 centímetros de 
longitud, delgadas. Peso máx. 1 kilo. Las crías permanecen en 
los comederos. Comen pescaditos, mariscos, cieno. La corrida 
tiene efecto en Abril y Mayo, durando á las veces hasta Junio: 
abunda más en los plenilunios. No se señalan desovaderos (1883). 
Confirmado en 1891. 


Manzanillo. Tamaño: 25 á 30 centímetros. Peso máx. 460 gra- 
mos. Huevas, 30 gramos. Las crías son sedentarias, pues se halla 
en la costa todo el año. Fondos de piedra y seibadales. ll estó- 
mago contiene peces y mariscos. Con la corrida, coincide el reca- 
lo del dedalillo y la lombriz. Afluye para el desove desde el 10 
de Abril hasta el 15 de Mayo, particularmente en los cabezos del 
banco de Buena Esperanza. La veda debe fundarse en estos da- 
tos. (1883). Arribazón, Octubre y Noviembre: de los rios y esté- 


— 61 — 
ros. Llámanla también Colorado. Me complazco en consignar 
la inteligencia y el esmero con que ministra sus informes el Ayu- 
dante actual-1891-mi amigo el Teniente de Navío Don Manuel 
Triana. 

Guantánamo. Dos variedades: una colorada, otra verdosa; am- 
bas con un lunar negro en la cola. Robustas. 1 kilo máximo de 
peso. Huevas de 5 centímetros de largo. Crías sedentarias. Fon- 
dos de cieno y seibadal. Comen esta planta y pescaditos. La lom- 
briz y el dedalillo concurren. Redes y nasas. 

La corrida tiene efecto en Abril y Mayo. Como puntos de de- 
sove, se señalan: costa comprendida entre la boca del puerto y 
cayos Caracoles, ensenada de Granadillos, ensenada comprendida 
entre punta del Negro, cayo Manatí y cayo Toro. La veda debe 
radicar en estos antecedentes (1885). 

Baracoa. Color rojo más ó menos subido, según estén en fon- 
dos de piedra ó en bahía. Robustas. Sedentarias. 20 centímetros 
de largo. Peso máximo, 800 gramos. Huevas de 3 centímetros. 
Crías sedentarias, en radios determinados. Fondos de 30 brazas. 
Comen camarones y cieno. Se emplea chinchorros y nasas. 

La corrida, de fines de Mayo á Junio. Arribazones en Julio y 
Agosto. Concurre el llamado Pargo pinto, que devora lombrices 
y dedalillos. No se determina desovadero particular: todo el lito- 
ral La veda, pues, habrá de ser absoluta, del 15 de Marzo al 31 
de Mayo. Consumo local, fresco: 1,000 kilos (1891). 


21. Ojaneo.—Luljanus Ojanco Poey. Color general, ro- 
jo acarminado: dorso obscurecido, con listas pardas oblícuas.: 
Fajas amarillas en el vientre y flancos, vivas unas, desvane- 
cidas otras, dispuestas alternadamente. Caudal, rojo encen- 
dido, como el iris ocular.—El desarrollo considerable del 
ojo, funda su nombre vulgar.—Carne muy apreciada. Peso 
wáximo 12 kilo. 

Mariel. Máximo 1 kilo. Desova por Junio. 

También de Puerto Rico. 

22. Pargo de lo alto. —Zuljanus profundus Poey. Co- 
lor rojo. Ojo amarillo. Mancha lateral. Fajas amarillas, 
oblicuas en los flancos. Aletas ventrales blancuzcas. Caudal 
más acarminada en su extremo. Pasando de 5 kilos desapa- 
rece la mancha lateral. El especifico técnico y el vulgar se 


A E A 


+ 


E 
fundan en su residencia común á grandes profundidades. Se 
pesca al cordel, mar afuera. (1) 

Parece que á esta especie corresponde el que en Puerto 
Rico nombran Chalto. 

Carne muy estimada. Alcanza 1 metro de largo. Peso 
máximo, 13 kilos. 

J. € G. consignan que Lutjang es el nombre japonés ó malayo 
de algunas especies del género Lutjanus. 

Hay otra especie —purpureus—con el mismo nombre vulgar. 
Observado por el Sr. Poey, procedente de Batabanó y Santo Do- 
mingo. Se distingue por la carencia de mancha lateral. Tiene 
también los ojos amarillos. 

23. Pargo criollo. Pargo.—Lutjanus analis Cuv. Dorso 
verduzco. Vientre rojizo. Una lista azul debajo del ojo. Ale- 
tas: rosada, la pectoral; verdosa, la dorsal; carmineas, la 
ventral, la anal y la caudal. Mancha negra sobre la línea 
lateral. Ojo carmin. Dientes cortos, fuertes. Rehecho de cuer- 
po, rechoncho.—Peso máx. 12% kilos. Muy abundante. 


“La bondad de su carne—dice Poey—y la seguridad de ha- 
llarlo siempre sano, no menos que el tamaño propio á adornar 
una mesa, hacen que este pescado sea el más estimado de todos; 
bién que otros le superan en buen gusto.” 

Además de Pargo, en Puerto Rico le dicen Manchego 

Cuanto al que en la isla hermana llaman vulgarmente Chillo, 
no está, que yo sepa, determinado aún: el Sr. Poey le nombra 
Luijanus profundus? 

24. Pargo guachinango.—Lv!janus Campechianus Poey. 
Fondo común acarminado. Nadaderas rosadas. Caninos 
delgados. Mancha negra lateral. Ojo encarnado. Abunda 
en Cayo Hueso y en la Sonda de Campeche: á esto último 
debe sus especificos técnico y trivial. Carne sana; muy es- 


-timada! Casi 1 metro de largo. Peso máximo 15 kilos. 


(1) En alta mar, lejos de las costas, 4 profundidad lo menos de cien brazas. El 
término de lo alto expresa además, notables diferencias en la calidad de las carnes— 
que son más sabrosas; en el desarrollo general del cuerpo, particularmente alguna 
de sus partes; en la coloración, etc; constituyendo especies del mismo género—como 
en el Pargo, de género distinto—cual en la Biajaiba y el Rascacio, de distinta fa- 
milia—como en la Catalufa, etc. 


A 

Jordan «€ Gilbert dicen que el £. Blackfordi de Goode «€ Bean 
parece ser idéntico al L. campechianus-—séase el Red Snapper de 
los norteamericanos. 

Mr. Silas Stearns consigna que el Red Snapper desova en 
Mayo y Junio; habiendo encontrado hembras con los ovarios 
bien desarrollados, desde Abril hasta Julio. Goode señala como 
peso máx. 40 libras. En New York se vendieron en 1879, proce- 
dentes de la Florida, 12.000 libras. 


Consigno á continuación los datos relativos á nuestros distri- 
tos marítimos. 


Habana. El criollo Ó lombricero y el de lo alto, sedentarios; el 
guachinango, de la Florida y de México, de paso. Il adjetivo lom- 
bricero se funda en que, cuando tiene lugar su corrida, coincide 
el recalo de la lombriz, de que se alimenta, quedándole el nom- 
bre. Concurren sus congéneres escasos, abundando el caballero- 
te. Peso: en la arribazón, de 1 á 4 kilos; en la corrida de 2 á 5. 

Huevas, de 60 á 180 gramos. Nace y se cría en los fondos de 
piedra y cascajo de la bahía. 

Se hallan crías en la costa del N. con mayor abundancia que 
en la del $. y aún más por Lanzanillo, el Francés y Boca Chica. 

Se pesca todo el año, desde 250 gramos hasta el tamaño má- 
ximo. Come sardinas, manjúas. El dedalillo y la lombriz coin- 
ciden. Se emplea el chinchorro y el anzuelo: éste de tamaño pro- 
porcional. 

La corrida tiene lugar en Junio y Julio. Las arribazones en 
Noviembre y Diciembre: duran después del mal tiempo, 405 
días. Vienen para el desove, del Banco de Bahama y los Roques; 
efectuándolo en las costas, en fondos de lajas Ó piedra, á unas 16 
brazas de profundidad. La corrida, con cualquier viento; la arri- 
bazón, generalmente con Nortes. No se han precisado los deso- 
vaderos (1883). 

Pargo criollo. Los datos últimos-1891—ministrados por $. E. 
el General D. Fernando Martinez, como primer Jefe de la pro- 
vincia, y el Sr. Capitán de Fragata D. Ginés de Paredes Chacón, 
como 2? Jefe—fijan el peso máximo común de esta especie, en 
73 kilos. Corrida, en Mayo y Junio, por la Peña de Bernardino. 
Las arribazones de Octubre á Enero. No se exportan, ni se salan 
ni cúran. Consumo local, fresco. Pesca anual: 125,925 kilos.— 


PE. 


Artes: Redes, nasas. Embarcaciones: 
Número: 48. 
Viveros.....< Tripulación: 6 á S hombres, cada uno. 
Capacidad: 18,000 los tanques mayores; 5,000 los 
menores. 

Cayucos: 30, con dos hombres de tripulación. 

Pargo de lo alto, colorado. Peso máx. 9 kios. Corrida, en Ma- 
yo y Junio. Arribazón, de Octubre á Enero. No se exporta: se 
sála y se cúra. Pesca anual de esta especie: 83,950 kilos. Artes: 
cordel solamente. Embarcaciones: las del criollo (1891). 


Matanzas. Los tres: de lo alto, criollo y guachinango. Seden- 
tarios todos. Concurren los congéneres— cají, caballerote, cubera, 
ojanco, etc. —en corto número. Profundidad: de lo alto, de 50 á 
150 brazas; guachinango, de 25 á 100; criollo, de 1 4 20. Hue- 
vas de 300 á 360 gramos. Crías sedentarias. Régimen ali- 
menticio: cangrejitos, caracolillos, vegetales. No coinciden la 
lombríz ni el dedalillo. Se pescan al cordel: ordinariamente, 
anzuelo número 4; en los recalos, del número 9. Se indica que 
no debe usarse sino el número 12. No se usa red. 

La corrida en Mayo, Junio y Julio: del N. O. rumbo al E. 
Carga más en los llenos de la luna, tres días antes, el día y tres 
después de esta fase, durando hasta la menguante: luego desapa- 
rece totalmente, al extremo de no verse ni uno, en decir de los 
informantes. Las arribazones dependen del tiempo afuera: vien- 
tos fuertes del N. E. al N. O. No se sabe en donde desovan.— 
Como dato general se expresa, que en Octubre recalan todas las 
especies buscando abrigo en la costa. (1885). 

Criollo, sanjuanero. Máx. 6 kilos. Corrida en Marzo y Abril: 
por Camacho y las Peñas. Exportación, en hielo: 4,000 kilos 
anuales. Consumo local, fresco: 8.000 kilos. Se sála y cura. —Pes- 
ca anual: 12,000 kilos. Artes: cordel, nasas.— Embarcaciones: 

Número: 16. 
¡VÍVEEOS. ...: Tripulación: 48. 
Tonelaje: 5. (1891) 

Cárdenas. Se precisa bién las tres especies. El criollo, dicho 
también lombricero, en dos ó tres brazas; el de lo alto y guachi- 
nango, por alta mar. En toda clase de fondos. Todos los congé- 
neres concurren. Peso mínimo, 23 kilos; máximo, 7. Las huevas, 


de 180 á 500 gramos. Quedan las crías en todo el litoral, hasta 
9 


alcanzar de 500 gramos á 23 kilos. Los adultos se van. Régimen: 
camarones, pulpos, santollas, pececillos. La lombriz y el dedali- 
llo no tienen que ver nada con el pargo.—Artes: chinchorro, 
nasa, anzuelo: éste, números 5 y 11. 

La corrida, durante quince días, de los meses de Mayo, Junio 
y Julio: desde el lleno de la luna á la muerte. Puntos de desove: 
desde el N. de cayo Mona Chica á sotavento por el veril á tres 
millas de tierra, hasta la última peña de San Bernardino. En 
Camacho, una milla á barlovento y otra á sotavento. La veda 
comprende del 15 de Mayo al 25 de Julio: desde cayo Monito á 
la Peña de Bernardino de sotavento y á punta Camacho (1883). 

Otro informe expresa, que la corrida de Mayo y Junio tiene 
efecto entre cayo Piedras y la costa del Varadero Ultimamente 
(Marzo de 1891) D. Gavino Fort, D. Ramón Hernandez, D. Vi- 
cente Asencio Corona y D. Salvador Llaca, pescadores de Cárde- 
nas, solicitaron y obtuvieron de la Superioridad de Marina— 
previa audiencia de las Comisiones de Pesca provincial y del 
Apostadero—que la veda del Pargo comprenda desde 20 de Ma- 
yo á 30 de Julio, en los puntos de desove, séase “el tramo com- 
prendido entre Mono Chico y la cabeza del cayo Blanco.” Véase: 
Pargo, Bonasi y Cherna (apéndice). 


Isla de Pinos. Nueva Grerona.—Las tres especies: de lo alto ó 
de corrida, el criollo y el guachinango. También se dice lombri- 
cero al de lo alto, porque se alimenta principalmente de lombriz. 
El criollo, en fondos de cieno, 46 5 brazas; el guachinango, de 
piedra, 12 á 21 brazas; el de lo alto, de 30 á 50 brazas. Todos, to- 
do el año. Medio metro de largo, por 25 centímetros de ancho. 
Peso, 5 kilos, próximamente. Huevas, 14 centímetros de largo 
por 7 deancho. Nose ven las crías. Comen lombriz, dedalillo, 
pulpos, peces. Se pesca al cordel y malla real. 

La corrida, desde Abril á Julio, en las menguantes: tres pos- 
turas. Vienen en grandes grupos, apurados por la necesidad de 
vaciar sus respectivos aparatos genéticos, en la corrida; por el 
mal tiempo afuera en busca de refugio, en las arribazones, vol- 
viéndose al gulfo cuando abonanza. En este caso, cuantos anzue- 
los se echan, son otros tantos pescados. Frecuentan en la corrida 
trozos de la Isla en la costa Sur, canalizos de los cayos. Informan 
de la Coloma, que el desove tiene lugar en Puerto Francés de 
aquella isla. La veda no existe. (1880). 

Sin modificación estimable (1891). 


— 69 — 


Mariel. Las tres especies. El criollo y guachinango, en todas 
aguas; el de lo alto, de 4 á 6 cordeles, séase de 40 450 brazas. 
Todos sedentarios. Al criollo, que corre de Mayo á Junio, se le 
dice sanjuanero, como en otros muchos puntos de la Isla, y tam- 
bién lombricero. Se pescan con chinchorro y cordel: anzuelos nú- 
meros 6 y 7. 

La corrida del criollo, de Mayo á Junio; del de lo alto, en pri- 
mavera (1883). Datos actuales (1891) la extienden desde 1? de 
Mayo á 31 de Agosto, para el criollo Ó común. Arribazones, á la 
entrada de los Nortes.—Exportación, vivo: 430 kilos. Consumo 
local, fresco: 215 kilos. No se conserva.—Pesca anual: de 160 á 
1,139 kilos (1891). 


Pargo del alto. Los últimos informes, señalan la corrida de 12 
de Marzoá 31 de Mayo. Las arribazones en Octubre y Noviem- 
bre, en la boca del puerto. Exportación, vivo: 494 kilos. Consu- 
mo local, fresco: 165 kil. Pesca anual: de 180 á 1139 kilos (1891). 

Se nota y acusa diminución gradual progresiva, seguramente 
porque no se respeta con la veda debida, la reproducción ni el 
consiguiente desarrollo de las crías. A sembradura de desafueros, 
cosecha de contratiempos. Véase Biajaiba. 

Coloma. Los tres. Se dice que en el de lo alto no existe la 
mancha lateral: cuestión de edad ó especie distinta. El criollo, en 
fondos de 10 ó 13 brazas; el guachinango, de 15 á 30; el de lo al- 
to, de 30 á 40.—Todos, abundan todo el año. Peso máx., 6 kil. 

Comen lombriz y dedalillo, particularmente. Anzuelos de 10 
centímetros. Ni redes, ni nasas. 

La corrida tiene lugar desde principios de Abril á fines de 
Mayo. Como punto de desove en el distrito, se cita el cayo Juan 
García, uno de los de San Felipe. A este punto, pues, se reduce 
la veda, desde 1? de Abril á 10 de Junio (1883). 


Bahía Honda. Los tres. El criollo, sedentario, á 10 brazas de 
fondo; guachinango, inmigrante, á 50; de lo alto, de recalo, de 90 
á 100 brazas de fondo. Al que corre en la época de la lombriz- 
Junio-para comerla, se le dice lombricero. Peso común, de 243. 
kilos. Recala con mucha abundancia al primer Norte, el de lo 
alto, marchándose cuando vuelve la calma: alcanza entonces 121 
kilos. Las crías quedan en las costas y pozas de la entrada del 
puerto. Comen pececillos, caracolitos, plantas. Se usa nasa y 
cordel: anzuelos núm. ó. 


EZ 
La corrida dura todo Junio. Las arribazones de Octubre á 
Diciembre. En ambos casos, proceden de los bancos del E. y O. de 
la Isla. Concurren caballerotes. 
La veda no está determinada. Se informa establecerla en Ma- 
yo y Junio (1881). 


Mantua. Dos especies: criollo Ó lombricero; guachinango ó 
mulato. Se'ontarios ambos. Concurren cajíes, caballerotes y cu- 
beras. Tamaño, de 43 á 50 centímetros. Crías sedentarias. Comen 
lombríz, dedalillo, pececillos. Nasas y chinchorros. Anzuelos de 
7 centímetros. 

Corrida, de Marzo á Mayo. Abunda todo el año: “inundan 
todo este litoral.” Puntos de desove: los canales y cayos de Vi- 
nageras, Rapado, Diego, Buena Vista y Jutías. 

La veda se dice que debe comprender de 10 de Marzo á 25 de 
Mayo. Virazón: en Diciembre y nero (1885). 

La Mulata. Corrida en Abril, Mayo y Junio. 

Arribazones con los Nortes, huyendo á las marejadas y en 
busca de alimentos (1880). 

Entonces abunda mucho más. Cuanta hembra se pesca, es- 
tán enovadas. Con los Nortes-de Noviembre á Enero-la arriba- 
zón es grande en las quebradas y boca del puerto. Proceden de 
las pozas y cuevas, de los arrecifes: de los Colorados de Vuelta 
Abajo, y de las sondas y bancos de Vuelta Arriba (1883). El de 
arribazón se distingue del criollo, por el color de aquél que es co- 
lorado y subido; y no se pesca sino al cordel y lo menos á veinte 
brazas. Después de cada postura parcial salen á la mar, volvien- 
do luego hasta completar el desove y consiguiente impregnación 
espermática (1883). 

San Cayetano. Los tres. El criollo y el guachinango, en fun- 
dos de cabezos y esponjiales, de 24 24 brazas; el de lo alto, de 
50 brazas en adelante. Peso, de 120 gramos. á 10 kilos. Nada se 
sabe de huevas ni de crías. La lombríz y el dedalillo coinciden. 
Nasas y cordel: anzuelos de una y dos pulgadas. 

La corrida tiene lugar de 15 de Abril á 25 de Junio. Las arri- 
bazones en Octubre y Noviembre, al reventar el primer Norte: 
en éstos con mayor abundancia, por manchas grandes. Concurren 
biajaibas, caballerotes, roncos. No se expresa puntos de desove 
particulares. Sin embargo, se consigna que “desova de las 9 á las 
18 brazas, fuera de los arrecifes.” La veda no existe (1883). 


e 


PARA 


E 

Consumo local, fresco: 30,000 kilos DES Ed [1] 

Batabanó. El Pargo criollo alcanza 123 kilos de peso; el gua- 
chinango hasta 15 kilos; el de lo alto, 124. Como congéneres 
concurreu: el Ojanco, de 500 gramos; el Ses', 120 gramos; y el 
Caballerote, que llega 4 5 kilos. Abunda más que ningún otro, 
la Biajaiba. 

La corrida es en Mayo y Junio. Las arribazones, en Otoño. 
Como puntos de desove se señalan: el cayo Cam pos y veriles al 
Sur de los cayos y de la isla de Pinos. 

La veda no existe, respecto á pargos (1883). 

Datos actuales-1891-—extienden el desove hasta Julio, por ca- 
yos Campos y Calvario. 

Cienfuegos. Peso máx. 6 kilos (1891). Hay que precisar á qué 
especies corresponden los llamados vulgarmente Boquinegro y 
Ciprés: de este último, se dice que es más rosado. Al de lo alto le 
dicen Ojanco. La corrida se señala de Abril á Junio. Se pesca 
todo el año y de toda edad, pero en abundancia y tamaño mayor 
en las tres lunas susodichas (1880). 

Otros informes la amplían de Mayo á Julio, desde la costa 
del rio Gavilán hasta la ensenada de Cochinos. (1883). Ultima- 
mente-1891-se concreta á Mayo y Junio, en los placeres de la 
costa. : 
Vienen á desovar, aprovechándose de la lombríz y el dedali- 
llo que recala entonces. De aquí el decirle lombrisero; como al 
que arriba en Junio, sanjuanero. Las arribazones son determina- 
das por oleajes del Norte y Noroeste, en Otoño. Crías sedentarias. 
Sólo se pesca al cordel: anzuelos de dos á tres pulgadas. 

La veda comprende desde 10 de Abril á 20 de Junio, limitada 


Los datos consignados con esta fecha, proceden de circular dirigida entonces á 
las respectivas autoridades de Marina subalternas, por $. E. el Comandante General 
D. Diego Mendez Casariego, dispuesto siempre en favor de cuanto interesaba á nues- 
tras pesquerías. 

Vale tanto más el concurso de aquel Jefe distinguido, cuanto de pública noto- 
riedad es la pobreza de los recursos disponibles para atender siquiera á lo más apre- 
miante en este ramo de nuestra riqueza marítima. 

Y lo peor del caso es, que á seguir por donde y cómo vamos—es decir, sin dota- 
ción ninguna en los Presupuestos antillanos para las obligaciones de la Pesca, inte- 
resantes como las que más, ¿de qué habrán de valer al cabo las buenas disposiciones 
ni los empeños mejores? 

Los que en ello venimos trabajando hace 10 añ os, somos los únicos capaces de 
apreciar la suma de abnegación y de patriotismo que, por parte de las autoridades 
de Marina, representan los datos en esta obra reunidos. 


Pb: 
pa AA 


á las Playitas, á sotavento del rio Gavilán y punta de Hitabo. 
(1883). 


Casilda. Trinidad. La corrida se señala de Marzo á Júnio. 
La arribazón en Julio y Agosto. Puntos de desove: cayos Machos 
de afuera, Puga, Blanco, punta del Ancón, María Aguilar y boca 
del rio Guaurabo. La veda no está determinada (1880). 

Los informes últimos, concretan la corrida á Mayo y Junio, 
y confirman como desovaderos—y dan como sitio también de las 
arribazones—desde los Machos al Guaurabo. Exportación, vivo: 
4,000 .kilos. Consumo local, fresco: 1,500 kilos: Conservación, 
curado: 300 kilos. Pesca anual: 1,800 kilos. Artes: cordeles, 29, 
Embarcaciones: viveros, 4; botes, 1; tripulación, 10; capacidad de 
los estanques, 1,200 kilos. (1891). Como se vé, el Ayudante del 
distrito actual, D. Joaquín Vega merece especial mención por lo 
valioso de sus datos. 


Santa Oruz del Sur. La veda se indica desde el 15 de Mayo al 
30 de Junio, en el veril de los cayos de las Doce Leguas, desde 
cabeza del E. á Caballones (1888). 

Confirmados los datos que anteceden, se consigna: que el pe- 
so máximo es de 23 kilos, y que “esta especie abunda y es la más 
apreciada en la localidad” (1891). 


Caibarien. San Juan de los Remedios. Se cita el criollo y el 
de lo alto, pero se asigna á ambos los ojos colorados. El criollo, 
de la orilla del mar, hasta 20 ó 30 brazas; el de lo alto, de 40 en 
adelante. Concurren todos los congéneres, excepto el Ojanco. 
Tamaño: del ojo al arranque de la cola 53 centímetros. Peso, de 
41 á5 kilos. Huevas, de 10 á 11 centímetros de largo y 46 5 de 
ancho: peso, de 180 á 210 gramos. Crías sedentarias. Las funcio- 
nes de reproducción tienen lugar en los placeres de piedra, en 
10 6 20 brazas, por todo el litoral de la provincia marítima. 

Ultimamente se señala un peso máximo de 111 kilos, sin pre- 
cisar qué especie; la corrida, en el trimestre susodicho; y el.con- 
sumo local, fresco, 12,500 kilos (1891). 

Hay una incongruencia que importa dilucidar, y es: la de 
atribuir iris de igual color al criollo y al de lo alto. No cabe re- 
ferirla á error de-dicción, atendido el bien ganado crédito del 
informante, Sr. Paredes Chacón, porque en el informe original 
1883-se detallaron los caracteres específicos como expreso á con- 
tinuación: 


A A A 


59 


— 13 — 


Criollo. Cuerpo encarnado. Pinta negra de la medianía á la 
cola. Vientre rosado claro. Lomo encarnado oscuro. 

De lo alto. Color más subido. Pinta negra. Vientre como el 
anterior. Lomo no tan encarnado. Ojos en ambos azul turquí con 
un ribete rojo. 

Creo que no puede pensarse en la otra especie dicha también 
de lo alto. Lutjanus purpureus: porque á ésta se la asigna, como 
al L. profundus, el iris amarillo; y además no tiene el purpureus 
la mancha negra. 

Llama no menos la atención que al llamado criollo se le atri- 
buya el color del cuerpo encarnado. 

Todo esto, y no poco más, podrá ser resuelto con vista de ejem- 
plares que me propongo obtener en aquella localidad (1891). [*]. 


(*) Para completar estos datos, reproduzco el siguiente documento oficial: 

COMANDANCIA GENERAL DE MARINA Y CAPITANIA DEL PUERTO DE LA HABANA.—El 
Excmo. é Ilmo. Sr. Comandante General de este Apostadero, en oficio fecha 7 del 
actual, me dice lo siguiente: 

«Excmo. Sr.—Con el fin de que se sirva V. E. disponer se publique en los perió- 
dicos de esta localidad y circularlo á los Distritos de la comprensión de esta Provin- 
cia de su mando, á fin de quese contesten á las preguntas que se hacen en él, le 
acompaño el unido interrogatorio que sobre el Pargo ha formulado la Comisión per- 
manente de Pesca de la Junta Central de este Apostadero, en el concepto de que 
reunidos en esa Comandancia con la urgencia posible todos los datos, se vea en ¡a 
Junta de pesca de la misma y con su ilustrado parecer y el de los que por su ejerci- 
cicio en la industria deseen emitir su parecer, me lo devolverá V. E. 

INTERROGATORIO QUE SE CITA. 

Comandancio General de Marina del Apostadero de la Habana.—Inscripción Ma- 
rítima.—Interrogatorio que debe ser contestado por las Comandancias y Ayudantías 
de los Distritos sobre el Pargo. 

Preguntas.—1? Entendiéndose por corrida la época del desove, y por arribazón el 
acto de buscar refugio en las costas durante el mal tiempo ¿Cuándo tiene lugar en 
ese distrito la de Pargos? 

22% ¿Dedónde proceden en uno y otro caso y en dónde lo verifican? 

32% ¿Qué tiempo dura una y otra? 

4% Durante dichos movimientos ¿cuáles son los vientos reinantes? 

5% Sialgunos de estos vientos tiene particular infiuencia en la corrida ó en la 
arribazón, ó en ámbas ¿cuáles, y de qué modo influyen? 

6* ¿Los Pargos llegan juntos ó en determinado orden? 

7% ¿Son precedidos, acompañados ó seguidos por otros peces? 

s2% ¿Cuáles son éstos, con qué fijeza vienen, en qué orden y en qué cantidad? 

9% ¿Cuál es el tamaño y peso de los Pargos en la arribazón y en la corrida? 

10% ¿Qué grados de desarrollo presentan en tiempo de desove, las huevas de las 
hembras y los testículos de los machos? 

11% ¿Qué alimentos contiene entonces en el estómago? 

12% Las especies que vienen de corrida ¿presentan alguna novedad en sus colo- 
res, aletas, robustez, voracidad, etc., etc? 


AE 

13% ¡¿Coincide con la corrida ó con la arribazón la presencia del Dedalillo? 

14% ¿Sucede otro tanto ó distinto, respecto de la lombriz? 

15% ¿Qué influencia tienen las faces de la luna en la arribazón? 

16% ¿Cual tienen en la corrida? 

17% Dada la existencia de trozos de mar en que cada especie, ó todos juntos ve- 
rifiquen las funciones de reproducción ¿será conveniente prohibir la pesca en ellos 
con cualquiera aparejo ó arte durante todo el tiempo que en dichas funciones se 
emplea? 

18% ¿Qué razoues hay á favor y cuáles en contra del antedicho acuerdo? 

19% Caso negativo ¿con qué artes pudiera permitirse, fuera de los parajes de de- 
sove? 

20% ¿Qué razones justificarían esto último? 

21% ¡Cómo se establecería la vigilancia debida y con poco costo para la inviola- 
bilidad de la veda? 

22% ¿Qué recompensa debe asignarse al que participe á la Autoridad cualquiera 
violación de lo preceptuado? 

23% En cada caso y grado ¿qué pena se impondrá al infractor? 

24% ¿Se conocen en esa localidad las especies nombradas Pargo criollo, Pargo de 


alto y Pargo guachinango? 

25% En cada una de las tres expresadas especies ¿cuál es? 

1? El color general del cuerpo. | 

22 El color del lomo y del vientre. 

32 El color de los ojos. 

4? El color de las aletas pectorales, dorsal, ventrales, y la caudal. 

26? ¿Existe siempre la mancha negra sobre la línea lateral, característica en es- 


tas especies? 
27% ¿Qué diferencia presentan en cada especie los dientes caninos ó colmillos? 
28% ¿A qué profundidad se encuentra cada especie de Pargo? 
29% ¿Qnécondiciones tiene el fondo en las localidades que cada cual frecuenta? 
30% ¡Todos los pargos son sedentarios? 
1% Caso de excepción ¿cuáles son inmigrantes? 
2% Las crías de estos últimos ¿permanecen algún tiempo en nuestras aguas? 
3% Caso afirmativo ¿hasta alcanzar qué desarrollo, y en qué punto del litoral? 
4% ¿Qué datos hay respecto á crías de las sedentarias? 
5% Qué artes se emplean actualmente en la pesca de Pargos en ese Distrito? 
6% Los anzuelos usados ¿qué tamaño tienen? 
7% ¿Qué dimensiones las mallas? 
38% ¿Se usa de anzuelo para alguna especie de Pargo determiuado ó para todos 
los parzos? 
39% Enel primer caso ¿en cuál y por qué? 
40% ¿Debe fijarse peso ó tamaño á los pargos para ser vendidos leyalmente? 
41% Caso afirmativo ¿cnál debe ser en cada especie? 
42% ¿A qué especie de pargo se apellida Lormbricero y por qué razón? 
43% Los congéneres de los Pargos llamados vulgarmente Cají, Jocú, Caballerote, 
Cubera, Sesí y Ojanco ¿habitan esas agnas? 
44% En la afirmativa ¿con qué frecuencia y abundancia? 
457 ¿En qué época del año debe fijarse la veda y cuánto tiempo ha de durar? 


46% Determinar con limites precisos los sitios en que se debe observar la veda. 
Habana Mayo 4 de 1883.— Dr. Juan Vilaró.—Antonio Martinez.—Es copia. — 
Juan B. Sollosso. 
Lo que se hace público por este medio para general conocimiento y fines que se 
ordenan por dicha superior Autoridad.—Habana 9 de Mayo de 1883.—Alejandro 
Arias Salgado. 


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Punta Alegre. S. Juan de los Remedios. El criollo, dicho tam- 
bién lombricero y sanjuanero, por las razones señaladas en otras 
localidades, y el de altura ó de lo alto: éste, inmigrante, aquél se- 
dentario. Tamaño, de 35á 40 centímetros. Peso, de 54 6 kil. 
Huevas de 8 á 10 centímetros de largo. Crías sedentarias, hasta 
su mayor desarrollo en el canal. Comen peces y crustacios. Co- 
inciden la lombriz y el dedalillo. No se usan redes. Se confunden 
seguramente la corrida y las arribazones, pues en la cabecera de 
la provincia—Caibarién—se señala: á la corrida, de Mayo á Ju- 
lio, y á las arribazones, de Octubre á Diciembre. Proceden del 
canal y mar de afuera. No se indica desovadero. 

La veda no rige, aunque se recomienda. 

Sagua. Isabela. Criollo, sedentario, en fondos de seibadal, seis 
brazas; de lo alto, inmigrante, fondos de piedra, profundos: á éste 
se le dice lombricero, por su alimentación. Tamaño 50 centíme- 
tros. Peso, de 2 á 4 kilos. Huevas, 13 centímetros. Las crías re- 
siden en los esteros. Anmzuelos, de 8 centímetros para el de lo 
alto, y 5 para el criollo: nasas afuera de los veriles. 

La corrida tiene efecto en las menguantes de Mayo, Junio y 
Julio. El desove, en Cayuelo de Boca de Sagua, Marillanes, Ju- 
tía, Gordas, Tocineras y Boca de Marcos. En malos tiempos, se 
aguantan en los veriles.. La veda no rige. (1883). Consumo lo- 
cal, fresco: 250 kilos diarios. (1891). 

Nuevitas. Sólo el criollo, no bien determinado. Peso, de 3 4 
4 kilos. Huevas de 120 gramos. No hay crías. Anzuelos de una 
pulgada; chinehorros de 60 brazas. 

La corrida de los sedentarios en la bahía, en Junio. No hay 
arribazones. La veda tampoco. (1883). Ratificados los datos an- 
teriores, sólo puedo agregar que el consumo local fresco asciende 
á 2,161 kilos (1891). 

Tunas de Sasa. Máximo, 3 kilos. Corrida en Marzo y Abril. 
Exportación, vivo: 1,500 kilos. Consumo local fresco: 500 kilos. 
(1891). 

Puerto Padre. Peso de 24 4 kilos. Huevas, 10 centímetros. 
Crías emigrantes. Anzuelos de 2á 4, y chinchorros. Se dice que 
no hay corrida ni arribazón. “Solo se pesca alguno en Junio.* 
(1885). 

Gibara. Dos: criollo y de lo alto. “Este comprende tres varie- 
dades: el chipre, el orejinegro y el coral.” Las variedades del de lo 
alto antedichas, se distinguen así: “el chipre, de color rosado y 

10 


A 

vientre blanco; el orejinegro, del mismo color del criollo y man- 
chas negras en las Aletas; el coral, un poco más encendido el co- 
lor que el chipre, sin manchas. Los tres tienen ojos amarillos. 
Existe la mancha lateral en el orejinegro y el criollo. Éste tiene 
los dientes más gruesos.” J8l criollo, en fondos de placer y rama- 
jal, de ocho á diez brazas. Los de lo alto, en fondos de piedra, 
de S0 4100 brazas. Se llama lombricero también al de lo alto 
nombrado chipre, por encontrársele lombriz á veces en el estóma- 
go. Todos en todo tiempo, con más ó menos abundancia. Con- 
curren congéneres: ají, Jocú y Ojanco. Tamaño, de 37 á 60 cen- 
tímetros. Peso, de 13 á 3 kilos. Huevas, de 120 4130 gramos. 
Crías sedentarias, en toda la costa. Comen cangrejos, principal- 
mente. Para los de lo alto, anzuelos; para el criollo, nasas. 

Corrida, en Mayo, Junio y Julio. Puntos de desove: desde 
Punta Rasa á Punta Bejuquero, sotavento del puerto. Viene del 
Norte. La veda comprende aquellos puntos, desde 25 de Mayo á 
5 de Agosto. (1883). Pesca anual: 3,098 kilos. (1591). 

Reproduzco literalmente los conceptos susodichos, originales, 
por su valor técnico, aunque en rigor no sea de este lugar. Sólo 
indico de mi parte, que ese orejinegro me hace pensar en la es- 
pecie de Puerto Rico—pargus—que tiene una mancha negra en 
la región suprapectoral. Como al tiempo mismo se expresa, que 
las tres variedades de lo alto tienen los ojos amarillos, y que sola- 
mente el citado orejinegro y el criollo poseen la piuta negra late- 
ral, hay que remitir también este caso á la observación de ejem- 
plares de las tres variedades del de lo alto preindicadas, y del 
criollo. Ocúrreseme, por otra parte, que pudiera tratarse del Sesí, 
el cual es rosado y tiene una mancha en el tronco de cada pec- 
toral. (1892) Véase lo relativo á Caibarién. 

Santiago de Cuba. Dos: el criollo, verdoso, colmillos más pro- 
nunciados, de 25 á 40 brazas; el de lo alto, rojo, de 200 brazas en 
adelante. Aletas en relación con dichos colores respectivos. Ojos 
rojos. No siempre existe la mancha lateral (1). No se sabe del 
lombricero. De sus congéneres, se cita el Jocú y la Cubera. De 
40 á 50 centímetros de largo, 1 4 2 kilos de peso máximo. Hue- 
vas, 6 milímetros. No quedan las crías. La lombriz no recala to- 
dós los años, y el dedalillo no coincide con los pargos. Anzuelos 
números 7 y 8. Ningún arte de malla. El recalo se señala de 


(1) Acaso haya más de una especie de lo alto J. Y. 


Ber de y ¡QA 
Agosto á Octubre, que “es cuando reinan malos tiempos.” Proce- 
de de los bancos de afuera y se halla en los veriles. El decirles 
de paso, el tamaño de las huevas y la época del recalo, parece in- 
dicar que lo consignado se refiere á las arribazones. 

En punto á corrida, no se precisa el tiempo, ni el lugar, na- 
da. (1883). Concurre la Rubia. 

El informe último-1891-eleva el peso máximo á 5 kilos. 

¿Será éste en realidad, ó la desconfianza hará que los pesca- 
dores—única fuente de información actual —minoren el desarro- 
llo maliciosamente? Se dán casos. 

Manzanillo. Se indican los tres, pero no se precisa sino el gua- 
chinango, sin tal nombre y en estos términos: Cuerpo rojo, lomo 
rojo oscuro, vientre blanco, aletas rojas, ojos rojo encendido. Siem- 
pre existe la mancha. No se menciona el lombricero. Todos se 
dicen inmigrantes. Fondos de piedra de cuatro á seis brazas. 
Tres kilos de peso. Dícese que las crías del criollo (?) pesan de 
500.4 600 gramos; y se agrega, que “es raro pescar crías de los 
sedentarios.” (?) No existe la lombriz ni el dedalillo. Anzuelos 
del núm. 9. No se usan nasas. 

La corrida de Mayo á Junio, en los arrecifes de Cabo Cruz y 
Banco de Buena Esperanza. Vientos del S. E. coinciden con el 
desove. (1883). Concurre la Cherna. 

Guantánamo. El criollo, con mancha en los costados, ojo rosa- 
do, fondo de diez á treinta brazas. El de lo alto, con mancha ne- 
gra en las aletas, ojo rosado, fondos de 1504 200 brazas. Concu- 
rren Cajíes, Jocúes, Cuberas y Ojancos. De 1 á 12 kilos. Huevas, 
6 milímetros. Á la cría, que abunda en la boca de los rios, se le 
dá el nombre de Tetí. Sólo al anzuelo. 

Corrida, en Julio: el desove es mayor en el plenilunio, en la 
costa. (1883). 

Ahora se dá como peso máximo, 3 kilos. La corrida en Junio, 
por los veriles y boca del puerto (1891). 

Véase lo dicho sobre el orejinegro y demás, de Gibara y Cal- 
barién. 

Baracoa. Criollo y de lo alto ó Sipre. (sic) Peso, desde 500 
gramos 4 5ó6 6 kilos. Huevas de 35 milímetros. Crías sedenta- 
rias. Pesca al cordel y con nasas. y 

Corrida en Marzo y Abril: desove en los veriles. Muy perse- 
guidos por Tiburones y Sierras numerosísimas, como acontece 
en Manzanillo y Puerto Padre. (1883). 


pe 

Arribazón, en Noviembre. Consumo local, fresco: 2,000 ki- 
los (1891). 

Pertenecen á la misma familia de los Pércidas, pero á géne- 
ros y especies distintas, el Pargo de Andalucía y el de Galicia. 

25. Arnillo.—7Zropidinius Arnillo Poey. Color general, 
morado oscuro. Carne sana, muy estimada. Peso máximo, 
4 kilos. 


Mariel. Peso máximo 21 kilos. Desova en primavera (1881.) 


26. Rabirrubia.—Ocyurus chrysurus Bloch. Cuerpo alar- 
gado, comprimido. Cabeza aguzada. Mandíbula inferior pro- 
minente. Fondo común oliváceo. Dorso punteado de amari- 
llo. Algunas listas doradas brillantes longitudinales, en los 
flancos: una de ellas se extiende desde el ojo hasta la cola. 
Ésta es profundamente bifurcada, y amarilla como las ale- 
tas. Su nombre científico: y vulgares expresan el color de 
la nadadera caudal. Carne buena, suave y estimada. Al- 
canza 8 kilos. Abundante. 


Habana. Peso máx. 1 kilo. Cría en el puerto, en fondos duros 
y de poca profundidad. No se exporta ni se conserva. Consumo 
local fresca. Pesca anual: 50,870 kilos. Artes: cordel y redes 
(1891). No soporta la vida en los tanques de los viveros.—Vive 
en el puerto. 


Mantua.—$Se dicen Rabirrubio y Colirrubio. 

Corrida, en Abril y Mayo. Arribazones, en Diciembre y Ene- 
ro. Abunda todo el año. (1880). 

Bahía Honda. Abundante siempre. 

Corrida en Abril, Mayo y Junio. Es rara la que entonces no 
está enovada. Arribazones en otoño é invierno. 


Mulata. Peso máximo 2% kilos. Abundante. 

Corrida, de Abril á Junio. Arribazones, desde el primer nor- 
te: de Septiembre á Enero. Vienen á la costa, procedentes de po- 
zas y cuevas: de Vuelta Abajo, las mayores de Vuelta Arriba, 
más abundantes y menos desarrolladas. Van y vienen al desova- 
dero, hasta concluir. 

San Cayetano. Máximo 13 kilos. No se conserva ni exporta. 
Consumo local fresca. Pesca anual: 19,000 kilos. 

Corrida, en Abril y Mayo. Concurre la Biajaiba. (1880). Los 


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informes últimos (1891) la fijan en Mayo á Junio. Arribazones», 
de Octubre á Marzo. 

Mariel. Abundante. No se conserva. Exportacion, vivo: 899 
kilos. Consumo local, fresco: 225 kilos. Pesca anual: 1106 á 1142 


- kilos. 


Corrida: de 1? de Febrero á 31 de Marzo. Arribazón, á la en- 
trada de los nortes (1891). 

Matanzas. Corrida en Mayo, Junio y Julio, cuando llega la 
lombriz. (1887). 

Cárdenas. Desova en las lunas de Junio y Julio. (1881). 

Batabanó. Máx. 23 kilos. Muy común. Desova en el primer 
cuarto lunar de Mayo. (1883). 


Isla de Pinos. Nueva Gerona. Máx. 460 gramos. No se exporta 
ni sála. Consumo local. (1891). 

Sagua. Isabela. Peso máximo 2 kilos. No se exporta ni conser- 
va. Consumo local fresco: 25 kilos diarios. (1891). 

Corrida, en Julio: por Boca de Sagua, Esquivel, Lanzanillo. 
(1891). 

Cienfuegos. Peso máximo 1 kilo. Corrida, en Mayo y Junio. 
(1891). 

Trinidad. Casilda. La dicen Rubia. Peso máx. 2 kilos. Muy 
común. Exportación, vivo, 4,000 kilos. Se cúran: 200 kil. Consu- 
mo local fresco: 2,000 kil. Pesca anual: 6,200 kil. Artes: cordel, 15. 
Embarcaciones: viveros, 1. Tripulación, 2. Capacidad del tanque: 
979 kilos. 

Corrida: se dice “todo el año.” No puede ser. ¿Acaso desova 
en donde vive? (1) Se consigna que recala con la Biajaiba. 

Puntos de desove: Machos cayo Blanco, Guaurabo. (1891). 

Santa Cruz del Sur. Peso máx.: 1200 gramos. 

Corrida: de Mayo á Julio: veril S. de las Doce Leguas. 
(1891). 

El Ayudante D. A. Carrasco dice, que “sólo la emplean los 
pescadores como carnada.” (1891). 

Nuevitas. Máx. 2 kil. Consumo local fresco: 652 kilos, 

Corrida: en Junio, por los veriles. (1891). 

Gibara. Pesca anual: 2,254 kilos. (1891). 


(1) A lo mejor, se contesta así; repitiendo lo que dicen los pescadores. Y menos 
mal, cuando respecto de lo demás se dan informes tan completos, como se ve en el 
texto. 


a 

Guantánamo. La dicen Rubia. 250 gramos. Llega con la Cher- 
na. (1883) (1). 

Manzanillo. Alcanza 30 centím. de largo. Llega con la Cher- 
na. (1883) (2). 

Cuba. Santiago de. Peso máx.: 13 kilos Consumo local fresco. 

Corrida: en Octubre. Costas del distrito (1891). Llega con la 
Cherna (3): ; 

San Juan. Puerto Rico. Máx. 92 gram. Consumo local fresco: 
1,840 kilos. 

Corrida: de Mayo á Junio (1891). 

Arroyo. Puerto-Rico. Pesca anual: 138 kilos (1891) (4). 

Descrita por Jordan Y Gilbert-Synops p. 548-con el nombre 
de Lutjanus melanurus; en sa Addenda, p. 921, la denominan Lut- 
janus chrysurus Bloch. 

Hállase igualmente en Trinidad, Puerto Cabello, St. Thomas, 
Barbadas, etc. 

27. Voraz.—Platyintus voraz Poey. Cuerpo rosado-ro- 
jizo con brillo dorado. Aletas ventrales y pectorales rosadas 
más claras que la caudal, que tira 4 carmín y es ahorqui- 
llada. Es pez de altura. Común. Carne muy estimada. 

Matanzas. Le dicen Cardenal. (Poey). 

Mariel. Peso máximo 1 kilo. Estimado. (1881). 


28. Caciucho.—Ltelis oculatus Val. Peso máx. 10 kil. 
Carne sana, de sabor exquisito. “Hermoso pez, dice Poey, 
por la forma elegante del cuerpo y de la caudal; color rojo 
encendido, ojo grande, revelando las profundidades en que 
se encuentra.” Iris colorado. 

Matanzas. Se dicen Salmonete de lo alto, sin fundamento razo- 
nable. 


(1) Como la Cherna realiza su corrida de Diciembre á Enero, cabe inferir que se 
tiate de las arribazones de la Rubia ó Rabirrubia; máxime si se atiende á que en los 
demás distritos—excepto también Manzanillo y Cuba—se determina entre Abril y 
Junio. 

Desde el principio de estos trabajos, cifré mi mayor empeño en precisar la acep- 
ción de los términos arribazón y corrida, y yá es rara la vez en que se confunden. 

(2) Véase la nota anterior. 

(3) V. la nota antertor. 

(4) Colirrubio llaman en Puerto Rico á un congenere, todavía no determinado 
específicamente. 


EN E 
El Caehucho del litoral andaluz, el del Puerto de Santa María 


y el de Laredo, difieren genéricamente del de Cuba y entre sí, 
mas son de la misma familia. 


29. Escolar chino.— Verzlus sordidus Poey. Color api- 
zarrado. De lo alto. Alcanza 21 kilos. 

“Un pescador muy experimentado me dijo que su verdadero 
nombre es Berregueyo.” Poey, Synops. 

Lleva este mismo nombre otra especie, adscrita á la familia 
Amiidas, de que adelante me ocuparé, 


CENTROPOMÁTIDOS. 


Representan esta familia en Cuba, unas 5 especies de 
Robalo. Como el nombre genérico indica — Centropomus: es- 
pina y opérculo —todos se distinguen por el preopérculo, ce- 
rrado y provisto en su ángulo de dos espinas grandes, fuer- 
tes, cortantes, que nuestros pescadores llaman navajas de las 
agallas. 

Me ocupo detalladamente de la que alcanza mayor de- 
sarrollo: las demás no suelen pasar de 500 gramos. 

30. Robalo. — Centropomus appendiculatus Poey. Su es- 
pecifico técnico alude á los dos apéndices anteriores de su 
vejiga natatoria. Carne sana, sabrosa, tanto fresca como sa- 
lada. Sus huevas, exquisitas son objeto de un pequeño co- 
mercio. Peso máximo, 11] kilos. Frecuenta el mar y la em- 
bocadura de los rios. 

Habana.—Nace en los esteros; vive en el puerto, debajo de los 
muelles. 

Batabanó.— En esteros, busca más que la Lisa el agua salada. 
Peso máximo: 17 kilos. Abunda poco: al romper los nortes. Se 
pesca con trasmallo de cinco puntas [1]. Ha de ser nuevo el arte, 


[1] «Se compone de 3 redes de mallas diferentes, pero del mismo ancho y largo, 
que se unen por ambas orillas, 4 la manera que se coserían por ellas tres paños de 
tela uno sobre otro. (Dic. Mar. Esp.) También se le dice tresmallo y tresmallas. 

Se entiende por punta, un través de dedo. No hay trasmayo de menos de 3 puntas. 
(J. Santos). 


Pe RE 
pues sinó lo corta con las navajas. Es de mucha fuerza. Carne 
blanda, muy buena. [1891]. 

Matanzas.—Abunda. Corrida en Marzo. Recala en Octubre 
11880]. 

Mariel.—Corrida en Mayo y Junio [1887]. Informes posterio- 
res la extienden á Agosto. En la bahía. Exportación vivo: 322 
kilos. Consumo local fresco: 313 kil. No se conserva. Pesca anual 
máx. 1.115 kilos. [1891]. 

Cienfuegos.—Máx. 8 kil. Abunda en la bahía de Jagua. Fre- 
cuenta mayormente esteros y ríos. 

Corrida, de Mayo á Septiembre: boca del puerto y de los ríos. 

Trinidad. —Casilda. Máx. 2 kil. Consumo local fresco: 600 ki- 
los.—Artes: redes, 2; chinchorro, 1. Embarcaciones: botes, 2; ca- 
yucos, 2; tripulación 10. 

Corrida: Noviembre y Diciembre. [1891] [1]. 

Tunas de Sasa.—Máx. 5 kil. Export. vivo: 900 kil. Cons. loc. 
fresco: 100 kil. 

Corrida, en Febrero y Marzo: costa. 

Sagua.—Isabela. Máx. 5 kil. No se exporta ni conserva. Cons. 
loc. fresco: 86 kil. diarios. 

Corrida, en Agosto, en el río. [1891]. 

Remedios. —Caibarién. Peso máx, 9'200 kil. Cons. loc. fresco: 
2.500 kil.; en conserva, 4.200. 

Corrida, de Octubre á Diciembre, en lagunas [2]. 

Nuevitas. —Peso máx. 7 kil. Cons. loc. fresco: 2.136 kil.; sala- 
do, 1.392 kil. Se pesca con redes. Abunda en esteros y bahías. 
[1891]. 

Santa Cruz del Sur.—Máx. 5 kil. «Hay abundancia de esta es- 
pecie, y es poco apreciada.» 

Corrida, de Febrero á Abril: costa, esteros, lagunas. [1891]. 

Gibara.—Pesca anual: 511 kil. [1891]. 

Manzanillo. —Máx. 1'840 kil. Consumo local, salado y fresco. 
Vive en la costa. 

Corrida: «en la Cuaresma.» [1891] [3]. 


[1] Debe ser arribazón. J. V. 

[2] Cabe la misma duda que en Trinidad. 

[8] Lo reducido del peso máximo me hace consignar, que cuanto respecto al dis- 
trito de Manzanillo en 1891, aparece en esta obra, procede de uno de los oficiales más 
distinguidos de la Armada, el Sr. Teniente de Navío de 1? D. Manuel Triana. 


E, ¿RE 

Cuba.—Santiago de. Peso máx. 5 kil. Cons. loc. fresco. Abun- 
da todo el año. [1891]. 

San Juan.—Puerto-Rico. Peso máx. 11'50 kil. Cons. loc. fres- 
co: 1380 kil. 

Corrida: de Mayo á Junio. [1891]. 

El Riobalo de Andalucía, el Robaloa de Galicia, y el Llobarro 
de Cataluña, Valencia, Mallorca é Ibiza, pertenecen á géneros di- 
versos de la misma familia. 

El Profesor Poey, en la Fauna Puerto-Riqueña [1] nombra Cen- 
tropomus undecimalis Bloch, al Robalo de aquella isla. «Lo he com- 
parado—dice—con mi C. appendiculatus de la isla de Cuba; difie- 
re por la escama más pequeña, setenta á setenta y cinco en la lí- 
nea longitudinal, individuos de un pié de largo, y en que la 
vejiga natatoria carece de los apéndices á manera de brazos que 
se cuelgan de su parte anterior.» 

Caracteres exteriores: color general, plateado; dorso, grisáceo; 
línea lateral, negra, muy visible; dorsal y caudal, negruzcas; las 
demás aletas, amarillosas; ventrales sin área oscura. [J. « G.]. 
Gran pez alimenticio, según los mismos autores, que abunda en 
las Antillas, extendiéndose al Norte, á la Baja California, Flori- 
da y Tejas. 

J. € G. consignan que «según el Profesor Gill, el esqueleto de 
los Centropomus difiere tan considerablemente del de los demás 
Serranoides, que pudiera constituir una familia aparte; no obstan- 
te, dejan á aquellos en su fam. Serranidae, de los Sea Bass. 


MÚLIDOS. 


J. € (Gr. dividen esta familia del modo siguiente: 

Dientes en la mandibula inferior, en el vómer y los pa- 
latinos; ninguno en la mandíbula superior........ Mullus. 

Dientes en ambas mandíbulas; ninguno en el vómer ó 
sl A Upeneus. 

Cuentan en ella las 3 especies de Salmonetes cubanos 
que siguen. 


[1] Anal. de la Soc. Esp. de Hist. Nat., tomo X. 1881. 
; 11 


e ARA GER 

31. Salmonete amarillo, — Mulloides favovittatus Poey. 
Fondo común morado. Vientre blancuzco. 5 fajas amarillas: 
longitudinal desde el ojo hasta la cola, infraorbitaria, maxl- 
lar, opercular y preopercular. Aletas: dorsales rojizas, cau- 
dal anaranjada, ventrales blancas. Dos barbillas largas, pro- 
cedentes del mentón. Cola bifurcada. Iris colorado y 
amarillo. Carne buena. Alcanza 25 centimetros de largo. 


Mariel.— Peso máx. 500 grm. Buena carne. [1881]. 

Batabanó.—Máx. 240 4 270 grm. Raro. Con chinchorro y na- 
sa. [1891]. 

También de St Kitts, Jamaica, etc. 


32. Salmonete colorado. — Mullhypeneus maculatus 
Bloch. Fondo común rojo. Vientre y aletas, rosadas. Listas 
azulosas longitudinales á los lados de la cabeza. Una pinta 
azul en la base de cada escama. Tres manchas negras á lo 
largo de la línea lateral. Ojo amarillo. Frecuenta fondos de 
piedra: á unas 30 brazas. Carne buena. Peso máximo, 500 
gramos. 

También de St Kitts, Jamaica y otras Antillas; alguna vez en 
las costas de los Estados Unidos. 


Colocado por J. € G. en el género Upeneus, que comprende los 
Goat Fishes. 


33. Salmonete. — Upeneiodes parvus Poey. Dorso ber- 
mellón. Vientre blancuzco. Una faja amarilla longitudinal, 
del ojo al tronco caudal. Bandas negras transversas en las 
aletas dorsales y en la caudal. Anales y ventrales amarillas: 
las demás, blancas. Ojo colorado. Escamas muy caedizas. 
Carne buena. Tamaño máximo: 15 centimetros. 


Poey le ha visto en Mayo hasta de 8, 13 y 15 centím. [ Mem. 
1.2261. | 

Los datos que en la actualidad poseo, sin precisar la especie, 
son los siguientes: 

Habana. —Máx. 300 grm. No se exporta ni conserva. Cons. 


loc. fresco. Pesca anual: 16.790 kil. Artes empleados: redes y 
nasas. 


Eso O 

Corrida, en Mayo y Junio. Arribazón, de Octubre á Enero. 
[1891]. 

Matanzas.—Desove en Marzo. [1880]. 

Isla de Pinos. —Nueva Gerona. Peso máx., 460 gramos. [1891]. 

Sagua.—Isabela. Peso máx. 250 grm. Cons. loc. fresco: 5 kil. 
diarios. 

Corrida: Enero. [1891]. 

Santa Cruz del Sur.— Máx. 150 gramos. Raro. [1891]. 

Trinidad.—Casilda. Máx. 80 grms. Cons. loc. fresco: 800 kilos, 
que se pescan anualmente. Artes: nasas, 50. Embarcaciones: bo- 
tes, 4. Tripulación, 8. 

Corrida: Enero y Febrero, en los Machos de Guaurabo. Arri- 
bazón: Diciembre, Enero y Febrero. [1891]. 


San Juan.—Pto. Rico. Máx. 46 grm. Cons. loc. fresco: 460 kil. 
Corrida: en Mayo y Junio. [1891]. 


Arroyo.—Pto. Rico. Pesca anual: 460 kil. [1891]. 
Fajardo.——Pto. Rico. Máx. 120 grm. Cons. loc. fresco: 100 kil. 
Corrida: de Junio á Agosto. [1891]. 


El Salmonete del litoral andaluz pertenece á otro género. 
Es el afamado antiguo, que llegó á costar en Roma 200 pe- 
sos y más, cada uno. “Esto se vió—dice el inspirado Poey 
—al fin de la República y principio del Imperio, cuando los 
goces del lujo llegaron á su último extremo, y prescribian 
que este animal antes de ser presentado al paladar de los 
gastrónomos, viniese 4 expirar ante sus ojos, recorriendo en 
su agonía toda la escala de intensidad que ofrecían sus rojos 
colores, con grande admiración de los encruelecidos convi- 
dados.” 


AMIIDAS. 


De esta familia poeyana, solo cito la especie siguiente. 

Escolar chino, — Secombrops oculatus Poey, Color vio- 
lado. Vientre claro. Ojo blanco. Grandes profundidades. 
No es común. Carne buena. Llega á 7 kilos. 


cr ds 
Hay otra especie cubana, adscrita á la familia Percidae de 
Poey, que lleva el mismo nombre vulgar. 


BERÍCIDOS. 

Comprende esta familia, el Barbudo, la Cutalufu de lo 
alto, varias especies de Mutejuelo— Squirrel-fishes de los pes- 
cadores norte-americanos—y de Candil. 

Los omito, por ser de poca cuenta, no solicitados para la 
mesa, y á la vez raros. 


y 


PRIACÁNTHIDOS. 


Bajo mi punto de vista actual, poco habrán de ocupar- 
me las 3 especies que nuestros pescadores nombran Catalufa, 
puesto que mis datos solo asignan un valor mediano á sus 
carnes. 


Una de ellas— Priacanthius Catalufa Poey —que se distingue 
por su cosor rojo totalmente y por la ligera escotadura de su 


cola. 

Otra, es la P. Cepedianus Desm., cuya caudal es truncada. A 
ésta le dicen en Puerto Rico, Ojudo; coincidiendo con el nombre 
Big Eye, que le dan los pescadores norte-americanos. J. « G. le 
mantienen el específico macrophthalmus Cuv. 

La otra especie — P. cruentatus—es también roja, pero con man- 
chas rosadas. 


ESCORPÉNIDOS. 


Familia representada en nuestra fauna por 3 especies de 
Rascacio y 2 de Rascacio de lo alto. Notables todos por sus 
colores vivos. Las espinas cefálicas así como los radios de 
sus aletas dorsales, robustos y aguzados, deben hallarse en 
conexión con algún órgano elaborador de sustancias veneno- 
sas, puesto que las heridas que producen son muy dolorosas, 


a 
suelen enconarse, y aún tener graves resultados. A ello alude 
el nombre genérico de los Rascacios, y por extensión el de la 
familia, pues las lesiones que causan sus espinas dorsales—de 
8 á 16—recuerdan la del Escorpión. También los nombres 
bres vulgares: Scorpene, Scorpion, etc. En las costas norte- 
americanas les dicen Ztock Cods y Rock Fishes.—Las. espe- 
cies coloradas, generalmente residen 4 mayores profundida- 
des que las grises 6 verdes. Todos son carnívoros, voraces, 
dañinos. Ovoviviparos. Reproducción en primavera, por 
Mayo. Carne blanda, firme, cuenta entre las más aprecia- 
das. De antaño muy estimado por los sastrónomos, hace 
más de un siglo que el eminente Parra decía del Rascacio: 
“Este pescado es muy sabroso, especialmente para en la 
sopa, y no es común” (1). 


35. Rascacio. — Scorpena Rascacio Poey. Es la especie 
mayor, que se distingue á simple vista por las manchas axi- 
lares, blancas y negras. Carne muy estimada. Alcanza 1 ki- 
lo, y unos 45 centim. de largo. J. € G. le nombran £c. plu- 
mier? Bloch. 

Otra especie— Sc. grandicornis Cuv.—es gris, sin man- 
chas axilares. 


36. Rascacio de lo alto. — Pontinus Castor Poey. Co- 
lor rojo carmineo, uniforme. Aletas listadas de rojo y ana- 
ranjado, alternadamente. Raro. Carne muy estimada. Lle- 
gan 4 25 centím. de largo. 


La otra especie—P. Pollux—difiere del anterior, por 
sus fajas verticales rosadas sobre el fondo rojo común del 
cuerpo. Aletas listadas de encarnado y rosado, alternos. 

En Puerto Rico los hay. 


(1) Coneccion DE HisTORIA NATURAL en setenta y cinco láminas, con una descrip- 
cion individual de cada una. Su autor don Antonio Parra; Naturalista Portugués. En 
la Havana. Año de 1787. En la Imprenta de la Capitanía General. El ejemplar que 
posée la Biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País de la Habana, tie- 
ne muchos peces nombrados al margen por don Felipe Poey, que aumentó así su 
valor. 


SEE 

El que los pescadores andaluces nombran Rascacio, y en el 

Puerto de Santa María Rescacio; así como los que en Cataluña, 

Mallorca, Menorca é Ibiza denominan Rascassa, pertenecen todos 
al mismo género que los puertorriqueños y cubanos. 


TRÍGLIDOS. 


De las especies cubanas de esta familia, solo tienen nom- 
y) 
bre vulgar conocido las dos siguientes; siendo de advertir, 
que la segunda en rigor no corresponde á esta sección. 


37. Murciélago. — Dactylopterus volitans Lin. No falta 
en nuestras aguas este morador de otros mares, y que sale 
a relucir en todos los Diccionarios de Historia Natural. De- 
be su nombre al hecho de servirles sus pectorales prolonga- 
das, para el vuelo. Lo raro de su apariencia no empece á lo 
sano de su carne. Sin embargo, tiénesele por sospechoso en 
el Mariel. En Puerto Rico le dicen Mariposa. 

Carne buena. Parra dice: Se come. Peso máximo, 500 
gramos. | 

J. € G. le nombran Cephalacanthus spinarella, con los vulgares 
Flying-robin, Bat-fish y Volador. Goode reproduce lo que Mr. J. 
Carson Brevoort consigna en elogio de las especies americanas á 
saber: «Entre los peces que pueden ser clasificados como comesti- 
bles, pero que están completamente desatendidos aquí, se halla 
el Sea-robin, Grunter Óó Gurnard. Esta curiosa mas tal vez re- 
pugnante criatura, esen realidad, uno de los bocados más de- 
licados que puedan presentarse á un epicúreo: su carne de un 


blanco de nieve, firme, y tan buena como la del King-fish 6 el 
Whiting (1). 


38. Rubio volador. — Prionotus punctatus Bloch. De 
pectorales menos desarrolladas. Cabeza espinosa. Persegui- 
do por los Dorados, deja el agua; lanzándose al aire, donde 


(1) Nombre del Harvest-fish—Stromateus alepidotus, en-las costas de Virginia. 


Js 


2 
es presa del Rabihorcado y otras merodeadoras piscivoras, 
Nuestros trabajadores del mar aprovechan esta evolución de 
las Rapaces marinas, pues saben que cuando éstas se ex- 
playan acechando, andan por allí Dorados á caza de Vola- 
dores. 

Carne mediana. Peso, 300 gramos. | 

De dos especies que frecuentan las costas atlánticas de los 
E. U. — P. palmipes y P. evolans — dice el Prof. Groode: «Alcanzan 
de 15 á 18 pulgadas de largo, y el peso de 13 á 2 libras. Tienen 


excelentes cualidades comestibles........ » en Connecticut le dicen 
Wing-Fish. 


Según el mismo Profesor, los dos ó tres apéndices digitiformes 
de sus alas, les sirven para remover las algas y la arena, y des- 
cubrir los animalillos de que se alimentan. 


A la misma familia, aunque á otro género, pertenece el que 
en Andalucía y Guipúzcoa llaman Rubio. En Puerto Rico dicen 
Volador al nuestro: que se encuentra también en Jamaica, Brasil, 
Patagonia, Carolina del Norte, etc. [J. « G.] 


PRISTIPOMÁTIDAS. 


Ninguna de las especies del género radical de esta fami- 
lia poeyana — Pristipoma - tiene nombre vulgar entre nues- 
tros pescadores. Atendida, pues, la indole de este trabajo, 
me parece excusado el consignarlas. Solo diré que una de 
ellas — P. cultriferum —se nombra Viejo en Puerto Rico, y 
que no se ha observado en Cuba el P. Coro, que allá deno- 
minan francés. 

Especies de los géneros Orthopristis y Brachygenys, se 
hallan en igual caso. Son de tan poca cuenta por su concep- 
to alimenticio, que, como las Catalinetas — género Ánisotre- 
mus— no valen su mención. 

No acontece lo mismo cun las especies del gén. Hiemu- 


CES 7 
lon que voy á revistar, por la cantidad y aprovechamiento 
de sus carnes, mediocres pero sanas. 

Desígnase á los más con cl vulgar de Ronco, porque al 
sacarlos del tanque con el salabre, salabar ó redeña, y echar- 
los sobre cubierta d en tierra, producen una especie de ron- 
quido grueso. 

A mi propia observación en distintas localidades y ocasiones, 
únese lo consignado por el Profesor G. Brown Gcode sobre la si- 
nonimia vulgar de las especies de Diabasis y de Pomodasys más 
conocidas. Así, lo rojo subido de la cavidad bucal y la garganta, 
les valió el nombre de Red Mouth 6 Flannel Mouth; la costumbre 
de emitir el sonido ronco citado, dió fundamento pera llan,arlos 
Grunt, Pig-fish y Squirrel-fish, ete. 

Al Pomodasys fulvomaculatus, le llaman en el golfo de México 
Pig-fish y Grunt; en South Carolina y Bermudas, Sailors Choice; 
en North Carolina, de Georgia á Virginia, Hog.fsh. 

Fúndase por otra parte, el nombre genérico técnico que 
Poey les asigna, en una mancha roja que casi todos tienen 
en la mandibula inferior. Es también común una pinta de 
color azul vivo, situada verticalmente en la mejilla. 

Por el tono y los labores dominantes en su coloración, 
nuestra gente de mar los agrupa en dos secciones: Foncos 
prietos— que son listados — y Roncos blancos, de color uni- 
forme. 


También los pescadores norte-americanos nombran Black 
Grunt al Diabasis Plumieri; y Stearns alude á tres especies que 
abundan mucho en Key-West y sus cercanías, y se apellidan res- 
pectivamente Black Grunt, White Grunt y Yellow Grunt. 


Su carne es floja, poco gustosa, y por ello estos peces son 
de poca estimación en el mercado. 


Sin embargo, de mejor concepto gastronómico gozan algunos 
en el litoral de los Estados Unidos. En muchos lugares — según 
Goode—los Grunts ó Pig-fishes disfrutan de gran aprecio como 
pescado alimenticio. Del Pig-fish común ó Grunt de la región 
Indian River, dice Mr. S. C. Clarke que es muy estimado para 
comer: «el mejor pescado de mesa, rico y delicado.» De Kay le ci- 


AO y 
ta como un bocado muy sabroso; Holbrook, como tenido en gran 
estimación por los epicúreos, de Georgia á Virginia; y en concepto 
igual, Uhler € Lugger. 

Debo consiguar que Jordan « Gilbert, Goode y otros autores 
norteamericanos, dan al género Diabasis de Desmarest la priori- 
dad sobre el género Hoemulon de Cuvier. Sustituyen al genérico 
Pristipoma de Cuvier, por el Pomodasys de Lacépede. Sirve de ti- 
po para el primero, el Diabasis Parre Desm.; para el segundo, el 
Sciena argentea Forsk. 

Veamos yá las especies aprovechables que tienen nom- 
bre vulgar cubano. 


39. Ronco amarillo, — /emulon luteum Poey. Fondo 
general amarillo. Fajas longitudinales aplomadas, de común 
en número de 8. Nadaderas anaranjadas: en la caudal, una 
mancha semilunar negra. 

Carne regular. Alcanza 30 centím. de largo. Peso máxl- 
mo 1 kilo. Muy abundante, en Batubanó particularmente. 


Nuevitas. Máx. 1 kilo. En pedregales. Consumo local fresco, 
497 kilos. (1891). 

El que los norteamericanos llaman Striped Grunt, es otra especie 
de Ronco amarillo—H. elegans C. € V., de Goode; Diabusis elegans 
C.€ V. de J. € G. Muy próximo al luteum, del cual difiere «en 
que las dos líneas suborbitarias son rectas, no formando el anillo 
más Ó menos cerrado que se nota en los individuos de Cuba, 
y por la carencia de Ja mancha negra semicircular caudal». 
(Poey). 

40. Ronco carbonero. — Hemulon carbonarium Poey. 
Fondo aplomado, color de acero. Listas amarillas, doradas. 
Caudal negra, ribeteada de amarillo su parte posterior. Muy 


común. 
Carne regular. 25 centimetros. 
DO 


41. Ronco arará.— Memulon Arara Poey. Cabeza ama- 
rillo de oro con listas aplomadas. 
Carne inferior. Máx. 25 centimetros. 


42. Jeníguana. — Hemulon dorsale Poey. Aplomado 


12 


luciente. 12 lineas doradas, longitudinales, de la cabeza á la 
cola. Una ancha faja negra á lo largo del dorso, funda su 
nombre especifico técnico. Tiene las pintas azul y roja de 
los Roncos. 

Carne buena (Mariel). Peso, 500 gramos. 


43. Condenado. — /Zemulon favolineatum Desmarest. 
Listas amarillas anchas y oblícuas en el tronco. 
Carne regular. Peso máximo, 1 kilo. (Mariel). 


44. Jallao. — Hemulon album Cuv. Color aplomado pá- 
lido. Aletas un tanto más oscuras. Fajas amarillosas, Se ha- 
ce notar por su lomo levantado y su línea frontal ligeramente 
cóncava ó recta. Común. Abundante. 

Carne buena. Alcanza á 7 kilos. 

Debiera ir á la cabeza, por su mayor corpulencia y apro- 
vechamiento. Suelen decirle también" Pargo blanco. 

Diabasis albus Cuv., de J. € G. 


45. Roneo. — Unas 8 especies llevan en Cuba este nom- 
bre vulgar. A saber: 

Hemulon subarcuatum Poey. Fondo color de acero. Ca- 
beza dorada, con 10 rayas azules. Aletas violadas. 32 cen- 
timetros de largo, el único ejemplar, de Sagua la Grande 
descrito por Poey. 

H. acutum Poey. Blanco de plata. Parte superior de la 
cabeza, negruzca, ojo pardo. 34 centim. Vulgo, Ronco 
blanco. 

H. albidum Poey. Color general, blanco, inclusive la par- 
te superior del rostro. Vuls. Ronco blanco. 

H. serratum Poey. Blanco. Aletas negruscas, excepto las 
pectorales, que son amarillosas. 21 centíim. Vulg. Ronco 
blanco. 

Descrito por J. € G. con el nombre de Diabasis chromis Brous- 
sonet, M. S $8. 

MH. notatum Poey. Nacarado, con rayas longitudinales 
negruzcas. Parte superior de la cabeza verduzca: sin pintas 


3. ss 
ni rayas. Tiene la mancha post-preopercular azul, pero no 
la roja del maxilar inferior. Ojo negro. 25 centim. Vul. Ron- 
co blanco (1). 

H. contínuum Poey. «Color gris de acero, reflejos dora- 
dos sobre el hocico. El tronco es recorrido longitudinalmen- 
te por 14 fajas negras poco oblicuas. Las aletas son de un 
pardo ceniciento; pectorales amarillosas, iris pardo. No hay 
espacio rojo en la comisura bucal, y hay un rojo azuloso en 
la articulación del interopérculo.» (Paumeratio). Es común. 
Tamaño mayor observado, 186 milím. En Puerto Rico le 
dicen Arrayado y Rayado. 

IT. Parre Desmarest. 3 lineas oscuras longitudinales: 
una, dorsal; la segunda, media, á lo largo de la línea lateral; 
la tercera, parte del ojo. Una mancha negra, redondeada, en 
el tronco caudal. No pasa de 13 centím. (Synopsis). 

H. quadrilineatum Cuvier. 2 fajas doradis debajo de la 
costura, y otras más angostas en el lomo. Sin mancha en la 
cola. Cuerpo alargado. No llega á 23 ceutim. (Synops.) 


Diabasis trivittatus Bloch «€ Schneider, con el vulgar IVhite 
Grunt, en J. € G. 


46. Jeníguano. — lHlemulon Jeniguano Poey. Le cito, 
nada más que para que no se le confunda con la Jenóguina. 

Ninguno menos digno de figurar en esta agrupación de 
Peces cubanos útiles. Dañinos á todo serlo, tienen cumpli- 
damente ganada la inquina de los pescadores á cordel. Reú- 
nense en partidas para devorar las carnadas, limpiando los 
anzuelos en un santiamén, á maravilla. 

He podido observarlo varias veces, particularmente una 
tarde, cuatro millas mar afuera, pescando con Don Manuel 
Lesmes, hoy digno vocal de la Comrsión de Pesca del Apos- 
tadero. Se distingue por sus listas longitudidales amarillo 


(1) El Profesor Poey, de cuyas Memorias tomo la mayor parte de los datos que 
anteceden, inclusive la nomenclatura vulgar, no reproduce esta última en su £nume. 
ratio. Por mi parte, puedo asegurar que se usa bastante entre pescadores. Consigno 
el tamaño del individuo descrito, en ocasiones Único. 


. 


AAA 

de oro, sobre el fondo oliváceo común: 1, la más ancha de 
todas, se extiende desde el extremo anterior del hocico, á 
través del ojo, hasta la cola; 1 en la línea lateral; 2 dorsales; 
5 en los flancos, y 1 ventral. Vientre blancuzco. Ojo ama- 
rillo. Boca colorada. Sin mancha azul. Caudal bifurcada. 


Se hallan también en las Barbadas, Santa Cruz, Santo Do- 
mingo. 
Diabasis jeniguano, en Goode € Bean y en J. « G. 


Lo relativo á nuestros distritos marítimos se reduce al 
genérico vulgar Ronco, sin determinación de especies; es 
decir, por su concepto industrial. Hoy por hoy, no cabe 
otra cosa. 

Habana. Peso máx. 13 kil. Corrida, en Mayo y Junio. Arriba- 
zón, de Octubre á Enero. No se exporta. Consumo local, fresco. 
Pesca anual: 50,370 kilos. Artes: redes, nasas. (1891). 

Mariel. Carne regular. De 500 grms. 41 kil. Desova en Mar- 
zo. (1881). Es de las mismas condiciones en su cria y desove que 
el Guaguancho. (1887). 

Isla de Pinos. Max. 460 grms. Consumo local. (1891). Abun- 
dante. 

Mantua. Abunda todo el año. Corrida en Abril y Mayo. Arri- 
bazón, en Diciembre y Enero. (1880). 

Bahía Honda. Abunda todo el año. Tamaño útil, 18 centíme- 
tros. (1880). 

Cárdenas. Todo el año. Vale poco. Máx. 13 kil. [1881]. Datos 
posteriores—1891—reducen el peso máximo á 420 grams.: sin 
duda debido á la especie tomada por tipo. 

Trinidad. Casilda. Máx. 500 erms. Consumo local, fresco: 
2,000 kilos anuales. Artes: redes, 2; nasas, 90. Embarcaciones: cha- 
lanas, 2; tripulación 4. [1891.] 

Tunas de Sasa. Máx. 500 grs. Corrida, Marzo y Abril, en el 
Placer del S. de las Doce Leguas. Exportación, vivo: 500 kils. 
Consumo local, fresco: 500 kils. [1891]. 

Cienfuegos. Máx. 200 grms. Corrida, de Junio á Agosto, en 
puertos y esteros. (1891). ; 

Remedios. Caibarién. Máx. 2760 kil. Corrida, de Octubre á 
Diciembre, en canalizos y manglares. Cons. loc. fresco: 4,100 kil. 
(1891). 


— 95 — ] 

San Juan de Puerto Rico. Máx. 460 kil. Corrida de Mayo á 
Junio. Cons. loc. fresco: 1840 kil. (1891). 

Rayado San Juan. P. R. Máx. 230 kil. Corrida de Mayo á 
Janio. Cons. loc. fresco: 1840 kil. (1891). 

Arrayado. Fajardo. Puerto Rico. Máx. 3 kil. Corrida, de 
Abril á Mayo, en ensenadas. Arribazón, de Octubre á Marzo. Es- 
te. Cons. loc.: fresco: 300 kil. (1891). 

El Pig-fish común, según Mr. S. €. Clarke, desova en Abril, 
en los grandes ríos, en Diciembre. Vuelven á la mar, tan pron- 
to como han realizado las funciones de reproducción ¿Son, pues, 
anadromos? 

Un corresponsal de Hunger's Wharf, en Virginia — que Goo- 
de cita sin nombrarlo — consigna que llega hacia el 12 de Julio. 
permaneciendo hasta Noviembre. Holbrook expresa que el Sailor's 
Uhoice aparece por Beaufort, en Carolina del Norte, hacia el mes 
de Abril, quedándose hasta Noviembre, época en que se pescan 
más grandes. Steanrs dice también que desovan en Abril y Mayo. 

Se me ocurre preguntar ¿Será igualmente anadroma alguna 
de nuestras especies? La arribazón en ciertos distritos señalada en- 
tonces, respondería á una conveniencia genética, y no al mal 
tiempo afuera, según la regla en los peces que no son anadromos 
ni catadromos. Así también se explicaría satisfactoriamente el 
señalamiento de la corrida en Remedios ( /aibarién) de Octubre 
á Diciembre. 

Cuanto al desarrollo del Pomodasys fulvomuculatus, de que ven- 
go tratando, Clarke le asigna de peso máximo 13 libras; el infor- 
mante virginiano, 1 libra; Steanrs, unas 10 pulgadas. 

Me llama la atención el que todos digan que se pescan con 
anzuelo: será los más grandes, de 25 centím. en adelante, pues los 
menores no creo que valgan la pena. 


SCIENIDAS. 


De las especies de Verrugato, de Corvina y de Vaqueta 
que rezan en esta familia, no menciono más que las sl- 
guientes: 

47. Verrugato.—Micropogon undulatus Linneo. Debe 
el nombre genérico técnico, á unas barbillas muy cortas que 


— 9 — 
tiene en la mandibula inferior. Color general, gris platea- 
do brillante. Líneas de puntuaciones oscuras, estrechas, irre- 
gulares, uudulantes, en el dorso y los flancos —como el es- 
pecifico técnico expresa. 3 líneas de pinticas en la base de 
las aletas dorsales. Ventral filamentosa. 1 pié de largo. Vul- 
garmente Croaker. Desde New-York hasta las Antillas (J. € 
G.) Por manera que es una de las contadas especies nues- 


tras que remontan el Gulf Siream, 


Con los mismos nombres científico y vulgar lo describe Goo- 
de, extendiendo su habitat al N. de Delaware y 5. del Brasil— 
inclusive las Antillas. 

David S. Jordan y Carl H. Eigenmann, en su muy estimable 
Review of the Scieenide of America and Europe, dicen que, «no se 
extiende á las Antillas.» Además de esta incongruencia, dan el 
nombre vulgar de Verrugato al Micropogon Fornieri, cuyo especí- 
fico lleva Poey á la sinonimia de undulatus. 

Goode refiere el vulgar Croaker al gruñido peculiar que des- 

 ' =sscado emite; Crocus, por corrupción, en Chesapeake, y 
pones as p- cd ) | 
Ronco en Tejas. 

Holbrook dice que aparece por Charleston en Mayo, se hace 
más común en Junio y Julio; alcanzando la mayor dimensión y 
abundancia, en Octubre y Noviembre. Agrega, que no es muy 
estimado por Beaufort (Carolina del Norte) pero sí en Brunswick, 
Georgia: que asciende el rio Saint John's, hasta Jacksonville, 

Stearns consigna, que el Croaker es muy conan en el Esfo 
de México, todo el año; que cria en Noviembre y Diciembre, al- 
canzando los pequeños 2 6 3 pulgadas de largo en la primayera, 

y los adultos 10 pulgadas=unos 25 centím. término medio: en 


Dicier=" re de 1879 pescó dos enovados que medían 18 pulgadas 
los de mayor longitud que habia visto. (Goode). 


Carne regular. Alcanza 500 gramos, en el Mariel. 


Corbino, les dicen en Puerto Rico. San Juan. Peso máx. 3 k. 
Corrida, de Mayo á Junio. Cons. loc. fresco: 13,802 kil. (1891). 

Encuéntrase también en Jamaica, Texas, Guatemala, Suri- 
nam y Montevideo. 


48. Corbina.—Bairdiella ronchus Cuv. Notable por sus 


E 
«dos espinas anales, su dorsal muy escotada, su caudal angu- 
losa v la carencia de barbillas. 


Carne buena. Alcanza 25 centim. de largo. Peso máxi" 
mo 13 kilo. 


La Corbina de Andaluca, Mallorcía, Ibiza; la Corbiña de Gali- 
cia y la Corbina de otros puntos del litoral español, corresponden 
á distintos géneros de esta familia. 

Habana. Cría y reside en lugares fangosos de la bahía. 

Mariel. Máx. 1% kil. Carne buena. Desove en Enero. (1881), 
Se pesca muy poca y de tamaño chico. La corrida era en Enero 
y Febrero, pero hace yá muchos años que no se conoce (1887). 
Corrida, de 12 de Enero á fín de Febrero, en la boca dei puerto. 
Exportación vivo, 755 kil. Cons. loc. fresco: 378 kil. Pesca anual, 
1147 kil. (1891). 

Los datos que anteceden, marcan los resultados plausibles que 
en aquel distrito se obtuvieron y habrán de obtenerse donde 
quiera que la Autoridad zela como puede y debe la regulariza- 
ción de la pesca, haciendo que las especies realicen, cuanto más 
en paz sea dable, sus actos de reproducción y cría. 

Matanzas. Desova en Marzo. Abunda. (1880). 

Mulata. Desova en Enero. (1880). 

Cienfuegos. Máx. 250 grms. Corrida, de Mayo á Septiembre, 
¿en la boca de los rios y lagunas. (1881). 

Nuevitas. Máx. 240 grms. Todo el año, en bocas de rio y este- 
ros. Cons. loc. fresco: 330 kil. (1891). 

Gibara. Pesca anual, 340 kil. (1891). 

Guantánamo. Peso máx. 1 kil. Abunda todo el año. Cons. loc. 
fresco. (1891). 

Cuba. Santiago de. Máx. 500 grms. Abunda todo el año. Con- 
sumo local fresco (1891). : 

San Juan de Puerto Rico. Le nombran Macorí ó Macurí, con 
estos datos: Peso máx. 46 grms.. Corrida, en Junio. Cons. loc. fres- 
co: 9200 kil. (1891). 


En Cuba se aplica también el nombre de Corbina á las 
% 
especies que siguen: 


Umbrina coroides Cuv.—en Enumeratio: nombre que 
J. € G. llevan á la sinonimia de U. broussoneti Cuv. de Val. 
Además de las listas undulosas á lo largo de las hileras de 


o OE 
escamas, unas 9 bandas oscuras atraviesan el cuerpo. Dor- 
sal espinosa, negruzca. Pectorales pequeñas. Cola truncada. 


(J:8 G.) 


Johnius Batabanus Poey. Gris plateado con bandas pa: 
ralelas: unas 8 longitudinales en los flancos, cuyas 3 prime- 
ras pasan por arriba de la línea lateral; 26 3 en el dorso, de 
tal suerte interrumpidas, que no se sabe si son longitudina- 
les ú oblicuas. Aletas de un gris más oscuro, salvo las pec- 
torales, que son amarillosas. (Memorias). Cola redondeada. 
(Sinopsis). 

Jordan € Eigenmann la nombran Corvula batabana. Jordan, 
Larimus batabanus. 

En Puerto Rico le dicen Sanjuanera. 


Odontoscion dentex Cuv. Dientes desiguales, apartados. 
Mancha braquial negra. (Sinopsis). Caudal subtrunca, el 
lóbulo superior más desarrollado. Color plateado oscuro, sal- 
picado de pintas sombrías que forman listas débiles á lo lar- 
go de las filas de escamas. Hocico y parte anterior de la bar: 
ba, negros. Especie pequeña, común en las Antillas, de al- 
guna importancia alimenticia (Jordan € Eigenmann). 

49. Vaqueta, — 3 especies del gén. Zques de Bloch, le- 
van este nombre vulgar en Guba. El genérico alude á las 
espinas dorsales largas, comparadas á un ginete. 

Líques lanceolatus Linneo. Serrana de Parra, nombre 
que mantienen Jordan € Eigenmann. Fajas negras y obli- 
cuas bordadas de blanco. Aletas sin puntas blancas. (Snop- 
sis). Color gris amarilloso, con 3 listas negruzcas anchas, 
con pinticas blanquecinas. Vientre plateado. Cabeza chica. 
(J. $: G.) 

Eques punctatus Bloch. Fajas negras longitudinales. Pri- 
mera aleta dorsal muy alta. No es común. 9 pulgadas (S%- 
nopsis). Serrana hispanis Parra. 

Líques acuminatus Bloch. Todas las listas son longitudi- 
nales y estrechas. (Synopsis). 


Para la especie que en Puerto Rico nombran Cabezón, creó 


E 

Don Felipe Poey el género MoxosIra, y su única especie M. Stahli 
Jordan « Gilbert—Synops. of the F. of N. A—consignan que el 
género Monosira es idéntico al Larimus. Jordan «€ Eigenmann— 
Rev. of the Scien—dicen: «El género nominal Monosira, que se su- 
pone distinguido por los dientes uniseriales, es estrictamente si- 
nónimo de Larimus», etc. Nombran, pues, la especie: Larimus 


Stahli Poey. 


Las de Cataluña, Valencia y Andalucía, corresponden á géne- 
ros distintos. 


MÉNIDAS. 


Representada en nuestra fauna por la siguiente especie. 

50. Boga.— Erythrichthys vittatus Poey. Dorso verduzco. 
Vientre blanco azulado. Hocico amarillo. Aletas: dos dorsa- 
les amarillas, pectoral rosada, ventral y anal blancas, caudal 
violada. Listado de amarillo. Forma manchas ó cardúme- 
nes. (Synopsis). 

Carne regular y alcanza unos 250 grs. de peso. (Mariel). 

La Boga de Andalucía, Valencia, Cataluña y Baleares, 
pertenecen al mismo género y especie; citase otra Boga va- 
lenciana, como especie diferente; la de Vizcaya y Guipúzcoa 
se coloca en diverso género y especie. Todas las españolas 
son genéricas y especificamente distintas de la cubana, mas 
de la misma familia. 


A 


GERRIDOS: 


Familia notable, más que por el número de sus especies 
) ») 
por el sabor rico de sus carnes tan justamente estimadas, 
fritas, sobre todo al natural ó en salsa verde. 
De las especies de Patao, de Mojarra, de Mojarra de cas- 
) . A 
ta v Mojarra de ley adscritas á la familia, no todas han sido 
Y , 


especificamente nombradas por el Profesor Poey, otras que- 
13 


— 100 — 
«dan dudosas y alguna fué repudiada. Dije yá (An. xxvrr, 671.) 
v lo repito por última vez, que este ha de ser asunto impor- 
tante de trabajo especial, que realizará quién pueda llegar 
á tanto, sine ¿ra et studio. 

J. «€ G. elevan el número de los GFerroids 4 unas 30, 
“¿que difieren considerablemente en la forma y en el desa- 
rrollo de las espinas, pero probablemente todas pueden ser 
referidas á un solo género.” 


51. Patao.— Gerres Plumier? Cuv. Color general, platea- 
do brillante. Unas 12 listas negruzcas, que siguen á lo largo 
cada hilera de escamas. Aletas oscuras, excepto las pectora- 
les. Cuerpo comprimido, lomo muy elevado. Caudal bifur- 
cada. Pectorales angostas, puntiagudas. (J. € G.) 

En Puerto Rico, los de este género no tienen nombre 
vulgar. Al menos, Poey no los consigna en sus estimables 
Contribuciones á la Fauna Ictiológica Puerto-riqueña, pu- 
blicadas en los Anales de la Sociedad Española de Historia 
Natural de Madrid, t. X, 1881. 

Carne buena. Longitud, unos 25 centimetros. 


Habana. Nace en ríos de agua salada. Cria y vive donde halla 
«abrigo de maderas y piedras, en el puerto. 

Matanzas. Desova en Junio. (1880). 

Mariel. Carne regular. Peso máx. 500 grms. (1881). 

"También se dice (1887) que su pesca disminuye de año en 
año. Traslado á los impugnadores y difamadores de las vedas en 
tiempos de reproducción y cria. 

Con el técnico Diabasis Plumieri y el vulgar Black Grunt, de- 
signa Goude— The Fisheries and Fishery Industries of the U. S., pá- 
«gina 398 —una especie que «tiene el cuerpo pardo, más claro en 
los flancos, y los lados de la cabeza adornados con numerosas fa- 
jas horizontales de un azul brillante, en tanto que la mitad pos- 
terior del labio inferior es roja» Fl mismo profesor Stearns 
menciona al Black Grunt como abundante entre los arrecifes de 
Key West, y visto con frecuencia en los mercados. 


Dos especies más describe Poey con el vulgar Patao, 
«que son: 


> 


— 101 — 

Gerres Brasilianus Cuv. Aletas ventral y anal, anaran- 
jadas. 1 pié de largo. (Rep. L, Synops. ) 

Gerres Patao Poey. Wentrales y anal negruzcas. Llega 
a 1 pié de largo. (10d. ) 

52. Mojarra. — Moharra rhombea Cuv. 

Descrita antes por Poey, con el nombre técnico Gerres rhom- 
beus Cuv. y el vulgar Patao. (Repert., Synops.) 

Color oliváceo plateado. Aletas comunmente pálidas ó 
amarillosas: ventrales algo oscuras. Cuerpo romboidal, cor- 
to, rehecho, con el lomo elevado. Espinas dorsales altas y 


fuertes. Segunda espina anal muy fuerte. Lóbulos caudales 


largos y delgados. Pectoral larga. Longitud, 12 pulgadas. 
Antillas y Florida meridionas. 

Jordan de Gilbert — de cuya Synopsis citada tomo los caracte- 
res que anteceden -— asignan á esta especie el técnico Gerres olis- 


t¿hostoma Goode € Bean, con el vulgar frish Pompano. 


53. Mojarra de casta, — Zucinostomus.... (en Enume- 


ratio). Fajas verticales, pardas con reflejos variables, en nú- 
) ) > 


mero de 6 á 8. Carne muy estimada. Abunda mucho. Al. 
canza á4 36 centimetros de largo. 

J. € G. nombran á esta especie Cerres cinereus Walbaunm, 
con los caracteres que voy á extractar, al objeto de esta 
obra, como en la especie anterior. 

Plateado, 6 4 8 barras azulosas verticales, en el lomo y 
los flancos. Lomo comprimido, elevado. Caudal profunda- 
mente ahorquillada. Es la especie más grande del género: 
alcanza 18 pulgadas — unos 46 centimetros. p. 935. 

54. Mojarra de ley, — Lucinostomus pseudo-gula Poey. 
Cuerpo alargado. Sin fajas verticales. Dorsal escotada, ne- 


gra en su ápice. Común, 


Carne exquisita. Alcanza 20 centimetros. 

Habana. Vive en el puerto. Por lo amarilloso de sus nadade- 
ras, suelen decirla Mojarra de aletas amarillas. 

En Puerto Rico llaman Muniama Ó Moniama una especie que 
Poey nombra Eucinostomus aprion Cuv. Véase J. de G., p. 583 sig. 
y 934 sig., sobre sinonimia de los Gérridos cubanos, 


— 102 — 
En San Juan de Puerto Rico señalan al Moniama un peso 


máx. de 92 grms.; la corrida, de Mayo á Junio; cons. loc. fresco, 
2300 k. (1891). 


Bajo el genérico vulgar de Mojarra, dispongo de los da- 
tos que siguen: 


Habana. Máx. 1 kilo. Corrida, en Mayo y Junio. Arribazón. 
de Octubre á Enero. Nose exporta ni conserva. Cons. loc. fresco. 
Pesca anual: 16,790 k. Artes: cordel, redes, nasas. (1891). 

Matánzos. Abunda. Desove, en Junio. Emigra después. (1881). 
Arribazón, de Octubre á Enero. (1891). 

Mariel. De 500 grms. á 1 kil. Carne exquisita. 

Cienfuegos. Máx. 400 grms. Arribazón, Diciembre y Enero: 
rios é interior del puerto. (1891). 

Trinidad. Casilda. Máx. 500 gris. Corrida, Febrero y Marzo: 
todo el distrito. Arribazón, Diciembre y Enero: Calicito. Consu- 
mo local frescu: 400 kil. Pesca anual: 400 kil. Artes: redes, 2. 
Embarcaciones: chalanas, 2; tripulación, 4. (Vega, 1891). 

Sagua. Isabela. Peso máx., 1 kil. (Dr. E. Cortés, 1892). 

Tunas de Sasa. Máx. 1 kil. Acude todas las lunas (?) á la boca 
de los esteros. Exportación, vivo: 800 kil. Cons. loc. fresco, 200 k. 
(Escandón, 1891). 

Remedios. Caibarién. Máx. 0'460 kil. Corrida, en Mayo, Junio 
y Julio, en los veriles. Arribazón, en costas de cayos y canalizos. 
Cons. loc. fresco: 5,200 kil. (Dueñas, 1891). 

Santa Cruz del Sur. Máx. 360 grms. Es de poco consumo, y no 
se dedican á su pesca. Sedentaria (Carrasco, 1891). 

Manzanillo. Máx. 0'173 k. Vive en esteros y lagunas. Corrida, 
por la Cuaresma, en esteros y ríos. Cons. loc., fresco. [ Triana, 
1591]. 

Cuba. Santiago de. Máx. 250 grms. Abunda todo el año. Con- 
sumo local, fresco. [ Elizalde, 1891]. 

San Juan. Puerto Rico. Máx. 1/38 k. Cons. loc., fresco, 13,302 
kil. [J. Cortés, 1891]. 

Arroyo. Puerto Rico. Pesca anual, 46 kil. [Silva, 1891]. 

Cuentan en esta familia, en géneros diversos ó en distintas es- 
pecies del mismo género europeo, las que en Andalucía, Bilbao, 
Laredo, Vizcaya, Cataluña y Mallorca nombran Mojarra, con la 
pronunciación provincial correspondiente; las que en Guipúzcua 
llaman Mocharra y en vascuence Mujarrá. 


— 103 — 


ESPÁRIDOS. (Sparidi). 


La denominación común de Peces de pluma que se dá á 
alounas especies de esta familia, se funda en que su primer 
interhemal — primer interespinoso anal — afecta la forma de 
una pluma, con el corte adecuado para recibir la vejiga na- 
tatoria. (Synops) ln su mayoría se hallan en el gén. Cala- 
mus — pluma en latín. Cuerpo comprimido, lomo elevado; 
:'abeza gruesa, desnuda, anacarada, excepto los cachetes y 
opérculos, que son escamosos. lorsal contínua, caudal muy 
ahorquillada, pectoral de común muy larga. “Second inters- 
pinal bone of the anal enlarged, pen-shaped, cuya parte cónca- 
va recibe el extremo de la vejiga natatoria. (J. € G. 927). 

Además de las especies de Pez de pluma, cuentan 46 5 
de Sargo, el Bajonado y la Cotonera. Carnivoros, se alimen- 
tan de moluscos, cuyas conchas ó valvas rompen ó trituran 
con sus poderosos caninos anteriores y sus dientes obtusos; 
y también de Erizos marinos, de cuyas púas suele hallárse- 
les trazas en los labios. 

55. Bajonao. — Calamus Bajonado Bloch «€ Schn. Es 
el preponderante. Cedo al deseo de seguir la descripción de 
Parra, muy notable para su tiempo, y más todavía en quien 
no frecuentó los grandes maestros, y sin embargo, detalla 
tan bien. Consiena sus cuatro dientes mayores en cada man- 
dibula, sobresalientes — caninos — y sus seis aletas: “una 
dorsal, que se coge todo el lomo, dos yugulares, dos pecto- 
rales y una del ano, con tres fuertes espinas en la parte an- 
terior.” Anñota la cabeza morada y lo demás ceniciento. ln 
Puerto Rico nombran á esta especie Pez de pluma, y aquí 
también algunos. 

Carne buena. Llega á 50 centimetros de largo, y 22 ki- 
los peso máximo. 

Habana. Máx. 1% k. Corrida, Mayo y Junio. Arribazón, de 


Octubre á Enero. No se exporta. Cons. loc., fresco. Pesca anual: 
33,580 k. Artes: redes, nasas. [1891]. 


A EAS 

Mantua. Abunda siempre. Corrida, en Abril y Mayo. Arriba- 
zón ó virazón, en Diciembre y Enero. [1880]. Datos posteriores, 
de conformidad. 

San Cayetano. Máx. 2 k. Corrida, de Mayo á Junio, todo el; 
distrito. Arribazón, de Octubre á Marzo. No se exporta ni con-. 
serva. Cons. loc., fresco: 15.000 k. [ Milagros, 1891]. 

Mariel. De 500 gramos á 23 kilos. Carne buena. Abunda. 
[1881]. 

Cárdenas. Peso máx.1 k. [Morgado, 1891]. 

Remedios. Caibarién. Peso máx. 5750 kil. Corrida en Febre- 
ro, Marzo y Abril, por los veriles y lajiales. Cons. loc. fresco: 6,200 
kilos. [1891]. 

Nuevitas. Máx. 3 kil. Cons. loc., fresco: 12,333 kil. [1891]. 

Todos, sin excepción, dicen Bajonao. 


56. Pez de pluma. — Culamus megacephalus Swiuinson. 
Cuerpo comprimido, lomo arqueado. Color aceitunado con, 
reflejos azulosos. Rasgos ondalosos azules en la frente y la 
región preorbital sobre el fondo común amarillento de esta 
parte de la cabeza. Aletas ventrales pálidas. Caudal bifur- 
cada, de lóbulo superior más amplio. Desde las Antillas al; 
Ñ. de la Florida. (J. «.'G). 

Carne buena. Llega á 25 centím. de lareo y 2 kilos de. 
peso. 

Nuestros pescadores llaman Pez de pluma á todo Calamus que | 


] ls 1 erto Rico: en San Juan, Fajardo 
la tiene, lo mismo que en Puerto Ri San Juan, Faj ; 
Arroyo, le dicen Pluma simplemente. | 


Así, no fué dable evitar que en los datos se englobasen todos; - 


si bien las especies de más cuenta están deslindadas. 


Dos especies más de Calamus y dos de Grammateus nombra. 


Poey, á saber: 


C. orbitarius. Blancuzco con reflejos plomizos. Aletas pálidas: 


un borde verduzco á lo largo de la dorsal, pectorales amarillo- 
sas, una pinta azul en el tronco pectoral. (Mem.) 


C. macrops. Fondo común oliváceo, un tanto plateado. Flan- 


cos con listas aceitunadas oscuras. Una prominencia ósea agu- 


zada preorbitaria. Aletas ventrales pálidas. [J. € G.] 


G. humilis. Color de acero verduzco. Rasgo circular azul; 


a ' 
infraorbitario. Aletas verdosas: pectoral amarillenta, ventral mo- 
rada — como la mandíbula inferior. Pequeño. (Synops.) 

G. medius. Oliváceo algo oscuro: las fajas más sombrías del 
cuerpo y aletas, desaparecen en gran parte con la edad. Lis- 
tas azules delgadas en la región preorbital. Nadaderas pálidas: 
caudal poco bifurcada. 25 centim. de largo. [J. € G.] Cuba y la 
Florida. 

J. € G. dejan esta especie con las demás en el gén. Calamus. 

57. Sargo. — Llevan este nombre vulgar 4 especies del 
género Surgus y 1 del Lagodon. 

Incorporadas todas por J. «. G. al género diplodus de Rafines- 
que [p. 557], se expresa luego que el grupo Lagodon pudiera es- 
timarse como un género diferente del Diplodus. [p. 929]. 

No obstante de ser esta obra una mera revista de peces útiles 
por su concepto alimenticio, azrupación de datos aprovechables 
por quienes puedan y quieran formalmente; no me parece extem- 
poráneo— y puede que sea también conveniente —el indicar al- 
go de lo mucho que hacer en punto á taxinomía, nomenclatura, 
etc., que espera á los capaces. Así se explica la ampliación suce- 
siva de este trabajo. ; 


Sargus caribeeus Poey. Color de acero bruñido: 3 listas amari- 
llo de oro, longitudinales, sobre la línea lateral, y 56 6 debajo; 
una mancha negra en el hombro. Aleta dorsal, amarillosa; ven- 
trales, anaranjadas en la hembra, amarillentas y punteadas en el 
macho; pectorales verdosas, largas, puntiagudas; anal amariilosa, 
salpicada de negro, ahorquillada. [J. 4 G., Poey in !it.] Común 
en Batabanó, de unos 20) centím. (Mem.) 


. - ... 3 
¡Sargus tridens Poey. Incisivos =;¿", fundamento del espe- 


cifico. 3 listas amarillas sobre la línea lateral, 5 debajo. Man- 
cha humeral negra. Ventral amarilla, las demás pálidas. 15 
centim. (Lnum.) 


Lagodon rhomboides Linn. 

Nomb. vulg.: Salema 6 Sargo [F. P.]; Suilors Choice [Goode]; 
Pin-fish, Bresm [J. € G.] Pocos peces tienen una sinonimia vul- 
gar tan recargada, en el litoral de los E. UÚ. 

Color aplomado, vientre blanco; listas azules y doradas 
horizontales, á los lados de la cabeza y en los flancos. Man- 


— 106 — 

cha axilar oscura. Boca pequeña, con la mandibula superior 
más protráctil que en las otras especies. 

Abunda mucho en las costas norteamericanas, alcanzando de 
10 4 12 pulgadas de largo. Tiéneseles allí en gran estima por su 
concepto alimenticio. Es el Sailor's Choice, según Goode, one of 
the most deliciously-flavored fishes of owr coasts, etc.» 

Stearns consigna que el desove tiene lugar á fines de invier- 
no ó principios de primavera. [Goode]. 

Del Mariel informan, que la carne del Sargo es regular y que 


pesa hasta 500 grms. 
El Sargo andaluz pertenece al mismo género y distinta es- 


pecie. 


58. Cotonera. -— Sargus caudimacula Poey. Incisivos + 
Blanco de plata. Una mancha negra abarca el borde supe- 
rior y los lados del tronco caudal, como expresa el especifi- 
co técnico. Raro. Visto por Poey á mediados de Febrero, 
“procedente de Cojímar. El individuo descrito medía 19 cen- 
timetros de largo. (Mem. ) 

Spot-tailed Pin-fish. Desde Cuba hasta Carolina del Norte, abun- 
dando en Beaufort de este estado. Longitud, 5 pulgadas [J. «€ G]- 


LOBÓTIDOS. 


Unico representante de éstos en nuestra fauna ictiológi- 
ca es la 


59. Biajaca de la mar. — Zobotes surinamensis Bloch. 
Fondo común gris: ñegruzco en el dorso, plateado en los 
flancos: salpicado de negro. Esta semejanza del color con la 
Biajaca de río, funda el nombre vulgar. 

Carne buena. Alcanza 7 kilos. 

De todos los mares cálidos, Norte de las costas de los E. U. 
liasta Cabo Cod. Pez grande, ¿lega á 2 y 3 piés de largo. Se le 
llama Flasher. [J. € G.] 


Llámase también Triple-tail, porque su dorsal y su anal se pro- 
longan mucho hacia el tronco caudal; Black Triple-tail, Black 


— 107 -- 
Perch, porque el hermoso grís plateado que luce durante la vida 
se ennegrece después de muerto. Estimado en New-York, en Flo- 
rida, ete., tenido por uno de los de carne más fina. Sus grandes 
escamas plateadas alcanzan precio subido para hacer objetos de 
lajo y adornos. [Goode]. 


En Puerto Rico, le dicen Sama. Su área de dispersión es in- 
mensa. 


QUETODÓNTIDOS. (Chirtodontidi). 


No cabe detenerse, por razón de utilidad, en las tres es- 
pecies de Chirivita 6 Ohirivica, en las 2 de Isabelita — Angel 
fish de los americanos — ni en las 7 ú 8 de Parche, que es- 
ta familia comprende; notables todos por sus preciosos colo- 
res, todos vegetivoros. 

Muy cercana á ellos está la Paguala de Puerto Rico, que 
no tiene nombre vulgar cubano. 


PIMELEPTÉRIDOS. 


Las dos especies determinadas que siguen, representan 
esta familia en nuestro litoral. 


60. Chopa blanca. — Pimelepterus Boscii Lacép. Cuerpo 
ovalado. Herbivoro. 

Fondo común aplomado. Unas 25 listas más claras, á lo 
largo de las hileras de escamas, más anchas en medio del 
cuerpo: una plateada, en el cachete. Caudal bifurcada con 
el lóbulo inferior más ancho. Herbivoro. 

Carne regular. Hasta de 4 kil., según Poey. 

Desova en primavera. 

En Puerto Rico-la llaman Chopa de altura. 

J. € G. dan la prioridad al gén. Cyphosus de Lacépede, nom- 
brando la especie C. bosqui Lac. Desde Massachusetts hasta Pa- 


namá, común hacia el Sur. 
14. 


— 108 — 

Goode la nombra C. bosci¿, con el vulgar Bermuda Chub, y co- 
mo una de las especies más importantes de esa Antilla inglesa- 
Los pescadores del golfo de México la llaman Bream, según 
Stearns. Uno de los peces alimenticios más deliciosos. [Goode]. 

Sin distinción específica, solo cuento de la Chopa los pocos da- 
tos que siguen: 

Mariel. Máx. 1 kil. Carne regular. Desova en primavera. 
[1883 ]. 

Cienfuegos. Máx. 250 grms. Interior del puerto. [1891]. 

Nuevitas. Máx. 240 grms. Cons. loc., fresco. 1122 kil. [1891]. 

San Juan de Puerto Rico. Máx. 11'50 k. [? ] Corrida en Ju- 
nio. Cons. loc., fresco: 1864 kil. [1591]. 


61. Chopa amarilla. — P2melepterus flavolineanlus Poey. 
¿scamas en series longitudinales blancas y amarillas alter- 
nantes, visibles en el individuo fresco. (Synops.) Más largo 
que la anterior. “Además de la faja amarilla longitudinal 
que atraviesa el cachete y salta sobre la región superior axt- 
lar, tiene otra que corre por delante y por detrás del ojo, 
sin alcanzar á la mitad del opérculo. Una mancha de un 
pardo dorado se nota al pié del tronco braquial. ll P. Bos- 


cit no tiene las fajas del cuerpo amarillas.... Caudal esco- 
tada.... El color del fondo es aplomado; la faja amarilla 


que pasa por las narices, tiene encima una piel desnuda ne- 
gra que le dá realce.” Aletas azulosas: escamitas doradas en 
la base de la pectoral. (Repert. 1.) 

J. € G. llevan el nombre poeyano á la sinonimia de Cyphosus 
bosquí. [561, 972]. 


ACANTÚRIDOS. 


Ocho especies, adscritas á dos géneros — Acanthurus y 
Acronurus — y nombradas vulgarmente Barbero, compren- 
de esta familia. Una espina á modo de lanceta en el tronco 
caudal, funda el nombre vulgar de todos. 

Carne regular. Hasta 1 kilo. 

62. Barbero — Acanthurus cceruleus Bloch. Azul. Líneas 


— 109 — 
ondulantes longitudinales de azul más pálido que se hacen 
rectas, oblicuas en las aletas dorsal y anal. Lanceta caudal 
color de ámbar y aspecto vítreo. 
Blue Surgeon, Barbero, en J. € G. 
Moviendo de lado y lado la espina caudal, hieren gravemente 
á otros peces y al hombre. Estimable como alimento. Congénere 


del Bone-fish de Cayo Hueso, en concepto de Stearns, abundando 
en los arrecifes de coral de la Florida meridional. (Goode). 


Acanthurus chirurgus Bloch. Color pardo. Opérculo ri- 
beteado de negro. Listas oscuras transversales, en los flan- 
cos. “Difiere del anterior, por carecer de fajas oblicuas en 
las aletas.” (Synops. ) 


Surgeon=fish, Doctor—fish. «Aletas verticales con rayas oscuras 
oblícuas, paralelas.» (J. € G.) 


Acanthurus phlebotomus Cuv. et Val. 


Llevado por J. € G. á la sinonimia del 4. nigricans Lin. y 
Bloch. 


Acanthurus tractus Poey. Caudal muy escotada: el lóbu- 
lo superior mucho más largo que el inferior, terminado por 
un filamento blanco. Rayas pálidas oblicuas en la dorsal. 
Tronco sin listas verticales. ( Lnum. J. «€ G.) 

Acronurus carneus Poey. Es característica genérica, la 
piel arrugada y sin escamas. 

Se distingue esta especie, por el color rosado del cuerpo 
que es transparente; “pasando pronto á blanco y opaco, 
cuando lo echan en aguardiente, y se vuelve con el tiempo 
pardo rojizo; la faja plateada, toma en el licor un viso bron- 
ceado.” (Enum.) 

A. creruleatus Woey. Azuloso, inclusive la faja. Pectoral 
y caudal, pálidas: ésta sin mancha en el pediculo. (Lnum.) 

A. nigrieulus Poey. Pardo amarilloso, el cuerpo y las 
nadaderas: base de la pectoral, amarilla; caudal, sin man- 
cha pedicular. La faja brillante, gris de acero, resalta sobre 
el fondo común. (Laum.) 


— 110 — 


J. € G. incluyen los Acronurus Gtlr. en Acanthurus Bl. « 
Schn. No citan las 3 especies que anteceden. 


JIFÍDIDOS. (Xiphiidi.) 


Representada en nuestro litoral por especies de conside- 
rable estimación, cuanto á su corpulencia y cuanto á la bon- 
dad de sus carnes y de sus huevas. In todos estos peces, los 
huesos craneanos y faciales — el vómer, el etmoides y los 
premaxilares, consolidados —se prolongan en tal grado y 
suerte, que forman un arma muy dura, va plana, lisa y pun- 
tiaguda; ya cónica, áspera, simulando una escofina, de pun- 
ta recia. En uno y otro caso, les sirve para agredir á los de- 
más colosos marinos, en especial ballenas y cachalotes, y aun 
al hombre mismo. 

La edad determina en sus nadaderas modificaciones bien 
notables: en el joven, la dorsal, la anal y la caudal son in- 
divisas; en el adulto, por el contrario, las dos primeras se 
seccionan, y la cola se ahorquilla profundamente. 


Sus 3 géneros están representados en nuestras aguas. A saber: 
Xiphias Linneo —sin dientes ni aletas ventrales. 
Tetrapturus Rafinesque — radios ventrales coalescentes en uno, 
dorsal baja. 
Histiophorus Lacépede—3 radios ventrales, dorsal muy alta. 


Por su abundancia constituirian, debidamente explota- 
dos, una fuente de riqueza considerable y de suma prospe- 
ridad industrial. Andan cada macho con su hembra, á4 100 
brazas y más de fondo. 

63. Pez de Espada, Emperador. — Xiphias gladius 
Linn. Es el famoso del Mediterráneo, que suele dejarse ver 
en nuestras aguas. No hay que confundirlo con el Pez sie- 
rra, de que luego trataremos. Ofrece la particularidad de 
carecer de aletas ventrales. Debe sus nombres técnicos y el 
primer vulgar, á su arma plana y aguzada, en forma de es- 


— 111 — 


padón. Tengo un ejemplar procedente del Mariel, que mide 
120 m. de largo. Pez de corso. Llega 4 nuestro litoral en 
Abril y se ausenta en Septiembre. Atlántico europeo, afri- 
cano y americano, y también en el Pacífico. 

Carne excelente. Pesa de 150 á 200 kilos. 


Common Sword-fis). De 300 á 400 libras de peso. Carne esti- 
mada como alimento. (J. “ G.) 

El Profesor Goode— Natural History of Aquatic Animals — es- 
tima probable que el Pez de Espada, cuando es harponado, res- 
ponda al ataque con su ataque. Cita el caso de Mr. Blackford, 
veterano pescador de aquellos colosos, cuya embarcación fué 
agredida 20 veces. Owen compara el efecto de su golpe, al de un 
proyectil de artillería pesada. (Goode). 

Es el Pez espada y Espadarte de Andalucía, Galicia y Canta- 
bria; el Emperador de Mallorca, Menorca y Valencia; Espasa de 
Valencia; el Peir-espasa de Cataluña, Ibiza y Menorca. 

Zatanzas. Corrida para es desove, en Agosto. (1883). 

Mariel. Peso, de 10 á 40 arrobas. Carne muy buena. Desove 

en Junio. (1881). 


64. Aguja de paladar. Aguja blanca, — Zetrapterurus 
albidus Poey. Dorso azulado. Vientre blancuzco. Arma en 
orma de escofina. Tengo ejemplares de 60 centímetros de 
largo. La talla longitudinal del individuo adulto, es 2 me- 
tros ó poco más. Abundan en Junio y Julio, llegando á ve- 
ces hasta Agosto. La fuerza de la corrida para el desove, en 
Junio. ln este cuatrimestre andan apareadas. 

Carne buena de comer y siempre sana. Pesa en total, de 
20 4 50 kilos. Las huevas alcanzan á 15 kilos. 


Por lo que valga en trabajos ictiográficos de otra índole, indi- 
co que nuestros pescadores distinguen dos variedades — y quién 
sabe si especies — de Aguja blanca ú de paladar; asignando á la 
más corpulenta y de nuca más elevada, el apelativo de cabezona. 


Habana. Peso máx. 300 kil. Su pesca, sólo á cordel, es peli- 
grosa: se realiza de Abril á Septiembre, con más abundancia de 
Mayo á Junio. Arribazón, de Octubre á Enero. No se exporta ni 
conserva. Cons. loc, fresco. Pesca anual: 16,790 kil. (1891). 


— 112 — 

Matanzas. Desove en Agosto. (1883). 

Mariel. Máx. 460 kil. Carne buena. Pesca, en primavera y ve- 
rano. (1881). 

San Juan de Puerto Rico. Máx. 57'50 kil. Corrida, de Mayo á 
Julio. Cons. loc. fresco: 466 kil. (1891). 

Bill-fish, Spear-fish, Aguja blanca. La bifurcación de la cola for- 
ma un ángulo de 70 á SO grados. (J. € G.) 


65. Aguja de casta. — Zetrapterurus amplus Poey. Dor- 
so azul oscuro, vientre más claro. Línea lateral simple. Va- 
retas verticales, que Poev sospecha desaparezcan con la edad; 
si bien consiena haberlas observado en individuos que pesa- 
ban 250 kilos, dejando en pié la duda. 


Robustecen ésta, la creencia generalizada entre los pescadores 
eubanos, en punto á existir dos especies de Aguja de casta: una 
vareteada, que ofrece el cuerpo veteado transversalmente de azul 
pálido — que según el Maestro, se extingue con la vida— y dife- 
rente por ello de la que carece de tales listas. Distínguenlas ade- 
más nuestra gente de mar, en cuanto á sus bríos, en bomba, es 
decir, fácil de pescar; y trabajadora, que dá mucho quehacer para 
obtenerla. Pudiera referirse ésto al carácter del individuo: habrá 
quienes aguanten, y quienes nó; quienes se dejen inmolar sumi- 
sas, y quienes vendan su vida á costa de afanes y fatiga, y aun 
quienes hagan pagar su posesión con sangre: ésto se vé á diario 
en mamíferos— el hombre inclusive —en aves y hasta en insec- 
tos. De otra parte, se expresa que la vareteada ó trabajadora tie- 
ne la cabeza más pequeña; pero Poey dá como característica 
sexual femenina, la mayor magnitud cefálica. Lo es también la 
corpulencia del cuerpo. 


El macho es más pequeño: mide de 23 4 3 metros, y pe- 
sa de 75 4 125 kilos. La hembra pesa de común 300 kilos. 
Hay individuos que alcanzan á 500 y 750 kilos, de peso to- 
tal. Los ovarios suman 15 kilos y más: lo que dá de 40 á 
50 millones de huevos, cuya mitad puede ser fecundada. 
Deduúzcase ahora la riqueza prolífica de estos colosos. cuya 
carne es siempre sana, cuyos huevos son exquisitos. 

1] desove tiene lugar de Abril 4 funio y de Julioá Agos- 


— 113 — 
to. Vienen entonces á nuestras aguas, cada macho con su 
hembra. 

No se cogen sino adultos, porque solo vienen de corrida, á de- 
sovar, según asegura la gente de mar. Acaso también — y esta 
discreta observación es de D. Felipe Poey — por la magnitud del 
anzuelo empleado. Expresa también que los intrépidos pescado- 
res de Cojímar, Marianao, Bacuranao, traen todos los días al mer- 
cado esos corpulentos peces durante cuatro meses del año. 

No llegan á Matanzas, en su concepto, porque, fuera de la 
bahía, los pescadores son de nasa; y por razón análoga entiende 
que no se pescan en la costa del Sur. (Synops.) 

Por el distrito marítimo del Mariel, según mis datos oficiales 
y particulares, la zona entre Jaimanita y la Ortigosa pasa por ser 
abundante en Agujas: de dos á seis millas mar afuera. 

Indudablemente que son valentísimos, intrépidos en grado 
sumo nuestros héroes del mar, al ir, las más veces solos, en una 
cachucha ó análoga barquilla frágil, 4 buscar esos colosos, que an- 
dan por lo menos 4 100 brazas de profundidad. Para su pesca, 
sírvense de aparejos de curricán alambrados, y fuertes anzuelos 
con carnada de un pescado de á libra. Escalónanse á distancia 
de 20 á 25 brazas unos de otros, hasta tropezar con la mancha ó 
cardumen, en que si no todos, los más hacen su zafra. Mas cuen- 
ta, que cada presa es el gaje de un combate, y qué combate! Hay 
que trabajar mucho y bien: quizás como en ningún otro caso. 
Porque las Agujas emplean toda su pujanza colosal y luchan en 
su propio elemento, y el pescador apenas si puede afianzarse en 
su barquichuelo endeble, anegadizo, inseguro. 

«Cuando el animal ha tragado el anzuelo — dice el Tetiólogo 
cubano, tantas veces citado —sube á la superficie del mar, dando 
saltos prodigiosos; se agita en todos sentidos, se fatiga y se deja 
traer hacia la embarcación, en donde el pescador lo agarra con 
un garabato y lo remata antes de meterlo á bordo.» ( Mem.) 

Menos mal si siempre fuese así. No pocas veces es arrastrada la 
embarcación con rapidez vertiginosa, inmensurable, y el pescador 
tiene que arriar en banda el aparejo y aun cortarlo para salvarse. 
Tampoco son contadas las ocasiones en que esos valientes reciben 
crueles mordeduras de sus adversarios enfurecidos. Ay!ni son 
raros los casos en que la aguja se lanza fuera del agua, embiste 
al hombre, lo derriba y arrastra consigo, cuando no lo atraviesa 
con su tremenda escofina! 


— 114 — 

La bifurcación caudal forma un ángulo de 90 4 100 gra- 
dos. Ocho piés de largo. «Quizás una forma de la precedente.» 
(J. € G.) 

3. € G. colocan ambas especies en el gén. Tetrapturus de Rafi- 
nesque. 


Poey conviene con Cuvier, en que debe prevalecer el 
genérico Zetrapturus, abreviado etimológico de Zetrapteru- 
rus -—que alude á los cuatro apéndices 4 modo de aletas 
que hay en el arranque de la cola. (Mem. II, 242.) 


Carne buena. Peso total máx. 750 kil. Huevas, 15 kilos 
término medio. 


66. Aguja voladora. Aguja prieta. — Zistiophorus ame- 
ricanus Cuv. Se distingue á simple vista de las anteriores, 
por la altura extremada de su primera aleta dorsal, en su 
parte media. Crece menos y es más rara. Se le dice tam- 
bién Aguja voladora, porque al acercarse 4 bordo, suele em- 
bestir la embarcación y también al pescador, que solo estando 
muy avisor puede salvarse, excusar el terrible peligro de ser 
herido gravemente, si nó muerto. 


A esta familia corresponden: Abujeta, del Puerto de Santa Ma- 
ría; Aguja, de Andalucía; GFuya y Guya de paladá, de Mallorca, 
Menorca, Ibiza; Agulla y Ahulla, de Valencia y Cataluña. 

J. € G. la nombran 11. gladius Brouss., con el vulgar Sail-fish, 
sin atender á que el específico gladius se halla yá empleado tan 
cerca, en la primera especie de la misma familia. 

Jordan «€ Gilbert en el texto de sus preciadas Contributions to 
N. A. Ichthyology, pág. 421, tratando del T. amplus, expresan que 
ésta quizás sea una forma de T. albidus. Pero en la extensa Ad- 
denda el Corrigenda de la obra citada, dicen: que en vez de T. al- 
bidus, léase T. indicus C. € V., y que la sinonimia del texto susti- 
túyase por la que á continuación expresan, en la cual se hallan 
inclusos los dos específicos de Poey. 


«Se dá esta sinonimia —agregan — de acuerdo con el parecer 
del Dr. Lútken, que no admite más que 5 especies de Xiphiide. 
Es probable que esta opinión sea correcta, pero, como pertinente- 
mente se arguye por el Profesor Goode, la identidad de las espe” 


— 115 — 

cies americanas nombradas Tetrapturus albidus € Histiophorus ame- 
ricanus con sus representantes en el Viejo Mundo, todavía está 
por probar; y por muchos conceptos, es desear que se retengan 
los nombres americanos hasta tanto no se evidencie tal identidad.» 
Y concluyen con esta notable aserción del mismo Profesor Goode: 
«Unir especies de localidades separadas por grandes distancias, 
sin haberlas visto jamás, es muy desastroso para una apreciación 
adecuada de los problemas de la distribución geográfica.» (Proc. 
U. S. Nat. Mus. 1881, 427. J. « G. loe. cit, p. 909.) 

Si la identidad de las especies europeas con las americanas ex- 
presadas, como dice Goode, está por probar todavía; si conviene 
retener aquellos nombres americanos en tanto no sea evidente tal 
identidad, como corresponde entre naturalistas formales; si hay 
la circunstancia agravante de que se refunden especies que no se 
tuvieron á la vista; si por último, ese trasiego de nombres aumenta 
necesariamente las dificultades de saber á qué atenerse, en defini- 
tiva, tocante á nomenclatura, ¿4 qué Jlevar prematuramente á la 
sinonimia ambas especies poeyanas? 


ESCÓMBRIDOS. (Scombridi). 


De tanta cuenta como las precedentes, son las especies 
de esta familia, por la abundancia y calidad de sus carnes. 
Artículo de consumo en fresco, en salazón, en escabeche; 
alimento de industrias importantes, en otros países. A fé 
que en el nuestro pudiera serlo como en pocos, favorecién- 
donos en tan alto grado la riqueza de especies y de indivi- 
duos, las condiciones climatológicas, en especial la tempe- 
ratura media de nuestras costas y cayerlas, y sobre todo, ese 
Gulf Stream que nos auxilía tanto: barrera providente, que 
sólo deja paso para las costas norte-americanas á algunos de 
nuestros peces. Bueno es repetirlo. - 


67. Atún. — Orcynus Thynnus Linn. Dorso azul oscuro. 
Vientre grisáceo con pintas plateadas. Ojos pequeños. Dor- 
sal y anal falciformes. Caudal ampliamente ahorquillada. 


Frecuenta ambas costas del Atlántico septentrional. Lle- 
15 


— 116 — 
ya á 10 piés y más de largo, y media tonelada de peso: el 
mayor de los Escómbridos. (J. « G.) 
Suele pescárseles en nuestras aguas, de Mayo á Junio. 
Carne buena. Longitud, 3 metros. 


Atún de Andalucía, Toñina de Mallorca, Menorca, Ibiza; Ton- 
yina de Valencia y Cataluña. 

Horse Mackerel, Albicore; Tunny, de la gente que habla inglés, 
según la expresión de Groode. 

Poey cita otras especies de Atún. (Enum.) 

68. Bonito. — Orcynus balteatus Cuv. Azuloso. Pinnu- 
las azules, blancas en su borde posterior. Una faja amarilla 
procede del ojo, desvaneciéndose más ó menos completa- 
mente hacia atrás. Llega al Brasil. Común en la Habana. 

Carne buena. Longitud mayor, un metro. 

Muy recomendado para la confección de escabeche. 

Mantua. Tiene lugar la corrida en Abril y Mayo; las 
arribazones, en Diciembre y Enero. Abunda todo el año. 

Mariel. Le señalan un peso máximo de 6 kilos. 

69. Bonito de los navegantes — Orcynus Pelamys Lin- 
neo. Bien conocido por su color general plateado, dorso azu- 
loso, 4 bandas pardas longitudinales á cada lado del vientre. 
Frecuenta los mares tropicales y costas atlánticas de los Es- 
tados Unidos. Del Mediterráneo, del Pacifico y del Atlánti- 
co, llega á nuestro litoral. 

Es el de Andalucía, Galicia, Cantabria, etc. 

Oceanic Bonito — Euthynnus Pelamys L. (J. € G.) 

«Por tener la carne sanguínea, este pez se ha de comer con al- 
guna precaución. Esto sucede á todos los del mismo género, y no 
quisiera que la noticia diera motivo para una prohibición. Es 
tan considerable el númaro de los peces sospechosos por motivos 
leves, que si no atendiéramos más que á la salud del público, sin 
consideración de ningún género en favor de la excelente indus- 
tria piscatoria, sería preciso prohibir la pesca.» (Poey: Repert. 1). 


70. Albacora. — Orcynus Albacora Lowe. Dan este nom- 
bre en algunas localidades de nuestro litoral, á otra especie 
de Atún. 


— 117. — 

Tal la nombra Poey. Color de acero brillante. Vientre 
azul plateado. Pectorales negruzcas. Desova en primavera, 
por Mariel. 

Carne buena. 1 metro de largo. 

71. Sierra, — Cybium Caballa Cuv. Debe este nombre 
vulgar, ii las aleticas ventrales que preceden á la caudal. 
Cuando es joven le dicen Serrucho. 

Cuerpo alargado, cabeza aguzada, relativamente corta. 
En el joven, manchas indistintas amarillosas oscuras á los 
lados del cuerpo. Dientes fuertes, triangulares, compriml- 
dos: 30 —25. 

“Peces de los altos mares — dicen los Profesores Jordan 
y Gilbert —- graciosos en la forma, bellos en el color: de los 
mejores peces comestibles: among the best of food-fishes.” 


A la autorizada opinión de estos respetables Profesores, en fa- 
vor de este pez, injustamente proscripto, puede agregarse la de 
-D. Pablo Lesmes, pescador de los más fidedignos y entendidos, 
amigo muy estimado del Profesur Poey; la de su hijo D. Manuel, 
que no le va en zaga, y la de cuantos más he oido, concordantes 
todos en favor de la Sierra. Inverosímil parecerá que fuera prohi- 
bida su venta únicamente porque fué nombrada en abono de la 
inconveniencia de basar la proseripción de un pescado en la más 
leve sospecha, máxime si se trata de uno de mucha cuenta para 
los pescadores y para el público consumidor. Es de tenerse pre- 
sente — y no está de más el repetirlo — que á las veces paga un 
pescado bueno culpas de otro malo, por obra y gracia de la mali- 
cia y de la especulación bastarda; dándole al comprador ignoran- 
te, peor que gato por liebre: Picuda por Sierra. 


Frecuenta el Atlántico intertropical. 
bunda mucho, sobre todo en las menguantes de Julio 
y Agosto. 
Desova en Junio. 
Carne buena. Peso máximo 50 kilos. 


Habana. Los datos oficiales se refieren necesariamente al 
Serrucho, séase la Sierra joven; pues ésta todavía se halla pros- 


— 118 — 
cripta de los mercados, por las Ordenanzas Municipales de esta 
capital. 

Una errata tipográfica en dichas Ordenanzas -- Piena por 
Sierra, valió á ésta de escape, hasta que aquélla fué salvada. Ver- 
dad es que hoy tampoco puede el consumidor confiar en la efi- 
cacia de los preceptuado, y menos aún en su vigencia, puesto que 
por jenorancia ó quién sabe por qué—en las mesillas de nues- 
tros mercados nunca faltan los llamados Peces prohibidos, así 
los justos como los pecadores. 

Peso máx. 5 kil. Corrida, en Mayo y Junio. Arribazón de 
Octubre á Enero. No se exporta. Se conserva salado. Cons. local 
fresco. Pesca anual: 16,790 kilos. Artes: cordel sólo. (1891). 

Matanzas. Sierra. Máx. 15 kil. Corrida, en Mayo y Junio. 
Abunda más en Agosto y Septiembre por Punta de Maya. Arri- 
bazón, de Octubre á Enero. Exportación: vivo, ninguna; en hie- 
los, 3,500 kil. anuales. Consumo local, fresco: 10,000 kil. anuales. 
Se salan y curan. Pesca anual: 18,500 kil. Artes: cordel. Embar- 
caciones: botes, 20; tripulación, 40; tonelage, +. (1891). 

Datos anteriores (1880) confirman los actuales, si bien elevan- 
do el peso máximo hasta 2 arrobas. 

Las cifras expresivas de lo que se pesca, exporta y consume 
en este Distrito — y en los que se hallan en igual caso — dice 
bien á las claras que la Sierra es sana, como su consorte la Cu- 
bera. 

Cárdenas. Sierra. Peso máx. 8 kilos. (1891). 


San Cayetano. Serrucho. Máx. 12 kil. Corrida, en Abril y 
Mayo: todo el distrito. Arribazón Mayo y Junio. (?) Nose expor- 
ta ni conserva. Cons. loc, fresco: 11,000 kil. (1891). 

Mariel. Sierra. Máx. 15 kil. Carne buena. Corrida, en Junio. 
Serrucho. Peso máx, 5 kil. Carne muy buena. Corrida, en Ju- 
nio. (1881). 

Cienfuegos. Sierra. Máx. 16 kil. Recalo, de Junio á Septiem- 
bre, en costas y puertos. (1891). 


Santa Oruz del Sur. Sierra. Máx. 5 kil. Corrida de Mayo á 
Julio: en bancos y veriles de afuera. De esta especie y del Se- 
rrucho — que no es especie distinta, como allí dicen — se consig- 
na que «abunda y es de poco consumo.» (Carrasco, 1891). 

Trinidad. Casilda. Sierra. Máx. 10 kil. Se engloban la corri- 
da y la arribazón, consignándose que tienen lugar de Abril á 
Octubre: de cayo Blanco á Guaurabo, Cons. loc, fresco: 3,000 ki- 


; — 119 — 
los. Pesca anual: 3,000 kil. Artes: cordel, 26. Embarcaciones: bo- 
tes, 13; tripulación, 26. (1891). 

Manzanillo. Sierra. Peso máx. 3680 kil. (Será el Serrucho) 
Corrida, en Abril y Mayo: á los canales de afuera. Arribazón, de 
Octubre en adelante: de afuera. Cons. loc., salada y fresca. (1891). 

Cuba. Santiago. Sierra. Máx. 20 kil. También se reunen la 
corrida y la arribazón: de Abril á Octubre. Cons. loc. fresco. 
(1891). 

Fajardo. Pto. Rico. Sierra, Máx. 7 kil. Corrida, de Junio á 
Agosto. Cons. loc, fresco: 650 kil. (1891). 

Vieques. Pto. Rico. Sierra. Máx. 24 kil. Cor rida, en Junio 
entre Culebra y Vieques. Arribazón, en Enero y Febrero. Con- 
sumo local, fresco: 250 kil. (Morales, 1891). 


J. € G. Mevan esta especie al gén. Scomberomorus de Lacépede, 
con el vulgar Sierra. 

Con el mismo técnico, Se. caballa, y vulg. Cero Ó King-Fish, la 
estima el Profesor G. Brown Goode, a magnificent fish, que comun- 
mente llega á pesar 25 libras, y según se dice, hasta 100 libras. 
Entiende que el vulgar norte-americano Cero es corrupción del 
español Sierra. Stearns consigna que el King-Fish abunda mucho 
en la parte sur del Golfo y es común en algunas del norte. (Goo- 
de, Nat. Hist. of Ag. Anim.) 


El King-Fish es muy estimado en Saint Thomas (W. 1.) y se 


consume mucho, aun por las personas acomodadas, según mi pro- 
pia observación. 


72. Pintada. — Cybium regale Bloch. Fondo plateado. 
Fajas y pintas amarillas sobre el color común. Dientes 
triangulares, Porción anterior de la dorsal espinosa, negra. 

Carne buena. Alcanza á 10 kilos. 


Scomberomorus regalis, vulg. Cero. Boca grande. Dientes fuer- 
temente comprimidos, de 20-16. Desde cabo Cod al Brasil. Peso 
máx. 20 libras. Colocada con sus congéneres entre los mejores pe- 
ces comestibles. (J. € G.) 


King Cero ó Spotted Cero. En Florida Keys, Mega á 5 ó 6 piés 
de largo, y 4 20 6580 libras de peso. Anda por cayo Cod en estío. 
(Goode). 

Hállase también en Santo Domingo, Jamaica, Guadalupe. En 
Puerto Rico no tiene nombre vulgar expresado por Poey. 


— 120 — 

73. Peto. — Acanthocybium Petus Poey. Dorso aploma- 
do, vientre blanco. Dientes cortantes de 4pice romo, en pro- 
gresión ascendente de delante atrás. Caudal reducida. Las 
fajas longitudinales anchas del joven desaparecen en el 
adulto. Corpulento. Desova en verano. 

Carne buena. Visto de 150 metros de largo y 75 kilos 
de peso. En Mariel consignan 25. 


San Juan. Puerto Rico. Máx. 36'S0 kil. Corrida en Junio. 
(1891). 


74. Caballa. — Scomber pneumatophorus De la Roche. 
Fondo común azul. Unas 20 listas oscuras, onduladas. J'lan- 
cos y vientre plateados. Una mancha axilar negra. (J. £% G). 

Carne regular. Hasta 35 centím. de largo. 


Matanzas. Desova en Octubre. 

Mariel. De 500 gramos á 1 kilo de peso. 

También en Santo Domingo, Jamaica, Martinica, Puerto Rico, 
Brasil. 

La Caballa de Andalucía, Valencia, Galicia, pertenece al mis- 
mo género. 

Tinker Mackerel, Chub Mackerel, Easter Mackerel. 

75. Escolar, — Ruvettus pretiosus Cocco. Prieto. Esca- 
mas óseas salteadas. Ventana nasal redondeada. Retronariz 
vertical. Huesos de la cabeza llenos de una grasa fina que 
se escurre á lo largo del aparato gastro intestinal sin digerir- 
se, y de la cual es prudente no abusar. 

Carne superior á todas las marinas. Sin rival para los 
gastrónomos. Abunda en el estrecho de Messina, en las Ca- 
narias, en Cojímar y otros puntos de nuestro litoral, 4 gran- 
des profundidades. Corpulento. | 

Nuestros pescadores salen á escolarear en las noches 
bien oscuras de Septiembre y Octubre, en fondo de 300 bra- 
zas. Jácome, Duizaides, Lesmes y otros pescadores dignos 
de credito, afirman que llega á la superficie envuelto en fos- 
forescencia. 

Carne exquisita. Pesa 85 kilos y más. 


A 
Mariel. Peso máx. 111 kil. 
San Juan. Puerto Rico. Máx. 23 kil. Corrida en Junio. (1891). 


CARANGIDOS. 


Familia abundante en especies de grandes dimensiones 
y mala fama, por acriminadas unas, sospechosas otras, y 
susceptible alguna de ensiguatar. 

76. Jiguagua. — Carangus hippos Linn. Olivácea. Ama- 
rilla en la parte inferior. Una mancha negra en el opérculo 
y otra en el angulo inferior de la pectoral, la distinguen del 
Jurel. Anal amarilla. Caudal ahorquillada. Garganta sin 
escamas hasta la caudal. (Repert. 1.) 

En la Habana se la tiene por sana, 

Desova en la bahía y luego emigra. 

Carne regular. Alcanza 12% kilos. 


Mariel. Carne regular. Peso máx. 113 kil. Corrida, en prima- 
vera. 

Matanzas. Desove en Mayo. 

Cárdenas. Máx. 7 kil. 

Nuevitas. Máx. 112 kil. Cons. loc. fresca: 1,832 kil. (1891). 

Caranx hippus L. Flancos y vientre plateado ó dorado. Pecto- 
ral falciforme. Lóbulos de la cola iguales. Desde cabo Cod hasta 
las Antillas: común al Sur. Vulg. Crevallé, Horse Crevallé. (J. € G.) 

Cavally en Goode — ob. cit. —con el técnico Caranz hippos. 
Aunque se escribe é imprime Crevallé — dice — el técnico Cavally 
es el común entre los pescadores del Sur. Este último se aproxi- 
ma más al portugués Cavalha y ai español Caballa, que expresan 
Caballo. (Goode). 


77. Cojinúa. — Paratractus chrysos Mitchill. Oliváceo. 
Vientre amarillo de oro. Mancha negra en el opérculo. Car- 
ne regular. Peso 3 kilos. 

Habana. Desova en la bahía y luego emigra. 

Mantua. Abunda todo el año. Corrida, en Abril y Mayo. 


Virazón, en Diciembre y Enero. (1880). 
Matanzas. Desove en Junio. 


= 19) == 

Cienfuegos. Máx. 2 kil. Arribazón, de Julio á Septiembre: in- 
terior del puerto. (1891). 

Remedios. Caibarién. Máx. 0'920 kil. Corrida, de Julio á Sep- 
tiembre, en los veriles. Cons. loc. fresco: 6,500 kil. (1891). 

San Juan. Pto. Rico. Máx. 14 kil. Cons. loc. fresco: 2,307 ki- 
los. (1891). 

Caranzx, en J. € G. 


78. Pámpano. — Blepharis crinitus Akerly. Comprimi- 
do, romboide. Azuloso por arriba, amarillo de oro por deba- 
jo. Una mancha opercular y una pinta supraorbitaria negra. 
Ojos grandes. Boca oblicua en el joven, casi horizontal en 
el adulto. La considerable extensión de los 5 ó 6 primeros 
radios, filamentosos, de las aletas dorsal y anal se reduce en 
razón directa de la edad. Pectorales falciformes. Desde ca- 
bo Cod hasta Sur América. (J. «€ G.) 

Muy apreciada en Veracruz por la Cuaresma, en que se hace 
un gran consumo. 


Carne excelente. Llega á 3 kilos. 


Cobbler fishes. [J. € G.] 

Goode asigna el mismo técnico al que nombra vulgarmente 
Thread-fish, y dice que se le llama asimismo Shoemaker fish; que 
no tiene importancia en las aguas del Atlántico norte-america- 
no, y es solo notable por los filamentos de sus aletas que flotan 
hacia atrás 566 tantos de su propio largo. (Nat. Hist. of Aq. 
AÁnim.) 


Pertenece á la familia, el Pámpano andaluz y el Pampena de 
Cataluña y Valencia. 


79. Jorobado. — Selene argentea Lacép. “De las tres es- 
pecies de «Jorobado de la Isla — dice Poey —esta es la ma- 
yor, hien que no llegue á un pié de largo. Todos son platea- 
dos y de cuerpo más comprimido; el perfil cae súbitamente 
desde la frente. La presente se distingue por la prolonga- 
ción de la punta de la segunda dorsal y de la anal.” (Sínops.) 

Goode dá el mismo nombre técnico y el vulgar Silver Moon 


Jfish y Look Down. Sin importancia comestible, porque son tan 
comprimidos, que se les puede secar simplemente al sol sin más 


e YE NE 
preparación, conservando su forma y color. (N. H. of Ag. An.) 
Carne regular. 
Mariel. Máx. 1 kil. Carne buena. Arriba con la Biajaiba, 
(1881). Corrida, de 1? de Enero á 31 de Marzo, en la bahía. Ex- 


portación vivo, 506 kil. Cons. loc. fresco: 169 kil. Pesca anual 
máx. 1160 kil. (1891). 


Cuba. Santiago de. Máx. 200 gramos. Abunda todo el año. 
Cons. loc. fresco. (1891). 

San Juan. Pto. Rico. Le dicen Corcobado. Máx. 138 kil. Co- 
rrida en Junio. Cons. loc. fresco: 1,864 kil. (1891). 

Fajardo. Pto. Rico. Corcobado. Máx. 4 kil. Corrida, de Febre- 
ro á Mayo. Cons. loc. fresco: 200 kil. [Lanuza, 1891]. 


Argyreiosus vomer L. “La primera dorsal tiene filamen- 
tos muy prolongados; la ventral es larga; una faja oscura 
pasa oblícuamente por los ojos. Crece poco.” (¿Synops.) 


Selene vomer L. — Moonfish, Look: Down, Horse head. 

Azuloso: flancos y vientre plateados con reflejos de oro. Una 
ó dos espinas de la dorsal muy prolongadas y filamentosas en el 
joven: cortas en el adulto. Ventrales variadas en las distintas 
edades. Mares cálidos. (J. € G.) 


Vomer setipinnis Mitehill. “Es la especie más común. 
Todas sus aletas son de punta corta.” (¿Synops.) 


Selene setipinnis. Conocido en algunos puntos de la costa, con 
el nombre de Horse-fish; en North Carolina le dicen Moon=fish ó 
Sun=fish. De Kay lo llama Blunt-nosed-Shiner, variado á las 
veces por Pug-nosed Sluiner. Vive en verano las costas de Massa- 
chusetts, donde lo nombran Hump-backed Butter-fish. Alcanza de 
10412 pulgadas de largo. Estimado como artículo alimenticio 
excelente. (Goode, N. H. of Aq. An.) 

Selene setipinnis L. Horse-fish. Dorso verdusco: debajo dorado ó 
plateado Oblongo, rómbico. Perfil anterior, casi vertical. Boca 
oblícua. Pectorales falciformes. Radios ventrases diminutos. Amé- 
rica tropical, al cabo Cod. (J. € G.) 


80. Medregal. — Cuerpo comprimido. Color plomizo, 
más claro en el vientre. De las 7 especies que Poey consig- 
na con este nombre vulgar, en los gén. Seriola y Zonichthys, 


la mayor figura con 90 centímetros de largo. Carne regular. 
16 


— 124 — 
Reunidos por J. € G. en el gén. Seriola, vulg. Amber fishes, y 
las especies Yellow-tail, Rock Salmon, Rudder=fish. 


81. Salmón, — Zlagatis bipinnulatus Quoy et Galmard. 
Nombre vulgar impropio. Fusiforme. Cola muy ahorquilla- 
da. Las ventrales se alojan en una cavidad. Dorso azuloso. 
Vientre blanco. Fajas longitudinales azules, verdosas y ama- 
rillas. 

Alcanza 5 kilos de peso, y 70 centim. de largo. 

J. £G. lo nombran Elagatis pinnulatus Poey. 


De las Antillas á Florida. 
También de Polinesia y las Molucas. 


82. Casabe, — Chloroscombrus chrysurus Linn. Compri- 
mido. Dorso verde. Flancos y vientre, dorados. Boca obli- 
cua, negra por dentro. Una mancha negra en el arranque 
de la cola. 500 gramos de peso. 

Cabo Cod á Baja California y la India. Común en las costas 
sur atlánticas de los E. U. [J. « G.] 

Cuba. Santiago de: Máx. 200 gramos. Abunda todo el año. 
[1891]. 

San Juan. P. R. Máx. 46 gramos. Corrida, en Junio. Consu- 
mo local fresco: 1864 kil, [1891]. 

Fajardo. P. R. Máx. 90 gramos. Corrida, de Febrero á Mayo. 
Cons. loc. fresco: 10,000 kil. [1591]. 


83. Zapatero, — Oligoplites occidentalis Linn. Oblongo. 
Plateado. Sin escamas. (Quiebra Hacha de los contemporá- 
neos de Parra. Dorso azul claro, el resto blanco, plateado. 
Aletas amarillas. Largo 28 centím. 

J. € G.— Contrib. tv N. A. Ichth. Add. — deciden nombrarlo 
O. saurus Bl. € Schn. Parece sin escamas, porque las tiene hun- 
didas en la piel. Ambas costas de América Central, Antillas, Ba- 
ja California, New=York, etc. (J. € G.) 

84. Palometa, — Tres especies del gén. ZTrachynotus de 
Lacépede llevan este nombre vulgar en Cuba. 

7. glaucus Bloch. Oblonga. Fondo común azuloso: flan- 
cos dorados, 4 listas oscuras, verticales. Aleta dorsal segun- 


— 12 — 
da y anal, falciformes; caudal ahorquillada de lóbulos alar- 
gados. Común. Carne buena. Peso 13 kil. 40 centímetros 
de largo. 

La Sagra eleva su peso 4 40 ú 50 libras, confundiéndola con 
la mayor, que es la carolinus. [Poey, Repert. [.] 

Mares tropicales, norte de Carolina, Baja California. [J. € G.] 

Banner Pompano. El nombre de Pompano aplicado en los Es- 
tados Unidos á todas estas especies, es, según Goode, un término 
español, entre cuyos significados cuenta el de grape-leaf. 

El mismo nombre se asigna en la Europa occidental, á un 
pez muy diferente. (Goode). 

En Puerto Rico le dicen Palometa. 

T. ovatus Linneo. Poey no ha visto nunca las fajas ne- 
gras verticales que le pone Bloch, ni tamaño mayor de 25 
centimetros. (Synops.) 

_Azuloso. Flancos plateados. Dorsal y anal de lóbulos más ó 
menos negros. Mares cálidos, costas atlánticas de los Estados Uni- 
dos. [J. € G.] 

Round Pompano. [Goode]. 

T. carolínus Linn. Menos oblonga. Sin fajas verticales. 
Los dientes varían con la edad: los mayores, son edentes. 
(Synops.) 

Dorso azuloso. Flancos plateados en el joven, dorados en el 
adulto. Aletas plateadas ó sombrías. Dorsal y anal, falciformes. 
Longitud, 18 pulgadas. Antillas, hasta cabo Cod. 

Es el pez alimenticio más valioso de las aguas meridionales 


de los E. U. [J. dz G.] 
Carolina Pampano. La especie más común y más importante. 


[Goode]. 
Por el tamaño que se expresa creo que á esta especie se refie- 
ren los datos que siguen: 


Mariel. Máx. 6 kil. Carne buena. [1881]. 


Cienfuegos. Máx.10 kil. Arriba, de Junio á Septiembre, á las 
costas y puerto. [1891]. 


Nuevitas. Máx. 11 kil. Cons. loc. fresco: 1532 kil. [1591]. 
Matanzas. Desove en Junio. [1880]. 


85. Piloto, — Vaucrates ductor Linné. Fondo común 


E o pe 

azuloso. 50 7 fajas transversas oscuras. Pelágico. Frecuen- 
ta los mares templados y tropicales. Raro en nuestras cos- 
tas y en las atlánticas de los l?. U. Carne regular. 28 cen- 
timetros de largo. 


También llamado Romero, Se le dice Piloto, porque 
sirve de guía á los tiburones. Se le ha visto acercarse ú re- 
conocer, y regresar á donde estaba el Escualo, que vino en 
seguida ú4 tragar la carnada. 


Poey lo oonsigna (Synopsis), mis informes concuerdan, y 
Ginther (Study of Fishes) dice: «El Dr. Meyer, en su Reise und die 
Erde, consigna que «el Piloto náda constantemente delante del 
tiburón. Hemos visto en tres ocasiones al escualo guiado por el 
Piloto. Cuando aquél se acercaba al buque, nadaba el Piloto in- 
mediato á la nariz ó junto á una de las aletas del tiburón. A ve- 
ces se lanzaba veloz adelante ó á los lados como si buscase algo, 
y volviendo siempre á donde estaba el escualo. Cuando arroja- 
mos al mar un trozo de tocino sirviendo de carnada á un anzue- 
lo grande, el tiburón se hallaba á unos 20 pasos del barco. Con 
la rapidez del rayo, el Piloto lo alcanza, olfatea el regalo, al ins- 
tante retrocedió hacia el tiburón, nadando repetidamente en tor- 
no de su hocico y chapoteando como para darle noticia exacta 
del tocino. Empezó entonces el tiburón á moverse tras el Piloto 
que le enseñaba el camino, y á poco quedó enganchado en el an- 
zuelo.» Otra vez según el mismo Meyer, dos pilotos acompaña- 
ban un tiburón. Éste, según todos los informes y observaciones, 
jamás daña á sus comensales. El caso no es único: en los colosos 
marinos, en aves, etc., se registran análogos. 


La nombradía del Piloto data de lo más remoto: es el Pompi- 
lus de los antiguos. 

Se está de acuerdo en aceptar que el pequeño busque el am- 
paro del grande, que ande á la que se te cayó, bien de las miga- 
jas de sus comilonas, bien de sus deyecciones. Mas ¿por qué el 
Piloto de preferencia entre tantos vividores? 


Y aún prescindiendo de todo lo demás ¿á qué ese explorar, 
ese ir y venir, ese preceder al escualo, camino de su perdición? 

El joven difiere tanto del adulto, que se formaron géneros 
distintos — Nauclerus Cuvier, Naucrates Rafinesque — refundidos 
en el vigente actual por Gill. 


o 
Pilot=fish, Romero. Boca oblícua, pequeña, terminal. Caudal 
grande, carnosa. Pectorales cortas, anchas. Ventrales algo gran- 
des. En todos los mares cálidos. (J. «€ G.) 
J. € G. consignan el mismo trivial Pilot-fish en la sinonimia 
vulgar del Coregonus quadrilateralis Richardson, fam. Salmonide. 


ELACÁTIDOS. 


Esta familia se halla representada en nuestra piscifauna 
por el 

86. Bacalao, — Zlacate canada Linne. Mal llamado asi, 
como dije al tratar del Abadejo, primsro de nuestros Pérci- 
das en la distribución poeyana. (Pág. 35). 


(9) 


Fondo común, oliváceo. Vientre plateado. 3 fajas late- 
rales: una central ancha, más oscura; una sobre ésta y otra 
debajo, menos visibles. Cabeza deprimida, sin disco adhesl- 
vo. Boca regular. Lóbulo superior de la caudal algo más 
largo que el inferior. Pectorales anchas, bifurcadas. En to- 
dos los mares cálidos. Pescado en la Habana, Batabanó, 


Matanzas, Mariel, etc. No es común. 
Carne buena, muy estimada. Peso máximo, 5 kilos. 


Grab-eater, Cobia. Comprende esta familia un solo género y 
probablemente una sola especie. Pez grande, fuerte, voraz. Acci- 
dentalmente en las costas atlánticas de los E. U. 5 piés de largo. 
(JS. de G.) 

Cobia or Crab-eater. Cosmopolita. Solitario, según Holbrook, 
prefiere las aguas profundas, claras, y solo se pezca al cordel; es 
muy voraz consumiendo muchos pececillos, sin desdeñar los 
erustácios. Mitchill ha contado en el estómago de uno, hasta 20 
cangrejos y varios peces chicos. De Kay cita el caso de haber un 
Crab-eater destruido cuantos pescados le acompañaban en cauti- 
verio. Goode le asigna un peso máximo de 15420 libras, y 5 
piés de largo. Mitchill lo encomia como pescado alimenticio. 
Cría en Chesapeake Bay. Mr. R. E. Earl logró en 1880 fecundar 
artificialmente huevos de Cobia en aquel criadero. (Goode). 

Sinonimia vulgar norte-americana. En Chesapeake Bay le 
dicen Bonito y Coal-fish; en la Florida occidental, Ling ó Snooks; 


ES 


en Bermudas, Cubby-yew; en la Florida meridional y oriental, 
Sergeant-fish, por las fajas laterales del cuerpo á modo de galones. 
En las Bermudas, le nombran Cubby-yew. (Goode.) 

Mis datos sobre el litoral cubano se reducen actualmente á lo 
que sigue: 

Habana. Máximo, kilos. Arribazón, de Octubre á Enero, 
como en Matanzas. No se exporta. Se sála y se cúra. Artes: cor- 
del solo. Pesca anual: 48,180 kilos. (Paredes Chacón: 1891). 


= 
l 


E 

2 
l= 
po 


EQUENÉIDOS. (Echencidi). 


Cuentan en esta familia los peces á quienes las tradicio- 
nes de Plinio concedian la aptitud de detener embarcacio- 
nes en su curso. Á esta fábula dió origen la Pega, por tener 
un disco con el que forma un vacio muy poderoso. 

Este órgano sucesor, adhesivo, á modo de ventosa, proce- 
de de la primera aleta dorsal espinosa, transformada en una 
doble serie de láminas cartilaginosas, transversales, movi- 
bles, dentadas en su borde libre, posterior, y que ocupa la 
parte superior de la cabeza y el cuello. Sírvense de este 
aparato para fijarse en otros animales y objetos—buques por 
ejemplo, como parásitos O comensales; ó simples pasajeros 
en tren express, para salvar en breve tiempo grandes dis- 
tancias, sin más que aferrarse bien. Rémora de los antiguos. 
Reverso de los conquistadores, porque cuando se fijan pare- 
cen al revés. El nombre Pegador es de Parra. 

Seis especies de Pega, Rémora 6 Pegador, cita el Profe- 
sor Poey, distribuidas en 4 géneros. 

Una de ellas suele hallarse en las branquias de las Picu- 
das — sphyraenarum; otra en las Agujas — tetrapturorum; 
otra en los Tiburones — remora; otra se distingue por el 
brillo metálico de su color verde general — metallica. 

De la conquista data el relato de que los indios aplica- 
ban el Guaicán á la pesca de Tortugas, á cuyo fin llevában- 
le atado á sus piraguas, lanzándoles sobre dichos Quelonios, 


— 129 — 

En las costas orientales de Africa se aplican todavía á la 
pesca, particularmente de tortugas, según F. Holmwood 
(Proc.of the Z. 5. of London, 1884. Ln Zoología de Colón, por 
J. TI. de Armas). Para comerlas hay que desollarlas. Poey di- 
ce que la carne es buena y jugosa, sin dejo desagradable. 

Llega á un metro de largo. 

87. Pega. — £Echeneis remora Linné. Fondo común, par- 
do oscuro uniforme. Homodonta. Una faja negra, realzada 
por otra blanca inferior, se extiende desde el extremo del 
hocico 4 lo largo del tronco. El disco adhesivo entra en la 
longitud total del cuerpo, más de cuatro veces, y cuenta de 
21 á 24 pares de láminas óseas. ls la más común. 


Se encuentra asímismo en el Mediterráneo, Indias Orientales, 
Japón. (Enum.) | 

Remora. De los mares cálidos, al N. hasta New-York y San 
Francisco. Se halla comunmente adherida á tiburones de gran 
talla: (J. dG.) 

Suckers Ó Sucking-fishes. No se les come, é interesa conocerlos 
como enemigos de muchos peces importantes. (Goode.) 


Las 5 especies siguientes llevan también el nombre de 
Pega. 

Rhombochirus tetrapturorum Poey. Pega de las Agujas. 

Disco amplio según la edad, con 18 4 23 pares de lámi- 
nas. Heterodonta: en ambas mandíbulas, el vómer, la len- 
gua. Parte inferior de la cabeza, linea ventral, una mancha 
en las pectorales y una parte de las ventrales, de color más 
claro que el resto del cuerpo. 


«No he aceptado el nombre específico de Cuvier, porque indu- 
ce á creer que los radios pectorales no son articulados ni ramo- 
sos. Según A. Duméril no son blandos, sino óseos; si fuera así, 
mi especie sería diferente. He disecado y representado esta aleta 
en mis Memorias.» (Poey, Enum.) 

En los Echeneis -— según Jordan y Gilbert —son normales, es 
decir, blandos, flexibles, los radios de las aletas pectorales; en los 
Rhombochirus son rígidos, anchos, óseos. Estos últimos — como la 
etimología genérica indica: rombo y mano — tienen sus pectora- 


— 130 — 
les de forma rombal, cortas, anchas, de radios planos, amplios, 
duros «aunque provistos de la articulación usual, parcialmente 
osificados.» (J. di G.) 

J. € G. dan la primacía al específico de Cuvier: Ke. osteochir. 

Leptecheneis Naucrates L. Pega, Guaicán. Pegador. Pardo azu- 
loso, dorso y vientre oscuros. Una lista negruzca salpicada de 
blanco, ancha, se extiende del ojo al hocico. Caudal, pectorales y 
ventrales, negras, con bordes pálidos. Disco alargado. (J. «€ G.) 
Descrita por Poey — Mem. 11 — con el nombre de Echeneis Guai- 
can. A esta especie corresponde lo dicho sobre aplicación piscato- 
ria por los indios cubanos, calidad de sus carnes, etc. 

J. € G. prescinden del primer nombre poeyano, y mantienen 
el de Echeneis naucrates L., con el vulgar Pegador. 

Phthirichthys líneatus Menzies. Disco dos veces tan largo co- 
mo ancho, entrando 43 veces en la longitud del cuerpo. Color 
negruzco con dos fajas laterales blanquecinas. Mares tropicales 
hasta South Carolina. (J. € G.) 

En su sinonimia incluyen J. € G. la Phth. sphyrenarum (pá- 
gina 970.) 

Como característica genérica señalan 10 láminas en el disco, 
dientes cortantes en el palatino. La etimología: piojo y pez. 

Leptecheneis metallica Poey. Verde con brillo metálico, atenua- 
do en la garganta. Una lista más subida, del opérculo al maxi- 
lar, por debajo del ojo. (Mem.) 


CORIFÉNIDAS. (Coryphenidee). 


ln esta familia ficuran varias especies de corso, alguna 
de mucha cuenta. La más notable y común es el 

88. Dorado, — Coryphena hippurus Linné. Gran Delfin. 
Oliváceo en la parte superior. Blanco ó dorado en la infe- 
rior, salpicado de azul luciente. Caudal amarilla. La bri- 
llantez de sus colores en vida, desaparece instantáneamente 
con la muerte. 


Es el Dorado ó Delfin de los antiguos. 

Ardiente perseguidor de los Peces voladores, cuyos saltos fuera 
del agua sirven de seña segura para conocer la presencia de los 
Dorados. 


— 131 — 


Es el mismo que recorre las alturas del Atlántico. En todos 
los mares cálidos. Común en el Golfo de México. 


Jordan y Gilbert le asignan 6 piés de largo. 
Carne buena. En Mariel le señalan 10 kilos. 


El Dorado de Andalucía y el Dawrad ó Daurat de Mallorca, 
Menorca é Ibiza, pertenecen al mismo género. 


BR ÁMIDAS. (Bramde). 


Representan esta familia en Cuba, 3 especies del género 
Brama, que llevan el nombre vulgar de la siguiente, que es 
la más notable. 


89. Catalufa de lo alto. — Brama Agassizi Poey. 


Jordan y Gilbert, siguiendo á Cuvier, dan como característi- 
ca genérica la carencia de vejiga natatoria. Poey la ha visto, 
reventada por los gases que habían echado el estómago del pes- 
cado fuera de la boca; y yo también, en este último caso. 

Ello proviene de habitar las grandes profundidades, lo alto, 
como señala su específico vulgar, y en la Introducción quedó ex- 
plicado. 


Fundan su nombre trivial, el color rojo y el tamaño 
orande de sus ojos — que ocupan el centro de la cabeza. 

Carne exquisita. Poey describe un individuo de 60 cen- 
timetros de largo. 


LAMPRÍDIDOS. 


Representada en nuestras aguas de vez en cuando por 
una de las especies más bellamente coloreádas, que se ha- 
llan en las regiones septentrionales del Atlántico, y que 
también se deja ver por el Mediterráneo. 

Es la 

90. Mariposa. — Zampris guttatus Brinnich. Color lila 


salpicado de plata. Vientre rosado. Dorso, cabeza y opércu- 
17 


— 132 — 
los, azul marino. Aletas, vermellón. Carne colorada. Cuer- 
po comprimido. Mide, según Lowe, de 3 á 4 piés. 
Llega 4 pesar 44 kilos. (Poey, Repert. 1). 


Alcanza 4 piés y más de largo, y «se dice que es excelente de 
comer.» (Goode.) 


LEPTÚRIDOS. 


Sus representantes cubanos no reclaman más que una 
simple mención, por lo extraño de sus formas. Son los dos 
siguientes: 

91. Tirante, — Avozymetopon tentatum Poey. Compri- 
mido. Ventrales rudimentarias. Dorsal extendida desde el 
occipucio al arranque de la cola, que es muy reducida y 
ahorquillada. Ano en la región media del cuerpo. Muy ra- 
ro. Largo como de metro y medio y 10 centím. de alto. 

92. Sable. — Zepturus lepturus Linn. Cuerpo acintado. 


Cabeza larga. Boca ancha. Dientes desiguales muy fuertes. 
La dorsal ocupa todo el dorso. Anal muy larga. Color pla- 
teado uniforme. De mares cálidos. 

Peces de lo alto muy voraces, que alcanzan considerables 
dimensiones: según J. Y G., 39 +120 vértebras. 

En el Mariel le asignan 1 y medio kilos de peso, y esti- 
man regular su carne. 


A la misma familia pertenecen el Pez sable de Andalucía, y el 
Sabre de Cataluña y Valencia. 

Mariel. Máx. 13 kil. Carne regular. Corrida, de Enero á Mar- 
zo. Exportación, vivo, 445 kil. Cons. loc. fresco: 223 kil. Pesca 
anual, máx. 1,150 kil. (Veiga, 1891). 

J. € G. le colocan en el género Trichiurus de Linné, que vale 
por cola capilar. A esto responde también el vulgar norte-ame- 
ricano Hair-+tail. En la costa de Texas le dicen Sabre-fish y Silver 
Eel. 

Tricmhiurus lepturus. Vulgarmente Cutlass fish, en las Antillas 
inglesas. Mide regularmente de 25 4 30 pulgadas, mas alcanza 
hasta 5 piés de largo. Tiénesele por bueno de comer. (Goode). 


— 138 — 
Sus representantes en Cuba son el Matejuelo real — 1Ma- 
lacanthus Plumieri — y el Tumba — Caulolatilus cyanops — 
ambos de poca cuenta. 


J. dí G. describen dos especies de Caulolatilus, con los vulgares 
White-fish y Yellow-tail, una, y el de Blanquillo la otra. 


ESFIRÉNIDAS (Sphyrinide). 


Aorupación muy notable, porque sus individuos son de 
mucha cuenta en razón de su abundancia, de su magnitud 
y de su categoría gastronómica. Figura en ella la famosa 
Picuda 6 Barracuda, de que trataré en la sección de nues- 
tros Peces siguatos Y susceptibles de ensiguatar. En ésta no 
caben más que las dos especies siguientes: 

Primero en derecho culinario y por lo tanto en tiempo, 
es el 

93. Guaguanche,. — Sphyrena Guaguancho Cuv. Dicho 
también GFuaguancho y Fuabancho. Cuerpo alargado, fusl- 
forme, ciliudroide. Cabeza muy larga, aguzada. Dientes an- 
chos, agudos, desiguales, mandibulares y palatinos. 24 vér-. 
tebras. Caudal ahurquillada. Una faja verdosa encima de la 
línea lateral. Pescado siempre sano. Carne de muy buen 
gusto, apreciada por los gastrónomos, particularmente frito. 

En la Habana se pesca por partidas, que abundan más 
á fin de año, cuando realizan arribazones. Inmigran en pri- 
mavera para desovar, permaneciendo en nuestra bahía con 
sus crias: á éstas se les da el nombre de Pelones. 

El adulto alcanza 13 kilos. 


Habana. Máx. 500 gramos. Corrida, en Mayo y Junio. Arri- 
bazón, de Octubre á Enero. Cons. loc. fresco. No se conserva ni 
exporta. Artes, de red. Pesca anual: 48,180 kilos. (Paredes 1891). 

Mariel. «Se pesca en pequeñas cantidades, y se nota disminu- 
ción gradual de año en año. No se conoce corrida, y se cree que 
el que se pesca es criado en esta bahía, por haberse encontrado 
huevado en diversas épocas del año.» (1887). Datos posteriores 
arrojan lo que sigue; 


— 134 — 
Peso máximo, de 500 gramos á 1 kilo. Corrida, de Enero á 
Marzo, en la Bahía. Otro informante [1891] dice que en prima- 


vera. Exportación vivo: 519 kil. Cons. loc. fresco: 163 kil. No se 
conserva. Pesca anual, máx. 1,190 kil. [1891]. 


Mantua. Le dicen Guavancho. Abunda todo el año. Corrida, 
de Abril á Mayo. Arribazón en Diciembre y Enero. [1880]. 


Cienfuegos. Máx. 600 gramos. Arribazón, en Enero: bajos dei 
puerto. (Aguirre, 1891). 

Según dice D. Luís A. Ramos, vocal de aquella Comisión de 
Pesca, con la malla reglamentaria — véase Lisa-- desaparecería 
la pesca del Guaguanche. Es de de atenderse á ésto — dice — 
«perque dada la abundancia de este pez en la corrida, su falta 
influzwría de una manera muy sensible en la balanza del mercado». 
Agrega que, «si la Junta tiene el deber de mirar por la procrea- 
ción de ¡os peces, cuidando de que no se mate su cría, no por eso 
debe desatender al pescador y al público consumidor por un ex- 
ceso de celo.» También se invoca en favor de la modificación de 
ja malla reglamentaria, propuesta al tratar de la Lisa, dla situa- 
ción excepcional de 300 familias» Propónese, igualmente, que 
esta red así modificada, «se use sólo en los litorales N., S. y O. de 
la bahía; estándole vedada la parte oriental, desde la parte de 
Guanaroca hasta la punta de La Cueva, como principales criade- 
ros de una multitud de peces» Y por último, que en aquella «de- 
marcación sólo les sea permitida la red volante de 25 milímetros, 
arte que podrán emplear en cualquier pesquero de Jagua.» 


Reducidas las mallas, á buen seguro que quedara ningún 
adulto para contarlo. Esto lo sabe tan bien como yo, cualquier 
chinchorrero. Antes que de las crías, se cura el legislador de pre- 
servar —en cuanto cabe — las hembras enovadas y los machos 
fertilizadores de sus posturas. Destruidos los sementales, como de 
seguro se destruirían aceptada que fuese la modificación propues- 
ta, en todo pudiera pensarse menos en tener crías. Esto de sen- 
cillo se pasa. Es así como hay que atender al pescador y al pú- 
blico, así es como se debe considerar la situación excepcional de 
las familias. 


Trinidad. Le dicen Guabancho. Máx. 1 kil. Corrida, en Marzo 
y Abril. Cons. loc. fresco. 800 kil. Artes: cordel 4, redes 2, chin- 


chorro 1. Embarcaciones: botes 2, cayucos 2, tripulación 10. 
(1891). 


— 135 — 

Nuevitas. Máx. 1 kil. Corrida en Junio: esteros y ensenadas. 
Cons. loc. fresco: 952 kil. (1891). 

Guantánamo. Máx. 0'50 kil. Corrida, en Mayo y Junio, al 
puerto. Arribazones, en Enero, á las bocas. Cons. loc. fresco. (Pe- 
riu, 1891). 

Cuba. Santiago de. Máx. 1 kil. Abunda todo el año. Consu- 
mo local fresco. [1891]. 

Goode dí Bean le asignan 18 pulgadas de largo. Desde cabo 
Cod hasta Florida y Cuba. (J. «€ G.) 


94. Picudilla. — Sphyrena Picudilla Poey. Adelgazada 
en ambos extremos. 2 listas pardo-doradas paralelas, 4 lo 
largo del cuerpo, en su parte media. Congénere del Gua- 
guanche y la Picuda, pero especie distinta. Vive en la bahía 
de la Habana en igualdad de caso y condición que el Gua- 
guanche, según Varela y Lesmes. Común. Desova en pri- 
mavera. 

Carne buena. 60 centímetros de largo. 


POLINEMÁTIDOS. 


¡_PxrRI  _—— 


muchos hilos -— 


La genérica radical de esta familia 
alude á los apéndices procedentes de la pectoral, que funda 
también el nombre vulgar de sus dos especies cubanas. Solo 
cito la siguiente: 

95. Barbudo. — Tr on plumieri Lacép. Siete apén- 
dices pectorales. Plateado. 

Mariel. Carne buena. Máx. 1 kil. [1883]. Corrida, de Enero 
á Marzo, en la bahía. Export. vivo, 982 kil. Cons. loc. fresco, 283 
kil. Pesca anual máx. 1200 kil. [1591]. 

e Desove en Marzo. [1880]. 

J. £ G. funden el género Trichidion en el Polynemus. 


MUGÍLIDOS. 


Todas sus especies son importantes, por el grado de de- 
sarrollo que alcanzan algunas, cuanto por la buena calidad 


> 
de sus carnes y huevas. A la cabeza de sus representantes 


cubanos se halla la | 

96. Lisa. — Mugil Lebranchus Poey. Como características 
más notables exhibe: las mandíbulas desdentadas, provistas 
de cilios cortos, flexibles, y la oreanización particular de 
su aparato digestivo. 

Los notables trabajos anatómicos del Prof. Gúnther acerca 
de la Lisa — que reproducen los Profesores G. B. Goode, Jordan 
dí Gilbet y otros — explican bien el proceso alimenticio de este 
importante Mugílido. 

La ingestión de alimentos tiene lugar, tomando una cantidad 
de arena y cieno, que luego es sometida á la acción de los hue- 
sos faríngeos durante algún tiempo: expulsando por último las 
partículas más groseras é indigestas. 

Para prevenir el paso de cuerpos mayores al estómago, así 
como á través de las branquias abiertas, los Órganos faríngeos se 
hallan modificados de suerte que constituyen un filtro. 

Los huesos suprafaríngeos — upper pharyngeals — tienen una 
forma algo irregular: un tanto arqueados, con la convexidad ha- 
cia la cavidad faríngea, agusados por delante, anchos por detrás. 
Están, además, cubiertos por una membrana espesa, blanda, que 
alcanza más allá de la margen del hueso, y está sembrada super- 
ficialmente de cilios córneos diminutos. 

Cada arco branquial dispone á cada lado en toda su exten- 
sión, de una serie de peines ó rastrillos branquiales estrechamen- 
te unidos, que penden lateralmente; quedando cada serie adap- 
tada por modo estrecho á la del arco inmediato. Constituyen, 
pues, en su conjunto, una criba ó tamiz, admirablemente ade- 
cuada para dar paso solo al agua, reteniendo al mismo tiempo 
toda otra sustancia en la cavidad faríngea. 

El estómago es muscular — á la manera de la molleja en las 
Aves. 

El conducto intestinal ofrece también particularidades, como 
es consiguiente. Describe muchas circunvoluciones, al punto de 
medir dos metros de largo en un individuo de 31 centímetros. 
(Gúnther, Study of Fishes; Goode, Nat. Hist. of Aq. Anim. J. «€ G., 
Contrib to N. A. Ichth. 


Color aplumado en la parte superior, con reflejos verdo- 
sos en el lomo; plateado en la inferior. Boca reducida, man- 


E E RE 
díbula inferior atrasada. Primera dorsal alojada en una ca- 
vidad; pectorales azulosas; ventrales y anal blancas; las 
demás aletas verduscas, y la caudal profundamente escota- 
da. Llega á 80 centimetros de largo. 

Carne buena, abundante. Huevas muy apreciadas. Se 
consumen éstas y aquéllas frescas, saladas y curadas, como 
adelante veremos. - 

Al joven suelen decirle CFalambote, al adulto Lebrancho. 
La que en Mariel y otros puntos nombran Liseta, debe ser 
el individuo de mediano desarrollo. 


Su importancia culinaria, industrial y comercial, impone el 
tratarla con tanta extensión como permiten los datos de que dis- 
pongo, relativamente á cada distrito de nuestro litoral. Son los 
siguientes — entre los que consigno algunos á beneficio de inven- 
tario — como resultado del Interrogatorio oportuno (1). 


=== 


(1) Comandancia General de Marina del Apostadero de la Habana.—Inscripción 
Marítima. —INTERROGATORIO que debe ser contestado por las Comandancias de las 
Provincias y Ayudantías de los distritos, sobre la Lisa. 


Preguntas, 


1% Establecido yá que por corrida se entiende la época del desove, y por armba- 
2ón el buscar refugio en las costas durante el mal tiempo, ¿Cuándo tiene 
lugar la corrida de la Lisa? 

22 ¿Cuándo la arribazón? 

32 En uno ú otro caso, ó en ambos ¿de dónde procede? 

41% ¡En dónde lo verifica? 

52 ¿Qué tiempo dura la corrida y cuánto la arribazón? 

62% Durante dichos movimientos ¿qué vientos reinan? 

Si los de algún cuadrante tienen particular influencia en la corrida ó en la 

arribazón ¿cuáles son y de qué modo influyen? 

s% ¡Las Lisas llegan juntas ó en determinado orden? 

9% ¿Son precedidas, acompañadas ó seguidas por otros peces? 

10% Caso afirmativo determinar: 

12 Quienes son. 
22 Con qué fijeza llegan. 
32 En qué orden. 
47 En qué cantidad. 
11? ¿Cuál es el tamaño ó el peso de las Tuisas? 
17 Al realizar la corrida. 
2? En su mayor desarrollo. 
12% ¿Qué peso presentan las huevas de las hembras? 
1? Antes de la época del desove. 


— 138 — 

Habana. Le dicen Liseta, cuando aún no se halla en estado de 
procrear; Galambote, después de haber desovado; Lebrancho, la de 
mayor tamaño; de 4 kilos en adelante. Lomo y aletas oscuras 
tirando á negro. Vientre blanco. Pesu: de 13 á 4 kilos; mínimo 
indicado para la venta, 500 gramos. Huevas: de 120 á 500 gra- 
mos de peso. Se informa que pudieran salarse como las de otras 
especies que abundan en la Isla. La escasez de sal, por falta de 
explotación de salinas, hace más caros esos artículos. Las sala- 
zones que vienen de los Estados Unidos y Europa se venden más 
baratos que los pescados salados aquí. Esta industria no existi- 
rá mientras no se adopten resoluciones favórables á la creación 
de salinas en nuestro litoral: cosa bién fácil. Régimen limívoro. 
— Vive abandante y cría en la bahía. 


22 Al realizar este acto. 
13% En tal ocasión ¿presentan alguna particularidad las glándulas seminales de 
los machos? 
14? ¿Qué alimentos contiene entonces el estómago en uno y otro sexo? 
15% Al realizar la corrida ¿presenta alguna novedad 


12 En los colores. > 
27 En las aletas. 


37 En el grado de robustez. 


4% En la voracidad, etc.? 
16% ¡Qué influencia tienen las fases de la luna en la arribazón? 
17% ¿Cuál tienen en la corrida! 
18% Dada la existencia de esteros ó de trozos de mar en que la Lisa verifica la 
funciones de reproducción, determinarlos con límites precisos. . 
19% Determinados que fueren ¿será conveniente prohibir la pesca en ellos de un 
modo absoluto durante todo el tiempo que en dichos actos se emplea? 


20? Consecuente con las preguntas 1? y 2% ¿en qué época debe fijarse la veda? 

21? ¿Cuánto tiempo ha de durar? 

22? ¿Qué peso debe de fijarse á la Lisa para ser vendida legalmente? 

23% ¿Qué razones hay para la prohibición absoluta en tiempo de veda? 

24% ¡Cuáles en contra? 

257 Caso negativo, fundado en estas últimas ¿con qué artes pudiera permitirse 
la pesca fuera de los puntos de desove? 

26? En la Lisa que habita ó arriba á esa localidad ¿cuál es 


1? El color general del cuerpo. 
2? El del lomo y del vientre. 
37 El de las aletas pectorales. 
4% El de las ventrales y anal. 
27? ¡En esa localilad se designa la Lisa joven con el nombre de Galambote? 
28% Cuando es adulta, ¿se le llama Lebrancho? 
29% Alguna particularidad además del tamaño ¿funda el nombre de Galanbote? 
30% Sucede otro tanto para decirle Lebrancho? 
31% El nombre de Liseta ¿radica en determinados caractéres, que haceen de ella 
una especie distinta de la Lisa ó se basa solo en su menor tamaño? 


— 139 — 

La corrida tiene lugar en las dos lunas de Noviembre y Di- 
ciembre. Procede de las lagunas y esteros. Con viento Sur reca- 
la con mayor abundancia. Después del desove, los adultos se 
retiran á su residencia. No tiene punto fijo de desove: ordinaria- 
mente en los esteros, donde vive todo el año. Existe en la costa 
Sud un estero llamado Santa María, con siete y medio pies de 
agua á la entrada, muy abundante en Lisa; cuyo estero comuni- 
ca por varios canales con el fondeadero llamado de los Perros, 
del que dista dos leguas. 

Cuanto á la veda, en razón de no ser fijos los puntos de deso- 
ve, se interesa que solo se prohiba en absoluto formar Corrales 
en las lagunas en que reside, ni en los esteros á donde sale á de- 
sovar. Debe prohibirse — agregan los informantes — solamente 
con redes de atajo ú de enmallar, como lo verifican ahora. — Las 
crías se hallan en la bañía, al rededor de los buques, según Va- 
rela y Lesmes. (1583). 


32% ¿Qué diferencia existe entre la Lisa y el Plateado? 

33% ¿Cabe confusión de la Lisa con el Macabi, mal llamado Lisa francesa? 

34? ¿Qué condiciores de braceaje y demás ofrece el fondo de las localidades que 
la Lisa frecuenta? 

351 ¿Es sedentaria ó de paso? 

36? ¿Las crías permanecen siempre ó sólo cierto tiempo en determinados espa- 

cios? 

¿Qué acontece respecto á los adultos? 

38* ¿Qué artes se usan en la pesca de la Lisa en ese Distrito? 

39? ¿Qué tamaño tienen los anzuelos empleados? 

40% ¿Qué dimensiones las mallas? 

11% Aquéllos ó éstas ¿reclaman alguna modificación? 

En cuanto á las huevas de Lisa ¿qué procederes se siguen en esa localidad, 

12 Para su colecta. 

22 Para su preparación y conserva. 

32 Para su envío á los centros de consumo? 

43% De estos procedimientos, que habrán de detallarse, ¿cuál merece la prefe- 
rencia? 

41% ¿De qué manera pudiera perfeccionarse y ampliarse esta industria sin 
menoscabo de la conservación y abundancia de la especie.? 

43% Datos acerca del consumo y exportación de huevas en ese distrito, por lo 
menos en el último quinquenio. 

467 ¿Se registran en esa localidad casos de siguatera producidos por la Lisa? 

47? ¿Qué especies son sospechosas ó realmente productoras de aquella enferme- 
dad? 

48* ¿Qué signos, fácil y generalmente, apreciables presentan los peces siguatos? 


Habana, Mayo 26 de 1883.— Antomo Martínez.—Dr. Juan Vilaró, 
18 


me AO E 

Los últimos datos oficiales bajan el peso máximo á 6 libras. 
Corrida de Octubre á Enero como en Matanzas. Consumo local 
fresco, se sala y cúra. Pesca anual: 48,180 kilos. (Paredes, 1891). 

Matanzas. A la joven le dicen Liseta, por pequeña. Lebrancho, 
al adulto. Color general, azul oscuro. Lomo azulado. Vientre 
blanco. Pectorales blancuscas. Ventrales y anal, blancas. Dor- 
sal y caudal, oscuras. Pesan en la corrida de 13 á 21 kilos. Ma- 
yor desarrollo, de 3 433 kilos. Para la venta, deben entrar por 
lo menos tres en libra. Las huevas, de 120 á 150 gramos. Come 
hierbas, cieno, mariscos, todo lo que encuentra. 

La corrida, las tres lunas de Noviembre, Diciembre y Enero. 
Vienen de los cayos de afuera, en grandes manchas. Los Nortes 
las traen á la costa, desovan, y con viento del Sur se marchan. 
En los cuartos crecientes, corren más, y en la llena desovan. Las 
crias y los adultos son sedentarios. Puntos de desove, la boca de 
los rios y bajos fangosos, particularmente, y en fondos de las ba- 
hías y puertos. Se recomienda el trasmallo. (1883). 

Isla de Pinos. Color general aplomado. Vientre blanco, como 
las demás nadaderas. En la corrida, alcanza unos 50 centíme- 
tros de largo, y hasta 4 kilos de peso: como mínimo para la ven- 
ta, se indica 500 gramos. Su poca voracidad entonces, se refiere 
á que solo vienen á desovar. Las huevas, de 250 á4 500 gramos 
Alimentación pececillos, camaroncitos, hierba. 

Empieza la corrida en la menguante de Noviembre, luego se 
retira á los rios ó esteros de esta isla; vuelve en la menguante de 
Diciembre, se retira otra vez después de desovar; vuelve en la 
de Enero, y al concluir su desove, se marcha para no volver has- 
ta el año siguiente. Algunas veces suele venir por efecto de un 
Norte recio; pero las más veces lo efectúa cun el Sur, que es mu- 
cho más fuerte y reina con mayor frecuencia por estas costas, 
refugiándose en los rios y esteros de la isla. Cuando la arribazón 
es por efecto de un Norte, dura dos ó tres días; si del Sur, seis ú 
ocho. Llegan todas juntas, formando un ancho campo que se vé 
fácilmente, por venir casi á la superficie del agua. Como punto 
de desove se señalan las orillas de las playas y la boca de los rios; 
con la especialidad de que el desove se hace casi en seco. Reali- 
za las funciones de reproducción en la parte Oeste de esta isla, 
desde el cabo Francés, 4 punta de Buena Vista; en la parte orien- 
tal, por punto del Este; y en la parte del Sur, en el punto deno- 
minado Playa Larga. 


— 141 — 

Cuanto á veda, se expresa que debe dejarse pescar la Lisa to- 
do el año, aún en el punto de desove, pues solamente se coge por 
las huevas; y como pasado el tiempo de desove se vuelve al gol- 
fo, no se tendría ningún producto de esos individuos. 

Por discurrir así y proceder en consecuencia, estamos como 
estamos: dando al extranjero cientos de miles de pesos anuales 
por concepto de salazones y conservas, que pudiéramos ahorrar- 
nos facilísimamente con solo quererlo. 

Mariel. A la pequeña se dice Liseta. Color general plateado. 
Lomo y aletas más oscuros que el vientre. Peso, de 500 gramos á 
1 kilo. Las huevas, 90 gramos. Come cieno y arena. Sedentaria. 
El desove, en Diciembre y Enero. Llegan formando manchas, 
acompañadas de Cazones, Coronados, Jiguaguas, Picudas. En 
todas las fases lunares; en la boca de los puertos y partes abriga- 
das de las costas. Se recomienda la veda en tiempo de desove, 
por razón de no perderse la cria. Fuera de los puntos en que se 
realizan las funciones de reproducción, puede consentirse todo 
arte, excepto trasmallos volantes. (1883). 

Corrida de 1? de Diciembre á 31 de Enero: tiempo de veda. 
En la bahía. Exportación vivo: 490 kilos Cons. loc. fresco: 163 
kil. No se conserva. Pesca anual máx.: 1136 k. (da Veiga, 1891). 

Coloma. No tiene más nombre que Liseta la joven, Lisa la 
adulta. No se conocen el de Galambote ni el de Lebrancho. Lo- 
mo y aletas, azules. Vientre blanco. Llega á 3 kilos. Las huevas 
pesan hasta 500 gramos. Herbívora. 

La corrida, en Noviembre de cada año. Se ignora de donde 
procede. Reinan Norte y Este. Por lo regular en el menguante. 
No se conoce punto determinado de desove, ni lugar de criadero 
en el distrito. Como arte, se emplea la red volante sin copo, de 
46 milím. ó 2 pulgadas. (1883). 

Bahía Honda. Cuando es adulta Óó muy grande, le dicen Le- 
brancho. Lomo negro, vientre blanco. Llega a pesar 500 gramos 
y algo más. Peso mínimo legal, 250 gramos. Huevas: de 120 á 
150 gramos. Por su corta cantidad no se exportan. Tampoco se 
benefician, se comen frescas. 

Desova en Diciembre, Enero y Febrero. En las menguantes 
se esparrama por las ensenadas y puertos, recogiéndose en las 
demás fases de la luna. Forman grandes manchas. Sedentaria. 
Los adultos pasan de unos puntos á otros en el puerto y ensena- 
das. Nose aleja de las costas. Abunda, Como punto de desove 


— 142 — 
principal se tiene la ensenada de San Diego; notándose mayor 
abundancia, sin duda por lo abrigado de dicha ensenada. Se 
pesca con el trasmallo, cercándose el punto donde se encuentran, 
y se cogen así enmalladas. [1883]. 


Mantua. Morado en la parte superior, blanco en la inferior. 
Ventrales y anal moradas: las demás aletas, amarillas. Mide de 
24 á 46 centímetros. Las huevas, en punto de desove, 57 centíme- 
tros y 115 gramos. 

Respecto de la corrida, se dice por unos que en Abril y Mayo; 
por otros, que en Mayo y Junio. Otro tanto acontece con la arri- 
bazón: unos dicen que en Septiembre y Octubre; otros que en Di- 
ciembre y Enero (1). 

Se determina bién los puntos de desove, que son: Estero de la 
ensenada de San Francisco, el de Piobaño, Prado, Granadillo, 
Arroyos, ensenada de Santa Rosa, estero de cayo Diego, ensena- 
da de Baja, estero de Rio del Medio, cayo de Eslabón y cayo Ju- 
tías. 

Se recomienda la veda absoluta en los puntos de desove. En- 
tiendo que aquí, como en todos los casos y lugares, lcuadra más 
el procedimiento yankee: receso en ciertos días. 

Corrales. Existen cuatro, situados en Arroyos, Santa María, 
Dimas y Cayo Jutías. In la construcción de la red empleada, se 
usa hilo meslin fino, corcho y plomo. Dimensiones: 20 á 25 bra- 
zas de largo y 1 de ancho. Son permanentes todo el año. Em- 
pléase para las llamadas Lebrancho, francesa y blanca. 

Esto último requiere explicación. La pregunta 31% de mi /n- 
terrogatorio sobre la Lisa — Mayo de 1883— dice: “El nombre 
de Liseta ¿radica en determinados caracteres, que hacen de ella 
una especie distinta de la Lisa, ó se basa sólo en su menor tama- 
ño?” Se contestó: que “las Lisetas son pequeñas, blancas, y no se 
mezclan con las otras que parece no ser de su especie.” 

Preguntado (33%) “¿Cabe confusión de la Lisa con el Macabí 
mal llamado Lisa francesa?” Se respondió que “no cabe confu- 
sión alguna.” Por manera que en la absolución de la pregunta 

(1) Extraña que aquí se rompa la generalidad de ser el desove entre el otoño y 
el invierno. Acaso se truequen los términos, por más que al redactar el interroga - 
torio circulado por la Autoridad Superior de Marina, en Mayo de 1883, tuviese yo 
el cuidado de precisar la acepción propia de los términes arribazón y corrida. No 
me hace fuerza que en 1880 se informara otro tanto. Puede que nose hiciera más 
que copiar lo dicho anteriormente, sin curarse de su trascendencia. Se dan casos, 


— 143 — 


7% y sus conexas se distingue la Lisa adulta ó Lebrancho, de la 
Liseta ó blanca y del Macabí ó Lisa francesa. 

Batabanó. Se le dice Galambote en los primeros días del de- 
sove. Lebrancho cuando aún no es adulta. Tiénese á la Liseta 
por distinta especie, en razón de que su mayor desarrollo es de 
Unos 18 centímetros y el peso máximo de 25 gramos. Huevando 
ésta, tiene 16 centímetros de largo y 100 gramos de peso. Se da 
por particularidad el criarse en nuestras costas. Colores superio- 
res azulosos, amarillentos y aun negruzcos, por efecto de los pun- 
tos más ó menos oscuros ó de la profundidad en que se crían. 
Vientre blanco. Pectorales blancas, con el extremo amarilloso. 
Ventrales y anal como el cuerpo, según los criaderos, y lo mismo 
la cola. Cuenta de 40 á 60 centímetros de longitnd, y de244 
kilos. Las huevas, al principio de la luna de Noviembre no pa- 
san de 200 á 250 gramos: al desovar llegan á 500 gramos. Comen 
fango, orillas del mar. 

La corrida tiene lugar en las lunas de Noviembre y Diciem- 
bre. No se conoce arribazón. Proceden del rio Jatibonico y del 
estero de Sabanalamar. Desaparecen de estas costas, desde el lle- 
no de la luna de Noviembre, dirigiéndose á la Isla de Pinos, 
Jardines y Jardinillos, en donde permanecen hasta fines de la 
luna de Diciembre; volviendo en dicha época á reaparecer en 
nuestras aguas yá desovadas las hembras, y descargados de sus 
lechazas los machos: por ello muy flacos. Verifican las funciones 
de reproducción, en los muchos arenales que existen desde el 
Oeste de la Isla de Pinos, por el Sur de la misma, extendiéndose 
hasta el banco de los Jardines y Jardinillos. Llegan en los reca- 
los señalados, seguidas por tiburones que las acosan. Desde Ene- 
ro á Octubre es sedentaria. Los adultos se encuentran juntos con 
las crías. 

Caso de fijarse veda, habría de ser desde mediados de No- 
viembre á 15 de Enero, y no absoluta. Como mínimum de mena 
en la malla, se indica seis centímetros en cuadro. (1883.) 

Preparación y conserva. Abierta la Lisa, se le extraen las hue- 
ras con cuidado para no cortarles la tela que les sirve de cubier- 
ta. Se lavan muy bien, cuidando de que no les quede ninguna 
sangre. Se polvorean con sal molida ó de espuma; colocándolas 
luego en una vasija, con cierto orden, por espacio de 12 ó 14 ho- 
ras. Transcurridas éstas, se vuelve á lavar las huevas con agua 
del mar, se comprimen suavemente con los dedos, hasta no per- 


— 144 — 

cibir ninguna dureza interior. Colócanse después en tablas pre- 
paradas al efecto, cuidando de dar á las huevas cuatro vueltas 
al día, para que tomen el sol por todos lados. Esta operación 
dura cuatro ó cinco días, tiempo necesario para que alcancen 
aquellas la dureza y punto de conservación necesarios. Desde el 
segundo día de colocadas á secar, han de cubrirse á puestas del 
sol con otra tabla, sobre la cual se echan pesos que vayan pren- 
sando las huevas, y loz cuales se aumentan gradualmente hasta 
completar los cinco días susodichos. Las huevas confeccionadas, 
escasamente alcanzan para el consumo local. Se consignan sólo 
unas 200 anuales. (1885.) 

Posteriormente se señala el peso máx. de 3 kilos, y la corrida 
en Noviembre y Diciembre, en el Banco de los Jardines y Jardi- 
nillos. [1891.] 

San Cayetano. Nada se expresa relativamente á nombres niá 
colores. Como peso en la corrida, se señala de 500 gramosá 5 
kilos. Las huevas, unos 150 gramos. Nadie se dedica á su prepa- 
ración. Niconsumo ni exportación. Comen cieno. 

Siempre se encuentra Lisas en la boca de los ríos y en pun- 
tos de poca agua con fondos de fango. Todo lo demás se ignora. 
(1885.) 

Caibarién. Después de desovar la Lisa, le dicen Galambote. 
Vuelve entonces á las lagunas, esteros ó rios hasta la época de 
verificar obra vez las funciones de reproducción. No se conoce el 
Lebrancho. La Liseta no es.una especie diferente de la Lisa. 
Cuerpo y lomo azul marino oscuro. Vientre blanco sucio. Aletas 
del color de la parte que ocupan. Al realizar la corrida, mide del 
ojo al arranque de la cola, 40 centímetros de largo, término me- 
dio. Peso en igual concepto, 2 kilos. Ln su mayor desarrollo, 50 
centím. de largo, con 33 kilos de peso. El mínimo para la ven- 
ta, 1 kilo. Las huevas tardan en constituirse 29 días, al cabo de 
los cuales está la hembra en condiciones para desovar. A la mi- 
tad de este tiempo, la hueva movida pesa 60 gramos. En los 9 
últimos días expresados, el desarrollo de los óvulos es más rápi- 
do. En el desove, las huevas pesan 250 gramos. Se consigna un 
total de 40 á 50,000 huevas anuales exportadas para la isla. El 
Sr. Comandante Paredes Chacón no estima el dato exacto. Fre- 
cuenta fondos de cieno. La corrida tiene lugar de la menguante 
de Octubre al final de la de Diciembre. Es opinión general que 
en este tiempo desova tres veces, Sale en grandes masas de las 


— 145 — 


lagunas, esteros y rios en donde habita, formando bolas inmen- 
sas, engrosadas de más en más. Este movimiento colectivo dura 
dos meses, cinco días. El viento Norte influye considerablemen- 
te en la corrido. Se vé entonces á la Lisa — cualquiera que sea la 
fase de la luna — abandonar su residencia. No se conocen arriba- 
zones. En la corrida es cuando mejor está la robustez. Es se- 
dentaria. En cuanto desova, vuelve á las lagunas y esteros. En 
pasando la última menguante, dice Vazquez, que se esconden de 
manera que no se vé una, hi en las lagunas que se sabe bién las 
hay. El desove se realiza en los bancos de arena más próximos 
á la costa. No es posible determinar el punto con límites preci- 
sos, toda vez que verifica las funciones de reproducción en los 
antedichos depósitos y corrientes de agua que comunican con el 
mar. 

El Macabí corre al mismo tiempo y en los mismos puntos — 
según informa el perito D. Felipe Vazquez. “Mucha veces — agre- 
ga — se engañan los pescadores á primera vista, figurándose ser 
una bola de Lisa, y resulta ser de Macabí.” Cuanto á la veda, ha- 
bría de comprender, siendo absoluta, “desde 1% de Octubre, en 
que comienzan las funciones de reproducción, hasta 31 de Di- 
ciembre, que acaban de desovar.” En este tiempo, cuanta Lisa 
se mata, “ tienen las huevas movidas ó hechas.” En concepto del 
Sr. Paredes, hay que considerar, que: “siendo el expresado pe- 
ríodo el único del año en que el pescador se resarce de todos sus 
afanes y desvelos, no es posible prohibir la pesca de la Lisa; má- 
xime cuando antes ni después de dicho período se las mata, y si 
sucede, es una rareza.” Pero al estimable informante no le ocu- 
rrió el recurso que en casos amálogos se emblea en' los Estados 
Unidos con éxito completo: señalar días de receso, en que abso- 
lutamente se pesque. Asíse atiende al interés particular del pes- 
cador, y al general de la comunidad impidiendo la extinción de 
la especie. (1) Es de creerse que las crías sean sedentarias. Res- 
pecto de las artes, no se emplean anzuelos: sólo red de tiro. (2). 

Corrales. No los hay en esta provincia marítima 1883] por 
estar prohibido y muy vigilado por la Comandancia el cons- 
truirlos [3]. 

(1) Por acuerdo de Junta Central de Pesca — Marzo de 1883. — está prohibi1- 
da la pesca de la Lisa en sus criaderos naturales durante la época de la veda. 


(2) En la red volante sin copo, que es la reglamentaria para la Lisa, ha de te- 
ner la malla en cuadro 46 milímetros ó 2 pulgadas. 


(3) Llevan el nombre común de Corrales las rebalsas, remansos, acotamientos y 


— YU6 = 
Los últimos datos son: Peso máx. 4'140 kilos. Corrida: Oectu- 


bre, Noviembre y Diciembre: Alfaque. Cons. loc. fresco: 1,000 
kilos. Conserva: 10,000 kilos. (Dueñas, 1891). 


Punta Alegre. Morón. San Juan de los Remedios. Al joven le 
nombran Galambote; á la Lisa pequeña, Liseta. No se conoce el 
Lebrancho. Lomo negro, vientre bianco. Pectorales blancas, como 
las ventrales y anal: las otras más oscuras. Peso de 1 á 3 kilos. 
Las huevas, antes del tiempo de desqve, insignificantes; al deso- 
var, de 115 4175 milígramos. La regla general es salarlas y 
secarlas. No se exporta. Come limo, fango, arena. 

La corrida, en Setiembre, Octubre y Noviembre. Proceden de 
las lagunas y esteros del interior. Las acompañan Robalos, y las 
persiguen peces de corso. Son sedentarias. Como puntos de deso- 
ve, se indican las costas de afuera y el canal; en todo el distrito, 
sin trozo señalado. 


Se recomienda la veda de Setiembre 4 Noviembre, por la ra- 
zón muy atendible de la procreación de la especie. Señálase red 
de cinco puntos de malla. 


Sagua la Grande. Isabela. Nombran al joven, Galambote; á los 
machos viejos, Lebrancho; Liseta á la Lisa chica, que luego crece. 
Color oscuro en la parte superior. Parte media y vientre blan- 
cos. Pectorales y demás, amarillosas. Pesan de 3 á 4 kilos. Las 
huevas, antes del desove, de 240 4 300 gramos; en punto de la 
puesta, de 360 á 420 gramos. Comen limo y fango. 

La corrida, en Octubre, Noviembre y Diciembre: las tres men- 
guantes. Proceden de los rios y lagunas, en manchas. Desovan 
en las costas de afuera. 

Se recomienda la veda en los rios y lagunas, porque ponen 
corrales y calan nasas, en donde no escapan ni grandes ni chicas. 


Corrales. En su construcción se emplea madera real,»guano 
de Palma y gúines de Caña. Miden 5 metros de largo y 3 de bo- 
Cu. No son permanentes. Se arman precisamente en la época de la 
corrida. — Octubre, Noviembre y Diciembre — á unas 10 leguas 
rio arriba, á contar desde la Boca. Se usan para toda clase de Li- 
sa, inclusas las crías. 

Causan naturalmente el mayor daño posibie: 12 porque al 


AE A 


cercos, hechos de diversos materiales, con el objeto de encerrar ó cortar el paso á la 


pesca y cogerla. También se aplica á los depósitos ó viveros. Trato ahora de los 
aplicados á la Lisa en su primera acepción. Luego me ocuparé de los de Pto. Rico. 


— 147 — 

avanzar en tropel las masas —séase bolas — las más quedan en- 
malladas y son muertas; 2? porque las supervivientes, azoradas, 
retroceden á los criaderos ó lugares propicios; viéndose, asi, im- 
pedidas las hembras de desovar, los machos de descargar sus le- 
chas, lo cual es causa de que mueran también, como yá se dijo. 
[Pág. 15.] 

Las mallas de las redes empleadas tienen 2, 3 y 4 pulgadas 


de luz. Con harta razón, pues, se recomienda la prohibición ab- 
soluta de los corrales. 


Cienfuegos. En el interior de la bahía existen Lisa, Liseta y 
Plateado. A la cria nueva, pequeña, dicen Liseta. Colores: azu- 
lado oscuro el lomo, más blanco el vientre; aletas y cola, oscuras. 
Las de los rios Salado, Caunao y Damují, tienen las aletas más 
oscuras; las del rio Arimao, de agua dulce, las tienen amarillen- 
tas. Se distinguen tres variedades, con los nombres de coliazul, 
colinegra y coliamarilla. Peso, al empezar la corrida, 13 kilos; en 
su mayor desarrollo, hasta 3 kilos. De 250 gramos en adelante 
puede permitirse la venta, si bien los chinchorros no las cogen 
menores. Las huevas, de 250 á 500 gramos. Son escasas las Li- 
sas, mucho más después del temporal de Septiembre (1882) en 
que huyeron del puerto. Las huevas se venden saladas y pren- 
sadas en la población. Se hacen envíos 4 Manzanillo y Cayos de 
las Doce Leguas, provincia de Trinidad. 


Tal es su abundancia, que se queman en los cayos muchas veces, 
por la dificultad de salarlas. 

Comen limo y cieno del rio mezclados. Frecuentan el cañón 
del puerto, con 20 6 30 brazas de fondo fangoso, y los veriles de 
la costa, arenosos y de piedras, en muy poca agua, pues van ori- 
llando los seborucos pegados á las costas. 

La corrida ó desove se verifica en Noviembre, Diciembre y 
Enero. En los rios y lagunas de la bahía obsérvase que desde 
Octubre va engordando y enovando la Lisa. Salen de dichos 
ríos hacia el cañón de la boca y fuera del puerto en los veriles 
de la costa. La arribazón se verifica en Agosto y Septiembre, so- 
lo cuando se desbordan los ríos, y hay temporales que echan de 
ellos y de las lagunas y charcas á las Lisas. Reinan en la corrida 
N. y NE.; en las arribazones SE. y $. Los vientos de afuerza, $. 
y SE., si soplan durante la corrida las hacen volverse al puerto. 
Llegan en gran número, siempre perseguidas las bolas por los 


peces mayores: particularmente tiburones, cornudas. Tanto en 
19 


— 148 -- 


la corrida como en la arribazón, si los vientos de tierra son fres- 
cos, se cogen Lisas desde el plenilunio hasta la muerte de la luna; 
y si son flojos, solo en el último cuarto menguante. Disminuye 
su voracidad en época de desove. Son sedentarias en las lagunas 
y rios, pues solo salen de éstos al desove en los meses marcados, 
ó con grandes riadas ó crecientes. Cuando son adultas, duermen 
en los ríos, pero siempre acuden á las lagunas, á comer limo y 
fango. Puntos de desove, los veriles de la costa IL. hasta el rio 
San Juan, y en la del O. hasta la Ensenada de Cochinos. Playa 
de Arimao. 

Se considera innecesaria la veda, puesto que en la época de 
corrida ó arribazón solo se coge alguna en el cañón de entrada 
ó playa de Arimao con los chinchorros, cuando oportunamente 
se las vé venir en pelotones; pues en los demás puntos de la cos- 
ta, es imposible hacer uso del chinchorro ni de otro arte para 
ello. Se crée que al desovar la Lisa, recoge los granos — ó hue- 
vos — entre sus escamas y agallas (7), viniendo á los rios y lagu- 
nas donde crían, pues allí se las vé muy pequeñitas y no fuéra 
de estos sitios. Mientras se crían, no salen de las lagunas y na- 
cimientos de los ríos. Se usa chinchorros, red volante de 55 mm. 
para la Lisa, y de 39 mm. para la Liseta y Plateado. 

Se recomienda prohibir y vigilar que por nadie se empleen 
corrales ó cercas en los ríos, porque ¿indudablemente concluirán en 
corto plazo con las Lisas y Lisetas. [1883. 

Bien será recordar que todas las manifestaciones favorables á 
la conservación de la especie se hacen en todos los casos por ins- 
criptos y pescadores profesionales, ante los Comandantes de pro- 
vincia y los Ayudantes de distritos marítimos, respectivamente. 


Trinidad. Casilda. Cuando chica, se la nombra Liseta; cuando 
es mediana, Lisa; cuando grande, Lebrancho. No se conoce el 
término Galambote. Color general blanco y negro. Ventrales y 
anal blancas; las demás, negras. Peso, del 43 kil. Mínimum pa- 
ra la venta, 250 gramos. Las huevas, antes de la corrida, 15 gra- 
mos; en punto de desove, de 120 á 150 gramos. Se consumen 
frescas. Frecuenta fondos de 9 á 10 brazas, de fango. 

La corrida en Noviembre Diciembre y Enero. Arribazones en 
Diciembre y Enero. Procede para el desove de los ríos, esteros y 
lagunas. Vienen acompañadas de picudas, sábalos, jureles, en 
gran cantidad. Desovan en el rio Manatí, estero del Ciego y las 
Tojosas. Para conservar la especie, debe prohibirse los Corrales: 


— 149 — ' 

No se estima conveniente la veda absoluta, pues causaría gran 
perjuicio. Veda en todo Noviembre, fijando luego la dimensión de 
la malla para no coger la cría. Esta reside en las lagunas. No se 
emplea anzuelos: sólo chinchorros. [1883]. 

Consumo loc. fresco: 3,000 kilos. Curado 2,000 kilos. Pesca 
anual 5,000 kilos. Artes: redes, 2; pitillas 2. Embarcaciones: cha- 
lanas 6 con 12 tripulantes. [ Vega, 1891.]. 


Júcaro. Los informes de este distrito de Trinidad son negati- 
vos en las respuestas al Interrogatorio general [1893]; pero to- 
cante á Corrales, se expresa: que en la localidad no los hay, por- 
que el terreno no se presta, por ser las playas muy anegadizas; 
que en la pesca se emplea la red de 53 puntas, séase 9 centím. 


Santa Cruz del Sur. Lo mismo acontece con este otro distrito 
de Trinidad. 

Respecto á Corrales, solo los tiene un individuo; que causa 
daño por cerrar los esteros donde generalmente pernoctan las 
lisas. Las mallas son de 7% centím. en cuadro. Se recomienda 
prohibir la pesca en Diciembre y Enero, en los criaderos y lugar 
de corrida. [1883]. 

Peso máx. 3 kilos. Corrida, en Noviembre y Diciembre, á los 
esteros y manglares de la costa. Muy abundante en la época del 
desove. De la Liseta también se dice que es muy abundante y 
solo se emplea como cebo. (A. Carrasco, 1891). Entiendo que ésto 
se refiere á la Lisa joven. 

Tunas de Sasa. La corrida en Octubre, Noviembre y Diciem- 
bre. Arribazones en los mismos meses. Vienen en puntas, á los 
esteros y lagunas. Se marchan en las vaciantes, áson de corriente. 

Pesca. Se hace generalmente con redes de tiro, cuyas mallas 
tienen de 55 á 60 milímetros en cuadro. Cuando se dá con una 
bola, se trata de acercarse á ella lo más posible. Se bota la red 
al agua. Dos pescadores, cogen la mitad cada uno en el brazo, y 
avanzan con mucho silencio, hasta que calculan que la red al- 
canza para rodear la bola ó punta de Lisas. Iintonces, adelanta 
uno por un lado otro por el otro, hasta unir los dos calones — séa- 
se el palo con que se mantienen extendidos ambos” extremos 
colaterales de la red. Así se forma un círculo que encierra las Li- 
sas. Embisten éstas la red, y quedan las que no pueden atrave- 
sarla, enmalladas por la parte anterior. En tal situación, les pes- 
cadores les dan golpes en la cabeza eon un toletico, de media 
vara de largo y poco más de una pulgada de grueso. Este toletito 


— 150 — 


debe ser de una madera que flote, 4 fin de que al soltarle de la 
mano no se vaya á fondo. No todas las encerradas se cogen: mu- 
chas saltan por encima de la red, otras atraviesan la malla. Las 
yá muertas, se desenmallan y echan en la embarcación, lleván- 
dolas luego á la ranchería para beneficiarlas. [1888.] 


Peso máx. 2:500 kilos. Corrida en Noviembre y Diciembre: 
costa Norte de los cayos de las Doce Leguas. Exportación vivo: 
3,000 kilos: Consumo local: fresco, 2,000 kilos; salado, 5,000. Pes- 
ca anual: 10,000 kil. (A. Escandón, 1891). 


Nuevitas. El joven se llama Galambotc. Fuera de corrida, que 
yá no tiene huevas, se nombra Lebrancho. La Liseta es otra es- 
pecie, que abunda todo el año en bahía. Lomo oscuro. Blanco 
debajo. Aletas blancas. Peso, de 750 gramos á 33 kilos, cuando 
realizan la corrida. Las huevas, de 500 á 700 gramos. Se salan y 
conservan para el consumo en la provincia. Las pocas que se 
exportan, es en fardos de 25 kilos. En el último quinquenio — el 
dato es de Mayo de 1883 -—unos 2,500 kilos 6 50 quintales, con- 
sumidos principalmente en la localidad. Comen fango. 


La corrida en las menguantes de Noviembre y Diciembre. No 
existe arribazón. Proceden de los ríos y lagunas interiores. No 
influye viento alguno, pues la corrida obedece á la necesidad del 
desove y de la emisión prolífica. Llegan en grandes grupos. Vie- 
nen en su persecución los Peces malos: Picudas, Tiburones, Cube- 
ras. Les salen al encuentro haciendo gran estrago; por lo que, 
tan pronto como desovan, se refugian en los ríos y lagunas de 
donde proceden, y en donde son sedentarias. Como punto de de- 
sove, se señalan los cañones de Nuevitas, Carabela y Guajabá, en 
demanda de las corrientes para la puesta y correspondiente im- 
pregnación. También en el rio Saramaguacán y los Gúises, y la- 
gunas de Boca Grande, dentro de la bahía. 

Se repudia la veda, porque de establecerse, ninguna Lisa se 
pescaría, y nadie se aprovecharía de ellas, pues en el resto del 
año no se encuentran en ninguna parte. 

Menos se encontrarán después, á poco que persista este matar 
desaforado de hembras enovadas; que ni siquiera se aprovechan 
todas en cada estación, pues hay que destruir muchas por el fuego, Á 
CAUSA DE NO HABER SAL BASTANTE PARA CONSERVARLAS: según 
me consta, oficialmente, de esta localidad y otras. 

Cuanto á Artes, sólo puede emplearse con provecho una red 
especial, de 547 puntos, donde queda la Lisa presa, enmallada; 


— 151 — 
porque con los chinchorros, salta y escapa. Tiene el arte antedi- 
cho, 4 brazas de alto y 60 de largo: ajústanse 4 las veces dos de 
éstos [1885]. 

Datos últimos: Peso máx. 3 kilos. Corrida, en Noviembre y Di- 
ciembre. Cons. loc. f. 2,423 k.; en salazón, 1,445 kil. [Albacete, 
1891]. De las crías se dice, que regresan con los padres á las la- 
gunas y ríos. 

Jibara. No tengo datos. 

Puerto del Padre. Lo mismo. 

Manzanillo. Desarrollo máximo, 4 kilos. Las huevas, en su 
mayor desarrollo, alcanzan hasta 1 kilo. Se emplean en la pesca 
seis canoas de seis á ocho hombres y un trasmallo. Después de 
cogida la Lisa, se abre, escama y sacan las huevas. Jistas se sa- 
lan y prensan al sol, haciendo lo mismo con el pescado. Se cal- 
culan en el quinquenio 100,000 pares de huevas. Comen fango. 

La corrida en Noviembre y Diciembre. La arribazón en Diciem- 
bre. (?) Permanecen en los ríos y esteros hasta el desove en que 
salen. Las hay siempre. Desovan en la ensenada de Morón, en el 
banco de Buena Esperanza y cabo Crin: Agallas, hasta dentro de 
los esteros y lagunas, desde cabo Crin hasta Junco. [1883]. 

Peso máx. 1'840 kil. Corrida, de 15 de Noviembre á 31 de 
Diciembre: boca de ríos, esteros. Vive en ríos y lagunas. Consu- 
mo local 1,500 Lisas saladas anuales. Exportación saladas: 7,500 
an. No se curan. 


Huevas. Máx. 0'460. Mín. 0:195. Consumo local: 500 pares sa- 
saladas anuales, y se exportan en la misma forma 1,000 pares. 

Lebrancho. Máx. 0920. 

Liseta. Máx. 0086. [Triana, 1891.] (1) 

Guantánamo. No se conoce Galambote. Se llama Lebrancho 
cuando pesa 3 kilos, sa máximum. Liseta, por su menor tamaño. 
Lomo negro. Vientre blanco. Pectorales amarillosas. Peso 180 
gramos á 3 kilos. Debe venderse de 250 gramos en adelante. Las 
huevas pesan hasta 180 gramos. Se pesca poca Lisa y se vende 
fresca. No se exportan huevas. Come arenitas y fango. Frecuen- 
ta distintos braceajes y clase de fondos. No se conoce corrida ni 


(1) El nombre que en este caso y en todos sus análogos precede á la fecha, co- 
rresponde á la autoridad de Marina que simplemente garantiza los datos en su tiem- 
po ministrados por orden Superior. No hay que decir, pues á la vista está, que se-. 
ñalo lon conceptos agenos con los signos tipográficos correspondientes, como cumple 
entre gentes de bién. 


— 152 — 


arribazón. Siempre es muy poca. Solo se ha observado que en 
Mayo y Abril está huevada. (Como en Mántua y San Cayetano.) 
No se sabe de puntos de desove. Como en Marzo y Abril se en- 
cuentran huevadas, será suficiente la veda de Abril á Mayo. La 
razón es favorecer la mayor propagación de la especie. Se crée 
que las crías son sedentarias. Se emplea solo trasmallo. (1883). 
Abunda todo el año. No desova en este punto. (Periu, 1891). 


Santiago de Cuba. Nose conoce el Galambote. El Lebrancho 
es más oscuro y crecido. El nombre Liseta se basz en el tamaño 
menor. Cuerpo blanco. Lomo y vientre cenizos, como las aletas. 
Desarrollo máximo, 500 gramos. Las huevas sólo 60 gramos. Co- 
me fango. Fondos cenagosos de 2 4 21 brazas. La corrida del Le- 
brancho, de Noviembre á Diciembre; de la Lisa, de Abril á Ma- 
yo (?). No se conoce arribazón. La poca que hay es sedentaria; 
Se crée que el desove tiene lugar por Cabañas y Aguadores, den- 
tro del puerto. Las crías son sedentarias. Se emplean trasmallos, 
con cuyo arte sólo se cogen enmalladas; es decir, las que por su 
desarrollo no pueden atravesar la red y quedan trabadas en las 
mallas. (1883). 


Los últimos datos asignan al Lebrancho: Peso máx. 2 kilos, 
corrida en Enero y Febrero, en las costas, y residencia en la bo- 
ca de los ríos. A la Lisa: Peso máx. 1 kilo; corrida en Diciem- 
bre. Consumo local, frescos -ambos. (Elizalde, 1891). 


Baracoa. No se conoce el Galambote. Suelen nombrarla Le- 
brancho. La pequeña, Liseta. Gris oscuro todo el cuerpo. Vien- 
tre blanquecino. Peso, de 141% kilos. Las huevas de 60 á 120 
gramos. Solo se emplean las Lisas para carnada. Arenívora. 
Frecuenta poco braceaje, veriles de los cayos. La corrida, en Ene- 
ro, Febrero y parte de Marzo. No se sabe de arribazones. Siem- 
pre se encuentran. Las persiguen peces grandes: picudas y otros. 
Desova en placeres y cayos. 

Se recomienda la veda en tiempo de desove. Se ven familias: 
Empléase trasmallo, tarraya, chinchorro, todo arte, menos anzue- 
lo, por ser escasa y aplicarse nada más que para carnada. (1883). 

San Juan. (Pto. Rico) Máx. 11'50 k. Corrida en Diciembre. 
Arribazón, de Septiembre á Marzo. Cons. local fresco: 4,600 kilos. E 
(J. Cortés, 1891). 


Para completar los datos relativos á la Lisa, condenso 
los que poseo de su pesca y demás enunciados—1884—en 


PUERTO RICO. 


Cabo Rojo. Existe un corral. Se halla en la ensenada del Bo- 
querón, al E. da la Punta de Melones, meridional de dicha ense- 
nada. En su construcción se emplea estacas, varas y bejucos. 
Forma una empalizada, que se afirma con las estacas clavadas 
en el fondo, y mide 33 metros de longitud y 1* 37 m. de alto, so- 
bre la superficie del mar. No es permanente: solo se arma en 
época determinada. — Julio ó Agosto — casi en el mismo lugar. 
Sitúase en uno de los parajes, más estrechos del caño, á distan- 
cla de 6 á 7 metros de su boca. Quedan instalados hasta Enero 
ó Febrero, en que son desarmados. Con la Lisa se suele coger 
Robalos y Corvinas. No se estiman dañinos los corrales, porque 
los pequeños pasan á través de los claros de la empalizada (1). 
Las mallas miden 2 pulgadas ó 5 centímetros, dato que se confir- 
ma al absolver la pregunta 11%, diciendo que se usa la nasa en 
Noviembre, Diciembre y Enero, y la tarraya en Julio, Agosto y 
Septiembre; siendo la malla de una y otra, de dos pulgadas. 

Ponce. Hay en el distrito dos corrales: uno nombrado Caño 
Hondo, y el otro Las Majaguas, inmediatos. Se componen de Pa- 
lo bobo y de mangles. Forma circular, con 5 varas de N. á $. y 
de E.4 0. No son permanentes. Se arman á principios de Ene- 
ro y se desarman á fines de Febrero; no volviéndose á armar has- 
ta la misma época del siguiente año. No se usan redes para esta 
pesca, y los claros del tejido de bejuco son de media pulgada (2). 


Manati. Los corrales pesqueras de este distrito, son tres: Mero, 
Gomez y Hénica, en el rio Manatí. Constituyen una empalizada 
de palos y cañas, formando unos chiqueros para el encierro de los 
peces. Atraviesan el rio de un lado á otro, hasta su margen; y 
en el medio hay una puerta, que se abre para el paso de embar- 
caciones. Son permanentes por el tiempo de su arriendo, y se 
arman solamente en los puntos que están marcados, pero tan 
luego se aprueba por la Superioridad el remate correspondiente. 
Se emplea el corral para toda clase de pescado. Cuanto al daño 
que pueda causar sólo se manifiesta que “impide algún tanto las 


(1) Importa conservar la cría, seguramente; pero más, mucho más, no destruir 
todas las hembras enovadas, exterminando así los gérmenes por millones de millones. 

(2) Como si se dijera, de malla ciega, tan justamente prohibida por dañina. Qué 
puede escapar, á través de una malla cuya luz apenas mide 3 centím. cuadrados? 


e 

corrientes del rio por la estacada que se tiene formada desde una 
margen á otra.” La malla, de 1 á 2 pulgadas en cuadro; séase de 
41 á 9 centímetros (1). 

Guayama. Arroyo. Solo un corral, “en el barrio de Jobos, lu- 
gar de las Maricas, á la parte N. O., canal único de comunicación 
entre el puerto de Jobos y la laguna á donde acude la Lisa.” Es- 
te canal, único y angosto, comprende dos pesqueros: uno llamado 
Gerardo, y á cierta distancia el otro que se nombra Jaime. Pare- 
ce que este último resulta supértfluo, pues “considerando que es 
un mismo canal y que después de haber entrado el pez en la la- 
guna (2), se ponen entonces las redes á la entrada, se compren- 
derá fácilmente que, bien hechas estas redes, ninguna Lisa las 
puede atravesar, para entrar en otras que se pusieran atrás,” etc. 
En la construcción del corral, “se usan varejones que clavados 
en el suelo y entrelazados forman la red.” Cuanto á detalles, se 
consigna que “el corral está heclo en forma de círculo, con una 
entrada por la barbilla, que tiene una puerta con un tenate Ó nazo 
de malla. Se pesca la Lisa grande sin perjudicar las crías. El 
punto donde queda acorralada la Lisa, dentro del corral, se lla- 
ma chiquero; y los estribos, para atajar el pez y hacerlo entrar, se 
llaman calada. (3) Las caladas ocupan ocho varas castellanas, y 
los chiqueros una y media varas cada uno. Por donde entra la 
Lisa, sin poder salir, se llama barbilla.” El corral no es perma- 
nente: solo se arma durante la pesca de la Lisa, desde fines de 
Octubre á Marzo. No se emplean redes: solo “varejones clavados 
en el suelo y entrelazados.” Se manifiesta, por último, que “se 
cree conveniente no permitir otro sistema que el aquí establecido; 
así como se debe prohibir ande nadie por la laguna, porque de- 


(1) No es correcta la reducción, pues á una pulgada cuadrada corresponden 5'95 
centímetros cuadrados. 

No se anda con reparos: los corrales son prmanentes, se les aplica á toda clase 
de pesca; y aunque se extienden desde una margen hasta la otra, cerrando comple- 
tamente el paso á todo bicho viviente, no causan más daño que impedir algún tanto 
la corriente del rio. Dígase luego que ya no se hacen milagros! A ser justos, la cul- 
pa no es de los pescadores, en este caso ni en sus análogos, seguramente. 

(2) ¿Al terminar la época de reproducción anterior?—J, V. 

(3) Proceden de ambas márgenes, formando un embudo, cuya. parte estrecha co- 
rresponde á la barbilla: por donde entran los peces en el chiquero que los acorrala- 
según el dibujo que se acompaña. Como las mallas para el atajo y encierre estén 
bien hechas - y de seguro que lo estarán — ninguna Lisa las puede atravesar. Mas, 
por si acaso, las espera el segundo corral: nulla est redemptio. 


— 155 — 
positando la Lisa sus ovarios en el lodo, pueden pisarse, y destruir- 
se las crías, que contiene miles cada hueval.” (1). 

Guánica. Aunque al principio se niega la existencia de co- 
rrales pesqueros, dícese después: que en su construcción se em- 
plea chinchorros de ahorco (2) de dos pulgadas en cuadro, y que 
también se pesca con tarraya; que las dimensiones de aquel arto 
son, dos brazas de ancho y ciento de largo; que se arman por 
cierto tiempo, sin que se sepa con seguridad por cuánto ni en 
donde; que se emplea para toda clase de pesca, sin causar daño 
ninguno; y que, según los peritos, no se puede modificar. (3) 

Puerto Rico. San Juan. Los corrales del distrito son ocho, si- 
tuados en los rios de Palo Seco, Dorado, Loiza y Puerto Nuevo, 
en los caños de Piñones, Martín Peña, Boca de Cangrejos, y en 
la Laguna de San José. Construídos con cañas cimarronas y be- 
juco blanco. Ocupan todo el ancho del rio ó caño donde se ha- 
llan colocados. Los mayores, que son el de Loiza y Boca de Can- 
grejos, tienen de 125 4 130 metros; y el menor, que es el de Puer- 
to Nuevo, unos 40; variando la profundidad, de 1 á 2 metros. Son 
permanentes: siempre están colocados. Se aplican á la pesca de 
Lisas, Robalos, Pargos y Mojarras. No causan daño ninguno. Para 
la Lisa se emplean mallas de 70 m7m., como mínimum; y para 
la Jarea, de 40 mzm. Además del corral, se usa para pescar la 
Lisa, las tarrayas y los trasmallos. Se pesca las lisas, de Noviem- 
bre á Febrero; las jareas, durante todo el año. (4) 


(1) Por ventura ¿la Lisa verifica las funciones de reproducción en la laguna de 
referencia? O, lo que es aún menos admisible ¿se trata de capturarla al regreso del 
mar, después de satisfecha la necesidad genética? Sólo puede pensarlo, quien ignore 
qué flacos se hallan, qué grado de lasitud exhiben todos los peces, á seguidas de 
aquellos actos. 

Si causa legítimo asombro que aún haya peces donde tal sistema privara, toda- 
vía mayor debe producirlo su encomio. En ésto sí que no cabe duda alguna. Así 
nos luce el pelo en industrias piscícolas. Somos tributarios del extranjero por millones 
de pesos anuales en este solo concepto, cuando tan holgadamente pudiéramos volver 
la oración por pasiva. 

(2) Debe ser el trasmallo de horca y de tres puños. Arte muy usado en rios y en 
el mar. Consta de tres redes, pero de igual ancho y largo, unidas por ambas orillas. 
Le hay de dos paños. 

(3) Este informe, entre tantos, muestra cómo y en cuánto la desconfianza - por 
no decir mala fé — inspira los datos facilitados á la Autoridad local, que en tales ca- 
sos es simple transmisora, desgraciadamente para todos. 

(4) Se llama Jarea, á la Lisa joven, pequeña. Cuanto queda consignado, es ex- 
tracto del informe ministrado en Mayo de 1884, por la Comandancia Principal de 

20 


— 156 — 

97. Plateado. — Mugil brasiliensis Agassiz. Dorso azu- 
loso, flancos plateados, mancha obscura en la base de la 
pectoral; extremos de la caudal y de la dorsal blanda, ne- 
gruzcos. (J. £ G.) 

Carne buena. Tamaño menor que la Lisa. 

Poey asigna á otras dos especies — Gaimardinus y trichodon — 
el mismo nombre vulgar cubano. 

J. € G. le nombran White Mullet y Lisa. 

Habana. Se dá este nombre á la Lisa, cuando no pesa más 
de 11 á 2 libras. (A. Salgado, 1883). 

Matanzas. Más pintas amarillas en la cabeza, más ancho y 
más corto que la Lisa. (O. Aguado, 1883). 

Cárdenas. Desova en Abril y Mayo. Es más amarilloso por 
las aletas y la cola, y mucho más chico. (R. Reguera, 1883). 

Coloma. No se conoce (M. Cebada, 1885). 

Bahía Honda. Una lista plateada á lo largo. (J. M. Mallo, 
1888.) 

Batabanó. Es más blanco, más ancho y más corto. (J. Gar- 
cía, 1883). 

San Cayetano. Mantua. Isla de Pinos. -- No se conoce (1883). 

Mariel. Llega á 500 gramos. 

Sagua. Es más chico y más ancho (M. Dueñas, 1891). 

Cienfuegos. Colores iguales á la Lisa, excepto la cola que es 
negra. HHuevan todas las lunas, desovando en el cañón de la ba- 
hía y fuera del puerto. Viene después á criarse á las lagunas y 
rios como la Lisa. Rara vez pasa de 500 gramos. 

Es otra especie distinta de la Lisa. Su desarrollo varía de 200 
4 500 gramos. Se pesca todo el año. Es extraordinaria su mul- 
tiplicación. “No se estaciona en ningún lugar de la bahía: anda 


en manchas errantes. Sus criaderos son los mismos de la Lisa.” 
(L. A. Ramos, 1883). 


Marina de Puerto Rico, relativamente al distrito de. la capital. Atiéndase á que los 
corrales están construídos con cuñas y bejuco; que las mallas tienen de 4 á 7 centi- 
metros de luz; que los corrales son permanentes; que además de la Lisa —- desde No- 
viembre hasta Febrero — se aplican en esta parte del año y en el resto, puesto quo 
''siempre están colocados,” á los robalos, á los pargos, y á las mojarras; sin que por 
consiguiente se observe la veda prescripta, en la época de reproducción de tan im- 
portantes especies. Y sin embargo, en todos los informes se dice que los corrales no 
causan daño ninguno. 
Seguirán así las cosas todavía? 


FER 


— 157 — 
3 Trinidad. Cabeza más corta y el ojo más cerca de la naríz. 
No cabe confusión con su congénere. (1583). 

Caibarien. Más blanco, más ancho y más corto que la Lisa. 
Abunda poco. (1883). 

Nuevitas. No crece tanto como la Lisa. 

Santa Oruz del Sur. Máximo, 230 gramos. Es de poco con- 
sumo, como las lisetas. (Carrasco, 1891). 

Manzanillo. Máx. 0'086 grm. Corrida, Enero á Febrero: ha- 
cia cabo Cruz, en busca de mayor aguaje. Arribazón de Abril en 
adelante, de los rios y lagunas. Consumo local, salado y fresco. 
(Triana, 1891). 

Baracoa. Es más corto, aplastado y ancho que la Lisa. (1883). 


98. Joturo. 


Joturus Pichardi Poey. También se le 


dice Foturo. Color aplomado verdoso, más oscuro en el lo- 


mo. Una escotadura profunda separa el frontal principal 
del posterior (Mem. II). Hocico desnudo de escamas, obtu- 
so. Dientes breves, cortantes, denticulados. Labio superior 
adelantado. Asciende las cascadas de los rios con facilidád 
suma — como el Salmón europeo. Alcanza pié y medio de 
largo, según Poey. 

En el Calabazar (Oeste) no se recuerda de peso superior 
á l¿ kilos, y eso solamente del punto llamado Almendares 
abajo. 

Su pesca al cordel es muy difícil, porque teniendo la bo- 
ca muy pequeña—como la Chopa-—requieren un anzuelo 
pequeñito, que rompen fácilmente al dar tirones hacia aba- 
jo, y no en sentido horizontal como suelen los demás peces. 
Desova en igual época que el Dajao—de Abril á Junio, en 
el Calabazar y Almendares — requiriendo también como ce- 
bo Aguacate y Palmiche maduro. (Pestana y Fonte). 

Carne muy estimada. 

Cienfuegos. En el rio Arimao. Grandes manchas en la bahía, 
época de la corrida de la Lisa-de Octubre á Enero. Alcanza el 
peso del Plateado y el Dajao: de 200 á 500 gramos (L. A. Ra- 
mos). 

- Según el mismo, dadas las mallas reglamentarias del chin- 
chorro, no es posible la pesca del Dajao. y del Joturo. Resulta de 


— 158 — 
ello “un déficit considerable en el pescador y la correspondiente 
carestía en perjuicio de éste y del público en general.” 

Esto se comenta por sí mismo. 

99. Dajao. — Agonostomus monticola Bancroft. De agua 
dulce como el anterior y también sube caidas de agua. 

Se pesca con cebo de Aguacate en aparejo de alambre 
que deja sólo visible la tentación. Está enovado de Abril 
á Junio, generalmente: á las veces hasta Agosto, según afir- 
man los pescadores amigos más antiguos en todo el rio Ca- 
labazar. 


Precisamente es esa, la época en que con más decisión y ahin- 
co se le pesca, determinando así la extinción de tan estimable 
especie, á poco que se prolongue tan destructor procedimiento. 
Yá escasean los famosos aquéllos, hasta de 13 kilos, de carne es- 
quisita y abundante. 

No se arguya que la fructificación del Aguacate coincide con 
el desove, porque también se pesca con Palmiche granado, ma- 


duro, mizajón de pan, [Zayas], como el Foturo y otros de agua 
dulce (1893). 


Cienfuegos. En el rio Arimao. Preséntase con las grandes 
avenidas, que le obligan á dejar su residencia. Nada se dice de 
desove; aunque sí de la malla, como cuando la Lisa, el Foturo, 
ete., pues á lo que parece, convendría MÁáS............ si fuese más 
dañina. Por fortuna, no todos piensan de la misma manera. 


CRÓM IDAS (Chromide). 


Esta familia está representada en nuestras aguas dulces, 

con mucha abundancia, por la 
100. Biajaca. — Acara fuscomaculata Guichenot. 

Gran recurso alimenticio, estimada de gastrónomos, por 
su carne sabrosa, asada, frita, guisada. 

Desova de Abril á Junio, en sitio poco profundo, cavan- 
do al efecto un hoyo apropiado. Presenta entonces listas y 
manchas negras. Acompáñala el macho para la impregna- 
ción correspondiente. La hembra no se separa desu nidada, 


— 159 — ” 

y salida 4 luz la prole, la acompaña siempre y defiende de 
sus enemigos. Los Guajacones particularmente, se encarni- 
zan con las reciennacidas, sin dejarlas á sol ni 4 sombra; 
saliéndose no pocas veces con la suya, aunque las más pagan 
con la vida su intento. ls de ver en el trance á la Biajaca, 
cómo hiergue y desplega sus radios dorsales, abiertas las 
branquias, avisora, fosca, valerosa, lo mismo que una galli- 
na sacada. 

ln las sequias prolongadas, resisten mucho tiempo sin 
sucumbir. Forman los chicuelos grandes cardumes que, co- 
mo Poey dice, parece que en sus movimientos reciben un 
solo impulso. 

Alcanza 40 centim. de largo, y poco más de 1 kilo. 

Suele fomentarse su propagación, que si se ciñera á los 
preceptos técnicos, determinaria el enriquecimiento de los 
eriaderos naturales. Pocas explotaciones piscicolas serian 
tan hacederas y fructuosas como la de nuestra Biajaca, por 
lo sencillo de su alimentación, carnívora á la vez que frugi- 
vora, gustando particularmente del Palmiche que abunda 
en ciertas localidades. 

Otro tanto diré de la Guabina. 


LÁBRIDOS. 


Familia representada en nuestras costas por peces de 
bastante cuenta, que se hallan proscriptos del mercado legal 
sin razón que lo abone. 

Me atengo á la fidelidad de los datos de cosecha agena ó 
propia que poseo actualmente, sin curarme poco ni mucho 
de corruptelas baldías. 

Hállanse hoy por hoy en este caso - como otros que 
dejo consignadas en cada lugar— las dos especies que 
siguen. 

101. Perro colorado, — Bodianus rufus Lin. Mitad 


0 

ánterosuperior del cuerpo y la cabeza, color rojo violado 
vivo; el resto, amarillo anaranjado, de oro. Nuca eminente 
en el adulto, por acúmulo de tejido adiposo. Cuatro caninos 
anteriores en cada mandibula, cónicos, gruesos: en el maxl- 
lar superior los colmillos posteriores se dirigen hacia delante. 

- El nombre vulgar es de Parra, quién no tilda de dañina 
la especie. 

Prohibido hace mucho tiempo, sin que Poey, Lesmes, padre 
é hijo, y otros pescadores entendidos y honrados conozcan fun- 
damente para ello. Todos le creen sano. Los datos que obtuve 
á bordo del cañonero “Cazador” — 1883 —en comisión del ser- 
vicio de Pesca, en el litoral de Batabanó, concuerdan todos al 
tener por buena la carne de este pescado. 

J. € G. la nombran técnicamente Harpe rufa L., con la des- 
eripción de Goode, los vulgares Lady-fish y Doncella, y residencia 
en West Indies y N. de Florida Keys. : 

102. Perro. Pez Perro, Peje Perro. — Lachnolemus suarl- 
lus Cuv. | | 

Hocico aguzado. Boca horizontal muy hendida. Labios 
desprendidos. Dientes delanteros grandes, caniniformes, 
uniseriados. “Tres filamentos largos, bifurcados, en lá aleta 
dorsal. Caudal bifurcada. Ventrales obscuras. Una mancha 
negra en la base de la dorsal blanda. Color general pardo 
rojizo. 

Carne muy blanca, excelente. 

Alcanza 36 centimetros. 

“Me complazco en describir este bello animal, porque además 
de sus cualidades externas, tiene la de ofrecer al gastrónomo una 
carne blanca, ligera, sana y de un gusto exquisito. Erradas preo- 
cupaciones — añade Poey—lo tienen alejado de nuestros mercados; 
pero en las costas se solicita con empeño y se come sin sospecha, 
preparado en mojo crudo.” (Synops) “A mí me consta — dice 
también — que en el potrero llamado Carbonera ó Palmasola, de 
la propiedad de los Sres. García y Chavez, entre Punta de Maya 
y Camarioca, se come todos los años un número considerable de 
individuos de esta especie, pescados por aquellos mismos ó por 
su orden, sin la menor sospecha, y que nunca han hecho daño. 
Es allí el pescado de más estimación,” (Rep. 11). 


— 161 — 

En el Mina se le tiene por de carne regular, y un peso má.- 
ximo de 9 libras. | 

En Batabanó le he visto del doble, cuando menos. 

En Puerto Rico le dicen Capitán. 

An excellent food-fish, según Jordan «€ Gilbert, que le nombran 
L. falcatus Lin., siguiendo á Gúnther, con los vulgares Hog-fish, 
Aigrette, Capitaine. (Syn. of the F. of N. A.) 

G. B. Goode refiere el vulgar Hog-fish, al aspecto de la cabe- 
za, mandíbulas y dientes. Mr. Stearns lo tiene por muy abun- 
dante en Key-West y entre los arrecifes coralianos de la Florida, 
Alcanza á 12 y 15 libras de peso. Raro es el día que deja de lla- 
mar la atención por sus brillantes colores en el mercado de Key- 
West, donde es much esteemed for food. Agrega el mismo Profesor, 
que es “uno de los pescados favoritos en Cuba, aunque su venta 
está prohibida á causa de la supuesta calidad dañina de su car- 

En las Bermudas cuenta también entre los más importan- 
tes comestibles, llegando á pesar 20 libras (Nat. H. Aq. A.) 

San Juan. Puerto Rico. Máx. 736 k. Corrida, Mayo á Julio 
Cons. loc. fresco, 233 k. (J. Cortés, 1891). 

Vieques. Puerto Rico. Máx. 10 k. Corrida, Junio: entre ca- 
yos. Cons. loc. fresco: 1,250 kilos. (J. Morales, 1891). 


ESCOMBEROSOCIDOS (Scomberosocidi). 


Varias de sus especies alcanzan un desarrollo notable. 
Esqueleto de común verde. ' 

Uno de sus géneros — Zenarchopterus — es viviparo, según 
J. € (Gr. Todos carnivoros. Poey escribe Escombresócidos. 

De los nuestros alcanza mayor tamaño el 

103. Agujón. — Belone maculata Poey. Cuerpo compri- 

mido, prolongado — caracter común de todos los congéneres 
y que funda su denominación trivial. Las dos mandíbulas 
se prolongan considerablemente, formando como un pico 
agusado. Dientecitos maxilares cónicos, afilados; sin vome- 
rianos ni palatinos. Escamas caedizas. Azul. Siete manchas 
ó listas más obscuras en el tercio posterior del tronco. Es de 


golfo. 


— 162 —- 

Mide un metro. Pesa 2 kilos. (Mariel.) Poey le ha visto 
medir 4 piés. 

Abunda. Carne buena. 

Llevan también el nombre de Agujón, entre otras: 

Belone crassa Poey, que alcanza 3 piés de lergo. Por su pecto- 
ral se distingue de la anterior: aquélla la tigne larga, escotada; 
ésta, corta y ancha. 

B. altipinna Poey, azul verdoso. Pasa poco de 1 pié. 

B. melanochira Poey, cuyo específico alude al color negro de 
las pectorales en su mitad posterior. 

Gar-fishes de J. £ G., que dan la prioridad al género Tylosurus 
de Cocco. (¡Syn. F. N. A.) 


ELEÓTRIDOS. 


Abunda más y alcanza mayor desarrollo en nuestras 
aguas dulces, la 

104. Guabina. G. de ley. — Philypnus dormitator Bloch. 
Cuerpo alargado, aplastado posteriormente. Cabeza aguza. 
da. Boca amplia. Dientes cardiformes maxilares y vome- 
rianos: éstos en série semilunar. Mandiíbula inferior más 
larga. Dorsales y ventrales separadas: este último carácter 
señalado yá por Parra. 

Fondo aceitunado con marmorados obscuros. Dos listas 
pardas en los cachetes, y dos manchas de igual color en la 
base de las pectorales. 14 2 piés de largo. (J. « G.) 

Alcanza 3 kilos en el Calabazar del Oeste, donde está enova- 
da de Abril 4 Junio. 

El Profesor Poey, que estaba en todas, la recomienda á los 
piscicultores en 1865, cuando tan en mantillas se hallaban las 
labores acuícolas, no digamos en esta pobre tierra nuestra, sino 
en las que hoy están al frente de tales especulaciones. 

J. % G. dan la prioridad al género Gobiomorus de Lacépede. 


— 163 — 


BATRAQUIDOS. (Batrachidi). 


De los miembros de esta familia, dos constituyen espe- 
cies acaso distintas, buenas, del género radical — Batrachus; 
constituyendo otro, precisamente el de crecimiento mayor — 
hasta 15 pulgadas — especie del género Porichthys de Girard. 
Cito este último, porque J. «€ (G. le dan, con el vulgar Mid- 
shipman, por muy abundante en las costas del Pacífico, des- 
de Baja California, llegando á las Antillas y el Brasil. 

El nuestro, más conocido y aprovechado, es el 

105. Sapo. — Batrachus tau Linné. 

techoncho, cabezón, desnudo, resbaloso. Boca enorme, 
de labios gruesos, y dientes robustos, maxilares, palatinos, 
vomerianos. Dorsal espinosa con tres gruesas y cortas espl- 
nas, la segunda más larga. Oliváceo oscuro, salpicado de 
pintas negras que confluyen en los flancos, formando fajas 
irregulares. Vientre más claro. Nadaderas listadas de negro: 
oblícuamente en la dorsal y anal. Muy abundante en Norte 
América - con los nombres de Zoad:fish, Oyster:fish y Sapo — 
desde Massachusetts hasta West Indies. (J. € G.) 

Especie de mérito, estimado especialmente para sopas. 
Nace y crece en la Habana, hasta pesar 250 gramos, en lu- 
gares de piedra y hierba. 

Es púber desde pequeño. (Varela) Desova en primavera. 


Mariel. Carne buena. De 120 á 180 gramos. 

Nombrado Oyster-fish en el litoral de New Jersey y parte de 
los Estados del Sur. También se le llama Sea-robiín y Sarpo, co- 
rrupción éste del nombre español: es la que, según Silas Stearns, 
alcanza de común 18 pulgadas. (Goode). 

La aptitud de adaptar el tono de sn coloración al de la loca- 
lidad habitada —- que he consignado respecto de tantas especies 
más, y que como es harto sabido constituye valiosa arma defensi- 
va en la pelea por la vida — alcanza en el Sapo un alto grado. Le 
vale también de mucho para capturar sus presas, 4 fuer de caza- 


dor diligente y entendido, que disimula á maravilla su asechan- 
21 


— 164 — 
za, “disparándose con rapidez asombrosa, atendida su indolencia 
habitual)” como Stearns dice, sobre pececillos, cangrejitos, etc. 
(Goode) Por cuestión de pitanza, áun de simple trepa ¡cuántos 
no podrán tirarle la primera piedra al pobre Sapo! 

Se está de acuerdo en que realizan las funciones de reproduc- 
ción, de Abril á Junio. Los mayores atienden y educan á los pe- 
queñuelos, con la sagacidad y paciencia que la gallina sus pollos. 
(Stearns). 

Los sapitos quedan asidos á las piedras ú otros objetos de su 
residencia, por medio de un disco adhesivo que forma la bolsa 
vitelina propia de los alevinos - séase larvas de los peces ovípa- 
ros, en general. La succión es tan enérgica que, según Storer, 
cuesta trabajo desprender el animalito de su asidero (Goode). 
“Por su gran abundancia y su pertinacia en morder el anzuelo 
cebado para más digna pesca, se hace mirar como una de sus 
peores plagas,” por los pescadores norteamericanos. (Goode). 

Cuanto á la calidad de su carne, el Prof. Baird la estima very 
sweet and palatable; el Dr. Storer, delicate and good: Stearns, highly 
esteemed, por los pescadores del Golfo. (Goode). 


MURÉNIDAS. 


Familia representada en Cuba por la 

106. Anguila, — Murena cubana Kaup. 

“Pez de agua dulce, bien conocido. Este género y los 
13 que siguen, pertenecen al orden de los Peces Apodes, 
los cuales llevan:el nombre general de Morenas. El contor- 
no de la boca es formado superiormente por los dientes na- 
sales y palatinos.” (Synops). 

“No me encuentro en disposición de poder determinar con 
confianza esta especie que el Dr.'Gúnther, Catal. VIII, pág. 31, 
pone en la sinonimia del Anguilla bostoniensis de Lessueur, y que 
ha recibido allí mismo ocho nombres específicos, correspondien- 
tesá los Estados Unidos, menos uno que corresponde á la China 
y al Japón. He aceptado el nombre indicado de Kaup, porque 
su ejemplar es de Cuba. Las Anguilas, según el Dr. Gúnther, va- 
rían considerablemente en la forma del hocico, el tamaño de los 


— 165 — 
ojos y la magnitud de los espacios dentarios; por lo que no es de 
extrañar que la Anguila común de Linneo haya recibido veinte 
nombres específicos distintos.” 

“Los individuos de la isla de Cuba varían grandemente 
en la forma de la cabeza, magnitud de los ojos, colores etc. 
Son generalmente de hocico agudo, ojo regular, contenido 
11-13 veces en la longitud de la cabeza, dos diámetros dis- 
tante de la punta del hocico, comisura bucal debajo del cen- 
tro de la pupila.” 

“Lo que el vulgo llama hoy Anguilas debe inscribirse, confor- 
me á Bloch, Lacépede y el Dr. Bleeker, en el género Murena de 
Artedi, cuya primera especie es la Anguila común. Linneo pos- 
teriormente tomó por primera especie la morena de los romanos, 
que carece de aleta pectoral (Morenas del vulgo) y pertenece 
al género Gymnothorar de Bloch: se han conformado con esta 
indicación, Thunberg, Cuvier, Kaup, Richardson, Gúnther y 
Gill. La primera opinión me parece mejor fundada.” (Enume- 
ratio.) 

En el Calabazar del Oeste alcanza 3 kilos. Desova de 
Abril á Junio. 


APENDICE A LA CUBERA. 


Caibarién. San Juan de los Remedios. Máx. 34 kil. Corrida, de 
Mayo á Julio, en veriles y lajiales. Arribazón á manglares y ca- 
nalizos. Consumo loc. fresco: 20,400 k.; en conserva, 9,000 k. 
(Dueñas, 1891). He sumado lo relativo á la Cubera con lo que se 
asigna á la Cubereta, porque este nombre lleva aquélla cuando es 
joven. 

Santa Cruz del Sur. Max. 11'500 k. Corrida, Junio á Septiem- 
bre: veril S. de las Duce Leguas. Abundante. (Carrasco, 1891). 

Tunas de Sasa. Máx. 45 k. Corrida, Agosto y Septiembre. 
Exportación vivo, 300 k. Cons. loc. f. 200 k. (A. Escandon, 1891). 

Cienfuegos. Max. 25 k. Corrida, Junio á Septiembre: veriles, 
(P. Aguirre, 1891). : 

Nuevitas. Máx. 11 k. Corrida, en Agosto: veriles. Cons. loc. 
f. 2,343 k. (E. Albacete, 1891). 


— 166 — 
Manzanillo. Máx. 1'840 k. Corrida, en Junio: costa. Arriba- 
zón á esteros y costa. Consumo local fresco. (Triana, 1891). 


Gibara. Los datos se reducen á la Cubereta, asignándola de 
pesca anual 896 k. (1891). 


Cuba. Máx. 19 k. Corrida, en Junio: costa. Cons. loc. fresco. 
(Elizalde, 1891.) 


ADVERTENCIAS. 


Las Clupéidas —que la generalidad designa con el nom- 
bre común de Sardinas — han debido quedar para un Apén- 
dice. Cierto es que en la actualidad poseo datos que en otra 
ocasión serian suficientes; pero ya que puedo, he creido de- 
ber ampliarlos cuanto más y mejor sea dable. 

Los datos oficiales han sido obtenidos verbalmente en 
las distintas comisiones, ó á resultas de cuestionarios é inte- 
rrogatorios individuales 6 colectivos; ministrados siempre, 
después de oir á los inscriptos, pescadores y demás entendi- 


dos en la materia, por uno ú otro concepto. 
Entre paréntesis consta la fecha del dato y últimamente 


pude expresar la Autoridad que lo garantía; excusando el 
repetirlo después de conocido. 

Hago la salvedad que indico para la página 34, línea 2, 
porque no debía afirmar lo que aún no había hecho, y que, 
al cabo, no he realizado. 

Redújeme, pues, 4 las obras del Profesor Poey que en 
cada caso y lugar consigno. 


INTERROGATORIO SOBRE LAS CHERNAS., 


Comandancia General de Marina del Apostadero de la Habana—Con fecha de 
ayer se les manifestó á los comandantes de Marina de las provincias de esta Isla lo 
que sigue: 

'“De conformidad con lo propuesto por el Sr. Presidente de la Comisión perma- 
nente de pesca de este Apostadero, remito á V. S. el unido interrogatorio que deberá 
ser contestado por V. $. oyendo ála junta de esa provincia y á cuantas personas 
juzgue V. S. necesario oir por sus conocimientos prácticos en el asunto á fin de tener 
á la vista datos que son indispensables para llegar en lo posible á un conocimiento 
exacto de lo que en su particular concierne á el aumento y propagación de la indus- 
tria. 

Del reconocido celo de V. S. espero que mirando el asunto con el interés que se 
merece, llenará los deseos de la comisión recomendándole á la vez la mayor breve- 
dad, circulándolo á los distritos.— Topete. 


Jefatura de Sanidad de la Armada del Apostadero de la Habana.— INTERROGA- 
TORIO relativo á la Cherna, aprobado por la comisión permanente de la junta cen- 
tral de pesca, con el objeto de que sea contestado por todas las Comandancias y Ayu- 
dantías de Marina de estas provincias, con la asistencia y cooperación de las juntas 
locales de pesca, de todas las personas que directa é indirectamente estén interesa- 
das en esas industrias y las reconocidas idoneas en las localidades por sus conoci- 
mientos teóricos ó prácticos para la mayor ilustración de tan importante asunto. 

12 ¿En qué época tiene lugar la corrida 6 arribazón? 

22 ¿Qué tiempo dura? 

3% En su consecuencia, ¿en que época del año debe fijarse la veda de la pesca de 
esta especie, qué artes pueden usarse durante ésta, cuanto tiempo ha de durar y qué 
razones hay en apoyo de lo que se determine? 

4% ¿Qué vientos reinan en tiempo de la corrida ó arribazón? 

5% ¿Los nortes tienen algnna influencia en ella? 

62 ¿Qué especies arriban á la vez que la Cherna? 

72 ¿En qué orden van llegando y con qué abundaneia? 

g2 ¡Cuál es su tamaño más constante y cuál el de las otras especies que le acom- 
pañan en su corrida? 

9% ¿Qué grado de desarrollo presentan las huevas de las hembras, y las lechas 6 
glándulas seminales de los machos? 

10. ¿Qué alimento encierran en el estómago los peces arribados? 

11. ¿Qué condición de fondo tienen las localidades que la Cherna frecuenta? 

12, ¿Cuál es el aspecto exterior de los individuos en colores vivos ó apagados, en 
robustez, estado de las aletas, etc. 


— 168 — 

13. ¿Coinciden las crecientes de los rios con la aparición del dedalillo y de la 
lombriz? 

14. ¿Coinciden estos hechos con las arribazones mencionadas? 

15. ¿Qué influencia tienen las fases de la luna en la corrida? 

16. ¡Cuántas especies de Cherna se pescan en la localidad y si es más de una, en 
qué difieren? 

17. ¿Las especies conocidas son sedentarias ó de paso? 

18. ¿Se da el caso de que las crías de las inmigrantes permanezcan en nuestras 
costas? 

19. En la afirmativa, ¿la permanencia, es limitada á cierto desarrollo? 

20. ¿Debe prohibirse en absoluto la pesca en tiempo de corrida ó puede permitir- 
se sólo al anzuelo? 

21. ¿Qué dimensiones tienen las mallas y anzuelos empleados? $ 

22. ¿Sería útil modificar las actuales dimensiones de las mallas, fijando lo eonve- 
niente para cada especie? 

23. ¿Debe fijarse peso á la Cherna para ser cogida? 

24. ¿Es conveniente reservar en ese distrito algún trozo de mar donde en abso- 
luto se prohiba en tiempo de veda la pesca con cualquier aparejo y arte? 

25. ¿Qué razones hay en la afirmación para ello? 

26. ¿Disminuirían las arribazones sucesivas permitida que fuera la pesca con an- 
zuelo en esta época? 

27. ¡Cómo podría establecerse la vigilancia necesaria y con poco costo durante 
la veda? y 

28. ¿Cómo pudiera recompensarse al que participase á la Autoridad cualquier 
violación de la veda? 

29. ¿Qué pena se impondrá al infractor en cada caso y grado? 

Habana, 6 de Marzo de 1883, —Joaquín Soler. 

Lo que de orden del Excmo. é Ilmo. Sr. Comandante General del Apostadero se 
publica para general conocimiento y á fin de que si alguno quiere por sus conoci- 
mientos en piscicultura, ó por el bien del aumento de la industria de pesca, hacer 
alguna aclaración en vista de las preguntas del interrogatorio, puede dirigirlas al 
Negociado de Inscripción marítima, donde con gusto se recibirán, para tenerlas á 
la vista con los demás antecedentes reunidos en su día al dictarse las disposiciones 
concernientes al particular. 


Habana 8 de Marzo de 1883.—El Jefe del Negociado, Juan B. Solloso. 


INTERROGATORIO SOBRE LA BIAJATBA. 


Negociado de Inscripción Marítima de la Comandancia General del Apotadero.— 
El Excmo. é Ilmo. Sr. Comandante General de este Apostadero se ha dignado dispo- 
ner se publique en el periódico oficial de la Marina el siguiente interrogatorio, que 
debe ser evacuado por las juntas locales de pesca y demás personas, que lien por sus 
conocimientos en piscicultura ó por su ejercicio en esta industria, puedan contestar 
á las preguntas que se hacen en obsequio del mejoramiento de tan importante ramo 
y en el concepto de que le ha sido remitido á S. E. I. por el Sr. Presidente de la Co- 
misión permanente de la junta central de pesca de este Apostadero á propuesta de 
los vocales Sres. Dr. D. Juan Vilaró y D. Antonio Martinez y de que los que deseen 
hacer algunas observaciones y facilitar los datos que se interesan, lo harán en la 
oficina de este Negociado en esta Comandancia General. 


Habana 28 de Marzo de 1883 —El Jefe del Negociado, Juan B. Solloso. 
INTERROGATORIO QUE SE CITA. 


Interrogatorio relativo á la Biajaiba aprobado por la Comisión permanente de 
la Junta Central de pesca, con objeto de que sea contestado por todas las Comandan- 
cias y Ayudantías de Marina de estas provincias, con la asistencia y cooperación de 
las juntas locales de pesca, de todas las personas que directa ó indirectamente estén 
interesadas en esta industria, y las reconocidas idóneas en cada localidad, para la 
mayor ilustración de tan importante asunto. 

1? - ¿En qué época tiene lugar la corrida ó la arribazón de esta especie? 

22 ¡Qué tiempo dura? 

3% ¿En qué época, pues, del año debe fijarse la veda? 

4% ¿Cuánto tiempo ha de durar? 

5% ¿Qué razones hay en apoyo de las preguntas 3* y 4%? 

62% ¿Qué vientos reinan en la corrida ó arribazón? 

72 Los Sures de marzo y abril ¿tienen influencia especial en la corrida? 

8% ¿Qué especie arriba á la vez que la Biajaiba? 

9% Caso afirmativo ¿en que orden van llegando y con qué abundancia? 

10. ¿Cuáles el tamaño entonces de la Biajaiba, y cuál el de las especies que le 
acompañan? 

11. ¿Qué grado de desarrollo presentan las huevas de las hembras? 

12. Cuál presentan las lechas ó glándulas seminales de los machos? 

13. ¿Qué alimentos encierran los peces arribados? 

14. ¿Qué condición de fondo tienen las localidades que la Biajaiba frecuenta? 

15. ¿Cual es el aspecto exterior de los individuos que arriban, en colores vivos 6 
apagados en robustez, estado de las aletas, etc. 


— 170 — 


16. Datos acerca de la lombriz y del dedalillo. 

17. ¿Coinciden con la aparición de la lombriz y del dedalillo las crecientes de los 
rios? 

18. ¿Coinciden estos hechos con la arribazón ó la corrida? 

19. ¿Qué influencia tienen las fases de la luna en la arribazón ó corrida? 

20. ¿Cuántas variedades de Biajaiba se conocen en la localidad? 

21. Si es más de una ¿en qué difiere y á qué puede atribuirse la diferencia? 

22. ¿La Biajaiba y sus variedades conocidas son sedentarias ó de paso? 

23. ¿Se da el caso de que las crías inmigrantes permanezcan en nuestras costas? 

24. En la afirmativa, ¿la permanencia es limitada á cierto desarrollo? 

25. ¿Las crías de las sedentarias permanecen en todo tiempo en una localidad 
determinada? 

26. ¿Debe prohibirse en absoluto la pesca en tiempo de corrida y puede permitir- 
se fuera de los parajes de desove con nasas y chinchorros cobrados 1 tierra? 

27. ¿Qué dimensiones tienen las mallas de los chinchorros y nasas empleadas ac- 
tualmente? ; 

28. ¿Será útil modificarlas, fijando lo conveniente para cada especie de pez? 

29. ¿Debe fijarse peso ó tamaño á la Biajaiba para ser vendida legalmente? 

30. ¿Es conveniente reservar en el Distrito algún trozo de mar donde se prohiba 
la pesca con cualquier aparejo ó arte durante el tiempo de veda de la Biaj11ba, por 
ser donde desova? 

31. Qué razones hay en la afirmativa para ello? 

32, ¿Cómo podría establecerse la vigilancia necesaria y con poco costo durante la 
veda? 

33. ¿Cómo puede recompensarse al que participara á la Autoridad cualquiera 
violación de la veda? 

34, ¿Qué pena se impondrá al infractor en cada caso y grado? 

Habana 27 de Marzo de 1883.—Joaquín Soler. — El Jefe del Negociado, Juan 
B. Solloso, 


A E de lo alto, 52. 
» Interrogatorio, 169.- 

Abadejo, 35. Boga, 99. 
Acantúridos, 108-110. Bolas, 12. 
Advertencias, 166. Bonito, 116. 
Aguja, 114. Boquinegro (Pargo), 71. 

blanca; 111. Bou, 21. 

» Ae casta, 112. Brámidas, 131. 

de paladar, 111. 

» prieta, 114. c 

w voladora, 114. Caballa, 120. 

” cabezona, 111. Caballerote, 53. 

» . Vvareteada, 112. Cabezón, 98. 
Agujón, 161. Cabra mora, 46. 
Agulla, 114. Cabrilla, 46-52, 
Ahogados: peces, 29-31. Cachucho, 80. 
Ahulla, 114. Cají, 52 : 
Albacora, 116. Cambios de nombre, 30. 
Al lector, 5. Candil, 86. 
Alto: De lo, 65, Carángidos, 121-127. 
Amíidas, 81-85-86. Cárabnal 80 
Anadromo, 12-95. Caribe, 41. 
Anguila, 165. Carnada, 23. 
Arigua, 43. Casabe, 124. 
Arnillo, 78... Catadromo, 12. 
Arrayado, 93-95. Catalineta, 89. 
Arribazón, 8-12-19-20. Cataluía, 86. 
Artes, 20-24, » delo alto, 86-131. 
Atún, 115, Ceiba: alga, 42, 

B Centropomátidos, 81-83. 
Ciprés (Pargo) 71. 
Bacalao, 16, 35-127-128. Cojinúa, 121. 
Badejo, 36. Colirrubio, 78-80. 
Badexo, 36. Condenado, 92. 
Bajonao, 103-104. Cópula, 15. 
Barbero, 108-110. Corbina, 95-97. 
Barbudo, 86, 135. Corbino, 96. 
Barracuda, 133. á Corbiña, 97. 
Batráquidos, 163. j Corcobado, 123. 
Berregueyo, 81. Cordel, 20. 
Berrícidos, 86. Corifénidas, 130-131. 
Biajaca, 17, 158. Corrales de Cuba, 139-152. 
, dela mar, 106. y. de Puerto Rico, 153-156. 


Biajaiba, 55-64. : Corrida, 8-12. 


Cotonera, 103-106. 
Crómidas, 158. 
Cubera, 54. 
,, Apéndice, 165. 
CH 
Cherna, 12. 


de arribada, 36. 
de arrihazon, 36. 
de banco, 36. 
de corrida, 86. 
cimarrona, 62. 
criolla, 37-45. 
forastera, 43. 
del golfo, 36. 
grande, 36. 

de veril, 36, 
yucateca, 36. 


” 
Cherno, 48. 
Chillo, 65. 
Chinchorro, 21. 
Chirivyita 107. 
Chopa, 108. 

1 blanca, 107. 

,, amarilla, 108. 


D 
Dajao, 158. 
Daurad, 131. 
Daurat, 131. 
Dedalillo, 9. 
Delfín, 130. 
Desbogne, 14. 
Disfraces, 30. 
Dolos: fraudes, 29. 
Dorado, 88, 89, 130. 


E 


Elacátidos, 127-128. 
Emperador, 110. 
Encaribados, 41. 
Enjambre, 50. 
Ensiguatar, 29. 
Equenéidos, 128-130. 
Esciénidas, 95-99. 
Escolar, 120. 

ES chino, 81. 
Escomberosócidos, 161. 
Escómbridos, 115-121. 
Escorpénidos, 86-88. 
Esfirénidas, 133-135. 
Espadarte, 111. 
Espáridos, 103-106, 
Espasa, 111. 


F 


Fisoclistos: peces, 26. 
Fisóstomos: peces, 25. 


americana, 36, 37-44. 


Interrogatorio, 167. 


— 172 — 


Foturo, 157. 
Francés, 89. 
Fraudes: dolos, 49. 


G 


Gérridos, 99-102. 
Guabina, 162. 
Guaguanche, 133-135. 
Guaicán, 128, 130. 
Guajacones: cópula, 15. 
Guasa, 47-49. 
Guaseta, 49. 
Guatíbere, 50. 
Gulf-stream, 961115. 
Guya, 114. 

de paladá, 114. 


»” 


H 


Huevas, 14. 
Huevos, 14-16. 


Indice, 171. 
Introducción, 5. 
Isabelita, 107. 


Jallao, 92. 
Jeníguana, 91. 
Jeníguano, 93. 
Jerna, 43. 
Jiguagua, 121. 
Jifididos, 110-115. 
Jorobado, 122. 
Joturo, 157. 


L 


Lábridos, 159-161. 
Lamprídidos, 131, 132. 
Leptúridos, 132, 133. 
Lisa, 121, 136-155. 

,», : Interrogatorio, 137-139. 
Lobótidos, 106, 107. 
Lombriz, 9. 


LL 
Llobarro, 83. 


Macorí, 97. 
Manchego, 65. 
Mariposa, 88-131. 
Matejuelo, 86. 

5 real, 133, 
Medregal. 123. 
Ménidas, 99. 

Mero, 36, 49. 


de la Florida, 44. 

de aletas amarillas, 46. 
y de Yucatán, 441. 

Mocharra, 102. 

Mojarra, 99, 101, 102. 


”» 


» 


5 de casta, 99-101, 
E de ley, 99-101. 
Moniama, 101. 
Mortalidad, 28. 
Muerte: causas, 28. 
Mugílidos, 135? 
Mujarrá, 102. 
Múlidos, 83-85. 
Muniama, 101. 
Murciélago, 88. 
Murénidas, 164. 
Mutilaciones, 30. 


-- N 
Nasa, 22. 
Navajas, 81. 
Nombre científico, 32. 
Ss vulgar, 33. 
Nombres americanos, 174. 
Nomenclatura, 32-34. 


O 
Ojanco, 64, 71. 
Ojudo, 86. 
Ovíparos, 15. 

15 


Paguala, 107. 
. Palometa, 124. 
Pámpano, 122. 
Parche, 107. 
Pargo, 12-78. 
»» blanco, 92. 
COLO: 
» Chipre, 75-77. 
» Criollo, 6578. 
» le lo alto, 64-78. 
,, guachinango, 65-78. 
» Interrogatorio, 73. 
y» lombricero, 66, 71, 75, 76. 
,, Mulato, 70. 
»»  Orejinegro, 75, 76. 
» pinto, 64. 
»  Sanjuanero, 67, 71,75, 
Patao, 99-100. 
Peces ahogados, 29. 
» cubanos útiles, 35? 
» e pluma, 103. 
» Malos, 11, 150. 
Pega. 128-130. 
Pegador, 128, 130. 
Peix-espasa, 111. 
Pelones, 133. 
Pércidas, 35-89. 
Perro, 160. 
» Colorado, 159. 


de aletas amarillas, 101. 


— 173 — 


Peso legal, 24. 
Peto, 120. 
Pez de espada, 110. 
» Ae pluma, 104. 
perro, 160. 
Pica, 27. 
Picuda, 133. 
Picudilla, 135. 
Piloto, 125-127. 
Pimeleptéridos, 107. 
Pintada, 119. 
Piojillo, 60. 
Piscicultura: rendimiento, 19, 
Plateado, 156. 
Pluma, 104. 
Polinemátidos, 135. 
Priacántidos, 86. 
Pristipomátidas, 89-495, 


Proscriptos: v. Cubera, Perro, Sierra. 


Punta, 81. 


Q 


Quetodóntidos, 107. 
Quiebra Hacha, 124. 


R 


Rabirrubia, 78-S0. 

de de lo alto, 50. 
Rascassa, 88. 
Rascacio, 87-88. 

A de lo alto, 87. 
Rayado, 93-95. 
Rémora, 128-130. 
Reproducción, 13-20. 
Rescacio, 88. 
Resistencia vital, 28. 
Reverso, 128. 
Robalo, 81-83. 
Robaloa, 83. 

Romero, 126. 
Ronco, 90-92, 94, 95. 

E amarillo, 91. 

. arará, 91. 

E blanco, 92-93. 
Roncos blancos, 90. 
Ronco carbonero, 91. 
Roncos prietos, 90. 
Rubia, 41, 77, 79, 80. 
Rubio, 89. 

d volador, 88, 


Ss 
Sable, 132. 
Salmón, 15, 124, 
Salvedades, 176. 
Sama, 107. 
Salmonete, 84-85. 
e amarillo, 84. 
S colorado, 84. 
E de lo alto, 80. 
Sanjuanera, 98. 


Sangrador, 27. 
Sangria, 25-27. 
Sapo, 163. 

Sargo, 105, 

Serrá, 52. 
Serrana, 98. 
Serrano, 51-52. 
Serrucho, 117-119. 
Sesí, 55-76. 
Siguatera, 29. 
Siguatos, 35, 55, 117, 118. 
Sierra, 117-119. 


T 


Tetí, 77, 

Trabuquete, 22. 
Tiburones: cópula, 15, 
Tirante, 132. 
Tonyina, 116. 

Toñina, 116. 
Trasmallo, 81. 
Tríglidos, 88-89. 
Trucha, 13. 

Tumba, 133. 


Vaqueta, 98. 

Veda, 16, 31, 32. 
Vejiga natatoria, 25, 
Verrugato, 95. 
Vesícula umbilical, 19. 
Vida: resistencia, 28. 


Viejo, 89. 
Volador, 89. 
Voraz, 80. 
XxX 
Xerna, 43. 
VA 


Zapatero, 124. 


Nombres americanos. 


A 


Aguja blanca, 112. 
Aigrette, 161. 
Albicore, 116. 
Amber fishes, 124. 
Angel fish, 107. 


B 


Banded Grouper, 43. 
Banner Pompano, 125.. 
Barbero, 109. 

Bat fish, 88. 

Bermuda Chub, 108. 

Big Eye, 86. 

Bill fish, 112. 

Black Grouper, 36, 37, 48.. 
Black Grunt, 90, 100, 
Black Perch, 107. 

Black Triple tail, 100. 
Blanquillo, 133. 

Blue Surgeon, 109. 
Blunt nosed Shiner, 123.. 
Bone fish, 109. 

Bonito, 127. 

Bream, 105, 108. 
Butterfish, 46, 51. 


(02 


Capitaine, 161. 

Cavally, 121. 

Carolina Pompano, 125.. 
Cero, 119. 

Coal fish, 127. 

Cobia, 127. 

Cobber fishes, 122. 
Common Grouper, 43. 
Common Sword fish, 111. 
Coney, 46, 51. 

Crab Eater, 127. 
Crevallé, 121. 

Croaker, 96. 


Crocus, 96. 
Cubby yew, 128. 
Chub Mackerel, 120. 
D 
Doctor fish, 109. 
Dollar fish, 51. 
Doncella, 160. 
E 


Easter Mackerel, 120., 
F 


Flannel Mouth, 90., 
Flasher, 105. 
Flying Robin, 88. 


G 


Gar-fishes, 162. 
Gerroids, 100. p 
Goat fishes, 84 

Gray Snapper, 52, 53. 
Grouper, 37. 


Grunt, 90. 
Grunter, 88. 
Gurnard, 88. 


Hair tail. 132. 
Hamlet, 43. 

Harvest fish, 51, 88. 
Hog-fish, 90. 

Horse Crevallé, 121. 
Horse fish, 123. 
Horse Mackerel, 116. 


Hump backed Butter fish, 123. 


I 
Irish Pompano, 101. 


J 
Jew fish, 48. 


K 
King Cero, 119. 
King fish, 88, 119. 


L 


Lady-fish, 160. 

_La Fayette, 51. 

Ling, 12d > 

Lisa, 157. 

_Look Down, 122, 123. 


M 


-Midshipman, 163. 
_Moon fish, 123. 


N 


Nassau Grouper, 43. 
Nigger fish, 46, 51. 


(0) 


- Oceanic Bonito, 116. 
Oyster-fish. 00. 
p 


Pegador, 130, 
_Pig fish, 90, 95. 
Pilot fish, 127. 
Pin fish, 105. 
Pug nosed Shiner, 123. 
Pompano, 125. 
-Pumpkingseed, 51. 


ER 
_Red Grouper, 37. 


— 115 — 


,», Mouth, 90. 

, Snapper, 37,66. 
Remora, 129. 
Rock Bass, 47. 

»  Cods, 87. 

», Fishes, 87. 

Salmon, 124. 

Romero, 127. 
Ronco, 96. 
Round Pompano, 125. 
Rudder fish, 124. 


Ss 


Sabre fish, 132. 

Sail fish, 114. 
Sailor's Choice, 90, 95, 105, 106. 
Salema; 105, 

Sargo, 105. 

Sapo, 163. 

Sarpo, 163. 

Scamp, 36. 

Sea Bass, 83. 

Sea Lawyer, 53. 
Sea Robin, 88, 163. 
Sergeant fish, 128. 
Serrana, 96. 
Serrano, 52. 
Sheepshead, Ele 
Shoemaker fish, 122. 
Sierra, 119. 

Silver Eel. 132. 
Silver Moon fish, 122. 
Skipjack, 51. 
Snooks, 127. 

Spear fish, 109. 
Spotted Cero, 11). 
Spot tailed Pin fish, 106. 
Squirrel fish, 52, 90. 
Star fish, 51. 
Striped Grunt, 91. 
Suckers, 129. 
Sucking fishes, 129. 
Sun fish, 123. 
Surgeon fish, 109. 


T 


Thread fish, 122. 
Tinker Mackerel, 120. 
Toad-fish, 163. 
Tripletail, 106. 
Tunny, 116. 


Volador, 88. 


Warsaw, 48. 


White fish, 133. NE 
White Grunt, 90, 93. 
White Mullet, 157. Yellow Grunt, 90. 


Whiting, 88. Yellow tail, 124, 133. 
Wing fish, 89. | Yelting, 52. 


NOTA. 


Las páginas indican el lugar en que particularmente se trata una materia, ó su 
comprensión general; omitiéndose en los demás que se menciona la especie ó el asun- 
to en cada distrito marítimo. Tal, por ejemplo, corrida, veda, dedalillo, artes pisca- 
torias, huevas, etc. 

Lo mismo hice con la sinonimia vulgar muy extensa. 


SALVEDADES ESENCIALES. 


Página. Linea. Léase. 
15 13 y los tres posteriores 
23 92 la cuestión tiene 
el 30 sino se le saca 
28 16 de abajo á 
34 2) he de revisar 
37 4,15, 16 Goode 
38 al 1883 
52 2 Serrá 
03 7 blanquecino 
54 Los tres últimos renglones corresponden á Trinidad: 
Casilda — 5 líneas más arriba. 
71 [nota] LA” 
74 3 fases 
81 1 Cachucho 
7 5 (suprímase: bres. 
95 31 Esciénidas (Scienide) 
7 5 Mallorca 
105 il Diplodus 
108 13 flavolineatus 
111 22 forma 
115 3 es de desear 
125 28 Pompano 
133 cabeza de pág. Malacántidos. 
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